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MATERIA MERCANTIL, INDUSTRIAL Y AGRÍCOLA,
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DICCIONARIO
DE
MATERIA MERCANTIL, INDUSTRIAL Y AGRÍCOLA,
QUE CONTIENE
l<% iiuicveíou , Loo ZeóQiia&ou, ti leo [idos
POR
D. JOSÉ ORIOL RONQUILLO,
licenciado en farmacia, subdelegado principal de Sanidad de farmacia de Barcelona, encargado del primer distrito ; socio
corresponsal de la Nacional Academia de medicina y cirugía y de la Sociedad medica de emulación, «-pri-
mer perito-químico del Excino. Ayuntamienlo Constitucional , y cx-inspeclor de géneros medicinales en la Aduana
nacional de la misma ciudad; miembro correspondiente de la Sociedad de farmacia de Paris , etc.
— <^tmjE—
TOMO 1.
BARCELONA. — 1851.
Uiftárcn/a ae O). GLatUtun (XaApxv, Acaza de Joacac¿o,
IRE.NrE LA LOiNJA.
Es propiedad.
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NOV 6
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Cop.2~
PRÓLOGO.
Por Comercio se entiende la negociación ó tráfico que se hace comprando,
vendiendo ó permutando unas cosas con otras ; — y esas cosas son los productos que
nos da la naturaleza, los que debemos á la labranza y los que emanan de la in-
dustria.
De ahí se colige que el origen del comercio data de los primeros tiempos de la
civilización. Las relaciones comerciales quedaron establecidas luego que los hombres
cesaron de procurarse, cada uno por sí, los diversos objetos indispensables para satis-
facer á sus necesidades. En efecto, tan solo cambiando la parte de productos exceden-
te al consumo de los unos con lo sobrante de los productos de los demás, fué como
gradualmente pudo establecerse la división del trabajo y como los diferentes indivi-
duos pudieron entregarse con preferencia y exclusivamente á ocupaciones diversas.
Así ha sido también como, estrechándose los vínculos de los hombres, se ha llegado
á poner á los habitantes de una misma localidad, de un pueblecito por ejemplo, en
disposición de combinar sus esfuerzos para ejecutar empresas de interés común, dando
á los moradores de diferentes provincias y de diferentes naciones los medios de aplicar-
se, de una manera especial, á los trabajos para la ejecución de los cuales el distrito
que ocupan les da alguna ventaja particular.
Esta división del trabajo por comarcas ha contribuido quizás mas que ninguna
otra cosa á aumentar la riqueza y á acelerar la civilización del género humano. Sin
ella estaríamos privados de un inmenso número de objetos de primera necesidad,
de comodidad y de placer que hoy dia tenemos á nuestra disposición, y el precio de
lo poco que nos hubiera quedado seria, en ¡a mayor parte de los casos, muy subido.
Pero por grandes que sean tes ventajas que podamos reportar de la aptitud especial
de los demás para ciertos géneros de producción, ventajas cuya importancia no es po-
sible exagerar, somos deudores de ellas al comercio, por ser éste su verdadero origen.
Los hombres, pues, que se dedican á las empresas comerciales prestan servicios
de importancia á la masa general de sus semejantes. Sin los mercaderes, el agricultor,
el artesano, el manufacturero perderían inevitablemente mucho tiempo y tropezarían
con numerosos inconvenientes para cambiar ó vender sus productos , distrayéndose
además de sus trabajos; y, en tal estado, la obra de la producción, en sus diferen-
tes ramos, seria perpetuamente interrumpida, y muchas industrias ejercidas con feliz
éxito en un pais mercantil no podrían ser practicadas. Ellos, por medio del comer-
cio interior, permiten á los habitantes de los distintos distritos de una nación, no
solo dedicarse sin embarazo á una especie sola de ocupación, sí que el dar á su trabajo
la dirección que puede serles mas productiva, atendiendo al terreno, al clima y á las di-
ferentes producciones naturales délas diversas comarcas; — ellos hacen evidente que
VI PRÓLOGO.
aplicándose los hombres á los ramos de industria para cuyo ejercicio fructuoso la natu-
raleza les ha procurado mas facilidades , y cambiando lo sobrante de sus productos,
obtienen incomparablemente mayor abundancia y variedad de cosas útiles que si indis-
tintamente se hubiesen aplicado á toda especie de trabajos;— ellos nos manifiestan la
razón porque los habitantes de las comarcas las mas vastas y las mas ricas de la tierra,
cuando divididas en pequeños estados sin relación entre sí ó con los extranjeros, de
cualquier modo que el trabajo estuviese dividido en cada uno, deberían ser pobres y
miserables, porque á los unos faltaría lo que sobraría á los otros, anomalías que no
pueden existir en los pueblos comerciales; — ellos nos demuestran que la asociación
de la división del trabajo entre las diferentes provincias á su división entre los indivi-
duos constituye fuerzas productivas incomensurablemente mayores, y aumenta la masa
de las cosas necesarias á la existencia, no menos que la de las comodidades y délos
goces á un grado increíble y solo superable por los esfuerzos del comercio exterior;
ellos nos prueban que por medio del comercio extranjero, que es respecto á todas
las comarcas del globo lo que el comercio interior es de provincia á provincia, se es-
trechan los lazos de fraternidad entre los pueblos , y se propaga la ilustración entre
las naciones. .
La poderosa influencia del comercio se deja sentir, por consiguiente, llevando la di-
visión del trabajo hasta los últimos límites, y procurando á los hombres un número in-
finitamente mayor de toda especie de objetos de utilidad , difíciles de obtener si los
individuos y las naciones hubiesen sido reducidos á no poder contar sino con sus es-
fuerzos, comparativamente débiles, para subvenir á sus necesidades. Sin embargo, el
comercio no es en sí un origen directo de riqueza ; el simple cambio de los productos
nada añade á las riquezas de la sociedad. El comercio, facilitando la circulación de
las distintas mercancías, es el sosten de la industria en general, y bajo este punto de
vista es un origen indirecto de la prosperidad délas naciones, por cuanto fomenta el
trabajo; y en esta atención puede, en verdad, decirse que las riquezas de un pueblo
se forman, se multiplican y se aumentan en tres laboratorios principales: la agricul-
tura , la industria y el comercio.
Así considerado, el comercio es una verdadera ciencia, á pesar del error bas-
tante generalizado que induce á creer que , para ejercerlo, no se requiere ningún
estudio serio. Hanse visto tantas gentes llegar á la fortuna , sin ser por su capaci-
dad dignas de ella, que se ha mirado á la mercaduría como una profesión atrevida
en la que la suerte suple á la habilidad y la rutina al talento ; hase tomado el apren-
dizaje como una enojosa tarea, y cualquiera que ha sabido sumar y restar, calcular
el interés de una suma y poner una regla de tres hase creído apto para traficar;
por último, comprar barato y vender caro, mentir y engañar, ponderar tanto como se
pueda, inventar pequeñas astucias, constituye á los ojos de muchos el arte comercial.
Mas los progresos de la civilización concluirán por matar tan erróneas como per-
niciosas ideas, toda vez que el comercio ha llegado á ser una ciencia de las mas in-
teresantes y cuyos menores ramos han adquirido un desarrollo casi incomensurable (1).
( 1 ) El Sr A Blanqui al tratar de las Escuelas de comercio dice : que el comercio requiere una enseñanza particular
á la cual nada puede suplir . á no ser una larguísima práctica comprada por experiencias con frecuencia muy costosas y
casi siempre incompletas ; y que la falta de esta enseñanza es la única que puede explicar la lentitud del progreso comercial
en casi toda la Europa. Expone que solo en Inglaterra y en Holanda , en donde el habito de los negocios es por decirlo asi
natural y familiar á todo el mundo , la falta de las escuelas de comercio raras veces se ha hecho sentir ; cada gran casa es
allí una verdadera escuela en la que el aprendizaje basta para allanar los obstáculos mas difíciles. Manifiesta , por ultimo,
que únicamente en la ciudad de Leipsig, en Alemania , es en donde existe escuela de comercio a imitación de la
la que , en
1820 , fué establecida en París por los señores Casimiro Perier , Ternaux , Jaime Lafitte , el venerable Chaptal y otros
comerciantes v sabios. La escuela de París fué dividida en tres grandes secciones : en la primera, se estudiaba la anime tica,
la geografía , las primeras materias , las lenguas vivas , los usos generales del comercio ; en la segunda la estabilidad,
los cambios, el derecho comercial v la economía política ; y en la tercera , se aplicaban- operaciones practicas ficticias a los
conocimientos adquiridos en las precedentes secciones. -Un museo demuestras de todas las primeras materias de la in-
dustria, sedas, lanas, algodones, añiles, cochinillas, leños de tintura., azucares, tes y cafes, facilitaba los medios de i-conocer1
PRÓLOGO. VU
Asilo reconocieron nuestros Consulados, quienes, desde muchísimos años, sostenían
y protegían cátedras (1) , que, si bien no eran suficientes al objeto, probaban al menos
que los Españoles no en todo hemos estado tan atrasados como se nos quiere suponer
por los extraños. Así lo ha conocido el Gobierno al expedir el Real decreto de 8 de
setiembre del corriente año, que honrará sobremanera al Sr. Ministro que lo aconsejó
a S. M., puesto que con él se ha elevado la enseñanza mercantil al nivel de los co-
nocimientos de la época, regulando sus estudios de modo que, dentro de poco tiem-
po , la España pueda contar en su seno con comerciantes instruidos que rivalicen en
saber con los mas eminentes hombres de las naciones mas cultas del mundo (2).
Esta señalada protección que el Gobierno de S. M. va á dispensar á la nobíe car-
rera de comercio, no menos que á la agricultura v á la industria manufacturera, para
cuyo estudio metódico ha dispuesto, en Reales decretos de 4 y 8 de setiembre último
(3), el establecimiento de escuelas especiales, me ha impulsado, en lo que permitan
mis débiles fuerzas, á coadyuvar á tan grandioso pensamiento.
Honrado , en 1841, por la Excma. Junta suprema de Sanidad del reino, con el
título de Inspector de géneros medicinales de la Nacional Aduana de esta ciudad, á los
pocos días de ejercer mis funciones tuve ocasión de observar que las incesantes dudas
que se presentaban y las muchísimas equivocaciones que se padecían en el despacho de
vanos géneros en las aduanas eran debidas á la falta de conocimientos de Materia mer-
cantil; cometiéndose aveces, por ignorancia, fraudes en menoscabo délos fondos del
erario, en contra de los intereses de los negociantes y en perjuicio de los consu-
midores.
Entonces conocí que, si bien en España ha habido siempre muchísimos comercian-
tes que, sólidamente instruidos en la práctica mercantil y demás ciencias accesorias á
su carrera, se han dedicado con lustre y provecho al comercio, no han faltado hom-
bres que han creído que para negociar era inútil el estudio y que bastaba poseer cau-
dales y estar dotado de un genio emprendedor;— igualmente me convencí de que si, en
todas épocas, ha tenido el Gobierno empleados de la renta de aduanas, quienes, por su
inteligencia, han hecho honor al ramo, puesto que á fuerza de aplicación y de una dila-
tada experiencia han conseguido hacerse con el suGciente caudal de conocimientos
para desempeñar debidamente su cometido, tampoco han escaseado aspirantes con
la idea de que para ser vista, las mas de las veces, solo se requería favor y suficiente
espíritu para ejercer tan delicado cargo.
Mientras esperaba llegase el dia en que fuesen reformadas las enseñanzas mercan-
tiles, y en consecuencia que se metodizase la provisión á las plazas de empleados de la
las variedades de cada producto . sus defectos , sus matices , sus averías , sus sofisticaciones — Dos curaos muv imitortintM
-Ktt!ÍL€2SÉ" ' y fad'Jta5aKn á l0/ te? ociantes los medios d^J^rS^
chív aíñ SrP ^ » ll J "" "T 1® dlbujo de maquinas. Finalmente , conferencias serias sobre la jurisprudencia comer-
SS¿S y « ¡en ef ÍSStodíSÍSiSi «datura consular ejercitaban á los discípulos e/el estudio de los
de^leínr^"^!™»^0 de BafCe'?na ' desde nc;> «I™5 CT<* ,a e«™la d« náutica , v 1T75 que estableció la escuela
rL,£ n ,• ( 3Ce P0C° t,enipo e,Slas dos enseñanzas han Paí*do á cargo del Gobierno ) ha ido sucesivamente erigiendo
cátedras que tienen mas o menos relación con la ciencia de comercio, y cuyo orden de su instalación es como Sue- eSgM
SíSSStf enT«Tn '"'i80.5 ' **W*lÍf 18U • fóica V'mental y economía pX^Ss^t
v ñriml^fv t] ; , -1815- VCa!cuI° y escntura d(?ble.' en 18n ' agricultura práctica y botánica; en 1819 , matemática,
e ita i5n M %T }?- ^T CD 182° ' consbtu.don «**» dase también suprimida ahora) ¡ en 1824 , idiomas fíSs
S ? Seeln el ci¿dn S ¡¡SSí *? 183? U?"*^ ; ^ 1841 ' **»*> 1,neal ¡ en 1845 derecho comercial
me^L?a Srveí^U SJ^Ím^; °S ^T™ Seña'ad -§ ü 3 C3rrera de. COmerdo son : *' "«temáticas elementales.
HdeSrYffiír re,a'oeS,y conTenclonales con sus ca,culos y eJercic¡os Patucos ; 2.° partida doble,
SE^^dL^ftSJ^S&i 3- eleme"tos de economía política, balanza universal, bancos v seguros^'
;„ai„ o 4 i pa r ' «wpíw fabnl y mercantil y nociones de derecho comercial ; 5 ° lencua francesa'- 6 ° I,, iñ
^^^"eíteS* escuelas niercantiles s* fünrtara un rao*truario ó ¡K>22 * *s? ¿£*he!
una^/ccdon'S ^¿TZL^«!¿^5*^ COn ^ han de contar ,as <^™h> ¡nduslria.es. ha Mkriwr
ragricXa^aThZ T"Zl SttSSS \ *&££ "^ ******** a * ■«
VIÍ1 PRÓLOGO.
renta de aduanas, hasta creer que hubiese sido conveniente, aunque parezca una pro-
posición atrevida, dar los destinos de vista por rigurosa oposición (1) ; para correspon-
der á la confianza con que la Excma. Junta suprema de Sanidad me habia distinguido,
acometí la ardua empresa de publicar un tratado de Materia mercantil, que llenase
el vacío que se observa en los estudios comerciales. Si se atiende á que ni en España
ni en el extranjero existe ninguna obra especial sobre esta ciencia, y á que lo poco
que de ella se ha escrito, en general, está plagado de inexactitudes, se podrá juzgar
que mi tarea ha exigido un ímprobo trabajo para escojer lo mas selecto entre la
multitud de autores que he tenido que consultar para hablar de tan diferentes ob-
jetos.
Pero concebido el plan, tampoco me hubiese sido posible retroceder, si se consi-
dera que obraba impulsado por un poderosísimo motivo : la convicción de que la Ma-
teria.mercantil es la ciencia mas útil; la ciencia que deberían poseer todos los hom-
bres; la ciencia en la cual se nos deberia iniciar desde la niñez, si se quisiera que
tuviéramos ideas verdaderas de las cosas materiales; la ciencia que desde nuestra in-
fancia nos haria juzgar ya de la sabiduría de Dios, como igualmente del poder del
hombre conducido por la razón y el trabajo.
En efecto , la Materia mercantil es la aplicación benéfica de la historia natural y de la
química á nuestras necesidades; es el resultado positivo del estudio déla naturaleza
que, durante los siglos, han hecho los sabios; es el depósito en donde los hombres la-
boriosos y amigos de sus semejantes han ido sucesivamente colocando el fruto de sus
vigilias; es el almacén general del saber humano destinado á la conservación de nuestra
existencia, puesto que en él encontramos el conocimiento de las cosas que nos han de
alimentar, que han de cubrir nuestra desnudez, que han de preservarnos de las dolen-
cias, que han de aliviar nuestras enfermedades, que han de librarnos del rigor de las
estaciones y de las intemperies, y que nos han de proporcionar las comodidades, el
lujo y ciertos objetos de placer que admite el estado actual de nuestra sociedad.
Sin el ausilio de la Materia mercantil, el empleado de la renta de aduanas, el mer-
cader de grueso, ó el comerciante propiamente dicho, y el corredor de continuo trope-
zarán con mil dificultades; — sin ella, el agricultor será siempre rutinario en su arte,
podrá ser engañado cuando trate de utilizar los frutos de su cosecha, ignorará el modo
de beneficiar sus tierras, no sabrá aprovechar de las riquezas que tal vez encerrará
la comarca en que habite, y muy á menudo estará expuesto á ser burlado en las com-
pras ó cambios que haga para procurarse los objetos de necesidad de que carezca; —
sin ella, el artesano, el manufacturero serán siempre menguados en sus oficios, no
podrán responder de la bondad y perfección de sus artefactos ó manufacturas, les será
imposible mejorarlas, estarán condenados á sufrir las consecuencias de la adulteración
ó sofisticacion de las primeras materias que empleen, y las ventas que hagan así como
las compras, ó los resultados de los cambios que verifiquen, se resentirán siempre de
su ignorancia; — sin ella, el droguista, el especiero, el quincallero, el tendero y
todos aquellos que se ocupan en el tráfico de objetos varios, ácada instante se verán
perplejos y en peligro de exponer sus capitales.
Y téngase presente que la utilidad de esta ciencia no se limita á las clases indus-
triales ó encargadas de la producción de las cosas, y á los comerciantes ó los hombres
( 1 ) Por el Real decreto de 8 de setiembre , las enseñanzas comerciales quedan ya reformadas ; y por el Real decreto de
14 de junio de este año, se metodiza el ingreso en la carrera administrativa de las rentas, disponiendo entre otras cosas
que los aspirantes á empleos periciales (estos son los de administrador , contador , vista y ausihar de vista) deben haber
estudiado la aritmética decimal , sistema métrico , geografía ; historia natural y química aplicada al despacho de (¡eneros en
las aduanas ; práctica de reconocimientos , aforos y despacho en las aduanas ; y legislación del ramo. Ninguna persona ,
pues , según el art. 5.° del referido Real decreto , podrá obtener el empleo de ausiliar de vista sin que acredite que está ha-
bilitado para ejercer empleos periciales , á cuyo fin deberá presentar á la dirección general de la renta el competente cerliíi-
cado de examen expedido por la junta caUiicadora.
PRÓLOGO. IX
dedicados aponer en circulación el producto del trabajo. Extiéndese igualmente á to-
das las clases de la sociedad; el eclesiástico, el noble, el profesor del arte de curar,
el bombre de estado, el militar, el letrado, el literato, y otros varios, que no son ni
productores materiales ni mercaderes, son con todo consumidores, y en esta catego-
ría les es indispensable saber la naturaleza y la calidad de los objetos que necesitan
para su alimentación, para sus comodidades, para sus recreos, etc. Hasta al bello sexo,
al que nuestras costumbres han cerrado las puertas del santuario público de las cien-
cias, y cuya educación moral es quizás harto circunscrita, le conviene también que
conozca los principios de Materia mercantil, para así dirigir con acierto los pequeños
negocios domésticos en la compra y elección de artículos de primera necesidad y de
ornato.
No se crea exageración el decir que no podrá llamarse instruida la persona que igno-
re esta ciencia. En verdad, no podrá hacer mucha gala de este título el hombre que
en los alimentos no vea otra cosa que la sensación del paladar; que en lo respectivo á
los vestidos, á los objetos de lujo, no distinga sino hermoso ó feo; que le sean desco-
nocidas la procedencia, la composición y el sistema de labrado de las piedras preciosas
engastadas en las joyas que ostenta ; que no alcance el origen y el modo de fabricación
de las alfombras que pisa; que no conozca la composición de los colores con que el
pincel del artista ha decorado los salones del edificio en que habita ; que no sepa la
especie de vegetal que ha producido la madera de los ricos muebles de ebanistería
que adornan el gabinete en donde se recoge; que no posea la debida idea del plumión
y de la lana empleados para construir los colchones y las almohadas que le sirven para
reposar; que no tenga noticia de las especies de plantas que le dan el café y el azúcar
de los cuales hace continuo uso; que no comprenda quizás el proceder de fabricación
del pan...; por último, que mire los objetos naturales y los productos industriales,
sin los cuales no podria vivir, como los mira el hombre mas estúpido; en una pala-
bra, que no tenga otra idea de las cosas que le sirven en sus distintas necesidades
que la que de ellas tiene el mas inculto lugareño.
Concíbese muy bien que la falta de estos conocimientos que se nota en ciertas
personas que, por su estado, debieran poseerlos, procede de no haberse hallado gene-
ralizada la enseñanza de la historia natural y de la química, en razón de que hasta hace
pocos años los únicos que cultivaban estas ciencias eran los farmacéuticos, algunos mé-
dicos é industriales, y pocos aficionados. Al presente, bien es verdad que ellas son en-
señadas en las universidades, institutos y colegios, y que muy luego la juventud
conocerá la utilidad de estos ramos del saber; con todo, mucho tardará todavía hasta
que su influencia se deje sentir en todos los ámbitos de la Península, porque en las
escuelas se estudian no mas que como preliminares de las carreras científicas, y no
con aplicación precisa á las necesidades generales del hombre, y de consiguiente los
alumnos no pueden llevar á los diferentes pueblos á donde van á ejercer la profesión
que han tomado sino sus rudimentos teóricos, no su práctica iitilizable. Sin embargo,
esto es mucho respecto al porvenir : toda la clase facultativa de la nación á lo menos,
dentro breves años, tendrá nociones de estas ciencias, y su ejemplo dispertará la afi-
ción de las demás clases al estudio de la naturaleza. Esta afición se hace sentir ya,
con provecho, en las capitales en donde hay escuelas, puesto que éstas se ven frecuen-
tadas por personas de todas condiciones; mas como no es posible establecer cátedras
de historia natural y de química en cada lugar, sensible seria que los labradores, los
artesanos que viven fuera de las ciudades no pudiesen utilizar de los beneficios que
ellas reportan. No obstante, para la instrucción de estas gentes sencillas se tiene el
poderoso recurso de la lectura de libros de Materia mercantil, que, como se ha ex-
puesto, es la aplicación de dichas ciencias á todo lo concerniente á nuestras necesi-
dades. Así se las pondrá al nivel de los conocimientos; así nacerá en ellas el deseo
X PRÓLOGO.
de aprender; así se las colocará en el centro de la culta sociedad, de la que están
separadas por la ignorancia; así se las hará felices, porque feliz debe ser el hombre
desde el momento que estando en la oscuridad se le traslada á la luz , y se le en-
trega el microscopio de la ciencia para contemplar las maravillas del Criador y
extasiarse en la fecundidad del ingenio humano.
Este es el único medio asequible para que se generalice el estudio de las ciencias
naturales, ó mejor para que la generalidad aproveche de los beneficios de estas ciencias.
No todas las clases de la sociedad están dispuestas á concurrir á las aulas, y querer pro-
pagar el saber escuchando á los profesores es estancar la ciencia , es limitarla á un
círculo reducidísimo, y es no desear ver, un dia, difundida la luz hasta en la última
choza, lo que es muy posible. Vayan en buen hora los que se dedican á carreras lite-
rarias y los moradores de las grandes poblaciones á las universidades y colegios á
recibirlas lecciones de esclarecidos catedráticos; pero álos labradores, á los aldeanos,
á los artesanos de los pueblos rurales, déseles lecciones á domicilio, facilítenseles
buenas obras, excíteseles á la lectura y al estudio de ellas, por medio de la influencia
moral de los párrocos, de los cabildos, de los facultativos del arte de curar y per-
sonas de valer , y pronto serán conocidos los opimos frutos que estos pequeños des-
velos producirán. Además, pocos son los hombres que estudian por el solo gusto de
saber: en general se estudia bajo la idea de provecho, y entre las gentes que han
de ganar la subsistencia con el trabajo nadie se hallará dispuesto á consumir años
enteros para aprender no mas que la nomenclatura de la ciencia, sin vislumbrar siquie-
ra los resultados positivos que el tiempo empleado le ha de reportar. El estudio debe
comenzar para estas personas en donde acaba para los hombres que aspiran á la sabi-
duría; se les ha de presentar la ciencia con toda la sencillez posible, y únicamente
adornada con el lujoso aparato de su utilidad , se les ha de convencer de que la
aplicación es un poderoso medio para mejorar su posición social no menos que su
condición moral y física. Entonces se logrará hacerles estudiosos, morigerados y aun
hasta hombres científicos.
Para dar cima á tan grande obra, basta, como se ha manifestado, la Materia mer-
cantil. Veamos de que modo debe ser estudiada. Esta ciencia, como cualquier otra,
podria ser enseñada en las escuelas; pero para ello, seria indispensable dividirla en
varias secciones para cada una de las cuales debería haber un profesor especial, que,
huyendo en lo posible de la teoría escolástica, se dedicase á ejercitar á los alumnos
en el conocimiento práctico de las mercancías; no podria prescindirse de gabinetes
completos de éstas; seria necesario emplear á lo menos tres años para hacer su estudio
con algún fruto, y el número de aquellos que podrían cultivarla siempre seria redu-
cido. El sistema, pues, de enseñanza por escuelas seria dispendioso, lento y poco
general. Por medio de museos de mercancías (1) y de la lectura de buenas obras se
puede llenar mejor y mas cumplidamente el objeto. En esta ciencia, el ejemplar ó la
muestra dirá mas que la sublime oratoria del profesor, y un buen libro será el maes-
tro mas prudente. Por otra parte el asistir cada dia á las aulas, sujetarse á la disci-
plina escolar y, á veces, al narcotismo de un catedrático, no es para todas las edades,
para todos los genios ni para todos los estados; pero el visitar, de vez en cuando, con
frecuencia, ó, si se quiere, continuamente, un museo en donde poder examinar y con-
( 1 ) Para generalizar el estudio de la Materia mercantil , deberían establecerse museos de muestras de mercancías en
todas las capitales de provincia , á cargo de directores inteligentes ; estos museos deberían estar abiertos para el público dos
horas al dia , y contener : colecciones de minerales y productos vegetales y animales ¡ un herbario ; una colección de lámi-
nas que representasen plantas y animales exóticos ; una colección de productos químicos ; mostruarios de toda especie de
tegidos; muestras en fin de distintos artefactos y de todas las mercancías en general. Estos museos podrían ser enriquecidos
á proporción de los adelantos industríales y de los progresos de la historia natural y de la química. Después sucesivamente
podrían establecerse muscos mas reducidos en las cabezas de partido , que deberían estar abiertos para el público los dias
de fiesta , de fena y de mercado , á fin de que pudiesen ser visitados por los lugareños.
PRÓLOGO. XI
templar las mercancías, interrogando en seguida ú un libro siempre dócil y compla-
ciente para resolver las dudas que se ofrezcan, esto es para todos los sexos, para todas
las condiciones, para todos los genios y para todas las edades.
Por lo tanto, partiendo de esta opinión, hasta que se tenga el gusto de ver esta-
blecidos museos de mercancías, cuya útil reforma es probable sea algún dia realizada,
se puede hacer muy bien el estudio de la Materia mercantil examinando las mercan-
cías en circulación y consultando el presente tratado.
PLAN DE LA OBRA.
La materia mercantil, tomada en un sentido lato, es la ciencia que enseña el conocimiento de
todas las mercancías. — Ella abraza los producios naturales, los que debemos á la agricultura y los
que nos proporciona la industria, que juntos forman el objeto del comercio.
Alas mercancías, ó géneros vendibles, se las acostumbra á llamar mercaderías cuando son pro-
ductos naturales ó productos de la labranza, y manufacturas si son productos de la industria.
Las mercaderías comprenden los animales y los vegetales enteros, sus partes y sus productos, y
además los seres del reino mineral.
Las manufacturas comprenden en general lodos los artefactos y todas las producciones indus-
triales.
Difícil es por cierto establecer un método racional para el estudio de las diferentes mercancías.
Si, atendiendo á su procedencia, se dividen en dos series,, esto es en indígenas ó artículos del país,
y en exóticas ó artículos extranjeros, nada se adelanta, porque de esta división no se siguen sub-
divisiones que simpliliquen el examen de cada una de ellas. Si, atendiendo á los sistemas modernos
de química y de historia natural, se adopta para las mercaderías una clasificación científica, no es-
tará al alcance ni será del gusto de todas las personas en manos de quienes ha de correr este libro,
y además imposible seria el poder amoldar el rigorismo de las escuelas á la clasificación de las
manufacturas.
Con todo la necesidad, fecunda en recursos, nos presenta dos medios: una clasificación basada
en los usos á que sirven las mercancías y el orden alfabético. El primer medio seria conveniente
para la enseñanza en una cátedra de materia mercantil, por cuanto las di visiones y subdivisiones que
resultarían de las mercancías respecto á los usos á que están destinadas serian las mas análogas
á una obra especialmente consagrada á la instrucción de los jóvenes que se dedican al comercio,
á quienes si bien les es provechoso poseer nociones sobre todas las mercancías , en general lijan
siempre su negocio á ciertos géneros que por lo regular tienen bastante relación de usos. El se-
gundo medio, que es el que se ha adoptado en esta obra, es por su sencillez de grandísima uti-
lidad a todas las personas , en cuanto facilita buscar las descripciones de los géneros que se quie-
ren estudiar sin la molestia de hojear consultando índices y la paginación.
De lo expuesto se deducirá que esta obra es un diccionario ue materia mercantil, al que doy
el titulo de DICCIONARIO DE MATERIA MERCANTIL, INDUSTRIAL Y AGRÍCOLA, por cuanto la
industria y la agricultura son los dos mas poderosos agentes que suministran las mercancías al co-
mercio, ó mejor porque los productos industriales y agrícolos, junto con los productos naturales,
son los que constituyen la materia mercantil.— Resta solo decir como serán estudiadas las mercan-
cías.
El estudio de las mercaderías abrazará:
< .° La sinonimia, esto es los nombres con que sea conocido el producto, en la que se indicará
también el nombre científico ó técnico, que creemos indispensable para, que las personas que deseen
mas pormenores puedan consultar los autores ; 2.° la naturaleza ó el lugar de donde proceden; 3.°
la descripción, esto es todas las propiedades ó caracteres necesarios para distinguirlos y conocerlos
debidamente ; 4.° si son exóticos, la elección ó medios de descubrir sus falsificaciones ; S.° si son
indígenos, la colección, esto es el tiempo, modo y lugar en que han de cojerse ; 6.° la composición 6
los elementos de que están formados ; 7.° la reposición, esto es los medios de conservarlos ; 8.° la
duración ó la indicación del tiempo que se conservan servibles; 9.° las virtudes y usos á que están
destinados.
El estudio de las manufacturas abrazará:
i .° La descripción, esto es los caracteres convenientes para conocerlas perfectamente ; 2.° la
procedencia ú origen , esto es si son del nais ó extranjeras ; 3.° la composición , á saberlas materias
de que están confeccionadas ; 4.° la faoricacion , es decir los medios empleados para su elabora-
ción ; 5.° las alteraciones ó defectos de que son susceptibles; 6.° los usos á que se emplean.
El último volumen terminará con un suplemento que contendrá la indicación de los diferentes
XII PRÓLOGO.
nombres que tengan los productos con su debida correspondencia para hallar la descripción en
el cuerpo de la obra , y las adiciones y correcciones reconocidas necesarias durante la impresión,
para poner el tratado al corriente de la ciencia hasta el dia de la publicación. Por este medio se
conseguirá una sinonimia completa de las mercancias , sin interrumpir el texto , y además podrán
ser utilizadas las noticias importantes que sobre ciertos productos se sirvan comunicarme los
hombres instruidos, de quienes me complaceré en hacer especial mención, por cuanto, con sus
luces , habrán contribuido á la perfección de mi trabajo.
Hé aquí el plan, que será desarrollado con toda la extensión posible. Si este dic-
cionario será de utilidad, si llenará el fin que al escribirlo me he propuesto, y si su
redacción ha sido desempeñada cual corresponde, lo juzgarán las personas inteligentes
que se tomen la molestia de examinarlo. La empresa, repito, es grande y muy supe-
rior á mis débiles fuerzas ; — hela acometido, no obstante, en la confianza de que los
defectos ó errores en que quizás haya incurrido serán disimulados en obsequio al deseo
que me ha animado de contribuir, en lo que permiten mis alcances, á la instrucción
de mis semejantes.
8 do diciembre de 1850.
ICCIOMRIC
DE
MATERIA MERCANTIL, INDUSTRIAL V AGRÍCOLA.
aggBBi
AAB
AACXA. Nombre indio de un arbusto, lleno
de una leche acre , mirado como un violento pur-
gante, y que se cree ser un apócimo. Según la
emenda vulgar, el viento que pasa por encima
de él causa la muerte.
AAX. Así se llama en la India el A alias la-
tí folia , Rumph , cuya corteza aromática se usa
en infusión para dar un gusto mas agradable á
las legumbres , y sirve especialmente para aro-
matizar el vino extraído del sagú.
AAIiCXOI. En la India , dase este nombre
á vegetales del género bauhinia usados como tó-
picos en las oftalmías.
AAVOR A. Fruto de una especie de palma
indígena de las Indias orientales y de África ; es
de la magnitud de un huevo de gallina, y su cues-
co con tres agujeros contiene una almendra blan-
ca , usada como astringente en las diarreas.
AB
ABA. Tela ó estofa de lana fabricada en
Turquía.
ABACÁ. Especie de lino ó cáñamo que se
saca de la corteza de una variedad de banano lla-
mado Coffo , cultivado en las islas Filipinas. El
abacá blanco sirve para hacer telas muy finas;
con el gris se fabrican cuerdas.
abadejo. Gadcs. Género de Linneo de
peces malacopterigios subbránquios , al presen-
te subdividido en muchos otros , y que forman
la familia de los gadoides, pero que estudiaremos
aquí reunidos. La mayor parte de las especies que
componen este generó viven en el Océano en ban-
dadas mas ó menos numerosas , y forman un ar-
tículo de pesca muy importante ; su carne es blan-
ca , hojosa, y en general sana y agradable.
Abadejo Broamio [Gadus Brosmis, L.).
Gran pescado del Norte que llega á veces hasta
mas de tres pies de largo; su carne es blanca y
se divide fácilmente en canas ; se seca y sala, así
como el G. Lub, especie de Islanda, todavía mas
grande.
Abadejo C 'aliarlas , Bacalao pe-
queño , Falso merlán , \tirvuja (Ga-
dus Callanas, L. ) . Este pescado, (pie vive en el
Océano , y sobre todo es común en el Báltico, en
la embocadura de los ríos caudalosos en los cua-
les penetra á veces , apenas tiene un pié de largo
ABA
y su peso regular es de dos libras, sus escamas
son muy finas , el color es gris que tira unpoco á.
dorado! Es el Dorsch de los alemanes, y el Cod cod
fisch de los ingleses. Su carne comunmente blanca,
algunas veces verde, es tierna, de un sabor tan
exquisito que es de costumbre hacer de ella un
presente á la corte de Copenhague. En estado
fresca es mas agradable que la de las demás es-
pecies de abadejo. Los Irlandeses salan y hacen
secar el dorsch que entonces llaman Titteling ó tit-
ling ; los habitantes de Groenlandia lo comen ade-
más medio podrido , y estiman su hígado adere-
zado con las bayas del Empetro negro, L.
Abadejo común (Gadus morrhua , L.) ,
Especie de la que se hace un grandísimo consu-
mo , y que es el objeto de un considerable comer-
cio , porque , cuando salado ó seco , se conserva
por largo tiempo sin alteración, pudiendo ser
trasportado á todos los puntos del globo. En el si-
glo décimo sexto , la dio á conocer el portugués
Gaspar de Corte Beal.
El abadejo común habita exclusivamente en los
mares del Norte; solo se acerca á las playas en la
época del desove, permaneciendo, durante el
resto del año , en las profundidades de los mares.
La época del desove , que determina á los abade-
ios el acercarse á las playas , es muy variable: en
las costas de Noruega, Dinamarca," Inglaterra y
Escocia es por febrero , y en Terranova , punto
mas frío , por mayo.
La pesca del abadejo , pues , tiene lugar desde
la primavera hasta setiembre en el golfo de San
Lorenzo , en las costas del cabo Bretón ó de la
isla real , en los alrededores de Terranova , prin-
cipalmente en un banco de toO leguas, llamado
el Gran Banco , y en otros bancos inmediatos me-
nos considerables. Se llama pesca sedentaria á la
3ue se hace por los habitantes de Terranova v los
e las colomas de la América septentrional; y
pesca estacional á la practicada por los buques
europeos. Los Ingleses pueden llamarse maestros
en la pesca del abadejo , pues sus expediciones
han llegado á marcar con la mas justa precisión
la forma de los anzuelos, la resistencia de los
sedales y hasta la dimensión de los buques, que
por lo común pasan de ciento cincuenta toneladas,
y llevan unos treinta hombres de tripulación.
U ABA
Con solo atender á que la gran Bretaña tiene
empleados mas de veinte mil marineros en su
pesca, siendo así que otras varias naciones están
en concurrencia con ella , se conocerá que á po-
cos peces se ha declarado una guerra tan general,
tan terrible ; y sin embargo , por mas medios de
destrucción que se imaginen jamás igualarán á
los de su propagación: una hembra del abadejo
pone hasta nueve millones de huevos , los cuales
si todos fuesen fecundados , si en su mayor parte
no fueran devorados igualmente que los abadejos
menudos que proceden de ellos , por una multitud
de peces voraces , en el mismo número de los
cuales es menestar contar los mismos abadejos,
esta sola especie de pescado llenaría el mar en un
corto número de años. La extrema voracidad de
los abadejos hace que se lancen á cualquier cosa
bastando un pedazo de paño encarnado para ce-
bar los sedales , y hacer que caigan en el lazo á
centenares ; de ahí es que cuatro hombres bastan
para pescar en un dia seiscientos abadejos.
La magnitud del abadejo varia desde dos á cin-
co pies ; su peso es por lo común de 1 6 á 20 libras.
Pennant retiere que , en las costas de Inglaterra ,
se pescó uno que tenia unos seis pies de longitud
y pesaba 88 libras. Su color dominante es un par-
do ceniciento con manchas amarillentas en el dor-
so, y la parte inferior del cuerpo blanquecina; sus
escamas son delgadas y trasparentes.
Como los abadejos se consumen á muy remotas
distancias de donde se pescan, se emplean muchos
medios para preservar su carne y ciertas de sus
partes cíe toda alteración : estos medios consisten
en salarlos ó secarlos. Para salarlo , se quila la
lengua al abadejo , se le corta la cabeza , se abre
por la parte inferior , se le quita el hígado , y si
es hembra el ovario ; se acaba de abrir desde la
garganta al ano , se le quitan los músculos y la
coluna vertebral, á lo que se llama deshuesarle,
y se le dá la primera mano de sal, rellenando el
interior del cuerpo de sal común , con frotación
é impregnación de la piel. Si se quiere que el aba-
dejo conserve una forma redondeada y su cola, se
abre solo hasta el ano, y entonces recibe el nombre
de Bacalao redondo ; pero por lo común se abre
en toda su longitud, y se llama Bacalao plano. Sa-
lado ya de primera mano el abadejo se pone en ca-
pas, bien sea en el establecimiento ó en la bodega
de los buques , cubriendo de sal el intermedio de
una á otra capa. Así se dejan dos ó mas dias hasta
haberse desprendido la sangre y la humedad , y
luego se les sala por última vez colocándolos nue-
vamente encapas. Así preparado se llama, en
el comercio, Abadejo frescal. Si, en vez de salar
el abadejo, se quiere secarle se practica lo mismo
que antes de llegar á la primera mano de sal , y
entonces se lava, se extiende uno á uno en la pla-
ya ó en las rocas sin que unos á otros se toquen,
y presentando al aire la parte interior , se mudan
de posición al cabo de algunas horas , y se repite
la operación por muchos dias , colocándolos ya
á montones. El número y la duración de estos mon-
tones dependen dé la naturaleza del viento , de la
sequedad del aire y del calor de la atmósfera.
ABA
Para conseguir una completa desecación , se ne-
cesita por lo regular repetir diez veces la opera-
ción. Si amenaza lluvia se dispone el abadejo ba-
jo cobertizos que dejen libre la corriente del aire.
Preparado de este modo, toma el nombre de Aba-
dejo seco ó Bacalao. El bacalao salado de prime-
ra y de segunda calidad puede conservarse todo
el invierno sin alterarse, pero es preciso tenerlo en
lugares frescos y no húmedos.
Ciertos pueblos del norte de Europa emplean
otro proceder para hacer secar el abadejo: lo
suspenden junto al hogar , lo exponen á los vien-
tos impetuosos y lo golpean por mucho tiempo
para ablandarlo. Estas operaciones se repiten al-
ternativamente hasta completa desecación. El aba-
dejo así preparado adquiere la dureza de la ma-
dera, délo que ha recibido el nombre de Stock fish,
ó Pez-palo ? y de él se distinguen muchas calida-
des , mas o menos estimadas.
Conócese en el comercio con el nombre de Ba-
calao blanco el que, habiendo sido salado y se-
cado muy prontamente , la sal ha dejado en su
superficie una capa blanquecina; se llama Baca-
lao negro , cuando una lenta desecación ha dejado
en su superficie un polvo parduzco y en manchas,
ó también el que ha experimentado un principio
de descomposición al secarlo , que conviene no
confundir con el abadejo negro tresco.
Comunmente el abadejo salado se llama ver-
de, que para ser de primera calidad debe tener á
lo menos dos pies de largo ; el secado, merluza,
y el embarrilado, cabelló. Ademasen varias plazas
comerciales recibe denominaciones distintas, se-
gún su peso, dimensiones , calidad y procedencia:
así es que se conocen el bacalao de Cherland ó
baalcao inglés , vulgarmente llamado bacalo de
lenguas , que es de mayor tamaño que los demás,
y á veces tiene la cola agujereada, cuyas calida-
des tienen salida en Alicante , Barcelona y Bilbao;
el bacalao de Islanda , que la tiene en Barcelona
y Bilbao ; el bacalao de noruega , que la tiene en
Barcelona, Bilbao, Santander y Tarragona; el
bacalao de Terranova , grande y pequeño , pero
siempre perferido éste, que circula por toda Es-
paña menos por Cataluña; etc.
La carne del abadejo cuando fresca es blanca
y exquisita ; salada o secada es de un uso casi
general aunque con frecuencia es coriácea y siem-
pre mas ó menos difícil de digerir; por lo común,
se prefiere la del macho. La carne de los aba-
dejos no es la única parte que de ellos se usa: su
piel es grasa y de muy buen gusto ; las gruesas
cabezas son buscadas como un plato muy exce-
lente; su lengua fresca, y también salada, es un
manjar delicado; su hígado pasa como un exce-
lente bocado, y de él se extrae un aceite muy bue-
no para muchas artes; de su vejiga nataroria se
extrae una excelente cola , que en nada cede á
la del esturión, y que á corta diferencia se prepa-
ra de la misma* manera; en muchas comarcas,
los intestinos sirven para hacer tripas de bacalao
saladas, que son muy estimadas; consérvanse los
huevos como un manjar exquisito, á cuva prepa-
ración se da el nombre de Iluebas de abadejo , y
ABA
finalmente los huesos se dan á las vacas para
engordarlas. En medicina, antiguamente se pres-
cribían los dientes del abadejo, reducidos á pol-
vo, asi como las piedras de su cabeza, como ab-
sorventes, buenos contra la epilepsia, etc. su
salmuera como resolutiva , aplicada al exterior, y
como laxante en lavativas, etc. Al presente se
usa el aceite extraído del hígado contra las es-
crófulas, el raquitismo, la gota, etc., conocido
con el nombre de Aceite de higado de bacalao ,
que no debe confundirse con el Aceite de pescado
común, que sirve además con frecuencia para
sofisticarlo.
Vistos los importantes usos del abadejo común
y demás especies de la familia de los gadoides,
sensible es que el comercio español no naya tra-
tado de emprender expediciones para su pesca,
plantando establecimientos que le procurarían in-
mensos lucros, que en la actualidad aprovechan
los extranjeros á quienes somos tributarios.
Abadejo Eglefin, Anón, Eglefin
[Gadus .Eglefinus, L.) . Este pescado apenas llega
á tener dos pies de largo ; su color dominante es
el pardo en el dorso , y el blanco en el vientre. En
el Norte es tan abundante como el abadejo común,
pero es de gusto menos agradable; salado, los in-
gleses le llaman lladok.
Abadejo largo, Bacalao ling [Gadus
3íolva,h.\. Tiene de tres á cuatro pies, su cola es
redondeada, sus escamas pequeñas. Tan abundan-
te y lan fácil de conservar como el abadejo común,
forma un artículo de pesca casi tan importante co-
mo éste, sea como alimento, sea como produciendo
con él la mayor parte de aceite de hígado de pes-
cado del comercio. Encuéntrasele cerca de las
costas de Irlanda , y se hace un gran consumo de
él en Inglaterra y en Noruega.
Abadejo ¿ota, ILola roinuii [Gadus
Lota, L. ) . Su talla varia entre uno á tres pies; sus
escamas son delgadas, blandas; su piel cubierta
de un humor viscoso muy abundante como el de
la anguila ; el color de sil cuerpo es variado de
amarillo y de moreno; su vientre es blanco. Abun-
da en los rios y también en ciertos estanques.
Su carne blanca, hojosa, es de un sabor agra-
dable y de fácil digestión ; su hígado blanque-
cino , voluminoso , es indigesto aunque muy de-
licado ; sus huevos por lo común despreciados,
como los del barbo, pueden ser nocivos; su ve-
jifia natatoria sirve en ciertos países para hacer
ictiocola. liase preconizado el estómago de este
pescado para facilitar el parto y calmar los có-
licos, su carne y sus huesos contra las convulsio-
nes, su grasa contra las almorranas, su bilis con-
tra las nubes de la córnea, etc.
Abadejo Merlango, olerían co-
m ii 11 , Pescad! I la [Gadus Merlangus , L.) .
Común en la Mancha y el Báltico en donde ofrece
muchas variedades notables, y suministra una
pesca abundante en nuestras costas occidentales.
Como se conserva muy bien, se expide á largas
distancias; en los países en que abunda, sobre
todo en Inglaterra y en Flandes, se hace secar y
también se sala. Por lo común su talla es de uñ
ABA 15
pié , su color plateado en el vientre y los vacíos,
matizado de verde aceituna, mas ó menos subido,
en el lomo. La carne de este pescado es escamosa
blanca, consistente, muy agradable al gusto? sobre
todo frita, aunque se la come también cocida so-
bre las parrillas ó aderezada con diversas salsas.
Ella es muy delicada , ligera y de las mas fáciles
de digerir, y por eso conviene particularmente á
los estómagos débiles, á los convalecientes, á
las personas que tienen necesidad de un alimento
poco sustancioso. Las piedras de su cabeza, an-
tiguamente, eran usadas como absorvente y con-
tra la diarrea y los dolores nefríticos.
Abadejo merluza, Merluza [Gadus
iVerlucius, L.). Este pescado, que alcanza á dos
pies y mas , es común en el Océano y en el Me-
diterráneo. Su forma es prolongada", parecida
bastante á la del merlán común por su color, con
todo su lomo es ceniciento que tira al blanco; su
vientre es de un gris sucio; su piel está cubierta
de pequeñas escamas ; su cabeza es ancha com-
planada ; llega á pesar á veces hasta veinte libras.
Su carne, que los Romanos estimaron mucho, es
blanca , hojosa , fina y de fácil digestión; salada
y seca lleva el nombré, en el Norte, de stokjiiscli,
que también sirve para designar el abadejo co-
mún seco. Su hígado sobre todo es un manjar de-
licado aunque muy craso.
Abadejo negro, Merlán negro,
Pe gradilla negra ( Gadus Carbonarius,
L.). Especie de gado , comprendido en el género
merlango de Cuvier, usado también como alimento
en ciertos países; pescado doble en grueso del
merlán común , cuva carne es coriácea y no tan
exquisita como la de éste ; se sala y seca como el
abadejo común, y sirve como él para preparar el
aceite de higado de pescado. Vive en bandadas en
el Océano atlántico, y también en nuestras costas
occidentales, y á veces se le da el nombre de
Merluza.
En el mismo género merlango de Cuvier están
comprendidos los abadejos conocidos con los
nombres de Merlán amarillo , Truchuela ( Ga-
dus Pollachius , L. ) , pescado mejor que el pre-
cedente , que vive en los mismos mares , y cuya
carne es muy estimada; el Sey (Gadus viveñs,
L.) , etc.
ABAIi ó Ablial. Es conocido con este
nombre, en la India, un árbol semejante al ci-
prés , reputado como cebólico y usado para la ex-
pulsión del feto muerto.
Alttl.OV. Planta de los pantanos de Amé-
rica , que se usa como purgante.
ABALORIO. Cuentas pequeñas de vidrio,
taladradas , de varios colores y tamaños. Ensar-
tándolas se usan para collares, guarniciones y
otros adornos. De Venecia se hacen expediciones
de consideración para el Levante , en donde las
grandes se gastan para adorno de las popas de
ciertas embarcaciones, llamadas vulgarmente
Sacalivas y Chaitias. y las pequeñas para adorno
de las mugeres, en brazaletes, pendientes y co-
llares que estilan las europeas.
ABAAGA. Nombre que los naturales ame-
4« ABA
ricanos de la isla de Santo Tomás dan al fruto
comestible de un palmero , que ellos designan con
el nombre de Ady. Las pepitas de este fruto, que
es grueso como un limón , son muy estimadas de
estos isleños como pectoral; dan tres ó cuatro
de ellas, muchas veces al dia.
ABANICO. Instrumento que sirve para agi-
tar el aire. El abanico común está compuesto de
una superficie que tiene la forma de un segmento
de círculo , llamado hoja ó pais , fijo en una guar-
nición, por lo regular de madera fina, concha ó
marfil , llamada mano , y que son las varillas á
las cuales está pegado el papel ó la materia que
constituye la hoja.
Los pormenores de la fabricación de abanicos
corresponden al oficio de abaniquero, conocido
en España aunque no en el grado de perfección
que en Francia, en donde este ramo de industria
se halla en el dia muy adelantado.
Para las hojas ó países se emplea el papel senci-
llo , pero mas comunmente están formadas de dos
pedazos de papel ligeramente pegados el uno al
otro ; el papel vitela ó el pergamino delgado y
ligero , en los cuales se pintan varios adornos ó
figuras, el raso ligero, la gasa, el tul, el crespón
de color , ó negro para el luto, y la cabritilla son
frecuentemente usados.
Para las guarniciones ó varillajes se emplean
el asta, el hueso, la ballena, la caña, el limo-
nero , el sándalo , el ébano , la mojera , el ciruelo
y todas las maderas exóticas é indígenas. Hay
varillajes lisos ó calados, de acero , carey , mar-
fil, metal dorado ó plateado, nácar, etc.; los
hay labrados y con adornos , embutidos , figuras,
relieves ó sobrepuestos de acero , piedras , ele;
y se fabrican de oro , plata , con perlas, piedras
linas , ó sin ellas.
La fabricación de los abanicos ha ocupado
siempre un gran número de artífices de proiesio-
nes muy diferentes: el tornero, el dorador, el
espejero, el pintor y el bordador, concurren á la
composición de este objeto tan fútil , que, senci-
llo o adornado , rico ó mediano , no es menos la
obra de muchos oficios reunidos en uno solo. No
es raro ver al platero , al cincelador y á los mas
hábiles pinceles complacerse en recortar, grabar,
incrustar ó pintar adornos.
Además del abanico común , hay otro cuyas
hojas separadas y hechas de las mismas materias
sólidas que componen las guarniciones ó manos
de los abanicos comunes , rollan en una cinta que
las reúne en su extremidad superior. Este abanico
es menos propio que el otro para dar aire , pero
es de un brillante efecto , y se maneja con faci-
lidad. J
En Francia no hace muchos años, la moda hizo
buscar los abanicos antiguos llamados pompado-
res; su forma es graciosa, los varillajes son ri-
cos y delicados , y las pinturas muy hermosas.
El mérito real de estos abanicos consiste en las
pinturas ejecutadas por célebres artistas.
El capricho , y no reglas ciertas, dominan en
el comercio de los abanicos, los gustos varían
al infinito. El mercader debe principalmente cs-
ABA
tudiar estos caprichos; porque conviene confe-
sar que no hay ramo de fabriaccion en el que
el consumidor pida menos calidades reales : él
busca la apariencia, y apenas se digna informarse
de los esfuerzos hechos para asegurar la solidez
y la firmeza del objeto que le ha seducido. Las
comarcas sud-americanas reclaman } ante todo,
efectos brillantes, colores vivos y dibujos ruido-
sos ; ellas quieren que todo esté lleno de fantasía,
de gracia , de alegría y de entusiasmo , aun en
el abanico de menor precio. Los habitantes de
este pais desean sobre todo que los asuntos re-
presentados en la hoja se dirijan á sus hábitos
de placer ó á sus ideas de independenciapolítica.
En fin, la experiencia y el tacto son aquí las dos
únicas guías del fabricante y del vendedor.
El abanico es de una necesidad indispensable
en Oriente para templar el gran calor del clima,
y de allí lo recibieron las damas europeas. Hase
querido también que fuese de origen chino , en
razón de los exquisitos abanicos que recibimos de
la China, superiores, por sus excelentes pinturas,
ricas esculturas, dorados y demás, á los fabrica-
dos en Francia.
La España es el pais de la Europa en que está
mas en uso el abanico; pero su fabricación está to-
davía atrasada , limitada tan solo á abanicos or-
dinarios de poco valor , y recibiendo de Francia
los abanicos de lujo y de precios elevados. Seria
de desear que este ramo de industria se perfec-
cionase, toda vez que el consumo es considerable
ya en la península ya para la exportación á nues-
tras colonias de la América, entre las cuales he-
mos introducido el uso de este instrumento.
Los abanicos que se fabrican en España son
de la clase ordinaria , esto es , con varillaje de
madera pintada, charolada, y de ébano; y con
ellos se abastece al pais por salir á mas baratura
que los fabricados en el extranjero. Las varias
fábricas establecidas en Valencia, una en Málaga
y otra en Barcelona, la del Sr. Oriol Segur, bas-
tan para el consumo de toda España: la mas acre-
ditada y la que trabaja con ma? perfección y con
mas baratura es la de Málaga. Con todo respecto al
varillaje, á pesar de que entre nosotros hay ar-
tífices capaces de hacer lo mejor y mas exquisito,
hasta ahora no se ha dado con los medios de elabo-
rar abanicos de lujo que, por su precio, puedan
competir con los procedentes del extranjero. Res-
pecto á las pinturas délas vitelas para países está
bastante adelantada: hemos tenido el gusto de ver
un mostruario de estos artículos de un fabricante
de Valencia que, por su finura, perfección y mo-
dicidad de precio, pueden competir con los hechos
en Francia; — por último, hay en esta ciudad una
joven que pinta vitelas para países con una ma-
ravillosa precisión y con el mas delicado gusto,
debiendo esperar de su hábil pincel que, en breve,
nada en este género tendremos que envidiar á los
extraños.
Además de los abanicos de chimenea y de los
grandes abanicos de cartón ó de palma suspendi-
dos en los techos de los comedores de ciertas ca-
sas, debemos hacer mención de los abanicos de
ABE
oarton fabricados en Barcelona, que consisten en
un pedazo de cartón cubierto con un papel blanco
é de color en el que hay impreso una lámina ó di-
bujo con poesías análogas al objeto, fijo á un
pedazo de caña. Véndense al por menor al intimo
precio de ocho á diez mara\ edises ; al por mayor,
para la exportación á América, se dan a dos reales
vellón la docena, y á veinte y dos reales vellón
la gruesa.
ABATÍ. Grande árbol que se encuentra en
Escocia y que produce un fruto semejante á la ca-
labaza , bueno para comer , y que goza á corta
diferencia de las mismas propiedades alimenticias.
AíiUi:L%ll. Especie de melón de Egipto,
cuya (arne es azucarada, refrescante, muy esti-
mada á causa del calor del clima. Con sus semi-
llas se hacen emulsiones que apagan la sed y son
calmantes.
AKClllTi , Betu.a. Género de plantas de
la familia de los amentáceas , v tribu de las be-
tulinas, de la monoecia tetrandia. Aunque se di-
vide en diez y seis especies, en España solo se
conocen dos ó tres , y la mas importante es la
siguiente :
Abedul blanco (Betula alba , L.). Este
árbol , que crece en los lugares estériles , pizar-
rosos, arenosos, es notable por su corteza de
epidermis blanca nacarada, sobre la cual se pue-
de escribir , y que se separa en hojuelas distintas;
crece hasta en las altas montañas y casi en los
límites (lela vegetación del Norte, "en donde se
achaparra de una manera notable , teniendo en-
tonces el leño mas duro. Los habitantes de estos
lugares desolados por la intensidad del frió, en
donde casi apenas se pueden descubrir algu-
nos vegetales, saben aprovechar de las ventajas
preciosas que les ofrece el abedul, que se les pre-
senta formando bosques inmensos, llegando á
adquirir la talla de las encinas ? cuando en los
climas cálidos no se eleva sino a dos ó cuatro
Iiies. Sus ramas son colgantes y delgadas , y sus
íojas algo viscosas y aserradas. Entre nosotros
sus hojas amargas , detersivas , resolutivas, son
usadas en la hidropesía, la sarna, y empleadas
en el tinte amarillo ; con sus ramos se hacen es-
cobas , cestos y sogas flexibles ; su madera es
empleada para diversas obras económicas , como
pinas , aros , zuecos, etc. , y con ella se hace ex-
celente carbón de forja.
Desde mediados de marzo hasta mediados de
mayo, y mas tarde en Noruega, etc., el abedul
deja rezumar por sus ramos, cuya extremidad se
ha cortado , un líquido ó savia abundante bas-
tante agradable , azucarada , que las gentes del
campo , sobre todo los leñadores, beben, y que se
dice ser útil en el cálculo de los riñonesy de la
vejiga; también se puede extraer de ella'un po-
co de azúcar, preparar una especie de alcohol
dejándola fermentar, ó vinagre haciéndola ace-
dar.
La epidermis del abedul , que es muy gruesa,
se separa por capas plateadas , delgadas , sobre-
puestas ; estas láminas, sobre todo la mas interior,
están cubiertas de un polvo que también se en-
3
ABE 17
cuentra en su espesor, lo que las hace ásperas al
tacto; se le observan los caracteres de una resi-
na, y su olor particular se asemeja al de la resi-
na de guayaco. La epidermis del abedul se infla-
ma como la esencia de trementina, dando una
llama viva y duradera, que parece proceder de
la abundancia de esta resina, y deja un residuo
negro comparable al de la resina de los pinos.
Esta circunstancia podría hacer emplear esta epi-
dermis para preparar una especie de negro , tan-
to mas en cuanto ella se renueva con facilidad,
con tal que se deje solamente su capa interior.
La destilación de la corteza de abedul da orí-
gen á un aceite pirogenado , de un olor particu-
lar, que se llama olor de cuero de Rusia, porque
en Busia se preparan los cueros finos con esto
aceite, que, se dice, les da una flexibilidad una
finura y una duración mas señaladas, ademas de
preservarlos de los insectos. Para obtenerlo se
prefieren los viejos abedules podridos, proceden-
tes de los terrenos pantanosos , y en donde la
corteza queda sola , como se observa en los sau-
ces. Este cuero, muy estimado y que es objeto de
un gran comercio, podria prepararse en España
en donde el abedul es común.
La corteza del abedul es propia para el tinte
amarillo , sirve en el Norte para cubrir las casas;
los aldeanos rusos la emplean como febrífuga y
en el histérico. Los Lapones hacen un ungüento
con las hojuelas de su corteza mezcladas con la
resina de los abetos, del que se sirven como
resolutivo; también hacen moxas con el biso ama-
rillento (especie de hongo) que se encuentra en
las rajas déla corteza. Por ultimo, en Kamschatka
se corta la corteza verde del abedul , y se come
con el cabial.
Antiguamente este árbol era llamado Arbor
sapientice , porque de él se formaban los azotes
en los colegios; en seguida Vaillant le dio el
nombre de Cetro de los maestros de esctiela. Tra-,
gus cree que antes del uso del papel so escribía
sobre la corteza blanca del abedul.
ABEJA, Apis. Género de insectos hime-
nópteros de la familia de melíferos, reducido
hoy dia á las solas especies que viven en socie-
dad. Aquí no hablaremos sino de cinco de estas
especies, que todos producen miel y cera, y, á
causa de su importancia, empezaremos por la si-
guiente:
Abeja melífera, Abeja doméstica
{Apis mellifica , L.) . Existe en España y en mu-
chas otras partes de la Europa , en donde se ali-
menta del polen y del néctar de las flores. No
es de nuestro objeto referir, aun en compendio, el
resultado délos numerosos trabajos emprendidos
por infatigables observadores sobre las costum-
bres y la cria de estos industriosos insectos. Ape-
nas nos es permitido decir que la sociedad de las
abejas se compone de tres especies de individuos,
á saber: una hembra con razón llamada reina;
muchos centenares de machos únicamente des-
tinados á fecundarla, y que en seguida son cruel-
mente muertos; en fin, abejas neutras ó peones en
número de muchos millares llamadas obreras.
tomo i
18 ABE
Estas son las que segregan la cera de que están
formados los avéolos de los panales , las que ela-
boran lamiel que una parte de estos alvéolos debe
contener, y las que recojen el própolis destinado
á cerrar todas las aberturas inútiles. (Y. estas pa-
La abeja está provista de un aguijón hueco,
cuyas heridas, con frecuencia mortales para los
animales débiles, pueden serlo también á veces
para el hombre , sobre todo cuando ellas son
multiplicadas ; causan en todos los casos un do-
lor punzante seguido de accidentes variados. Pero
estos accidentes son menos debidos al mismo
aguijón , que á menudo queda en la herida, que
al veneno de que él es el conductor , y que , en-
cerrado en una vesícula colocada en su base, con-
tinua con frecuencia en derramarse , después de
la picadura , por la contracción espontanea de
esta vesícula. Este veneno parece ser análogo al
de la víbora. El tratamiento de estas heridas con-
siste esencialmente en la extracción del aguijón;
y entre el sin número de tópicos indicados para
curarlas, ninguno parece tener acción especííica,
y uno de los mejores es el agua salada.
No solamente la abejaha sido aveces empleada
como alimento, sí que se ha querido encontrar en
ella virtudes médicas. Tostada y reducida á polvo
ha sido recomendada al exterior contra la alope-
cia; al interior como diurética; hásela creída pro-
pia para fortificar la vista, el oido, etc.
Abeja Amaltea (Apis Amalthcca, Oliv.).
Esta especie , mucho mas pequeña que la prece-
dente , se encuentra en Surinam y en Cayena. La
cera que produce es de un tinte oscuro ; su miel
muy fluida, es rojiza, de un sabor muy agradable,
difícil de conservar; los Indios obtienen de ella,
por la fermentación, un hcor espirituoso. La abe-
ja amaltea no debe confundirse, dice el Sr. Clo-
quet, con la abeja que Fermín ha visto en Surinam
y que da una miel siempre líquida como el aceite;
de color de ámbar , muy dulce , muy dispuesta a
fermentar, y empleada por los farmacéuticos.
Abeja fajada [Apis fasciata, Latr.). Es-
ta abeja hase encontrado en Genova y en Egipto.
El Sr. Cloquet piensa que puede ser quizás la pe-
queña abeja negra de Etiopia de que han habla-
do los viajeros, y que produce una excelente
miel y una cera de una blancura extraordinaria.
Abeja de Perón ( Apis Peronii , Latr. ) .
Péron , que ha observado esta abeja en Timor,
refiere que lamiel que produce es amarilla, mas
líquida que la nuestra, y excelente cuando está
purificada.
Abeja unicolor (Apis unicolor, Latr.).
Esta especie habita en las islas de Madagascar,
de Borbon y la Isla de Francia. La miel que da
es verdosa, jarabosa, y se le atribuye una gran
superioridad á la nuestra.
ABE J ARUCO , Merops. Género de aves
del orden de los páseres , familia de los sindác-
tilos , que se alimentan de insectos , en particular
de abejas, zánganos y avispas, cuyas picaduras
no les dañan. A él pertenece el Merops apiaster,
L., Abejaruco de nuestro pais, común en Can-
ABE
día y en Italia, que es un pájaro hermoso. Su car-
ne, cocida en aceite, era empleada antiguamen-
te en tópico contra las picaduras de las abejas;
y su hiél, mezclada con aceite y agallas, para
teñir de negro los cabellos.
ABEJORRO, Melolontha. Género de
insectos coleópteros de la sección de los penta-
meros, familia de los lamelicornios , tribu de
los escarabéidos, muy temibles por los estragos
que causan á los vegetales , no solo en estado de
larva sí que en el de insecto perfecto. En el de
larva atacan casi todas las raices de las plantas
anuas y hasta las de las arborescentes ; en el de
insecto perfecto atacan los árboles causando mu-
chísimo daño en los bosques. Entre los medios
propuestos para destruirlos , se ha indicado ma-
tar las larvas cuando se trabaja la tierra, regar
ésta con frecuencia , ponerla hollín ; atontarlos
con el humo de la combustión de sustancias re-
sinosas, y luego sacudir los árboles para matar
los que vayan cayendo , etc. Estos medios , en
pequeño, producen mas ó menos resultado; lo me-
jor serian batidas generales en la temporada de es-
tos insectos. Ellos son destruidos por varios otros
insectos , por los reptiles , por las aves , por las
comadrejas, los ratones, etc., y también por las
heladas tardías y las lluvias duraderas, cuando
los abejorros están á punto de salir en la super-
ficie del suelo. Entre las especies de este género
solo merece fijar nuestra atención la siguiente:
Abejorro vulgar (Melolontha vulgaris,
L.). Tiene unas \t líneas de largo, es negro, y
los élitros son de color de castaña. Es la es-
pecie que causa mas estragos. Antiguamente era
empleado en medicina, ya al interior como es-
pecífico contra la rabia, el reumatismo, ó como
diurético , análogo por su acción á las cantári-
das, ya al exterior, después de haber sido ma-
chacado , para limpiar las úlceras , combatir los
bubones pestilenciales, etc., ya en fin macerado
en el aceite para remediar las erupciones cutá-
neas. En el día no se usa.
ABEEASIS. Nombre egipcio de pequeños
tubérculos redondeados, amarillentos, del volu-
men de una avellana, oleaginosos, de sabor dul-
ce, que se creen pertenecer al Cynerus esculentus,
L. Son traidos de Alejandría y del Senegal. Son
muy estimados de los Egipcios , que los cultivan
en grande como objeto alimenticio , y los dan á
las nodrizas para aumentar su leche". Los tubér-
culos procedentes del Senegal son mas negros
y mas gruesos , lo que puede hacer suponer que
pertenecen á otra especie de Cyperus.
ABEEUIEEIJCM. Especie de ricino que
crece en los alrededores de la Meca , que se cree
ser probablemente un Crotón. Sus semillas son un
purgante drástico.
ABETO, Abies. Género desmembrado del
género Pino, Pinus de Linneo, perteneciente á
la monoecia monadeltia, familia de las conife-
ras. Las principales especies son:
Abeto blanco (Abies alba). Árbol de tallo
alto, piramidal, de cincuenta y ocho pies á lo me-
nos, que produce un hermosísimo efecto en los jar-
aiu:
diñes colocado en medio de oíros árboles. Su
madera reemplaza áladel áltelo común; su resina
da excelente trementina; sus yemas aveces se
emplean, en el Canadá, para los mismos usos que
las del A . pectinata.^
Abeto balsámico , Bal santero
[Abies balsamea, Miller; Pinus balsamea, L. ).
Árbol de la América septentrional : su madera es
empleada en la construcción; da una resina líqui-
da conocida con los nombres de Bálsamo del Ca-
nadá , Bálsamo de G ilead , que tiene á corta dife-
rencia los mismos usos que la trementina común.
El verdadero bálsamo de Gilead, que únicamente
ya solo usan los Ingleses contra fas tisis pulmo-
nar, es producido por el Amyris gileadensis , L.,
Balsamlro dk jldéa.
Abeto Cedro. Cedro del Líbano
(Abies Cedrus, Lam.; Pinus Cedrus, L.). Su cor-
teza es empleada en Alemania como vermíflga;
de su tronco cuela una trementina con la cual
se prepara la Cedria , especie de resina usada
entre los Egipcios para embalsamar los cuerpos.
Abeto grande, Abeto gentil , Fal-
so abeto A bies excelsa, Poir.; Pinus A bies, L.) .
Hermoso árbol , que crece muy alto y erguido, en
las montañas eíe\ adas de la Europa , en los Alpes
y los Pirineos. Distingüese por sus ramos colgan-
tes, sus hojas cuadrangulares, lineares, puntiagu-
das. Produce poca resina, y mas bien seca que
líquida, llamada Pez blanca'. Los antiguos prepa-
raban con los frutos verdesuna agua destilada que
servia en el tocador, como propia para borrarlas
arrugas del rostro , etc. Sus almendras son co-
mestibles aunque un poco amargas , sabor que
se les disminu\ e remojándolas en el agua. Su ma-
dera es usada* bajo el nombre de Abeto.
Abeto común , Abeto en peine ,
Abeto plateado. Abeto de hojas de
tejo (Abies pectinata, D. C; Abies taxi folia,
Tournefort.). Árbol común en los Alpes, en los
Pirineos, en los Vosges, etc. ; su tronco llega á la
altura de 115 á 130 pies, y basta á tener once
pies de circunferencia. Su madera es la mas em-
pleada entre las que llevan el nombre de Abeto,
y no solo es útilísima cuando sirve como leña,
sí (pie también se convierte en carbón muy apre-
ciado. Este árbol da la trementina dicha de Es-
trasburgo , y todos los productos consiguientes,
como su esencia , la colotonia, la pez , el negro de
humo, etc. Las yemas, conocidas con el nombre
de yemas de abeto , se usan en medicina como
antiescorbúticas, estomáticas y diuríticas; se re-
ciben de Rusia, y encuéntransé en las droguerías
en forma de verticilo , al rededor de una yema
principal , formadas de escamas rojizas, resino-
sas, largas de ocho á diez líneas; pueden ser
sustituidas , sin inconveniente , por yemas de es-
pecies congéneres. De las semillas se extrae, en
ciertos puntos , aceite que se utiliza para el alum-
brado, aunque desprende mucho humo y un olor
desagradable. En Noruega y en Suecia aprové-
chase el líber , que contiene un pricipio mucoso,
para preparar una especie de pan , mezclándolo
con hariua de centeno ó de alforfón. La corteza
ABO \ 9
de este árbol es empleada en Francia para los
curtidos.
Abeto picea. Plnabeto {Abies picea;
Pinus picea, L. ) . Vulgarmente se confunde con el
abeto común; crece en los Alpes , en los Pirineos,
en los Vosges, etc. ; se le vé en los jardines y en
los parques, etc. Llega hasta la altura de 130
pies ; sus hojas, apretadas y de un verde subido,
hacen que ofrezca el aspecto de un verdor som-
brío. De su corteza fluye mucha cantidad de resi-
na. Los Lapones construyen con sus raices cuer-
das y cestos ; en el Norte , con las sumidades
de los ramos, añadiéndolas un poco de avena, se
alimenta á los caballos. Por lo demás, la madera
se emplea como la de las otras especies.
Abeto negro (A. nigra]. Especie que da
una madera fuerte , elástica y ligera , y que á pe-
sar de estas circunstancias está poco en uso. Cre-
ce en América, en Rusia, y aun en el norte de la
Francia. Con las sumidades v los ramos se prepa-
ra una bebida muy usada en Inglaterra y conocida
con el nombre de Spruce beer. Para ello , se hacen
hervir en el agua con azúcar moreno y un poco
de levadura, dejándolo fermentar. Es una bebida
antiescorbútica que puede prepararse con las su-
midades del abeto común.
Abeto rojo (A. rubra). Especie cuya ma-
dera es muy buscada para la construcción de bu-
ques.
A II II Eli. Fruto de Egipto ó de Siria , que se
cree pertenece á una especie de Thuya ó de ci-
prés. Poderoso emenagogo, empleado para expul-
sar el feto muerto.
ABI¿AB ó Ijablab. Nombre egipcio del
Dolichos lablab , L., que parece deriva de laab,
especie de juego árabe al cual se juega con las se-
millas de esta planta, como los niños juegan entre
nosotros con las judías. — V. Dolicos.
ABIíACA. Seda de Persia, llamada Ardaci-
na que se saca de la provincia de Güendia. La
hay de varias especies: la mayor parte amarillas,
las" masas cortas y delgadas, las ligaduras por lo
regular groseras y malas. Llegan de Persia á Es-
mirna en balas casi iguales en su volumen á las
sedas Scherhafi. Sus precios han subido desde
que las guerras empezaron á perturbar la Persia.
Las fábricas de Italia y Francia hacen poco con-
sumo de ellas, porque* en las operaciones no re-
siste el agua caliente. — V. Seda.
ABONO. Nombre dado á los restos de ma-
terias orgánicas empleados para activar la ve-
getación de las tierras de cultho. Cuéntanse en-
tre los abonos la basura de los animales acuáticos,
de cerdo, de conejo, del hombre, etc., el estiér-
col de caballo, de carnero, de vaca, etc., las ho-
jas, la paja y las yerbas podridas, etc., etc.
No pueden llamarse en propiedad abonos co-
merciales aquellos que son voluminosos, de poco
Aalor, que el mismo labrador recoge en su ha-
cienda, ni aun tampoco los que recoge y compra
en las grandes ciudades. Los únicos que consti-
tuyen un ramo importante de comercio son cierto*
abonos ricos de los cuales una corta cantidad ba*-
ta para completar á mayores ó menores distan-
20 ABO
cias , los medios de fertilización del terreno. Estos
abonos son :
Altramuces. Granos de leguminosas que, co-
mo abono , son objeto de un gran comercio en
Toscana; véndense estos altramuces tostados al
horno ó hervidos y secos , operaciones á que se
les sujeta para hacerles perder toda facultad ger-
minativa.
Carne y sangre secas. Estos abonos muy ri-
cos, muy útiles para expediciones lejanas, se
venden cá peso , en pedazos ó en polvo ; em~
pléanse mezclados con una ó dos veces su volu-
men de la tierra del campo, y se cubren con ésta;
es mejor aun mezclarlos con negro animalizado
para evitar que los animales pequeños no se los
coman.
Huesos. Los huesos triturados ó reducidos á
polvo grosero son objeto de enormes importacio-
nes en Inglaterra; la Rusia y muchas otras co-
marcas septentrionales alimentan la mayor parte
de este comercio. Los efectos de este abono se han
exagerado en demasía , según los experimentos
que han hecho cultivadores instruidos.
Mantillo. Nombre dado á la materia fecal ó
estiércol seco que se presenta en forma pulveru-
lenta. Esta materia se esparce sóbrelas tierras an-
tes de las labores ó en el momento del primer ras-
trilleo, antes de la siembra. Con frecuencia, los
traíicantes lo falsifican mezclándole tierra , turba,
etc. Sería, pues, útil verificar la calidad de este
abono determinando la proporción de amoníaco
que podría dar en la destilación , ó mejor aun la
Eroporcion de ázoe que contiene; este seria tam-
ien el mejor modo de verificación y estimación
para los demás abonos. Los farmacéutico-quími-
cos se encargarían de estos análisis , y el comer-
cio ganaría mucho si se hiciesen de vez en cuando,
porque esto evitaría muchos fraudes y errores.
Negro-residuo de la purificación del azúcar.
Este abono, llamado también Negro animal , es
útilísimo , y el consumo que de él se hace en
Francia anualmente se eleva hasta 218,000 quin-
tales. La eficacia de este nuevo abono en la fer-
tilización de los terrenos es debida á la sangre
coagulada que contiene en la proporción de trein-
ta á cuarenta por ciento.
Negro animalizado. Los agricultores cono-
cen generalmente bajo este nombre un abono se-
mejante al Negro animal, pero que, bien prepara-
do, contiene todavía mas materia orgánica azoada,
no conteniendo por otra parte como el preceden-
te sustancias azucaradas dispuestas á fermentar.
Sus efectos son sobre todo notables relativamen-
te á los vegetales que exigen un alimento sustan-
cioso , especialmente los morales , los olivos, las
coles de hortaliza, los tabacos, las leguminosas ,
los trigos, la granza, etc. Mézclase con la tierra
en la proporción de cinco á diez por ciento.
Plumas. Las plumas gruesas se venden á
peso , y desde Francia se expiden particularmente
para lá Romana en donde son destinadas como
abono para el cultivo del cáñamo.
Palomina. Llámase así el excremento de los
palomos, que es un excelente abono y constituye
AM
un importante objeto de comercio sobre todo en
Flandes. Se vende á cargas ó á sacos. Lo mismo
puede decirse de la Gallinaza ó excremento de
las gallinas.
Raspaduras de astas. Excelente abono, aná-
logo por sus efectos á los trapos viejos, pero mas
fácil de esparcir y de fijar su cantidad.
Residuos de cerbecenas. Estos residuos, no
hace mucho tiempo tirados , lo que se verifica to-
davía en ciertas localidades,; son un abono cuya
actividad se aumenta impregnándolo de la mitad
de su peso de orina de ganado. Pueden emplear-
se como el mantillo.
Trapos viejos. Nombre dado á los trapos vie-
jos de lana y seda recogidos en las calles y en-
tresacados. Sirven para abono délos olivos, mo-
rales y viñas , se descomponen lentamente en la
tierra, y suministran por espacio de muchos años
alimento á las plantas.
Estos son los principales abonos comerciales,
sin embargo no podemos precindir de incluir en-
tre ellos la Rasura ó materia fecal desleída en
agua ú orines , y conservada en las letrinas, y los
Estiércoles, que los labradores compran, aunque
constituyan un comercio de localidades. No pue-
de decirse lo mismo de los Lodos de las calles y
caminos, que por lo regular son recogidos por los
labradores , aunque en ciertas poblaciones éstos
pagan un tributo para recogerlos.
En general , estos abonos deben ser considera-
dos como ofreciendo un alimento útil al desarro-
llo de las plantas ; no deben dispensar del uso de
los beneficios, tales como cenizas, margas, cer-
nadas, arcillas cenagosas, etc., cuyo destino es
aligerar el terreno si es demasiado arcilloso , ó
hacerlo mas compacto si es demasiado arenoso.
Sin razón se han colocado entre los abonos el
yeso , las tierras piritosas y algunas sales , que
no son otra cosa sino estimulantes de la vegeta-
ción.
ABRASIVO . Árbol del aceite
[Dryandra cordata, Thunb. ; D. oleifera, Lam., y
Elwococca verrucosa, Comm.). Este pequeño árbol
que pertenece á la monoecia dodecandf ia , fami-
lia de las euforbiáceas, y es llamado en la China
Ton-chu , es cultivado en la isla de Francia. Por
la presión de las almendras de sus frutos, se ob-
tiene un aceite llamado A ceite de madera , que
sirve para el alumbrado, y mezclado con otros
ingredientes forma una especie de barniz para
preservar la madera expuesta á la lluvia y pintar
los pavimentos con ella construidos. En el Japón,
en donde es natural , el mismo aceite sirve tam-
bién para la alimentación, siendo reciente, aun-
que es un poco acre.
ABRO, Abrus. Género de la familia de las
leguminosas y de la diandria decandria de Linneo,
que contiene una sola especie.
Abro de cuentas de rosario [Abrus
precatorius , L. ) . Arbusto que crece en las
Antillas , en el África y en la India. Sus semi-
llas son de un color rojo agradable , marcadas
en el ombligo con una mancha negra esférica
que ocupa casi su tercio, y su volumen es el de
ACÁ
un guisante pequeño. Con ellas se hacen collares,
brazaletes, después de haberlas agujereado, ope-
ración bastante difícil cuando son muy secas, á
causa de su dureza; también se hacen rosarios,
y de ahí el nombre de Cuentas de rosario. Con-
viene no confundir estas semillas con las del Ade-
nanthera pavonina,L., de un rojo punzó como
ellas, pero algo comprimidas y sin mancha, ni con
las del Erylhrina Corallodendron, L. , ó mejor de
una especie de Sophera, que las tiene cuatro veces
mas gruesas, y cuya mancha negra está fuera del
ombligo. Estas semillas sirven en la India de pe-
sos; hay quien las considera como oftálmicas y
cefálicas aplicadas al exterior; hay quien dice que
son venenosas al interior , y que tres tomadas en
polvo pueden causar la muerte , siendo así que
enteras pueden tomarse impunemente , sin duda
porque no son digeridas.
Las hojas del abro, en infusión en agua, dan
un licor azucarado, conocido con el nombre de
Vatti en la India; sirven allí á modo de té; con
ellas se prepara un extracto que reemplaza el de
regaliz ; etc.
La raiz de esta planta es tan semejante á la de
regaliz, que se vende como tálenlas calles de Cal-
cuta. En Java es considerada como dulcificante,
y con ella se prepara un mucílago, lo que hace
llamar á este vegetal Regaliz de América.
AfiiltOH l\l. Muselina clara y fina que
llega de las Indias orientales particularmente de
Bengala, cuyas piezas tienen 29 '/2 varas de
largo con cinco octavos á tres cuartos de ancho.
ABUBIIjIjA, Upupa. Género de aves del
orden de los paseros , familia de los tenuirostres,
al cual pertenece la especie
Abubilla común ( Upupa Epops , L.).
Hermosa ave de paso, menos gruesa que el pichón,
uue tiene en su cabeza un moño compuesto de dos
filas de plumas movibles; llega en la primavera y
se vuelve á África por otoño : es muy abundante
en el Mediodía y muy rara en el Norte; anida en
los árboles; se alimenta de granos y frutos, y
en otoño es cuando está mas gorda , y solo en
esta época es buena su carne. Esta tiene un olor de
almizcle que se le hace desaparecer cortando la ca-
beza al ave luego que está muerta , y aun fué re-
putada como inmunda por los Judíos"; Belon dice
que , mechada y asada , no es inferior á la del
mirlo. Antiguamente esta carne ó su caldo eran
preconizados contra el cólico ; su corazón , su
hígado y sus sesos eran reputados propios para
disipar la jaqueca, fortificar la memoria y procu-
rar un sueño agradable.
ABUTUA. Género de plantas fundado por
Loureiro , correspondiente á la familia de las mc-
nispermeasy á ladioecia pentandria. Del Abu-
tua de la India (Abutua indica, Lour.) , se
dice que sus raices y la basé de sus tallos son em-
pleados como resolutivos, desobstruentes , anti-
febriles, sea en cocimiento, sea en polvo.
AC
ACACAliIS. Bajo este nombre Dioscori-
rles y sus comentadores han hablado de un arbus-
to de Egipto, royas semillas eran empleadas en
ACÁ 21
infuso para aumentar las fuerzas de la visión.
Belon dice que en Constantinopla el acacalis es
llamado Kesmesen. Merat cree que este arbusto
quizás sea el Cassia A bsus , L., cuyas semillas
desde la mas remota antigüedad han sido emplea-
das en el Oriente contra las enfermedades de los
ojos.
ACACIA, Acacia. Género de plantas de la
familia de las leguminosas , de la monodelfia po-
liandria de Linneo , desmembrado del género Mi-
mosa de este autor. Este nombre es el que llevaba
en los autores antiguos. Las Acacias se distinguen
de las Mimosas en su flor regular , y de las In-
gas en sus legumbres sin pulpa azucarada al re-
dedor de las semillas.— El genero Acacia abraza
un número considerable de especies entre las
cuales se cuentan yerbas , arbustos y árboles, to-
das interesantes por los servicios que prestan á
la medicina, á las artes, á la economía domésti-
ca, etc. , y todas exóticas; con todo, varias es-
pecies se cultivan en los jardines. En los límites
que hemos fijado á nuestro trabajo, solo nos es
permitido indicar las acacias mas principales por
su utilidad.
Acaeia de Arabia [Acacia arábica,
Laon. ; Mimosa arábica, L.). Esta era la única
especie conocida de los antiguos , y desde el tiem-
po de Matíolo ( 1 565 ) distinguíanse ya bajo este
nombre muchas variedades de gomas. Esta plan-
ta crece no solo en África sí que también en la In-
dia. Su corteza es astringente, y sirve para las
operaciones de curtiduría ; y en este último pais
se emplea , en infuso, á la dosis de tres á cuatro
onzas, dos veces al día, en los decaecimientos
y la postración que siguen á la mordedura de
ciertas serpientes y que van acompañadas de he-
moptisis y de hematuria; úsase igualmente para
limpiar las úlceras de mal carácter, etc.
Con las legumbres de esta especie, que parecen
poseer la astringencia de la corteza á un grado
mas señalado aun , se obtiene un medicamento
usado antiguamente, y llamado Acacia verdade-
ra ó Zumo de acacia. Prepárase éste, de tiempo in-
memorial, en el alto Egipto, con dichas legumbres
todavía verdes, exprimiéndolas, y reduciendo
su zumo á consistencia de extracto por medio del
calor solar ; en seguida se forman panes del peso
de cuatro á ocho onzas , que se envuelven en pe-
dazos de vejiga. Este fumo inspisado es de un mo-
reno-rogizo, frágil, inodoro, de sabor estíptico,
formado principalmente de lanino y de un ácido
libre. Nos llegaba del alto Egipto por la vía de
Marsella ; pero al presente es muy raro en el co-
mercio , ó mejor , tiempo hace que no se halla ya
en él. Falsificábase, á menudo, con el zumo ele
los frutos verdes del Endrino ( Prunus spinosa,
L.) , que constituye la Acacia del país (Acacia
nostras ) , que se prepara en Alemania , y que por
fin ha llegado á reemplazarla. Es un astringente
poderoso , del que no se hace ya uso.
Aeacia Catecú (Acacia Catechu , W. ;
Mimosa Catechu, L.). Esta especie de la India
suministra también, por la expresión de sus legum-
bres y el cocimiento del meollo de su leño, liqui-
S2 ACÁ
dos que, evaporados hasta consistencia de extrac-
to seco por medio del calor del sol, se cortan en
pequeños panes cuadrados, y llevan el nombre de
Catecú. En ciertos países se hace también catecu
con diferentes partes de muchas especies de plan-
tas y principalmente con las de una especie de
arec ó palmero.
La acacia catecu , que es la especie de que se
extrae el catecu verdadero , es muy coman en
Bengala y en la provincia de Bahur en la India.
La denominación de Tierra del Japón que, á ve-
ces, se le da es pues doblemente impropia, puesto
que no es una materia mineral , ni tampoco pro-
cede del Japón.
El Catecu es una sustancia que se presenta
en masas ó en panes , de un rojo subido análogo
al color de la castaña; pesada, compacta, algo
luciente; de fractura laminosa, brillante y sem-
brada de puntos grises ó blanquecinos ; dura, se-
ca , fácil de pulverizar y de desnacerse en la boca;
de un sabor primero amargo , estíptico , astrin-
gente , después bastante agradable y análogo al
del lirio ó de la violeta , que corrije el mal olor
del aliento ; se inflama y arde en el fuego , y se
disuelve del todo en el agua cuando es pura.
En el comercio se distinguen dos especies prin-
cipales de catecu , que parecen diferir mas por su
apariencia exterior que por su naturaleza íntima.
Estos son el catecu de Bombay y el catecu de
Bengala.
El Catecu de Bombay es el mas estimado. Nos
llega en pequeñas masas ó panes cuadrados de
dos á tres onzas ; de fractura deslucida , rojiza,
ondeada y muchas veces jaspeada ; es friable , y
se disuelve prontamente en la saliva ; su sabor
primero astringente sin amargor , pasa á ser azu-
carado, agradable y persistente. Esta variedad
es bastante rara.
El Catecu de Bengala es menos pesado, mas
friable , en panes orbiculares mas complanados,
de tres á cuatro onzas ; de un color moreno fer-
ruginoso y mas homogéneo ; su fractura es menos
vidriosa , mas deslucida , muy terrosa y mas mo-
rena; su sabor es también astringente, pero li-
geramente amargo y en seguida mucho menos
azucarado.
El Sr. Davy ha analizado estas dos especies de
catecu , y las ha encontrado compuestas de la ma-
nera siguiente :
Catecú de Bombay. Catecu de Bengala.
Tanino.
Extractivo
Mucílago
Materia terrosa.
También se encuentra una tercera especie , co-
nocida con el nombre de Catecú en masa , que
ofrece á corta diferencia los mismos caracteres
délos dos que acabamos de describir. Está en-
vuelto en hojas que probablemente han servido
para impedir la adherencia de los panes ó peda-
. 54, 50
. 34
6, 80 .
. . 8
48, 80
36, 80
8
7
100, 00
100, 00
ACÁ
zos antes de la desecación. Esta especie se pre-
senta en pedazos de tres á cuatro onzas también,
procedentes de pedazos mas gruesos, lucientes,
de un color menos oscuro que los precedentes.
Contiene cincuenta y siete de tanino por ciento.
Hoy dia circula mucho en el comercio, y es esti-
mado , siendo como los anteriores de buena ca-
lidad.
No es lo mismo de una cuarta especie que se
encuentra , desde algunos años , en pequeños pa-
nes cúbicos, análogos á los panes del azul de
Prusia. Este catecú contiene una gran cantidad de
almidón. Los panes son regulares, tienen en el
interior el color del catecú, pero la fractura es
deslucida , de color leonado y granado. Presenta
el aspecto de ser preparado por los droguistas.
El catecú en panes cuadrados vienen en cajas
de ciento , doscientas y cuatrocientas libras ; — el
en panes redondos , en sacos ó en esteras cubier-
tas de tela de Gunny, y que pesan de cincuenta á
sesenta libras.
El catecú es empleado en medicina como tóni-
co y astringente con felices resultados ; los Orien-
tales lo mascan para corregir el mal olor del alien-
to , asegurar las encías y fortificar el estómago;
en la India y en el Asia se hace mucho uso de él,
y los grandes del pais no se contentan de mascar
lo solo , sí que le mezclan cardamomo , ámbar,
almizcle, etc. ; los Holandeses hacen con él pas
tillas, que se dice ser afrodisíacas; por último,
entra en la composición del betel de tanto uso en
dichos países, y en otras composiciones usa-
das entre nosotros. — Antes de emplearlo, los far-
macéuticos lo purifican para separar la tierra que
parece habérsele añadido en su preparación. Bas-
ta, para ello, disolver toda la parte soluble en el
agua hirviendo, y volverle por la evaporación á
la consistencia de extracto. Para que el producto
sea de buena calidad , es menester que el residuo
seco no pase de 10 partes. Por lo demás, cuan-
do los panes de catecú son bien enteros , quebra-
dizos, de una textura sólida al interior, son tan
puros como posible es procurárselos.
El catecú es á veces sofisticado con tierra ar-
cillosa, brillante y de color rojo moreno. Esta
mezcla es muy fácil de reconocer ; adhiere á la
lengua, no se disuelve en la boca, ni en el vino,
ni en el alcohol ó vinagre , y no se consume al
fuego. — Cuando el catecú está sofisticado por
zumos vegetales, basta añadir un poco de cloruro
de hierro moreno á una solución acuosa de cate-
cú , que se forma un precipitado negro ó violeta,
en vez de un precipitado verde que se obtendría
con el catecú puro. — Cuando el catecú contie-
ne almidón , basta tratarlo con agna fría y alco-
hol ; el almidón queda intacto , y se puede eva-
luar la soíisticacion.
Vista la enorme cantidad de tanino que contie-
ne el catecú , que es tal que da diez veces mas
que la corteza de roble, se puede deducir que es
el cuerpo mas propio para curtir los cueros, y que
podría servir de grande recurso en las artes.
Acacia de cabeza blanca {Acacia
leucocephala , Bert. ) . Especie de Puerto Rico. Ar-
ACÁ
bol de veinte pies , de hojas dos veces aladas,
flores de cabezas olorosas de un blanco rosado.
Observase en ciertos jardines en Europa, pero en
invernadero caliento. Su corteza es reputada co-
mo astringente.
Acacia de color de orin {Acacia fer-
ruginea, RottlJ. Especie de la India. El coci-
miento de su corteza es astringente y empleado
para fortificar las encías.
Acacia de hoja delgada {Acacia te-
nuifolia,^.) . Según Desportes, las yemas y laraiz
de esta especie de las Antillas y dé Caracas son
empleadas contra el vómito , la diarrea y las he-
morragias , porque se las tiene como eminente-
mente astringentes.
Acacia Yiopo [Acacio Niopo, Kunth.).
Los Indios de las misiones de la Orenoca , en don-
de crece esta especie , designada por ellos con
este nombre , emplean sus semillas pulverizadas
á guisa de tabaco de fumar.
Acacia Orfota {Acacia Orfota , N. ; Mi-
mosa Orfota , Forsk.). Esta especie crece en Ara-
bia. Sus hojas puestas en la leche de camello la
impiden de coagularse y de acedarse por espa-
cio de muchos días. De" ella trasuda una especie
de resina cu\o humo, quemándola, así como el
de su leño , és útil contra las convulsiones epi-
lépticas , lo que asegura Forskal.
Acacia peregrina (Acacia peregrina,
W.; Mimosa peregrina, L.). Especie que crece
en la Nueva Granada en donde su corteza sirve
para fortificar las carnes, lo que supone contener
tanino.
Acacia trepadora [Acacia scandens, W.;
Mimosa scandens, L.). Esta especie conocida ba-
jo el nombre de Bayugo en Filipinas, estrangula
los árboles trepando en ellos, en los cuales se
enjerta v corre asi a Teces mas de media legua.
El líber "de su corteza contiene un principio jabo-
noso que la hace emplear para lavar la ropa. Sus
enormes legumbres , de tres á cuatro pies de lar-
go, contienen semillas que los indígenas de Java
comen cocidas ó acecinadas , y que se creen fe-
brífugas cuando secas; también con ellas se
alimenta á los animales. Las legumbres verdes
contienen una sustancia diáfana, gomosa; con
ellas se prepara una agua destinada para impe-
dir la caula de los cabellos v para conservar la
limpieza de la cabeza. Según Horsfield, esta plan-
ta es reputada emética en Java , sin que indique
cual es la parte que tiene esta propiedad.
Acacia verdadera (Acacia vera, W.;
Mimosa nilotica , L.). Este nombre específico ha
sido sustituido al de nilotica por WildenoAV, por-
que esta planta no crece en abundancia en las
orillas del Ñilo , y es la que da mas goma ará-
biga en el interior del África. El árbol es llamado
Sunth , v su fruto Karot, en Egipto. Sus semillas
dan un hermoso color rojo empleado para teñir
el tafilete. Su legumbre suministra también Zu-
mo de acacia, según Gonini.
Muchas especies del género Acacia suministran
un producto, muy empleado en medicina y en las
artes, designado bajo el nombre de Goma ará-
ACA 23
biga , porque de la Arabia es de donde procedió
de tiempos los mas antiguos. Entre ellas deben
citarse: el Acacia decurrens , W . [Mimosa de-
currens, Donn. J , Acacia corredora, y el Acacia
floribunda, W. [Mimosa floribunda, Vént.), Aca-
cia de flores kcmerosas, especies de la Nueva
Holanda que dan una goma análoga á la arábiga;
el Acacta gummi fera, W. , Acacia que lleva go-
ma, que crece en Mogador , y da dos especies de
goma arábiga; el Acacia Lebbek , W. [Mimosa
Ltbbtk, L. ), Acacia de Lfbbek, planta del Egipto
que produce también un poco de goma arábiga;
el Aiacia Sassa , N. [Mimosa sassa , Bruce) , que
crece en Alñsinia y en Madagascar , que igual-
mente da una goma análoga á la de Arabia ; el
Acacia Senegal, W. [Mimosa senegalensis Forsk.),
Acacia del Sexegal , que hoy dia produce la go-
ma mas común entre nosotros^ ó á lo menos es por
la vía del Senegal por donde se obtiene mas goma,
pues toda la que se recibe no pertenece al árbol
de que se trata, como se expondrá en el artículo
Goma arábiga.
ACALIFA , Acalypha. Género de plantas
de la familia de las euforbiáceas y de la monoecia
monadeltia de Linneo. Entre los "Griegos el nom-
bre de Acalypha se daba á la ortiga, á la cual se
parecen muchas de sus especies.
Acalifa de la India [Acalypha indica,
L. ). Planta con los involucros de las flores feme-
ninas de figura de corazón y algo recortados;
hojas aovadas, y mas cortas" que el pecíolo. Es
el Cupameni de Malabar. El cocimiento de sus
hojas, con un poco de ajo, es usado en la India
contra las lombrices de los niños; á éstos se les fro-
ta la lengua con dichas hojas para excitarles vó-
mitos y desembarazar su estómago de las visco-
sidades que le sobrecargan. Redio dice que el
cocimiento de su raiz ó de sus hojas es purgante,
y que el cocimiento de ambas partes calma el
dolor de oreja puesto en el conducto auditivo.
Hase también preconizado su zumo, mezclado con
aceite , como un buen linimento antiartrítico y
antisifilítico. — Según Ainslie, las hojas del Acá ly-
pha betulina , Retz, son empleadas en la India co-
mo un estomático agradable en la dispepsia y en
el cólera , y también son tenidas como atenuan-
tes y alterantes.
ÁCAHÍTO, Acanthüs. Género de plantas
de la didinamia angiospermia de Linneo , que da
su nombre auna familia natural , las acantáceas.
Abraza no mas que ocho ó nueve especies, de
las cuales la mayor parte son arlóles indígenos
del África y de la India. Las especies de nuestro
pais son yerbas vivaces, y son las siguientes.
Acanto blando, Branca ursina,
Yerba giganta [Acanthüs mollis , L.). Es-
pecie vivaz que crece en España sobre todo en
Andalucía, Aragón, Valencia y Cataluña, en lu-
gares húmedos y pedragosos. De la raiz de esta
planta salen hojas grandes, anchas, hermosas,
profundamente decompuestas , blandas, tendidas
sobre tierra, relucientes, de un verde agradable,
llenas de jugo mucilaginoso; de entre ellas sale
un tallo que se eleva basta la altura de dos ó tres
24 ACÁ
pies, derecho, rodeado desde el medio hacia ar-
riba de flores oblongas, blancas monopétalas,
complanadas por un extremo en lámina , recorta-
das en labios de tres piezas, angostadas y termi-
nadas por el otro extremo por un tubo comunmente
corto y parecido á un anillo; el fruto se parece
do á una bellota, y encierra en dos celdillas se-
millas oblongas.
Esta planta es considerada como emoliente , y
de consiguiente empleada en cataplasmas , lava-
tivas, y fomentos; los habitantes de Trebisonta la
miran como un remedio excelente para todos los
males, y sobre todo como un vulnerario infalible.
El acanto es célebre por cuanto sus hojas die-
ron origen á un orden arquitectónico. Murió en
Corinto una doncella , ya casadera , llamada Vi-
truvia; su nodriza, que la amaba con pasión, co-
locó en un canastillo las joyas que mas le habian
alagado durante su vida, con algunos vasos llenos
de aquellos licores que mas le habian gustado , y
ciertas flores por las cuales habia tenido predilec-
ción , y todo junto fué á depositarlo sobre la tum-
ba de la infortunada joven. Deseando que la ofren-
da se conservase el mayor tiempo posible, cubrió
el canastillo con un ladrillo cuadrado para preser-
var de las intemperies á los objetos que contenia.
Situado , por casualidad , el canastillo en un pun-
to en donde empezaba á germinar un pié de acanto
blando, muy luego se desarrollaron sus hojas,
creciendo á su alrededor y , dando con la resis-
tencia del ladrillo , se encorvaron con gracia , y
como si quisieran secundarla intención de la ama-
ble nodriza y contribuir á formar un ornato digno
del sepulcro de la virgen por quien lloraba. Pol-
los años 3464 del mundo, hallándose en Corinto
Calimaco , célebre arquitecto de Atenas , por
casualidad pasó junto á este sitio : sorprendido del
bello efecto que producía el conjunto del canasti-
llo con las hermosas hojas de acanto , muy luego
aprovechó la grande idea en colunas que hizo en
Corinto imitando el canastillo y fijando las propor-
ciones del capitel comparado con la colima y demás
miembros del orden. De entonces data el orden
corintio , el mas elegante y rico de todos los ór-
denes arquitectónicos griegos. — El jesuíta Villal-
pando niega esta historia y sostiene que el capitel
corintio estaba ya en uso cuando se construyó el
suntuoso templo de Salomón , pero la generalidad
de los críticos no piensan como el Sr. Yillalpando,
y al contrario creen verídica la relación hecha.
Por último , el acanto es una yerba intere-
sante por los recuerdos históricos : Virgilio , al
hablar de los vestidos de la hermosa Helena, cuyo
rapto dio origen á aquella guerra sangrienta v
desoladora que hizo desaparecer un imperio del
Asia menor , dice que los tenia de adornados con
bordaduras que representaban hojas de acanto :
Et circumiexlum croceo velamen acanlho.
Acanto espinoso , Cardo acanto
[Acantus spinosus, L.). Yerba vivaz, que cre-
ce en España y es cultivada en varios jardines, de
hojas pinadas y espinosas. Acorta diferencia tiene
las mismas virtudes que el Acanto blando.
ACE
ACAPAI/n. Especie de pimienta pará-
sita de la Nueva-España, de frutos rojizos, que
sirve como condimento. Es de calidad inferior.
ACARA. Este nombre es empleado en el
Brasil para designar muchos pescados de mar ,
vecinos de las doradas ( Sparus ) , y usadas como
alimentos. La mayor parte son todavía poco co-*
nocidas , tales como los Acara enucu, peba , pi~
nima , pitamba , pucu , etc.
ACARAIA. Nombre de un pescado del
Brasil, bueno para comer, y que se sala con fre-
cuencia en el pais.
ACARJVANO, Acarno. Pescado de mar
muy semejante al Pajel, del (pie quizás es una
variedad. Su carne, según Daubenton, es de un
gusto dulce y un poco astringente ; muy nutri-
tiva y se digiere con facilidad, y se la tiene como
diurética.
ACCOCAY. Corteza muy empleada por los
naturales del Senegal como febrífuga. El análi-
sis químico que de ella ha hecho Caventou no le
ha manifestado ni el menor átomo de quinina ni
de cinconina, délo que este químico eoncluye que
si la virtud febrífuga es real no la posee por es-
tos alcaloides.
ACEBO , Ilex. Género de plantas de la fa-
milia de los rámneas , de la tetrandia tetraginia.
Contiene árboles ó arbustos de hojas siempre ver-
des, que crecen sobre todo en en la América sep-
tentrional, las Canarias, el Japón, etc.; hay ima
sola especie natural de Europa, pero liase conse-
guido aclimatar fácilmente algunas de América.
Acebo aquifolio, Acebo común
[Ilex aquifolium , L. ). Esta es la especie de Eu-
ropa, que llega á adquirir en ciertos países hasta
cincuenta pies de altura , si no es atormentada
cuando joven, pero crece en todos los bosques de
los países templados , con preferencia junto á los
árboles frondosos que cubren las vertientes y las
rocas que miran al norte en donde, por lo co-
mún , no excede de la grandor de los chaparros;
esta circunstancia hace que sea empleado para
hacer setos vivos, para lo que es muy á propósito
en razón de sus hojas espinosas ; igualmente se lo
coloca en los jardines de paisajes, parques, etc. —
Plinio dice que se suspenden los ramos de acebo de-
lante de las casas , para impedir los maleficios, lo
que practican todavía los campesinos para impedir
el rayo ; el leño es negruzco, muy duro, mas pe-
sado que el agua , y propio para hacer pequeños
objetos de tornería, sobre todo mangos de instru-
mentos, de látigos, etc. La segunda corteza del
acebo ó liber sirve para preparar la liga , que
se fabrica haciendo hervir la corteza , cogida en
el mes de julio , durante ocho á diez horas , des-
pués metiéndola dentro de tierra por espacio dé
quince á veinte dias ; entonces se maja en un mor-
tero , y se laVa con agua clara para separar sus
impuridades. Laliga, que es una sustanciaviscosa,
tenaz , blanda , emoliente , madurativa , reso-
lutiva , etc., sirve, como se sabe , para cazar
pájaros. La corteza de acebo , que es lisa y verde,
na sido preconizada entera como emoliente y re-
solutiva. Las hojas de acebo, que son ovales,
ACE
lustrosas por encima , de un hermoso verde , co-
riáceas , amargas , muy espinosas en su borde,
lo que hace que con ellas se envuelvan las carnes
para ahuyentar los animales, son empleadas cuan-
do tiernas como forraje ; en medicina , han sido
preconizadas , según Rey , como útiles en el cóli-
co, hanse mirado como sudoríficas, y gozan de
gran reputación como febrífugas á la dosis de
una dracma y media de polvo, dos ó tres horas
antes del acceso , infundido en vino blanco. Las
bayas, que son la parte mas activa del acebo, son
rojas, inodoras, del grueso de un guisante, y
contienen cuatro semillas; su sabor es acre, y
diez á doce bastan, según Dodoneus, para purgar
y aun para provocar el vómito; Wdlemet dice
que son hidragogas , y pretende que en la medi-
cina veterinaria son empleadas sobre todo en
lavativa ; cuando el frió las ha encogido y arru-
gado , las aves las devoran con avidez.
Acebo azafranado {¡lexcrocea, Thunb.).
Esta especie sirve en el Cabo para la tintura y co-
mo madera de carpintería.
Acebo líale. Té de los Jesuítas.
Té del Paraguay (Ilex Mate, Saínt-Hil.).
Este arbusto , que Martius creyó primero que era
su Cassine Gougouha , pero que luego reconoció
no serlo , debe sus nombres españoles al país en
que fué primero encontrado, y á los religiosos
que lo hicieron conocer y lo propagaron, mientras
que el de Gongonha que se le da es una deno-
minación de provincia. Posteriormente fué descu-
bierto en los bosques de Curitiba en el Brasil, y
el Sr. de Saint-Hilaire pudo verificar, en los tres-
bolillos plantados por los mismos jesuitas, su
identidad con el del Paraguay, y reconocer que
era un Ilex , que primero denominó Ilex para-
guaiensis, pero que en seguida designó Ilex Ma-
te , del nombre que lleva en el Brasil, que quiere
decir Yerba por excelencia.
Esta especie de arbolito tiene las hojas ovales
cuneiformes, oblongas ó lanceoladas, un poco ob-
tusas , cuyos dientes . bastante largos, están algo
alejados los unos délos otros; sus bayas son ro-
jizas, pediculadas, reunidas por ramilletes axi-
lares.
Los Españoles y los habitantes de la América
central hacen un inmenso consumo de sus hojas
en infuso, como bebida estimulante; preparan
esta bebida llenando de hojas cortadas á pedaci-
tos una especie de calabacmo , y echando encima
agua caliente , que beben con un poco de azúcar,
por medio de un canutillo cuyo extremo , que esta
sumergido en el líquido , es globuloso y está ta-
ladrado con pequeños agujeros. Ellos toman este
infuso , que llaman Mate , aunque no sea muy
agradable, para fortificarse el estómago, como
se bebe el mfuso de pimienta, de té, como se
masca el betel etc. , en otros países.
Por lo demás, habia alguna confusión entre los
autores sobre la verdadera planta llamada Té del
Paraguay; los unos lo han atribuido al Cassine
Per agua. L. , otros al Erythroxylon peruvianum,
Willu. otros , al Psoralea glandulosa, L. Parece
que se beben los infusos de estas diferentes plan-
4
ACE |3
tas , á semejanza del infuso del Ilex Mate, en la
América del sud , así como el de un Luxetnburgia
de que habla el Sr. A. Saint-Hilaire.
Aeebo vomitorio, A palachina . Té
de los Apaches (Ilex vomitoria, Aitón.).
Este arbusto de la Florida, de la Virginia, de la
Carolina , confundido con el Té del Paraguay en
muchas obras, tiene efectivamente sus bayas do-
tadas de la propiedad vomitiva , si se toman en
cantidades suficientes. Los Indios del sud de la
Union estiman mucho el infuso de sus hojas , tos-
tadas previamente, y se sirven de él como de un
[toderoso diurético, contra el cálculo, la nefritis
a gota, etc.; y usan de él sobre todo cuando van a
la guerra; les excita, les embriaga y produce en
ellos los efectos del opio, del cáñamo en los Indios,
de los licores alcohóhcos entre los Europeos; ellos
creen que apacigua el hambre.
El nombre de Apalachina hase dado á otras
plantas á mas del Té del Paraguay: Linneoha creí-
do que esta era el Cassine Paragua, L.; Lamarck,
su Cassine caroliniana; otros el Ilex Cassine; al-
gunos otros la han creído un Ceanothus , un Pri-
noí,etc. Estos géneros de la misma familia tienen
propiedades muy semejantes , y la equivocación
era fácil. (Merat.)
ACEITE. Principio vegetal líquido , untuo-
so , inflamable, mas hgero que el agua, por lo
común insípido é inodoro , susceptible de conge-
larse á una temperatura mas ó menos baja, com-
puesto de estearina v de oleína , esta última en
mayor proporción , lo que explica su mayor ó
menor liquidez , y cuyos principios constituyentes
son el carbono, el hidrógeno y el oxígeno en can-
tidades variables según la especie.
Dbtínguense dos especies de aceites : la pri-
mera es llamada Aceite fijo, aceite craso , aceite
dulce , porque se obtiene por expresión , no tiene
aroma, es mas espeso, etc.; la segunda es el
Aceite volátil ó esencial, porque se separa por la
destilación, tiene un olor muy señalado, es mas
líquido, mas acre, etc. Las mantecas vegetales
(\ . Manteca) son aceites que se congelan á la tem-
peratura habitual del país.
Aceite fijo. Los aceites fijos en general están
encerrados en las almendras de los frutos ó de las
semillas; düstínguense aquellas que los continen
en alguna abundancia por la propiedad de formar
emulsiones con el agua. A veces la carne de los
frutos contiene también aceite , como se obsen a
en el olivo, el cornizo , ciertos palmeros , algunos
laureles; pero esto es mucho mas raro. En fin,
vése, por el análisis químico , que no hay partes
de los vegetales dicotiledones que no contengan
alguna corta cantidad; — los cotiledones nunca lo
contienen ; — los monocotiledones de nuestros cli-
mas se hallan en el mismo caso , exceptuándose
solo de esta ley algunos palmeros exóticos.
Los aceites fijos se distinguen de las grasas en
que éstas son de origen animal , contienen mas
estearina y casi todas se congelan á la tempera-
tura habitual del país; de las ceras (cuyo origen
es vegetal ó animal) , porque estas últimas están
casi enteramente compuestos de una especie de
tomo i.
26 ACE
estearina, por consiguiente son mas consistentes,
y además son un poco resinosas, etc. .-las mantecas
propiamente dichas son grasas obtenidas por la
separación de los principios déla leche de los
animales. La consistencia hace con frecuencia dar
el nombre de aceite ó de grasa a estos diversos
cuerpos, según si son líquidos ó concretos.
Estos aceites se llaman fijos por su propiedad
de no poderse vaporizar sin alteración. El carác-
ter empírico que los distingue délos aceites esen-
ciales es que si se impregna con ellos un papel,
éste se pone trasparente y queda en él una man-
cha persistente, Salvo pocas excepciones , todos
son fluidos á la temperatura ordinaria: los unos
quedan fluidos á la temperatura de hielo, y en el
comercio, atendiendo á esta propiedad, se les de-
signa con el nombre de aceites fríos; los otros, al
contrario, son llamados aceites calientes por la
propiedad de congelarse á una temperatura cer-
cana deo. Expuestos al aire, como sucede cuan-
do se conservan en vasos mal cerrados , experi-
mentan una alteración que la ciencia ha estudiado
incompletamente, y que el comercio designa bajo
el nombre de rancio. Esta alteración requiere el
concurso del aire, y la intervención de la luz la
favorece mucho ; se manifiesta por la descolora-
cion del aceite, por la precipitación de un poso
blanquecino , por el desarrollo de una acidez no-
table, y por el olor característico conocido bajo el
nombre de rancio , y que aun en los aceites no
comestibles y de mal olor domina y disfraza los
olores popios de tales aceites. El aceite que ex-
perimenta esta alteración adquiere viscosidad,
y hasta su superficie , con el tiempo , se inspisa
al punto de llegar á ponerse sólida. Esta propie-
dad , que es variable en las diversas calidades y
especies de aceite, es utilizada en la pintura, y
es la que ha dado origen á la distinción comercial
délos aceites en aceites secantes y en aceites cra-
sos. Estas propiedades no son absolutas como pa-
recería indicarlo la división , y solo tienen por
objeto establecer una distinción entre los aceites
que, teniendo la propiedad de secarse y endure-
cerse en tiempos variables , son también por esto
propios á diversos usos.
Todos los aceites fijos son menos densos que el
agua, así es que sobrenadan en este líquido: en
general esta densidad es aproximativamente de
0,9 , tomando el agua por unidad. Son untuosos al
tacto ? tienen sabores y aromas que varían según
su origen y los procederes de fabricación.
Los aceites fijos pueden suportar una tempera-
tura de 1 50á 200° sin descomponerse notablemen-
te. La industria ha utilizado esta propiedad para
tratar en baño de aceite sustancias que no pueden
ser sujetadas á la acción del fuego desnudo.
Los aceites fijos no se disuelven en el agua;
son poco solubles en el alcohol, á excepción de los
aceites de ricino y de coco , y hasta cierto grado
los aceites de pescado ; son mas solubles en el
éter, y se mezclan en todas proporciones con los
aceites esenciales ; no se inflaman al acercárse-
les un cuerpo incandescente como lo hacen los acei-
tes esenciales; arden en general con poco humo,
ACE
pero exigen para esto la intervención de una tor-
cida. La operación química de la clarificación
tiene^por objeto mejorar sus propiedades combus-
tibles, y la lámpara de Argand ha sido también
imaginada para hacer su combustión mas perfecta.
Extraídos en frío (proceder empleado sobre to-
do para aquellos que son comestibles) ó en ca-
liente por presión, ó en caliente por ebullición,
de la pasta de las almendras , y separados de las
heces que posan siempre, se conservan cierto
tiempo frescos y propios para servir á toda espe-
cie de usos. No obstante , enrancíanse con facili-
dad, y entonces se ponen mas colorados, mas es-
pesos, menos dulces; y si este estado es muy
marcado, son acres, aun corrosivos, sin que pue-
dan servir como alimento ó medicamento. Alguno»
aceites resisten mas que otros á la rancidez : el de
nueces apenas se conserva fresco algunos dias;
el de almendras dulces y sobre todo el de aceitu-
nas permanecen en buen estado durante un año
y mas , puestos en vasos bien cerrados colocados
en lugares frescos; el de linaza es el que hasta
ahora se conoce que tarda mas en enranciarse.
Los aceites fijos son de los cuerpos mas pre-
ciosos ; tienen una importancia comercial que
está legitimada por su utilidad en los numerosos
usos á que están destinados para las necesidades
de la vida. — Sirven para el alumbrado, para
obtener el gas inflamable igualmente propio para
el mismo objeto, en la fabricación de los jabones,
en la pintura, para suavizar el roce de las máqui-
nas, etc., etc. Los antiguos los ponían en los morte-
ros hidrófugos, y Catón empleaba su bagazo para
impedir la humedad de las paredes. — Sirven de
condimento para las salsas, para la preparación
de los alimentos, para conservar á éstos enteros,
etc. Ellos reemplazan la manteca, sobre todo en los
países de los olivos en donde el calor y las largas
sequedades no permiten que haya prados para
criar ganados , y en donde no puede por consi-
guiente fabricarse aquella ; del mismo modo que
se emplean grasas en la región intermedia entre
la de los olivos y la de los prados naturales. El
aceite es un buen alimento, en cantidad conve-
niente y mezclado con otras sustancias nutritivas;
en mucha cantidad , no se digiere , provoca el
vómito, da origen á acedias de estómago , purga,
etc. El Sr. Magendie liase convencido de. que,
tomado como solo alimento, hace perecer los per-
ros al cabo de treinta y seis dias , lo que prueba
sin embargo que nutre, puesto que estos animales
mueren después de diez á doce días de no haber
tomado alimentos. Dícese que bebido en abun-
dancia, inmediatamente antes de una comida , im-
pide la borrachera. — Los aceites fijos son en gene-
ral cuerpos dulcificantes, humectantes, laxantes,
emolientes, etc. Hase hecho mucho uso de ellos
en medicina, pero al presente no está tan exten-
dido, y casi limitado a dos ó tres especies, los de
almendras dulces, de aceitunas y de ricino. Entran
en muchísimos medicamentos internos y externos,
destinados para varias enfermedades. Son sobre
todo útiles en los envenenamientos alcalinos, con-
tra la mordedura de las serpientes ponzoñosas, y á
AGE
veces so dan para facilitar el desliz de los cuerpos
voluminosos tragados , como hueso , moneda , ali-
mentos, etc. Los antiguos, y en particular los at-
letas , se frotaban todo el cuerpo con aceite para
remediar auna excesiva traspiración, y por con-
siguiente adquirir mas fuerza muscular , puesto
q\ie había entonces menos pérdida , y así sentir
menos las variaciones atmosféricas. Los salvajes
se frotan también el cuerpo con aceite ó grasa,
quizás con las mismas intenciones, pero en parti-
cular para preservarse de los músticos. Hase pre-
conizado en fricciones generales para preservar-
se de los contagios, sobretodo de la peste, pero
este medio parece no ha tenido la eficacia que al-
gunas personas esperaban. A lo menos parece cier-
to que los aceites fijos impiden la absorción de los
m iasmas de los virus, y que pueden ser empleados
bajo este concepto: así hase aconsejado impregnar
de aceite las partes susceptibles de contraer cua-
lesquiera infecciones, como la sífilis, etc. El Sr.
Delpech ha empleado el aceite en untura contra la
sarna, con mejor resultado que con ningún otro
medio , pero es necesario que se le ponga en con-
tacto con el interior de cada pústula : para esto es
menester frotar previamente los sarnosos, puestos
en un baño , con jabón negro encerrado en un lien-
zo grosero; después de esto se hacen las unturas
aceitosas, inmediatamente cuando los granos es-
tán naturalmente reventados. Por último, para ter-
minar la relación de los multiplicados usos que en
medicina tienen hoy losaceites, y que seria ageno
de nuestro plan enumerar, diremos que suavizan
la piel, la ponen mas lisa, etc., lo que hace em-
plearlos en el tocador, en la perfumería, etc. Se
les cree propios para hacer crecer los cabellos,
frotando sus bulbos, y de ahí tantas recetas pre-
conizadas por el charlatanismo , aunque esté fue-
ra de duda que ellos, así como las grasas, los con-
servan.
Aceite volátil. Los aceites volátiles son prin-
cipios muy expansibles, á veces concretos, por lo
común líquidos, mas ligeros que el agua, raras
veces mas pesados que este Huido ; de un olor
siempre vivo , penetrante, mas ó menos agrada-
ble; de un sabor acre, quemante, y á veces
cáustico ; y por fin todos inflamables con solo
acercárseles un cuerpo en combustión.
Antiguamente se daba á estos productos el nom-
bre de Esencias, que después se ha sustituido pol-
los de A ccites volátiles ó esenciales. Del mismo mo-
do que las resinas , que con frecuencia les acom-
pañan, estos aceites residen comunmente en las
partes externas de las plantas, mientras que los
aceites fijos abundan en las partes mas internas.
Así los pericarpios de los frutos, los tegumentos
florales , las hojas y las cortezas, sea de los tallos,
sea de las raices, están atravesados por vasos pro-
pios ó salpicados de glándulas que contienen á la
vez sustancias resinosas y aceites volátiles, pero
que encierran raras veces ó en muy corta pro-
porción aceites crasos ; solo hay las drupas de
ciertos frutos , tales como las del olivo y del cor-
nejo sanguíneo, que verdaderamente sean acei-
tosas como lo son un gran número de cotile-
ACE 27
dones , singularmente en las semilla» llamadas
oleaginosas.
Los vasos propios de las plantas aromáticas que
contienen aceites volátiles son á veces odrecillos
visibles á la simple vista, y diseminados en la su-
perficie de los órganos de los vegetales , do suerte
que basta comprimir éstos para hacer salir el acei-
te esencial : las cortezas ó luquetes de los limo-
nes y de las naranjas se hallan en este caso. Pe-
ro lo mas común las partes aromáticas de las plan-
tas están acribilladas de glándulas extremamente
finas, á veces interpoladas con vasos que encier-
ran diversos líquidos, y que por expresión, darían
productos complexos.
En general los aceites volátiles se extraen por
la destilación por medio del agua (pura ó hecha
densa por la adición de sales ó de ácidos ) que
los arrastra sin disolverlos, y á la que sobrenadan
en seguida, ó en el fondo de la cual se precipitan.
Algunos, como el de limón, de naranja, etc. se
extraen por medios mecánicos; otros muy fuga--
ees, como los de las flores délas liliáceas, ño pue-
den extraerse sino por el intermedio de un aceite
fijo.
El olor que difunde una planta no es el mismo
que el de su aceite volátil , ni proporcionado á la
cantidad de aceite que contiene. Esta proporción
varia además según las especies, y, para cada una
de ellas, según el clima, la constitución del año.
el desarrollo de la planta, su estado de frescura ó
de desecación al momento de la operación , y por
último el proceder puesto en uso para su obtención.
En general , el calor y la sequedad son favorales
á la producción de los aceites esenciales.
Todos los aceites esenciales son acres y cáusti
eos, olorosos, y no tienen viscosidad; casi todos
son mas ligeros que el agua; la mayor parte son
de color amarillo , muchos verdes ; otros azules,
pero parece cierto que deben estos colores á
cuerpos extraños que pueden ser eliminados. Aun-
que exhalen un olor fuerte, no entran en ebullición
sino á una temperatura mas elevada que el agua
(cercado 150°). Cuando se echa cierta cantidad
de ellos en un vaso plano y se le acerca un cuerpo
en combustión , se inflaman prontamente y despi-
den un humo negro y espeso , producido por una
gran parte de su carbono precipitado en el aire.
Expuestos al aire atmosférico , se apoderan po-
co á poco de una gran cantidad de gas oxígeno,
algunos adquieren mas consistencia, hasta el
punto que pueden solidificarse y Irasformarse en
sustancias análogas á las resinas. Según el señor
Saussure, 1 .° el aceite concreto de anis, puesto bajo
una campana en contacto con el oxígeno, absor-
vió \ 56 veces su volumen de este gas en dos años, y
la absorción tenia lugar cuando la temperatura era
suficientemente elevada para tener el aceite líqui-
do; 2.° un volumen de aceite de espliego rec-
tificado, en las mismas circunstancias, hizo de-
saparecer \ 1 1 volúmenes de gas en cuatro me-
ses, y <19 volúmenes en tres años; 3.° un volu-
men "de aceite de limón rectificado con cuida-
do hizo desaparecer 1 44 volúmenes al cabo de
tres años y medio; 4.° un volumen de esencia de
28 ACE
trementina rectificada produjo en 45 meses una
absorción de 128 volúmenes de gas. Por semejante
reacción , el aceite de anis , del corto número de
los que son mas pesados que el agua, adquiere
mayor solubilidad en el alcohol, y pierde la pro-
piedad de concretarse por el frió. Las tres prime-
ras esencias precitadas habian tomado color, con-
servando su trasparencia y su fluidez.
Todos los aceites esenciales se disuelven en cor-
ta cantidad en el agua, y en grande proporción en
el alcohol, y su solubilidad en este liquido es tanto
mayor en cuanto el aceite contiene mas oxígeno y
el alcohol es mas concentrado. Cargado de aceite
esencial, el alcohol toma el nombre de Espíritu
aromático. Las aguas aromáticas y los espíritus se
designan con el nombre de la planta cuyos pro-
ductos han servido para prepararlos ; así se llama
agua de espliego, espíritu de espliego al agua y
al alcohol que tienen en disolución aceite esen-
cial dé espliego. Las disoluciones alcohólicas de
aceites esenciales son descompuestas por el agua,
3ue se apodera del alcohol y precipita el aceite,
e suerte que el líquido toma un aspecto opalino
ó lechoso. El éter disuelve en grande proporción
á los aceites volátiles.
Las esencias contienen con frecuencia dos acei-
tes , el uno líquido , el otro sólido á la temperatura
ordinaria, el Sr. Berzélius designa al primero bajo
el nombre genérico de oleópteno, y al segundo con
el de éstearópteno. Muchos de estos aceites son
isoméricos , es decir tienen la misma composición
química elementar con propiedades físicas dife-
rentes ; citaremos como ejemplos las esencias de
trementina y de limón, aunque otras probablemente
hay que se hallan en el mismo caso. Según el se-
ñor Cuerbes , los aceites esenciales contendrían
una muy corta cantidad de un ácido craso al que
deberían su olor y su sabor , si bien se podría
privarles de él por los álcalis cáusticos.
Cada especie de aceite volátil goza de propie-
dades físicas particulares , mas ó menos carac-
terísticas. Algunos no obstante se parecen por
muchas de sus propiedades: asilos aceites de rosa
y de trementina son blancos; los de flor de na-
ranjo, de canela, de clavo, de casia lignea , de
eneldo, de alcaravea, recientemente obtenidos,
son incoloros , pero se ponen amarillos y morenos
en seguida; los de anis, de peregil, de salvia,
de agenjo mayor, de cubebas, son de un verde
mas o menos intenso; el de manzanilla es á veces
azul, á veces verde; el de ciento en rama de
un verde azulado; eldegálbano, primero azul, se
pone después rojo ; el mayor número , en fin , los
de enebro, de espliego , de menta piperita , de po-
leo, de almoraduj, de romero, de hisopo, de co-
mino, de sasafrás, son de un amarillo mas ó me-
nos subido , etc.
También varían respecto á la consistencia, sin
duda en razón de las proporciones diversas de sus
dos principios constituyentes : los unos en efecto
son concretos á algunos grados sobre cero, como
los de rosa, de nuez moscada, de cariofilada, de
énula, de peregil, y muchos de semillas de las
umbelíferas que pierden, envejeciendo , esta pro-
ACE
piedad ; mientras que los demás son todos mas ó
menos fluidos.
Su peso en fin es también muy diverso: los hay,
pero en corto número, y lodos exóticos , que son
mas pesados que el agua, tales como los de sa-
safrás, de nuez moscada, de clavos de especia,
de corteza de casia lignea, de sándalo cetrino, y
de palo de Rodas. La mayor parte al contrario son
mas ligeros y sobrenadan á este fluido : todos los
acetes indígenos y muchos de los aceites exóticos
son de este número.
El tiempo , el contacto del aire y la influencia
de la luz y del calor alteran los aceites volátiles;
ellos se inspisan , se ponen ácidos , toman un olor
trementináceo , algunas veces posan cristales,
cambian de color, etc. El Sr. Yogel ha manifes-
tado que los aceites de menta piperita y de sabina
expuestos al sol , se ponen blancos con mucha
prontitud , que el de trementina , al contrario, se
pone amarillo , que el aceite de manzanilla pasa
del azul al amarillo , etc. Por lo tanto, conviene
conservar los aceites esenciales en frascos cer-
rados al esmeril , completamente llenos , coloca-
dos en lugares frescos y oscuros, y sobre todo
renovarlos á menudo. Hase aconsejado, para vol-
verles h claridad y el olor que la vejez les hace
perder , volverlos a destilar con agua sobre plan-
tas de la misma especie ; pero se ignora si ad-
quiriendo otra vez sus caracteres físicos, reco-
bran ellos también todas sus propiedades quí-
micas y medicinales. Geoffroy refiere haber con-
servado durante ocho años, sin alteración, aceite
votátil de limón, que había preparado, por medio
del alcohol.
Los aceites volátiles en general están sujetos á
ser mezclados ó falsificados con sustancias capa-
ces de unirse con ellos. Es muy importante poder
descubrir estos fraudes con frecuencia muy per-
juiciales. He aquí ciertos indicios que pueden ha-
cerles reconocer.
Falsificación por los aceites fijos. Los aceites
volátiles que contienen un aceite fijo son tanto
menos fluidos en cuanto es mayor la proporción
de éste ; agitados fuertemente en un frasco medio
lleno, se forman burbujas de aire que se reúnen
en la superficie del líquido en donde se mantie-
nen mas ó menos tiempo. Algunas gotas de estos
aceites sobre una hoja de papel ocasionan otras
1 tantas manchas permanentes ; mientras que cuan-
do el aceite volátil es puro , se disipa sin dejar en
él ningún vestigio , verdad es que los aceites que
contienen, naturalmente ó por vejez, un poco de
materia resinosa producen un efecto análogo.
El alcohol ofrece un buen medio de reconocer
estas mezclas : se echa en un tubo graduado un
volumen cualquiera de aceite volátil, se le aña-
den seis á diez volúmenes de alcohol, y se agita.
El alcohol disuelve el aceite volátil y deja intacto
el aceite fijo , á menos que éste no sea aceite de
ricino; pero la consistencia y la viscosidad que
este aceite comunica á los aceites volátiles no ha-
ce este fraude probable , por que se presentiría
por este carácter exterior; en nn , se reconocerá
la mezcla de los aceites crasos y de toda otra sus-
ACE
tanciafija soluble en las esencias, tales como
las resinas, los «ácidos crasos, etc., destilando en
agua un volumen conocido de la esencia sospe-
chosa y reiterando la adición de agua hasta que
el vapor no arrastre mas aceite volátil.
Falsificación por el alcohol. El alcohol es tam-
bién empleado para dilatar los aceites volátiles.
No presenta , como los aceites fijos , el inconve-
niente de comunicarles viscosidad; al contrario,
los hace mas fluidos y no los colora. Pero se pue-
de reconocer mas fácilmente esta mezcla por me-
dio del agua cuya afinidad por el alcohol arrastra
la separación de éste; se encierran en una pro-
beta graduada , volúmenes sabidos de agua y de
la esencia que se ha de ensayar , se agitan mu-
chas veces ambos líquidos , ydespues de un ins-
tante de reposo , si el aceite" volátil contenia al-
cohol , se observa que el volumen del agua ha
aumentado y que el del aceite ha disminuido;
cuando el aceite es puro los dos líquidos ocupan
el mismo volumen que tenían primero, salvo la
corta cantidad disuelta por el agua y algunos ves-
tigios adherentes á las paredes.
El Sr. Beral , farmacéutico-químico , ha publi-
cado en el Journal de Chimie me'dicale, en iStl,
otro proceder para determinar ciertas proporcio-
nes de alcohol en los aceites volátiles : se pondrá
en una corta cantidad del aceite volátil un pedazo
de potasio , grueso como la cabeza de un alfiler;
si el aceite contiene 25 centesimos de alcohol , á
36 ó 40°, el potasio toma^ luego de establecido el
contacto, una forma esférica, se pone brillante
como un glóbulo de mercurio , después se oxida
y desaparece en menos de dos minutos ; estos fe-
nómenos van acompañados de un ligero ruido. Por
este medio sepuede reconocer, dice el autor, ocho
y aun cinco por ciento de alcohol en un aceite
volátil ; solo el potasio desaparece con tanta mas
lentitud y el ruido es tanto menos sensible en
cuanto la proporción de alcohol es menos conside-
rable. Los aceites volátiles ensayados por el señor
Beralpor medio de este proceder son los de alcara-
vea, de poleo, de yerbabuena, de manzanilla, de va-
leriana, de laurelcerezo, de hisopo, de limón, de
bergamota, de sal\ ia, de enebro, de rosas y de ro-
mero. La esencia de trementina queda exceptuada,
porque se conduce con el potasio como si con-
tu\ iese una corta cantidad de alcohol : por lo
que no podria ensayársela asi; pero esto no pre-
senta importancia , "porque es uno de los aceites
volátiles cuyo precio es menos elevado y que ha-
bría menos interés en falsificarlo por el alcohol.
Falsificación por los aceites volátiles los menos
caros (los de trementina, de romero, de esplie-
go, etc. ). Este fraude es muy difícil de descubrir
y casi no puede ser reconocido sino comparando
el aceite falsificado con un aceite puro extraído
de la misma planta y conservado como mues-
tra. Se obtienen sin "embargo algunos indicios
embebiendo un papel sin cola con estas especies
de mezclas ; por lo común la esencia de mas fina
aroma se disipa la primera , mientras que la que
es mas común y mas persistente queda sola, o á
lo menos en tales proporciones que su olor fuerte
ACE 29
y desagradable domina y descubre su presen-
cia.
Los usos de los aceites volátiles en las artes,
tales como el de la pintura, el alumbrado, etc.;
sus aplicaciones en la preparación de ciertas pie-
zas anatómicas, la conservación de ciertos pro-
ductos farmacéuticos, su uso terapéutico en fin,
dan á estas sustancias una grandísima importan-
cia comercial. En medicina, las indicaciones de
su uso son las de difusibles en general; y de ahí,
según los efectos que en ellos se han observa-
do , hánseles acordado las virtudes de cordiales,
estomáticos, carminativos, vermífugos, diuréti-
ticos, sudoríficos, emenagogos, administrados
por gotas, puesto que á grandes dóses pueden
obrar como irritantes , y causar accidentes gra-
ves. Al exterior , aplicados puros , todos son mas
ó menos irritantes , muchos obran pronto como
rubefucientes, algunos determinan fácilmente la
vejigacion , otros son cáusticos y sirven á veces
como tales en el arte del dentista; en menos dosis,
en linimentos, son excitantes, resolutivos, fortifi-
cantes, etc. Por último, variados sonlos usos á que
los destina el farmacéutico y el perfumador.
Las esencias finas se expiden en frascos de vi-
drio ó de asperón, herméticamente cerrados, sea
por medio de tapones esmerilados de vidrio ó de
asperón, sea con tapones de corcho de primera
calidad , unos y otros sujetos sólidamente por hi-
los de cáñamo o alambre cruzados, ó de capsulas
de estaño ó soldadura clavada.
Terminadas las generalidades del Aceite ? para
no truncar el orden alfabético en la descripción
de los principales aceites en particular ? creemos
oportuno continuar aquí, para ilustración délos
lectores, las siguientes definiciones:
Aceite animal. Aceite obtenido por la descom-
posición de los principios inmediatos de los ani-
males sometidos á la acción del calor. Este acei-
te es1 fétido, y contiene siempre cierta cantidad de
sub-carbona'to de amoníaco. (V. Aceite empireu-
ma tico.) K veces hase dado el nombre de aceite
animal á la grasa contenida en las vesículas adi-
posas , y en efecto la composición de esta grasa
no difiere de la de los aceites crasos, como los
aceites de pescado, de hígado de bacalao, etc.
En farmacia también se ha dado este nombre á
los aceites vegetales en los cuales se han hecho
hervir ó infundir animales, como los aceites de
cachorros, de escorpiones, de tortuga, etc.
Aceite blanco. Hanse llamado A ceites blancos
á los de las cruciferas , sometidos á la depura-
ción por el ácido sulfúrico ó el carbón animal, lo
que les pone blancos, ligeros, mas claros, etc.
Sirven para el alumbrado , tales son el de colsa,
de nabina , etc.
Aceite concreto. Llámanse así sustancias gra-
sas y sólidas , verdaderas mantecas vegetales. (V.
esta palabra) .
Aceite dulce. Sinónimo de aceite fijo , en razón
de su sabor en general casi nulo. — Hase dado el
nombre de Aceite dulce de vino á un líquido ama-
rillento , compuesto de aceite craso , ácido sul-
furoso y éter, que se produce en la fabricación
30 ACE
del éter sulfúrico , cuando ya no ee forma mas de
éste. De consiguiente se obtiene este aceite ha-
ciendo calentar, en vasos cerrados, partes igua-
les de alcohol y de ácido sulfúrico concentrado.
El aceite dulce de vino era empleado antigua-
mente para preparar el licor mineral anodino de
Hoffman. Hoy día no se usa.
Aceite empiuelmático. Dase este nombre á
aceites que tienen olor de empireuma. Obtiénense
tratando las materias animales ó vegetales por el
fuego en vasos cerrados. No existen en los cuer-
pos orgánicos, pero se forman mientras son des-
compuestos por el fuego. — El Aceite animal de
Dippel es un aceite empireumático, esto es el re-
sultado de la destilación á fuego desnudo de las
materias animales, y en particular del asta de cier-
vo concuasada; se purifica á un calor suave, y de
modo que no se reciban sino los productos mas
puros y mas claros; se conserva al abrigo del
contacto del aire, en vasos bien cerrados. Es es-
timulante y anti-espasmódico , administrado á la
dosis de algunas gotas.
Aceite medicinal. Hase dado este nombre á
aceites preparados haciendo macerar , infundir ó
hervir sustancias medicamentosas en el aceite de
olivas, en cualquier otro aceite fijo, ó aun volátil;
tales son los aceites de manzanilla, de beleño, el
aceite alcanforado, el aceite de anis azufrado, etc.
Aceite mineral. Nombre dado impropiamente
á ciertos líquidos minerales de apariencia oleosa,
como aceite de vitriolo al ácido sulfúrico, etc.
Aceite secante. Nombre dado á los aceites fi-
jos que se secan al aire conservando su traspa-
rencia ; haciéndolos hervir con litargirio , seles
aumenta todavía esta propiedad. Estos aceites sir-
ven en la pintura, y para preparar bugías, sondas,
etc., que se hacen pasar como si fuesen de goma
elástica. El aceite de linaza es el mas empleado
de todos los que son secantes.
Aceite vegetal. Es el aceite propiamente di-
cho. [V, Aceite.) .;
Aceite de aceitunas. Aceite fijo extraí-
do del fruto del olivo ó aceituna. Distínguense de
él tres variedades : 1 .° aceite virgen , apenas co-
lorado en amarillo, de sabor y olor poco señala-
dos y agradables , y que se obtiene exprimiendo
en frío las aceitunas maduras y no fermentadas;
2.° aceite común, que es amarillo y se enrancia
fácilmente , y que se prepara desleyendo en el
agua hirviendo la pulpa de las aceitunas , después
de haberlas ya separado el aceite virgen por ex-
presión, y el aceite que sobrenada en la superfi-
cie del agua; 3.° aceite fermentado, turbio, de
un amarillo verdoso , de olor y sabor mas fuertes
y menos agradables que los de los precedentes, y
que se obtiene amontonando las aceitunas para
hacerlas fermentar , y sometiéndolas á la acción
de la prensa.
En el comercio se conocen el aceite superfino ,
que es el virgen exlraido en frió , y el aceite fino,
que es el virgen extraído con intermedio del agua
hirviendo : ambos son destinados para la mesa,
pero este último está mas expuesto á enranciarse
que el primero. El aceite común se emplea en la
ACE
fabricación de jabones; el aceite fermentado, muy
difícil de purificar , sirve especialmente para las
jabonerías y el alumbrado.
En los países en que escasea el aceite de acei-
tunas se le halla muy á menudo falsificado con
aceites de mas bajo precio. Entre éstos el mas
comunmente empleado es el aceite de adormidera
ó de clavel ; asi es que lodos los ensayos hechos
para combatir las falsificaciones del aceite de
aceitunas exclusivamente han sido dirigidos so-
bre el aceite de adormidera.
Los medios sencillos que emplea con frecuen-
cia el comercio para asegurarse si hay motivo
para sospechar este fraude , son primero la cata-
dura , después la agitación del aceite en una bo-
tella. El aceite de aceitunas y el aceite de ador-
midera tienen en efecto gustos diferentes, y un
paladar delicado puede reconocer la mezcla cuan-
do el aceite de adormidera ha sido añadido en
proporción notable. La agitación del aceite do
aceitunas puro no da espuma : no es lo mismo del
aceite de adormidera, que produce un rosario ó
sombrerillo de burbujas persistentes , de suerte
que la adición del aceite de adormidera al aceito
cíe aceitunas le da la propiedad de hacer espuma,
tanto mas en cuanto la proporción del aceite de
adormidera añadida es mayor.
Puede también hacerse el ensayo por medio de
la congelación. Este ensayo está fundado en la pro-
piedad que tiene el aceite de aceitunas de solidi-
ficarse a 2o bajo cero , mientras que el aceite de
adormidera no se solidifica hasta 1 5o bajo cero.
Se concibe pues que una mezcla del uno y del otro
aceites , expuesta á la nevera ó á una mezcla
frigorífica capaz de producir una temperatura que
no pase de 1 5o bajo cero , adquirirá una consis-
tencia diferente de la que lomará el aceite de acei-
tunas puro en las mismas condiciones , y que será
tanto mayor en cuanto el aceite de adormidera
predominará mas en la mezcla. — Puede hacerse
fácilmente este ensavo en tubos de vidrio de 3 á
í pulgadas de longitud sobre 3 á 5 lincas de
diámetro, y cerrados de un extremo. Se meten
los aceites que se han de ensayar en estos tubos
añadiendo , como término de comparación , una
muestra de aceite de aceitunas puro tomado en
una muestra tipo. Estos tubos son sumergidos en
una mezcla frigorífica formada de partes iguales
de hielo machacado y de sal común. El pequeño
volumen de las muestras hace la solidificación
mas rápida, y examinando su consistencia en el
mismo momento , se juzga del fraude, y aproxi-
mativamente también de su grado.
El Sr. Poulet, de Marsella, ha indicado otro mé-
todo , fundado en la propiedad que posee el ni-
trato ácido de mercurio de solidificar el aceite de
aceitunas y de dejar casi enteramente líquidos los
aceites de semillas*. Hácense disolver en frió 6
partes de azogue en 7y, partes de ácido nítrico,
á 38° del areómetro de Baumé; se mezcla esta di-
solución con el aceite que se ha de ensayar en la
proporción de 1 8 granos de nitrato por 236 granos
de aceite , agitando la mezcla de vez en cuando;
si el aceite de aceitunas es puro , se fija al cabo
ACE
de algunas horas en una masa amarillenta ,-cn-
bierta de una costra blanca y que no tarda en so-
lidificarse; si al contrario contiene una cantidad
mínima, y10 por ejemplo, de aceite de adormide-
ra , la mezcla se fija todavía pero adquiere una
('(insistencia mucho menor. En fin, sihayVjode
aceite de adormidera, la mezcla solo lómala con-
sistencia do una grasa blanda. — Esta prueba, por
la disolución mercurial , presenta mucho menos
certeza desde que clSr.FelixBoudetha demostra-
do que otros aceites podian coagularse por esta
disolución, y sobre todo por el ácido hiponítrico
que contiene. La acción del ácido hiponítrico so-
bre los aceites , su solidificación en tiempos dife-
rentes, como lo ha demostrado el Sr. Félix Bou-
det, suministra, según él, un medio mas preciso
de determinar la pureza del aceite de aceitunas.
El diagómctro de Rousseau , que se habia in-
dicado como un instrumento propio para justificar
la' pureza del aceite de aceitunas , no puede hacer
este servicio. En efecto, este instrumento , que
puede dar relaciones de conductibilidad de los
cuerpos para el fluido eléctrico , da las mismas
indicaciones para el aceite de aceitunas v para
los aceites de semillas, cuando ellos han llegado
á un grado de depuración igual por el reposo. Las
indicaciones diferenlesque habiaprimero suminis-
trado el diagómetro para los aceites de aceitunas
y los aceites de semillas, procedían de que los
aceites de aceitunas estaban mejor despojados del
agua que los demás.
El examen de las densidades de los aceites ha
suministrado un medio bastante fácil de probar
los fraudes. El aceite de aceitunas á 1 5o de tem-
peratura tiene un peso específico igual á 0,920.
El aceite de adormidera de buen gusto pesa 0,930
Concíbese así que , tomando la densidad de un
aceite , aun con un areómetro , se podría inme-
diatamente asegurar el fraude , siendo á lo me-
nos este fraude hecho con el aceite de adormi-
dera.
Sujetando el aceite de aceitunas al tratamiento
por el ácido sulfúrico que se aplica á los aceites
de semillas, presenta ciertos caracteres particu-
lares ijue permiten también distinguirlo, y que por
esta razón debemos indicar. El aceite de olivas
agitado con 2 p°/0 de su peso de ácido sulfúrico
concentrado toma un tinte verde, débil , que pasa
inmediatamente á moreno. Esta reacción se dis-
tingue por el matiz de aquel á que se da origen por
el mismo agente en los demás aceites. La adición
del agua á la mezcla produce un liquido cuyo ma-
tiz es de un blanco de leche brillante, lo que dis-
tingue todavía el aceite de aceitunas de los demás
aceites, cuyos matices lechosos son mas ó menos
colorados , mas ó menos sucios.
Lipowitz ha aconsejado aprovechar la propie-
dad que tiene el cloruro de cal agitado con el acei-
te de aceitunas de hacerle separar en dos capas
bien distintas, una superior de aceite puro des-
colorado , y otra inferior que contiene todo el clo-
ruro con un poco de aceite, para reconocer su
falsificación con el aceite de adormidera , que no
goza de dicha propiedad.
ACE SI
En Francia, en el dia es casi imposible procu-
rarse aceite aun el mas común que no este falsi-
ficado ó á lo menos mezclado; a veces los trafi-
cantes al objeto de hacer mas difíciles los medios
de descubrir el fraude hacen mezclas que contie-
nen hasta ocho especies diferentes de aceites. Ha
llegado á tal extremo la codicia que hasta se ha
falsificado con miel, fraude fácil de descubrir,
tratando el aceite con agua caliente, decantándo-
lo , y evaporando el agua, que entonces queda el
residuo que en el sabor y consistencia se recono-
ce la miel. Igualmente se le mezcla aveces mate-
ria grasa medio sólida para darle el aspecto del
aceite superior que se congela fácilmente.
Estas adulteraciones y la mala calidad del acei-
te en ciertos países suponen medios para purifi-
carlos y mejorarlos. Estos medios se reducen á
tratarlos con el ácido sulfúrico, con el carbón
animal , la marga arcillosa seca , la arcilla blan-
ca, el mármol , el alabastro , etc., medios poco
empleados en España, en donde no es muy co-
mún hallarse sofisticado el aceite de aceitunas,
y en donde lo poseemos muy superior y en abun-
dancia en las provincias meridionales; sabidas
son las inmensas cantidades de aceite que se ex-
traen de Cataluña, Andalucía, Aragón, Mallor-
ca, y algunas otras provincias. En Andalucía la
cosecha de aceite es abundante, pero la calidad
de éste es inferior; en Aragón y Mallorca las co-
sechas son regulares , y las calidades de aceite
buenas ; en Cataluña, el Ampurdan produce co-
secha poco abundante , pero aceite regular, —
Tortosa y el Vrgel ofrecen cosechas abundantes,
y aceites excelentes, — el Campo de Tarragona
no presenta grandes cosechas, pero el aceite es
de buena calidad , — por último, de la comarca de
Olesa de Manresa se obtiene una abundante cose-
cha de aceite superior muy fino y estimado. Los
puntos de exportación del aceite para las colo-
nias de Ultramar son Barcelona, Málaga y Sevi-
lla , y los puntos desde donde se remite á Galicia
y á la costa'dc Cantabria son Málaga y SeviHa.
La Francia recibe nuestros aceites por vía de
Marsella, que es la ciudad de aquella nación en
donde reside el centro del comercio del aceite de
aceitunas.
Además sabido es que en todo el litoral del Me-
diterráneo, desde Niza hasta la Sicilia se cultiva
el olivo, y se hace un gran comercio de aceite;
este litoral ¡abraza el Piamonte, los estados de Luca,
Monaco , los estados Romanos, el reino de Ñapó-
les y la Sicilia. El olivo existe también en abun-
dancia en todas las costas de Berbería, en el
continente de África, de Túnez á Tánger, y en
las costas de España, desde Barcelona á Gibral-
tar. Cultívase igualmente en muchas partes de
litoral nordeste del mar Adriático, en las islas
Ionias, en Grecia, en Egipto, en Turquía, etc.
El aceite que forma el objeto de este cultivo ofre-
cen un comercio inmenso.
La cosecha del aceite empieza por lo regular
hacia mediados de noviembre , época en que se
abren las almazaras , ó molinos de aceite, y con-
tinua hasta enero ; en ciertos paises tiene lugar
32 ACE
antes de los meses de enero, febrero y marzo.
Cuanto mas tarde se hace la cosecha, mejor sale
el aceite; con todo pueden formalizarse ventas
desde setiembre y octubre para el de la nueva
cosecha.
El aceite de aceitunas, que es susceptible de
experimentar una verdadera cristalización , está
compuesto de 28 partes de estearina y de 72 de
oleína difícil de separar; se enrancia muy fácil-
mente si se deja en un lugar caliente , en vasos
demasiado anchos ; es menester guardarlo en la
bodega, en donde por lo regular está siempre
cuajado cuando es puro, en vasos bien tapados,
y entonces se conserva bueno por espacio de dos
o tres años.
Un medio para impedir al aceite de enranciar-
se es poner en un vaso mitad aceite y mitad agua
caliente, á un grado que la mano pueda resistir
el calor, agitar fuertemente, dejar reposar por
espacio de veinte y cuatro horas y retirar el agua
por medio de un sifón. El mucílago y las partes
extractivas salen después de haber sido disueltas
en el agua y el aceite queda puro. Chaptal conser-
vó por este proceder, durante muchos años, en va-
sijas descubiertas y sin alteración aceite de ba-
gazo de oliva.
En muchos almacenes se conserva el aceite
en vasos de plomo ó cobre : el plomo le vuelve
claro y le quita su olor desagradable , pero ad-
quiere propiedades venenosas; el cobre le co-
munica un color verdoso , un sabor nauseabun-
do y en consecuencia propiedades vomitivas,
todo lo que puede hacer un espita ó llave de co-
bre que se oxida al contacto del aire. Para evitar
todo peligro seria conveniente que la autoridad
dispusiese que los mercaderes se sirviesen de
vasos de madera y no de utensilios de metal.
El mejor aceite de aceitunas conserva algo de
su parte colorante verde, es claro, debe conge-
larse al menor frió y tener un olor y sabor agra-
dables. Digiérese mas fácilmente que todos los
demás , se enrancia con mucha menos prontitud,
se une mas fácilmente con las sustancias alimen-
ticias y forma con el vinagre con el cual se aso-
cia en los condimentos una mezcla mucho mas
igual.
El uso del aceite de aceitunas data de la mas
remota antigüdad : primero fué empleado en las
ceremonias religiosas , y hoy dia sjrve aun para
consagrar los soberanos y los ministros de la reli-
gión católica. Los antiguos lo empleaban igual-
mente en las ceremonias fúnebres ; ellos lo espar-
cían sobre la pira ; los compañeros de Aqmles,
derramaron aceite sobre el cuerpo de Patroclo;
ellos concedieron el mismo honor á Héctor antes
de entregarle á Priamo. Con él se frotaban todo el
cuerpo al salir del baño para conservar la flexi-
bilidad de los músculos y para disminuir la tras-
piración excitada por este medio higiénico ; los
atletas se untaban con él el cuerpo para adquirir
mas agilidad. Demócrito, preguntado sóbrelos
medios de vivir largo tiempo en salud, respo-
ndió : Si interna viscera melle, externa vero oleo
irrigaveris. La misma respuesta fué hecha al
ACE
emperador César por Pollion : intus mulso , {o-
ris oleo.
Del aceite de aceitunas se hace un sin número
de usos económicos , en la fabricación del jabón,
el alumbrado, las fábricas de paños, para untar los
metales, etc., es muy propio para la pintura. Según
el Sr. Pommier, agitado con el vino y filtrado,
este aceite le quita su gusto de barril. Como este
aceite se conserva mas largo tiempo que los de-
más sin ponerse viscoso, los relojeros lo emplean
después de haberlo purificado del modo siguiente:
se mete una lámina de plomo en una botella de
aeeite que se cierra y se expone al aire , de modo
que pueda recibir los rayos del sol; el aceite se
cubre poco á poco de una masa caseíforme que
se posa en el fondo, mientras que él pierde su
color y se pone limpio. El aceite tirado sobre un
líquido , une su superficie , lo que lo ha hecho
proponer para calmar las oleadas del mar al re-
dedor de un buque en una tempestad. Este aceite
puede reemplazar las grasas en una multitud de
casos; sirve también para confeccionar los un-
güentos, los emplastos , los Unimentos, los cera-
tos , los loocs , etc. , etc.
Los usos medicinales del aceite de aceitunas son
numerosos, pero absolutamente semejantes á los
de los aceites en general, que hemos indicado. De
consiguiente aquí señalaremos no mas que ciertos
usos particulares que de él se han hecho. El Sr.
Odier de Ginebra dice que es muy bueno contra las
convulsiones de los niños, aplicado muchas veces
al dia como tópico , y también lo preconiza contra
la quemadura. Hase indicado como antielmíntico,
y útil contra la tenia. Ha sido recomendado co-
mo propio para impedir que dañase el veneno de
las víboras , bebiendo un vaso de aceite el sujeto
mordido, y sumergiendo la parte herida en aceito
y friccionándola con el mismo líquido. Sabido es
que en los envenenamientos vegetales se hace tra-
gar aceite en abundancia. El Sr. Yater lo dado
contra la mordedura de los perros rabiosos. El
reverendo padre Constans trataba la fiebre ama-
rilla de Barcelona, 1821 , haciendo beber abun-
dantemente aceite de aceitunas en agua caliente
á sus religiosos , á quienes administraba lava-
tivas saladas , y se da como cierto que solo per-
dió dos enfermos sobre 41 que contenia su con-
vento. El Sr. Druge, médico en Viena, da con
feliz éxito una mezcla de aceite y de carbón en el
envenenamiento por las setas. Al exteriort ambien
han sido aconsejadas las fricciones de aceite de
aceitunas en muchos casos : el conde deBerchtold
las ha preconizado como preservativas de la pes-
te en Egipto , y este medio profilático, que remon-
ta, según Yillalba, al año 218 antes de J.-C, es
de un uso frecuente en el Oriente ; los antiguos las
usaban contra las hidropesías; Delpech la usa
contra la sarna; etc. , etc.
El aceite de aceitunas por lo respectivo á sus
propiedades como condimento , no conviene á to-
dos los estómagos, y sobre esto debe consultarse
la experiencia. Empleado en muy grande canti-
dad, cuando sobre todo no se está habituado á su
uso, sobrecarga el estómago, lo debilita, puede
ACE
ocasionar la indigestión , disponer á las enferme-
dades biliosas , etc.
Finalmente , con este aceite compuso Moisés el
Aceite de unción ó de legitimidad para ungir y
consagrar el rey, el soberano sacrilicador , y to-
dos los vasos sagrados. Preparábase (Éxodo, cap.
30 ) con el aceite de aceitunas , la mirra, el ci-
namomo , y el cálamo aromático ; era guardado
preciosamente de generación en generación en
el lugar muy santo. Todos los reyes no eran un-
gidos ; solo disfrutaba de este honor el primero de
la familia, para si y para los sucesores de su es-
tirpe. No era menester otra unción á menos que se
presentase alguna dificultad referente á la suce-
sión, en cuyo caso aquel que lacogia, aunque
fuese de la "misma familia, recibia el Aceite de
unción; después de esta ceremonia nadie tenia
derecho de disputarle su título.
Aceite de adormidera. Las semillas
de la Adormidera somnífera ( Papaver somnife-
rtm, L.) dan por presión un aceite fijo, dulce,
bueno para comer , y que en nada participa de las
propiedades narcóticas de la cápsula. Este aceite,
que se conoce en el comercio bajo el nombre de
Aceite de clavel , se prepara en grande en Flan-
des , en donde se cultiva expresamente para este
usóla variedad de adormidera de semillas negras,
que dan desde el cuarto de su peso hasta cerca de
la mitad de aceite.
Según el proceder de su fabricación, se distin-
gue en aceite comestible; llamado mas comun-
mente Aceite Maneo, y aceite de fábrica, llamado
Aceite rojo. Hase llegado á dar al aceite comes-
tible tal perfección que su consumo se ha aumen-
tado considerablemente en Francia.
El aceite de clavel blanco, reciente y de buena
calidad, tiene una densidad de 0, 930, pero cuan-
tío añejo v rancio es de 0, 939; no se congela has-
ta i 0o bajo cero , no se enrancia como el de acei-
tunas, es muy secante, es inodoro; su sabor es
muy dulce, semejante al de la semilla; y este gus-
to característico permite distinguir fácilmente su
mezcla con el aceite de aceitunas sin sabor; por
la agitación tiene la propiedad de formar espuma;
se conserva tan largo tiempo como el de aceitunas
sin que se altere.
Se clarifica por el reposo en grandes vasos,
que se conservan en lugares calientes ; pero , á
pesar de esta clarificación , hay todavía necesi-
dad de trasegarlo en los lugares de consumo.
Sucede á veces que se desarrolla en los acei-
tes que se posan una fermentación que les da
un sabor agrio ; pero por esto no pierden su pro-
piedad comestible, habiendo aun comerciantes
que buscan esta especie de aceites para venderlos
al por menor en Paris.
Los aceites rojos participan de todas las pro-
piedades de los aceites blancos ; solo difieren de
ellos por el color, el sabor y la densidad, que es
algo mayor deO, 933. Este aceite unido al de acei-
tunas, en la proporción de 3 á 7 , es consumido
en Marsella en grandes cantidades para la fabri-
cación de los jabones sólidos.
Siendo el aceite de adormideras un instrumento
b
ACE 33
de falsificación para los aceites de colsa, de acei-
tunas y de linaza, hasta el presente no ha sido
objeto de adulteraciones.
Hay países, como el Austria , en donde se em-
plea parala preparación de los alimentos, pero su
mas grande uso es para el alumbrado, pues arde sin
producir olor ni humo; es empleado en pintura,
después de haberle vuelto secante; es el mas esti-
mado de los aceites después del de aceitunas, y es
mejor que el de colsa y el de camelina; para la
Francia es un artículo de comercio muy impor-
tante.
Habíase creído antiguamente que este aceite
producía el narcotismo , sin duda en razón de su
origen; pero hoy día está demostrado que fué una
ridiculez el suponerle tal propiedad , puesto que
en el extranjero se le mezcla en casi todos los
aceites de aceitunas del comercio, sobre todo en
los que los Holandeses expiden en el Norte. Los
Flamencos y los Alemanes casi no emplean otro,
— El bagazo de semilla de adormidera, después
de haber extraído su aceite, sirve para engordar
los ganados.
Aceite de almendras dulces. Aceite
fijo extraído por presión de las semillas del Al-
mendro. Es fluido , de color amarillo ambarino
inodoro , de sabor dulce agradable; su densidad*
varia de 0,917 á 0, 920; según el Sr. Lraconnot,
se congela á — 10° , y abandona la estearina cu-
ya cantidad se eleva á 24 p% de aceite.
Las almendras dulces dan cerca de la mitad
de su peso de aceite , que se enrancia con la ma-
yor facilidad.
Este aceite , por lo común , se extrae en las
mismas localidades en donde se hace la cosecha
de las almendras; en Palma de Mallorca se obtie-
nen cantidades considerables de aceite de supe-
rior calidad , que son exportadas á la península,
á donde se remite en latas de peso de 6 , 8 y \ o
libras contenidas en cajas de madera. En Barce-
lona, al presente, solo hay una fábrica que se
ocupe en la extracción de este aceite.
En Francia, este aceite circula; á veces, por
el comercio , mezclado con aceite de adormidera,
cuya falsificación puede reconocerse en el sabor
déla mezcla y por las burbujas de aire que se fi-
jan en la superficie del aceite , cuando se le ha
agitado en un frasco por espacio de cierto tiempo.
Este aceite tiene todas las propiedades comunes
á los demás aceites : en medicina es empleado co-
mo calmante y anodino en distintos casos , en far-
macia entra en muchos medicamentos oficinales.
Si no fuese tan caro seria un buen alimento. Su
uso en perfumería es bastante conocido.
El bagazo que queda en la prensa , cuando se
fabrica el aceite , es conocido con el nombre de
Pasta de almendra , y constituye un cosmético
muy usado para limpiar la piel , volverla mas
suave, etc.
Con las almendras amargas se obtiene un acei-
te del todo semejante al de almendras dulces,
— De las almendras de albaricoque se extrae un
aceite análogo al de almendras dulces , que en
ciertos puntos de Francia se vende como tal en
tomo i
34 ACE
las boticas, y se dice que en la China es cultiva-
do el albaricoque para aprovechar las semillas
en la fabricación de aceite excelente para el alum-
brado. También pueden extraerse aceites seme-
jantes del albércnigo, del ciruelo, etc.
Aceite de avellanas. Aceite fijo extraí-
do por presión de las semillas de Avellano , que
dan cerca de la mitad de su peso. Es líquido, poco
colorado , inodoro, dulce, agradable, secante, y
tiene las mismas propiedades que el aceite de
nueces. Raras veces se usa. Hase creído propio
para conservar los cabellos y aun hacerlos cre-
cer.
Aceite de bacalao. Este aceite fijo es
blanco , muy oloroso ; su densidad á corta dife-
rencia igual á la del aceite de ballena ; no se con-
gela á cero ; es poco alterable al aire , y á esta
propiedad junta con su consistencia untuosa debe
la preferencia que se le da para los trabajos de
gamuzería y de zurrarería. Extraído de dife-
rentes partes de varias especies de Abadejo.
Siendo el aceite de bacalao mucho mas caro
que el aceite de ballena , podria falsificársele con
este . pero este fraude es fácil de reconocer por
las diferencias que presentan sujetados á la ne-
vera. Si fuese adulterado por otros aceites, por
ejemplo aceites de semillas, el alcohol hirviendo
los descubriría por la propiedad que tiene de di-
solver el aceite de bacalao y tener poca acción
sobre los demás aceites.
Los aceites de bacalao, de pesca inglesa, se
reciben en barriles de madera blanca, que llevan
diez y seis aros de madera y dos de hierro ; los
de pesca francesa van repuestos en barricas de
Burdeos ó de Marsella.
El aceite de bacalao sirve al gamuzero para
adobar las pieles ; después de este uso , pasa á
manos del zurrador , quien lo emplea principal-
mente para los cueros blancos.
Aceite de ballena. Propiamente hablan-
do es una grasa fluida animal que se. encuentra
bajo la piel de la cabeza de los Cachalotes. En el
comercio se hallan tres calidades de aceite de
ballena: el blanco, el amarillo y el negro; este
último, á decir verdad, solo tiene un color ama-
rillo oscuro.
Este aceite tiene un olor desagradable de pes-
cado, su densidad es de 0,930; se disuelve á corta
diferencia en un volumen de alcohol á la tempe-
ratura de 75° centígrados; se congela á la tempe-
ratura del hielo , y por esta propiedad es fácil de
distinguirlo del aceite de bacalao , que, al contra-
rio, no se congela á esta temperatura; tiene algo
de viscosidad, y se mezcla bien con los aceites
de semillas para el alumbrado. A dicho uso se le
añade la mitad de aceite de colsa, y para esto se
le sujeta á una sencilla clarificación por el repo-
so ó se le lava con agua hirviendo , después se
filtra. El ácido sulfúrico no tiene acción sobre él,
y no produce en sus propiedades y en su color
ninguno de los efectos que se utilizan en la clari-
ficación de los aceites de semillas.
Cuando se quiere unir á un aceite clarificado,
poco colorado y de primera calidad , se toma pa-
ACE
ra la falsificación aceite blanco , ó también aceite
amarillo.
Estos aceites se reciben en Francia , en canti-
dades inmensas , del banco deTerra-Nova, por
lo común en barriles de roble, de jabíes cortos,
con aros de hierro y muy bien acondicionados,
que contienen de 100 hasta 2000 libras.
El aceite de ballena sirve para el alumbrado,
para adobar ciertos cueros, para engordar la
brea necesaria para espalmar las embarcaciones,
para la fabricación de jabones , etc., etc.
Aceite de ben. Aceite lijo extraido de las
semillas de Ben. Nos viene de la India, y tam-
bién se fabrica hoy dia en Europa con las almen-
dras que se reciben de Egipto; está compuesto
de una capa sólida y de una capa líquida. Es ino-
doro y de un sabor dulce, tarda muchísimo en en-
ranciarse, y su parte fluida no se congela á las
temperaturas de nuestros inviernos. Estas propie-
dades hacían que fuese buscado por los relojeros
para suavizar el frote de los movimientos de los
relojes , antes que se hubiese hallado en la sa-
ponificación incompleta del aceite de aceitunas,
el medio de procurarse una elaína mucho mas pu-
ra, no oxigenable y sin acción sobre los metales,
y singularmente sobre el cobre. La perfumería lo
ha también empleado con mucha frecuencia para
extraer por maceracion los olores fugaces de cier-
tas plantas que resisten á otros medios de extrac-
ción , así es como el aceite de ben sirve de disol-
vente al olor del jazmín y de las liliáceas. Es pur-
gante y vomitivo. A veces nos llega también acei-
te de ben ambarado (aceite cargado de ámbar ) .
Aceite de cacao, Manteca de ca-
cao. Aceite fijo extraido regularmente por presión
de las semillas de Cacao. Es concreto , de un
blanco amarillento , que se pone blanco con el
tiempo, de un olor y sabor que recuerdan los de
la almendra entera, es untuoso, del todo soluble en
el éter, extremamente licuable. Cuando se licúa ha
de practicarse á un muy suave calor , á fin de evi-
tar su alteración y que se enrancie.
Este producto de un precio bastante subido es
con frecuencia sofisticado con sebo, tuétano de
buey, aceite de almendras dulces, cera etc. El
primer fraude, que es el mas común, se conoce
porque él se enrancia mas pronto, en que su
fractura no es uniforme , en que no tiene un sabor
tan agradable , en que no es tan suave y untuoso,
etc.. El mejor medio para probar la pureza de la
manteca de cacao es el tratamiento con el éter,
en el que ella se disuelve completa y fácilmente.
Si la manteca de cacao no es bien pura, la diso-
lución etérea quedará turbia en vez de ser com-
pletamente diafana.
La manteca de cacao nos llega de América;
pero desde algunos años el Dr. D. José Meslres,
farmacéutico de esta ciudad , hase dedicado con
esmero á la elaboración de dicho producto , y el
fruto de sus tareas le ha valido obtener el aceite
de cacao de un verdadero color blanco-amari-
llento , que indica su reciente preparación , y un
exquisito olor de la semilla, que le recomienda.
Lo expende en pedazos en forma de tablas amol-
ACK
dadas del peso de 2 á 3 onzas, envueltas en
papel blanco con la cifra /. M. y rúbrica, y co-
locadas en cajoneitos de madera "(pie contienen G
libras de aceite, ó mas, sequillos pedidos. Aun-
que de precio algo mas subido que el procedente
de América y del extranjero, los farmacéuticos
de Barcelona y casi la generalidad délos de Ca-
taluña lo prefieren á éste , en términos que abas-
teciendo también á muchas droguerías que lo re-
miten á diferentes puntos, ha reducido á casi na-
da la importación de este articulo.
El aceite de cacao es emoliente , útil en los sa-
bañones, las almorranas, las grietas de los pezo-
nes de las nodrizas, etc. , etc., y se le tiene como
el mejor cosmético, puesto que no deja grasa en
la piel.
Aceite de camelina. Aceite fijo extraí-
do por presión de las semillas de Miagro sa-
tivo.
Este aceite es amarillo como el aceite de colsa;
su densidad es de 0,9*0, y no se solidifica hasta 15°
bajo cero : estos dos caracteres bastan para dis-
tinguirlo del aceite de colsa y para reconocer la
mezcla de ambos aceites. Con todo añadiremos
olio <pie es muy característico : el aceite de ca-
melina, en efecto, tratado con 2 por ciento de
ácido sulfúrico, como para la clarificación, toma
un color rojo, lo que no sucede con los demás acei-
tes ; agitado con agua pasa á amarillo , el agua
posada queda lechosa, y el poso es de un gris su-
cio , y también hay un poco de materia breosa en-
tre el agua y el aceite.
El aceite de camelina sufre muy bien la clari-
ficación ; arde con llama rojiza y tizna las torci-
das, propiedades que comunica ál aceite de colsa
que el falsifica. En el comercio y en la industria,
sirve para los mismos usos que él aceite de colsa,
solamente (pie, como aceite caliente, es preferi-
ble á éste en invierno para la fabricación de los
jabones blandos. Se añade también con venta-
ja, bajo este respecto, a los aceites clarificados
para reverbero, para prevenir los inconvenien-
tes de la helada. Este aceite es secante como to-
dos los aceites calientes.
En los departamentos del norte y del este de la
Francia se cultiva el Miagro sativo para la ex-
tracción de este aceite, que reciente se come en
ciertos distritos, pero sobre todo es empleado
para el alumbrado , después de haberlo depurado
de su mucílago; sirve en la pintura, etc.
Aceite «le cañamones. Aceite fijo ex-
traído por presión de las semillas de Cánamo. Es
de color verdoso', su densidad de 0, 933 ; es muy
caliente, porque no se congela hasta 22° bajo ce-
ro ; es secante. Su densidad , su punto de con-
gelación y su olor verde permiten distinguirlo
fácilmente en su mezclacon el aceite de colsa, que
sirve para falsificar. Se sujeta muv bien á la
clarificación ; su mezcla con el ácido sulfúrico
toma un color verde que pasa inmediatamente al
negro; agitado con agua, la mezcla se vuelve de
un blanco verdoso.
Su fabricación y su comercio no tienen una
grande importancia : la Lorena es el pais que lo
ACE 35
expide en mayor cantidad , en barriles de 650 á
X60 libras.
Su propiedad caliente le hace buscar en invier-
no , como el aceite de camelina , para la fabrica-
ción de los jabones blandos, y para mezclar con
el aceite clarificado para reverbero. Se emplea
para los mismos usos que el aceite de colsa ; re-
ciente, es comestible, sirve en las artes y para
el alumbrado.
Aceite de coco. Aceite fijo extraído por
presión del fruto de Coco.
El aceite de coco es una grasa consistente y
blanca, empleada con ventaja en perfumería para
la fabricación de los jabones de tocador. Se sa-
ponifica con facilidad, sin embargo da al produc-
to un olor particular que primero es disfrazado
por el perfume que se añade al iabon, pero que
persiste al uso después de la desaparición del
perfume.
El aceite de coco , reciente y bien extraído,
sirve para preparar los alimentos ; pero añejo, 0
mal preparado , es empleado en el alumbrado.
Los habitantes de Taíti y de otras islas del Océa-
no Pacífico se untan con él el cuerpo , lo que les
da un olor desagradable, que no les quita el uso
casi diario de los baños ; también se frotan con él
los cabellos, etc. En la India es empleado para
la preparación de los emplastos, etc.
Aceite de colsa. Aceite fijo extraído por
presión de las semillas de Col-colsa.
Este aceite por lo común es amarillo, de un olor ■
fuerte característico; su densidad es de 0,91 5 cuan-
do reciente , y entonces también arde bastante
bien y da una hermosa luz , sobre todo cuandq
ha sido clarificado con el ácido sulfúrico. Cuando
añejo , que ha estado expuesto al aire y sobre to-
do al sol, se vuelve blanco, mas viscoso, su
densidad aumenta, v llega á ser impropio para
el alumbrado. El aceite de colsa se solidifica á.
2 ó 3o kba¿q, cero. Sus propiedades combustibles
hacen su 'gran valor comercial por el grande
uso que de el se hace para el alumbrado. En efec-
to , a parte su uso en la fabricación de los jabones
blandos, esta especie de aceite casi únicamente
se emplea para el alumbrado. La densidad del
aceite de colsa difiere poco de la del aceite de
aceitunas ; como éste se solidifica cerca de cero,
y si no tuviese un olor y un sabor desagradables,
su uso en la falsificación del aceite de aceitunas
podría sin duda ofrecer un fraude mas difícil de
descubrir que el que se verifica con el aceite de
adormidera.
Hay dos calidades de aceite de colsa clarifica-
do , el llamado para reverbero , que á veces solo
es aceite bruto trasegado , y el llamado de quin-
qué : ambos son menos colorados que el aceite
bruto. Esta clarificación se opera generalmente
por medio del ácido sulfúrico , pero la densidad
del aceite disminuye con ella notablemente. La
clarificación se práctica en grandes talleres, sin
embargo esta industria es tan sencilla en sí y
exige tan pocos instrumentos que muchos co-
merciantes por si mismos la practican á medida
que lo necesitan. Los pormenores de esta opera-
36 ACE
cion los creemos ágenos de esta obra, en parti-
cular no estando generalizado el uso de este
aceite en España.
Alguna vez sucede que hay ventaja en falsificar
el aceite de colsa con otros aceites de semillas:
los mas comunmente empleados para esto son los
aceites de adormidera , de camelina y de caña-
mones; los dos primeros alteran notablemente las
propiedades combustibles del aceite; el de caña-
mones , con respecto á esto , presenta menos in-
convenientes.—Estas falsificaciones se reconocen
en la nevera, en donde el aceite de colsa se so-
lidifica, mientras que los demás quedan fluidos.
Las mezclas pueden pues hallar en este medio in-
dicaciones que las descubran. Estos ensayos pue-
den nacerse sobre pequeñas cantidades , como lo
hemos indicado en el examen del aceite de acei-
tunas , por la nevera y las mezclas frigoríficas.—
La densidad ofrece también un registro que re-
sulta de la comparación de la densidad del aceite
de colsa puro con la de los aceites que pueden
falsificarlo. He aquí estas densidades : aceite de
colsa, 0,915; de adormidera roja, 0,933; de
cañamones, 0,936; de camelina, 0,931; de li-
naza, 0,935. Yese que el aceite de colsa es de
todos los aceites el menos denso; por consiguien-
te un aceite pesado que diese mas de 0, 915 esta-
ría ciertamente mezclado.
El alto precio de los^ aceites de colsa ha indu-
cido, hace algunos anos, á falsificarlo con los
aceites de ballena. Esta falsificación solo tiene lu-
gar en los talleres de depuración. A dicho objeto,
se escojen los aceites menos colorados , que se
emplean clarificados por el simple reposo ó agi-
tados en el agua caliente. Sin embargo, este frau-
de se manifiesta por el olor y por la densidad, que
ésta en el aceite de pescado es mucho mayor que
la de todos los demás aceites; es en efecto de
0, 930. La mezcla de los dos aceites se hace mu-
chas veces por mitad.
En Flandes y en la Bélgica se cultiva en grande
la Col-colsa para la extracción del aceite de sus
semillas. Este aceite reciente podría comerse,
pero su uso principal es para el alumbrado.
Aceite «le crotón tiglio. Aceite fijo ex-
traído por presión de las semillas de Crotón ti glio.
Líquido siruposo , de color parduzco y opaco en
masa, de amarillo naranjado y trasparente en
corta cantidad ; insoluble en el agua ; soluble en
el alcohol , en el éter , en los aceites fijos y volá-
tiles; enrojece un poco la tintura de tornasol; de
olor rancio nausearmndo, de sabor acre, queman-
te y muy persistente; se coagula á 5o sobre cero,
se solidifica á cero.— -Según el señor Nimmo,
este aceite contiene 55 de un aceite fijo dulce y
45 de un principio acre purgante al que ha lla-
mado Tiglino, y que, según el Sr. Paris, tendría
mucha relación con el Elatino. Esta sustancia de
naturaleza resinosa es la que da las propiedades
especiales á este aceite.
Este aceite es preparado en la India , de donde
se le envia á Europa por la Inglaterra. En ciertos
laboratorios de Paris se fabrica del todo análogo
con los granos de tiglio del comercio despojados
ACE
de su corteza, que dan de él á corta diferencia la
mitad de su peso.
Es un violento veneno tomado puro. Se empica
en medicina como purgante drástico, pero debe
procederse con sumo cuidado en su administra-
ción , y su dosis no debe esceder de 'A, Vs gota á
1 'A á 2 gotas , mezclado con sustancias dulcifi-
cantes, y tomando las precauciones que su extre-
ma acritud requiere.
Aceite de fabuco ó hayuco* Aceite
fijo extraído por presión de las semillas de Haya.
Este aceite es de un amarillo claro , dulce , y
un poco viscoso ; su densidades de 0,922; es
caliente y se congela á 17° bajo cero. Su fabrica-
ción tiene poca importancia; es comestible y po*-
dría servir para falsificar los aceites de aceitunas
y de adormidera. Esta falsificación seria fácil de
reconocer para el primero, pero no para el segun-
do, á causa de la analogía de sus propiedades.
Solo la densidad ofrecería unmedio de reconocer-
la. Cuando reciente tiene una acritud que le hace
nocivo como alimento , pero se despoja de ella
hirviéndolo con el intermedio del agua, como se
practica con el aceite de ricino.
El aceite de fabuco se fabrica en corta cantidad
en Francia, recibiéndolo este pais regularmente
de Cerdeña.
Aceite de hijeado de bacalao. Acei-
te fijo que , por medio del calor del sol , se extrae
de las vejigas del hígado de algunas especies de
peces del género Abadejo , en particular del aba-
dejo común. Su elaboración se verifica en Holan-
da y en Bélgica , de donde lo recibimos.
Este aceite es espeso, amarillo moreno, de olor
de pescado muy desagradable, sabor soso y desa-
gradable, peso específico de 0,928, calentado
hasta 1 50° no se descompone.
Se usa en medicina contra el raquitismo al in-
terior y al exterior.
Aceite de linaza. Aceite fijo extraído por
presión de las semillas de Lino , que lo dan en la
cantidad del quinto de su peso.
Es amarillento , algo viscoso ; su densidad es
de 0,935 ; se congela á 27° bajo cero. Esta úl-
tima propiedad le distingue de todos los demás
aceites. Tratado con 2 p% de ácido sulfúrico, da
abundantes vedijas negras que nadan en el líqui-
do , el mismo aceite parece inatacado por el ácido,
y queda de un amarillo sucio y nebuloso ; con la
adición de una nueva dosis de 2 p% de ácido, tira
á negro y parece retener películas ó membranas
ligeras en suspensión ; agitado con el agua , se
vuelve lechoso y negruzco , el color se aclara en
seguida un poco por el reposo.
De todos los aceites conocidos, el aceite de li-
naza es á la vez el mas caliente y el mas secante.
Es también el que se enrancia con mas prontitud,
y el que experimenta de parte del aire la altera-
ción mas intensa y mas completa ; por esta pro-
piedad es buscado en pintura.
Puede falsificarse con todos los demás aceites
que son calientes y secantes, tales como los acei-
tes de adormidera, de camelina, de cañamo-
nes, etc.
AGE
El aceita de linaza hervido por espacio de al-
gunas horas con 7 á 8 p°/0 de su peso de litargirio
en polvo fino, adquiere propiedades secantes mas
intensas , \ en osle estado sirve para la pintura.
Entonces es de un rojo mas ó menos subido, y su
densidad y viscosidad son mucho mas aumenta-
das. Este aceite así preparado es conocido con el
nombre de Aceite de linaza cocido. Se reconoce
la presencia del óxido de plomo (pie contiene ex-
tendiendo una capa delgada sobre papel, y echán-
dole una solución de acido hidro-sulfúnco ó de
sulfuro de potasio , que se ennegrece inmediata-
mente por la formación de protosulfuro de plomo.
El aceite de linaza, teniendo una densidad mu-
cho mayor que la de los demás aceites, no se
vende a cubas ó toneles, sino á peso por tOO,
200 ó mas libras. Por lo común, lo recibimos en
pipas de 30 á 70 arrobas , procedente de Francia
en donde se fabrica en mucha cantidad.
Según Tournefort, este aceite sirve como co-
mestible en Armenia, y para quemar ; también ha
tenido algún uso médico, como laxante, útil en
el cólico metálico, contra las lombrices, etc. Pe-
ro su uso mas frecuente es en las artes : los tegi-
dos que se sumergen en él , puestos á secar des-
{)ues de haber exprimido el aceite superabundante,
orinan telas ó tafetanes trasparentes, según se
haya empleado tela ó tafetán ; la mayor parle de
las bugías, sondas, etc, pretendidas de goma elás-
tica , son fabricadas con aceite de linaza ; con él
se hacen barnices que sirven en pintura, entra en
la composición de la tinta de imprenta , etc.
Aceite de mano* de buey. Preparado
haciendo cocer en agua los pies de buey ó de va-
ca sin pezuñas. El aceite , así obtenido y que so-
brenada al agua , es liquido , amarillento , ino-
doro, insípido, untuoso, difícilmente seinspisay
se congela, lo que le hace precioso para los re-
lojes y para untar las máquinas; experimenta po-
ca alteración de parte del aire , su densidad es de
0,930. Como todas las grasas animales, estáforma-
dode oleína y de estearina. Se conserva en gran-
des pipas en donde se clarifica por el reposo. Se
emplea como alimento , y mas especialmente para
freír ; también se usa para dar grasa á los cueros
y hacerles así mas flexibles.
Haciendo hervir por largo tiempo en el agua,
en grandes calderas y al aire libre , los pies de
buey, los espolones, los tendones, y generalmen-
te los huesos recogidos en las calles, se obtiene
un aceite que también se llama Aceite de manos
de buey , á pesar de emplear para su obtención
otras sustancias á mas de los pies de buey. Tiene
un olor repugnante ; sirve para el alumbrado y
para untar los ejes de los carruajes.— Este aceite
se fabrica en casi todas las fábricas de carbón
animal.
Aceite de mostaza. Aceite fijo extraído
por presión de las semillas de Mostaza blanca,
que lo dan en la relación de 30 por ciento. Es de
un color amarillo de ámbar y de un sabor muy
dulce ; el aire no tiene sobre él una acción tan
enérgica como sobre el aceite de aceitunas , y así
es que se conserva mas largo tiempo sin enran-
ACE 37
ciarse ; resiste mucho al frió sin congelarse, y so-
lo se espesa y descolora , lo que le hace propio
para la relojería; su peso específico es de 9,202;
1 00 partes de éter disuelven 23 de aceite , mien-
tras que son menester 1000 partes de alcohol pa-
ra disolver una ; unido á la sosa cáustica da un
jabón consistente y de color amarillento.
Para quitar muy fácilmente al aceite de mosta-
za el mal gusto que á v eces tiene , se le añade un
tercio de su peso de agua , en la cual se deslié
previamente una onza, por libra de este líquido,
de arcilla en polvo y tamizada; se debe tener cui-
dado de agitar la niezcla de vez en cuando ; al
cabo de siete ú ocho dias se separa el aceite que
sobrenada, y entonces es blanco y de buen gusto.
Este aceite es bueno para el alumbrado , pero
tiene poca importancia comercial.
Aceite de nabina. Aceite fijo extraído
por presión de las semillas de Nabo , en particu-
lar de una de sus variedades cultivada en Nor-
mandía para este objeto llamada Nabina. Es pare-
cido al aceite de colsa, de color amarillo, de sabor
dulce , con un poco de olor. Sirve para el alum-
brado, para batanar las estofas de lana y para
preparar los cueros.
Aceite de nueces. Aceite fijo extraído,
en frío ó en caliente , por presión, de las almen-
dras de Nogal , que lo dan en cantidad de cerca
la mitad de su peso.
Preparado en frió es llamado Aceite virgen : es
blanco, de consistencia iarabosa, dulce, inodo-
ro, de un olor agradable de nuez : sirve para con-
dimento, y es empleado en farmacia. Expuesto
al aire se enrancia con prontitud y se pone claro
como el agua , sobre todo si se coloca en vasos
muy anchos y poco profundos con agua en el fon-
do. Este aceite así alterado se emplea para la
composición de colores finos.
Preparado en caliente es llamado Aceite cocido,
aceite segundo : es muy colorado , v erdoso ó ama-
rillento, mas espeso , "mas acre, de un olor muy
fuerte, muy "cargado de mucílago; se enrancia
pronto, y apenas puede conservarse algunos me-
ses en estado de sen ir para la alimentación. Este
aceite sirve para la pintura , para el alumbrado,
parahacer jabón blando, y para otros usos domés-
ticos.
Este aceite es del número de los secantes; se
congela á la temperatura de 15 á 20° bajo cero.
En medicina , administrado reciente, goza de
las mismas propiedades que los demás aceites;
cuando rancio, que casi siempre se halla en este
estado en el comercio , es muy activ o, y se pres-
cribe en lavativas en el cólico de los pintures, en
la parálisis, etc., porque obra sobre los intesti-
nos gruesos, es purgante, etc. El Sr. Ferrein
dice que un uso muy abundante de este aceite
emborracha.
El residuo ó el bagazo del aceite de nueces, lla-
mado Pan de nueces, sirve para engordar las aves
de corral, y también lo comen los niños en algu-
nos puntos, en donde se quema para el alumbrado.
Este aceítese fabrica en las mismas localidades
en donde se hace gran cosecha de nueces, y de
38 ACE
Cerdeña se exporta bastante cantidad para dis-
tintos puntos. Nosotros lo recibimos de Genova ó
de Marsella, en barriles de peso de 4 , 6, y 8 ar-
robas.
Aceite de nuez moscada. Aceite lijo
y sólido obtenido por presión en caliente de la
Nuez moscada, en los lugares en que crece el ár-
bol que la produce. Este aceite está por lo común
mezclado con aceite volátil, y circula en el co-
mercio bajo la forma de panes cuadrados, largos,
sólidos, gruesos, de color amarillo marbreado, que
exhalan un fuerte olor de nuez moscada ; los pa-
nes, están por lo regular envueltos con hojas de
caña á íin de que no se peguen unos á otros.
Este aceite , que también es conocido bajo el nom-
bre de Manteca de núes moscada , es empleado en
farmacia y en la perfumería. Se expide en cajitas
que contienen 30 á 40 libras de este producto,
o en botes de tierra, y siempre debe preferirse
este último modo de embalaje.
La nuez moscada da á corta diferencia un ter-
cio de su peso ( 60 por ciento) de aceite. Prefié-
rese el que procede de la India al fabricado en
Holanda, que es mas pálido, menos oloroso y mas
falsificado. Según Bley, se halla á menudo altera-
do en el comercio con esperma de ballena y sebo,
alteración que llega á veces hasta y4 y %.
Aceite de palma. Aceite fijo extraido por
presión de la almendra del fruto del Elais de Gui-
nea , L. , gran palmero espinoso, que crece na-
turalmente en África y en la Guiana.
Este aceite es de consistencia mantecosa, de co-
lor naranjado y muy oloroso , mas ligero que el
agua, licuable á 29° ; expuesto al aire se pone blan-
co y se enrancia; es soluble en el alcohol, en el
éter; da jabones colorados. En estos últimos tiem-
Sios han llegado cargamentos de este aceite en
Iarsella, en donde se trata de hacerlo entrar en
la fabricación de los jabones. Su color , que era
un obstáculo á esta aplicación, ha cedido; a lo que
parece, á los procederes de clarificación nuevos,
y el problema parece por lo mismo resuelto. Si
estos resultados se confirman, el aceite de palma
lomará un lugar entre los artículos de alto comer-
cio , por el inmenso uso que de él podrá hacerse
en la fabricación de jabones.
El aceite de palma a veces está falsificado con
manteca de cerdo , sebo , lirios de Florencia y
cúrcuma, cuyo fraude se reconoce licuándolo con
agua, que la colora, y con potasa, que aumenta
su color. — Debe ser casi blanco y de un gusto
agradable. — Sirve para los mismos que la man-
teca.
El aceite de palma, de origen inglés, está con-
tenido en barriles con aros de hierro. Este aceite,
llamado también Manteca de palma , cuyo olor
de violeta es muy señalado, es empleado para pre-
parar los alimentos y es tan bueno como la mante-
ca en Europa; los negros se frotan también con él
el cuerpo ; envejeciéndose, se enrancia y se vuel-
ve acre. En el Senegal es objeto de un gran co-
mercio. Conviene no confundir la manteca de
palma con la Manteca de Galam , que es quizás
la misma que las llamadas Manteca de bambuc,
ACE
Manteca de bambarra , que se traen del interior
del África al Senegal , la cual es blanca , concre-
ta , aun á la temperatura del pais , y cuyo uso es
mas bien medicinal que económico , y de la que
se hablará en otro lugar.
Aceite pescado. Es la grasa ó sebo de
los peces licuada ó extraída por presión. Forma
un importante ramo de comercio. Particularmen-
te se distinguen los aceites de ballena y los acei-
tes de bacalao ( V. estas palabras): los" primeros
no solo comprenden los que proceden de la, ba-
llena, sí que los que se extraen del cachalote, del
arenque, del marsopla, de la sardina, del del-
íin , del elefante de mar, etc.
Todos los aceites de pescado, llamados también
grasas, á causa de la consistencia que á veces
presentan, dan por el reposo un residuo graso
mas ó menos voluminoso. Cuando este residuo se
halla en grande cantidad en el aceite, puede ser-
vir de base para la fabricación de la esperma de
ballena , análoga á la que se saca de las cavida-
des cerebrales de los cetáceos.
Aceite de ricino. Aceite fijo extraido por
presión de las semillas mondadas del Ricino co-
mún ó higuera infernal.
El aceite de ricino, bien preparado y reciente,
es de consistencia jarabosa, de un amarillo pá-
lido , algo turbio , casi incolor , de un olor soso,
ligeramente nauseoso , y de un sabor dulce , ape-
nas seguido de una ligera acritud ; envejecién-
dose se espesa, toma un color ligeramente ro-
jo, se pone mas trasparente; su densidad es de
0, 969 á 12° sobre cero; á 18° bajo cero se soli-
difica en una masa amarilla, trasparente; por su
exposición al aire se enrancia, se pone mas es-
peso, mas viscoso, y en seguida se seca. El
aceite de ricino presenta una diferencia impor-
tante con los demás aceites, por su solubilidad
en el alcohol de 40°. Esta propiedad permite no
solo distinguirlo, sí que también contestar fácil-
mente si el que se halla en el comercio está mez-
clado con otro aceite fijo, de precio menos ele-
vado. Para asegurarse de la pureza del aceite do
ricino, se pone una corta cantidad de él en un
tubo graduado, y se le echan encima 6 ú 8 ve-
ces su volumen de alcohol á 40°: después de una
viva agitación, se deja posar; el alconol disuelve
todo el aceite de ricino , y deja intacto el aceite
estraño que se le haya añadido.
Este aceite se saponifica con extrema facilidad,
pero no es empleado para este uso.
Su rancidez puede mitigarse por una ebullición
prolongada con el agua. Su peso específico y su
solubilidad en el alcohol bastan para descubrir
sus falsificaciones con los demás aceites.
Cuando este aceite, llamado también de Pal-
ma-Christi , procedía exclusivamente de la Amé-
rica se usaba con cierta sospecha , porque á veces
contenia un principio acre y venenoso, efecto de
su preparación poco esmerada. Con todo hoy día
lo recibimos, de buena calidad, del Brasil, de
América, y no pocas veces de Italia y aun de Fran-
cia, en vasos de hojas delata ó coinnas frecuen-
cia en barriles de peso de 200, 300 y 500 libras.
ACK
Sin embargo , es preferido el fabricado en Espa-
ña, v en Catalana, las fabricas de Barcelona y
de Caldas de Moinbuv lo ofrecen de superior ca-
lidad.
Esle aceite, que en Inglaterra es llamado Cas-
tor'oil (Aceite de castor) , nombre que lleva en
la Jamaica, en la actualidad es de un uso fre-
cuente en medicina como purgante suave ó la-
xante.
Los usos económicos del aceite de ricino son
varios: los Egipcios lo empleaban para alumbrar,
como se hace todavía en Tartaria, en la India,
en Cayena, en las Antillas en donde se cultiva el
ricinoen todas las haciendas ó rancherías para
este uso , porque cuesta la mitad menos que el
aceite de pescado, y arde sin humo; en Java y en
las Molueas es empleado, mezclado con cal viva,
para calafatear los buques. El Sr. Solimani hase
adelantado á decir que podría hacerse este acei-
te comestible lavándolo con una mezcla de agua
y de ácido sulfúrico ; el Sr. Davies asegura que
tiene la propiedad de quitar el olor á las aguas
destiladas; el Sr. Chareau pretende que impide
que la manteca de cerdo se enrancie, y expone
que cuatro meses después de su mezcla con la
enjundia esta ultima conservaba toda su frescura.
Aceite de Sésamo. Aceite fijo extraído
por presión de las semillas de Sésamo oriental,
conocido de los Europeos con el nombre de Ajon-
jolí ó Alegría, originario de Oriente, y que crece
particularmente en la Persiay en Egipto, en don-
de es cultivado en grande.
Este aceite es de un sabor dulce, agradable, se
conserva por muchísimo tiempo sin enranciarse , y
puede compararse con el mejor aceite de aceitu-
nas; su densidad es de 0,927; tratado con el áci-
do sulfúrico , toma un color rojo, y el agua del la-
vado es amarilla; arde con una hermosa llama,y
se solidifica cerca de cero.
Sirve para preparar los alimentos de todas es-
pecies, v para todos los usos económicos, tales
como el alumbrado, etc. Los Árabes lo prefieren al
aceite de aceitunas. En el Japón se usa en vez de
la manteca v la grasa. En el Levante se mezcla
con almidón y miel para componer un manjar lla-
mado Calva, ¿luelosCalralgi venden en las calles
de Esmirna, etc. Las mugeres del Egipto lo beben
por la mañana para adquirir gordura. También
se emplea como medicamento , y se usa como cal-
mante, laxante, etc. El bagazo de este aceite en
Egipto, molido con miel v zumo de limón, com-
pone el Tahiné, alimento "del que se hace un gran
consumo en este pais. Los negros en la Georgia
y en la Carolina del Sud lo mezclan con el maiz
para su alimento diario.
A pesar de la antigua importancia de este acei-
te , sensible es que su uso no esté introducido
entre nosotros y que no se haya tratado de ex-
plotar el cultivo de la planta que produce tan ri-
cas semillas, que dan 90 p°/0 de su peso de aceite,
lo que no se verifica en ninguna otra planta oleí-
fera.
Aceite de tartajeos. Aceite fijo extraído
por presión ó por medio del alcohol , y aun mejor
ACE 39
del éter , de las semillas de tártagos ó catapucia
menor (Euphorbia lathyris, L.).
Este aceite es liquido, blanco, trasparente, ino-
doro, y casi sin sabor cuando reciente, pero cuan-
do rancio es de muy mal gusto. — Se emplea en me-
dicina como purgante, a la dosis de 6 a 10 gotas,
> mas. Podría quitarse á este aceite su principio
acre, activo, lavándolo con agua hirviendo,
asociada con un poco de ácido sulfúrico , y así
volverle comestible. También podría empleársele
en el alumbrado.
Aeeite volátil de abrótano ma-
cho. Extraído de la Artemisa Abrótano, L.,
entera y fresca. Es cetrino, líquido, ligero, muy
volátil, y de olor de torongil cidrado. *
Aceite volátil de agallas. Obtenido de
las Agallas. Es blanco y concreto.
Aceite volátil de agenjo. Obtenido
déla Ai temisa Agcnjo, L., entera y fresca. Es de
un verde subido, á veces moreno , líquido y me-
nos fluido que los demás aceites volátiles.
Aceite volátil de ajo. Extraído de los
bulbos frescos del Ajo sativo, L.. Es amarillo, lí-
quido, mas pesado que el agua, acre, cáustico,
penetrante y contiene azufre.
Aceite volátil de alhahaea. Obteni-
do de la Albahaca real, L., entera y fresca. Es
amarillo dorado, líquido, ligero y de olor suave.
Envejeciéndose, se enrojece.
Aceite volátil de alearovea. Obteni-
do de las semillas recientes del Alearovea car vi,
L.. Es pálido, amarillento , de sabor quemante,
de peso específico 0, 94.
Aceite volátil de almendras a-
margras. Obtenido de las semillas amargas
del Almendro común, L.. Se halla también en los
productos destilados de las semillas emulsivas
de la sección de las drupáceas, familia de las
rosáceas. Es amarillo , de olor particular muy
penetrante, debido en parte al ácido hidrociání-
co ; es mas pesado que el agua ; su sabor es muy
• Este aceite volátil y todos los demás extraídos de
vegetales indígenos en cuya descripción no señalemos el
punto de donde los recibimos . entiéndase que acudimos por
ellos al extranjero, porque allí se nos proporcionan de calidad
mas superior y á precio mucho mas barato de lo que re-
sultan si se preparan en nuestro pais.
Verdad es que extraidos en pequeño ó como objeto de
curiosidad, se ha logrado obtener productos perfectos hasta en
algunos de los mas" modestos laboratorios de los farmacéuti-
cos; sin embargo, en grande ó como objeto comercial; no ha
sido posible establecer !a competencia entre nuestros aceites
volátiles y los procedentes del extranjero.
Mas cree iendo en nuestro privilegiado suelo , con lozanía y
en abundancia , la ma\or parte de plantas que suministran
los principales aceites Volátiles que circulan en el comercio,
concíbese que el atraso en que nos hallamos respecto á este
ramo de industria química es debido tan solo á no haber
habido quien se dedicase especialmente á él.
Sensible es que por este motivo paguemos un crecido tri-
buto á los extraños ; con todo de esperar es que algún dia
será conocida la importancia de esta labricacion , y entonces,
con las facilidades que nos ofrece el pais , haciendo la de-
bida aplicación de la ciencia , se logrará obtener aceites vo-
látiles de calidad superior que podrán ser expendidos con
baratura.
40 ACE
acre, amargo; por el reposo deja precipitar
cristales romboidales complanados, trasparen-
tes, algo acres, licuables y volátiles á una alta
temperatura, insolubles en el agua, solubles en
el alcohol , el éter y en las soluciones de potasa
y de sosa. El aceite de almendras amargas, cuan-
tío concentrado, es un veneno muy activo aun á
una dosis poco considerable.
Aceite volátil de almoraduj. Pre-
parado por destilación de las hojas y de las flores
del Orégano Mejorana, L., que lo dan en cantidad
bastante considerable. Tiene un color amarillo
rojizo, un sabor caliente, acre-amargo, y el olor
agradable que caracteriza la planta. En este
aceite votóla" es en el que frecuentemente se ha
observado la formación de cristales blancos, diá-
fanos, análogos al alcanfor.
Aceite volátil de ámeos. Obtenido de
las semillas secas del Sisón Ámeos , L.. Es blan-
co, líquido , ligero y de olor de orégano.
Aceite volátil de angélica. Obtenido
por destilación de las raíces secas del Angélica
arrangélica, L.. Es incolor que pasa á amari-
llento, líquido, muy oloroso y de sabor picante.
Aceite volátil de angostura ver-
dadera. Extraído de la corteza de Angostura,
seca. Es acre.
Aceite volátil de anis. Se obtiene por
destilación de los frutos del Pimpinela Anis,
L.. Es incolor ó matizado de cetrino, cristalizable
á la temperatura ordinaria ,, licuable á 17° sobre
cero. Cuando se le ha sometido á la prensa en una
temperatura muy baja, entre dos hojas de papel
sin cola, deja fluir cerca de 25 centesimos de
un aceite líquido , y da por residuo el aceite vo-
látil concreto, duro, granoso , pulverulento y mas
pesado que el agua, licuable á 1 6o, que hierve á
22°, v volátil sin descomposición.
En "Cataluña se fabrica en Reus con algún éxi-
to, pero no puede competir con el aceite que nos
viene de Rusia , por vía de Marsella ó de Genova,
en botellas de dos y media libras de capacidad,
ya por su superior calidad, ya por su baratura.
El aceite de anis es muy excitante, hasta capaz
de ocasionar el delirio , y solo puede administrar-
se á la dosis de algunas gotas; sirve para aroma-
tizar las pastas de regaliz y otras preparaciones
alimenticias, los licores de mesa, y también es de
mucho uso en la perfumería.
Aceite volátil de anis estrellado.
Obtenido de los frutos frescos del Jlicio anisado,
L.. Es de un olor y de un sabor análogos á los del
aceite volátil de anis; pero mas suave y mas dul-
ce, y se enrancia si se guarda por mucno tiempo.
Aceite volátil de apio montano.
Extraído de las flores frescas del Ligústico Levís-
lico, L.. Es cetrino , fluido, de un olor suave.
Aceite volátil de apio silvestre.
Extraído de las semillas secas del Apio de olor
pesado, L.. Es amarillo, de un olor penetrante,
de un sabor azucarado , muy soluble en el alco-
hol y el éter, pero tan solo en 1,300 su neso de
agua; su peso específico es igual á 0,831 (Gmelin) .
Aceite volátil de árnica. Extraído de
ACE
las raíces secas del A mica mont ana , L.. Es de
color cetrino , fluido.
Aceite volátil de arrayan. Extraído
de las hojas frescas del Mirto común, L.. Es verde,
fluido , de un olor poco agradable , acre; enveje-
ciéndose se enrojece; mas ligero que el agua, y
soluble en el alcohol.
Aceite volátil de azafrán. Extraído
de los estigmas del Azafrán cultivado, L. . Es de
amarillo de oro , y olor característico.
Aceite volátil de bálsamo de co-
páina. Obtenido destilando el Bálsamo de co-
páiba por medio del agua , ó siguiendo el proce-
der del Sr. Ader tratándolo por el alcohol y la le-
jía de jaboneros, que nunca sale bien puro. El ob-
tenido por destilación es blanco, trasparente; su
densidad es de 0, 878 ; tiene el olor del bálsamo;
es soluble en todas proporciones en el éter y en
el alcohol anhidro ; se combina con el ácido clo-
rídrico, tiene la misma composición que la esen-
cia de trementina. Este aceite es empleado en las
blenorragias.
Aceite volátil de bergamota. Con-
tenido en el epicarpio de la Bergamota ( fruto del
Citrus Aurantium , L., var. C.) del que se extrae
por presión ó por destilación. El que se obtie-
ne por destilación es mas claro y menos alterable,
pero su olor es menos suave. El aceite de berga-
mota es amarillo-pálido , su olor particular es muy
agradable; es menester cambiarlo con frecuencia
de frasco para que no se vuelva rojo ; se disuelve
completamente en el alcohol de 28° ; pierde fácil-
mente el olor. Es una de las sustancias aromáti-
cas de que los coníiteros y perfumadores hacen
muy frecuente uso. Se prepara en las comarcas
vecinas al Mediterráneo.
Aceite volátil de Mengranada. Ob-
tenido de las hojas secas del Quenopodio Botris,
L.. Es amarillento, fluido , ligero, de sabor aro-
mático , amargo, algo acre, y que desarrolla el
olor fuerte de la planta.
Aceite volátil de cajeput. Este acei-
te viene de las islas Molucas y especialmente do
Banda, Se obtiene por la destilación de las hojas
de Melaleuca Leucadendron , L.. Comunmente es
de un color verde mas ó menos subido , claro, do
sabor caliente y quemante, de olor aromático
vivo y penetrante que se asemeja al del alcanfor
y del cardamomo ; es fluido, mas ligero que el
agua.
Su color verde fué atribuido por Duman y por
Hollwig á los vasos de cobre que sirven para
destilarlo y á las botellas del mismo metal en las
cuales por lo común se expide. Sin embargo, há-
llanse aceites de esta naturaleza que no contienen
óxido de cobre, aunque sean verdes.
Para asegurarse de que el aceite de cajeput
debe su color verde al cobre, bastará destilar una
porción de él con el agua. Si no hubiese sido co-
lorado artificialmente con el óxido en cuestión , el
aceite pasaría en la destilación con su color ver-,
de; en el caso contrario, seria descolorado, dejan-
do por residuo cobre reducido, cuya presencia es
fácd demostrar por medio de los reactivos usados.
AGE
Si so echa una gota de este aceito en agua, se
extiende en ella y se evapora en seguida, lo que da
un medio para asegurarse de su pureza; arde sin
dejar residuo y se disuelve enteramente en el al-
cohol ? lo que ño sucede si está falsificado por la
esencia de trementina; es en parte soluble en el
agua.
Se prepara en Cajcli , en la isla de Bourrou, en
la isla de Banda, etc., y se enviad Holanda.
El aceite de cajeput, al que se atribuían propie-
dades médicas enérgicas, numerosos y especia-
les, es hoy dia menos empleado que antiguamen-
te. Algunos médicos lo administran aun en las
afecciones nerviosas, la epilepsia y el histérico.
Este aceite ahuyenta los insectos, conserva las
estofas, y probablemente seria muy bueno para la
conservación de los herbarios.
Aceite volátil de calaminta. Obte-
nido déla. Melisa Calaminta, L., entera y fresca.
Es amarillo-rojo, liquido, ligero, acre y aro-
mático.
Aceite volátil «le canela. Obtenido por
destilación de la corteza del Laurel cinamomo, L.,
en los paises en donde crece este árbol , y en Ho-
landa en donde se prepara también una muy gran-
de cantidad. Es de color amarillo claro, que con
el tiempo se vuelve moreno , algo mas pesado que
el agua, á cero se solidifica, y a 5o se licúa ya; su
olor es agradable, es muy soluble en el alcohol.
El aceite de canela es dé dos especies : aceite de
canela de Ceylan, cuyo olor es de los mas suaves,
pero que es muy raro ; y aceite de canela de Chi-
na, que vale mucho menos, y que se reconoce en
su olor que participa del de la chinche.
Por lo común, en el comercio, se halla falsifica-
do; y para reconocer las adulteraciones, consúl-
tense las generalidades. Se falsifica con el aceite
volátil de clavo de especia y el aceite de ben.
Los Bengalenses lo emplean como estomático
poniendo una sola gota en azúcar; las mugeres
de temperamento linfático en la Georgia y en
Goa lo usan como excitante. Esase también para
quemar la caries de los dientes.
Aceite volátil de cantueso. Se obtie-
ne de las flores frescas del Lavandula Cantueso,
L.. Es fluido, cetrino, de un olor análogo al del
espliego,* pero menos agradable. Por lo común
se conoce, en el comercio, bajo el nombre de Acei-
te de cantueso , una mezcla que contiene 0, 75 de
esencia de trementina y 0,25 de aceite de esplie-
go. Este fraude, difícil de reconocer, en razón
de la analogía de propiedades que ofrecen la ma-
yor parte de los aceites volátiles, es poco impor-
tante ; la comparación con un aceite de cantueso
puro, y el olor persistente de trementina que con-
serva un lienzo impregnado del aceite falsificado,
pueden indicar esta alteración.
El principal uso del aceite de cantueso es en la
medicina veterinaria.
Aceite volátil de cardamomo. Ob-
tenido délos frutos secos del Amomo Cardamomo,
L.. Es cetrino , muy fluido , sobrenada al agua , y
posee un olor aromático de alcanfor.
Aceite volátil de carlina. Obtenido
6
AGE 41
de las raíces secas de la Carlina sim tallo , L.. Es
amarillo de oro , recientemente destilado ; mas
pesado que el agua, y de una consistencia espe-
sa ; se concreta muy luego , y si entonces se le
destila, se obtiene una cantidad que sobrenada al
agua, y que posee todas las propiedades del acei-
te reciente.
Aceite volátil de cariofilada. Ob-
tenido de la raiz seca del Geo domestico , L.. Es
verdoso, mantecoso á 15°, á corta diferencia se-
mejante al de rosas, de un olor de moho que en
nada participa del de clavo de especia, soluble
en el alcohol y en el éter.
Aceite volátil de cascarilla. Obte-
nido de la corteza seca del Crotón Cascarilla, L..
A veces se presenta amarillo, rojizo ó azul ; es
muy fluido , de sabor acre-picante , de olor aro-
mático, almizclado; pesa 0,938.
Aceite volátil de casia lignea. Ob-
tenido de la corteza seca del Laurel Casia, L..
Posee las propiedad es del aceite volátil de canela.
Aceite volátil «le cedro. Obtenido del
leño seco del Ateto Cedro, Lam.. Es cetrino, un
poco espeso y congelable.
Aceite volátil de cicuta. Obtenido del
Conio manchado, Y,., entero. Es blanquecino, con-
creto.
Aceite volátil de ciento en rama.
Extraído de las flores secas del Aquilea Milen-
rama, L.. De color azul-claro ó amarillo-verdoso;
envejeciéndose se pone moreno y se espesa; es
de olor aromático-alcanforado , de sabor calien-
te, acre y amargo.
Aceite volátil de cilantro. Obtenido
de los frutos secos del Cilantro sativo,!,.. Es ce-
trino, fluido y ligero.
Aceite volátil de clavo de espe-
cia. Se obtiene sometiendo los clavos de especia
á la destilación. Es mas pesado que el agua, de
color blanco ligeramente cetrino, cuando recien-
te, que se colora fácilmente con el tiempo y el
contacto de la luz; de olor muy penetrante , de
sabor acre y caliente.
El del comercio, que nos viene de Holanda, es
casi siempre de un color amarillo parduzco. Gon
frecuencia está mezclado con aceite fijo ó tintura
alcohólica de clavo de especia. Hemos indicado
ya arriba los medios de asegurarnos de estas dos
especies de mezclas. Se emplea como condimento
de los manjares, en la perfumería, y en medi-
cina se usa á gotas en pociones cordiales , robo-
rantes , etc., y el gran secreto de los charlatanes
y sacamuelas consiste en disolver un poco de al-
canfor y de opio en este aceite, pero el abuso de
tal medio ha producido á veces la sordera.
Aceite volátil de codeará». Obte-
nido de la Codearía oficinal,!,., entera. Es cetrino,
mas pesado que el agua, penetrante, muy expan-
sible, acre, cáustico; seinspisa, se descompone
en algunos meses , y posa azufre.
Aceite volátil de comino. Obtenido de
los frutos frescos del Comino cimino,\j.. Es cetri-
no, fluido, y ligero (Baumé) , y contiene un ácido
análogo af ácido succínico (A. Chovallier).
tomo i.
42 ACE
Aceite volátil de cuheha. Obtenido
de los frutos secos de la Pimienta Cubeba, L.. Es
incolor ó verdoso, algo espeso, y casi inodoro,
según Baumé, y suave, según Cartheuser; es mas
ligero que el agua, de un olor fuerte, y de un sa-
bor menos acre que el de la pimienta, según
Gmelin.
Aceite volátil de cúrcuma larga.
Obtenido de las raíces secas de la Cúrcuma lar-
ga , L.. Es amarillo de oro, fluido , acre, y de un
olor muy fuerte.
Aceite volátil de díctamo de Cre-
ta. Obtenido de las espigas secas del Orégano
díctamo, L..Es líquido, acre, picante y aromático.
Aceite volátil de eneldo. Obtenido
del Eneldo de olor pesado, L., entero y fresco. Es
cetrino, muy fluido ; es una mezcla de dos aceites,
el uno fluido, soluble en el agua, volátil, y el otro,
menos volátil , cristaliza en láminas blancas. — El
aceite obtenido de las semillas frescas es blan-
co , muy fluido , de olor de comino; el extraído de
las semillas secas es blanco, muy fluido, y mas
oloroso que el obtenido de aquellas.
Aceite volátil de énula campana
cultivada. Extraído de las raíces de ínula He-
lenio, L.. Es blanco, luego amarillo, líquido,
cristaliza muy pronto ; entonces es mas pesado
que el agua, soluble en alcohol.
Aceite volátil de espliego o alhu-
cema. Las sumidades florecidas de Lavándula
espiga, L., están impregnadas de este aceite volá-
til que se obtiene por la destilación. Es amarillo,
mas ligero que el agua, y de un olor fuerte agra-
dable ; su densidad , cuando puro , es de 0, 877 á
20°; según Vauquelin, puede disolver una gran
cantidad de ácido acético concentrado, que se se-
{>ara del aceite euando se añade agua á la diso-
ucion. El aceite volátil de espliego es usado como
perfume , entra en la composición de ciertos me-
dicamentos destinados al uso externo; es un esti-
mulante enérgico.
Todos los aceites volátiles de las demás plantas
de la familia de las labiadas, á la cual pertenece
el espliego, poseen propiedades semejantes.
El aceite de cantueso, empleado en la medici-
na veterinaria , es por lo común una mezcla de
aceite volátil de espliego con esencia de tremen-
tina. El aceite de espliego falsificado por la esen-
cia de trementina despide un olor menos agrada-
ble ; por otra parte se puede reconocer esta mez-
cla por el proceder que hemos indicado en el ar-
tículo Aceite volátil.
Aceite volátil de estragón. Obtenido
déla Artemisa Dragoncillo, L., entrea y fresca.
Ligeramente verdoso , fluido , ligero , acre y pi-
cante.
Aceite volátil de eupatorio. Obteni-
do de la raiz seca del Eupatorio canabino,h.. Es
amarillo dorado , líquido , ligero.
Aceite volátil de llores de naran-
jo ( Neroli ) . Obtenido por destilación de las
flores frescas del Cidro Naranjo, L.. Su color
varia desde el amarillo rojizo hasta el rojo subido;
es muy fluido y de un olor suave agradable. El
ACE
Neroli está á veces mezclado en el comercio con
alcohol ó aceite volátil de naranjitas.
La primera falsificación se reconoce bastante
bien por el medio indicado arriba en las genera-
lidades. En cuanto á la segunda, easi no puede
distinguírsela sino comparándolo con un neroli
puro.
La esencia'dc flores de naranjo se emplea en la
perfumería y en la terapéutica; los confiteros y los
licoristas la usan á veces. Contiene dos aceites,
el uno fluido , el otro concreto á la temperatura
ordinaria atmosférica.
Aceite volátil de galanga menor.
Obtenido de las raíces secas del Maranta Galan-
ga, L.. Es incolor ó cetrino, muy fluido y aromá-
tico.
Aceite volátil de gengibre. Extraído
de las raíces secas del Amomo Gengibre, L.. Es
cetrino ó azul-verde, muy fluido, acre y picante.
Aceite volátil «le geranio de olor
de rosa. Obtenido de las hojas y sumidades
florecidas del Geranio muy oloroso, L.. E^ incolor
ó cetrino , cristaliza , no se licúa hasta i 8o, B, de
un olor y sajior de aceite volátil de rosa, que des-
pués deja percibir un ligero olor de geranio.
Aceite volátil de hinojo común
cultivado. Extraído de los frutos secos del
Eneldo Hinojo, L.. Es cetrino ó incolor, dulce, aro-
mático , líquido , cristalizable á 5o sobre cero, se-
gún Gmelin, y se solidifica á 10°.
Acite volátil de hisopo. Obtenido de
las hojas frescas del Hisopo de las oficinas, L.. Es
ambarino , muy fluido.
Aceite volátil de hombrecillo. Ob-
tenido de los conos frescos del Hámulo Lúpulo,
L.. Es amarillento , ambarino, muy fluido.
Aceite volátil de imperatoria. Ex-
traído de las raíces secas de la Imperatoria Os-
trutio, L.. Es cetrino, fluido.
Aceite volátil de jazmín. Es una mez-
cla de alcohol y de esencia, obtenida por la desti-
lación del alcohol puesto en contacto con el acei-
te de ben impregnado del aroma fugaz del Jaz-
min oficinal, L.
Del mismo modo se obtienen las esencias finas
de lirio, de violetas , de vara de Jesé, que serian
designadas mejor con la denominación de espí-
ritus aromáticos. Empléanse como cosméticos por
los perfumadores.
Aceite volátil nativo de laurel. El
doctor Hancock , de Démérary , ha dado este nom-
bre al producto de un grande árbol de la Guiana;
producto que parece estar enteramente compues-
to de aceite volátil. Obtiénese por incisión de la
corteza, bajo la cual se hallan los receptáculos ó
canales del jugo, que cuela entonces en una cala-
baza colocada para recibirlo. Este líquido se pa-
rece á los aceites volátiles por su ligereza y su
volatilidad , su olor penetrante aromático, y su sa-
bor caliente y picante. Este líquido es mirado pol-
los habitantes de Guiana como un específico uni-
versal: aplicado exteriormente, ofrece todos los
caracteres de un poderoso resolutivo ; adminis
trado interiormente, parece diaforético y diurético.
ACE
No es cierto que el árbol de que se extrae sea un
laurel.
Aceite volátil de laurel-cerezo. Se
obtiene destilando las hojas frescas del Pado Lau-
rel-Ctrezo, L.. Es amarillo,, contiene ácido prúsico,
y se asemeja en un todo al de almendras amargas.
Obra sobre la economía como el aceite de al-
mendras amargas : una gota de este aceite puesto
en la lengua de una a a e la mata instantáneamen-
te. Para el uso médico, se aconseja dilatarlo en
diez ó doce veces su peso de aceite de aceitunas
ó de almendras dulces , v dar esta mezcla por
dóses que contienen una décima sexta parte de
grano de aceite esencial. Al exterior, se emplea
igualmente mezclado en aceites, en pomada, etc.,
para calmar los dolores lancinantes del cáncer,
los dolores de gota , ciertos herpes, etc.
Empleando este aceite esencial, dice Fontana,
se obtienen todos los resultados que présenla el
veneno de la víbora. Este aceite, dice él, es el
veneno mas mortífero, aun aplicado en las heri-
das de los animales; sin embargo, véndese públi-
camente en Italia, y disfrazándolo con el título de
esencia de almendra amarga, se le hace entrar
en los rosolis, se pone en la leche y ea los guisa-
dos. El Gran Duque de Toscanatuvo que prohibir
la fabricación y la venta de este veneno en sus
estados.
Aceite volátil de lefio aloes. Obteni-
do del lefio seco raspado. Es blanco , un poco es-
peso y cristalizable.
Aceite volátil de lila. Extraído de las
flores frescas del Siringa vulgar, L.. Cetrino,
análogo al de rosas.
Aceite volátil de limón. Extraído por
presión ó por destilación de los luquetes de limón,
fruto del Cidro Cidrcro , L.. Comunmente es
amarillo, pero puede descolorársele, destilán-
dolo y recogiendo á parte los tres quintos del
producto. Este aceite volátil es empleado como
medio de aromatizar diversas preparaciones ali-
imentícias, farmacéuticas y cosméticas. Como
por lo común es bastante puro , de un olor agra-
dable y de un precio poco subido , lo empleamos
para quitar las manchas grasicntas.
Esta esencia pura es soluble en todas propor-
ciones en el alcohol puro ; moja rápidamente el
papel y las estofas , pero se separa expontánca-
mente de ellos en vapor sin que deje vestigio.
El aceite volátil de limón que se fabrica en los
contornos de Málaga no puede compararse de
mucho con el que nos viene de Italia, que, si bien
es v3 mas caro, tiene un olor mas suave y genuino,
lo que procederá sin duda del método seguido en
su preparación.
Aceite volátil de macias. Se extrae
del arilo de la nuez moscada , fruto del Mirística
oficinal , L.. Es de un amarillo dorado , mas pesa-
do que el agua , de un olor de pimienta y de to-
millo.
Aceite volátil de 'manzanilla co-
mún. Obtenido de las hojas secas de la Matri-
caria Manzanilla , L.. Es de un azul subido, ca-
si opaco , fluido ; en parle mas pesado , y en par-
ACE 43
te mas ligero que el agua; pero estos aceites so-
reúnen muy luego formando una masa espesa y
hebrosa.
Aceite volátil de manzanilla lina.
Obtenido de las flores secas del Antemis nohk, L..
De color de záfiro , que pasa al amarillo enveje-
ciéndose. Con frecuencia se obtiene bicolor.
Aceite volátil de mostaza. Obtenido
por destilación de las semillas de Mostaza ne-
gra, L.. Es de color cctrino; de un olor tan viro
y penetrante como el amoniaco; es mas pesado
que el agua, lo que es raro en estos aceites, y es
el único entre nuestros vegetales indígenos ; es-
soluble en el agua , que es otra particularidad;
9 á \ 0 granos de este aceite se disuelven en una
libra de agua, que adquiere un gusto, un olor y
una causticidad muy señalados ; también es muy
soluble en el alcohol y enchino, disuelve el azu-
fre , el fósforo , y se opone á la fermentación del
mosto; el Sr. Julia Fontanelle dice haber consen a-
do éste mas de dos años sin que haya fermentado.
Una sola gota de este aceite aplicada sobre la
lengua, produce en ella la sensación de una que-
madura insoportable que se propaga á la nariz, á
la garganta, al estómago; aplicado sobre la piel,
determina un dolor muy vivo y un efecto cáusti-
co; en solución en el agua, obra como rubefu-
ciente , y seria preferible á los sinapismos de ha-
rina de mostaza, en los casos en que se quisiera
obrar con prontitud , y entonces se aplicaría sobre
la piel un lienzo embebido en agua saturada do
este aceite , y , al cabo de dos minutos , el efecto
vejigante se haría sentir. Puédese emplear en
fricciones sobre los miembros paralizados, contra
la anafrodisia, etc., etc.; el agua que lo contie-
ne es propia contra la tarna , etc.
Aceite volátil de naranja. Extraido
por presión ó destilación de los luquetes de la na-
ranja, fruto del Cidro Naranjo, L.. Tiene las mis-
mas calidades y propiedades que el aceite volátil
de limón, del que no difiere sino por su olor es-
pecial.
Aceite volátil de nebrina. Este aceite
usado en farmacia, y á veces para aromatizar los
licores llamados de enebro , se obtiene sometien-
do las bayas de enebro , fruto del Enebro común,
L., á la destilación por los procederes comunes.
Este aceite, reciente, es blanco, muy fluido,
ligero , de un olor penetrante que recuerda el de
las bayas ; con el tiempo , se inspisa y loma un
tinte amarillo mas subido.
En el comercio con frecuencia se halla el acei-
te de enebro mezclado con un tercio y hasta la
mitad de su peso de aceite de cantueso.
Aceite volátil de nogal. Se extrac de
las candedas recientes del Nogal regio, L.. Es
blanquecino, sin olor, y de consistencia man-
tecosa.
Aceite volátil de nuez moscada.
Extraido por destilación de las semillas secas del
Mirística aromática, L.. Amarillo dorado, un po
co espeso, compuesto de dos aceites : el uno lige-
ro y fluido; el otro espeso, blanco , mantecoso, y
mas pesado que el agua.
U ACB
Aceite volátil <le orégano. Obtenido
del Orégano vulgar, L. (variedad de flores rojas),
entero y fresco. Es rojizo, muy fluido, aromáti-
co, ligero, y de sabor acre.
Aceite volátil de pelitre. Obtenido de
la raíz seca del Anternis Pelitre , L.. Es blanque-
cino, de olor que se asemeja al de rosa.
Aceite volátil «le peregil. Obtenido
de las flores frescas del Apio Peregil, L.. Amba-
rino ó cetrino , muy fluido , aromático , ligero , y
de un sabor acre. El aceite obtenido de la plan-
ta fresca es muy verde , mantecoso. Es una mez-
cla de aceite líquido, ligero, con un aceite con-
creto, cristalizable y pesado.
Aceite volátil de perifollo. Obteni-
do del Escándice Ccrefolio, L., entero y fresco.
Es amarillo verdoso, líquido, ligero, muy aromá-
tico; primero dulce, después picante.
Aceite volátil de pimienta negra.
Extraido de los frutos secos de la Pimienta negra,
L.. Es de color cetrino ó amarillo dorado, sobre-
nada al agua, y tiene un sabor y olor poco pro-
nunciados, es mas bien aromático que acre.
Aceite volátil de pimienta de la
Jamaica. Obtenido de los frutos del Mirto
Pimenta , L.. Es bicolor, mas pesado que el agua,
y se asemeja, por el olor, el sabor y su peso es-
pecífico , al de clavo de especia.
Aceite volátil de poleo. Extraido de la
Menta Pulegio , L., entera, florecida y fresca.
Es cetrino, íigero, muy fluido y muy aromático.
Aceite volátil de rábano rustica-
no. Obtenido de las raíces recientes del Codea-
ría Armoracia, L.. Es amarillo claro, acre, que-
mante, cáustico, muy expansible, y posa azu-
fre.
Aceite volátil de ravensara. Obte-
nido de las cortezas secas del fruto del Agatofilo
afomálico, W.. Es cetrino, compuesto de un acei-
te mas ligero y de otro mas pesado que el agua,
cristalizable á la temperatura de t6° sobre cero.
Aceite volátil de Rodes. Obtenido por
la destilación del Leño de Rodes, llamado Palo
de rosa , porque tiene el olor de la rosa. Rectifi-
cado por una segunda destilación á la tempera-
tura del agua hirviendo, es incolor , y tiene un
olor de rosa muy agradable , pero adquiere co-
lor fácilmente por poco que esté en contacto
con el aire y la luz. El que se recibe de Holanda
es ligeramente ambreado. Es empleado como per-
fume, y se le sustituye al verdadero aceite de ro-
sa, que es muy raro y muy caro.
Aceite volátil de romero. Se obtiene
por destilación de las hojas y de las flores del
Homero oficinal, L.. Es claro, blanco ó amarillen-
to, de un olor fuerte semejante al de la planta.
Como este olor tiene algo dé Irementináceo, la
falsificación de este aceite volátil por cierta can-
tidad de esencia de trementina no es fácil de dis-
tinguir. Es mas ligero que el agua; su peso espe-
cífico es de 0,91, y solamente 0,89 cuando acaba
de ser muy cuidadosamente rectificado. El aceite
volátil de romero entra en la composición de al-
gunos alcoholados aromáticos.
ACE
Circula en abundancia, en el comercio , á pre-
cio muy módico , bajo el nombre de Esencia de-
romero , y que los droguistas venden algunas ve-
ces también con el nombre de Esencia de A Ihuce-
ma , un aceite volátil que los montañeses de
Andalucía obtienen destilando á la vez sumidades
de espliego y de romero con mezcla de sumidades
de salvia y de tomillo. Así es que si se necesita
cualquiera de los aceites de estas plantas aislado,
se ha de acudir al extranjero , por conducto de
Marsella ó de Genova.
Aceite volátil de rosa. Este aceite, que
se extrae por destilación de los pétalos del Rosal
moscado, Ait. y del Rosal cinamomeo, L., y que
nos llega del Levante, en frascos muy peque-
ños de vidrio blanco adornados de dorados , es
de color ligeramente cetrino , de un olor suave,
mas libero que el agua, sólido á la temperatura
de 10 á 12° y se licúa sobre ella, y cristaliza á
veces en láminas; en razón de su consistencia se
llama con frecuencia Manteca de rosa. Según los
experimentos del Sr. Saussure, está formado de
dos aceites, el uno concreto y el otro fluido, que
pueden separarse el uno del otro tratándolos por
el alcohol rectificado , que, á la temperatura de
cero, disuelve apenas vestigios de aceite con-
creto.
Este aceite , en el comercio , es siempre de un
precio muy elevado , y por consiguiente muy su-
jeto á ser falsificado. Pero el alcohol y los acei-
tes fijos, que los defraudadores emplean con fre-
cuencia para adulterar los aceites volátiles, no
pueden aquí ser de un gran recurso; porque como
impiden que el aceite de rosa cristalice a la tem-
peratura de 10°, se conoce que es impuro el que
no posee esta propiedad. Los falsificadores po-
drían á la verdad aprovecharse de los calores del
verano , en que el aceite de rosas queda comun-
mente líquido, para introducirlos en él; pero mas
arriba hemos indicado los medios de asegurarse
de estas adiciones fraudulentas al hablar de los
aceites esenciales en general.
La esencia concreta aislada no se licúa sino
hacia 34°.
En una visita que se hizo en Francia en una
droguería, se reconoció que la materia grasa
que servia de base á la materia cristalina del
aceite falsificado eraesperma de ballena disuelta
en un aceite fijo. El vendedor habiahecho sobre to-
do observar, como el carácter menos equívoco de
la pureza de este aceite, la propiedad que poseia
de quedar congelado á la temperatura atmosfé-
rica.
Con todo, este fraude es muy fácil de dis-
tinguir. Cuando por un ligero calor, el aceite ha
pasado al estado de liquidez, no tiene ni la flui-
dez ni la movilidad de los aceites de rosa puros;
los álcalis cáusticos obran sobre él de una mane-
ra mas señalada formando jabones; el alcohol
rectificado solo disuelve una muy débil propor-
ción, y deja sobre el papel y las estofas que con
él se han embebido una mancha que el calor solo
disipa en parte.
En el Oriente, en Berbería y en Persia, etc.,
ACE
en donde las flores de rosa son mas aromáticas
que en nuestro pais, es en donde sobre todo se
propaia osla esencia, haciéndose con ella, en di-
ehas comarcas, un gran comercio para el consumo
de los serrallos, para regalos, ele. La mas estima-
da es la de Chiraz , en donde es conocida con el
nombre de Ather aguí.
El aceite de rosa sirve en farmacia para aro-
matizar la pomada para los labios y otras prepa-
raciones cosméticas. Era conocido ya del tiempo
de Hipócrates, que lo prescribió contra las en-
fermedades del útero, y Galeno contra las infla-
maciones incipientes ; se le dice cordial, cefálico,
antiespasmódico , etc. Es un perfume delicioso de
gran precio , mas estimado como objeto de toca-
dor que como medicamento.
Aceite volátil de ruda. Obtenido por
destilación de la Ruda de olor pesado , L. , entera
y fresca. Es de un amarillo verdoso ó moreno,
de olor fuerte y desagradable, análogo al de la
S llanta , muy fluido , ligero , por el frió se solidi-
ica en cristales regulares, y es mucho mas soluble
en el agua que los demás aceites volátiles. Es
emenagogo y excitante.
Aceite volátil de sabina. Extraido de
las hojas secas del Enebro Sabina, L.. Es cetri-
no, ligero, de olor fuerte { y sabor acre y amargo.
Aceite volátil de" salvia. Extraído de
las hojas y de las flores de la Salvia oficinal, L..
Es amarillento, de un sabor amargo y de un olor
penetrante de salvia. Tiene muchas propiedades
comunes á los aceites volátiles extraídos [de las
labiadas.
Aceite volátil de sándalo cetrino.
Obtenido de las raspaduras del leño seco del Son-
dalo blanco, L.. Es cetrino , de un olor de ámbar
y de almizcle , ligero y fluido.
Aceite volátil de sasafrás. Se obtie-
ne sometiendo á la destilación la corteza y el le-
ño del Laurel Sasafrás, L.. Recientemente pre-
parado es casi ineoíor, mas pesado que el agua,
de un olor muy penetrante; por el contacto de la
luz, se colora y toma un tinte rojo subido ; puesto
en contacto con el ácido nítrico , toma un hermo-
so color rojo nacarado. El aceite que nos viene de
America es amarillo pálido, y está muy sujeto á
ser adulterado según las casas que lo remiten ó
que lo reciben , como se colige de la variedad de
precio.
El Sr. Bonastre ha encontrado muchos aceites
de sasafrás del comercio falsificados con los acei-
tes de espliego ó de trementina , ó la mezcla de
estos aceites comunes y aceite de clavo de espe-
cia. He aquí algunos pormenores sóbrelos ensa-
yos de este hábil farmacéutico.
La primera falsificación , mezcla de aceite vo-
látil de sasafrás y de aceite de espliego, era de
un color amarillo verdoso, de aspecto turbio, olor
del sasafrás que dominaba á todos los demás,
de densidad menos fuerte que la de la esencia de
sasafrás pura ; echado gota á gota en un vaso de
agua , solo una corta porción caía al fondo del lí-
quido, la mayor parte quedaba en la superficie.
La segunda falsificación presentaba una mezcla
ACE tó
del aceite volátil de trementina rectificado. El olor
era alterado , aunque el de sasafrás dominase ; su
peso específico era mas débil que el del aceite de
sasafrás puro. La destilación con el agua bastó
para separar estos dos aceites volátiles; el de tre-
mentina quedó en la superficie del líquido, y el do
sasafrás se precipitó en el fondo del vaso.
La tercera falsificación, mas difícil de recono-
cer que las dos otras, consistía en la mezcla de
tres aceites volátiles pertenecientes á plantas de
géneros diferentes. Al operar la destilación, el
Sr. Bonastre añadió cerca del tercio del peso do
la mezcla de sosa cáustica. Al líquido destilado
sobrenadaba un aceite esencial , claro, trasparen-
te é incolor; este era esencia de trementina. Otro
producto ocupaba el fondo del líquido , que era
la verdadera esencia de sasafrás. En fin, el re-
siduo que no daba ya mas aceite volátil, evapo-
rado y abandonado á sí mismo , produjo cristales
que fueron reconocidos como una combinación de
aceite de clavos de especia y de sosa.
Hoffmann preconizó este aceite para calmar la
tos, corregir la linfa impura, etc.
Aceite volátil de semilla de Ale-
jandría. Extraido de los flósculos secos del Ar-
temisa contra y deJudea. Es ligeramente amari-
llo-verdoso, muy fluido, acre y quemante. Se
emplea como vermífugo.
Aceite volátil de sen. Extraido de las
hojas secas del Casia lanceolada.
Aceite volátil de serpentaria de
Virginia. Extraido de las raíces secas del
Áristoloquia Serpentaria, L.. Es verde, muy aro-
mático, semejante al de cajeput, pero mas olo-
roso.
Aceite volátil «le serpol común.
Extraido del Tomillo Serpol , L. entero, florecido
y fresco. Es verde, muy aromático.
Aceite volátil ¿le tanaceto ó ata-
nasia»-Extraido de \aAtanasia vulgar, L., ente-
ra, florecida y fresca. Es amarillo-verdoso, do
olor que recuerda el de la planta.
Aceite volátil de té de España ó
Pesóte. Extraido del Quenopodio como ambro-
sia, L., entero y seco. Es amarillento , compues-
to de dos aceites , el uno pesado y líquido, el otro
concreto, cristalino y ligero. Reunidos, su sabor es
acre, amargo y aromático.
Aceite volátil de tomillo. Se obtiene
por destilación de las sumidades florecidas del
Tomillo migar, L.. Es de un amarillo claro, muy
oloroso , caliente y acre. Deja posar por el reno-
so cristales cúbicos , dotados del olor del tomillo,
no solubles en el agua , solubles en el alcohol , y
que han sido comparados , en cuanto á su natu-
raleza química , al alcanfor ; con todo difieren de
él por muchos respetos , y parecen mejor partici-
par de la naturaleza délas resinas.
El aceite volátil de tomillo se emplea como per-
fume en ciertos licores y en ciertas preparaciones
cosméticas. Nos viene del Levante por \ ia de
Marsella ó Genova, á pesar de la abundancia de
este vegetal que tenemos en nuestro pais.
Aceite volátil de toronjil cidra-
46 ACE
do. Extraído de la Melisa oficinal, L., entera
y fresca. Es incolor, muy fluido , desarrolla uu
muy ligero olor de limón, mas ligero que el agua,
envejeciendo toma un color amarillo.
Aeeite volátil de toronja. Obtenido
por destilación ó por presión de los luquetes del
fruto del azambogo [Citrus medica vulgaris Ris-
so y Poiteau) . Este aceite es de un olor agrada-
ble muy análogo á los de bergamota y de limón,
cuyas propiedades tiene.
Aceite volátil de trementina. So-
metiendo la pasta de trementina á la destilación,
se obtiene una cantidad considerable de aceite
volátil puro. No tiene color, es de un olor fuerte
y desagradable, y de un peso menor que el del
agua en volumen igual ; contiene una corta can-
tidad de ácido succmico ; no se disuelve en el al-
cohol tan fácilmente como los demás acedes volá-
tiles , á lo menos es menester 8 partes de alcohol
puro para disolver una de esencia de trementina.
Este aceite , en razón de su abundancia y de su
bajo precio , es de un uso inmenso en las artes,
sobre todo para la preparación de los barnices,
para hacer secar los colores al aceite, limpiar los
muebles, etc. Es uno de los agentes medicamen-
tosos mas usados en la medicina veterinaria y la
terapéutica.
El aceite volátil de trementina, ó Aguaras,
fabricado en España y en varios puntos del extran-
jero tiene un color de vino afieio , es de inferior
calidad, si bien la mitad mas barato que el que
se recibe en cantidades considerables de Mar-
sella, que es hermosísimo, incolor, trasparente, y
al que se da el nombre de Agua ras de Marsella.
Aeeite volátil de valeriana. Extraí-
do de las raíces secas de la Valeriana oficinal ,
L.. Es pálido, verdoso, toma color amarillo con
el tiempo; muy fluido , penetrante, de sabor aro-
mático ; al aire se pone viscoso ; su peso especí-
fico es de 0,934.
Aceite volátil de Winter. Extraído
de la corteza de Winter seca. Es líquido , mas li-
gero que el agua; pero conservado se separa en
dos partes, launa concreta, blanca, mas pesada
que el agua, y la otra cetrina, fluida y mas ligera
que el agua.
Aceite volátil de yerbabnena pi-
perita. Contenido en abundancia en las hojas y
sobre todo en las sumidades florecidas de la Yer-
babuena piperita , L., de la que se extrae por des-
tilación. Es amarillo, mas ligero que el agua; su
olor es muy penetrante, deja en la boca una sen-
sación de frescura agradable ; á 0o deja posar cris-
tales abundantes. Esta esencia contiene pues dos
aceites volátiles: el uno concreto, y el otro líquido
á 0o. Antiguamente era muy apreciada la que ve-
nia de Inglaterra, no porque la planta cultivada
en este país diese un aceite volátil de mejor cali-
dad , sino porque sin duda su preparación era
mas esmerada. La que al presente se recibe de
Italia , de otras comarcas meridionales de la Eu-
ropa y de la América , en nada cede en calidad á
la de Inglaterra. Su principal consumo es para
preparar las pastillas de yerbabuena piperita.
ACE
Los aceites volátiles que se extraen de las de-
más especies de yerbabuena rizada , gentil, etc.
no se distinguen del aceite volátil de yerbabuena
piperita sino por ligeras diferencias eií el olor y
el sabor. En el uso que de ellas se hace las con-
fundimos.
Aceite volátil de yerba ¿gatera. Ob-
tenido del NepetaCataria, L., entera y fresca.
Es amarillo, liquido , ligero, semejante al de yer-
babuena.
Aceite volátil de zanahoria ama-
rilla. Obtenido del Dauco Carota, L., entero y
fresco. Amarillo dorado, líquido, mas ligero qué
el agua, de olor especial, caliente y picante.
Aceite volátil de zarzaparrilla. Ex-
traído de las raíces secas del Esmilace Zarzapar-
rilla, L.
Aceite volátil de zedoaria. Extraído
de las raíces secas del Amonio Zedoaria, L.. Es
cetrino, líquido y alcanforado.
ACEITES JDE TOCADOR. Son senci-
llamente aceites de almendras dulces, de almen-
dras amargas, de avellanas, de ben, y sobre to-
do hermoso aceite de aceitunas , ó aceite virgen,
cargados del perfume de las flores ú otras sustan-
cias aromáticas. Llámanse también Aceites de
OLOR PARA EL PELO y ACEITES PERFUMADOS.
Los aceites de tocador , en general, se preparan
con el aceite de aceitunas puro, por digestión , ó
por estratificación y presión de las flores, — por la
mezcla de aceites volátiles, — por la mezcla de al-
coholes y tinturas aromáticas, — por la macera-
cion de las sustancias odoríferas. Los aceites co-
nocidos con el nombre de Extractos de aceites son
preparados á la vez por digestión y estratifica-
ción;— los Aceites de composición son aquellos
en los cuales entran varias esencias; — \osAceihs
para conservar y crecer el pelo son los confeccio-
nados con diferentes sustancias creídas propias á
estos objetos.
La preparación de los aceites de tocador es
muy sencilla y facilísima. No obstante, de Francia
nos llegan cantidades considerables de estos acei-
tes, ya en redomas de diferentes capacidades, se-
gún los pedidos que allí se hacen, ya en pomitos ó
frasquitos de vidrio ó cristal, de formas variadas y
de capacidad de 2 á 3 onzas, con rótulos sencilla-
mente litografiados, de color, dorados, etc.
Nuestros peluqueros confeccionan algunos acei-
tes comunes, que para despacharlos se ven obli-
gados á rotularlos en francés; los especieros tam-
bién hacen ciertas mezclas de aceites volátiles con
aceite de aceituna, que venden muy barato por
onzas.
ACEITEHA. Fruto del olivo : es oblongo
ú oval, verde que tira á amarillo, mas ó menos
grueso según la variedad del olivo y las comarcas
en que éste es cultivado; está compuesto de una
sustancia pulposa ó carnuda exteriormente, y de
un cuesco oblongo, sólido en su interior; este
cuesco encierra una semilla ó almendra de natu-
raleza emulsiva, y déla que , por presión , puede
extraerse aceite.
En España ge cultiva una variedad de olivo
ACE
cuyas aceitunas son gruesas como d:itiles, mien-1
tras que las hay del udumen de una bellota, y
mas pequeñas. Las aceitunas destinadas para la
fabricación del aceite son el objeto de un comer-
cio puramente local, las que se escogen para el
uso de la mesa constituyen un ramo de industria
no poco importante, como podrá inferirse de lo
que vamos a exponer.
El sabor de las aceitunas verdes es acre, amar-
go v desagradable. Para quitarlas el amargor,
darles un gusto agradable, y facilitar los medios
de conservarlas verdes largo tiempo , se cojen
un poco antes de su madurez , y se tratan por el
siguiente proceder: se sumergen en una lejía al-
calina ó en ceniza desleida en agua , por un tiem-
po conveniente; cuando se hallan en estado de
que la carne puede desnegarse limpiamente del
cuesco, se ponen en salmuera aromatizada con
hinojo , semilla de cilantro , clavos de especia ú
otras aromas; en seguida se reponen en barrili-
tos de diferentes dimensiones, en vasijas de vi-
rio , ó en vasos de barro , según los usos de la
localidad. De este modo preparadas se llaman
Aceitunas saladas.
Así es como se expiden en el comercio, en el
que se da la preferencia á las aceitunas de Espa-
ña , de Verona v de Provenza , pero esto depende
del gusto y délos usos de los diferentes países.
En general", se escogen las aceitunas nuevas, só-
lidas y empapadas de salmuera ; faltándoles esta,
luego se ponen blandas y negras.
Hay una variedad de aceitunas llamadas Acei-
tunas'de cornezuelo , ó picholinas , del nombre del
Italiano Picholini , que enseñó la manera de pre-
pararlas; son muy pequeñas, prolongadas, de un
negro rojizo, y su carne es muy delicada.
En Italia, se dejan á vecessecar las aceitu-
nas en el árbol, y después se pasan por el horno
antes de comerlas. Hay también una variedad de
aceitunas de carne dulce, bastante rara aun, que
no es necesario prepararlas antes de emplearlas
como alimento.
Las Aceitunas rellenas se preparan en Marsella,
v para ello se las extrae el cuesco , y se llena el
hueco que queda con una alcaparra . un pedazo de
anchoa, y a veces atún escabechado; en seguida
se ponen en aceite en vasijas ó botes de vidrio.
Estas aceitunas son expedidas á todas las partes
de Europa, y se exportan muchas parala Amé-
rica.
Las aceitunas también se conservan en aceite,
y hay personas que prefieren las encurtidas en vi-
nagre.
La aceituna nutre poco y se digiere difícilmente
Salada excita al apetito y "fortifica las encías; las
personas que tosen ó que están dispuestas á la tos
deben abstenerse de comerlas. Hay pueblos que
comen las aceitunas maduras con pan del mismo
modo que nosotros comemos las manzanas, etc.
El uso que en general se hace de ellas entre no-
sotros es sabido : además se ponen en las salsas,
en los guisados, particularmente con ej carnero,
el ánade , etc , cuyo gusto toman , después de ha
ACE 47
comen después de haberlas llevado en la faltri-
quera durante uno ó dos dias. Dícese que las
aceitunas comidas secas embriagan. Los monta-
neses de Provenza emplean el agua de las acei-
tunas, que los Latinos, después los Griegos, llama-
ron muria, para calmar las afecciones histéricas,
que ellos llaman mal de madre.
En España son muy estimadas las aceitunas
gordales , sevillanas de la Reina, las de padrón
y de manzanilla, y además en Cataluña las de
Olesa de Monserrate. Circulan igualmente en el
comercio las aceitunas rellenas de Marsella, las
partidas del país, adobadas, etc.
De experimentos hechos en Londres , en 1 835,
sobre los cuescos de aceitunas con el objeto de ase-
gurarse hasta que punto podian ser utilizados
para extraer de ellos gas propio para el alumbra-
do , resulta : que pueden suministrar, con facili-
dad y prontitud , gas hidrógeno de una calidad
perfecta, que produce una luz clara, á lo menos
igual á la del gas hidrógeno carbonado.
ACEIiGA, Beta. Género de plantas de la
pentandria diginia y de la familia de las queno-
pódeas. Las especies cultivadas son las siguientes:
Acelga vulgar ? Acelga común
{Beta vulgaris, L., Yar. Cicla). Esta planta in-
dígena , cu\ as raíces son ramosas , duras y poco
voluminosas, tiene hojas mas anchas, mas tier-
nas que la siguiente , lo que hace que sea culti-
vada en las huertas como alimenticia; estas hojas
presentan matices de color , que la hacen llamar
Acelga blanca, Acelga rubia, y se comen cocidas
como la espinaca, pero como son sosas, se mez-
clan con acedera, cuya demasiada acidez corri-
gen. Se cultiva una sub-variedad de acelga, lla-
mada Acelga de cardo, cuyos pecíolos, por medio
del ahilamiento, que les procura la ligadura, se
ensanchan mucho y se vuelven muy carnudos.
Esta especie de hortalizas son muy sanas y bas-
tante usadas, sin embargo no convienen á todos
los estómagos. Las hojas de acelga son insípidas,
dulces, emolientes; aplícanse sóbrelas llagas de
los vejigatorios, de las erisipelas, de latina, etc.;
con ellas se hacen cocimientos, fomentos , lava-
tivas y cataplasmas emolientes. Hase creído equi-
vocadamente que la acelga era astringente hasta
el punto de constipar, — Sida par km nutrit, cons-
tipat et urget, — puesto que al contrario es laxante.
Acelga vulgar, Remolacha (Beta
vulgaris , L. ) . Esta planta bisanua se cultiva por
su raiz, que adquiere aveces un peso enorme (20
á 30 libras ) , y que ofrece variedades blancas ,
amarillas, rojas y vetadas. Prefiérese la raiz ro-
ja para comer , y por lo regular se usa en ensa-
lada cocida al horno ó bajo ceniza ; también sirve
para alimentar los ganados, así como sitó hojas,
de las cuales se hacen muchas cosechas al año,
lo que constituye una muy buena planta forraje-
ra , que alterna con el trigo en las tierras grasas
y arenosas.
Pero la ventaja mas notable de la remolacha,
sobre todo de la variedad amarilla, es contener
una cantidad considerable de azúcar, análogo y
berlas separado él cuesco. Ciertas personas las | aun mas blanco , mas ligero, mas fácil de disol-
46 ICE
ver que el de caña , lo que la ha hecho cultivar
para extraerlo. La Francia ha llevado muy lejos
la fabricación del azúcar de remolacha , lo que
tendremos ocasión de manifestar en el artículo
Azúcar.
Haciendo fermentar el zumo de la raiz ele re-
molacha y sobre todo la parte incristalizable , ó
jarabe, se puede preparar alcohol. El bagazo de
las remolachas sirve para alimentar los ganados,
que les gusta mucho y les engorda; el Sr. Sché-
rer , de Yiena , ha observado que podia servir
para preparar una especie de cerbeza después
de haberlo hecho secar y tostar , y luego tratán-
dolo como la semilla de que se nace la malta,
etc. El zumo de remolacha también puede sufrir
la fermentación acetosa ; los Polacos hacen entrar
la pulpa de la remolacha en fermentación aceto-
sa en sus Barszez , especie de mezcla alimenticia
de que ellos usan, según Gilibert, como anties-
corbútica, etc. .
La raiz de remolacha refresca, calma y laxa el
vientre, se adereza de diferentes maneras, se
conserva en el vinagre después de haberla hecho
cocer, los Alemanes la comen con la sopa, etc..
Este alimento conviene á los jóvenes , á los tem-
peramentos calientes, secóse irritables; daña á los
viejos , á los pituitosos ; es flatulenlo y difícil de
digerir para ciertos estómagos.
ACERÓ ARCE, Acer. Género de plantas
de la poligamia monoecia, que da su nombre á
una familia natural , las aceráceas. Estos vegeta-
les dan por la perforación de su tronco, en la pri-
mavera, una savia de la que se extrae azúcar, y
de la que se puede hacer alcohol ó vinagre. En la
América septentrional es en donde esta extracción
puede hacerse con algún provecho , porque las es-
pecies que allí crecen dan mas savia, y ésta es
mas azucarada.
Acer que lleva azúcar (Acer saccha-
rinum, L.) . Árbol originario del norte de los Es-
tados-Unidos de América ; crece naturalmente en
la Pensilvania y el Canadá. Es grande , robusto y
resiste muy bien á los fuertes calores. Su produc-
to es de un grandísimo recurso en ciertas comar-
cas de la América, á causa del azúcar que se ob-
tiene de él por incisión; el licor que fluye es acuoso
y deja en la boca un pequeño gusto azucarado
muy agradable, y nunca el agua de acer ha in-
comodado á aquellos que la han bebido, aun su-
dando. Para trasformar este líquido en azúcar, se
le hace evaporar hasta consistencia de jarabe muy
espeso y se vierte en seguida en moldes de tierra.
Doscientas libras de este licor producen por lo
común diez libras de azúcar. Los salvages que
viajan mezclan en él un poco de harina y forman
una pasta que llaman Quitera, la cual es un ali-
mento muy nutritivo.
El buen azúcar de arce debe ser duro, de co-
lor blanco, un poco trasparente, de olor sua-
ve y de sabor dulce. Empléase como el de caña,
y los confiteros ingleses lo prefieren á todos los
demás , porque necesitan menos peso para con-
feccionar sus dulces. Hase preconizado su uso
para los romadizos y las afecciones de pecho. En
ACE
el Canadá cuesta la mitad menos que el de caña;
no puede empleársele en el té sino después de re-
ducido á polvo. Estos pueblos lo consumen en mu-
chísima cantidad , porque lo mezclan en todas sus
salsas, aun en las carnes asadas. Los habitantes
de la Luisiana mezclan la savia de arce con igual
cantidad de agua, y de ello hacen un licor muy
refrescante , cuyo sabor se asemeja al de la sidra;
en fin , metiendo esta savia en cañas mambues,
obtienen un vinagre bastante fuerte.
Acer falso-Plátano, Arce blanco,
Arce de los montes, Sicómoro (Acer
pseudoPlatanus, L.) . Grande y hermoso árbol que
crece en los bosques, cuyos ramos se extienden
Eor todos lados; su corteza es rojiza, su leño es
lanco; las hojas son anchas, angulosas, algo se-
mejantes á las de la vid, pero mas puntiagudas,
cortadas en cinco partes, de color verde-moreno
por encima , blanquecinas por debajo , lisas , pre-
cedidas de largos pecíolos rojizos, de un sabor
estíptico amargo ; sus flores están dispuestas en
racimos en un largo pedúnculo , y compuestas de
muchos pétalos de color blanco azulado, en figura
de rosa; á estas flores sucede un fruto oblongo,
alado , compuesto de dos ó tres cápsulas que ca-
da una contiene una semilla oval ó casi redonda,
dura , blanquecina , del grueso de la de naranja,
de sabor desagradable.
Las hojas y los frutos de este árbol son astrin-
gentes : de las primeras fluye una materia que di-
suelta en el agua es purgante como el maná.; y
los últimos cocidos en vino son empleados parala
sarna. La madera de arce blanco es muy sólida y
útil en la carpintería. Haciendo incisiones en el
tronco de esta especie de acer destila un líquido
dulce que también contiene azúcar.
El Acer campestre ( Acer campestris , L. ) y el
Acer como Plátano (Acer platanoides , L. ) tie-
nen también la savia azucarada, y pueden sumi-
nistrar igualmente azúcar, pero en corta cantidad.
ACERO. Combinación química, intima y muy
notable, de hierro dulce con el carbono en diver-
sas proporciones, sobremanera importante para
ima multitud de artes. Antes de su conversión" en
acero , el hierro goza de propiedades muy dife-
rentes , y en general muy inferiores á las que ad-
quiere por esta especie de trasmutación. Los lí-
uiites en los cuales el hierro es susceptible de
combinarse químicamente con el carbón no son
muy extendidos. El acero menos carbonado entre
todos los observados hasta aquí, ha presentado
en el análisis: carbono, 0,008, y hierro, 0,992.
El mas carbonado, que es una variedad de acero
fundido , ha ofrecido : carbono , 0,020 , y hierro,
0,980.
El hierro no carbonado no goza de la propiedad
de templarse, como el acero, por un enfriamien-
to súbito después de haber sido mas ó menos ca-
lentado, es decir que no se endurece, ni es elás-
tico á un grado notable. De lo que se deduce que
el hierro no acerado es impropio para una mul-
titud de usos en los cuales la dureza y sobre todo
la elasticidad son indispensables.
El acero por otra parte es suceptible de tomar
ACE
un pulimento mucho mas hermoso que el hierro,
y es algo menos oxidable que este último. Su gra-
no es, aun en las calidades inferiores de acero (le
cementación, mas lino y mas homogéneo: no
puede haber láminas bien cortantes, herramientas
que parlan los cuerpos muy duros, sino los fa-
bricados con el acero templado mas ó menos du-
ro; de ahí la indispensable precisión de acudir al
acero en casi todas las necesidades de la vida.
El peso específico del acero es un poco mayor
que el del hierro, es de 7,73 á 7,84, tomada el
agua pura por mitad, cuando no ha sido martilla-
do, ni templado; pero fuertemente martillado,
esta densidad puede elevarse hasta á 7,90, mien-
tras que el templesolo puede disminuirla basta á
7,70.
El temple cambia de una manera muy sensible
el grano del acero ; los numerosos usos a que está
destinado dependen generalmente de la especio de
temple que se le ha dado.
El color del acero se asemeja mucho al del hier-
ro dulce ; no obstante se observa que es algo
menos azul, y tira mas al blanco-gris. Su fractura
es por lo común granosa , pero de granos mas li-
nos que la fractura de la variedad de hierro lla-
mado granoso. En exceso de temple, aumentan-
do prodigiosamente la dureza del acero , puede
concluir por hacerle casi tan quebradizo como el
vidrio. Este máximo de la dureza y de la fragili-
dad, así como todos los grados intermedios, de-
penden de la calda á que ha estado sometido , y
de la naturaleza de los medios en los cuales se le
ha hecho enfriar: por eso el uso del agua pura,
de las soluciones alcalinas y salinas, del aceite,
déla grasa, etc. , para el temple del acero, mo-
difican singularmente sus propiedades , tanto con
respecto á su elasticidad como á su dureza.
E] acero no fundido puede soldarse consigo mis-
mo y con el hierro : la fusión altera considerable-
mente esta propiedad , que pierde casi completa-
mente á medida que se carbona mas.
El acero es mucho mas fusible que el hierro,
porque su fusión se ejecuta á temperaturas que
están lejos de ser excesivas , en vez de que el
hierro que se acerca á la pureza , por largo tiem-
po reputado infusible á todas las temperaturas que
podamos producir, quizás efectivamente nunca
es fundido antes de haber cambiado de naturale-
za absorviendo carbono en la operación ala cual
se le somete.
Por el temple, el acero experimenta, en razón
directa déla dureza que adquiere, una dilatación
muy grande ; y por el entriamiento , *a grano
adquiera una aspereza y un grosor proporciona-
les á la intensidad del temple.
Hasta aquí hemos considerado el acero lo mas
antiguamente y lo mas generalmente conocido, el
que es debido" á la sola combinación del hierro
con el carbono. Mas, indagaciones recientes tien-
den a probar (pie otras sustancias , solas ó en
combinación triple con el carbono y el hierro,
pueden dar origen á variedades de acero que pre-
sentan propiedades especiales, aplicables á usos
particulares. El silicio (radical de la sílice ó ácido
7 •
ACE ¿O
silícico ) y ciertas sustancias metálicas parecen
modificar considerablemente las propiedades del
hierro en ciertas circunstancias, y si ellas no lo
convierten en verdadero acero, semejante al ace-
ro de carbono , á lo menos se le parece de una
manera notable , puesto en contacto con el hierro
á temperaturas mas ó menos elevadas.
El descubrimiento de este compuesto y de los
instrumentos cortantes está envuelto en* la mas
grande oscuridad. Los Orientales supieron con
tiempo preparar el acero , y ellos fueron los que
enseñaron este arte , como tantos otros , á las na-
ciones europeas. En el siglo X fué cuando se co-
menzó á fabricar las armas blancas con esta sus-
tancia; con todo casi hasta el XIII no se principió
á hacer uso de las espadas; los pequeños instru-
mentos de acero , tales como cuchillos , tijeras,
fueron conocidas mas tarde ; en Inglaterra no se
vendieron agujas hasta el tiempo de la reina Ma-
ría , y alfileres hasta la fin del reinado de Enri-
que Mil.
En el comercio se conocen tres especies princi-
pales de acero, que cadaunasesubdivide en mu-
chas variedades, cuyos pormenores es útil conocer.
I. El Aceiio natural , llamado de fusión ó de
fragua, es el que se obtiene directamente en muy
grande abundancia y con menos gastos en el
tratamiento de ciertas minas de hierro , princi-
palmente de los minerales carbonatados ó hierro
espático. Las herrerías de los Pirineos , las de Is-
tnay Corintia, y algunas otras en diversos países,
abastecen al comercio de acero natural. No entra
en nuestra especialidad describir los procederes
de las artes; debemos limitarnos á hacer conocer
sus resultados y sus productos por orden de cali-
dades. El acero natural ó de fusión es el mas de-
sigual , y así debe suceder , porque una parte de
la mina ele hierro produce en la operación hierro
fundido , y otra parte da acero. Mas como esta
doble composición no está circunscrita en los lí-
mites que afecta sobre una misma masa de metal,
y quedan porciones de hierro fundido diseminadas
en el acero, y vice versa, debe resultar de esto que
muchas veces se tendrá hierro fundido aceroso,
de una parte, y de la otra acero natural que con-
tendrá hierro fundido. El remedio de este inconve-
niente es batir muchas veces este acero en un fue-
go de fragua, en cierto modo malaxarlo; entonces
se separan de él primero en estado de escorias
las materias terrosas mezcladas con las partes de
hierro fundido aceroso , y en seguida el carbono
del hierro fundido y el del acero se ecuacionan;
de ello resulta un todo homogéneo que constituye
un acero de mejor calidad Esto es lo que , en
efecto, se practica para la bonificación del acero
de fusión, llamado acero de fragua ó acero na-
ttiral.
El acero natural se obtiene, sea en el trata-
miento de las minas de hierro según el método y
en los hornos llamados á la catalana , en uso en
los Pirineos, sea en la refinadura del hierro fun-
dido, que es menester dejar atrás de una refina-
dura que tendría por objeto procurarse hierro
maleable.
tomo i.
50 ACE
El acero natural puede pues ser considerado,
antes de batirlo , como hierro en cuyos instersti-
cios se hallan depuestos carbono y ligas terrosas
que no estañen él igualmente repartidas , pero
que le dan la propiedad de templarse , aunque de
una manera menos perfecta que el acero de ce-
mentación v el acero fundido. El grano del
acero natural es desigual , y la naturaleza del
hierro fundido con el cual se prepara , debe
ejercer una grande influencia sobre sus pro-
piedades ; y esto es exacto , á tal punto , que se vé
acero natural, que, habiendo sido templado,
puede ser duro y bastante elástico ; ó bien tan so-
lo adquiere una grande dureza, pero queda ex-
tremamente agrio. Esta es esa especie de estofa
de acero, que, en razón de su excesiva dureza,
es la mas conveniente en la fabricación de las
hileras para alargar el hilo de hierro y de latón.
Si se examina la fractura de un pedazo de ace-
ro natural que no ha sido suficientemente batido,
se observa por la naturaleza del grano que esta
estofa carece de homogeneidad. Concíbese que
las herramientas confeccionadas con tal acero
deben templarse desigualmente , en razón de esta
aceración muy desigual.
La mejor manera de batir este acero es some-
terlo á lo que se llama operación de afinadura,
que consiste en reunir las láminas, extendidas mas
o menos delgadas , en haces , que se exponen á la
acción del calor para hacerlas tomar lo que se
llama una calda sudosa; después de lo cual se
llevan estas haces incandescentes bajo un amari-
llo, que, por los repetidos choques que les hace
experimentar, sóida las láminas entre sí y con-
funde sus diferentes partes en un todo homogéneo;
esta operación se reitera mas ó menos veces se-
gún se desee una estofa mas perfecta. En razón
del número de estas operaciones sucesivas, el
acero que á ellas ha sido sometido , es en seguida
designado en el comercio bajo el nombre de ace-
ro de dos , tres, cuatro marcas, etc.
El acero relinado es tanto mejor en cuanto las
barras de que se han formado las haces han sido
mejor ajustadas ; esta condición depende de la
habilidad del obrero , que singularmente influye
en la buena calidad del producto. Para escoger
las barras, el obrero, debe siempre consultar la
fractura de cada una. Nos hemos extendido sufi-
cientemente sobre esta parte, porque la refinadu-
ra ó la batidura del acero natural no siempre tie-
ne lugar en la fábrica ; muchas veces se compra
acero desigual en su textura , y después se bo-
nifica; de consiguiente era preciso mirar esta
operación bajo un punto de vista comercial.
Cqii el acero fundido se fabrican los sables, las
espadas , los floretes , las sierras , los resortes de
coches , la cuchillería común , los instrumentos
aratorios, etc.
II. Se llama Acero de cementación el que se
obtiene carburando barras de hierro dulce ; para
esto, se tienen encerradas en cajas apropiadas,
Eor espacio de tiempo relativo al grueso de las
arras, envolviéndolas completamente con car-
bón en polvo y calentándolas en un horno á una
ACE
temperatura constante y bastante elevada. Pare-
ce que en este caso el hierro aspira, chupa en
cierto modo el carbono puesto en contacto con él.
La elección del hierro es de una alta importancia
en la fabricación del acero de cementación ; nun-
ca se buscará lo bastante su pureza. Los Ingleses,
tan celosos de obtener productos perfectos, se
proporcionan deSuecia casilatotalidaddeloshier-
ros que emplean para dicho uso ; este hierro de
Suecia, fabricado con carbón de lena, no puede
ser suplido por el hierro á la ulla, tan abundante
y tan barato en la Gran Bretaña. Los hierros
franceses de primera calidad , del Franco Conda-
do y de los Pirineos , hasta hoy no han dado sino
acero de cementación de mediana calidad. Los
hierros que se reciben de Suecia, para el ace-
ro de cementación , son garantidos de calidad
conveniente por marcas bien conocidas : llevan la
marca L. ; los que llevan la marca GL. ó la se-
ñal de una bala doble , apenas son inferiores á los
primeros en calidad. Las marcas PL,óS, ola
figura de unas parrillas apoyadas en un triángulo,
se acercan mucho á la calidad de los hierros pre-
cedentes : á veces pueden procurarse de Francia,
y se obtienen también buenos aceros de cemen-
tación con los hierros Demidoff , que llevan la
marca CCND. Estos hierros son muy dulces,
muy fuertes , y de los mejores que puedan em-
plearse. Desgraciadamente son en general mal
cotejados, lo que, en la práctica de la cementación,
es un grave inconveniente, porque no llenan igual-
mente las cajas de carbón. En cuanto á los de la
marca PSI , son de una calidad muy inferior.
Los Ingleses , mas previsores , han contratado,
en Suecia , grandes compras para asegurarse de
los hierros de calidad superior. Los Franceses so-
lo reciben de aquella nación hierros de calidad
inferior.
No siendo la cementación sino una acción por
superficie, cuyo resultado es lento y sucesivo, es
evidente que primero la carburación del hierro de-
be comenzar en la superficie de las barras , y
proporcionalmente, en un tiempo dado , barras
de un diámetro diferente serán respectivamente
mas ó menos profundamente atacadas por el car-
bono. Es menester pues guardarse de cementar,
al mismo tiempo y en el mismo horno, hierros de
diversas muestras , porque pequeñas barras po-
drían ser completamente carburadas hasta su cen-
tro , mientras que el centro de barras mas grue-
sas podría no ser aun saturado de carbono. Si este
accidente se presentase, seria menester recurrir
á batir l*s barras para repartir en ellas el carbo-
no , como se ha dicho mas arriba de las barras de
acero natural llevadas bajo el martinete.
Los hierros dulce y blando y dulce y duro son
los únicos que, con ventaja, pueden convertirse
en acero. No se trata pues para asegurarse de las
calidades que pueden ser cementadas , sino de
ensayar las barras doblándolas muchas veces en
caliente y en frío , atormentándolas en cierta ma-
nera : todos los hierros que resistirán igualmente
bien á estas dos pruebas pueden ser reputados
propios para la cementación.
ACE
Estas dos variedades de hierro pueden también
distinguirse fácilmente , sea por medio del tem-
ple en agua fria , ó por medio de la afusión de una
gota de ácido nítrico en la superficie del hierro.
—Si se hacen calentar al rojo-blanco diferentes
hierros dulces, y en este estado se sumergen en
agua muy fria, los hierros blandos quedan negros,
su superlicie se cubre de una capa uniforme de
oxídulo. Los hierros duros, al contrario, son man-
chados de gris y de negro : en este caso , las
manchas negras están formadas por el oxídulo
adherente , y las manchas blancas por porciones
de oxídulo despegadas. En general , se hallan las
manchas blancas tanto mas considerables en cuan-
to el hierro es mas duro. — Una gota de ácido
nítrico, sulfúrico, ó muriático, suficientemente di-
latado en agua , y que se hava dejado caer en la
superficie , blanqueada con la lima ó en la mue-
la, de un pedazo de hierro , deja ver, en el punto
en que el ácido ha ejercido su contacto, una man-
cha de un blanco gris ó negruzco : en el hier-
ro blando y puro , la mancha es blanca ; en el
hierro duro , es gris ó negra ; y esta mancha no es
otra cosa que la corta porción de carburo combi-
nado con el hierro, que el ácido ha aislado disol-
viendo la porción de metal con el cual este carburo
estaba combinado : esta mancha será de un negro
tanto mas pronunciado, en cuanto la proporción
de carburo será mas considerable.
Fácil es concebir como el fósforo y el azufre,
que vuelven el uno al hierro quebradizo en ca-
liente, y el otro al hierro frágil en frió, pueden
sobrecomponerse con el carbono en la cementa-
ción de estos hierros, y como, de este nuevo
compuesto triple , puede resultar un metal acero-
so , quebradizo , mas quebradizo aun que no lo
era el hierro antes de la cementación , que ha
añadido á él carbono ; pero lo que se concibe me-
nos fácilmente, y á lo que aun no se ha señalado
ninguna causa bien plausible, es que, entre los
aceros de cementación, los unos conservan sus
propiedades acerosas , aunque hayan sido calen-
tados y forjados un gran número de veces , mien-
tras que otros las pierden por el efecto de un muy
corto número de caldas y de forjados.
El acero de cementación sirve para la fabrica-
ción de limas , de objetos de quincallería ; se la
sóida con el hierro para hacer martillos, cizallas,
yunques, etc.
III. Acero findido. El acero de cementación
y el acero llamado de fragua ó de fusión ofrecen
todos dos una imperfección que los hace igual-
mente impropios para ciertos usos delicados : esta
imperfección es la poca uniformidad en la carbu-
ración. El acero cementado es siempre mas car-
burado, mas acerado en la superficie de las barras
que en el centro; y el acero de fragua es desi-
gual , no solo en la misma masa, sí que con fre-
cuencia en puntos muy contiguos los unos á los
otros. Para obviar á estos inconvenientes, y para
obtener un acero igual y uniforme, se ha imagi-
nado la fabricación del acero fundido. Con él se
confeccionan los buriles y las tijeras capaces de
cortar el bronce , el hierro y los demás aceros; es
ACE oí
el que toma mas hermoso pulimento, v por eso es-
empleado con preferencia para la cucíiilleriafina,
ja bizutería de acero, los resortes de reloj, los
instrumentos de cirugía, los cuños de moneda, etc.
El acero que se trabaja en Bombav y en la India,
bajo el nombre de Wootz, Acero de la India, Ace-
ro adamascado, parece ser acero fundido, y con él
los Orientales fabrican, desde tiempo inmemorial,
esas excelentes hojas de sable llamadas damas-
quinas, del nombre de la ciudad de Siria en don-
de su preparación tiene principalmente lugar.
Para fundir fragmentos de acero , los Ingleses,
que todavía son los maestros en este arte , hacen
casi exclusivamente uso de los crisoles de Ipse,
en Alemania. Estos crisoles son negros y de muy
buen uso.
Acero fundido obtenido por medio de la fusión
del hierro fundido. Los Ingleses fabrican hoy
dia, por este proceder , y muy barato, dos varie-
dades de acero de una calidad superior, conoci-
das , la una con el nombre de Acero Marshall, y
la otra con el de Acero B. Iluntzmann. Launa de
estas especies de acero se obtiene por la fundi-
ción en crisoles, y la otra especie por la fundición
en un horno de reverbero. El acero B. ¡íuntzmann
es mas fácil de fraguar que el acero Marshall.
La propiedad de ser soldable con el hierro , quo
se busca tanto v con tanta razón en los aceros,
pueden adquirirla añadiendo hierro dulce y fuer-
te en el baño de acero fundido. Este hierro da
cuerpo al acero fundido , y le hace mas fácil de
trabajar.
El acero de Siria es conocido bajo tres nombres
diferentes: 1.° el Miintz-Stahl, ó acero llamado do
monedas; este es un acero de primera calidad;
2.° el Kern-Stahl, acero de cuesco; y 3.° el Fri-
ment-Stahl, acero ligero y blando.
Hemos dicho antes que experimentos recientes
tienden aprobar que otras sustancias, además del
carbono, combinándose con el hierro, eran su-
ceptibles de convertirlo, sino en verdadero ace-
ro, á lo menos en un metal que participa de las
principales propiedades del acero. Según los ex-
perimentos de los señores Stoddart y Faraday,
en Inglaterra , puede admitirse que la" plata , en-
tre otros metales , comunica al hierro , ligada á
ella en muy corta cantidad , una dureza extrema,
y aumenta" la elasticidad del acero. Hay también
algunos motivos para creer que las famosas lámi-
nas de Damasco, en Oriente, y el Wootz de Bom-
bav, son aceros que tienen algo de plata.
Las diferentes especies de acero que se encuen-
tran en el comercio difieren entre sí tanto por sus
propiedades físicas como por su composición; en
general reúnen á la ductilidad del hierro mayor
fusibilidad y mayor dureza, que la operación "del
temple ó el recocido puede aumentar ó disminuir;
es mas atraible por el imán , y conserva mas largo
tiempo que el hierro la propiedad magnética que
se le ha comunicado , y esta es la razón porque
son preparados con él los imanes artificiales. El
acero es mas fácil de romper que el hierro ; ca-
lentado al rojo y sumergido de repente en el agua
fria , se pone duro y muy quebradizo , y en este
53 ACE
estado ya no es atacado per la lima y raya el
vidrio , cuya propiedad puede servir para distin-
guirlo del hierro. Además, el acero puede ser dis-
tinguido del hierro por las manchas negras que
desarrollan en su superficie los ácidos debilita-
dos que en ella se vierten, manchas que son pro-
ducidas por el carbono que se pone libre. El ácido
nítrico diluido en una grande proporción de agua
puede servir muy bien para este ensayo. Si se
vierte una gota de este ácido así diluido sobre
acero , y si después de haberla dejado en él por
espacio de algunos minutos, se quita con agua,
produce una mancha negra; pero si se verifica la
misma operación sobre un pedazo de hierro puli-
mentado, la mancha, en vez de ser negra, es de
un gris-verdeso , y desaparece lavándola con
el agua.
Los multiplicados usos artísticos del acero que-
dan ya expuestos en la descripción que de este
producto acabamos de hacer. En medicina sirve
algunas veces en las mismas circunstancias que
el hierro.
El acero se recibe generalmente de Trieste; con
todo en España se fabrica en Pola de Lena y en
algún otro punto de Vizcaya. Nos llega en barras
v planchas sin labrar, en cajas de peso de 160
libras, con marcas que designan su fabricante,
pero que no pueden ser, sin embargo, una garantía
de su buena calidad.
ACETATO. Género de sales resultantes de
la combinación del ácido acético con los óxidos
metálicos ó las bases salificables orgánicas.
Los acetatos de base de óxido metálico son
descomponibles por el calórico dando productos
variables, 1.° según la afinidad del ácido por el
óxido ó la base, 2.° según la del oxígeno por el
radical del óxido, 3.° según la temperatura á la
cual la descomposición tiene lugar: los unos, cuan-
do se les echa sobre las ascuas, se hinchan, se
ennegrecen y difunden un humo de olor de goma
ó de pan tostado (acetatos de barita, de cal, de
estronciana, de potasa, de sosa); otros descom-
poniéndose toman diversos colores por el óxido ó
el metal que se vivifica de nuevo, y esparcen un
humo picante, ácido, fácil de reconocer por el
vapor de ácido acético mezclado á veces con espí-
ritu piro-acético (acetatos de cobre, de mercurio,
de plata, de plomo); en fin, los acetatos de bases
orgánicas se hinchan , carbonizándose y dejando
un residuo negruzco carbonoso , que arde com-
pletamente y con mas ó menos facilidad á una
temperatura rojo-cereza.
Reducidos á polvo y tratados en frió por el áci-
do sulfúrico hidratado del comercio , la mayor
parte de estas sales dejan desprender á la tempe-
ratura ordinaria un olor picante , ácido , fácil de
reconocer por ácido acético; pero como este efec-
to solo se produce bien con los acetatos que se
descomponen fácilmente, es esencial cuando se
trate de probar otro acetato , se haga disolver és-
te en una corta cantidad de agua , se añada á la
solución ácido sulfúrico. , y se caliente; el olor (pie
entonces se manifiesta es una prueba decisiva y
un carácter mas general que el primero.
ACE
Casi todos los acetatos son sápidos y solubles
en el agua.
Hay tantos acetatos cuantos son los cuerpos
susceptibles de unirse químicamente con el ácido
acético , y éstos son numerosos ; pero bajo el pun-
to de vista comercial , solo nos ocuparemos aquí
de los empleados en las artes y en medicina.
La fabricación de esta serie "de sales está bas-
tante adelantada en nuestro pais, así es que la
importación del extranjero no es considerante, á
pesar del grandísimo consumo que de algunas de
ellas se hace en la pintura, tintorería y muchas otras
artes ; y esto es tanto mas de notar en cuanto en
el extranjero los fabricantes echan mano, para
la preparación de los acetatos , del ácido acético
(piro-leñoso) que se obtiene en la fabricación del
carbón vegetal, mientras nuestros fabricantes se
hallan precisados á procurarse dicho ácido con
mucho mas dispendio , por medio de la acidifica-
ción del orujo y la destilación de los vinagres. El
sub-acetato de cobre ó cardenillo se fabrica en
varios puntos de la península , y en Cataluña hay
excelentas fábricas de él en San Andrés de Palo-
mar , Sans , Arenys de Mar , etc. , en las que se
acostumbra también á preparar el acetato de co-
bre neutro ó verdete cristalizado en pinas cóni-
cas, de poca uso todavía; — el proto-acetato de
plomo ó sal de Saturno se fabrica igualmente en
las indicadas poblaciones y ademas en el Clot,
Yillafranca del Panadés, etc. siendo digno deno-
tar el producto obtenido en la fábrica de San An-
drés de Palomar por su hermosa cristalización y
blancura; — los acetatos de alumina, de cal, de
hierro , de potasa , de sosa y algunos otros de uso
en la medicina se preparan ventajosamente en los
laboratorios farmacéuticos, siendo reducidísimo
el número que pedimos al extranjero.
Acetato «le alúmina, Acetato alti-
mínico. Esta sal se obtiene directamente com-
binando la alúmina hidratada , recientemente
precipitada del alumbre, con el ácido acético.
Tiene una reacción acida y un sabor muy estíp-
tico y muy astringente, nunca puede obtenerse
cristalizada, siempre es delicuescente , muy solu-
ble en el agua; un calor poco elevado la descom-
pone , volatiliza el ácido acético, y deja el óxido
de aluminio en forma de una masa blanca pulve-
rulenta.
Esta sal es de un inmenso uso en las operacio-
nes de la tintura , en la fabricación de las telas
pintadas , etc., pero en ellas no se emplea un ace-
tato ya formado. A dicho objeto sirve el alumbre
mezclado con un acetato que lo descompone : el
ácido acético de este acetato se dirige sobre la
alúmina, una de las bases del alumbre, que es
una sal doble ó triple, y el ácido sulfúrico del alum-
bre se apodera de la base del acetato : por lo co-
mún se echa mano del acetato de plomo para es-
ta descomposición por vía doble, y se obtiene pues
un sulfato de plomo que se precipita en estado de
completa insolubilidad , y queda en disolución en
el líquido el acetato de alúmina.
En medicina liase empleado el acetato de alú-
mina líquido y diluido en agua , como astringen-
AGE
le , cu el cilio de gonorrea crónica y hemopti-
sis.
Acetato de amoníaco, Acetato
amóulco. Esta sal se obtiene en los laborato-
rios de farinacialsaturando directamente el amo-
niaco liquido con el ácido acético débil, llevando
el producto líquido que resulta a una densidad tal
que señale t¡P en el areómetro de Baumé. En este
estado se usa en medicina con el nombre de Es-
píritu de Minderero, y se presenta bajo el aspec-
to de una solución neutra , incolora, inodora, de
un sabor acre, fresco y picante. Expuesto á la ac-
ción del calórico en una retora deja desprender
una porción de amoníaco , y se trasforma en ace-
tato acido que se volatiliza en seguida y cristali-
za en largas agujas.
El acetato de amoníaco líquido es empleado en
medicina como diurético, sudorífico, expectoran-
te, etc., etc., y ha sido sustituido con ventaja al
amoníaco puro en el caso de embriaguez, que, se-
gún el Sr. Masuger , disipa en algunos minutos,
administrado á la dosis de 25 á 30 gotas en un
vaso de agua azucarada.
Acetato de antimonio. Sal soluble,
cristalizable, poco conocida, que se preparaba
con el vidrio de antimonio y el vinagre destilado,
y que Ángel Sala y algunos otros médicos han
recomendado como emético.
Acetato de barita, Acetato barí-
tico. Sal obtenida descomponiendo el sulfuro
de barita por el ácido acético, ó neutralizando
conácido acético el carbonato de barita. Crista-
liza en prismas oblicuos de ocho lados con base
romboidal, irregulares, y muy blancos; es mas
soluble en el agua fría que en el agua caliente, y
algo soluble en el alcohol. — Empléase como reac-
tivo y para obtener otros acetatos ; pero poco usa-
do en medicina.
Acetato de cal, Acetato calcico. Se
obtiene tratando el carbonato de cal (mármol)
fior el ácido acético hasta neutralización. Crista-
iza en agujas sedosas ó en prismas; es de sabor
acre salado; se funde en su agua de cristaliza-
ción á 100°, y calentado hasta I071/, centígrados
despide una luz fosfórica muy fuerte por la frota-
ción en la oscuridad; es muy soluble en el agua.
— En medicina se usa esta sal como fundente y
excitante á la dosis de l á 3 escrúpulos. Em-
pléase en la preparación del ácido acético puro
y para obtener otros acetatos.
Acetato de cinconina. Producto quími-
co compuesto de ácido acético y cinconina. Esta
sal cristaliza en pequeñas lentejuelas nacaradas,
que el agua traslorma en acetato ácido y en suli-
acelato. — Se usa á veces en medicina como fe-
brífugo.
Acetato de cobalto. Se obtiene disol-
viendo en el ácido acético concentrado el óxido
ó el carbonato de cobalto, y se guarda la disolu-
ción roja que resulla. — Esta sal sirve de tinta sim-
pática mezclada con sal común; los caracteres
con ella escritos son invisibles, y por medio del
calor aparecen de color azul.
Acetato de cobre neutro. Acetato
ACIÍ 53
rohrlco, Cardenillo cristalizado,
Cristales de Venus, J>e uto-acetato
de cobre neutro , Verdete cristali-
zado. Sal obtenida disolviendo , por el calor,
una parte de cardenillo en dos partes de vinagre
destilado. Cristaliza en prismas romboidales de
verde azulado, ligeramente eflorescentes al aire
seco; su sabor es áspero y desagradable; es ente-
ramente soluble en cinco veces su peso de agua
hirviendo, que colora en azul verdoso. — Sirve
principalmente para preparar el vinagre radical,
y en medicina se emplea á veces en los mismos
casos que el sulfato de cobre. Es un veneno ac-
tivo.
Acetato ( sub ) de cobre , Aceta-
to bicúbrico, Cardenillo, Sub-deu-
to-acetato de cobre , Verdete. Es-
ta sal se obtiene , en los laboratorios de produc-
tos químicos , por medio del orujo que ha sufrido
la fermentación acida y láminas de cobre. El car-
denillo se presenta en masa amorfa, friable, micá-
cea en su interior, de color azul-claro, ó verde
mas ó menos azulado ; bajo el primer aspecto la
sal parece ser un acetato de cobre ses-quibásico,
y el segundo, que es el mas común en el comercio,
es un acetato bi-básico. Puesto en contacto con
el agua fria, se descompone y se trasforma en
acetato neutro , que se disuelve, y en acetato tri-
básico insoluble , que se separa en el fondo del
líquido en vedijas de azul celeste pálido. Esta ac-
ción del agua permite pues distinguir esta sal de
la primera. — Los usos del cardenillo en la pintu-
ra , en ciertos tintes y en la fabricación de som-
breros son bien conocidos : en medicina , se em-
plea como escarótico, y entra en varias compo-
siciones. Es un veneno violento.
Además se conoce el Acetato de cobre y de
amoníaco, ó Acetato de cobre amomacal, sal
obtenida de la solución amoniacal del acetato de
cobre, evaporada á un suave calor, que hace
parle de diversos colirios resolutivos, y también
de la Tintura azul, empleada para el mismo
uso; es azul,. cristalino, muy delicuescente. — El
Acetato pot asado de cobre se obtiene evaporando
hasta sequedad la mezcla de una solución acuosa
de tres partes de crémor tártaro y una parte de
acetato de cobre. Este compuesto verdoso se tras-
forma al aire en un licor verde, de un sabor aero
y cáustico, que Chaussier llamaba Solución de acé-
talo potasado de cobre, y que se empleaba para
los mismos usos que el precedente.
Acetato de estroneiana. Obtenido
descomponiendo el sulfato de estroneiana por el
ácido acético. Es susceptible de cristalizar, de sa-
bor acre y picante; es soluble en el agua \ eflo-
reciente al aire. — Se emplea como reactivo.
Acetato de hierro. El ácido acético dé-
bil disuelve el hierro con desprendimiento de hi-
drógeno, y se trasforma en Pkoto-acetato de
bierro ó Acetato ferroso soluble. Esta sal es
verdosa, susceptible de cristalizar en pequeños
prismas; su sabor es estíptico ; su solución, ex-
puesta al aire, se convierte en per-acetato de hier-
ro ácido y en sub-per-acetato , que se precipita en
54 ACE
polvo rojo amarillento. — Tratando el hidrato de
peróxido de hierro con ácido acético concentra-
do , se forma Per-acetato de hierro ó Acetato
férrico. Esta sal es de un moreno rojizo , incris-
talizable , delicuescente , muy descomponible, y
por eso es indispensable conservarla en frascos
cerrados herméticamente. Este es el que se usa
en medicina y en las artes.
El acetato férrico se prepara muy sencillamen-
te haciendo digerir , durante uno ó dos meses,
vinagre de leña ó ácido piro-leñoso destilado
en recortaduras de palastro ó de hierro vieio. El
hierro se oxida á expensas del agua , y el óxi-
do en seguida neutraliza el ácido ; de lo que re-
sulta un líquido moreno subido, incristalizable, de
un olor particular , que tiene en disolución una
mezcla de acetatos de protóxido y peróxido de hier-
ro. Se le llama Piroleñito de hierro ó licor de
hierro viejo. El piroleñito de hierro del comercio
debe marcar 1 4 á 1 6o, y no contener sulfato de
hierro. Esta sal así preparada, que recibíamos
del extranjero , al presente se fabrica ya en Ca-
taluña en la Villa de Gracia, en Sans y en Vila-
drau. En los primeros tiempos de la fabricación
de las telas pintadas en Europa, se preparaba el
acetato de hierro , según Shaw , disolviendo el
metal en cerbeza débil aireada. El piroleñito de
hierro es de un uso general en las fábricas de in-
dianas para dar á las estofas colores amarillos
mas ó menos subidos y servir de mordiente negro.
En medicina , el acetato de hierro ha sido em-
pleado en diversos estados : blando , llevaba el
nombre de Extracto de Marte ; líquido, era el
Extracto de Marte acético, el Vinagre marcial,
el Vinagre de los Capuchinos; entraba en diversas
tinturas y con él se formaban diferentes composi-
ciones, que se empleaban en la clorosis, las obs-
trucciones délas entrañas, etc., pero hoy dia casi
no es usado sino en las fábricas de pintados.
Acetato de manganeso , Acetato
manganoso. En las fábricas se prepara des-
componiendo el sulfato manganoso por el acetato
de cal. Es incolor , cristaliza en prismas oblicuos
cuya base es un rombo; es inalterable al aire, muy
soluble en el agua y en el alcohol. Empleado co-
mo mordiente para producir los tintes rojo-more-
nos. Dícese que ha sido empleado en gargarismo
contra las altas, á la dosis de 1 escrúpulo en 3
onzas de agua.
Acetato de mercurio. Precipitando una
solución acidulada de proto-nitrato de mercurio
por un exceso de acetato de potasa , de sosa ó de
cal , se obtiene el Proto-acetato de mercurio,
Acetato mercurioso, llamado antiguamente Mer-
curio acetoso, Sal acetosa mercurial, Tierra fo-
liada mercurial. Se presenta en láminas blancas,
micáceas, flexibles, suaves al tacto y que se
ennegrecen al contacto de la luz ; de un sabor
estíptico , muy poco soluble en el agua fria , y se
disuelve en corta cantidad en el agua caliente, y
cristaliza por enfriamiento en pequeñas escamas
blancas trasparentes; esinsoluble en el alcohol.
En medicina, se usa como antisifilítico, ala dosis
de t á 2 granos , y entra en varias composiciones
ACE.
farmacéuticas. Es casi el único empleado. — Di-
solviendo en caliente el deutóxido de mercurio en
polvo en vinagre destilado, filtrando el líquido
hirviendo , y dejándolo enfriar , se obtiene el Deu-
TO-ACETATO DE MERCURIO, ACETATO MERCÚRICO.
Se presenta en tablas cuadriláteras , blancas na-
caradas , semitrasparentes ; expuesto al aire li-
bre pierde una parte de su ácido , se pone ama-
rillo trasformándose en sal básica; es muy so-
luble en el agua, que disuelve el cuarto de su
peso á la temperatura ordinaria. Es poco usado
en medicina.
El preparado conocido antiguamente bajo los
nombres de Legarto verde y de Precipitado verde,
parece ser una mezcla de acetato de mercurio y
de nitrato de cobre. Empleábase contra la go-
norrea virulenta, á la dosis de 2 á 8 granos, y
también al exterior para deterger las úlceras. Este
medicamento , poco seguro , obraba muy á me-
nudo, se dice, como emeto-catártico.
Acetato de morfina, Acetato
mórfico, Berz. Obtenido saturando el ácido
acético débil por morfina pura, y evaporando la
disolución hasta sequedad. Preséntase en masa
blanca , amorfa , granosa y pulverulenta , de un
sabor amargo desagradable; por una evaporación
expontánea en una estufa , esta sal puede obte-
nerse cristalizada en agujas que se reúnen en ha-
cecillos. Bajo el primer estado es como se en-
cuentra en las boticas para uso de la medicina.
El acetato de morfina es soluble en el agua y en
el alcohol ; pero cuando ha sido evaporado hasta
sequedad o ha estado expuesto al aire largo tiem-
po, ha perdido una parte de su ácido, y no se
redisuelve entonces totalmente en el agua sino
añadiendo algunas gotas de ácido al líquido. — Em-
pleado como calmante y narcótico hasta la dosis
de dos granos al dia.
Acetato de plata. Esta sal puede obte-
nerse directamente con el ácido acético y el óxi-
do de plata, ó por doble descomposición del nitra-
to de plata por el acetato de potasa. Cristaliza en
agujas flexibles y nacaradas, de sabor metálico
muy acre, poco soluble en agua. — Se emplea
como reactivo , para reconocer el ácido hidro-
clórico en los acetatos y en el ácido acético, en
el vinagre, etc.
Acetato de plomo. Disolviendo en ca-
liente litargirio en polvo en vinagre destilado ó
en vinagre de leña purificado hasta saturación,
evaporando el producto y haciendo cristalizar,
se obtiene en grande cantidad para los usos de
las artes , el Proto-acetato de plomo r Acetato
plómrico , conocido en el comercio con los'nom-
bres de Azúcar de plomo, Azúcar de Saturno, Sal
de Saturno. Así obtenido, se presenta en cristales
blancos, que son pequeñas agujas en forma de
prismas tetraedros complanados , terminados por
puntas diedras ; el sabor es primero azucarado
y luego astringente ; expuesto al aire, se eflorece,
se pone opaco y pulverulento en su superficie ; á
la temperatura ordinaria, se disuelve en tres par-
tes de agua , y el agua hirviendo disuelve mas;
se disuelve también en el alcohol. Este acetato es
ACE
empleado en los laboratorios como reactivo para
reconocer el ácido hidro-sulfúrico , siendo muy
útil a los químicos, sobre todo para el raimen do
los principios inmediatos, cuya mayor parte pre-
cipita de sus disoluciones en Vedijas abundantes,
talo- son la goma, las materias colorantes, el ta-
nino, las materias extractivas , que dan con osta
sal precipitados que consisten en una combinación
de la materia orgánica empleada y protóxido de
plomo ; es también de un grande uso en las artes,
singularmente en las fabricas de telas pintadas
para la preparación del acetato de alúmina. — ha
sido propuesto para hacer las mechas de artille-
ría y tle fuegos artificiales, — hase indicado como
descolorante, pero este uso no debe admitirse, por
cuanto el Sr. Boudet ha probado la existencia del
plomo, en grande cantidad, en jarabes de miel y
aguardientes asi clarificados; en medicina se usa
rarísimas veces al interior, pero al exterior es de
un uso común como astringente y resolutivo, apli-
cado de diferentes maneras. — Antiguamente satu-
rando el vinagre con litargirio en polvo y concen-
trando la disolución , se obtenía el Sub-acetato
ue plomo , Acetato triplómbico , Acetato he
plomo líquido, designado con los nombres de Ex-
tracto de Saturno de Goulard, Yinagre de Satur-
no, que se presentaba bajo el aspecto de un liqui-
do jaraboso, colorado de amarillo moreno por la
materia extractiva del vinagre. Hoy dia se pre-
para haciendo digerir una solución de acetato
neutro de (lomo con litargirio en polvo privado
de ácido carbónico, y evaporando el Uquido hasta
que señale 30° en el "areómetro de Baumé. Podria
obtenérsele en masa cristalina anhidra, pero por
lo común se encuentra en forma de un liquido in-
color, denso y jaraboso , de un sabor azucarado
v muy astringente ; enverdece el jarabe de vio-
letas y vuelve al azul el papel de tornasol enro-
jecido; el agua lo disuelve, pero es insoluble en
el alcohol ; su solución se enturbia al aire por el
ácido carbónico que precipita de ella poco a poco
una parte del protóxido de plomo; el agua común
lo vuelve inmediatamente lechoso en razón de los
sulfatos y carbonates que contiene y que le des-
componen. Los usos de esta sal en "medicina son
tan conocidos, que puede llamársele un medica-
mento del todo popular ; en solución en el agua,
es empleado como reactivo en las mismas cir-
cunstancias que la solución de acetato neutro.
Se designa en el comercio , bajo el nombre de
Piroleñito de plomo, un acetato de plomo que se
prepara con el ácido piroleñoso bruto ó destilado,
y que contiene mas o menos brea según el ácido
que se ha empleado. A veces se presenta en ma-
sas compactas , de un amarillo moreno , de con-
sistencia blanda, con un fuerte olor empireumáti-
co ; otras veces está en pequeñas masas forma-
das de agujas , de un blanco gris, secas y menos
olorosas. Éste último es casi puro , y es el á que
debe darse la preferencia. El piroleñito de plomo
puede reemplazar la sal de Saturno en casi todos
los usos, y en particular para la preparación del
mordiente de rojo para las indianas.
Acetato «le potasa, Acetato pota-
ACI 55
slco. Sal que los antiguos químicos y médicos
designaban con el nombre de Tierra foliada de
tártaro, Tierra foliada vegetal, en razón de su
aspecto hojeado. Se obtiene saturando una solu-
ción de carbonato de potasa por el ácido acético
á tres grados, ó por el vinagre destilado , y eva-
porando hasta sequedad el producto. El acetato
preparado con el vinagre destilado es siempre
colorado , y se le purifica por fusión y disolución,
y filtrando la solución al trav es de una capa de
carbón animal. Esta sal , aunque difícil de cris-
t a liza r , se presenta en cristales laminosos ó pe-
queñas hojas , blancas , muy ligeras , de sabor
muy picante acre , desagradable ; es de tal mo-
do delicuescente que se cubre en pocos minutos,
expuesta al aire, de gotecitas de agua que la di-
suelven : el alcohol la disuelve con la mayor fa-
cilidad ; casi todos los ácidos la descomponen.
Debe conservarse en frascos bien cerrados al abri-
go del aire.
El acetato de potasa se ha usado mucho en me-
dicina como fundente y aperitivo , etc. , pero hoy
dia se emplea muy poco. Su grande afinidad por
el agua permite emplearlo en química, en ciertos
casos, para secar algunos gases ó absorver el
agua de ciertos líquidos que no tienen sobre él
acción para descomponerle.
Acetato de quinina* Combinación del
ácido acético con la quinina. Sal en forma de
agujas sedosas y nacaradas, ligeramente ácido,
poco soluble en el agua hirv iendo. Se emplea en
medicina contra las calenturas intermitentes has-
ta la dosis de 20 granos.
Acetato de sosa • Acetato sódico,
Tierra foliada mineral de los antiguos. Para
los usos médicos, se prepara por medio del áci-
co acético ó el vinagre destilado y el carbonato
de sosa ; pero en las fábricas de productos quí-
micos se obtiene en grande sirviéndose del vina-
gre de leña ó ácido piroleñoso, empleando varios
procederes. Esta sal es blanca, cristalizada en lar-
gos prismas estriados , de sabor picante y amar
go; soluble en 3 partes de agua fría, en su peso
de agua hirviendo, y en apartes de alcohol; es
ellorescente.
Este acetato es poco usado en medicina, con
todo hase empleado como diurético y fundente
hasta la dosis de dos dracmas. En las artes es el
objeto de una gran fabricación para obtener el
ácido acético puro.
Acetato de zinc . Acetato zíncico.
Obtenido tratando directamente con el ácido acé-
tico el hidro-carbonato de zinc. Es blanco, amar-
go y estíptico, cristaliza en láminas hexagonales,
muj. soluble en el agua fría y mas soluble en el agua
caliente. Usado en medicina, al exterior, como
astringente en inyecciones en la blenorrea, etc.
ACÍBAR. Zumo espesado de diferentes es-
pecies del género Aloe , plantas que crecen en
África , en las cercanías del Cabo de Buena Es-
peranza , que se cultiv an en Berbería , etc. (Alié-
nese por fa incisión de las hojas , ó por la eva-
poración del agua en que se las ha hecho infun-
dir.
56 ACI
Conócense en el comercio varias especies de
acíbar , cuyos caracteres vamos á describir.
Acíbar sucotrino verdadero. Esta droga, hoy
dia muy rara , aun en Inglaterra , este vasto mer-
cado de los productos de la India, se supone ve-
nir de la isla de Soccotora , y se recibe en Europa
Eor la vía de Esmirna y de Malta, en cajas y en
arriles; el acíbar del Cabo llega tambien'con
igual embalaje. La mayor parte del que se vende
hoy dia como acíbar sucotrino nos viene de Bom-
bay, pero este es el verdadero Acíbar hepático,
cuyo nombre se le da, porque su color es pare-
cido al del hígado de los animales.
El verdadero extracto de acíbar sucotrino tiene
un olor aromático particular ; su sabor es de un
amargor muy intenso y duradero ; se presenta en
pedazos de color moreno-rojizo subido, lustroso
como si hubiese sido barnizado ; su fractura ofre-
ce un aspecto liso y vidrioso; los bordes de los
pedazos y los pequeños fragmentos son rojizos,
ó de color de oro , y semitrasparentes; se reblan-
dece con los dedos y se pone pegajoso , pero esto
no impide que cuando el tiempo es frió , perma-
nezca pulverulento; el polvo que de él se hace es
de un amarillo de oro brillante.
El Acíbar de Bombay es algo mas deslucido
y mas moreno que el sucotrino , pero en todo lo
demás sus caracteres son á corta diferencia los
mismos. A veces se halla mezclado con acíbar
de la India. El acíbar de Bombay llega en barriles
que contienen desde 200 hasta 800 libras; no es
raro recibirlo en cueros.
El A cíbar del Cabo de Buena Esperanza tiene
un olor mas fuerte y mas desagradable que el
sucotrino y el hepático , pero el sabor es á £orta
diferencia el mismo ; al exterior los pedazos son
mas desmenuzables , menos amarillos y menos
lustrosos; al interior es blando y flexible; el co-
lor del polvo de todos estos acíbares es de un
hernioso amarillo que tira al verde, semejante al
de la goma gota, pero menos brillante. El acíbar
del Cabo de Buena Esperanza llega á Europa en
cajas y barriles.
El Acíbar comun de las boticas, conocido an-
tes en el comercio de la droguería con el nombre
de Acíbar de las Barbadas, nos llega en calaba-
zas que cada una de ellas contiene de 60 á 70 li-
bras. Con frecuencia se ha probado hacerlo pa-
sar por acíbar hepático ó de Bombay.
El olor del acíbar de las Barbadas es mas fuer-
te , pero menos agradable que el del sucotrino, y
aun que el de los de Bombay y del Cabo de Buena
Esperanza; tiene cierta analogía con el efluvio del
sobaco humano ; el amargor es intenso y nau-
seabundo , en vez de ser aromático ; los pedazos
son de un color moreno y empañado , menos lus-
trosos, menos lisos en su fractura, y se rompen
fácilmente; los bordes no son tampoco tan agu-
dos ni tan trasparentes , siempre son algo romos
y de un tinte amarillento oscuro ; se reblandece
entre los dedos y se pone pegajoso ; el color del
polvo es de un amarillo-aceituna empañado.
Hay aun otra especie de acíbar llamado A cíbar
fétido ó caballino, cuya última denominación ha
ACI
recibido del gran uso que de él se hace en la me-
dicina veterinaria, que por su olor repugnante y
nauseabundo no puede confundirse con las demás
especies de acíbar, ni aun emplearlo en la medici-
na de los hombres. Está mezclado con todos los
sedimentos que en él se posan , y á menudo con
cuerpos extraños que se le añaden; su color es
negruzco, con manchas ferruginosas ; su fractura
presenta arena, carbón, fibras leñosas, resina,
etc. ; es mas compacto, mas pesado , mas arenoso
que ninguna de las demás calidades; se pulveriza
difícilmente.
También , en estos últimos tiempos , hase visto
en Inglaterra, un acíbar traído de Moka, muy
semejante al del Cabo de Buena esperanza; pero
se ha observado que es menos purgante.
Igualmente se distingue el Acíbar lúcido , que
se dice proceder del zumo que se concreta en las
hojas mismas de los Aloes por el calor del sol, que
quizás es el extracto secado al sol. Dícese que
hay curiosos que lo poseen , pero en el comercio
es desconocido.
Por último , en la elección de los acíbares se
preferirán los mas puros , los mas ligeros y los
mas aromáticos , sin curarse del nombre de su
especie ó del pais que los produce.
Bespecto á la composición del acíbar , debemos
decir que \ 00 partes de acíbar sucotrino el mas
puro están compuestas de 68 partes de un prin-
cipio amargo, jabonoso, soluble en elaguayenel
alcohol, y no en el éter ; dé 32 partes de resina,
y de un vestigio de ácido agállico ; da en la des-
tilación un aceite volátil, y se resinifica por el
cloro. El acíbar comun hepático está compuesto
de 50 partes de extractivo , de 42 de resina , y de
6 de materia insoluble, designada por Tromms-
dorff con el nombre de Albúmina vegetal coagu-
lada. Esta especie, no disolviéndose por entero en
el agua ó en el alcohol, suministra un medio quí-
mico de distinguirla de la primera ; tampoco da
aceite volátil en la destilación. En fin, el acíbar
mas impuro , el caballino , contiene aun mas
partes insolubles en el agua, y una cantidad mas
fuerte de resina.
De estos análises resulta'que el acíbar es una
especie de goma resina particular, puesto que los
dos principios que lo componen se disuelven en
el agua hirviendo y el alcohol; según el Sr. Bra-
connot , esta sustancia seria un principio sni ge-
neris, que él propone llamar resxno-amargo. Pe-
ro la opinión de Trommsdorff parece haber pre-
valecido , y el acíbar es considerado como com-
puesto de dos principios distintos , un extractivo
jabonoso y una resina. El olor , el sabor y las
propiedades del acíbar residen sobre todo en el
extracto ; la parte resinosa no ha sido ensayada
por separado, y es mirada como menos activa. Hase
observado que la ebullición alteraba la parle ex-
tractiva del acíbar , que una porción se hacia in-
soluble en el agua , lo que le constituye entonces
menos purgante , y explica porque el acíbar pu-
rificado de las boticas purga menos que el natu-
ral, y porque también el caballino, debido á lar-
gas ebulliciones , y en el que se hallan los posos,
ACI
es lan malo para el uso , además que se puede
encontrar en él cobre de las calderas en las cua-
les se prepara.
Aunque todas las especies de acíbar descritas
difieran entre sí por las propiedades físicas y
sensibles , coinciden en su acción médica. Hánsé
hecho muchas objeciones á su uso como purgan-
te; pero el doctor Denmann ha justamente ol)-
MMwuloque el acíbar es de un uso general en
Inglaterra en las clases bajas del pueblo, porque
es un remedio barato , y porque puede ser cómo-
damente administrado en forma de pildoras, sin
que de él se hayan visto nunca resultar muy gra-
H's inconvenientes. Los cerbeceros, en Inglater-
ra, lo sustituyen con bastante frecuencia al hom-
brecillo , para reemplazar una pequeña parte de
éste que es menester en la fabricación del Porter.
En las artes, salvo la preparación de ciertos bar-
nices á los que comunica un hermoso color ama-
rillo , y el uso que de él se hace para imitar el
dorado sobre el bricho , casi no conocemos uso
en el acíbar; pero en medicina, sobre todo en
veterinaria, se consume en gran cantidad. El Sr.
Doullav ha propuesto poner acíbar en la pasta de
papel de herbario para alejar los insectos, lo que,
si se consiguiese , seria un resultado precioso pa-
r a los botánicos.
ACIDO. Los ácidos son cuerpos compues-
tos, por lo común de un sabor agrio , que enro-
jecen los colores azules vegetales, susceptibles
do formar con las bases salilicables cuerpos mas
complexos dotados de propiedades nuevas , y á
las cuales se llama Sales. Háseles distinguido en
fuertes y en débiles, según su grado propio de
acidez ; en naturales y artificiales , s°gun que
existan del todo formados en la naturaleza (la
mayor parte de los ácidos) ; ó al contrario que
5ean el producto del arte ( ácido pirotartárico,
alcanfórico, etc. ); en orgánicos é inorgánicos, ve-
g( tales', animales y minerales, según su origen ;
en hidrácidos , oxácidos , aceitosos, etc, según
su naturaleza.
I. Ácidos inorgánicos ó minerales. El oxíge-
no ha sido por mucho tiempo mirado como el úni-
co cuerpo susceptible de trasformar los cuerpos
simples en ácidos ; pero sábese hoy día que el
hidrógeno , el cloro , etc. , gozan de la misma pro-
piedad. De ahí la nueva distinción de los ácidos
en oxigenados ú oxácidos , hidrogenados ó hidrá-
cidos , etc.
Oxácidos inorgánicos. Son muy numerosos,
mas ó menos activos , y la mayor parte usados en
la medicina y en las artes: tales son los peídos
bórico , fosfórico, nítrico, sulfúrico, etc.
Hidrácidos inorgánicos. Entre estos se cuen-
tan, por sus usos, los ácidos hidroclórico , hi-
driódico , hidrosulfúrico , etc.
La mayor parte de los ácidos minerales son
bmarios, es decir, formados solamente de dos
cuerpos, el cuerpo acidificante y el cuerpo aci-
riilicable : de entre ellos, se llaman Ácidos metá-
licos aquellos que tienen por base un metal , por
ejein pío los ácidos arsénico y arsenioso.
Los ácidos minerales son por si mismos ó qa-
8
AGÍ M
seosos, ó Uquidos, ó sólidos, estados que no nece-
sitan de explicación; se les llama secos ó anhi-
dros , cuando no contienen agua, y se hallan en
este caso el ácido bórico sublimado , el ácido ni-
troso, aunque líquido. La mayor parte de los de-
más ácidos minerales pueden ser considerados
como en el estado de hidratos , es decir que cier-
ta cantidad de agua hace parte esencial de su com-
posición. Se dicen concentrados, cuando, disueltos
ó naturalmente líquidos, no contienen ó contienen
poca agua ; dilatados ó diluidos , cuando con-
tienen mucha.
Estas diversas denominaciones se apbcan igual-
mente á los ácidos orgánicos.
II. Ácidos orgánicos. La mayor parte existen
formados en los vegetales ó los animales. Son ter-
narios ó cuaternarios , es decir , compuestos de
tres ó de cuatro principios que constituyen la ba-
se de las materias orgánicas, á saber: el hidró-
geno , el oxígeno , el carbono y el ázoe. Los áci-
dos ternarios , formados en general por los tres
primeros principios , pertenecen la mayor parte á
las materias vegetales ; los ácidos cuaternarios á
las materias animales. De ahí su distinción en
Ácidos animales}7 Ácidos vegetales, denominacio-
nes equívocas , puesto que los vegetales y los ani-
males contienen también ácidos verdaderamente
minerales; que además ciertos animales encier-
ran ácidos ternarios , y quizás ciertos vegetales
ácidos cuaternarios. Por lo tanto es mejor distin-
guirlos según su composición en temarios y cua-
ternarios, los cuales, como los ácidos vegetales,
pueden ser además subdivididos en oxácidos y
en hidrácidos.
Ácidos ternarios orgánicos. Pertenecen á los
vegetales como á los animales.
Los Oxácidos orgánicos ternarios son ó muy
oxigenados , como los ácidos acético , oxálico,
cítrico , láctico , etc., que son al propio tiempo los
ácidos vegetales mas enérgicos; ó son poco oxi-
genados, tales como los ácidos margánco, oléi-
co , butírico , ambréico, cebádico , conocidos hoy
dia bajo el nombre de Ácidos grasos ó aceitosos,
en razón de algunos de sus caracteres físicos.
El único Hidrácido orgánico digno de notarse
es el ácido hidrociánico , que pertenece á la vez
á los anímales y á los vegetales , y es también el
único que está formado de hidrógeno, de carbono
y de ázoe.
Ácidos cuaternarios orgánicos. Los ácidos cí-
trico, caseico, etc., incluidos en esta clase, son
todos de origen animal.
En general, nada mas nos es permitido decir
respecto á los ácidos : la indicacian délos medios
empleados para obtenerlos , sus caracteres espe-
ciales , sus propiedades médicas y sus usos eco-
nómicos serán expuestos al hablar de cada uno
de ellos en particular.
Acido acético. Este ácido es el mas an-
tiguamente conocido de todos y el que se prepa-
ra con mas facilidad y con menores gastos de
aparatos. Existe en estado de libertad, ó combi-
nado con la potasa y la cal , en la savia de casi
todos los vegetales; la orina del hombre y do
tomo i.
58 ACI
muchos animales lo contiene también en varias
circunstancias, así como los sudores, la leche,
etc.; después de las malas digestiones, se desar-
rolla en el estómago, y lo mismo sucede en la
fermentación pútrida de las sustancias vegetales
y animales , y en este último caso está casi siem-
pre combinado químicamente con el amoníaco ó
álcali volátil que se forma al mismo tiempo. Mas
estos no son los manantiales del ácido acético
empleado en las artes , ó como condimento de los
alimentos ; los licores vinosos fermentados son los
que nos lo ofrecen en abundancia cuando el al-
cohol que contienen pasa á la fermentación aci-
da (V. Vinagres).
Este ácido , en el estado de pureza perfecta,
es líquido , incolor , de un olor muy picante pero
agradable, de un sabor muy vivo; cristaliza en
ñochas láminas delgadas á 15° sobre cero; solu-
ble en el agua y en el alcohol eu todas propor-
ciones ; enrojece fuertemente la tintura de viole-
tas y el papel de tornasol ; su densidad es de 1 ,063
y señala 8o Vio en el areómetro de Baumé ; su
punto de ebullición es á \ 19°, 5 sobre cero; como
no puede ser obtenido sin agua, constituye un ver-
dadero hidrato , que contiene un átomo de agua ó
14,89 de agua por ciento ; echado sobre las as-
cuas, se volatiliza produciendo vapores muy pican-
tes; es susceptible de formar con el alcohol un éter
particular muy usado en medicina ; forma con los
álcalis , las tierras y los óxidos metálicos , sales
de las cuales se ha hablado en el artículo Ace-
tato.
El vinagre común , sea que proceda de vino de
uvas , ó de manzanas, ó de peras, ó de cualquier
otro fruto azucarado, produce por la destilación
ácido acético mas ó menos puro, y quedan en la
cucúrbita del alambique diversas sustancias que
estaban mezcladas con el ácido en el vinagre.
Hay también otros medios de procurarse ácido
acético : uno de ellos es la destilación de virutas
de madera ; en este caso , el producto es llamado
Vinagre de leña ó Acido piro-leñoso ( V. Acido
piro-acético ) , siempre ensuciado por una especie
de brea y de aceite empireumático que tiene en
disolución, de los cuales se le purifica por una se-
rie de operaciones bastante complicadas , que no
entra en nuestro plan describir. Otro medio con-
siste en la destilación del acetato de cobre crista-
lizado del comercio ; en este caso, se obtiene un
ácido acético muy concentrado , pero que tiene en
disolución un poco de cobre, que se le separa por
nuevas destilaciones; obtenido en el estado de pu-
reza, se le llama Vinagre radical.
Los caracteres principales del vinagre radical
son ser líquido á la temperatura ordinaria, de una
consistencia media entre la del agua y la del áci-
do sulfúrico concentrado , ser incólor cuando es
perfectamente puro, difundir un olor vivo, pene-
trante , que vuelve á la vida en los casos de des-
mayos, tener un sabor excesivamente picante,
etc.
El ácido acético se halla á veces sofisticado por
el ácido sulfúrico ; entonces es muy ácido y poco
oloroso ; forma además en la disolución de hidro-
ACI
clorato de barita un precipitado blanco abundan-
te, al que no daria lugar el ácido puro.
Las propiedades y los usos multiplicados del
ácido acético, debilitado ó vuelto al débil gra-
do de energía del vinagre común, son conocidos.
En las artes , se emplea para fabricar los aceta-
tos de potasa, de sosa, de plomo, de cobre, de
hierro , etc. ; en farmacia, es la base de los vina-
gres escilítico, de los cuatro ladrones, de los
oximieles, etc.; la medicina lo prescribe como
antiséptico, refrescante, calmante, y como el
mejor antídoto en los usos de envenenamiento por
el opio , con tal que antes de ingerir el ácido en
estómago , el opio haya sido expelido , sin lo que
los accidentes, en vez do disminuir, serian aumen-
tados.— En el estado de vinagre radical, y encer-
rado éntraseos de faltriquera, que contengan sul-
fato de potasa en cristalitos, es de un grande uso,
bajo el nombre impropio de Sal de vinagre de In-
glaterra, haciéndolo respirar como estimulante en
los síncopes, los desmayos, etc. , y para neutra-
lizar los malos olores dé los teatros, de los salo-
nes públicos de baile, etc. — El ácido acético cris-
talizado puede mirarse como uno de los muchos
objetos lujosos de la ciencia, que algunas veces
es empleado para idénticos usos que el vinagre
radical ; con todo , últimamente ha sido recomen-
dado para formar parte de uno de los muchos ba-
ños á que se sujeta el papel que se prepara para
fijar las imágenes por medio del daguerrotipo.
Acido as;-.* II ¡ co Contenido en muchas sus-
tancias vegetales, pero con mas abundancia y
en estado de mayor pureza en las agallas. Cuan-
do puro, se presenta en pequeñas agujas blancas,
sedosas , inodoras , de un sabor acídulo y estíp-
tico; es mas soluble en el agua caliente que en
el agua tria de la que solo disuelve V100 de su
peso ; el alcohol lo disuelve en mayor cantidad;
se volatiliza al fuego, pero se descompone en
parte; no precipita ni la solución de gelatina, ni
la solución de las sales de base de álcalis vege-
tales, como lo hace la solución de tanino ; colora
de azul ó negro las soluciones ferruginosas , y
forma con los álcalis sales incristalizables. El
precipitado que forma con el hierro es negro,
cuando éste está suficientemente oxidado. Como
se sabe, las agallas sirven mucho para los tintes
negros y en la fabricación de la tinta de escri-
bir; en este caso, la precipitación del hierro no
es debida en totalidad al ácido agállico; el ta-
nino que lo acompaña precipita también el hier-
ro; he aquí porque el zumaque, la corteza de ro-
ble, etc, etc., pueden servir para hacer tinta;
pero siempre que el tanino domina, la tinta es
menos bella y menos duradera; y siempre que
el ácido agállico está en mayor proporción, la
tinta es mejor. El ácido agállico, además, se usa eu
química como reactivo vEn medicina no tiene uso.
Acido alcanfórico. Producido por la
acción del ácido nítrico sobre el alcanfor : se pre-
senta en agujas blancas , de olor azafranado, un
poco amargas, solubles en cien partes de agua fría,
muy solubles en el alcohol , etc. líasele indicado
como útil contra los herpes y las sarnas venéreas.
rACl
trillo antimónlro. Conocido también
con los nombres de Cerusa de antimonio , Mayis-
terio de antimonio, Materia perlada de ker-
kringio , y Peróxido de antimonio. Se obliene
tratando por el ácido nítrico hirviendo el resi-
duo de la evaporación de la disolución de anti-
monio en el agua regia; y también calcinan-
do el antimonio pulverizado con cuatro veces
su peso de nitro. Al estado de hidrato, es blanco,
pulverulento, insípido, insoluble en el agua; en-
rojece el papel y la tintura de tornasol; calen-
tado, abandona primero su agua, pasa á ser ama-
rillo-cetrino , y pierde en osle estado la propie-
dad de enrojecer el papel de tornasol, aunque
obre todavía sobre la tintura diluida en agua;
calcinado al rojo, abandona en parte su oxigeno
trasformándose en ácido antimonioso; puede for-
mar sales con los álcalis. Su acción medicinal no
es bien conocida.
Acido antimonioso. Los antiguos le
llamaron Beznar mineral, Flores plateadas de
antimonio, Nitte de anti momo, y los modernos
Dciitoxido de antimonio. Se forma tratando en
caliente el antimonio eu polvo por el ácido nítrico.
Se presenta en polvo blanco, insípido, insoluble
en el agua y en los ácidos debilitados; expuesto
al fuego, es "infusible y fijo. Es de los preparados
de antimonio uno de los mas inocentes : se ha te-
nido como sudorífico , pero en el dia es poco em-
pleado.
Acido arsénico. Obtenido haciendo obrar
sobre el ácido arsenioso una mezcla de ácido ní-
trico y de ácido hidroclórico. Se presenta en una
masa blanca, amorfa, delicuescente al aire, de un
sabor muy ácido , acre y aun cáustico ; es muy
soluble en el agua y en el alcohol, incristaliza-
ble ; expuesto a un calor rojo , se funde, y se des-
compone á una temperatura mas elevada en oxí-
geno y en acido arsenioso que se volatilizan. Es
mas venenoso que el ácido arsenioso. Usado tan
solo para preparar ciertos arseniatos.
Acido arsenioso. Conocido en el comer-
cio con los nombres de Argénteo, Arsénico blan-
co, Flores de arsénico , Mata-ratones , y por los
químicos con el de Detitóxido de arsénico. Existe
en la naturaleza , pero el que se emplea en las ar-
tes se obtiene por la calcinación del arsénico al
aire y durante la testación de los diferentes ar-
senio-sulfuros de cobalto. El ácido arsenioso
lo recibimos de Francia, en barriles de varios
. por lo común de dos quintales: se en-
cuentra en el comercio en pedazos blancos, opa-
cos en su superficie, (pie por lo común presentan
una capa interior semitrasparente y vidriosa;
so densidad es de 3,738; expuesto al aire, pierde
muy hwgo su trasparencia primitiva y se vuel-
ve ilc un Illanco lechoso, muy friable y un poco
mas soluble en el agua; su sabor es "acerbo y
un poco acre con resabio dulcisco; calentado en
vasos abiertos, se sublima enteramente en cris-
tales octaedros trasparentes; echado en las as-
cuas, se volatiliza en humo blanco, de un olor
aliáceo muy característico; es poco soluble en el
agua , mas en caliente sin embargo que eu frió.
ACI 59
El ácido arsenioso no es de un precio muy subido
para dispertar la codicia de los falsificadores en
general, sin embargo, hase hallado á veces en
el albayalde , espato calcáreo , etc. Este fraude
se descubre muy fácilmente echando en un tiesto
colocado sobre las ascuas, la mercadería sospe-
chosa; si no se volatiliza completamente, hay
sofisticacion , y el peso del residuo que queda
en el tiesto hará conocer su importancia. Esta
prueba debe hacerse debajo la campana de una
chimenea que tire bien , y el operador debe poner
el mayor cuidado en no respirar los vapores mor-
tales que se desprenden.
Empléase en las artes para purificar la plati-
na . en la preparación de muchos colores, y sin-
gularmente del verde de Schweinfurt, que colora
tan agradablemente los papeles de tapicería. La
misma farmacia no se desdeña tampoco de usar
este violento veneno : sírvese de él como caute-
rizante, principalmente en los casos de mordedu-
ras de animales rabiosos ó ponzoñosos; el polvo
de Rousselot y el tópico de fray Cosme, emplea-
dos para la cauterización de las úlceras cancero-
sas de poca extensión, deben su eficacia al arsé-
nico blanco; entra en la tintura de Fowler, las
pildoras asiáticas, etc. Los Indios llevan su atre-
vimiento hasta á usarlo al interior , pero á muy
cortas dóses; tan peligrosos ensayos han sido
probados en Inglaterra y en Francia , y es de
esperar que serán para siempre abandonados.
Por último, la Aquella y el Agua loffana , vene-
nos antiguamente célebres , eran , se dice , pre-
parados arsenicales.
Acido benzoico. Este ácido, llamado tam-
bién Flores de benjuí , existe en estado de liber-
tad en los bálsamos, en la vainilla, etc. Obtiénese
calentando moderadamente el benjuí en un crisol
cubierto con un cono de cartón; el ácido se su-
blima y se pega á la pared inferior de este car-
tón ; el producto se trata por el ácido nítrico, des-
pués por el agua caliente, y se hace cristalizar.
Así obtenido contiene siempre una corta cantidad
de aceite volátil que le comunica un olor aromá-
tico agradable, algo análogo al de la vainilla;
pero privado de este aceite es del lodo inodoro, y
se presenta en agujitas blancas, complanadas,
muy ligeras, de un sabor acídulo caliente y en
seguida acre ; expuesto al fuego en un tubo? se
licúa fácilmente , hierve en seguida y se sublima
casi del todo en forma de agujas prismáticas,
lustrosas; el agua á la temperatura ordinaria di-
suelve y4?0, y a + 100, »/,, ele su peso, y esta so-
lución enfriándose posa cristales parecidos á agu-
tas; es mas soluble aunen el alcohol ; echado so-
>re las ascuas , exhala al instante un humo blanco
espeso, de un olor picante, muv acre y que ex-
cita la tos. Diez y seis onzas de"benjuí producen,
por la sublimación, lOdracmasde ácido benzoi-
co; por otro proceder, mas complicado, esto es,
tratando el benjuí por el intermedio del agua y de
los álcalis , se obtiene mucha mas proporción de
ácido.
Este producto puede retener un poco del ácido
empleado en su fabricación , si ha sido obtenido
60 ACF
Sor la via húmeda, y no por sublimación, como
emos indicado. Mas como esto solo es acciden-
tal y de ningún provecho para la sofisticacion,
es inútil hablar cíe los medios de verificación. A
veces se falsifica con asbesto , pero el peso y la
fijeza al fuego de éste ofrecen su fácil distinción.
• De las observaciones hechas por Bouillon-La-
grange sobre el ácido benzoico , resulta que las
tres especies del comercio no son idénticas : el
ácido sublimado (flores de benjuí) contiene un
aceite volátil; el ácido obtenido por precipitación,
un principio resinoso oloroso ; en fin el que se
extrae de los orines de los herbíbaros , una ó
muchas materias de olor desagradable de un sa-
bor acre y muy irritante, nocivos para el uso
médico.
La propiedad de que goza este ácido de for-
mar con el peróxido de hierro un compuesto in-
soluole en el agua , permite emplear , en los en-
sayos analíticos, un benzoato soluble para sepa-
rar el peróxido de hierro en disolución con un
§ran numero de óxidos , tales como los protóxi-
os de manganeso, de zinc, de niqucl ; pero con-
viene que los líquidos sean neutros y que el ben-
zoato de peróxido de hierro que se forme sea la-
vado con agua fría, porque el agua hirviendo lo
descompone , según las observaciones de Hisin-
ger. El ácido benzoico, muy usado antiguamente
en medicina, como estimulante difusible, apenas
es empleado al presente; entra en algunos com-
puestos farmacéuticos y en ciertos cosméticos.
Acido bórico ó torácico. Encuéntrase
en la naturaleza en el estado de libertad , y en el
estado de combinación en ciertas bases, como por
ejemplo con el óxido de sodio, formando el bo-
raj natural, del que so extrae en los laboratorios.
En el primer estado existe en los alrededores de
ciertos volcanes , y en solución en ciertos lagos
de Toscana; sobre todo los de Monte-Cerboni y
de Cherchiajo, de los que se extrae por el lavado
del lodo ó cieno y la evaporación. Antiguamente
se obtenía por sublimación, y mas puro á lo que
parece , y entonces se le llamaba Sal sedativa de
ilomberg, á causa de la propiedad calmante que
gratuitamente se le atribuía.
Este ácido , en el estado de pureza, se presen-
ta en escamas ó lentejuelas brillantes, jabonosas
al tacto ; no tiene olor, y su sabor es débil y ape-
nas acídulo; expuesto al fuego, se funde primero
en su agua de cristalización, se seca, experi-
menta la fusión ígnea á una temperatura roja y
se trasforma en un vidrio trasparente ; así fundi-
do, se eflorece, por su exposición al aire, se po-
ne opaco y pulverulento en la superficie , absol-
viendo poco á poco el vapor contenido en la at-
mósfera; el agua á + 15° disuelve 3/10o de peso,
y Yioo á + 100; el alcohol le disuelve también
en mas cantidad en caliente que en frió ; disuelto
en el alcohol forma una solución que arde con
una llama verde-pálida.
El ácido bórico importado de Toscana, para
los usos de las artes, que circula en el comercio,
contiene , independientemente del agua de cris-
talización, diversas sales y materias terrosas. Su
ACI
pureza se reconoce fácilmente disolviéndolo en
16 á 20 veces su peso de agua hirviendo, y fil-
trando para separar las materias terrosas inso-
lubles. La solución evaporada da el ácido bórico
cristalizado en pequeñas lentejuelas. Nos asegu-
ramos de la pureza de este ácido volviéndolo á
disolver en el agua, y. examinando la solución
por el nitrato de barita y el de plata que produ-
cen : el primero , un precipitado de sulfato de ba-
rita si el ácido contiene un sulfato mezclado ; y
el segundo , un precipitado de cloruro de plata
que indica la presencia de un cloruro. Por último,
la solución de oxalato de amoníaco hace conocer
si el ácido contiene algunas sales de base de cal.
— A veces se le añade , en el comercio , sulfato
de sosa; entonces, además de los medios que so
acaban de indicar, se trata por el alcohol, pues
para ser puro es preciso que se disuelva en su
totalidad en éste , y que la solución arda con una
hermosa llama verde.
El ácido bórico es empleado como fundente en
ciertos ensayos por el soplete. En medicina hase
usado en las enfermedades nerviosas , las con-
vulsiones, etc., pero casi está abandonado, y
solo es empleado en las boticas para preparar el
crémor tártaro solublo , y también sirvo para la
fabricación del boraj artificial.
Acido carbónico. Se encuentra en la
naturaleza en el estado de carbonato; en el aire,
en los lugares mas elevados, en la proporción do
cerca de y800; en las aguas minerales acídulas,
que le deben sus principales propiedades; en cier-
tos lugares subterráneos, tales como la Gruta
del perro , cerca de Ñapóles ; se desarrolla en la
fermentación vinosa, durante la digestión, es
exhalado y no formado por los pulmones en el
acto do la respiración, etc.
Obtiénese por lo común del sub-carbonato de cal
(mármol ó creta) por medio del ácido hidrocló-
rico , y recibiendo el gas quo se desprende en
frascos llenos de agua y puestos boca abajo.
Este ácido , gas deletéreo , cuya existencia fué
primero reconocida por Black, es incólor , de un
olor agrillo indeterminado, impropio para la
combustión y para la respiración ; su densidad es
de 1,5245; es ligeramente soluble en el agua,
puesto que á la temperatura ordinaria este líqui-
do disuelve un poco mas de su volumen , pero á
una fuerte presión la alinidad del gas por el agua
aumenta, y ésta puede contener tres ó cuatro vo-
ces su volumen de aquel ; apaga lasbugías encen-
didas que en él se sumergen ; agitado con la tin-
tura de tornasol, la enrojece débilmente; el agua
de cal y de barita que en él se echan lo absorven,
se enturbian luego y producen un precipitado
vedijoso, que se pone pulverulento en seguida y
se disuelve con efervescencia en el ácido nítrico, ó
hidroclórico; las soluciones de potasa y de sosa
cáusticas lo absorven enteramente trasformándo-
se en carbonatos, que entonces hacen efervescen-
cia con todos los ácidos.
En el estado gaseoso, el ácido carbónico hase
creído útil en la tisis pulmonar , y para calmar
los dolores de las úlceras. Lo cierto es que tiene
ACI
ana acción nui> deletérea, y que el gas resul-
tante de la oembustion del carbón es harto cono-
cido por muchos infortunados que lo emplean co-
mo un instrumento para el suicidio. Tara asegu-
rarse de qne rio hay peligro en penetrar en una
cueva, en el fondo de un pozo, ó en cualquier
otro lugar bajo, que podria ser ocupado exclu-
sivamente por el acido carbónico, el mejor medio
es no arara en el sino llevando delante de sí
bugias encendidas lijas al extremo de un largo
palo .- siendo el ácido carbónico, absolutamente
impropio para la combustión, el peligro sera nu-
lo si las bugias continúan en arder fácilmente; en
el caso contrario, será menester renovar el aire
por medio de un fogón encendido y portátil, que
se colocará en la entrada de la cavidad, y en el
cenicero del cual se adaptará un largo tubo que
se prolongará fuera de dicha cavidad.
Disuelto en el agua, el ácido carbónico forma,
bajo el nombre de Agua gaseosa ó de Limonada
gaseosa, una bebida agradable, refrescante, em-
pleada en varias enfermedades. Por último, la So-
da water, el suero gaseoso, la cerveza, el vino
de Champaña, las aguas minerales acídulas, y,
en general, las bebidas espumosas deben sus
propiedades médicas y do recreo al gas ácido
carbónico.
Acido caseico de Proust. Existe en los que-
sos fermentados , en el estado de caseato de amo-
niaco , sal cuyo sabor salado , amargo y caseoso,
mezclado con un gustillo de carne asada, sirve
como de condimento á la mayor parte de estos
3uesos , los cuales le deben , ademas , una parte
e sus propiedades.
Acido cítrico , Acido de limón de los anti-
guos químicos. Este acido, que existe en el zumo
de limón , del que fué extraído primero por Scheé-
le, se encuentra en todos los frutos del género
Cidro, tales como los limones, las naranjas, etc.;
después haso encontrado en muchos frutos indí-
genos, pero en corta cantidad y siempre mezcla-
do con ácido málico. Con todo puede extraérsele
con ventaja de ciertas especies de grosellas, se-
gún las observaciones de los Sres. Tilloy y Che-
vallier , y en Francia hay una fábrica que da bue-
nos resultados; pero lo mas común es obtenerlo
del zumo de limón, y para ello se satura en ca-
liente este zumo por medio de la creta , se forma
citrato de cal insoluble que se lava bien y se des-
compone en seguida por el ácido sulfúrico. Dos-
cientas diez y ocho Horas de zumo de limón dan
á corta diferencia doce libras de ácido cristali-
zado.
El zumo de limón se prepara en grande en los
países calientes, singularmente en Sicilia, en los
alrededores de Mesina, y encerrado en grandes
ñipas es expedido al continente para el uso de
las fábricas ó para la preparación del ácido cí-
trico. Antes de comprarlo, conviene ensayarlo y
tener presente que nueve partes en peso de zu-
mo deben saturar una parte de carbonato de po-
tasa seco. A fin de evitar los inconvenientes ane-
xos á la conducción de líquidos, los negociantes
prefieren, hoy dia, convertir el ácido cítrico del
ACI 61
zumo en citrato de cal insoluble por medio de
la creta.
Aquí debemos consignar cuan sensible es que,
salvo alguna honrosa excepción de poquísima
importancia, todavía no se haya emprendido en
España la preparación, por mayor, del ácido cí-
trico , de tan considerable uso al presente sobre
todo en la tintorería; pareciendo hasta casi bo-
chornoso que, abundando el mediodía de nues-
tro privilegiado suelo en limoneros que producen
riquísimos frutos, se contemple, con la mas fría
indiferencia, la exportación de enormes cantida-
des de zumo de limón , que muy luego nos es de-
vuelto por los extranjeros convertido en hermoso
ácido cítrico , que el comercio de la droguería
distribuye entre las artes v la farmacia. En efec-
to , puede decirse que casi todo el ácido cítrico
que se consume en España procede de Genova,
y en particular de Francia, á donde por lo co-
mún va á parar el zumo de limón español , para
en seguida sernos otra vez remitido de allí en
forma de ácido cítrico francés. De desear fuera
que, en lustre de la ciencia y en beneficio del
país, hubiese quien se dedicara de una manera
especial á este ramo de industria química, que
puede ser muy productivo.
El ácido cítrico cristalizado se presenta en
prismas oblicuos ó romboides trasparentes, ter-
minados por puntas diedras ; su sabor es fuerte-
mente ácido y aun cáustico ; es inalterable al
aire; soluble en los tres cuartos de su peso de agua
fria,y en la mitad do su peso de agua hirvien-
do; expuesto al fuego, se funde, se hincha y so
carbona dando, entre otros productos líquidos, un
ácido particular que ha recibido el nombre do
piro-cítrico.
El ácido cítrico cristalizado es fácil de sofisti-
car con el ácido tartárico (mucho menos raro y
menos caro), fraude embarazoso para el com-
prador poco ejercitado. No obstante, hay mu-
chos medios do descubrirlo , que todos exigen
mas ó menos conocimientos de química, y por
eso aquí solo haremos conocer uno , que nos pa-
rece mas al alcance de todos. En una disolución
del ácido cítrico sospechoso échese otra disolu-
ción concentrada de hidroclorato de potasa (mu-
riato de potasa ) . Si de la mezcla de estas dos
soluciones resulta un poso cristalino, puede con-
tarse que ha habido sofisticacion por el ácido
tartárico ; porque entonces se tiene un precipita-
do de tartralo acídulo de potasa. Además, el acido
cítrico se distingue del ácido tartárico, porque
sobre las ascuas no despide olor de pan tos-
tado, y porque no enturbia el agua y las sales
de cal.
Si se observa que los cristales de ácido cítrico
atraen masó menos la humedad del aire , es una
prueba que no son bien puros , que retienen to-
davía una corta porción de ácido sulfúrico em-
pleado en su preparación : esto quedará demos-
trado tratando la solución por algunas gotas de
hidroclorato de barita , en la cual el mas ligero
vestigio de ácido sulfúrico ocasiona un precipi-
tado blanco.
6* ACI
Los usos de este ácido son numerosos. Es em- j
pleado por los tintoreros para obtener el rojo de
cártamo y avivar los matices de esta hermosa
materia colorante; para preparar una disolución
de estaño que produce, con la cochinilla, mas
hermosas escarlatas que la sal de estaño común,
sobre todo para la sedería y el tafdete. Los fa-
bricantes de indianas lo utilizan como mordiente
y para hacer reservas. Sirve también para quitar
las manchas de orin y las manchas alcalinas so-
bre la escarlata; para preparar una disolución
de hierro que está en uso entre los encuaderna-
dores de libros, para dar á la superficie de la
piel una apariencia jaspeada. En medicina es em-
pleado para los mismos usos que el zumo de li-
món , sirve para preparar la limonada seca , etc.
Acido cloronitroso. Desígnase bajo es-
te nombre el resultado de la mezcla del ácido
hidroclórico con el ácido nítrico , que, en razón de
la propiedad que posee de disolver el oro ó el
rey de los metales , fué conocido de los antiguos
con el nombre de Agua regia, y que por largo
tiempo ha sido considerado como una simple
mezcla de los dos ácidos que sirven para preparar-
lo, por lo que ha sido llamado Acido nitro-muriá-
lico, Acido hidro-cloro-nítrico. Hoy día se sabe
que el agua regia está compuesta de agua , de
cloro y de ácido hiponílrico , como resultado de
la reacción que se establece entre los dos ácidos
luego que se les mezcla.
El agua regia se prepara mezclando una parte
de ácido nítrico de 35° y 4 partes de ácido hidro-
clórico de 22°. Cuando está destinada para la
preparación de las disoluciones de estaño para
la tintura ? las proporciones de los dos ácidos
varian al infinito , según los casos en que se la
aplica, y, con mas frecuencia, según el capri-
cho del operador. Muchas veces en vez de ácido
hidroclórico, se emplea sal común ó sal amonía-
co que obran de la misma manera.
El agua regia es un líquido de un amarillo dorado
que exhala fuertemente el olor del cloro , desar-
rollado por la acción recíproca de los dos ácidos.
El agua regia es notable por la energía con
<pie ataca los cuerpos simples ó compuestos sobre
los cuales el cloro, el ácido hiponílrico y los áci-
dos nítrico y hidroclórico no tienen ninguna ac-
ción. Ella obra lo mas comunmente á la tempera-
tura ordinaria dando lugar á un desprendimiento
considerable de vapores nitrosos. El oro, el pla-
tino, el paladio, que resisten á la acción de los
demás ácidos, son muy luego disueltos por ella.
El agua regia es pues para los químicos uno de
los disolventes mas preciosos, y en los talle-
res de tintura y de indianas , en las fábricas de
porcelana sirve á cada instante para hacer las
composiciones de estaño, ó disolver el oro. Los
metales , disolviéndose en ella , se encuentran
convertidos en cloruros. En Inglaterra, en Italia
y en Alemania , ha sido empleada por ciertos mé-
dicos, en pediluvio, contraías obstrucciones y
otras enfermedades crónicas del hígado, en los
herpes, en la sífilis, etc. Al interior , no debe olvi-
darse que, concentrada, debe obrar como los ve-
ACI
nenos corrosivos los mas activos, y que reclama
los mismos socorros que el envenenamiento pro-
ducido por los ácidos de que está formada.
Acido II uórico , Acido II uori «I rl -
«•o. Acido h IdroJl uórico. Obtenido de la
descomposición del fluoruro de calcio por el áci-
do sulfúrico hidratado. Preséntase bajo el aspec-
to de un líquido incolor, muy volátil, que difun-
de humos espesos en el aire , y peligrosos de
respirar ; entra en ebullición á una temperatura
cercana á + 15°, y conserva su liquidez hasta á
— 20. La acción viva que ejerce sobre el vidrio,
cuyo ácido silícico descompone trasformándolo en
en gas fluoruro de silicio , hace que no se pueda
conservar sino en vasos de plata, de platino ó de
plomo, cerrados con tapones del mismo metal. El
agua se combina vivamente con este ácido pro-
duciendo un ligero silvido.
Este ácido es el mas enérgico de todos los ve-
nenos corrosivos : destruye los tegidos animales
con una violencia y prontitud difíciles de conce-
bir ; tan solo su vapor , esparcido en un grande
espacio, provoca en las personas expuestas á él
dolores en las uñas y en las extremidades de los
dedos, así como una inflamación en los ojos mas
ó menos viva. Por esto debe tocarse con una ex-
trema prudencia. Su principal uso es para grabar
sobre vidrio, empleándolo en estado de liquidez, ó
gaseoso ; en el primer estado da grabados traspa-
rentes , y en el segundo , opacos. Regularmente
se le hace obrar en estado ele gas.
Acido fórmico ? A cido de las hormigas.
Existe en la hormiga roja ( Fórmica rufa , L. ) , y
parece ser su principio medicamentoso. Se ex-
t rae de ella por destilación ; de ahí el nombre de
Espíritu de hormiga, que primitivamente se le ha-
bía dado. Se produce también en un gran núme-
ro de reacciones en ciertos principios orgánicos.
Es líquido, incolor, volátil, de olor acre y pican-
te; según Kielig, se congela y cristaliza á 0; hier-
ve á -f 1 00° y se vaporiza enteramente sin des-
componerse; mas pesado que el ácido acético,
con el cual se habia asemejado; no tiene tanta
facultad de neutralizar los álcalis como este áci-
do ; se une con el agua y el alcohol, formando con
este último un éter cuyo olor se asemeja al del
ácido prúsico. — Sus propiedades médicas se creen
iguales á las del ácido acético; se le ha preconi-
zado en el tratamiento del reumatismo crónico , y
Woolden dice que, dilatado en agua y aplicado
sobre las úlceras crónicas, parece acelerar su
curación.
Acido fosfórico. Es el mas oxigenado y
el mas conocido de todos los ácidos que forma el
fósforo con el oxígeno. Parece existir en el esta-
do libre en muchos líquidos animales, y, combi-
nado con diversas bases, en la mayor parte de
nuestros fluidos y de nuestros tegidos, pero sobre
todo en los huesos que constituye en gran parte.
Se forma en vedijas , por la combustión rápida
del fósforo fundido al aire libre; puede obtener-
se inflamando el fósforo en el agua, ó echándolo,
en pequeñas porciones, en ácido nítrico hiñien-
do; también puede extraérsele del fosfato de cal
ACI
por medio del ácido sulfúrico y del carbonato de
amoniaco ; ele. Batanees se encuentra cu estado
de hidrato y bajo forma de vidrio trasparente o
semi-vidrioso, sin olor, muy acido, nui\ soluble,
erislalizable; se le puede volver del todo vidrio-
so y anhidro ( Vt'rfrío fosfórico) calculándolo
toramente cu un crisol de platino. Su grande
delicuescencia obliga que se le tenga cuidadosa-
mente al abrigo del contacto del aire, con iodo
en las boticas casi siempre se le halla eu el esta-
do liquido y á grados de concentración varia-
bles. — El acido fosfórico obra sobre los te-
jidos vivientes como los \enenos corrosivos. En
medicina base preconizado como útil en \ arias
enfermedades , pero nada prueba realmente hasta
aquí que goce de las propiedades particulares que
se le han supuesto, contra el cáncer, las escrófu-
las, la tisis, etc. Para el uso médico, su solución
en agua puede señalar hasta ¿5o en el peso-ácido.
Árido liidroriániro . Acido rianí-
driro, Árido prúsico. Obtenido por di-
ferentes procederes cuya indicación omitimos por
ser este ácido un producto químico puramente
farmacéutico. "En su mayor grado de pureza y de
concentración, ó anhidro , es un líquido incolor;
de un sabor vivo y sufocante que excita la tos, y,
cuando está muy "debilitado , se parece al de las
almendras amarga* ó al de las flores de albér-
chigo ; su Babor es fresco y sucesivamente acre y
quemante ; es mucho mas ligero que el agua; en-
tia en ebullición á 26° -f o, ) se solidilica á !■'>"
— 0, toiuaiK.o una forma cristalina; ala gran
volatilidad lie que goza debe una propiedad ca-
í acterislica , la de congelarse en parte al contac-
to del aire , mientras que por otra parle se vapo-
riza ; es poco soluble en el agua , y solo enrojece
débilmente el tornasol ; se disuelve , al contrario,
muy bien en el alcohol, que retarda su altera-
ción , y es aun mas soluble en el éter ; al fuego,
se descompone muy difícilmente , pero se inflama
acercándole un cuerpo en combustión; el contacto
de la luz acelera de tal modo su descomposición
que, según los experimentos del Sr. Coullon, un
cuarto de hora de exposición al sol basta para
hacerle perder sus propiedades deletéreas, y de
ahí esle precepto de conservarlo en frascos cu-
biertos de un papel negro ; y colocados en un lu-
gar fresco , lo que no impide aun el que sea ne-
cesario renovarlo muy á menudo, si no se quiere,
lo «pie por desgracia es demasiado común , tener
un medicamento infiel; combinado con las bases
salitieables, forma hidrocianatos ó prusiatos pro-
piamente dichos.
De todas las sustancias venenosas sacadas de
los tres reinos de la naturaleza, el ácido prúsico
es , ciertamente, el mas terrible y el mas pronto
en sus efectos. Una sola gota aplicada al ojo del
perro mas vigoroso ó inyectada en la vena del
cuello , le mata al instante , como si fuese herido
por el rayo. Los mismos efectos produce en el
nombre que en los animales: Scnaringer, quí-
mico de Viena, murió, en el espacio de dos ho-
ras, por haber dejado caer , por casualidad , un
poco de esle ácido en su brazo desnudo; la cria-
ACl 63
da de otro químico alemán, habiendo bebido una
copita de aguardiente saturada de ácido hidro-
ciauico, que babia tomado por kirschon-wasser,
a causa de la analogía de olor, murió al cabo de
dos minutos, como herido de apoplejía. E>los v
otros muchos hechos análogos que podrían citar*
se <le la acción deletérea de este ácido hacen mas
creíbles la aelh idad prodigiosa de, las bellidas
compuestas por Locusta ? esa matrona gala Que
.Nerón asociaba á sus crímenes, > que preparaba,
con plantas déla Frigia y de la Tesalia , venenos
tan prontos como el puñal. Todos estos envenenar
míenlos súbitos > cuyo recuerdo nos conserva la
historia, se explican al presentí1. Paulonio mató
al padre de llanilel introduciéndole un veneno en
la oreja ; Clemente Vil fué envenenado por la lla-
ma de unabugía; Toftána, célebre emponzoiia-
dora napolitana , se servia de un cuchillo cuya
lámina estaba envenenada por un solo lado para
cortar el fruto cuya mitad debía hacer perecer á
su v íctima , mientras que ella comia impunemen-
te la otra mitad. Todos estos crímenes raros, y
que parecen fabulosos , pueden muy bien tener
lugar por medio del ácido prúsico. — El antídoto de
este terrible veneno es el amoníaco líquido dilui-
do en agua al interior , en fricciones y aun ha-
ciéndolo respirar en vapor, y el cloro gaseoso tam-
bién destruye prontamente ios efectos deletéreos
del ácido prúsico; pero es menester que la apli-
cación del remedio suceda instantáneamente a la
del veneno.
A pesar de la energía de esta sustancia, es em-
pleada en medicina en varias enfermedades, en
la tisis pulmonar, en el catarro, etc., adoses (pie
deben variar necesariamente según su grado de
concentración. El Acido prúsico medicinal esta
compuesto de I parte de ácido con 6 veces su vo-
lumen de agua, y se dá por gotas (4, 8, 48 y mas
por día) diluido en algunas onzas de un liquido
sencillamente azucarado, que se hace tomar por
cucharadas, á intervalos mas ó menos lejanos.
Árido liidrorlóriro . Aeido rlorí-
driro. Se encuentra en la naturaleza : algunas
veces en el estado libre, como en ciertos produc-
tos volcánicos, en algunas aguas , por ejemplo
las del Rio-Vinagro, en la Nueva Granada, en
las salinas; con mas frecuencia combinado con
diversas bases, y sobre todo con la sosa, como en
el agua del mar , la sal común, etc. Extraese de
esta última combinación por medio del ácido sul-
fúrico concentrado que lo desprende en forma de
gas; para obtenerlo liquido, basta, por medio de
un aparato de Woulf, nacer pasar este gas en el
agua destilada.
Este ácido, á la temperatura y bajo la presión
atmosférica , es un gas permanente , incolor , de
un olor ácido, acre y sufocante; su densidad es
de i ,111 ; en contacto con el aire , cuya humedad
absorve, forma un vapor blanco , espeso, irrespi-
rable, impropio para la combustión, y muy soluble
en el agua, que disuelve los */v de su peso ó 464
veces su volumen á -f 15 y á 0, 76 de presión; es-
tá compuesto de volúmenes iguales de cloro y de
hidrógeno.
64 ACl
La solución acuosa de ácido hidroclórico , su-
turada á la temperatura ordinaria, constituye el
Acido hidroclórico líquido, designado antigua-
mente bajo los nombres de Ácido marino Acido
muriático , Espíritu de sal fumante En el estado
de nureza, esta solución concentrada se presenta
baio el aspecto de un líquido incolor que esparce
en el aire espesos vapores blancos, de un olor
ácido sufocante ; su densidad es de 1,2109. Las
cantidades de ácido real contenidas en las solu-
ciones de diversas densidades , pueden ser eva-
luadas según la tabla siguiente, debida a Ed-
mundo Davy , que trasladamos en extracto.
Cantidad Grados
Densidad de ácido real en el areómetro
á + T. por ciento. de Baume.
1 210 42,43
1,190 38,88
1,110 .... 34,34
1,150 . • • • 30,30
1,130 26,26
1 110 22,22
1,090 18,18
1,010 14.14
1,050 10,10
26,9
24,5
22
20
11,5
15
13
10
1,5
Además de los caracteres físicos que acabamos
de indicar, calentado con el bióxido de manga-
neso se descompone disolviéndolo con despren-
dimiento abundante de cloro gaseoso , reconoci-
ble en su color amarillo verdoso y en su olor fuerte
PaEnClasaartes, para preparar el ácido hidroclórico
líquido , se emplean las mismas materias primeras
que hemos indicado arriba, pero no los mismos
aparatos. La sal y el ácido sulfúrico son introdu-
cidos en grandes cilindros de hierro fundido dis-
puestos por pares en un horno de ladrillos. Ll
gas que sale de ellos es conducido por tubos a una
serie de grandes redomas llenas haste la mitad
de agua La fabricación de este ácido , ademas,
es una parte accesoria de la preparación de la
sosa artificial , en la cual se produce en tan gran-
de cantidad que , en muchas localidades, como
en Marsella, por ejemplo, apenas se aprovecha
A pesar de que nuestros fabricantes de ácidos, al
por mayor, no tienen la sal á tan bajo precio co-
mo los fabricantes extranjeros , con todo a estos
apenas les tiene cuenta remitir el ácido muriati-
co á nuestro comercio , porque las fábricas de
esta ciudad y sus alrededores lo expenden a pre-
cio bastante cómodo, lo que hace que la impor-
tación de este artículo haya llegado a ser casi
nula. : ,
Este ácido en el comercio es por lo común de
color amarillo. La causa de esta coloración es
debida, sea á un poco de materia orgánica des-
compuesta, sea á cierta cantidad de percloruro
de hierro formado por la acción del ácido hidro-
clórico sobre el peróxido de hierro, existente en
los vasos en que se prepara. A veces, también se
le encuentra en disolución cloruro de plomo, acido
sulfuroso y ácido sulfúrico.— El percloruro de
hierro se demuestra diluyendo este ácido con
mucha agua y añadiendo algunas golas de una
ACI
solución de cianuro de hierro y potasio , que pro-
duce luego en él un tinte azul subido y un pre-
cipitado del mismo color al cabo de algún tiem-
po El protocloruro de plomo se conoce por el
examen del residuo de la evaporación o de la
destilación de una porción de este acido, que se
presenta en pequeñas escamas , blancas, naca-
radas, poco solubles en el agua fría, mas solu-
bles en el agua hirviendo. -El ácido sulturoso se
reconoce, según el Sr. Girardin, tomando media
onza del ácido que se quiere ensayar, se le ana-
den 2 á* */■ dracmas de protocloruro de estaño
cristalizado, se agita para hacerlo disolver con un
tubo de vidrio, y se echan sobre la mezcla 2 o 3
veces su volumen de agua destilada. Cuando el
ácido es puro , no se manifiesta ninguna colora-
ción- pero por poco ácido sulfuroso que contenga,
veseinmetliatamente, después de la adición del
protocloruro de estaño, que el acido se enturbia,
se pone amarillo , y desde que se le ha añadido el
aeua se siente el olor del acido hidrosulfunco, y
el líquido toma un tinte moreno, precipitando un
polvo del mismo color, que es proto-sulluro de es-
taño v bióxido del mismo metal. Este sencillo pro-
ceder permite en menos de un minuto probar la
pureza del ácido hidroclórico del comercio , y el
Sr Girardin dice que un centesimo de acido sul-
furoso no puede escapar al uso de este medio tan
fácil de poner en práctica en los talleres como en
los laboratorios.— El ácido sulfúrico, que a veces
contiene ó con que se sofistica el ácido muriático,
es fácil de reconocer por medio del muriato de ba-
rita, y aun con el de plomo, del cual los Sres. Le
Santy Prevel han encontrado hasta 15 ó 16 gra-
nos por onza, y que precipita, en el estado de
sub-muriato, el agua que se le añade.
El ácido hidroclórico tiene numerosos usos en
las artes : sirve en la fabricación del cloro y de
los hipocloritos , del agua regia, del gas acido
carbónico , de la sal de estaño y de la composi-
ción de estaño , dos sales tan empleadas en los
talleres de tintura y de indianas. Baume lo ha
aconsejado para el blanqueo do la seda destina-
da ala confección de las blondas y de las gasas.
Es un reectivo precioso para los químicos. Con-
centrado , aun a la dosis de algunos dracmas so-
lamente, es un veneno violento . corrosivo, ana-
logo por su modo de acción á los demás ácidos
minerales. La magnesia calcinada y el jabón me-
dicinal son los agentes mas útiles para combatirlo.
En medicina, se usa al interior , á dóses pequeñas
en agua azucarada, etc, como antiséptico , refres-
cante, diurético, antiescorbútico, antipútrido,
etc , y al exterior, como astringente , útil en los
sabañones, en las aftas, la liña, los canceres
ulcerados, etc., también en cortas doses diluido
en agua.
Acido liirtro sulfúrico, Aculo sul-
fí ti rico. Este compuesto, designado antigua-
mente bajo los nombres de Gas hepático das hi-
drógeno sulfurado , se encuentra en disolución en
ciertas aguas minerales á las cuales comunica
las propiedades que le caracterizan o las de tos
compuestos que el forma con ciertos óxidos me-
ACI
¿alíeos, cuyas aguas de tiempo inmemorial son
conocidas con los nombres de Aguas hepáticas,
Aguas sulfurosas, : también existe, unido con el
ácido carbónico, en muchas otras aguas minera-
les; es uno de los productos déla descomposición
de las materias orgánicas que contienen azufre, y
de ahi su desprendimiento permanente en los luga-
res comunes, en los depósitos infectos en donde se
acumulan las inmundicias de las poblaciones, etc;
es exhalado de los huevos podridos, y también se
forma en los intestinos del hombre y de los ani-
males, como resultado de la digestión, haciendo
también constantemente parte de los gases que lle-
nan estas visceras en todas las épocas de la vida.
Para obtenerlo en el estado de pureza, se trata
sea ei sulfuro de antimonio por el ácido nidrocló-
rico , sea , lo que es preferible , el sulfuro de hier-
ro por el doble de su peso de ácido sulfúrico á
18 grados solamente. Si, por medio de un apara-
to de Woulf , se le hace pasar en agua destilada,
mantenida á una temperatura baja , se obtiene el
Acido hidrosulf úrico liquido ( Agua hidrosul fu-
rada ) , mas usado que el gas , y de un sabor me-
nos desagradable.
El ácido hidrosulfurico en el estado de liber-
tad está siempre bajo la forma gaseosa á la tem-
peratura y á la presión ordinarias; es incolor, de
un olor fuerte extremamente desagradable y del
todo análogo al de los huevos podridos; su densi-
dad es de 1,4912; apaga los cuerpos en combus-
tión que en él se sumergen , pero se inflama al
contacto del aire y arde con una llama azul pálida,
produciendo gas ácido sulfuroso, y dejando posar
azufre, si la combustión tiene lugar en vaso cerra-
do ; enrojece débilmente la tintura de tornasol; el
agua absorve dos veces y media su volumen á -f-
18° y tres veces á4- 11°; ennegrece el papel
impregnado de acetato de plomo. Este gas ataca
la mayor parte de los metales á la temperatura or-
dinaria y les ennegrece; y esto depende de que el
azufre que contiene se combina con ellos y da lu-
gar á compuestos negros , llamados sul furos. Los
utensilios de plata, de cobre, de plomo, de estaño,
á cada instante son ennegrecidos, en nuestras ca-
sas , por las exhalaciones de hidrógeno sulfurado
que van á atacarlos ; las pinturas en las cuales
entran compuestos metálicos experimentan los
mismos efectos. Casi siempre , cuando se vacian
las letrinas , el hidrógeno sulfurado que se difun-
de por los aposentos altera y ennegrece las pin-
turas, los bronces , la vajilla de plata, los uten-
silios de cocina. Los huevos podridos y también
los huevos frescos, cocidos en vasos de plata,
tienen la propiedad de ennegrecer la superficie
■ le estos, porque desprenden siempre un poco de
hidrógeno sulfurado.
El acido hidrosulfurico líquido tiene el olor
característico del gas , enrojece la tintura de tor-
nasol ; se altera al aire por el oxígeno, que des-
compone cierta cantidad de gas hidrosulfurico y
precipita azufre muy dividido , y si la exposición
es prolongada, pierde todo su olor por resultado
de esta descomposición ; forma con el protóxido
de plomo un precipitado de protosulfuro de plomo
9
ACI
c»
insoluble , y todos los reactivos que obran direc-
tamente sobre el gas descomponen su solución
acuosa.
En forma de gas, el ácido hidrosulfurico es un
veneno de los mas temibles para el hombre y para
los animales, y que, cuando no mata , deja* como
consecuencia de los accidentes que ha producido
una fuerte y duradera postración. Los medios de
tratamiento mas eficaces, en los casos de en\e-
nenamiento, son la exposición al aire libre , las
aspersiones de agua fría sobre todo el cuerpo, que
se fricciona fuertemente , la introducción de aire
en los pulmones, la inspiración prudente del clo-
ro ó , mejor , de un frasco de cloruro de cal sóli-
do, la ingestión de agua cargada por vasos de 20
á 30 gotas de cloro , ó de mitad menos de clo-
ruro de sosa, etc. A pesar de la energía de este
gas, es empleado en ciertos casos en medicina, y
sabidos son el uso que se hace de las aguas sul-
furosas para curar ciertas y determinadas dolen-
cias. Según experimentos del Sr. Thénard , en el
estado de gas, puede servir con feliz resultado
para la destrucción de los animales nocivos que
se soterran , introduciéndolo en los agujeros en
que se esconden ; y así puede conseguirse exter-
minar los ratones , y también los topos , los mus-
gaños , los zorros, ios tejones, las garduñas, y en
general todos los animales dañinos queescapan á
la persecución del cazador, refugiándose en agu-
jeros ó cavidades subterráneas mas ó menos pro-
fundas.
Acido láctico. Este ácido se ha hallado no
solo en la leche agria , sí que también , bbre ó
combinado, en un gran número de materias ani-
males y vegetales. Así es que se le extrae del
zumo de remolachas agrio , del agua de arroz
fermentada, del agua agria délos almidoneros, por
procederes cuva descripción no corresponde á
esta obra. El ácido láctico es un líquido de un
moreno amarillento, de consistencia jarabosa,
inodoro , de una densidad de 1,215 á 20° ; atrae la
humedad del aire; soluble en todas proporciones
en el agua y en el alcohol; forma, en fin, sales,
Laclatos , todos solubles y difícilmente cristaliza-
bles, que, por la evaporación , adquieren la con-
sistencia de un mucílago. — Es todavía poco usa-
do en medicina; el Sr. Magendie ha pensado que
podía ser empleado con ventaja en los casos de
dispepsia ó de simple debilidad de los órganos
digestivos.
Acido nítrico, Acido azóiico, Es-
píritu de nitro de los antiguos. Su descubrimien-
to es debido á Raimundo Lullo , célebre alquimis-
ta , nacido en Mallorca, en \ 235. Parece que se
encuentra algunas veces en las lluvias de tempes-
tad, y este hecho nada de extraordinario tiene,
puesto que Cavendish nos ha manifestado que
una serie de chispas eléctricas , que van á parar
á una mezcla de oxígeno y de ázoe húmedos, de-
terminan siempre la producción de cierta canti-
dad de ácido nítrico. Por lo demás , aparte esta
circunstancia que rarísimas veces se presenta. s<>
halla siempre en combinación en la superficie de
la tierra ; pero sus compuestos naturales son poco
tomo i.
66 ACI
numerosos , porque hasta el presente no se co-
nocen mas que los que forma con la potasa, la
sosa, la cal y la magnesia.
El ácido nítrico se obtiene, hoy (lia, descom-
poniendo el nitro por el ácido sulfúrico , que se
apodera de la potasa, y pone en libertad el ácido
nítrico , que es recibido en vasos apropiados. Al-
gunos se sirven en esta operación de grandes re-
tortas de vidrio ó de asperón ; otros han adopta-
do los cilindros de hierro colado. El nitrato de
sosa es igualmente propio para esta operación , y
se sustituye con ventaja al nitrato de potasa a
causa de la diferencia en los precios. En verdad,
el sulfato de sosa que resulta de la operación tie-
ne menos valor que el sulfato de potasa; pero cal-
culado y compensada todo , aun hay ventaja en
esta innovación.
En esta ciudad y sus cercanías hay laborato-
rios de productos químicos , en donde se fabrica
el ácido nítrico, sin que sea conocida la compe-
tencia del extranjero , porque nuestros fabrican-
tes, á pesar de la poca protección que se les ha
dispensado, con sulabonosidad y aplicación, han
logrado poder ofrecer este producto con toda la
perfección posible á la baratura que es de desear.
El ácido nítrico, purificado por los medios usa-
dos en los laboratorios y el mas concentrado po-
sible, contiene 19,84 por ciento de agua; es ín-
color, ó ligeramente amarillo si ha estado expues-
to ala acción delaluz; su olor es fuerte y algo
análogo al del ácido hiponítrico; puesto en con-
tacto con el aire, esparce un humo blanco ácido,
debido á la condensación de la humedad atmos-
férica; su densidad es de 1 ,5033 ; hierve á + 80°,
pero su punto de ebullición es retardado hasta
+ 120, cuando la proporción de agua que se le
ha añadido le ha llevado á una densidad de 1 ,420.
Obra con una grande energía sobre las sustancias
orgánicas, las corroe y las descompone, teniendo
primero en amarillo las materias animales azoa-
das ; y esta propiedad sirve en las artes para im-
primir dibujos amarillos en estofas de lana de
color , porque el ácido nítrico destruye el color
de la estofa y lo reemplaza por un tinte amarillo.
Cuando se mezcla el ácido nítrico con el agua,
su densidad disminuye , aunque el volumen del
líquido que resulta 4q la mezcla sea menor que el
de la suma de los dos compuestos. Suponiendo
seco el ácido contenido en esta mezcla, se hallan
las densidades siguientes:
Grado9
Densidad. Acido real en el areómetro
por 100 partes. deBaumé.
1,498 .... 84,í .... 51
1,418 .... -72,9 . . . . 49'/,
1,434 . . . 62,9 . . . . 46 V2
1,422 .... 61,9 .... 45
1,376. . . . 51,9 .... 41 </2
Según el Sr. Liebig , uno de los medios para
descubrir muy pequeñas cantidades de ácido ní-
trico , consiste en mezclar el líquido que se quie-
re examinar con tanta cantidad de añil como es
necesaria para colorarlo en azul claro : se aña-
den algunas gotas de ácido sulfúrico y se calien-
ACI
ta hasta ebullición. El líquido se descolora ó pasa
á amarillo , si contiene acido nítrico libre ó com-
binado. El Sr. Liebig anuncia que, por este medio,
se puede reconocer Vwo de ácido nítrico.
El ácido nítrico del comercio, diluido en cier-
ta cantidad de agua, lleva el nombre de Agua
fuerte , cuando señala 26° , y Agua fuerte segun-
da, cuando señala 20°. Nunca es puro, y con-
tiene lo mas común cloro y ácido sulfúrico , y al-
gunas veces se encuentra en él nitrato de potasa,
que se le ha hecho disolver para aumentar su den-
sidad. La presencia del cloro se reconoce echan-
do en él algunas gotas de solución de nitrato de
plata , que determina un precipitado abundante,
blanco, soluble en el amoníaco. Se demuestra la
presencia del ácido sulfúrico diluyendo el ácido
3ue se examina en 5 á 6 veces su volumen de agua
estilada y añadiéndole agua de barita ó una so-
lución de nitrato de barita , que se produce luego
un precipitado blanco pulverulento de sulfato de
barita insoluble en el agua y en los ácidos. En cuan-
to á la existencia del nitrato de potasa ó de una
sal fija en solución en el ácido nítrico del comer-
cio , puede siempre demostrarse evaporando has-
ta sequedad una porción de este líquido en una
eyaporadera ó en una retorta, que dejará un re-
siduo blanco que podrá ser examinado.
El ácido nítrico concentrado es un veneno de
los mas violentos , y, en razón de sus numerosos
usos en las artes , uno de los mas frecuentemente
empleados. Lo mejor que puede hacerse, en caso
de envenenamiento, es administrar, lo mas pronta-
mente y en abundancia, líquidos dulcificantes,
leche, agua de goma, y después, si se puede,
como neutraüzantes , magnesia calcinada desleí-
da en agua , agua de cal ó una disolución de ja-
bón. En razón de la facilidad con que desorga-
niza los tegidos animales , es empleado con fre-
cuencia este ácido concentrado para destruir las
pequeñas excrecencias , las verrugas , para cau-
terizar las úlceras, etc. Diluido en mucha agua
(1 á % draemas por 2 l/, libras de agua) , el áci-
do nítrico forma una tisana acídula refrescante,
designada á veces bajo los nombres impropios de
Agua oxigenada, de Limonada nítrica, etc., em-
pleada en varias enfermedades. Los vapores de
ácido nítrico son empleados como desinfectantes.
En farmacia sirve para preparar el espíritu de
nitro dulce, la pomada oxigenada, el éter nítrico,
etc., etc. Este acido tiene, en fin, usos multiplica-
dísimos no solo en los laboratorios de química, en
donde es frecuentemente empleado como disol-
vente de la mayor parte de los metates, sí que
también en las artes.
Aeido oxálico. Es el mas oxigenado y
mas fuerte de todos los ácidos vegetales. Existe
del todo formado, pero combinado con la cal ó la
potasa , en un gran número de vegetales , y par-
ticularmente en varias especies de acedera. Se
forma artificialmente en muchas reacciones del
ácido nítrico sobre ciertos principios inmediatos;
se produce lo mas comunmente descomponiendo
el almidón ó el azúcar por el ácido nítrico , y ha-
ciendo cristalizar muchas veces el ácido oxálico
ací
obtenido , para purificarlo del ácido nítrico que
puede retener.
En la formación del ácido oxálico , la reacción
es muy violenta á causa de la abundancia de gas
deutóxido de ázoe que se desprende y que podria
ser aprovechado haciéndolo introducir en los cuar-
tos de plomo en que se fabrica el ácido sulfúrico,
en donde es indispensable la presencia de dicho
í-rus para la conversión del ácido sulfuroso en áci-
do sulfúrico. Con esío se explica, sin duda, la razón
porque los extranjeros obtienen mas barato el
acido oxálico, puesto que, apesar de tener noso-
tros las primeras materias, almidón, azúcar y
ácido nitrico, aprecio bastante regular, nues-
tros fabricantes no han podido competir hasta
ahora con los extranjeros, quienes nos remiten
este producto á un precio ínfimo.
El ácido oxálico se presenta en pequeñas agu-
jas trasparentes é incoloras, que son pequeños
prismas cuadriláteros, terminados por puntas die-
tlras ; es inodoro, de sabor ácido muy pronuncia-
do que causa dentera ; expuesto al aire seco , se
eflorece perdiendo una parte de su agua de cris-
talización; calentado, primero se funde y en se-
guida se descompone , v se sublima en parte sin
haber experimentado alteración ; puesto en con-
tacto con el agua, los cristales se rompen dejan-
do oir un ligero ruido á medida que se disuelven;
100 partes de este líquido á -f 45° pueden disolver
í 1 V» de este ácido; el alcohol lo disuelve en ma-
yor cantidad ; echado sobre las ascuas, se funde
luego , y exhala un humo blanco, ácido, que pro-
voca la tos , y no deja ningún residuo carbonoso;
el agua de cal echada en la solución acuosa con-
centrada de este ácido , produce un precipitado
blanco pulverulento , tan poco soluble en el agua
que y4000p de ácido es indicado por este reac-
tivo; por último es el único ácido que separa bien
la cal al ácido sulfúrico, y este carácter químico
muy manifiesto sirve para hacer reconocer los
mas ligeros vestigios de él en un líquido.
En el comercio, el ácido oxálico se halla á veces
falsificado con sal de acelera (oxalato ácido de
potasa ), fraude fácil de reconocer por la existen-
cia de la potasa en el residuo de la incineración
de este cuerpo así adulterado. También se halla
¿veces mezclado con ácido tartárico, que es mu-
cho mas barato, y entonces será menester tra
tarlo con una disolución de subearbonato de
potasa , que formará un precipitado cristalino de
crémor tártaro , casi del todo msoluble , si en ver-
dad estaba adulterado con el ácido tartárico.
El ácido oxálico es empleado en los laboratorios
de química como reactivo ; en las artes sirve mu-
cho en la fabricación de las telas pintadas, igual-
mente se usa para quitar las manchas de tinta y
de orín en el lienzo y los tegidos de lana blanca.
En medicina es utilizado como refrescante , y ad-
ministrado en forma de limonada, de pastillas,
etc. , con azúcar. Con todo es venenoso, y se di-
ce que su antidoto es el agua de cal , pero'no hay
experimentos ciertos que lo prueben bien.
Acido piro-arétieo ■ Árido piro-
leñoso, Acido plro-lignico , Yiua-
ACI 67
gre de leña. Estos son los nombres dados al
ácido acético procedente de la destilación de la
leña, y combinado aun con un aceite empireuma-
tico particular y brea. Fué conocido va de Boer-
haave, con el nombre de Espíritu ácido de la leña,
quien hizo notar que los leños duros, en particular
el de guayaco , lo suministraban en maj or canti-
dad que ios demás.
El ácido piro-leñoso impuro , tal como sale do
las fábricas, es de color rojo moreno, y posee un
olor fuerte empireumálico. En este estado ha si-
do empleado con feliz resultado, al interior, en
los niños, en los casos de gastro-malacia ó re-
blandecimiento de la membrana mucosa de las
vías digestivas , á la dosis de una dracma mez-
clada con dos onzas de agua de azahar y una on-
za de jarabe de orchata , y administrada á cu-
charadas. Al exterior, ha sido preconizado por el
Sr. Klatsch, como remedio por excelencia con-
tra el cáncer acuático , por el Sr. Schullze contra
las úlceras fagedénicas de los pies , etc.. El señor
fierres ha confirmado la propiedad que ya se lo
conocía de oponerse á la fermentación pútrida, y
de destruir los miasmas pútridos. Las sustancias
animales carnudas, sumergidas por espacio de
algún tiempo en este líquido , después abando-
nadas al aire , se secan poco á poco sin corrom-
perse. Esta facultad consen atriz , que se puede
llamar prodigiosa, del ácido piro-leñoso fué reco-
nocida por el Sr. Monge, en nuestros tiempos mo-
dernos; pero los antiguos la conocian ya, y de ella
sacaban partido para los embalsamamientos, por-
que la cedria (cedrium) no es otra cosa que el
acido piro-leñoso bruto. Este ácido también sirvo
á veces para dar color rojo rosado á la madera,
las plumas, las pajas, etc.
Este ácido impuro se destila en un alambique
de palastro, para separar la mayor parte de la
brea , y entonces es mucho menos colorado , pero
su olores todavía muy desagradable. En este es-
tado conócese, en el comercio, bajo el nombre
íle Acido piro-leñoso destilado, que es empleado
para hacer acetatos, ó lo que se llama vulgar-
mente Piro-leñitos. Si quiere del todo puro, se su-
jeta á otras operaciones algo complicadas, y llega
á obtenerse completamente sin olor ni sabor desa-
gradables. En este estado puede reemplazar al
vinagre radical : diluido en agua y aromatizado
convenientemente, forma un vinagre de mesa
muy agradable ; pero su principal uso es servir
para la fabricación de los acetatos.
Aeido sucr íniro. Este ácido , que existe
del todo formado en el ámbar amarillo o succino,
se extrae sea por la destilación seca , sea tratan-
do el succino en polvo por una solución de car-
bonato de potasa ó de sosa.
Purificado, se presenta en prismas rectos ter-
minados por cuatro facetas , incoloros ; su sabor
es débilmente ácido y un poco acre; calentado,
primero se funde y en seguida se sublima aban-
donando el agua que contiene y una parte del
aceite empireumático que en él se halla; es so-
luble en el agua y en el alcohol ; el agua disuelve
V„á -f i 6° y V, a + 1 00 ; el alcoho en frió lo di-
68 ACI
suelve difícilmente , pero en caliente una parte tle
este ácido se disuelve en una parte y media de este
líquido hirviendo ; en contacto con las ascuas, se
funde y se exhala luego en vapores blancos acres é
irritantes sin dejar residuo carbonoso; con las tier-
ras y los álcalis forma sales (Succinatos) por lo co-
mún solubles , y con los óxidos metálicos sales en
general insoluoles si, no tienen un exceso de ácido .
Este ácido tal como se halla en el comercio es
con frecuencia falsificado en razón de su precio
elevado. Se le mezcla ácido tartárico, bisulfato
de potasa ó sal amoníaco colorados con un poco
de aceite empireumático de succino. Estos frau-
des se reconocen por los caracteres que presenta
entonces el ácido, y que son diferentes de los que
hemos indicado arriba ; además por el residuo
que deja cuando se calienta sobre una lámina
metálica colocada sobre las ascuas. El fraude con
el ácido tartárico se reconoce en el residuo car-
bonoso; el del bisulfato de potasa, en la sal blanca
fija que queda por residuo; y en cuanto á la
presencia de la sal amoníaco, se manifiesta sea
triturando el ácido con un poco de cal, que des-
prende un olor amoniacal, sea por la solución de
nitrato de plata, que ocasiona en la solución de
este ácido un precipitado blanco , abundante, de
cloruro de plata.
El ácido succínico sirve en los laboratorios de
química en las análisesjde las sustancias en las cua-
les existe óxido de hierro mezclado con óxido de
manganeso para separar estos dos óxidos; em-
pléasele en estado de succinato soluble, que se
añade á la disolución que contienen estos óxi-
dos; el succinato de peróxido de hierro es ente-
ramente precipitado si la disolución es neutra.
Antiguamente era mirado, en medicina, como an-
tiespasmódico , cordial, expectorante, diurético,
etc. , pero al presente es raras veces empleado,
á lo menos en su estado de pureza. _^
El A cido succínico impuro, ú oficinal, es el que
en forma de cristales se pega á las paredes de la
retorta y cuello de los vasos en el acto de la des-
tilación del succino ; está impregnado de aceite
empireumático , y en este estado es como se usa
en medicina, con el nombre de Sal volátil de suc-
cino , para las afecciones espasmódicas, á la dosis
de 6 á 8 granos.
El ácido succínico líquido, ó Espíritu volátil de
succino, es el producto líquido acuoso déla destila-
ción del succino; es una solución dilatada de ácido
succínico, ácido acético y productos pirogenados.
Hásele empleado también como antiespasmódico.
Acido sulfúrico. Basilio Valentín , céle-
bre alquimista de Erfurt, y monge de la orden de
los Benedictinos , fué el primero que habló de él,
á mediados del siglo XV , pero Gerardo Dornoeus
fué quien describió sus caracteres distintos, hacia
4570. Antiguamente fué llamado Espíritu de azu-
fre ó Espíritu de vitriolo, diluido en mucha agua;
Aceite de azufre , en un mayor grado de concen-
tración, y, comunmente, Aceite de vitriolo ó
Acido vitriólico , en el estado impuro en que nos
lo ofrece el comercio.
A vece» se le encuentra en el estado libre en
ACÍ
la naturaleza : el primero que lo reconoció fué Bal-
dassari, en 1776, en las grutas de una montaña
volcánica de los alrededores de Siena, llamada
Zoccolino ; — Pictotlo vio después cerca de Aix en
Saboya; — Humboldt, en las aguas de Rio-vinagre,
en la Nueva Granada , que lleva su nombre de
la acidez que le dan este ácido y el ácido hidro-
clórico; — Leschenault, en el fondo de un volcan
del monte Idio , en Java , en donde es bastante
concentrado y bastante abundante para hacer
mortales las aguas de un rio en el que desemboca
á veces. Finalmente, el doctor Eaton ha indicado,
mas recientemente aun, en la pequeña ciudad de
Byron , á diez millas del Sud del canal Erié , ma-
nantiales de este ácido, de grados diversos de
concentración , procedentes, según parece , de la
descomposición de piritas , y llamados en el país
fuentes agrias. Pero en el estado de combinación
con la cal , la barita , la alúmina y el hierro es
sobre todo del modo como el ácido sulfúrico abun-
da en la naturaleza.
El primer proceder puesto en uso para obtener
el ácido sulfúrico consistió en la destilación del
sulfuro de hierro; á principios del siglo XVII, se
preparó por medio de la combustión del azufre;
mucho tiempo después, añadióse al azufre, para
favorecer su combustión , cierta cantidad de ni-
tro. Este úlimo proceder dio ya excelentes resul-
tados, y en 1746 recibió una importante mejora
reemplazando los recipientes de vidrio por vastos
cuartos de plomo , que son los que en la actuali-
dad se usan. La capacidad de estos cuartos varia
al infinito , por lo regular son de 3.800 pies cúbi-
cos, pero á veces son mas pequeños y se ponen en
comunicación muchos cuartos juntos. De consi-
guiente , para producir el ácido sulfúrico , se ha-
ce llegar en el cuarto gas sulfuroso y deutóxido
de ázoe, y, algún tiempo después, cierta canti-
dad de vapor de agua : los dos primeros se ob-
tienen haciendo quemar en uno de los ángulos
del cuarto y sobre una pátera de hierro colado,
una mezcla de 1 00 partes de azufre y de 8 partes
de nitro. Por una serie de reacciones muy com-
plicadas , el ácido sulfúrico se forma y va á reu-
nirse en el suelo del cuarto, del que se extrae
por medio de una llave de fuente. En este estado
es muy impuro y muy diluido en agua , por lo
común no señala sino 40° en el areómetro de Bau-
mé. Como el comercio no lo recibe si no señala
66°, ha de concentrársele, lo que se consigue en
dos operaciones distintas: se le lleva primero á
55° ó 58° de densidad , haciéndolo calentar en
anchas calderas de plomo , después se acaba su
evaporación en una encúrbita de platino , provis-
ta de un capitel de la misma naturaleza. Cuando
el ácido ha llegado á 66°, se saca de la encúrbi-
ta por medio de un sifón de platino , y es repues-
to en vasos de vidrio ó de asperón. Para las aná-
lises de laboratorios , es indispensable purificar
este ácido, lo que se consigue por medio de una
destilación ejecutada en un aparato de vidrio, sin
emplear lodos , ni tapones.
Barcelona y sus alrededores cuenta varias fa-
bricas y laboratorios de productos químicos, en
ACI
donde se prepara este ácido, y entre ellas dele-
mos mencionar, por su importancia , las de los
Srcs. l.lupis Valles y Compañía, en las Corta de
Sarria , del Sr. Cros, en Sans, de los Sres. Casa-
novas y Comp.a, en JBadalona; y otras en las cua-
les, además de elaborarse los ácidos y las sales de
mas aplicación en las artes, se fabrica el áci-
do sulfúrico , en aparatos suficientes para obte-
ner anualmente, soLre 50 á 60 mil quintales de
ácido concentrado, cuya baratura dependerá
de la protección que el Gobierno conceda á la
introducción ílel azufre. Sale de dichos estableci-
mientos repuesto en grandes redomas de vidrio,
de capacidad de 2 á 3 cientas libras, colocadas
en cestos de mimbres, ó, aveces, embaladas en
cajas de madera. Las redomas de vidrio, en la ac-
tualidad, podrian ser reemplazadas con ventaja
Sor los vasos de asperón [gres) fabricados en la
ordela.
El ácido sulfúrico es conocido bajo tres formas
distintas ó modificaciones particulares : 1 .° anhi-
dro y puro; 2.° mezclado con una corta cantidad
de ácido hidratado , constituye en este estado el
ácido llamado fumante ó glacial de Ñordhausen;
3.° combinado con una proporción determinada
de agua , es el ácido común del comercio.
Acido sulfúrico anhidro. Se presenta en forma
de agujas blancas, sedosas y flexibles, que se li-
cúan á+ 25 grados centígrados, y se volatilizan
casi inmediatamente; su densidad es de 4,970
cuando licuado ; un calor rojo lo descompone en
ácido sulfuroso y en gas oxígeno en la relación de
2 á 1 ; expuesto "al aire, atrae su humedad espar-
ciendo espesos vapores muy ácidos que provocan la
tos; puesto en contacto con el agua, se combina rá-
pidamente con ella produciendo el ruido de un hier-
ro enrojecido sumergido en el agua , y disolvién-
dose en ésta, pasa al estado de hidrató y produce
un liquido viscoso muy ácido. — El ácido sulfúrico
en este estado solo es empleado enloslaboratorios.
Acido sulfúrico fumante ó glacial de Ñordhau-
sen, ó Acido sulfúrico de Sajonia. Obtenido en
Ñordhausen , pequeña ciudad de Sajonia , por el
proceder de Valentín, esto es por la destilación
del sulfato de hierro secado. Es de un color mo-
reno subido; su densidad de 1,89 á 1,90; puesto
en contacto con el aire, esparce luego un humo
blanco debido á la volatizacion del ácido anhidro
que contiene y que obra sobre el vapor de agua
esparcido en la atmósfera; su olor es fuerte y su-
focante por el ácido sulfuroso que contiene acci-
dentalmente; calentado, abandona el ácido anhi-
dro y el ácido sulfuroso que contiene, y queda en
el estado de ácido hidratado en forma de un líqui-
do espeso y viscoso ; el agua obra sobre este aci-
do como sobre el precedente. Todas las propie-
dades (pie presenta el ácido de Ñordhausen de-
penden de la mezcla del ácido anhidro con mas
ó menos cantidad de ácido hidratado.— El ácido
fumante de Sajonia es empleado en los laborato-
rios para obtener el ácido sulfúrico anhidro ; en
las artes sirve en tintura para disolver el añil, con
preferencia al ácido hidratado del comercio, para
teñir la lana de color azul de Sajonia.
ACI 69
Acido sulfúrico hidratado común ó Acido sul-
fúrico del comercio. Se presenta en forma de un
líquido incolor, inodoro, de consistencia oleagi-
nosa , de tan grande causticidad que desorganiza
y ennegrece prontamente todas las materias or-
gánicas con las cuales se le pone en contacto; su
densidad es de 1,852 á + 150c; no entra en la
ebullición hasta á -f- 326°% y destila en seguida
sin experimentar alteración: expuesto al aire,
atrae poderosamente la humedad y se debilita mas
y mas ; echado lentamente en el agua, cae en el
fondo de este líquido , y se combina fácilmente
con él por la agitación, desprendiendo mucho ca-
lor; la proporción de agua añadida á este ácido
disminuye su densidad y abaja su punto de ebu-
llición, que se acerca tanto mas á 1 00 en cuanto
mas agua contiene.
Es de la mayor importancia para el comercio
el determinar las proporciones respectivas de
agua y ácido real contenidas en un acido sulfú-
rico cualquiera ofrecido en venta ; y como en la
mezcla de este ácido con el agua en diversas can-
tidades hay una penetración mutua y una con-
densación variable, la densidad no puede servir
de tipo sino después que ha sido comparada á la
cantidad de ácido sulfúrico real existente en el lí-
quido. Para conseguirlo, es preciso comparar la
densidad del ácido con la cantidad de la base
que él satura : así pues , 1 00 partes de ácido sul-
fúrico hidratado puro saturan exactamente 173,63
de subearbonato de sosa puro, seco, ó 277 de la
misma sal cristalizada. Si , en vez de tomar por
tipo la densidad del ácido sulfúrico, se comparase
al grado alcalimétrico, no nos expondríamos á
ninguna trabacuenta; mientras que su densidad
puede aumentar por la mezcla fraudulenta ó acci-
dental de cierta cantidad de sales; y, al contra-
rio , el grado alcalimétrico no puede variar todo
lo mas sino por la mezcla excesivamente rara de
una pequeña proporción de ácido anhidro.
Ilanse formado muchas tablas de la fuerza del
ácido sulfúrico , comparada á su gjrado areomé-
trico. Damos la preferencia ala del Sr.Darcet, por
que se acomoda mejor á las circunstancias comu-
nes de la fabricación.
Tabla de la riqueza del ácido sulfúrico á diver-
sos grados para la temperatura de-\- 4 o cent.
Grados Proporción Proporción
del areómetro Densidad, de ácido hidratado de agua por
deBaumé. por 100. * 100.
45 .
. 1,454 .
. 58,02 .
. 41,98
46 .
. 4,466 .
. 59,85 .
. 40,15
47 .
. 4,482 .
. 61,32 .
. 38,68
48 .
. 1,500 .
. 62,80 .
. 37,20
49 .
. 1,515 .
. 64,37 .
. 35,63
50 .
. 1,532 .
. 66,45 .
. 33,55
51 .
. 1,550 .
. 68,05 .
. 31,95
52 .
. 1,566 .
. 69,30 .
. 30,70
53 .
. 1,586 .
. 71,17 .
. 28,83
54 .
. 1,603 .
. 72,70 .
. 27,30
55 .
. 1,618 .
. 74,32 .
. 25,68
60 .
. 1,717 .
. 82,34 .
. 17,66
70 ACI
Echado sóbrelas ascuas, el ácido sulfúrico se
reduce al instante en vapores blancos espesos,
muy ácidos, que excitan la tos; en contacto con
las soluciones de barita y de estronciana, forma
un precipitado blanco , pulverulento , insoluble en
el agua y en los ácidos con la primera solución,
y un precipitado vedijoso con la segunda, suscep-
tible de volverse á disolver en una gran cantidad
de agua ; calentándolo con carbón en polvo, ó li-
maduras de cobre , en una redoma provista de un
tubo , se desprende en estas dos circunstancias
gas ácido sulfuroso, que se reconoce sobre todo en
su olor muy picante.
El ácido sulfúrico del comercio contiene con
frecuencia sustancias extrañas cuya presencia
puede ofrecer inconvenientes para las operacio-
nes en las cuales se le emplea : tales son los áci-
dos nítrico y hiponítrico que destruyen el añil,
cuando se hace uso de este ácido para disolver
esta materia tintoria. La presencia de estos áci-
dos se reconoce fácilmente echando en el ácido sul-
fúrico que se ensa\a proto-sulfato de hierro cris-
talizado en polvo, ó algunas gotas de una solución
concentrada de esta sal ; el líquido toma luego un
color púrpura, ó aun de heces de vino subido; según
las diferentes cantidades de ácido nítrico o hipo-
nítrico que él contiene. El ácido hiponítrico será
distinguido del ácido nítrico por medio de la so-
lución roja de persulfato de magnesia, que es des-
colorada por el primer ácido. — Casi siempre el
ácido sulfúrico del comercio en las droguerías,
que lo venden al por menor , tiene un tinte more-
no negruzco debido á la descomposición de cier-
tas materias orgánicas que han caido en él. Esto
no presenta inconveniente cuando el ácido es con-
centrado al grado conveniente; se le vuelve blan-
co calentándolo por cierto tiempo , el carbón di-
vidido que lo coloraba es quemado y trasformado
en gas acido carbónico. — También con mucha
frecuencia se encuentra en el ácido sulfúrico del
comercio sulfato de plomo en corta cantidad ; esta
sal se precipita en polvo blanco, cuando se debi-
lita el ácido con agua destilada ; se la reconoce
directamente en el tinte moreno que toma, cuan-
do después de haberla diluido en el agua, se le
añade una solución de ácido hidrosulfúrico ó de
un hidrosulfato.
El ácido sulfúrico es el agente mas útil y con
frecuencia mas empleado en la mayor parte de
las artes , las cuales , sin él , carecerían de pro-
ductos que les son indispensables. La fabricación
de los demás ácidos, de la sosa artificial, del
alumbre , del cloro , la refinadura de la plata , la
conversión de la fécula en azúcar, el blanqueo,
el curtido, la purificación de los aceites, etc. , y
por mejor decirlo , casi todas las operaciones de
las fábricas y de los laboratorios reclaman su au-
silio. En química, formauno de los reactivos mas
poderosos y mas indispensables , sirve para ope-
rar en el vacío la evaporación , la concentración
de ciertos líquidos. A veces los sofislicadores lo
introducen, no sin inconveniente , en el vinagre
para aumentar su acidez , le sustituyen al zumo
de limón en la limonada, etc. En farmacia, es
ACI
empleado parala preparación del ácido sulfuroso,
délos sulfitos, de los sulfatos, del éter sulfúrico,
etc. , etc. En medicina, nunca debe administrar-
se al interior , sino muy debilitado , es decir á la
dosis de algunas gotas solamente en una poción,
como refrescante , antiséptico , astringente ; al
exterior, es raras veces usado como caustico, y
en su aplicación debe procederse con mucho cui-
dado, y debilitado ha sido empleado en las úlceras
escorbúticas, cancerosas, y también venéreas, etc.
El ácido sulfúrico concentrado es un veneno
corrosivo de los mas violentos. El tratamiento con-
siste; en los casos de envenamiento, en hacer
propinar inmediatamente á los enfermos líquidos
acuosos, mucilaginosos, grasos, aceitosos, lecho-
sos, agua de jabón, ó mejor magnesia en suspen-
sión en el agua, á fin de diluir y neutralizar el
ácido al mismo tiempo que se provocan vómitos ;
en seguida se emplean los antiflogístisos con mas
ó menos actividad, según la exigencia de los ca-
sos.
Acido sulfuroso. Es uno de los prime-
ros gases conocidos , puesto que se forma desde
luego que el azufre arde en contacto del aire. A
mediados del siglo XYII , fué considerado como
un cuerpo particular por Stahl, y, en 1777, La-?
voisier demostró su composición.
Este ácido se produce y se desprende en gran-
de cantidad en las montañas sometidas á la acción
de fuegos subterráneos. Todos los volcanes en
actividad, excepto, según el Sr. Boussingault,
los del ecuador, lo exhalan de sus cráteras; las
solfataras lo desprenden siempre. La sufocación
que determina es lo que hace tan peligroso el
acercarse á estos lugares : se dice que Plinio el
Naturalista murió por haber querido examinar de
demasiado cerca la famosa erupción del Yesuvio,
que , el mismo día , enterró las ciudades de Her-
culano , Pompeya y Campada bajo un diluvio do
cenizas.
Puede obtenerse directamente de la combustión
del azufre, sin ninguna adición de nitro, pero es-
te proceder embarazoso casi no seria suficiente
para procurarse las cantidades tan considerables
de ácido sulfuroso que se consumen, principalmen-
te para el blanqueo de las lanas , de las sedas,
etc. Se acude pues á otros medios : ó se hace ca-
lentar al rojo, en una retorta, una mezcla de 4
partes de flor de azufre y 5 partes de óxido negro
de manganeso , ó bien se trata en caliente el áci-
do sulfúrico por el carbón ó el serrin de madera;
en ambos casos , se desprende gas ácido sulfuro-
so , que es recibido en vasos en parte llenos de
agua y rodeados de hielo , en la que se disuelve.
En los laboratorios se obtiene desoxigenando en
parte el ácido sulfúrico por el mercurio.
Acido sulfuroso gaseoso. Es un gas permanente
á la temperatura ordinaria , pero susceptible de
licuarse a — 20; es incolor, de un olor fuerte y
sufocante que irrita los ojos y excita la tos , y ana
logo al del azufre que arde al aire ; su densidad
es de 2,247; apaga los cuerpos en combustión* el
agua á + 1 5o disuelve treinta y tres veces su vo-
lumen , y adquiere su olor y su sabor, igualmente
ACI
que su propiodad de enrojecer primero la tintura
de tornasol y en seguida comunicarle un color de
vino ojo de gallo.
Acido sulfuroso liquido , Espíritu sulfuroso de
Stahl , Espíritu de azufre por la campana. Es la
solución del gas , que es incolora, y posee el olor
y el sabor de éste, aunque menos pronunciados;
cuando saturada, su densidad es de 4,045; calen-
tada, deja escapar poco á poco y enteramente el
gas que contiene ; expuesta al aire en un vaso
mal cerrado , absorve lentamente el oxígeno y se
convierte en parte en ácido sulfúrico ; forma con
las bases sales, llamadas Sulfitos.
El ácido sulfuroso en los dos estados que aca-
bamos de mencionar es muy empleado en las ar-
tes , la acción destructiva que ejerce sobre mu-
chos colores orgánicos lo nace particularmente
emplear en el blanqueo de las estofas de seda y
de lana , asi como en lostegidos de paja. Empléa-
se también para azufrar los vinos débiles, que se
acedarían luego en los toneles si el fermento no
estuviese sustraído de la acción del aire que con-
tienen. Sirve para quitar las manchas de frutos
en los tegidos. En los laboratorios es usado como
reactivo , y á veces en ciertas operaciones como
medio de obtener y de aislar muchos cuerpos de
su combinación. En medicina, en el estado de gas,
ha sido empleado para purificar el aire y como
preservativo de las enfermedades contagiosas ; ha
sido preconizado contra las enfermedades de la
piel, en particular la sarna, los herpes, etc. En
el estado líquido, ha sido poco empleado , aunque
indicado por muchos autores como refrescante,
tónico , astringente , útil contra las tercianas. Por
último , el gas ácido sulfuroso es muy útil para
apagar los incendios de chimenea , cuando se em-
plea al principio y cuando el fuego no es muy
violento; para esto, se echa en el hogar de la
chimenea y sobre las ascuas una muy grande
cantidad de flores de azufre , y se tapan con tra-
pos mojados todas las aberturas de la chimenea
para que no pueda penetrar el aire.
El gas ácido sulfuroso respirado, aun en corta
cantidad , irrita los pulmones , provoca la tos , la
sufocación , una viva constricción del pecho , y
puede determinar la asfixia y la muerte. La ex-
posición al aire libre, la inspiración prudente del
amoníaco y la administración de este álcali al in-
terior , son los mejores medios de combatir los
primeros accidentes ; en seguida está indicado el
uso de los dulcificantes.
Acido tártrico , Acido tartárico,
Acido tartaroso, Acido del tárta-
ro . Sal esencial de tártaro. Scheele
fué el primero que, en 1770, lo descubrió en el
tártaro que se posa del vino en fermentación , y
(pie lo obtuvo , como se practica aun , del crémor
tártaro. Existe mas ó menos abundantemente, sea
libre , sea combinado con la cal ó la potasa, en
un gran número de sustancias vegetales , como
las uvas, las moras, las grosellas, la pulpa de
tamarindos, laescila, etc.
Para obtener este acido , se disuelve el crémor
tártaro en el agua hirviendo , se le añade poco á
aci n
poco creta en polvo hasta que el líquido sea neu-
tro y no produzca efervescencia. Saturado pues
el exceso de ácido del crémor tártaro, despren-
dido el ácido carbónico de la creta, queda en
solución tartrato neutro de potasa y tartrato de
cal que se precipita. Tratado éste por el ácido
sulfúrico, se forma sulfato de cal poco soluble , y
el ácido tártrico queda libre. Entonces se hace
cristalizar y se purifica. A pesar de la facilidad
conque puede obtenerse este ácido, lo recibimos
en mucha cantidad del extranjero.
Este ácido purificado se presenta en cristales
incoloros que son prismas hexaedros , terminados
en pirámides de tres caras , ó mas comunmente
en anchas láminas divergentes ; su sabor es muy
fuerte y su acción sobre la tintura de tornasol es
enérgica; es inalterable al aire; calentado, pri-
mero se funde, se hincha en seguida , se descom-
pone ennegreciéndose y esparciendo un olor par-
ticular análogo al del azúcar quemado ó del ca-
ramelo, y dando agua, gases carburados, ácido
acético , aceite empireumático y un ácido parti-
cular llamado piro-tártrico ; es muy soluble en
el agua, una parte de este liquido disuelve dos de
ácido cristalizado á -f 400, y una y mediaen frió;
también es soluble en el alcohol, pero en menor
cantidad ; su solución acuosa no precipita la cal
de los ácidos minerales , como lo hace el ácido
oxálico , pero precipita el agua de cal, el agua de
barita , y las sales de cal de ácidos orgánicos ;
puede formar con las diversas bases sales llama-
das Tar tratos, muchas usadas en medicina, y
con la potasa una sal acida muy poco soluble
(crémor tártaro) , carácter que le es propio.
El ácido tartárico ha sido algunas veces sofis-
ticado por medio de una adición de sulfato ácido
de potasa , lo que ha ofrecido mucho provecho al
falsificador. Calcínese una corta porción del ácido ■
sospechoso , y mójese el residuo, que si está adul-
terado , se desarrollará un olor de huevos podri-
dos, ó de ácido hidrosulfúrico.
El ácido tártrico, en las artes, v especialmente
en las fábricas de indianas, tiene los mismos usos
que el ácido oxálico ; es uno de los mordientes
mas frecuentemente usados para las lanas , pero
en este caso es empleado en el estado de crémor
tártaro. En química sirve de reactivo para distin-
guir la potasa y sus sales, y también en el análi-
sis de los compuestos antimoniales para oponerse
á la precipitación del óxido de antimonio por el
agua. En medicina se emplea, á semejanza de los
ácidos cítrico y oxálico, como atemperante, en
las enfermedades agudas, ala dosis de 45 a 30
granos disuelto en una libra de agua azucarada;
sirve para preparar la limonada vegetal ó tarta-
rosa, el jarabe tartaroso, etc., se administra tam-
bién en polvo, en pastillas, etc.
A alta dosis, este ácido vegetal seria suscepti-
ble de ocasionar una especie de envenenamiento,
3ue debería combatirse por bebidas acuosas da-
as en abundancia, ó mejor aun por magnesia
desleída en agua. *
* No se eitrafíará la extensión que hemos dado al ar-
i* ACÓ .
ACIOCA. Planta del Perú, cuyas hojas se
sustituyen á la Yerba del Paraguay, porque go-
lll de las mismas propiedades estomáticas. Em-
*£gfiSE Acm™". Géuero de plantas de
la familia de las radiadas, de la tribu de las he-
haSeas , y de la singenesia poligamia igual de
^Acmela de Onneo , Aoecedaria
(Acmella Linnaji. Cass.; Spilanthus Acmella,
L ) Planta anua de la India y de la America me-
ridional, de un sabor acrey picante, cuando fres-
ca que produce mascándola una abundante se-
creción desaliva. Es empleada para dar tono y
mas firmeza á las encías y fortificar tas diversas
partes de la boca ; es útil en el escorbuto , la pa-
rálisis de la lengua, los dolores reumáticos de i los
dientes, etc. Se dice que en la isla de Témala
sirve para desatar la lengua de os niños es de-
cir que se hace mascar esta planta a aquellos que
habían difícilmente ó no hablan Es posible que
esta masticación, aumentando el tono de los órga-
nos de la palabra, les permita el ejercitarse mas
fácilmente , y justifique el nombre de Abccedana
que lleva la planta, ton todo conviene no abusar
de ella, porque se inflamaría la boca, a causa
de la acción demasiado activa de este vegetal.
Cultívanse en los jardines, en donde se perpe-
túan con facilidad , dos plantas vecinas de la
que hemos hablado, la Acmela be Mauritania
(Acmella mauritana, Rich.) y la Acmela ras-
trera { Acmella repens, Pers.), especies que han
servido en las experiencias que, en Europa, se
han hecho sobre la Acmela. _ ■
Al OH O. Especie de pequeño gallo de Ma-
dagascar. Los huevos de la gallina son de tal mo-
do pequeños que cada una de ellas puede empo-
llar hasta treinta huevos á la vez pero no son
buenos para comer. La carne del gallo y de la ga-
llina es bastante buena.
«culo Acido, á pesar de habernos circunscrito aciertos limites
respecto á los pormenores de los procederes de fabricación,
á las teorías químicas , á la composición íntima de los cuer-
pos á su acción mutua ó sobre la mayor parte de las demás
sustancias. Hemos escrito un artículo de comercio ; pero su
extensión debia ser proporcionada a la importancia y a la
generalidad de este comercio. Era preciso poner al lector en
estado de conocerlas sustancias de que debíamos tratar, dán-
dole medios para apreciar su valor venal , y para impedirle
el ser engañado por calidades aparentes y falsificaciones a
las cuales los ácidos con frecuencia están sujetos. Y tengase
además presente que, bajo el régimen de promiscuidad de
todos los géneros de comercio y de libertad indefinida en las
especulaciones del mercader , no hay , por decirlo asi , ni un
solo especiero á quien le sea extraña la gruesa droguería;
que en todas las fábricas , en los laboratorios químicos , en
todas las boticas , se encuentran ácidos, y que la generalidad
de las artes industriales necesitan de ellos, y entonces se vera
cuan indispensable era ocuparse algo detenidamente de esta
especie de mercadería. Creemos haber Uenad.0 nuestro objeto
con la descripción de todos los ácidos de uso conocido , re-
servándonos hacer la indicación de aquellos en los cuales la
ciencia no ha descubierto todavía propiedades utdizables , o
no ha fijado de un modo preciso los casos en que podemos
emplearlos , al hablar de las sustancia» que los contienen o
de las cuales pueden extraerse.
ACOIíIK. Codorniz aeuática de Megico,
cuya carne se asemeja á la délas demás ave*
"cSciA {Acontias). Los Griegos dieron
este nombre á muchas serpientes Po;«onosas del
África, del Asia, etc., el que ¡fue ^aducjdj ^orjo*
Latinos con la palabra Jaculus Ká* «^Í«
que se decia que se arrojaban desde > los arbole,
para acometer su presa con a celeridad como se
tira una azagaya. Su determinación especifica es
todavía incierta. Dícese que su mordedura es mas
peligrosa que la de la Albora; por lo demás atn-
buíanseles las propiedades medicinales de esta, y
su hiél era también muy empleada.
ACOKITIÍSA. Principio alcalino vegetal
descubierto por Brandes, examinado porGeiger
Hesse vpor Berthemot, en el Acónito Napelo. Se
prepara en los laboratorios químicos. No parece
ser susceptible de cristalizar, y se presenta en
forma de un polvo blanco, ligeramente amari-
llento; de un sabor muy acre; muy solub e en el
éter , en el alcohol ; un poco soluble en el agua;
al fuego se funde, y se descompone, aumentando
la temperatura; se combina con los ácidos for-
mando sales neutras é incristalizables.— Ls muy
venenosa; goza de propiedades narcóticas, y es
empleada para producir la dilatación de la pupila .
ACOLITO, Aconitum. Género de plantas
de la familia de las ranunculáceas, y de la po-
liandria triginia de Linneo. Sus especies son ce-
lebres por la acción delétera que ejercen sobre la
economía animal. La hermosura de sus flores las
ha hecho admitir en los jardines, lo que da lugar
á muchos accidentes, y quizás sena útil abando-
nar tal práctica, aunque el cultivo parezca dismi-
nuir su violencia. • , ,
Las calidades nocivas de los acónitos fueron
conocidas desde la mas remota antigüedad : con
ellos, según Ovidio, Medea fabricaba sus yene-
nos; en muchas naciones antiguas, se castigaba
de muerte con el acónito , como se hacia con la
cicuta, y los Galos impregnaban con zumo de sus
raíces los hierros de sus flechas, para asegurar
la muerte de los heridos por éstas. El haber di-
cho que el acónito nacía de los excrementos que
había desprendido el Can-cervero ouando Júpiter
se le llevo de los infiernos , es una fábula inventa-
da por los poetas con motivo de crecer esta planta
en abundancia cerca de Heraclea en el Ponto,
donde estaba situada la caverna por la que pre-
tendían que aquel héroe había bajado a la región
de los muertos. , ,
Acónito Autora, Acónito salutí-
fero (Aconitum Anthora, L. ). Planta indígena
vivaz, que crece en las altas montanas , en los
Alpes y los Pirineos. De tallo que se eleva a un
pie y medio, anguloso, firme, algo velloso, guar-
necido de muchas hojas redondas, alternas, con
lacinias lineares; sabor acre y amargo. Mores
que nacen á lo alto del tallo, á manera de espiga;
cada una de ellas representa una especie de cabe-
za cubierta de un casco de color amarillo pálido,
y de un olor que no es desagradable Su fruto es-
tá compuesto de muchas piezas membranosas que
ACÓ
contienen semillas angulosas, arrugadas, negruz-
i';i\ Su raíz esta formada de dos cuerpos car-
nudos, en forma de nabo, del grueso á corta di-
ferencia de una aceituna, de color moreno ó ama-
rillento por defuera, blanco por adentro, de un
sabor acre y amargo.
liase pretendido (pie la raíz de esta especie era
el contraveneno del Acónito Napelo, ó del Tora,
«le donde le ha venido su nombre; pero Hoflmann,
Solier , Lobel y Privot han hecho ver que era tan
peligrosa como él. .
Acónito fu ni maro. Acónito de
flores grandes {Aconitum Cammarum, L.).
Esta planta vivaz, cultivada en los jardines por
sus hermosas flores de color azul rojizo, se ase-
meja de tal modo por sus caracteres al Acónito
Napelo, que probablemente participa de todas
sus propiedades. Su sabor, según Haller, es pi-
cante ; Matíolo y Bonnet han probado el peligro
que hay en usarla. El doctor Busch la ha aconse-
jado en la tisis, á la dosis de dos granos en polvo,
de dos en dos horas , hasta que el mal disminu-
ya , con la precaución de suspender su uso según
él estado del enfermo ó si se presentasen acci-
dentes peligrosos, que en este caso indica, para
combatirlos, el uso del vinagre.
Acónito Iiicoctono, Matalobos
(Aconitum Lycoctonum, L.j. Habita los lugares
elevados, las montañas alpinas. Planta vivaz de
tallo alto de cerca dedos pies, delgado, redondo,
un poco inclinado, y que se divide en muchas ra-
mas; sus hojas son anchas, redondas, hendidas
en muchas partes ; sus flores nacen en las sumi-
dades, son de color amarillo pálido, cada una
compuesta de cinco nótalos desiguales represen-
tando , en cierto modo , una cabeza cubierta de
un casco* su fruto está compuesto de muchas pie-
fas membranosas reunidas , las cuales encierran
semillas angulosas negruzcas; sus raices son libro-
sas, negruzcas.
El nombre de esta planta procede de que se la
mezcla, cortada á pedazos, con carne reducida á
pasta para envenenar los lobos , uso al cual las
demás especies servirian también. En Busia, la
raíz es empleada como preservativo de la rabia;
en Siberia, la planta es usada contra el ruido
de orejas y otras enfermedades. Es un veneno
mortal, y por eso no debe emplearse sino al ex-
terior.
Acónito IVapelo, IVapelo, Tora( Aco-
nitum Napellus, L. ) . Esta planta indígena, vivaz,
arroja muchos tallos redondos, de textura leñosa,
difíciles de romper, llenos de meollo, que se ele-
van á la altura de tres pies, guarnecidos, en to-
da su extensión , de hojas casi redondas , profun-
damente cortadas , ó divididas y subdivididas en
muchas hojas estrechas, nerviosas, de un verde
oscuro, luciente, adherentes á pecíolos bastante
largos : sus flores están dispuestas á manera de
espigas en las sumidades de los tallos, y tienen
también la forma de una cabeza cubierta de un
casco, de color azul; su fruto es silicuoso, que
encierra semillas pequeñas, negras; su raíz na-
biforme, negruzca por defuera, blanca por aden-
10
ACÓ T3
tro , guarnecida de un gran numera de fibras en-
trelazadas. Según Brande, contieno un alcaloide
designado bajo el nombre de Aconitina (V. esta
palabra), y que probablemente es el principio ac-
li\ o de esta planta.
El nombre específico de esta especie, la mas
celebre y la mas deletérea de todas, viene de
Napus, Nabo, porque su raiz es parecida á un
pequeño nabo, lo que ha causado mas de un fu-
nesto engaño , pues en esta parte es en dondo
reside sobre todo la fuerza de la planta , como
lo asegura Vital. Los renuevos tiernos han sido
tomados á veces por apio; pero de ello resultan
menos accidentes, porque esta parte no tiene to-
davía todos los zumos nocivos de que mas tar-
de debe estar impregnada , lo que explica como
los Lapones pueden comer sus renuevos cocidos
en la grasa, como lo refiere Linneo.
Esta planta fresca, aplicada sobre la piel, es
mordicante y vejigante ; puesta sobre la lengua,
aun cu pequeña cantidad , determina en ella una
sensación de ardor y de dolor que se extiende á
la garganta y que entorpece todas estas partes.
Su raíz, calentada en las manos, causa accidentes
locales casi semejantes. El Tora, tomado á la do-
sis de una á dosdracmas, causa un verdadero en-
venenamiento, en el que los pacientes sufren mu-
chísimo y perecen al cabo de dos ó tres horas.
En estos casos , el remedio consiste en recurrir
con prontitud al uso de los vomitivos , y si exis-
ten síntomas cerebrales , se aplican sinapismos ,
se hace una fuerte sangría, y se administran dilu-
yentes, aceitosos.
A pesar de estos terribles efectos del acónito,
empléase en medicina, en polvo ó en extracto, en
diferentes enfermedades, como en la sífilis , el
reumatismo, la gota, las afecciones cutáneas, en
la amaurosis, etc. La dosis, en polvo, es de %
á 2 granos para un adulto , pudiendo ser aumen-
tada sucesivamente hasta una dracma; en extrac-
to , desde un octavo de grano hasta un escrúpulo
y mas, procediendo gradualmente.
ACOPO. Plinio designa bajo este nombre
una piedra preciosa, semejante al nitro, que tie-
ne manchas de color de oro , la cual herbida en
el aceite, daba á este líquido la propiedad de
calmar el cansacio.
ACORO, AcorüS. Género de plantas de la
familia de los aroídeas , de la hexandria monogi-
nia de Linneo .
Acoro Cálamo . Acoro aromático,
Caña aromática (Acorus Calamus, L.j.
Planta vivaz que crece en los lugares húmedos
de la Europa , en la India , y aun hasta en el
Japón. Dásele, como sinónimo, el nombre de Cá-
lamo aromático (Calamus aromáticus de los au-
tores antiguos) , pero sin razón, porque esta últi-
ma planta, tan empleada antiguamente, no es
conocida ya. (V. Cálamo aromático.)
La raiz , pues , de Acoro Cálamo es la que so
usa en terapéutica. Tal como nos la ofrece el co-
mercio, esta raíz seca es larga, geniculada, del
grueso del dedo, algo aplastada , rojiza con pun-
titos negros que son de donde parten las raicillas,
tomo i.
74 ACR '
los cuales no deben confundirse con las caries; de I
consistencia esponjosa, de fractura resinoídea
sembrada de puntos lucientes , de olor aromático
muy agradable, y de sabor picante, caliente y
amargo. Según frommosdorff , contiene una ma-
teria extractiva, goma, una resina viscosa, una
materia análoga á la inulina , un poco de aceite
volátil de sabor alcanforado, leñoso, algunas sa-
les y agua. Se nos remite de la Tartaria, de Po-
lonia y de la Bélgica.
Según Ainslie, en la India, el Acoro aromático
es tan eslimado de los médicos del pais en las in-
digestiones , los dolores de estómago y las enfer-
medades délos intestinos, en los niños, que hay
una multa contra un droguista que no abriese su
puerta á toda hora de noche al que lo pidiese. En
Constantinopla, se conlita esta raíz fresca, y se
come en las enfermedades epidémicas; en Sibe-
ria , es empleada contra la tos ; en Prusia , en don-
de esta planta es muy común, se mezcla esta raíz
con las semillas destinadas parala fermentación,
y da al aguardiente de Dantzich un perfume de
lirio que tira á canela y que le caracteriza entre
loslicores análogos. Finalmente, empléasela como
carminativa, estomática, sudorífica, etc., y entra
en varias composiciones farmacéuticas.
ACRAS, Achras. Género de plantas déla fa-
milia de las zapoteadas, de la hexandriamonogi-
nea del sistema sexual. Achras era el nombre del
peral silvestse entre los Griegos.
Acras cortada [Achras disecta, L.; Acrhas
balata, Aublet ). Esta especie crece en la ^hi-
ña, en Manila, etc. Sus hojas molidas, con un poco
de gengibre , son empleadas exteriormente en las
parauses. Sus frutos tienen el grueso y la forma
de una majuela , y cuando maduros , son dulces,
acídulos, y excitan el apetito y facilitan la di-
gestión.
Acras mamosa [Achras mammosa, L.).
Según Descourtils , el zumo lechoso de este árbol
es vomitivo , cáustico, y sirve en las Antillas para
corroer las verrugas, como lo hace entre nosotros
el zumo de nuestros euforbios indígenos. Los frutos
son muy gruesos y se éomen, aunque menos bue-
nos que los de la especie siguiente. Las semillas
que estos contienen son casi del volumen de una
castaña y son igualmente usadas.
Los frutos en razón del color de su carne reci-
ben el nombre de Yema de huevo , pero obsérvese
que muchos otros frutos exóticos llevan el mismo
nombre, como se tendrá ocasión de ver.
Acras Zapote, Zapote [Achras Sapo-
ta, L.). Grande y elegante árbol de las comar-
cas calientes de la América , que se eleva á la
altura de \ 0 á 50 pies ; sus ramos se reúnen en
una hermosa cima; sus hojas son alternas, disper-
sas , ovales , lanceoladas y enteras ; flores blan-
quecinas é inodoras ; sus trutos son del volumen
y la forma de una manzana, divididos en doce
celdillas , que encierran semillas cubiertas de una
especie de resina olorosa, agradable, mirada
como aperitiva y diurética.
La corteza de este árbol contiene ( así como la
de las demás especies ) un zumo lechoso , de una
ACR
naturaleza mas dulce que en las otras familias de
zumo lactescente, como las euforbiáceas, las apo-
cíneas , etc. , y trasuda una especie de resina in-
color, viscosa, tenaz, no usada. Esta corteza, en
todas las especies , es astringente y febrífuga.
Los frutos tienen un sabor dulce , pero soso : en
América, son muy buscados como una excelente
comida , que se sirve en todas las mesas , pero no
deben comerse sino muy maduros, estoes pasados
ó muy cerca de podrirse , y por esta circunstan-
cia , en Guatimala, se llama al zapote Níspero de
América; estos frutos gozan de reputación para
curar laestranguria, la disuria, etc. Las semi-
llas, á la dosis de una á dos dracmas con agua y
azúcar, forman emulsiones, que se consejan en
las arenillas y el cólico nefrítico , y también se .
extrae de ellas un aceite que adquiere la consis-
tencia de la manteca.
ACOCCIII. Pequeño cuadrúpedo de Caye-
na, el cual no difiere del Agouti sino en que solo
tiene el cuarto de su grandor , y una cola de dos
pulgadas y media de longitud , mientras el Agou-
tie caree de ella. Encuéntrasele en los bosques
vírgenes. Su carne es mas tierna y mas suculen-
ta que la de este último.
ACROCORDO, Acrochorrus. Género de
reptiles ofídeos , que sé dice paren hijuelos vivos
ya. La única especie que se conoce es :
Acroeordode «lava [Acrochordusjaven-
sis, Hornst. ). Las mordeduras de esta serpiente,
que tiene ocho pies de largo , no son temibles;
pero el humor acre que rezuma de su piel puede
determinar una erupción erisipelatosa, que las
lociones mucilaginosas, la leche tibia , el oxicra-
to hacen desaparecer. — Dícese que sirve de ali-
mento á los Chinos de Java, en donde es llamada
Oulur-Caron.
ACROE. Planta de Guinea, que , hervida en
vino, y tomada en bebida, es buena para dar
fuerzas. ,
ACRÓSTICO , Acrostichüm. Género de
plantas de la familia de los heléchos y de la crip-
togamia de Linneo.
Acróstico ahorquillado [Acrostichüm
furcatum, Forster). Esta grande especie, que so
encuentra en la Nueva-Holanda, en la Nueva-
Zelanda, y en muchas islas vecinas, sirve de ali-
mento á sus habitantes. Su raíz adquiere el volu-
men de la cabeza de un niño y mas; se la corta,
se la seca y se la reduce á*pok0> del que se
hace una especie de pan grosero, que da poca
sustancia alimenticia. Faltos de mejor , los natu-
rales de estos desgraciados países están obliga-
dos á alimentarse casi enteramente de este helécho
al cual añaden , cuando pueden , algunos frutos,
y algunos mariscos.
Acróstico punteado [Acrostichumpunc-
tulatum, Svv.). Esta planta es oficinal en la
China, sin que se sepa á que enfermedades so
desuna.
Acróstico rojo [Acrostichüm flavens, S\v.)
Esta planta es empleada en la Nueva-Granada,
en donde es indígena, como laxante, según el
Sr. de Humboldt.
ACT
ACTEA , Ac™a. Género tle plantas de la
familia tic las ranunculáceas, do la poliandria
inonogiuia de Linneo.
lote» espigada . Yerba de san
Cristóbal i Actcva spicata, L.). Esta especie
europea crece en nuestros boscpies poblados y
montañosos. Sus tallos se elevan «i la altura de
dos pies poco mas ó menos , son delgados , tier-
nos, ramosos; sus hojas son grandes, anchas,
divididas en muchas partes, oblongas, puntiagu-
das, dentadas en sus bordes, de color verde blan-
quecino; sus flores nacen en las sumidades de
los ramos, dispuestas en espigas, compuestas
cada una de cuatro pétalos blancos , colocados á
manera de rosa; su fruto es una baya blanda,
oval , poco carnuda , la que se ennegrece madu-
rando , como la uva , y que encierra dos hileras
de semillas planas , puestas las unas sobre las
otras; su raíz es gruesa, guarnecida de algunas
fibras, negra por defuera, amarilla por adentro.
La rail de esta planta es un purgante activo, y
por eso se la compara al Eléboro negro, Yeratrum
nitjrum , L. , falsificando con ella á éste. Las ba-
yas son un veneno violento que hace perecer los
jierros, y Linneo dice que han excitado un de-
lirio furioso seguido de la muerte. La planta
fresca mata las gallinas y los ánades, y Lemon-
nier ha visto que su extracto producía" el mismo
efecto en uno de estos animales. El polvo y el co-
cimiento de esta yerba , puestos en los cabellos,
matan los piojos," y también curan la sarna A
pesar de lo expuesto, parece que es necesario
que la planta sea fresca y dada a dosis fuerte pa-
ra causar efectos tan graves.
Esta planta fué confundida primero con la 1c-
tcea spicata, Mich. (Acloca bracliipetala , DC),
especie de la América meridional, que, en los
Estados-Unidos, es un remedio popular parr, com-
batir la los y disminuir la frecuencia del pulso,
y se dice útif contra la tisis, en los males de gar-
ganta mucosos, etc. La Actea racimosa (Actwa
racemosa , L.) parece participar de las mismas
propiedades que la Adosa brachipetala , con la
cual ha sido confundida, en cuanto á sus virtudes,
en los escritos de los médicos americanos.
ACTIIVIA, Actima. Vulgarmente Anémo-
na de mar. Género de zoófitos carnudos, comun-
mente provistos de colores brillantes, y los cua-
les, aunque confundidos con las Medusas bajo el
nombre de Ortigas de mar, no producen ningún
efecto marcado sobre la piel de aquel que las to-
ca , y se distinguen de ellas además porque son
fijos , mientras que las verdaderas ortigas de mar
son libres : por lo tanto, forman parte del orden
de los zoófitos acalefos fijos (familia de los mala-
codermos, Dum. i. Distínguense bajo el punto de
vista alimenticio las tres especies siguientes :
Aetlnia judáiea , Aetinia elavel
de mar , Aetinia Culo de eaballo
(Aetinia judaica, L.). Se encuentra en el Medi-
terráneo, v es poco eslimada.
Aetinia morena de Cuvier (Aeti-
nia ch(Pta ) .' Muy común en el Mediterráneo , pe-
ro apenas usada," aun por los pobres.
Afiil 7Ü
Aetinia rojiza, Aetinia Culo de
asno [Aetinia equina, L. ). Común en las pla-
ñís del Océano de Europa y del Mediterráneo. Es
del volumen de una nuez ;" frecuentemente usada
por los antiguos, y todavía muy estimada del pue-
blo en ciertas provincias. El nombre de Ortiga
marina que se le había dado, prueba que se había
confundido con las Medusas.
Las aclinias, dice el Sr. Cloquet, son un ali-
mento mucilaginoso, difícil de digerir, poco abun-
dante en principios asimilables, sin saber, ó
debiéndolo á la sustancias con las cuales se le
sazona. Por lo común se hacen freir en la pasta,
después de haberlas lavado bien. Las virtudes
que se les atribuyen de ser afrodisiacas , depilato-
rias, buenas contra las arenillas , parecen desti-
tuidas de fundamento , \ referirse mejor á las or-
tigas de mar libres ó Medusas.
ACTIAOF1XO, AciixornvLLiM. Género
de plantas de la familia de las araliáceas. Los
Actinophyllum pcdicitlatum y angulatttm, Ruiz y
Pavón, que crecen en el Perú, dan una goma en-
teramente soluble en el agua , análoga por con-
siguiente á la goma arábiga, y que podría pro-
bablemente emplearse en los mismos usos.
ACH
ACHACAS! A. Según Jussieu , es una es-
pecie de Cacto no descrito , del Perú , en dondo
sirve como alimento , y se vende en los mercados
de este pais.
ACH ASACA. Planta de África , en el rei-
no de Mély , cuyas hojas y cuyo fruto son em-
pleados como sudoríficos , en las enfermedades
venéreas.
ACHAOVAST. Nombre dado á una planta
de flor compuesta , de los alrededores del Cairo,
algo semejante á la manzanilla , de olor y sabor
desagradables, que se dice propia para comba-
tir las obstrucciones y la ictericia. — En Egipto,
se llama Achaovan abiat á la Cineraria mariti-
ma,h., que usan en aquel pais como antive-
nérea.
ACHIA HE IiAS OÍHIAS. Nombre da-
do en la India á los renuevos de caña Mambú v er-
des confitados en vinagre , pimienta , y algunas
especias y otros ingredientes. Este condimento
viene á Europa en vasos de arcilla altos de pié y
otro tanto anchos , con la boca bastante estrecha.
Los pedazos de caña tienen una pulgada y media
de diámetro , algo mas de dos pulgadas de largo,
y la consistencia semejante á la de los pepinillos
en adobo ; de color amarillo pálido. Los Holande-
ses lo consumen en abundancia. Este condimento
acre caliente, solo conviene en los climas húme-
dos, á los temperamentos flegrná ticos \ á los vje-
jos. — El Achia ó Achar, en Europa, son los pepi-
nillos, las espiguitas de maiz, las alcaparras, ce-
bollitas blancas, las halichuelas verdes, etc.,
confitados en nuestro vinagre.
ACHICORIA, CiCHORiiM. Género de plan-
tas que dan su nombre á una familia natural , las
achicoráceas , de la singenesia poligamia igual.
De las cinco especies que contiene solo hablare-
mos de dos que se cultivan en nuestras huertas.
70 ACH
Achicoria elidirla , Achicoria dul-
ce, Escarola ( Cichorium Encima, L.). Es-
ta planta anua , que quizás no es mas que una
variedad de la siguiente, es cultivada en las
huertas como alimenticia ; hanse obtenido de ella
muchas variedades , conocidas con los nombres
de Escarola, de Achicoria dulce, blanca, riza-
da, de, Endivia, cuyo amargor natural de las
hojas ha suavizado el ahilamiento. Créese que es-
ta planta es originaria de las Indias Orientales,
pero Forskael indica proceder de la Arabia. Há-
cese mucho uso de la escarola en ensalada, que
refresca y es aperitiva , ó cocida , que es un man-
jar muy s'ano, excita el apetito , y se da con fre-
cuencia á los enfermos, alas personas de estó-
mago delicado, etc.
Achicoria silvestre, Achicoria
amarga {Cichorium intybus, L.). Esta espe-
cie vivaz crece en las márgenes de los caminos,
en los lugares secos, etc., en donde florece en
agosto y setiembre ; se conoce en sus hermosas
flores inodoras, de un azul claro, que varían del
rojo al blanco , y con los cuales se adornan á ve-
ces las ensaladas. Su raíz es oblonga, del grueso
del dedo , morena por defuera ; su tallo , natural-
mente alto de cerca de un pié y medio , es sus-
ceptible de adquirir mas aumento por el cultivo;
sus hojas radicales son ovales , prolongadas , ob-
tusas, de lóbulos agudos y vellosos; las del tallo
están esparcidas , son poco numerosas , lanceola-
das , dentadas. La achicoria silvestre se cultiva
en prados y en las huertas. Es de un amargor
franco, muy pronunciado ; con todo sus hojas,
cuando tiernas , se comen en ensalada, y, cocidas
en agua y condimentadas , convienen á los jóve-
nes, y las personas que tienen buen estómago
pueden comerlas de cualquier manera; además las
raíces , en Suecia , entran en la composición del
pan entre los pobres. La achicoria goza de una
grande reputación como estomática , depurativa,
etc. Usanse las raíces y las hojas: en invierno,
se usan las primeras, no solo porque las hojas
faltan, sino porque aquellas tienen mas vigor; en
verano se usan las hojas. En Egipto se emplean
las semillas contra las enfermedades inflamato-
rias. Finalmente, la achicoria es muy usada, en
particular en extracto.
La achicoria es un buen forraje para el ganado,
en especial para las vacas, cuya leche aumenta
y mejora.
Uno de los usos mas considerables que se hace
de la achicoria es preparar con su raíz tostada
un succedéneo del café ; este método , usado en
Flandes, en Holanda, desde muchos años, exten-
dióse en Francia en la época de la guerra conti-
nental ; entonces usóse casi en general , por eco-
nomía , y para reemplazar la semilla de Arabia,
que llegó a ponerse rara y cara ; esto hizo el ob-
jeto de un comercio con el Norte, que todavía
existe en parte , á pesar de haber cesado la guer-
ra , porque muchas gentes piensan que esta raíz
quita al café lo que él tiene de nocivo , y que aun
refresca. Estas aserciones son verdaderas en
cuanto no se toma entonces sino la mitad ó el tér-
ADA
ció de café , según la mezcla que se ha hecho. El
café de achicoria, mezclado por mitad con el ca-
fé común , tiene un color mas hermoso que el café
puro, es menos aromático , no es desagradable,
pero no tiene el delicioso perfume que despide la
liaba de Moka.
En Francia, y sobre todo en Alemania, se ha-
ce mucho uso del Café de achicoria, ya solo, ya
mezclado con el café común. Consiste en la raía
de esta planta tostada, que adquiere un amargo
no desagradable y una aroma que se asemeja á
la del azúcar caramelizado, y que reducida á pol-
vo, se ofrece al comercio , encerrada en sacos ó
paquetes envueltos en papel. En Francia en 1835,
lueron exportadas 410,721.000 libras de café de
achicoria. Para conocer que este producto co-
mercial no ha sufrido alteración, bastará atender
al olor que despiden las materias orgánicas en
fermentación ó enmohecidas.
ACHIE PATCHIE IIJJV. Estas
palabras indias designan, según Ainslie, las ho-
jas verdes del Acheen (él no dice el nombre bo-
tánico de esta planta ) , que tienen un gusto agra-
dable, un poco astringente, semejante al té negro.
Los médicos indios las consideran como estomá-
ticas ó laxantes , y las dan en infuso.
ACIIOUItOU. Nombre de una especie de
laurel de América, á cuyo leño se llama también
Madera de India , aunque la verdadera Madera
de India no es de un Laurel, sino del Ucmaloxilo
de Campeche , L. ; es roja y muy sólida, y sirve
para la construcción de edificios. Sus hojas y su
fruto son aromáticos y sirven de condimento; em-
pléase el cocimiento de las hojas contra las afec-
ciones nerviosas y la hidropesía; los frutos son
bayas, cuyas semillas comen las aves , lo que les
vuelve, se dice, la carne de color de violeta y
amarga.
ACHUPALIA, Achupaya. Planta
llamada así por los naturales de Páramo, en la
Nueva-Granada, en donde crece en abundancia.
Vegetal precioso que los indígenas comen en
tiempo de carestía, y que los libra de la feroci-
dad de los osos de aquel pais , porque estos ani-
males lo prefieren como alimento. Los niños apro-
vechan su agua insípida , pero muy cristalina ,
que chupan á su placer. El tronco de esta planta,
de la familia de las bromeliáceas , y de la nexan-
dria monoginia , tiene de tres á cuatro pies de
alto , y contiene , en particular al nacer las ho-
jas, una sustancia blanca muy acuosa y como
esponjosa, semejante á la del Cacto Mclocacto, L..
AD
ADA-HODIEX. Nomhje indio de una
planta enredadera del género Abocino. El polvo
de su raíz, soplado en los ojos, disipa las man-
chas. Según Rédio, esta raíz produce el mismo
efecto cocida con manteca y tragada. Con ella se
componen también diversos medicamentos usados
en la India.
ADASÍA ( en Italia Adcno, Adello). Pescado
de rio que vive en el Po. Es monstruoso y muy pa-
recido al esturión; hanse visto de ellos que pesaban
hasta mil libras. Plinio dice que la ociosidad lo
ADA
engorda. Nunca se ha pescado ni en ©mediter-
ráneo ni en el Océano. Su carne, aunque blanda,
tiene n\u\ buen gusto, pero no iguala á la del es-
turión; allomases de muy difícil digestión.
ADAJ\§0^iIA, AdÁnsonia. Genero de plan-
tas de la familia de las malváceas , de la mono-
dellia poliandria, dedicado al célebre botánico
Adanson, que fue el primero que lo hizo conocer.
Contiene la sola especie
Adansonla dividida romo ende-
do.«* . llüohal» . I"hii de mono (Adan-
sonia digitata , L.). Este vegetal, que crece en
el Senegal , y atraviesa el África hasta en Abisi-
nia, es el mas grueso de los árboles conoci-
dos, y el que parece vivir mas largo tiempo;
Adansbn ha visto muchos á los cuales ha creído
poder atribuir mas de 6,000 anos de existencia.
Casi todas sus parles, que abundan en viscosi-
dades emolientes , son usudas. Las abejas tala-
dran su leño blanco para depositar en él una miel
muy estimada. Las hojas tiernas, secas y redu-
cidas á polvo, constituyen el Alo de los Negros,
que emplean por dar sabor y gusto á su caldo y
a su menestra ó Coscu , y pretenden que moderan
el exceso de la traspiración.
El fruto es llamado Pan de los monos, porque
estos animales se alimentan con él ; los naturales
< el país le llaman Bocci. Es una cápsula ovoidea,
puntiaguda en las extremidades, larga de un pié
y medio , ancha de cuatro á seis pulgadas, y cu-
ya corteza es leñosa , cubierta de un vellover-
doso bastante espeso, dividida interiormente en
diez á catorce celdillas formadas por membra-
nas; cada celdilla encierra muchas semillas re-
niformes, rodeadas de pulpa, desabor azucarado,
agrillo y muy agradable. Con esta pulpa se hace
una limonada de buen gusto, en las calenturas
tan frecuentes en el Senegal ; seca y reducida á
polvo, los Negros la deslíen en leche ó enagua,
y la emplean en los esputos de sangre, — la mi-
ran , unida al tamarindo , como un remedio segu-
ro contra la disentería, — y, á la goma, contra
las perdidas uterinas.
El Sr. Yauquelin ha hecho el examen de la
materia parenquimatosa y amilácea de este fru-
to , y ha reconocido qne sus semillas son aceito-
sas, que la sustancia del fruto se compone de
almidón y de una goma perfectamente semejante
ala dicha de Arabia, de un ácido que no ha podi-
do obtenerse cristalizado y que se parece al acido
málico , de un azúcar qué no es susceptible de
cristalizarse.
Los Mandigues llevan este fruto en la parte
oriental y meridional del África, y los Árabes lo
en\ ian á los paises vecinos del reino de Marrue-
cos, de donde es trasportado en Egipto.
Según Franck, antiguamente se trasportaba en
Europa la sustancia carnuda y friable del interior
del fruto del Baobad, bajo el" nombre de Tierra
de Lemnos. Prospero Alpino fué el primero que
la reconoció como una materia \egetal, proce-
dente de la Etiopia y no de la Grecia. Conviene no
confundirla con la tierra sellada bolar, que lleva
también el mismo nombre.
ADE 77
Vil ATI S. Tegido de algodón ó muselina
muy fina y muy clara, procedente de la India
oriental. Pretiérese el fabricado en Bengala.
ADDAD. Nombre árabe de una planta muy
amarga, que se halla en Numidia, y se dice tan
venenosa que cuarenta gotas de su agua destila-
da pueden dar la muerte , en una hora.
ADELFA ó \ í K l<> . Ni km m. Género de
plantas de la familia de las apocíneas, de la pen-
tandria monoginia. Contiene un corto número de
arbustos de hojas sencillas y de flores elegantes,
que tienen propiedades activas, aun peligrosas,
como la mayor parte de los de la serie vegetal a
la cual pertenecen.
Adelfa antidisentérica (Nerium un-
íidyscntericum, L. ; Wrightia antidisentérica ,
Brown ) . Esta especie de la India , en donde lleva
el nombre de Codaga pala , tiene su corteza que
es gris, negruzca, amarga, lactescente y acre.
A veces se la distingue con el nombre de Corte-
za de Malabar. Esta corteza es empleada, en la
India, como tónica contra la disentería, en coci-
miento acuoso , ó en infuso en el agua ó en la le-
che ; y también , según Bedio , que ha llamado á
este arbusto Curutu-Palu, se aplica el cocimien-
to sobre los apostemas para madurarlos.
Adelfa Oleander . Adelfa vulgar,
Baladre {Nerium Oleander, L.). El nombro
latino de este hermoso arbusto, siempre verde,
que se dice originario del Oriente, que decora
hoy dia las costas desde Cataluña á Portugal . de
la Italia, de la Grecia, de la Berbería, del Asia
menor etc. , y que es cultivado en la mayor parto
de los jardines, por la belleza de sus numerosos
tallos y sus flores abundantes, le viene de la seme-
janza de su hoja con la del olivo , olea. Los Fran-
ceses le llaman Laurier-rose , Laurel Bosa , fun-
dados en la comparación que se ha hecho de sus
hojas con las de los laureles , y del color de rosa
de sus numerosas flores inodoras , que se suceden
por espacio de muchos meses; ellas tienen la for-
ma de pequeñas rosas, sobre todo en las varie-
dades dobles , que al présenle poseemos en abun-
dancia, y que fueron introducidas en Europa por
Bewerniñgius , bajo el nombre de Nerium Olean-
der odorum, Adelfa Oleander olorosa; los
Griegos la llamaban, á causa de esta semejanza,
Bosal-laurel.
Este arbusto , al contrario de lo que tiene lu-
gar en los demás vegetales de la familia á la cual
pertenece , no tiene zumo blanco lechoso ; pero
por esto no es menos acre, activo y peligroso.
Grav dice que clarifica el agua cenagosa, como
el Éstrigno de bebedores ( Strychnos potatorum,
L. ) , lo que prueba la presencia de partes resi-
nosas en esta planta , y podría ser de utilidad en
mas de una localidad , "sí los principios deletéreos
de este vegetal no se comunicasen á los líquidos.
Mas los hechos que manifiestan el peligro de ser-
virse de ella son patentes : los autores nos citan
que, en Niza, el polvo de la corteza y del leño de
este arbusto es empleado como mata ratones;
que han muerto personas por haber comido car-
ne espetada con leña de esta planta ; que una
78 ADE
corta cantidad de extracto de este vegetal ha
muerto caballos y otros animales , en algunos
minutos, etc.; y finalmente, de los experimentos
hechos por el Sr. Orfila se deduce que la Adel-
fa debe ser colocada entre los venenos narcóticos
acres. Su envenenamiento se remediará por me-
dio de vomitivos mecánicos ó positivos prontos,
bebidas abundantes de agua, de leche, de acei-
te , etc. , como para todos los envenenamientos
vegetales.
A pesar de su grande actividad, la Adelfa ha
sido empleada, al interior , contra las enfermeda-
des de la piel , sobre todo los herpes y la sífilis:
hase también asonsejado en las calenturas inter-
mitentes. Al exterior, se ha indicado como estor-
nutatoria, lo que no deja de ofrecer peligro. Las
hojas hervidas en aceite ó grasa , ó su extracto
desleído en estas sustancias, son empleadas toda-
vía con feliz resultado , en algunos puntos , para
curar la sarna y las erupciones tinosas. Los frai-
les mendicantes se servian del polvo de las hojas
de baladre para librarse de los insectos que se
pegan á la piel , á los vestidos, etc.
En resumen, la Adelfa es un medicamento de-
masiado activo para ser empleado sin grandes
precauciones ; y vale quizás mas abandonarlo,
como se hace, que exponerse á producirlos acci-
dentes graves a los cuales su uso puede dar lu-
gar: consagrémosla al adorno de nuestros jar-
dines.
Adelfa de ramilletes (Nerium Co-
ronarium, Jacq. ). Los doctores indios tiran, en
los ojos atacados de oftalmía , el zumo de las ho-
jas de este vegetal, para obtener su curación.
Esta especie, que tiene las flores blancas muy
olorosas, es cultivada también en Europa.
Adelfa de tintes ( Nerium tinclorium,
Rotll. ) . Esta especie de la India sirve para fabri-
car un añil de calidad inferior empleado en el
pais;se prepara con las hojas frescas , que se
ponen á macerar enagua ( previamente hervi-
da ) á la cual se añade agua de cal ; se recoje la
fécula que se separa, etc., y se emplea para te-
ñir las telas. Según el Sr. Leschenault, las semi-
llas de esta Adelfa, juntas con aromas, son un
remedio empleado contra el flujo de sangre en la
India; se tosía todo, y de ello se hacen pildoras
añadiéndole opio, etc.
AJíEltf AIVTEKA , Adenan-hiera. Género
de plantas de la familia de las leguminosas, de
la^decandria monoginia deLinneo.
Adenantera pivonina [Adenanthera
pavonina , L.).Esta planta es llamada Mand-
siadi por los habitantes de Malabar y de Ceilan.
Sus semillas , un poco comprimidas, "de un her-
moso rojo punzó , son alimenticias. Ainslie dice
que en la Innia se dan sus hojas, en cocimiento,
contra el reumatismo crónico.
ADEHXA, Adema. Género de plantas de
la hexandria monoginia, cuya familia no está de-
terminada. Forskal mención a, bajo el nombre de
Adema venenosa (Adeniá venenata ) , una planta
que crece en la Arabia, que el polvo de sus re-
nuevos tiernos , tomado interiormente , hace hin-
ADI
char el cuerpo, esto es, que es altamente veno-
so. Dícese que su contraveneno es el zumo del
alcaparro espinoso. De Candolle, que la llama
Adelia venenosa (Adelia venenata), lo que la
traslada á las euforbiáceas, dice que su zumo es
tan cáustico que produce sobre la piel pústulas
inflamatorias uolorosas.
A I» i; \OS. Algodón que se recibe de Alepo
por vía de Marsella.
Allí ó ADY. Nombre americano de una es-
pecie de palmero de la isla de Santo-Tomás y
otros lugares de la América, que produce un fru-
to llamado A banga, del cual se extrae un licor
vinoso , muy emborrachador.
AllIANTO, AdíanTum. Género de plantas
de la familia de los heléchos, y de la criptogamia
de Linneo.
Adianto apoyado, Capilera del
Canadá, Culantrillo del Canadá
( Adiantum pedatum , L.). Crece en la América
septentrional , en donde sirve como nuestra es-
pecie ; empléasela también en Europa para los
mismos usos. Parece tener mas actividad que
nuestra Ca pilera , porque es un poco mas amar-
ga y mas aromática, y sin duda por esto mu-
chas fármaco peas- la indican para el jarabe de
capilera, y ciertos autores le dan la preferencia
en sus prescripciones , lo que es en vano , porque
no se halla en el comercio.
Adianto Cabello de Venus , Ca-
pilera común, Culantrillo común,
Culantrillo de Monpeller , Culan-
trillo de pozo (Adiantum Capillus Veneris,
L.J. Esta planta , que se cree ser el Culantrillo
de las obras hipocráticas , se encuentra en casi
todas las regiones de la tierra, en Europa, en
América, en las Indias , en la Nueva-Holanda. El
Sr. de Humboldt sospecha que sus esporos han
sido así trasportados por los marineros que reco-
gen el agua délos peñascos en donde crece la ca-
pilera para su provisión. En España se encuentra
en los lugares húmedos, las fuentes, los pozos. Se
distingue en sus hojas largas de 6 á i 0 pulgadas ,
muchas veces aladas , cuyos folíolos cuneiformes,
lobados y redondeados por la punta, tienen por
debajo la línea de fructificación adherente en to-
do el borde de la hoja. Esta planta, un poco mu-
cilaginosa, de un sabor ligeramente amargo, es
mirada como un béchico cierto , y muy usada en
los romadizos , los catarros , etc. ;, con ella se ha-
ce un infuso teiforme, y un jarabe muy en uso,
en razón déla aroma suave y agradable que le da.
Adianto de Etiopia , Capilera fie
Etiopia , Culantrillo de Etiopia
(Adiantum wthiopicum , L.). Según Thunberg,
esta planta se encuentra en el Cabo de Buena-
Esperanza , en donde es empleada para los mis-
mos usos que la capilera común. En el pais, se da
en infuso teiforme contra la tos y otras enferme-
dades de pecho.
Adianto frágil [Adiantum fragüe, Svv.).
Esta especie de la Jamaica es recomendada por
Browne como útil en las úlceras del pulmón , la
consunción purulenta, etc.
ADO
Adianto en forma de trapéelo
[Adiaiitum trapvzci formo , L.). En las Antillas,
en donde se encuentra esta planta, se emplea
para los mismos usos que nuestra especie común.
ADUIAIüí. Cuadrúpedo de los desiertos de
la Libia, muy manso que se dejamontar de los mu-
chachos y que suministra abundantemente leche,
de la que aprovechan los naturales. Es de la mag-
nitud de una ternera, y parecido al carnero; tie-
ne las orejas largas y caídas , y la lana corta y
muy lina.
A i>ó\l l>i] . Auonis. Género de plantas de
la familia de las ranunculáceas , de la poliandria
poligmia de Linneo. En general son plantas cáus-
ticas , vejigantes y de un uso muy peligroso.
Pallas dice que en Siberia las mozas se hacen
abortar con el Adónide de primavera [Adonis
vernalis,\j.) , y con el Adónide Apenina (Ado-
nis Apennina , L. ) que llevan allí el nombre de
Starodoubka. La acción de la primera especie es
tan violenta , que Clusio refiere que , de su tiem-
po , los farmacéuticos alemanes sustituían su raíz
ala de eléboro, y aun la miraban como la del
vordafiero eléboro de Hipócrates , en razón de
una especie de semejanza exterior con la raíz que
el padre de la medicina describió bajo este nom-
bre.
El Adónide del Caro de Buena -Esperanza
f .4 donis capensis , L. ) sirve como las cantáridas,
tan marcada es su propiedad vejigante , lo que le
ha hecho designar bajo el nombre de A donis vesi-
catoria , por Linneo hijo. Lo mismo sucede con el
Adónide delgado (Adonis gracilis, Poiret), cu-
yas hojas son empleadas en África como veji-
gantes.
El Adónide de verano, Ojo de perdiz (Ado-
nis eslivalis , L, ) y el Adónide de otoño , Go-
tas de sanc.ue (Adonis autumnalis, L.), indígenas,
> que so cultivan en nuestros jardines, no parecen
tener una acción menos señalada ; con todo , como
son ¡urnas, hay motivos para creer que su acción
os menor ParVmson pretende que el infuso de
sus semillas es bueno contra el cólico y la piedra.
Estas plantas merecen ser experimentadas antes
de usarlas en medicina , en razón de la violencia
«lo sus congéneres, por lo demás su porte ele-
gante, sus hojas finamente cortadas y sus flores
granees y hermosas, hace que los adónides sir-
\ an para adorno de los jardines.
AUOKilllllEKA, Papaver. Genero do
plantas do la poliandria monoginia, que da su
nombre latino á una familia natural, las papa\e-
ráceas, y que el suyo es tomado del céltico papa
papilla , porque las semillas de la mayor parte
de sus especies son nutritivas. Contiene unas vein-
te plantas herbáceas , casi todas anuas , de hojas
ponninervias y sinuosas . alternas y abrazaderas;
de flores cuyo cáliz es de dos hojuelas, caducos
asi como los cuatro pétalos ; el fruto es una cáp-
sula ovoidea, univalday unilocular, repartida en
muchas medio celdillas", y que se abre en su re-
mate , debajo del estigma ; sus semillas , que son
excesivamente numerosas, sirven para hacer
aceite. Todas las especies tienen propiedades ano-
ADO 79
dinas, calmantes, somníferas, etc., á un grado
diferente, y dan un zumo lechoso, mezclado con
el agua, que, secado, toma el nombre de Opio,
nombre que se da también , abusivamente á su
extracto.
Los antiguos hacían de la adormidera el sím-
bolo del sueño , y con ella adornaban la entrada
del palacio de Morfeo. Homero habla de ella como
siendo generalmente cultivada en los jardines;
Virgilio la menciona muchas veces, con el epíte-
to de soporiferum, de vescum, de cereale, hacien-
co alusión á la propiedad que tiene de provocar
el sueño , á la de tener las semillas nutritivas, y
en razón á crecer entre las mieses. Los médicos
griegos empleaban el zumo de las adormideras,
ó el opio , como se dirá al hablar de éste , en la
práctica de la medicina.
Adormidera Argemone (Papaver Ar-
gemone, L. ). Especie anua, que vive en las mie-
ses. de cápsulas delgadas, oblongas, en forma de
mata. El Sr. Bory asegura que los Griegos la 11a-
maban fíomonia , y la tenían como útil en las en-
fermedades de los ojos.
Adormidera dudosa (Papaver du-
bium, L. ). Esta especie anua, que crece en los
campos arenosos en nuestro pais, y que se recono-
ce en sus flores pequeñas rojas y en sus cápsulas
oblongas , lampiñas , puede ser aprovechada, en
los países en que abunda, para extraer opio,
pues 120 libras de esta planta han dado 3 libras
1 2 onzas de extracto de consistencia pilular, que,
administrado á una dosis 1 2 á 15 veces mayor
que el opio exótico, tiene todas las ventajas'de
este. Además utilizándola así, se desembaraza á
los trigos de un vegetal nocivo.
Adormidera oriental (Papaver orién-
tale, L.). Esta magnífica planta, que se cultiva
en los jardines por sus hermosas flores , no debe
confundirse con la adormidera somnífera. Es vi-
vaz; tiene las hojas con sus lóbulos separados y
aserrados en su margen ; su flor es de color rojo
muy brillante, de cuatro á cinco pulgadas de lar-
go; su cápsula de color violado y lampina. Tour-
nefort fué el primero que, en 1700, la trajo de
América, y dice que no es de ella de la (pie se ex-
trae el opio de Oriente, y (pie los Turcos comen sus
cápsulas verdes, aunóme sean acresy de un gusto
quemante. Según el Sr. Petit, farmacéutico en
Corbeil, una libra de esta planta da \ onza 2 V»
dracmas de extracto blando, que contiene 10
granos de morfina; délo que concluye que po-
dría servir para preparar el opio indígeno.
Adormidera silvestre , Amapola
( Papaver Hhívas , L. ). Nada mas vulgar en nues-
tros sembrados que esta planta anua, <le grande
flor de un hermoso rojo, de la cual podria sacar-
se partido en las artes. Su tallo es peloso; sus
hojas hendidas al través v cortadas; sus cápsulas
lampiñas y globosas. En la isla de Creta , se co-
men las hojas como las espinacas, después de
cocidas y condimentadas. Los cerdos son muy go-
losos de ella, con todo el Sr. Gaullet refiere ha-
ber visto un envenenamiento de ocho vacas, por
haber comido tallos (U> esta adormidera. Las lio-
80 ADO
res de esta planta tienen un olor débilmente vi-
roso y un sabor mucilaginoso, ligeramente amar-
go; son tenidas como calmantes, béchicas, dulci-
ficantes , etc. , y sabidos son los usos que de ellas
se bace en medicina.
Adormidera somnífera, Ador-
midera común ( Papaver somniferum, L.).
He aquí sin duda la planta mas eminentemente
útil de la materia médica, notable por sus pro-
Iñedades y su uso. Todos los pueblos civilizados
íacen uso en medicina de su zumo espesado que
de ella se extrae , conocido bajo el nombre de
opio , y todo el Oriente consume de él una prodi-
giosa cantidad como excitante, y para procurarse
sensaciones agradables, etc., propiedad que
comparte con el cáñamo en la India , y el tabaco
venido del Occidente.
La adormidera común es originaria del Asia,
sobre todo de la Persia , en donde adquiere , se
dice, proporciones gigantescas , según Chardin;
en nuestro clima llega á tener de 3 á 6 pies en
los terrenos buenos; se halla naturalizada en ca-
si toda la Europa de tiempo inmemorial , en los
lugares cultivados, los jardines, en donde la
tierra es profunda y fresca. Esta planta, que es
anua en España, bisanua según algunos, en cier-
tas localidades , es de un color glauco notable;
sus tallos son fuertes , poco ramosos, lisos; sus
hojas son anchas, amplexicaules y cortadas; las
flores terminales, grandes, caducas, de un rojo
pálido, con una mancha negra en la base; á es-
tas les suceden cápsulas que tienen desde el vo-
lumen de una nuez hasta el de un huevo y mas,
que contienen semillas blancas en una variedad,
la mas empleada en medicina (lo que la hace lla-
mar Adormidera Manca) , y grises ó negras en
otra , cuyas cápsulas son mas redondas y menos
gruesas, pero cuyas flores doblan fácilmente,
motivo que la hace cultivar en los jardines.
Los antiguos colocaban la adormidera en el
número de los vegetales alimenticios , así como
parece indicarlo el siguiente verso de Virgilio:
Lilia verbenasque premes , vescumque papaver.
La palabra vescum indica que sus semillas eran
contadas entre las que son alimenticias, pues no
son somníferas , y si aceitosas y nutritivas : según
Dioscorides , con ellas se hacia pan ; los Roma-
nos las empleaban para preparar tortas , que ha-
cían tostar y las mezclaban con miel , para ser-
virlas en los postres ; las gentes del campo , des-
pués de haber dorado su pan en huevos , polvo-
reaban la costra superior con estas semillas para
darle mas sabor , uso que todavía se sigue en el
Oriente, en Polonia, en Hungría, y también en
ciertos países del norte déla Francia; en el va-
lle de Trentin, en la Estiria y la Alta- Austria, los
habitantes se alimentan de tortas hechas con se-
millas de adormidera blanca y negra y de harina;
en Italia, en Genova sobre todo, las emplean cu-
biertas , con azúcar; las aves caseras las comen
con gusto, y finalmente de ellas se extrae aceite
(Y. Aceite de adormidera).
AFI
Las hojas de adormidera , tiernas , ge comen
cocidas en algunos lugares; desarrolladas, con-
tienen , como los tallos y las cápsulas , un zumo
lactescente, que cuela á la menor incisión que en
ellas se hace. Este zumo es susceptible de concre-
tarse por el calor en una materia amarillenta casi
opaca, que es un verdadero opio en lágrimas,
que las cápsulas , y sobre todo sus pedúnculos ,
dan con mas abundancia , pero que nunca se pre-
senta en bastante cantidad para ser recogido con
provecho ; este zumo lactescente puesto en las he-
ridas recientes hechas por las anejas, las avis-
pas , ú otros insectos ponzoñosos , calma al mo-
mento el dolor y el escozor , y hace cesar los ac-
cidentes , neutralizando el veneno , como lo han
observado los Sres. Delaistre y Yeits.
Las flores de adormidera no tienen uso parti-
cular.
Las cápsulas , ó Cabezas de adormidera , son
la parte de que se hace mas uso en medicina , y
son preferidas las de la variedad de semillas blan-
cas, porque son mas gruesas. Las cabezas de
adormidera se cortan en su madurez, á fin de
que la semilla sea bien sazonada, se meten en pa-
quetes, que se acaban de hacer secar á la som-
bra; porque este fruto se enmohece fácilmente
si esta apretado en un lugar húmedo , y entonces
Eierde mucho de sus calidades , y también se de-
e tener cuidado de que no sea picado por un in-
secto, el Cynips Khceadis , Yallot, que lo hace
hinchar, le vuelve corchoso y monstruoso, y le
quita sus virtudes. Estas cápsulas son calmantes,
anodinas , etc., y de un uso excesivamente común
y casi doméstico.
De esta especie , cultivada en Oriente , es do
la que se extrae el opto, que forma uno de los mas
preciosos medicamentos que poseemos , en razón
del principio calmante que contiene , y al que se
ha dado el nombre de morfina. Se obtiene tam-
bién una especie de opio de la adormidera que
crece en nuestro país , pero sus propiedades son
mucho menos enérgicas. Sin embargo , contieno
cierta cantidad de morfina, y debemos al señor
Tilloy, de Dijon, un buen proceder para extraer-
la de las cápsulas de la adormidera indígena.
(Y. Opio.).
ADUIj ASSO. Nombre brama del Justicia
bivalvis, L., pequeño arbusto empleado en la In-
dia en tópico para curar la gota.
AlílíAO, Alagao, Arago, Tangay.
Arbustos de las Filipinas que Camelli cree son
salmeos , pero que parecen ser Premna ; se em-
plean en cataplasmas, sobre el punto enfermo,
para los males de cabeza, de vientre, los tumo-
res, las úlceras, etc.
AF
AFASíE , Aphanes. Género de plantas de la
familia de las rosáceas , sección de las sangui-
sórbeas , de la tetrandia monoginia, cuya única
especie, el Afane arvense [Aphanes arvensis, L.;
Alchemilla Aphanes t W.) , es algunas veces usa-
da , bajo el nombre de Hinojo marino , á seme-
janza de la Alquimila (Soase esta palabra).
AI'IXJElíA, ArinTEíA. Género deplantas de
AGA
una familia indeterminada, cuya única especie, la
Ahitera iiidnoua Up/<j/íeia Hydnora, L.; Ilydno-
ra africana, Thunb.), que crece en el Cabo de
Nuena-Esperanza, os parásita sobre las raíces del
Euphorbia Tirucalli, L..Los Hotentotes comen
sus habas crudas ó cocidas, según Thunberg.
AG
ACiALLA§. Nombre dado á ciertas dege-
nerecencias tuberculosas y redondeadas de mu-
días partes de los vegetales, producidas por la
picadura de insectos de diferentes familias, pero
particularmente pertenecientes á la de los hime-
nopteros y al género Cynips de Linneo, llamado
Dipiolepis por Geoffroy,que las escogen para cu-
na de sus progenituras, y determinan especial-
mente en ellas una fuerte extravasación de tanino.
Las larvas se nutren á expensas de la agalla que
ellos ahuecan así mas ; últimamente , se trasfor-
man en ninfas ; después , ó al principio del vera-
no , en insectos perfectos. Entonces , éstos , para
salir de la cav idad cerrada, hacen un agujero del
diámetro de su cuerpo.
Los vegetales escogidos por las lanas son di-
ferentes especies del género Encina (Queráis),
como la Encina Roble [Quercus Jlex, h.)la Enci-
na Cerrisó Rebollo [Quercus Cerris, L. ) , etc.,
para las agallas indígenas, y la Encina tintoria
( Quercus infectoria , Oliv. ) para las agallas de
Alepo, etc.
Las agallas son sobre todo empleadas en el
tinte negro y en la fabricación de la tinta de es-
cribir. Tienen una superioridad señalada sóbrelas
demás sustancias astringentes, no solo por la gran-
de proporción de sus principios activos , si que
también en razón de su abundancia, y de la fa-
cilidad con que podemos procurárnoslas en el
comercio. Sin embargo, algunos otros productos
astringentes, tales como el zumague, las vainas
de cierta especie de mimosa de Megico, llamada
Cascalote , son preferibles para las aplicaciones
en que debe evitarse una coloración morena.
El infuso de agallas es un reactivo muy sensi-
ble para reconocer la presencia del óxido de hier-
ro en un líquido cualquiera; igualmente ha sido
propuesto para descubrir la moruna; puede ser
útil en las hemorragias llamadas pasivas , y en
los flujos mucosos no acompañados de irritación;
asociacido con los amargos indígenos, es un febrí-
fugo que , en ciertas circunstancias , ha reempla-
zado con ventaja á la quina.
Las diferentes especies de agallas que circu-
lan en el comercio son las siguientes:
Agallas de Alepo. Son nueces de 5 á 9
líneas de diámetro. Hay agallas de Alepo negras,
verdes y blancas, mezcladas juntas en balones de
agallas en suerte. — Las agallas negras de Ale-
po son generalmente de un negro gris , cubier-
tas de una eflorescencia blanquecina, mas peque-
ñas , mas espinosas , mas pesadas , y menos pi-
cadas que las demás, de una sustancia mas
compacta y mas resinosa. Su fractura ofrece un
interior de un amarillo sucio en medio de la nuez,
y blanco en la parte que se acerca á la superfi-
cie. En el centro se halla una cavidad mas ó
H
ACÁ «i
menos grando, que parece tapizada por una mem-
brana rojiza. — Las agallas verde* son deuneo-
lor verde amarillento , cubiertas igualmente de
una eflorescencia blanquecina, menos espinosas,
mas gruesas, mas picadas v mas ligeras que las
precedentes. — Las agallas blancas son de un blan-
co verdoso , y algunas veces de un amarillo ro-
jizo. Estas son las mas gruesas, las mas ligeras,
las mas picadas, y generalmente las mas arru-
gadas.
Estas tres especies entran de diferentes mane-
ras en el consumo .- la negra es empleada con
preferencia para el color negro ; la blanca es,
en gran parte, consumida por los zurradores; y
la verde ? que es una calidad intermedia, en la
tintura, juntamente con la negra, pero con me-
nos buen resultado. Vienen embaladas en balo-
nes de crin de 310 á 320 libras.— En el comercio
se hallan agallas negras que han sido entreseca-
das de las blancas y las verdes , y que llegan en
balones de crin de 440 á 540 libras.
Agallas de Morea. Nunca la agalla de Morca
llega al grueso de una avellana , y ni al color
franco de la de Alepo. Es en extremo pequeña,
poco resinosa, mucho mas hueca; todo lo que la
hace menos apreciada. Con frecuencia se la mez-
cla con la de Alepo; pero se distingue fácilmente
de ésta en su pequenez , en su matiz mas moreno
ó rojizo y barajado, y en su poca regularidad.
Embaladas en tela ligera, sacos de 1 60 libras.
Agallas de Esmirna. Ésta agalla se divide,
como la de Alepo , en negra , verde y blanca;
pero cualquiera sea su matiz es siempre inferior
a ésta. Es menos pesada, de color menos vivo, y
menos espinosa. La blanca presenta una superfi-
cie mas lisa que la que le corresponde en la aga-
lla de Alepo. Embaladas en balones de crin que
pesan de 310 á 320 libras.
Agallas marmorinas. Estas agallas vienen del
Levante por la vía de Marsella. Son pequeñas nue-
ces redondas y prolongadas del lado adherento
á la planta qué las produce; de un color de hierro
algo gris, á veces Usas en la superficie , y co-
munmente erizadas de asperezas y de puntos po-
co salientes ; ofrece, por la fractura, un interior
amarillo ó color de orín, y en el centro una es-
pecie de germen. Se recibe en balones de crin
de 310 á 320 libras.
Agallas de Istria. Estas agallas son pequeñas,
ligeras, de color amarillo pálido, amarillo rojo y
moreno, sin que presenten las asperezas espinosas
de las demás especies , sino arrugas profundas y
multiplicadas. Se rompen con bastante facilidad,
presentando un interior á veces amarillento, ave-
ces moreno , y en general de un color análogo al
de la superficie. En el centro se halla la cavidad
que ha sen ido de habitación al insecto que las
ha producido. Las nuevas son mas estimadas;
cuando van siendo añejas se vuelven rojas ó mo-
renas. Se reciben en sacos de tela ligera de
1 60 libras. ,*
Agallas indígenas. Esta especie es producida
por el roble de nuestro país. Estas agallas son
bolas muy ligeras , en general , perfectamente
tomo i.
82 AGA
.redondas , lisas en su seperficie , y sin asperezas
ni prominencias, de un amarillo pálido ó de co-
lor de madera. Algunas bolas son negruzcas y
diferentes; pero éstas son poco numerosas. Casi
todas están agujereadas , son fáciles de romper y
presentan un interior compacto, de una textura
lina, de un amarillo leonado , mas subido que en
la superficie. En el centro de la nuez se halla una
cavidad que servia de vivienda al insecto. El
embalaje consiste en sacos de 110 á 160 libras.
El sabor de la agalla es muy amargo y estíp-
tico, desagradable; su olor es nulo. El análisis
de la agalla de Alepo ha dado sobre 500 partes:
1 85 de materias solubles en el agua, compuestas
de tanino, 130; ácido agállico unido á un poco
de extractivo ,31; mucílago y materias vueltas
insolubles por la evaporación ; 1 2 , carbonato de
cal y sustancia salina, 12. La parte leñosa in-
cinerada ha producido mucho carbonato de cal.
( V. Acido agállico y Tanino. )
AGÁRICO, Ag\ricus. Génerodela fami-
lia de los hongos , de la criptogamia de Linneo,
caracterizado por laminitas paralelas por debajo
del sombrerillo , que no envuelve al nacer nin-
guna volva. Este género , cuyo nombre viene de
Agaria, comarca de Sarmacia, según Dioscori-
des , está compuesto de muchos centenares de es-
pecies, y de consiguiente su estudio es dificilísi-
mo, primero en razón de su número, y luego por
el estado polimorfo de todo lo que pertenece ala
poligamia , en particular hongos.
En los lugares húmedos y sombríos, en las
praderas , en los troncos de los árboles y en las
maderas podridas es en donde crecen la mayor
parte de los agáricos ; á veces también se en-
cuentran algunos en las cuev as , las minas y las
paredes. Su duración es muy variable: la mayor
parte pasan todos los períodos de su existencia
en diez ó doce dias ; otros necesitan un mes para
llegar á su desarrollo ; y otros tienen bastante
tiempo en un solo dia. Los hay de grandes , de
pequeños y de colores muy variados.
Entre los verdaderos agáricos, un corto núme-
ro solamente se sirve en nuestras mesas ; así es
que el mas escrupuloso cuidado debe presidir en
su elección , y por lo tanto invitamos á nuestros
lectores á abstenerse de comerlos si no están cier-
tos de que no son especies venenosas.
Hablemos pues de la especie mas conocida.
Agárico comestible, Hongo de
criaderos ( A garicus edulis , Bull.; Agaricus
campestris , L. ). Este hongo sirve de alimento y
de condimento. Para hacerlo propio para ser co-
mido , se coje antes de su entero desarrollo, se
le quita la peladura, y aun la pelusa, si es de-
masiado avanzado y negro en vez de ser ro-
sado ; se corta en cuartos , que en seguida se
meten en agua ligeramente vinagrada , para im-
pedir de que se enmohezcan (esta precaución,
para otros hongos sospechosos, tiene una venta-
ja mucho mayor , la de disminuir su peligro di-
solviendo el principio venenoso ; la sal común
parece tener la misma ventaja) ; después de esto
se hace cocer por espacio de veinte minutos ó
AGA
media hora , antes de ponerlo en la mesa ; una
mas larga cocción hace fundir el hongo del que
no quedan mas que vestigios.
Este hongo se encuentra en los campos y en
los lugares recientemente estercolados con cagar-
ruta de caballo, en donde constituye una varie-
dad, arvense (arvensis, de ciertos autores). En
cuénlrase una sub-variedadde película de encima
del sombrerillo un poco amarillenta, lisa, que
crece en los prados. Cultívase también en cria-
deros; la mayor parte del que se vende en las
ciudades de Francia es así cultivado , y en Paris
constituye un ramo de comercio considerable para
ciertos jardineros.
El análisis químico de este hongo hecho por el
Sr. Vauquelin, le ha demostrado que se compo-
ne de adipocira, de un cuerpo graso, de albúmi-
na, de una materia azucarada, de osmazomo, de
una sustancia animal insoluole en el alcohol , de
funginayde acetato de potasa. Este análisis,
que manifiesta tantas materias animales en los
hongos , explica porque se pudren tan pronto y
porque son tan nutritivos.
Este hongo es confundido á veces con el Agári-
co bulboso y vernal ( Agaricus bulbosus y vernus,
de Bulliard) , designados bajo el nombre de, Hon-
go carmesí Cicuta , en razón de su calidad vene-
nosa, el cual pertenece al género Amanita de
Haller. Distingüese de él en que no tiene volva,
es decir bolsa que , al nacer , lo envuelva desde
la raíz hasta encima del sombrerillo , sí tan solo
un collar que parte de los bordes del sombrerillo
para terminar en el extremo del pedículo; en
que su pié no es tuberoso, aunque un poco hin-
chado, y nunca fistuloso, envejeciendo, como
sucede con el bulboso ; en que las laminitas de su
sombrerillo no son blancas ( excepto en una va-
riedad rara y que debe evitarse el cojerla por no
engañarse), sino rosadas, en particular en su
madurez ; en fin , y sobre todo , en que la piel del
sombrerillo se pela fácilmente , lo que no sucede
en las dos otras plantas, en las que csadherente.
Estos dos agáricos , sobre todo el bulboso , son
peligrosos venenos , y los que producen las tres
cuartas partes de los envenenamientos que se
observan , en razón de la semejanza exterior que
tienen con el agárico comestible.-
Los fenómenos del envenenamiento por el Agá-
rico bulboso de Linneo son los siguientes : seis ú
ocho horas después de haberlo comido, se pre-
sentan náuseas , desfallecimientos, vómitos; si
éstos son insuficientes ó no ayudados por un emé-
tico, se manifiesta estupor, soñolencia, el pulso
se pone pequeño é intermitente, el vientre se
tiende, las extremidades se ponen Mas, la piel
es lívida, y se muere al cabo de 36 á 48 horas.
A veces se manifiesta una especie de cólera que
salva los enfermos; pero en general , cuando cu-
ran , tardan mucho tiempo en convalecer.
En tales casos, lo primero que debe practicarse
es hacer vomitar al enfermo, y ensayarlo también
en la esperanza de que todo el hongo no ha pene-
trado en el píloro. La. naturaleza misma indica
este medio , porque , cuando el vómito expontá-
ADA
neo es abundante, salva al enfermo. Este puede
suplir á un emético , bebiendo mucha agua úv*t\c
que siente los efectos deletéreos de los hongos, la
que provoca el vómito , que se ayuda poniéndolos
dedos en el fondo de la boca. En seguida se dan
dilu\ entes, dulcificantes, aceitosos y aun pur-
gantes, para hacer salir por abajo los restosde los
hongos, y aumentar la diarrea, lo que es siem-
pre útil ; por último se remedia la debilidad, que
persiste á veces ocho , diez dias y mas , con tóni-
cos, un alimento ligero, un poco de jarabe de
éter, etc. Este tratamiento es el único racional y
mucho mas seguro que los pretendidos antídotos
que se habían propuesto, como el vinagre, que
aumenta los accidentes disolviendo al principio
deletéreo del hongo , y poniéndole en estado de
obrar mas libremente.
La mayor parte de los envenenamientos tienen
lugar casi siempre entre los habitantes de las ciu-
dades ó grandes villas , pretendidos inteligentes
en hongos, quienes los recogen en sus paseos,
creyendo tomarlos como buenos , siendo así víc-
timas por equivocación. Los lugareños los dis-
tinguen por una especie de rutina, preservándose
de sus males efectos. En Paris, estos daños son
casi desconocidos, atendido que la policía no per-
mite que se venda en los mercados otro hongo
que el de criaderos, lo que evita toda equivoca-
ción, y, en la primavera, la Múrgura, tan fácil
de distinguir que es imposible todo error.
Los hongos secos , que suelen vender los mer-
caderes de comestibles , aunque contengan algún
poco de mezcla de hongos extraños, nonay ejem-
plo de envenenamiento por su uso, sea que la
desecación les haya quitado el principio veneno-
so, sea por cualquiera otra causa. Con todo debe
saberse que el hongo mas sano puede ser nocivo
si se come de él en demasía , en particular si es
de naturaleza un poco coriácea.
El número de los agáricos es tan considerable
que es imposible indicar los que son comestibles y
los que son nocivos, ni aun la ciencia ha enseña-
do á distinguirlos , y ningnn carácter exterior ni
químico ha manifestado hasta aquí en que consis-
te esta diferencia. Para evitar todo resultado fu-
nesto , lo mejor es limitarse al uso de las únicas
especies de hongos bien conocidos, que no son
muchos, y los cuales indicaremos en su lugar
al hablar de los diferentes géneros de esta fa-
milia.
Sin embargo, continuamos una lista de algunos
agáricos que son comestibles en diversos países,
1»ara complacer á aquellos que se ocupan de los
longos alimenticios, recomendando no comer
ninguno, á menos de conocerlos perfectamente.
.Agárico de Acebo [Agaricus aquifolii, Per-
soon) . Crece en otoño entre los troncos del acebo;
su carne es fina y delicada , su sabor aromático
y agradable , y es my estimado.
Agárico acre [Agaricus acris, Bulliard; A gari-
cus pipera tus, de los autores). Se come en Ale-
mania , en Rusia. Esta especie así como el Agári-
co delicioso i Agaricus deliciosus, L.j, han sido
indicados por el Sr. Dafresnoy como propios para
ACÁ f*a
curar la tisis tuberculosa, se asegura con felices
resultados.
Agárico adelgazado [Agaricus atlenuatus,
DC). Se come en los alrededores de Monpeller.
Agárico auriculado [Agaricus auriculatus, Du-
bois ) . Es comestible en los alrededores de Or-
leans, en. cuyas cercanías es muy común en
otoño.
Agárico blanco [Agaricus albellus, DC). Se
come en las provincias del norte de la Francia,
y se llama moserñon blanco ú Hongo Moscatel,
en razón del olor que conserva cuando seco. Es
una especie muy estimada.
Agárico blanco rojo [Agaricus alborufus, Per-
soon ). Crece al pié de los saúcos en Dax, en
donde es comestible.
Agárico comestible [Agaricus esculentes, Jacq.).
Se come en Yiena en Austria.
Agárico culebrino [Agaricus culebrinus, Du-
bois). Es comestible en Francia.
Agárico delicioso [Agaricus deliciosus, L.J. Sir-
ve de alimento. En la China se le llama mam-
xucn; en la Cochinchina, Nam-dee.
Agárico demediado [Agaricus dimidiatus ,
Bull.). Sirve de alimento en muchos pueblos de
Europa.
Agárico ebúrneo [Agaricus eburneus, Bull.).
Es comestible en Italia, en donde es conocido
con el nombre de Jazzolo.
A gárico elevado [Agaricus procerus. Bull.) . Cu-
linario sobre todo en Alemania. Se le encuentra
en otoño en los prados descubiertos.
A gárico de Eringio [ A garicus Eringii, DC.) .
Alimenticio en muchos puntos. Crece al pié del
Eringio campestre de L..
Agárico falso-Moserñon [Agaricus pseudo-
Mousseron, Bull.). Es alimenticio bajo el nombre
de Moscrñon de otoño. Se encuentra á fines del
v erano en los puntos descubiertos de los bosques.
A gárico que da leche [Agaricus lactffluus . Hoff.).
Se come en Yiena en Austria; sin embargo,
Krapf lo cita como muy peligroso.
A gárico Monserñon [A garicus Mousseron, Bull. ) .
Muv buscado en varios puntos.
Agárico que tira á rojo [ Agaricus russttla ,
Schaeff.). Es tambian usado en Yiena, en Aus-
tria , como nuestro Hongo de criaderos.
Agárico violáceo [Agaricus violaceus, Bull.). Se
come en Italia, según Allioni.
Finalmente , indicaremos algunos agáricos ve-
nenosos, y reconocidos tales según experiencias
directas.
Agárico abrasador [Agaricus urens , Bull.).
Crece en los bosques húmedos. Es muy venenoso.
Agárico anular, Cabeza de Meduza [Agaricus
annularius, Bull.). lia hecho perecer doce ho-
ras después de su ingestión un perro de mediana
talla. Se encuentra en los bosques, en otoño, en
forma de grupos en número hasta de 50 , en la
tierra ó sobre los troncos de árboles viejos.
Agárico cáustico [Agaricus pyrogalus, Bull.!.
De sabor acre muy cáustico • se encuentra en los
bosques. Es un veneno terrible.
Agárico emético [Agaricus emeticus , Persoon).
84
AGA
Tiene todas las malas calidades del Agárico ro-
sado.
Agárico estíptico ( A garicus stypticus , Bull. ) .
De sabor acre y astringente ; se encuentra sobre
las cepas y los troncos de los árboles viejos. Es
un veneno peligroso.
Agárico mortífero [Agaricus necator , Bull.).
Crece en los bosques hacia fines de verano. Su
nombre indica lo que puede esperarse de él, á
pesar de haber autores que creen que no es ve-
nenoso. .
Agárico muscario [kgaricus muscarius, L.).
Es una de las especies mas peligrosas.
Agárico del Olivo [Agaricus olearius, DC).
Según Persoon es muy venenoso. Crece sobre las
raices del olivo y de algunos otros árboles en el
mediodía de la Europa.
Agárico rosa do [A garicus roseus, Bull. ) . Kranf
dice que es extremamente venenoso, que ni la
ebullición, ni la desecación le quitan sus calida-
des deletéreas.
AG ARICO UIISíEKAIj ( Creta farina-
cea, L .) . Variedad de subearbonato de cal, llamado
Cal carbonatada esponjosa, por Haüy , y conoci-
do de los antiguos mineralogistas con los nombres
de Harina fósil, Leche de luna, Leche de montaña,
Tuétano de piedra, etc. Preséntase en una masa
friable, blanca, ligera. Se encuentra en las hen-
diduras de ciertas rocas calizas , y es común en
Suiza, en donde se emplea para blanquear las
habitaciones. Antiguamente se tenia como ga-
lactóforo.
ÁGATA. Cuarto Ágata ó piedra cuarzosa
semitrasparente, que nunca es absolutamente
opaca como el jaspe, ni absolutamente traspa-
rente como el cristal de roca. Se hallan muchas
ágatas en Escocia , principalmente en la montaña
de Cairugoru , y en las de las comarcas vecinas
al Bhin en Alemania ; en donde sobre todo se ha-
llan las ágatas mas generalmente admitidas en
los gabinetes de mineralogía , es en las cercanías
de Oberstein , en la Norhe ; también se han reco-
gido de muy hermosas en Siberia y en Ceylan;
el extremo oriental del establecimiento del Cabo
de Buena Esperanza abunda en ágatas; y tam-
bién nos vienen algunas de Italia. Pero la explo-
tación mas copiosa tiene lugar en el pequeño prin-
cipado de Badjpepla, provincia de Goudjrat, en
un lago situado á cerca de cinco leguas de la
ciudad deBroach. Allí, se cortan en granos para
collares, en cruz, etc.; y con ellas se fabrican
cajas de tabaco y otros mueblecitos.
El ágata propiamente dicha, por su naturaleza
traslúcida , es por lo común de un color claro , ca-
si siempre gris, vetada con diferentes matices
amarillentos ó rojizos ; con bastante frecuencia
está sembrada de pequeños puntos de un rojo vio-
lado que le dan un aspecto vinoso. Los lapidarios
distinguen muchas especies de ágatas, á las cua-
les atribuyen precios y usos diferentes. La espe-
cie mas bella ha sido llamada Ágata de Oriente ó
Ágata oriental.
La calcedonia, el ónice, la sardónica, la corne-
rina, la crisoprasa, elcacholoug ó ágata blanca,
AGA
las maderas agatizadas. las ágatas arborizadas,
pueden todas ser consideradas como variedades
del tipo ágata. Todas estas piedras son emplea-
das en el grabado , en la joyería, y en las diver-
sas especies de adornos de lujo ; el comercio las
conoce mas particularmente bajo diversas deno-
minaciones que iremos sucesivamente examinan-
do. Todas estas piedras dan chispas con el esla-
bón; así es que se cortan, para las pistolas, cier-
tas ágatas que se venden como piedras de chispa,
pero á precios mucho mas elevados que el peder-
nal común llamado piromaco. Entre las ágatas
propiamente dichas se encuentran las piedras cu-
ya fractura se asemeja mas á la del cuarzo hialino,
la que en efecto en ciertos puntos es casi vitrea,
pero lo mas común es cerosa, es decir, que pre-
senta el aspecto de la cera , y algunas yeces es
escamosa.
Cuarzo ágata, Calcedonia, Cornerina blan-
ca. Las calcedonias son ordinariamente de un
blanco lechoso , y solo tienen una trasparencia
nebulosa; las hay de azuladas, y á éstas parti-
cularmente es á las cuales los mercaderes dan el
nombre de Calcedonias verdaderas. Las mas her-
mosas tienen un tono gris de lino que tira á azul
celeste ; los mercaderes denominan á veces á és-
tas, Calcedonias zafíricas, reservando á las que
son de un blanco muy puro el nombre dé Calce-
donias blancas , y dan á aquellas cuya pasta de
un blanco lechoso ofrece matices de gris, de
amarillo pálido, de rosa, ó también moreno, el
nombre particular de A gatas , salvo añadir un
epiteto cuando presentan alguna particularidad.
La nebulosidad habitual de las calcedonias ha
inducido á los joyeros á atribuir el epiteto de
calcedonienas á todas las piedras que ofrecen ne-
bulosidades: en este sentido dicen que un rubí,
un záfiro son calcedoniosos. Además , los lapi-
darios, sobretodo en razón de la finura de la pas-
ta y de la manera insensible con que los matices
están fundidos en el interior de la piedra, fijan
el precio á las calcedonias y á las cornerinas
blancas; pero en todos los casos las verdaderas
calcedonias tienen mas precio que las demás.
Las calcedonias y las cornerinas blancas, se
encuentran con frecuencia enestaláticas, es de-
cir un cuerpo prolongado cilindrico, formando
también un pequeño cono , y simplemente apezo-
nadas; estos cuerpos tapizan las cavidades de
diversas rocas.
Los numerosos mercaderes que venden al pre-
sente ágatas, que les vienen de Oberstein, dan
el nombre tle Ágatas cristalinas, á esos cuarzos
hialinos traslúcidos, que, formando masas divi-
didas por numerosas hendiduras, ofrecen com-
partimientos cuadrados, triangulares, etc.; á
veces también estas hendiduras forman rayos que
parten del centro de estas especies de geodas de
calcedonia.
Algunas veces estas calcedonias esferoidales
son interiormente huecas ? y entonces la cavidad
encierra , ó polvo , ó un núcleo de creta , ó bien
están tapizadas de cristales de roca de diversos
1 matices, y principalmente de Amatista occiden-
AGA
tal. Entre esta6 geodas, hay de pequeñas llama-
das anhidras, porque encierran una gota de
agua en su cavidad. Estas son comunmente del
grueso del dedo , y como la gota de agua raras
veces llena toda la cavidad, su movilidad es
muy aparente , lo que constituye á estas pie-
dras propias para hacer joyas muy singulares.
Estas anhidras se montan en sortijas, en colla-
res, etc. Todavía no han sido halladas sino en
terrenos volcánicos; principalmente nos vienen
de una colina llamada la Ala'in, en el territorio de
>icenza en Italia.
Ágatas amazorcadas , manchadas ó figura-
das. Las Ágatas amazorcadas son las que ofre-
cen los matices y los dibujos los menos fáciles de
caracterizar ; las manchas , las rayas está n co-
locadas sin orden: también se les llama Ágatas
manchadas. Por lo común estas manchas son de
un moreno negruzco ó amarillento , y si la casua-
lidad les ha dado una semejanza con una figura
humana, un animal , ó también con cualquier ob-
jeto inanimado, oonstituven entonces las A gatas
figuradas. Cuando los dibujos tienen cierta espe-
cie de regularidad , estas piedras tienen valor,
sobretodo lo tenían antiguamente, y la moda
puede aun dárselo. Estos juegos de la naturale-
za no solo son variados al infinito, sí que á veces
ofrecen figuras de una grande regularidad. Entre
estas piedras , que excitan siempre la curiosidad
de los aficionados , hay que en su interior ofrecen
dibujos iluminados muy singulares; tal es una
ágata que representa una de las cuatro alas de
las mariposas , que forma parte de la bella colec-
ción mineralógica del Sr. Neergaard, en Paris.
Yénse en las tiendas de joyeros láminas delga-
das (fue , habiendo sido aserradas en un mismo
pedazo, ofrecen, cuando se les reúne de dos en
dos , dibujos y los colores de dos alas de una
mariposa. A veces se les añade, para tercera
pieza, un pedazo de ágata cortada en cilindro,
que se coloca entre las dos laminitas para figu-
rar el cuerpo de la mariposa. Las ágatas de Obers-
tein , que ofrecen á menudo zonas de diversos
matices, son muy propias para dar estas laminitas.
Con frecuencia el color moreno y amarillento,
esparciéndose de una parte á otra en la pasta de
las ágatas , da origen á figuras que imitan bastan-
te bien pequeños espéculos de árboles , mazurcas
de plantas, cuyos ramos no son muy distintos:
estas arborizaciones groseras son bastante comu-
nes en las ágatas de Oberstein. Aquellas cuyos
lineamentos negruzcos son finos, y representan
sobre un fondo de calcedonia de una pasta lina
un arbusto sin hojas, una pequeña planta aislada
ó colocada sobre un terrazo , llevan el nombre de
Ágatas arborizadas. A veces se hallan en Obers-
tein ágatas cuya arborizacion es bastante limpia,
pero el fondo es raras veces de tan hermosa pas-
ta como el de las ágatas que nos vienen de Ara-
bia; sin embargo , cuando* tienen un grande volu-
men , tienen valor en el comercio. Habiendo sido
las bellas ágatas arhorizadas de Arabia traídas á
Europa por el puerto de Moca , los mercaderes
les dan también el nombre de Piedras de Moca.
AGA 8íi
Las Ágatas puntuadas son bastante bien ca-
racterizadas con esta denominación. La mas cono-
cida es la que es de un verde oscuro con puntos
rojos : los comerciantes la confunden á menudo
con el jaspe sanguíneo ; pero esta ágata es tras-
lúcida, y el jaspe siempre es de una opacidad com-
pleta; emplease en los mismos usos que este jaspe
1 V. Jaspe sanguíneo) , y se la considera como el
tleliotropio de los antiguos. Las otras variedades
de puntos morenos ó rojos sobre fondo blanque-
cino, etc. , son bastante conocidas.
Existen ágatas de un blanco de leche, con
manchas de un amarillo empañado, que ofrecen
coloridos menos delicados, y de un negro que
tira al bistro; estas ágatas, que son casi opacas,
se encuentran en masas muy considerables.
Otras ágatas ofrecen sobre un fondo mas ó me-
nos traslúcido, figuras verdes perfectamente pa-
recidas á ciertas plantas cabelludas que se obser-
van en las aguas; las hay también cuyos dibujos
son amarillentos , rojizos , y que imitan musgos,
liqúenes, etc. Dase alos cuarzos ágatas que ofre-
cen estas apariencias, el nombre de Ágatas mus-
gosas. Para mas pormenores, V. Camafeos^ Cor-
nerina, Ónice, Sardónica.
La sustancia llamada muy impropiamente A ga-
la negra de hlanda lia sido muy equivocadamen-
te colocada en la clase de los cuarzos: es un pro-
ducto volcánico ; debe tener su lugar en el géne-
ro Obsidiano.
Con el ágata se fabrican copas comunes, cajas,
pjanchas, morteros y pulidores empleados en
diversas artes , y varios objetos de lujo y orna-
to. Antiguamente se usaba en medicina.
K.Aioril.O Acatopuvllum. Género de
la familia de los laureles, de la dodecandria mo*-
noginia del sistema de Linneo.
Agatoíllo aromático . Itu% enriara
Ravensara [A gatophyllumaromaticum , W.;
Evodia,de Garner.) Árbol de especierías, do
Madagascar, cuyas hojas y frutos tienen una aro-
ma que se asemeja á la del clavo de especia. Es-
tos, conocidos bajo el nombre de Nueces dellavcn-
sara, tienen el volumen de una pequeña nuez co-
mún; son subglobulosos, ligeros, negruzcos, lisos?
con una prolongación por debajo en la que esta
pegado el pecíolo que los sostiene , y contienen
una almendra de 7 á 8 lóbulos inferiormente co-
locada en otras tantas celdillas imperfectas; su
punta está terminada por una especie de botón
poco aparente.
Los frutos y las hojas, analizadas por el Sr.
Yauquelin , han dado un aceite esencial absoluta-
mente semejante al del clavo de especia , pero un
poco mas consistente , lo que puede depender de
que con el tiempo se haya resiniíicado (Y.icet-
te volátil de ravensara).
En la India , con los frutos se forman rosarios
que se hacen secar , y las hojas se ponen en los
guisados, como condimento. Los frutos no tienen
uso médico; son empleados , rallados, como cua-
tro especias, y en verdad tienen propiedades del
todo análogas á esta aroma y al clavo de espe-
cia, que pueden reemplazar, con provecho, en
86 AGA
razón de su volumen. El ravensara es cultivado
en la isla de Francia, sin duda para este último
uso.
AGAVE, Agave. Género de la familia de
las liliáceas y de la hexandria monoginia deLin-
neo. Las especies en corto número que lo compo-
nen tienen largas hojas, tiesas , gruesas , mas ó
menos dentadas en los bordes, de un tegido fila-
mentoso, susceptibles de dar por el enriamiento
una especie de cáñamo , llamado Pita , propio
para formar tegidos usados en diferentes comar-
cas del globo.
Agave de América [A gave americana,
L.) . Habítala América meridional, en donde es lla-
mada Maguey, Pulque, Acamet, Scguamclt. Su pro-
piedad mas notable es estar provista de una savia
muy azucarada que sale de los nudos de las raí-
ces, ó también de las hojas cortadas, con tal
abundancia, por espacio de muchos meses, que
con ella se puede preparar , evaporándola al fue-
go , miel y también azúcar , y que , cuando se
deja fermentar , se obtiene de ella un vino llama-
do Vino de pulque , que los naturales de los países
en donde se fabrica aprecian mucho y se lo pro-
curan á expensas desu subsistencia y aun de sus
vestidos. Este zumo fresco es laxante , hace ori-
nar , limpia los ríñones y la vejiga , provoca las
reglas , etc El zumo délas hojas hace cicatrizar
las llagas , y las hojas mismas calman los espas-
mos , suavizan los dolores aplicadas sobre la par-
te enferma, etc. El Sr. de Hum! oíd dice que en
Mégico se hace un gran comercio de la miel de
maguey. Es sensible que estas ventajas no se ob-
tengan del A gave trasportado en Europa , en don-
de es cultivado desde 1 560 , y en donde se ha casi
naturalizado en las comarcas calientes, como en
la Suiza italiana , la Italia, en algunos lugares de
la Provenza, y en España. Empléase en estas par-
les para hacer cercas , etc.
Las raíces de la agave sirven para hacer cuer-
das , los escapos dan leña , las espinas sirven de
clavos y también de agujas, y finalmente con las
hojas se cubren los techos.
Agave fétida [Agave fcetida,l,.). Es usa-
do para preparar con sus hojas la Pita ó hilasa.
Esta es quizásla especie llamada Halan, en Java,
que sirve también para este uso. En España, se
prepara con estas mismas hojas un extracto del
todo semejante al acíbar, y del que se hace al-
gún uso para los animales. El nombre de esta
planta procede del olor del zumo de la hoja.
Agave de Mégico [Agave mexicana,
Lam.). Esta especie, distinguida por el Sr.de
Lamarck de la Agave de A mérica, parece serle
muy vecina , y tener todas sus propiedades, por-
que á ella es a la que algunos autores refieren la
facultad de producir miel, vino, etc., de que se ha
hablado mas arriba. El Sr. Guibourt dice que las
raíces del A gave de Cuba [Agave cubensisJacq.),
que entra como la de Mégico en el Odorata de
Persoon, son sustituidas aveces ala zarzaparri-
lla , y que el Agave de Mégico es la que se ase-
gura que su zumo viscoso reemplaza al jabón pa-
ra lavar la ropa.
AGR
Agave vivípara ( A gave vivípara, L.).
En Santo Domingo , su zumo entra en el acíbar
caballino, en donde se le llama Karata.
K.lia \MI» Agrahalid. Árbol espi-
noso de la magnitud de un peral silvestre, de
hojas raras y semejantes á las del boj , cuyos fru-
tos , que tienen la forma de los del saúco, son de
un gusto amargo, astringente. Las hojas, cuyo
sabor es casi amargo y causa astringencia, son
un remedio familiar en Etiopia contra los gusa-
nos de los niños.
t(;\l(ai\. Planta de Guinea , que se
tiene como vulneraria , aplicada en las heridas.
v f ¿Ol i:r-ií i \ l». Es la mejor de las seis
especies de seda que se recogen en los estados
del Mogol.
AGRÁ. Nombre de un leño aromático, usa-
do en la China. Ignórase á que vegetal pertenece.
Se pretende que los perfumadores distinguen de
él tres especies , y lo emplean en los perfumes
compuestos.
ACRIMONIA , Agrimonia. Género de
plantas de la familia de las rosáceas, de la dode-
candria diginia de Linneo.
Agrimonia Eupatorio, Agrimo-
nia [Agrimonia Eupatoria,L.). Planta vivaz,
indígena , que crece en los prados y en los setos.
Su nombre específico viene de Eupator , rey de
Ponto. Es una planta alta de dos pies, blanquecina,
muy vellosa; sus hojas son aladas, pubescentes,
de hojuelas ovales, desiguales, dentadas, cortadas;
sus flores amarillas forman una larga espiga termi-
nal , simple ; el cáliz pasa á ser un fruto oblongo,
lleno de puntas hacia su mitad , y que contiene
algunas semillas larguillas; la raíz es larga,
negruzca, de mediano grueso.
Este vegetal es mirado como astringente y ver-
mífugo ; se usa en gargarismos detersivos, con-
tra los males de garganta , calidades que deno-
tan el amargor y el sabor astringente de la planta;
liase indicado en ciertos casos de gonorrea y
leucorrea, etc.. Los Indios emplean, en infuso,
las raíces de esta planta con feliz resultado en las
calenturas inflamatorias. La agrimonia entra en
algunos compuestos farmacéuticos.
AfSROSTEMA, Aguostewma, Género de
plantas de la familia de las cariofiláceas , de la
decandria pentaginia de Linneo. Llámase tam-
bién Corona de sembrados , por crecer en abun-
dancia entre los. trigos, donde se hace notar por
sus flores purpúreas. Entre las cuatro especies
indígenas , la mas común es :
Agrostema Heguilla , Heguilla de
los trigos, Neguilla ( A grostema Githa-
i/o, L.). Esta planta crece entre los trigos, y
cuando es muy abundante , se dice ser nociva,
porque sus semillas , mezcladas con el grano, en-
negrecen y alteran la harina así como el pan que
con ella se fabrica. No.obstante, de experimen-
tos directos del Sr. Cordier resulta que estas se-
millas, aunque acres á la garganta , no son no-
civas ; dos dracmas en cocimiento no le han cau-
sado ningún accidente , de lo que concluye que
pueden hacer el pan desagradable , pero nada
AGU
peligroso. liase indicado el cocimiento de esta
plañía como útil contra la sarna, la liña y otras
enfermedades de la piel. — El nombre de Negri-
lla de ios trigo» se da también al Nigella arven-
sis , L. , y al Uredo carbo, DC.
La agrostema de coronas ( Agrostema corona-
ria.h.), cultivada en los jardines por la abundancia
v el color de sus flores, cuenta dos variedades: una
lampiña , de flores de color rojo-purpúreo claro,
indígena de Berbería y de Sicilia , y otra tomen-
tosa, de flores de color rojo-purpúreo mas subido,
natural de Suiza, de Italia, é indígena en muchas
provincias de España.
La Agrostema flor de Júpiter (Agrostema
Pos Jovis , L. ) , y la Agrostema Rosa del Cielo
(Agrostema Coplt rosa, L.) , se cultivan también
en algunosjardines, por sus hermosas flores.
AGROÜTIDE , Agrostis. Género de plan-
tas de la familia de las gramíneas, de la trian-
dria diginia de Linneo , que cuenta especies muy
variadas, que crecen entre las mieses y en los
prados , en donde suministran un excelente for-
raje.
Agróstide de espiga de viento ( A-
grostis spicaventi, L .) . Esta especie anua es la mas
común, y se distingue por su panoja floja y trun-
cada, que se agita y rompe al menor vientecillo.
Agróstide linear (Aarostis linearis,L.;
Cynodon lineare, W.). Es el Arugam vayr de
los Indios. La raiz de esta planta, célebre en los
libros sagrados de estos pueblos, está indicada
como propia para preparar bebidas refrescantes
y agradables , análogas sin duda á las hechas con
una de nuestras gramas (Cynodon dactylon, Rich . ) .
La planta es un forraje muy provechoso para los
ganados.
Agróstide de renuevos ó pimpo-
llos (Agrostis stolonifer , L.). Esta especie casi
no es usada sino como forraje ; sus gruesas raí-
ces podrían servir quizás para los mismos usos
que la grama.
AGUA. El agua por largo tiempo fué reco-
nocida como un elemento; mas, hoy dia, está de-
mostrado que es un compuesto de cerca 88 par-
tes de oxígeno y \ 2 partes de hidrógeno en peso,
ó de una parte del primero y dos partes del se-
gundo en volumen ; de ahí los nombres de Oxido
de hidrógeno , Protóxido de hidrógeno , Oxido hi-
drico , que sucesivamente le han dado los quí-
micos.
El agua , que es uno de los cuerpos mas espar-
ta idus por la naturaleza, existe en tres estados di-
'ferentes : en el estado liquido, en el estado sólido y
en el estado vaporoso ó gas no permanente. Bajo el
primer estado, forma en la superticie del gíobo
masas inmensas conocidas con los nombres de ma-
res, de ños y de lagos, y se encuentra alguna vez
en el interior de la tierra de donde sale para pro-
ducir los diferentes manantiales; en el estado sóli-
do forma el hielo, que no puede existir sinoá una
tamperatura inferior á 0 , y que es permanente
en ciertas regiones del globo; en fin, en el esta-
do de vapor se presenta en el aire, debiéndose
atribuir a sus cambios de estado molecular la for-
AGU 87
macion de ciertos metéoros acuosos , tales como
las nubes, la nieve, la lluvia el roció, el granizo,
etc. , etc.
El agua líquida nunca se halla pura en la su-
perficie de la tierra, siempre tiene en disolución
diversas sustancias salinas de las que no se la
puede privar sino sometiéndola á la destilación
con ciertas precauciones.
En su estado de pureza , el agua es un líquido
trasparente, bicolor en pequeña masa, insípido,
cuyo punto de ebullición es á + 1 00° del termó-
metro centígrado ; sometida á la evaporación, en
un vaso de platino ó de plata, el agua pura no
deja ningún residuo, ensayada con los reactivos
químicos no debe obrar en ningún sentido ni so-
bre la tintura de tornasol ni sonre el jarabe de
violetas; el agua de cal, las soluciones de nitra-
to de barita, de nitrato de plata, de oxalato de
amoníaco, de ácido hidrosulfurico y de hidro-
sulfato de amoníaco , no deben producir en ella
ningún efecto sensible. Tales son los efectos que
observamos en el agua destilada conveniente-
mente preparada para las operaciones químicas
y farmacéuticas.
En cualquier estado en que se encuentre el
agua , á no ser destilada , nunca es pura , porque
es susceptible de disolv er casi todas las sustancias
conocidas , hasta los cuerpos mas duros ( Guita
cavat lapidem) lo que le ha valido con frecuencia
el nombre de disolvente universal; y de consi-
guiente tiende sin cesar á cargarse de algunos de
los principios con los cuales se halla en contacto.
Así es que , según su mayor ó menor grado na-
tural de pureza , se divide en muchas especies.
Todas las aguas en las cuales las sustancias ex-
trañas se hallan en muy grande cantidad , ó son
bastante activas para modificar notablemente las
calidades ordinarias del agua, toman el nombre
de Aguas minerales, y se dividen en muchas cla-
ses , en una de las cuales se coloca naturalmente
el agua de mar; aquellas que, al contrario, se en-
cuentran en circunstancias opuestas, son llamadas
Aguas económicas ó potables. Los principios que
éstas contienen lo mas comunmente son : \ .° aire
muy oxigenado que se halla en ella en la relación
de i. á 5 °/o de su volumen , pero que se despren-
de a cero ó al grado de la ebullición; 2o acido
carbónico , cuya proporción es igualmente varia-
ble; 3.° diversas sales, tales como el sulfato y el
carbonato de cal, el muriato de sosa y el muria-
to de cal ; 4.° en tin , vestigios de materias orgá-
nicas, etc., sustancias que, reunidas, apenas
forman 7i<»«oo á 7i>oo« á lo mas de su peso. Esta
es la-razon porque dan precipitados con diversos
reactivos y producen siempre, por la evapora-
ción, un residuo. Estas aguas disuelven eliabon,
cuecen bien las legumbres , y pueden en un ser
empleadas en todos los usos económicos y medi-
cinales. No es lo mismo del Agua de pozo", de las
Aguas pantanosas, etc., que en cierto modo
forman el medio entre las afínas potables y las
aguas minerales propiamente dichas. Por lo de-
más, las aguas potables presentas infinites va-
riedades, según su procedencia, el clima, las
88 AGU
estaciones , etc. ; de ahí su distinción en agua
de lluvia, de nieve, de hielo, de fuente, de rio,
etc. ; de agua aireada, de agua dura, de agua
dulce, etc. ; distinción que no carece de utilidad,
y en consecuencia , siguiendo el orden alfabético,
hablaremos sucintamente de cada una de ellas.
Para conservarla libre de alteración, el agua
debe , tanto como posible sea, ser colocada en
cubas ó en vasos barnizados y bien tapados; el
contacto del plomo, del cobre, del hierro, etc.,
le imprime fácilmente un sabor desagradable, y
á veces una acción deletérea ; las materias orgá-
nicas obran sobre ella con una grande prontitud,
y por eso el agua encerrada en toneles se altera
en pocos dias, á menos que no hayan sido carbo-
nados en el interior. A bordo de los buques, el
agua experimenta comunmente la misma altera-
ción que las aguas estancadas , adquiere un olor
y un sabor fétidos , y pasa á ser nociva ; hase
visto también el gas inflamable, que entonces se
desprende de ella , causar la asfixia ; se le vuelve
en parte su salubridad por medio de la ebullición,
y de una máquina propia para agitarla. En las
circunstancias ordinarias, se quitan al agúalas im-
purezas que en ella se encuentran suspendidas,
primero por el reposo , y en seguida por la filtra-
ción , sea al través de ciertas piedras porosas y
calcáreas , sea sobre arena de rio , sea mejor aun,
como se hace en grande en Paris, por medio de
esponjas y de carbón pulverizado, que. como la
ebullición , la desembaraza además de los gases
pútridos que es susceptible de contener; pero
conviene siempre en seguida agitarla al contacto
del aire para volverle el oxígeno que ella ha
perdido : el agua , en efecto , no es verdadera-
mente potable sino en tanto que es mas ó menos
aireada.
Para llevar el agua á un grado de pureza casi
absoluta, es menester destilarla, como se ha in-
dicado. En este estado es sosa, pasada al estóma-
go; en contacto del aire, ó mejor por la agita-
ción , no larda en volver á tomar los gases que
ella ha perdido ; pero la falta de toda sustancia
salina parece dañar también á su completa salu-
bridad.
Todo el mundo conoce los importantes usos del
agua ; y así es que con razón los antiguos habían
hecho de ella una divinidad, que los Persas le
ofrecían sacrificios con grande ceremonia, y que
los Griegos y los Romanos adoptaban su culto.
Sábese que sirve de vehículo para la cocción de
un gran número de alimentos, para la preparación
de Tos caldos , de las tisanas , de las aguas desti-
ladas, de las aguas minerales artificiales, de
ciertos extractos , etc. ; que es la bebida la mas
común , la mas sana y la mas indispensable del
hombre y de los animales ; que tomada sola y fria
refresca , calma la sed ayuda la digestión , aun-
que §ujeta, en ciertos individuos , á pesar en el
estómago, á causar una sensación de reple-
ción desagradable , y que entonces requiere para
ser mas estimulante la adición de algún es-
pirituoso, de vino sobre todo, en la propor-
cionde un tercio, por ejemplo; que sirve pa-
AGU
ra desleír los alimentos , para reparar las pér-
didas causadas por la traspiración y las otras
excreciones; que ella nutre realmente, pues-
to que prolonga los dias de los desgraciados
privados de todo otro alimento , y además se co-
noce su poder nutritivo por los vegetales y ciertas
clases de animales; que, demasiado fria, puede
presentar peligros; que, tibia, excita náuseas;
que, caliente, favorece poderosamente la traspi-
ración ; que, helada, ó hirviendo , sirve para co-
municar á otros cuerpos sus extremos de tempe-
ratura ; que , en fin , reducida á vapores , ofrece
aplicaciones del todo particulares.
Las propiedades generales atribuidas, en medi-
cina, al agua son ser refrescante, diluyente, dul-
cificante, antiflojística, depurante, vomitiva, la-
xante, diurética, sudorífica, antipútrida, tónica,
cordial, astringente, desobstruente , propia para
hacer nacer la gordura, etc.; y es cierto que, según
su dosis , su temperatura , y según la especie de
enfermedad , se ha podido , en diversos casos,
verle producir todos estos diferentes efectos. Ob-
servemos además que, muchas veces, á ella tan
solo es á la que deben referirse las virtudes de
ciertos medicamentos en los cuales parece figurar
no mas que como simple vehículo.
El agua debe escogerse limpia, ligera, airea-
da, sin olor ni sabor sensible, caliente en invier-
no y fria en verano , tal es en particular la de rio,
de fuente y de lluvia. Cuando la fuerza de las
circunstancias obliga á hacer uso de aguas nota-
blemente impuras, se debe corregirlas con la
adición de un poco de vinagre , de azúcar y so-
bre todo de vino ó de alcohol. Antiguamente el
agua de rio era casi exclusivamente usada en
farmacia; hoy día es reemplazada por el agua
común , ó, cuando ésta podria descomponer el
medicamento, por el agua destilada. El agua do
nieve , de hielo , de rocío , hasta la que había
servido para tal ó tal uso extravagante , para la-
var un cadáver , por ejemplo , han sido á veces
recomendadas como dotadas de virtudes espe-
ciales , pero hoy dia han caído en desuso.
Agua aireada. Antiguamente se llama-
ban así las aguas acídulas ; pero al presente se
designa con este nombre una agua que la agita-
ción al contacto del aire ha cargado de aire y
sobre todo de oxígeno , que es mas soluble en ella
que el ázoe, tal es la de los rios. El agua no ai-
reada, la de fuente, la de los pozos artesianos,
el agua recientemente destilada , etc. , es poco
digestiva; pero es fácil de volverla tal por la,
agitación.
Agua destilada. Agua purificada por la
destilación ; sin embargo no es absolutamente
pura. Empléase en farmacia para preparar las
aguas minerales y hacer diversas soluciones; no
es potable.
Agua dulce. Este nombre , por oposición
al agua salada ó de mar , y al agua dura, es dado
al agua común potable.
Agua dura. Desígnanse así las aguas po-
co aireadas ó cargadas de sales calcáreas , tales
las de los pozos comunes.
AGU
Aft nu de fuente © de manantial.
Puede contener diversas sustancias, según la na-
turaleza délos terrenos que ha recorrido, y lasque
con mas frecuencia en ella se hallan son el carbo-
nato y el sulfato de cal. Por lo común, parece fres-
ca y viva al gusto, en razón de que, teniendo un
curso bastante rápido y un pequeño volumen, se
enfria mucho por la evaporación y se satura de
aire. En general , cuanto mas saturada de aire
esta una agua, en iguales circunstancias, tanto
mas agradable parece, y se observa ser mas
propia para la digestión de los alimentos.
Agua de lluvia. Es casi pura , muy usa-
da como bebida , aunque menos buena que el
agua de rio. Antiguamente los farmacéuticos ha-
cían mucho uso de ella para las operaciones en
las cuales tenian necesidad de agua pura , pe-
ro hoy dia es reemplazada por agua destilada.
La que cuela de los tejados al principio de los
aguaceros, ó que cae después de una larga se-
quedad, está mas ó menos cargada de impurezas;
la que contienen las cisternas mal construidas
está comunmente privada de aire, como resulta-
do de la alteración de las materias orgánicas que
siempre contiene. De ahí el .antiguo precepto de
recojerla en campo raso , en el mes de marzo,
y encerrarla en vasos de tierra exactamente ta-
pados, en donde ella puede conservarse así mu-
chos anos.
Agua de mar, Es una verdadera agua mi-
neral, salina y fria, muy activa, rica en hidro-
clorato de sosa, pero variable en cuanto al grado
de salobre y á la proporción respectiva de sus
principios constituyentes, según diversas circuns-
tancias todavía nial apreciadas, tales como el
grado de latitud, el clima, las estaciones, la ma-
yor ó menor profundidad de la cual se la saca, etc.
En efecto, según experimentos de entendidos
químicos , las sales de magnesia dominan en ella
hacia el polo norte, y las sales de base de cal hacia
el olio polo ; según algunos observadores, la pro-
porción de las sales y el peso específico aumenta
gradualmente del polo al ecuador, mientras que,
según el Sr. Humbold , hay aumento de ellas des-
de las costas de Galicia "hasta á las islas Ca-
narias , y disminución del 22° al 1 8o grado de la-
titud ; otros aseguran que es menos salada en los
tiempos de lluvia, que ella es tanto mas carga-
da de sales, ó, al contrario, que su sabor es menos
amargoencuantodemas profundidad se la saca;
Bergmann no ha encontrado sulfato de magnesia
en uña agua sacada de una profundidad de sesenta
brazas, etc.. Pero la diferencia mas grande y la
mejor demostrada es la que procede del clima:
el mar menos salado de todos es el Báltico , que
parece deber su salobre al agua del Océano; el
mar mas sábado, al contrario, es el mar Muerto
ó lago Asfáltico , (pie contiene cerca del cuarto
de su peso de sustancias salinas, en el estado
seco.
Por lo demás, el agua de mar ofrece un sabor
á la vez «alado , amargo \ nauseabundo, un olor
un poco desagradable, cerca de la pla\a, nulo
en alta mar ó tomada de cierta profundidad ; es
AGU 89
trasparente, bicolor, sino es mirada en masa,
que en este caso parece verde; su peso especifico
y su densidad, superiores á las del aguadeslilada,
varían según su grado de salobre; en el Océano es,
término medio, de 1,0289. Su temperatura, mas
fria en el hemisferio austral que en el hemisferio
boreal , es mas constante y en general menos
baja que la del agua común; es de 22" cerca
del ecuador, de 17° hacia el 6o grado de latitud
norte, de \ 2o % hacia el 45°, y decrece en las re-
giones ó las estaciones calientes , á medida que
se la examina á mayor profundidad. Sometida á
la destilación, deja un residuo mas ó menos abun-
dante, y ofrece agua cuyo grado de pureza y so-
bre todo de sabor varían según el proceder ope-
ratorio, pero que puede, sin inconveniente, servir
en diversos usos económicos. El Sr. B. G. Sage
admite en el agua de mar un gas alcalino , olea-
ginado, inodoro , neptuniano , muy nocivo, debi-
do á la putrefacción de los seres organizados que
el mar encierra: á pesar de ser estas ideas muy
exageradas, no obstante conviene echar la pri-
mer agua que da la destilación, y agitar la que se
quiere usar como bebida , para impregnarla de
aire , v quitarle el gusto de fuego y de metal
que ella presenta.
La destilación ó la congelación son los únicos
medios de quitar la salumbre al agua del mar;
desgraciadamente, el último solo es practicable
raras veces, y el primero requiere una grandísi-
ma cantidad de combustible , para convenir en
losviages muy largos. Los reactivos, los filtros
de todas especies , propuestos con el mismo obje-
to , nunca han dado resultados satisfactorios ; y
lo mismo puede decirse de esas botellas muy
cerradas que, sumergidas á una gran profundi-
dad, debían , se decia, llenarse de agua dulce.
Aunque , en el agua de mar , el grado de salo-
bre y la proporción de los principios mineraliza-
dores varíen según un sin número de circunstan-
cias, la naturaleza de los mas abundantes de estos
principios es siempre, á corta diferencia, la mis-
ma : estos son , según el análisis de los señores
Bouillon-Lagrange y Vogel , y en el orden de su
predominio , el hidroclorato de sosa , el sulfato
de magnesia , el hidroclorato de magnesia ; des-
pués el gas ácido carbónico , los carbonatos de
cal y de magnesia , y en fin el sulfato de cal. Mil
partes de agua de la Mancha , por ejemplo , han
dado: hidroclorato de sosa, 25,10; sulfato de
magnesia, 5,78; hidroclorato de magnesia, 3,50;
gas ácido carbónico, 0,23; carbonatos decaí y
de magnesia, 0,20; sulfato de cal , 0,15; perdil
da, l,0i. Después de estos análises, se encontró
en ella el yodo; el Sr. Balard descubrió el bromo
en el agua de mar concentrada y saturada de clo-
ro, el que fué encontrado en el Báltico, y con ma-
yor razón en el agua del mar Muerto, en el estado
de bromuro de magnesio. Hanse también indicado
en ella diversas otras sustancias , pero en muy
cortas proporciones , como los hidrocloratos de
potasa, de magnesia, y de amoniaco, el ácido
nidroclórico libre, el óxido de hierro, etc., etc.
Sobre esto debemos decir que el método emplea-
tomo i.
90 AGU
do para el análisis influye muchas veces en sus
resultados , como lo han demostrado J. Murray y
otros experimentadores, lo que explica en parle
las diferencias que presentan los diversos análi-
ses conocidos del agua de mar.
En cuanto al betún admitido por los antiguos,
en la materia extractiva , de que habla Fourcroy,
ó á la sustancia oleaginosa y fosforescente de
ciertos autores , no puede negarse que el agua de
mar , en razón sin duda de los seres organizados
que en ella nacen, viven, mueren y se descom-
ponen sin cesar, no contenga una materia orgáni-
ca particular , á la cual parece debido su sabor
nauseabundo, su olor, y cuya abundancia pare-
ce ser mayor en la playa y en su superficie que
en alta mar y á cierta profundidad; y por esto, pa-
ra el uso económico y médico , se dice que tanto
como sea posible no se haga uso que de agua de
mar en estas últimas condiciones.
De todo lo que precede resulta que el agua de
mar está lejos de ofrecer un medicamento idén-
tico en todas partes; que, por consiguiente, los
resultados obtenidos en tal localidad pueden no
ser aplicables en tal otra, lo que es evidente, á
lo menos en cuanto á la dosis.
El agua de mar no es, por desgracia , potable,
en la acepción natural de esta palabra. Tomada en
mucha cantidad , provoca á veces el vómito, pur-
ga por lo común con fuerza, irrita vivamente los
intestinos; á cierta dosis, pasa como eminen-
temente fundente, y es empleada en muchas en-
fermedades. Al exterior, nada mas frecuente que
la aplicación de los baños de agua de mar en el
tratamiento de diversas afecciones crónicas , sea
internas, sea externas.
La imitación del agua de mar ha debido seguir
naturalmente los progresos de su análisis ; así á
las fórmulas de Swediaur, de Brugnatelli, etc.,
los Sres. Bouillon-Lagrange y Yogel han sustitui-
do una nueva que , á su vez , ha llegado á ser
hoy dia insuficiente. Por lo demás la mayor parte
de los prácticos se limitan al uso del agua sim-
plemente salada (media á una onza de sal por libra
de agua), siempre que quieren reemplazar, en su
aplicación local, el agua de mar natural por una
agua artificial análoga.
Agua mineral. Dase en general el nom-
bre de Aguas minerales á toda agua naturalmen-
te muy cargada de principios extraños , ó Mi-
ner atizadores , para servir en los usos econó-
micos ; pero , en una acepción mas limitada , se
aplica en particular á aquellas de estas mismas
aguas, cuya acción utiliza el medicó para el tra-
tamiento de las enfermedades: en este úllimo
sentido , se las llama mas exactamente Aguas me-
dicinales ó medicamentosas.
Respecto á las propiedades físicas, las aguas
minerales difieren menos entre sí que respecto á
su composición ; así la mayor parte son traspa-
rentes, incoloras, mas ó menos sápidas, inodo-
ras, mas pesadas que el agua destilada. Sin em-
bargo las hay de turbias , un poco coloradas, ca-
si insípidas; las aguas sulfurosas, las aguas fer-
ruginosas hasta tienen un olor particular ; á veces
AGU
las aguas gaseosas, aunque cargadas, por otra
parte, de sales, son mas ligeras que el agua des-
tilada. Su temperatura varia mas aun, y de ahí su
distinción en calientes y frias, ó mejor en calien-
tes, frias y templadas : frias, cuando, en la esta-
ción de las aguas, su grado termométrico es sen-
siblemente imerior al del aire ambiente ; tibias ó
templadas, cuando le iguala ó le excede un poco;
calientes, cuando llega ó pasa 20 y algunos
grados.
Las aguas minerales pueden dividirse en Aguas
calientes, llamadas también Aguas termales en
razón de su uso común en forma de baño , y en
Aguas frias, mas usadas en bebidas, y subdivi-
dir las unas y las otras, según los diversos ele-
mentos de su composición. Pero la infinita varie-
-dad de temperaturas de las aguas, y el uso que
se hace de las unas como de las otras , sea en be-
bida, sea en baño, rechaza esta clasificación.
Mas comunmente se dividen, á imitación de Berg-
mann, en cuatro clases, bajo los nombres de
A guas sulfurosas , acídulas , ferruginosas y sa-
linas, que cada una se divide en dos, según la
temperatura. Por último , otros admiten la divi-
sión siguiente, que nos parece á la vez mas exac-
ta y mas útil.
1. Aguas simplemente termales, semejantes,
salvo la temperatura , al agua común.
2. Aguas gaseosas, subdivididasen, 1o Aguas
aireadas, es decir, sobrecargadas naturalmente
de aire ó del uno de sus principios ; poco cono-
cidas;— 2o Aguas hidrogenadas, raras y poco usa-
das;— 3o Aguas acidulas, en las cuales predo-
mina el gas ácido carbónico. Estas, muy nume-
rosas , pueden ofrecer todos los grados de tem-
peratura ; son notables por su sabor agrillo,
agradable , su ligereza , la propiedad que tienen
de hacer espuma por la agitación , de hervir al
acercarse tempestades , es decir , cuando hallán-
dose disminuido el peso específico del aire, el
desprendimiento del gas ha llegado á ser mas fá
cil, etc.
3. Aguas acidas, que contienen , en el estado
libre, algún ácido, excepto el ácido carbónico;
de ellas no se conocen sino un corto número, ve-
cinas sobretodo de los volcanes, y la mayor par
te sin uso.
4. Aguas alcalinas, ricas en sub-Carbonato de
sosa; numerosas y muy activas; temperatura va-
riada, sabor alcalino suaves al tacto; con fre-
cuencia unas con mucho ácido carbónico , de don-
de les viene el nombre de alcalino-acídulas.
b. Aguas salinas, en las cuales predominan
sales no metálicas; muy diferentes respecto á su
composición y á su temperatura, y de ahí su distin-
ción en frias , tibias y termales , y además , se-
gún los principios que pueden contener en mas
o menos abundancia, en salino-acídulas , salino-
ácidas, salino-alcalxnas . El Agua de mar (V. es-
ta palabra) y el Agua de las salinas pertenecen
á esta clase muy numerosa. Las mas activas son
llamadas A guas purgantes. Las Aguas selvnitosns,
llamadas también Aguas terrosas 6 calcáreas, en
las cuales predominan sobre lodo el sulfato y el
AÜU
carbonato do cal , son como intermedios entre
estas a¿iuas y las aguas económicas (Y. Agua de
pozo).
6. Aguas sulfurosas , en las cuales abunda el
azufre , sea libre , lo eme es raro , sea en el esta-
do de ácido hiclro-sulfurico libre, lo que no lo es
casi menos, sea en el de hidrosulfato, ó de hi-
drosulfato sulfurado ; antiguamente se las llama-
ba Aguas hepáticas. Notables por su olor y su
sabor tic huevos podridos , su untuosidad , etc.,
con frecuencia son termales , y á veces ricas en
ácido carbónico (Aguas sulfoacidulas), en alum-
bre ú otras sales [Aguas sulfosalinas ) , comun-
mente cargadas de sustancias vegeto-animales ó
glerina (Aguas sulfoglerosas, Aguas jabonosas,
de ciertos autores), y á veces de hidriodatos de
potasa ó de sosa.
7. Aguas hidriódicas y brómicas ; todavía
poco conocidas , confundidas hasta aquí con las
precedentes.
8. Aguas metálicas , ricas sobre todo en sales
de base de óxido metálico; subdivididas en , I ."
Aguas ferruginosas, llamadas comunmente Mar-
ciales ó Calibeadas, mineralizadas, sea por el
subearbonato de hierro, sea por el sulfato; co-
munmente frias, de un olor distinto y de un sa-
bor astringente particular; con frecuencia carga-
das de gas ácido carbónico (Aguas acídulo- ferru-
ginosas) , ó de otras sales; muy activas; — 2.° A guas
manganesianas; raras; — 3.° Aguas cobreosas, ra-
ras también y desusadas.
9. Aguas betuminosas , es decir , que en ellas
sobrenada una capa de petróleo. Bastante comu-
nes en ciertos países , pero sin aplicaciones me-
dicinales , aunque susceptibles de tenerlas.
De las multiplicadas análises hechos de las
aguas minerales resulta que en su composición
entran muchísimos cuerpos, pero que ninguna los
ofrece ni podría ofrecerlos todos reunidos. Aun las
mas compuestas solo contienen un corto número;
y entre los que , con mas frecuencia , se encuen-
tran en ellas son: los hidrocloratos de sosa, de cal
y de magnesia; los subearbonatos de cal, de sosa,
de magnesia; el sobrecarbonato de hierro; los
hidrosulfatosdecaly de magnesia; los hidriodatos;
en fin sustancias gaseosas, acidas ó no acidas,
sílice y materias extractivas. Los posos cene-
gosos/llamados lodos ó fangos, que se forman
en el fondo de las arcas en donde es recibida el
agua de los manantiales, ofrecen comunmente,
con las mismas aguas mas ó menos analogía;
pero contienen además sustancias orgánicas en
descomposición , materias terrosas abundantes, y
casi siempre presentan un olor desagradable y
tienen mayor actividad.
Ciertas aguas minerales parecen ser casi in-
variables ; otras, al contrario, están sujetas á ex-
perimentar cambios en su cantidad , su compo-
sición y su grado termométrico, sea de una ma-
nera uniforme , en diversas épocas del año ó del
período nictemérico , sea bajo la influencia de las
lluvias ó de la sequedad, del estado eléctrico del
aire, etc. ; origen notable de incertidumbre rela-
tivamente á su uso medicinal.
,\<;i 9í
Formas cuidadu que se ha ja tenido al poner las
aguas minerales en botellas, ellas se conservan di-
fícilmente intactas; porque se establece una reac-
ción lenta entre sus diversos principios, y casi
siempre.se forman posos, al mismo tiempo que su
sabor cambia y que su acth idad disminuye ; el
trasporte parece apresurar , y por algunos basta
para determinar, estas diversas alteraciones. Las-
aguas calientes, y por consiguiente los lodos, casi
siempre termales , son evidentemente poco sus-
ceptibles de una buena conservación. Las aguas
acidulas* son siempre menos cargadas de gas que
en el manantial. Las aguas acídulas ferruginosas
forman, comunmente, perdiendo una parte de su
gas , un poso herrumbroso de sub-carbonato do
hierro; ellas ennegrecen también el tapón cuyo
tanino las descompone, sino se ha seguido el
consejo del Sr. Yurza, que recomienda saturar
de hierro los tapones que deben emplearse, te-
niéndolos previamente por cierto tiempo en el agua
mineral , o el proceder usado en Silesia , el cual
consiste en lijar en el tapón un alambre de hier-
ro ó un clavo que se sumerja un poco en el agua
de la botella. Las aguas glerosas se corrompen
fácilmente ; las que contienen hidrosulfuros pier-
den de su olor y muy luego no presentan mas quo
hidrosúllitos; otras que contienen sulfatos, ad-
quieren á menudo olor de huevos podridos debi-
do á la formación de un hidrosulfato, resultante
de la acción de ciertas materias vegetales sol re
estas sales. Delinith amenté, parece que las aguas
salinas son aquellas cuya conservación es mas
segura y las menos alteradas por el trasporte.
Los límites á que nos hemos circunscrito en es-
ta obra nos impiden extendernos en el estudio da
las aguas minerales. Ni nos es posible hacer la
exposición de las diferentes opiniones de los au-
tores sobre su origen, las cuales hasta ahora no
han salido del circulo de las conjeturas , ni tam-
poco detenernos en los métodos seguidos para su
análisis. Nada mas nos es permitido decir de su
composición después de lo que arriba hemos ex-
puesto , y respecto á su imitación seremos muy
sucintos. La acción médica , las aplicaciones te-
rapéuticas, el modo de administración, etc., de
las aguas minerales no corresponden á este Dic-
cionario. Concíbese que aquí no debemos ocupar-
nos de ellas bajo el punto de vista científico, y
que solo debemos tratar de las aguas minerales
naturales como formando uno de los elementos
de la riqueza del terreno de ciertas comarcas, y de
las aguas minerales artificiales como constituyen-
do hoy día un ramo muy importante de industria.
Las aguas minerales son un poderoso agente
de civilización , por cuanto á los países donde
existen los manantiales acuden forasteros, nacio-
nales v extranjeros , que contribuyen, en una so-
ciedad que las circunstancias hacen íntima , á
morigerar y á cultivar el espíritu de los montañe-
ses ó aldeanos ; son un medio de dar precio á ri-
quezas locales que no pueden tener valor sino por
el uso qne se hace de ellas en los mismos lugares;
y en hn son un poderoso móvil para atraer los
extranjeros al pais, y por consiguiente aprovechar
92 AGU
de sus caudales. Las personas que nunca han con-
siderado las aguas minerales sino como un reme-
dio propio para la curación de ciertas enferme-
dades , verán sin duda con placer que son un
elemento de riqueza para el pais que las posee.
Testimonios de ello tenemos en nuestra hermosa
España , tan abundante en manantiales minerales
de todas especies, pues las poblaciones quo los
poseen reportan inmensos beneficios cada año del
sin número de forasteros que acuden á ellas para
proporcionarse un alivio á sus dolencias^ además
del comercio que tiene lugar con la remisión de
agua en botellas á distintos puntos de la Penínsu-
sula y aun al extranjero.
Siendo las aguas minerales empleadas en la
medicina, ha sido preciso indagar cuales eran
las sustancias que entran en su composición , y
cuando se ha creido haber llegado á este cono-
cimiento , se han buscado los medios de imitar la
naturaleza , á lin de procurar á los enfermos que
no pueden trasladarse á los manantiales un me-
dicamento que era necesario para la curación de
sus dolencias. La ciencia recurrió su dilatado
dominio, y la industria que es su hija, se engran-
deció con ella. A ana Uses falsos sucedieron aná-
lises mas exactos , y se inventaron aparatos con-
venientes , que sucesivamente se han ido perfec-
cionando hasta el estado en que los vemos en las
grandiosas fábricas de aguas minerales artificia-
les de Francia , en donde se consumen hoy día
mas de 4 ó 5 millones de botellas , por año , de
agua de Seltz , bajo el nombre de limonadas ga-
seosas , y en los bellos establecimientos de aguas
minerales facticias que tenemos en España , en
donde á pesar de que el consumo es mucho menor
que en la vecina nación, no deja por esto de cons-
tituir un ramo de fabricación lucrativo. «Así es,
«dice Lonchamps , como el desarrollo de las cien-
«cias y de la industria trae á la sociedad los me-
«dios de procurar nuevos goces á la vida, y hace
«la existencia del humilde trabajador mas cómo-
«da, bajo muchos respectos, del que lo era la de
«esos grandes señores faustosos que dominaban á
«nuestros padres tanto por el lujo de su existen-
«cia como por el poder que sus mayores les habían
«legado en la sociedad. El verdadero poder hoy
«dia está en la industria ; ella es la que manda al
«mundo; pero como el espíritu de los pueblos se
«resiente siempre délos tiempos antiguos, todavía
«el hombre que ciñe una espada es el que nuestra
«vieja sociedad eleva sobre del que maneja un
«compás.»
Aquí debemos hacer especial mención de don
Andrés Ansaldi, quien fué el primero que, en
i 836 , introdujo en España el uso de los aparatos
de alta presión para la fabricación de las aguas
minerales. Antes de dicha época, éstas eran pre-
paradas por los farmacéuticos en aparatos mas
ó menos defectuosos. Muchas dificultades tuvo
que vencer el Sr. Ansaldi para acostumbrar á los
moradores de Barcelona al uso de las bebidas
gaseosas como objeto de higiene y de recreo, pe-
ro luego de haber conocido éstos los buenos efec-
tos que aquellas producían , sucesivamente han
AGU
ido estableciéndose otras fábricas en esta ciudad,
en Madrid, en Cádiz, y en otros puntos, para sa-
tisfacer á los numerosos pedidos que el uso ya
generalizado reclama. Estimulado con la confian-
za que se le dispensaba, el Sr. Ansaldi dedicóse
á la elaboración de toda clase de aguas minera-
les hasta constituir á su establecimiento al nivel
de los mejores , en su clase , del extranjero : en
la actualidad posee cuatro grandes aparatos de
alta presión de diferentes sistemas, con los cua-
les puede saturar el agua hasta contener doce
atmósferas de gas, lo que le permite obtener
cualquiera agua mineral; y respecto á las limo-
nadas gaseosas , de tanto uso como refresco , su
superior calidad las hace muy recomendables.
El Gobierno de S. M., en Real orden de 3
de octubre de 1842 , por medio de la Excma.
Junta suprema de Sanidad del reino, autorizó
al señor Ansaldi para fabricar y vender aguas
minerales compuestas con la condición de te-
ner por responsable un farmacéutico aprobado.
Así lueron premiados los desvelos y los crecidos
gastos que tuvo que soportar para introducir este
nuevo ramo de industria en España ; así se aca-
lló la oposición que le hacían algunos profesores
de farmacia ; y así fueron atendidos los varios
informes de médicos experimentados de esta ca-
pital, que atestiguaban los felices resultados ob-
tenidos con dichas aguas.
A la fábrica del Sr. Ansaldi sucedió , en esta
capital, el establecimiento de limonadas gaseo-
sas del Sr. Neully , que cuenta ya unos doce años
de existencia, y que, al presente, dirigida por el
químico francés Sr. Moisant , goza de mucha re-
putación. En ella funcionan máquinas de sistema
continuo que permiten disolver en el agua hasta
6 atmósferas de gas ácido carbónico ; y de ella
salen diariamente unas 3,500 botellas de agua
acídula reconocida de exquisita calidad.
Posteriormente D. Narciso Texidor anunció un
establecimiento de aguas minerales artificiales,
ofreciendo á los profesores de medicina preparar
cualquier agua medicinal que se le prescribiese,
además de las continuadas en el catálogo-pros-
pecto. Los conocimientos químicos del Sr. Texi-
dor y la confianza que se le dispensa en esta ciu-
dad como á farmacéutico distinguido nos dispen-
san de hacer el juicio crítico de su fábrica.
En Francia, bajo el pretesto de que las aguas
minerales facticias son un medicamento, hase ad-
mitido la fabricación de estas aguas bajo la vigi-
lancia del gobierno ; y como la vigilancia no pue-
de ejercerse sin celadores , hanse creado en París
dos plazas de inspectores que son pagados por
medio de un derecho impuesto á los fabricantes.
El Sr. Lonchamps, con motivo de tal impuesto,
exclama : «En todas partes trabas á la industria,
en todas partes cargas con que se la grava, en
todas partes prebendas ! »
Nosotros acatamos las leyes vigentes de policía
sanitaria respecto á la venta de medicamentos.
No obstante , toda vez que la fabricación de las
aguas minerales artificiales constituye ya un nue-
vo ramo especial de industria química, opinamos
AGU
que seria útilísimo que á las personas que á él se ,
dedicasen , después de haber probado su suficien-
cia por un examen hecho delante censores com-
petentes, se las expediera un diploma autorizán-
dolas para la elaboración y venta al pormenor de
aguas minerales medicinales. Entonces podria
ejercerse sobre ellas la misma vigilancia que se
ejerce con los farmacéuticos, los droguistas y
herbolarios , que son los expendedores de medi-
camentos. Esto en nada coartaría las prerogati-
vas de los boticarios que quisieran ocuparse de
esta fabricación en grande , puesto que es bien
sabido que ellos son los únicos autorizados para
preparar y vender toda clase de remedios.
Aguade nieve. Esta agua, tenida como
malsana, así como el agua de hielo, por Hipó-
crates , goza , cuando ha sido suficientemente im-
pregnada de aire por la agitación, de todas las
calidades déla mejor agua, y es sin fundamento
el acusarla de la frecuencia con que da origen á
paperas en las personas que viven en ciertos lu-
gares en que se hace uso de ella.
Agua pantanosa. Tal es la de las bal-
sas , de los pantanos , de los estanques , la cual
es mas ó menos cargada de materias animales ó
vegetales en putrefacción ; ofrece un olor y un
sabor desagradables , es difícilmente suportada
por el estómago , y produce á la larga una debi-
lidad general , la obstrucción de las visceras ab-
dominales , y el desarrollo de calenturas intermi-
tentes. La ebullición , la adición de un poco de
cloro, ó mejor la filtración al través de carbón,
basta para purificarla, pero es menester en segui-
da volverla, por la agitación, el aire que ha per-
dido.
Agua potable. Es, como lo indica la etimo-
logía, una agua buena para beber, es decir, ai-
reada, clara, inodora, y poco cargada de sus-
tancias extrañas : tales son las aguas de lluvia,
de rio , y muchas otras.
Agua de pozo. Agua estancada , y por
eso siempre cargada de sustancias heterogéneas
que quita al terreno y que varían como éste. Por
lo coman , las aguas de los pozos contienen sobre
todo sulfato , carbonato y muriato de cal , y mu-
riato de magnesia ; son "poco aireadas , á veces
cargadas de materias pútridas , debidas á la infil-
tración de las letrinas , etc. ; siempre son crudas,
duras, poco digestivas, cuecen mal las legum-
bres, y no disuelven el jabón; empleadas en ba-
ños, limpian mal la piel, á la cual dan aspereza.
Sin embargo, puédese remediar este inconvenien-
te por la adición de un poco de potasa del comer-
cio ó lejía de cenizas; la sola agitación basta
para airearlas y hacerlas precipitar una parte de
sus sales poco solubles ; pero no deben emplear-
se como bebida usual y para la preparación de
las tisanas. El agua de pozo es una especie de
agua mineral débil, intermedia entre las aguas
potables y las aguas minerales propiamente di-
chas; la de pozos artesianos es ya bastante pura,
análoga al agua de fuente , ya un poco hidrosul-
furosa; la de los pozos poco profundos se aseme-
ja á las aguas de balsa o aguas muertas.
AGU 9S
Agua de rio. En general bastante pura,
sobre todo tomada lejos ó mas arriba de las gran-
des ciudades. Ademas es tanto mejor en cuanto
su corriente es mas rápida, su lecho mas guijar-
roso, el manantial mas cercano, y cuantas menos
impuridades contiene. Está mas cargada de aire
que la de fuente, y generalmente es usada como
bebida y en la mayor parte de nuestras operacio-
nes domésticas.
AGUAS COMPUESTAS. Nombre da-
do á ciertas aguas destiladas aromáticas, y tam-
bién á preparaciones cuyo excipiente es el al-
cohol u otros líquidos, tales como las aguas
destiladas espirituosas , que son alcoholados, etc.
Habiendo tratado del agua como un producto
natural , el orden alfabético nos impone decir en
este lugar algo acerca de las aguas destiladas,
de las aguas espirituosas , de ciertos alcoholados
y de varios productos ó compuestos que llevan el
nombre de Agua, que impropiamente les han dado
los licoristas y perfumadores, y que ha sido admi-
tido aun por los farmacéuticos"; pero seremos su-
mamente lacónicos por no entrar en nuestro plan
la minuciosa é interminable descripción de todos
los compuestos medicamentosos, de todos los per-
fumesy de todos los licores de mesa, que han re-
cibido dicho nombre, ya porque tendremos oca-
sión de hacer la indicación de la mayor parte de
ellos, al hablar de las sustancias que forman su
principal base, ya porque su estudio particular
corresponde á determinadas profesiones, sin que
ofrezca mucho interés para la generalidad délos
lectores.
Aguas cosméticas. Ciertas composi-
ciones liquidas , que los perfumadores dicen ser
útiles para conservar la hermosura. Son tinturas
alcohólicas compuestas, vinagres que tienen en
disolución sustancias balsámicas ú otras , creidas
propias para realzar y conservar la belleza na-
tural. El agua rarísimas veces entra como vehí-
culo en tales composiciones. El número de estos
cosméticos es infinito, y los perfumadores se es-
fuerzan en ponderar sus virtudes , casi siempre
nulas y las mas de las veces nocivas. A pesar de
que la ciencia ha penetrado el secretismo de las
aguas cosméticas , y de la sencillez que ofrece
su preparación , nosotros las recibimos de Fran-
cia en frasquitos elegantes, rotulados caprichosa-
mente. Los peluqueros y los quincalleros son los
encargados de las fábricas de París para expen-
der , a aquellas personas que no se conforman con
las gracias naturales y que se resisten á los tiros
de la vejez , el Agua de Eva, el Agua regenera-
triz , el Agua de las Odaliscas , el Agua de los
Templarios, el Agua de las hermosas, y muchísi-
mas otras, que nos vienen acompañadas de pros-
pectos cuyas pomposas frases alhagan mas y mas
la credulidad de los sujetos á ellas aficionados,
exponiéndoles no pocas veces, con su uso, á mar-
chitar ese frescor y esa belleza por los cuales tan-
to suspiran y hasta á comprometer su salud.
Aguas espirituosas. Los licoristas com-
prenden bajo esta denominación los licores de
mesa, obtenidos raras veces por la destilación, y
94 AGU
casi siempre por la maceracion ó por la digestión
del alcohol á un grado de fuerza conveniente se-
gún las sustancias sobre las cuales debe obrar.
Tales son el Agua de anis compuesta , el Agua de
Malta, el Agua de oro, el Agua divina, etc.
Aguas destiladas espirituosas.
Hanse llamado así á los productos de la destila-
ción del agua y del alcohol á diversos grados y
en cantidad variable sobre determinadas sustan-
cias, para constituir medicamentos, perfumes, ó
licores. El Agua espirituosa de canela, como
medicamento , el Agua espirituosa de espliego,
como perfume, y el Agua de té, como licor de
mesa, pueden servir de ejemplos.
Aguas destiladas de plantas. Pre-
parados resultantes en general de la destilación
del agua sobre plantas ó algunas de sus partes,
la que se apodera de los principios volátiles de és-
tas, que por lo común consisten en aceites volá-
tiles; de modo que el producto de tales destila-
ciones es una agua pura mas ó menos saturada
de dichos principios.
Estas aguas, inmediatamente después de su
destilación , no tienen un olor muy suave ; casi
todas tienen un gusto de empireuma que pasa con
el tiempo , y que se logra hacérselo perder al mo-
mento exponiéndolas en un baño de hielo. El Sr.
Chevallier ha observado que, en la misma época,
todas ellas contienen un poco de acetato de amo-
níaco. El agua de flores denaranjo, en el instante
en que acaba de ser hecha , es acida. Por lo de-
más, todas ó casi todas las aguas destiladas de
plantas presentan, al cabo de algunos días, vedijas
mucilaginosas que quedan en suspensión ó se pre-
cipitan , y que las comunican un gusto y un olor
desagradables; por lo tanto, es menester re-
novar á menudo estas aguas destiladas, conser-
varlas en vasos de vidrio ó de loza , filtrarlas
con frecuencia para separar el mucílago ; no la-
parlas con corcho, sí tan solo con papel, ponqué
si se tapan con corcho toman luego un gusto de
moho , lo que puede saberse si se ha tenido agua
de rosas ó de azahar así tapada por espacio de
mucho tiempo.
Las aguas destiladas de plantas son de algún
uso para el licorista y el perfumador, pero sobre
todo muy empleadas en medicina , aunque no se
esté de acuerdo sobre su verdadero valor medi-
cinal. Hasta no hace muchos años eran exclusi-
vamente preparadas en las boticas; pero al pre-
sente constituyen una sección de los artículos
eladorados en los laboratorios de productos quí-
mico-farmacéuticos, habiendo entrado á formar
parte del gran catálogo de la droguería consagra-
da á las necesidades de la farmacia.
Si bien omitimos hablar en particular de las
aguas destiladas , reservándonos indicar las de
uso conocido al tratar de las plantas con las cua-
les se preparan , debemos ocuparnos aquí , por
su importancia, de la siguiente i
Agua destilada de flores de naranjo, Agua
de azahar. Obtenida con las flores de naranjo;
su olor es delicioso, y su sabor amargo debe ha-
cerla considerar como ligeramente estimulante,
AGU
tónica y anttespasmódica , lo que queda acredi-
tado por la reputación de que goza en medicina y
por ser de un uso popular. Es frecuentemente em-
pleada para aromatizar una multitud de produc-
tos alimenticios.
El agua de azahar se prepara en grande en las
comarcas en donde abundan los naranjos, para
expedirla á puntos en donde , á causa del clima,
no pueden vegetar estos árboles. Nosotros no te-
tenemos que mendigarla á nadie , puesto que re-
mitimos á los Franceses flores de naranjo saladas,
con las cuales obtienen por la destilación una agua
de azahar muy suave ; sin embargo , recibimos
de Francia alguna cantidad de ella, que, por loco-
mun, expenden los quincalleros en frascos de va-
rias dimensiones bonitos v lujosamente rotulados.
El agua de azahar es llamada doble , si se han
recogido dos libras de producto por cada dos li-
bras de flores ; triple , si se recogen tres libras
de agua, por cada dos libras de flores; y senci-
lla , cuando se mezcla el agua doble con igual
cantidad de agua destilada.
Lo mejor es reponer esta agua en vasos de vi-
drio que no pueden ser atacados, como á veces
sucede con los metálicos , por el ácido acético
contenido en ella. Como se altera con facilidad,
y frecuentemente se vuelve acida y viscosa, cuan-
do esto tiene lugar, se aconseja mezclar con ella
un ligero exceso de magnesia y proceder en se-
guida á una nueva destilación. Por último , se
E reviene el desarrollo de un olor pútrido , ó tam-
ien se le disipa , tapando ó cubriendo los fras-
cos con pergamino taladrado con muchos agu-
jeros.
El ácido sulfúrico, según la observación hecha
por el Sr. Vahard-Dunesme , goza de la propie-
dad de comunicar al agua de flores de naran-
jo un color rosa mas ó menos intenso, según
que esta agua está mas ó menos cargada de
aceite esencial. Como las demás aguas desti-
ladas aromáticas no ofrecen este mismo fenó-
meno , el desarrollo mas ó menos fuerte de es-
te color puede ser un medio de reconocer la bon-
dad del agua de flores de naranjo del comercio.
Para esto, basta echar en una cantidad dada de
esta agua de primera calidad , y en otra cantidad
igual de la que se quiera ensayar, una cantidad
también igual de gotas de ácido sulfúrico.; en se-
guida se examina la intensidad de los matices;
cuanto mas el de la que se ensaya se asemeja al
de la que sirve de tipo , tanto mejor es, y vice-
versa.
Aguas de olor, Aguas de tocador.
Llámanse así diversas composiciones líquidas
odoríferas, que los perfumadores obtienen: 1 .° por
la solución de los aceites esenciales, sea en el
aguardiente, sea en el alcohol; 2.° por la infu-
sión de las sustancias odoríferas en el uno ó en
el otro de estos vehículos; 3.° por la destilación
del alcohol á diferentes grados sobre distintas
sustancias aromáticas. Son simples ó compuestas;
estas últimas son llamadas, aguas, esencias, ex-
tractos, espíritus, según el capricho de sus in-
ventores.
AGÜ
Las aguas tic olor son infinitas y ranadas:
Agua de ramillete, Agua de almizcle, Agua de
elegancia, Agua de muselina, Agua de las pas-
toras , etc., etc. . A ellas corresponden también
las Aguas cosméticas, de que hemos hablado; y
como éstas, con pocas excepciones, las recibi-
mos de Francia en frascos diferentemente adorna-
dos y rotulados, de cuya venta están encargados
los peluqueros y quincalleros.
Agua de Coloma. Hablamos aqui de este pro-
ducto por el gran consumo que de él se hace,
principalmente para aromatizar diversos objetos
de tocador , y por sus propiedades médicas tan
preconizadas", que le habian dado una celebridad
popular , si bien hoy dia solo se le considera co-
mo un tónico ligero y un excitante , empleado
mezclado con agua hasta volver á ésta lechosa.
Los componentes del Agua de Colonia, llama-
da Xlcoholado de limón compuesto, varian á vo-
luntad del confeccionador ; los procederes para
su elaboración son : \ .° la simple disolución
délas esencias, 2.° la disolución de éstas y en
seguida la destilación, 3.° la destilación de las
sustancias aromáticas y la mezcla de las esencias.
La composición del "agua de Colonia no es un
misterio ; en las obras de farmacia se hallan con-
tinuadas fórmulas de distintos autores. Aquí nos
bastará indicar (pie las sustancias aromáticas em-
pleadas por Fariña, son: torongil cidrado, yerba-
buena, salvia, tomillo, comino, angélica, cálo-
mo aromático , alcanfor , pétalos de rosas y de
violetas , flores de naranjo y de espliego , agen-
jo, nuez moscada, clavos "de especia, macías,
casia lignea, limones y naranjas; al alcohol
destilado sobre estas sustancias se añaden aun las
esencias finas de limón , bergamota , toronja, to-
ronjil cidrado, espliego, neroli y jazmín.
Muchos fabricantes se contentan con disolver
estas esencias en el alcohol, alas cuales aña-
den á veces esencia de rosas y una solución al-
cohólica de vainilla : ésta da mucha suavidad al
licor , pero le comunica un muy ligero matiz am-
breado; una adición de tintura de ámbar y de al-
mizcle aumenta la intensidad del olor , pero no
agrada á todos los consumidores.
También se preparan aguas de Colonia comu-
nes, para venderlas á bajo precio , en las cuales
se hacen dominar las esencias comunes de tomi-
llo, de romero y de espliego. El olor de estos pro-
ductos comerciales es mucho menos agradable,
y se conoce sobre todo echando alguna gota del
agua de Colonia sobre la mano y dejándola eva-
porar , ó también humedeciendo con un poco de
agua el lugar en donde el liquido aromático se
ha exhalado ¡ queda entonces un olor desprendi-
do de la influencia del alcohol , y cuya calidad
se aprecia mejor. Los inteligentes no se engañan
en ello, pues asi saben distinguir también los pro-
ductos obtenidos por la destilación de los que pro-
vienen de una simple solución.
Todas las aguas de Colonia echadas en el agua
la enturbian , la ponen blanquecina , lechosa, lo
que procede de una parte de los aceites volátiles
que no pueden estar disueltos en tan grande pro-
AGU 95
porción en el líquido acuoso como en el alcohol.
El agua de Colonia de superior calidad es un
líquido espirituoso, blanco, diáfano, de un olor
aromático muy agradable.
En el comercio se vende el agua de Colonia en
redomitas prolongadas, de capacidad de unas dos
á tres onzas. Estos vasos tapados con corcho , cu-
bierto de un pergamino , son por lo común en-
vueltos en un pliego de papel impreso que enu-
mera las calidades maravillosas del agua de
Colonia en terapéutica. Cada redomita se vende
por separado al por menor ; con frecuencia se
reúnen 6, \%, 24, ó muchas docenas en cajas
ligeras de madera, cubiertas de papeles ador-
nados con grabados de las armas de Colonia v
otras. ' J
La preparación de las aguas de Colonia tiene
lugar en la actualidad en todas las grandes ciu-
dades de la Europa. En España, á pesar de hallar-
se preparada en casi todas las boticas , se recibe
mucha cantidad de esta agua de olor procedente
de Francia, al objeto de abastecer las peluquerías
y las tiendas de quincalla, en donde se expenden,
gorlo común, aprecios harto subidos aguas de
olonia comunes y de inferior calidad , pagando
los consumidores "muy caros el elegante vaso y el
bien colocado rótulo "extranjero.
AGUA JAQUE. Especie de resina de co-
lor blanco sucio , que destila el hinojo , y que se
emplea, en algunas partes, para el dolor de
muelas.
A < - 1 \ II \ U I V % . Berilo, Falsa es-
meralda. Piedra preciosa, que con bastante
frecuencia se presenta en forma de prismas , á
veces muy prolongados, de seis caras, y estria-
dos en el sentido de su longitud.
La piedra llamada Agua-marina rava rauv di-
fícilmente el cuarzo , pero ella es ravada por el
topacio; su peso específico varia de*2,7 a 2,77,
tomada el agua pura por unidad ; goza de la re-
fracción doble de la luz , pero á un grado tan dé-
bil , que muchas veces este carácter llega á ser
incierto en algunas muestras; su fractura es bri-
llante y ondeada, á veces laminosa.
Solo se la puede confundir con la turmalina
verde; pero no es eléctrica sino por la frotación,
mientras que uno de los caradores mas marca-
dos de la turmalina es serlo por el calor; además
el color de la turmalina es mucho mas oscuro y
tira al del verde de botella ; en fin , el peso espe-
cífico de la turmalina es mayor que el del agua-
marina , de cerca un octavo.
El Berilo agua-mahin a es o verde azulado, — es-
te es el que los lapidarios designan particular-
mente con el nombre de Berilo; o verdoso, — este
es el A gua-marma vulgar, así llamada porque
su color es á corta diferencia el del agua de
mar.
Hay también una variedad amarillo de miel;—
esta lleva, en la joyería, con bastante frecuencia,
el nombre de Esmeralda melada , y sucede á me-
nudo que muy equivocadamente se la confunde
con un topacio.
Otra variedad es el Berilo amarillo verdoso;—
98 AGU
oste es al que muchos antiguos naturalistas daban
impropiamente el nombre de Crisólito , y que al-
gunos mercaderes se lo conservan todavía, con-
tundiendo esta piedra con los Ciñó f anos.
Después viene el Berilo azul; — los joyeros lo
forran á veces con un talco, lo que á cierta dis-
tancia le hace representar un záfiro , piedra muy
rara y del mas alto precio cuando es perfecta.
(V. Corindón.)
En fin, se tiene el Berilo incolor; — esta últi-
ma variedad es poco conocida de los lapidarios,
que muy á menudo la confunden con el topacio
blanco. Todos estos Berilos aguas-marinas tienen
mucha menos dureza que el topacio ; pero gene-
ralmente tienen brillo y reciben un pulido muy
vivo.
Las piedras de la primera variedad ocupan, con
razón, un lugar muy distinguido; aquellas que,
hablando el idioma de los lapidarios, no son jar-
dinereadas y están libres de yerbas, es decir de
fisuras , de paños ó manchas , de porciones casi
opacas, son sobre todo de mucho valor cuando tie-
nen un hermoso color verde puro ; puede decirse
también que este matiz verde, extremamente agra-
dable á la vista , solo se halla en estas piedras.
Este matiz adquiere todavía mas precio por un
aspecto afelpado que no altera ni la limpieza ni
el brillo de la piedra preciosa ; pero es muy raro
encontrar piedras muy gruesas que reúnan todas
estas calidades. La extrema dificultad de con-
seguirlo , hace tolerar, en el comercio de la joye-
ría , ligeros defectos que, en toda otra piedra pre-
ciosa, la harían desechar.
Se citan como hermosas muestras, la piedra
que decoraba antiguamente la corona de Julio II,
y que por largo tiempo se ha visto en el Museo
de historia natural de Paris. Esta piedra, de for-
ma casi hemisférica, aunque turbia, es notable;
tiene cerca de dos pulgadas , sobre quince líneas
de diámetro; su color es el verde muy subido.
La mina mas rica de estas piedras está situada
en el Perú , en el valle de Tunca , entre las mon-
tañas de Popayan y las de la Nueva-Granada. Es-
tas piedras ocupan cavidades en las masas de
granito , ó filones estériles en otras rocas. Se dice
que se las halla también en las islas de Ceylan,
en Asia y en Egipto, en las montañas de Etiopia.
Los Berilos y aguas-marinas vulgares se encuen-
tran por lo común en los peñascos de la especie
llamada granito gráfico, su soroque es el cuar-
zo, ó una arcilla endurecida; también se hallan
en los terrenos arrastrados por las aguas. Las
aguas-marinas mas puras proceden de la Daourie,
en las fronteras de la China. Se encuentran igual-
mente en Sajonia y en el Brasil: las de este último
punto son casi todas atravesadas por agujas de
otra sustancia. Vense en las colecciones de histo-
ria natural prismas muy voluminosos de agua-
marina, que generalmente son mas prolongados
que los de la Esmeralda propiamente dicha. El
Sr. Putrin, que habia examinado con atención las
minas de Daourie, ha hecho una observación bas-
tante singular, esto es, que en el momento que se
sacan estas piedras de la mina , los prismas se
AGU
rompen con la mayor facilidad , sobre todo en
sentido trasversal. Hay prismas que no son mas
gruesos que el dedo pequeño y cuya largaria es
de cinco a seis pulgadas ; otros tienen mas de dos
pulgadas de diámetro ; de consiguiente no debe
admirar el que existan aguas-marinas muy gran-
des en la joyería. Las procedentes de los montes
Altai en Siberia son generalmente poco limpias.
La poca intensidad del color de las aguas-ma-
rinas se opone á que tengan tanto valor como las
esmeraldas ; hasta se puede decir que eligiendo
dos piedras de cada una de estas dos variedades
del mismo género , del peso de cerca treinta gra-
nos, la esmeralda se venderá quince y aun vein-
te veces mas cara que el agua-marina.
El célebre Yauquelin ha hallado en una pie-
dra de este género una tierra particular , cuyas
sales son muy azucaradas, á la cual ha dado? en
razón á esta propiedad , el nombre de Gluana,
y un nuevo metal , que después se ha hallado en
otras minas, y que ha llegado á ser de una in-
mensa importancia comercial; este metal, que es
el Cromo (V. esta palabra) , es el que dá el co-
lor verde á la esmeralda , el rojo magnífico al óxi-
do de plomo, etc., etc. En cuanto á la coloración
del agua-marina, parece debida al hierro.
Luego que se ha sabido que el cromo producía
un hermoso color verde, se ha aplicado su óxido
á la coloración de los cristales artificiales, y se
ha conseguido así imitar la verdadera esmeralda
hasta á equivocarse , si no fuese la falta de du-
reza del cristal. Hay , hoy dia , sobre lodo en Pa-
ris , fábricas de piedras preciosas artificiales , que
venden á muy bajo precio exquisitas esmeraldas
facticias que exceden quizás en brillo, en afelpado
y en vivacidad á las mas bellas piedras naturales;
pero, por desgracia, les falta una calidad esencial,
la dureza, y por consiguiente la duración. (V.
Piedras artificiales. )
AGUA-MIJE Ii. Licor en cuya preparación
entra una libra de miel por cada seis de agua; se
hace hervir, ;se espuma, y cuando un huevo so-
brenada encima se mete en un tonel ; se destapa
cuando fermenta por primera vez, luego se vuelve
á tapar, y á los dos meses se obtiene un licor que
suple al vino en varios países, y es muy saludable.
AGUAPE. Nombre de una Ninfea ( Nym-
phcea) indeterminada del Brasil, mencionada por
Pisón, cuyas propiedades son análogas á las de
las especies europeas. Sus hojas se aplican sobre
las úlceras de las piernas , sobre las erisipelas,
etc. Por la maceracion de su raíz en el aceite, se
hace un medicamento propio para combatir los
calores internos y externos. Esta raíz cocida, comi-
da en ensalada , puede servir de alimento medi-
camentoso contra los tumores de las encías.
AGVAKA-91IIYA. Nombre brasileño
de un Solano ( Solanum ) , que parece ser el Sola-
no parecido á hortaliza ( Solanum .oleraceum ,
Dun. ) , y que se ha mirado como calmante. Sus
hojas se aplican sobre las úlceras de las piernas,
las grietas de los pezones , y otras inflamaciones
externas, .como se hace entre nosotros con las del
Solano negro ( Solanum nigrum, L. ).
AGÍ
AGUARDIENTE. Estando ei comercio
<le los aguardientes intimamente ligado con el
de los Espíritus, hemos agrupado en esta última
palabra todo lo que concierne á las bebidas alco-
hólicas destiladas, á tin de evitar repeticiones.
(V. Espíritus.)
AGUASEM. Serpiente de las islas Filipi-
nas , de que habla Tseriemberg ; su mordedura
es tan peligrosa que hace perecer en menos de
media ñora , después de*haber causado la gan-
grena de las partes. Es morena , larga de dos
palmos , y busca los lugares secos y elevados.
Al. l" J AS. Las agujas no son una invención
moderna; eran conocidas y estaban en uso desde la
mas remota antigüedad en Egipto, en la India y en
el Oriente. La fabricación de una aguja exige
ochenta operaciones diferentes; por lo común, para
perforar las cabezas, se emplean niños, que están
muy ejercitados en este genero de trabajo. Las
primeras agujas fueron fabricadas en Inglaterra,
en 1545, por un Indio; el proceder de este tra-
bajo, perdido después de su muerte, no fué allí
descubierto hasta 1560 por Cristóbal Greening.
Al presente, fabrícanse en Inglaterra agujas de
caüdad superior á las de los demás países del
continente , las cuales son expedidas en cantida-
des considerables á todas las partes del mundo.
La aguja es un pequeño instrumento de acero
templado, delgado y pulimentado, puntiagudo
por un cabo, y con un agujero longitudinal
en el otro cabo; sirve para coser, para bor-
dar , para hacer punto , tapiz y otras labores ;
v , según el uso que se quiera hacer de ella,
ías hay de diferente especies : en el comercio se
hallan agujas de coser ó de sastre , agujas de ci-
rugía , de gorrero de cerero , de peluquero , de
bordador, de tapicero, etc.
Las agujas forman una parte importante del co-
mercio de la mercería, que despacha una canti-
dad considerable de ellas en razón de su utilidad.
Fabrícanse agujas en Inglaterra, en Alemania, en
Suiza y en Francia; las inglesas tienen nombradía
y son reputadas las mejores por la perfección del
trabajo y la bondad del acero. Las fabricadas
en Alemania y en los Países-Bajos , entre otros en
Aix-la-Chapelle , que, es su principal depósito, en
Yaels , cerca de Maéstrich , son mucho menos es-
limadas que las agujas de Inglaterra; las que se
fabrican en Ginebra y otras partes de Suiza son
todavía inferiores á las de Alemania, y lo mismo
puede decirse de las fabricadas en Francia.
Las agujas inglesas son en general mas cortas,
mejor pulimentadas y de un acero menos quebra-
dizo que las agujas de los demás países; las hay
cuyo agujero es dorado. Las agujas de Francia
tienen la cabeza mas prolongada, y la punta mas
escotada; las de Alemania tienen la cabeza mas
corta y la punta mas gruesa ó menos afilada.
Las "agujas se venden por paquetes cuadrados
y largos. Cada paquete debe contener 50 milla-
íes de agujas de diversas calidades y magnitudes
ó gruesos, desde el número \ , que son las mas
comunes y las mas gruesas , hasta el número 22,
que son las mas pequeñas v también las mas fi-
13
AGL rr
ñas. Aumentando sus grados de finura por cada
número desde el primero hasta el último , cada
paquete de 50 millares se compone de i 3 mas pe-
queños paquetes , á saber : t2 paquetes de 4 mi-
liares, y t de 2 millares. El paquete de 4 millares
contiene 4 paquetes de I millar , y el paquete de
l millar , 4 paquetes de 250 agujas. Sobre cada
uno de estos paquetes está impreso el nombre y la
marca del fabricante con el número de las agujas y
la cantidad que de éstas contiene; todos en papel
blanco , á excepción de los paquetes de 250 cuyo
papel es de un fuerte azul. Témanse las mayores
precauciones para empaquetar las agujas á tin de
conservar su pulimento y preservarlas del orin,
que las pondría en estado de no ser vendibles.
Independientemente de los números que distin-
guen las diferentes calidades de agujas , dánselas
también nombres particulares que tienen relación
con los artesanos que de ellas hacen uso : así se
las llama agujas de sastre , no solo á las que sir-
ven para los sastres y modistas , si que con este
nombre van comprendidas las agujas de boto-
nes ó de galones, fas agujas de ojales y las de zur-
cir. Las agujas de boraar comprenden las de pa-
sar el oro y la plata, las de seda y de orilla, las
agujas de rizado , de hacer punto , de tapices, de
peí-rucas , etc.
Comunmente , en Francia , se acostumbra atar
los paquetes con hilo blanco para las agujas co-
munes, y con hilo rojo ó colorado para las agu-
jas linas, llamadas inglesas. Mas esta ligadura no
trasforma en inglesas á las que no tienen su cali-
dad y su mérito real , debiendo confesar que en
este género la Inglaterra conserva una incontes-
table superioridad. Además, es muy fácil distin-
guir las verdaderas agujas inglesas de aquellas
que tan solo son una imitación mas ó menos imper-
fecta; las primeras tienen siempre el vértice de
la punta en el eje , lo que se reconoce fácilmen-
te naciéndolas rodar entre el pulgar y el índice:
esto es lo que constituye el sello de la perfección
en este género de fabricación.
Desde algunos años , se conocen en el comer-
cio las agujas llamadas de cementación, que cues-
tan mucho menos de fabricar, porque todas las
operaciones se ejecutan mas fácilmente sobre
hierro dulce , que en seguida se convierte en ace-
ro por la cementación. Pero esta baratura y esta
simplificación de los procederes no se obtienen
sino á expensas de la calidad : raras veces la
cementación es igual en todas las partes de una
misma aguja, pues demasiado carburada en una
parte, no lo es lo bastante en la otra; de donde re-
sulta un muy mediano instrumento para coser. Sin
embargo, con frecuencia, el aspecto exterior en-
gaña á la vista.
Laclase de las -verdaderas agujas de coser
( agujas de acero) está dividida en dos secciones:
1 .° las agujas llamadas fuera de forma , que , á
causa de su considerable longitud , no sin en pro-
piamente para coser; en esta sección se hallan
las agujas de zurcido . cuva longitud es comun-
mente de 2 á 2 V» pulgadas , y su diámetro de
media línea; en esta sección se cuentan también
tomo i.
98 AGU
las agujas romas. La segunda sección de las agu-
jas de acero, finas y regulares, es infinitamente
mas numerosa; éntrelas mas gruesas de esta
sección se ven las agujas de cabecear , que tie-
nen mas de l/» línea de diámetro, y mas de 2 pulga-
das de longitud. A partir de la aguja de cabecear,
todas las especies descrecen, tanto por el diáme-
tro como por la longitud , hasta á una extrema
tenuidad : el diámetro es sobre todo el que dis-
minuye , la longitud es menos descreciente.
Lo que generalmente se busca en la forma de
una aguja , es cabeza prolongada , y mas fuerte
por arriba que hacia abajo ; estría de la cabeza
profunda, derecha, pulimentada; agujero ú ojo
vivo y bien destapado , muy al centro de la es-
tría ; cuerpo cilindrico cerca de la cabeza ; des-
crecencia que empiece hacia el tercio de la lon-
gitud ; punta que no parta ni de muy arriba ni de
muy abajo; y , carácter esencial, el vértice de la
punta situado rigurosamente en el eje de la agu-
ja. La reunión de toda» estas calidades distingue
eminentemente á las agujas fabricadas en Ingla-
terra.
Un hermoso pulido es un buen presagio en fa-
vor délas agujas; pero esta apariencia es mu-
chas veces engañosa. A la verdad , no hay agu-
ias perfectas sin un hermoso pulido ; pero puede
haber muy malas agujas que lo posean en el
mas alto grado.
Las agujas de coser se dividen en dos clases.
Hemos hablado ya lo bastante de la clase de agujas
de acero fino; vamos á decir algo de las de hierro,
que siempre son grandes. Con frecuencia se las lla-
ma agujas de picar; otras veces agujas de colchón,
de cogines , etc. , etc. ; en seguida vienen las lla-
madas de embalar , (pie son o derechas ó curvas.
Conócense también las agujas llamadas de pasar
ó pasa-cordones, que no tienen punta, y las agujas
de tapicería, cuyo ojo es muy prolongado. No
hablaremos cíe las agujas de hacer media , que
son pequeños trabajos muy diferentes, puesto
que por ellas no pasa hilo.
Las verdaderas agujas de coser las recibimos
de Inglaterra , de Alemania y de Francia , puesto
que las fábricas de Barcelona, éntrelas cuales,
por su importancia , debemos mencionar las de
los Sres. D. Jacinto Font y D. Francisco Roig, y
la de Igualada y la de Yillafranca del Panadés,
únicas en España , tan solo se ocupan en hacer
agujas de acero, llamadas Agujas caperas, n.°
1 2 , de 1 Va pulgada , mas gruesas que las de co-
ser comunes , y que acostumbran á usar las per-
sonas ancianas; A gujas de ensalmar, números 1 3,
y U, y números 1 5 y 1 6, de 3 pulgadas y 3 líneas;
Agujas de alpargatero , n.° 6 á 12 , de 4 '/„ pul-
gadas, yn.° 13 á 16, de 5 pulgadas; Agujas de
embalar, n.° 18, 19, 20, de 5, 6 y espulgadas;
Agujas devela, de 2 l/? pulgadas, cuadradas y re-
dondas. En hierro fabrican las llamadas Agujas de
bastero, números 14, 16,18, de 4 pulgadas , que
son cuadradas; Agujas de arriero, n.° 14, de
3 pulgadas, que son redondas; Agujas de colcho-
nero, n.° 15 y 16, de 5 V» y 7 pulgadas.
Las Agujas esparteras son construidas por
AIR
los cerrajeros, y las ¿gruja* de gancho, para el
peinado de las mugeres , si bien fabricadas por
los agujeros del país, la recibimos también en
mucha cantidad del extranjero.
AI
AIIiAUTO, Aylanthus. Género de plantas
de la familia délas terebintáceas, déla decan-
dria triginia de Linneo.
Allanto elevado ( Aylanthus excelsa,
Roxb, ). Los médicos indios dan el cocimiento de
la corteza de esta especie en las enfermedades
dispépsicas; la dosis es de tres onzas de este co-
cimiento, dos veces al dia.
Allanto glanduloso [A ylanthus glandu-
losa, Desf. ). Este hermoso y grande árbol, del
Japón, se asemeja al precedente. Cultívase entre
nosotros en los jardines, en donde es del mejor
efecto, sobre todo aislado, y en lugares som-
bríos ; su crecimiento es rápido, y no es muy de-
licado sobre la elección de terreno. Su tallo es
derecho , poco ramoso , pero cargado , sobre to-
do en las extremidades , de grandes hojas com-
puestas de once á quince hojuelas lanceoladas,
dentadas , de un hermoso verde delicado ; las flo-
res poco aparentes , forman una gran panícula
terminal; su corteza, analizada por el Sr. Payen,
da leñoso, una especie de cloroíila, jalea vege-
tal , una sustancia amarga , una resina aromáti-
ca , una materia grasa azoatada , una especie de
fungina no azoatada , un principio colorante ama-
rillo , vestigios de ácido carbónico , vestigios de
aceite esencial de un olor fuerte y viroso, y algu-
nas sales. Créese eme este árbol produce una
de las especies de barniz usadas en el Japón.
AIRE ATMOSFÉRICO. Fluido elás-
tico, invisible por su trasparencia, compresible y
pesado , que rodea nuestro globo, que se eleva á
una grande altura, y sin el cual ningún ser vivien-
te podria existir. Está formado de oxígeno , de
ázoe y de ácido carbónico.
El aire no obra solamente por su fluidez, sí que
también por su elasticidad , su presión , su tem-
peratura, su humedad, su sequedad, por sus
bruscas variaciones , sus impregnaciones y por
sus cambios de las estaciones.
Su salubridad depende de la justa proporción de
los tres principios que le constituyen, aunque va-
ríe en ciertos climas y en ciertos lugares, etc.
Así , está viciado en todas partes en donde hay
grandes reuniones de animales; al contrario, es
salubre en los lugares elevados , en las orillas
del mar ó de los ríos de corriente rápida.
El aire caliente relaja los sólidos, acelérala
circulación de los fluidos y debilita. En verano, de
esta debilidad resultan afecciones nerviosas.
El aire frío constriñe y fortifica ; en invierno, es
cuando se ven las enfermedades pútridas por ex-
ceso de tono, tales como las flegmasías.
El aire seco , como todo lo que aumenta la
fuerza contráctil de la fibra , aumenta la energía
del cuerpo y se opone á la putridez.
La humedad estancada es una causa determi-
nante de muchas afecciones peligrosas y aun mor-
tales.
AIR
Los temperamentos cuyas fibras son secas y ti-
rantes necesitan de una atmósfera cargada has-
ta cierto punto de una humedad no estancada.
Las variaciones bruscas de la atmósfera afec-
tan sobre todo á los temperamentos nerviosos, á
los valetudinarios y á los enfermos.
Los climas calientes , en donde las noches son
frías, dan lugar á enfermedades.
Las estaciones influyen también acerca de la
salud. La primavera y el principio del verano son
la época mas sana.
El aire es insalubre en los pantanos, junto á los
estanques, en las grandes ciudades, en los lugares
en donde hay muchas reses vacunas, etc.
La duración de la vida está en razón de la sa-
lubridad de los lugares. Condorcet ha demostra-
do que en los parajes pantanosos, el término de la
existencia era de 1 8 anos , y en los demás que
alcanzaba á 23 años.
El aire es caliente á20 grados y mas sobre ce-
ro; en esta temperatura , se tiene'ménos apetito,
la digestión se hace con mas lentitud , y en gene-
ral la gordura disminuye.
En los climas calientes, los diferentes períodos
de la vida, la movilidad, la edad crítica, ) hasta
la muerte, llegan mas pronto que en los países
frios ó templados; la sensibilidad y el apetito ve-
néreo son en ellos muy vivos, pero la duración de
este apetito es infinitamente mas corta , y así es
como en los climas calientes se hace uso de afro-
disiacos, casi siempre peligrosos, para hacer
re\ ivir una facultad perdida para siempre.
En las diversas operaciones domésticas , el ai-
re puede ser \ iciado por la alteración de las sus-
tancias animales y vegetales que , volatilizándose
con los gases , se mezclan con el aire en forma
de vapores. La putrefacción es sobre todo nociva
en los cementerios, en los mataderos, en las car-
nicerías , en las letrinas, etc.
Los lodos de las calles despiden, en la prima-
vera y en el verano, vapores peligrosos. El ai-
re está viciado en los teatros, en los salones de
baile , en las cárceles , en los buques, en las igle-
sias, etc. Lo mismo sucede en los talleres de cur-
tidores y de zurradores , en las fábricas de cola,
etc.
En los movimientos de la masticación , se mez-
cla en nuestros alimentos cierta cantidad de aire
atmosférico; y los alimentos mismos lo contienen
también. El aire introducido en las vías digesti-
Aas experimenta en ellas diversas combinaciones
y participa sin duda de la producción de los ga-
ses que en ellas se desarrollan. El Sr. Jurine ha
demostrado, por el análisis, que estos gases eran
ácido carbónico , ázoe, oxígeno y hidrógeno. Así,
en las digestiones imperfectas ó alteradas, el gas
que se arroja por la boca es agrio , y el que sale
por el recto tiene un olor de huevo podrido, que
es gas hidrógeno sulfurado.
Los antiguos, con razón, habían hecho del aire,
una divinidad que adoraban bajo el nombre de
Júpiter, de Juno , de Minerva , etc. , y en fin, es
la Venus celeste de los Asírios y de los Árabes.
Nosotros, en razón de su granelísima importan-
AJO 99
cía, hemos creído deberle consagrar aquí estas
sucintas líneas.
A l i» I , Ayrl. Nombre de un palmero del
Brasil , cuyo tronco da , por incisión , un líquido
que , por medio de la fermentación , se trasforma
en espirituoso. La madera de este árbol es negra
y sólida, y con ella los bárbaros construían las
puntas de sus flechas.
A 1 1 ÍG A , Aiuga. Género de plantas de la fa-
milia de las labiadas, de la didiuamia gimnos-
permia de Linneo.
Aluje» Camepitls, Iva (Aiuga Chamce-
pitys, Schr.). Se dice que esta planta pulveriza-
da, y mezclada con higos ó miel, es purgante, á
la dosis de dos dracmas.
Aiuga rastrera, Búgula, Con-
suelda inedia (Aiuga reptans, L. ). Esta
planta, vivaz y de primavera, indígena, es muy co-
mún en los bosques arenosos. De su raíz salen
pimpollos ó vastagos rastreros; su tallo es cuadra-
do , derecho y se eleva á 5 ú 8 pulgadas ; sus
hojas son opuestas, ovales, de bordes dentados
y angulosos; sus flores azules, verticiladas, é
interpoladas con brácteas coloradas, forman una
especie de espiga terminal; á estas llores suce-
den cuatro semillas casi redondas , encerradas en
una cápsula que ha servido de cáliz á la flor ; sus
raíces son fibrosas y de un gusto astringente.
Esta planta es una de las menos olorosas do
todas las labiadas, y probablemente una de las
mas débiles en propiedades. Ha gozado de repu-
tación como vulneraria , útil en las hemorragias;
pero al presente se usa muy poco. A veces se la
sustituye, sin inconveniente, con la Aiuga pira-
midal (Aiuga pyramidalis , L.), que habita en
Alemania , Suiza , y Grecia , ó también con la
Aiuga de Ginebra [Aiuga genevensis ,L.), que
crece en Europa, y en varios puntos de España.
Según Willemet," en Italia, ios renuevos y las
raíces de búgula se comen en ensalada.
AJA^li:. En Siam , se da este nombre á
un fruto mucho mas grueso que el durio , cubier-
to de una piel espinosa. El árbol que lo produce
es muy elevado y de un porte magestuoso , de
cuyashojas se extrae una leche abundante. El fru-
to no sale sino de los ramos gruesos ó del cuerpo
del árbol , y cuanto mas el ajaque está cerca del
tronco , mas grueso es.
Al ajaque se le despoja de su piel espinosa, se
le corta en pedazos, que luego se hacen freír . Con
su carne y azúcar se hace también una mermelada
que puede conservarse todo el año. Cuando este
fruto ha llegado á su madurez , se encuentran de-
bajo de una corteza leñosa delgada y lisa cin-
cuenta castañas encerradas en un saco de carne
amarilla, muy azucaradas y de un olor fuerte.
Estas castañas, tostadas y hervidas, tienen acorta
diferencia el gusto de nuestras castañas, pero
son mas pequeñas , y además son flatulentas.
AJ
AJO, Aluum. Género de plantas de la fa-
milia de las liliáceas, déla hexandria monoginia
de Linneo.
Las numerosas especies del tronero Ajo poseen
100 AJO
en mayor ó menor cantidad un principio volátil,
acre , penetrante , que pica á la coyuntiva ; y ba-
jo este respecto , todas podrian suplirse y reem-
plazarse , porque todas son mas ó menos irritan-
tes y vejigantes. Su parte mas activa es el bulbo,
v pocas veces se emplean las hojas de algunas de
las especies. Consideradas como alimentos, las
Elantas de este género están sujetas á producir
ocanadas desagradables durante la digestión, y
dan al aliento, al sudor, etc., una fetidez parti-
cular.
Ajo anguloso [Allium angulosum, L.).
En Siberia es cultivada esta especie , de la que se
hace una grande cosecha, destinada para el in-
vierno. En dicho país se la llama Ajo de los mus-
gaños. •
'-" Ajo ascalonia , Chalote « Escalu-
na (Allium. ascalonicum, L.). Esta especie,
originaria de la Judea, en donde crece abundan-
temente, y de donde fué trasportada ala Grecia,
Íen seguida á Italia, es cultivada en nuestras
uertas. De la chalote se comen los bulbos y sus
hojas cortadas , como condimento en las salsas,
etc. Su olor y su sabor son menos fuertes que los
del ajo común. Este condimento excita el ape-
tito y la sed, , y ayuda la digestión, pero no con-
viene á los jóvenes, á los estómagos calientes é
irritables ; su uso ocasiona á menudo males de ca-
beza. Los Griegos estimaban mucho álaesea-
luña; Marcial la llama Salax bulbus, porque exci-
ta el apetito ; otros la han llamado Cibus veneris,
porque es afrodisiaca. La chalote puede conser-
varse todo el invierno.
Ajo Cebolla, Cebolla [Allium Cepa,
L. ) . Como sucede para con la mayor parte de las
sustancias alimenticias, el país nativo de la ce-
bolla es desconocido ; con todo hay motivos para
presumir que de la India pasó entre los Egipcios
que la adoraban, que en seguida fué trasmitida á
los Griegos , y de estos fué llevada á Italia y al
resto de la Europa, en donde es cultivada con pro-
fusión de tiempo inmemorial , en razón de su ex-
trema utilidad como comestible.
El bulbo , que es la única parte que se usa de
esta planta de hortaliza , es redondo , un poco
complanado, compuesto de muchas túnicas car-
nosas aplicadas unas encima de otras. Su olor es
picante , afecta los ojos , forzando la pupila á cer-
rarse y hace derramar lágrimas, lo que indujo
al poeta Lucinio á decir :
Flebile cepe simul , lacrymoswque , etc.
Su sabor es menos mordicante que el del ajo.
El cultivo produce infinitas variedades de cebo-
lla, que pueden dividirse en dos grupos, cebollas
rojas y cebollas blancas. Estas últimas , que son
las mas dulces , son las únicas empleadas para el
uso médico. Las cebollas cultivadas en los países
calientes son mas gruesas, menos acres, mas
dulces que las de los países fríos: en Egipto, en
Italia y en España, son tan dulces que pueden
comerse crudas, lo que sería casi imposible ha-
cerlo en Francia. La magnitud de las cebollas
también es variable : las hay que llegan á pesar
hasta 2 ó 3 librís y mas ; cñ los países calientes
AJO
siempre son mas gruesas , las de Madera son
enormes y menos acres. Las de Egipto son las
mejores , después vienen las de la costa de Ber-
bería , y en seguida las de los alrededores de Cá-
diz y las de Sicilia.
La composición y las calidades de este bulbo
tienen mucha analogía con el ajo : sus partes vo-
látiles , lo son todavía mas que las de éste. Yau-
quelin y Fourcroy han encontrado en él, por el
análisis, un aceite volátil, acre y blanco ; azúcar
incristalizable, mucílago, una materia vegeto-
animal, azufre unido con el aceite, ácido fosfórico.
El uso de la cebolla en los alimentos remonta á
los tiempos mas antiguos , y sin duda tan solo por
una urgente necesidad es como se pudo gustar
sustancias que, exhalando un vapor acre , ofen-
den al olfato y á los ojos, pero que el hábito debió
en seguida hacerlas hallar agradables , por una
especie de depravación del sentido. La cebolla
fue, como se ha indicado, un objeto de culto entre
los Egipcios. Juvenal dice :
Porrum el cepe nefas violare et frangere morsu ;
O sánelas genles, quibus hoce nascwüur in hortis
Numina.
La cebolla constituía una parte esencial del
alimento del soldado romano; Sócrates le atribuye
la virtud de aumentar la fuerza y el valor de los
guerreros, pero comida en exceso, embrutece.
Dícese que ios esclavos que construyeron las pi-
rámides de Egipto consumieron una cantidad pro-
digiosa de cebollas; también se refiere que hubo
circunstancias en que se prohibió á los clérigos el
comer estos bulbos.
El consumo que de la cebolla se hace es enor-
me ; hay países en donde forma casi el alimento
principal de los habitantes. Comida cruda, excita
el apetito , da actividad á las funciones, y sobre-
todo aumenta las orinas y la traspiración. Por
lo común, se come cocida en el agua ó en el cal-
do, el vino, etc.; con ella se hacen sopas, y en-
tra como condimento en muchísimos guisados.
Los bebedores creen que precave y disipa la em-
briaguez. Por lo demás , aunque la cebolla sea un
alimento muy sano, no conviene á todos los estó-
magos; muchas personas no pueden digerirla , y
la generalidad la rechazan á causa de su olor;
hay sugetos que la digieren cocida, y no pueden
comerla frita , lo que en efecto es la manera mas
indigesta de prepararla ; y en general es útil á los
temperamentos flemáticos y á los viejos , pero no
á los jóvenes, ni á los temperamentos irritables.
Las cebollas secas son mas sanas que las frescas;
las cocidas mas que las crudas ; las confitadas en
vinagre mejores que las secas.
Como medicamento , la cebolla posee , cuando
cruda, la mayor parte de las propiedades del ajo,
pero en menor grado. La cebolla blanca, cocida
en el rescoldo , hecha pulpa y mezclada con en-
jundia, aceite,, etc. , es empleada en cataplasma,
como madurativa y calmante; con las mismascebo-
llas blancas se preparan tisanas pectorales , úti-
les en los catarros , etc.
El zumo de la cebolla expuesto al aire se pone
de color de rosa, es sensiblemente ácido y sus-
AJO
ceptible de convertirse en vinagre por la fermen-
tación; mezclado con el agua y con levadura de
cerveza, fermenta dando en la" destilación un li-
quido alcohólico. El zumo de cebolla goza de re-
putación como diurético y como disolvente del
cálculo de la vejiga , y por eso muchas personas
pedragosas comen cantidades considerables de
cebolla.
A jo Esquenopraso, Cebollino [Al-
lium Sclurnoprasum, L. ). Pequeña planta, origi-
naria deSiberia, cultivada en las huertas. Sus
hojas, cortadas menudamente, son empleadas
como condimento de las ensaladas, de ciertas sal-
sas, etc. Es el mas dulce de los ajos empleados
entre nosotros.
Ajo Eseorodopraso, Ajo de Espa-
ña, Itorambola A llium Scorodoprasum, L.) .
Esta especie se cultiva por sus bulbillos, ó pe-
queños bulbos, que se comen como las chalotes,
los cuales son mas dulces que éstas y casi azu-
carados.
Ajo oblicuo ( Allium obliquum, L. ). Esta
especie, originaria de Siberia, es empleada en
este país en vez del ajo común, según Pallas.
Ajo de Oso ( Allium Ursinum, L. ). Haller
dice que la leche de las vacas que comen esta es-
pecie de las altas montañas siente á ajo , y aun
que el olor se comunica á los quesos que con ella
se hacen ; también recomienda esta planta como
un buen diurético.
Ajo Puerro , Puerro [Allium Porrum,
L.). Esta especie, que se dice ser originaria de
Suiza , es cultivada en las huertas , y de ella se
hace mucho uso como alimento y como condi-
mento. Las hojas, cuando frescas y suculen-
tas, son de muchísimo uso, sobretodo, cocidas
con carnes ó como formando parte de sopas. Con
ellas se preparan á veces lavativas un poco esti-
mulantes empleadas en las constipaciones.
Ajo sativo, Ajo eomun (Alliwnsati-
vum, L.). Planta indígena bien conocida, cuyo
bulbo, vulgarmente llamado cabeza, está com-
Íiuesto de otros bulbillos, que en lenguaje común
levan el nombre de dientes, cubiertos de unas
túnicas muy delgadas, secas y blanquecinas; su
principio aliáceo es menos volátil, ménospicante
á la coyuntiva que el de la cebolla, pero su olor
es masdifusiltle, mas fuerte, y se difunde con mas
facilidad , de modo que por poco que se despoje
á los bulbos de su cubierta , basta para que este
olor se deje sentir muy vivamente.
Según el análisis hecho por el Sr. Bouillon-La
grange, el ajo contiene mucílago, azúcar, azu-
fre, sales y un aceite volátil amarillo, muy acre,
de un sabor muy fuerte , al cual atribuye las pro-
piedades excitantes de esta planta. (V." Aceite vo-
látil de ajo. )
Él ajo es mas bien condimento que comestible.
Entre los Griegos, aquellos que cumian ajos no
podían entrar en los templos consagrados á la
madre de los dioses ó Cibeles. Virgilio habla del
ajo como útil á los segadores, para aumentar ó
sostener sus fuerzas debilitadas por los grandes
calores , y el poeta Macer para impedirles de dor-
AJO 401
mirse á fin de evitar el que fuesen dañados por
las serpientes.
Boc idee miscere cibis messoribus est mos,
Ut si forte sopor fessos depresserit illos ,
Yermibus a nocuis tecli requiescerepossint
Galeno llama al ajo la Triaca de los labradores;
Plinio lo mira como útil á la salud ; los Atenienses
hacían una grande provisión de él cuando debian
embarcarse; los Egipcios lo adoraban; los sega-
dores y los soldados romanos lo comían con pla-
cer , Oracio lo detestaba.
Parentis olim si quis impiá tnanu
Senile guüur fregerit ,
Ldat cicutis allium noeentius. >
Según relación del padre Acosta , los Indios pre-
fieren el ajo á toda otra raíz, y lo tienen como un
fruto de grande eficacia, que "fortalece y calienta
el estómago.
Sabido es el uso que hacemos nosotros de este
bulbo como condimento en ciertos manjares, co-
mo en los guisados, en las carnes asadas , en las
ensaladas, en diversas salsas y ajiaceites, que
se comen con el pescado ó los caracoles; también
hay personas que se contentan con frotar con
ajo el plato en el que colocan los alimentos , ó
la corteza del pan que comen. Cocido , pierde la
mayor parte de su actividad.
E"l uso alimenticio del ajo excita el apetito , es-
timula el estómago , facilita la digestión , arroja
las ventosidades. Asegúrase que aumenta la sen-
sibilidad de la retina, (pie hace la luz mas difícil
de suportar, v la vista mas débil. Hase dicho
también que éí era el antídoto de los hongos de-
letéreos. El ajo conviene á las personas que viven
de alimentos groseros, de pan mal fermentado,
de carnes casi crudas. Pero daña al cerebro ya
la vista , provoca la" sed , porque calienta consi-
derablemente; no conviene á los temperamentos
secos, calientes, irritables, á aquellos que pade-
cen de nervios y á los biliosos. El ajiaceite embor-
racha.
Cuando se come ajo , su olor se deja sentir en
el aliento, en el sudor, en las ventosidades, y hasta
en las úlceras; tan solo las orinas no lo adquieren,
aunque toman uno de picante y desagradable.
Las semillas y las hojas de las umbelíferas, como
el peregil y el perifollo , disminuyen mucho la fe-
tidez del aliento producida por la cebolla, el puer-
ro y el ajo.
El ajo goza de gran reputación , entre ol pue-
blo, como preservativo de las enfermedades pes-
tilenciales , y muchas gentes llevan ajos encima
cuando van a ver enfermos atacados de afeccio-
nes contagiosas; esta pretendida facultad ha he-
cho designar á este bulbo bajo el nombre de Tria-
ca de los pobres.
Al exterior, hase empleado la acritud del ajo,
machacado v aplicado en la superficie de la piel,
sobre la cual obra al cabo de dos horas a lo mas.
como vejigante ó sinapismo, en las afecciones
paralíticas ó reumáticas; con él se hace una es-
103 ALA
pecie de ungüento machacándolo con aceite ó
grasa , composición conocida bajo el nombre de
Mostaza del diablo , Aceite de ajo , que es un po-
deroso resolutivo de los tumores frios. Dícese que
el ajo hace caerlos callos délos pies, que cúrala
sarna, latina, que aplicado sobre el ombligo mata
las lombrices de los niños. Estas aplicaciones pro-
ducen no solamente la vejigacion , sí que también
calentura , y preténdese que si se colocan mu-
chos dientes de ajo en el recto , se puede procurar
una calentura artificial, y se acusa á ciertas
personas , interesadas en pasar por enfermas sin
estarlo, de abusar de este irritante. El ajo es em-
pleado en lavativa como estimulante y vermí-
fugo.
Hase preconizado el uso del ajo como un diuré-
tico poderoso , y se le recomienda contra las are-
nillas, el cálculo, la hidropesía, el escorbuto, las
calenturas intermitentes, etc.
El zumo de ajo es muy viscoso , y tan tenaz,
cuando seco , que es empleado como betún para
encolar la porcelana, etc. Hásele también emplea-
do como vermífugo, mezclado con zumo de limón.
Ajo victorial . Falso Esplcauar-
di (Allium Victoriale, L.). Esta especie, que
crece en las montañas de los Alpes y en Italia,
difiere de todas las demás especies congéneres
por hojas casi ovales , y porque tiene mas bien
una raíz fibrosa que un bulbo. Esta raíz se había
usado como diurética , y con sus fibras se falsifi-
caba, aveces, elespicanardi.
Ajo de viñas (Allium vineale, L.). Wi-
llemet dice que esta especie puede ser empleada
en vez del ajo común, y que ella comunica su olor
á la leche de las vacas , cabras y ovejas , que la
comen, y hasta á la manteca que con ésta se ha-
ce , que entonces tiene un gusto fuerte y detesta-
ble.
A JVB ATIPITA. Arbusto del Brasil, cu-
yo fruto es semejante á una almendra, de color
negro , y que da un aceite usado entre los salva-
jes para fortificar las articulaciones.
AL
AIiABA^nDA. Mármol de color negro muy
subido , que los antiguos Griegos llamaban Ala-
banda ó Mármol alabándico. Beneficiábase en el
Asia Menor, en las cercanías de Alabanda, ciu-
dad de la Caria. Es el Mármolnegro antiguo, que
ciertos autores han llamado negro de Luculo. En
Roma existen aun muchas muestras de mármol
de esta especie en algunas obras arquitectónicas.
A li.% if A\ r> l .i A ó Alamandina. Es-
pecie de cuarzo hialino de un rojo negruzco, al
(fue se le ha dado el nombre de Espinela rojo-vio-
leta. Los antiguos le llamaron Alamandina ó A la-
bandina , en razón déla ciudad de Alabanda, en
el Asia Menor, de donde se la traía. En el comercio,
estas piedras llevan también el nombre de Rubí
espinel. (V. Bubi espinel )
ALABASTRITA), Alabastro blan-
co vulgar, Alabastro yesizo , Cal
sulfatada compacta. Es mas blando y
mas traslúcido que el mármol blanco , pero se le
parece al primer aspecto, cuando ha sido puli-
ALA
mentado ; esta es la bella variedad que lleva en el
comercio el nombre de Alabastro blanco, y ella
es la que debe servir de comparación vulgar pa-
ra expresar una grande blancura , y no el verda-
dero alabastro , que , siendo formado por concre-
ción, tiene siempre manchas y vetas. Esta cal
sulfatada compacta se distingue fácilmente , sea
del mármol, sea del alabastro calcáreo, Io por
su mucha menor dureza, puesto que se deja ra-
yar con la uña; 2o porque no hace efervecencia
con el ácido nítrico. Este pretendido alabastro ha
llegado á ser , desde algunos años , un objeto de
adorno , y con él se han hecho no solamente lám-
Earas , vasos de chimenea , cajas de reloj de so-
remesa de alto precio , sí que también figuras
de pequeña proporción , según los mejores mode-
los. En ciertas obras , se le da el nombre de Ala-
bastrito, y vulgarmente el de A labastro yesizo. Los
antiguos confundían, como se hace también por
lo común hoy dia , estas variedades de cal sulfa-
tada con el alabastro calcáreo. Hay razones para
creer que la piedra que los antiguos llamaban
Fengita (Phengites,) y con la cual construían
templos , es esta variedad de cal sulfatada , que,
dejando penetrar una luz débil al través de las
paredes, disponía á un santo recogimiento.
Las vastas y principales canteras de alabastri-
ta se hallan en Voltera, á cerca de doce leguas
en Florencia, y de allí vienen esas lámparas,
esos vasos y otros objetos de valor , que se expi-
den á toda la Europa.
En España, las mejores canteras de alabas-
tro yesizo son las de Granada, de Madrid, de
Zaragoza, de Sarreal en Cataluña, de Orihue-
la en Murcia, de. Cuevas de Vera en Andalucía.
El alabastro de Granada es tan blanco y tras-
parente como el de Italia ; en dicha ciudad , con
él se elaboran marcos de espejos, figuritas,
perritos , frutos y varios otros objetos pequeños,
y si no se hace mas uso de él es por la falta de
operarios que sepan trabajarlo. El de Madrid y el
de Zaragoza son siempre de un fondo blanco, "pe-
ro con vetas pajizas; destíñanse á los mismos
usos que el anterior , y también para embaldosa-
dos de un buen efecto. El de Serreal es blanco,
poco trasparente , y en las cercanías de dicha
villa sirve de piedra común. El de Orihuela se
labra para toda clase de obras de fábrica , como
escalones, mesas y otros objetos ; pero no es sus-
ceptible de conservarse por mucho tiempo en ra-
zón de que su vetado de color plomizo contiene
moléculas de cal, que por la acción del agua se
separan, produciendo así un malísimo efecto; con
todo, esta especie de alabastro es muy empleado,
nudiendo decirse que el establecimiento de Ori-
huela es uno de los mas grandes de la península,
El de Cuevas goza de las mismas propiedades
que los de las demás canteras , y todos , con ope-
rarios inteligentes, serian susceptibles de ser be-
neficiados , y entonces podríamos prescindir de
los alabastros que nos vienen de Florencia, de
Liorna, de Voltera. En Mallorca hay también
otra cantera de alabastro, denominada Escayola,
muy blanco y trasparente.
ALA
ALABASTRO, Cal carbonatada
concrecionada. Este es el Alabastro verda-
dero; pero los aticionados y los mercaderes de
muebles, como zócalos de relojes de sobremesa,
cotanas, vasos de ornato, etc., dan comunmente
este nombre al Alabastrito (Alabastro yesizo, va-
riedad de sulfato de cal ) que acabamos de des-
cribir.
El Alabastro verdadero, Alabastro calcáreo,
raras veces es bastante blanco para justificar la
comparación vulgar que se hace hablando de un
objeto cuya brillante blancura se quiere indicar.
Esta propiedad corresponde mas bien al alabas-
trito. Los caracteres mas aparentes del alabastro
calcáreo son estar compuesto de capas ondeantes
paralelas , mas ó menos traslúcidas, de un blan-
co de leche que tira al amarillo de manteca fres-
ca, ó amarillentas, rojas, etc. Estos caracteres
son debidos á la manera con que se forman en
general las concreciones petrosas : concíbase que
la cal carbonatada (creta) tenida en disolución
en un líquido por el intermedio de un exceso de
ácido carbónico , en vez de hallarse en circuns-
tancias favorables para la formación de cristales,
cuele lentamente, y en cierto modo gota á gota,
sobre un cuerpo cualquiera ; á medida que el ex-
ceso de ácido que la tenia en disolución se ha des-
prendido y la na abandonado, ha debido formar
capas sucesivas que son mas ó menos puras,
mas ó menos coloradas, según que la disolución ha
arrastrado con ella mas ó menos impurezas.
Hay en la naturaleza cavidades considerables
que presentan el ejemplo de esta formación lenta
y sucesiva : estas cavidades ó grutas dejan resu-
dar y gotear de sus paredes el líquido cargado de
cal carbonatada; cuando cae de la bóveda de la
gruta en el suelo , deja, evaporándose, una lige-
ra capa de materia sólida que se vuelve á cubrir
de nuevas capas y crece en grueso, formando
una especie de cono ensanchado , cuv a punta es-
tá vuelta hacia la vóbeda , — y esto es lo que se
llama Estalácmitas. Otras concreciones salen
de las paredes laterales , y toman la forma de
Kezones, coliflores, etc.. Con frecuencia tam-
ien el líquido que sale del techo no tiene la su-
ficiente fluidez para caer , y entonces basta que
algunas gotas , retenidas por cierto tiempo contra
la vóbeda , formen en ella un pequeño cono pro-
longado y hueco, para que se aumente sucesiva-
mente por el nuevo líquido que llega en esta parte
de la \ obeda , y forme así largas concreciones, al-
guna s veces abultadas por el extremo; bastando pa-
ra dar una idea de este fenómeno recordar lo que su-
cede cuando el agua se congela en los tejados en
carámbanos puntiagudos. Estas concreciones pro-
longadas, aveces huecas en unapartede su longi-
tud, se llaman Estalactitas- y se conoce muy bien
que el liquido puede llegar de las paredes superio-
res con bastante abundancia para que una parte so-
lamente de la materia calcárea sea empleada en
formar estalactitas, mientras el resto , cayendo,
continua en elevar estalácmitas.
Un sin número de circunstancias, haciendo va-
riar sea la forma de los sólidos por las cuales el
ALA ♦ J03
líquido cargado de materia calcárea resuda ó cue-
la de las paredes de la gruta , sea la de los cuer-
pos que encuentra, influyen consecuentemente en
las formas de estas concreciones, que á veces tie-
nen, como se observa en la gruta de Antíparos, la
apariencia de piedras que hubiesen vegetado, y
cuyos colores dependen de los terrenos que el li-
quido ha atrav esado infiltrándose , terrenos con
frecuencia impregnados de óxidos metálicos ú
otras sustancias colorantes. Por otra parte, las
formas las mas raras ó las mas elegantes reciben
de la imaginación de los curiosos que las visitan,
diversos aspectos que contribuyen también á em-
bellecerlas ó hacerlas horrorosas ó ridiculas; así
es que ciertas grutas han sido trasformadas, bajo
la pluma de ciertos viajeros, en templos de ala-
bastro, adornados de estatuas, de colunas natu-
rales, de plantas, etc.
Las grutas, sitios de estos rezumos, acaban
con el tiempo por llenarse, y llegan á ser verda-
deras canteras de alabastro, susceptibles de ser
beneficiadas , porque las estalactitas y las esta-
lácmitas, engruesándose sucesivamente, ensegui-
da solo forman masas , cuyos instersticios llenan
los nuevos jugos lapidíficos; lo que explica muy
plausiblemente las ondulaciones de las div ersas
tintas que se observan en las planchas de ala-
bastro. Cuando éste es amarillo-rojo ó rojizo, y
las zonas ú ondulaciones tienen colores que re-
saltan unos cerca de otros, se le llama vulgar-
mente A labastro oriental, y también Alabastro
ónice, cuando las vetas son derechas y bien distin-
tas. Con él se hacen planchas, vasos, zócalos;
se le atribuye también el epiteto de oriental,
cuando solo tiene un tinte amarillento con ondu-
laciones de color de sebo. En fin, se llama Ala-
bastro florido el que tiene manchas irregulares,
y de colores variados.
El alabastro se explota principalmente en Tos-
cana, en Sicilia, en Malta, etc. En cuanto á las
grutas que todavía no forman canteras llenas,
las mas célebres son las de Antiparos en el Ar-
chipiélago, de Castelton en Inglaterra; las hay
de muy hermosas en los Estados-Unidos , y en Es-
paña tenemos las bellas grutas de Coin cerca de
Málaga y las de Valencia. Con alabastro de éstas
últimas "hanse ejecutado las grandes colunas y
otras obras de la capilla de la Virgen de los De-
semparados, y el frontis del magnífico palacio
del Sr. marqués de las Dos Aguas, edificado en
la plaza de ^ illarrasa de dicha ciudad.
Ciertas fuentes tienen en disolución tan grande
cantidad de cal carbonatada , que basta colocar
moldes, con las precauciones convenientes, bajo
chorlitos de agua muy div ididos y fácilmente eva-
porables, para obtener de ella en algunos dias
relieves de esta sustancia. Los baños de San Fe-
lipe, en Toscana, tienen nombradía á causa de
esta propiedad, que se observa en España en al-
gunas fuentes.
Esta v ariedad , que se pega á los cuerpos que
se le presentan, es también llamada Callarbona-
tada tncrustante, y cubre á veces vegetales, ni-
dos de aves; etc., que conservan sus formas.
404 ALA
AIAMATOSÍ, Fruto de Madagascar, del
grueso y sabor de nuestra ciruela del que se
conocen "allí dos variedades.
.% li ,ll?iO . Populus. Género de plantas de la
familia de las amentáceas, sección de las salicí-
neas, de la dioecia octandria, cuyo nombre latino
indica la extrema multiplicidad délos individuos
de algunas de sus especies, cultivadas en todas
partes en las plazas , los paseos , los caminos, etc.
Los álamos son grandes arboles dioicos que vege-
tan en los lugares acuáticos en donde crecen rá-
pidamente: las cortezas de algunos de ellos contie-
nen un febrífugo conocido bajo el nombre de Popu-
lina, y Gmelin pretende que enSiberiase hacen
tapones con elparenquima de la del Álamo negro;
su madera es blanca, tierna, fácil por consiguien-
te de trabajar, y de ella se hace mucho uso en
carpintería , etc. , bajo el nombre de Madera
blanca, y á veces de Abeto; sus yemas de hojas
están imprecnadas de una materia resinosa, vis-
cosa y balsámica; sus hojas, en general, trian-
gulares, sencillas, están sostenidas por un pe-
cíolo glanduloso , complanado , lo que las hace
remover al menor viento ; sus hojas masculinas
en amento, y las femeninas presentan cápsulas
de dos celdillas en las cuales las semillas están
envueltas en una especie de borra ó algodón que
puede hilarse, y emplearse para fabricar pa-
pel , etc.
La mayor parte de los álamos crecen en Euro-
Ía , pero muchas grandes especies de este género
abitan la América septentrional. Cultívanse co-
mo árboles de ornato , y por su madera, que es
" 5 la
Vegetan, etc.
productiva, en razón de la prontitud con que ellos
Álamo nalsamíf ero , Balsamero
[Populus balsamif era, L.). Originario déla Amé-
rica septentrional y de la Siberia , es á veces
cultivado en los jardines de los curiosos, en don-
de apenas se eleva ala altura de un arbusto. El
zumo resinoso de sus yemas es tan abundante que,
recogido con cuidado, forma una especie de bál-
samo que Pallas compara al bálsamo de la Meca,
y al que en la Union se le atribuyen propiedades
antigotosas y antireumáticas. Los Rusos de las
riberas del Irkutz ponen en infusión estas yemas
en el alcohol que ellos destilan , obteniendo así
un líquido que les parece agradable al gusto , y
que estiman como diurético , y lo emplean en él
escorbuto, la disuria resultante de encogimientos
venéreos de la uretra, etc.
Álamo Manco {Populus alba, L.). Árbol
indígeno , que se encuentra en los bosques , en
donde se le distingue en sus hojas del todo blan-
quecinas y tomentosas por debajo. Los antiguos
lo consagraban á Hércules, y los atletas se coro-
naban con sus ramos. Según el Sr. Coltereau, la
corteza y las hojas de este árbol son febrífugas en
un grado muy notable. Su madera , cortada en
tiras, sirve para trenzar esteras, hacer sombre-
ros, etc. Dícese que los chupones de este álamo
experimentan aveces una dilatación notable. Co-
nócese una variedad de este árbol , el Álamo en-
canecerte [Populus incanescens, Willd.) de cuyas
ALA
semillas se recoge, 6egun Pallas, un algodón pro-
pio para ser trabajado.
Álamo de Crecía , Álamo de Ate-
nas [Populus gradea, H. Kew.). Según el se-
ñor Braconnot, su corteza contiene populina.
Álamo negro , Cliopo ( Populus nigra,
L. ). Es indígeno de la España y de una gran par-
te de la Europa , en donde crece en los bosques,
en las orillas de los arroyos, etc. , y en donde se
le propaga en razón de la bondad de su madera,
mas buscada que la del álamo piramidal : los an-
tiguos hacian de ella broqueles, y nosotros la em-
pleamos para fabricar objetos de menaje , de car-
pintería, etc.
En la primavera , se recogen las yemas de este
álamo , que entonces se hallan en un estado resi-
noso muy marcado , y se conservan en la grasa
hasta que los demás vegetales, propios para la
confección del ungüento populeón, están floridos.
Estas yemas son casi análogas á las del Balsame-
ro , y su olor se asemeja un poco al del bálsamo
del Tolú , cuyas propiedades médicas tienen sin
duda; dícese que las abejas hacen de ellas la base
de su propóleos. Según el Sr. Pellerin , contie-
nen : aceite esencial oloroso , una materia resino-
sa, agua de vegetación, un extracto gomoso, áci-
do agállico , ácido malico , una materia grasa
particular, albúmina, sales, entre otras fosfato de
cal, etc.
El algodón de los frutos de esta especie de ála-
mo puede también hilarse y tejerse, y servir pa-
ra fabricar papel, etc. ; y como la cantidad de
estos árboles es considerable , podría quizás sa-
carse algún partido utilizándolo. En tal caso
deberían plantarse sobre todo individuos hem-
bras.
Álamo piramidal ( Populus fastigiata,
Poirel ) . Este grande y hermoso árbol de ramas
derechas y cuya patria se ignora , no cuenta en
Europa sino individuos machos. Hásele llamado
Álamo de Italia , Álamo de Constantinopla , Ála-
mo de Turquía , y es cultivado con profusión en
diferentes, partes : es dé un efecto muy pintores-
co en los parques, en los paseos, etc. Su tronco,
que es muy aíto y muy derecho , produce largas
tablas; su madera es de un blanco agradable y
muy ligera , de suerte que con ella se hacen una
multitud de pequeñas obras, como cajas de té,
cofrecítos, varillajes de abanicos, etc., encima
de las cuales se pintan flores, aves, etc.
Álamo Tacamaca [Populus Tacamaha-
ca , Mili. ). Este árbol es el mismo que el Álamo
balsamero , según Linneo ; pero Miller le cree di-
ferente, y opina que dala sustancia balsámi-
ca confundida por ciertos autores con la Taca-
maca.
Álamo trémulo , Temblón , Polio
( Populus trémula , L. ) . Este árbol indígeno debo
el nombre de Temblón á que sus pecíolos, largos,
bastante fuertes y muy complanados, tiemblan
al menor céfiro , lo que hace que las hojas se
muevan casi continuamente, fenómeno semejante,
pero todavía mas notable, al que ofrecen los otros
álamo?. La corteza de esta especie es amarga, y
ALB
vsi Sihcria se emplean sus cenizas , que son muy
alcalinas, mezcladas con el agua, (Te la que sé
bebe mañana y tarde en la sífilis, las afecciones
escorbúticas, etc.. Esta corteza, que, según Bra-
eimnot, contiene populina y salicina, en algunas lo-
calidades, es empleada en las calenturas intermi-
tentes.
Álamo Falso Trémulo (Populus Trc-
wiu/oú/cs, Mich.). Árbol délos Estados-Unidos,
cuya corteza es empleada , en este país , como
febrífuga, estomática v tónica.
El Ai. amo amh'lado [Populus angulata, Mich.),
el Álamo dkl Canadá (Populus canadensis, Mich . ) ,
el Álamo pe grandes dientes [Populus qrandt-
rien tata, Mich.), el Álamo de Virginia, dicho de
Siiza [Populus Vire/imana, Desf. ), especies de
la America septentrional , se cultivan á veces en
los jardines y también en los lugares públicos en
vanos puntos de Europa.
AliAXCilO, Alangicm. Género de plantas
de la familia de las mirtáceas, de la poliandria
monoginia deLinneo.
Alangio de diez pétalos (Alangium
decapetalum , Lam. ) . Sus raices son usadas entre
los Malayos como purgante hidrogogo , y sus ba-
yas aromáticas son comestibles. Las raíces del
Alangio de seis pétalos (Alangium hexapeta-
lum, Lam.) gozan de las mismas propiedades.
AláAQUECA. Piedra que se encuentra, en
pequeños fragmentos pulimentados , en Balagata,
en las Indias. Se la mira como hemostática, apli-
cada al exterior.
A lili A ll ACÁ , Ocimum. Género de plantas
de la familia de las labiadas , de la didinamia
gimnospermia. En general, son especies herbá-
ceas, a veces anuas , de llores poco aparentes,
de olor agradable, que crecen entre los trópicos,
y que son empleadas en muchos países, como con-
dimentos, ó como olores; estas plantas son activas,
y sus propiedades cordiales, sudoríficas, etc., en la
mayor parte de ellas, son, análogas.
Álbahaea blanca [Ocimum álbum, L.).
El zumo de sus hojas es empleado en la India con-
tra el catarro de los niños.
Álbahaea encaneeente ( Ocimum in~
canescens , Mart. ) . Según Martius , el infuso de
esta especie, que es muy aromática, es prescrito
en el Brasil como diurético y sudorífico, después
de los resfriados , bajo el nombre de Remedio di
Vaqueiro, así como el del Albahaca muy agradá-
is i ó Albahaca de ceilan (Ocimum gratissimum,
L. ,' Ocimum cey/anteum, Burm), que se distingue
por su olor, que es de los mas suaves.
Álbahaea de flores delgadas ( Oci-
mum tenuiflorum, L.). Esta especie, en Java, es
mirada como un aromático estimulante.
Albaliaea de Guinea (Ocimum guiñéen-
se, Sch. . .Muy empleada en medicina entre los
negros , sobre todo en las calenturas biliosas.
Álbahaea muy pequeña (Ocimum
mínimum, L.). Especie indígena generalmente
conocida, que se cultiva en ollas ú otros vtam
de tierra en las ventanas; es balsámica y a \ tees
usada como condimento.
II
ALB 405
Álbahaea peluda (Ocinntmpilosirm, W.).
Según el doctor Flemming, las mugeres emplean,
en la India, las semillas de esta especie, cu-
yo infuso es mucilaginoso , para calmar los dolo-
res del parto. La planta entera sirve también co-
mo condimento.
Álbahaea Real, Albahaca común
( Ocimum Basilicum , L. ). Esta especie anua, de
la India, es cultivada en España en los jardines y
hasta en las ventanas de las casas del mas pobre
artesano , en razón déla suavidad de su olor, que
se maniüesta sobre todo pasando las manos soiire
sus hojas. líasela llamado Real, para indicar la
supremacía de este olor sobre el de las demás
plantas.
En la India , el zumo de las hojas de la alba-
haca se echa en la oreja para curar la otitis ; las
semillas son miradas como refrescantes y cal-
mantes , y se dan en infuso en las gonorreas , el
ardor de la orina, las afecciones nefríticas, á la
dosis de medio vaso, dos veces al día. EnPersia,
se hacen hinchar las semillas de esta planta en
el agua, se hielan, y se dan como refresco en
los calores excesivos del verano. En Egipto, las
hojas de la albahaca son usadas como condimen-
to ; y entre nosotros se hace de ellas á veces un
uso semejante , y muchas de nuestras fórmulas
culinarias indican salsas de albahaca. Hay coci-
neros bastante hábiles para emplear con tanta
maestría la albahaca, el tomillo, el serpol y la
agedrea, que los manjares que ellos condimen-
tan son tan agradables como aquellos en los cua-
les se hacen entrar especiarías exóticas ; pero,
para esto, es menester que estas plantas hayan
sido cogidas en la época de su florescencia y que
havan sido convenientemente secadas.
El olor y el sabor de la albahaca no gustan á
todas las personas. Esta planta afecta fácilmente
la cabeza; Dioscorides pretende que su abuso
debilita la vista ; Avicena asegura que ocasiona
la melancolía ; Galeno no cree su uso sano ; Ma-
tíolo dice que daña al estómago , porque ella es
de difícil digestión ; Varron expone que purga con
prontitud á los bueyes que la comen.
Esta planta contiene un aceite esencial (V.
Aceite volátil de albahaca), muy suave, que tiene
la propiedad de cristalizar.
La albahaca seca conserva su olor aromático;
y hay personas que con ella, en este estado, lo-
man su infuso teiforme.
Albahaca rizada (Ocimum crispum,
Thunb.). Usada, en el Japón, en infuso contra el
reumatismo.
Albahaca salina , Albahaca sil-
vestre ( Ocimum salinum , Mol.). Esta planta,
que crece en Chile , es muy parecida á la alba-
haca común ; su sabor y su olor son los de las
plantas marinas. Lna gran parle del año, está cu-
bierta, todas las mañanas, de glóbulos salinos,
duros y lucientes, que la dan el aspecto del rocío.
La planta produce cerca demedia onza , por día,
de estos glóbulos. Los labradores recogen esta
sal, (pie emplean como la sal común, puesto que
su sabor es aun mas fuerte que el de ésta. Esta
tomo i.
\ 06 ALB
especie de albahaca crece en un terreno fértil,
que no presenta ningún indicio de sal, á mas de
60 millas del mar.
Albahaca santa ( Ocirnum sanetum , L . ) .
Los prácticos tamules prescriben, á veces , en ía
India , el infuso de esta especie contra las calen-
turas ; y el zumo de sus hojas se da también en
las afecciones catarrales.
Albahaca vellosa ( Ocirnum hirsitum ,
Rottl.). Los médicos indios prescriben el infuso
de esta especie contra la diarrea de los niños du-
rante la dentición.
AIíBABICOQUEBO, Armemaca. Gé-
nero de plantas de la familia délas rosáceas, sec-
ción de las amigdáleas , déla icosandria monogi-
nia de Linneo.
Albaricoquero vulgar (A rtneniaca vul-
garis, Lam.; Prunus armeniaca, L.). Este ár-
bol originario de la Armenia, de lo que ha reci-
bido su nombre latino , es cultivado en las huer-
tas por la bondad de su fruto. El tronco, y á veces
todas las partes de este vegetal, hasta el fruto,
trasudan, durante los calores del verano , una
goma rojiza, análoga á la goma arábiga, que
puede reemplazar á ésta en algunas artes, y que
constituye una de las variedades de goma del
país.
El fruto es demasiado conocido para que haya
necesidad de ser descrito: en el exterior y en el
interior es de un amarillo que le es propio ; su
carne tan delicada que se deshace en la boca, de
un olor y sabor muy agradables en las buenas va-
riedades y en los años calientes. El Albaricoque
se come crudo ó cocido ; con él se hacen compo-
tas y mermeladas ; se le confita en aguardiente y
también en vinagre. A este fruto se le acusa de cau-
sar calenturas; cuando es bien maduro, ningún
daño produce si no se come en demasía ; solo el
exceso puede ser nocivo , como esto tendrá lugar
para todo otro alimento ; si es verde , de mala
calidad, puede producir accidentes, porque en-
tonces es indigesto, sobre todo si se come mucho
de él , como lo hacen á veces los niños. Sin em-
bargo , como se observan calenturas en la época
de la madurez de los albaricoques , háselas atri-
buido á estos frutos, mientras que ellos no son
mas que concomitantes en su aparición; podría
decirse en verdad que los albaricoques, siendo
humectantes , refrescantes y atemperantes , son
mas propios para hacerlas pasar que para cau-
sarlas.
Según Cullen , el albaricoque es el mejor de
los frutos de cuesco ; es menos susceptible de
acedarse en el estómago que el melocotón, y tam-
bién es de mas fácil digestión , á no ser que se
coma en exceso. Deben preferirse los albarico-
ques gruesos , carnudos , muy maduros , de un
sabor agradable, y beber después vino. Este fru-
to no conviene á todos los estómagos : las perso-
nas sedentarias, las que digieren mal, deben
abstenerse de él, ó comerlo con precaución.
El cuesco del albaricoque sirve para preparar
licores de mesa muy apreciados , que tienen la
aroma que caracteriza á estaparte del fruto. La
ALB
almendra es comida con placer por ciertas perso-
nas, pero, en gran cantidad , puede ser nociva;
de ella se extrae un aceite, que se dice ser bueno
contra los dolores hemorroidales y los zumbidos
de oídos , y que es análogo al de las almendras
amargas , asi como su agua destilada. Hay una
variedad de albaricoque cuya almendra es oblon-
ga , blanca, y de sabor dulce agradable.
AIjBUCA , Albuca. Género de plantas de la
familia délos bromeliáceas , déla hexandriamo-
noginia de Linneo. Indícanse algunas especies
originarias todas del Cabo de Buena Esperanza.
Entre ellas , según Thunberg , los Hotentotes em-
plean el tallo del Albuca mayor (Albuca major,
L. ), que es mucilaginoso , para apagar la sed.
ALBÚMINA. Principio inmediato orgáni-
co , muy esparcido en las sustancias animales,
que se encuentra también en ciertas sustancias
vegetales.
Albúmina animal. Compuesto de oxí-
geno , de hidrógeno , de carbono y de ázoe,
que existe naturalmente en un gran número de
líquidos y de materias animales ( sangre , carne
muscular, cartílagos, etc.), que se manifiesta
accidentalmente en diversos fluidos mórbidos
(líquidos délos hidrópicos, serosidad de los ve-
jigatorios, orina de los sifilíticos , etc.], y que
compone, en casi su totalidad, el albumen ó
clara de nuevo , que le ha dado su nombre.
Siendo la clara de huevo albúmina casi pura,
sus propiedades son generalmente consideradas
como iguales'á esta sustancia, que por otra parte
pocas veces es empleada aislada de la corta por-
ción de sosa, de azufre, de moco y de sales, que
casi siempre contiene. Según el Sr. Guibourt, la
albúmina en el estado de pureza no es distinta de
la fibrina. La clara de huevo es un líquido viscoso,
trasparente, ligeramente verdoso, inodoro, casi
insípido; soluble en el agua fria, hecha abstracción
de la redecilla celular que contiene, y dando á
este fluido viscosidad y la facultad de hacer espu-
ma por la agitación ; es coagulable por la acción
del calor , del alcohol , del éter, de los ácidos
fuertes y del tanino. Cuando se la seca, toma una
apariencia gomosa perdiendo los cuatro quintos
de su peso, y todavía puede disolverse en el agua.
Cuando ha sido coagulada por el calor, es decir,
que ha sido solidificada, se vuelve opaca, y ya
no es soluble; con todo la albúmina entonces pa-
rece no haber experimentado ningún cambio de
composición , y solo deber á su estado físico y á
su mayor cohesión , sus nuevas propiedades. Este
coágulo es el que constituyela espuma del caldo
de carne.
La albúmina descompone la mayor parte de
las soluciones metálicas, singularmente las de
cobre y de mercurio ;. propiedad preciosa para
el tratamiento de los envenenamientos producidos
por estas sales , en razón de no ser nocivos los
nuevos cuerpos insolubles que resultan de esta
acción. Claras de huevos desleídos en agua son,
pues , sobre todo el medio mas eficaz en los acci-
dentes producidos por el sublimado corrosivo.
Los usos alimenticios de la albúmina son gene-
ALB
raímente conocidos, y además serán indicados en
el articulo Huevo de este Diccionario, porque es
raro , como alimento , aislar la clara de la yema
de huevo. No obstante, diremos aquí que á la cla-
ra de huevo, como alimento, se la debe conside-
rar en el estado líquido y viscoso , es decir , an-
tes que haya experimentado la acción del luego
ni la del aire , en el estado lechoso que pierde
por un calor moderado, y en fin en el estado de
coagulación, lo que constituye el huevo duro. En
el primer estado , pesa en el estómago , porque
sus membranas no se dividen luego ; sin embar-
fo muchas personas engullen el huevo al salir
e la gallina, sin que les cause daño. En el se-
gundo estado , la cocción ha destruido los lazos
de las membranas que encerraban la albúmina, y
es de mas fácil digestión ; este estado lechoso no
tiene lugar sino en los huevos muy frescos y muy
llenos. Endurecida, es susceptible de tomar muy
fácilmente el gusto y el olor hepático, lo que suce-
de sobre todo en los huevos que han sido conser-
vados por largo tiempo: entonces son calientes, no
solo porque los hue\ os en general constriñen el
^ ientre y disminuyen las evacuaciones intestinales,
sí que también porque producen gas hidrógeno
suturado, cuyas propiedades es aumentar el calor
y conducir á la putrefacción.
Como medicamento , la clara de huevo ha sido
empleada en las calenturas intermitentes, en las
mordeduras de las serpientes venenosas , en las
enfermedades de las vías urinarias, en la ictericia,
en la leucorrea , etc. , y al exterior, en las oftal-
mías agudas, en las quemaduras, como cosmético,
etc. En farmacia se usa para clarificar diversos
líquidos, como jarabes, vinos, vinagres, etc.,
para dar blancura y ligereza á la pasta de mal-
vavisco v á la de regaliz, etc.
Albúmina vegetal. El conocimiento de
la albúmina de los vegetales débese áFourcroy:
encontróla en el cáñamo, en la savia del abedul y
del ojaranzo, en el agua de los almidoneros, muy
abundante en la cebada y el trigo, y por último
existe en todos los zumos vegetales que se coagu-
lan cuando se les calienta, así como en las plan-
tas que dan una leche cuando molidas con agua,
como las almendras, y en este caso se halla en es-
tado de combinación con un aceite. La albúmina
vegetal es soluble en el agua , en tanto que no ha
sido coagulada por el calor ; el alcohol no la di-
suelve; no es pegajosa; seca, «e pone opaca, y
toma un color blanco , gris ó negro.
El gluten y la albúmina vegetal no son emplea-
dos como alimento sino cuando están asociados con
otras sustancias vegetales. Ellos son los que ha-
cen tan nutritivos á los alimentos preparados con
la harina de los cereales , porque contienen una
materia nitrogenada, según Berzélius; mientras
que las patatas , que contienen poca albúmina y
no contienen gluten, no son bastante nutrili\as,
sino se las asocia con cierta cantidad de alimen-
tos de naturaleza animal. El destino de la albú-
mina es servir de alimento al vegetal durante la
germinación.
ÁLCALIS , ó Alltalls. Esta palabra es
ALC Í07
derivada de la partícula al y de Kali, nombro
árabe de las plantas marítimas ( especies de Sal-
sola ) de las que se extrae la sosa. Primitivamente
solo se aplicaba á esta última sustancia , ó mas
bien á su subcarbonato ; pero en seguida hásele
extendido á todas aquellas que gozan de propie-
dades análogas á las suyas, y también a otras
que apenas tienen semejanza con ellas. Laacep»
cion de esta palabra ha variado, además, en las
diversas époeas de las ciencias químicas y mé-
dicas. Todo lo que los antiguos químicos han es-
crito relativamente á los álcalis debe aplicarse
mas bien á los subcarbonatos de sosa , de potasa
y de amoníaco, que á estas bases en el estado
de pureza; y mucho de lo que han dicho los mé-
dicos acerca del álcali de ciertos vegetales me-
dicamentosos, no tiene sentido bien preciso, y
parece significar tan solo carencia de acidez, na-
turaleza acre, ó facultad de dar en el fuego produc-
tos amoniacales, como las sustancias animales.
Hoy dia distinguense los Álcalis minerales, y
los Álcalis vegetales ó mejor orgánicos , llamados
también Alcaloides.
Los primeros son muy solubles en el agua; su
sabores orinoso y cáustico; enverdecen ciertos coi-
lores azules vegetales, y les vuelven al color azuj
cuando ellos han sido enrojecidos por los ácidos;
forman con éstos, á los cuales neutralizan , sales
generalmente muy solubles, tales son sobre todo
la sosa, la potasa y el amoníaco. Reunénseles
también la barita y la estronciana, cuya mayoi
parte de sus sales son insoluoles , igualmente* la
cal y la magnesia, llamadas antiguamente Tier-
ras alcalinas , porque tan solo poseen á un menor
grado las propiedades de los primeros álcalis.
Todas estas sustancias ^excepto el amoníaco, que
está compuesto de hidrogeno y de ázoe) son óxi-
dos metálicos. Parece que el sabor orinoso de es-
tos óxidos no les es propio , sí que depende do
la acción química que ellos ejercen sobre los flui-
dos bocales y del desprendimento de amoníaco
que de ella resulta. Las sales de base de álcalis
son Sales alcalinas , pero en particular se da este
nombre á sus sub-sales , es decir , á aquellas en
las cuales el álcali no está completamente neu-
tralizado por el ácido.
Los segundos (álcalis orgánicos) apenas tienen
de común con los primeros sino la propiedad de
formar sales con los ácidos; y aun tan solo po-
seen una débil capacidad de saturación. Dúdase
que en el estado de pureza perfecta enverdezcan
los colores azules vegetales. Son mas ó menos
insolubles en el agua, poco sápidos ó solamente
amargos ; compuestos de hidrógeno , de oxígeno,
de carbono y de ázoe; la mavor parte son blancos
y cristalinos; todos son solubles en el alcohol; y
por último, parecen ser el principio verdadera-
mente activo de los vegetales , sin que esté toda-
vía demostrado el estado en que se encuentran
en éstos. La generalidad de los químicos ha pen-
sado que existían en los vegetales en el estado
de sobre-sales, pero otros suponen que están
combinados con principios colorantes ú otros,
que hacen, respecto á ellos, vices de ácidos.
108 ALC
El número de estos álcalis va creciendo de dia
en dia; están admitidos, entre otros, los siguien-
tes : Aconitina, Atropina, Brucina, Cicutina, Cin-
conina, Dafnina, Daturina, Delfina, Digitalina,
Emetina, Estricnina, Hiosciamina, Morfina, Pi-
crotoxina, Quinina, Solanina , Veratrina , etc. La
naturaleza verdaderamente alcalina de estos cuer-
pos ha sido puesta en duda, y de ahi el nombre
de Alculóiaes. Los unos han creído, sin pro-
barlo , que ellos debían su alcalinidad á un po-
co de álcali que se emplea para extraerlos; otros
los miran como especies de sub-resinas combina-
das con un principio amargo; Raspad ve en
ellos sub-sales vegetales de base de amoníaco.
Estas cuestiones, importantes para el químico,
interesan poco al práctico , que únicamente vé,
en estas sustancias, cualquiera sea su verdadera
naturaleza , cuerpos simples , en cierto modo , en
cuanto á su acción medicamentosa.
La descripción , los usos y las aplicaciones de
los álcalis y de los alcaloides serán expuestos al
hablar de cada uno de ellos en particular.
AliCAWFOK. Sustancia resinoídea, sui
generis ; especie de aceite volátil , concreto, tras-
parente, incolor, de un olor particular, pene-
trante , difusible , que se volatiliza á la tempera-
tura de la atmósfera, producido por numerosos
vegetales, y que es considerado como un pro-
ducto inmediato de éstos.
Esta sustancia , desconocida de los Griegos y
de los Romanos, fué conocida de los Árabes,
quienes la llamaban Kaphur , Kamphur , dé don-
de se ha hecho Camphora, Alcanfor; los Mala-
yos la llaman Barros , ó Capur barros • los ha-
bitantes de Sumatra la conocen con el nombre
de lono.
Entre los vegetales que dan alcanfor , el mas
antiguamente conocido es el Laurel Alcanfor
(Laurus Camphora, L.), grande árbol del Japón y
de la China , en donde se le llama Tchanes, y que
se encuentra en la América septentrional en donde
no da alcanfor; él es el que produce el alcanfor di-
cho del Japón, mas raro y mas caro en el comer-
cio que el de Java. Además, extráese de los frutos
de este alcanforero, un aceite craso, análogo al
de nuestro Laurel noble , empleado en el Japón
para el alumbrado , y que Cullen parece haberlo
usado con feliz éxito en el reumatismo. El al-
canfor de Java se extrae de un vegetal del que
solo se conoce el fruto, llamado por Gaértner Dryo-
balanos aromática, árbol, igualmente de la fami-
lia de las lauríneas, que crece tan solo en Borneo
y en Sumatra, pero que su producto es traído
a Java, de donde se remite á Europa, en to-
neles ; este producto forma la mayor parte del al-
canfor que empleamos , pero como se expide de
allí en granos semejantes á sal medio blanca , ha
de purificársele. La raíz del canelero produce
también una gran cantidad de alcanfor , que en-
tra igualmente en el comercio. En la América
meridional, se obtiene alcanfor de un vegetal
desconocido , llamado (Jarate por los habitantes
de aquellas regiones : Zea dice que este nombre
es el délas viruelas, porque este árbol, de Santa-
ALC
Fé, tiene la corteza manchada como lo está la piel
en esta enfermedad , y también cree él que hay
dos árboles que dan el alcanfor de Santa-Fé, to-
davía no conocida en el comercio.
Otros vegetales hay que contienen alcanfor,
pero en muy corta cantidad para ser extraído
con ventaja, tales son las raíces de casia lignea,
de sasafrás , de galanga , de zedoaria , de gengi-
bre, las semillas de cardomomo, etc. También lo
contienen en alguna corta cantidad, algunas de
nuestras plantas europeas, como las raíces de
énula, las semillas de pimienta larga, etc. Mas las
sustancias que lo contienen en cantidad bastan-
te notable , según lo ha observado Proust, son los
aceites volátiles'de las labiadas, tales como los de
salvia , de tomillo , de romero , de yerbabuena
piperita, de espliego, etc.; pero, según observa-
ciones del Sr. Boullay, no es cierto que estos
productos, de apariencia alcanforada, sean idén-
ticos con el alcanfor propiamente dicho. Algunos
vegetales de la familia de las compuestas ofre-
cen un olor de alcanfor , que parece denotar en
ellos también la presencia de este principio , tales
son el abrótano, la osmite alcanforina, la osmite
falsa-belis, la unxa alcanforada, etc.
Kind ha obtenido una especie de Alcanfor ar-
tificial (V. esta palabra) haciendo pasar gas áci-
do hidroclórico en la esencia de trementina, lo
que ha inducido al Sr. Thenard á creer que el
alcanfor es no mas que una combinación de acei-
te volátil con un ácido vegetal.
La extracción del alcanfor tiene lugar , por me-
dio de incisiones hechas en el árbol , y sale pri-
mero líquido, luego se concreta ; pero esté pro-
ducto raro y buscado seria insuficiente para las
necesidades de la medicina. Se suple este medio
haciendo hervir los ramos del árbol , y el tronco
también cortado á pedazos , en vasos cerrados en
donde el alcanfor se volatiliza , y es recibido en
paja de arroz colocada en las cucúrbitas ó ta-
paderas , de la cual se le despega en seguida.
Esta operación, que varia según los lugares, se
ejecuta con cuidados particulares. También se
encuentra alcanfor en pedazos en el corazón del
árbol, extrayendo á veces de uno solo hasta \ 0 y
20 libras: esta especie es muy preciosa, muy
buscada de los Japoneses , y mucho mas olorosa
que la que se extrae por el calor. También se
habla en los autores de alcanfor en agujas, que
no puede proceder mas que de la sublimación de
esta sustancia. El alcanfor cristalizado se presen-
ta en pequeñas tablas de seis caras , dos de las
cuales , opuestas la una á la otra, son mas an-
chas: estos cristales son trasparentes y muy bri-
llantes ; el alcanfor forma también á veces octae-
dros complanados.
Todo el alcanfor que nos llega de la India, sea
de las posesiones inglesas ú holandeses (este úl-
timo es siempre menos impuro) , está en toneles,
en granos mas ó menos gruesos, y aunque se le
sublime en el país antes de entregarlo al comercio,
hay siempre precisión de sujetarlo á una nueva
refinadura. Los Venecianos primero , cuando ha-
cían el comercio de las Indias por Alexandria,
ALC
los Holandeses en seguida, cuando Un ieron es-
tablecimientos en estas regiones, estaban en po-
sesión de relinar el alcanlor, por reiteradas su-
blimaciones , y lo entregaban al comercio de la
droguería en panes semi-esféricos. Sublímasele
también en Berlín, en Inglaterra, etc. , y de al-
gunos años se refina en Paris.
El alcanfor purificado por la sublimación es de
un blanco de hielo, semitrasparente, de una
densidad de 0,98, es decir que, en volumen igual
pesa algo menos y en la proporción de 2 por 1 00
?[ueelagua; de apariencia grasa, de un olor
norte y penetrante, que queda en los dedos y se
difunde a lo lejos; puesto en la boca , ofrece un
sabor fresco un poco acre , análogo al que deja el
agua de yerbabuena piperita, sin amargor seña-
lado ; se aplasta con los dientes , y no se disuelve
en la saliva sino con muchísima lentitud ; puesto
en el agua, sobrenada, y experimenta primero
un remolinamiento marcado , que cesa cuando el
Eedazo se ha embebido del líquido el cual le hace
undir á flor de agua ; colocado en un vaso seco
no tapado , se volatiliza poco á poco, sin dejar
vestigio de su existencia, y metido en un vaso cer-
rado, se sublima en parte. El alcanfor arde fun-
diéndose, y da una llama blanca y un humo es-
peso, picante, muy oloroso; es frágil y con
todo bastante flexible para no poder ser pulveri-
zada sino por medio de la adición de una corta
cantidad de liquido volátil , tal, por ejemplo, el
alcohol, capaz de disolver una ligera capa de
los fragmentos , al molerlo , y así se le reduce á
un polvo muy fino.
El alcanfor es poco soluble en el agua , puesto
que ésta hirviendo disuelve no mas que un grano
por onza , y cuando fria , medio grano ; es muy
soluble en él alcohol y los aceites , y puede muy
fácilmente dividírsele y suspenderlo en los líqui-
dos acuosos, por medio de la goma y déla yema
de huevo ; es inalterable por las sustancias alca-
linas y terrosas ; los ácidos lo disuelven á excep-
ción del nítrico , que solo lo disuelve en parte,
y que trasforma el resto, que sobrenada, en lo
que se llama impropiamente Aceite de alcanfor^
el cual ha tenido algún uso médico exterior, a
pesar de lo peligroso que es el emplearlo; desti-
lado repetidas veces con una tierra bolar, se con-
sigue reducirlo auna especie de aceite; por últi-
mo, destilado con el ácido nítrico , se obtiene de
él; el ácido alcanfórico (V. esta palabra).
Según Tomson, el alcanfor está compuesto,
sobre mil partes , de carbono, 738; hidrógeno,
144; oxígeno y pérdida, i 18.
De experiencias hechas sobre animales y de
accidentes funestos observados en el hombre,
debe concluirse que el alcanfor es un excitante
muy fuerte , que obra á veces como irritante , y
hasta como á veneno, sise da á muy alta dosis.
Con todo , á dóses poco considerables, es uno de
los poderosos recursos de la medicina : prescríbe-
se, como antiespasmódico , en las afecciones ner-
viosas; aconséjase en el reumatismo y en la gota,
habiendo personas que hasta lo llevan en sus es-
carpines para preservarse de esta ultima dolen-
ALC 109
cia; úsase en las afecciones catarrales mucosas,
en el asma húmedo ; hase indicado como antiel-
mintico, en ciertas afecciones cutáneas, etc.;
últimamente, es con frecuencia empleado como
antipútrido, y su uso externo, como resoluti-
vo, fortificante y astringente, es muy común y
hasta popular. La propiedad sedativa de esta sus-
tancia era de tal modo creída por los antiguos
prácticos, que la escuela de Salerno pretendió
que su olor solo extinguía la acción de los órga-
nos generativos: Camphora per nares, castrat
odore mares. El Sr. Tolt cree que el alcanfor es
un medio seguro de destruir el principio conta-
gioso del sarampión.
El alcanfor tiene la singular propiedad de dis-
minuir considerablemente la consistencia de los
cuerpos grasos y resinosos, y aun licuarlos com-
pletamente : ciertos médicos que la ignoran , han
muchas veces prescrito una fuerte dosis de esta
sustancia en ungüentos v emplastos, lo que impi-
de al farmacéutico dar la consistencia necesaria
á dichos compuestos para el uso al cual se les
destina. El alcanfor es también empleado en el
arte del fabricante de barnices, para facilitarla
disolución de la resina copal y de la goma elás-
tica ; pero paralo que es empleado en mayor can-
tidad, es en particular para la conservación de
las pieles , de las estofas de lana ó vestidos de un
alto precio , de las plumas de los pájaros diseca-
dos, etc., de cuyos objetos su olor fuerte y su va-
por alejan los insectos.
Finalmente , para su acertada elección , debe-
mos decir que el alcanfor refinado está en panes
redondos, que ofrecen una ligera prominencia en
el centro y disminuyen bruscamente de grueso
hacia los bordes. Se atiende mucho á la pureza
de su blancura y á su diafanidad ; es pues nece-
sario que haya sido obtenido en cristales aglo-
merados , aunque por sublimación ; su olor espe-
cial , fuerte y aromático , le caracteriza además
bastante bien. Siempre conviene no confundir-
lo con el alcanfor artificial, del que hablaremos
luego.
Este producto comercial se vende en panes de
2 á 3 libras , envueltos en papeles violeta y em-
balados en cajas de madera blanca. Se deduce el
peso de todas cubiertas , para la factura á tara
limpia.
Para conservar el alcanfor é impedir que no se
evapore, ha de encerrársele en frascos de vidrio
esmerilados ó cubierto de salvado y do semilla
de linaza.
Alcanfor artificial. liase dado este
nombre á una sustancia particular que resultado
la acción del gas ácido hidroclórico sobre la
esencia de trementina y que contiene este ácido
combinado.
El alcanfor artificial es blanco , mas ligero que
el agua; su olor es ligeramente alcanforado; pues-
to en contacto con la tintura de tornasol , no la
enrojece; se inflama fácilmente , arde sin dejar
residuo; sometido ala acción del calor, en n
matrás, se divide en dos partes, la una que se
sublima , la otra que se descompone dando cier-
HO ALC
ta cantidad de ácido hidroclórico. Este producto
es muy soluble en el alcohol ; su solución alco-
hólica puede ser precipitada por el agua. Lo que
sobre todo le distingue del alcanfor natural , es
su incompleta volatilidad, y es muy importante
verificar este carácter cuando hay alguna sospe-
cha sobre el origen de dicha primera materia , y
cuando se quiera purificar por sublimación. En
efecto, se experimentaría una pérdida enorme so-
bre alcanfores así tratados que contuviesen una
proporción notable de alcanfor artificial.
AIjCAIIÍF©RAI)A,Camphorosma. Géne-
ro de plantas de la familia de las quenopódeas,
de la tetrandia monoginia.
Alcanforada de Monpeller [Cam-
phorosma tnonspeliaca , L.). Arbusto, que crece
en el mediodía de la Europa, en terrenos areno-
sos. Planta de tallos altos de un pié y medio, me-
dianamente gruesos , duros , leñosos , ramosos,
vellosos, blanquecinos, espaciados por nudos de
cada uno de los cuales salen pequeñas hojas ha-
cinadas las unas sobre las otras , larguillas , me-
nudas, vellosas, medianamente duras, de un lige-
ro olor de alcanfor, cuando se aprietan entre los
dedos , de un sabor un poco acre ; florece en el
mes de setiembre, y su flor es rosácea; sus se-
millas oblongas y negras; su raíz es casi tan grue-
sa como el pulgar.
A las hojas de la alcanforada se las habían atri-
buido diversas virtudes , como el ser útil en el
asma, en la coqueluche, en el reumatismo,
en los herpes, etc. , pero al presente se puede
decir que lian caído en desuso, pues rarísimas ve-
ces son empleadas en España.
ALCAPARRA. Dase el nombre de A lea-
parras álos botones de flores del Alcaparro espi-
noso (V. esta palabra) , y también se extiende á
todos los botones de flores ó de hojas de diferentes
vegetales que se confilan en vinagre, que se em-
plean como condimento, y se les cree estomáticos
y antiescorbúticos. Es evidente que las alcaparras
deben todas sus propiedades al vinagre que im-
pregna su tegido , porque , en la época de la ve-
getación en que se las prepara , son casi insí-
pidas.
ALCAPARRO, Capparis. Género de
plantas que da su nombre á una familia natural,
las caparídeas , de la poliandria monoginia de
Linneo.
Alcaparro espinoso ( Capparis spino-
sa, L.; Capparis sativa, Persoon ) . Ésta es la úni-
ca especie que habita en Europa , en las hendi-
duras de las rocas y de las paredes viejas,
muy común en la costa del Mediterráneo , y se
cultiva en algunos puntos. Arbusto rastrero, de
tallos cilindricos , a veces rojizos , muy ramosos,
pequeños, de la altura de tres pies y medio,
guarnecidos de hojas algo gruesas, muy enteras,
de un verde lustroso , con dos gruesas espinas
encorvadas á manera de gancho ; flores blancas
con un ligero tinte rosado , muy hermosas , que se
abren en mayo, junio y aun en julio, sucediéndolas
unas cápsulas verdes, gruesas como aceitunas,
puntiagudas por ambos extremos, que son lo que
ALC
se llama Alcaparrones; la raíz es gruesa, leño-
sa, cubierta de una corteza de color gris, que,
después de la desecación , se rolla como la cane-
la, y entonces es tenaz como cuero , de sabor un
poco áspero y acerbo,
Conócense tres variedades de alcaparro culti-
vado: el que dalas Alcaparras llanas, poco esti-
madas, el que da las Alcaparras cupuchinas. y
el que da las Alcaparras esféricas, que son las
mas apreciadas.
Este arbusto es interesante por lo que se llama
Alcaparra, que es el botón de la flor, que se corta
antes que se abra y cuando ha adquirido la mag-
nitud de un pequeño guisante.
Para recoger las alcaparras , se rompen los
botones con el cáliz antes que se hayan abierto;
se dejan secar á la sombra y se colocan en un va-
so limpio que se llena de vinagre de vino, y se las
deja así, bien cubiertas, durante ocho di as; des-
pués se sacan, se comprimen muy ligeramente, se
echa de nuevo sobre ellas vinagre y se dejan otra
vez en maceracion por espacio del mismo tiempo;
se vuelve á comenzar esta operación una terce-
ra vez, y en fin se encierran en vasos á propósito
para conservarlas ó expedirlas. En algunas co-
marcas , en vez de emplear el vinagre , las alca-
parras se salan y se ponen en toneles: así se con-
servan mejor y mas largo tiempo que las que han
sido mojadas.
Las alcaparras deben escojerse verdes y recien-
tes ; las mas menudas, consistentes y que tengan
coleta, son las preferidas.
Las alcaparras de Menorca , sobre todo las de
Ciudadela, son preferidas á las de Mallorca; las
hay tan menudas que parece imposible poder co-
gerlas en tanta cantidad , y éstas valen el doble
que las demás. Tolón y otros puntos de la Proven-
za abastecen por lo regular a la Francia.
También se usan los frutos del alcaparro. Cuan-
do las cápsulas verdes y gruesas como aceitunas
de Italia , puntiagudas por ambos extremos, pa-
recen bastante fuertes, se recojen y se escabe-
chan. Es un manjar agradable, conocido, en el
comercio, con el nombre de Alcaparrones.
Se pone vinagre y sal á las alcaparras según
el contenido de las cajas; se añade sal para im-
pedir que la parte acuosa de los botones debilite
el vinagre.
Hecha la cosecha, y llegadas las alcaparras á
los puntos á donde se expiden, los comerciantes
saladores las preparan de nuevo á su manera: las
hacen pasar por grandes coladores de cobre, ca-
da uno de los cuales está taladrado con agujeros
mas ó menos estrechos, según su número, y así
establecen las diferentes calidades según su fi-
nura. En Marsella, se distinguen en comunes, que
son las mas gruesas, semifinas, que son las me-
dianas, y finas que son las mas pequeñas, guar-
necidas de sus colas , y son las mas estimadas y
también las mas caras. Después se echa todavía
vinagre á una parte de estas alcaparras, y la otra,
sobre todo la calidad mas fina, simplemente se
sala y se pone en toneles.
Las alcaparras excitan el apetito, y se dice que
comiéndolas muchos dias seguidos evacúan el
bazo y deshacen las obstrucciones ; pero no con-
vienen á todos los estómagos. Para darlas un her-
moso verde , se dejan á veces macerar en vasos
de cobre con vinagre , de lo que resulta luego
cardenillo , que es un veneno. Las alcaparras son
muy empleadas como condimento en las salsas,
los guisados, etc. ; se las tiene como antiescorbú-
ticas , lo que mas bien debe atribuirse al ácido
vegetal de que están impregnadas que á ellas
mismas.
También podrian confitarse, como las alcapar-
ras , los renuevos de este arbusto ; el fruto es co-
mestible en Arabia , según Forskal ; las hojas,
cuyo cocimiento beben también los Árabes, cuan-
do faltan los frutos, sirven á éstos contra la odon-
talgia y los dolores de cabeza; la corteza de sus
raices "es diurética , y hace parte de las cinco
raíces aperitivas.
El Alcaparro de Egipto (Capparis oegyptiaca,
L.), tiene todas las calidades del Alcaparro espi-
noso. El Alcaparro ferruginoso {Capparis ferru-
fñnea, L.) , Leño caca de la isla de Francia y de
as Antillas , así llamado del olor de excrementos
que despiden su flor, sus hojas y su leño, cuan-
do se les toca, lo que le distingue del Ester culia
Í elida (Sterculia fcetida, L. ) , al cual sedatam
ien este nombre, y que solo sus flores son féti-
das, no tiene uso medico. El Alcaparro de Mitri-
tades ( Capparis mithridatica, Forsk. ) , es muy
celebrado por los Árabes : ellos comen sus re-
nuevos tiernos ó secos, y se sirven de sus hojas
para curar las mordeduras délas serpientes. El
Alcaparro oriental (Capparis orientalis, Belon),
especie que no tiene espinas, muy hermosa, es
abundante en las ásperas rocas "de la isla de
Creta , y en las de la Siria , y se le halla al rede-
dor de la gruta de Antíparos; se comen sus hojas
y los botones de las llores confitadas con vinagre.
Él Alcaparro oval [Capparis ovata , Desf. ),
que se encuentra en las costas de Berbería, es
cultivado del mismo modo que el Alcaparro espi-
noso : Linneo lo creía una variedad de éste, pero
Desfontaines dice ser una especie distinta. El Al-
caparro rústico ( Caparis rupestris , Sm.) tiene
las propiedades del Alcaparro de Mitridates. El
Alcaparro silicuoso (Capparis siliquosa, L), es-
pecie de las Antillas, tiene sus raíces emplea-
das como aperitivas, antielmínticas, antistéri-
cas, etc.
AIjCAROVEA, Carux. Género de plan-
tas de la familia de umbelíferas, de lapentandria
diginia.
Alcaravea Car vi, Alcarovea (Ca-
rura Carvi , L. ; Seseli Carvi , Lam. ) . Planta bie-
nal indígena, que crece en los prados montuosos,
de tallo de 2 á 3 pies de alto , uso , carnudo, pro-
visto de hojas dos veces prisnatiboladas, con ló-
bulos lineares y puntiagudos; flores de color
blanco amarillento , pequeñas, en umbela; frutos
compuestos de dos semillas , que no son buenas
hasta el segundo año , oblongo-aovadas , estria-
das , negruzcas , olorosas , de sabor azucarado,
caliente y picante , lo que depende de su aceite
ALC II i
esencial ; bu raíz es carnuda , blanca , aromática,
del grueso del pulgar , un poco acre.
Las semillas de esta planta , que también se
llaman Cominos de prado, son usadas en la eco-
nomía doméstica: los Alemanes las ponen en el
pan , el queso y las salsas ; los Ingleses en las
pastas \ pasteles , las confituras , etc.;hácense
entrar en ciertos licores de mesa, como el llama-
do Aceite de Venus. En medicina , se emplean co-
mo carminativas , digestivas y diuréticas , y se
asemejan mucho al anís respecto á sus propieda-
des ; forman una de las cuatro semillas calientes
mayores. El aceite esencial (\. Aceite volátil de
alcarovea) ha sido á veces empleado en embroca-
ción sobre el vientre, á la dosis de 20 á 30 gotas
en una onza de aceite de aceitunas, contra las fla-
tuosidades , para provocar las reglas , etc. , y se
ponen de él 2 á 4 gotas en las pociones carmina-
tivas. La raíz de alcarovea se come en el norte
como la de pastinaca y de zanahoria.
ALCARRAZA. Vaso de tierra cocida pa-
ra hacer refrescar el agua. Las alcarrazas son
vasos muy porosos, de mucho uso en España, en
Egipto, y en diferentes otros países calientes. Son
ligeramente permeables al agua, la que, lle-
gando en cascada muy delgada á la superficie
exterior, se vaporiza al instante mismo, y es lue-
go reemplazada por una segunda cascada , que
se vaporiza á su vez , y asi sucesivamente. Por
consiguiente , como es sabido que no hay vapori-
zación sin producción de frío , y estando así el
vaso colocado en un medio mas ó menos frío , co-
munica su baja temperatura al agua que contie-
ne , y esta acaba por llegar á ser fría.
Es raro hallar una tierra que , en su estado na-
tural, sea bastante á propósito para la fabrica-
ción de las alcarrazas ; sin embargo , en Málaga
se encuentra una arcilla dotada de esta propiedad
que, en Francia, se ha sustituido con mezclas
silíceas ó tierra cocida pulverizada groseramente.
En Andujar, en la Andalucía, los alfareros
mezclan con la tierra de que se sirven para la
fabricación de las alcarrazas , una corta cantidad
de sal marina, que, disolviéndose en el agua
después de la cocción de los vasos , deja en ellos
una multitud de pequeños agujeros , que llenan
perfectamente el objeto que se proponen , el de
dar porosidad.
En Francia, antiguamente, se recibíanlas al-
carrazas de España ó de Egipto; al presente se
fabrican de regulares en París. Se dice que en la
composición dé las de Egipto entra el limo del
Nilo.
ALCEA, Alcea. Género de plantas de la
familia de las malváceas, de la monodelli a polian-
dria de Linneo.
Airea rosea , Malva real ( Alcea ro-
sea, L.). Esta hermosa planta bienal, originaria
del Oriente , es cultivada para adorno de los jar-
dines, así como sus variedades los Alcea con
hojas de higuera (Alcea ficifolia, L.) y Alcea
de la China ( Alcea sinensis , Cav. ).De tallos
que se elevan hasta 8 ó 9 pies , derechos , a dio-
sos, ásperos, llenos de meollo flexible, guarne-
cidos por ahajo con muchas hojas anchas, rodon?
deadas, sinuosas, vellosas y arrugadas; en se-
guida, de distancia en distancia, presenta hojas
semejantes con ramos siempre colocados en las
axilas de estas hojas; estos ramos, así como el
tallo, en una gran parte de su longitud, se cubren
de gruesos botones globulosos que dan origen á
anchas flores de color rosa purpurino ó colores
muy variados , á menudo mezclados , siempre del
mejor efecto , sobre todo cuando son dobles ; el
fruto está dividido en muchas celdillas, en las
cuales hay semillas parecidas á las de la malva;
su raíz es larga como el dedo.
Esta planta tiene todas las propiedades de la
Altea oficinal, de la que no difiere, como género,
sino por tres divisiones de menos en el cáliz ex-
terior , lo que hace que muchos botánicos las
reúnan hoy dia. Los Griegos, del tiempo de Dios-
córides , creían que las flores de Alcea eran as-
tringentes; los modernos las emplean, á seme-
janza de las de malvavisco, como béchicas y
pectorales. La tintura de estas mismas flores
es tenida como un excelente reactivo para descu-
brir los ácidos y los álcalis , preferible al de vio-
leta , pero inferior al que se prepara con las flo-
res de malva. Según el Sr. Adam, las raíces de
Malvavisco blanco del comercio son las del Alcea
rosea , y contienen mucha fécula. Los tallos de
Alcea podrían servir en la preparación de hilos
ó de tegidos , y en la fabricación de una especie
de papel , como esto tiene lugar para con muchas
otras malváceas.
AliClOSf, Alcedo. Género de aves del or-
den de los páseres y de la familia de los sindác-
tilos. Una de sus especies, el Alción velludo
{Alcedo hispida, Cav. ) , del grueso de un gor-
rión, conocido bajo el nombre de Martin pesca-
dor , se encuentra en Europa , en donde se hace
notar por la hermosura de su plumaje. Este ave,
que vive de piececitos y de insectos acuáticos, no
se usa como alimento; pero creyóse encontrar un
preservativo de la epilepsia en su corazón seca-
do, suspendido dentro de una bolsita en el cuello
de los niños. Esta propiedad es tan infundada co-
mo la del amuleto que preparan los Ostiacos con
su piel , su pico y sus pies , para preservarse de
toda especie de desgracia, y como la virtud que
le atribuían los antiguos de resistir á la. corrup-
ción, librar del rayo, etc.
t Mío Y H>. Alcyoniüm. Género de pólipos
sareoídeos, corticales, vecinos de las esponjas,
muy numerosos en especies , muchas de las cua-
les fueron empleadas en medicina, pero al pre-
sente su uso está del todo abandonado. Estos cuer-
pos , blandos cuando son frescos , duros y poro-
sos en el estado seco , conocidos también con los
nombres de Pulmón marino, Espuma de mar, Ber-
becho, Borbecho , etc. , cubren los peñascos sub-
marinos, llenan sus intervalos, y se nos presen-
tan bajo formas variadas, por lo común irregula-
res. Los antiguos autores de materia medica
describían de ellos cinco especies á cada una de
las cuales atribuían propiedades diferentes. El
Sr. Cloquet admite seis especies , de las cuales
ALC
algunas han sido trasladadas hoy dtQ á. otros gé-
neros, á saber: la Bolsa de mar [Alcyoniüm Bur-
sa, L.) ; el Membrillo de mar [Alcyoniüm Cydo-
nium, L.), la Naranja ó Criadilla de mar ( Alcy-
oniüm Lyncurium , L.); la Maneta de mar
(Alcyoniüm digitalum , L.); la Mano de mar
( Alcyoniüm Exos, Gmel.), cuya figura es pa-
recida, á unos de dos largos; y el ClNOMORlO DE MAR
[Alcyoniüm Epipctrum , Gmel. ) . Todas habitan
en el Mediterráneo.
En general , se quemaban , para el uso médico,
los pólipos , y su ceniza , mas ó menos rica en
carbonato calcáreo y en sales alcalinas, era em-
pleada, ya al exterior , contra las enfermeda-
des cutáneas , ya al interior en las afecciones de
las vías urinarias , las obstrucciones y la hidro-
pesía. Plinio la recomendaba en amuleto para pro-
vocar las reglas; Dioscórides hacia entrar el lla-
mado membrillo de mar en diversos cosméticos;
también se preparaba , con los alcionios , un den-
tífrico ; aplicábanse en los sabañones , se les te-
nia como depilatorios , etc.
ALCOHOL © \liliOOIi. Palabra árabe
que designa una sustancia sólida ó líquida , vo-
látil. Hoy dia solo se dá este nombre ál producto
volátil é inflamablB de los líquidos fermentados
llamados espíritu de vino.
El alcohol ó Espíritu de vino , en la acepción
actual de la palabra, es un líquido ligero , volá-
til, inflamable, que se desarrolla en el acto mis-
mo de la fermentación del azúcar ó de las mate-
rias azucaradas ; existe del todo formado por
consiguiente, como lo ha establecido el Sr. Gay-
Lussac, en el producto vinoso que de ella resul-
ta, y del que se extrae por destilación. Este pro-
ducto está compuesto de carbono , de hidrógeno
y de oxígeno. Su descubrimiento se atribuye á
Arnaldo de Yillanueva.
En el estado de pureza, es decir, libre del agua
y de la corta cantidad de ácido acético, de acei-
te y de principio extractivo que siempre contiene,
cuando no ha sido convenientemente rectificado,
señala 4 2o en el areómetro de Baumé, pesa 0,793,
y toma los nombres de Alcohol absoluto , seco,
desflemado, anhidro. Entonces es incolor, de
un olor agradable y penetrante, de un sabor
fuerte y extremamente caliente, soluble en el
agua en todas proporciones, susceptible de di-
solver un gran número de cuerpos, tales como
los aceites volátiles , las resinas , el alcanfor, el
tanino, la mayor parte de las materias colorantes,
los álcalis minerales y los sulfuros , los alcaloi-
des, muchos ácidos (benzoico, agállico,etc.),las
sales delicuescentes , los jabones , una corta can-
tidad de azufre,y de fósforo, etc.; capaz de tras-
formarse en éter por la acción de ciertos ácidos,
de experimentar la fermentación acuosa cuando
se le coloca en las condiciones convenientes, y de
precipitar en fin desús disoluciones álos sulfatos,
ciertas sales calcáreas , la goma , la albúmina, el
azúcar de leche, etc.; — propiedades que le hacen
de un gran recurso en química como en las ar-
tes que tienen relación con ésta.
liaras veces se le emplea asi concentrado. El
ALC
del comercio, debilitado con mas órnenos agua,
y en general imperfectamente purificado , solo
señala de 3 i a 3(¡° areométricos.En este caso lleva
el nombre de tres sestos , porque , mezclado con
cerca de su peso de agua, sirve para hacer aguar-
diente común, del cual seis partes no repre-
sentan asi realmente sino tres partes de este al-
cohol.
El aguardiente no es, pues, otra cosa que alco-
hol debilitado que no señala mas de 16 á 22°. El
mas estimado como bebida se obtiene directa-
mente en el grado conveniente por la destilación
del vino, y el color amarillento que presenta de-
pende de \a materia extractiva de los toneles de
roble en los cuales se le deja envejecer; el que
se (trepara con los tres sestos debe su color á la
¡«ilición de un poco de caramelo.
Ciertos aguardientes conocidos bajo nombres
particulares, tales como el fío» y la Tafia, el Kirs-
vaser, etc., presentan además, en razón de las
sustancias que los producen, una aroma, una fra-
fjiuuia propia de ellos , que es bastante agradable
para que no se busque separárseles; al contrario,
el aguardiente de semillas , de patatas , etc. , no
purificado, posee un gusto desagradable, empireu-
mático, que debe á un aceite acre, que parece ser
una modificación particular del alcohol. El Sr. G.
Pellatan, quena indicado las calidades nocivas
de este aceite , le atribuye ese delirio furioso, que
en el Norte, en donde sehace uso de estos aguar-
dientes, caracteriza la embriaguez de los hombres
á ellos no habituados; así se encarga despojarlo
cuidadosamente de él para volverle el sabor fran-
co que pertenece al alcohol.
El alcohol existe , mas debilitado aun , y aso-
ciado además con principios muy variados, en las
bebidas fermentadas ó alcohólicas de que hace-
mos habitualmente uso , tales como los vinos de
tudas especies, la sidra, la cerveza, la perada,
etc. Todas las sustancias que contienen azúcar
son en efecto susceptible de dar, por la fermenta-
ción, licores vinosos, es decir, masó menos ri-
cos en alcohol, cuyo sabor varia al igual que
la acción que ejercen sobre la economía animal,
como tendremos ocasión de manifestar.
El alcohol puro ó absoluto casi no es empleado
en farmacia , y nunca lo es en medicina ó en la
economía doméstica.
El alcohol del comercio , sea mas ó menos rec-
tificado, sea mas ó menos debilitado (aguardien-
te) , lo es al contrario con frecuencia. Sirve en
las oficinas para la confección de los éteres , co-
mo excipiente para la preparación de las tinturas,
de los evixeres , de los alcoholados , de ciertos
extractos, etc., etc.
El Alcohol debilitado es una bebida que, en pe-
queña dosis, puede ser tomada sin inconvenien-
te : sabido es el uso casi habitual que de él se
hace sobre todo entre el pueblo, que no conoce
conforte como una copita de aguardiente, y cuan
frecuentemente usados son, ala fin délas comidas,
los licores de mesa (ratafias, elixeres, etc.) cuya
base aquel forma, los cuales por su propiedad es-
simulante pueden ser á veces útiles para remediar
15
ALC 113
la sobrecarga del estómago, debida auna alimen-
tación algo demasiado abundante.
Mojando con él no mas la boca, ó diluido en
mucha agua y tragado, el aguardiente obra
prontamente y como simpáticamente sobre toda
la economía, de modo que en los casos de exte-
nuación debida al cansancio, parece reanimarla
y refrescar á la vez ; así es , con razón , porque
se sustituye al vinagre , para mezclarlo con el
agua de los soldados.
Tomado en mucha cantidad, produce la embria-
guez , que á veces puede llegar á ser mortal ,
por la irritación del estómago y por lo común la del
cerebro , obrando el alcohol , en estos casos, se-
gún Flourens, como los venenos narcótico-acres.
El uso demasiado frecuente del aguardiente,
aun tomado en corta cantidad , es raras veces
útil , puesto que puede dar origen á irritaciones
crónicas y lesiones orgánicas de las mas graves.
Su abuso expone á los mismos accidentes , y pro-
duce además un estado de debilidad muscular, una
especie de imbecilidad de la cual los borrachos
de profesión nos ofrecen con mucha frecuencia
ejemplos. Obsérvese sin embargo que todos los
efectos de que se ha hablado pueden variar según
la constitución de los sugelos, el género de tra-
bajos á los cuales se dedican, el hábito , etc.
Los medios que deben seguirse en este enve-
nenamiento son primero los vomitivos , el aceite
solo ó mezclado con éter , empleado con frecuen-
cia por el pueblo , el agua amoniacada , y sobre
todo el acetato de amoníaco (V» á i dracma en 6
onzas de agua) ; mas tarde, las bebidas acídulas ó
dulcificantes , las lociones vinagradas , las lavati-
vas purgantes, y, en ciertos casos , la sangría.
Como estimulante difusible, el alcohol se usa,
en medicina, en distintos casos, ya sea al inte-
rior ya al exterior.
En el artículo Espíritus hablaremos de los al-
coholes mas ó menos espirituosos que se hallan
en el comercio. El alcohol absoluto solo se halla
en los laboratorios de productos químicos y en
algunas boticas. En general, los farmacéuticos se
procuran por sí mismos el alcohol fuerte por la
destilación y rectificación del Ve- En Francia, los
alcoholes que no sirven sino en las artes , tales
como los empleados para preparar barnices, la ex-
tracción de la quinina y otros nuevos álcalis,
en general son el producto de las destilaciones de
semillas , de fécula de patatas , de guisantes, etc.
Estos alcoholes tienen siempre un sabor detesta-
ble, y no pueden convenir á los licoristas , etc.,
etc. (V. Espíritus.)
ALCOHOLADO. Nombre propuesto por
el Sr. Chereau y adoptado por los Sres. Henry
y Guibourt , para designar un medicamento que
resulta de la acción disolvente del alcohol sobre
una ó muchas sustancias. El aguardiente alcan-
forado, el aguardiente alemán , el elíxir vitriólico
deMynsicht, los licores de mesa llamados ratafias,
etc. , son todos alcoholados. Antiguamente se co-
nocían con los nombres de tinturas, elixeres, ra-
tafias, alcoholes, etc. (V. estas palabras), nom-
bres equívocos porque han sido aplicados con fre-
tomo i.
IU ALC
cuencia también á compuestos del todo diferentes,
pero que están lejos todavía de ser abandonados.
Los alcoholados medicamentosos eran antes
preparados exclusivamente en las boticas, pero
al presente constituyen una sección de los artícu-
los fabricados en los laboratorios de productos
químico-farmacéuticos, formando, en consecuen-
cia , parte de la droguería destinada á los usos
de la medicina.
Los alcoholados gozan en general de las pro-
piedades del alcohol , mas ó menos modificadas
por las de sus demás componentes, casi siempre
muv numerosos y de naturaleza muy variada ; á
veces también la acción de éstos predomina á tal
punto , que el alcohol no es mas que un excipien-
te de poco valor , respecto al uso terapéutico, co-
mo en el alcohol de yodo ( tintura de yodo ) tan
usada contra la papera.
A li€ OHOliATO. Llámase así en farma-
cia, á ejemplo de Chaussier , un medicamento re-
sultante de la maceracion y de la destilación del
alcohol con una ó muchas sustancias aromáticas.
Un gran número de espíritus , de esencias , de
bálsamos y de alcoholes destilados de los antiguas
farmacopeas son alcoholatos. Estos compuestos
farmacéuticos forman una clase muy numerosa
de agentes medicinales que gozan, en general, de
Tas propiedades estimulantes y difusibles comu-
nes al alcohol y á los principios volátiles de que
están formados (V. Alcohol y Aceites volátiles).
Adminístranse por gotas en azúcar , ó por drac-
mas en algunas onzas de líquidos. Los mas usa-
dos, entre los alcoholatos simples, son los de yer-
babuena, de canela, de romero, etc.; y entre
los alcoholatos compuestos, el agua de Colonia,
el agua del Carmen, el bálsamo Fioraventi , etc.
Muchos de los licores de mesa no son otra cosa
que alcoholatos á los cuales hase añadido azúcar
y á veces algún principio colorante : tales son el
elíxir de Garus, la anisete, el aceite de kirs-
vaser, etc. Hoy dia se les coloca entre los Alco-
holados, pero en realidad son intermedios entre
estas dos clases de medicamentos. La adición del
azúcar atempera ó mejor oculta su actividad, ha-
ciéndose á veces así mas temible.
Los alcoholatos medicinales también al presen-
te son preparados en los laboratorios de produc-
tos químico-farmacéuticos, circulando en el co-
mercio de la droguería médica, y ahorrando así á
algunos boticarios el trabajo de confeccionarlos.
AliCOIl 'OfiOft 1ETJKO ó alcohome
tro. Dependiendo en general el valor venal délos
líquidos espirituosos de la cantidad de alcohol real
que cada uno de ellos contiene , desde mucho
tiempo hase procurado determinar esta cantidad
por procederes de una ejecución pronta y fácil.
Para llegar á esta determinación , se toma co-
munmente el peso especifico del líquido espiri-
tuoso ; pero para esto es preciso que el líquido no
contenga ninguna materia extraña en disolución.
No podría obtenerse un resultado exacto tomando
por base del cálculo la densidad media del agua
y del alcohol considerados aisladamenle , porque
estos dos cuerpos, mezclándose, se contraen ó se
ALC
dilatan , según las proporciones de la mezcla, en
relaciones que la leona no puede ni prever ni in-
dicar, y que solo la experiencia ha determinado.
El Sr. Gay-Lussac, en 1824, imaginó un ins-
trumento semejante, en cuanto á la forma, á un
areómetro común, y al que dio el nombre de Al-
coholometro centesimal. Este instrumento sumer-
gido , á la temperrtura de -f 1 5 centígrados , en
un líquido espirituoso, hace inmediatamente co-
nocer el volumen del alcohol real que en él se ha-
lla contenido; su escala está dividida en 100 par-
tes ó grados, cada uno de los cuales representa
un centesimo de alcohol anhidro ( es .decir del
todo privado de agua) . La división 0o correspon-
de al agua pura, y la división 100° al alcohol
absoluto ; el instrumento está graduado á la tem-
peratura de 15°. Sumergido en un aguardiente,
supuesto igualmente en esta temperatura , si el
al coholometro de Gay-Lussac se hunde en él
hasta la división 50 , por ejemplo, indica que la
fuerza de este aguardiente es el de 50 centesi-
mos , ó , en otros términos, que él está formado
de volúmenes iguales de alconol puro y de agua,
ele. , etc., etc.
Así, , según el principio de graduación del al-
coholometro centesimal , la fuerza de un liquido
espirituoso es el número de centesimos (en volu-
men ) de alcohol puro que este líquido contiene á
la temperatura «e-f 15° centígrados; de lo que
se sigue que se obtendrá, siempre é inmediata-
mente y con facilidad, la cantidad de alcohol real
contenido en un espíritu, multiplicando el núme-
ro que expresa el volumen de este espíritu por la
fuerza de este mismo líquido, fuerza indicada por
la mayor inmersión del instrumento.
Supongamos, por ejemplo una pipa de la ca-
pacidad de 634 litros llena de aguardiente, en la
que el alcoholometro marcase 55° centesimales á
la temperatura de + 15° (es menester siempre
llevar á esta temperatura una muestra de líquido
sea calentado con la mano , sea refrescándolo su-
mergiendo el vaso que lo contiene en agua de po-
zo ) ; esta pipa contendrá 634 X 0, 55° =388 li-
tros , 70° de alcohol absoluto.
En razón de que como siempre el aguardiente
se vende á la medida de capacidad y no al peso,
hanse preferido los volúmenes á los pesos para la
evaluación de su fuerza real ; pero nada por otra
parte mas fácil conociendo el volumen de un cuer-
po , que dar con su peso cuando su densidad es-
pecífica está conocida.
Los gobiernos de Francia, de Suecia y dePru-
sia han adoptado ya exclusivamente el alcoholo-
metro centesimal del Sr . Gay-Lussac, y seria de de-
sear que fuese sustituido en todas partes al areó-
metro de Cartier , que es mucho menos exacto,
y sobre todo menos cómodo. Sin embargo, como
puede ser de mucha utilidad el consultar tablas
que indiquen la correspondencia de estos dos
instrumentos, daremos aquí algunas extraídas
del trabajo del Sr. Gay-Lussac.
Las dos primeras tablas , hechas para la tem-
peratura de + 1 5o , pero que pueden servir para
] una temperatura diferente , dan las indicaciones
ALC ALC 115
de cada uno de los dos instrumentos sumergidos | quenas cifras *, *, s, colocadas entre los grados
en el mismo liquido. En la primera tabla, las pe- 1 de Cartier, representan cuartos de estos grados.
Evaluación de los grados de Cartier en gra
dos centesimales, á la temperatura de + 15
centígrados.
ce
en
es
es
.
te
es'
ce
.
ce
.
M
M
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12
M
M
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H
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i-
H
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H
H
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2
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ce
O
10
'•£
o
15
o
o
20
O
25
O
30
ts
35
o
40
13
0,1
31,6
52.5
66,9
78,4
88
95,4
i
u
. i
33
i
53,3
i
67,5
i
78,9
i
88,4
i
95,7
t
2,4
a
34,4
a
54,1
a
68,1
a
79,4
a
88,8
a
96
i
3,7
3
35,6
3
54,9
3
68,8
3
80
3
89,2
3
96,3
II
5,1
16
36,9
21
55,6
26
69,4
31
80,5
36
89,6
41
96,6
t
6,5
i
38,1
i
56,4
i
70
81
i
90
i
96,9
*
8,1
a
39,3
a
57,2
a
70,6
a
81,5
a
90,4
1 a
97,2
s
9,6
a
40,4
3
58
3
71,2
82
3
90,8
3
97,5
12
11,2
17
41,5
22
58,7
27
71,8
32
82,5
37
91,2
42
97,7
i
12,8
i
42,5
i
59,4
1
72,3
82,9
i
91,5
i
98
•
15,5
a
43,5
*
60,1
a
72,9
83,4
a
91,9
a
98,3
i
16,3
3
44,5
3
60,8
3
73,5
83,9
92,3
98,5
13
18,2
18
45,5
23
61,5
28
74
33
84,4
38
92,7
43
98,8
i
20
t
46,4
t
62,2
i
74,6
84,8
i
93
i
99,1
*
21,8
a
47,3
i
62,9
«
75,2
85,3
a
93,4
a
99,4
a
23,5
3
48,2
3
63,6
*
75,1
85,8
93,7
3
99,6
14
25,2
19
49,1
24
64,2
29
76,3
34
86,2
39
94,1
44
99,8
i
26,9
i
50
i
64,9
t
76,8
86,7
i
94,4
i
28,5
a
50,9
a
65,5
i
77,3
87,1
a
94,7
s
30,1
3
51 ,7
3
66,2
3
77,9
87,5
3
95,1
15
31,6
20
52,5
25
66,9
30
78,4
35
88
| 40
95,4
Evaluación de los grados centesimales en grados de Cartier,
í latemperatura de + 1 5o
centígrados.
GRADOS
GRADOS
GRADOS
GRADOS
GRADOS
GRADOS
GRADOS
GRADOS
CKNTESIM.
CARTIER.
CENTESIM.
CARTIER.
CENTESIM.
CARTIER.
CENTESIM
CARTIER.
0
10,03
25
13,97
50
19,25
75
28,43
1
10,23
26
14,12
51
19,54
76
28,88
2
10,43
27
14,26
52
19,85
77
29,34
3
10,62
28
14,42
53
20,15
78
29,31
4
10,80
29
14,57
54
20,47
79
30,29
5
10,97
30
14,73
55
20,79
80
30,76
6
11,16
31
14,90
56
21,11
81
31,26
7
11,33
32
45,07
57
21,43
82
31,76
8
11,49
33
15,24
58
21,76
83
32,28
9
11,66
34
15,43
59
22,10
84
32,80
10
M,82
35
15,63
60
22,46
85
33,33
11
11,98
36
15,83
61
22,82
86
33,88
12
12,14
37
16,02
62
23,18
87
34,43
13
12,28
38
16,22
63
23,55
88
35,01
14
12,43
39
16,43
64
23,92
89
35,62
15
12,57
40
16,66
65
24,29
90
36,24
16
12,70
41
16,88
66
24,67
91
36,89
17
12,84
42
17,12
67
25,05
92
37,55
18
12,97
43
17,37
68
25,45
93
38,24
19
13,10
44
17,62
69
25,85
94
38,95
20
13,25
45
17,88
70
26,26
95
39,70
21
13,38
46
18,14
71
26,68
96
40,49
22
13. 4T
18,42
74
27,11
97
41,33
23
43,67 48
18,69
73
27,54
98
42,25
24
13,83 49
18,97
74
27,98
90
43,19
25
13.97 50
l 19,25
75
28,43 ■ 100
44,19
116 ALC
La siguiente tabla da las densidades del alco-
hol absoluto y de su mezcla con el agua , á la
temperatura de + 15° centígrados, según Gay-
Lussac.
ALCOHOL
DENSIDAD
ALCOHOL
DENSIDAD
EN CENT.
DEL LICOR.
EN CENT.
DEL LICOR.
100
0,7947
60
0,9141
95
0,8168
55
0,9248
90
0,8346
50
0,9348
85
0,8502
45
0,9440
80
0,8645
40
0,9523
75
0,8779
35
0,9595
70
0,8907
30
0,9636
65
0,9027
En estas densidades está fundada la construc-
ccion délas tablas queel Sr. Gay-Lussac ha for-
mado para la debilitación de los líquidos espiri-
tuosos; operación generalmente llamda reducción
en el comercio de los aguardientes , y que con-
siste en llevar los líquidos á un título inferior de-
terminado , sea mezclándoles con agua , sea mez-
clándoles con un licor alcohólico mas débil
Si se tienen, por ejemplo, 1,000 litros de es-
píritu á 86° centesimales ó de 86 , y se quiere ha-
cer de 50, se halla que se han de añadir 761
litros de agua, pero solo se obtienen 1,720 litros
de líquido en vez de 1,761 , porque la mezcla se
contrae de l/M. Esto es lo que los físicos califican
de penetración molecular.
Se tendrá pues esta fórmula: 1,000 X 86/«o=
1720.
Si , con de 86 , se quisieran hacer 438 litros 'de
48, se obtendría, según la fórmula, 438 litr. X
t8/86= 244 lit., 4 para la cantidad de espíritu.
1,000 litros de este espíritu admitirían 834 li-
tros de agua para dar de 48 ; multiplicando el
número 244 litros 4 c, y dividiendo por 1,000, se
hallarían 203 litros 8 c. , para el agua de debili-
tación.
Si se quisiera debilitar un líquido espirituoso
con otro mas débil , se procedería también de una
manera análoga ; por ejemplo , si se tenían 708
litros de 88 , y se quisiera hacerlo de 46 con de
34, se hallaría 708 lit. X 86-46Á6-3i=»2,478 litros.
Teniendo en cuenta la contracción , el volu-
men de este líquido es de 2,574 litros, diferencia
96 litros ó Vg 6 á corta diferencia, y esta es la
cantidad del espirituoso 34 que es menester aña-
dir á la mezcla para obtener el grado deseado.
En fin, se puede querer elevar un espíritu dé-
bil ó mediano á un grado mas alto; por ejemplo:
2,478 litros de 34 que se quieran elevar á 46 em-
pleando de 88; será menester 2, 478 lit. X 46-3V88-46
= 708 litros de este último espirituoso, que será
menester emplear. *
* Hemos dejado el cálculo por litros, medida admitida
Eor el autor , porque su aplicación puede hacerse en azum-
res, ó cualquiera otra medida.
ALC
AIíCOIíEA, Alchollea. Manjar en uso
entre los Moros , según James. Compónese de
carnes saladas, escabechadas , después lavadas
y secas al aire , en fin hervidas en una mezcla
de grasa y de aceite que sirve para conservarlas.
Las carnes así preparadas, á saber, la de carnero,
de camello y sobre todo la de buey pueden ser guar:
dadas por espacio de dos años; cada dia adquie-
ren mas compacticidad, la que aumenta su precio
á los ojos délos Moros. Tal alimento, sin duda,
convendría poco á hombres débiles ó habituados
á manjares delicados.
tl.(Oi;\0(0. Los habitantes de la Amé-
rica equinoxial dan este nombre á un árbol de la
familia de las leguminosas, del que los señores
Humbold y Kunth han hecho su género Bodwichia.
Sin duda porque tiene mucha analogía entre este
árbol y las Geofroyas (Geoffroya) que tienen la
corteza amarga , hase presumido que la del Bod-
widchia virgilioida era quizás el alcornoque del
comercio. (V. Alcornoque.)
AM OK \04»t E. Corteza traida de la
América meridional, en 1784, de donde D. Joa-
quín Jove lo hizo conocer en España en 1804, y
el doctor Poudenx en Francia en 1 821 .
Esta corteza se nos presenta en gruesos frag-
mentos rugosos , compuestos de dos capas : la
una exterior rojiza, resquebrajada, granada,
esponjosa, de dos á tres líneas de grueso; la otra
interior, laminosa, leñosa, que cuando se la
masca tifie de color amarillo á la saliva, pro-
piedad que debe á un principio colorante que tie-
ne alguna anología con el de la goma gota, y que
hace emplear estaparte en tintura. El olor de esta
corteza es nulo ; la capa exterior tiene un sabor
un poco amargo, astringente, y atribuyénsele ca-
lidades tónicas y febrífugas ; la porción interior,
mucho mas amarga , es vomitiva á un grado se-
ñalado.
Hase discutido mucho para saber cual era el
vegetal que daba esta corteza. El Sr. Poudenx su-
pone que pertenece á la familia de las gutíferas,
atendiendo á la especie de goma gota que contie-
ne. En la América, se llama Chaparro Alcornoque,
porque los colonos españoles acostumbran á lla-
mar alcornoque á las cortezas mas ó menos es-
ponjosas. En Francia, hase querido reconocer en
el alcornoque, cortezas tiernas ds encina de alcor-
noque ó corcho, lo que es un error: esta opinión ha
dado lugar á un fraude comercial de parte de los
Ingleses, que aprovechan , para vender como al-
cornoque , corcho tierno recogido en Italia. Los
Sres Poiret y Fée han pensado que esta corteza
procedía del Alchornca lali folia, de Swartz, ár-
bol de la Jamaica , sin que nada apoyase su con-
jetura. Hase también pretendido, todavía con
menos probabilidad , que pertenecía á una es-
pecie de Nerum . Por ultimo, se ha supuesto que
érala corteza del Bodwigia virgilioides,KxmU\.
De todas estas conjeturas , la nias probable , se
cree, es la del Sr. Poudenx.
Esta corteza que, al principio de sernos im-
Eortada, gozó de grande reputación en medicina,
a caido ya en completo desuso.
ALC
AliEACIOX. Designase así la mezcla de
diversos métalos, y también de muchas porcio-
nes de un mismo metal que se halla eu diferentes
leves.
La aleación tiene lugar en las monedas así co-
mo en las obras de oro y plata , por muchos mo-
tivos : t.'no siendo los metales que se extraen
de las minas perfectamente puros, son de leyes y
calidades, con frecuencia, muy diferentes; ü."° def-
iriendo las monedas así como las obras de oro y
de plata tener una ley fija y cierta á la cual de-
ben ser todas trabajadas, es necesaria la mezcla
de los metales para reducirlos á esta ley prescrita
por los reglamentos.
Así en las casas de monedas no se fabrican mo-
nedas de oro y de plata sin una aleación de cobre
con estos dosmetales , en las proporciones nece-
sarias para darles la ley según los reglamentos.
En las monedas se practican dos especies de
aleaciones : la una , cuando se usan materias de
oro ó de plata que todavía no han sido labradas,
y que por esta razón se llaman materias nuevas,
y que tienen por consiguiente la misma ley ; la
otra cuando se funden a la vez diversas especies
de materias de diferentes leyes para convertirlas,
en especies corrientes.
En la primera operación , la evaluación, es de-
cir la proporción de la aleación que en ella se ha
de poner es fácil , atendido á que se conoce por
el ensavo la ley de estas materias nuevas; basta
añadirla cantidad de aleación ó de cobre nece-
sario para llevar estas materias á la ley prescrita
para las especies corrientes. En el otro caso, la
operación es mas complicada , y exige un cálculo
bastante largo, que nuestro plan no nos permite
penetrar.
Empléase el término Amalgama cuando se alea
el mercurio con los demás metales- El mercurio
reblandece los metales cuando se mezclan juntos
sin hacerlos fundir; pero cuando se mezcla en
ellos una gran cantidad de esta sustancia y se
les hace fundir juntos , en este caso se hace uso
del término Aleación.
Después de lo expuesto , debemos decir que
bajo el punto de vista de física y de química ( lo
que no es nuestro objeto) , la cuestión de las alea-
ciones ? por sus inmensos detalles y su importan-
te teoría, seria muy vasta. Ella es susceptible de
una multitud de consideraciones, que deben in-
teresar vivamente á los investigadores de los
secretos de la naturaleza. ¿Las aleaciones metá-
licaa son ó no combinaciones químicas en propor-
porciones definidas? ¿Porqué las aleaciones son
ya mas ya menos sonoras que los metales compo-
nentes; ya mas duras, ya mas blandas; en gene-
ral menos dúctiles y mas quebradizas, á veces mas
infusibles, y en general mas fusibles? ¿Porqué la
densidad de una aleación es va mayor y ya me-
nor que el medio proporcional entré las densida-
des cíe los metales componentes? ¿Porqué con mas
frecuencia son mucho mas oxidables y destruc-
tibles, y algunas veces menos oxidables, por ejem-
plo en la aleación de cobre y de zinc , ó latón?
Pero apresurémonos á dejar el terreno de las
ALE 117
hipótesis científicas , para ocuparnos de las apli-
caciones útiles que el comercio ha sabido apro-
\ echar respecto alas aleaciones metálicas. Aquí
no podemos hacer mas que indicar las pricipa-
les , porque cada una de ellas reclama y merece
un artículo especial en nuestro Diccionario. En
él pues, tendremos ocasión de estudiar sucesiva-
mente : i .° las aleaciones muy fusibles , de las
cuales se ha hecho recientemente una muy útil
aplicación para prevenir las explosiones de las
máquinas de vapor y de las marmitas altoclaves;
2.° el bronce , el la'ton , la soldadura fuerte y dé-
bil , para una multitud de artes ; 3.° las aleaciones
de oro y de plata, de oro y de cobre , de plata y
de cobre, para la platería y las monedas ; 4 ° esa
aleación convertida recientemente en un objeto de
gran comercio, que nos la han traído los Ale-
manes, y á la cual ellos dan el nombre de Ar-
genton, y que nosotros hemos llamado Melchor
Melcior'ó Similor (V. estas palabras). Pero la
sección mas numerosa será la de las aleaciones
empleadas en la joyería falsa , de un uso tan
extendido en la actualidad: allí es en donde en-
contraremos en primera línea el Crisocal, el Sfmt-
lor, la Tumbaga, el Oro de Manheim, el Metal del
Príncipe Roberto, etc., etc. Después, para usos
comunes y que conciernen mas á las necesi-
dades ordinarias de la vida, la vajilla de estaño,
el estaño llamado de luna ó espejo, la vajilla de
metal llamado de Argel, etc., etc. (V. todas es-
tas palabras).
Las aleaciones no tienen uso médico ; algunas
son empleadas en farmacia para la preparación
de antiguos medicamentos casi abandonados,
como por ejemplo el Lirio de Paracelso.
ALE< rOKl t . Piedra alectorla-
na. Concreción que se encuentra en el estóma-
go del gallo ó del capón , y á la cual se atribuían
las virtudes alexifarmácasdelosbezoaresy otras
muchas propiedades maravillosas. El Sr. Huzard
ha probado que estos pretendidos cálculos ani-
males son guijarros que estas aves , como la ma-
yor parte de los granívoros, tragan con sus ali-
mentos.
ALELÍ ó Alhelí , Cueiranthus. Este gé-
nero de la familia de las cruciferas, de la tetra-
dinamia silicuosa, contiene muchas especies de
flores olorosas que adornan los jardines. Entre
ellas citaremos únicamente la especie ¡
Alhelí amarillo, Alhelí de los
muros [Cheiranthus Cheiri , L. ). Planta muy
común en los lugares pedregosos, y cultivada en
los jardines, de tallo alto de cerca de un pié y
medio , casi leñoso , fuertemente adherido al ter-
reno por su raíz fibrosa, y que se divide en
muchos ramos; sus hojas esparcidas, lanceola-
da 8, enteras, un poco prolongadas; flores de
amarillo mas ó menos subido ; silicuas lineares
con semillas membranosas. El cultivo ha produ-
cido las variedades de esta especie llamadas Ale-
lí pardo, Alelí purpúreo , Alelí vara de oro, etc.,
de flores dobles y olorosas.
Los Griegos creían á esta planta útil contra el
aborto; sus flores son cefálicas , cordiales, ano-
«18 ALE
dinas y antiespasmódicas, pero al presente no se
usan.
AIjIüflANDA ó Alamanda, Alla-
manda. Género de plantas de la familia de
las apocíneas , de la penlandria monoginia de
Linneo.
Alemanda catártica (A llamando, ca-
thartica, L. ). Este árbol, que crece en Java, en
Ceilan, en Surinam, etc., es como la mayor par-
te de los que pertenecen á esta familia , purgante
ó mas bien drástico , y un vomitivo violento. Hase
aconsejado en el cólico de los pintores: empléase
su zumo debilitado con agua ó el infuso de sus
hojas.
AEEPUXÍA. Estofa cuyo urdimbre es de se-
da, y la trama de lana. Hace mas de sesenta años
que los Ingleses eran los únicos que se ocupaban
de esta fabricación; en 1 799, comenzó á ensayarse
esta industria en Francia , en donde se ha ido
perfeccionando y progresando hasta tomar al-
guna extensión , pero sin que nunca se haya po-
dido competir con los Ingleses, puesto que siem-
pre se han ejecutado alepinas ordinarias. Amiens
conserva, casi con poca excepción, el monopolio
de esta fabricación; 6000 trabajadores están em-
pleados en ella, que operan anualmente 36000
piezas de alepina, cada una de 144 á US
varas.
La fabricación de la alepina es allí de dos es-
pecies : la alepina de lanas merinas y las alepinas
de lanas procedentes de la Holanda y de Ingla-
terra ; pero se prefiere la lana inglesa á la de
Holanda, á causa de su lustre. Las alepinas de
lanas merinas son mejores que las fabricadas con
lana inglesa.
La alepina es vendida para una anchura de 8/4,
pero realmente solo tiene de 41 á 42 pulgadas,
las piezas tienen mas de 140 varas, que son,
según la conveniencia de los compradores , divi-
didas en %, y3 ó V4 de pieza.
En España, esta estofa no tiene casi ningún con-
sumo; el Gobierno, en 1 829, dio 60,000 pesos á una
sociedad de esta capital para ausiliarla, á fin de
que esta nueva industria se aclimatase en nues-
tro país.
AEESJVA ó Lesna. Instrumento de acero
con mango , por lo regular de madera , que sirve
de aguja á muchas artesanos que trabajan el cue-
ro, como zapateros, silleros, etc. Este instru-
mento, en apariencia tan poco importante, es,
como todas las herramientas en las cuales des-
cansa en cierto modo la existencia de los traba-
jadores que de él se sirven , un objeto que llama
toda la atención de una clase numerosa. Para un
zapatero , una buena alesna puede casi hacerle
doblar su trabajo. La buena construcción de la
alesna consiste en su grado de corvadura, la que,
para ser cómoda al trabajador , debe llegar a un
ángulo determinado y no pasar de él ; pero como
tal corvadura que conviene á un individuo no
puede satisfacer á otro , y esto depende de la ma-
no, el fabricante se halla precisado á estable-
cer series de corvaduras para sus alesnas. La
buena calidad de una alesna depende también
ALF
del acero , de la fuerza del temple dado al instru-
mento , y de su buen pulimento. Las mejores ales-
nas son las fabricadas en Alemania y en Ingla-
terra ; las de Tolosa en Francia son reputadas
igualmente buenas. En España no se fabrican
alesnas, y todas las que se consumen se reciben
de Inglaterra y de Alemania.
Las alesnas van empaquetadas por lo común
por ciento y medio ciento, en un papel gris azul.
Véndense también con mango de madera de mo-
jera; pero es raro que el trabajador diligente no
prefiera hacer poner él mismo el mango de su
alesna según requiere su mano.
En las fábricas de alesnas se trabajan también
punzones, agujas de embalar, etc.
% lili l MS BE TIBURÓN. Estaparte de
un pescado voraz y cuy a carne repugna al gusto de
todos los Europeos , es muy buscada en China,
á causa de su pretendida virtud afrodisíaca, ha-
biendo llegado á ser el objeto de un comercio
bastante importante. Se recojen con esmero las
aletas de tiburón en todas las comarcas marítimas
y las islas , desde la costa oriental de África has-
ta la Nueva-Guinea. En los precios corrientes de
Cantón están anotadas como el té y el opio. Su
precio medio es de 1 5 á 1 8 dolares el pecul ( se-
gún la calidad) , lo que equivale á 482 á 578 rs.
vn. las 21 8 libras.
ALETRIS , Aletris. Género de plantas de
la familia de las liliáceas , de la lexandria mo-
noginia de Linneo.
Aletris harinosa [Aletris farinosa, L.j.
En la América septentrional, se emplea frecuen-
temente el infuso de las raíces de esta planta, co-
mo béchica y pectoral , contra la tos. Bigelow
dice que ningún vegetal , ni aun el acíbar , ni la
cuasia, es tan amargo como él.
ALEURITES, Aleuiutes. Género de plan-
tas de las euforbiáceas , de la monoecia mono-
delfia de Linneo.
Aleurites de tres lóbulos [Aleurites
triloba, Forster; Aleurites Ambinux, Pers. ). Es-
te vegetal de las islas francesas de Taiti , y su
variedad Aleurites de Molucas, (Aleuritisnio-
luccana,!..), Camiri de los Javaneses, tienen
una nuez de cascara muy dura, cuya almendra es
buena para comer v pasa por afrodisíaca cuan-
do esta cascara está tostada; sin esta precau-
ción es susceptible de purgar, aun á veces cau-
sando cólicos. De ella se extrae un aceite dulce,
excelente, usado en las mesas de Java, y tam-
bién empleado para el alumbrado. En Taiti, el
árbol se llama Tia'ily ; su corteza es empleada
allí para hacer tegidos, y la cascara de las nue-
ces se quema para hacer un negro de humo que
sirve en el curtido.
ALFILERES. La primera que hizo uso
de alfileres fué Catalina Howard , esposa de Hen-
rique VIII, en Inglaterra, en 1543. Antes de esta
época, ambos sexos se servían de cordones, de
herretes, de botones, de broches, y los pobres
hasta de palitos para asegurar sus vestidos.
El alfiler es un pedacito por lo común de alam-
bre de cobre, v aveces de hierro, de plata ú
ALF
oro, tle hechura do una aguja, con la diferencia
de tener en lugar del ojo una cabecilla.
Este instrumento, tan delgado, pequeño ? co-
mún y barato , pasa por diez y ocho operaciones
antes de entrar en el comercio. La exposición de
los procederes de fabricación de los alfileres y
la descripción de las máquinas .mas ó menos in-
geniosas inventadas para perfeccionarlos y sim-
plificarlos, no sonde nuestro objeto. Contenté-
monos con decir que la Inglaterra se distingue
por sus alfileres, que gozan de mucho mas presti-
gio que los fabricados en Francia, aunque en este
país se haya logrado perfeccionarlos bastante.
Cada una de las varias operaciones por las
cuales pasa un alfiler es ejecutada por individuos
distintos de todas edades, con suma habilidad y
fnontitud ; y de esto depende el módico precio de
os alfileres , según sus diferentes calidades, de-
nominados comunes , afilados , remachados , de la
reina, pañeros comunes, pañeros remachados,
encajeros, cinteros, con números particulares
para cada calidad.
Estos números son relativos á su longitud y á
su grueso , á contar del n.° 3 á 36 , así como si-
gue: 3, 4, 5, 6, 7 , 8, 9, 10, 12,14, 20, 24
¿6, 30 , 36. Los que pasan de estos números, y
se llaman alfileres de la reina, son ó blancos ó
amarillos; hay números de estas especies de al-
fileres desde 36 hasta 90, y aun 120; se cuentan
á la libra, y hay millares de una, de dos, de
tres libras, "etc. Estas especies de alfileres, des-
de algún tiempo , casi no se usan.
Fabrícanse también alfileres de la longitud de
30 á 60 líneas para encaje , que son muy finos y
amarillos; distingüeseles por números de peso",
que sin embargo no lo tienen, á saber: el alfiler
3 lib. , el 4 lib. , el 5 lib. , el 6 lib. , el 7 lib.
Igualmente se hacen alfileres comunes , bajo
el nombre de alfileres de fabricantes de paño,
con los cuales los mercaderes al por menor suje-
tan los cabos de los paños. Distingüeseles también
asi: el alfiler 7 lib., el 8 lib., el 9 lib., el 10 lib.,
el 11 lib,,el12lib.,el 13lib.,el14lib., el 15
lib., que comprenden los mas gruesos.
En fin , se hacen alfileres de gancho , que se
distinguen por números , y se venden al millar ó
á la libra.
Los alfileres cuyo despacho es mas considera-
ble, y que se venden, como todos los demás,
por paquetes de una docena de millares, son las
siguientes :
N.°V,dela longitud de 8 líneas, que pesan
los 12 millares , con el papel en el cual están co-
locados, 1 libra , 2 onzas , 7 adarmes ;
N.° VI, de la longitud de 9 lineas, que pesan,
con el papel , 1 libra , 1 5 onzas 1 adarme ;
N.° VII, de la longitud de 10 líneas, que pesan,
con el papel , 2 libras, 1 i onzas, 6 adarmes;
N.° Mil , de la longitud de 1 1 líneas , que pe-
san con el papel , 3 libras, 1 onza, 6 adarmes;
N.° X, de la longitud de 1 1 líneas '/„ que pe-
san, con el papel , 3 libras, 8 onzas;
N.° XII , de la longitud de 1 2 líneas %, que pe-
san , con el papel , 4 libras , 4 adarmes ;
ALF 119
N.° XIV, de la longitud de 13 líneas, que pe-
san, con el papel, 4 libras, 7 onzas, 4 adarmes;
N.° XVII, de la longitud de 14 lineas, que
pesan con el papel , 5 libras , 1 onza , 1 adarme;
N.° XX , de la longitud de 15 líneas, que pe-
san con el papel , 5 libras , 1 3 onzas;
N.° XXII , de la longitud de 16 líneas, que pe-
san, con el papel , 6 libras, 8 onzas, 6 aracmas.
El consumo de los alfileres es inmenso : vén-
dense por docenas , compuestas de 2 paquetes
que cada uno contiene 6,000 alfileres, desde el
n.° 2 ó 3 hasta el n.° 40. Los que son mas gruesos
se venden por millares, y distínguense por un
número pondérico , desde media libra hasta seis
libras. El remachado véndese igualmente á peso,
por surtido de número encerrado en cajas de car-
tón. Los alfileres deben escogerse con las cabe-
zas bien torneadas y cerradas, cuyas puntas de-
ben ser muy linas y pulimentadas.
Los alfileres están puestos en papeles agujerea-
dos con un instrumento de acero , hecho como un
peine, y se colocan á millares: cada millar está
dividido por mitad por un espacio de papel muy
ancho ; el medio millar está también separado de
algunas hileras de 50 cada ima, que están subdi-
vididos por 25.
La Inglaterra ha adquirido mucha reputación
en la fabricación de los alfileres y de las agujas
de coser : los alfileres ingleses son en general
menos largos cada uno en su número que los al-
fileres franceses ; pero son mas fuertes y por con-
siguiente menos sujetos á doblarse , y están pu-
limentados con perfección , lo que les procura un
gran despacho en todas las partes del mundo;
de manera que á pesar de los adelantos conse-
guidos por los Franceses en este ramo de fabri-
cación , quienes hasta han adoptado el sistema
inglés de los alfileres de latón con cabezas planas,
ellos se ven obligados á expedir este artículo para
ciertos países con marcas inglesas.
Para la elección de los alfileres debe tenerse
presente que éstos sean sólidos proporcionalmente
á su longitud y grueso , que no se doblen, que la
cabeza sea bien torneada, bien redondeada, bien
colocada , que la punta sea fina y bien formada,
que sean en fin bien y sólidamente estañados.
Los fabricantes franceses expiden la mayor par-
te de sus alfileres comunes en toneles ó en cajas.
Por último, los Alfileres blancos, de hierro, ape-
nas están en uso sino en los lavaderos y en las
tiendas de tapiceros ; con todo, los hay fabrica-
dos especialmente para ciertos oficios, que tienen
mas salida. Los Alfileres negros, de hierro, se
distinguen según su largaria y sus números de
fuerza, y se fabrican con el alambre de hierro
tal como sale del taller; hácense de dobles sin
cabeza , y con cabeza como los alfileres de latón .
Este artículo solo destinado al peinado de las mu-
geres, ti°ne poquísima importancia; pero se fa-
brican alfileres de esta especie mas esmerados y
escogidos, que son empleadas por las mugeres
en su compostura de luto. Los Alfileres de muñe-
cas son sumamente pequeñitos , tan solo emplea-
dos por los fabricantes de juguetes de niños.
no ALF
En España , los alfileres los recibimos del ex-
tranjero; la fábrica de Burgos, por ahora, no tie-
ne importancia, y la de la Nacional Casa de Ca-
ridad de Barcelona se cerró, sin que sepamos los
verdaderos motivos que indujeron á la M. I Junta
á tomar semejante resolución. Con todo, pode-
mos anunciar que la Fundición Barcelonesa de
bronces y metales está disponiendo lo necesario
para, en breve, fabricar alfileres, y de la inteli-
gencia y laboriosidad del director de este estable-
cimiento, D. José Molas y Vellvé, se debe espe-
rar un feliz resultado.
ALrOJIBIMS, Alcatifas, Tape-
te», Tapices. La historia de la fabricación
de esta parte de la industria lanera remonta á una
época muy lejana. Los Babilonios sobresalieron
en ella por la maestría con que sabían represen-
tar en las alfombras figuras de varios colores; los
Orientales la ejercían desde muchísimo tiempo,
gozando sus productos entre nosotros de gran
reputación , y aun los hermosos modelos de al-
fombras de Persia y de Turquía ofrecen cierta
cosa de pintoresco y de original que á veces nos
complacemos en imitar. Al presente, fabrícanse
tapices en diferentes puntos de Europa, en In-
glaterra, en Francia, en Bélgica, en España, etc.;
los cuales, por su elegancia y exactitud en los di-
bujos, la variedad de flores y figuras que repre-
sentan, y la regularidad del tegido, nada dejan
que desear.
La alfombra es una especie de tegido de lana
de diferentes colores y de diversos dibujos , de
todas dimensiones , trabajado en el telar.
Las alfombras pueden dividirse en seis clases
principales :
\ .a Alfombras aterciopeladas, alto lizo. Es-
tas alfombras, que las hay de las mayores dimen-
siones , son de una sola pieza; su tegido, cuya ur-
dimbre es de algodón, lormaun terciopelo cuyos
puntos están sujetos en la urdimbre por un nudo,
lo que le da una inalterable solidez, que el frote
y el uso aumentan aun , puesto que su efecto es
estrechar el nudo con mas fuerza. Estas alfom-
bras, comunmente ejecutadas por mugeres, están
destinadas para guarnecer los salones de las ca-
sas mas opulentas , pues su elevado precio limita
mucho su consumo.
2.a Alfombras aterciopeladas, de lana lar-
ga, alto y bajo lizo. Empleadas para poner al
pié de las camas ó delante de las chimeneas; di-
fieren de las primeras por su tosquedad , también
porque la lana, formando terciopelo, solo está
pasada y no anudada y cruzada en el urdimbre,
que es de hilo de estopa ó de cáñamo.
3.a Alfombras lisas. Este género de tegido se
hace enteramente á bajo lizo, ejecutándose el
dibujo al revés y por la trama. Estas alfombras
lisas son de una sola pieza como las aterciopela-
das, y se destinan para los mismos usos. Su per-
fección depende de la inteligencia y del talento
del obrero , que copia un cuadro , cuya fiel imi-
tación eleva á aquel que ha sabido hacerlo debi-
damente al nivel del artista.
4.a Moquetas aterciopeladas y rizadas. Se
ALK
fabrican comunmente en telares á la Jacquart; el
dibujo se ejecuta naturalmente por el urdimbre,
y el obrero no es otra cosa que un tejedor. La
moqueta rizada, no difiere de la aterciopelada
sino en que la broca que eleva la lana es redon-
da en vez de ser de encaje, y en que el obrero
la retira hacia el costado sin cortar la lana que
forma así una especie de bucle en cada punto, de
donde le viene el nombre de Moqueta rizada.
La moqueta es una especie de tripe de lana.
Estas alfombras de dibujos diferentes se fabri-
can á la pieza por paño de 26 pulgadas de ancho,
reduciéndose á voluntad. Las moquetas atercio-
peladas casi tan solo son empleadas para tapices
propiamente dichos; las rizadas hacen muy buen
efecto en colgaduras de ventanas, puertecillas
de coche, guarniciones de muebles , etc. Las hay
de diferentes precios según la calidad de la esto"-
fa, la riqueza de los dibujos y la largaria del
terciopelo ; las hay de comunes ú ordinarias para
silleros.
5.a Alfombras escocesas ó de doble cara.
Su carácter particular es el no tener envés. Es-
tán colocadas por su calidad entre las moquetas
y las alfombras jaspeadas. Se fabrican por paño
de 3 pies en telares á la Jacquart.
Las escocesas bordadas no difieren de las de-
más sino por el bordado , que permite el uso de
colores variados. El urdimbre de estas alfombras
es comunmente de algodón.
6.a Alfombras venecianas. Solo son emplea-
das en pasadizos de habitaciones y escaleras.
Fabrícanse desde 6 pulgadas hasta 3 pies de an-
cho en telares simples : su dibujo no puede con-
sistir jamás sino en rayas.
7.a Alfombras jaspeadas. Estas alfombras,
que hacen el objeto principal de la industria, se
ejecutan en telares sencillos, y se componen de
una gruesa trama de estopa, cubierta de un poco
de lana , lo menos posible. Los dibujos de los jas-
peados consisten, como éste nombre lo indica,
en rayados ó fondos chinados, que se obtienen
por la combinación de los hilos.
Las Alfombras de Tournay, en Bélgica, son
moquetas y afelpados de altos lizos , ejecutados
según decomposicion y lectura del dibujo; en
Francia han sido imitadas completamente y aun
hanse hecho adelantos respecto al dibujo y al co-
lor, pero no ha sido posible competir respec-
to á su baratura, por causa del precio de las
lanas.
Lo mismo sucedecon las Alfombras de Esmirna,
que se ejecutan en Turquía, en las campiñas, co-
mo los chales en la India , y en donde la materia
primera y las manos están a tan bajo precio. Es-
tas alfombras, por otra parte muy buenas y muy
calientes, están lejos de ser tan hermosas como las
fabricadas en Francia; los dibujos son los cono-
cidos bajo el nombre de dibujos turcos, que, gra-
cias al difunto Chenevard, tienen los Franceses el
secreto de hacerlos mejor que los Turcos, puesto
que éstos, en vez de los colores tan admirablemen-
te matizados que aquellos presentan, no ofrecen en
sus tapices sino tintas uniformes y crudas de coló-
ALF
ros. Las Alfombras de Esniirna abundan sobreto-
do en Inglaterra.
Lm Alfombras de fíergamo , ciudad de Italia,
no son otra cosa que un tegido de urdimbre y tra-
ma do hilo crudo, teñido de colores falsos, de
que está compuesto el fondo de la estofa, y de
Befando urdimbre de lana oomun, diversamente
colorada, la que, por medio de cierto número de
careólas, forma sobreesté legido zetas, mosai-
cos, puntos de Hungría V paisajes siempre de la
mas mala ejecución. En él penúltimo siglo, este
género do fabricación so difundió en Flandes, en
Tournay y en algunos puntos de Francia, y lle-
gó á perfeccionarse de suerfe que se hácian
alfombras hermosas y de colores sólidos, con
buena lana y hilo de lino , pero su moda ha pasa-
do va.
íloy dia, las alfombras han llegado á ser un
objetó de ajuar indispensable, sobre todo en In-
glaterra, en donde no hay una sola casa , una so-
la habitación que no este provista de ellas, y su
uso hase extendido por toda la Europa. Los Ingle-
sos, para utilizar hasta los últimos desperdicios de
la lana procedentes de sus grandes fábricas, han-
se en especial dedicado á la fabricación de alfom-
bras lisas , que les resultan á precios sumamen-
te bajos. Los Franceses, de unos 14 años acá, han
imitado á sus vecinos, y de dia en dia van pro-
gresando en este género de fabricación, sin que,
por ahora, sus productos puedan rivalizar respec-
to á la baratura con las alfombras lisas ingle-
sas.
De unos seis años á esta parte , hanse estable-
cido algunas fábricas de alfombras en España:
en la de Palma de Mallorca se fabrica especial-
mente un tegido que podria compararse con las
alfombras de Bergamo, y también otro que es
una imitación de las moquetas ordinarias ingle-
sas; en la do Madrid se fabrican alfombras vene-
cianas y jaspeadas; en la de Barcelona, diri-
gida por el Sr. Surcl, se fabrica, además de
alfombras aterciopeladas alto lizo, alfombras
aterciopeladas de lana larga, alto y bajo lizo, y
moquetas al estilo de Francia y de Inglaterra, un
nuevo tegido de todas anchuras desde 28 pulga-
das á 8 pies, que representa el verdadero punto
del bordado que hacen las señoras sobro cañama-
zo, el cual se ejecuta en telares á la Jacquart y
permite hacer en él cualquier especio de dibujo
y toda combinación de colores.
A pesar de los progresos que se hacen en osle
ramo de industria en nuestro país, la importación
do alfombras extranjeras, en particular inglesas,
que parece son las preferidas, es muy consi-
derable.
A rroYSi a . Alfonsia. Nombre de un gé-
nero de palmeros de la América meridional, cuya
única especie el Alfonsia que lleva aceite
{Alfonsia oleífera , Kunth ) es llamada, por los
habitantes de la Nueva Granada, Corozo. Ellos
extraen por presión de las almendras del fruto un
aceite ó grasa liquida de que se sirven para el
alumbrado , y que á veces se mezcla también con
el aceite de coco.
46
ALG 421
ALGARROBA, Alffaiovrt Legum-
bre resinosa de un árbol de la familia de las le-
guminosas, vecino de los higos ó del Ceratonia,
que crece en el Perú, con la que se engordan los
ganados, y la que les da un gusto excelente.
AliCAS, Alg£. Bajo este nombre, Linnco
comprendía un gran número de plantas cripto-
gramas , que después han sido divididas en mu-
chas familias, no conservándolo sino á plantas
celulosas , membranosas ó filamentosas, que vi-
ven en las aguas dulces ó saladas , no tienen ór-
ganos visibles de reproducción , pero contienen
en las celdillas de que se componen esporos re-
productores: tales son las Conferías, los Fu-
cos . etc.
ALGOIMVX. Especie de vello vegetal, fino,
sedoso y mas ó menos blanco , que cubre las se-
millas de las especies de un género de plantas
llamado Algodonero (Y. esta palabra).
El algodón crece en el arbusto , encerrado en
una cápsula, y adhiere fuertemente á las semi-
llas. Está cápsula lo protejo contra las intemperies
del aire y del polvo hasta que ha llegado á ese
grado de madurez que le hace propio para la in-
dustria. El calor del sol le hace entonces dilatar,
y la cápsula, entreabriéndose, ofrece al cosechero
libras linas muy flexibles y bastante fuertes para
que el arte pueda reunirías y alargarlas en hilos
de una finura oxlroma,
La cosecha del algodón exige los mayores cui-
dados , porque el modo con que se hace influvo
poderosamente en la calidad de los productos, a'sí
como el molinaje, que consiste en desnegar los
filamentos de la semilla. Este difícil trabajo debo
hacerse antes del embalaje, porque cuantos mas
granos é inmundicias hay en el algodón, tanto
menos precio tienen los productos que do él se
obtienen. Esta operación no puede nacerse á la
mano ( un hombre no limpiaría una libra de al-
godón al dia) , y así en todas las naciones han-
se empleado siempre medios mecánicos mas ó me-
nos groseros para separar los filamentos de la
semilla. *
El cultivo del algodonero , la duración, la al-
tura y la fuerza á las cuales llega su tallo , y la
calidad del algodón que produce, varían según
la semilla ó el plantel, las costumbres del país en
donde es cultivado, la temperatura do los climas,
la posición y la calidad do los terrenos.
El algodón procedente de los mismos algodo-
neros tendrá mas ó menos fuerza , longitud , lim-
pieza y lustre , según que la temperatura habrá
sido mas ó menos favorable , que la cosecha ha-
brá ó no habrá sido hecha á tiempo, y también se-
gún el esmero que se habrá puesto eii pasarlo por
el molino para limpiarlo.
Esta preparación en el molino es de las mas
importantes: si está bien hecha, el algodón, ade-
más de hallarse separado de las pepitas y de
otros cuerpos extraños , es extendido, seguido , y
sus filamentos son iguales y conservan toda su
* Al presente, con el Saugin de Whilney, un solo hom«
bre puede limpiar (res quintales de algodón al dia.
TOMO I.
m ALG
fuerza. Al contrario, si la preparación está mal
"hecha, no hallándose el algodón desprendido de
las pepitas, de las porciones de cápsula, y de la
tierra ó de la arena, queda sucio y cargado; ó
bien los filamentos, hallándose enervados por la
acción de la máquina, pierden su longitud, ó,
reuniéndose, se disponen de modo que forman es-
pecies de nudos (pie hacen su trabajo muy difícil
y de un mal resultado para la bitadura.
El algodón varia al infinito; lo hay que es de co-
lor blanco, amarillento ó rojizo ; que tiene fibras
mas ó menos gruesas, mas o menos largas, mas
ó menos fuertes y sedosas. Cualquiera sea su va-
riedad, cuanto mas separado esté de sus semi-
llas, mas valor tiene; los cultivadores, seguros
siempre de venderlo, casi nunca lo limpian con
mucho esmero. Desembarazado de sus semillas,
hácense de él balones de 200 á 600 libras, los
cuales, por medio de una prensa, se reducen á
una masa de 3 á 4 pies cúbicos, cubiertos de te-
la sujeta con cuerdas.
En los mercados de Europa, se vende el al-
godón según su origen, es decir su procedencia
y sus calidades, y se divide siempre en tres
clases : la primera ó flor de la mercancía, reser-
vada para el urdimbre de las estolas, es el al-
godón que tiene su vello mas largo, mas her-
moso, y que da menos merma; la segunda, ó
calidad común, destinada para la trama, no es
tan perfecta en longitud, finura y limpieza; la
tercera en fin , ó calidad inferior , sirve igual-
mente para las tramas de las estofas mas comu-
nes.
La especie superior es aquella cuyo vello es el
mas largo y el mas suave al tacto, igualmente
que el mas fino , el mas blanco y el mas lim-
pio, sin que sea todo ni rizado ni granoso. El
rizado se conoce fácilmente, porque el vello ten-
dido y suelto se encoje sobre sí mismo ; el vello
no rizado no sale de su longitud. En cuanto al al-
godón granoso , hay en sus filamentos peque-
nos puntos blancos tan fuertemente adheridos á
ellos que ni pueden separarse por el mejor car-
dado. Por lo demás, mezclando diversas espe-
cies de algodón, se obtienen calidades mas ven-
tojosas para la mayor parte de los tegidos.
La generalidad de los algodones llevan mar-
cas , sea de los plantadores , sea de los molinos
en que han sido limpiados, sea en fin de los co-
misionistas ó de la autoridad de los lugares de la
remesa. Los algodones que proceden de los plan-
tadores de nombradla son los mas comunmente
superiores en calidad álos demás; pero, según los
años mas ó menos favorables á la naturaleza del
terreno que ellos benefician, estos plantadores ven
sostenerse ó disminuir su reputación. Sobre todo
en el algodón de la Georgia , largo vello , es en el
que las marcas de los plantadores tienen mas in-
fluencia para los precios.
La forma de las balas ó balones y su peso varían
según los medios que presentan los países en don-
de se hace la cosecha de los algodones , sea para
confeccionar los balones, sea para trasportarlos á
los lugares de remesa.
ALG
En tanto un algodón es mas brillante, limpio,
extendídojy seguido, y en tanto sus filamentos son
iguales, finos y fuertes, libres de pequeños pun-
tos blancos llamados granos ó nudos, mas su ca-
lidad es perfecta.
Especies de algodón.
Los algodones se distinguen en largo vello y
corlo vello; — las especies que dan lugar á las
transacciones mas habituales en el comercio son:
Para Jos largos vellos.
Georgia largo.
Babia.
Guadalupe.
Borbon.
Camucbi.
Cuba.
Jume! ó Egipto.
Para.
Martinica.
Puerto-Rico.
Marañon.
Trinidad de Cuba.
Cayena.
Haití.
dimana.
Fernambuco.
Minas.
Caracas-Cartagena.
Para los cortos vellos.
Luisiana.
Carolina.
Kirkagech.
Cayena.
Georgia.
Kiniclt.
Alábanla,
Senegal.
Surala-Madrás.
Mobila.
Virginia.
Alejandría ó Egipto
Tennesscc.
Souboujac.
Bengala.
Estas especies están colocadas aquí según la
reputación que han adquirido por la finura, el
nervio y la longitud de su vello.
Algodón de la Georgia, largo vello. Este
algodón , por su muy grande finura, su fuer-
za, su limpieza y su blancura brillante y pla-
teada, es el primero de los algodones conoci-
dos. Embalaje: de tela cáñamo; balones re-
dondos.
Algodón de la Georgia, corto vello. Este al-
godón es fuerte, bastante fino, generalmente
limpio y de un vello regular ; su color es de un
blanco mantecoso. Embaí.: tela de cáñamo; ba-
lones redondos y cuadrados con cuerdas.
Algodón de la Carolina. Esta especie es ge-
neralmente limpia , blanca , fina , algo ligera, y
regular en calidad. Embaí.: tela de cáñamo; ba-
lones cuadrados largos.
Algodón de Mobila. Algodón limpio, de un
blanco ligeramente mantecoso ; vello igual, bas-
tante largo y algo grueso. Embaí.: tela de cáña-
mo ; balones cuadrados con cuerdas.
Algodón de Alabama. Este algodón, que se re-
coge en una de las provincias septentrionales de
los Estados-Unidos de América , es en general de
un hermoso blanco , de un vello tan largo como
el de la Luisiana, pero menos fino y menos uni-
do. Embaí. : tela de cáñamo; balones cuadrados
con cuerdas.
Algodón de la Luisiana. Algodón limpio, de
un hermoso blanco, ligeramente mantecoso; vello
fino , suave y bastante largo. Embaí. : tela de
cáñamo ; balones cuadrados con cuerdas.
Algodón de Haití. Algodón amarillo, bastan-
te limpio ; vello fino y largo; calidad desigual
resultante de partes demasiado maduras. Sucede
á menudo que hay partidas mezcladas de balones
ALG
enteramente de algodón amarillo y balones ente-
ramente de algodón blanco. — El algodón ama-
rillo es, en general, el mas estimado de los con-
sumidores habituales de esta especie, porque el
hilo que de él procede es propio para ser teñido.
I:mbal.: tela de lino ligera; balones y fardos.de
forma redonda.
Algodón de la Guadalupe. Algodón limpio,
de un blanco mantecoso , y á veces mezclado
con partes amarillas; vello bastante fuerte. Em-
baí.: tela de cáñamo; balones redondos, gruesos
y pequeños.
Algodón de laMvrtínica. Algodón amarillo,
bastante limpio; vello algo duro. Embaí.: tela de
cáñamo; balones y fardos de forma redonda.
Algodón de Cuba. Este algodón, de un blanco
amarillento, es fuerte, extendido, algo duro, con
frecuencia cargado y que se limpia fácilmente.
Embaí.: tela de cáñamo ; fardos cuadrados con
ligaduras de cuero.
Algodón de Trinidad de Cuba. Algodón de un
blanco brillante , extendido , muy limpio, de un
vello irregular, y acompañado de'numerosos pun-
tos blancos adherentes á la fibra. Embaí. : tela
de cáñamo ; balones cuadrados.
Algodón de Puekto-Rico. Algodón de una de
las grandes Antillas, lino, de un blanco plateado
vivo, de un vello seguido, suave y consistente.
Está con bastante frecuencia cargado principal-
mente de cuescos. Embaí.: balones cuadrados
con ligaduras interiores de junco.
Algodón de Cartagena. Este algodón , de una
de las provincias de la Colombia, es de un blanco
deslucido , muy cordado , en mechas muy largas,
de un vello duro y cargado de semillas molidas.
Lo hay también de rollado muy limpio, muy brillan-
te , y que tiene en este estado toda la apariencia
del "algodón de Fernambuco (este es el Payta).
Embaí.: forma cuadrada ; tela de algodón blan-
co.
Algodón de Caracas. Este algodón , que pro-
duce la provincia de Caracas, en la América me-
ridional, es en general de un color amarillento y
deslucido, excesivamente sucio, seco, quebra-
dizo, y de un vello muy desigual. Embaí.: balones
cuadrados de cuero ó de tela con ligaduras de
cuero.
Algodón de Cumaná. Este algodón, procedente
de la Colombia, era en otro tiempo mal recogido,
mu\ sucio, de un vello largo, muy desigual y
Quebradizo. — Desde algunos años los algodones
Cumanáque se reciben en Europa presentan gran-
des diferencias de calidades , es decir que los hay
de muy sucios, y también se hallan de buenos,
de un vello igual y •fuerte. Embaí.: zurrones de
cuero , ó balones cuadrados de tela con ligaduras
de cuero.
Algodón ds C wi.n a. Se reciben de las colonias
francesas de la líuiana , dos especies de algo-
don bajo las denominaciones de cayena largo ve-
llo y cayena corto vello. El cayeña largo es en
general de un vello lino, fuerte y regular; su co-
lor es de un blanco mantecoso brillante El Caye-
na corto es de un vello ménes lino, mas duro é
ALG I ;';>
irregular en su longitud. Estas dos especies son
generalmente limpias, y hállase cu ellas casi siem-
pre un pequeño pinito inherente á la libra. Em-
baí.: tela de cáñamo; balones redondos ó cua-
drados de diversas formas.
Algodón deFeknambuco. Este algodón, de una
de las provincias del Brasil , es muy limpio, re-
gular, fuerte y de un blanco mantecoso. Embaí.:
tela de algodón; balones redondos ó cuadra-
dos.
Algodón de Camucih. Algodón del Brasil, pa-
recido al de Fernambuco , pero mas extendido,
mas limpio, y de un vello mas grueso. Embaí.-.
lela de algodón ; balones redondos ó cuadrados.
Algodón de Marañon. Algodón de un blanco
mantecoso un poco deslucido , á veces bástanlo
sucio; vello grueso, duro y fuerte. Embaí. : tela
de algodón; balones redondos ó cuadrados.
Algodón de Bahía. Este es bastante lino, me-
nos extendido y menos regular en la longitud del
vello que el algodón de Fernambuco, general-
mente cargado de pedazos de hojas y de semi-
llas, y mezclado con algodón muerto. Embaí.:
tela de algodón; balones redondos ó cuadra-
dos.
Algodón de Para. Algodón de un blanco man-
tecoso, un poco deslucido, y generalmente sucio;
vello bastante fino y fuerte. Embaí. : tela de al-
godón; balones redondos.
Algodón de Minas. Algodón de color amarillo,
algo sucio , de un vello fino y largo. Embaí. :
zurrones de cuero; forma cuadrada plana.
Algodón del Senegal. Algodón de África, bas-
tante blanco. Parece muy bueno por su natura-
leza; pero la manera con queso le prepara lo
deteriora, de suerte que el poco que se recibe es
de un vello muy quebradizo , y tiene un gran
número de pequeños nudos blancos adherentes
á la libra. Este defecto quita casi al fabricante
la posibilidad de hilarlo. Embaí. : tela de cáña-
mo; balones cuadrados.
Algodón de Borbon. Este algodón, que viene
de la isla de Borbon , es muy fino, limpio, bri-
llante, y de un blanco mantecoso. A veces es me-
choso, y lleva un muy pequeño grano blanco.
Embaí, : balones cuadrados; esteras y ligaduras
de junco.
Algodón de Bengala. Esta especie, proceden-
te de una de las mas vastas pro\ incias del Indos-
tan, es de un tinte amarillento, de un a ello lino,
muy corto y regular en calidad. Embaí. : tela de
corteza de árbol; balones cuadrados largos, muy
fuertemente apretados con una sola cuerda igual-
mente de corteza de árbol, y con la cual se dan
doce ó diez y seis vueltas.
Algodón de M vduás. Algodón de la India, de
un hermoso amarillo, limpio, de vello extendido,
y bastante corto. Embaí.: tegido de corteza
de árbol ; balones cuadrados , muy fuertemente
ligados con una sola cuerda también de corte/a
de árbol , y con la cual se dan doce á catorce
vueltas.
Algodón de Toomels, Algodón de la India, do
un blanco amarillento , generalmente limpio, po-
424 ALG
co extendido, de un vello rizado y algo grosero.
Embaí. : tela de corteza de árbol ; balones cua-
drados largos, muy fuertemente apretados con
una cuerda también de corteza de árbol, que da
doce ó diez y seis vueltas.
Algodón de Surata. Algodón de la India, po-
co extendido, blanco, y á veces ligeramente
mantecoso, y de un vello fuerte. Este algodón
varia mucho en calidad : lo hay de especies muy
comunes, sucias y cargadas de" tierra, y de otras
de muy hermoso color, limpias y brillantes. Ca-
da marca es de una calidad uniforme. Los mas
hermosos algodones de Surata son aquellos que
llevan la marca de la compañía inglesa de las In-
dias. Embaí. : tela de corteza de árbol; balones
cuadrados muy fuertemente apretados con una
cuerda igualmente de corteza de árbol, que da do-
ce ó diez y seis vueltas.
Algodón de Kirkagecii. Algodón del Levante,
blanco, seguido, extendido y generalmente lim-
pio; vello un poco grueso y duro. Embaí.: li-
gero tegido de cabruda de cabra y de camello;
balones redondos.
Algodón de Kinick. Este algodón , procedente
del Levante , es blanco , rizado , un poco seco y
bastante limpio. Embaí.: tegido de cabruda de
cabra y de camello ; balones redondos.
Algodón de Souboujac. El mas hermoso de
los algodones del Levante; es de un blanco bri-
llante, limpio, de un vello lino, suave y un poco
rizado. Embaí.: tegido de crin; balones re-
dondos.
Algodón de Egipto, llamado Jumel. Este algo-
don, de un amarillo deslucido, es lino y fuerte.
Las mas bellas calidades llegan ahora en un es-
tado de limpieza satisfactoria ; las especies mez-
cladas y comunes son mas ó menos sucias. Em-
baí. : tela blanca de lino ; balones redondos ó
cuadrados con pequeñas cuerdas.
También se reciben de Egipto algodones di-
chos tfe Alejandría. Su vello es corto y duro; son
blancos , pero muy sucios. Embaí. ; tela gruesa
y clara; balones redondos con pequeñas cuerdas.
Según los lugares de su producción ó su pro-
cedencia , pueden dividirse los algodones en cin-
co grandes clases ó especies, á saber: 1.° el al-
godón de las Indias orientales; 2.° el algodón de
las islas ó de las Antillas; 3.° el algodón de la
América del Sud , que comprende el Brasil y la
Guiana ; 4.° el algodón de la América del norte
en los Estados-Unidos; 5.° el algodón del Levante
y del Egipto.
\ .a Algodón de las Indias orientales. Este al-
godón era antiguamente todo empleado en los lu-
gares de su producción por las fábricas del país;
pero desde que las fábricas de vapor de los In-
gleses las han suplantado , este algodón, que no
es muy apreciado, llega en gran cantidad á
Inglaterra, y es reexportado hiíado ó tegido al
lugar de su procedencia.
2.a Algodón de las islas ó de las Antillas. Su
cultivo y su consumo ha disminuido mucho desde
que el Brasil y los Estados-Unidos han producido
inmensas cantidades de algodón á precios mu-
ALG
cho mas bajos, aunque de calidad menos fina,
pero que abastecen a las fábricas de Europa.
Entre estos algodones , el de la Guadalupe era el
que estaba mas en uso ; en seguida venia el de
Santo Domingo, que era de mejor calidad ; pero
el de Cayena era el que excedía á todas las de-
más especies por su blancura , su suavidad y la
largaria de su vello, y es el mas propio para la
fabricación de las muselinas y de los terciopelos
de algodón. Con todo el Marañon superior, al
Cayena mismo , conservaba y conserva todavía
el primer lugar entre los algodónesele las islas.
3.a Algodón de la América del sud. Al princi-
pio , la exportación de los algodones del Brasil
era poco considerable , pero desde algunos años
ha tomado un grande aumento. El de Fernambu-
co es muy estimado. La Guiana produce también
algodón de buena calidad; es suave, pastoso, de
un hermoso blanco , y sobre todo el hilo es muy
largo; la segunda cosecha, que tiene lugar á la
lin del otoño , es á la vez la mejor por la calidad
y por ser la mas abundante. El algodón de Su-
finam es muy puro , pero es algo mas común que
el Marañon; el Essequebo, el Berbice y el Déme-
rary se asemejan mucho al Surinam , y son muy
estimados por su blancura, su fuerza y su lon-
gitud.
4.a Algodón de la América del norte ó de los
Estados-Unidos. El cultivo del algodón es actual-
mente una de las principales riquezas de los Es-
tados-Unidos , y la exportación de este producto
es uno de los ramos mas extendidos de su comer-
cio. En razón de su excelente calidad y de su
precio muy módico, se exportan de allí cantida-
des inmensas en Europa. Distingüesele según los
países de producción ó de procedencia : la Lui-
siana, la Georgia, la Alabama son las especies
de algodón mas generalmente conocidas.
5.a Algodón del Levante y del Egipto. Los al-
godones del Levante eran antiguamente casi los
únicos que circulaban en el comercio. Estos al-
godones se distinguen por los nombres de los lu-
gares de donde se hacen las grandes exportacio-
nes, que son Acre para la Siria, Esmirna para la
Anatolia, Salónica para la Turquía de Europa, y
dase el nombre genérico de Chipre al algodón que
se cultiva en la mayor parte de las islas del Ar-
chipiélago. Los algodones del Levante son muy
inferiores á los de la América ; en verdad tienen
á corta diferencia la misma blancura, pero son
mas cortos, menos limpios, mas duros, y á me-
nudo llenos de pequeños nudos que no caen al
cardarlos y que les hacen susceptibles de rom-
perse cuando se les quiere para hilos finos. Los
puertos de mar de donde se 'expiden los algodones
del Levante son Alejandría, Alepo, Esmirna,
Saida ó Beyrout, San Juan de Arce, Chipre, etc.
Los Estados-Unidos de América producen los
mas buenos algodones largo vello, y los mas her-
mosos algodones corto vello. El Brasil solo pro-
duce algodones largo vello, la mayor parte
muy eslimados. La India y el Levante dan algo-
dones largo vello y de corto vello. Los algodones
de América largo vello sirven para confeccionar
ALG
los tegidos mas finos, las muselinas, los tules y
las mas bellas percalas. Los algodones de Améri-
ca corlo \ello, cu> o trabajo es el mas fácil para
los fabricantes, son á propósito para diversos
usos, desde la estofa mas grosera hasta la
de mediana finura, y los tegidos que con él
se hacen son muy propios para la impresión.
Los algodones del Brasil se emplean con prefe-
rencia para la tintura y para las estofas de media-
na finura que exigen consistencia. Los'cortos ve-
llos de la India sirven en la fabricación de los
cobertores de cama, mantas, frazadas, gruesas
estofas y pasamanería. Los largos vellos son muy
Eropiospara la fabricación de los tegidos finos",
os cortos vellos del Levante se aplican general-
mente á estofas groseras, y los largos vellos,
de los cuales se obtiene muy buen resultado en
tintura, sirven para hacer estofas de mediana
fiuura y de una excelente calidad.
Producción general del algodón.
El Sr. Nicolás Koechlin , presidente de la cá-
mara de Malhouse, ha hecho la evaluación si-
guiente (en la información de 1834) , de la pro-
ducción general del algodón en las diferentes
partes del inundo:
LIBRAS CAST.
En los' Estados-Unidos déla Ainiirica. . 381,000.000
En la India 65,400.000
En il Brasil 86,400.000
Kn las colonias de Borbon, Cayena y demás. 6,540.000
En Egipto y en el Levante. . . . . , 21.800.000
Total. 501.400.000
Comercio del algodón en España.
Los puntos de procedencia del algodón que se
recibe en España son: en los Estados-Unidos, de
Nueva Orleans, Charleston y Mobila; en el Bra-
sil , de Fernambuco, considerado de primera ca-
lidad, de Marañon, considerado de segunda ca-
lidad : en Cabo Rnjo en la isla de Puerto Rico,
de Cuba, Puerto Rico, Guiana y Motril.
El algodón que se consume en España es reci-
bido principalmente en el puerto de Barcelona y
algunos cargamentos en el de Málaga; también
se recibe algún cargamento en Palma de Mallor-
ca, y, á tenor de últimas Reales órdenes, alguno
«pie otro en los puertos de Tarragona y de Villa-
nueva y Celtru.
La importación de algodón en España se calcu-
la que asciende al número de 90.000 balones,
equivalentes en su peso á los del algodón del
Norte América.
El algodón de mas uso en España es princi-
palmente el de Norte América, luego el de Fer-
nambueo y de Marañon , después el de Motril , y
por ultimo el de Puerto Rico, Cabo Rojo, Cuba
y Guiana.
El algodón generalmente se vende al contado,
y algunas veces á plazo de 90 dias , por pesos
sencillos , ó sean 28 sueldos catalanes equivalen-
alg m
tes á unos 15 reales vellón. Las taras son para el
algodón del Norte América, una libra por arroba;
para los del Brasil ó Fernambuco y de Marañon,
cuatro libras por bala; para los de Cuba, Puerlo
Rico, Cabo Rojo y Guiana, una libra por arro-
ba; para el de Motril, según el lienzo, tres ó
cuatro libras por bala. En Barcelona es estilo
3ue, entrando el algodón en almacén y pesan
ose después en el mismo , se abona una libra
por bala.
Propiedades del algodón.
Las calidades del algodón lo recomiendan para
vestidos, con preferencia á los tegidos de cáñamo
ó de lino, en los climas calientes como en los cli-
mas fríos. "El lienzo tiene sin duda la ventaja, bajo
ciertas relaciones: ligero, hermoso y fuerte, es de
un uso mas agradable bajo un cielo templado . Pero
el tegido de algodón garanlece mejor la salud del
exceso del calor y del frió ; en una palabra , es
mas confortante que el lienzo. En efectd, las fun-
ciones de la piel son mantener el cuerpo , por la
traspiración, en una temperatura igual, en medio
de las variaciones de la atmósfera ; y el lienzo,
mejor conductor del calórico que el tegido de al-
godón, condensa los vapores que exhalan los po-
ros, acumula el sudor en la piel, la que se pone lue-
go húmeda y fria, detiene súbitamente la traspira-
ción, y produce siempre un mal estar cuando no
determina enfermedades peligrosas. El tegido de
algodón, al contrario, condensa poco la traspira-
ción , la permite escaparse en vapor ; y si esla
traspiración es bastante abundante para "producir
el sudor, lo absorve mas pronto y en mayor can-
tidad que el lienzo. Así, el algodón tiene sobro
el lienzo la doble ventaja de conservar mejor el
calor del cuerpo en los climas frios, y de ser mas
favorable á la salud en los climas calientes , en
cuanto permile al cuerpo una traspiración mas
libre.
Origen de la industria algodonera. *
La fabricación de los tegidos de algodón fué
ejercida en el Indostan desde la antigüedad mas
remota. En tiempo de Herodoto, que escribía en
el año 445 antes de J.-C. , los Indios llevaban to-
dos vestidos de algodón. «Ellos poseen', dice el
historiador griego , una especie de planta que,
en vez de fruto , produce lana de una calidad mas
hermosa y mejor que la de los carneros : de ella
los Indios hacen sus vestidos. ( Herodoto , lib. III,
c,ap. 106).» Y si en esta época, el pueblo lleva-
ba vestidos de algodón, es probable que esta
costumbre contase muchos siglos , porque los In-
dostanenses han siempre atestiguado su aversión
para toda especie de innovaciones. Débese no-
tar también que el mismo historiador menciona
á esta planta como particular en la India, y
por otra parle no habla de lana vegetal empleada
para hacer vestidos. En términos precisos, dice
* Este articulo y el siguiente de la Historia comercial del
algodón los tomamos de un escrito del Sr. Bray, síndico d«
los Corredores de Comercio de París.
426 ALG
que los vestidos de los Babilonios eran de lino y
de lana, y que los de los Egipcios eran solo de
lino , á excepción del pañuelo ó chai de lana
blanca que los sacerdotes se ponían en sus es-
paldas fuera de las funciones de su ministe-
rio. Así, puede concluirse con certitud que,
en esta época, la fabricación de los tegidosde
algodón era generalmente extendida en la India,
pero que no existia en ninguna comarca en el
oeste del Indo. Arrieno también, en su historia
de Alejandro, corrobora con su testimonio la cita
deüerodoto. «Los Indios, dice, llevaban vesti-
dos de una sustancia que crecia en árboles; era
cierta cosa mucho mis blanca y mas hermosa que
el lino. En fin, dice que el nombre del algodonero
era Tala, y describe su cápsula. (Arr. Historia
de la India, cap. 16.)» Estrabon, hablando de los
Indios, menciona, según la autoridad de Nearco,
sus telas de algodón de flores ó indianas, y añade
que en su tiempo (murió el año 35 de nuestra
era) el algodón se criaba y que con él se hacían
vestidos en la provincia situada en la entrada del
golfo Pérsico (Estrab., lib. xv.). En tiempo de
Plinio, cincuenta años después de Estrabon, el
algodonero era conocido en el Alto-Egipto, igual-
mente que en la isla de Tilos, en el golfo Pérsi-
co. El dice: «en el Alto-Egipto, hacia la Arabia,
«crece un arbusto que los unos llaman Gossypion,
«y los otros Xylon ; es pequeño, y lleva un fruto
«semejante á una avellana en la cual hay un vello
«sedoso que se hila. Con él se hacen magníficas
«vestiduras para los sacerdotes de Egipto, y na-
«da es comparable á estas bellas estofas por su
«blancura y suavidad.» En la descripción de la
isla de Tilos, el mismo escritor cita, según el
naturalista griego , Teofrasto , entre las produc-
ciones notables de esta isla: «árboles que llevan
«lana, con hojas perfectamente semejantes á las
«de la vid , pero mas pequeñas. Estos árboles,
«dice , llevan un fruto como un calabacino , y del
«grueso de un membrillo ; llegado á su grado de
«madurez , se abre con estallido y deja ver un ve-
«llo lanoso del que se hacen vestidos como de
«una preciosa estofa de lino.»
Historia comercial del algodón.
Asia. — La primera mención del algodón como
objeto comercial se encuentra en el precioso do-
cumento sobre el comercio de la antigüedad , co-
nocido bajo el nombre de Periplo del marEritreo
{Periplus maris Erylhrcci), por Arriano, que
mas arriba hemos citado, y que vivia hacia úl-
timos del primer siglo de la era cristiana. Este
escritor, que también era comerciante y nave-
gante, navegó por estaparte del Océano, que
se extiende desde el mar Rojo hasta á los confines
mas remotos de la India, y describió particular-
mente los objetos de importación y de exportación
«le muchas ciudades de este país, objetos de que
se componía su comercio con los Árabes y los («rie-
gos. Según esta obra , parece que los Arabos
traían algodones de la India á Aduli , puerto del
ALG
mar Rojo; que los puertos de la otra parte de esté
mar tenían un comercio establecido con Púlala (en
el Indo) , Ariake y Barygaza (la moderna Barocha) ,
y de ellos recibían mercadurías ;de .algodón de
diferentes especies; que Barygaza exportaba una
gran cantidad de indianas , muselinas y otros tc-
gidos de algodón, lisos ó con flores, fabricados en
las provincias á las cuales se comunicaba por el
puerto de esta ciudad, así como en el interior de
las comarcas mas remotas de la India ; que Ma-
saba (hoy día Masulipatam ) era entonces, como
ella ha sido siempre después, famosa por sus lu-
bricas de excelentes estofas de algodón ; y que
las muselinas de Bengala eran en esta época, co-
mo en nuestros dias , superiores á todas las de-
más, y llamadas por los Griegos Ganyitiki, nom-
bre que indicaba que estaban fabricadas en las
riberas del Ganges.
liase visto, según Estrabon, Plinio y el Periplo,
que la fabricación de las estofas de algodón , en
la época de la era cristiana, se había extendido
hasta en Egipto y en Persia , y que los productos
primorosos ele las fábricas de la India , tales como
muselinas é indianas, lisas ó con dibujos, eran
comprados por los navegantes griegos en los puer-
tos del Egipto y de la Arabia, de donde penetraron
luego, como puede presumirse , en la capital del
imperio romano, así como en algunas ciudades
opulentas de la Grecia. Sin embargo, las merca-
derías de algodón no debían ser el objeto de una
importancia considerable , ni aun regular , para
Roma y la Grecia , puesto que de ellas no se ha-
ce ninguna mención directa por sus escritores,
quienes no se desdeñaban de ocuparse de otros
productos importados del Oriente , tales como el
oro, las especias, las piedras preciosas y aun la
seda.
A quien ha observado los rápidos progresos de
la industria algodonera desde cuarenta anos, de-
be parecerle extraordinario que este ramo de co-
mercio haya quedado trece cientos años en las
las costas del Mediterráneo , antes de atravesar
este mar para penetrar en Grecia y en Italia, y
que los productos tan perfectos de las fábricas de
la India no hayan sido buscados con conato ni
tampoco importados en gran cantidad en el im-
perio romano.
Esto fué lo que tuvo lugar con la seda ; aunque
de un precio elevado y procedente de una comar-
ca tan lejana como la China, la seda fué buscada
con anhelo por las señoras de Roma, y en parti-
cular por las de la capital del Bajo-Imperio. Los
gusanos de seda, así como el arle de fabricar sus
productos, fueron importados de la China en
Conslantinopla por dos monges persas , bajo el
reinado deJusliniano, el año 552, y todo induce
á creer que las mercancías de algodón de la In-
dia fueron también importadas allí en la misma
época, porque van comprendidas en la lista
de las mercaderías que pagaban derechos, en
el Digesto de las leyes de Jusliniano; pero, co-
mo los escritores raras veces hablan de ellas,
mientras que con frecuencia se hace mención
de las estofas de seda, es probable que no
ALG
fuesen muy estimada», y que el comercio á que
daban lugar no fuese muy considerable.
En I ioi , las estofas de algodón eran ya un ar-
tículo importante de comercio para vestidos en la
Crimea y la Rusia del Norte, á donde se traían
del Turkistan. La armenia tenían también, en
esta época , una fábrica de muy hermosos tegi-
dos de algodón, J esta lana vegetal crecía abun-
dantemente en Persia, y en este país era fa-
bricada en todas las pro\ incias que circundan el
Indo.
Pero , un hecho curioso , confirmado además
por los anales chinos, es que este pueblo, tan in-
dustrióse, tan antiguamente civilizado, á quien
el mundo es deudor de sus fábricas de sederías,
de papel y de azúcar , que ejerció el arte de la
imprenta, y conoció , antes que ninguna otra na-
ción , las propiedades del imán y la composición
de la pólvora, el pueblo Chino haya permanecido
sin fábricas de algodón hasta la fin del siglo XIII,
cuando en particular esta industria florecía desde
tres mil años en la India , pais vecino de la Chi-
na. Sin embargo, desde mucho tiempo antes de
esta época , conocíase el algodonero en la China,
pero no se cultivaba sino en los jardines, y si con
su producto se fabricaba alguna estofa, era tan
solo como objeto de curiosidad, mientras que, en
el siglo IX, los vestidos de seda eran llevados
allí por todos los habitantes , desde el lugareño
hasta el principe. El cultivo del algodonero , con-
siderado como objeto de utilidad . no fué intro-
ducido en China hasta después de la conquista de
este imperio por los Tártaros , oponiéndose una
formidable resistencia á esta nueva industria por
los obreros empleados en la fabricación de estofas
de lana y de seda ; pero sus numerosas ventajas
la hicieron muy luego , en China como en todas
partes, triunfar de sus adversarios, y hacia el
afie I.Í68 , prevaleció en todo el imperio.
Las telas de algodón de la China, particular-
mente los mahones , han adquirido una grande
celebridad en el comercio, aunque no hayan
sido perfeccionadas las groseras máquinas, em-
Iileadas tan largo tiempo en las fábricas de las
mlias. Si ha de creerse á Jorge Staunton, en di-
cho imperio, ambos sexos del bajo pueblo gene-
ralmente llevan vestidos de telas de algodón de
color azul, y el país no produce lo bastante de esta
materia para el consumo interior, de modo que
tienen lugar allí importaciones considerables de
Surata, de Bombay y de otras partes de la India.
En el imperio del Japón, en Java, en Borneo y en
las innumerables islas del Archipiélago indiano y
del Archipiélago de la China , el algodón forma
el vestido de todos los habitantes.
África. — El cultivo del algodonero y la fabrica-
ción de las estofas de algodón fueron establecidos,
en una época antigua y probablemente por los Mu-
sulmanes, en todas las partes del África, situadas
en el norte del ecuador. En el año 1590, fué lle-
vada á Londres tela de algodón de fábrica indíge-
na , de Béniu, en la costa de Guinea, y algunos si-
glos antes esta industria había florecido en Mar-
ruecos y en Fetz. Por otra parle , es cierto que las
ALG I :>7
diversas especies de algodonero crecen en abun-
dancia en las riberas del Senegal, de la Gambia,
del Niger, en Timbouctou, Sierra-Lenoa , en la
islas del Cabo-Verde, en las costas de Guinea,
en Abisinia, y en todo el interior; y que los na-
turales, bárbaros ó semi-bárbaros, en todas parles
llevan vestidos de tegidos de algodón fabricados
por ellos , tegidos con frecuencia tenidos , ador-
nados de dibujos, á veces mezclados con seda y
de un trabajo admirable. El algodón también es,
de todas las estofas de que uno puede vestirse, la
mas conveniente bajo la zona tórrida , y los cli-
mas calientes son tan favorables al algodonero,
como sus productos abundantes son la materia me-
nos costosa para la fabricación de las estofas; do-
ble razón para que la industria algodonera conti-
nué en ser en África el alimento de un comercio
mas y mas importante.
América. — Cuando el descubrimiento del Nue-
vo Mundo , la fabricación de los tegidos de al-
godón habia llegado ya en este continente á un
alto grado de perfección , y los Megicanos tegian
con esta materia sus principales vestidos, puesto
que carecían de lana, de cáñamo, de seda, y que
no se servían del lino , que sin embargo crecia
en aquel país. — «Los Megicanos , dice el abad
Clavigero , hacían sus anchas telas de algodón,
tan finas y tan bellas como las telas de Holanda,
y eran muy estimadas en Europa.» — Entre los
presentes enviados á Carlos Quinto , por Cortés,
el conquistador de Mégico, se observaban capas,
chupas, pañuelos, banovasy tapices de algodón..)
— «Ellos fabricaban también papel de algodón;
una de sus monedas consistía en pequeñas piezas
de algodón , etc.» — El mismo Colomb reconoció
que el algodonero crecia en el estado silvestre, y
en grande abundancia en Hispaniola, en las is-
las de la India Occidental y en el continente de
la América del Sud, en donde los habitantes
llevaban vestidos de algodón y de él hacían las
redes de pescar. Y los Brasileños , en la época
del viage de Magellan alrededor del mundo,
tenían la costumbre de hacer sus camas con al-
godón.
No puede dudarse que el algodonero sea indí-
geno de la América igualmente que de la India ,
y el arte de convertir sus productos en hilos y en
tegidos probablemente remonta á la época del
primer establecimiento , cualquiera que sea, for-
mado en este continente ; pero los sabios están
muy divididos sobre la fecha. Lo que puede do-
cine es que lá industria algodonera en América
se remonta á una alta antigüedad.
Enrona. — Si la Europa es la parle del mundo
en donde el arte de fabricar el algodón ha pene-
trado mas tarde, es en desquite aquella en dondo
el genio le ha hecho hacer los mas rápidos pro-
gresos.
El algodonero fué naturalizado en España, en
las fértiles llanuras de Valencia , y su producto
empleado en la fabricación de hermosas estofas,
desde el siglo Xá lo mas tarde, en que se estable-
cieron fábricas en Córdova, en Granada y en Se-
villa. Los tegidos de algodón fabricados en clrei-
42S ALG
no de Granada eran mirado» , en el siglo XIV,
como superiores á los de Asiría en suavidad, en
finura y en hermosura. — Las estofas de algodón
llegaron á ser muy luego uno de los ramos mas
florecientes de la industria de Barcelona. Capmany,
el historiador del comercio de esta ciudad , dice
que «entre los diversos tegidos que distinguían
«antiguamente á Barcelona, los mas importantes
«eran los tegidos de algodón. Los fabricantes de
«este género de estofa, que formaban corporación
«desde el siglo XIII, preparaban y hilaban el al-
«godon para la tegedura de diferentes estofas que
«se fabricaban, principalmente para hacer de él te-
«las de velas. Este ramo de industria daba lugar
«á transacciones comerciales muy extendidas en
«esta ciudad, que fué , durante mas de cinco si-
«glos, el apostadero de las escuadras españolas.»
Fabricábanse también muchos fustanes. Los Ara-
bes de España hicieron también papel de algodón,
y es probable que este arte fuese introducido en el
país por los Sarracenos, quienes lo habían apren-
dido cuando se apoderaron de Samarcanda, en
el siglo Vil ; y se estableció una fábrica de este
producto en Salibah después déla conquista. — La
introducción de esta útil industria en las demás
f>artes de la Europa encontró grandes obstácu-
os, y el principal era quizás el desprecio que los
cristianos profesaban á los musulmanes y á cuan-
to de ellos venia.
Hasta el principio del siglo XIV no se hallan
señales de la fabricación de los tegidos de algo-
don en Italia. Merrino, el historiador del comer-
cio de Venecia , dice que en esla época se intro-
dujo la industria algodonera en Venecia y en
Milán , en donde se fabricaron estofas de algodón
fuertes y gruesas , como fustanes y bombasíes.
Todo induce á creer que ellas eran hechas con al-
godones hilados de la Siria y del Asia Menor, de
donde los Italianos y los Franceses, en los últi-
mos tiempos , importaban regularmente este ar-
tículo.
Guichardin en su descripción de los Países-
Bajos, en 1560, dice: «que Ambéres importaba
«dé Venecia y de Milán , estofas de algodón, fus-
tanes y bombasíes de diferentes y hermosas ca-
«lidades.» También habla de tegidos de algodón
fabricados en grande cantidad en Broges y en
Gand. — Es difícil de precisar la época en la cual
la Turquía de Europa ha recibido el arte de fa-
bricar los algodones; pero créese, con razón, que
fué en el siglo XIV , en el tiempo de la conquista
de los Turcos en Bomania; porque los vencedores
debieron traer sus artes con ellos , y el uso de
los vestidos de algodón está generalizado en el
Asia-Menor. Desde este siglo , el algodonero se
halla en un terreno y en un clima favorables en
la Bomania y en la Macedonia , en donde es cul-
tivado en grande, y los hilados y tegidos de algo-
don forman el ramo de industria mas importante
de esta comarca.
Progresos de la industria algodonera en España.
Los progresos de la industria algodonera en
ALG
España, señalado ya mas arriba el origen de es-
te ramo de fabricación , pueden deducirse de las
noticias siguientes que tomamos de un escrito *
del abogado y distinguido escritor D. Juan Illas
y Vidal , y de los datos estadísticos de los tres ra-
mos de hilados, tegidos y estampados, en Catalu-
ña, que él mismo se ha servido facilitarnos, los
cuales trasladaremos á continuación:
En 1792, por 6.800 operarios, elaborábanse
4'/, millones de varas de indianas, muselinas,
etc., 16.000 docenas de pañuelos, y 73.000 do-
cenas de pares de medias de algodón , por valor
de 50,000.000 de reales. La guerra marítima de
de 1804 , la guerra de la independencia, y otras
causas agenas de esta obra , fueron muy poco fa-
vorables al desarrollo de la industria algodonera;
pero , en 1 832, amaneció para ella una nueva era
sustituyendo á las anticuadas máquinas , intro-
ducidas por Cabarrus en 1804, otras mas perfec-
cionadas dirigidas por extranjeros, y de ahí la
importación de 74,000 quintales de algodón en
rama que tuvo lugar en Cataluña en el año 1834.
De 1836 á 1840 fueron importadas 33 máquinas
de vapor que representan 201 caballos de fuer-
za, y otras de cardar, dehilar, de Jacquart, etc.,
por valor juntas de cuatro y medio millones de
reales; en 1840,1a importación del algodón en ra
ma fué ya de 184,000 quintales. En 1841 , la in-
dustria algodonera de Cataluña con sus accesorios
presentaba un capital de 424 millones de reales,
ocupaba 102,000 operarios, mayordomos, etc.,
invertía en salarios y sueldos 1 90 millones, pre-
sentaba productos por valor de 522 millones, en
el conjunto de sus diversos ramos. La importación
de algodón en rama, en 1845, llegó á 376,000
quintales, consumiéndose ya anualmente unos 28
millones de libras.
De lo expuesto se ve que la importación del al-
godón en rama en los anos normales ha seguido,
desde 1834 á 1846, una progresión trienal de 7:
9 : 15:23; pues que en los años 34 , 35 , y 36 so
introdujeron 21 millones de libras;— mas de 28
id en los años 37, 38 y 39; — 47 id. en el trienio
siguiente;— en 1 8 43, solo 6 id;— y 69 id. en los años
1844, 1845 y 1846. Sí se compara la canti-
dad importada en el primer trienio con la corres-
pondiente al último , se verá que en unos doco
años hubo un aumento de 21 á 69 ó sea 1 á 3 77,
casi doble que el de la industria algodonera ingle-
sa;— si se compara el quinquenio de 34 á 38 con el
de 42 á 46, severa un aumento de 41 á83, — y si se
reemplaza el año anómalo 1843 por el normal
1841 , el aumento será de 45 á95.
Al presente están suprimidas casi todas las má-
quinas bergadanas y reemplazadas por mullje-
nis, continuas y selfactings; el conjunto de todos
* MEMORIA SOBRE LOS PERJUICIOS QUE OCASIONARÍA
EN ESPAÑA, ASI A LA AGRICULTURA COMO A LA IKDUS-
TRIA Y COMERCIO , LA ADOPCIÓN DEL SISTEMA DEL LI-
BRE CAMBIO , por D. Juan Illas y Vidal , presentada á la
M. I. J. de Fáhrkas de Cataluña, premiada por la misma
corporación con una medalla de oro y 4000 reales, en cum-
plimiento del programa de 15 de noviembre do 1841. Barce-
lona: Imprenta de D. Agustín Gaspar, 1849.
ALG
los ramos de la industria algodonera y sus auxi-
liares ofrecía en tsS7 un capital de 800 millones
de reales, una producción definitiva de i(¡0 millo-
nes \ alorada por los precios bajos de entonces,
i ¿0,000 Obreros y 600,000 personas cuya subsis-
tencia directa ó indirectamente de ellas depen-
día , observándose que la fabricación iba propa-
gándose de Cataluña á Sevilla, Málaga, Cádiz,
Bilbao , y otros puntos.
Resumen de la cantidad de algodón en rama importado en
el puerto de Barcelona en el año 1850.
44.433
Nueva-Orleans.
844.265 1
13.516
Marañen. , .
135.160
ii m
Charlcston. .
206.720
7.584
Mobila. . .
166.848
9.277
Fernamburo. .
69.877
737
Cuba. • • • \
791
Mayaguas. . . 1
260
Puerto Rico. . 1
10
Ponce. . . . f
531
Aguadilla. . . 1
12.995
7
Omita. . . . 1
70
Nueva Barña. . '
170
Gandía. . . . /
2.082
Motril. • • •)
16
Para. . . . i
16.781
289
Lisboa. ... "i
18
Cádiz. . • . . I
2.302
470
Ciotat. . . .
5. 6Í0
1.496
Palma.. . .
28.424
Balas
94.702
1,488.715(3) catalanas,
que son 38,706.590 libras catalanas ó 34,833.931 libras
castellanas.
Resumen de los últimos datos estadísticos del ramo de Hilados
y Torcidos de algodón.
Máquinas de vapor 76
Fuerza de caballos por vapor 1.896
id. id. por agua 1.647
id.. id. por caballerías 238
ÍBergadanas. . . 180 058
Mull-jennvs. . . 376.810
Continuas: . . . 51.040
Sclfactings.. . . 96.328
Número de husos para el torcido 93 873
i Hombres. . . . 2.964
Operarios I Mugeres. ... 4 937
' Niños 4.008
Salarios rs. vn. 28,607.874
! Edificio. id. id. 72.501.780
Maquinaria, id. . 121,423.708
Circulante, id. . 104,561.520
Producción actual en.
I Hilados, libs. casis. 27,760.888
j Torcidos, id. id.. 4,007.382
Máximo de lo que podría l Hilados, id.
producir: | Torcidos, id.
Cantidad de algodón que consumen, id. id..
Carbón de piedra que consumen, quintales, .
lasca parados
n
38,845 628
4,602. tn
29,148.822
291.200
241.305
ALG 159
Resumen de lot últimos datos estadisticot del ramo de Tegidot
de algodón.
I Sencillos 27.993
Telares eiistentes:
Operarios:
Compuestos.
Jacquards. .
Mecánicos. .
Capital en
Í Hombres.
Mugeres.
Niños. .
í Maquinaria,
[circulante.
Producción actual. .
Podría producir.
Salarios
Valor de los edificios.
rs. vn
.id. id
. varas
. id.
rs vn
id. id
¡Sencillos. . .
ssr- :
Mecánicos.
5.537
1.503
4.187
23.621
16.115
5.180
44.986.562,
123,368.165
119.638.410
151,870.410
77,968.786
56, 628. 040-
6.823
530
70
560
Resumen de los últimos datos estadísticos del ramo de Estam-.
pados de algodón.
Máquinas de vapor. . ; . . . 17
Fuerza de caballos por vapor. . . 238
id. id. por caballerías. . . 46
Perrotinas: 1 4 ^iT"' '. '. '?
Máquinas á la plancha plata. ... 1
Mesas de estampar 889
Íl color. . 14
3 id IB
4 id! \ '. 8
S Hombres. . . 1.401
Mugeres. . . 101
Niños. ... 866
Salarios 7,899.700 rs. vn.
Edificio 17,563.400 id.
Maquinaria 14,956.660 id.
Circulante 39,611.800 id.
Producción actual 29,678.720 varas.
Máximo de loque podría producir. . 49,781.660 «
Carbón de piedra que consumen. . . 77.400 quint.
Resumen general de los tres ramos de Hilados, Tegidos t/
Estampados de algodón.
93
Fuerza de caballos por vapor. .
2.154
Id id. por agua.. . .
1.647
id. id. por caballerías..
284
i Hombres.
Operarios: . . . \ Mugerea. .
' Niño*.
27.986
.
.
21.150
10.054
Salarios
rt.
vn.
1 14.476.360
i Edificio. .
id.
id.
146,695.220
Capital en. . ] Maquinaria.
id.
id.
181,366.930
' Circulante.
id
id.
267,541.485
Algodón para acolchado. Se había
dado el nombre de late, de la palabra france-
sa Ouate, á un producto natural extraído del As-
clepiasde Siria (Asclepias syriaca,h.) . Este pro-
ducto era formado de las masas sedosas (pío
contiene el fruto de esta planta, empleadas para
TOMO 1.
130 ALG
hacer colchones, cogines para sofás, camillas
para descansar , y también para acolchar ves-
tidos.
Habiendo el algodón llegado á ser común en
Europa, se buscó darle una forma conveniente,
y sustituirlo á la mazorca sedosa de este fruto,
que era de un precio muy elevado ; los esfuerzos
tanteados dieron primero origen á productos in-
formes, después luego á una nueva industria y á
productos perfeccionados.
Para obtener el algodón para acolchado , se
monda el algodón en rama , después de haberlo
abierto y dividido golpeándolo ; se le golpea de
nuevo; se le carda dos veces ; se pone en plan-
chas cuadradas ; se fieltra haciéndole experimen-
tar una operación para que se amase ; se enco-
lan las partes superiores ; se hace secar , y así
se entrega al comercio.
Este producto , que es algodón en hojas carda-
das y encoladas , se consume en muy grande can-
tidad ; lo que es fácil concebir cuando se re-
flexiona que sirve para forrar los vestidos , y que
goza de la propiedad de hacerlos mas calientes
sin aumentar sensiblemente su peso. Se fabrican
algodones para acolchados negros para luto, y
de color de rosa para guarnecer vestidos ligeros
de este color. En Cataluña hay varias fábricas de
uate, que se calcula elaboran diariamente unas
10 arrobas de este producto.
Algodón hilado. El algodón hilado es el
producto obtenido del algodón en rama que ha
sufrido diversas preparaciones , sometido á la
acción de la hiladura , sea á la mano , sea por
medio de máquina.
El algodón hilado, para la fabricación de las es-
tofas, se divide en dos especies: el urdimbre y
la trama. La trama, cuando ha recibido un grado
de tercedura que tiene el medio entre el que le
es propio y el común al urdimbre, toma el nombre
de medio urdimbre.
Las máquinas continuas solo producen urdimbre
que se llama urdimbre continuo. Las máquinas
mull-jenny producen urdimbre, que se designa
por urdimbre mull-jenny , ó trama ( sistema pri-
mero de 1,400 varas).
El grado de finura del algodón hilado se indica
por el número. La madeja inglesa es de ,822 va-
ras ; la madeja francesa es, al presente , de 1 1 97
varas; la madeja española es de 920 varas. Esto
merece fijar la atención , para precaver el fraude
uue muchos hiladores hacen dando á las devana-
deras un perímetro mas pequeño del que marca la
ley, ó no componiendo sus madejas sino del nú-
mero de vueltas de devanaderas querido], y de
este modo dan ásus algodones hilados un nume-
ro que no es el verdadero, y así venden á falsa
medida.
En las muy buenas fábricas de hilados los cuida-
dos llevados en la regularidad délas preparacio-
nes son tales que la máquina mull-jenny produce
exactamente el número que se quiere tener, salvo
el efecto de las variaciones en la atmósfera, efec-
to que se procura neutralizar manteniendo tanto
como es posible una temperatura igual en los ta-
ALG-
lleres. No obstante estas precauciones, las gran
des variaciones de la atmosfera acarrean cambios
en la producción : si hace mucha sequedad, los
hilados serán de muchos números mas gruesos;
si hace mucha humedad, serán mas finos. Esta di-
ferencia puede variar de Vio á V18 sobre los nú-
meros de hiladura.
En muchas fábricas los productos son buenos
pero irregulares, porque esta precisión en todos
los grados de la hiladura no existe en el mismo
punto, de suerte que en los productos déla misma
máquina mull-jenny hay una diferencia sensible en
el número. Esta irregularidad en los números de
los hilados pone al tejedor en la imposibilidad de
obtener tegidos de un trabajo seguido, y el fabri-
cante de telas pintadas, á su vez, no puede lle-
gar á resultados satisfactorios.
Cuatro son los sistemas de hiladura empleados
en Cataluña, esto es con máquinas Bergadanas,
Mull-jennys, Continuas y Selfactings. Con las an-
tiguas Bergadanas , por lo común , se hilan tra-
mas ordinarias, pero su uso va desapareciendo
de los talleres, en razón de su escasa producción.
Con las otras tres máquinas se hilan el urdim-
bre y la trama, que solo se diferencian por el gra-
do de torcion, que debe ser mucho mayor en el
urdimbre. Según á que especie de tegido se des-
tina el urdimbre , es mejor y mas apreciado el al-
godón hilado en máquinas continuas .
El algodón hilado sé expide en canillas ó de-
vanado. Las canillas están colocadas en el estado
en que son quitadas de encima de los husos de la
máquina, y sobrepuestas con gran cuidado en ca-
jas ó canastas. Cuando el hilo ha sido devanado,
se forman madejas, así de trama como de urdim-
bre, de modo que tengan el largo ó tiro de 920 va-
ras; diez madejas forman lo que vulgarmente se
llama número. En paquete del número 20, por
ejemplo , contiene 200 madejas ; uno de número
21, contiene 210 madejas; uno de número 22
contiene 220, y así sucesivamente. Es decir que
cada diez madejas aumentan un número sin ex-
ceder del peso de 1 1 libras catalanas ; de consi-
guiente la finura del hilado depende del aumento
de números, porque el número 80 que contiene
800 madejas tiene el mismo peso que el número 20
que contiene 200. En la actualidad, se hila algo-
don desde el número 6 hasta al número 80 , pero
el consumo mas general es del número 20 al 30.
Las madejas se prensan con fuerza, se atan con
bramante y se reúnen en paquetes. El paquete de
algodón hilado contendrá tantos números de los
arriba indicados, cuantos sean necesarios para
completar el peso de 9 libras 1 0 onzas, peso cas-
tellano, ó 1 1 libras catalanas, salvo la diferencia
de dos onzas mas ó menos; y su denominación
será la de la cantidad de números que com-
prenda. En seguida se hacen, con cierto nú-
mero de paquetes ligados juntos, balones cuya
cubierta se compone de gruesa tela, bajo la
cual se mete heno ó paja. Para los gruesos nú-
meros no se tema la molestia de ponerlo en pa-
quetes, y solo se reúnen las madejas circularmen-
te, y se atan ó ligan por medio de una madeja.
ALli
Cada provincia ó cada país manufacturero tie-
ne , en una misma especie de fabricación, un ge-
nero cpie le es propio; de modo que las calidades
y los niimeros de los algodones hilados son apro-
piados á los diversos géneros.
La India es el país mas antiguamente conocido
por el arte de hilar el algodón con la mayor per-
fección, puesto que con él se fabricaban y se fa-
brican aun esas hermosas muselinas que han sido,
Eor espacio de largo tiempo, la admiración de la
uropa, y que ésta puede apenas imitar, á pesar
de la \ enlaja (pie le procuran sus máquinas. El
arle de hilar el algodón á la manera indiana, es
decir al torno, hase extendido hasta el Levante,
en toda la costa de la Siria, en Esmirna, en San
Juan de Acre, etc. Entre estos algodones hilados,
el de Damasco , que se llamaba algodón de onza,
y el de Jerusalen, (pie se llamaba bazac, eran \
son todavía preferidos á todos los demás. Los de
la India, inferiores á los del Levante, eran y son
conocidos aun bajo los nombres de Tulucoriii, Ja-
v a, bengala y Surata. Estos algodones se dividian
en cuatro ó cineo calidades superiores, que se
designaban por las letras A, B, C, etc., y forma-
ban un objeto considerable del comercio de ex-
portación del Levante. Pero, desde la introduc-
ción de los mull-jennys, ó máquinas de hilar,
este comercio ha del todo cambiado; en verde
recibir algodones hilados del Levante, los Ingle-
ses, que han llevado á tan alto grado el arte de
hilados de algodón con máquina, importan allí
anualmente grandes cantidades de algodón hilado
de todos los números; lo que ha acabado de ar-
ruinar, en todo el Levante, así como en la India,
y hasta en la China, lahiladura de algodón ma-
nual, (jue no puede sostener la concurrencia con
el hilado con máquina. Loslngleses han precedido
á todas las demás naciones en la construcción y
el perfeccionamiento de las máquiuas de hilar
algodón; y, á pesar de la imitación de sus pro-
cederes, sea en Francia, sea en otras partes,
ellos han conservado su superioridad , principal-
mente en los altos números que han llevado a un
grado extraordinario, y es un hecho generalmen-
te reconocido que una de las principales causas
de la superioridad de las algodonadas y otros ar-
tículos de algodón ingleses, depende en particu-
lar del arle de hilar algodón con máquinas de una
gran perfección.
% M.oiM>\ AHÍ. Dase el nombre de Al-
godonadas (hay quien dice Cotonadas de la pala-
bra francesa Cótonnades) álos tegidos fabricados
con algodón teñido después de haber sido hilado,
y que son entregados al consumo luego de salir
de las manos del tejedor, sin necesidad de nue-
vas preparaciones.
Este génoro fabrícase ó lizo ó cruzado ; hanse
hecho también algunos ensayos para obtenerlo
labrado ó espolinado por medio de telares á la
Jacquard, pero han tenido poco éxito, probable-
mente por la razón de que estas labores eran de-
masiado costosas y no guardaban proporción en-
tré el valor de la materia y la naturaleza del uso
del le g i do.
ALG 131
Bajo el nombre general de Algodonada van
comprendidas también algunas especies de tegi-
dos cuyo urdimbre es de hilo de lino y la trama
de hilo de algodón crudo , blanqueado o teñido de
diferentes colores, como por ejemplo el articulo
conocido con el nombre Hilo y algodón, los Retor-
cidos, las Simesas, los Gallardetes, las Tilas de
colchón.
Danse á los algodonadas diferentes nombres, que
son los de las estofas que se han querido imitar,
ó de los países en que fueron inventadas : así se
explican las denominaciones de Guingamp , Ma-
dras, Gniga, Virginia, Mahon, etc.
En esta variedad preciso es hacer particular
mención del Guingamp y del Madras. — El pri-
mero osuna algodonada superfina, rayada ó de
cuadros , en la cual los dibujos y los colores se
combinan hasta lo infinito, según el gusto del fabri-
cante ó el capricho de la moda: este tegido es
de gran consumo, y se usa particularmente entre
laclase acomodada. — El madras es un pañuelo
ó pañoleta cuyas dimensiones se gradúan á poca
diferencia de 30 á 50 pulgadas cuadradas; con lo-
dosa mayor parte son de 30 á 32 pulgadas. Este
pañuelo se pone ó sobre la cabeza ó sobre las es-
paldas. Tanto por la diversidad de los dibujos y
de los colores como por la finura del tegido, el
madras tiene muchísima analogía con el guin-
gamp, y su fabricación es de mucha impor-
tancia.
La longitud délas piezas de algodonada es ge-
neralmente de 92 varas, que se dividen en dos ó
tres cortes en los artículos finos ; en los ordina-
rios casi siempre se deja la pieza entera.
Cada género ofrece una gran diversidad de
calidades, que se distinguen entre sí por la finu-
ra del tegido , el grueso y el número de los hi-
los empleados , además por la hermosura de las
primeras materias y el brillo y la solidez de los
colores.
La algodonada generalmente no se teje en
grandes talleres; aiconlrario, su fabricación es-
tá repartida por los lugares ó pueblos entre un
gran número de operarios, la mayor parte do
ellos tejedores y labradores á la vez, que cada
uno no tiene sino un reducido número de telares,
y aun los mas sin tener otro que el en que tra-
bajan la pieza. Las relaciones del fabricante con
el operario se establecen por la mediación de un
mayordomo que recibe los urdimbres y devuelve
las piezas.
La fabricación de la algodonada data en Fran-
cia de una época muy remota, y á la antigua pro-
vincia deNormandía le cabe la gloria de haber
sido su cuna ; en su seno hase engrandecido y
ha tomado ese imponente desarrollo que la ha
convertido en una de las industrias capitales del
país. Rúan ha sido siempre su principal merca-
do, y en el que se celebra el viernes de cada
semana se venden de ella un considerable número
de piezas , tanto que la algodonada ha sido y es
también conocida con el nombre de Ruancría (V.
esta palabra).
La historia de los progresos de la industria
131 ALG
francesa demuestra que ya antes de 1430 los
Genoveses hacían con la Francia un comercio de
algodón en rama para las colchas y los acolcha-
dos, y de algodones hilados crudos y teñidos, que
sacaban del Levante por la vía de Esmirna y de
las otras Escalas. Estos hilos no servían mas
que para la trama ; el urdimbre era de seda ó de
lino. Sin embargo , tan solo desde el principio
del siglo XY1I ha ocupado la fabricación de la
algodonada un lugar importante entre las indus-
trias francesas. En esta época en Normandía ya
se habían hecho , con felices resultados , ensayos
para hilar el algodón; pero lo que contribuyó muy
eficazmente al progreso de la fabricación de las
algodonadas en Normandía, y las puso en el gra-
do de superioridad en que hoy las vemos , fué, el
haber sido la primera en conocer los procedi-
mientos de la tintura en su extensión, y especial-
mente el poseer el secreto para el rojo encarna-
do, llamado rojo de Indias ó de Andrinópoli. Estos
conocimientos ios debió á tintoreros griegos que
fueron á establecerse, en 1747, en el pequeño lu-
gar de Darnetal, cerca de lluan.
Los Ruaneses aprovecharon tanto las lecciones
le sus maestros que en poco tiempo les adelanta-
ron ; y en el dia , á pesar de estar tan diseminada
la industria, es todavía en las fábricas que, en
gran número , se hallan en los al rededores de
Rúan en donde se tifie en mayor cantidad y con
mejor resultado el algodón hilado de color rojo
de Indias.
La fabricación de las algodonadas en España es-
tá muy adelantada; de los varios talleres de Ca-
taluña , en particular , salen productos que na-
da dejan que desear por lo tocante ala finura del
tegido y á la hermosura y variedad de los co-
lores.
ALGODONERO, Gossypiüm. Género de
la familia de las malváceas, de la monodelíia po-
liandria de Linneo , célebre por la borra que se
halla al rededor de las semillas de todas sus es-
pecies, designada bajo el nombre de Algodón
(V. esta palabra). Respecto al uso médico, las
flores de todas estas especies, que son muy seme-
jantes, son emolientes y empleadas como las de
las malvas y del malvavisco en Europa; las raíces
en la India sirven también , en cocimiento, en las
enfermedades urinarias; en el Rrasil, las hojas
se usan en las picaduras de los escorpiones y de
las víboras , y maceradas en vinagre son aplica-
das en la cabeza contraía jaqueca; las semillas
son emulsivas, y de ellas se extrae un aceite dul-
ce y bueno para quemar ; los Ingleses , á falta de
lienzo, hacen hilas con el algodón, que irrítalas
úlceras , pero cardado ha sido propuesto para se-
car prontamente los vejigatorios.
Los algodoneros son indígenos de la India y de
la América , crecen espontáneamente en casi to-
dos los climas calientes del Asia, del África y de
la América, de donde se les ha trasplantado en la
parte meridional de los Estados-Unidos y en cier-
tos puntos de la Europa , habiendo llegado á ser
en estos diversos países un importante objeto de
cultivo.
ALG
Entre las especies de algodoneros, mejor cono-
cidas cítanse las siguientes :
Algodonero arbóreo ( GosfypiUtn ar-
boreum,h.). Arbusto que se eleva á 15 ó 20
pies, y crece en la India, la Arabia y el Egipto,
de donde ha sido trasportado en las Canarias y
en la América.
Algodonero herbáceo {Gossypiüm
herbaceum, L.). Crece en Egipto, en Siria, en la
India Oriental , y cuyo cultivo , propagado en el
reino de Ñapóles y en las costas meridionales de
la Andalucía, ha sido ensayado en las regiones
calientes de la Francia. El nombre de Algodonero
herbáceo, impuesto á esta especie, es muy impro-
pio , porque ella varia en su porte : á veces es una
planta herbácea anua , que no se eleva á mas- de
1 8 á 20 pulgadas ; otras veces es un arbusto que
alcanza á 5 ó 6 pies de elevación , y cuyo tallo
es vivaz y leñoso en su parte inferior.
Algodonero de la India ( Gossypiüm
indicum ) . Especie que parece tener el medio en-
tre las dos precedentes , y , como su nombre lo
indica , es originaria de las Indias Orientales.
Algodonero religioso ( Gossypiüm re*
ligiosum, L. ). Pequeño arbusto de 3 á 4 pies de
elevación, que se distingue principalmente por su
estilo extremamente largo y saliente fuera de la
corola, aun antes de su descogimiento. Es culti-
vado en diversas partes del globo , sobre todo en
la isla de Francia y en la India.
Algodonero velloso ( Gossypiüm hir-
sutum, L.). Originario de América. Se distingue
de las demás especies por su tallo herbáceo,
ramoso , velloso , así como los pecíolos de las
hojas, que son blandas y pubescentes de ambos
lados.
Los plantadores reconocen un número infinito
de especies ó variedades de algodoneros de los
cuales nos bastará indicar aquí tres grandes divi-
siones :
1.° Algodonero herbáceo,
2.° Algodonero arbusto,
3.° Algodonero árbol.
La primera y la mas útil de las tres especies
es el herbáceo, planta anua, cultivada en los Es-
tados-Unidos , en China y en muchos otros paí-
ses, como en los puntos meridionales de Andalu-
cía , en particular en las inmediaciones de Motril
en España. Crece á la altura de 1 8 pulgadas á 2
pies ; sus hojas son de un verde subido , vetadas
de moreno, y divididas cada una en cinco lóbu-
los ; la flor es de un amarillo pálido como la de la
malva , tiene un largo pistilo y cinco pétalos, con
una mancha de color de púrpura en el fondo de
cada cada uno de éstos; cuando la flor cae, se ve
aparecer una cubierta capsular sostenida por cin-
co hojas verdes, triangulares, profundamente den-
tadas en sus extremidades. La vaina llega á las
dimensiones de una gruesa avellana, de forma
casi triangular, terminada en punta, y tiene tres
compartamientos : su color pasa á ser mas more-
no cuando la semilla ha llegado ¿á su grado de
madurez, y, cuando la cubierta se entreabre,
tres vedijas de borrilla , formando borla , de un
ALI
blanco de nieve ó amarillento , salen de los tres
compartimientos que encierran los granos á los
cuales estos filamentos están fuertemente prendi-
dos. Las semillas tienen cierta semejanza con las
pepitas de uva , pero son mucho mas gruesas. La
cosecha del algodón se hace algunos dias des-
pués de la abertura de las vainas , en agosto, se-
tiembre y octubre.
El algodonero arbusto crece en casi todas las co-
marcas en donde se halla el algodonero herbáceo
anual. Su duración varia según los climas .- en las
Indias Orientales, es bienal ó trienal; en la In-
dia, en Egipto y en otras comarcas, vive de seis
ádiez anos. Su flor y su fruto se parecen mucho
á los del algodonero herbáceo , excepto que la
vaina no es de forma triangular y puntiaguda.
El algodonero árbol crece en la India, en Chi-
na, en el interior y en las costas occidentales del
África , asi como en algunas comarcas de la Amé-
rica. Sus caracteres son á corta diferencia los
mismos que los del algodonero arbusto , sola-
mente que llega á una mayor altura.
Las diversas variedades del algodonero requie-
ren un terreno seco y arenoso. La sal parece
también contribuir ala bella calidad del algodón,
porque en las costas del mar es en donde el algo-
donero florece mejor y da los mejores productos,
es decir el vello mas lino, mas fuerte y mas lar-
go. El célebre algodón Sea-Island, que también
en el comercio se designa con el nombre de Geor-
gia , largo vello , tiene fibras mucho mas largas
que ninguna otra especie; es también mas fuerte,
mas sedoso, y su color es de un blanco mante-
coso.
ALHAGI, Ai.hagi. Género de plantas de la
familia de las leguminosas , de la diadelfia mono-
ginia de Linneo , que es un desmembramiento
uel género Hedisvho (Hedysarum) del botánico
sueco . del que difiere sobre todo por vainas no
articuladas.
Alhagi de los lloros [Alhagi Mauro-
rum, DC.j Iledysarum Alhagi, L. ). Esta planta,
que forma un sub-arbusto muy espinoso, crece
en Egipto, en Siria , en Mesopotamia (en don-
de es llamada Aguí), en Anatolia, etc.; formando
en dichos países espinares temidos de los ca-
ballos, que la evitan con gran cuidado, porque
les punza los pies , mientras que los camellos la
buscan como un forraje muy nutritivo.
Los tallos de este vegetal dan por excreción
una sustancia azucarada llamada Maná de Per-
sia, muy usada en Persia, y hasta en Bengala.
Según Tourneforl, en Tauris, ciudad de Persia,
es sobre todo en donde se hace la cosecha, bajo
el nombre de Trungibtn ó Terenjabin. En los
grandes calores, se perciben, sobre las hojas y
sobre los ramos, especies de gotas de miel, que se
endurecen en forma de granos , de los cuales los
mas gruesos tienen el volumen del cilantro ; de
ellos se forman panes rojizos, que tiran á oscuro,
llenos de polvo y de hojas que alteran su color y
disminuyen quizás su virtud. Preténdese que es
menester recoger estos granos antes de salir el
sol, porque éste los derrite. La dosis parapurgar-
ALI 133
66 es de Cerca de tres onzas, mezcladas con un in-
fuso de sen ; parece que este maná, desconocido
entre nosotros á pesar de su gran uso y su abun-
dancia en Oriente, se toma también como alimento.
Halle cree que el maná de alhagi es el Man di
los Hebreos ó el maná de que éstos se alimenta-
ban en el desierto; efectivamente se recoge algu-
na cantidad de esta sustancia en el monte Sinai,
en el Líbano, etc. Pero la generalidad de aquellos
que se esfuerzan en explicar, por las solas mara-
villas de la naturaleza , los milagros de los libros
sagrados, están de acuerdo al presente en pensar
que el maná de que habla la Escritura procede
mas bien del Taray oue llera maná ( Tamarix
mannifera, variedad del Tamarix gallica, del que
se hablará en su lugar) que del alhagi.
AIjII ASUB. Belon dice que es una especie
de azúcar que crece en una yerba en Egipto , por
medio de un gusanito semejante á una limaza que
se mete dentro. Preséntase en pequeñas pildoras;
es de un grande uso en Damasco y en toda la
Turquía ; apaga completamente la sed, y cura la
tos en muv corto tiempo.
ALISARÍAS. Telas de algodón de la In-
dia, objeto de gran comercio entre los Holán
deses.
AlilCA ó Itálica. Entre los antiguos este
nombre significaba va un cereal, ya un alimón t >
preparado con un cereal. Hase creído que la Au-
ca de los Latinos y de los Griegos era el Zea ó
Maíz de los modernos; piénsase mas generalmen-
te que es la Espelta , Tritic um Suelta ., L. Se la
preparaba á corta diferencia como )ít Cebada per-
lada, y con ella se h&cian tisanas queso daban eu
las enfermedades de pecho , etc.
Cuando se la empleaba como alimento se la ha-
cia hervir mucho , sin duda para hacerle reventar,
como se hace para la cebada, el arroz, etc.;
después se le anadia leche ú otros condimentos
antes de darla á los enfermos. Plinio declara que
es el mas sano y mas delicado de los alimentos;
y según Celso, es una sustancia muy nutritiva y
tónica.
Llámase también A lica auna bebida hecha con
cebada fermentada y mezclada con sidra y perada.
AIíHjATAíST. Enredadera de las Filipinas
cuyas hojas molidas, mezcladas con cal, disipan
los tumores v la comezón que causa una especie
de oruga del país, llamada Basal.
A lil TI i;\ l'O. Esta palabra tiene muchas
significaciones; pero aquí solo hablaremos de lo
que sirve para nutrir, para reparar las pérdidas
que continuamente tenemos, y para manlonor el
equilibrio, sin el cual la vida se apagaría con
prontitud.
La naturaleza da alimentos en el estado el mas
simple y mas conveniente al hombre; y cuan-
do se les falsifica ó se les desnaturaliza por las
refinaciones del lujo, se está expuesto á una in-
finidad de enfermedades, así como á muertes pre-
maturas.
Los alimentos son sólidos ó líquidos , sacados
de los reinos animal y vegetal ; el reino mineral
cu nada coopera á la alimentación. Por medio
134 ALI
de la química se conocen las propiedades de las
sustancias alimenticias.
Ninguna materia salina, amarga, aromática,
acre , y que repugna al estómago , nutre. La al-
teración de la materia alimenticia es un carácter
de su propiedad nutritiva, y esta alteración se
hace en el estómago y en los intestinos.
Cada alimento tiene un sabor particular que le
hace distinguir, buscar ó desechar, y que tam-
bién hace conjeturar los principios que le consti-
tuyen , así como sus propiedades. Todos los sa-
bores pueden reducirse á ocho principales: el sa-
bor amargo , el ácido , el acre, el salado , el acer-
bo, el austero, el dulce y el aceitoso. De sus
combinaciones resultan muchas sub-divisiones
de sabores , que producen efectos particulares.
El olfato es el primer juez de nuestros alimen-
tos.
Ciertas sustancias dan buen alimento y poca
materia excrementicia, tales son el pan de trigo,
puro , fresco, bien fermentado y bien cocido, las
carnes de buey , de carnero , de ternera, de ca-
pón, de gallina, de perdiz, etc.
Hay alimentos que nutren poco , los cuales son
duros, coriáceos, densos, y pesados, como el pan
de mala calidad, la carne de vaca vieja, la de
cabra, la de macho cabrío, ciertas legumbres,
el queso rancio, etc. Sin embargo, estos alimen-
tos no son malos para todos los individuos, sí solo
para ciertos temperamentos, para ciertas edades,
ciertas profesiones , ciertos climas, etc.
Hay sustancias que contienen mucha fécula,
tales como el sagú, el arroz, etc., loque da lugar
á que cuando se les hace hervir en el agua, los
granos se hinchen y adquieran una semitraspa-
renciaque caracteriza su naturaleza. Otros ali-
mentos contienen azúcar, mucílago y viscosidad,
—las almendras tienen un mucílago unido á una
fécula; — hay sustancias acidas, aceitosas ó gra-
sicntas, gelatinosas, caseosas, albuminosas, y
entre estas últimas se cuentan los huevos , las
almejas y las ostras.
Las patatas , las castañas , las judías , las len-
tejas, el trigo, etc., no solo son harinosas, sí que,
en el estado fresco sobre todo, contienen gluten.
El alimento harinoso es muy sustancial, pero
su digestión no es fácil para todos los estómagos;
aumenta la plétora sanguínea, lo que indican
bastante la plenitud y el vigor del pulso , la hin-
chazón de las venas, lo encendido de la piel , etc.
Esta alimentación no conviene á los temperamen-
tos sanguíneos.
Las sustancias mucilaginosas son la zanahoria,
el salsifís, el nabo, la col, la lechuga, la espi-
naca, la alcachofa, la judía verde, etc., pero
sin embargo no tienen la misma composición quí-
mica : así , por ejemplo, el mucílago es mas es-
peso en el aspárrago , en la patata y la alcachofa;
la zanahoria contiene mucho azúcar ; el nabo y
la col, un principio acre y volátil , que se disipa
poco á poco por la cocción ; en la acedera hay
un ácido pronunciado. A pesar de estas diferen-
cias, todos estos vegetales tienen analogía por su
base y por su acción. La dieta mucilaginosa ,
ALÍ
continuada por mucho tiempo, dispone á las afec-
ciones mucosas , á la caquexia.
Los alimentos sacarinos son los higos, los al-
baricoques, la miel, la caña de azúcar, etc. La
materia azucarada no es propia para dar fécula,
ni es capaz de producir la fermentación panaria,
y por eso el maíz, la avena, la judía, el guisante
la arveja, no hacen un pan quemerezca este nom-
bre. Uno de los efectos de las materias azucara-
das mezcladas con la fécula es fermentar en el
estómago y producir en él acedías y llatuosi-
dades.
El ácido es mas fuerte en los limones, las na-
ranjas , las guindas , los albérchigos , las sangüe-
sas, las grosellas , las manzanas y las peras, que
en los demás frutos. Los ácidos nutren muy poco;
su calidad alimenticia reside en el azúcar y el
mucílago que contienen ; son refrescantes , re-
lentecen el pulso , moderan el calor y calman la
agitación del cuerpo.
Llámanse sustancias aceitosas la manteca, los
aceites y las grasas , tales son el cacao , las al-
mendras dulces, las nueces , las avellanas , las
semillas emulsivas, etc. Un uso excesivo do estas
sustancias relaja y enerva las fuerzas, debilita la
acción del estómago } pone el pulso blando , lento
y débil, etc. Los aceitosos predisponen á las her-
nias , y hase observado que disponían también á
mearse en la cama durante el sueño por el rela--
jamiento que producen.
La leche y el queso son alimentos caseosos.
El alimento que produce el reino animal es mas
multiplicado que el que da el reino vegetal. La car-
ne, losjtendones, y tambienlos huesos, contienen
abundantemente una materia alimenticia; hervi-
dos y reducidos , dan por el enfriamento una ge-
latina trasparente, dulce ó sosa, soluble en el
agua, fusible á un suave calor, aceda cuando se
altera, pero capaz de nutrir bien y con prontitud.
La carne de los animales difiere no solo en
razón de las especies, sí que también de la edad.
del clima, del alimento, del sexo , de la estación,
del ejercicio, etc. , así como por sus preparacio-
nes ; de modo que el buey y el carnero contienen
principios mas nutritivos que la ternera,, y ésta
nutre mas que el cordero.
Los animales jóvenes, en particular los recien
nacidos, tienen una carne mucosa, que laxa el
vientre; los viejos, al contrario, la tienen dura,
seca, nerviosa, de muy difícil digestión, y da
muy poca gelatina , porque el cuerpo tiende á
secarse con la edad. Es menester pues, en la ali-
mentación , escoger los animales que no son ni
demasiado jóvenes ni demasiado viejos.
Los animales que viven en lugares húmedos tie-
nen una carne húmeda.
La carne de las aves y délos animales silvestres
es mas ligera que la de los animales domésticos,
porque hacen mucho ejercicio y su sustancia es
mas seca.
Una carne cargada de grasa fatiga el estóma-
go y da lugar á náuseas y aun á vómitos. Débese
preferir pues la que guarda un justo medio,
que tiene buen sabor y que procede de un animal
ALI
bien alimentado : los que comen tomillo , serpol,
espliego, romero y otras plantas aromáticas,
ofrecen una carne de buen gusto , que nutre bien
y fortifica.
Los animales castrados tienen en verdad una
carne tierna, de sabor agradable, pero pesa en
el estómago si es demasiado grasa : prefiérese en
general la carne de los machos á la de las hem-
bras.
Las carnes saladas y secadas no convienen á los
estómagos débiles, delicados, irritables, sino á
las personas robustas y que pueden ejercer sus
fuerzas.
Toda sustancia que se vuelve agria, fatiga el
estómago y no nutre; la que se corrompe ó se
altera fácilmente, daña á la salud.
Los alimentos sacados del reino animal nutren
mas que los procedentes del reino vegetal. Las
carnes son mas alimenticias en el mediodía que
en el norte, y lo mismo puede decirse de los ve-
getales. El pescado nutre menos que la carne.
Los frutos sucolenlos son el principal alimen-
to de los habitantes de los climas calientes.
Los vegetales alimentan casi por sí solos la ma-
yor parte de los pueblos del Asia, del Africa7 de la
America y de las islas situadas entre los trópicos.
Los Indios, los Persas y los Egipcios viven en
gran parte de dátiles , y, entre los demás frutos,
el coco basta para sus necesidades. Los Árabes
y los Levantinos se alimentan de higos del Sicó-
moro; en la Morea, la Grecia y el Archipiélago,
se comen higos comunes; los Braminos contenían-
se con el uso de los frutos de la tierra; en muchas
comarcas del mediodía de la Francia, el pueblo se
alimenta de castañas; en ciertos puntos de Espa-
ña y Portugal, los campesinos comen bellotas de
encina.
Las semillas emulsivas son nutritivas como to-
das las que tienen la fécula por base , pero se
dejan penetrar mas difícilmente por los jugos gás-
tricos, y oponen tanta mas resistencia al estóma-
go en cuanto están menos molidas. Si se comie-
sen enteras , pasarían con los excrementos , sin
casi haber sufrido alteración ; pero, bien cocidas,
su mucílago, íntimamente, unido con el aceite, se
disuelve con ellas en el agua; este aceite queda
suspendido en forma de leche de almendra , y la
digestión se hace entonces menos difícilmente,
á pesar que muchos temperamentos no pueden
suportar los aceites sin experimentar una sensa-
ción de ardor.
La leche es casi el alimento universal de todos
los pueblos : el rengífero en la Laponía , la vegua
en Tartaria, el camello y el dromedario en Egip-
to y en Siria , el búfalo en las Indias , la lana y
la vicuña en América, la vaca, la oveja, laca-
bra y la burra suministran una leche, que es un
alimento simple y natural.
Ciertas sustancias se coméntales como la natu-
raleza las da, otras necesitan de una preparación
que tiene lugar de tres maneras: se las hace her-
vir, asar ó freír, üacense hervir en el agua ó en su
propio jugo á un fuego lento : las hervidas en su
jugo son mas nutritivas que lascocidasen el agua.
ALI <35
Todo alimento debe tener dos calidades parti-
culares, que son contener una sustancia capaz de
reparar las pérdidas que sin cesar tenemos y
ofrecer una resistencia conveniente al grado de
energía de los órganos que deben elaborarlo ; es-
tos órganos sufren si se les da un alimento dema-
siado débil ó demasiado fuerte, y por consiguiente
es indispensable consultar la energía del estómago
antes de escoger los alimentos.
La cantidad de alimento debe ser proporcinada
al aumento del cuerpo, á su reparación y á la
prontitud con que se hace la digestión. En los ni-
ños , debe ser frió y abundante , porque su estó-
mago es mas caliente y digiere con prontitud.
Los adolescentes no deben tomar ni demasiado
ni muy poco alimento , y éste debe ser en gene-
ral refrescante. En la vejez se come menos.
Puédese determinar la cantidad de alimentos
que se debe tomar. La persona de temperamento
débil , delicado y que vive de una manera seden-
taria , no podría comer tanto como aquella que
es robusta, que ejerce sus fuerzas. Esta cantidad
varia también según la temperatura del clima; así
por ejemplo, bajo el fuerte calor de la zona tór-
rida , en donde la vida se pasa en el reposo y la
indolencia , se come menos que en los países fríos
ó templados ; también , en las expediciones ma-
rítimas que se hacen en el norte, se embarca
siempre el doble de sustancias alimenticias.
El uso que se hace de los animales relativamen-
te á la alimentación , difiere mucho según los
pueblos y los climas : hay animales que no podría-
mos comer sino en necesidades muy apremiantes,
y que sin embargo son buscados por muchos pue-
blos. En los países septentrionales se hace un fes-
tín de la carne de oso , de lobo y de zorro ; los
Tártaros modernos , cuyo estómago es á toda
prueba , se alimentan de carne de caballo medio
cruda y beben su sangre. Galeno dice que, entre
los Egipcios , los esportilleros comen la carne del
asno. En el Senegal y la Guinea , castran los
perros, los engordan y los llevan al mercado
para ser vendidos y comidos. Scaliger y mu-
chos otros refieren que los murciélados, en parti-
cular los del Oriente , son muy estimados en mu-
chos países en razón del buen gusto de su carne,
3ue es tan agradable como la de nuestras gallinas
omésticas. En los desiertos del África , en Asia
y en Bengala, se come la carne del rinoceronte.
En África hay una infinidad de animales desco-
nocidos del resto del mundo que sirven allí oasi
todos para la alimentación ; cómense las pante-
ras, los cocodrilos, los leones, los elefantes, las
serpientes y los monos.
La persona que goza de perfecta salud no tiene
necesidad de regla para su régimen de vida; sin
embargo , si abusa de sus fuerzas digestivas , su
constitución no tardará en alterarse. Por los efec-
tos de los alimentos se juzga de su calidad.
Según las estaciones debe también sufrir modifi-
caciones la alimentación: en invierno, el alimento
debe ser mas caliente , mas seco y tomado en
mayor cantidad que en las demás estaciones. En
los climas fríos, el alimento debe ser sustancioso
138 ALl
y sacado del reino animal ; las bebidas espirituo-
sas son en ellos útiles para sostener y reanimar el
sistema nervioso , lo que hace que estos pueblos
pueden resistir á los mayores trios ; los habitan-
tes de estos países digieren muy bien los alimen-
tos grasientos, que serian muy indigestos en la
India, por ejemplo, en donde el Braman suporta
algunos frutos dulces y una crema de arroz lige-
ramente azucarada.
El habitante de los trópicos es frugívoro , el de
los polos carnívoro : los pueblos intermedios em-
plean una alimentación mezclada de sustancias
animales y vegetales , según el grado de calor ó
de frió. Los carnívoros son los pueblos del norte.
El Inglés usa mas carne que el Francés, éste mas
que el Español y el Italiano , de suerte que cuan-
to mas se acerca á la línea, mas se usa de vege-
tales y cuanto mas se sube hacia el norte, mas se
usa de materias animales.
Aunque ciertas sustancias sean irritantes, con-
tribuyen , en algunos climas, á sostener las fuer-
zas vitales debilitadas por el gran calor y los
excesivos sudores; así los Persas, los Chinos,
etc. , mezclan con razón la pimienta, el gengibre
y otros condimentos en sus manjares.
Pebe ponerse mucho cuidado en la manera de
guisar las carnes. Las que son lo que se llama
hechas , tales como la de buey y la de carnero,
conserven mucho sabor y principio nutritivo aun-
que cocidas en el agua, porque este líquido no
disuelve sino una parte del extractivo y muy po-
ca gelatina , la cual está defendida por la albú-
mina insoluble en el agua y con la cual se encuen-
tra combinada; no es lo mismo de las carnes de
cordero y de ternera, que pierden, en los líquidos,
todo su sabor , porque la ebullición disuelve la
poca gelatina que contienen, único principio, por
decirlo así, que las constituye.
Las carnes de buey y de carnero tienen un sa-
bor agradable, ligeramente azucarado cuando no
han sido asadas sino en su superficie; las carnes
blancas, al contrario, deben ser bien asadas.
La multitud de manjares es peligrosa , y mas
todavía por los condimentos acres e incendiarios
que en ellos se emplean.
ALIPATA. Camelli da este nombre á un
árbol de Filipinas cuya sombra es nociva; el humo
del leño en ustión, así como el zumo lechoso que
él contiene, producen la ceguera. Jussieu cree
que es un Éxcwcaria.
AIíISIIA, Alisma, Género de plantas que
da su nombre á la familia natural de las Alismá-
ceas, creada por Ventenat, de la hexandria po-
Iiginia de Linneo.
Alisma lila ii i «' ti. Llantén de agua
( Alisma Plantago ,;L. ). Planta vivaz, que crece
en las orillas dé las balsas de agua, de los pan-
tanos y de los estanques en toda la Europa, y es
muy común en España. De tallos rectos, lisos,
triangulares, huecos, con nudos separados; ho-
jas radicales derechas, pecioladas, aovadas, agu-
das y nerviadas; flores en verticilos compuestos,
pedunculados y de forma de rosa.
Halle ha observado que, aplicada sobre la
ALI
piel , era vejigante ; dícese que es tan acre que
hace perecer los ganados. Sin embargo, los Cal-
mucos comen los tubérculos que se hallan en las
raíces , y que son quizás amiláceos ; el Sr. Fée
dice haberlos comido en muy altas dóses sin ex-
perimentar accidentes. En Rusia, la raíz de esta
planta es tenida como un específico contra la ra-
bia , pero los ensayos hechos en otros varios pun-
tos de Europa no han confirmado esta propiedad,
ALISO, Alnüs. Género de plantas de la fami-
lia de las amentáceas , sección de las betulíneas,
de la monoecia tetrandria de Linneo. Es un des-
membramiento del género Abedul [Betula] he-
cho por Gaertner.
Aliso glutinoso , Aliso común ( A l-
nus glutinosa, Gu?rt. ; Betula Alnus, L.J. Árbol
indígeno que crece en los bosques húmedos y en
los terrenos pantanosos, Pu'de alcanzar mas allá
de cuarenta pies de altura ; de tronco bastante
recto; corteza morena, gruesa, resquebrajada; ra-
mos en general cortos y tortuosos ; hojas denta-
das, algo pegajosas cuando jóvenes* atravesadas
por nerviosidades , en cuyas axilas se hallan pe-
nachos de pelos.
La corteza de este árbol es astringente y dese-
cante , se la tiene como febrífuga a doble dosis
que la quina, — se usa para teñir denegro, unida
con hierro viejo en el que se deja permanecer por
largo tiempo, — produce un color amarillo leona-
do útil en ciertos tintes, que sirve para colorar
las redes de pescar, y los huesos destinados para
mangos de cuchillos ; las hojas verdes , emplea-
das al exterior, disminuyen la inflamación y re-
suelven los tumores , y al interior se usan como
vulnerarias , y según Tragus tienen la propiedad
de atraer las pulgas, y á dicho objeto recomienda
lavar las maderas de cama con su cocimiento;
dícese que los frutos son astringentes, refrescan-
tes y buenos contra los males de garganta, en
gargarismo.
La madera de aliso no es alterable por el
agua , propiedad reconocida ya por los antiguos;
empléasela en la construcción de conductos sub-
terráneos y de estacadas; los ebanistas y torne-
ros la aprovechan á menudo por el hermoso color
negro que toma, y los vidrieros y panaderos la
aprecian para calentar sus hornos en razón, de la
llama viva que despide y de su combustión rá-
pida.Sirve también para hacer escalas, sillas de
iglesia, pérticas para las andamiadas de los al-
hamíes, á causa de su poca fragilidad. Pero lo
3ue hay de mas precioso en el aliso, son los nu-
os ó excrecencias que produce y que son de un
gran precio á los ojos de los ebanistas cuando
llegan á cierto volumen , que entonces suminis-
tran un muy hermoso embutido. Este nudo, bas-
tante raro , es de un color leonado realzado por
palmetas rojas y por puntitos morenos; el puli-
mento le da reflejos sedosos; se colora con faci-
lidad por los ácidos, y después de esta coloración
cuando se la acaba de apomazar , las partes que
habian quedado claras resaltan con mucha mas
gracia. Principalmente se emplea en la composi-
ción de los muebles de valor, tales como pápele-
ALM
ras, cajas do pianos , etc., sirve para adorno de
hermosísimos cofrecitos, etc., etc.
AM.X.IA, Altua. Género de plantas de la
familia de las apocíneas, de la petandria diginia
de Linceo.
Alivia aromática ( A hjxia aromática,
Ileinw. ; (¡ynopogon stellalum, Koxb.).Esle gran-
de árbol , que crece en Ja\a, distrito de Bastara,
tiene una corteza parecida á la de canela blan-
ca , de olor de meliloto , de sabor amargo , en la
que el análisis ha descubierto un extracto amar-
go, un principio resinoso, un «aceite volátil olo-
roso , una materia gomo-extractivo , un princi-
pio mucoso azucarado , y vestigios de ácido ben-
zoico. Según Mu me, la acción de esta corteza es
tónica v difusible.
ALIZARINA. Los Sres. Collin y Robi-
quet dan este nombre á uno de los principios co-
lorantes de la raiz de rubia, especie de cromi-
ta cristalina de un rojo naranjado, que pasa á
color de violeta moreno ó de trinitaria por la ac-
ción de los álcalis. Este nombre se deriva de la
palabra A li-zari , usada en Levante para desig-
nar la raíz de rubia.
AUHLEK. Conócense bajo este nombre, en
Groenlandia, muchas especies de aves bastante
gruesas, que parecen ser gansos, y que forman en
invierno el principal alimento de los habitantes
de aquel país; pero su carne tiene un gusto acei-
toso, y por consiguiente no constituye un manjar
muy agradable ni un alimento muy sano.
Ali.TI ACJLGA , Almástiga , »■ a st ic .
Se designan así muchos compuestos plásticos,
dúctiles á ciertas temperaturas, empleados para
cerrar junturas, y oponerse al paso ó á la acción
de los gases ó de los líquidos. Las almácigas son
en cierto modo intermedios entre los betunes y
los morteros, y muy á menudo tienen aplicaciones
semejantes á las de" estas últimas sustancias.
Almáciga-netun. Está formada de una
especie de brea inspisada y de sustancias ter-
rosas. En Francia, conócense dosvariedades co-
merciales de esta almáciga: .."la almáciga ó
brea de las fábricas de gas para el alumbrado,
que se vende en panes rectangulares , del peso
de 80 á 100 libras; 2.° la almáciga de asfalto, ó
betón natural, procedente deSeyssel y Dax, ex-
pedida en panes semejantes, y empleada para los
mismos usos. Desde algún tiempo se hace un
enorme consumo de estas almácigas para embal-
dosados soldados de las aceras y de las plazas
publicas. La propiedad de extenderse igualmen-
te y su impermeabilidad las hacen propias para
cubrir los terrenos húmedos antes de ser enla-
drillados ó cubiertos con pavimentos de madera.
Empleánse en caliente.
Almáciga blanda. Se llama así una
mezcla hecha en caliente de cera amarilla, tre-
mentina y rojo de Venecia. Esta composición en-
friada toma una consistencia bastante fuerte; pe-
ro se ablanda suficientemente entre los dedos
para extenderse sin trabajo en las junturas que
se han de tapar. La almáciga blanda es muy có-
moda siempre que, teniéndola á mano, se trata
18
ALM 137
de detener una salida; y es preferible á otras
en las circunstancias en que el aparato enlo-
dado debe ser trasportado , - porque cede sin
romperse á movimientos que despegarían ó ha-
rían hender la mayor parte de las demás almá-
cigas. La almáciga blanda sirve para cubrir los
tapones de los frascos que contienen gases ó di-
versos líquidos
Almaciga de cera amarilla. La ce-
ra amarilla , licuada y mezclada con un décimo
de su peso de trementina común, sirve de almá-
ciga para cubrir los tapones, ó cerrar las juntu-
ras de aparatos que desprenden vapores ácidos á
la temperatura ordinaria; igualmente se la emplea
para barnizar el interior de los vasos de madera
ui:e se quieren preservar de la acción de los áci-
dos débiles. También con las mismas materias,
añadiéndolas rojo de Yenecia, se compone una
almáciga que, después de haber recibido una con-
sistencia bastante fuerte , se ablanda por el calor
de los dedos para emplearla en frió.
Almáciga de Ililil. Se compone de acei-
te de linaza cocido (en el que se ha hecho disol-
ver óxido de plomo ) y de cimento de tierra de
porcelana en polvo lino, en cantidad suficiente
para dar á la mezcla una consistencia plástica
bastante fuerte. La almáciga de Dihl, de cimen-
to blanco , adquiere un matiz de piedra muy con-
veniente paralas junturas délas baldosas, piedras
de corte, en los puntos expuestos ala vista. Se
hace uso de esta almáciga con buen resultado
para cubrir con una primera capa las maderas
expuestas al aire y sobre todo sus junturas.
Almáciga de los fontaneros. Se
compone de resina privada de agua (llamada,
miera) y cimento de ladrillo perfectamente seco.
Esta almáciga en caliente se emplea para asegu-
rar las llaves de las fuentes , y enfriándose se po-
ne perfectamente compacta.
Almáciga invisible. Haciendo disolver
talco en espíritu de vino hirviendo, se obtiene
una almáciga trasparente con la cual se reparan
el vidrio y el cristal rotos, de un modo muy sóli-
do, en términos que si se ajustan exactamente las
piezas apenas el ojo puede percibir las junturas.
Almáciga de limaduras de hier-
ro. Se compone de limaduras de hierro bien lim-
pias y no oxidadas, flor de azufre libre de cuer-
pos extraños, y sal amoníaco. Se emplea moja-
da al momento ó algunas horas antes de la apli-
cación. El sulfuro de hierro que se forma entre
las partículas de la mezcla produce una muy gran-
de dureza y un aumento de volumen que llena
muy bien todo el vacío éntrelas piezas ajustadas;
así, con esta almáciga, se pueden cerrar hermé-
ticamente las junturas muy abiertas de los tubos,
las cebollas de los surtidores, etc. Lna mezcla de
resina seca (miera) , cera y ocre rojo constituye
la almáciga propia para sellar los instrumentos
metálicos, aplicada fundida ó pastosa.
Almáciga de litocola. Los Sres. Per-
ron y Lesueur han empleado, con feliz resultado,
esta almáciga para cerrar los vasos destinados
para conservar objetos de historia natural á bor-
tomo i.
138 ALM
do de los buques empleados en viajes científicos.
He aquí la fórmula : resina común o brea seca de
.los marineros , ocre tojo, óxido de hierro rojo,
cera amarilla, aceite de trementina. Si^ se
quiere este betún mas ó menos graso , se añade
mas ó menos resina y óxido de hierro ó aceite
de trementina y cera. Se empieza haciendo licuar
la cera y la resina, se añade el ocre rojo revol-
viéndolo todo con una espátula de madera. Cuan-
do la mezcla ha hervido por espacio de un cuar-
to de hora , se la echa el aceite de trementina;
se mezcla todo, y se deja en ebullición durante
ocho ó diez minutos.
Para prevenir la inflamación de tantas sustan-
cias inflamables, se procura: i.° un vaso cuya ca-
pacidad sea á lo menos triple ó cuádruple de la
capacidad que seria suficiente para la cantidad de
betún que se quiere preparar ; 2.° que este vaso
esté provisto de un mango para levantarlo de vez
en cuando; 3.° evitar que el vaso ¿esté expuesto
ala acción inmediata de la llama, porque el aceite
de trementina en evaporación se inflamaría. Para
asegurarse de la calidad de este betún , se toman
de él algunas gotas con una espátula , se dejan
caer y enfriar en un plato , y se ensaya en segui-
da su verdadero grado de fuerza , de tenacidad y
blandura, y según el resultado de la prueba, se
añade á la mezcla el ingrediente conveniente.
Almáciga para porcelana. Este be-
tún sirve para pegar la porcelana , cuyas piezas
une con mucha fuerza. El primero, usado en China,
se compone de flin-glas reducido á polvo impal-
pable y mezclado con clara de huevo. Se prepara
otro con una parte de cal viva en polvo , una par-
te de flin-glas pulverizado y dos partes de alba-
yalde, mezclado todo con aceite secante.
Almáciga de vidriero. Se prepara ha-
ciendo secar al fuego creta ó blanco de España
en polvo , y malaxando con la espátula, sobre
una mesa de mármol, esta sustancia con sufi-
ciente cantidad de aceite de linaza para formar
una pasta consistente, pero dúctü. Sabido es co-
mo los vidrieros aplican la almáciga para cerrar
las junturas de los marcos en los cuales ajustan los
vidrios planos. También se emplea para volver
á tapar las rendijas, las cavidades, los agujeros de
clavijas y clavos hundidos, antes de pintar al
aceite diversos enmaderamientos. Esta materia
plástica puede además servir para obtener cier-
tas marcas, para ajustar bien las cebollas de los
surtidores, enlodar Jas junturas de los tubos, etc.
AEMAIíKJEWA. Especie de calzado de
madera , hueco y de una pieza de que usan en las
montañas de León y Castdla.
ALMAGRE ó Almazarrón. Especie
de arcilla rojiza , parecida al ocre, susceplible de
reducirse á polvo finísimo. En la India se emplea
en clase de afeite; sirve para pulir espejos, lim-
piar alhajas de plata, para marcar fardos, etc., y
en España se usa á veces para dar color al polvo
de tabaco. Vulgarmente es conocido con el nom-
bre de Hojo indiano ó Tierra de Persia.
ALMEJA, Mytilus. Género de moluscos
acéfalos testáceos de Linneo , de especies nume-
ALM
rosas distribuidas hoy dia en muchos géneros y
también en dos familias, los Mitiláceos y los Os-
tráccos. Muchos de ellos son alimenticios en di-
versos países , pero se carece de noticias sobre
la mayor parte para poder distinguirlos.
Con todo diremos que entre las Almejas de
mar, además de la Almeja comestible, la mas usada
de todas , y principal objeto de nuestro artículo,
la Almeja de África {Mytilus Afer, Gm.), esmuy
estimada en las costas de Berbería; y la Almeja
traga piedra ( Mytilus lithophagus , L. ) , notable
por la facultad que tiene de agujerear las pie-
dras á las cuales se pega, y muy común en el
Mediterráneo, es llamado Dátil de mar en mu-
chos puntos , -en donde forma un alimento muy
agradable por su gusto de pimienta.
Entre las Almejas de agua dulce indicaremos
la Almeja de ánade , Almeja de rio [Mytilus
anatinus, L.), que habita en los arroyos y los
rios de casi toda la Europa ; y la Almeja de cis-
ne, Almeja de estanque (Mytilus cygntus ,1.),
grande especie de Anodonta, que se encuentra en
Europa en las aguas muertas de fondo cenagoso.
La carne de estas dos especies es sosa, poco ape-
titosa, coriácea, y apenas puede servir sino á
falta cíe mejor alimento. La almeja de estanque
ofrece además un gusto-de fango , que solo con-
dimentos fuertes pueden disfrazar, y por eso los
Griegos le daban el nombre de Almeja de perro.
Almeja comestible , Almeja co«
iniui, Almeja de mar [Mytilus edulis,
L. ). Esta especie es excesivamente abundante en
nuestras costas en donde forma bancos conside-
rables; se pega alas estacas, á los buques, etc.
y, para despegarla , basta que mugeres ó niños,
con un cuchillo , corten los filamentos de la bor-
ra que la une á los cuerpos sumergidos. Las alme-
jas se pescan todo el año, pero en particular de se-
tiembre á mayo, período durante el cual son mas
sabrosas y pasan por mas sanas. En las costas del
Océano se las cerca casi ala manera de las ostras;
y en diversas otras localidades, así como en
Trento , en el reino de Ñapóles , se someten al-
ternativamente á la influencia del agua dulce y
del agua de mar, lo que las vuelve mas tiernas y
aumenta su calidad nutritiva.
Empleadas de toda la antigüedad, las almejas
forman, ya crudas, ya sobre todo cocidas y con-
dimentadas de diversas maneras, un alimento
tierno , agradable , sin ser muy delicado , y bas-
tante digestivo , á pesar de los accidentes que á
veces producen , y que nada de común tienen con
una indigestión.
Los accidentes áque dan lugar á veces las alme-
jas consisten en una verdadera urticaria, con co-
mezón extrema de la piel, precedida de sufoca-
ciones ú otros síntomas nerviosos , y comunmen-
te seguida de una hinchazón general : casi siem-
pre empieza con dolores fugaces de los ríñones,
después del estómago, calofríos, y á veces diver-
sos síntomas catarrales , y termina con orinas se-
dimentosas. Hay casos en que este estado, com-
plicado con espasmos, sufocaciones, convulsio-
nes, etc., adquiere mucha gravedad, llegando
ALM
hasta determinar la muerte. La causa (letales ac-
cidentes no se sabe todavía de fijo , á pesar de
las opiniones emitidas sobre ella; lo mas racional
es atribuir dichos accidentes á una predisposi-
ción individual particular. Sea lo que fuere, en
general se remedian muy fácilmente haciendo
vomitar á los enfermos, administrando el éter á
d oses elevadas y reiteradas (15 á 20 gotas á la
voz en azúcar)", ó, á falta de él, licores alco-
hólicos , y dando una bebida acídula con vina-
gre : alias dóses de éter , al principio de los ac-
cidentes , han á veces bastado para calmarlos de
repente. Hay autores que pretenden que las al-
mejas condimentadas con vinagre y pimienta
nunca son nocivas.
La carne de este molusco, que es de un blanco
azulado, pasaba antiguamente como desecante y
resolutiva; su concha, lavada, secada y pulveri-
zada , era mirada como diurética y propia para
calmar la diarrea, cuando es un simple absorven-
te como todas las sustancias calcáreas.
Almeja que cria perlas (Milylusmar-
(l<nUi[erus, L. ; Aviada mar^aritifcra, Brug.).
Éste molusco , mas análogo a la» ostras que á
las almejas, es duro y de difícil digestión, y por
eso no se usa como alimento.
Su importancia y el esmero con que se le bus-
ca son debidos á su concha y á las concreciones
mórbidas blancas, brillantes y redondas, conoci-
das bajo el nombre de Perlas finas , que con fre-
cuencia contiene.
La concha, designada con el nombre de Madre
de perlas, es semicircular, grande, gruesa, ver-
dosa por afuera , de un blanco brillante por den-
tro, y está formada, como las perlas, de sub-
carbonato de cal unido á una materia gelatinosa.
Su nácar, especialmente llamado Nácar de per-
las , pero con frecuencia confundido en el comer-
cio con nácares de calidad inferior procedentes de
otros moluscos testáceos, es empleado para cons-
truir hermosas joyas, mueblecitos, mangos de
cuchillos ó de instrumentos de cirugía; — antigua-
mente , reducido á polvo impalpable , servia para
componer , bajo el nombre de Nácar de perlas
preparado, un afeite, reemplazado hoy dia
con la creta, y también se usaba como cor-
dial , bezoárdico, antiepiléptico, cefálico, etc.,
como las perlas , á las cuales se sustituía por
ser mas barato que éstas. (V. Madre de perlas.)
Las Perlas finas , formadas de capas concén-
tricas cuyo núcleo parece ser un cuerpo extraño,
han sido miradas por Plinio como engendradas
por el rocío, pero á los ojos de los modernos en
realidad no son mas que concreciones mórbidas,
especies de bezoares , de cálculos , debidos á la
extravasación accidental del nácar, del que quí-
micamente no son distintas , y hasta se llega á
asegurar que es posible provocar su formación
picando la concha del animal vivo.
Para obtener este producto mórbido , los buzos
van , no sin peligro , á arrancar del fondo del
mar á la especie de almeja de que nos ocupamos,
principalmente en Cayena, en el cabo Camorino,
en el golfo Pérsico, en la Nueva-Holanda, así
ALiM m
como en el golfo de Mégico , lo que hace distin-
guir las perlas en orientales y occidentales. Como
joya , las perlas finas son tanto mas estimadas
en cuanto su agua es mas hermosa , su volumen
es mas considerable, su forma mas regular y mas
graciosa. Expuestas á perder su brdlo , dícese
que, en Ccilan , para volvérselo , se hacen tragar
por gallinas que se matan al cabo de un minuto;
) si este hecho es exacto , podría hallarse su ex-
plicación en la acción que los ácidos del estómago
de estos animales ejercen sobre las perlas , por-
3ue en efecto ellas son solubles en los ácidos aun
ébiles, y sabido es que Plinio refiere que Cleopa-
tra mandó servir una de las dos perlas mayores
que se habían visto disuella en vinagre ú" otro
acido en la cena que dio á Marco Aurelio. Las
perlas se imitan por medio de bolitas huecas de
vidrio, barnizadas interiormente con cola de pes-
cado cargada de escamas dé breca pulveriza-
das, y que se llenan en seguida de cera.
Las perlas mas pequeñas , llamadas semillas de
perlas, que gozaban de muchísima reputación en
la medicina de los Árabes y admitidas por largo
tiempo en nuestras boticas, hoy dia absolutamen-
te no se usan. Plinio, que ha tratado extensa-
mente de las perlas , refiere que antes de Cleo-
patra un rico histrión , llamado Clodio , habiendo
querido ser el primero en conocer el sabor de las
perlas , las halló tan buenas , que á fin de no go-
zar solo de tan rico manjar hizo servir una á ca-
da uno de sus convidados. (V. Perlas.)
AI/TI i:\HHO. Amygdalus. Género de
plantas de la familia de las rosáceas, de la ico-
sandria monoginia de Linneo.
Almendro común (Amygdalus commu-
nis, L. ). Este árbol , originario del África sep-
tentrional , que florece en España á últimos de
enero , es cultivado por la bondad de las semi-
llas de sus frutos.
Distínguense dos variedades de almendro muy
marcadas respecto á los frutos : en la una , estos
frutos son dulces, y por eso se les llama almendras
dulces ; en el otro , son amargos , de lo que toman
el nomlire de almendras amargas. La primera es
muy cultivada , la segunda lo es muy poco ; aque-
lla se subdivide en dos sub-variedades según que
la cascara ósea que encierra las semillas es muy
gruesa y dura, ó delgada, blanca y que se rom-
pe con facilidad.
El almendro es cultivado en grande en la Pe-
nínsula, y sobre todo en las comarcas inmedia-
tas al Mediterráneo desde Francia hasta Portugal,
y en las islas Baleares.
El tronco del almendro destila una goma ama-
rillenta, trasparente, que sirve en muchísimas
circunstancias para los mismos usos que la go-
ma arábiga (V. Goma del país); la madera es
muy dura, y, á veces agradablemente colorada,
es empleada por los torneros ; las hojas pueden
utilizarse como forraje para el ganado , si se las
mezcla con otro que corrija un poco el principio
amargo que contienen. Mas, la grande importan-
cia de este árbol es por su fruto ó almendra,
que vamos á estudiar.
1 40 ALM
Almendra. Este fruto es una especie de al-
bércliigo , pero aplanado , con una cubierta co-
riácea, en vez de la pulpa sucolenta de éste, y
que cuando maduro se abre expontáneamente
por la parte de su surco longitudinal. La semilla
ó la almendra , que está encerrada en una cas-
cara tierna, gruesa, frágil y porosa, es oblonga
y complanada , redondeada en una de sus extre-
midades, y puntiaguda en la otra, y está com-
puesta de dos cotiledones blancos con una piel del-
gada , de un moreno pálido, vetada y amarga, y
cubierta de una especie de sustancia farinácea
y acre.
La cutícula de las almendras tiene un sabor
austero y amargo , no agradable , pero puede fá-
cilmente separársela sumergiéndolas en un poco
de agua caliente , por cuyo medio se logra pe-
larlas.
La almendra dulce pelada es inodora , tiene
un sabor dulce agradable , y está compuesta prin-
cipalmente de 54 partes de aceite lijo , 3 de mu-
coso, 6 de materia azucarada, y 24 de albúmina
vegetal y de fécula; exige una masticación com-
pleta, y es un alimento algo indigesto, lo que
probablemente depende de la albúmina.
La almendra amarga es también inodora, cuan-
do entera, pero triturada con agua, tiene un olor
de flores de albérchigo , y su sabor , aunque muy
amargo, se asemeja mucho al de la almendra de
albérchigo, que es tan agradable; contiene menos
aceite fijo y mas albúmina que la almendra dul-
ce , y además contiene también cierta cantidad
de ácido prúsico , del que se supone procede su
virtud narcótica. Esta variedad de almendra, se
dice, es un veneno para los perros, los gatos, los
zorros, los palomos y los papagayos, pero en gene-
ral no lo es para los hombres , "tomada en corta
cantidad.
La cosecha de las almendras se hace á la fin
del verano ; las que caen naturalmente del árbol
son las mas gruesas y las mejores. Las almendras,
después de haber sido cogidas , se ponen á secar
al aire, y cuando se han abierto sus cortezas ver-
des, se entresacan de una á una, y después de
haberlas todavía dejado secar algunos días, se
ponen en sacos en donde se conservan hasta la
venta, preservándolas lo posible de la humedad.
Las de cascara dura se rompen en parte en los
lugares de producción, para ser expedidas á lo
lejos ; las otras se venden con la cascara.
Cuando las almendras no han sido conserva-
das cuidadosamente, son atacadas por un insec-
to que devora su semilla , ó bien el aceite que és-
ta contiene en abundancia está expuesto á en-
ranciarse. La duración de este fruto en buen es-
tado, por lo común, no excede mucho de un año.
Las almendras dulces circulan en el comercio
embaladas en sacos de tela y de pita , de peso de
200 libras; — las almendras amargas, traídas
principalmente de Mogadora , en la costa de Áfri-
ca, se reciben en cajas.
En el comercio las almendras, según su cali-
dad , toman diversos nombres, los cuales varían
igualmente según los países. En España, en donde
ALM
abunda este fruto, se llama Almendra de Esperan-
za áia calidad superior, déla que se hacegran co-
secha en particular en el campo de Tarragona.
Conócense también, por su finura, las Almendras
de Mallorca , de Ibiza, de Alicante y de Málaga.
En la elección de las almendras es menester
examinar que sean frescas, es decir, no demasia-
do añejas, pues del contrario han perdido parte
de su calidad ; deben ser amarillas por defuera,
muy blancas por dentro ,_ dulces y agradables al
gusto , y no deben ser ni rancias ni arrugadas.
También debe atenderse á que los balones con-
tengan almendras de una calidad igual y no estén
mezcladas con otras , puesto que esta mercancía
está muy sujeta á ser falsificada.
Las almendras dulces son alimenticias : sírven-
se en las mesas, ya frescas, y entonces tienen
un gusto excelente, aunque son algo difíciles
de digerir, ya secas , estado en el cual son to-
davía mas apreciadas , en particular las varieda-
des de cascara tierna. De ellas se extrae un acei-
te fijo, del que hemos ya hablado (V. Aceite de
almendras dulces); y los usos á que las destinan
los confiteros , los pasteleros y los farmacéuticos
son bien conocidos.
Las almendras; amargas , cuyo olor es muy se-
ñalado, en particular estando mojadas, no son
comestibles ; apenas se añade un décimo de ellas
á las emulsiones y al jarabe de horchata, para
dar á estas preparaciones un sabor mas agrada-
ble. El aceite fijo de almendras amargas es tan
dulce como el de las almendras dulces , pero el
aceite volátil es un veneno violento que obra co-
mo el ácido prúsico (V. Aceite volátil de almen-
dras amargas) , y el agua destilada, á alta do-
sis, produce accidentes funestos y hasta llega á
causar la muerte. Para oponerse á los estragos
de este veneno , se ha de acudir con mucha pron-
titud á los difusibles , tales como el aguardiente
y el ;amoníaco , y puédense también administrar
tres ó cuatro cucharadas de esencia de tremen-
tina, á media hora de intervalo. El uso terapéu-
tico de las almendras amargas y de su agua des-
tilada es á corta diferencia el mismo que el del
ácido hidrociánico, á débil dosis.
Los Indios no se sirven de las almendras como
medicamento ; los Árabes y los Persas colocan
las que son dulces, despojadas de su película,
entre los afrodisíacos, y á las amargas las consi-
deran como litontrípticas.
Almendro enano [Amygdalusnana, L.)
Este almendro crece en las riberas del Yolga , en
los eriales areniscos nuevamente desmontados, en
donde se le llama liobovnik, Nuez de Calmuco;
de sus almendras se extrae un aceite que, aunque
amargo , es muy agradable en la ensalada ; de
ella también se hace un licor . Esta especie forma
casi el medio entre el género Almendro y el género
Melocotón, que es un desmembramiento de este
último. (V. Melocotón. )
AMéMMBiJDmm ME MONTAÑA. Llá-
mase así, según Nicholson , un árbol de las Anti-
llas , que no florece ; su corteza es prescrita en la
gonorrea.
ALM
AEilflEZ, Celtis. Géuero de plantas de la
ramilla de las amentáceas, de la poligamia digi-
níade Linneo, todas indígenas , excepto la si-
guiente, que crece en el mediodía de Europa.
Almez austral , Alaton , Alatone-
ro (Celtis australis , L.). Árbol de larga dura-
ción , y de grandes dimensiones, que se eleva á
40 ó üü pies , y muy precioso por su agradable
sombra. De hojas ovales, lanceoladas, oblicuas
por su base, dentadas en forma de sierra, de ver-
de oscuro; una estípula linear, caduca, en la ba-
se de un pecíolo bastante largo; flores muy pe-
queñas, verdecidas, esparcidas sobre pedúnculos
con frecuencia sencillos, — las masculinas en la ba-
se de los ramos, — las hermafroditas encima délas
axilas délas hojas; el fruto es una drupa monos-
perma, carnosa, negruzca, de la figura de una
cereza pequeña, azucarada y agradable al pala-
dar, muy apetecida de las aves.
La madera de este árbol es dura , apretada,
negruzca, y al parecer sin alburno; toma un her-
moso pidido, é imita al palo santo cuando ha si-
do cortada en dirección oblicua á sus libras ; por
su gran flexibilidad y tenacidad, es muy útil
para hacer varas de coches ; empléase también
para construir instrumentos de viento ; sirve para
la carpintería y obras de embutido. Después del
boj , del ébano y del guayaco , es una de las ma-
deras mas duras y mas incorruptibles. Con los
jóvenes renuevos del almez se fabrican látigos,
etc. Las hojas son reputadas como astringentes
El Almez occwentae ( CcUis oceidentahs , L.j
es empleado, en las Antillas, según Descourtilz,
como febrífugo en razón de su amargor.
A li.fi i lio Y. Principio inmediato de los ve-
getales, en el idioma de la química. Constituye
en el reino vegetal el elemento principal que sir-
ve para el alimento del hombre y de los animales.
El almidón abunda principalmente en los cerea-
les, y en particular en el trigo; la patata, la ba-
tata, la yuca lo producen en grande cantidad;
existe tambara, pero envuelto en muchos otros
principios, en los guisantes, las judias, lashabas,
las lentejas, etc. , etc. Además, pocas sustancias
vegetales hay queno lo ofrezcan en mayor ó me-
nos cantidad: el agenuz, el testículo de perro, la
filipéndula, muchas especies de lirio, los frutos
«leí castaño de India, la castaña, el liquen de Is-
landia, la raíz de brionia, contienen lodos grandes
cantidades de almidón; pero el almidón del comer-
cio apenas se extrae de otras sustancias que de los
cereales, — sirviendo la patata, para obtener esa
especie de almidón, que, bajo el nombre de fé-
cula, tiene hoy dia un lugar tan distinguido en
las artes y en la alimentación. En las colonias de
América, Ja raíz tuberculosa de la yuca {Jutro-
pha manihot ) produce en grande proporción una
fécula de una blancura extremada, y cuyo sa-
bor, en la crema y la pastelería del país, "es ex-
quisito. La Tapioca (V. est a palabra) que, en
1 rancia, empieza á ser de un uso general en las
mesas opulentas , preparada como sopa , asi co-
mo para alimento de los niños y valetudina-
rios, no es olía cosa (pie fécula de yuca mezcla-
ALM Ul
da con un poco de extracto de parenquima de
la raíz.
El almidón del comercio , extraído casi en to-
talidad de las cabezuelas del trigo , de la cebada,
del centeno y de los granos averiados , se pre-
senta en forma de lágrimas estriadas, bástanle
pesadas, de un grano extremamente lino y sua-
ve al tacto, de una gran blancura y muy secas.
El almidun bien conservado es inodoro, brillan*
to , frió al tacto , haciendo oir , cuando se aprie-
ta entre los dedos, un ligero crugido; es inalte
rabie al aire seco , insoluble en frió en el agua,
pero á 63° centígrados poco mas ó menos el agua
lo convierte en engrudo con mucha rapidez, y no
puede ya en seguida ser vuelto al estado de insolu-
bilidad y opacidad, pues queda siempre en el esta-
do de engrudo, susceptible de ser desecado por la
evaporación, pero vuelto soluble aun en frío. El Sr.
Raspad, en sus trabajos microscopios, ha proba-
do que cada grano de almidón puede ser conside-
rado como un pequeño ser organizado ; lo que
explica porque esta sustancia es insoluble en
frió y soluble en caliente.
Los usos del almidón son numerosísimos': se
emplea como materia nutritiva y como medica-
mento; da un engrudo tenaz (pie se vuelve muy
duro al secarse, conocido en el comercio con
el nombre de Engrudo de pasta, del que se consu-
men enormes cantidades para fabricar cartón,
encuadernar libros , para la tapicería de papel,
para la aplicación de los colores, etc. , etc. El
almidón suministra también á la fabricación jara-
bes artificiales debidos á la acción del ácido sul-
fúrico, y estos jarabes son convertidos en cerve-
za, en alcohol, etc.,á cuyo uso principalmente
está destinada la fécula de patatas.
El almidón ó la fécula (que es idénticamente la
misma cosa bajo dos nombres diferentes ) , cuan-
do ha sido llevada al estado de pureza, despojada
de toda materia extraña, es siempre la misma,
de cualquier planta que haya sido extraída.
El Sr. Raspad, después de sus ingeniosas é
interesantes observaciones sobre la fécula , ha
conlinuado consideraciones económicas no menos
preciosas , de las cuales ofrecemos aquí las mas
útiles.
<La fécula en realidad no es nutritiva para el
hombre sino después de la ebullición; el calos
del estómago no basta para hacer reventar los
granos (romper la cubierta del cuerpo orgá-
nico). El estomago de los ganados y de las aw>
caseras parece gozar con respecto á esto de una
propiedad especial, porque no devoran las sus-
tancias feculentas sino en el estado de crudeza.
«La panificación tiene por objeto hacer reven-
tar los granos de fécula que se hallan asociados
con una sustancia eminentemente fermenteseible,
que se llama gluten. Los panes mas besóos \ me-
jor cocidos son los que proceden de harinas ricas
en un gluten elástico; pero entonces el piulen,
levantándose en anchas grietas, en razón de la
dilatación del gas que le tenia sujeto, permite i
cada grano feculento favorecer la comunicación
del calórico y reventar como por la ebullición. He
\kl ALM
aquí porque los panes de centeno y de cebada,
por otra parte todas las circunstancias iguales,
son menos nutritivos que el pan de trigo.
«Háse observado que cuanto mas fécula extra-
ña se mezclaba con la harina, menos peso adqui-
ría el pan. Así , 6 libras de harina dan 8 libras
de pan, mientras que tres libras de harina de
trigo mezcladas con 3 Hbrag de fécula de pa-
tatas, no dan mas que 6 libras de pan. Esto es
porque los granos de fécula no se embeben de
agua, y solo se mojan; en otros términos, ellos
no retienen el agua sino por adherencia ; — el
gluten , al contrario , se embebe de agua , y cuan-
to mas se le amasa, mas líquido absorve; — lue-
go, el peso del agua es, en esta circunstancia,
el que se añade al de la harina.»
El Sr. Raspad dice que pocas harinas se ven-
den, en el mercado de París, sin estar mezcla-
das con una cantidad apreciable de fécula de pata-
tas. Esta es allí de tan bajo precio, que el ven-
dedor puede ganar 25 por 100 en la mezcla, que
solo puede descubrir el comprador por un grande
hábito. En el artículo Harina se dirán los medios
fáciles de reconocer esta sofisticacion.
El almidón de los cereales es el objeto de una
industria importante , y las fábricas de fécula de
patata van sucesivamente en aumento.
El almidón forma la base de muchos productos
exóticos que pagamos comparativamente muy ca-
ros, porque se les atribuyen propiedades alimen-
ticias y higiénicas especiales, pero que están
muy lelos de ser demostradas, (véanse Arrow-
lioot,Sagú, Salep, etc.; después las materias
feculentas nuevamente bautizadas con nombres
pomposos de Racahout de los Árabes , de Flor de
Palamoud , etc., etc.)
AIi]?Iia5CIiE. Secreción animal que lleva
en una especie de bolsa, situada entre el ombligo
y las partes de la generación , un mamífero ru-
miante, sin cuernos, del género Cehvitillo (V.
esta palabra ) llamado Cervitillo que lleva almiz-
cle (Mochusmochiferus, L.), que habita en el
reino deButuany de Tonquín, enla China, la Tar-
taria china y algunas provincias de la Tartaria
moscovita.
Tal como se encuentra en el comercio, el almiz-
cle es un producto untuoso, grumoso, de un mo-
reno negruzco, de un sabor acre, ligeramente
amargo, y de un olor fuerte y extremamente difu-
sible. Basta una cantidad mínima de esta sustancia
para comunicar su olor á cuerpos de una inmen-
sa extensión , olor que estos cuerpos conservan
por espacio de largo tiempo, y así se pueden im-
pregnar de olor de almizcle sustancias , metién-
dolas en contacto con un fragmento de este pro-
ducto que nada pierde de peso, aunque los cuer-
pos asi colocados hayan adquirido un olor muy
fuerte y muy molesto.
En el comercio distínguense tres especies de
almizcle : el almizcle de China ó de Tonquín , el
almizcle de Bengala , que comprende también el
del Tibet, y el almizcle de Tartaria ó de Ca-
bardin.
Almizcle de China ó de Tonquin.'Esla, especie
ALM
comprende tres calidades : la primera, llamada
Almizcle déla caza real, está en vejigas planas,
á veces ovales, redondeadas, otras veces prolon-
gadas, secas; delgadas, suaves al tacto , del peso
1 dracma á 1 onza. La parte superior de cada ve-
jiga, que tiene un pequeño agujero á corta dife-
rencia en el medio, está cubierta de pelos largos
de color rojo , mas espesos hacia los bordes que
hacia el medio , y que describen una circunfe-
rencia; la parte inferior no está guarnecida de
pelos , lleva en su medio una señal roja que
procede de un sello con que ha sido marcada, y
su aspecto es de un gris blanquecino. El almizcle
contenido en esta vejiga es de color moreno su-
bido, es viscoso y grumoso al tacto; su olor es
sutil y penetrante, y si se le debilita no debe
tener nada de amoniacal ó de empireumático.
Esta calidad es rara en el comercio. Se expide
en cajas de plomo ó de estaño del peso de 16 á
20 onzas: cada una de las vejigas que ellas con-
tienen está envuelta en papel de China (papel
de seda ) , que lleva el sello y el nombre de la pro-
vincia de donde el almizcle procede ; á esta pri-
mera cubierta sucede otra formada de papel
de China barnizado y cubierto con una capa de
brea.
La segunda calidad de almizcle do Tonquín
goza á corta diferencia de las mismas propieda-
des que la primera: su olor es menos puro , tie-
ne algo de amoniacal y de animalizado. Es ex-
pedido: 1.° en vejigas intactas, que llevan con
frecuencia un sello semejante al de las vejigas
de almizcle de primera clase; 2.° en vejigas que
han sido abiertas y que no llevan sello. Los em-
balajes empleados son los mismos.
La tercera calidad está encerrada en vejigas
de formas variadas. El pelo qne las cubre es
menos abundante en los lados ; sbn húmedas , mas
gruesas que las demás, y siempre están recosidas;
el producto que contienen es mas pesado, se
aplasta y se seca mas fácilmente ; su olor es fé-
tido y amoniacal, y el olor franco del almizcle no
se desarrolla sino al cabo de cierto tiempo ; su
perfume es menos lino , menos delicado. Este al-
mizcle es expedido en cajas de estaño ó de plo-
mo del peso de 4 ó 6 libras.
El almizcle de Tonquín procede del reino de es-
te nombre, y los Ingleses, que lo obtienen de Chi-
na por el comercio de la compañía de las Indias
en Cantón, son quienes lo distribuyen entre el co-
mercio. Las bolsas de este almizcle parecen haber
sido sometidas á ciertas manipulaciones, como
lo ha hecho observar el Sr. Chardin-Iíadancourt,
quien piensa que la superioridad de su almizcle
procede menos quizás de la especie del animal ó
del clima, que del arte con el cual los Chinos las
trabajan antes de entregarlas al comercio.
Almizcle de Bengala. Esta especie se asemeja
mucho al almizcle de Tonquín ; pero su olor es
menos fino y tiene algo de amoniacal. Las veji-
gas que lo contienen son en general menos bien
cerradas, á menudo recosidas y húmedas; el pelo
que cubre la piel es menos largo , espeso y mez-
clado ; las vejigas no presentan , en su parte su-
ALM
perior, el pequeíto agujero que se observa en las
vejigas que contienen m almizcle de Tonquin; la
piel es también mas gruesa. Este almizcle es en-
viado en cajas de plomo ó de estaño del peso de
20 á 100 onzas; los Ingleses y Holandeses lo re-
ciben por la via de Bengala.
A Imizclc de Tartaria ó de Cabardin. Esta es-
pecie se halla en vejigas planas, secas, prolon-
gadas, y que tienen de t a 2 pulgadas. La piel de
estas vejigas es gruesa; la parte superior está
cubierta de pelos cortos, de un gris blanquecino;
el aspecto de la parte inferior es de un gris sucio.
El almizcle contenido en estas vejigas es com-
pacto y tiene una consistencia como fibrosa ; su
olor es poco penetrante, amoniacal, y se disipa
fácilmente. Es expedido por la vía de Inglater-
ra en cajas de plomo , y por la vía de Rusia en
cajas de madera ó de hoja de lata del peso de 6
á tx libras.
El almizcle , en razón de su precio elevado, es
con frecuencia falsificado, no solo en los países
á donde se le exporta, si que en los lugares
mismos. Las indagaciones hechas sobre este pro-
ducto han hecho conocer que Se sustituyen con
frecuencia al almizcle de Tonquin los almizcles
de las especies inferiores ; que se le mezcla con
sangre seca , con diversas membranas , coa ex-
crementos de aves, pelos, asfalto, benjuí, estora-
que, tabaco, arena, limaduras de hierro, extrac-
to de orina corrompida, yqueá veces se meten en
las bolsas fragmentos de plomo y pedacitos de
piedra. Un atento examen y el conocimiento de
los caracteres arriba indicados maniliestan la
mayor parte de estos fraudes ; sin embargo , mu-
chos consumidores prefieren comprar el almizcle
fuera de su bolsa, y el que debe siempre prefe-
rirse es el almizcle de Tonquin , que, tal como nos
lo ofrece el comercio, presenta los caracteres si-
guientes :
Está en granos irregulares , de un moreno ro-
jizo, suaves y untuosos al tacto, ligeramente hú-
medos , aunque susceptibles de secarse al aire; —
mezclados con grumos negros, un poco lucientes,
bastante semejantes á sangre desecada, que pa-
recen ser su parte mas pura,— y con frecuencia en-
tremezclados en fin con fragmentos de pelos y
restos membranosos. Este almizcle es soluble,
con cerca de Vio de partes membranosas, en el
jugo gástrico, en el agua caliente, y sobre todo
en el alcohol y el éter ; es del todo fusible al fue-
go , muy inflamable , y se evapora en totalidad so-
bre las ascuas ; triturado con la potasa , produce
amoníaco en abundancia ; su sabor es amargo, de-
sagradable, un poco acre; su olor, mas ó menos
francamente amoniacal, en masa, — es penetrante,
fuerte , tenaz y tanto mas fino y mejor caracteri-
zado en cuanto está, en cierto modo, mas dividido,
— v su divisibilidad en efecto es extrema, y por de-
cirlo así incalculable; este olor, agradable á cier-
tas personas, insoportable para la mayor parte,
se debilita poco á poco por la exposición al aire,
sin que el almizcle pierda sensiblemente de su
peso.
Al almizcle debe conservársele en vasos de vi-
ALM 141
drio tapados al esmeril ; Ebermayer asegura que
los vasos de plomo podrían ser atacados por esta
sustancia.
El almizcle de Bengala es mas débil. El almizcle
de Cabardin , del cual una parte apenas equiva-
le, para el uso, á cuatro del primero; y cuya finu-
ra nunca posee, es mas débil todavía; por lo co-
mún es menos oscuro, casi pulverolento, granado,
seco, y susceptible de humedecerse al contac-
to del aire; la potasa desprende de él poco amo-
níaco , y el alcohol así como el agua solo disuel-
ven los Vio- A. veces sin embargo no se distingue
realmente del almizcle de Tonquin sino en su olor,
que es menos amoniacal , pero mas desagrada-
ble, semejante al del macho cabrío, al de los esta-
blos de cerdos, y, dividido, nunca ofrece ni la
finura ni la tenacidad del almizcle de Tonquin.
Encerrado en un lugar seco luego después de su
cosecha y de una ligera deseccaion, el almizcle, sin
duda , apenas sufriría alteración ; pero colocado
en bolsas en lugares húmedos, encerrado en se-
guida en vasos herméticamente tapados, como lo
hacen los mercaderes por temor de ver disminuir
su peso , experimenta mas ó menos prontamente
una modificación que ha sido comparada á la
que sufren los cadáveres enterrados en masa
en la tierra: los principios azotados que contenia
( albúmina, gelatina y fibrina) se descomponen en
parte ; el amoníaco que se forma obra sobre la
estearina que contiene, y da lugar á un jabón
amoniacal análogo á la grasa de los cadáveres.
Esta alteración, aunque bastante profunda, pa-
rece influir poco sobre sus principios volátiles y
por consiguiente sobre sus calidades olorosas",
así como probablemente sobre sus virtudes me-
dicinales; quizás esto es una de las condiciones
de su buena calidad comercial , pero con todo
conviene siempre escoger el almizcle lo mas puro
y lo menos alterado posible.
Este almizcle alterado por la reacción lenta de
sus principios constituyentes es el único almizcle
del comercio, por consiguiente el único empleado,
y también el único que ha sido analizado. Los
Sres. Blondeau y Guibourt lo han hallado forma-
do de 1 8 sustancias; pero estos sabios no han
indicado un medio para aislar el principio aro-
mático, y por consiguiente reconocer por el aná-
lisis químico un almizcle de buena calidad , y
diferenciarlo de un almizcle de inferior calidad":
un trabajo hecho á este objeto hubiese sido de
gran ventaja, toda vez que el almizcle es emplea-
do en farmacia y en la perfumería
El almizcle es usado por los licoristas, los con-
fiteros y los perfumadores , y en medicina se em-
plea como tónico , excitante y antiespasmódico
en varias afecciones, á la dosis de 2, 4, 6, 9
hasta 80 granos.
Almizcle artificial. El olor que carac-
teriza el almizcle es de los mas difundidos en la
naturaleza. No solo un gran número de otros
animales , singularmente muchas especies de los
géneros Rata (Mus) yMARTA(3/u«íe/a) (V. estas
J palabras) ofrecen secreciones almizcladas; sí
j que muchas plantas y minerales también difun-
U4 ALO
den olor de almizcle, y productos morbíficos, ma-
terias en descomposición, tales como excremen-
to de vaca secado al sol, y por capricho decorado
con el nombre de Almizcle indígeno, lo han con
frecuencia ofrecido. El verdadero almizcle obte-
nido por el padre de C. L. Caclet, sometiendo á
un suave calor, durante años, bilis humana en-
cerrada en un vaso bien tapado , estaba lejos
sin duda de ser comparado con el almizcle del
comercio, aun el mas inferior. Lo mismo debe
decirse de esos pretendidos. Almizcles artifi-
cíales, sea formados de betún deJudea, de saga-
peno , de galbano y de opopónaco , sea resultan-
tes de la acción de 4 partes de ácido nítrico ó sul-
fúrico concentrado sobre una de aceite de succi-
no; último producto buscado , se dice , como per-
fume por los lugareños polacos, recomendado
como succedáneo del almizcle en muchas farma-
copeas, pero que el Sr. lee no ha conseguido
obtenerlo,
ALOE, Aloe. Género de plantas déla fa-
milia de los liliáceas, de la hexandria monoginia
de Linneo. Contiene cerca de cincuenta especies
que habitan las tres partes del antiguo mundo, y
una de ellas se encuentra también en las comar-
cas calientes de la Europa, en donde ha sido in-
troducida. Casi todas ellas tienen hojas radicales
carnudas, dentadas ó espinosas en los bordes, y
escapo terminado en una espiga de llores prolon-
gadas.
El género aloe tiene un porte tan notable , aun-
que algo semejante con el de la Agave, y también
de algunas Yuca, y de ciertas Dracenas, que es
distinguido de todas las naciones en donde crece,
habiendo recibido en ellas nombres particulares,
que serán indicados en su lugar correspondiente.
Los aloes abundan sobre todo en el Cabo de Bue-
ña-Esperanza, y de ellos se extrae un zumo de un
amargor excesivo, llamado Acíbar ( V, esta pa-
labra); el Senegal, Malabar, las Antillas, etc,
también producen muchas especies de las cuales
se extrae acíbar , puesto que parece que todas las
plantas de este género son susceptibles de darlo,
aunque el que recibimos en Europa se haya de-
signado como procedente mas particularmente de
algunas de ellas.
Aloe dístico (Aloe disticha, L.). Esta
planta crece cerca del Cabo de Bueña-Esperanza,
y adquiere , según Palerson , hasta 1 2 pies de cir-
cunferencia y 28 de altura, y se extiende sobre una
superficie dé 400 pies. Se la llama Árbol de fle-
cha , por que los Hotentotes emplean su tallo para
fabricar este instrumento ; de sus hojas se extrae
una especie de acíbar.
Aloe espigado (Aloe spicata, L. j. Esta
especie es la que se cree generalmente que pro-
duce el mejor acíbar del comercio. En el Cabo de
Bueña-Esperanza, en donde se eleva á la altura
de 9 pies , se la cultiva para obtener este medi-
camento. Thunberg refiere que los Hotentotes,
para preparar el acíbar, cortan todas las hojas
de esta planta, y las colocan de manera que la de
debajo sirva do reguera para conducir el zumo
que dan en una calabaza, y el que en seguida es
ALO
concentrado por el calor hasta amas de la mitad.
Esta operación puede tener lugar en todos tiem-
pos; después de las lluvias las hojas dan mas zu-
mo , pero también es mas débil.
Según Thomson, en la isla de Soccotora se
corlan las hojas de aloe , y el zumo de ellas ex-
primido se deja posar por espacio de veinte y cua-
tro horas, luego se decanta la materia feculen-
ta, y sejevapora el líquido en platos planos al sol.
En el Cabo , se prepara el acíbar reuniendo las
hojas de todas las especies de aloe, las cuales se
machacan y se las añade agua para extraer su zu-
mo; luego se hace hervir el bagazo exprimido con
nueva agua para obtener de él todos los principios
extractivos, y, colado el cocimiento, se deja posar;
se mezclan los líquidos, y se evaporan en calderas
basta consistencia de extracto, que entonces se
echa en cubetas , y cuando éste está enfriado , se
separa en tres capas i la primera , que es la mas
pura, pasa por A cíbar sucotrino; la segunda, por
Acíbar hepático, y la del fondo, que es mas im-
pura, ]wr Acíbar caballino. (Y. Acíbar).
Aloe litoral (Aloe litloralis , Koen.). La
pulpa de las hojas de esta especie, que crece en
la India, después de haber sido bien lavada en
agua fría, es prescrita como refrescante, mez-
clada con una cantidad de azúcar cande. La mis-
ma pulpa, así purificada, en la cual se añade un
poco de alumbre quemado, es indicada por los
prácticos del país como un excelente oftálmico,
poniéndola en un pedazo de muselina fina aplica-
da á los ojos.
Aloe perfoliado (Aloe perfoliata, L. ).
Según Wrigt , produce en la Jamaica el acíbar
caballino, llamado á veces Acíbar de la Barbada,
porque se le fabrica también en esta última isla,
de donde es remitido en calabazas. En la Cochin-
china, se hacen macerar las hojas de este aloe
en una agua aluminosa , después en el agua fría,
para en seguida extraer de ella una fécula agra-
dable al gusto,! sin calidad medicinal, y de la que
se usa con la carne y el azúcar, etc. Esta es la
especie cultivada en Europa, y en España es co-
nocida con los nombres de Zabida y Zabila.
AliOfiXlLO, Aloexvlum. Género de plan-
tas de la fa¿nilía de las leguminosas, de ladecan-
dria monoginia de Linneo.
Aloexilo Aloe (Aloexylum Agallochum,
Lour ; Cynornetra Agallocha, Spr. ). Este árbol de
la Cochinchina produce, según Loureiro, el Le-
ño de aloe. En el estado sano, su leño es blanco é
inodoro; pero a consecuencia de una enfermedad
del árbol, las partes aceitosas , aromáticas y re-
sinosas obstruyen los vasos, la nutrición se ha-
lla detenida, y el leño adquiere entonces un olor
suave que cambia su color , sus calidades, y le
hace buscar como un perfume precioso. Según el
mismo autor , todos los leños llamados de aloe
proceden de este árbol, y el mas estimado es
llamado Calámbac. Este leño en este estado es
muy empleado como aroma entre los Orienta-
les; es excitante, cordial, cefálico, etc. En la Co-
chinchina, la corteza de este árbol sirve para ha-
cer papel.
ALO
ALOADKJi. Alauda. Género de aves do
la familia de los corniroslres y del orden de los
pásseres, que cuenta numerosas especies bastan-
te conocidas. Sus principales caracteres son : el
excesivo desarrollo de la uña del pulgar, entera-
mente recta ó algo arqueada, reciay a veces mas
larga que el mismo pulgar; el pico guarnecido
por la base con plumilas dirigidas adelante y que
cubren las narices en parte ó enteramente; len-
gua ternillosa y ahorquillada en su punta; alas
sub-obtusas , con la tercera pluma mas larga que
las demás, y la primera apenas igual á la cuarta,
que frecuentemente la aventaja; doce plumas gran-
des en la cola y diez y ocho en las alas, de las
cuales las medias tienen la extremidad cortada
casi en cuadro y partida en su mitad por un án-
gulo entrante; el color general de la pluma es
pardo-oscuro, marcado con manchas mas subi-
das en la garganta , el cuello y el pecho.
Las alondras marchan con facilidad cuando
van por tierra , á pesar de la conformación de
sus pies que las impide posar : son aves ter-
reras y pulveratrices , que generalmente viveo
en loscampos, donde se alimentan de semillas,
verbas, insectos y crisálidas , y anidan en el sue-
lo, incuban pocos dias y repiten muchas veces su
cria.
En este artículo nos concretaremos á hablar de
las especies indígenas mas comunes, haciendo
ligeras indicaciones sobre algunas de las espe-
cies exóticas, y tratando extensamente de la A lon-
dra de los campos cuya historia abrazará los por-
menores generales que convienen igualmente á
todas las demás.
Alondra de África, Sirli (Alauda
africana). Habita las llanuras arenosas de Áfri-
ca, desde la Berbería hasta al Cabo de Buena Es-
peranza. Tiene ocho pulgadas de largo ; solo en
el pico, que es muy largo y arqueado, ditiere de
la Alondra de los campos, ala que se asemeja
mucho por su forma y sus costumbres. El nom-
bre de StrJJ lo debe "al grito que da.
Alondra de los arenales, Peque-
ña Calandria (Alauda arenaria, YielL).
Muy común en toda la parte meridional de Euro-
pa, á la que llega por marzo ó abril. Si bien mo-
ra en los parajes arenosos , los abandona luego
que ha terminado la cria de su pollada para tras-
ladarse á lugares frescos y sembrados de avena.
Esta alondra es de la misma talla que la Alondra
«le los bosques; la garganta y todas las partes in-
feriores son de un blanco aveces purísimo, á veces
matizado de rojo , muy subido en el pecho, cuello
y dorso , y de color de isabela muy ceniciento en
la nuca ; el carácter general del color es un en-
carnado mas ó menos puro ó claro mezcla-
do de prieto ó amarillo.. Los machos de una mis-
ma llanura tienen el hábito de reunirse maña-
na y tarde á una elevación en que se pierden de
vista y cantan de modo que á pesar de la distan-
cia se dejan oir bien.
Alondra de los bosques (Alauda
arbórea, Alauda nernora). Especie común en Es-
paña v observ ada en casi toda la Europa. Es mu.
49
ALO U5
cho menor que la Cogujada, pues desde la pun-
ta del pico al extremo de la cola solo tiene cinco
pulgadas y dos líneas; como ésta tiene un moñito,
aunque mas pequeño. Su cabeza está rodeada
de una banda blanquecina que pasa por encima
de los ojos, y en los carrillos, que son prietos,
se observa una mancha irregular de aquel mis-
mo color.
Esta especie posa en las grandes ramas de los
árboles y anida en tierra, como todas las demás,
en los ribazos áridos donde hay cambrones y ma-
torrales. Desde el principio de la primavera deja
oir su dulce canto, que es mucho mas melodio-
so cuando el macho quiere distraer á la hembra
durante las largas horas de la incubación, pero
calla al nacer los hijuelos para ocuparse de los
cuidados de su manutención y educación.
Estas alondras á mediados de otoño se reúnen
y recorren loscampos pedragosos y descubiertos,
én bandadas apiñadas de treinta á" cincuenta, sin
mezclarse con ninguna otra especie ; y á este há-
bito de vivir asociadas es debida fa facilidad
con que se las puede cazar, pues basta llamar-
las por medio de alguna de su especie para que
acudan en numerosas bandadas á las redes y la-
zos que se les disponen.
Alondra Calandria, Alondra ma-
yor, Calandria (A latida Calandra, L.).
Esta es la especie mayor de todas las alondras
de nuestros países, y en España menos numero-
sa que la Alondra de los campos. Tiene hasta sie-
te pulgadas y cuarto de longitud, y en vuelo tre-
ce pulgadas y media ; sus alas recogidas llegan
al extremo do la cola, mientras en la mayor par-
te de las demás alondras llegan solo á la mitad,
ó á lo mas á dos tercios ; respecto á sus colores
en general se asemeja á la Alondra común , de
cuyas costumbres y hábitos igualmente partici-
pa, siendo su voz también agradable como la de
ésta, aunque menos intensa.
La Calandria se coje de la misma manera que
la Alondra de los campos , y se la cria con el
mismo objeto.
Alondra cenicienta. Especie del Cabo
de Buena Esperanza, que tiene cinco pulgadas
de largo. La Alondra de dorso rojo , que posa co-
mo nuestras Cogujadas, la Alondra de corbata
amarilla , que tiene hasta siete pulgadas y me-
dia, y la Alondra de pico grueso, son todas del
Cabo "de Buena Esperanza.
Alondra de los campos, Alondra
común (Alauda arvensis, L.). Esta espe-
cie es la mas conocida, la mas común y la mas
usada como alimento. Encuéndasela en casi to-
dos los países habitados del antiguo continente,
pero parece que no se la halla en América. Su
longitud es de unas siete pulgadas escasas des-
de la punta del pico hasta el extremo de la cola;
el pico tiene de seis á siete líneas ; en el estado
de reposo ,- las alas llegan hasta dos tercios de la
longitud de la cola; launa del dedo posterior ad-
quiere hasta unas dos pulgadas en la vejez; la
pluma es de color mezclado de negruzco y pardo
teñido de rojo y blanco apagado en las partes su-
tomo i,
U6 ALO
periores, y en las inferiores de color blanco roji-
zo, con manchas longitudinales negras ó de color
pardo subido; por encima de los ojos en ambos
lados pasa una faja angosta de blanco roji-
zo; la parte superior de la cabeza y el ci ello es-
tán surcados por listitas alternativamente leona-
das y de un pardo mas ó menos oscuro ; la gar-
ganta es blanca; las plumas mayores del ala son
prietas con su borde exterior leonado , excepto
Hacia la extremidad que es blanca; la mandíbu-
la superior es negruzca y la inferior de un tinte
mas bajo. Los machos son mas prietos que las
hembras, y tienen al rededor de la garganta una
especie de collar negro ; también son mas gor-
dos, aunque nunca pesa arriba de dos onzas la
alondra mas abultada.
El gorgeo de la alondra común es el himno
de alegría que precede á la primavera y acompa-
ña á la aurora, y éntrelos Griegos daba la señal
de que debia el segador comenzar su tarea, y la
suspendía durante las horas en que los ardores
del mediodía imponen silencio al ave, puesto
que ésta calla en la mitad del dia, cantando de
nuevo cuando el sol desciende; calla también
cuando el cielo está nublado y el tiempo lluvio-
so , fuera de cuyos casos canta durante todo el
buen tiempo.
Como la melodiosa voz de la alondra se con-
serva y embellece en la esclavitud, cuando á
este pájaro se le destina al canto debe cogerse
joven, en octubre ó noviembre, con lo que se lo-
gra familiarizarle en términos de comer a la mano.
La jaula en que se encierra á las alondras ha de
estar forrada con lienzo por arriba , para impe-
dir que éstas se estrellen la cabeza contra el
techo de aquella, obedeciendo al instinto que las
impele á elevarse perpendicularmente ; en el fon-
do de la misma debe ponerse una gruesa capa
de arena fina, donde puedan revolcarse y bus-
car un alivio contra los insectillos que las ator-
mentan; y también es bueno colocar 'en un rin-
cón césped fresco y renovarlo á menudo. A los
dos años se desarrolla completamente la voz de
los machos jóvenes, y cantan en la jaula en todas
las estaciones , con mas ó menos perfección según
la educación que se les haya dado. La vida de
las alondras se prolonga, según ciertos autores,
hasta diez ó doce años, y según otros hasta vein-
te ó veinticuatro.
En el mes de mayo en nuestras comarcas es la
época en que la alondra hembra construye su
nido en tierra , en donde pone cuatro ó cinco
huevos : quince dias de incubación bastan para
que los hijuelos dejen el cascaron , y quince dias
mas son suficientes para que la madre deje cria-
da é instruida su pollada. En los países cálidos
la alondra hace tres crias en el trascurso de la
buena estación.
Todavía no está resuelta la cuestión sobre si
las alondras son ó no aves de paso : pero lo que
hay de fijo es que al principio del invierno son
numerosas , reúnense en bandadas y abandonan
las elevadas llanuras que habitaban para buscar
los lugares mas abrigados. La veneración con
ALO
que la* alondras han sido miradas en Levante, y
en especial en la isla de Lemnos, es debida á que
siendo aves que principalmente se alimentan de
insectos y crisálidas, pueden prestar grandes
servicios para la destrucción del terrible azote
de las langostas. Entre nosotros se las declara
una encarnizada guerra cazándolas de diversas
maneras , según los usos de las diferentes loca-
lidades.
La carne de este pájaro granívoro, uno délos
mas pequeños delosquefiguranennuestrasmesas,
es morena, suculenta, y constituye, cuando el ani-
males joven, cargado de gordura, como lo es
en el otoño, un manjar delicado, sabroso y de
fácil digestión, que nutre mucho bajo un pequeño
volumen, y goza de propiedades mas ó menos
estimulantes. Lister, medico de la reina Ana,
dice: que si doce alondras no pesan doce onzas,
apenas pueden comerse , pero que si pesan trece
onzas , es un bocado divino. Si el uso moderado
de este alimento no ofrece inconveniente en el
estado de salud, y si constituye en la convalescen-
cia de ciertas afecciones señaladas por una ato-
nía profunda un excelente analéptico; puede
también , cuando se abusa de él ó se le emplea
inoportunamente , dar lugar á todos los inconve-
nientes que presentan en general las carnes ne-
gras y muy azotadas. Según la aplicación que
de él se hará, podrá pues combatir la cólica, ó
al contrario provocarla, singularmente cuando
se tragan , á lo menos sin molerlos suficiente-
mente , los huecesitos de que abunda. No puedo
admitirse que esta ave criada en jaula y sujeta,
como muchas aves cautivas, á la epilepsia, pueda
ser, con este motivo, nociva á los epilépticos, ni
que su sangre, su corazón, ó sus cenizas sean
un buen remedio contra los cólicos flatulentos y
nefríticos.
La Alondra acaracolada y la Alondra de
Italia, denominada Giróla, á pesar de la opinión
de Buffon , son consideradas como variedades de
la Alondra de los campos : la primera tiene su
talla algo mayor y sus Untas generales un poco
mas encendidas que las de ésta; y la segunda su
tinta general es castaña.
Alondra de sola negra (Alauda al-
peslris ). Se distingue por tener la frente y gar-
ganta amarillas, y en el pecho una gran mancha
negra en forma de gola. Habita las regiones
mas boreales de ambos continentes, si bien so
adelanta un poco hacia el sur en los últimos dias
del estío.
Alondra moñuda, Alondra con
cresta, Cogujada (Alauda cristata, L.).
Especie menos conocida que la precedente y quo
frecuenta menos los sembrados y las llanuras:
hállasela muy comunmente en los caminos , en
los corrales, en los muladares y en general en
los lugares habitados por el hombre. Muy seme-
jante a la Alondra común , pero algo menor que
ella : tiene el pico mas largo , las alas y la cola
mas cortas; la garganta es blanquecina, y la pe-
chera parduzca con golpes blanquecinos; el mo-
ñito que lleva sobre la cabeza es un copete de
ALP
siete á doce plumas desfilachadas y grises que
pueden subir V bajar á discreción.
La Cogujada pone cinco huevos cenicientos
manchados de prieto: su canto es mas dulce, y
ella sabe retener con mas facilidad que la Alondra
común los acentos que ha oido , pero no se pue-
de avenir con la esclavitud , y por eso vive muy
poco tiempo en una jaula.
Alondra de Tartaria. Esta especie
tiene el color de la pluma negro subido, ligera-
mente ondeado de parduzco en las partes infe-
riores; y el nombre de Alondra variable débese
.^in duda á los cambios que la muda origina en
la pluma de las jóvenes. En verano habita las
áridas soledades del mediodia de la Tartaria; el
invierno lo pasa en el norte del mar Caspio; á
veces llega á Europa.
Alondra titiritera {A laúd a apiata).
El borde de las plumas y la garganta de esta es-
pecie son blancos , y por encima es de color
castaño oscuro variado de negro ; el pecho es de
un blanco matizado de leonado, y la parte infe-
rior del cuerpo de un color blanco naranjado.
Habita en el África.
AJLPAM. Nombre de un arbusto de la cos-
ta de Malabar, cuyas hojas dan un zumo que,
mezclado con el del cálamo , es útil contra las
mordeduras de ciertas serpientes.
ALPARGATA. El Sr. D. V. Joaquín
Bastús, en su Diccionario histórico enciclopédico,
dice : «que las primeras alpargatas se hicieron
de esparto, de donde se deriva ej nombre de al-
parguta , y aun mas el de espardeña que se da
en Cataluña á esta especie de calzado ligero y
propio de los países quebrad( s y montañosos.»
Conócense dos especies de este calzado ¡ las
alpargatas de esparto y las alpargatas de cáña-
mo. Las primeras, bastas y deforma sencillísima,
las fabrican los esparteros y también se constru-
yen en algunos presidios , y son usadas por mu-
chos labradores , en particular hortelanos , y por
la mayor parte de presidarios. En Valencia es
donde se hacen y consumen mas alpargatas de
esparto. Las segundas presentan diferencias no-
tables según la calidad del cáñamo que se em-
plea en su confección y según sea mas ó menos
esmerado el trabajo; distinguiéndose además, por
su forma, en alpargatas de punta, de media pun-
ta , de empella o pala gruesa , de empella ó pala
pequeña, de cazador, de zapato, etc. , etc., has-
ta constituir un calzado de lujo entre la infinidad
de personas que lo usan. La fabricación délas al-
pargatas de cáñamo es general en España, pero
en donde se fabrican en mayor cantidad es en
Aragón, en Valencia y en particular en Cataluña,
pudiéndose decir que en este país casi no hay
pueblo que no tenga su alpargatero.
La cantidad de cáñamo que se consume al año
en la construcción de alpargatas es grande , pu-
diendo traslucirse de los datos siguientes: en
Barcelona, en 1849 , -se importaron del reino
iO, 140 pares de alpargatas nuevas, valor de
50,560 rs. vn. , y 958 arrobas de alpargatas vie-
ja? valor de 1 1,496 rs vn.; se exportaron al reino
ALQ 147
i, 1 7 2 pares de alpargatas nuevas, valor de 1 6,688
rs. vn., y 272 arrobas de alpargatas viejas, valor
de 3,264 rs. vn.;-la exportación al extranjero fué
de 1,464 pares de alpargatas nuevas, valor de
5,856 rs. vn., y á las provincias de Ultramar dc886
docenas de alpargatas nuevas, valor de 3,644
rs. vn. *
Aii«i i^liliA . Alchemilla. Género de
plantas de la familia de las rosáceas, de latetran-
dia monoginia de Linneo, que abraza unas seisú
ocho especies . yerbas vivaces de las montañas
frias , que se distinguen por la elegancia de sus
hojas palmadas ó digitadas , y por sus flores co-
munmente verdosas, en corimbos terminales ó
axilares. El nombre de este género procede de que
los alquimistas habían creído encontrar en el rocío
de sus hojas el medio de contribuir á hacer oro.
Alquimila vulgar, Pié de león
{Alchemilla vulgaris , L.). Planta vivaz, que cre-
ce en los prados y en los bosques montañosos de
la Europa y es común en España. De su raíz sa-
len hojas sostenidas por largos pecíolos vellosos,
encorvados ó con frecuencia tendidos por tierra:
estas hojas son semejantes á las de la malva, pe-
ro mas consistentes, mas rizadas, mas blancas,
dentadas , divididas cada una en ocho ó nueve
ángulos. De en medio de esta planta se elevan
tallos delgados, redondos, vellosos, ramosos,
altos de un pié , que llevan en sus sumidades flo-
res pequeñas, verdosas, dispuestas en corimbos,
á las cuales suceden semillas pequeñas, redon-
das, amarillas y contenidas en cápsulas que han
servido de cálices á las flores. Su raíz es larga,
gruesa como el dedo , negra por defuera, rodea-
da de fibras.
Es considerada como ligeramente astringente,
calidad que su estipticidad y la propiedad que
tiene su infuso de colorarse de negro por la solu-
ción de sulfato de hierro deben hacer mirar co-
mo exacta.
* Mientras esperamos que el Gobierno se digne fari'i-
tarnos la Balanza mercantil general de la importación y ex-
portación del reino y se sirva disponer que las autoridades
provinciales nos préstenlos datos estadísticos necesarios pa-
ra perfeccionar nuestra obra , no omitiremos medios para la
adquisición de todas aquellas noticias que tiendan á escla-
recer la'estadística comercial, aprovechándonos ya desde aho-
ra de la Balanza mercantil de ¡a importación y exportación
verificada en el puerto de Barcelona, en 1849 , publicada
por la .VI. I. Junta de Comercio de esta capital; trabajo im-
portantísimo en el cual la Ilustre Junta desplega aquel fer-
voroso celo que tanto ha distinguido á sus predecesoras.
constituyendo en todas épocas al Consulado en una corpo-
ración verdaderamente protectora de las ciencias de aplica-
ción inmediata á la agricultura y ala induslria , como for-
mando la esencia del comercio.
El Gobierno aprecia, como se merece, la noble tarea que
la Ilustre Junta se ha impuesto , y las personas inteligen-
tes valoran debidamente los grandes esfuerzos que le ha de
costar el llevarla al calió. Nosotros, desde nuestra humilde
posición , nos atrevemos á felicitarla por la realización de
tan útil pensamiento, que deseáramos fuese imitado por to-
das las Juntas de Comercio de España . porque entonces se
tendria la verdadera Balanza mercantil . que indicaría al la-
brador , al industrial y al comerciante la manera eomo de-
be invertir sus capitales.
1 48 ALQ
ALQUITRÁN ÓBK£A. Sustancia dei-
forme , mas ó menos espesa , viscosa , resinosa,
de color pardo negruzco , trasparente en cortisi-
mas porciones, y opaca en el caso contrario , de
olor fuerte y detestable , amarga, mas ó menos
soluble en el alcohol , en el éter y en los aceites?
que se obtiene destilando los leños resinosos a
una alta temperatura. Su composición se aseme-
ja á la de la trementina, mas carbono y aceite
empireumático, menos aceite esencial, etc.; da
en la destilación ácido acético, etc.
El pino marítimo [Pinus maritima) es el de
que se extrae la mayor parte del alquitrán y los
demás productos resinosos del comercio (tremen-
tina , pez , miera , esencia de trementina , brea
seca, brea grasa, etc.), Además se obtiene el al-
quitrán resinoso del pino silvestre , del pino cetn-
bro , del pino rnugho , del pino de Escocia , del pi-
no austral, del pino de Alepo, convirtiendo en
carbón el leño de estos árboles, después de ha-
ber extraído toda la trementina.
El alquitrán de buena calidad despide un olor
aromático y de trementina; se pega á los cuerpos
que se meíen dentro de él , de los cuales cuela
parcialmente, cuando se sacan, en hilos prolon-
gados que , interpuestos entre el ojo y la luz, pa-
recen de un color leonado rojizo , diáfanos. Su
sabor es ácido y estíptico. Si se presenta negro
opaco ó demasiado moreno , probable es que se
halla alterado por haber sido calentado demasia-
do fuertemente ó ñor demasiado tiempo , ó tam-
bién por haber sido mezclado con alquitranes in-
feriores.
En los vastos bosques del Norte de la Europa
se confecciona en grandísima cantidad alquitrán
que es muy superior al délos Estados-Unidos, y
forma un artículo de exportación considerable.
Desde los confines de la Botnia occidental hasta
los coníines septentrionales de este inmenso gol-
fo del Báltico, existen magníficos y vastos bos-
ques que sirven para fabricar el alquitrán, una
de las principales ocupaciones de los habitantes
en toda esta extensión.
Los árboles que caen de vejez , los' arrancados
ó derribados por el viento , los restos proceden-
tes del cuadraje de las maderas ó de otros trabajos,
las raíces, etc., dan una grande cantidad de
alquitrán. Este producto es tanto mejor en cuan-
to los árboles que lo producen son mas resinosos,
en cuanto se ha puesto mas cuidado en desechar
las cortezasy los ramos jóvenes, y se escogen mas
medios para oponerse á la combustión y a la vola-
tilización de la resina. Con tales precauciones se
lograría preparar alquitrán cuya calidad podria
competir con la del Norte.
En España , el alquitrán particularmente pro-
cede de Valencia en cuya provincia se fabrica en
Morella, Cantavella y otros varios puntos, ha-
biendo un depósito principal de dicho producto
en Tortosa. El alquitrán del país es mas amarillo
que el del extranjero , y por esto se emplea para
impregnar los cordajes y también con él se acos-
tumbra á alquitranar los buques nuevos. El al-
quitrán del Norte de la Europa y de los Esta-
ALQ
dos-Unidos es muy estimado , y se le destina pa-
ra carenar los buques por ser el mas negro : lo
recibimos por lo común con los cargamentos de
madera en cantidad igual aproximadamente á la
que consumimos de alquitrán del país, unos 8 á
\0 mil quintales, poco mas ó menos.
En Francia casi todo el alquitrán que se em-
plea en la marina se recibe de Noruega, deSue-
cia y de Rusia, y esto constituye uno de las prin-
cipales ramos del comercio de aquel país con el
Norte y el Báltico , sin que hasta el día se le ha-
ya visto disminuir mucho por la explotación de
los alquitranes nacionales. El favor comercial
que se dispensa en Francia á los alquitranes,
breas secas y breas grasas del Norte y de la Amé-
rica determina á los fabricantes y á los comer-
ciantes de estos productos á servirse de toneles ó
pipas de la misma capacidad y semejantes á los
embalajes rusos, suecos y americanos.
-El alquitrán, en el estado que se le obtiene di-
rectamente , sirve para barnizar las maderas y
así preservarlas de la humedad y de los insectos":
la mayor parte de los bateles y navios están cu-
biertos de esta sustancia. Con brea grasa disuel-
ta en caliente en alquitfan se opera también el
calafaleaje de los buques^ se impregnan los cor-
dajes. La brea grasa se obtiene inspisando el
alquitrán por una ebullición mas ó menos prolon-
gada al aire libre, ó en grandes alambiques que
permiten extraer de él un aceite esencial propio
para el alumbrado de gas, y una corta cantidad
de ácido piroleñoso. A vi ees se le añade resina,
llamada brea seca, hasta que el residuo haya
adquirido bastante consistencia enfriándose. El
alquitrán debe ser entonces duro, un poco flexi-
ble, y quebradizo en frió, susceptible de reblan-
decerse por la temperatura de la mano , y de es-
tirarse en tal estado en hilos largos ó contornea-
dos entre los dedos. Así es como por lo común
sé ensaya en el comercio , asegurándose que su
olor de trementina y su matiz claro se asemejen á
los de los alquitranes del Norte y de América.
. La brea grasa, procedente de los alquitranes
resinosos ó del betún de ulla , puede ser con ven-
taja empleada en la confección de una almáciga
propia parala construcción de andenes, de cister-
nas, de embaldosados expuestos á la humedad ,
etc., y para preservar de la infiltración de las
aguas pluviales á las heridas hechas á los árboles
al suprimir sus gruesos ramos.
El alquitrán obtenido con el ácido acético im-
puro carbonizando la leña no resinosa en vasos
cerrados es en gran parte soluble en el agua, y
contiene carbón no combinado y un grande ex-
ceso de ácido, y asilos baños dados con él
sobre madera no lian ofrecido una larga resisten-
cia. Su principal uso en Paris se limita á ensuciar
las sales que el Gobierno entrega á las fábricas;
á veces se mezcla con los combustibles que se
quieren hacer mas flameantes, tales son la tur-
ba, el coke menudo, etc.; base recomendado su
uso contra los gusanos y la podedumbre seca
de los maderajes, de los rodrigones, etc.
Para el uso de la medicina, al alquitrán se le
ALQ
Í Parifica licuándolo en baño de maria y colándo-
o al trnws de u tamiz de seda. Dicese que se
puede sumergir la mano en alquitrán hirviendo
sin quemarse, loquen© sucede si se lleva guante.
EÍ alquitrán tiene una acción estimulante sobre
la piel, á semejanza de los otros producios de los
pinos: empléasele en la medicina veterinaria pa-
ra curar la sarna de los carneros y las úlceras de
los caballos; hásele propuesto para las afeccio-
nes séricas del hombre ; en Escocia se rocia una
pierna de carnero con alquitrán, y se hace tomar
el jugo que cuela de ella á los leprosos; entre
nosotros, el pueblo cree que el alquitrán aplica-
do sobre el carrillo cura los males de dientes, y
la misma idea tiene de su uso en el reumatismo;
en el Norte de la Europa se administra en píldo-
ras contra la disentería , la tenia, etc.; en No-
ruega se fabrica con él una especie de cerveza.
El agua de alquitrán ó de brea , que se pre-
para poniendo esta sustancia en infusión por es-
pacio de algunos dias en ocho veces su peso de
agua fría, después filtrándola y guardándola en
vasos cerrados , ó agitándola por espacio de al-
gunos minutos en cuatro parte» de agua , ha sido
considerada como un remedio maravilloso contra
una multitud de enfermedades. Tiene un color leo-
nado, un sabor ácido, un gusto empireumático
desagradable, y á veces presenta una ligera capa
aceitosa en su superficie. El alquitrán que con-
tiene se valúa á un grano por onza de agua. Se
administra á la dosis de una libra al dia , por la
mañana en ayunas, un vaso lleno de 4 onzas , so-
la ó con azúcar, un poco de vino, ó mezclada
con agua, leche, etc. : aumenta el curso de las
orinas y los sudores , excita el apetito , acelera
la digestión, etc.; hase aconsejado en la dispep-
sia, el escorbuto, el cáncer, etc., y ha sido pre-
conizada sobre todo contra la tisis.
El alquitrán en vapor ha sido propuesto por
Crichton contra la tisis pulmonar > para ello se
pone á evaporar á fuego lento una libra de al-
quitrán junto al enfermo, evitando que llegue á
hervir, porque los vapores empireumáticosle se-
rian á éste mas nocivos que útiles y le aumenta-
rían latosy la dificultad de respirar. Hánse vis-
to buenos resultados de este tratamiento en In-
glaterra , en Rusia y en Berlín , y según autores
célebres este es el tratamiento mas satisfactorio
de cuantos se han empleado hasta el presente
contra la tisis.
Los alquitranes y los betunes se expiden en cu-
bas ó barriles de diversas capacidades , con aros
de hierro, y enyesados de ambos cabos. El al-
quitrán extranjero nos llega en grandes barriles
de cabida de unas t2 arrobas, pesando en bruto
unas 16 arrobas; se vende por barriles. El alqui-
trán del pais circula en distintos embalajes y se
vende por arrobas.
En 1849, en Barcelona, la importación del al-
quitrán del extranjero fué de 7.123 arrobas, va-
lor de 71 .230 rs. vn ., y la del reino subió á 1 2.285
arrobas, valor de 122.850 rs. vn. ; la exportación
al reino fué de 292 arrobas, valor de 2.920 rs. vn.
Alquil rau ó Brea mineral. Esta es-
ALS U9
pecie de brea constituye minas explotadas. Su
principal uso es en la preparación efe la A Imáci-
ya-betun (Y. esta palabra). En Francia se vende en
el comercio bajo el nombre de betún natural ó
betunes puros de Dax , deSeyssel, de Auvernia,
del nombre de los lugares de extracción ó de
donde procede.
Alquitrán ó Brea de nlla. Este pro-
ducto se obtiene carbonizando la ulla en las fá-
bricas de gas para el alumbrado. En Inglaterra
se usa para embrear las maderas de la marina,
y es propio para este uso después de haber sido
reducido de cerca de un quinto de su primitivo
volúmeu. En este país se le llama Coal-lar. Em-
pieza á emplearse en Francia en los puertos de
mar. Reducida á los dos tercios en un alambique,
esta brea deja un residuo análogo al betún mine-
ral con el cual se fabrica la almáciga económica
precipitada, y daun producto fácilmente conden-
sable, susceptible de ser aplicado al alumbrado
del gas, para disolverla goma elástica , etc.
AIjSOíE, Alsine. Genero de plantas de la
familia de las cariofiláceas, de lapentandria di-
ginia de Linneo, que encierra muchas especies
casi todas indígenas de España y otros países de
Europa , de las cuales la mas importante es la si-
guiente :
Alsine media, Muragcs de las
aves, Pamplina, Yerba pajarera
[Alsine media, L. ; Stcllaria media , Sm. J . Planta
perenne , muy común en los lugares sombríos, en
las huertas, en las viñas , al pié de las paredes,
etc. De tallo algo peloso; hojas aovado-aco-
razonadas; cáliz (le cinco hojuelas, cinco péta-
los partidos en dos cada uno , ovario con tres es-
tilos filiformes; cápsula de una celdilla y tres
ventallas. Es algo aromática y su sabor dulce es
parecido á la de los Canónigos. Antiguamente se
creia refrescante y se empleaba en diferentes
afecciones : hásela administrado como ligeramen-
te astringente en los esputos de sangre; su agua
destilada se aplica en determinadas enfermeda-
des de ojos. En ciertas localidades se usa como
ensalada, ó se cuece como hortaliza. Los perfu-
madores la hacen entrar en algunos preparados
cosméticos. Sirve, por último, de alimento álos
pajaritos que la comen con gusto.
El nombre de Yerba pajarera y reí de Murages
de lasares son equívocos, porque aveces se apli-
can á varias Anagálidas (V. esta palabra), y lo
mismo debe decirse del de Pamplina , que se apli-
ca igualmente al Hipeco tendido (Hypecoum pro-
cumbens, L.), planta muy común en nuestros
sembrados.
AIíSTO&IA, Alstoñia. Género de plantas
de la familia de las estiracáceas , de la monodel-
fia monandria de Linneo.
Alstoñia parecida al Té [Alstoñia thc-
ceformis,L. H. ; Symplocos Alstoñia, Hér.). Se-
gún los Señores Humboldt y Bonpland , las ho-
jas de este árbol , de la América equinoxial , son
muy agradables en infuso teiforme, y un exce-
lente medio para restablecer las funciones de los
sistemas cutáneo y digestivo. Crece en un clima
130 ALT
frió. Se llama á este árbol Té de Santa Fó, por-
que en esta ciudad sus hojas se usan ala manera
del té de la China.
AliSTKETVIERIA , Alstroemeria. Géne-
ro de plantas de la familia de las narcíseas, de la
hexandria monoginia de Linneo , que comprende
muchas especies, indígenas de la parte equino-
xial del Nuevo Mundo , de las cuales dos son cul-
tivadas en nuestros jardines por la elegancia de
sus flores.
Alstremeria de flores rayadas
{Alstroemeria Ligtu, L. ) . Esta es la especie mas
pequeña : tiene ías raíces tuberculosas y se la
multiplica por la separación de los tubérculos.
Presenta algunos tallos estériles, de siete áocho
pulgadas, mas ó menos bañados de rojo, y ter-
minados por una roseta de hojas en forma de es-
pátula y oblongas ; los que llevan flores tienen
hojas mucho mas estrechas, y son de pié y medio
de largo. Las flores en umbela, en número de tres
ó cuatro , son blancas rayadas de encarnado, y
se presentan en el invierno. En Chile y en el Perú
se comen los bulbos de esta especie.
Alstremeria peregrina , Iiirio de
los Incas, Peregrina de lima { Als-
troemeria peregrina, L. ) . Planta de raíz vivaz, de
la cual salen muchos tallos de dos pies acompa-
ñados de hojas sin pecíolos y opuestas en cruz,
muy agudas, lanceoladas, encorvadas en su ex-
tremidad; flores poco numerosas, terminales,
grandes, de color azul mezclado de diversos ma-
tices agradablemente dispuestos. De las cultiva-
das en nuestro suelo ésta es la especie mas bella.
En el Perú se comen los bulbos de la Alstre-
meria tomentosa [Alstroemeria tomentosa, Ruiz
y Pavón). El Sr. de Tussac ha descrito una es-
pecie de este género , que él llama Alstremeria
comestible, cuyos bulbos comen los negros quie-
nes los llevan al mercado del Cabo de Buena Es-
peranza, en donde los venden bajo el nombre de
Patatas blancas : cómense éstas hervidas y con
sal, ó aderezadas con una salsa.
AI/íARIC Gesner llama así á un peque-
ño pescado que se pesca cerca de la ciudad de
Achalat, en Persia, que se sala y se trasporta
á diferentes países.
AI/JMGA, Altura. Género de plantas de la
familia de las malváceas , de la monodelfia po-
liandria de Linneo.
Altea oficinal , Malvavisco ( A Ithcea
ojficinalis, L. ). Crece naturalmente en los luga-
res húmedos, en las orillas de los rios, y es cul-
tivada en grande en muchos países por ei uso tan
frecuente que se hace de su raíz en medicina. Sus
tallos , que se elevan á la altura de tres ó cuatro
pies, son redondos, vellosos, huecos por dentro;
sus hojas son como las de la malva común , pero
mas largas, mas gruesas, puntiagudas, dentadas,
blandujas y blanquecinas ; florece en verano, y
su flor es ligeramente encarnada; su fruto es
pequeño, redondo , y encierra cápsulas que cada
una contienen una semilla uniforme. Su raíz es
larga, gruesa como el pulgar, redonda, ramosa,
con arrugas transversales, blanca por dentro,
ALT
cubierta de una epidermis amarillenta, con un
canal medular central, sin olor, y de un sabor soso
y mucilaginoso.
El malvavisco es una planta muy útil : sus hojas
son emolientes , y con ellas se hacen lavativas y
cataplasmas , y sus flores son pectorales ; pero la
parte de uso mas común y que merece lijar nues-
tra atención es la raíz.
La raíz , pues, de malvavisco se vende en pa-
quetes ó en hacecillos de diversas cantidades :
debe escojerse bien nutrida , bien llena y sin mé-
dula leñosa.
Según el análisis químico , el malvavisco con-
tiene un quinto de su peso de mucílago , fécula,
inulina, extractivo , un leñoso abundante , ves-
tigios de gluten y de resina, malato, etc. El Sr.
Bacon ha encontrado en él, además, aceite, azú-
car y un principio particular. (Y. Alteina).
La naturaleza dulce y mucilaginosa de la raíz
de malvavisco la hace emplear en todas las afec-
ciones con irritación ó inflamación, como calman-
te, emoliente y pectoral, etc.; de ella se hace un
uso diario , doméstico por decirlo así , en los ro-
madizos, las inflamaciones intestinales, la calen-
tura, etc. Entera y despojada de su corteza, se
da, estando seca, a los niños, que la mascujan,
á lin de ayudar á la salida de los dientes y para
calmar la irritación de las encías. En polvo se
emplea para dar consistencia á los loocs y á las
pastillas, y para añadir á los polvos temperantes,
etc. Su cocimiento sirve en lociones, fomentos, la-
vativas, y para desleír la harina de linaza con la
cual se preparan las cataplasmas. Por último, el
malvavisco entra en varios compuestos farmacéu-
ticos á los cuales da su nombre, como pastillas,
pasta, jarabe simple y compuesto, etc. Como be-
bida , no puede tomarse el cocimiento : solo puede
emplearse el infuso de malvavisco, hecho rápida-
mente, echando agua hirviendo sobre la raíz la-
vada y de la cual se ha separado la película, pues
del contrario se tendría un líquido demasiado
viscoso, pesado é indigesto.
Como todos los vegetales abundantes en mu-
cílago y fécula, el malvavisco podría alimentar.
Según Cavanille , hase conseguido obtener de él
una especie de hilaza, como de muchas malvá-
ceas , haciéndolo enriar, y la suministrarían aun
mejor , según Bosc , las Altea como cáñamo ( A l-
thcea cannabina, L. ) y Altea deNarbona [Al-
thcea narbonensis , L . ) .
Al malvavisco se le sustituyen diversas otras
malváceas , según los países. Hemos dicho que
en Francia se le reemplazaba, aveces, con la raíz
del Alcca roscea, L. En la India, en América y en
África, se le sustituye con la raíz del Sida rhom-
bóidea, L.; enBorbon, según el señor Dupelit-
Thouars , con la raíz del Waltheria indica.
En 1849 , de Barcelona se han exportado á di-
ferentes puntos del reino, 1.401 libras de raíz de
malvavisco, valor de 4.203 rs. vn., y al extran-
jero, 21 .850 libras, valor de 6.932 rs. vn. 17 ms.
ALTEÍNA. Él Sr. Bacon , farmacéutico en
Caen , ha obtenido, en 1 827, de la raíz de malva-
visco ó altea oficinal , tratada por el agua y el
ALT
alcohol , cristales romboidales trasparentes , do
n verde de esmeralda, solubles en el agua, in-
solubles en el alcohol, que parecían alcalinos, á
los cuales ha considerado como un principio par-
ticular y les ha llamado Alteina. Según el Sr. Plis-
son , esta sustancia seria mas bien un malato de
alteina, y la misma alteina, según experimentos
mas recientes, no diferiría de la asparragina y ten-
dría analogía con la glicirricina o principio "cris-
talino del regaliz.
Al/li Y<;i A . Altingia. Género de plantas
de la familia de las coniferas , de la monoecia di-
cline del sistema de Linneo.
Altingia grande [A Itingia excelsa, Ñor.;
Dammara alba, Rumph.; P mus Dammara, Lamb).
Este árbol, que crece en las Molucas, exsuda na-
turalmente de su tronco , ó de las incisiones que
en él se practican, una resina primero blanda,
viscosa , pero que se solidifica en el árbol en po-
cos días, y forma masas á veces muy gruesas;
entonces es blanca como el cristal , pero vuelve
amarilla como el succino envejeciendo. Otras ve-
ces destila gota á gota por tierra , en donde se
concreta y también se ensucia. Cuando es líqui-
da , esta resina tiene el olor de los pinos y del al-
macigo; seca, es inodora. Echada sobre las as-
cuas se observa lo mismo que se verifica en igual
caso con las resinas de los pinos. Rumfio dice que
se asemeja á la resina del Canario, pero los auto-
res aseguran que es distinta de ella.
Esta resina sirve en las Molucas para hacer
antorchas ó hachones para alumbrarse en la pes-
ca, y también es empleada para calafatear los bu-
ques , constituyendo bajo este respecto un objeto
de comercio bastante importante. No tiene uso
médico , pero Rumfio pretende que podría ser em-
pleada, como vulneraria, en las heridas de los
pies, etc.
El nombre de Dammara-puli , que lleva tam-
bién esta resina , quiere decir en males resina
blanca.
Los señores Merat y De-Lens dicen: «Hase con-
fundido este vegetal con el género Canario ( Ca-
narium) , de la familia délas terebintáceas, que
es de los mismos lugares y que produce también
una resina. El señor de Candolle, por ejemplo,
dice que la resina de l Altingia es balsámica y
quizás sea el estoraque liquido. Es probable que
el haya padecido error por los Anales botánicos
de Koenig , examinando la resina del Canario
común [Ijanarium commune, L.). llay motivo
para creer también que lo que se dice de las al-
mendras de la Altingia , que se presentan como
comestibles, se refiere á la nuez del Canario,
que efectivamente se come, de la cual se hace pan
en Java , y se extrae aceite. Nosotros creemos
que Horsfield haya sido quizás la causa de la
propagación de estos errores, por no haber dis-
tinguido bastante estos dos vegetales en su catá-
logo de plantas de Java.»
AI/I'KA Jll'%. LiPiNis. Género de plantas
de la familia de las leguminosas , de la diadelfia,
decandria , de las cuales se conocen veinte y
cuatro especies, algunas indígenas de Europa,
ALT \ó¡
muchas aclimatadas, y las demás podrían adqui-
rirse fácilmente. Las hay anuas , como son las
de Europa, otras son vivaces y hasta de la mag-
nitud de los arbustos. Todas tienen las raíces fi-
brosas, ramosas y casi leñosas, que penetran
profundamente en la tierra : los tallos que se le-
vantan del cuello principal son rectos, cilindricos
un poco vellosos y medianamente ramosos, y
suben desde la altura de catorce pulgadas hasta
la de veinte y cinco y aun treinta : las hojas son
alternas, de un tegido flojo y esponjoso hasta el
momento de la maturación, y sencillas en solas
cuatro especies, pues en las demás son digitadas
y se distribuyen circularmenteen el ápice de un
pecíolo largo cinco ó siete hojuelas oblongas, de
un verde poco oscuro, que están cubiertas de
pelos sedosos: sus flores son grandes, blancas,
azules , rosadas ó amarillas, dispuestas en espi-
gas terminales al rededor de un eje común , so
abren en abril ó mayo : en julio ó agosto las su-
cede unalegumbre comprimida, prolongada, que
contiene semillas duras, orbiculares, mediana-
mente gruesas, un poco achatadas, blanqueci-
nas al exterior y amarillentas en el interior , que
maduran en otoño , y por la masticación dejan
percibir un sabor sumamente amargo cuando no
se las ha quitado el tegumento que las cubre. De
todas las especies la mas importante es el Al-
tramuz blanco, del quenos ocuparemos luego.
Dicese que el nombre latino de este género de-
riva de lupus , lobo , porque sus especies nece-
sitan mucha tierra para crecer y la devoran
como el lobo devora a los animales que encuen-
tra. Sin embargo, en muchos países, se siem-
bran altramuces para abonar las tierras , y en
verdad su cultivo es de los mas económicos y
útiles al labrador.
A II rain uz blanco {Lupinus albus, L.).
Especie anua , originaria del Levante, cultivada
en diversos países, sobre todo en España en
donde es muy abundante. Planta de raíz leñosa
y fibrosa , de cuyo cuello sale un tallo mediana-
mente grueso, redondo, derecho, velloso, ra
moso, de color verde amarillento, lleno de meo-
llo, que se eleva á la altura de unos dos pies
y medio : sus hojas son compuestas de cinco ó
siete hojuelas apretadas, de color verde de mar
por encima, blanquecinas y lanuginosas por de-
bajo , de un sabor leguminoso, ligeramente amar-
go : sus flores son blancas : sus frutos son legum-
bres planas que encierran cinco ó seis semillas
casi redondas, complanadas , mas gruesas que
guisantes, duras, blancas por defuera, amarillas
por adentro, de sabor amargo.
El altramuz es cultivado como alimenticio pa-
ra el hombre y los ganados , como abono , y tam-
bién como planta de adorno. Los terrenos com-
pactos, aguanosos, cenegosos , cretáceos y alu-
minosos no le son favorables; al contrarió , re-
quiriendo con preferencia un terreno húmedo y
movedizo á la vez, prospera en las tierras flacas,
áridas, sobre las arenas y terrenos de casquijo.
Para su cultivo , basta dar á la tierra una solo
labor, cuando se le quiere enterrar en estado
I SI ALT
de yerba, en clase de abono; pero cuando se
Suiere recoger la semilla, es preciso sembrarlo
espues de dos buenas labores cruzadas. Es la
mejor planta para alternar con las producciones
de la tierra , porque, recurriendo pronto el cír-
culo de su existencia, después de su recolección
Í>ermite disponer el terreno que ocupaba para
as sementeras de otoño.
El altramuz es útilísimo para fertilizar econó-
micamente terrenos ligeros y secos; en España, en
Francia , en Portugal y sobre todo en Toscana es
cultivado para enterrarlo cuando ha llegado á la
altura depiéy medio y sembrar trigo por encima.
Este vegetal es cultivado también como planta
de forraje en losprados artificiales, puesto que el
altramuz fresco es un excelente alimento páralos
animales ; los bueyes y las vacas , y especial-
mente los carneros lo aprecian mucho, y por su
medio engordan y adquieren fuerza. Los antiguos
cultivadores griegos y romanos lo daban á los
ganados en este estado ya mezclado con paja
corlada, ya con semillas cocidas y desechas espe-
cialmente en el invierno.
El altramuz es del número de las plantas en
las cuales se observa el fenómeno que Linneo ha
designado bajo el nombre de sueño : sus hojue-
las se pliegan y se inclinan hacia tierra cuando
el sol va á ponerse, y se dirijen hacia este as-
tro, dice Plinio, indicando la hora del dia al la-
brador aun cuando haya nubes en la atmósfera.
Los tallos secos de esta planta , que son muy
duros, sirven para formar pajaza; quemados,
dan excelente carbón para la fabricación de la
pólvora , preferible al de bonetero ; en los Vos-
gues, son empleados como combustible para
calentar los hornos , y también para obtener
excelentes cenizas para lejías ó la extracción de
la potasa ; con las hebras que los cubren se pue-
den fabricar buenas jarcias, y con ellas hanse
trabajado lelas y también papel.
La miel recogida por las abejas en las flores
del altramuz contrae un ligero amargor que la
hace tónica.
A las semillas de este vegetal es á lo que se lla-
ma A Itramuces. El análisis de estas semillas prue-
ba que difieren de todas las de las demás plan-
las leguminosas: no contienen ni almidón ni sus-
tancia azucarada, sino una materia vegeto-ani-
mal que tiene mucha analogía con el gluten, lo
que les da lodos los caracteres de las semillas
alimenticias. Además contienen un aceite amargo
que da sus propiedades á la harina , fosfatos de
cal y de magnesia , cortas cantidades de fosfato
de potasa y de hierro.
Los antiguos secaban al humo los altramuces
para impedir que fuesen destruidos por las lar-
vas de los insectos, y así eran contados entre el
número de los marcos para los pesos públicos , y
los empleaban á manera de plata acuñada en los
juegos y la escena. De ahí ei proverbio -.Nummus
lupinus , y aurum comicum , con que se designa-
ba un objeto de escaso ó ningún valor.
Según Plinio , la facilidad con que el altramuz
vegeta en los terrenos los mas ingratos , hacia es-
ALT
timar sus semillas á los antiguos , que las usaban
como alimento mas que nosotros , probablemen-
te á falta de mejores legumbres. Ellas son muy
amargas , pero la cocción les quita en parte este
amargor ; sin embargo , después de esta prepa-
ración, no deja de ser siempre un triste alimento
(de donde procede el tristis lupinus de Virgilio,
Eclog. I) , pesado, flatuoso y poco agradable, que
es el patrimonio de los pobres, y solo puede ser
digerido por estómagos robustos.
No obstante , esta semilla era el manjar predi-
lecto de los filósofos griegos, en particular de los
cínicos que continuamente la llevaban consigo.
En seguida se le dispensó un lugar en las mesas
opulentas : en Roma , los generales en sus triun-
fos , los ediles en las fiestas de Flora , los ambi-
ciosos que codiciaban el poder , distribuían altra-
muces entre elpueblo que lo recibía como un pre-
sente para comerlo ya cocido con garó, ya ade-
rezado con un poco de sal ó en forma de ensalada
con vinagre, aceite y yerbas aromáticas. Poste-
riormente se abandonó su uso á la gente pobre,
y en las plazas públicas de Roma se vendían al-
tramuces cocidos, como se venden todavía en
Egipto, en donde sé les llama Embalen, del lu-
gar de donde se cogen. Los Roma nos los mezcla-
ban con el pan, pero por lo oítoun los comían con el
garó después de haberles hecho perder una parte
de su amargor ; con este motivo se refiere que
habiendo preguntado un diaáZenon de Cicio por-
que era afable cuando había be¡ ido, él que na-
turalmente se distinguía por su dureza y hasta
asperidad con sus amigos, contestó: «yo soy co-
mo el altramuz , muy amargo antes de estar bien
mojado y dulce cuando esta empapado.» Los es-
clavos y" las gentes sobrias hacían uso de ellos,
y hasta Lóculo hizo servirlos en su mesa : Plinio
refiere que el famoso y hábil pintor griego Protó-
geno se alimentó no mas que de altramuces co-
cidos al agua , por espacio de siete años , para
conservar la vivacidad de su imaginación mien-
tras trabajaba en su célebre cuadro de Laliso. Por
último, los altramuces que en Roma eran primero
un manjar exquisito , y en las cenas fúnebres se
ofrecían á los manes [Ferales nocte lupinos , dice
Calpurnio) , fueron al fin alimento grosero recha-
zado hasta al pesebre de los animales domésticos.
En Egipto, en Italia, en Córcega, en el medio-
día de la Francia y en algunos puntos de España
todavía se comen' altramuces; pero entre noso-
tros el principal uso que se hace de esta semilla
es para engordar los bueyes, y atendida su con-
sistencia cornea se remoja en agua veinte y cua-
tro horas antes de darla al ganado.
La harina de altramuces era empleada como
vermífuga, para restablecer el apetito, etc., en
razón , sin duda de su amargor : en Egipto se
usa para suavizar las manos.
El Altramuz amarillo (Lupinus luteus , L.),
de flores amarillas de oro, el Altramuz peloso
[Lupinus pilosus, L. ) , de flores azules, el Al-
tramuz vario (Lupinus vanus, L. ), de flores
rojas ó azules , y algunos otros se cultivan en los
jardines por la hermosura de sus flores.
ali:
En el Perú hay una especie de Altramuz, lla-
mado Chuchu, cuyas semillas son comestibles, y
se cultiva también en los jardines por sus bellas
flores. En la isla de Onnalaska hay una especie
de Altramuz de flor muy hermosa, cuya raiz con-
tiene un alimento apreciado por los habitantes.
En 1849, se importaron en Barcelona, proce-
dentes de diferentes puntos del reino, 246 fs, de
altramuces blancos, valor de 4.920 rs. vn.
Alit vimci:. Sal muy antiguamente conoci-
da, puesto que Hipócrates habla ya de ella; traída
primero del Levante, en donde la hay, así como
en otras partes del globo, en montones conside-
rables llamados Aluminieras; fabricado en se-
guida en Italia, en Inglaterra, en Alemania, en
Francia y en España. Obtiénese, sea por lixi-
viación cíe las sustancias de apariencia petrosa
que lo contienen del todo formado , ó de las eflo-
rescencias que se forman en la superficie de la
tierra en ciertos lugares, como en la Sojfatera
cerca de PuzzoJ ; sea por la calcinación de esqui-
tas arcillosas, mezcladas con sulfato de hierro,
que contienen sus elementos; sea reuniendo arti-
ficialmente estos mismos elementos.
Obtenido por el uno ó el otro de estos medios,
el alumbre se presenta en masa ó en cristales por
lo común octaedro», de fractura ondeada, tras-
parentes, ó ligeramente eflorecidos, incoloros,
de sabor astringente, ácido y como azucarado,
solubles en quince veces su peso de agua fria, y
en cerca de su peso de agua hirviendo, que en-
rojecen el tornasol , fusibles al fuego en su agua
de cristalización , que constituye cerca de su mi-
tad, hinchándose y secándose en seguida por la
pérdida de este líquido, descomponibles en par-
te y á veces en totalidad á una temperatura mas
elevada, etc.
La naturaluza de este cuerpo está lejos de ser
siempre idéntica: químicamente se distinguen dos
especies de él, sin contar las suertes ó varieda-
des del comercio. La primera es el sulfato de alu-
mina y de amoníaco , y la segunda el sulfato de
alúmina y de potasa.
Sulfato de alúmina y de amoníaco, Sulfato
aluminico-amónico. Alumbre de base de amonia-
co. Esta sal está difundida con mucha abundan-
cia en el comercio, y frecuentemente mezclada
con alumbre de base de potasa, del que es im-
posible distinguirla por el simple aspecto. Tritu-
rada con cal viva pulverizada, deja exhalar lue-
go un olor penetrante de amoníaco; con los reac-
tivos presenta los mismos efectos que la Solución
de alumbre de base de potasa , de que vamos á
hablar.
Sulfato de alúmina y de potasa, Sulfato alu-
minico-potásico, Alumbre de base de potasa. Esta
sal es la vulgarmente designada con el nombre
de Alumbre. Su solución acuosa forma con el ni-
trato de barita un precipitado blanco , insoluble
en los ácidos nítrioo y hidroclórico ; con el amo-
níaco y la potasa un precipitado gelatinoso , so-
luble en un exceso de este último álcali ; con el
bicloruro de platino un precipitado amarillo na-
ranjado. El ácido hidrosulfurico y el cianuro de
20
ALL <53
hierro y de potasio no alteran la solución de alum-
bre puro, y la cal pulverizada que se tritura con
una porción de esta sal no desprende de ella nin*
gun olor.
El Sobre-sulfato de alúmina, de potasa y de
amoníaco es una tercera especie, siempre artifi-
cial y Mamada cop frecuencia Alumbre de fá-
brica.
Todas estas tres especies contienen , además,
de uno á dos milésimos de sulfato de hierro.
El alumbre antiguamente habia sido llamado
Alúmina vitriolada , Vitriolo de alúmina, Vitrio-
lo de arcilla , etc.
En el comercio se distinguen las variedades
siguientes .-
Alumbre calcinado ó quemado. Masa porosa,
blanca, ligera, obtenida calcinando el alumbre
común. No contiene agua, es casi insípido y ca-
si insoluble; pero, guardado algún tiempo, ab-
sorve la humedad atmosférica y se vuelve solu-
ble y sapillo. Debe prepararse con el sobre-sulfa-
to de alúmina y de potasa, porque el sobre-sulfato
de alúmina y de amoniaco se descompone comple-
tamente al fuego, y el sobre-sulfato de alúmina,
de amoníaco y de potasa se descompone en par-
te. Este producto en rigor es un producto farma-
céutico , pero ha entrado también en el dominio
de la droguería, figurando en los catálogos de
los laboratorios de productos químico-farmacéu-
ticos. Empleado en medicina casi exclusivamen-
te al exterior, reducido á polvo, como ligero
catarético y desecante.
Alumbre crudo. Llámase asi el alumbre común
por oposición con el mismo alumbre calcinado.
Alumbre dulcificado. Bater ha dado este nom-
bre al alumbre común purificado por muchas cris-
talizaciones sucesivas : le atribuía , á la dosis de
12 granos, una eficacia particular contra las en-
fermedades de pecho debidas á la acción de los
vapores metálicos, contra los dolores de dien-
tes, etc.
Alumbre de España. Nuestro suelo abunda en
minas de alumbre: conocidas son las de Aragón,
Asturias, Murcia y Valencia, y sabido es que
esta sal se encuentra en eflorescencias blancas ó
ligeramente coloradas por el sulfato de hierro en
el Valle de Aran y otros puntos de los Pirineos.
El alumbre que, en grandes cantidades, se obtie-
ne de las minas beneficiadas de varios distritos de
Aragón y de Almazarrón ó Mazarron es empleado
en bruto, ó refinado antes de entregarlo al consu-
mo por fabricantes especiales. El alumbre de Ara-
gón se presenta en pedazos irregulares , de color
blanoo sucio y de trasparencia oscura, de frac-
tura seca con lustre vidrioso. El alumbre de Al-
mazarrón está en pedazos mas gruesos, irregula-
res, es blanco y á veces algo rosado , de fractura
seoa. El primero oircula embalado de diferentes
maneras, en sacos, cajones, etc., y se vende por
arrobas ; el segundo va en cofines ele esparto, de
peso de 8 á i 0 arrobas , y en su venta se abona
una libra de tara por arroba. Si bien los alumbres
preferidos en España son los de Inglaterray en
particular el de Italia procedente de Civitavechia,
tomo i.
.54 ALU
desde unos diez y seis años, que es conocido el de
Mazarron , ha disminuido considerablemenle la
importación de los «alumbres extranjeros.
Alumbre de España refinado. Esta suerte está
en masas irregulares y en pedazos de todas di-
mensiones; su color es de un blanco apagado , su
trasparencia es pura , su fractura es brillante. En
Barcelona hay los Sres. Torres y Yiñas que se
dedican á la refinación del alumbre, empleando
indistintamente el procedente de Aragón ó el de
Almazarrón, si bien este último se usa para mu-
chas operaciones sin necesidad de purificarlo pre-
viamente. La cantidad de alumbre refinado entre
ambas fábricas asciende al año á unos mil quin-
tales.
Alumbre de espejo. Otro de los nombres dados
al alumbre común ó sobre-sulfato de alúmina y
de potasa.
Alumbre de Francia. En gruesas masas de un
blanco y de un lustre vidrioso, de trasparencia
un poco oscura, de fractura seca, que presenta un
aspecto húmedo , pero no obstante bastante bri-
llante. Embalaje: barricas de madera blanca,
que pesan 800 a . .500 libras.
Alumbre de hielo. Es el alumbre común fundido
en su agua de cristalización : se parece al agua
sólida, y se presenta en hermosos cristales octae-
dros trasparentes.
Alumbre de Inglaterra. En gruesas masas, en
pedazos claros y trasparentes como el cristal ; es
mas ó menos hermoso, según ha sido bien ó mal
purificado. Debe escogerse blanco, claro, tras-
parente, seco y que tenga pocos pedazos menu-
dos. Es una excelente calidad. Embalaje: en bar-
riles ó en sacos.
Alumbre del Levante. En pedazos irregulares
rojizos. El de Constantinopla es mas craso y me-
jor que el de Esmirna. Embalaje : en sacos.
Alumbre de Lie ja. Fabricado con esquitas ar-
cillosas mezcladas con sulfuros de hierro : pre-
séntase en masas mas ó menos considerables de
un blanco gris sucio, de una trasparencia muy
oscura y de fractura vidriosa. Embalage: vario.
Alumbre líquido. Plinio habla de este alumbre
que Tournefort ha encontrado destilando de una
caverna de la isla de Milo. Su sabor es mucho
mas acre que el del alumbre común y de una
estipticidad casi corrosiva. Los sarnosos se sirven
de esta agua en lociones en las partes mas enfer-
mas, se lavan un cuarto de hora después con
agua de mar, y curan sin otro remedio.
Alumbre natural. Nombre dado ya al alumbre
de pluma, ya al alumbre que se eflorece en la
superficie de la tierra cerca de Puzzol.
Alumbre de pluma. Es un Sobre-sulfato de alú-
mina , que existe en la naturaleza , en particular
en las grutas de la isla de Milo , en gruesos ha-
cecillos compuestos de filamentos delgados , pla-
teados, lustrosos, largos de una á dos pulgadas.
A veces está colorado en amarillo por el hierro.
Esta sal es soluble en el agua , y de un sabor as-
tringente, análogo al del alumbre común, pero
mas dulce, como lo habían notado los antiguos.
Con frecuencia hase confundido este alumbre con I
ALU
el amianto, cuyo aspecto tiene, pero que esin-
solubleen el agua: Lemery, que ha conocido el
verdadero, dice que es muy raro, y que el de
los droguistas por lo común no es otra cosa sino
una especie de talco filamentoso , de un blanco
verdoso y lustroso , análogo al amianto , pero
de hebras mas cortas. — Los antiguos hacian
gran caso de este alumbre : Hipócrates le da-
lia la preferencia después del de Egipto; Plinio
dice que es menos desecante que las demás espe-
cies; según Dioscorides, el alumbre de Milo im-
pide á las jnugeres de concebir ; el de Egipto, al
contrario /según Hipócrates, facilítala concep-
ción.
Alumbre de Roca. Llamado así del nombre de
la ciudad de Rocha en Siria. Se presenta en grue-
sas masas trasparentes y de una fractura vidriosa.
Este alumbre, que es el mas antiguamente co-
nocido y (fue ocupaba el primer lugar en las ar-
tes, ha "llegado á ser muy raro hoy día, porque
tenemos otros medios de pocurarnos alumbre
bueno á precio muy barato. Embalaje : en cajas
y en barriles de diverses pesos.
Alumbre de Roma. Esta^fspecie , preparada en
Civitavecchia con la piedra aluminosa de Tolfa,
no es refinado y contiene ínuy poco hierro. Esta
en pequeños fragmentos romboidales-cúbicos ú
octaédricos cubiertos de una eflorescencia hari-
nosa, y que ofrecen en su fractura capas perfec-
tamente incoloras y capa^ rosadas. Este alumbre,
antiguamente muy buscado, ha también dismi-
nuido de precio. Embalaje: encajas y barriles
de peso vario.
Alumbre s a cari no. Nombre dado al alumbre co-
mún ó sobre-protosulfato de alúmina y de potasa.
Para las artes, casi no se hace diferencia entre
las variedades de alumbre comerciales. Quizás
sin embargo, y esto es muy probable, los resultados
no son siempre los mismos: los tintoreros, los zurra-
dores, los gamuceros, los curtidores de vaqueta
de Moscovia, que emplean mas alumbre, no han
fijado mucho la atención en las diferencias de
composición elementar del alumbre de que hacen
uso; y puesto que emplean indiferentemente los
alumbres potasiados y amoniacados , no entrare-
mos en los pormenores de análisis, que serian
no obstante fáciles y estarían al alcance de todo
el mundo. Tampoco hablaremos de los procede-
res de fabricación , que nos alejarían demasiado
de nuestro objeto.
La sosa hace también cristalizar en alumbre al
sulfato de alúmina, incristalizable por sí mismo;
pero la extrema solubilidad del alumbre de base
de sosa presenta en la fabricación inconvenientes
y dificultades de ejecución poco útiles de conocer
á los consumidores, y que á pesar del bajo pre-
cio de la sosa comparado con el de los dos otros
«álcalis , no permiten al fabricante hacer uso de
él como cristalizante.
Para que el alumbre sea reputado bastante pu-
ro para servir á todos los usos de la tintura la
mas delicada, es menester que no se colore in-
mediatamente en azul por el l'errocianuro de po-
tasio (prusiato de potasa) , y también que no ad-
ALU
quiera un ligero tinte hasta al cabo de veinte y
cuatro horas de contacto.
Los usos del alambre son innumerables : es uno
«le los principales ingredientes de que se sirven
los tintoreros para (lar á los colores mas brillo
y mas vivacidad, consolidándolos sobre la esto-
fa ó produciendo el mismo electo que el agua de
goma. Es una especie de- mordiente que tija los
colores y los une, impidiendo á las partículas mas
tinas de evaporarse. Los tintoreros alumbran to-
das las estofas que quieren teñir, sobre todo en
carmesí, sin lo que no reciben bien este color.
En muchos casos, una corta cantidad de hierro,
que ensucia siempre mas ó menos aun los me-
jores alumbres, no puede perjudicar á los buenos
resultados en su aplicación como mordiente;
pero con frecuencia también este sulfato de hier-
ro es muy de temer, y antes de hacer uso del
alumbre , es preciso purificarlo por disoluciones
v cristalizaciones repetidas. Uno de estoscasos es
los hermosos tintes de algodón en rojo de Andri-
nopoli y otros colores vivos; porque conviene sa-
ber nueel algodón es de todos los tegidos orgáni-
cos el mas sensible á Ikiweseneia del hierro. A
la necesidad de una gran pureza del alumbre pa-
ra ciertos tintes, parala coloración de los mar-
roquíes, etc., etc., es debida en gran parte á lo
menos la preeminencia concedida por tan largo
tiempo al alumbre de Roma , siendo así que cual-
quier alumbre bien puriscado puede dar los mis-
mos resultados. — El alumbre- impuro, muy car-
gado de sulfato de hierro , es también muy bus-
cado, principalmente por los curtidores de va-
quetas de Moscovia , quienes pretenden que esta
variedad da peso á sus cueros blancos.
El alumbre sirvetambien para obtener casi te-
das las lacas; para preservar las pieles y los for-
ros de ser atacados por los insectos; para alum-
brar el papel de escribir ; para endurecer el sebo
en la fabricación de velas; para retardar la pu-
trefacción de los cadáveres, etc., etc., y en es-
tos nltimos años liase observado que el agua sa-
turada de alumbre y que tiene en suspensión
arcilla apaga mucho" mas pronto los incendios
que el agua común.
El alumbre clarifica todos los líquidos asreomo
todos los licores, pero les comunica cierto gusto
que anuncia su presencia; se hace mucho uso de
«'I para clarificar el azúcar de remolachas en
las fábricas de este producto.
En medicina, el alumbre se administra al in-
terior, sea disuelto en una poción, á la dosis de
diez granos auna dracma por dia, y mas, sea en
pildoras en menor cantidad : es un astringente
poderoso, preconizado en un sinnúmero de en-
fermedades. Al exterior , se usa contra las excre-
cencias fungosas, las úlceras, los dolores de las
encías, los sabañones , etc. , etc.
En Barcelona, en 1849, ra importación de
alumbre fué: de diferentes puntos del reino,
I .f 41,405 libras, valor de 86«<053 rs. vn. 17
mrs.; del extranjero, 7, 536 libras, valor de .">, i7(¡
rs.vn. (Alumbre de Holanda, 4,225 libras, valor
de 3,187 rs. vn. 17 mrs. — alumbre de roca, 779
ALU 1 .v¿
libras, valor de 389 rs. vn. M mrs. , — alumbre
de Roma, 2,532 libras, valor do 4,899 rs.vn.).
La exportación á diferentes puntos del reino fué
de 12,799 libras, valor de 9,598 rs. vn., y á las
provincias de Ultramar, de 200 libras, valor de
1,'iOrs. vn.
En ciertos países se da el nombre de Alumrrr
azul al sulfato de cobre , que imprudentemente
se ha aconsejado mezclarlo con la levadura, á fin
de dar mas blancura al pan, lo que es un proce-
der peligrosísimo. Igualmente se llama Alumbre
catino al sub-protocarbonato de sosa impuro,
Alumbre de escayola al proto-sulfato de calcio,
Alumbre de rasuras al sub-protocarbonato de
potasa, y Alumbre de maría al carbonato de
sosa impuro. De estos productos se hablará en su
correspondiente lugar en el Diccionario.
AMJtfWtMXAm Guyton-Morveau ha sido el pri-
mero que ha dado este nombre á una base salifi-
cable, extraída del alumbre, por largo tiempo
confundida con la cal y la sílice, reconocida hoy
día como distinta y que se cree ser un Óxido de
aluminio. La alúmina es uno de los cuerpos mas
esparcidos en la naturaleza , pero raras veces
existe pura.- forma la base principal de ciertas
piedras preciosas , ú otras (Rubí, Záfiro, Topa-
cio, Lazulita, Esmeril, etc.] , de las arcillas, de
las esquilas, etc. Extráese del alumbre, que es
un sobre-sulfato de alúmina y de potasa ó de amo-
níaco , echando un exceso de amoníaco en una
solución poco concentrada de esta sal ; el preci-
pitado que se forma, cuidadosamente lavado y
secado, es alúmina pura. Esta se presenta en
forma de un polvo blanco, muy fino, suave al
tacto , sin sabor , infusible , que se pega ala len-
gua ; se amasa con el agua sin disolverse en ella,
pero se halla combinada con este líquido en for-
ma de jalea, cuando acaba de ser precipitada, y,
en este estado , es soluble en la sosa y la potasa;
forma sales con los ácidos; se funde al so-
plete con el borraj y se trasforma en un vidrio
diáfano; mojada con la solución de nitrato de
cobalto , da , por medio de una insuflación enér-
gica, un hermoso color azul.
La alúmina seca (precipitada del alumbre por
el sub-carbonato de potasa ) ha sido empleada
por Ficinus, profesor en Dresde, en las disente-
rias y diarreas , con feliz resultado , á la dosis de
8 á 10 granos, asociada con un poco de goma
arábiga y de azúcar disuellos en el agua , y á ve-
ces unida al opio, al alcanfor ó á aromas. También
muchas piedras y tierras de que la alúmina forma
parte han sido antiguamente empleadas en me-
dicina , como tendremos el lugar de verlo en el
curso de esta obra.
En las artes , la alúmina se usa , mezclada con
la sílice , en estado de arcilla , para varios ob-
jetos.
Las sales de alúmina de uso conocido son .- el
acetato de alúmina, el alumbre común, el alum-
bre de pluma y el silicato de alúmina, que pue-
den estudiarse en su correspondiente lugar.
AliimiliVlO. Radical metálico de la alu-
mina que ha sido aislado por la primera vez, en
m AMA
4828, por el Sr. Wohler. El aluminio se presenta
en forma de un polvo gris negrusco que adquiere
el brillo metálico por el frote contra un cuerpo
duro; es infusible al calor que se puede producir
en las mejores fraguas ■■ el aire no tiene ninguna
acción sobre él á la temperatura ordinaria , pero
á un color rojo, le hace arder rápidamente y le
convierte en un polvo blanco que es Oxido de alu-
minio ó Alúmina.
AM
AÜAMOIKI. Nombre de una suerte de
algodón que viene de Alejandría de Egipto por
conducto de Marsella.
AMALGAMA. Desígnanse bajo este nom-
bre particular los compuestos que el mercurio pro-
duce con los otros metales. Las amalgamas son
ya líquidas ya sólidas : líquidas cuando predomi-
na el mercurio , sólidas cuando éste se halla en
ellas en menor cantidad que el metal al cual es-
tá unido; todas son blancas, brillantes y suscep-
tibles de cristalizar. Expuestas al aire,- las forma-
das por metales oxidables se alteran con mas ó
menos prontitud ; el calórico las descompone á
todas volatilizando el mercurio. El ácido nítrico
obra por medio de un dulce calor sobre todas las
amalgamas j disuelve el mercurio á veces con los
metales con que está unido, otras veces oxidán-
dolos solamente y separándolos en el estado de
óxidos, y Analmente respecto álos que son inal-
terables por dicho ácido hay eliminación de éstos
á consecuencia de la disolución del mercurio en
el ácido nítrico, que pasa al estado de protonitra-
to ó de deutonitrato acido.
Las amalgamas de uso mas frecuente en las
artes son :
Amalgama cte bismuto. El mercurio
forma con el bismuto una combinación en parle
líquida y en parte cristalizada, que pasa á ser
completamente fusible á una temperatura poco
elevada. Se prepara directamente añadiendo una
parte de bismuto fundido á 4 partes de mercurio
calentado á cerca de 300°. — Empleada para esta-
ñar los globos de vidrio y darles así una aparien-
cia metálica.
Amalgama de los dentistas. Aña-
diendo á la Aleación de Darcet (compuesta de 8
partes de bismuto, 5 p. de plomo y 3 p. de estaño)
un noveno de su peso de mercurio , se aumenta
singularmente su fusibilidad, puesto que enton-
ces es completamente líquida á -f 53°. — Esta
amalgama sirve para hacer inyecciones anató-
micas, y ciertos dentistas la usan para emplomar
los dientes cariados.
Amalgama eléctrica. Aleación sólida
de mercurio y de estaño que sirve para frotar las
piezas de las máquinas eléctricas Los construc-
tores de estas maquinas y lodos los fabircantes
de instrumentos de física entregan por lo común
las bolas de amalgama á los consumidores. Pero
éstos pueden muy fácilmente obtenerla, hacien-
do obrar mercurio fluido sobre estaño en lima-
duras ó en hojas delgadas ; sobre una cantidad
dada de este último metal se echa mercurio, se
tritura en frió por medio de utl majadero, y lue-
AMA
go ambos metales se unen , perdiendo el mercu-
rio su fluidez. Después se añade mercurio hasta
que la amalgama haya adquirido el estado de
consistencia media que se busca. Queda inter-
puesto en la materia mercurio todavía fluido pe-
ro que no es puro, es una amalgama mas mercu-
riada. Esta se separa prensando la masa encer-
rada en un lienzo tupido : la aleación mercurial
fluida pasa al través del lienzo, y se recoje para
hacerla obrar sobre nuevo estaño, y saturarla;
el residuo sólido, que ha quedado en el lienzo,
fuertemente prensado , se conglutina, y así se ob-
tienen bolas de mediana dureza, que son lo que
se conoce en el comercio con el nombre de Amal-
gama eléctrica.
Amalgama de estaño. Este compues-
to , formado de tres partes de mercurio y una par-
te de estaño, es blando, brillante, y cristaliza
fácilmente en cristales cúbicos: eft partes igua-
les es muy sólido. — Esta amalgama1 sirve para
azogar las lunas de los espejos.
Amalgama de oro* El mercurio tiene
tan grande altnidad por el oro que se combina
fácilmente con él y produce una amalgama Llan-
ca, blanda, brillante, que puede cristalizar cuan-
do tiene el mercurio en exceso. — Sirve por lo co-
mún para do^ar el cobre, el latón y también la
plata.
Amalgama de plata..Está formada de
ocho partes de mercurio y de una parte de plata.
Empleada para platear el cobre, el latón y
el bronce.
AHIAItf BLUCE. Especie de tegido de al-
godón que se exporta del Levante por el canal
de Alepo.
AMAHíIA , Ammania. Género de plantas de
iafamiliadelassalicarieas, de latetranclriamono-
ginia deLinneo. Según Roxburg, una de sus espe-
cies, la Amania vejigatoria ( Ammania vesicato-
ria, Roxb;), es usada Como vejigante en la isla
de Cedan, aplicada en los dolores reumáticos.
AMAHÍ1TA, Amanita. Género de plantas
de la familia de los hongos ,■ creado por Haller,
y que pertenece á lacriptogamia deLinneo. Dase
este nombre á todas las especies del género Agá-
rico de Linneo, del que es un desmembramiento,
que están provistas de una volva.
En el género Amanita se, distinguen muchos
grupos, que debemos indicar en razón de la
grande semejanza que hay entre las especies ve-
nenosas y las que son comesti! íes , y los peligros
que se originan de confundir las unas con las
otras.
i .° Especie de volva incompleta y dé pedí-
culo sin collar. Casi todas son sospechosas ó ve-
nenosas, encuéntranse en Italia , país en donde
los hongos son abundantes y comidos en mucha
cantidad.
2.° Especiede volva incompleta y depedículo
provisto de un collar, en general teuidasporvene-
nos peligrosos. A esta sección pertenecen la Ama-
nita áspera (Amanita áspera, Pers.), la Amanita
de Bauiiini [Amanita Bauhini, Pers.) y la Amanita
muscaria (Amanita muscaria, Pera.), de la que se
AMA
hablará luego. Esta última especie se parece ala
Amamta carmesí [Avuinita aurantiaca, Pers.),
que difiere de ella por uua volva completa y sin
restos de película en el sombrerillo. En esta sec-
ción se encuentra también la Amamta solitaria
(Amanita solitaria) que se come en algunas co-
marcas de la 1 'rancia , y dos otras especies co-
mestibles en Toscana.
3.° Especie de volva completa y de pedícu-
lo sin collar. Este grupo se distingue en espe-
cies que tienen el sombrerillo no estriado en los
bordes , y entre las cuales los Toscanos comen
la que ellos llaman Lappajola , y la Amamta en-
camada (Amanita incarnala, Pers.), aunque en
general venenosas; y en especies que tienen el
sombrerillo estriado en los bordes, de las cuales
en Toscana se comen todas las que son dé color
blanco ó grises, y se desprecia á las demás. La
única de este último grupo que se come en Fran-
cia es laAsiANiTA de vainas (Amanita vagxnata),
de la cual hay dos variedades, la de sombrerillo
amarillo naranjado, \ la de sombrerillo gris.
4.° Especie de volva oo«pleta y de pedícu-
lo provisto de un collas. Tienen , como las de la
sección precedente, el sombrerillo no estriado ó
estriado en los bordes* Entre las primeras , los
toscanos cuentan algunas especies comestibles,
pero debe procederse con cuidado , porque en
ellas se encuentran la Amamta bulbosa (Amani-
ta bulbosa, Pers.) y la Amamta vernal (Ama-
nita terna, Pers.), que son violentos venenos y
causan frecuentes accidentes , lo que las ha
hecho designar bajo el nombre impropio de Hon-
go Carmesí cicuta, amarillo, verde ó blanco, se-
gún el color de la parle superior del sombrerillo.
(Véase, para el tratamiento de estos envenena-
mientos , el art. Agárico.) Las especies de som-
brerillo estriado en los bordes ofrecen los hon-
gos mas delicados y los mas sanos , que se de-
signan con el nombre de Carmesí , y en Italia
bajo el de Cocoli ó Vovoli. Dislinguensetres espe-
cies ó variedades de carmesí: 1.° la de sombre-
rillo rojo y de hojitas ó láminas de debajo el som-
brerillo amarillo, Amanita carmesí, llamada
también Carmesí verdadero, Dorada , Yema de
huevo, etc. (Amanita aurantiaca Pers.), especie
que es la mas buscada, muy abundante en los
boques del mediodía de Francia y en mu-
chas partes de España, que se come "en octubre
y se hace secar como alimento de invierno, con-
dimento , etc.; 2.° la de sombrerillo y debo-
jilas amarillas, Amanita cesárea (Amamta ccesa-
rea, Pers.) , que crece en Italia; 3.° la de som-
brerillo y hojitas blancas, Amamta ovoidea (A-
manita ovoidea) , que se encuentra en algunos
bosques de España y bastante común en Fran-
cia, en donde lleva el nombre de Hongo blanco.
Estas tres especies ó variedades tienen su som-
brerillo carnudo, muy convexo, desprovisto por
encima de restos de películas escamosas , pro-
cedentes de la volva, de bordes estriados , que
se rollan un poco hacia abajo; un pedículo grue-
so provisto de un ancho collar ; su volva com-
pleta envuelve la planta naciente , laque, antes
AMA 457
de su ruptura, se parece á un huevo, y en este
estado las o\ejas la comen sin inconveniente.
Anianitaniuscaria, Agárico mos-
queado, Agárico de mosca, falso
carmesí (Amanita muscaria, Pers.; Agari-
cus muscarius, L.). Este nombre es debido á que
se observan en la parte superior del sombrerillo
de este hongo un poco viscoso, restos blancos
de la volva, que resaltan contra el color de un
hermoso rojo de esta parte ; otros piensan que
lo debe á su olor fétido que mata las moscas.
Este hongo pertenece, como acabamos de ver,
á la segunda sección de las amanitas : encierra
tres variedades, que todas se reconocen en su
volva incompleta, en su pedículo lleno, escamo-
so, bulboso , blanco, pro\isto de un collar; en
su sombrerillo rojo, mosqueado ó gris, ó blanco,
de carne amarilla, de hojitas blancas; el color
diferente del sombrerillo distingue lasvariedades.
Esta especie peligrosa no es sin embargo
mortal á cierta dosis j puesto que Bulliard dice
haber comido de ella mas de dos onzas sin acci-
dentes ; pero con todo los perros y los galos á
los cuales se ha hecho tragar, á mas alta dosis
quizás , han perecido en dos ó tres horas.
Los pueblos del norte , cuyos órganos son mas
robustos que los nuestros , comen este hongo co-
mo emborrachador , haciendo de él el mismo uso
3ue los Turcos del opio. Tomado en corta canti-
ad, procura á los Camscadales, los Ostiacos, etc.
una embriaguez libre de los inconvenientes de la
que causan los licores alcohólicos, que les com-
place mucho y que dura doce á quince horas. Lo
que hay de notable es que hasta la orina de aque-
llos que han usado de este hongo pasa á ser tam-
bién emborrachadora, y que estos pueblos la
beben para embriagarse , propiedad que se tras-
mite, se dice, hasta á la cuarta ó quinta persona.
Reinhardt ha empleado la tintura de este hon-
go como un poderoso medio curativo contra la
tina y las exfoliaciones de la piel; también la ha
administrado al interior con buen resultado en las
toses pertinaces , con expectoración mucosa ó
purulenta, sola ó mezclada con el carbón en
polvo, á la dosis de 30 á 40 gotas , cualro veces
al dia, en una tisana apropiada. El Sr. Reinhardt
aconseja emplear solamente la base del pedículo
recogida á la entrada del otoño, tiempo en que
crece este hongo, y se le encuentra por desgra-
cia en gran cantidad en los bosques.
El Sr. Potet ha recomendado , como un buen
medio de curar las úlceras cancerosas, el polvo
de este hongo, indicado ya por Murray, contra
los tumores duros, glandulosos, las fístulas,
las pústulas córneas, etc., desde 10 hasta 30
granos, tres veces al dia, ó una dracma , dos ve-
ces al dia, en agua ó en vinagre. Si este poho
causa demasiado dolor en las úlceras, es preciso
cesar su uso. Obliénese este polvo haciendo se-
car, al sol ó al horno, los hongos corlados á ta-
jadas y ensartados; se pulverizan después y
se conservan en un frasco bien cerrado y colo-
cado en un lugar seco.
El análisis químico del agárico mosqueado,
158 AMA
hecho por el señor Letellier , ha descubierto en
el, así como en algunas especies vecinas, una
sustancia particular llamada Amanitina ( V. esta
palabra ) , y en la cual reside el principio vene-
noso de este hongo.
Hirviendo este hongo en leche, se tiene unli-
3uido que mata las moscas, lo que le habrá vali-
o el nombre de Agárico de mosca.
Aitf ANITINÁ. El Sr. Letellier ha propues-
to este nombre para el principio venenoso de los
hongos carmesíes (Amanita), género de agári-
cos provistos de una volva. Ésta materia, cuya
alcalinidad es todavía incierta, existe combina-
da con el fúngalo de potasa, en los hongos. A
muy corta dosis, es un veneno narcótico muy po-
deroso.
l!lAl«l\«A. Árbol de la isla de Ceilan
cuya corteza se emplea, mascada y tragando la
saliva, contra los males de garganta, con feliz
resultado, segun asegura Knox.
AMARAHÍTO , Amaiuntus. Género déla
pentandria triginia, que da su nombre á una fa-
milia natural, las Amarantáeeas. Los Amarantos
son plantas herbáceas, comunmente anuas , bas-
tante numerosas y esparcidas en todos los puntos
del globo , en particular en las regiones calientes
del Asia: cultívanse en los jardines de recreo por
sus flores , que están en espigas compuestas ó en
racimos en el ápice de los ramos , y también por
sus hojas , que son de un verde subido que en
general tira al rojo ó al moreno.
El nombre A maranto deriva del griego y sig-
nifica inmarchitable; y de aquí los poetas hicie-
ron de la flor el símbolo de la inmortalidad. Los
nigrománticos atribuían grandes virtudes á las
coronas hechas con esta flor , entre otras la de
proporcionar á los que las llevaban el favor y la
gloria.
En ioiO, Clemencia Isaura fundó en Tolosa la
Academia de los juegos florales, y entre los pre-
mios que se adjudicaban por las mas escogidas
poesías , se concedía por la mejor oda una flor de
amaranto de oro.
La reina Cristina de Suecia, en 1653, instituyó
una Orden de caballeros del Amaranto, cuvo dis-
tintivo es una cinta de color de fuego de la que
pende una medalla en la que hay dos A A entrela-
zadas y una flor de amaranto con la divisa : sem-
ver idcm, siempre el mismo. A los caballeros se
les hacia prestar juramento, si eran casados , de
no pasar á segundas nupcias en caso de enviudar;
y si ertin solteros, de nunca casarse.
La hermosura de los amarantos es sombría y
severa, y por esto los antiguos los consagraban á
los muertos , plantándolos al rededor de los se-
pulcros, y llevaban sus flores en señal de luto.
Amaranto Bledo ( Amarantus Blitum,
L.). De tallo ramoso, tendido en la base, difuso;
hojas pecioladas, aovadas, escotadas en el ápice;
las flores axilares en figura de cabezuela, y las
terminales en espigas cortas. Las hojas de esta
especie se comen, en Gascuña, cocidas en el
agua, á la manera de la espinaca: en la India
sirven del mismo modo las del Amaranto pe hor-
AMA
taliza {Amarantus oleraceus, L.), así como las
del Amaranto harinoso ( A marantus farinaceus,
Roxb. ) , y de muchos otros , tales como el Ama-
ranto del Ganges [Amarantus gangeticus, L. ) y el
Amaranto espinoso [Amarantus spinosus L.),étc.
Amaranto de cola, Moco de pavo
(Amarantus caudatus, L. ). Fstía especie, origi-
naria del Perú , es cultivada ere los jardines en
razón de sus flores de color carmesí-, dispuestas
en racimos cilindricos pendientes, de donde se
le ha dado el nombre de Azotes cíe monja. Vive
en todas partes-, y florece desde junio á setiembre.-,
su tallo es de dos á tres pies , y sus hojas son ao-
vadas, prolongadas y rojizas.
Esta planta es considerada como astringente y
vulneraria : el cocimiento de sus flores se admi-
nistraba en los esputos de sangre y las diversas
hemorragias, creyéndola tan enérgica que se re-
comendaba no tomarla durante eP curso de las re-
glas; su semilla ha sido indicada en las diarreas.
Amaranto tricolor , Papagayo
{Amarantus tricolor, L.). Bastante alto, de hojas
grandes, entre lanceoladas y aovadas, manchadas
de amarillo, de verde y de rojo; flores verdes y
laterales. Florece también desde junio á se-
tiembre.
AHIARIMS , Amaryllis. Género de la
familia de las narcíseas, de la hexandria mono-
ginia de Linneo , que comprende sesenta v tres
especies , procedentes la mayor parte de la In-
dia, de la América meridional o del Cabo de
Buena Esperanza. Muchas de erlas son cultivadas
en los jardines de los aficionados, quienes bus-
can estas plantas por la hermosura y el agrada-
ble olor de sus flores. Todas se distinguen por
tener la raíz (fue lleva bulbos, por sus largas ho-
jas que parten de ésta, lanceoladas, gruesas, lo
mas frecuente acanaladas , y todas tienen las flo-
res en la extremidad de los- escapos, desprovis-
tas de todo apéndice.
Amarilis Bollad ama, Amarilis
de flores rosas , Belladama de oto-
ño (Amaryllis Belíadonna-, L. ). Especie de la
América meridional , cultivada en los jardines.
De bulbo muy grueso ; el escapo se eleva á dos
pies v termina por muchas flores de un bla neo
rosado, grandes y olorosas T que se abren hacía-
la fin del verano; las hojas> que aparecen mucho
tiempo después que se han pasado las flores, soir
de forma de correa, acanaladas , muy lampiñas
y mas cortas que el escapo-
Amarilis dística {Amaryllis distiohor
L.; fíoemanthus toxicarius , Ait, ). Esta planta
crece en el Cabo de Buena Esperanza , en donde
lleva el nombre de Veneno rabioso, porque sus
hojas son un veneno violento para las reses va-
cunas , que les gustan mucho. Los Uotentotes
mojan el hierro de sus flechas en el zumo del bu li-
bo de esta planta, y los animares heridos con ellas
hacen violentos esfuerzos de vómito, y mueren al
dia siguiente, sin que esto impida que su carne
sea buena para comer .- cortando este bulbo de
parle á parte, el zumo que de él cuela se con-
creta en una especie de goma.
ÁLM
Amarilis «le flor amarilla , Azu-
eena amarilla (A maryllis lútea, L.). Cre-
ce en Europa en los lugares meridionales, y se
la cultiva también en los jardines. De lloresama-
rillas y solitarias, A veces se le da el nombre
de Falso azafrán, en razón del color amarillo
«le su flor y Je la pequeña estatura de la planta,
(jue florece en otoño, como el azafrán oriental;
el nombre de Vendimiadora, con que por lo co-
mún se la conoce, procede de florecer en el tiem-
po de la vendimia.
Amarilis hermosísima, Flor de
liis ó Encomienda de Santiago
A maryUis formosisima, L. ) . De la América aus-
tral , y nos fué traída en España por primera vez
en 1593: es el símbolo de la arrogancia, de la
ufanía y de la vanidad. Esta especie tiene un es-
capo con una flor , de un pié de alto ; un tegu-
mento floral de dos labios , inclinado , de un rojo
púrpura oscuro y aterciopelado; los lóbulos re-
[)resenlan las espadas rojas bordadas sobre los
íábilos de los caballeros de Santiago de Calalra-
va ; las hojas son planas , casi lineares.
Amarilis de la reina (Amaryllis re-
Qinw, L.). Originaria de Megico y cultivada en
los jardines: es muy peqneña. Bulbo de color verr
decino; escapo de veinte pulgadas; flores en for-
ma de campana, grandes, divergentes y de her-
moso color rojo puazo.
Amarilis sarnfense, Lirio de
Cruéntese?' (Amaryllis samiensis, L.). Es-
pecie del Japón , naturalizada en la isla de Guer-
nesey, y cultivada en los jardines. De hojas pla-
nas, bastante largas; umbela de ocho á diez flo-
res de un rojo c«reza. Según Thunberg, los
bulbos de esta planta son venenosos.
AMATISTA. Piedra preciosa de la que se
conocen dos especies muy diferentes entre si por
la calidad y por el precio.
La Amatista llamada oriental es una piedra
preciosa de color de violeta el mas puro y el mas
perfecto, de una hermosura y de una brillantez
extraordinarias ; se ha dicho ser tan dura como
el záfiro ó rubi oriental, al que corresponde por
su forma y su peso específico (V. záfiro) , dife-
renciándose tan solo de él por el color. Se la en-
cuentra en la India, en la Persia, en el reino de
Siam y en otras comarcas; pero siempre es ex-
tremadamente rara : la de la India, según Plinio,
es lamas perfecta. El Sr. Mavve, que ha escrito
sobre las piedras preciosas , observa que raras
veces ha visto ninguna amatista expuesta en ven-
ta que no ofreciese defectos de color y que no
fuese muy pequeña.
La amatista llamada occidental no es otra cosa
que un cristal de cuarzo colorado. Cuando es per-
fecta, su color es el de una uva violeta ó púrpu-
ra ; pero no es raro que este tinte se limite á una
parte solamente de la piedra , y que el resto sea
casi absolutamente incoloro. Cuando esta piedra
goza de un tinte rico , limpio y uniforme, es con-
siderada como una piedra preciosa de esquisila
belleza; y como se presenta en grandes volúme-
nes, conviene perfectamente para toda especie
AMA 1,'iO
i de adornos. Con respecto á su pesadez especifica
y á su dureza, no es comparable con la amatista
oriental , siéndole también muy inferior por su
belleza y su brillo ; y no obstante vese muy á
menudo á la amatista común ofrecida en la ven-
ta como piedra preciosa oriental. El Urasil. la
Siberia y la isla de Cevjan producen muy her-
mosas amatistas: encuéntranse en cantos" roda-
dos en el terreno de aluvión , y en forma de her-
mosos cristales en las hendiduras de las rocas.
De la primera de estas localidades, hansc impor-
tado recientemente estas amatistas en tan gran nú-
mero que su valor venal ha sido considerablemen-
te disminuido; pero como, con el granate, es la
única piedra de color llevada con vestidos de lu-
lo, conserva cuando es perfecta un lugar distin-
guido entre las piedras preciosas. El precio ac-
tual de estas piedras en Inglaterra, en el estado
bruto, cuando son de color claro, es de unos loo
rs. vn. la libra, y las de mejor calidad se venden
de 45 á 60 rs. vn. la onza. Hace diez ó doce años
que se las pagaba á lo menos tres veces mas ca-
ras. Las amatistas propias para collares de seño-
ras y para sellos cuestan de 200 á 300 rs. vn. la
pieza.
El color violeta domina en las amatistas, pero
su intensidad es muy variable, ) lo es hasta en el
mismo pedazo, en ¿1 mismo cristal. Muchas ve-
ces la mayor parte de este cristal es limpio inco-
loro, y su pirámide es violácea; en olrasel color
forma solamente especies de nubes, de manchas,
y el lapidario entonces se vé obligado á no hacer
uso sino de la porción colorada, siendo ésta la
razón porque las bellas amatistas son tan caras.
Este es de todos los cristales de roca colorados
el que adquiere mas alto precio cuando es de un
belfo collor violeta, sin manchas, sin desi-
gualdades ; precio que procede también de no
haber otras piedras duras sino el cuarzo y el co-
rindón (amatista oriental) que tengan este color,
sin embargo la amatista oriental es extrema-
mente rara.
Cuando la amatista se encuentra en masas al-
go voluminosas, se reconoce por la poca igual-
dad del color, la variedad déla textura, las
manchas y las fisuras, que estas masas son agre-
gaciones de muchos cristales amontonadas sin
orden : en este estado , la masa no es trasparen-
te , pero sirve para hacer cajas, vasos, coluni-
tas, que nunca podrían obtenerse del misni) vo-
lumen con un solo cristal ; y esta es la razón
porque estos obietos trabajados ofrecen una
grande desigualdad de matices, desde el rosa
violado hasta el violeta oscuro y aun rojizo.
Las amatistas que tienen precio , y que se mon-
tan en collares, en sortijas, etc. son comun-
mente cortadas en un cristal, siendo este el esta-
do como generalmente se encuentra la amatista;
recójense también de bastante hermosas que
han sido redondeados por el movimiento de las
aguas.
Las mas bellas amatistas se encuentran prin-
cipalmente en las montañas que encierran minas
de metales; de este número son las que se cor-
160 AMA
tan en Barcelona, y que se encuentran en las
montañas de Murcia y en Monseny en Cataluña,
en particular estas últimas que pueden conside-
rarse como las de mejor calidad. Entre las de
Obestein, las hay también de limpias, y de un
hermoso color; pero las de calidad interior son
allí muy abundantes , y como se cortan á bajo
precio, de ahí es que se expiden esa multitud de
piedras violetas nías ó menos trasparentes que
se montan en sellos, en llaves de relojes, y
esos granos redondeados de un blanco violáceo
mas bien traslúcidos que trasparentes , con los
cuales se hacen collares de poco valor.
En el condado de Glatz, en Siberia, hay ama-
tistas de un rojo amarillento, que á veces tiran
á verdoso : en el país se les da el nombre de
Crisólitos.
Los antiguos sacaban las amatistas sobre las
cuales ejecutaban grabados , del Egipto, de la
Arabia-Pétrea y de la Armenia.
En cuanto á la amatista llamada oriental, no
es un cuarzo , sino un Corindón hialino violeta.
Esta piedra es, como lo hemos dicho mas arriba,
excesivamente rara , y se encuentran muchos
mas bellos záfiros y bellos topacios entre los co-
rindones que hermosas amatistas de un tono
violeta bien puro , de un matiz bien igual y de
un buen volumen ; pero los pequeños corindones
violetas y violáceos son bastante comunes. ¿Por-
qué pues el precio de la mas bella amatista oriental
no iguala jamás al delzáíiroy del topacio,^ pesar
de su rareza? Esto sin duda es porque hay tan her-
mosos pedazos, de amatista occidental ( cuarzo hia-
lino violeta) , y porque entre ellos se encuentran
algunos que tienen tanto lustre y matices tan agra-
dables, que las personas acostumbradas á llevar
estas piedras , tales como los arzobispos , los
obispos, etc., se contentan con la amatista
vulgar.
Para no ser engañada en la compra de una
amatista que se ofrece como oriental , es decir
como corindón, la mejor prueba que pueda ha-
cerse es la de su dureza y de su peso ; este úl-
timo carácter sobre todo es manifiesto. El cristal
de roca amatista (cuarzo hialino violeta) no pesa
sino cerca de 2 , 7 (tomando el agua por- uni-
dad) , en vez que el coridon amatista pesa mas
de 4.
Las amatistas, susceptibles de un hermoso puli-
mento, son con frecuencia empleadas en la jo^-
yería, porque, después de la esmeralda, son las
piedras que mas recrean la vjsta. Las matronas
romanas preferían la amatista á toda otra pie-
dra preciosa; en el pectoral del suino sacerdote
de los judíos ocupaba el noveno lugar ; nuestros
prelados la llevan casi siempre en el anillo
pastoral , y de ahí el nombre de Piedra de los
obispos con que es conocida.
Los antiguos la empleaban haciendo en ella
ricos grabados: creían que era absorvente y tam-
bién que tenia la propiedad de preservar de la
embriaguez , llevándola encima como amuleto y
que podían beber sin taza en vasos de amatista.
AMAjTISTISAyAMETHYSTF.A, Género déla
AMB
diandria monoginia de Linneo y de la familia de
las labiadas, que cuenta una sola especie.
Amatistea cerúlea (Amethystea cmrulea
L ) . Planta anua , originaria de la Siberia y cul-
tivada en los jardines. De tallo de unas diez y
ocho pulgadas de alto ; ramos cuadranglares";
hojas opuestas, pecioladas y lampiñas, las de
abajo simples, las superiores trilobadas, y otras
dentadas ; flores en corimbos terminales, de tres
en tres , de un hermoso color azul de amastista,
y ligeramente olorosas.
La amatistea es una planta agradable y que
adorna mucho los jardines.
ÁMBAR GRIS. Sustancia grasa , aro-
mática, muy buscada, mas usada como perfume
que como medicamento , y que hasta parece ha-
ber sido desconocida de Ja mayor parle de los
médicos de la antigüedad.
Considerado sucesivamente como un betún,
una especie de alcanfor, una goma vegetal , un
hongo sub-marino, una mezcla de cera y de miel
alteradas, un producto excrementicio de los co-
codrilos ó de ciertas aves, etc., el ámbar es
generalmente mirado , hoy dia, según Swediaur,
como procedente de ciertos cachalotes, en parti-
cular del Phys'ter macrocephalus, Shaw., el mis-
mo que produce la esperma de ballena.
El ámbar gris parece no ser otra cosa que los
excrementos endurecidos y alterados de éste ce-
táceo, una especie de bezoar, según la feliz
comparación cíe Carlos de Lécluse, el primero
que tuvo ideas exactas sobre su origen. Sin em-
bargo , ha habido autor que se ha esforzado en
probar que el ámbar resulta de la descomposi-
ción lenta de ciertos pulpos almizclados , y pue-
de ser formado accidentalmente , opinión ya
emitida por Bomé de Lila y que refuta perento-
riamente el Sr. Guibourt. Los Sres. Pelletier y
Cavenlou han creído también, según los resul-
tados de su análisis, poder considerarlo como
una especie de concreción biliar; por último,
los Sres. Chevallier y Lassaigne han establecido
que los excrementos de pescados muy diferentes
Contienen una materia nacarada análoga á la
amb reina, etc.
Como quiera que sea, el ámbar gris es consi-
derado Gomo una sustancia animal , á causa de
su olor urinoso cuando es recientemente echado
á la playa del mar, y de ja avidez con que lo bus-
can las aves marítimas que no viven sino de peces.
El ámbar gris se encuentra, pues, en los intes-
tinos del cachalote , y también en pedazos flotan-
tes en las aguas de muchos puntos del Océano,
y mas comunmente en las costas de la India, del
Japón, de la China, de Madagascar , de las Mo-
lucas, de la América meridional, etc. En el mo-
mento que sale de los intestinos del cachalote, es
blando , presenta el olor y el color de los excre-
mentos ; el que se recoje flotante en ej mar ó ar-
rojado en las costas , está en bolas mas ó menos
voluminosas, á menudo formadas de capas con-
céntricas, y á veces en masas enormes , de color
gris negruzco vetado de blanco amarillento , y
de consistencia de cera.
ÁMB
El ámbar gris se presenta en masas irregulares
redondeadas, opacas, ligeras, formadas por la
superposición de capas de matiz a veces diferen-
te, y estas masas están cubiertas de una espe-
cie de costra de color gris, que tira a moreno y
á veces á negro; su peso varia de 2 á 4 libras,
con frecuencia es mucho mas considerable ; su
fractura es fácil, laminosa, y se asemeja á la de
la cera ; su color interior es muy variable , y
debe preferirse el ámbar que es gris, ceniciento,
señalado con puntos blancos , amarillos y ne-
gruzcos ; su olor es suave y penetrante , menos
sin embargo en el estado bruto que cuando ha
sido preparado ; su sabor es casi insípido ; al ca-
lor se reblandece y se licúa como la cera; arde
con una llama viva, v se volatiliza casi entera-
mente cuando se le ecna en una plancha de me-
tal enrojecida al fuego; el éter y los aceites vo-
látiles lo disuelven casi en totalidad ; el alco-
hol calentado lo disuelve también , pero en frió
tiene poca acción sobre él.
Esta sustancia es con frecuencia sofisticada
en razón de su alto precio : no es raro encontrar
en ella restos de jibia y de otros moluscos que
sirven de alimento al cachalote, y también cera,
fécula, estoraque, benjui y varias resinas. Para
reconocer su pureza , se penetrará el ámbar con
una aguja metálica enrojecida al fuego: ésta debe
sacarse limpia sin que quede en ella ningún ves-
tigio de aquel , y por la abertura que ha hecho
debe exudar un líquido de olor agradable. Pero
uno de los mejores medios para reconocer el
fraude, es poner algunos granos de ámbar sobre
una plancha metálica enrojecida al fuego: si lieue
cualquier cuerpo heterogéneo mezclado, se
descubrirá por el humo, ó bien se verá que
es puro por las pocas cenizas que dejará. El
ámbar mas estimado es el de Sumatra y de Ma-
dagascar : el mejor debe ser ceniciento ó gris,
limpio , oloroso y ligero.
El Sr. Bouillon-Lagrange ha encontrado al
ámbar compuesto de adipocira, que ha pasado
después como un principio particular (Ambreina ,
de resina, de ácido benzoico y de carbón. Según
Berzélius , se compone de ambreina , de un ex-
tracto alcohólico que enrojece el tornasol y de
sabor dulcisco, de un extracto acuoso con ácido
benzoico y de cloruro sódico.
El ámbar gris lo recibimos de Genova ó de
Marsella , en donde los comerciantes se lo pro-
curan de las Indias y del Levante, en cantidad de
unas 8 á 1 2 libras el año , y su precio es de 60 á
<60 rs. vn. la onza, según su calidad y su grado
de pureza.
Los Orientales usan mucho del ámbar como de
un afrodisíaco , y hasta creen que prolonga la
existencia. Es mas cierto que fortifique y reani-
me el espíritu; las mugeres histéricas no pueden
resistir su olor. Sirve también como perfume : la
mas olorosa de sus preparaciones es su disolu-
ción en el alcohol , y , según Berzélius , debe em-
plearse bajo esta forma. En medicina es emplea-
do como fortificante , útil en las afecciones del
corazón, en la epilepsia, en la hipocondría, etc.,
21
AMB <6l
á la dosis de I, 4, 8 y hasta 20 granos ó mas, por
dia , administrado de diversos modos, sobre todo
en forma de tintura olcohólica ó eterada; además
entraba antiguamente en muchas composiciones
farmacéuticas.
Ámbar gris zorrero. liase dado este
nombre por los habitantes de los Paramos Aquitá-
micos á los trozos de ámbar blanquecino que se
encuentran en las pía jas del mar, en donde han
sido depositados por las zorras. Se pretende que
estos animales son muy aficionados al ámbar gris,
que van á buscarlo á las costas, se lo comen y lo
deponen casi de la misma suerte que lo han traga-
do. El ámbar gris zorrero es muy oloroso y em-
pleado en perfumería.
AMBARE. Nombre indio de un fruto del
volumen de una nuez , verde y ácido antes de su
madurez , amarillo y de un gusto agradable cuan-
do maduro, cubierto de una corteza cartilagino-
sa ; fruto que se come con las carnes , como con-
dimento, de la manera que en Europa usamos el
agraz, el limón, etc., y también se confita como
los Achares
AiUBASIDE , Ambassis. Género de peces
que Cuvier coloca entre los percoides de siete
radios branquiales y dos dorsales. Las once es-
pecies que actualmente se conocen de este gé-
nero habitan todas en las Indias, en muy grande
abundancia en las balsas y estanques.
Anibaside deCommerson (Ambassis
Commersonis). Esta es la especie tipo y la mas
notable : crece hasta unas siete pulgadas de lon-
gitud; su dorso es verde parduzco, á veces pun-
teado de negro; los operados relucen con el bri-
llo de la plata, y se vé una faja del mismo color
en cada uno de los costados desde la abertura de
los oídoshastalacola.
En la costa de Malabar se le llama Mulle Clac-
dum ; en la embocadura del rio Ariau Cupany en
Pondicheri , en donde se pesca en abundancia y
hasta lo comen los enfermos , recibe el nombré
de Selitan ; en la isla de Borbon , en donde abun-
da particularmente en el estanque Dugo), es muy
estimado y se le aprecia por su excelente gusto,
conservándolo también en salmuera á la manera
de las anchoas.
AUIBEIiA. Nombre árabe de un árbol, Ha-
llamado Chávame i por los Indios, que crece en
Persia y en Arabia, del que se distinguen dos es-
pecies ó variedades i se come el fruto de la pri-
mera, que es agrillo, con sal, ó confitado; la
otra tiene el fruto mas grueso que el peral ; el
cocimiento de su leño con sándalo sirve á los In-
dios contra la calentura. La raíz de ambas varie-
dades da un zumo blanco purgante , que se ad-
ministra á la dosis de una dracma; se detiene el
efecto demasiado evacuante de este zumo con el
cocimiento de arroz acedo.
AMIIEIjAIYIO , Avbki.vnia. Género de
plantas de la familia de las apocíneas, de la pen-
tandria monoginia de Linneo , cuya única espe-
cie es el Ambelanio ácido [Ambelania actda,
Aubl.; Willughbeia acida, W.) , que crece en Ca-
yena y en Guiana. Se eleva á cerca de diez pies;
tomo i.
\H AMR
sus ramos son nudosos y blanquecinos; sus hojas
alternas, opuestas, oblongas, consistentes y ver-
des ; fruto de color amarillo de limón , arrugado
ó cargado de verrugas. Este fruto, aunque le-
choso, es bueno para comer : después de haberlo
despojado de su piel exterior, se remoja por algún
tiempo en el agua, y así preparado tiene un gus-
to ácido y agradable , aunque viscoso : se le con-
fita, y la confitura de los frutos despojados déla
piel es un poco acida y refrescante, y la de los
frutos no despojados es ligeramente purgante.
Los criollos dan á este fruto el nombre de Quien-
biendent, porque se pega á los dientes por su
viscosidad , y así es que se le prefiere confita-
do.
AMBETUWAY. Planta de Guinea, cu-
yas hojas, semejantes á las del olmo., son usadas
en este país , después de hervidas, para volver
el apetito á los enfermos.
A1IBIA. Según Lemery , es un betún líqui-
do , amarillo , cuvo olor se asemeja al de la taca-
maca, y que cuela de una fuente de las Indias
situada junto al mar. Atribuyele las propiedades
de la goma caraua y de la tacamaca.
AMBOA. Árbol de las Indias Orientales que
tiene la forma del níspero , y cuyo fruto , delica-
do y sabroso, se parece á una ciruela blanca;
su cuesco es del volumen de una avellana, y, se
dice , que hace volver el juicio por poco que se
coma de él.
A!H BlOt 'TOA. Yerba de Madagascar pare-
cida á la linaria , de un sabor un poco amargo y
austero, de la cual los naturales se sirven co-
mo masticatorio para ennegrecerse los dientes y
conseguir tener el aliento agradable.
AMBROSIA, Ambrosia. Género de plan-
tas de la familia de las corimbíleras y de la mo-
noecia pentandria de Linneo , que contiene cinco
ó seis especies, que son yerbas ó arbustos de ho-
jas alternas ú opuestas, muchas veces recortadas,
todas ellas indígenas de América , excepto una
que crece en los países meridionales de Europa
en las playas del mar.
Ambrosia marítima í Ambrosia ma-
rítima , L. ) . Yerba de la altura de un pié y me-
dio, de raíz fibrosa, de hojas muy escotadas,
blanquecinas y sedosas; todas sus partes tienen
un olor suave agradable , y su sabor es amargo
aromático. Esta planta es tónica y antiespasmódi-
ca; se usa en infuso teiforme.
La Ambrosia con hoja de Artemisa [Ambro-
sia artemisicefolia, L.), en las Antillas es em-
pleada como febrífuga, contra la gota, la leucor-
rea, las lombrices, á la dosis, en polvo de 30
granos, y, en infuso, de una onza, y su extracto á
la de dos dracmas. Los vapores del cocimiento
déla Ambrosia muy peluda [Ambrosia villosis-
sima, Forsk. ) , en Egipto, se emplean contra los
dolores de ojos.
AMBUÉIA, Ambulia. Este género, crea-
do por Lamarck con la planta llamada por Ré-
dio Manga-Nari, es, según Jussieu, congénera
del género Lindernia , y de consiguiente forma
parte de la familia de las escrofularieas.
AMI
La Ambulia aromática , Ambulia aromática,
Lam. ) crece en Malabar; su olor es suave y par-
ticipa un poco del de la pimienta : su semilla es
amarga. El cocimiento de esta planta anua se da
contra la calentura, etc.
AME A. Planta de Guinea que, secada, re-
ducida á polvo y tomada por la nariz, detiene la
sangre.
AMEM. Nombre bracman del Karelta-
Amelpodi de Redio. Arbusto de la India cuyas
hojas en cocimiento se usan en este país contra
la cólica. Sus hojas y sus raíces, eocidas enacei-
te, suministran un tópico para resolver los tu-
mores indolentes.
AMEEO, Amelus. Virgilio halda, bajo es-
te nombre , de una planta incierta para los mo-
dernos; dice que el cocimiento de su raíz en vi-
no es bueno para las enfermedades de las abe-
jas. Columela habla también de un Amelo en el
mismo sentido , así como muchos otros autores .
Linneo creyó reconocer en él un Áster de Italia,
que llamó por esta razón Áster Amellus.
AMELPO. Nombre bracman del Amelpodi
dnl Redio, cuya raíz, amarillenta, inodora y amar-
ga, es tenida en MalafaQlcomo un preservativo
contra las mordeduras délas serpientes; basta lle-
varla encima para experimentar su eficacia, se-
gún lo aseguran los naturales del país.
AMI, Ammi. Género de plantas de la fami-
lia de las umbelíferas, de la pentandria diginia
de Linneo.
Ami mayor [Ammi majus, L.). De esta
planta indígena, que crece en los trigos, se em-
plean las semillas , que son pequeñas , verdosas,
estriadas, oblongas, terminadas como por dos
puntas , y no son muy olorosas. Estas son el
Ámeos verdadero, Ámeos vulgar de las boticas,
al cual se prefería antiguamente el Ámeos de
Candía , de las oficinas, Sisón Ami [Sisón Am-
mi , L. ) , planta también indígena, que crece en
las islas del Archipiélago , y cuyas semillas son
pequeñas, globulosos, surcadas, grises verdosas,
y aromáticas. Estas semillas, un poco amargas ,
son reputadas estomáticas y carminativas, y han
sido recomendadas contra la esterilidad delasmu-
geres. El Ámeos de Candía es raro hoy día en el
comercio, y el que se encuentra en las droguerías
procede del Ami mayor : á veces las dos semillas
que llevan el nombre de Ámeos están mezcladas.
AMIANTO © ASBESTO. Sustancia mi-
neral fibrosa , formada de hebras ligeras , sedo-
sas , plateadas y flexibles , y compuesta de cerca
de 60 partes de sílice, 25 de magnesia, 10 de
cal , 3 de alúmina. Se la considera como un do-
ble silicato de cal y de magnesia de una compo-
sición poco diferente ala déla anfibola, de que
no parece ser sino una simple variedad. La muy
fibrosa, con hebras separables, flexibles y dé
lustre mas ó menos sedoso, ha sido llamada Amian-
to, palabra que significa cosa que no se puede
manchar; la menos fibrosa ó radiada, compues-
ta de hebras mas gruesas y mas rígidas, ha sido
denominada Asbesto , que significa inextinguible.
Este cuerpo se encuentra en masa en Saboya,
AMI
en Córcega, en los Pirineos, en Escocia, ele,
ven España en Bolecas, Cazares, Sierraneva-
da, cerca de lahermitade Nuria en Cataluña y
en otros varios puntos , pero el mejor es el qué
se nvoje en los Altos Alpes. Los depósitos de
serpentina ofrecen con frecuencia rajas llenas de
materias fibrosas, constituidas unas veces por
filamentos gruesos y otras por fibras delgadas y
flexibles, que en todos casos son silacatos mag-
nesianos, comunmente hidratados ó hidratiferos,
y de vez en cuando anhidros.
El color mas común del amianto ó asbesto es
el verde puerro , á veces el verde de montaña y
el verde aceituna, raras veces el gris verdoso ó
amarillento.
El amianto ó verdadero Asbesto flexible, por su
textura fibrosa, su lustre sedoso, la facilidad con
que se separa en hebras extremadamente finas,
flexibles y elásticas, se parece en cierta manera
allinoyála seda, y eslo junto con su inalterabi-
lidad y su incombustibilidad por el fuego, le hi-
cieron dar el nombre de Lino incombustible, mi-
rándolo como producido por una plañía de las In-
dias, hasta que la química se encargó de demos-
trar que era un niinerat^
Al asbesto, que era reputado por un amianto no
maduro , en razón de sus fibras gruesas y de su
poca ó ninguna flexibilidad, se le llamaba Asbesto
leñoso, cuando su textura era masó menos pare-
cida á la de las maderas, Carne de montaña, Cor-
clio fósil, Cuero fósil, Papel fósil ó de montaña ,
etc. , según los varios modos como las fibras se
hallaban entrelazadas y tegidas y la analogía que
guardaba con el aspecto que presentan dichos
cuerpos.
El amianto ha sido confundido muy equivoca-
damente con el Alumbre de pluma (V. esta pa-
labra).
Los antiguos hilaban el amianto y de él hacian
manteles, servilletas, eolias, que se echaban al
fuego cuando estaban sucias , y del que salian
mas blancas que si se las hubiese lavado , porque
todas las mate:ias extrañas eran destruidas por
el fuego, (jue en nada alteraba el tegido. Con res-
pecto á esto debe tenerse presente que cada vez
3ue el amianto se somete á la acción del fuego pier-
e una parte de su peso, y que no conviene que el
calor á que se expone sea muy fuerte , porque
llegaría hasta á fundirse, puesto que está probado
que sujeto á la llama del soplete se funde con-
tirtiéndose en un vidrio negro.
Los Griegos y los Romanos , que quemaban
los muertos , hacian sábanas de amianto en las
cuales envolvían los cuerpos de los reyes á lin de
recojer sus cenizas puras de toda mezcla.
Las mechas incombustibles de los antiguos es-
taban hechas con el amianto , que, según ciertos
autores, ardia en el aceite sin consumirse. De
ahí la fábula de las lámparas perpetuas, y el
nombre de asbesto, que, como hemos dicho, quie-
re decir inextinguible, parece también haberse
dado á esta piedra después de este uso.
Cuando los filamentos de esta sustancia son
bastante largos, bastante suaves y bastante fle-
Wll 163
xibles, se consigue hilarlos, sobre todo si se les
mezcla con algodón , cáñamo ó lino. Cuando la
tela está hecha, se tira al fuego, que quema
el hilo vegetal , no quedando mas que un tegido
de amianto, pero flojo y grosero. liase consegui-
do en Italia, hace unos treinta años, fabricar te-
gidos de amianto de una muy grande linura, y
también encaje. El arte de preparar el amianto
para hacer vestidos incombustibles está indica-
do de la manera siguiente: el amianto se expone
á la acción del vapor en un utensilio á propósi-
to que contenga 3.000 libras de este mineral,
de modo que todas sus partes puedan estar some-
tidas á la acción del vapor. Con esta operación
se consigue que las fibras se relajen y adquieran
tan grande flexibilidad que se separen fácilmen-
te, y en este estado es como suministran hilo tan
fino como la seda y de muchas pulgadas de largo.
Con el amianto 'también se ha preparado car-
tón y papel. La señora Perpenti, que ha hecho re-
vivir esta industria, presentó, hace algunos años,
en el Instituto de Francia una obra impresa en
papel de amianto. El padre Kircher habla de un
papel de amianto que echaba al fuego para bor-
rar el escrito, y sobre el cual escribía de nuevo.
Según Sage , en la China , se hacen pliegos de
un papel semejante, de seis varas de largo, y
también piezas de estofa. El papel de amianto
podría servir con ventaja para conservar títulos
preciosos , si se hiciese uso de una tinta mineral
que podría entonces resistir sin peligro la acción
de un calor violento. El cartón preparado con
esta sustancia, aunque quebradizo , podría tam-
bién ofrecer v enlajas señaladas en muchas cir-
cunstancias, y particularmente en las decora-
ciones de teatro. Para la fabricación del papel y
del cartón, no es necesario elegir materias tan
flexibles como para el hilado y los tegidos.
Recientemente, un sabio Italiano, el caballero
Aldini , liase dedicado á ensayos muy interesan-
tes sobre el amianto. Ha probado que los bom-
beros , envueltos en una tela de esta sustancia,
podian penetrar sin peligro en las llamas : los
experimentos han sido públicos y solemnes. Des-
pués de este importante descubrimiento , la So-
ciedad de Fomento de Paris ha propuesto un
premio para el perfeccionamiento de los tegidos
de amianto.
Con este mineral los habitantes de los Piri-
neos hacen bolsas y ligas, que venden á los cu-
riosos que visitan sus montañas ; en Siberia, en
Nerwinsky, fabrícanse también con él bolsas,
guantes, etc. ; en Córcega, los alfareros lo mez-
clan con la arcilla para construir \asijas sólidas.
ligerasy capaces de resistir mejor ala acción del
fuego; finalmente, sabido es que , en estos últi-
mos tiempos , la fabricación de los eslabones sul-
fúricos ha consumido bastantes cantidades de
asbesto: empléasele en vez de algodón, que el
ácido sulfúrico concentrado carboniza , para
guarnecer los frasquitos en que se tiene este áci-
do destinado para inflamar la pajuela.
La acción del polvo de amianto , empleado an-
tiguamente en fricciones contra la parálisis y la
164 AMI
sarna , parece del todo mecánica y debida Bola-
mente a la irritación que produce en la piel la
introducción de sus partículas; hásele creído
también detersivo , propio para oponerse á los
sortilegios y para resistir al veneno.
AMIHIS, Amyris. Género de plantas de la
familia de las terebintáceas, de laoctandria mo-
noginia de Linneo. Difiere del género Icica, que
le es muy vecino , y al cual á veces se le atribu-
yen las especies, en que tiene por fruto una nuez,
mientras que esto último tiene una cápsala.
Las especies de este importante género son po-
co conocidas: los productos que ellas suministran
tampoco son exactamente distintos, y, como pa-
ra muchos medicamentos, hay todavía dudas
mas ó menos fundadas sobre los vegetales que
los ofrecen.
Así como la mayor parte de las plantas de la
familia de las terebintáceas , las especies del gé-
nero Amiris exudan resinas de la naturaleza de
las trementinas, aunque algunas lleven el nom-
bre bálsamo , que debe reservarse á las que con-
tienen ácido benzoico; con todo casi podría creer-
se en una especie de unión de estos dos principios
en los productos de los Amiris y de los Icica,
porque á veces se encuentra en ellos la aroma
del acido benzoico unida á la resina, á pesar de
que la química no encuentre al primero, y pare-
ce que algunos de estos vegetales han merecido
el nombre incienso.
Amiris ambrosíaea [Amyris ambro-
siaca, L. ; Icica heptaphylla , y guianensis, Aubl.) .
Este árbol de la Guiana da, cuando se hacen in-
cisiones en su corteza , un zumo claro , traspa-
rente, balsámico y resinoso, que, desecado, pa-
sa á ser una resina blanquecina , suave, que sir-
ve de perfume , y á la cual los negros han dado
el nombre de Incienso. liase dichoque esta resi-
na es empleada en Inglaterra, á la dosis de una
dracma en vino tinto, contra la diarrea crónica.
Martius dice que en el Brasil este árbol es lla-
mado Árbol del almacigo, y, según el Sr. De Can-
dolle, da la Resina clemí de América que los au-
tores atribuyen ala especie siguiente.
Amiris nalsamífera (Amyris balsa-
mifera, L. H.)« El leño , llamado Leño de Rodes
de la Jamaica , y el zumo que cuela de este árbol
son quemados como incienso en la Carolina y en
las Antillas, donde crece. Sospéchase que á él se
debe la Resina elemi de América, ó mejor el Fal-
so elemí , porque hay una que procede del Bra
sil y de la Nueva España producida por el Amiri
que da la goma elemi.
Amiris 4 'ara isa [Amyris Car ana, Humb,;
Icica Caranal Kunth.). Esta especie de Méjico,
indicada por Hernández bajo el nombre (le Tla-
huchloca quahoith, de los naturales, y por él
bajo el de Árbol de locura [Arbor insania'), etc.,
produce una resina negruzca, ligera, lustrosa,
de fractura vidriosa, de un ligero olor de la resi-
na de pino, llamada Besina de caraña, y anti-
guamente Goma de caraña , inusitada en medi-
cina.
La resina de caraña está compuesta de 96, 00
is
AMI
de resina, 0, 40 de sobremalato de cal y de
potasa, 3,60 de materias extrañas.
El Sr. Bonastre hace observar que en las dro-
guerías se encuentran muchas sustancias bajo el
nombre de resina de caraña. Monard la represen-
ta como un líquido y viscosa , cuyo carácter no
se halla en ninguna de las muestras del comer-
cio ; hay otros autores que la atribuyen al Calofilo
Inofilo (Calophylluminophyllum, L.) , que se cree
produce una de las especies de tacamaca, lo que
no seria extraño.
Amiris elemífera ó que produce
la Resina elemí (Amyris elemif 'era, L.;
Amyris Plumberi , D C). Este árbol de Etiopia,
que se presume produce la resina elemí de los
antiguos , es muy poco conocido. Tournefort ob-
serva que la resina elemí de Etiopia , de su tiem-
po, no corresponde del todo á la de que habla
Dioscorides , puesto que este autor dice que se
parece á la escamonea , y la resina elemí de Etio-
pia que él examinó era en pedazos de 3 á 4 li-
bras, envueltos en hojas de caña, la cual no en-
contrándose hoy dia en ninguna droguería, pue-
de concluirse que la calidad que circula en el
comercio es la tercera resina de este nombre.
Pero Linneo cita como sinónimo de este árbol
un vegetal llamado lcicariba por Marcgrave, que
se encuentra en el Brasil y otros lugares de la
América meridional, y del que el Sr. De Candolle
hace su Icica Icicaraba. Parece que este árbol
es el que suministra toda la resina elemí actual
del comercio , y Thomson afirma positivamente
que ya no se encuentra la verdadera resina ele-
mí de Oriente , ni aun en Inglaterra.
Hase dicho arriba que el Amiris balsamífero
producía también una especie de resina elemí,
pero se la distingue con el nombre de Falsa re-
sina elemí ó Resina elemí de América, aunque la
de que tratamos no sea la verdadera de otro tiem-
po, y proceda también de América.
Como quiera que sea, la Resina elemí del co-
mercio, llamada antiguamente Goma elemí, se
obtiene por incisiones hechas en el árbol : el zu-
mo resinoso, primero líquido , se endurece al sol
sobre la corteza , y entonces esta resina es de
un amarillo verdoso, mezclada á veces de pun-
tos rojos ; untuosa al tacto; ligera, quebradiza,
que se reblandece con la mano, semi-trasparente;
muy fusible; sin sabor manifiesto, si es pura; do
un olor trementináceo, algo análogo al cíe la al-
máciga, y si es reciente, su olor es algo balsá-
mico; su peso específico es de 1,0182; destilada
en agua, da un sexto de su peso de un aceite
volátil fluido y débilmente colorado , del que pro-
cede su aroma y su blandura, y el residuo ofrece
entonces una resina friable é inodora; se disuel-
ve en su mayor parte en el alcohol , dejando sin
embargo una materia blanca, laminosa é ino-
dora, soluble casi en totalidad en el agua.
Dícese que la resina elemí verdadera huele á
hinojo y que es de color verde blanquecino pla-
teado ; pero esta especie, que se presenta en pe-
dazos en forma de galletas redondeadas , del pe-
so de 4 á 6 libras, envueltas en hojas de caña,
A MI
de donde toma el nombre de Elemí en hojas de
cuña, es rarísima y pocos la han observado.
La resina elemí del comercio contiene, sobre
cien partes, 60 de resina, 24 de sub-resina, t2de
aceite volátil, i de .extractivo amargo, y i de
impuridades.
A veces se falsifica la resina elemí con la que
procede del pino austral, resina que, á causa
de esto, se llama también Falso elemi; pero co-
mo esta última no contiene sub-resina, es soluble
enteramente en el alcohol frió , lo que no tiene
lugar para la resina elemí. También se la mez-
cla con el bálsamo del Canadá , que es poco so-
luble en el alcohol , con la trementina de Cbio,
etc. A veces se vende por resina elemi la gomo-
resina de olivo. En las Filipinas , se recoje una
especie de resina elemí que da, como la del co-
mercio, una sub-resina, y que pertenece á un ve-
getal de la familia de las terebintáceas. Finalmen-
te, puede decirse que la verdadera resina elemí
casi no se encuentra en el comercio, y que la que
se expende en las droguerías es con frecuencia
una mezclainforme de verdaderaresinay una ma-
yor ó menor cantidad de galipodio: asi falsifica-
da, es mas dura, y el olor de hinojo va acompa-
ñado deun olor detrementina muy característico.
La resina elemí nos llega por vía de Marsella
y de Genova en cajas de dos a trescientas libras.
La resina elemi entra en algunas composicio-
nes farmacéuticas antiguas. Sus virtudes son las
de las resinas, es decir, excitante, fundente,
buena para resolverlas contusiones, disipar los
dolores reumáticos, etc. Empléase al exterior,
pero jamas sola. Hermann la aconsejaba, anti-
guamente, á la dosis de media dracma, tritura-
da con una yema de huevo, y tomada al interior,
contra la gonorrea. En las artes, sirve en la som-
brerería para hacer lostegidos y fieltros imper-
meables , y también es empleada en la prepara-
ción de varios barnices.
En 1 849 , en Barcelona , se importaron del ex-
tranjero 156 libras de resina elemí, valor de
1.092 rs. vn., y del mismo producto fueron ex-
portadas á diferentes puntos del reino, 224 li-
bras, valor de 1 .568 rs. vn., y á las provincias de
Ultramar, 10 libras, valor de 60 rs. vn.
Amiris (¿ileadense (Amyris Gilraden-
sis, L.; Balsamodendron gileadense, Kunlh.).
Esta especie es indígena de Absinia en donde cre-
ce, mas allá de Azab , á lo largo de la costa hasta
el estrecho de Babel-Mandel ; sin embargo parece
haber sido trasplantada en la Judea, 4730 años
antes del nacimiento de Cristo ; y como era de
Gilead en la Judea de donde los mercaderes traían
su producto resinoso , por tal motivo conserva
todavía este árbol el nombre específico de gilea-
dense. Ella, pues, junto con el Amiris Opobál-
samo {Amyns Opobalsamam , L. ), que puede
considerarse como una variedad , según Willde-
now , produce el Bálsamo de la Meca , medica-
mento célebre en el Oriente, llamado también
Bálsamo de Judea, Bálsamo de Egipto, Bálsa-
mo del Gran Cairo , Bálsamo de Constantinopla,
de los lugares en donde se recoje.
AM1 ««5
Algunas variedades en el numero de los pétalos
habían inducido á pensar á Gleditsch que el bál-
samo de la Meca era producido por un género
diferente del Amiris , lo que le habia hecho des-
cribir esta planta bajo el nombre de Balsamia
meccanensis, llamada después Balsamodendron
por el Sr. Kunth. No obstante, estos tres vege-
tales parecen idénticos. Los Árabes llaman al ár-
bol y al bálsamo Balassan , término que sin duda
es el origen de los nombres balsamum y bálsa-
mo. Conviene no confundir este producto con el
bálsamo de Gilead , que cuela del Pino Balsa-
meo , L.
La antigüedad mas remota hace ya mención
del árbol que produce el bálsamo de la Meca .-
la Biblia lo representa como dando una aroma
exquisita; Teofrasto, Dioscorides y Galeno no
hablan de él con menos elogios. Originario de
países frecuentados por numerosos viajeros, los
Turcos lo cultivan de tiempo inmemorial, por una
especie de veneración , cerca del Cairo.
El Bálsamo de la Meca cuela expontáneamen-
te , durante los mas fuertes calores del estío , en
forma de gotitas resinosas, en corta cantidad en
verdad, y aun es preciso ayudar su salida por
incisiones de las cuales se recibe el zumo con cui-
dado. Este bálsamo, reputado como el mas pre-
cioso y llamado Opobálsamo , es reservado para
el gran señor , los bajas, etc., sin que nunca nos
llegue á Europa: es incoloro, de un olor suave,
y de un precio subidísimo , de modo que , según
De-Lobel, en 1598, una onza valia 640 rs. vn. Se
obtiene una segunda calidad, haciendo hervir
los ramos y las hojas del árbol, y recogiendo lo
que sobrenada que luego se mete en frascos : es-
ta calidad, espesa alo menos como la trementina,
amarilla clara, está destinada para las gentes ri-
cas y se da como presente á los embajadores ; es
también de mucho precio, pero no se hace ningún
uso de él. Una tercera calidad que sucede á esta
es la que se obtiene prolongando la ebullición: el
producto es mas negro, mas espeso, menos oloro-
so, mas pesado, un poco amargo: este es el bálsa-
mo de la Meca del comercio , que se emplea en
las boticas.
Este bálsamo ha sido analizado por el Sr. Yau-
quelin , quien lo ha encontrado casi enteramen-
te soluble en el alcohol, excepto un corto residuo
blanco que le ha parecido una materia resinosa,
que se hincha y se pone glutinosa en este mens-
truo. El Sr. Bonastré cree que esta sustancia es
análoga á la basorina.
El bálsamo de la Meca está á veces falsificado
con zumos terebintáceos, como el bálsamo de co-
páiba y el del Canadá; mézclanse con él tam-
bién aceite de sésamo, cera, aceite volátil de
romero y el líquido amargo que se extrae del
fruto del árbol, etc. Estas falsificaciones no son
fáciles de reconecer, salvo las que se verifican
con los cuerpos grasos , que manchan las estofas
de lana , lo que no hace el bálsamo puro , ó mez-
clado con zumos que le sean análogos.
Las propiedades médicas atribuidas al bálsamo
de la Meca están en razón del valor que se le con-
166 AMI
cede. En el Oriente es sobre todo en donde su
reputación es colosal : las sultanas y las señoras
ricas lo emplean como el cosmético mas precioso,
mediante ciertas preparaciones que ellas hacen
y que conservan como un secreto , porque apli-
cado á la piel, la pone encarnada y la inflama,
como todos los zumos resinosos; las mugeres de
este país le conceden la calidad de volver la tez
lisa, limpia y alejarlas señales de la vejez; es
mirado en los mismos lugares como propio para
cicatrizar las llagas, aun interiores, circunstan-
cia que lo ha hecho administrar en las afecciones
crónicas del pecho, pero su calidad excitante no
permite emplearlo en este último caso; los Árabes
se sirven de él en las afecciones del estómago y
de los intestinos; en Egipto y otros lugares se te
cree alexifármaco y sudorífico, y capaz , por esta
doble propiedad, de alejar los venenos, el aire
pestilencial y la misma peste, lo que es inapre-
ciable en un "país en donde ésta reina casi conti-
nuamente; p;>r último , los Orientales le han con-
cedido la estimable virtud de curar la esterilidad.
Lo que hay de cierto es que el bálsamo déla
Meca, como todos los zumos resinosos terebintá-
ceos, tiene una acción señalada sobre las vías
urinarias y que puede ser útil en sus enfermeda-
des; pero su elevado precio no permite emplearlo
para este uso, ano ser quizás en Constantinopla.
Antiguamente entraba en la fórmula de la triaca,
pero hoy dia apenas casi se usa en Europa; dí-
ccse que el buen tafetán de Inglaterra lo contie-
ne también , y finalmente ciertos fabricantes de
cosméticos lo añaden á sus composiciones cuya
receta es un objeto misterioso para el público.
Jii.obálsamo [Xylobalsamum] . Los ramos del
árbol que produce el bálsamo de la Meca son
conocidos con este nombre. Participan del olor
del bálsamo á un grado mas débil ; entran en al-
gunas composiciones farmacéuticas. El Jilobálsa-
mo tal como se encuentra en las droguerías se
compone de pequeños ramos largos de seis pul-
gadas , gruesos como pequeñas plumas , marca-
dos alternativamente de un lado y del otro con tu-
bérculos leñosos que parecen ser el resto de los
pecíolos : la epidermis es de un moreno rojizo, y
señalada con estrías longitudinales regulares; el
leño es blanquecino , duro , de un olor muy débil,
y sin sabor.
Carpobálsamo [Carpobalsamum). Llámase así
al fruto- del mismo árbol, algo mas oloroso que
el jilobálsamo, y que entra también en algún com-
puesto medicinal. El carpobálsamo es una peque-
ña drupa de un gris rojizo , gruesa como un gui-
sante, prolongada, puntiaguda por ambos cabos,
y marcada con cuatro ángulos mas ó menos apa-
rentes: está compuesta de una corteza seca y ro-
jiza , de un sabor muy débilmente amargo y aro-
mático; de un cuesco blanco huesoso , convexo
de un lado , hendido longitudinalmente del otro,
insípido ; en fin, de una almendra aceitosa, de un
guato agradable y aromático. Es algo parecido
á las^cubehas.
Los nombres de Carpobálsamo v de Jilobálsa-
mo, que quieren decir bálsamo del fruto y bálsamo
AMI
del leño , han sido dados á veces á calidades de
bálsamo supuesto extraído de los frutos ó del leño
del Amiris gileadense ; y hay autores que los em-
plean para designar las dos últimas calidades de
bálsamo de la Meca de que se ha hablado mas
arriba.
Amiris de (•nimia (Amyris guianensis,
W. ; Icica guianensis , Aublet; I cica viridiflora,
Lam.). Esta especie, que crece en la Guiana, da,
por incisiones hechas en su corteza, una resina de
color pajizo, cuyo olor se asemeja al del limón.
No se usa en medicina : sirve para calafatear Ios-
buques, se quema como incienso en las iglesias del
país, y puede utilizarse para preparar un barniz.
Amiris de hojas desemejantes,
[Amyris heterophylla , W.; Icica Aracouchini ,
Aublet.). El nombre latino de esta especie proce-
de de que tiene sus hojas ya de tres hojuelas, ya
de cinco , y entonces parece ser alada. Cuando
se hacen incisiones en la corteza de este árbol de
Cayena, cuela de ellas un líquido amarillento,
balsámico , fluido como la trementina , y que con-
serva largo tiempo su fluidez. Los habitantes del
país lo designan bajo el nombre de Aracouchini,
y los Europeos bajo el de Bálsamo Aracou-
chini: los primeros lo emplean para curar las
heridas, y están siempre provistas de él para
este uso , lo ofrecen como regado , como se ha-
ce en el Oriente con el bálsamo de la Meca. Los
Caraibes la aprovechan para perfumarse los ca-
bellos , untarse el cuerpo, mezclado con achiote,
etc. Marcgrave dice que huele á eneldo, que tiene'
la consistencia del manár que es bueno contra
los dolores de cabeza, etc.
Amiris Hafal [Amyris Kafal , Forsk.; Bál-
samodendron Kafal , Kunth.) . Esta especie de A ra-
' bía y otra muy vecina , si no es la misma , llama-
da porForskal Amiris kataf [Amyris kataf , Bal-
samodendron kafal, Kunth) , igualmente de Ara-
bia , produce un leño del que se hace gran co-
mercio en Egipto, según este autor, que observa
que el árbol produce además una goma purgante.
Esta especie de goma, ó mejor de resina, que
ha sido designada bajo el nombre de Cancama,
fué mencionada ya porDioscorides, que dijo era
un licor producido por un árbol de Arabia, pero
hasta que Sprengel reconoció que era producida
por el Amyris Kafal se estuvo en la mayor in-
certidumbre sobre su origen.
El Cancama ha sido considerado como una es-
pecie de resina anime por ciertos autores , y co-
mo una especie de laca por otros. Lo cierto es
que en el día no se conoce en Europa. Dícese que
se asemeja ala resina elemí: se empleaba para
los perfumes y para dar buen olor á los vestidos,
lo que hizo creer á algunos que no era distinto del
benjuí; Dioscorides dice que , disuelto en vinagre,
hace enflaquecer; se prescribía en la epilepsia y
otras afecciones , y , ¡mezclado con vino puro,
cura la debilidad de la vista.
De la tumefacción de los tallos del Amyris Ka-
taf, Forsk., en la estación de las lluvias, se ob-
tiene un polvo rojo que las mugeres árabes es-
parcen sobre su cabeza.
AMO
Amirls Opobálsamo {Amyris Opobal-
samum , L.) . Esta especie no difiere del Amiris gi-
lc<id< use sino porque presenta hojas aladas en vez
de hojas de tres hojuelas, variedad que se en-
cuentra aveces en el mismo pié.
Amiris Protio (Amyris Protium, L.; Pro-
tiumjaranicum , Burm.). Esta especie, de Java,
es empleada, por los naturales de este país quie-
nes se sirven de un aceite esencial aromático, ó
mas bien de un zumo resinoso análogo á la tre-
menür.a, que da sus frutos, como estimulante,
en \ez de la >erdadera trementina.
Amarli Tacamaca (Amyris Tacamalia-
ra, Kunth.; Idea Tacamahaca) . Atribuyese por lo
común á esta especie de la América meridional
una de las variedades de resina tacamaca del co-
mercio, la mas vulgar, llamada Tacamaca de
A mírica .
La resina tacamaca , en cuanto á su origen, es-
tá envuelta todavía en mayor oscuridad que nin-
guna de las de este género," puesto que se encuen-
tran cuatro vegetales que se dice producirla: 1.°
Amirís Tacamaca , Kunth ; 2.° Álamo balsarnife-
ro, L.; 3.°lnohlo Calaba, L.,Jque dala llamada de
Borbon ó de Madagascar , llamada también Ta-
camaca sublime; 4.° Fagara octandra, L., mi-
rada por muchos autores como que produce la
Tacamaca común. Trataremos de esta resina en su
correspondiente lugar.
Amirls que lleva tosigo (Amyris to-
xifera, W.). Esta especie, que crece en la Caro-
lina , da un zumo venenoso, lo que forma un con-
traste notable con los zumos resinosos producidos
por los demás vegetales de este género , y quizás
induciría á pensar que no pertenece á él.
A1TIOD1TO, Ammodvtes. Género de pe-
ces osóos holobránquios, de la familia de los
pantópteros, que no comprende mas que una sola
especie, el Amodito de Tobia, Anguila de are-
na (Ammodytes Tobianas, L.). Este pescado, co-
mún en muchos países, y que se encuentran en
la marea baja en la arena de las orillas del mar,
es plateado, bastante parecido á la mena, y pre-
senta una carne consistente, de buen gusto, fá-
cil de digerir, y que, en medicina, ha pasado por
aperitiva; pero es tan delicado que no resiste al
trasporte, siendo así que su carne es excelente
comida en los lugares donde se pesca.
A .11 OJIO. Ámumi m. Género de plantas de
la familia de las cannáceas de Jussieu , drimirri-
zeas de Ventenat, y de la monandria monoginia
de Linneo.
Este género pertenece á una familia cuyas se-
millas aromáticas son muy usadas en los países
calientes , en la India, y sobre todo en las Molucas
en donde crecen todas las especies que la com-
ponen. Estas plantas son mal conocidas , y sus
productos , que recibimos por el comercio , son
igualmente dudosos respecto á su origen. Aquí
trataremos de estos productos á tenor de lo que
está admitido.
Amonio Cardamomo (Amomum Car-
el amomum. L.). A esta planta de la India y que
se cultiva en la Jamaica, se atribuyen los dile-
A.MO \d
rentes cardamomos, aunque sea probable que
bajo este nombre se confundan los Erutos de mu-
chas espeoi s de este género , ó quizás de géne-
ros que han sido separados de él desde Linneo.
He aquí las tres \ariedades admitidas en el co-
merá >.
i.° Cardamomo nunor. jEs un fruto triangu-
lar, de color de paja claro, corto, hinchado, es-
triado, sostenido por un pedículo casi filiforme;
compuesto de tres celdillas con tabiques mem-
branosos , de las cuales dos abortan con frecuen-
cia , porque por lo común no se distingue mas
que una , llena de muchisímas semillas , de co-
lor gris, deslucidas, angulosas, casi cúbicas,
arrugadas, sueltas; su sabor es caliente, análo-
go al de la pimienta , y deja en la lengua una sen-
sación de frescura como la menta. Según Thom-
son , el fruto maduro es recogido en noviembre,
y se le ha hecho secar á un fuego lento y suave,
lo que hace pasar su pericarpio del verde al co-
lor de paja blanquecino , y su corteza se adelga-
za mucho.
El Cardamomo menor , casi el único usado hoy
dia en farmacia, nos llega de Bengala, en cajas
de \ 20 libras. Para conservarlo mejor , se guar-
da en sus cápsulas.
2.° Cardamomo mediano. Es doble largo que
el precedente , mas adelgazado, y las celdillas
de sus cápsulas en número de tres muy distintas;
por lo demás su color es el mismo , y su forma
triangular. Las semillas están aglomeradas en sus
celdillas, son rugosas , empañadas, de un gris
rojizo, y angulosas ; su sabor es menos marcado
que en "el anterior.
3.° Cardamomo mayor. No difiere del prece-
dente sino en la longitud, que tiene 10 á i i lineas,
mientras que el mediano apenas tiene 6 á 7, y el
pequeño 3 á 4. Créese que esta variedad es el
mediano llegado á todo su crecimiento. Sus se-
millas están dispuestas como en el precedente;
de sabor de pimienta algo mas fuerte, sin duda
porque están en madurez completa , pero mas
débil que el del pequeño. Sus cápsulas son siem-
pre un poco negruzcas y como alteradas.
Parece pues que los cardamomos grande y me-
diano pertenecen á la misma planta, y no son mas
que edades diferentes del mismo fruto; pero es
probable que el pequeño sea producido por una
especie distinta que tiene toda su perfección , y
cuyas semillas son naturalmente mas aclis as qué
las del grande. Sin duda el Amomum Cardumo-
mum, L., es el que da los dos primeros, mien-
tras que el pequeño podría ser el fruto del A mo-
mum repens, Sonn., como lo pensaba Sonnerat
auien creía que todos los cardamonos procedían
e esta especie.
No se posee análisis químico reciente de estos
frutos: parecen compnesios enteramente de fécu-
cula, mucílago y aceite volátil. Neuman había en-
contrado en ellos un quinceno en peso de aceite
volátil, un extracto resinoso y un extracto acuo-
so. Los pericarpios son casi inertes : las semillas
que ellos contienen son las que poseen las propie-
dades de este medicamento: como aromas caben-
168 AMO
tes, son excitantes, carminativas, estomáticas,
cordiales, afrodisíacas, y entran en muchas com-
posiciones farmacéuticas antiguas; en el Norte
de la Europa todavía son bastante usadas, pero
entre nosotros poco se emplean actualmente, á
no ser algunas veces por el licorista y el perfu-
mador; en la India sirven para mezclarlas con
los alimentos como condimento y para hacerlos
mas digestivos.
Amomo racimoso, Amonio en ra-
cimos , Cardamomo redondo ( A mo-
mum racemosum, Off. ). De fijo no puede indi-
carse la especie cierta que produce este cardo-
momo, tanta es la confusión en todo este género,
del que únicamente conocemos los productos, lo
que tiene lugar por otra parte para muchas otras
sustancias medicinales. Lamarck tiene un Amo-
mo racemoso, pero, según él, esta planta produ-
ce no solo el Amomo en racimos de las boticas,
sí que todos los demás cardamomos , lo que es
inamisible, vista la diferente organización que se
acaba de señalar en las cápsulas y la disposición
de las semillas de estos medicamentos.
Como quiera que sea, este fruto, procedente de
una planta déla India, está bien caracterizado: sus
cápsulas son libres, casi esféricas, del volumen de
ungrueso grano de uva, comparación que lo ha
hecho tomar por este fruto aun por ciertos autores;
su diámetro en todo sentido es de cerca de 4 lí-
neas; es gris; el pedículo, cuando queda en
la cápsula, es mas grueso que en los carda-
momos precedentes. En el interior de esta cáp-
sula se encuentran tres celdillas que encierran
semillas apretadas las unas sobre las otras, angu-
losas, negruzcas cuando libres, empañadas, y
de un sabor de pimienta bastante marcado, aro-
máticas.
Estos frutos son todavía menos usados entre
nosotros que los demás cardomomos .- entran en
algunas formulas antiguas.
Amomo Grano del paraíso , Gra-
nos del paraíso, JVIalagueta (Amo-
mum Granum paradisi , £.')'. Bajo estos nom-
bres se encuentra en el comercio una semilla lus-
trosa, rojiza cuando fresca, después negruzca,
redonda, un poco mas gruesa que el mijo, mas
pequeña que ninguna semilla de las especies
precedentes, un poco arrugada, sin olor bien
marcado, que procede délas cápsulas de un Amo-
mo, confundido á veces con el cardomomo ma-
yor, y que sin duda no es sino una especie veci-
na de la que produce este último, pero que es
bien distinta de ella por la forma de sus cápsulas
ovoideas y no prolongadas triangulares , y por
sus semillas libres, redondas, lucientes, mien-
tras que ellas son angulosas, empañadas y aglu-
tinadas en el cardomomo mayor de las boticas.
Estos frutos ovoideos son largos de 8 á 1 0 líneas
sobre 4 á5de grueso; de tres tabiques membrano-
sos y de tres celdillas; de un gris un poco negruz-
co, si son añejos, pues, frescos, son rojizos y del
volumen de un higo mediano. Este indudable-
mente es el cardomomo mayor de los antiguos
droguistas, tales como Lémer y y Pomet, y so-
AMO
bretodo de Matíolo, quien dice positivamente
que la malagueta es la semilla del cardomomo
mayor. El sabor de las semillas de la malagueta
es caliente y acre á un grado mas marcado que el
de las especies precedentes; á lo menos iguala en
fuerza al de la pimienta y puede muy bien reem-
plazarla, y por esto lleva los nombres de Pimienta
de Guinea , Pimienta de los Negros, y Pimienta
de los monos. En el Congo se recoge mucha ma-
lagueta. Según A. Chevallier, nos viene de África
y de Madagascar , en donde es producida por el
Amomo de hoja estrecha [Amomum angustifo-
lium ) descrito por Sonnerat.
Los granos del paraiso entran en algunas fór-
mulas del mismo modo que los cardamomos ; son
empleados para dar una fuerza facticia al vinagre
y para mezclar con la pimienta á la cual se aña-
den sustancias inertes para falsificarla; en África
sirven como condimento.
Conviene no confundir los granos del paraiso
con las semillas de las Uñona aromática y de
Etiopia (Uñona aromática y ¿Ethiopica, DC),
que también se las llama Malagueta, Pimienta de
Etiopia, pero que no se encuentran en el comer-
cio. V. Malagueta.
Amomo piramidal ( Amomum pyrami-
düle , Lam.; Alpinia racemosa, L.). Dícese que
los frutos de esta especie de las Antillas causan
un verdadero envenenamiento , que el zumo de
limón puede remediar.
AMOUíCrjEABA. Nombre brasileño de una
especie de gramínea que tiene alguna relación
con el Panizo de muchas espigas ( Panicum spi-
catum, L.). Empleada en el país en {fomentos,
en baños , como emoliente , contra el tenesmo y
otros dolores.
AMONIACO, Azoturo de hidró-
geno , Hidrógeno azoado. Gas des-
cubierto por Priestley , compuesto , según Bertho-
let, de 18,5 de hidrógeno y de 81, 5 de ázoe, en
peso, ó, según Davy y Berzélius, de oxígeno y
de Amonio (V. esta palabra), que nunca se en-
cuentra aislado en la naturaleza, pero sí que exis-
te en ella combinado con un sinnúmero de cuer-
pos. Se encuentra del todo formado en el reino
mineral en el estado de combinación salina ; lo
ofrecen también muchos vegetales , como el Ser-
bal de cazador, el Quenopodio vulvaria, etc.; se
desarrolla expontáneamente dorante la fermen-
tación de las materias animales y vegetales. Y en
efecto, el Sr. Collard de Martigny ha demostrado
que este álcali se forma al contacto del agua y del
aire, siempre que hidrógeno naciente y ázoe se
hallan en contacto, que así diariamente se produ-
ce una inmensa cantidad , que el amoníaco da en
seguida origen á nitratos que excitan la vida
vegetal, etc.
El amoníaco desprendido de sus diversas com-
binaciones salinas se presenta en el estado gaseo-
so á la temperatura y á la presión ordinarias.
Entonces es un gas incoloro , de un olor vivo y
sufocante que excita el lacrimeo; su densidad es
de 0,5912; es impropio para la combustión , pero
antes de apagar las bugías encendidas engrande-
AMO
co su llama, la vuelve amarillenta descomponién-
dose y ardiendo parcialmente; obra sobre los
colores vegetales ala manera de los álcalis lijos,
enverdece el jarabe de violetas y vuelve á azol
el tornasol enrojecido por los ácidos; el agua lo
absorve rápida y enteramente si es puro, y la solu-
ción presenta el olor y las propiedades alcalinas
del mismo ¡zas. Los gases ácidos se Combinan ins-
tantáneamente con el gas amoníaco, produciendo
compuestos sólidos blancos une aparecen desde
luego en forma de vapores blancos espesos; el
cloro lo descompone súbitamente con luz, despren-
dimiento de ázoe y formación de vapores blancos
de hidroclorato dé amoníaco.
El gas amoniaco se obtiene comunmente some-
tiendo á la acción del fuego una mezcla de hidro-
clorato de amoníaco y de cal apagada. Esta mis-
ma mezcla, encerrada en un frasco, produce ex-
temporáneamente vapores amoniacales, emplea-
dos algunas veces , pero con precaución, como
estimulante de las membranas ocular, nasal, etc.,
v también como excitante y resolutivo en ciertos
iumores indolentes. No obstante, siempre es un
gas que no puede respirarse sin peligro, puesto
que a muy cortas dosis es sumamente deletéreo:
líasele visto provocar la coriza, cataros violentos
y otros accidentes, y produce las oftalmías, con
frecuencia muy considerables, de que están afec-
tados los poceros, sin cesar expuestos á las ema-
naciones amoniacales que salen de lastetrinas.
Amoníaco líquido, Amoníaco. %l
eali volátil, Álcali volátil flúor, Es-
píritu de tal amoníaco, etc. Solución
acuosa de amoniaco preparada saturando el agua
destilada de gas amoníaco. Esta solución que, en
su mayor grado de saturación, contiene á lo menos
el tercio de su peso de gas, es incolora, de un olor
vivo v penetrante semejante al del mismo gas, de
un sabor fuerte y cáustico ; su densidad es de
0,8750; obra sobre el color de violeta y el de
tornasol enrojecido por los ácidos como los álca-
lis; se congela á— 40°; calentada á + 35°, aban-
dona poco á poco lodo el gas que tiene en diso-
lución ; azula las soluciones de cobre ; forma sa-
les con los ácidos, y con ciertas sales combina-
ciones triples; disuelve muchos óxidos, etc.
El amoníaco liquido, bajo cuya forma sobre
lodo es empleado en las artes, la medicina y los
laboratorios, se prepara destilando partes iguales
de hidroclorato de amoníaco y cal hidratada. La
cal se apodera del ácido con él que tiene mas afi-
nidad que el amoníaco, y éste es recibido, por
medio de un aparato propio al objeto, en frascos
tubulados llenos hasta los dos tercios de agua
pura y rodeados de hielo : el gas se disuelve en
esta agua. También á veces se obtiene con el
sulfato de amoniaco, y en este caso las propor-
ciones son : 1 parle de sulfato y 3 partes de cal
apagada,
Las cantidades de gas amoniaco y de agua
contenidas en esta solución pueden aproximada-
mente, según los experimentos de H. Davy, de-
ducirse de su densidad, como lo indica la siguien-
te tabla.
22
AMO
109
PROPORCIÓN
PROPORCIÓN
dknsiihd
GRVDOSENEI.
I)B OVS AMO-
DB AGV V
PKSV-I.ICOR
NÍACO SOBRE
SOBRE
Á -f 10.
1
w: mi mi:.
100 PARTES.
100 PARTES.
0,8750
30,6
32,50
67,50
0,8875
:'*,->
29,25
70,75
0,9000
26
26
74,00
0,9054
25
25,37
74,63
0,9166
23
22,07
77,93
0,9230
22
20,26
79,74
0,9*55
2t,6
19,54
80,46
0,9326
20,4
17,52
82,48
0,9385
19,4
15,88
8 4,1 2
0,9 476
18
13,46
86,51
0,9513
17,5
12,40
87,60
0,9545
17
11,56
88,14
l 0,9573
16,5
10,82
89,18
0,9597
16,2
10,17
89,83
0,9619
16
9,60
90,40
Puédese, por medio de esta tabla , determinar
la cantidad real de gas amoníaco contenido en
un peso ó en un volumen cualquiera de amonía-
co liquido que marque un grado conocido en el
pesa-licor: en efecto, basta multiplicar el volu-
men de amoníaco liquido por su densidad , y el
producto que se obtendrá, multiplicado á su vez
por la proporción de gas amoníaco expresada en
milésimos , dará la cantidad absoluta de gas con-
tenida en su solución. — Llégase también al mis-
mo resultado suturando exactamente unaporcion
de amoníaco liquido por el ácido hidroclórico dé-
bil , evaporando á sequedad la solución en una
evaporadera destarada, y pesando el hidroclora-
to de amoniaco seco quese ha formado ; la pro-
porción de este último permite calcular la canti-
dad de amoníaco que había en disolución en el
agua.
El amoníaco líquido purd, cuando ha sido pre-
parado con agua destilada y gas amoníaco puro,
no debe ser enturbiado ni precipitado por las so-
luciones de cal y de barita; saturado por el áci-
do nítrico débil", no debe tener acción sobre las
soluciones de nitrato de plata y de proto-nitrato
de mercurio , lo que denota la ausencia del ácido
hidroclórico en este producto ; no debe colorarse
en lo mas mínimo por la solución de ácido hidro-
sulfúrico en exceso echado en él , lo que suce-
dería si tuviese en disolución algunos óxidos me-
tálicos.
Pudiendo el amoniaco líquido estar alterado por
una corta cantidad de aceite empireumático, pro-
oedente á veces déla sal amoníaco mal purificada
3ue ha servido en su preparación , se consigue
escubrir este aceite por dos medios sencillos :
1 .° dejando evaporar al aire una porción de la
solución de amoníaco , ó poniendo una pequeña
cantidad en el hueco de la mano, con lo que todo
i el gas amoníaco se desprende poco á poco y queda
tomo i.
no AMO
un residuo líquido que contiene la materia aceito-
sa que el olfato hace muy bien reconocer; 2.° el
segundo medio consiste en añadirle de gota en
gota ácido sulfúrico de 66° hasta que haya un
grande exceso de éste, y entonces, quedando car-
bonizada la materia aceitosa ó toda otra materia
orgánica en solución, el líquido tomará un color
mas ó menos moreno.
El amoníaco líquido del comercio tiene cons-
tantemente un olor empireumático mas ó menos
pronunciado debido al aceite de que hemos ha-
blado ; contiene también casi siempre sal amo-
níaco y á veces sulfato de amoníaco. Se reconoce
en él fácilmente la presencia de estas sales por
medio del cloruro de bario disuelto en el agua y
del nitrato de plata.
Sabido es que siempre que sustancias orgáni-
cas azoetizadas están sustraídas á la influencia de
la vida ó colocadas en circunstancias tales que
el equilibrio de sus principios constitutivos está
destruido, como, por ejemplo, cuando se las so-
mete á la acción del calor, ó al no menos pode-
roso de los álcalis, se produce amoníaco en ma-
yor ó menor cantidad , desprendiéndose sea en
el estado de libertad , sea unido á ácidos voláti-
les. Las artes han sabido sacar partido desde mu-
cho tiempo de la facilidad con que el amoníaco se
crea en estos diferentes casos : hace unos sesenta
años, se destilan en cilindros de hierro colado
materias animales de poco valor, como huesos,
trapos viejos de lana, cueros viejos , que produ-
cen, con muchos otros productos, una grande can-
tidad de amoníaco impuro, que se hace conden-
sar en toneles llenos de agua. Esta agua amonia-
cal sirve para preparar la sal amoníaco, que reem-
plaza á la de Egipto en todos sus usos.
Los extranjeros , siguiendo este proceder , ob-
tienen sal amoníaco y amoníaco líquido de buena
calidady á precios módicos. En España, antigua-
mente, este último producto, el amoníaco, era
exclusivamente preparado por los boticarios, pe-
ro desde que su consumo fué en aumento en ra-
zón de las multiplicadas aplicaciones que recibió
de la ciencia en las arles industriales, se encar-
garon de su elaboración las fábricas de productos
químicos y los laboratorios de productos quími-
co-farmacéuticos, cayendo también en conse-
cuencia el álcali volátil bajo el dominio de la dro-
guería, puesto que rarísimas veces se prepara en
las boticas. Se calcula á unas 8.000 libras apro-
ximadamente la cantidad de amoníaco líquido,
que, al año, se elabora en esta ciudad.
Posteriormente, el Sr. Castanys , en su fábrica
de productos químicos, establecida en el térmi-
no de San Martin de Proveñsals, á media legua
de esta ciudad , aprovecha , á imitación de los
extranjeros , todos los productos resultantes de la
descomposición de los restos animales, obtenien-
do operatos que , presentados en nuestros mer-
cados, no ceden en perfección y baratura á los
mejores que recibimos de fuera reino. Entre
ellos es de mucha importancia la sal amoníaco,
por cuanto es de esperar de la asiduidad y cono-
cimientos del director del citado establecimiento
AMO
que algún dia dejaremos de ser tributarios á los
extraños por tal artículo , y además por que le
facilita la obtención del amoníaco líquido de su-
perior calidad á muy bajo precio.
El amoniaco líquido fabricado en España basta
para atender á todas las necesidades de la medi-
cina y délas artes industriales. Sensible es que el
módico derecho impuesto en los últimos aranceles
á este artículo, vaya sucesivamnete aumentando
su importación, mermándose así los escasos lu-
cros de los fabricantes de productos químicos del
país.
Los usos del amoníaco en las artes son impor-
tantes: úsase para disolver el carmín y dar mas
solubilidad en el agua á ciertos principios colo-
rantes ; con frecuencia también se le utiliza para
modificar el tinte de ciertos colores, tales, como
por ejemplo, los carmesíes, los azules de Prusia
aplicados sobre la seda. Lo mas común, en este
caso, es emplear orinas corrompidas que son
muy ricas en amoníaco libre y carbonato, y que
también en razón á la presencia de estas dos ma-
terias se emplean para desengrasar las lanas. Los
quitamanchas consumen mucho amoníaco mas ó
menos diluido para quitar las manchas grasicn-
tas de los vestidos , y restablecer el color de la
estofas corroído por los ácidos. Sirve además este
álcali para preparar la esencia de Oriente desti-
nada para fabricar las perlas falsas ; etc. , etc.
Pocos cuerpos hay que presten tantos* servicios
á los químicos como el amoníaco , que es uno
de los mas útiles reactivos : en los laboratorios
es muy empleado sobre todo en las indagaciones
analíticas, ya para precipitar ciertos óxidos me-
tálicos de sus disoluciones, ya para redisolverlos
y separarlos de los óxidos que son insolubles en
en ellas ; empléase también para precipitar de
sus sales la mayor parte de los alcaloides orgá-
nicos, etc.
El amoníaco líquido es un medicamento pre-
cioso y frecuentemente empleado. Adminístrase
al intericrysele aplica al exterior. — Aplicado so-
bre la piel, el amoníaco líquido de 22° produce
rápidamente una rubicundez muy viva, á veces
flictenas , y también una escara cuando el con-
tacto es muy prolongado. Empléasele como rr.be-
faciente en los reumatismos crónicos, los tumores
frios, las nevrálgias, los infartos de los pechos,
el crup , etc. Sirve como derivativo y revulsivo
en un sinnúmero de afecciones diversas : se
aplica en la cúspide déla cabeza, en la amaurosis,
y en la coluna vertebral, en el cólera y las enfer-
medades de la médula, etc.; se emplea diaria-
mente para cauterizar las mordeduras de ani-
males venenosos y la picadura de ciertos insec-
tos. Además de estos usos, hanse preconizado
como resolutivos, ó como excitantes, mezclas
que desprenden continuamente gas amoníaco. Se
hace respirar el gas que se desprende incesante-
mente del amoníaco líquido en los casos de sín-
cope, para irritar la membrana pituitaria; pero
estos vapores pueden ocasionar accidentes por su
grande energía. — Al interior, el amoníaco concen-
trado obra como un veneno irritante muy violen-
AMO
to. diluidoen agua, es un agente-estimulante dia-
forético y sudorífico, que puede prestar grandes
servicios. Adminístrasele con feliz resultado en
ciertos casos de erupciones cutáneas difíciles ó
bruscamente suprimidas, en las calenturas atáxi-
cas, el reumatismo crónico, las mordeduras de
animales venenosos y hase aconsejado en otras va-
ria» enfermedades. La dosis varia entre 6 á 36 go-
tas. La experienciaha demostrado la eficacia del
amoníaco liquido para disipar, casi instantánea-
mente , los efectos de la embriaguez; ocho á diez
gotas de álcali volátil bastan para operar este
maravilloso resultado. Los veterinarios se sirven
con feliz éxito del amoniaco para disipar la me-
teorizacion ó la hinchazón que se manifiesta en
los ganados que han comido, en demasiada abun-
dancia, forrajes verdes ó húmedos; obra en este
caso absorviendo los gases ácidos que ocasionan
la hinchazón del estómago y de los intestinos;
una onza á lo mas de amoníaco diluido en bebi-
das mucilaginosas produce la curación casi sú-
bita de un buey ó de un caballo.
Hemos dicho que el amoniaco concentrado es
muy temible : llevado fcn el estómago ó inyecta-
do en las venas, produce la muerte; de media á
una dracma de este liquido basta para matar á
un perro. Lo mismo sucede con el sub-carbonato
de amoníaco. El agua acidulada con vinagre ó
zumo de limón , y los antiflogísticos constituyen
el tratamiento racional de estos envenenamientos.
El profesor Corradori ha demostrado también la
acción deletérea del amoníaco para los vegetales.
La dificultad de graduar la acción del amonía-
co hace que se le asocie casi siempre con alguna
otra sustancia, y de ahí, para su uso externo, las
diferentes preparaciones- oficinales, como el bál-
samo opodeldoch, el colirio amoniacal, etc., y
otras de magistrales ó preparadas extemporá-
neamente, como por ejemplo los diversos lini-
mentos volátiles. Al interior , hase indicado ya
que debia propinarse diluido, debiendo añadir
que el vehículo varia según la aplicación que de
el se hace á tenor de lo que juzga el médico.
La propiedad de simple estimulante de que go-
za el amoníaco muy diluido ha hecho creer tam-
bien¿que los quesos pasados, las carnes averia-
das, la raya picante, etc., deben á la alcalinidad
que se ha desarrollado en ellos su fácil digestibili-
dad, porque en efecto es sabido que los álcalis
tienen en general la propiedad de favorecer la
digestión.
El mayor grado de concentración del amonía-
co líquido es de 30,6°. Para el uso médico, bas-
ta que señale 22° en el areómetro; el del co-
mercio no marca por lo común sino 18 á 20°.
El álcali volátil debe conservarse al abrigo
del aire, en lugares frescos y repuesto en frascos
esmerilados, ó á lo menos muy bien tapados.
En 1849, fueron importadas del extranjero á
Barcelona, 5.619 libras de amoníaco líquido, va-
lor de 20.901 rs. vn. 17 mrs. Se exportaron de
esta ciudad , con guia, á diferentes puntos del rei-
no 1.171 libras de dicho álcali, valor de 3.693
r». vn.
AMO <7<
AMONIO. Los Sres.Davyy Berzélius han da-
do este nombre al metal que suponen ser la ba-
se del amoniaco , considerado por ellos como un
óxido. Toda vía no ha sido posible obtenerlo ais-
lado. V. Amoníaco.
AMONITA, Ammonites. Género de conchas
fósiles muy abundantemente difundidas en los
terrenos calcáreos y esquitosos: son parecidas á
cuernos de carnero , lo que las hace aun llamar
Cuernos de Ammon. Los antiguos las atribuían
virtudes particulares, y todavía en la India son
objeto de un culto, teniendo gran estima las
que se encuentran cerca del Ganges. Fourcroy
dice que se llamaba Amonita á una piedra cal-
cárea formada de granos redondeados y agluti-
nados juntos, y que se dislinguia en muchas es-
pecies , según el grueso y la forma de los gra-
nos de que estaban compuestas, bajo los nombres
de Concrita, Meconita, Oolita, Orobia, Visolita.
El Bezoar mineral era una amonita de granos de
la magnitud de una nuez. Se las atribuía una vir-
tud sudorífica, cordial, alexitera: son tan solo
simples absorveutes.
AMONIURO. Denominación particular-
mente dada á las combinaciones sólidas que el
amoníaco es susceptible de formar con ciertos
óxidos metálicos.
Anioiiiurodedeiitóxldode cobre.
Este amoniuro, que se prepara en farmacia hacien-
do obrar un exceso de amoníaco sobre una solu-
ción débil de deutosuliato de cobre, no se emplea
sino en solución en el agua y al exterior como un
ligero escarótico en el tratamiento de ciertas of-
talmías. La solución de este amoniuro es de un
hermoso azul celeste subido, tiene un ligero olor
de amoníaco , un sabor acre, picante y un poco
estíptico. A esta solución se daba antiguamente
los nombres de Tintura azul, Tintura de cobre,
Tintura de Venus, y ella es la base del Agua
celeste.
Amoniuro de oro, Oro fulminan-
te. Obtenido tratando el óxido de oro por el amo-
níaco : las vedijas que se forman casi instantánea-
mente se secan á un suave calor , y se tiene un
preparado peligrosísimo en razón de su propiedad
de detonar por el calor, el troteó la percusión.
Con solos dos granos hay lo suficiente para pro-
ducir una explosión comparable á la de una pis-
tola. Debe manejarse con mucha precaución.
Hay otro compuesto que lleva también el nom-
bre de Oro fulminante , y que se prepara pre-
cipitando la solución de cloruro de oro por un
exceso de amoníaco , lavando y haciendo secar
en seguida á un calor suave el precipitado. De
las indagaciones hechas sobre este producto re-
sulta que no es ni un amoniuro de oxido de oro
ó un urato de amoníaco, ni, como lo ha creído el
Sr. Sérullas, un azoturo de oro, sino un compuesto
de dos átomos de azoturo de oro amoniacal y de
un átomo de subcloriro de oro amoniacal, con
el agua necesaria para trasformar todo el ázoe en
amoníaco y todo el oro en óxido. Es amarillo,
sólido, insípido, inodoro; detona con violenc/a
por la acción de un calor de 500°, del choque,
m AMO
del frote , y debe por consiguiente ser conserva-
do en frascos cubiertos solamente con un papel;
los ácidos fuertes y los álcalis lo descomponen; es
insoluble en el agua fría; lavado por largo tiem-
po en el agua hirviendo, da hidroclorato de amo-
níaco, y pasa al estado de sub-azoturo amoniacal.
Este compuesto, señalado desde 1608 por D. Ri-
vault, como útil para reemplazar la pólvora, ha
sido empleado antiguamente en diferentes enfer-
medades bajo los nombres de Azafrán de oro,
Bálsamo de oro ;es la base del Magisterio de oro y
del Bezoar dorado de Ángelus Sala, etc. Al pre-
sente está proscrito del uso médico como venenoso,
y el Sr. Legrand observa con razón que no debe
empleársele sino en suspensión en el agua, por
los peligros á que expondría su fácil detonación.
Aiuoniuro de plata, Plata fulmi-
nante. Este compuesto , descubierto por Ber-
thollel en el año 1787, se obtiene humedeciendo
óxido de plata , recientemente precipitado , con
amoníaco y dejando secar al aire esta papilla. Se-
ca ya, el polvo gris y de aspecto metálico que
queda en la evaporadera de vidrio en donde se
ha elaborado, detona con un espantoso estrépito,
por el mas ligero choque, por el simple frote de
una barba de pluma. Por lo tanto es muy peligroso
el manejarlo, y se peligrariade herirse gravemen-
te si se quisiera introducirlo en un frasco. Es un
polvo fulminante de los mas intáctiles que se co-
nocen.
Hay otra Plata fulminante menos peligro-
sa que la anterior. Para su preparación , se ha-
cen disolver 'oí granos de plata muy pura en una
dracma de ácido nítrico puro y diluido en agua
destilada; se filtra por papel de estraza el líquido
y se vierte en unmatracito de vidrio de capacidad
cinco ó seis veces mayor que la necesaria para
contener la disolución;" caliéntese ésta y viértase
en ella una dracma de alcohol rectificado, y con-
tinúese calentando hastaque la mezcla empiece á
hervir; muy luego se forma una efervescencia,
se produce éter nitroso y se posa un polvo blanco
cristalino. Cesada la ebullición, se filtra y se reco-
ge el precipitado en el que se vierte repetidamente
agua destilada para lavarlo. Este precipitado
blanco es la plata fulminante , que se pone con
gran cuidado en dos ó tres pequeñas evaporade-
ras, y se hace secar en un paraje oscuro, cubrién-
dolo con pliegos de papel. El Sr. Berthollet pone
el amoníaco en el número de los principios cons-
tituyentes de este producto , y piensa que resulta
de la combinación de este álcali con el óxido de
plata y una materia vegetal particular, produci-
da por la descomposición del alcohol. Aunque
este compuesto no sea tan fulminante como el
anterior , se requiere mucho tino y prudencia en
el modo de elaborarlo y de manejarlo ; con él se
preparan los guisantes, los bombas, los naipes y
las bugías fulminantes.
AMOll-GUACU, Amor-tinga. Pes-
cados poco conocidos de que habla Ray. Su car-
ne es comida en el Brasil.
AMORFA, Amorpha. Género déla diadelfia
decandria de Linneo y de la familia de las legu-
ANA
miñosas. Su nombre de Amorfa , en griego iin
forma, procede de que la corola carece de alas y
de quilla.
Amorfa fructicosa, Añil bastar-
tío [Amorfa fructuosa, L.). Arbusto de la Caro-
lina, cultivado en nuestros jardines por su ele-
gancia. Sus ramos, lo mas común , se echan á
derecha y á izquierda, y forman un ancho cha-
parro , y están bien guarnecidas de hojas com-
puestas ; sus flores son amariposadas , pero
no tienen sino el estandarte , pequeñas y de co-
lor del mas hermoso añil , con un punto de oro
formado por los estambres. Su cultivo no requie-
re muchos cuidados.
AMPAC. Arbusto del que Rumfio señala
dos especies, las cuales dan una resina dura que
exhala al fuego el olor del estoraque calamita, lo
que prueba que contiene ácido benzoico. La cor-
teza tiene un olor chotuno muy marcado. La re-
sina de estos arbustos , que se cree pertenecer á
la familia de las verbenáceas, y de que Bory ha
hecho su género Aubertia,es empleada en uso&
domésticos.
AMFAIiATANIía VARI. Nombre
dado, según Flacourt, aun grande árbol deMa-
dagascar, cuyas hojas digitadas son astrin-
gentes.
AMPFX1TA. Tierra negra, bituminosa,
que Dioscorides dijo ser resolutiva, refrescante,
y buena para teñir denegro los cabellos. LaAw»-
pclita ó Tierra negra de los modernos es una es-
quila negra bituminosa, ala que se han atri-
buido virtudes antielmínticas por Leméry, y
antioftálmicas por Fourcroy, además de hacerla
entrar en las preparaciones depilatorias. Hoy dia
es completamente inusitada.
AMPO ó Vena ampo. Especie de arci-
lla cocida que comen los naturales de Java, se-
gún los Sres. Labillardiérey Lechenault.
AMPOüLI. Yerba deMadagascar, buena,
según Flacourt, molida con agua , para comba-
tir los síncopes.
AMUKCA ó ALPECHÍN. Nombre que
los antiguos daban á la hez que deja posar el acei-
te de aceitunas nuevo. Dábase también el mismo
nombre á esta hez concentrada por la ebullición
en un vaso de cobre, del que disolvía algunas
partículas , lo que le volvia astringente , desecan-
te, y le hacia emplear como á tal. En el estado
natural, la amurca es emoliente y usada en los ab-
cesos, etc. Lémery dice que, aplicada en la frente,
calma los dolores de cabeza y detiene las fluxio-
nes.
AMBETTT. Árbol de Malabar que tiene to-
das sus partes amargas. Se bebe el cocimiento
de sus raíces para laxar el vientre y curar las
obstrucciones del bazo.
AN
MABAS, Anabas. Nombre dado por Cu-
vier aun género de peces faríngios labirintifor-
mes , del cual tan solo se conoce la especie Ana-
bas trepador, Paneibi [Anabas scemdens), que
habita en el continente de la India y en las islas
de su archipiélago. Tiene de cinco á seis pulga-
ANA
«las de longitud, su cuerpo ofrece un color verde
muy subido, que sin embargo lo es menos hacia
la región de la cola ; la dorsal y la anal están te-
ñidas de verde, y las nadaderas pans de rojizo;
el hocico es de un pardo oscuro como el vientre, y
los ojos son encarnadinos. Éntrelas particularida-
des (me presenta este pez, lo mas extraordinario
es el hábito de trepar en los árboles y vivir algnn
tiempo fuera del agua; no siendo raro ver en los
mercados de Calcuta peces vivos sacados de los
grandes pantanos del distrito de Fazor , cuya dis-
tancia es de mas de 1 50 millas. El pueblo los cree
caídos del cielo en razón de ser muy frecuente
encontrarlos arrastrándose por tierra" y á veces
a bastante distancia del agua. A pesar de su mal
sabor y de la abundancia de espinas que tiene,
su uso está generalizado en la confianza de que
aumenta la leche de las mugeres, y da mas fuer-
za y vigor á los hombres.
ÁHí ABASE, Anabasis. Género de plantas de
la familia de las quenopódeas, de la pentandria di-
ginia de Linneo , compuesto de cuatro ó cinco es-
pecies de arbustos croe habitan en las orillas
del mar y en las inmediaciones de las salinas,
asi en el "norte como en el mediodía de la Eu-
ropa.
Amábase sin hojas (Anabasis aphylla,
L. ). Planta de Siberia, de la Persia, etc.: en
Crimea, es usada contra la lepra, en cocimiento,
pero los ensayos hechos en Rusia no han confir-
mado esta propiedad; en Persia, es empleada pa-
ra lavar la ropa.
Anahase con hojas de Taray [Ana-
basis tamarisci folia, Cav.j. Planta de España y
del Archipiélago griego; produce el Chuan, se-
gún el Sr. Desvaux , nombre que se da á los res-
tos de llores, de pedúnculos rotosa pedacitos,
etc., de esta planta, algo semejantes á la semilla
de Alejandría, que carecen de olor y de sabor.
Preténdese que el chuan sirve en la preparación
del carmín ; pero al presente no se le encuentra
en las droguerías.
ACABASE. Nombre de una especie de
mantas fabricadas en Rúan y en Holanda, que
se exportan en mucha cantidad para Guinea y las
costas de África, y Anotaba ó Asia menor.
AMCIRUÍO. AvvcutniüM. Género de
plantas de la familia de los terebintáceas, déla
pentandria diginia de Linneo
Auaeardio de las botleas [Anacar-
<Hum officinarum, Gmrtn.). Este árbol de las In-
dias , cultivado en las Antillas, tiene un fruto
••omprimulo que imita el corazón de una ave, el
nal ha sido llamado en lodos tiempos, en las
obras de materia médica, Anacardo. Linneo ha-
bía dado el nombre de Anacardio occidental al
Acayoiba de fruto , lo que ocasionaba una confu-
sión" que Lamarck ha hecho desaparecer llevan-
do este último al género Cascvio ( Cassuvium),
nombre que lleva esta acayoiba en la India, se-
gún Rumbo. El anacardo és el Semecarpo Ana-
cardio [Scmecarpus Anacardium , L. ).
Este árbol , que fué conocido de los Griegos y
de los Árabes , contiene un licor cáustico , qué
ANA m
se ha observado en una de 6us variedades llama-
da Ligas por los Indios.
Los frutos tienen cerca de una pulgada de lar-
go , y están como engastados en un receptáculo
esponjoso, y rodeados de dos cubiertas entre las
cuales se encuentra un liquido acre, cáustico,
espeso y negruzco. Este liquido se emplea para
corroer las excrescencias carnudas, venéreas ú
otras, avivar los herpes, modificar las úlceras,
calmarlos dolores de los dientes cariados; mez-
clado con azúcar y aceite, sirve en la sífilis; con
este zumo y la cal se hace una especie de color
indeleble para marcar la ropa.
La almendra del fruto es blanca, dulce, y se
come fresca , después de haberla previamente he-
cho tostar para despojarla de sus cubiertas, y
también se la confita. Es susceptible de producir
un aceite empleado contra las lombrices, y que
puede servir en pintura. El doctor Yirey dice
que antiguamente se creia que esta almendra fa-
cilitaba la acción de los sentidos, sobre todo la
memoria , lo que hábia-hecho llamar Confección
de los sabios a una preparación en que ella en-
traba. C. Hoffmann refiérela historia de un hom-
bre estúpido, incapaz de instrucción, quien, des-
pués de liaber usado el anacardo , llegó á ser
profesor en derecho , pero en seguida el vino al-
teró su salud , y murió de una manera miserable.
En Sicilia, se componía una miel anacardina pa-
ra el mismo objeto, desusada hoy dia. Finalmen-
te, sedicequeinfundidaen suero es buena contra
el asma y las lombrices. Lo cierto es que estas
almendras son nutritivas, pero muy calientes.
Enteros y verdes, estos frutos pueden servir
para fabricar tinta.
AMACOLUPPA. Nombre dado en Mala-
bar á una planta rastrera, que parece ser el Za-
pania nodiflora , Lam. Su zumo, mezclado con
pimienta en polvo, cura la epilepsia, y es el úni-
co remedio contra la mordedura de la" serpiente
Cobra-Capella , según Redio.
ANACOMPTIS. Árbol de Madagascar,
cuyo fruto da una leche dulce , que hace cuajar
la dfe vaca.
ÁSíABE, Anas. Gran género de aves pal-
mípedas de la familia de las lamelirostras, sub-
dividido hoy dia en tres sub-géneros Ánade ( A-
ñas) , Cisne (Cy gnus) y Ánsar, Ganso ó Pato
[Anser), pero que , para nuestro objeto , puede
ser conservado intacto. Sus principales especies
son el ánade propiamente dicho, la cerceta, el
cisne, la fulga, la oca; pero muchas otras son
usadas también como alimento en ciertos países.
En efecto, este es uno de los géneros de aves mas
preciosos con respecto á la bromatología : todas
son acuáticas, tienen la carne mas ó menos mo-
rena, y, en el estado salvaje sobre todo, forman
un alimento mas ó menos difícil de digerir.
Añade almizclado. Pato almiz-
clado, Pato de las Indias {Anas mocha-
ta\ L.). Especie originaria de América connatu-
ralizada en nuestro pais con motivo de su mag-
nitud. Esta ave es mucho mas grande que el Ana -
de común , y también el mas grueso de todos
174 ANA
los patos; exhala un fuerte olor de almizcle , y
su grito es grave y bajo. Su carne es de un gus-
to exquisito, muy estimada, y se digiere bien.
Añade Anser, Oca (Anas Anser, L.),
Especie que vive tan bien en el agua como en la
tierra: es mas pequeña que el cisne y mas gruesa
que el pato; su vida dura mas de veinte años; es
sensible á los buenos como á los malos tratos; su
grito es muy ruidoso, parecido al sonido de la
trompeta y del clarin, ruido que se deja oir de
lejos ; cuando está encolerizada , chifla como la
serpiente, lo que se expresa en latin por strepit,
gratitat, striaet; sea temor, sea vigilancia, dice
Buffon, repite en todos momentos sus grandes
gritos de advertencia; independientemente de las
señales de sentimiento, de los signos de inteli-
gencia que se le reconocen , defiende valiente-
mente su pollada contra el ave de rapiña, sin que
tema batirse con el águila ni el alcon ; ciertos
rasgos de adhesión y reconocimiento muy singu-
lares demuc stran que ha sido muy mal fundado
el desprecio que se ha tenido para con ella, pues,
según refiere Plinio, el filósofo Lacido tenia una
oca que le seguía al baño y á paseo; por último,
esta ave es voraz, apetece todo lo que es fresco,
tal como la lechuga, la achicoria, etc., su sueño
es muy ligero, y el macho y la hembra van juntos
en la época de la cópula.
La oca es una ave de un buen producto y que
merece se la escoja bien y con gran cuidado, ti
macho debe tener una talla alta y ser de un her-
moso blanco. La hembra debe tener el pié y el
hueco de los muslos muy ancho, ser morena, ce-
nicienta ó amazorcada, atendido á que las ma-
dres de este color cuidan mejor á sus polluelos y
á que su pluma es la que se vende mejor ; sin em-
bargo , á las grises se las tiene por las mas fecun-
das y por las que cuidan mejor á los ansarones,
pero se da la preferencia á las ocas blancas, que
dan un plumión mas fino y suministran una car-
ne mas delicada.
Hay dos especies de ocas domésticas , la pe-
queña y la gránele. Esta última es casi la única
que se cria siendo la que da mayor producto.
Las ocas son muy fecundas, y, cuando están bien
alimentadas, pueden hacer por año hasta tres
posturas , compuestas cada una de doce huevos.
Se engorda alas ocas en dos épocas de su exis-
tencia: en la primera , es cosa de quince dias ó
tres semanas alo mas; en la segunda, es, menes-
ter cerca de un mes. Por noviembre, cuando el
frió empieza á hacerse sentir , es cuando se pro-
cede á engordar las ocas. Mas tarde, esta ope-
ración ocasionaría una pérdida, porque ellas en-
trarían en la época de celo, pondrían y no se
engordarían.
Hay muchos métodos para conseguir la obesi-
dad de estas aves, descritos por elSr. Parmen-
tier : se necesitan 50 libras de maíz ó una canti-
dad de cebada correspondiente , y á corta dife-
rencia tres semanas para engordar una oca.
Llegada á este estado, es menester matarla ó
venderla, porque ella enflaqueceria y acabaría
por perecer si se le dejaba pasar la obesidad.
ANA
Sobre seis ocas, no hay comnumente sino cuatro,
y estas son las mas jóvenes, que llenen la espera
del engordador.
Pocas aves hay que den tan buen producto
como la oca: ella da un plumión excelente, uno
de los mejores después del que ofrece el Eider de
Noruega; plumas de escribir de las cuales se hace
un grande uso; unajgrasa abundante y de un buen
gusto; hígados grasos de que secomponen platos
muy estimados de los gastrónomos.
Por otra parte, las ocas no exigen grandes cui-
dados: ellas van á pasturar por sí mismas en los
prados en la orilla cíelos estanques, en donde per-
manecen , así como sus polluelos , todo el día,
no regresando hasta á la tarde : como son algo
vagabundas , es prudente quitarlas algunas plu-
mas de las alas, y romper también algunas otras
en su extremidad. Cuando son jóvenes y se las da
de comer, se presentan á la hora fijada y llevan
consigo muchas veces otras que ellas han desca-
minado. Con todo, la cria de las ocas es mucho
mas provechosa en las comarcas en donde se
hace en grande ; porque entonces estas aves se
reúnen en bandadas , y se las conduce á pasturar
en el campo como rebaños de carneros , puesto
que de otra manera su producción seria muy dis-
pendiosa porque son animales que consumen una
enorme cantidad de alimento. Es desventajoso
dejar pasturar las ocas en los prados, porque su
excremento muy cáustico quema la yerba y has-
ta destruye las raíces.
Se quita el plumión á las ocas tres veces al
año : á la fin de mayo , á mediados de julio y á
mediados de setiembre ; no deben ser despluma-
das antes de haber llegado á la edad de 3 á 4
meses. El cuello , el debajo del vientre y las alas
son las partes que se despojan de sus plumas; el
plumión no debe separarse sino cuando se despoja
por sí mismo. Cuando se mata una oca, se la de-
be desplumar estando todavía caliente, para que
el plumión se conserve bien y quede suelto. Es
preciso secar la pluma colocándola en un horno
cuando se ha sacado el pan , y conservarla en
un lugar que no sea ni demasiado seco ni dema-
siado húmedo , porque una y otra de estas cir-
cunstancias la dañarían .
Los países en donde se cria una gran cantidad
de ocas son la Francia, la Alemania , la Polonia,
etc.
Las ocas muertas se conserv an , sea ahumán-
dolas ó acecinándolas, así como se hace con los
jamones, sea haciéndolas cocer y sumergiéndolas
en enjundia. Por este último medio es como en el
Languedoc, en Francia, se preparan los muslos
de oca.
Los Romanos veneraban á la oca en razón de
su grito y del batimiento de sus alas, que habían
salvado el Capitolio de la invasión de los Galos,
y se criaban estas aves por reconocimiento en el
templo de Jano , en donde fueron confiadas á los
cuidados de los censores. En un día determinado
del año, en la plaza pública, tenia lugar la cere-
monia de azotar perros, para castigarles de su
culpable silencio , en un momento tan crítico.
ANA
Crócso que fué Escipion Mételo, otros dicen
Cío, caballero romano, quien hizo conocer la
bondad del hígado de esta ave. Si se cree a Ho-
racio , un cierto Mazidieno ofreció á Mecenas el
bigado de una oca, que se habia engordado con
higos, según un proceder que le habia expuesto
el cónsul Mételo. El de las ocas bien engordadas
es tan voluminoso que á veces pesa una libra \
media : su color es de un blanco pálido y su sa-
bor muy agradable.
La carne de la oca conviene á los estómagos
robustos , pero requiere que se manie y que se
condimente convenientemente. Galeno no estima-
ba este alimento ; Celso, al contrario, lo miraba
lio solo como sustancioso sí que también co-
pio conveniente, sobre todo en invierno , á los
jóvenes y á los que ejercitan sus fuerzas. La car-
ne de las ocas viejas nada vale. Isabel, reina de
Inglaterra, comia una oca, cuando recibió la
noticia de la destrucción del ejército de Felipe II,
que queria destronarla. Una oca se dicees buena
para comer cuando tiene los pies negros. El se-
creto de asar los pies de esta ave y hacer de
ellos un guisado con crestas de gallo, pertenece,
según Plinio, á MasalinoCotta, hijo del orador
Messala.
La grasa de oca, que es dulce, untuosa y fun-
dente, sirve para los mismos usos que la de cer-
do en ciertas localidades: el jornalero la emplea en
la sopa y la utiliza como condimento; con ella se
cuecen los muslos de esta ave, antes de salarlos;
en el siglo XVI , servia de aceite en casi toda la
Francia, excepto en el mediodía en donde crecen
los olivos.
Los huevos de oca se comen , pero no son esti-
mados como los de gallina. Por lo demás, el co-
razón de esta ave , sus pies medio cocidos y fri-
tos en seguida, así como la lengua, merecen , se
dice , un lugar en el almanaque de los golo-
sos.
Antiguamente, en medicina, se empleaba la
sangre de esta ave como alexifármaca á la dosis
de una á tres dracmas ; su grasa como resolutiva,
también como laxante, en fricciones sobre el
vientre, ó al interior, y particularmente como útil
en la parálisis , etc. ; su excremento se usaba
contra la ictericia, la amenorrea, etc. ; en lin, la
primera piel de los pies del animal como astrin-
gente, á la dosis de media dracma.
Ánade blandísima , Eider . Oea
de plumión [Anas mollissima. L.). Ave no
tan gruesa como la oca : su pecho y su vientre es-
tán cubiertos de un plumión blandísimo, llamado
Edredón. Los eideres nunca dejan las playas del
Norte : cubiertos de un forro espeso , desalian los
rigores de las comarcas mas frías y se adelantan
hacia Spitzberg; el punto mas meridional de nues-
tro continente que ellos frecuentan es la Inglater-
ra, y aun tan solo de vez en cuando se ven algu-
nos individuos descarriados. En América se en-
cuentran en los pueblos del Norte , en el Canadá,
en las islas Niquelas y á veces en Nueva-York.
Estas aves vuelan en alta mar hacia el polo bo-
real , y recorren su extensión por todas partos en
ana m
donde está libre de hielos. Su crucero dura lodo
el dia, sin que regresen á tierra hasta la tarde, á
menos que amenace una tempestad que les obli-
gue á alcanzar la playa durante el dia : en invier-
no , v áselas á centenares y á millares ; en verano
vuelan por pares.
Los eideres hacen su nido con musgo en los
peñascos, en los montones de piedras , en medio
de las yerbas ó de los heléchos: el macho trabaja
ion v
amontona hasta que ha formado en todo el aire
con la hembra, y ésta se arranca el plumión
i.»
dedor una especie de gran acolchado con que cu-
bre los huevos cuando los deja para ir á tomar
su alimento, porque el macho no la ayuda á
empollar. El eider empolla por lo común hacia el
mes de junio ¡ el número de sus huevos es de
cuatro á seis , de color casi siempre verdoso,
verde subido ó verde azulado, y con mucha fre-
cuencia hay dos de amarillos.
Estas aves se domestican fácilmente : si se las
311 i t a un polluelo, quedan tranquilas junto al ni-
o, miran dolorosamenle á aquel que les roba y
repiten muchas veces el grito car, car, car, me-
tiéndose en seguida tristemente en el nido vacío;
sin embargo , no todas son pacilicas, pues las hay
que se lanzan sobre el raptor, se agarran con 1¡>'s
picos á sus vestidos y hacen toda la resistencia
que pueden.
El Edredón ó plumión que los eideres se aran-
can del estómago y del vientre es el mas lino, el
mas caliente, el mas ligero y el mas elástico de
todos los plumiones, de manera que una onza, que
fácilmente puede comprimirse entre los dedos,
ocupa un espacio de cerca de dos pies cúbicos.
Hasta el cuarto año el color del plumaje de los
eideres no permanece constante: entonces, el
pecho es blanco y el vientre mucho mas moreno;
pero todas las partes del animal, y por consiguien-
te las que acabamos de citar, las únicas que pro-
ducen el edredón, toman un tinte gris en la extre-
ma vejez, pues,se dice, que los eideres viven muv
largo tiempo.
Esta preciosa materia es recogida en la Norue-
ga y en la Islandia. Los nidos de los eideres son
para los habitantes de las costas de estos países
una especie de propiedad : cada uno goza en paz
de los nidos colocados en su terreno , y hace
cuanto puede á fin de verlos aumentados al ob-
jeto de apropiarse del edredón, sin que nunca
para ello acuda á la caza, porque los usos y las
leyes del país imponen una fuerte multa contra
el que mata una de estas aves, á pesar de ser
muy estimada su carne. Troil, en sus Cartas so-
bre la Islandia, escritas durante la última mitad
del último siglo, dice que un solo hombre, en par-
ticular si su habitación está situada en los peñas-
cos mas lejanos de la tierra, puede recoger por
afio de 50 á 1 00 libras de plumión cuvo precio es
también muy subido.
En el comercio del edrendon , se hace mucha
diferencia entro el plumión sacado del animal
muerto y el que procede de los nidos , y que es
llamado Edredón vivo 6 Plumión vivo. El plumión
de un eider muerto de enfermedad nada vale.
H6 ANA
pierdo enteramente su elasticidad, loque pare-
ce singular, pero es una verdad confirmada por la
experiencia.
Los Americanos del Norte , que parecen ser
menos avaros de la sangre de los eideres que los
Noruegenses y los Islandeses , llevan á la China
pieles de eideres cubiertas con sus plumas y su
plumión, las cuales sin duda son destinadas para
forros.
El edredón se emplea para hacer cobertores de
pies , llamados Edredones , y para acolchar co-
bertores picados , vestidos , etc. El que se puede
coger con una sola mano basta para hacer un
cobertor de pies. Hasta á últimos del siglo XVII
no fué importada esta preciosa sustancia que to-
davía exclusivamente sirve á la molicie y la ocio-
sidad de los grandes.
Añade Cerceta, Cerceta ó Zarce-
ta ( Anas querguedula , L. ). Esta ave es mas pe-
queña que el añada común , vive en el estado
salvaje en los estanques y los mares; los Roma-
nos la tenían domesticada y la criaban como las
otras aves de corral. Su pecho es de un blanco
claro, señalado de negro; el vientre es blanco;
las alas grises terminadas en blanco; las plumas
son largas, y los pies de color de plomo. Además
de las muchas variedades de cerceta , hay una en
la Luisiana cuya carne es muy delicada. En In-
glaterra se ha* ensayado naturalizar la cerceta
china, pero el rigor del clima no lo ha permitido.
La carne de esta ave asada y muy condimen-
tada es análoga á la de fulga , pero mas sana y
mas eslimada, sin embargo no gusta á todas las
personas, y es poco usada.
Añade Cisne, Cisne doméstico,
Cisne de pico rojo {Anas Olor, GmeL).
Esta ave acuática bien conocida , la mas grande
y la mas hermosa de las palmípedas, había sido
considerada por Linneo como una variedad del
Cisne salvaje, Cisne pe pico necuo ( Anas Cig-
nus, Gm. ) ; pero difiere anatómicamente de él
por su traquiarleria, que se dirige directamente
á los pulmones en vez de encorvarse y de pene-
trar en gran parte en una cavidad de la quilla
del estornon , como en el cisne salvaje: esta par-
ticularidad orgánica ha hecho referir á estaúlüma
las relaciones, por otra parte fabulosas de los an-
tiguos, sobre el canto del cisne.
El Norte parece ser la verdadera patria del
cisne. En la Alemania se crian muchos : al pre-
sente no hay comarca en donde sean mas abun-
dantes que en los alrededores de Postdam y de
Berlín. Antiguamente los cisnes domésticos eran
mucho mas comunes en nuestros países, en donde
se crían bien en nuestras casas, alimentándose
principalmente de sustancias vegetales.
El Cisne de pico rojo tiene el pico rojo cir-
cuido de negro y cargado en su nase con una
protuberancia redondeada y negra como todo el
alrededor de los ojos; el irises pardo, y ¡los pies de
un negro matizado rojizo. Los adultos" tienen una
longitud que pasa de cuatro pies y seis pulgadas, y
todo el plumaje de un hermoso" blanco de nieve,
blancura que ha pasado á proverbio : Blanco co-
ANA
mo un cisne. Las hembras son algo menores que
los machos, y tienen la protuberancia de su pico
un poco menos desarrollada. Los jóvenes en el pri-
mer año son de un pardo ceniciento, y entonces
tienen el pico y los pies de color plomizo , y en
el segundo amarillentos, siendo el color de su
plumaje reemplazado por el blanco en algunas
partes. Esta ave vive en el estado salvaje en los
grandes mares del antiguo continente, principal-
mente en Asia y en las comarcas orientales de
Europa; anida en los cañaverales en las orillas
de las aguas, y pone de seis á ocho huevos verde-
claros. De esta especie deben considerarse pro-
cedentes todos unestros cisnes domésticos. Estas
aves andan con dificultad , pero nadan muy bien
y con muchísima rapidez; también vuelan y á me-
nudo abandonan los parques en que se crian para
■recobrar su estado silvestre, lo que se evita
cortándolas un poco las alas después de cada
muda.
El Cisne de pico negro tiene el pico negro cu-
bierto en la base por una cera amarillenta, de
cuyo color también se presenta el espacio des-
nudo que circuye sus ojos , siendo el iris pardo y
los pies negros; todo el plumaje es blanco en los
adultos, prescindiendo de la cabeza y nuca que
son ligeramente matizadas de amarillento. El ma-
cho tiene cuatro pies y ocho ó nueve pulgadas
de largo desde el extremo del pico hasta el de la
cola ; la hembra es un poco menor ; los jóvenes
tienen el plumaje de un gris claro , la parte an-
terior del pico negra , la cera y el espacio des-
nudo de los loros de color de carne, y los pies de
un gris rojizo. Se encuentra muy hacia el norte,
y rarísimas veces se adelanta hasta nuestras co-
marcas en los inviernos mas rigurosos; se alimen-
ta de plantas acuáticas ó de insectos. La hembra
pone de cinco á siete huevos de un verde aceitu-
nado, que deposita en un nido construido artificio-
samente sobre el agua con cañas y otros materia-
les, como plumas y plumión que se ha arran-
cado.
Las gracias de la figura, dice BufTon, la belleza
de la forma corresponden en el cisne con la dul-
zura de su natural. Agrada á todos los ojos: ador-
na y embellece todos los lugares que frecuenta;
se le estima, se le aplaude, se le admira ; cuerpo
elegante , formas rollizas , graciosos contornos,
movimientos flexibles; actitudes ya animadas, ya
abandonadas á una voluptuosa dejadez... Créese
que la vida de los cisnes es de larga duración, y
todos los autores están contestes en que pasa de
un siglo.
Esta ave ha sido famosa en todos tiempos : era
el símbolo de los buenos poetas , como la cigarra
lo era de los malos. Hase llamado á "Virgilio el
cisne de Mantua. El canto musical del cisne es tan
fabuloso como tantas otras cosas que la mentirosa
Grecia ha divulgado: los antiguos habían hecho
de esta ave un cantor maravilloso, siendo así que
en todas las circunstancias de su vida no da otros
sonidos que un grito duro é ingrato al oido; qi.i-
zás se le había llamado así , porque al hablar del
último vuelo y del postrimer rasgo de un gran gé-
ANA
nio pronto á espirar, ?e recuerda con sentimienlo
esta expresión : esto es el canto del cisne.
La carne de esta ave, mas tierna y mas delica-
da 60 la edad joven, época en que el plumaje es
de un gris ceniciento (porque ella no adquiere
blancura perfecta hasta á tres años), es por lo
común negra, dura, hasta coriácea, muy di-
fícil de digerir; de consiguiente á causa de su
rareza, y menos por sensualidad que por lujo,
era antiguamente admitida en las mesas de los
grandes , en donde ya no se la ve figurar. Los
Romanos, para volver á esta carne mas tierna, en-
gordaban el cisne después de haberle desojado,
o metiéndole en la oscuridad ; pero solo la comían
manida y fuertemente condimentada, y en este
caso era'muy estimulante para los estómagos ca-
paces de digerirla. Los cisnes de la Luisiana san
mas gruesos que los de nuestro país , y se dice
que su carne es excelente.
El aceite de aceitunas que habia servido para la
cocción del cisne era empleado en los reumatis-
mos y los dolores de nervios; la grasa de esta
ave pasaba como un remedio propio para hacer
desaparecer las manchas y la aspereza del cutis,
las almorranas, etc. ; los huevos son alimenti-
cios, y se han creído útiles en la erisipela; por
último, la piel cubierta de un plumión suave, es
cada dia aplicada con feliz resultado en los miem-
bros dolorosos ó sobre partes infartadas , para
procurar un dulce calor , excitar la traspiración,
conservar el sudor, y así facilitar el juego de los
órganos.
A los cisnes se les despluma , como á las ocas,
dos veces al año, y suministran un plumión
buscado para hacer cogines , edredones, y ador-
nos, pues sus pieles, desecadas y conservándolas
el plumión, son destinadas para" guarnecer bajos
de vestidos de señora , esclavinas , manguitos y
forros tan delicados como calientes. Con estas
pieles, despojadas de su plumión y de las plumas
que las cubren, se hace vitela para los abanique-
ros, que, independientemente de su finura y de su
flexibilidad, tiene la ventaja de retener la pin-
tura sin hacer rebadas , lo que la constituye pro-
pia para recibir diferentes adornos coloríados y
las miniaturas de que están cubiertos los abani-
cos. En general , el plumión de cisne produ-
cido por el cuello es extremadamente fino, de
una blancura brillante, y mas suave que la
seda.
El Cisne dec\bezanegr\ [Cignus nigricollis)
es una especie que se encuentra en toda la Amé-
rica meridional , desde el estrecho de Magalla-
nes hasta Chile, y también en las islas Maluinas;
no es tan grande como los cisnes de Europa, su
longitud total es de 38 á 40 pulgadas , siendo de
5 pies la extensión de las alas. El Cisnk negro
( Cygnus atratus ) habita en la Nueva Holanda: su
plumaje es enteramente negro, el pico y la cera
que rodea su base rojos, y los pies de un gris
moreno.
Añade como cisne, Oca «le I- «li-
nea [Anas cygnoides, L.). Se cria en los
corrales, en donde engendra fácilmente con nvies-
23
ANA H7
tras ocas. Esta especie se asemeja mas# á los cis-
nes que á las otas.
Añade común , Pato común Anas
boschas, L.|. Esta especie tiene los pies de coloi-
de aurora, la cabeza y el obispillo del macho de
un hermoso verde atornasolado , pero varia mu-
cho en el estado doméstico.
El ánade común puede considerarse dividido
en dos variedades distintas : la una ha conser-
vado su libertad, Pato salvaje, y la otra ha pa-
sado á ser esclava del hombre, Pato domestico,
formando en los corrales una de las mas útiles
aves caseras.
Esta ave parece susceptible de apego : base
visto una que no podia vivir sin un perro con el
cual habia sido criada, ni el perro sin ella; tam-
bién vióse otra fuertemente unida con un pa-
vo , sin abandonarse nunca , hasta no poder so-
brevivir la una al otro.
El pato salvaje vive en casi todos los países
donde abundan los ríos, los estanques y los pan-
tanos; es ave viajadora , y en nuestros países no
hace sino pasar y repasar en invierno para ir á
anidar en las regiones del Norte. Así es que los
cazadores aprovechan la estación de los firias
para perseguirle y utilizar su carne, que es exce-
lente y de fácil digestión. Los Siameses hacen
un grande uso de los huevos de esta ave , que
ellos conservan muchos meses sin corromperse,
cubriéndolos con una capade arcilla, que separan
cuando los quieren comer , y entonces los hacen
endurecer. Asi es también como ellos conservan
los melones, que salan por tajadas y que guardan
siempre excelentes.
El pato salvaje ha pasado á ser doméstico ha-
ciendo empollar sus huevos por gallinas, habién-
dose obtenido así muchas variedades de él pro-
cedentes de especies salvajes. Los patos criado*
en las poblaciones nada valen como alimento,
porque se nutren de inmundicias , y las personas
de paladar delicado saben distinguir su carne de
la de los que viven bajo un cielo puro y en las
aguas corrientes ; el abuso de ella puede dar lu-
gar á la caquexia y al enflaquecimiento , puesto
queessecay de difícil digestión. Al contrario, los
patos criados al aire libre tienen una carne tan
agradable como sana: sobre todo se recomienda
el hígado y los alones , y en Roma la cabeza pa-
saba como un bocado regalado.
Orígenes y Catón pensaban que la carne de
pato salvaje convenia mucho al estómago, y to-
da la antigüedad parece estar de acuerdo con es-
tos dos filósofos. Catón de lltica llevaba todavía
mas lejos el valor de este alimento, puesto que
si alguno de sus amigos caía enfermo , no le pres-
cribía otra cosa sino palomas zoritas, liebres y
en particular palos: « estas carnes , decia él, son
(ligeras y de fácil digestión, y aseguro que á este
«régimen, sin ninguna receta medica, debo el
«haber siempre conservado la salud á mi familia
«y á mis criados.» Marcial ha celebrado también
esta carne, sobre todo el pecho y el cuello.
A los patos se los engorda , pero sin castrarlos,
para ciertos usos culinarios : su carne entonces se
tomo i.
478 ANA
despoja de ese sabor fuerte, de eso olor monte-
sino, de ese carácter aceitoso que caracterizan
al pato salvaje; pero también pierde mucbo de su
gusto fino, delicado y sucolento , y pasa á ser
realmente crasa y mas diíícil de digerir. Por lo
demás, el pato es siempre un alimento que solo
conviene á los buenos estómagos, y no puede ser
empleado en la convalescencia de las enferme-
dades, y ni tampoco es útil á los melancólicos
y á las personas sedentarias. Hay países en don-
de se alimenta á los patos con gusanos de tierra,
y, así criados , son muy buscados por los aficio-
nados; en otras localidades', se engordan con
maíz hervido, del cual se les llena el papo, y
entonces su hígado constituye un plato delicado,
pero sujeto también á causar indigestiones gra-
ves.
El pato doméstico debe escogerse joven, grue-
so y tierno. Casi no hay nación que no comercie
con sus plumas, su plumión, su carne y sus hue-
vos: éstos son empleados como los de gallina.
En medicina, el pato entero, desplumado vivo,
ha sido recomendado en epítima contra la cólica,
etc., etc.; su hígado ha sido preconizado contra
el flujo hepático; su sangre y su estiércol como
alexifármacos ; su grasa como pectoral, anodi-
na, etc.
El plumión de pato procede de las dos varieda-
des de esta ave: el del palo salvaje no es tan fino
ni tan estimado como el del pato doméstico, el
cual sin embargo es inferior relativamente al de
cisne y de oca; con todo, es el mas empleado,
porque también es el mas común ó abundante.
En 1849, se importaron en Barcelona, proce-
dentes de diferentes puntos del reino, 3.721 pa-
res de patos, valor de 37,270 rs. vn.
Añade ferina, Pato ferina, Mi-
lu i no [Anas ferina, L.). Después del ánade co-
mún salvaje , el miluino es la especie mas nume-
rosa. Su cabeza es mas gruesa, su cuerpo mas
corto, mas redondeado, y el andarmas pesado que
el del pato común. El miluino llegaen bandadas,
de veinte á cuarenta leguas del norte de la Eu-
ropa y del Asia , en el mes de octubre , en nues-
tras comarcas ; va hasta al Egipto , pero no fre-
cuenta sino los grandes estanques. Su carne es
muy estimada.
Añade negra, Pulga [Anas niara , L.) .
El origen de esta ave fué por largo tiempo un
misterio , y de ahí mil cuentos absurdos. Boecio,
Staliger y Bartholin pretendieron que nacia de
un marisco muy común en los mares del Norte,
conocido bajo el nombre de Bocio anatífcro ;
otros sabios, tales como Fulgosio, duque de Ge-
nova , el cardenal Jacobo , el padre Briete fueron
de parecer que era producida por un árbol mila-
groso. Después de haber introducido el cisma
entre los sabios, la fulga hizo nacer disensos en
el seno de la Iglesia: los obispos habían permi-
tido su uso en la cuaresma, porque decian (pie la
sangre de esta ave es tria como la* del pescado;
pero el papa Inocencio III, en el siglo XII, se
pronunció contra esta licencia , y declaró que
cualquiera que fuera su origen y la calidad de su
ANA
sangre, debía ir comprendida en las prohibicio-
nes de la Iglesia.
En 1596, fué cuando el navegante Gerardo de
Wer manifestó á los sabios, huevos y nidos de
fulgas, siendo en el 80° grados de latitud norte,
en un país cubierto de hielo, en donde estas aves
se juntan y anidan. Su número es tan grande que,
á lo largo de las costas , forman anchas y largas
bandadas que se perciben desde muchas leguas
de distancia. Alimóntanse de peces pequeños y
de mariscos. En el invierno, se encuentran en
grandes bandadas á lo largo de nuestras costas.
La talla y la forma de la fulga la hacen muy
semejante al pato : sus plumas son negras y de
tal modo lisas y apretadas que al salir del agua
no se encuentran mojadas ; sus pies son negros,
y sus dedos unidos por una membrana delgada
y fina. El color del macho es mas oscuro, y tie-
ne dos pequeños tubérculos amarillos en la base
superior del pico, que es menos complanado que
el del pato.
La carne de esta ave, naturalmente negra, co-
riácea, aceitosa y de un gusto de cieno, ó de
pescado crudo el que conserva aun después de
cocida, es poco estimada y de difícil digestión. Pa-
ra que pueda comerse , es menester medio asarla
y en seguida ponerla en salmorejo.
Añade Tadorno, Pato Tadomo,
Tadorno ó Tartloro [Anas T adorna, L.).
Esta especie es un poco mas gruesa que el ánade
común doméstico ; su hembra es mucho mas pe-
queña , y sus colores son menos subidos. Esta
ave apenas frecuenta sino las playas del mar,
en donde se alimenta de insectos , de pequeños
mariscos y de huevos de peces. Llega en la
primavera, siempre en corto número. Su carne
es mejOr que la de los anadinos. Su plumión es
tan fino y suave como el del eider.
Finalmente , llegan á veces á nuestros países
muchas otras especies, que son objeto de caza,
tales, como el Añade ó Ganso bernacho, Ber-
nacho [Anas erylhropus , Gm.) , notable por la
fábula de suponérsele nacer de los árboles como
un fruto, el Anadeó Ganso bernicla, Bernicla
(Anas ber niela, Gm.), el Anadeó Ganso de fren-
te blanca [Anas albifrons, Gm.),el Añade ó
Ganso hiperbórea, Ganso de nieve [Anas hy-
perborea, Gm.),etc; el Anad^ ó Pato agudo,
Pilet [Anas acula , L.) , el Añade ó Pato arle-
quín, Arlequín [A ñas histrionica, L.), el Añade 6
Pato de escudo, Suchet [Anas clipeata, L.), de
carne muy excelente , el Ánade ó Pato morillon,
Moüillon' [A ñas fuligula, L.) , el Añade ó Pato
Penelope, Silvador [Anas Pcnelope, L.);etc.
AlíAFATA. Especie de tela ó tegido , an-
tiguamente fabricado de algodón , y posterior-
mente de seda. La anafaya de superior calidad se
fabrica en Valencia, pero está poco en uso.
AUíACrAE/IUA, Anagallis. Género de
plantas de la familia de las primuláceas , déla
pentandriamonoginia de Linneo.
Anagálifia ai-vense, Ulurages de
las aves, Yerba pajarera [Anagallis
arvensis, L.). Esta planta anua es muy común en
ANA
■■estro país, y puede decirse en todos los países,
puesto que habita en la India, en el Cabo de Bue-
na Esperanza, en la Nueva Holanda, etc. Tiene
tallos tendidos en la base, ramosos, cuadrados,
lampiños, asi como toda la planta, largos de 6
á 13 pulgadas; sus hojas son opuestas, ovales,
nervudas: sus llores axilares por lo común de
un azul subido que varia á veces hasta el rojizo
y el blanco; cápsula globulosa que se abre como
una caja de jaboncillo. Hay dos variedades de es-
ta planta que no se distinguen sino por el color
de sus llores : la primera, y la mas común , las
tiene rojas, y lleva, según ciertos autores an-
tiguos, el nombre de mucho; la segunda las tie-
ne azules, y es llamada hembra por los mismos.
Florece desde principios de mayo ó de junio has-
la setiembre y aun octubre.
Los antiguos la habiañ preconizado contra los
venenos, la mordedura de la víbora y la hidro-
fobia , altamente eficaz en la curación de la tisis
y otras enfermedades. Hasta el presenta nada de
positivo puede decirse acerca de sus propieda-
des médicas. Con todo , esta planta inodora no
es inerte, es un poco amarga y de una acritud muy
señalada; por lo mismo debeprocederse con cui-
dado en su uso interno , porque, según los expe-
rimentos del Sr. Orlila, tres dracmas de su ex-
tracto bastan para dar la muerte á un perro in-
flamando las membranas del estómago, etc. Los
ganados no la comen, y sus semillas matan á los
pájaros.
No se confunda á la Anáglida arvense con la
Alsine modia , aunque ambas lleven los nom'iros
vulgares de Murages de las aves* y Yerba paja-
rera : la primera perjudica á los pájaros ; la se-
gunda les es útil. V. Alsine.
La Axagálida arbusto (Anagallis fructicosa),
planta de Mogador, de unas 18 pulgadas, de
llores de un rojo vivo, puede utilizarse en los
jardines, en particular una variedad de flores do-
bles. La Anagálida de hojas alternas {Anagallxs
ulterni folia, Cav.) es una planta de Chile, que,
según Cavanille, los habitantes de aquel país em-
plean con frecuencia en las afecciones venéreas,
en particular la gonorrea. La Anaüái.ioa de Mo-
nel [Anagallis Monelli, L.), que se encuentra en
Berbería , en Italia, en Francia y en España , y es
cultivada en los jardines como planta de adorno,
es trienal; sus tallos son derechos, de ramas dé-
biles] numerosas, (pie exigen rodrigones parasos-
tenerse ; las hojas son prolongadas y estrechas;
las llores dispuestas en rueda, bastante grandes,
y de un color azul con una mancha roja.
\ \ %<- 1 Bt i i> A, Anagyuis. Género de plan-
tas de la familia de las leguminosas, de la deí'an-
dria moniginia de Linneo, que contiene una sola
especie.
Anagirida fétida [A nagyris fwtida,L.).
Este arbusto indígeno, que se encuentra en los
lugares montuosos meridionales entre las breñas,
y en toda la costa del Mediterráneo , debe su
nombre á su leño, y en particular á su corteza,
que tiene un olor desagradable cuando se frota,
lo que le ha hecho llamar Leño hediondo. Toda
ANA
<79
la planta participa de este olor cuando se la sa-
cude , y de ahi el proverbio griego , sacudir la
Anagirida, para significar cosas dichas torpe-
mente. Belon dice que en la isla de Creta este
olor es tan desagradable , en razón de la abun-
dancia de la planta, que da dolor de cabeza , y
que ni las cabras quieren comer de este vegetal,
y se cree que si lo hacían su leche seria no-
civa.
La anagirida se eleva á tres ó cuatro pies; sus
hojas son trifoliadas , blanquecinas y algodono-
sas; las flores amarillas dispuestas en manojos;
su legumbre as plana, prolongada, y contieno
muchas semillas azuladas y arriñonadas.
Los antiguos han hablado de la anagirida como
de una planta de una rara energía , y sobre todo
han indicado á sus semillas como un violento
emético. Las hojas son amargas y ligeramente
purgantes tomadas desde tres hasta seis dracmas
en cocimiento, y los autores griegos las reco-
miendan como resolutivas aplicadas en cataplas-
ma sóbrelos tumores.
AHÍ AflIOE. Perdiz de Surinam del grueso
de un pato, que , según el viajero Stedman, es á
la vez la mas hermosa de las aves y el manjar
mas delicioso.
AWA-HHJIilílJ. Arbusto leguminoso de Ma-
labar, quizás un Gledüschia , del cual los natu-
rales hacen hervir las hojas en agua de arroz
ó suero , para bañarse en la ascitis ó la timpani-
tis abdominal.
. A.\A.\AI*IjA. Allánala. Árbol do
las Filipinas, llamado Rhus luzonis, por Camelli,
y que parece ser una Acacia- su corteza tiene
la propiedad astringente del zumaque.
AVil'AKlA. Planta de Malabar, que tie-
ne un sabor amargo, empleada en baño y en ca-
taplasma sobre las partes dolorosas.
A.\AK(¿ ASI. Árbol de las Filipinas, con
los cuescos de los frutos del cual los naturales
hacen brazaletes para preservarse de los venenos;
la corteza del árbol sirve para hacer hilaza.
ANA UBI ICO, Anauiuchas. Género de pe-
ces de la familia de los pantópteros y del orden
de los holobranquios apodes de Duméril.
Anarrico Lobo, Gato de mar , La-
bina, Lobo de mar (Anarrhichas Lupus,
L. ). Habita los mares -del Norte con preferencia,
pero algunas veces se deja prender en nuestras
costas. Su talla es de seis á ocho pies, y de color
pardo uegruzco un poco mas claro en él vientre,
con doce ó trece fajas verticales en los lados del
cuerpo. Este pez justifica su nombre por la fuer-
za y el natural voraz y feroz que le caracterizan.
Su pesca es muy peligrosa, porque destroza las
redes y muerde cruelmente a los que se le acer-
can , causándoles heridas profundas y peligro-
sas. Los Groenlandeses lo cojen con redes de
cuero , y lo degüellan o lo matan á palos , y aun
con tal proceder debe e\ itarsc su mordedura.
La carne de este pescado, según de Ascagne,
es tan buena como la de la anguila, y puede co-
merse fresca, seca ó salada; su piel preparada
sir\e para diferentes usos á los Grocnlandense.i
180 ANA
y á los Irlandeses , quienes emplean también la
hiél en vez de jabón.
Esta es la especie mas conocida. En Rusia es
muy estimada la especie Anaurica como pantera
(Anarrhichas pantherinus , Zov.).
ASÍASCOXE. Estofa cruzada de lana pei-
nada, lisa, áspera, tegida en crudo y tenida en
piezas. Usase generalmente para trajes de mu-
ger , y con ella se hacen vestidos , chales, y mas
comunmente delantales.
Antiguamente recibíamos este artículo de In-
glaterra en cantidades considerables en piezas de
Vs » V* y Vs de ancho efectivo , y no convencio-
nal, que son las mismas dimensiones con que se
fabrica en la actualidad.
En 1796 , empezó en Francia á imitarse la fa-
bricación del añascóte con muestras inglesas que
sirvieron de tipos. Al principio se ejecutó con un
urdimbre doble , es decir un hilo de lana torcido
con un hilo de seda. Los primeros ensayos pro-
dujeron alus Franceses grandes benelicios impor-
tándonos anascotes de 7/8 que pagábamos á ocho
trancos el ana, porque en aquel entonces, estando
los Españoles en guerra con los Ingleses, no de-
bían ellos temer la concurrencia de éstos, que tan
solo por medio de contrabando podían introducir
sus géneros en la Península. Con semejante estí-
mulo la fábrica de Amiens tomó un rápido vuelo,
y, á pesar del gran consumo, satisfizo por mucho
tiempo á todos los pedidos. Entonces fué cuando
los fabricantes de las cercanías de Breteuil lo-
graron reemplazar el urdimbre doble por urdim-
bres sencillos con tan grande reducción de precio
en los jornales que los operarios abandonaron es-
ta clase de fabricación á los tegedores del cam-
po, que aun, hoy dia, son casi los únicos que
se dedican á ella.
Luego de haber hecho la España la paz con la
Inglaterra , establecióse entre Ingleses y France-
ses una concurrencia igual en los mercados de la
Península sobre el añascóte : durante algún tiem-
po los Franceses la sostuvieron con ventaja, pero
desde el momento que sus rivales aplicaron la
mecánica ala filaturade la lana, los tegidos fran-
cés no pudieron competir con los ingleses.
Como se pasaron muchos años antes que se
introdujese en Francia el sistema de íilatura de
lana por medio de la maquinaria , los fabricantes
buscaron la salida de sus productos en mercados
de su nación. Entonces el merino era mucho mas
caro , y su uso era reducido á causa del precio;
con todo había dado origen ala moda de los ves-
tidos de lana para las mugeres, moda que ha ido
adquiriendo favor hasta el dia, y el añascóte
permitió satisfacerla á la clase menos acomoda-
da. Además, este tegido se apropiaba bien á es-
te uso, por la facilidad conque recibe toda cla-
se de colores .- de ahí fué que se hicieron chales
pintados muy baratos , creándose nuevas ancha-
rías, etc. Mas como el pintado era en general
poco esmerado en aquellas clases de añascóte cu-
yos defectos se disimulan por medio de los colo-
res que en ellos se aplican , éste articulo decayó
en breve : empezóse por empeorar su calidad,
ANA
luego se disminuyó su ancharía , y hasta que se
redujo considerablemente el consumo no se pen-
só en reanimar la producción, por medio de una
fabricación mas esmerada.
Hase dicho que el subido precio del merino ha-
bía favorecido el uso del añascóte para los ves-
tidos de muger; en el dia la baratura de aquel
primer tegido ha producido un efecto enteramen-
te contrario. Otra circunstancia lía contribuido
también á dar este resultado, y es la introducción
de la franela ancha de Reims conocida en el co-
mercio con el nombre de Napolitana , la cual ha
sustituido casi enteramente al añascóte. Posterior-
mente, el consumo de este artículo ha disminuido
mas todavía con el uso de una gran variedad de
tegidos de lana pintados y propios para chales, de
modo que en el dia el añascóte casi no se usa si-
no para trajes de luto ó para hábitos de monjas y
para delantales de señora , pues en la actualidad
casi no se tiñe sino de color negro.
En Francia , el añascóte común se fabrica con
lana del país ; el un poco mejor con lana de Ho-
landa; la calidad superior con lana inglesa. Ha-
blase de la trama, porque el urdimbre es siempre
de lana inglesa, mas larga, y por consiguiente
mas sólida.
Desde algunos años á esta parte los Ingleses
han modificado el sistema de fabricación del
añascóte : en lugar de cruzar la haz y el revés,
hacen un tegido cruzado en la haz ,y liso en el
revés; así la estofa es mas suave.
La España era el punto que por sí solo consu-
mía mas añascóte que todos los países reunidos.
La importación extranjera y el mucho contra-
bando que por los Pirineos y por Gibraltar se ha-
cia con este artículo, determinó á emprendedores
industriales á ensayar la fabricación de este tegi-
do , aprovechando" de la baratura de las lanas,
hasta que consiguieron imitar el añascóte de los
Ingleses , como lo habían practicado á su vez los
Franceses. Al principio , se obtenía un producto
algo mas grosero que el del extranjero, pero su
bajo precio facilitaba la venta ; sucesivamente
fueron perfeccionándose los medios de fabrica-
ción, y nuestro añascóte casi pudo competir con
los que nos venian de fuera reino , menguando á
proporción la importación de este artículo.
Desde muchísimo tiempo , pues , se fabrica-
ban en grande escala anascotes en Cataluña,
siendo los mejores los de Artes y Castelltersol:
actualmente ha disminuido bastante su fabrica-
ción, pues una buena parte la consumían los frai-
les ; no obstante , puede calcularse que se elabo-
ran en bastante número para surtir los pedidos de
los que se visten de dicha ropa. Esta estofa en
general es fabricada aun por el sistema antiguo,
es decir, con lana peinada á la mano ; pero han-
se establecido ya algunas otras fábricas de pei-
nar é hilar por el sistema inglés, como la tiene
el Exmo. Sr. D. Pedro Sainz de Andino en Trillo;
otras por el sistema francés, como laque está
en las inmediaciones de esta capital y pertene-
ciente á la sociedad La Española; y otra en esta
ciudad , en la que se sigue el sistema misto con
ANA
alguna! maquinas construidas en esta misma oa-
pital, y (días venidas del extranjero, y que per-
tenece al activo > laborioso I). Tomás Coma. En
diclias fabricas se hila bien, y con sus hilos se
fabrican algunos artefactos, ycreemosque tam-
bién añascóles
Todavía recibimos añascóles del extranjero, por
ser mas unos que los fabricados en nuestro país:
nos llegau bastantes de Inglaterra , pero en ge-
neral se da la preferencia á los de Amiens en
Francia, por reputarse como los mejores.
En 1849, se importaron en Barcelona, proce-
dentes del extranjero, 5.804 varas de añascóte,
valor de 104.47a rs. vn., y además 15 varas, va-
lor de ili rs. vn., de algún punto del reino; y
fueron exportadas de esta ciudad á diferenfes po-
blaciones de la península 8.609 varas de dicho
articulo, valor de 154.962 rs. vn.
A v A SC II oki i. i: v AJÍ . Especie de or-
tiga de Malabar , cuyo zumo exprimido, ó su co-
cimiento, es usado contra los ardores del híga-
do, en la dificultad de orinar y en los tumores.
Su raíz , machacada con azúcar y leche , es em-
pleada contra las comezones del cuerpo
AHÍ ASTÁTICA, Anastatica. Género de
plantas de la familia de las cruciferas, de la te-
tradinamia siliculosa de Linneo.
Anastatica de Jericó, Rosa de
Jericó (Anastatica hierochuntica , L.). Planta
anua , á veces bienal , que los vientos del África
arrancan del arenoso y 'seco terreno del Egipto,
de la Siria y Palestina , para soltar sus restos en
las embocaduras de los ríos que se pierden en el
Mediterráneo. El nombre de Rosa ae Jericó pro-
cede de que sus ramas , apretándose sobre los
frutos maduros después de caídas las hojas , for-
man como una bola, que el viento hace rodar lle-
vándola á distancias infinitas; Belon, sin embar-
go, pretende que la Escritura, bajo este nombre,
ha querido hablar de la rosa común.
Esta planta tiene el porte delHeliotropio de Eu-
ropa ; su tallo es ramoso , guarnecido de hojas
oblongas y terminado en espigas de Cores blan-
cas. Luego que la semilla entra en madurez , la
planta se echa á perder y se seca; pero apenas es
trasportada á un terreno húmedo o detenida en
las riberas del agua , recobra su primera forma,
las raices se afianzan en la tierra, la ramas se
extienden , nacen otras hojas , se abren nuevas
llores, y se efectúa una segunda vegetación.
Cuando se moja esta planta en el estado de bo-
ba, sus ramas, por un efecto higrométrico, se ex-
tienden, circunstancia de que la superstición ha
sacado partido. En Egipto , las mugcres, próxi-
mas á parir , hacen remojar Rosa de Jénco , y
cuando los ramos se extienden y separan bien,
ellas están securas detener un feliz parlo, lo que
casi nunca deja de suceder en un país en que el
alumbramiento se verifica con mucha facilidad.
ANATIFA, Anatii \. (leñero de animales
de la clase de los moluscos del cual dos especies
se usan como alimento, á saber: la Anatifa lisa
[Anatifa lecvis, Brug. ; Lepas anatifcra , L.) y la
Anatifa policipes [Anatifa pollicipet, Brug.),
ANA 181
cuya carne agradable se pone roja cociéndola.
Estos animales viven en grupos, pegados á las
piedras, á las maderas de construcción, á los
buques, etc. Se comen hervidos en el agua: pa-
san por afrodisíacos, y Belon creía útil ala última
especie contra lamalacia. El Sr. H. Cloquel mira
su carne como mas excitante que nutritiva, mas
fácil de digerirquesuslanciosa, mas conveniente á
los viejos y á los convalescientes débiles que á
los individuos fuertes y robustos, etc. liase creído,
durante mucho tiempo , que los patos podian na-
cer ó nacían de la Anatifa lisa, lo que es un
absurdo.
ANATÓMICAS (Piezas). Entrando en
nuestro plan el dar á conocer todos los objetos
sobre los cuales se ejercita la industria y el co-
mercio , no es posible pasar en silencio estas
obras maestras de paciencia y delicadeza que
observamos en los gabinetes. Mas para dar una
idea de lo que son las piezas anatómicas que se
hallan en el comercio, copiamos á continuación
la descripción compendiada y sumaria que de
ellas hace el Sr. Bequin en la Enciclopedia pin-
toresca.
«Después que las partes han sido convenien-
temente preparadas, es decir, dispuestas de modo
que puedan ser exactamente observadas y des-
critas en general, pueden conservarse, sea dese-
cándolas, sea barnizándolas, sea sumergiéndolas
en un liquido antipútrido, como el alcohol, la so-
lución concentrada de sublimado corrosivo, etc.
Una colección de piezas anatómicas, así prepa-
radas y conservadas , constituyen un museo ana-
tómico".
«A fin de reemplazar el estudio inmediato de
los objetos, pueden representarse las preparacio-
nes anatómicas por medio de láminas , ó bien
también hacer imitaciones en relieve con la cera
colorada, el yeso, la pasta de cartón ; etc. Estas
representaciones artificiales de los órganos no
pueden, digámoslo de una vez, reemplazar la na-
turaleza para el que quiere estudiar seriamente
la anatomía ; pero son útiles á aquellos que , sin
estar obligados por oficio á penosos y desagrada-
bles trabajos de disección, tienen el laudable y fi-
losófico deseo de adquirir algunas ideas generales
sobre la organización: igualmente sonnecesarias
á los anatomistas de profesión, á quienes hacen
conocer, mucho mejor que los libros, ciertos ca-
sos de organización morbosa, también normal,
cuyos modelos son raros y difíciles de procu-
rarse.»
«De todas estas imágenes anatómicas , sin con-
tradicción , las imitaciones en relieve , y sobre
todo las figuras de cera colorada , suplen lo
mejor posible ala realidad. Ellas pueden deli-
near hasta á una perfecta ilusión la forma y la
dimensión de los órganos, sus relaciones de si-
tuación, sus colores, en fin todas sus calidades
visibles ; ellas pueden mentir á las miradas del
mas escrupuloso observador, mientras que el
tacto no venga á probar el engaño.»
«¿Quién es el que no ha contemplado, con
agradable espanto, la horrorosa verdad con que
182 ANA
losSres. Bertrandy Duponthan representado to-
dos los desórdenes causados por los diferentes
virus? En nuestros dias, Ameline se hadistinguido
por una ejecución digna de admiración y de los
mayores elogios.»
«El Sr. Anzoux ha sustituido , desde algunos
años, una composición particular á la cera, que
tiene el doble inconveniente de ser mas cara y de
alterarse á la larga. Con esta composición eje-
cuta un cadáver artificial sobre el cual puede
hacerse una demostración perfecta; todas sus
partes, modeladas al natural, pueden ser á su
vez reunidas y separadas.»
El arte de exponer" en cera la historia anatómi-
ca es muy antiguo. Créese que el escultor fran-
cés Jacques , nacido en Angulema , es el primero
que se dedicó á este género de trabajo , ó á la
anatomía imitativa; en 1S50, veíanse ya, en la bi-
blioteca del Vaticano en Roma, tres estatuas del
tamaño natural hechas por él, admiradas por los
artistas de la época , quienes se complacían en
estudiarlas. La aceptación que tuvieron las esta-
tuas anatómicas de mármol , hizo caer en de-
suso este arte , al que , á fines del siglo XVII ,
Zumbo de Siracusa dio nuevo lustre con sus va-
rias producciones notables. En resumen , desde
que, en 1750, Galli de Bolonia aplicó la cera co-
lorada á la historia de la preñez , fenómenos par-
ticulares que la acompañan y parto que la termi-
na, sucesivamente han ido distinguiéndose, por
sus excelentes obras , Ercole Lelli y Nina Manzo-
lini , Desnones, Gautier d' Agoty y Teresa Bihe-
ron, Susini y Caíenzuoli, Laumonier de Rúan y Pin-
son de Paris, Berlrand y Dupont, Ameline, An-
zoux, y otros varios.
Al presente la España cuenta con el Sr. Gar-
rigó padre , catedrático preparador del Colegio
de veterinaria de Madrid, quien se ha distinguido
en la ejecución de varias piezas de un mérito so-
bresaliente, entre ellas una cabeza y un corazón
de caballo que pueden desmontarse por partes,
para facilitar su estudio; el Sr. Garrigó hijo,
mariscal de uno de los regimientos de caballería,
destinados á Zaragoza , quien aprovecha los ra-
tos de ocio en modelar piezas las mas acabadas,
que embellecen el gabinete de veterinaria de
aquella ciudad ; y el doctor en medicina y ciru-
gía, D. Carlos Montegut, preparador de piezas
anatómicas en cartón piedra que ha sido en la
Universidad literaria de esta capital , quien , al
cesar en su cargo , además de varios trabajos
principiados, dejó terminadas dos piezas de gran-
dísimo mérito , la una que figura las regiones
anatómicas superficial y profunda de la flexura
del brazo, y la otra que manifiesta la espina ven-
tosa de los dos primeros huesos del metecarpo.
A;v.1TKO.\, .\ al ron. Sesqu ¡carbo-
nato de sosa. Esta sal existe en la natura-
leza, y era conocida ya de los antiguos, quienes
le daban el nombre de Nitrum ó Natrum, sacán-
dola de ciertos lagos de Egipto situados al oeste
del Nilo , en un valle llamado Valle de los lagos
de natrón. Hase observado que, en el invierno,
se eleva del fondo de estos lagos una agua de un '
ANC
rojo violeta que trasuda al través de las tierras
y se eleva á la altura de dos varas; en el verano
hay evaporación de esta agua, y formación de
una capa salina , que en seguida se separa por
medio de barras de hierro, siendo luego entre-
gada al comercio.
Además del Egipto, hay diversas comarcas que
producen natrón, que se recoge en circunstancias
á corta diferencia semejantes. Hanse encontrado
grandes masas de este producto en África, cerca
de Sukena , en el Estado de Trípoli : preséntase
en masas sólidas, estriadas, inalterables al aire, y
de tan grande dureza que las murallas de un
fuerte actualmente demolido, el fuerte de Cassar,
habían sido edificadas con esta sal , que es cono-
cida bajo el nombre de Trona, que es el anagrama
denaírow.Encuéntranse tambienlagos deanatron:
\ .° en Ungría; estos lagos se secan en verano , y
dejan la arena cubierta de una eflorescencia de
la misma sal; — 2.° en las cercanías de Mérida,
en la Colombia , en donde, los naturales emplean
una sal Mamada Urao, extraída de una laguna de
su país; y este urao cristaliza en masas compues-
tas de agujas que no se eflorecen al aire, y que
están formadas de una sal que parece no diferir
del anatron.
El anatron es de un color gris y de un sabor
acre un poco amargo.
Klaproth . que ha hecho el análisis del anatron
de África , lo ha encontrado compuesto de 37 de
sosa, 38 de ácido carbónico, 22, SO de agua, 2,50
de sulfato de sosa. Sesquicarbonatos de sosa,
procedentes de Egipto, examinados por el Sr. A.
Chevallier , contenían bastante cantidad de clo-
ruro de sodio.
Para conocer el valor real y la cantidad de so-
sa que contiene el anatron , sirve el ácido sulfú-
rico , operando de la manera que se hace para
examinar las sosas y las potasas.
Según Herodoto , el anatron era empleado en
la conservación de los cadáveres. El de Egipto;
procedente de Alexandría, y del que llegan a
Marsella cantidades considerables , puede servir
para lavar la ropa, en la fabricación del jabón y
en la del vidrio , y los químicos lo emplean para
extraer el muriato y el carbonato de sosa, ó bien
para desprender el ácido muriático por el inter-
medio del ácido sulfúrico, y obtener así sulfato
de sosa. En España tiene muy poco uso, en tér-
minos que casi no se le conoce en el comercio.
Llámase Anatron ó Natrón á una mezcla de
muriato y de sulfato de potasa ó de sosa, que,
durante la fusión del vidrio, nada en la superfi-
cie, y que antiguamente se empleaba como in-
cisiva y laxante. Llamábasele también Iliel de
vidrio. t
AlíCIiA ó ANCORA. Instrumento de
hierro de dobles ganchos , terminados por gran-
des uñas puntiagudas , que se echa en el fondo
del mar ó de los ríos, para detener ó asegurar
las embarcaciones en la superficie del agua. El
Anclote es el ancla pequeña.
El ancla se compone de muchas partes : i ,° de
una argolla de hierro, llamada argánco, envuelta
ANG
con cucrdecitas, y que sirve para atarla con un
cable; 2.° de \&vcrga, huso,()caña, especie de asía
derecha cu\o extremo está taladrado con un agu-
jero por el que pasa la argolla; 3.° del cruzado ó
culata , soldada al extremo de la verga, y cuyas
mitades son llamadas brazos ó ramos; 4.5 de dos
uñas , especie de ganchos ó puntas encorvadas,
la una á derecha y la otra á la izquierda, á corta
diferencia semejantes á anzuelos; 5.° del cepo,
que es un conjunto de dos piezas de madera de
la misma proporción y figura , unidas por dos
cla\ijas de hierro por debajo del agujero de la
verga; de suerte que el extremo de ésta pasa por
en medio del cepo , destinado para impedir que
el ancla caiga de plano sobre la arena , y hacer
que una de las uñas se hunda en el terreno sólido
que se encuentra en el fondo del mar, á fin de
detener las embarcaciones por medio del cable
atado por un extremo á la argolla, y sujeto del
otro á la embarcación en donde está amarrado á
lo que se llama el cabestante.
Antes deservirse de las anclas es menester
siempre probarlas para evitar todo accidente.
Uay anclas de todas magnitudes, pero proporcio-
nadas á los esfuerzos que han de sostener. La
longitud de una ancla de peso de seis mil libras
debe ser á corta diferencia de 1 5 pies , y su grue-
so de 10 pulgadas. El peso de las anclas debe
siempre e.-tar en relación con el grandor ó tama-
ño de la embarcación.
Las embarcaciones tienen comunmente tres
anclas , dos que están siempre dispuestas en la
popa, y una tercera, llamada el ancla de salud,
que es mas fuerte que las otras dos, y que sirve
Ítara salvar á la embarcación en peligro de ñau-
ragar en una costa.
Dícese un buen , ó mal anclaje , para designar
el fondo de un puerto ó de una rada en donde el
surgidero es bueno ó malo; dícese también levar
y echar el ancla, cuando una embarcación se
hace á la vela ó llega en algún puerto.
Aunque las anclas estén hechas de la misma
manera, se dividen en cuatro clases : \ .° la mas
grande, llamada ancla maeitra, ancla de salud,
de misericordia , ó de la esperanza , porque no
se echa mano de ella sino en casos extremos y
ruándolas demás anclas quitan el fondo; 2.° la
llamada segunda ancla, que sirve para sujetar la
embarcación en rada; 3.° el ancla de ahorcado ó
de horca , que no se echa hasta después de haber
echado otra ancla á la parte opuesta para que los
dos cables formando como una horca sujeten la
embarcación, impidiéndola de dar vueltas al re-
dedor de un solo cable; 4.° el ancla de barca, que
es lamas pequeña, v sirve para halar la embar-
cación y hacerla adelantar con el cabestante ,
cuando se trata de entrar ó de salir de una abra,
de cambiar de lugar en las radas.
Además , se distinguen el ancla de cepo de ma-
dera y el ancla de cepo de herró, que sola difie-
ren en que la primera tiene la verga ó la caña
mas larga y el argáneo mayor; el ancla sin cepo,
que sirve solo para amarras fijas clavada en lier-
ra ; el ancla campera de uñas , que tiene los bra-
ANG <83
zos muy abiertos; el ancla de leva ó de cabeza,
que es la mas pequeña ó de menos peso de las
que se llevan á bordo.
Se fabrican anclas de toda dimensión, de una,
dos, tres, y aun cuatro brazos ó uñas, que todas
tienen, como acabamos de ver, nombres y usos
diferentes. Las anclas de una sola uña sin en en
los puertos para amarrar las embarcaciones; las
de dos uñas son generalmente empleadas en la
gran navegación. Antiguamente, se empleaban
anclas de tres uñas , que ya no están en uso,
puesto que, además de ser mucho mas difíciles de
fabricar , no ofrecen las mismas ventajas que las
anclas de cuatro, uñas. Estas, cuyas dimensiones
son siempre muy reducidas, son empleadas en
las pequeñas embarcaciones, en las canoas, los
boles, las chalupas. En Inglaterra, hay para los
buques pescadores, el cabotaje, anclas defor-
ma de hongo ó de parasol , que todavía no han
sido muy adoptadas en Francia. La culata de es-
tas anclas es de hierro colado y esférica, pero
el asta ó verga es de hierro forjado : esta culata
reemplaza los brazos ó uñas , y presenta por to-
das partes, en su circunferencia, un borde cor-
tado en bisel que penetra fácilmente en el terre-
no , pero es preciso que no sea cascajoso. Do
dia en dia va siendo menor el uso de las an-
clas de cepo de madera, las cuales se reem-
plazan por las de cepo de fierro , que son menos
voluminosas.
Los armadores, y en general los comerciantes
que hacen armamentos, deben atender muchí-
simo á la bondad de las anclas, porque en ella
está interesada la a ida déla tripulación, y do
ella depende la conservación de la embarcación
y de la carga. Deben poner gran cuidado en
que el hierro que se emplee para fabricarlas no
sea ni demasiado dulce ni demasiado ágvio, por
ser ambos extremos igualmente peligrosos, el
uno las hace romper, y el otro las hace doblar ó
torcer fácilmente. Por esta razón, se pretende
que, para tener buenas anclas, es necesario
hacer una liga de hierro de España, que es dul-
ce, y de hierro de Suecia, que es mas agrio,
pero de una gran tenacidad , lo que da á las an-
clas el grado de bondad conveniente. Antigua-
mente las anclas se forjaban á fuerza de brazo
hoy dia se forjan con el martinete , que es el
método mas económico y el mejor, porque un
martillo llamado martinete, que pesa 800 libras,
debe soldar mejor y con mas prontitud que un
martillo de brazo, que no pesa mas de \'ó á 16
libras.
En otros tiempos el armador encargaba hacer
una ancla en los talleres de herrerias; hoy dia
puede escoier entre un surtido en los almacenes.
Banse establecido muchas fábricas de anclas en
el extranjero, y así se ha logrado perfeccionar
singularmente este instrumento con respecto á
la forma y á la materia.
En Francia se construyen anclas en diversos
puntos : una de las mas considerables fábricas es
la de Gucrigni y Cosne, departamento de la Nie-
vre, en donde se hacen anualmente 600,000 an-
184 ANC
cías , la mayor parte para la marina militar. Tam-
bién hay fábricas de anclas en Argoumois, Ber-
ry, Douai, las cuales, con las de la Chaussade,
sirven para las embarcaciones del Océano , como
las de Tolón para el Mediterráneo.
Antiguamente, cuando la España tenia una gran-
de escuadra, se fabricaban anclas en los arsenales
para los buques de guerra , y en Barcelona y en
Vizcaya se fabricaban para los buques mercan-
tes. Posteriormente, en los años 1 834 y 1 840, se es-
tablecieron dos talleres en laBarceloneta, dirigi-
dos por herreros inteligentes, donde se fabricaban
anclas de todas dimenciones; pero en 1848 se
cerraron por no poder continuar en sus trabajos
en razón de que, siendo las dos primeras materias
el hierro y el carbón el doble mas caras que en
Inglaterra, no se podía competir con esta nación,
porque una ancla inglesa puesta en la península
cuesta la mitad del valor que tiene una ancla fa-
bricada en el país.
Muchos de los buques mercantes catalanes y
de los demás puertos del Mediterráneo, en sus via-
jes á América, derrotaban á Gibraltar solo por
proveerse de anclas y cadenas, en razón de lo
ventajoso que les era , tanto por la diferencia de
precio como también porque en nada hacían tor-
tuosa su derrota ; pero , en el día, cuando se cons-
truye un buque los armadores mandan á buscar
las anclas en el punto de Inglaterra que les es mas
fácil , ó, por ser mas económico, la mayor parte
de ellos lo verifican por conduelo de los SS. Fra-
tini v García, agentes de algunas de las mejores
fábricas de New-castle , establecidos en la Bar-
celoneta, á quienes seles hacen los pedidos sir-
viendo con la exactitud y prontitud que tienen
acreditadas.
El número de anclas que cada año se importan
del extranjero está en proporción de los buques
que se construyen. Por lo común, dásela prefe-
rencia á las anclas de New-castle, por ser el pun-
to de Inglaterra en donde se fabrican mas en
grande y se obtienen á precios mas módicos.
Los principales depósitos de anclas en la pe-
nínsula se hallan en Cádiz y en Barcelona : en el
almacén de efectos navales de los SS. Pey y C.a,
establecido en la Barceloneta, hay un depósito
de anclas de todas dimensiones recibidas de la
fábrica de los SS. Paw et Fawcus de North
Shiels.
Al presente, la marina del Estado, al igual que
la marina mercante, se surte de anclas inglesas,
salvo algunos repuestos de anclas antiguas es-
pañolas que todavía tienen los arsenales.
En 1849, hanse importado en Barcelona, pro-
cedentes del extranjero, 6,562 arrobas de hierro
en anclas, valor de 248.596 rs. vn.,y del reino,
8 anclas, valor de 3.200 rs.vn. La exportación al
extranjero ha sido de 2 anclas, valor de 800
rs. vn., y á diferentes puntos de la península de
5.780 arrobas de hierro en anclas, valor de
219.640 rs.vn.
MCOACHA. Especie demalvácea del gé-
nero Sida , que crece en las cercanías de Lima,
y es empleada en el Perú, en cocimiento, contra
ANC
los males de estómago, y también se aplica en
cataplasmas sobre los tumores inflamatorios. Esta
planta allí muy usada, y que parece reemplazar
á nuestro malvavisco, es bastante semejante al
sida blanca ( Sida alba, Cav. ).
ANCUSA, Anciiüsa. Género de plantas de
la familia délas borragíneas, de la pentandria
monoginia de Linneo, que comprende mas de
treinta especies , entre ellas cinco de indígenas.
Ancusa «le Italia. Buglosa, Len-
gua de buey (Anchusa itálica, Retz.). Este
vegetal, muy común en España, por largo tiem-
po ha pasado por la especie siguiente, que es
empleada en su lugar, porque tiene todas sus pro-
piedades. Sus tallos se elevan á uno ó dos pies,
cubiertos de pelos tiesos, así como el resto de la
planta ; sus hojas son sentadas , abrazadoras , lan-
ceoladas, estrechas, puntiagudas; sus llores for-
man racimos unilaterales, paniculados, encorva-
dos, duplicados, con las corolas algo violadas, y
con las divisiones del limbo redondeadas y la en-
trada del tubo cerrada con cinco convexidades
barbudas ó sea guarnecidas de pelosa modo de
pinceles.
Los antiguos conocieron ya ala buglosa, que se
emplea como un sudorífico ligero y como pectoral;
pero es menos usada que la borraja , de cuyas
virtudes participa. Ehrenberg asegura que los
Egipcios la tienen como un específico de la icte-
ricia. Sus flores se aprovechan á veces para
adornar las ensaladas. En Italia y en Irlandase co-
men las hojas que se hacen cocer con coles. Por
último, la buglosa ha sido unaplantamuy aprecia-
da , pudiendo deducirse de los siguientes versos
en los términos que han sido preconizadas sus
propiedades.
Vinum potaium quo sü macerata buglossa
Mwrorem cordit dicunt auferre periti,
Fertur convivas detodio reddere latos.
Ancusa oficinal (Anchusa officinalis,
L.). Se encuentra en el norte de la Europa, y se
distingue de la especie procedente por sus hojas
mas cortas, mas anchas , y sus espigas mas nu-
merosas. Según Mayer , esta planta es mirada,
por los habitantes "de Sturityki, como infalible
contra la rabia.
Ancusa «le tintes, Onoquiles, Or-
caneta , Palomilla de tintes (Anchu-
sa tinctoria, L.). Planta perenne, originaria de
América, que crece en los lugares arenosos de
la Europa meridional, y cultivada en España: es
tomentosa y de un pié de alto ; de tallos cilin-
dricos; hojas lanceoladas, obtusas ; flores de co-
lor de púrpura.
De esta planta se usa la raíz, conocida princi-
palmente con el nombre de Orcaneta : se coje
en setiembre , y en el comercio se presenta del
grueso del dedo , con una corteza foliácea , ar-
rugada, y de color rojo violeta muy subido; de-
bajo de esta corteza se halla un cuerpo leñoso
blanco, compuesto de fibras menudas, comun-
mente distintas las unas de las otras y tan solo
AND
soldadas, igualmente rojas al exterior y blancas ]
en el interior. La raiz entera es inodora y casi
insípida. La orcaneta del Levante es con frecuen-
cia una raiz gruesa como el brazo , y larga á
proporción.
La orcaneta debe elegirse de un grosor me-
diano, leñosa , provista de su corteza, la que se
separa con mucha facilidad, y en la cual reside
el principio extraclho colorante, principio so-
luble en el ale )hol , en los aceites, en las grasas
y en los ácidos , y sirve para colorar de purpu-
ra á la seda, al lino y al algodón.
La orcaneta se expide en balones cubiertos
de tela de peso indeterminado. En Barcelona nos
viene de Águilas, siendo recogida en Andalucía;
con unos 20 quintales hay la suficiente para el
consumo en esta ciudad , porque al presente es
de poco uso.
Según el Sr. Haré, el infuso alcohólico de esta
raiz se pone azul por la acción de los álcalis , y
vuelve a adquirir su color rojo por la adición de
un ácido, lo que leconstitu\e un reactivo pre-
cioso.
Esta raíz , ó mejor la corteza de esta raíz , sir-
ve para teñir de encarnado las lanas y los cirios,
para colorar ciertas pomadas y cosméticos, etc.
Reciben también el nombre de Orcaneta la
Ancosa de Virginia (Anchusavirgimca, L.l, plan-
ta de los Estados-Unidos , el Litospermo de tin-
tes (Lithospermum tinctorium, L.), la Onosma
comoEquio [Onosmri rchioides . L.) , y el Eqüio
rojo [Echium rubrum, L.); plantas "todas cu-
yas raices suministran un principio coloran-
te rojo idéntico. — Lemery daba el nombre de
Orcaneta de Constantinopla á las hojas y á las
raices del Lawsonia inerme (Latcsoma inermis,
L.) empleadas por los Orientales , bajo el nombre
de Alkenna ó Alkana, para teñirse de rojo ama-
rillento las manos, los cabellos, la barba y di-
ferentes partes del cuerpo.
AI¥»A , Anda. Género de plantas de la fa-
milia de las euforbiáceas, de la monoecia mona-
delfia, creado por Ad. Jussieu. La única especie
de este género, el Anda del Brasil [Andábra-
silii'nsis), es un árbol lactescente magnifico : su
corteza es nociva, de modo que el agua que ha
servido para macerarla mala á los animales, y
los naturales de las Canarias, en donde crece, la
emplean para hacer morir los peces ; los frutos,
que son nueces de dos celdillas monospermas,
se encurten en el aceite, y las semillas que con-
tienen son, de tiempo inmemorial , empleadas
como purgantes á la dosis de 2 á 3 , y de ellas
también se extrae un aceite que sirve para el
alumbrado , para la pintura , etc.
t M>i:it*OM A , Anoersonia. Este géne-
ro de la familia de las epacrídeas, y de la pen-
tandria monoginia de Linneo , tiene una especie
inédita, llamada Andersonia panshoum por F.
Hamilton, que, en el Mitora donde crece, ua una
especie de goma arábiga.
A.\DIR A , Andir a . Género de plantas de la fa-
milia de las leguminosas, de ladiadelfíadecandria
deLinneo. Es un desmembramiento áe\Geoffroya
24
AND 485
deLinneo, y no deberia encerrar sino las espe-
cies de este último género que tienen las flores
papilonáceas y una legumbre por frirlo , mien-
tras que las verdaderas Geoffroya deberían te-
ner la corola no papilonáceay una especie de
drupa. El Sr. De Candolle hace" observar que es-
tos dos géneros apenas son distintos y que am-
bos se alejan de la familia de las leguminosas
por su fruto, que es una especie de drupa, y que
se acercan por esto alas rosáceas, en particular
á las sección de las amigdaleas. Este cuesco de
las Gioffroya se abre en dos válvulas, mientras
que en el Andira es de una sola pieza. Los fru-
tos y la corteza de los vegetales de estos géneros
tiene un muy fuerte amargor, cuando frescos.
Andirade llarwf reídlo (Andira? Hars-
fr&ldii, Lesch.). Esta planta crece en Java en
donde los naturales la llaman Pronodjivo (queda
fuerza al alma) ; ellos miran á los frutos, mezcla-
dos en polvo con los alimentos , como propios
para prevenir un sinnúmero de males , para dar
fuerza al estómago , detenerlos efectos del ve-
neno, y, aplicados solire las úlceras, para pre-
venir los peligros de las que son venenosas, etc.
Andira inerme. Tniari ¡''.i íií/iVu iiur-
wí#, Kunth. ; Geoffroya inermis, L.). Crece en
el Brasil, en las Antillas, y en particular en la
Jamaica , lo que la ha hecho llamar Geoffroya
jnmaicensis. Su corteza, que es un antielmíntico cé-
lebre , es compacta, fibrosa , de un moreno ceni-
ciento al exterior, amarilla al interior, de frac-
tura resinosa , de sabor amargo , y da un extracto
que tiene un ligero olor de almendras amargas:
se emplea en polvo, á la dosis de 30 granos para
un adulto; en cocimiento, á la de tres dracmas,
tomado á cucharadas; y en extracto , ala de 20
granos Su administración requiere precauciones
a causa de su actividad, porque produce vómitos,
purgacionjs, calentura, delirio, etc. : se dice que
debe evitarse beber agua fria durante la acción
di este medicamento.
El cuesco de sus drupas, que tiene el volumen
de un huevo de palomo , v la almedra (pie con-
tiene, son igualmente usados como vermífugos,
á la tlósis de un escrúpulo á lo mas.
El fruto , que se parece á una ciruela, tiene
la carne dulce, vomitiva cuando cruda, pero co-
cida no lo es.
Andira racimosa (Andira racemosa,
I.am. . E -la especie crece en muchos lugares de
la América meridional, y lleva el nombre de
Angelim, así como la precedente ,de la que pa-
rece no difiere en cuanto á las propiedades medi-
cas, según el doctor Hamel. Su cuesco en polvo
se emplea como antielmintico, sobre todo contra
la tenia, á la dosis de *o granos, no mas , por-
que á mayor dosis se peligraría de envenenarse.
Andira de Surinam (Andira surina-
mensis , DC; Andira retusa, Kunt.). Participa
de las propiedades de las dos especies preceden-
tes, pero se dice que es menos activa.
La corteza déla Andira de Surinam se encuentra
en el comercio en pedazos planos , laraos de cer-
ca de un pié, anenos de algunas pulgadas; es
tomo i.
186 AND
gris por encima , de un rojo moreno por debajo,
con estrías y manchas morenas enlre las capas
corticales ; su sabor amargo es tanto mas marca-
do en cuanto ella es mas reciente, porque, enve-
jeciendo, se vuelve casi insípida. De esta corteza
se extrae una grande cantidad de resina rojiza, y
un extracto de un olor análogo al de las almen-
dras amargas. V. Surinamina.
AND1KA-GUACU. Los Brasileños lla-
man así á una especie de murciélago ( Vespertilo
Spcctrum, L.), cuyo corazón y lengua han pasado
como un veneno.
Al%TI>KACaíA,ANDRAcnNK. "Una de las espe-
cies de este género, de la familia de las euforbiá-
ceas, de la monoecia ginandria deLinneo, el An-
dracna Cadishaw [Andrachne Cadishaw, Roxb.),
es mirada como un violento veneno en la Indias,
en donde se emplean por lo tanto sus hojas, mez-
cladas conmirabolanosquébulos, para hacer una
especie de cáustico que se aplica sobre las úlce-
ras de mal carácter.
AND l& Al» A. Belon refiere que en la isla
de Lemnos todos los habitantes conocen una
planta que llaman así, la que toman en infuso
contra los dolores del estómago y del pecho.
ANDDOMAQUIA, ándromachia. Gé-
nero de la familia de las compuestas, y de la sin-
genesia poligamia supérílua de Linneo, fundado
por llumboldty Bonpland, y dedicado á Andró-
maco, médico de Nerón. Cuenta diez ú once es-
pecies descritas , yerbas y arbustos , que crecen
en laAmérica; la mas notable es la Ándromaquia
Yesca [Ándromachia igniaria), que todas sus
parles suministran un vello del que se hace una
excelente yesca, que también es un muy buen
estiptico , sirviendo en el Perú, en donde crece,
bajo este doble objeto.
ABWBOÍIED A, Andrómeda. Género de
plantas de la familia de la ericíneas, de la de-
candria monoginia de Linneo. Contiene numero-
sas especies, que, por su porte elegante, algunas
de ellas se cultivan en nuestros jardines. La
mayor parte de estos arbustos son exóticos,
En los Estados-Unidos, se prescribe el coci-
miento de las hojas de la Andrómeda arrórea
{A ndromeda arbórea , L.J , que son acidas, para
calmar la sed y templar la calentura. Los tallos
y los ramos de la Andrómeda laurina [Andróme-
da laurina, Mich.) sirven á los salvajes de la
Florida para hacer su pipa. Según Barlon , la An-
drómeda déla isla Mariana [Andrómeda Maria-
na, L.), planta de los Estados-Unidos., es venenosa;
se emplea su cocimiento para lavar las úlceras de
los pies, familiares entre los esclavos de las pro-
vincias meridionales de la Union ; el polvo mo-
reno pegado á los pecíolos y al rededor de las se-
millas es estornutatorio.
ANDROPOGON , Andropogon. Género
de plantas de la familia de las gramíneas, de la
poligamia monoecia de Linneo , que ofrece mu-
chas especies notables por una aroma agradable,
muy rara en esta familia, y que son empleadas
en medicina ó en la economía doméstica.
Aiiriropogon Esciuenaitto , Jim-
AND
eo oloroso [Andropogon SchamanlliKS, L.j.
Esta especie es la que produce el Esquenanto de
la India, pues la que da el Esquenanto de
la Arabia ó Esquenanlo oficinal todavía no ha
sido determinada, aunque Guibourt piensa si
será quizás el Andropogon Bovti.
Equenanto de la Arabia. Crece en África, en
Arabia , y sobre todo en el país de Nabatea, en
la Arabia desierta y al pié del monte Líbano, en
donde, según Lemery,es tan abundante que sirve
de forraje y de pajaza á los camellos. A prime-
ra vista, está formado de una mazorca de hojas
pajosas, largas de 4 á 6 pulgadas, terminada en
punta por abajo , que ofrece un corto número de
raicillas blancas, hinchada en el medio, y que
termina en la parte superior por restos de tallos
gramíneos. Examinada mas circunstanciadamen-
te , esta sustancia ofrece en la parte inferior un
rizoma único , oblicuo, muy corto, leñoso, ci-
lindrico, señalado con nudos circulares, muy
aproximados y del grueso de una brizna de gra-
ma. Cada nudo da origen á una ramificación que
se ramifica con frecuencia de la misma manera,
y el todo termina por un gran número de tallos
muy delgados, rodeados cada uno en la base de
hojas apretadas, bastante anchas y envainadas,
y cada uno da origen á una raicilla blanca, lar-
ga de 2 á 3 pulgadas. Los tallos son un poco mas
gruesos que una hebra, altos de 12 á 16 pulga
das , y terminados por una panícula provista de
involucros rojizos, de donde sale un montón de
llores muy pequeñas, pedunculadas, y cuyo cáliz
propio , ó la gluma , está enteramente cubierto de
largos pelos sedosos que parten de la base.
Las hojas de esquenanto tienen un olor persis-
tente, análogo al del leño de Rodes, olor que pasa
á ser mas fuerte , pero que es menos agradable,
cuando se estregan entre los dedos ; su sabor es
acre, aromático, resinoso, muy amargo y muy
desagradable. La raíz ofrece las mismas propie-
dades , pero en un grado inferior. Por último, las
llores tienen un olor y un sabor aun mas pro-
nunciados que las hojas.
Esquenanto de la India. Difiere del esquenan-
to de la Arabia ú oficinal en que, en vez de ofre-
cer una mazorca de hojas radicales corta y espe-
sa, que parte de un rizoma único, está formado
de un corto número de yemas ó tubérculos que
se desarrollan los unos al lado de los otros, pro-
vistos de gruesas raicillas, y que cada uno lle-
va un tallo alto de dos á tres pies, grueso como
una pluma, con nudos muy espaciados, que dan
origen á hojas muy largas y muy estrechas. Este
tallo está terminado por una panícula cuyos in-
volucros , en vez de encerrar un montón de flós-
culos pediculados y sedosos, dan origen á espi-
guillas verdosas , aue llevan flósculos sésiles y
casi desprovistos de pelos. Por último , toda la
planta es menos aromática que el esquenanto
oficinal.
El esquenanto de las boticas, empleado ya por
Hipócrates, v que entra en la triaca, el diascor-
dio , etc. , no" es la raíz de la planta sino las hojas
y los tallos, lo que es al contrario del vetiver.
AND
Los Ingleses hacen, en la India, con las hojas fres-
cas , un te agradable, considerado como estomá-
tico, tónico y útil en las dispepsias ; á veces antes
de usarlas se hacen, tostar. Los Javaneses miran
áesta planta como estimulante y la emplean con
frecuencia.
Andropogon insular (Andropogon in-
stilare, L. ). Es muy común en las Antillas en
donde se multiplica á la manera de la grama en
nuestro pais. Según Descourtilz, es muy usado co-
mo diurético, y, según Brown, es vulnerario y
detersivo.
Andropogon Ivaraneusa [Andro-
pogon harancusa). Según Wallich, esta planta
de la India da un aceite esencial que el Sr. Max-
wel recomienda en fricciones en Iús afecciones
reumáticas.
Andropogon Nardo ( A ndropogon Nar-
dus, L. ). Por espacio de largo tiempo base atri-
buido á esta especie el Nardo indico ó Espica-
nardi , pero el doctor Jones fué el primero que
hizo conocer que era producido por la Valeriana
Jatamansi. En todas épocas, hanse distinguido
muchas especies de nardo índico : Dioscorides
habla de los Nardos siriaco y samfaritico, y ade-
más de otros dos que se encuentran en el comer-
cio, el uno que crece en las montañas, y el otro
en los lugares húmedos ; pero entre los autores
3uc han tratado de la distinción de los dos nardos
e la India, Charas es quien meio.losha descrito.
Verdadero Nardo indico, Charas, Nardo pe
las montañas, Dioscorides [Valeriana Jataman-
si, Lambert; Nardostaclins Jatamansi ,DC).
Esta planta crece en las montañas de Népaul, en
Jas provincias de Mandou y Chitor, en el reino de
Delni, en Bengala y en Decan. El verdadero
nardo índico es muy raro en el comercio, y tal co-
mo se encuentra en él se compone de un trozo de
raíz muy corto , grueso como el dedo pequeño,
de un gris negruzco, terminado por un haceci-
llo de libras rojizas, linas, derechas, que imi-
tan una espiga del grueso y de la longitud del
dedo pequeño. Esta espiga es un poco ovoidea ó
hinchada en el medio, y adelgazada en los extre-
mos. Su olor es fuerte y agradable, muy persis-
tente , análogo al del nardo céltico; su sabor es
amargo y aromático. Cortando la espiga longitu-
dinalmente , se encuentra en el centro un cuerpo
leñoso , formado de una corteza gris y de una
parte interior blanca, esponjosa y friable: este
cuerpo leñoso es con frecuencia reducido al esta-
do pulverulento por los insectos, ó falta entera-
mente.
Falso Nardo indico, Nardo del Ganges, Dios-
corides. Todavía se ignora la planta que lo pro-
duce : créese si será el Nardostachijs grandiflo-
ra, DC. (Fedia grandiflora, Wall.). El falso nar-
do es abundante en el comercio : compónese de
un cuerpo de raiz moreno, duro, leñoso, grue-
so como una pluma de escribir , lleno de raici-
llas morenas, ásperas y fibrosas. Esta raiz se di-
vide por la parte superior en tres ó cuatro tallos
ó rizomas , largos á veces de 7 á 8 pulgadas , del
lodo cubiertos de fibras morenas, derechas, que
AND 187
son, como en el verdadero espicanardí, restos de
hojas radicales; pero habiendo estos tres ó cua-
tro tallos estado enterrados bajo tierra, hasta un
hacecillo de hojas verdosas que los termina supe-
riormente , lasfibras de que se habla están entre-
mezcladas con otras fibrillas ó raicillas semejan-
tes á las de la parte inferior. Cuando se despoja á
los rizomas de sus fibrillas, se encuentra debajo
un cuerpo leñoso, muy duro, del grueso de una plu-
ma pequeña , pero hinchado y articulado de dis-
tancia en distancia ; en resumen , estos rizomas
ramificados, largos de 6 á7 pulgadas , cubiertos
de fibrillas morenas, duras, irregulares, son
muy fáciles de distinguir del verdadero espica-
nardí, tienen un olor análogo al del nardo célti-
co, pero mucho mas déil y desagradable, y su sa-
bor es terroso y casi nulo.
El nardo índico fué célebre entre los antiguos,
quienes lo contaban en el número de las aromas
mas preciosas, en el Cantar de los Cantares se
lee: aum esset rex in aecubitu suo, nardus mea de-
di t odoremsuum. Creíase que su olor excitábalos
deseos amorosos ; por lo tanto, era muy aprecia-
do de las damas romanas , como todavía lo es en
el día de las del Népaul. En medicinare emplea-
ba como emenagogo , estomático , nefrítico , tó-
nico etc. Los habitantes de Java hacen mucho
uso de él para condimentar las carnes y los pas-
cados.
A ndropogon de olor de cidro [An-
dropogon citratum, DC). Sus hojas ofrecen un
olor dé limón , que ha hecho llamar á esta espe-
cie Grama cidronela ; según Lesson , con ellas,
en la India, se hacen infusos teiformes agradables
y estimulantes, con mucha frecuencia emplea-
das en este país. Hay autores que piensan que
esta planta es<d Andropogon Ivarancusa.
ANDKOS ACE , Androsace. Género déla
familia de las primuláceas , de la pentandria mo-
noginia de Linneo, que contiene quince especies
que por lo común habitan las montañas elevadas
ile Europa , los montes Altaicos en Asia , etc. Las
plantas de este género son pequeñas, de un aspec-
to agradable, vegetan muy bien en los terrenos pe-
dragosos, y con ellas pueden formarse céspedes
que, á la lin de la primera , esmaltan los jardi-
nes Con una multitud de pequeñas flores; sus ho-
jas son ásperas, estrechas, semejantes á las del
césped común, pero mas pequeñas como toda la
planta; los tallos cortos llevan flores en umbelas,
comunmente blancas. El nombre de Androsace
(curación de hombre) procede de las virtudes me-
dicinales que los antiguos habían atribuido á al-
gunas de las especies de este género.
Aiidrosaee blanea [Androsace ladea,
L.). Tiene las flores blancas, amarillentas por
adentro, que parecen por junio ; se cultiva en
los jardines. Los habitantes de Irkurzk y los de
los alrededores del lago Baical emplean el co-
cimiento de esta planta como un remedio popular
contra la retención de orina y las afecciones cal-
culosas de la vejiga.
La Androsace nn color de carne [Androsace
carnea, L.) tiene las flores rojas y mas grandes,
183 ATsK
y que parece descansan sobre el césped. Se cul-
tiva en los jardines. La Androsace grande, Can-
tarillos (Androsace máxima, L.) es muy común
en Suiza, enAlemaniay en varios punios fríos de
España. La Androsace septentrional (Androsa-
ce septentrionalis, L.) es empleada, en Siberia,en
muchas enfermedades de los ganados, y tam ien
para curar la gonorrea y las llores blancas en el
nombre. La Androsace vellosa (Androsace villo-
sa} L.) tiendas floresblancas, de cáliz velloso, que
parecen de junio á agosto. Se cultiva en los jar-
dines , y se multiplica por semillas.
AHÍUltOSEJflO, Androsa:mum. Género de
la familia de las hipericíneas, de la poliadellia
triginia. La única especie que contiene, Andro-
semo oficinal [Androsawiumofficinale, All.; lly-
pericum Androsoemum , L.), indígena de nues-
tras comarcas, no difiere del género Hiperkon si-
no por los frutos que son bayas, envezde ser cap-
sulas; estos frutos son purgantes, y las hojas usa-
das en cataplasmas contra las quemaduras, y pa-
ra detener las hemorragias; dícese que la planta
entera es vulneraria, resolutiva y propia para
curar la rabia , tomada interiormente.
Esta planta es un hermoso arbusto apiñado que
no se eieva sino á i ó 2 pies , de hojas sésiles,
grandes, ovales, que en otoño se punen rojas;
todo el verano , ofrece umbelas terminales de
llores amarillas , á las cuales suceden frutos ne-
gros y lucientes. Se cultiva en los jardines.
ASíEJUOlí A , Anemone. Género de la fami-
lia de las ranunculáceas, de la poliandria poli-
ginca de Linneo, que contiene muchas especies,
3ue participan de las calidades de la mayor parte
e las plantas de la familia ala cual pertenecen, son
acres, rubefacientes y de una actividad que hace
su uso peligroso ; pero pierden su calidad peli-
grosa por la desecación \ lo que permite creer
que deben esta calidad á un principio que se
volatiliza durante la preparación de su extracto
ó pasa en la destilación con el agua. Las ané-
monas , por la magnitud y la hermosura de sus
llores , se han hecho un lugar distinguido entre
las plantas de adorno: se multiplican por medio
de sus semillas ó por esquejes de sus raíces tube-
rosas , y prefieren un terreno ligero pero abona-
do. Por lo demás , en general , son plantas de ta-
llo recto, robusto, de unas trece pulgadas de alto,
guarnecido con hojas escotadas y de un verde in-
tenso, que lleva una flor cuyo cáliz está reempla-
zado por un involucro del tallo , con corolas que
tienen cinco ó nueve pélalos en dos ó tres hileras,
que únicamente se abren cuando sopla el viento,
de lo cual, según Plinio, estas plantas han reci-
bido el nombrede Anémona.
Anémona extendida (Anemone patens,
L.). Esta especie, que tiene mucha semejanza
con la Anémona Pulsatila, y que crece en Ükra-
nia, en Rusia, etc., es tan activa que los luga-
reños se sirven de ella, aplicada á la piel, para
hacerse úlceras, á fin de no ser soldados. A cor-
ta dosis, dícese haberse empleado con eficacia
contra las convulsiones de los niños.
Anémona hepática (Anemone hepática,
ANE
L J . Esta plañía indígena , originaria de las mon-
tanas de América, forma hoy dia un género (Y.
Hepática). Cultívase por su "hermosura y por sus
bellas llores azules , con frecuencia dobles ó ama-
zorcadas , que se abren al principio de la prima-
vera, ó también en el invierno.
Anémona nemorosa, Anémona
de los bosques, Anémona de las
selva» ( .4 nemone nemorosa , L. ) . Esta especie
es muy común en nuestros bosques en la prima-
vera, se cultiva en los jardines, y sus numerosí-
simas variedades y las de la Anémona de los
jardines ( Anemone hortensis, L. ) y Anémona de
coronas (Anemone coronaria, L.) son las que
principalmente se llaman en jardinería Anémo-
nas: esta planta, con sus flores blancas, hace un
agradable efecto en los bosquecillos de los jar-
dines. La Anémona es el símbolo del candor y
del abandono.
La anémona nemorosa es extremamente acre,
y un veneno para los ganados , pues , según liu-
11 iard, estos animales perecen en las convulsio-
nes y orinando sangre, lo que la habia hecho lla-
mar ílerba sanguinaria por los antiguos. Hásela
empleado como rubefaciente en las calenturas,
la gota y el reumatismo , y se dice que, aplicada
á la cabeza,_cura la tina en pocos dias.
Anémona délos prados. V. Anémo-
na Pulsatila.
Anémona Pulsatila, Pulsatila
( Anemone Pulsalilla , L. ) . Esta especie indígena
florece en la primavera en las colinas secas , des-
cubiertas, en los bosques arenosos. Se la reco-
noce en sus tallos sin hojas , altos de tres pulga-
das, que lleva un involucro recortado debajo de
las flores; éstas son terminales, grandes, com-
puestas de cinco á nueve pétalos azules, vello-
sos por afuera , sin cáliz, y que encierran es-
tambres amarillos; las hojas de esta hermosa
planta sonbi ó tripinnalifidas, de divisiones muy
estrechas ; los frutos provistos de una cola plumo-
sa; su raíz es larga y gruesa como el dedo , ne-
gra y de un sabor un poco amargo.
La pulsatila no se distingue de la Anémona de
los prados (Anemone pratensis, L.) y de la Anémo-
na extendida (Anemone patens, L.) sino por ligeros
caracteres botánicos, lo que hace presumir que
participa de las propiedades médicas de la prime-
ra, particularmente experimentada por Storck,
y precisa á confundir su historia , en la imposi-
bilidad de poder siempre referir á la una mas bien
que á la otra de estas especies lo que de ellas han
escrito los autores. La Anémona de los prados es
mas pequeña y de color mas oscuro.
La Anémona Pulsatila es , como sus congéne-
ras, acre y vesicante hasta causar la cangrena,
y sin embargo , seca , la comen los ganados
sin que les cause daño, lo que quizás sucedería
también con las otras. Según Orfíla , cuatro ó seis
dracmas de polvo seco no han incomodado á los
perros á los cuales se ha propinado, mientras (pie
dos onzas de zumo de la planta fresca les han
muerto en seis horas. El Sr. Bonnet ha empleado
el extracto de esta especie contra los herpes re-
ANG
beldes á la dosis de un grano y medio, dos veces
al dia; en ¿iberia, se emplea el zumo de la planta
inyectado en la oreja contra la so '.era, y tam-
bién se usa contra las agallas de los caballos.
Storck y otros médicos han usado la anémona
de los prados en la gota serena , en las cataratas,
en las enfermedades venéreas, en la parálisis, en
ciertas afecciones cutáneas, en la coqueluche,
etc., administrando su estrado á la dosis de uno
ó dos granos por dia , aumentándola sucesiva-
mente hasta veinte oréaos
La Anémona de Siberia {Anemone sibirica,
L.] sirve de vejigante en este país; la Anémona
trilobulada ( Anemone trilobaiu, L. ) y la Ané-
mona tbiternada (A nemonc triUrnala, L, ), es-
pacies de la América meridional, son venenosas
para los ganados, lo que hace presumir que tienen
las propiedades activas de sus congéneras.
La Anémona de o/o de pavo real {Anemone
pavonia ) , de pétalos largos de un carmesí claro
y vivo, la Anemone arbórea {Anemone arbórea),
originaria de la China ó del Népaul, de pétalos ex-
tenores de color de púrpura claro y los demás
blancos, vía Anémona del Apenino {Anemone
apcitnina,L.), de flor de un hermoso azul, todas
son también cultiv adas en los jardines.
AHíEJIO^IlíA. Ileyer fué el primero que
vio que el agua destilada de anémona de los pra-
dos, que es lechosa, dejaba posar al cabo de
algunos meses un polvo blanco, cristalino, insí-
pido, volátil, inflamable, análogo al alcanfor , y
cuyos cristales, según Storck, adquieren por la fu-
sión un sabor picante, punzante, y dejan sobre la
lengua cauterizada manchas blancas. En 1814, el
Sr. Roberts, farmacéutico en Rúan, obtuvo una
materia del todo semejante de la Anémona Pulsa-
tila, la que dice no ser ni acida ni alcalina, so-
lul le en caliente en el agua y en el alcohol, y que
se precipita de su disolución acuosa y alcohólica
por el enfriamiento.
Esta sustancia , pues , que Vauquelin coloca en-
tre las sustancias aceitosas concretas , y Gmelin
entre las materias alcanforadas , bajo el nombre
de Alcanfor de la Anémona Pulsatila, es la mis-
ma sustancia que el Sr. Schvvartz ha encontra-
do en la Anémona nemorosa , y que ha descrito
con el nombre de Acido anemónico. Con todo, sea
cual fuere su naturaleza, existe en muchas espe-
cies de anémonas , y con mucha mas razón pare-
ce ser su principio activo en cuanto estas plantas
pierden todas sus propiedades cuando se destilan
con el agua, ó simplemente cuando se secan.
AWETIi-iaíAW. Nombre que lleva en el
Brasil, según Marcgrave, un árbol semejante al
(pie da la resina elemí del comercio , llamada por
Jiménez Huitzilxoehill , y por él Icicariba { Icica
Jcicariba, DC). Y. Amiris.
\ \ i - \ . % \ «; A v , \\ <- II . Nombres que
en Madagascar se dan á las yerbas buenas para
comer cuando cocidas.
t\(.\lti\i;ii. Árbol del Congo cuya
rail , y en particular su leño , según Zuchelli , pa-
san como un excelente remedio contra las enfer-
medades de los ríñones y de la vejiga , y también
ANG 189
las arenillas y el cálculo, lo que hace que en di-
cho país estas enfermedades nunca sean de larga
duración. Crece en abundancia en las orillas del
Zaíra, y Jos misioneros la han traído en Italia.
AH'tlJEElCA , Angélica. Género de plan-
tas de la familia de las umbelíferas , de la pentan-
dria diginia de Linneo , que contiene de nueve á
diez especies descritas.
Angélica Arcangélica, Angélica
{Angélica Arehangelica, L. ; Archangelica oflíci-
nali's, Hoflm. ) . Esta planta bienal, que crece en el
norte de la Europa y del Asia y en nuestras mon-
tañas, y que se cultiva en las huertas, tiene un olor
suave muy conocido que junto con sus virtudes
medicinales le han valido el nombre que lleva.
Es el símbolo de los éxtasis ó arrobamientos. Su
tallo se eleva hasta á tres pies , es grueso, de un
verde rojizo principalmente en su base, hueco y
oloroso; sus hojas son grandes, dentadas, dis-
tinguiéndose de las otras especies por el lóbulo
impar que está subdividido en lóbulos menores;
las flores nacen en las sumidades de los tallos en
umbelas de color blanquecino, y cada una de ellas
tiene cinco pétalos dispuestos en forma de rosa
en la extremidad del cáliz , el que se con-
vierte en un fruto que contiene dos semillas
largas, y de mediano grueso; la raíz es carnosa,
gruesa, y á ella adhieren muchas tibias de medio
pié de largo, negruzcas por defuera y blancas por
dentro.
El olor de todas las parles de la planta fresca
es vivo y aromático; su sabor es primero dulce, des-
pués aromático, caliente, y seguido de un poco de
amargor. La raíz seca, que es el objeto principal
del comercio , es rugosa y de un moreno gris al ex-
terior; ofrece en su fractura una apariencia amilá-
cea, se rompe con facilidad, \ tiene un interior con-
sistente, blanquecino, sembrado de un gran nú-
mero de puntos resinosos morenos y amarillos.
Esta raíz tiene el mismo olor y el mismo sabor
que la planta fresca, y cede sus principios al
alcohol , y en parte al agua hirviendo.
Si, en ía primavera, se hacen incisiones en las
raíces déla angélica, cuela de ellas un zumo
amarillo oloroso, que , lentamente desecado , lle-
ga á ser una excelente gomo-resina, rica en las
propiedades de la planta. Para los usos de la me-
dicina, las raíces de esta planta deben ser arran-
cadas en el otoño del primer año: por medio
de esta precaución se conservan mucho mejor,
mientras que cogidas en la primavera enmohe-
cen y son presa tie los insectos. Conv iene hacerlas
secar completamente y guardarlas en un lugar
seco y ventilado. Para conserv arlas mejor , Levvis
ha aconsejado sumergirlas en espíritu de vino
hirviendo , ó exponerlas al vapor de agua , des-
pués de la desecación. Las hojas y las semillas no
se conservan buenas por mucho tiempo. Los tallos
se cortan todavía tiernos en mayo, y en este es-
tado los confileros hacen con ellos una conserv a
muy agradable.
Las raíces de angélica deben escojerse gruesas,
largas y blancas por dentro , que no estén carco-
millas, "porque están muy sujetas á este acciden-
< 90 ANG
te , que tengan un olor agradable y aromático,
acompañado de un poco de amargor. La angélica
de España es la reputada como de calidad supe-
rior. Todas los partes de esta planta , sobre todo
la raíz, contienen resina, una materia extractiva
y un aceite volátil. V. Aceite volátil de angé-
lica.
Las propiedades médicas de la angélica son las
de las plantas umbelíferas aromáticas : es calien-
te, carminativa, estomática, tónica. Toda la
planta es usada en farmacia: se prepara una agua
destilada con las hojas, las flores, las semillas y
la raíz seca ; esta última , así como la semilla, en-
tra igualmente en muchas composiciones farma-
céuticas.
Esta planta es muy estimada de los pueblos de
las comarcas mas boreales, tales como la Islan-
da, la Noruega, la Laponia, la Siberia, etc., en
donde sirve de alimento ó de condimento.
En Islanda, las hojas frescas de este vegetal se
comen en ensalada y sirven para condimentar el
pescado, y los habitantes de este pais han hecho
revivir la costumbre de los antiguos plantando
junto á sus casas la angélica en cercas consagra-
das á su cultivo, pues antiguamente cada luga-
reño estaba obligado á cultivar una pequeña
huerta junto á su vivienda; son muy útiles para
el ganado, que las come con avidez, y tienen la
propiedad de aumentar la secreción de la leche,
comunicándola una ligera aroma agradable. Las
hojas secas son inertes.
Los tallos de esta planta se emplean antes de
su entero desarrollo , porque entonces poseen to-
da la aroma de que son susceptibles ; se confitan
y también, en el norte, se comen crudos con pan
y manteca, después de haberles quitado la epi-
dermis.
Los Lapnnes hacen infundir las flores, antes de
su entero desarrollo , en suero de rengífero , y
toman este bebida contra las afecciones de pe-
cho , el catarro , y la ronquera. También comen
las bayas , que encuentran con frecuencia en la
nieve, y, mascando la raíz, se entretienen á la fin
de las comidas.
Las semillas de esta planta son poco aromáti-
cas, y muy poco empleadas, porque distan mu-
cho de tener en el mismo grado las propiedades
de los tallos.
Los Noruegenses ponen la raíz de angélica en
su pan, y los Lapones creen que prolonga la vida,
la mascan como el tabaco , la emplean en la có-
lica llamada por ellos Ullem, y la comen, cuando
fresca, hervida en leche. Finalmente, la angéli-
ca se usa en algunas partes mezclada con el cho-
colate, para dar tono al estómago, sirve para
componer una ratafia muy aromática, y es em-
pleada de distintas maneras.
La Angélica silvestre (Angélica sylvestris,h.),
planta de nuestras comarcas, que crece en los
sitios pantanosos, y cuvas hojuelas ó lóbulos son
de igual figura é iguales aserraduras, tiene las
mismas propiedades que la angélica arcangélica,
pero en un grado inferior. En Suecia, en Norue-
ga y en Dinamarca, se cuecen las hojas con accl-
ANG
ga y acedera, lo que da á este manjar un gusto
muy agradable.
En los Estados-Unidos, se suple á la angélica
por la Angélica entre negra v purpúrea (Angéli-
ca atropurpúrea, L. ). En la Groenlandia, ala an-
gélica se la llama Quennak, y también se comen
sus tallos y sus raíces.
En 1849, se exportaron de Barcelona á dife-
rentes puntos del reino, con guía, 36 libras de
angélica, valor de 252 rs. vn.
AaíCrEIilIlí A. Nombre de una corteza pro-
cedente de la isla de Granada , que el doctor
Grieve hizo conocer, en 1785. Es antielmíntica, y
empleada contra las lombrices de los niños, la
disentería verminosa, etc. Créese que esta corte-
za es la corteza de angelim , puesto que además
de la semejanza casi perfecta del nombre, el ve-
getal que la produce crece en los mismos lugares
y sirve para los mismos usos. V. Andira.
A \*¿ i:m>M A , Angelonia. Este género de
la familia de las escrofularieas, de la didinamia
angiospermia deLinneo, tiene una de sus espe-
cies, la Angelonia de nojAS de salicaria (Ange-
lonia salicariwfoha, Humb. y Bonp.), planta vi-
vaz empleada en la provincia de Caracas , don-
de crece, para tos mismos usos que la violeta
entre nosotros.
A \«. II-SI. %*«;. Nombre dado por Va-
lentín á una culebra vidriosa larga de un pié, ó,
según Daudin, á un escorpión, que se encuentra
en los bosques en Amboina, y cuyas quijadas,
aunque desprovistas de dientes, hacen no obs-
tante heridas que ocasionen una sed abrasadora
y mortal.
\ \ <: II I Vi:. Bajo este nombre se conocen
en Madagascar dos árboles de la misma especie,
el uno grande y el otro pequeño : el primero pro-
duce un fruto del grueso de un huevo de gallina,
de un rojo escarlata, v de un excelente gusto ; el
segundo lo produce de la magnitud de una gro-
sella, Ambos frutos son muy agradables y refres-
cantes. La raíz de este último, bebida en coci-
miento, cura la estranguria.
A\(aOI*Ti:¡CÓ , Angiopteris. Los Tai-
tenses, en los tiempos de carestía, se alimentan
de los renuevos tiernos de una especie de he-
lecho de este género, llamada Angióptero le-
vantado (Angiopteris evecta. Hoffm.), que ellos
llaman Neha'i; y también se sirven de las hojas
molidas, que tienen un olor agradable, para aro-
matizar el aceite de coco, que emplean para un-
tarse el cuerpo.
% AU TI A RSET. Pescado de mar muy co-
mún y muy abundante en las costas de la Groen-
landia. Es una especie de arenque , del largo de
medio pié , verde oscuro en el dorso y blanco
plateado en el vientre, lleno de pequeñas espi-
nas muy delgadas, con pocas escamas ó ninguna.
Este pez vive en las bahías y se aleja muy poco
de los peñascos: encuéntraséle en tan grande can-
tidad que el agua en que vive parece negra; es
pez de paso, que se pesca en marzo y abril, su
llegada es anunciada por los cuervos marinos
que ciernen entonces en las bahías y que lo co-
ANG
mon en una muy extraordinaria cantidad. Para
conservar este pescado se hace secar al aire li-
bre, y después se pone en cueros. Las propieda-
des alimenticias de su carne se asemejan á las
del arenque común.
ix^Ol.t.Tl. Anzolan. Nombre mala-
bárico del Alangio de diez pétalos [Alangium
decapelalum, Lam.; Grewia salvi folia , L. H.).
Redio dice que este árbol es en el país donde
crece el signo de la dignidad real, y que su raíz
reducida á polvo es útil contra las mordeduras
de las serpientes. V. Alangio.
ANCORA. En el comercio de las pieles,
se conoce la piel de Gato Angora, que es mucho
mas cara que la del galo común ; pero no se
crea que estas pieles angora , procedan efectiva-
mente del país de donde llevan el nombre, esto es
de Angora en la Natolia, pues la especie de gato
angora ha sido naturalizada en Europa. Por
extensión, se da, en el mismo comercio, el epíte-
to de angora á todas las pieles mas hermosas,
mas sedosas y mejores, entre aquellas que no
están especialmente caracterizadas , y en este
sentido se dice también conejo angora, cabra
angora, etc. V. Pieles.
ANGOSTURA. Nombre de una corteza
tomado del nombre vulgar de la ciudad de Santo
Tomás, vecina al estrecho del Orenoca, en donde
crece el árbol que la produce, y en donde esta
corteza forma un articulo de comercio conside-
rable.
La angostura fué traída de la Dominica á In-
glaterra, en 1788, por el Sr. Evver, médico de
la Trinidad. Creíase entonces que el árbol que la
produce era indígeno de África, pero súpose luego
que constituía bosques en Angostura, en la Amé-
rica meridional , ío que posteriormente quedó
confirmado por los viajes de los Sres. Humboldt
y Bonpland.
En un principio, ignoróse á que vegetal atri-
buir esta corteza. Se creyó que procedía del
Magnolia azul [Magnolia glauca, L.), árbol de
la América septentrional, y que crece en Europa
en los jardines de los curiosos, pero esta creen-
cia no duró mucho tiempo. Como la corteza entre
los naturales del país llevaba el nombre de Cui-
dare, y ellos la empleaban contra las calenturas,
el Sr. de Humboldt llamó al árbol Cusparía fe-
brífuga, el cual forma inmensos bosques en las
orillas del Orenoca. Este mismo árbol que fué dedi-
cado á Bonpland por Wildenow, quien le llamó
Bonplandia trifoliada (Bonplandia trifoliata),
es el que el Sr. De Candolle denomina Galipea
Cusparía. Pero, según el doctor Hancok, tam-
poco seria esta especie la que produciría la an-
gostura verdadera, sino una especie vecina, que
el llama Galipea oficinal [Galipea ojjicinahs) .
En resumen, si los autores no están acordes
sobre la especie que da la angostura verdadera,
parece cierto que pertenece al género Galipea,
de la familia de los rutáceas , de la pentandria
monoginia de Línneo.
La corteza de angostura ofrece caracteres va-
riables, que pueden depender de las varias situa-
ANG 191
cíonesen que crece el árbol que la produce.- por lo
común en el comercio se encuenlra bajo tres formas
diferentes: I. En pedazos cortos, planos, delgados,
mas ó menos largos, cubiertos de una epidermis
gris amarillenta, delgada y poco rugosa; su
li achira es de un moreno amarillento , limpia,
compacta y resinosa ; su superficie interior es
de un amarillo leonado, á menudo rosado, y se
divide fácilmente en hojitas; su olor y su sa'bor
son un poco menos fuertes que los de las varie-
dades siguientes. II En pedazos largos de seis
á quince pulgadas, de olor fuerte, animalizado,
muy desagradable, rollados y cubiertos de una
epidermis gruesa, fungosa, blanca y como limosa.
Debajo de esta epidermis hay la corteza propia-
mente dicha, que es morena, dura, compacta, y
que se rompe con la mano ofreciendo una frac-
tura limpia : esta corteza tiene un sabor amar-
go, en el cual domina el principio oloroso y ñau -
seoso; pasado este sabor, queda en el extremo de
la lengua una impresión mordicante que excita
la salivación. III. En pedazos que forman el me-
dio entre los precedentes, es decir que son mas
largos, mas planos y mas gruesos que los pri-
meros, que su cubierta ( xterior es gris, poco
gruesa y poco fongosa, y que tienen el mismo
sabor y el mismo olor que los últimos.
El polvo de angostura verdadera tiene un
color casi semejante al del polvo de ruibarbo ;
su infuso acuoso es muy colorado, amargo, olo-
roso y nauseoso, como la corteza , el tornasol
destruye su color, y el sulfato de hierro produce
en él un precipitado gris muy abundante.
Thomson ha encontrado en la angostura ver-
dadera un principio amargo muy «abundante, una
materia azoada análoga a la cinconina, carbo-
nato de amoníaco, un aceite esencial blanco poco
abundante.
La corteza de angostura verdadera es tónica
anlidesenténica, antiséptica, y el Sr. Hancok la
cree útil contra las enfermedades contagiosas :
su tintura alcohólica ha sido indicada contra la
dispepsia ; su cocimiento acuoso, en fomento so-
bre la piel, disipa, según Ewer, las manchas
cangrenosas, pútridas, escorbúticas, etc. En el
dia es muy poco usada.
La angostura verdadera nos llega de América
en barriles, en los cuales está cuidadosamente
envuelta con anchas hojas de una especie de
palmero, sostenida por un enrejado de pequeños
palitos ; á veces nos viene en zurrones de cuero,
del peso de too á 130 libras.
Angostura [Falsa). Esta corteza fué indi-
cada en 1806 por el doctor Ramback, médico en
L'ngría, quien la llamó Angustura virosa. Proba-
blemente llegó mezclada con la angostura ver-
dadera, como sucede hoy dia, debiéndose á los
accidentes que produjo , y que no causaba la
procedente del Galipea, el estudio que se hizo
para distinguirla.
Aunque cogida en las mismas comarcas de la
América meridional como la angostura verdadera,
se ignora absolutamente el vegetal que la produ-
ce. Habíase atribuido al Bruce a antidisentérica
<92 ANG
[Bruce a anlidysenkrica , L' Her.) , vegetal de
Abisinia, y que es cultivado (n algunos jardines
botánicos , pero desde mucho tiempo hase aban-
donado tal hipótesis, por cuanto su corteza nin-
guna relación tiene con la de la falsa angostura.
Ninguna prueba se tiene de que proceda, como
se ha dicho, del Estricno Colubrwo [Strychnos
Colubrina, L.), vegetal de la India, y cuyo uso
no va seguido de ningún peligro , al contrario de
lo que sucede empleando la corteza de que trata-
mos. Lo mismo debe decirse de una opinión mas
moderna, que atribuye la falsa angostura al So-
lano seudo-quina [Solanum pscuao-quina, St.-
llil.). Hasta aquí, pues, se ignora cual es el ár-
bol á que pertenece esta corteza, habiendo moti-
vos para creer que , mezclada por fraude con la
de angostura verdadera, los mercaderes procu-
rarán siempre ocultar su origen.
Como quiera que sea, la falsa angustura es
mucho mas gruesa que la verdadera; es compac-
ta, pesada y como encojida por la desecación.
Su sustancia interior es gris , y su epidermis va-
ria : unas veces es poco gruesa , no fungosa , y de
un gris amarillento ; otras veces es fungosa y de
un color de orin. Por lo demás esta corteza es
casi inodora, y su sabor, que es infinitamente
mas amargo que el de la angostura verdadera,
persiste muy largo tiempo en el paladar sin dejar
acritud en el extremo de la lengua. Su polvo tie-
ne un color muy diferente de la otra, porque es
de un blanco ligeramente amarillento.
Por el análisis químico de esta corteza, debido
álos Sres. Pelletier y Caventou, se vé que está
compuesta de una materia alcalina venenosa, ya
entrevista por Brande , llamada equivocadamen-
te brucina, porque se creia que esta corteza pro-
cedía de un Brucca , de una materia grasa tam-
bién venenosa, de mucha goma, de una materia
amarilla , soluble en el agua y el alcohol , de ves-
tigios de azúcar y leñoso. La tintura de tornasol,
echada en su infuso , no la enrojece, ó á lo mas
lo bace muy débilmente; el ácido muriático de-
bilitado y el sulfuro de hierro producen en el un
color verde botella muy señalado.
El Sr. Pelletier ha igualmente analizado la ma-
teria naranjada ó el liquen que cubre con fie
ANG
espinal. Los terribles accidentes de que muchas
personas han sido víctimas, á consecuencia del
uso de esta sustancia , determinaron al gobierno
austríaco á mandar que toda la corteza de falsa
angostura existente en aquel reino fuese destrui-
da y á prohibir en lo sucesivo su importación; es-
te ejemplo fué seguido por otros Estados, pero
la prohibición no ha sido general en Europa.
Los Sres. Merat y de Lens , después de probar
el grandísimo peligro á que puede exponer la
equivocación de las dos especies de angostu-
ra , dicen : « Como , según el testimonio del Sr.
Fée, estas dos cortezas se hallan mezcladas
en muchas boticas de Paris , seria de desear, en
el temor de que no se hiciese exactamente su se-
paración , que se prohibiese no solo la venta de
la falsa angostura , como lo ha hecho el gobierno
austríaco , sí que quizás también se impidiera el
despacho de la verdadera, que no es de tal mo-
do útil , que debamos exponernos á los peligros
que hemos indicado. Además, observaremos que
el temor que inspira este medicamento ha produ-
cido el mismo efecto que una prohibición, por-
que hoy dia ambas angosturas no son ya sino
medicamentos de lujo : hasta la verdadera es
inusitada , y la mayor parte de los farmacéuticos
en Francia ni tienen ni la una ni la otra.»
También en España la angostura verdadera,
por el poco ó casi ningún uso que de ella se hace,
puede decirse que es un medicamento de lujo;
pero es tanta la importancia que damos á la acer-
tada elección de esta sustancia , que á fin de que
no se la confunda , por error ó descuido, con la
falsa angostura tan peligrosa , además de cuanto
hemos expuesto, damos en la siguiente tabla los
caracteres que distinguen á la una y á la otra.
Angostura verdadeha.
Dimensiones: de ',fs á 3/4
de pulgada de anchura , 2,
3 ó 4 pulgadas de longitud,
media línea de grueso. Super-
ficie exterior: de un blanco
gris , y como cubierta de una
capa harinosa , desigual, que
se le puede fácilmente sepa-
cuencia la corteza de falsa angostura, habiendo j deVai^Xa^upe^S morena!
obtenido una materia grasa, de un sabor dulce; > La superficie interior esde un'
una materia colorante amarilla, insoluble en el) amarillo gris ó moreno ligero,
agua, notable por el hermoso color verde que | La textura es apretada , muy
loma con el ácido nítrico; otra materia amarilla
soluble, un poco de goma, nada de almidón , y
libra leñosa.
El excesivo amargor de la falsa angostura de-
bía hacer presumir su acción deletérea, y efecti-
vamente su admistracion va seguida de los mayo-
res desórdenes, puesto que es un violento veneno.
Según los experimentos de los Sres.Emmert, Or-
fila, y Meyer, una corta dosis, como seis á ocho
granos , basta para hacer perecer en una ó dos
horas , en convulsiones tetánicas, álos animales
á los cuales se administra , sin producir inflama-
ción de los tegidos, á la manera del ácido prúsico,
etc. , y obrando principalmente sobre la médula
frágil. La fractura es lisa,
mucho mas oscura y mas mo-
rena que la superficie inter-
na ; tiene cierto lustre , y es
evidentemente resinosa.
Olor aromático con algo
de nauseabundo.
Sabor amargo aromático,
pero de una amargura que no
os repugnante ni astringente,
y á la cual sucede un gusto
amargo aromático-, semejan-
te al del macis.
Falsa angostura.
Dimensiones en anchura:
generalmente mas grande que
en longitud, dos líneas de
grueso. Superficie exterior cu-
bierta de una especie de te-
gido verrugoso blanco, que
no es fácil de separar , ó de
una cubierta liquenoídea, uni-
forme , color de orín. La su-
perficie interior de un blan-
co amarillento , sucio ó gris,
y aun mas comunmente ne-
gro , sin fibras visibles. Textu-
ra grosera , muy frágil La
Íractura lisa , me7.clada de
lanco y de blanco amarillen-
to, ó también moreno claro,
sin ningún lustre; resinosa,
pero mas harinosa , y , en
ciertas partes , dejando ver
dos capas distintas
Olor bastante semejante
al déla verdadera.
sabor amargo desagrada-
ble al mas alto grado , muy
duradero , nada aromático.
AM
El cocimtenlo saturado es
de un hernioso rojo moreno,
y por el enfriamiento, se po-
ne turbio . y posa un polvo
ilr un amarillo subido.
Im Untura alcohólica sa-
turada es de un rojo moreno
subido , se enturbia por la
adicioa del agua destilada, y
posa una resma de un ama-
rillo claro.
El cocimiento saturado es
de un amarillo moreuo , y
por el enfriamiento, posa un
precipitado gris moreno muy
abundante.
ixi tintura alcohólica sa-
turada es mucho mas pálida,
y por la adición del agua
destilada , solo toma una
apariencia de un amarillo
opalino , sin pasar al rojo ni
plisar nada.
AUTCREC!© , kmuuuMk. Género de plan-
tas de la familia de las orquídeas, de la ginan-
dria monandria de Linneo.
Angreeo odorífero (Angrcrcum fra-
grans, Dupetit-Thouars). Esta planta parásita,
como muchas orquídeas exóticas, se encuentra
en los bosques vírgenes de la Isla de Francia,
en donde empieza á ser rara, con motivo de la
recuesta que de ella se hace desde que es em-
pleada en medicina , y sin duda en razón de la
poca facilidad de reproducción en esta familia, y
en la ludia. En este país se la llama Faam, Fa-
hum, Faum ó Phaum ; en Francia se la conoce
desde unos treinta anos.
En el comercio, por lo común, no se encuen-
tran sino las hojas de esta planta , que son la
única parle usada : son rojizas, largas, anchas
de 3 á 5 lineas, lampiñas, que ofrecen un olor
agradable que tira un poco al de la vainilla, y
un sabor un poco amargo.
En la Isla de Francia se la llama Té de la isla
de Borbon, porque también crece en esta isla, en
donde goza de gran reputación contra la tisis
pulmonar, como digestiva, etc.; su infuso, que es
muy agradable, es la preparación mas usada.
En "Francia, el Sr. Girandy na también empleado
con feliz resultado el faam para calmar la tos,
los dolores de pecho, facilitar la digestión, disi-
par los espasmos y la opresión, y ayudar la ex-
pectoración.
AJtfCiSASA. Árbol de la Indias Orientales,
de Java, según Commelin, que da una especie de
goma roja, que dice ser análoga á la sangre de
drago, y que se vende por ella en el país.
AXCiURlA, Anguria. Este género, de la
familia de las cucurbitaceas.de lamonoecia dian-
dria de Linneo, tiene una de sus especies, la
Anüuri.v he tkes lóbulos (Anguria trilobata, L.),
cuyo fruto es comestible en las Antillas, en don-
de crece : en Santo Domingo se come, á la mane-
ra cohombros, la pulpa de este fruto, que es dul-
ce v de color rojo, para refrescarse, pero no es
útil á los temperamentos frios. Conviene no
confundir esta planta con la Pepinera Anguria
(Cucumis Anguria, L.), ni con el Tricosantes
culebrina \Tricltosantlies Anguina, L.l, dos otras
plantas de la misma familia.
AWIMAJL. Dase este nombre á todo ser ani-
mado, y provisto de órganos digestivos, aunque
uo sea masque un simple tubo, como en los poli-
pos. La mayor parle de los animales gozan de la
facultad de cambiar de lugar; pero algunos no
experimentan sino ligeros movimientos de eon-
25
AM 193
tracción y dilatación. Nada, por lo demás, es
tan difícil de determinar como si un ser que se
observa es ó no es animal, cuando está en cier-
tas situaciones dadas. Los animales cubren la
superlicie y se meten en el interior de (atierra,
atraviesan "los aires y pueblan las aguas. Su es-
tudio, que lleva el nombre de Zoología, es inmen-
so, pero es ageno de nuestro objeto. Basta (pie,
consignemos que el reino animal es, de los lies
grupos primitivos en que se distribuye la totali-
dad de los seres creados, el mas variado, el mas
fecundo en especies y en individuos , el mas ex-
tenso igualmente que el mas magnifico y rico en
organización.
Insiguiendo nuestro plan, debemos limitarnos
aquí á ía sucinta exposición de algunas generali-
dades sobre la utilidad de los animales, haciendo
además una sencilla reseña de los Animales do-
mésticos.
Reconocido su interés en la agricultura, en el
acarreo, etc., la importancia de los animales
quedaría atestiguada con la sola enumeración
ele los diferentes productos que suministran,
puesto que sabido es que el coral, el carey, los
cuernos, la hiél, los huesos, la lana, el pelo, las
pieles, el plumión, etc., etc., son otros tantos
medios de que puede disponer el hombre para
atender á muchísimas de sus necesidades. Pero
para reconocer los- servicios que, á cada instan-
te, nos prestan, bastará no mas que los conside-
remos bajo el doble punto de vista de la broma-
tología y la materia médica. El primero de estos
puntos ha sido considerado en la palabra Alimen-
to; el segundo lo será al articulo Medicamento.
Sin embargo, no será inútil delinear aquí en pocas
palabras las relaciones generales que exislen
entre la clasificación natural de los animales y
sus propiedades, ya alimenticias, ya médicas ;
recorriendo, á dicho objeto, las cuatro grandes
clases animales admitidas hoy día, á saber, los
vertebrados , los moluscos, los animales articu-
lados, y los zoófitos.
I. Vertebrados. Es la clase mas rica en sus-
tancias nutritivas : los mamíferos, las aves, los
peces, y también ciertos reptiles, que la compo-
nen, forman en efecto la base del régimen ani-
mal de la mayor parte de los pueblos. Entre los
mamíferos se encuentran el buey , el carnero y
el cerdo, de un uso tan general, y muchos otros
cuadrúpedos menos generalmente empleados,
pero de una grande importancia también, sea
por sí mismos (cabra, ciervo, liebre, etc.), sea
por los productos que dan (leche, manteca, gra-
sa, gelatina, etc.). Entre las aves figuran el gallo,
el pavo, la oca, el pato, el pichón, el faisán, la
perdiz, etc., etc.; entre los peces, el atún, la
raya, el abadejo, el salmón, el rombo, la platija,
el lenguado, el escombro, la pescadilla, el aren-
que, etc., que habitan las aguas saladas, y son
el alimento diario de tantas poblaciones maríti-
mas, y el sollo, la anguila, la carpa, la tenca, el.-.,
que viven en el agua dulce; y finalmente, entre
los reptiles, la tortuga v la raña. La mayor parlo
de los animales que acabamos decitar.yíina mul-
TOMO I.
194 ANI
titud de otros, fueron antiguamente inscritos en
la materia médica, como se verá en el artículo
particular de cada uno de ellos, si bien al pre-
sente su uso está generalmente abandonado; pe-
ro hay todavía un corto número desús productos,
pertenecientes todos á los mamíferos, que con-
servan alguna nombradía , tales son el almiz-
cle, el castóreo, el civeto y el ámbar.
II. Moluscos. Esta clase no ofrece casi ningun
verdadero medicamento, y solo suministra ali-
mentos de una importancia secundaria, tales co-
mo las ostras, las almejas, los caracoles, etc.
III. Animales articulados. Esta clase encierra
una división sobre todo . los crustáceos, en la
que se cuentan un gran número de especies ali-
menticias (cangrejos, langostas, langostines, etc.) ;
y, en los insectos, las abejas que uno de sus
productos figura entre los alimentos y las sustan-
cias medicamentosas. Además, á esta clase per-
tenecen muchos otros medicamentos importantes,
en particular las sanguijuelas y las cantáridas.
IV. Zoófitos, ó animales radiados. Esta cjase
no ofrece ni alimentos ni medicamentos propia-
mente dichos; porque apenas es permitido colo-
car las actinias y los holoturios en el número de
los primeros, y contar éntrelos últimos ala cora-
lina blanca, al coral , á las esponjas , etc.
Animales domésticos. Individuos del reino ani-
mal que el hombre ha arrancado del estado de
naturaleza asociándoles ásus placeres y trabajos,
para utilizarlos en sus necesidades , y aprove-
charse de los innumerables productos que sumi-
nistran, durante su vida ó después de su muerte.
En la antigüedad los animales domésticos con-
tribuyeron á la riqueza y bienestar de las fami-
lias, en razón de ser el apoyo de la agricultura
y los ausiliares del domicilio rústico.
A los animales que se quiere domesticar se
les ha de tratar bien y de ninguna manera irritar-
les , habituándoles desde muy temprano á los cui-
dados que su salud y sus necesidades reclaman; los
ejercicios y trabajos á que se les destine deben
ser proporcionados á sus fuerzas y á su edad , á
la naturaleza del clima y de la estación, á la can-
tidad y calidad de los alimentos, ala duración del
reposo, etc.; por último , téngase presente que la
inacción como el excesivo trabajo les son muy
funestos. Así se consigue someterlos á la vida do-
méstica, adquiriendo pronto todas sus fuerzas y
la docilidad necesaria para conducirlos en reba-
ños , para emplearlos en las ocupaciones rurales
y obtener de ellos provechos diarios. Al contra-
rio , si se tiene á los animales en la inacción, que
fomenta la obesidad y el hastío, si se les debilita
con fatigas excesivas, y desde su juventud se les
irrita con malos tratos, no se logra el objeto que
se desea, porque ó enferman , ó se les constituye
en un estado de irritación constante que les hace
inservibles y á veces hasta peligrosos.
Son animales domésticos, entre los mamíferos,
el asno , el buey , el búfalo, el caballo , el cabrón,
el carnero, el cerdo, el conejo, el gato, el per-
ro, etc. ; entre las aves, el gallo , la oca, el pa-
lo, el pavo, el pichón, etc. ; entre los insectos, la
ANI
abeja , la cochinilla, el gusano de la seda, etc.;
y entre los peces, puede decirse que lo son, la
anguila, la carpa, el sollo, la tenca, etc.
Los animales domésticos están destinados para
la labranza, para suministrar abonos, y para ali-
mento y otros usos particulares del hombre.
Su elección debe , por lo tanto , hacerse según el
destino que se les quiera dar , como puede verse
en los artículos en que se habla de cada uno de
ellos en particular.
Los animales domésticos son el objeto de un
comerció considerable en ¿oíoslos países en don-
de su cria tiene lugar con mas ó menos resultado.
Sabido es que los principales animales sobre los
cuales se ejerce el traficó son reses vacunas, car-
neros, cerdos y cabaljos : los unos suministran la
carne de carnicería necesaria para el alimento, y
los otros sirven á los usos domésticos y agríco-
los. Estos animales vivos se encuentran en gran
número en los mercadosy ferias, en donde cons-
tituyen el principal artículo de comercio.
Muy difícil seria evaluar el número de los ani-
males domésticos de un país , porque varia sin
cesar; pero en todas partes es muy considerable,
porque se ha reconocido, en punto de economía
rural, la ventaja de criar un gran número de ani-
males domésticos por medio de prados artificia-
les, que se han multiplicado en ciertos países, en
Inglaterra, por ejemplo, á expensas de tierras
labrantías, porque exigen menos gastos para el
cultivo y sus productos dan mas ganancias.
El comercio de los animales está sujeto á mu-
chos fraudes, en particular el de los caballos,
que pone al mas experto comprador á merced del
vendedor, mientras que esto debiera ser al con-
trario.
En el comercio de todo género se suscitan de
vez en cuando contestaciones , ya sobre las con-
diciones de la venta , ya sobre el buen ó mal es-
tado de las mercancías. En este último caso , el
vendedor , que ha con frecuencia poseido la mer-
cancía por largo tiempo antes de deshacerse de
ella, ha debido conocer su estado, mientras que
el comprador , que no mas la ha visto un ins-
tante, que á veces la compra sin verla por es-
crito ó en virtud de promesas, ha podido ser en-
gañado por un vendedor impróvido ó de mala fé.
En el comercio de los animales, mas que en to-
do otro , el comprador puede padecer equivoca-
ciones desfa\ orables ; con frecuencia el animal
que se presenta en el mejor estado se halla afec-
tado de vicios ó de enfermedades que el ojo de
la persona mas ejercitada no puede conocer, á
menos que haya estudiado la medicina veteri-
naria; hay también circunstancias en que el mas
instruido veterinario no puede juzgar desde luego
de la existencia de estos vicios ó enfermedades;
por último, á veces el vendedor mismo las ignora,
habiendo sido el primer engañado sobre el verda-
dero estado del animal. Juzgúese délo que acaba-
mos de decir con cuanta mas razón puede engañar-
se sobre este estado cualquiera que no es ni vete-
rinario ni mercader, y que compra el animal por-
que lo necesita.
AM
Así, mientras que las dificultades en los demás
ramus de cumerciu, son por lo común relativas á
las condiciones de venta, las contestaciones que
se suscitan en el comercio de los animales do-
mésticos versan casi siempre sobre la calidad de
la mercancía.
Para facilitar toda* especie de compra, y por
consiguiente el comercio, sobre animales, dismi-
nuyendo el temor que el adquiriente puede tener
de ser engañado sobre k» calidad de la mercan-
cía, aun ovando tenga que tratar coirnn vende-
dor de buena fé, el legislador ha, casi en todas
parles, impuesto ciertas condiciones al vendedor.
Este está obligado, por ejemplo, á afianzar al
comprador (pie no será incomodado en laposecion
de la cqsa'veudida , y enseguida que ésta estaba
libre de ciertos deieclos en el acto de la venta.
Tal es la garantía que la ley concede en las
compras de los animales domésticos, sobre todo
caballos, y que era tanto mas necesaria en cuan
to en los mercados ó las ferias el adquiriente no
tiene el tiempo de examinar el caballo que quie-
re comprar, y que la ley debe en esté caso ofre-
cerle una garantía cuando su confianza lia sido
engañada por superchería. Los vicios ó defectos
uue el vendedor está obligado á garantir han sido
llamados vicios redhibitorios, es decir vicios que
dan lugar á la casación* de la compra ó á redhi-
bición. Sabido es que las palabras redhibilorio's
y redhibición proceden del verbo latino red hibeo
uue significa devolver el precio de una cosa veir-
ilida encargándose de nuevo de ésta-, y abrogtt-
cion ó casación del verbo- a fcroj/o, que, en una de
sus acepciones , significa desdecirse.
Los vicios redhibitorios varian según los países,
ya respecto ala especie de animales, ya respecto
a las enfermedades, observándose también variar
cion por lo tocante á la duración de la garantía.
Los usos y las costumbres seguidas en España en
la redhibición no son de nuestra incumbencia.
A3ÍIS , Amsum.. Género de plantas de la fa-
milia de las umbelíferas/ de lapénlandria digiuia
de Lin neo.
luí» oficinal , Anís . Aiiiü vertí**,
Ilútala litiga (Anisum offteinale, Moénch.
Pimpinella Anisum, L.). Planta anua que el cul- j
tivo convierte en bienal , originaria del Egipto, j
cultivada en muchas parles de Europa, sobre todo •
y en abundancia en Malla y en España, y en ésta en l
particular en las pro* incias de Andalucía, Alicante,
Aragón, Cataluña, Castilla ra Vieja y Mancha. Los
Ingleses han hecho de ella, en estos últimos años,
un objeto de importante cultivo, principalmente
en Mitcham , condado de Surrey , y la abundante
cosecha del fruto que en esle pais se hace es con-
sumida por los cerbeceros de Londres para mejo-
rar su cerbeza. Requiere una tierra liviana, are-
nosa y al mismo tiempo abonada , y con exposi-
ción muy cálida.
El anís es una planta delicada, que no se eleva
casi nunca á mas de un pié ; el tallo es es' rindo,
riso, articulado y ramoso ; sus hojas radicales son
clífidas y cortadas, de un verde claro, largas de
una pulgada, y las superiores son profundamente
ANI tüo
cortadas, de un verde blanquecino, semejantes
álasdelperegil; florece en jumo y julio, y las flores
son pequeñas y blancas, en umbelas terminales y
complanadas ; las cápsulas son oblongas, hincha-
das en su base, estriadas, de un verde ceniciento,
y contienen dos semillas unidas la una á la otra
por una cara plana; su raíz es pequeña, fibrosa
y blanca.
El fruto de esta plañía, llamado Anis ó Mata-
lahúga, es la única parte usada, aunque todas las
demás participan de sus propiedades. Este fruto
es del volumen de una cabeza de alfiler á corta
diferencia, ovoideo, de un verde ceniciento, sos-
tenido por un pedículo blanco, delgado, dos ve-
ces mas largo que él, un poco obtuso en su ex-
tremidad superior, y señalado con 6 á 8 lineas
que van á reunirse a la punta; su olor es aromá-
tico, y su sabor es dulce, sin acritud sensible,
cuando él es seco.
El anís mas estimado es el de España, que es
el que acabamos de describir. El de Malta tam-
bién es de excelente calidad , semejante al de Es-
paña ; el de Rusia es pequeño, negruzco, acre y
poco estimado; y el de Francia es verde y mas
dulce y mas aromático que el de Rusia. "Debe
elegirse grueso , bien granado, pesado, limpio,
recientemente secado, de un olor agradable, de
un gusto dulce y .un poco picante.
La pequeña almendra que contiene este fruto
da, un aceite fijo, y su pericarpio un aceite volá-
til que puede obtenerse por destilación , y que
cristaliza al menor frió (V. Aceite volátil de anís).
El aceite que se extrae del fruto entero, por ex-
presión, es una mezcla de estos dos aceites.
Según los Sres. Rrandes y Reimann, el anís
contiene una grande cantidad de principios, en-
tre otros aceite craso soluble en el alcohol, anís-
ulmina (Y. esta palabra), íiteumacola, gomina,
sales, tales como malatos, etc., etc..
El anís es un medicamento muy empleado ; su
propiedad carminativa es por así decirlo popular,
y su uso casi doméstico : Vanhelmont lo llama
Consuelo de los intestinos. Es excitante del estó-
mago y del útero, lo que lo hace aconsejar para
provocare! apetito y la menstruación; adminis-
trase como expectorante, etc. Por lo común, se
usa en infuso á la dosis de una á dos dracmas
por cuartillo de agua hirviendo ; antiguamente se
añadía como correctivo de ciertos purgantes ;
entra en muchas composiciones farmacéuticas
oficinales; con él se obtiene una agua destilada,
se hacen licores de mesa muy estimados como
digestivos y pequeños dulces llamados Anises;
en ciertos países se mezcla en el pan , en los
bizcochos y las pastas, el queso, las salsas, el
chocolate, etc., pero los temperamentos cálidos,
secos é irritables deben abstenerse de él, porque
es muy excitante en razón de su aceite esencial.
El olor del anís es de tal modo sutil que se le
encuentra en la leche de los animales después de
poco tiempo de haberlo comido. Dícese también
que el uso del anís da un mal olor á las orinas.
Eu el Cabo de Rucna Esperanza se come la
raíz de esta planta tostada o cocida al rescoldo,
1 96 ANO
se pone en la carne, en la leche, etc., y hasta se
lleva al mercado.
Los embalajes del anís verde varían de un país
á otro; los principales son : España, tela gris y
lina, balones ó sacos de 200 libras; Francia, sim-
ple tela, balones de 200 á 300 libras; Rusia, tela
cubierta de una estera de junco , balones de 300
á 400 libras, y barricas de 500 á 630 libras.
En 1849, la importación del anisen Barcelona
fué: procedente del extranjero, 7.476 arrobas, va-
lor de 467,280 rs. vn., y de varios puntos del
reino, 15.692 arrobas , valor de 972.904 rs. vn.
La exportación fué : al estranjero, 1 .280 arrobas,
valor de 79.360 rs. vn.; á diferentes puntos de la
peníusula, 2.761 arrobas , valor de 173.172 rs.
vellón; y á Ultramar, 3.831 arrobas, valor de
260.508 rs. vn.
ANISERO. Nombre de un vegetal de Ma-
dagascar, cultivado en Borbon, que pertenece
probablemente al Limonia de Madagascar [Li-
tnoráa madagascariensis, Lam.), y que tiene el
olor de anis.
ANISETE »E BURDEOS. Licor de
mesa deliciosamente perfumado por el anís dulce
de Italia. La ciudad de Burdeos, principalmente,
ha sido reputada de tiempo inmemorial por esta
fabricación ; se expide en grandes frascos cilin-
dricos, muy prolongados, metidos de dos en dos
en un cesto con doble división. En la Martinica
también se ocupan de la elaboración de la ani-
sete, que los catadores prefieren aun á la de
Burdeos.
Es difícil de indicar un carácter cierto para re-
conocer la buena calidad de este licor , tan solo
diremos que debe ser claro v de un color blan-
co plateado. La anisete de calidad inferior pierde
su claridad á un frió bastante ligero, y se pone
de un blanco lechoso. La anisete de Holanda es,
en general, mas fuerte en alcohol que la de Bur-
deos; se expide en cajas de doce á veinte y cin-
o botellas.
La anisete de Burdeos, compuesta de agua, al-
cohol de 30°, aceite esencial de anís y azúcar,
es estomática y tónica, pero no conviene ni á los
temperamentos nerviosos, ni á los jóvenes, ni á
los plelóricos, ni en fin á los biliosos.
ANISSAO. Yerba de Chile, llamada Mou-
chu, que parece pertenecer á una umbelíleca del
género Bermas, y que los naturales del país usan,
como masticatorio, contra los gases intestinales.
AWIS-UliBfllSA. Sustancia particular que
ios Sres. Brandes y Beimann han encontrado en
los frutos de anís, y que parece ser el medio en-
tre la ulmina pura y el gluten, y también se dice
que podria ser un acido.
AMMAHlI. Pequeña especie de pato de Su-
rinam, cuya carne, según Stedman, es un manjar
delicado.
AWOHIIA, Anomia. Género de moluscos acé-
falos, testáceos, de la familia de los ostráceos, que
contiene una de las especies, la Anomia silla de
caballo [Anomia Ephippiíim, L.), que vive pega-
do á los cuerpos marinos, y se encuentra abundan-
temente en las costas del Mediterráneo, en donde
ANO
sirve de alimento. El Sr. II. Cloquet dice no ha-
berla encontrado inferior en sabor á la ostra, cu-
yas propiedades tiene , por otra parte. En k Ro-
chela, en donde los pescadores la llaman Relám-
pago, porque es fosforescente, por lo común se la
hace cocer antes de comerla. La Anomia tela de
cebolla ó Vidrio [Anomia Cepa), especie también
del Mediterráneo y del Océano atlántico, es la ma-
yor del género, y los moradores de algunas cos-
tas la comen con prefencia á las ostras.
AWOWA , Annona. Género de plantas que
da su nombre á una familia natural, las Anona-'
ceas, déla poliandria monoginiadeLinneo. Con-
tiene veinte y siete especies, matas ó arbustos,
originarias todas de las regiones ecuatoriales,
que algunas son cultivadas en las provincias me-
ridionales de España , vejetando muy bien en
particular en Valencia, y a las cuales se les lla-
ma Chirimoyos, y á los frutos Chirimoyas.
El fruto de las especies de este género consiste
en una especie de manzana cubierta de una cor-
teza dura, escamosa, áspera, reticulada , etc.,
que encierra una especie de jalea en la cual se
encuentran celdillas que contienen muchísimas
semillas. Esta jalea ó papilla es dulce, azucarada
y bastante agradable para aquellos que están
acostumbrados á comerla , pues á los Europeos
no les gusta mucho por el débil sabor de tremen-
tina que le observan. La parle exterior de la
corteza parece conlener un zumo ácido bastante
activo, y Duhamel observa que el del fruto de la
Anonade tres lóbulos (Annona triloba, L.) in-
flama los ojos cuando se tocan con los dedos
impregnados de tfste zumo. La pulpa es á veces
empleada como tópico en las úlceras, para madu-
rar los abeesos, etc. Las semillas de la mayor
parte de las especies son usadas reducidas á
polvo para destruir los piojos de la cabeza de
los niños.
Anona romo múrice , Corossol*
Cachimán [Annona muricata, L.). Árbol de
la magnitud y del grosor del peral, muy común
en las Antillas y en Santo Domingo, que se cul-
tiva en Arabia, en donde se llama Kischta, que
quiere decir Nata, y en España, en donde se le
da también el nombre áeChirimoyo, de hojas pe-
cioladas, gruesas, oblongas, anchas, de un verde
oscuro y pálidas por debajo ; de flores grandes y
de un blanco amarillento. Este árbol da frutos
dos veces al año : en su madurez éstos se pare-
cen á un corazón mal formado, cubiertos de una
corteza gruesa, de color verde, guarnecida de
puntas romas ; cuando estas puntas comienzan á
ennegrecerse , indican la madurez del fruto, cu-
ya sustancia es blanca, de la consistencia de la
ílel melón bien maduro , que contiene una agua
agradablemente azucarada y acidulada. Éste
fruto refresca, y también sirve para hacer un li-
cor apreciado.
El análisis químico ha encontrado en este fru-
to, cera, clorofila, una corta cantidad de materia
amarga, azúcar incristalizable v fermenlescible,
una materia mucilaginosa, ácido málico, mala-
tos de cal y de potasa, y leñoso.
ANT
Anona escamosa . Manzano de
raneta (Annona squamosa). Especio cultivada
en las dos Indias, y también en España, en don-
de lleva el nombrede Chirimoyo, de hojas algo
mas grandes que las de la Anona como múrice.
Lm frutos son mas gruesos que el puño y mas
redondeados en su madure/; su carne pulposa es
blanquecina, se deshace en la boca, desabor aro-
mático y como azucarado, perfumada de un débil
olor de ámbar y de canela muy agradable, lo que
leba hecho dar el nombre de Manzana de canela.
Estos frulos se sirven en los mesas del Perú como
las mejores del pais.
Anona de tres lóbulos, í- n a na bo
de tres lóbulos (Annona triloba, L.; A«-
iiiina triloba, Dun.). Especie cultivada en las Fi-
lipinas, bajo el nombre Ahata de pauncho recchi .
Las hojas de este árbol, reducidas á cataplasma,
hacen supurar los tumores ; su fruto se coje an-
tes que esté maduro para dejarlo pasar, y enton-
ces es refrescante, laxante, cura el vértigo, etc.
Son comestibles también los frutos de la Anona
espinosa (Annona spinescens , Martius) , de la
Anona lagunosa (Annona paludosa , Aubl, ), y de
la Anona Qierimolia (Annona Cherimolia, Lana),
todas cultivadas en las dos Indias; los de la Ano-
na reticilada, Corazón de buey ( Annona reticu-
lata,L.), cultivada en España y también llamada
Chirimoyo, y cuyos frutos solóse gastan para los
animales inmundos de corral; los de la Anona
del Senegal (Annona senegalensi» , Lam.j, que,
aunque pequeño , son estimados de los habitantes
del Congo, y pasan como los mejores de este gé-
nero, y los de la Anona de tres pétalos , Chiri-
moyo (Annona tripétala) , que se cultiva en Es-
paña.
AKOU. Palmero indeterminado de Sumatra,
del que se obtiene una grande cantidad de vino,
segun Marsden , de los rebajos que en él se ha-
cen.
AXQUIETEA, Anchietea. Género de plan-
tas de la familia de las violáceas, de la pentandria
monoginia de Linneo. La Anqltetea saludable
(Anchietea sulutaris , St.-Hil.), planta frutescen-
te , abundante en el Brasil , cerca de Rio Jeneiro,
es empleada como purgante y depurativa, en par-
ticular la raíz.
AJSÍTEMIS Ó IIIV/AMLM. An-
themis. Género de plantas de la familia de las co»
limbíferas, sección de las antemideas, déla sin-
genesia poligamia supérflua de Linneo.
Antentls arvense, Manzanilla de
los eampos [Anthemis arrensis, L.). Planta
bienal, indígena, que se encuentra en grande
cantidad en los campos y las viñas: tiene los re-
ceptáculos cónicos, pajas seláceas , y semillas co-
ronadas con ribete; las hojas son dos veces pin-
natilidas, como la especie siguiente, pero un po-
co pubescentes ; por último tiene la mas grande
analogía con la manzanilla romana por sus carac-
teres botánicos, y con la manzanilla común (Ma-
trxcaria Chamomillq, L.),porsus virtudes, en tér-
minos de que sus flores se usan en medicina en
vez délas de éstas.
ANT 197
Antentls Coi nía , flagarzuela .
Manzanilla hedionda (Anthemis Cotvla,
L.). Esta planta anua, indígena^ que crece en los
campos culli\ ados, y en las márgenes de los fosos,
tiene un Olor leudo," sobre todo cuando se estre-
gan sus hojas, que no permite desconocerla. De
tallo alto de un pié, lampiño, derecho, ramoso;
hojas tripinnailas, algo vellosas; flores termina-
les que tieneu el r dio blanco , de tres dientes;
semillas desnudas, tuberculosas, en un receptácu-
lo cónico.
I. a Manzanilla hedionda es antistérica á tal
grado que se ha dicho poder suplir á laasafétida:
usase en infuso teiforme, y sobre todo en lavati-
va , a la dosis de un pellizco de sus flores en el
primer caso , y de un puñado de la planta entera
en el segundo.
Antemis noble, manzanilla de
Itálica . Manzanilla fina, Manzani-
lla romana (Anthemis nobilis , L.). Planta
vivaz indígena, que crece en los prados secos de
las colinas y de los bosques, de tallos altos de
cuatro á seis pulgadas , ramosos, vellosos y gri-
ses que llevan hojas corlas, hipinnadas, de ho-
juelas estrechas y puntiagudas. Las flores, que
son solitarias y terminales , tienen un cáliz vello-
so y los radios blancos , y las semillas son ovoi-
deas y lisas.
El olor de esta planta, cuyo sabor es muy amar-
go , es fuerte y algo parecido al del membrillo,
cuando es silvestre ; la cultivada tiene algo de
mas oloroso ó de mas agradable , y así es que se
la prefiere, con razón, según el testimonio de
Cuben.
Se procura con mucho esmero la desecación de
las llores de manzanilla, únicas partes usadas , á
fin de conservarlas su olor y su blancura, lo que
precisa á cogerlas un poco antes de su completo
descogimiento.
La manzanilla florece durante todo el verano, y
sus flores se obtienen fácilmente dobles por el
cultivo , tales son las que se encuentran en el co-
mercio de laherbolaristería. Tanto las flores de la
planta silvestre como de la cultivada deben esco-
jerse de un hermoso blanco , bien secas , y que
no hayan sufrido alteración , ni perdido una par-
le de su aroma.
Del tiempo de los Griegos las flores de manza-
nilla en polvo eran, bajo el nombre de Parthe-
nion , el remedio empleado contra las calenturas
intermitentes , v del tiempo de Tournefort lo eran
también de los Irlandeses y délos Escoceses, ha-
biéndolas otros autores preconizado para dicho
objeto. La manzanilla es un remedio popular con-
tra el cólico ventoso , pero eficaz tan solo cuando
no hay irritación inflamatoria, y sobre todo cuan-
do la dilatación del vientre es causada por la de-
bilidad intestinal. En este caso, el mejor modo de
usarla es hacer un infuso en frío durante ocho ó
diez horas , porque este infuso no contiene acei-
te esencial , como cuando se prepara con el agua
hirviendo , lo que lo hace mas agradable y me-
nos activo. Muy cargado , el infuso de manzanilla
es de un color verde azulado, hace vomitar, yes
198 ANT
usado en Inglaterra y en Suecia para dicho ob-
jeto.
La manzanilla es igualmente un antiespasmó-
dico caliente muy empleado, y un estomático pre-
cioso de que sehaceuso en las dispepsias, en
las malas digestiones y la constipación por debi-
lidad intestinal. Gilibertla llama el Consuelo de
los hipocondríacos y de los histéricos. Por último,
- es uno de los tónicos indígenos mas estimados y
mas empleados : con ellase preparan un extracto,
una agua destilada, una tintura alcohólica,infusos
vinosos, etc. , etc., todos usados en medicina.
Las llores de manzanilla contienen un aceite
esencial (V. Aceite volátil de manzanilla) , que
se extrae en Glandes , y que usado por gotas tie-
ne las mismas virtudes que aquellas.
Finalmente, la manzanilla es también empleada
para decorar los jardines, principalmente sus
variedades de flores dobles , semi-dobles { de di-
ferentes colores y de un olor agradable.
Conviene no confundir la manzanilla romana con
la Matricaria Manzanilla [Matricaria Chamo-
milla, L.), aunque este error no lleve inconvenicri-
tes, porque ambas plantas tienen propiedades muy
semejantes, mas débiles sin embargo esta última.
V. Matricaria.
Antemis Pelitre (Anlhcmis Pyrelhrum,
L.J. V. Pelitre.
Aiiteinis de tinte» , Manzanilla
amarilla, Manzanilla cíe los tinto-
rero» {Anlhemis tinctoria, L.). Planta vivaz,
indígena,- detallo derecho y corimboso; hojas bi-
pinnadas,- aserradas y tomentosas por debajo; flo-
res enterameníe amarillas , que dan un color se-
mejante. El Sr. Gilibert ha empleado con ventaja
el infuso de esta planta en q! catarro pulmonar,
la afección hipocondríaca y las calenturas iifte'f-
mitenles de la primavera. .
AífTEBf <%.IíK. Ave de mar que se encuentra
cerca del Cabo de Buena Esperanza, y que, según
antiguos viajadores, produce un plumión que se
aplica útilmente en el epigastrio para facilitar la
digestión. Sennini piensa que es el albatrose,
Diombqea desterrada {Diomedcaexuians, L.), cu
yos huevos son muy buenos para comer.
AftTTISR.ICO', Añtiiericum. Género de la
familia de las liliáceas, de la heftandria mbnogi-
niadeLinneo, cuvas especies casi íodasson ori-
ginarias del África.
Anterico bicolor (Antkericum bicolor,
Besf.). Esta planta, que crece en los Laudes, en la
Gascuña, en algunos puntos de España, etc. , de-
be su nombre específico al color de sus flores ro-
sadas por afuera y blancas por dentro: los luga-
reños se purgan con el cocimiento de sus raíces,
largas de muchas pulgadas.
Anterieo «juiebraltueso» (Antheri-
cum ossifragum, L.). Esta planta crece oú los
pantanos hornagueros del oeste de la Francia, en
España, y en varias parte de Europa. Dícesé que
su uso es nocivo y capaz de reblandecer los hue-
sos, de lo (pie ha recibido el nombre de Quiebra-
huesos, y sobre ella en el nortj de la Europa se
han difundido ideas fabulosas.
ANT
Estas dos especies y algunas otras , como d
Anterico Liliastro, Azucena silvestre [Anlhe-
ricum Liliastrum, L.) , son cultivadas i, veces en
los jardines.
A.vn Y flti A, Antiaris. Género de plantas
de la familia de las urtíceas , de la monoecia po-
liandria de Linneo.
Antiaria venenosa [A ntiaris toxicaría,
Lesch ; Ipo toxicaría, Pers.) . Este grande y grue-
so árbol crece en Java en los lugares fértiles. Sus
emanaciones no son, como se ha dicho , veneno-
sas para las plantas y los animales que le rodean,
ni tampoco son ciertos los absurdos que de él se
han referido hasta la época en que los Sres. Des-
champs y Leschenault le dieron á conocer. Sin
embargo, ciertas personas sufren incomodidad y
males de cabeza por la atmósfera de su zumo,
como esto sucede por las emanaciones del
Manzanillo, del Zumaque venenoso, y de algu-
nas euforbiáceas ; pero el último de los dos na-
turalistas que se acaban de citar no ha experi-
mentado incomodidad de piarte de este zumo es-
parcido en sus manos , pero enjugado en seguida.
La antiaria venosa suele adquirir hasta diez y
seis pies de circunferencia; su corteza es blan-
quecina y densa; la madera es blanca; las hojas
son muy caedizas , alternas, ovales, de un color
verde pálido , cubiertas de pelos tiesos y cortos,
y sostenidas por pedúnculos muy delgados y pro-
longados.'
Este árbol, en Java, es llamado Antiar, Anls-
char, al cual se añade, corno pronombre, la pa-
labra Upas , que quiere decir veneno vegetal; del
mismo modo que se designa bajo el nombre de
Upas tieuté á otro veneno muy célebre también,
procedente del Estricno tieuté [Strychnos tieuté,
Leseh.) (V. Eotr.icno), En las islas vecinas, como
en Macasar , en Borneo , se .llama á los venenos
Ipo, nombre q«e aveces base extendido á las
dos especies de upas con alguna razón, porque
parece que el de Macasar no es sino el Antiar, y
ef de Borneo el Tieuté. También el upas-antiar se
halla designado con los nombres de Dohon, Boom,
Pohou'-Üpas. ...
El zumo que cuela de las- incisiones hechas en
este ái;bol es gomo -resinoso y amargo; es blan-
co en los ramos jóvenes, amarillento en el tronco,
y muy viscoso en la corteza, y se ennegrece al
secarse ; es de una consistencia jarabosa. El cor-
to número de los habitantes de Java que lo prepa-
ran misteriosamente le añaden diversas sustan-
cias , que poco ó nada le quitan de su acción, cre-
yendo sin embargo añadirle algo; porque piensan
que el zumo fresco es inerte, lo que es muy equi-
vocado , según los experimentos de Horsfield.
Envejeciendo, tampoco nada pierde de su fuerza.
En Borneo se deja concretar este zumo, en vez
de conservarlo en consistencia de melote como
en Java. Enciérrase en tubos de caña mambú
bien tapados, porque se altera y pierde su vio-
lencia ai airé, mientras que la conserva del todo
si se le resguarda de él.
El zumo del upas-antiar (así como el del tieu-
té) sirve á bs naturales del pais para emponzo-
ANT
fiar el acoro de sus flechas; antiguamente las
impregnaban con él para la guerra, y al presen-
te lo verifican para la caza. Antes de la sumisión
de la isla, los Holandeses se veian obligados á cu-
brirse de una especie de coraza para preservarse
de las heridas de estas armas mortíferas.
Todos los animales en los cuales se introduce
el zumo del upas-antiar por una picadura experi-
mentan violentas convulsiones, y fuertes evacua-
ciones por arriba y por abajo : los vómitos dan
salida á materias negruzcas ; el cerebro parece
luego experimentar el efecto del veneno, y los
animales mueren en un estado tetánico : los per-
ros , al cabo de una hora; los ratones, en diez
minutos; los gatos, en quince; el mono, en sie-
te ; el búfalo , animal muy fuerte , en dos horas
diez minutos. Según Foeísch , con este venenóse
hace perecer á las mugeres adúlteras cuya muer-
te se verifica en seis minutos.
El análisis químico del Upas-antiar ha dado á
los Sres. Pelletier v Caventou una resina elástica
parecida al cautehue, pero que difiere de él
por sus propiedades ; una materia gomosa, \ una
sustancia amarga soluble en el agua y enefalco-
hol, en la cual residen las propiedades deletéreas
de este zumo , y que parece contener un nuevo
álcali vegetal. En él no se ha encontrado estric-
nina.
Este zumo , que es menos violento que el lieu-
té, ha sido sometido á numerosas experiencias
para probar, en Europa, sus efectos nocivos. 6e
ellas puede concluirse: que, después déla 'muer te
de los animales, no se encuentra ningún vestigio
del veneno en las visceres de la digestión, y que
tan solo los vasos sanguíneos están llenos de mu
sangre negruzca como en laaslixia; que los ani
males perecen tanto mas pronto cuanto mas jóve-
nes y menos fuertes son; que introducido el vene-
no en las mismas venas, la muerte es mas pron-
ta «pie cuando se ingiere en una picadura; que
introducido por los vías digestivas parece obrar
con menos fuerza, por que algunos animales no
han sucumbido, aunque liaynií estado muy en-
fermos. La carne de los animales muertos por el
upas puede ser comida impunemente, puesto que
los Javaneses se sirven de él en sus cazas. Como
los animales heridos mueren asfixiados, se ha en-
sayado retardar su muerte introduciendo aire ar-
tificialmente en su pecho, así como se practica
con los ahogados, pero por mas que se haga al
fin perecen. La sal común presentada como un
antidoto por los Javaneses, y el opio cuya efica-
cia *n el tétano es conocida , no han producido
resultados felices. Si, en el momento de la heri-
da, se hace sangrar mucho la llaga, el tósigo sa-
le con la sangre y puede impedirse hasta el enve-
nenamiento: en éste caso la ventosa seria un me-
dio excelente de salvación. Concíbese que si el
upas hubiese sido tragado, y á tiempo sé procu-
rase hacer vomitar, este prócedor seria el único
fpie daria alguna débil esperanza do salvar al su-
jeto.
liase dicho que la corteza interior de este ár-
bol tierno es empleada pan fabricar una tela
ANT 199
ordinaria, pero los pobres (pie la usan sufren el
inconveniente de que, cuando mojada por la llu-
via, les causa fuertes comenzones en la piel.
A vricoico. A:\tichoiu s. (leñero de plan-
tas de la familia de la tiliáceas, de la octandria
inonoginia de Linneo. El Anticokodki'üivíido [An-
tichortts (lepressus, L.; Jnssima edulis, Forsk.)
es planta de hortaliza en Arabia, en donde se co-
me cocida como las espinacas, ó mezclada en el
pan.
t\ni>F<«1ll , Antwesma. Género de
plantas cuya familia es indeterminada hasta el
presente , de la dioecia pentandria de Linneo.
La Aimaras* alexiteiiia [Antidesma alexUe-
rium, L.) es un árbol que crece en Malabar, lla-
mado Uertram, Ila?li-'lali,y está naturalizado en
las Antillas, en donde sus bayas agrillas se co-
men como las de bérbero entre nosotros. Sus ho-
jas pasan entre los habitantes del país como anti-
doto de la mordedura de la serpiente heretiman-
del, de donde Burman la llama Antidisma, contra
veneno. El Sr. Descourtilz afirma que su corte-
za es astringente y empleada en la disentería y
las enfermedades biliosas.
En el Congo se encuentra una especie de este
génoro, que es quizás la misma que la preceden-
te, y (pie tiene Un frutó análogo, por la aparien-
cia y él gusto, á la uva pasa.
ivrililllA. Antiiyi.i.is. Género de plan-
tas de la familia de las leguminosas, de la dia-
dcllia decandria de Linneo,
Antilida Barba «le Júpiter, An-
tilida plateada [Antln/llis Itarba Jovis,L.).
Hermoso arbusto, que crece en el Levante, en el
Apenino de ambas1 Canarias y en las rocas de
algunos puntos litorales del Mediterráneo, y que
se cultiva en los jardines , multiplicándolo por
acodos, estacas y renuovos, y por medio de sus
semillas sombradas en otoño. Tiene cinco pies de
alto, con hojas monadas, iguales, tomentosas y
plateadas por debajo, así como los ramos ; flores
en cabezuela , pequeñas , amarillas , y que se
abren en junio.
También se cultivan, pero con mas pro ando-
nes, y según los países en invernáculos, laAxTi-
LtoA Falso-Cítiso [Anthyllis l'studo-Vytisum,
L.), la Amii.ida DI Creta [Anthyllis crdaixis,
L.), de tallo fructicoso, y de flores rojizas en es-
pigas bastante manifiestas , y también alguna
otra especie mas.
Antilida vulneraria, Vulneraria
Anthyllii vulneraria, L.), Fsta especie herbácea,
indígena, crece en los ribazos y en los prados
secos, y también se cultiva en los jardines. De
tallos tendidos, vellosos; hojas pinnadas y desi-
guales; flores amarillas en cabozuelas duplica-
das, de cáliz vesiculoso. Floreco durante lodo el
estio.
Esta planta debe su nombre á sus pretendidas
virtudes consolidantes y cicatrizantes, (pie la ha-
cían aplicar sobre las úlceras, pero ya no se usa.
Los bueyes, las cabras y los cameros la comen
con gusta-.
AXTILOPE, Antílope. Género demami-
200 ANT
feros rumiantes, muy numeroso en especies, la
mayor parte de las cuales viven en manadas mas
ó menos considerables. Este género es dificilísi-
mo de caracterizar: los autores todavía no han
podido dar con un carácter general que abrace
todas las especie, sin duda por no poderlas estu-
diar á causa de tener éstas sus hábitos vagabun-
dos y de habitar por lo común en países poco
morados. Todas tienen veinte y cuatro molares y
varios poros inguinales, especies de bolsas for-
madas por los repliegues de la piel y de las in-
gles. Según Desmarest, es un carácter constante
el no tocarse enteramente nada los huesos eslé-
noides y parietal , ó tener de común solo una
punta aguda ó una sutura casi linear ; al revés
de los ciervos y de las cabras que tienen dichos
huesos soldados por una superficie de nueve á
doce líneas. La división de las especies en gru-
pos también presenta muchas dificultades, que
todavía no han sido allanadas por los autores.
La mayor parte de los antílopes habitan en el
África, un gran número en Asia, dos especies en
Europa y otros dos en América.
La alzada de los antílopes varia desde la de
un cordero recien nacido liasta la de un caballo
de marca regular ; sus astas , que en un gran
número de especies son privilegio exclusivo de
los machos, afectan muchísimas formas: sus
piernas son sumamente delgadas: sus talones
varían según sus hábitos y las localidades que
habitan ; los que moran en las montañas, y , con
una agilidad asombrosa corren de peñasco en
peñasco , tienen uñas pequeñas y casi sin talón
aparente ; los que habitan las llanuras tienen los
talones mas desarrollados y sus formas en gene-
ral son mas macizas.
Los antílopes se distinguen de los ciervos por
sus cuernos huecos y de núcleo huesoso, y per-
sistentes, en vez decaer cada año; pero muchísi-
mas especies se les asemejan por la elegancia y
la ligereza de sus formas, por la flexibilidad.de sus
piernas, por la magnitud y viveza de sus ojos,
acompañados con frecuencia de lagrimales, pol-
la rapidez de su carrera,. etc. También hay algu-
nos que se parecen mucho á los bueyes.
Entre la multitud de especies que abraza este
género, solo nos ocuparemos de las siguientes, que
son las mas particularmente interesantes por los
servicios que prestan al hombre.
Antílope azul , Tseiran de Bu (Ton
[Antílope Leucophcea) , Especie indígena del Cabo,
de la alzada de un gran ciervo; su pelo es gene-
ralmente de un tinte apizarrado, á veces rojizo; el
vientre , la cola y una mancha que tiene en el
contorno inferior de cada ojo son blancos; sus as-
tas, encorvadas uniformemente hacia atrás, ne-
gras , con arrugas , tienen unos cinco anillos, y
su longitud es de pié y medio á dos pies; sin bro-
chasen los corvejones. Dícesequeel Tseiran es va-
liente, hasta esperar á pié lirme á los perros y
cazadores. El delicado gusto de su carne hace á
esta especie muy estimada.
Antílope Búbalo, Búbalo, Vaca
de Berbería [Antílope Bubalis). Esta espe-
ANT
cié, por la tosquedad de sus formas y por su ca-
beza, se parece a la vaca, de la que se distingue
por sus lagrimales y sus piernas de ciervo; su pe-
lo es de color leonado casi uniforme, excepto eí
copete de pelos negros con que termina la cola;
sus astas anilladas de doble corvaduracon la pun-
ta hacia atrás, muy aproximadas en su base é im-
plantadas sobre el vértice de la cabeza; sin bro-
chasen los corvejones. El búbalo es animal bravio y
peligroso ; con lodo, asegúrase que se domestica
fácilmente, y hasta que en épocas remolas fué
utilizado en los trabajos agrícolos.
Antílope Caama, €aama, Ciervo
del Cabo [Antílope Caama, Cuv.). Buffon y
muchos autores han confundido á este especie con
la anterior, de la que difiere porque tiene la ca-
beza mas larga y mas angosta, la corvadura de
las astas mas pronunciada , y la extremidad de
éstas es lisa y puntiaguda ; además , se le obser-
va una raya negra y estrecha en el cuello , y en
las piernas, una banda longitudinal del mismo co-
lor. La caama es un animal de la magnitud de
un ciervo, de color leonado bayo, mas oscuro
en el lomo, con una mancha negra que circuye
la base de sus astas. Es muy común en el Cabo,
en donde vive en grandes manadas: su ligereza
es tal que un caballo no puede alcanzarla; su gri-
to es una especie de estornudo. Su carne es muy
buena para comer , y se hace secar cuando se la
quiere conservar.
Antílope Cabrón montaraz, HJips-
prlnger [Antílope Oerotragus, Forst.). Encuén-
dasele en las cercanías del Cabo de Buena-Es-
peranza en los peñascos mas inaccesibles , siendo
notable por los saltos prodigiosos que ejecuta, y
por cuya razón se le llama también Antílope efe
rocas y Antílope sallador : es del tamaño de la
cabra , pero sus piernas son muy largas ; su pelo,
que es tosco y quebradizo, en general es de color
pardo verdoso ; tiene las astas cortas , delgadas y
muy ligeramente cerradas, y las orejas mas cor-
tas que los demás antílopes. La carne del Klips-
pringer , que es delicada, pasa en el África me-
ridional y en el Cabo por la mejor caza del país.
Antílope Cardonla, Cardonla, Cu-
dii (Antílope stropiceros , Buff,). Esta especie,
que habita en lo interior del África , al norte del
Cabo de Buena Esperanza , es la que mas se
aleja del tipo común de los antílopes aproximán-
dose al de tas cabras ; el color de su pelo es mo-
reno ceniciento claro, con ocho ó diez manchas
blancas á los lados, muy aparentes en la juven-
tud ; las astas , á veces de mas de tres pies de
largo , y cuya sustancia es dorada de un amari-
llo pálido y semitrasparente , describen una her-
mosa espiral regular , de triple corvadura, y sus
puntas, que son lisas y agudas , están apartadas
unos dos pies y medio ; debajo de la barba tiene
una pequeña cresta de pelos, que se continua por
la garganta , pecho y parte inferior del vientre, y
á lo largo de la espina dorsal se deja ver una crin
corrida. El cudú es un animal de una elegante y
hermosa presencia, y notable por la agilidad de
su carrera; dícese que salta barreras de diez ó do-
ANT
ce pies de altura; se deja dominar con mucha
facilidad.
Antílope Cervicabra, Antílope
de las Indias, C Vr% ¡cuhra .1 ntilopc cer-
riaipra, Pall.). Esta especie es el Antílope pro-
piamente dicho, que vive en Berbería y en Ben-
gala . es muy semejante á las gacelas respecto á
la corpulencia, esbeltez y lijereza, y también en
la distribución de colores ; sus astas son de tri-
ple corvadura y cubiertas de anillos muy apreta-
dos hasta su extremidad ; tiene brochas en los
corvejones. La cervicabra suministra bezoares.
Antílope Cabra silvestre , f - arela
común (Antílope Donas, L.). Habita en casi
toda el África , > la mitad meridional y occiden-
tal del Asia ; encuéntrascle en la Arabia , en el
Senegal y en Berbería , en innumerables mana-
das. Tiene mucha semejanza con la bicerra : su
dorso es de un hermoso color leonado, el Vientre
é interior de los miembros es blanco de nieve , y
tiene una banda de color prieto que atrav le-
sa loa costados; el ojo está circuido por una lista
blanquizca que surca los carrillos hasta las na-
rices ; sus astas encorvadas hacia atrás , que se
desvian para fuera, inclinan su punta adelante; tie-
ne lagrimales, orejas grandes , el rabo corto y
rematado en un copete . negro , y brochas en los
corvejones. La elegante ligereza" de las formas de
la gacela, la finura de sus miembros , la vivaci-
dad y mágica dulzura de sus ojos han excitado
el genio délas poetas árabes. Un poeta persa, com-
parando este hermoso animal á su bella querida,
se sirve de la palabra ghazal , del que se ha he-
cho el nombre gacela. Ahoucham, á los ojos de
gacela, es un epíteto muy usado en Persia y muy
propio para expresar los ojos de un negro de
azabache de una beldad persa. Este antílope es
Iterseguido con encarnizamiento por los leones y
as panteras del desierto , y además es objeto de
caza para el hombre: su carne es de muy buen
gusto y muy estimada.
El Antílope Coiuna , Corina (Antílope Corintia,
Gmel.), cuyas astas son muy pequeñas y casi de-
rechas, el" Antílope Kevel , Kevel "(Antílope
Kevella , Gmel.) , cuyas astas son mas largas y los
ojos mayores, y el Antílope subguturosa , Tes-
cheiran de los Persas (Antílope subgutturosa,
Guld.) , que tiene una prominencia algo mas apa-
rente de la laringe , han sido considerados por el
Sr. Cuvier y otros naturalistas como simples va-
riedades de la gacela común.
El Antílope de bolsa (Antílope euchore), es-
pecie de gacela del Cabo, en donde se le llama
Spriny-Ilook, es un tercio mayor que la gacela
común, y tan hermoso que los Holandeses le
dieron el nombre de Prop-Boock , ó cabra de or-
nato. En tiempo de las grandes sequías se reú-
nen , según se dice, en rebaños de diez mil á cin-
cuenta mil para ir en busca de una temperatura
mas benigna y menos agostada , en cuyos viajes,
para defenderse de los leones , tigres y" panteras,
sus enemigos , saben hacer buen uso de sus astas
y tienen el instinto de marchar en columnas cer-
radas, formar en rueda, y combatir con brío.
ANT 201
Antílope Canto. Ya sor de Buffon (An-
tílope Dama, L.). Especie de gacela de la alzada
de un corzo, de color leonado por encima, y blan-
co por debajo , en los muslos y en el cuello; sus
astas tienen de seis á siete pulgadas de largo,
siendo en la juventud muv encorvadas hacia ade-
lante. El nagor es uno de los mas hermosos y ele-
gantes antílopes; encuéntrasele en el intencr de.
las regiones del Cabo de Buena Esperanza, en
donde se alimenta de semillas, yerbas y corte-
zas de árboles ; su carne es alimento delicado,
sustancioso y que se digiere con facilidad.
Buffon mira al Rict-reebock (Antílope oleotra-
gus) , que vive entre los cañaverales de los pan-
tanos de la Cafrería, como una variedad del Na-
gor. Es del tamaño del gamo , y de un color par-
do leonado ceniciento, casi semejante ni del cier-
vo ; tiene las astas mas largas que la cabeza, con
anillos en su mitad inferior, y lisas muy agudas
en la superior , encorvadas hacia adelante. Los
Hotenlotes y losColonosdel Cabo saben el arle de
hacer secarsus piernas para en seguida comer-
las á tajadas delgadas con pan y manteca.
Antílope Grimm, Pequeño Ca-
brón de Guinea, Doncel de Guinea
{Antílope Grimmea). Especie de forma elegante
y de mucha gallar Jia, que se distingue por su
aseo, y cuya alzada apenas excede de un pié; de
color , por lo común, leonado amarillento ó prieto
subido, y gris á lo largo del dorso, en la frente, la
cola y los miembros ; astas derechas, pequeñas ,
casi paralelas y dirigidas hacia atrás. El doncel de
Guinea se domestica con facilidad. Hay autores
que piensan que la pequeña Cabra sumidora ó
Cabra saltona del Cabo es una variedad de esta
especie.
El Guervey ó Rey de los cervatillos, antílope del
Congo y de las cercanías del Cabo, la menor de to-
das las especies conocidas, y cuva altura no excede
de doce a quince pulgadas; el Antílope de Salt,
que en la Nubia y Abisinia, en donde habita, se la
llama Madoko ; el Gris book, muy común en los ga-
binetes, y el Urcli, bastante semejante al grimm,
que vive en las inmediaciones del Cabo de Bue-
na Esperanza, son todas especies pequeñas atines
al grimm.
Antílope Oreas, Alce del Cabo,
Canna (Antílope Oreas, Pall) . Esta especie, que
es la mayor del género, vive en las montañas al
norte del' Cabo en rebaños de cincuenta á sesenta,
y á veces de doscientos á trescientos; su altura
y grueso le asemejan mucho al caballo; su color
és leonado parduzco, con una raya negra á lo lar-
go del dorso; sus astas, derechasy en espirales, tie-
nen mas de pié y medio de largo; tiene una pe-
queña crin en la frente y á lo largo del cuello, y
una marmella bajo la garganta bastante parecida
á la del buey; su cola es medianamente larga.
Este animal, que los Hotentotes llaman Canna y
los Holandeses llama Alce del Cabo, es muy poco
bravio , y el cazador puede penetrar en medio de
los rebaños sin temor para escojer los que mejo-
res le parezcan: su carne es muy buena y el tué-
tano de sus huesos es muy estimado; también se
tomo i. 26
202 ANT
utiliza su piel. Este antílope se domestica con fa-
cilidad , y es de creer que podría servir para los
trabajos de agricultura.
Antílope Ovias , Oriz, Rupicabra
del Cabo ( Antílope Oryx, Pall). Esta espe-
cie se encuentra en el norte del Cabo , y sobre
todo en el interior del África, siempre por pa-
rejas. Su alzada excede á la del ciervo; su co-
lor es moreno ceniciento azulado; la frente, regio-
nes orbitarias y hocico son flancos, y las demás
partes de la cabeza de color prieto muy subido ;
tiene una banda del mismo color a lo largo de
la espina dorsal , y rayas prietas en la gargan-
ta, espaldillas y muslos; astas derechas, lisas
en los dos tercios superiores de su altura, ver-
ticales muy cerradas, y llegan hasta tres pies
de longitud. Este animal fué conocido de los an-
tiguos, quienes le atribuían no mas que un cuer-
no, y de ahí la fatula del Unicornio: llamába-
sele Gacela del Bezoar, porque era uno de los que
suministraban antiguamente el bezoar oriental,
que se atribuye mas particularmente á la Capra
sEgagrus, Gm. El oriz es temible por su valor y
la destreza con que emplea sus cuernos. Estos sir-
vieron en la antigüedad para hacer instrumen-
tos músicos, armas ofensivas, etc.
Muchos autores miran como variedad de esta
especie al Leucoiuz ú Oriz blanco, que vive en
Arabia, de la que difiere porque su cuerpo es
de un hermoso blanco, etc. También se ha con-
fundido, con frecuencia, á estas dos especies con
el Alg.vcel, que habita la zona central del África
desde la Nubia hasta el Senegal, de las que se
distingue por tener las astas encorvadas á mane-
ra de arco de círculo que llegan hasta los costa-
dos, etc. Según Cuvier, es la única especie desig-
nada por los antiguos con el nombre de Oriz.
Antílope pintada, Nyl-f»haut ó
Toro azul , Toro ciervo de las In-
dias (Antílope picta) , Bocéfalo originario
del Indo, de Cachemira y del Himalaya, y algu-
no que ha sido traído en Inglaterra ha procreado.
Es de la alzada de un gran ciervo; el macho de
color parduzco, la hembra de color rojizo, y en
ambos por encima de los cascos se ven dobles ani-
llos blancos y negros ; sus astas son iguales en
longitud á la mitad de la cabeza ; tiene lagri-
males, y en su parte media de la garganta un
mechón de pelos largos. El Nyl-Ghaut se amansa
fácilmente, vive como nuestros animales domésti-
cos, y podría utilizarse en la agricultura.
Antílope Rupicabra, Cabra de los
Alpes, Gamuza, Rupicabra ( Antílope
Rupicabra, L. ). Habita las montañas de Europa,
en los Alpes, y es conocido en los Pirineos con
el nombre de Cabra montes; se le encuentra en
rebaños de quince á veinte. En cuanto á la for-
ma del cuerpo es parecido al ciervo; su pelo es
de color moreno subido, y tiene una lista negra
que pasa del ojo al hocico; sus astas son negras,
lisas y derechas en su primera mitad, y se encor-
van repentinamente amanera de anzuelo; sus pier-
nas son largas. Las rupicabras, así como las ca-
ris, están sujetas á vértigos, trepan p or los pe-
ANT
ñascos que ellas continuamente lamen, sobre todo
cuando éstos contienen nitro ó sal, viéndose en los
Alpes rocas ahuecadas por la lengua de estos ani-
males.
Según Buffon, la rupicabra es el tronco hembra
de la especie de las cabras; no se la encuentra
sino en las montañas mas elevadas, porque teme
mucho al calor. Distínguense dos variedades de
ella: la mas pequeña nunca abandona las monta-
ñas en donde se alimenta de plantas aromáticas.
La caza de las rupicabras presenta algunas difi-
cultades, por los espantosos saltos y brincos que
ellas dan de roca en roca, por la fragosidad del
terreno, y porque se requiere cierta práctica pa-
ra seguirlas y sorprenderlas.
La carne de la rupicabra es dura, pero cubier-
ta de mucha cantidad de grasa: la de de las rupi-
cabras jóvenes es excelente, sobre todo en invier-
no, y es de fácil digestión. A veces se encuentran
en su estómago egagropilos llamados Pelotillas
de rupicabra ó Bezoares de Alemania (V. Ega-
gropilos). liase recomendado su grasa licuada'en
leche contra la tisis, su hígado contraía disente-
ría, su hiél contra la nictalopia, las manchas y
otras enfermedades de los ojos, y sus excrementos
como litontrípticos. La piel de este animal prepa-
rada sirve para diversos usos económicos y otros;
en cuanto á los cuernos de la hembra, antigua-
mente sirvieron de flebotomo en el arte veterina-
rio, y se^dice que todavía sirven en el Norte.
Antílope Saiga, Saiga [Antílope Saiga,
Pall.). Especie viajera, que habita la Engría y las
partes meridionales desiertas de la Rusia y de la
Polonia, en rebaños compuestos hasta de diez ca-
bezas: es de la magnitud del gamo, y su forma mu-
cho menos elegante y mas rechoncha que la de
los ciervos y las gacelas; de color leonado en el
dorso y los costados, y de color blanco en la parte
inferior del vientre; sus astas, de formamuy aná-
loga á la de una lira, son de color amarillo
claro, que se asemeja al de la concha de tortu-
ga. Las saigas á fines de estío se retiran ha-
cia las comarcas meridionales para hallarse en la
primavera á latitudes mas trias; aliméntanse de
yerbas acres y amargas del desierto, y esta es la
razón porque su carne es de un olor y sabor nau-
seabundos, y muy repugnante sobre lodo en vera-
no por la rnultiUid de gusanos que se engendran
debajo de sus pieles. Las saigas tienen la vista
corta, pero su exquisito olfato les indica al caza-
dor á media legua de distancia; mas, aunque cor-
ren con singular velocidad, como son animales en-
debles y delicados, muy luego son habidos, pues
se rinden al cansancio y perecen á la mas leve
herida. Su carne no es buena para comer sino en
invierno; según Gmelio, su sabor es análogo á la
de ciervo, y, según otros autores, es fuerte y nau-
seoso, y sin embargo hay comarcas en que sirvo
con frecuencia de alimento.
AVH JlOXlATO. Nombre dado á los
compuestos salinos que forma el ácido antimónico
con los óxidos metálicos. El único empleado es el
que vamos á describir.
Antimoniato de potasa. Dos compues-
AJST
toa que llevan este nombre eran antiguamente muy
célebres, siendo todavía empleados por algunos mé
dicos. El primero, llamado Antimonio diaforético
no lavado, y (pie resulta de la calcinación de una
mezcla de antimonio y de nitrato de potasa, pasa
por un Antimoniato de potasa, aunque las porpor-
ciones relativas de sus componentes varíen en ca-
da una de las numerosas fórmulas que de él se han
dado. Como esta sal es delicuescente, se la debe
conservar al abrigo del aire. — El segundo, cons-
tante en su composición, se obtiene tratando mu-
chas veces el antimoniato de potasa por el agua
hirviendo en cuya operación se trasforma en
un compuesto blanco, naturalmente pulverulento,
insoluole, que es sobre-antimoniulo de potasa ó
bi-antimoniuto potásico oficinal, llamado Antimo-
nio diaforético lavado ó Antimonio diaforéti-
co usu il. Las aguas que han sen ido en esta ope-
ración contienen un exdeso de potasa y cierta can-
tidad desub-antimoniato en solución; suturándolas
por ud «ácido se precipita de ellas una materia blan-
ca, polverolenta, que es ácido anlimónico anhi-
dro. A este precipitado antiguamente se le habia
dado el nombre de Materia perlada de Kcrhrin-
gio.
En las boticas al antimonio diaforético se le da,
por lo común, la forma de trociscos. Rías como es
otro de los medicamentos que han ido á aumentar
la lista de las drogas farmacéuticas, puesto que se
le ve ligurar en los catálogos de los artículos
preparados en los laboratorios de productos quí-
mico-farmacéuticos, se ha de tener presente que
á veces se solistica con la creta, y también, cosa
monstruosa, con el albayalde: entonces tratado
por el ácido acético hace ¿fervescencia, y además
en el segundo caso forma una solución cuyo sa-
bor azucarado descubre la presencia fraudulen-
ta del. plomo.
Los dos antimoniatos de que acabamos de hablar
eran reputados fundentes, sudoríficos y alexifár-
marcos. El primero, mas activo que el segundo,
pero poco seguro en sus efectos, porque está dis-
tante de ser siempre el mismo, apenas es emplea-
do. El segundo es aun prescrito algunas veces á
la dosis de 12 á 36 granos, sea desleído en una
poción, sea unido á cualquier extracto en forma
de bolos ó de pildoras; es insípido, y parece casi
inerte, pero no obstante figura en vanos medica-
mentos oficinales.
A1VTOIONI©. Metal, cuyo descubrimiento
data del siglo XV, designado por los antiguos na-
turalistas bajo el nombre de Stibium, que hacon-
servado en las diversas obras latinas.
El antimonio se encuentra en la naturaleza : I .° en
el estado nativo ó puro, en pequeñas masas hojosas
ó escamosas en algunas vetas; 2.° en el estado de
antimoniuro deplata [Plata antimonial de los anti-
guos), en ciertas vetas argénticas, designado por
los mineralogistas con el nombre Discrasa; 3.° en
el deóxido^anhidro (Antimonio blanco, Cuide An-
timonio, etc., de los antiguos), en algunas vetas,
y llamado por los modernos Exitela; 4.° en el de
oxido hidratado, conocido con los nomines de A ci-
doantimonioso, Ocre de antimonio, etc. , y última-
ANT 303
mentecon eldeEsTiBicoNisA, que se halla casi
siempre encima de la estibina; '¿° en el de sesquisul-
furo, llamado Antimonio gris, Antimonio radiado,
ó Antimonio del comercio, formando la Estibina,
que constituye minas abundantes que se encuen-
tran en casi todas partes, pero sobre todo en Si-
llería, en Ungría, en Sajorna, en Bohemia, en In-
glaterra, en el mediodía de la Francia, y que son
muy comunes en España, en ciertos distritos, en
K articular en las provincias de Lugo y de Ciudad
eal en Santa Cruz de Múdela, en donde se bene-
ficia.
El antimonio metálico puro es brillante, de un
blanco ligeramente azulado , de una textura ra-
diada laminosa; su densidad varia de 6.702 á.
6.860; es muy quebradizo y fácil de pulverizar;
dotado de un olor y de un sabor sensibles; ex-
puesto á la acción del calórico, se funde á una tem-
peratura de + 425° ; calentado al contacto del
aire, entra en ebullición, se inflama al calor ro-
jo y arde despidiendo un humo blanco inodoro,
que se condensa sobre los cuerpos fríos en agujas
ligeras de protóxido de antimonio. Este metal tra-
tado en caliente por el ácido nítrico es fácilmente
atacado y traslormado en un polvo blanco , inso-
luble , que es ácido antimonioso. Calentado con
una mezcla de ácidosiiidroclórico y nítrico (agua
regia) , se disu<l\e con prontitud pasando al es-
lado de cloruro : esta disolución incolor es preci-
pitada en vedijas blancas abundantes por el agua,
solubles en un exceso de potasa; en amarillo na-
ranjado por la solución de ácido hidrosulfúrico ó
por la de un hidrosulfato; por último, una lámina
de hierro ó de zinc separa de ella el antimonio en
forma de polvo negro, que por la fusión vuelve
á adquirir su aspecto metálico.
El antimonio que se encuentra en el comercio,
desde Basilio Valentín , que vivía en el siglo XII,
se extrac del sulfuro ó estibina. Para ello, se ca-
lienta el sulfuro de antimonio con hierro, ó bien
oxidándolo por medio de la tostacion y fundiéndo-
lo con tártaro ó carbón y un poco de carbonato de
sosa . El metal así obtenido, que está en panes y
cuya superficie ofrece una especie de cristaliza-
ción comparada á hojas de helécho, retiene siem-
pre un poco de sulfuro, que se le puede separar
por medio del ácido muriático concentrado , y
con frecuencia hierro, plomo, cobre, y también
arsénico.
El Sr. Sérullas ha hecho ver, 1 .° que en el an-
timonio del comercio hay, término medio , V80 de
arsénico; 2o que el sulfuro de antimonio de las
diversas minas lo presenta hasta '/so» y, término
medio, l/M; 3.° que el vidrio de antimonio y el
sub-sulfato de antimonio también lo contienen en
cantidades muy notables; 4.° que el azufre dorado
de antimonio y el kermes lo ofrecen, término
medio , hasta 6/1(,o ; 6.° que lo mismo sucede con
el antimonio diaforético , hígado de antimonio y
su óxido sublimado; 6.° que no lo contiene el tár-
taro emético , porque queda en las aguas madres;
7.° que la manteca de antimonio esta igualmente
libre de él. Dé aquí se sigue «pie el antimonio des-
¡ tinado para los usos medicinales debería extraerse
Wí ANT
del tártaro emético ó de la mantecade antimonio;
que el sulfuro de antimonio impuro de que se ha-
ce por lo común uso no es inerte como se cree,
y que quizás no es sin motivo el haber pasado por
largo tiempo como venenoso, y que probablemente
depende del arsénico que contiene la actividad real
queda á ciertos cocimientos, tales como la tisana
de Feltz, de la que teóricamente se ha querido
proscribirle como inútil. Es muy interesante, pa-
ra la medicina , la indagación de la cantidad de
arsénico que toman en este caso los enfermos, que
puede ser bastante grande, y ofrecer ya peli-
gros, que con frecuencia se han observado, ya una
utilidad incontestable.
Hase dicho que el antimonio que se encuentra
en el comercio raras veces es puro , y que con-
tiene con frecuencia hierro, arsénico y algunas
veces cobre y plomo. — La presencia del hierro
es fácil de manifestar precipitando por el agúala
disolución de este metal en el agua regia , filtran-
do el lí finido y echando en él una solución de
cianuro de hierro y de potasio, que dará lugar ins-
tantáneamente á un precipitado azul mas o menos
subido. La proporción de óxido de hierro podrá
ser evaluada precipitando el líquido por un exceso
de potasa cáustica , porque el peso del peróxido
de hierro calcinado hará conocer el del hierro en
el estado metálico. Elarsénico se reconoce calci-
nando fuertemente el antimonio con su peso de
bi-tartrato de potasa para producir una aleación
de antimonio y de potasio , y si entonces se trata
este producto por el agua sedesprende hidrógeno
arseniado , fácil de distinguir por su olor aliáceo,
y sobre todo dejando arder el gas que se ha for-
mado en una campana larga y estrecha, que en-
tonces se posa sobre las paredes de ésta una ca-
pa morena de hidruro de arsénico. — En cuanto
á la presencia del cobre y del plomo, siendo estos
dos metales solubles en él ácido nítrico , se con-
cibe que deben hallarse en la disolución cuando
se trata el antimonio en caliente por el ácido ní-
trico puro. Entonces para descubrir el cobre,
basta echar en la solución amoniaco que da un
precipitado azul pálido soluble en un exceso de
este álcali colorándolo en azul añil magnífico; y
para descubrir el plomo, echar yoduro de potasio,
que produce un precipitado amarillo de oro.
De lo expuesto podrá deducirse la necesidad de
purificar el antimonio del comercio que se desti-
ne al uso de la medicina. Para esto, se extiende,
después de haberlo reducido á polvo , en un plato
de barro barnizado , ancho y poco profundo ; se
calienta gradualmente hasta que se manifiesten
manchas negras en su superficie; entonces se dis-
minuye el calor , las manchas aumentan, la masa
se pone candente á pesar del descenso de tem-
peratura; se revuelve con una espátula de hierro
mientras dura la candencia ; el antimonio absor-
ycasí 12,5 p% de oxígeno, y se convierte en sub-
óxido, que se pone en un crisol cubierto y se fun-
de á la temperatura mas baja posible. Así se
obtienen dos productos : 1 .° en la parte inferior,
un botón de antimonio puro; 2.° en la parte supe-
rior, una escoria formada de agujas muy brillan-
ANT
tes , que es el óxido antimónico combinado con
los óxidos de los metales extraños que podia con-
tener el antimonio.
El antimonio es uno de los metales sobre los
cuales los alquimistas han ejercitado mas su pa-
ciencia : el color blanco y el brillo metálico muy
pronunciado que presenta , les habían hecho pen-
sar que su trasfonn ación en oro y en plata seria
fácil. Sf sus esperanzas fueron burladas, sus lar-
gos trabajos sin embargo no fueron inútiles para
la ciencia, porque, atormentando este metal de
(odas las maneras, descubriéronla mayor paite de
sus compuestos, los cuales han suministrado á la
medicina remedios, algunos de ellos muy impor-
tantes. V. los artículos Acetato, Acido, Cloruro,
Oxido, Sulfato, Sulfuro y Tartrato.
Los antiguos químicos llamaban al antimonio
Régulo de antimonio. El origen de la palabra An-
timonio, se dice, procede de una circunstancia
muy singular. Basilio Valentín , que fué el pri-
mero que supo extraer el metal puro de su sul-
furo, habiendo visto cerdos que engordaban ex-
traordinariamente por haber comido el residuo
de una de sus operaciones sobre el antimonio,
creyó que este metal podria restablecer la salud
de los trailes de su convento, extenuados por los
ayunos y las mortificaciones. La administración
dé este nuevo remedio fué fatal á estos buenos
religiosos, que perecieron en gran número. De
aquí vino el nombre francés Antimoine, en espa-
ñol Antimonio.
Sin embargo, esto no impidió que mas tarde
se sacase partido de las virtudes de este metal, á
pesar de las vivas contestaciones áque dio lugar
en Francia el uso de las preparaciones antimo-
niales, entre los médicos y químicos, y también
literatos, desde el siglo X\ hasta el 29 de marzo
de 1666 que la facultad de medicina de París las
dio su aprobación, y el Parlamento revocó el de-
creto dado en 1566 prohibiendo su uso. Después,
por largo tiempo, se formaban con el antimonio
pequeñas balas que los enfermos tragaban para
purgarse; y como estas pildoras servían indefini-
damente y se trasmitían, por decirlo asi, en he-
rencia, se las llamaba Pildoras perpetuas. Tam-
bién se le ligaba con el estaño para hacer cubi-
letes en los cuales el vino que en ellos se dejaba
estar por algún tiempo adquiría una virtud emé-
tica y purgante.
lloy dia estos remedios, ó asquerosos ó infie-
les, están abandonados. Con todo elSr. Trouseau
ha ensayado últimamente emplear el antimonio
metálico reducido á polvo fino por la porlirizacion,
para combatir la neumonía y el reumatismo arti-
cular: lo administra en suspensión en un looc ó
en una poción mucilaginosa, á la dosis de 1 4 gra-
nos á 2 dracmas; y mezclándolo con 2 partes de
enjundia, ha obtenido una pomada antimonial que
obra como la pomada de Autcnricth.
El antimonio metálico se liga con el hierro, el
estaño y el cobre, y forma metales quebradizos,
que llevan aun el nombre de reguíos. Da dureza
al estaño , y se saca partido de esta propiedad
para las planchas de grabar la música , y para
ANT
varios utensilios que fábrica el estañero ; se le
nace entrar en la composición de aleaciones de
metales propios para hacer espejos de telesco-
pios, y en grande proporción en la de los carac-
teres de imprenta; forma parte también, con
otros metales de bajo precio, de compuestos que
sirven para la fabricación de pequeños enseres,
entre ellos llaves de cantimploras; el metal de
Argel, de que se hacen cubiertos que , cuando
nuevos* tienen tanto brillo, peroqueson extrema-
damente quebradizos, contienen una grande pro-
porción de antimonio.
En España , el antimonio metal lo recibimos
del extranjero, principalmente de los depósitos
de Marsella, formados de los antimonios que cir-
culan en el comercio de la vecina nación proce-
dentes de Inglaterra, de la Wesfalia, de la l'n-
gría, de la Francia central, etc.
AKTIREA, Antiriiea. Género de plantas
de la familia de las rubiáceas , de la tetrandia
monoginia. La Antirea de Borrón [Anlírhea bor-
bónica, Om.; Matonea vcrticillata ,, Lam.) , que
crece en la isla de Borbon, en donde es conocida
con el nombre de Leño de Losteau, del que la
encontró, tiene su raiz y su corteza, reputadas
astringentes, empleadas para detener los hemor-
ragias.
A vr i it it i \o. Antirrhinum. Género de
plantas de la familia de las escrofulariéas, de la
didinamia angiospermia. Hánsele separado las es-
pecies de corolas espolonadas, bajo el nombre de
Linaria. Los antirrinosson vegetales por lo común
herbáceos, raras veces sufructicosos.
Aiii ir r i no Cimbalaria, Cimbala-
ria [Antirrhinum Cymbalaria , L. ; Linaria
Cymbalaria). Esta pequeña planta, inodora, lam-
piña, rojiza, de hojas lobadas, que crece en Espa-
ña en las hendiduras de las paredes hechas de
gruesas piedras de talla, tiene un sabor agrillo y
«le pimienta, que denota una propiedad antiescor-
bútica, por su analogía con el del berro, déla
rodearía y de la capuchina. En la India, según
Hamilton, los médicos la dan mezclada con azúcar
en el caso de diabetes, propiedad preciosa, si fue-
se cierta.
A ni irrino Elatiue, Ant irriuo es-
purio [Antirrhinum Elaline, L.; Linaria Ela-
tine). Esta planta indígena, que crece en nuestros
barbechos, rastrera, vellosa, inodora y amarga,
pasa como purgante. No está en uso.
Antirrino Linaria, Linaria [Antir-
rhinumLinaria , L. ; Linaria rulgaris, Desf.).
Planta indígena que crece en los campos incultos
y cerca de los setos: arroja muchos tallos déla
altura de un pié v medio, redondos, delgados, con
muchas hojas oblongas, estrechas, enteras, grue-
sas, glaucas, semejantes á las del lino, de lo que
ha recibido su nombre; sus flores son amarillas y
nacen en las sumidades de los tallos en hermosas
espigas; su fruto es una cápsula redonda ú oval
di\ idida en dos celdillas llenas de semillas planas,
de color negro; su raíz es larga, rastrera, blanca,
dora y leñosa. Su sabor es ligeramente amargo,
y su olor es un poco viroso. Esta planta, antes de
ANA 205
estar en flores, es muy parecida á la Esula, pero
se conoce la diferencia, extrujando el tallo de la
una y de la otra La ésula contiene un zumo lecho-
so, y la linaria un zumo verde, lo que se expresa
por este verso latino:
Esula lactescit, sine lacle linaria crescit.
La linaria ha sido preconizada como purgante,
y sobre todo como diurética, lo que la na hecho
designar, en ciertas obras antiguas, I ajo el nom-
bre de Urinalis. Al exterior, en fomento es un re-
medio popular contra los tumores hemorroidales.
En Suecia, se hace hervir en leche, y se suspen-
de en las habitaciones para matar las moscas.
Antirrino mayor, Antirrino de los
Jardines, Becerra, Hocico de león,
Hocico «le becerra [Anlirrhinnn majus,
L.). Planta bienal, aveces vivaz, indígena, que
crece en todas partes, en las hendiduras de las pa-
redes viejas, en los escombros, etc. , y que se cul-
tiva en los jardines. De uno ó muchos tallos lam-
piños en la parte inferior y v ellosos en la superior,
bastante rectos, cilindricos, ramosos, de uno á dos
y mas pies de elevación; hojaslanccoladas, opues-
tos, á veces temadas en la parte inferior de los
tallos, sentadas en la superior y un poco peciola-
das en la inferior , de un verde oscuro; florece
abundantemente desde mayo hasta setiembre,
ofreciendo flores rojas ó amarillas en iacimos
terminales.
Esta planta , inodora y amarga en todas sus
partes, parece ser estimulante, aunque se la na-
va indicado como emoliente al exterior, sobre
íos tumores, etc. En Persia, según Gmelin, se
obtiene un aceite excelente , y que iguala al de
aceituna, de las semillas de esa planta, que son
muy abundantes: selas hace calentar fuertemen-
te, se machacan y se prensan. Yogel dice que,
en ciertos países , el vulgo atribuye á esta planta
el poder de destruir los hechizos ó maleficios.
El antirrino mayor es una hermosa planta que
adorna losjardínes endondehaproducidomuchas
variedades, de flores de colores diferent ;s, del
todo blancas ó dobles, de color de púrpura y blan-
cas, etc., que se multiplican por estaca y no re-
quieren ningún cuidado.
El AntiiiriisO blando [Antirrhinum molle, L.),
hermosa planta vivaz , que crece en España en
los Pirineos, y cuyas flores son blancas con el pa-
ladar amarillo y el labio superior purpurino , sos-
tenidas por pedúnculos alternos y axilares, po-
dría cultivarse en los jardines. Lo mismo debo
decirse del Antirrino de hojas anchas [Anlirrhi-
num latifolium, D.C.) , bastante parecido á la
becerra , de flores amarillas, muy común en los
lugares pedragosos y expuestos al sol, en el
mediodía de España, Francia, Italia, etc. A ve-
ces se encuentran los Antirrino Oroncio, Careza
de muerto [Antirrhinum Oronlium, L.) y Antir-
rino esplrio [Antirrhinum spurimn , L.) irdica-
dos como usados , pero sin especificación de vir-
tudes; estas dos plantas crecen en nuestros sem-
brados. En la Cochinchina se alimenta á los cer-
S06 AKT
dos con el Antirrino de tcerco [Ántirrhinum
porcinum, Lour.).
AWTOCIiEISTA, Anthocleista. Afzelius
llama así á un género inédito, de ia familia de
las aprteíneas, que crece en las orillas del Zai'ra
en el Congo, y del que los naturales, que lo lla-
man Musanga , fruto-nata , chupan el zumo azu-
carado que contiene este fruto para apagar su
sed.
AI¥T©X AltfT© , Antiioxanthum. Una de
las especies de este género, de la familia de las
gramíneas, de la diandria monoginia, el Anto-
xanto oloroso , Grama DE olor (Anthoxanthum
odoralum, L.) difunde un olor agradable cuando
seco, lo que lo hace suponer tónico y cordial. El
Sr. Vogel ha demostrado que Contenía ácido ben-
zoico. Ningún uso se hace de él en medicina.
ANTRACITA, Carbón incombus-
tible, Romaguera de chisporroteo,
Hornaguera incombustible , etc.
Esta sustancia, llamada también Antracolita,
Hienda carbonosa , Carbón lustroso , Lila lustro-
sa, etc., abunda muchísimo en los Estados Unidos
de América; encuéntrase también en Sajoniá, en
Inglaterra, en Francia, en España, etc., parti-
cularmente en los terrenos de" transición , en ge-
neral áridos y frios , poco propios para el cultivo.
La antracita es una sustancia negra, dotada
de un lustre metálico bastante vivo, opaca y fria-
ble; tiene una textura compacta, á veces esqui-
toídea y susceptible de ser dividida mecánica-
mente según las caras de un prisma recio rom-
boidal ; pesa de 1 ,5 á 1,8; es árida al tacto;
arde con dificultad, sin llaftia, humo ni olor;
cuando encendida, no obstante , y en masa, pro-
duce un calor muy fuerte y puede sefvir en las
fundiciones.
La antracita, á pártela corta cantidad de mate-
ria terrosa que contiene, está formada de carbo-
no casi puro, sin hidrógeno, y en esto es sobre
todo en lo que difiere de la úlla. Débesela siíi
embargo mirar, del mismo modo que á ésta,
como el resultado déla descomposición de anti-
guos vegetales destruidos; porque, según una ob-
servación del Sr. Adolfo Branquiart, á la eviden-
cia de la cual es difícil de contradecir , excepto
el grafito , quizás que pertenece á los terrenos
primitivos, todo el carbono que se encuentra hoy
dia en la tierra existia primero en la atmósfera
en el estado de ácido carbónico , de la que ha
sido sustraído por los vegetales; y su predominio
primero en el aire atmosférico, unido á un calor
húmedo y constante , permite explicar el prodi-
gioso desenvolvimiento del reino vegetal en las
antiguas épocas del globo , mientras que al con-
trario los animales , y sobre todo los animales de
sangre caliente, no hubieran podido existir en él.
Por lo tanto es preciso atribuir á los vegetales ca-
si exclusivamente estos vastos depósitos de car-
bón que se encuentran en el seno de la tierra;
pero debe hacerse esta diferencia entre la antra-
cita y la ulla, que la primera es mas antigua, que
se encuentra en capas mas profundas , y que
ppr consiguiente ha sido sometida á un calor
ANT
mas fuerte , lo que explica porque se la encuentra
privada de compuestos aceitosos y reducida al
estado de puro carbón.
La dificultad de encender la antracita es el
carácter que la distingue mejor de las ullas pro-
piamente dichas; y el mayor obstáculo que se
opone á su uso en un sinnúmero de artes es la es-
pecie de chisperrotéo que experimenta al encen-
derse , y que la reduce instantáneamente en pol-
vo. Sin embargo, liase sacado un buen partido de
ella, asociándola en polvo con la arcilla, en la
fabricación de los troncos económicos para la
chimenea. También se ha imaginado la cons-
trucción de hornos que permiten servirse de ella
con mucha ventaja para cocer cal, ladrillos y
aun vidriado de barro. Según el Sr. Brard, mez-
clada con ulla ó con leña , no necesita mas
que una gran cantidad de aire para encenderse y
producir un grado de calor mucho mas conside-
rable que el que se obtiene con los demás com-
bustibles , lo que la hace interesante para el tra-
tamiento metalúrgico de minerales en extremo
refractarios v para otros usos.
A Vl'K A ItttU Al'l. Nombre que el doc-
tor Polya dio, en 1840, á un medicamento que se
obticne'-con el carbón de piedra y la potasa. Hay
él antrokali simple y el antrakokali sulfurado. El
primero se prepara mezclando en una cazuela de
hierro ICO parles de carbón de piedra porfirizado
con Í'J2 parles de disolución muy concentrada ó
hirviendo de potasa cáustica por la cal; y, luego
de quitada ía vasija del fuego, continuando en
agitar la mezcla con una mano de almirez hasta
que se haya formado un polvo negro homogéneo,
el que en seguida se repone en un frasco bien se-
co y bien tapado. El segundo ó antrakokali sulfu-
rado se obtiene mezclando 16 parles de azufro
con ICO partes de carbón de piedra y 192 partes
de disolución de potasa , siguiendo al proceder
indicado para el antrakokali simple.
El antrakokali simple es un polvo negro, muy
soluble con el agua y delicuescente; el antrako-
kali sulfurado es un polvo verde negruzco: am-
bos tratados por un ácido mineral precipitan en
vedijas negras.
Estas sustancias han sido preconizadas contra los
herpes, ala dosis de 2 granos, ó mas, asociadas
con otros medicamentos.
La voz Antrakokali está formado de dos pala-
bras griegas que significan carbón de piedra y
potasa.
El Antrakokali rarísimas veces se prepara en
las boticas; continuado en los catálogos de pre-
cios corrientes de los productos fabricados en los
laboratorios de productos químicos, forma tam-
bién parte déla droguería farmacéutica.
ANT RESTO, Anthrenus. Género de insec-
tos del orden délos coleópteros, sección de los
pentámeros, familia de los clavicornios , tribu
de los dermestinos. Las larvas de dos especies
de este género, del Antreno de la pimpinela
(Aíithrcnus pimpinellw, Fabr.) y del Antreno
de los museos [Anthrenus musa'orum , Fabr.),
se alimentan de materias animales secadas , y son
ASI
del m'imcro de los insectos que, en los muscos y
en las boticas, concurren á producir la pronta
deterioración de los animales que en ellos se con-
servan. Carcomidas por estaslarvas, las cantári-
das, las cochinillas, el almizcle, el castóreo, etc., se
convierten en polvo. El naturalista les opone vapo-
res fuertes y asfixiantes, soluciones envenenadas;
el farmacéutico no puede precaver sus estragos
sino cerrando herméticamente sus vasos, y colo-
cándolos sobre lodo al abrigo de la humedad.
AUTIIi ó INDICO. Nombres que , en el
comercio, se dan á un producto inmediato, nota-
ble por su principio colorante azul, y que se ex-
trae de las hojas de muchas plantas de la familia
de las leguminosas y del género Indigofera (Y. es-
ta palabra). Las principales especies que lo su-
ministran son: \ .° el INDIGOFERA I>E COLOR PE PLATA
(Indigofera argéntea, L.), que da un producto de
superior calidad, pero en corta cantidad; i.° el
Indigofera disferuo [Indigofera disperma, L.);
3.° el Indigofera Añil (Indigofera Añil, L.j; 4.°
el Indigofera de tintes (Indigofera tinctoria, L.j,
que lo da inferior al de las otras especies, pero en
mayor cantidad, lo que hace que se le prefiera
para el cultivo. Todas estas plantas son indígenas
de las Indias y de Méjico, de donde han sido pro-
pagadas en ambas Américas.
Los Indigóferas no son las únicas plantas que
pueden suministrar añil. La Adelfa de tintes
(Nerium tinctorium, ltolll.), árbol muy común en
la India, contiene una gran cantidad de este pro-
ducto, pero, para extraerlo, se tratan las hojas en
caliente en vez de tratarlas en frió [V. Adelfa).
El Isátide de tintes, vulgo Yerba pastel (ho-
ti» tinctoria, L.), planta indígena, da también
añil muy puro, idéntico á los mejores añiles exó-
ticos, pero en cantidad menos considerable (V.
Isátide). YX Marsdenia de tintes ( Marsdenia
tinctoria , R.B. ) y el Wrightia de tintes
[Wrightia tinctoria", R. B.) se dice que producen
una parte del añil de la India. Sábese también que
la Polígala de tintes (Polygala tinctoria, Vahl.),
ti Padaliria de tintes [Padalyria tinctoria, W.),
la Galega de tintes (Galega tinctoria , W.), la
Galega oficinal (Galega ofjicinaUs, L.), el Cíti-
so espinoso (Cytisus spinosus, L.), el Trifolio
pratense (Trifolium pratense, L.), la Escabiosa
sucosa (Scabiosa succisa, L.), la Bignonia Chica
[tíignonxa Chica, Ilumb.), el Espilanto de hor-
taliza (Spilanthus oleraceus, Lour.), el Polígono
de tintes (Polygonum tinctorium, Lour .) , etc., etc.
contienen añil, y se extrae de algunas de estas
plantas ó podría extraerse en diferentes países.
Historia comercial del añil.
El añil fué conocido de los antiguos como un
producto de la India, y Plinio lo describe confe-
sando su ignorancia sobre la naturaleza real de
este articulo y los procederes empleados para
obtenerlo. Los pueblos de los países tropicales;
en donde crece expontáneamente el indigofera, a
AÑI 507
semejanza de lo quo todavía so practica en el in-
terior del África y en Madagascar , encontraron
medios mas ó menos perfeccionados de aplicar el
principio colorante de esta planta á la tintura de
sus vestidos ; pero el añil traido á los Europeos
desde los tiempos mas antiguos, llegaba de la
India por el golfo Pérsico , la Persia y la Siria ó
por el mar Rojo, el Egipto y Alcxandna , hasta el
momento en que los descubrimientos de últimos
del siglo XV cambiaron las rulas comerciales, y
era conocido desde el año 1228 , en una tarifa de
Marsella , bajo el nombre de índigo de Bagdad.
En estas épocas remolas , el añil solo sen ia en
corla cantidad para avivar y realzar el color azul
de las estofas que se teñían por medio del pastel
ó glasto (Isátide), y hasta que el desenvolvimien-
to del comercio lo hizo mas abundante no reem-
plazó del todo á esta planta.
La India conseno por largo tiempo el comer-
cio exclusivo del añil. Los documentos de la an-
tigua Compañía inglesa manilieslau que, de 1664
á 1694, exportó de Surata y Bombay C241,967
libras de añil de Agrá ó de Lahore, y M0,093
libras de Ahomdavad. Las demás naciones
europeas tomaban parte en este tráfico en una
proporción que no es conocida.
Encontróse al indigofera que crecía natural-
mente en una gran parte de la América, y do
consiguiente nada extraño es que los colonos eu-
ropeos, instruidos de los procederes de los Orien-
taies, introdujesen el cultivo de esta planta en
todas las partes en donde creyeron que podría
series beneficioso. Los Españoles, en el reino de
Guateamla, en la provincia de Caracas y un po-
co en Méjico, — los Portugueses en el Brasil, —
los Franceses en Sanio Domingo, en la Luisiana
y en su colonia africana de la isla de Francia,
— y los Ingleses en la Jamaica, en las Barbadas,
y en seguida en la Carolina, se hallaron sucesi-
vamente, con mas ó menos resultados, en posi-
ción de abastecerá sus metrópolis respectivas y al
comercio general del añil que reclamaba el au-
mento de sus manufacturas. En todas partes los
gobiernos fomentaron esta industria; pero de to-
dos los añiles de América el mas estimado era el
de las posesiones españolas , y también es el úni-
co punto de esta parte del mundo en donde su
fabricación ha conservado cierta importancia.
Mas habiendo los sucesos políticos que seña-
laron el siglo XVIII establecido y consolidado el
dominio inglés en la India, la Compañía comenzó
á considerar los efectos de su influencia bajo otro
punto de vista que ol de un beneficio comercial
inmediato. Fomentó el oultivo del indigofera por
lodos los medios que consideró oportunos, v , si
bien sufrió alguna crisis, por esfuerzos sosteni-
dos, el cultivo del indigofera en la Bengala y las
provincias vecinas triunfó por último de la produc-
ción de todos los demás lugares del globo, con
ligeras excepciones, do modo que después do
cierto número de años los Ingleses hicieron reco-
brar al añil de la India su antigua reputación , y
en la actualidad podrían por sí solos abastecer
de él á toda la Europa.
208 AÑI
El cultivo del añil , que se exporta por Calcu-
ta, se reparte en tres comarcas cuya importan-
cia relativa conviene apreciar :
1.° La Delta del Ganges, ó parle inferior de
Bengala, terreno pantanoso, aveces inundado,
pero en general bien cultivado, en donde los prin-
cipales puntos de producción son: Dacca, Jesso-
re y Fureedpore,Moorskedabad,Nudden y Kish-
nagore, Burdwan y Bancoorah, Hoogly y los
veinte y cuatro Purgunahs. Esta división, en caso
de cosecha completa, puede producir hasta 60
mil mands de añil.*
2.° El país medio, ribereño del Ganges, bien
regado y á veces inundado , que comprende los
lugares siguientes : Chuprah y Tiihoot, Patua,
Benares y Dinapore,Purneah, Munghir y Baugle-
Sqre, Malda, Rajshye, Natore y Dinageporc, y
[imunsig. La cosecha llena puede ascender á 50
mil mands.
3.° El país de Oude ó de Aoude, terreno seco ,
regado por medios artificiales y que da añil de ca-
lidad común. Esta división comprende Allahabad,
Mirzapore, Juanpore, Gauzipore y las provincias
occidentales del alto país. El cultivo ha dismi-
nuido en ellas, pero ha podido dar hasta 30 mil
mands.
No continuando en el estado arriba expuesto
los dos cantones de Balasore y Midnapone, cuyo
producto es poco importante , se vera que en la
situación actual una cosecha completa en la Ben-
gala daria I 40,000 mands, que representarían unas
i 0.1 52, 1 95 libras castellanas, pero pocos años se
observa que el producto sea tan elevado. Cuando
el mercado de Calcuta ha suministrado 114,000
mands, quehacen unas 8, 1 59.1 79 libras, la produc-
ción parece á corta diferencia corresponder á las
necesidades actuales. La producción de la India
inglesa se completa añadiéndola la cosechade la
provincia de Tinevelly en la presidencia de Ma-
dras y la de algunos otros puntos, lo que puede
formar un total de 9.791,015 libras.
Tan solo un concurso de circunstancias felices
puede elevar en la India la producción á su máxi-
mo. Una sequedad prolongada hace perecer la
planta en el alto país, y las lluvias violentas del
solsticio arrancan de raíz ala que crece alas orillas
del río, ocasionan inundaciones, y causan grandes
estragos en los países pantanosos del Delta. Exi-
giendo el indigófera, bajo la influencia de un ca-
lor activo y vivificante, tierras buenas fáciles de re-
gar, y produciendo en este caso añil de hermosa
calidad, nada extraño es que en los países que no
reúnen estas condiciones se haya abandonado su
cultivo. Las Antillas, la Luisiana, la Carolina, y
la isla Mauricio casi ya no producen añil; el Brasil
lo ha descuidado; los ensayos hechos en el Sene-
gal no han dado resullados'No queda, pues, para
abastecer al comercio, además de la India inglesa,
que Lucon, una de las Manilas, Java , en donde los
Holandeses hacen grandes esfuerzos, Guatemala y
Caracas en la America central, y en fin el Egipto;
* Mand, peso empleado para el añil, que en la práctica
habitual se le compara á 12 libras castellanas.
ANI
lo que puede añadir 1,500,000 á 1,800.000 de libs.
á la cantidad que se ha valuado. No se pretende
hablar del añil que el mediodiade la China, las is-
las déla Sonda y otros países podrían hacer para
sus propias necesidades, ni del que se consume en
los países de producción.
El comercio de los añiles se ejerce sobre un va-
lor medio anual de 228,000,000 á 285,000,000 de
reales vellón en los lugares de producción.
Según el Sr. Bodet, los mercaderes árabes com-
pran, cada año, en Calcuta , 5 á 6,000 mands y á
veces mas de añil, para las necesidades del golfo
Pérsico y del mar Rojo, y sea por Calcuta, sea por
Madras, la India inglesa suministra anualmente:
543,945 libras castel'anas á los Estados-Unidos.
2.393,339 » á la Francia.
6.543,554 » á la Gran-Bretaña.
9.480,858 libras, lo que corresponde con el cálculo de la
prduccion.
La importación del añil de Java á Rotterdam
y á Amsterdam se evalúa á un medio anual de
870,313 libras, que la mayor parte es reexportado
para la Bélgica y los demás países manufacture-
ros de la Europa. La producción exacta de los
otros países es mas difícil de verificar, siendo por
otra parte muy variable.
Siendo el consumo medio anual de
la Gran-Bretaña 2. 643, 574 libras.
la Francia 1.986,488 »
los Estados-Unidos 280,676 »
4.910,738 l
debe quedar parala Italia, la España, la Turquía
de Asia y de Europa, la Grecia, la Alemania, la
Suiza, los Paises-Bajos, la Rusia y los demás Esta-
dos del Norte, un consumo anual de 6.527,313 li-
bras ó un poco mas , que llegan á dichos puntos
sea de Francia y de Inglaterra, sea directamente
de los lugares de origen.
Las plazas de comercio mas importantes, y
que siempre tienen depósitos de añil, son: Amster-
dam, Rotterdam, Londres, Lipervool, el Havre,
Nantes, Marsella, Burdeos, Cádiz, etc.
Frabicacion del añil.
El añil, en el estado de fécula verde, soluble en
los álcalis, está contenido en el tegido celular y pa-
renquimaloso de las hojas de los indigóferas. Esta
misma fécula verde pasa al estado de fécula azul
ó índico insoluble en los álcalis, por la absorción
del oxígeno; reduciéndose todos los procederes de
fabricación del añil al único objeto de favorecer
esta importante absorción. Maceracion de las ho-
jas en el agua, fermentación subsiguiente y agita-
ción del baño para renovar las superficies y poner
la fécula verde en contacto mas extendido con el
oxígeno atmosférico, lodo concurre al objeto de la
oxigenación.
Por lo tanto , el proceder para obtener este
precioso producto es muy sencillo. Cuando la
planta está en flor se guadaña y se pone a ma-
cerar en el agua por espacio de doce horas, en
ASI
cuyo período de tiempo se establece una especie
de fermentación en la masa: el líquido, que prime-
ro era amarillo, pasa poco apoco al verde subi-
do; la temperatura se eleva, \, al cabo de cierto
tiempo , la superficie del agua se cubre de una
espuma violeta y de una película bronceada. En-
toáetfl setrasegá el liquido en otro cubo, en don-
de se le apila, por espacio de l<> á 20 minutos,
con palos o con una rueda de paletas, para po-
ner toilas sus parles en contacto con el aire, y
asi loma un color azul, se enturbia, y deja posar
pequeñas vedijas granadas de añil, cuya preci-
pitación se facilita añadiendo cierta cantidad de
agua de cal. Después de algunas horas de reposo
se decanta d liquido aclarado, y se hace calen-
tar el precipitado, que tiene la" consistencia de
una papilla espesa, con una gran cantidad de
agua, be espuma , se deja reposar de nuevo, y
el poso se coloca en telas para que se escurra,
y cuando está en pasta algo consistente, se pone
en cajilas cuadradas de madera , en cuyo fondo
hay una tela , y en seguida se somete á la acción
de la prensa. Se acaba la desecación de la pasta
primero al sol, después á la sombra, teniendo
cuidado de hacer desaparecer las grietas que se
producen en la superticie de los panecillos de
añil , los cuales , cuando secos , pesan cerca de
tres onzas cada uno.
Este proceder es modificado de muchas mane-
ras en las diferentes comarcas en donde se fabrica
el añil. La abundancia y la riqueza del color de
esta materia tintoría dependen de los cuidados
llevados en su preparación. De ahí las numerosas
variedades ó calidades de añil que se distinguen
en el comercio , no solo según los países de pro-
ducción , sí que según los matices que ellas pre-
sentan.
Caracteres del añil.
El añil , lal como se presenta en el comercio,
no es una sustancia pura ni homogénea; en él la
materia colorante pura ó la indigotina, cuya pro-
porción varia mucho en las diversas calidades de
añil, está ligada con una resina roja solubb en
el alcohol, con otra materia roja verdosa soluble
en el agua, y con diversas sales de base de cal,
de magnesia, de alúmina y de potasa. El añil flor,
el mas rico de todos, no" contiene sino 45 p §.
de Jndigotina (Y. esta palabra). Algunas ve< es
también , como en la mayor parte de los añiles de
Manila , la fécula está mezclada en el momento
en que se precipita con una tierra aluminosa ex-
tremamente ligera , que forma cuerpo con la par-
te colorante, disminuye el valor del añil, y sin
embargo deja subsistir ciertos caracteres de bue-
na calidad.
El añil tiene una afinidad muy fuerte con el
oxígeno, y absorbe con avidez él de la atmósfe-
ra. No es soluble en el agua hasta que está pri-
vado de su oxígeno , pues de otro modo , por mas
dividido que esté , solo queda suspendido en ote
líquido. Es soluble en el ácido sulfúrico concen-
trado al cual comunica su bello color .- esta solu-
ción, conocida bajo los nombres de Azul de Sa-
27
ASI 209
jonia. Azul de composición , Azul en licor, Sul-
fato ae Índigo, es con facilidad descolorada por
el cloro y cloruros. El ácido sulfúrico de Sajonia
disuelve mucho mas fácilmente el añil que el áci-
do común , y la disolución loma un color púrpura:
los azules así obtenidos llevan el nombre de
Azules de Sajonia, y son menos sólidos que los
Azules de cubo.
En estas propiedades químicas están basados
los métodos que sirven para emplearlo en tinta-
ra , según se quiera aplicar sobre las materias
vegetales, como el lino y el algodón, ó sobre las
materias animales, como la lana y la seda. En
efecto, el añil puesto en contacto con cuerpos de-
soxidantes pierde una parle de su oxígeno (un ter-
cio) , y se cambia en un cuerpo incolor ó verdo-
so (añil reducido) , muy soluble en las soluciones
alcalinas, y susceptible de oxigenarse de nuevo
al aire , loque le vuelve su color azul y su inso-
lubilidad. En esta propiedad que posee el añil de
ser disuelto después de haber sidcylesoxigenado.
está fundada, como se ha indieadíry la manera de
aplicarlo á los tegidos : paradlo, se pone en con-
tacto , sea con materias vegetales que , por un
principio de fermentación pútrida , se apoderan
de su oxígeno, sea con sales metálicas al mínimo
ó con hidrosulfatos acompañados de álcalis; el
añil , desoxigenado y disuelto por estos diferen-
tes medios, da un baño de tinte verde , cuyo co-
lor pasa en seguida al azul por su exposición al
aire ; últimamente se lava el tegido , y se hace
secar.
El añil se encuentra en el comercio , según las
procedencias, en pedazos irregulares y bastante
divididos, como el de las antiguas posesiones es-
pañolas de la América y del brasil ; raras v eces
en pequeños panes redondos, como llegaba anti-
guamente de Java, y como puede llegar todavía
de ciertos puntos del" archipiélago Indiano ó de la
China ; en fin , en pedazos ó panes cúbicos ó pla-
nos, cumo el de Bengala y de otros puntos de la
India inglesa.
El aspecto exterior de estos panes es á veces
empañado ó arenoso , pero en general todos son
secos, consistentes, fáciles de romper, de fractu-
ra limpia pero sin brillo. Los buenos añiles tie-
nen una ligereza relativ a muy caracterizada que
les permite sobrenadar en el agua. El color, que
nunca se juzga sino en su fractura reciente . \ a-
ria entre el azul subido y aterciopelado , el azul
violeta, el azul claro, el azul bronceado y el azul
negruzco. Toma, por el frote de la uña ó de un
cuerpo duro , un brillo metálico de un bronceado
rojizo. La pasta, en las bellas calidades, es lina
y homogénea; en las inferiores, es grosera. Pue-
de contener granos de arena ú otras materias ter-
rosas, ó también presentar desigualdades de ma-
tiz, cavidades, especies de rebolliduras que pro-
ceden de una desecación mal conducida y en bis
cuales se encuentran restos blanquecinos" de mo-
ho seco.
Después del color, la consistencia de Ja pasta
es uno de los principales caracteres para deter-
minar el valor del añil. Esta pasta puede ser lior-
T0M0 i.
210 AÑI
na en un justo grado, ó por exceso, ó seca, ó dura,
ó friable. Absorbe, con mas ó menos rapidez, la
humedad de la lengua, lo que es uno de los en-
sayos de su porosidad : el añil , en este caso, no
ofrece sabor; tampoco tiene olor sensible cuando
se considera aisladamente en débiles cantidades,
pero se observa un olor particular muy fuerte en las
grandes masas , en las manipulaciones comercia-
les de vaciar y pesar las cajas, en las operaciones
déla tintura, y también cuando se calienta fuerte-
mente ó se quema un pedazo de dicha sustancia.
Sometido á la acción de un fuerte calor, el añil
se disipa bajo forma de vapores de un color púr-
pura muy intenso , los cuales , recojidos sobre un
cuerpo frió, cristalizan en pequeñas agujas bri-
llantes de un aspecto metálico y un tinte broncea-
do. Esta materia sublimada es la fécula colorante
en su estado de pureza, mientras que el residuo de
la combustión contiene las sustancias extrañas.
Vese por lo que precede que la clasificaciones
comerciales del añil deben expresar los caracte-
res de las diversas propiedades que esta sustan-
cia puede tener. El color es el principal , y el que
generalmente se emplea, pero la calificación se-
ria incompleta si no fuese modificada por la lige-
reza de la pasta , su homogeneidad , su consis-
tencia y los accidentes particulares de la fabrica-
ción. Además del azul y del violeta, se designa
también el color del añil por el púrpura, que es
el de la flor de pensamiento con un reflejo rojizo,
y por el rojo en que este reflejo es mucho mas
pronunciado. El bronceado no ofrece, con el
matiz de azul un poco oscuro, sino la facultad
del brillo metálico dada por la uña que va debi-
litándose con la calidad y desaparece en los
añiles cargados de impurezas, quemados y al úl-
timo grado de inferioridad.
Obsérvese, con todo, que á medida que el co-
mercio se extiende y se ilustra, las denominacio-
nes demasiado generales del añil desaparecen y
ceden á calificaciones mas precisas. Por medio
de las marcas de fabricación , el añil de la India,
reconocido como procedente de una comarca.par-
licular , conserva su nombre en las ventas y re-
ventas. El añil del país de Aoude , que, de pocos
años á esta parte, ha sido llamado de Coroman-
del, solo se clasifica en violeta, bronceado , y or-
dinario. El añil de Madras permite la división de
azul fino, violeta mezclado, y ordinario. Por lo
demás , estas clasificaciones pueden aplicarse al
añil en panes de todas las procedencias.
Antiguamente, los añiles de la Isla de Francia,
de Santo Domingo , de la Luisianay de la Caroli-
na se recibian en Europa bajo la forma de panes,
pero en todas estas especies raras veces se hallan
calidades superiores al bronceado, ó á lo menos
al violeta azul ordinario. Por esta circunstancia
es principalmente como puede explicarse la casi
cesación del cultivo en todos los puntos que aca-
bamos de citar, sea que el terreno, la elección
de la variedad de indigófera que en ellas se cul-
jivaba, ó en fin el proceder de fabricación fuese
la causa de la inferioridad del producto y del ba-
to precio relativo que de él se extraia. Lo que
AÑI
hace pensar que el obstáculo ha sido juzgado in-
superable es la vecindad de la América españo-
la, en donde la calidad del añil ha sido siempre
reconocida superior y rivaliza aun con la pro-
ducción de Bengala, puesto que siempre que las
cosechas faltan en la India ó que los precios se
elevan extraordinariamente en Europa, la Améri-
ca central da un poco mas de desarrollo al cul-
tivo anual del añil.
El añil de la América central está en pedazos
pequeños , irregulares , ligeros , de un azul subido
que tira al violeta, de una pasta unida y densa,
con algunos pequeños agujeros. Las ¡especies in-
feriores pasan al violeta , al bronceado y á un co-
lor empañado negruzco , que corresponde con
una pasta mas pesada1, mas tupida y mas dura.
Especies comerciales de añil.
El añil es una mercancía muy difícil de clasifi-
car , pues sus diferentes suertes están separadas
por matices de tal modo delicados, que se requie-
re mucho tacto, hábito y práctica para distin-
guirlas y colocar á cada una de ellas en el lugar
que la corresponde. En la imposibilidad de ha-
blar de todas, se hace preciso escoger especies
bien caracterizadas, y tales que la que se descri-
ba se aleje de la que la precede y de la que la
sigue de una manera bastante sensible para que
se la conozca fácilmente ó que se perciba alo
menos una diferencia. Para conseguir este resul-
tado, es menester omitir los intermedios que li-
gan una suerte con otra, y estos intermedios son
cuatro ó cinco veces mas numerosos que las suer-
tes que vamos á describir. Por ejemplo, se hace
mención de quince especies de añiles de Benga-
la, mientras los verdaderos conocedores de este
artículo establecen hasta cuarentay tres calidades,
que designan por nombres diferentes y reconocen
por señales particulares.
He aquí los diversos añiles mas conocidos en
el comercio :
Añil de bengala. Existen diferencias muy nu-
merosas entre las diversas suertes de añiles que
se expiden de Bengala; diferencias que recono-
cen por causa, de una parte, las que dependen
de los variados terrenos que lo producen, y, de la
otra, el cultivo de la planta y la extracción de
la fécula colorante. Antiguamente , la primera
calidad de los añiles de Guatemala y de Caracas
pasaba por la mejor ; pero desde que el cultivo
de los diversos indigoferas y la extracion del
añil se han perfeccionado en Bengala, se consi-
dera la primera suerte de esta procedencia como
superior hoy dia á todos los añiles del mundo.
Partiendo de la primera calidad , dicha sobrefi-
na azul , de una pasta ligera , esponjosa y de un
soberbio color, y descendiendo gradualmente de
una calidad á otra , se llega al fin á la última: de
una parte se encuentra un añil de una pasta du-
ra, tupida, y que, chafado', da un polvo de un
color negro terroso ; de la otra, un añil pesado,
pálido , de un color oscuro , que contiene mucha
arena y casi nada de materia colorante.
ASI
He aquí como por lo común son clasificados los
añiles de Bengala:
AÑIL DB BENGALA.
Primera serie.
Azul sobrefino ligero ó
fluctúan te.
Azul tino.
Azul violeta.
Violeta sobreGno
Purpúreo sobrefino.
Violeta fino.
Violeta bueno.
Violeta rojo.
Segunda iérie.
Violeta ordinario.
Rojo bueno y blando.
Rojo bueno.
Bronceado fino-
Bronceado mediano.
Bronceado ordinario
Bronceado inferior.
Esta clasificación podría aumentarse con mu-
chas suertes, colocando uno ó dos intermedios en
cada suerte , pero entonces seria demasiado di-
fícil distinguir las calidades. Es mas prudente
contentarse con la descripción de cada una de las
suertes indicada en la tabla.
Añil de Bengala azul sobrefino ófluctuante. Es
el mas excelente de los añiles conocidos hoy día.
Está en pedazos cúbicos , á veces cuadrados, li-
geros, friables, y de un hermoso color azul vivo; es
suave al tacto y fácilmente quebradizo, de una
Easta limpia , pura , muy esponjosa y que se ad-
iere á la lengua.
Añil de Bengala azul fino. Casi todos los ca-
racteres del azul sobrefino : la misma sua\ idad al
tacto, la misma ligereza, la misma friabilidad, la
misma limpieza y la misma pureza en la pasta;
color azul un poco menos vivo , pero muy puro.
Añil de Bengala azul violeta. No difiere del que
precede sino en que es un poco menos ligero, un
poco menos friable, y en que, en vez de ser de un
azul perfectamente puro, refleja un ligero matiz
violeta.
Añil de Bengala violeta sobrefino. Las mismas
calidades á corta diferencia que el azul violeta:
matiz violeta muy pronunciado y mas fácil de ob-
servar.
Añil de Bengala purpúreo sobrefino. Pasta fina,
ligera y que refleja un bello color de púrpura.
Añil de Bengala violeta fino. No difiere del vio-
leta sobrefino sino en que su pasta es un poco
menos ligera, y su matiz menos vivo.
Añil de Bengala violeta bueno. Un poco menos
ligero que el violeta fino , de una pasta muy tu-
pida y de un matiz todavía menos pronunciado.
Añil de Bengala violeta rojo. Pasta aun mas* pe-
sada y mas tupida que la del añil violeta bueno;
matiz violeta con un reflejo rojizo.
A ñil de Bengala violeta ordinario. Pasta tupida,
pesada, matiz violeta sin mezcla de otros colores.
Añil de Bengala rojo bueno blando. Esta cali-
dad es mas pesada que las precedentes. La pasta
tiene un reflejo rojo que se aleja ya mucho de los
azules finos.
Añil de Bengala rojo bueno. Pasta mas tupida,
mas compacta que el rojo bueno blando.
Añil de Bengala bronceado fino. Mas pesado
que el rojo bueno y pasta mas tupida y menos es-
ponjosa; matiz bronceado bastante puro.
ANI *||
Añil de Bengala bronceado mediano. Calidad
intermedia entre el bronceado fino que prece-
de y el bronceado ordinario de que va á ha-
cerse mención ; pasta tupida , pesada , ya difícil
de romper.
Añil de Bengala bronceado ordinario. Esta ca-
lidad es de un azul bronceado rojo , tupida , bas-
tante difícil de romper; la pasta no es ya tan pu-
ra ni tan viva.
Añil de Bengala bronceado inferior. Pasta du-
ra, pesada, difícil de romper, cargada de im-
purezas y de un azul bronceado oscuro.
Además de esta clasificación de los añiles d
Bengala, por la ligereza, finura, ó pesadez de la
pasta, y las matices del color , se podrían admilit
muchas otras basadas en la forma de los pedazos,
ó en los defectos déla mercancía, recibiendo dis,
tintos nombres conocidos de las personas habi-
tuadas al comercio de los añiles.
Añil de caracas. Este añil está en pedazos ir-
regulares, y toma su lugar despyjs del de Gua-
limala. Es de una pasta fina, ligera,' de textura
blanda y sembrada de pequeños agujeros; su co-
lor es ya de un hermoso violeta , ya de un azul
violeta, que se oscurece, acercándose al negro
ó poniéndose pálido y oscuro, á medida que des-
ciende de las calidades superiores á las calidades
bajas.
He aquí las calidades mas admitidas en el co-
mercio :
ASlL DB CARACAS.
Flor. Corte superior.
Sobre Corte bueno.
Sobre ordinario Corte ordinario.
Añil de Caracas flor. Pasta muy fina y muy li-
gera , de un hermoso color azul que tira á veces
al violeta. Esta calidad es la mas particularmen-
te agujereada.
A ñil de Caracas sobre. Pasta muy dura, mas
pesada, y que absorbe muy fácilmente la hume-
dad.
Añil de Caracas sobre ordinario. Pasta todavía
mas pesada y mas tupida : calidad ligeramente
inferior á la que precede.
Añil de Caracas corle sunerior. Pasta menos
fina que las precedentes calidades , que tiene no
obstante todavía cierta ligereza; sembrada inte-
riormente de pequeños agujeros redondos y nu-
merosos, que la fractura pone en descnbiertó, co-
mo en las calidades superiores. Este añil está car-
gado de algunas impurezas, y tiene un color par-
te violeta y parte azul.
Añil de "Caracas corte bueno. Pasta pesada, mas
tupida, menos crasa, v que es seca y árida; color
violeta, violeta rojo y "bronceado. Esta calidad se
halla alterada por numerosas impurezas , y tam-
bién tiene en el interior agujeros redondos.
Añil de Caracas corte ordinario. Este añil, uno
de los de calidad mas inferior de Caracas, es
seco , duro, árido, difícil de romper, pesado y
cargado de impurezas. Presenta pedazos negros
y otros de un azul pizarreño.
212 A$I
Añil de Egipto. Poco numeroso en calidades
comerciales.
Añil de Egipto.
Bueno violeta rojo. Fino azul.
Añil de Egipto hueno violeta rojo. Pasta fina
y bastante ligera : esta especie de añil es una
mezcla dé violeta que tira al azul , de bueno vio-
leta y de bueno rojo. Es siempre inferior alas ca-
lidades que llevan las mismas calificaciones en
los añiles de Bengala.
Añil de Egipto fino azul. Mas ligero que el
precedente , pasta muy lina , color de un hermo-
so azul un poco débil : á veces se encuentran en
la caja algunos pedazos que tiran al negro.
Añil de Guatemala. La América meridional su-
ministra este añil, que se encuentra en el comercio
en pequeños pedazos irregulares, rotos mas ligeros
que el agua, de un azul brillante y pronunciado ó
de un azul osjuro que tira al violeta, de una pas-
ta igual, densa mas ó menos fácil de romper y
que tiene un cortísimo número de agujeros casi
imperceptibles. El añil de Guatemala es uno de los
mas estimados; sin embargo , á matiz igual , es
preferido el de Bengala, porque este último no
ofrece pedazos menudos, y el de Guatemala pre-
senta muchos, y además es muy irregular en ca-
lidad.
He aquí las suertes que conviene conocer:
Añil de Guatemala.
Flor. Sobresaliente. Corte.
Añil de Guatemala flor. Esta calidad es de un
muy bello color azul a ivo , de una pasta igual,
blanda , ligera, que absorbe prontamente la hu-
medad y se acerca muebo á los añiles finos de
Bengala.
Añil de Guatemala sobresaliente. Difiere del
añil flor en que es menos ligero, de unía pastó
mas consistente y de un azul menos hermoso.
Tiene con frecuencia un matiz violeta.
Añil de Guatemala corte. Este añil es comun-
mente de un rojo bronceado, de una pasta mas
tupida , mas consistente, mas pesada, que ofrece
asperezas agudas, y que resiste mucho á los de-
dos cuando se le quiere chafar.
Añil de Java. Este añil se presenta por lo co-
mún en el comercio en pedazos cuadrados planos
ó en trociscos. Las primeras calidades son finas
y tan hermosas á la vista como los añiles de Ben-
gala , pero con ienen menos partes colorantes.
Este añil , que ofrece todos los matices, es muy
raro en el comercio.
Añil de Madras. Este añil tiene á veces, en su
calidad superior , el aspecto de un añil de Ben-
gala: su pasta es también ligera, pero mucho mas
grosera. Sin embargo, los bellos añiles de Ma-
dras difieren de los de Bengala en que son menos
esponjosos , y en que cuando se aplican sobre la
lengua, es necesario que pasen algunos instantes
para que la humedad sea absorbida ; además su-
ministran mucha menos parte colorante. Encuén-
ANI
transe en el comercio en pedazos de forma cúbica,
lie aquí sus principales divisiones admitidas:
Azul fino.
Añil de Madras.
Azul violeta mezclado.
Ordinario.
Añil de Madras primera calidad ó azul fino.
Es de una pasta fina, ligera, de un hermoso azul
delicado y de un matiz bastante vivo: es el mas
semejante al añil de Bengala.
Añil de Madras segunda calidad ó azul violeta
mezclado. Difiere de la primera calidad en que
los pedazos son mas pesados, los unos de color
azul, los otros que tiran al rojo. Esta especie pre-
senta mucha mezcla , y raro es que se encuentre
cuyas partes sean bien homogéneas.
Añil de Madras tercera calidad ú ordinario.
Esta calidad es igualmente muy mezclada : la
pasta es ya grosera, impura y de color pálido; ya
negra, pesada y cargada de arena. Difícilmente
halla compradores, porque es de muy mal uso.
Añil de Manila. Esta especie de añil muy lige-
ro se encuentra en pedazos cúbicos, planos y con
frecuencia en pedazos irregulares; es muy mez-
clado. En las cajas se encuentra de muy hermoso
azul semejante al bello añil fino de Bengala reu-
nido con añiles rojos, bronceados, secos y áridos;
y con pedazos azules deslucidos y con otros que
se llama falso en el comercio. El alto precio de
los añiles de Bengala ha determinado a algunos
consumidores á sustituirles con los de Manila, que
antiguamente no se empleaban en tintura, y sí
solo para los usos domésticos. Estacalidad es po-
co útil, en razón de una tierra ligera incorporada
con la fécula en el acto de su fabricación.
Añil de Méjico. Este añil tiene mucha seme-
janza con el de Guatemala, de modo que en ello
pueden equivocarse los mas hábiles conocedores,
y de otra parte á veces es perfectamente pareci-
do al de Caracas; de manera que se pudiera de-
cir que participa de estas dos especies : es entre
ellas una especie intermedia destinada á llenar
la distancia que las separa.
Añil de Oude ó Aoude , impropiamente llama-
do de Coromandel. Producto de una provincia in-
terior del Indostan. Este añil no vale de mucho
como el de Bengala; sin embargo, las bajas ca-
lidades de este último son inferiores á las buenas
y primeras calidades del añil de Oude. Este añil
es generalmente muy consistente y es la especie
que se rompe con mas dificultad ; su solidez pa-
rece depender de la considerable cantidad de cal
que entra en su composición. Se clasifica de la
manera siguiente :
Violeta.
Añil de Oude.
Bronceado. Ordinario.
Añil de Oude violeta. Pasta generalmente tu-
pida, dura y pesada; color de un muy hermoso
violeta. Este añil se asemeja mucho , por su as-
pecto , á ciertas calidades de Bengala , del que
es bastante difícil de distinguirle; en el uso se le
reconoce fácilmente en razón de su débil pro-
ducto.
ASI ,
A ful de Onde bronceado. Mas pesado que el
precedente, y de color bronceado rojo , á veces
negruzco; pasta tupida, dura, que con frecuen-
cia contiene bastante arena que se la ve brillar
rompiendo los pedazos, y que deja un poso con-
siderable.
Aftil de Oude ordinario. Está en pedazos cua-
drados, es duro, pesado, de una fractura difícil de
operar, y de una pasta ya deslucida y terrosa, ya
de un azul oscuro y pizarreño sobrecargado de
muchas impurezas: este añil es de muy mal uso.
Elección del añil.
La elección del añil debe hacerse con]la mayor
atención y escrupulosidad. Los pedazos de dife-
rentes magnitudes deben ser ligeros, muy secos,
que naden sobre el agua , de mediana dure-
za, que se inflamen prontamente al fuego , de
un hermoso color azul violeta', sembrados por
dentro de algunas lentejuelas plateadas, y que pa-
rezcan de un rojo bronceado frotándolos sobre la
uña.
Cuando el añil no reúne estas calidades, ó que
el trasporte lo ha reducido á polvo, se vende á un
tercio menos de precio. En ciertas ciudades, una
de ellas Marsella , hay peritos para decidir, entre
los comerciantes , si un añil debe ó no ser consi-
derado en este caso, cuando sobre ello se susci-
tan dificultades.
Ensayos de los añiles del comercio.
Estando basado el valor de los diferentes añi-
lesensu mayor ó menor pureza y su calidad tinto-
ría debida á la indigotina, creemos indispensa-
ble continuar aquí la serie de procederes que la
ciencia ofrece para apreciarlo.
i.° La desecación auna temperatura de + 100°
permite determinar la cantidad de humedad que
se encuentra en el añil y que se eleva, término
medio , de 3,5 hasta 5,5 por ciento.
2.° La proporción de materia inorgánica ó mi-
neral se determina fácilmente haciendo quemar
en una retortita de platino i 8 granos de esta ma-
teria colorante, que entonces , según el Sr. Che-
vreul , la cantidad de ceniza que se obtiene es de
7 49,6 por ciento.
3." La cantidad de indigotina puede ser valua-
da disolviendo en el baño de mana una cantidad
¡goal de los añiles que se quieran ensayar en el
ácido sulfúrico concentrado, diluyéndola disolu-
ción con un volumen igual de agua destilada, y
determinando sobre una medida de esta disolución
cuantas pulgadas cúbicas de solución de cloruro
decaí débil se necesitan para descolorarla. Las
cantidades de cloruro de cal empleadas para la
descoloracion son entre sí como las cantidades
de indigotina en cada especie de añil, y para co-
nocer la proporción absoluta de esta materia co-
lorante pura, es necesario hacer una experien-
cia comparativa con un peso conocido de indigo-
tina disuelta también en el ácido sulfúrico. El Sr.
Chevrcul ha observado que , por el proceder de
AÑI 813
descoloracion por el cloruro . la cantidad de in-
digotina que contienen los añiles era siempre mas
elevada, lo que es debido auna cantidad muy no-
table de cloro que es neutralizado por los otros
principios colorantes que acompañan á la indigo-
tina en los añites del comercio.
4.° El valor de los añiles {del comercio , com-
parado entre sí ó con la indigotina, se estima por
el colorímetro del Sr. Houton Labillardiere, con
el proceder de este mismo químico, que es el que
vamos á continuar:
Se toma una muestra mediana de cada especie
de añil que se quiera ensayar, se reduce a pol-
vo y se pasa todo por un tamiz de seda; se pesan
18 granos del polvo, se introducen en un pequeño
recipiente seco , se le echan 5 dracmas de acido
sulfúrico de Sajonia , y algunos pedazos de vi-
drio , para facilitar por la agitación la mezcla y
la disolución del añil ; en seguida se calienta en
el baño de maría á + 50° c. por espacio de una
hora, agitando de vez en cuando; enfriado el
recipiente, se echaeste líquido en un bocal ó una
garrafa de la capacidad de i '/» azumbre y que
contenga cerca del cuarto de su volumen de agua,
se pasa muchas veces agua en el recipiente , la
que se reúne á la primera porción , y se acaba de
llenar el bocal para completar el \ % azumbre do
disolución que los 1 8 granos de añil deben pro-
ducir. El líquido fuertemente agitado se deja
después posar hasta el dia siguiente , ó bien se
filtra, sea al través de una capa de vidrio macha-
cado, dispuesto convenientemente en un embu-
do de vidrio , ó al través de un filtro de papel
blanco. La filtración por el papel tiene el incon-
veniente de hacer perder una porción de añil
hasta que la sustancia del papel está bien sa-
turada de él, lo que indica cuan importante es
no recoger sino las últimas parles que filtran.
Hecha la solución del añil que se quiere ensa-
yar con las precauciones indicadas, se introduce
una cantidad de ella en uno de los tubos colori-
métricoa hasta cero de la escala , lo que equi-
vale á 100 partes de la escala superior (V. Colo-
rímetro) , y en el otro tubo se pone una cantidad
igual de disolución de indigotina hecha en las
mismas proporciones de ácido , y diluida con una
cantidad igual de agua; se colocan en seguida en
la caja por las dos aberturas practicadas á este
efecto , y se observan sus matices ; si se en-
cuentra una diferencia , se añade agua al mas
subido y se agita en seguida el tubo después do
haber cerrado la extremidad con el dedo; y si
después de esta adición de agua se observa
una diferencia, se continua en añadir mas agua
hasta que los tubos parezcan del mismo matiz,
mirándolos al través de la caja en un ángulo de
íl')° y de espalda al sol. Léese en seguida en el
tubo en el cual se ha añadido el agua el número
de parles de liquido que contiene; este número,
comparado al volumen del líquido contenido en
el otro tubo (que es igual á 100) , indica la rela-
ción entre el poder colorante ó la calidad relativa
de la indigotina en el añilquc se examina; y si, por
ejemplo, se han añadido á los 100 volúmenes de
% 1 4 ASI
la disolución de indigotina, 60 partes de a ua
para llevarla al mismo matiz que la disolución del
añil que se ensaya , la relación en volumen de los
líquidos en los tubos será en este caso como i 60:
400, y la calidad relativa de las materias colo-
rantes será representada por la misma relación,
puesto que la calidad de estas materias es pro-
Eorcional á su poder colorante. Según el Sr. La-
ülardiére , la valuación por este proceder per-
mite bastante exactitud para que con un poco de
hábito no se cometa un error de mas de dos cen-
tesimos.
5.° Otro de los medios puestos en práctica pa-
ra el objeto que nos ocupa, es la descoloracion
directa por una solución acuosa de cloro de una
cantidad pesada de añil reducido á polvo fino,
que se añade poco á poco á esta solución, por
tan largo tiempo hasta que el color azul es des-
truido. Se compara en seguida la cantidad de añil
empleado con la de indigotina que puede ser des-
colorada por esta misma cantidad de solución de
cloro.
6.° Otro medio de ensayo es la reducción del
añil: para esto, se muelen en polvo fino partes
iguales de añil y de cal pura , se introducen en
un frasco con un volumen determinado de agua,
se cierra el frasco y se expone en el baño de ma-
ría por espacio de muchas horas á una tempera-
tura de cerca de + 90° ; al cabo de este tiem-
po , se abre el frasco , se le añade un poco de
protosulfato de hierro en polvo , y se agita fuerte-
mente de vez en cuando hasta el enfriamiento del
vaso. Si entonces se extrae del vaso una porción
del líquido aclarado , se mesura éste en un tubo
graduado y se expone al aire , la materia colo-
rante desoxigenada en esta operación se oxida
al aire y se precipita. Se favorece su precipita-
ción saturando con un poco de ácido hidroclorico
el álcali que tenia en disolución. La indigotina
así regenerada debe ser recibida en un filtro pe-
sado , que se seca á +100°. Esta proporción
de indigotina obtenida de un volumen conocido de
la disolución que se ha hecho permite calcular la
que existe en toda la cantidad de líquido em-
pleado en la operación, y por consiguiente la pro-
porción exacta que contiene el añil que se ensaya.
Falsificación del añil.
Como el añil es una mercancía siempre de pre-
cio muy subido , empléanse todos los medios in-
maginables para falsili cario.
Si el añil es pesado y negruzco , es menester
desecharlo y desconfiar del fraude que puede te-
ner lugar poV la mezcla de ciertos cuerpos extra-
ños , tales como raeduras de plomo para aumentar
su peso, ceniza, tierra aluminosa, ó pizarra re-
ducida á polvo. Para reconocer este fraude, se
hace disolver el añil en el agua , y los cuerpos
extraños caerán en el fondo. Quemándolo, es po-
sible también descubrir las materias extrañas que
se hayan mezclado con él. Sin embargo, estos
medios no siempre son suficientes , y preciso es
acudir á los ausilios de la química.
Afil
También es un fraude el humedecer esta sus-
tancia, como esto se práctica, cubriéndola con
lienzos mojados ó teniéndola en cuevas frescas
por espacio de cierto tiempo.
El añiles algunas veces malo, sin que se le ha-
yan mezclado cuerpos extraños ; y entonces debo
abusarse á la mala manipulación que ha recibido.
Se le deja á veces podrir demasiado ó se agita
demasiado para tener un bagazo mas abundante;
en este caso , el polvo de añil bueno vale mas que
esta mala calidad.
También se falsifica el añil mezclando diversas
calidades juntas. Este fraude no es fácil de reco-
nocer , si no se tiene una grande experiencia y
un conocimiento perfecto de diferentes calidades.
Por esta razón , en las grandes plazas de comer-
cio en donde se hacen muchos negocios sobre el
añil, hay peritos que sirven para examinar esta
sustancia y que también deciden acerca de la
cochinilla.
Usos del añil.
La importancia de esta sustancia en tintura
es tan conocida que nos dispensa de entrar en
pormenores sobre el modo de emplearla y sobre
su grande utilidad en este ramo de industria. Los
pintores usan con frecuencia del añil para obte-
ner colores azules muy pronunciados , y también
colores verdes. Las lavanderas se sirven de él
para dar un tinte azul á la ropa blanca fina. Los
farmacéuticos lo emplean no mas que para colo-
rar ciertos ungüentos ; los licoristas y confiteros
para dar color á ciertos licores y dulces , etc.
Los químicos aprovechan la disolución de añil en
el ácido sulfúrico, como reactivo, para formar el
licor de prueba , destinado para medir la fuerza,
descolorante de los cloritos alcalinos , ó de la
solución acuosa de cloro ; y dicha disolución de
añil diluida en agua , y aplicada en capa delga-
da sobre papel de cola, puede servir de papel
reactivo para el cloro y los cloritos , por la pro-
piedad que posee este papel colorado de ponerse
fácilmente blanco por estos agentes en cualquier
estado que se encuentren. En tiempos remotos,
bajo el nombre de Añil plano era conocida una
calidad de este producto de forma complanada
que procedía de Agrá, y que se empleaba para
lavar la ropa blanca ; con la misma-denominacion
se usó después, y todavía se usa, una preparación
de azul de esmalte , añil disuelto por el ácido sul-
fúrico , etc. , en forma de pequeños panes cua-
drados. Al presente , con el nombre de Indico, se
conoce una preparación cuya base es el añil di-
suelto porel ácido sulfúrico, conel almidón, el azul
esmalte, goma, etc., y á la cual se dan diver-
sas formas, sobre todo las de trociscos y de bolas,
y que sirve para azular el agua en que las la-
vanderas pasan la ropa blanca.
Comercio del añil en España.
Como la cosecha del añil tiene lugar regular-
mente en noviembre, en cuyo mes se hacen en los
mercados de Guatemala muchas compras , de ahí
es que en España recibimos la mayor parte de
esta producto por los meses de abril" y mayo, lle-
gando en el resto del año en pequeñas partidas.
Lm plazas en donde se recibe el añilen España
son Cádiz, Barcelona, Málaga y algunas veces Pal-
ma de Mallorca. El número de zurrones que anual-
mente llegan son, por cálculo aproximado, 1.200 de
añil de Guatemala y 200 de añil de Caracas : la es-
casez que se nota en el dia respecto á esta última
clase depende de haber descuidado los indi genos el
cultivo del indigófera por el bajo precio á que ha-
bía llegado su producto. Ademas recíbense como
unas 50 cajas tic añil de Manila , que no goza de
estima.
Los añiles de Guatemala nos llegan directamen-
te de la Habana , y los de Caracas, de Puerto-
Rico y de varios puntos de Costa-firme. Hasta el
presente no los habíamos recibido de ningún país
extranjero , pero en la actualidad, atendido el
considerable aumento de precio que han experi-
mentado , de algunos meses á esta parte, los tra-
tantes en dicho articulo han hecho pedidos á In-
glaterra.
Tan solo en Cádiz hay depósitos de añiles, pu-
diendo calcularse que el número de zurrones exis-
tentes no excede en total de 500 á 600, poco
mas ó menos. Dicha plaza abastece de este pro-
ducto á muchos puntos del reino , en particular á
Barcelona, de modo que cuando en esta ciudad
hay falta de alguna calidad de añil , en Cádiz es
en donde se hacen los pedidos. En Barcelonahay
no mas que cuatro ó cinco casas que reciben di-
rectamente el añil , y la que lo recibe en mayor
partida no llega á 200 zurrones, pues como pla-
za de consumo se hace el negocio en detall, sin
que existan grandes depósitos. El embalaje del
añil de Guatemala es zurrón con saco y estera; el
del añil de Caracas es zurrón con saco. La ca-
bida de los zurrones es de 6 arrobas castellanas,
pero como á veces para obtener este peso no
basta una sola calidad de añil, los indígenos al
llenar los zurrones echan mano de otras calida-
des , y de ahí las diferencias que se observan al
abrir los zurrones cuando se sacan muestras.
En España el añil mas estimado es el de Guate-
mala ; sigue después el de Caracas , y después el
de Bengala, que es de insignificante consumo.
En la venta del añil, en Barcelona, las taras son:
para el de Guatemala, pesando el zurrón en bruto
7 arrobas 5 libras catalanas, se pagan limpias
165 libras catalanas; si no llega á 7 arrobas 5 li-
bras, se abonan las libras que faltan; y si excede
de dicho peso, como se calcula que es por respec-
to del cuero, no se abonan mas que las 165 libras.
Para el de Caracas , pesando el zurrón en bruto
Í2í libras catalanas, se pagan HO libras limpias;
arreglándose en lo demás á la costumbre seguida
para el de Guatemala. En los otros pontos de Espa-
ña, la tara es: si los zurrones pesan 161 libras en
bruto, pagar 150 libras limpias ; siguiéndose en
las diferencias de peso los mismos trámites indi-
cados. Los zurrones de añil desiguales de peso,
que á veces. nos llegan, se taran abriéndolos, y
Afil 215
á mas del peso del cuero y del saco se abona el
2 poi ciento de polvo.
Según la Balanza mercantil de la M. I. Junta
de Comercio de Barcelona, en 1849 , la importa-
ción del añil en esta ciudad fué : de las provincias
españolas de Ultramar, 35,800 libras, valor de
787,600 rs. vn.; del extranjero, añil de Guatema-
la, 41,238 libras, valor de 907,236 rs. vn., y añil
de Bengala, 850 libras, valor de 30,600 rs. vn.;
de diferentes puntos de la península, 45.300 li-
bras, valor de 996,600 rs. vn. La exportación á
diferentes puntos del reino fué : 86,344 libras de
añil de Guatimala, valor de \ .899, 568 rs. vn.
AÑICOS. Pieles con su lana de los corderos
que no llegan á un año, y que han sido adobadas
por los curtidores.
Llamánse también Añinos, ó mejor A ñinus, alas
lanas procedentes del primer esquileo de los mis-
mos corderos, ó de los carneros jóvenes. V. Lana.
El término de Añinos está especialmente con-
sagrado para las pieles de corderos de Europa;
porque en el comercio de Asia , las pieles así pre-
paradas , que conservan su lana , se llaman Cor-
deros. La Tartaria abastece de estos corderos, que
son de un gran precio y muy eslimados, y también
se reciben de Persia. Los Tártaros Calmucos y
todas las poblaciones que trafican en las orillas
del Volga suministran al comercio esos corde-
ros de que los Rusos hacen mucho caso como for-
ro; por lo común sonde un hermoso negro, y en
general de esta especie de piel es de la que' los
manguiteros de Paris echan mano para los guan-
tes de invierno y forros de las chupas de conduc-
tores de diligencias, correos , postillones , etc.,
etc. El rizado de esta lana es corto , pero el
pelo está muy pegado á la piel , es muy sua-
ve y conserva por largo tiempo su hermoso lustre.
Los corderos de Persia, conocidos bajo el nom-
bre de Corderos de Astracán , son generalmente
grises , y de mas hermosa lana aun que los de
Tartaria : sirven principalmente , en Moscou co-
mo en Paris y demás puntos, para guarnecer gor-
ras, y también no es raro ver algunas esclavinas
forradas de esta hermosa piel.
En cuanto á los añinos de Europa, son muy in-
feriores , por la calidad y el precio , á los de que
se acaba de hablar. Regularmente los curtidores
prefieren en general ocuparse de la preparación
de añinos blancos, y poco de la de negros. Esta
industria esta bastante desarrollada. Los añinos del
país sirven para guarnecer interiormente las me-
dias de las personas afectadas de gota, y tam-
bién se forran con ellos los cubre-piés ; las no-
drizas los emplean , aplicados sobre el vientre de
las criaturas, para tener á éstas calientes vpa-
ra impedir que se ensucien con la orina etc. /etc.
Pero el mayor consumo es en la manguitería, para
hacer zamarras ó chaquetas de piel, caparazo-
nes para las caballerías , para guarnecer zapatos
de palo ó zuecos, forrar zapatos de orillo, etc.
En España no se reciben corderos del Asia ni
tampoco añinos de ningún punto de la Europa;
en nuestras provincias se recojen en bastante nú-
mero añinos y también Corderos nonatos ó Aíert-
SI6 API
nitas , que aun son mas finas , para el consumo
del reino, y hasta para hacer alguna exportación
al extranjero de añinos sin trabajar, que en el
Norte sirven para confeccionar vestidos de uso en
el invierno.
Según la Balanza mercantil de la M. I. Junta
de Comercio, en 1849 , se importaron en Barce-
lona, procedentes del reino: 23.000 libras de
corderos nonatos , valor de 69,000 rs. vn., y 125
libras de corderos notatos en tiras, valor dé 375
rs. vn.
A0
AOUARA. Especie de palmero de Cayena,
que quizás es el Elais de Guinea [Ela'is guineen-
sis, Jacq.), de hojas aladas , y que la corteza del
fruto , macerada por espacio dealgunos dias , da
un aceite que sirve para aderezar los alimentos,
como medicamento y para el alumbrado. La al-
mendra suministra una especie de manteca lla-
mada Quioquio por los Caraibes, que se emplea
para frotar las partes afectadas de dolor reu-
mático.
AP
APACA'RO. Nombre brama de un arbusto
de un olor fuerte y de sabor acre, siempre verde.
El zumo de sus hojas, mezclado con zumo de
adormidera, se da en las calenturas intermiten-
tes , y también se emplea el cocimiento de las
mismas para calmar los dolores de la gota.
APAJIIA. Género de plantas de familia in-
determinada, de lapoliadelíia de Linneo. La Apv-
ma silicuosa (Ápama siliquosa , Lam.) es un ár-
bol que crece en Malabar. Con los frutos, hervidos
en aceite , se hace una especie de ungüento con-
tra la sarna y las úlceras antiguas; el zumo de
sus hojas, asociado con el cálamo aromático, es
una especie de contraveneno de la picadura de
las serpientes, especialmente del Cobra capella.
APAREJOS. Término de comercio de
mar , que se toma en un sentido mas lato que el
de Arreos, y significa no solo las velas, las ma-
romas, las antenas, lasrodujas, las anclas, las
gúmenas y los cables de un buque , sino tam-
bién la artillería. — Llámase también Aparejo el
conjunto de las velas, jarcia y motonería de un
navio. Igualmente lleva el nombre de Aparejo una
máquina compuesta de un motón y un cuadernal
ó polea , y de un cabo ó cuerda que pasa por
ellos y sirve para levantar cosas de peso.
APEIBA ■ Apeiba. Género de plantas de la
fam lia de las tiliáceas , de la poliandria mono-
ginia de Linneo. Según el Sr. De Candolle, las
hojas de la especie Apeiba escotada [Apeiba
emarginata, Lam.; Sloanea emarginata, L.) son
comidas por los habitantes de Bahama, en donde
crece este árbol.
APOíElL. Nombre de una raíz que se em-
plea en algunas islas de la América y en Méjico
contra la mordedura de la serpientes. El Sr. de
Lamarck cree que es la raíz de la Aristoloquiv
mata culebras [Aristolochia anguicida, L.),
-%PIO , Apium. Género de plantas de la fa-
milia délas umbelíferas, de lapentandria diginia
de Linneo, que contiene cuatro ó cinco especies.
API
Apio involucrado [Apium involucratum,
Boxb.). Especie déla India, glauca y vellosa, y
que se cultiva en Inglaterra por sussemillas, que,
según Boxburgh , se usan como culinarias.
Apio de olor pesado , Apio , Apio
silvestre ( Apium graveolens , L.). Planta
bienal , que crece en parajes aguanosos de Es-
paña y otros puntos del mediodía de Europa : de
tallos altos de cerca de dos pies , gruesos , estria-
dos x verdes y huecos por dentro; hojas semejan-
tes á las del peregil , pero mucho mas grandes,
verdes, lisas, lucientes , llenas de un zumo de
olor fuerte y desagradable , y de un sabor acre;
las hojas. radicales con largos pecíolos, rojizos,
estriados y huecos ; flores en umbelas, en la ex-
tremidad del cáliz , compuestas de cinco pétalos
blancos; fruto que consiste en dos pequeñas se-
millas encerradas en cada cáliz ; semillas ovoi-
deas, estriadas, verdes, de olor aromático y de
sabor acre ; raíz larga, gruesa, derecha, blanca,
que se mete mucho en tierra , ramosa , y que,
cuando fresca, es de olor nauseoso , que pierde
por ia desecación.
La raíz de apio es una délas cinco raíces lla-
madas aperitivas, y se prescribe á la dosis de 4
á 8 dracmas; su cocimiento es mucilaginoso y pue-
de tomarse en forma de jalea; esta raíz también
es fundente, y los antiguos creían que ella así co-
mo el resto de la planta volvían estéril , de modo
que Horacio habla del apio en este sentido en mu-
chos puntos de sus obras. El zumo de las hojas, á la
dosis de 6onzases, según Tournel'ourt, un excelen-
te febrífugo, tomado en el momento del calofrío, y
su extracto se usa, unido ala quina, con el mismo
objeto; este zumo entra en algunos compuestos
farmacéuticos, sirve para preparar una conserva,
etc. Las semillas son otras de las cuatro semillas
calientes, entran en muchas composiciones ofici-
nales , y el aceite esencial estraido de ellas es
reputado como carminativo (V. Aceite volátil de
apio silvestre). El apio silvestre es una planta
sospechosa para el hombre, habiendo dado lu-
gar á veces a graves accidentes; pero los car-
neros , las cabras y á veces las vacas la comen
sin inconveniente, siendo así que los caballos nun-
ca la catan.
El cultivo ha hecho perder á esta planta una
gran parte de su acritud y de su fuerza primitiva
hasta el punto de ser casi desconocida .- así es
que, trasportada de tiempo inmemorial en las huer-
tas, se ha obtenido el Apio dulce, Apio de horta-
liza ó Apio propiamente dicho, que ha llegado á
ser un alimento muy buscado.
El tallo y las hojas del apio dulce, que vegetan
al aire libre y que están constantemente en con-
tacto con la luz , son de un color verde y de un
sabor acre desagradable. Los hortelanos tienen
cuidado de reunir los tallos en un manojo , li-
garlos y hundir las raices adherentes á ellos
en mantillo cubriéndolos de estiércol, para in-
terceptar el contacto de la luz : esto es lo que
ellos llaman blanquear, y los botánicos ahilar.
Este ahilamiento quita á los vegetales su sabor
acre y viroso , y su combustibilidad ; el color
API
Manon que adquieren así las plantas es un prin-
cipio de descomposición.
Les Italianos fueron los primeros que comen-
zaron a cultivar esta planta, á la que dan el nom-
bre de Celeri , conociéndose al presente mochas
sub-variedades de apio dulce, que pueden redu-
cirse a cuatro: el Apio largo ó Apio grande,
tierno, de color verde claro, que está muy ex-
puesto al añublo; el Apio corto, verde oscuro, de
raíz dura, tempranero y que teme poco á los
hielos; el Apio ramoso, pequeño, de color oscu-
ro, muyramoso, dulce, y muy oloroso; el Apio rá-
bano, de hojas tendidas sobr3 el suelo, de raíz
semejante á la del nabo, muy exquisito y muy
aromático, sobre lodo después de cocido.
El apio dulce conserva un olor fuerte penetrante
muy agradable, que queda en los dedos por poco
que se manoseen sus hojas ó sus raíces. Según el
Sr. Vogel, las hojas contienen un aceite craso, un
aceite esencial, vestigios de azufre, basorina di-
suelta en un ácido débil, y que forma una jalea
trémula, una materia gomosa, manila incapaz de
experimentar la fermentación espirituosa, y por
último nitrato de potasa en abundancia y muriato
de potasa.
El apio dulce es una planta sana y agradable:
se come la base de los pecíolos y de .los tallos jó-
venes, en ensalada, asi como las sumidades tier-
nas que se ponen como aromas en los caldos y
Í>ara dar gusto á ciertos manjares. Las raíces de
a sub-variedad apio rábano se comen del mismo
modo, ó cocidas, así como el resto de la planta,
con condimentos adecuados. Los tallos sirven
para hacer una conserva muy buena para expeler
las ventosidades: se cubre á las semillas con azú-
car, y facilitan la digestión, y también con ellas
se hace un licor de mesa agradable > pero dema-
siado excitante. Muchas personas temen al apio
como alimento caliente, y pasa como afrodisíaco
por ciertos médicos, lo que es muy contrario á
la facultad de volver estéril que los antiguos atri-
buían a esta planta. Tan solo los temperamentos
flecmáticos deben hacer uso del apio. Los gana-
dos comen sus retoños con apetito.
Los antiguos concedían una corona de apio ver-
de á los vencedores en los juegos ñemeos, una
de laurel en los juegos pitios, y una de olivo sil-
vestre á los vencedores en los juegos olímpicos.
Los Romanos habían consagrado esta planta en
obsequio de los muertos.
Apio Peregil, Peregil (Apium Petro-
srlinuni, L.; Petroselinum sativum , Hoffm.).
Planta bienal , indígena, originaría de Cerdeña,
que crece en los lugares sombríos , y se cultiva
en las huertas. De tallos gruesos como el dedo
pulgar, redondos, estriados, huecos, ramosos,
y altos de tres á cuatro pies; hojas compuestas de
lóbulos ovales, casi de figura de cuña, y corta-
das,— las de la partí! superior del tallo son" enteras
y lanceoladas; flores en umbelas en la extremi-
dad de los ramos, compuestas de cinco petalos
de color pálido; semillas unidas de dos en dos,
estriadas , grises, ovoideas, y de sabor un poco
28
API 217
acre; raíz larga, gruesa como el dedo, blanque-
cina y aromática.
Cultivanse muchas variedades de esta planta:
el Peregil común , que es el de gusto mas pronun-
ciado ; el Peregil de hojas atutías ; el Peregil ri-
zado; el Peregil amazorcado ; el Peregil violeta,
muy hermoso para guarnecer las ensaladas ; el
Peregil tuberoso, cuyas raices son comestibles; el
Peregil de Ñapóles óPeregil Celeri, variedad muy
grande, cuyas raíces se comen como las de ce-
leri.
El olor especial del peregil es muy fuerte y pe-
netrante, sobre todo cuando se estregan sus ho-
jas : Murray lo llama ingrato, y Bergio, grato.
Su sabor es agradable y un poco* picante.
Esta planta fué conocida de los Griegos y de los
Romanos, y éstos últimos le daban el nombre de
Apium, calilicándola Juvenal de Corona griega,
sat.8:
Grcecaque apium mcruisse corona?.
Con ella ciñió Hércules su frente , después de ha-
ber muerto al león de Nemea , y posteriormente
una corona de peregil fué el premio de los juegos
ístmicos consagrados á Neptuno.
El uso del peregil como planta de hortaliza re-
monta á la mas alta antigüedad , y sabido es cuan-
to lo empleamos nosotros : se come en ensalada,
como condimento, hervido con las carnes, en las
salsas, confitado con vinagre en la mostaza, etc.,
etc. Excita el apetito y favorece la digestión, pe-
ro sin embargo no conviene á todos los estómagos:
daña, en verano, á los jóvenes , á los temperamen-
tos melancólicos y á las personas cuyos nervios
son sensibles; aféctala cabeza.
Hase acusado al peregil de que producía la epi-
lepsia , pero, á pesar de los casos citados por
ciertos autores , nada de fijo ha confirmado esta
propieded ; también se le acusa de ser nocivo á
los ojos y de causar su inflamación cuando se le
come en exceso ; por último , se dice que es un
veneno para los papagayos.
Créese que esta planta'es susceptible de causar
la rotura de los vidrios, si se tocan después de
haberla manejado , lo que ha sucedido algunas
veces, sino de seguida, a lo menos al cabo de po-
co tiempo.
El peregil tiene muchos usos en la medicina
popular: sus hojas son el vulnerario que las gen-
tes del pueblo aplica á las contusiones , en las
(jue su virtud resolutiva hace muy buen efecto, lo
que no sucede cuando lo aplican sobre las heri-
das, que entonces es nocivo , porque inflama los
labios de estas soluciones de continuidad , por su
propiedad activa y como cuerpo extraño , ade-
más (pie por esta última calidad los impide de
reunirse por primera intención. Tissot dice que
el peregil es propio para disipar las picaduras de
los cínifes y cíelas abejas. También se emplea pa-
ra resolver los infartos lechosos de los pechos, y
su zumo en algunos lugares, á la dosis de 4 á 6
onzas , es usado contra las calenturas intermi-
tentes, tomado en el momento del paroxismo.
Las semillas de peregil, (pie forman parte délas
tomo i.
218 APO
cuatro semillas calientes menores, y que entran en
alguna composición farmacéutica, son muy aro-
máticas, y de ellas se extrae un aceite esencial que
se concreta fácilmente, y que se indica como car-
minativo y propio para^matar los piojos. (V. Aceite
volátil de peregil.)
La raíz de peregil, otra de las cinco raíces ape-
ritivas mayores, pasa por diurética y diaforética,
y se la cree litontríptica; pero al presente es ca-
si inusitada bajo estos tres conceptos. Hervida se
come como el celeri. Esta raíz recientemente se-
cada, es ligera, de un gris amarillento , arrufa-
da al exterior, y provista de una médula amarilla,
no leñosa; ofrece un olor débil , pero agradable,
y un sabor de zanahoria, ligeramente acre. Con-
viene elegirla reciente, porque pronto pierde es-
tas propiedades y es atacada por los gusanos.
Apio postrado [Apium postratum, Labi-
llardiére) . Esta planta crece en la Nueva-Holanda,
y se asemeja á nuestro Apio de olor pesado , sir-
viéndose los naturales de aquel país de ella como
nosotros lo hacemos del apio celeri.
APMSIA , Aplysia. Género de moluscos
gasterópodos adelobranquios del Sr. Dumeril, del
cual una especie, la ArLisiA depilatoria, Likbre
de mar {Aplysia depilan* , Gm. ; Laplysia depi-
lans, L.) , que habita en nuestras costas, pasaba
entre los antiguos por muy nociva , y como for-
mando la base de venenos los mas temibles. Este
animal asqueroso , de un olor viroso y nausea-
bundo , deja trasudar, en ciertas circunstancias,
un licor blanco, acre y muy espeso, pero poco
abundante, y otro licor de un rojo purpúreo , de la
misma naturaleza que el del calamar. Sus propie-
dades nocivas están lejos de ser absolutamente de-
mostradas, aunque hayan sido minuciosamente
descritos los síntomas de su envenenamiento, y su
curación. Sus propiedades terapéuticas todavía
lo son menos; hase aconsejado como antiescor-
bútico, etc.
APOBEA. Planta de flor singenesia, de
Guinea, que los negros toman en cocimiento en
las viruelas.
APO€ALBASO. Gomo-resina extraída,
se dice, de un euforbio del África , y de la que los
habitantes de este país se sirven para envenenar
sus flechas.
APOCAPUC. Árbol venenoso de Madagas-
car , cuya almendra produce un aceite que , se-
gún Flacourt , sirve á los naturales del país para
untarse los cabellos.
APOCINO, Apocynum. Género de plantas
que da su nombre á una familia natural , las Apó-
cimas , y de la pentandria diginia de Linneo.
A pocilio como Cáñamo , Cáñamo
índico [Apocynum cannabinum , L.) . Planta vi-
vaz, de la América septentrional. De tallo algo
recto, y herbáceo; hojas oblongas, y panojas
terminales. Según el doctor Knapp, el polvo de
la raíz de esta especie, á la dosis de 15 á 20 gra-
nos, es vomitivo, y, á doble dosis, en cocimien-
to , obra como los purgantes hidragogos, siendo
útil en las hidropesías , la amaurosis , las calen-
turas intermitentes , etc. , etc. Esta especie y el
AUU
Apocino de üojas de Androsemo [Apocynum an-
drosamifolium , L.) se cultivan con facilidad en
los jardines botánicos, y podrían ser empleados
entre nosotros.
Apocino de li oj:es de Androsemo
[Apocynumandroscemifolium, L,). Planta herbá-
cea , vivaz, de la América septentrional. De tallo
recto; hojas aovadas, lampiñas por una y otra
parte, y cimas terminales. El análisis químico ha
demostrado en ella un principio extractivo amar-
go , otro principio colorante soluble en el agua y
en el alconol, goma elástica y un aceite volátil.
Treinta granos de su raíz en polvo hacen vomitar
tanto como veinte de ipecacuana, cuyo nombre
lleva en muchas provincias de aquel país; pero
sus propiedades disminuyen envejeciendo. Esta
especie, como todas las apocíneas, encierra un
zumo blanco, acre, que, según el Sr. Orfila, in-
flama la piel, lo que verifican también los Apo-
cino como Cáñamo y Apocino de Yenecia [Apocy-
num venetum,L.).
El Apocino de hoja de Ciduo [Apocynum citri-
folium) , especie de las Antillas , según Desportes
es venenoso; sin embargo, se aconseja el¡baño pre-
parado con el cocimiento de sus hojas como fe-
brífugo. Las hojas del Apocino de la India [Apo-
cynum indicum., Lam.) en su primer desarrollo
se comen en la India, crudas ó cocidas, solas ó
mezcladas con el pescado. La raíz del Apocino
Juventud [Apocynum Juventus, Lour.), en la
Cochinchina, es reputada de tal modo tónica y
corroborante que Loureiro afirma que puede ha-
cer recobrar á un viejo el vigor de la juventud.
El Apocino manchado [Apocynum maculatum), se-
gún Desporles , es mirado como venenoso.
APOGOIV. Es el rey de los salmonetes que
vive en las playas del mar de Malta, y cuya car-
ne es exquisita.
APOJVOGETOftT, Aponogeton. Género de
plantas de la familia de las nayadas, y de la hep-
tandria tetraginia de Linneo. De la especie Apo-
nogeton DE DOS ESPIGAS, ESPÁRRAGO DEL CABO
[Aponogeton distachyon, L.) , planta acuática de
las Indias orientales y del Cabo de Buena Espe-
ranza , se comen las raíces.
APOS. Lémery describe , bajo este nombre,
una pequeña ave que se estima, dice él, tomada
interiormente, para la epilepsia, para fortificar
los ojos , para el dolor nefrítico , y cuyo nido,
aplicado exteriormente , es propio para la esqui-
nancia. Esta ave es la Golondrina Apos [Hirundo
Apos , L.) , que vuela continuamente , y se alimen-
ta de insectos en el aire : se vende muy Gara en
Bolonia y en Italia, en razón del buen sabor de
su carne, que nutre bien v se digiere fácilmente.
APUTTAS1T. Planta de Guinea , útil en co-
cimiento contra el escorbuto.
aq
AQUEESIA, Akeesia. Género de plantas
de la familia de las terebintáceas , y de la octan-
dria monoginia de Linneo . La Aqueesia de África
[Akeesia africana, Tussac) , árbol originario del
África, cultivado en las Antillas, tiene los frutos
rojos, rodeados de una pulpa, que se come cocida
AQU
en los guisados. Estos frutos se venden en los mer-
cados en la Jamaica.
AQUILAKIA, Aquilaria. Género de plan-
las de la familia de las samídea*, y de la decandria
monoginia de Linneo. La especie Aquilariv j.e
Malacca (Aquilaria malaccensis , Lam.) produce
uno de los leños, llamado Leño de agüita, de don-
de viene el nombre de este género. Este leño es
de un blanco amarillento y de un olor suave , lo
que lo hace , según se dice , pagar á peso de oro
por los Orientales, que lo emplean para quemar
en los festines , etc. , á semejanza del incienso.
Roxburg pretende que este leño procede de su
Aquilaria Aloe (Aguilaria Agallocha); el Sr.
De Candolle,desu Aquilaria secundaria (Aqui-
laria secundaria); de donde se ve que es imposi-
ble afirmar nada sobre el origen de este leño, que
en el comercio déla droguería no se conoce, á lo
menos como distinto de los leños aloes.
A^UIIiEA | Achillea. Género de plantas
de la familia de las sinantéreas , tribu de las co-
rimbiferas , y de la poligamia supérflua de Lin-
neo, muy numeroso en especies, cuya mayor
parte son yerbas vivaces, de flores blancas ó ama-
rillas, á veces rojizas ó violadas, y que crecen en
las diferentes de regiones de Europa y sobre todo en
las montañas. Si bien algunas de estas plantas son
cultivadas en los jardines, aquí tan solo indica-
remos las que tienen algún uso en la medicina ó
en la economía doméstica.
Aquilea Agerato, Eupatorio de
-lie «ue (Achillea Ageratum, L.). Planta indíge-
na , de la altura de dos pies , de tallos ramosos
hacia la sumidad ; hojas lanceoladas , obtusas y
agudamente aserradas ; flores amarillas, bastan-
te peqneñas, reunidas en un colimbo apretado y
compuesto. Ha sido empleada como vermífuga
Eara los niños , pero al presente no está en uso.
a viscosidad de sus hojas indica que contiene
un principio particular.
Aquilea almizclada (Achillea moscha-
ta, Jacq.). Planta de los Alpes, de un olor almiz-
clado , o mejor alcanforado , que es el verdadero
Genepi ó Genipi de los Saboyardos. Goza de mu-
cha reputación en las montanas como sudorífica
Í vulneraria. La Aquilea neqra [Achillea atraía,
.) y Aquilea enana ( Achillea nana, L-) son tam-
bién Genepi á los cuales se conceden las mismas
propiedades (V. Genepi). Esta planta suministra
a los habitantes de la Engadina, valle del cantón
de los Grisones en Suiza , una esencia destilada
conocida con el nombre de Espíritu de Iva , y
muy estimada en Italia y en otros países , por su
olor almizclado y aromático.
Aquilea arqueada (Achillea falcata,L.).
Especie mencionada en una lista de medica-
mentosnuevosdeambas Indiascomo muy emplea-
da, en tintura, en el Oriente contra la hipocondría.
Aquilea de Clavena (Achillea Clave-
na, L.). Especie dedicada á Clavena, quien la
habia tomado por un Ajenjo, y de la que hizo
una confección muy celebrada por sus propieda-
des medicinales, para cuya venta obtuvo un pri-
vilegio. Esta planta no está en uso.
AQü 219
Aquilea estornutatoria, Tármlea,
Yerba de estornudar [Achillea Ptarmi-
ca, L.). Planta vivaz, que crece en nuestras co-
marcas , en lugares húmedos , y que se eleva á la
altura de dos pies y se ramifica en la sumidad;
hojas estrechas , lanceoladas, puntiagudas, y
agudamente aserradas; flores bastante grandes,
de un hermoso blanco y dispuestas en pequeños
corimbos desiguales.
Las hojas de este planta tienen un sabor acre
picante, y, reducidas á polvo, toda la energía
del pelitre ; sus raíces mascadas provocan el es-
tornudo y la salivación , al igual que las hojas,
pero raras veces son usadas con este objeto. En
Inglaterra hay personas que ponen hojas tiernas
de tármica en la ensalada para darla mayor
gusto.
Aquilea milenrama. Ciento en
rama (Achillea Millefolium, L.). Yerba vivaz,
vulgar en toda la Europa en las márgenes de los
caminos , en los campos y en los bosques. De ta-
llos altos de pié y medio, tiesos, angulosos, ro-
jizos , y ramosos hacia las sumidades ; hojas dos
veces pinnadas y desnudas, con sus lascineas li-
neares y dentadas; flores de un blanco sucio , á
veces rosado, y dispuestas en corimbos apretados;
semillas pequeñas; raíz leñosa, fibrosa y de color
moreno. Es aromática y de sabor un poco amar-
go y astringente.
Esta planta ha gozado , desde los Griegos y
Romanos hasta nuestros dias, de mucha reputa-
ción como un tópico balsámico maravilloso para
curar las heridas: de ahí el nombre de Aquilea,
Eor haberse servido de ella Aquiles para curar las
eridas de Telefo, y las denominaciones de Yerba
del carpintero, ó Yerba para las cortaduras , que
el vulgo le ha dado. También se ha dicho ser bue-
na contra las hemorragias , las calenturas inter-
mitentes y el aborto ; liase preconizado contra la
epilepsia ", como antiespasmódica , útil en los có-
licos llatulenlos , en las leucorreas, etc. El cien-
to en rama entra en algunas fórmulas oficinales;
su agua destilada se prescribe á veces en las po-
ciones antiespasmódicas , por onzas , asi como
su aceite esencial , á la dosis de 20 á 30 gotas
(Y. Aceite volátil de ciento en rama). Siendo las
flores mas aromáticas han sido sobre todo admi-
nistradas como antiespasmódicas, mientras que
las hojas que son mas astringentes lo han sido par-
ticularmente en las hemorragias y los flujos muco-
sos. En Dalecardia se emplea el ciento en rama
á manera del hombrecillo para fabricar la cerbe-
za , lo que vuelve á esta bebida muy emboracha-
dora.
Aquilea Yerba rueda, Yerba rue-
da (Aquillea Uerbarota , All.). Pequeña planta
de las altas montañas del mediodía, de un olor
fuerte, que contiene mucho aceite esencial, y que
se emplea como sudorífica y emenagoga , y'ade-
más es reputada como vulneraria, y entra en la
composición del Faltrank.
AQUIJLEf-lA, Aqiii.ioiv. Género de
plantas de la familia de las ranunculáceas, y déla
poliandria pentaginia de Linneo , que contiene
220 ARA.
varias especies, algunas de ellas cultivadas en los
jardines.
Aquilegia vulgar , Aguilena ,
Manto Real . Pajacillo , Pelicanos
{Aquilegia vulgaris , L.). Planta vivaz, común en
España, sebretodo en Cataluña, y que se cultiva
en los jardines por sus hermosas ñores azules.
De tallo que se eleva á la altura¡de un pié y medio,
delgado , tieso, un poco velloso , rojizo , ramoso;
hojas parecidas á las de la celidonia, algo mas
redondas, de verde desigualmente mezclado con
moreno y negro, y precedidas de largos pecíolos;
flores amazorcadas, compuestas de dos especies
de pétalos délos cuales cinco son planos, y cin-
cohuecos, semejante aun cucurucho, entremezcla-
dos de color azul, y á veces rojo ; fruto compues-
to de cinco cápsulas llenas de semillas pequeñas,
ovales, complanadas, negras, aceitosas, y lus-
trosas, y de sabor primero dulce y después amar-
go ; raíz gruesa, blanca, guarnecida de libras , y
de un sabor dulce.
Esta planta es de olor viroso , y , como la ma-
yor parte de las de la familia á que pertenece, de
naturaleza sospechosa , debiendo procederse con
cuidado en su uso, á pesar de cuando ha sido pre-
conizada en ciertas enfermedades. líasela reco-
mendado como antiescorbútica , útil contra el su-
dor de los tísicos , en la ictericia, etc. , etc. Con
las flores de la aguileña se puede preparar una
hermosa tintura azul, que seria un buen reactivo
químico para ensayar los ácidos y los álcalis.
AQU1X1CIA, Aquilicia. Género de plan-
tas déla familia de las meliáceas, y de la pentan-
dria monoginia de Linneo.
Aquilicia como Saúco, Naltigu de
Redio [Aquilicia sambutiría, L.). Arbusto de
la India, cuyas bayas contienen un zumo de color
violeta, y cáustico. El cocimiento de sus raíces es
empleado contra los dolores de estómago por los
naturales del país; el del leño , contra la tos; sus
hojas molidas , tostadas y aplicadas sóbrela ca-
beza, alivian en el vértigo y la debilidad del ce-
rebro ; el vapor de su cocimiento suspende los do-
lores de la gota, y en Guiñéalas mugeres encinta
beben este cocimiento cuando tienen el vientre
doloroso; el zumo exprimido de estas hojas tier-
nas, tomado en bebida, ayuda á la digestión.
AQUIR ANTES, Achyrantiies. Género de
plantas déla familia de lasamarantáceas, y déla
pentandria monoginia de Linneo. Según el Sr. De
Candolle, el Aquirantes de hojas obtusas [Achy-
ranthes obtusi folia , Lam.) pasa como diurético
en la India; pero añade (pie esta propiedad no
está demostrada. Ainsle dice que el Aquirantes
áspera [Achyranthes áspera, L.) es mirado pol-
los prácticos'del mismo país como ligeramente as-
tringente, y útil en infuso contra las diarreas.
AR
ARABIDE, Arabis. Género de plantas de
la familia de los cruciferas, y de la tetradinamia
silicuosa de Linneo. La especie Arábide de i.a Chi-
na JA rabis chinensis, ltottl.) es empleada en la
India como un buen estomático estimulante, bajo
el nombre de Alivcrie ; véndese en los bazares, y
ARA
se hace un gran comercio con ella. Los médicos
del país pretenden que, si se usa en demasía, cau-
sa el aborto. Se considera también á esta planta,
machacada y mezclada con zumo de limón, como
un buen repercusivo de las inflamaciones locales.
ARAC, Arack, Arak, Rack ó Rak.
Estas palabras son árabes, y significan propiamen-
te Aguardiente ó todo licor destilado de la fuerza
del aguardiente ó del espíritu de vino. Su uso es-
tá muy extendido entre los Orientales y los Afri-
canos: los aguardientes de Francia son llamados,
en Berbería, Arakí.
El arac que los Ingleses hacen venir de Bata-
via, en donde se fabrica en inmensa cantidad , y
de donde se expide á todas las comarcas de la In-
dia es de tres especies , y extraído sea del coco,
del arroz, ó del azúcar. La primera es la mejor y
la mas usada.
También se fabrica mucho arac de coco y de
arroz en Goa y en Batavia , que son los principa-
les mercados de este artículo en la India. En Goa
lo hay de tres especies, según el grado de la
destilación ; pero el mas estimado es el í!e Bata-
via. Igualmente se elabora en Madras, enColom-
boy en Quilona;,pero, aunque mas fuerte, no tie-
ne la misma celebridad.
El arac de Goa, al igual que el de Colombo, es-
tá hecho invariablemente con el zumo llamado
toddy , que cuela por incisión del Coco que lle-
va nueces [Cocos nucífera , L.), el que después
de la fermentación, se destila y rectifica; por lo
común ," produce cerca de un octavo de espíritu
rectificado. El arac de Batavia ó de Java se ob-
tiene por la destilación del melote y del arroz con
una corta cantidad de toddy.
El arac bien preparado es de un color claro y
trasparente, pero generalmente con un ligero
matiz de paja ; tiene un sabor particular, proce-
dente de la mezcla de las diferentes materias de
que está compuesto , y también del mayor ó me-
nor cuidado que se ha tenido en su fabricación.
En el Oriente se hace un gran comercio con el
arac, pues los Orientales lo consumen en inmensa
cantidad. Este licores uno de los principales pro-
ductos de Ceilan, en donde se vende por barriles
de 130 gallones * , mientras en Java la venta tie-
ne lugar por barriles de 160 gallones También
se exporta arac á Europa, principalmente de las
presidencias de Bengala, de Madras y de Bom-
bay, pero no en mucha cantidad; en Inglaterra,
que es en donde mas se consume , apenas es
usado, á no ser para dar un gusto particular al
ponche
El arac, cuando reciente purga, á aquellas per-
sonas que no tienen la costumbre de beberlo, y
cuando añejo es tan fuerte que da ala cabeza: no
conviene, aun en pequeña dosis, sino á los tem-
peramentos fríos, íleemáticos, á las gentes de
trabajo, y'en los climas húmedos: de él se hace un
vinagre superior.
En las Indias Orientales , el arac se extrae del
* Gallón : medida inglesa que equivale á un poco mas de
dos azumbres.
ARA
azúcar, y es el mismo licor llamado Tafia ó Ca-
chaza en América. El arac cielos salvajes es un
licor que ellos preparan con raíces y semillas
susceptibles de lermcntacion. Los Mejicanos ex-
traen el arac de la vainilla. Finalmente exlráese
del zumo de arce, etc.
Alt At A-I HA. Nombre del guayabo en el
Brasil [76a quiere decir árbol) del quese distinguen
dos especies: el A raca-Guacv, que parece ser el
Sidioqie lleva MANZANAS (Psidium pomiferum,
L.),y el Araca-Miri, que es mas pequeño,)
probablemente es el Simo que produce peras [Psi-
dium pyrifi rum , L.).— V. Sidio.
ARAC1 ACÁ. aVracacha, Género de plantas
de la familia de las umbeliferas, y déla pentan-
dria diginia de Linneo.
Araraca comestible (Aracaeha escú-
lcala, DC; Conium A racacha, Hook. ) Esta plan-
ta, originaria de Caracas y de Santa Fé, se pa-
rece por su porte al peregíl ó al apio, y por sus
semillas ala cicuta, loque la ha hecho colocar
en este último género por algunos autores. Las
raíces de este vegetal, cuyo crecimiento es vigoro-
so, forman tuberosidades oblongas , que adquie-
ren dimensiones bastante considerables (la de
un cuerno de vaca), y de color amarillo, blanco ó
Eurpúreo, según la variedad cultivada. Estas tu-
erosidades se comen cocidas como las patatas,
y, aunque bastante compactas , exigen poca coc-
ción y son muy agradables al gusto. Tan fáciles
son de digerir que se prescriben á los con\ ales-
cientes, a las personas que tienen el estómago
delicado, y á los enfermos. En muchas partes de
la Colombia este alimento est.i tan difundido co-
mo las patatas en Europa. Pueden hacerse fer-
mentar estas raices y extraer de ellas un liquido
alcohólico , que se tiene como estomático. Este
vegetal podría, sin duda, aclimatarse en nuestro
país: en 1804, el Sr. Vargas hizo algunos ensa-
yos á fin de de que se cultivara en España y en
Italia.
liase admitido, bajo el nombre de AtACACA
almizclada [Aracacha moschata, DC. ; Conium
moschalum , Kunth.) , otra especie de este género
que parece ser el tipo silvestre de la especie pre-
cedente, óá lo menos que difiere muy poco de
ella, y que vegeta en los mismos climas.
A KA KA. Producto alcohólico de la desti-
lación de la leche de yegua fermentada , de que
hacen uso los Tártaros. La araka es un licor muy
fuerte, que emborracha mas que el vino.
A KAKI. En Egipto , se llama así á un licor
alcohólico que se prepara haciendo fermentar los
dátiles; dase también este nombre, en muchos
comarcas del África, á la savia de palmero fer-
mentada.
ARAMA , Amalia. Género de plantas que
dasunombreá unafamilianalural, hsAraliáceas,
y déla pentandriapentagiñiade Linneo, que com-
prende, entre otras, las especies exóticas si-
guientes:
Aralia espinosa .1 valia spinosa , L.'.
El doctor Meara recomienda el infuso de la cor-
teza interior de la raíz de este arbusto espinoso,
ARA 221
de ia América septentrional , contra el reumatis-
mo ; pero es menester prepararlo débil , porque,
demasiado cargado, irrítalas glándulas salivares
y da náuseas, lo que no sucede sin embargo en
todos lo individuos. Con el leño se prepara una
tintura que se emplea en Virginia contra los do-
lores de los dientes cariados y contra los cólicos
violentos.
Aralia ocjofila (.4 rali a octophylla , Lour .) .
La corlezay las hoias de esta especie son usadas
en la China, en donde crece, como aperitivas,
diuréticas y diaforéticas, y su sal fija y sus cenizas
son prescritas contra la hidropesía.
Aralia palmeada [A ralia pálmala, Lour.) .
Loureiro asegura que la corteza de esta especie,
de la China, es resolutiva, detersiva y que se
usa en el país contra la sarna y la hidropesía.
Aralia racimosa {Aralia racemosa, L.).
El doctor Sarrasin asegura que el cocimiento
de las raices de esta planta es bueno para bañar
las llagas antiguas , y que la cataplasma de las
mismas raíces es útil contra las úlceras invete-
radas.
Aralia de tallo desnudo [Aralia nu-
dicaulis , L.). El doctor Meara recomienda las
raíces de esta planta , de los Estados-Unidos, co~
m» poseyendo las virtudes de la zarzaparrilla, y?
según eí Sr. Guibourt , parece que se mezcla a
veces con la verdadera.
Aralia um ¡telífera A ralia umbclifcra,
Lam.). De esta especie, que crece en Amboina,
cuela una gomo-resina amarilla, (pie al secarse
toma un color rojo , y que despide un olor agra-
dable cuando se la quema , lo que puede hacer
conjeturar que contiene ácido benzoico.
Aralia vellosa [Aralia hispida , Mich.).
Según el Sr. Michaux , los Canadenses viajadores
emplean la raíz de esta planta como sudorífica.
A RAM ACÁ. Pescado del género suela ó
lenguado, que vive ert los fondos arenosos del mar
del lírasil ,_y cuya carne es de buen gusto.
ARA]Í~Á,Áranea. Género de animales arti-
culados, muy numeroso en especies, colocado
antiguamente entre los insectos , hoy día en el
orden de los araneidos pulmonares. Los natura-
listas modernos han dividido el género Aranra
de Linneo en un gran número de otros; pero bajo
el punto de vista que nos ocupa, esta división
no puede ser siempre admitida, porque muchas \ e-
ces es imposible reconocer a que especie de Linneo
pertenece lo que tal ó cual autor ha escrito de
las arañas en general, y, por consiguiente, á que
nuevo género convendría referirlo, aunque , por
lo común, sea á la Ara.ñv doméstica '.Arunea do-
mestica , L.) á la que se acostumbra atribuir casi
todos los hechos publicados sobre la historia mé-
dica y bromatológica de estos animales. Sin em-
bargo, en el articulo Licosa trataremos de la ta-
rántula , y además véase también el artículo Alí-
gala.
Si la historia no lo atestiguase, nadie creería
que la araña , este animal cuyo goto aspecto ins-
pira generalmente hastío , y hasta horror , y cu-
ya picadura ha siempre pasado por mas ó monos
522 ARA
nociva , haya podido ser colocado entre el núme-
ro de los remedios útiles y de los alimentos de-
licados. Y sin embargo no han faltado, en todos
los siglos , ni médicos crédulos para atestiguar
sus virtudes, ni hombres de gusto depravado pa-
ra alabar su sabor. Hasta en nuestros dias hase
visto de nuevo á los doctores Broughton y Chape-
neau referir hechos en favor del polvo de telaraña,
tomado á la dosis de 5 á 6 granos muchas veces
aldia, contra las calenturas intermitentes, y á
un astrónomo muy célebre complacerse en comer
arañas vivas. Según relación del Sr. Latreille, los
naturales de la Nueva Holanda y los de ciertas is-
las del Mar del Sud comen , á falla de otro ali-
mento , una especie muy vecina de la Araña
hambrienta (Aranea esuriens , Fabr.).
Los ejemplos sobre los comedores de arañas
atestiguan contratos peligros atribuidos antigua-
mente á la administración interior del veneno de
estos animales, y también alimentan la confianza
de aquellos que todavia los consideran útiles en
la practica médica.
El uso interior y externo de las arañas remon-
ta ala mas alta antigüedad. Al exterior, se em-
pleaban, sobre todo chafadas, y como epicarpio,
contra las calenturas intermitentes. La araña me-
dicinal, descrita por Hentz, bajo el nombre de
Tegeneria medicinalis, es aplicada vulgarmente
como vejigante , á la manera de las cantáridas,
en los alrededores deFiladelfia, en donde es co-
mún en las cuevas.
Tomadas al interior, se las ha creído principal-
mente dotadas de una acción anti-periódica;
Etemuller empleaba su polvo con este objeto á la
dosis de un escrúpulo á medio dracma. La vir-
tud afrodisíaca de las arañas ha sido también cé-
lebre durante largo tiempo: Lorry refiere de ella
un ejemplo notable , que quizás es el origen déla
creencia difundida en Kamtschactka, relativa á
la propiedad fecundante de estos animales. Se-
gún Molina , se encuentran en Chile arañas grue-
sas como un huevo de gallina, que sirven de ju-
guete á los niños y pasan como anti-odontálgi-
cas.
También han figurado en la materia médica
diversos productos délas arañas: los huevos han
sido recomendados contra la odontalgia; sus pre-
tendidos bozoares preconizados contra ciertas he-
morragias, las calenturas intermilenies y hasta
la peste; su veneno, como afrodisíaco ; al agua
destilada de Arañas negras , para el tratamiento
de las heridas ; los aceites preparados con ellas,
contra las úlceras y las calenturas de mal carác-
ter; el aceite empireumático extraído de las mis-
mas, para la curación de las verrugas, etc. Fi-
nalmente, la tela de estos industriosos animales,
indicada ya como hemosttticapor Dioscorides,
es todavíaempleada vulgarmente en nuestros días
para este uso, y, por algunos cirujanos, para
cubrir la pasta arsenical que ellos aplican sobre
ciertos cánceres de la piel : timbien ha sido pre-
conizada por muchos autores , aun entre los mo-
dernos, como se ha dicho , contra las enfermeda-
des nerviosas y las calenturas intermitentes; y
ARA
por último, hásela igualmente empleado al exte-
rior, cocida envinagre, en los casos de cólico
flatulento y de pérdida uterina.
Según fhomsom, no existen experimentos
exactos sobre el veneno de las arañas : puédese
juzgar suficientemente de su virulencia por la
rapidez con que estos animales matan su presa y
se destruyen entre sí. El Sr. Oríila lo coloca , a
tenor de sus efectos, en el número de los vene-
nos sépticos.
La Araña goteada [Aranca 45-guttata, Ros-
si) , que habita la Córcega y la Italia, pasa co-
mo una de las mas venenosas; en seguida vienen
la Araña de Florencia ó Araña de las cuevas
[Aranca florentina, Rossi) , que se encuentra en
Italia, y la Araña doméstica [Aranea domestica,
L.) , común en nuestras casas, y cuya picadura,
comummente inocente, produce también algunas
veces accidentes mas ó menos graves. Fabricio
cita la Araña anidadora ó Araña cazadora [Ara-
nea nidulans , Gmel.) , cuya picadura , en la Amé
rica meridional, en donde ella es común en las
casas , produce una calentura que disipan los su-
doríficos ; y Flacourt dice á corta diferencia lo
mismo de una Araña negra de Madagascar.
La picadura de las arañas, cuando va acom-
pañada de la introducción del veneno de este
animal, lo que parece no tener siempre lugar, de-
termina dolor, seguidode ciertos fenómenos.Jsean
locales , tales como rubefacción de la parte, hin-
chazón edematosa ó lívida, flictenas, etc., sean
generales, como pasmo, frió, priapismo, coma,
convulsiones, y hasta la muerte. Los ejemplos
observados y referidos de estos diversos acciden-
tes son bastante numerosos para que no se pueda
de dudar de ellos ; sin embargo han sido con fre-
cuencia exajerados. Por lo demás, parece queel
clima, la estación y ciertas predisposiciones in-
dividuales, todavía poco conocidas, influyen, tan-
to como la especie de ai imal , sobre la naturale-
za de estos incidentes : así es que parecen ser
mas comunes y mas graves en los tiempos y los
países calientes, que en las circunstancias con-
trarías.
Sea como fuera , casi siempre los accidentes
se calman ó por sí mismos y prontamente, ó por
el simple uso de lociones dé agua en que se ha-
ya disuelto sal común, ó agua que contenga
amoníaco , medios que parecen ser los mas efica-
ces entre todos los que para dicho objeto han si-
do prupuestos.
AKAQVIDE, Aracius. Género de plan-
tas de la familia de las leguminosas , y de la dia-
delfia decandria de Linneo. r
Aráquitle subterránea (Arachis hy-
pogeea, L.). Estaplanta anua, originaria del Áfri-
ca , trasportada por los negros en el Brasil , en la
India , etc. , y cultivada en España , en Italia y
también en algunas otras partes de Europa, ha
recibido denominaciones diferentes en razón de
los lugares en que crece, y también en razón
de la configuración de su fruto y del uso que de
este puede hacerse. Los Españoles americanos la
llaman Maní ; los naturales de Méjico, üaícaca-
ARA
hualt ; los Españoles de Méjico, Cacahuate; los
naturales del Perú, en particular los de Quito,
Juchik; los naturales del Brasil y los Portugue-
ses míe habitan en este país, Mandobi ó Manobi;
losCuaranienses, Manubi ; los Chiquiros, JSaa-
i/uis; los Moros, Vuruíjuieris; loslmbayos, Yo-
litjms. Finalmente, sus frutos, en razón de la
analogía con los alfónsigos verdaderos, y la pro-
piedad (pie tienen de vegetar debajo tierra, han
sido llamados Alfónsigos de tierra ó Pistachos de
til r ni.
El cacahuate tiene le raiz fusiforme, á veces
contorneada en forma de S , hundida en tierra
hasta unas siete ú ocho pulgadas, en una direc-
ción horizontal , y compuesta de fibras delgadas
cubiertas de un gran número de tubérculos de
tigura de guisante. El tallo se eleva á la altura de
¿0 á 3? [migadas; es de color de orin oscuro,
desde la base hasta la mitad de su altura, y en lo
restante de un verde manzana ; recto y sencillo
al principio , pero luego se ramifica adquiriendo
tonos sus ramos un igual grosor , y tiene una
articulación en el punto de salida de cada esti-
pula. Las hojas son alternas, aladas, lisas, de
un verde hermoso y compuestas de dos pares de
hojuelas dispuestas en la parte superior de un
peciolo común , siendo el uno terminal y el otro
situado á corta distancia debajo del primero; ca-
da hoja está acompañada de un par de estípulas
lanceoladas. Las llores , reunidas en ramilletes
de tres á seis y sostenidas por cortos pedúnculos,
nacen en las axilas de las hojas: las masculinas en
las axilas superiores, naciendo en las inferiores
flores masculinas y hermafrodítas ; después de
la fecundación, las primeras con sus pedúnculos
desaparecen , quedando solo fecundadas las se-
gundas capaces de producir. Cuando la flor ha
caído, el pistilo queda adherido á lo largo del pe-
dúnculo fructífero , que está armado en su ex-
tremidad de una punta en forma de espina: en-
tonces el pedúnculo se inclina y hunde la punta en
tierra , arrastrando consigo los pistilos á ella ad-
heridos, los cuales nunca presentan señales de
intumescencia , hasta que ellos y la punta están
bien enterrados ; así oculto en tierra es como
va madurando el fruto. La forma de este fruto es
una legumbre mas ancha en la base que en la
punta , angostada en el medio cuando contiene
dos semillas y globulosa oblonga solamente, cuan-
do no encierra mas que una, y terminada por
una punta encorvada que es el resto del pistilo:
esta legumbre cuando madura es larga de 12 á
i 6 líneas y gruesa de 4 á 6 , formada de una cas-
cara blanca, delgada, venosa reticulada, guar-
necida por dentro de una película sedosa, ama-
rillenta, lustrosa y muy fina. Las semillas tienen
la forma de una avellana truncada oblicuamente
de un lado, redondeada y mas estrecha del otro,
cubiertas de una película de un color rojo vino-
so , blancas al interior , muy aceitosas y de un
sabor muy delicado y mas agradable que el del
pistacho y de los niñones dulces. Cuando la le-
gumbre ha llegado á su madurez, las semillas
que contiene se despegan de ella por si mismas
ARA 223
y hacen el efecto del cascabel cuando se las agita.
Larecolecion del cacahuete se hace como la de la
patata: arrancadas las plantas, se ponen á secar,
yjluego se baten con perchas ó con trillos ligeros;
así se obtienen las semillas, que es el principal pro-
ducto , aunque la yerba seca sea un buen pasto.
El cacahuete, que se siembra á fines de abril ó
primeros de mayo , al vuelo ó en sulcos , si crece
en un terreno arenoso, ligero, sustancioso y di
x idido , es muy produetho, pues llega á dar
doscientos por uno.
Las semillas de cacahuete se conservan durante
muchísimo tiempo; ni se enrancian, ni se pudren.
En \ arios países se comen crudas, pero para encon-
trarlas buenas se requiere estar acostumbrado á su
sabor, como lo están los Negros; por otra parte,oca-
sionan dolores de cabeza y degarganlaviolentos;
tostadas ó cocidas en el agua , por cuya opera-
ción se les quita la acritud, no son dañosas. Ellas
sirven para la preparación de contiles, de con-
servas, de ratafias muy agradables; son em-
pleadas para hacer una especie de horchata, que
los Americanos llaman Pipián; se hacen entrar á
veces en la composición del chocolate económico
destinado parados pobres; mezcladas en polvo con
la harina de trigo sirven para obtener un pan agra-
dable al gusto; etc.Laniarch ybomare atribuyen
á esta semilla una propiedad afrodisiaca ; es en
verdad ligeramente caliente , y propia para dar
tono á los estómagos débiles. Pisón , medico ho-
landés , asegura que la emulsión de cacahuete
un poco tostado, produce excelente efecto en
los éticos y pleuréticos.
Analizadas por los Sres. Pay en y Henry , las
semillas de cacahuete han dado , además del acei-
te craso, cáseo, azú ar, azufre , una materia co-
lorante, leñoso \ sales.
• Cultivase el cacahuete sobre todo para la ex-
tracción de un aceite , que por expresión en frió
su semilla lo da en razón de 50 p. %• El Aceite
de cacahuete es blanco , mas espeso que el de
aceitunas, muy secante, se enrancia difícilmen-
te, se congela á siete grados bajo cero, es dulce
muy agradable y se come con gusto, sirviendo
para los usos déla mesa. Tostando las semillas,
se obtiene cerca de la mitad dcsu peso de un acei-
te menos agradable , pero muy bueno para que-
mar, para las fá ricas de jabón y oíros usos eco-
nómicos.
El bagazo de estas semillas , desleído en el
agua, produce una materia amilácea , que pue-
de hacerse entrar en la confección de las pastas,
como empanadas, tortas, etc. Este mismo ba-
gazo da una harina excelente para engordar á los
animales.
El Sr.Fremon dice que la raíz delaaráquidees
azucarada, y (pie puede reemplazar ala de regaliz.
En el Rrasií se cultiva una veriedad ó espe-
cie particular de esta planta , señalada ya por
Linneo , mucho mas robusta que la especie vul-
gar, que se eleva hasta 1 2 pies de altura , y que
produce muchos frutos de los cuales se hace un
gran comercio , y de los que se extrae abundan-
temente aceite.
524 ARC
Pallas dice que en la China se hace uso de una
aráquide, que él llama Curacao, que se presume
ser la especie vulgar.
ARARA. Especie de fruto de América cuyo
cocimiento, según Clusio , sirve para lavar las
úlceras malignas, y relaja el vientre.
ÁRBOL REL AJO. Nombre del Ceudan a
de olor de ajo [Ccrdana alliodora, lluiz y Pa-
vón; Cordia Cerdana; R. S.) que crece en el
Brasil y en el Perú. Podríase dar el misino nom-
bre alPETiVEMA con olor de ajo [Petiveriu ullia-
cea, L.). r
ÁRBOL RE ALHIACIGO. Crece en
la Carolina , y se eleva hasta la altura de cin-
cuenta pies; su tronco tiene dos ó tres pies de
grueso; su corteza es lisa y de un blanco verdo-
so; sus hojas sostenidas, sin orden por largos pe-
cíolos, son algosemejantesá las del peral; las llo-
res son pequeñas, de cinco pélalos, amarillas, y
á ellas sigue un fruto oval, amarillo, que tiene
la forma de una pequeña ciruela, y que contiene
un cuesco moreno y oval. Este fruto, que es dul-
ce y meloso , se come en el país.
ARROIi RE LA RREA. Su nombre
lineano no es conocido ; crece en Manila, y da
una resina aun no usada, de la que el Sr." Bo-
naslre ha extraído una sub-resina.
ARROIi RE LACEQITERA. Es el
Excecaria Agaloca [Excmcaria Agulloca, L.). El
zumo de esta euforbiácea ciega á las personas
que lo reciben en los ojos , lo que lo ha hecho
llamar Arbor cxccecans por Rumíio.
ÁRBOL RE HIERRO. Su nombre
lineano es desconocido; en la China se le llama
Tie-Ly-Mou. — V. Palo de hierro.
ARROL RE LECHE. Es probable que
pertenezca ala familia de las euforbiáceas óá la
de las apocíneas , pero su nombre liueano nos es
desconocido. En el Japón se le llama Farnosky ó
Namva.
ARROL RE LA VACA. Los colonos
españoles del norte de Maragay , en la América
meridional, llaman así á un árbol que da abun-
dantemente un zumo lechoso, y que, por sus pro-
piedades, tiene analogía con la leche de los ani-
males, el cual emplean para los mismos usos que
ésta. Es un poco mas espeso que la leche de vaca
y tiene el sabor de ésta: se mezcla con el agua sin
coagularse por la ebullición ; sometido á la ac-
ción del calor , se cubre de una película que im-
pide el desprendimiento de los vapores acuosos,
pero separando esta película , y haciendo evapo-
rar el líquido á una temperatura suave, se obtie-
ne un extracto parecido á la crema. Sus partes
constituyentes son cera, fibrina, un poco de azú-
car, una sal magnesiana, agua, y nada de cá-
seo. La presencia déla fibrina explícala propiedad
nutritiva de este zumo, que en el país se llama
Palo de vaca. El Sr. de Humboldt dice que el ár-
bol parece ser de la familia de las sapotáceas.
ARCA, Arca. Género de moluscos del orden
de los acéfalos testáceos y de la familia de los
ostráceos. Algunas de las especies ofrecen cali-
dades alimenticias.
ARC
Arca barbuda [Arca barbata, L.). Con-
cha cuya forma , comparable á la especie siguien-
te , se encuentra en el Mediterráneo. Sus propie-
dades son las de las otras conchas marinas; cóme-
se como el arca de Noé.
Arca «fle Híoé [Arca Noe, L.). Concha de
forma larga, aunque ventruda, común en las cos-
tas de la Europa , del África y de América , y es
buscada como alimento por los pueblos marítimos.
Solo se hace uso de ella en invierno , porque en
verano , cuando llena de huev os, tiene una acri-
tud insoportable. Los Árabes la comen cruda,
pero comunmente se hac'e freir en aceite con mi-
ga de pan y peregil.
El Arca senil [Arca senilis , L.) es también
usada por los negros de las costasde África.
ARC AHÍ. Serpiente desconocida que se en-
cuentra en el Turquestan , y cuyo veneno, según
Herbelot , es el mas peligroso.
ARCAS para guardarmoneda. En
otro tiempo, las arcas para guardar dinero eran
por lo común cajas de diferentes magnitudes y
formas, hechas de madera sólida desnuda, o
forradas interior ó exteriormente de hierro, con
goznes ó bisagras fuertes y con cerraduras ó can-
dados mas ó menos ingeniosos para llenar el ob-
jeto á que se las destinaba.
Al presente, la construcción de arcas para
guardar moneda forma un ramo especial de in-
dustria , que se halla muy adelantado , pues liase
conseguido armonizar la elegancia y la comodi-
dad del conjunto con la seguridad de las cerradu-
ras, tan indispensable en estos utensilios.
En la imposibilidad de exponer aquí, en obse-
quio á la brevedad , las varias formas que suce-
sivamente han recibido las arcas y las multipli-
cadas cerraduras inventadas para asegurar los
caudales en ellas contenidos , nos limitaremos á
hablar de las principales especies de arcas de
uso mas general en la actualidad.
I. Las arcas mas sencillas, que tienen la for-
ma de caja común , son de madera forradas ex-
teriormente de chapa de hierro muy fuerte, y pro-
vistas de diferentes cerraduras según sea el objeto
para que se las destine : su dimensión varia, des-
de 75 centímetros de largo , 37 centrímetros de
alto y 37 centímetros de ancho, que son las mas
regulares, hasta las dimensiones que se quiera,
pudiendo construirse también mas pequeñas. En
estas arcas se disponen varias divisiones que sir-
ven para guardar por separado la moneda de oro
de la de plata, los billetes de banco, y otros pa-
peles , etc. ; y todas tienen varias asas para fa-
cilitar su trasporte , pues estas son las arcas de
que generalmente se sirven los regimientos y que
se usan en los buques y en los casos en que se
hace necesaria la conducción de caudales de una
parte á otra.
II. Hay otra especie de arcas mucho mas com-
plicadas, que tienen la forma de un armario. Cons-
tan : \ :° de un pié de madera; 2.° de la caja-ar-
mario, también de madera forrada interiormente
de chapa de hierro bastante fuerte, y exterior-
mente de otra chapa del mismo metal mas gruesa
ARC
todavía; 3.° de la cerradura que tiene el movi-
miento de cinco pestillos, pudiéndose aumentar ó
disminuir, además , vina pieza de gran mérito,
llamada secreto, por la cual, con el procedimiento
ile una combinación de letras, impide abrir la
cerradura, que consta de una, dos y tres cerra-
duras con sus llaves para garantía "de los socios
de las compañías mercantiles, etc.; 4.°deunacor-
nisa de madera. Si bien estas arcas pueden cons-
truirse de varias magnitudes, las dimensiones mas
generalmente en uso son las siguientes: 90 cen-
tímetros de alto con (i I centímetros de ancho y íü
centímetros de fondo; 1 05 centímetros de altocon
72 cent .¡metros de ancho y 44 centímetros de fon-
do ; 1 27 centímetros de alto con «6 centímetros
de ancho y 44 centímetros de fondo; 152 centí-
metros de alto con 86 centímetros' de ancho y 44
centímetros de fondo. En el interior de estasar-
cas hay varios estantes y divisiones para colo-
car con el debido orden diferentes monedas y los
documentos ó papeles que se quiera; a veces
también se las añaden secretos. Las que exce-
den de mucho á las dimensiones indicadas se
construyen con dos puertas, sirviendo la inferior,
3ue se abre por dentro , para colocar con facili-
ad los talegos dentro del arca.
Esta especie de arcas, por enya introducción
el Gobierno de S. M. ha concedido privilegio ex-
clusivo á D. Felipe Mullér, reúnen toda la soli-
dez y seguridad apetecibles, siendo justa laacep-
taeión que han merecido de los comerciantes.
111. Las arcas mas modernas son las de forma
de armario, como las anteriores, todas de hierro
con doble fondo lleno de tierra refractaria , y con
cerraduras de combinación de letras, y mayor
número de pestillos que las precedentes. Estas
arcas reúnen á un agradable aspecto toda la so-
lidez y seguridad que pueda desearse.
Para escribir este articulo, .hemos visitado el ta-*
11er del Sr. Mullér, en el cual hemos podido ob-
servar surtidos de todas las especies de arcas
descritas , trabajadas con el mejor gusto; de-
biéndoseála complacencia de dicho maquinista
el que pedamos indicar aquí la explicación de la
cerradurra por el procedimiento de un secreto
combinado con letras, guarismos ú otros signos,
que le valió el privilegio de introducción.
La pieza secreta está situada en el centro de la
puerta -. consta de una plancha de hierro en for-
ma de paralelogramo , en cuya parte interior
está calocado el mecanismo de la cerradura,
que queda oculto en el grueso de la puerta, y en
la parte exterior , pulimentada , hay cuatro bolo-
nes de latón , en cuya circunferencia cada uno de
ellos tiene grabadas todas las letras del abeceda-
rio. El numero debotones puede reducirse á tres,
pero también puede aumentarse, si se quiere. En
la plancha , encima de cada botón , hay marca-
do un cero ó punto , que sirve de guía para
formar las combinaciones de letras que conven-
gan al dueño del arca. Para hacer estas combina-
ciones, al abrir la puerta, es menester dar una
vuelta á4a llave de la cerradura, y luego se ob-
servará en la parte interior de aquella una pieza
•29
ARC 225
que so interpone entro el pestillo de la cerradu-
ra, y debajo de esta pieza y entre el expresado
pestdlo se coloca una pieza en forma de llave, que
\ a anexa al arca. Se aprieta bien esta especie de
llave, y desde luego se colocan los botones déla
parte exterior de modo que las letras elegidas
correspondan pcrpendicularmento debajo del ce-
ro ó punto indicado en la plancha , sin estar in-
clinadas mas á un lado que á otro. En seguida se
saca la mencionada pieza, y se puede cerrar
perfectamente , porque la pieza interior se levan-
la con facilidad y no se interpone entre el pesti-
llo. Sucede lo contrario después de cerrado, pues
cambiando de posición uno, dos ó tres de los bo-
tones, dando la vuelta del modo que se quiera,
desaparece la combinación, y no hay medio po-
sible de abrir, pues la expresada pieza del inte-
rior se opone al pestillo , y hasta que se coloquen
lasletrasque forman la combinación no se'consi-
gue el resultado que se apetece.
AKCIIiliA. Es una de las sustancias mas
esparcidas en la naturaleza , y al mismo tiempo
una de las que prestan mas servicios á un sinnú-
mero de arles. La arcilla es una combinación ó
mas bien una simple mezcla de diversas tierras
y de óxidos metálicos , en proporciones muy va-
riables, pero en que la sílice domina casi cons-
tantemente. Aquí no nos ocuparemos de las con-
sideraciones geológicas relativas á la formación
de las arcillas, ni de su análisis rigoroso, ni de
ningún hecho extraño al comercio quede ellas se
hace. Si indicamos sumariamente la composición
de las principales especies de arcilla, es tan so-
lo para identificarlas con las circunstancias del
uso económico que ellas reciben.
En general se reconocen las arcillas en su mas
ó menos suavidad al tacto, y en su blandura, aun
cuando se las compare con las piedras mas blan-
das. Cuando han sido privadas de agua por una
simple desecación al aire ó por una baja tem-
peratura, tienen todas la propiedad característica
de pegarse á la lengua, y de exhalar , en el mo-
mento de la insuflación del airo húmedo de los
pulmones sobre ellas ; un olor del todo particu-
lar, muy conocido bajoel nombre de olor arcillo-
so. Todas se deslien en el agua , quedan mas o
menos tiempo suspendidas en ella, y abando-
nando el líquido posan cu el fondo del vaso una
pasta untuosa cuyo grado de tenacidad y de ad-
herencia á los dedos v aria con las especies. A
una alia temperatura , la arcilla so contrac mu-
chísimo , disminuye considerablemente de volu-
men, adquiere mucha dureza, y cesa de ser do
nuevo desleíble en el agua : este es el efecto que
observamos en todos las lozas, después de la coc-
puras son las que no contienen
alúmina, agua y vestí-
cíon.
Las arcillas
mas que ácido silícico
gios de oxido de hierro y de materia orgánica.
Hoy dia se las llama Silicatos de alúmina , sales
que son ya simples, ya dobles, es decir unidas
a otros silicatos de base terrosa ó metálica. Es-
tas arcillas son blancas , opacas , formadas do
granos muy finos, untuosas al tacto; su fractura
tomo i.
2á0 AIIC
os terrosa; son blandas y adquieren lustre con
la uña ; se pegan fuertemente á la lengua ; su
densidad es de cerca de 2,500. Puestas en con
tacto con el agua se hinchan y se deslien poco
á poco, formando con este liquido una pasta pega-
josa y dúctil á la cual se puede hacer tomar toda
especie de formas: de esta propiedad háselas da-
do el nómbrele Arcillas plásticas Expuestasála
acción del fuego, abandonan sucesivamente di-
versas porciones de su agua de combinación, se
endurecen y experimentan una disminución de
volumen. A la mas alta temperatura de nuestros
hornos, las arcillas puras son infusibles; pero el
óxido de hierro y la cal les comunican mayor ó
menor grado de fusibilidad. En general las arcillas
psras están compuestas de alúmina verdadera,
0,19 á 0,93 ; ácido silícico, 0,46 á 0,71 ; agua,
0,10 á 0,t7. Las arcillas calentadas en vaso cerra-
do, desprenden agua y se endurecen; calcinadas
al contacto del aire , se ponen blancas; si después
de haberlas humedecido con algunas gotas de
solución de nitrato de cobalto, se calientan fuer-
temente á la llama del soplete , toman un color
azul mas ó menos intenso que indica la presencia
de la alúmina. El ácido sulfúrico concentrado, á
su punto de ebullición, obra sobre ellas, disuelve
la alúmina y deja ácido silícico intacto.
Las arcillas admiten en mezcla mecánica ó en
mezcla íntima un gran número de sustancias, á
saber : betunes , cuarzo , peróxido de hierro an-
hidro ó bidralado, óxidos de magnesio, carbona-
to de cal, etc. Y de aquí la división en Arcillas
betuminosas, A. árenos as, A. gráficas, A. ferrugi-
nosas, A. piritosas, A. magnesianas y A. calcá-
reas. Estas últimas, bastante comunes, son mezclas
de arcilla y de creta, y se conocen bajo el nom-
bre de Margas. Las arcillas fuertemente colora-
das en rojo por el peróxido de hierro , ó en ama-
rillo por su hidrato, se distinguen bajo los nom-
bres de Gredas, Ocres , Tierras bolares. Final-
mente, el Lápiz rojo de los dibujantes, la 'Tier-
ra de sombra, la Tierra de Siena, etc., son tam-
bién arcillas. En su correspondiente lugar habla-
remos de estos productos de la naturaleza, pues
en este artículo , á tenor de lo expuesto arriba,
nos concretamos á hacer la suscinta descripción
de las especies vulgarmente conocidas con el
nombre de Arcillas útiles.
I. Arcilla calcarífera ó Marga arcillosa.
Hace efervescencia con los ácidos á causa de la
creta que está íntimamente mezclada con ella, y
con el agua forma una pasta poco ligada; sus
colores son extremamente variables ; abunda en
todas las inmediaciones calcáreas. Las varieda-
des mas comunes son : 1 .° la blanca , que hace
la base de la porcelana de frita , llamada Porce-
lana blanda de Sevres, etc. ; 2.° la de color ver-
doso , de que hacen mucho uso los fabricantes de
loza fina; 3.° la variedad morena y como jas-
Eeada, de uso bastante extendido, bajo el nom-
re de Piedra de (putar manchas , en razón de
la propiedad que tienen todas las arcillas , y que
esta posee en un grado eminente , de apoderarse
de los cuerpos grasos.
ARC
II. Arcilla comün. Suave al tacto . y con
chigua forma unajpasta bastante tenaz; color muy
variable, pero que pasa casi siempre al rojizo pol-
la acción del fuego. Es conocida con el nombre
de Tierra ó Ikirro de alfarero ó Greda. Los la-
drillos , las teias , todos los vidriados rojos gro-
seros , y también una gran parte de loza cu-
bierta de un esmalte blanco, de plomo y estaño,
tienen por ingrediente principal á esta especie de
arcilla; sirve también para guarnecer las arcas,
destinadas á contener el agua; los escultores y gra-
badores la emplean para hacer' modelos, etc. El
color rojo que adquiere por la cocción es princi-
palmente debido al óxido de hierro que contiene,
y que se oscurece oxigenándose todavía mas al
fuego. Es la mas común de las arcillas : se halla,
con mas ó menos abundancia y mas ó menos
pura, en casi todos los lugares; así es que no cons-
tiiuye precisamente un comercio de comarca á
comarca.
III. Arcilla kaolín. Únicamente bajo el punto
de vista económico admitimos aquí sin distinción
áesta arcilla, que parece tener un origen muy di-
ferente, y proceder de la descomposición lenta
de ciertas rocas felsdespáticas. Pero tal como
se ofrece en su estado actual presenta los prin-
cipales caracteres de las arcillas. De seguro, si-
no es la mas generalmente útil , á lo menos es la
mas preciosa para los objetos de lujo. El Kaolin
forma la base de todas las porcelanas duras. Es
blanco , friable, seco al tacto , y no forma pasta
con el agua sino con mueba dificultad, tales son
á lo menos la mayor parte de los kaolins ; pero
el de Inglaterra, una especie que se encuentra
cerca de Cherbourg, y que se convierte actual-
mente en porcelana en la fábrica de Bayeux , el
de la China y el del Japón , el que se explota cer-
ca de Schio, en los Estados Venecianos , todos
son suaves al tacto y untuosos, y forman unapas-
ta pegajosa con el agua. El kaolin que se emplea
para las porcelanas de Sé vres procede de Saint-
Irieix , cerca de Limoges : antes de emplearlo se
le ha de despojar por el lavado y la decantación de
una cantidad considerable de cuarzo en gruesos
granos y de arena siliciosa que siempre contie-
ne. Seconoce también el kaolin del monte Schee-
berg en Sajonia, el del condado de Cornouai-
Ues de Inglaterra , y el que se emplea en la fá-
brica imperial, en San Petersburgo , se dice pro-
ceder de la Siberia. En España tenemos abun-
dantes kaolins en las inmediaciones de Gerona,
en las Andalucías y en Aragón cerca de Za-
ragoza.
IV. Arcillauebatanf.ro, ó Arcilla llamada
Esmectita (jabonosa). Esta es quizás, de todas,
la mas útil: bien conocidos son sus importantes
servicios para desengrasar los paños, y sabido es
que en ciertos países sirve para lavar la ropa, á
modo de jabón. La Inglaterra pasa por poseer la
mejor tierra de batanero; se dice gue á la exce-
lencia de este producto natural esa la que deben
atribuírsela perfección y la blandura satinada de
los paños finos y ligeros y de los casimires ingle-
ses. En tanto esto es así, que,á pesar de la
abundancia de arcillas esmeclilas quohay en Fran-
cia, se vé que muchas fábricas dan la preferencia
á las de Inglaterra , no obstante la enorme dife-
rencia de precio. Kl Vicenlino en Italia tiene mu
cha nombradla por las arcillas esmeclilas, y la
isla de Leamos, en el Archipiélago griego, las
posee que son el objeto de un comercio conside-
rable. También se extrae de la Siberia una arci-
lla de esta especie que es de color rojo de ladrillo.
V. Arcilla refractaria ó Arcilla Plástica.
Hé aquí todavía una especie que , á causa de su
infusibilidad , presta grandes servicios. Casi no
¡Hiede concebirse como se supliría en la fabri-
cación de crisoles para la fundición de los me-
tales y otros cuerpos, y en la construcción de
las piezas interiores de los hornos de reverbero
y de fábricas de vidrio, de las gazelas ó estuches
en las cuales se mece la porcelana di ra, etc. El
color mas común de las arcillas refractarias ó
plásticas es el blanco-gris ó el moreno-negruz-
co; se deslien fácilmente en el agua y forman-
una pasta muy tenaz ; en general se ponen con-
siderablemente blancas por la exposición á una
temperatura muy elevada; ciertas variedades
pasto sin emliargo al rojo de ladrillo , sin cesar
de ser refractarias.
Las arcillas se hallan muy esparcidas en la su-
perficie de la tierra, perteneciendo en cierto mo-
do á todos los terrenos; sobre todo forman gran-
des capas comunmente horizontales, con frecuen-
cia muy extendidas y en general situadas á poca
profundidad , en los terrenos de sedimento, en
particular los mas modernos. En España se en-
cuentran en abundancia arcillas de diferentes ca-
lidades para atender alas necesidades de las in-
dustrias (jue no pueden prescindir del ausilio de es-
te producto; habiendo comarcase localidades que
se distinguen por la bondad y las calidades espe-
ciales de arcillasque presentan, con las cuales se
fabrican productos sólidos y excelentes para los
usos á que se destinan. Losbarros de Zamora, de
S. Hilario Secahn y otros gozan de mucho cré-
dito.
Hay ciertas especies de arcillas muy raras , y
éstas 'son las propias para la fabricación de los
crisoles de fábricas de vidrio , atendido á que la
materia que debe servir para la composición de
estos vasos debe ser infusible, y por consiguien-
te la arcilla debe estar libre de una mezcla sen-
sible de cal, de sílice y de óxido de hierro. La
manera mas segura de conocer la ausencia de la
cal , es la prueba por el agua fuerte ; para reco-
nocer la ausencia de la sílice, lalejiviacion ; y
para roconocer la ausencia del óxido de hierro,
es el color y el peso.
Los usos de las arcillas son numerosísimos, co-
mo hemos indicado ; además , con la arcilla blan-
ca se purifica el azúcar, las especies de tártaro
blanco ó rojo, el borraj y laesperma de ballena;
con la arcilla-greda seca y pulverizada, en los
laboratorios, se prepara el lúten craso incorpo-
rándola con aceite de linaza secante; la marga
sino, en algunas partes , con mucha utilidad, en
la agricultura como abono, etc. , etc.
AUC M7
En medicina, hanseá veces empleado las arci-
llas blandas aplicadas sóbrelas heridas, las úlce-
ras y en las extremidades de los miembros cor-
tados: atribuíanse á estas tierras propiedades tó-
nicas y astringentes, pero ellas no hacen sino cu-
brir y defender del contacto del aire las partes
sobre que se aplican. Quizás podrían ser emplea-
das como hemostáticas después de la aplicación
de las sanguijuelas, en razón de la propiedad que
tienen de adherir fuertemente á las parles hú-
medas.
Hablase de una arcilla blanca de la Palestina
que aumenta la leche de las nodrizas. Molina re-
fiere que en Java hay mugeres en cinta que co-
men arcilla cocida y "de figura de pequeña salvi-
lla llamada l'al-Kola , y que en el Perú las hay
que comen fragmentos de otros vasos de arcilla
llamados Duccari, como las Mangolienas tragan
pedazos de vasos de Patma.
ARCIO, Arctiük. Genero de plantas de la
familia de las carduáceas, y de la singenesia po-
ligamia igual de Linneo.
Arelo Lampazo, Bardana, Lam-
pazo (Arclinm Lappa , L.). Planta bienal, que
crece en nuestro país y en casi toda la Europa en
las orillas délos caminos y lugares incultos. Conó-
cense tres varié dades de Bardana que correspon-
den al Arcio Lampazo de Linneo, pero de las
cuales la mayor parte de los botánicos hacen tres
especies bajo'los nombres de Lappa major, Lap-
pa minor, Lappa tomentosa.
La t.a especie, Lampazo mator i Lappa major),
crece á la altura de tres ó cuatro pies ; sus tallos
son derechos, lanuginosos y rojizos; sus hojas son
muy grandes , anchas , verdes oscuras por enci-
ma, y blanquecinas y algodonosas por debajo; sus
flores son terminales , solitarias, rojizas, análo-
gas á las de los cardos , y se reconocen en su cá-
liz ó involucro globuloso , del grueso de una pe-
queña nuez , que , en razón de los ganchos de que
está armado , se pega á los restidos de aquellos
que se le acercan; á las flores suceden semillas
muy cortas, que el viento se lleva muy fácilmen-
te ;"su raiz es larga , gruesa , carnuda ) negra por
defuera , blanca por dentro , de un sabor dulce
austero, nauseoso, y de un olor desagradable que
pasa á ser todavía mas caracterizado por la
desecación. Esta especie crece en los cami-
nos , en los setos y en los bosques un poco hú-
medos.
La 2.a especie, Lampazo menor [Lappa minor),
es mas pequeña que la precedente, y sus flores,
que son gruesas , á lo mas , como avellanas, na-
cen cinco ó seis juntas en tn pedúnculo. Crece
en los lugares pedregosos y en las orillas de los
caminos.
La 3.a especie, Lampazo tomentoso (Lappa
tomentosa) , difiere de las dos primeras por un
vello algodonoso semejante á una teleraña, que
cubre las escamas de sus cálices globulosos. Por
lo demás goza de las mismas propiedades.
No se posee análisis químico exacto de esta
pínula , cuyas cenizas dan el tercio de su peso de
potasa : sábese que contiene mucha fécula , ex-
228 ARD
tractivo , etc. La raíz contiene, según Guibourt,
una gran cantidad de imilina.
La raíz es la parte de esta planta que principal-
mente se usa en medicina: empléasela como su-
dorífica, depurativa y diurética ; ha sido preco-
nizada contra la sífilis , y se dice que en Polonia
se consigue curar esta dolencia con el solo uso
de ella ; se la prescrihe en el reumatismo, en la
gota, en las afecciones de la piel, etc. Regular-
mente el cocimiento de bardana se prepara con
una ó dos onzas de raiz y media azumbre de
agua.
Las hojas de bardana son aun mas activas:
contusas , se aplican sobre las úlceras, y sobre las
llagas de Uña, de lo que procede el nombre de
Yerba de los tinosos, dado á esta planta, cuyo
cocimiento se hace beber en esta enfermedad; tam-
bién se aplican sobre los costras lechosas, etc. El
zumo de estas hojas, mezclado en cantidad igual
de aceite, forma un ungüento que ha sido preco-
nizado para la curación de las úlceras. Su extrac-
to, ó el de la raíz, no es empleado ya.
Las semillas de bardana se tienen como mas
diuréticas que la raiz; tienen un gusto amargo
y un poco acre; se toman en emulsión, ó en pol-
vo, ala dosis de una dracma. Hase dichoque
eran purgantes.
En algunos lugares, en especial en Escocía,
los renuevos tiernos y también la raíz descorte-
zada sirven para la alimentación ; se aderezan
como los cardos, ó bien se comen sus hojas en
ensalada. Este alimento nutre poco, pero es sano
y de sabor agradable.
AKCTOPO, Ancmopus. Género de plantas
de la familia de las umbelíferas, y déla pentandria
diginia de Linnco. El Arctopo erizado , Pié de
oso erizado {Arethopus echmatus , L), planta
blanda del Cabo de Ruena Esperanza, que está
impregnada de una resina ó goma blanca , se usa
como un poderoso depurativo de la sangre, en las
gonorreas, etc.
AKDiKA. Se da este nombro á las sedas
mas groseras que hay en Persia , y que no gozan
de ningún aprecio, porque están llenas de una
especie de ligaduras inútiles; además de su ma-
la calidad natural , están sujetas á fraude, porque
á menudo se encuentran en ios mazos estopas de
seda mezcladas.
A.llS>IíiIiJL? Sciurüs. Género de animales
de la tribu de los esciuros, del orden roedores
de los mamíferos , que abraza muchísimas espe-
cies, que habitan en todos los países del globo,
excepto en la Australasia. Lo* naturalistas cuentan
mas de 50 especies de ardillas : el Norte de la
Europa, la América del Norte, la India y el Asia
son sobre todo ricos en animales de este género.
Vamos á describir las dos especies de Europa , y
á hacer la indicación délas especies mas impor-
tantes de los demás países, por los productos que
suministran al comercio.
Ardilla común (Scímto vidr/aris , L.).
Animal que vive en toda Europa y también en el
norte de Asia, y en la América septrentrional, en
los grandes bosques fijando su mansión en los
ARD
árboles mas altos, en los cuales construye su
nido y cria sus hijuelos. Esta especie vive, "como
casi todas las demás , reunida por parejas , sin
que abandone el árbol que ha escogido para do-
micilio no mas que para ir á buscar su alimento
ó retozar por el bosque ; se alimenta de frutos
de cascara dura; es tan aseada y limpia que
nunca su vivienda se vé ensuciada por excre-
mentos, y casi de continuo está ocupada en ali-
sarse el pelo.
El color de la ardilla común es rubio vivo en la
parte superior del cuerpo excepto en los costados
en que se vé un tinte agrisado , sobre todo en los
individuos jóvenes , resultante de pelos amarillos
con anillos negros; el abdomen , la garganta y
todo lo que mira adentro , como los muslos, son
de un blanco hermoso , y el borde de las orejas
está guarnecido de pelos formando un pincel de
cosa de una pulgada; los mostachos son leo-
nados.
La ardilla vulgar es un hermoso cuadrú-
pedo , medio salvaje, que, por su gentileza, me-
recería que no se le persiguiese : su cuerpo es
de unas ocho pulgadas; su cola , mas larga y
mas abultada, se tuerce hacia su dorso en forma
de penacho ; sus ojos están llenos de fuego; su
fisonomía es fina y agradable; permanece co-
munmente sentado casi derecho , y se sirve de
los pies de delante como de mano para llevar á
su boca lo que quiere comer. Este animal, tan vi-
vo y lleno de gracias, que salta de ramo en ra-
mo , se esconde en invierno y duerme mucho ; dí-
cese que prevé el mal tiempo, y cierra el lado de
su guarida por donde sopla el viento; teme mucho
al agua ; su voz es un grito agudo, y hace un pe-
queño gruñido cuando se le irrita.
En nuestros países, el hombre, las aves de ra-
piña y los galos son los únicos enemigos de la
ardilla, y de ellos procura guarecerse fijando su
vivienda en la horcadura de gruesos árboles en
la espesura de los bosques.
Alberto Lémery y Ruffon dicen que la carne
de ardilla es buena "para comer: Cromerus ase-
gura que es comida con placer en Polonia; Rruye-
rinus, aIcontrario,dice que es seca, pero sin duda
quería hablar de la carne de las ardillas viejas.
Su grasa ha sido empleada al exterior como emo-
liente y resolutiva , asi como en inyecciones en
los dolores de oreja. Los pelos de su cola se em-
plean para hacer pinceles; y su piel se destina á
varios usos. — Y. Pieles.
Ardilla tle los Pirineos [Sciurus alpi-
nus) . Especie que vive en los Pirineos y también
en los Alpes, semejante á la anterior por su talla
y sus proporciones , pero bastante distinta por
sus costumbres y el color de su pelaje: éste es de
un pardo oscuro picoteado de blanco amarillento
en el dorso; una faja de color leonado separa el
blanco del cuello y el gris de las extremidades
pectorales del pardo del dorso; los pelos de la
cola son largos y negros, los pies leonados y las
orejas pinceladas. Los servicios que nos presta
está ardilla son á corta diferencia los mismos que
los déla especie anterior.
ARI)
Las dos especies descritas y las que vamos á
indicar su» las míe suministran las pieles de ardi-
llas dms admitidas generalmente eo el comercio
tlela peletería. — V. PiíLs.
Ardilla amarilla (Sciurus flavus, L.). Espe-
cie (pie se encuentra en Cartagena, en el golfo de
Méjico: es mas pequeña que la ardilla común;
tiene los pelos amarillentos, cortos, \ hlanqueci-
nos en su extremidad, y las orejas redondeadas,
y sin pelos.
Arpilla de la bmiía de Hidson (Sciurus hud-
sonius, L. ). Este animal habita en los bosques de
pinos de la America septentrional, y no varia de
color durante lodo el año : tiene el dorso azulado
v el \ientrc ceniciento, la cola corla, de un azu-
lado que tira á rojo y ribeteada de negro, y las
orejas sin pelos.
Ardilla del Brasil [Sciurus atstuans, L. ). Ha-
bita en el Brasil y en la Guiana : su pelaje es de
un amarillo mezclado de moreno, con algunas
manchas blancas en los costados ; sus orejas son
oblongas y desnudas ; su cuerpo es de cerca de
ocho y media pulgadas de longitud; su cola, en-
sortijada de amarillo v moreno, tiene 10 pul-
gadas.
Ardilla de cola de zorro (Sciurus vulpinas,
L.). Se encuentra en la América septentrional: es
mas grande y menos común que la ardilla gris;
sus pelos, bastante duros , son rojos y mezclados
de gris ; sus orejas sin pinceles , y su cola sin
pelos rojos en su extremidad.
Ardilla gris {Sciurus cinereus, L.). Es una
\ariedad de la ardilla común, que habita el nor-
te del antiguo y nuevo continente : es mucho ma-
yor (pie ésta, su cuerpo llega ala longitud de un
pié ; la parle superior del cuerpo es de un her-
moso gris ligeramente matizado de amarillo, y
en la inferior de un blanco puro ; las orejas tie-
nen un pincelilo de pelos; los pelos de la cola y
del dorso tienen cercos pardos de diferente exten-
sión sobre un fondo gris. A esta variedad, que es
muy apreciada en peletería, selallama Petil-gris;
pero el Petit-gris deBuffonesla Ardilla imh:i>-
te (Sciurus immcrens , Dem.) , que habita en la
Carolina, en Pensilvania, etc.
Aiiiiilla de MÉJICO (Sciurus mexicanus,L.).
Habita en Méjico, en donde es bastante rara. So-
lo tiene cinco pulgadas y media de longitud, y su
cola tiene algunas pocas mas ; es de un gris rojo,
coa cinco ó siete rayas blanquecinas en el dorso;
sus orejas no tiencn'pelos en los bordes.
Aiidillv xegrv (Sciurus niger, L.). Encuén-
dasela en Siberia ; es una especie vecina de la
ardilla común. Llámasela también Pelit-grís
negro.
Ardilla rwahv de América (Sciurus stríntus
americanus, L.). Es la Ardilla de Suisa de Bufl'on .
Habita en las regiones frías y templadas de la
América. Este pequeño animal , largo de cinco á
seis pulgadas, es rayado de moreno ó de negro
y de leonado pálido; tiene una raya morena en
el dorso , con dos oirás mas claras en cada cos-
tado, \ orejas redondas, cortas y sin pelos; ahue-
ca su "morada bajo tierra , en dónde acumula sus
ARE M9
provisiones , que principalmente consisten en
maíz y otros granos.
A il n i si A . Ardisia. Género de plantas que
forma el lino de una familia natural, las Arai-
sicus, y de la penlandria moiiouinia de Linneo. La
Ardisia humilde (Ardisia humilis , Vahl.) es
usada en Ceilan bajo el nombre de Undulan ; con
ella se prepara una especie de jarabe ó rob que
se administra en las calenturas. — De poco tiempo
hase introducido el cultivo de algunas especies
de este genero en los jardines de los curiosos.
ARDUXA , Ardí ina. Género de plantas
de la familia de las apocíneas, y de la penlandria
monoginia de Linneo. La ArdiiÑade dos kspknas
[Arduina bispinosa , L.), arbusto de Arabia, de
dos pies de alto, qué lleva dos espinas encada
ramo, de hojas persistentes y ovales, y que en
julio da fio -es hlaiicas,kmu\ pequeñas y olorosas,
produce pequeñas bayas rojas que, aveces, se-
gún Thunlierg , comen los Hotentotes. Esta es-
pecie es cultivada en algunos jardines de Europa.
AREtA, Areca. Género de plantas de la fa-
milia de los palmeros, del grupo de los de hojas
aladas. Se comen los frutos de todas las especies
de este género, y su cuesco se emplea para di-
>ersosusos.
Areca € ai «•<• n , Areca Betel (Arcca
Catechu, L .). Esla especie no produce cateen co-
mo lo creyó Linneo al darle el nombre que lleva,
y al cual ha propuesto el Sr. Fée sustituirlo con
el tic Areca Betel. Este palmero crece en abun-
dancia en las islas Molucas y en Ceilan: su tron-
co es perfectamente derecho, alio de cuarenta
pies, y coronado por diez ó doce hojas largas de
quince píes, de un terde sombrío, compuestas
cada una de un grueso peciolo que envaina en
la base, y de dos hileras de anchos folíolos plega-
dos en forma de ahanico. Los espádices ó panícu-
las están debajo de las hojas, y por lo común en
número de tres : el uno, superior , está compues-
to de flores; el segundo lleva frutos verdes, y el
último frutos maduros.
Estos frutos son de un amarillo dorado, grue-
sos como un huevo de gallina, y encierran deba-
jo una corteza verde fibrosa, uña almendra re-
dondeada , ovoidea ó cónica , según las varieda-
des, jaspeada en el interior de blanco y de more-
no, acorta diferencia como la nuez moscada,
pero dura, córnea é inodora. Se come la corteza
del fruto cuando es aun blanda, y la almendra
cuando seca , que es de un sabor áspero , cor-
tada atajadas, poh oreada con cal y encerra-
da en una hoja de pimienta betel, forma un mas-
ticatorio cuyo uso está difundido entre todos los
pueblos de la India, de las islas de la Sonda y de
las islas Molinas. Su uaoes aun mas frecuente en
la India que el del tabaco en Europa . Según Perón,
este masticatorio es una causa de irritación local
que debe llamar buida en el tubo intestinal, y de-
terminar el aflujo de los líquidos propios para nutrir
y mantenerla flexibilidad y pre\enír la especie
¿le desecación interior de que se anejan todos los
Europeos después de su llegada ájestas regio-
nes. Las Indianas y las Portuguesas , mas lasci-
230 ARE
vas aun . emplean toda su gracia y habilidad pa-
ra hacerlo usar á los extranjeros, y conducirlos
así al placer del amor.
Según el análisis hecho por el Sr. Morin,los
frutos de areca, que son muy astringentes, con-
tienen ácido agállico , una grande cantidad de
tanino , un principio análogo al de las legumino-
sas, goma, aceite volátil, una materia roja inso-
luole, una materia grasa, oxalato de cal, leñoso,
etc.
La almendra de este fruto, llamado Nuez de
arec, que, como hemos indicado, se usa cortada á
tajadas con hojas de betel polvoreadas con un
poco de cal viva , es una especie de alimento ge-
neral en la India, aunque eche á perder los dien-
tes , y desarregle á veces el estómago si se abusa
de él. Los naturales de aquellos países pretenden
que este masticatorio, llamado Ilctrl, ayuda á
digerir, y que sostiene las fuerzas debilitadas por
los sudores excesivos y el calor de la zona tórri-
da: vuelve la saliva de color rojo, y enrojece las
partes internas de la boca; .la primera vez que se
hace uso de él causa una especie de borraeherra.
Las nueces de estos frutos , que laminen se lla-
man A rellana de las Indias , Lhofool , y que son
cónicas, duras, cubiertas de libras , restos mis-
mos de los frutos desecados , los cuales son ama-
rillos, se mezclan con otros ingredientes, para
componer una especie de elecluario líquido , del
que se toma media taza dos veces al días, para re-
mediarla constipación que sigue á ciertas dispep-
sias; también se aprovechan para hacer una es-
pecie de betel, después de haberlas pulverizado.
La señora de Gen lis refiere que en Tonquin se
envenena lodos los años una nuez de arec , que
se hace tragar á un niño, para hacer que el año
sea feliz. El Sr. Perroset dice que los frutos de
arec son un objeto de comercio en las Molucas.
Las yemas terminales de este palmero , cono-
cido en Java y en las Filipinas con los nombres de
Hont/a y de Faufel , se comen como hortaliza, así
como se practica con las de un gran número de
otras especies de esta familia , bajo el nombre de
Coyol lo de palmito.
Arcca de hortaliza {Areca olerácea, h.).
Palmero cultivado en la América, en las Antillas,
etc. Su tronco es muy elevado y delgado, de mo-
do (pie en toda su circunferencia no tiene mas
que una pulgada y media de grueso, y su raíz es
de mediano grosor ; la copa del tallo está termi-
nada por un manojo de hojas medio abierto; es-
tas hojas son largas de cerca de diez pies y se
abrazan juntas en su base por una vaina ; un po-
co debajo de este manojo salen algunos espalas
largas , hinchadas en su medio como un huso, li-
sas , verdosas, y que abriéndose dan erigen á
numerosas flores blanquecinas, que caen luego;
los frutos son semejantes á aceitunas, y de su
almendra se extrae un aceite análogo al del elaís.
Con el meollo de este palmero se prepara una
harina análoga á la del sagú. Pero la parte mas
importante de este vegetal es la yema colocada
en el centro del manojo de hojas, conocida con el
nombre de Cogollo de palmito, que tiene el gusto
ARE
de la alcachofa y se adereza de diferentes mano-
ras por los habitantes de las Antillas, á quienes
este alimento les parece tan delicioso que , para
procurárselo, hacen el sacrificio del árbol, lo que
unido á la circunstancia de que tan solo una vez en
su vida este vegetal lleva este cogollo precioso,
hace que dicilílmente pueda comerse.
Cuando el árbol ha sido derribado , se corta
la cabeza á dos pies debajo del punto en que toma
origen el manojo de hojas , y después de haber
quitado su exterior , se encuentra el cogollo en el
centro. Este cogollo es un conjunto de partes co-
mo hojosas , arregladas en forma de abanico no
desplegado, blancas, tiernas, delicadas y de un
gusto que se asemeja al de la alcachofa: para em-
plearlas, se lavan, y se comen crudas en ensala-
da, como las alcachofas en pebre , ó bien se ha-
cen hervir en agua con sal , etc. ; también se ha-
ce con ellas un potaje; se trien á la sartén , con
ellas se forman buñuelos excelentes, y finalmente
de cualquier manera que se coma este cogollo,
es muy bueno , ligero y de fácil digestión.
La variedad Palmito de la India es un árbol infi-
nitamente mas elevado y mas grueso que _el Palmi-
to de América, que acahamosde describir. Sus ho-
jas se hallan también en la extremidad del tronco
y dispuestas en forma de abanico. El fruto es de la
magnitud de un membrillo, cubierto de una cor-
teza que á corta diferencia tiene una pulgada do
grueso : el interior pasa á ser un cuesco muy
duro. De este palmito se extrae un vino muy es-
timado y mas dulce que el de coco , y (pie se
puede conservar bueno para beber por es-
pacio de tres días, pero cuanto mas reciente es
tanto mas agradable. Los negros no lo beben has-
ta al cabo de veinte y cuatro horas después de
haberlo extraído, es decir cuando está bastante
fermentado para picar agradablemente al pala-
dar ; pero, después del tercer dia , sube á la ca-
beza, y su embriaguez es muy dolorosa.
LaAuíiCA blanda como lodo (Areca lulesccns,
Bory) es un árbol de la altura de cien pies: cuan-
do todavía joven y bajo , los habitantes de la In-
dia le hacen hendiduras longitudinales en las
cuales una especie de gorgojo deposila sus hue-
vos y cuyos gusanos nacidos pasan como un man-
jar sucolento. Este árbol es llamado también Pal-
mito amargo , y en Borbon se le conoce con el
nombre de Areca veneno, en razón de que su fruto,
que es del grueso de un huevo de oca, es muy
amargo , pero con lodo está en uso entre ciertos
criollos.
La Aueca nuMiLDE (Areca humilis,1^.) lleva
frutos que, aunque pequeños , son muy buenos pa-
ra comer; también se comen sus yemas termi-
nales, i ,
AREÓMETRO O PESO-IilCOR.
Pequeño instrumento destinado paramedir la den-
sidad ó el peso específico comparativo de diversos
líquidos. El areómetro está compuesto de tres
partes distintas , cuya reunión forma un todo de
una sola pieza : un tubo de vidrio cilindrico de
muy pequeño diámetro , cuya parte superior solo
tiene de cinco á seis pulgadas de elevación , cer-
ARE
mío herméticamente , y dividido por grados per-
fectamente iguales ; en la parte inferior de esto
tubo hay un pequeño globo de vidrio hueco cuyo
diámetro , oponiéndose á la ¡inmersión del tubo
on los Huidos, lo sostiene en una posición \erli-
cal ; debajo se encuentra una pequeña prolonga-
ción del tubo (pie termina con uu segundo globo
de vidrio, en el cual esti encerrado mercurio
que sirve de lastre al instrumento. Los areóme-
tros se construyen también de metal, pero no
pueden sen ir en todos los casos , puesto que es
fácil concebir que un areómetro construido de
metal,) sumergido en un ácido, pronto estaría
deteriorado.
Distinguensc muchas especies de areómetros:
los unos, para los líquidos mas pesados que el
agua , están construidos de manera que el cero
correspondiendo al agua pura se encuentra en la
parle superior del tubo; en los otros, destinados
páralos líquidos mas ligeros que el agua, el punto
correspondiente aisle liquido está señalado, al
conlrario, en la parte inferior de la escala. Estos
diversos instrumentos llevan en las artes los nom-
bres de los autores que han sido los primeros que
han fijado su graduación, tales son los areóme-
tros de Baumc y de Cartier, tan empleados en
los laboratorios \ en las fábricas para valuarlos
grados de concentración de las soluciones acidas
y salinas , de los jarabes y de los espíritus ó al-
coholes. Dase particularmente el nombre de Al-
coholmwtro (Y. esla palabra) aun areómetro cu-
ya graduación hace inmediatamente conocer la
cantidad en volumen de alcohol puro contenido
en i 00 partes.
Los areómetros destinados para examinar la
densidad de los vinagres son llamados Acelí-
metros; los destinados para apreciar la cantidad
de alcohol en un líquido destilado, Alcoholomr-
tros, Areómetros para los espíritus y Pesa-cspi-
ritus ; los destinados para examinar la densidad
de la leche, Ga lactómet ros ; los destinados pa-
ra conocer la fuerza del vino , ó mas bien la can-
tidad de azúcar contenido en el mosto, Enómetros;
los destinados para examinar la densidad de los
ácidos, Pesa- Ácidos ; los destinados para hacer
conocer el valor de un éter , Pesa-éter ; en fin,
los que sirven para apreciar la concentración de
un jarabe y de una sustancia salina, Pesa-jarabe,
Pesa-sal , Pesa-ácidos concentrados.
La mayor parte de estos instrumentos, emplea-
dos en usos comerciales , dan resultados inexac-
tos é inducen á error , sea como consecuencia de
la mala aplicación que de ellos se hace , sea por
el poco cuidado que se ha tenido en su fabricación,
que se hace de pacotilla. Los ejemplos que vamos
á citar prueban lo que decimos. Ll Aatimetro ó
Pesa-vinagre , colocado en vinagres de una aci-
dez mayor ó menor, da con frecuencia los mis-
mis grados , mientras que en vinagres (pie con-
tienen la misma proporción de ácido acético da
á menudo grados diversos. Estas anomalías pro-
ceden de que estos vinagres contienen en diver-
sas proporciones sales y materias extractivas
«pie resisten sobre el instrumento, lo que hace
ARE 231
I quo este instrumento acuso datos falsos. Lo mis-
mo sucede respecto al enómetro y á los pesa-áci-
dos concentrados; en este ultimo caso, ácidos que.
contienen sales producen grados de densidad
que se atribuyen ÚJ ácido, v que son en su favor,
mientras que deberían atribuirse á sales (pie ha-
cen impuro a este ácido.
Respecto á la construcción, parece demostra-
do que muchos areómetros preparados á bajo
precio, por personas que los Venden á los fabri-
cantes , no han sido construidos con el cuidado
necesario.) por medio de marcos, y qué e>los
instrumentos presentan á veces de uno á dos gra-
dos de diferencia. Esta diferencia, para ventas
considerable^ da lugar á errores que son per-
judiciales al comeicio. Sábese también que la
mayor parle de estos instrumentes están gradua-
dos por medio de escalas de papel , lijas en
el interior de los tubos de los areómetros, sea
por medio de lacre , sea por un alambre en e>pi
ral , lo que no presenta todas las garantías ape-
tecibles; en electo, en ciertas circunstancias, el
papel que contiene las escalas se arruga, se ro-
lla y se desarregla, y entonces el instrumento es
uu aparato defectuoso susceptible de inducir a
error.
Las causas de ciertas dificultades comerciales
son debidas á (pie los instrumentos empleados
no coiicuerdan, y que las personas codiciosas en-
tregan líquidos cu\ a densidad lia sido apreciada
por medio de areómetros mal preparados , ó al-
gunas veces fabricados para marcar falsos gra-
dos.
El comerciante que hace uso de un pesa licor
debe asegurarse previamente de su exactitud y
de su buena confección; en vez de emplear areó-
metros de escalas de papel fijas por el lacre ó
por una espiral , instrumentos que pueden desar-
reglarse, es menester que , para los líquidos que
no son ácidos, haga uso de areómetros de metal,
} para los líquidos ácidos emplceareómetros de es-
calas grabadas sobre el vidrio , ó, lo que es me-
jor , areómetros de escalas invariables^ esmalta-
das sobre el vidrio.
Losareómetros que recibimos de Francia, y que
se venden en las tiendas de quincalla, son en ge-
neral defectuosos v pueden inducir á errores
de trascendencia. Con este motivo nos hacemos
un deber en recomendar los exactísimos pesa-li-
cores construidos, en esta ciudad, por 1). Antonio
Izquierdo.
AKEXA. La* aguas corrientes, los torren-
tes y las aguas del mar son las que, reduciendo
a fragmentos y triturando rocas silíceas, forman
esas masas arenosas de granos mas ó menos li-
nos , que cuando se presentan en granos gruesos
se llaman Casquijo, y cuando están formadas de
granos de una grande finura reciben el nombro
de Arena.
Mas como las arenas no siempre proceden de
rocas silíceas , de ahí es que no son constante-
mente homogéneas, y muchas de ellas contienen
pequeños granosde diferentes minerales, como los
resultantes de la descomposición de masas grani-
23 J ARE
ticas, y otras en las cuales se encuentran fragmen-
tos de corindón, de circón, de granate, titanato
de hierro, sulfato y óxido de estaño, etc., etc.
La arena en general , como se sabe , es un
compuesto de sustancias minerales granuliformes
ó pulverulentas, duras al tacto, impenetrables al
agua , y de poca adherencia entre sí; ó un con-
junto dé pequeños fragmentos de piedra de na-
turaleza silícea ó cuarzosa, los cuales han sido
redondeadas por el frote , rodando en las aguas.
Llámase Arenilla á los mismos fragmentos cu-
yas moléculas redondeadas son finas y como pul-
verolenlas.
La arena está muy esparcida en la naturaleza;
encuéntrasela extendida en capas mas ó menos
gruesas en la superficie ó á cierta profundidad
del terreno, pero lo mas frecuente en la superli
cié y en las orillas de los rios , de los arroyos
y del mar. Hay también eriales, páramos y de-
siertos (pie están enteramente cubiertos de ella.
La arena se encuentra en todos los países en
mayor ó menor abundancia, pero hay puntos que
suministran variedades mas propias para ciertos
usos.
La arena es empleada en una multitud de obras
de la mas alta importancia: las mas puras y las
mas blancas están destinadas á la fabricación de
los cristales y de los vidrios blancos ; las mezcla-
das con un poco de arcilla y de mica, que toman
consistencia con la humedad , y que son suscep-
tibles de comprimirse bastante para recibir el
molde de los modelos, son empleadas por los
moldeadores , y esta especie es igualmente bus-
cada por los fundidores como propia para mode-
lar piezas gruesas. La arena de gruesos granos,
llamada mas particularmente Casquijo , y que es-
tá mezclada con arcilla y mica, sirve para hacer
con la cal un mortero* susceptible de endure-
cerse bajo el agua, y de reemplazar á la cal hi-
dráulica. Se emplea también la arena en la fabri-
cación de las lozas : para esto , se mezcla con la
arcilla; da consistencia á la loza, la impide de
resquebrajarse , y la hace propia para resistir
á la acción del fuego sin romperse. Con la arena
se hace la capa superior de los filtros de carbón;
con ella se enarenan las plazas, los paseos, etc.
Sirve para bonificar las tierras , prefiriendo á di-
cho objeto las arenas marinas , en razón de las
sales y de los despojos de sustancias animales de
que naturalmente están impregnadas, y que son
propios para activar la vegetación. Igualmente
se emplea para secar lo escrito , prefiriéndose
comunmente, para este uso , la arena de Roma,
que es amarilla, y compuesta de lentejuelas blan-
cas y brillantes , "la arena de Albania, que es ne-
gra y pesada , y la arena de Pesaro , que es muy
dura , forma lentejuelas de talco , grises ó blan-
cas, brillantes, y mezcladas con tierra rojiza. Tam-
bién á veces se emplea una arena amarilla bri-
llante en la pirotécnica. Finalmente los usos ¿que
se destina la arena son multiplicados : los quími-
cos y los farmacéuticos la emplean para servir de
baños en sus operaciones; los médicos prescriben
á veces baños de arena caliente, como medio cx-
ARE
citante que provoca una abundante traspiración,
etc., etc.
A veces se da el nombre de Arena á mate-
rias minerales pulverulentas de una solidez de
agregación bastante considerable para dejarse
atravesar por el agua sin impregnarse de ella,
y que sin embargo no son verdaderamente are-
na : tales son la arena dorada ó mica pulveren-
ta, la arena verde del Perú ó mica verde, que
es un muriato de cobre arcilloso, y las arenas vol-
cánicas, como las pucelanas.
Sa llama Arena, movediza al cuarzo hialino
arenáceo , cuyos granos son finos y revolotean á
voluntad délos vientos, y Arena casquijo á la
de los rios.
AHMABIA, Arenaria. Género de plan-
tas de la familia de las cariofiláceas, y de la de-
candria diginia de Linneo, que contiene muchas
especies, pero ninguna realmente útil , excepto
la siguiente:
Arenaria como Penlide {Arenaria
Peploides, L.). Planta herbácea, que crece en las
playas de los mares de Europa. Be tallos ramosos,
extendidos, de unas siete á nueve pulgadas de
elevación , cubiertos de hojas aovadas, agudas y
carnosas ; flores blancas solitarias ; cápsula ao-
vada , de una sola celdilla, y que contiene nu-
merosas semillas.
Esta planta en Islanda es llamada Beria-arve,
y los habitantes de este país fabrican una bebida
dejando fermentar sus hojas en suero acedado,
colándolo y añadiendo agua á su alvedrío; con
las mismas hojas preparan también un potaje, que
sin sal se asemeja, por el sabor , al buen aceite
de aceitunas.
AKE.1DRA1ÍTA (doma de). Sus-
tancia resinosa ., así llamada por Flacourt, que
se encuentra en Madagascar , y que parece ser la
goma anime de Oriente. Este naturalista llama
al árbol que la produce Arindralo. Como crece
en la orilla del mar , la resina cae á veces en el
agua ; la que las oleadas arrojan es llamada por
los naturales del país llamentaica.
JLH.KXÍM A, Arenga. Género de plantas de
la familia de los palmeros, de la sección de los
de hojas aladas, y de la poliandria triginia , que
contiene una sola especie.
Arenga que lleva azúcar ( A renga
saccharifera . Labill.1. Palmero que crece en los
valles húmedos de las Molucas y de la Chochin-
china. Contiene una savia azucarada, abundante,
de la que se extrae un azúcar de color de cho-
colate , llamado Guula-üan por los naturales del
país, muy empleado porque cuesta mucho menos
que el de caña. Esta savia es muy nutritiva, dul-
cificante , y goza de las propiedades del sagú.
Los frutos aun verdes, confitados en azúcar, son
muy eslimados en la^ochinchina, y se sirven en
las mesas de las personas ricas , cuando son ma-
duros.jLacorezacarnudade estefruto, al contrario,
contiene un zumo acre, corrosivo , que causa vi-
vos dolores aplicado sobre la piel, y excesivos, si
se le lleva á la boca. Aprovechando de este descu-
brimiento, los habitantes de las Molucas se de-
ARG
fundieron victoriosamente echando de lo alto de
las murallas, sobre los enemigos, agua en la cual
habían hecho remojar la carne de estos frutos , y
ácuyo líquido llamabas Agua infernal.
Alt i:* A 11. Excelente fruto de la India , del
grueso de las guindas, y de la forma de las peras
catalinas; su color os \erdoso, y las semillas que
contiene son tan pequeñas como las semillas de
mostaza. Este fruto tiene un gusto un poco pi-
cante, pero agradable, es muy sano y refrescante,
y los convalecientes pueden comerlo.
AltUAAlA. Arg\nia. Género de plantas
de las sapotáeeas, y de la pentandria monoginia,
del cual la especie Aro \m\ Sideroxilo (Argania
Sideroxylum,K. y S.; Eleodendrum Argan, Retz.;
Sideroxylum spiñosum, L.) , árbol espinoso de la
costa dé Madagasear, deMaruecos, etc., tiene
por fruto una especie de gruesa aceituna, cuya
pulpa da un aceite bueno para todos los usos, y
con el bagazo de esta pulpa se alimenta álos ga-
nados. ,
AKGENOXE , Argkmone. Género deplan-
tas déla familia de las papaveráceas, y de la po-
liandria monoginia de Linneo.
Argémone de JIt;jico (Árgemonc me-
xicana, L. ). Planta anual, americana, como lo
indica su nombre, que crece también en la India,
en África, y que se ha naturalizado en Europa,
cultivándola en las huertas. Tiene unos dos pies
de altura; hojas espinosas y abrazadoras; flores
amarillas; cápsulas de seis ventallas, con nume-
rosas semillas, pequeñas, negras, redondas, y
ásperas ; raices pequeñas.
Los negros del Seaegal beben el cocimiento de
las raíces de esta planta contra la gonorrea; en
Java y en los Estados-Unidos, el zumo déla plan-
ta fresca, que es amarillo, es usado al interior
contra las enfermedades cutáneas inveteradas, y,
.al exterior, como cáustico, contra las verrugas y
lasúlceras venéreas; en la India, este mismo zumo
es empleado contra la oftalmía , y se echa en el
ojo, lo que no le supone una gran fuerza; en
América, las flores son empleadas como somnífe-
ras, propiedad que su analogía con las de las
adormideras hace probable. Pero las semillas son
la parte deque se hace mas uso : en las Indias,
prescríbense como vomitivas, en reemplazo de la
ipecacuana, á la dosis de ¿ dracmas por un adul-
to , en infuso en un cuartillo de agua ; en Méjico,
se miran como purgantes, y en Cayena sirven co-
mo laxantes. En la India se extrae'de estas semi-
llas un aceite craso , que se emplea como tópico
sobre la cabeza en las insolaciones , y al interior
es usado como purgante y desobstruente, y ade-
más, se dice que sirve para usos domésticos , el
alumbrado, etc.
ARGEVl'IXA, Argentina. Género de
peces holobránquios abdominales, de la familia
délos dermópteros de Dumeril. Una de sus es-
pecies, la Argentina espetor, llamada también
por algunos Plateada (Argentina sphyrcena, L.),
poco estimada como alimento, sirve en Italia, co-
mo la breca, para preparar la Esencia de Orien-
te, empleada en la fabricación de las perlas fal-
30
ARG 23a.
sas , y puede servir para los otros usos áqu<
tá destinada aquella. — V. Ciprino.
AR€-EVr©2¥ [Aryentaneút los Alemanes) .
Nueva aleación metálica , dolada de propiedades
muy notables y muy útiles, que ha llegado á ser
la materia de un gran número de productos que
sirven en la economía doméstica. Cada dia se
extienden sus aplicaciones , y hay motivo pa-
ra creer que antes de poco tiempo será gene-
ralmente sustituida á las aleaciones de eslaño y
de cobre para una infinidad de utensilios. Los Ale-
manes son los que nos han hecho conocer el Ar-
genton , que ha recibido ya muchos nombres di-
ferentes, como el de Cobre blanco ó Metal blanco
de la China, Melchor, Melcior, Packfong , etc.
Esta composición metálica, conocida desde muy
largo tiempo en la China , hace unos cuarenta y
cinco años no mas que fué importada en Alema-
nia , en donde recibió el nombre de Packfong, v
tan solo desde el año 1829 datan los primeros
ensayos que de ella se hicieron en Francia.
El argenton es un compuesto de cobre, de ní-
quel y de zinc. Se recibe de Alemania, y puede
prepararse haciendo venir de este país el níquel
exlraido del Speiss ó Kupfernikel. Se hace en
diferentes proporciones , y es siempre tanto mas
duro , tanto mas elástico y tanto menos alterable,
en cuanto contiene mas níquel; así, por ejemplo,
se emplea una parte de níquel , dos y tres cuartos
de cobre, y tres cuartos de zinc; ó una parte de
níquel , dos de cobre y medio de zinc. Este ulti-
mo es mas difícil de trabajar , en razón de su
mayor dureza, pero se le da en general la prefe-
rencia para los diversos utensilios de menaje, á
causa de su mayor inalterabilidad.
Es de observar que el argenton será tanto me-
jor en cuanto el zinc y el cobre que deben entrar
en su composición serán mas puros; y es de presu-
mir que la presencia de la mas pequeña propor-
ción de plomo en el zinc dañaría mucho á la ma-
leabilidad del argenton.
Este metal imita bastante bien á la plata de va-
jilla: están poco frágil como ella; casi tiene
su blancura y su inalterabilidad al aire húmedo
y á la acción de todos los cuerpos que oxidan tan
prontamente la mayor parte de las demás alea-
ciones que conocemos. En Paris , con él se hacen
cubiertos, candelabros, cajas de tabaco, y diver-
sos objetos, como , espuelas, hebillas , chapas de
arreos, etc. , etc. En una palabra, esiá destina-
do para representar cuanto antes un gran papel
en la industria. El argenton se reduce á láminas
y á hilos muy delgados.
Las proporciones de níquel, de cobre y de zinc,
que hemos indicado arriba, son las generalmen-
te empleadas en Paris; pero en Alemania se co-
nocen principalmente dos composiciones, que
son: 1.a Níquel, 5 partes; cobre, 13 partes; y
zinc, 7 partes. 2.a Níquel, 1,20 partes; cobre, 3,60
partes, y zinc 1,20 parles; total i 00 partes.
El Sr . Pelouze hijo, ensayador déla fábrica de mo-
neda de Paris , que se ha ocupado de estas alea-
ciones, ha llegado á la siguiente conclusión: que es
masventojoso suprimir totalmente el zinc, el que
tomo 1.
234 ARG
además, por su oxidación durante la preparación,
la vuelve mas difíciljyjmenosjconstante. Harecono-
cido que partes iguales de niquel y de cobre dan
un rico metal, muy duro, pero muy maleable, de
un hermoso blanco, y que recibe el mas bello pu-
limento. Con dos partes de cobre y una de niquel
se tiene un metal que goza de preciosas calidades,
pero el color tira un poco al rojo.
Los Ingleses hánse también aplicado á la com-
posición del melchor , al cual han dado el nom-
bre de British silver, es decir Plata británica.
En la circular que el Sr. Thiers, ministro de
comercio, en 1833, dirigió á los prefectos de
Francia para hacerles observar la diferencia que
distinguía á este metal de la plata, para prevenir
al fraude, dice: que, después del análisis que se
ha hecho del melchor , hase encontrado la com-
binación siguiente sobre \ 00 partes : cobre , 55;
niquel, 23; zinc, 17; hierro, 3 ; estaño, 2. Añade
que podrían cometerse graves errores, si nos li-
mitarámossiempreá juzgar déla naturalezadel me-
tal empleado en las mismas obras por la com-
paración de la piedra de loque , y que se debe,
en todos los casos , poner sobre los toques de las
obras una gota de ácido preparado, y observar
con atención su efecto. Si la obra es de melchor,
su acción será lenta y acabará sin embargo por
separar todos los vestigios de toques sobre la
plata ; al contrario , mas lenta primero , la diso-
lución no parecerá sin embargo completa, y que-
dará un tinte gris en el lugar de los antiguos to-
ques.
Estos ensayos son indispensables en muchísi-
mos casos , porque, en efecto , el melchor per-
feccionado ofrece un carácter extraordinario de
semejanza con la plata en una infinidad de casos:
toma tan hermoso pulimento como ésta, y su peso
específico se le acerca mucho.
De la grandísima semejanza con la plata han
procedido los diferentes nombres que ha re-
cibido esta aleación , que ofrece mas ó menos
blancura , mas ó menos solidez y maleabilidad,
según las proporciones respectivas de sus com-
ponentes. La A Ipacca ó Plata inglesa, la Pla-
ta alemana, y otras composiciones metálicas
análogas decoradas con nombres pomposos , no
son otra cosa que argenton. El capricho, pues, de
los industriales es el que bautiza á esta aleación.
En España no se le había dado denominación es-
pecial , hasta ahora últimamente que los Sres.
Isaura , fabricantes de objetos imitados á los de
plata , los primeros que desde algunos años la
utilizan en sus talleres , la han dado el título de
Plata nueva.
Y respecto á la fábrica de los Sres. Isaura, es-
tablecida en Barcelona , y que hemos tenido el
gusto de visitar , debemos decir : que los precio-
sos objetos en ella elaborados con Plata nueva
en nada ceden á los mas acabados hechos con
argenton en el extranjero , pudiendo asegurar si
cabe que les aventajan por lo tocante á su calidad,
á su superior pulido , y sobre todo á su mucha
solidez.
Sabida es la desventaja que ofrece el melchor
ARI
para ser plateado en las partes mates , que nun-
ca quedan tan perfectas como las lisas ; pero bis
Sres. Isaura consiguen vencer esta dificultad y lo-
gran obtener los mates iguales á los de la piala
de ley, por medio del plateado al galvanismo,
según el sistema de Ruolz y Elkington, que aplican
con tanta precisión como en las principales fá-
bricas del extranjero. Esta es la razón porque
la Plata nueva , hoy dia, va ocupando un lugar
preferente á la plata de ley, puesto que traba-
jándose con igual primor, y siendo tan duradera
como ésta, el coste de los objetos con ella fabri-
cados es tan Ínfimo que apenas vale lo que se exi-
je por la hechura de los elaborados con plata ver-
dadera. Además, es fácil concebir que el uso de
objetos de Plata nueva , llenando las mismas exi-
gencias que los de plata de ley, proporcionagran-
des economías , por cuanto estos últimos aumen-
tan indirectamente todos los años de valor por
los intereses que devengarían si el capital en ellos
empleado estuviese en circulación.
Por estas y otras razones, no en vano el pú-
blico conocedor dispensa su confianza al estable-
cimiento de los Sres. Isaura, en el que se encuen-
tran un sinnúmero de objetos de Plata nueva ar-
tísticamente trabajados y perfectamente imitados
á los de plata de ley. En dicho taller se fabrican
cubiertos, cucharones, cucharitas, cuchillos,
cubillos para botellas, servilleteros, vinagreras,
y demás concerniente al servicio de la mesa ; se
construyen candelabros, candeleros, escribanías,
jarros, palanganas, palmatorias, platitos con es-
paviladeras y otros vario6 objetos de ornato ; y,
por último , se elaboran riquísimos cálices , co-
pones, custodias, cruces , incensarios , hisopos,
lámparas , pilas para agua bendita, relicarios,
vinajeras y cuanto se requiera de metal para el
culto divino.
ARGrOUDON. Nombre dado á una especie
de algodón que viene de la China , y forma par-
te del negocio de los Chinos de Cantón con los
habitantes de Haynau.
ARIDA§. Nombre de una especie de tafe-
tán de las Indias Orientales , formado de cierta
seda , que se extrae de varias plantas é yerbas.
ARISTOIjOQUIA. , Aristolochia. Gene-
ro de plantas que da su nombre á una familia na-
tural, las Aristoloquicas , y de la ginandria hexa-
ginia de Linneo. Todas las especies de este gé-
nero son yerbas ó arbustos sarmentosos que tie-
nen raíces-amargas, dotadas de virtudes tónicas,
estimulantes , febrífugas y emenagogas ; muchas
de sus especies son empleadas contra la morde-
dura de las serpientes en América, y miradas co-
mo alexíteros preciosos. El nombre de Aristolo-
chia es derivado de las palabras griegas , aris-
tos, lochia, muy buenos para los lóquíos.
Aristolotiuia bracteada {Aristolo-
chia bracteata , Retz ) . Los prácticos indios em-
plean el cocimiento de las hojas secas de esta
planta como antielmíntico, á la dosis de dos on-
zas, dos' veces al dia. Los hojas frescas, macha-
cadas y mezcladas con el aceite de ricino , son
miradas como un excelente remedio contra la
ARI
sarna inveterada ; aplicadas, fresca* y contusas,
sobre el ombligo, purgan á los niños.
Aristoloquia Clematite, Aristo-
loquia vulgar (Aristolochia Clcmatitis,L.) .
Plañía vivas indígena , que se encuentra en los
bosques, en los campos incultos y gredosos, las
viñas, etc. De tallo derecho , herbáceo , de la
altura de dos pies ; hojas pecioladas , de figura
de corazón , baslaute grandes y de color verde
pálido ; llores numerosas que nacen en las axilas
de las hojas, de color amarillo pálido; fruto de la
forma de una pera, lleno de semillas planas y
negras ; raíz compuesta de algunas fibras more-
nas , muy largas , del grueso de una pluma de
oca , serpenteando de todos lados , y de un corto
numero de raicillas , de olor fuerte desagrada-
ble, y de sabor acre, amargo y muy ingrato.
Esta planta, al presente casi inusitada , habia
gozado de mucha celebridad entre los antiguos:
era preconizada como febrífuga, antigotosa y
emenagoga ; los Rusos tienen al fruto, comido
crudo , como un buen remedio contra las calen-
turas intermitentes, y también emplean el coci-
miento de las hojas , porque no se sirven de la
raíz , única parte usada entre nosotros. La aris-
toloquia clematite es un tónico acre y activo, que
debe emplearse á dóses moderadas, pues el Sr.
Orliía ha hecho perecer perros dándola primero
en la cantidad de cinco dracmas, y al cabo de
uno ó dos dias, de nueve dracmas; ejerce una
acción estupefactiva sobre el sistema nervioso,
pues no causa sino una ligera inflamación de los
tegidos del estómago, etc. Como todas las aristo-
loquias parecen gozar de la misma actividad, es
menester evitar el darlas á dóses demasiado fuer-
tes.
Tournefort pretende que la raíz del Mklitis
con uoja de Toronüil [jlclittis melissophyllum,
L.) se parece á la de arisloloquia, y que los dro-
guistas la sustituyen á veces a ésta.
Aristoloquia eordiflora [Aristolochia
eordiflora , Mutis). Esta planta, que crece en las
orillas del rio de la Madalena , cercano á Man-
pox, tiene flores tan grandes que los niños se cu-
bren con ellas su cabeza á manera de gorro. Su
raíz es mirada como el antídoto de la mordedura
de las serpientes.
Aristoloquia de dos lóbulos (Aris-
tolochia bilobata , h.) . Esta especie, que crece
en las Antillas , en el Brasil, etc., es emenagoga
romo sus congéneras ; empléase su cocimiento
para curar la sarna ; su raíz introducida en la
vagina, según se dice, provoca la salida del
feto muerto.
Aristoloquia fétida (Aristolochia fce-
lida , Kunlk; . El cocimiento de esta planta es muy
usado en Méjico , en donde ella crece, para lim-
piar las úlceras. Esta ventaja, muy buscada en los
países calientes en donde las llagas pasan á ser
fácilmente verminosas , pertenece á muchas es-
pecies congéneras.
Aristoloquia de «grande* flores
(Aristolochia grandi flora, Gómez; Aristolochia
ringens , Svvail; Aristolochia cymlifcra , Mar-
AlU 235
lius). Grande planta sarmentosa, de anchas hojas
fétidas , que crece en el Brasil , Mamada por los
habitantes de este pais Mil-homeus , y por Mar-
grave Ambuyaembo.
El cuerpo de la raíz de esta planta es tuberoso
y da origen á muchos renuevos largos de uno á
dos pies, guarnecidos de raicillas del grueso de
una pluma de palomo, y largas de cuatro á
seis pulgadas. Los renuevos secos son del groo-
so de una pluma de escribir, complanados, de un
moreno negruzco al exterior, casi semejantes á
los de la aristoloquia clematite, pero de uu olor
mucho mas fuerte , análogo al de una mezcla de
serpentaria y de ruda; su sabores amargo, aro-
mático y alcanforado. El interior de esta raiz es
blauco, y cortándola trasversalmente se observa
un circulo de vasos tubulados por los cuales se
puede aspirar muy cómodamente el agua.
El análisis químico ha demostrado que esta
raíz contenia un aceite volátil, resina, tanino, un
principio amargo, goma, almidón y sales calcá-
reas y potásicas.
Esta raíz fresca es venenosa y mata á los ani-
males , aun los cerdos que la comen. Sin embar-
go , seca , aconséjase en la hidropesía , la dispep-
sia, la parálisis, etc. , á la dosis de \ó á 20 gra-
nos en polvo, cuatro ó cinco veces al (lia.
Aristoloquia de India [Aristolochia
indica, L.). Esta especie es usada en la India, á
corta diferencia en los mismos casos que sus con-
géneras en Europa : su amargor la hace emplear
en las dispepsias. La dosis de la raiz seca es de
media onza ó mas al dia. En Ceilan , el infuso al-
cohólico de esta raíz se da como estomático y
carminativo.
Aristoloquia lar «y a (Aristolochia lonqa,
L.). Planta indígena, que crece en nuestras vinas
y campos. De tallos largos de cerca de un pié y
medio, cuadrados, débiles, que se tienden por
tierra ; hojas blandas, de figura de corazón, pe-
cioladas, enterisimas, y algo obtusas; flores de
color purpúreo subido y solitarias; fruto de la
forma de una pequeña pera , que contiene semi-
llas planas y negras. Su raíz es cilindrica, á ve-
ces larga de un pié y gruesa á proporciou, pesa-
da , como pezonada en su superficie , gris , lisa o
aveces ligeramente arrugada, amarillenta al in-
terior, de sabor amargo , de olor poco sensible
cuando la raiz es entera , pero cuando se la pul-
veriza este olor pasa áser muy fuerte y desagra-
dable.
Esta raíz contiene ulmina , según Lassaigne:
también parece contener mucha fécula, lo que
explica su naturaleza esponjosa, que la hace
aconsejar para curar los cauterios y ensanchar
las fístulas.
La raíz de la aristoloquia larga ha sido pre-
conizada por los antiguos como emenagoga, an-
tigotosa, etc., y también figura en un crecido
numero de medicamentos oficinales. Es un esti-
mulante bastante enérgico que se prescribe ala
dosis de 2 dracmas en polvo, en muchas tomas
con ella se prepara un extracto que se da á la
dosis de una uracma , y que se dice produce a
236 AUI
corta diferencia el mismo efecto que el acíbar.
La aristoloquia es nociva á los pletóricos, álos
temperamentos irritables, etc., y en las enferme-
dades inflamatorias.
Aristoloquia mata culebras (Aris-
tolochia anguicida, L.). Planta de tallos sarmen-
tosos, delgados, estriados, ramosos, de la altura
de 3 á K pies , los cuales se entrelazan al rededor
de las plantas vecinas; hojas anchas, puntiagu-
das, verdes, lisas por encima, purpúreas, blan-
quecinas por debajo , con largos peciolos ; flor
amarilla ó purpúrea, negruzca y guarnecida por
dentro de una lana fina; raíz larga, sarmentosa,
compuesta de fibras , de color pálido y de un sa-
bor astringente. Toda la planta es olorosa.
El nombre específico de esta planta enredadera
y americana , y que también crece en España, en
íos matorrales y en las viñas, indica las propie-
dades que se le han concedido de arrojar las ser-
pientes de los lugares en que crece, según se dice,
por su olor penetrante y viroso. Preténdese que
algunas gotas de sú zumo , introducidas en la
boca de una serpiente , le causan una especie de
embriaguez que permite manejarla impunemente,
y que haciéndole tragar mas cantidad perece. Se
dice que aplicada á la mordedura reciente he-
día por un reptil , esta aristoloquia cura infali-
blemente al hombre mordido, y que lo mismo su-
cedería si bebiese el cocimiento de la planta.
Dicese también que esta aristoloquia es útil en
las enfermedades de la vejiga, la sífilis, etc.
Aristoloquia muy fragante (Aris-
tolochia fragantissima , Ruiz) . Esta especie, del
Perú , ha recibido en este país el nombre de Be-
juco de la estrella , porque es enredadera y su
raíz, cortada horizontalmente, ofrece el aspecto
de una estrella ; también se la conoce allí bajo
el nombre de Contrayerbade Bejuco.Deesla plan-
ta solo sejemplea la corteza, mientrasfque entre las
demasía raíz es con frecuencia la mas usada: es
sólida, compacta, gruesa de una á cuatro líneas;
su color es ceniciento al exterior, y rojizo al inte-
rior; de olor alcanforado , y sabor, primero dul-
ce , que pasa luego á picante y aromático. El
análisis ha descubierto en ella un principio resi-
noso de olor de alcanfor , aceite empireumáticó,
ácido piroleñoso, vestigios de ácido agállico,
una materia colorante amarilla , extractivo y
potasa.
Los Peruvianos se sirven de la corteza de esta
planta en muchas enfermedades, pero sobre todo
en las calenturas , desde un escrúpulo hasta me-
dia dracma en polvo; el infuso ó su cocimiento
se compone de una onza de corteza por medio
azumbre de agua, etc. Adminístrase también en
la disentería, los dolores reumáticos, la gota,
la mordedura de las serpientes , etc.
Aristoloquia muy olorosa (Aristo-
lochia odoratissima, L.). Esta especie, de la In-
dia y de la América, es según Lunan, un buen
estomático : las raíces y las semillas curan las
mordeduras de las serpientes, y el zumo de la
planta disminuye el calofrío de las calenturas y
cura las diarreas.
AR1
Aristoloquia Pistoloquia, Aris-
toloquia pequeña [Aristolochia Pistólo-
chía, L.). Esta planta crece en España en las co-
linas pedragosas en los lugares calientes. Es la
mas pequeña de todas las aristoloquias, y sus ta-
llos , que son débiles , ramosos y tendidos , raras
veces se elevan á mas de nueve pulgadas; sus
hojas son pecioladas , de figura de corazón con
venas en redicilla por debajo y recortaditas; flo-
res solitarias pequeñitas , á veces morenas, á ve-
ces de un verde amarillento; fruto en forma de
una pera. La raíz está compuesta de un pequeño
tronco del grueso de una pluma , y de un gran
número de raicillas muy delgadas , de medio pié
de largo , de color gris amarillento , de olor aro-
mático que no es desagradable, y de gusto acre
y amargo.
La raíz de esta especie tiene las mismas virtu-
des que sus congéneras : entra en la triaca.
Aristoloquia redonda [Aristolochia
rotunda, L.). Planta que crece en los mismos lu-
gares que la aristoloquia larga, y que se le pare-
ce mucho: se eleva a la altura de 18 pulgadas,
de tallo débil y guarnecido de hojas de figura dé
corazón , casi sentadas y obtusas; flores solita-
rias, de color purpúreo; fruto membranoso,
oval , verde que se pone moreno cuando madu-
ro , dividido en seis celdillas, llenas de semillas
complanadas, delgadas y negras. La raíz es
redonda, gruesa, carnuda, guarnecida de fi-
bras, gris por defuera, amarillenta por dentro, y
de olor y sabor semejantes á los de la aristoloquia
larga.
Esta raiz tiene las mismas propiedades que la
aristoloquia larga, y aun es mas estimada, pro-
bablemente en razón de la preferencia que le da-
ba Hipócrates, y entra en un gran número de me-
dicamentos oficinales antiguos. Con ella se pre-
para un extracto.
Aristoloquia Serpentaria , Ser-
pentaria de Virginia (Aristolochia Ser-
pentaria, L.). Esta planta es indígena de la
América septentrional , entre la Pensilvania y la
Florida : florece en mayo y junio, y sus semillas
maduran en setiembre. La raíz es vivaz, y con-
siste en hacecillos librosos de color amarillo ocrá-
ceo, que, por la desecación, pasa al moreno; es-
tas fibras están adherentes á un tronco horizontal
torcido , de donde parten muchos tallos que se
elevan á cerca de diez pulgadas, y que son delga-
dos , retorcidos y articulados ; las hojas , del-
gadas , cordiformes, enteras , puntiagudas y tri-
nerviadas, están sostenidas por largos pecíolos,
envainantes y articulados , que cuelgan y hacen
casi desaparecer las flores bajo las hojas muertas
cerca de las raíces. Las semillas son planas , en-
cerradas en una cápsula hexagenaly de seis
celdillas.
La raíz de esta planta, la única parte usada,
fué introducida en la medicina á fines del. siglo
XII por Johnson , médico inglés. Nos llega seca,
en balones de 200 á 300 libras, de la América
septentrional , con frecuencia mezclada con raí-
ces del Asabo de YiitGiMA (Asarum Viryinicum,
Allí
L.) y de la Golinsonia precoz [ColUnsonia pre-
cox, Walt.).
Esta raíz seca tiene el olor aromático de la
valeriana, y un sabor acerbo, caliente, amargo
y picante, que tiene analogía con el alcanfor.
El agua le quita todo lo que tiene de sensi-
ble en sus calidades, y el infuso es de un color
amarillo que tira á moreno, que no alteran ni el
sulfato de hierro , ni el de zinc , ni el nitrato de
plato, ni el oxi-munalo de mercurio , ni el anti-
monio tartarizado, ni los ácidos minerales, ni los
álcalis , y que tampoco es precipitado por la ge-
latina ni por el taniuo. El sobre-acetato de plomo
produce en él un precipitado vedijoso , insoluble
en el ácido acético, v que denota la presencia
del mucoso. Con el alcohol , la serpentaria da
una tintura de un verde brillante que es enturbia-
da por el agua. Los principios activos de la ser-
pentaria parecen pues residir en una resina amar-
ga y en un aceite esencial.
El análisis quimico de esta raíz , debido al Sr.
Chevallíer , ha demostrado en ella : un aceite vo-
látil, que tiene el olor de la planta; almidón; una
materia resinosa ; albúmina ; una materia ama-
rilla, amarga; ácidos málico y fosfórico combi-
nados con la potasa y con cal; hierro y sílice. El
Sr. Bucholz ha encontrado en ella : aceite volátil,
3,05; resina amarilla verdosa, 2,85; una mate-
ria extractiva , 1,07; un extracto gomoso, 18,01;
leñoso , 62,0í ; agua, 14,45 ; pérdida, 00,53.
El nombre de esta especie hace presentir bas-
tante que la virtud principal que se le concede
es de ser útil contra la mordedura de las serpien-
tes. Nada menos probado que esto; sin embargo,
sea como fuere , por esta calidad era preciosa á
los ojos de los naturales del pais que la produce.
Su aroma y su sabor acre lucieron pronto sospe-
char sus propiedades excitantes, que confirmaba
la analogía Desde entonces ha sido reconocida
estomática, diaforética, emenagoga, diurética y
también purgante, según que se dirija su excita-
ción sobre el estómago , la piel, el ulero , la ve-
jiga ó el intestino; en la perineumonía catarral
y las liebres malignas es en las que sobre todo se
fia persistido por mas largo tiempo en usarla.
Ademas, está indicada en las enfermedades con
debilidad , resolución de las fuerzas , tendencia
á la descomposición de los líquidos animales,
como la parálisis , el escorbuto ,1a cangrena, los
flujos atónicos, etc. La dosis regular de esta raíz
es de una á dos dracmas en cocimiento, ó mitad
tu sustancia. Entra en muchas composiciones far-
macéuticas.
Conviene no confuí dir á la Serpentaria de Vir-
ginia con la raíz del Auo Dragoncillo (Arum
Dracuttculus , L.) , que se le llama simplemen-
te Serpentaria ó Serpentina , ni con la del Polí-
gono Bistorta [Pólygonum Bistorta, L ) , que se
designa en algunos libros bajo el de Serpentaria
mucho ó hembra.
Los balones en los cuales nos es' traída la Ser-
pentaria sonde gruesa tela y sólidamente liados
con cuerdas : el peso mas común es de 200 libras.
Ari*toIo«fiiiti siempre ler de (Aris-
ARM *39
tolochia semperv&ens , L.). Las hojas contusas de
esta planta , de Arabia, según Forskal, son em-
pleadas sobre las heridas de los tendones; han
hecho prodigios aplicadas á las mordeduras de
las serpientes, si se mascan, y si se bebe al
mismo tiempo su cocimiento en leche por espa:
ció de cuarenta días.
Aristolouuiade tres lóbulos [Aruh
tolochia trilobata, L.). Linneo ha señalado esta
planta de América , en su materia médica, como
útil contra la mordedura de la víbora, y dice es-
tá dotada de todas las propiedades de la Aristo-
loquia Serpentaria. Esta especie tiene el olor de]
Ciruelo Paüo {Prunus l'aaus, L.) ; Bergio la ha
administrado á la dosis de 6 á 20 granos, y su in-
gestión ha producido un sudor súbito, etc.
Aristoloquia de Tur naco (Aris tolo-
chia lurbacensis , Kunth.). Según el Sr. deHuni-
boldt, el cocimiento de la raíz de esta planta, que
crece en Turbaco , en Méjico , es estimado con-
tra la mordedura de las serpientes.
AltlSTOTKMA. Aristotelia. Género
de plantas de una familia indeterminada , de la
icosandria triginia de Linneo. La única especie
de este género es un arbusto de Chile , llamado
Macqui, y designado por Lhéritier bajo el nom-
bre de Aristotelia Macquí. De tallos ramosos y
rojizos , sembrados de tubérculos; hojas lucientes,
oblongas y lanceoladas; en mayo, ofrece racimos de
flores blancal y pequeñas, á los cuales suceden
bayas de un rojo negruzco. La corteza de este
arbusto contiene mucho ácido agállico, lo que se
percibe con el hierro de las hachas empleadas
para cortarlo , que ennegrece rápidamente. Sus
hojas y esta corteza son astringentes ; sus baj as
son acidulas, dan un licor del que se hacen
bebidas refrescantes , usadas en las calenturas,
y fueron de un gran recurso para el botánico
Dombey, en una enfermedad contagiosa que ex-
perimentó en Chile. El fué quien hizo conocer á la
Europa este vegetal, que se cultiva en los jardi-
nes de los curiosos, y que dedicó á Aristóteles.
AKIIIAUILLO ó TATO, Dasypus. Gé-
nero de mamíferos edentados longirostros, todos
originarios de la América , notables por la espe-
cie de coraza compuesta de escamas de diferen-
tes colores ó compartimientos semejantes á un
enladrillado, con la cual aparece cubierta su ca-
beza , su cuerpo y con frecuencie la cola. Su ho-
cico sus pies y su cola son parecidos á los del cerdo.
Los armadillos viven en pequeñas bandadas en
los bosques y llanuras , alimentándose de cadáve-
res de animales , de gusanos de tierra, babosas,
insectos, huevos y hasta de diferentes materias
vegetales. La mayor partéele ellos son nocturnos,
y casi todos consíruyen sus madrigueras ahue-
cando la tierra con sus uñas. Acosados por sus
enemigos, que en general lo son las grandes es-
pecies de gatos , se posesionan de la parte mas
elevada de la madriguera , si tienen tiempo , ó
bien se arrollan en bola , si el ataque es brusco
ó imprevisto.
Las especies de este género se distinguen por
el número de fajas ó escamas de la coraza, couiu
238 ARM
Armadillo de una faja, Cabasú [Dasypus uni-
cinctus, L.) ; Armadillo de tres fajas, Apara ó
Mataco (üasypus tricinctus, L.) ; Armadillo de
nueve fajas, Cachicamo ó Tato negro [Dasypus
novemcinctus , L.) ; Armadillo de seis fajas,.
Encubertado [Dasypus sexcinctus, L.); armadi-
llo de diez y ocho fajas , Cirquinzon [Dasypus
otodccimcinctus , L.) ; Armadillo gigante , Gran
Tato [Dasypus gigas , Cuv.).
Los armadillos son animales inocentes. Su car-
ne es tierna y delicada , pero un poco repugnan-
te en razón de su olor almizclado, sin embargo
los Indios la estiman mucho. A sus huesos y á sus
escamas se les atribuye la virtud de curarla sífi-
lis, la sordera , de provocar las orinas, etc,
ARMAi Todo instrumento que sirve para
ofender al contrario , y para defensa propia. Las
armas antiguas y modernas forman dos grandes
divisiones según si están destinadas á la ofensa
ó á la defensa : en el primer caso se las llama
Armas ofensivas , y en el segundo, Armas defen-
sivas.
Las Armas ofensivas se dividen en armas por-
tátiles y en armas no portátiles. Las armas por-
tátiles ofrecen todavía dos divisiones principales:
armas portátiles de mano y armas portátiles ar-
rojadizas.
I.° Armas portátiles de mano. Entre éstas se
distinguen las armas de mangos cortos, destina-
das á matar de porrazo , tales como las mazas,
las porras, los martillos, y también las hachas,
que pueden considerarse como mazas cortantes;
las armas destinadas á atravesar ó corlar de le-
jos por medio de una asta ó un largo mango de
madera, tales como las lanzas, las picas y las
alabardas; las armas de puño en lugar de mangos,
y cuyas hojas tienen á la vez un corte y una pun-
ta , tales como las diferentes especies de sables
ó espadas : las armas de esta especie usadas en
la actualidad son llamadas Armas blancas , para
distinguirlas de las armas de fuego.
2.° Armas portátiles arrojadizas. Comprenden
las que lanzan proyectiles por el efecto de una
máquina que la mano hace obrar , tales como la
honda , el arco y la ballesta, y las que tienen por
motor la inflamación de la pólvora, tales como
los arcabuces, los mosquetes, la carabina , la
escopeta, el fusil, la pistola, etc. : estas últimas
son llamadas Armas de fuego.
Armas no portátiles. Estás forman dos cate-
gorías :
\ .°r Armas puestas en movimiento por medios
mecánicos, como los carros armados de los an-
tiguos , las máquinas destinadas para golpear y
derribar las murallas , llamadas Armas cataba-
lísticas;\d,§ máquinas empleadas para arrojar
piedras , dardos ú otros proyectiles, tales como
la ballesta y la catapulta , llamadas Armas neu-
robalisticas; en fin las máquinas que arrojan pro-
yectiles por la compresión del aire ó del vapor,
llamadas A rmas neumáticas .
2.° Armas que deben su acciona la inflamación
de la pólvora, tales son las armas pesadas colo-
cadas en afustes ó cureñas, y que se cargan con
ARM
pólvora, como los cañones, los obuses y morte-
ros , á las cuales se les designa con la denomina-
ción general de Bocas de fuego.
Las Armas defensivas se componen de todo
lo que ha sido inventado por el hombre para po-
nerse al abrigo de los golpes de su enemigo :. es-
tos medios de defensa son personales ó colectivos.
Las Armas defensivas personales comprenden
todo lo que los hombres pueden llevar encima, des-
de simples pieles de animales endurecidas, con
las cuales se cubrían los primeros combatientes,
hasta las armaduras tan pesadas y tan complica-
das de que se cubrían en tiempo déla caballería.
Las Armas defensivas colectivas , medios cuya
mayor parle son designados con el epíteto de
inmóviles , en razón de la estabilidad de su cons-
trucción , consisten en los reparos bajo las cuales
los combatientes se ponen al abrigo , en los obs-
táculos que se disponen en campaña entre ellos
y el enemigo , tales como estacas ferradas, fo-
sos, y trincheras , é igualmente aquellos de que se
rodean de una manera permanente , tales como
las fortalezas y las plazas fuertes.
A pesar de lo expuesto , hay muchas armas que
son a la vez ofensivas y defensivas , como el sa-
ble, la lanza y la espada; debiendo ser considera-
das también como á tales el cañón , el fusil, la
pistola y otras armas semejantes , porque desde
que ellas han herido, impiden que aquel que las
usa lo sea.
Igualmente debemos manifestar que, en la
Balística , ó la ciencia aplicada al movimiento de
los proyectiles lanzados por las armas de fuego
actuales , se considera á casi todas éstas como
á Bocas de fuego : esto es , unos fuertes tubos de
bronce ó de hierro cuyo hueco, cilindrico circu-
lar [ánima] en toda su longitud ó en gran parle
de ella , está cerrado por un extremo [fondo), en
donde se deposita cierta cantidad de pólvora [car-
ga) , detrás del proyectil , y abierto por el otro
extremo [boca). Su" parte exterior es de revolu-
ción al rededor del eje del ánima, y compuesta de
partes discontinuas no uniformes , adicionadas
con algunos apéndices necesarios para el servicio.
Tanto las bocas de fuego que se llevan y dispa-
ran á brazo [portátiles) , como las pesadas de
artillería [piezas) , despiden globos metálicos á
distancias mucho mayores que las máquinas an-
teriores á la invención de la pólvora. Según los
balísticos, hay tres clases de bocas de fuego:
cañones, obuses y morteros; y cada clase com-
prende varias especies según sus dimensiones,
principalmente por el diámetro del ánima [cali-
bre) . Este diámetro ó calibre de toda boca de
fuego es algo mayor que el diámetro del proyectil
mas grande que puede arrojar , y se denomina
viento la diferencia. Si bien el viento ey inevi-
table para que el proyectil entre francamente al
cargar , también por otra parte es perjudicial por
muchas razones que no son de este lugar.
El uso de las armas data casi del origen del
mundo : testigo la muerte de Abel. Una sola fa-
milia habia entonces en la tierra , y ya la guer-
ra existia, y el uso de las armas era conocido.
ARM
Adornas desde que el hombre se > ió sometido á
la necesidad de defenderse contra animales mas
fuertes que él, debió sentir también la necesidad
de una arma mas resistente que sus brazos.
En este artículo solo hablaremos de las armas
ofensivas portátiles de mano y portátiles arroja-
dizas mas usadas en la actualidad, ó mejor que
sean mas ó menos directamente objeto de co-
mercio.
Entre las llamadas Armas de fuego menciona-
remos la carabina , la escopeta, el fusil , el mos-
quete , la pistola , la tercerola y el trabuco , que
van comprendidas en la clase cañones de las bo-
cas de fuego de los balísticos. El ánima de los
cañones llega hasta el fondo ; su carga de pól-
vora tiene forma cilindrica de diámetro igual á
el del ánima, y sus proyectiles son esferas maci-
zas (balas). Los cañones délas armas de fuego
Íiortatilesson de hierro forjado con ánima de ca-
ibre diminuto , y el canon está sujeto fijamente á
un montaje de madera [caja), con quien forma
un cuerpo solidario. La carga de pólvora , encar-
tuchada juntamente con su bala de plomo y me-
tida hasta el fondo por medio de un atacador [ba-
(¡uctn adjunto al arma, se incendia por comu-
nicación de un conducto angosto [fogón) abierto
en la pared del ánima cerca del fondo desde la
superficie lateral exterior donde esta el cebo, á
que se da fuego mediante la llave, ya sea con
chispa de silex si es cebo de pólvora común, ó
ya por percusión si el cebo es fulminante. El cali-
bre de las armas de fuego portátiles se aprecia
por el peso déla bala , esto es, por el número de
las que entran en una libra: diciéndose calibre de
15, de 16, de 17, etc., en libra; ósea de bala de
plomo que pesa 16/1S, l6/í6, 14/17, etc. , onzas, ó
bien I7VU, 16, 15y17 , etc., adarmes. Los fusiles
españoles sonde dos distintos calibres: uno de 17
en libra , arreglado en 1 828 , y otro de 1 8 en libra
arreglado en- 1836, quees el calibre inglés. La ca-
rabina ó mosqueton de artillería, la tercerola y pis-
tola de caballería subsisten siendo del calibre
de 17 en libra , atendiendo á que el peso de estas
armas, menor que el fusil, exije bala menos pe-
sada para evitar fuerte culatazo.
Cahabina. Arma de fuego semejante á la esco-
peta , que tiene poco mas de vara de largo , y á
veces con su cañón rayado en el interior, cargán-
dose por lo común á líala forzada , y calza mas
justo y alcanza mas lejos que el fusil ordinario.
I as hay que se desmontan , esto es divididas en
dos partes , las cuales se reúnen por medio de un
torndlo.
La carabina rayada con macho en la recáma-
ra, tal como ha sido arregladapor la Junta supe-
rior facultativa , tiene de largo con su bayoneta
74 pulgadas y i'/, líneas , y pesa 10 libras y 1
onza ; la misma carabina sin bayoneta tiene"o3
pulgadas y 2 líneas de largo , y pesa 9 libras , \
onza y 2 adarmes. La bayoneta permite hacer
fuego y cuantos movimientos sean necesarios
practicar con la carabina, ya la tenga ó no ar-
mada. El calibre de la carabina es !de 9 líneas, y
la bala cilindrieo-cónica que se emplea pesa 1
ARM 139
onza y í) adarmes. A la distancia de 200 y 300 y
mas varas los tiros de estas carabinas han choca-
do casi sin ninguna excepción á blancos de di-
mensiones muy reducidas.
Por Real orden del Ministerio de la Guerra, en
1 3 de octubre de este año , se ha dispuesto que
las secciones del cuerpo de artillería usen la ca-
rabina rayada , que la Junta superior facultativa
del mismo ha proyectado, llamada de bala forzada
á cuña, y que los artilleros de las Brigadas monta-
das y de montaña usen un mosqueton sin bayone-
ta, también de balajforzada á cuna; ademásque al
Batallón de cazadores deChiclanase le cambie el
armamento que actualmente usa, por las expresa-
das carabinas, á fin deque ensayadas por este
cuerpo se pueda resolver oportunamente lo mas
conveniente.
A propósito de la carabina rayada , debemos
decir sobre las armas de fuego portátiles que, 30
vista de que una bala holgada en el cañón ex-
perimenta al salir desvío de la buena dirección,
y al mismo tiempo movimiento de rotación perni-
cioso para el acierto, se han ensayado varios
modos de evitar cada uno de dichos efectos incur-
riendo tal vez en otros mas ó menos disimulables.
Para que la bala salga en dirección del eje del
ánima el medio general es anular su viento , lo
cual se consigue por alguno de los tres sistemas
que siguen : 1 .° introduciendo á fuerza de baque-
ta la bala en el ánima de menor diámetro lisa o
rayada; 2.° introduciendo dulcemente la bala
hasta su lugar en el ánima de mayor diámetro lisa
ó rayada con recámara , y aplastando entonces á
fuerza de baqueta la bala sin peligro de estropear
la pólvora; 3.° cargando por la culata según al-
guno délos mecanismos derivados del sistema de
Robert, en los cuales el arma carece de baqueta
por innecesaria.
Hay notables variedades en el sistema de ar-
mas portátiles rayadas. Unas tienen rayas dere-
chas abiertas en la pared del ánima paralelamen-
te al eje , como por ejemplo en las primitivas ca-
rabinas inglesas de infantería ligera, que se car-
gaban con bala de mayor calibre á fuerza de ba-
queta y tal vez de mazo. En otros cañones las ra-
yas esián abiertas en forma helicoidal cuvo paso
es mas ó menos largo : como por ejemplo en el
fusil de parapeto francés, que se carga por la cu-
lata sin necesidad de baqueta ; en la carabina
recamarada délos Sres. Delvique y Poncharra,
que se carga por la boca aplastando después \m
poco la bala con la baqueta ; lo mismo en la ca-
rabina ó mosqueton conque están armadas en
Francia las tropas llamadas cazadores de África,
etc. En cuanto al número de ra\ as también hay
variedad , lo mismo de las rectas que de las he-
licoidales, y éstas últimas conducen á que la
bala salga conmovimiento de rotación al rededor
del eje del ánima ó sea de la buena trayectoria,
á fin (le que el efecto del aire en el movimiento
de rotación no desvie de la trayectoria ala bala.
Sin sernos permitido exponer aquí las ventajas
y contras de unos sistemas respecto de otros, nos
limitaremos á dos observaciones: 1 .° Que la ope-
lio ARM
ración do cargar con baqueta exije mas tiempo
que la de cargar por la culata, y mucho mas á
bala forzada que á franca; 2.° Que al tirar, la re-
sistencia sufrida por toda bala forzada en canon
liso ó rayado á causa del razonamiento contra las
paredes del ánima, no puede menos de retardar
su movimiento , tanto mas cuanto las rayas sean
nías profundas , y sobre todo cuando éstas están
abiertas en hélice. De suerte que , á consecuen-
cia de disminuirse así la velocidad inicial del pro-
yectil, resulta la necesidad de tirar por mayor
ángulo de elevación con las armas rayadas, prin-
cipalmente con las r!e rayas en hélice.
Escopeta. Arma dé fuego , que se compone de
un canon de hierro de cuatro á cinco cuartas or-
dinariamente, asegurado en una caja de madera,
con su llave para disparar , y su baqueta para
cargar. Distínguense la escopeta ordinaria y la
escopeta de lujo , á la cual el armero consagra
todo su talento, y por la cual el rico aficionado á
la caza paga con frecuencia un precio conside-
rable. Las escopetas se diferencian por sus va-
rios calibres, y también por su especial cons-
trucción, así es que se conocen las escopetas que
se desmontan, las de canon rayado, las de dos ó
mas tiros, las de pistón , etc.
Fusil. Escopeta larga de grueso calibre que
usan los soldados de infantería, y á la cual se
adapta una bávoneta. Esta arma de fuego , inie
sucedió al arcabuz y al mosquete , comenzó á
ser generalmente usada por las tropas tan solo
hacia el año 1704, y desde dicha época se ha ido
perfeccionando de una manera asombrosa. Lo
que siempre se ha buscado en esta arma , igual-
mente que en las demás de fuego , es precisión,
solidez y comodidad ó prontitud. Úay fusiles de
varios calibres, de diferentes construcciones:
conócense el fusil acarabinado, el rayado, el de
dos tiros , el que se desmonta , etc. ; el Fútil de
munición , el mas común y también el mas bara-
to, es el arma de los soldados de infantería que
componen los ejércitos en Europa; el Fusil de
mston ó mejor de percusión es aquel cuyo gati-
llo , hecho en forma de martillo , da sobre un
grano de pólvora fulminante, que inflama la
earga.
Además deestas especies de fusil, distínguense
algunos otros que llevan el nombre del fabrican-
te que ha hecho modificaciones mas ó menos
acertadas en esta arma , tales son el fusil Pauly,
el fusil Lefauchaux, el fusil Robert, etc.
Aquí solo podemos indicar que los fusiles y
escopetas de los Sres. Pauly y Lefauchaux son de
muy buen uso. En cuanto al fusil del Sr. Robert,
diremos que, en 1 834 , este armero de Paris, pre:
sentó á la exposición de los productos de la in-
dustria francesa , un fusil de nueva invención,
que no tiene ni llave ni baqueta, y que , después
de haber sido semetido ai examen del jurado,
valió á su autor una medalla de oro. En las ma-
nos de un hombre ejercitado, el fusil de Robert
puede disparar quince tiros por minuto. Su fabri-
cación no presenta mas dificultades que las ordi-
narias. Como arma de guerra , y comparada con
ARM
el fusil de munición, es mas ligero de una libra
y media, de un manejo mas sencillo, mas pron-
to y fácil de limpiar , y de un alcance mas con-
siderable ; la bayoneta está lija en él de una ma-
nera sólida en la abrazadera.
Los fusiles, igualmente que todas las armas de
fuego portátiles, reciben actualmente considera-
bles adelantos en todas las naciones, siendo ob-
jeto especial de los hombres inteligentes. El Coro-
nel Teniente Coronel D.Juan Senovilla, teniendo
presente las contras que ofrecen los fusiles con
cajas de madera , en 1842, construyó un fusil sin
caja con montura de hierro , y posteriormente en
1849 pidió permiso para construir en la fábrica de
fusiles de Sevilla dos fusiles á pistón sin caja y
montura de hierro , para ser sujetados á pruebas
repetidas de comparación con uno de caja de
madera.
Finalmente, debemos recordar que se ha ha-
blado mucho de una famosa máquina de Plymouth
á la cual se suministra madera bruta y devuelve
poleas muy bien confeccionadas. La Armera del
Sr. Grimper la ha adelantado , puesto que con-
vierte trozos de nogal en cajas de fusil de una
admirable perfección y de una constante regula-
ridad. Por esti pioceder el coste de la caja de
fusil es de ! i s. vn. , y en consecuencia pueden
t * rnomizarse millones.
Para la fabricación del fusil se le considera
formado de cinco piezas principales: canon, lla-
ve, aparejo ó guarnición, caja y baqueta. Los
materiales que se emplean en estas piezas son:
hierro, acero y madera de nogal, productos de
las Provincias Vascongadas, y cobre y zinc, que
de adquieren por el comercio. A excepción de
la caja , las demás partes del fusil se componen
de varias piezas cuya nomenclatura y peso no
continuamos en obsequio á la brevedad.
El peso del fusil, calibre á 15, modelo de 1836,
construido en Placencia es :
Libras. Oxzas. Adarmes.
Cañón. .
Llave. . .
Aparejo.
Caja. . .
Bayoneta..
:¡
6
13
13
B
ü
Total.
11
El peso de las cajas suele variar hasta media
libra y mas según las diferentes clases de nogal
que se emplea.
La longitud del fusil , calibre alo, modelo de
1836, construido en Piacencia , es:
Pies. Pulgadas. Líneas.
La culata y la garganta hasta el
asiento del cañón
El cañón.
Longitud dd fusil sin bayoneta
La hoja de la bayoneta. . . .
Longitud del fusil armada ¡a bayoneta 6
Los cajones de empaque para fusiles de chispa
1 4'
3 6
8
10
4 11
1 t>
6
»
toe 8
4
AMI
de calibre de á 4 5, modelo de 4836, se baleen
en Placencia de madera de haya, con dos asas
de cuerda en las testeras, dándoles las siguientes
dimensiones :
Piks. Pulgadas. Lnous.
Loneitud del cajón en hueco. .
Ancho idem ... • .
Alto idem. . ...
Gameto de las testeras. . . .
Ídem de los costados .-. . . .
ídem del fondo y|de la tapa. . .
Diámetro de la cuerda que forma las
asas de las testeras. .
Distancia desde las testeras hasta los
puntos que sujetan los fusiles. .
ídem desde las testeras hasta los
Euentecillos en que apoyan las
ojas de las bayonetas.
4
11
8
. 1
1
i
»
9
4
»
1
»
>
»
9
»
»
1
II
.Los ocho fusiles que lleva cada cajón se colo-
can en dos tandas de á cuatro , encajados y su-
jetos en los puentes de modo que no se toquen.
La primera tanda se pone con llaves arriba , to-
das hacia una testera, v en seguida van las
llaves para abajo y hacia la testera opuesta. Las
bayonetas se ponen en los cubos hacia el medio
del cajón en otros puentecillos que á este efecto
se le han añadido, descansando las puntas, que
miran á las testeras, sobre los puentes en que
van encajados los fusiles : tanto estos puentes co-
mo los que se han añadido para las bayonetas
tienen sus mortajas para asegurarlas.
Dicho cajón vacío pesa oü libras, y cuesta 2 1
reales; pesa el cajón con los ocho fusiles, bayo-
netas y vainas , clavado y precintado, I Vá libras,
v cuesta después empacado , clavado y precinta-
no ■> | reales. Vale un cajón con sus fusiles I, lüi
reales. Dos cajones de fusiles hacen una carga de
caballería mayor.
Respecto al fusil de chispa, calibre de á 17,
modelo de 1828, debemos decir que el cañón tie-
ne 2 pulgadas y 4 lineas mas de largo que el del
modelo de 4836. La bayoneta de aquel es mas
corta que la de éste, resultando que armada la
bayoneta vienen á ser iguales en longitud los
dos modelos. Sus calibres difieren en que el de
4828 es parabalas de 17 en libra, y el de 1836
paralas de lo. En lodo lo demás son iguales am-
bos fusiles , salvas las pequeñas diferencias que
el distinto diámetro y longitud de los cañones ori-
gina en las abrazaderas y en la caja.
En cuanto al fusil de pistón , calibre de á 45,
modelo de 1846 , ha de saberse : que el cañón es
lo mismo que el de ¿hispa modelo de 4836, con
la adición de un resalte que tiene en la parte ex-
terior de la recámara , al que per su figura se da
el nombre de bómbela , y en esta bombeta entra
á rosca la chimenea , que se comunica con el
oido y termina por la parte superior con un pitón
en que secoloca la cápsula.. La llave de pistón
es mas sencilla que la de chispa : su pió de gato
en forma de martillo está mo.vido por las mis-
mas piezas que el de la llave común , aunque al-
go variadas en sus dimensiones, y choca sobre la
chimenea cuando se dispara, originando con s;i
31
AltM ií\
percusión la inflamación del cebo de la cápsula,
cuyo fuego se comunica por la chimenea á la
carga del cañón. En el aparejo, el hierro del
guarda-monte tiene un pueiilecillo que se embute
en la caja, en el cual está colocado el dispara-
dor, asegurado con un tornillo, y la cantonera es
de 2 líneas menos de longitud ; siendo en todo lo
demás el aparejo idéntico al del fusil de chispa
modelo de 1 836. La caja es también igual á la del
de chispa, tan solo que la cantonera de la culata
es 2 lineas mas corta. La única diferencia que
existe en la bayoneta es que en la anilla hay una
bisagra que facilita la acción de quitar y poner
aquella pieza sin peligro de romperla.
Para trasformar eu fusiles de pistón los de
chispa existe un modelo , cuyo cañón tiene sol-
dada la bombeta que en los cañones nuevos de
pistón es forjada. La llave de chispa conserva sus
piezas interiores : se sustituye el pió de gato de
quijadas por otro de martillo; se quita la cazoleta,
y al rastrillo lo reemplaza un guarda-cebo cuyo
talón obra sobre el muelle que fué del raslrilfo.
Ninguna otra pieza del fusil sufre alteración.
Mosquete. Escopeta mayor y mas ancha que
las ordinarias , y de mucho mayor peso ; para
dispararla se usa" de una horquilla en que se afian-
za. Esta arma de ungen moscovita reemplazó al
antiguo Arcabuz , que en un principio era muy
pesado , y para dispararlo se afianzaba en dos hor-
quillas de hierro muy fuertes , se cargaba del
mismo modo que ahora los cañones, y se le da-
ba fuego por medio de una mecha encendida
puesta en el rastrillo; con todo, posteriormente
se construyeron arcabuces mas ligeros, y de dis-
tintas formas que servían como en la actualidad los
fusiles. El Mosquelon es una escopeta cuyo ca-
ñón es mas corto que el del fusil ordinario", y cu-
yo calibre es igual al del mosquete; hay inos-
quetones de diversos modelos , y por lo "regular
acostumbra á usar esta arma la "caballería.
Pistola. Arma de luego de las mas cortas, cu-
ya caja se diferencia comunmente de las demás
armas de fuego, en (pie su culata forma un arco
convexo, lo que facilita su disparo con una ma-
no sola. La pistola varia en su tamaño, y toma
varios nombres según éste sea, llamándose de
arzón las que van pendientes del fuste delantero
de la silla metidas en unas fundas; de bolsillo, las
que se traen guardadas en él; de cinto, las que se
llevan enganchadas en la cintura, etc.
Tercerola. Arma de fuego de que usa la caba-
llería ligera , mas corta y reforzada que la ca-
rabina.
Trabuco. Especie de escopeta gruesa , corta,
que se ensancha desde el medio de su longitud,
comunmente de cobre, y que se carga hasta con
una docena de balas de" calibre.
Entre las Armas blancas , que también se lla-
man Armas Je puño, van comprendida» todas las
.que están formadas de una hoja metálica mas ó
menos larga-, recta ó curva, afilada 6 puntiagu-
da, montada sobre un mango ó empuñadura pe-
queña y susceptible de ser abrazada con la mano.
Tales son las diferetes espadas, entre las cuales
tomo i
242 ARM
contamos no solo las rectas, sino las curvas, esto
es los sables , gumías, alfanjes , cimitarras, etc,
y los cuchillos, que son mas pequeños, y com-
prenden todas las variedades de machetes, da-
gas , puñales , cuchillos de monte , etc. Vamos,
pues, a hablar sucintamente délas armas de pu-
ño ó blancas mas en uso en la actualidad, con-
tinuando entre ellas la alabarda y la lanza, aunque
sean armas de asta.
Alabarda. Auna ofensiva qwa consta de asta ó
palo de 6 á 7 pies de largo , y en uno de sus ex-
tremos un hierro como d e¿ palmos de largo y de
2 dedos de ancho, que disminuye hasta rematar en
punta; en este hierro hay una cuchilla plana atra-
vesada y de dos tilos, que tiene una punta aguda
en un lado, y la figura de una media luna en el
otro. La alabarda era otra de las armas destinadas
para los guardias de los templos y de los palacios,
y aun en la actualidad , en España , se conserva
un cuerpo dealabarderos especialmente destinado
á la custodia del alcázar de los reyes.
Cuchillo de monte. Cuchillo grande deque usan
los cazadores para rematar las reses ya heridas.
Daga. Arma blanca , corta y de dos filos, á lo
menos hacia la punta , que es aguda ; también
las hay de cuatro cortes y de un filo ; tiene guar-
nición menor que la de la espada, conque cubre
el puño, y gavilanes páralos quites. La daga por
lo general es mas propia para nerir de punta que
de corte ; manejábase con la mano izquierda te-
niendo en la derecha la espada, y servia ya para
quitar ó parar las estocadas del contrario , ya
para herir de cerca.
Espada. Arma blanca compuesta de una hoja
de acero cortante, larga como de una vara, pun-
tiaguda, con su guarnición y empuñadura. Las
espadas, según su forma reciben varios nombres:
Espada blanca, la de acero lustrada , y que de
ordinario se trae ceñida y metida en la vaina; Es-
pada de marca , aquella cuya cuchilla tiene cin-
co cuartas; Espada de esgrima ó negra, la de
hierro sin lustre ni corte con un botón en la pun-
ta, que sirve para la enseñanza de la esgrima;
etc. El Espadín es una espada mas corta y de guar-
nición menor que la de la española; se usa con el
traje militar ó serio.
La enumeración y la descripción de las dife-
rentes especie? de espadas antiguas y modernas
que se han usado es agena de nuestro objeto.
Estoque. Especie de espada angosta, que por
lo regular suele ser de mas de marca y con la cual
solo se puede herir de punta. Los estoques co-
munmente son cuadranglares ó redondos, y sus
heridas mortales. También antiguamente, que so-
lian usarlos los caballeros y principes ,|los había
triangulares de caras cóncavas.
Florete. Espadín destinado á la enseñanza de
la esgrima, que comunmente es una espada de
hoja cuadrada, terminada por un botón guarne-
cido de una piel.
Gumía. Arma que participa de puñal y daga,
Muy poco usada al presente.
Lanza. Arma ofensiva compuesta de una asta
ó palo, en cuya extremidad está fijo un hierro \
ARM
puntiagudo y cortante á manera de cuchilla. La
lanza fué inventada por los españoles , y era en
los tiempos antiguos el arma propia y peculiar de
la nobleza y de los príncipes.
Machete. Sable corto y un poco combado, que
no corta sino de un lado , usado comunmente por
la infantería francesa, y en España por algunos
cuerpos del ejército; cuchillo grande, menor que
la espada y mayor que la daga y puñal.
Puñal. Armade*hierro y acero como de una ter-
cia de largo , que solo hiere de punta ; á un lado
tiene un botón, cerca de la empuñadura , para
afirmar la mano y dar el golpe mas cierto. Há-
cense de diversas hechuras. Al presente, el puñal
es una arma reprobada , y que lia caído en desu-
so. Antiguamente la usaban los soldados romanos
bajo los emperadores, y en la edad media los ca-
balleros la llevaban en la cintura. Entre les pu-
ñales el mas temible era el llamado estilete, cuya
hoja aguda, delgada y triangular solía tener ca-
ladas , y estar impregnada de algún veneno: sus
heridas eran incurables, y su uso privativo y pe-
culiar de los malechores y asesinos.
Sable. Armado hierro y acero , mas corta que
la espada, y algo corva, de un solo corte, y sema-
neja como la Cimitarra, que es una arma de acero
á manera de sable, de tres dedos de ancho y una
vara de largo, y tiene el corte afilado, la figura
curva y remata en punta : la cimitarra solo la
usan en la actualidad los Árabes y los Turcos.
El Alfanje es una especie de sable ancho, corlo y
curvo, que tiene un solo corte , pero que se ma-
neja de distinto modo que éste.
El sable fué el arma defensiva y de esgrima
de los antiguos , de la edad media y de los mo-
dernos : en el trascurso de los tiempos, ha reci-
bido diferentes formas; pero hoy dia en todas las
naciones el sable se compone de una hoja de
acero, corta ó larga, plana ó estriada, de un so-
lo corte, y á veces de dos, que empieza á un ter-
cio de la punta. Con todo , los modelos de sable
varian mucho.
En Francia . comunmente la caballería de re-
serva usa sable de hoja ligeramente comba-
da, propia para herir de punta; la caballería de
línea, sable de hoja combada, propia para herir
de punta y acuchillar ; y la caballería ligera, sa-
ble de hoja combada y estriada, propia para acu-
chillar. Hay el Sable-eslabon , corto y un poco
encorvado , que sirve en algunas naciones para
la infanteríayla artillería; el Sor ble-puñal, cuchi-
lla ó machete en uso entre las tropas de artille-
ría dea pié y los ingenieros franceses, que consis-
te en una hoja derecha y de dos cortes de cruces y
de caras cóncavas, con una empuñadura de cobre
de una sola pieza; el Sable de abordaje, de que se
usa en los buques, que consiste en una hoja lige-
ramente combada, que tiene en ambas caras una
cruz que se extiende alo largo del recazo, y una
empuñadura de latón con gruesos espirales; etc.
Las armas blancas que usa el ejército español
en la actualidad son las que menciona la siguien-
te tabla, en que se expresan las dimensiones y
peso de cada una.
Í43
Sable de oficial de infantería.— Hoja corva con dos tercios de lomo,
acanalada por el interior, ligeramente vaceada, excepto el último ter-
cio que está redondeado para formar los dos tilos ....
Guarnición dorada con aro y un ga\ilan, monterilla sin cola, cin-
celada : puño de ébano alambrado
Vaina do suela con juegos dorados, y botón do mascaron.
Espada de oficial de artillería.— Hoja recta , lomo redondo á los la
dos del primer tercio , y continua á dos mesas hasta la punta , ligera-
mente vaceada en el primer tercio
Cruz y monterilla, cincelada , puño de ébano alambrado. . .
Vaina de suela ¡ como la de sable de infantería.
Espada de oficial de infantería.— noja como la de artillería, con la
diferencia de tener los idos formados en tres mesas
Guarnición: como la de artillería
Vaina de suela : como la de artillería
Espada de oficial de caballería.— Hoja recta , lomos redondos en e
primer tercio acanalados , ligeramente vaceada : resto de la hoja dos
idos de tres mesas . ...
Guarnición dorada de aro , dos gavilanes unidos á la concha , mon-
terilla sin cola y puño de ébano alambrado .
Vaina de hierro bruñido y regatón por la parte interior. . . .
Sable de oficial de caballería —Hoja corva , formada como la de in-
fantería , con canales , vaceo , filo y demás
Guarnición como la de espada , un poco menos alta y la monterilla
con cola hasta la verola ; no la llevan ya mas que los oficiales del cuer-
po, pues la Caballería la usa de concha ancha calada , con puño forrado
de piel de lija , cubierto con la cola de la monterilla mas chata que la
de reglamento
Vaina de hierro, adaptada á su curva, como la de espada . .
Espada de caballería de linea.— modeio de 183i.— Hoja recta , dos
filos con tres mesas
Guarnición de gavilanes , monterilla sin cola , puño de madera for-
rado de piel , alambrado como la de oficial
Vaina de hierro : como la de oficial
Sable de caballería ligera.— hooelo de 1815 reformvdo ex 18i2.—
Hoja corva, dos tercios de lomo cuadrado en lo interior y vaceo en la
misma longitud, filo corrido en lo exterior, pero redondeando el plano
cu el último tercio para formar la punta dos filos
Sable de caballería ligera.— modelo de 1840.— Hoja como la ante-
rior en su forma , con solo las variaciones que se advierten en sus
dimensiones ....
Guarnición para los dos modelos anteriores.— De concha y gavilanes,
mas recogida en el de 1840, sin realce en la monterilla, puño de ma-
dera forrado de piel y alambrado. . .
Vainas de hierro , lo mismo , sin mas variación que adaptarse cada
una á la diferente curvatura y dimensiones de su hoja respectiva y
que el regatón va por dentro en el último. . . ,
Machete de artillería.— modelo de 1843.— Hoja alfanjada , ligera-
mente cerva, filo corrido en el exterior : lomo en lo interior excepto las
tres últimas pulgadas que en arco forman filo para sacar la punta. .
Guarnición de cruz , con puño labrado en escamas , de una sola
pieza.
Vaina de suela con juegos dorados.
Sables de oficiales generales.— Hoja corva alfanjada, lomo redondo
en los dos primeros tercios al interior, filo interior en el último en me-
sa : filo corrido al exterior , de una sola mesa ancha
No hay guarnición ni vaina.
Espada de oficiales generales . — Hoja de filo y medio, lomo redondo
dos mesas en la primera mitad , tres en la segunda
No hay tampoco guarnición ni vaina de esta clase
Sable de cazadores.— Hoja corva, plana de un filo corrido , lomó
cuadrado
Guarnición de metal , de una pieza con cruz cu aro , junquillo
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Vaina de suela con juegos de metal
Sable para granaderos.— modelo de 1818.— Hoja de la misma forma
que la anterior ... . . K
Guarnición como la de cazadores
Vaina id.
Lanzas para oficial de caballería.— modelo de 1842.— Hoja piramidal,
romboide, vaceada, sobre cubo de hierro, ceno truncado con aletas para
su sujeción. .
Regatón para id. cónico inverso , redondeado el cúspide, aletas en
la base para sujeción al asta, cuyo diámetro es 15 lineas. . . . .
Lanzas para tropa.— Hoja en la misma forma que la de oficial, pero
sin vaceos. . . .
Regatón como el de oficial , siendo su diámetro por la base 18 líneas
Espada de oficial de la guardia civil de infantería. —Hoja recta, filo
y tercio: dos tercios de lomo interior , redondo acanalado, con dos
inesas ligeramente vaceadas , escepto el último tercio que es de tres
30
Guarnición no la hay, solo se sabe que es dorada con escudo
Vaina : tampoco.
Espada de alabarderos.— modelo de 1848.— Hoja recta , lomo corrido
redondo en la parte interior , lo propio en el primer tercio del exterior,
filo de dos mesas . .
Guarnición de acero en forma de concha con cruz , grabada á los
cantos interior y exteriormente , con el escudo de armas reales en la
parte exterior. Puño de cordoncillo cincelado : un castillo y león en el
pomo.
Vaina de suela con juegos blancos grabados, lo mismo que la guar-
nición.
Sable de marina.— Hoja como la de granaderos de infantería con
solo la diferencia de tener la punta en lomo de anguila, es decir, á dos
mesas. ... ....
Guarnición de hierro, el puño fundido con cordoncillo , la concha de
chapa, remachado el todo sobre escudo de hierro dulce, pintado de negro.
Vaina de suela color de avellana con contera de latón, botón sin ¿ro-
ca! pura el cin turón.
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Por lo tocante á armas de fuego, Birmingham,
en Inglaterra , tiene celebridad por su fabrica-
ción de fusiles , y preciso es confesar que es el
únieopunto, enEuropa, que puede ofrecerlos de
seguida en mas gran numero y mas barato: á es-
ta fábrica es á la que las potencias acuden para
obtenerlos en gran cantidad en las mas urgentes
necesidades. Esta ciudad abastece de ellos al
mundo entero y á lodos los partidos que necesi-
tan de estas armas, las cuales son allí un artícu-
lo de comercio cómo cualquier otro. Hase cal-
culado que desde 1808 basta en 1814 inclusive,
la Inglaterra, durante las guerras de esta época,
ha esparcido 3.227,715 fusiles de munición en
Europa, no comprendidos los que han salido del
Reino-Unido de cuenta de los particulares.
San-Quinlin, en Francia, y Lieja,' en la Bélgi-
ca, son las ciudades que, después de Birmin-
gham , en Inglaterra , pueden ser consideradas
como talleres en donde se fabrican también ex-
celentes fusiles, que pueden entregar casi á tanta
baratura y en tan grande cantidad , cuando la
necesidad lo exije.
Respecto a España podemos decir que, además
de los cinco departamentos de artillería, en don-
de se construyen toda especie de armas de fuego,
y se hacen grandes recomposiciones, se fabrican
muchas armas en las provincias del norte en Ei-
bar y Placencia, gozando de singular predilec-
ción las salidas de los talleres de Vizcaya, tanto
por el excelente hierro que da el país, como pol-
la habilidad délos operarios.
En Placencia y en Eibar se fabrican armas de
fuego de toda clase y entre ellas fusiles de pistón
ó de percusión que tienen cañón de bombeta y
llave de guarda-fuegos , difiriendo en lo demás
Eoquísimo del de chispa modelo de 4836. Tam-
ien se fabrican armas de cañones damasquinos;
igualmente se construyen cañones estriados , que
se usan dedos clases, estriados ó rayados; con los
unos se emplean balas esféricas que entran forza-
das, y á los otros se les aplican balas tronco-có-
nicas* flojas, pero que se ensanchan á baquetazos
dentro del cañón hasta que ocupan los estrías, y
quedan oprimidas como las esféricas forzadas.
La fabrica de fusiles de Oviedo, que habia es-
ARM
lado por algunos años en decadencia , en la ac-
tualidad los trabajos van progresivamente en au-
mento.
En la fábrica de armas de fuego portátiles de
Sevilla , cerrada en la actualidad , y que quedó
constituida en 1835, cuando se hallaba todavía en
un estado naciente, por lo poco generalizado que
esta en dicha provincia el arte de la armería, po-
dían construirse cada mes bajo el sistema delabo-
res establecido, de 350 á 400 fusiles, si fuesen de
chispa , y de 2íi0 á 300 , si de pistón. Desde el
año 1835 á 1848 se construyeron en dicha fá-
brica :
Carabinas 30
Fusiles de percusión. . . 425
Fusiles, modelo 1826.. . 5.334
Fusiles, modelo 1836.. . 5.513
Mosquctones 3.428
Tercerolas 236
Total. . . 14.9S6
En las maestranzas de artillería de Barcelona,
Cartagena, Sevilla, Coruña y Segovia, y en las
plazas de Pamplona , S. Sebastian , Madrid y
Burgos se recomponen las armas de fuego portá-
tiles , y en el día se trasforma á los fusiles de
chispa en de percusión.
Las armas de caza se fabrican en varios pun-
tos, pero principalmente en Asturias y las Provin-
ABN H'ó
cías Vascongadas. Con la ultima guerra civil se
fiaralizó casi del todo la fabricación de armas de
uego que tenían lugar en Cataluña , en algunos
puntos, sobre todo en Bipoll.
Las armas blancas fabricadas en Inglaterra y
en Alemania gozan de grande reputación, aun en
Francia, por su buena calidad y la modicidad de
su precio. En Turquía y en Persia se fabrican so-
berbias armas blancas : las hojas o sables de Da-
masco gozan de mucha estima en todo el univer-
so, por la superioridad de su temple ; pero pare-
ce que hoy día los fabricantes de armas blancas
de Europa han conseguido sino aventajarlas, á lo
menos imitarlas períeclamente , sea por la cali-
dad, sea por el adamascado.
Las armas blancas fabricadas en España son
de buen temple y de excelente linura ; el apre-
cio que merecieron de los antiguos fué reconoci-
do por los Bomanos , quienes , convencidos de la
superioridad de las espadas españolas, muy luego
se armaron con ellas abandonando las usadas
hasta entonces. En la Beal Fábrica de Toledo es
en donde en particular se construyen toda espe-
cie de armas blancas , que gozan de grandísimo
crédito aun en los países extranjeros.
Los productos de la Beal fábrica de Toledo,
desde 1.° de enero de 1814 hasta 31 de diciem-
bre de 1849, son en total como se vén por el es-
tado siguiente:
Hojas forjadas. .
Ilojar amoldadas.
Hojas concluidas.
Armas montadas.
PRODUCTOS
PARA INFANTERÍA.
PRODUCTOS
PARA CABALLERÍA.
De
tropa.
91,108
"0,236
62,425
56,820
De
lanzas
20,250
20,250
20,250
Gastos.
Forja y conclusión de las hojas. . . .
Fundición, guarnición, vainas y monturas.
Sueldos no productivos y edificio. . . .
Total.
Rs. vn.
6.867.501
7.065,1-1
3.600,608
17. 533, 211
Mi.
En el comercio, las armas blancas se expiden,
por lo común, sin empuñaduras, en cajas de too
á200 hojas.
De todas las profesiones, las del armero y del
espadero, en materia de comercio, son las mas
embarazosas, las mas difíciles de ejercer, con-
formándose á las prescripciones legales. En Fran-
cia, el comercio de las armas de guerra está em-
barazado por prohibiciones, mientras que en In-
glaterra y en el reino de Bélgica goza de una
libertad ilimitada , lo que permite á los comer-
ciantes de estos países entregarse á especulacio-
nes que los comerciantes franceses no emprenden
sino con extrema timidez. En España, en tiempo
normal, es permitida la exportación de armas al
extranjero , siendo en la actualidad libre el co-
mercio de ellas en el interior de la península.
Si bien existen muchos fabricantes de armas de
fuego y de armas blancas en las principales ciu-
dades y en algunas villas de España, como hay fá-
bricas reales de armas de guerra, y por otra par-
te estas se construyen también en todas las maes-
tranzas de artillería, los armeros y espaderos casi
tan solo se ocupan de la fabricación de escopetas,
pistolas de bolsillo, espadas, floretes, dagas, puña-
les y otras armas para los cazadores, los viajadores
y las pacotillas que se destinan á las colonias.
AKXIC1, Armcv. Genero de plantas de la
familia de las corimbíferas , de la singcuesia po-
ligamia superflua de Linneo.
2ÍG ARN
Arnlea montana , vulgo Tabaco de
montaña (A mica montana, L.) . Planta vivaz,
que crece en las altas montañas del mediodía de
la Europa , y en las llanuras del norte de esta
región , en donde se han observado algunas va-
riedades en la anchura de sus hojas , la altura de
su tallo , etc. Parece que Tabernaemontanus ha
sido el primer autor que la ha señalado de una
manera precisa, en el siglo XVI.
De la raíz de es a planta salen muchas hojas
anchas, aovadas enteras, de entre las cuales
se eleva un tallo Ito de un pié , que lleva otras
hojas mas pequeñas, mellizas y opuestas, y ter-
minado por una í ella llor amarilla, radiada y
grande; frutos de vilanos plumosos, que están
encerrados en un cáliz ó involucro común doble.
Esta planta es amarga , acre y aromática.
Del árnica se usan las hojas , las flores y las
raíces ; las flores son en general preferidas y las
que comunmente se usan.
La flor es fácil de reconocer en sus semi-flós-
culos de un amarillo dorado y en las semillas ne-
gras coronadas de un vilano gris de lino que
siempre contiene; tienen un olor fuerte agradable,
y goza á un alto grado de la propiedad estornu-
tatoria, bastando para experimentar violentos
estornudos remover las flores con las manos,
lo que es debido á partes sedosas extremamente
linas que se introducen en las narices y las irri-
tan fuertemente.
Las flores de árnica se distinguen de flores á
corta diferencia semejantes, con las cuales á ve-
ces se las mezcla por ignorancia ó por fraude,
en el cáliz común, que es mas corto que los flós-
culos, y consiste enteramente en escamas en for-
ma de lanceta, situadas paralelamente y apreta-
das las unas contra las otras , de color verde
con manchas purpúreas; mientras que el cáliz de
las diversas especies de cnula, de que se forman
estas mezclas, está compuesto de escamas en for-
ma de espigones, encorvados en la extremidad y
cubiertos de pelos.
El Sr. Mercier , médico de Rochefort, pretende
que las larvas de ciertos insectos pueden alterar
las flores de árnica y volverlas nocivas, de suerte
que él prescribe elegir las que son de un hermoso
amarillo, bien sanas y de olor natural; pero , se-
gún una observación de los Sres. Chevallier y
Lasaígne , parece cierto que la flor de árnica
produce por sí misma vómitos y otros accidentes
atribuidos á las larvas de los insectos.
Estos mismos químicos han analizado la flor de
árnica, en la que han encontrado : una resina
que tiene el olor del árnica ; citisina ; ácido
agállico ; una materia colorante amarilla ; albú-
mina ; goma ; sales , tales como muriato , fosfato
y sulfato de potasa, y carbonato de cal; y un áto-
mo de sílice. De este análisis concluyen que el
poder vomitivo de estas flores debe atribuirse á
la citisina, y no á insectos que la hayan alte-
rado.
Según elSr. Pomier, las flores de árnica, cuan-
do se secan, están expuestas á ennegrecerse, y
entonces exhalan amoníaco, y adquieren el olor
ARN
del tabaco, lo que ha hecho llamar á la planta Ta~
baeode montaña, porque lashojasadquierenigual-
mente este olor. Parece que los aldeanos de los
Pirineos y de las altas montañas se sirven de éstas
en algunos casos para fumar , y podrían ser em-
pleadas por los médicos en ciertas alecciones de
la cabeza , etc.
La raíz que , después de la flor, es la parte
mas usada de la planta, seca tal como se encuen-
tra en las droguerías es del grueso de un cañón
de pluma, y fibrosa; al exterior es áspera y de un
color rojo moreno; al interior es de un blanco su-
cio; su sabor es acre y ligeramente amargo, y su
olor es fuerte.
El árnica es una planta activa y enérgica, cu-
íya administración requiere prudencia. En dema-
i siada dosis, produce ansias, náuseas, vértigos, car-
í diálgia, vómitos, temblores y hasta convulsiones.
Hahnemann dice que el vinagre es el antídoto de
estos accidentes. Las propiedades vomitivas del
árnica habían sido reconocidas desde los prime-
ros tiempos del uso de esta planta , y parece que
se empleaban sus raíces como la ipecacuana,
antes del descubrimiento de esta última sustan-
cia. Atendiendo á esta actividad del árnica, es
como ella debe ser empleada en terapéutica , á
menos que no se administre á dóses de tal
modo débiles que lleguen á ser insignificantes y
su uso nulo.
Ha sido preconizada en ciertos casos de disen-
tería y en ciertas calenturas pútridas ; hánse cita-
do muchos ejemplos no equívocos de supresión de
calenturas intermitentes, por la administración
de su cocimiento antes del acceso, propiedad
que ha valido á esta planta el renombre de Qui-
na de los pobres.
Administrada al interior , el árnica ha sido útil
en la cangrena , habiendo producido \ excelentes
resultados en las llagas de esta naturaleza los fo-
mentos con el cocimiento de este vegetal. Goza
de grande reputación, siendo de un uso casi popu-
lar, contra los golpes, las heridas, las contu-
siones , etc. , sobre todo en el norte de la Europa,
lo que la ha hecho llamar Panacea de las caídas,
por Meisner. Háse también creído que con ella
podían curarse la amaurosis, la catarata, etc. En
Rusia, el pueblo se sirve del infuso de esta planta
contra la nictalopia, que se dice se cura en el es-
pacio de cinco á seis dias. Las lociones con un
fuerte cocimiento de árnica en el que se haya di-
suelto sal común han sido empleadas contra la
sarna. Finalmente, esta planta ha sido preconizada
contra la gola , el reumatismo , la nefritis , la pa-
rálisis , etc. , etc. , en particular por los médicos
alemanes.
La dosis del árnica es de dos dracmas de flores
por un cuartillo de agua, tomada durante el día;
el infuso es preferible la cocimiento, según Ans-
kow. La de las raíces puede elevarse de cinco
á seis grano en polvo en las veinte y cuatro ho-
ras; si se da en cocimiento , la cantidad de éstas
es de dos dracmas, y es preciso que la ebullición
sea menos larga y nienos fuerte que para las flo-
res. Las hojas pueden ser empicadas á la dosis de
ARO
las raíces. Con las (lores se prepara un extracto,
que se da por dracmas.
ARO ó Y Alto. Arum. Género de plantas
3ue da su nombre «i una familia natural, las Aroi-
'"«, déla ginandria poliandria de Linneo. Las
especies que encierra son casi todas de tallos
herbáceos, ó forman sub-arbustos, y tienen hojas
anchas, á menudo asaetadas , sostenidas por
gruesos peciolos. Estas plantas son acres, á ve-
ces corrosivas; pero su raíz , carnuda , provista
de un zumo fechoso , contiene una fécula nutriti-
va , que es menester despojar de un principio vo-
látil peligroso con el que esta asociada; las hojas de
muchas especies se comen cocidas. Ventenat ha
separado del género Aro las especies cuya espata
es estaminífera en la cúspide, que tienen las ante-
ras en forma de pella , y las bayas de muchas se-
millas , para formar con ellas el gen jro Cálamo
[Caladium) . *
Aro arborescente [Arum arborescens, L.;
Caladium arborescens, Vent.). Este arbusto, de
tallos rectos y hojas en forma de saeta, que crece
en la América meridional , y que parece ser el
ArringalbadeVison, es de una grande acritud;
su raíz, muy gruesa , suministra una fécula ami-
lácea, y también pulverizada y tomada á la dosis
de 5 á 6 granos es drástica ; sus hojas sirven pa-
ra hacer cataplasmas resolutivas ; el cocimiento
de este vegetal en la orina es usado en el Brasil
en fomento contra los dolores articulares , en la
nefritis , etc. ; el zumo fresco de este aro es cáus-
tico, y , según Miller, se pone en los labios de
los Negros para castigarles cuando han cometido
alguna falta ; según el Sr. Perottet , los naturales
de la Guiana comen sus semillas , que conocen
bajo el nombre Moucou-Moucou.
Aro Arisaro (Arum Arisarum, L. ; Ari-
sarum ruinare, Kuntk). La raíz de esta pequeña
planta herbácea, vivaz, que crece en el medio-
día de la Europa , puede ser comida hervida, así
como la del Aro de Dioscórides (Arum Dioscori-
dis, Sibthorp) , que quizás no es sino una varie-
dad del Aro de Italia- [Arum italicum) .
Aro bicolor (Arum bicolor; Caladium bi-
color, Vent.). Los tubérculos de esta especie son
alimenticios y empleados en los mismos usos que
los del Aro comestible (Arum esculenlum , L.),
en el Brasil. Esta planta tiene las hojas radicales
asaetadas , de un hermoso rojo en el centro ; sus
flores son poco aparentes. Se cultiva en los jar-
dines.
Aro Colocasia (Arum Colocasia , L.).
Esta especie crece en el mediodía de la Europa,
en España, en Portugal , enCerdeña, en Candía,
etc. , y sobre todo en Egipto, en donde es cultivada
de tiempo inmemorial como alimenticia. Secóme
su raíz cocida en los potajes, y se dice que tiene
► el gusto de la patata; no parece que estas raices
tengan acritud como sucede á las de los vegetales
que han experimentado un largo cultivo. Tam-
bién se comen las hojas que son muy grandes,
cocidas como las de col. Esta planta se cultiva
on los lugares húmedos, y es llamada Edder por
los Árabes.
ARO 247
Conviene no confundir este aro con la Ni>ii i:v
Loto (Nymphcea Lotus, L.), que crece también en
Egipto en las aguas, cuyas raíces se comen igual-
mente , y son conocidas bajo el mismo nombre de
Colocasa , y las semillas con el de Habas de
Egipto.
Aro comestible (Arum esculenlum,],.;
Caladium eseulentum , Vent.). Esta planta es la
mas preciosa de todo el género , por el alimen-
to que suministra á un gran número de pueblos
de las comarcas calientes del globo , hasta en
las islas Canarias. En Yalon , lleva el nombre
de Taha ; en Taiti , el de Taro; y en el Brasil, el
de Taya ó Tayova.
Las raíces de esta especie son muy voluminosas
y parecidas á un grueso nabo, y cortadas trans-
versalmente producen un zumo lechoso ; sus hojas
son grandes, abroqueladas, aovadas, enterísimas,
y por su base escotadas; el fruto es una baya que
contiene semillas que raras veces maduran.
Esta planta crece en Grecia , en la isla de Chi-
pre , en Siria y en los lugares aguanosos de
Egipto. En el Cairo, sus raíces se venden en el
mercado; entran en el alimento délos pueblos
de la India y de la China ; en Asia , en África y
en la América, son estimadas como otra de las
mas harinosas y mejores. Se comen tostadas, co-
cidas en el agua , cocidas con carnes saladas, y
dan una consistencia gelatinosa al caldo. Sus hojas
se comen cocidas , y son llamadas Col cara'ibe,
aunque este nombre sea mas particularmente el
de Aro con hojas de saeta (Arum sagittwfolium,
L.).
Las flores de esta especie tan útil tienen el olor
cadavérico que se observa en muchas otras del
mismo género , y que admira encontrar en llores,
á tal punto que las moscas van á depositar en
ellas sus huevos, tomándolas por cerrónos.
También se ha usado este vegetal en medicina. -
con sus hojas frescas hanse hecho cataplasmas,
que son muy acres, para aplicar sobre las úlce-
ras sórdidas, en las hinchazones linfáticas , etc.
Aro contó Yedra (Arum hederaceum, L.)
Esta planta enredadera , de la América septentrio-
nal , se llama , entre los negros de las Antillas*
Yerba de ruin ; es muy deletérea.
Aro con. boj a de corazón (Arum cor-
difolium, Bory). Esta especie presenta un fenó-
meno interesante de fisiología vegetal : la propie-
dad que tiene esta planta de manifestar un calor
notable durante su fecundación ; nuestro Aro vul-
gar ofrece algo de semejante á un grado mucha
mas débil.
Aro con boja de ninifea (Arum nym-
pluva'folium; Caludium nympha,a,folium, Vent.).
En Malabar, se emplean las hojas de esta espe-
cie para envolver y confortar los niiemhros para-
litizados. Llámase alli , según Redio, Weli-Jla.
Aro con hoja de saeta, Col earaf-
be (Arum sagittwfolium, L.; Caladium sagitta'-
folium, Vent.). De esta especie, que crece en las
Antillas y en la América meridional , se comen las
raices, que se dicen desprovistas de acritud, aun-
que se observe en ellas un zumo blanco, lo (pie
248 ARO
puede proceder de su muy antiguo cultivo. Sus
hojas se comen en la sopa, como las de col , y la
espesan. En Cayena, se emplea su 7,umo contra la
mordedura de las serpientes. También se la llama
layova.
Aro con orejillas [Arum auritum.L.;
Caladium auritum, Vent.). Asegúrase que los
negros aplican el zumo de esta planta, que es le-
choso, y muy acre, á las heridas venenosas de
las serpientes, para anular su efecto. Díccse que
también se prescribe este zumo á pequeña dosis
en la anasarca, etc.
Aroconpelta [Arurnpeltalum, Laon.; Ca-
ladium, pe/íaíww, Yent.). De esta especie, que
crece en la India, se comen las raíces y las ho-
jas. Ha sido confundida equivocadamente con el
Aro Colocasia de Linneo por algún autor.
Aro Dragoncillo, vulgo Serpentina,
Serpentaria {Arum Vracunculus , I,.). Plan-
ta indígena que crece en los países calientes , y
que se cultiva en los jardines ele los curiosos. De
tallo de tres pies , mas grueso que el dedo pulgar,
derecho, cubierto de una corteza jaspeada ó man-
chada que figura la piel de una serpiente; sus
hojas son ramosas, con las hojuelas lanceoladas,
enterisímas y que igualan á la espala, mas
larga que el espádice ; la espata es muy grande,
blanquecina por defuera, de un rojo subido por
dentro, y el espádice es moreno; sus frutos son
pequeñas bayas que se ponen rojas cuando ma-
duran , y cada una contiene una ó dos semillas;
su raíz es de dos á cuatro pulgadas de diámetro,
carnuda, tuberosa, de color amarillento por de-
fuera, blanca por dentro, de un sabor acre , que-
mante, y contiene una fécula amilácea.
La raíz de esta planta tiene á corta diferencia
las mismas virtudes que la del aro vulgar, de la
que difiere , no obstante , en que es mucho me-
nos acre y menos activa ; en que su volumen es
mucho menos considerable; en que seca tiene
la forma de panes orbiculares, en la cara su-
perior de los cuales se observan aun vestigios
concéntricos de escamas foliáceas.
r Aro manchado , Aro vulgar, Aro
ó laro común {Arummaculatum, L.; Arum
vulgare,Lam.). Planta vivaz indígena, que crece
en ios bosques húmedos , en los vallados y para-
ges sombríos. La raíz está formada de un tubérculo
ovoideo del grueso de una castaña, guarnecido
de raicillas en el punto donde nacen los tallos, que
parten de diferentes puntos de la superficie, y
producen otros tubérculos que suceden al pri-
mero, el año siguiente. Estos tubérculos son ama-
rillos por defuera , de un blanco de almidón por
dentro, y de un sabor acre y cáustico. Las hojas
son todas radicales, largamente pecioladas, de
forma de alabarda, y enterísimas; estas hojas
son ya del todo v erdes , ya vetadas de blanco
ó de violeta subido, ó manchadas de negro. La
ílor está compuesta de una espata blanca, grande,
hermosa,|del centro de la cual se eleva un espádice
de color de púrpura, en forma de maza, desnudo
en su parte superior , cubierto de estambres en
el medio, y pistilífero inferiormente. Obsérvase !
ARO
también que este espádice se calienta de una ma-
nera muy sensible en el momento de la fecunda-
ción; fenómeno que igualmente tiene lugar en el
Aro de Italia {Arum italicum) , que es mayor en
todas sus partes que el aro vulgar , y cuyo espá-
dice es amarillo. Los frutos son bayas globulosas
reunidas en un racimo apretado , úniculares y po-
lispermas. .
La raíz de aro , tal como se encuentra en el co-
mercio, en general es ovoidea, como en el estado
reciente, del grueso de una avellana hasta al de
una pequeña nuez, mondada de su corteza, blan-
ca al interior, con algunos puntos amarillentos en
el exterior, y de olor casi nulo. Esta raiz,
cuando no es demasiado añeja, goza aun de una
acritud quemante, y sin embargo el principio
cáustico de la raíz de aro, del mismo modo que
el de las yucas y otros vegetales ala vez amilá-
ceos y venenosos, puede disminuirse por la tosta-
cion y la fermentación.
La raíz de aro , analizada , ha dado agua, go-
ma, un principio acre, soluble en el agua (lo que
hasta aquí se habia negado) , un ácido vegetal,
una materia azucarada no cristalizable, fécula y
leñoso.
El Sr. Dulong, farmacéutico de Astafort, ha
observado que el zumo que se extrae de la raíz de
esta planta, el cual enrojece un poco el papel de
tornasol, es menos ácreque ella, y que el precipi-
tado que posa no lo es del todo. Este precipitado
es fécula pura, muy abundante, que podría ser
empleada como alimento en tiempo de carestía,
tanto mas en cuanto este vegetal es muy común
en ciertos bosques húmedos. Así, se dice que los
Suecos hacen pan de esta raíz , que es viscosa
cuando fresca. Parece, según el mismo Sr. Du-
long, que el délil calor producido por la mani-
pulación necesaria para obtener este zumo , basta
para evaporar una parte del principio volátil.
La raíz de aro manchado, vomitiva cuando es
reciente , pierde igualmente su violencia secán-
dose, y es inerte en [completa desecación. Por
la tostacion, se obtendría todavía mucho mas fá-
cilmente este último resultado.
Las hojas de aro son mas activas que las raí-
ces, habiendo ejemplos de niños muertos por ha-
berlas comido, equivocándolas por hojas de ace-
dera. Frescas y contusas pueden servir como de
vejigante, levantan ampollas, etc. : secas, son
inertes por la evaporación de su principio acre.
Bulliard pretende que la planta, enriada y ma-
chacada, puede servir de jabón.
Al interior, el zumo de esta planta fresca es
venenoso; la raíz reciente ha hecho perecer per-
ros al cabo de 20 a 36 horas , causando la infla-
mación del canal digestivo.
Sin embargo , hase aconsejado el uso interior
del zumo de esta planta, contra ciertas cefalalgias;
pero como se administra la raíz en polvo, resul-
ta que es inerte, como lo es en todos los com-
puestos en que entra, y tomada en todas propor-
ciones; fresca, seria un purgante violento, y en-
tonces no podrian tomarse de ella mas alia de al-
gunos granos. Bcrgio aconseja coger esta raíz
ARO
cuando los frutos del aro son maduros, lo que so
reconoce en su color rojo; en esta época, si se
aplica un pedazo de ella sobre la lengua , parece
se la nica con millares de agujas, lo (pie dura mu-
chas ñoras , pero el ciento en rama mascado cal-
ma al instante este escocimiento violento. Con la
planta fresca se limpian á Veces las úlceras an-
imas. Dicese (pie la fécula de aro vulgar es em-
pleada en Italia para hacer desaparecer las pecas,
la\ándo«e la cara con su solución.
Aro Péeile (A rum poecile , Schott. ; Cala-
dium poecile, Vent.). Sus tubérculos, según Mar-
tius, son alimenticios.
Aro puntiagudo I Arum mucronatum,
Lam.). Esta especie, originaria de la India, es
una de las Tajoba de Pisón , y se cultiva en la
América meridional como alimenticia.
Aro de raíz larga (Arum macrorrhison,
L.). Planta dé las Molucas, de las islas del mar
del Sod, comestible en Taíti, en donde lleva
también el nombre de Taro. De ella se comen las
raíces , (pie son muy gruesas , después de haber-
las hecho tostar paral volatilizar su principio ve-
nenoso. En la India, se prepara con estas raices
y aceite de sésamo un linimento, de que los prác-
ticos del pais prescriben hacer fricciones para
curar las calenturas intermitentes.
Aro Seguine {Arum Seguinum', L.; Cala-
(lium Seyuininn, Vent.). Esta especie es quizás la
mas venenosa del género. Crece en las Antillas,
etc. ; forma una especie de árbol de 5 á 6 pies de
alto, parecido en algo á un banano; su flor
tiene un olor repugnante. Su zumo es tan cáusti-
co quedosdracmas pueden envenenar causando
la inflamación de las entrañas; forma en el lienzo
manchas indelebles.
Aro «le tres Hojuelas {Arum tñplnjllum,
L.). Planta de los Estados-Unidos, en la Virginia
y el Brasil, que tiene todas sus partes acres, lo que
deben á un principio volátil, inflamable, y abun-
dante, puesto que se puede obtener una parte de
él en el estado gaseoso , pero es insoluble en el
agua , el aceite y el alcohol. La raíz fresca tiene
una grande violencia, que pierde al secarse,
hervida en leche, cuando seca, le comunica to-
davía una ligera acritud , que ha sido útil en la
consunción , y el uso de este medio , largo tiem-
po continuado , ha sido preconizado por el doctor
Meare ; si se hace evaporar la leche en consis-
tencia de ungüento, pue<!e emplearse para curar
la tina, los herpes, etc. Hase recomendado tam-
bién el uso de esta raíz seca en el catarro crónico,
el asma húmedo, la coqueluche, el crup, etc.
Aro violáceo {Arum violaceum, Desf.,
Caladium violuceum , Vent.). Sus raices son nu-
tritivas.
Algunas de estas especies de aro y otr.
cultivadas en los jardines, entre ellascl Ano tr \-
i;\M(>svs {Arum muscivorum , L.l, cuya flor des-
pide un olor cadavérico que atrae las moscas;
Í)ero está guarnecida en el interior de largos pe-
as que estos insectos irritan con su presencia , y
le\ amándose y entrecruzándose, las retienen pri-
sioneras > allí perecen.
32
A1U) á49
AKOMA. Principio odorífero de los cuerpos
y sobre todo de los vegetales, llamado primen»
Espíritu rector por lloerhave. En \erdad no hay
principioque pueda ser considerado como la causa
esencial del olor. La aroma es ya el cuerpo odorí-
fero mismo reducido á vapor, ya la parlo mas
volátil de este cuerpo: así es que el alcanfor es
todo aroma ; las plantas tienen por aroma aceites
esenciales , y loman el nombre de aromas y la ca-
lificación ilearomáticas [\ . Aromas) .\L\Sr". llobi-
quet ha establecido, como lo habia presentido el
Sr. Yauquelin, que, para ciertas materias, como
el almizcle y el tabaco, el olor no es debido á la
volatilización del cuerpo mismo , sino á una com-
binación de una sustancia inodora por sí mi-ma
con el amoníaco ; dicho químico piensa que el
olor del aceite de las cruciferas depende quizás
de un modo particular de combinación del azufre
que hace parle de ellas.
A HOVI AllIVimOV , Aromadendron.
Género de la familia de las magnoliáceas, déla
poliandria de Linneo , cuya única especie , Aro-
madendron elegantk (Áromadeudron ehejans,
Blurae), que crece en Java, tiene hojas que son
usadas en cocimiento contra los accidentes histé-
ricos.
ARO!9f AS. Sustancias de un olor suave,
agradable y penetanle suministradas por algunos
animales y un gran número de vegetales. Casi to-
das las aromas deben sus propiedades distintivas
á un aceite volátil ó á una materia bálsamo-resi-
nosa que contienen enmayorómenorproporcion.
Se obsena que todas las partes de las plantas
suministran un principio aromático, pero que á
veces está concentrado en un órgano muy peque-
ño, como sucede en los pistilos del azafrán , la
linica parte aromática de este vegetal. En ciertas
familias reside en las raíces; en otras son las
hojas las que lo contienen; lo mas común es en-
contrar la aroma muy pronunciada en las flores ó
los frutos, y á veces también todas las partes de
la planta están impregnada de ella.
El olor reside por lo común en lo que se llama
Aceite esencial, queá veces se percibe á la sim-
ple vista en glándulas, como en las auranciáceas,
en las rutáceas, en las mirtáceas, etc.; otras
^eces, el principio oloroso no es e\idente, pero
puede separarse por medio de operaciones quí-
micas; en muchos casos, es tan fugaz que laso-
la desecación del vegetal lo disipa ; en fin, á ve-
ces, al contrario, es tan persistente une aromatiza
por largo tiempo, por mas que se haga, los lu-
gares en que se exponen los vegetales que lo
contienen] tal es el Meliloto cerúleo, Meliloto
halsamero {Melilotvs coerulea , Lam.) y el Al-
manta Mf.yon, Méu [Athamanta M(um'} L.).
Los olores están con frecuencia asociados, en
las plantas, con otro? principios, tales como las
resinas, las gomas, el extractivo, la fécula, etc .
etc. Hay olores que se encuentran en un gran nu-
mero de vegetales, y otros que son propios de
uno solo. Los primeros pueden ser llamados olo-
res madres . tales son los de ajo , de anís, de
almizcle, de vainillante. , etc.
TOMO I.
2oO ARO
Las aromas constituyen una parte muy impor-
tante del comercio de los droguistas y de los es-
{ tederos: las unas proceden del Oriente y de las
ndias, y las otras de diversas partes de la Europa.
En general , las principales aromas pueden di-
vidirse en :
Aromas raíces: la galanga, el gengibre, la
zodoaria . el cálamo aromático, el acoro, el lirio
de Florencia , etc.
Aromas leños : el leño de aloes, el leño de Ro-
bles , el de sándalo cetrino y el de sasafrás, etc.
Aromas cortezas : la canela, la casia lignea, el
macis, la naranja y el limón , etc.
Aromas yerbas ú hojas: la salvia, el tomillo,
€l romero , despliego , el almaraduj , el oréga-
no, la calaminta, el serpol , la ajedrea, el po-
leo , el hisopo, la albahaca, la yerbabuena, el
torongil cidrado, etc.
Aromas flores: las de cantueso, de romero, de
rosas, de clavel, de azafrán, de salvia, etc.
Aromas frutos y semillas: el clavo de especia,
la nuez noscada, la pimienta, el cardamomo, las
cubebas, el cilantro, el comino, el anís, el hinojo,
las bayas de laurel , etc.
Aromas gomas ó resinas: el estoraque calami-
ta, el benjuí, la mirra, el incienso, la almáciga,
el galbano , el bálsamo de la Meca, el alcanfor,
el bálsamo del Perú, el ámbar gris, el almizcle,
etc.
Las sustancias aromáticas son excitantes, tó-
nicas y fortificantes; reaniman la acción de las
partes , aceleran la circulación , dan mas activi-
dad á los órganos de los sentidos, á los de la ge-
neración, etc. De aquí las propiedades carmina-
tivas, cordiales , afrodisiacas, antiespasmódicas,
etc., que se las han concedido.
Lasaromas son muy usadas como condimentos,
para realzar el sabor de los manjares, facilitar
su digestión por la excitación que procuran en
el estómago ; y así es que ocupan el primer lugar
entre los estomáticos, propiedad cuya aplicación,
para ser útil, exije ciertas condiciones de esta
viscera, como estar libre de toda irritación, y
sobre todo de toda inflamación.
En los climas calientes , parece que el uso de
las aromas es indispensable para reparar las
fuerzas que agota el calor excesivo del clima por
los sudores que provoca, y restablecer el estado
de languidez en que esta diaforesis pone á todos
los órganos, particularmente á los de la diges-
tión. Igualmente hay precisión de añadir á las
aromas excitantes irritantes, tales como el betel,
Jos pimientos, la cal viva, etc. , etc. , que serian
.nocivos en nuestras comarcas frias ó templadas,
en las que las aromas de la India deben ya tomar-
se con mucha moderación para no causar infla-
mación ó á lo menos excitación insólita.
AROS , A bar eos ó Cercos de euba.
Ligaduras de madera que sirven para atar los
toneles , las pipas, las cubas, etc. Se hacen de
abedul y de toda madera plegadiza : los mas es-
timados son los de castaño , ya por ser fáciles á
doblarse, ya por resistir mucho a la humedad de
las bodegas. Por lo regular se toman los retoños
ARO
del árbol para hacer los aros destinados á este
uso, pero como esta madera no está formada, na-
na extraño es que se echen á perder semejantes
aros á causa de su carcoma. La mejor madera
para este uso es el roble, cuyos aros son fuertes,
largos y de duración. Los aros se venden al cien-
to, á la gruesa y á la docena.
A íi U W 84 - TIIB A . Arrak-tuba.
Especie de alcohol obtenido del vino (savia fer-
mentada) de palmero en la India, y sobre todo en
Java, en las Filipinas, etc.
Este alcohol sirve para los mismos usos que
el de vino en Europa : los bramas no lo beben,
según sus ritos , y hasta lo tienen tanta aversión
que lo llaman Parriah-Arrak. El arrack se des-
tila sobre diferentes sustancias cuyas propieda-
des toma : destilado sobre cáñamo , produce
una embriaguez llena de sueños agradables;
sobre la corteza de la Acacia be Arabia (Acacia
arábica, L. ), es astringente, y es una de sus pre-
paraciones medicinales mas usadas; si se le des-
tila sobre la nuez vómica , se trasforma en ve-
neno. Por lo común, se le hacen infundir flores
del Basia mantecoso (Bassia batyracea Roxb.),
para aromatizarlo, y hacerle mas agradable, lle-
vando entonces el nombre de Arrack-Mahwah.
AKliO£*£. Llámase así al mosto cocido al
fuego hasta que toma la consistencia de miel ó
jarabe. En farmacia, lleva también el nombre de
Arrope ó Rob el zumo de moras, de bayas de
saúco y de otras frutas semejantes, mezclado con
miel ó azúcar y cocido hasta que toma consisten-
cia de jarabe. En Estremadura, se llama Arrope
al almíbar que se hace de miel cocida y espuma-
da. En Cataluña, toma también el nombre de Ar-
rope el mosto cocido al fuego con algunas frutas,
como camuesas, higos, calabaza, sandía y otras,
hasta que toma consistencia de miel ó de jarabe
muy espeso.
AKKOW-BOOT. Nombre inglés dado
colectivamente á la fécula procedente de la raíz
de muchas plantas monocotiledones , como se lla-
ma Sagú á la que se extrae de la médula de los
palmeros.
El arrow-root se extrae de las raices tuberosas
del Maranta de la India \Maranta indica, Tus-
sac) , y de las del Maranta como caña [Maranta
arundínacea, L.) , que se cultivan en la India y
en las Antillas para este objeto. Esta última plan-
la es llamada Yerba de las flechas, Arrow en in-
glés , porque los naturales del país aplican esta
raíz machacada sobre sus heridas, de donde vie-
ne el nombre de A rrow-root. En Trav ancora, en la
India, se extrae también esta sustancia de la
Cúrcuma de hojas angostas (Üurcuma angustifo-
gña, Roxb.) , de superior calidad, según se ase-
gura, á la que procede del Maranta. En Taiti, se
extrae de la raíz tuberosa del Taca pinatifidv
( Taoca pinnalifida , L.) , déla familia de las aroi-
deas , que los Ingleses prefieren también al del
Maranta, y exijen en tributo cierta cantidad á
los insulanos.
La fécula que se obtiene de las plantas de los
géneros Aro v Caladio es la que mas se áseme-
ARIl -
ja al arrow-root. Según Martius, las raíces de
nuestra Sagitauia con hojas ds basta [Sagitta-
ria sagino? folia, L.) dan una fécula que no puede
distinguirse del arrow-root. La que se obtiene de
la avena es bastante parecida, según el señor
Chevallier, al arrow-root, al que reemplaza á
satisfacción de ciertas personas.
El arrow-root es una fécula mas fina, menos as-
pera al tacto y menos blanca que el almidón, pero
mas compacta" y mas pesada que él, y que está for-
mada de granos trasparentes y nacarados, sin sa-
bor. Se prepara rallando las raices del Maranta
en el agua, y separando la fécula que se lava mu-
chas veces. Obtiéneseun poco menos del cuarto en
peso de la raíz empleada ; esta fécula se prepara
en el momento en que las hojas de la planta em-
piezan á secarse. La que se obtiene de la Taca
es muy blanca y untuosa al tacto. En el comer-
cio se prefiere el arrow-root de la Jamaica , aun-
que el de la Martinica no le ceda en calidad.
Si bien hay la mas grande analogía respecto á
las propiedades químicas y alimenticias entre to-
das las féculas, estas presentan diferencias en su
configuración exterior, en su cristalización, si así
puede expresarse, y sobre todo en el microsco-
pio, ofreciendo todas diferencia en el sabor , que
saben apreciar las personas habituadas á usarlas.
El arrow-root se distingue de las féculas de trigo
y de patatas , porque metiendo diez granos del
primero, según el Sr. Pfaf, en dos onzas de agua,
no se tiene sino un liquido ligeramente mucilagi-
noso, mientras que con las otras dos se tiene un
engrudo espeso. Según el Sr. Bentzen, al contra-
rio, cuando la fécula es pura da el doble de mucí-
lago que el almidón ; cuando está alterada con ha-
rinas de yuca, etc., da menos, mezcla que proba-
blemente" habia tenido lugar en el arrow-root ex-
perimentado por Pfaf. El de Puerto -Rico se halla
casi siempre en este caso , mientras que el de las
islas inglesas y danesas es puro. Según el Sr. Gui-
bourt, observado el arrow-root en el microscopio,
se vé que sus granos son traslúcidos y mas pe-
queños que los del almidón de patata, aunque su
forma y su volumen sean también variables.
Según el señor Benzon, el arrow-root contiene
harina, parenquina, materia albuminosa, álcali,
aceite elerado y agua. Este químico ha calculado
que. la raíz da 33 por 100 de una harina uu-
ii iü\apura, que dobe tener la preferencia sobre
todas la» demás raíces conocidas. •
El arrow-root tiene la propiedad de todas las
féculas; es nutritivo y corroborante, sobre todo
para las personas delicadas, débiles, y extenua-
das; el (pie se extrae de la Taca es muy saluda-
ble para los convalecientes déla disentería, tan
frecuentemente contraída en los largos viajes ma-
rítimos. Aconséjase el arrow-root á los tísicos,
y á las personas que tienen el estómago débil.
El señor Merat piensa que la fécula de patatas
es superior al arrow-root, no solo porque jamás
esta alterada, es mas fresca \ mas barata, si que
también es mas fácil de digerir, de un sabor mas
agradable y se une mejor á los líquidos con los
cuales se la" asocia para hacer potajes , etc. Los
.Mili 251
médicos de Londres lo prescriben á sus enfermos
en los casos en que ellos empleaban el sagú y
el salep.
En 1849, se recibieron en esta ciudad proce-
dentes del extranjero 49 libras de arrow-root,
valor de 343 rs. vn.
ARROZ, Ouvza. Género de plantas déla
familia de las gramíneas , y de la hexandria ino-
noginia de Linneo , que solo contiene una especie.
Arroz cultivado (Oryza sativa, L.).
Linneo cree que esta planta es originaria de la
India, pero otros pretenden que lo es de la Etio-
pia v que de tiempo inmemorial era cultivada en
la China; habiendo sido después introducida en
Egipto, y en seguida en la Grecia. Teofrasto di-
ce que en su tiempo el arroz era muy raro, por-
que hacia pocos años que habia sido traído de
las Indias , y añade que su uso le probaba tanto
que hubiese dado la sal de Alica por un arroz con
leche de Asia. Finalmente , propagóse su cultivo
en África , en América y en Europa en los luga-
res calientes ó templados.
Propagado el arroz en todas las regiones inter-
tropicales de ambos mundos , y mas allá puesto
que se cultiva en Europa , puede casi afirmarse
que las tres cuartas partes de los pueblos cono-
cidos se alimentan de este cereal, siendo de to-
das las plantas la mas preciosa para el género
humano, aunque se la compare con el trigo. No
obstante , exigiendo esta planta, para su vegeta-
ción, lugares acuáticos ó que puedan hacerse ta-
les por medio de abundantes riegos, su cultivo
es siempre insaluble, en razón de las emanacio-
nes pantanosas , y en consecuencia deletéreas
á que dá origen, observándose que las personas
á él dedicadas se presentan descoloridas y abo-
tagadas, son débiles, escorbúticas, etc., y se
dice que viven poco. De ahí es que los gobiernos
de los países civilizados, deseando conservar la
salud de sus subditos , preservándoles de las ca-
lenturas intermitentes , perniciosas, etc., tan fre-
cuentes en las cercanías délos arrozales, han limi-
tadoel establecimiento de éstos á ciertas distancias
de las grandes poblaciones. En la India, en la Chi-
na, y también en Egipto, sin embargo, los arrozales
no exalan ningún vapor dañino, lo que depende
de su posición y de la manera de dirigir su cul-
tivo , por medio de agua corriente, que puede
renovarse con frecuencia. La España y la India
son los únicos puntos de Europa en que aun se
cultiva el arroz de regadío, si bien entre noso-
tros empieza ya á ensayarse el cultivo de la va-
riedad arroz de secano , que se halla introdu-
cido en muchos otros puntos y ipie no requiere
sino riegos regulares y no presenta los inconve-
nientes del anterior.
El arroz es un cereal cuyo tallo se eleva de 3 ó
4 pies ; sus hojas son largas semejantes á las de
los trigos]; sus flores, compuestas de una gluma
de dos ventallas, en espigas en la sumidad del
tallo; semillas blancas, exteriormente parecidas
á las de la cebada, encerradas en una capsulacs-
triaday terminada por una barba.
Esta planta está sujeta a una enfermedad re-
m Aita
oientemenle observada y poco conocida, la Bruso-
na, que ejerce grandes estragos en los arrozales
de las colonias, destruyendo a veces súbitamente
campos enteros.
Según los países y el calor que en ellos hace,
el arroz tarda de cuatro á seis meses en llegar
á su perfecto desarrollo , en cuyo estado se siega
como el trigo, se pone en pequeñas baces , se íc
deja secar , y por puñados sa le golpea con la
mano, sobre el suelo; en seguida, en un morte-
ro de madera , se contunde la semilla para qui-
tarle la cubierta , que la envuelve , que es bas-
tante tenaz; para conseguir este objeto también
se ecba mano de un molino , y en el Japón se pa-
talea fuertemente el grano. Entonces la semilla es
blanca, oblonga, semitrasparenfe, dura y propia
para ser empleada: en los buenos años, si se han
cultivado escogidas variedades, el arroz produce
50 por uno, y en muchas comarcas del Japón y de
las Indias orientales se obtienen dos cosechas por
año.
Si bien no se conoce mas de una sola especie
de este género, sin embargo ofrece muchas va-
riedades que se distinguen por la forma de la
semilla. Estas variedades, admitidas como espe-
cies por ciertos autores, son cultivadas en los
climas calientes del globo; del reino de Valencia
se remitieron á la exposición de Londres, en I x;> I ,
Arroz común [Oryza saliva communis ) , Arroz
?.;oscado [Oryza rubra) , Arroz largo [Oryza
cbnqata), y Arroz hermoso (Oryza pulcherima).
La semilla de esta planta, que también lleva
el nombre de A rroz , tiene la ligura de un pe-
queño grano prolongado , á veces algo redon-
deado, trasparetne,ú opaco, de un blanco caído,
y también amarillento , de sabor harinoso, é ino-
doro.
A Europa liega una gran cantidad de arroz del
Levante, del Egipto, y de las Indias orientales,
y sobre todo de Bengala , que en general es de
calidad mediana; el de Madagascar y de Java
es también muy inferior , en términos que los
buques lo cargan como á lastre , atendido su es-
casísimo valor , insuficiente para pagar los gas-
tos de tan largo trasporte.
Arroz de los Estados-Unidos. El mejor arroz
que se importa en Europa es el de los Estados-
Unidos de la América del norte , principalmente
el de la Carolina , que es muy estimado , y se
vende á un precio mas subido que el del Indostan
y otros paises del Oriente.
Arroz de la Carolina. Grano de un blanco
caído y á veces helado , trasparente , anguloso,
prolongado, sin olor y de sabor harinoso franco.
Obsérvanse en él algunos granos surcados longi-
tudinalmente por pequeños filamentos rojos , y
otros todavía ocultos en su cubierta. Embalaje:
cajones y medios cajones.
Arroz de Savanach. Tan solo difiere del de la
Carolina en que el grano es mas .pequeño , mas
cuadrado, y de un tinte blanco rojizo. Embalaje:
cajones y medios cajones.
Arroz de la India. Es pequeño, prolongado,
de color blanco caido , con frecuencia amarillen-
ARR
to, sin trasparencia , y de sabor dulce y fresco;
los granos raras veces son enteros. Embalaje:
sacos de tela doble, de pesos irregulares.
Arroz de Europa. El arroz apenas es cultiva-
do en Europa á no ser bajo la temperatura tem-
plada del clima délos olivos, en el sud déla
grande cordillera de los Alpes y de la de los Pi-
rineos. La España y el Piamonte son las comar-
cas europeas en donde el cultivo del arroz es mas
productivo.
Arroz de España. Es largo, angulado , blanco,
trasparente , de sabor harinoso , y sin olor , y el
mas apreciado de todos. Su cultivo tiene lugar en
Valencia, ribera alta y ribera baja: Valencia,
Cubera y Sueca son los puntos en donde el co-
mercio hace las compras de este grano ; el de
Valencia es el de primera clase, y el de los otros
puntos es de calidad mas inferior. En estos países
de producción se vende por barcillas, y cada saco,
que es del modo como se expide embalado , con-
tiene 7 barcillas, que equivalen á unos dos quinta-
les castellanos, i
En el comercio, se distingue en Arroz florete de
cuatro pasadas , Arroz bueno de tres pasadas,
Arroz mediano bueno de tres pasadas, Arroz
mediano regular de tres pasadas , Arroz de dos
pasadas bueno , y Arroz de dos pasadas bajo.
El arroz se vende á peso, y en Barcelona se
acostumbra abonar una libra por saco pesado en
balanza ó peso de cruz.
La producion de arroz en cascara, en Espa-
ña, se valúa á unos 200,000 cahíces , término
medio. En otro tiempo se cultivaba bastante ar-
roz en Cataluña en el Ampurdan, pero al pre-
sente su cosecha es insignificante.
Según la Balanza mercantil de la I. Junta de
Comercio, en 1849, se importaron en Barcelona
403,945 arrobas de arroz , valor de 7.674.955 rs.
vn. La exportación fué á diferentes puntos del
reino 4,500 arrobas , valor de 85,500 rs. vn. , y
á las" provincias de Ultramar, 72,394 arrobas, va-
lor de 1.375,468 rs. vn. La cantidad que se ex-
porta á nuestras colonias depende de los arribos
de este grano procedente del extranjero en di-
chos puntos. Según la Dirección general de Adua-
nas y Aranceles, en 1850, la exportación de
arroz fué de 13.174 arrobas á la Argelia, 7.487
id., áGibraltar,y 3.218 id. á otros puntos del
extranjero : Total 23.879 arrobas.
Arroz del ¡Hamonte. En granos de un blanco
gris, sin trasparencia , mas cortos, mas redon-
deados y mas gruesos que los de las demás es-
pecies, y cargado de un pequeño grano semejan-
te al mijo. Embalaje : el arroz del Piamonte pro-
piamente dicho llega en balones largos de tela
fuerte, del peso de 206 libras; el que viene del
litoral , llamado Rivera de Genova, está en balo-
nes cuadrados de tela fina de algodón, que pe-
san 217 libras. -
El arroz es susceptible de ser devorado por la
larva de una polilla y por un coleóptero del ge-
nero Bruco ; no obstante se conserva mejor que
el trigo , y bajo este punto de vista es mucho
mas ventajoso para los largos viajes, sobre todo
AKR
por que no hay necesidad de reducirlo á harina,
y no presenta* salvado, y basta una ligera coc-
ción para poderlo comer al momento.
El arroz debe escogerse nuevo, blanco, grana-
do, limpio, seco y que no huela á tierra ni á moho.
Él análisis químico, según Vauquelin , mani-
fiesta que esta semilla es esencialmente amilácea,
y que apenas contiene vestigios de gluten, de tos-
íalo de cal y de materia azucarada, de lo que se
deduce que es muy diferente del trigo. El Sr. Yo-
gel ha encontradoen ella: fécula, 96 (ningún ce-
real contiene tanta) ; azúcar, \ ; albúmina, 0,20;
aceite craso, 1,50; pérdida 1,30. Según el Sr.
Bracounot, contiene agua, 5; almidón, 85,07; pa-
renquina, 4,80; materia animalizada, 3, 60; azú-
car incristalizable, 0,29 ; materia gomosa, \,7\;
aceite, 0,f3; fosfato decaí, 0,40.
Parmentier analizó el arroz comparativamente
con los demás granos de la familia de las gramí-
neas , y reconoció que si bien se reduce á harina
que tiene la blancura del almidón , no ofrece la
tenacidad , el cri ni el tacto de esta sustancia.
Echado al fuego, este grano peterréa, se inflama,
y deja por residuo un carbón ligero. Desleída eu
agua fría , la harina de arroz se precipita al cabo
de cierto tiempo, sin que se disuelva hasta que
el fluido está calentado al grado de la ebullición,
obteniéndose entonces una jalea menos traspa-
rente que la del almidón. La pasta de harina de
arroz malaxada por algún tiempo se contrae fá-
cilmente y .puede vaciarse como el yeso. Parmen-
tier colocó el arroz entre el almidón y la goma,
de cuyas propiedades participa , distinguiéndose
de estas sustancias tan solo por algunas ligeras
diferencias : parece, añade dicho químico , que
si los pueblos entre los cuales el arroz hace vi-
ces de pan, no lo aproximasen á la naturaleza de
este alimento , limitándose no mas que abrirlo,
este grano tan interesante solo produciría los efec-
tos de una papilla que sacia pero que alimenta
poco.
La composición del arroz , en la que no se en-
cuentra gluten, explica porque no puede hacerse
verdadero pan con la harina de este cereal ; lo
que par otra parte es una ventaja demás, puesto
que , para emplearlo en la alimentación, se ahor
ran gastos. Un vaso de tierra y un poco de lum-
bre bastan al Indio para cocer su arroz, que él
come muy diestramente con sus dedos.
Aunque los Indos cultiven mucho trigo de ex-
celente calidad, dan la preferencia al arroz, por-
que ellos no necesitan de mucho alimento , y esla
gramínea atempera el calor de la sangre en aque-
llos ardientes climas. Entre ellos la primera va-
riedad de arroz, que principalmente es cultivada
en Bengala, lleva el nombre de Binafouli ; coci-
da , exhala un olor agradable de ámbar , es la
mas sabrosa y también la mas nutritiva. El Cham-
ba y el (¡oundeli son dos variedades de arroz sin
barba. La variedad Cacha, reducida á fécula,
sirve para la confección de las cremas, y de una
especie de torta muy delicada, llamada A pe, y
también para hacer sémola,- fideos y pastas. Los
Indos preparan el arroz de diferentes maneras ¡
ARR á.i3
el Neli ó resou que se tosta, se abre y se despega
de la gluma por la acción del fuego, y entonces
los granos se hinchan y forman flores blancas
por dentro y rojizas por encima; este arroz pasa
á ser tan ligero como la flor de jazmín cuyononi-
bre recibe en lengua indiana, que es Pbri. Asi
preparado, es un alimento muy ligero, se da co-
mo juguete á los niños, y se administra á los en-
fermos disentéricos. El Kicheri no es otra cosa
que arroz cocido con lentejas ó habichuelas, ali-
mento que seria precioso para los ejércitos. El
arroz avele es neli ó resou cocida en muy poca
agua. El agua de arroz muy espesa la emplean
como atemperante y nutritiva, sobre todo cuando
la beben fresca.
Eu China se hace tanto aprecio del arroz que la
salutación en uso entre las gentes del pueblo de
ciertas provincias meridionales se espresa por
estas palabras: ¿Habéis comido arroz? Los Chi-
nos hacen cocer el arroz al vapor en coberteras
taladradas como espumaderas: este vapor lo pe-
netra y lo reblandece sin abrirlo. En la provincia
de Kiam-Si hay una ciudad que goza de mucha
nombradla por la calidad de arroz llamado Grano
de plata, que se reserva para la mesa del empe-
rador , gozando también el vino de arroz que en
ella se fabrica de gran reputación en este impe-
rio. En la provincia de Chane-Si, se hace también
con el arroz una especie de vino, llamado Yan-
tsieou, es decir vino de carnero, bebida alco-
hólica , emborrachadora y muy buscada de los
Chinos.
En el reino de Siam hay una especie de arroz,
trasparente y muy uno, que no se emplea sino
en las fiestas": se hace cocer con una gallina, ó
tocino fresco ; es de un blanco de nieve, mas li-
gero (pie el otro, y por consiguiente de mas fá-
cil digestión. También en estos pueblos hacen
con arroz una especie de.lideos , que comen con
pescado ó con azúcar.
Los Indios comen el arroz frió porque pretenden
que caliente daña á los nervios y á los ojos. Lin-
neo dice que frió es preferible a todos los demás
harinosos sin exceptuar el trigo, y, si se ha de
creer á Lister, ningún alimento sacia y hace re-
sistir el hambre por mas largo tiempo" que éste:
pero, según Aulagnier, esto no es exacto, porque
cuando se hacia la distribución de arroz álos
soldados franceses, en falta de otros alimentos,
era preciso dárselo muchas veces al dia.
En Bengala, en la costa de Malabar y de Sura-
ta , los marineros indianos preparan con este
grano manjares que ellos llaman Átrols, y que
comen en vez de galleta.
Los antiguos colocaban a este grano en el nu-
mero de los alimentos ligeros y de fácil digestión.
La papilla ó la crema de arroz fué el alimento de
los Romanos al principio de su monarquía. En
las ofrendas prescritas por Numa , se daba la
preferencia á las tortas de arroz. «Si teniendo las
«manos puras, dice Horacio, os acercáis á los
«altares, no hay víctima mas eficaz para apla-
ca ar a los dioses irritados que una ofrenda de ar-
«iüz sazonado con un poco de sal.» Pero para
854 AttR
ser digno de la magostad de los dioses, este
grano debia estar mondado.
Casi el único alimento de la mayor parte de
los Orientales es el arroz cocido ligeramente
por lo común en el agua, y al que se añade á
veces algunas aromas ó condimentos para disi-
mular su desabor. Estos pueblos sobrios se con-
tentan con este cereal , beben agua y no conocen
esa multiplicidad de alimentos animales , prepa-
rados con grandes gastos , y que son para los
Europeos el origen de numerosas enfermedades.
Entre nosotros , el arroz es un alimento acce-
sorio : con él se preparan potajes, papillas, cre-
mas, jaleas, tortas, etc., asociándole con agua,
leche, caldo, azúcar , aromas, etc. ; se hace co-
cer con carne , con pescado, etc.,y por último se
usa de diferentes maneras.
El arroz es un alimento sano y de fácil diges-
tión, útil á los jóvenes, y á las personas sujetas
á hemorragias y diarreas, pero en general no lo
es á los flegmaticos y pituitosos, siendo así que
conviene á los estómagos delicados , sobre todo
en la convalescencia de las enfermedades infla-
matorias con irritación , cuando muy cocido y da-
do claro.
Según el axioma Albus densa , cutis laxa, ha-
se dicho que el arroz estreñía el vientre y que
obraba sobre la piel: el Sr. Hallé refiere que cier-
tas personas tenían manchas rojas en el cutis
cuando lo comían, lo que dependería de una idio-
síucracia particular; y respecto á la acusación
de estreñir el vientre, "producir la constipación,
y por consiguiente calentar , hase padecido equi-
vocación, porque produce estos electos calmando
el estado llegmásico , y siendo digerido casi en
totalidad, á causa de la abundancia de fécula
que contiene, deja pocas heces y materia excre-
menticia. Por lo tanto es erróneo el suponer que
sea caliente y también que en la India cause la
ceguera.
Se asegura que los perros alimentados no mas
que con arroz experimentan flujos mucosos por
los ojos, que su orina no tiene ácido úrico, que
la urea desaparece en parte de ella, y que la al-
búmina es aumentada, etc.; diciéndose también
que la acción de la pila de Yolta hace cesar estos
accidentes.
Para poder hacer cocer prontamente el arroz,
se cose en un saco , se hace abrir en el agua,
y en seguida se extiende sobre un mantel en el
cual se deja secar bien: preparado así, su sabor
es mas agradable y puede conservarse por lar-
go tiempo. El arroz del Asia es muy tierno, y por
consiguiente mas fácil de cocer, según que el país
que lo produce es mas meridional; el del Piamon-
te es muy duro y cuesta de cocer; el de España se
cuece con facilidad , aunque en esto contribuye
la naturaleza de las aguas.
En medicina, se hace algún uso del arroz ade-
más del de servir de alimento á los convalecien-
tes. Hay autores que lo recomiendan á los tísicos
y á los escorbúticos. Su cocimiento es prescrito
en las enfermedades con irritación, en las infla-
maciones de las membranas mucosas del cslóma-
ARS
go y de los intestinos, en las hemoptisis, las
diarreas , la disentería, las afecciones de laure-
tra, déla vejiga, de los riñones, etc.; calma,
suaviza y atempera nutriendo poco ; se le mira
como un astringente, porque disminuye las diar-
reas y los despeños , pero debe repetirse que cal-
mando y suavizando el estado de flogosis ó de ir-
ritación que da lugar á los flujos es cómo los mo-
dera, cuando son debidos á estas causas, ó qui-
zás por una especie de plasticidad y volvien-
do á dar mas tuerza á los tegidos por su pro-
piedad nutritiva. Este cocimiento , al cual se
añade con frecuencia goma, que aveces se aci-
dula y que se endulza con jarabes apropiados ó
con azúcar, es de un uso frecuente en la medi-
cina doméstica. Empléanse también lavativas de
este cereal en las afecciones intestinales mas ó
menos inflamatorias. El arroz, bien abierto, y
sobre todo su harina ó crema, sirve con agua ó
leche, para hacer cataplasmas que son emo-
lientes , calmantes, madurativas , y muy emplea-
das en los flemones , las inflamaciones de la piel,
en los tumores dolorosos , etc. : estas cataplas-
mas se secan y se acedan menos que las de semilla
de linaza. La dosis del arroz es de dos dracmas
á media onza por medio azumbre de liquido, ó
mas bien esta cantidad es indeterminada, puesto
que puede elevarse mucho sin inconveniente.;
Los usos económicos del arroz son también
numerosos. Con su paja, convenientemente pre-
parada, se hacen esos hermosos sombreros que
llevan las señoras, y que llegan de Italia (V.
Sombreros de paja) . Con el grano se prepara en
la India una especie de cerbeza ó vino de arroz,
llamado Sacki ó Sakki en el Japón, y Satnscc en
la China : esta preparación destilada suministra
un alcohol llamado Arrach ó Rach, Kueip en el
Japón (V. Arac) , que tiene todas las propiedades
de los demás alcoholes, y desque se hace mucho
uso en la India, y algunas veces en Europa, en
donde se recibe muy poco. El cocimiento cargado
de arroz es muy viscoso y puede servir para pre-
parar engrudos y pastas, que se emplean en la
India y en la China para la confección de diver-
sos objetos de artes. Hase observado , en Rúan,
que el arroz de la India podría suministrar una
buena cola para las fábricas de lela al aire libre
ó en aposentos altos , lo que seria muy útil para
la salud de los operarios.
ARSESÍIATO. Género de sales formadas
por la combinación del arsénico con los óxidos me-
tálicos. Muchas de las especies existen en la na-
turaleza, á saber los arseniatos da cal , de cobre,
de hierro, de cobalto, y de níquel; los demás son
productos del arte.
La mayor parte de los arseniatos son blancos,
bien que algunos son colorados , tales como los
(pie tienen por base los óxidos de cobre, de pla-
ta, de cobalto y de níquel. Tres solamente en el
estado neutro son solubles en el agua , y son los
arseniatos de amoníaco, de potasa y de sosa en-
tre las sales minerales.
Calentados sobre las ascuas los arseniatos se
descomponen poco á poco , exhalan un olor
ARS
aliacoo que es muy sensible, sobre todo cuando
por medio del soplete se tratan al calor de reduc-
ción. Mezclados con una cantidad de carbón y de
ácido bórico, y calentados en la extremidad de
un tubo de vidrio cerrado por un cabo , dan un
sublimado de arsénico metálico.
Los arseniatos solubles disueltos en el agua son
(Viriles de distinguir por los precipitados blancos
vedijosos que producen con ellos las soluciones de
cal y de barita; por la solución de deulosulfato de
cobre que forma un precipitado azul celeste; por
el nitrato de plata que ocasiona un precipitado
rojo de ladrillo; en fin, el ácido hidrosulfúrico y
los hidrosulfatos en presencia de un ácido no los
descompone sino por una acción prolongada pro-
duciendo en ellos , al cabo de cierto tiempo, un
precipitado de un amarillo claro.
Los arseniatos en uso en las arles y en la medi-
cina son los siguientes:
Arseniato de amoniaco. Empleado en
medicina en el estado neutro. Se prepara satu-
rando el ácido arsénico por el amoníaco, tenien-
do cuidado de dejar un exceso de álcali; se hace
evaporar y cristalizar. Esta sal cristaliza en for-
ma de prismas romboidales.
Bielt se ha servido particularmente de este
arseniato para combatir los herpes escamosos
húmedos que no van acompañados de fuerte in-
flamación. Se prescribe la Solución de arseniato de
amoniaco, que se compone de arseniato de amo-
niaco , 8 granos; agua destilada, dos onzas;
espiritu de angélica , media onza. Este licor se
administra á la dosis de 24 granos á \ dracma,
en un vehículo apropiado.
Arseniato de hierro. Se prepara por
doble descomposición del arseniato de sosa y del
sulfato de protóxido de hierro : es una sal blanca,
insoluble que se altera rápidamente al aire. En
Inglaterra ha sido propuesto para combatir las
enfermedades cancerosas : el Sr. Bielt lo ha em-
pleado con ventaja en los herpes ulcerados es-
crofulosos, usándolo en forma de pildoras, com-
puestas de ars; niato dehierro, 3 granos; extracto
de hombrecillo, 2 dracmas; polvo de malvavisco,
Vi dracma, y jarabe de flores de azahar, sufi-
ciente cantidad para formar una masa que divide
en 48 pildoras, de las que da una al día, y dos
cuando el uso ha sido continuado durante cierto
tiempo.
Arseniato de potasa. Existen dos ar-
seniatos de potíisa, ambos venenosos y colocados
en el número de los venenos irritantes: él Arse-
niato neutro de potasa, Arseniato potásico, sal
preparada por la saturación directa del ácido
arsénico y de la potasa, que se presenta en una
masa no cristalizable y delicuescente, y que nin-
gún uso tiene; y el Arseniato ácido de potasa,
Bi-a-rseniato de potasa , Bi-arseniato potásico,
Sal arsenical de Macquer, sal preparada en los
laboratorios haciendo obrará un calor rojo, par-
tes iguales de ácido arsenioso y de nitrato de po-
tasa mezclados, tratando el residuo por el agua
hirviendo, filtrando y haciendo cristalizar la so-
lución concentrada/En la villa de Gracia, e\tra-
abs m
muros de esta ciudad, en la fábrica de productos
quimicos de los Sres. Berreus y Compañía . se
prepara esta sal , como también el Arsenilo de
cobre, de que hablaremos en su correspondiente
lugar, al igual que en el extranjero.
El bi-arseniato de potasa se presenta en prismas
de cuatro caras , terminados por pirámides te-
traedras ; es de un sabor ácido pronunciado v
en seguida acre y estíptico; es menos soluble eñ
el agua caliente que en el aguafria; una tempera-
tura elevada lo trasforma en arseniato neutro,
descomponiendo la mitad del ácido arsénico en
ácido arsenioso y en oxígeno; su solución acuosa
concentrada tiene la propiedad de precipitar la
solución de bi-cloruro de platino en amarillo na-
ranjado y formar con la solución de ácido tartá-
rico un precipitado blanco cristalino.
En las artes, el bi-arseniato de potasa sir\e
en tintorería como mordiente ó para preparar el
baño para el color azul celeste , asi como para
obtener los demás arseniatos; en medicina, goza
de las mismas propiedades que el ácido arsenio-
so, pero solo se emplea al interior en forma de
solución á la dosis de Vis á V8 de grano en las
calenturas intermitentes rebeldes, las afecciones
cancerosas, etc. — Y. Acido arsenioso.
Arseniato de sosa. Existen también dos
arseniatos de sosa : el Arseniato ácido de sosa,
Bi-arseniato de sosa, Bi-arseniato sódico; y el
Arseniato neutro de sosa , Arseniato sódico.
Estas dos sales, análogas á los arseniatos de po-
tasa por su composición, se preparan directamen-
te. El arseniato neutro cristaliza en prismas he-
xa éd ricos regulares, eflorescentes al aire seco y
que contiene 0,54 deagua. El bi-arseniato s"e
presenta en cristales no eflorescentes , de forma
de un prisma recto de base rombo, y que no con-
tiene sino, 0,20 de agua de cristalización.
Los arseniatos de sosa se distinguen de los de
potasa en que su solución no es precipitada ni
por el bi-cloruro de platino , ni por la solución
concentrada de ácido tartárico.
El arseniato de sosa neutro se administra al
interior en los mismos casos que el ácido arse-
nioso, á la dosis de y8 á V4 de grano (Y. Acido
arsenioso). Se conoce bajo el nombre de Solu-
ción ó Licor arsenical de Pcarson , una solución
de i grano de arseniato de sosa cristalizado en
\ onza de agua destilada, que se emplea ala dosis
de 24 granos á t dracma por dia.
AKSE\ICO. Este cuerpo simple, llamado
Bégulo de arsénico, parece haber sido conocido
deParacelso, y Schoeder describió, en 1649,
un proceder para obtenerlo; pero su naturaleza
particular no fuébien establecidasino por Brundt,
en 1733. Colocado por los primeros químicos en
el número de los metales, fué clasificado después.
por ciertas autores modernos , entre los cuerpos
metálicos ó metaloideos.
El arsénico existe en la tierra bajo tres estados
priucipales : nativo , oxidado y sulfurado ; perú
se encuentra además combinado con cierto nu-
mero de metales con los cuales constituye arse-
niuros, tales son los de cobalto, de níquel , de bis-
256 ARS
mulo, de cobre, de plata, de antimonio, de
hierro, etc.; en fin, existe á veces combinado
con el oxígeno y con diferentes óxidos metálicos
formando arseniatos.
El arsénico nativo se encuentra en Sajonia, en
Bohemia , en Ungría , en Hartz , en Súebia , y en
Santa-María de las Minas en Francia, acompa-
ñado de diferentes menas de metales sulfurados y
arseniurados. Es de un gris oscuro ó negruzco, y
se presenta en forma de láminas apretadas las
unas contra las otras, ó de tubérculos compues-
tos de capas concéntricas , ó de masas de fractu-
ra escamosa. El único tratamiento á que se le
sujeta consiste en sublimarlo en retortas de hier-
ro colado; pero como no es abundante, no es
así como se obtiene la mayor parte del arsénico
del comercio.
Este procede sobre todo de las minas de cobal-
to arsenical , del que no es mas que un producto
muy secundario. Para privar á esta mena del ar-
sénico (pie contiene se tosta en un horno de re-
verbero terminado por una larga chimenea hori-
zontal. El arsénico , volatilizado y quemado en
gran parte por el oxígeno del aire , se condensa
en el estado de óxido blanco ó ácido arsenioso en
la chimenea , mientras que la porción que ha es-
capado á la combustión, siendo menos volátil,
se detiene casi al principio del tubo. Se recoje
este arsénico y se le sublima de nuevo en retor-
tasde hierro colado , antes de entregarlo al co-
mercio.
Este arsénico está en masas negruzcas, forma-
das de agujas prismáticas laminosas, poco adhe-
rentes entre sí , que gozan de un gran brillo me-
tálico cuando su superficie no ha experimentado
el contacto del aire húmedo, pero se empaña lue-
go, y la masa toma un tinte negruzco. Su peso es-
pecífico en masa es de 4.166 en fazon de los va-
cíos que las agujas dejan entre sí ; pero el de los
cristales aislados es de 5.789, lo que es también
sensiblemente la densidad del arsénico nativo.
Este arsénico calentado sobre las ascuas, ó en
un crisol de tierra, se reduce en vapores blancos
que difunden un olor aliáceo , y no deja residuo
sensible , 0,007 de su peso , lo que es una señal
de su pureza. Calentado en un tubo de vidrio cer-
rado , se volatiliza igualmente y se sublima en
forma de pequeños cristales muy brillantes y de
un gris de acero. El brillo metálico de este pro-
ducto y el olor aliáceo que difunde sobre las
ascuas, forman los caracteres mas ciertos de la
presencia del arsénico. Una lámina de cobre ex-
puesta á los vapores de arsénico se cubre de una
capa blanca , pulverulenta, fácil de separar.
El arsénico metálico lleva en el comercio el
nombre de Cohollo , que es el antiguo nombre
vulgar del Cobalto, de las menas del cual se
extrae. Llámasele también Polvo de moscas, por-
que su principal uso es servir para la destrucción
de estos insectos , para cuyo objeto se le reduce
á polvo y se mezcla con agua en platos expues-
tos al aire : el metal se oxida poco á peco por el
oxígeno del aire que el agua contiene y que ella
absorve sucesivamente; el óxido se disuelve en
ARS
el agua y mata las moscas que van á bebería.
Asegúrase que la atmósfera que rodea esta agua
es funesta á las moscas, lo que merecería fijar la
atención respecto al hombre mismo. El Sr. Pa-
yen, por lo demás, ha probado que las moscas,
así envenenadas, no son sensiblemente vene-
nosas.
El arsénico metálico tiene muy pocos usos en
las artes; casi únicamente sirve para formar con
el cobre una aleación conocida con el nombre de
Cobre blanco, muy usada en Alemania para una
multitud de pequeños objetos de utilidad y de
adorno , y los espejos metálicos ó de telescopio,
pero que tienen el inconveniente de empañarse al
contacto prolongado del aire. En general, se ob-
serva que blanquéalos metales colorados y qui-
ta a los que son dúctiles su ductilidad. Tampoco
tiene usos en medicina, pero forma la base de
diversos compuestos que han sido ó son todavía
empleados , y de otros que sirven en las artes,
de las cuales se hablará en su correspondiente
lugar. — V. Acido, Arseniato, Arsenito, Cloruro,
Oxido y Sulfuro.
Aunque la mayor parte de los compuestos ar-
senicales sean dé los mas temibles, no se cree que
el arsénico en el estado de metal sea nocivo. Ra-
yen ha hecho tomar unadracma de esta sustancia
recientemente preparada á un perro , sin incon-
veniente , y M. C. Renaultha probado que el mis-
pichel, aleación de arsénico y de hierro, no era
venenosa. Sin embargo , hase visto también al
arsénico causar el envenenamiento , sea que en
razón de su fácil alterabilidad, estuviese ya oxi-
dado en parte , sea que á veces pueda , "en las
vías digestivas , trasformarse en ácido arsenioso.
El uso inconsiderado de los preparados arseni-
cales , aun á dosis bastante débil , puede produ-
cir fenómenos terribles, entre otros los de una
gastro-ententis crónica , á que* siguen comun-
mente un estado de hinchazón general con man-
chas lívidas ó erupción miliar , parálisis de las
extremidades, calentura lenta, y la muerte. A
gran dosis , es decir á mas de un grano para el
ácido arsenioso, ó muchos granos para los demás
arsenicales, estos compuestos determinan súbita-
mente accidentes horrorosos, que no es de nues-
tro objeto enumerar , pero que en general son
los de los venenos irritantes, y una muerte masó
menos pronta , casi súbita también , si la dosis es
considerable , y muchas veces entonces sin pro-
ducir lesión apreciable. Demasiados ejemplos te-
nemos de ello , porque estos agentes , además de
las equivocaciones á que dan á veces lugar, son
aquellos á las cuales el crimen y la desesperación
acuden comunmente para cometer sus atentados.
El ácido arsenioso , en particular, es uno de los
venenos mas enérgicos para todos los seres or-
ganizados.
Entre los muchos medios propuestos para com-
batir el envenamiento por los preparados arse-
nicales , el mejor y el de efecto mas cierto es el
uso del hidrato de peróxido de hierro , que ha
producido excelentes resultados en muchísimos
easos de envenenamiento por el ácido arsenioso.
ARS
Este hidrato se administra en el estado gelatino-
so , que es sobre todo dé un electo cierto, en gran
cantidad, pues en estado de hidrato puro, de 2
á 6 dracmas bastarían. Siempre es útil la expul-
sión del veneno , cuando es posible , ya por el vó-
mito, ya por medio deuna bomba ajustada á una
sonda de goma elástica que se introduce en el
esófago ; bebida» tibias azucaradas , muy abun-
dantes, y, mas tarde, los antiflogísticos y un ré-
gimen severo , tales son definitivamente* los so-
corros mas seguros.
ARSENITO. Sal resultante de la unión del
ácido arsenioso con las bases ó los óxidos metá-
licos. Todos los arsenitos neutros son insolubles
en el agua á excepción de los de base de amo-
níaco , de potasa y de sosa; los demás lo son pa-
sando al estado de sales acidas. Estas sales, como
los arseniatos, puestas sobre las ascuas desprenden
un fuerte olor aliáceo , y calcinadas con carbón
en un tubo de vidrio dan un sublimado de arsé-
nico metálico.
La solución de los arsenitos neutros difiere de
la de los arseniatos en que los ácidos producen
en ella un precipitado blanco de ácido arsenioso,
soluble en un exceso de agua destilada; el nitra-
to de plata , un precipitado amarillo claro; el
deutosulfato de cobre , un precipitado verde
de yerba; en fin, cuando se añade á los arse-
nitos un exceso de ácido, la solución de ácido
hidrosulfúrico y la de los hidrosulfatos dan ins-
tantáneamente un precipitado de un amarillo do-
rado , soluble en la potasa y en el amoníaco.
Los arsenitos de uso en las artes y en la medi-
cina son :
Arsenito de cobre. El primero que pre-
paró esta sal fué Sebéele , y en razón del uso á
que la destinó en la pintura , fué designada con
el nombre de Verde de Schéele. Obtiénese por la
doble descomposición del arsenito de potasa y
del deutosulfato de cobre; preséntase en forma
de un polvo de color verde de yerba , insoluble
en el agua é inalterable á la luz. Este hermoso
color mineral es muy empleado por los fabrican-
tes de papeles pintados.
En las artes se forma comunmente este color
disolviendo una parte de deutosulfato de cobre
en veinte partes poco mas ó menos de agua, y
haciendo disolver , por separado , una parte de
ácido arsenioso pulverizado y dos partes de po-
tasa del comercio en la misma cantidad de agua
hirviendo. Cuando estas dos soluciones están pre-
paradas, se mezclan poco á poco agitando, y el
arsenito de cobre que se produce se precipita. Se
deja posar el liquido , que en seguida se decanta,
y después de haber lavado el precipitado, se seca
á un calor suave. Obtiénese, como hemos dicho al
hablar del arseniato de potasa, para los usos in-
dustriales, en la fábrica délos Sres. Berreus y
Compañía, establecida en la villa de Gracia.
El Verde de Schireinfurt es un compuesto aná-
logo, formado de ácido arsenioso, óxido de co-
bre y ácido acético. Uno y otro de estos pro-
ductos algunas veces han servido para dar color
á dulces, abuso peligrosísimo ,"y que merece 68-
33
ART ■>■;:
pecial atención de parle de los encargados de vi-
gilar la policía sanitaria.
Arsenito de potasa, Arsenito po-
tásico* Se prepara saturando directamente la
solución de potasa con el ácido arsenioso : pre-
sentase en forma de una masa salina, jarabosa,
(pie no puede cristalizar. Obra sobre la econo-
mía animal como el ácido arsenioso , y hésele
empleado en las mismas circunstancias que á és-
te. Usase por lo común , en estado de disolución,
bajo el nombre de Licor arsenical de Foirlcr, á
la dosis de 4 á 10 gotas por dia , que pueden au-
mentarse progresivamente hasta 30, en un vehí-
culo apropiado.
El arsenito de potasa hace parte de la solución
arsenical de Jacob , asi como del jabón arsenical
deBecoeur, empleado en la historia natural para
la conservación de los animales.
Arsenito de sosa. Se obtiene fácilmen-
te saturando una solución de sosa cáustica con el
ácido arsenioso : es muy soluble en el agua , y se
trasformapor la evaporación en un liquido "vis-
coso que resiste á cristalizar. Raras veces es
empleado.
AKTEUIISA , Artemisia, (leñero de plan-
tas de flores compuestas, de la familia de las co-
rimbiferas ,y de la singenesia poligamia supér-
flua. Tournefort dividía las plantas de este géne-
ro, reunidas por Linneo , en dos grupos : el pri-
mero, que comprende las especies de receptácu-
lo desnudo, era llamado por él, Artemisa {Ar-
temisia) , y designaba al segundo , que en-
cierra las especies cuyo receptáculo es velloso.
con el nombre de Ajenjo (A bsinthium.) Todas las
plantas de este género son amargas, aromáticas,
y empleadas como estomáticas, febrífugas, eme-
ñagogas, etc.; las semillas de muchas de ellas
son estimadas anlielmínticas y se venden bajo el
nombre de Semilla de Alejandría. Estos vegetales
buscan en general los lugares estériles, incultos,
las orillas del mar , las llanuras saladas de la Si-
beria, las altas montañas, etc. Conócense mas de
de cien especies de este género.
Artemisa Abrótano, Abrótano
macho, Yerba lombriguera ¡Arte-
misia Abrotanum, L.). Sub-arbusto indígeno,
que se cultiva en los jardines. De tallos leñosos
que se elev an á la altura de cerca de tres pies,
duros, rojizos, frágiles, y llenos de una medula
hlanca; hojas muy divididas y setáceas, de olor
fuerte alcanforado y de limón , y de sabor amar-
go y acre; flores amarillas, semejantes á las del
ajenjo, igualmente que las semillas; raíz leñosa.
A pesar de la intensidad del olor, esta planta
da una corta cantidad de aceite esencial (V.
Aceite volátil de abrótano macho). Lamarck afir-
ma que este, aceite da alcanfor. Con las hojas
del abrótano macho puede prepararse una espe-
cia de té. muy agradable, aromático, antielmin-
ticoy útil contra los flatos. Hase pretendido que
estas hojas eran muy eficaces contra la alopecia.
Artemisa Ajenjo, Ajenjo , Ajen-
jo grande ( Artemisia Absinthivm, 1,.). Esta
planta herbácea, vivaz, crece en España en las-
tomo i.
258 AIIT
regiones frias, los lugares campestres y áridos,
en las márgenes de los caminos, etc. De tallos
altos de dos á tres pies ; hojas compuestas, hen-
didas en muchas partes , blandas y blanquecinas;
llores globulosas , amarillas, y péndulas, en pe-
queños racimos axilares; semillas sin vilano en-
cerradas cada una en el cáliz. Esta planta tiene
un olor fuerte , penetrante, desagrable , casi vi-
roso y tenaz, y un sabor amargo, que ha pasado
á proverbio, pues es tan intenso que la leche y la
carne de los animales que la comen son también
amargas.
Según el Sr. Braconnot , el ajenjo contiene una
materia azoada muy amarga, soluble en el agua
fria ; una materia. azoada casi insípida ; una re-
sina extremadamente amarga, soluble en el aleo-
bol y el agua hirviendo; un aceite volátil verde;
albúmina , fécula , sal dé potasa, leñoso y agua.
El aceite esencial de esta planta ( V. Aceite
volátil de ajenjo) es de un verde subido, que co-
lora todas las preparaciones que con él se hacen.
Se usa agotasen las pociones.
Esta planta, tan célebre en los autores antiguos
y los poetas, tiene una reputación popular que la
bacc emplear en una multitud de casos. En Egipto,
se quema , así como otras especies , para perfu-
mar el aire en los tiempos de oeste.
La propiedad estomática del ajenjo es una de
lasque se ponen mas frecuentemente en uso: es-
la planta se loma en infuso, en extracto, y so-
bre todo se emplea la tintura alcohólica , en par-
ticular la que viene de Suiza , y que se vende
bajo el nombre de Ajenjo suizo ó Agua de ajenjo
{Absinthe suisse) , de la que se bebe una copita
después de la comida, y aveces antes. Los Sui-
z.osla mezclan eon frecuencia con'.un poco de agua,
pues el buen ajenjo es muy fuerte , y entonces se
pone lechosa. Los golosos á lo menos consumen
tanto Ajenjo suizo como los enfermos de estóma-
go débil, porque éstos no pueden usarlo con toda
seguridad sino cuando esta viscera está libre dé
irritación y flegmasía, á causa de su acción de-
masiado enérgica. Este licor no conviene sino á
los flemáticos y á ciertos viejos , en la estación
húmeda. r . o^
Esta planta , como todos los amargos, es
febrífuga ; antiguamente se usaba en la hidrope-
sía ; ha sido empleada como emenagoga; es uno
de los mas poderosos vermífugos indígenos y uno
do los mas usados, aunque su sabor sea un obs-
táculo para su administración á los niños.
Habíase acusado al ajenjo de causar una espe-
cie de narcotismo, en razón sin duda de que la
cerbeza que se prepara en el norte, sustituyendo
esta planta al hombrecillo, era mas emborracha-
dora; pero Linneo hasejeonvencido de lo contrario,
pues vio hacer uso, durante seis meses seguidos,
de este vegetal, sin observar nada que se aseme-
jase á dicho estado cerebral. Con este motivo, el
ilustre botánico sueco dice que metiendo ramos
de ajenjo en la cerbeza que empieza á acedarse,
la restablece, y también se asegura que produce
el mismo efecto en el vino que se aceda.
El ajenjo es una planta que debe administrarse
ART
con precaución; su actividad exije la ausencia de
toda sobreexcitación, de toda flegmasía general,
etc. Creíasela deletérea para los caballos , pero
dos libras dadas á un caballo no han producido
otro electo que el de un cordial ordinario.
Comunmente se administran las sumidades flo-
recidas del ajenjo , pero Cullen observa que sien-
do las hojas mas amargas, deben ser preferidas.
Dase á las dosis de media onza por media azum-
bre de agua en infuso ; en polvo, solo se da la
mitad de esta cantidad. Se preparan un vino y un
extracto de ajenjo bastante usados , y también
se emplea su agua destilada , que es amarga. Al
exterior , el cocimiento de ajenjo sirve para la-
var las úlceras pálidas , saniosas y verminosas.
Catón pretende que , cuando se quiere viajar á
pié , es menester llevar un ramo de ajenjo de-
bajo del ano para no desollarse. Entra en muchas
composición es farmacéuticas.
En el Norte, con el ajenjo se prepara un vino
llamado Wermuth. Los Egipcios miraban con
mucho respeto á esta planta. Los Romanos da-
ban una cantidad determinada de vino de ajenjo
en premio al vencedor en los juegos capitolinos,
según IMinio , porque esta bebida era preciosa,
puesto que procuraba la salud, y, según Pitisco,
porque precavia los vértigos y el dolor de cabe-
za, que á veces ocasionaban estos juegos.
Artemisa anua (Artemisia annua, L.i.
Cook hizo preparar una especie de cerbeza con
una variedad de este planta, encontrada por él en
la Nueva-Zelanda, que probó muy bien á su tripu-
lación , fatigada por largas navegaciones.
Artemisa de Austria (Artemisia aus-
tríaca, Jacq.). Esta especie, deunaspecto sedoso,
blanquecina, que es natural de Austria, tiene sus
semillas vermífugas, y según Jacquin se mezclan
con la semilla de Alejandría.
Artemisa campestre (A rtemisia cam-
pestris, L.). Esta especie crece en nuestros cam-
pos arenosos, y ha sido algunas veces empleada
en lugar del ajenjo, de cuyas propiedades parti-
cipa.
Artemisa contra (Artemisia contra, L.).
Esta especie, de Siberia , etc. , es una de las
plantas cuyas flores se dice que suministran el
medicamento designado bajo el nombre de Semi-
lla de Alejandría'. (Y. esta palabra.)
Artemisa de la China (Artemisa chi-
nensis, L.). Se cree que esta especie sirve para
preparar la moxa en la China; pero parece que
se pretiere la que se obtiene de la Artemisa vul-
gar, (V. esta palabra.)
Artemisa Dragoncillo, Estragón
(Artemisia Draeunculüs, L.). Esta planta vivaz,
de tallos herbáceos,'euyo nombre específico pro-
cede de la forma ondeada de laiaiz, comparada
á una serpiente ó dragón , és originaria de Si-
beria y se cultiva en las huertas , como condi-
mento. De tallos que se elevan á la altura de
trespiés, delgados, duros, un poco angulosos,
y ramosos ; hojas lanceoladas, lampiñas y ente-
rísimas; las flores nacen en las sumidades de los
ramos, y son tan pequeñas que apenas pueden
ART
percutirse; son una especie de (lósenlos ensancha-
dos (Mi forma de estrella , recogidos y formando
junios pequeños ramilletes ; á estas llores suce-
den pequeños frutos redondeados y escamosos,
que son los cálices mismos, y que encierran se-
millas desnudas. Su olor esfuerle y agradable,
y su sabor acre y aromático.
Las hojas tiernas se emplean para las ensala-
das, y en las cocinas para dar gusto aciertos ali-
mentos; se confitan en vinagre para mezclarlo con
las ensaladas, á las cuales da un sabor muy bus-
cado ; también se confitan con los pepinillos, etc.
El estragón no tiene uso médico; es tónico, da
apetito y arroja los flatos ; conviene en invierno
á los temperamentos flemáticos, á los viejos, pe-
ro no á los biliosos ni á las personas irritables.
Artemisa espigada (Artemisia spicata,
Jacq.). — V. Genepi.
. Artemisa glacial (Artcmim glacialis,
L.j. Esta especie, dé las altas montañas alpinas,
es una de las plantas de que se compone el Ge-
nepi. (V.esta palabra.)
Artemisa tle la India [Artemisia indi-
ca , W.). Los médicos indios la consideran como
m excelente estomático, la conceden virtudes
desobstruentes y antiespasmódicas, y la prescri-
Ihmi en electuarío ó en infuso en los casos de ame-
norrea y de histérico , etc.
Artemisa de Madraspatan {Arte-
misia maderaspatana , L. ; Grangea maderas-
patana, Lam.). Esta especie, común en la India,
es considerada por los médicos del pais como un
excelente estomático , la creen desobslruente,
etc. ' •
Artemisa marítima , Ajenjo ma-
rítimo (Artemisia marítima, L.). Planta vivaz,
indígena, que crece en las costas marítimas , y
que se eleva á la altura de pié y medio; sus
tallos y sus hojas son enteramente algodonosas,
I;1 que la distingue de la artemisa vulgar y de la
artemisa de Ponto. Tiene mucha semejanza con
el ajenjo, pero las divisiones de sus hojas son
mucho mas estrechas) también lineares. Es mucho
natíos amarga , y su olor, mas agradable, se ase-
meja al del torongil cidrado ó al del abrótano.
Esta planta se emplea, aveces, en los mismos
casos que el ajenjo.'
Artemisa que muda (Artemisia mu-
/«n.?,\V.). — V. Semilla de Alejandría.
Artemisa de olor suave .Artemisia
suaveolens, L.).— Y. Semilla de Alejandría.
Artemisa olorosa (Artemisia fragans,
W.). — V. Semilla de Alejandría.
Artemisa piro maca i Artemisia pyro-
macha). Bajoieste nombre, Viviarií describe una
nueva especie-de ajenjo. Los Árabes déla Cire-
náica se sirven para preparar una especie de
yesca délos nudos pelosos de eslaplanta, debidos
i las picaduras de insectos, que se observan
en sus tallos. Esta planta -no florece, sin duda á
consecuencia de estas picaduras.
Artemisa de Ponto, Ajenjo pe-
queño (Artemisia ponticá, L.). Esta planta,
que crece naturalmente en las playas del mar
AHT 259
Negro, y que se cultiva en las huertas, se eleva
á la altura dé un pié y medio ; sus hojas son
muy pequeñas, hendidas en muchas partes, y
tomentosas por debajo; sus flores algo redondas",
e inclinadas ; su receptáculo desnudo. Es menos
amarga que el ajenjo grande y mas que el ajenjo
marítimo, y de un olor fuerte que difiere de am-
bos , menos agradable que el dé este ultimo.
En medicina, empléase en los mismos casos
que el ajenjo grande, y entra en algunas fórmu-
las oficinales. Se come con placer la que vege-
ta enlasplayas del mar y en tas montañas, tenien-
do la carné de los animales que la pacen un
gusto particular agradable. En Flandcs, las ho-
jas entran en la composición de los buñuelos,
contribuyendo á hacerlos mas digestibles : estos
buñuelos", llamados Kruidekaken, se preparan con
harina de alforfón.
Obsérvase que , bajo el nombre de Ajenjo pe-
queño , se cultivan en los jardines muchas espe-
cies diferentes entre las cuales la mas frecuente
es la Artemisa cerúlea (Artemisia ca?ruhsec7is,
Lam.).
Artemisa rupestre (Artemisia rupes-
tris , L.). — V. Genepi.
Artemisa santo nica (Artemisia santo-
nica , L.). — Y. Semilla de Alejandría.
Artemisa vulgar. Artemisa (Arte-
misia vulfiaris , L.j, Especie vivaz indígena, que
crece en los lugares incultos , en las márgenes
délas zanjas, etc. Planta ramosa, leñosa , cuyos
tallos son medulares , un poco vellosos, por lo
común de color un poco rojizo, á veces de un
verde blanquecino, que se elevan á la altura de
cerca de cuatro pies; sus hojas anchas , pinatifi-
das , blandas y algodonosas por debajo; sus flo-
res son pequeñas , colocadas a lo largo de las su-
midades de Ihs ramos , un poco vellosas, blan-
quecinas ó rojizas y olorosas; su raiz es larga,
leñosa, rodeada de fibras, y gruesa como el de-
do. El olor de la artemisa es bastante señalado,
aunque mas débil que el del ajenjo; su sabor es
amargo, pero meaos igualmente que esta última
planta.
El nombre de Artemisia deriva del griego y
significa Diana, patrona de las vírgenes, á cau-
sa de los usos de esta planta; otros pretenden
anees de Artemisa, muger deMausolo, quien, se
dice empleaba, este vegetal, que también ha reci-
bido los nombres de Yerba de San Juan y Madre
yerba ó Yerba para la matri:.
La artemisa es el símbolo de la dicha y de la
felicidad ; los antiguos pretendieron que, llevada
encima ó puesta en el baño, impedia el cansancio,
etc.
Por lo común , esta planta se prescribe como
emeriagoga; dase en infuso á la dosis de media
onza , o en polvo , á la de dos dracenas , á las-jó-
venes cuvos menstruos tardan en aparecer, ó están
suprimidos; su uso, en este caso , remonta a los
prime/ os tiempos de la medicina escrita, y toda-
vía es popular. También se emplea como antis-
térica , en el cólico flalulento , en las calenturas
intermitentes, etc. ;r base preconizado , en parli-
260 ART
cular la raíz , como útilísima en la epilepsia, ha-
biéndose obtenido de su uso algunos resultados
felices.
En ciertas provincias de Rusia, se hacen in-
fundir las llores de artemisa en el guass , bebida
del país, y usada como preservativo de la rabia.
En la China, se hace de esta planta y de mu-
chas otras de este género un uso del todo dife-
rente. En esta vasta comarca , asi como en el Ja-
pon , se recoge la borra ó algodón de las hojas,
llamado en el país Gayllon , para preparar, de
tiempo inmemorial , moxas. La planta entera se
llama allí I-tsao, yerba de los médicos , tanto
caso se hace de ella. Esta borra sirve también co-
mo de yesca, la que puede prepararse, golpeando
las hojas de artemisa entre dos trapos de lienzo,
ó machacándolas en un almirez ; se dice que tam-
bién podrían cardarse. — NJIoxa.
Con la artemisa se prepara un jarabe, una agua
destilada, y entra en algunas composiciones far-
macéuticas. De esta planta por lo común se usan
las hojas y las sumidades.
ARTOCARPO , Artocaupüs. Género de
plantas de la familia de las urtíceas, sección
de las' higueras, y de la monoccia monandria de
Linneó, que contiene muchas especies que pare-
cen muy contiguas, y que tal vez no son mas que
variedades las unas de las otras. Estos árboles
dan un zumo blanco propio para hacer liga y
quizás cautchuc.
Artocarpo delBeasil (Artocarpusbra-
siliensis, Gómez). El fruto de esta especie se co-
iné en el Brasil bajo el nombre de Jaca.
Artocarpo de hoja» cortadas, Ir
liol de pan, Rima (Artocarpus incisa, L.).
Este vegetal hace, con el coco, la base de la ali-
mentación de los habitantes de las islas del mar
del Sud , en donde crece , y quienes lo cultivan
también para asegurar su sustento ¡ en la isla de
linean , una de las islas Marianas , se le llama
Ourou. Llega á la altura de treinta á cuarenta
pies ; sus hojas son anchas , un poco gruesas, de
color verde subido , mas pálidas en la parte in-
ferior del árbol ; tiene flores masculinas y fe-
meninas : las primeras se marchitan y caen , y
las otras despiden muy buen olor y producen
frutos.
Estos frutos tienen el volumen de la cabeza de
un hombre, y mas , y pesan á veces hasta cin-
cuenta libras; son globosos , verdosos, y su cor-
teza está dividida por un gran número de seccio-
nes en forma de polígono ; su carne está com-
puesta de una pulpa blanca , fibrosa , que pasa
á ser sucolenta y amarillenta cuando madura , y
la pulpa contiene una gran cantidad de almidón
deque podria fabricarse pan; unas veces se en-
cuentran en este fruto semillas del volumen de una
castaña , y otras veces carece de ellas , propa-
gándose con preferencia esta variedad , que , sin
duda, es el resultado de un largo cultivo.
Los naturales de las islas Carolinas , de Taíti,
etc , hacen tostar sobre las ascuas los frutos de
rima, cortados en cuatro pedazos, antes de co-
merlos, y antes que estén del todo maduros, por-
AttT
que, en su total madurez, se conservan poco y se
descomponen fácilmente. Cuando maduros , los
emplean para preparar una especie de conserva
agrilla, de que se alimentan de diciembre á
enero, tiempo en que el árbol no da frutos. Las
castañas se comen también cocidas en el agua ó
al rescoldo. Díceseque tres árboles bastan para
el alimento de un hombre.
Los Otaitienos , que embarcan este fruto cuan-
do navegan , le llaman Mahe ; los Indianos, Rei-
na; la tripulación del almirante Anson le dio el
nombre de Fruto de pan , porque les servia de
pan , que encontró muy bueno , asemejándose su
sabor al del albérchigo. Este fruto dura ocho me-
ses del año. El capitán Cook lo ha elogiado mu-
cho.
Según el análisis químico hecho por el doctor
Ricord, este fruto contiene una fécula amilácea,
albúmina vegetal y moco, agua, jabón vejetal, re-
sina, y gluten unido á fibrina vegetal.
El Sr. Léduse , que es el primero que ha des-
crito este árbol , compara el sabor del fruto al de
los mejores melones , y dice que los médicos del
país lo miran como flatulento y que puede causar
el cólera ; pero Rumlio y otros autores, al contra-
rio, lo alaban.
Por medio de la fermentación de la harina de
este fruto, se prepara una cerbeza llamada Ma-
hic , de cuya confección están encargadas muge-
res ancianas, sin que nadie pueda entrar en su
laboratorio.
En la isla de Ceilan , la especie gruesa de fruto
de pan es llamada Pollos, cuando no excede del
volumen de un huevo de avestruz; Heret , cuando
está medio maduro y es del grueso de una nuez
de coco , que entonces la carne es blanca y le-
chosa j Warrka, cuando está bien maduro , en
cuya época se come crudo, y su carne es amari-
lla, dulce agradable y sana.
Con este fruto se preparan muchos platos dife-
rentes .- t .° El Courrou caledon : se corla á taja-
das muy delgadas el pollos, y se hace hervir en
agua con raíces de cúrcuma hasta que se pone
amarillo, y se le añade pescado pulverizado y
leche de coco ; este manjar es agradable, y sus-
tancioso. 2.° El Courri seco no difiere del prece-
dente sino en que se le añaden muchas especias,
zumo de limón, pimienta y agua salada. 3.° El
Pollos tchoundido: se corta el pollos á tajadas,
con cohombros , polvo de nuez de coco , pimien-
ta , y sal, todo cocido en consistencia de papilla.
<í.° Él Castanie courrou: es semillas de pollos con
cohombros , pescado seco , siempreviva cortada,
y leche de coco, todo hervido. 5.° El Niembella
no difiere delprecedente sino en que los pedazos
son cortados mas gruesos. 6.° También se hace
tostar este fruto cortado á tajadas con manteca de
cerdo : los pobres lo comen hervido y con un po-
co de sal. 7.° Par abacerías Fricadelles de pollos,
se reduce á pasta el falto antes de su perfecta
madurez, y se divide en albondiguillas bien espe-
ciadas y cubiertas con clara de huevo , que se ha-
cen freir con manteca ó aceite de coco. 8.°,El Fios
se hace con las semillas mojadas en leche de
ASA
coco y fritas. 9.° El Pei ó Jambol es una salsa
que se come con pescado ó arroz ; se la pone
mostaza, pimienta, etc. Enlin, se hace secar
este fruto para comerlo cuando no los hay de
frescos , sirviendo para alimentar á millares de
Indianos.
La corteza de este árbol, que al presente es
cultivado en las colonias francesas , machacada y
preparada, sirve^para hacer tegidos deque se vis-
ten los habitantes del mar del Sud. En Tai ti, los
vestidos hechos con esta corteza son mas comu-
nes (pie los fabricados con el moral de papel que
allí se cultiva.
Artoearpo de hoja entera [Arto-
c(n-i>us inteorifolia, L. H.). Grande árbol délas
Indias Orientales, en donde se le llama Jaca ó
Mita , y Jacha ó Jacqua : crece en Malabar , en
Tonquin, en Java y en las islas Manilas. Es de la
altura de un laurel : el fruto es uno de los mas
gruesos, puesto que los hay que pesan mas de cien
libras, y sale del tronco mismo del árbol y de los
ramos mas gruesos ; su color exterior es de un
verde oseuro; su corteza es gruesa y dura, rodea-
da de una especie de puntas que terminan en una
espina cortay verde cuyo aguijón es negro; en su
madurez, este fruto tiene un buen olor , su carne
es blanca y consistente, y está dividido en peque-
ñas celdillas llenas de castañas oblongas y mas
gruesas que dátiles , cubiertas de una piel gris
cuya mitad es blanca.
El Jaca produce dos especies de frutos: el uno,
conocido bajo el nombre de Barca, es el mejor,
de consistencia sólida, que tiene el sabor del me-
lón , pero muy difícil de digerir , y si se come en
exceso produce una enfermedad pestilencial, que
los Indianos llaman morxe ; el otro , llamado Pa-
pa ó Girasol , es blandujo, de sabor soso y de
una calidad muy inferior. La estación de estos
frutos dura desde marzo hasta setiembre.
Este árbol es cultivado también en las colo-
nias francesas: su fruto es bastante parecido al
del árbol de pan , pero parece se corrompe fá-
cilmente; las almendras ó castañas se comen tam-
bién hervidas ó tostadas.
Artoearpo velloso [Artocarpus hirsuta,
Lam.). En Malabar se come el fruto de esta espe-
cie, conocida bajo el nombre de Ansjeli ; pero co-
mido en demasiada cantidad, da despeño , el que
se detiene , según se dice, con el cocimiento de
la corteza y de la raíz del mismo árbol.
ARZUEULA. Nombre de una sustancia
vegetal que los Ingleses recogen en las islas del
Cabo-Verde, para mezclar con la cochinilla, em-
pleada en tintura. Se cree que es una especie
de liquen.
AS
AS ARO, Asarum. Género de plantas de la
familia de las aristoloquiéas, y de la ginandria
mouoginia de Linneo.
Asaro del Canadá (Asarum canadense,
L.). La raíz de esta especie de la América sep-
tentrional tiene todas las propiedades medicinales
del Asaro de Europa , aunque el gusto sea dife-
rente y participe de los del gengibre y de la ser-
ASA ¿C\
pentaria de Virginia. Ambas plantas son tan ve-
cinas que muchos botánicos las miran como dos
variedades de una misma especie. El doctor Perlh
la ha empleado en el tratamiento del tétano;
Tournefort dice que en el Canadá se condimenta
á las carnes con esta planta.
Asaro de Europa , Asaro, Asára-
«», Asaranáeara, Nardo silvestre,
Oreja de hombre {Asarum europceum, [.. .
Especie vivaz de nuestros climas , que crece en
lugares húmedos y sombríos. Pequeña planta baja,
siempre verde, cuyas hojas, reniformes y obtusas,
consistentes , verdes y lisas, están sostenidas por
largos peciolos reunidos de dos en dos cerca de
la raíz. Del punto de su reunión sale un pedúnculo
corto, que sostiene una flor morena compuesta de
un cáliz colorado , persistente , acampanado, de
tres divisiones abiertas ; lleva doce estambres y
un estilo cuyo estigma , que tiene de seis á ochi>
divisiones, se trasforma en una cápsula de otras
tantas celdillas casi monospermas , que contie-
nen pequeñas semillas oblongas, morenas, llenas
de médula blanca, y de sabor un poco acre. La
raíz es gris , fibrosa , rastrera, delgada , angulo-
sa , nudosa, filamentosa, de olor fuerte y agrada-
ble, y de sabor acre y un poco amargo.
La raiz de asaro seca circula á veces en el co-
mercio mezclada con muchas otras raíces extra-
ñas,entre ellas la de árnica, de vencetósigo , de
fresal , de polígala común, de tormentila, y sobre
todo de valeriana. Para distinguirla de cuantas la
sean extrañasy escogerla debidamente, continua-
mos los caracteres de esta raiz mondada: es gris,
del grueso de una pluma de cuervo, cuadrangular,
por lo común redondeada y marcada de distancia
en distancia con nudos , de los qíie parten raici-
llas blanquecinas muy delgadas , si nien á veces
carece de ellas ; su "sabor y su olor fuerte son
análogos á los de la pimienta, y este último se de-
sarrolla sobre todo cuando se chalan los filamentos
éntrelos dedos.
La raíz de asaro contiene , según Thomson, un
principio acre, volálil, análogo al del aro, lo que
índica , que fresca, debe tener una acción v iolen-
ta cuya intensidad disminuye por la desecación.
Analizada por los señores Lassaigne y Feneulle,
ha dado un aceite volátil concreto, análogo al
alcanfor ; un aceite craso liquido , muy acre; una
materia amarilla, nauseosa, vomitiva , soluble en
el agua, análoga á la citisina ; fécula ; ulmina;
algunas sales; un poco de sílice y de hierro.
El nombre Asaro deriva del griego y quiere
decir no adorno, porque, según Plinio, esta
planta nunca era empleada en las coronas ó guir-
naldas con que se acostumbraba á ataviarse en
las fiestas; el de Oreja de hombre procede de
la forma de las hojas ; el de y ardo silvestre , de
las propiedades enérgicas de la planta , ó de su
semejante accidental , en cuanto al olor, con las
valerianas de las cuales tres especies llevaban
el mismo nombre entre los antiguos.
La raiz de asaro fresca se dice que es mortal
para los topos. Recientemente cogida tiene una
propiedad vomitiva muy señalada ; pero, á me-
262 ASC
dida que envejece , pierde su fuerza, y se ase- i
gura que después de seis raes'es de conservación
no es sino purgante, y que muy antigua es inerte,
cuya calidad adquiere sobre todo por su macera-
cion en el vinagre ; reciente purga también, pero
después de haber primero provocado vómitos.
Las hojas parecen tener las mismas propiedades
que las raíces, no obstai te á un grado mas dé-
bil; recientes son casi inodoras.
Los borrachos usaban esta raíz para vomitar
el exceso de su bebida; se la cree diurética; es el
mejor de los estornutatorios vegetales, y también
es el mejor succedáneo de la ipecacuana que
poseemos. Se prescribe elpolvo de la raíz, secada
al aire libre, desde 12 hasta 40 granos; el infuso
puede también administrarse, pero Thomson ob-
serva que su cocimiento es inerte. Los veterina-
rios emplean esta raíz á altas dóses contra los
lamparones y las lombrices. Entra también en
algunas composiciones farmacéuticas.
En el comercio se vende á veces , en lugar de
raíz de asaro, la de otra planta HamadaAsARiNA,
á causa de la semejanza de sus hojas con las del
asaro. Pero esta otra raíz, muy diferente, está
formada de un cuerpo leñoso , á veces grueso y
largo como el dedo, guarnecido de un gran número
de raicillas muy largas y delgadas como las del
yencetósigo, lo que le daria semejanza con esta
última, si no fuese de un color gris subido y t!e
ira gusto amargo muy pronunciado. La misma
raíz de asarina podría muy bien confundirse con
la de la valeriana mayor; pero ésta tiene el
olor propio de las valerianas, y la primera tiene
un débil olor de raíz de árnica. La asarina es
el Antirrino Asarina (Antirrhinum Asarina, L.).
de la didinamia angiosperma , familia de las an-
tirríneas.
ASASI. Árbol de Guinea, parecido al laurel,
y cuyo cocimiento es usado contra el dolor de
dientes.
ASCARICIDA, Ascaricida. Género de
plantas de las familia de las corimbíferas, y de la
singcnesia poligamia supérflua , formado de la
Coniza contra lombrices [Coniza antheimintica,
L.; Coniza Vcrnonia, W.). Este vegetal déla
India , en donde lleva el nombre de Calageré,
es herbáceo, vivaz, amargo; sus semillas' son
empleadas en polvo contra las lombrices de los
niños; la planta entera es usada en infuso, etc.,
contra el reumatismo, la gota, etc. La Ascari-
cida contra lombrices (Ascaricida antheiminti-
ca) se encuentra en los jardines botánicos, y se-
ria fácil perpetuarla en nuestro clima, siendo su
cultivo útil ', para sustituir su semilla á la se-
milla de Alejandría, con tanta frecuencia alte-
rada.
ASCARimf A , Ascarina. Los frutos de la
Ascarina roja (Ascarina rubra, Poiret; More-
Ua rubra, Lour. ), planta de familia indetermi-
nada, son muy estimados en la China: cuando
maduros , se comen crudos ; verdes , sirven para
condimentar el pescado, etc.; se hacen fermentar
como la uva , y de ellos se obtiene un licor agra-
dable.
ASC
ASCIDIAS» Ascidia. Género de moluscos
acéfalos desnudos, délos cuales se conocen mas
de .treinta especies. Estos animales, poco volumi-
nosos, están pegados á las rocas y á veces ad-
heridos unos á otros , de modo que forman como
ramiíicaciones. Muchas especies son usadas como
alimento.
La Ascidia rústica (Ascidia rustica, L. ) , que
habita en el Océano y el Mediterráneo , y es aná-
loga á la ostra, por su sabor y sus propiedades, se-
cóme cruda ó condimentada con vinagre. La As-
cidia nabo (Ascidia rapa , Brug.) se encuentra
en el Perú , y es comestible. La Ascidia estriada
(Ascidia phusca, Cuv.) habita en el Mediterráneo,
es comestible y parece haber sido la mas estima-
da entre los antiguos. La Ascidia microcosmo
(Ascidia microcosmus , Cuv.) también habita
en el Mediterráneo y es comestible. Todas estas
ascidias , excepto "la ascidia nabo , han sido
indicadas por Aldrovandi como depurativas y car-
minativas , y por Plinio como buenas contra la
nefritis, la cólica y el tenesmo.
Vulgarmente se designa á las ascidias con el
nombre de Odres de mar, en razón de su cubierta
coriácea y en forma de. saco.
ASCIiEPIAS, Asclepias. Género de plan-
tas de la familia de las apocíneas, y déla pen-
taoariá diginia de Linneo. La mayor parte de las
especies que contiene gozan de las propiedades
activas de esta familia, y son de algún uso en cier-
tas localidades, pero ninguna de ellas es gene-
ralmente usada.
Asclepias agigantada (Asclepias gigan-
tea, L.). Esta especie, de la India, parece gozar
de grande actividad, puesto que se dice que mata
á los bueyes que la comen. Su raiz es muy vomi-
tiva; tiene un sabor acre amargo; los médicos
indianos la emplean para purgar, en la lepra;
también se ha administrado en la sífilis , la hi-
dropesía , el reumatismo, la tenia , etc., y tantas
virtudes se han atribuido á esta raíz que se la ha
decorado con. el nombre de Mercurio vegetal.
Jiahuin refiere que una dracma y media de zumo
de esta planta ha causado una hemorragia mor-
tal.
Asclepias de Curasao (Asclepias curas-
samca";,L.). En las Antillas, la raíz de esta es-
pecie es empleada como emética y purgante, de
20 á treinta granos , en tres tomas, si t¡s como
vomitivo, y en una sola, si escomo purgante;
llámasela en aquellos países Falsa Ipecacuana.
Asclepias echada (Asclepias decumbens,
L.). Su raíz es eslimada sudorífica, lo que hace
emplear su infuso en Virginia, en donde es muy
abundante , contra la pleuresía ; también se dice
que es purgante y usada en el mismo país contra
la disentería.
Asclepias espiral ( Asclepias spiralis,
Forsck.). Sus semillas son dulces y usadas en
Arabia contra los retortijones.
Asclepias grande (Asclepias procera,
Ait.). Planta vivaz, que crece en los lugares hú-
medos cerca dé Alejandría. Sus gruesos frutos en-
cierran semillas semejantes á las de la lechuga, ro-
ASC
deadas de una especie de vilano, del que se hace
\csea v colchones. Su zumo lechoso es un corrosi-
vo que se emplea para depilar el cuero. Las
liojas machacadas con manteca son aplicadas co-
mo resolutivas a los tumores frios. Se dice que
este vegetal está cubierto de una especie de ma-
na; su raíz es indicada como vomitiva.
Asclepias que lleva leehe [Asclepias
lactífera , Roxb.) . Por una excepción muy nota-
ble, el zumo lechoso, tan acre en las apocineas,
es muy dulce en esta especie , y tan abundante,
que los Indios loempleancomo alimento, y reem-
plaza á la leche de vaca en algunos lugares de
las Indias; sus hojas son alimenticias.
Asclepias ondeada [Asclepias undulata,
L.). Su raíz es empleada contra la hidropesía, en
el Cabo de Bueña-Esperanza, en donde crece.
Asclepias para el asma (Asclepias
ashunatica, L.; Üynanchum vomitorium , Lam.;
Cynanchum Ipecacuanha , W.). Esta planta de la
India, cuya raía es vomitiva y ha sido designada
equivocadamente como una Ipecacuana blanca,
base aconsejado en el asma húmedo , la tos , etc.
Es usada en la India, en cuyo país también se
comen los renuevos jóvenes de la planta.
Asclepias prolífera {Asclepias prolife-
ra, Rottl.). La raíz de esta especie, de la India,
obra como emética, y los médicos del país la pre-
conizan mucho contra la rabia.
Asclepias ,de Siria (Asclepias syriaca,
L. . Esta grande especie vivaz, es llamada Yerba
déla uata, y también Apocino de la seda, y Yerba
de la seda, en razón de la lana de sus semillas.
El excelente aceite quede éstas se extrae, su
materia sedosa, y la hilaza de sus tallos, la hacen
preciosa. «€|«Á
Aunque indígena de la Siria, del Egipto y de
la Palestina , puede resistir á la temperatura de
nuestro clima. Los vilanos de esta asclepias par-
ticipan de las propiedades de la seda y de las del
algodón : son de una extrema finura , y tienen un
lustre brillante ; la longitud de sus filamentos es
á lo menos de t 2 líneas y con frecuencia llegan
hasta 36. Sirve para acolchar vestidos, guarne-
cer almohadas y cubrepiés , para fabricar cober-
tores , etc. La hilaza extraída de los tallos, trata-
da como el cáñamo , se convierte en un hilo fuer-
te, (pie da telas deuna gran finura, y muy consis-
tentes.
La parte cortical de la raiz de esta especie ha
sido administrada en el asma, con buen resul-
tado.
El Sr. John , que ha analizado el zumo lechoso
do esta plañía, lo ha encontrado compuesto de
26,50 de resina ; t á,o0 tle resina elástica; 4,00 de
una sustancia glutinosa vegetal ; 4,00 de extrac-
tivo; y .i.J.OO de ácido tartárico y de albúmina.
Liniieo llama Árbol de la seda á la Asclepias
fbücticosa ; según otros , recibe este nombre el
Apocino be Afkica (Apocinum africanum, Uuer.)
que se cria en varios puntos de España, en Anda-
lucia ^ceroa de Barcelona , Murcia y Valencia,
fabricándose en este último punto con el algodón
un hilo muy fino , excelente para tegidos deli-
cados.
ASF 2(53
Asclepias tuberosa (A sclepias tuberosa,
L.). En los Estados-unidos, se emplea la raíz de
esta plañía , con feliz resultado, como un podero-
so diaforético, y también se usa en los dolores
de estómago v para expulsar las ventosidades, lo
que la ha hecho llamar Wind-root (raíz para las
ventosidades) .
Asclepias Veneetósigo , Vencetó-
sigo (Asclepias Vtnceíoa;ictttn,L.). Planta vivaz,
indigena , que crece en abundancia en los bos-
ques, en los lugares arenosos, estériles, etc.
Arroja muchos tallos altos de dos pies , redondos
y flexibles; hojas opuestas, acompañadas de es-
típulas , verdes y lisas ; llores blancas y de olor
fuerte bastante "agradable; fruto compuesto de
dos folículos , que encierran semillas planas, con
vilano. La raíz está compuesta de un gran núme-
ro de fibras blancas y delgadas, que salen ya de
un solo cuerpo leñoso irregular , ya de muchos
puntos del tallo que ha pasado á ser subterráneo:
cuando reciente , tiene un olor fuerte y un gusto
acre y desagradable; pero tal como la suminis-
tra el comercio , es de un olor débil, siempre de-
sagradable, y un sabor dulce, apenas seguido
de una sensación de acritud, y únicamente con-
serva su blancura natural.
Antiguamente se atribuían á esta raiz grandes
propiedades, entre otra la de resistir al veneno;
pero Haller declara su uso sospechoso, y en efec-
to el Sr. Orfila la ha administrado á perros que
han muerto dos ó tres dias después con el estó-
mago inflamado , de lo que se deduce que este
pretendido vencetósigo es por sí mismo un vene-
no del que no debe usarse sino á muy pequeñas
dosis. Parece sudorífica y diurética, y base preco-
nizado como hidragoga , útil en las enfermedades
cutáneas , las escrófulas , etc.
Hase propuesto cultivar esta especie en los
terrenos incultos, para utilizar la lana de sus se-
millas. Se duda que esta planta sea la Asclepias
délos antiguos, planta dedicada á Esculapio.
Asclepias voluble (A sclepias volubiliz,
L.). En la India se emplea la raíz de esta especio
en las hidropesías; causa náuseas y aumenta la
expectoración.
Asclepias vomitoria (Asclepias vomi-
toria , Komig.). Los prácticos indianos dan co-
mo espectorante y diaforético el infuso de esta
planta amarga y nauseosa, á la dosis de media
taza para hacer vomitar á los niños que padecen
por la superabundancia de mucosidades. Empléa-
se también en la disenteria , las flores blancas.
en la gonorrea , etc. Hay algunos autores que
piensan que esta especie es una v ariedad de la
A&chpias para el asma.
ASFÓDELO, Asiuionv.LUs. Género de
plantas de la familia de las liliáceas, y de la íie-
xandria monoginia. Los bulbos de las especies de
este género están provistos de una fécula abun-
dante , que los hace comestibles , unida con un
zumo resinoso amargo , que la ebullición ó qui-
zás la cocción le quita.
Asfódelo ramoso , Oamou (Asphn-
delus rumosus. L.). Planta indigena, que crece
264 ASP
también en el Levante. De tallo desnudo , hojas
en forma de espada, aquilladas y lisas , y flores
blancas dispuestas en panículas. Esta planta era
conocida de los antiguos , quienes comían sus
bulbos cocidos al rescoldo y los empleaban en
muchas enfermedades ; los animales también los
comen con gusto y escarban la tierra para encon-
trarlos; en Persia", con ellos se hace un engrudo,
para lo que basta secarlos, pulverizarlos y des-
leír el polvo en agua fresca.
Los antiguos paganos decían que los prados
del infierno ó tártaro estaban cubiertos de ga-
món , y por eso lo plantaban al rededor de los se-
pulcros en la creencia de que los manes se ali-
mentaban de sus bulbos.
Esta especie y el Asfódelo amarillo {Aspho-
delusluteus, L.) , llamado Vara de Jacobo, son
cultivadas en los jardines.
ASPÁIíATO, AsPALAmus. Bajo este nom-
bre se halla indicado en las obras antiguas un
leño que crecía en Grecia y en Italia, y pertene-
cía auna leguminosa espinosa, que los modernos
no han podido reconocer positivamente, y sobre
la cual hanse formado conjeturas mas ó monos
probables. La opinión mas general es referirlo al
Genísta he Canarias [Genista canaricnsis, L.);
pero como este vegetal no es espinoso, no puede
decirse que sea exacta. Según el Sr. Guibourt,
el leño de aspálato que se ha encontrado en el
comercio, no parece ser otra cosa que una de las
variedades de leño aloes , que ha llegado al es-
tado de vejez. Por lo demás, el aspálato entraba
en algunos polifármacos. Al aspálato se le llamaba
Lignum Rhodium, esto es, leño de olor de rosa,
y con este nombre hanse confundido casi siempre
dos leños diferentes : uno que viene de las Cana-
rias, que es propiamente el Leño de Bodes de los
per(umadores ; el otro , traído de América , es el
Leño de Rosa de los ebanistas.
Leño ó Palo re rosa de las Canarias. Raíz ó
cepa leñosa, nudosa, redondeada, muy pesada,
de una á cualro pulgadas de diámetro , cubierta
de una corteza gris y muy rugosa; en el interior
es á veces de un solo tinte amarillo uniforme,
pero generalmente es blanquecina en la circun-
ferencia, y amarilla naranjada y como impreg-
na!.a de aceite en el centro. Este leño debe en
efecto su olor de rosa muy pronunciado á un
aceite poco volátil y untuoso , que es la causa
del carácter indicado. Los tallos, que casi siem-
pre acompañan á la cepa ola raíz, son cilin-
dricos , gruesos como el pulgar , blancos por
defuera, amarillos rojizos en el centro, y por lo
común menos aceitosos y menos aromáticos que
la raíz.
El leño de rosa de las Canarias, es producido
por el arbusto Convólvulo de escora (Convol-
vulus scoparius, L.j. De este leño, los Holande-
ses, y hoy dia los perfumadores de París, ex-
traen el Aceite volátil de Rodes(\. esta palabra),
que es líquido, untuoso, amarillento , de olor de
rosa, desabor amargo como el leño, y un poco
mas ligero que el agua.
Lbño ó Palo de rosa de los ebanistas. Pertc-
ASP
noce á un árbol, pero se ignora cual es y el país
de donde procede. Nos llega en troncos de cualro
pies de largo sobre cuatro á seis pulgadas de diá-
metro ; es muy pesado, de color de rosa, rojo
pálido ó amarillento, vetado de rojo subido ; es
de fibras rectas cuando procede del tallo , nudoso
y escabroso cuando es producido por la raíz ; tie-
ne un olor débil de rosa, y un sabor amargo , muy
acre. La albura, de la que conserva algunos ves-
tigios, es blanca; el corazón parece un poco
aceitoso.
Ha habido tiempo en que no se construía mue-
ble de valor que no fuese de palo de rosa; pero fué
destronado por la caoba , como ésta parece va á
serlo por la palisandra. Por lo demás , esta ma-
dera es susceptible de muy hermoso pulimento, y
principalmente se emplea para la taracea.
ASPÁüAT© ? Aspalathus. Género de plan-
tas de la familia de las leguminosas, y deladia-
delfia decandria de Linneo.
Ajüpálalo frllH'iiu [Aspalathus Ebenus, L.l.
Árbol que produce el leño conocido en el comer-
cio con el nombre de Leño de Granadillo, que nos
viene de Cuba.
Este leño , que nos llega en troncos de 3 á 4
pulgadas de diámetro, está ya privado, ya pro-
visto de su corteza y de su albura. La corteza es
delgada , ligera, amarillenta y fibrosa ; la albu-
ra es poco gruesa , blanca , dura y compacta ; el
leño es muy duro, muy pesado, iormado de capas
concéntricas muy numerosas , de las cuales las
unas son verdosas y las otras rojizas. El corte
longitudinal ofrece en el centro nudos muy agra-
dablemente dibujados. Esta madera es una de las
mas estimadas para el torno.
Aspálato de India [Aspalathusindica,
L.). Según Ainsle , las hojas de esta especie son
empleadas en cocimiento por los prácticos indios
como refrescantes , temperantes , en las afec-
ciones leprosas y cancerosas. La raíz mascada
disminuye el mal de dientes y es útil en los aftas.
ASPARAfiOíA. Principio inmediato, en-
contrado primero en el zumo de los tallos de es-
párrago , por los Sres. Vauquelin y Robiquet, y
después en otras partes de vegetales , como en
las raíces de malvavisco y de consuelda , y en
las patatas. Obtiénese por la concentración del
zumo ó del infuso acuoso de estas partes de plan-
tas, por la que se posa en cristales colorados, que
se lavan en agua fria y se hacen cristalizar de
nuevo.
La asparagina se presenta en cristales semi-
trasparentes , incoloros, de la forma de un pris-
ma hexaedro ó de un prisma recto romboidal; su
sabor es fresco y nauseoso ; el agua disuelve -'/ú
de su peso. Esta solución , abandonada á sí mis-
ma, se descompone y produce una sal amoniacal
particular, aspartato de amoníaco. Bajo la in-
fluencia de los álcalis ó de los ácidos, la aspara-
gina experimenta una descomposición semejante,
cuyo resultado es la formación de cierta cantidad
de amoníaco y de un ácido, que ha sido llamado
Acido aspártteo.
ASPERÓN (en francés' Gres). Se desig-
ASI»
nan bajo este nombre , terrenos de depósito for-
mados en diferentes épocas , que consisten en
una arena cuarzosa , aglutinada por diversas sus-
tancias. El cimento, a veces poco abundante re-
lativamente á la arena, es sílice en el estado de
sílex ó pedernal , o arcilla, ó carbonato de cal.
Los asperones contienen muclias veces mica,
feldespato u otras materias análogas procedentes
cadentemente de la desagregación de las rocas
que constituyen las montañas primitivas.
Los asperones tienen diferentes usos según su
dureza , la finura de su grano y su color. Su na-
turaleza eminentemente siliciosa entra por algo
en los usos á los cuales se les aplica. Su color es
con frecuencia amarillento , algunas veces rojizo,
moreno, y también blanco.
La composición de los asperones es en efecto
variable: tan pronto el cuarzo está en ellos en
granos casi puros, tan luego el cimento forma
basta la mitad de la masa, estando la otra mitad
formada de granos cuarzosos.
Las principales variedades de este producto de
la natirraleza son: el Asperón ullero , el Asperón
rojo, el Asperón de piedra de talla, la Molassa y
el Asperón blanco.
El asperón ullero, el mas antiguo de todos, ca-
si únicamente es empleado para baldosas, esto es,
en la construcción de empedrados de las calles
mas frecuentadas.
El asperón rojo , que se baila inmediatamente
encima del precedente , se aplica á los mismos
usos, preferiéndosele en razón de su mayor so-
lidez.
El asperón de piedra de talla (Quarder sands-
tein de los Alemanes es muy reciente, aunque
pertenezca también á bs terrenos, secundarios.
Su nombre indica bastante el uso que de él se
hace: es muy empleado para la construcción de
edificios y para baldosas duras, en diversas par-
tes de la Alemania y en Italia.
Lo mismo sucede "con la molassa, que es un as-
perón perteneciente á los terrenos terciarios y na-
turalmente blando , que se endurece al aire. Al
salir de la cautera , se deja tallar fácilmente, pe-
ro al cabo de cierto tiempo pasa a ser solido y
resistente. :«>lq*#.
Por último , los asperones blancos , mas mo-
dernos todavía , son empleados para el empedra-
do, siendo demasiado difíciles de tallar parautdi-
zarlos como piedra de construcción. Con todo,
algunas veces se hacen de ellos pilas, gamelas,
arcas y obturadores para grandes aparatos para
fabricar el ácido clondrico , el sulfato de sosa y
el cloro. .
Obsén ase relativamente á los asperones em-
pleados en las construcciones, que no es necesa-
rio atender á la dirección natural de sus capas,
pues sus pedruzcos ó trozos se aserran ó corlan
en todas direcciones , lo que no sucede con las
piedras calcáreas.
La porosidad de los asperones los hace á pro-
pósito para piedras filtrantes, impidiendo su na-
turaleza silícea , por otra parte, que comuniquen
al agua ninguna propiedad nociva , y la cedan
34
ASI* 265
ninguno de sus principios constituyentes. Los as-
perones de Guipúzcoa son muy celebrados para
este uso , si bien casi lodos los asperones son pro-
pios para él.
I nade las aplicaciones notables de los aspe-
rones es la fabricación de las muelas para pulir
los cuerpos duros, particularmente los instru-
mentos de acero, las piedras finas, etc. En esta
aplicación, basada en la presencia de la sílice en
pequeños granos en los asperones, toda la difi-
cultad consiste en procurarse un asperón bien
homogéneo , sólido y tenaz , de grano grosero ó
fino, según que la "muela esté destinada para
adelgazar, ó pulir.
El asperón rojo y el asperón ullero suministran
comunmente las muelas ó las piedras de afilar,
siendo de dicha materia las muelas empleadas,
en Obersteín, para pulir las ágatas. Las piedras
de dalles ó guadañas casi todas son producidas
por el asperón ullero : son grises ó negruzcas, y
han sido talladas directamente cuando el asperón
es naturalmente tino; en el caso contrario se
muele el asperón, haciendo con el una pasta que.
se vacia y se cuece en seguida para endurecerla;
Eara la gruesa herrería de corte se emplea ha-
itualmente asperón de terrenos terciarios.
Las muelas de asperón, asi como las de molino,
están sujetas á romperse con detonación cuando
se las imprime un movimiento de rotación dema-
siado rápido. Esto es lo que debe suceder siempre
que la fuerza centrífuga exceda á la cohe-
sión que liga las partes de la piedra entre si; por
lo que es menester tomar las mayores precaucio-
nes en la elección de las muelas" de este género.
Es necesario también disponer las muelas de mo-
do que se garantice lo mejor posible á los traba-
jadores; no deben pues dejarse en descubierto
sino las porciones de la muela extriclamente ne-
cesarias, cuidando de que todo el resto déla su-
perficie quede encerrado en un armazón sólido.
— V. Muelas y Piedras detalla.
En este articulo hemos indicado sucintamente
no mas que los usos de los asperones, tan abun-
dantes en España, porque que habría sido tras-
pasar los límites que nos hemos impuesto estu-
diarlos bajo el punto de vista mineralógico.
Asperón (Losa de) . Con arcillas que se sa-
can del Pinell, provincia de Tarragona , y de
Marra, provincia de Cerona, cocidas á una tem-
peratura que no baja de 400° del pirómetro de
Wedgwood , se fabrica , en el pueblo de Sans,
extramuros de Barcelona , la loza do asperón,
que los. Franceses llaman Poterie de yri-s , de la
cual nos ocuparemos eu el articulo Loza (\ . e?ta
palabra). -. :io avlM?*ab«l
Aquí debemos consignar que D. Pedro Geli,
antiguo fabricante de lozas de pedernal, fué quien
en 1849 estableció la predicha fábrica, la prime-
ra y única en su especie en España. En ella hace
bombonas, barreños, e\ aporaderas, frascos, jar-
ros, matraces, retortas, tubos , y otros vasos em-
pleados en los laboratorios químicos, igualmen-
te «pie botellas para cerbeza y tinta, y diferen-
tes \asijas para usos domésticos. Está loza en'
tomo i.
166 ASP
nada cede á la mejor loza de gres fabricada en
Alemania, en Francia y en Inglaterra, ni por la
solidez y la dureza, que son iguales á las del peder-
nal, ni por el barniz, que es terreo é inatacable
por los ácidos, y en cuanto á resislir á los cambios
de temperatura, posee esta propiedad en mayor
grado (jue todos los gres extranjeros.
Los objetos de loza de asperón del Sr. Geli
son reconocidos de excelente calidad por los
(juímicos y fabricantes que los emplean en sus
operaciones , y como á tales han merecido ser
premiados en las exposiciones industriales de
Madrid y Barcelona celebradas en estos últimos
años.
La fabricación de loza de asperón es una in-
dustria naciente en nuestro país , pero útil, y en
su caso necesario, y opinamos que debería pro-
tejérsela , imponiendo un derecho protector á
la que nos llega del extranjero, lo que bastaría
para que nuestra loza de asperón pudiese compe-
tir con la loza de gres de los Franceses y de los
Ingleses , á pesar de las ventajas que estos lle-
van en la baratura de las primeras materias.
ASPERUC©, Asperugo. Género de plan-
tas de la familia de las borragíneas, y de la pen-
landria monoginia de Linneo.
Asperugo tenúid.o[Asperugo procumbe ns,
L.). Esta planta indígena, que crece en las már-
genes de los caminos secos, tiene el tallo tendido,
las hojas estrechas y ásperas al tacto, y las flo-
res azules , pequeñas , con un cáliz quü se en-
cierra sobre ellas después de su descogimiento.
Pasa por béchica é incisiva; según Columna,
on algunas partes de Italia reemplaza á la bor-
raja, y sus hojas son comestibles en ciertas co-
marcas. ,
ASPERUIiA, Asperüla. Género de plan-
tas de la familia de las rubiáceas, y de la tetran-
dia monoginia de Linneo. Su nombre procede de
que muchas especies tienen los tallos un poco
ásperos.
Aspérula cinánquicajó de Perro,
Aspérula, Yerba déla esquinan-
riii 1 sperula cynanchica, L.) . Pequeña planta vi-
vaz, indígena, quecrece en los bosques secos. De
tallo derecho; hojas de cuatro en cuatro, lineares,
y las superiores opuestas ; y llores hendidas en
cuatro iascinias. Atribuyesela la propiedad de
curar la esqmnancia, empleada en tisana y en
cataplasma; pero hoy dia no se usa. Su raíz es
rojiza , así como la de" muchas rubiáceas , y esto
le ha valido el nombre de Rubia pequeña.
/I «pérula olorosa, A «perilla , lie-
pática estrellada, I ¿¡rio menor de
los valles , Madreselva oficinal del
Norte, Reina de los bosques [Aspe-
rula odorata, L. ). Planta bienal indígena, que
cerce en los bosques. De muchos tallos altos de
cerca de un pié ; hojas dispuestas de ocho en
oheo alrededor de cada nudo de los tallos, como
en estrellas , lanceoladas; flores en las sumida-
des de los tallos, blancas y sostenidas por pedún-
culos ; el cáliz se convierte en un fruto seco que
contiene dos pequeñas semillas unidas , casi re-
ASP
dondas , un poco huecas en el medio; la raíz es
delgada, fibrosa y rastrera. La planta florecida
difunde un olor suave y agradable.
Los ganados son muy golosos de esta planta,
y se asegura que la leche de las vacas que se
alimentan de ella es mas abundante y mas espesa.
Créesela útil en las afecciones nerviosas, la epi-
lepsia y también la hidrofobia; por último, básela
preconizado, sin motivo, contra la ictericia y con-
traías enfermedades eruptivas.
ASOI¥IA , Assonia. Género de la familia de
las malváceas, presentado por Cavanille, como
ofreciendo en la Asoma de nojAs de Álamo [As-
sonia populi folia , Cav.), una de las maderas de
olor del comercio.
ASPIiEWIO, Asplenium. Género de plan-
tas de la familia de los heléchos , y de la cripto-
gamia de Linneo.
Asplenio Adianto negro, Adian-
to negro, Capilera negra, Culan-
trillo negro, Doradilla negra As
plenium Adiantum nigrum , L.). Esta especie
crece en las paredes , en lugares húmedos , y al
pié de los árboles. Frondes verdes , casi tres ve-
ces pinnadas , con hojuelas alternas y otras lan-
ceoladas, entrecortadas y aserradas ; peciolos
largos de un pié, lisos y negruzcos. Es poco usa-
da , pero se la sustituye á la Capilera común, cu-
ya aroma está lejos de poseer.
Asplenio aserrado [Asplenium serra-
tum, L.y. Con frondes sencillas, lanceoladas,
aserradas y casi sentadas.! Es usado en las Anti-
llas contra las obstrucciones y las diarreas rebel-
des , á la dosis de i á 3 dracmas , en polvo.
Asplenio Ruda de muros, Cu-
lantrillo blanco, Doradilla de mu-
ros, Ruda de muros [Asplenium Ruta
muraría, L.). Especie que crece en las paredes,
en las hendiduras de los edificios viejos , cerca
de los pozos y de las fuentes, y que resiste al
frió de los inviernos. Frondes alternadamente des-
compuestas , con hojuelas en forma de cuña y
recortaditas. Tiene alguna semejanza con la ru-
da. Antiguamente era preconizada en una mul-
titud de enfermedades, pero hoy dia es inusitada.
Asplenio Tricomanes, Politrico,
Tricomanes [Asplenium Trichomancs, L.).
EspeGie que crece en lugares sombríos y hú-
medos. Frandes dos veces pinnadas, hojuelas ca-
si redondas y festonadas: distingüese de las capi-
leras en que sus hojuelas son pequeñas , y sin
estar opuestas están colocadas por pares á lo largo
del pecíolo , casi redondas , ligeramente denta-
das y con el dorso muy cargado de escamas que
cubren la fructificación : es poco olorosa. Apenas
es usada, aunque á veces reemplace ala capilera.
ASSERIDA. Planta de Guinea , que, mas-
cada , es útil contra el dolor de vientre.
ASSOREE-BUND. Llámase así una de
las seis calidades de seda que se recogen en los
Estados del Mogol.
ASSRC1VIINA. Planta de Guinea, que, ma-
chacada y aplicada en fricciones sobre las pier-
nas , cura la lombriz de Guinea."
AST
ASTRA€¡A1¿0, Astragalus. Género de
plantas de la familia de las leguminosas, j déla
diadellia decandria deLinneo.
Astrágalo Amodite (Astragalus Am-
modytes, L.). Esta especie, de la Siheria, y que
seria muy propia para ser cultivada en los are-
nales por sus raices profundas , es azucarada en
todas sus parles, y en consecuencia podria ser
empleada como el regaliz. Es sufructicosa , arro-
ja tallos con flores mellizas , y produce legumbres
aovadas mellizas y lanudas. *
AMtrágalo de Andalucía [Astragalus
bcrticus, L. ). Esta especie, que se encuentra en
Portugal y otros puntos , y que es cultivada en
Suecia , arroja tallos tendidos , con espigas
pedunculadas , y produce legumbres prismáti-
cas , rectas , de" tres caras, y ganchosas por su
ápice.
Las semillas de esta planta tostadas son el
mejor succedáneo del café de cuantos han sido
propuestos; la torrefacción aumenta su amargor,
pero «i un grado menor que el del café común, de
manera que para endulzar su infuso se necesita la
mitad menos de azúcar. También puede mezclar-
se en parte igual con el café común. Esta semilla
contiene un aceite craso , y un principio amargo
(pie no se desarrolla hasta después de la torre-
facción; pero debe observarse -que si bien el ca-
fé tostado aumenta de volumen, la semilla de as-
trágalo disminuye , lo que indica que ha de tos-
tarse mucho menos. Estas noticias son debidas al
célebre químico Vogel, de Munich , quien usaba
este grano mezclado con el café, lo que le proba-
ba muv bien.
Por lo- demás, el astrágalo de Andalucía produ-
ce mucho v resiste á los mayores frios; sus se-
millas verdes dan una consistencia gelatinosa al
agua.
Astrágalo sin esrapo , Astrágalo
( Astragalus excapus ,L.). Planta vivaz, que crece
en las montañas de los Alpes , sin tallo y sin es-
capo, hojas vellosas, y con legumbres lanudas;
raíz gruesa, cuyo tronco principal está hundido
\ertiea1inente en tierra, de color moreno y de
sabor amargo astringente.
La raiz de esta especie lué propuesta, en 1786,
por Quariu , contra las afecciones \enéreas , so-
bre todo los antiguas que presentan síntomas de in-
fección constitucional; su cocimiento , bebido en
abundancia, calma los dolores nocturnos, pro-
duciendo sudores útiles en el reumatismo y la
gola. En el dia no está en uso.
Astrágalo Garbanzo (Astragalus Ci-
cer, L.j. Arroja tallos, postrado; con legumbres
casi globosas, infladas, que rematan en punta
rígida y pelosas. Pallas dice que en Siberia los
niños comen las semillas de esta especie, que,
según Cartheuser, puede suministrar un buen for-
raje.
Astrágalo ron hoja de Regalicia,
Orozuz silvestre [Astragalus glycyphyllos,
L.). Vegetal de nuestros bosques herbosos , que
arroja tallos , postrado; hojas ovales y mas Jar-
gas que el pedúnculo; legumbres arqueadas, y
ATA J87
casi de tres caras. La semejanza de sus hojas cou
las del regaliz le hace dar el nombre de Falso
Regaliz, por el uso que puede hacerse de su raiz.
En efecto, el Sr. Gilibert la ha empleado con
feliz resultado contra los herpes, la estrangúria,
los cólicos y otras enfermedades queexijen el uso
de temperantes.
Astrágalo como Tragacanta [Astra-
galus tragacanthoides,L.) . Especie casi sin tallos,
con flores radicales, numerosas y casi sentadas.
Los Calmucos emplean el cocimiento de esta
planta contra las calenturas intermileules.
Los Astrágalo tragacanta (Astragalus Traga-
canllm , L.) , Astrácalo qur lleva goma (Astra-
galus gummxfcr , Labillard.) , y Astrágalo ver-
dadero {Astragalus venís, Olivier) , etc., pro-
ducen la Goma alquitira ó tragacanto (Y. esta
palabra). Algunas especies son también cultivadas
en los jardines.
AS TRAS CÍA, Astrantia. Género de
plantas de la familia de las umbelíferas, y de la
pentandria diginia de Linneo. Yerbas vivaces,
de hojas palmeadas , las inferiores con largos
pecíolos, las superiores, con frecuencia, indivi-
sas y sentadas; flores en umbelas solitarias ó en
hacecillos, sencillas, con largos pedúnculos, mul-
tíflorales, acompañadas cada una de un collar
polililo, de hojuelas grandes, coloradas, ner-
viosas, con frecuencia dentadas ; corola rosada ó
blanca , en general mas corta que el limbo ca-
licinal. Este género no comprende sino cualro
ó cinco especies , todas indígenas de Europa ó de
Oriente.
La Astrancu mavor , Astrancia común (As-
tranlia major , L.j , común en los prados de los
Alpes y de los Pirineos , que se eleva á dos ó tres
pies, se cultiv a en los jardines de adorno, por
sus hermosas umbelasde color de rosa. Llámase-
la vulgarmente Sanícula hembra ó Sanícula de
montaña. Morisson asegura que las raices de
esta planta "son purgantes y acres, lo (pie las ha
hecho confundir á veces con las del eléboro ne-
gro.
La Astrancia epipactis [Astrantia epipactis,
L.) , es, según Dioscorides, útil en las enferme-
dades del hígado. El nombre de Epipuctis que
le dio este autor significa que atrae nvria fuera,
de donde viene también el de epipástico.
Las demás especies se distinguen igualmente
por una inflorescencia muy elegante, lo que hace
que se cultiven en los jardines.
ASTROBJLEPO, Astroblepus. Género
de peces de la familia de los holobrampiios apo-
dos pantópteros. La única especie que contiene
es el Astroblepo de Grisalvio (Astroblepus tíri-
xalvii, Ilumb.). Los habitantes de la Nueva
Granada , que lo pescan en el rio de Palacé,
cerca de Popayan, lo llaman Pescado negro;
se dice que el sabor de su carne se asemeja al
de la anguila.
AT
ATAULECH. Nombre que los Árabes dan
á la acacia que produce la goma arábiga de Ma-
ruecos y de llcrberia , y que , según Jackson , es
268 ATA
la Acacia que lleva goma {Acacia gummi fer,
Lavill.).
ATAMAWTA , Athamanta. Género de
plantas de las fannlia délas umbelíferas, y déla
pentandria diginia de Linneo.
Atamanta Cervaria {Athamanta Cer-
varia, L.). Plantaindígena que crece en las mon-
tañas. De anchas hojuelas pinnadas, puestas en
forma de cruz, escotadas, y con ángulos; semi-
llas lisas, verdosas, ovoideo-comprimidas, y sin
pelo. Al presente no se usa, si bien antiguamente
había sido empleada en medicina.
Atamanta de China [Athamanta chi-
nensis, Lour.). Las semillas de esta especie, cul-
tivada y expontánea en la China y en la Cochin-
china, son empleadas como diuréticas, resoluti-
vas, cmenagogas, y sobre todo en las enferme-
dads del útero.
Atamanta de Creta , Haueo de
Creta ó de Candía. (.4 thamanta cretensis,
L.). Planta vivaz que crece en España, en Suiza,
y en el mediodía de la Francia, en la isla de Candía,
en Egipto , etc. , en lugares pedragosos y monta-
ñosos. Tallo alto de un pié y medio, redondo, es-
triado, y velloso; hojas cortadas como las del hino-
jo, con hojuelas lineares, planas, y con pelo ás-
pero; su ■ flores nacen en umbelas en las sumida-
des de los ramos; aellas suceden frutos prolon-
gados, vellosos, blancos, terminados por dos es-
lilos persistentes, ensanchados si son muy ma-
duros, y mezclados con fragmentos de pedúnculos
de la umbela, y comunmente la umbela entera.
De esta planta se usan particularmente los fru-
tos ó semillas, que son mas pequeñas que las del
comino, y tienen un olor de pastinaca cuando se
las eslrega, y un sabor aromático semejante,
pero mas marcado, fuerte y siempre agradable.
La semilla de dauco de Creta fué muy preconi-
zada y muy usada por los antiguos, quienes le
hacían entrar en muchas composiciones farma-
céuticas. Es un estimnlante , como lo son casi to-
das las semillas de las umbelíferas.
Atamanta Ijinanotis [Athamanta Li-
banotis , L.). En los frutos ó semillas de esta
planta indígena, que son pequeñas, oblongas,
vellosas, ásperas y grises, quiso Linneo reconocer
las semillas del Libanotis de los antiguos , y á las
cuales Dioscorides llamaba Cachrys. Estas semi-
llas eran consideradas como anti-epilépticas.
Atamanta Meo, Hinojo de los Al-
pes t Meo, Mea atamántico , Meyon
[Athamanta Meum , L.; Mcum athamanticum,
Jacq.) . Especie originaria de la Grecia, que crece
en los Alpes, en los Pirineos, en España, en
Italia, en Suiza, en Francia, y en general en las
montañas del mediodía de la Europa. Planta de
raíz vivaz, que arroja un tallo derecho, hueco,
un poco ramoso , aíto de 12 á 18 pulgadas; sus
hojas son dos ó tres veces aladas, sostenidas por
pecíolos dilatados y ventrudos, y compuestas de
hojuelas muy numerosas, lampiñas, cortas y ca-
pilares ; las llores en umbelas, y son blancas, "muy
pequeñas y olorosas ; los cálices se trasformaii
en frutos , compuestos cada uno de dos semillas
ATA
oblongas , abovedadas y estriadas , mas gruesas
que las del hinojo, olorosas y de sabor amargo.
La raíz es la única parte usada d'. esta planta,
y tal como el comercio la presenta es groesa co-
mo el dedo pequeño , larga de cuatro pulgadas,
gris por defuera , blanquecina por dentro, de un
tegido flojo, de un olor y sabor semejantes á los
de la raíz de apio montano. Se reconoce sobre
lodo en su cuello rodeado de un gran número de
pelos ásperos y enderezados , del mismo modo que
en la raíz de "cardo corredor, en términos que
se la podría confundir á veces con ésta última;
pero la raíz de cardo corredor en general es mas
gruesa, mas larga, y además tiene un olor de-
sagradable.
Esta raíz entra en varias composiciones far-
macéuticas antiguas; es aperitiva y antielmínlica;
se mezcla algunas veces con el espicanardi, pero
este fraude se reconoce en el olor de la raíz , tan
diferente del de las valerianas.
Atamanta Oreoselino, Oreoseli-
no , I*eregil lie monte [A thamanta Oreo-
selinum,L.). Planta indígena que crece en las
montañas. Arroja tallosque se elevan á la altura
de tres á cinco pies; sus hojas salen las unas de
la raíz y las otras de los tallos, y son grandes y
parecidas á las del peregil, sostenidas por largos
pecíolos; sus flores nacen en umbelas , en la su-
midad de los tallos y ramos, y son blancas y pe-
queñas; sus semillas están unidas de dos en dos,
y son ovales, comprimidas , lisas , blanquecinas,
y membranosas en el borde; sus raíces son gruesas
fibras unidas á un centro común, negras por de-
fuera, blancas por dentro, de un sabor resinoso,
aromático y agradable.
De esta planta se emplean principalmente la
raíz y la semilla: ambas son aperitivas, y han si-
do preconizadas contraía gonorrea benigna, pa-
ra depurar la sangre, etc.
ATA1VASIA, Athanasia. Género de plan-
tas de la familia de las carduíneas , y de la sin-
genesia poligamia igual de Linneo.
Atanasia marítima , Algodono-
sa (Athanasia marítima, L.; Diotis candidissi-
ma, Desf.). Este vegetal, que crece abundante-
mente en las playas del Mediterráneo , de hojas
lanceoladas, recortadas, obtusas y tomentosas,
y con pedúnculos de dos flores , es aromático y
amargo. En Portugal es conocido bajo el nombre
de Perpetuas marítimas, y su infuso teiforme,
en este país , es usado en las afecciones dispép-
sicas y la gota ; también se ha administrado en
la tisis, pero mezclando el infuso con leche. El
doctor Gómez , que fué el primero que preconi-
zó el uso de esta planta, la comparó con la man-
zanilla , pero encontró el gusto y el olor menos
desagradable.
ATAUJÍA. Es el arle de fabricar obras de
ataujía, como son adornos árabes, ó moriscos,
que se hacen en el hierro con líneas de oro y
de plata. Es considerado como un arte que reúne
las obras de mosaico y de escultura. Su nombre
y su origen venieron'de la ciudad de Damasco
en Siria , pero fué perfeccionado en Francia.
ATR
Carsinet, que unir ¡o en París en 1660 , es quien
con preferencia g otros contribuyó con su sobre-
saliente trabajo á lograr que decayere el mérito
ile las obras de este" género procedentes del Le-
vante.
ATIiE n ATTE. Nombre árabe de un ár-
bol que crece en el reino de Siam. El fruto tiene
la forma de una pina ; cuando maduro , es blan
do y se abre; su carne es azucarada y desabor
agradable , y contiene una gran cantidad de pe-
pitas negras," cuya piel es de tal modo dura que
se las tomaría por cuescos.
ATKACTIL. Atracttus. Género de plan-
tas de la ramilia de las carduineas, y de la smge-
nesia poligamia igual. Los antiguos hablaron bajo
este nombre de una planta espinosa, usada de su
tiempo en medicina , que es difícil de referir á
un nombre linneano, en razón délo vago de las
descripciones quede ella se hacen y de ¡agran-
de analogía de los individuos de esta familia entre
si. Dioscorides asegura que del cuello de la raíz
de esta planta exuda una goma venenosa, pero lo
cierto es que todavía no se ha podido encontrar
esta especie, que probablemente seria la de que
vamos á hablar sin esta última circunstancia,
quizás errónea.
A trae ti I que lleva goma {Atractylis
U'immifera, L.; Acama gummi f era , W.). Planta
vivaz , que crece abundantemente en los arena-
les y en los ribazos áridos de los alrededores de
Argel, en Italia, en España , en Grecia, en Cer-
deña , etc. , y en lugares incultos y tostados por
el ardor del sol. Su raíz escamuda, fusiforme,
del grueso del dedo, blanca al interior, y lechosa;
carece de tallo ; sus hojas son de diez á veinte
pulgadas de longitud , tiesas y un poco lanosas.
La planta florece en otoño, y "entonces las hojas
son desecadas por los colores , pero se renuevan
durante el invierno y permanecen verdes hasta á
la tin de la primavera.
Los señores Desfontaines y 01ivier,quehanob
servado este vegetal, han visto destilar de su flor,
que es gruesa, única y de color de violeta, gotas de
una especie de goma" roja , que exuda igualmente
de entre las hojuelas de su cáliz y también delcuello
de su raiz. Esta sustancia nunca adquiere una con-
sistencia seca, y queda blanda como el visco.-
los Árabes la emplean como éste, ablandándola
con un poco de agua hirviendo , para cazar pa-
jaritos. Esta sustancia inodora, y que apenas tie-
ne un sabor débilmente amargo , está cubierta
;i Mees de un polvo blanco; las mugeres de la
isla de Naxia la mascan , como las de Scio hacen
con el almacigo ; se come la raíz , pero priuci
palmeóte1 el receptáculo de esta planta , como lo
nacemos de los de las alcachofas , y como ge
practicaen varios países con los de muchas otras
compuestas , tales Gomo las carlinas , losonopor-
dos, etc. Según Linneo , esta planta suministra
un alimento agradable y sano, de gran recurso en
tiempo de carestía.
Conviene no confundir esta planta con el Car-
do Acarna (Carduus Acama , L. , Cnicus Acar-
na, W.).
ATR 2G«J
ATIPIíICE ó %H*UEI7IiE. Atri-
plex. Género de plantas , que da nombre á una
familia natuial, las Atripliceus , y qua perlcntvo
á la poligamia monoecia de Liuneo. Losr armue-
lles son yerbas ósub-arbustos : partes herbáceas
lo mas común pulverulentas ó cubiertas de una
pubescencia furfurácea ; hojas alternas ó raras
veces sub-opuestas , pecioladas , lo mas común
triangulares, angulosas, ó sinuosas dentadas, ó
muy enteras; llores aglomeradas, ó dispuestas en
espigas interrumpidas. Estas plantas crecen en
los lugares cultivados, salados, y arenosos, y al-
gunas de ellas pueden comerse como las espi-
nacas y la acedera, etc., que son de la misma fa-
milia ;'las que pertenecen a terrenos salados dan
mucha sosa por su combustión , y son con fre-
cuencia utilizadas deestamanera. El Sr.Moquin-
Tandon enumera cuarenta y nueve especies
de este género , entre las cuales no van com-
prendidas cierto número de especies considera-
das por muchos autores como Atriplices, si que
pertenecen al género Obiona, Ga?rtn. Se en-
cuentran atriplices en. casi sodas las regiones del
globo.
A tríplice de huerta. Armuelles
[Atriplex hwtcnsis, L.). Planta anua, cultivada
en las huertas, originaria del Asia, y que también
se propaga por sí misma. Su tallo es alto de cua-
tro á cinco pies , derecho, estriado y un poco ra-
moso; sus hojas lisas, pálidas, tiernas, y la mayor
parte triangulares y puntiagudas ; las flores es-
tán dispuestas en "racimos sueltos y de color
blanco ; á estas llores suceden semillas por lo co-
mún planas y redondas, envueltas en una corte-
za delgada. "
Esta planta, que como es sabido tiene calida-
des análogas á las de la espinaca, es empleada
en las cocinas como las otras hortalizas , sobre
todo páralos potajes; corrige la acidez de la
acedera, conviene á los hipocondriacos, cuyas
visceras están calientes y constreñidas ; refrige-
rante y un poco laxante", nutre muy poco; no
conviene á los estómagos fríos , á menos que no
se la sazone con sal , pimienta y vinagre.
Según Matíolo, las semillas de esta especie
son vomitivas y purgantes, pero no están y a en
uso en terapéutica.
Los habitantes de Réngala comen las hojas del
Atripuce he Bengala (Atriplex beiujalensis,
Lam.). El Atripuce Halimo, Orzaga , Osu=<;\
o Saiga»* Atriplex üalimus, L.), de tallo fruc-
licoso , hojas enteras y que se acercan á la figu-
ra de delta , es alimenticio en algunas de nues-
tras costas, y sus renuevos se confitan en v ina-
gre y se comen en ensalada : dícese que sus rai-
ces son empleadas por las nodrizas contra los
retortijones y las convulsiones de los niños. i;i
Atripuce como Verdolaga (Atriplex porlitla-
coides, L.) , detallo fructicoso , y hojas aovadas
al revés , que crece abundantemente en nuestras
costas marinas, puede ser confitado en vinagre.
ATROPA, Atropa. Género de plantas de
la familia de las solanáceas, y de la pentandria
monoginia de Linneo. Eslenumlre v ieue de A tro-
270 ATR
pos, el de una de las Parcas , que corta el hilo
de la vida , en razón del peligro que presentan
las especies que contiene.
Atropa arbórea (Atropa arborcscens L.) .
Este arbusto, de las Antillas, es deletéreo. El Sr.
Descourtilz perdió el uso de la palabra , y se le
hinchó la lengua tan solo por haberlo catado. Es
cultivado en los jardines de adorno , al igual
que la Atropa frutescente , Belladona de Es-
paña (Atropa frutcscens, L.).
Atropa Belladona . Belladona,
Belladama (Atropa Belladona, L.). El nom-
bre de esta especie célebre, que no era desco-
nocida de los antiguos , procede de que en Italia
las mugeres se lavaban el rostro con su agua
destilada, ó con el zumo de sus hojas, y también
hacían uso de una especie de afeite obtenido
por expresión del fruto llegado á su segunda
época.
Esta planta crece en nuestro país y en una gran
parte de la Europa , en los lugares cultivados.
l)e su raíz vivaz se eleva un tallo de tres á cuatro
pies, grueso, redondo, pubescente, y de color
rojizo ; sus hojas son alternas, ovales, lampiñas ó
ligeramente pubescentes , enteras, de un verde
oscuro, anchas y blandas; las flores son axilares,
pedúnculadas y purpurinas; la baya es redonda,
un poco complanada, sucolenta, negra y lustro-
sa, y muy venenosa; las semillas son muy nu-
merosas, pequeñas y reniformes.
El zumo de la belladona está compuesto, según
el señor Vauquelin : 1 .° de una sustancia animal
(pie se coagula en parte por el calor, y que en
parte queda en este zumo á favor del ácido acé-
tico libre que se encuentra en él; 2.° de una sus-
tancia soluble en el alcohol, de sabor amargo y
nauseabundo (Y. Atropina) ; 3.° de muchas sales
de base de potasa, á saber , mucho nitrato , mu-
riato, sulfato, oxalato acídulo y acetato. El ba-
gazo, secado y quemado, ha dado bastante can-
tidad de cal , de hierro y de sílice.
Es muy esencial conocer esta planta deletérea
sobre todo sus bayas , cuyo color oscuro , la for-
ma de pequeñas guindas y el gusto dulce invitan
aveces á comerlas, lo que produce un envene-
namiento con delirio, que hizo denominar á es-
ta planta por los autores antiguos Solano furioso,
Solano letal, y jtsvxvo;, por Dioseorides , de
donde el delirio causado por la belladona ha sido
llamado Estricnomania.
Los fenómenos del envenenamiento por la be-
lladona son los siguientes: vértigos, debilidad,
delirio por lo común alegre, alucinamiento déla
vista , desfallecimiento , náuseas , entorpecimien-
to, inyección déla coyuntiva, pupilas dilatadas
é inmóviles, gesticulaciones, boca seca, imposibi-
lidad de articular sonidos inteligibles; pulso pe-
queño, débil, y mas bien lento que acelerado; es-
pecie de insensibilidad de la piel , terrores, etc.
La muerte puede llegar poco tiempo después de
haber ingerido este fruto en abundancia, y enton-
ces el sujeto cae en un estado soporoso con so-
bresaltos de tendones y palidez horrorosa. Según
el Sr. Flourens, la belladona dirige su acción
ATR
especíala los tubérculos cuadrijemales, y pro-
duce en las aves, á quienes causa ¡aceguera, una
mancha roja en el punto correspondiente del crá-
neo, á consecuencia de la infiltración del diploe.
El señor Orfila, que ha ensayado la belladona
en los animales, ha visto que producía la muerte
á los perros, pero dada á la dosis de media onza
de extracto al cabo de cuatro horas, y observó la
membrana del estómago poco inflamada ; veinte
granos no hicieron perecer á un gato. De estos
experimentos concluye que la belladona obra con
mas fuerza inyectada en las venas , menos en el
tegido celular, y menos aun ingerida en el estó-
mago.
Se remedia á la acción deletérea déla bellado-
na por el vómito, si se está á tiempo de provocar-
lo , por medio del tártaro emético á alta dosis,
en razón de la insensibilidad del estómago , ó por
el uso délas bebidas aciduladas, si hay mas de
15 á 20 horas que las bayas hayan sido ingeridas.
Además danse diluyentes, aceitosos, la leche,
lavativas emolientes , y también anli-flogísticos,
si se desarrollan secundariamente signos de fleg-
masía, pues la belladona no produce inflamación
señalada de primer antuvión , ni causa vómitos,
etc. , y , después de la muerte de los sujetos ape-
nas se encuentran algunos vestigios inílamato-
rios en el canal digestivo. La acción de la be-
lladona difiere de la del opio , aunque esta planta
pertenezca como la que lo da á la clase de las
narcóticas.
La acción deletérea de esta planta no haímpedido
emplearla como un medicamento muy poderoso
proporcionando las dóses convenientemente. lia-
se conocido que las propiedades narcóticas y
estupefactivas que posee podrían ser utilizadas en
las afecciones nerviosas , los espasmos , ciertas
inflamaciones, etc.; obra especialmente sobre la
pupila , la que dilata y paraliza mientras dura su
acción ; se usa en particular contra la coqueluche
y ha sido propuesta como un preservativo seguro
de la escarlatina.
La belladona se administra en polvo, desde un
cuarto de grano hasta á dos granos por dia, se-
guo la edad , sola ó mezclada con azúcar. Es me-
nester que la planta sea lo mas reciente posible,
aunque se haya observado que la desecación no
hace perder á las hojas su virtud , como esto su-
cede con otros vegetales. El extracto debe igual-
mente ser reciente , y se da á la mitad de la do-
sis del polvo , desleído en agua ó en pildoras. La
raíz tiene la misma propiedad que la planta.
No se emplea el infuso , ni menos el cocimiento
de belladona, porque no podría apreciarse con
exactitud lo que se da de esta planta activa.
Atropa Mandragora, Mandragora
{Atropa Mandragora , L. ; Mandragora o/ficina-
lis, Dec. ). Planta vivaz, propia de los lugares
sombríos y de las orillas de aguas en el mediodía
de Europa , común en España, en Italia, etc.
Carece de tallo ; sus hojas salen inmediatamente
del cuello de la raíz , son mas anchas que la ma-
no en su medio, estrechas en la punta, lisas, de
color verde oscuro y de un olor desagradable;
ATR
de entre ellas se elevan pedúnculos cortos,
•incoada uno sostiene una flor eamp anulada, un
poco vellosa , do color blanco que tira á purpuri-
no ; sus frutos son bayas amarillas, carnudas, del
grueso de una pequeña manzana, rodeadas en la
base por el cáliz persistente, y encierran algu-
nas -emulas reniformes; su faiz es fusiforme,
blanquecina, larga, gruesa, á veces ahorquillada,
y entonces representa á corta diferencia los mus-
los de un hombre , lo que le había hecho dar por
algunos el nombre de Antropomorphon (figura de
hombre).
La mandragora dio origen á muchas fábulas
ridiculas entre los antiguos, quienes la atribuían
infinitas virtudes. De ella se nace mención en el
Génesis y en el Cantar de los Cantares. Sus frutos
son , según ciertos comentadores de la Biblia, el
Di iiaim , lo que es poco probable. — V. Dudaim.
Los antiguos conocieron y emplearon la man-
dragora como estupafaciente y narcótica: Plinio
halda délas ceremonias supersticiosas que se
practicaban para arrancar la raíz ; llipócrates,
Caleño y Celso la prescriben en muchos pasajes
de sus obras, sobre todo antes de practicar gran-
des operaciones , al parecer para entorpecer á
los enfermos y hacerles menos sensibles álos do-
lores del instrumento , de donde ha venido el
proverbio de los latinos , hablando de un hombre
apático : Ha tomado mandragora. Al presente su
uso está casi abandonado : toda la planta es pe-
ligrosa ; sus bayas son un veneno con frecuencia
funesto para los niños; sus hojas son narcóticas,
f entran en la composición del bálsamo tranqui-
o ; su raíz, igualmente narcótica, es raras veces
empleada al interior , y algunas veces lo es en
cataplasma. Esta planta parece participar de to-
das las propiedades y de los inconvenientes de
la belladona , su congénera, que, mas común, ha
sido mas experimentada y mas empleada.
Matíolo refiere que en Italia es una especie de
profesión el preparar las raíces de mandragora y
darlas formas humanas , y que hasta se fabrican
de falsas con las raices de otros vegetales, tales
como la brionia , etc., porque se unen ideas
de magia á esta planta, como dar la fecundi-
dad , hacer feliz , hacer encontrar dinero , etc.
En los autores antiguos , se llama Mandrago-
ra macho á una variedad de fruto redondo, y
Mandragora hembra á otra variedad de fruto
prolongado. En Siberia, la mandragora es llama-
da Cabeza de Adán, y goza de reputación para
curar una multitud de males.
ATKOPi.Vl. Base alcalina descubierta
or el señor Brandes en las raíces , los tallos y
as hojas de la belladona, ala que probablemente
son debidas las propiedades medicinales de esta
planta. La Atropina es inodora, incolora; cris-
taliza en prismas sedosos y trasparentes ; se fun-
de y se volatiliza á un- poco mas de 100°; se di-
suelve en frió* pero mejor en caliente, en el éter
y en el alcohol absoluto ; el agua disuelve V800 de
su peso á la temperatura ordinaria ; abandonada
al contacto del aire y del agua , el liquido amari-
llea, y por la evaporación no da sino una materia
2
p
1;
AIT 271
amarilla, soluble, nausebunda, tan venenosa co-
mo la atropina, de la que puede extraérsela tra-
tando este producto con un ácido, después carbón,
y después precipitándola con un álcali. La solu-
ción acuosa de atropina precipita en blanco por
el infuso de nuez de agallas, en amarillo limón
por el deuto-cloruro de <;ro. y en amarillo ¡sabe-
la por el deuto-cloruro de platino. La atropina sa-
tura muy bien los ácidos; su sulfato y su acetato
cristalizan con facilidad.
La atropina tiene la propiedad de dilatar fuer-
temente la pupila, y por eso su solución aplicada
al ojo es preciosa en ciertas operaciones quirúr-
gicas que se practican en este órgano.
ATTROW. Planta de Guinea , cuyo coci-
miento disipa la hinchazón.
ATTXAS. Baso ó tegido de seda fabrica-
do en las Indias: los hay rayados y con flores de
oro ó de seda. Estos últimos son admirables, por
el arte con que están trabajados ; sin embargo,
no tienen el primor de las estofas europeas, lo
que puede atribuirse á la belleza de nuestros co-
lores , que son mucho mejores que los de las In-
dias, en general adulterados, particularmente
los encarnados.
ATVIV. Arbusto de las Molucas , de hojas
alternas y lanceoladas , que produce un fruto
escamoso" ó una nuez cuya corteza es muy grue-
sa , que contiene un cuesco oblongo y del grueso
de un huevo de gallina. Los Maleses lo raspan
y lo mezclan con otras sustancias aromáticas,
como condimento para excitar el apetito y facili-
tar la digestión , y también lo emplean contra la
disenteria.
Aü
AUCIA , Algia. Género de la familia de las
gutíferas , y de la poliandria monoginia de Lin-
neo. Su única especie, la Algia de la Chika {Au-
gia sinensis , Lour.) , según Loureiro , produce
el verdadero barniz de la China. A esta resina,
que es resolutiva, emenagoga y antielmíntica,
se la sujeta á una especie de torrefacción para
disipar el principio volátil en el cual parece resi-
dir su acritud. Entonces puede usarse sin peligro,
y los médicos delpais la prescriben en este estado
en pildoras. — V. Barniz.
AUIiACIA, Ai lacia. Este género, de Lou-
reiro, pertenece á la decandria monoginia do
Linneo , y á la familia de las auranciáceas. Las
hojas de una de sus especies, Allacia á modo dk
hoz (Aulacia fálcala, Lour. ; Cookia fálcala, I)
C.) son empleadas como emenagogas, en la Co-
chinchina.
AURA. Lémery habla, bajo este nombre,
de una especie de cüen o de Méjico , que los In-
dianos llaman Troptllotl, y cuya carne pasa per
antisitilitica, y las cenizas de los pulmones por
detersivas, vulnerarias, etc.
AllOGKAFlt. Palabra derivada del
griego autos, sí mismo, y grapho, escribir, con
la que se indica lo que está escrito de la propia
mano del autor. Solo damos esta diltnicion para
hacer conocer el uso de la especie de mercancías
de que tenemos «pie hablar.
272 AUX
Desde algunos años, se hallan en el comercio
los materiales de la autografía, que consisten:
\.° en vina tinta de composición particular; 2.c
en papel igualmente preparado de una manera
especial para recibir los caracteres que se trazan
encima y que son susceptibles de ser trasporta-
dos sobre la piedra; 3.° á veces, en plumas muy
flexibles y de un corle apropiado al uso de la
autografía, las cuales son comunmente de acero
templado y muy elástico.
La mejor tinta autográfica que se conoce hasta
el dia se prepara del modo siguiente: se toma
cera virgen , 5 onzas 5 dracmas ; jabón blanco y
laca en escamas, de cada cosa, 15 dracmas, y
negro de humo común, 3 cucharadas de boca.
Se hacen licuar juntos la cera y el jabón ; se ca-
lienta fuertemente, y en el momento en que la
mezcla va á inflamarse, se la echa el negro de
humo; se agita con una espátula, y se deja ar-
der durante 30 segundos; entonces se apaga la
llama y se añade poco á poco la laca en polvo
revolviendo constantemente la mezcla; se vuelve
el vaso á la lumbre hasta que la materia se infla-
mo de nuevo; se apaga, y se vierte en moldes.
E-la tinta se emplea absolutamente como la tinta
de la China , frotando los pedazos contra un cuer-
po casi pulimentado , con mas ó menos agua.
La composición de la tinta litográüca es dife-
rente, y consiste: en cera virgen, 3 partes; ja-
bón , 8 partes ; almáciga en lágrimas , 2 y8 par-
les; sebo, 3 partes; goma laca 4/s partes; resina
copal, */» parte.
El papel autogrático no es á veces , y aun lo
mas frecuente, sino papel común, ligeramente
cubierto de engrudo de almidón colorado por la
goma guta , si bien otros fabricantes lo cubren
con buena gelatina ó también con cola de pes-
cado.
En cuanto á las plumas de acero, no hay nece-
sidad de descripción particular.
El escrito autográfico ofrece un medio precioso
y rápido de escribir circulares , etc., etc; pero su
mérito consiste en reproducir fielmente el cuerpo
del escrito y la firma de la persona que lo usa.
La página escrita, trasladada á la piedra , pro-
duce un tiraje de un gran número de buenas
pruebas. *■. I3#.JI
Aquí no hablamos de la venta de los autógra-
fos (manuscritos salidos de la pluma de los per-
sonajes célebres) , porque esto nos parece cons-
tituir una especie de especulación muy remota
del tráfico ordinario del comercio , para poder
ser considerada como una mercadería.
ACTOCJR (Corteza de). Ignórase á que
planta corresponde esta corteza, que antiguamen-
te se recibía del Levante y de que en la actuali-
dad no se hace ya uso alguno. Empleábase para
avivar el carmín; pero los nuevos procederes de
fabricación de este hermoso y rico Color han pro-
bado que era muy posible pasarse del tinte auro-
ra que le comunicaba el cocimiento de la corteza
de atitour, que hoy dia apenas es conocida en el
comercio.
ACX.CBA. Grande árbol de las Indias que
AVE
lleva un fruto sabroso : créese que es la Carisa
Carandas [Carissa Carandas, L.).
AV
A VA, HA VA. Nombres de la Pimienta me-
tistica ( Pipcr rnethysticum, Eorst.) , en Ta'i'ti, y
de la bebida embriagadora que eori este vegetal
se prepara. Thunberg dice que Áva es también
el nombre del Panizo verticilado (Panicum ver-
ticillatum,L.) en el Japón.
AVA-AVA. Nombre del tabaco en Taiti,
porque los naturales lo comparan al ava , en ra-
zón de la especie de embriaguez que estos dos
vegetales producen.
AVA-9ÍOKI. Especie de Fuco ó de Ova,
que se recoje en las costas del Japón , y que los
habitantes aprovechan para comerlo con arroz,
después de haberlo hecho secar y tostar.
A VACARÍ. Dujardin indica, bajo este nom-
bre, un arbusto de las Indias semejante al arra-
yan , que es estimado astringente y empleado en
la disenteria.
AVEIíIíABíO , Corvlus. Género de plantas
de la familia de las amentáceas, sección de las
cuercíneas, y de la monoecia poliandria.de Lin-
neo.
Avellano Avellana, Avellanera,
Avellano ( Corylus Avellana, L. ). Arbusto in-
dígeno, celebrado por Virgilio, que crece en
los bosques, en los setos, en los lugares incul-
tos, y que se cultiva en España , en particular en
Cataluña. Sus flores masculinas son de las pri-
meras que anuncian la vuelta de la primavera,
puesto que aparecen desde el mes de febrero.
El avellano arroja muchos tallos ó ramos lar-
gos de 1 5 á 20 pies , flexibles , sin nudos y cu-
biertos de una corteza delgada; su leño es tierno
y blanco ; sus hojas son anchas , mas grandes y
mas arrugadas que las del aliso , dentadas en
sus bordes, puntiagudas, de color verde por en-
cima, y blanquecinas y ligeramente pubescentes
por debajo ; sus llores masculinas están dispues-
tas en candedas cilindricas y colgantes , y com-
puestas de una escarna de tres lóbulos que lleva
ocho estambres ; sus flores femeninas están con-
tenidas muchas juntas en un botón sentado , es-
camoso , del que salen estilos de un hermoso ro-
jo; estas llores son reemplazadas comunmente
por muchos frutos reunidos juntos, compuestos
de una nuez oval, en parle cubierta con el cá-
liz persistente y lasciniado en los bordes. Esta
nuez, á la que "se llama Avellana, encierra una
almendra aceitosa , de sabor dulce y muy agra-
dable.
Las avellanas difieren según los países. Las
hay de muy pequeñas , redondeadas , de un ama-
rillo pálido y lucientes , ligeramente cargadas
hacia la punta de un vello muy corto y blanque-
cino; la cascara es delgada; la almendra es lle-
na y bien nutrida, y cubierta de una película
gris pálida. Hay otras que son muy gruesas, con
su cascara gruesa y muy dura, irregularmente re-
dondeada, y de un moreno rojizo; la almendra es
de un blanco de cera , cubierta de una película
blanquecina. En fin , hay también otras de media-
AVE
no grosor, do cascaras gruesas, señaladas en
la parte por la que estaban sostenidas en el ar-
busto con una ancha mancha gris; la almendra es
hien nutrida y cubierta de una película muy del-
gada y rojiza.
Antiguamente á la avellana se la llamaba .4 ¿»c-
Hinn, de la ciudad de este nombre en la Cam-
pania; también se la dio el nombre de Prenesta,
de la ciudad del Lacio , en donde se cogían mu-
chas; y los Griegos la llamaron Carpa pontica o
Leptocaria, porque, según Plinio y Galeno, este
arbusto fué traído de la ciudad de Ponto en Asia.
La almendra de este fruto tiene un sabor dulce
y agradable", cuando se come fresca; pero con
el tiempo adquiere acritud, y entonces fatiga el
estomago, y cuando seca, la película de que está
cubierta excita picazón en la garganta. La ave-
llana alimenta mas que la nuez, pero ocasiona
dolores de cabeza , si se come en demasía ; su
uso, aun moderado , no conviene sino á los jóve-
nes , á los sujetos de estómago robusto y á aque-
llos que hacen ejercicio.
Con las avellanas puede prepararse un aceite
muy agradable (V. Aceite de avellanas); los Chi-
nos mezclan en su té un aceite dulce extraído
por expresión y en frío de estas almendras, que,
reciente, podría ser empleado como alimenticio.
Las avellanas sirven para hacer emulsiones, se
cubren con azocar para formar dulces , etc., pe-
ro principalmente son empleadas como fruto de
postres.
El avellano ha pasado por un arbusto mágico,
cuyos tallos flexibles teman la propiedad, bajo
el nombre de Varas divinatorias, de encorvar-
se hacia los manantiales de agua, etc. , pero que
son mucho mas útiles para hacer obras de ceste-
ría, aros, etc. Con su leñóse prepara un aceite em-
pireumático, que nada tiene de particular, y que,
como todos los aceites de este género, es odon-
tálgieo y vermífugo , á la dosis de algunas
gotas. La corteza pasa por febrífuga, y el polen
<le las llores ha sido preconizado contra la epi-
lepsia.
F.l principal cultivo del avellano tiene lugar en
las provincias de Oviedo, Tarragona y (¡erona,
sobre todo en estas últimas. La cosecha es abun-
dante , aunque sanable sti¿un los años. La ave-
llana de- Oviedo enviada á la exposición de Lon-
dres, en 1851 , era hermosísima, según el Btikff
de la Sagra; la de Santa Coloma de F arnés es
común, y se exporta á América; lado Ueus y
Kalcel, que es de excelente calidad , y cuya cose-
cha anual sulie á 100.000 cuarteras, en su mayor
parte se exporta á. Inglaterra, en donde es muy
apreciada.
En el comercio de Barcelona se distingue la
Avellana negreta y la Avellana común. El emba-
laje es sacos que contienen \ •/, cuartera, de
peso 6 arrobas G libras catalanas; sin cascara,
pesa cada saco de 8 á 9 arrobas también cala-
lanas.
En 1849, según los datos publicados por la I.
Juaia de Comercio, la importaciou de avellana
"ii esta ciudad fué: en cascara, 5, i(>8 arrobas,
35
AVE 273
valor de 133,200 rs. \ n. ; en grano, 4.577 arro-
bas, valor de 233,850 rs. vn.; verde, 348 arro-
bas , valor de 2,088 rs. vn. La exportación fi-
gura distribuida asi : a diferentes puntos del
reino, 664 arrobas, valor de 33.200 rs. vi.;
al extranjero, 3.654 arrobas, valor de 482,700
rs. mi.; a LUramar, 5, 160 arrobas, valor de
258,000 rs. vn.
Según la Dirección general de Aduanas y. Aran-
celes , en 1850, la exportación de la avellana fué:
al extranjero , á Inglaterra, 1 26,522 fanegas; á
otros puntos, 762 fans.;— á América, á la Isla de
Cuba, t,6l4 fans.; á la RepúUica de Chile, Hi
fans.;. á otros puntos, 463 fans. Total, 129,583
fanegas.
i AV£1KA, Avena. Género de plantas de la
¡ familia de las gramíneas, y de la triandriadiginia
[ de Linneo.
Avena sativa , Avena {Avena sativa,
L. ). Planta anua , que se cree originaria de Asia,
y es generalmente cultivada en Europa. Lleva
tallos delgados , huecos y nudosos, guarnecidos
de algunas hojas estrechas, á corta diferencia se-
mejantes á las de la grama; sus flores nacen en
espigas sostenidas por pedículos muy delgados;
cada flor esta compuesta de tres estambres y de
dos pistilos contenidos en un cáliz escamoso ;
cuando esta flor ha pasado, le sucede una semilla
larga y pequeña , envuelta en las hojas del cáliz
y dispuesta en espiga. Esta semilla es la que
todo el mundo conoce bajo el nombre de Aten*.
Hay avena de muchas calidades ; pero cual-
quiera sea la variedad , para que goce de la pro-
piedad de buen alimento, es menester que, sea
pesada, que resbale ó se escape fácilmente de
los dedos, que su corteza sea brillante ó lustrosa,
uue no teuga olor bien sensible, que su almen-
dra sea tupida y blanca, que esté separada de sus
cálices, \ no esté mezclada con malos granos,
sobre todo de falsa mostaza , ó con cuerpos ex-
traños, tierra, yeso, guijarros, etc., etc.
No debe comprarse avena que contenga mucha
cantidad de semillas de salvia, .de amapola, de
trinitaria y de aciano. Esta mezcla, que no siem-
pre puede e\ itarse , } que depende de la natura-
leza del terreno que produce la avena, si excede
de un 10.° hace a ésta no admisible. Igualmente
debe desecharse la que esté alterada por dife-
rentes causas, como las lluvias, la humedad y
el riego, de uue se echa mano para hacerla hin-
char. Esta mala avena, cuno uso no puede ser sino
nocivo , ofrece las señales'siguientes: está carga-
da de cuerpos extraños; su corteza es blanda,
arrugada y de un color apagado; es ligera á la
mano, aunque sea voluminosa; es esponjosa en
vez de ser resbaladiza; su grano roto ofrece una
harina negruzca ; su olor es fuerte \ desagra-
dable.
La superioridad de la avena se reconoce por su
peso, habiendo países donde todos los años, en
el mes de diciembre , se prueba legalmente el
peso de esta semilla en presencia de. las autori-
dades civiles de las ciudades ó villas en que
hay mercado. Fu Cataluña, la avena se. vende
tomo i.
Í74 AVE
por cuarteras ; cada cuartera pesa , término me-
dio, 3 arrobas, 1 2 libras catalanas.
La harina de la avena es semejante á la de los
demás cereales , aunque mas sosa y mas com-
pacta. El Sr. Chevallierpretende (pie la fécula ex-
traída de esta harina tiene alguna analogía con el
arrow-rool, pudiendo reemplazarlo, según cier-
tas personas. La corteza det grano contiene un
principio aromático análogo al de la vainilla,
que da á la semilla fresca un olor que embor-
racha, se dice, á veces á los caballos, y tam-
bién al hombre; este principio, que ha sido ob-
servado por el Sr. Journet, puede extraerse por
medio del agua y del alcohol.
, La avena, analizada por el Sr. Vogel , contiene
fécula, 59; albúmina, 4,30; goma, 2,50; azú-
car y principio amargo , 8,25; aceite craso ama-
rillo-verdoso, soluble en el alcohol hirviendo,
S ; materia fibrosa , cantidad variahle. El Sr. Da-
vy, que también ha analizado la avena, ha en-
contrado en ella seis por ciento de gluten, mate-
ria no señalada por Vogel. La ceniza de avena,
según el Sr. Vauquelin , contiene fosfato de cal
y sílice.
La avena es el alimento predilecto de los ca-
ballos y de los animales de corral, sirviendo
también á veces para el del hombre en los países
en que el terreno poco fértil rehusa producir trigo
ó centeno , ó en los tiempos de carestía: con ella
se hace un pan grosero, pero bastante sano, y, se-
gún Plinto; los antiguos Germanos únicamente se
alimentaban de tortas hechas con la harina de
este grano.
La avena sirve entre las gentes del pueblo pa-
ra hacer cataplasmas, que se aplican á las parles
dolorosas , y en particular se usa de ella en los
dolores de costado , hervida en vinagre ó cerbe-
za , y aplicada muy caliente i á veces disipa es-
tos dolores locales", mas por la rubefacción pro-
ducida por el vinagre que por su virtud especial.
La paja de avena sirve para alimento de los ga-
nados; Las glumas de las semillas son empleadas
para hacer jergones páralos niños, muy útiles
por su blandura y su propiedad absorvénte , lo
que permite se sequen con facilidad; también
con ellas se llenan las almohadas que se colocan
entre las tablillas en los aparatos para las frac-
turas , etc.
A la avena se la quita su parte cortical por
medio de un molino destinado á esta operación,
y entonces constituyela A vena excorticada ó mon-
dada. La avena mondada es un alimento sano,
del que se hace gran consumo en Inglaterra, en-
tre los pobres como entre los ricos. En la Nor-
manda con ella se hacen muy buenos potajes ;
en el país de Galos, se prepara con el almidón de
avena hervido en el agua, hasta consistencia de
jalea, un manjar muy estimado, que se come mez-
clado con leche , cerbeza ó vino blanco , endul-
zándolo á voluntad. La avena mondada cocida en
leche, añadiéndola almendras dulces y azúcar,
produce un alimento que nutre mucho , y que se
digiere fácilmente, pudiéndolo dar á los niños y
á los convalecientes. En Escocia se hace un
AVE
aguardiente de avena, que se usa en el país, en
donde se le llama Wishey ; también se mezcla
con el agua para hacer un grog , que vuelve po-
tables las aguas mas malsanas. El cocimiento de
avena mondado es emoliente , antiflogístico y
calmante , se da en las afecciones inflamatorias
del pecho y del bajo vientre, las irritaciones,
etc. ; se usa también en lavativas, pero como el
agua de avena mondada es una solución del
almidón, es preciso hacerla muy ligera, si no
se trata de nutrir al enfermo.
En la América septentrional hay una nación
llamada Loca avena , en razón de una yerba que
crece naturalmente en los pequeños ríos cuyos
fondos son cenagosos , así como en los lugares
pantanosos. Esta yerba es parecida á la Avena
loca {Avena fatua, L.), que crece en el trigo.su
grano es grueso como el de la avena común, pero
el doble mas largo. Los salvajes lo hacen secar,
lo reducen á harina, y con ésta hacen una papilla
que comen después de haberla sazonado. Según
Thevenot, este alimento es en aquel país tan es-
timado como el arroz. El Sr. Bossu, en su Viaje
á la América septentrional , dice que los Ayan-
cas le hicieron un regalo de este manjar , que
comió en buñuelo y en papilla, habiéndolo encon-
trado muy bueno y muy refrescante.
La Avena desnuda ( Avena nuda , L. ) tiene
mucha analogía con la precedente. Se cultiva en
Inglaterra y también en España. Es preferible á
la avena vulgar , aunque su grano sea mas pe-
queño , pues tiene la ventaja de despojarse mas
fácilmente de su gluma , y por consiguiente con
ella puede obtenerse mejor la avena excorticada.
AVERROA, Averrhoa. Género de plan-
tas de la familia de las terebintáceas , y de la
pentandria diginia de Linneo. Contiene dos es-
pecies, ambas arbustos de la India, cuyos frutos
ácidos están señalados por muchos ángulos sa-
lientes , y son de la magnitud de un huevo ó de
una pera. Estas bayas se usan en las calenturas
intermitentes , la disenteria , y como refrescan-
tes; cocidas, son mas agradables, porque han
perdido la acritud que podían conservar; en su
perfecta madurez, adquieren un gusto vinoso co-
mo la granada.
Averroa Carambola , Carámbolo
{Averrhoa Carambola, L.). Arbusto de la altura
de 1 2 á 14 pies , que florece y da frutos dos veces
al año l estos frutos son ovales , oblongos , grue-
sos como un huevo de gallina , con cinco ángu-
los agudos , y de color amarillento ; su carne
es de una acidez agradable. Los Indianos los co-
men crudos para excitar el apetito , y también
los confitan en azúcar.
Averroa Blmbllt, BlmMll (Aver-
rhoa fíimhili , L.). Los frutos de esta especie
son mas gruesos en la punta , y un poco pirifor-
mes, de ángulos obtusos, y mas agrios que los de
la especie anterior. Apenas son usados á no ser
para hacer limonadas.
La A verroa acida de ciertos autores es la Cica
dística de Linneo. — V. Cicca.
AVES. Segunda clase de los vertebrados,
AVE
colocada al lado de los mamíferos , que compren-
de animales ovíparos, de circulación y respira-
ción doble, organizados para el vuelo.
La aves son quizas de todos los seres , que se
agitan en nuestro planeta , los que han llamado
mas la atención del hombre. Estas le hieren por
su gravedad, su aire imponente y magestuoso, su
valor y su arrojo; aquelhis, al contrario, se hacen
observar por su cobardía, su debilidad y su ti-
midez. Las unas agradan por su excesiva viveza,
su coquetería y su alegre charlería , por su dul-
zura y su adhesión , por su melodía llena de en-
cantos y de gracias, por sus retornelos por mas
aturdidores que sean ; las otras lijan nuestra aten-
ción por la elegancia de sus formas y su ligereza;
otras nos deslumhran por la belleza de su pluma-
je , por el brillo y la rareza de su compostura, por
los mil colores que la naturaleza pródiga ha der-
ramado sobre ellas con profusión.
Las aves , por su destreza y la habilidad que
manifiestan en un sin número de ocasiones solo
ceden á los mamíferos respecto ala inteligencia y
á la facultad que tienen de dejarse domesticar, y
de lo que la cetrería ha sacado gran partido. Las
aves cantoras son particularmente conocidas por
la adhesión á su dueño. Considerando á estos ani-
males respecto de la utilidad, severa una multi-
tud de especies que ofrecen al hombre alimentos
los mas sabrosos, ó que le suministran productos
de una inmensa ventaja para la economía domés-
tica, para las artes y para el lujo.
En la economía general de la naturaleza , las
aves prestan grandes servicios al hombre: la
zancuda purga la tierra de infinidad de reptiles
nocivos; el ave de rapiña la desembaraza de los
cuerpos corrompidos , y el gorrión y otras espe-
cies hacen álos insectos una guerra continua muy
provechosa al cultivo.
Chateaubriand dice que el ave no está des-
terrada sino un momento por su dicha: parte
con su padre y su madre, con sus hermanos y
hermanas , sin que nada deje tras de sí , porque
lleva todo su corazón. El desierto le ha prepara-
do los alimentos y la vivienda; los bosques no le
son hostiles; vuelve en fin á morir en las riberas
que la han visto nacer, encontrando el rio, el
árbol , el nido y el sol paternal. En las primeras
edades del mundo , los labradores y los pastores
reblaban sus trabajos en la florescencia de las plan-
tas , en la caída de las hojas , y en la partida ó
llegada de las aves. En las tiendas de Jacob ó de
Hooz , la llegada de una ave todo lo ponia en mo-
vimiento; el patriarca daba la vuelta á su campo
a la cabeza de sus sirvientes armados de hoces.
Bernardino de Saint-Piérre dice que el respeto
que las naciones manifiestan á ciertas aves es un
homenaje indirecto que ellas tributan á la Provi-
dencia.
La aparición , el vuelo , el modo de comer,
etc. , de determinadas aves eran , en la anti-
güedad , avisos de lo que debia suceder en la ma-
teria (pie se consultaba Los autores griegos y
romanos refieren muchos sucesos que dicen fue-
ron anunciados por la aparición ó por el vuelo de
AVE 275
ciertas aves : un gran número de cornejas revo-
loteó sobre la cabeza de Cicerón el mismo dia
que éste fué asesinado. El canto y los graznidos
de las aves y su vuelo sirven á los salvajes de la
Nueva-Holanda para pronosticar distintos aconte-
cimientos; y los habitantes de la islas Hébridas
creen todavía que las aves anuncian los sucesos
importantes de las familias. La observación del
vuelo de las aves era muy importante para los
marinos, antes del descubrimiento de la brújula,
para reconocer si estaban cerca de tierra; Noe
se valió primero de un cuervo y después de una
paloma, para indagar el estado de las aguas del
diluvio.
El estudio Completo de las aves corresponde ú
la ornitología , ciencia ó parte de la historia
natural que se ocupa del conocimiento de dichos
seres. Nosotros, insiguiendo nuestro plan, debe-
mos limitarnos aquí á sucintas generalidades, re-
mitiendo á los lectores á los artículos especiales
que tratan de las diferentes aves útiles al hombre.
Alas aves, respecto á sus costumbres, se las
dan diferentes epítetos: así es que se dice Aves
acuáticas , Aves carnívoras , Av es zancudas, Aves
erráticas , Aves de paso, Aves de volatería, Aves
de rapiña , Aves rameras , Aves de ribera , Aves
sedentarias , Aves terrestres , Aves de vuelo.
Los (¡riegos y los Honianos dividieron las
aves , según su alimento favorito , en ¡ A\ es ra-
paces , que son las de rapiña ; Aves insectívoras,
que son las que se alimentan de insectos ; Aves-
acanto fagas , que comen los cardos; Aves fru-
gívoras, que apetecen los frutos; Aves grami-
nívoras , que comen pequeñas plantas , tales co-
mo la grama; Aves granívoras, que se alimen-
tan de semillas ; Aves piscívoras , que viven de
pescados, y Aves omnívoras, que comen de todo.
La carne de las aves es en general agradable y
sana, menos viscosa y menos indigesta que la de
los cuadrúpedos. Las aves que comen granos,
verbas y bayas ó frutos, por lo común, sumi-
nistran'un buen alimento, siendo las mejores
aquellas cuya carne es blanca y tierna. Las aves
de carne negra son sabrosas, nutren bien , pero
su digestión tiene lugar lentamente, porque su ju-
go es algo estimulante; pero como los gustos va-
rían en los diferentes pueblos , de ahí es que el
avestruz es un excelente bocado para los Afri-
canos.
Los Romanos amaban con pasión á la carne de
las aves, hasta el punto de que muchas familias
patricias y también consulares tomaban el ape-
llido de estos animales, como se ve en Corndius
Merula , Ferulius Pato , Minutius Pica, Pclro-
nius Passer , etc. Denio Estrabon hizo construir
pajareras en las cuales metió , según Plinio, av es
de toda especie para engordarlas; Casio enseñó
á nadar á las pollas en el vino de Salerno para
hacer tierna su carne; pero lo que hay de mas fa-
moso es el plato del autor trágico Claudio Lsopo,
compuesto de aves de canto yv habladoras, que
costó cien mil sextercios.
Brillat-Savarin dice que las aves son parala co-
cina lo que el lienzo es para los pintores. Sirven-
276 AVE
se her\ idas ó asadas , fritas , calientes , trias, en-
teras ó por partes , con ó sin salsa , desosadas,
desolladas, rellenas, y siempre con igual resul-
tado.
Desde los mas remolos tiempos la caza y la
cria doméstica de las aves han sido los medios de
if ue se ha valido el hombre para aprovechar do los
recursos que le ofrecen estos seres; constituyendo
al presente las 'Aves fie corral y las quenos propor-
ciona la caza un objeto de comercio importante.
Mercaderes forasteros recorren las casas de cam-
po para comprar las aves caseras propi as al con-
sumo, y las trasportan vivas. ó muertas, según
las estaciones, alas grandes ciudades; siéndolas
villas y ciudades menos importantes directamen-
te abastecidas por los labradores, quienes llevan
asimismo otros frutos á los mercados. Respec-
to á la c;iza se sigue el mismo sistema á corta
diferencia , y además es trasportada á grandes
distancias por los 'conductores de diligencias, y
también , á veces , de correos.
AVESTRUZ, Struthio. Género de aves
zancudas brevipennas, que, sin contar el Aves-
truz Casoar {Struthio Casuarius, L.) , que al
presente se halla separado de él (V. Casoar), so-
lo contiene las dos especies siguientes:
Avestruz Camello , Avestruz de
Afriea (Struthio Camelus, L.). Esta especie es-
táexlendida en todo el interior del África, desde
el Egipto y la Berbería hasta al Cabo de Bueña-
Esperanza, y, en Asia, desde la Arabia, en don-
de es común , hasta la parle de la India detrás
del Ganges , en donde ha llegado á ser rara.
Esta ave, el gigante de su clase, llega hasta
(¡ ú 8 pies de altura, siendo su peso de 60 á 80 li-
bras. Su pequeña cabeza, provista de grandes
ojos, con párpados movióles y guarnecidos de
pestañas, orejas cuyo orificio está descubierto,
y su cuello delgado^ largo de unos tres pies, es-
tán casi desnudos ó solamente cubiertos de pelos
esparcidos. El macho adulto tiene el plumaje del
cuerpo negro , variado de blanco y de gris,
con las grandes plumas de las alas v de la cola
blancas y negras. La piel desnuda del cuello , de
color de carne, toma, del mismo modo que la de
las piernas igualmente desnudas , un tinte rojo
vivo en tiempo de la cópula. La hembra es mo-
rena y de un gris ceniciento en el cuerpo en don-
de el macho es negro , y no tiene plumas negras
sino en la cola y en las alas. Lospolluelos, en los
primeros dias que siguen á su nacimiento, tienen
la cabeza y el cuello cubiertos de un plumión es-
ftesp y sedoso de color leonado, mas oscuro en
a cabeza; en ésta la parte de delante y los lados
del cuello son atigrados con manchas y fajas ne-
gras, y en la parte de detrás se ven en toda su
longitud tres fajas longitudinales de este mismo
color. Toda la parte superior del dorso y de sus
costados, las alas y la cola presentan uña parti-
cularidad muy notable : los hacecillos de. largo
plumión que salen de cada canon , y que tienen
el aspecto de barbas linas y blandujas que mas
tarde seobservarán sobre todo el plumaje, son va-
riados de negro y de moreno y terminados por
AVE
I largas hojitas muy estrechas, ligeramente espa-
tuliformes , las uñas negras, las otras de color
de paja, y combadas en sentido diverso; de lo
que resulta que en esta primera edad del joven
avestruz , su cuello y su cabeza recuerdan en-
teramente la primera "librea de los jabatos y de
los jóvenes animales monteses , mientras que el
resto de su cuerpo tiene en un todo el aspecto de
un erizo. A esta primera librea sucede muy pron-
to otra de color gris ceniciento , en la qué el jo-
ven avestruz tiene la cabeza, el cuello y las pier-
nas cubiertos de plumas durante un año, pero
muy luego éstas caen sin que vuelvan á apa recel-
en estas partes.
El avestruz se echa doblando primero la rodi-
lla, después apoyándose sobre la parte que cu-
bre el esternón y callosa á este efecto, y en segui-
da se deja caer "sobre la parte inferior del cuer-
po. Corre con tal rapidez que un caballo al galope
no puede alcanzarle sino cuando él está fatigado.
Su instinto le induce, cuando se halla perseguido
de cerca , á lanzar hacia atrás , con sus robustos
pies , mientras va corriendo , piedras sobre su
enemigo. Pone en los arenales expuestos al ardor
del sol unos quince huevos que empolla en Jas
regiones menos calientes del África , pero que
abandona bajo la zona tórrida al calor solar du-
rante el día, teniendo cuidado de empollarlos por
la noche. Por lo demás, la hembra vigila con so-
licitud su nidada de la que no se aleja mucho; y
si se vé sorprendida por los hombres, en vez de
huir en línea recta , se contenta con correr dando
pequeñas vueltas y desplegando sus grandes plu-
mas, lo que anuncia que su nido no está lejos.
Este nido es «na hondonada formada por el
ave en la arena , de tres pies de diámetro poco
mas ó menos , y de algunas pulgadas de eleva-
ción , rodeada de una reguera en la que se reú-
ne el agua de la lluvia. La duración ordinaria do
la incubación es de seis semanas, á lo menos en
las comarcas en que el avestruz empolla del mo-
do que las demás aves, como en el África meri-
dional. Sus huevos muy gruesos, de forma re-
dondeada y encogida, tienen unas 5 73 pulgadas
de diámetro longitudinal y unas 5 pulgadas de
diámetro trasversal , son de un blanco ligera-
mente matizado de color de paja y están cu-
biertos de gruesos puntos hundidos que les hacen
parecer jaspeados con puntos morenos. Estos
huevos son, según se dice, un buen alimento y
sirven de gran recurso á los viajadores.
Los avestruces son herbivoros , véseles con
frecuencia reunidos en grandes bandadas , y en-
cuentráseles á veces en el mediodía del África
pastando en compañia'de la cabra y la couagga.
Tienen el oído tino y la vista perspicaz, pero al
mismo tiempo los sentidos del gusto y del olfato
extremamente obtusos y casi nulos-, a lo que pa-
rece; porque, domesticados, se les ha visto tragar
no solamente todas las sustancias- vegetales y ani-
males, si que.tambien materias minerales , aun las
mas nocivas, tales como hierro, cobre, plo-
mo, piedras, cal, veso, todo lo que se presen-
ta , en fin , hasta llenar su grande estómago.
ave
Este esta dotado de una «MíWa;taivíli^li*a y
tan disolvente i[ue los avesihiCes expelen losmc"-
lales (|ue han tragado , usados \ basta aguje-
reados por el frote y la trituración.
El avestruz , á pesar de su fuerza , tiene las
coslumlires pacificas de las gallináceas; no ataca
á los animales mas débiles que él , y no se Libra
de peligro sino por una pronta fuga. En los países
cultivados, el avestruz devasta lasmieses devo-
rando las espigas y no dejando sino el tallo.
Su grito es parecido á una especie de gemido,
mas fuerte en el macho (pie en la hembra ; pero
ambos, cuando seles irrita, dejan oirunsihido
análogo al de las ocas. Cuando el macho busca
a la hembra , en el tiempo de la cópula, este gri-
to es parecido, según se dice, algún tanto al ru-
gido del león.
Hase conseguido reducir, por decirlo asi, álos
avestruces al estado doméstico en sus comarcas
naturales , donde se les hace acorralar en re-
baños, á lhi de asegurarse de la cosecha de sus
plumas que , como es sabido , son un objeto con-
siderable de comercio ; porque en todos los pue-
blos se ha procurado sacar partido de la elegancia
de estas plumas graciosas, sea para adornar la
cabeza de las nuigeres , los capacetes , morrio-
tté i y sombreros de los militares , y hasta el cue -
lio de los caballos , en tiempo de" la caballería,
se i para decorar el ajuar de los ricos ó de los
grandes personajes. Su piel es bastante gruesa
pai a suministrar á los naturales de dichos paises,
que la saben adobar con mucha inteligencia, un
cuero sólido , de que ellos hacen broqueles y es-
pecies de corazas para sus combates. Su carnees
de mediana calidad; sin embargo naciones enteras
de la Arabia se alimentaban antiguamente de ella,
como todavía lo hacen hoy dia muchas tribus afri-
canas.
En tanto el avestruz es susceptible de ser
domesticado, que Sparmann dice que en el Cabo
de Bueña-Esperanza se ven en el corral del
gobierno muchas de estas aves domésticas, que
se montan fácilmente, siendo tan vigorosas que,
montadas por dos hombres, corren mas velozmen-
te que un excelente caballo inglés. Adanson di-
ce haber experimentado todo esto mismo en el
Senegal , y añade que el avestruz, corriendo, tie-
ne constantemente las alas extendidas.
Secundado por sus excelentes corceles , el Ara-
lie consigue apoderarse del avestruz después de
un perseguimiento de los mas pertinaces en' el
que el ave concluye por caer de fatiga, victima
de su hábito de describir, huyendo, grandes
circuios que el cazador sabe burlar á prepósito,
ahorrando asi á su caballo una gran parte de la
travesía. Cuando ha repetido este manejo un
buen número de veces . consigue en lin , pero so-
lamente á veces después de 8á tO horas de caza,
apoderarse del ave, cuya corrida es mas rápida
que la del caballo mas ligero. Si en esta caza
se emplean galgos , es menos penosa y menos
larga. Los pueblos de África la verifican de la
misma manera éon el auxilio de caballos bar-
baros.
AVE ?77
La caza del avestruz es un gran placer para los
señores africanos. Esta a\e es buscada por sus
rilumas blancas , adorno de las señoras en todos
os países civilizados , y por su carne y sus hue-
vos usados como alimento. Así es que én Libia y
en Nutnidia la crian en rebaños para este uso, y
su caza es una de las ocupaciones favoritas de
los Moros y de los Árabes. Estos últimos le llaman
Tergimel, ave-camello.
Sus huevos, muy duros, muy pesadas y bastan-
te gruesos para "equivaler á treinta huevos de
gallina , son buenos para comer , y, según Gale-
no, muy estimados en África. Cuvier dice bal el-
los comido muchas veces, encontrándolos siem-
pre excelentes; Sparmann dice que, cuando via-
jaba en el desierto , los tragaba sin aderezo.
De ellos se hace un comercio considerable en
el Cabo de Ruena-Esperanza , en donde sirven
para preparar tortillas, aderezarlos con manteca,
etc. También se emplean para clarificar el café;
y de las cascaras , que son gruesas y muy resis-
tentes, se hacen copas, y otros objetos, que se
adornan a veces con lujo.
Su carne , clasificada por Moisés entre los
alimentos sucios, y prohibida en consecuencia
á los Judíos , buscada antiguamente por pueblos
enteros de la Etiopia, que , según relación de
Diodoro de Sicilia y de Eslrabon , habían tomado
el nombre £ str uto fagos , usada todavía éntre-
los Africanos, alabada recientemente por el via-
jador Hannequin , se dice que comunmente es
seca , dura y de mal olor; pero la de los avestru-
ces jóvenes, hembras sobre todo , y domestica-
dos , parece ser mas tierna y mas sabrosa. Ga-
leno dice que es indigesta, y Avicena la atribuye
una virtud afrodisiaca. Los Romanos la comían,
pues Apicio describe el modo de aderezarla, y se
cita á Heliogábalo quien, en una sola comida,
se hizo servir los sesos de seiscientos avestruces.
La Manteca, mezcla de sangre y de grasa ex-
traída, al momento de la muerte del animal, par
procederes particulares , y (pie los naturales mi-
ran como muy buen alimento, á pesar de su ac-
ción laxante ," pasaba entre los Romanos, según
Punió, como eficaz contra ios dolores reumáti-
cos, los tumores frios y la parálisis, usos á los
cuales los Árabes la aplican todavia. Schrreder y
Ettmuller la recomiendan en fricciones contra
los infartos del bazo y la nefritis.
La grasa, muy buscada por los Árabes de
nuestros dias para aderezar sus alimentos , es
emolieute, resolutiva y anodina, y entraba en al-
guna composición farmacéutica. Antiguamente,
la membrana interna de su estómago, seca y pul-
\ erizada , tomada á la dosis de una dracma, era
reputada digestiva, asi como las piedras mas tras-
parentes que en él se encuentran, llevadas como
amuletos, según una preocupación admitida que
el avestruz digiere el hierro y las piedras ; tam-
bién se la creia afrodisiaca ylitontriptica , y su
cocimiento acuoso ó vinoso era recomendado" por
Galeno contraía diarrea con o sin calentura. Su
bigado ora prescrito contra la epilepsia; su san-
gre, para restablecer la vista, v la cascara de
278 AVE
sus huevos pulverizada, en los casos de gota y de
arenillas. Observaciones exactas demuestran el
poco fundamento de la mayor parte de estos
asertos.
El producto mas importante que el avestruz
suministra al comercio son las plumas. Las de
las alas que tienen tallos delgados y cuyas bar-
bas, aunque guarnecidas de barbillas, no se en-
ganchan las unas á las otras , como las de la
mayor parte de las demás aves , forman en los
costados del cuerpo del animal especies de pe-
nachos de una elegancia admirable; y estas son
las plumas de que el buen gusto ó la coquetería
de los señores ha hecho un objeto muy importan-
te de comercio.
Las plumas de avestruz son traídas á Europa
del Levante y de los Estados berberiscos. Su
clasificación tiene lugar en Liorna en donde resi-
de su principal deposito. También llegan algu-
nas plumas del Cabo de Bueña-Esperanza, pero
mucho menos estimadas que las de las costas de
Berbería.
En Marsella se reciben, en cajas de todos
pesos, las plumas expedidas de Liorna ó directa-
mente de la costa berberisca. La clasificación que
de ellas se hace es relativa al color. Entre los
blancos , se distinguen : i .° La primera suerte,
compuesta de plumas de ala, de toda ancliaria,
perfectamente conservadas , y con su plu-
mión largo y sedoso. 2.° La segunda suerte,
dicha hembra , proviene también de las alas del
avestruz, pero menos rica en plumión; siendo
uso el dar dos por una de la primera suerte. 3.°
La tercera suerte , mas inferior y cuyas plumas
carecen de cabeza, proceden igualmente del ala;
se dan cuatro por una del número primero. 4.°
Esta cuarta y última suerte está formada de plu-
mas de la cola ; se dan seis por una del número
primero.
Las plumas blancas de Alepo son las mas esti-
madas, porque son mas sedosas y tienen un
plumión naturalmente rizado. Las plumas blan-
cas de Berbería tienen el segundo lugar en cuan-
to á estima, pues el plumión es mas grueso y algo
rojizo. En fin, en tercer lugar van las plumas con
impropiedad dichas del Senegal , y que efectiva-
mente son traídas de Egipto, ¡as cuales, si bien son
de un hermoso blanco, tienen un plumión muy
claro y una forma larga y plana.
En cuanto á las plumas negras, llegan en ba-
lones ó caías de peso indeterminado. Véndense á
libras. Cada manojo está atado por un bramante ,
equivalente á 8 ó 10 por ciento del peso del
manojo.
Las plumas llamadas grises, son todas aque-
llas que varian entre el hermoso negro y el her-
moso blanco. Están embaladas como las" negras,
y se venden del mismo modo á peso.
En \ 849, fueron importadas del extranjero en
Barcelona, 3.762 libras de plumas de avestruz,
valor de M*. 860 rs. vn.
Avestruz Mea, Avestruz de Amé-
rica, Avestruz de Magellan, Aves-
truz de Occidente , Avestruz de la
AVE
««ulaiia, Nandú , etc. (Struthio Rhea, L.;
Rhea Americana, Latham). De esta especie los
Sres. Brisson , Latham , Lesson, y muchos omi-
tologistas han formado un género distinto bajo
el nombre de Rhea. El Nandú habita los valles
mas fríos del Brasil, de Chile , del Perú y de Ma-
gellan.
El Nandú es la mitad mas pequeño que el aves-
truz vulgar , y las hembras son todavía un poco
mas pequeñas que los machos. Las partes supe-
riores (leí cuerpo son de un gris ceniciento azu-
lado; el vértice y la parte posterior de la cabeza
son negruzcos; una faja negra, que comienza
en la nuca, desciende sobre la parte posterior del
cuello, que la rodea, ensanchándose hasta las es-
paldas; los escapularios son cenicientos; las plu-
mas de las alas son igualmente cenicientas , las
mas grandes blancas en su origen y negruzcas
en el medio, algunas enteramente blaucas; las
partes inferiores del cuerpo son blanquecinas;
el pico y los pies de un gris rojizo. Las hembras
tienen menos negro en el origen del cuello que
los machos.
Estas aves nunca penetran en los bosques, sien-
do las llanuras descubiertas los únicos lugares
en donde se las encuentra. Comunmente van por
pares, y algunas veces en manadas bastante
numerosas , pero tan solo en las comarcas en
que no se las caza, porque en aquellas en don-
de se las persigue, huyen tan lejos, y su carrera
es tan rápida, que difícilmente se las puede al-
canzar , aun con buenos caballos. Los cazadores,
que consiguen detenerlas con una especie de
lazo , formado de tres piedras gruesas como el
puño, y sujetas por cuerdas en un centro común,
deben aun procurar evitar sus coces. Los nan-
dús extienden sus alas hacia atrás cuando cor-
ren, y, para girar y distraer á los cazadores por
medio de movimientos de derecha á izquierda ,
abren una ala y la presentan al viento. Cuando
están tranquilos, su andar es grave, y tienen
su cuello levantado y su dorso redondeado. Ali-
méntanse de semillas y de yerbas que cortan
muy cerca de la raíz. Los nandús, que parece
<jue nunca beben , son buenos nadadores, y atra-
viesan los rios y también las lagunas sin ser per-
seguidos.
En la época de sus amores , hacia el mes de
julio, los machos echan gemidos parecidos á los
de las vacas. Su nido consiste en un hoyo an-
cho y poco profundo , practicado naturalmente
en tierra , y en el cual traen á veces un poco de
paja. Las hembras empiezan sus posturas á la
fin de agosto, y se dice que depositan, á tres dias
de intervalo , un huevo en el nido , pudiendo el
número de las posturas elevarse á diez y seis ó
diez y siete. Los huevos, de un blanco amari-
llento y cuya superficie es muy lisa , tienen cinco
pulgadas y mas de diámetro, y son de igual
grueso por ambos cabos ; se asegura que un solo
nido contiene á veces setenta ú ochenta huevos,
y este hecho se explica suponiendo que muchas
hembras van á poner en el mismo nido. De Aza-
ra pretende que el macho solo se encarga de
AVI
empollar los huevos, de conducir y de proteger
los polhit'los; dice también que el macho separa
algunos huevos (pie casca en et momento en que
los polluelos nacen . á tin de que los insectos que
M raorta allí les sirvan de pasto en los primeros
momentos de su existencia.
Estas aves son susceptibles de ser domestica-
das ; pero el poco sabor de su carne, en particu-
lar la de los adultos , porque la de los jóvenes
parece tierna y de bastante buen gusto , y sobre
todo su espíritu de dominación soore los demás
habitantes de los corrales , han hecho que hasta
aqui fuesen casi generalmente desdeñados. Los
jóvenes nandús que se crian en las casas no tar-
dan en ser familiares, entran en las diversas
habitaciones , manifestando mucha curiosidad ,
paséanse también por las calles , y aunque con
frecuencia se desvian mucho en el campo, vuel-
ven á casa , en donde se les da pan , grano y
otros alimentos, y tragan asimismo piedrecitasy
aun pedazos de nietal que encuentran.
Los habitantes del Paraguay desuellan el cue-
llo y una parte del pecho de los nandús, y des-
pués de haber ablandado la piel y haberla co-
sido, hacen de ella bolsas ; remitiendo ¿Euro-
pa las pennas de las alas cuvas barbas están de-
sunidas, para hacer penachos y plumeros con
que se limpian los muebles. Los Americanos se
sirven de estas plumas para hacer quitasoles,
penachos y otros adornos: sus cañones no pue-
den servirpara escribir , pero se tiñen de encar-
nado ó de azul, se cortan en pequeños listoncitos
y con estos se hacen látigos. Los huevos se em-
plean á la manera de los del avestruz vulgar.
AVICEHÍIA, Avicenma. Género de plan-
tas, que el Sr. Endlicher ha considerado como
tipo de una familia natural, los Aviceniéas, y de
la didinamia angiosperma. Las avicenias crecen
en compañía de los nopales en el fango de las
playas de la zona ecuatorial. Son árboles cuyas
raices se extienden á lo lejos en la superficie del
terreno, produciendo numerosos renuevos sim-
ples, desnudos, y semejantes á varillas. Las ho-
jas son opuestas , coriáceas , persistentes y en-
terisimas; los pedúnculos terminales y dicoto-
mearios , temados y multiflorales ; las flores son
pequeñas, de corola casi coriácea. Conócense
seis especies de este género.
La Avicenia qüellbva resina (A vicenal a re-
sinífera, Forsler) da, según este botánico , una
resina verde que los naturales de la Nueva-Ze-
landa comen con placer. Háse reconocido que
esta plantaos la Avicbma tomentosa (Avt'cenníu
tomentosa, L.), que crece en las playas de los
mares de los trópicos, que no da resina, según
naturalistas que posteriormente han explorado es-
tos países, en donde los habitantes no comen
ninguna resina.
AVISPAS , YkspíE. Insectos himenópteros
de la familia de los diplópteros. Muchos viven
en sociedad compuesta de tres especies de indi-
viduos, los machos , las hembras y los peones ó
neutros. Los avisperos están formados de una
pasta análoga á la del papel ó del cartón ; los al-
AVl 279
véolos (pie encierran los panales no sirven por
lo común sino pan \i\ienda de las lanas y las
ninfas; pero en muchas especies contienen miel,
tal es el Polistes Lechegnana , Latreille , que has-
ta produce una miel venenosa, desprovista de
principio cristalízable. Las hembras y las larvas
de estos animales están armadas de un aguijón
muy fuerte y ponzoñoso, causa frecuente de pi-
caduras mas graves que las de las abejas, pero
cuyo tratamiento es el mismo. — V. Abeja.
Las abispas , antiguamente , fueron preconiza-
das como antifebriles , llevadas como amuleto, y
se usaron como litontríptícas y como epispásti-
cas. Lémery dice que, en polvo, estos insectos
son buenos para hacer crecer los cabellos.
Las especies mas comunes en nuestro país son:
la Avispa vulgar ( Yespa rulgaris, L.j, que hace
su nido en tierra , y causa mucho daño á los fru-
tos; la Avispa Avispón, Avispón {Yespa Crabo,
L.), que también hace su nido en tierra , roba la
miel de las abejas y es enemiga de casi todos los
insectos; y la Avispa gálica , Avispa de los ar-
bustos (Yespa gallica , L. , que hace su nido en
las ramas de las plantas , de las que cuelga.
AVOCETA, Recururostra. Género de
aves del orden de las zancudas, de la familia de
los longirostras de Cuvier y de las palmípedas
de Vieillot. No se conocen "todavía sino cuatro
especies de este género , distribuidas en todas las
grandes comarcas del globo; una en Europa y
en África , una en la India , una en Australia y
una en América. Todas tienen la mas grande
analogía de forma, de talla y de color.
Avoreta de Europa ( Recurvirostra
Avocetta, L.). Se encuentra en Europa y también
en Egipto y en el Cabo de Bueña-Esperanza.
Es de un hermoso blanco, con la parte supe-
rior de la cabeza , la parte posterior del cue-
llo, los escapularios, las pequeñas y medianas
coberteras , y las ocho primeras remeras negras;
el pico es negro, el iris moreno rojizo, y los pies
de color de plomo. Su longitud es de unas t6
pulgadas. Se alimenta particularmente de insec-
tos; frecuenta las aguas saladas, pero rara vez
se echa á nadar; es ave pasajera, y en los in-
viernos rigurosos comparece hasta nuestras ori-
llas del mar.
En el Poetú , los aldeanos comen los huevos de
avoceta , que son pequeños , de color ceniciento
que tira á verde y manchado de moreno ne-
gruzco^
AVUTARDA , Otís. Género de aves del
orden délas zancudas y de la familia de las pres-
sirostras, de Cuvier. Todos los ornitologilas es-
tán acordes en hacer de las avutardas el medio
entre las gallináceas y las zancudas, colocándo-
las, ya después de las" primeras, ya antes de las
segundas.
Las avutardas son generalmente aves pesadas
mas propias para la locomoción terrestre que
para la aérea; corren con muchísima celeridad
y pueden andar largos trechos sin detenerse ; su
vuelo no es muy elevado , pero es bastante rápi-
do y solo hacen uso de él cuando emigran ó se
280 AYÜ
ven perseguidas. De un natural bravio y muy
salvaje, huyen lejos del hombre, siendo tanta su
desconfianza que es dificilísimo sorprenderlas.
Los hábitos de las'avutardas y sus necesidades en
general las conducen á vivir en los países áridos
y pedragosos, y en las llanura * en cierto modo
estériles, pero hay también algunas que buscan
hs llanuras cubiertas de yerbas, y se complacen
en los prados y en los* campos sembrados de
avena.
Las avutardas no viven en el aislamiento; reú-
nense comunmente en pequeños grupas, y ave-
ces durante el invierno componen compañías de
(piince individuos. Tomadas jóvenes, las avutar-
das se domestican fácilmente y se acostumbran
á vivir en eorral, y entonces se las alimenta con
miga de pan de centeno mezclada con hígado de
buey.
En libertad , las avutardas comen yerba, semi-
llas, insectos y, según ciertos autores, ranas,
sapos y pequeños lagartos, habiendo algunas es-
peciesque cuando la tierra está cubierta de nie-
ve se contentan de corteza de arboles. €omo las
gallináceas, tienen la costumbre de tragar, pie-
dreeitas, á Un de facilitar á su a&íéhTto'gtf Jláftrttn-
racion délos alimentos, y preténdese también
que pueden , como el avestruz , deglutir piezas
de metal sin ser por ello incomodadas.
Las avutardas son muy buena Cíiza I la carne
de las jóvenes, un poco manida,- se dice que es
excelente, asegurándose que, de todo el animal,
los muslos son las partes mas sabrosas. En todos
los países se las persigue asiduamente: en Cri-
mea, en donde la avalaran grande *"*■«•««< riba-
ños, principalmente durante el invierno, se la
persigue con galgos, y sucede á veces que se co-
jeo con la mano , cuando se las pegan pedazos de
hielo á sus alas , como acontece con frecuencia
en los tiempos de nieve; los Árabes, al contrario,
se sirven del halcón parala caza de la avutarda
buhara, y nosotros empleamos la escopeta.
Las diferentes especies de avutardas que se
conocen pertenecen todas al antiguo mundo: dos
viven en España, y una tercera se encuentra
en algunas partes de la Europa meridional Ha-
blaremos aquí no mas que de las especies si-
guientes.
Avutarda liubara [Otis houbara , %.).
Especie que se encuentra en Arabia y en Berbería:
sus apariciones cu Europa son raras y accidenta-
les; a veces se manifiesta en Silesia, en Suiza,
en España, y con bastante frecuencia óh Turquía.
Es notable por la especie de manteleta, formada
de plumas largas, delgadas, blanquecinas, es-
triadas de negro, que adorna las partes latera-
les de su cuello; tiene el colodrillo, los carrillos
y la garganta blancas listadas de moreno; toda
la parte superior del cuerpo es amarillenta, fina-
mente rayada y sembrada de manchas morenas,
y las partes inferiores son blancas.
Según el Sr. Desfontaines , los Árabes atribu-
yen'á la vejiguilla déla hiél y al estomago de la
Íuib:ira la propiedad de curar las enfermedades
de los ojos , frotando con ellas el órgano afecta-
AVL
do, ó llevándolos como amuleto suspendidos al
cuello.
Avutarda pesada, Avutarda co-
mún, Avutarda grande {Otis tarda, .L).
Especie común en España , en la Andalucía,
en Italia , en Dalmacia y en el Levante ; encuén-
trasela también en Suiza, en Alemania y sobre
todo en la Rusia meridional , en Crimea , pero en
Francia es muy rara. Esta ave es el Otis de los
turiegos; en tiempo de Plinio , los Españoles la
llamaban Ávis tarda , porque su andar es lento,
no obstante la opinión general de que la avutarda
corre con rapidez y vuela difícilmente. Es la ma's
grande de las aves de nuestros climas. Su plu-
maje varia según la edad y el sexo: el macho
adulto se distingue por un manojo de plumas lar-
gas , delgadas y de barbas desunidas , que ador-
nan los lados de la garganta ; tiene la cabeza
cenicienta , la parte superior del cuerpo de un
rojo amarillento rayado de negro , y las partes
inferiores blancas. La hembra, comunmente mas
pequeña, no tiene manojo de plumas en la base
del pico. Es granívora, pero también come yer-
bas y hojas de diferentes plantas.
La* carne de la avutarda común es muy busca-
da: Bellonius dice que es delicada, y que va-
le mas que la de las demás aves, lo que depen-
derá sin duda del país en que él la comió ; Cale-
ño , al contrario , pretende que forma el medio
entre la de grulla y la de oca, á pesar de que es
menos dura que la primera y masque la última.
Estácame, aunque negra, es fácil de digerir,
conviene á todos los temperamentos, y suministra
un alimento sólido y duradero .sobre todo cuan-
do el animal ha sido bien nutrido y se la ha de-
jado manir ; la de las avutardas jóvenes es un
manjar exquisito. La grasa de avutarda pasaba
como resolutiva, propia para fortificar los ner-
vios , calmar el dolor de las almorranas , y reme-
diar á ciertas sorderas, y su excrementó como
resolutivo y bueno contra la sarna.
Avutarda tetras, Avutarda pe-
queña (Otis tetrax, L.). Esta especie es bas-
tante común en Rusia, en los desiertos de la Tar-
taria en Crimea ; habita también en España, en
Italia, particularmente en los alrededores de Ro-
ma , en Crecía, y en Cerdcña ; es muy rara en In-
glaterra , y se la vé una parte del año en Francia
a donde llega por abril , partiendo en otoño. Se-
gún Buffon, esta ave tiene el mismo natural, los
mismos matices y las mismas costumbres que la
avutardacomun , y se diría que ha nacido de un
huevo de ésta, cuyo germen habría tenido menos
desarrollo. Su talla no excede de la de un faisán,
y los machos del año no difieren de las hembras.
Distingüese por un collar en forma de sotuer de
un blanco puro en el cuello; una faja blanca en
el pecho; todas las partes superiores de un ama-
rillo claro, vermiculadas de negruzco; sin
plumas en forma de mostachos. De esta especie
Leach y Stephens han hecho el Upo del genero
Tetrax.
La carne de avutarda pequeña es tierna, agra-
dable v de fácil digestión.
AZA
,\\v
A W Allí. Marisco univalvo abierto, del grue-
so de una concha do perla de l'orsia mediana.
pero mas profunda, llena de una gruesa pieza de
carne de color amarillento ó blanquecino, muy co-
riácea \ sin libras. Los Japoneses dicen que e<ta
carne era el alimento ordinario de sus antepasados
pobres y menesterosos, y para conservar su me-
moria, cuando tienen convidadosá comer, siempre
seles sirve un plato de estos mariscos. F.s también
un uso establecido entre este pueblo, aun entre
las personas de calidad , cuando se bacen rega-
los añadir á estos una tajada ó á lo menos un
pedacito de esta carne, como siendo de buen
agüero, y para recordarla indigencia de sus an-
tepasados. La carne de este marisco se corta en
lilamentos delgados , que se hacen secar sobre
una chilla.
AX
AXIA, Axia. Género de plantas incomple-
tamente conocido , de latriandria monoginia, co-
locado con duda a la familia de lasnictagineas, y
también á las de las valeriáneas. Su autor, el Sr;
Lourciro, solo hace mención de una especie.
Axia de la C'orliiiicliiiiu [Axia co-
chinchinensis , Lour.l. Es un arbusto de numero-
sos tallos , muy ramosos , nudosos , tendidos , y
rojizos; de hojas pequeñas, opuestas, desiguales
y suh-recortadas; de flores pequeñas, rojizas y
dispuestas en racimos sub-lermmales. La raíz de
esta planta es carnuda y fusiforme: en la Co-
chinchina, se la sustituye al célebre Ginseng;
es caliente y fortificante, provoca la orina , el su-
dor y las reglas; empléase en las calenturas in-
termitentes, las crudezas de estómago, las vis-
cosidades de los pulmones y las obstrucciones
del útero.
A Y
AlfAlíIiY. Nombre de una gramínea muy
común en Santo-Domingo, empleada como aperi-
tiva en esta isla , según Nicholson, y que se cree
ser quizás el Panizo oe sangre (Pariicvm sangui-
nale , L.) , que es abundante en ella.
AlTVAIi. Arbusto de las Mólucas , que pro-
duce pequeñas bayas. Siisjóvenesrenuevos seco-
men cocidos en forma de verdura para tener el
vientre libre.
AZ
AZABACHE. Variedad de liñito , bastan-
te duro y bastante compacto para ser pulimenta-
do, muy parecido al ('atinrl-coal, ó Carbon-
eándola de los Ingleses, que se encuentra en
New-Haven en el terreno ullero, por cuya razón
ciertos mineralogistas han referido al Liñito es-
ta variedad de ulla compacta, que es empleada
en algunos puntos por el pueblo para producir
luz.
El azabache ó Linilo- Azabache de Brongniart
es un cuerpo negro , solido , duro , compacto,
quebradizo, pero no friable como el aífalto, v sus-
ceptible de recibir muy hermoso pulimento ; su
peso específico varia de 1,2 á 4,3; se electriza
difícilmente por el frote ; es inodoro ; arde con
llama- sin correrse ni abotagarse, v difunde un
36
AZA «81
olor fuerte, acre y aromático; da un ácido en la
destilación , distinguiéndose por este resultado de
la ulla y del asfalto.
No siempre' es fácil distinguir el azabachg de
la ulla, connrl-coal , porque casi siempre es de
una combustión fácil, y da, como este ultimo cuer-
po , una llama blanca con humo negro, despi-
diendo un olor piroleñoso acre y desagrada!, le;
sin embargo „ no se encola ni se abotaga nunca.
El azabache presenta con frecuencia vestigios
muy marcados de la organizaciondel leño de que
parece haber sido formado, y ofrece como un trán-
sito de las sustancias vegetales metidas dentro la
tierra á las materias betuminosas.
El azabache se encuentra.cn las inmediaciones
de las minas de ulla, casi siempre en masas re-
dondeadas de cerca de 45 á 50 libras de peso , y
á menudo con impresiones de peces petrificados.
Kncuéntrasele abundantemente en España, en
Asturias y Aragón, en Alemania, en Francia, etc.
De tiempo inmemorial se ha tallado el azaba-
che con resultados diferentes , según las épocas,
para hacer de él una infinidad de pequeños ob-
jetos, tales como botones, brazaletes, cintos,
pendientes, rosarios, marcos, etc., y otros ador-
nos de luto, ú obritas de gusto; pero esta in-
dustria ha disminuido considerablemente. Los ob-
jetos de azabache son bosquejados con el cuchillo
y después trabajados con la lima ó con la muela.
El azabache es también empleado como com-
bustible en los países en donde no existe mejor
ulla.
Al presente , el azabache no es usado en me-
dicina; pero antiguamente pasaba como cordial, se
daba en polvo en los cólicos intestinales, se ad-
ministraba en fumigaciones contra el histérico,
etc. , y , por la destilación á fuego desnudo, se ex-
traía de él un aceite empireumático, que, cuidado-
samente rectificado con arcilla, era empleado co-
mo estimulante, y entraba en alguna composición
farmacéutica.
En 1 849 , se importaron en Barcelona proceden-
tes del reino 2,í00 libras de azabache, valor de
144,000 rs. vn.
Azabache artificial. Es una especie de
esmalte ó de vidrio que sefabrica desde mucho
tiempo , que sirve á los mismos usos que el aza-
bache natural, y aun hace algunos años se. le
prefiere. Las mutaciones de este vidrio ennegre-
cido son mucho menos caras, y tienen siempre
mas dureza, si bien aveces no gozan de igual
Instaré. Además, la joyería de azabache natural ó
artificial halla una concurrencia temible en el
acero y el hierro colado.
AZACME. Palabra que se aplica á cierta
especie de seda de inferior calidad.
AZAFRÁN , Crocis. llenero de plantas
de la familia de las irideas y de la triandria mo-
noginia de Linneo, que está" formado por peque-
ñas plantas herbáceas, naturales de la Europa,
del Asia menor y de la región mediterránea. I-s-
tas plantas tienen un bulbo poco voluminoso que
produce generalmente bulbillos sobrepuestos \ er-
tiealmenle, y del cual parten largas flores viva-
toho i.
281 AM
mente y elegantemente coloradas , así como ho-
jas lineares. Las flores presentan: un periantio
de tubo largo y de limbo dividido en seis divi-
siones , de las cuales tres son exteriores, y tres
interiores un poco mas pequeñas ; tres estambres
insertos en la garganta del periantio, de filamen-
to delgado y entera asentada; un pistilo formado
de un ovario adherenle, ordinariamente oculto
en tierra, de tres ángulos obtusos, de un largo
estilo filiforme y de tres estigmas gruesos, car-
nudos , mas ó menos arrollados en figura de cor-
nezuelo y afestonados. A estas flores sucede una
pequeña cápsula de tres lados y de tres celdillas
polispermas.
El número de especies de este género hoy dia
conocidas se eleva de treinta á cuarenta, pero su
determinación presenta grandesdificnltades. Una
de estas especies tiene mucha importancia, como
objeto de un cultivo especial por el producto que
suministra al comercio; algunas otras solo tie-
nen interés como plantas de adorno. Vamos á ocu-
parnos de la primera.
Azafrán cultivado [Croáis sativus, L.).
Esta planta es cultivada desde la mas remota an-
tigüedad , por sus estigmas que , en el estado de
desecación, constituyen él A z afran del comercio.
Su patria ha sido ignorada hasta á principios de
esle siglo , que Smith dijo habia sido cogida
en el estado exponláneo, por Sibthorp, en las
bajas montañas de Ática, y. mas recientemente,
el Sr. líertolini ha indicado que crecía natural-
mente en la frontera de Ancona, cerca de Asco-
li. El nombre de Azafrán oriental, que lleva en
las obras de materia médica, confirma que es
originaria del Oriente; habita también en la Tar-
taria , y en ciertas regiones de este país se pa-
ga el tributo á los principes en azafrán. Los Ara-
bes la trasportaron á España, en donde en el dia
se cultiva en las llanuras de la Mancha y en otros
punios de la península, en particular eu la parte
septentrional de la provincia de Tarragona. Úl-
timamente, créese que los Foscenses fueron los
(pie del Asia llevaron el azafrán á las riberas del
Mediterráneo , enseñando á cultivarlo y á sacar
sus mejores productos á los pueblos de esta par-
te del mundo.
La fábula da el nombre de Crocus á esta plan-
ta, de la trasformacion'que los dioses hicieron del
joven Croco en azafrán y de la ninfa Esmílax en
teja, en recompensa de la inocencia y ternura
con que estos esposos se amaron.
Esta planta se distingue por las túnicas de su
bulbo atravesadas de numerosas nerviosidades
longitudinales, que terminan por quedar aisladas
bajo la forma de fibras capilares de numerosas
anastomoses, y por hojas lineares, prolongadas,
marcadas por debajo con nerviosidades longitu-
dinales salientes , desarrolladas en la primavera
que sigue á la florescencia. Su periantio tiene la
garganta lila, y está cubierto de pelos abundantes;
sus estigmas son muy largos, colgantes é indivi-
sos. Por estos estigmas es cultivada la planta en
diversos países.
El cultivo del azafrán exige muchísimos cui-
AZA
dados y, aunque sea productivo cuando va bien,
está frecuentemente expuesto á accidentes peno-
sos que disminuyen mucho ó hasta aniquilan ca-
si sus beneficios ; además , exige condiciones
que lo estrechan forzosamente entre ciertos lími-
tes, reduciéndolo casi siempre á no muy conside-
rables cosechas. Cuando se quiere establecer un
azafranal , se prepara la tierra bonificándola y
haciéndola ligera y liviana por medio de tres la-
bores que se dan sucesivamente en invierno y
hasta hacia la época de la plantación, es decir
hacia últimos de mayo , en junio y aun en julio.
Se escogen, en los diversos países, para el cultivo
del azafrán , tierras de naturelezas diferentes; sin
embargo, en general las que parecen convenirle
mejor son las tierras ligeras, un poco arenosas y
negruzcas. La plantación se hace hundiendo los
bulbos acerca de unas 7 pulgadas en surcos, es-
paciados entre sí de unas 4 pulgadas ; empleán-
dose para este objeto cerca de 1 00 á no libras
de bulbos para dos fanegas y media de tierra, de
modo que puedan obtenerse cerca de 49,500 pies
en esta superficie. Enseguida se escarda y se bi-
na la tierra casi todas las semanas hasta el mo-
mento en que comienzan á manifestarse las flores,
es decir en otoño y mas particularmente hacia
mediados de octubre. Las cosechas mas precoces
tienen lugar desde mediados de setiembre, y las
mas tardías se prolongan hacia últimos de octu-
bre. El primer año la florescencia es poco abun-
dante, siendo la mas rica la del segundo año;
las circunstancias á ella mas ventajosas son la
humedad del terreno y una temperatura media
de 1 2 á I ü grados. Las flores se suceden por espa-
cio de unos quince dias, que determinan la dura-
ción de la cosecha, pero sobre todo se manifiestan
durante los primeros ocho dias. Cada día, ó á lo
menos cada dos dias, se oogenias flores, y se co-
locan en cestas hasta la tarde, que se las sepa-
ran los estigmas , tirando lo demás. La deseca-
ción de estos estigmas se hace con cuidado en
tramices de crin, suspendidos encima de un fuego
suave, y procurando revolverlos frecuentemente:
la disminución de peso que resulta de la deseca-
ción es á lo menos de V»; por término medio , el
producto definitivo de dos fanegas ymedia de tier-
ra en azafrán seco, durante los dos años de cose-
cha, es de 100 libras. Comunmente, cada tres años
se relevan los bulbos, cuya operación tiene lugar
en el mesdemayo: se despegan los bulbillos délos
bulbos madres, y se replanta inmediatamente en
otra tierra previamente dispuesta al efecto. El aza-
frán no resiste. á un frió de \ 5 grados, y por esto
los. inviernos excepcionales para nuestros climas
ejercen grandes estragos en los azafranales. Por
otra parte, este cultivo está igualmente expuesto
á dos plagas tan crueles como frecuentes : la una
consiste en la caries de los bulbos , y la otra es
debida á la rápida propagación de un hongo pa-
rásito, el Rhizbetonia Crocorum , DC. ó Sclcro-
tium Irocorum , Pers. Esle hongo ataca primero
las cubiertas délos bulbos, después de lo que se
extiende á su interior, (pie destruye. Sus estra-
gos se manifiestan sobre masas circulares del
AZA
azafranal cuyas plantas perecen con pronti-
tud , engrandeciéndose constantemente, si no se
lleva remedio al mal circunscribiendo el sitio por
medio de una zanja, y concluyendo por ocupar to-
da la superficie del campo. Ésta especie de aza-
frán también se cultiva como planta de adorno.
ti Azafrán , tal como se observa en el comer-
cio , es un compuesto de hebras rojizas, muy del-
gadas , formadas de los estigmas de la flor, á los
cuales se deja con frecuencia el pistilo, que se
reconoce entonces en su color menos vivo, aun
blanquecino, y á veces los estambres que se
distinguen en sus anteras y en su color amarillo;
los estigmas son un poco franjeados.
El azafrán debe elegirse en hebras largas, fle-
xibles , elásticas, de color rojo naranjado su-
bido , sin mezcla de estilos , que no contenga es-
tambres ni otros cuerpos extraños , de olor
fuerte ,' vivo y penetrante, de sabor acre un po-
co amargo, que colore fuertemente la saliva
en amarillo dorado , y que una corta cantidad de
él , en pocos instantes , comunique su tinte á
mucha agua, y sobre todo lo mas reciente posi-
ble. El azafrán añejo es casi inerte, lo que ex-
plica las contradicciones que se encuentran en los
autores de medicina respectivamente á sus efec-
tos.
Se recomienda conservar el azafrán en un lu-
gar húmedo , lo (|ue puede ser útil para aumentar
sopeso; pero, como todas las sustancias orgá-
nicas, el azafrán se conserva mucho mejor per-
fectamente desecado y encerrado en vasos her-
méticamente tapados que de toda otra manera.
La luz le hace perder su bello color y casi sus pro-
piedades, y por esto además conviene tener lo re-
puesto en vasos opacos.
El análisis químico de esta sustancia, debido á
los señores Bouillon-Lagrange y Vogel, ha hecho
ver que contenia , además de "goma , albúmina,
cera y un poco de aceite volátil, una materia co-
lorante, que designan con el nombre de Poli-
croita , en razón dé la multitud de colores que es
susceptible de tomar, cuando disuelta en el
agua, lo que tiene lugar con extrema facilidad
si se la añaden ácidos sulfúrico, nítrico, etc., que
la hacen pasar al azul , al verde, etc. Este prin-
cipio colorante , muy soluble en el alcohol , lo es
nniv poco en el éter , y nada en los aceites esen-
ciales ó crasos ; se fija en las estofas , y las co-
munica un hermoso color amarillo , poco sólido
en verdad y que no permite usarlo en tintura.
Puede presumirse que la policroita posee una
parte de las propiedades médicas del azafrán,
que el aceite esencial tiene sin duda á un mas
alto grado , porque estos dos principios son casi
los únicos (pie e\i>w-n eu las tinturas alcohólicas,
las cuales parece encierran todas las virtudes del
azafrán. La policroita, mejor estudiada porelSr.
Henry, parece ser un compuesto de materia co-
lorante y de aceite volátil. Guibourt dice que el
azafranda al agua y al alcohol los tres cuartos
de su peso de un extracto que contiene una ma-
teria colorante naranjada roja, todavía no obteni-
da en el estado de pureza , y que parece no obs-
AZA 283
tante posarse en parte, con el tiempo, de su diso-
lución alcohólica: este extracto contiene además
un aceite volátil oloroso; y el obtenido por el al-
cohol , un aceite fijo , ó cera vegetal.
Si se atiende á que una libra de azafrán exige
mas de cienmil flores, y también á que se necesi-
tan cinco libras de azafrán verde para hacer una
libra de seco , se conocerá que es un producto
bastante caro , y por esta razón se halla con fre-
cuencia sofisticado en el comercio. El azafrán se
adultera principalmente con flores de alazor ó de
cártamo de tintes ; pero este fraude es fácil de
reconocer haciendo infundir en el agua el aza-
frán sospechoso , con lo que los flósculos de cár-
tamo , tubulosos , regulares , hinchados brusca-
mente en la sumidad , ofreciendo un limbo de cin-
co segmentos iguales, se distinguen fácilmente
de los estigmas de azafrán , cuya forma hemos
descrito: además el alazor no es ni flexible , ni
elástico, ni tan oloroso, ni de un olor tan agra-
dable , ni de un color tan hermoso y ni tan soluble
en la saliva como el azafrán. También á veces se
falsifica con flores de caléndula oficinal , cuyo
fraude se reconoce por los medios indicados para
descubrir el alazor. Igualmente se le mezclan li-
bras de carne de buey ahumadas é infundidas en
tintura de azafrán , lo que se descubre por el olor
de carne que despide echando una corta cantidad
de él al fuego. Una falsificación mas vituperable
es el añadir al azafrán arena, carbonato de plo-
mo , ú otras sustancias pulverulentas que se pe-
gan á él y aumentan su peso ; en este caso basta
ponerlo en infusión, y examinar el poso que se
formará en el fondo del vaso y las sustancias extra-
ñas que contenga el liquido que se emplee. Últi-
mamente, no es raro circular por el cometen
azafrán que ha sido sumergido en aceite y aza-
frán humedecido expresamente para aumentar
su peso, y aun azafrán que ha servido ya: en estos
casos la comparación con azafrán de escogida
calidad es el mejor medio de evitar el engaño.
El Azafrán de España es deexcelente calidad:
está en hebras largas, anchas, muy nutridas,
muy secas, de color rojo muy subido, contiene
tan solo una cortísima cantidad de hebras de co-
lor amarillo dorado, y es de olor aromático agrada-
ble y de un sabor ligeramente amargo. Embalaje:
sacos de piel de carnero ó de tela, de peso de Ñ)
á 80 libras ; cajas de hoja de lata de 20 , 15 , 50,
80 y i 50 libras, encerradas en una caja de ma-
dera cubierta de paja y de una tela.
El azafrán que se coge en España, en la Man-
cha, en Ciudad-Real , en Zaragoza y otros puntos
de la península , basta para el consumo , y sobra
para hacer una exportación algo considerable. Eu
1 8 i9, la importación de azafrán en Barcelona
subió á 22,545 libras , valor de t .916,325 rs. vn.;
la exportación fué: á varios puntos del reino, 803-
libras, valor de 68,255 1*. vn.; al extranjero,
6,956 libras, valor de 591,260 rs. mi., y a las
provincias de Ultramar , 65,490 libras , \"alor de
466,950 rs. vn.
Según la Dirección general de Aduanas y Aran-
celes, en 1850, la exportación del azafrán al ex-
284 AZA
Iranjero fué do 29,817 libras á Francia, 2,534
libras á Gibraltar , y •>,(> 40 libras á otros puntos;
y ¡i la América, de 5. 163 libras á la Isla de Cuba,
1,786 libras á la República de Méjico , y 933 li-
bras á otros puntos. Total : 42.873 libras.
Én Francia conócense en el comercio, además
del azafrán de España, el Azafrán del G atináis;
que está en hebras largas, anchas, nutridas, de
un hermoso color rojo, mezclado con una cantidad
de hebras amarillas , y casi sieoipre ligeramente
húmedo , y circula embalado en sacos de lela de
peso de 26 libras ; el Azafrán del Condado y de
An(julema,.Qn hebras delgadas, de un rojo oscuro,
mezcladas con numerosas hebras amarillentas,
(jue contribuyen todavia á desapreciar su calidad,
y embalado en sacos detelade diferentes pesos; y
por último, bajoel nombre de A nafran del Levante,
de Macedonia, de Egipto y de Persia, circula un
azafrán que ha sido embebido de aceite para con-
servarle su color, procedente de Levante, en
cajas de <70 libras de peso.
El azafrán era antiguamente empleado en los
sacrificios y con él se perfumaban los cogines
sobre los cuales se colocaban las estatuas de los
dioses: los Romanos lo infundían en vino, y pre-
paraban un licor, que esparcian en los teatros y
ios templos para perfumarlos.
Las emanaciones del azafrán reciente son muy
peligrosas, por cuanto afectan á la cabeza; cí-
tanse personas que , por haber estado expuestas
á ellas, han caído en una especie de calentura so-
porosa, seguida en ciertos casos de la muerte ;
otras veces , producen un estado convulsivo , la
risa inmoderada y sardónica, etc. Parece, pues,
que el azafrán obra sobre todo por su parte olo-
rosa, debiendo ser por esta razón administrado
lo mas fresco posible; perotamhien parece, ade-
más, que está dotado de una propiedad estimu-
lante activa, que debe ser apreciada en su admi-
nistración en medicina. La propiedad mas emi-
nente concedida á este medicamento es de ser
un poderoso emenagogo; pero bajo esle concepto
es peligroso usarlo sin consejo del médico, por-
que, entre otros inconvenientes, la amenorrea
puede depender de causas excitantes, y el aza-
frán , en este caso , aumentaría el mal lejos de
remediarlo. Esta sustancia es empleada como an-
tiespasmúdieo sedativo; mirase como propio para
provocar la alegría, la ri>a, ahuyentar el tedio,
calmar la hipocondría y la melancolía ; Racon
dice que retarda los efectos de la vejez; se da
en el histérico, los espasmos, el asina, etc., etc.;
por último, los antiguos la tenían en tan grande,
veneración, que, según Ceoffroy, llamaban á la
planta que la produce Rey de los vegetales, Pa-
nacea vegetal, Alma de los pulmones , etc.
La dosis del azafrán es de 1 2 hasta 48 granos,
en polvo ó en infuso ; su extracto se da a la de
4 á 12 granos; su tintura se prescribe á la de 20
á 30 gotas; su jarabe se 'administra á la de 2
dracmas hasta media onza. Además entra en va-
rias composiciones farmacéuticas.
Al exterior, el azafrán es un buen resolutivo :
se pone en cataplasmas para disipar los tumores
AZA
indolentes y los equímoses ; se añade á los coli-
rios en los casos de infarto escrofuloso de los
párpados ; en fricción, su tintura pasa como útil,
aplicada á la boca del estómago , en el mal de
corazón.
Hoy dia , los usos domésticos del azafrán son
quizás mas numerosos que los usos médicos : sir-
ve para condimentar ciertos alimentos, para co-
lorar las pastas de fideos, macarrones, etc. , las
confituras, los helados, üulces, algunos licores
de mesa, etc., y además se consume también
bastante cantidad en la tintura y en otros oficios.
El azafrán, como condimento caliente, ayuda
á la digestión y constriñe el vientre , y por lo
mismo debe usarse con prudencia. Las mugeres
embarazadas y las que pierden mucho deben abs-
tenerse de él. No debe olvidarse que afecta á
la. cabeza, y que su uso inmoderado ha produci-
do accidentes funestos. Conviene en invierno , en
corta cantidad , á ciertos viejos, y á los. tempe-
ramentos flemáticos.
Finalmente , los bulbos del azafrán pueden co-
merse , porque la fécula que contienen es sana y
alimenticia , pero los bulbos pequeños, mas acres
que los gruesos, deben ser tratados antes con agua
hirviendo. Las hojas de la planta , recogidas en
mayo, sirven en invierno para las vacas, di-
ciéndose que aumentan y mejoran la calidad de
su leche.
Entre las especies de este género cultivadas
únicamente en los jardines de recreo , la mas co-
mún es el Azafrán de primavera (Grocus vernus,
All.), que se distingue particularmente por los
largos pelos que guarnecen la garganta de su
periantio y por sus estigmas rectos, enteros ó
ligeramente recortados. Crece en los Alpes, los
Pirineos y el Apenino. Sus flores son amarillas
con rayas violetas ó blancas; sus estigmas son
inodoros.
A3EAXEA, Azalea. Este género de plantas,
de la familia de las ericáceas, tribu de las rodo-
ráceas, y de la pentandria monoginia de Linneo,
se compone de unas quince especies. Sus flores ,
olorosas, dispuestas en corimbos, amarillas ó
blancas, rojas ó amazorcadas, puntiagudas ó
glandulosas , tienen cierta semejanza con las de
las madreselvas. Las azaleas son arbustos ó sub-
arbustos originarios de la India , del Japón , del
Asia Menor y de la América septentrional. Su
hermosura y el olor suave de sus flores las han
hecho conceder un lugar distinguido en los jar-
dines de recreo. Conócense de ellas mas de 230
variedades , cuya mayor parte pertenecen á la
Azalea póntica.
Azalea póntiea [Azalea pontica, L.).
Cultivada en-los jardines. Arbusto de hojas oblon-
gas, lanceoladas, relucientes, y lampiñas por una
y otra parte ; sus pedúnculos y sus cálices eri-
zados de pelos , y su corola glanduiosa y vellosa
cu su parle tubulada. Sus hermosas flores ama-
rillas, que huelen á madreselva, comunican á
la miel que las abejas recogen en ellas una cali-
dad tan nociva que muchos soldados del ejérci-
to de Xenofonte, en su retirada, dicha de los
AZI
¡)ic: mil, en Colquide antes de llegar á Trape-
IMU, por haberla comido fueron atacados de
vómitos , diarrea, una especie de embriague/,
pasajera, etc. Como el Rouodendiio pon rico \iiho-
dodendrum ponticum,h.) crece en los misinos
lugares, y las abejas van á recoger la sustancia
azucarada en estos dos vegetales, es difícil de
decidir cual de los dos hace la miel venenosa.
Cultivanse uno y otro en ciertos jardines, y si en
estos se criasen abejas , nada imposible seria ver
reproducidos los accidentes indicados.
AZARIMT. Piedra del reino de Canauor,
antiguamente reputada buena contra la calentu-
ra, la mordedura de las serpientes, etc.
AZEEil. Especie de cereal del Congo, que
da cólico á los que lo comen por la primera vez.
A25IER. En la Cayena se da este nombre á
todas las yerbas de los campos usadas, añadién-
dole un adjetivo que las califica. Aziek nú. \sm\
es, en esta colonia, el Nonatelia o/ficinalis,
Aubl. A/.ier de sapo es el nombre de una especie
del género Commelina, que crece hasta en las
calles de Cayena, y cuyo cocimiento mucilagi-
noso es usado como pectoral y dulcificante.
AZOIO. Pan sin levadura , es decir que no
ha fermentado: los barquillos son pan ázimo; las
obleas para cubrir los almendrados, y las que sir-
ven para cerrar cartas y á otros usos son pan ázi-
mo; y por ultimo, la hostia que se emplea para
el santo sacrificio de la mis i es pan ázimo.
Para preparar los barquillos y las obleas des-
tinadas para cubrir los almendrados se emplea
un barquillero que tiene grabadas líneas que for-
man pequeños cuadros; para las obleas de cerrar
cartas, se empleau moldes que llevan diversas
figuras; y para las hostias se usa un barquillero
sobre el cual están grabados objetos relativos á
la pasión de Jesucristo.
Las obleas se emplean con frecuencia para en
\oher sustancias cuyo sabor desagradable se
quiere ocultar á los enfermos; antiguamente se
bacía con ellas una papilla que se creia útil con-
tra la diarrea , la los, etc. La galleta, que Ga-
leno dice ser muy mal sana , y a lo menos no es
tan digestiva como el pan fermentado , es tam-
bién un pan ázimo.
Antiguamente los Judios comiau, y comen to-
davía, durante las fiestas de Pascua pan ázimo.
Np se sabe de positivo si , en la última cena, Je-
sucristo se sirvió de pan sin levadura, aunque
esto parezca muy probable; tampoco se puede
decidir si los- Latinos se han servido, en lodo
tiempo, de panes ázimos ú hostias para la sagra-
da Eucaristía. Entre los autores que han tratado
esta cuestión , los mas. sostienen la afirmativa;
los otros pretenden que este uso no fué introdu-
cido en la Iglesia romana sino hacia el siglo dé-
cimo; otros, fundándose en la autoridad de Al-
ción, que escribía en 700. y en la de Ku'oau Manir,
que vivía en 819, sostienen que los Latinos se
senian ya de los ázimos antes del sisma de l'h •>-
tius. Los" Orientales parece haber empleado des-
de los primeros tiempos del cristianismo el pan
fermentado, cuyo uso está en vigor en la Igle-
AZO
sia griega, entre los Nestorienos , los Coplos,
los Maronilos y los Abisinos. Después de largas
disputas , en las cuales los Latinos recibieron de
los Griegos el nombre de Azimitos, y ellos obtu-
v ieron el de Fermentarlos , el concilio de Floren-
cia, que, en el siglo XV , ensayó con tan pico
resultado operar la reunión de ambas Iglesias ,
declaro (pie se podía válidamente consagrar el
cuerpo de Jesucristo con pan fermentado ó con
pan sin levadura.*
A25©E. Este cuerpo, colocado en el número
de los cuerpos simples, era conocido antigua-
mente bajo los nombres de Mofeta atmosférica ,
Aire ó Gas ¡loyisticado , Aire viciado, ele El
Sr. Beizélius, en su nomenclatura química, lo ha
designado con el nombre de Nitrógeno.
El gas ázoe , confundido primero con el gas
ácido carbónico , fué distinguido de él, en 1772 ,
por Rutterford , habiendo sido demostrada su
existencia, tres años después, en el aire atmos-
férico , por Lav oisier.
Colocado por los químicos modernos éntrelos
metaloides, el ázoe es uno de los cuerpos sim-
ples mas esparcidos en la naturaleza; forma en
efecto los o, 79 del aire atmosférico; entra en la
composición de todas las materias animales, ex-
cepto las sustancias grasas ; se le encuentra ,
mas ó menos mezclado con el oxígeno , en la ve-
jiga natatoria de los peces, y concurre á la forma-
ción de cierto número de principios inmediatos
de los vegetales. Mas raro en el reino mineral ,
se eucueutra, con todo, combinado con el oxíge-
no en el estado! de ácido azótico (nítrico) unido
con las bases , y dicese que en los Estados-lui-
dos hay muchos manantiales naturales de este
gas.
El ázoe no tiene, por decirlo así, sino caracte-
res negativos, porque desde que un gas no pre-
senta ninguna de las propiedades que carac-
terizan á los demás gases conocidos, se puede
concluir que es ázoe. Este es siempre gaseoso ,
incolor, inodoro, insípido; apaga los cuerpos en
combustión; su poder refringente es superior al
del aire , y su densidad es poco menor que la de
éste, 0,9760; menos soluble en el agua une el
oxígeno , absorbe tan solo 0,04 de su volumen
de este liquido; impropio para la respiración,
da la muerte, pero sin ejercer acción deletérea,
y, al contrario, parece ejercer en el aire at-
mosférico un papel providencial, atemperando la
acción demasiado viva del oxigeno sobre el apa-
rato respiratorio de los seres organizados.
Aunque el gas ázoe sea difícil de reconocer á
primera vista, porque no tiene caracteres bien
marcados que le diferencien de los demás gases,
se distingue comunmente por el conjunto ue ca-
racteres negativos que presenta: apaga los cuer-
pos en combustión; no tiene acción sobre la tin-
tura de tornasol; no enturbia ni precipita el agua
de cal ; no es sensiblemente absorvido ^como he-
* J. Ciampini , Cntijccturrv de perjietuo acymorum in
ecclesia Latina, vel sallan Romana, u*u; Huma , 10X8.— D.
Uk il' Ai Iiit\ . icff MNCfonM lttne<lidinoruiu.—l). ilabillon,
de Paite Eucharislico azymo el fermentato.
««e azo
mos indicado) ni por el agua, ni tampoco por las
soluciones tle potasa , de sosa y de amoniaco. La
propiedad de que goza el ázoe de formar ácido
nitnco con el oxigeno bajo la influencia déla ehis-
p i eléctrica ofrece, según el Sr. Desbassins de Ri-
chemont , un medio cierto y directo de poner en
evidencia esta propiedad del ázoe, y sacar de
ella un carácter positivo para reconocerlo en los
diferentes experimentos que sobre él se hacen.
Según este químico, basta hacer detonar sobre
el mercurio, en el eudiómetro , una mezcla de
partes iguales de hidrógeno y de oxígeno perfec-
tamente puro , á la cual se añade l/3 ó % de su
volumen, por ejemplo, del gas que se supone
ser ázoe ó contenerlo. Después de la combustión,
se lavan las paredes interiores con un poco de
ácido sulfúrico concentrado cargado de proto-
sulfato de hierro, y el ácido toma un color de
rosa por la acción del ácido nítrico formado, por
poco que la mezcla gaseosa contuviese ázoe libre,
ó combinado. Este proceder de fácil aplicación
puede ejecutarse en menos de algunos minutos.
Conbinado con el oxígeno , el ázoe da lugar á
cinco compuestos, en los cuales la proporción
de aquel crece como de \ á 5. Estos son el pro-
túxido de ázoe y el bi-óxido de ázoe, y los áci-
dos azotoso , hipo-azotoso y azótico. Los dos pri-
meros son gaseosos; el tercero no ha podido
obtenerse aun aislado; los dos últimos son líqui-
dos. Ninguno de estos compuestos se encuentra
en la naturaleza, aunque puedan formarse en
ella bajo el imperio de ciertas circunstancias. —
De ellos hablaremos en particular á continuación
de este artículo.
El ázoe es uno de los principios constituyentes
del Amoníaco (V. esta palabra), y forma también,
con el carbono , el Gianógeno (V. esta palabra),
radical binario del mas alto interés; por último,
puede combinarse con algunos metales.
Separando el oxigeno del aire, se obtiene por
residuo el ázoe, lo que se consigue por diferentes
medios : I .° Con el fósforo que se quema bajo una
campana que contenga aire atmosférico : se pro-
ducen vapores blancos y espesos de ácido fosfó-
rico, que se disuelven en el agua ; ésta sube so-
bre su nivel á medida que el oxígeno es absor-
bido; el ázoe que queda está mezclado con un
poco de ácido carbónico , que se separa fácil-
mente por medio de la potasa cáustica. — 2.° Con
limaduras de hierro calentadas al rojo en un
tubo de porcelana : el aire que á ellas se hace
llegar pierde su oxígeno, que se dirije sobre el
hierro para oxidarlo; y el ázoe puede ser reco-
gido bajo el agua en la otra extremidad del tubo.
—3.° Con el hidrógeno (lámpara de los filósofos),
que se inflama bajo una campana que contenga
aire ; el gas que (preda es ázoe mezclado con un
poco de ácido carbónico.
Para obtener ázoe perfectamente puro, se lle-
na un largo tubo de vidrio con partes iguales de
cloro y de amoníaco ; se agita un poco , teniendo
los dos cabos del tubo cerrados herméticamente,
y muy luego el ázoe se desprende para ocupar Ja
parle" superior del tubo. En esta operación, el
AZO
cloro descompone una parte del amoníaco, para
formar con el hidrógeno de éste ácido cloridrico
que, á su vez , se dirije sobre una parte de amo-
níaco no descompuesto para formar cloridrato de
amoníaco. El ázoe del amoníaco descompuesto
se desprende.
El ázoe, propiamente hablando , no es deleté-
reo , pero cuando está asociado con poco oxíge-
no , como en los lugares comunes de que á veces
forma el 94 por 1 00, ó casi la totalidad, produce la
asfixia. Nysten, que lo hainyectado en las venas,
ha creído reconocer en él una acción sedativa
sobre el corazón. La alimentación , la deglución ,
y quizás la absorción cutánea, son los actos que
lo introducen en la economía de los animales en
la que se ha creído equivocadamente que podia
formarse. Su presencia en las materias alimenti-
cias parece , según los experimentos del Sr. Ma-
gendie . esencial á la nutrición de los carnívo-
ros, habiendo observado este químico que estos
animales, alimentados con sustancias entera-
mente privadas de ázoe , no podían resistir este
régimen sino durante un tiempo bastante limita-
do, y que en ellos la orina y la bilis adquirían los
caracteres que estos fluidos tienen en los hervi-
voros ; resultados que , reunidos á los que Young
ha observado en la leche de una perra, hacen
entrever la posibilidad de modificar á voluntad ,
por decirlo así , la composición química de los
fluidos animales, y por este medio quizás influir
en ciertos estados enfermizos.
El predominio del ázoe, admitido como causa
eficiente de cierto orden de afecciones, las en-
fermedades pútridas por ejemplo, dista mucho de
estar demostrado. Los usos medicinales de este
gas son casi nulos ó apenas entrevistos: háse
creido que la inspiración del ázoe , mezclado
siempre con cierta proporción de oxígeno , po-
dia ser útil en las enfermedades crónicas del
pecho, y se citan dos observaciones de tisis, re-
cogidas por el Sr.Mare, en las cuales produjo
una mejora pasajera. Nysten no obstante lo mi-
raba como mejor indicado en enfermedades mas
activas de los órganos respiratorios. Para el uso
médico , el ázoe puede extraerse del aire , cuyo
oxígeno se absorve por medio del fósforo, ó de
la fibrina tratada en caliente por el ácido nitrico,
teniendo cuidado de lavar bien el gas así ob-
tenido.
En los laboratorios químicos , el ázoe sirve ,
en razón de su nulidad de acción sobre los dife-
rentes cuerpos combustibles , y la propiedad que
posee de ser impropio para la combustión , para
formar una atmósfera artificial en medio de la
cual se pueden hacer obrar bajo la influencia del
calórico, y sin temor, los cuerpos mas combus-
tibles entre sí.
Combinaciones que el ázoe forma con el oxigeno.
I.° PnoTÓxmo de ázoe. Gas óxido nitroso, de
Berzéliu» , y Oxidrilo de ázoe : es incoloro é ino-
doro ; el agua á 15 grados disuelve los 3/i de su
volumen y adquiere un sabor ligeramente azu-
AZO
carado; su peso especifico es de 1,527 ; alimen-
nienta la combustión de los cuerpos inflamados y
los hace quemar vivamente como el oxígeno.
Ohliéncse sometiendo á un calor moderado ni-
trato de amoniaco desecado, y recibiendo en cam-
panas el gas incoloro que de él se desprende. No
puede ser respirado por mucho tiempo sin incon-
veniente : Orhla lo ha colocado en el número de
los venenos narcóticos; la asfixia ó síncope que
produce, al cabo de algunos minutos, va á veces
acompañada de fenómenos nerviosos particula-
res, entre otros una risa involuntaria, que le ha
hecho dar el nombre de Gas alegre ; los vérti-
gos, el delirio y la excitación de las fuerzas mus-
culares, que produce, lo han hecho aconsejar,
por ciertos médicos, contra la parálisis. Di-
cese (pie este gas ha llegado á ser recientemente
en Inglaterra y en los Estados-Unidos un nuevo
medio de borrachera.
2.° Bi-óxido de ázoe, Deutóxido de ázoe , Gas
nitroso, y Gas óxido nítrico, de Berzélius. Este
compuesto se produce en un sin número de reac-
ciones quimicas en las que se descompone el
ácido nítrico; prepárase disolviendo el cobre
en el ácido nitrico débil. El deutóxido de ázoe
es un gas incolor, de una densidad de 1,039 ; es
impropio para la combustión y la respiración;
puesto en contacto con el aire , atrae el oxígeno
de éste, y se trasforma en ácido hiponítrico que
aparece luego en forma de vapores amarillos ru-
tilantes, que el agua puede absorber en seguida.
El bi-óxido de ázoe, propuesto por Priestley ,
para el análisis del aire, puede servir para de-
terminar la proporción del oxígeno libre en las
diferentes mezclas gaseosas, como lo ha proba-
do Gay-Lussac.
3.° Acido azotoso. Compuesto observado por
el Sr. Gay-Lassac haciendo obrar en presencia
de un óxido alcalino disuelto en el agua el gas
oxigeno con un exceso de deutóxido de ázoe. Es-
to ultimo absorbe todo el oxígeno, y produce
ácido azotoso que se une al óxido : el exceso de
deutóxido de ázoe sobra. No puede obtenerse
sino en esta circunstancia , ó calentando al rojo
oscuro ciertos azoatos, que, perdiendo á esta
temperatura una parte de oxígeno , se trasfor-
man en azotitos. Este ácido no puede ser aislado
de los óxidos con los cuales produce combina-
ciones fijas; pues luego que se le separa , se des-
compone en gas deutóxido de ázoe y en ácido
azótico que queda en solución en el agua.
4.° Acido hipo-azotoso, Acido hivo-azoático,
Acido hipo-nitrico , Acido nitroso, de Berzélius.
Este ácido es un líquido incolor á — 20° , y de
color amarillo subido á la temperatura ordinaria;
su densidad es 1,45; desprende vapores rutilan-
tes, que, mezclados con el aire, no se conden-
san sino muy dificilmente con él. El agua le ha-
ce experimentar diferentes fenómenos de colora-
ción : una corta cantidad de agua lo colora en
verde; una cantidad de agua mayor, en azul,
hasta que el ácido pasa á ser incolor en su ma-
yor estado de debilitamiento; el ácido azótico
fumante del comercio presenta los mismos feno-
AZO 287
menos al contacto del agua. El ácido azotoso se
descompone al contacto del agua : se desprende
bi-óxido de ázoe , y el agua que queda tiene en
disolución una mezcla de ácido azotico y de áci-
do azotoso; al contacto del aire, experimenta una
descomposición análoga; cede mas fácilmente su
oxígeno á los cuerpos oxidables que el ácido ni-
trico. Existe en el ácido nitrico fumante , obteni-
do por la destilación del nitro con una cantidad
de ácido sulfúrico equivalente á la potasa del
nitro empleado.
El ácido azotoso puro se obtiene condensando
gas bi-óxido de ázoe con el cuarto de su volu-
men de oxígeno á — 20°, y al abrigo del contac-
to del aire. Obtiénese igualmente puro y anhidro
por la destilación del azoato de plomo desecado :
en esta operación es menester rodear el reci-
piente de una mezcla refrigerante. Los vapores
rutilantes que se forman , durante la descompo-
sición del ácido azótico, han sido mirados por al-
gunos como pertenecientes á un ácido particular,
llamado Acido hipo-azótico por los unos y Acido
azotoso por los otros.
Este ácido no se combina con las bases ni di-
recta ni indirectamente, y los químicos lo consi-
deran como una combinación de ácido nítrico y
de ácido nitroso, por lo que muchos le llaman
Acido nitroso-nitrico.
Los vapores rojizos rutilantes que despide el
ácido hipo-nitrico hánse designado bajo el nom-
bre de Gas ácido nitroso; son excesivamente de-
letéreos y producen muy prontamente una infla-
mación de los pulmones mortal. El acido hipo-
nítrico, llamado también A cido nitroso líquido,
es muy cáustico , y ha sido empleado en este sen-
tido en medicina como el ácido nitrico ; pero su
uso importante es para reconocer la pureza de
los aceites de aceitunas y de algunos otros acei-
tes crasos vegetales ( V. Aceite de aceitunas j
también es empleado para reconocer las mas cor-
tas cantidades de ácido hidrosulfúrico en solu-
ción en las aguas minerales sulfurosas ú otras >
pues las enturbia y las vuelve lechosas por el
azufre que precipita , descomponiendo el ácido.
5.° Acido azótico. — Y. Acido mtrico.
AZOGUE , MERCURIO. Cuerpo sim-
ple metálico , conocido desde los siglos mas re-
motos , sobre el que los alquimistas han ejercita-
do mas su paciencia. Por su color blanco, su
brillo, su liquidez y su gran movilidad se le
dio en la antigüedad el nombre de Plata vira
ílJydrargyrum), en la creencia de que era plata
liquida , que podia solidificarse y trasformarse en
plata, á cuyo objeto los alquimistas sacrificaron
en vano todos los instantes de su vida, A pesar
de la equivocación en que éstos estaban , los tra-
bajos multiplicados que emprendieron sobre el
mercurio no fueron completamente inútiles ,
puesto que hicieron conocer las principales pro-
piedades de este curioso metal, y descubrieron la
mayor parte de sus compuestos.
Él mercurio se encuentra en la naturaleza en di-
versos estados: nativo, amalgamado con la plata,
y combinado con el azufre, el cloro y el yodo,
288 AZO
t.° Mercurio nativo. Se encuentra en globu-
litos brillantes diseminados en el interior de di-
ferentes sustancias , tales como las esquitas ar-
cillosas, la marga, el cuarzo, etc., acompañando
aveces á las piritas, al plomo sulfurado y á la
plata antimoniada-sulfurada, pero con frecuencia
en donde abunda mas es en las minas de mercu-
rio sulfurado, aunque siempre en cortísima can-
tidad para ser extraído.
2.° Mercurio argental, Jlidrargiruro de pla-
ta, Amalgama natural de plata. Sustancia de un
blanco de plata, que cristaliza en dodecaedros
romboidales, y esta formada por la combinación
de un equivalente de plata con dos equivalentes
de mercurio; es quebradiza, poco dura, y de
una densidad igual á la del mercurio nativo ;
deja sobre el cobre una capa metálica blanca, y
al soplete desprende mercurio y da un botón de
plata. Es muy raro, y se ha hallado en Suecia y
en el Palatinado.
3.° Mercurio sulfurado ó Cinabrio. Es el mi-
neral de mercurio mas abundante, y el único de
que este metal se extrae en grande: es solido,
rojo oscuro, y su polvo de un hermoso rojo ; cris-
taliza y se presenta en prismas hexaedros regu-
lares, en agujas, y á veces compacto y también
pulverolento; es muy pesado. Lo mas común es
encontrarlo en masas granulares ó compactas ,
á veces en el estado terroso, y colorando á
las materias arcillosas y otras que le acompañan.
Las minas de cinabrio mas importanies son en
Europa, las de Almadén en España, conocidas
de los Romanos, y las de Idria en Carintia; en
América, las deHuanca Vélica en el Perú. El ci-
nabrio se encuentra de dos modos diferentes : ya
forma vetas en los terrenos de transición los mas
antiguos, que es lo que se presenta en Almadén;
ya está diseminado en capas de asperón , de es-
quita ó de calizo compacto, que parecen perte-
necer á la época uránica , que es lo que se ob-
serva en las minas de Idria.
í° Mercurio clorurado, Mercurio muriata-
do , Mercurio córneo , Colomel. Sustancia de un
gris de perla , frágil , muy blanda, que se corla
como la cera, volátil, que posa mercurio cuan-
do se frota sobre una lámina de cobre hume-
decida. Es muy rara; encuéntrasela accidental-
mente y lo mas frecuente en forma de pequeñas
concreciones en algunas minas de cinabrio , en
particular en Almadén y en el Palatinado.
5.° Mercurio yodurado, Coccinito. El Sr. del
Rio ha encontrado en Casas Viejas , en Méjico,
un yoduro de mercurio cuyo color rojo es pare-
cido al del cinabrio. Esta sustancia es poco co-
nocida.
El proceder empleado para extraer el mercu-
rio de su sulfuro varia según los países. El pro-
cedimiento seguido en España, en Almadén, y
también en Idria, en Carintia, consiste en mez-
clar el mineral molido con una corta cantidad de
arcilla , para formar pequeñas masas que se co-
locan de distancia en distancia en hornillos cuyo
suelo está horadado con muchos agujeros. El hor-
no termina por arriba en una- serie de tubos de
AZO
tierra , aplicados los unos sobre los otros , que
conducen los productos á una cámara que sirve
de recipiente; luego que se ha elevado la tempe-
ratura , el azufre arde por el oxígeno del aire y
pasa al estado de gas ácido sulfuroso , mientras
que el mercurio, reducido á vapor, va por los
tubos á la cámara en donde se condensa y cae á
la parte inferior. Se ha modificado este procedi-
miento : en lugar de mezclar el mineral con ar-
cilla , se coloca en pedazos debajo de bóvedas
dispuestas unas sobre otras , y á las cuales se di-
rige una corriente de llama y de aire; la última
de estas bóvedas comunica con conductos que
llevan el mercurio volatilizado y el ácido sulfuro-
so á muchas cámaras; el primero se licúa y el úl-
timo se desprende por las chimeneas en que ter-
mina el aparato. — En el Palatinado, en donde el
mineral es pobre , se emplea el método mas per-
feccionado. Después de haber escogido y moli-
do el mineral, se mezcla con la cuarta parte
de su peso de cal apagada, y luego se calienta
en grandes retortas de hierro colado, á cuyo
cuello se adapta un recipiente de tierra lleno de
agua hasta las dos terceras partes. Por la acción
ckl calor, la cal descompone el sulfuro de mer-
curio dando por resultado sulfuro de calcio y sul-
fato de cal , que quedan en la retorta con el ve-
nero, al paso que el mercurio volatilizado va á
parar al fondo del agua del recipiente. Puede sus-
tituirse á la cal el hierro reducido á hojas. La
explotación de estos minerales de mercurio no
puede Iraer ventajas mientras no suministren de
seis á siete milésimos de este metal.
Por lo tocante á España podemos decir que,
además de las diferentes minas de cinabrio que
hace poco tiempo se explotan en Asturias , y de
los criaderos de Tijola y Ray arque, en la provin-
cia de Almería, que se "trabaja para explotarlos,
poseemos las célebres minas de Almadén*, que
son las mas ricas de Europa , y cuya importancia
puede valuarse por el estado siguiente:
Productos de azogue de ¡as minas de Almadén y Álmadenejos.
Años. Azogue.
Desde 1795 á 1839.
1839 ú 1840.
1840 á 1841.
1841 á 1842.
1842 á 1843.
1843 á 1844.
1844 á 1845.
812.491 qq.,
¿Olib.,
4 onz.
23.100 *
» »
» »
18.731 »
25 »
» »
20.540 »
48 »
4 »
20. T70 »
24 »
« »
20.706 »
28 »
» »
21 515 »
4 »
» »
Desde 1795 á 1845.
937.944 qq., 69 lib„ 8 onz.
El azogue recogido por los procederes indica-
dos es repuesto comunmente en botellas de hier-
* El Sr. D. Pascual Madoz , traductor y adicionador de
la Estadística de España , escrita en francés por el Sr. Mo-
rcau de Jonnés , en la nota 2 del capítulo IV , dice :
«La mina de azogue de Almadén puede considerarse como
«la mas rica y mas antigua de cuantas en su clase se han
«beneficiado en el mundo : la mas rica , por cuanto , según
«aparece de un estado publicado por el Sr. D. Francisco
«Gallardo , en el tomo VI de su obra , sobre el origen de
«las rentas de la Corona , lia producido desde el año 164C
AZO
ro, y en este eslado es entregado al comercio.
Obtiénese en un estado mas completo de pureza
destilándolo.
Las exhalaciones de las minas de azogue son
tan deletéreas que los obreros apenas pueden re-
sistirlas mas allá de dos á tres años : las minas
de Corintia y de Austria, que están á 250 varas
de profundidad , son explotadas por criminales
condenados á estos trabajos, y la corta duración
de la existencia de estos desdichados ha llegado
á ser horrorosa por la continua pérdida de su
salud.
El azogue ó mercurio es un metal liquido á la
temperatura ordinaria , blanco como la plata y
muy brillante; sin olor ni sabor sensibles ; como
todos los cuerpos líquidos se divide al caer, y sus
glóbulos que son perfectamente esféricos cuando
es puro, se prolongan si está aleado con algún
metal extraño; su densidad es de 13,568 á+ 15°;
expuesto á un frió de — 40°, se solidifica, y en
este estado su densidad es de 1 4,391 , siendo en-
tonces maleable y blando como plomo; calenta-
do, se dilata hasta á +360°, en cuya temperatura
entra en ebullición y se volatiliza; el aire y el
agua no tienen acción sobre él á la temperatura
ordinaria, pero á un calor próximo á su punto de
ebullición se oxida lentamente y se convierte
poco á poco en deutóxido de mercurio.
Aunque el punto de ebullición del mercurio sea
a 360° centígrados, este metal despide vapores
sensibles á la temperatura ordinaria, como de
ello se tiene un ejemplo continuo en las gotitas
de mercurio que se encuentran con frecuencia en
la parte superior de los barómetros, y que son el
resultado del vapor mercurial que há ido á con-
densarse en la superficie interna del tubo de vi-
drio. Además, Faraday ha demostrado directa-
mente esta evaporación expontánea del mercu-
rio suspendiendo una hoja de oro encima de es-
te metal contenido en un frasco cerrado; al cabo
de seis semanas , la hoja de oro , que habia sido
cuidadosamente preservada de todo contacto di-
recto con el mercurio , se encontró no obstante
amalgamada, es decir blanqueada por cierta
cantidad de mercurio que no habia podido llegar
sino pasando al estado de vapor. Esto explica
los efectos funestos que experimentan los obre-
ros en todas las industrias en que se hace uso de
este metal, siendo en corto tiempo atacados de
un temblor universal y nervioso.
Por largo tiempo agitado , con ó sin el contac-
to del aire, se trasforma en un polvo negro [M-
ihiops per se) que no es otra cosa sino mercurio
muy dividido, o extinguido , según la expresión
Mdgar, durante mucho tiempo tomado por un
«hasta el de 1806, 1,238, 1~2 quintales , correspondiendo
«á cada año 7,145 quintales , cantidad que podiu aumen-
tarse según Antillon liasla 20,000 quintales.
«Es la mas antigua , porque Teofrasto , que vivia tres-
cientos tños antes de la venida de Jesucristo , habla de
«ella , así como también Vitruvio contemporáneo de Augus-
«to. En sentir de Plinio , los Romanos cerraban y sellaban
"P6ía mina , y únicamente la agrian "ruando era necesario
«enviar alguna caniidad de cinabrio á Roma.»
37
AZO 289
óxido; el agua, aun caliente, no lo disuelve ni
lo altera, pero agitándolo con ella le facilita su
extinción , cambio físico que un sin número de
otros cuerpos, en particular viscosos le hacen
igualmente experimentar , tales son la trementi-
na, la goma arábiga, las grasas rancias, los
extractos, la saliva, etc., muy empleados con
este objeto en farmacia.
En condiciones dadas , este metal se combina
con el oxigeno , con el cloro , con el yodo , con
el bromo , con el azufre y con el cian'ógeno for-
mando productos que serán estudiados en los ar-
tículos Bromuro , Cianuro, Cloruro, Oxido, Sul-
furo y Yoduro ; ataca la mayor parte de los me-
tales y los disuelve formando aleaciones á las
cuales se da el nombre particular de Amalgamas
(V. esta palabra) ; con el amoníaco, aunque sin
acción directa sobre él , puede dar origen á un
amoniuro , indicado como resolutivo en el trata-
miento de los exosloses ; y finalmente todos los
ácidos se combinan con el mercurio, y forman
sales de mucha utilidad (V. los artículos Acetato,
Borato, Carbonato, Fosfato, Nitrato, Oxalato,
Sulfato y Tarlrato). El ácido nítrico es el único
que lo disuelve en frió como en caliente; el áci-
do sulfúrico no lo ataca sino en caliente; los áci-
dos hidriódicoé hidrosulfúrico son descompuestos
por él, desprendiéndose hidrógeno, y quedando
un yoduro o un sulfuro de mercurio ; su combi-
nación con los demás ácidos no se verifica sin es-
tar previamente reducido al eslado de óxido.
El mercurio puro se volatiliza enteramente por
el calórico , y se disuelve sin dejar residuo en el
ácido nítrico débil, aun calor suave. La disolu-
ción es incolora, y consiste enprotonitralo ácido
de mercurio que precipita en negro por la potasa,
la sosa y el amoníaco; en vedijas blancas, por
el ácido hidroclorico; y en amarillo verdoso, por
el yoduro de potasio. Si se continúa la ebullición
después de la disolución del metal, éste queda
trasformado en deutóxido por el exceso de acido
nítrico, y entonces la potasa produce en ella un
precipitado amarillo naranjado; el yoduro de po-
tasio, uno de rojo , y el ácido hidroclorico j a no la
precipita. Por último, una lámina de cobre no oxi-
dada sumergida en esta disolución separa de ella
el mercurio en forma de un polvo gris, que por
el frote toma el lustre brillante y metálico que ca-
racteriza al metal.
El azogue es de un precio bastante subido para
que haya beneficio en mezclarle con otros me-
tales , como el bismuto , el plomo y el estaño.
Este fraude , demasiado frecuente en el comercio,
se reconoce porque el metal así ligado se empaña
fácilmente al aire, porque ensucia los dedos, por-
que es menos pesado que el azogue puro, porque
es oloroso* porque puesto sobre papel ó sobre un
plato presenta glóbulos prolongados, complana-
dos y terminados por una especie cíe hilito me-
tálico , lo que hace decir á los mercaderes que
hace la cola, y en fin, porque porta destilación
deja un residuo. Si el azogue está falsilicado con
plomo, calentándolo deja un residuo que se oxi-
da , y este mismo residuo tratado con el ácido
lomo i.
290 AZO
acético da lugar á la formación de cierta canti-
dad de acetato de plomo, que precipita en negro
por el ácido hidrosulfúrico, en blanco por el sul-
fato de sosa, en amarillo por el cromato y por el
yoduro de potasio; si está falsificado con estaño,
produce con el ácido nítrico en exceso un residuo
que es óxido de estaño; y si está ligado con bis-
muto, da con el ácido nítrico en exceso una so-
lución que precipita en blanco cuando se echa
en agua destilada.
Para purificar el azogue de estos metales ex-
traños sirve la destilación; pero esta operación
no basta para que el metal obtenido pueda ser
considerado como químicamente puro, y es ne-
cesario lavarlo con ácido nítrico muy diluido, que
disuelve el oxida de mercurio, comunmente di-
suelto en la masa metálica; en este caso el nitra-
to formado es al momento descompuesto por los
metales extraños mezclados con el mercurio, y
que , sustituyéndose al óxido de mercurio , ponen
en libertad una cantidad de azogue proporcional
á la suya. Después se lava la masa, y se la sepa-
ra el agua haciéndola secar al aire libre. -El azo-
gue ensuciado por el polvo, ú otras sustancias
extrañas, puede ser purificado haciéndole pasar
al través de una gamuza ó al través de un lienzo
tupido mojado. Si está ensuciado con materias
grasas se puede lavar con agua cargada de
álcali cáustico, ó bien agitándolo con cera en una
caldera calentada, la que apoderándose de la
grasa , por el enfriamiento se obtiene azogue pu-
rificado.
El azogue se conserva en vasos de vidrio, ó de
barro, en cubos de mármol ó de piedra, y tam-
bién en toneles, y nó, como lo han indicado al-
gunos autores antiguos , en vasos de plomo , de
eslaño ó de plata , porque atacando á estos meta-
les , no tardaría en deteriorarlos. En el comercio,
el azogue de Almadén eircula repuesto en botellas
de hierro cerradas eon un tornillo , que contienen
de 70 á 80 libras , y así se expide también al
extranjera. El azogue de Idria va colocado en
cajas llamadas ratoneras, que encierran dos ó
tres bolsas, que cada una contiene de 100 á 130
libras de metal.
Según datos oficiales , en \ 850 la España ha
exportado a Inglaterra 3,330 quintales de azogue.
En 1849 , fueron importados á Barcelona, de va-
rios puntos del reino,:4,400 libras de este metal,
valor de 70,200 rs. vn.
El mercurio es un metal muy empleado. En los
laboratorios sirve en razón de su liquidez y de su
inalterabilidad en presencia de un gran número
de agentes, para recoger ciertos gases solubles
en el agua , constituyendo asi la cubeta hidrar-
ííiro-neumática. Su dilatabilidad, mayor que la
de los demás líquidos, el curso uniforme de su di-
latación y su menor grado de volatilidad le hacen
muy útil para los termómetros. Su densidad par-
ticular le hace también mas propio que todo otro
líquido para medir las diferentes presiones atmos-
féricas, y por esto es exclusivamente empleado
para la construcción del barómetro. La propiedad
de que goza el mercurio de amalgamarse con un
AZU
gran número de metales , de disolverles , y de
separarse de ellos en seguida por el calor, cons-
tituye el principio de la extracción del oro y de
la plata, asi como el arte de dorar y de platear,
arle cuya importancia ha menguado por la in-
vención de nuevos procedimientos menos costo-
sos y sobre todo mas salubres, esto es el dorado
y el plateado galvánicos. La afinidad que tiene
por el cloro gaseoso , lo hace emplear para se-
parar este gas de su mezcla con los otros fluidos
elásticos , y también sirve con ventaja para ab-
sorber el cloro libre disuelto en el agua y mez-
clado con otros compuestos solubles que no tie-
nen acción sobre él. En el estado de vapor el mer-
curio sirve para hacer visible la imagen obtenida
sobre la capa sensible de las láminas del daguer-
rotipo por la exposición en la cámara oscura.
El mercurio metálico se emplea también en
medicina , á pesar de las opiniones de ciertos au-
tores antiguos que le atribuyen propiedades no-
civas. Ha habido mugeres embarazadas (pie lo
han tomado sin inconveniente, en grande abun-
dancia para abortar , y hay obreros que lo
tragan para hartarse, sin experimentar acci-
dentes. Con frecuencia hase administrado como
uesobstruente en los casos de hernia , de consti-
pación , de ileus, de vólvulo , sin inflamación vi-
va de los instestinos , á la dosis de una á muchas
onzas, y aun de algunas libras v asociado á me-
nudo con aceite. Desbois de ltochefort refiere que,
á principios del siglo XVIII , era de moda en Lon-
dres y en Edimburgo tragar todas las mañanas
dos ó tres dracmas de azogue con algunas onzas
de aceite , para preservarse de la gota, del cálcu-
lo, etc. El Sr. Orfila lo ha hecho lomar en canti-
dad de muchas onzas á perros, sin accidente.
Por último , ha sido empleado con feliz resultado
contra las lombrices de los niños.
No obstante estos ejemplos que prueban que
el azogue no es nocivo , aun administrado á alta
dosis , este metal hoy dia apenas se usa si no es-
tá dividido ó extinguido por diversas sustancias,
formando el azúcar vermífugo , el mercurio gomo-
so de Plenck , las pildoras de Belloste , etc. En
este caso el azogue es todavía de algún uso en ca-
lidad de aperitivo , fundente , antiverminoso , y
sudorífico, á la dosis de un escrúpulo á una drac-
ma , aunque mucho menos empleado de lo que lo
era antiguamente , y sujeto además á los mismos
inconvenientes que ofrecen los compuestos mer-
curiales. Al exterior, el mercurio másemenos
dividido es de un uso muy frecuente , sea como
excitante ó resolutivo, en los casos de bubones
indolentes, de úlceras atónicas, exostoses, etc.,
ele. , sea para combatir afecciones cutáneas cró-
nicas, ósea á alta dosis y rápidamente adminis-
trado como antiflogístico. Aplicase bajo diversas
formas que ofrecen , además de los inconvenien-
tes de los mercuriales en general , el de excitar
fácilmente prurito, erupciones particulares, y
con frecuencia erisipelatosas.
A5BUCAR, Sacchamjm. Género de oíanlas
déla familia de las gramíneas, tribu de las an-
dropogóneas, y de la triandria diginia deLinneo.
AZÜ
El nombre de este género procede, seguu el Sr.
de lluinboldl, de Scharkara , duro, piedra, en
idioma sánscrito , de la consistencia del produc-
to que se extrae de sus especies, del que los In-
dios lian becho Schaker y los Persas Skukur, etc.
Si de este importante género se separan dos es-
pecies (jue se encuentran en Europa, á saber el
A/.l'CAIl CILINDRICO, C\ÑV DE AZÚCAR CILINDRICA
(Suceharum cylindricum, PC, Lugurus cylindri-
cus , L.) y el Azúcar di: Ravena, Caña di: azú-
car i»m Ravena [Saccliarum ¡lávenme, Huc. :
A mlropogon Ravennoe , L.) , todas las plantas del
mismo son propias délas partes mas calientes del
globo, aunque Basta cierto punto puedan vegetar
bien en el mediodía de la Europa", particularmente
en algunas provincias de España, como expon-
dremos. Los plantadores conocen cerca de ocho
especies de canas de azúcar cultivadas; pero,
seguu el Sr. D' Orbigny , es probable que estas
pretendidas especies sean variedades de la espe-
cie única, el Azúcar oficinal , de que hablaremos
á continuación. El Azúcar violado , Caña pe azú-
car violada (Saccharum violacvum, Tussac), ge-
neralmente conocido en las Indias Orientales, de
donde es origiuario, y en America, bajo el nom-
bre de Caña de azúcar de Batavia , y el Azúcar
de Taíti, Caña de azúcar de Taíti [Saccharum
t aitcnse, Hort. Part.) son verdaderamente varie-
dades de la especie indicada, y con ella casi las
únicas plantas cultisadas para la extracción del
azúcar. Las siguientes suministran un excelente
forraje , y su medula es mas ó menos azucarada:
Azúcar de Bengala [Saccharum bengalense, Retz),
Azúcar como caña (Saccharum arundinaceum,
Retz) , originario de Tranquebar , Azúcak expon-
tá.neo [Saccharum spontaneum , L.) , originario
de Malabar , Azúcar del Japón [Saccharum ja-
ponicum, Thunb.), Azúcar de muchas espigas
[Saccharum polyslachion , Sw.l, originario de las
Indias occidentales, Azúcar de Tenerife [Sac-
charum Icneri/fie, L.j, Azúcar rastrero [Saccha-
rum repens, Willd.j , originario de Guinea, etc.,
etc.
Azúcar oficinal , Caña de azúcar
oficinal, Caña dulce, Caña de miel
[Saccharum officinarum , L.). Planta vivaz como
sus congéneras , originaria de las Indias Orien-
tales. De su raiz nudosa y fibrosa salen muchos
tallos (pie se elevan desde G á 12 pies , lisos, ar-
ticulados \ guarnecidos de cuarenta á sesenta nu-
dos mas ó menos inmediatos, gruesos de mas de
una pulgada y media , y llenos de una médula,
blanquecina ," blanda, suculenta , impregnada de
uu líquido azucarado. Las hojas abrazan el tallo
por su base , son largas de tres á cuatro pies, an-
chas de una pulgada, ásperas en sus bordes, lisas
y eslriadasensu superficie, con un nervio medio
longitudinal. Cuando la caña tlorece, brota en
su sumidad un renuevo sin hojas ni nudos , que
lleva una ancha panícula de llores pequeñas, se-
dosas y blanquecinas. El fruto consiste en una
semilla oblonga envuelta en las ventallas.
La caña de azúcar, como hemos dicho, ofrece
mucha* variedades de las cuales ciertos autores
AZÜ 291
han hecho especies. Según el Sr.LeschenauU, co-
nócense en la ludia tresrazas decaña: la 1.a, lla-
mada Karoubou , tiene el tallo \erdc mezclado
de violado , y la pulpa jugosa da poco azúcar,
pero se utiliza comiéndola cuando fresca; la 2.a,
Kaurabou kari, caña roja, tiene el tallo de uu
color violado casi negro, y con ella se fabrica
lodo el azúcar bruto de la India llamado Jagra:
la 3.a, Carambou valli , caña blanca, tiene ol
tallo de un amarillo claro , y sirve para hacer el
azúcar blanco.
Según otros autores , las tres variedades prin-
cipales de caña de azúcar son: I. La Cana común,
llamada también Caña criolla, la mas antiguamen-
te conocida , es decir la que fué trasportada de las
Canarias al brasil, algunos años después del descu-
brimiento de la América, y que sirv ió para poblar
todas las colonias del Nuevo Mundo. Crece fácil-
mente en todas partes en las regiones tropicales,
en terreno húmedo, y con frecuencia á una altura
de 1,000 varas encima del nivel del mar, sin
embargo el que en particular le com iene es el
que no es ni demasiado seco ni demasiado húme-
do. La cantidad de azúcar que produce es uoobs-
lante tanto mayor (y lo mismo sucede con las
otras variedades) en cuanto crece en una región
mas meridional. II. La segunda variedad, intro-
ducida en América á la íin del último siglo , y
conocida con el nombre de Caña de Otahtti , es
mas alta, mas gruesa , mas tempranera, mas pro-
ductiva que la anterior, y también mas fácil de
tratar, porque da un jugo que contiene menos mu-
cílago. Además vegeta muy bien en los terrenos
aun muy pobres, y á temperaturas que aterrarían
el crecimiento y desarrollo de la cana criolla, á la
que por las precedentes razones tiende á reempla-
zar por todas partes. III. La tercera variedad, que
ha sido designada por el Sr. dellumboldt con el
nombre de Caña violada, difiere de las precedentes
en que su tallo y sus hojas, en vez de ser amari-
llas en la madurez, son violadas. Fué traída de
Rata\ia a América, en 1782 : es aun mas tem-
pranera que la precedente , pero tiene el incon-
veniente de dar un azúcar menos sólido , que
conserva siempre un tinte violeta, por cu\a ra-
zón sus productos apenas son empleados sino en
la fabricación del ron.
La caña de azúcar parece originaria de la In-
dia, en donde Cbardin dice haberla visto crecer
en todas las parles de esta vasta región del p lo-
bo , y añade que se halla indicada en las obras du
los médicos indianos, persas, árabes, etc., y (pie
también se o!>ser\ a pintada en las mas autiiiuas
porcelanas de la China. Crece expontá-neamente
en Persia, en Abisinia, etc. , etc., y Belon dice
haberla visto vegetar en muchos lugares del Alto
Egipto , siendo cierto que, desde la mas remota
antigüedad, ha sido culthada en este ultimo pais.
Caleño y Pimío hacen mención del Saitharon
como una goma blanca, cristalina, que se extraía
de una caña de las Indias , y se empleaba en
medicina , y se recibía en Roma en pedazos del
grueso de una nuez; Séneca y Lucain hablan
también de cañas de la India de las que se ex-
29* AZU
traía una especie de miel, y Dioscórides indica
muy claramente el azúcar á la fin de su artículo
Miel.
Esta preciosa planta puede cultivarse en las
regiones aproximadas á los trópicos , como en
el Bajo-Egipto, en Sicilia, en España, etc., aun-
que en general se dice que da poco azúcar,
pero si un jarabe ó jugo azucarado empleado en
algunos usos económicos. Sonnini dice que en
Egipto se consume mucha caña en el estado fres-
co, bajo el nombre árabe Kassab, y que en las
calles se venden sus tallos , que las mugeres y
los niños chupan con gusto : en España , en Va-
lencia y en Andalucía, se hace el mismo uso de
ella. Con todo, respecto á nuestro privilegiado
suelo, el señor D. llamón de la Sagra, al hablar
sobre los productos de la península enviados á la
exposición universal verdicada en Londres, en
1851, dice: «Es en extremo curiosa la historia
«y el cultivo de la caña , y de la elaboración de
«azúcar en España. Cuando nos ocupamos de la
«introducción de aparatos y máquinas para me-
«jorar este ramo de industria de la costa de An-
«dalucía, recogimos y publicamos una serie de
«importantes noticias sobre esta materia. Desde
«entonces se propagaron los procedimientos per-
«feccionados , y esta bella comarca produce ex-
«celente azúcar blanco , tomando un grandesar-
«rollo el cultivo de la caña. Una sola fábrica , la
«de la Torre del Mar , que establecimos en 1846,
«ha enviado muestras de azúcar superfino, que
«se vende á 60 rs. arroba. Según los cálculos que
«hicimos al recorrer la costa en 1845, los terre-
«nos de riego en que puede cultivarse la caña,
«son susceptibles de dar una cosecha anual de
«uno ó dos millones de arrobas de azúcar.» A esto
debemos añadir que el gran jurado de la Exposi-
ción Universal premió con medallas de segunda
clase al azúcar del Sr. Arrieta y al del Sr. Zulue-
ta, y á la caña de azúcar de Malaga, del Sr. En-
riquez.
Cultivo de la caña de azúcar.
La caña de azúcar puede ser ventajosamente
cultivada en los climas templados, hasta 40 ó 42
grados de latitud, aunque el clima de la zona tór-
rida sea el mas favorable á su crecimiento. Para
llegar á un estado completo de madurez necesita
diez ó. doce meses de vegetación ; de modo que
por mas esmero que.se ponga en cultivarla, sino
se tiene durante este tiempo una temperatura sufi-
ciente para provocar una vegetación activa ; no
se obtendrán buenas cosechas. La caña de azúcar
para ser productiva exige una tierra sustancio-
sa, medianamente ligera, un poco limosa, muy
dividida ó fácil de dividir, preparada por bue-
nas labores, y abonada con los despojos déla co-
secha anterior enterrados medio podridos, ó re-
ducidos á cenizas. Una larga multiplicación por
renuevos y por estaca ha alterado , después de
los siglos, los órganos de la fecundación en la
caña de azúcar r de modo que raras veces llega
á dar granos fecundos , de lo que resulta que no
AZI
puede multiplicarse por semillas. Los renuevos
se separan del pié de las viejas plantas, pero
nunca forman tallos tan vigorosos como las esta-
cas arraigadas. Estas últimas se hacen con las ca-
bezas de caña , esto es la parte superior del tallo,
guarnecido de un corlo numero de hojas verdes, y
formado de internodios mas aproximados que los
inferiores. La época de la plantación varia en ra-
zón de los climas , de las situaciones , de los ter-
renos, y mas aun de las costumbres locales, pe-
ro tiene lugar siempre que es posible durante un
día de lluvia ó la víspera de este dia. Las cañas
se plantan en surcos paralelos ó al tresbolillo, y
á la distancia de 2 , 3 ó 4 pies , en hoyos de 7 á
lo pulgadas de profundidad sobre 15 á 18 de diá-
m ero, según la naturaleza del terreno. Tres
semanas ó un mes después de la plantación , las
jóvenes cañas comienzan á brotar, y entonces se
favorece su desarrollo por medio de escardas : en
la primera, se aporcan los pies amontonando
tierra al rededor del cuello de la raíz ; la segun-
da y la tercera no tienen mas objeto que desem-
barazar el terreno de las plantas parásitas. Cuan-
do las cañas tienen seis meses, se las separan las
yemas que crecen á su pié, y solo falta cortarlas
para extraer su zumo, cuando sa hallan en com-
pleta madurez , lo que se verifica del décimo al
decimoquinto mes después de su plantación. Las
cepas echan nuevas cañas, en términos que cuan-
do una pieza de tierra está bien conservada,
puede producir durante muchos años sin ser re-
plantada.
En la isla de Cuba la plantación se hace por
estacas , que por lo regular tienen 1 7» pié de
largo y de 7 á 8 yemas , desde marzo hasta fines
de abril , teniendo cuidado de que la tierra sea
ligera, blanda y no muy húmeda, y se la abona
con ceniza y las hojas podridas de la caña. Hasta
los \í meses, á corta diferencia , no empiezan á
florecer las cañas , pero después de los 4 ó 5 me-
ses están perfectamente maduras, y entonces su
color es amarillento, el de la médula es gris par-
duzco, y su jugo es viscoso y muy dulce. El
grueso y la altura-de las -cañas varían según el
terreno, el cultivo y el clima, de manera que las
hay que tienen 22 pies de alto , aunque lo mas
común es llegar hasta 15; la cantidad de azúcar
que contienen varia también desde 6 á 15 p% de
su peso.
En el Indostan la plantación tiene también lu-
gar por estacas á fines de mayo , cuando el terre-
no se halla reducido á lodo muy blando por las
lluvias ó por riegos artificiales ; las cañas se cor-
tan en enero y febrero , es decir , nueve meses
después de su plantación y antes de la florescen-
cia, que disminuiría mucho su riqueza en azú-
car.
En América ,' en donde el terreno le es menos
conveniente , la caña no madura hasta doce ó
veinte meses después de su plantación.
En el estado de madurez, que tiene lugar al
cabo del año ó á los ocho meses después de la
plantación, según las variedades, la caña de azú-
I car contiene, según el Sr. Peligot:
AZI
Agua. 7i,i
Sustfhcias leñosas 0,9
Materias solubles 18,0
100,0
En cuanto al jugo que se extrae de ella, se com-
pone de:
Azúcar 20,90
Agua T7,n
Sales minerales 1,10
Productos orgánicos 0,23
100,00
Este jugo es por lo tanto, como se vé, agua azu-
carada casi pura, compuesta de una parte de
azúcar por cerca de cuatro parles de agua. La fa-
bricación del azúcar de caña consiste, pues, en
obtener este zumo y en concentrarlo por la eva-
poración, para hacer cristalizar el azúcar que
contiene.
Extracción del azúcar.
En la propiedad que tiene el azúcar de cristali-
zar, al paso que los demás cuerpos con que se
halla mezclado son enteramente incristalizables,
está basado el proceder para extraerlo de la caña.
Cuando los tallos han llegado á su madurez , se
cortan por el pié , y , después de haberlos desho-
jado, se extrae el jugo que contienen haciéndo-
los pasar por tres cilindros de hierro colado (lla-
mados trapiches) situados horizontalmente los
unos al lado de los otros y movidos por la fuerza,
del hombre, del agua ó del vapor. Las cañas pa-
san primero entre el cilindro superior y el del
medio , y después entre este último y el cilindro
inferior; dándoselas así exprimidas el nombre de
bagazo, que cuando seco sirve de combustible.
Regularmente 218 libras de cañas dan 130 libras
de jugo , habiendo por consiguiente una pérdida
de 30 p% de éste, que queda siempre en el ba-
gazo sin que se le pueda extraer por mas fuerte
que sea la presión de los cilindros.
Por lo común el jugo , al caer en el receptácu-
lo dispuesto debajo del molino, atraviesa un filtro
destinado para separarlo de las partes sólidas,
tales como restos de cañas, fécula, ácido máli-
co, goma, etc., que tiene en suspensión y que
podrían desenvolver en él una fermentación muy
nociva al principio azucarado que encierra ; á ve-
ces no obstante, en lugar de filtrarlo, se deja tan
solo posar, á fin de poderlo decantar : en ambos
casos conviene que esta especie de purificación
se practique rápidamente, de modo que el jugo
permanezca el menor tiempo posible en el recep-
táculo.
Obtenida ya una cantidad suficiente de jugo, se
pone en una caldera dicha clarificador , añadién-
dole algunos centesimos decaí, y se eleva la
temperatura hasta unos 60° centígrados. A medi-
da que el jugo se calienta, se forman espumas,
compuestas de albúmina, de materias fermentc-
cibles y de un poco de parenquima y de cal , (pie
se elevan á la superficie, y á las niales se tiene
cuidado de separar sucesivamente. La clarilica-
eion dura cerca de cuarenta minutos.
AZI
Cuando no apareen espumas , esto es termina-
da la clarificación , se deja posar el liquido por
espacio de una hora , trasladándolo después ú
una primera caldera de cochura , en donde s •
evapora rápidamente hasta que señale 23° en el
areómetro. .
Los negros , sin embargo, raras veces se sir-
ven de este instrumento para juzgar del grado de
concentración del jugo; consistiendo el medio
por ellos empleado en lomar una gota del liqui-
do con el índice, comprimirla contra el pulgar,
separar en seguida los dos dedos, y mirar el elec-
to de la gola duraute este ultimo movimiento:
esle medio esta basado en que la longitud del hi-
lito que se produce primero, y se rompe en lin
á cierta extensión retirándose hacia el índice, es
á corla diferencia proporcional al grado de con-
centración.
Luego de obtenido el grado de reducción (pie
acabamos de indicar, se filtra el jugo por una es-
tofa de lana , haciéndolo pasar en seguida á una
segunda caldera de cochura, colocada al lado de
la primera, en donde se concentra hasta con-
sistencia de jarabe muv espeso. Entonces se echa
primero en una ancha hacia, t ara acelerar su en-
friamiento , y luego en cajas ó toneles taladrados,
pero cuyos agujeros estén tapados. Algún tiempo
después se revuelve el jarabe con un palo para ac-
tivar la cristalización del azúcar, que el enfria-
miento tiende á favorecer, convirtiendo muy luego
todo el contenido de los toneles en una masa con-
fusa. Entonces se destapan los agujeros de las
cajas para dejar escurrir el melote, ó parte del
jarabe no cristalizaba , que sirve para fabricar
ron; haciendo en seguida secar lentamente al azú-
car cristalizable, que se expide á Europa , según
su calidad, bajo los nombres de Azúcar bruto,
Azúcar de quebrados, Azúcar mascabado , Azú-
car negro, y Cogucho.
Generalmente no se obtienen mas de lo á I ¿
parles de azúcar por 100 partes de jugo , que á
corta diferencia, como hemos visto antes, es la
mitad de lo que este último contiene. Esta pérdi-
da, según el Sr. Peligot, procede de la trasfor-
macion del azúcar cristalizable en melote ó azú-
car no cristalizable, trasformacion que resulta
de la imperfección de los procederes de fabrica-
ción, pues, como lo ha probado el referido quí-
mico, no existe azúcar incristalizable en el jugo
de las cañas, y la teoría no indica que deba for-
marse durante la fabricación.
Las operaciones que acabamos de indicar son,
con pocas excepciones, generalmente seguidas
en toda la América. En algunos puntos, no obs-
tante, se sujeta al azúcar bruto á otra opera-
ción : después de haber hecho , en parte , enfriar
y cristalizar el jarabe en una enfriadera, se
distribuye en moldes cónicos de tierra cocida
puestos boca arriba en vasos de la misma mate-
ria; estos moldes están taladrados en la cúspide
por un agujero que se tiene tapado hasta que la
cristalización esté concluida , que enlom
destapan para (pie salga el jarabe , dejando es-
currir los panes por espacio de un mes. Después
294 AZÜ
de esle tiempo, se cubre uniformemente la su-
perficie de los panes con una capa de arcilla hu-
medecida , la que cediendo poco á poco su agua,
se consigue que ésta atravesando toda la masa
del azúcar disuelva su jarabe: esta tierra se hu-
medece tres veces en cuatro dias , reemplazán-
dola el quinto con tierra nueva, y continuando
así hasta haber cambiado dos veces la arcilla ó
basta que se haya humedecido ésta nueve veces.
Entonces privado el azúcar lo mas posible del ja-
rabe, se saca de los moldes y se coloca sobre su
base para que la humedad acumulada en la cús-
pide se reparta uniformemente; se deja secar al
aire por espacio de seis semanas, y por último
se reduce á polvo grosero, en cuya forma es en-
viado á Europa con los nombres de Azúcar blan-
queado, y Cogucho blanco .
En las Antillas inglesas no se sujeta al azúcar
á esta operación, y en las francesas ha cesado
casi de practicarse. Como la base ó la parle mas
ancha del cono ofrece siempre, á pesar de las
precauciones indicadas , azúcar blanco , al paso
<pie la punta ó parte superior queda amarillenta,
%t separan estos diversos matices formando de
ellos calidadesque llevan los nombres de Cogucho
blanco , desde \ .a á 4.a, Pequeño azúcar, que es
gris, y Azúcar cabeza, que es de color rojo cla-
ro. Estos azúcares se expiden en barriles.
En una parte de la isla de Cuba y en el Brasil,
no obstante, se conserva todavía esta práctica,
aunque el proceder difiera en que se ejecuta en
grandes cajas taladradas en su parte inferior pa-
ra facilitarla salida del liquido, y consistiendo la
operación en llenar estas cajas de azúcar bruto,
cubrirlo con una tela sobre la cual se extiende
arcilla, que se humedece según el método ordi-
nario. Las capas de azúcar, separadas sucesiva-
mente, dan matices de Cogucho blanco, y Cogucho
rojo , en mayor ó menor cantidad según sea la
calidad del azúcar; siendo la última capa, que re-
tiene mucho jarabe y queda grasa y morena, co-
nocida en el comercio bajo el nombre de Azúcar
mascabado. Estos azúcares se expiden en cajas.
Refinación del azúcar.
La refinación del azúcar de caña, que al pre-
sente casi siempre se hace en Europa , y cuyo
objeto es trasformar el cogucho en azúcar blan-
co, comprende muchas operaciones, cuya minu-
ciosa descripción nos vemos obligados á omitir
en obsequio á la brevedad , concretándonos á lo
mas preciso para que los lectores conozcan en
general el proceder en ella ha seguido.
La primera consiste en disolver el azúcar bru-
to en el agua, á fin de separarle en seguida las
materias extrañas que aun contiene, por la cla-
rificación , la filtración y la cristalización , me-
dios facilísimos de emplear. Como sobre todo
conviene acelerar la concentración que cxije la
cristalización , al disolver el azúcar se procura
saturar el agua lo mas posible, siendo el máximo
de cerca de 4 libras de azúcar por media azum-
bre de agua.
AZU
Las disoluciones primero se ponen en una cal-
dera de clarificación , de cobre , de la capacidad
de 3o0 á 500 azumbres , calentada al vapor , en
la que se ponen , al mismo tiempo, dos cuartillos
de sangre de buey y 6 y, libras de negro animal
por 50 azumbres de jarabe. Se agita en seguida,
para mezclarlo bien todo, calentando hasta la
temperatura de 55° ó 60° centígrados, que enton-
ces se cesa de agitar, aunque se continua calen-
tando de modo que se sostenga el mismo grado
de temperatura. El carbón primero se precipita
al fondo de la caldera , pero luego la albúmina
de la sangre, coagulándose, lo envuelve y lo
arrastra á la superficie del líquido , de manera
que ningún poso queda en el fondo de la caldera.
Entonces terminada la clarificación , setrasega el
jarabe en un filtro conocido bajo el nombre de
filtro de Taylor, que sirve para desembarazarle
de todas las materias sólidas que pueda tener en
suspensión , tales como carbón , espumas forma-
das durante la cristalización , etc.
Después de esta primera filtración , que es el
complemento de la clarificación , se procede á la
filtración descolorante , que sirve, como su nom-
bre lo indica, para descolorar el jarabe. Esta
última operación se hace por medio de un filtro
inventado por el Sr. Dumont, y que tiene la
ventaja de reunir dos operaciones en una, la fil-
tración y la acción del carbón animal. Antigua-
mente la filtración descolorante daba lugar á mu-
cho gasto , en razón de la cantidad de carbón
que consumía, pero desde algunos años háse sal-
vado este inconveniente haciendo servir casi de
un modo indefinido el mismo carbón.
Al salir del filtro descolorante, el jarabe pasa
á la caldera de cochura ó de evaporación. La
cochura se ha hecho en calderas á fuego desnu-
do hasta que se descubrió que la acción prolon-
gada del calor y una excesiva elevación de tem-
peratura pueden cambiar el azúcar cristalizaba
en azúcar incristalizable, circunstancia que im-
pone la obligación de practicar esta operación lo
mas rápidamente que se pueda, á la tempera-
tura mas baja posible. Hoy día se satisface ple-
namente á estas dos condiciones , que á primera
vista parecen contradictorias, cociendo el jara-
lie en el vacío , en el que, como se sabe , puede
obtenerse una evaporación muy rápida á una
temperatura también muy inferior á la de la ebu-
llición. Hánse imaginado muchos sistemas de
calderas para la aplicación de este principio , pe-
ro los empleados son los de Howard , de Degrand
y de Derosne , siendo este último el mas perfecto
de todos.
La cochura es la. operación mas delicada , so-
bre todo por la disposición que tiene el jarabe
á elevarse. Al tiempo de la ebullición , se conoce
generalmente que se procede bien cuando el ja-
rabe sube poco, el hervor es claro, y los ojos,
que se suceden con rapidez, revientan muy fá-
cilmente. Se termina comunmente esta operación
cuando el jarabe ha llegado á la temperatura de
í>0° centígrados, si este último se halla en el gra-
do de concentración conveniente, lo que se co-
azi'
noce por medio de la prueba, que es una opera-
ción análoga á la que practican los negros para
reconocer el grado de cocción de los jarabes de
azúcar bruto , y de la que hemos indicado ya al-
go. Hay muchas maneras de hacer la prueba,
Moque los operarios encargados de la cocción,
comunmente solo emplean una, que consiste en
dejar caer una gota de jarabe sobre su pulgar, y
despachurrarla en seguida con el Índice , espe-
rar á que la temperatura del jarabe haya descen-
dido á la de la mano, separar bruscamente los
dedos , que alejándose el uno del otro producen
un hilito que sirve de indicación. Cuando este
hilito se rompe hacia el índice , se dice débil, y
la cocción no es todavía suficiente; cuando, al
contrario , se prolonga mucho, rompe cerca del
pulgar y vuelve lentamente hacia el índice , se
dice fuerte , y es menester terminar al instante
la cocción. La prueba de la densidad , que á pri-
mera vista parece debería ser la mas exacta,
puesto que tiene lugar por medio del areómetro,
es al contrario la mas incierta, en razón de la
densidad del jarabe que impide á este instru-
mento colocarse en el grado que debería in-
dicar.
Después de la cochura, el jarabe concentrado
es trasladado á grandes calderas de cobre, lla-
madas enfriaderas, en donde se deja enfriar
hasta que experimente un principio de cristaliza-
ción , en cuyo estado se distribuye en vasos có-
nicos de \ iclriado ó de zinc abiertos por ambos
cabos , y cuya abertura inferior está tapada por
un lienzo mojado, en los que acaba de cristalizar
v los cuales le dan la forma de panes de azúcar
bajóla cual se encuentra en el comercio. Cuan-
do el jarabe comienza á cristalizar en estos mol-
des , se tiene siempre cuidado de agitarlo , a fin
de que constituya una masa bien homogénea y
cristalice igualmente en todas partes. Cuando to-
da la masa está bien solidificada, se destapan los
moldes para dejar salir todo el jarabe no cristali-
zable, que puede escurrirse por sí mismo, y que
siempre tiene un color verde, y constituye el
melote del comercio; en cuanto al que queda
adherente á los cristales no se le puede separar
sino por las dos operaciones siguientes ;
La primera consiste en quitar las costras muy
duras que se han formado en la superficie de Ios-
moldes , en revolver el azúcar hasta casi toda su
profundidad, en amontonar los cristales asi de-
sagregados , en echar en fin sobre el fondo un
jarabe muy saturado, que atraviesa los insters-
ticios del azocar arrastrando con el la mayor par-
te del melote , que ennegreoe todavía el azúcar ,
y que siendo una disolución saturada no arrastra
a este.
La segunda Heva el objeto de blanquear com-
pletamente el azúcar, y consiste en poner sobre
los panes de azúcar , siempre contenidos en los
moldes, una capa de tierra arcillosa reducida á
papilla algo espesa : el agua que impregna esta
tierra se escurre lentamente , y se derrama igual-
mente por toda la masa del azúcar arrastrando
con ella los últimos vestigios de melote, siempre
AZU 295
mas pronto á disolverse que los cristales. Cuando
la primera capa de tierra está enteramente seca
se la reemplaza por una segunda , una tercera
hasta que el azúcar esté del todo blanco. La co-
locación del azúcar en los moldes y estas dos últi-
mas operaciones deben ejecutarse bajo la in-
fluencia de una temperatura de cerca de 25° cen-
tígrados.
Finalmente, se sacan los panes de los moldes,
se limpian y se secan á la estufa, y en seguida se
entregan al comercio envueltos en papel. El pe-
so de los panes es comunmente de 10 á 15 libras.
Los refinadores fabrican muchas especies ó ca-
lidades de azúcar. La primera calidad , que es
siempre mas blanca, es dura y presenta una cris-
talización perfecta , llamándosela generalmente
en el comercio Azúcar de pilón; con frecuencia
se la añade , sin motivo , un poco de añil con el
objeto de hacer su blancura mas brillante. En
seguida vienen otros azucares preparados con
panes todavía húmedos (es decir que salen de los
moldes) chafándolos ó raéndolos de manera que
se obtenga un cogucho blanco, que luego se
amontona en moldes mas pequeños, de los que
se separan inmediatamente para ser limpiados y
secados: esta especie de azúcar es particular-
mente buscada por los cafeteros , en razón de su
ligereza, que permite á peso igual obtener de él
un mayor número de pedazos. Hay otra calidad
procedente de los melotes escurridos en las ope-
raciones de refinadura, que se trabaja después ;
por fin, vienen los que constituyen la última cali-
dad , y que , aunque en panes , "son casi tan colo-
rados como el cogucho , por el cual se vende á
menudo.
Según la naturaleza de las materias empleadas
y la habilidad del fabricante, el azúcar refinado
entra en una ó otra de estas clases : común, fino,
sobrefino, y' de pilón. Este ultimo es ordinariamente
el producto de una segunda refinadura.
Historia comercial del azúcar.
El azúcar fué conocido muy tarde en Europa,
puesto que ninguna mención hacen de él los es-
critos antiguos, siendo tan solo indicado por un
corlo pasaje de Teofrasto, que terminó su carre-
ra tres siglos antes de Jesucri;-to. Plinio y Dios-
córides , que escribían en el primer siglo de nues-
tra era, lo describieron con caracteres según los
cuales es fácil juzgar que la sustancia de que ha-
blan debia ser el azúcar cande. Según Pablo de
Egine, en el siglo Vil , el azúcar era todavia po-
co conocido, habiendo trascurrido después lar-
gos años antes que su uso se generalizara. Estra-
bon dice que en la India hay una caña que pro-
duce miel sin el concurso dé las abejas. Lucain
lo designa también con el verso siguiente :
Quique bibunt teñera ab arundine suecos.
Varron se expresa así con este motivo :
Indica non magna nimia artxtre crescit arumlo,
¡Mus a lentis premitur radiabas humar ,
ftulcia cui neqiteant sueco contendere mellt.
296 AZU
La caña de azúcar es originaria del Asia orien-
tal, crece en el sud de la China, en el archipié-
lago Indiano y en los reinos de Siam y de Cocliin-
ctiina, de donde parece pasó al Indostan, des-
fmes, mucho mas tarde, á la Arabia, y en fin á
as partes del Asia y del África que circundan
el Mediterráneo, á Etiopia, á Núbia, etc.
Antes de estas trasmigraciones de la planta ,
que dieron los medios de fabricar el azúcar, el
uso de éste se iba sucesivamente, pero con len-
titud, introduciendo entre los Orientales. Enton-
ces era indispensable que este artículo pasase ,
de mano en mano , de la China á los puertos de
la India, de allí al golfo Pérsico ó al mar Rojo, y
que acabase, por conducto de las caravanas ,
hasta al litoral del Mediterráneo, el círculo que
debía recorrer. Los traficantes de aquellos remo-
tos tiempos tenían que cargar de artículos mas
preciosos , y que embarazasen menos que el azú-
car , y nada extraño es que éste hubiese que-
dado reducido á una cosa rara y casi de curio-
sidad, debiéndose en verdad el desarrollo de
este consumo en Europa á las conquistas de los
Árabes ó Sarracenos.
Durante el siglo IX, los Sarracenos, dueños de
las islas de llodes, de Chipre, de Creta y déla
Sicilia, introdujeron en estos países la caña de
azúcar, cuyo cultivo y el medio de utilizarla les
eran familiares. Entonces ya los reinos de Valen-
cia, de Granada y de Murcia, en España, habían
debido la naturalización de este precioso vegetal
á la conquista que de ellos acababa de hacerse i
conservándose las plantaciones hechas hasta el
punto de que en 1664 tenian aun importancia, y
;ü presente todavía subsisten algunas.
Hacia el siglo XII , los comerciantes venecia-
nos se proveían de azúcar mas barato en Sicilia
que en Egipto.
Las cruzadas, poniendo los pueblos del Occi-
dente en relación con los Orientales , y por otra
parte la actividad de la navegación de los Vene-
cianos y de otras naciones italianas, extendieron
el gusto y la necesidad del azúcar en toda la Eu-
ropa occidental. A principios del siglo XV, los
Españoles y los Portugueses llevaron planteles de
caña á las islas Canarias y de Madera; y supó-
Jicse también que de esteúlümo punto la caña
pasó al JSuevo-Mundo , aunque ciertos historiado-
res pretenden que erecia ya naturalmente en di-
versos lugares de América. Dicese que poco tiem-
po después del descubrimiento de la América por
Cristóbal Coiomb, en 150,6 , Pedro de Arranza la
trasportó á Hispaniola, actualmente Santo Domin-
go, en donde se multiplicó tan rápidamente que,
ai cabo de doce años, esta isla poseía 28 trapi-
ches; Miguel Ballestro extrajo el jugo de esta
planta, y Gonzales de Vcloza, con el ausilio de
operarios procedentes de una de las islas Cana-
nas, tuvo la gloria de ser el primero que obtuvo
azúcar en el Nuevo-Mundo. A estos tres hombres
debe la América una de sus mas preciosas indus-
trias, una riqueza de muchos miles de millones.
El azúcar era de calidad diferente , según los
países de cultura y la habilidad de los produc-
AZl
lores , y en razón de los procederes defectuosos
de fabricación , circulaba en el comercio en for-
ma de materia negruzca, en masas fáciles de di-
vidir, grasientas y que retenían una cantidad no-
table de melote ó materia mucoso- azucarada. El
de Madera parece haber gozado de cierta supe-
rioridad; el de la Arabia y del Egipto al contrario
quedó muy defectuoso. Hacia fines del siglo XV,
los Venecianos inventaron el proceder de reti-
narlo , arte que , en nuestra época , ha sido ele-
vado á tanta perfección.
En la pequeña isla de Santo Tomas, en el equa-
dor, perteneciente á los Portugueses, había, á
principios del siglo XVI ( hacia 1520), un gran
número de ingenios, que, según los autores con-
í temporáneos, producían mas de 174,062 arrobas
de azúcar. En la misma época, la caña traída á
Haití por los Españoles había hecho grandes pro-
gresos , y , favorecida por el clima y el terreno ,
daba tres á cuatro veces mas de producto que en
España, habiendo veinte y ocho prensas ocupa-
das en la fabricación del azúcar.
Este cultivo , propagado en diferentes puntos
del continente americano, adquirió importancia
en el Brasil , y de ahí los Portugueses ejercieron
el monopolio del abastecimiento de azúcar á la
Europa, durante la fin del siglo XVI y principios
del XVII, debiendo Lisboa á este tráfico, reuni-
do el comercio de la India , la época de su mas
grande esplendor.
Varias fueron las causas que contribuyeron á
obstruir este manantial de riqueza. El Portugal
cayó bajo el yugo de la España, y los estableci-
mientos de las otras naciones europeas en las
Indias occidentales , advirtiendo que les faltaban
consumidores para los reducidos productos á los
cuales se habian dedicado , comenzaron á pensar
en el azúcar.
El cultivo de la caña se había, á la verdad,
conservado en las grandes Antillas sometidas á
la España, pero con tan poca importancia que
cuando los Ingleses se apoderaron de la Jamai-
ca, en 1 656 , no encontraron en ella sino tres in-
genios de azúcar, cuyo número no tardaron en
aumentar. En la Barbada, desde 1646, se comen-
zó á exportar azúcar , y los habitantes se mani-
festaron tan activos que el comercio de esta isla
'ocupaba, 30 años mas tarde, 400 naves, que
juntas hacian 60,000 toneladas.
Esta colonia solo producía un poco de mal ta-
baco, gengibre y algodón , cuando, hacia 1641,
algunos plantadores industriosos se procuraron
del Brasil plánteles de cañas que dieron buen re-
sultado, y, en un nuevo viaje, acabaron de re-
coger las instrucciones necesarias para sacar un
excelente partido de ellas.
Como hemos dicho , el comercio de las Antillas
estaba en los primeros tiempos abierto á todas
las naciones, siendo difícil que de otro modo fue-
se , porque las comunicaciones de islas tan veci-
nas y también tan popo pobladas apenas podían
ser embarazadas. Estas plavas- eran sobre todo
frecuentadas por los Holandeses , que su maravi-
llosa actividad hacia acudir á todas las partes en
AZI
donde habia algún provecho que recoger; pero
la mvidit de la Inglaterra determinó, en 1651 ,
la primera promulgación de la acta de navegación,
<pie aseguré á la metrópoli el comercio de sus
colonias, y que sirvió de modelo al sistema pro-
hibitivo bajo el cual casi todos los establecimien-
tos coloniales gimen aun.
Bajo el imperio de las leyes que han asegurado
á cada metrópoli el comercio exclusivo de sus
colonias, y algunas veces á despecho de estas
leyes, la producción del azúcar se fué desarro-
llando con la riqueza de los consumidores. Des-
pués de haber satisfecho á las necesidades, ge-
neralmente grandes , de los productores mismos,
fué preciso abastecer á la Europa y la costa del
Mediterráneo, que el comercio europeo alimenta.
Las colonias siguieron la suerte de la madre pa-
tria particular, siendo á su vez llamadas á lomar
una parte mas ó menos activa en el abastecimien-
to general. Carecemos de documentos exactos
sobre el estado de este comercio en diversas épo-
cas , y tan solo, de cuando en cuando, se encuen-
tran algunas noticias de sus variaciones principa-
les. La producción de Madera y de Santo Tomás
reemplazó é hizo decaer la de la Sicilia, del Egip-
to y de la Arabia. Mas tarde, el cultivo de Tierra-
Firme y de Méjico trajo la reducción del de la
Andalucía. El Brasil, en fin, bajo la dominación
portuguesa, llegó á ser el centro principal de la
producción, y hasta mediados del siglo XVIII,
estuvo en posesión de abastecer , por la vía de
Lisboa, á casi todos los mercados de Europa;
continuando á tomar parte en él durante todo el
periodo del desarrollo de las colonias rivales , y
tan solo hacia 1720 á 1730 las demás naciones
no pudieron proveerse en otra parte. El Brasil, en
medio de sus diversas vicisitudes, ha quedado
uno de los puntos mas importantes de la produc-
ción actual.
El precio del azúcar suministrado por el Bra-
sil , en 1 650 , y cuya cantidad se elevaba de 5 á
6.500,000 de arrobas, era muy subido, pero la
competencia de las Antillas produjo una baja gra-
dual. Sin embargo, en 1736, el Brasil exportaba
aun 3.481,250 arrobas, y las colonias holandesas
de la America del Sud, 1 .500,000 á 2.000,000 de
arrobas de azúcar.
En las posesiones francesas , Santo-Domingo,
la única isla en donde el cultivo se desarrolló, en
1726 , producia 1 .740,625 arrobas de azúcar; en
1767, esta cantidad subió á 5.415,939 arrobas;
en 1776, á 6.527,343 arrobas; y en 1790, año
de la revolución , á cerca de 7.136,562 arrobas.
En la Martinica, la Guadalupe y Cayena, en 1775
la exportación junta fué de cerca de 1.91 4687 ar-
robas de azúcar.
El cultivo emprendido por los Ingleses en la
Barbada, en 1641 , y protegida por ellos, en la
Jamaica , con mucho vigor , inmediatamente des-
pués de la conquista de esta última isla, necesi-
taba , como en todas las demás colonias , á imita-
ción de los plantadores portugueses , la introduc-
ción de los esclavos de África. Los resultados
fueron rápidos , v dieron un grande impulso al
38
AZI 297
comercio británico. La cantidad de azúcar impor-
tado en la Gran-Bretaña, que, hacia 1731 , era
de cerca de 2.800,000 á 3.200,000 arrobas, fué
aumentando gradualmente hasta 4.800,000 arro-
bas, en 1780.
Como hasta 1760 las colonias de Cuba y de
Puei to-Bico no dieron extensión á la producción
del azúcar , las posesiones españolas del conti-
nente y délas islas apenas hasta aquella época
habían subvenido á las necesidades de los diver-
sos países sometidos al mismo dominio en Améri-
ca y en Europa.
Puédese pues calcular que el azúcar que pasa-
ba al comercio europeo, nace mas de un siglo,
procedía por
3.481,250 arrobas del Brasil,
2. 185,792 » de las posesiones holandesas.
3.481,250 » de las posesiones inglesas.
1.740,623 » de las posesiones francesas,
10.888,91" arrobas de azúcar,
en las cuales no van comprendidas la producción
y el consumo españoles.
En los años de 1775 á 1776 , hace 73 años, el
movimiento comercial podía estimarse así:
1.914,681 arrobas del Brasil,
6.962,500 » de las islas inglesas .
2.610,937 » de las posesiones holand .» y danesas,
2.610.937 » de las islas españolas,
7.223,593 » de las Antillas francesas,
21.322,654 arrobas de azúcar,
hecha deducción de los consumos locales y de
las relaciones establecidas entre las colonias de
un mismo pueblo.
Quince años después, es decir en la época
de la revolución francesa , este estado de co-
sas habia experimentado algunas mudanzas. La
guerra emprendida por la independencia de los
Estados Unidos habia primero perturbado la pro-
ducción en diversos puntos ; pero seis ó siete
años de paz , que se sucedieron después del tra-
tado de 1783 , fueron suficientes para que el cul-
tivo se desarrollase otra vez , sobre todo en las
posesiones francesas. En 1789, la Francia, que
se hallaba con medios de dominará los mercados
de la Europa , recibió 8.267,968 arrobas de azú-
car de sus diversas colonias.
No es fácil seguir las diferentes fases del comer-
cio de los azúcares durante el largo periodo de
la guerra que duró desde 1792 hasta 1815. Esta
cuarta parte de siglo presentó fenómenos extraor-
dinarios, resultantes déla viva lucha empeñada
entre las naciones europeas. La suerte de las ar-
mas sucesivamente hizo caer entre las manos de
los Ingleses á una gran parte de las colonias pro-
ductoras de azúcar ; y , en razón de la situación
del continente europeo , las que no estaban ocu-
padas por ellos, no tenían igualmente sino el
mercado inglés por salida. La única excepción
residía en los Estados-Unidos, mientras que les
fué posible conservar su neutralidad, de modo
que de 1801 á 1812 inclusive, importaron, término
tomo i.
298 AZU
medio por año , 4.699,687 arrobas de azúcar, del
que guardaron 2.001,718 para su consumo, y re-
vendieron 2.697,968 en los demás mercados.
Con la paz de 1815 y la restitución de una
parte de las colonias conquistadas por la Ingla-
terra, fué normalizándose de nuevo el comercio
de los azúcares.
Producción actual del azúcar.
El azúcar ha entrado en el consumo alimenticio
de casi todos los pueblos, debiéndose tan solo ex-
ceptuar aquellos á quienes la miseria, reuniendo
sus efectos á los de un clima riguroso, prohibe
su uso, pues en las regiones tropicales pocas na-
ciones se ven privadas de él. En los países frios
ó templados su consumo es tanto mayor en cuan-
to la civilización y la riqueza están en ellos mas
desarrolladas; así es que la¡Gran-Bretaña se ade-
lanta de mucho á las demás naciones en la pro-
porción de este uso , y también esta potencia es
la que posee las colonias productoras de azúcar
mas importantes.
La producción general del azúcar comprende
dos sistemas diferentes cuya separación e6tá ter-
minantemente trazada por la geografía : la pro-
ducción occidental y la producción oriental.
La producción occidental es la que tiene lugar
en las islas y en el continente de anuías Américas,
y también en las islas del mar de África (Mauricio
y Borbon). Esta producción ha sido desarrollada
por las diversas naciones europeas, en las colo-
nias que ellas han fundado, por medio del traba-
jo de la raza negra importada de África, someti-
da á la esclavitud y reconocida única capaz de
resistir á un trabajo regular bajo los trópicos.
Los progresos de la razón humana, y causas muy
diversas para ser brevemente señaladas y discuti-
das, han traido durante el última siglo importan-
tes variaciones en el antiguo estado de cosas. To-
dos los pueblos, excepto los antiguos colonos
portugueses y españoles , han renunciado al co-
mercio de negros , es decir á una renovación de
esclavos por importación directa. La Gran-Breta-
ña ha ido mas lejos, ha convertido el trabajo for-
zado á cargo por el amo de proveer á las necesi-
dades del trabajador, en trabajo asalariado y li-
bremente consentido. Todavía no pueden ser
apreciados los resultados de esta prueba , pero
parece deben ser una poderosa causa de disminu-
ción en la producción cuya importancia vamos á
indicar.
La producción en los países sometidos ala Gran
Bretaña, tomando el medio de los años 1833 y
1834, puede juzgarse á 19.970,538 arrobas.
El producto medio de las cuatro colonias fran-
cesas , tomado de la cosecha de los años trascur-
ridos desde 1831 á 1835, es de 6.895,050 ar-
robas.
A falta de documentos bien exactos, la pro-
ducción de la Guiana y de las islas holandesas
puede valuarse á 2.785,000 arrobas, y la délas
islas danesas y suecas á 870,312 arrobas.
La producción de nuestra isla de Cuba, que,
AZU
pocos años ha, era solo de 6.962,500 arrobas,
en 1835 fué de 8.640,625 arrobas, y en 1826
ascendió á 9.067.925 arrobas. *
La exportación oficial de Puerto-Rico fué , en
1837, de 1.827,656 arrobas; pero como tan solo
los Estados-Unidos importaron de dicho punto, de
1836 á 1837, la cantidad de 1.479,531 arrobas,
ha de suponerse que la producción debe ser algo
mayor.
El Brasil exporta 120 á 125,000 cajas de azú-
car, procedentes 3/5 de Bahía, l/« de Rio-Ja-
neiro, 3/í0 de Pernambuco, y Ví0 de Parai'ba,
que pueden dar en peso un total de 6.527,343 ar-
robas.
La Luisiana , favorecida por el subido derecho
del arancel que afecta al azúcar extranjero , ha
encontrado una salida importante en el inte-
rior de los Estados-Unidos. El cultivo de la
caña es allí productivo , y aunque de vez en
cuando comprometido por el clima , la cosecha
puede valuarse á anualmente de 80 á 100,000
barricas, que dan un peso cerca de 5.221,875 ar-
robas.
*• Como estos datos son tomados de los escritos del Sr. D.
L Rodet , para corregir las equivocaciones en que quizás
haya podido incurrir respecto á la producción de la isla de
Cuba , copiamos del Diario de la Marina , correspondiente al
Io de enero de 1852 , los siguientes datos estadísticos de
origen oficial , por los cuales además puede apreciarse la
producción hasta el presente.
Estado general de las arrobas de azúcar exportadas de esta
isla desde el ario de 1786 hasta el de 1850.
Quinquenio.
Total arrobas. Año común, s •§
l.r 1786 á 1790. 5. 43», 192 1.090,438 » »
2.° 1191 á. 1795. "7.572,600 1.514,520 39 »
3.' 1796 á 1800. 11.466,776 2.293,355 51 »
4.° 1801 á 1805. 14.823,270 2.964,651 29 »
5.° 1806 á 1810. 15.101,200 3.020,240 20 »
6.° 1811 á 1813. 14.493,756 2 898,751 » 4
7.° 1816 á 1820. 18.038,206 3.611,641 25 »
8.° 1821 á 1825. 24.526,581 4.905,316 39 »
9.° 1826 á 1830. 32.540,689 6.508,137 33 »
10.° 1831 á 1833. 39.467.878 7.893,575 21 »
11.° 1836 á 1840. 50.742,777 10.148,553 29 »
12.° 1841 á 1843. 64.338.492 12.867,698 25 »
13.° 1846 á 1850. 93.432,300 18.690,460 45 »
Aumento del 13.° quinquenio sobre el 1.° 1614 por 100.
Aumento anual en los 63 años 25 por 100.
La protección señalada que mereció al gobierno de la me-
trópoli desde muy temprano el cultivo del azúcar nos lo pre-
senta ya en 1786 bastante crecido para dar lugar á una ex-
portación considerable. A su lomento contribuyeron también
desde luego las mayores facilidades dadas al comercio, el au-
mento debrazos en los primeros años del presente siglo y la
decadencia de Santo Domingo , de modo que al parecer hu-
biera lomado mas vuelo si los sucesos políticos narto cono-
cidos de la guerra con Inglaterra y la de esta nación con los
Estados-Unidos no hubiesen venido á perjudicarlo. Estas son,
pues, las causas que explican las intermitencias del quinto y
séptimo quinquenio.
En cuanto á la exportación de 1831 , sin embargo de que
no es posible la tengamos hoy completa de toda la isla, no
será difícil demostrar que esla muy Icjos.de haber descendido:
los tres solos puertos de la Habana , Matan¿as y Cárdenas
exportaron en los siete primeros meses 15.775.104 arrobas,
esto es', 2. 451, 200 mas que en igual período de 1851.
AZI
Méjico, la América central, las repúblicas do
l;i Colombia y llaiti cultivan también azúcar; pe-
ro el consumo local absorbe este producto , que
al presente no tiene importancia comercial.
En resumen, según los datos precedentes, la pro-
ducción occidental del azúcar está distribuida en
20.017,18" arrobas de las colonias inglesas,
6 962,500 » » francesas,
2.785,000 » » holandesas,
870,312 » » danesas y suecas,
9.510,937 » de Cuba,
¿.175,781 » de Puerto-Rico,
6.527,343 » del Brasil.
5.221,875 » de la Luisiana,
Totvl: 51.070,935 arroba?.
La producción oriental es la que comienza en
la punía de la Arabia y se extiende al través del
mar de las Indias y el océano Pacífico hasta las
costas occidentales de la América. Toda la zona
tropical de este vasto hemisferio puede producir
azúcar , pero limitándonos no mas que á los pun-
tos en donde este artículo ha quedado un artículo
de comercio , observamos que aun tan solo en los
lugares vivificados por la industria europea la
producción ha adquirido cierto grado de desarro-
llo, difícil todavía de valuar.
En la India la caña de azúcar es cultivada en
casi todas partes, haciéndose un grande uso de
ella en el estado fresco, por cuyo motivo es sobre-
todo en las cercanías de las grandes poblaciones
en donde da el producto mas ventajoso, consti-
l o vendo entonces el objeto de un pequeño culti-
vo. La caña es también llevada al molino, y, por
procederes que conservan toda su nativa rudeza,
N extrae de ella un jugo, que se convierte en
ima materia azucarada que recibe diferentes nom-
bres, según resulte masó menes purilicada y
descolorada, siendo la mejor el Chcni ó Azúcar
blanco , que se coloca en sacos , y se recibe en
Europa sobre todo de Benarés y de Bengala por
la vía de Calcuta. La costa occidental de Mala-
bar, Ceilan , y una parte de la costa oriental ó
de Coromandel, reciben de Bengala, de Manila
y ile los demás países del este, y también de la
Ua Mauricio, una porción de azúcar que allí
se consume. La situación precaria de las colonias
occidentales de la Gran-Bretaña ha dado, sin em-
bargo, importancia al cultivo de la caña de azú-
car en el interior de las posesiones inglesas de
la India ; el azúcar que de ellas procede es ad-
mitido en Inglaterra con un derecho común con
el de las plantaciones británicas , y, en conse-
cuencia , nuevas empresas procuran luchar con-
tra las dificultades que el sistema á que está
sujeta la propiedad de la tierra, la pobreza de los
habitantes, el alejamiento de la metrópoli , y un
sin número de otras causas, cuyo examen no es
de este lugar , se suscitan para" contrabalancear
esta especulación. La presidencia de Bengala es
el principal foco de esta producción, exportando
para las demás partes de la India , el golfo Pér-
sico , la Arabia , etc. , azúcar cuyo curso no se-
guiremos , pero sí debemos hacer constar que
salieron de Calcuta:
AZI
299
De 1836 á 1837 De 1837 á 1838
Para la Gran-Bretaña, 30Í.860 maunds... 595,851 maunds.
Para la Francia, 4,509 » 1 .004 »
Para el resto de la
Europa y América, 14.277 » 34,106 »
383,646 niannds.. 630,961 iicnuids-,
que hacen.... 1.243,747 arrobas.. 2.045,521 arrobas.
En seguida es preciso pasar el estrecho de la
Sonda para encontrar el azúcar en el comercio:
Java, que ha aprovechado de la perseverancia ho-
landesa, ha llegado á mas de doblar su produc-
ción, exportando, en 1837, 676.000 peculs, ó mas
de 3.481,250 arrobas.
Manila y las Filipinas, en 1834, exportaron
133,000 peculs; en 183o, 197,000 peculs, y en
1836, 218,000 peculs. Esta última cantidad re-
presenta mas de 1 .044,375 arrobas.
La China no tiene un comercio regular de azú-
car, pero puede suministrar una cantidad notable
si se le pide; las exportaciones desde \.° de juli'j
de 1836 á 30 de junio de 1837 fueron :
Por buques ingleses, . .
Por buques americanos,
~>.r,i peculs,
31.417 »
Total: .... 110.689 peculs ó 839,974 arrobas.
La Cochinchina, Siam y las Islas del archipié-
lego Males, que, juntamente con los países que
acabamos de citar, trafican en Singapore , pue-
den suministrar también mucho azúcar ; pero, en
el estado actual , el movimiento no parece exce-
der de 261,093 arrobas.
El azúcar de la India central tiene poco grano,
queda á menudo húmedo, y su matiz varia del
blanco al rojo claro ; el azúcar de Manila es gra-
nado y parduzeo; el azúcar de Java es bástanle
blanco y está en masas pulverulentas; el azúcar
de China, Cochinchina, etc., es algunas veces
cande, y oteas se presenta en pequeños cristales
brillantes, y de una excelente fabricación.
Dos grandes causas concurren á embarazar la
producción oriental del azúcar : la una es la dis-
tancia entre los lugares en que se puede culti-
var la caña y los mercados de Europa, y el au-
menlo de precio consiguiente del flete;* la otra
la carencia de necesidades de parte de los pro-
ductores, que reduce á poca cosa el comercio de
cambio, y paraliza las relaciones que con ellos
se podrían mantener.
El resumen de la producción oriental del azú-
car, por lo que interesa al comercio, es
1 . 7 4 0 C 2 5 arrobas de Bengala ,
1.131,406 » de Manda,
3. 481.250 » de Java,
649.833 > de la China,
261 ,093 » de la Cochinchina, Siam, etc. ,
7 .264,207 arrobas . que, reunidas á
54.070,935 » de la producción occidental,
se tienen 61.333,1 42 arrobas de azúcar,
ó cerca de 800,000 toneladas de navegación
para el trasporte de este articulo , asegurado á
las naciones comerciales.
Sin larguísimas indagaciones no podríamos re-
300 AZÜ
correr los diversos cambios por que pasa el azú-
car hasta los lugares de consumo. Sea de Ma-
nila directamente, sea de Singapore, se expide
mucho azúcar para Madras, Rombay, la Ara-
bia, Chile, la Australia, etc., debiendo deducir
de la producción oriental á lo menos mas de
1.000.000 de arrobas para este objeto. También
es menester hacer de la producción occidental
una deducción para el que va, sea directamente,
sea por conducto de los Estados-Unidos, á la
América del Sud, etc., y 600.000 a 700.000 ar-
robas, que la Gran-Bretaña ó sus colonias azu-
careras suministran á sus colonias del norte de
América, á la Nueva-Gale del Sud y ala tierra
de Van-Diemen. Después de esto, quedan apro-
ximadamente 58.746.093 arrobas para el con-
sumo de la Europa, del Mediterráneo y de los
Estados-Unidos. La repartición puede ser estima-
da al presente á
17.281.280 arrobas para las islas Británicas,
5.482.908 » para la Francia,
8,040.023 » para los Estados-Unidos , tanto
do sus producciones de la Lui-
slana como de sus importaciones ,
2.010.931 >> para la Rusia,
Las 24.730.313 arrobas, sobre las cuales carecemos de
datos exactos, se reparten éntrelos Paises-Bajos, la Bélgica,
la Alemania , la Dinamarca , la Suecia , los Estados austría-
cos , la Italia , la Grecia , la Turquía , el Egipto , el África
septentrional , la España y el Portugal.
Caradores del azcúar de caña.
El azúcar común ó de caña puro se presenta en
masa blanca , inodora , formada por la agrega-
ción de pequeños granos cristalinos; pero crista-
liza en prismas romboidales de puntas diedras,
que so obtienen fácilmente por la evaporación
lenta , en una estufa , de una disolución acuosa
concentrada á 37° del areómetro. Estos cristales,
conocidos bajo el nombre de Azúcar cande ó can-
dió Azúcar piedra, son trasparentes y muy blan-
cos, cuando obtenidos de una disolución de azú-
car puro, siendo su densidad de 1,606.
El azúcar cande es bastante común, en el co-
mercio, pero lo es mucho mas el azúcar en for-
ma de panes cónicos, compactos, duros y sono-
ros, cuya fractura, granada, cristalina, y pare-
cida á la del mármol blanco, sirve de tipo, bajo
el nombre de fractura sacaroidea , á todas las
que tienen analogía con ella. El aspecto que ofre-
ce esta fractura es el resultado de una cristaliza-
ción confusa.
El azúcar es inalterable al aire seco. Su sabor,
que lodo el mundo conoce , es sensiblemente mo-
dificado por la pulverización y la raspadura, lo
que debe atribuirse á la alteración que produce el
calor desarrollado por el frote del majadero ó del
rallo , que haciéndole experimentar un princi-
pio de carbonización , ie hace contraer un ligero
gusto de empireuma. Este fenómeno tiene analo-
gía con el que producimos á cada instante frotan-
do vivamente las manos la una contra la otra ,
«me entonces se percibe manifiestamente un olor
de asta tostada, que atestigua un principio de
combustión determinada por el frote.
\7X
Reducido á pedacitos, en la oscuridad, el azú-
car llega á ser fosforescente por espacio de al-
gunos instantes , lo que supone también en este
caso haber alteración de algunas de sus molé-
culas.
A la temperatura de 210° á 220°, el azúcar se
licúa tomando primero un color amarillo y des-
pués moreno, difunde un olor picante, se hincha,
y toma el aspecto de un liquido aceitoso, cuyo
color definitivo es el moreno rojizo. Este nuevo
producto , que es ligeramente amargo y del todo
incristalizable, es lo que se llama Caramelo, y
tan solo se obtiene como consecuencia de la alte-
ración del azúcar, que pierde tres átomos de
agua, al propio tiempo que desprende vestigios
de ácido acético y de materias aceitosas que se
forman á expensas de sus elementos; á una tem-
peratura mas elevada, el caramelo produce ga-
ses inflamables , y por último no deja sino un
residuo de carbón igual al cuarto de su peso. Fi-
nalmente, cuando el azúcar es expuesto súbita-
mente al calor rojo, al libre contacto del aire, se
inflama con una especie de explosión , dando lu-
gar á una llama blanca con un tinte azulado en
sus bordes.
El azúcar se disuelve en la mitad de su peso
de agua fría, y en todas proporciones en el agua
hirviendo. Su disolución saturada en el agua
fría, que lleva el nombre de Jarabe, se conser-
va muy bien á la temperatura ordinaria , en va-
sos tapados ; pero diluida en agua ó expuesta á
los rayos solares y al aire , se altera con pronti-
tud experimentando la fermentación alcohólica ;
también se altera cuando se tiene por mucho tiem-
po en el fuego , trasformándose en este caso en
azúcar incristalizable, y tomando el color oscuro
particular del melote.
Hemos visto que haciendo evaporar lentamente
una disolución saturada de azúcar se obtiene el
azúcar cande; si cuando hecha la disolución, en
vez de evaporarla lentamente, se somete auna eva-
poración rápida, hasta que echando un poco de
ella en agua fria se condense en una masa consis-
tente que no adhiera á los dedos , y entonces se
vierte sobre una tabla de mármol ligeramente un-
tada de aceite, se obtiene lo que se llama Azúcar
de cebada , nombre que procede de que antigua-
mente se empleaba para esta disolución un coci-
miento de cebada. En este nuevo estado el azúcar
es trasparente y amorfo , y presenta un caso de di-
morfismo evidentemente análogo al que ofrece
el azufre blando, y debido ciertamente á la misma
causa. Lo que hay sobre todo de notable y de
particular en esta propiedad del azúcar , es que
los cilindros de azúcar de cebada , que son , co-
mo acabamos de decir, trasparentes, no conser-
van este carácter , y pasan á ser de una opaci-
dad completa con el tiempo. Rompiendo un cilin-
dro, vése muy bien que este último efecto es
producido por un una cristalización fibrosa , cu-
yos cristales, partiendo de la circunferencia, van
a reunirse en el eje, cristalización que no puede
además explicarse sino por un desalojamiento de
las moléculas, pero cuya causa primera es evi-
AZU
(lentamente una pérdida de calor experimentada
por el azúcar , como esto sucede , según lo ha
demostrado el Sr. Regnault , en la trasformacion
del azufre blando en azufre duro. El mismo efec-
to tiene lugar en el Azúcar de manzana, el
cual, á decir verdad, difiere del azúcar de ceba-
da solamente en que se añade al jarabe un poco
de jalea de manzana y de agua de azahar ó esen-
cia de limón para aromatizarlo. Los confiteros
diríjen todos sus esfuerzos á conservar los azúca-
res de cebada y de manzana en el estado traspa-
rente, añadiendo , para esto, vinagre al jarabe
que sirve para producirlos, pero así se retarda la
conversión en azúcar opaco , sin que se impida.
El azúcar se disuelve bastante bien en el aguar-
diente ó espíritu de vino débil, pero el alcohol
rectificado nada le disuelve en frió , y poco á una
temperatura elevada. Con el aguardiente azuca-
rado y diversamente aromatizado se preparan to-
dos los licores de mesa. El azúcares del todo in-
soluble en el éter.
La composición del azúcar prismático crista-
lizado es :
En peso.
En volumen. En átomos.
Güy-Lussac v Thenard. Berzélius. Berzélius. Thomson.
Carbono 42,47 44.200 12 6
Oxígeno 50,63 49,015 10 5
Hidrógeno. . . . 6,90 6,785 21 11
Esta composición es mas ó menos alterada por
la mayor parte de los ácidos. Los ácidos débiles
y los ácidos vegetales trasforman al azúcar pris-
mático en azúcar de uva, siendo muy frecuente
esta trasformacion en las coníituras y en los ja-
rabes ácidos. El ácido sulfúrico concentrado lo
ennegrece al instante trasformándolo en una ma-
teria carbonosa, designada por los químicos con
el nombre de Acido úlmico. El ácido nítrico es el
que en particular obra sobre el azúcar de la ma-
nera mas notable , porque lo trasforma en ácido
oxálico , por la acción del calor , lo que debe á la
propiedad que tiene de ceder muy fácilmente su
oxígeno á los elementos combustibles en presen-
cia de los cuales se le coloca.
El azúcar forma combinaciones salinas, llama-
das Sacaratos ó Azucáralos , con la potasa, la
sosa , la cal y los demás óxidos metálicos , los
cuales son incoloros y mas ó menos solubles en el
agua. Obtienéseles poniendo los óxidos en con-
tacto con una disolución acuosa de azúcar. Entre
los diversos azucaratos que han sido estudiados,
el mas notable es sin contradicción el azucarato
de cal, que comparte con muchas sales formadas
por la cal una propiedad que posee de una ma-
nera que puede decirse exajerada; está dotado
de una solubilidad que decrece á medida que la
temperatura se eleva.
Finalmente, el azúcar se distingue por su sa-
bor dulce y en el olor particular que difunde
echándolo sobre las ascuas. Su disolución acuosa
no tiene acción sobre la tintura de tornasol y el
jarabe de boletas, no precipita por ninguna di-
solución metálica capaz de unirse con el agua sin
descomponerla ; pero puesta en contacto con un
AZU 30 t
poco de lavadura de cerbeza, y abandonada á sí
misma á una temperatura de + '& á -f 20°, se
descompone poco á poco produciendo gas ácitlo
carbónico que se desprende, y alcohol que que-
da en solución en el líquido. "Calcinando el azú-
car puro en un crisol de platino, deja un carbón
ligero y poroso que arde sin residuo al contacto
del aire.
Falsificación del azúcar de caña.
La adulteración del azúcar , (iuc raras veces
tiene lugar en nuestro país, es bastante común
en Francia, en donde los fabricantes se esfuerzan
en aumentar el peso de este artículo y en dar me-
jor aspecto á sus bajas calidades. A dicho objeto
emplean la arena, el azúcar de fécula, el azúcar
de leche, la creta, la fécula de patatas , la hari-
na y el yeso.
Para reconocer si el azúcar contiene arena,
creta, yeso, fécula de patatas, ó harina, basta
tratarlo con agua fria, en cuyo caso las tres pri-
meras sustancias se posan en el fondo del vaso,
y el azúcar se disuelve en su totalidad. Si la di-
solución queda turbia, lechosa, y tarda en po-
nerse trasparente, es señal de que contiene fécula
ó harina, lo que se reconocerá añadiéndola al-
gunas gotas de tintura de yodo , que al instante
la hará tomar un color azul característico.
Para descubrir el azúcar de fécula ó glucosa,
se disuelve en agua el azúcar que se cree adulte-
rado; el azúcar puro se disolverá al momento,
y la glucosa quedará por algún tiempo en el fon-
do del vaso, por ser mucho menos soluble. El me-
jor medio consiste en tratar la disolución de
azúcar con la potasa cáustica, al calor de la ebu-
llición , que tiene la propiedad de comunicar á la
glucosa un color pardo negro.
La facilidad con que el azúcar de caña se di-
suelve en frió en el aguardiente, ofrece un medio
de reconocer cuando está mezclado con azúcar
de leche, el cual es insoluble en este líquido.
Este fraude, muy común en Francia dorante la
guerra continental, cesó al restablecimiento de
sus relaciones con las colonias.
Cuando el azúcar ha sido mal refinado , ha si-
do clarificado con cola y conserva aun jarabe ,
le queda un olor desagradable, y hasta se de-
sarrollan en él larvas bastante semejantes á las
del queso , que tienen pelos en su cuerpo, etc.,
alojándose en estuches que hacen con el papel
que envuelve el azúcar. Pallas habla también de
gusanos plateados que atacan el azúcar. La ma-
la refinación, pues, del azúcar puede ser consi-
derada como una alteración de este producto.
Al azúcar de pilón ó de pan se le da á veces
un reflejo azulado por medio del azul de cobalto,
lo que lo hace nocivo á la salud , porque ocasio-
na cólicos muy peligrosos.
Reposición y elección del azúcar de* caña.
liase observado que el azúcar bruto que viene
de América , y con mas razón el de la India , se
302 AZU
calienta en las barricas ó cajas, y liene una pér-
dida de cerca de un décimo de la materia azu-
carada; el Sr. Pajot des Charmes propone impe-
dir esta deterioración , debida á la fermentación,
por medio del carbón.
Aunque el azúcar sea inalterable al aire, al rae
la humedad de la atmósfera , y se reblandece
tanto mas cuanto es de mas inferior calidad , de
lo que se deduce la conveniencia de conservarlo
en un lugar seco.
El azúcar debe escogerse sólido, ligero, muy
blanco y muy dulce, brillante, duro, no espon-
joso y que se disuelva pronto en el agua.
Comercio del azúcar de caña en España.
En el comercio, según la procedencia, conó-
cense él Azúcar de Cuba, el Azúcar de Puerto-
Meo y el Azúcar de Filipinas. El de Cuba se
distingue en Azúcar de la Habana, que es el
mas estimado, Azúcar de Trinidad, Azúcar de
Cienfuegos y Azúcar de Santiago.
Las calidades de azúcar de Cuba, que circulan
en el comercio de España, son refinado, florete,
blanco, terciado, pardo, y cogucho ó mascaba-
do. Embalaje: cajas.
El azúcar de Puerto-Rico generalmente sirve
para refinar, por su inferior calidad. Embaí.: bar-
riles y bocoyes.
El azúcar* de Filipinas es comunmente bajo, y
su mayor consumo liene lugar en Cádiz. Embaí.:
serones de palma.
Las taras de las cajas, en todos los puntos de
España, van marcadas, en peso castellano, en
la testera de las mismas, excepto en Cataluña que
se rebaja el 13 p% del peso de ellas. La tara de
los barriles, bocoyes y serones es convencional.
El peso de cada caja acostumbra á ser de 18 á 19
arrobas castellanas.
El Azocar de Motril, blanco y quebrado, co-
mún mente es de buena calidad ; y respecto á las
taras como circula embalado en cajas se sigue el
mismo estilo que con las cajas de la isla de Cuba.
El Azúcar cande ó Azúcar piedra, de que he-
mos hablado en la página 300, y el Azúcar de
lustre , que es el molido y pasado por cedazo ,
son preparados por los confiteros.
Respecto al Azúcar de pilón ó Azúcar refina-
do (V. página 294), si bien lo recibimos de supe-
rior calidad de las colonias, en particular de la
Isla de Cuba, y á veces nos llega del extranjero,
tenemos la fábrica de Santander, que nos ofrece
un excelente producto, la de Palma de Mallorca,
que goza de reputación, y además dos pequeñas
fábricas en esta capital.
El movimiento comercial del azúcar en Barce-
celona fué. en 1849, según la Balanza mercantil
de la M. I. Junta de Comercio:
Importación.
n„, „ •„„ I azúcar común 58,343 arrobas, 1.807,005 rs.
1 no' I » piedra 422 » 31,050 rs.
De Ultramar, » común 293.104 » 15.241,408 rs
Del extranjero, » refinado 0 » 375 rs.
AZI
Exportación.
i azúcar común 242.748 arrobas
Al reino, { « piedra 44
l » refinado
Al extranjero,» común 3,117
8.496.180 rs.
12 lib. 3.336 rs.
10 » 25 rs
16 » 155,892 rs.
245,910 » 13 » 8.655,433 rs.
Según el extracto de la Balanza mercantil de
importa ion y exportación respectiva alano 1850,
publicado por la Dirección general de Aduanas y
Aranceles , resulta:
Importación.
\ Isla de Cuba. . . 1.961,631 arrobas.
Puerto Rico. . . 6,923 «
Otros Puntos. . . 650 »
Islas Filipinas. . 72.875 »
DeAmérica,
De Asia,
346,875 arrobas, 17.140,438 rs.
2.042,079 arrobas.
Exportación al extranjero.
AGibraltar 7,081 arrobas.
A Portugal. . . . 8,139 »
A otros puntos. . . . 1,815 »
17,635 »
Usos del azúcar de caña.
Propiedades alimenticias. El azúcar es uno de
los alimentos de uso mas general : empléase en
la preparación de una multitud de manjares , en
la cocina de las personas acomodadas ; añádese
á la leche, al café, al té, y al chocolate; for-
ma parte de las cremas, de los buñuelos, de los
helados , de las pastas , de los licores de mesa,
etc. ; es el excipiente de lascompotas, de las con-
fituras , de las jaleas, etc. ; y por último es la base
de una multitud de profesiones, tales como confi-
teros, destiladores, botilleros, farmacéuticos,
pasteleros, cafeteros, etc.
Hay personas que comen azúcar en gran can-
tidad, citándose algunas que han comido mas de
una libra por dia de esta sustancia durante un
gran número de años , habiendo vivido largo
tiempo ; y también hanse visto sujetos delicados
que se alimentaban absolutamente de azúcar, go-
zar de salud, sin poder digerir ninguna otra
sustancia.
Sin embargo , en general , el exceso de azú-
car es nocivo : da dentera , vuelve la boca grue-
sa y pegajosa ; caliente , constipa, produce sed,
etc. Los niños habituados al uso del azúcar se
crian menos bien , repugnan los alimentos comu-
nes que no lo contienen , y son muy caprichosos
sobre los manjares , luciéndoseles , por lo tanto,
un disfavor dándoles confites , golosinas, y azú-
car en demasiada cantidad.
Los autores citan casos de ulceración de la bo-
ca, reblandecimiento de las encías, y sobre-
abundancia de ácido úrico en niños y adultos que
habían abusado del azúcar , accidentes que son
prolegómenos del escorbuto; y efectivamente, hay
escritores de medicina que señalan á esta enfer-
medad como producida por el abuso del azúcar,
aunque otros le creen su remedio. El médico in-
glés Starck, que sucumbió al uso inmoderado del
azúcar, dio sobre todo á conocer los inconvenien-
tes que derivan del abuso de esta sustancia.
AZI
Los experimentos del Sr. üfagendie han de-
mostrado cuan grandes son los desórdenes á que
se expone á los perros alimentándolos únicamen-
te con este producto : estos animales enflaquecen,
su orina aumenta, sus fuerzas disminuyen, la cór-
nea trasparente se úlcera y después se perfora, y
los humores del ojo se derraman , etc. , muriendo
ellos al cabo de un mes , sin presentar otras le-
siones que una flaqueza excesiva y la falta de
gordura; su orina y su bilis se asemejan á la de
los hervivoros.
Carminati habia ya experimentado que cuan-
to mas los animales" se alejan del hombre tanto
mas el azúcar les es nocivo ¡ mata casi instantá-
neamente á los de sangre fria, á los lagartos y á
¡as ranas, aun aplicado al exterior; hace perecer
á las palomas y a veces alas gallinas, purga a las
ovejas, y nada hace á los perros cuando lo toman
con otros alimentos. En general, sin embargo, to-
dos los animales comen el azúcar, excepto los
gatos , aunque se ha observado que ellos beben
con mas gusto la leche azucarada que la que no
lo ha sido
De estos hechos preciso es concluir que el azú-
car solo no seria suficiente para la nutrición del
hombre en general ; que no conviene abusar de
él, pero que, lomado con moderación y con otros
alimentos, es una sustancia benéfica.
Por largo tiempo se ha creido que era un ali-
mento muy nutritivo, pero hoy día se sabe per-
fectamente que, como todas las materias no azoa-
das , es incapaz de sostener la vida por si solo
mas allá de cierto espacio de tiempo , aun bas-
tante corto; sin embargo, tomado con modera-
ción y con otros alimentos, como hemos dicho,
el azúcar es tan benéfico y tan útil que los negros
que lo comen á discreción en las colonias durante
la explotación de las cañas, lo pasan mejor en-
tonces que en todo otro tiempo , aunque estén su-
jetos á un trabajo mas penoso. Además, puédese
también asegurar que el azúcar engorda, puesto
que en las colonias los bagazos ó cañas molidas
y exprimidas ceban considerablemente á los cer-
dos, cuya carne pasa á ser tan tierna y sabrosa,
que se la prefiere á la del capón.
Según el Sr. Aulagnier, el sabor azucarado
conviene á todas las edades, y el uso moderado
del azúcar es casi siempre útil, porque favorece
la digestión , nutre y se opone á la putridez; con-
viene mucho á ciertos temperamentos , pero nó á
los demasiado vigorosos. La dieta azucarada
puede ser de un recurso eficaz en muchas afec-
ciones que dependen de una excesiva sensibilidad,
habiéndose visto melancólicos é hipocondriacos
curados con el uso del cogucho, y, según Rhiere
y Hoffman , esta dieta ha cambiado á vece> vite
tajosamente el estado actual del cuerpo.
Al contrario , conviene abstenerse de los ali-
mentos azucarados cuando se está dispuesto á las
afecciones inflamatorias, á la hemoptisis y á la
apopíegía ; porque es imposible que no se reco-
nozca que esta sustancia , tomada en exceso, tie-
ne una propiedad caliente , que produce mucha
sed, y que , mezclada con el moco del estómago,
AZI ;ío:í
ocasiona acedías, autiqi e el Sr. Pinel haya publi-
cado observaciones que tiendan á demostrar que
su uso , aun abundante , no tenia la propiedad de
calentar á los temperamentos biliosos. Las perso-
nas que se ven atormentadas de flatos deben abs-
tenerse del azúcar, y las mugeres histéricas han
de usarlo con moderación.
Cullen y Pringle piensan que la disminución
de las calenturas pútridas, de la sarna y déla le-
pra que infectaban á la Inglaterra es debida en
gran parte al uso del azúcar.
Propiedades médicas. El azúcar solo y disuelto
en la boca , sobre todo cristalizado, ó caiide, sua-
viza las acritudes de esta cavidad , calma las pi-
cazones déla garganta, da mas flexibilidad á las
partes de la larinje , y facilita la espectoracion
y también la voz, lo que saben muy bien los ora-
dores, los cantores, etc. Disuelloen el agua y bebi-
do á cierta distancia de las comidas , es el mejor
estomático que pueda emplearse para la genera-
lidad de los individuos; la costumbre de tomarlo
por la tarde , aun en los cafés , es vulgar hoy día,
y muy preferible á la de beber licores fuertes
tan usados antiguamente , porque es una noción
balsámica , sobre todo si se la añaden algunas
gotas de agua de azahar.
El azúcar es un pectoral muy preconizado y de
un uso doméstico : al menor catarro , á la mas in-
significante tos se prescribe enseguida al azúcar,
bajo todas las formas posibles, en particular el
azúcar cande. Las bebidas azucaradas son las
mas usadas en semejantes casos , y no son menos
útiles en las irritaciones estomáticas é intestina-
les , obrando como medicamento y como alimen-
to. Efectivamente, el azúcar rómpela dieta ab-
soluta, pues.to que no hay enfermo que no tome-
bebidas azucaradas, ingeriendo así mas de una
onza de azúcar al dia , lo que equivale á corla
diferencia al doble de pan.
El azúcar es una de las sustancias mas emplea-
das por el médico , y sin la cual difícilmente po-
dría ejercer su arte, puesto que, además de las
calidades dulcificantes, pectorales, calmantes, di-
gestivas y nutritivas que la son propias, permite la
administración délas drogas mas desagradables,
endulzando, como se dice, los bordes del vaso.
Las propiedades del azúcar quedan limitadas a
lo que acabamos de exponer, careciendo de fun-
damento las virtudes que se le han supuesto de
antigotoso, antireumático, vermífugo, antihidró-
pico y antipútrido.
Al "exterior, el azúcar cande en polvo es em-
Íileado para disipar las manchas y las úlceras do
a córnea, curarlas aftas, las grietas de los pe-
zones, las úlceras babosas, etc. ; ha sido pres-
crito como dentífrico, y se dice que aplicado á
las mordeduras de las serpientes impide los efec-
tos del veneno de estos animales, lo que seria
una propiedad preciosa , si fuese cierta. Se que-
ma el azúcar para purificar los aposentos, y
quitar los males olores, á los cuales solo disfraza
mientras desaparecen ; se pone azúcar en los <• a -
lenladíiros, parí descansar después de largas
{ correrías , de grandes fatigas, etc.
304 AZU
Sábese que el azúcar bruto , llamado Cogucho
rojo ó moreno, es laxante administrado en la-
vativa. Baumé dice que entre el pueblo se cree
que el azúcar muy añejo es emético, pero que
el se ha asegurado de que no lo es ; sin embargo
como el padre Labac dice que en las colonias á ve-
ces se empleaba antimonio para purificar el azú-
car , seria posible que debiese esta propiedad, de
que al presente no se tiene conocimiento, á se-
mejante método abandonado desde muchísimo
tiempo.
Resulta de experimentos directos que el azúcar
descompone los óxidos de cobre y de arsénico, y
parece tambiendescomponerlas sales de plomo, y
aun se asegura las de arsénico y las de mercurio,
lo que es mucho menos cierto. De ahi es que ha
sido recomendado como contraveneno de estas
sustancias, si bien, en todos los casos, es menes-
ter primero provocar el vómito, si se llega á tiem-
po, salvo administrar en seguida el azúcar.
El producto que se extrae de la caña no consiste
solamente en azúcar , sí que también se obtienen
de ella jarabes, que se distinguen en jarabes finos,
comunes , ordinarios, y amargos. Con estos últi-
mos se fabrican dos especies de aguardientes, muy
semejantes, conocidos en el comercio con los
nombres de Tafia y de Ron (Y. Espíritus). Tam-
bién se obtiene una especie de aguardiente con
el jugo mismo de la caña sometido á la destila-
ción, y este jugo, puesto en fermentación en tone-
les , da un vino agradable , que se aromatiza con
zumo de ananas, de naranja ó de álbericoque.
AZOCARES. Dase generalmente el nom-
bre de A zúcar á toda materia que posea un sa-
bor dulce y agradable ; en química solo se con-
cede este nombre á las sustancias susceptibles de
experimentar inmediatamente la fermentación al-
cohólica , es decir que pueden convertirse sin
ninguna transición, y por la sola influencia del
agua y de un fermento , en espíritu de vino y en
ácido carbónico.
Está generalmente admitido que existen cuatro
especies de azúcar: 1.° el Azúcar común ó pris-
mático, que se encuentra en la caña de azúcar,
la remolacha, el arce, las zanahorias, las calaba-
zas , las ananas , las castañas , los tallos del maíz
y en la mayor parte de los frutos de los trópicos;
2.° \& Glucosa o Azúcar luberculiforme, ó de uva,
que constituye el principio azucarado de los frutos
agrios y dulces á la vez, y en esta sustancia es
en la que pueden convertirse el almidón, la fécula,
la celulosa y todas las gomas; 3.° la Culariosa ó
A zúcar liquido , que existe en todos los frutos
agrios; 4.° la Lactosa ó Azúcar de leche, que se
encuentra en la leche de los mamíferos.
Examinemos sucesivamente estas cuatro espe-
cies de azúcar.
Azúcar común ó prismático.
Los caracteres generales de esta especie han
sido descritos en el artículo Azúcar oficinal (V.
esta palabra) ; correspondiendo por lo tanto indi-
car aquí tan solo los cuerpos que con mas abun-
dancia la suministran.
AZI-
AZÚCAR de arce ó acer. A lo que dijimos en el
artículo Acer que lleva azúcar, y que puede con-
sultarse, debemos añadir : que este árbol forma
inmensos bosques en la America septentrional , y
que su savia , que contiene cerca de un treinta
de su peso de azúcar, es recogida á fines de in-
vierno , cuando se derriten las nieves. En este
momento del año un arce da de 2 á 4 azumbres de
savia en un día Después de cierto tiempo, sucede
siempre que las incisiones cesan de dar savia;
entonces se practican nuevas aberturas, y para
no exponerse á que perezcan los árboles, se ha-
ce siempre la primera abertura al pié y las demás
se van practicando poco á poco en puntos mas
elevados.
E! azúcar de arce no llega á Europa. Término
medio se obtienen de 11 á 16.500,000 libras
de este producto , que se consume en el país mis-
mo. Sábese por experiencia que podría reempla-
zarse al arce por el Lila (Syringa vulgaris, L.j.
Azúcar de calabaza. Hase ensayado con al-
gún resultado, en diversas localidades de la L'n-
gría, aprovechar la calabaza [Cucúrbita Pepo, L.)
para extraer el azúcar que contiene. Este azúcar
es muebo mas fácil de extraer que el de la remo-
lacha. Además 100 libras de calabaza contienen
tanta materia azucarada como 100 libras de re-
molachas, y 2 V, fanegas de tierra producen en
peso cuatro ó cinco veces mas calabazas que re-
molachas , en razón sobre todo del enorme de-
sarrollo que adquieren las primeras , que llegan
á veces hasta el peso de 200 libras. Las calaba-
zas presentan por otra parle la gran ventaja de
crecer en todos los terrenos , aun los mas medio-
cres. Generalmente se extrae de ellas cuatro y
medio por ciento de azúcar.
Azúcar de caña. — V. Azúcar oficinal.
Azúcar de castañas. Los frutos del castaño
{Castanea vesca , Gaert.) contienen bástanle azú-
car para que merezca ser extraído. El Sr. Guer-
razzi ha hecho los primeros ensayos , cuyos tra-
bajos han verificado los Sres. Darcet y Alíuant.
Azúcar de maíz. Aunque el azúcar exista en
el maíz (Zea Mays, L.) en mayor abundancia que
en la mayor parte de nuestros cereales, lo con-
tiene en muy pequeña cantidad para que pueda
ser extraído con provecho. Con lodo , según el
Sr. de Humboltd , parece que en Méjico se fabri-
ca azúcar de maiz con ventaja, lo que dependerá
del mayor calor del clima.
Azúcar de remolacha. En 1747, Marggraf,
químico de Berlin, fué quien descubrió en la re-
molacha un azúcar cristalizable , idénticamente
semejante al de la caña ; siendo también dos Pru-
sianos , el barón Koppi y Achard , á quienes se
deben los primeros ensayos para utilizar este des-
cubrimiento. Pero estas primeras tentativas, que
tuvieron lugar en 1780, no dieron resultados has-
ta 1810, que Napoleón dispensó toda su protec-
ción para establecer fábricas de azúcar indígeno
en Francia. Sin embargo, esta industria no luvo
grande importancia hasta 1 830, y en verdad á da-
tar de esla época tomó tal desarrollo que en 1837
se contaban en Francia mas de quinientos esta-
AZÜ
Metimientos que fabricaban mas de U. 000. 000
libras de azúcar de remolacha. Hoy dia las
trabas impuestas por el gobierno á esta industria
han reducido el número á trescientos ocho ; pero
las mejoras recientes introducidas en los proce-
deres de elaboración hacen que estas fabricas
produzcan tanto azúcar como las que existían en
1837.
Aunque al presente está reconocido que las di-
ferentes variedades de remolacha dan la misma
cantidad de azúcar , resultado que realmente no
depende sino de la naturaleza del terreno y de
los cuidados llevados al cultivo, por lo común los
fabricantes cultivan con preferencia la Inmola-
cha blanca, llamada también Remolacha de Si-
lesia [Beta alba, L.) — V. Acelga
Fuera de nuestro objeto seria el ocuparnos aquí
de los procederes de cultivo de la remolacha;
basta que en pocas palabras indiquemos el pro-
ceder para la extracción del azúcar que contie-
ne. Las remolachas mondadas y lavadas se re-
ducen á pulpa por medio de un rallo , y se some-
ten á una fuerte presión; el zumo que de ellas
cuela se recibe en una caldera en la que se ca-
lienta á cerca de 24°; entonces se añade cierta
cantidad de leche decaí , se calienta todavía al-
gunos instantes , y se apaga la lumbre; ense-
guida se espuma el líquido , se cuela y se vuelve
á la lumbre con carbón animal , que lo descolora
y le quita el gusto de cal que había conservado;
se claritica con sangre de buey , se filtra y se
concentra solamente hasta 28° del areómetro , á
fin de separar de él una muy crecida cantidad de
sales que entonces se posan ; en fin , el jarabe,
filtrado de nuevo, es evaporado á porciones de
Í00 libras, hasta que esté cocido al punto conve-
niente para cristalizar. Por lo demás, se trata co-
mo el jarabe de caña.
Según el Señor Peligot, las remolachas contie-
nen, según las circunstancias del terreno y del
clima , y también según los cuidados mas ó me-
nos bien entendidos llevados á su cultivo:
Agua. .
, de 83 á 9i
Azúcar. .
de 5 á 11
Albúmina.
. de 0,8 á 1,8
Leñoso.
. de 0,2 á 3,2
Vése que en todos los casos son siempre mu-
cho menos ricas en materia azucarada que la ca-
ña de azúcar. Y téngase presente que su pro-
ducto depende también de la época déla extrac-
ción , época que es tanto mas ventajosa en cuan-
to menos se aleja de la en que se han arrancado
las remolachas.
Entre el vulgo ha habido muchas preocupa-
ciones acerca del azúcar de remolacha, y al
presente todavía aunque se consuma en muchísi-
ma cantidad , y en Francia á lo menos tanto có-
mo de azúcar de caña , hay personas que creen
que no puede cristalizar sino está mezclado con
este último , que es menos pesado , memos dulce,
y menos sano que el mismo. El mejor modo de
refutar estos errores es citar la opinión de Chap-
tal: «Los' azúcares que proceden de estas diver-
39
AZU 30o
sas plantas, dice el célebre químico, son riguro-
samente de la misma naturaleza, cuando por la
refinación han sido llevados al mismo grado de
pureza. El gusto, la cristalización, el color y
peso son absolumente idénticos , pudiéndose
retar al hombre mas habituado á juzgar de estos
productos, ó á consumirlos, á que distinga el
uno del otro.» Sin embargo , esta identidad abso-
luta de los azúcares de caña y de remolacha solo
es aplicable á estas materias puras; porque en el
estado de cogucho es siempre posible distinguir-
los. De consiguiente, los azúcares brutos de caña
tienen siempre un sabormeloso, agradable, que
no se halla aun grado tan pronunciado en los
coguchos de remolacha, porque este sabores en
parte disimulado por un gusto ácido ó alcalino
seguido de un resabio un poco acre.
Azúcar lubcrculiforme ó Glucosa.
Hemos dicho al principio de este articulo que
esta especie de azúcar existe en las uvas , v ge-
neralmente en todos los frutos de nuestros climas
que presentan á la vez un sabor azucarado y una
reacción acida; ahora añadiremos que constitu-
ye en gran parte la miel de las abejas, él princi-
pio azucarado de la orina de los diabéticos, los
granos de azúcar que se encuentran en las pasas
y la capa harinosa que blanquea la superficie do
las ciruelas pasas , de los higos y de ciertos fu-
cos. Sábese ya que una de las propiedades del
azúcar común es ser conv ertido en glucosa cuan-
do se pone en contacto con los ácidos; pero este
no es el único medio que se tiene para producirlo
artificialmente, porque puede obtenerse operando
sobre muchas sustancias vegetales, y particular-
mente el almidón , la fibra leñosa y lá goma.
La Glucosa (este nombre, que ha sido propues-
to por el Sr. Dumas , es generalmente adoptado
al presente) no cristaliza como el azúcar prismáti-
co; sus cristales, por lo común fibrosos y agrupa-
dos en tubérculos o en coliflores, son siempre in-
determinables, produciendo, por su enlazamiento,
masas de tal modo duras que muchas veces no es
posible romperlas sino á martillazos ó á hacha-
zos. Este azúcar tiene un sabor fresco, mucilagi-
noso y mucho menos dulce que el azúcar común,
necesitándose por lo tanto mas del doble (2 V,
partes ) que de azúcar de caña para endulzar al
mismo grado igual cantidad de agua. También
es menos soluble , puesto que exige para su di-
solución una vez y un tercio de su peso de agua
fría, y aun cuando se le revuelva requiere bas-
tante tiempo para disolverse, siendo esta una de
las razones que impide emplearlo en los usos do-
mésticos. No obstante, se disuelve en toda pro-
porción , y mucho mas rápidamente, en el agua
hirviendo; pero el jarabe nunca llega á tener la
misma consistencia que el de azúcar de cana , si
bien tiene la ventaja de no alterarse hasta que se
le añade ün fermento , que entonces experimenta
inmediatamente la fermentación alcohólica.
La glucosa es, según los experimentos del Sr.
Dubrunfaut , la única especie de azúcar que puc-
tomo i.
806 AZU
de fermentar ; los demás productos azucarados, y
en particular el azúcar común, no experimentan
la fermentación sino después de haber sido pre-
viamente trastornados ; de suerte que en rigor
la denominación de azúcar, que se reserva, como
hemos visto, á las sustancias capaces de expe-
rimentar la fermentación alcohólica, no debería
aplicarse sino á la glucosa.
La glucosa se licúa á 100° , perdiendo una can-
tidad de agua igual á nueve por ciento de su pe-
so; entonces forma una masa amarilla, traspa-
rente, que tiene una grande afinidad por el agua,
mientras no ha recibido la que le ha hecho per-
der la licuación ; si en seguida se continúa ca-
lentándola , á 1 40° se convierte en caramelo , y
da los mismos productos que el azúcar común si
se lleva mas lejos la destdacion.
La glucosa es completamente destruida por el
ácido nítrico , pero no sufre alteración por los
ácidos débiles, como el azúcar común. También
es inalterable en el ácido sulfúrico concentrado,
en el que se disuelve sin colorarse, y del que
puede en seguida aislarse sin que haya perdido
ninguno de sus caracteres ; pero es muy fácil-
mente alterada por los álcalis , que ponen par-
da á su disolución en frió y la ennegrecen en
caliente. Aprovéchase en general de esta reac-
ción, durante la cual hay formación de Glucosa-
tos , sales análogas á los azucaratos , para re-
conocer la falsificación del cogucho de azúcar
común por la, glucosa , que su bajo precio hace
particularmente propia para este uso.
La glucosa está compuesta de
12 átomos de carbono. . .
28 » de hidrógeno.. .
14 » de oxígeno. . .
36,80
7,01
86,19
100,00
Los primeros ensayos que se hicieron de la fa-
bricación de la glucosa tuvieron lugar en Fran-
cia en la época del bloqueo continental. La uva,
en razón de su sabor fuertemente azucarado,
pareció que debia suministrar en mayor cantidad
que todo otro vegetal indígeno el azúcar de que
entonces allí se carecía. El Azúcar de uva se pre-
paraba así ; como el zumo de uva contiene tárta-
ro y ácido málico, primero se saturaba con cre-
ta; en seguida se filtraba, se clarificaba con san-
gre ó clara de huevo, y después se concentraba
hasta 35°; luego se abandonaba así mismo, y no
tardaba , á medida que se enfriaba, en posarse
en una masa cristalina, que se hacia escurrir,
y se prensaba, después de haberla lavado con un
poco de agua. Este era el azúcar bruto , que no
se consiguió, á pesar del premio de un millón de
francos ofrecido por Napoleón , obtenerlo en el
estado de cristales como el azúcar de caña. Esta
fabricación, cuyos productos fueron siempre bas-
tantes caros, cesó cuando se utilizó la remolacha
y sobre todo cuando la terminación dé la guerra
marítima hizo caer los azúcares de las colonias á
un bajo precio. Sin embargo, la fabricación de
la glucosa no tardó en volver á adquirir nueva
AZU
importancia, cuando se descubrió que podia ex-
traerse déla fécula, y recientemente todavía exis-
tían en Francia once fábricas de Azúcar de fécula,
cuyo producto total se elevaba á 16.000.000 de li-
bras. El procedimiento para obtener el azúcar de
fécula consiste en hacer hervir 100 partes de almi-
dón, 400 de agua y 2 de ácido sulfúrico, agitando la
mezcla para que la fécula se deslia completamen-
te; se continúa la ebullición por espacio de vein-
te y cuatro á treinta horas, reemplazando el agua
á medida que se evapora ; al cabo de este tiempo
la sacarificación queda terminada. Entonces se
sutura el ácido sulfúrico con creta ; se filtra para
separar el sulfato decaí, y se evapora rápida-
mente el líquido hasta consistencia de jarabe;
después se añade á éste sucesivamente sangre de
buey y negro animal para clarificarlo y descolo-
rarlo; por último , el jarabe se concentra hasta
á 45° , y se echa en una enfriadera, en donde se
solidifica en una masa granujienta, blanca y
opaca. Si se quiere obtener el azúcar en granos,
solo se evapora el jarabe hasta 3b° y se abando-
na para que cristalice, dejando después escurrir
el melote. Cien partes de almidón seco producen
1 1 0 partes de azúcar seco ; en las fábricas , se
obtienen de 100 partes de fécula seca , ó de 1S0
parles de fécula húmeda, 150 partes de jarabe á
30° , que representan cerca de 1 00 partes de azú-
car solido.
La glucosa es empleada en la preparación de
las confituras, de la miel y de la cerbeza; pero
su principal uso es para mezclarla con los vinos
débiles durante la fermentación , porque aumen-
ta su riqueza alcohólica y hace que se conserven
generalmente mejor. Sirve también con frecuen-
cia, como lo hemos ya dicho, para adulterarlos
coguchos de azúcar común.
La glucosa puede también obtenerse con la
leña, las yerbas secas , el papel y las estofas de
lino , de cáñamo y de algodón , que están esen-
cialmente formadas de leñoso, el cual tiene la pro-
piedad de trasformarse en dexlrina bajo la influen-
cia de los ácidos. El Sr. Braconnot es el primero
que ha hecho Azúcar de leñoso: para su prepara-
ción, se toman 12 partes de trapos viejos de lienzo,
ó papel, cortados en pequeños pedazos , y se mez-
clan con 17 partes de ácido sulfúrico concen-
trado , procediendo con cuidado para evitar la
elevación de temperatura ; después de dos días
de reposo , se disuelve la masa en una gran can-
tidad de agua, y se hace hervir por espacio de
ocho á diez horas; luego se satura el líquido con
creta; se filtra, y en seguida de haberlo evapora-
do hasta consistencia de jarabe, el residuo se
abandona á la cristalización.
Azúcar incrislalizable ó Culariosa.
Este azúcar existe en las manzanas, en la miel,
en el néctar de las flores, en el jugo de cebolla,
etc., y por largo tiempo ha sido mirado como glu-
cosa, cuya cristalización se hallaba impedida
por la mezcla de cierto número de materias ex-
trañas, tales como albúmina, goma, ácidos li-
AZU
bres, gales solubles, etc.; pero el Sr. Biot ha
perfectamente demostrado, algunos años ha, que
turnia uua especie á parte, del todo distinta de
la glucosa y del azúcar de caña. En efecto, ade-
mas de su composición elementar , (pie difiere
de la de estos dos últimos , se distingue también
dd azúcar prismático en que es muy alterable
f»or los álcalis, y de la glucosa en que se altera
ácilmente bajo la influencia del agua y de los
ácidos diluidos. Sin embargo, se traslorma, á la
larga, en esta segunda especie de azúcar; y esto
es lo que la habia hecho sin duda confundir con
ella , y lo que explica porque no se encuentra en
los frutos secos , en los cuales no se encuentra
sino glucosa pezonada. El azúcar liquido es el
que constituye esencialmente los jarabes incris-
tali/ables llamados melotes, que resultan de la
fabricación propiamente dicha y de la refinación
<!cl azúcar de cana y del azúcar de remolacha.
Hasta estos últimos anos se pensaba que preexis-
tia en la cana de azúcar y en la remolacha con
el azúcar prismático, quede ellas se extrae: pe-
ro esta opinión está al presente abandonada, des-
de que experimentos rigurosos hechos por el
Sr. Pelouse sobre la remolacha , y por el Sr. Pe-
ligot sobre la caña , han demostrado la falsedad;
atribuyéndose generalmente su formación , en la
fabricación del azúcar común , á la imperfección
con que se practican estas diversas operaciones.
Esta especie de azúcar no es el objeto de nin-
guna fabricación, porque el melote, aunque sea
aprovechado por los destiladores, para hacer
alcohol , puede ser mirado solamente como una
merma, que todos los esfuerzos de los fabrican-
tes tienden sino á e\itar enteramente, lo que es
probablemente imposible en la práctica, á lo me-
nos á disminuir lo mas posible. Sin embargo,
en Francia, bajo el imperio, se extrajo de las
manzanas muchísima cantidad de azúcar mcris-
taüzable, que, en Normandía, país de su extrac-
ción , fué empleado en diterentes usos.
Azúcar de leche ó Lactosa.
El azúcar de leche descubierto, en 1619, por
el Italiano Sr. Bartholdi, tiene un sabor fresco
y muy débilmente azucarado; es mucho menos
soluble que el azúcar común y la glucosa, pues
solo se disuelve en cinco ó seis partes de agua
Iría ó en dos partes y media de agua hirviendo;
cruje entre los dientes, y cristaliza en forma de
paralelipipedos terminados por una pirámide
cuadrangular.
Es enteramente soluble en el alcohol. y en el
éter. Cristalizado no se altera mas que las otras
especies de azúcar al contacto del aire; pero,
como el azúcar común, es sensiblemente altera-
do por los ácidos.
Los ácidos débiles lo convierten en glucosa
con mas ó menos prontitud , según la tempe-
ratura en que se hace la reacción; debiendo
también atribuirse á este carácter la propiedad
que tiene la leche de fermentar cuam o se halla
expuesta á una temperatura de 3o á 60 '. En efec-
AZl 307
to, en esta temperatura la leche se coagula rá-
pidamente, dando origen á un ácido que deter-
mina la trasformacion de la materia azucarada
que contiene en glucosa, estado en el (pie ella
pasa á ser propia para la fermentación alcohóli-
ca. Sometido á la acción de los ácidos enérgicos,
y singularmente á la de los ácidos hidroclorico y
sulfúrico concentrados, el azúcar de leche se
traslorma en ácido úlmico.
Sus cristales molidos con cal apagada y sufi-
cientemente mojada se disuelven desprendiendo
calor, y dan por producto definitivo un liquido
moreno, que, tratado con el alcohol, deja posar
un jarabe espeso, dotado de sabor amargo, que
da precipitados con las disoluciones metálicas.
Los cristales de azúcar de leche resisten dife-
rentemente á la acción del calor, según que se
eleve su temperatura con rapidez ó lentamente;
en el primer caso han perdido cinco átomos do
agua cuando llegan á i 40°, mientras que en el
segundo no pierden sino dos para llegar al mis-
mo punto. Sin embargo, cualquiera que sea el
modo de proceder, entran en fusión á 150°, dan-
do lugar á un liquido claro primero, pero que
amarillece poco á poco , y se descompone tam-
bién con bastante rapidez si se continua en ele-
var la temperatura.
El azúcar de leche , según Bérzelius , está com-
puesto de
Carbono. .
Hidrógeno. .
Oxígeno. .
45,04
6,00
48,06
100,09
S átomos.
8 »
4 >
Su proporción, como la de los demás principios
constituyentes de la leche , varia en las dhersas
especies de mamiíeros, y también en la misma
especie, según un sin nuWro de circunstancias.
En general , abunda mas en la leche de muger y
en la de burra, que en la de vaca, de yegua,
de cabra, etc. Según Berzélius, mil partes de
leche desnatada dan 35, y mil parles de nala
dan 44 de azúcar de leche y de materias salinas.
El azúcar de leche se prepara en las montañas
de Suiza, extrayéndolo por la evaporación del
suero, que da en tan grande cantidad en este
país la preparación de los quesos. Obliónese
también tratando la leche con el ácido sulfúrico
debilitado, formándose en este caso con el cáseo
una combinación insoluble que se precipita: asi
se consigue muy fácilmente aislar el suero, que
contiene en disolución toda la materia azucara-
da. Cuando este ultimo esta perfectamente claro,
se decanta ; después se hace evaporar hasta que
esté bastante concentrado para que el azúcar
pueda cristalizar. Con todo se obtiene un pro-
ducto bruto, que conviene refinar en seguida,
tratándolo con carbón animal y sujetándolo a
muchas disoluciones y cristalizaciones sucesh as.
Los usos del uzúcar de leche son limitados y
de poca importancia. Como puede obtenerse a
muy bajo precio , empleando en su fabricación
el Hiero , ha servido algunas veces para falsiü-
308 AZÜ
car el azúcar común ó los coguchos, fraude que
su insolubilidad en el alcohol de 37° hace fácil-
mente reconocer. Habia tenido algún uso en me-
dicina, pero hoy dia es considerado como una
sustancia inerte, y pasa no mas que como dulci-
ficante y analéptico. Hanheman lo ha escogido
como excipiente de los medicamentos homeopá-
ticos , porque lo cree , asi como el alcohol, emi-
nentemente neutro.
En 1849, se importaron en Barcelona, proce-
dentes del extranjero, 110 libras de azúcar de
leche, valor de 660 rs., y se exportaron á varios
puntos del reino 10 libras, valor de 60 rsvn.
AiEUCEHÍA, Lilium.. Hermoso género de
plantas de la familia de las liliáceas, á la cual
da su nombre, y de la hexandria monoginia en el
sistema sexual de Linneo. Se ha querido hallar
la etimología de Lilium en la palabra céltica li,
que significa blanco , en razón de la blancura de
las llores de la especie mas antiguamente cono-
cida.
Los vegetales que componen este género están
provistos de un bulbo escamoso , y de un tallo
sencillo, derecho, guarnecido de hojas, que lle-
va en la sumidad una ó muchas flores, siempre
notables por su belleza, y lo mas frecuente por
su magnitud. Estas (lores presentan un periantio
acampanado, formado de seis piezas distintas,
con una línea longitudinal nectarífera; seis es-
tambres, insertos en la base del mismo pe-
riantio, con sus filamentos adelgazados en la
sumidad, y anteras lineares, obtusas ó escota-
das en su extremo , que se abren por dos hendi-
duras longitudinales; y por último un pistilo
compuesto de un ovario libre, prismático, gene-
ralmente de tres ángulos, de tres celdillas , cada
una de las cuales encierra numerosos óvulos en
dos series longitudinales , y un estilo terminal ,
cilindrico, terminado por un estigma grueso,
trilobado. El fruto, que sucede á estas flores, es
una cápsula casi coriácea, de seis ángulos lon-
gitudinales, obtusa y complanada en la cúspide,
un poco estrechada en su base, de tres celdillas,
que se abren en tres válvulas, unidas por medio
de pelos enrejados, y que contiene numerosas se-
millas.
Según el botánico Kunth , este género encier-
ra treinta y cuatro especies, de tal modo nota-
bles por la hermosura de sus flores que todas ,
sin excepción , merecerían ser cultivadas como
plantas de ornato; de consiguiente nada extraño
es encontrar en los jardines cerca de \x mitad
de este número de preciosos vegetales, de algu-
nos de los cuales vamos á ocuparnos sucinta-
mente.
Azucena atigrada ( Lilium tigrinum,
Gawl.). Esta especie es originaria de la China y
del Japón. Su tallo se eleva hasta la altura de
vara y media , es de color violáceo y está cu-
bierto de pelos lanosos; sus hojas esparcidas son
lanceoladas-estrechas , y llevan bulbillos negriz-
cos en su axila; sus flores, que se desarrollan
en el mes de julio, son muy grandes , y de color
rojo de minio, sembrado interiormente de puntos
AZÜ
negros y púrpura subido, reunidas, en número
que á veces se eleva hasta cuarenta ; en un ra-
cimo paniculado. Esta bella planta vegeta muy
bien en nuestros climas, en tierra ligera.
Azucena bulnífera ( Lilium bulbife-
rum, L.). Esta especie crece en las partes medias
y meridionales de la Europa, siendo hoy dia
muy cultivada en los jardines, en donde vegeta
con muchísima facilidad en toda tierra y en toda
situación. Su tallo se eleva hasta una vara, es
moreno, y lleva hojas esparcidas, lineares-lan-
ceoladas, en la axila de las cuales se desarro-
llan con frecuencia bulbillos de un verde subido
y sésiles ; sus flores , que aparecen á fines del
mes de mayo, son poco numerosas, grandes, de
color rojo naranjado, pubescentes en su cara
externa , presentando en su cara interna carún-
culas ó papilas salientes y mas coloradas. Pué-
desela multiplicar por sus bulbillos, y los pies
que de estos proceden florecen al cuarto año;
se poseen algunas variedades de ella que dan
flores dobles y tienen las hojas amazorcadas.
Azucena candida, Azucena, Azu-
cena común, Bario blanco [Lilium
candidum, L.). Esta especie, la mas conocida,
y la nías difundida de todas, es originaria del
Levante , habiéndose indicado que crece expon-
táneamente en algunas partes de la Europa, co-
mo la Morea, la Cerdeña, la Suiza y la Jura,
aunque es probable que tan solo esté naturaliza-
da en estas dos últimas localidades. Es el Soucan
de los Árabes , del que ha venido el nombre Su-
zanne, que significa blancura y pureza, y proba-
blemente el de Saranna de los habitantes del norte
del Asia. Su tallo se eleva á cerca de una vara ,
disminuyendo de grosor de la base á la sumidad;
sus hojas son esparcidas , ondeadas en sus bor-
des, disminuyendo progresivamente de grandor
de abajo hacia arriba, lanceoladas en la base
del talío, lineares-laneeoladas hacia arriba , y
ovales-lanceoladas en la parte superior; sus flo-
res, que todo el mundo conoce, son acampana-
das, lisas y lampiñas en su superficie interna, y
el estilo presenta tres surcos debajo del estigma.
Poséense. algunas variedades de esta bella es-
pecie : hay una que tiene flores señaladas exte-
riormente con líneas rojas, por lo que se la ha
dado vulgarmente el nombre de Azucena ensan-
grentada; otra, muy notable, de flores imper-
fectas , y que presenta en la parte superior de su
tallo una gran cantidad de hojuelas petaloides;
otra, de hojas amazorcadas, etc.
La azucena común vegeta muy bien en los jar-
dines; multiplícasela por sus búlbulos, que se se-
paran cada tres ó cuatro años cuando las hojas
están secadas, enterrándolos luego. Esta plan-
ta da raras veces semillas fértiles, á menos que
no se suspendan sus pies florecidos, con la ca-
beza hacia abajo, en un aposento húmedo.
El bulbo de esta especie está compuesto de
gruesas escamas ovales, sobrepuestas, y blancas;
excede del volumen de un huevo ; es inodoro,
y de sabor un poco amargo y ligeramente pi-
I cante, que desaparece por la cocción. Cocido,
AZU
08 \ ideoso, pulposo, dulce y azucarado, y en
este eslado es utilizado como alimento en algu-
nas partes del Asia , del mismo modo que otras
especies del mismo género. Cocido al rescoldo ,
ó después de hervido largo tiempo, sea en el
agua, sea en la leche, es empleado popular-
mente en Europa como emoliente y madurativo.
Con los pétalos de la azucena , cuyo olor sua-
ve es bien conocido, cuando frescos, se prepara
un aceite por maceracion en el de almendras
dulces, ó de aceitunas, empleado como calmante
en los males de oreja , en los dolores del útero,
etc., que parece no gozar de otras propiedades
sino de las del aceite empleado. Enranciase por
otra parte mas pronto que éste á causa de la hu-
medad que las partes de la flor dejan en él , y se
solidifica en parte con el tiempo. También con
los petalos de esta planta se prepara una agua
destilada , que ha sido preconizada contra la tos.
El polen , que colora tan fuertemente en ama-
rillo los dedos, ha sido mirado como antiespas-
módico, anodino, emenagogo, y propio para
curar la epilepsia, provocar la expulsión del fe-
to , etc.
Él olor de la azucena es tan fuerte que inco-
moda mucho á aquellos que lo respiran en un
aposento cerrado , refiriendo Murray muchos
ejemplos de muerte producida por esta causa.
Con todo , los perfumadores recogen, por medio
de procederes particulares , este olor tan agra-
dable, y lo conservan en pomadas, esencias,
etc.
La antigua Orden militar de la Jarra, que tam-
bién se llamó Orden de las Azucenas , fundada
en 1413 por D. Fernando I de Aragón, tenia por
divisa, según se cree, un collar de oro formado de
varias jarras con azucenas entrelazadas con grifos,
del que pendía un medallón con la imagen de la
Virgen de la Antigua , venerada en Medina del
Campo, esmaltada de azul, adornada de estrellas,
y con el niño Jesús en los brazos. También D.
García V, rey de Navarra, habia creado olra
Orden en el auo 1 048, en honor de la Virgen de la
Azucena , que se veneraba en Nájera, la cual se
llamó también de la azucena y de la jarra, cuya
divisa era un collar de oro entrelazado con las
letras góticas m m, del cual coleaba un jarro con
una azucena de plata. [V. J. Bastas. Dice, en-
ciclop.)
Azucena de Filadelfia ( Lilium phila-
delphicum, L.). Hermosa especie que crece en
los bosques y en los prados de la América sep-
tentrional, del Canadá hasta la Carolina. Llega
á la altura de cerca de dos pies, lleva hojas ver-
ticiladas, ovales-oblongas , y termina en una ó
muchas flores derechas, de corola en forma de
campana, de color rojo naranjado con su fondo
amarillo sembrado de puntos negros. Cultivase
en tierra de matorral mezclada y en tiestos so-
terrados, á fin de encontrar los búlbulos, que
son muy pequeños.
Azucena IVIartajgon (Lilium Martagón,
L). Esta especie, que ha dado por el cuítivo
muchas hermosas variedades , crece expoulá-
AZU 309
neamente en las montañas de la Europa media y
meridional, asi como en el Altai. Su tallo es de-
recho, sencillo, luciente, generalmente man-
chado, y alto de cerca de una vara; sus hojas son
verticiladas , ovales- lanceoladas, y agudas en la
punta; sus flores, que son inclinadas, se desar-
rollan en el mes de julio ó agosto , formando
un racimo suelto, y su periantio, comunmente
pubescente en su cara externa , está manchado
de puntos de color de púrpura subido ó negros,
siendo su color rojizo en el tipo , aunque por el
cultivo ha llegado á ser, en ciertas variedades,
blanquecino ó manchado de púrpura. Poséese
también de esta especie una variedad de flores
dobles. El olor de estas flores es poco agradable.
La azucena martagón se cultiva en tierra de ma-
torral, y en Siberia se utilizan sus bulbos como
comestibles.
Azucena naranjada [Lilium croceum,
Chaix). La Italia parece ser la patria de esta es-
pecie, que se cultiva sin dificultad en nuestros
jardines, y que es muy semejante á la Azucena
bulbifera , " de la que se distingue en su flor mas
pequeña y mas pálida, mas abierta, de hojuelas
mas estrechas y mas angostadas en su base. Sus
hojas son esparcidas, señaladas con cinco ner-
viosidades , pero nunca acompañadas de bulbi-
llos; sus flores son de color naranjado , con man-
chas negras en el interior.
Azucena de los Pirineos (Lilium py-
renaicum, Gouan). Esta especie es bastante pa-
recida á la Azucena Pomponia , de la que se dis-
tingue en las hojas orladas de blanco, en sus
flores amarillentas sembradas de puntos negro*-
eos , y de anteras de un rojo vivo. Estas llores
e\halán un olor chotuno muy fuerte y muy desa-
gradable. Esta planta crece en los "Pirineos, y
también se cultiva en los jardines.
Azueena Pomponia (Lilium pompo-
nium, L.). Esta especie es igualmente conocida
bajo el nombre de Azucena turbante; crece na-
turalmente en Siberia y en el Oriente, en donde
se comen sus bulbos. Su tallo es alto de t á t 7»
pié, derecho, abundantemente cargado de hojas
esparcidas, y alesnadas; sus flores son torcidas,
de mediano "grandor, de perianto revuelto, de
un rojo punzó muy hermoso, generalmente en
número de tres ó cuatro. Cultivase en tierra lige-
ra y en situación un poco cubierta.
Azucena soberbia ( Lilium sunerbum ,
L.). Esta bella especie, que lleva también, en
los jardines, el nombre de A zucena martagón del
Canadá., crece expontáneamente en las partes
arcillosas, húmedas, de la América septentrio-
nal , desde el Canadá hasta la Virginia. Su ta-
llo se eleva á dos varas , y á veces á mas , es de-
recho y de color violáceo ; sus hojas inferiores
son verticiladas, las superiores esparcidas y mas
grandes, son lanceoladas, lampiñas \ tienen tres
nerviosidades; sus flores, de un hermoso naran-
jado rojo, manchadas de puntos purpúreos more-
nos, de periantio revuelto, son de mediano gro-
sor , reunidas con frecuencia eu numero «le trein-
ta á cuarenta en uu magnifico racimo piramidal.
311) AZÜ
Cultúrase ejo tierra de matorral, y ge multipli-
ca sea por sus búlbulos , que se separan cada
tres ó cuatro años, sea por las escamas del bulbo.
En el norte del Asia, en Siberia, se comen los
bulbos de la Azucena de Kamtschatka ( Lilium
Kamtschulcense, L.), cultivado también en los jar-
dines.
Las escamas secas de la Azucena del Japón
{Lilium japonicum. Thunb. ) son usadas en la
China, en donde se las llama Pacab, Pacabet ,
como nutritivas y útiles en las enfermedades de
pecho, á semejanza del salep, según el doctor
Jmsseuil, pudiéndose asegurar, según dice el se-
ñor Merat, que son idénticas con las escamas de
nuestra azucena vulgar , que se conservan secas
en las boticas y que podrían emplearse de la mis-
ma manera.
AZUFAIFO, Zizypiius. Género de plantas
de la familia de las rámneas, y de la pentandria
monoginia de Linneo , compuesto de arbustos ó
arbolitos que habitan principalmente las parles
vecinas al trópico y las que circundan el Medi-
terráneo , en el hemisferio del norte , y que tam-
bién se encuentran , pero en corto número, en la
América intertropical. Sus ramos son delgados,
guarnecidos de hojas alternas, casi dísticas, de
tres nerviosidades; sus estipulas son ya tras fu-
madas la una y la otra en espinas, de las cuales
la una es derecha y la otra encorvada, ya la una
de las dos es solamente trasl'ormada en espina,
mientras la otra es caduca ó aborta. Las llores
de estos vegetales presentan un cáliz cuyo tubo
es muy poco cóncavo , al paso que el limbo está
dividido en cinco lóbulos manitiestos; este tubo
calicinal está tapizado interiormente por un disco
cuyo borde lleva una corola de cinco pétalos y
cinco estambres opuestos á estos pétalos. El ova-
rio está hundido por su base en el disco al cual
adhiere, presentando interiormente dos, ó muy
raras veces tres, celdillas que cada una encier-
ra un solo óvulo derecho, y sostiene tantos esti-
los (por lo común distintos) y estigmas como cel-
dillas existen. El fruto, que sucede á estas flores,
es carnudo y encierra un cuesco de 2-3 celdillas
monospermas, á veces de una sola, por el efecto
de un aborto; persistiendo debajo de él la base
del cáliz , que se ha rolo trasversalmente. Entre
las especies de azufaifos, merecen ser estudiadas
las siguientes.-
Azufaifo agreste (Zizyphus agresiis,
Lour.) . En la Cochinchina se# comen los frutos
de esta especie.
Azufaifo Barclei ( Zizyphus. Barclei,
Dec). Los frutos de este vegetal, del Senegal,
pasan como venenosos en este país , en donde los
negros emplean las raíces del árbol como astrin-
gentes, en la gonorrea, según lo refiere el señor
Leprieur.
Azufaifo coman, Cliujo, Günjole-
ro (Zizyphus vulgaris, Lam.; Rhamnus Zizy-
phus, L.). Esta especie es un grande arbusto, ó
un árbol de talla poco elevada, originario de Si-
ria, de donde fué trasportado á liorna bajo el
reinado del emperador Augusto ; después de esta
AZÜ
época, difundióse por todo el litoral del Medi-
terráneo en donde se cultiva y en donde se ha
también naturalizado en algunos puntos.
Este arbusto, armado de aguijones mellizos,
con uno encorvado hacia atrás , se eleva á la al-
tura de 15 á 20 pies; sus ramos, que comienzan
cerca de tierra, se dividen en pequeños ramos fi-
liformes, renovados cada año, que llevandas ho-
jas y las flores. Las hojas son alternas, casi sési-
les, ovales, obtusas, puntiagudas, lampiñas,
lucientes, y marcadas con tres nerviosidades lon-
gitudinales. Las flores son pequeñas, amarillen-
tas, y están reunidas muchas en las axilas de
las hojas. El fruto, llamado Azufaifa, Azofaifa,
Azofcifa, Azufeifa, Ginja, Ginjol, Yuyuba, es
una drupa elipsoídea, del grueso de una aceitu-
na, cubierta de una epidermis lisa, éoriácea ,
roja y que encierra una pulpa amarillenta y
azucarada, en el centro de la cual se encuentra
un cuesco duro, prolongado , terminado en pun-
ta , dividido en dos celdillas , que cada una con-
tiene una semilla oleosa.
El azufaifo se multiplica fácilmente por semi-
llas y por renuevos, complaciéndose, en nues-
tros climas , en terrenos ligeros , arenosos y se-
cos. Por el cultivo, da frutos mas voluminosos y
mas delicados.
En el mediodía de la Europa y en Oriente, se
comen muchas azufaifas, cuya" pulpa, cuando
fresca, es consistente, azucarada y acídula, cons-
tituyendo un alimento muy agradable. Por la de-
secación, que se opera comunmente al sol, esta
pulpa adquiere un sabor mas azuracado y ligera-
mente alcohólico, experimenta un principio de
fermentación y se reblandece.
Las azufaifas secas, como los dátiles, los hi-
gos y las pasas , son pectorales ó béchicas, y su
cocimiento forma tisanas mucilaginosas y azuca-
radas, usadas en las inflamaciones del aparato
pulmonar. La pasta de azufaifas es una solución
de goma arábiga azucarada en un cocimiento de
eslos frutos, reducida á consistencia de extracto
sólido.
El leño de azufaifo común es duro , de color
rojizo, y susceptible de tomar un hermoso puli-
mento , lo que hace emplearlo con bastante fre-
cuencia para el torno , pero las piezas que da no
son bastante fuertes para que pueda empleársele
en usos importantes.
Azufaifo Fnoplia (Zizyphus QEnoplia,
Lam.; Rhamnus QEnoplia, L.). Crece en Ceylan;
sus frutos son del volumen de un guisante é inu-
sitados.
Azufaifo Yuyuoa ( Zizyphus Jujuba ,
Lam.; Rhamnus Jujuba, L.). Este arbusto no es
el azufaifo común , como podría parecer por su
nombre. Es una especie de la India , que lleva
drupas ovoideas, gruesas como pequeñas cirue-
las, amarillentas ó rojizas en su madurez, que
los Indios comen, aunque son un poco estípticas.
Los Vítienos prescriben sus raíces, en cocimiento,
con muchas semillas calientes , en ciertas calen-
turas. Preténdese que á veces se encuentra laca
sobre sus hojas.
AZU
Azufaifo liOto (Zizyphus Lotus, Lam.;
fíamnus Lotus, L.; Zizyphus sativa, Gactner).
Especie muy parecida al azufaifo común: arbus-
to de la altura de 4 á o pies, de aguijones melli-
zos, con el uno encorvado hacia atrás; hojas
cortas, pequeñas, ovales, obtusas, y pálidas
por debajo; flores pequeñas, y de un azul páli-
do; los frutos son drupas mas pequeñas que la
azufaifa, rojizas cuando maduras, que contienen
una pulpa de sabor muy agradable semejante á
la de los higos ó de los dátiles, y un cuesco.
Este arbusto crece en África, en las partes in-
teriores , y sobre todo en el norte, en la regencia
de Túnez, en Sicilia, en Portugal y en algunas
comarcas de España. Florece en mayo, y sus
frutos están maduros á fines de agosto" y en se-
tiembre , en cuya época los habitantes de la pe-
queña Siria, en el reino de Túnez, los venden
en los mercados , y es tanta su abundancia que
con ellos hasta se alimenta á los ganados.
Este vegetal es el que produce el fruto tan cé-
lebre en la antigüedad, como formando el ali-
mento favorito de los Lotófagos, según lo habían
anunciado ya ciertos botánicos antiguos, y se-
gún lo demostró Desfontaines, en una memoria
publicada en el año 1788. Estos pueblos, por lo
común , lo chafan , y en seguida hacen macerar
su pulpa en el agua, fabricando así con ella una
especie de licor, todavía preparado en el norte
del África, pero que aunque sea excelente no
puede conservarse mas de diez días.
Teofrasto refiere que este arbusto era tan abun-
dante que el ejército de Orphellus, careciendo
de viveres al atravesar el África con dirección á
Cartago , se alimentó de sus frutos por espacio de
muchos meses. Cree él que estos frutos son el
mismo loto de que habla Homero en su Odisea ,
1. IX, que tenia un gusto de tal modo dulce que
hacia olvidar su patria á los extranjeros; pero,
según el Sr. Bory de St.-Yincent, los frutos de
que bahía Homero no son mejores que las endri-
nas , añadiendo que era menester que los compa-
ñeros de Luises comiesen muy mal por haber
querido habitar entre los Lotófagos. — V. Lotos.
Azufaifo Hapeea [Zizyphus Napeca,
Lam.; Rhamnus Spina-Christi, l!). Arbusto espi-
noso , con uno ó dos aguijones encorvados há-
cio atrás, que crece en el Levante, en Arabia,
en Siria, en Egipto, en la China, etc. Forskal
reconoce una variedad de ramos derechos, y
otra que los tiene separados, y que á veces ha
sido confundida con el Azufaifo Enoplia, porque
lleva este nomlire en algunas obras , pero que es
distinta de él por sus hojas oblicuas y vellosas
por debajo, etc.
El fruto de esta especie es una drupa redon-
deada, del grueso de una pequeña manzana,
que encierra un cuesco de dos celdillas, grueso
como una aceituna ; su carne es olorosa, acerba
cuando no esta madura, y muy agradable y sa-
brosa en su madurez. Este fruto, que es dulce.
aunque un poco ácido, ú. veces se pudre en el
arbusto antes de madurar.
Forskal asegura que , en Arabia , se acoslum-
AZl 3H
bra lavar las úlceras de la cabeza con el coci-
miento de las hojas secas de este vegetal, y los
cadáveres con el infuso de las mismas frió.
La corona de espinas que figura en la Pasión
de Jesucristo fué hecha con los ramos del Azu-
faifo Napeca , Nabka de los Árabes, según los
unos , y según los otros con los del Licio espino-
so , L. ( Cháleaubriant , Itinerario de Jerusali n ,
11,233.1
Azufaifo ortacañta (Zizyphus or tacan-
tha, Dec). En el Senegal, se comen los frutos
de esta especie; los negros los hacen fermentar ,
machacados en el agua, y así preparan una es-
pecie de bebida.
Azufaifo triuerviado (Zizyphus tri-
nervius, Rottler) . Las hojas de esta especie, de la
India, son empleadas, en cocimiento , á la dosis
de 3 á 4 onzas, dos veces al dia , como depurati-
vas, en la caquexia, y como alterantes en la si-
lilis.
AÜSCFRE. Cuerpo combustible, metaloide,
conocido de toda la antigüedad , y objeto de un
comercio importantísimo.
El azufre se halla abundantemente difundido
en la naturaleza. Encuéntrasele en el estado na-
tivo, ó de libertad, en pedazos redondeados di-
seminados en las capas de terreno terciario y de
formación contemporánea ; en pedazos irregula-
res , en los terrenos de creta , asociado con yeso
y sal común ; y en los alrededores de todos los.
volcanes, y particularmente alrededor del Vesu-
bio, del Etna y de los volcanes apagados de los
Andes , en donde constituye depósitos conside-
rables, producidos por la vaporización, y que
se designan bajo el nombre de Solf ataras ( tier-
ra de azufre). Existe en el estado de combina-
ción en los sulfuros de hierro , de cobre , de plo-
mo, de zinc, de antimonio, de mercurio, en los
sulfalos de cal, de estronciana, de barita, de
potasa, de sosa, de magnesia, etc., y en las
aguas sulfurosas, unido con el hidrógeno y for-
mando hidrógeno sulfurado. La existencia del
azufre en el reino orgánico es conocida hace
muchísimos años por los químicos , sabiéndose
desde los mas remotos tiempos que lo contienen
ciertas plantas, tales como el rábano, el rapon-
che, la codearía y las semillas de mostaza ; ha -
ce poco , se sabe que lo contienen las flores de
saúco, de tilo, de naranjo, y muchas otras plan-
tas; encuéntrasele en los huevos, la lana, Jos
cabellos, los pelos, las crines, la sangre, etc.,
y, según Yauquelin, es uno de los elementos
esenciales de la materia cerebral. Reil ha reco-
nocido la presencia de este cuerpo en los huesos
de obreros empleados en las minas de. azufre de
Htarschalg en.Salzburg, y hanse visto enfermos,
aun sin haberlo usado, exhalar un olor sulfuroso
por la piel, por las vias pulmonares, los esputos y
el sudor en casos de catarro crónico, etc En cuan-
to á las pretendidas lluvias de azufre, menciona-
das por los autores , son debidas no mas que al
polen de los pinos y de los abetos florecidos,
trasportado á lo lejos por los vientos.
Hemos dicho que todos los volcanes en activi-
312 AZU
dad producen azufre, siendo sobre todo en los
volcanes medio apagados ó que han pasado al
estado de solfataras en donde se encuentra en
eran cantidad l abunda , por lo tanto , en la
isla de Vulcano, una de las islas Lipan, y en
Puzolo, cerca de Ñapóles, cuya antigua crátera,
que lleva el nombre de sulfatara por excelencia,
ha sido explotada de toda la antigüedad , y en la
que el azufre se renueva perpetuamente ; tam-
bién es muy abundante'en Islanda, y en los vol-
canes de la Guadalupe y de la isla de Borbon. Si
bien se encuentra «á veces en nidos en terrenos
de cristalización, en algunas vetas metalíferas
es no mas que accidentalmente y en muy corta
cantidad. Con mas frecuencia se encuentra en
los terrenos de sedimento, procediendo todas las
mas hermosas muestras de azufre que se obser-
van en las colecciones de terrenos sedimentosos,
cuyas principales localidades son: Girgenti, en
Sicilia: Cesena, cerca de Ravena, en Italia; Co-
nil provincia de Cádiz, en España , en donde se
presenta puro en cristales perfectos y muy volu-
minosos; etc. •'■';' ' •
En la península se halla azufre en diversos
puntos, ya en estado natural, terroso y cristali-
zado ya en porciones sulfurosas, en Hellm y
otros'puntos de la provincia de Murcia , en Sala-
manca, Soria, Teruel, Vizcaya, etc. En Murcia,
se encuentra en porciones sulfurosas , y también
lo hay puro ; existiendo en Lorca una fabrica
para su depuración , y en ella se vende a 30 rs.
él quintal. En la provincia de Salamanca se ha-
cen grandes explotaciones de azufre, vendién-
dose á precios convencionales, según su clase.
I as anticuas y abundantes minas de Comí han
perdido °su valor industrial, pero conservan to-
do su mérito para los mineralogistas y geólogos ;
en la exposición universal venheada en Londres,
en 1851 se veian numerosas y hermosas mues-
tras de azufre cristalizado de este criadero Los
productos de las minas de Hellin son unas 36.000
arrobas anuales de azufre, que se divide o c basíli-
ca en cuatro suertes : el de primera se destina a
la fabricación de la pólvora, el ele segunda se
envía á la fábrica de Murcia, y el de tercera y
cuarta se expenden á las fábricas de Cataluña, pa-
ra la preparación del ácido sulfúrico y otros pro-
ductos. Tenemos por lo tanto en España todo el
azufre que el consumo reclama, consumo que se
calcula ser de 50.000 quintales al ano , y que se-
ria mayor si se dispensara mas protección a los
fabricantes de productos químicos, pues preci-
sados á pagar las dos primeras materias , azulre
v sal 1 00 y 200 p% mas caras de 1() <lue. laf co,m"
pran'los fabricantes extranjeros, y habiéndoselas
tan solo señalado en los nuevos Aranceles un de-
recho protector de 20 p% en término medio, re-
sulta que mientras nuestras fábricas no elaboran
la mitad de los productos que pudieran por difi-
cultad en las ventas , se reciben del extranjero
varios productos que podrían obtenerse con ven-
tcllci
EÍ Azufre nativo, en el estado de pureza, es tras-
parente, de un amarillo puro ó que tira a verdoso,
AZI)
y de un lustre vidrioso en su fractura; preséntase
con frecuencia en masas cristalinas y en cristales
completos y regulares. Hasta el presente, el azu-
fre nativo no ha ofrecido sino formas pertene-
cientes á un solo sistema cristalino , que derivan
de un octaedro recto, romboidal, cuyos ángulos
son de 106°38' v 84°58' hacia un mismo vértice,
y de 143°17' en'la base; en algunos cristales se
percibe una fisura ó hendidura paralela á las ca-
ras de este octaedro ; todas las formas llevan la
impresión de este octaedro del que derivan por
ligeras modificaciones en los ángulos y en los
aristas. La dureza del azufre es inferior a la del
calizo; tiene dos ejes de doble refracción, sien-
do considerable su poder refríngeme , y duplica
las imágenes de los objetos, aun al través de ca-
ras paralelas. Sus variedades de color son : el
amarillo de miel, el amarillo verdoso, el blan-
quecino , el gris y el moreno ; estos últimos co-
lores, que van unidos con la opacidad, parecen
debidos á una mezcla de azufre con materias ar-
cillosas ó bituminosas ; en cuanto a los matices
rojos , ó rojo-naranjado . que se observan en al-
gunos cristales de Sicilia ó de las islas Lipan ,
parecen debidos á la presencia de cierta canti-
dad de rejalgar ó de selenio. Las principales va-
riedades de estructura del azufre son: el azulre fi-
broso, el concrecionado, el terreo y el compacto.
El azufre del comercio se obtiene de dos mane-
ras • recogiéndolo inmediatamente en las sollata-
ras ó cráteras de los volcanes y separándolo de
las materias terreas con las cuales esta mezcla-
do , ó bien extrayéndolo de las pintas , es decir
de los compuestos que forma con el hierro y el
cobre , y que son abundantísimos en la natura-
leza, siendo los persulfuros los únicos que pue-
den beneficiarse con ventaja.
La destilación es el medio empleado para pu-
rificar el azufre que se encuentra en las solfata-
ras. Se llenan de pedazos de mineral del grosor
del puño vasijas de tierra cocida, que se cubren
con una tapadera de barro, que se embetuna
exactamente. Estas vasijas, colocadas unas al
lado de otras , en un horno, mas largo que an-
cho, llamado galera , comunican por una abertu-
ra superior y lateral que sale del horno con otras
vasijas oblongas, casi de la misma forma, que
hacen el oficio de recipiente, y tienen en tapar-
te inferior un agujero que da paso al azufre liqui-
do que se condensa en ellas , yendo a parar a una
cubeta llena de agua fría, en donde no tarda en
cuajarse en pedazos irregulares , de un color
gris, amarillo oscuro ó moreno. Este es el Azu-
fre bruto del comercio, que contiene de 12 a 15
p°/ó de materias terreas.
Antiguamente, se purificaba este azufre fun-
diéndolo en una caldera de hierro colado, y
cuando se habían posado las materias terreas, se
vertía en moldes de madera cilindricos. En la ac-
tualidad se practica esta operación de un modo mas
exacto y al mismo tiempo mas económico: se vuel-
ve á destilar el azufre bruto en una caldera de hier-
ro colado que tieneun capitel abovedado como una
retorta, y la cual comunica por medio de un agu-
AZU
joro ron el interior de una vasta cámara de mani-
postería, qini sirve de recipiente, y que tiene
válvulas que se abren de dentro á fuera para dar
salida al aire enrarecido por el ácido sulfuroso
que se ha formado. Si, en un tiempo dado, se
destila mucho azufre , el calor producido por la
condensación de los vapores calrenta las paredes
de la cámara lo bastante para que el azufre que
llega á ellas tome el estado liquido , v entonces
se acumula en la parte mas inferior de la cámara,
de donde se saca por medio de una llave colo-
cada en la parte mas declive, recibiéndolo en
moldes de madera, ligeramente cónicos, en los
cuales toma la forma de cilindros, bajo la que se
vende en el comercio con el nombre de Azufre de
cañón , que está del todo libre de materias ter-
reas , es de un amarrllo mucho mas puro que el
obtenido por el antiguo proceder, y debe prefe-
rírsele.
Cuando la capacidad de la cámara es muy vas-
ta ó se hacen llegar á ella los vapores de azufre
con menos rapidez, éstos se condensan en las
paredes poco calientes en forma de un polvo
amarillo , que es la Flor de azufre ó el Azufre
sublimado. Pero en este estado el azufre es me-
nos pHro que cuando ha sido fundido , estando
siempre impregnado de ácido sulfuroso ó sulfú-
rico de los cuales se le separa fácilmente laván-
dolo muchas veces en agua hirviendo , y enton-
ces se tiene la Flor de azufre lavada.
. Para extraer el azufre de los sul furos , el mejor
proceder es el del Sr. Dartigues : este fabricante
coloca veinte y cuatro cilindros de tierra en dos
filas en un horno particular , y por uno de sus
extremos, que abre y cierra á voluntad , los lle-
na de sulfuro de hierro reducido á pedazos, adap-
tando en el otro extremo un canon por el que pa-
sa el azufre que va á parar en cajas de madera
en parte llenas de agua y cubiertas con una tapa-
dera de plomo. Durante" la operación es necesa-
rio no elevar demasiado la temperatura , porque
si el sulfuro se fundiese, indudablemente echaría
á perder el cilindro. El sulfuro en parle desulfura-
do que queda en el residuo , se emplea para la
fabricación del sulfato de hierro.
El azufre puro es un cuerpo simple, de un her-
moso color amarillo de limón, insípido é inodoro;
sin embargo, el frote le comunica un ligero olor
y desarrolla en él la electricidad negativa ó resi-
nosa. A veces es opaco, aunque por lo común es
traslúcido ó trasparente; es tan mal conductor
del calórico que el calor de la mano basta para
romper con un crugido particular un cilindro ó
canon de azufre; es muy quebradizo y fácil de re-
ducir á polvo, y su densidad es de i ,98. Es comple-
tamente insoluble en el agua, pero el alcohol
absoluto y el éter disuelven un poco ; los aceites
crasos y los aceites volátiles calentados lo disuel-
ven enteramente, teniendo la misma acción so-
bre él el sulfuro de carbono y el cloruro de azu-
fre. Por el enfriamiento de estas disoluciones, en
caliente, puede obtenérsele en forma de cristales
semejantes á los que presenta el azufre nativo.
El azufre se funde á tos0 , pero á los 250° pier-
io
AZU 313
de su fluidez tomando tía color moreno subido, y
pasa á ser casi pastoso á 300° ; si entonces se
zabulle en el agua, queda blando , lo que permi-
te emplearlo en las artes , para sacar modelos,
siendo tanto mas propio para este uso en cuanto
á la larga vuelve a tomar su dureza y su color
natural. En vaso cerrado . comienza á difundir
algunos vapores á t \ 5o, y se volatiliza enteramen-
te á la temperatura de 316°, y entonces destila
dando un vapor que se condensa, en contacto con
los cuerpos frios, en forma de polvo (flores de azu-
fre), y en el que muchos metales arden con gran
vivacidad. Calentado al aire, á una alta tem-
peratura , ó echado sobre las ascuas , se inflama
y arde con una llama azul, despidiendo el olor
picante y característico del acido sulfuroso, que
es siempre el producto de la combustión del azu-
fre en contacto del aire ó del oxígeno.
El azufre se combina con casi todos los cuer-
pos simples : el oxígeno , con el cual forma dos
ácidos; el hidrógeno, que lo cambia en ácido hi-
drosulfúrico , ó en simple hidruro; el carbono, el
fósforo, el vodo, los diversos metales, etc. A es-
tos últimos los vuelve agrios y quebradizos, for-
mando con ellos combinaciones binarias, llama-
das Sul furos, análogas á las combinaciones bina-
rías del oxígeno, y que como éstas, según su com-
posición, hacen vices de ácidos ó de bases. — V.
Ácidos y Sulfuros.
El azufre es un cuerpo diamorfo, es decir que
ofrece dos formas cristalinas diferentes : la forma
de prismas romboidales rectos , de base rectan-
gular, que corresponde al azufre nativo ; y la de
prismas romboidales , de base de la misma figu-
ra , pero oblicuos , que presentan siempre los
cristales obtenidos fundiendo el azufre y hacién-
dole cristalizar por simple enfriamiento.
Calentado con el ácido nítrico concentrado y el
agua regia, el azufre es poco á poco convertido
en ácido sulfúrico , cuya presencia puede demos-
trarse con las sales de bario. Tratado en caliente
con una solución de potasa cáustica, se disuelve
enteramente , la descompone y la convierte en
hiposulfito de potasa y en polisulfuro de potasio.
Por último , si se hace una mezcla íntima de azu-
fre con dos ó tres veces su peso de nitrato de
potasa, y se echa esta mezcla en un crisol de
platino incandescente , arde con viva deflagra-
ción , trasformándose en ácido sulfúrico que
queda unido á la potasa. Esta acción del ni-
trato de potasa sobre el azufre ofrece un me-
dio sencillo de demostrar la presencia de muy
pequeñas cantidades de azufre libreó combinado.
El Sr. Bouligni ha probado que un veinteno de
grano de azufre calcinado con nitro dio un
residuo que, disuelto en el agua destilada, pro-
dujo con el cloruro de bario un precipitado
blanco de sulfato de barita. Este precipitado era
en cantidad tal que pudo recogerse y calcinársele
con sosa , en el soplete , para trasfoímarlo en sul-
furo fácil de reconocer.
Las variedades de azufre comerciales son: el
azufre en masa, el azufre de cañón y la flor de
azufre.
tomo i.
314 AZU
Azufre en masa ó Azufre bruto. Está en pe- '
(lazos irregulares de diferentes magnitudes, que
ofrecen en su superficie pequeñas facetas crista-
lizadas; es de color amarillo de limón, á veces
mezclado con velas ó capas verdes ; tiene un
olor particular bastante pronunciado, y un sabor
ácido, producido por un poco de ácido sulfúrico
que se ba formado en la destilación. Además con-
tiene, como hemos dicho, materias terreas, cuya
proporción puede determinarse desecando una
cantidad de azufre bruto y destilándolo en segui-
da en una retorta, para recoger el residuo lijo.
Embalaje: barriles y sacos de diversos pesos.
Azufre de cañón. Es de un color amarillo de
limón dorado, ligeramente verdoso, duro y que-
bradizo. Los cañones son lisos al exterior, y co-
munmente cristalizados en el interior; tienen 8
á 9 lineas de diámetro y algunas pulgadas de lon-
gitud. Embaí.: barriles de pesos variables.
Azufre sublimado ó Flores de azufre. Es un
polvo lino al tacto, que arde con la mayor faci-
lidad, insípido , y de olor agradable cuando re-
cienlemenle sublimado. Embaí.: cajas dediversos
pesos.
El azufre de cañón es raras veces falsificado, si
bien algunas veces contiene sulfuro de arsénico,
cuyo fraude se conoce fácilmente , porque los ca-
ñones son rojizos, en vez de ser de un hermoso
amarillo de limón ligeramente verdoso. Las sofis-
ücaciones de las flores de azufre son mas nume-
rosas y mas dignas de examen , pudiendo estar
alterado: 1 .° con arsénico, magnesia y cal; 2.° con
harina ó almidón; 3.° con ácido sulfúrico y ácido
sulfuroso.
Cuando el azufre contiene arsénico, es rojizo
en vez de ser amarillo; pero cuando la porción
de arsénico es débil, este carácter no es decisi-
vo, debiendo entonces acudirse á otro medio,
que consiste en hacer detonar una parle de azu-
fre sospechoso con cuatro ó cinco veces su peso
de nitro puro , en disolver el residuo en agua des-
tilada, y en tratar esta solución con sulfato de
plata , que dará poco á poco , si el azufre contie-
ne arsénico , un precipitado rojo-moreno de ar-
seniato de plata. Para reconocerla presencia de
los ácidos sulfúrico ó sulfuroso en la flor de azu-
fre , se mezcla una pequeña cantidad del cuerpo
sospechoso en agua, se filtra, y se observa si el
líquido obtenido enrojece la tintura de tornasol.
Cuando la flor de azufre contiene cal ó magnesia,
ó yeso, á la simple vista se reconoce fácilmen-
te el fraude , siendo la flor de azufre mucho mas
blanca que cuando es pura. Para asegurarse de
la presencia del almidón en la flor de azufre, se
hace una especie de papilla con el cuerpo que se
quiere ensayar, y si la scMisticacion existe, esta
mezcla forma una especie de cola.
Los usos del azufre son numerosísimos. Sirve
para fabricar los ácidos sulfúrico y sulfuroso, los
sulfuros alcalinos y metálicos, y otros compuestos
químicos. Es uno de los elementos de la pólvora y
de los fuegos artificiales. Cuando blando, los mo-
deladores y los grabadores lo emplean para sacar
modelos y hacer moldes en hueco ; y como el
AZU
azufre, solidificándose, se contrae, y el yeso se
dilata, las alteraciones del modelo por el uno de
los cuerpos son corregidas por las del otrocuando
se sacan modelos de yeso en azufre, ó de azufre en
yeso. Es también empleado para asegurar el hier-
ro en la piedra , y para hacer las mechas desti-
nadas para la conservación de los vinos. Se usa
para apagar el fuego ó el incendio de las chime-
neas; bastando, en este caso, echar un puñado
de flor de azufre en el hogar, con lo que siendo
absorbido el oxígeno del aire la combustión lle-
ga á ser imposible. Sirve también para fabricar
las pajuelas, de que se hace un grandísimo con-
sumo ; se emplea en el blanqueo de la seda y
de las materias animales, etc. , y finalmente, es
de un uso importante en medicina, como vamos
á indicar.
En farmacia, porfidizado y lavado, se le llama-
ba Crema de azufre; sublimado, constituía , como
se ha expuesto , las Flores de azufre , distingui-
das en lavadas y no lavadas ; obtenido por preci-
pitación de la solución del sulfuro de potasa ó de
sosa , por medio del vinagre , era el Magisterio
de azufre ; el azufre hidratado , mirado equivo-
cadamente antes como un óxido, y que no debe
confundirse con el hidruro de azufre ó azufre hi-
drogenado , era conocido con el nombre de Leche
de azufre. Pero estas y otras preparaciones aná-
logas, muy poco distintas entre sí, aunque preco-
nizadas por antiguos médicos en determinadas
dolencias, pueden todas, como lo son hoy diaen
terapéutica, ser reducidas al azufre sublimado.
Modificado de todas las maneras, asociado con
diversos medicamentos simples , ó compuestos,
apropiados al objeto terapéutico que se desea, el
azufre hace parte de una multitud de preparacio-
nes oficinales y magistrales , tanto internas como
externas , de las cuales no corresponde tratar en
esta obra.
Empleado como desinfectante , como profilác-
tico desde la mas remota antigüedad , usado en
los sacrificios expiatorios de los antiguos, el azu-
fre parece haber sido introducido en la medicina
veterinaria antes de figurar en nuestra terapéuti-
ca , de la que forma uno de los mas preciosos
agentes. Humero [Odisea, libro 22, verso 481)
habla del azufre cuyos vapores saludables destru-
yen el germen de nuestros males; Hipócrates lo
daba asociado con la sandáraca en las afecciones
histéricas; Dioscórides y Plinio mencionan su uso
exterior y sobre todo interno en las enfermedades
de pecho; Galeno enviaba los tísicos á Sicilia á
respirar el aire sulfuroso de los volcanes, etc.
En todos tiempos, el azufre y sus diversos com-
puestos han sido preconizados contra las enferme-
dades de la piel, la sarna sobre todo, las afec-
ciones crónicas de los pulmones , el reumatismo,
la gota, etc., etc. Su acción sudorífica, tónica,
estimulante, fundente, desobstruente , expecto-
rante, y laxante, su propiedad de obrar como
difusible sobre los sistemas linfático y cutáneo,
de aumentar las excreciones de las membranas
mucosas , y producir la expansión de la sangre,
1 han sido reconocidas por todos los observadores.
AZli
Los efectos inmediatos del azufre varían según
que la acción de este cuerpo se concentre á las
vías alimenticias ó seextiendaá todos lossistemas
orgánicos. A pequeñas dósos, 4 á6 granos, esti-
niula las funciones digestivas, ó á lo menos no
altera su ejercicio regular. A la dosis de 18 gra-
nos a I dracma y mas, provoca, sin cólico, eva-
cuaciones albinas, comunmente muy fétidas,
obrando localmenle en cierto modo y sobre las
primeras vías. Dado, al contrario, por tomas de
10 ó 13 granos, á algunas boras de intervalo, es
absorbido, pasa á las segundas vías , obra como
estimulante difusible sobre toda la economía, au-
menta el calor general, la frecuencia del pulso y
la perspiracion cutánea, se exhala en seguida por
las diversas superficies mucosas, cuyas excrecio-
nes adquieren á menudo un olor de hidrógeno
sulfurado, ennegrecen los objetos de oro y de
plata, coloran á veces de amarillo la ropa blanca
de los enfermos, etc. Si se prolonga su uso, si
se eleva demasiado su dosis , ó el sujeto es muy
irritable, puede resultar una excitación generaí,
agitación, insomnio, un estado febril continuo,
hemorragias, etc; y así es que en el tratamiento
de las enfermedades cutáneas, á veces hay nece-
sidad de suspender su administración , para cal-
mar con baños, y atemperantes esta irritación
morbosa. De donde se sigue que no conviene a
los individuos irritables, á los pletóricos, á los
hemoplóicos, etc , contraindicaciones comunes
á la mayor'parte de los sulfurosos en general. Des-
bois de Rochefort dice que es nocivo á las muge-
res en cinta, y Gmelin, en los embarazos gás-
tricos, etc.
La experiencia no ha confirmado las propieda-
des magnéticas atribuidas al azufre de canon apli-
cado simultáneamente, en fragmentos largos de
una pulgada, al epigastrio, á los muslos y á los
sobacos, ni la de las bolsitas llenas de una mezcla
de azufre pulverizado y limaduras de hierro , co-
locadas sobre el pechó; tampoco ha demostrado
que este cuerpo fuese un preservativo de los ca-
lambres poniéndolo en pedazos en la cama de los
individuos propensos á esta indisposición, ni la
virtud antifebril que adquiere, según Hallé, cuan-
do se frota para electrizarlo y se aplica así al epi-
gastrio; mucho menos ha comprobado que su
uso, como se practica en Payta (Perú) fuese
útil para recoger el sudor de los febricitantes,
curar las obstrucciones, aplicado al abdomen ,
etc., etc. Estos hechos están fuera del orden na-
tural délos conocimientos terapéuticos de la época
para ser examinados.
La importación de azufre, en Barcelona, en
4849, fué: de! reino, 124,650 libras, valor de
62,325 rs. vn.; del extranjero, 1,235 libras, va-
lor de 770 rs. vn. La exportación á varios puntos
del reino fué de 38,701 libras, valor de 49,350
rs. vn.
AZUL ESí BOINAS. El color de este com-
puesto es azul celeste. Para obtenerlo, se pulve-
rizan dos libras de añil ó índigo de pastel, se pu-
rifica con 5 azumbres de alcohol, y luego con
acido muriatico muy diluido; se lava y se hace se-
AZL 315
car; se disuelve en 13 libras de ácido sulfúrico
de 66°; se añaden á la solución jarabosa 32 libras
de potasa blanca y -i libras de jabón blanco,
hasta que todo el ácido esté saturado, y al cabo de
viente y cuatro horas se añaden i azumbres de
agua de lluvia hirviendo, en la que se habrán
hecho disolver 9 onzas de alumbre. Obtenido el
precipitado de añil, para darle la consistencia de
una pasta fácil de vaciar en bolas, se añade
goma arábiga ó almidón. Esta es la indicación
que dan los bres. Wuy y Story de las Bolas de
azul.
El azul celeste en bolas , dicho A zul inglés, es
el mas eslimado. Para obtenerlo, se disuelve ín-
digo en ácido sulfúrico, luego so precipita con la
potasa, y el precipitado mezclado con almidón
se hace secar. Es menester servirse de ácido sul-
fúrico de Sajonia, porque disuelve mas fácilmente
el añil , y da un color mas bello. La precipitación
se hace por medio de una solución de potasa, que
se añade poco á poco hasta que no haga casi
efervescencia. Se cuentan nueve partes de pota-
sa sobre cuatro de ácido sulfúrico empleado ; sin
embargo , esta proporción debe variar según la
calidad de la potasa, pues ésta en demasiada can-
tidad destruye el color y lo vuelve verdoso. Es
menester procurar sobre todo que la potasa sea
pura, y que no contenga sílice ni sulfuro, porque
la primera de estas sustancias debilita el azul , y
la segunda lo ensucia y lo vuelve gris ó verdo-
so.
El precipitado se pone sobre un filtro y se lava;
en seguida se mezcla con almidón preparado con
agua caliente; se extiende la mezcla sobre plan-
chas de madera, vidrio, ú hoja de lata ; después
se corta en tabulas pequeñas cuadradas, ó se la
da la forma de bolitas, y se deja secar á la som-
bra , en lugar que no haya polvo.
La proporción del añil," por quintal, varia según
la calidad del azul que se quiere obtener: para el
mas fino , se toman comunmeute cinco libras ;
para el mediano, cuatro; y para el inferior , tres.
Es necesario que el almidón sea puro y perfecta-
mente blanco. Con frecuencia se anadea este azul
creta para aumentar su peso. La superficie de las
tablas está pintada algunas veces con añil para
subir el color, ó también con azul de Prusia; pe-
ro este último debe desecharse, porque descolora
el jabón, y elhierro que contiene mancha la ropa.
El azul en bolas y el azul inglés son de un uso
muy cómodo para azular la ropa blanca, las me-
dias de seda , las cintas, los tafetanes, etc.
Se designa también bajo el nombre de Azul li-
quido una disolución de añil en ácido sulfúrico,
la que , saturando una parte de ácido en exce-
I so con creta, se usa como tinta , y para azular la
ropa. — V. Añil.
AZUL ME COBALTO. Combinación
azul formada de óxido de cobalto y de alumina ,
notable por su fijeza al fuego y su inalterabilidad
al aire. — Y. Azul de Thcnard.
En 1849, se recibieron en Barcelona, proceden-
tes del extranjero, 455 libras de azul de cobalto ,
valor de 9.100 rs. vn.
316 AZU
AXl L 1IE COBRE, Azul de mon-
taña, Carbonato azul de cobre , Co-
bre azulado, Cobre carbonatado.
Es la Azurita de los mineralogistas , compuesta
<le ácido carbónico, 25,69; óxido de cobre, 69,09;
agua, 5,22.
La azurita se encuentra en mucha abundancia
en Vestfália, en Sajonia, en Ungría, pero sobre
todo en Siberia; en España la hay muy hermosa
en varios puntos , particularmente eñ Linares.
Preséntase en la naturaleza casi siempre en el
estado cristalino , y con frecuencia en bolas for-
madas de cristales agrupados; también existe
compacta, y entonces recibe el nombre de Piedra
de Armenia; cuando se encuentra en estado ter-
reo y globulilbrme, que es mas ó menos pura,
constituye el Azul de montaña ; y por ultimo exis-
te otra variedad terrea, que se encuentra algunas
veces en masas bastante considerables, y es de
un color azul pálido , porque el cobre carbonata-
do está en ellas mezclado con sustancias terreas,
conocida con el nombre de Ceniza azul nativa,
pero aunque empleada algunas veces en la pin-
tura no es la verdadera Ceniza azul de los pinto-
res. (V. esta palabra.)
La azurita es de un bellísimo color azul, que
conserva en el aceite; es quebradiza, tizna el
papel, y hace efervescencia con los ácidos; por
la calcinación da agua y se ennegrece ; su solu-
ción nítrica precipita cobre sobre una lámina de
hierro ; está sujeta á una alteración que la hace
pasar al color verde y la trasforma en Malaquita
(V. esta palabra) , trasformacion que no puede
explicarse de otro modo sino por una simple pér-
dida de agua.
El azul de cobre ó azurita es empleado , en al-
gunos parajes , en la pintura , y en el Tirol con
el se pintan los juguetes de niños. Las piedras
de Armenia, tan célebres entre los antiguos,
quienes les atribuían un sin número de propieda-
des médicas y entre otras la de curar la me-
lancolía , son no mas que piedras silíceas ó calcá-
reas coloradas con el azul de cobre. La ceniza
azul nativa era colocada por los antiguos en el
número de los corrosivos.
En 1849, se recibieron en Barcelona, 1,079 li-
bras de azul de montaña, procedentes del ex-
tranjero , valor de 6.474 rs. vn.
AZCIi EGIPCIO. Es un color vitriforme
cuya coloración es debida al cobre oxidado en el
estado probablemente de carbonato. Este azul,
muy sólido, fué muy empleado entre los antiguos.
El Sr. Darcet ha conseguido prepararlo , si bien
no se fábrica aun en grande.
AZUL UE GUIfflET, Ultramar ar-
tificial. El exorbitante precio del azul de ul-
tramar es un obstáculo á su uso en muchas cir-
cunstancias , siendo esto tanto mas sensible en
cuanto este color es muy hermoso, sin que se al-
tere expontáneamente ni por su mezcla con el
aceite , como muchos otros. A él deben los cua-
dros de los antiguos maestros la inapreciable
ventaja de ofrecer aun en nuestros dias esas tin-
tas azules tan ricas y tan frescas qué se diria
AZU
acaban de salir de las manos de aquellos respe-
tables artistas.
Hasta estos últimos tiempos se habia ensaya-
do en vano hacer ultramar artificial ; pero á
principios de 1828, el Sr. Guimet, ingeniero de
puentes y caminos en Francia, resolvió este in-
teresante problema, habiendo logrado, por un
proceder que guardó secreto , preparar esta sus-
tancia con bastante economía para poder ven-
derla á 95 rs. vn. la onza. En la actualidad el
azul de Guimet , que es brillante , hermoso y só-
lido , es muy empleado, por los pintores franceses.
El Sr. Pefsoz, profesor de química en Estras-
burgo, ha también conseguido hacer ultramar en
grande por un proceder que le permite darlo á
muy bajo precio.
Últimamente, el Sr. Gmelin , de Tubingen, ha
publicado un proceder para obtener este azul
' facticio , que es el que vamos á describir : se
prepara hidrato de sílice y de alúmina," el prime-
ro fundiendo cuarzo bien pulverizado con cua-
tro veces mas de carbonato de potasa, disolvien-
do la materia fundida en agua , y precipitándola
con ácido muriático; el segundo , precipitando
una solución de alumbre con amoníaco. En se-
guida se determina la cantidad de tierraseca que
queda, después de haber hecho calentar hasta al
rojo cierta cantidad de los precipitados húmedos.
El hidrato de sílice , que el autor ha empleado
en sus experimentos, -contenía sobre 100 partes,
56 de tierra anhidra; y el hidrato de alúmina,
325 partes.
Después se disuelve en caliente en una disolu-
ción de sosa cáustica tanto hidrato de silice co-
mo puede disolver, y se determina la cantidad.
Entonces se toma sobre 73 partes de esta sílice
anhidra, una cantidad de alúmina en jalea que re-
presenta 70 partes dé alúmina seca; se añade á
la disolución de sosa , y se evapora todo jun-
to revolviendo continuamente hasta que no que-
de sino un polvo húmedo.
Esta combinación de sílice , alúmina y sosa es
la base del ultramar , que debe teñirse con el sul-
furo de sodio , lo cual se practica del modo si-
guiente: se pone en un crisol de Hesse, provisto
de una cobertera que cierre bien , una mezcla de
dos partes de azufre y una de carbonato de sosa
anhidro; se calienta poco á poco hasta que, al
calor rojo , esté fundida la masa ; se echa enton-
ces esta mezcla en muy cortas cantidades á la
vez en medio de la masa fundida; luego que ce-
sa la efervescencia producida por los vapores del
agua, se echa otra nueva porción ; después de
haber tenido el crisol al rojo moderado por una
hora, se retira del fuego y se deja enfriar. En
este estado contiene ultramar mezclado con sul-
furo de sodio en exceso, y se le separa este últi-
mo con el agua. Si hay azufre en exceso, se sepa-
ra con un calor moderado. En caso que todas las
partes del ultramar no estén coloradas con igual-
dad , se pueden separar las partes mas hermo-
sas, después de haberlas reducido á polvo fino,
con el lavado en agua.
Del extranjero, en 1849, se importaron en Bar-
AZU
celoua 108 libras de este producto, valor dea. 160
reales vellón.
AZUL DE l \ IM (. O . Azul de Sajo-
illa, Azul eu licor ó Azul de com-
posición. Conócese bajo estos nombres, en
el comercio, una disolución de añil en el ácido
sulfúrico concentrado. — V. Añil,
Esta disolución ha recibido también el nombre
de Sulfato de índigo y de Sulfato de indiyotitia,
pero, según algunos' experimentos del Sr. Ber-
zélius, el principio colorante no desempeñaría
el papel de base en esta combinación , sino que
este principio combinándose con el ácido sulfú-
rico produciría dos nuevos ácidos, dotados de
propiedades particulares, que él ha llamado .4 ci-
do sulfo-indigótico y Acido hiposulfo-indigótico.
El Sr. Dumas, en un trabajo publicado en 1836 ,
partiendo de otra suposición, ha demostrado con
muchos experimentos que el añil en esta reac-
ción obraba sobre el ácido sulfúrico como el al-
cohol y el espíritu de leña , formando un com-
puesto de un átomo de añil con dos átomos de
ácido sulfúrico, que ha propuesto llamar Acido
sulfindilico.
El azul de Índigo del comercio se presenta en
forma de un liquido denso , de color azul subido
muy intenso , de sabor ácido muy pronunciado ;
mezclado con el agua , se combina con ella con
desprendimiento de calor , y esta solución enro-
jece fuertemente el papel de tornasol , precipita
las soluciones de nitrato de barita y de plomo,
y se descolora con el cloro y la solución de los
cloritos.
Este compuesto es muy empleado en la econo-
mía doméstica para dar á la ropa blanca lavada
un tinte azulado, y sirve á los tintoreros para teñir
la lana de color "azul. Esta disolución de añil di-
luida en cierta cantidad de agua es usada en los
ensayos clorométricos para establecer el valor
comercial de los cloritos.
AZUIi DE JIOEIBDEAO. La combi-
nación del molibdeno y óxido de estaño, ó de
fosfato de cal , se emplea como color de aplica-
ción y como color de esmalte.
Se obtiene también un color azul poniendo en
el ácido molibdico limaduras de estaño y un po-
co de ácido muri.itico. El resultado es ácido mo-
libdoso azul, que, evaporado y calentado con
alúmina recien preparada, forma el Azul de mo-
libdino.
El acido molibdico se obtiene tratando el sul-
furo de molibdeno con el ácido nítrico. Lo que
sucede en la preparación de este color es que el
estaño desoxigena en parle al ácido molibdico,
haciéndolo pasar al estado de ácido molibdoso.
El color que se indicaba bajo el nombre de
Carmín «zmí se obtenía descomponiendo molib-
dato de potasa por medio de muriato de estaño.
AZUL 1IE PRIMA. Compuesto artifi-
cial, cuyo descubrimiento , que data de 1710,
fué debido á la casualidad. Diesbach, fabricante
de colores , de Berlin , preparaba lacas de cochi-
nilla precipitando con potasa un cocimiento de
cochinilla mezclado con alumbre v sulfato de
AZI
317
hierro. Careciendo, un dia, de álcali, v habién-
dolo pedido á Dippel , farmacéutico de Berlin,
conocido por el aceite empireumático que lle\a
su nombre, éste le dio carbonato de potasa que
había empleado muchas veces en rectificar acei-
le animal. Diesbach, al hacer uso de esta sal,
en vez de obtener un precipitado rojo como de
costumbre, obtuvo un hermoso precipitado azul.
Sabedor Dippel de este fenómeno , sospechó que
la formación del precipitado azul era debida á la
acción de su potasa sobre el alumbre y el vitrio-
lo, conjetura que la experiencia Aerificó. Enton-
ces, en 1710, fué anunciado el descubrimiento
del Azul de Prusia por Dippel en las memorias
de la Academia de Berlin , sin indicar el modo
de preparación. Como en aquella época no se
conocían otros colores azules que el añil, este
anuncio hizo hacer muchos ensayos, hasta que,
en 1724, Woodward, de la Sociedad real de
Londres, describió el primer proceder para obte-
ner este nuevo azul que había llegado á ser un
objeto muy lucrativo de comercio.
Eran ya conocidas las principales propiedades
del azuf de Prusia cuando todavía se ignoraba
su verdadera naturaleza. En 1752 , Macquer pre-
tendió que era un compuesto de hierro y de una
materia colorante particular; y Schéele, que-
riendo aislar este último principio, obtuvo, en
1780, un ácido líquido, al que Guyton de Mor-
veau llamó, mas tarde, Acido prúsico. El des-
cubrimiento de este ácido singular cautivó de tal
manera la atención de los químicos, que olvida-
ron el azul de Prusia, contentándose con con-
siderarlo como un Prusiato de hierro, sin ex-
perimentarlo. Después sucesivamente ha sido
considerado: como un Cianuro de hierro, un Hi-
dro-cianato de hierro; un Ilidro-cianato doble de
protóxido y de peróxido de hierro, un Hidro-fer-
ro-cianato de protóxido de hierro, un Ferro-cia-
nato de hierro, un Cianuro ferro-férrico hidra-
lado, etc.; pero en el dia, según experimentos
mas recientes, hav datos suficientes para asegu-
rar que el azul de Prusia es un cianuro doble
formado de protocianuro y percianuro de hierro,
(fue el Sr. Berzélius designa bajo el nombre de
Cianuro ferroso férrico, y que está compuesto
de 3 átomos de protocianuro de hierro y de 2 de
per-cianuro del mismo metal unido á 9 de agua.
Aunque todas las materias animales sean sus-
ceptibles de dar azul de Prusia por medio de su
calcinación con los álcalis , ninguna puede sumi-
nistrar tanto como la sangre, motivo porque
siempre se ha continuado en emplear ésta en las
fábricas de productos químicos, siguiendo con
ligeras modificaciones el proceder de Voodward,
que luego indicaremos. No obstante quizás hay
mas ventaja en emplear otras materias animales
azoadas secas, como raeduras de cuerno , cueros
viejos, trapos de lana viejos, y sobre todo car-
bón de huesos, porque solamente la evaporación
de la humedad de la sangre ocasiona un gasto
considerable de combustible.
La reacción que se procura determinar entre
la sustancia animal y el álcali, que ha de sen ir
318 AZÜ
en la fabricación del azul de Prusia, no se efec-
túa sino á una temperatura muy elevada; y por
consiguiente el primer cuidado que se ha de to-
mar es desecar las sustancias que han de con-
currir á la fabricación. Se empieza pues por eva-
porar toda la humedad contenida en la sangre,
operación que se practica ordinariamente en una
caldeía de hierro colado ó de palastro poco honda
y muy ancha, evitando cuanto sea posible em-
plear para este objeto utensilios decohre: se ca-
lienta lo mas rápidamente que se puede, agitan-
do de continuo con una espátula ó barra de hierro;
esta desecación es larga , aunque se ponga el
mayor cuidado. Luego que la sangre está dese-
cada y se han destruido en lo posible todos los
grumos, se extiende sobre anchas tablas y se
expone al sol, si el tiempo lo permite; se revuel-
ve frecuentemente con un rastrillo, y cuando se
juzga que está acabada la desecación, se encier-
ra en toneles que deben quedar descubiertos. Si
se encerrase la sangre al sacarla de la caldera, no
se podria conservar, porque aunque aparenta es-
tar muy seca, retiene siempre bastante canti-
dad de humedad, se calienta, toma viscosidad,
experimenta un principio de fermentación pútri-
da y se convierte en una especie de mantillo.
Se hace disolver una parte de potasa en una
corta cantidad de agua hirviendo, y se rocían
con esta solución concentrada diez partes de san-
gre desecada, á las cuales se añade cerca de un
centesimo de hojuelas de hierro pulverizadas.
liien mezclado todo, se pone en un crisol de hier-
ro colado, y se procede á la calcinación en un
hornillo común : estos crisoles tienen el fondo re-
dondo, siendo la altura casi cilindrica, y están
provistos en la parte superior de tres asas ó sus-
tentáculos que los afianzan en la mazonería ; su
diámetro comunmente esdecercade unpiésobre
16 pulgadas de profundidad, pudiéndose quemar
en los que tienen estas dimensiones, en siete ú
ocho horas, soire 1 00 libras de sangre.
La mezcla, que desde luego se ablanda y arde
con llama, se aploma poco á poco y deja una
gran parte del cri«ol vacío. Entonces se añade
una nueva cantidad de sangre alcalizada, se re-
vuelve con una barra de hierro, y se continúa de
manera que se mantenga siempre lleno el crisol.
Después de cinco ó seis horas de calcinación, el
vapor ya no se inflama, y la materia queda com-
pletamente carbonizada. Entonces se calienta mas
inertemente, sosteniendo una temperatura muy
elevada, hasta que la materia comience á expe-
rimentar una especie de fusión, y que revolvién-
dola se observe que se pega a la espátula. Este
último punto de la operación dura cerca de dos
horas para 100 libras de sangre. Cuando se cal-
cula que la calcinación ha terminado , se relira ,
por medio de una cuchara de hierro, la materia
del crisol, y se echa a porciones en una cal-
dera de hierro colado que contenga agua fresca
sobre un doble á poca diferencia de la cantidad
de la sangre empleada. Se calienta el liquido y se
continúa hasta que hierva; después se flJKrá so-
bre cuadrados de tela tupida. El residuo se vucl-
AZL
vea tomar para ser lavado de nuevo, y cuando se
ha extraído todo lo que tiene de soluble, se reúnen
los líquidos en cubetas anchas y no muy hondas.
Se dejan de este modo al contacto del aire hasta
que no den precipitado con el acetato de plomo ,
es decir, hasta que la porción de sulfuro que con-
tenían en un principio quede descompuesto. En-
tonces, por cada parte de potasa empleada, se
hacen disolver tres de alumbre, y una y media
tan solo de sulfato de hierro oxigenado; el sulfa-
to de hierro se oxigena haciendo hervir su diso-
lución con una corta cantidad de ácido nítrico.
Para esto se mezclan groseramente las dos sales,
se meten en una cubeta, y se echa sobreestá
mezcla agua hirviendo; pero no se ha de hacer
esta solución hasta el momento en que se haya de
emplear. Cuando está todo dispuesto como acaba^
mos de indicar, se produce el azul de Prusia,
añadiendo poco á poco la solución salina en la le-
jía prúsica de la sangre , y batiendo con mucha
exactitud con un bastón largo. Cuando ha sido
bien hecha la operación, el precipitado que se
obtiene inmediatamente es de un color muy her-
moso ; se deja posar , se decanta por medio de si-
fones colocados en diferentes alturas; se lava
varias veces, y cuando el agua queda perfecta-
mente clara, no precipitando ya con el amoníaco,
se echa entonces el poso sobre una tela; se sacu-
de con frecuencia y se agita de tiempo en tiem-
po con una duela, para exprimir mas fácilmente
el agua. Cuando está bien escurrido, se somete
á la prensa , después se divide el pan que re-
sulta en pequeños paralelógramos, que se dejan
secar al aire libre sobre tablillas colocadas al
abrigo del sol; en invierno se hacen secar á la es-
tufa, pero es menester evitar que la temperatura
exceda de 25°. Bastan ordinariamente tres dias de
estufa para que el azul quede perfectam inte seco;
se necesitan de siete ú ocho por lo menos, tem-
peratura media, cuando se hace secar al aire li-
bre. Se obtienen con esta operación cerca de diez
onzas de azul de Prusia por cada libra de potasa
empleada.
Muchas veces se deja el azul en estado de ma-
sa , modificando el valor por la cantidad de hu-
medad que retiene, prefiriéndosele también pa-
ra las fábricas de papel de escribir y pintado ,
porque se distribuye con mas uniformidad y dá
un tinte mas homogéneo. Todos los fabricantes
tienen beneficio en hacer los azules en pasta,
porque mientras se conservan húmedos, se man-
tiene su bello matiz; pero sucede bastante á me-
nudo que se vuelven verdosos durante la deseca-
ción, y este es por desgracia el inconveniente de
casi todos los que se fabrican en Francia. Los
hermosos azules de Berlín no tienen este delecto.
En la villa de Gracia, extramuros de Barcelo-
na, hay una fábrica que elabora azul de Prusia de
buena calidad. En 1849, se importaron en esta
ciudad, procedentes del extranjero, 1.667 libras
de este producto, valor de 30.000 rs. vn.; ha-
biéndose exportado á varios puntos del reino
1.248 libras, valor de 22.464 rs. vn., y á Ultra-
mar, 956 lib., valor de 17.208 rs. vn.
AZI
El buen azul de Prusia del comercio se presen-
ta en pequeños panes cuadrados, sin sabor ni
olor, de un azul tan vivo como el añil; tiene una
fractura bronceada como éste, que pierde por el
frote contra launa, mientras que este medio la
aviva en el añil; es insoluhle en el agua, el al-
cohol, y todos los ácidos diluidos; las soluciones
alcalinas lo descomponen dejando por residuo
hidrato de peróxido de hierro.
Calentado, el azul de Prusia se distingue fá-
cilmente del añil en que no despide vapores pur-
púreos como éste, pero se ennegrece, se des-
compone dando productos amoniacales, entre los
cuales se distingue el del ácido hidrociánico. El
residuo de la descomposición del azul de Prusia,
incinerado al contacto del aire, deja peróxido de
hierro anhidro , mezclado con una corta canti-
dad de alumina.
Tratando cierta cantidad de azul de Prusia
pulverizado con una solución de potasa cáustica,
ó de carbonato de esta base, por medio de un ca-
lor suave , este compuesto se destruye, inmedia-
tamente toma un color verde amarillento , des-
unes amarillo de ocre por el peróxido de hierro
hidratado que se ha formado, y el líquido alcalino
amarillo de limón que de el resulta se halla en el
estado de cianuro de hierro y de potasio. Esta so-
lución filtrada goza de la propiedad de producir
de nuevo azul ue Prusia, volviéndola á poner en
contacto con persulfato ácido de hierro ó una sal
cualquiera de peróxido de este metal. Las solu-
ciones de amoniaco, de cal y de barita obran
sobre el azul de Prusia como los álcalis prece-
dentes.
Las materias extrañas que mas comunmente
se mezclan con el azul de Prusia son la alúmina
y el carbonato de cal ó creta; esta última sus-
tancia es sobre todo añadida al azul de Prusia
en el estado de pasta que se emplea en la fabri-
ca ion de los papeles pintados.
La cantidad de estas materias puede ser deter-
minada por diversos métodos. La proporción de
alúmina se determina calcinando un peso conoci-
do de azul de Prusia y tratando el residuo roji-
zo, formado de peróxido de hierro y de alúmina,
con dos veces su peso de potasa caustica en un
crisol de plata. La alúmina se une á la potasa y
forma un compuesto soluble en el agua, déla
que puede precipitársela saturando el líquido al-
calino con un ácido ; se prueba en seguida que el
residuo calcinado con la potasa es peróxido de
hierro disolviéndolo en ácido hidroclórico. El azul
de Prusia del comercio contiene siempre alúmina
mezclada; pero la proporción varia según cada
calidad de azul; los azules finos contienen muy po-
ca cantidad , y hasta hay algunos que nada con-
tienen. La única función de la alúmina es servir
de vehículo á la materia colokante y aumentar su
peso.
La presencia de la creta en el azul de Prusia
en pasta, empleado en la coloración de los pape-
les, se reconoce en la efervescencia viva que
produce poniéndolo en contacto con un ácido dé-
bil. Para determinar su cantidad, se trata en frió
AZU 319
un peso de este azul con un exceso de ácido hi-
droclórico débil: elcarlionalode cal se disuelve
con efervescencia, y el azul de Prusia insoluhle
se separa; éste se recoge en un filtro, prév 'iamcnle
pesado, y después de halterio secado á + I00u,
se pesa. És necesario estimar también la cantidad
de agua contenida en este azul en pasta secando
una porción de él.
También se compone, para las necesidades de las
arles una combinación de almidón y de azul de Pru-
sia, muy estimada por su hermoso matiz, pero su
preparación es aun tenida como un secreto. Se
reconoce fácilmente la presencia del almidón en
este azul haciéndolo her\ ir en el agua , porque el
liquido filtrado pasa luego ;» un azul de añil tra-
tado con la tintura de Mido. Haciendo digerireste
azul de Prusia particular con ácido sulfúrico di-
luido, el almidón se disuelve, y el azul se preci-
pita sin experimentar alteración.
En el comercio se distinguen muchas especies
de azules llamados sólidos ó en piedra, ó secos,
bajólos nombres de Azul de Berlin, Azul de Pru-
sia , Azul subido , Azul común y Azul pálido , y
además se venden azules de muchos matices, ba-
jo la denominación de Azules en pasta; pero es-
tos últimos no se expiden á lo lejos , porque con-
tienen una gran porción de agua.
Azul de Berlín. Este producto , conocido tam-
bién con los nombres de Azul fino y Azul de
primera calidad, está en pequeños panes en for-
ma de paralelipipedos regulares , matizados en su
fractura, compactos, duros, de una fractura lim-
pia y de un azul fuertemente matizado de reflejos
violetas y también rojizos, que le dan un aspecto
metálico" y bronceado , análogo al del añil fino
frotado.
Azul de Prusia. El azul de Prusia propiamen-
te dicho está en pedazos ó fragmentos irregulares,
de un color azul subido, ofreciendo también cier-
tos reflejos metálicos y bronceados , pero menos
brillantes. La fractura" délos pedazos, que se
opera fácilmente, pone en descubierto una super-
ficie unida, muy ligeramente violácea.
Azul subido. Éste, que es de un color azul mas
ó menos subido , se encuentra en el comercio en
masas que tienen la forma de un paralelipipedo
rectángulo , de la longitud de dos pulgadas i\
corta diferencia. Estos panes tienen una fractu-
ra limpia, siendo su matiz interno semejante al de
la superlicie.
Azul subido común. Se vende en masas irregu-
lares , compactas , pero fáciles de romper y de
reducirseá polvo, y que se disgregan prontamente
en el agua.
Azul pálido. Semejante, en cuanto á su forma
al precedente, pero de un matiz azul mas débil.
El embalaje del azul de Prusia es siempre bar-
riles ó cajas.
Azul en pasta. Todos los azules precipitados se
venden á veces en el estado húmedo y pastoso,
en el que son mas fáciles de emplear en las pin-
turas al temple asi como en las imprimaciones y
fondos lisos de los papeles de tapicería , y tam-
bién porque se distribuyen mas uniformemente y
320 AZI*
dan un matiz mas homogéneo. Se venden á pre-
cios variables, según la proporción de agua que
contienen y la de alumina que les disminuye el
color : así con frecuencia es indispensable secar
una muestra , á fin de apreciar mejor el matiz
que el estado húmedo hacia mas subido, y ade-
más para juzgar de la proporción de agua. Nada
mas f.icil que este ensayo: se tara un plato ó me-
jor una lamina delgada de vidrio plano , se
cubre la superficie con algunas líneas de azul en
pasta, y se hace secar al aire; se pesa de nuevo
después de la desecación, y la perdida en peso
indica la porción de agua.
El azul de Prusia es uno de los colores mine-
rales mas útiles : sirve con feliz resultado en la
fabricación de los papeles pintados , la pintura á
la aguada y al oleo, para azular papeles comunes,
la imprimación de las indianas y de los legidos de
lana y de seda, siendo sus aplicaciones muy nu-
merosas en tintura. Con él se coloran la seda,
las indianas y la lana teñidas en azul prusiato ó
en azul Raymond , como se dice en términos de
fábrica. Pero, en este caso, se prepara directa-
mente : primero se aplica como mordiente al te-
gido una sal de peróxido de hierro ligeramente
acida, se hace secar, se lava, se pasa en una
agua de jabón caliente, y después se zabulle el
tegido así preparado en un baño de ferro-cianuro
de potasio acidulo. El azul de Prusia se fija inti-
mamente en las fibras textibles y produce así un
color que es muy sólido al aire, á la luz y á los
ácidos, pero que, por desgracia, no resiste tan-
to al jabón y nada á la acción de las lejías, lo
que es un medio para distinguirlo del azul de cu-
bo ó de índigo , puesto que éste no es atacado pol-
las lejias cáusticas. Hace ya algunos años que
se preparan los azules-vapor sobre algodón y so-
bre seda, imprimando sobre las piezas una mezcla
espesa de ácido oxálico y prusiato de potasa, de-
jándolas secar y sometiéndolas á la acción del va-
por por espacio de tres cuartos de hora; todas las
partes imprimadas toman entonces un hermoso
color azul como resultado del azul de Prusia que
se ha producido , bajo la influencia del calor y de
la humedad , en la mezcla precedente.
En las artes químicas, el azul de Prusia es em-
pleado para obtener el cianuro de mercurio v el
cianuro de hierro y de potasio , y el acido hidro-
ciánico.
El azul de Prusia para el uso de la medicina,
debe escogerse de color muy subido , es decir lo
mas puro posible. Aunque el Sr. Coullon haya
observado que no tenia acción sobre muchas es-
pecies de animales, ha sido recientemente preco-
nizado en el tratamiento de muchas enfermedades,
como en las calenturas intermitentes, á la dosis
de i 8 granos al dia en tres tomas ; en las afec-
ciones nerviosas, como la corea, desde y8 de
grano hasta á 4 granos al dia; en la epilepsia,
sin lesión orgánica, á la de '/» grano á 6 granos
al dia; etc. ,
AZUL DE Til ¡:\A Sfi». Se prepara
mezclando 1 parte de fosfato de cobalto húmedo
con 8 partes de alúmina igualmente húmeda ; y,
AZU
después de haber secado esta mezcla en la estu-
fa, se calcina fuertemente, durante media hora,
en un crisol abierto .- así se obtiene una masa ho-
mogénea, de color azul puro. Este bello color,
descubierto por el Sr. Tliénard, es mas barato
que el ultramar natural , pero mucho mas caro,
que el ultramar artificial. — V. Azul de Guimet.
El ultramar ofrece uno de los colores mas bri-
llantes y mas sólidos que hayan enriquecido la
paleta de los pintores; pero el ultramar natural
es extraído del lapislázuli , y se ha vendido hasta
á 760 rs. vn. la onza, mientras que el ultramar
artificial lo reemplaza muy económicamente, pues
se vende en Francia, en donde se fabrica al mas
alto grado de perfección , según las calidades, de
25 rs. hasta SO rs. vn. la onza.
AZUL »E UI/TK ASEAR, Ultra-
mar. Color azul mineral hermosísimo, inalte-
rable al aire y á la luz , muy buscado de los pin-
tores de miniatura , y que se obtiene de la Lazu-
lita. (V. esta palabra.)
El ultramar se separa por la pulverización y el
lavado del lapislázuli ó lazulita , en laque se ha-
lla del todo formado ; pero como la simple decan-
tación no basta para separar completamente la
guanga, se usa otro método. Se incorpora el polvo
fino de la lazulita con una materia grasienta,
(compuesta de resina de pino , cera y aceite de
linaza), de manera que forme una pasta homogé-
nea, y se amasa con agua; la ganga queda in-
corporada con la materia grasienta, y el agua se
lleva el ultramar, que se deja posar y secar.
Calentado solo en un matraz el ultramar no
cambia de aspecto ; expuesto al soplete sobre car-
bón se hincha y se funde á un fuego violento,
dando un esmalte blanquecino; tratado con el
ácido hidroclórico , se descolora desprendiendo
gas hidrosulfúrico y dejando sílice en el estado
de hidrato.
El Sr. C. Déssorme, que ha analizado esta
materia azul, la ha encontrado compuesta de:
sílice 35,8; alúmina 34,8; sosa 23,2; azufre 3,1;
carbonato de cal 3,1 . Es probable que el carbo-
nato de cal pertenezca á la ganga de la materia
azul , y no le sea esencial; pero no es menos difícil
explicar como los principios que restan pueden
producir un color tan hermoso , capaz de resis-
tir durante siglos á la acción del aire y de la luz.
El ultramar es muy raro; al presente, casi to-
do el que se consume nos llega de Italia en don-
de este producto se prepara muy bien. Sin em-
bargo, desde algunos años, la naturaleza de es-
te color es algo mejor conocida , habiéndose
conseguido fabricar ultramar artificial, cuyo pre-
cio , tres ó cuatro veces menor que el del ultra-
mar natural, ha hecho que éste sea menos caro y
menos buscado. — V. Azul de Thcnard y Azul de
Guimet.
Después de la preparación del ultramar, la
mezcla resinosa que no colora el agua, se licúa
con aceite de linaza, y se amasa de nuevo con agua
en la que se ha disuelto un poco de sosa ó de pota-
sa; así seobtieneun polvo gris azul, conocido en el
comercio bajo el nombre de Cenizas de ultramar.
AZI
AZUL l l/l'It l ^M % KI\0 . Azul de
esmalte , Azul de engrudo. Polvo azul
muy uno, que se prepara pulverizando un Vidrio
azul ó azulado de una composición particular.
Las principales fábricas de azul ultramarino se
encuentran en Schneiberg, en Sajonia, y en Bo-
hemia , existiendo también una fábrica en Fran-
cia , en el valle de Luchen , al pié de los Piri-
neos.
El azul ultramarino se fabrica en grande con
el mineral de cobalto , sustancia metálica á la
que debe su color. Este mineral, previamente
escogido , lavado y machacado , se tuesta en se-
guida para separarle el arsénico que contiene;
después se mezcla con arena silícea, y se conti-
núa la tostacion, dando por resultado óxido de
cobalto silicioso, llamado Safre, en el comercio.
Exponiendo en seguida á una temperatura ele-
vada este safre , unido con potasa y nueva can-
tidad de sílice , se vitrifica y produce un vidrio
azul, que se echa en agua fria, cuando aun in-
candescente , para dividirlo , y que después, pul-
verizado, da el Azul ultramarino.
La pulverización se verifica con muelas hori-
zontales , y el polvo obtenido se somete á la le-
vigacion, ésto es , se tiene en suspensión en gran-
des cubos provistos de- llaves en diferentes altu-
ras. Agitando la materia en estos cubos y hacién-
dola salir por las diferentes llaves es como se
obtiene lo que en el comercio se llama azul ul-
tramarino del primer fuego, del segundo , del ter-
cer y del cuarto fuego. Este orden de pretendidos
fuegos solo indica los grados de finura del polvo;
siendo su precio tanto mas subido en cuanto es
mayoría tenuidad y es mas puro el color del pro-
ducto.
Los azules ultramarinos obtenidos por los di-
versos procederes de pulverización , lavado y de-
cantación, forman muchas variedades conoci-
das, en el comercio, bajo las siguientes deno-
AZl SU
minaciones : Azul ultramarino fino , sobrefino, me-
diano, común, ordinario, etc.
El azul ultramarino entra en la composición de
los esmaltes colorados , en las pinturas al fresco
y al temple; sirve para dar color al almidón para
el aderezo de las estofas de seda, de hilo y de
algodón , cuya blancura realza; los fabricantes
de papel lo emplean también para avi\ ar el color
apagado de los pliegos, etc. El azul ultramarino
mas lino, ó de primer fuego , es comunmente em-
pleado para la pintura al temple ó al fresco; las
especies mas groseras constituyen el azul de en-
grudo , de que se hace tanto consumo por las la-
vanderas de fino.
AZULEJO. Ladrillo vidriado blanco, ó de
varios colores , y principalmente azul , de la
extensión de un palmo ó tres cuartos, empleado
para pavimentos, y que sirve para frisos en las
iglesias, cocinas, etc. La materia de los azulejos
es una tierra arcillosa particular , muy común en
la península, y que los fabricantes de Barcelona
recogen de los alrededores del pueblo del llospi-
lalet.
Los azulejos son susceptibles de mejora respec-
to á la finura del barniz , pero no lo permite el
módico precio á que se venden , que es el de 280
rs. vn. el millar de los de á 3/4.
La principal fabricación de azulejos tiene lugar
en Barcelona y Valencia, siendo digna de men-
cionarse la gran fábrica de este artículo que en
esta última ciudad tiene establecida el Excmo. Sr.
Duque de Hijar.
Los puntos de España en donde mas uso se ha-
ce de azulejos son Cataluña y Valencia.
En t849, se importaron en Barcelona, proce-
dentes del reino, 869.940 azulejos, valor de
869.940 rsvn.; — y se exportaron al reino 578,000,
valor de 578,000 rs. vn.; al extranjero, 62,000,
valor de 62,000 rs. vn., y á Ultramar, 1 17,000 va-
lor de 117,000 rs. vn.
BAB
BABELA. Nombre de una Acacia de Ben-
gala, que, según Cossigny, alimenta un insecto
que produce laca.
BABLAH. Especie de legumbre seca, que,
desde algunos años , los Europeos reciben de las
Indias. Los Ingleses fueron los primeros que la
usaron y preconizaron para reemplazar con ven-
taja á la nuez de agalla, al zumaque y á todas
las sustancias astringentes empleadas en las ope-
raciones de la tintura ; pero, habiendo sido sus
ponderadas virtudes apreciadas en su justo valor
por los Franceses, al presente no sostiene ya la
concurrencia, á precio igual , aun con el azu ma-
que de buena calidad.
41 ••
BAC
El bablah parece ser el fruto de la Acacia Ará-
bica, W., empleado en la India en el curtimiento
y en la tintura. Es una legumbre de tres á cuatro
pulgadas de largo, bivalva, complanada, negra,
pero cubierta parcialmente de un polvo gris , y
compuesta de 5 á 8 celdillas separadas por depre-
siones muy marcadas; eada celdilla contiene una
semilla elíptica, complanada , de 3 líneas de an-
cho y de cerca de 4 lineas de largo.
BABREK6. Nombre indio de una semilla
vermífuga, que se recoge y emplea en las altas
provincias de Bengala.
BACARÁ , Baeárlda ó If acanta.
Bacchaius. (leñero de plantas de la familia de
tomo i.
322 BAC
las sinantéreas corimbíferas, tribu de las asteroí-
deas, y de la singenesia de Linneo , que contiene
mas de 200 especies, comunmente iridescentes,
en su mayor parte originarias de la América me-
ridional. Difiere del género Coniza (Conyza) con
el cual ciertos autores lo reúnen , porque sus es-
pecies son dioicas. En üioscórides se nace men-
ción de una planta llamada fíaccharis, que parece
ser nuestra digital ; sin embargo , Linneo ha da-
da este nombre á una especie de su género Bac-
charis, á la que ha llamado Búcara de Dioscó-
rides.
La Bagara del Brasil (Baccharis brasiliana,
L. ; Vernonia scabra, Pers.) se dice que es emo-
liente y resolutiva, y en el Brasil sus hojas contu-
sas son usadas en las enfermedades de los ojos.
Según Horsíield , en Java, con la Bacará de In-
dias (Baccharis indica, L.) se preparan baños
aromáticos y estimulantes, y también se la hace
entrar en muchos otros medicamentos. La Bacará
con hoja de Iva [Baccharis ivcefolia, L.) es usa-
da en el Perú como estomática. Las Bacará con
HOJA DE H.U.1MO , BÁCARADE VIRGINIA (Bachüñs
halimi folia, L.) y Bagara con hoja de Adelfa
(Baccharis neriifolia , L.) , son cultivadas en los
jardines como plantas de adorno.
BACCAH. Los Sres. Fée y Tenore piensan
que Virgilio designa bajo este nombre el Asaro
de Europa (Asarum europceum, L.), y no la Va-
leriana céltica, L., como lo han creido otros
comentadores.
BACOPA , Bacopa. Género de plantas , de
la pentandria monoginia , que el Sr. Bentham co-
loca en la familia de las escrofularíneas, y Au-
blet, que lo fundó, en la de las portuláceas. Las
dos únicas especies que se conocen de este gé-
nero son yerbas lampiñas, indígenas de la Améri-
ca ecuatorial, dehojas opuestas, y llores de corola
blanca ó azul.
La Bacopa acuática (Bacopa aquatica , Au-
blet) es empleada en las quemaduras por los ha-
bitantes de Cayena, quienes la designan bajo el
nombre de Yerba de las quemaduras.
BACTBIS, Bactris. Género de palmeros
creado por Jacquin , quien describió dos espe-
cies bajo los nombres de Bactris minor y Bactris
majar; pero posteriormente, habiendo sido mejor
estudiados los palmeros de la América, y sobre
todo del Brasil , este número ha ido aumentándo-
se hasta poder contar veinte y cuatro especies
descritas por el Sr. Kunth, todas indígenas de
la América meridional, y la mayor parte de Brasil.
El Bactris gasipaes, Kunth, que crece en la
Nueva-Granada, en cuyo país se le llama Gachi-
paes, produce frutos comestibles, largos de dos
pulgadas, sucolentos y de sabor agradable. Qui-
zás es idéntico con el palmero Chonto ó Chonta-
duro, aunque este último tenga el fruto mas
grueso.
El Bactris menor (Bactris minor, Jacquin;
Bactris mínima, Goern.) es un pequeño palma-
ro en forma de caña, que no excede del grueso
de una pulgada, de 3 á 4 varas de elevación, y
de un tejido muy denso ; produce bastones ó pa-
BAF
los muy sólidos , duros y negros , conocidos en
el comercio bajo el nombre de Cañas de Tabago,
siendo del uso de fabricar bastones de este pal-
mero de donde el Sr. Jacquin ha tomado el nom-
bre del género Bactris (bastón). Además, los
frutos de esta especie son agrillos y también co-
mestibles, y con ellos, por la fermentación, se
prepara una bebida vinosa.
IBA CU Af ; i6l IAG . Apocinea de las Filipi-
nas , cuyo zumo se dice que hace abortar á las
mugeres en cinta.
HA.WAAA. Nombre que se da á las pieles
de carnero curtidas con polvo de corteza de roble,
u otra. La badana se distingue del Carnero cur-
tido con zumaque. La badana recibe, como este
último , todos los colores excepto los compues-
tos esencialmente de añil y de cochinilla; se
adelgaza como el becerro bajo la cuchilla del
zurrador ; se la adoba y se la da lustre como al
cordobán , para el uso de los sombreros , vaine-
ros, ebanistas, papeleros y encuadernadores de
libros, recibiendo todos los matices, el dorado,
los jaspeados y el estampado. Las badanas, en
razón de su solidez, son también útilísimas á los
silleros, guarnicioneros, cofreros, fabricantes de
fuelles, y para hacer mandiles de herreros.
La badana se fabrica en particular en los lu-
gares en donde las aguas y las cortezas son pro-
pias para este ramo de industria. En Cataluña las
principales fábricas son las de Figueras, Bipoll,
Mataré , San Andrés de Palomar , San Martin de
Provensals, Bordeta , y sobre todo la del pueblo
de Horta.
En tenería , se distingue la badana en costra y
la badana al aceite : la primera es la que está
secada sin aceite, para no dañar á la composi-
ción de los colores; la segunda está destinada
para ser empleada al natural, ó teñida de negro.
La badana se estima tanto por su buen curtido
como por su buena naturaleza; la diferencia con
el carnero zumaque es de 20 á 40 p.%- Véndese
al peso.
En Barcelona, en 1849 , el movimiento comer-
cial de badanas fué :
Importación.
ai™;™ (Badanas. . . 1,204 docenas. 132,440rsvn
140,840 »
217,580 rs.vn.
288,840 »
14,850 »
23,160 »
544.430
j de colores. 70
1,274 »
Exportación.
Al reino /Badanas. . . .1978 docs.
Al remo. | decolores. 4407 »
Al ex- r Badana. ... 135 »
tranjero \ de colores. 193 »
8.713 »
BADIRI. Nombre de una planta de Am-
boina, de sabor mordicante, con la que se azota
á los niños , operación que tiene por objeto hacer-
les andar mas pronto. Se piensa si seria una or-
tiga.
BAFJETAS. Tela de algodón de las Indias,
muy conocida en Francia antes de la fabricación
de la indiana, en donde se consumía en blanco
con buen resultado, y sirvió también para los
BAI
primeros ensayos délas imprimaciones que allí se
hicieron. Mas, desde el gran desarrollo que tomó
en Inglaterra y en Francia , á principios del si-
glos XIX, la tejedura de algodón , esta especie
de tejido fué abandonado, siendo reemplazado en
el consumo y en la imprimación por las telas de
algodón un ¡versal mente conocidas bajo el nombre
de Indianas.
Por lo tanto, el nombre bafetas solo puede ser-
vir para la historia del comercio , si bien, para
completar el articulo, debemos decir que el me-
jor bafetas era el de Surata, y que se conocían va-
rias otras calidades de este' genero, llamadas se-
gún los puntos de fabricación ó según su ancharía
y su largaria, Broad-Brou, Dabcuy , Narou-
Brou, Narouvhit-Brou, Nerindos yShuab.
BAFIA, Baphia. Género de plantas coloca-
do con duda entre las esvarciéas, del que no se
conoce sino una especie, el Bafia nítida [Baphia
nítida, DC.) vegetal de África, que da el Leño de
cam , Cum-vood de los Ingleses, quienes lo pre-
tieren á lodos los demás leños rojos para la tintura
de este color, y del que hacen un gran comercio.
BAC ASA , Baoassa , Aublet. Género de
plantas incompletamente conocido , que parece
pertenecer á la familia de las artocárpeas , y fun-
dado en una sola especie , que crece en la Guia-
na, que es un árbol lactescente, de hojas opues-
tas , ovales y trilobadas, y de estípulas caducas.
El fruto de bágaza es una baya del volumen de una
naranja mediana, de color amarillento y cubierta
de una piel granosa; su carne, que los criollos y los
otros habitantes del país comen con placer, escon-
sistente, suculenta, de buen gusto, y refrescante.
BAGAZO. Residuo que queda de aquellas
cosas que se exprimen fuertemente para sacar el
licor ó zumo, como de la uva, aceituna, caña de
azúcar , etc. Los usos especiales á que se emplean
cierlos bagazos serán indicados al hablar de las
sustancias de que proceden . Debemos aquí, por su
importancia, ocuparnos de los Bagazos de granos
oleaginosos , que son los residuos de estas semi-
las sometidas a la prensa'para exprimir su aceite-
lijando principalmente la atención sobre los resi-
duos de colsay de linaza. Estos residuos ó baga-
zos toman la forma de panes complanados, siendo
llamados en cierlos puntos Panes de aceite.
El Bagazo de colsa constituye en Normandia y
en el departamento de la antigua Flandes un ra-
mo de comercio muy importante, que va en au-
mento cada año , porque se tocan mas y mas sus
ventajas como abono , singularmente para la col-
sa y la remolacha de azúcar. Los bagazos de bue-
na calidad deben ser de un color verde subido,
y los mejores son los nuevamente fabricados,
pues los de un año para el olro están por lo co-
mún enmohecidos, lo que es fácil de reconocer
en su ¡olor desagradable. Los que están mezcla-
dos con granos extraños son negros, pero esta
mezcla es bastante rara.
En Bélgica y en Inglaterra se recibe muchísimo
Bagazo de linaza del extranjero, para engordar
los ganados.
UAIIililElilA. Género establecido por
BAJ 323
Aublel para un vegetal de la Guiana , de la fami-
lia do las sinanléreas, tribu de las senecionídeas.
El Baillieria áspera sirve, en Cayena, para em-
borrachar el pescado, loque procura abundan-
tes pescas , y se le suponen propiedades de las
cuales se podría quizas sacar partido.
BAJO RELIEVE. Llámanse así las fi-
guras ú objetos modelados ó esculpidos mas ó
menos salientes del fondo ó campo á que están
adheridos. Los bajos relieves adornan los edifi-
cios, los templos, los arcos de triunfo, las co-
lumnas, los altares y los sarcófagos , siendo em-
pleados en el ornato interior y exterior.
Los bajos relieves antiguos nos conservan obje-
tos de historia y de mitología que nos dan una
idea de las composiciones de los antiguos artistas
y ejemplos de su ejecución relativamente al arle.
En ellos se encuentran la representación de los
edificios , de las usanzas , de las armas , de los
muebles , de los utensilios , y á veces los retra-
tos de los pesonajes célebres, de los generales y
de los emperadores.
Los bajos relieves son interesantes para el es-
tudio déla antigüedad figurada, porque nos ayu-
dan á determinar el objeto de las estatuas aisla-
das, á reconocerlas por la comparación , y á res-
tablecer los atributos que les faltan; llevando á
veces inscripciones que nos indican los nombres
de los personajes que representan , ó de los ar-
tistas que los han esculpido. El hermoso bajo re-
lieve cíe la Apoteosis de Homero, del museo de
Pió Clementino , lle\ a los nombres de los perso-
najes principales de esta composición, v el del
escultor Arquelao de Priene, hijo de Apoíonio.
La ejecución de los bajos relieves tiene lugar
en barro, madera, piedra, mármol, marfil, y en
toda especie de metales. Las piedras grabadas
son bajos relieves hechos en hermosas y ricas ma-
terias; pero forman una clase á parte , y lo mis-
mo deiie decirse de los que adornan los vasos v las
joyas. En el estudio déla antigüedad, la palabra
bajo relieve comprende los bajo reheves en pie-
dra , en mármol y en lierra cocida y y se aplica aí
arte de fabricarlos el nombre de toréutica, que
los modernos han empleado equivocadamente pa-
ra designar las obras hechas al torno.
Según Plinio, Fidias, fué el primero que eje-
cutó bajos relieves con feliz resultado, y Policleto
quien los perfeccionó.
Los Egipcios daban muy poca salida á las fi-
guras de sus bajos relieves, contentándose para
¡orinar el campo convaciar sus contornos; losobe-
liscos y las paredes de las murallas de muchos de
sus antiguos templos nos ofrecen esta forma, que
los Griegos imitaron desde luego. En los famosos
siglos de la escultura, los Griegos vaciaron un
campo proporcionado alas ti guras, álascuales die-
ron siempre poco relieve, teniéndolas separadas
entre sí y asentadas en el mismo plano. Se ha di-
cho que los antiguos no conocían la perspectiva
lineal , pero si no la emplearon en la escultura fué
porque un bajo relieve debe ser visto de un solo
punto, y por consiguiente ninguna parte debe es-
tar oculta por otra.
324 BAJ
El relieve aplanado se observa en las figuras
de iriso del Partenon de Atenas, construido en
tiempo de Periclo por el arquitecto Ictino, bajo
la dirección de Fidias. Según el Sr. D' Uancar-
ville , si se hubiese dado á estas figuras mucho
relieve ó salida, siendo muy elevados los frisos
del Partenon , las partes mas cercanas al ojo
hubiesen ocultado las mas lejanas.
En la mas remota antigüedad , los bajos relie-
ves eran pintados ó coloridos , encontrándose
ejemplos de ellos en los de los Egipcios , de los
Etruscos , de los Volscos y de los primeros pue-
blos de la famosa Grecia.
El mas antiguo artista de bajos relieves cince-
lados sobre vasos de plata seria Alcon de Milea
en Sicilia , si debiese de creerse á Ovidio que lo
coloca algunas generaciones antes de la guerra
< e Troya; pero, según Cluvier, la ciudad deMilea
no fué construida hasta algunos siglos después de
esta época. La descripción del broquel de Aqui-
les en Homero prueba que el arte de ejecutar ba-
jos relieves sobre metales remonta á tiempos muy
antiquísimos.
Los Griegos sobresalieron mas que ningún otro
pueblo en la escultura délos bajos relieves , sien-
do aun hoy dia los del Partenon las mas admira-
bles obras maestras del arte. Los Romanos, aun-
que en un grado inferior , tuvieron no obstante
gran habilidad en la ejecución de los bajos relie-
ves , y todo el mundo conoce los de las columnas
Trajana y Antonina , los del arco de Tito , etc.
De nuestros dias, el célebre Danés Thorwaldsen
ha ejecutado para la Villa Sommariva , en el lago
de Come, un largo friso , cuyo objeto es el Triun-
fo de A lejandro, que puede rivalizar con las mas
grandes obras maestras en este género que nos ha
legado la antigüedad.
Los Italianos han dividido el género relieve en
tres clases : alto relieve , medio relieve y bajo re-
lieve, según que las figuras de que se compone
este género están casi enteramente separadas
del fondo , ó que no son embutidas sino de la
mitad de su diámetro , ó que en fin son muy po-
co salientes. No obstante esto, el uso ha genera-
lizado la voz de bajo relieve para expresar toda
especie de obra de relieve, sea el que fuere éste.
El verdadero bajo relieve tiene muy poco em-
butido y exije mucho mas arte que el bajo relieve
cuyo embutido es muy considerable, sobre todo
para la composición pintoresca, ó la formación de
las figuras en grupos. El juego de las luces y de
las sombras es también uno de los grandes esco-
llos de la escultura de bajo relieve.
Como insiguiendo nuestro plan no nos es per-
mitido estudiar los bajos relieves bajo el punto
de vista artístico, sí que debemos ocuparnos de
ellos como mercadería, creemos con lo expuesto
haber dado una idea suficiente para poder apre-
ciar el mérito de los adornos de esta especie,
destinados para decorar los aposentos , embelle-
cer Los marcos de espejos, de cuadros, etc., etc.,
y que, de algunos años á esta parte , la industria
se ha ejercitado mucho en perfeccionarlos y en
poderlos entregar á bajo precio.
BAJ
I. Se ha inventado modelar adornos de relie-
ve conocidos bajo los nombres de Estuco leñoso y
Madera colada. Paradlo, se prepara una cola
muy clara con 5 partes de cola de Flandes y I
parte de cola de pescado , que se disuelven por
separado en mucha agua , mezclándolas, después
de haberlas pasado por un lienzo muy fino. Pre-
parada así la cola y calentada hasta que no se
pueda sufrir el dedo metido en ella , se la añade
ralladura de la madera que se quiere figurar en
la moldura , para formar una pasta , de la que se
dauna capa sobre todas las partes huecas del
molde. Mientras se seca esta primera capa , se
prepara otra mas grosera con aserraduras ó pol-
vo de la misma madera que no ha podido pasar
por el tamiz , y que solo ha sido cribado , con la
que se acaba de llenar enteramente el molde:
esta segunda pasta, que se liga á la primera y
aumenta su consistencia, se tiene cuidado de
amontonarla en el molde con la mano , para que
la capa inferior reciba bien todas las figuras de
la escultura. En seguida se cubre todo con una
plancha untada de aceite , que se carga fuerte-
mente de peso á fin de que la pasta entre bien en
todos los contornos , y así se deja secar hasta
que por la contracción que experimenta la masa
en el molde se conoce fácilmente el momento
oportuno para extraer la figura, que, sin romper-
se, se despega volviendo el molde al revés; pe-
ro antes, con una lámina ancha y muy cortante,
se ha de quitar todo lo que sobresale del molde,
para que la parte inferior de la pieza presento
una superficie plana. Todo lo demás se concibe
sin descripción : este bajo relieve se aplica con
cola al campo que se quiere cubrir de adornos,
y si estos adornos deben quedar del color de la
madera , basta darles algunas manos de barniz
al alcohol y encerarlos con el encáustico , como
se practica paralas maderas realmente esculpidas.
Difícil es, si se procede con maestría, el conocer
que esta clase de adornos sean hechos en moldes;
también pueden pintarse y dorarse, según se acos-
tumbra, siendo el dorado que reciben muy sólido.
II. Adornos de almáciga y de cartón piedra
para las decoraciones en relieve. Desde 1806,
se fabrican en Francia diversos adornos que imi-
tan las mas ricas esculturas , por medio de la
moldura de una composición plástica, formada
principalmente de creta, de cola fuerte y de pasta
de papel, empleada sobre todo para las decora-
ciones en bajo relieve, marcos dorados de espejos,
cuadros, estampas, etc. Los inventores anuncian
que estos adornos adquieren la solidez de la pie-
dra mas dura , y que el proceder de fabricación,
por medio de uña compresión muy poderosísima,
ofrece una perfección de acabado y de limpieza
en la ejecución que dispensa de todo reparo.
Estos adornos reemplazan con ventaja á toda
especie de escultura para las varias decoraciones
interiores y exteriores de los monumentos, igle-
sias, leatro's, etc. Cuando se colocan al exterior,
es necesario pintarlos al óleo, dándoles muchas
capas , y en este estado pueden fácilmente reci-
bir el dorado.
BAJ
111. Materia plástica del Sr. Dédreux, sus-
ceptible de ser vaciada y que puede resistir tanto
como la piedra á las intemperies del aire, felá
compuesta do arena, arcilla cocida, tiestos de
porcelana, pedazos de mármol blanco pulveriza-
dos y mezclados con litargirio y aceite de linaza
cocido. El aceite de linaza se halla en ella en
tan corta porción que el cimiento solo está lige-
ramente humedecido, y comprimiéndolo casi no
contrae mas adherencia que la arena verde de
los fundidores ; pero poco á poco la materia se
calienta , las moléculas se pegan entre sí , y en
breve tiempo se forma de ella una pasta bastante
dúctil para recibir la impresión de los moldes los
mas variados en huecos.
Creemos útil terminar este articulo dando el
proceder y la receta de un barniz que puede ob-
tenerse fácilmente y á precio bastante bajo, y que
asegura por tiempo indefinido la conservación
de ios adornos de que acabamos de hablar. Tó-
mese aceite de linaza bien puro, conviértasele en
jabón por medio de la sosa cáustica; á este jabón
liquido añádase una fuerte solución de sal común,
y llévese la cocción hasta el punto de dar una
gran densidad á la materia. El jabón formado
sobrenadará en la superficie del líquido en pe-
queños granos débilmente aglomerados , que se
recogen con un espumadera y se ponen é escur-
rir sobre un lienzo claro, sometiéndolos en segui-
da á la prensa para extraer la humedad. Disuél-
vase primero este jabón en el agua; en seguida
hágase una disolución de una mezcla de 80 par-
tes de sulfato de cobre y 20 partes de sulfato de
hierro, fíltrese al través de un lienzo, y después
de haberla hecho hervir en un vaso de cobre muy
limpio , échesela poco á poco la solución de ja-
bón conservada á parte. El resultado de esta ope-
ración es la separación de jabón metálico insabi-
ble, que se precipita en forma vedijosa, y el que
se lava primero con agua hirviendo, después en
agua fria , y luego se comprime en un lienzo para
enjugarlo y secarlo lo mas posible, y en este estado
sirve del modo como va á decirse:
Se hacen cocer 34 onzas de aceite de linaza
puro con 8 onzas de litargirio en polvo fino,
y se cuela por un lienzo fino. Después, se to-
man 9 Vs onzas de este aceite, 5 onzas de
jabón metálico y 3 onzas de cera blanca pura, todo
lo que se licúa "en un vaso sobre cenizas calion-
tes, dejándolo un rato á la lumbre para evaporar
el resto de humedad El barniz así obtenido, y
que queda líquido aun enfriado, se aplica so iré
las esculturas de pasta de madera raspada \ so-
bre las de cartón piedra , y llena todos sus poros
sin alterar de ningún modo los primores de la obra,
y si previamente se pone oro molido con miel so-
bre los puntos culminantes de las molduras, se
obtiene un efecto magnifico de patina antigua.
Si para hacer el jabón metálico de que se ha
hablado arriba, en vez de una mezcla de sulfato
de cobre y de sulfato de hierro , solo se emplea
este ultimó , se tendrá una patina roja esca-
ra. Si se emplean sulfalos de zinc y de bismuto,
se tendrá un barniz que imitará perfectamente el
BAL 333
mármol blanco para las esculturas. Todo esto es
fácil de hacer y el resultado cierto.
i(\K| ó llalmku. Pescado del topón
buscado por lo delicado de su carne. Los habitan-
tes de este país tiranía cabeza, los intestinos y los
huesos, y lo lavan y limpian con mucho esmero,
pero, á pesar de estas precauciones, muchas
personas mueren envenenadas por haberlo co-
mido. Cuando un Japonés está fatigado de su
existencia se sirve de este pescado con preferen-
cia á todo otro medio de destrucción. Scheulzer,
en su Historia del Japón , dice que cinco perso-
nas de Nangazaka que habían comido un plato
debakuse desmayaron, fueron atacadas de con-
vulsiones, de delirio y de un vómito de sangre de
tal modo violento que murieron al cabo de poco
tiempo, y con todo estos pueblos no quieren abs-
tenerse de un alimento que encuentran muy deli-
cado. Ño obstante, un edicto del emperador pro-
hibe expresamente á los militares comer este pes-
cado , que se v ende mucho mas caro que todo
otro.
II UiiCHAA. El balachan se hace en
Siam y en Tonquin con pequeños cangrejos de
mar, quenosotros;llamamos salicotes , que se ma-
chacan con sal para formar de ellos una especie
de pasta ó salmuera espesa , que se hace cocer
al sol por espacio de muchos días , teniendo cui-
dado de revolverla, con lo que despide á lo
lejos un olor desagradable. Esta pasta suple
á la manteca, fortifica el estómago y excita el
apetito. En Tonquin , se la da el nombre de iVw-
kemun ; se come con arroz , y sirve también pa-
ra sazonar las carnes. Los que preparan esta sal-
muera tienen mucho cuidado de recoger el agua
que se escurre de ella, la que, metida en botellas
herméticamente cerradas , conservan para sazo-
nar los alimentos.
BAIiAOU. Pescado de la longitud y de la
forma de la sardina; su mandíbula inferior tiene
un pico bastante fuerte , delgado y puntiagudo
como una aguja. La carne del balaou es consis-
tente , delicada, de buen gusto y de fácil diges-
tión. Este pescado es muy abundante en la Mar-
tínica , en donde se pesca con luces.
WtJkMáAXM A. Instrumento de una aplicación
casi continua en las artes industriales y en el co-
mercio, que sirve para determinar el peso de los
cuerpos.
Créese que la invención de la balanza data del
establecimiento delcomercio. La Escritura sagra-
da dice que cuando Abrahan compró á Ei'ron la
cueva para enterrar á su esposa Sara, hizo pe-
sar el dinero, lo que supone existir entonces un
instrumento igual ó parecido á la balanza. La ba-
lanza es el símbolo déla equidad y de la justicia:
en las medallas romanas la Equldar' se \c can
este atributo, así como la diosa Moneda. Virgilio
para alabar la equidad de Augusto le promete pa-
ra su residencia celeste el signo de la balanza.
Homero, en la lliada, da á Júpiter una balanza do
oro con la que pesa el destino de los Trujanos y
de los Griegos. Los Mahometanos creen que el
último día del juicio todas las almas serán pesa-
326 BAL
das en unas balanzas mas grandes que loda la
tierra para saber el destino que deberá dárselas.
Todas las construcciones posibles de balanzas,
á excepción de la balanza romana de resorte, es-
tán fundadas en la teoría de la palanca. En efec-
to, la balanza es siempre una palanca de primer
género , cuyo punto de apoyo está en el medio,
siendo la resistencia representada por uno de sus
extremos, cargado del cuerpo que se ha de pesar,
mientras que el otro extremo, cargado de las pe-
sas que establecen el equilibrio , representa la
potencia.
En este artículo, si bien describiremos algunas
especies de construcción , nos ocuparemos con
preferencia de consideraciones de práctica sobre
el uso de la balanza.
í. La Balanza común, de fiel derecho , está
dividida en dos brazos iguales, siendo su punto
de división á la vez el punto de apoyo, y los pla-
tos están suspendidos en los extremos de los dos
brazos del fiel. Los cuerpos que se han de pesar
se colocan en uno de los platos, poniendo la ba-
lanza en equilibrio por medio de pesas conocidas,
colocadas en el otro plato. En un instrumento bien
construido , cuando los platos están vacíos , el
liel debe mantenerse perfectamente horizontal,
mientras que subsiste el reposo, y toda especie de
agitación ó de impulso dado á este fiel debe pro-
ducir oscilaciones mas ó menos cortas que finirán
por colocarlo en su posición horizontal. Para re-
conocer mas fácilmente y á primera vista si se
llena esta condición , conviene adaptar al fiel ,
á igual distancia de los extremos , una aguja ó
flecha vertical cuya punta, en el estado de reposo,
corresponda á una señal trazada en el pié de la
balanza.
Si, estando vacíos los platos, la flecha se se-
para á derecha ó á izquierda de esta señal, será
preciso volverla á ella cargando el uno ó el otro
plato, según convenga, con un pequeño peso
adicional, que desde entonces podrá ser consi-
derado como formando parte integrante del ins-
trumento. Cargando en seguida los platos, de
un lado con el cuerpo que se ha de pesar, y del
otro con las pesas que establecen el equilibrio,
se concluye que el cuerpo que se pesa es de un
peso rigurosamente igual al de las pesas emplea-
das.
Pero esta conclusión no es exacta sino en tanto
que hay perfecta igualdad en la longitud de los
brazos; puesto que refiriendo el efecto de la ba-
lanza á la teoría de la palanca, de la que de ella
depende únicamente , no debe olvidarse que las
potencias tienen tanta mas acción para hacer in-
clinar al fiel hacia su apoyo , en cuanto su brazo
de palanca es mas largo, de modo que se podria,
sin alterar el equilibrio , disminuir la carga de
uno de los platos mientras que se alejase pro-
porcionalmente éste del eje del fiel. El peso mas
débil obra en este caso sobre el brazo mas largo
de la palanca ; pero si se cambian ambos pesos
de plato, cada uno tomará recíprocamente el
brazo de palanca del otro, y el fiel cesará de
mantenerse en una posición horizontal.
BAL
Semejante balanza es fraudulenta, y su uso
está prohibido por la ley , porque simula, á vo-
luntad del pesador , una igualdad de peso y de
dimensiones en todas las partes cuando los platos
están vacíos , aunque los pesos reunidos del bra-
zo mas corlo , de su plato y de las cuerdas ó ca-
denas que lo suspenden, sean juntos mas pesa-,
dos que las pesas análogas del otro lado. Pesar
en tal balanza, con pesas justas y bien marcadas,
equivale á pesar con falsas pesas.
Sin embargo , si se sabe esta construcción de-
fectuosa del instrumento., se puede remediar , y
pesar justo con esta misma balanza. El medio
consiste en destarar primero el cuerpo que se ha
de pesar, es decir, ponerlo en equilibrio colo-
cando en el otro plato diversos cuerpos , tales
como granos de plomo , etc. , etc. ; después se
retira de su plato el cuerpo cuyo peso real se
quire conocer, y se le sustituyen pesas conocidas,
como si se quisiera pesar la tara. Es evidente
que estas últimas pesas reunidas son exactamente
el peso del cuerpo que se quiere pesar, puesto que,
en las mismas circunstancias , la tara es equili-
brada por este peso y por el cuerpo. Este proce-
der, que dispensa de todo cálculo, y no supone ni
que el fiel conserve la posición horizontal cuando
la balanza está vacia, se llama método de las do-
bles pesadas.
Conócese también otro método para asegurarse
de la exactitud de las pesadas , que consiste en
colocar sucesivamente el cuerpo que se ha de pe-
sar en ambos platos. Las pesas necesarios para
equilibrarlo en estas dos posiciones sucesivas se-
rán necesariamente desiguales si la balanza es
inexacta ; pero entonces el verdadero peso del
cuerpo será igual á la raíz cuadrada del produc-
to de estos dos pesos desiguales. Como esle se-
gundo método, además de exigir cálculo, no ofre-
ce una exactitud tan rigurosa como el de la doble
pesada, creemos poder dispensarnos para la prácti-
ca de hacer conocer estas ligeras causas de errror.
Sería supérfluo describir aquí minuciosamente
las parles que componen la balanza común , muy
vulgarmente conocidas ; pero insistiremos sobre
algunos puntos esenciales de su construcción , en
los cuales las precauciones que se tomen pueden
contribuir á la exactitud de las pesadas y á hacer
mas duradero el buen uso del instrumento. El fiel
debe ser de buen acero templado para evitar la
inflexión de los brazos , que podria ser desigual
del uno al otro, lo que cambiaría la relación de
las palancas y falsearía el instrumento. Conviene
también en general que la suspensión del liel, por
su chapa , tenga lugar en una pared sólida, un
poste bien fijo; el eje de suspensión y el ani-
llo inferior deben ser.de acero muy duro y bien
pulimentado ; el contacto debe tener lugar sobre
un corte vivo que se proporciona al eje , y se
evitan lo mas posible todas las rugosidades que
podrían encontrarse en estas superficies de con-
tacto. Se da comunmente el nombre de cuchillos
á los cortes del eje , en razón de su forma, y los
cortes de estos cuchillos resbalan , con el esfuer-
zo del peso, hacia el anillo que los sostiene , has-
li\L
ta tpw habiendo llegado á la parte inferior, des-
cansan en ella como sobre un plano perfectamen-
te horizontal.
II. Balanza pe ensato. En las balanzas de
ensayo, que sirven para las operaciones mas de-
licada";, como verificar la ley de los metales ó
para pesar los diamantes ú otras sustancias de
gran precio, se ha de asentar el cuchillo sobre un
plano de ágata ó á lo menos de acero templado
de la mayor dureza ; este plano debe ser horizon-
tal , inmóvil y perfectamente pulimentado , y el
cuchillo también templado muy duro, de corte
fuerte y en forma de triángulo equilátero. Si fuese
mas ag'udo y como cortante, el corte estaría ex-
puesto á aplastarse bajo el peso total que sostiene.
Además , como el frote crece con la presión, se
reduce cuanto se puede , disminuyendo el peso
total y por esto se procura hacer al fiel lo mas
ligero posible. La fabricación de una balanza de
ensayo, que reúna todas las condiciones de per-
fección posible, requiere mucha habilidad y ta-
lento , y de consiguiente este instrumento debe
ser de un precio muy elevado , y nada extraño es
que una buena balanza de ensayo cueste de 3.500
a 5.500 rs. vn. Si se atiende á todas las dificulta-
des que se ofrecen en la construcción de las ba-
lanzas de ensayo no puede prescindirse de tribu-
tar un homenaje á los hábiles constructores,
tales como los Sres. Fortín, Kutsch, Chemin,
Gandolfi, que sobresalen en términos de hacer
balanzas que , cargadas de dos libras en cada
plato, pueden caer por la adición de '/«o ('e grano.
Las balanzas de ensayo se construyen de varias
maneras: la Balanza de Berzélius, muyen uso hoy
dia en los laboratorios, está construida de modo
que se evita la doble pesada. No obstante toda pe-
sada hecha al aire exige una corrección , porque
un cuerpo rodeado de este fluido, pierde de su
peso real una cantidad igual al peso del volumen
de aire que desaloja , y aunque esta cantidad sea
poco considerable, no puede despreciarse en
experimentos minuciosos.
Balanza hidrostática. Instrumento destinado
para determinar el peso específico de los cuerpos
sólidos si pueden ser sumergidos en el agua sin
disolverse ó sin que sea alterado su volumen. Es
parecida á la balanza común , pero uno de sus
platos es reemplazado por un hilo del que se sus-
pende el cuerpo que se quiere pesar y que debe
estar sumergido en el agua. Se la pueden dar
diferentes formas , y así es que se conocen entre
otras la Balanza hidrostática de Lukin , inventa-
da por un americano , recomendada por su sen-
cillez, y, al mismo tiempo , por su precisión , y
que está construida según los principios de la ro-
mana; y la Balanza hidrostática de Coate, tam-
bién de "invención americana, construida según
los mismos principios que la precedente, difirien-
do empero por su modo de graduación, que está
dispuesto para determinar el peso específico de
los minerales. Con la balanza hidrostática se pue-
de también determinar la densidad de los cuerpos
líquidos, si bien se acostumbra emplear á dicho
objeto los Areómetros. (V. esta palabra.)
BAL 327
III. Balanza báscula; Báscula. La Báscula
es una pieza de madera ó de hierro que se apo\a
por su medio en un eje , de modo que pueda os-
cilar libremente hasta sostenerse en equilibrio, sea
que el eje la divida en dos brazos iguales, sea que
tenga uno de los dos brazos mas largo que el otro.
El iiel de una balanza es una verdadera Láscula
de brazos iguales.
La báscula es esencialmente un aparato de pe-
sar , y su buen efecto se puede decir que des-
cansa en la desigualdad de los brazos, en térmi-
nos que una pequeña potencia , colocada en el
extremo del brazo mas largo, se pone en equi-
librio con un cuerpo pesado colocado en el otro
extremo.
El uso de las básculas presenta ventajas rea-
les sobre el de las balanzas comunes para las
pesadas habituales del comercio al por mayor;
pero para pequeñas pesadas y bajo cierto limite,
la báscula pierde sus ventajas sobre la balanza,
que es menos costosa , y es susceptible de mu-
cha mayor precisión.
Al presente las balanzas básculas están muy en
uso : fabrícanse de la fuerza de 200 hasta 5.000
libras, que se pueden colocar en todas partes y
aun en el suelo ; bastando en unas una pesa dé
libra para pesar 10 libras, y en otras hasta 100
libras , y siendo ambas sensibles á una onza. Las
mas importantes son las balanzas básculas de ro-
mana para pesar carruajes de cuatro ruedas,
en las cuales se puede pesar desde I libra hasta
40,000 libras, en 3 á 4 minutos , siendo sulicienle
una pesa de libra para pesar 100 libras.
El Sr. Muller, de quien hemos hablado en otro
artículo de esta obra , se distingue por la per-
fección, la solidez y el buen gusto con que fabri-
ca toda especie de balanzas básculas, y también
la Balanza inglesa portátil, que se ha hecho ya de
moda entre los drogueros, boticarios, tenderos
y cuantos venden al por menor.
IV. Balanza romana, Bomana, Bomana m
contrapeso. Está compuesta de un astil inflexi-
ble , suspendido en uno de sus puntos por un
cuchillo que divide su longitud en dos brazos
desiguales ; al brazo mas corto hay adaptado un
gancho del que se suspende el cuerpo que se
quiere pesar ; una pesa invariable sostenida por
un anillo , llamada pilón , míe puede correr a lo
largo del otro brazo , y se lleva al punto en (pie
el equilibrio tiene lugar entre el peso invariable y
el cuerpo que se ha de pesar , encontrándose asi
suspendidos brazos de palanca desiguales ; cifras
grabadas junto á puntos huecos que señalan las
divisiones del brazo mayor, indican los pesos
correspondientes á cada punto , cuando el pilón
llevado á ellos forma equilibrio con las cosas que
se pesan.
Es menester que el astil de hierro ó de acero
que constituye el fiel ó lengüeta sea duro y bastan-
te resistentepara no experimentar inflexión ni en-
corvarse con el peso que el instrumento está des-
tinado á medir. El ojo por el que pasa el eje de rota-
ción, y el cuchillo de suspensión del peso invaria-
ble , deben ser de acero templado y pulimentado.
328 BAL
La romana no conviene sino para la valuación
de peso comprendido entre ciertos límites; por-
que una vez llegado el pilón al extremo del astil
ó brazo mayor del fiel, para pesar un cuerpo, si
este vence el peso móvil, el instrumento no fun-
ciona ya, á menos de cambiar este último peso,
y por consiguiente las graduaciones del astil.
Puédenseno obstante extender los limites, dis-
poniendo un segundo gancho en el brazo corto de
la palanca, un poco mas cerca del eje de rotación.
De esta manera el fiel llevará dos órdenes de di-
visiones y de cifras , de los cuales el uno estará
en relación con el primer gancho, y el otro con el
segundo. Esto es muy generaluiente practicado.
La balanza romana ofrece mucha comodidad
para ciertas pesadas; pero no es de una exactitud
tan rigurosa como la de la balanza común , y es
considerada como pudiendo favorecer el fraude.
Nos abstenemos de entrar en la teoría de las
palancas y de los cálculos sobre que está funda-
da, porque nuestro único objeto es hacer cono-
cer el uso que puede hacerse del instrumento.
Equivocadamente en el idioma del comercio se
ha confundido á veces á la balanza romana con
la Romana de resorte, siendo así que el efecto de
ésta no entra en el modo de acción de la palanca,
puesto que solo indica el peso de los cuerpos por
el grado de flexión que el peso hace experimen-
tar á un resorte.
V. Balanza romana de resorte, Romana de
resorte. Consiste en una lámina de acero en-
corvada en V , cuyos dos brazos son gruesos al
punto de no conservar sino la menor flexibilidad
posible , excepto la punta en donde se juntan que
es susceptible de elasticidad. Para obtener este
efecto , la lámina ha sido adelgazada en esta par-
te y ha recibido un recocido apropiado. Es fácil
juzgar que, por medio de un esfuerzo suficiente, el
ángulo se cerrará mas ó menos , y proporcional-
mente al peso que hará este esfuerzo, los dos bra-
zos se acercaran.
La parte abierta de la V está cerrada por dos
láminas trasversales y encorvadas: la primera
está lija en una tuerca, por un cabo, á uno de
los brazos de la V , mientras que el otro cabo en-
tra en una hendidura en la que puede correr li-
bremente, y tiene asido un anillo para sostener el
instrumento cuando queremos servirnos de él.
La segunda lámina encorvada está al contrario
fija en uno de los brazos de la V, y corre libre-
mente en un agujero practicado en la primera.
Se adapta á este extremo del arco un gancho de
anillo para suspender en él el cuerpo que se quie-
re pesar. Cada arco lleva al exterior , en el cabo
libre y saliente, un regatón que guarnece el borde
de la abertura , y retiene la V en un estado de
abertura fija que corresponde al cero de las divi-
siones marcadas en el arco.
Por diversas pruebas sucesivas se consigue
graduar convenientemente el arco que lleva las
divisiones; de suerte que se puede leer el peso en
el punto de este arco en donde la flexión se ha
detenido. Con este instrumento apenas se pesan
cuerpos que excedan de 50 libras.
BAL
VI. Balanza romana de resorte en espiral,
Romana de resorte en espiral. A veces también
se emplea una romana armada de un resorte en
espiral , colocado en un tubo cilindrico ó prismá-
tico, de la longitud de 4 á 8 pulgadas, mas ó me-
nos, según los pesos que se tienen de valuar. Uno
de los cabos de este resorte de acero está deteni-
do en el fondo del tubo por una tuerca. Al otro
extremo está fijado un tallo de caras ó plano de
de hierro ó de cobre, dirigido en el eje central
de este resorte, y va á salir fuera del fondo
del estuche por un pequeño agujero. Este tallo
lleva un regatón que guarnece el borde exte-
rior del fondo, lo que le retiene en el eje y fuer-
za al resorte á permanecer tendido. El cabo de
este tallo lleva un gancho en el que se suspende
el objeto que se ha de pesar. La parte superior
del tubo está cerrado con una cobertera en la que
hay un anillo para suspender el instrumento. Para
pesar un cuerpo , se sujeta al tallo por medio
de un gancho , y se conserva la romana en una
posición vertical , teniéndola en suspensión por
su anillo. El cuerpo colgado del tallo , haciendo
doblar el resorte en espiral, hace que una porción
mas ó menos larga de este tallo salga del esluche,
y que se pueda leer el número de libras de peso en
las divisiones trazadas en él , y que han sido de-
terminadas previamente por repetidos ensayos.
Este es un instrumento cómodo , portátil , pe-
ro que no ofrece mas precisión que la romana de
resorte en V; ambos se deterioran con el uso y no
tardan en cesar de pesar justo. Es preciso verifi-
carlos de vez en cuando para asegurarse de sí el
§rado de elasticidad ha cambiado , sea por una
exion demasiado fuerte, sea por el efecto de orín.
El uso legal déla romana de resorte ha sido prohi-
bido por el legislador , por prestarse al fraude.
VII. Finalmente, se da el nombre de balanza á
varios instrumentos, cuyas descripciones y ma-
nera de servirse de ellos pueden consultarse en
las obras de física, no siéndonos posible indicar
aquí mas que las difiniciones.
Balanza eléctrica. Instrumento por medio del
cual se establece el equilibrio entre una fuerza
eléctrica y la fuerza de torsión , que se puede
siempre medir con la mayor exactitud.
Balanza elástica. Instrumento que sirve á los
relojeros para hallar una espiral en la que la
progresión de fuerza corresponda exactamente á
la progresión aritmética para el isocronismo.
Balanza magnética. Instrumento que establece
el equilibrio entre una fuerza magnética y la fuer-
zade torsión, que se puede medir exactamente.
Balanza de torsión , cuya invención se debe
á Colomb. Es un instrumento en el que la fuerza
de torsión es opuesta á otras fuerzas que se
quieren medir , y que son difíciles de apreciar
sin un aparato extremamente sensible. Con esta
balanza se miden las fuerzas de atracción ó de
repulsión de los cuerpos débilmente electrizados.
El instrumento se compone esencialmente de un
hilo metálico detenido superiormente por una pin-
za y que lleva inferiormente una palanca hori-
zontal. La pinza atraviesa un tubo cuyo borde
UAL
superior presenta un círculo graduado sobro el
que puede detenerse una aguia que la termina
por la parte superior; es fácil de valuar asi la
torsión que se está obligado á hacer experi-
mentar al hilo para que la palanca, solicitada
por una fuerza extraña , pueda guardar cierta
posición. El ángulo total de torsión sirve en-
tonces de medida a esta fuerza, tomando por
unidad la que no produciría sino un desvío de
un grado.
Por medio de una balanza de torsión , de
una construcción particular, Cavendish demos-
tró que los cuerpos de la naturaleza se atraen
mutuamente, v encontró que la densidad de la
tierra es igual á cinco veces y media la del agua.
.B.lliisOK. Estofa hecha de hilo de cor-
teza de árboles , que los Ingleses traen de las In-
dias orientales.
lllli ASTKI. Nombre que en Esmirna se
da á los mejores tejidos ó brocados de oro que se
fabrican en Venecia, y que los Venecianos llevan
á las escálasele Levante.
BALDES. Piel de carnero curtida , suave
y endeble , que sirve para guantes y otras cosas.
BALDOSA. Llámanse baldosas muchas es-
pecies de grandes ladrillos de mármol, piedra,
tierra cocida , granito , lava , etc. Las baldosas
se venden al ciento, ó á la superficie que pueden
cubrir.
Las baldosas son comunmente empleadas para
formar el pavimento de las iglesias, de las salas
de baños y de autopsia ó disección, de las fá-
bricas de cola, de los andenes , almacenes , la-
vaderos, comedores, mataderos, peladeros, y
otros lugares sujetos á la humedad ó á ser lava-
dos. Esta especie de construcción se designa con
la palabra embaldosado, y se dice embaldosar de
granito, de mármol, de. piedra , etc.
También se emplean baldosas para cubrir las
paredes de apoyo y otras, paralas pilastras, para
formar el revestimiento exterior de las casas cer-
ca del terreno, etc. En todos estos usos las bal-
dosas deben ser bastante sólidas para resistir á la
humedad, á las heladas, y á veces á muy rudos
frotes ; por lo que debe procurarse que la "sustan-
cia respectiva de que están formadas sea de bue-
na calidad. Se reemplazan hoy dia, en ciertas lo-
calidades , con bastante frecuencia , los em-
baldosados de piedras ó de ladrillos con la
A Imáciga-betun (Y. esta palabra), sustancia mas
impermeable v menos dispendiosa, y últimamente
D. JoséFreixas nos acaba de demostrar la con-
veniencia y la utilidad de sustituirlos con el Már-
mol artificial, que fabrica en esta ciudad, y del
que nos ocuparemos en su correspondiente lugar.
BAIíI-BABOIíAH. Se emplean como as-
tringentes en la Isla de Francia los frutos de una
leguminosa, que se cree es la Casia Sófora fCaj-
sia Sophora , L. ). A veces nos llegan á Europa,
en donde algunas. personas los usan en tintura
como las legumbres llamadas Bablah: .
BALOTA , Ballota. Género de plantas de
la familia délas labiadas, y de la didinamia gim-
nospermia de Linneo. Distingüese , entre las la-
42
BAL 32í)
biadas de tallo cuadrado y hojas opuestas, que
crecen en los parajes secos y áridos de los países
cálidos, porque sus especies tienen el cáliz acam-
panado , ó asalvillado , de cinco dientes , pentá-
gono, labio superior de la corola abovedado y
festonado , y frutos triangulares.
Balota lanuda (Ballota lanata, L.). Yer-
ba vivaz, aromática, de la Siberia, usada, se-
gún Pallas, contra los males de cabeza, admi-
nistrada al interior y al exterior, liase también
empleado en la hidropesía , con feliz resultado.
Balota negra, llarrubio hedion-
do, Jflarrubio negro {Dallóla nigra, L.;
Ballota foelida, Lam.). Vegetal indígeno, muy co-
mún en la orilla délos setos, de los caminos,*elc.
De tallos altos de pié y medio , cuadrados , ve-
llosos, algo rojizos; hojas opuestas de dis en
dos á lo largo de los tallos, mas grandes que las
del marrubio -blanco , y de olor hediondo; llores
vertieiladas, labiadas, y de color rojo; semillas
en número de cuatro, oblongas, encerradas en
una cápsula que ha servido de cáliz á la flor; su
raíz es librosa.
Esta planta ha sido indicada contra el histérico
y otras afecciones nerviosas, sin duda á causa
de su olor fuerte y desagradable.
Con la Balota de olor suave ( Bailóla suaveo-
lens, L.), en Santo Domingo, se preparan baños
aromáticos.
BALSAMITA , Balsamita. Género de
plantas de la familia de las sinanléreas, tribu
de las senecionídeas , y déla singenesia poliga-
mia igual de Linneo, formado por Desfontaines
por medio del desmembramiento del género 'IV
!n ¡aceto {Tanacetum). Sus caracteres esenciales
son: involucro imbricado, flósculos tubulosos, y
semillas membranosas. Se conocen unas doce es-
pecies de este género propias del antiguo conti-
nente , siendo la mas común y la mas notable la
siguiente :
Balsamita de olor suave, Balsa-
mita mayor , Balsamita macho ,
Costo hortense , Tanaceto horten-
se , Yerba romana, Yerba de santa
Jflaría ( Balsamita suaveolens , Desf.; Tanace-
tum Balsamita, L. ). Planta >iva? indígena, cul-
tivada en los jardines. De tallos altos de tres pies,
ligeramente vellosos, blanquecinos y ramosos;
hojas ovales -elípticas, dentadas, de un verde
blanquecino, las inferiores son pecioladas, y las
superiores son sésiles; las flores son amarillas y
están dispuestas en corirabo terminal; las semi-
llas, que suceden á las flores, son pequeñas ,
oblongas, encerradas en el fondo del cáliz; sus
raíces son fibrosas. Toda la planta es muy aro-
mática, de un olor fuerte y penetrante, que tiene
cierta analogía con el de la yerbabuena, y su
sabor es caliente y amargo..
La balsamita es una planta activa, empleada
como vermífuga en infuso ó en polvo; úsase tam-
bién como emenagoga y como anliespasmódica,
en la melancolía y el histérico, y Linneo dice
que es un correctivo poderoso del opio. Entra en
alguna composición farmacéutica, y sus hojas se
tomo i.
330 BAL
hacen entrar también en la preparación de cier-
tos alimentos, como condimento estomático. Hoy
día apenas es usada.
II A BiS 131» II I1Y II KOJM , Balsamoden-
duon. Género de plantas creado en la familia de
las terebintáceas , por Kunth , con las especies
del Amiris ( V. esta palabra ) que tienen los
estambres hipoginos, en vez de tenerlos epiginos,
como las otras especies; encierra los Amiris qi-
Icadense, Opobálsamo, Kataf y Kafal, etc. El Sr.
De Candolle piensa que este género no es bien
distinto de los loica y de los Amiris.
BAIiSAMO. En química y en historia na-
tural, bálsamo es una sustancia olorosa, que flu-
ye naturalmente ó por incisión de ciertas partes
íle los vegetales, y que está formada principal-
mente de resina , de ácido benzoico , de aceite
volátil, etc., etc.
Los verdaderos bálsamos, pues, contienen
ácido benzoico : son cuerpos resinosos, olorosos,
colorados , aromáticos , amargos , insolubles en
el agua, y muy solubles al contrario en el alcohol,
el éter, los aceites volátiles y aun los lijos, muy in-
flamables, que difunden cuando queman un per-
fume agradable, y despiden, por la acción del
fuego, un vapor blanco de un olor penetrante, que
se concreta en agujas , que son el ácido benzoi-
co (V. esta palabra). Los bálsamos fluyen gota
á gota déla corteza de los árboles, naturalmente
ó por incisiones , de la superficie de los frutos
en forma jarabosa, etc.; los unos toman mas con-
sistencia al aire por la volatilización de una parte
de su aceite volátil, hasta pasar al estado solido,
sí bien otros , asociados con cierta cantidad de
este aceite, quedan blandos ó también líquidos;
finalmente por el mismo contacto del aire se co-
loran , etc. Los ácidos clorídrico, acético y sul-
fúrico los disuelven sin descomponerlos , mien-
tras que el ácido azótico los ataca con violencia;
por último , se unen á las bases sin saponificarse.
Se ignora la composición elemental de los bál-
samos en razón de la variedad de los caracteres
generales que presentan y que difieren según las
especies y las circunstancias de su extracción.
Los principales bálsamos son los del Perú, de
Tolú, el benjuí, el estoraque, etc., etc., délos
cuales se hablará en su correspondiente lugar.
Los bálsamos son empleados en medicina co-
mo estimulantes ; el cocinero acude á ellos para
condimentar ciertos platos; forman la base de
gran número de cosméticos , ya sólidos ya "líqui-
dos, que prepara el perfumador, siendo debidos
también á los bálsamos esos perfumes que arden
en ricos braserillos en las casas del hombre opu-
lento.
El nombre bálsamo ha servido durante largo
tiempo para designar sustancias odoríferas á las
cuales se atribuían un gran número de propieda-
des, habiéndose igualmente aplicado á muchí-
simas preparaciones. Son todavía llamadas bál-
samos ciertas resinas ó mas bien trementinas, co-
mo la resina copáiba, la de la Meca, etc., que no
contienen ácido benzoico , puesto que no lo des-
prenden por la acción del calor; aplicándose
HALL
también el nombre de bálsamo á plantas aromáti-
cas vulnerarias.
Últimamente, las preparaciones farmacéuticas
conocidas bajo el nombre de bálsamos pertenecen
en general á la antigua farmacia : las unas son
líquidas, las otras sólidas ; las hay de crasas, ja-
bonosas , aceitosas , alcohólicas, etc., y todas son
empleadas exteriormente, ó administradas al in-
terior. Antiguamente los bálsamos gozaban de
propiedades maravillosas, siendo buenos para
toda especie de males y para toda especie de he-
ridas. La farmacia moderna , que no es mas que
la química aplicada al arte de curar, ha juzgado
de esta confusión de preparaciones, la mayor
parte incoherentes , y que no gozan al presente
ya sino de cierta reputación entre las gentes del
tiempo pasado.
it lliTB ACAST. Planta indígena de la Tar-
taria, cuyas hojas son parecidas á las de nabo ; el
tallo es del grueso del pulgar , de la altura de
dos pies, hueco y cubierto de una corteza ama-
rillenta; el fruto se abre cuando maduro y despi-
de un olor de flor de naranjo ; las semillas son pa-
recidas á las del hinojo. Los Tártaros la comen
para sostener sus fuerzas cuando viajan , y be-
ben su cocimiento frío á guisa de vino. Jacquin
piensa que es la Tataria de los Úngaros ( Cram-
be tatarica , Jacq. ) , y Lamarck cree que tiene
semejanza con el Cachrys pastinaca, Lam.
BAULERÍA, Ballena. Género de mamíferos
del orden cetáceos, caracterizado así: sus man-
díbulas carecen de dientes , los cuales son reem-
plazados por láminas córneas, trasversas , delga-
das, fibrosas, muy apretadas entre sí y muy elásti-
cas, que ocupan solamente la mandíbula superior,
al paso que la inferior está desnuda y sin armadu-
ra; y tienen dos espiráculos, por los cuales hacen
salir á manera de surtidor el agua que han tra-
gado.
Este género , ó mas bien esta familia , se divide
en dos tribus bastante bien caracterizadas, á saber
las Ballenas propiamente dichas , que carecen
de aleta dorsal, pero que á veces tienen una giba-,
y los Ballenópteros [Balccnoptera , Lacép.; Ror-
qualus , F. Cuv. ) , que tienen una aleta dorsal
adiposa.*
* I. Ballenas. Sin aletas ventrales .— 1.°— Dorso liso sin
giba.
Ballena franca ó común [Bohena mysticetus , L. ). Esta
es la especie de que con preferencia nos ocuparemos en
este artículo.
Ballbna austral, Ballena, del Cabo ó Nordk;aper aus-
tral {Batana australis , Kl. ; Bakena antárctica, F. Cuv.).
Es mas grande que la ballena común, y llega á tener con
bastante frecuencia hasta 32 varas ; su cabeza es mucho
mas complanada que la de ésta ; sus aletas pectorales son
mas largas y terminan en punta mas aguda ; tiene los ló-
bulos de la cola separados por una escotadura mas profunda;
es enteramente negra , aun en su juventud , y el gran diá-
metro de su ojo es horizontal. Según Delajande , este mons-
truoso animal , arrojado por la violencia de los vientos del
noroeste , se acerca a las costas v penetra en las bahías con-
tiguas al cabo de Buena Esperanza , del 10 al 20 de junio,
de donde, después de haber parido un ballenato de 4 á 8
varas de longitud , sale dirigiéndose á alta mar en el mes de
HALL
Las ballenas fueron desde muchísimo tiempo j
célebres , y cuando los hombres apenas habiau
podido conocer sino las menores especies que á
veces se encuentran en el Mediterráneo, ya esta-
llan admirados de su enormidad. Según los eru-
ditos, su nombre viene de la palabra fenicia baal-
nun, es decir rey del mar , ó baal-nan, rey de
los peces. Esta etimología parece bastante nátu-
agosto y de setiembre. Por lo demás, tiene absolutamente
los hábitos y las costumbres de la ballena franca.
Ballena glacial , Nord-cvper ( Balama glacialis , Kl. ).
Tiene mucha analogía con la ballena franca , de la que solo
difiere en su mandíbula inferior muy redondeada, muv alta
y muy ancha ; en la oblicuidad del mayor diámetro del ojo;
en su cuerpo y su cola mas prolongados , siendo ésta mas
ancha proporcionalmente , asi como las aletas que son tam-
bién mas grandes. Esta especie es gris , y tiene la parte
inferior de la cabeza blanca con algunas manchas esparcidas
morenas.
Martens , Anderson y Edgéde son los primeros que han
hablado del Nord-caper , separándole específicamente de la
ballena franca ; pero los Sres. Cuvier y Boitard lo consideran
«orno una ballena franca , cuyos individuos observados por
Martens eran mas pequeños y mas delgados.
t.° Ballenas dudosas; dorso oue lleva una ó muchas gibas.
Bu.lb.ta nudosa ( Balama nodosa , Lacep. Bonat )í Tiene
en el dorso , cerca de la cola, una giba inclinada hacia atrás,
del grueso de la cabeza de un hombre ; sus aletas pectorales
son blancas y muy largas. Según Boitard , esta pretendida
especie, no es, si existe , sino una variedad de rorcual , ob-
servada en las costas de la Nueva Inglaterra , por Dudley ;
porque este autor dice expresamente que este cetáceo tiene
arrugas longitudinales en el vientre y en los costados, desde
la cabeza hasta el origen de las aletas pectorales , que es
el carácter que corresponde á una sección de los ballenóp-
eros que comprenden el rorcual.
Balleva de gibas l Bakena gibbosa, Lacép. Bonat. ). Es
muy semejante á la ballena franca , pero lleva en el dorso
5 ó 6 gibas' ó eminencias, y sus barbas son blancas ; habita
las mismas costas que la precedente , y según Dudley , el
único autor que la ha observado, da una gran cantidad de
grasa. Según Boitard, su existencia es muy dudosa , y qui-
zás también es una variedad del rorcual.
Bvllen.a lunblada (Balama lunulata, Lacép.). Es tan du-
dosa como las precedentes, y, según ciertos autores, es
quizás un delfin. Sus dos mandíbulas están erizadas de pelos
ó pequeñas espinas negras; es verdosa, sembrada de peque-
ñas' manchas luneladas. Habita en los mares del Japón.
Ballena del japón- ¡lalama japónica , Lacép.'. Todavía es
mas dudosa que las precedentes. Tiene tres gibas guarne-
( idas de tuberosidades, colocadas longitudinalmente en el ho-
cico ; la parte superior es negra ; el vientre muy blanco , y
este último color ribetea sus quijadas y sus aletas; su cola
es grande , y sus espiráculos están colocados un poco ade-
lante de los ojos.
De cuanto acabamos de decir no debe concluirse que los
mares no posean realmente sino dos ballenas , la franca y
la austral , sí tan solo que las demás especies que pue-
blan el Océano no son suficientemente conocidas hasta este
dia para ser rigurosamente determinadas.
11. Bvllbnópteros. Una alela adiposa en el dorso.
Los ballenópteros , además de la aleta que presentan en
la parte posterior del dorso, se distinguen también de las
ballenas en su cabeza mas prolongada , mas complanada ,
comparable hasta cierto punto á la de un sollo.
1 .° Sin arrugas bajo d cuello ni bajo el vientre
Gibbvr ó Ballenóptero de vientre liso {Balamoptera Gib-
bar, Lacép; Balama physalus , LinJ. El Gibbar, según los
autores , es mas grande que la ballena franra , llegando á
tener hasta 40 varas de longitud. Sus barbas , merced á la
poca corvadura de sus mandíbulas, solo tienen 12 pulgadas
li.VLL 331
ral , y, como los Judíos lomaron de los Fenicios lo
que entre ellos no era puramente arábigo, quizás
sea de la ballena de lo que pretende hablar uno
de los libros que se les atribuye bajo el nombre
de Leviathan.
En efecto, respecto al Leviathan, en un libro
de origen muy evidentemente arábigo, y cuyo
principal objetó es los sufrimienios de un "desdi-
de longitud , y son azuladas ; su cuerpo es delgado y pro-
longado, formando su cabeza el tercio de su longitud total ;
su aleta dorsal es triangular; es moreno por la parle supe-
rior y blanco en la inferior. Se encuentra en ambos Océanos,
percibiéndose de muy lejos , en razón de la fuerza con que
sopla el agua; nada con mucha mas ligereza que la ballena
franca , y persigue los bancos de pescados hasta bajo los
trópicos; su vigor es igual á su ligereza, y tiene tanto valor,
que, según Duhamel , los pescadores no se atreven á ata-
carlo.
2.° Arrugas longitudinales bajo el cuello y bajo el vientre.
Ballenóptero Jlbarte (Bakpnoptera Jiéartis, Lacép.; Ba-
Icenaboops, L.; Rorqualus boops, F. Cuv.). Tiene la nuca
alzada y redondeada ; el hocico saliente, ancho y un poco
redondeado ; tuberosidades casi semi-esféricas delante de los
espiráculos ; la aleta dorsal torcida hacia atrás ; sus espira-
culos se abren en medio de la cabeza , en el extremo de un
tubérculo levantado ; su mandíbula inferior es mas corta y
mas estrecha que la superior. Este animal es negro por la
parte superior , su cuello v sus aletas por debajo son blan-
cas , y la parte interna de las arrugas es de un rojo de san-
gre. Aunque mas delgado que la ballena franca , llega á una
gran longitud , que excede á veces de 32 varas.
Esta especie habita los dos Océanos, pero se encuentra
mas comunmente en los mares de la Groenlandia. Los pesca-
dores la temen á causa de sus movimientos prontos é impe-
tuosos cuando está irritada ó herida ; así es que no la atacan
sino con mucha prudencia, y , á pesar de todas sus precau-
ciones, con frecuencia tienen que lamentarse desgracias.
Parece que los jubartes vhen en manadas, ó á lo menos en
familia , y que se tienen mucho apego los unos á los otros.
Anderson refiere que habiendo sido pescado con el harpon
un macho , su hembra no le abandonó v se dejó coger á su
lado mas bien que huir. Esta pare un solo hijuelo que le si-
gue y recibe sus cuidados hasta que de nuevo ella está pre-
ñada. Los jubartes hacen particularmente la guerra á los
arenques siguiéndoles á veces mucho mas alia de los lími-
tes de los puntos en donde habitualmente viven ; así es que
muchos han venido á encallar en las costas del Mediterráneo.
Si se juzga de la cantidad de alimentos necesarios á estos
animales por el enorme grandor de su boca , debe ser consi-
derable ; porque , si se cree á Sibbald , una chalupa con su
tripulación entra toda entera , y sin advertirlo , en la boca
abierta de un jubarte encallado cerca de la playa. Sea !o que
fuere , los pescadores no se determinan á atacar esta espe-
cie sino á falta de otras, en razón del peligro que deten
arrostrar , y también porque da poco aceite proporcional-
mente á su 'talla , y porque sus barbas son de poco valor.
Ballenóptero Rorcual, Rorcual {Balamoptera Rarquul,
Lacép ; Balama musculustin.; ñor quahismusculus,¥. Cuv.).
Esta especie, poco distinta de la precedente, parece no Mt
tan grande: su mandíbula inferior es redondeada, poco salien-
te y mucho mas ancha que la superior; su cabeza es corta pro-
porcionalmente al cuerpo y á la cola ; todas las partes superio-
res son negra» con reflejosgrises; el resto es enteramente blan-
co, y la mandíbula inferior tiene tintas rosadas ; las aletas
pectorales son enteramente negras. Un solo rercual puede
dar hasta cincuenta barricas de aceite y mas. Ks!e animal
caza á los arenques, y penetra , persiguiéndolos , hasta en
el Mediterráneo. Su presencia en este mar ha hedió pensar
á los autores que debia ser el Mysticetus de Aristóteles y el
Musculus de Pimío. Por lo demás , sus costumbres en nada
difieren de las del jubarte , pero su pesca ofrece menos peli-
332 BALL
cftado tendido en la paja , Dios pregunta á este
infortunado (cap. xu , v. %\ — 24 V: «¿Sacarás tú
«al Leviathan con el anzuelo, y lo tirarás por la
«lengua con una cuerda que habrás arrojado al
«agua? ¿Pondrás un junco en su nariz? ¿Te bur-
«larás de él como de un pajarito?» Los comenta-
dores han concluido de este pasaje que el autor
del libro de Job habia entendido designar la ba-
gros No es raro encontrarlo en el Océano atlántico. Según-
el sabio naturalista Dr. U. Agustín Yañez y Girona , el cetá-
ceo barado en la playa inmediata al cementerio de esta ciu-
dad , á mediados de" agosto de 1839 , pertenecía á esta es-
pecie.
Bvllenóptero picvdo yBalimoptera acuto^roslrala , Lacép ¡
Balmna rostrata, llunter; Rorqualus antarciieus , F. Cuv.;
Balmna rostrata australis , üesmoul.). Se distingue de las
precedentes • en sus mandíbulas puntiagudas , la superior
mas corta y mucho mas estrecha que la inferior ; sus barbas
son cortas y blanquecinas ; todas las partes superiores son
de un negro subido por.arriba, y de un blanco matizado de
negro por debajo. Es mucho menos grande que las preceden-
tes , si bien llega á tener hasta 20 varas de longitud. Deba-
jo del esófago y entre los ramos de la mandíbula inferior
tiene una bolsa vesicular cuyo uso se ignora , y que , proba-
blemente , puede ser hinchada á voluntad del animaf. Esta
ballena ha sido observada en el Cabo por Delalande , y en
las islas Maluinas por los Sres. Quoy y Gaimard ; pero nada
se sabe de sus costumbres.
Bvllenóptero Poeskop •( Balmnoptera capemis). Ha sido
llamada Poeskop por los Holandeses , porque tiene una giba
en el colodrillo. Se distingue de todos. los demás ballenópte-
ros en su aleta dorsal colocada á corta diferencia encima de
las pectorales. Las partes superiores del cuerpo son negras ,
el cuello es de un color rosa jaspeado , y el vientre es
blanco ¡ las alelas pectorales son muy largas , y proporcio-
nalmente estrechas , lo que resulta de que él tiene los dos
dedos medios provistos de ocho á nueve falanges. Encuen-
trásele , pero raras veces , en los mares que bañan el cabo
de Buena Esperanza , en donde ha sido observado y descri-
to por Delalande. Los pescadores raras veces lo atacan ,
porque huye con una celeridad mucho mas superior á ía del
nord-caper, y, además, es muy magro, y produce muy
poco aceite.
JII. Ballenópteros dudosos. Ballenas descritas por Lacc-
pede , según dibujos chinos.
Bvllenóptero mosqueado • ( Balmnoptera fninctata , Less.,
Balcena punctata , Lacép.). Cinco ó seis gibas colocadas lon-
gitudinalmente en el hocico; aletas pectorales y cuerpo mos-
queados de blanco sobre un fondo .negro; aleta "del dorso
pequeña. Del Océano pacífico.
Bvllenóptero azulado [Balmnoptera cmrulescens , L.; Ba-
lmna cmrulescens , Lacép.). Mandíbula superior estrecha , de
contorno levantado casi verlicalmcnte delante del ojo ; mas
de doce arrugas. inclinadas de cada lado de la mandíbula
inferior ; aleta dorsal pequeña , mas cerca de la cola que
del ano; cuerpo generalmente de un gris azulado. Délos
mares del Japón.
Bvllenóptero negro (Balmnoptera nigra, Less ; Balcena
nigra, Lacép.). Mandíbula superior como la precedente;
cuatro gibas colocadas longitudinalmente en el hocico y la
frente ; cuerpo negro ; aletas y mandíbulas ribeteadas de
blanco. De los mares del Japón.
Bvllenóptero manchado {Balamoptera macúlala, Less.;
Balcena macúlala , Lacép.). Mandíbulas redondeadas en su
extremidad , la inferior mas saliente que la superior ; ojos
cerca de la comisura de los labios ; espiráculos un poco ha-
cia detrás de los ojos ; aleta dorsal colocada á igual distan-
cia de las pectorales y de la caudal ¡ cuerpo negro con al-
gunas manchas redondeadas, desiguales, blancas, irrogu-
larmente sombradas.cn los lujares. De los mares del Ja-
pon.
iíALL
llena; otros lian pretendido que el Leviathan era
el cocodrilo; en fin, según otros también, el Le-
viallian es no mas que una simple alegoría , para
manifestar el poder del Criador con el ejemplo de
la fuerza de los grandes animales acuáticos. Hase
emitido igual opinión respecto de Beliemot (Y. es-
la palabra) , otro grande animal descrito en el
mismo libro , y en el que los unos han reconocido
IV. Ballenas aleutienas.
Tallas , eu su Zoografía rusa , cita seis especies de balle-
nas que habitan los mares de Kamstschatka , y particular-
mente las playas de las islas Aleutienas.
Kuliomoch ó Kuliomauadoch de los Aleutos , Culammak
de Pallas. En su tierna edad , llega á 66 varas de longitud ;
su cuerpo es cilindrico , negro en la parte superior y blanco
en la inferior , así como las aletas pectorales ; cerca de
quinientas barbas , muy largas , azuladas ; espiráculos colo-
cados en medio de la cabeza ; un tubérculo en el extremo
del hocico , y seis bultos en el dorso ; arrugas en el pecho.
Abugulich de los Aleutos ; Umgullic de Pallas ; Amgolia
de los Rusos. Llega hasta 66 varas de longitud ; barbas
muy cortas; poca grasa , pero de un sabor agradable ; todas
las partes del cuerpo uniformemente negras ; sin protube-
rancia dorsal ; arrugas como los ballenópteros ; aleta caudal
ahorquillada. Los Aleutos hacen vestidos con la epidermis
de su lengua , cuerdas con los tendones de su cola , y ar-
mas con sus huesos.
Mangidach de los Aleutos ; Mangidak de Pallas ; Maguía
de los Ilusos. Pallas cree deber , según la descripción que el
doctor Mark da de esto especie, referirla á la Bafmnamuscu-
lus. Su talla no excede de 10 varas ; el cuerpo es uniforme-
mente negro , con un disco blanco en el pecho ; sus barbas
solo tienen unas seis pulgadas de longitud ; según Pallas y
Mark , esta especie llega á tener 26 varas de longitud. Los
Aleutos encuentran excelente la carne del vientre de los jó-
venes individuos de esta especie.
Agamachtcuich de los Aleutos , Aggamachtchik de Pallas y
de los Rusos. Nunca excede de 8 varas de longitud , aunque
según Pallas llega á tener mas de 24 ; sus barbas son pe-
queñas , lisas , largas á lo mas de 24 pulgadas ; su cabe/a
recuerda la de los marsoplas , pero el animal tiene arrugas
bajo el vientre. Pallas dice que el vientre es blanco , plano
y marcado con arrugas.
Aliomoch ó Allvma de los Aleutos ; Aliamot de los Rusos,
Allamak de Pallas. Los Aleutos llaman Aliamagadach á este
animal en su edad tierna. Su talla nunca excede de 12 va-
ras ; sus barbas son muy cortas ; sus aletas , que son .blan-
cas así como la parle inferior de su cola , son mas grandes
que las del precedente ; tiene arrugas en el vientre , y su
cabeza es análoga á la de un marsopla.- Su grasa es abun-
dante y blanda.
Tschickaiuch de los Aleutos, Tschickagluk de Panas,
Tschickagliok de los Rusos. Es la menos grande de todas
las ballenas , según el Sr. de Chamisso , mientras que , se-
gún Pallas , tiene 62 varas de longitud ; sus barbas son
muy cortas ; su aleta dorsal extremamente corta ; las aletas
pectorales y la parte inferior de la cola son blancas ; tiene
un disco blanco bajo el pecho ; la cabeza se asemeja á la
de los marsoplas. Los Aieutos hacen cuerdas muy fuertes y
diversos otros utensilios con sus tendones; sus'huesos, a
causa de su dureza, son estimados por estos pueblos para
hacer hachas y harpones.
Vese , por lo que acabamos de decir sobre las ballenas ,
que estos animales están lejos de ser bien conocidos , aun-
que formen un género del mas alto interés. La dificultad de
su estudio procexle de que su enorme grandor impide poder
conservar sus despojos en nuestros museos , de que viven
en un elemento que oculta á nuestra vista una gran parte
de «u cuerno , y en fin de que habitan lo mas comunmente
mares helados , "a donde pocos naturalistas instruidos ten-
drán e! valor de irlas 'á observar.
HALL
el hipopótamo, mientras que otros \eian en él
el elefante. (Bory de Saint-Vincent. )
Como quiera que sea, eran ballenas los anima-
les que los Griegos, y particularmente su grande
Aristóteles , designaban bajo el nombre de Mys-
ticetus , y que los Romanos, y su compilador Pu-
nió, llamaron después AIusculus, y de las cuales
se cogían algunas alrededor del Peloponeso y de
sus islas, aunque se carece de pormenores bien
ciertos sobre este género de pesca , que de tiempo
inmemorial se practicó en el Norte. Se sabe que en
el noveno siglo un navegante escandinavo que ha-
bía ido á la pesca de la ballena en las cercanías
del Cabo-Norte, mató sesenta en dos días. En la
edad media, losNorvegenses y los Islandeses, que
distinguían muchas especies de ballenas, se ali-
mentaban de su carne, y sacaban partido de su
aceite. Antes de este tiempo , las ballenas estaban
mas esparcidas y quizás eran mas comunes del
que lo son al presente: veíanse en el mediodía en
mucho mayor número del en que se encuentran
en la actualidad, y parece que aun en el siglo dé-
cimo se manifestaban, desde el equinoccio de
marzo hasta setiembre, en el golfo de Vizcaya. Los
Bascos las hacían una guerra de tal modo activa,
á medida que se perfeccionaban entre ellos el arte
náutico y los medios de captura, que, en 999, se-
gún Cerqueira , espantadas desaparecieron casi
todas, en términos que al presente tan solo raras
veces se ven algunas que se descarrian en estas
largas playas aquitánicas, en donde se compla-
cían suspredecesoras.En aquella época, los Bas-
cos, persiguiendo su presa que intentaba escapár-
seles, fueron á establecer sus pesqueras en las cos-
tas de Portugal, y concluyeron por singlar hasta
en las regiones polares, en donde las ballenas se
hallaban en mayor número , y en las cuales los
marinos del Norte las atacaban. Empleábase ya
entonces el harpon, de la misma manera que
se emplea aun hoy dia.
Ballena franca ó común (Baloena
mysticetus, L.). Si hade darse crédito á antiguos
viajeros, esta especie llegaría á tener hasta 40
varas de longitud; pero probable es que esta ci-
fra sea exagerada, porque las ballenas mas grau-
des que se han visto en nuestros días no exceden
de 27 varas, y los pescadores no las encuentran
sino muy raras veces que tengan mas de ¿¿ vi-
ras. Un animal de esta última talla pesa, según
Scoresby, 6.078.800 arrobas. Su cuerpo es pro-
porcionálmente corto y grueso, teniendo su mayor
diámetro un poco hacia atrás de las alelas pec-
torales: en este punto es cilindrico, y puede te-
ner de 12 á 15 varas de circunferencia; en segui-
do va disminuyendo de grosor , afectando mas y
mas una forma un poco cuadrada, hasta el ori-
gen de la aleta caudal, que allí su diámetro ya
no es sino de una vara ó una vara y media. El
tronco se distingue de la cabeza por una ligera
depresión que indica el cuello ; la cabeza es de
un grosor enorme, igual al del cuerpo, y á corta
diferencia constituye el tercio de la longitud total
del animal, siendo obtusa por la parte de delante,
y casi tan ancha como larga. La boca, de un
HALL 333
grandor prodigioso, de 2 á 3% \ aras de ancha-
ría sobre 3,1/, á í1/» varas de altura interiormente ,
lleva en la mandíbula superior cerca de 700 lámi-
nas trasversas de barbas, cuyos bordes deshila
dos sirven para retener los gusanos; los moluscos
y oíros animales pequeños de que únicamente se
alimenta la ballena. Estas láminas, que se em-
plean en diversos usos, como expondremos des-
pués , llevan en el comercio el nombre de Barbas
de ballena ó Ballena. Cuando el animal abre la
boca para aspirar su presa , los gusanos y los
moluscos son precipitados á ella con la masa de
agua que los contiene : la ballena cierra entonces
la boca, y el agua, tamizada al través de los
filamentosde las barbas, deja cogidos á estos
pequeños animales, que ella traga luego para
volver á comenzar la misma maniobra. Parece
aun dudoso si una parte de esta agua contenida
en su boca es arrojada afuera por los espiráculos,
aunque lo hayan dicho muchos naturalistas y la
mayor parte de los viajeros: Scoresby, observa-
dor concienzudo , que ha presenciado coger mas
de trescientas ballenas francas, asegura que ja-
más ha visto salir de estos conductos de la respi-
ración sino un vapor mas ó menos espeso, que
se condensa por el contado del aire frió , y vuel-
ve ácaer en forma de lluvia , sin formar ningún
chorro. Los espiráculos, situados á corta dife-
rencia en el vértice de la cabeza y á 6 ó 6'/, varas
de su extremidad, en número de dos en todas las
ballenas francas, son, en estos animales, no solo
el conducto de la respiración, sí que también en-
cierran los órganos del olfato, que en vano se han
buscado en los demás cetáceos , y este hecho ha
sido demostrado por Delalande , en el nord-caper
austral, después de haber sido asentado por
Huuter y Albers. El ojo es proporcionalmenle
muy pequeño, situado un poco arriba de la boca
y de la comisura de los labios , a unas 23 pulga-
das mas adelante de las aletas pectorales, listas
son largas de %yu á 3 varas, y anchas de I á 2
varas; la aleta caudal se extiende horizonlahnen-
te y afecta una forma triangular, sin que tenga
menos de 7 á 8 va/as de ancharía de una punta
á la otra. El dorso de la ballena es liso , sin alela
ni giba; el color de todas las partes superiores
varia del negro al gris mas ó menos oscuro, sien-
do á veces el fondo negro -variado de gris; las
parles inferiores son de un gris blanquecino en
los individuos jóvenes , grises ó blancas en los
adultos.
Esta monstruosa ballena , el gigante de la
creación, dotada de una fuerza prodigiosa, es
no obstante uno de los animales mas tímidos y
mas inofensivos. El menor ruido , la menor agi-
tación del agua la asusta ) la hace huir estando
sin cesar en acecho para descubrir la presencia
de un enemigo, y evitarla hundiéndose rápida-
mente en la profundidad de los mares , en don-
de, merced á su organización, puede permane-
cer un cuarto de hora y mas sin necesidad de su-
bir á respirar á la superficie, cuando se cree
amenazada de un peligro inminente. En las eir-
cucstancias ordinarias, y sobre todo cuando anda,
334 BALL
vuelve á aparecer después de ocho minutos; pero
cuando está en reposo ó duerme, su respiración
tiene lugar muy frecuentemente. Nada con una
rapidez que se ha exagerado mucho , pues en su
mayor celeridad no puede hacer sino tres leguas
marinas en una hora, y en circunstancias ordi-
narias no hace mas de dos. Su cola es el único ór-
gano motor con el que ella se arroja hacia ade-
lante, y sus aletas pectorales, que constantemen-
te tiene extendidas horizontalmenle, no le sirven
sino para sostenerse en equilibrio y no caer hacia
los lados. Se sumerge en una gran profundidad
con la mayor facilidad y con tal ligereza que,
cuando está muy asustada, llega á herirse y tam-
bién á matarse contra los peñascos del fondo del
mar. Scoresby refiere que una ballena, herida con
el harpon , se precipito á cuatrocientas brazas de
profundidad con una celeridad de cuatro leguas
por hora. El mismo autor añade que á veces se
sacan del fondo del mar , por medio del harpon
que ellas han arrastrado, ballenas que, en la
precipitación de sus movimientos , se han roto
las mandíbulas y la cabeza, chocando contra las
rocas del fondo.
A últimos del verano parece ser la estación de
los amores para estos animales, pariendo á prin-
cipios de la primavera. Todavía se ignora cuanto
tiempo dura la gestación: la distancia de las dos
épocas que acaban de citarse hace pensar á la
mayor parte de los autores que el embarazo de
la ballena es de ocho á nueve meses ; pero si se
juzga por la analogía , la duración de la gesta-
ción no puede ser menor de 18 á 19 meses. En
efecto , es observación general que cuanto mas
considerable es la masa de un animal, mas tiem-
po emplea el feto en formarse en el seno de la
madre; sin embargo esta regla no carece de ex-
cepción , y la ballena ofrece quizás uno. La ba-
llena solo' lleva un ballenato, que, al nacer, es
de la magnitud de un buey, y tiene de 3 á 5 varas
de longitud. La madre lo alimenta con su leche
y tiene por él el mas grande apego : le sigue en
sus juegos, lo vigila, no lo pierde de vista un
solo instante , lo proteje contra todos los peligros
cubriéndolo con su cuerpo , lo defiende con un
valor desesperado , no lo abandona aun hasta
después de su muerte, y ella misma llega á ser
víctima de su amor maternal, dejándose herir con
el harpon sobre el cadáver de su hijo. Los pesca-
dores, que conocen perfectamente el alecto que
estos animales se tienen entre sí, han sabido apro-
vecharse de esta circunstancia, pues así queperci-
ben en medio de muchos de estos seres monstruosos
un joven individuo comunmente imprudente y sin
experiencia , se apresuran á atacarle , bien segu-
ros de que su madre no tardará en presentarse y
entregarse á sus golpes. Dícese que, para ama-
mantar á su hijo la ballena madre se tumba so-
bre el costado , y presenta una después de otra
las dos tetas que tiene situadas en el pecho.
La ballena apenas se defiende de sus numero-
sos enemigos sino huyendo, siendo, después del
hombre , el mas peligroso y el mas cruel el del-
lin gladiator. Muchos de estos animales la rodean,
BALL
la hostigan , la fatigan mordiéndola sin cesar , y
la fuerzan así á abrir una boca de cinco ó seis va-
ras de diámetro. Entonces se arrojan sobre su
lengua, que es gruesa y blanda, se la despeda-
zan , la devoran , y el enorme animal muere de
dolor, en la mayor desesperación. Dícese que
el narval y el priste la taladran con sus largas
defensas ; pero este hecho parece muy dudoso,
porque este ataque no tendría objeto para ellos,
y por consiguiente seria contra el curso regular
de la naturaleza. También pueden continuarse en
el número de los enemigos de la ballena franca
ciertos moluscos y crustáceos que se pegan á su
piel multiplicando en ella como sobre una roca;
pero , por mas que se haya dicho , esta especie
jamás es atacada por los balanos, marisco que
taladra la piel de los demás cetáceos de bar-
bas , y penetra en sus carnes, ó á la menos en su
grasa.
En la pesca de este cetáceo , cuando una balle-
na ha sido herida por el harpon y amarrada á bor-
do , sucede casi siempre que los delfines gladia-
tores procuran apoderarse del objeto de su predi-
lección, debiendo la tripulación del navio vigilar
constantemente, armada de instrumentos cortan-
tes para separar á los rapiñadores. La ballena
muerta, teniendo constantemente la boca abierta,
les ofrece una buena fortuna , y, á pesar de to-
da especie de vigilancia, con muchísima frecuen-
cia consiguen llevarse pedazos considerables de
esta lengua , ocasionando así una pérdida de 10 á
12 barriles de aceite.
Las tripulaciones de los navios también han de
defenderse de los robos del tiburón devorador,
que si bien es bastante cobarde para no atacar
nunca á la ballena viva, es suficientemente atre-
vido para no respetar su cadáver , cuyas partes
todas convienen á su extrema voracidad. Con mu-
cho trabajo se consigue separar á los tiburones
de una ballena muerta y principalmente durante
la operación del destazamiento. Cuando después
de haber separado toda la grasa , se les abando-
nan las carnes y el esqueleto, muy luego éste es
«arrastrado por bandadas de tiburones, algunas
veces en número de 50 ó 60. El tiburón devorador
tiene hasta 18 pies de largo, y es de una fuerza
prodigiosa.
Casi siempre las ballenas van á bandadas, ó á
lo menos reunidas por pares. De vez en cuando,
se zabullen , pero comunmente nadan en la super-
ficie , teniendo fuera del agua una parte del dor-
so y de la cabeza , y en esta actitud es como
duermen. La ballena franca habita todos los ma-
res del globo , pero particularmente los de ambos
polos , en donde es mucho mas común que en to-
da otra parte. Su número ha considerablemente
disminuido desde que los pescadores le hacen
anualmente la guerra, habiéndose ellas refugia-
do al presente en los hielos de la Groenlandia,
de Spitzberg, en el estrecho de Davis, la bahía
de Baffin, etc. Hoy día, tan solo muy raras veces
descienden bajo el círculo polar, y solo por ca-
sualidad hanse visto individuos cerca de los tró-
picos.
BALL
Pesca de la ballena.
Pesco en d Norte.
Los numerosos , útiles y abundantes productos
que suministra la ballena, y que tantos y tan
preciosos recursos ofrecen á las necesidades de
la vida social y á la economía doméstica,
debieron temprano hacer de esta pesca un objeto
de predilección para los pueblos familiarizados
con los esfuerzos de la industria, motivo por el
que casi lodos se dedicaron á ella con una acti-
vidad alguna vez interrumpida por causas que
nos creemos dispensados de exponer.
Los Normandos y las Bascos son los pueblos
que , en los tiempos modernos, dieron á la pesca
de la ballena una extensión cuyo recuerdo con-
serva todavía la historia. Las ballenas que fre-
cuentaban el litoral del golfo de Gascuña, del
cabo Finisterra y de la Mancha muy luego no bas-
taron para sus atrevidas empresas; acosadas sin
resar por estos pueblos robustos y habituados á
las fatigas y á los peligros , las ballenas parecían
huir de sus tiros, refugiándose en los mares del
Norte , de donde ellos no tardaron en irlas á desa-
lojar. El renacimiento de las artes en Europa fué
también la época de las nuevas conquistas de la
industria; los comerciantes , mas ilustrados, com-
prendieron mejor todas las útiles aplicaciones que
era posible hacer de los productos de la pesca, y
muy pronto la de la ballena les ofreció un
manantial abundante de riquezas , y á los con-
sumidores los medios de satisfacer á nume-
rosas necesidades. Las excursiones de los navios
para la pesca de la ballena en el elemento líqui-
do no conocieron muy luego otros límites que los
del mundo entero. Los Bascos se habían adelan-
tado en el Océano boreal hasta á la Groenlandia
y á Spitzberg, enviando allí , todos los años, flo-
tillas de oO á 60 navios , pero sin casi nunca arri-
bar a estas riberas poco hospitalarias; los In-
gleses les siguieron á fines del siglo XVI, toman-
do, por el derecho del mas fuerte, posesión de
esta ultima región, cuyo descubrimiento era no
obstante debido á los Holandeses, y aprovechá-
ronse de la decadencia de la marina basca para
monopolizar la pesca de la ballena. Cuando los
Holandeses, á su vez trataron de ensayar esta in-
dustria, fueron rechazados por la fuerza brutal de
los Ingleses, siendo en esta ocasión el derecho de
gentes violado de una manera infame. Los arma-
dores holandeses sufrieron primero con paciencia
tantos insultos ; pero el exceso del mal les hizo
buscar el remedio en una coalición, y respondieron
á la insolencia inglesa como un pueblo justamen-
te irritado: los Ingleses fueron batidos, y, cediendo
entonces á la necesidad , consintieron en arre-
glar , por un convenio casi equitativo , los dere-
chos de cada uno en la pesca. Muy luego, los
Suecos, los Daneses y las poblaciones. del Bel-
lico se apresuraron á lomar parle en el rico bo-
tín , repartiéndose los apostaderos y las bahías
en donde las ballenas se refugiaban con prefe-
rencia.
La pesca y) el destazamiento de la ballena, la li-
BALL 33íi
cuacionyladepuracion del aceite, todo esto se ha-
bía hecho hasta entonces en alta mar, á bordo de
los buques, ó bien la grasa , apilada en toneles ,
era llevada hasta los puertos respectivos de las
potencias , en donde se sujetaba á sus diversas
operaciones. Mas en seguida se procuró disponer
establecimientos lijos para la licuación de la gra-
sa en diversos puntos de la Groenlandia, á fin de
evitar el embarazo de esta sustancia y las difi-
cultades de su trasporte , y tal fué el aumento
rápido de este ramo de comercio que se funda-
ron colonias cuyos habitantes se dedicaban ex-
clusivamente á la pesca y á utilizar los productos
de la ballena. Los Holandeses se distinguían so-
bre todo en las operaciones dichas de la gran
pesca, debiéndose á ellos casi todas las noticias
que se refieren á su historia primitiva.
A corta diferencia, todas las naciones hacian
la gran pesca de la misma manera. Cuando el
vigía señalaba una ballena, todas las chalupas á
fuerza de remo se dirigían hacia el animal: uno de
los mas robustos y mas hábiles marinos, puesto
en la proa de la barca, tenia un chuzo largo de
siete a ocho pies , guarnecido de un harpon ata-
do auna sondalesa de seis á siete brazas de lon-
gitud; lanzaba con fuerza el harpon sobre la ba-
llena , evitando herir sobre las partes huesosas de
la cabeza en las que el harpon no habria podido
penetrar. Laballena, sintiéndose herida, se zabu-
llia profundamente bajo el agua, y huia arras-
trando la sondalesa con ella ; se ía dejaba así
desviar añadiendo sucesivamente y metiendo fue-
ra las sondalesas zafadas á bordo y dispuestas
previamente de manera que se las pudiese añadir,
sin estorbo ni muy fuerte sacudimiento de la bar-
ca. El animal arriaba así hasta cinco ó seis dees-
tas sondalesas ; pero cada vez que para respirar
se veía obligado á subir á la superficie del agua,
el buque señalaba esta ascención , por medio de
un gallardete, á las barcas mas coiguasnl al pun-
to en que la ballena volvia á parecer ; de esta
barca se procuraba entonces lanzarle un segundo
harpon , y así consecutivamente hasta que, con-
sumiéndose en esfuerzos , para desembarazarse
délos harpones, la ballena hubiese perdido la
fuerza de zabullirse de nuevo. Entonces todas las.
barcas se arrimaban al animal , pero con muchas.
E recauciones, porque , en su agonía, la ballena
ace con frecuencia movimientos bruscos y de
una enorme fuerza, que son susceptibles dé ha-
cer zozobrar la barca. Se acababa de matar la
ballena á lanzadas, principalmente dirigidas en-
tre las costillas, y cuando se estaba seguro de
que habia perecido, se la remolcaba á uno de los
lados del buque para destazarla.
El grandísimo peligro de lanzar el harpon á la
ballena con la mano hizo buscar con asiduidad
otros medios de disparar este instrumento mortífe-
ro. Primero se usó una especie de mosquete, por
cuyo medio el harpon era arrojado mas lejos , á
ejemplo de los antiguos que habian aplicado ya
la ballesta á esta operación ; y después , los In-
gleses se sirvieron del cañón. Pero estos diversos
medios eran de un uso poco cómodo , y se volvió
336 HALL
casi generalmente á lanzar el harpon con lo ma-
no, con la precaución sin embargo de no dejar
alejar tanto las barcas del navio, y remando para
volverse á juntar con éste luego nue el harpon era
lanzado, dejando descabullirse la sondalesa li-
bremente en el estrave, hasta que se pudiese
amarrar al cabestante; se prefería correr el ries-
go de romper la sondalesa y perder el harpon.
Cuando la ballena volvia á parecer , se la perse-
guía á fusilazos ó disparándola piedras por me-
dio de un pedrero. Esto es lo que á corta dife-
rencia se practica hoy dia.
Sin embargo, siempre ocupados de este grave
objeto, los Ingleses ofrecieron un gran premio á
aquel que hallase el medio de hacer desaparecer
del todo, ó ¡i lo menos reducir apoca cosa, el
peligro de lanzar el harpon. En 1802 , el Sr. Bell,
sargento de artillería, ganó el referido premio
por haber presentado un medio que sirvió con
bastante buen resultado . aunque reducido toda-
vía al uso del cañón. En 1821 , un periódico in-
glés The Times anunció un nuevo medio , expre-
sándose asi: «El navio The Fame ha cogido nue-
«ve ballenas sirviéndose no mas que de cohetes á
vía congreve. La mas grande de estas ballenas,
«herida con un cohele , fué en seguida muy fá-
«cil de coger, y otra murió inmediatamente. En
«general, la velocidad del animal fué considera-
«blemente disminuida, siéndole imposible zabu-
«llirse en el agua á mas de tres ó cuatro toesas
«después del golpe. Por medio de los coheles,
«se obtienen, con un aparato del grueso de un
«fusil, sin choque ó reacción en el bote, los
«mismos efectos que los producidos por una pieza
«de artillería de seis ó doce libras de balas.»
Los mismos Groenlandeses, á pesar de su na-
tural estupidez, no tardaron en aprender á pes-
car la ballena, y trajeron aun, en el ejercicio de
esta industria , ingeniosos recursos sugeridos por
la necesidad , que es un gran maestro. A falta de
los medios usados por los Europeos, y carecien-
do de largas sondalesas y de bastimentos capa-
ces de resistir por su masa y la fuerza de sus ve-
las á los esfuerzos de la ballena, imaginaron pa-
ra reducir en sus saltos al fogoso animal un ex-
pediente cuya idea habia sido ya indicada por .
los Romanos ; ataron odres de piel de foca á liar- 1
pones, y suplieron con el número á la fuerza de
las máquinas; lanzaban encima de la ballena una
granizada de estos harpoues así dispuestos, que
primero estorbaban los movimientos del animal ,
y concluían por hacerlos casi imposibles; entonces
los salvajes se tiraban al agua, y sostenidos por
sus vestidos de pieles impermeables, comenzaban
en el mismo lugar el destazamiento , que con-
cluían en la costa.
Sea de esto lo que fuere, en la Groenlandia, una
pesca en la que tantos especuladores tomaban
parte, debió terminar por alterar en tales aguas
la reproducción y el desarrollo de la raza balle-
nera. Estos animales abandonaron sucesivamente
estemar, y aunque los procederes de la extracción
fiel aceite se hubiesen perfeccionado considera-
blemente , al punto que la misma cantidad de
BALL
grasa pudiese suministrar el doble de aceite de
lo que producía primitivamente, las ventajas de
la gran pesca del Norte disminuyeron de una ma-
nera muy rápida. Preciso fué perseguir á las ba-
llenas en las costas de la América septentrional,
quedando Spitzberg, Groenlandia, y sus esta-
blecimientos comerciales casi totalmente aban-
donados. Mas tarde, se supo por los navegantes
que los mares de la América meridional no esta-
ban desprovistos de ballenas, y la pesca en el Sud
sucedió á la de la tierra de Labrador , del estre-
cho de Davis, y del banco deTerra-Nova; menos
fecunda, en verdad , esta pesca ofrecía por otra
parte la ventaja de presentar menos peligros. En
muchos puntos , los naturales de estas pesqueras
se iniciaron en la pesca de la ballena : vióse á
los Americanos cercar á estos animales con sus
innumerables canoas de corteza , espantarlos con
sus gritos penetrantes, su música discordante,
el ruido de sus grandes remos , y conseguir así
hacerlos varar en la playa ; otros mas intrépidos
se echaban á nado para "alcanzar la ballena, y la
clavaban á golpes de mazo una gruesa clavija de
madera en uno de los espiráculos, con la que se
zabullía, y cuando volvia á parecer ¡á la superfi-
cie del agua, repetían la misma operación en el otro
espiráculo. La ballena, sufocada por falta de inspi-
ración del aire , abria la boca para recibirlo, pero
como no englutia sino una enorme cantidad de
agua , perecía en fin por asfixia, derivaba con el
vientre hacia arriba , y se la podía remolcar sin
grande esfuerzo hasta la playa inmediata en don-
de era destazada. El descubrimiento de nuevas
regiones , y las relaciones mas frecuentes con
los mares de las Indias , hicieron también co-
nocer la existencia de ballenas en las diversas
partes del Océano austral , habiéndose esta-
blecido la pesca de este cetáceo en diversos pun-
tos , como en la bahía de Santa-Helena, el cabo
de Bueña-Esperanza en África, y otros apostade-
ros. La seguridad y la mayor duración de la pes-
ca en climas mas benignos compensaban lo largo
de la travesía y el inconveniente que aquella pre-
senta en alta mar.
A pesar de estos nuevos recursos , la pesca de
la ballena, en casi todas las naciones , parece
haber perdido mucho de su antiguo esplendor.
La marina holandesa ha degenerado, y la paz
general ha encontrado todas las cosumbfes cam-
biadas. Parece ya que ninguna nación quiere
formalmente hallar de nuevo lo que la Hollanda
llamaba su mina de oro. Con todo , se observa,
según los documentos del comercio , que muchos
estados arman un gran número de navios preten-
didos balleneros ; pero, es vergonzoso el decirlo,
la mayor parte de estas expediciones son simula-
das, en particular en Francia, dedicándose bajo el
objeto aparente de la pesca de la ballena al odio-
so é infame tráfico de la carne humana, al co-
mercio de negros.
Entre las naciones europeas , los Ingleses pa-
rece que quieren dominar la especulación ba-
llenera, pudiendo concebirse de los desespera-
dos esfuerzos que hacen en esta pesca en el gran
m
HALL
mar del Norte , pues parece imposible que los
hombres destinados á ella puedan resisfir á los
rigores del clima, á la furia <le las ballenas, a las
Sumersiones tic las canoas y á tantos otros azares.
A Talla di» dalos exactos no es posible ocupar-
nos do la historia de. la pesca de la ballena entre
las diversas naciones que á olla se han dedicado
en los tiempos antiguos. Hablaremos , pues, do
las époeas modernas de la industria ballenera,
que ofrecen en las circunstancias del comercio y
de la industria alguna semejanza con las cir-
cunstancias en que nos encontramos y que pre-
sentan ejemplos dignos de sor seguidos; dando
una rápida ojeada sobre la antigua pesca, sin
remontarnos á una época muy lejana.
En 1760 ya , los armadores de S. Juan de Luz,
que habían tenido la costumbre de enviar a la
pesca de la ballena hasta 30 navios, de 300 á 400
toneladas cada uno, habiendo experimentado
grandes pérdidas, se habian visto obligados á re-
nunciar a esta navegación. Bayona no contaba ya
sino con un navio anualmente en vez de 6 ó 7; al-
gunos años después, no masque con i, saliendo
de este puerto, según costumbre, dos para las cos-
tas de la Groenlandia, y los otros dos para el es-
trecho de Davis.
En la época de que hablamos, en Bayona, los
gastos del armamento se valuaban asi : el coste
de la construcción de un navio de 75 pies de qui-
lla sobre tierra, y de un arqueo de 350, compren-
didos los víveres, los instrumentos para la pesca,
como el arpón , las lanzas, los cuchillos para des-
tazarla ballena y otros cuchillos para cortar la gra-
sa v reducirla á pequeños pedazos, para licuarla;
los cordajes para la ballena, y las otras cuerdas fi-
nas y delgadas atadas al liar pon; la caldera para la
licuación , las cucharas y los embudos de cobre;
los toneles , de los cuales se necesitan á lo menos
700, para recibir el aceite ; la tierra para cons-
truir el horno; los adelantos hechos á la tripula-
ción , que comunmente eran de 600 reales por
nombre. Un tal navio puesto á la mar , con las
seis chalupas necesarias , costaba cerca de
357,200 reales.
Los armadores de Bayona construían estos na-
vios en forma de fragata, dándoles la mayor lige-
reza posible , para poder ir bien de bolina , y li-
brarse de peligro entre los hielos. La tripulación
se componía de un capitán , un piloto , un contra-
maestre, un cirujano, seis harponeros, seis jefes
de chalupa, cuatro carpinteros, cuatro cuberos,
un despensero , treinta y cuatro marineros y cin-
co grumetes: total, 64 hombres; pero si el capi-
tán , el piloto v el contramaestre eran al mismo
tiempo harponeVos, la tripulación quedaba redu-
cida á 6 1 .
En aquella época, en Bayona se eslimaban cu-
biertos los gastos cuando un navio traía del es-
trecho de Davis el producto de 3 ballenas media-
nas, ó de 4 del mar de la Groenlandia; pero esto
no debe entenderse sino del segundo viaje y de
los viajes subsiguientes, cuando ya solo había
que cubrir Jos gastos ordinarios de armamento, i
que subían á cérea de 91,200 reales por cada
43
BALL 337
expedición. Los buques destinados al estrecho de
Davis partían de Bayona á últimos de febrero ó á
principios de marzo'; los que iban á la Groenlan-
dia partían del 15 al 20 do marzo : unos y otros
regresaban en agosto y setiembre, aunque la
época de la vuelta dependía principalmente del
resultado de la pesca. Cuando ésta era favorable,
se les veía regresar á principios do agosto; pero
si habíasido desfavorable , los navios do la Groen-
landia se detenían comunmente en la Isla Island
para pescar algunas ballenas llamadas sardas,
lo que no les permitía volver á entrar en Bayona
basta el 20 de setiembre.
En la misma época '1760) la pesca de los Ho-
landeses ofrecia muy diferentes resultados : para
ella empleaban navios de 380 á 400 toneladas, á
los que iban anexas 6 á 7 chalupas, constando su
tripulación solo de 45 á 48 hombres, en atención
á que los navios holandeses para este objeto eran
tallados en forma de urcas, que necesitaban me-
nos hombres para maniobrar que Jas fragatas
de Bayona. Un navio holandés, de porte de
400 toneladas, con sus utensilios de pesca, sus
víveres y los adelantos de la tripulación , impor-
taba al armador 319,200 reales, y se contaba que
para cubrir los gastos , expedido para la Groen-
landia, debía traer el producto de 4 ballenas. Es-
tos navios , que no hacían sino un viaje por año y
que raras veces eran empleados en otros usos,
bien cuidados , podían navegar durante 45 ó 50
años. En esta época la Holanda tenia de 160 á!80
navios para la pesca de la bellena.
Habiendo partido, en 1753 de los diferentes
puertos de la Holanda 118 navios para la pesca
de la ballena en las costas de la Groenlandia , aso
regreso trajeron 539 ballenas, cuya grasa, licua-
da, produjo 20,296 barricas de aceite: término
medio, por navio, 4 ballenas '/> y 170 y, barricas
de aceite.
En el mismo año 1753 salieron de los mismos
puertos de la Holanda 48 navios para hacer la
pesca en el estrecho de Davis , y de regreso tra-
jeron juntos 100 ballenas, cuya grasa produjo
6,484 barricas de aceite : término medio, por na-
vio , cerca de 2 ballenas y y8 y 135 barricas de
aceite.
En la misma época se observó que las barbas
de las ballenas pescadas en la Groenlandia eran
comunmente tan pequeñas que solo se vendían
á la mitad del precio de las del estrecho de Da-
vis; y con este motivo es menester observar que
el precio de las barbas de ballena crece con-
siderablemente excediendo de la dimensión me-
diana.
Los navios holandeses partían para el estrecho
de Davis á primeros de marzo, y para la Groenlan-
dia en abril : cuando la pesca era favorable , es-
taban de regreso en el mes de julio; en el caso
contrario , no llegaban hasta setiembre.
Si en un principio la pesca inglesa dio benefi-
cios poco considerables fué en razón de estar es-
tancada por una compañía privilegiada. En 1721,
la compañía dicha del Mar del Sud emprendió en
muy grande escala este comercio, que ella mo-
Tomo i.
338 HALL
nopolizó durante ocho años, pero al cesar ofreció
un déficit considerable á los accionistas. Enton-
ces la legislatura inglesa, siempre tan dispuesta
á favor del comercio, otorgó una prima (año
1732) de 95 reales por tonelada á cada navio de
mas de 200 toneladas que se dedicase á la pes-
ca de la ballena Esto no bastó para reanimar tan
importante industria, y en 1749, por acto del
Parlamento , la prima fué elevada a 1 90 reales.
Muchos particulares tomaron luego parte en la
especulación ; pero la importancia misma de la
prima traía consigo un abuso , los armadores se
ocupaban mas en ganar que en el buen resultado
de la pesca. Mas tarde, el Parlamento redujo la
prima á 141 reales 26 maravedises, lo que hizo
relucir el número de navios dedicados a la pes-
ca de 105 á 39 , en los cinco años que siguieron
a este reducción. El Parlamento, asustado de esta
decadencia de una industria por la que tenia el
mas grande interés, restableció en 1781 la pri-
ma de 1 90 reales por tonelada , con cuya medi-
da el número de navios volvió á ser lo que habia
sido , y por otra parte este comercio se vio ex-
tremamente favorecido por las hostilidades que
habian comenzado entre los Holandeses y los
Americanos, y que llevaron un golpe fatal á la
pesca de los primeros. En 1787, la prima fué de
nuevo reducida á 141 rs. vn. 26 maravedises; en
1793, á 119- rs. vn., 23 maravedises, y en 1824,
fué totalmente abolida.
Mac Pherson valúa á la enorme suma de
149.901,425 reales el total de las primas pagadas
en Inglaterra desde el año 17S0 hasta el ano 1788;
y Mac Culloch afirma que de 1 789 á 1 824, época de
la abolición, el total de las primas no ha bajado de
9o millones. Son, pues, cerca de 241 .300,000 rea-
les otorgados en Inglaterra para el fomento de
la pesca de la ballena en el trascurso de 74
años.
Sea como fuere , no es cierto que este ostentoso
fomento hubiese bastado para asentar en Inglater-
ra , sobre bases sólidas , la industria ballenera y
para segurar en esta especulación la preeminencia
délos Ingleses sóbrelas demás naciones europeas,
si la ocupación de la Holanda por los Franceses
en 1794, y la ruina de la marina batava no hubie-
sen poderosamente contribuido á ello. Los Ingle-
ses por otra parte no descuidaron sacar un hábil
partido de este aniquilamiento de la pesca holan-
desa : ofrecieron á los pescadores de esta nación
que quisiesen traerles su industria , todos los de-
rechos de que gozan los ciudadanos de la Gran-
Bretaña, con lo que consiguieron que un gran nú-
mero de ellos aceptasen la invitación y les lleva-
sen sus capitales y sus conocimientos en el oficio.
Como consecuencia de este impulso, la pesca
inglesa se ejecutó con mas feliz resultado que en
ninguna otra época. A la fin de la última guerra
(en 181o) se contaban en los puertos de Ingla-
terra 134 navios destinados á la pesca de la ba-
llena, que ocupaban 5,800 marineros, solamente
para la pesca en los mares del Norte, y 30 navios,
con 800 hombres de tripulación, para la pesca en
los mares del Sud.
BALL
Después del restablecimiento de la paz con la
Francia, los capitalistas ingleses temieron que
los Holandeses no se dedicasen de nuevo á la
pesca de la ballena con su antiguo ardor y el fe-
liz resultado que corona la perseverancia. Pero
estos temores carecian de todo fundamento : los
Holandeses , durante los treinta años de su exclu-
sión de todos los mares, habian perdido todo ese
conocimiento práctico de los pormenores de la
pesca, que por largo tiempo les habia proporciona-
do tanta fortuna. En vano fué que el gobierno en-
sayase reanimar esta industria entre ellos, ofre-
ciendo primas muy considerables y muchas otras
ventajas á aquellos que quisiesen dedicarse de
nuevo á esta especie de empresas. Tres compa-
ñías , en efecto, se formaron para la pesca, la una
en Rotterdam , la otra en Harlinghen, y la terce-
ra en la Holanda meridional; pero sus esfuerzos
fueron muy limitados y sin ningún resultado.
Desde el ano 1 826 , la compañía de la Holanda
meridional cesó de existir, y entonces la compa-
ñía de Harlinghen expidió cuatro buques, y la de
Rotterdam dos; pero en 1827 Rotterdam no expi-
dió sino uno, y Harlinghen dos. En 1828, un
solo navio salió de la Holanda, débil y último es-
fuerzo de una industria espirante.
Tal ha sido para la Holanda el destino que,
después de tantos prodigiosos resultados, le esta-
ba reservado en la historia de la pesca de la ba-
llena. Todas las tentativas hechas para reanimar-
la su frustraron , porque los navios holandeses
no estaban armados ya sino con marineros inex-
pertos. ¿Cómo con tan débiles medios se puede
entrar en concurrencia con los Ingleses, hoy dia
que la especulación de esta nación se desarrolla
en una escala tan colosal? Además, los America-
nos del Norte son unos rivales no menos temibles,
porque son muy hábiles pescadores , y sus mari-
neros se dedican á esta industria con gusto, sien-
do en general hombres robustos, muy propios
para las fatigas y los rigores que es preciso ar-
rostrar para alcanzar buen resultado.
Desde muchos años se observan notables cam-
bios sobrevenidos en las condiciones de la
pesca de la ballena, que cada dia se hacen
mas sensibles. Las aguas de la pesca no son ya
las mismas, y como las ballenas nayan casi todas
abandonado los mares situados entre el Spitzberg
y la Groenlandia , los pescadores frecuentan con
S referencia el estrecho de Davis y la Bahía de
affin , ó el mar que baña las costas déla Groen-
landia occidental. Cuando en 171 9 los pescadores
holandeses comenzaron á frecuentar el estrecho
de Davis , las ballenas , que hasta aquel entonces
no habian sido perseguidas , se encontraban allí
en mucho mayor número que en los mares que
circundan ef Spitzberg, y desde esta época,
comunmente los Vio de los" navios holandeses se
dirigían al estrecho de Davis. En cuanto á los
Ingleses, no frecuentaron estas aguas hasta una
época muy posterior , y aun en 1820 las expedi-
ciones eran mucho mas numerosas páralos ma-
res de la Groenlandia. Pera en estos últimos años
los Ingleses han cambiado de ruta, habiendo
BALL
casi enteramente renunciado á la Groenlandia.
Los multiplicados descubrimientos hechos en las
expediciones ordenadas por el gobierno inglés
para la exploración de los mares de las islas en
el oeste del estrecho de Davis y de la bahía de
Baffin , han hecho conocer á los pescadores mu-
chas aguas nuevas, muy favorables para la pes-
ca. Esto durará asi hasta que las ballenas de nue-
vo espantadas en estas aguas, hoy dia tan abun-
dantes, vayan á refugiarse en otras aun mas
remotas y también mas difíciles para la pesca.
El mar del estrecho de Davis es menos obs-
truido, en general, por los bancos de hielo que
los de la Groenlandia y del Spitzberg , pero se
encuentran en él ventisqueros en forma de mon-
tañas; y la pesca que se hace en la había de
Baffin y el estrecho de Lancastro es mas peligro-
sa quizas que ninguna otra ensayada hasta el
presente.
Según los escritos del Sr. Mac Culloch , de los
cuales hemos tomado la mayor parte de los da-
tos sobre la pesca de la ballena, en 1832 tenia
la Inglaterra 81 navios destinados á esta indus-
tria, que juntos formaban un total de 26,393 to-
neladas ; el número de ballenas cogidas fué de
1,563, que dieron: \ 2,6 10 barricas de aceite,
á 1,900 rs. vn., valor de 23.959,000 rs. vn.; y
676 barricas de barbas, á 11,875 rs. vn. , valor
de 8.027,500 rs. vn., que forman un total de
31.986,500 rs vn.
Para la nación inglesa, la pesca de la ballena
no comenzó en el mar del Sud hasta al principio
de la guerra de la independencia americana; pe-
ro los colonos ingleses de la América del Norte
se habían ya dedicado á ella con mucha actividad
v algún buen resultado. En 1791, partieron de
ios puertos de Inglaterra 75 navios para esta
pesca , pero este número fué disminuyendo des-
pués: §n 1829, no había mas que 31 , formando
juntos 10,997 toneladas, y llevaban 937 hombres
de tripulación.
Por espacio de muy largo tiempo los America-
nos del Norte se han dedicado á la pesca de la
ballena con mas actividad y buen resultado qui-
zás que ninguna otra nación del globo. Desde el
año 1690 principiaron á emprenderla , y durante
cerca de cincuenta años pudieron hacer en sus
propias costas abundantes y muy productivas
capturas , hasta que las ballenas se alejaron de
allí, como hacen siempre de todos aquellos lu-
gares en que se las persigue demasiado. Enton-
ces los Americanos, marinos llenos de energía
y de un genio emprendedor , las persiguieron en
íos mare¿ del Norte y en el Sud. El estado de
Massachussetts sobre lodo se distinguió constan-
temente por el arrojo , la frugalidad y la perseve-
rancia de los marinos que se dedicaban á esta
industria. La pequeña isla de Nantucket y el
Suerto de New-Bedfort en esta provincia de la
[ueva-Inglaterra figuran sobre todo de una ma-
nera extremamente notable en estas empresas;
sus pescadores comenzaron primero á explorar
los mares del Sud. El Sr. Pitkin observa que los
navios de Nantucket y de New-Bedfort , abando-
BALL
339
nados á sus propios recursos, rivalizaban . con
feliz resultado , con los navios de los ciudadanos
de la Gran-Bretaña, auxiliados y protegidos con
fuertes primas otorgadas por su gobierno , y que
se han hallado siempre en disposición de sostener
la concurrencia en los mercados extranjeros pa-
ra el producto de su pesca. El 1 .° de enero de 1 833
los navios destinados á la pesca déla ballena en los
Estados-Unidos eran en número de 203 ; la pesca
de 1832 había producido 107,752 barriles de
aceite.
Pesca en el Sud.
Habiéndonos ocupado suficientemente de la
pesca de la ballena en las costas del Norte, no po-
demos prescindir de hacerlo con alguna extensión
de la que tiene lugar en los mares del sud , que
es hoy día el objeto de muy numerosos armamen-
tos en Francia y en los Estados-Unidos.
La pesca de la ballena franca se practica lo mas
generalmente desde los 27° de latitud Sud hasta
a los 16°. Durante los meses de mayo, junio, ju-
lio y agosto, las ballenas van á parir en las vas-
tas plavas de arena que circundan estas costas
desnudas y áridas. Siendo los vientos que reinan
en estas aguas casi siempre de la parte del sud
ó sudoeste , los navios entran asi de balda en
bahia corriendo al norte, y permanecen en cada
una de ellas mientras que la pesca es productiva.
Una de las bahías mas frecuentadas por los pes-
cadores, en el sud, es la determinada con el
nombre de Anyrajuntas, y conocida por estos
navegantes bajo el nombre ele Santa Isabel-bay,
cuyo surgidero es bastante bueno, principalmen-
te en la parle del este de la isla , situado á cerca
dedos millasdela Gran-Tierra, pudiéndose entrar
en él, por el norte ó por el sud, aunque sin em-
bargo el mejor paso es el del norte, á causa de
las rocas á flor de agua que se prolongan en el
sudoeste de la punta sud de la isla, que la carta
designa bajo el nombre de la isla de la Posesión.
Esta isla , que es larga de cerca de una milla , y
ancha solamente de algunos cientos pasos, esta
cubierta de pájaros niños, cuyos huevos son bus-
cados por los marineros , á quienes una larga
travesía ha á menudo privado de víveres frescos.
Esta isla está cubierta de pieles y de huesos
de lobos marinos , á donde llegan grandes ban-
dadas durante el invierno. Los Americanos de k s
Estados-Unidos se ocupan de esla pesca, que con
frecuencia es muy productiva, sin despreciar por
esto la de la ballena. Para matar estos animales,
cuya piel es buscada y tiene un gran precio, se
aprovecha el instante en que un gran numero de
ellos se han adelantado un poco en la playa ; en-
tonces los marineros descienden á tierra , arma-
dos de palos; los lobos marinos espantados pro-
curan volver al mar, pero teniendo así cortada
la retirada, con fuertes golpes sobre la cabeza y
particularmente sobre el hocico , se mata á todos
ios que procuran escaparse. liase visto muchas
veces que 7 á8 marineros , ejercitados en esta
caza, han muerto 4 a 500 lobos marinos eu una
misma noche.
Los infelices Ilotcntotcs que frecuentan esla
340 BALL
costa, arrastran hacia las playas, que ellos saben
son visitadas por los navios que van á la pes-
ca de la ballena, pequeños bueyes que pesan me-
nos de 250 á 300 libras , que son un precioso re-
curso para las tripulaciones de los buques, y en
cambio de los cuales se les dan objetos de muy
poco valor; un mal fusil de bordo, una botella
de pólvora de caza de calidad muy inferior, á
veces una hacha ó un cuchillo , bastan para el
pago de uno de estos bueyes.
Hay años que los vientos del sud, que reinan
casi continuamente desde el cabo de Buena-Espe-
ranza hasta los alrededores del Trópico , son
mas constantes y mas débiles que en otros años;
fiero casi siempre los navios que han frecuentado
as baldas desde algún tiempo han experimenta-
do en ellas fuertes averias durante los meses de
mayo , junio , julio y agosto.
La bahía mas contigua á Santa Isabel , yendo
hacia el N., es la determinada en la carta bajo
el nombre de Angra pequeña. En ella el surgide-
ro es -bastante bueno , sobre todo á la entrada
de la bahía, en donde es prudente colocarse, por-
que el extremo sud tiene poca profundidad , y se
está todavía á una milla de tierra , que apenas
hay una braza de agua. En el este de la bahía
hay dos grandes islas, de las cuales la una
está cubierta de pájaros niños y rodeada de
rocas sobre las cuales se pueden coger bastantes
cabrajos en pocas horas para cargar de ellos to-
da una chalupa, y también allí se pueden procu-
rar pequeños bueyes hotentotes á iníimo precio.
Entre una de las islas y la Gran-Tierra, cuya
distancia es de cerca de milla y media, hay un
surgidero excelente , en el que se está al abrigo
de todos los vientos, habiéndose visto en él an-
clados buques americanos cuyas velas estaban sin
vergas.
Después Angra pequeña, se encuentran mu-
chas pequeñas islas , entre las cuales solo hay
notable Angra de Conceicao, situada á cerca de
25°40\ El surgidero es igualmente bueno á la en-
trada de esta bahía , que es muy abundante de
pesca.
En los 23° se encuentra una ensenada vasta y
cómoda , conocida bajo el nombre de Walwish-
bay, que es la mas espaciosa de todas las bahías
de estos mares ; pero aunque el surgidero sea
excelente, no se estaría en ella seguro en un gol-
Íie de viento , en razón de la poca elevación de
os terrenos. En ella se pescan en abundancia
muchas especies de excelentes pescados.
Después de Walwish-bay, se encuentra Angra
de San A mbrosio, Praya-dar-neves, Angra fria, y
en fin otras pequeñas ensenadas poco frecuenta-
das , hasta á la casi isla de los Tigres , célebre
en adelante por la pérdida del navio Franco-Ame-
ricano Woodrop-sims. A algunas leguas de allí,
á los 16°, 30' , se encuentra el Puerto Alejandro,
que es el punto el mas N. hasta donde se des-
ciende comunmente á la pesca de las ballenas.
Pero entre todas estas bahías no hay puntos
preferidos por las ballenas ; viniendo, á lo que se
presume, por el S., estos cetáceos entran en la
BALL
mayor parte de las ensenadas hasta que , precisa-
das á parir, escogen una playa de arena que les
convenga. Hase observado que en los meses de
mayo y de junio , que son la época del principio
de la pesca en esta parte del Océano, las balle-
nas apenas habitan sino las tres ó cuatro bahías
situadas mas al S. En julio y agosto, al contrario,
corren al N. , y abandonan las primeras, y des-
pués desaparecen casi de repente de estos mares,
en ciertos años.
Es, pues, conveniente abandonar la costa de
África lo mas tarde á principios de setiembre.
Pasada la estación de la costa de África, la pesca
se continúa en el oeste del cabo de Buena-Espe-
ranza , desde los 32° hasta á 35 y 36° de latitud
S. , y los \\° hasta cerca del Io y 2o de longi-
tud E.
Si bien se han visto ballenas en estos últimos
mares en setiembre, sin embargo solo llegan á
ellos por lo común á principios de octubre. Así,
concediendo unos quince días á los navios para
volver al S. hasta por esta latitud de 35° , es del
todo necesario abandonar la costa á principios de
setiembre.
Pesco en las islas Tristan de Acunha.
Después de haber dejado las costas de que aca-
bamos de hablar, se toma la ruta hacia el oesto
del cabo de Bueña-Esperanza para caer cerca
de los 32° del E. S , y los 1 Io de longitud E. Ha-
cia últimos de setiembre es cuando se empieza á
encontrar allí ballenas , habiendo años que son
muy abundantes durante los meses de octubre,
noviembre y diciembre, que dura esta pesca.
En general , las ballenas que se cogen en las
bahías de la costa de África son mas grasas que
las pescadas en el oeste del cabo.- Cada ballena
de las bahías puede ser estimada, término medio,
en una relación de 90 á tOO barriles de aceite,
mientras que las de las islas de Tristan de Acun-
ha * no producen comunmente sino de 70 á 80
barriles. En estos últimos mares se encuentran
con frecuencia ballenas de giba y de aletas {ror-
cual y ballenóptero) , que nunca se manifiestan,
ó alo menos muy raras veces, en las bahías. Men-
guando la longitud E. , sucede también que se
encuentran á veces cachalotes, que nunca se ven
en la costa de África.
La temperatura t en las islas de Tristan de A-
cunha es benigna^ siéndolas noches solamente
húmedas, y hay años cuyos tres meses de pesca
se pasan del todo sin que el menor golpe de
viento vaya alterarla. Es importante para la pes-
ca en estas aguas que se tenga un navio que va-
ya bien ala bolina: cada vez que una embar-
cación coge una ballena, se ve obligada á po-
nerse á la capa por poca brisa que haya, ó en fin
amainar sus velas de delante para permanecer,
lo mas posible, de proa á la oleada; pero por
poco que la mar esté de leva , y que se esté obli-
* J,lámansc así los mares de pesca situados al oeste del
rabo de Bueña-Esperanza , aunque no se tengan siempre á
la vista estas isas.
BALL
gado á conservar su ballena una noche a lo largo
do burilo antes de poder comenzar á destelarla,
se abate siempre do unas diez millas aun con el
mejor navio. Pudiendo la captura consecutiva de
muchas ballenas aumentar este abatimiento has-
ta el punto de poner el navio demasiado bajo el
viento de los puntos en (pie corren las ballenas,
es muy importante poder ganar prontamente el
viento, para volverse aballar en las miomas aguas,
Además , sucede casi siempre que las ballenas
pescadas por las piraguas van a morir á algu-
nas millas lejos del navio: un bastimento de po-
ca velocidad no podrá con frecuencia juntarse
otra vez con su ballena antes de la noche y se
verá precisado á dejar una embarcación cerca de
ella, lo que, según las circunstancias, no carece
de peligro.
Llegando á las primeras bahías á mediados de
mayo, puedo aprovecharse toda la estación que
las ballenas frecuentan estas costas, y después
se irá en seguida al oeste del cabo hasta diciem-
bre , en donde se puede completar la pesca.
En las bahías de la costa de África nunca las
ballenas punzadas se hunden , mientras en las
aguas profundas del oeste del cabo esto sucede
con demasiada frecuencia.
En las islas Tristan jamás se encuentra una
ballena aislada , comunmente van á bandadas de
3 ó í, pero nunca en mayor número: son mucho
mas vivas que las de las bahías, y nadan con
mucha mas celeridad. Con frecuencia se encuen-
tran allí de pequeñas que no dan mas de 33 á 40
barriles de aceite.
Pesca en las costas de la Petagonia,
En las costas de la Petagonia la pesca se ha-
ce desde los 31° de latitud S. hasta los 48° y 49°.
durante los meses de junio , julio y agosto. En
estas aguas, raras veces se es contrariado por los
vientos: la temperatura es suave, y las ballenas
que se cogen son casi siempre de 100 barriles de
aceite, si bien apenas son mas gruesas que las de
las islas de Tristan de Acunha, pero su grasa'es
mas espesa y muy amarilla, variedad que pro-
duce mucho mas aceite.
También pueden pescarse ballenas en las islas
Muluinas, desde enero hasta marzo; pero aun-
que sean muy gruesas , raras veces esta pesca
es productiva, porque los golpes de viento em-
piezan á hacerse sentir temprano y los terrenos
contiguos no son favorables. Con todo ha habido
alli navegantes afortunados.
En cuanto á los que se deciden á doblar el
cabo de Hornos, encuentran en las bahías de
Chile surgideros tranquilos, en donde la pesca es
aveces muy productiva.
Los puntos de parada mas frecuentados, cuan-
do se vuelve de las costas del Brasil , son : Mon-
tevideo, Bio-Janciro, Maldonal y Santa Catali-
na. Muchos navios escogen con preferencia este
ultimo lugar , en razón de la bondad de la rada,
y de la abundancia y de la baratura de las provi-
siones. Por algunos barriles de aceite, á falta de
dinero , pueden procurarse allí todas las delicias
BALL til
ó las cosas indispensables después do una larga
campaña empleada en los mas rudos trabajos.
Por lo demás es muy fácil alli el hacer agua.
Las embarcaciones que han comenzado su pes-
ca en las bahías de la costa de África , y (pie han
podido completar su cargamento en las islas Tris-
tan de Acunha, arriban con frecuencia en la isla
de Santa Helena, cuando los \ientos lo permiten,
pero no debe esperarse encontrar aquí los recur-
sos que ofrecen los otros puntos de parada que
hemos citado: todo es raro y caro en este punto,
excepto los cerdos y carneros ; por lo demás el
surgidero es bueno V resguardado por la tierra.
Productos útiles de la ballena.
Los principales productos de la ballena son la
grasa y las barbas. La lengua de la ballena está
cargada de bastante grasa para poder suminis-
trar hasta 6 toneles de aceite. Délos tegumentos,
de la capa espesa de tejido celular grasicnto quo
se halla debajo del dermis , y demás partes gra-
sas , se extraen á veces hasta 60 y 80 quintales
de aceite, y se dice también hasta 130. La gra-
sa tiene un olor fuerte y repugnante, y pasa fá-
cilmente á la fermentación pútrida ; pero aunque
el aceite que de ella puede extraerse retenga en
parte este olor.es no obstante buscado, en razón
del uso considerable que de él se hace en las ar-
tes y en la economía doméstica; la fabricación do
los jabones negros, el mejoramiento de la brea
de marina , y sobre todo la preparación de los
cueros consumen enormes cantidades de aceito
de ballena, que ofrece también un recurso pre-
cioso para el alumbrado. IV. Aceite de ballena). —
Las barbas de ballena serán estudiadas á conti-
nuación de este articulo.
La ballena, además de estos dos productos que
la hacen buscar por los pescadores arriesgados
que se exponen en esta industria lucrativ a , su-
ministra también al hombre colocado bajo un
cielo ingrato algunos otros recursos contra la
necesidad. Los habitantes de los climas helados
comen á veces su carne fresca, que también la
hacen secar y ahumar para conservarla; pero es
muy dura y seca , y ciertamente es un alimento
muy repugnante, atribuyéndole en Busia la pro-
piedad de hacer reaparecer los síntomas de la sí-
filis; según Bondelet, la lengua y la cola son nu-
tritivas, de buen gusto, pero de difícil digestión.
Con los intestinos, aquellos infelices se procuran
ligaduras y cuerdas muy resistentes y casi inal-
terables; forran con las membranas de la balle-
na esas frágiles embarcaciones en lascuales ellos
no temen arrostrar los peligros de la alta mar y
los témpanosde hielo mortíferos que ésta acarread-
los excrementos del animal les sirven para teñir
de color rojizo muy sólido sus estofas; en fin, los
largos arcos de la cavidad torácica de las balle-
nas leu presentan excelentes armaduras , y un
combustible muy precioso allí donde no se en-
cuentra casi otro. De creer es que todas estas
parles, despreciadas por los pescadores, acabaran
por ser recogidas , y, sometidas á preparaciones
Sil BALL
convenientes, ofrecerán un nuevo alimento á la
industria.
Los Groenlandeses emplean también como ali-
mento la piel y las aletas de este cetáceo; los an-
tiguos hablan de una especie de pan hecho en
gran parle con huesos de ballena, que comíanlos
ictiófagos del tiempo de Alejandro el Grande.
En medicina, el aceite de ballena ha sido re-
comendado como emoliente y sedativo, y la grasa
como emoliente; el miembro genital desecado,
contra la impotencia, la leucorrea, la disentería
y también la pleuresía; el hueso de la caja del
tímpano ha sido preconizado en la cólica , las en-
fermedades de las vías urinarias , etc.
Según la Dirección general de Aduanas y Aran-
celes, la importación de aceite de ballena, fué:
1849.
1350.
SSuecia. . . . 28,883(3) 11,103(8) 5,425 (3)
Inglaterra.. . 2,654 » 2,124 » 1,540 »
Otros puntos. 4,695 » 1,221 » 3,820 »
De América:
Isla de Cuba.
Posesiones |
ing esas. . 1
Otros puntos.
354$
11,109 » 16,850 > 17,482
55 *
41,695 » üTTÑjinr Ü~mT
BIIíLEW ó Barbas de ballena.
Láminas córneas, colocadas las unas junto á las
otras, un poco oblicuamente hacia atrás, que las
ballenas francas llevan en vez de dientes en la ca-
ra palatina de los huesos maxilares de cada lado
de la boca.— V. Ballena.
El tejido de estas láminas ofrece una aplica-
ción de fibras longitudinales muy finas y muy
apretadas, como impregnadas de un cimento ge-
latinoso endurecido. De esta textura resulta un
cuerpo muy elástico, muy flexible y muy resis-
tente , del todo incorruptible y de una duración
indelinida.
Las dimensiones de las barbas de ballena va-
rían mucho con la edad y la magnitud del ani-
mal; pero la diferencia es aun mayor entre las
barbas recogidas en el mismo individuo , lo que
depende del lugar que ocupan en la boca de la
ballena. Cada una de estas barbas tiene una cur-
vatura bastante semejante á la de una hoja de
guadaña, termina como ésta en punta y está ad-
herida por la extremidad mas ancha á la parte
saliente del hueso de la mandíbula, que divide el
paladar , en su longitud , en dos partes iguales , á
corta diferencia como las barbas de una pluma es-
tán adheridas á cada lado del tronco que las
sostiene. El lado mas grueso de la barba y cuyo
tejido es el mas denso y el mas tupido es el in-
terior, conociéndosele bajo el nombre de dorso de
la barba, para distinguirle del lado opuesto, mu-
cho mas delgado y de un tejido mas flojo, llama-
do vientre de la barba , parte herizada de crines
que la guarnecen en toda la longitud desús bor-
des. Las extremidades barbudas salen alrededor
de la inmensa abertura del animal y forman es-
pecies do bigotes.
BALL
Las barbas colocadas en el fondo del paladar
tienen á veces hasta 12 y H pies de longitud, so-
bre 6 pulgadas de ancharía media , y cerca da
4 á 5 lineas de grueso, y además tienen una gran
corvadura. En cuanto á las barbas tomadas en la
parte anterior de la mandíbula en el mismo indi-
viduo, apenas tienen 6 pies de longitud, sobre 4
pulgadas de ancharía y 2 á 3 líneas de grueso,
si bien ofrecen la ventaja de ser mucho menos
corvas que las grandes.
Al mismo tiempo que una parte de la tripulación
del navio pescador se ocupa en el destazamiento
del animal para recoger toda su grasa , otros
hombres arrancan las barbas, que en su base es-
tán cubiertas de mucha carne, que es preciso se-
parársela. Por medio de cuñas y de pesados ma-
zos de hierro se separa á las barbas unas de otras,
luego se limpian y se hacen secar en el puente
del buque, al aire libre y al sol.
En el comercio, se da la preferencia á las bar-
bas de la ballena pescada en los mares del Norte,
y siempre al producto de los animales mas viejos,
porque sus barbas son mas consistentes, mas nu-
tridas, mas densas y mas duras, y las fibras son
mas largas , mas tupidas y mas elásticas. Las
barbas recogidas en la costa del Brasil son mu-
cho menos estimadas , porque son mas frágiles
y nú nos duras. En cuanto a las procedentes de
ballenas muy jóvenes , cualesquiera sean los
mares en que hayan sido pescadas , sus fibras
son cortas, y la materia es quebradiza.
Alas barbas de ballena, antes de entregarlas
al comercio , primero se las ha de despojar de
esas largas crines de que están sembradas; des-
pués , con una sierra de mano , se cortan á larga-
ria conveniente para los usos de fábrica (una va-
ra á corta diferencia de largo). Los cabos que
exceden de esta medida son puestos aparte pa-
ra hacer lo que se llama surtido , y clasificados
según sus longitudes.
Después de esto, se colocan los pedazos de ba-
llena en una caldera de cobre muy prolongada y
de forma paralelográmica, puesta en una hornilla,
teniendo cuidado de colocar en el fondo de la
misma los trozos mas cortos. Luego se llena de
agua la caldera, se sujetan las barbas por medio
de una plancha cargada de peso , se enciende
el fuego , y se hace hervir por espacio de cerca
de dos horas. Por medio de esta ebullición, las
barbas se limpian, se despojan de las carnes y
de las grasas que les babian quedado adheridas,
y se reblandecen. Este reblandecimiento es indis-
pensable para que se las pueda cortar de grueso.
En seguida se procede á escoger las barbas
cortadas y hendidas de nuevo : primero, se hacen
secar todos los pedazos, para restituirles la du-
reza y la elasticidad que habían perdido con la
ebullición , y , después de secos , se raen ó es-
cofinan para quitar la epidermis que habia esca-
pado á la cuchilla del rajador. Estas raeduras
no quedan sin uso , puesto que son muy útiles pa-
ra guarnecer camillas de niños, porque la ballena
escupe el agua, y por esta circunstancia no hay
que temer la orina.
BALL
Por último , se escogen los pedazos, y de ellos
se forman suertes, según su longitud, su grueso,
su fuerza y su peso; poniendo á parte los
procedentes del dorso , los del medio y los del
vientre de la barba. Los primeros son ele un te-
jido mas fuerte y mas compacto , pero les falta
flexibilidad , y asi es que convienen mejor para
ciertos usos , a los cuales no sirven los otros pe-
dazos , y vice-versa.
En el comercio , se dan precios muy distin-
tos á la ballena , según proceda de animales muy
grandes, ó medianos, ó pequeños , haciendo pa-
quetes diferentes de cada calidad.
Los pedazos de ballena se venden , en general,
a libras , según una tarifa particular y relativa
á cada calidad, atendiendo comunmente para fijar
los precios á las largarias délos pedazos.
En estos últimos años , la quimica se ha tam-
bién ocupado de la materia de las barbas de ba-
llena, habiendo conseguido blanquear casi com-
pletamente este producto, que en este estado
puede, como todos los tejidos animales , ser im-
pregnado sólidamente de los colores mas vivos
y mas duraderos, lo que abre un ancho campo al
uso de la ballena para un sin número de objetos
de ornato. Conócese ya una aplicación de esta
industria , que es la de las flores artificiales de
ballena, en las cuales se manifestan el mas deli-
cado arte , un gusto esquisito y todos los recur-
sos de la imaginación mugeril ejercitada en la
producción de un objeto de tocador muy de-
seado.
Desde el año \ 839 se han establecido en Barce-
lona algunas fábricas para cortar y preparar la
ballena para los usos de la industria, y si bien en
la actualidad su número no sea tan crecido, bastan
para alimentar el consumo de toda la península,
podiendo sus productos competir con los proce-
dentes de las fábricas extranjeras respecto á la
perfección y casi en baratura. Nuestros fabrican-
tes han hecho esfuerzos para sostener este ramo de
industria que merecen ser atendidos, puesto que
han tenido que luchar con la concurrencia de los
de otras naciones que se dedican á la pesca, y que
por consiguiente tienen las barbas de ballena en
estado natural mucho mas barato. Además, ven-
se obligados á pagar por esta primera materia un
derecho casi igual al que paga la ballena corta-
da en varillas que se importa del extranjero.
El derecho que, según el Arancel vigente, pa-
ga la ballena en estado natural ó sean las barbas
tales como se cortan del cetáceo es de 40 cente-
simos , y el que paga la ballena en varillas es de
^ real un. 25 centesimos. La diferencia son 8o
centesimos, diferencia insignificante, y mucho mas
si se atiende á que en la operación de labrar la
ballena se pierde un 30 p% de esta primera ma-
teria, que ha pagado también derecho, y que se
ha de tirar. Estas son las razones porque esta
industria no puede prosperar en España, y seria
de desear que , para fomentarla, el Gobierno las
tuviese en consideración , imponiendo un derecho
protector á la ballena cortada en varillas.
Seria muy largo y casi imposible enumerar los
BAI 848
diversos usos á que se destinan y pueden desti-
narse las barbas de ballena Sirven en una mul-
titud de artes: en las obras de torno son muy
propias para cajas de tabaco, estuches, y mil
pequeños utensilios; pero su uso mas considera-
ble es para la armazón de los paraguas y de las
sombrillas , siendo para este objeto casi indis-
pensable. En efecto, los numerosos ensayos he-
chos para suplir á la ballena con otros cuerpos
no han dado muy felices resultados, porque esta
es la única que reúne la solidez conveniente , la
ligereza y la elasticidad perfecta que deben tener
las varillas de un paraguas, para electar ins-
tantáneamente la corvadura necesaria cuando
éste se abre y volver igualmente pronto á la for-
ma rectilínea cuando se cierra. También se ha-
ce un inmenso uso de esta sustancia para balle-
nas de corsés demugeres, para látigos, y ele-
gantes y duraderas varillas de los dandis. Las
piezas de tornillo de los tubos de pipas de fumar,
los de un sin número de instrumentos de física
y de química requieren asimismo ballena , que,
én todas estas ocasiones , es tan solo imperfecta-
mente suplida con el cuerno , mucho mas ex-
puesto á quebrarse, á deformarse y á alterarse
que la ballena , que resiste por otra parte mucho
mejor que aquel á una elevación de tempera-
tura. Finalmente, todo lo de las barbas se utiliza:
los pedazos muy delgados , y hasta las asidlas
mismas que se "separan mientras se trabaja, no
quedan sin uso, pues con ellas se hacen vari-
Ilajes de abanicos , guarniciones de corbatines,
armazones para sombrerosde señora, etc., etc.
Después de este uso casi general de la ballena,
no debe causar admiración su elevado precio,
cuando la pesca no ha sido favorable, ó no noslle-
ga á Europa en abundancia.
Según la Dirección general de Aduanas y
Aranceles, en 1849, la importación de ballena
en tiras fué, de Francia, 43,437 libras; de Ingla-
terra, 1,545 lib.;y de otros puntos, 96 libras:
total, 45,078 lihras".
En el mismo año, en Barcelona se importaron
del reino, 203 libras, valor de 2,436 rs. vn. ;del
extranjero, 26,074 libras, valor de 342,888 rs.
\n.: se exportaron al reino, 6, 1 09 libras en varilla-
je, valor de 73,308 rs. vu., y 120 libras en pa-
quetes, valor de 960 rs. vn. ; al extranjero, 218
libras, de labrada, valor de 2,616 rs. vn.
BAIXEM DE ACERO. Denomina-
ción incorrecta , como muchas otras tomada del
idioma de los artesanos, pero muy significativa.
Entiéndese por Ballena de acero, acero perfecta-
mente batido , recocido y templado suficiente-
mente para hacerle propio á los usos á que por
lo común se emplea la ballena. Esla industria
tuvo origen en París, y en la actualidad son
muchísimos los objetos fabricados con esta espe-
cie de acero, limitándonos á indicar aquí no mas
que los aceros ó ballenas para corsés de muger.
BAMBISA, Bambusa. Los autores están
discordes respecto de este género de la familia
de las gramíneas, y de la hexandria diginia de
Linneo : los unos lo 'dividen en muchos sub-géne-
344 BAM
ros; otros quieren, al contrario, reunirlos en tres,
tales como el Nastus, el Chusquea y el Guadua.
No reina menos confusión en la determinación de
las especies; ciertos naturalistas establecen mu-
chas, mientras otros pretenden que ellas no son
sino variedades las unas de las otras.
Bambusa como caña, Caña ll:im-
l»u ( Bambusa arundinacea , Roxb. ; Arundo
/tambos, L.). Esta especie, la mas notable y la
mas interesante de todas las del género, es una
gramínea gigantesca que crece en la India,
ya en las llanuras, ó en las montañas, ya en
medio de las selvas, en donde cubre con fre-
cuencia inmensos espacios. De la India, su pa-
tria primitiva, fué en seguida trasportada á to-
das las regiones cálidas del globo en donde ha
concluido por naturalizarse. Nada mas maravi-
lloso que las copas de la caña mambu, cuyos ele-
gantes tallos se elevan á veces á una altura de 24
y lambien 30 varas. Este vegetal, á la vez elegan-
te y magestuoso, imprime, como lo han obser-
vado la generalidad de los viajeros , un sello, un
aspecto todo particular á los paisajes de las regio-
nes tropicales. Sus tallos son sencillos, pero de
sus nudos nacen con frecuencia un gran número
de pequeños ramos verticilados, cargados de
muchísimas hojas, comunmente muy grandes y
de un verde claro y agradable. Las flores forman
especies de panículas interrumpidas y ramifica-
das.
La caña mambú crece rápidamente, siendo al
cabo de 4 ó 5 años propia para un sin número de
usos ; pero no da fruto ó grana hasta la edad de
25 años , después de lo que muere.
Los tallos de este árbol , huecos y ligeros , son
no obstante de una grandísima solidez : los mas
gruesos sirven con frecuencia de armadura para
la construcción de los edificios públicos ó de las
habitaciones particulares, de modo que en la Chi-
na hay pueblos enteros construidos de esta made-
ra ; igualmente pueden hacerse de ellos vasos,
sellos , y otros utensilios de menaje, tubos para
la conducción de aguas , etc. Los tallos mas del-
gados son empleados para hacer palizadas, cerca-
dos, paredes ó tabiques de las habitaciones, y el
comercio nos los trac para trasformarlos en bas-
tones muy ligeros y muy sólidos , conocidos con
el nombre de Bamiús. Con las fibras que se se-
paran de estos tallos se hacen esteras, cestas ó
canastas muy sólidas. La película, ó, según otros,
la corteza entera reblandecida, se emplea en la
China para hacer papel. Los renuevos tiernos, así
como las raíces nuevas, se confitan en vinagre
en toda la India hasta en el Japón, y son un in-
grediente del Achia (V. esta palabra), vendién-
dose en los mercados de Amboina. Con la semi-
lla se hace una especie de pan mediano. La mé-
dula es azucarada, y parece también que de ella
fluye, por los nudos , un jugo azucarado , que se
concreta al sol , y que se usa en la India en usos
económicos. Algunos autores pretenden que este
jugo concreto ha sido conocido de los antiguos
bajo el nombre de Tabaxir. Conjetúrase que ellos I
han dado este nombre al líquido jaraboso de la I América
BAN
caña de azúcar, que crece igualmente en la In-
dia , y que ha sido conservado por los médicos
para la sustancia siguiente :
Tabaxir. Se encuentran en los nudos de la ca-
ña mambú y algunas gramíneas vecinas concre-
ciones silíceas , á veces fosforescentes , muy cé-
lebres bajo el nombre de Tabaxir. Analizadas
por el Sr. Vauquelin , las ha encontrado com-
puestas de 70 partes de sílice , y 30 de potasa y
de cal. El zumo de la planta contiene sílice y ázoe,
y es susceptible de pasar á una especie de pu-
trefacción animal. Según los Sres. Macie y Dawy,
la epidermis contiene igualmente sílice. El taba-
xir es traído de la India, y con frecuencia se fal-
sifica con cenizas de la caña mambú , y entonces
es colorado y friable ; otras veces se mezclan con
él huesos de carnero quemados, lo que ha hecho
lomarlo por una especie de espodio , por ciertos
autores. El tabaxir natural es duro y da chispas
con el eslabón. Los antiguos emplearon el taba-
xir creyéndolo dotado de grandes propiedades:
los Indios lo miran como un poderoso tónico, y
le atribuyen una grande eficacia para remediar
las contusiones y las hemorragias; los Persas lo
emplean como cordial y fortificante. Estas pro-
piedades parecen fabulosas en razón de que la
sílice es insoluble, y según su composición la vir-
tud mas racional del tabaxir es ser astringente.
Los Maleses comen las hojas de la Bambusa
Apous, Perrotet, que parece ser una variedad de
la Bambusa como caña. En la Américameridional,
el Bambusa guadua, H. y B., forma bosques de
muchas leguas; su tallo contiene una agua muy
clara y agradable para beber, y á veces se ven
en los nudos concreciones silíceas ó tabaxir, que
son de un blanco sucio al exterior, y de un blan-
co de leche en el interior. Este vegetal se emplea
á los mismos usos que la caña mambú de la India,
de la que es muy vecino. La Bambusa de hoja
ancha (Bambusa latifoha , H. y B. ) tiene las
propiedades del guadua ,. y habita en las mismas
comarcas.
HArvXí fiO, Bangleum. Rumfio da este nom-
bre á una planta de la familia de las drimirízeas,
que cree ser un gengibre silvestre, pero sobre
el cual no da ningún otro pormenor : sus raíces
son tuberosos y dan una fécula de color amarillo,
muy estimada de los Maleses como estomática,
etc. , y que puede servir en tintura como la cúr-
cuma. Según el Sr. Merat, esta planta podría ser
la misma Cúrcuma larga.
BASÍGO. Nombre indio del Cáñamo de la
India (Cannabis indica, Laon.), que es una va-
riedad del Cáñamo común (Cannabis sativa, L.).
BMI§TEBIA, BaniSTeria. Género de
plantas de la decandria triginia, y de la familia
de las malpigiáceas , dedicado al inglés Juan Ba-
nister, citado como uno délos mártires de la bo-
tánica, por haber perecido de una caída , herbo-
rizando en los peñascos de la Virginia. Hoy dia
se cuentan mas de cincuenta especies de este gé-
nero , arbustos , ó la mayor parle enredaderas,
originarias de las regiones intertropicales de la
BAR
La Banisteria angulosa ( Banisteria angu-
losa , L.) , que eu el Brasil, doodc crece , es lla-
mada Caapeba , se tiene como sudorífica, y se
emplea en el mal de piedra y en otras dolencias,
y contra los venenos y las mordeduras de anima-
les ponzoñosos.
La Banisteria Leona {Banisteria Leona, Cuv.)
es usada en África entre los negros, quienes em-
plean el cocimiento de sus hojas como febrífugo,
y esparcen el polvo de sus frutos sobre las sus-
tancias que quieren preservar de los insectos.
HAlXITAJtf. Camelli dice que en las Filipi-
nas se emplea la raíz de un vegetal de este nom-
bre, indeterminado hasta aquí, contra la calen-
tura y el asma.
HA -Vi AJÍ A. Gallina de India de los Ho-
landeses , cuya carne es un alimento sustancioso
y de fácil digestión.
BAR. Pescado de mar muy abundante en la
Carolina , del grueso de un perro marino. Los
habitantes del país miran su carne como un ex-
celente alimento, aunque de difícil digestión.
BARACOOTO. Dos especies de pescado,
de los cuales el uno es bueno para comer , mien-
tras que la carne del otro es venenosa, llevan
este nombre en la isla de Tabago.
BARAJIARECA. Adanson ha encontra-
do , en el Senegal , una planta de este nombre,
que Linneo refiere al Dólico en forma de espada
( Dolichos ensiformis , L. ) , pero que este botá-
nico cree diferente : las semillas de esta legumi-
nosa le han parecido buenas contra la gota, ma-
chacadas y mezcladas con aromas y aplicadas á
las partes enfermas.
BARBAREA, Barbarea. Genero de plan-
las de la familia de las cruciferas, y de la tetra-?
dinamia silicuosa de Linneo.
Rarbárea vulgar, Erísimo silves-
tre, Ví'i'hu de los carpinteros, Yer-
ba de Santa Rárbara ( Barbarea tulga-
ris , R. Br. ; Erysimun Barbarea, L.). Planta
vivaz, indígena, muy común en los terrenos are-
nosos y húmedos, y que á veces es cultivada en los
jardines, en particular una variedad de flores do-
bles. Tiene tallos altos de un pié, sencillos, es-
triados y lampiños; sus hojas son enteras en la
base, liradas en el tallo , con un lóbulo terminal
muy grande; sus flores amarillas, pequeñas, en
racimos prolongados, llevan una silicua delgada,
terminada por un largo estilo persistente. Es ino-
dora , y todas sus partes tienen un sabor picante,
muy semejante al del berro.
Es un buen antiescorbútico , y doblando la do-
sis puede reemplazar al berro. Se aplica a las
contusiones como resolutivo ; sus hojas tiernas
pueden ser comidas en ensalada ; sus semillas
han sido empleadas á veces como aperitivas.
BARCA. Pequeña embarcación que sirve
para navegar á la orilla de las costas del mar y
en los rios.
Los historiadores que han descrito la construc-
ción de las barcas entre los antiguos, nos dejan
sorprendidos al referir que componían estas lige-
ras embarcaciones troncos de árboles que soste-
44
BAR 545
nian zarzos de mimbres cubiertos de cuero. Plu-
tarco refiere también que, enlre los Egipcios, la
hoja del papiro reemplazaba á veces al cuero
para cubrir estos bastimentos , y añade que los
cocodrilos respectaban á aquellos que iban en
ellos en memoria de lsis, que una vez había na-
vegado en una barca de esta especie; Eslrabon
dice que este pueblo navegante se servia de bar-
cas de tierra cocida ; Diodoro y Quinto-Curcio
indican que, en las Indias, estaban en uso las
barcas compuestas de simples pedazos de cana;
finalmente, Plinio dice que los Etíopes tenían bar-
cas que podían plegarse y que llevaban sobre sus
espaldas hasta las cataratas del Nílo , para echar-
las entonces otra vez al agua y reembarcarse.
Las relaciones de los navegantes nos suministran
asimismo ejemplos de estas ligeras construccio-
nes : las barcas de que se sirven los naturales dé-
la América y de la isla del mar del Sud son sim-
ples troncos de árboles ahuecados, q«ie bastan
a estos pueblos para emprender viajes de 70 á 80
leguas de extensión; los Canadenses arrostran
los peligros de los mares del Norte en embarca-
ciones compuestas de una sencilla armadura cu-
bierta de corteza de abedul, y los Groenlandeses,
en barcas ligeras que ellos construyen de huesos
y de pieles de pescados.
Una Barca es al presente un pequeño bajel con
cubierta, carenado, y aparejado con uno ó mu-
chos mástiles, que sirve en las costas, en los
puertos, y en el interior de los rios navegables,
pero tan solo cerca de su embocadero , sea para
la pesca, sea para el trasporte de mercancías,
sea para cualquier otro servicio. Su construcción
es análoga á la de los navios de altobordo, y
está basada en los mismos principios.
Estos bastimentos sirven de intermedio entre
la gran navegación y la que se ejecuta en el inte-
rior de las tierras, en los rios y en los canales ar-
tificiales.
Como la forma de su casco, indispensable para
que puedan sostenerse en equilibrio en las aguas,
á menudo agitadas, en que navegan, exije un
fondo de agua bastante considerable , estos bas-
timentos no pueden ser empleados sino en rios de
mucha profundidad, y de ancharía suficiente para
ejecutar los bordos que la dirección de los vien-
tos puede hacer indispensables. Así es que dismi-
nuyendo el declivio de un rio de su origen á su
desembocadero, se ha reconocido que suponiendo
las dos primeras condiciones favorablemente lle-
nadas para una navegación á la vela , ésta no
puede tener lugar sino en táTito que el declivio no
exceda de l!/s vara sobre 7.000 varas de lon-
gitud.
Cuando el declivio del rio excede de este lími-
te, ó la profundidad ó la ancharía del álveo se
oponen á una navegación á la vela , se emplean
embarcaciones chatas , que necesitan menos fon-
do de agua , y que se llaman Bateles. Estas em-
barcaciones navegan arrastradas por caballerías
desde un camino practicado en la orilla, y que
debe estar construido de modo que nada pueda
impedir la continuación de la sirga; pero esta
tomo i.
346 BAR
navegación no puede tener lugar mas allá de un
limite fijo, esto es desde el punto en que el de-
clivio excede de 31/» varas para 7.000 varas.
Las dimensiones y las formas de estas embar-
caciones varían según los lugares en que están
construidas, los rios que deben correr, y el uso
áque se las destina, recibiendo nombres particu-
lares. Reconociendo todas las ventajas que pre-
senta un sistema uniforme de embarcación para
la navegación interior, en Inglaterra se ha adop-
tado ya construir todos los bateles de 23 á 24 va-
ras de longitud y 21/, varas de ancharía, dimen-
siones que ofrecen mas facilidad en los traspor-
tes, y mas economía en la construcción. La adop-
ción de semejante sistema procura, entre otros
resultados favorables , el de disminuir mucho los
gastos de construcción de los canales, y poder
llevar en las dimensiones de estos grandes traba-
jos de prosperidad pública, una uniformidad de-
ssable, por medio déla cual cada batel puede cor-
rer todas las rutas abiertas al comercio , sin ne-
cesidad de alterar la carga, inconveniente que
la variedad de las embarcaciones hace frecuen-
temente indispensable.
El trasporte por agua de ciertas materias es-
pecíficamente mas ligeras que este líquido, se
verifica á veces simplemente nadando. En la
corta de bosques de los países montañosos en
donde las comunicaciones son difíciles , y hay
torrentes y corrientes de agua , se emplea
con mucha frecuencia este sistema de conduc-
ción, que consiste en echar las maderas ó la leña
en el agua , y abandonarlas á su corriente que
las arrastra hasta el punto en que se las quiere
reunir. Este método no es practicable en las cor-
rientes de agua navegables . en las cuales es pre-
ciso reunir las maderas en balsas ó zataras ó al-
madías , para poderlas trasportar nadando.
Así es como se trasporta mucha cantidad de
madera de construcción y leña. Esta madera, por
su larga permanencia en el agua , que le quila
una gran parte de las sales alcalinas que contiene,
pierde mucho de su calidad y por consiguiente
de su precio ; de suerte que si hay economía en el
trasporte , hay , por otra parte, disminución en
el valor, lo que debe servir de base para calcular
si , cuando las localidades lo permiten , se em-
pleerá la conducción á nado ó por batel.
Siendo el peso específico de la madera de roble
poco diferente del del agua, y embebiéndose de
este líquido cuando permanece algún tiempo en
él , es necesario , eii las balsas compuestas de
esta especie de madera , añadir barricas vacías,
que , aumentando el volumen sin aumentar sensi-
blemente la masa, se oponen á la sumersión.
Independientemente de los bateles, de que
acabamos de hablar, los hay también destinados
á trasportar las personas y las mercancías de
una orilla á otra solamente de los rios. Entre
ellos distínguense la Barquilla ó Pontón , que es
un pequeño batel que se maneja con el aviron ó
palo de birar (especie de remo grande ) , y que
se emplea para el paso de las personas, y sirve
también para el servicio de los grandes bateles,
BAR
para la pesca, etc. etc. ; y la Barca de rio , que
es un gran batel chato , sólidamente construido,
abierto de delante y de atrás , y armado de dos
puentes móviles ó básculas que se abajan sobre la
orilla , y facilitan la entrada de las personas, de
los ganados , de los carruajes , etc. , que han
de trasportarse de una á otra orilla de los rios.
BARFOL. Especie de tejido que se fabrica
en el reino de Cantor , situado en las orillas del
rio Gamba. Los barfols sirven de vestido a los ne-
gros que se llaman Pagues , y también se hace
un gran comercio de ellos con los Europeos ,
trocándolos con barras de hierro.
BAR6A , limosa. Género de aves del or-
den de las zancudas y de la familia de las longi-
rostras de Cuvier. Los bargas hacían parte del
género Scolopax de Linneo; pero el Sr Brisson las
ha separado formando un nuevo género, al que
sucesivamente se han aplicado los nombres lati-
nos de Limosa y de Lirnicula.
Las bargas son aves muy altas, y presentan un
pico muy largo ; se asemejan mucho á los caba-
lleros, alas becadas y también á los chorlitos,
por la forma de sus pies , del pico , de la cola,
y por su doble muda; el macho es siempre mas
pequeño que la hembra. Las bargas tienen carac-
teres bien marcados , pero aquí tan solo nos li-
mitaremos á indicar los que se sacan del pico :
este órgano es largo, cilindrico, mas ó menos
arqueado h.icia arriba, blando y flexible en su
longitud , deprimido hacia la punta ; las dos
mandíbulas están sulcadas en toda su longitud,
son obtusas, y ligeramente ensanchadas en su ex-
tremidad.
Las bargas se encuentran en todos los parajes
pantanosos, particularmente junto á los pantanos
salados y en las orillas cenagosas de los rios cer-
ca de su embocadero ; se alimentan de pequeños
crustáceos, de gusanos acuáticos, etc. , que co-
gen en la arena ó en el fango por medio de su
largo pico. En la primavera tienen una doble
muda en la que el color de su plumaje cambia
casi del todo ; de suerte que de blanquecino , en-
tremezclado de negruzco en la parte superior de
su cuerpo , pasa a ser negro y rojo; mientras
que la cabeza, el cuello y todas las partes infe-
riores, comunmente blancas ó de un blanco gris,
pasan á un rojo pronunciado.
En Europa no se conocen sino tres especies de
bargas : la que se encuentra mas frecuentemente
es la Barga común de Buffon (Limosa melanura,
Temminck). Las especies europeas se encuentran
también en casi todas las otras partes del mundo;
una especie, propia del Asia, la Barga de pié
palmeado {Lirnicula indiana, Lesson), se ma-
nifiesta también á veces en Rusia y en Siberia en
las orillas del mar Caspio; en fin, una especie, del
todo particular en la América meridional, es la
Barga jaspeada ó Fédoa ( Lirnicula marmorata,
Yiellot. ). .
Se dice que la carne de barga es de excelente
sabor , que nutre mucho y se digiere bien.
BARIEiIíO. Nombre que los Portugueses
dan alas sedas de inferior calidad, en el comer-
BAR
ció que hacen de ellas en las Indias orientales.
Las mas finas se llaman Cabeza.
BARIO. Metal descubierto por Humphry-
Davy , sometiendo á la acción de la pila gah áni-
ca el hidrato de barita reducido á papilla clara
con el intermedio del agua. Es sólido, de color
blanco de plata , dúctil , brillante, pero pronta-
mente alterable por el aire, con cuyo oxígeno
forma un protóxido conocido bajo el nombre de
Barita, y un deutóxido que, combinándose con
los ácidos debilitados , pasa otra vez al estado de
protóxido , y abandona su oxigeno al agua. Este
metal no tiene usos.
BARITA* Esta sustancia, mirada como
una tierra alcalina, antes del descubrimiento <¡e
Da\ y , está colocada hoy dia en el número de los
óxidos metálicos , y constituye el Protóxido de
bario ( Oxido baritxco , Berz. ) , que se encuentra
en la naturaleza en el estado de combinación con
el ácido sulfúrico y el ácido carbónico (sulíato y
carbonato de barita), y de los que se extrae
en los laboratorios. La barita, descubierta en
J774 por Schéele, fué designada Tierra pesada,
Tierra espática, y Barote, pero no fué bien cono-
cida hasta veinte y dos años después por los tra-
bajos, de los Sres. Fourcroy y Vauquelin
Calentando al rojo nitrato de barita en una retor-
ta de porcelana, se obtiene por residuo la barita an-
hidra: el nitrato de barita, expuesto al calor rojo,
se funde, y, descomponiéndose, deja desprender
muchos fluidos elásticos (oxígeno, ácido nitroso*
etc.), que levantando la masa, la vuelven porosa.
También se prepara la barita, calcinando al blan-
co una mezcla de I parte de carbonato de barita y
6 á fO partes de polvo de carbón : se desprende
mucho óxido de carbono, y se obtiene por residuo
la barita mezclada con un poco de carbón.
La barita seca , anhidra, se presenta bajo la
forma de una materia gris, porosa, de un sabor
cáustico y alcalino; es muy fácil de reducir á
polvo; es muy cáustica, y sino cautereriza tan
bien como la potasa , es porque es menos solu-
ble que este álcali ; su densidad es de 4,0; en-
verdece el jarabe de violetas y vuelve al color
azul á la tintura de tornasol enrojecida por los
ácidos; es infusible al fuego de nuestras fraguas
comunes , pero puede fundirse al calor producido
por la combustión de una mezcla de hidrógeno
y de oxigeno. Al contacto del agua, la barita
presenta el mismo fenómeno que la cal : cuan-
do se hacen caer algunas gotas de agua sobre
la barita cáustica, anhidra, ésta deja oir un
ruido como el de un hierro enrojecido , desa-
pareciendo el agua y uniéndose íntimamente con
la barita; añadiendo" mas agua, la barita se em-
blanquece y se reduce á polvo , al mismo tiempo
que se produce- un calor excesivo. La barita se
trasforma también en hidrato de barita, semejan-
te al hidrato de potasa ó de sosa, y á cualquier
temperatura que se exponga , este hidrato retiene
siempre á lo menos un equivalente de agua. Ex-
puesta al aire, la barita, como los álcalis, alrae
la humedad y el ácido carbónico de la atmósfera,
para trasforrñarse en carbonato hidratado.
BAR 347
La barita es mucho menos soluble en el agua
que la potasa : 100 partes de agua no disuelven
sino 20 parles de barita ; pero es mas soluble en
caliente que en frió. La disolución [Agua de ba-
rita de los laboratorios) , hecha en caliente, po-
sa, por el enfriamiento , pequeños cristales que
contienen 10 equivalentes de agua por i equiva-
lente de barita seca. Calentados en un crisol, es-
tos cristales dejan desprender 9 equivalentes de
agua, quedando un equivalente de agua combi-
nado con la barita. La barita hidratada se fundo
bajo del calor rojo, mientras que la barita seca,
anhidra, obtenida por la calcinación del nitrato
de barita , no se funde sino á una temperatura
excesivamente elevada, de suerte que se la pue-
de mirar, por decirlo asi, como infusible. Esto es
lo que explica la diversidad de opiniones de los
antiguos químicos, sosteniendo los unos que la
barita es infusible, mientras que otros pretendían
lo contrario.
La barita seca, calentada en el oxígeno, se
trasforma en bióxido ó peróxido de bario. Echan-
do sobre la barita seca algunas gotas de ácido
sulfúrico concentrado , se produce una tempe-
ratura extremamente elevada ; la barita se pone
incandescente , y el vaso en que se opera por lo
común se rompe"
El ácido sulfúrico y la solución de los sulfatos
producen en el agua de barita un precipitado
blanco pulverolento del todo insoluble en el agua
y en los ácidos; el mismo efecto se produce con la
solución de estronciana, pero el precipitado es ve-
dijoso ; y cuando el agua ó la solución es muy
diluida, estos reactivos no la precipitan, siendo
el sulfato de estronciana soluble en una gran ma-
sa de agua. La solución de ácido crómico puro,
ó la del cromato de protasa, precipita la barita
de su solución en el estado de cromato insolu-
ble de un amarillo de limón pálido, mientras
que la solución de estronciana no es precipita-
da por estos dos reactivos. Por último, satu-
rando la solución de barita con el ácido liidro-
clórico y evaporando á sequedad, el residuo
disuelto en el alcohol débil comunica á la lla-
ma de este líquido , cuando se le hace arder,
un tinte amarillento, mientras que el residuo ob-
tenido, en las mismas circunstancias, con la estron-
ciana da un tinte rojo púrpura á la llama del al-
cohol.
La barita, combinándose con los ácidos, forma
sales , de las cuales las de aplicación en las artes
y en la medicina serán estudiadas en su corres-
pondiente lugar. — V. Carbonato, Uidroclorulo,
Meconato , nitrato y Sulfato.
La barita es muy usada en los laboratoi ios quí-
micos : su poderosa afinidad con el ácido sulfú-
rico la hace emplear con ventaja en los experi-
mentos químicos para reconocer la presencia de
éste y valuar rigurosamente su cantidad. En las
análises de las sustancias inorgánicas y orgáni-
cas que contienen azufre , ofrece el medio mas
seguro á que se pueda acudir, para determinar
la proporción de este cuerpo. A este electo se
i acidifica el azufre sea con el nitro, sea con el
318 BAR
ácido nítrico, y se precipita en seguida el ácido
sulfúrico formado por medio de una sal soluble
de barita; la cantidad de sulfato de barita per-
mite calcular la del azufre que entra en la com-
Eosiciondel sulfato obtenido. En algunos casos la
arita es empleada para separar muchos ácidos
los unos de los otros , según que produce sales
solubles ó insolubles en el agua con sus compues-
tos.
La barita, así como la mayor parte de sus com-
puestos, es muy venenosa, obra como cáustico
sobre los tejidos, y determina, después de ha-
ber sido absorvida, convulsiones mortales; á la
dosis de 9 granos hace perecer un perro de talla
mediana. No obstante, la barita ha sido pro-
puesta para reemplazar la piedra de cauterio , y
su solución saturada, mezclada con aceite dé
aceitunas, ha sido aconsejada al exterior con-
tra los herpes.
BAKLERIA, Barleria. Género de plantas
de la familia de las acantáceas, y de la didinamia
angiospermia deLinneo.Las barlerias son plantas
herbáceas ó frutescentes , de hojas opuestas , de
llores axilares ó en espiga, de brácteas anchas ó
estrechas , y de bractéolas pestañosas ó espino-
sas, y de corimbos azules, blancos ó amarillentos,
mas ó menos vetados. Las barlerias , de las cuales
se conocen unas cuarenta especies , son la ma-
yor parte originarias del Asia tropical, encon-
trándose también algunas en África , en América
y en la Nueva-Holanda.
Las raíces de la Baulería con hoja de boj
{Burlería buxi folia, L.) son aperitivas, y em-
pleadas en la India. La Baulería de hoja larga
{Burlería longi folia, L.) es llamada Buhel schulli
en la India ; sus raíces son consideradas como
un poderoso diurético hidragogo , empleándolas
los habitantes del país en infuso á la dosis de me-
dia taza, dos veces al día. La Barleria Prioníti-
de {Barleria prionitis, L ) es administrada pol-
los Indios en las afecciones catarrales de los ni-
ños, acompañadas de calentura, etc.; el zumo
de las hojas es usado contra las aftas.
BARjVACjLE. Nombre escocés de una ave
de paso, especie de oca que habita las costas del
mar; la carne es buena para comer, aunque de
bastante difícil digestión, por lo que no conviene
á los estómagos debilitados.
BARNIZ. Se da este nombre á resinas lí-
quidas , naturales , que se secan al aire , con las
que se cubre: 1 .°á los cuerpos para darles brillo,
conservarles y preservarles délos insectos; 2.° á
las pinturas, etc. La India, sobre todo la China
y el Japón , producen los barnices mas preciosos
y mas estimados , de donde se remiten á Europa
para servir en las artes, la pintura, etc. Pero
reina mucha confusión acerca de los vegetales
que las producen.
El Barniz de la China, el mas estimado de to-
dos, parece proceder de muchos vegetales. Rum-
bo lo cree producido por el árbol que él lla-
ma Sunga, que, según Poiret, es un Hernandia,
que los naturales llaman CU y Tsjad; Loureiro
lo mira como producto de su Augiu de lu China
BAR
(V. esta palabra) ; de Lamarck lo indica como
procediendo del Terminalia Barniz, L. ; Linneo
dice que fluye del Bus de Barniz, que es el Fasi-
noki de los Chinos, y el Sr. Perrotet asegura
que el barniz que procede de este vegetal es mas
brillante que el que da el Augia, y que se seca
mas pronto ; el doctor Reevel , de Cantón, pre-
tende que el verdadero barniz de la China se fa-
brica con el aceite del Yatrofa Curcus, L.
El Barniz de Siam , llamado también de Cor-
sama, de Sylhet, y de Bangoon, procede del
Anacardio de las boticas (V. ésta palabra) , que
es el Ti-clou de. los Chinos, y el Bliela de los In-
dios.
El Barniz deNépauló de Kiiées es extraído
de la Melunorreu usada, Vallich (V. esta pala-
bra) ; no es idéntico con el de Siam; fresco, es de
color rojo pálido, y al aire pasa á ser brillante y
negro.
El Barniz del Japón se cree que es el resulta-
do de la secreción del A ilanto glunduloso , Desf.
(V. esta palabra) , que se ennegrece al aire, y es
el Tsi-cku de los naturales del país. Otros lo atri-
buyen &\Bus de Barniz, el Ignan úc los Maleses,
y piensan que el nombre de Barniz del Japón ha
sido dado a este árbol en razón de su semejanza
con los zumaques, que con frecuencia se les lla-
ma barniz , y del lugar donde crece.
La mayor parte de los vegetales que producen
barnices tiene una atmósfera nociva. Bumfio
dice que la del Sanga ó Caju-sungaes deletérea;
Koemfer habla de las calidades venenosas del
barniz del Japón , cuyos vapores causan cefalal-
gias, hacen hinchar los labios, etc. , lo que obli-
ga á los obreros que lo recogen y que se sirven de
él á taparse la nariz con un pañuelo; las emana-
ciones del barniz de Siam no son menos incómo-
das, según Valmontde Bomare , puesto que pre-
tende que una ley del país obliga a los obreros á
ponerse una máscara y guantes y á frotarse la piel
del cuerpo con aceite cuando" quieren traba-
jarlo.
Barniz. Se da también el nombre de Barniz
á soluciones preparadas con el espíritu de vino,
la esencia de trementina , los aceites esenciales,
los aceites crasos hechos secantes, y el éter, mas
ó menos saturadas de resinas secas, trasparentes
y poco coloradas. En general , los barnices se
distinguen en Barnices al espíritu de vino ó al al-
cohol, ó barnices claros, aquellos en cuya fa-
bricación se emplea el alcohol ; Barnices crasos,
aquellos en que se emplea el aceite; y Barnices á
la esencia, aquellos que son hechos con esencia
de trementina. Los barnices también á veces se
coloran con lacas , resina drago, bermellón, etc.,
de manera que sirven al mismo tiempo de color
y de barniz, que se seca en seguida, lo, que
constituye lo que se llama color lucidónico. É
Los barnices son destinados para ser aplicados
á la superficie de los cuerpos que se quieren pre-
servar del contacto del aire, ó bien á los que se
quiere dar lustre; sirven en la fabricación de mue-
bles, de coches, de los bronces, de la joyería,
en las encuademaciones, etc. , etc. ; con ellos se
BAR
cubre las maderas, los metales, las pinturas,
las porcelanas, ele.
Los barnices no dejan de ser á veces nocivos
á la salud : los obreros que los emplean experi-
mentan con frecuencia desórdenes, tales como
cefalalgias, cólicos, erupciones en la piel, ele.
Los pintores pretenden que el cólico dicho de los
pintores es mas frecuentemente causado por el
barniz a la esencia que por lo colores: las per-
sonas que duermen en habitaciones muy reciente-
mente pintadas y barnizadas se hallan muy inco-
modadas por ellos y expuestos á accidentes no-
civos.
BARÓMETRO. El barómetro es un ins-
trumento de física muy importante parala ciencia
meteorológica ; pero aquí no nos ocuparemos de
él por lo respectivo «i la parte científica. Lo con-
sideraremos como una mercancía de uso casi uni-
versal v que tiene mucha salida, diciendo poca
cosa del principio en que se funda su construcción,
porque preferimos haDlar de sus usos vulgares y
de la variedad de sus formas.
Galileo , á quien unos fontaneros de Florencia
preguntaron porque el agua no se elevaba á mas
de 32 pies en las bombas aspirantes, atribuyó es-
te fenómeno á la pesadez del aire, sin confiar
su secreto sino á Toricelli , su discípulo, quien,
en 1643, un año después de la muerte de Galileo,
publicó el descubrimiento de su maestro constru-
yendo el primer barómetro. Toricelli tuvo la
gloria de darle su nombre, y de demostrar, por
un experimento tan ingensoso como decisivo, lo
que habia previsto Galileo.
Después de la invención del barómetro por To-
ricelli , este instrumento ha sido sucesivamente
perfeccionado. En un principio consistía en lle-
nar de mercurio un tubo de vidrio , y volverle de
arriba abajo en una cubeta llena del mismo me-
tal; pero las numerosas aplicaciones que recibió
muy luego la valuación de la pesadez del aire
hicieron sentir todos los inconvenientes del apa-
rato incompleto de Toricelli , y se pensó en dar
mas precisión á su construcción. De todos estos
ensayos resultaron dos especies de barómetros:
el barómetro de cubeta y el barómetro de sifón,
porque el barómetro de cuadrante en sí no es si-
no un barómetro de sifón , como manifestaremos.
El aire es un fluido elástico y pesado que com-
prime con todo su peso á los cuerpos (pie están
sumergidos en él , peso que depende del estado
físico en que se encuentra el aire en el instante
i¡m se le examina en los usos civiles y sobre
todo paralas operaciones déla agricultura.
Concíbase que se haya cerrado el extremo
inferior de un tubo de vidrio, por ejemplo , y que
se haya echado azogue por el otro extremo hasta
que el tubo esté enteramente lleno ; si se aplica
herméticamente el pulgar al orificio abierto, y
se vuelve el tubo de manera que , situado verli-
calmenle , este orificio esté hacia abajo , el dedo
3ue lo tapa sostendrá el peso de toda la columna
e azogue. Pero si se sumerge este extremo en
un baño de azogue, y se quita el dedo, he aquí
lo «pie sucederá: si el tubo tiene menos de 27 á28
BAR 349
pulgadas sobre el nivel del depósilo, el mercurio
continuará llenándolo en totalidad; y si la longitud
es mayor , el mercurio caerá en parte Después de
algunas oscilaciones de la columna de mercurio,
ésta se detendrá á cerca de 28 pulgadas de altura.
Este aparato, muy sencillo, es lo que se llama
Bakómetro (palabra que significa, según la eti-
mología griega , medida de la pesadez). En efec-
to , estas 28 pulgadas de altura del mercurio for-
man equilibrio, y por consiguiente miden el
peso de la atmósfera que pesa sobre el baño de
mercurio. Si, en vez de hacer el experimento con
mercurio , se probase con agua pura , el equili-
brio no se establecería sino con una columna de
agua de cerca de 32 pies de altura, porque el mer-
curio pesa cerca de 13 veces y media mas (pie el
agua. Esto es todo lo que nos es permitido decir
aquí de la teoría del barómetro.
Hablemos ahora de las formas mas comunes
de los barómetros que se encuentran en el co-
mercio.
Con frecuencia se encorva el tubo del baróme-
tro por lo bajo, y se reemplaza á la cubeta que
contiene el baño de mercurio con una bola hueca
soldada debajo de la corvadura ; esta bola está
terminada hacia arriba en un pico delgado á lin
de impedir lo mas posible la introducción del pol-
vo en el mercurio contenido en la bola.
La escala fija al lado del tubo, ó las divi-
siones marcadas en el tubo mismo, representan
comunmente pulgadas, y cada pulgada , en la
parte superior, está gubdividida en lineas.
Las mas grandes variaciones observadas en
el peso de la atmósfera corresponden á alturas
que , por lo común , se hallan indicadas en el
tubo ó en la escala correspondiente con estas pa-
labras : variable (á 28 pulgadas) , buen tiempo (á
28 pulgadas, 4 lineas), bueno fijo (á28 pulgadas,
8 lineas,/ , muy seco (á 20 pulgadas) , lluvia b vien-
to (á 27 pulgadas, 8 lineas), gran lluvia fá 27
pulgadas, 4 líneas) , tempestad (á 27 pulgadas).
Para obtener economía en la cantidad de mercu-
rio empleado, y á fin de que el metal se pegue
menos al vidrio , comunmente se emplea un tubo
muy estrecho cuya parle superior tiene un ma-
yor diámetro en todo el espacio que el mercu-
ris es susceptible de recorrer en las mas fuer-
tes variaciones de presión atmosférica. Entonces
el tubo está construido en forma de sifón , es de-
cir que tiene su parte inferior encon ada.
In tubo de esta forma es el que se emplea co-
munmente para los barómetros de cuadrante, cu-
yo modo de construcción escomo sigue: concí-
base que dos hilos que sostienen pequeños eilin
dios de vidrio lastrados con mercurio sean pa-
sados por la roldana de una pequeña polea , y
que uno de los pesos , algo mayor que el olio'.
asiente sobre la superficie del mercurio en el
brazo abierto de un barómetro de sifón : es e\ i-
dente que los movimientos de esta columna harán
que el peso suba ó descienda otro lanío, \ (nu-
la roldana de la polea gire sobre su eje. I na agu
ja fija en el centro de esla polea recorrerá los di
>crsos puntos del contorno de un cuadranle en
350 BAR
el que se ha señalado, según ensayos previos, una
graduación conveniente para los diversos movi-
mientos del mercurio. Los barómetros de cua-
drante son elegantes y susceptibles de adornos de
toda especie, dorado", cincelado, esculturas, etc.
Se reconoce que un barómetro está bien cons-
truido , cuando inclinando su tubo para que el
mercurio alcance la parte superior , el metal ocu-
pa toda la capacidad sin dejar percibir ninguna
burbuja de aire. Es menester también que se de-
je sentir un pequeño choque seco de mercurio
contra el extremo del tubo con que va á dar , sin
experimentar ninguna resistencia por el aire in-
terpuesto.
El barómetro de Fortín tiene una cubeta her-
méticamente cerrada por encima, como lo estaria
un vaso de vidrio vuelto boca abajo, agujereada
en el centro para dar paso al tubo. La base está ta-
llada con una piel móvil por medio de un tornillo,
que al mismo tiempo hace subir ó descender el
nivel en la cubeta. Se hace de modo que este ni-
vel toque ligeramente la punta muy fina de un
pequeño tallo de marfil que desciende en la cubeta,
y se vé al través del vidrio; esta punta se refleja
en la superficie del mercurio ; en tanto que su ca-
bo está separado del de su imagen reflejada , el
nivel es demasiado bajo , y se lleva fáciluirnte la
punta y su imagen en coincidencia. Como este
extremo es el cero de la escala del tubo baromé-
trico, es decir su origen , se está cierto que la
altura de la coluna está bien indicada en la es-
cala, y mide precisamente la presión de la at-
mósfera. Al través del fondo móvil de la cubeta
penetra el aire para ejercer en ella su presión,
igual á la de la atmósfera. El tubo de vidrio en
eí barómetro de presión de Fortín está protegido
por una cubierta ó estuche de cobre, taladrada
con una ventana longitudinal á la altura en que
el mercurio se sostiene elevado. El instrumento
está suspendido por su parte superior, en el punto
de unión de tres brazos que forman un trébedes,
de suerte que conserva la posición vertical en
virtud de su propio peso.
Los físicos distinguen varias especies de este
instrumento : el Barómetro de Toricelli ó Baróme-
tro común , el Barómetro diagonol , el Barómetro
de cuadrante , el Barómetro de Caswel , el Ba-
rómetro compuesto , el Barómetro de interior , el
Barómetro portátil y el Barómetro de marina,
cuyas descripciones no podemos hacer en obse-
quio á la brevedad. Todos pueden reducirse á
barómetros de sifón ó barómetros de cubeta: el
barómetro de Gay Lussac es de sifón; el baróme-
tro de Fortín es de cubeta, y el barómetro de cua-
drante es de sifón, como hemos dicho.
Las variaciones del barómetro indican comun-
mente un cambio presente en la atmósfera ; des-
ciende rápidamente con las tempestades, y ex-
perimenta, en algunas horas, grandes oscila-
ciones cuando éstas tienen lugar. Parece que la
experiencia ha también demostrado que estas
variaciones anuncian un cambio futuro , y que
basta saber consultar hien el barómetro algún
tiempo antes para poder predecir la lluvia y el
BAR
buen tiempo. En general, sube cuando el tiempo
debe ponerse bueno, y baja, al contrario, cuando
debe llover. Se explica el descenso de la coluna
barométrica en caso de lluvia, y por consiguiente
la disminución de la presión admosférica, por la
persencia en la atmósfera de cierta cantidad de
vapor de agua mas ligero que el volumen de aire
que él reemplaza. Falta sin embargo que esta
explicación sea completamente satisfactoria, aun-
que casi no se pueda atribuir la variación de pe-
sadez en la atmósfera sino á variaciones de elas-
ticidad producidas por la evaporación.
El principio en que esta fundado el barómetro
hace prever que la coluna debe abajarse á medi-
da que se sube á una altura, puesto que el peso
de la atmósfera es disminuido del de las capas
de aire inferiores en el instrumento : así traspor-
tado al monte San-Bernardo , no sube mas que
á 0, 38, y en ciertos viajes aéreos , la depresión
de la coluna es todavía mas considerable. Se
saca partido de esta propiedad del barómetro
para emplearlo para medir las alturas. Cuando
se deslina á este uso ó á todo otro que exige,
observaciones muy precisas, es indispensable
hacer en él ciertas mejoras y tener presen-
tes diversas causas de error inherentes' á la
construcción indicada.
Si bien en esta ciudad el Sr. D. Antonio Iz-
quierdo construye barómetros con mucha preci-
sión, se recibentambien del extranjero;. en 1849,
se importaron \ 4 barómetros , procedentes de
Francia, valor de 840 rs. vn.
BARRAGAN. Especie de camelote de
grano mas grueso que el camelote común. Es
una estofa no cruzada que se trabaja en el telar
de dos careólas, como la tela: la trama es un hilo
sencillo , retorcido y fino hilauo ; el urdimbre ,
de lana y de cáñamo , es doble ó triple. El barra-
gan no se batana ; se hace simplemente hervir
muchas veces en el agua clara, y en seguida se
pasa por la calandria con cuidado. El barragan
se fabrica con lana blanca, y se tiñe después, ó
se trabaja con lana teñida ya. En 4 849, se impor-
taron en Barcelona, procedentes del extranjero,
156 varas de barragan, valor de 3.900 rs. vn.—
V. Camelote.
U1KKEGE. Estofa de lana , urdimbre y
trama , que tomó origen en el país de Francia
cuyo nombre lleva, y mas particularmente en un
pequeño lugar del valle de Bai reges, llamado
Auzons.
Su primer uso fué servir de adorno de cabeza
á las mugeres en las tres ceremonias mas solem-
nes de la vida, el bautizo , la primera comu-
nión y el matrimonio. De tiempo inmemorial , la
madrina , la comulgante y la novia iban á la
iglesia con la cabeza cubierta con un capucho
compuesto de dos pedazos de estofa, cosidos
juntos, en forma de saco y que caían hasta los
talones. Estos capuchos eran hechos primero de
estofa grosera llamada ya Barrége, y cada
familia del país, conserva aun uno de ellos.
Pero en nuestros dias la fabricación de esta esto-
fa se ha perfeccionado considerablemente , ha-
BAS
riéndose su uso mas general en Francia. Los
tejedores del valle de Bagneres de Bigorre, apo-
derándose de esta industria , impusieron al bar-
rége el nombre de Bagnos, que, á su vez, ha
cedido el lugar al antiguo. Finalmeute, el barrége
se hace mas especialmente en el valle de este
nombre, y el pueblo de Luz es el en que se fa-
brica mejor.
Para la fabricación del barrége se necesita un
hilo fino , retorcido y seco , resultados que tan
solo da la tilatura á la mano , pues los ensayos
hechos con hilo á la mecánica todos han sido
infructuosos. Esta circunstancia sostiene al bar-
rége á un precio muy subido , puesto que una
libra de lana hilada á la mano vale de 120 á
130 reales ; sin embargo, en Luz se fabrica una
calidad de esta estofa, en la que no entra sino
i V, oriza de materia por vara y media de "/*
de ancho.
El proceder de Matura á la mano por sí solo
es el que da al barrége su aspecto encrespado ,
porque no recibe ningún aderezo, y no mas
se pasa por el rodillo. Algunas veces se tifie
después de tejido, pero lo mas generalmente el
hilo es teñido antes de su uso.
Los paños comunes del barrége son '/* y
y8; hacense chales de 4/iY corbatas de tres
palmos.
El barrége fué, muy temprano , imitado en Pa-
rís con urdimbre de seda y trama de lana hilada
á la mecánica ; la fabrica de Nimes se apoderó
de esta fabricación después de Paris y la desna-
turalizó todavía mas, dándole un urdimbre de
algodón; pero sea en París, sea en Niraes , hanse
hecho enormes cantidades de este pretendido
barrége, y todavía se harían, si la muselina de
lana, estofa hermosa, no hubiese venido á reem-
plazarla.
BiKKICADO. Nombre de un pescado de
África , de excelente gusto, que pasa por mal-
sano cuando tiene el paladar negro.
BARRICA. Variedad de alcanfor de Su-
matra , en granos gruesos como pimienta.
BARRICA BE MORO. Especie de
seda que los Holandeses traen de las Indias
orientales.
BAKRIXGTOXIA, barringtoma. Gé-
nero de la familia délas mirtáceas, tipo déla
tribu de las barringtoniéas, y de la poliandria
monoginia de Linneo. Este género, indígeno del
Asia ecuatorial , no encierra sino dos especies ,
que son árboles de hojas opuestas ó verticiladas,
de flores muy grandes, dispuestas en tirsos ó en
racimos.
En Tai'ti y en la India , se emborracha á los
peces con la almendra del fruto de la Barring-
tonia hermosa [Bairingtonia speciosa, L. H.;
Butonica speciosa , Lam.) que los naturales lla-
man Eoutou. De esta almendra se extrae un
aceite que sirve para el alumbrado, y que goza
de algunas propiedades médicas no indicadas.
BASAAIi. Nombre de un vegetal de Mala-
bar, que parece ser un Ardisia, usado en coci-
miento contra los males de garganta; sus bayas
BAS 3o i
fritas en manteca sirven para frotar la frente de
los frenéticos, y sus almendras matan los gusanos.
BASALTO. Boca negra ó de un gris azu-
lado mas dura que el vidrio, mas tenaz , y por
consiguiente difícil de romper, de apariencia
homogénea, pero esencialmente compuesta de
piroxena y de feldespato (orlosa , albita y labra-
dorita) , y que contiene una grandísima propor-
ción de hierro oxidado ó titanado. Esta roca pre-
senta principalmente las estructuras prismática y
esferoidal bien determinadas, pero también ofre-
ce otras.
El basalto es reconocido hoy dia por todos los
geólogos como una roca de formación ígnea que
de lo interior ha sido levantada hasta la superfi-
cie de la tierra. Se encuentra en forma de filones
que llenan las hendiduras en que fué ingerido,
sea formando vastas y continuas capas que pa-
recaen planos extendidos, sea en fin figurando
masas cónicas resultantes déla unión de sustan-
cias pastosas al rededor de los ajugeros de erup-
ción.
Pocas sustancias minerales han ejercitado tan-
to las ideas especulativas de los geólogos y mi-
neralogistas como el basalto ; pero no es bajo los
mismos puntos de vista como nosotros debemos
mirarlo aquí, siendo nuestro objeto indicar tan
solo los diferentes usos que se hace de muchas de
sus variedades en las artes.
Los basaltos se encuentran en la mayor parle
de los países volcánicos. Existen terrenos basál-
ticos en Irlanda, en Escocia, en Bohemia, en
Alemania, en Italia, en Francia, en Tenerife,
en la Isla de Borbon , y en España en la parte oc-
cidental de la provincia de Gerona, partiendo
de la villa de Olot, y en un gran numero de lo-
calidades.
Las escorias rojas , que forman á veces conos
elevados, han hecho confundir con los volcanes
modernos muchas bocas basálticas; pero es fácil
evitar este error , porque las escorias están atra-
vesadas por filones basálticos, soldados y muy
intimamente ligados con el basalto con que eslah
en contacto.
Las masas basálticas son sobretodo notables
por su estructura prismática, pues los prismas
forman con frecuencia escarpaduras de una gran-
de extensión que ofrecen el aspecto de monumen-
tos de arquitectura , maravillas naturales sobre
las cuales se han escrito volúmenes, y que, por
su poesía, han excitado el entusiasmo y han con-
movido el alma del expectador. En la isla Staffa,
una de las Hébridas al oeste de la Escocia , hay
la gruta de Fingal , que tiene unos 288 pies dé
profundidad sobre \ 41 de anchura y 68 de eleva-
ción: mirada á cierta distancia, por la parte de
afuérase parece mucho á una gran nao de templo;
el mar penetra en ella hasta una profundidad de
165 pies, lo que permite visitarla en un batel;
sus muros, á la manera de una soberbia colum-
nata, están formados de prismas verticales de la
mayor regularidad , que sostienen una bóveda
compuesta de prismas menores entrelazados en
todos sentidos y probablemente unidos por me-
302 BAS
dio de algún cimento. En la villa de Mull , otra de
las Hébridas, existe otro circo basáltico , en el
que los prismas están amontonados horizontal-
mente con la mayor regularidad. En las inmedia-
ciones de la villa de Olot en Cataluña en el terre-
no basáltico , descrito por el farmacéutico Dr. I).
Francisco Bolos, se puede observar la famosa
columnata prismática de Castellfullit , cuyos pies
baña el rio Fluviá. El basalto también se eleva
en masas trasversalesó gruesos filones hasta cier-
ta altura sobre del terreno, formando entonces
masas alargadas llamadas Enlodados ó Calzadas
dé los Gigantes ; siendo digna de observarse la
famosa calzada de los (ligantes en Irlanda, que
forma en la parte septentrional el promontorio
Plea-Sein-Bengore, de mas de 300 pies de ele-
vación sobre el nivel del mar, y en medio del cual
se eleva majestuosamente; está compuesto de
muchos bancos, de los cuales el superior no ba-
ja de 54 pies, y que se dividen en enormes pris-
mas verticales de 40 á 45 pies de elevación ; la
superficie descubierta del cabo que presenta el
corte de todas las prismas, es sumamente pare-
cida á un enlosado construido con tablas o pie-
dras hexagenales bastante regulares , por cuya
circunstancia se le dio el nombre que lleva. Fi-
nalmente, en América, en las Islas del mar Afri-
cano, en las costas del Asia menor, en Alema-
nia, en Italia, etc., ele, se hallan también ba-
saltos cuya posición es mas ó menos curiosa y
digna de admiración.
Aunque generalmente negro, el basalto pasa
accidentalmente al gris, al verdoso y al rojo, sea
por la mezcla con diversas sustancias minerales,
sea por su descomposición. Su fractura es semi-
cristalinay aun terrea; obra sobre el imán; fun-
diéndose, da un esmalte negro; su peso especifico,
cuando es compacto, es 3. Aunque la pasta del
basalto sea homogénea , con un lente, se distin-
guen, en su composición, los cristales de piroxe-
na y de feldespato, de que esencialmente está
formado, descubriéndose también, pero acciden-
talmente, cristales deanfíbola, deperidolo, de
olivina y de hierro titanado. Aveces con la simple
vista se observan cristales de estas diversas sus-
tancias entre la pasta basáltica , dando á la roca
un aspecto heterogéneo y porliroídeo, que la ha-
ce distinguir del basalto por muchos geólogos,
quienes la han llamado Basanita. Distínguense
dos variedades de basalto: compacto, de textura
tupida; y escoriáceo , que presenta un gran núme-
ro de intersticios ó vacíos.
Aunque el basalto parezca, en ciertas circuns-
tancias, resistirá todas las variaciones atmosfé-
ricas , sin embargo, en otras , experimenta alte-
raciones muy profundas , que lo trasforman en
una materia arcillosa, tierna , en la qu« se esta-
blece una rica vegetación. A veces también se
desagrega en pequeñas esferas, cuyas dimensio-
nes varían desde el grueso de un guisante hasta
el de una bola de muchas pulgadas.
Las análises químicas hechas de muestras de
basalto de diversos lugares dan , término medio,
sobre loo parles: 44 á 50 de sílice, 16 á 16 de
BAS
alúmina, 20 á 24 de hierro oxidado, 8á9de
cal, 2 de magnesia, 2 á 3 de sosa y 2 de agua.
La palabra Basalto no es moderna ; Plinio la
emplea para designar una piedra negra muy dura
que los antiguos Egipcios sacaban de la Etiopia
y de la que hacian vasos , estatuas y sepulcros,
etc., que han llegado hasta nosotros sin altera-
ción. Esta piedra no es, para los geólogos mo-
dernos , un verdadero basalto , sino mas bien una
Sienita, de granos linos , compuesta de feldespa-
to y de amfibola, y no de piroxena. Parece que
Agrícola fué quien trasladó este nombre antiguo
de Basalto á los prismas de Stolpen, y este nom-
bre fué después aplicado á las rocas negras pi-
roxénicas que se acaban de describir.
El basalto es demasiado duro y demasiado que-
bradizo para poder ser tallado'; no puede em-
pleársele sino como morrillo en Jas construccio-
nes, mientras que la lava de los volcanes antiguos
y modernos se corta muy bien. En Avernia, las
paredes de muchos castillos antiguos son hechos
con prismas basálticos colocados horizontalmen-
te. Pero los conglomeratos basálticos bastante só-
lidos se cortan muy bien , y pueden ser empleados
como piedra de talla; las' tobas incoherentes sir-
ven como pucelanas, y en estas tobas están ahue-
cadas las catacumbas de Roma ; la roca Tarpeya
es un congiomerato basáltico.
Cuando el basalto es compacto y se pulimenta
loma un aspecto azulado. Con los basaltos fáciles
de fundir se hacen botellas muy sólidas y que
son de un vidrio mas negro , por cuya razón son
muy buscados; en otros lugares se hacen con ellos
muelas de molino.
Las especies de basalto , llamadas lavas litoi-
deas, son quizás las mas interesantes : las unas
son compactas , tales como ciertas piedras de
toque; las otras son ligeramente porosas, y em-
pleadas para empedrar andenes, y para muelas
de molinos, pilas de abrevaderos y de prensas,
etc. , etc.
Recientemente se ha imaginado pulimentar ba-
saltos , y pintar en las tablas que de ellos proce-
den cuadros de colores metálicos , destinados pa-
ra ser fundidos al fuego de mufla, é incorporados
en el fondo metálico, como se practica en la por-
celana. Este nuevo uso parece ser favorable,
sobre todo para las inscripciones de los nombres
de las calles y la numeración de las casas.
Nada diremos en particular de las copas , de
las estatuas pequeñitas, etc. talladas en el basal-
to; porque para estos usos nada mejor que los
pórfidos, los granitos, el jade, etc.
BASEJLA, Basella. Género de plantas co-
locado comunmente en la familia de las queno-
poídeas , pero que, según Spach, parece aseme-
jarse á las portuláceas , y de la penlandria trigi-
niadeLinneo. Yerbas anuas, carnosas, suco-
lentas, ;y enredaderas, con hojas alternas, pecio-
ladas, planas, anchas, y muy enteras; espigas
sencillas ó ramosas, axilares, solitarias , dere-
chas, de llores pequeñas, esparcidas, con peía-
los purpúreos. Este género encierra cinco o seis
especies, todas indígenas del Asia ecuatorial,
BAS
en donde se cultivan como plañías de hortaliza,
y en virtud del zumo acedo que contienen son
empleadas como refrescantes y emolientes.
En la India , las hojas y las raíces de la Básela
de hojas de corazón (Básella cordi folia , Lam.),
Básela roja [Basclla rubra, L.) y Básela tube-
rosa [Basella tuberosa , Kunlh) se comen cocidas
como las espinacas, que pertenecen á la misma
familia, loque las ha hecho llamará veces Es-
pinacas déla India. Sin embargo, las raices
dé la Básela de hojas de corazón son empleadas
como catárticas en Java, según Horsfield, y las
de la Básela tuberosa se creen propias para" ha-
cer fecundas á las mugeres, según Kunlh. Las
bayas de las especies de este género, sobre todo
las de la Básela roja, dan un color bastante her-
moso, pero poco sólido, y con ellas en las Fili-
pinas se prepara un jarabe que se administra co-
mo refrescante en las calenturas.
BASIA, Bassia. Género ue plantas delafa-
milia de las sapotáceas, y de la dodecandria mo-
noginia de Linneo. Contieneocho especies propias
del Asia ecuatorial, arboles lactescentes, de ho-
jas esparcidas y coriáceas; de pedúnculos axila-
res , o laterales ; de flores colgantes y amarillas.
Basia de hoja ancha [Bassia latí folia,
Boxb.). Crece en las comarcas montuosas de
Bengala , no cediendo apenas en utilidad á la
especie siguiente. Su leño es duro , muy tenaz,
propio para la carretería y para toda especie de
otras obras; las flores, que tienen un sabor dul-
ce y vinoso , se comen sin otra preparación , y de
ellas puede extraerse nna bebida alcohólica ; las
semillas dan aceite.
Basia de hoja larga [fíassia longi fo-
lia, W.). Es frecuentemente cultivada en Benga-
la, en donde se la llama lllupi, y en muchas otras
comarcas de la India, en razón de sus usos eco-
nómicos. De su semilla se extrae por presión un
aceite craso, que los Indios emplean muy comun-
mente en el alumbrado , y también en la prepa-
ración de los alimentos y del jabón. Las flores,
que caen expontáneamente de los árboles, se re-
cogen con cuidado, y se comen después de ha-
berlas hecho tostar. El fruto , cogido antes de
su madurez, ó cuando maduro, se come hervido.
Fl zumo lechoso de su corteza pasa como un buen
remedio contra las enfermedades de la piel. En
fin , el leño del árbol es tan duro y tan incorrup-
tible como el famoso leño Te'k, pero mas difícil
de trabajar.
Basta mantecosa [Bassia butyracea,
Roxb.). Este árbol crece en las Indias, en
donde se le llama Maltva , Meva, Mowali , etc. ,
siendo designarlo en Népaul con los nombres de
Fulwah ó Phulwara, y en África, con el de Árbol
de manteca. Las semillas de las bayas de esta es-
pecie dan un aceite sólido ó manteca, usado co-
mo alimento y para el alumbrado. En el interior
del África, este aceite ó manteca es llamado
Manteca de Galam , porque se trae de esta co-
marca en panes envueltos en hojas : es blanco,
untuoso, y su olor y sabor se asemejan un poco á los
de la manteca de cacao. Este aceite sirve para todos
45
BAT 363
los usos domésticos: con él se aderezan los ali-
mentos, secóme con pan, etc.; los negros le
atribuyen también, en fricciones, grandes propie-
dades "contra los dolores reumáticos, la gota, la
sarna, etc., y por último sirve para hater ja-
bón. Es menester no confundir esta manteca con
la de Bambouc Bambarra ó de palma , que es
rojiza, y proviene del palmero Ela'is de Guinea,
L. (V. esta palabra) , ni con la de Cliiquaia, que
es verdosa, y se extrae de un palmero nuevo.
En los buenos años, este árbol lleva hasta dos
ó trescientas libras de flores , lo que hace que sea
el adorno de los lugares en que crece; estas flores,
secas, tostadas ó hervidas, son comestibles , y se
mezclan con los alimentos para acedarlos; sobre
ellas se deslila arrac para darle un olor agradable,
y también se dice que por fermentación se extrae
de las mismas una especie de alcohol.
Ll leño de este árbol , según Roxburgh , es
uno de los mas ligeros que se conocen.
BASOUIM. Principio inmediato de los
vegetales, descubierto por Vauquelin, análogo á
la Tragacantina, que constituye casi por entero
la goma de Basora, y que también se ha encon-
trado en el asafélida, el bedelio, el sagapeno, ei
euforbio, la haba de San Ignacio, etc.
La basorina es sólida, incolora, semitraspa-
rente, insípida, inodora, incristalizable, difícil
de pulverizar; es insoluble en el alcohol y el éter;
se nincha mucho en el agua, pero sin disolverse;
tratada con el ácido nítrico da ácido oxálico.
La basorina pura no tiene ningún uso.
BASTES. Así se llaman en la Flandes austría-
ca las telas ó mahones que vienen de las Indias
orientales y de la China.
BATÁIVOaíES. Nombre de unas telas que
se venden en el Cairo, cuyas piezas son de 28
pies de largo.
BATAVIA. Nombre que los Holandeses
dan á un pescado de la Costa de Oro , cuya car-
ne tiene, por lo común , un sabor de fango.
BATÍS, Batís Género de familia indeter-
minada, y de la dioecia telrandria, fundado en
una sola especie Batis marítima, L., arbusto,
que crece en las playas de la América ecuato-
rial , y cuyas cenizas sirven en las Antillas fran-
cesas para fabricar sosa.
BATISTA. Tejido de hilo de lino, muy fi-
no, que se fabrica en Francia , en los Países-
! Bajos, en Bohemia , en Silesia, en Suiza, y en
Irlanda, siendo el mas estimado el que se elabora
en la India.
De todos los lienzos ninguno puede compararse
con la batista por su finura y su lustre Distin-
guense cuatro calidades de esta tela: Batista
[ina , Bastista clara, Balista menos clara, y
Olan-batista. Las dos primeras están en piezas
de 16 varas, y la tercera de 19 , siendo las
ancharías de 3 "palmos, 3 l/8, 4, y 4 Vs, y el olan-
batista, que es mas tupido que la batista común,
tiene 16 a 49 varas de largaria, y 4 palmos do
ancharía.
Aunque á veces los fabricantes den á las batis-
tas claras mas de 16 varas, sin embargo los
Tomo i.
351 BAT
corredores que las venden en las puntos de fabri-
cación estilan reducirlas todas á este número, es
decir que cortan de cada pieza lo que puede
sobrar de 16 varas , y aun estas piezas de 16 va-
ras las cortan á menudo por mitad para formar
las medias piezas de 8 varas cada una. Cuando
las porciones que se han cortado contienen 5 %
varas justas, se llaman retales, y se venden
también á pedazos; pero cuando no llegan á es-
la dimensión, las juntan con hilo en las extremi-
dades, y de este modo se despachan sobre el
pié de lavara corriente.
Las batistas se expiden en paquetes cuadra-
dos en forma de libro, ó dobladas de todo el an-
cho de la pieza , según las desea el vendedor al
por menor , envueltas en papel casi negro y do-
ble aladas con bramante, ó colocadas cada pieza
en una cajita de cartón charolado , también al
gusto del consumidor. Cada paquete contiene ó
una pieza entera ó dos medias piezas juntas, de
modo que cada media pieza tiene su lio separa-
do. Los reíales y porciones están empaquetados
también lo mismo que las piezas y medias pie-
zas. Estos paquetes, pues, dispuestos de esta con-
formidad , se ponen en unas cajas de madera
blanca, hechas adrede, cuyas tablas están junta-
das con clavijas de madera en lugar de clavos.
La batista es uno de los productos mas impor-
tantes de la industria francesa , y en la que no
han podido aventajar hasta ahora á esta nación ni
la Bélgica, ni la Alemania, ni la Inglaterra. En las
cercanias de Yalenciennes, Cambray y Bapaume,
en el departamento del norte, es eñ donde se te-
je la batista , siendo en este mismo país en donde
se coge el excelente lino de que ella está hecha,
y en donde se encuentran hábiles hiladores que
lo trabajan, y lavadores que le dan un blanco tan
lustroso. Las calidades mas finas se fabrican en
las cercanías de Valenciennes, y las mas grue-
sas en los alrededores de Cambray y de Ba-
paume.
La fabricación de la batista en Francia no tie-
ne lugar en taller : el lugareño, que compra ó co-
ge el lino , lo hace hilar por su hija ó su muger,
Ío teje , y él mismo lo lleva al mercado , una ó
dos veces por semana, á Valenciennes ó á Cam-
bray. Para conservar á la batista ese lustre que
la caracteriza, no se pueden emplear sino hilos
hilados á la mano, pues los hilos á la mecánica
le dan un aspecto deslucido que no le conviene, ha-
biendo sido muy poco satisfactorios los resultados
de los ensayos' hechos hasta aquí , con este ob-
jeto.
Sin embargo , en Irlanda sa fabrica gran can-
tidad de batista, y toda con hilo hilado ala mecá-
nica , con el que si bien se obtienen tejidos mas
baratos y que ofrecen mas regularidad , tampoco
son de tanta duración como los elaborados con
hilo hilado al huso ó á la mano. El hilo á la me-
cánica pierde la fuerza ó la elasticidad que liene
en sí la hebra del lino , la que se conserva na-
tural hilada á la mano, y cuya única circunstan-
cia es la que da á las batistas francesas el lustre
que en ellas se observa:
BAT
En Inglaterra ó Irlanda dejan todas las piezas
de balisla del tiro de 12 yardas ó sean 13 varas,
y su ancho de un poco mas de una vara. Los In-
gleses doblan las piezas por la mitad del ancho,
y las adornan con una lámina fina, puesta en el
centro de cada una, con el nombre de la fábrica;
las alan con hilos y cintas doradas , y así las co-
locan en cajitas de cartón charolado y de varios
colores y con láminas de esquisito gusto, consti-
tuyéndolas á veces unos objetos de lujo.
Una gran parte de esta fabricación se presenta
bajo la forma de pañuelos, con guarniciones teji-
das, ó eslampadas , de uno ó muchos colores.
También se bordan muchos pañuelos de bastista,
y se guarnecen á menudo con un pequeño encaje,
siendo entonces su precio muy subido. Se tejen
bastistas de color que son pedidas para las colo-
nias; también se hacen pañuelos de faltriquera
de hilo de batista teñido de antemano, y se es-
tampan, para este uso, balistas tupidas y gruesas,
de colores oscuros. Finalmente, se venden en
corta cantidad batistas crudas para hacer capo-
tas ó guantes.
Tanto en Francia como en Inglatera la princi-
pal fabricación de batista consiste en pañuelos
con guardillas tejidas y estampadas cíe varios
colores , y de mucho gusto , ya de clases finas,
ya de ordinarias ; también se estampan muchas
piezas, particularmente en Inglaterra, sobre ca-
lidades finas y tupidas, que se fabrican al inten-
to , para batas de señora , las que por ser géne-
ro de algún precio solo consumen las personas
muy acomodadas.
En Suiza es en donde casi esclusivamente se
bordan los pañuelos de batista, constituyendo es-
ta labor una;especie de ramo de industria del país
al que se dedica la gente labradora, lo que hace
que al salir el género de sus manos quede tan
sucio, que parece imposible pueda adquirir des-
pués un blanco tan hermoso. Sin embargo, esta
industria va tomando mucho incremento en Paris
y sus alrededores, distinguiéndose los bordados
de la capital de Francia tanto por su delicado
trabajo como por sus caprichosos y bien combi-
nados dibujos, de manera que los fabricantes de
Suiza tienen representantes en Paris con el objeto
de recogerles dibujos.
Los hombres emplean la batista para corbatas,
guirindolas, pañuelos de faltriquera, y algunas
veces para camisas , si bien este uso se ha limi-
tado mucho. Las mugeres con este exquisito te-
jido hacen cuellos, pañoletas, canesús, gorras,
y sobre todo buscan á la batista como pañuelo de
uso y de lujo.
Eñ las batistas se observan tañías diferencias
de precios que , partiendo , por ejemplo, de una
calidad de 26 hilos en el cuarto de nuestra pul-
gada, que cuesta en Paris sobre 15 á 16 rs. vara,
va siguiendo hasta el precio de 1 00 rs. vn. , y aun
mas ; pero al llegar á cierto punto el valor de es-
te tejido consiste mas bien en su regularidad
que eh su finura, pues hay á veces batistas mas
finas que son mas baratas'que otras mas ordina-
rias. Así, pues, aquellos que tienen necesidad
BAL
(k < uaiprar este arliculo en París, donde hay va-
rios depósitos y casas que esclusivainentc se de-
dican ¡il comercio de este género, reúnen piezas
•lo batista de todos estos depósitos en casa do los
comisionistas, ó en las suyas los establecidos
allí, y cotejando las unas con las otras pueden
conseguir hacer una buena elección. Del contra-
rio, y no habiendo una verdadera integridad en
el \ cñdedor , es muy fácil engañar al mas inteli-
gente en la malcría ,"por ser este negocio , como
muchos otros , mas bien de coutianza que de in-
teligencia.
BAVHIMIA, Bauhinia. Género de plantas
de la familia de las leguminosas, y de la decandria
monoginia , dedicado por Linneo á los dos horma-
nos Bauhin, como un homenaje rendido á estos
sabios naturalistas por sus trabajos en bien de la
botánica. El Sr. De Candolle enumera 56 espe-
cies de este género, elegantes arbustos , indíge-
nos de la zona ecuatorial , algunos de los cuales
se cultivan en nuestros jardines de recreo : pre-
sentan hojas bilobadas , ó indivisas ; flores dis-
puestas en racimos terminales ; cáliz caedizo, de
cinco divisiones, hendido lateralmente; corola
dividida en cinco pélalos oblongos ; ovario colo-
cado sobre un pequeño piececillo ; silicua pro-
longada, muy comprimida, con una sola celdi-
lla, que contiene muchas semillas achatadas, ar-
riñonadas ó de figura elíptica.
Bauhinia de lóbulos separados.
[Bauhinia divaricata, Lain.). Especie natural de
la India, y cultivada en los jardines. De hojas
acorazonadas, cuyos lóbulos terminados en pun-
ta están completamente hendidos hasta la base;
sus flores son blancas, grandes, duran todo el
año, brillan sobre todo en tiempo de lluvia, y es-
tán reunidas formando racimos terminales". El
Sr. Perrotet ha visto resudar de los aguijones de
esta especie gotitas de una materia azucarada,
primero jarabosas y después sólidas, durante los
calores del verano."
Bauhinia puntiaguda [Bauhinia acu-
minata, L.). Las flores de esta especie son
empleadas como laxantes en la América, y el
citcimienlo de su raíz como carminativo y ver-
mífugo.
Bauhinia tomentosa [Bauhinia to-
menlosa^L.] . Las yemas y las flores de esta espe-
cie son usadas en la India en ciertos casos de
disentería; Redio dice que, en Malabar, el coci-
miento de la raíz es usado en las inflamaciones.
Bauhinia trepadora (Bauhinia scan-
dens,l,.). Arbusto sarmentoso , cuyo tallo es-
tá guarnecido de zarcillos que le sirven para ele-
varse sobre los vegetales grandes que le rodean;
lleva pequeños ramilletes de flores amarillas. Los
habitantes de las Molucas creen facilitar la pa-
labra á los niños, rompiendo hojas de esta espe-
cie delante de su boca, y pronunciando al mismo
tiempo algunas palabras, de lo que la planta se
llama Daun lolab mubut (que hace abrirla boca);
el cocimiento de sus raíces calma el ardor de la
calentura.
La Bauhinia purpúrea [Bauhinia purpurea, L.),
BEA 355
de hojas casi de figura de corazón, divididas en
dos partes , redondeadas , y por debajo tomento-
sas, se cultiva en los jardines, ofreciendo en el
mes de julio hermosas flores de color de púrpura.
BA1VAA'f¿. Vegetal de la familia de las
sapindáceas, que tiene un olor muy marcado do
ajo, y que, en la India, se pone en vez de ésto
en los alimentos, Rundió lo llama A Iliaria.
BAHAI¥A. Árbol de las Indias, cuyas ho-
jas y raíz son un antidoto contra los venenos,
mientras que su fruto es venenoso.
BAYETA. Estofa de lana de largos pelos,
algunas veces lisa , pero muy comunmente cru-
zada, del género de las castorinas, de las (pío
solo difiere en la ancharía y el aderezo.
La bayeta se fabricaba primitivamente en Es-
paña, pero, después de anos, la imitaron los
Franceses, llamándola, en razón de su origen,
Espagnoletle , y en el día hay fábricas de esta
estofa en Sajonia, en Bohemia, en Inglaterra, etc.
La bayeta es una especie de tejido de lana muy
flojo y afelpado por una parte , ó mejor es una
especie de frisa ó franela muy grosera y muy
ancha. En el comercio , se encuentran bayetas
blancas y de todos los colores, como grana, ama-
rillo , medio color , castaña , negro , etc.
La anchura regular de las bayetas es de 7 '/a
palmos, 7 Vi, y 8 palmos sobre 38 varas de largo.
Antiguamente, la fabricación de la bayeta en
España se concretaba á varias poblaciones de Ca-
taluña, como Pratsde Llusanés, Roda, San Hi-
pólito, Borrada, Olesa, y otras. Al presente ha
declinado este ramo de industria en el principado
de una manera notable; pero en cambio se ha
aclimatado en otras poblaciones del reino , parti-
cularmente en Antequera , Alcoy, Escaray y Be-
jar , en términos que en el primero de estos pun-
tos se fabrican á millares las piezas de este te-
jido.
Los usos de la bayeta son conocidos para ves-
dos de hombre y de muger.
En 1849, se importa ron en Barcelona, proce-
dentes del reino, 79,281 varas de bayeta, va-
lor de 1.902,744 rs. vn., y del extranjero, 212
varas, valor de 2,544 rs. vn.; se exportaron al
reino 35,882 varas, valor de 861,168 rs. vn.
BAZAC. Algodón hilado , muy fino y muy
hermoso , que viene de Jerusalen , y por esto es
llamado también Algodón de Jerusalen. El medio
bazac y el bazac mediano, dos calidades que
vienen del mismo paraje, son muy inferiores. — V.
Algodón hilado.
BAZAT. ¡Nombre de una especie de algo-
don que se exporta de Leída por vía de Marsella,
del que se conocen tres calidades : bazat de pri-
mera calidad, bazat regular, y bazat ínfimo,
BE
BEATILLA. Muselina ó tejido de algodón
blanco , que se fabrica en las Indias orientales,
particularmente en Pondichery . Hay tres varie-
dades de beatilla: la primera, simplemente llama-
da beatilla, es un poco grosera, ancha de unos
6 3/v palmos, larga 22 á de 28 varas castellanas;
la segunda, conocida bajo el nombre de organdy,
356 BEB
en razón de su grano redondo y su finura, es de
17 varas de largo, 6 palmos á 6 s/3 de ancho; la
tercera, que se distingue con el nombre de beatilla
tarnatana, es muy clara, y las piezas tienen de
16 V» a 18 varas, con 7 palmos de ancharía.
Llamábanse también Beatillas las telas de al-
godón blancas , que en otro tiempo se llevaban á
Francia para pintarlas de varios colores.
BE JLTSONriA, Beatsoma. Género de plan-
tas de la familia de las franqueniáceas , y de la
hexandria monoginia deLinneo. La especie Beat-
soma de hoja de verdolaga. (Becitsonia portula-
ci folia, Boxb.), según el Sr. Lesson, es usada
á guisa c!e té, entre los Ingleses de Santa Hele-
na, quienes la llaman Té de Santa Helena.
BEBIDA. Llámase así toda sustancia lí-
quida introducida en el estómago para satisfacer
en diferentes grados la necesidad de la sed, di-
luir los alimentos sólidos contenidos en aquel
órgano, facilitar su mezcla entre sí, y con los
jugos gástricos, aumentar el volumen de la san-
gre, haciéndola mas Huida, y reparará lome-
nos momentáneamente las pérdidas que han ex-
perimentado con diversas evacuaciones los flui-
dos del cuerpo. Por esta definición se conocerá
que vamos á ocuparnos no mas que de Las bebidas
alimenticias.
Hay clases enteras de animales , sobre todo
entre los que se dicen de una organización menos
perfecta, porque es mas sencilla, y que por esto
mismo podría mirarse como mas admirable, que
solo se alimentan del líquido en medio del que
viven, y en el que encuentran al parecer, por
medio de la simple absorción quede él hacen, de
que sustentarse y reproducirse; sirvan de ejemplo
los infusorios, los miléporas , los madréporas,
ciertos moluscos, etc. Los animales de clase de
organización mas complicada, y que se cree deben
ser llamados por esto mas perfectos, los mamíferos,
viven de líquido en su primera edad. Tampoco es
imposible que ciertos seres vivientes se alimenten
únicamente de aire, de que los otros animales
solo se alimentan en parte; es evidente , por ejem-
plo, que hay plantas que son únicamente aerívo-
■ras, etc.
Las bebidas son quizás mas indispensables á
los animales que los alimentos sólidos ; á lo me-
nos es cierto que ellos perecen mas pronto cuan-
do están privados de aquellas que cuando estos
últimos les faltan. Los lugares en que abundan
las aguas son siempre los mas poblados , y allí en
donde éstas faltan hay despoblación y esterilidad.
El número de los animales acuáticos es evidente-
mente mayor que el de los terrestres, debiendo
suceder así, puesto quela digestión de los líquidos
solo exije un aparato muy sencillo , un conduc-
to único, ó aun la sola porosidad exterior, para
absorber, arrojar ó exhalar la materia líquida, t
hasta se podría decir que de la materia sólida in-
?,reridacomo alimento, los órganos absorben so-
lamente la parte líquida, puesto que arrojan la
que tiene mas consistencia.
Las liebidas pertenecen á los tres reinos de la
naturaleza : el mineral presenta el agua, la mas
BEB
abundante, la mas necesaria y la mas saludable de
todas; el vegetal nos ofrece zumos mucosos, ex-
tractivos, azucarados, ácidos, etc., de que se
hace tan grande uso; en fin , el animal nos da la
leche, bebida tan preciosa para los recien naci-
dos, la sangre , la linfa, etc. , de que se alimen-
tan ciertos animales, y todos los jugos animales
que de ellos se extraen, como el caldo, etc. Las
bebidas son, pues, á veces un alimento total,
como en las clases en que parecen bastar parala
alimentación, ó un alimento parcial indispensa-
ble para que la alimentación se verifique, y con-
curriendo á ella; reemplazan á los líquidos que
se expelen y que se traspiran, siendo alimenti-
cias en este" sentido que reparan una pérdida de
sustancia.
Las bebidas se dividen en simples y naturales,
en compuestas naturales, y en artificiales, que son
el producto de la industria y siempre compuestas.
Las bebidas simples y naturales son todas las
especies de aguas de lluvia , de rio , de fuente,
etc. En rigor podrían ser miradas como compues-
tas , no solo porque dos gases, el hidrógeno
y el oxigeno, las forman, sí que sobre todo por-
que contienen sales, algunas tierras, etc. So-
lo hay el agua destilada que sea el tipo verda-
dero del agua en el estado de pureza. — V. Agua.
Las bebidas compuestas naturales son las que
nos ofrecen los vegetales y los animales. — V.
Leche y Zumos.
Las bebidas compuestas artificiales son pre-
paradas por el hombre, y comprenden, ade-
más de las que suministra el arte farmacéutico,
las que hace para las necesidades y placeres de
la vida : todos los líquidos fermentados , y en
primer lugar el vino, forman parte de ellas (V.
Vino, Cerveza, Quass, etc.) El hombre, además,
extrae por la destilación de estos líquidos fer-
mentados el alcohol , que también sirve para nu^
merosos usos, y cuyo abuso, como bebida, puede
tener los mas terribles resultados. — V. Alcohol.
Hay autores que dividen las bebidas en cuatro
clases : \ -° bebidas acuosas , cuya clase es repre-
sentada únicamente por el agua; 2.° bebidas aci-
dulas y alcalinas, como la soda-water, la vina-
grada, la limonada, etc., etc.; 3.° bebidas fer-
mentadas, como el aguardiente, la cerveza, la
sidra, los licores de mesa, etc.; y k? bebidas
aromatizadas , cuyo número es considerable , co-
mo el café, el té, etc. (Véanse los diferentes ar-
tículos que en esta obra tratan de bebidas.) .
De bebidas hay de temperantes , de excitantes
de tónicas , etc. Plinio, discurriendo sobre el in-
finito número de bebidas que el arte ha inven-
tado , censura la extravagancia del hombre que
se molesta inútilmente y á menudo en peligro su-
yo, para prepararlas , "mientras que la naturale-
za le suministra una que basta para todos los
animales, los mas fuertes como los mas débi-
les; pero el hombre busca con anhelo aquellas
que, perturbando sussentidos, entretienen la vida
con dulces ilusiones. Asj es que si, con razón, Ma-
homa y Zoroaslro prohibieron estas especies de
bebidas en el Oriente, parece que Odino, an-
BEB
tiguo legislador del Norte, las recomendó; lo
cierto es que los Ustíacos y los Moscovitas pre-
paran una especie de cerveza con los hongos ve-
nenosos , la que sumerge en una embriaguez que
dura por espacio de tres días.
Las bebidas se toman solas , para apagar la
sed, necesidad frecuente y mas ó menos vi
va, según la especie de animal , según la fun-
ción que éste ejecuta , según la temperatura , el
clima, etc. En los países cálidos , siendo mayor la
pérdida cutánea , es mas viva la necesidad dé
repararla por las bebidas. Se puede conjeturar
que el agua es la bebida de los 99/,00 déla especie
humana. La corta fracción que á ella añade licores
fermentados, y que se ha hecho una necesidad
facticia de esta" adición , llevada hasta el furor
entre las naciones salvajes, reporta, por el abuso
que de ellos hace, mas mal que bien respecto á la
salud, aunque, en ciertas ocasiones, estos líqui-
dos sean un precioso medio terapéutico. Puede de-
cirse que elusode las bebidas alcohólicas es útil
convenientemente arreglado en los climas cálidos
para sostener las fuerzas , é impedir la laxitud
de la fibra; pero en los países templados y los
climas frios, el uso habitual de estas bebidas qui-
ta mas fuerza de la que da , con ligeras excep-
ciones, testigos los habitantes del campo, mucho
mas robustos, y mucho menos sujetos á las enfer-
medades , además de ser éstas siempre mas sim-
ples, que los habitantes de las ciudades, aun-
que ellos no beban sino agua ; testigos sobre todo
los Turcos, los mas vigorosos de los Europeos,
que se hallan en el mismo caso. Las mugeres be-
ben menos que los hombres, sobre todo bebidas
alcohólicas , sin duda en razón de su menor vo-
lumen , que exige menos reparación , del mismo
modo t¡ue ellas consumen menos alimentos , por-
que tienen órganos menos activos, necesidades
menos \ has, etc.
Las bebidas se toman comunmente en las co-
midas, interpoladas cun los alimentos sólidos,
cuya digestión parecen facilitar. Su cantidad va
ría también según los individuos y según la esta-
■\, la especie de alimentos que se toman, etc.:
en gran cantidad, es mas nociva que útil, y pare-
ce emiiarazar la digestión estomacal; en muy
corla cantidad , debe igualmente ser desventajo-
sa, pero sus inconvenientes son menores ó me-
nos evidentes. En Europa , el uso es tomar á cor-
ta difereucia parte igual de bebida y de alimen-
to sólido; pero evidentemente los líquidos ingeri-
dos exceden á los sólidos para muchas constitu-
ciones nerviosas, débiles, hipocondriacas, y en
los borrachos , en que el abuso de los alcohólicos
disminuye la necesidad de los alimentos mas con-
sistentes. El excesivo uso de las bebidas acuo-
sas enerva, debilita la fibra, relaja las visceras,
provoca el sudor; el de las alcohólicas constri-
ñe, pone tiesos á los tejidos, y conduce al tem-
blor , á las alecciones celébrales, á la hidropesía.
Se toman bebidas, en los tiempos calientes,
como refrescantes, temperantes , humectantes,
etc. , abajando aun su temperatura por medio del
hielo, de la nieve, etc. Generalmente este uso
BEG 3^7
es saludable; pero, á \eces, la oposición entie
la temperatura del cuerpo y la del líquido lo-
mado ocasiona estados patológicos mas ó me-
nos graves, flegmasías pulmonares, etc, lo que
debe inducir á disminuir este contraste, es de-
cir, á beber menos fresco, y esperar á que el
calor del cuerpo esté un pocodisminuido por el
reposo: á veces también el exceso de frió (!e
las bebidas, cuando el cuerpo esta demasiado
calentado, produce vómitos y otros desarreglos
gástricos , que á menudo se creen envenena-
mientos, como ha sucedido mas de una vez des-
pués de haber tomado helados , etc.
Se pueden hacer las bebidas mas alimenticias,
mas sustanciosas, añadiéndolas principios nu-
tritivos, tales como la gelatina, la fécula, la go-
ma, el azúcar, etc., etc.; acudiendo á estere-
curso cuando hay dificultad en la deglución ó im-
posibilidad dé tragar , etc.
En general, se bebe frió, y esla es la costum-
bre ordinaria; las bebidas cafientes están reserva-
das para los enfermos, á pesar deque en muchos
casos se abusa de esta especie de medicamento.
BEBÍ. Especie de tejido de algodón que se
fabrica en Alepo y sus alrededores.
BKCAIfA, Scolopax. Género de aves del
orden de las zancudas v de la familia de las lon-
girostras de Cuvier. Sus caracteres son: pico
largo, recto , blando y muy endeble, hinchado
hacia su ápice; mandifula asurcada hasta la mi-
tad de su longitud ; extremo de la mandíbula su-
perior mas larga que el de la inferior , formando
la parte hinchada una especie de gancho ; nari-
ces laterales , hendidas á lo largo cerca del bor-
de de la mandíbula y cubiertas con una membra-
na.; pies medianos; la primera ramera de igual
longitud á corta diferencia á la segunda, que es
Ja mas larga de todas.
Las becadas habitan los bosques y las llanuras
pantanosas; se alimentan degusanos,"de babosas y
de insectos; su instinto es muy poco desarrolla-
do ; mudan dos veces al año, y su sistema de co-
loración experimenta pocos cambios durante es-
las trasformaciones.
Este género ha experimentado muchas modi-
ficaciones por los autores, pero, según De Lafres-
naye,solo hay realmente distintas las tres sec-
ciones indicadas porTemminck, estoes, las Be-
cadas, los Becacinos y los Becacinos Caballeros,
adoptando, solamente como sub-genéricos , los
nombres genéricos de Rusticóla, Scolopax \ de
Macrorumphus , que les han sido dados.
í.er Subgénero. Becada Rusticóla, \m\.) .
Tibia cubierta de plumas hasta la rodilla ; tarsos
cortos; dedos medianos; uña del pulgar media-
na; colodrillo rayado con fajas lras\ersales; for-
mas pesadas y macizas. Residencia habitual: en
los bosques , montes bravios y setos.
Todavía no se conocen sído tres especies de
becadas: la Becada de los Estados-Unidos (Sco-
lopax minor, L. , Rusticóla minor , Vieil.) , la Be-
cada de Java (Rusticóla, Nob. ; Scolopax satúra-
la, llore.; Rusticóla javanica , Less.i , y la Beca-
da de Europa , de que vamos á ocuparnos.
3o8 BEC
Becada común, Becada de Eu-
ropa , Chocha Perdiz (Scolopax rusticó-
la, L. ; Rusticóla vulgaris.). Su longitud es de
trece á catorce pulgadas; tiene la parte superior
déla cabeza, el cuello, el dorso y las coberte-
ras de las alas matizados de castaño, de negro y
gris ; en el cuello se ven cuatro anchas tajas tras-
versales negras, y en cada lado de la cabeza una
pequeña laja del mismo color ; el pico y los pies
son de color de carne sombreado de gris.
Las becadas, habitantes de las altas montañas
pobladas de bosques del centro de la Europa, des-
cienden de ellas desde los primeros frios, llegan-
do á nuestras comarcas en octubre ó noviembre.
Pasan habitualmente el dia en los bosques, en
donde revuelven las hojas secas con su pico
para alimentarse de gusanos ocultos en ellas;
pero al anochecer salen de allí, y con un vuelo
rápido y ligero se dirigen á los campos cultiva-
dos y recientemente labrados y hacia las fuentes.
Parece que la becada no ve bien sino en el cre-
púsculo, lo que se explica fácilmente por su sa-
lida al anochecer y por su vuelo mucho mas vivo
en esta hora y antes de salir el sol que durante
el dia.
La becada nos deja desde los primeros dias de
la primavera; pero algunas veces queda un pir
aislado en nuestros bosques , en los que anida
después de la partida de las demás. Hace su nido
en tierra ,.á menudo junto á un tronco de árbol
á de una gruesa raíz; la hembra pone cuatro ó cin-
co huevos oblongos, de un gris rojizo y jaspeados
de aguas oscuras y negruzcas. Los polluelos, cu-
biertos al nacer de un plumión espeso, como la
generalidad délas jóvenes zancudas, al punto
abandonan el nido y se ponen á correr. Entonces
es muy fácil cogerlos; pero el padre y la madre
tienen por ellos tal solicitud que se ha visto to-
mar á uno de sus hijuelos bajo su cuello , y lle-
várselo así á mas de mil pasos.
Estas aves parecen mudas en el invierno , de-
jando, solo oir una especie de cloqueo cuando se
las persigue á principios de la primavera. Cuan-
do andan con lrecuencia ostentan la cola, como
si hiciesen la rueda
Se ha creído reconocer muchas razas distintas
de nuestra becada: entre otras, una mas pequeña,
mas rojiza, y de pico mas largo; y, al contrario,
otra mucho mas gruesa, de plumaje mas oscuro,
y que habita con preferencia los grandes valla-
dos y los matorrales. Según el Sr. Temminck, las
pequeñas becadas son becadas jóvenes , de nida-
das tardias, que emprenden su emigración al-
gunas semanas después de la partida délas gran-
des becadas, y efectivamente nos llegan después
de éstas.
El mismo naturalista indica también, como me-
rlio el mas seguro de distinguir los sexos en nues-
tra especie europea , el examen de la primera
cobertera, cuyo barde externo de las barbas está
cubierto, en el macho, de manchas morenas sobre
un fondo blanco amarillento, mientras que las
hembras llevan un cordoncillo blanco sin man-
chas en toda la longitud de esta barba.
BEC
Estas aves nunca viven en bandadas , sino que
van solas ó á pares. Se las caza de muchos mo-
dos, pero el mas generalmente usado en los so-
tos es por medio de perros de parada. La beca-
da no huye hasta que se halla debajo de la nariz
del perro , y á veces se levanta de los pies del
mismo cazador; su vuelo ni es elevado ni de
gran duración.
2.° Sub-género. Becacin [Scolopax, Yieil.).
Parte inferior del tarso desnuda ; dedos largos
y delgados; uña del pulgar puntiaguda; parte
superior de la cabeza rayada con fajas longitudi-
nales; formas cenceñas y arrojadas. Residencia
habitual : los pantanos y los prados pantanosos.
Además de estos caracteres, los becacinos di-
fieren también de las becadas en su hábito de ar-
rojar muchos gritos cuando toman el vuelo, y en
este vuelo tan fácil y tan rápido de dia como de
noche, lo que prueba que su vista está orga-
nizada parala luz del sol. Anidan en los panta-
nos.
Cuéntanse hoy dia á lo menoslres especies de
becacinos en la América del norte, cuatro en la
América del Sud, y cinco en Europa. El Becacin
gigante (Solopax gigantea , Natt.j , especie del
Brasil, es notable por sus dimensiones, que son
un cuarto mas gruesas que las de nuestra Decada
de Europa , siendo muy semejante por el plumaje
al Gran Becacin de las sábanas de Cayena, Buff.,
muy grande ya por sí mismo , y del que no difie-
re realmente sino en su mayor talla.
Las especies de este grupo que se encuentran
en España son:
Becacin común [Scolopax gallinago, L.) .
No es tan grande como la becada : su longitud
es de unas diez pulgadas incluso el pico, que ya
tiene tres; su cabeza está dividida por dos rayas
longitudinales negras y tres de rojizas; la papada
es blanca; el cuello entreverado de pardo y roji-
zo; el pecho y vientre son blancos, y la parle
superior del cuerpo matizada de pardo, rojo páli-
do y negro.
Llega á nuestro país en la primavera , y anida
en los pantanos de los lugares montuosos; la
hembra construye su nido en tierra debajo de
alguna raíz gruesa de olmo ó de sauce en un lu-
gar inaccesible al ganado , y pone cuatro ó cin-
co huevos de un verdecino muy claro manchados
de pardo y ceniciento.
El becacin vuela con mucha rapidez, y cuando
se halla á bastante elevación deja percibir el gri-
to sostenido de me , me, me, trémulo y bastante
parecido al de la cabra , lo que ha hecho que en
cierto» parajes le den el nombre de Cabra volado-
ra, Cabra de SanJuan. Su vuelo sostenido é irre-
gular hace que su caza sea difícil.
Becacin doble, Gallineta ciega
[Scolopax major , Gm.). Se distingue del anterior
en su talla, que es un tercio mayor, y porque sus
fajas superiores son mas pequeñas, y las manchas
pardas de debajo mas grandes y mas numerosas.
Tiene los mismos hábitos , pero su vuelo no es tan
rápido , y en su carrera sigue una dirección recta
sin describir tortuosidades.
BEC
Becacin pequeño, Beeacln sordo
[Scolopu.v (/(illinuUx ; , Gtú.). Es el mas pequeño
de los tres : su longitud no excede de siete pulga-
radas y media; solo presenta una faja negra so-
bre la cabeza; en el fondo de su papada refleja
un brillo verdoso bronceado; un medio collar gris
ocupa la nuca ; sus flancos y pecho están salpi-
cados de pardo. Se oculta eñ los cañaverales de
los estanques, debajo de los juncos secos y de las
yerbas que han caído y sido arrastradas á la ori-
lla del agua. Con dificultad se logra hacerle le-
vantar, siendo casi necesario pisarle, lo que le
ha valido el epíteto de sordo. Habita con prefe-
rencia los pantanos del norte de Europa, y tam-
bién se halla en América.
3.er Subgénero. Becacin Caballero [Mccro-
ramphus, L.). Piernas desnudas de plumas en
casi toda su longitud; dedo exterior unido al
del medio en su Dase por una membrana muy
pequeña ; dedos de mediana longitud ; cola cua-
drada y no cónica, como en las secciones pre-
cedentes. Todos los caracteres , asi como la co-
loración , participan enteramente de los caballe-
ros y no de los becacinos.
Kste grupo no contiene sino una sola especie,
el Becacin Caballero gris, Noli., Becacin gris,
Becacin punteado (Macroratnphus qriseus, L.;
Scolopax leucophcea, Vieil.), que está cubierto,
por encima de mezcolanzas negras y blanco ro-
jizo; el pecho es de un moreno gris; el "resto blanco
que se colora de rojo en la librea de verano; la
rebadilla ó el obispillo y la cola blancas atrave-
sadas de numerosas fajas negras. Se encuentra
en los Estados-Unidos, en donde frecuenta los
terrenos inundados ó pantanosos de las playas
del mar , sobre todo en el desembocadero de los
rios , y nunca va á los prados herbosos. Se ali-
mentare moluscos bivalvos, que se encuentran
en los pantanos salados de los Estados-Unidos.
El Sr. Lafresnaye dice que esta ave es un verda-
dero caballero de pico de becacin, y que seria
mas convenientemente llamarla Caballero Beca-
cin que Becacin Caballero.
Todas las especies de este género son muy
buscadas por la excelencia de su carne: cómen-
se sin separarlas las entrañas, que pasan por ser
su mejor condimento, y se estiman sobre todos los
muslos, que son mas tiernos que las alas en otras
a\os. Estas aves, muy nutritivas, restaurativas y
analépticas, son excitantes, aun irritantes cuan-
do se las ha dejado manir , y nocivas cuando se
abusa de ellas: convienen sobre todo á los linfáti-
cos, cuyo estómago es perezoso , habiendo sido
indicadas en los casos de diabetes, de anasarca,
de escrófulas, etc. Lémery cita la becada y el
becacin comunes como fortificantes y afrodisía-
cos, y la hiél de una y otro como propia para cu-
rar las ulceras de los "ojos y la catarata Sin em-
bargo, la becada no es del gusto de todas las
personas, y si bien es útil á los sujetos que ha-
cen ejercicio, no conviene á los de estómago dé-
bil , ni á los biliosos ni á los melancólicos.
La carne de la becada común es tanto mas ne-
gra y dura en cuanto el ave es mas vieja, pero se
BED 3M
la deja manir, y entonces contrae un humillo par-
ticular muy pronunciado ; la carne de las otras
especies , en particular la del becacin, está car-
gada de grasa , es de un sabor lino y delicado, j
de mas fácil digestión.
Los huevos de becada común son tan estimados
en Inglaterra, que al gran uso (pie de ellos sr
hace se atribuye el que esta especie se haya he
cho bastante rara en aquel país.
Las becadas son una caza muy apreciada. El
olor y el sabor de estas aves desagradan á los
perros.
BECIIBA. Nuez del Brasil , del volumen
de una nuez moscada, cuya almendra aceitosa
está cubierta de una cascara leñosa; pasa por
balsámica , y se emplea en la parálisis y los reu-
matismos.
BEUEGAB. Producción hongosa, olorosa ,
que se observa en las ramas tiernas del Rosal
perruno (Rosa canina, L.)., producida por la
picadura de un insecto bimenóptero llamado Cí-
nife DEL ROSAL SILVESTRE [Ct/nipS TOSCB , L.). Hay
en estas producciones hinchazón del tejido celu-
lar , extravasación de los jugos del vegetal y una
especie de vegetación librilar monstruosa. Éslas
agallas son cuerpos rojizos, redondeados, ligeros,
3ue encierran las lan as del insecto que las han
ado origen.
El análisis químico encontraria sin duda en el
bedegar los mismos elementos que componen
otras producciones vegetales de naturaleza bas-
tante análogas por su origen, como la nuez de
agallas , etc.
Los bedegares, inusitados hoy dia, fueron muy
preconizados antiguamente como astringentes,
antiverminosos, anti-hidrópicos, útiles en el cal
culo, las escrófulas, la alopecia, la picadura de
tarántula , etc.
BEDÉIiim. Especie de algodón que viene
de Levante por conduelo de Marsella.
BEDELIO. Gomo-resina de la India y de la
Arabia conocida de los antiguos, pero cuyo orí
gen , después de haber sido empleada durante
tantos años , todavía no es bien conocido.
Plinio dice que es producidapor un árbol de la
Bactriana, de leño negro, de la magnitud de un
olivo , cuyas hojas se parecen á las de roble, y
los frutos á los de la higuera silvestre. Dujardiñ
ha expuesto que fluía de la corteza y de los frutos
de un grande árbol espinoso. Koempfer ha su-
puesto que era el zumo de un palmero, habiendo
habido después otros autores que han dicho que
era el extracto de los frutos del palmero Lonta-
rus domestica, Gaert., lo que parece imposible,
porque no puede concebirse que una gomo-resi-
na amarga sea extraída de losfrutos de un pal-
mero comunmente comestible. Algunos natura-
listas la han considerado como producida por el
Boraso en forma de abanico Borassus flabelli-
formis , L.). Como á veces seencuentra mezclada
con la goma arábiga , se ha pensado si seria pro-
ducida por una Acacia. Plukenet cree que proce-
de de un árbol lechoso de América, que sospecha
ser un Rus. El Sr. de Lamark conjetura que cue-
360 BEG
la de un Amiris. Adanson dice haber visto en
África el árbol que da el bedelio , asegurando
que es espinoso, y llamado Nioutloult por los na-
turales del país, quienes hacen mondadientes con
sus espinas, y que ha sido descrito por A. Ri-
chard bajo el nombre de Heudelatia africana.
En el comercio se encuentran dos especies de
bedelio:
1 .° Bedelio en lágrimas redondeadas , de cer-
ca de una pulgada de diámetro, de un gris ama-
rillento, 6 rojizo, ó verdoso, semitrasparente, de
íractura mate y cerosa ; con el tiempo se pone
del todo opaco y como harinoso en su superficie;
tiene un olor débil que le es particular, y un sabor
amargo. Según el Sr. Pelletier, está compuesto
de resina, 59,0 ; goma soluble, 9,2; basorina,
30,6; aceite volátil y pérdida, 1,2.
2.° Bedelio en masas negruzcas, á menudo
ensuciadas con tierra al exterior , y mezcladas
con tallos leñosos y una corteza hojeada como la
del abedul; su fractura es mateó brillante, y ca-
si siempre la una y la otra á la vez ofrecen como
un zumo resinoso, pegajoso y brillante, que exu-
da á gotas de una masa gomó-resinosa mate; ex-
puesto entre el ojo y la luz , parece traslúcido y
de un gris moreno ; tiene un olor bastante fuerte
y un sabor muy amargo y acre, acompañado ya
de una ligera aroma de mirra, ya de un gusto
muy terebintáceo. Esta sustancia" se asemeja á la
mirra, y algunos droguistas la venden bajo el
nómbrele Mirra de la India.
El Sr. Guibourt llama á la primera de las dos
especies de este producto Bedelio de A frica, por-
que se le encuentra siempre mezclado en corta
cantidad con la goma del Senegal , y á veces
se recibe de la costa de Guinea, aunque tam-
bién llega de Arabia que parece ser de la misma
naturaleza. A la segunda la denomina Bedelio de
la India. Además distingue una tercera especie
con el nombre de Bedelio opaco, que es un zu-
mo gomo-resinoso en lágrima ovoidea, ancha de
18 lineas y larga de unas 3 pulgadas; amarillen-
to como la cera amarilla medio descolorada, uni-
formemente lechoso , casi opaco , de sabor muy
amargo, un poco aromático , sin nada de acritud.
El bedelio despide, cuando arde, un olor bas-
tante agradable , lo (pie le hace prescribir en fu-
migaciones en las alecciones de la matriz, los es-
pasmos, etc.; su ebullición en el agua da á ésta
un color glauco , mientras que colora el alcohol
en rojo. Se dice que el bedelio tiene casi todas las
propiedades de la mirra; hoy dia es muy poco
usado , á pesar de su antigua reputación como cle-
sobstruente, béchico, emenagogo , antiespasmó-
dico y astringente, á la dosis de 10 hasta 40 gra-
nos. Aplícase al exterior como resolutivo y emo-
liente, y entra en algunas composiciones farma-
céuticas.
BE€2©IVi:A , Begonia. Tipo de la familia de
las begoniáceas. Género de la monoecia polian-
dria triginia de Linneo , que Jussieu colocó en la
familia de las poligóneas, y que contiene un gran
número de plantas nolabíes, la generalidad por
su porte singular , y sobre todo por la oblicuidad
BEH
de sus hojas. Conócense cerca de 80 especies, de
las cuales mas de 60 son cultivadas.
Las begonias son plantas herbáceas , anuales
ó vivaces , originarias de las regiones tropicales
del Asia y de la América. De tallos espesos y
carnosos, casi siempre herbáceos y apenas leño"-
sos ; hojas alternas , por lo común divididas en
dos mitades muy desiguales , y por consiguien-
te muy oblicuas , de pezones palmeados, de con-
torno entero ó dentado, de estipulas anchas, cae-
dizas y casi axilares ; flores blancas rosadas ó ro-
jas , con frecuencia dispuestas por dicotomias.
Las begonias tienen las hojas acidas y se co-
men en muchos países, bajo los nombres de Ace-
dera silvestre y Acedera de bosque; contienen
oxalato de potasa en bastante abundancia, en
ciertas localidades , para ser extraído con pro-
vecho. Puédense, pues, emplear las especies de
begonia como las del género Romaza ( Rumex).
El zumo de estos vegetales es refrescante y de-
purativo; en el Brasil se comen, bajo el nombre
de Ervo do sapo, las hojas cocidas de las Bego-
nia de cogulla [Begnia cocutlata, W.), Begonia
bidentada (Begonia bidentata, Raddi), Begonia
espatulada (Begonia spathulala, W. ), Begonia
de hoja de olmo (Begonia ulmifolia, Humb.), etc.
Las raíces de la Begonia de flou grande (Bego-
nia grandiflora) y de la Begonia tomentosa ( Be-
gonia tomentosa ) son empleadas en el Perú con-
tra el flujo de sangre , en las afecciones hemor-
rágicas del pecho y en el escorbuto.
En algunas obras se llama Ruibarbo silvestre
á las raíces de la Begonia oblicua de Linneo,
sin duda por la analogía de color y de propiedad
que se ha creido encontrarlas con las de las espe-
cies del género Ruibarbo (Rheum).
Cultívanse algunas pocas especies en nuestros
jardines.
BESf EITIOTH. En el discurso que el libro
de Job hace tener al Señor , hablando á este jus-
to , se encuentra la descripción de un animal
que el texto llama Behemoth. (Cap. XL, v. 10
y 18.) Los comentadores de la Biblia han esta-
do muy discordes acerca del animal que de-
bía reconocerse bajo esle nombre. Sanctius cree
que es el buey; Mercier, G. Miiller, Yalabfe,
y Pfeiffer han opinado que era el elefante ; Bo-
chart ha demostrado, con su provervial erudición
v su exquisito sentido, que es el hipopótamo,
habiendo el padre Houbigant y la generalidad
de los modernos admitido esta opinión.
Como en hebreo la palabra béhemah significa
una bestia, hase mirado la palabra behemoth co-
mo el plural enfático de este nombre. Pero , así
como lo observa Bochart, la terminación olh per-
tenece aquí á la lengua egipcia y no es un indi-
cio de plural. Jablonski pretende hacer derivar
esle nombre del copto pehrsnou, pehemout, que
significa, dice él, un buey marino. Es cierto que
el nombre de buey marino ha sido mas de una
vez aplicado al hipopótamo, y tal es el sentido
de la palabra bomarmo, por la que los Italianos
designan todavía á esle animal.
Casi todos los Padres de la Iglesia no han visto
BEH
en el behemoth sino un animal figurado , imagen
del diablo, del mal, del antecristo, ó también
de Sennacherib*. Tal ha sido singularmente la
opinión de san Gerónimo , de san Agustín, de san
Gregorio el Grande y de san Bernardo. Rondel,
en una disertación que ha continuado en la Bi-
J)lia de Vanee, ha procurado defender esta hipó-
tesis, rebatiendo á Bocharl: pero basta leer el
libro de Job, para convencerse de que el behe- ,
raoth y el leviatlian son citados como dos anima-
les los mas grandes que existen, como prodigios
del poder creador, y de ningún modo como em-
blemas del intierno.
Los rabinos, según su uso, han añadido mil
cuentos ridiculos á la relación de la Escritura
respecto a Behemoth : enseñan que este animal
es el mas grande de los cuadrúpedos creados por
Dios, y que éste hizo dos al principio del mundo,
un macho y una hembra; que mató a la hembra, a lin
de qu3 esta especie no se multiplicase en perjui-
cio de las demás criaturas, y la saló para dar un
banquete á sus escogidos, en el tiempo del Me-
sías, y que en cuanto al macho, aseguran ellos,
que vive todavía, y que Dios lo matará en este
mismo tiempo , para darlo á los Isrealitas resuci-
tados. Dicen que el behemolh es tan grande que
cada dia come el heno de mil montañas muy vas-
tas, y que la yerba que ha comido de dia vuel-
ve á crecer de nuevo por la noche á tin de aten-
der siempre á su subsistencia. Los Judíos supers-
ticiosos juran por behemoth, como los Cristianos
juran algunas veces por el paraíso. ( Alfredo
Maury.)
BÉIIEUÍ. Bajo este nombre se conocían,
entre los antiguos, dos raíces muy usadas, pero
que no se encuentran hoy día en el comercio. La
una, Behen blanco ( Behen álbum de las olici-
nas), Behmcn Abiab de tos Árabes, que se atri-
buye, sin poder presentar ninguna prueba de
ello, al Centaurea Behen, L., planta de Siberia
y de Asia, es muy rara en las colecciones y des-
conocida en los jardines botánicos, aunque se dé
bajo este nombre una centaurea común. Se dice
3ue la raíz de nuestras boticas era del grueso
el dedo, cenicienta por defuera, blanca por den-
tro , de un sabor acre y de un olor desagradable ;
la de los Árabes era , según sus escritos , de un
olor agradable y un sabor glutinoso, un poco
estíptico, y blanca por dentro y por defuera,
lo que hace ver que era diferente. Los Árabes la
usaban como corroborante, prolífica, muy nutriti-
va, etc.; los Persas la empleaban como condi-
mento. Es preciso no confundir á esta raiz, que
ya no se usa, con el Cucúbalo Behen ( Cucuoa-
tus Behen, L.).
La otra especie era llamada Behen rojo ( Be-
hen rubrum de las oficinas) , Behmcn Ackmar de
los Árabes. Se atribuye , sin mas datos que para
la precedente, al Estatice Limonio (Statiee Li-
monium, L.), planta de las playas del mar y de
* Sennacherib. Hijo de Salmanasar , rey de Asiría , su-
cedió á su padre en el año 114 antes de Jesucristo , hizo la
guerra á los Judíos , y fué muerto por sus dos hijos.
46
BEL 361
los países salados. Estas raíces, que son rugosas,
torcidas, compactas, rojas, y negras por dentro,
se recibían cortadas a tajadas de la Siria y del
monte Líbano, y eran consideradas como astrin-
gentes y tónicas, y empleadas contra las he-
morragias, el flujo de vientre , etc.
HEICiE. Nombre que los habitantes del Poi-
tú dan á una especio de sarga negra, parda ó de
color atezado, que otros llaman de color de ove-
ja, ó sarga natural, porque la lana con que se
fabrica no ha recibido ninguna preparación, ma-
nufacturándose en el mismo estado en que ha si-
do esquilada. Las Sargas beiyes deben tener á lo
menos 38 á 39 tirantes, y cada uno de éstos, 20
hebras.
Mi:ii A- A1E, Be-jLahé. Vegetal de Ma-
dagascar, de flores dioicas, etc., cuyo nombre
lineano os desconocido. La corteza, que es muy
amarga y un poco aromática, es empleada por los
naturales del país, quienes la infunden en el zumo
de la caña de azúcar, preparando asi una espe-
cie de cerbeza que en Madagascar recibe el nom-
bre de Tacfare. El Sr. Sonnerat dice que esta
corteza tiene las calidades de la siniaruba ,
nombre que á veces se la da en el país, y que
como ésta puede ser empleada en los flujos de
sangre, las diarreas, etc., á la dosis de 24 á 36
granos de polvo, en infuso de té ó un poco de vi-
no, mañana v larde.
jBEjLA-jDAIMBOC. Albohol, cuyo coci-
miento, con aceite y gengibre, es usado en la In-
dia contra la mordedura de los perros rabiosos.
BjEjLA-POjLA. Orquídea de la India, cu-
yos bulbos, machacados con arroz, forman un
íinimento madurativo, empleado por los natura-
les del país en los abeesos.
jBEjLEJLACIIS. Tejido de seda semejan-
te al tafetán, que se fabrica en Bengala. Su va-
reo es de 40 cobres de largo con 2 de ancho, á
razón de 17 % pulgadas de rey, el cobre. Los
Ingleses que hacen el tráfico de Madras á las Fi-
lipinas llevan allí muchos de estos tejidos.
JBEjLEJJLMTA, Bei.umnites. Los señores
Miller y Blainville y la generalidad de los natu-
ralistas han convenido en distinguir con este
nombre un género de cefalópodos fósiles, llama-
dos asi por la analogía de su figura con una es-
pecie de dardo que los antiguos conocían bajo el
nombre Belemon.
Estos fósiles son rectos, de la figura de un co-
no prolongado, mas ó menos deprimidos, termi-
nados en punta por un extremo y abiertos por el
otro, compuestos de un cerco "formado de una
red de pequeñas celdillas apretadas, trasversa-
les y divergentes del contro hasta la circunferen-
cia, y que envuelve una serie de otras celdillas
trasversales formando un todo cónico , que con
frecuencia presenta una canal en la parte del
margen.
Las belemnitas han, en todos tiempos, llamado
la atención por su forma y por su multiplicidad en
el seno de las capas terrestres. El pueblo las ha
mirado como Piedras de rayo, mientras que los sa-
bios del siglo XVI las llamaban Dactylus ida>us, ó
TOMO I.
362
BEL
BEL
también, según la preocupación mas antigua que j en el mediodía que en el norte, bajo este respecto
pretendía ver en ellas una petrificación de la orina "
del lince, se continuaba en llamarlas Lincurio ó
Piedra de lince (Lincurium) . Han sido igual-
mente miradas como dientes de peces, estalác-
litas, dientes de una especie de ballena, etc.
El origen de estos fósiles es todavía dudoso , á
pesar de las diferentes ideas y opiniones científi-
cas emitidas por ilustrados naturalistas. Según
los autores, se conocen mas de cincuenta espe-
cies de este género , siendo notable que todas
son peculiares de Europa.
Las belemnitas fueron miradas como absorben-
tes, desecantes, y buenas contra los sortilegios.
Greoffroy dice que los Alemanes las emplean, á la
dosis de media a una dracma, contra la pesadilla,
y los cálculos de los ríñones. De ellas también se
hace cal.
BELEÑO , Hyoscyamüs. Género de plantas
de la familia de las solanáceas, y de la pentan-
dria monoginia de Linneo, del que hoy día se
conocen unas veinte especies. Está compuesto de
plantas herbáceas, que crecen naturalmente en
las partes medias de la Europa y del Asia, y en
toda la región mediterránea. Estas plantas son
generalmente notables por su aspecto sombrío y
cárdeno, mas caracterizado aun que en la ma-
yor parte de las demás solanáceas, y por su vis-
cosidad y su olor viroso.
Los beleños tienen el tallo velloso; las hojas al-
ternas, por lo mas común sinuosas, y de un verde
lucido; las flores, de regular magnitud, dispuestas
en espigas unilaterales y bracteadas en el remate
de los tallos , presentan un cáliz tubuloso , algo
campanulado, con cinco sépalos casi del todo sol-
dados, que conservan visibles sus costillas y ner-
vios, además de las soldaduras; la corola embu-
dada, con cinco lóbulos obtusos y desiguales en
un limbo oblicuo ; los cinco estambres declinados
hacia la parte inferior ; el estilo terminado por un
estigma cabezudo y sencillo. El fruto es una pí-
xide, ó cápsula algo prolongada, obtusa en sus
remates, de dos celdillas, vestida enteramente
con el cáliz apenas crecido, y que se abre en di-
rección horizontal , saltando la tapa, con numero-
sas^ semillas pardas, arriñonadas y tuberculosas.
Entre las especies de este género, merecen ser
examinadas en particular las siguientes :
Beleño blanco [Hyoscyamas albus, L.).
Esta especie anua, de la Italia, de la Grecia, del
Levante, de las provincias meridionales de la
Francia, y muy común en las de España, etc.,
se distingue del Beleño negro (V. esta palabra)
en su tallo nn poco menos alto y menos ramoso;
en sus hojas obtusas, pecioladas y menos sinuo-
sas; en sus flores sentadas, de un color amarillo
mas subido y uniforme en el limbo, y negro pur-
pureo en el tubo.
Las virtudes de esta planta son análogas á las
del beleño negro , aunque menos activas , pero
sin embargo se usa en vez de éste. En el medio-
día no se emplea sino el Beleño blanco, porque
es mas común que el negro ; añádase á esto que
como las plantas tienen comunmente mas fuerza
el beleño blanco silvestre será mas activo que el
negro, que crece en lugares mas frios; sin em-
bargo, Murray lo cree mas benigno.
Beleño Batora ( Hyoscyamüs Datora,
Forskal) . Las semillas de esta especie de la Ara-
bia, etc., sirven para preparar, cuando tostadas
é infundidas, una bebida que ciertos pueblos del
Asia estiman mucho. Con frecuencia se dan á
los niños en Egipto, en donde llevan el nombre
úeBimbind, como calmantes, y los adultos las
loman para procurarse esas ilusiones, ese delirio
vago tan buscado de los Orienlales, y que ellos
provocan con diferentes vegetales, como el ban-
go, el opio , etc. Forskal dice que estas semillas
son buenas contra la locura. Algunas personas
piensan que esta planta es el Nepentes de Home-
ro. (Odisea, lib. IV.)
Beleño como fisálide ( Hyoscyamüs
physaloides, L.). Según Pallas, con las semillas
de esta especie se reemplaza al café en Dauria ,
después de haberlas tostado*
Beleño negro (Hyoscyamüs niger, L.).
Planta bienal, indígena, que crece abundantemen-
te en los lugares pedragosos, en los escombros,
á lo largo de los caminos incultos, etc. De tallo
alto de un pié y medio á dos pies, cilindrico,
bastante ramoso en la parte superior, cubierto de
pelos largos y viscosos, lo propio que las hojas.
Estas son alternas ó esparcidas, algunas tal vez
opuestas, sentadas ó abrazadoras, aovado-agu-
das, blandas al tacto , profundamente sinuosas en
los cortes, y bastante grandes, sobre todo las
inferiores. Las flores, casi sentadas, y dirigidas
hacia un lado tan solo en forma de espigas, son
de un amarillo sucio muy pálido con venas purpú-
reas. La raíz es larga , gruesa como el dedo , ás-
pera y morena por defuera, y blanca por dentro.
El aspecto triste y el olor nauseoso de esta
planta bastan para hacer sospechar sus calida-
des deletéreas : sus emanaciones pueden produ-
cir accidentes, como queda comprobado por va-
rios ejemplos, entre otros el de un hombre que
dormía en un granero en el que había colocado
acá y acullá raíces de esta planta para ahuyen-
tar á los ratones, quien se dispertó con signos de
narcotismo.
Diferentes químicos se han ocupado en buscar el
principio activo del beleño , y sucesivamente han
anunciado haber extraído un alcaloide que ha re-
cibido el nombre de Hioscia mi na (V. esta palabra),
pero que ofrece siempre propiedades diferentes.
Por último, los Sres. Geiger y Hesse parece han
conseguido extraer de la semilla de beleño un
verdadero alcaloide, soluble en el alcohol y el
éter, que forma con los ácidos sales neutras y
cristalizables, que es volátil al fuego, y que pasa
también en corta cantidad en la destilación acuo-
sa, puesto que el agua que de ésta resulta es alca-
lina y venenosa.
Las propiedades médicas de esta planta se ase-
mejan mucho á las de la belladona, en vez de la
que se emplea con frecuencia.
Las raíces de beleño han sido lomadas á veces
«EL
por pequeñas pastinacas ó raíces de achicoria,
loque lia dado lugar á accidentes nocivos; son vo-
mitivas, y con ellas se hacen también collares
contra las convulsiones de los niños. Debe obser
varse que, siendo esta planta bienal, sus raíces
son mas deletéreas el segundo año que el prime-
ro, en que ellas no han adquirido aun todos los
principios que constituyen su energía.
Cuando frescas, las hojas de beleño tienen un
olor fuerte y desagradable, y un sabor muci-
lagiooso un poco acre; pero, por la deseca-
ción, pierden casi enteramente la una y la otra de
esta* propiedades. El Sr. Navier vio comer-
las en ensalada , tomándolas por hojas de amar-
gón, lo que produjo accidentes graves. Aplica-
das á la cabeza, cuando frescas, alivian los do-
lores nerviosos que proceden de la tensión del
pericráneo, y que se distinguen en que los alivia
la presión, "mientras que los producidos por la
congestión sanguínea son aliviados por este me-
dio. Hervidas con leche, disipan los infartos le-
chosos, aplicadas á los mismos pechos en cata-
plasma ; también se emplean cocidas , aplicadas
a los tumores gotosos y reumáticos, como cal-
mantes; por último, el vapor de su cocimiento se
usa como emoliente.
Las semillas tienen las mismas propiedades que
la planta. Principalmente sirven para calmar los
dolores de dientes, ácuyo objeto se echan sobre
las ascuas, y se recibe él vapor que despiden en
la boca, usando siempre de precaución, para evi-
tar los funestos efectos que podría producir si
fuese respirado en cantidad un poco considera-
ble. Según Tournefort, este vapor es también
útil para curar los sabañones, lo que ha hecho
llamar á la planta, en algunos países, Yerba de
los sabañones. Estas semillas contienen mucho
aceite, propiedad conocida ya de los Egigcios,
quienes lo empleaban para el alumbrado: según
Thomson, este aceite es alimenticio, aunque los
autores lo indiquen como narcótico, estupefactivo,
etc. Se asegura que las semillas de beleño en-
gordan á los caballos, mezcladas en corta canti-
dad con la avena ó el salvado, lo que acostum-
bran á practicar los chalanes: para el hombre son
muy nocivas.
Las vacas y las ovejas, y en particular los cer-
dos, comen la planta entera sin experimentar el
menor accidente, y se dice que estos últimos aman
mucho las semillas, de lo que deriva el nombre
de ¡¡uoseyamus, compuesto de dos voces griegas
que signilican haba de puerco , hasta el punió
que en algunos países se acostumbra mezclarlas
con sus alimentos poco antes de la matanza, ase-
gurándose que con esto los cerdos contraen una
propensión al sueño y engordan mas. Esta planta
obra en los ciervos, las gallináceas, las ocas y
los pescados como un verdadero veneno.
En cuanto al hombre, el envenamiento por to-
das las partes de esta planta presenta preci-
samente los mismos síntomas que el que produce
la belladona (Y. Atropa belladona), el remedio
consiste en el vómito , que con frecuencia tie-
ne lugar por la acción de la misma planta, y que
BEL 363
es menester provocar de seguida, administrando
después ácidos vegetales, como zumo de limón,
vinagre , agraz, etc. , y en tin leche y emolien-
tes.
El doctor Fouquier se ha ocupado en numero-
sas experiencias sobre los efectos del beleño, y
de ellas ha llegado á una conclusión cuya impor-
tancia se había exajerado mucho: este médico
ha dado , en el espacio de veinte y cuatro horas,
hasta i'óQ granos de extracto de esta planta, sin
que hayan producido efectos nocivos. Entonces
se ha creído autorizado para deducir de sus ob-
servaciones que el beleño constituye una sustan-
cia muy incierta en su acción , sin que se esté
nunca seguro de los resultados que de ella se es-
peran ; y por último que su narcotismo es muy
débil, y hasta casi enteramente nulo.
Para que el beleño tenga todas sus propiedades,
es meuester emplearlo fresco , y sobre todo que
se coja en el estado silvestre en verano, porque
el Sr. Riekenseha convencido de que el cultivado
en los jardines es mucho mas débil. Hay autores
que pretieren, para hacer el extracto, emplear
las hojas secas; pero esto es un error muy gran-
de , porque la desecación hace perder á las sola-
náceas una parte de su energía y de sus propie-
dades , y además el Sr. Orfila se ha convencido
de que este extracto era menos bueno que el prepa-
rado con el zumo reciente de la planta vigorosa.
La raíz da un extracto menos activo que el de las
hojas ; el que se prepara en la primavera con
éstas es menos fuerte que el preparado en vera-
no; las semillas, según Buecnner, son las que
producen el mas enérgico.
Se usa el zumo, el polvo, el infuso, el coci-
miento, y sobre lodo el extracto de beleño. La
dosis de este extracto es de uno á dos granos, se-
gún Cullen, y hasta á 8 ó 10 granjs no se le ve
producir accidentes; el Sr. Fouquier ha observa-
do que á gran dosis es laxante, loque diferencia
su efecto del opio, que constipa. El polvo se
da desde 2 hasta 6, 8 , y también 24 granos por
día. Durante el uso de esta planta , se experimen-
tan sudores, picazones en la piel, sequedad en
la garganta, etc.
JHEgilliliA. Arbusto de las Indias, cuya
raíz es usada en cocimiento en las enfermedades
del hígado; que se aplica en loción á las partes
afectas de dolores, y se hace hervir enaceite em-
pleándola también como emoliente.
ISi:iil* , Bellis. Género de plantas de la tri-
bu délas asteroídeas entre las compuestas, y de la
singenesia poligamia supérflua de Linneo. Las be-
lis son yerbas anuas ó vivaces, todas indigenas
de la Europa. El nombre de Bellis fué aplicado,
por los autores del renacimiento , á plantas que
ninguna relación tienen con las que nos ocupan,
pues bajo este nombre se encuentran designadas
las Globularias, muchos Crisantemos, etc.
Ilelis perenne, Belis menor, De*
Uorita, Bellorita de los prados,
Margarita, Margarita menor, Ma-
ya, Pascuetas (Bellis perennis, Lj. Plan-
la muy común en España, que forma césped sobre
364 BEL
el suelo, y presenta un aspecto hermosísimo
cuando esta florida, viéndosela adornar los pra
dos desde principios de la primavera, y á ve-
ces en el invierno, cuando es benigno. Yerba baja
cuyas hojas son pequeñas, oblongas, lisas, re-
dondeadas en su extremidad, gruesas, tendidas
en tierra, las unas un poco dentadas , y las otras
enteras; de en medio de ellas se elevan muchos
pedículos largos , delgados , redondos, que sos-
lienen cada uno una flor radiada, de color blanco
ó variado ; sus raices son fibrosas. Es inodora, y
su sabor es amargo y viscoso.
Esta especie ofrece muchas variedades, entre
las cuales principalmente se distinguen dos t la
una cuyos tlósculos son ligulados , y la otra al
contrario que tiene todas las flores tubuladas,
pero muy dilatadas ; su color varia del blanco al
rojo oscuro. Por el cultivo aumentan y se dupli-
can sus cabezuelas ó flores , y por lo mismo es
una de las muchas plantas que embellecen nues-
tros jardines.
El nombre de Pascuetas que se da á esta planta
recuerda la época de su florescencia, que tiene
lugar comunmente por Pascua ; el de Margarita,
que significa perla, hace alusión á la elegancia
de sus flores.
Esta planta gozó antiguamente de gran repu-
tación contra la tisis pulmonar, propiedad que no
ha confirmado la experiencia; se la ha supuesto
propia para curar la gota , las escrófulas, la hi-
dropesía, etc. Según algún autor, su zumo, á la
dosis de 3 á 4 onzas, es laxante. Murray dice
que antiguamente era una planta de hortaliza, lo
(jue probaria la nulidad de sus propiedades mé-
dicas.
BEEOERE. Planta de la India, siempre
verde, cuyas hojas, reducidas á polvo, purgan
con violencia; los frutos hacen evacuar con me-
nos fuerza.
BEEOIVTA, Belonia. Género de plantas de
la familia de las rubiáceas, y de la pentandria
monoginia de Linneo. Comprende algunos arbus-
tos poco conocidos aun, indígenos de las Antillas,
inermes ó armados de espinas setadas axilares;
de hojas.dispuestas en forma de cruz, opuestas,
fiecíoladas, vetadas, y vellosas por encima; de
lores en pedúnculos axilares , solitarias ó en co-
rmibos; de cápsula oblonga, y numerosas semi-
llas oblongas.
La corteza de la Belonia áspera [Belonia áspe-
ra, L.J es usada, en las Antillas, contra las ca-
lenturas intermitentes , á la dosis de una dracma
en polvo ; también sirve contra las leucorreas.
BEEUTTA AlflEE POBI. Nombre de
una apocínea usada contra la mordedura de las
serpientes en la costa de Malabar.
BKLUTTA HLANEEEI. Nombre de una
planta de Maiabar, que parece pertenecer á la fa-
milia de las mirtáceas : sus hojas, reducidas á
polvo se toman con leche paradetener las diarreas.
BELLA ITIODAQAIVI. Árbol de Malabar
cuyas hojas se aplican en cataplasmas como emo-
lientes; su cocimiento provócalas orinas y las re-
glas.
BEN
BEIV-MOENJA. Árbol indeterminado de
la India, cuya raíz es usada en cocimiento contra
las calenturas malignas. La corteza de esta raíz,
con el ácoro cálamo y la sal, hervidas en agua
de arroz, son empleadas contra los vómitos de
sangre producidos por la mordedura de las ser-
pientes.
BEN-TEHA. Planta de Malabar, atribui-
da por algunos autores al género Ambelanio (Y.
esta palabra) , de la que se usa el cocimiento de
sus hojas azucarado como calmante en las calen-
turas.
BENBI ií Ol&ri. Nombre de una her-
mosa planta , que crece en las islas de América,
y que lleva un fruto de la longitud y del grueso
del dedo , dividido en cinco celdillas llenas de
semillas redondas. Este fruto hervido es dulce y
mucilaginoso, y secóme en sopa.
BEHDO. Grande árbol desconocido, del Ar-
chipiélago indiano, cuyo fruto es bueno para co-
mer .- con su corteza se hacen tejidos , y su ma-
dera , muy dura, sirve en las construcciones.
BESíGAEA. Llámase así una especie de
muselina , que por la primera vez llegó del reino
de este nombre, y déla que se hace algún uso
en las montañas de Burgos.
BEUíIH'CASA , Benincasa. Género de plan-
tas de la familia de las cucurbitáceas , y de la
poligamia monoecia, dedicado por Jacquin á un
botánico director del jardin de Pisa, de este
nombre, en 1587, y establecido por Savi en t 817.
Solo contiene una especie.
Benincasa cerífera (Benincasa cerífe-
ra, Savi.). Planta herbácea, anua, indígena de
la China: su tallo flexible y sarmentoso está pro-
visto de zarcillos ; sus hojas son acorazonadas,
mas ó menos lobadas, y muy escotadas ; sus flo-
res solitarias, amarillas y en pedúnculos axilares;
su fruto se parece mucho á una pera, y su carne
es blanca, blanda, y despide un olor de cohom-
bro; las semillas son planas, ovales, obtusas,
colocadas en el centro del fruto y dispuestas en
seis celdillas.
Toda la planta presenta pelos ásperos, y es de
un olor almizclado. Las hojas , el tallo y sobre
todo los frutos están cubiertos de una eflorescen-
cia blanquecina que es una verdadera cera aná-
loga á la de las abejas y absolutamente parecida
á la que dan los cereros, el palmero de los Ara-
bes , etc. Esta cera exuda de tal modo por todos
los poros del benincasa que su fruto que, en un
principio es de un verde oscuro , parece entera-
mente blanco con ella, y sise la separa, se renueva
otra capa con prontitud , reproduciéndose estas
capas hasta que la cubierta del fruto casi se ha
vuelto leñosa.
Merecería que se fijase la atención sobre el
cultivo de esta planta, que quizás podria aclima-
tarse en las comarcas meridionales de la penín-
sula; en Francia la variedad de fruto cilindrico
es cultivada ya en muchos jardines botánicos. El
fruto podria ser comestible para el hombre, y las
hojas para las vacas.
KEIV.Il I ó Menjuí. Bálsamo sólido,
BLN
cuyo \erdadero origen ha sido ignorado por lar-
£o tiempo : los unos lo creian producido por el
aurel menjuí [Laurus Benzoin , L.) , de la Amé-
rica septentrional ; otros , con Linneo, por el Cro-
tón Menjuí [Crotón Benzoin,L.); y Jacquart
pensaba también que fluía del Ti.kuinai.ia Men-
juí {Terminalia Benzoin , LJ. Esta divergencia
de opiniones ha completamenledesaparecido des-
ele queMarzden y Dryander han observado en los
lugares mismos que el vegetal que produce el ben-
juí es un estoraque, que este ultimo botánico ha
descrito bajo el nombre de Estoraque Menjuí
[Slyrax Ben:oin.) *. De consiguiente por incisio-
nes practicadas en la corteza cerca del origen de
los ramos inferiores de este árbol es como cuela
el benjuí , primero líquido y blanquecino , pero
que no tarda en ponerse colorado y en solidiü-
carse. Nunca se practican estas incisiones que el
árbol no tenga 5 ó 6 años, no pudiéndolas resistir
sino por espacio de 12 años , que entonces queda
agotado y debe por lo mismo ser arrancado. Cada
árbol produce anualmente cerca de tr.'s libras de
bálsamo.
El benjuí podría ser mirado como un producto
inmediato de los vegetales, puesto que se encuen-
tra, á lo menos su ácido , en un gran número de
plantas, tales como el meliloto, la habatonka,
la vainilla, la canela, etc
En el comercio se distinguen tres calidades <!e
benjuí: l.° en masas amorfas , rojizas, de
una fractura escamosa y que contiene muebas
impurezas, llamado Benjuí en suerte; 2.° en ma-
sas semejantes, pero que, sobre un fondo rojizo,
ofrecen lágrimas blancas que hacen, el efecto de
almendras hechas pedazos, llamado Benjuí amig-
dalóide, y que es tanto mejor en cuanto contie-
ne mas lágrimas; 3.° Benjuí en lágrimas sueltas.
voluminosas, complanadas, blancas y opacas al
interior, y amarillentas en la superficie.— Siem-
pre debe preferirse la 2.a, ó mejor la 3.a calidad.
El benjuí tiene un olor muy suave, un sabor
primero dulce y balsámico , pero que concluye
por irritar la garganta; su fractura es lisa, lu-
ciente y como vidriosa; es friable y cruje entre
los dientes, cuando se masca; se funde al fuego,
y despide un olor fuerte y un humo que, con-
densado sobre un cuerpo frío , ofrece cristales de
Acido benzoico (V. esta palabra) ; es enteramente
soluble en el alcohol y el éter, pudiendo precipitár-
sele de estas tinturas en forma de un polvo blan-
co, por la adición de agua ; el ácido sulfúrico lo
disuelve, y en este caso sobrenada ácido benzoi-
co; el ácido" nítrico por medio del calor lo disuel-
ve con violencia, y la solución se enturbia por el
* El Estoraque Menjuí crece en la parte meridional de
Sumatra , en Java y en el reino de Siam , complaciéndose so-
bre todo en las llanuras y en las márgenes de los rio?. Esle
grande árbol déla familia de las esliracíneas y de la decandria
monoginia de Linneo , ofrece un tronco elevado, ramos
redondeados , oorteza blanquecina ; hojas ajternas, estria-
das , tomentosas por debajo , lisas por encima , peciola-
das , enteras , ountiagudas y venosas ; flores en racimos axi-
lares ; cáliz en figura de campana , corto y velloso ; corola de
cinco pélalos obtusos y lineares; ovario libre , aovado y ve-
lloso'; estilo delgado y estigma doble.
ben m
enfriamiento, separándose de ella cristales de
ácido benzoico.
Veinte y cinco dracmas de benjuí, sometidas
al análisis químico por el Sr. Bucholz, le han da-
do. 20 dracmas, 50 granos de resina; 3 dracmas,
7 granos de ácido benzoico ; 2o granos de una
sustancia análaga al bálsamo del Perú ; 8 granos
de un principio particular aromático ; 30 granos
de impurezas. — Unverdorben ha separado tres
resinas de la resina de Bucholz : la una es solu-
ble en el alcohol de 68°, poco soluble en el éter
y las esencias ; es soluble en el carbonato de po-
tasa, y la combinación potásica es soluble en el
éter. Las dos otras resinas son insolubles en el
carbonato potásico , y se trasforman al aire en la
resina precedente. El Sr. Brandes ha encontrado
que 100 partes de benjuí daban: 9,0 de ácido
benzoico; 5,5 de agua acidulada; 60,0 de aceite
empireumático y mantecoso; 22,0 de carbón; 3,5
de hidrógeno carbonado y ácido carbónico.
El benjuí nos llega repuesto en cajas ó bar-
riles.
Como todas las sustancias balsámicas, el ben-
juí obra á la manera de los medicamentos exci-
tantes, pero esta acción parece diiigirse de una
manera mas especial sobre los órganos de la res-
piración , estimulando la membrana que tapiza el
interior de los bronquios y de sus ramificaciones.
Algunos autores pretenden haberse servido do él
con ventaja en el tratamiento de las calenturas in-
termitentes, comparando entonces su modo de
acción al de los tónicos amargos; pero pocas ex-
periencias se han hecho á este objeto. Así como
todos los demás estimulantes, el benjuí, en cier-
tos casos, debe obrar como diaforético, eme-
nagogo y diurético. Puede administrarse en poli o,
pero se da con mas frecuencia en bolos. Final-
mente, entra en muchas composiciones farma-
céuticas, y se conserva en las boticas una tintu-
ra alcohólica de benjuí , con la que los perfuma-
dores preparan la Leche virginal, que sir\e en el
tocador, y que se obtiene mezclando esta tintura
con agua. Pero, de todas las maneras de adminis-
trar esta sustancia, lamas común es en vapores,
que se hacen respirar á los enfermos en los ca-
tarros pulmonares crónicos, el asma húmedo,
6tC
El olor suave del benjuí lo hace entrar en la
mayor parte de las pastillas , trociscos, clavos, y
fumigaciones olorosas; pudiendo hasta decirse que
constituv e su base, así, como la de las famosas pas-
tillas del serrallo de que, hace algunos años, se
fabrican bujerías. Este olor tiene cierta cosa de
penetraute, de agradable, que inspira un bienes-
tar particular, y que explica porque los volup-
tuosos Orientales hacen tanto uso del benjuí.
En 1849, se importaron en Barcelona, proce-
dentes del extranjero , 209 libras de benjuí, valor
de 2,508 rs. vn.; del reino 170 lib., valor de
2,040 rs. vn. Se exportaron , al reino, 296 lib.
valor de 3,552 rs. vn.
Ki:\KiKA. Arbusto de Malabar, cuya
raíz , seca , se da en polvo para provocar las re-
glas , procurar el parto y expulsar la placenta.
366 «Eli
Los frutos se comen antes de su madurez para de-
tener la diarrea, el flujo de sangre y los mens-
truos inmoderados.
BESWET. Nombre de un pescado del cabo
de Bueña-Esperanza , del peso de seis á ocbo li-
bras, cuya carne es carmesi, y , cuando seca, de
un sabor agradable.
BEHraíI. Especie de barbo que se pesca en
el Nilo , y cuya carne se asemeja á la de los de-
más barbos.
BENZOATO. Género de sales formadas
por la unión del ácido benzoico con los óxidos
metálicos. Entre estas sales, solo hay un corto
número que hayan sido estudiadas : las de base
de potasa, de sosa, de amoníaco, de cal, de ba-
rita, de estronciana , y de manganesa son solu-
bles y cristalizares; las demás generalmente son
ni solubles.
El calor descompone todos los benzoatos : una
parte de su ácido se exhala y se sublima en agu-
jas; la otra se descompone, ú obra sobre el óxi-
do metálico. Echando en su solución concentrada
un ácido mineral, el ácido benzoico se precipita
en pequeñas agujas blancas, que pueden volver-
se á disolver en un grande exceso de agua fria.
La solución de los benzoatos no es precipitada
sino por las sales neutras de peróxido de hierro;
el nitrato de plata produce en ella un precipitado
blanco de aspecto cristalino, susceptible de vol-
verse á disolver en una cantidad suficiente de agua.
Los benzoatos de base de potasa, de sosa y de
amoníaco son los únicos empleados en los labo-
ratorios de química. Sirven para separar el pe-
róxido de hierro contenido en una solución neu-
tra con un gran número de óxidos, tales como
los óxidos de manganeso, de zinc, de níquel, y
aun el protóxido de hierro. Este proceder está
fundado en la insolubilidad del benzoato de pe-
róxido de hierro, que se precipita entouces en
forma de un polvo de un rojo de ladrillo , que se
debe lavar con agua fria para evitar su descom-
posición. (V. Ácido benzoico.) El benzoato de
hierro obtenido , lavado y calcinado al contacto
del aire, deja al peróxido de hierro en el estado
de pureza.
Merece también una mención particular el Ben-
zoato de cal , sal que cristaliza en agujas flexi-
bles ó en prismas brillantes, y que, por la destila-
ción seca, da dos productos líquidos, designados
bajo los nombres de bemona y de benzola ; for-
mándose al mismo tiempo naftalina, óxido de car-
bono que se desprende , y ácido carbónico que
queda combinado con la cal.
BERAUIS. Tejidos groseros de algodón,
fabricados en Surata , ciudad de las Indias en los
estados del gran Mogol ; los hay blancos lisos , y
rayados de color. Los blancos son largos de 42
varas 2 palmos , y anchos de 5 palmos y l/,;, los
rayados tienen 16 varas de largo sobre 4 y, Po-
ínos de ancho cada pieza.
BÉRBEROS, Berberís. Género de plan-
tas que da su nombre á una familia natural, las
berberídeas, y de la hexandria monoginia de Lin-
neo. Contiene muchísimas especies , entre las
BEP,
cuales mas de treinta son cultivadas corno plan-
tas de adorno en los jardines de Europa. Los bér-
beros son , en general , arbustos casi todos espi-
nosos, que se hacen observar, al principio de la
primavera, por sus elegantes racimos de flores
amarillas, á los cuales suceden, <¿n otoño y en
invierno, frutos diversamente colorados, que per-
sisten después de la caída de las hojas: son co-
munes en las partes templadas de la Europa, del
Asia y de la América, y algunos en el último con-
tinente se extienden hasta el trópico. Las hojas
salen del tallo en hacecillos , son alternas y están
guarnecidas de escamas recargadas en la base
de cada hacecillo. Las llores son pequeñas, dis-
puestas en racimos axilares y colgantes, y com-
puestas: de un cáliz de seis hojuelas extendidas,
aovadas, cóncavas, coloradas, alternativamente
mas cortas, caducas, y con tres brácteas exte-
riores; de una corola de seis pétalos cónca-
vos, algo redondeados, patentes , ligeramente le-
vantados y apenas mas largos que el cáliz , con
dos glándulas de color y de forma casi globosa en
la base interna de cada pétalo ; de seis estam-
bres comprimidos, opuestos á los pétalos, con
las anteras adherentes por su cara interna y
muy irritables ; de un ovario sencillo , cilíndri
co, de la longitud de los filamentos, sin estilo,
y con el estigma ancho , orbicular y sentado en
el remate del ovario. El fruto procedente de estas
flores es una baya aovada-cilíndrica, jugosa, se-
ñalada en su ápice con un punto negro que forma
contraste con el rojo subido del fruto maduro; es
de una sola celdilla, y contiene dos ó tres semillas
óseas , oblongas, insertas en el fondo.
Bérberos vulgar, Agracejo ofici-
nal, Arlos, Espina Romaza (Berberís
vulgaris, L.). Especie que crece en los bosques
de casi toda la Europa, sobre todo en localida-
des frías, y que se cultiva en los jardines; siendo
bastante común en los Pirineos y otros países
montuosos del interior de nuestra península. Es
un hermoso arbusto de corteza blanca y lisa ,
leño amarillo y viscoso, espinas dispuestas de
tres en tres; su follaje es alegre y lustroso; sus
llores son amarillas y tienen un olor espermático
muy pronunciado; sus bayas, que maduran en
noviembre, y tienen un sabor agradable, son ro-
jas, á veces de un viso violado, y otras pálidas
hasta blanquecinas, y las hay negras en las ori-
llas del Eufrates, según testimonio de Tournefort;
las semillas son pequeñas, largas, pesadas, ino-
doras, de un sabor astringente y como vinoso.
Se observa en los estambres de esta planta un
fenómeno de irritabilidad que debemos mencio-
nar : si se tocan con una punta cualquiera , como
un alfiler, etc., se ve á los hilitos eslaminales
agitarse y abalanzarse , por decirlo así , sobre el
pistilo , y su acción es tanto mas viva en cuanto
es mas elevada la temperatura exterior. Este fe-
nómeno también tiene lugar por la influencia de
la electricidad , de la luz solar reunida en el foco
de un lente, del alcohol, de los ácidos, etc.
Por mucho tiempo, la opinión vulgar ha acu-
! sado al agracejo de causar gran daño al cultivo
MR
de los cereales, particularmente »le perjudicar
mucho ai desarrollo del Irigo; se ha dioho que
exhalaba emanaciones nocivas, sin indicar cua-
les eran, que producían el orín en los semina-
dos, que contribuían al desarrollo de varias plan-
las criptogamas, y por consecuencia al aborto ó
degeneración de los granos, ele. Según experi-
mentos de los Sres. Bosch, Sagaret, \ ilmorin, y
otros, parece que esla opinión está fundada; pero
la generalidad de los naturalistas, apoyados en
razones de ciencia y en multiplicados experimen-
tos, creen que esla Opinión es una preocupación,
no habiendo persona ilustrada que se atreva á
adoptarla al presente.
El agracejo es una planta importante, como
planta de adorno y por los varios usos de todas
sus partes. Su raí/, leñosa, rastrera, de un ama-
rillo puro , y de estructura radiada , como la de
las menispermas, contiene un principio colorante
amarillo , bastante abundante, obtenido en el es-
tado de pureza, por los Sres. Buchner, padre é
hijo, al que han dado el nombre de Buberina,
utilizado en tintura para teñir pieles de cabra y
de carnero, pero que es poco sólido: esta raíz ha
sido á veces prescrita, en cocimiento, en la icte-
ricia y como antivenérea. La corteza media de
sus tallos tratada con lejia da un color amarillo
y comunica mucho lustre á los cueros qu > están
bien curtidos: infundida en vino, está recomen-
dada en Alemania contra la ictericia, y también
se emplea como astringente; se sustituye como
fraude á la corteza de granado, pero el Sr. Go-
defroy ha observado que el acetato de plomo des-
colora el infuso de corteza de agracejo, y nó el
de e.orteza de granado. Las hojas son un buen ali-
mento para las vacas, cabras y ovejas; y en ciertos
territorios pantanosos de Francia las "comen los
paisanos en vez de acederas, y las reputan como
un tónico excelente. Los frutos verdes se confitan
como las alcaparras, á las que pueden reemplazar;
maduros, pueden comerse, y se hacen de ellos
confituras y jaleas; de la pulpa de los frutos fer-
mentada se obtiene una bebida espumosa, agra-
dable, sana y refrescante, que se conserva dos y
tres años sin alteración. También de estos frutos
se extrae el zumo , para preparar un jarabe muy
agradable, que es refrescante y astringente, y
unas pastillas que se consideran "apropiadas para
fortificar los dientes y las encías. El zumo de agra-
cejo tiene todas las calidades de los ácidos vege-
tales, y contiene efectivamente ácido naneo,
y también ácido cítrico en bastante abundancia
para que se le pueda obtener por cristalización :
este zumo es refrescante , antiescorbútico y as-
tringente; se prescribe en las calenturas, las in-
flamaciones generales, las diarreas, etc., y se ha-
ce mucho uso de él en el norte , en donde reem-
plaza al limón. Los frutos del agracejo convienen
á los jóvenes, á los estómagos cálidos, á los
biliosos, etc. Las semillas entran en alguna com-
posi cion farmacéutica.
BEKGA.1IO. Se llamaba asi una especie
de tapicería gruesa fabricada con diferentes ma-
terias hiladas, como atanquía, lana, algodón,
BER 3f»7
cáñamo , pelo de buey , de \aca, o de cabra. Era
un tejido propiamente de toda clase de hilos cu-
xa urdimbre era por lo regular de cáñamo, y se
hacia en el telar a corta diferencia como el lien-
zo. Su ancho por lo común era de 9^almos, lo1 ,
p., M p. , y 15 p.; á veces se hacían algunos de
I ó "., palmos , por cuenta de aquellos que asi
lo pedían. Fabricábanse bérgamos finos, media-
nos, y ordinarios.
Esta antigua tapicería, muy común y de poco
valor, recibió el nombre de Bérgamo, porque los
habitantes de esta ciudad fueron los primeros en
inventarla.
El uso de los papeles pintados ha hecho aban-
donar el de esta tapicería.
BEKdEKAjBERGEiu. Género de plantas
de la familia de las auraneláeeas , y de la decan-
driamonoginia, que, según muchos botánicos, es
idéntico con el Murraya , si bien el Sr. De Can-
dolle los distingue.
Bergerade Hoenig {Bergera Koenigü.,
L.). Pequeño arbusto de la India en la costa de
Caromandel , de hojas de folíolos impares, alter-
nas, terminadas en punta, pubescentes , y denla
das, y de flores en panículas terminales en forma
de corimbo. La corteza de la raiz de es'.a planta
es estimulante al interior , y detersiva al exterior,
empléase en cataplasma contra las erupciones cu-
táneas, las mordeduras de animales venenosos,
etc. Las hojas son usadas en infuso como esto-
máticas y astringentes, y también los Indios las
emplean como alimenticias.
ICi:it 1 1,0. El grupo de los berilos abraza
numerosas variedades de piedras preciosas. La
casi identidad en los elementosconslitutivos y los
caracteres exteriores que se confunden con fre-
cuencia, pasando de una especie á la otra , hacen
muy difícil una distinción metódica entre el beri-
lo,"la esmeralda y el agua-marina. Si no fuese
el deseo de no apartarnos lo menos posible de las
denominaciones y de los usos del comercio de la
joyería , habríamos podido reunir todas estas pie
dras preciosas en un mismo artículo. Invitamos,
por lo tanto , á que cuando se lea el articulo Ver \
marina , se consulten también las palabras Beri
lo y Esmeralda, y vice versa, pues los tres artí-
culos completarán el conjunto de laclase.
Los nombres vulgares de todas estas piedras
conocidas de los lapidarios, y que designan los
diversos matices que ofrecen , aunque el princi-
pal color sea siempre el verde, ya puro, ya,
amarillento, ya azulado, no son los únicos que
fueron adoptados por los mercaderes, en una
época en que el color de las piedras y sus formas
aparentes les hacían decidir con demasiada lige-
reza sobre la elección de las denominaciones. Es-
ta confusión de nombres, aplicados á sustancias
que difieren por tantos otros motivos, ha produ-
cido extrañas equivocaciones. Vénse , en efecto,
joyeros que todavía dan el nombre de Prasio de
esmeralda , de Falsa esmeralda , y de Falso be-
rilo , sea al espato verde , sea á" muestras de
cuarzo ágata prasio, cuando son muy traslúcidos,
pero oscuros; llaman igualmente á veces I estas
368 BER
sustancias Esmeraldas de Cartagena, Berilos es-
meraldas en bruto; y con frecuencia también re-
servan, con mayor razón, este nombre de Prasio
deesmeralda ¿pedazos oscuros de esmeralda, ó-
á los que sotí de un matiz muy pálido, ó en lin á
la ganga en que hay fragmentos de esta piedra.
Se ha dado el nombre de Esmeralda ó de Esme-
raldina á una variedad de cobre conocida des-
pués bajo el nombre de Dióptasis ; distinguiendo
con la denominación de Esmeralda oriental á los
corindones hialinos verdes (Véase Corindón),
que son muy raros. Finalmente, se ve el nombre
de. berilo aplicado á cristales de diversas sustan-
cias muy diferentes entre sí: para algunos, la
Distina es un berilo azul ó un berilo hojeado; la
Pictena, un berilo ckorleado; la cal fosfatada
cristalizada , conocida bajo el nombre de Apatito,
ha tomado también el nombre de berilo, que has-
ta se ha dado al cuarzo verdoso. Se conoce, des-
pués de todo esto, queriéndose conformar al idio-
ma délos lapidarios y de los mercaderes dejoye-
yería , cuan embarazoso es hacer racional y me-
tódicamente el artículo Berilo.
Berilo verde ó berilo esmeralda. Se colocan
aquí las hermosas Esmeraldeis del Perú, y todas
las que los lapidarios designan como antigua y
nueva roca , así como las que son de un verde
claro blanquecina, y que habitualmente designan
bajo el nombre de Prasio de esmeralda.
La dificultad que se encuentra en procurarse
hermosos berilos de cierto volumen hace que se
haya convenido en emplear aun de viciados con
algunos paños, cuando por otra parte el color es
hermoso , siendo esta la única piedra fina en laque
se disimula algún defecto, liase visto vender be-
rilos con paños mucho mas caros que otros que
eran muy limpios, pero de débil color; en t;n,
cuando se trata sobre todo de piedras de un grue-
so volumen , se atiende al color.
Encuéntrase en muchas obras antiguas de joye-
ría la descripción de berilos esmeraldas de un
volumen muy considerable: tal es el en que, se di-
ce , fué tallado un tazón que se guardaba en el
tesoro dé Genova. Este vaso se enseñaba en esta
ciudad bajo el nombre de sacro catino, y tenia ti
pulgadas de diámetro y 5 pulgadas de altura. Pe-
ro el precio que se ponía a esta pretendida mara-
villa desaparece en gran parte cuando se con-
sidera que el berilo es una de las piedras que
mas fácilmente se imitan con el cristal compues-
to ; y en efecto se ha asegurado que este tazón,
examinado de cerca , presenta todos los caracte-
res del cristal artificial. ¿Pero qué debe pensarse
de todas esas pretendidas esmeraldas de que nos
hablan los antiguos, quienes citan estatuas, co-
lumnas de una sola pieza, etc.? Es menester recor-
dar aquí que el nombre de esmeralda quiere decir
cuerpo brillante, y hay motivos para creer que los
antiguos reunían bajo el nombre de Smaragdus
muchas piedras verdes: así es que llamaban Sma-
ragdites a una especie de piedra que se asemeja-
ba á la esmeralda, si bien algunos autores piensan
tambienqueera una especie de jaspe ó de mármol,
lo que esplicaria perfectamente las columnas de
BER
diez codos, y las estatuas colosales de esmeralda
dequePlinio hace. mención en su Historia natural.
Y lo que parece probar que los mas gruesos beri-
los están distantes de llegar á este volumen , es
que los antiguos Peruvianos tributaban cierto
culto á una piedra de esta especie , gruesa co-
mo un huevo de avestruz, que ellos llamaban
la Madre de las piedras preciosas , y á la que
ofrecían los pequeños berilos sus hijos ; y cier-
tamente , si en el país de donde nos vienen los
mas hermosos berilos , ?e adora á una piedra de
este volumen , puede asegurarse que ésta es la
mas gruesa que jamás se haya encontrado.
Se habla de un grupo de berilos-esmeraldas,
verdadera pieza de colección , que ha sido obser-
vada en el tesoro de Nuestra Señora de Lorelo,
por muchos naluralistas. Sobre una ganga blan-
ca cuarzosa , abrillantada por mica argentina,
se elevan SO prismas de dos pulgadas de largo,
sobre cerca de tres pulgadas de circunferencia.
Mineralogistas dignos de fé citan prismas de
seis pulgadas de largo sobre dos pulgadas de diá-
metro; pero estas piezasson muy raras, mientras
e\ue es muy común encontrar berilos cristalizados
de pequeñísimo volumen.
De los falsos berilos del comercio.
\ .° Cal fosfatada. Esta denominación anun-
cia la unión del ácido fosfórico y de la cal. Las
variedades de esta especie no hacen efervescencia
con el ácido nítrico; su peso específico es de 3 a
lo menos ; los cristales son comunmente prismas
trasparentes ó traslúcidos , que solo tienen la re-
fracción simple, y su fractura es laminosa en el
sentido trasversal, y vidriosa en el sentido de la
longitud. Tal es la variedad que hemos indicado
mas arriba hablando de su confusión poli-sino-
nímica de los lapidarios, y que se llama Apati-
ta: sus prismas, cortos y truncados, son ya in-
coloros, ya amarillentos, azules, verdosos ó
grises-azulados , lo que les había hecho llamar
antiguamente impropiamente Berilos de Sajonia;
los hay también de violetas; su polvo, echado so-
bre las ascuas , es muy fosforescente. Otra varie-
dad, cuyos prismas son mas prolongados y termi-
nados por una pirámide aguda de seis caras, tie-
ne diversos matices de verde, naranjado, more-
no, y aun azulado : la que los Alemanes llaman
Piedra de espárrago había sido mirado como una
especie de piedra preciosa, denominada Crisolita,
en razón de su color; pero su poca dureza la im-
pedirá siempre sostener una verdadera con-
currencia con las piedras finas. Encuéndasela
cerca del cabo de Gala, y en otros puntos en Es-
paña. Las otras variedades cristalizadas, en el nu-
mero de los cuales es menester colocar el Birilo
de oro , se encuentran en Francia , cerca de Nan-
tes, en Saint-Gothart, en Sajonia, en Bohemia,
en Noruega y en Inglaterra.
2.° Cal fluatada , Espalo flúor, que ofrece
muchas piedras preciosas falsas.
El carácter mas marcado de esta especie es
que cuando se pone polvo de esta sustancia en el
I
BER
acido sulfúrico ligeramente calentado se despren-
de un vapor blanco, que tiene la propiedad de
corroer el vidrio apoderándose de la sdico que
contiene. Esta propiedad ha sido aplicada para
deslustrar los vidrios, losglobos de quinqués, etc.,
etc. , y por el mismo medio se pueden grabar so-
bre el vidrio inscripciones , rótulos , etc.
Cuando los cristales de espato flúor son muy
limpios, los mercaderes les dan los nombres
de Falso berilo , Prasio de esmeralda , Fal-
sa amatista, Falso topacio, según si son verdes,
violetas ó amarillos. Los hay.tambien de azules ,
de rosados , de rojos , de punzó , é incoloros : se
ha dado á veces á los de los dos primeros colo-
res los nombres de Falso záfiro y de Falso ru-
bí balaja. Estos cristales son generalmente bri-
llantes , y se presentan por lo común en forma de
cubos : son grupos en los que se hallan reunidos
muchos matices, y no cristales aislados, y á veces
están atravesados por vetas de hierro sulfurado,
de galena ó plomo sulfurado , que aumentan mu-
cho su efecto agradable. La mayor parte de estos
objetos nos vienen del Derbyshire (Inglaterra) en
donde se han encontrado en abundancia hermo-
sos cristales de cal fluatada. También se encuen-
tran en Francia, en los Alpes, en Sajonia y en las
minas de Harlz.
KKK.tl.l. Tejido de lana basto, semejante
al de las mantas; era de varios colores, y servia
para hacer capas de abrigo que llevaban el mis-
mo nombre.
BEKTOEECIA,Bertholletia. Género de
plantas de la familia de las mirtáceas, y de la po-
liadcllia monoginia, formadonomas quede la es-
peciejsiguiente.
Bertoleeia elevada (Bertholletia excel-
sa, Humb. y Bonpl.). Este gigante de la familia
á que pertenece es un árbol muy grande de la
América austral , que crece espontáneamente en
los bosques del Órenoco, en donde los naturales
lo designan bajo el nombre de Juvia , los Espa-
ñoles, bajo el de Almendrón, y los Europeos, ba-
jo el de Castaño del Brasil. De ramos alternos,
los mas jóvenes guarnecidos en el remate de ho-
jas alternas, anchas, oblongas, muy enteras, y
coriáceas; las flores, de un amarillo "blanquecino
y de estambres blancos , dispuestas en una es-
pecie de racimos ó espigas ; cápsula leñosa, sub-
globulosa, y carnada por dentro; semillasen nú-
mero de I6"á 20, triangulares, y tijas en la co-
lumna central.
Este árbol es interesante por su fruto, que es
de la magnitud de la cabeza de un hombre, y
coyas semillas ó nueces son llamadas Castañas
del Brasil y Almendras de Rio Grande. De estas
almendras, "que son comestibles cuando frescas,
pero que se enrancian con prontitud, se extrae u»
aceite muy. bueno y muy usado para comer y en
el alumbrado.
La bertoleeia es cultivada en el Brasil y en la
Guiana , en donde sus frutos son un importante
objeto de comercio.
BERTOEUVIETRO. Nombre dado por
Descroizillesáun instrumento destinado para me-
47
BER 36!»
dir el grado de fuerza de las soluciones de cloro
ó de clorito empleadas en las artes. Este instru-
mento , que ya no está en uso , es una especie
de Clorometro (V. esta palabra) , fundado como
éste en la cantidad de disolución sulfúrica de añil
destruida por un volumen de solución de clorito.
BERZA, Brassica. Género de plantas de
la familia de las cruciferas, y de la tetradinamia
silicuosa de Linneo ; yerbas indigenas del litoral
del Mediterráneo , de las Indias orientales y de
la América austral extratropical , bienales, mas
raramente anuas ó vivaces, a veces sufrutescen-
tes en la base; de hojas radicales pecioladas, li-
radas ó pinnatifidas , y las del tallo sésiles ó am-
plexicaules, y enterasfde ramos prolongados, áfi-
los, y de flores amarillas.
El "número de especies de este género no exce-
de de 17, siendo únicamente seis las que tienen
una verdadera importancia por su cultivo en
nuestros lugares. Sus numerosas variedades sir-
ven para alimento del hombre y de los animales
domésticos , y sus semillas contienen una canti-
dad considerable de aceite que se emplea en el
alumbrado y en las artes.
Berza campestre (Brassica campestris,
L.). De raíz y de tallo delgados; hojas gruesas y
glaucas, un poco carnudas; las radicales, liradas
y pestañosas, y las del tallo, lampiñas, de figura
de corazón y amplexicaules.
La variedad mas importante de esta especie es
la Colsa (Brassica campestris oleífera) , cultiva-
da en ciertos países como forraje de invierno , y
principalmente por su semilla. De ella se distin-
guen dos sub-v ariedades: la Colsa de invierno, mas
rústica y mas difundida , y la Colsa de primave-
ra. La primera es la mas productiva , y su semi-
lla, mas oleosa , es de un precio mas elevado,
una hectárea ó dos fanegas y media de tierra
producen 17 á 20,000 libras de aceite. Las calida-
des superiores de colsa son la de la Holanda y
la del Palatinado; cultívase en grande en Bélgi-
ca, en Francia, en Rusia, etc., y podría culti-
varse muy bien en nuestra península en ciertas
provincias frias, pues resiste muy bien á la tem-
peratura de diez y mas grados "bajo cero. — V.
Aceite de colsa.
Berza de la China (Brassica sinensis,
L.). Esta planta , que existia desde mucho tiempo
en los jardines botánicos de Francia, únicamente
como especie botánica, en 1837 fué introducida
en dicha nación como planta de hortaliza por los
abades Voisin y Tesson. Esta planta, de hojas blon-
das y de pezones anchos y blancos , se parece, al
primer aspecto, mas bien á una lechuga romana
que á una col. Su crecimiento es tan rápido que
a veces es muy difícil impedirlo , lo que embara-
za su cultivo ; sin embargo , se asegura que en
China los Petsai (nombre que allí se le da) repo-
llan y pesan hasta 18 a 22 libras , y que consti-
tuyen una verdura sana, degusto agradable y de
fácil digestión.
El Pak-clto'i, mirado como una variedad de la
precedente, seriauna adquisición muy interesante
para ser cultivada en las huertas.
tomo i.
370 BER
Berza de hortaliza, Col (Brassica ole-
rácea, L.). Este vegetal es una de los mas pre-
ciosas adquisiciones del hombre,1 y, como su cul-
tivo es sencillo y su producto considerable, casi
no hay rincón de tierra en que el hombre no lo
coloque luego que puede. Los antiguos hacían
aun mas caso de el que nosotros, si posible es,
en razón de su afición á los alimentos vegetales:
Crisipo , Pitágoras y Catón el Antiguo escribieron
Tratados sobre la col, en los que exaltan sus ca-
lidades, sus ventajas, etc., y su inmensa utilidad
para el hombre; teniéndose tal veneración por ella
en la antigüedad que se juraba por la col del mis-
mo modo que los Egipcios, tan supersticiosos, tri-
butaban honores divinos á la cebolla.
La Berza silvestre (Brassica olerácea sylves-
tris), especie de tallo bastante elevado y ramoso,
de hojas glaucas, lobadas y un poco carnudas,
?ue crece espontáneamente en Inglaterra, en
rancia y en la Europa septentrional , parece ser
el tipo de la Berza ó Col cultivada y de sus nu-
merosas y útiles variedades. Nosotros, en la im-
posibilidad de ocuparnos de todas estas varieda-
des y de las diferentes razas en que cada una de
ellas se subdivide , nos contentaremos con decir
algo de las variedades principales.
1.a Col de pella, Repollo [Brassica olerácea
capitaia). Tallos cortos y hojas grandes estrecha-
mente abrazadas unas por otras, formando como
una cabeza , á veces tan apretada que es preciso
cortarla á hachazos. Esta cabeza es redonda, ao-
vada, deprimida, algo cónica, y de otras formas,
de color verde por defuera , y mas ó menos ahi-
lada en su interior en muchas razas , otras veces
blanca, roja, dorada , etc. Las hay de gusto ex-
quisito, y otras de menos apreciables , según las
razas ó sub-variedades.
2.a Col de Milán, Col lombarda , Col rizada,
Repollo rizado (Brassica olerácea bullata). Ho-
jas de un verde subido reunidas en cabeza, sobre
todo en los jóvenes individuos, y de ramos panicu-
lados ; son menos repolladas que las precedentes,
pero no tienen como ellas el inconveniente de oler
á almizcle. Esta variedad es sobre todo col de
verano, de la que se cultivan algunas sub-varie-
dades.
3.a Col verde ó no repollada (Brassica ole-
rácea acephala et costata). No repolla, tiene el
tallo cilindrico, y goza de la propiedad de durar
tres años y mas. Distinguense de ella un gran
número de sub-variedades , cultivadas tanto para
alimento del hombre como del ganado. Apenas se
pueden comer estas coles sino cuando la helada
las ha puesto tiernas; sus renuevos se emplean en
la primavera, antes del desarrollo de las flores,
bajo el nombre de Bróculi-espárrago.
4.a Col-Naba (Brassica olerácea caulo-rapa) .
En esta variedad el cuello de la raíz se hincha
produciéndose un cuerpo abultado, tuberoso, de
excelente gusto, cuando se coge antes de haber
adquirido en particular todo su grueso. Las sub-
variedades cultivadas son : la Col-Naba común,
que es blanca ó violeta, y la de hojas cortadas.
Sí.* Coliflor t Brócci.i (Brassica olerácea bo
BER
trytis). Esta raza, que se supone producida origi-
nariamente por la Col verde , fué importada en
Europa de los países orientales á principios del
siglo XVII. — La Coliflor tiene el tallo pequeño, sus
hojas oblongas y con costillas blancas que pue-
den comerse como verdura; pero lo mas parti-
cular es el gran desarrollo de los pedúnculos,
reunidos en el remate del tallo ó de los ramos
principales, formando hacecillos muy contiguos,
dispuestos en corimbos, con las flores amonto-
nadas y mas ó menos abortadas, cuyo conjunto
constituye una cabeza en la que la savia se acu-
mula, convirtiéndolas en una masa carnosa,
gruesa , mamelonada ó granugienla , blanca ó
amarillenta, de diversas formas, que secóme con
placer , después de cocida y aderezada de varios
modos. Hay coliflores tiernas , muy delicadas,
pero precoces, que pronto pasan á dar semilla;
otras mas consistentes, que toman color verdoso
por la cocción ; y otras de grano apretado , que
no cambian de color al cocerse, y que en razón
de lo abundante de su producto se siembran con
preferencia. — El Bróculi ó Brécol, cuyo color es
el violeta ó azul mas ó menos verdoso, se parece
mucho á la coliflor , en cuanto al desarrollo de
los pedúnculos, pero su cabeza es menos apreta-
da que en ésta, y sus ramos ó pedúnculos son
largos de muchas pulgadas y terminan en un
grupo de botones de flores. Los bróculis se sirven
también en las mesas de diversas maneras.
La col común , como la generalidad de las ver-
duras, experimenta por la cocción fenómenos quí-
micos que , por decirlo así, cambian su naturale-
za: cruda, es dura, un poco amarga, v de olor
poco agradable, á veces almizclado; ai primer
hervor, su aroma bien conocida se desarrolla y
se difunde á lo lejos ; si se detiene la cocción,
el agua del cocimiento es fétida , se corrompe
con una prontitud sorprendente, y apesta las co-
cinas y las habitaciones; si se continúa la cocción,
este olor disminuye , el vegetal se pone tierno y
azucarado , adquiere un sabor agradable , y él
caldo que de él resulta es sabroso y nutritivo,
sobre todo si se le ha asociado con carne. Es pre-
ciso , pues, cocer mucho la col, si se quiere te-
nerla en toda su bondad , de modo que cinco ho-
ras de cocción apenas son suficientes para ope-
rar los cambios ventajosos indispensables para
hacer de ella un alimento sano y agradable.
El análisis ha demostrado la presencia de azu-
fre y de un principio animal en la col , mas abun-
dante aun en este vegetal que en ninguna otra
crucifera. Sin embargo, la col no ha sido com-
pletamente analizada: liase examinado su zumo,
e:i el que Schrader ha encontrado fécula verde,
albúmina vegetal, resina , un extracto gomoso,
sulfato, nitrato y cloruro potásico.
La col se come en los potajes, con carne, y
sola en guiso, ó aderezada de muchísimas ma-
neras ; es un alimento muy sustancioso, que se
acusa de desarrollar gases , lo que depende casi
siempre de un defecto de cocción. Se dice que
agita el sueño, y se pretende que impide la bor-
rachera, que es antiescorbútica, que precave la
BER
gota, que su primer agua es laxante, y la ulti-
ma astringente, pero mas probablemente es emo-
liente. Apolioro, según relación de Plinio, ba-
hía del zumo de las coles como útil contra los bon-
gos venenosos. Las hojas tiernas sirven para po-
ner sobre las úlceras de los tinosos ; su semilla
ha sido indicada contra los gusanos.
Los antiguos miraban á las coles como una pa-
nacea universal, y Catón atribuyó á la virtud de
este alimento haber preservado á su familia de la
peste. Dieuches, uno de los mas antiguos médi-
cos cuyo nombre es citado por Galeno, habia
escrito sobre las propiedades médicas de la col
uo tratado que no ha llegado hasta nuestros dias.
Según la escuela de Salerno, su zumo relaja el
vientre, y suparenquimalo constriñe.
Esta verdura no conviene á todos los estómagos:
la que fatiga menos á este órgano es la col de in-
\ ierno, cuando marchita y tierna por la helada.
En general , los melancólicos , las personas se-
dentarias y los viejos deben abstenerse de comer
roles; pero muchos individuos que tienen afec-
ciones de pecho se encuentran bien con su uso.
La col roja está colocada en el número de las
plantas vulnerarias, habiendo producido buenos
efectos en el asma, mezclada con azúcar.
Los Griegos , según Plinio, estimaban mucho
esta verdura; los Romanos, al contrario, no la
usaban sino en las enfermedades. Hoy dialas coles
son de un uso general para los ricos así como
fiara los pobres , sobre todo en Holanda y en
Alemania, habiendo países en que quizás no
hay un solo habitante que diariamente no las
come. Como alimento , se ha pensado que la col
era malsana, en razón de su tendencia á po-
drirse con prontitud ; pero los alimentos , una
vez introducidos en el estómago, no experimen-
tan la descomposición pútrida. Los antiguos no
miraban á la col como un buen alimento: habia
un proverbio griego que decia : dos veces
col , esto es la muerte ; y Juvenal ha dicho lo
mismo:
Occidit miseros orambe repetüa magistros.
Con la Col de Holanda, sub-variedad de la Col
de pella, que á veces llega á tener un peso con-
siderable (80 libras) en los terrenos ricos y fres-
cos, los Holandeses preparan un alimento llama-
do Berza acida (Sauer-kraut , col acida), muy
buscado entre ellos , y que miran como un pode-
roso antiescorbútico. Para obtenerlo, se procede
asi : se pone alternativamente una capa de coles
cortadas en pedazos delgados, una de sal, y; al-
gunos pellizcos de semillas de alcaravea ó de
enebro ; se establece una especie de fermentación
acida, y sale, por la llave del tonel en que se ha
hecho la mezcla, una agua fétida; se renueva la
salmuera cada dia hasta doce veces, que enton-
ces el agua sale clara; se tiene el tonel bien cer-
rado cubierto con salmuera , á fin de que la col
no se altere. Esta col , fermentada y confitada, se
come con carnes , sobre todo en eí invierno , con
tocino , etc. Este alimento es de un uso general en
BER 37t
el norte de la Europa ; es saludable y se digiere
mas fácilmente que la col común ; es excelente
antiescorbútico, preciosísimo en los viajes de.
larga travesía, de modo que los Ingleses proveen
con él sus buques, y el capitán Cook dice que á
la col así preparada debió la salud de su tripula-
ción en un viaje que duró tres años.
En Nueva-York se emplea el método siguien-
te para conservar las coles : se separan las hojas
verdes así como la parle del tallo que excede del
cogollo, se ponen estas coles de pella en toneles
bien secos y desfondados por un cabo , se vuelve
á poner el londo cuando el tonel está lleno , y se
conserva en un lugar ni demasiado húmedo, ni
demasiado expuesto á las variaciones atmosfé-
ricas.
Con la Col roja, sub-variedad déla Col de
pella, se preparan un caldo y un jarabe útilesálas
personas de pecho delicado , y que también se
aconsejan á los tísicos. Esta variedad es mucho
mas azucarada que la col común , y su cocción
debe siempre tener lugar en mucha agua para
que sea buena para comer , sin duda porque con-
tiene mas azufre que ninguna otra variedad de
esta especie. Se usa también confitada.
El sabor de la Coliflor así como el del Bróculi es
agradable; pero estas verduras no convienen á
todos los estómagos, á pesar de que, bien cocidas
y convenientemente condimentadas , en geueral
su digestión se hace bien. Las coliflores pueden
servir para hacer Berza acida.
Todas las coles despiden en las vías digestivas
mucho gas , que toma en los intestinos el olor del
hidrógeno sulfurado , lo que se verifica sin que se
altérela digestión.
La facultad nutritiva de la col es casi de cinco
á seis veces menor que la del heno : así es que
un buey al engordadero puede fácilmente consu-
mir de" ella, en un dia, el quinto de su peso.
Las coles verdes forman un excelente alimento
para las reses vacunas, el ganado lanar y los
cerdos ; pero como son muy acuosas , no dan "fuer
za á los animales de trabaio que necesitan un ali-
mento mas corroborante; deben darse con discre-
ción á las vacas lecheras, para evitar que la
acritud especial á todas las plantas de la familia
de las cruciferas no se comunique á la leche.
Durante el invierno , las coles producen el úni-
co forraje verde que pueda darse al ganado; asi
es que , á pesar de las dificultades que ocasiona
su cosecha en una labor considerable, es muy
útil , cuando la tierra y el clima son favorables,
cultivar cierta cantidad en el interés de la pros-
peridad de los animales.
Berza itabo . Rabo común [Bras/ti-
ca Napus, L.). Especie de hojas lampiñas y
glaucas: las radicales , en forma de lira; las del
tallo , pinnatifidas y dentadas; y las de la sumi-
dad , amplexicaules, cordato-lanceoladas ; de
silicuas separadas. El nabo es una planta bie-
nal indígena , de raíz ahusada, de cuello abulta-
da ó de figura de trompo, de sabor dulce y agra-
dable, y cuyo tejido epidcrmoidal lo tiene pi
cante. Se ignora la patria del tipo del Nabo co-
37* BER
mun del que se cultivan en las huertas á lo menos
una veintena de variedades , que todas se distri-
buyen en tres grupos : 1 .° los Nabos secos de car-
ne fina, apretada, que no se deshace por laeoc-
cion , entre los cuales se hallan los mas sabrosos;
2.° los Nabos tiernos, de carne mas Llanda, que
no tienen un sabor tan delicado ; y los Nabos me-
dio tiernos , que forman el medio entre los otros
dos.
La raíz de nabo contiene un mucílago azucara-
do, unido sin embargo á mucha agua, y un prin-
cipio activo, que se encuentra en todas las plan-
tas cruciferas , y que abunda mas en la corteza que
en la pulpa. La composición de esta raíz no es
del todo conocida: su zumo tiene mucha analogía
con el déla remolacha; cuando se hace hervir, se
coagula y posa albúmina vegetal ; recientemente
exprimido, es incoloro , pero se pone moreno por
la evaporación y forma un jarabe que posa poco
á poco granos cristalinos de azúcar , del que se
puede obtener, según Drapier, hasta nueve por
ciento del peso de la raíz.
El nabo suministra una raíz alimenticia muy
empleada, y de gran recurso para el hombre
y los animales. Cocida, cuando tierna, es muy
azucarada, y fácil de digerir, aunque un poco
flatulenta , y en efecto el nabo deja desprender,
en el estómago y los intestinos, mucho gas cuyo
olor es el delhidrógeno sulfurado. Esta verdura
se come en sopa , en salsa blanca, en mostaza;
también se come frita , y se casa bien con las
carnes , sobre todo con el carnero y el ánade ; se
cree que aumenta la leche, que es afrodisíaca,
etc.;'pasa también como dulcificante, pectoral, in-
cisiva, expectorante y útil en las afeccioncsde la
garganta y de los pulmones, etc. , y su uso prue-
ba muy bien á los melancólicos. Con la pulpa de
nabo cocida se preparan á veces cataplasmas
resolutivas; su semilla entra en la triaca de An-
drómaco , porque los antiguos la creian alexi-
fármaca.
En muchos países se comen en la primavera
los renuevos del nabo , como las espinacas , y se
dice que son un plato muy agradable , sobre to-
do en esta época del año en que se carece de
yerbas frescas. El Sr. Yilmonn ha propuesto
este cultivo, que en nada perjudica al desarrollo
de la raíz.
La semilla de nabo puede dar aceite , y una de
sus variedades es hasta cultivada con este objeto
bajo el nombre de Nabina {Brassica napus oleí-
fera). La nabina quizás sea el tipo de la prece-
dente, y si bien es cultivada para forraje, su
principal uso es como planta oleaginosa. Su raíz
es oblonga, fibrosa, poco carnuda, é inusitada.
Esta planta es menos productiva que la colsa; pe-
ro tiene la ventaja de dar productos en los terre-
nos que no podrían convenir á esta última planta.
— V. Aceite de nabina.
Berza Oruga, Ernea, Oruga, Ra-
queta , Jaramago . Zar amago (Bras-
sica Eruca, L. ; Eruca sativa, Lam.). Planta in-
dígena , de tallo alto de pió y medio y velloso;
hojas en forma delira, lisas, y casi lampiñas; flo-
BES
res blancas ó de color amarillo pálido ; silicuas
lampiñas. Las hojas, estregadas entre las manos,
tienen un olor fuerte, semejante al de pelos que-
mados; su sabor acre y picante las hace emplear
en las ensaladas, y como condimiento en Italia,
desde el tiempo de Plinio , diciéndose que su nom-
bre latino, deriva de este sabor, quod erodal.
Como casi todas las cruciferas , es antiescorbúti-
ca, excitante, diurética, etc.; sus semillas son
un poco amargas y casi tan acres como las de la
mostaza, y podrían ser empleadas como veji-
gantes , si estas últimas no fuesen infinitamente
mas abundantes y mas activas.
Los poetas antiguos la han preconizado como
afrodisiaca por excelencia . Ovidio le da el epí-
teto de salax; Columela dice:
F.t quce frugífero seriturvicinapriapo,
Excitat ad venerem tardos Eruca mantos.
Este verso en cierto modo ha pasado á proverbio,
sin que esta propiedad sea muy exactamente de-
mostrada.
La oruga excita el apetito , ayuda á la diges-
tión, y calienta, y por esta última calidad los jó-
venes y los temperamentos irritables deben abs-
tenerse de ella.
Es menester no confundir esta planta anua con
otra planta vivaz , el Sisimbrio de hoja delgada
(Sisymbrium tenuifolium , L.), que lleva los nom-
bres de Jaramago silvestre ó Falsa Baqueta. Este
vegetal crece a lo largo de los caminos de las
ciudades , en los terrenos removidos : sus hojas
son enlerísimas, las de mas abajo tres veces hen-
didas al través , y las de mas arriba enteras, y
tienen una fetidez particular por poco que se es-
treguen éntrelos dedos. No se usa.
BerzaUapa, IVabo redondo [Bras-
sica Bapa, L.j. Esta planta, que conviene no
confundir con el nabo común, al que se asemeja
mucho, ni con el Rábano común [Baphanus sati-
vus, L.), se cultiva en muchas provincias, para
alimento del hombre y de los animales. Su raíz
es caulescente , orbicular , deprimida, y carnu-
da: esta parte, que á veces es tan gruesa como la
cabeza de un niño, es la que se emplea como
alimento; tiene el gusto mas picante que el nabo
común, y con ella puede fabricarse alcohol, lo
que podría hacerse mejor con el nabo común, que
es mas azucarado. El nabo redondo cocido con
carne es nutritivo, pero muy flatoso, motivo por-
que no conviene á todos los estómagos.
Desde muchos siglos se cultiva esta especie, de
la que se conocen muchas variedades, para ali-
mento del ganado; de sus semillas se extrae
aceite del todo comparable con el aceite de na-
bina.
BESLERIA, Besleria. Género de la fa-
milia de las generiácéas, tribu de las besleriéas,
y de la didinamia angiospermia, que comprende
plantas apenas fnUescentes , que crecen en los
bosques de la América tropical, siendo algunas
cultivadas en los jardines de recreo. Una de ellas
es la Besleria encarnada ( Besleria incarnata,
BET
Aubl.), cuya* basas rojas y de pulpa acídula
son comestibles eñ la Guiana.
BETEE. Mezcla de sustancias muy activas
de que se hace uso en la India contra la debili-
dad del sistema digestivo, y que, según el Sr.
Péron , consta de cuatro sustancias : ^ .° hoja de
betel (Piper Betle, L.) , que da su nombre á toda
la mezcla; á veces se emplea el fruto tierno, u
otras especies de pimienta, tal como la Pnnrvrv
Siriboa [Piper Siriboa,L.) ; i.° una muy fuerte
porción de hojas de tabaco; 3.° cal viva", hecha
de corales, ó de conchas calcinadas, tal como
se prepara en casi todas las islas Molucas y del
Grande Océano, y que el Sr. Vauquelin ha en-
contrado mas activa que la nuestra, en cantidad
de cerca del cuarto en peso déla mezcla; i."
nuez de arec (Áreca Catechu , L.) , que por sí sola
forma mas de la mitad del peso total de este com-
puesto. (V. Áreca.) A esta última sustancia es á
Ja que sobre todo se deben la excesiva actividad
del betel , y el color rojo que toman los excre-
mentos de aquellos que hacen uso de este mas-
ticatorio. Se acusa también á la nuez de arec de
corroer, y hasta disolver los dientes, en tér-
minos que todos los individuos que usan el betel,
á 25 ó 30 años se ven privados de aquellos hasta
el nivel de las encías, pero sin embargo , á pesar
de esta alteración, raras veces tienen mal de
dientes; los niños que aun no hacen uso del be-
tel tienen los dientes hermosos y no expelen ex-
crementos rojos.
Luego que el betel está en la boca, da á la sa-
liva un color rojo, color que es probalde conti-
nué en manifestarse en todo el canal intestinal.
Este compuesto obra poderosamente sobre toda la
longitud de este canal, por su astringencia enér-
gica, lo que le vuelve la fuerza y el tono que el
calor del clima tiende sin cesar á quitarle : es un
poderoso agente de irritación , que, combinado
con los baños frios, y sobre todo las fricciones de
aceite de coco , que hacen al mismo tiempo los
naturales del pais, para sostener asi la tonicidad
de la piel é impedir los sudores excesivos que de-
bilitan desmedidamente, combate con eficacia
contra el clima destructor de las regiones ecua-
toriales. También se vé que esta costumbre, ó el
equivalente, se extiende en todas las regiones
situadas entre los trópicos , como ha podido ob-
servarlo el Sr. de Humboldt en los pueblos de la
América meridional. Efectivamente, el Sr. Péron
dice que los naturales que usan de betel y de aro-
mas de toda especie, se libran de las calenturas,
de las disenterias, etc. , que arrebatan a los Eu-
ropeos que habitan la zona tórrida , y que no
quieren seguir el método de vida de los habitan-
tes, quienes hacen , por instinto y por experien-
cia , lo que la medicina mas racional pudiera pres-
cribirles y de cuyo sistema reportan tan felices re-
sultados "aunque no se acomode alas ideas de la
medicina flegmásica. El Sr. Lesson asegura que
el uso del betel nada tiene de desagradable; que
si bien causa, las primeras veces, un poco de em-
briaguez, muy luego se experimenta una especie
de bienestar que induce á continuarlo , y que aun-
BET
373
míe ennegrezca el esmalte de los dientes , en u
da ataca las membranas bocales.
Se ofrece el betel á todos aquellos que se vi-
sitan, y seria basta desairarles si , al despedirse,
no se les ofrecía la caja en que está contenido.
En el reino de Siam , el novio lo presenta á su
novia , asi como á todos los asistentes , como sím-
bolo de la fidelidad queios nuevos esposos se pro-
meten el uno al otro y de la buena inteligencia
que debe existir entre ambas familias.
Se dice que el betel de Tonquin es el que se
prefiere á todos los (lemas : cuando es reciente,
verde y tierno es mas estimado , porque enton-
ces es mas jugoso; en otros países se emplea se-
co. El betel es también afrodisiaco.
Los Indios ricos no se contentan con la prepa-
ración común que hemos indicado para el betel,
sino que le mezclan alcanfor de Borneo , leño
aloes, almizcle, ámbar gris, etc.
BETÓNICA, Beto.mc a. Género de plan-
tas de la familia de las labiadas, y de la didina-
mia gimnospermia de Linneo. Su nombre , según
Plinio , deriva de Vetontca, de los Vétones, pue-
blos que habitaban en el pié de los Pirineos;
otros pretenden que saca su origen de Beutonic,
palabra celta que quiere decir bueno para la ca-
beza. Muchos botánicos modernos consideran es-
te género de Linneo como una sección del género
Estáquide [Stachys] del mismo autor.
Betónica oficinal fíefo/unt officinalis, L.) .
Planta vivaz, indígena, que crece en los prados
y lugares sombríos. De la raíz arroja hojas opues-
tas, pecioladas, de figura de corazón, aovado-
oblongas, rizadas y un poco pubescentes , y afes-
tonadas; de entre estas hojas se elevan uno ó
muchos tallos simples, altos de anafl i 8 pulgadas,
cuadrados, un poco vellosos, que llevan hojas
opuestas de dos en dos, á mucha distancia, y
casi sentadas; sus flores , que son de un rojo
vivo, á veces blancas, con el labio superior
entero y la división intermedia del inferior esco-
tada, están dispuestas en espigas; el fruto es
una cápsula que ha servido de cáliz , y que en-
cierra cuatro semillas oblongas ; la raíz ésta com-
puesta de muchas fibras largas, adherentes á un
centro común.
La betónica ha gozado de una gran reputación
entre los antiguos, como se vé en Dioscórides y
Galeno. Antonio Musa, médico de Augusto, escrt
bió un tratado sobre esta planta , en el que la
preconizaba en 48 enfermedades, las mas opues-
tas , siendo todavía su nombradla proverbial en
Italia : Ha piú virtü che betlonica. Mas, como su-
cede con demasiada frecuencia , los modernos,
después de haber, bajo la palabra de los antiguos,
empleado la betónica, la han casi abandonado en
nuestros días; la experiencia no ha confirmado
las virtudes atribuidas á su raíz, como vomitiva
y purgante; las hojas, cuyo sabor es un poco
amargo, han sido citadas como útiles en las afec-
ciones catarrales mucosas , á la dosis de i 1 a i ¿
granos , y mas , aunque su poca aroma hace es-
ta propiedad dudosa. Hoy día la betónica no es
usada sino como estornutatoria , en algunos pol-
374 BET
vos compuestos; se aconseja fumarla como sila-
gogo ; entra en muchas composiciones farmacéu-
ticas antiguas.
BETlJMüíA. John ha dado este nombre á
un principio inmediato de la epidermis del abedul,
confundido primero con el ácido benzoico y con
el alcanfor, pero en seguida distinguido por el Sr.
Chevreul. El aceite pirogenado de esta materia
es el que da á los cueros de Rusia el olor que
les caracteriza. (V. Abedul blanco.) La betulinaes
blanca, volálil, balsámica y cristalina.
BETUBí. Los geólogos dan este nombre á
todos los aceites minerales ó á sustancias fósiles
líquidas á la temperatura ordinaria , ó que se fun-
den bajo del calor rojo-oscuro , y dan cuando
arden un olor bituminoso. Los betunes son sus-
tancias líquidas ó viscosas , que parecen forma-
das según las leyes de la composición orgánica,
y son mucho mas análogas á los aceites y á las
pezes vegetales que á los minerales propiamente
dichos. Estas materias, que no cristalizan, y cuya
naturaleza química no está bien determinada, es-
capan completamente al método mineralógico, en
el que solo se admiten por tolerancia; no pudien-
do, pues, describírselas sino como las sustancias
orgánicas naturales, sobre todo por medio de sus
propiedades químicas.
Los betunes son sustancias combustibles, com-
puestas de carburo de hidrógeno, solo ó unido á
un principio oxigenado. Son ya líquidos y mas ú
menos trasparentes , ya blandos como la pez , y
algunas veces sólidos; pero en este último caso,
son muy friables , se pulverizan fácilmente entre
los dedos , y se reblandecen á una temperatura
poco elevada. Todos se inflaman con facilidad y
arden con llama y humo espeso, despidiendo un
olor fuerte que les es particular. Su peso especí-
fico varia de 0,7 á 1,2 , lo que hace que algunos
de ellos sobrenaden en la superficie del agua. En
general, sonde color moreno ó negro; solubles en
el éter , los aceites volátiles y los aceites crasos,
en parte solubles en el alcohol , é insolubles en
el agua.
Mucho se ha discutido sobre el origen de los
betunes, y la opinión mas acreditada hasta aquí
era que procedían del reino vegetal, y resulta-
ban de una especie de destilación natural de las
«lias. La semejanza que existe entre ciertos be-
tunes naturales y las materias bituminosas que
se extraen de la ulla apoyaban fuertemente -esta
idea; pero estaba sujeta á muchísimas dificulta-
des, por la imposibilidad de explicar de una ma-
nera satisfactoria la inmensa cantidad de betunes
difundida en la superficie de la tierra , la exis-
tencia de estas materias en las rocas ígneas, las
venas, los terrenos anteriores á la ulla, y en fin
las relaciones constantes que se observan entre
la posición de los betunes y los depósitos de sal,
de yeso y de azufre, las salsas , las erupciones
gaseosas , los manantiales termales y minerales.
Así , pues, los geólogos piensan hoy dia que los
betunes son , como estas últimas sustancias, pro-
ductos volcánicos indirectos, ó una nueva especie
de manifestación de la actividad de las causas
BET
subterráneas, designadas generalmente bajo el
nombre de agentes plutónicos.
Los betunes , según sus caracteres físicos , se
dividen en muchas sub-especies ó variedades, que
insensiblemente pasan de una á otra , sinedo las
principales el Asfalto, la Malta, la Nafta y el Pe-
tróleo.
Betún Asfalto , Asfalto, Bálsamo
de momia, Betún de Judéa, Betún
de Babilonia, Betún sólido, Coma
de funerales, Momia mineral, Pez
mineral, Petróleo endurecido , etc.
El asfalto propiamenle dicho abunda en particu-
lar en la superficie del lago Asfáltico , en Judéa.
Este lago ha sido llamado también Mar Muerto,
sea en razón de la esterilidad de sus riberas, sea
porque antiguamente se suponía que el olor di-
fundido por el betún era capaz de matar las aves
que pasan por encima de él. Las aguas de este
lago son saladas como todas las de los manan-
tiales que acompañan casi constantemente los be-
tunes, debiendo á la sal que las comunica un gran
peso específico la propiedad de dejar sobrenadar
el asfalto , que, siendo mas pesado que el agua
pura, necesariamente se sumergiría. Así, pues,
el asfalto se eleva continuamente del fondo del
lago á la superficie de las aguas , á la que llega
en cierto estado de blandura ; los vientos lo ar-
rojan en seguida á las ensenadas y á los golfos
en donde se recoge ; luego después se expone al
aire , á fin de que adquiera mas consistencia. Ve-
se por un pasaje de Estrabon que los antiguos lo
miraban como un verdadero producto volcánico,
opinión que concuerda con la de la generalidad
de los geólogos modernos. Encuéntrase también
asfalto en otros lugares , en los que se recoge
igualmente en la superficie délas aguas, tal es en-
tre ellos un lago de 3 millas de circunferencia que
existe en la isla de la Trinidad. En Suiza se ha
descubierto una mina de asfalto muy abundante,
y en algunos departamentos de Francia se explo-
tan muchas minas de este betún para las necesi-
dades de las artes.
En nuestra península el asfalto se encuentra en
una extensión de mas de dos leguas , en un lecho
de asperón muy grueso en la sierra de Picos fuer-
tes , provincia de Soria. 1 con este motivo, en la
Memoria sobre los productos de la Industria espa-
ñola reunidos en la Exposición pública de 1850,
escrita por el limo. Sr. D. José Caveda, Direc-
tor general de agricultura , industria y comercio,
se lee : «No es raro este mineral en España. El
«doctor Casal había recomendado ya, reinado
«Fernando VI, el que reconociera por sí mismo
«en Asturias : pero casi perdido para la industria .
«nacional , sin que se le diese valor , era mas
«bien un objeto curioso , de pocos conocido, que
«una materia aprovechable para las artes. Hoy
«le conceden éstas la utilidad y estimación de que. '
«antes carecía, empleándole en varios usos y
«construcciones , exigidos por la cultura , siem-
«pre creciente, y las comodidades del público y
«de los particulares. La empresa del Volcan nos
«ha ofrecido ejemplares de este mineral , por ella
BET
•explotado en la provincia de Soria, así como
«también <le la broa asfáltica. Se compone aquel
«de arenisca blanca, impregnada de una sustan-
cia bituminosa, fusible á los 100 grados, cuya
«propiedad facilita su explotación. Cuando en las
«aplicaciones á que se destina , sean los resulta-
ndos favorables, como de algunas observaciones
«puede inferirse ala simple vista, sin grandes es-
cuerzos del arte consegurá igualar al mejor del
«extranjero; pero la Junta ignora si la Sociedad
«del Volcan le beneficia en cantidades de alguna
«consideración, ó se ha limitado hasta ahora á
«simples ensayos, como preparación de opera-
«ciones mas en grande. Generalmente se encuen-
«tra en el asfalto español , como en lodos los de
■<su especie , el carbono , el hidrógeno y el oxíge-
«no. Su densidad es de 1,16 próximamente, se
«enciende con facilidad, arde sin esfuerzo , y pro-
«du^e un humo denso en la combustión Por lo
«común tiene su asiento en las capas calcáreas
< y areniscas, así como en los terrenos volcárn-
osos. Sino iguala al del lago de la Pez, en la
«isla de la trinidad, una de las Antillas, ni al
«antiguo y celebrado del Mar Muerto, es para
«muchas aplicaciones tan bueno como los de Ani-
«ches y de Murindó, cerca de Choca , en Colom-
«bia. Pudiera útilmente emplearse como los be-
tunes de Lobsanne, del Bajo-Rhin , ó los del Sei-
«zel y Puy-de-la-Poix.»
En fin , se encuentran, pero en corta cantidad,
sustancias bituminosas análogas al asfalto , ne-
gras, morenas ó rojizas, que acompañan diver-
sas sustancias de las \ etas y de los terrenos de
cristalización , tales come el' cuarzo , la baritina,
el calizo, la galena, etc.
El asfalto es sólido , de un negro que tira á
moreno , muy frágil , de fractura vidriosa ancha-
mente conchoidal; en frió, no tiene olor sensible,
pero despide uno de muy fuerte por el frote, y
adquiere al mismo tiempo la electricidad resino-
sa; no se funde á la temperatura del agua hir-
viendo , pero es fusible á una temperatura mas
elevada, y es insoluble en el alcohol; su densi-
dad varia de 1,07 á l,?0; arde con llama, y de-
ja una corta cantidad de residuo terreo, que da,
después de la incineración, una ceniza compuesta
de silice, alumina, óxido de hierro y óxido de
manganeso. Está formado de carbono, de hidró-
geno y de oxígeno, en proporciones todavía no
bien determinadas.
Los verdaderos disolventes de este betún son
los aceites fijos y los aceites volátiles. Según
John , el asfalto tiene tres principios resinosos,
una resina amarilla soluble en el alcohol , una
resina de un moreno negrezco soluble en el etér,
y otra materia resinoidea , soluble en la esencia
de trementina y el aceite de petróleo.
Al asfalto se le sofística á veces con pez cocida.
En el comercio se encuentra con frecuencia, bajo
el nombre de asfalto , un producto pirogenado
preparado con aceite procedente de la destilación
del succino . que se ha mezclado con el residuo
carbonoso de esta operación ; pero este producto
es fácil de distinguir del asfalto natural.
BET 3T5
El asfalto es conocido de tiempo inmemorial:
los Egipcios y los Judíos se servían de él para
embalsamar los cuerpos, y, según Miller, los
Árabes lo emplean todavía al mismo uso ; de ahí
los nombres de Goma de funerales y Momia mi-
neral, que se le han dado. Y en verdad, esta
sustancia podría, servir con ventaja en los embal-
samamientos , pues las famosas momias de Egip-
to deben en parte su indestructibilidad á una di-
solución de asfalto de que están cubiertas, y que
con la ayuda del tiempo, ha penetrado hasta en
la sustancia de los huesos. Hoy dia aun sirve el
asfalto para fabricar el color que se denomina
momia , pues frecuentemente se extrae de las
mismas momias el betún por ser de mejor calidad;
también entra en la composición de un barniz ne-
gro propio para cubrir las diversas obras de hierro
y preservarlas así de la oxidación. En medicina,
él asfalto , propinado al interior , se miraba como
anti-espasmódico, fundente y antiséptico, y al
exterior como emoliente y calmante; entraba en
la triaca y algunos emplastos , y se empleaba en
fumigaciones contra el histérico, la gota, el reu-
matismo, etc. , y finalmente se exlraiá de él, por
destilación, un aceite esencial , análogo al petró-
leo, preconizado al exterior como resolutivo , y al
interior, sobre todo en Alemania, como antiespas-
módico, recomendado también á gotas (5 á 10 en
azúcar) contra la tisis pulmonar, en cuya dolencia
se empleaba con feliz éxito el mismo asfalto, á la
dosis de 15 granos.
En 1849, se importaron en Barcelona, 2,989
libras de asfalto, valor de 17,934 rs. vn., proce-
dentes del reino, y 14,837 libras, valor de 89,022
rs. vn., procedentes del extranjero. Seexportaron
al reinol 1,617 libras, valor de 69,702 rs. vn.
Betún Malta, Alquitrán mine-
ral, Betún de los Árabes, Betún
glutinoso, Betún mineral . Brea
de la Barbada, Brea mineral , Ce-
ra de mar, llalta . Pez mineral.
Pisasfalto. La Malta ó Pisasfalto, ó Asfalto
del comercio, existe en muchos de los lugares
en que se encuentra el petróleo ; cuela por las
hendiduras de las rocas , y á menudo cubre la
superficie del terreno que las circunda de una
capa viscosa y pezonada ; impregna muchas ro-
cas, particularmente en el terreno terciario , y
constituye lo que se llama los asperones, las are-
nas, los calcáreos bituminosas, las arcillas y
molasas bituminosas, etc. Las minas de malta ó
pisasfalto de la Albania son célebres, puesto que
siendo beneficiadas del tiempo de Plinio , son to-
davía muy productivas en la actualidad ; este
criadero ,* que parece prolongarse muy lejos ha-
cia el sudeste , podría satisfacer á las necesida-
des en este género de la Europa entera. Se en-
cuentran minas bastante considerables de este
betún en los alrededores de Dax , en Bégréde en
Languedoc; en Gabian ,en Neufchatel, en Suiza,
en Lobsan, en Lamperloch (Bajo-Rhin), en Bavie-
ra, en Transilvania, en Galicia; también impreg-
na muchas rocas y terrenos volcánicos, ciertos
basaltos y tobas basálticas, en Pont-du Cha-
376 BET
teau , en Pin -de-la-Pége , cerca de Clermont y
de Auvernia. Con frecuencia, sale de la tierra con
ciertos manantiales minerales, y se recoge en la
superficie de las aguas.
La Malta es una especie de betún glutinoso, de
pez ó brea mineral, negro, que ►© endurece por
el frió y se resblandece por el calor; tiene un
fuerte olor bituminoso y es muy combustible; se
funde siempre en el agua hirviendo; sobrenada al
agua, aunque sea mas pesado que el petróleo;
es soluble en el alcohol, en la nafta, y en el
aceite de trementina. Su composición aun no es
conocida.
La malta sirve para construir pavimentos de
iglesia, salas bajas , graneros, letrinas y es-
tablos, estanques y cisternas, aceras y azo-
teas, cubrir los arcos de las bóvedas y de los
puentes, casamatas, etc., y al presente se ensaya
aplicarlo ala confección dé una nueva especie de
calzada para los carruajes. Mezclada con frag-
mentos de piedras de molino, sirve para hacer
losas muy duras , á las que se da una forma rec-
tangular, y se colocan las unas al lado de otras
sobre una ¿apa de arena y de cimento, bastando
para reunirías en un todo impermeable verter en-
tre las junturas betún licuado. En el arte de la
decoración el malta es susceptible de adaptarse
á toda clase de dibujos, el elrusco, el .árabe, etc.,
y formar rosetones y otros adornos. También se
emplea en la fabricación de cimentos, y para em
brear los buques y sus aparejos, cuyo uso no se
limita á Grecia, Rusia ó Siria, sino que se halla
igualmente extendido por casi todas partes. Se
dice que en Persia, en donde al parecer la malla
es rara, se recoge con cuidado, y se envia al rey
como un remedio precioso para la curación de las
heridas. Antiguamente se la creia digestiva y re-
solutiva, y seempleabaenlosbubones, la ciática,
etc.
Betún Nafta, Valla. Aceite de
nafta. Se da este nombre á un betún fluido,
oleoso, que en ciertos países cuela naturalmente
de las capas de tierra aeillo-margosa que están
impregnadas de él. La nafta se encuentra en mu-
chas comarcas, singularmente en Persia, en la
costa noroeste del Mar Caspio , y en Baka no lejos
de Derbent. En estos parajes la tierra esta embe-
bida de nafta, y basta ahuecar pozos de una trein-
tena de pies, para que la nafta se reúna en ellos
como lo haria el agua en otro terreno. Existe en
Amiano , en el ducado de Parma , un manantial
de nafta, que fué descubierto en 1802 , y cuyo
producto es bastante abundante para que hava si-
do aplicado al alumbrado de laciudad de Genova.
La nafta , que se designa bajo el nombre de
Aceite de nafta, es perfectamente fluida á la tem-
peratura ordinaria , diáfana, de un blanco ama-
rillento, muy inflamable, y arde con una llama
azulada, un humo espeso , sin dejar ningún resi-
duo; tiene un olor muy fuerte, análogo al de la
esencia de trementina ; su densidad es de 0,753;
su punto de ebullición es á -f 85°, 5 ; es inso-
luble en el agua á la que comunica no obstante
su olor característico ; el alcohol anhidro la di-
BET
suelve en todas proporciones como las esencias,
siendo precipitada de estas disoluciones por la
adición del agua; expuesta al airepor largo tiem-
po , se pone amarillenta, se inspisa y se cambia
en Pretróleo, con el que lo reúnen ó lo confunden
ya la generalidad de los autores. La nafta pura ó
destilada parece ser isómera con el percaburo de
hidrógeno de los químicos.
Este betún aveces es sofisticado con el aceite
volátil de trementina.
La nafta es el mas puro de los betunes, y el que
debería preferirse para el uso médico. Se emplea
para el alumbrado; se hace entrar en la composi-
ción de ciertos barnices y de algnnos preparados
farmacéuticos, y sirve en los laboratorios para
conservar el potasio y el sodio, poniéndolos así al
abrigo del contacto del aire y de los cuerpos oxi-
genados— V. Betún Petróleo.
JBetun Petróleo, Aceite de <■ aliia h .
Aceite mineral , Aceite de monta-
na, Aceite de piedra, Aceite de tier-
ra, Bálsamo de montaña, etc. Los pe-
tróleos ó naftas acompañan siempre las salsas
ó los desprendimientos de gas hidrógeno carbo-
nado, que se escapan en diferentes lugares del in-
terior de la tierra. Se conocen manantiales de pe-
tróleo en Amiano, cerca de Pai ina; en el monte
Zibio, cerca de Sasuolo, en Módena; en Toscana
en el norte de las salsas de Barrigazzo y de Pietra-
Mala; en Sicilia, cerca Girgenti; en Francia, en
Gabian, cerca de Pezenas; en la isla de Zanta. en
lagos naturales ; en el Caucaso, en Persia, en la
India, en el Japón y en China, lina de las locali-
dades mas célebres es el Schivan, en los alrede-
dores de Bakou y de la casi isla íleAbcheron, en
el mar Caspio.
El petróleo es de color moreno ó de un rojo ne-
grusco, de una consistencia viscosa masó menos
espesa, y de una fluidez que aumenta por el calor;
su densidad varia cíe 0,7o á 0,85 ; se inflama coii
mucha facilidad; tiene un olor muy fuerte y muy
persistente. Es el butun líquido mas común ; ex-
puesto al aire y ala luz , se pone moreuo, se inspisa
y pasa al estado de Pez mineral ó de Malta; cuan-
do se le destila en una retorta, da Nafta por pro-
ducto destilado, y deja A s fallo por residuo. El aná-
lisis ha hecho reconocer que el petróleo está com-
puesto de carburo de hidrógeno mezclado con di-
versas materias, y sobre todo con un cuerpo
particular llamado Petroleina por el Sr. Boussin-
gault.
Para demostrar la gran semejanza que existe
entre todos los betunes, y que los caracteres en
que se fundan los mineralogistas para la clasifica-
ción que de ellos hacen son muy oscuramente de-
terminados, y de consiguiente la confusión quese
■observa respecto al comercio y á los usos en las
artes y la economía doméstica, bastará citar aquí
las opiniones de distinguidos autores sobre la nalta
y el petróleo. El Sr. Dalafosse dice que el petróleo
diliere de la nafta en. que deja por residuo de la
destilación una maleria bituminosa no volátil, que
parece ser idéntica con la malta; el Sr. Roset re-
fiere que se da al nombre de Nafta al pretróleo
* BET
blanco amarillento; los Sres. Mérat y De Lens ex-
ponen que el petróleo se parece mucho á la nafta,
a la que con frecuencia reemplaza; el Sr. Guerin
no hace diferencia entre la ñafia \ el petróleo; el
Sr. Bouchardat asegura que el petróleo es una mez-
cla de nafta y de betún asfalto ; el Sr. Girardin
parece distinguir la nafta del petróleo; el Sr. Or-
illa indica que el petróleo parece deber su origen
¡i una alteración particular de la nafta ; el Sr.
Beudant dice que en el reino mineral no se co-
noce sino un carburo tle hidrógeno liquido, que es
la nafta, pero que en la naturaleza la nafta siem-
pre se halla mezclada con materias extrañas, que
le dan un color moreno mas ó menos subido, lle-
vando entonces el nombre de petróleo. Finalmente,
otros naturalistas dicen que ia nafta, por la ex-
posición largo tiempo continuada al aire y por el
efecto de una descomposición gradual, pasa su-
cesivamente por los estados de petróleo y malta
hasta que por ultimóse convierte eu asfalto, y que
cuando no es descompuesta sino en parte, la naf-
ta que resta puede ser separada por la destilación
del carbón superabundante; añadiendo también
que la nafta es muy rara , y que el petróleo es el
artículo oficinal empleado en medicina.
El petróleo , mezclado con sebo, se emplea pa-
ra untar los ejes de los carros y los muñones y
engastes de las grandes máquinas; desde algunos
años también se hace entrar en la composición
de los cimientos, los que vuelve ligeros, imper-
meables al agua y casi indestructibles por el
tiempo , y estas preciosas calidades eran conoci-
das de los antiguos, asegurándose que á ellas de-
bieron su fuerza y su estabilidad los muros de
Babilonia. El petróleo y la nafta sirven en ciertos
paises para cocer la cal , las vasijas de barro,
y aun los alimentos , y también para evaporar los
líquidos; en Persia, desde Mossul hasta Bagdad,
en la Velaquia y la Parsis , el pueblo no se vale
para el alumbrado de otra cosa que de estos be-
tunes; se les hace entrar en la composición de
los barnices negros, y aun del lacre negro, ase-
gurándose que entra en la del brillante barniz de
la China, denominado laca. Por la destilación de
ciertas esquilas bituminosas , se extrae un aceite
mineral que es una variedad de petróleo, y que se
emplea actualmente , con buen resultado , en el
alumbrado ; el petróleo procedente de Grecia y
de Asia sirve para el mismo uso desde la mas re-
mota antigüedad. El aceite que se extrae por des-
tilación del petróleo , y que sirve casi solo á los
usos de la medicina , puede ser considerado co-
mo nafta. El petróleo y la nafta natural han sido
prescritos como vermífugos y contra la tenia, sea
en fricciones sobre el bajo vientre, sea propinado
á gotas en un líquido apropiado. Han sido uno y
otra preconizados en muchas enfermedades; al
exterior, se han usado contra la congelación de los
miembros, contra los males dientes, en fricciones
en los carrillos , contra diversas afecciones cutá-
neas, etc.
En 1849 , se importaron en Barcelona, proce-
dentes del extranjero, 22 libras de petróleo, valor
de 476 rs. vn.
48
BEZ 377
Aquí debemos hacer mención del Betún elás-
tico , que los naturalistas designan con los nom-
bres áeElaterita y Cautchuc mineral ó fósil en ra-
zón de su elasticidad , semejante á la de la goma
elástica. Este mineral pertenece á la clase
de las sustancias combustibles y al orden de
los betunes: es una sustancia morena que tira al
negro ó al verde, blanda y elástica; fusible á
una débil temperatura en una materia viscosa,
arde con humo negro y olor aromático. Parece
ser una mezcla de carburo de hidrógeno con un
principio oxigenado, cuya naturaleza no ha podi-
do ser aun bien determinada. Este betún, muy ra-
ro y curioso, se ha encontrado diseminado en
capas en los filones de plomo de Castletown, en
Derb\ shire en Inglaterra, y en vetas de cuarzo y
de calcáreo que atraviesan las capas de ulla de
Montrelais eu Francia.
Un aceite que trasuda naturalmente de una es-
pecie de ulla petrosa ha sido muy preconizado
en Inglaterra, bajo el nombre de Betún ó Aceite
británico, para curar los dolores reumáticos,
etc. Pero con frecuencia se imita por medio de
una corta cantidad de aceite de ámbar amarillo
ó succino mezclado con aceites crasos comunes.
BEYAPURA. Nombre de un pescado del
Brasil muy bueno para comer.
BEZAJVS. Tejidos de algodón que se fabrican
en Bengala : los hay blancos, y rayados de toda
especie de colores.
BEZAK ó Bezoar. He aquí una de esas
drogas que, habiendo gozado de muchísima repu-
tación, han dejado ya de ser un objeto de comer-
cio desde que se sabe la importancia que se me-
recen las propiedades, en otro tiempo , reputadas
maravillosas, de los bezares. Si todavía las ve-
mos en algunas boticas antiguas y ahumadas, es
no mas por la veneración que inspiran los botes
trasmitidos degeneración en generación, puesto
que hoy dia quizás no hay un solo médico que
osara prescribir bezar, temeroso de que no se le
ridiculizase. No obstante , creemos indispensable
decir lo que es esta droga.
Hanse designado bajo el nombre de Bezar ó
Bezoar , de origen árabe , concreciones de natu-
raleza muy variada que se encuentran en las di-
versas regiones del cuerpo de diferentes anima-
les, de modo que se han confundido , bajo esta
denominación común, cálculos biliares, urinarios
salivales, etc. En nuestros dias, se da mas
particularmente este nombre, en la medicina
veterinaria, á las concreciones formadas de ca-
pas concéntricas que se encuentran con mucha
frecuencia en el tubo alimenticio de los herbívo-
ros, en el que adquieren un volumen á veces muy
considerable.
El Bezoar oriental gozó antiguamente de una
inmensa reputación , no solo como remedio sobe-
rano contra todas las enfermedades , si que tam-
bién como medio eficaz para alejar de su afortu-
nado poseedor los males de toda especie. Este pre-
cioso talismán, que debia su reputación ala escuela
dé los médicos árabes de Córdova, se extraía del
cuajar ó cuarto estómago de las gacelas del Asia
tomo i.
378 BÉZ
y del África, del Anlilopede las Indias (Y. Antí-
lope Cervicabra) , pero mas particularmente de
la Cabra Egrago (V. esta palabra) que habita la
Fersia. Este bezoar es un cuerpo redondeado , de
superficie lisa, de un color moreno ó verde, for-
mado de capas concéntricas , delgadas , frágiles,
de fractura vidriosa , y de un olor fuerte y aro-
mático. La sustancia que entra en su composición
presenta la mayor parte de las propiedades que
se observan en los cuerpos resinosos : se funde á
un calor suave , se inflama y arde dando mucho
humo; es soluble en el alcohol concentrado , y
se precipita de su disolución por el agua. Recien-
lemenle se ha descubierto en esta sustancia un
ácido particular llamado Ácidobezoárdico , que el
autor de este descubrimiento mira como un pro-
ducto de la bilis de los animales de que proce-
den los bezoares , ó bien como el producto in-
mediato del alimento de estos animales. Este me-
dicamento , que se pagaba antiguamente á precio
de oro, ha caido hoy dia completamente en el
olvido, y figura á lo"mas en las colecciones de
algunos aficionados á curiosidades , muy lejos de
encontrarse, como en otras épocas, en las boti-
cas. Los bezoares que el chad de Persia envió
á Bonaparte en 1808, compuestos, según el aná-
lisis de Berthollet, de leñoso y de algunas sales,
se dice, fueron tirados al fuego por su desdeñoso
posesor.
Se concibe fácilmente que en la época en que
el bezoar oriental era tan buscado , los comer-
ciantes debieron de esforzarse en imitarlo , y así
es que circulaban un gran número de Bezoares
facticios, obtenidos fundiendo juntas ciertas re-
sinas con aromas , los que á veces se cubrían con
una capa de oro, tales eran los Bezoares ó Piedras
de Groa; pero se distinguían fácilmente de los ver-
daderos en que no ofrecían capas concéntricas y
en la diferencia del olor.
Cuando el descubrimiento del Nuevo-Mundo,
los primeros conquistadores de la Améri a nos
trajeron muchísimos medicamentos análogos , y
de ahí se estableció la distinción que se hizo de
los Bezoares occidentales. Estos, que eran pro-
ducidos, á lo que parece, principalmente por el
Camello Lama y el Camello Vicuña (V. estas pala-
bras), ofrecían además una composición muy dife-
rente y apenas diferian de los cuerpos de la
misma naturaleza que se encuentran en el in-
testino de nuestros rumiantes domésticos. Estos
bezoares occidentales eran mirados como muy
inferiores á los que venían de las Indias orienta-
tales , y se vendían á muy bajo precio. Eran mas
gruesos, mas frágiles, de un color mas oscuro,
a veces cubiertos de asperezas, formados deca-
pas mas gruesas, y compuestos, según Proust,
de fosfato de cal , de un poco de carbonato de cal,
de una materia grasa ó resinosa y de una mate-
ria animal.
Las gacelas del Asia y del África, el antílope
de la India, el egrago, la lama y la vicuña no
son los únicos que tuvieron < 1 privilegio de su-
ministrar á nuestros antepasados las pretendi-
das panaceas de que hablamos. Los bezoares sa-
BEZ
cados de otros animales gozaron también , entre
ellos, de propiedades extraordinarias , como va-
mos á ver.
Los Bezoares de Alemania , ó Bezoares ger-
mánicos, son concreciones formadas de sustancias
animales ó vegetales que se cuajan y se aglutinan
en el estómago de nuestros rumiantes. L<>s del es-
tómago del buey han sido llamados Bulitos; los
de la gamuza, hgagropilos, etc. Estas concrecio-
nes, formadas comunmente sobre un núcleo ex-
traño de pelos que el animal traga lamiéndose,
son otras veces muy diferentes. Así la sexta
especie de los Sres. Fourcroy y Vauquelin es una
masa fungosa formada por el Boleto de yesca,
(Boletus igniarius, L.); el Sr. "Vauquelin admite
otro formado de heno cuajado. El Sr. Girard dis-
tingue dos especies de ellos en los caballos y los
carneros: los que son ligeros, de superficie lisa,
casi enteramente formados de pelos; y los que
son mas pesados, mas consistentes , de superfi-
cie escabrosa, poco pelosa, formados sobre todo
de capas sobrepuestas. Hanse visto algunos que,
pelosos en el centro , estaban cubiertos de una
corteza sólida, que forman así el medio entre los
cálculos propiamente dichos y los egragopilos. El
Sr. Blosseville se ha convencido de que los de
los carneros no están formados de lana , sino de
(lósenlos de carduineas , por cuya razón ha pro-
puesto llamarlos Cinaropilos.
Los cálculos biliares del buey son muy estima-
dos de los Indios contra las acedías de los niños,
contra el tifus, como cardíacos y alexifármacos.
En la China se emplean los de vaca contra los
catarros y las fluxiones.
El bezoar de los intestinos del caballo, ó Hipo-
lito, formado sobre todo de fosfato amoniaco-
magnesiano , adquiere á veces dimensiones ex-
traordinarias.
Los bezoares de caimán , de puerco espin, de
cocodrilo, aquellos sobre todo que eran consi-
derados como procedentes de ciertas especies de
serpientes, gozaron durante largo tiempo de una
inmensa reputación, llevados como amuleto para
preservarse de las enfermedades comunes y ahu-
yentar los maleficios.
En fin, el hombre mismo habia aprontado su
contingente á esta clase de alexifármacos, y el
polvo de Bezoar humano , es decir de simples cál-
culos urinarios , era mirado como un remedio he-
roico en muchísimas enfermedades.
Al terminar este artículo, es casi inútil recor-
dar que la creencia en las pretendidas virtudes
de este género de medicamentos no existe ya en
el dia , y que si algunos pueblos ignorantes mi-
ran aun al bezoar como propio para preservarse
de los sortilegios, á lo menos estos productos pa-
togénicos no figuran ya en ningún formulario de
farmacia ó de medicina.
Se daba el nombre de Bezoares minerales á va-
rios preparados farmacéuticos cuyo nombre espe-
cífico era sacado del de la sustancia mineral á
que se atribuía la virtud ; así se distinguían los
Bezoares de Saturno, de Venus , jovial , marcial,
mercurial, lunar, y solar, cuya base formaban el
BIG
plomo, el cobre, el estaño el hierro, el mercu-
rio, la plata , el oro, usados antiguamente co-
mo alexifánnaeos. Por ultimo , también se (listín-
guian los Bezourea vegetales, que eran concre-
ciones lapídeas que se encuentran en el interior
de los cocos.
BEZOTE. Adorno ó arracada que llevaban
los ludios en el labio inferior. Esta costumbre ha
pasado al Egipto , en donde las mugeres prosti-
tas llevan ui bezote en la ventana de la nariz iz-
quierda , á lin de ser distinguidas. Los bezotes son
una especie de anillos de oro , de la circunferen-
cia de una peseta, de medio duro, y á veces de
un duro.
BI
BfiBBY. Palmero espinoso, muy alto, que
crece en la India, y que se cree vecino de la
Aunara ¡V. esta palabra). Sus frutos, que son del
grueso de una nuez moscada, blanquecinos , dan
un aceite con el que los naturales del país se bo-
lán el cuerpo , y con ellos se fabrica también un
licor que se asemeja al suero, de sabor picante
agradable, y que es refrescante. Los Ingleses son
ios que han dado á este fruto el nombre de Bib-
BIBEXTE, Bidens. Género de plantas de la
familia de las compuestas, tribu de las senecio-
néas., y de la singenesia poligamia igual de Lin-
neo. Los bidentes habitan comunmente las orillas
de las aguas, y se encuentran en atufos hemis-
ferios. La generalidad son plantas anuas, guar-
necidas de hojas opuestas , mas ó menos corta-
das ó pinnatifidas y de lóbulos incisos. Las ca-
bezuelas encierran flósculos por lo común ama-
rillos, rarísimas veces blancos, siendo purpúreos,
asi como los flósculos del disco , en una sola es-
pecie.
Las dos especies indígenas, el Bidente dividido
en tres partes [Bidens tripartita, L.), llamado á
a veces Cáñamo acuático, y el Bidente cabizbajo
[Bidens cernua, L.) son acres y excitan la sali-
vación , mascándolos, como el pelitre, al que
pueden reemplazar.
BI(;\0\IA. Bignonia. Género de plantas
que sirve de tipo á la familia de las biguoniá-
ceas, y de la didinamia angiospermia. Sus carac-
teres son: cáliz de figura de campana con cinco
dientes que á veces casi no pueden percibirse; co-
rola de un pélalo, con el tubo corto, el limbo
«le figura campanuda, compartida en cinco lóbu-
los desiguales que forman dos labios; cuatro es-
tambres fértiles y un filamento sin antera ó sea el
rudimento de un quinto estambre ; un estilo ; es-
tigma de dos láminas ; capsula de figura de sili-
cua con dos celdillas separadas por un tabique
paralelo á las \entallas; numerosas semillas dis-
puestas en dos filas con márgenes alados.
Este género contiene mas de sesenta especies,
árboles ó arbustos trepadores ó guarnecidos de
zarcillos; de hojas opuestas, sencillas, aparea-
das, empañadas, y digitadas; de flores axilares
y terminales, con frecuencia paniculadas, y cuyo
periantio es blanco , amarillo , ó rojo.
Las bignonias crecen en la zona tropical, pero
BIG 379
algunas han sido introducidas en los jardines de
Europa, en doude se cultivan como plantas de
adorno, si bien en muchas localidades tan solo
pueden vi\ ir en los invernaderos. Entre noso-
tros se cultivan al aire libre las especies Bigno-
nia gue se arraiga y Bignonia tiesa.
Bignonia que se arriaga, Jaz-
mín de Virginia [Bignonia radicans, L. .
Arbusto que se hace obsen ar por sus tallos guar-
necidos de raices que se ingieren en la corteza
délos árboles y en los intersticios de las paredes;
ñor hojas bastante grandes, compuestas He folío-
los ovales, dentados, de un verde delicado, y en
fin por sus flores de un hermosísimo color rojo,
muy \oluminosas, y que forman en la extremi-
dad délos ramos un soberbio cormibo encorvado.
Esta especie sarmentosa es una de las mas pro-
pias para formar festones y guirnaldas en las
paredes, los peñascos, alrededor de las casas
y en los árboles. Se complace en los buenos
terrenos y buena situación; pero siendo muy di-
fícil obtener de ella semillas perfectas, se multi-
plica por renue\os, acodos ó estacas hechos en
la primavera.
Bignonia tiesa [Bignonia stans, L.) . Espe-
cie de tallo de 8 á 9 pies, derecho y firme ; hojas
pinnadas , con hojuelas aserradas, y flores ama-
rillas en racimos. Esta bignonia es menos común
que la especie precedente. Su raíz es mirada
como diurética en la América meridional, en
donde, por esta propiedad, se la llama Leño
meon.
Las hojas de la Bignonia aliácea (Bignonia
alliacea, Lam.) planta de Cayena, estregadas en-
tre las manos , huelen á ajo." El Sr. Brera ha em-
pleado con feliz resultado las hojas de la !
niaCatalpa Birjnonia Vatalpa, L.) , cultivada ai
muchos jardines de Europa , contra el asma hú-
medo. Esta especie es un árbol notable por .-,■ r i
mas que forman una ancha cima , y sobre todo
por sus hojas muy grandes, de largo peciolo,
de un verde claro, de figura de corazón y ente-
ras; sus flores, blancas, señaladas con mancha>
morenas, de forma irregular y anormal , dispues-
tas en grandes panículas terminales, produ.en
mucho efecto , igualmente que sus frutos, que son
silicuas casi cilindricas , á menudo de la longitud
de un pié. Se multiplica por semillas.
La corteza de la Bignonia de cinco hojieias,
Peral de las Antillas [Bignonia pentaphylía,L.)
£asa como febrífuga. Las raíces y las flores cié la
ignonia como tortlga (Bignoma chelonoidcs,
L. II.) son empleadas por los médicos indianos,
en infuso, como bebida refrescante en la calentu-
ra. Bédio dice que el zumo de las hojas , mezcla
do con el de limón , es empleado en la inania,
a la dosis de media taza dos veces eldia. La cor-
teza de la Bignonia Copaia (Bignonia (Jopaia,
A ubi.) es emética y purgante, según este au-
tor, quien añade que los negros de Cayena em-
plean el extracto del zumo de las'hojas de esta
especie en el piano mal gálico: en el Brasil, según
Gómez, que la llama Bignoma cerúlea (Bigno
nia cwrulea, L.) y en donde se la da el nombre
380 BIL
de Carola , su fruto es empleado contra la sífi-
lis. De la Bignonia Chica (Bignonia Chica, Hum-
bold) se extrae una materia de color de ocre, que
parece ser sui generis, y con la que los naturales
de Chile , etc. se coloran le piel , después de ha-
berla obtenido de las hojas por maceracion. La
Bignonia Encina, Encina negra be América
\Bignonia Quercus, Lam.; Bignonia longuissima,
Sw.) tiene una corteza que parece contener mu-
cho tanino ; en las Antillas es empleada para pre-
parar los cueros , y también se usa como febrí-
fuga, desde la dosis de 2 á 4 dracmas ; las hojas
y las flores de este vegetal parecen gozar de la
misma propiedad .
La Bignonia equinoccial [Bignonia equinoc-
tialis, L.) sirve en América para aplicar alas
excoriaciones que se hacen en los pies de los
negros , así como á los lobanillos ; sus flores,
en infuso, son usadas en las anginas mucosas, las
afecciones del hígado y del bazo , y las hemorra-
gias. El zumo de las hojas se administra á la do-
sis de dos onzas. Las hojas de la Bignonia de In-
dias (Bignonia indica, L.) son emolientes, y se
aplican á las úlceras. La Bignonia de madera
blanca, Cedro blanco de las Antillas (Bigno-
nia Leucoxylon, L.) , cu\ a madera verde ó ama-
rilla es llamada á veces "Ébano , se mira equivo-
cadamente como el antídoto del manzanillo : las
llores , puestas en el agua, le comunican un buen
olor , lo que hace que con ella se rocíen los tem-
plos en las Antillas. La pulpa y el zumo d«
las raíces de la Bignonia oftálmica (Bignonia
ophthalmica , del Dr. Chisholon) , instilado en
el ojo , cura la oftalmía. El leño de la Bignonia
pantanosa (Bignonia uliginosa , Gómez) es em-
pleado en el Brasil como el corcho entre noso-
tros. Las Semillas de la Bignonia tomentosa (Big-
nonia tomentosa , Thunb.) sirven en el Japón pa-
ra preparar un aceite fluido que se mezcla con el
barniz, y otro mas espeso, finalmente, la Big-
nonia Úñade gato (Bignonia Unguiscati, L.) es
reputada alexítera en las Antillas , y empleada
por los negros contra la mordedura de las ser-
pientes.
BILIS , Cólera , Hiél. Líquido segrega-
do por el hígado •. es viscoso , amarillo ó ver-
doso ; de olor débil y nauseabundo en el hombre,
muy oloroso en la especie bovina; de sabor
amargo, ligeramente alcalino; algunas veces
claro , otras enturbiado por la materia amarilla
que contiene; su peso especifico es de 1,026; se
mezcla en el agua y en el alcohol ; es precipitado
por los ácidos minerales, por el acetato neutro y
por el sub-acetato de plomo.
Los químicos no están de acuerdo sobre la com-
posición de la bilis humana. Según el Sr. Xhé-
nard, contiene sobre 1,100 partes, 1,000 p. de
agua, 40 de albúmina, 40 de resina, 5, término
medio , de materia amarilla , 5 de sosa , 5 de fos-
fato , de sulfato y de hidroclorato de sosa, de fos-
fato de cal, y de óxido de hierro. El Sr. Orfila
da proporciones á corta diferencia idénticas , y
dice, con la generalidad de los químicos, que la
BILL
bilis humana no contiene ni un átomo de picro-
mel, sustancia que abunda en la bilis del buey.
Según el Sr. Chevreul, la resina de la bilis está
íormada',de colesterina, de ácido oléico , de ácido
margárico, de un poco de materia grasa no acida,
y de tres principios colorantes.
Los Sres. Chevallier, Tiedemann y Gmelin,
Frommherts y Cugert han encontrado picromel
en la bilis humana. En fin , el Sr. Berzelius pien-
sa que los resultados tan diferentes que se ob-
tienen en el análisis de la bilis, dependen de que
las materias contenidas en esta secreción pueden
haber experimentado cambios en su composición
durante el curso de las operaciones que el aná-
lisis hace necesarios.
Las proporciones de las sustancias que consti-
tuyen la bilis y la naturaleza de estas sustancias
cambian según las edades , según las especies,
y según el estado higiénico de los individuos.
Sobre el uso de la bilis en el cuerpo animal
no estin del todo acordes los fisiologistas: la ge-
neralidad cree que ejerce una influencia esencial
y química en el acto de la digestión ; mientras
algunos son de dictamen que ninguna parte tie-
ne en este acto importante de la vida, y que solo
se produce para ser evacuada.
Durante largo tiempo se han atribuido á la bilis
en general propiedades alcalinas saponáceas, fun-
dentes, detersivas y sobre todo la de poder suplirá
la falta de secreción de este humor natural en el
hombre ; pero , como se puede ver en el artículo
particular de cada uno de los animales cuya hiél
lia sido empleada en medicina, se ha creído en-
contrar en la bilis de tal animal en particular una
acción especial en tal ó tal caso patológico. Hoy
dia, no obstante, apenas es empleada, siendo
la de buey la única que prescriben todavía algu-
uos prácticos, y también la que se usa en las ar-
les.— V. Buey
BILLAR. Mesa cuadrilonga* cubierta de un
tapiz verde, en la que hay seis troneras , y guar-
necida de barandas hinchadas y muy elásticas
para rechazar las bolas de marfil que sirven para
jugar sobre esta mesa, y que se ponen en movi-
miento por medio de largos palos llamados tacos.
Fundados no mas que en conjeturas, algunos
autores atribuyen la invención del juego de billar
á los Ingleses, sin fijar siquiera la época en que
se hizo. En el siglo XVII , la mesa de billar con-
sistía en una tabla horizontal cuadrilonga sosteni-
da por ocho plés, guarnecida de una baranda, y
con dore agujeros desde la mitad de la mesa aba-
jo , á derecha y á izquierda, careciendo de ellos
en la parte opuesta. Entonces se jugaba con una
bola de madera por medio de un taco, contándo-
se los puntos según donde caía la bola , como
por ejemplo 1,2,3, y así sucesivamente. Mas
tarde la bola de madera fué reemplazada por una
bola de marfil. En el siglo XVIII , los veinte y
cuatro agujeros fueron sustituidos por seis trone-
* En el año I8ií , tin amigo nu^tro vio en dosCafei
de-Hamburgo mesas de billar ovaladas.
BILL
ras, y desde eutouces se adoptó jugar con varias
bolas. Las barandas , en aquella época , se guar
necian de fieltro , y posteriormente se hicieron
de corcho y doce cintas de orillo.
El uso del billar ha llegado á ser tan general,
que este mueble , al presente , es un objeto de
comercio bastante considerable. Treinta años
atrás para poseer un billar era preciso encomen-
dar su construcción con tiempo , siendo asi que
hoy dia se encuentran en gran número billares
confeccionados en varios talleres de ebanistería.
Hábiles artistas, que se han dedicado á la cons-
trucción de esta importante pieza de carpintería,
docorada con adornos mas o menos ricos , han
se esforzado en perfeccionarla, habiéndose con-
cedido, en las naciones extranjeras como en Es-
paña, privilegios, por las mejoras en ella intro-
ducidas.
Dos sou las condiciones absolutamente esen-
ciales en la construcción de un billar : 1 .° una
horizontalidad perfecta de la mesa; 2.° una in-
movilidad absoluta délos pies ó columnas que la
sostienen.
En cuanto á la horizontalidad de la mesa, pa-
ra impedir los encogimientos desiguales de la
madera que se opondrían á ella, el mejor me-
dio consiste en colocar á la vez las piezas del
tablero, tales como los travesanos y los cuarte-
rones.
Antiguamente , para conseguir la inmovilidad
de la mesa, se multiplicaba mucho el número de
pies, sistema vicioso abandonado ya al presen-
te. En general se ha reducido á seis el núme-
ro de pies , tres de cada lado de la mesa , aisla-
dos , habiendo suprimido los travesanos antes
en uso. En los billares de valor no se calzan los
pies, porque esta práctica está sujeta á muchos
inconvenientes: como mucho mas cómodo y se-
guro se ha ideado colocar bajo el pié un fuerte
tornillo, cuya tuerca está engastada en el mismo
pié j la cabeza de este tornillo apoya en el sue-
lo del aposento , y está taladrada para poderla
hacer rodar , seguh se quiera , por medio de una
clavija. Así se puede levantar ó abajar la mesa
con facilidad.
La parte inferior del billar se adorna al gusto
del comprador , y comunmente el todo esta cu- j
bierto de un rico embutido.
Las dimensiones de los billares son variables; {
no obstante , casi siempre la altura total á corta
diferencia es de 36 pulgadas del pié de Burgos,
v la longitud de la mesa es de \ 46 pulgadas so-
bre una ancharía de 73 pulgadas.
La colocación del tapiz es un objeto tan esen-
cial como de difícil ejecución. Como el antiguo
método de clavar el paño es bastante conocido,
bastará tan solo que indiquemos un método nue-
vamente inventado que presenta grandes \ enla-
jas. AI presente , ya no se clava el paño, y así
es susceptible de ser quitado y repuesto cuando
se quiera, permitiendo este nuevo sistema dé co-
locación del tapiz , sea la tensión simple , ó la
tensión doble. Al indicar á los compradores la es-
pecie de billar que puedan procurarse , creemos
BILL 381
deber ad\erlirles que no lo reciban de paño cla-
vado.
El sistema de troneras ha también experimenta -
do muchas modificaciones: las unasno llevan mas
objeto que el ornato; las otras tienen una utilidad
real, siendo los conductos interiores que vuelven
á traer la bola que ha hecho billa, y dispensan de
meter la mano en la tronera paraYelirarla, etc.
Las barandas han sido particularmente lo que
mas ha fijado la atención de los constructores de
billares. A las bandas de corcho y cintas de ori-
llo sucedió el sistema de bandas de goma elástica
al natural, que se resienten de los inconvenien-
tes que presenta esta sustancia tan sujeta á las
variaciones atmosféricas. Luego después se en-
sayo la construcción de bandas de acero, que no
merecieron mucha aceptación. Mas tarde, el Sr.
Soulier de León, en Francia, recibió de Luis
Felipe un privilegio exclusivo de invención por
sus bandas metálicas , compuestas de resortes
de alambre en figura de espiral; pero como es-
te nuevo sistema no presentase un cuerpo com-
pacto, parece que no satisfizo el deseo de la ma
yoria délos jugadores. Posteriormente, D. Joa-
quín Via, fabricante de objelos de caulchuc,
importó del Norte de América el proceder para
hacer insensible la goma elástica á las varia-
ciones atmosféricas, por medio de la vulcaniza-
ción , sulfuración y melali-sulfuracion , recibien-
do por ello un privilegio exclusho de introduc-
ción que le concedió el Gobierno español, y enton-
ces fué cuando, utilizando el caulchuc asi modi-
ficado, se anunciáronlas bandas de goma elástica
vulcanizada , que se aplicaron á los billares
antiguos, pudiéndose casi decir que la mayor
parte de los billares de España tienen bandas
de dicha materia. Por último, sabido es míe el
ebanista D. Francisco Amorós disfruta en la ac-
tualidad de un privilegio exclusivo por las bandus
metálicas de nueva invención.
Los jugadores de billar inteligentes é imparcia-
les son los jueces mas á propósito para decidir á
que sistema de bandas debe darse la preferencia,
si á las metálicas, si á las de goma \olcanizada,
que son las únicas que al presente están en uso. A
nosotros no nos es permitido sino dejar consig-
nado que los principales ebanistas que se dedi-
can , en esta ciudad , á la construcción de billa-
res son los Sres. Amorós, D. José Giralt y D. Jo-
sé Jó , y que todos se esfuerzan eu estudiar los
medios de dar la posible perfección á este mue-
ble : el Sr. Amorós fué quien introdujo las ban-
das de goma al natural ; el Sr. Giralt importó el
sistema de tornillos para conseguir la inmovili-
dad de la mesa , y también las bandas de acero,
por lasque recibió del Gobierno un privilegio ex-
clusivo de introducción , y además fué el prime-
ro que aplicó la goma elástica volcanizada á las
bandas de billar.
El único billar presentado en la Exposición pu-
blica de los productos de la Industria española,
celebrada en 1850, en Madrid, salió de los talla-
res de la capital del principado, habiendo mere
cido de la Junta calificadora el juicio que ú 1a
33á BILL
letra copiamos : «Pertenece áD. Fransisco Amo-
«rós, ebanista de Barcelona, la mesa de billar
«designada con el n.° 18. Bien concluida, y exor
»nada de menudos y delicados embutidos, se ha-
«ce notar á la vez por su esmerado trabajo, y la
«exactitud con que todas sus partes se hallan ni-
«veladas, de manera que bagan mas fáciles las
«combinaciones de los jugadores, y no queden
«burlados sus cálculos en la ejecución , por los
«obstáculos que á ellos opone una estructura vi-
«ciosa. Pero lo que mas particularmente la reco-
«mienda , son las bandas metálicas , invención
«del mismo autor, las cuales ofrecen, en coneep-
«to de los inteligentes, muchas ventajas para
«combinar y asegurar las jugadas. Esta mejora ha
«valido ya al Sr. Amorós, un Real privilegio de
«invención , actualmente en práctica. No con me-
ónos detenimiento é inteligencia ha trabajado to-
«das las piezas para el servicio de la mesa: sobre
«todo, los tacos se recomiendan por su prolija y
«delicada ejecución y los finos embutidos que los
«adornan. Su constructor merece la medalla de
«bronce, y aun le propondría la Junta para un
«premio mayor , si el precio de 24,000 rs. sefia-
«lados á la mesa, no le pareciese excesivo.»
Los tacos, las bolas, los bolos y el tanteador
deben ser considerados como dependencias nece-
sarias del billar.
Taco de billar. Es una vara de madera como
de ocho palmos, alisada y pulida, que por un
lado hace una maceta gruesa que va en disminu-
ción hasta la punta que se llama boca. La mejor
madera de que pueden ser construidos los tacos
es la de fresno, y si bien se hacen de madera de
almendro y de América , nunca valen como los de
aquella. Con todo el uso ha establecido hacerlos,
en general , compuestos de varias piezas de ma-
deras de América empalmadas entre sí. Se cons-
truyen tacos lisos, tacos con embutidos, y tacos
chapeados de marfil y concha con adornos ele-
gantes y de un gusto exquisito. Los tacos se dis-
tinguen en secos, ó de suela: los primeros son los
que hacen maceta por un lado , y los segundos
los que carecen de maceta y en cuya boca hay
un puntero de suela, de figura semi-esférica, con
el cual se ejecutan jugadas que serian imposibles
con el taco común, tales como la de comunicar á
la bola un movimiento compuesto y retrógrado.
La colección de tacos para el servicio de una me-
sa de billar consta de seis tacos secos y seis de
suela; un taco mediano seco y otro de suela ; y
un taco largo seco. En la compra de un taco de-
be observarse que sea cortado por la longitud
de las fibras de la madera, que sea perfectamente
recto y bien pulimentado. Los tacos son cons-
truidos por los mismos fabricantes de billares.
Bolas de billar. El mejor marfil paraconstruir
las bolas de billar es el de África, que es prefe-
rible al blanco y fino de Asia.
La construcción de las bolas de billar al torno
data en España de últimos del siglo pasado , y
*i bien en aquella época el número de bolas que
se hacían era reducidísimo en razón de los po-
quísimos billares que había, á medida que se ha
BILL
extendido la afición al juego de billar esta indus-
tria ha tomado mayor incremento.
Antes se juzgaba por muy difícil la construc-
ción de una bola de billar* sin duda, porque,
haciéndose pocas, se carecia de práctica; pero
en la actualidad , que se consumen muchas bo-
las, se han encontrado medios para hacerlas con
toda perfección , y con mucha celeridad, con-
tándose por minutos el ti empo empleado enesta
operación.
En los primeros tiempos, se construían por
medio del torno de ballesta, pero después de
1800 se comenzó á hacerlas por medio del torno
al aire, que es el método que se sigue en toda la
península. No obstante, en 1846, fué importado
de Francia á esta ciudad , por el maestro tornero
D. Francisco Balado , un torno-máquina con el
que se hacen las bolas de billar en el espacio de
19 minutos, dejándolas enteramente redondas, ó
á lo menos mas exactas que las construidas con
el torno simple. Así pudo comprobarlo una co-
misión del Instituto Industrial de Cataluña, que
al efecto se trasladó en el taller del Sr. Balado,
quien en 19 minutos entregó una bola, he
cha á presencia de los señores comisionados,
perfectamente redonda y en disposición de ser-
vir cu el juego de billar. Con la misma máquina
se rebajan las bolas viejas ó usadas, y las rotas,
cuando únicamente lo estén de un lado, dejándo-
las exactamente esféricas , lo que se ejecuta en
cortos minutos, y á precios muy módicos. Para
hacer funcionar el torno-máquina se requiere el
ausilio de un hábil tornero, que sepa construir
una bola de billar en los otros tornos, y estas cir-
cunstancias son las que reúne el Sr. Balado.
Actualmente nos llegan poquísimas bolas de
billar del extranjero, y menos recibiríamos si to-
das debiesen pasar por las aduanas. Debe notar-
se que pocas son las bolas extranjeras que sean
perfectamente redondas, lo que puede atribuirse
ó á que su construcción ha sido poco esmerada,
ó á que se han empezado y concluido á la vez,
sin tener la precaución de dejarlas desbastadas 4
ó 6 meses.
El número de bolas para el servicio del billar
es : 4 bolas de ocho onzas, y 16 de seis onzas;
además 16 bolitas de unas ocho líneas de diá-
metro.
Los Bolos que sirven en el billar son trocitos
de palo labrado en redondo, que tienen mas an-
cha la basa para que se tengan derechos en la
mesa. Antes se hacían de boj; ahora se constru-
yen todos de marfil ó de hueso.. El surtido de bolos
consta de 10, cinco gruesos, y cinco pequeños,
y según los juegos se usan los unos ó ios otros.
En la mesa nunca hay mas de cinco bolos , uno
de ellos, mas larguito que los otros, es llamado
rey, y casi siempre lleva alguna moldura ó ador-
no de mas. Los bolos son fabricados por el tor-
nero.
El Tanteador de billar es una tabla de made-
ra, de figura cuadrilonga, de 63 pulgadas de
ancho y 31 pulgadas de alto, que se fija en lapa-
red. A "cada lado hay nueve casillas que se cier-
BIS
ran por un postiguillo corredizo, y on cuya su-
perficie interior hay embutidos los humeros" 1,2,
3 , y 4, que sirven para tantear los puntos per-
didos en el juego llamado de la guerra, lo que
se practica abriendo el postiguillo y dejando ver
uno tras otro los números. En la parte superior
del centro de la tabla hay un listón en el que fi-
guran embutidos los números de 1 hasta 40; en-
cima hay una varilla de hierro que lleva ensarta-
das 40 bolitas de madera de color negro , y de-
bajo hay otra que lleva otras 40 bolitas de color
amarillo : unas y otras bolitas junto con el listón
sirven para tantear los puntos en el juego de par-
tida. Sigue un plano de 15 pulgadas de alto y 40
de ancho, que, por medio de 14 filetes á lo alto
y 40 á lo ancho, que.la distribuido en 560 divisio-
nes en forma de cuadro, cada en una de las que hay
un agujero que atraviesa la tabla, y sirve para tan-
tear los puntos ganados en el juego de la treinta
y una , por medio de una clavija. Debajo de este
plano hay otra varilla de hierro que tiene ensar-
tadas 40 bolitas amarillas , y sirve para tantear
el interés que se juega. Por último, el tanteador
termina, por la parte inferior, en una especie
de talón en cuyo interior se encajan 16 dados
ahuecados de modo que en cada uno de ellos ca-
be exactamente una de las bolitas que sirven en
el juego de la treinta y una , las que se meten y
se sacan de dentro los dados empujando á éstos
hacia arriba por medio de una clavija colocada
en su parte inferior. Los constructores de bi-
llares son también los que construyen los tantea-
dores.
El Taquero está compuesto de una especie de
zócalo que sostiene dos columnas , una en cada
extremo, encima de las que apoya una tabla con
varios agujeros , en los que se afianzan los tacos,
oculta por medio de una cornisa. Este mueble es
igualmente construido por los fabricantes de bi-
llares.
ItIXTOCO. Pequeño árbol de las Filipinas,
que produce una resina amarillenta, olorosa, em-
pleada como barniz. Se sospecha si pertenece á
la familia de las terebintáceas.
BISJIUTO. Este metal era conocido de los
antiguos, quienes lo confundían con el plomo y
el estaño; Stahl y Dufay fueron los primeros que
reconocieron sus propiedades distintivas.
El bismuto es , en los métodos mineralógicos
que preceden como el de Haüy , la base de un
género compuesto á lo menos de seis especies,
a saber: el bismuto nativo, el bismuto sulfurado,
el bismuto telurado , el bismuto oxidado , el bis-
muto carbonatado y el bismuto silicado fosfo-
rifero.
1.° Bismuto nativo. Sustancia metálica, muy
laminosa, de un blanco rojizo, que presenta á
veces tintas superficiales de gris amarillento, ó
verdoso, muy frágil, desmigajándose bajo el
martillo, muy fusibleal soplete, y dando un óxi-
do amarillo que cubre el carbón ; soluble con efer-
vescencia en el ácido nítrico , en el que produce
una nube de un verde amarillento; cristaliza y se
esfolia en octaedros regulares ó en laminitas dis-
BIS 383
puesta» casi siempre de modo que presentan la es
tructura palmeada.
El bismuto nativo es raras veces puro, y casi
siempre está mezclado con cierta cantidad de ar-
sénico. Por lo común se halla diseminado en el
cuarzo ó en el jaspe, en el calizo ó en la baritina.
Principalmente se encuentra en los filones arení-
feros , argentíferos y cobaltíferos en Bieber, en el
Henao ; en Wittichen , en Suebia , en Joachims-
thal , en Bohemia ; en Schneeberg , en Sajonia; en
Bispberg y en Bartnaés, en Suena ; y también se
encuentran vestigios de él en la mina de plomo de,
Poullaouen , en Bretaña, y en el valle de Osean
en los Pirineos.
2.° Bismuto sülfurapo ; Bismutina , Beud. Sus-
tancia metaloide, de un gris de plomo ó gris de
acero, con un matiz amarillento, que cristaliza
en agujas romboidales muy alargadas , y estria-
das longitudinalmente. Esta especie puede ser
isomorfacon el antimonio sulfurado ó la estibina.
Está compuesta de dos átomos de bismuto y
tres átomos de azufre; en peso, de 81,5 de bismu-
to, y de 18,5 de azufre. Su forma fundamental es
un prismo rómbico recto de cerca de 91°, que se
esfolia con mucha limpieza, como el de la esti-
bina, en el sentido de la corta diagonal. Es menos
duro que el calizo, y pesa específicamente 6,5;
es fusible á la simpíellama de una bugía; fundi-
do sobre el carbón, entra en ebullición, despide
gotitas incandescentes , cubre el carbón de un
oxido amarillo , y da por residuo un glóbulo de
bismuto; es soluble lentamente en el ácido nítrico,
y la solución que resulta se enturbia por el agua
y precipita en negro por los hidrosullatos.
El bismuto sulfurado se encuentra en filones
que atraviesan el granito y las esquitas crista -
linas, en forma de agujas ó de láminas estriadas,
en Bieber en IlanaiC con la siderosa ; en Sajonh
y en Bohemia, con el sílex córneo ; y en Basta-
naés en Suecia, con la cerita roja.
3.° Bismuto telurado; Tetradimita, Haid.:
Uornina, Beud. Sustancia metaloide, de un gris
de plomo ó de un blanco de estaño, en láminas <fe
fractura estriada, derivadas de un romboedro agu-
do de 66°40' que se esfolia con mucha limpieza per-
pendicularmente al eje. La Bomina es un sulfo-
telururo de bismuto con vestigios de selenio : su
peso específico es de 7,5. Se encuentra en un con-
gloméralo traquitico cerca de Schemnitz, en
Üngria.
4.° Bismuto oxidado. Esta sustancia aun no ha
sido encontrada sino en el estado pulverolento so-
bre las menas de bismuto, de cobalto y de niquel,
principalmente cerca de Schneeberg, en Sajonia;
también se ha encontrado en ciertos puntos de la
Serranía de Bonda. Es blando y aun friable, y se
reduce muy fácilmente sobre el carbón ; su color
es el amarillento verdoso, que aveces pasa al
gris amarillento.
5.° Bismuto carbonatado. Se ha descrito bajo
este nombre una sustancia terrea, morena, pro-
cedente de Santa Ignés en Cornualla, y que ha
sido analizada por Mac-lirégor; pero este análi
sis deja mucho que desear. La sustancia que ti
3.S4 BIS
Sr. Breslliaupl acaba de describir bajo el nombre
de Bis mulita , y que se encuentra en pequeñas
agujas amarillas y verdes en Ullersrluthen Voig-
tlang, según el Sr. Delafosse, no es otra cosa
que un carbonato de bismuto.
6.° Bismuto silicado fosforífero; Eulitina,
Br. Sustancia morena, de lustre diamantino, que
se esfolia en dodecaedro romboidal , y cristaliza
en el sistema tetraédrico; sus cristales, que son
muy pequeños, son tetraedros piramidados ; su
dureza es de 4,5 , y su peso específico de 5,8; se
funde fácilmente, y es reductible por la sosa; ha-
ce jalea con los ácidos nítrico y clorídico. Esta
sustancia, analizada por Kesten, ha dado: sílice
22,23; óxido de bismuto, 69,36; ácido fosfórico,
3,31 ; óxido de hierro, 2,40 ; óxido de mangane-
so , 0,30; agua y ácido lluórico, 1,01. La euliti-
na se encuentra en Schneeberg en Sajorna, en
donde va acompañada de atelestita en pequeños
cristales de amarillo de azufre.
El bismuto se extrae comunmente de los mine-
rales en que se encuentra en estado nativo, ó de
los que lo contienen unido al cobalto y al arséni-
co. En el primer caso , es fácil su explotación y
se funda en la gran fusibilidad del metal. Des-
pués de haber quebrantado el mineral y haberle
lavado para privarle del venero, se le coloca en
crisoles de tierra , que se rodean de leña encen-
dida. No tarda en fundirse el bismuto, y reunirse
en el fondo de los crisoles dejando sobre sí cier-
ta cantidad de venero. — En el segundo caso, se
procede así: se dispone al mineral que contiene
el cobalto y el arsénico en tubos de 4 pulgadas
de diámetro por 5 palmos de longitud Se colo-
can estos tubos con alguna inclinación en un
hornillo de reverbero, se cubren superiormente
con una tapadera de hierro, mientras que la ex-
tremidad opuesta se encuentra cerrada en parle
por una chapa de arcilla cocida que tiene un agu-
jero para dar paso al bismuto , que va á parar á
una cavidad practicada en el suelo. El arsénico
que se volatiliza en esta operación se condensa en
la partejsuperior del tubo. Este es el proceder se-
guido en Sajonía.
El metal obtenido por este último procedimien-
to contiene siempre una corta cantidad de arsé-
nico, motivo por que el bismuto del comercio de-
be siempre purificarse para tenerlo químicamen-
te puro , como se requiere en particular para los
usos farmacéuticos, lo que se consigue de dos
maneras: 1.° Se disuelve en el ácido nítrico, se
añade en seguida al nitrato de bismuto una can-
tidad de agua suficiente para precipitar el bismu-
to en el estado de sub-nitrato blanco; en fin, cal-
cinando el precipitado con carbón y fundiendo,
se obtiene el bismuto sensiblemente puro. 2.° Se
reduce á pedaoitos el bismuto del comercio , y se
hace fundir en un crisol, después de haberlo pre-
viamente mezclado con un décimo de su peso de
nitro. Todos los metales extraños se oxidan por
el nitro, así como una porción de bismuto, de
modo que el residuo es bismuto que contiene cier-
ta cantidad de óxido. Para tener el bismuto puro
se vuelve á fundir en un crisol embrascado.-Pero
BIS
ninguno de estos procederes separa al bismuto
toda la plata que pueda contener , y que contie-
ne hasta 0,0013. Aun es mas difícil separar la
plata del bismuto por medio de la copelación,
que de separarla del plomo, por este mismo pro-
ceder. Como el bismuto se funde á una tempera-
tura poco elevada, podría ser empleada la lusion
para conseguir la separación de estos metales.
El Bismuto puro es blanco un poco rojizo, y
semejante al antimonio por su textura cristalina";
como éste, tiene mucho brillo, es muy quebradi-
zo y fácil de pulverizar ; su densidad es de 9,830;
es insípido é inodoro; es un poco dúctil, y cuando
se dobla , deja oir un cri semejante al del estaño;
expuesto al aire húmedo, se empaña y su cubre
de una película de un moreno rojizo; por la tosta-
cion, se cambia en un polvo moreno (Ceniza de
bismuto) , que parece ser una mezcla de protóxi-
do y de bismuto metálico; entra en fusión á +247°,
y cristaliza con la mayor facilidad por el enfria-
miento; sus cristales presentan cubos dispuestos
regularmente en pirámides como los de la sal co-
mún ; á una alta temperatura se volatiliza, y ca-
lentado al rojo se oxida al contacto del aire.
Calentado al soplete sobre carbón , el bismuto
se funde fácilmente y se oxida á llama exterior,
produciendo alrededor del glóbulo un óxido ama-
rillo reductible á la llama interior ;en un tubo
abierto, este metal oxidándose no da humo blan-
co como el antimonio , pero se rodea de un óxi-
do undido de un moreno oscuro que , después del
enfriamiento, conserva un tinte amarillento. Este
óxido ataca fuertemente las partes del vidrio con
que está en contacto.
Tratado con el ácido nítrico débil, el bismuto
se disuelve enteramente á un calor suave y forma
una disolución incolora, que precipita por el
agua en el estado de sub-nitrato en forma de
vedijas blancas. La solución nitrica de bismuto
es precipitada en blanco por la potasa, el amo-
níaco y la solución de cianuro de hierro y de po-
tasio; en vedijas negras, por el ácido hidrosuHúri-
co y los hidrosulfatos ; una lámina de zinc ó de
hierro separa de ella el bismuto en forma de
polvo negro.
El bismuto se liga con la mayor parte de los
metales; se combina con el oxígeno, el azufre,
el cloro , el bronce , el yodo , el fósforo , el arsé-
nico , etc. ; y su óxido , combinado con los áci-
dos carbónico, sulfúrico, sulfuroso, fosfórico,
azótico, arsénico, etc., forma sales. Los com-
puestos de bismuto de uso en la medicina y en
las artes serán estudiados en su lugar correspon-
diente.—V. Carbonato, Nitrato y Oxido.
En general , el bismuto se recibe de Alemania
en barriles de 600 á 1,000 libras.
El bismuto no es usado en medicina , aunque
Lémery lo indique como resolutivo y desecante.
En las artes se emplea para preparar diversas
aleaciones fusibles. Las aleaciones de bismuto, de
plomo y de estaño son notables por su gran fusi-
bilidad. Newton dio á conocer una, compuesta
de 5 partes de bismuto , 3 de estaño y 2 de plomo,
que se funde á unos 100°. Otra á corla diferencia
BIX
semejante, puesto que está formada de 8 partes
de bismuto, 5 de plomo y 3 de estaño, se po-
ne liquida á + 91°, y es conocida, en Francia,
bajo el nombre de Aleación de Darcet, y en
Alemania , bajo el de Aleación de Rose. Semejan-
tes aleaciones son las que se emplean para hacer
las rodelas fusibles adaptadas á la parte su-
perior de las calderas de las máquinas de vapor,
y también sirven para clisar las medallas.— V.
Amalgamas de bismuto, y de los dentistas.
El bismuto sirve en muchas artes para endure-
cer y dar mas brillo al eslaño : los Ingleses lo ha-
cen entrar en cierta proporción en una aleación
destinada para la vajilla ordinaria , que ellos lla-
man peicter. Ha sido conocido también con el
nombre de Estaño de espejo, empleándosele ave-
ces para estañar reverberos para lámparas, que
son susceptibles de gran pulimento , v además se
ha propuesto utilizarlo para estañar fuñas de es-
pejo. Finalmente, puede sustituir al plomo para
copelar las aleaciones de plata y de cobre.
BISO, Bvsscs. Bajo este nombre se designa
un copo de filamentos que sale de la concha de
ciertos moluscos lamelibranquios, tales como los
géneros Vulsela, Martillo, Avecilla, Jamoncillo,
Tridacno , etc. , que les sirve para asirse á los
cuerpos sub-marinos. Estos animales están pro-
vistos de una especie de piel rudimentaria , con-
tráctil, por medio de la que hilan el Biso , cuva
materia es suministrada poruña glándula particu-
lar. El mismo órgano dirige y lija sus filamentos.
El tridacno, cuyo peso llega á veces á muchos
quintales , está provisto de biso resistente ; otros
moluscos, al contrario , tales como los jamonci-
llos, tienen un biso tan suave y tan fino como la
seda. Los habitantes de la Cala'bria y de la Sici-
lia fabrican de él estofas preciosas, "de un more-
no dorado, de reflejos verdosos , buscadas por su
suavidad y finura, pero que la rareza de la ma-
teria impide que su uso sea general.
Biso {Bysus). Nombre de un género de hongos
filamentosos que contiene algunas especies que
pueden servir para hacer yesca.
IIISTKO. Color preparado con el hollín de
chimenea , del que antiguamente se hacia mucho
uso en la pinlura á la aguada, pero que ha sido
reemplazado con mucha mas ventaja por la sepia,
licor contenido en la jibia. La sepia es mas á
propósito para la aqua- tinta , en razón de su ma-
uz rojizo.
Antiguamente los pintores empleaban el bislro
para hacer sus croquis , y los arquitectos para
sus diseños. Con este colof se hicieron los prime-
ros ensayos del grabado á la aguada ; pero esta
moda ha casi del todo pasado. Los tintoreros tam-
bién lo usan, aunque raras veces.
El bistro no es mas que hollín de chimenea her-
vido con mucha agua, mezclada con un poco de
vinagre ó de orina, y cuya disolución ha sido
convenientemente evaporada.
. BIJLA , Bixa. Genero de plantas de la fami-
lia de las tiliáceas , y de la poliandria monoginia
de Linneo , del que Kunth ha hecho el tipo de
una nueva familia que llama Bixineas.
49
BIX m
BlxaOrellana {Bixa Orellana, L.). Ar-
busto de la América meridional, de las Antillas,
etc. , y quizás de la India , en donde á lo menos
se cultiva, y que ha recibido muchísimos nom-
bres en las diverjas regiones de la tierra. Su al-
tura es de 1 1 á I-i pies; sus hojas son alternas, de
figura de corazón prolongado; su llores se pre-
sentan en ramilletes en la extremidad de los ra-
mos; sus frutos son cápsulas bivalvas, cubier-
tas de espinas flexibles , y que contienen cierto
número de semillas menos gruesas que guisan-
tes, cubiertas de una materia blanda, viscosa }
resinosa, y de un hermoso color de bermellón.'
Esta materia es la que constituye el Achote ó
Achiote.
Para obtener el Achiote se maceran las semi-
llas en agua caliente; se echa todo en un tamiz
claro , y se recoge el agua que arrastra consigo
ja materia colorante y algunas impurezas; se de-
ja posar , y se hace secar la materia á la sombra,
porque el color del achiote es muy fugaz ; cuando
ésta ha adquirido la consistencia de una pasta só-
lida, se la da la forma de panes del peso de tres
á cuatro libras , que se cubren luego con hojas
de caña ó de plátano. A menudo los Españoles
añaden un poco de aceite á esta fécula, á fin de
conservarla y de hacer subir su color y compla-
cer así á los compradores. La pasta de achiote es
á veces de un hedor insoportable, ocasionando
con frecuencia violentos males de cabeza á los
operarios que la trabajan.
En el comercio se conocen dos especies princi-
pales de achiote , el en tablillas y el en cilindros.
El primero, que respecto á la cantidad es el mas
importante , se recibe en Europa casi en totalidad
de Cayena, y principalmente por la via de los
Estados-Unidos: nos llega en forma de panes cua-
drados, del peso de 2 a 3 libras, envueltos en
hojas de banano. El segundo se nos remite princi-
palmente del Brasil: los rollos ó cilindros son pe-
queños , no excediendo del peso de 2 á 3 onzas;
es duro, seco y compacto, moreno al exterior, y
de un rojo magnifico al interior.
El achiote bien preparado debe ser de un co-
lor de aurora brillante, suave al tacto, y como
untuoso, y de bastante consistencia. Debe esco-
gerse de un color rojo sanguíneo interiormente,
de consistencia blanda, de un sabor astringente y
de un olor animalizado. En el comercio se le con-
serva su blandura malaxándolo de vez en cuando
con orina, lo que sirve igualmente para avivar
su color. Ofrece, como la orchilla, puntos blancos
y brillantes , probablemente debidos á la eflores-
cencia de una sal amoniacal.
Tratando el achiote con una disolución alcali-
na da un color amarillo dorado magnífico , que
se precipita sobre la seda y el algodón no alum-
brados, por medio del ácido acético; pero este
color que , en razón de su lustre, no puede ser
reemplazado por ningún otro , es por desgracia
muy fugaz.
El achiote se adulterará veces mezclándole tier-
ra roja, ó ladrillo pulverizado, fraude que se re-
conoce desleyendo esta sustancia en el agua; si
tomo i.
386 BIZ
no es pura, se verá, en lugar déla disolución
clara y limpia, polvo en el íondo del vaso.
. La semilla de bixa ha sido analizada por Jonh,
quien la ha encontrado compuesta de una aroma,
un ácido , una resina combinada con el principio
colorante, mucílago , fibrina, y extractivo colo-
rado por una materia particular. Los negros y los
habitantes de Lucon mezclan estas semillas con
las carnes para darlas un hermoso color rojo.
El achiote del Brasil es reputado como el me-
jor de todos los ingredientes para la coloración
de la manteca y de los quesos : su uso es habi-
tual en todas las lecherías de Inglaterra, y en un
gran número éntrelas del continente. En el conda-
do de Glocester se cuenta que se necesita una on-
za de achiote para la coloración de un quintal de
queso; la dosis es menor para la del queso de
Chester tan celebrado. Cuando el achiote es pu-
ro no comunica ningún gusto particular ó desa-
gradable ala manteca ni al queso. Los Españoles
de América lo mezclan con el chocolate, al que
comunica un hermoso color. Según Mac Culloch,
término medio, en los años 1829, 4830 y 1831,
la cantidad de achiote consumido en Inglaterra
fué anualmente de 128,528 libras.
Los Indios emplean el achiote , mezclado con
aceite de ricino o de coco, para untarse el cuerpo
mañana y tarde, en particular las mugeres,
haciendo de él una especie de adorno, aunque
parece también que el sabor amargo de esta sus-
tancia aleja los insectos, lo que explica su grande
utilidad en los climas ardientes de la América, en
que los másticos y los cínifes son una calamidad.
El achiote fué antiguamente empleado en me-
dicina como un ligero purgante y un buen esto-
mático ; en América se usa como cordial, y se da
en las disenterías ; Bomare indica que es el con-
traveno de la yuca.
En 1849 se importaron en Barcelona 4.177 li-
bras de extracto de achiote , valor de 33,504 rs.,
17 mrs. , y se exportaron al reino 2.774 libras de
achiote , valor de 13,870.
BIZCOCHO, Galleta. Especie de pan
muy antiguo que los Griegosllamaron Pañis nau-
ticus , según Plinio , y que servia para alimen-
to de los soldados , y mas particularmente para
el de los. marinos.
La galleta y el agua son las dos cosas mas ne-
cesarias para el armamento de los navios ; cuan-
do una ú otra se echan á perder , las tripulacio-
nes enferman y mueren con frecuenciaen las lar-
gas travesías. Sin duda fué para emprenderlas
con mas seguridad, y para evitar semejantes des-
gracias, que el hombre, siempre industrioso cuan-
do se trata de su conservación ó de su fortuna,
encontró, después de muchas experiencias, la
manera de tener pan que pudiese guardarse muy
largo tiempo sin perder su gusto ni su calidad
nutritiva. Se ignora no obstante á quien la mari-
na debe este útil invento.
La galleta es pan de harina de trigo prepara-
do de una manera particular, hecho de una pasta
bien amasada con la mano , y que cuando está
endurecida hasta el punto de no poderla trabajar,
BIZ
se batana con los pies ó con un bregón de se-
molero. Esta pasta, perfectamente amasada , se
divide en porciones, á las que se da la forma de
panecillos complanados redondos ó cuadrados;
esta última forma es preferible, porque las galle-
tas asi hechas se arruman mejor en las cajas y
dejan menos espacio perdido. En este estado , se
dejan leudar solamente durante el tiempo de ca-
lentarse el horno , y luego se procede á la coc-
ción, que dura á lo menos el doble que la del pan
común. Al salir del horno , las galletas se colocan
con precaución en cajas para evitar que se hagan
pedazos , y se llevan auna estufa, en donde se
dejan por espacio de seis semanas , para quitar-
las toda la humedad que contienen. El aguje-
rear las galletas es con el objeto de obtener una
mas pronta evaporación de la humedad , y á fin
de que atraigan lo menos posible la del mar, en
nin gun país se hace entrar sal en la pasta de que
están formadas.
La galleta es, pues, una especie de pan no fer-
mentado, y mas bien desecado que cocido , del-
gado , muy duro , que contiene bajo el mismo vo-
lumen tres ó cuatro veces mas partes nutritivas
que el pan fresco, y, á peso igual, un tercio mas,
puesto que no se acostumbra dar á los marineros
y soldados mas de 18 onzas de ella por dia en
vez de 24 onzas, que es la ración ordinaria de
pan comun. El bizcocho se conserva por muy lar-
go tiempo si se le puede preservar de la humedad
y de los insectos, encontrándosele bueno para co-
mer después de diez y ocho meses y también dos
años de haber sido embarcado.
La galleta de buena calidad debe ser sabrosa,
de olor suave , de fractura limpia y brillante,
de grano fino y tupido , bien cocida en todo su
grueso ; debe empaparse fácilmente y hincharse
mucho en el agua, sin desmigajarse, ni hundir-
se en el fondo del vaso.
Parece que los Ingleses nunca emplean levadu-
ra para la fabricación de la galleta, que entonces
es un verdadero Pan ázimo (V. esta palabra) , y
por esto el bizcocho inglés es siempre de un color
blanco apagado, de sabor soso, y no se em-
papa bien en el agua, pero no obstante es de muy
larga duración.
Se citan con elogio las galletas holandesas; las
de Busia son hechas con harina de- centeno , y
por consiguiente son menos nutritivas.
En Francia se emplea cierta cantidad de leva-
dura para fabricar las galletas , gozando de re-
putación los pequeños bizcochos del Havre ama-
sados con leche, en vez de agua, que son de
una gran blancura y de un gusto muy delicado.
En España también se hace entrar cierta canti-
dad de levadura en la pasta de galleta, á la
que en general se da la forma redonda, si bien en
Cartagena se fabrican á veces bizcochos deforma
cuadrada destinados comunmente para los buques
de la armada. Conócense en la península tres ca-
lidades de galleta : 1 .a la hecha con la pura flor
de la harina, que es la mas delgada; 2.a la hecha
con harina de segunda; 3.a la hecha con mezcla
de una mayor cantidad de harina de tercera y
BLA
una corla cantidad de harina de segunda. Ade-
más, distingüese la galleta de Sevilla , de exce-
lente calidad , redonda y cuyo diámetro no exce-
de de una pulgada , si "bien su grueso es mayor
que el de las galletas comunes.
Por precauciones que se tomen , es muy difícil
preservar a las galletas de los insectos y de que
se corrompan , constituyendo en este caso un ali-
mento malsano que predispone á la disenteria.
Lind quiere que antes de comerlas se mojen en
vinagre para destruir los gusanos; Franklin pro-
puso hacer forrar de estaño los toneles que sirven
para conservar la harina así como la galleta, y el
capitán King, que volvió á Inglaterra los buques
del capitán Coofc , aseguró que este ensayo había
tenido un perfecto resultado. Cuanto más frió y
¡■eco es el clima, tanto menos la galleta está ex-
puesta á alterarse.
8L
BliAPTO, Blaps. Género de coleópteros
heteromeros, familia de los melasomos y tribu de
los blapsidos , formado por Fabricio con un des-
membramiento del género Tenebrion de Linneo.
Sus caracteres son : palpos maxilares visiblemen-
te terminados por un articulo de figura de segur;
corcelete aovado mas ó menos prolongado; se-
gundo artículo de las antenas mas largo que los
siguientes ; labio pequeño que solo á lo mas ocu-
pa el tercio de la parte inferior de la cabeza;
piernas delgadas.
Todos estos insectos son de un color negro y
mate; son ápteros , pero corren con mucha agili-
dad ; viven en lugares húmedos y sombríos, co-
mo bodegas y despensas, de donde salen por la
noche para buscar su alimento. Cuando se cogen,
expelen por el ano un licor de un olor muy fétido
y análogo al que exhalan las blatas de las coci-
nas. Su larva no es conocida, pero se presume
que vive bajo tierra y que difiere poco de la de
los tenebriones. Este género ha sido , últimamen-
te, dividido en muchos grupos distintos, habién-
dose colocado en él unas cincuenta especies.
El Blapto puntiagudo, Dañino, Mal agüero ó
Presagia muertos (Blaps mortisagra, Fabr.; Te-
iwbrio mortisagra, L.), que algunos, sin razón,
llaman Cucaracha ó Correderra , puede ser con-
siderado como el tipo del género. Es de una lon-
gitud de cerca de diez lineas , negro mate, pun-
teado, con los élitros terminados en una punta
corta y obtusa. Habita en nuestras casas, y el
v ulgo le llama también Escarabajo , denomina-
ción que pertenece á otros coleópteros muy dife-
rentes:
Punid dice que este insecto , incorporado con
brea , se empleaba para curar las úlceras rebel-
des; que se aplicaba, privado de cabeza y de
pies , a las partes contusas , los tumores frios,
etc.; que, mezclado con miel y resina, se admi-
nistraba, con feliz éxito, en lá ictericia.
El Blapto asurcado {Blaps sulcata, Fabr.),
que habita el Egipto , es preconizado en este país
contra la otalgia y como especifico de la morde-
dura del escorpión ; frito con manteca , las mu-
geres turcas lo comen para engordarse.
BLA ;{*"
III, IT A. Blvi i a. Género de insectos del or-
den ortópteros , de la familia de los corredores,
establecido por Linneo, y cuyos caracteres son :
cabeza muy inclinada, oculta bajo el reborde del
corcelete; cuerpo ovalar, deprimido; alas plega-
das solamente en longitud , con cinco artículos
en todos los tarsos. En este pueden reunirse to-
dos los géneros que se han desmembrado de él,
y que no difieren por caracteres de grande impor-
tancia.
Estos insectos tienen la cabeza triangular, los
ojos grandes y escotados, para recibir antenas
cetáceas de un gran número de artículos ; los
ojuelos existen, pero rudimentarios, siendo pre-
ciso buscarlos con atención por encima y cerca
de la inserción de las antenas, y el tercero, si es
visible, se encuentra en medio de la cara; los
palpos son largos ; el protoraz es en forma de
broquel, casi semicircular, y sobresale por en-
cima de la cabeza á la que cubre mas ó menos
según las especies ; los élitros están horizontal-
mente colocados y se cruzan un poco en su ex-
tremidad; las alas están simplemente plegadas
en su longitud, y las especies en que fallan, por
lo menos en uno" de los sexos, forman el género
Kakerlac deLatreille; el abdómenes bastante
voluminoso , terminado cerca del ano por dos fi-
letes articulados ; todas las partes que constitu-
yen las patas son comprimidas , las tibias y los
tarsos abundantemente espinosos.
Las blatas fueron llamadas por los antiguos
Lucífugos , que huyen de la luz , porque , en efec-
to, casi nunca se manifiestan de día. Algunas es-
pecies habitan en los bosques , en donde parece
se alimentan de insectos mas débiles que ellos;
pero los mas grandes y los mas voraces viven en
nuestras casas, en las que, cuando se multiplican,
llegan á ser un verdadero azote, no solamente
por su hedor, sí que también por los estragos que
producen; ellos comen y ensucian nuestros ali-
mentos, roen nuestros vestidos y nuestros muebles
de lana, seda, hilo, cuero, etc. Durante el dia,
permanecen ocultos en los agujeros de las pare-
des, las rendijas del techo, etc., de donde no sa-
len sino á la noche para ir á buscar su presa ; son
muy ágiles , y vuelven á entrar en sus agujeros
desde que perciben la menor luz.
Las hembras ponen uno ó dos cuerpos capsula-
res, casi tan gruesos como la mitad de su vien-
tre, de forma á corta diferencia oval, y que en-
cierran , según Latreille , cada uno diez y seis
huevos. Las larvas no difieren del insecto perfec-
to sino porque no tienen alas ni élitros. Las nin-
fas tienen en el corcelete y el abdomen dos ani-
llos anchos y pUnos, que exceden de mucho al
Eecho, y que son el origen de las alas que ha-
rán adquirido al llegar al estado perfecto.
Este género encierra unas cuarenta especies,
entre las cuales citaremos solamente las mas co-
nocidas por los estragos que causan.
Blata de América (Blatta americana,
L.). Parece originaria de la América meridional,
de donde ha sido importada , primero en las co-
marcas calientes del Asia y del África, y en se-
388 BLE
guíete en los puertos de mar de la Europa, en don-
de infesta los almacenes de azúcar y de otros gé-
neros coloniales. Voraz y fétida , es demasiado
conocida en Surinam y en las Antillas, en donde
lleva el nombre de Kakerlac y Rabeto. Es de una
pulgada á pulgada y media de largo, toda ella
de un color leonado rojizo, con dos manchas prie-
tas, redondeadas y contiguas en el disco del cor-
eelete. En su patria, tiene por enemigos, entre
los insectos , una grande especie de icneuman,
de un verde metálico , y entre los arácnidos, una
especie de araña del género tomina.
Blata de Ijaponia (Blatta lapponica, L.) .
Esta especie se encuentra en el norte de la Euro-
pa , pero particularmente en las casas de los La-
pones, en donde roe sus provisiones de pescados
desecados. Tiene unas cuatro líneas de largo ; el
cuerpo , los íémores , la cabeza , las antenas y el
corcelele son negros; las patas, los élitros y el con-
torno del corcelete son leonados; tiene además en
los élitros dos listitas longitudinales en la base
y algunos puntillos negros.
Blata oriental, Blata de las co-
cinas , Bestia negra tle lo» panade-
ros (ÍHatta orientalis, L.). Es originaria del Le-
vante , y se encuentra hoy dia en casi toda la Eu-
ropa. Las hembras están privadas de alas, y solo
tienen rudimentos de élitros. Esta especie habita
en el interior de nuestras casas , y se encuentra
particularmente en las cocinas , así como en los
molinos y panaderías, en donde es atraída por la
harina á que es muy alicionada. Frisch ha obser-
\ ado que la hembra de la blata de las coci-
nas conserva, durante seis á siete dias, en el ori-
licio de su vulva el cuerpo que debe poner y
que encierra los huevos, como hemos dicho ar-
riba. Esta blata, que es de color de castaño mas
ó menos subido, es llamada también Cucaracha,
vel vulgo la considera como un escarabajo; ex-
íiala un olor insoportable y causa estragos en los
lugares donde se conservan alimentos , y en ge-
neral materias vegetales ó animales. Dioscórides
preconiza contra la otalgia el aceite en que se
han hecho hervir las partes interiores de la bes-
tia negra.
BLEDO, Blitum. Género de plantas de la
familia de las quenopódeas,ydela monaudria di-
ginia de Linneo , que comprende algunas plantas
anuas, lampiñas, un poco carnudas, que crecen
en Europa y en Asia; de hojas alternas, triangu-
lares, y sinuosas; de flores desprovistas de brác-
teas, reunidas en cabezuelas aglomeradas, de co-
lor rojo, y cuyo aspecto agradable y singular las
hace cultivar en algunos jardines. A veces se
confunde en los autores antiguos al Bledo con el
Amaranto Bledo y también con la Acelga vulgar
(Y. estas palabras), plantas de hortaliza.
Bledo de cabezuela, Espinaca-
Fresa (Blitum capitatum, L.). Planta anua, in-
dígena , que se encuentra en los lugares cultiva-
dos, y de la que tenemos dos variedades llamadas
Bledo rojo y Bledo blanco , á causa del color su-
bido ó pálido de sus frutos, que son unas bayas que,
maceradas enviuo blanco, comunican á éste licor
BLO
un hermoso color rojo y un olor y sabor semejantes
á los de la fresa. Estos frutos son refrescantes v
pueden comerse con azúcar. La planta es indi-
cada como emoliente.
BEENIO ó BABOSO , Blennius. Gé-
nero de peces del orden acantopterígios, de la fa-
milia gobióides, caracterizado así: tienen el cuer-
po prolongado, cubierto de una piel blanda y sin
escamas, con seis radios en la membrana bran-
quiostega,y ventrales colocadas debajo de la gar-
ganta y compuestas de tres radios. Los ojos, y con
frecuencia las narices ó la nuca, llevan palpos; los
dientes son fuertes y colocados en una sola hi-
lera.
Los bienios se asemejan mucho á las anguilas
por sus formas exteriores y por sus costumbres ;
serpentean en el agua, pero, como no tienen veji-
ga natatoria, viven en el fondo entre el cieno y
junto á las orillas. Su carne es tierna y blanca,
pero insípida. Se pretende que los babosos pue-
den ser emborrachados con la lechetrezna.
Se conocen mas de treinta especies de estos
pequeños peces , muchos de los cuales viven en
nuestras costas , son alimenticios, y podrían ser-
vir, además, para preparar ictiocola.
El Blemo Liebre , Likiuíe marina, Mariposa
de mar (Blennius Lepus, Lacép.; Blennius ocella-
ris, L. ) ; que es de la talla del gobio , fué cono-
cido de los antiguos, y vive en pequeñas banda-
das entre las rocas que baña el Mediterráneo.
Hase creído que tenia la facultad de taladrar las
piedras , lo que le ha hecho mirar como litontríp-
tico. Su carne, blanda, mucosa y dííicil de di-
gerir, apenas es usada sino por los pobres. Lo
mismo debe decirse respecto de la del Blemo vi-
ví pero (Blennius vivip ar us, h.), pescado del Océa-
no atlántico , cuyas espinas fosforescentes se po-
nen verdes por la cocción como las de la orfia.
En cuanto al Blemo ó Bahoso común ( Blennius
pholis , L. ) , que vive en el Océano y en el Medi-
terráneo, y cuya dorsal es escotada, punteada y
jaspeada de pardo y negruzco, y que anda muy
listo en morder la mano que va á asirle , tiene su
carne mas delicada y mas estimada.
BLONDA. Especie de encaje ó tejido de se-
da formado de punto adornado de dibujos, que no
ditiere del encaje sino en la materia.
Las blondas comunmente son fabricadas por
operarías , mugeres y niñas , que en vez de per-
cibir un jornal fijo , y de concurrir diariamente
á un mismo local, reciben solo cantidades de an-
temano estipuladas en proporción del trabajo que
desempeñan, cuando quieren y como quieren, en
sus mismas casas. Esta labor se hace á la mano
y con palillos , según los dibujos trazados en car-
tulinas , puestas sobre una almohadilla cilindrica,
si bien en algunos países esta forma sufre alguna
modificación. Los grandes pedazos destinados
para hacer pañuelos , velos, vestidos, etc., son
elaborados por tiras, que en seguida se reúnen
pormediode un punto igual al del quesecompone
el fondo, que es de consiguiente imperceptible.
Esta operación delicada constituye un trabajo cu-
ya buena ó mala ejecución , junto con la perfec-
BLO
cioade los dibujos y la regularidad del punió, de-
termina el precio de las grandes piezas.
La blonda por su apariencia se divide en blon-
da de lustre y blonda mate ó sin lustre; depen-
diendo esta diversidad de aspecto de que el tejido
de la primera es mas compacto y forma su trama
una seda mas recia y menos retorcida, y el teji-
do de la segunda es menos cerrado , y una misma
clase de seda forma la trama y el urdimbres Si
bien equivocadamente, en general, se da el nom-
bre de Encaje á la blonda mate , procuraremos
desvanecer este error en el articulo Encaje, que
daremos á conocer sus verdaderos caracteres dis-
tintivos.
La blonda varia al infinito, en razón 1.° de
la dimensión del punto; 2." de la calidad de la
seda; 3.° de la habilidad de la operaría ; 4.° del
primor, de la delicadeza y gracia del dibujo; 5.°
de la especie de tejido y variedad de calados.
Asi !a mejor blonda es aquella que reúne mayor
igualdad y pequenez en el punto, finura en la seda,
y que ostenta mas perfección en los contornos v
recortes de los objetos tejidos.
La blonda puede ser blanca, negra, y de otros
colores, solos ó combinados; fabricase con estam-
bre, oro, plata, felpillas, pasamanería, y hasta
con perlas falsas preparadas para este ob-
jeto.
Generalmente , las sedas empleadas en esta fa-
bricación se distinguen en dos clases : seda tor-
cida llamada capullo, que sirve para el punto ó
urdimbre, y seda (foja, que sirve para la trama.
La primera procede de Valencia y deesla ciudad,
v la segunda solo de Valencia. Para la blonda
1 1 lauca superior se destina una clase especial cu-
cuyo primitivo color es el blanco nevado, y úni-
camente se le da un tinte ligeramente azulado
para realzar la hermosura del tejido.
Los artículos fabricados de blonda son: velos,
mantillas, manteletas, pafiuelos y toda clase de
piezas de corte y hechura, guarniciones desde el
anclo de media pulgada hasta media vara, y to-
do cuanto exije la moda y el capricho.
Se reconoce que una blonda es verdaderamen-
te bella y de valor, cuando reúne estas circuns-
tancias : perfecta regularidad del punto ; ejecu-
ción, limpia \ rica armonía de los dibujos; firme-
za del tejido, y en la blonda blanca, blancura bri-
llante ligeramente azulada, mientras en la blonda
negra es esencial que su color no sea empanado,
lo que se e\ita dáudole un tinte un poco azu-
lado.
Los precios de las blondas varían según la an-
chura y la largaria, la calidad de los producios y
la riqueza de los dibujos. No obstante, daremos
algunos tipos que pueden servir de norma: los
v elos \ arian de 320 rs. á 1 .600 rs., excediendo de
este precio á proporción de la riqueza y del ca-
pricho; las mantillas claras, (pie también se lla-
man temos, por constar de tres piezas , que son
velo, guarnición y centro , varían de lio rs. a
2.000 rs. \n., tras'pasando de este precio algunas
especialidades en sudase; las mantillas para
centros de seda, conocidos bajo el nombre de um-
BLO 389
bos, varían desde 320 á 1 .600 rs. vu., con la mis-
ma excepción que las anteriores.
El uso de las blondas es , por decirlo asi , el
privilegio de la fortuna, y su comercio sigue to-
das las fluctuaciones del lujo y de la moda. Si, un
ano , la moda pone este artículo en favor, la fa-
bricación no puede abastecer á los pedidos; pero
si la moda se inclina de repente hacia otros ob-
jetos, las fábricas se encuentran atestadas de
mercancías, tanto mas difíciles de vender mas
larde, en cuanto se está expuesto á un cambio de
gustos y á sufrir un deterioro en el género, cuando
se hade guardar en los almacenes.
Para expedir las blondas, comunmente se em-
paquetan en cajas de cartón que se envuelven en
hules , y se encierran encajas de lata cuan-
do se trata de exportación lejana, y principal-
mente marítima.
En Francia es donde hay fábricas de blondas
de mas importancia, situadas en los deparlamen-
tos del Norte, Calais, Calvados, Mancha y Oisse,
ó lo que antes llamaban Normandia , Picardía y
Flandes. Los Franceses exportan los Vi de 'a"s
blondas que fabrican á Inglaterra, Rusia, Italia,
Alemania , á los Estados-Unidos y á la América
del Sud. También se fabrican blondas en Suiza y
en Sajonia , pero en menor cantidad.
Respecto á España debe saberse que la fabrica-
ción de la blonda apenas hace un siglo que fué
introducida en nuestro país por los Franceses. El
uso de este articulo , muy extendido en la penín-
sula por la especialidad del traje español , nos
hacia tributarios á la Francia de crecidas sumas;
pues, aunque á la sazón Cataluña era productora
de este género, sus artefactos carecían de la her-
mosura y brillantez de aspecto de las blondas
francesas, y sobre todo adolecían de inacción y
estabilidad en los dibujos, debiéndose tau solo
á su extrema baratura , comparativamente á las
franoesas , el que las blondas del principado fue-
sen solicitadas. Esforzáronse, pues, los Catalanes
en mejorar esta fabricación cuanto les permitía
el estado de las demás industrias á ella auxiliares,
y ya en la exposición pública de 1827 figuró la
blonda catalana, y si bien no fuéen primera linea,
por sus circunstancias actuales, se la designo,
por las que prometía, un gran porvenir no muy
lejano, mereciendo ya el premio de la medalla de
bronce. Sucesivamente se presentó estainduslria
en todas las exposiciones, haciéndose acreedora
en 1841 á las medallas de oro y plata, y ultima-
mente en 1851 fué honrosamente señalada con
dos cruces de Isabel la Católica, una medalla de
hronce y una mención honorífica. Los progresos
que esta iudustria hizo en su marcha fueron tan
rápidos, que en el trascurso de ocho años logro
cerrar enteramente la puerta á la importación de
blondas francesas, por haberlas igualado en ca-
lidad y superado en baratura. Desde dicha época
nuestras fábricas no solo han bastado para ¡as
necesidades del país, si que han exportado blon-
das a todas las naciones de Europa y á la Ameri-
ca en cantidades no despreciables.
En el dia se fabrican blondas en el litoral do
390 BOA
Cataluña en una extensión de mas de 15 leguas,
comprendiendo un número de treinta pueblos, al-
gunos de ellos bastante crecidos ; en las riberas
del Llobregat , de catorce á veinte pueblos se
proporcionan la subsistencia con esta industria.
Cuéntanseen Barcelona 16 fábricas de blondas,
y en las afueras unas 18 : el número de mugeres
empleadas en esta labor asciende aproximada-
mente al de 30,000, sin contar las que se ocupan
de la fabricación de los encajes de hilo.
En Castilla tenemos la Mancha que también su-
ministra blondas, en no corla cantidad, al consu-
mo de la nación, y aun al del extranjero, habiendo
mejorado mucho la calidad de sus productos.
La exportación marítima de blondas, según la
balanza de la Junta de Comercio de Barcelona,
del año 1845, ascendió á 2.747,300 rs. vn., y cal-
culada la terrestre, que comprende las provincias
de Aragón, las del Norte y Castillas, en 1 .500, 000
rs., forman junto la cantidad de 4.247,300 rs. vn.
BO
BO-DITAUTG. Nombre de una raíz que, se-
gún el Dr. Finlayson, se usa en Siam , en coci-
miento, contra la parálisis.
BOA, Boa. Parece que los antiguos dieron
el nombre de Boa á una culebra de gran talla á
la que atribuían el hábito de meterse entre los
rebaños, á fin de chupar la leche de las vacas;
error que «e ha perpetuado hasta nuestros días
entre los habitantes de los campos. Plinio y Pis-
tor hacen mención de la Boa, pero de una manera
demasiado vaga para que pueda referirse este
nombre á ninguna especie. Cuvier pensaba que
se designaba asi ala Culebra de cuatro rayas (Cu-
leber Elnphis),q\iQ es uno de los mas grandes ofi-
dios de Europa, o bien ala Serpiente de Epidauro
fsin duda el Coluber Esculapii de Shaw). En cuan-
to ala Boa gigantesca muerta en África porelejér
cito de Régulo , parece ser un pitón; pero debe
ser considerada como exageración la longitud de
120 pies que le atribuyó Plinio.
Los zoologistas comprendían, bajo la denomi-
nación común de Boa, á todas las serpientes ve-
nenosas ó no venenosas, que tienen el debajo del
cuerpo y de la cola guarnecido de fajas escamo-
sas, trasversales , de una sola pieza , y que no
terminan ni espolones ni cascabeles ; pero des-
pués se ha limitado á las especies no venenosas
que tienen escamas simples bajo la cola, lo que
las distingue de las culebras , en las que son
dobles, y cuyo ano está provisto de ganchillos ó
espolones.
Los caracteres de las boas , tales como las
comprenden los clasificadores modernos , son :
cuerpo comprimido y fusiforme; cola larga y
asidora; cabeza pequeña, relativamente á la lon-
gitud del cuerpo, de forma piramidal, abultada
por la parte de atrás, angostada por delante, y
terminada por un hocico corto y obtuso ; cuello
delgado. Boca ligeramente hendida; la mandí-
bula inferior suspendida por un hueso mira-ar-
ticular en un hueso mastoides libre, que permite
una enorme dilatación del orificio bocal; lengua
hendida y muy extensible ; unos 1 20 dientes, de
BOA
los cuales se cuentan 19 á 20 en cada fila palati-
na, y 16 á 20 en cada fila maxilar. El iris es ver-
tical y romboidal; uno de los pulmones es casi la
mitad mas corto que el otro; miembros posterio-
res rudimentarios cuyos vestigios, ocultos bajo la
piel, solo permiten salir exteriormente dos cor-
chetes de 2 á 3 líneas de longitud, que se creen
-destinados para detener ala hembra en el ayunta-
miento. Las escamas que cubren su cuerpo son pe-
queñas, romboidales, recargadas, lisas, ó á veces
aquüladas; los escudos del vientre, bastante an-
gostos, se afilan á medida que se aproximan á la
cola. El hocico está cubierto de escamas mas lar-
gas que las que cubren el resto del cuerpo, ó á
veces de grandor igual. Sobre este último carác-
ter está basada la división de las boas en cinco
grupos distintos.
I. El primero comprende las boas cuya cabeza
está cubierta de escamas semejantes á las del
cuerpo, y cuyos escudos labiales son mas peque-
ños. A este grupo pertenece la Boa apretadora,
Boa divina, Boa Emperador, Boa real (Boa cons-
trictor, L.) larga de 20 á 25 pies , y de 6 pul-
gadas de diámetro en su parte mas abultada.
Habita en los lugares húmedos de las selvas
de la América del Sud , y singularmente en la
Guiana. Su cuerpo , de un color prieto claro
por encima, está agradablemente entremezclado
de grandes manchas negruzcas, irregularmente
hexagonas, y de manchas de color oscuro, ova-
les, sinuosas en los contornos. El vientre es de
un blanco amarillento ó rojizo, y salpicado de
puntos negros irregularmente esparcidos. Las
escamas son pequeñas y romboidales. Se le cuen-
tan cerca de 240 placas ventrales y 50 caudales.
II. Los Eunectos (Eunectes) ó buenos nadado-
res, que tienen en la cabeza placas mas anchas
que las del cuerpo, y placas labiales planas, for-
man el segudo grupo, que se compone de dos es-
pecies i la Boa Anacondo [Boa scytale, Boa mu-
rina, Boa aguatica, Boa rativora), llamada tam-
bién Rativora , y en el Brasil Sucurimba, Sucu-
riuru, y Ketoineniop, larga de 25 á 30 pies, de
color verde aceitunado, con una fila de manchas
redondas y negras á cada lado del cuerpo, y
manchas menores en los costados ; tiene 246 pla-
cas ventrales, y 60 caudales t encuéntrasela es-
pecialmente en la América del Sur, habita los lu-
gares pantanosos á la orilla de los rios, suele su-
mirse en el agua y cieno, poniéndose en asecho
de los animalejos que van á refrescar, á los que
ahoga, yendo después á comérselos en tierra. La
otra especie es la Boa de listas laterales (Boa
lateristriga), natural del Archipiélago indiano,
III. Las boas, á las que se ha dado el nombre
de Epicratos (Epicrates), del tercer grupo tienen
las placas labiales escavadas con fositas que se
han comparado á los alvéolos de las abejas ó á
los hoyos que la viruela deja por señales en la
piel. Comprenden la Boa de anillos, Boa Aboma
(Boa cencnrys, L., Boa annulifer, Boa Aboma),
que á corta diferencia es de la misma talla que
las procedentes, tiene el cuerpo de color leonado
con grandes anillos morenos en el dorso, y en
BOA
ios costados manchas redondeadas, algo prietas y
medio pupiladas; tiene cerca de 244 placas can-
dales y 6;{ ventrales. Habita especialmente en la
America del Sud, en los lugares secos várenosos.
IV. La forma larga y comprimida de las boas
del cuarto grupo, que se distinguen por un hoyue-
lo longitudinal debajo del ojo , les ha valido el
nombre de Jif'osomos (Xiphosomes) . Esta subdi-
visión se compone de la Boa bordada (Boa hor-
tulana, Boa elegans) , de cola larga y delgada,
cuyo cuerpo de color leonado lleva en el dorso
una linea prieta dispuesta en zigzag, con manchas
anilladas del mismo color en los costados ; de la
Boa Bojobi, Ararambojo {Boa canina. Boa hype-
rale, L.), cuya cola es mas corta, y déla Boa de
Merrem , que parece diferenciarse de las dos no
mas que por el color. Estas tres especies perte-
necen á la América del Sud.
V. El último grupo, formado de aquellas cuyas
placas laterales son prominentes, y las escamas
pequeñas y aquilladas, ha recibido el nombre de
Enigro (Enygrus). Se compone de tres especies,
todas de las Indias: la Boa aquillaba {Boa cari-
nata, Boa regia); la Boa ojeada (Boa ocellnta),
de una talla mas pequeña que las boas de Ame-
rica, y la Boa viperina (Boa viperina, Boa conu
ca), que se asemeja mucho por su color á nuestra
víbora de Europa.
Las boas habitan en los huecos de los árboles
excavados por el tiempo, y bajo sus raíces, en
donde construyen una especie de madriguera, ó
en los agujeros de las rocas ; pero esto no es pa-
ra ellas sino una vivienda pasajera, á la que se
retiran en el momento de aovar ó mientras dura
el letargo invernal ó estival. En estas últimas
épocas, apagadas las pasiones por una imperiosa
necesidad orgánica, se reúnen en el mismo agu-
jero, y enlazadas las unas con las otras, no sola-
mente" serpientes del mismo género, sí que tam-
bién especies diferentes y á veces venenosas.
Pero en el Brasil , en donde la temperatura del
verano es moderada por los espesos abrigos que
ofrecen las selvas vírgenes , estos ofidios se li-
bran del letargo de verano.
Las localidades habitadas por las boas son
muy variadas. Las unas, como la boa apretadora
y las de la subdivisión de los Epicratos, viven en
las comarcas frescas y húmedas, encontrándose-
las enlazadas á los "pies de los árboles, ocultas
en montones de hojas ó bajo troncos podridos,
esperando que el hambre les apremie para que,
renunciando á su inmovilidad , vayan en busca
de una presa. Otras, tales como la Anacondo, la
Boa de listas laterales y todos los Eunectos, y sin
duda también los Jifosbmos, viven á la orilla de
los ríos y arroyos. Se meten dentro del agua ó
del limo, para acechar los animales que van allí
á refrescarse , ó bien suspendidos en los ramos
de los árboles inclinados sobre el agua, arrojan
su cuerpo como un lazo vigoroso alrededor de su
víctima. El animal, enredado entre los largos re-
pliegues de la serpiente , hace vanos esfuerzos
para desasirse; los anillos que le aprietan se es-
trechan mas y mas, sus huesos son molidos en un
BOB 391
momento, y asiqueda reducido en una masa infor-
me que la boa engulle en su enorme boca. En los
ofidios, privados de aparato masticatorio, la de-
glución es larga, y la digestión no lo es menos; asi
es que durante toda esta operación, se puede sin
peligro acercarse á estos reptiles , reducidos a
un estado de insensibilidad completa , pero sin
embargo difunden entonces un olor insoportable
Las boas, aunque no venenosas , no dejan de
ser animales temibles; con todose pueden mirarco-
mo hechos falsos lo que los viajeros han referido
sobre su asombrosa voracidad , que les permitía
engullir mamíferos tales como ciervos y bueyes.
Estos reptiles no atacan sino á animales pequeños,
tales como agoutis, pacas, y algunas veces tam-
bién cabras; así es que son poco temibles, y
no mas se cazan por recreo.
El modo de reproducción de las boas en nada
difiere del délas culebras: ponen en la arena hue-
vos de cascara membranosa, de forma elipsoi-
dea y del grueso de un huevo de oca , que dejan
al calor el cuidado de empollarlos, y los peque-
ñuelos quede ellos salen tienen toó 12 pulgadas.
Su crecimiento es muy rápido ; pero sus límites,
al igual que la duración de su vida, son descono-
cidos. Estos animales, á los cuales las relaciones
de algunos viajeros atribuyen una talla gigantes-
ca, se hallan sin duda en condiciones de desarro-
llo menos favorables, porque apenas se encuen-
tran individuos que excedan de 25 pies. Las boas
á las cuales se concede voz son los ofidios; su-
poniéndose que arrojan un grito semejante al mér-
gansar, «ó, según otros , una especie de gruñido.
Se dice que la carne de las boas es comesti-
ble y de gusto semejante al del pescado , y así
es que en ciertos mercados de las Indias se ven-
den estos reptiles á tajadas como alimento, Su
grasa, bastante abundante, pasa como un ;exce-
lente remedio contra las contusiones. Su piel , de
la que se hacen sillas de montar, ó borceguíes,
después de haberla curtido , es, según se asegu-
ra, un remedio soberano en un gran número de
afecciones abdominales, cuando aplicada sobre
el vientre luego de haberla separado del cuerpo
del reptil, lo que es muy difícil en razón déla
contractilidad que la fibra muscular de estos ani-
males conserva después de su muerte.
BOA IiAWSA. Fruto de un árbol descono-
cido, de Java, del grueso de nuestras guindas, en
racimo amarillento, velloso, que, bajouna pela-
dura delgada, encierra un jugo blanco agrillo.
BOA M ALACCA ó NEJLJLICA. Fruto
agrillo que se come en Java con el té, y que
adquiere en el azúcar un gusto exquisito"; tiene
el volumen de un huevo de gallina.
BOIDJA, Planta malvácea de Java , cuya
flor suministra un extracto estimado en el páis
para los males de ojos.
BOBA. Nombre de un árbol de lasMolucas,
que tiene las almendras del fruto amargas y de-
sagradables, y con las cuales los indígenas pre-
paran un linimento que aplican á los diviesos ó
granos que se les forman en los pies.
BOBOA , Boaabas. En las Filipinas se
391 BOC
dan estos nombres á un árbol muy conocido en
China bajo el útLong-yen ó Long-ams, que pro-
duce un trulo muy estimado en el país.
BOCA. Nombre de un tejido de algodón, que
se exporta de Surata : hay bocas blancas y azu-
les.
BOCADILLO. Estofa de lana fina , tejida
en forma de tela, no teñida, solamente bien remo-,
jada en el agua, de modo que conserve el color
de amarillo natural de la lana, de 3 á 3 l/t palmos
de ancho, y de 44 á 45 varas de largo , que se fa-
brica en Reims, Agen, Bagnéres y otras ciuda-
des de Francia. La usan generalmente los ecle-
siásticos á quienes las reglas de la orden les pro-
hiben el uso de camisas.
BOCADILLO. Especie de lienzo delgado,
muy estrecho y poco fino. También se da este
nombre á una cinta délas mas angostas, que los
pasamaneros llaman Melindre.
BOCASINI. Llámanse así ciertas telas en-
gomadas, lustradas con la prensa y teñidas de
varios colores. Los Bocasini de Esmirna son
telas preparadas y almidonadas con cola de hari-
na, que se pintan al estilo de las indianas.
BO« BO »*:« i:il,l\. € liank. Con-
cha univalva, en forma de bocio y de gran
dimensión , que se pesca á unas dos brazas de
agua en el golfo de Manor, en la costa de Cei-
lan , frente Jaffnapatam , igualmente que en Tra-
vomorc y Tulicoreen. También se encuentran
grandes bancos de chanks fósiles.
Estas conchas son objeto de un comercio
considerable en la India, en donde por todas
partes se las aprecia mucho. Se aserran en ani-
llos de diversos tamaños, que las mugeres in-
dianas llevan como adorno al rededor de sus pier-
nas, de sus brazos y de sus dedos; y también se
entierra una gran cantidad de estos anillos con
los cuerpos de las personas de distinción.
Los chanks que se pescan con el animal aden-
tro, y que se llaman chanks verdes, son los mas
estimados. Los chanks-blancos , es decir las pe-
chinas fósiles , ó las que el mar ha arrojado á
la playa después de la muerte del animal, habien-
do perdido su lustre y su consistencia, no valen
el flete de llevarlos á Calcuta. El valor de los
chanks verdes depende de su grueso. L'n chank
cuyo espiral está contorneado hacia la derecha, y
que se llama en Calcuta chank de la mano dere-
cha, es de un gran precio, y se vende á veces á 4
ó 500, y hasta 1,000 rupias (mas de 9,500 reales).
La pesca de los chanks está monopolizada por
el gobierno, quien arrienda los bancos por unos
380,000 rs.vn alano, haciendo también algu-
nas veces pescar de su cuenta. Pero como los
pescadores de la costa y de las pequeñas islas
cerca de las que se encuentran estas conchas
no pueden ser vigilados de una manera bástanle
estricta , según el Sr. Mac-Culloch , lo mejor se-
ria dejar la pesca libre, estableciendo un dere-
cho muy crecido ala exportación de estas precio-
sas conchas , lo que seria ventajoso á los pesca-
dores y al gobierno.
BOCONIA, Bocconia. Género de plantas
BOE
de la familia de las papaveráceas , y de la de-
candria monoginia de Linneo, que no contiene sino
dos especies sufrutescentes , llenas de un zumo
amarillo cuya naturaleza todavía no ha sido es-
tudiada. Sus hojas son oblongas , angostadas en
la base; las llores terminales muy numerosas,
dispuestas en panículas cuyas divisiones son uni-
bracteadas. Ambas son cultivadas en los jardines
botánicos.
La Boconia frutescente (Bocconia frutescens,
L.) , que crece en el Perú , presenta dos varieda-
des. El zumo de este arbustito es amarillo , acre,
cáustico, volátil, y de un olor fuerte; se da como
purgante y vermífugo, administrado á la dosis
de una dracma en caldo de pollo; su raíz se pres-
cribe en cocimiento, á la dosis de dos á tres drac-
mas. La Boconia de hoja entera [Bocconia in-
tegrifoglia, H. B. y K.), del Perú , posee igual-
mente dos variedades. La especie Bocconia cor-
data, de tallos herbáceos, de la China, ha sido
separada de este género por R. Brown, para cons-
tituir otro nuevo bajo el nombre de Macleaya.
BOW1 AMO, Bodianus. Género de peces holo-
bránquios torácicos acantopomos , que compren-
de muchas especies buscadas como una excelente
comida , y muy útiles para provisión de los via-
jeros, tales son j el Bodiano Anchova (Bodianus
Apua, Lacép.) , cuya carne es grasa y sabrosa;
el Bodiano Aya (Bodianus Aya) que Lacépedeha
propuesto aclimatar en los viveros de Eupopa; el
Bodiano Bloquio (Bodianus Blochii, Lacép.), del
grueso de la carpa; el Bodiano goteado (Bodia-
nusguttalus) cuya carne es grasa, delicada, y pa-
sa como sana y nutritiva; en fin, el Bodiano Jaguar
(Bodianus Jaguar , Lacép.) , cuya carne es blan-
ca, y esquisita. Tudas estas especies del Brasil,
excepto el Bodiano goteado , habitan en el agua
dulce, ó se encuentran en las inmediaciones del
embocadero de los ríos. Muchos bodianos tienen
la carne roja; cómense todos frescos ó salados
y secos al sol.
itOllilIVIA, BoERnAAViA. Género de
plantas de la familia de las nictagíneas , y de
la monandria monoginia de Linneo , que contiene
plantas herbáceas , vivaces , raras veces ó
apenas sufrutescentes, esparcidas en todas las
partes intertropicales del globo ; de flores peque-
ñas, blancas, rojas, ó muy raras veces verdo-
sas, dispuestas en umbelas ó en panículas; de
hojas opuestas. En los jardines de Europa se cul-
tivan unas diez especies de este género , que lle-
va el nombre del célebre médico holandés pro-
tector de Linneo.
LaBoER.wiADE DOSESTAMBREs(#oer7iaat't« dian
dra, L.), según Aublet, tiene las raíces vomiti-
vas y purgantes, de lo que en la Guiaría se le lla-
ma Ipecacuana, empleándosela en Java en vez de
esta raíz. Jacquin dice que las hojas de la Boe-
RAVIA desparramada ( Boerhaavm diffusa, L.)
son usadas como hortaliza en América , lo que na-
da tiene de extraño, vista la afinidad botánica de
las boeravias con las valerianas; sin embargo, los
prácticos indianos creen su raíz lasante. El zumo
de las hojas de la Boeravia peluda (Boerhaavia
BOJ
hirsuta, W. ) empleado contra la ictericia y
Ja induración del hígado en el Brasil, en donde
lleva el nombre de Erro loustao. En la India la
Boeravia trepadora (Boerhaavia scandens, L.)
se usa, en cocimiento , contra la gonorrea. La ver-
dadera Boeravia turerosa {fíocrhaavia tuberosa),
conocida bajo el nombre de Yerba de la purga-
ción , es empleada en el Perú y en Chile como á
tal , aunque se asegura que los naturales del país
comen sus raices, lo que dependerá de que quizás
después de la cocción pierden su calidad purga-
tiva.
KOi.\ KAHLEIil. Especie de orquídea
parásita de la India, cuyos renuevos se em-
plean en cataplasma .para madurar los tumores,
etc y á dicho objeto se mezclan con diferentes
sustancias; las hojas, tomadas interiormente, son
estimadas alexifármacas. Se pretende que esta
planta participa de las propiedades del árbol en
que crece, y que la que se encuentra en el ve-
getal que da la nuez vómica , es amarga y pur-
gante, etc.
BOIOBI. Serpiente venenosa del Brasil, cu-
ya carne se asemejaba antiguamente, por sus vir-
tudes, á la de víbora. Se dice que la raíz de Coa-
apia es el antidoto de la serpiente boiobi.
BOIT1APO. Gruesa serpiente venenosa
del Brasil, cuya carne pasaba por alexítera.
BOJ , Buxcs. Género de plantas de la familia
de las euforbiáceas, y de lamonoecia tetrandia.
Los bojes son árboles" ó arbustos de Europa cul-
tivadesen la mayor parte de nuestros jardines.
Sus hojas opuestas, muy enteras y coriáceas, se
hacen observar por lalácilidad conque la epider-
mis de la cara inferior se separa bajóla forma de
una membrana blanca. Sus flores apiñadas en
pequeños hacecillos axilares, rodeados en su ba-
se de brácleas sobrepuestas, y que contienen ya
solamente flores masculinas, yauna solo femenina
acompafiadade tres brácleas en medio de muchas
masculinas , de las que cada una ofrece una brác-
tea única. El fruto es capsular , y contiene, bajo
una cubierta coriácea y verdosa, tres celdillas,
en cada una de las cuáles hay una cápsula carti-
laginosa que, por su contracción, arroja por lo
común con violencia semillas muy lejos de la
planta; estas semillas, en número de seis, son
larguillas, lucientes y prietas.
Boj siempre verde [Buxus sempervi-
rent , L.) . Antes se creia que bajo este nombre
iban comprendidas todas las variedades de boj que
se observaban , dependientes de los climas y del
cultivo, pero al presente se distinguen tres es-
pecies :
El Boj enano {Buxus humilis) , que es un ar-
Jjuslo muy conocido, cultivado para hacer guar-
niciones en las áreas ó cuadros de nuestros jardi-
nes, preferible á todos los demás por la persis-
tencia del ramaje y su solidez. A dicho objeto se
corta con tijera todos los años para que perma-
nezca igual , operación que se practica antes ó
después de salir los renuevos , siendo preferible
la primera época para el ornato. Esta especie no
tiene uso en medicina.
50
BOJ 393
El Boj arbóreo {Buxus arbórea) es un árbol
que llega á la altura de 70 á I 00 pies ; su tronco
y ramos son derechos, y están guarnecidos de den-
sas hojas aovado-obloñgas, de unas 20 lineas de
largo.
El Boj arrorescente [Buxus arborescens) di-
fiere de la especie precedente en su talla que
raras veces excede de i 2 pies, en los manojos
de llores pequeñas y medianas , y en sus tallos
amarillos cuyos dos lados son lisos, y los dos
opuestos vellosos.
Estas especies abundan en el Asia , desde el
Cáucaso hasta al Japón, y en las partes meridio-
nales y montañosas de la Europa , en las islas del
Mediterráneo, en Grecia en el monte Olimpo , en
España y algunas localidades del mediodía de la
Francia. En la Isla de Córcega se encuentran bos-
ques enteramente compuestos de boj arbóreo, al
que equivocadamente se conserva el nombre de
Boj de Mahon, que le dieron algunos botánicos.
Todos los bojes multiplican por medio desemi-
llas en tierra lijera , pero no nacen en el pri-
mer año. En cuanto á las variedades , se debe
multiplicarlas de enjertos, estacas ó acodos, pa-
ra lo que es menester emplear operaciones com-
plicadas , porque la dureza del leño hace que ar-
raiguen difícilmente.
El boj crece lentamente, y casi nunca el leño
excede de cierto diámetro, siendo el mayor de 12
á 15 pulgadas, de suerte que es muy raro encon-
trar gruesos pedazos, tanto mas en cuanto su co-
razón comienza á gangrenarse cuando ha llegado
á cierta dimensión.
Las hojas de boj , amargas y nauseosas, de un
olor desagradable, sobre todo después de la
lluvia, sorTpurganles ala dosis de una dracma
en polvo, y también se preconiza su cocimiento
como sudorífico; á veces reemplazan al hombre-
cillo en la fabricación de la cerbeza, lo que pue-
de ofrecer inconvenientes en razón de su actividad,
ningún animal se apacienta de ellas, excepto el
puerco espin, y se dice que el camello obligado
por el hambre a comerlas no tarda en perecer;
por último son muy útiles para el abono de los vi-
ñedos.
La miel de las abejas que han chupado las flo-
res de boj adquiere un gusto acre é ingrato.
El leño de boj , de que hablaremos luego , sirve
en medicina como sudorífico, á la dosis de t á 2
onzas en cocimiento , v puede reemplazar en este
sentido al guayaco , lo que le hace aconsejar en
los reumatismos, la sífilis, etc. De el se extrae
por destilación un aceite fétido ligeramente colo-
rado, preconizado contra la epilepsia, y que en
particular se usa contra la caries de las muelas.
La raíz, que es muy voluminosa y recia, está
llena de nudos y tuberosidades lo mismo que el
tronco y los ramos gruesos ; dividida en frag-
mentos, ofrece hermosos jaspeados de figuras
eslravagantes y muy variadas , de un color mas
subido que el leño, y sirve para los mismos usos
que éste. En medicina, se emplea también á ve-
ces la corteza de esta raíz , que parece gozar de
propiedades activas en la sífilis constitucional y
tomo i.
394 BOJ
los reumatismos crónicos : esla corteza es de un
blanco amarillento, un poco fungosa y muy amar-
ga; de ella el Sr.Fauré, farmacéutico de Burdeos,
extrajo un álcali particular llamado Buxina, que
el Sr. Courbe consiguió después obtener crista-
lizado.
El Sr. Fée refiere que la Untura alcohólica de
boj gozó por muy largo tiempo en Alemania de
la reputación de un excelente febrífugo, pero que
habiendo José II comprado la fórmula á un char-
latán por la suma de 1,500 florines, desde enton-
ces no curó ya mas calenturas intermitentes y
cayó en el olvido.
MAdera de boj. Cualquiera que sea su proce-
dencia, la madera de boj es siempre dura , com-
pacta , pesada, amarillenta , con frecuencia mar-
cada con círculos concéntricos , siendo raro que
se la encuentre de un tinte uniforme. Se pule y
se barniza fácilmente, y recibe todas las tintas
que se le quieran dar. Eslá en trozos de pequeño
diámetro, ó en pedazos cortos y gruesos, cubier-
ta de una corteza delgada y pocas veces picada
de los gusanos. Es la mas dura y la mas compac-
ta de nuestras maderas indígenas y tanto como
las exóticas, y es tan densa que se hunde en el
agua ; no se ventea ni se caria jamás.
Se distinguen dos especies de boj : el amarillo,
que es el mas tierno y mas fácil de trabajar, y
el verde, que es el mas común. Las mejores made-
ras de boj que se conocen son el Boj del Levante,
que es de un color amarillo agradable, duro, nu-
doso, y muy compacto; y el Boj de España, mas
blando, poco nudoso, que se tuerce y se desme-
dra menos que el otro, y es muy buscado por los
guitarreros.
Para tener hermoso boj, se remojan las piezas
desbastadas con el hacha, por espacio de 24 ho-
ras en el agua; en seguida se hacen hervir duran-
te algún tiempo , y se secan metidas en are-
na , ceniza ó salvado , para que el aire no las pe-
netre.
El boj es empleado por los grabadores, los
guitarreros, los torneros, los fabricantes de pei-
nes, los escultores, los ebanistas , etc. , para la
confección de obras de lujo y de utilidad diaria.
El tornero-cajero esquíen emplea el mas hermo-
so ; los carpinteros lo usan para poner nuéscas
en los cepillos y en las garlopas; es excelente pa-
ra ejes de carruajes, y da muy buenas cenizas
para lejías.
El lobanillo, que seria un error confundirlo con
la raíz, y que presenta un color semejante al del
boj, es mas escabroso en la parte exterior. Para
que se le aprecie, es menester que sea lleno y que
ofrezca en su interior colores muy agradables.
Los lobanillos naturales producidos por derrama-
mientos fortuitos son muy raros, poco profundos
y casi siempre podridos en el corazón. Apenas se
emplean sino los producidos por el arte , que se
obtienen pasando sobre los trozos regatones de
hierro, mas ó menos espaciados entre sí, según el
grueso que se quiere obtener. Cada año se corta
el ramaje que crece entre los regatones , conclu-
yendo estos por ser canales estrechos por donde
BOL
cuela la savia que se extravasa en los interva-
los, envuelve y cubre los ramajes cortados, y for-
ma esa unión de fibras que se llama el lobanillo
de boj .
A veces se colora el boj , sea con leño de India,
sea por medio de los ácidos; pero esta operación
en general no da buen resultado , y es fácil de re-
conocer.
El boj se vende al peso; es siempre de un pre-
cio bastante subido, pero variable según el grue-
so de la madera, y la hermosura de los lobanillos.
El importe del boj enviado cada año de España
á Francia está valuado á unos 38,000 rs. vn.
1IOJL ó Tierra liolar. Nombres dados á
ciertos ocres muy usados antiguamente en medi-
cina. Las tierras bolares son de apariencia arci-
llosa, en general de granos finos y apretados,
por lo común teñidos de amarillo o rojo con el
óxido de hierro , el que á veces se halla en can-
tidad suficiente para hacerse sensible al imán
después de la calcinación del bol. Suelen ser bas-
tante secos, aunque á veces sean suaves y jabo-
nosos; se pegan fuertemente á la lengua; con el
agua forman una masa muy contraída; en parte
se pulen con el frote de la uña ; y por último, pa-
recen diferir de las arcillas ordinarias en la ra-
reza de la alúmina, y en que éstas forman con el
agua una pasta mas dúctil.
La generalidad de las tierras bolares parecen
debidas á formaciones volcánicas, pues frecuen-
temente se encuentran en las cercanías de los an-
tiguos volcanes , aunque no todas pertenecen á
las formaciones ígneas, y también constituyen ca-
pas muy distintas en diversos terrenos de sedi-
mento.
Para el uso médico, los antiguos purificaban
las tierras bolares, separando, por lavados y de-
cantaciones reiteradas, las partes mas groseras,
después de lo que las daban formas particulares.
Distinguianse muchas especies de bolos : los ba-
jos blancos pasaban muy especialmente como cal-
mantes; los bolos colorados, como astringentes,
y la mayor parte, como obsorventes, anti-pútri-
cios , y también alexifármacos. Se administraban
al interior por granos , por dracmas y también por
onzas , lo que fácilmente explica sii inercia casi
completa.
En algunas comarcas, las tierras bolares sue-
len servir de alimento á los hombres-, á quienes,
por esta razón, se les ha llamado Gcógafos ó co-
medores de tierra. Particularmente en las regio-
nes ecuatoriales ó en las mas ingratas del Norte
se encuentran hordas de geógafos, aunque tam-
bién las hay en otras comarcas. Muchas hordas
de Tártaros nómades de la Siberia comen arcilla
litomarga con leche. Los moradores de Java co-
men algunas veces, bajo la denominación de Am-
po ó Tana-ampo , una especie de arcilla rojiza
ferruginosa, que extienden en hojas delgadas
para hacerla tostar sobre una plancha de latón,
después de haberla enroscado casi como la ca-
nela del comercio : las mugeres en cinta son par-
ticularmente las que hacen uso del ampo , y á ve-
ces locomen en cantidades considerables. Se dice
BOL
aue los Javanos comen esta arcilla para ponerse
acos, porque entre ellos la delgadez es una be-
lleza. Los negros del Senegal mezclan con sus
alimentos una tierra grasa , gredosa, que recogen
á lo largo de las riberas y en la costa del golto é
islas de los ídolos; los de Guinea comen una tier-
ra amarillenta llamada Cauac, y los esclavos
llegados á la Martinica constantemente procuran
satisfacer su gusto por la tierra , prefiriendo ordi-
nariamente una toba amarillenta rojiza, muy co-
mún en la isla , siendo tan golosos por ella que
ningún castigo alcanza á impedirles el comerla.
En el Perú y en Popayan los habitantes mezclan
también con los alimentos una tierra calcárea que
se vende en los mercados. Los Otomacos , ran-
chería que habita en las orillas del Orinoco y del
Meta , comen igualmente una tierra gredosa/gra-
sa, de un amarillo parduzco , teñida por el hidró-
xido de hierro ; la amasan en forma de bolitas de
cuatro á seis pulgadas de diámetro, que ponen á
cocerá fuego lento hasta que la superficie exterior
se vuelva rojiza, y para comerlas las echan en re-
mojo; ordinariamente se encuentran grandes pro-
visiones de ellas en sus cabanas, y en la estación
de las lluvias, durante las inundaciones periódicas
del Orinoco y del Meta , cuando la pesca cesa,
comen prodigiosamente cantidades de aquellas
pelotas, que son entonces su principal alimento.
Los Otomacos son tan aficionados á esta greda
que, aun en la estación de la sequedad y cuando
tienen pescado en abundancia , prueban todos
los dias un poco de ella como postres después de
la comida. Los moradores de la Nueva Celedo-
nia en el Océano pacífico, para aplacar su ham-
bre comen á pedazos como puños una tierra ollar
y blanda , en la que Yauquelin no halló ningún
principio nutritivo, y sí una considerable porción
de cobre. Finalmenle, en la Aldea de Banco, á
orillas de la Madalena, en Mégico, las mugeres
indígenas que trabajan de alferería suelen comer
grandes trozos del barro que emplean.
Bol de Armenia , Bol oriental ,
treílla ocrosa roja. Esta arcilla era an-
tiguamente traída del Oriente, como lo indica su
nombre de Bol de Armenia ó Bol oriental. Está
en masas compactas , pesadas , suave al tacto, de
un rojo vivo, difíciles de desleír en el agua por la
sola inmersión, yquecontiene-comunmentearena
gruesa, que se precipita cuando está desleída,
debiéndose escoger la que contenga menos canti-
dad. Algunas veces se lava el bol en la cantera
misma, haciendo de él pequeños panes redondos,
que se sellan : puédese emplear indistintamente
el uno ó el otro , pero siempre es necesario puri-
ficarlo un* vez antes de usarlo. Plinio habla de
este bol L~,o el nombre de Sinopico, , y dice que
lo hay de muchos matices.
El bol de Armenia está reputado como desecan-
te, fortificante, astringente, hemostático, etc.,
sea al exterior , sea al interior. Fracastor habla
de una picadura de araña que hubiese sido , dice
él , mortal sin la aplicación de este bol. Entraba
en la confección de jacinto , el Orvietan, el Dias-
cordio; diversos polvos astringentes, -etc.
BOJ 395
Hace mucho tiempo que esta sustancia es reem-
plazada por el Bol del país. (V. esta palabra.)
Bol Maneo. Las tierras bolares mas céle-
bres deque los antiguos hacían uso procedían del
Archipiélago griego. A la Tierra blanca de Lem-
nos, Arcilla ocrosa pálida ó Tierra sellada (V.
esta última palabra) se le han atribuido en todos
tiempos propiedades maravillosas: hacíanse con
ella pequeños panes orbiculares que los sacerdo-
tes de Diana , únicos facultado? uara explotarla,
marcaban con un sello sagraos. En los tiempos
del Cristianismo también los sacerdotes se habían
apoderado de este ramo lucrativo de industria, y
el día de la Transfiguración se trasladaban á las
canteras , mandaban sacar tierra por espacio de
seis horas á linde conservar la rareza, y también
la imprimían el sello. Al presente el gobierno
turco es el que especula con la tierra de Lemnos,
que por largo tiempo ha reservado únicamente
para la corle del Gran Señor, pero desde que sus
virtudes son menos apreciadas , es fácil obtenerla
en el mismo Lemnos.
Conocíase también en la antigüedad la Tierra
de Satnos, que era compacta y untuosa, distin-
guiéndose la blanca llamada Áster, y la de co-
lor ceniciento , denominada Colirion; la Tierra
de Chio , que era blanca, á la que se atr; huíala
propiepad de conservar la frescura de la¡5 muge-
res, blanquear la piel y borrar las arrugas; las
tierras de Damasco, de* Prigilis en Libia, de Mal-
ta, de Eretria, de Melos, la de la gruta en que
la Virgen dio á mamar á Jesús, que todavía se
vende en Jerusalen y toda la Siria , y muchas
otras á las cuales se atribuían virtudes particu-
lares.— V. Tierra.
Las variedades de estas tierras blancas eran
llamadas Tierras selladas , conociéndose las te-
ñidas de algún color con el nombre de Bol de Ar-
menia. (Y. esta palabra.)
Bol de Bohemia ó de 1 iiff r í a. Es un
poco mas pálido que el bol de Armenia , al que
se sustituye con frecuencia. Aldrovandilo creia
muy útil "contra las calenturas exantemáticas.
Gmelin refiere queenBascht, en Persia, se en-
cuentran en las boticas tierras blancas, rojas , y
verdes, que vienen del Cáucaso, y que pasan co-
mo propias para levantar las fuerzas extenuadas,
resistir al veneno , etc.
Bol del país. Al presente el Bol de Arme-
nia es reemplazado por tierras bolares rojas que
se encuentran en diversos puntos de. España, que,
si bien menos coloradas, parecen diferenciarse
muy poco de aquel. — Y. Arcilla.
llOli % J, Bola*. Género de plantas de la fa-
milia de las umbelíferas, y de la pentandria di-
ginia de Linneo, que solo comprende una espe-
cie.
Bolaj glebaria {Bolax glebaria, Comm.;
Ilydfocotyh ' gummi f era ,Lam.). Pequeña planta,
indígena de la Patagonia , que crece formando en
la tierra un césped frondoso en que se ocultan las
flores , y que segrega una gran cantidad de
sustancia resinosa. Sus hojas rematan en tres ló-
bulos; sus flores poco numerosas, reunidas en
3(J6 BOL
umbelas sésiles ó pedunculadas, sencillas; sus
frutos globulosos , de tres costillas poco salientes
ó enteramente libres ; sus semillas contienen una
especie de zumo gomo-resinoso.
La materia gomo-resinosa que segrega esta plan-
ta es rojiza , semilrasparenle , semejante á la del
albarieoquerojes inodora é inusitada, aunque en
las Maluinas hubiese servido, en otro tiempo, co-
mo un buen desecativo.
BOLETO, Boletus. Género de plantas déla
familia de los hongos, y de la criptogamia de
Linneo , caracterizado por un sombrerillo que en
la parle inferior presenta unos tubos libres cilin-
dricos, contiguos, formados de una sustancia
diferente , que pueden separarse con facilidad, y
que en su interior contienen unas pequeñas cáp-
sulas cilindricas que encierran losespórulosmuy
sutiles.
Todas las especies de boletos tienen el sombre-
rillo carnoso , hemisférico , sostenido por un tron-
co céntrico , cuya superficie es muchas veces re-
ticulada ó venosa; una membrana muy delgada
de corta duración cubre con frecuencia su parte
inferior, especialmente antes del desarrollo del
sombrerillo.
Las especies del género Bolelus se dividen en
tres grupos : i .° los Polyporus , cuyo sombrerillo
está por debajo revestido de poros, y cuyos tu-
bos son adherentes entre sí y con el sombrerillo.
Los hay que carecen absolutamente de tronco, ó
que tienen uno de lateral; aquellos son veneno-
sos ó á lo menos sospechosos, á excepción quizás
de dos especies que se comen en algunas comar-
cas. En el mismo grupo se encuentran dos bole-
tos de poros muy pequeños , poco conocidos de
los botánicos, y alimenticios en Italia. Las demás
especies son peligrosas, ó poco comunes para
que se pueda ensayar el comerlas. 2.° Los Sui-
llus , cuyos tubos , adherentes entre sí , están se-
parados del sombrerillo , y que ofrecen muy po-
cas especies nocivas. No debe hacerse ningún
uso de aquellos cuyo tronco y sombrerillo son
delgados , de los que no crezcan en la tierra, y
sobre todo de los que cambien de color al rom-
perlos. También debemos abstenernos de los co-
mestibles cuando son demasiado viejos. 3.° Los
Fistulina, cuyos tubos son libres y no adheren-
tes entre sí.
En general, los boletos no comestibles son : i .°
las especies coriáceas, suberosas, leñosas, y cu-
ya mayor parte pueden servir en la preparación
de la yesca; 2.° aquellas cuyo tronco está pro-
visto de un collar; 3.° las de sabor picante; 4.°
las que se ponen azules ó verdes cuando se las
corla , fenómeno que denota siempre una especie
sospechosa.
Vamos á indicar las especies de este género
que pueden presentar algún interés.
Boleto anaranjado ( Bolelus auran-
tiacus , Bull. ; Suillus auriantiacus) . Es de un
hermoso color naranjado; su tronco es grueso,
hinchado y espinoso; su carne blanca adquiere
por el contacto del aire un color de rosa. Especie
comestible , que crece en los bosques.
BOL
Boleto ti e Alerce, A garleo blan-
co , Agárico de Alerce , Agárico
purgante (Boletus Laricis , L.; Polyporus
¿arias, Duby; Polyporus officinalis, Fríes y Per-
son). Este boleto, que parece ser el Agárico de
los antiguos autores griegos y latinos, crece en el
tronco del alerce, en la Circasia en Asia, en la
Corintia, en Europa , y en los Alpes de Trentino y
del Delfinado, etc. Se presenta en forma de ud
cono redondeado, cubierto de una corteza dura,
leñosa, señalada por encima con sulcos circula-
res que indican su edad : su sustancia interior es
blanca, ligera y esponjosa. Es friable, se pega á
los dedos , no se pulveriza sino con el auxilio de
un tamiz sobre el que se frota ásperamente , pues
el majadero lo aplastaría mas bien que reducir-
lo á polvo ; durante esta operación irrita fuerte-
mente la garganta.
El agárico blanco varia en bondad , según el
país de donde procede : el de Asia y de la Corin-
tia es el mas estimado ; el de Saboya y del Delli-
nado, que es pequeño, pesado y amarillento, es
el menos bueno ; el que suministra la Holanda es
el mas inferior de todos, porque ha sido rallado
y fraudulosamente blanqueada su superficie con
creta. La mayor parte del que se exporta del Le-
vante procede de Esmirna á donde se envía de Da-
dalia , ciudad distante unas quince jornadas ,
embalado en cajas.
El agárico se presenta ó bruto, ó mondado, ó en
trociscos. Este último es comunmente agárico
reducido á polvo muy fino, incorporado con al-
gún líquido y puesto en masa , de la que se for-
man pequeños panes de diversas figuras y grue-
sos, que se hacen secar al aire y á la sombra.
Debe escogerse el mondado, que sea muy blan-
co, ligero, seco, no leñoso , esponjoso y pulve-
rulento, inodoro, de un sabor dulce, que luego
pase de repente á amargo , azucarado , y de una
acritud considerable.
El Sr. Braconnot ha encontrado el agárico
compuesto de 72 partes de materia resinosa, de
26 de fungina y 2 de extracto amargo. El Sr.
Bouillon Lagrange ha encontrado en él ácido li-
bre, una materia animal, sales amoniacales, hi-
droclorato de potasa, sulfatos, extractivo , etc.,
etc. La materia resinosa goza de propiedades muy
singulares: es blanca, opaca, granulosa en su
fractura y poco sápida; se funde y arde como las
resinas ; es mas soluble en caliente que en frió
en el alcohol , y se precipita de él en tubércu-
los prolongados, por el enfriamiento; es insolu-
ble en el agua fría, la que no obstante la divide
con mucha facilidad; una corta cantidad de
agua hirviendo la disuelve y la convierte en un
líquido espeso , viscoso , que hace hebra como
clara de huevo, que forma mucha espuma por la
ebullición, y que es coagulable por el agua fria;
el éter, los aceites fijos y volátiles, y los álcalis la
disuelven; enrojece la tintura de tornasol; y el
ácido nítrico parece tener poca acción sobre ella.
El agárico blanco es un purgante drástico y
hidragogo, que se da á la dosis de 4 á 6 granos,
si bien hay autores que dicen puede administrarse
BOL
hasta, media draema y mas. Ha sido preconizado
contra los sudores nocturnos de los tísicos. Entra
en algunas composiciones farmacéuticas. Los al-
deanos suizos se sirven de él para purgar las
vacas.
Boleto áspero ( Boletus scaber, Bull.; Sui-
llus scaber). Especie comestible bastante pare-
cida al boleto anaranjado , pero no tan buena:
el sombrerillo es pardo ; su tronco delgado y ci-
lindrico, erizado de pequeñas puntas negras; su
carne es blanca y adquiere un color vinoso cuan-
do se corta.
Boleto blanco [Boletus albus , Pers. ; Sui-
llus albus). Es comestible.
■ Boleto bronceado Boletus tn'ctts, Bull.;
Suillus cereus). Especie comestible : tiene el som-
brerillo de un pardo bronceado , los tubos cortos
y amarillentos, el tronco venoso; su carne corta-
da cerca del epidermis toma un color ligeramen-
te vinoso.
Boleto de buey [Boletus bovinus, L.). —
V. Boleto comestible.
Boleto comestible [Boletus edulis, Bull.;
Suillus edulis) . Especie bastante común en los
bosques: tiene el sombrerillo de color leonado,
los tubos largos y amarillentos, y el tronco abul-
tado en su base* y venado, y su carne toma un
tinte rosado al cortarla. Este boleto se come
fresco, cocido á las parrillas con manteca y sal,
ó en guisados , después de haberle separado los
tubos si es demasiado viejo, lo que se conoce por
su amargor. Seco, se usa también como alimento
y condimento.
Puede confundirse con el Boleto tuberoso
[Boletus tuberosus , Bull.) , que tiene el tronco
muy abultado en la base, presentado como ve-
nenoso por Descourlilz , pero que ningún otro
autor ha dicho que fuese nocivo, del que Per-
soon hace una variedad del comestible , y Bu-
lliarddice que es delicioso cuando joven.
Boleto como criadilla de) tierra
[Boletus tuberaster, Jacq. ; Polyporus tuberaster).
Crece sobre la piedra de hongo de los Italianos,
Pielra fungaría de los Napolitanos, que es una
especie de toba volcánica que se recoge de Iteg-
gio en Calabria, la cual, puesta en un lugar ca-
liente y húmedo, se cubre de hongos comestibles,
Ílos da, según el Sr. Bonnaíoux, quien dice
aberlo experimentado, por espacio de cuatro
anos.
Boleto crisanteron [Boletus chrysanthe-
ron, Bull.; Suillus crysantherori). Esta especie
es sana en su juventud , pero auna edad avanza-
da cambia un poco de color y parece peligrosa.
El Boleto /re , ó franco , de Bellardi es una varie-
dad de esta especie, comestible en el Piamonte.
Boleto fomentarlo [Boletus fomenta-
rius, L). — V. Yesca.
Boleto frondoso (Boletus frondosus,Schr.;
Polyporus frondosus) . Especie comestible en el
Piamonte, que, según observación de Bulliard,
necesita ser cocida por largo tiempo.
Boleto hepático ( Boletus hepaticus,
Schocff. , Bull.; Fistulina hepática). Esta gruesa
BOM 397
especie, que crece en las viejas cepas, y que es
conocida bajo el nombre de líigado de Buey, Len-
gua de Buey, en razón del color de su carne, se
come en algunos paises , y antiguamente tuvo
algún uso en medicina, puesto «pie era desmi-
da en las obras de materia médica con el nombre
da Hypodris.
Boleto de Nogal [Boletus Juglandis, Bull.;
Polyporus Juglandis). Comestible en algunos pai-
ses , pero su olor es peligroso en los lugares cer-
rados. El Sr. Braconnot ha extraído de él ácido
fúngico, osmazomo, adipocira y una gran canti-
dad de fosfato decaí.
Boleto de olor suave [Boletus suave o-
lens,L., Bull.). Crece en los viejos sauces , y
tiene un olor de vainilla, según De Candolle, y
delirio de Florencia, según Persoon. Desde 1G76,
es empleado contra la tisis pulmonar, á la dosis
de 2 dracmas, mañana y tarde. Linneo asegura
que, en Laponia , sirve como afrodisíaco , y que
las mugeresde este país lo llevan encima por su
olor, y porque creen preserva los vestidos de los
gusanos.
Boleto tuberoso ( Boletus tuberosus,
Pers.). — V. Yesca.
Boleto de uñas [Boletus ungulatus, Sen.).
— V. Yesca.
Boleto de yesca . — Y. Yesca.
BOLSEAS. Especie de cotí, becho de hilo y
algodón, que viene délas Indias. Las hay entera-
mente blancas, y otras rayadas de amarillo, cu-
yas rayas se forman con hilo de algodón crudo.
BOilEBACKóBombasi, Bombax. Géne-
ro de plantas de la familia de las bombáceas, y
de la monodelfia poliandria de Linneo, que en-
cierra árboles de la América tropical , de una ta-
lla y un volumen considerables , que producen
frutos ó cápsulas grandes, leñosas, de cinco
ventallas y cinco celdillas , que llevan muchas
semillas cubiertas de una especie de algodón em-
pleado para almohadas, colchones, etc., pe-
ro que no se hila. Desportes asegura que los In-
gleses fabrican sombreros tinos con este algodón.
Una hormiga delira en cierto modo esta pelusa
y la reduce á una especie de yesca, que sirve á
guisa de hilas, para curar las "úlceras, en los paí-
ses en que crecen estos vegetales.
Bombace Ceiba [Bombax Ceiba, I. .'.Es
uno de los mas altos y corpulentos árboles de la
India, cultivado en las Antillas. De sus troncos
se construyen piraguas de una sola pieza de se-
senta y mas pies de largo con doce de ancho, ca-
paces de contener doscientos hombres. El zumo de
las raíces pasa como aperitivo y es empleado con-
tra la ascitis; el polvo de la raíz es usado en el té-
tano ; la corteza del árbol es vomitiva ; el coci-
miento de las flores se emplea, en fomento sobre
la cabeza, contra las cefalalgias.
Bombace de cinco estambres l¡ om-
ita.r pentandrum, L.). Trasudauna goma que, se-
gún Ainslie, se emplea , mezclada con aromas,
en ciertos períodos de las enfermedades intesti-
nales. Rumüo dice que los habitantes de las islas
Célebes comen las semillas de sus frutos. Al pre-
398 BOM
senté esta especie pertenece al género Erio-
dendron.
Bombace de Malabar {Bombax mala-
baricus, DC). Según Blume, la corteza (lela
raíz de este árbol , al que Rédio dalos nombres
de Penjay Penjala, es vomitiva y empleada como
tal en el país. Scholt y Endücherhan establecido
con esta especie el género Salamila.
BOMBASÍ, Cotonía. Estofa cruzada,
fabricada ordinariamente toda de hilo de algodón.
El bombasí acanalado es hoy día muy poco em-
pleado, aunque todavía se fabrique, pero en
corta cantidad, en Cataluña, en esta ciudad , en
Ueus , y Manresa, así como bambasies retorcidos,
cuyo consumo es también muy poco importante.
Llámase también Bombasí ó Fustán á una tela
cruzada cuyo urdimbre es de hilo y la trama de
algodón, que se fabricaba antiguamente, y cuyo
consumo ha ido extinguiéndose, siendo reempla-
zada con vantaja por los culies.
BOMBASINA. Tela cruzada, cuyo ur-
dimbre es de seda dicha organsina , y la trama
de lana; su ancharía es de unas 40 á 45 pulga-
das. Bajo este nombre de Bombasina, ó el de Or-
gansina, van comprendidas las alepinas , cache-
mi rienas y pondicheris , que son absolutamente
el mismo tejido cruzado formado de las mismas
materias. La única diferencia que existe en la fa-
bricación de los pondicheris y cachemirienas
consiste en la preparación del urdimbre organsi-
no, que ha sido descudrado y ha perdido el cuar-
to de su peso ; su tejido es mucho mas suave y
mas lustroso. Para la bombasina y alepina, la
seda organsina se emplea sea suave , sea cruda,
lo que da mas tiesura al tejido.
En Francia y en Inglaterra se fabrica mucha
bombasina, haciendo ambas naciones exportacio-
nes al exterior, sobre todo á los Estados-Unidos,
en donde esta estofa es de un uso general para
ambos sexos. La fabricación de este artículo es
naciente hoy día en España.
BÓMBICE, Bombyx. Género de lepidópte-
ros nocturnos , de la tribu de los bombacitos de
Latreille, establecido por Linneo y adoptado por
todos los autores, pero de tal modo reducido .por
los cercenamientos sucesivos que se le han he-
cho experimentar, que los caracteres que se le se-
ñalaban primitivamente no pueden convenirle hoy
dia. Lo que hay de mas singular en estos cercena"-
mientos es que el Bómbice por excelencia, el de
la morera, dicho Gusano de seda , que hubiera
debido quedar como tipo del género, no hace ya
parte de él, y forma por sí solo un género, al que
Latreille ha dado el nombre de Sericaria ; mien-
tras que se le han conservado las especies que
menos merecen el nombre de Bómbice por la na-
turaleza del capullo de sus orugas , que, en vez
de ser pura seda, consiste en una especie de
fieltro muy gomado. Por lo demás , hé aquí sus
caracteres genéricos en el estado perfecto : an-
tenas pectinadas en los machos , y dentadas en
las hembras; palpos cortos, vellosos y obtusos;
trompetilla ninguna; corselete robusto y guarne-
cido de largos pelos ; abdomen de la hembra muy
BOM
grueso , cilindrico , velloso y terminado en pun-
ta obtusa; alas anchas, tan vellosas como esca-
mosas. Las larvas son largas , cilindricas y guar-
necidas de dos especies de pelos : los unos, en
mayor número, cortos y muy densos ; los otros
largos, aislados ó en hacecillos. Todas viven so-
litarias , las unas sobre los árboles, las otras so-
bre las plantas bajas, y se trasforman en capu-
llos de un tejido muy sólido que tienen la forma
de una bellota, excepto sin embargo la del Bóm-
bice dk la Zarzamora (Bombyv Iiubi), que se en-
cierra en un tejido flojo y fusiforme.
Antes de ocuparnos del Gusano de seda , que
creemos debe ser estudiado en este artículo, va-
mos á indicar las especies indígenas que, según
el método actual , se refieren con mas certeza á
este género ; especies todas en general mas ó
menos nocivas ala agricultura. Bómbice del Ála-
mo {Bombyx Populi) ; Bómbice del Amargón
{Bombyx Taraxaci) ;Bombice de la Encina {Bom-
byx Quercus) , Bómbice lanudo {Bombyx lanes-
tris) ; Bómbice del Pino {Bombyx Pini j ; Bómbi-
ce procesionario de las Encinas {Bombyx pro-
cessionca); Bómbice de hojas de Trébol {Bombyx
Trifolii) ; Bómbice de la zarzamora {Bombyx
Rubi) ; etc.
También debemos mencionar otros lepidópteros
que podrian emplearse para obtener seda, algu-
nos de los cuales quizás seria fácil introducir-
los ventajosamente en Europa, y que pertenecen
sea al género Sericaria propiamente dicho, , sea al
género Bombyx. Tales son el Bombix religiosas,
Helfer, de 1' Assam , que entra en la subdivisión
de los Sericaria, el Bombix cynthia, Frab., de
la China; el Bombyx mylittaV&br., Drury, de Ben-
gala; el Bombyx cecropia, Fabr., originario délos
Estados-Unidos de América, y del que reciente-
mente el Sr. H. Lucas ha podido criar larvas en
París y obtener mariposas; en fin, el Bombyx pa-
ronia major, de Linneo, ó Pavo real de noche, de
nuestra Europa, cuya seda grosera, en vano has-
ta el presente se ha procurado utilizar.
Bómbice «le la Morera, Gusano
«le seda {Bombyx Mori, L.; Phalena Mori, L.;
Sericaria Mori). Lepidóptero bastante pequeño:
sus alas, que á corta diferencia tienen 4 4 líneas
de largo, son de un blanco sucio rosado , que
tira un poco á amarillento , adornadas en el ma-
cho de dos fajas trasversales morenas ; las an-
tenas son grises. La larva, ó el Gusano de seda
del vulgo, es gruesa, con la cabeza pequeña, de
un color rojo blanquecino matizado de pardo;
el primer anillo de su cuerpo es muy abultado, y
el penúltimo está provisto de un tubérculo que
tiene alguna semejanza con una especie de cuer-
no. El capullo, ó crisálida, es oval, formado de
un hilo, ya blanco , ya verde manzana, ya ama-
rillo dorado.
Origen c ¡nlroduccion del gusano de seda cu las diversas
regiones del mundo.
Latreille establece que el gusano de seda, o
Sericaria moñ , es originario de las provincias
BOM
septentrionales de la China, y que se criaba ya
bajo uno de los primeros monarcas de este país,
es decir en una época muy remotísima. Se desig-
na bajo el nombre Seres (del persa ser ó ser,
palabra que quiere decir oro) , un pueblo cuyos
habitantes parece que antiguamente se ocupaban
particularmente de la industria de la seda; ¿pero
á qué pueblo atribuir este nombre Seres? Las
numerosas indagaciones de los sabios no han
ilustrado este punto de una manera satisfactoria;
sin embargo, probable es que bajo tal nombre
se pretenda indicar un pueblo chino.
En China fué, pues, en donde se criaron los
primeros gusanos de seda , que se encontraron en
ios bosques en el estado silvestre. Plinio dice que
los moradores de la Isla de Co sacaban su seda
de los gusanos del ciprés, del terebinto, del fres-
no y de la encina. Estos gusanos se multiplicaron
y dieron una gran cantidad de seda, 150 años an-
tesde Jesucristo. Los capulloseran, según dicen
Jos anales , gruesos como huevos ; en el año 627,
se recogieron de ellos 6.570 medidas. Hoy dia en
China se crian tres especies de gusanos de seda
silvestres, á saber: el del fresno , el de la en-
cina , y el de la fágara ó peral de China , que es
muy común en la provincia de Cantón. Los gusa-
nos de este árbol son los que dan la seda mas be-
lla y también los que la producen en mayor can-
tidad.
Hasta el presente no ha podido conseguirse en
Europa la cria doméstica de los gusanos de seda
silvestres, habiendo fracasado cuantos medios
se han puesto para ello en práctica. Estos gusa-
nos quedan encerrados en sus capullos desde la
fin del verano ó el principio del otoño hasta la
primavera del año siguiente, explicando esta lar-
ga permanencia porque dichos capuljos son tan
fuertes y tari tupidos. Además, Jos gusanos de
seda silvestres requieren muchos cuidados, por-
que las hormigas son su mas cruel enemigo, y
es esencial preservarles de ellas so pena de que
se pierdan, siendo la dificutad de conseguir este
objeto lo que hace la propagación de esta espe-
cie de productores muy limitada.
Los gusanos de seda silvestres mudan cuatro
veces. A pesar de los cuidados que reclaman,
son bajo lodos respectos mucho mas fáciles de
criar que los demás, ofreciendo un gran manan-
lialde riqueza, aunque se recoja en China una in-
mensa cantidad de seda de morera. La seda que
don, sin embargo, no es tan bella como esta úl-
tima, y no toma la tintura tan sólidamente, en
China donde la ciencia química no ha hecho
aun los progresos que Europa, pero requiere
mucho menos cuidados. Los capullos de los gu-
sanos silvestres se hilan y se devanan , lo que
consume menos tiempo y trabajo ; su seda, de un
hermoso gris de lino , dura mas que la otra , y
las estofas hechas con ella se lavan como el
lienzo.
En el siglo VI , bajo el reinado de Justiniano,
dos frailes griegos consiguieron trasportar el gu-
sano de seda de una de las colonias del celeste
Imperio hasta Constantinopla, no sin peligro,
BOM 399
porque la exportación de este insecto era allí ri-
gurosamente prohibida. En el hueco de un bas-
tón trajeron huevos de esle precioso lepklóptero,
que se hicieron salir al calor del estiércol , ense-
ñando al mismo tiempo el arte de criarlos y el de
emplear su producto. Estas artes se propagaron
en toda la Grecia, y con la protección que las
dispensó el emperador Justiniano se erigieron fá-
bricas en Atenas, en Tebas y en Corintia. La fá-
brica de Constantinopla hizo estofas que se ven-
dieron, las de colores linos, á 20 ó 2o piezas de oro,
y las de color común , á 5 ó 6 piezas de oro.
En el siglo IX, los Moros, que anteriormente
á esta época habian introducido el gusano de se-
da en las costas de África, lo propagaron en las
provincias de la Península ibérica, entonces bajo
su dominación. En aquellos tiempos la cria de
este insecto se extendió de una manera asombro-
sa en España, pudiéndose juzgar déla gran pros-
peridad de la industria sedera en dicha época
con recordar que en 1519 contábanse en Sevilla
16.000 telares que fabricaban tejidos de seda;
pero después de la expulsión de los Moros, con
quienes huyeron la ciencia déla agricultura y los
adelantos de la industria, declinó rápidamente la
cria del bómbice de la morera, y en consecuen-
cia la manufacturaron de estofas de seda. Mas,
en nuestro siglo la agricultura recibe un favora-
ble impulso , del que participa la cria del gusano
de seda, aprovechando de las inmensas ven-
tajas que para ella ofrece nuestro territorio, y
si fuesen multiplicándose los esfuerzos que en
estos últimos años se han hecho , quizás algún dia
conseguiríamos hacer accesibles los tejidos de se-
da hasta á las clases humildes , y prodriamos
prescindir de los finos tejidos de algodón con que
en todas épocas han tratado de inundarnos los
extranjeros. Entonces podríamos gloriarnos de
que si las emperatrices romanas apenas podian
procurarse ropas de seda, y las hijas de Cario
Magno no usaban semejantes trajes sino en las
ocasiones solemnes, todas nuestras bellas com-
patriotas podrían realzar sus gracias con lalinu-
ra y brillantez de estos tejidos.
En el siglo XII , Rogerio II , rey de Sicilia , in-
trodujo este insecto y el árbol que alimenta su
gusano en el antiguo Peloponeso, conocido al
presente con el nombre de Morea, porque el cul-
tivo de la Morera es allí casi exclusivo. En los
siglos XIII y XIV la industria sedera fué propa-
gada en Italia.
A principios del siglo XIV, en la época en que
Clemente V trasladó la santa sede en Aviñon, la
morera fué plantada por la primera vez en los
alrededores de esta ciudad, y después en el
siglo XV se propagó en el Del finado y otras
provincias francesas , por Enrique IV , á pesar de
la oposición del gran Sully, su ministro, poco
inclinado á ninguna clase de industria, fundán-
dose equivocadamente en que perjudicaba á la
labranza. Igualmente en el siglo XV el moral pa-
só, á Inglaterra y á América, en donde se propa-
gó fácilmente. La aclimatación de este árbol en
los países nuevos para él, y, por consiguiente la
400 BOM
cria del insecto que alimenta, siguió muy rápi-
damente desde esta época, y en los dos últimos
siglos se vio á la Bélgica, la Prusia, la Alema-
nia, la Suecia y también á algunas provinciasde
la Rusia obtener el cultivo de la morera y la cria
del gusano de seda.
Cria del gusano de seda.
Nacimiento de los gusanos.
Si bien se ha ensayado hacer salir los gusanos
del huevo al aire libre, aunque se hayan obteni-
do algunos resultados satisfactorios, según dicen
los criadores, todavía éstos son poco decisivos, y
hasta aquí ha sido menester emplear el arte para
suplir en nuestro país al calor de los climas muy
calientes, en donde los gusanos de seda salen del
huevo por sí mismos.
La primera operación consiste en hacer remo-
jar en el agua los lienzos en que las maripo-
sas han depositado los huevos, y en separar á
éstos por medio de un rascador. Estos huevos, re-
cogidos en un lebrillo, son rociados con agua, á
la que sobrenadan los que no han sido fecunda-
dos y los que están vacíos. Después de haberlos
lavado de nuevo, sea en el agua, sea en una mez-
cla de agua y do vino , sea en fin en vino puro,
estos huevos se extienden otra vez sobre lienzos
dispuestos en salas ó sobre zarzos para hacerlos
secar. Secos ya, se colocan en platos, en lugares
frescos y secos, á unos 12 ° de calor deRéaumur.
Los albergues ó lugares destinados á la cria
de los gusanos de seda toman diferentes nombres
según las comarcas; pero generalmente entre los
labradores se reducen á una sala de la propia
casa, por cuyo motivo rara vez obtienen resul-
tados muy satisfactorios. Esta cria pide esmero, y
para que termine bien se necesita un local prepa-
rado al efecto, con ventanas á todas las exposi-
ciones de manera que puedan establecerse cor-
rientes de aire cuando se quiera, porque el gran
número de gusanos encerrados en una estanciavi-
cia prontamente laatmósfera, lo cual es expuesto.
Un termómetro debe constantemente marcar los
grados de calor de los aposentos destinados al
nacimiento de los insectos^ que tiene lugar por la
acción general de la temperatura á que están
expuestos , temperatura producida por estufas ó
caloríferos, si bien en nuestras provincias meri-
dionales apenas hay que apelar á este recurso.
El local se divide por lo común en tres partes:
una pieza principal, que espropiamente el obra-
dor donde se crian los gusanos; una pieza mas
pequeña, que sirve de enfermería en donde se po-
nen los que no están buenos, y una pieza interior
á estas, que sirve para depositar las hojas y en-
jugar las que están demasiado húmedas. Los hue-
vos son colocados en cajas de cartón ó de ma-
dera, dispuestas en zarzos ó tablas que reciben los
gusanos. La temperatura de los aposentos necesa-
ria para el nacimiento es por lo común de 1 4 o du-
rante los tres primeros días, y se aumenta de un
grado durante cada uno de Tos días que siguen,
BOM
hasta que haya llegado á 22 °, teniendo no obs-
tante la precaución de dejar un poco de humedad
al aire. Regularmente bastan seis dias de incuba-
ción para que nazcan los gusanos , que cuando
acaban de salir de sus huevos son enteramente
negros y erizados de pelos, y cambian cuatro ve-
ces de piel antes de pasar al estado de crisálida.
Para hacer una onza de huevos escogidos se ne-
cesitan unos 39.000; el peso de los capullos y la
evaporación producida por el calorantes del na-
cimiento de los gusanos producen una disminución
tal que se necesitan cerca de 55.000 gusanos en
el momento del nacimiento para formar el peso
de una onza.
Para hacer salir los huevos se pueden emplear
varios medios, tales como el calor natural, el ca-
lor artificial, el estiércol, etc., y en las granjas
las mujeres se limitan á llevarlos consigo, logran-
do el mismo resultado al cabo de mas ó menos
tiempo con el calor de su cuerpo, diaynoche. Los
gusanos durante sus primeros dias son conserva-
dos en la enfermería; después se llevan al obra-
dor donde exijen muchos cuidados y aseo, debe
dárseles de comer varias veces al dia, y con 1»
mayor frecuencia que sea posible mudarles las
hojas pasadas, paralo cual luego que han subido
á las hojas nuevas que se les acaba de dar, se
colocan éstas en un cañizo, y se quitan laspasadas
limpiándolas con mucho cuidado. Este trabajo
deberá renovarse lo mas frecuentemente que sea
dable, porque la falta de semejante precaución
suele ser causa de una gran parte de las enfer-
medades que atacan á los gusanos de seda.
Los gusanos producidos por una onza de hue-
vos ocupan, hasta la primera muda, un espacio á
corta diferencia de 7 pies 8 pulgadas cuadradas;
hasta á la segunda, 15 pies cuadrados; hasta la
tercera, 35 pies; hasta la cuarta, 82 pies cuadra-
dos. Están dispuestos en zarzos cubiertos de pa-
pel, colocados los unos encima de los otros, á la
distancia de unos dos pies. La temperatura dé-
los obradores, llevada primero á 16 grados, es dis-
minuida á medida que el gusano adelanta en
edad. La disminución del calor disminuye el
apetito. La primera muda se hace en cincodias,
á una temperatura de 1 9 °, y en seis ó siete á una
temperatura de 16 á 17 °.
Antes de la perfección de los albergues, el gu-
sano de seda, abandonado en cuartos mal calen-
tados , vivia unos 60 dias después de su salida
del huevo. Siendo mayores sus necesidades á
medida que aumenta el calor del aire que respira,
su vida es disminuida en proporción. Hase conse-
guido que los gusanos de seda llenasen las con-
diciones de su existencia en 40 dias, y á veces
también en 35; habiendo habido criadores que,
elevando la temperatura y multiplicando las co-
midas, han logrado hacer crias en 22 y 24 dias,
pero en este corto plazo la menor falta fie cuida-
do puede ser mortal álos gusanos. El tiempo ne-
cesario para que el gusano llegue á todo su cre-
cimiento varia mucho según la temperatura á
aue está sometido , que no debe ser muy eleva-
da; concíbese que llega lentemente á la época
BOM
en que debe trastornarse en crisálida cuando
está bajo la influencia de una baja temperatura,
y que al contrario bajo la acción del calor pone
mucho menos tiempo. Sin embargo, se puede
decir que se necesitan cinco ó seis semanas pa-
ra criar los gusanos de seda.
Llegados á su entero desarrollo , los gusanos
de seda buscan los parajes favorables para cons-
truir sus capullos; entonces se disponen sóbrelos
vasares y alrededor de los pies que los sostie-
nen hacecillos de ramilas despojadas de sus ho-
jas, á donde puedan penetrar y elaborar su ca-
pullo. Este trabajo termina en'tres ó cuatro dias,
y al cabo de siete ú ocho se pueden recoger los
capullos. Pénense aparte los que se quieren de-
jar abrir para la reproducios de la especie, y los
demás se echan en agua hirviendo que mata la
crisálida, y lejos de alterar la seda contribuye á
que se pueda devanar mas fácilmente , después
de cuya operación es entregada al comercio.
Melamórfoses de los gusanos.
Las orugas cambian á lo menos tres veces de
tiel antes de llegar á la formación del capullo,
stas renovaciones, que se llaman mudas, son
•enfermedades que hacen perecer un gran núme-
ro de aquellas. Desdeque la piel comienza á cer-
rar la oruga, ésta toma menos alimento , se hace
mas pequeña , y prende á lo que la rodea hebras
de seda;la escama del hocico es la primera que se
separa, después de lo que el gusano sale de lapiel,
que queda retenida por los hilos de seda que él
ha prendido á los objetos que le rodean; algunos
gusanos sucumben sin haber podido desembara-
zarse enteramente de su vieja cubierta. Llámase
sueño al estado de postración, inercia y mal es-
tar en que la muda sumerge á los gusanos.
Después de la última muda, el gusano devora
en algunos dias una gran cantidad de alimentos
y llega á su mayor crecimiento. Entonces se re-
lentece y cesa su apetito; el insecto disminuye
de volumen y de peso; arroja todos los excre-
mentos y la membrana que lo cubre, sin que le
<juede mas que la sustancia sedosa y la sustan-
cia animal; el insecto disminuye aun de grueso,
y forma su capullo, en el que se encierra para
despojarse de su pellejo.
La oruga tiene, pues, tres vidas muy diferentes.
Compuesta de sustancia animal, sedosa y excre-
mental , es la oruga creciente ; compuesta de sus-
tancia animal y sedosa, es la oruga madura; re-
ducida á la sustancia animal , es la crisálida.
Cuando la oruga se ha trasformado en crisáli-
da, ó capullo, se envuelve en una gran cantidad
de hebrillas generalmente amarillentas , á veces
blanquecinas ó verdosas , que constituyen la se-
da.Por espacio de largo tiempo no ha sido conocido
de una manera satisfactoria el órgano productor
de la seda; pero , según los trabajos de un gran
número de naturalistas , y sobre todo segun los
del Sr. Slraus-Uurckein , es cierto que esta ma-
teria está encerrada en el estado líquido en
dos vasos muy delgados que, partiendo de la
51
BOM 401
cabeza de la oruga, en donde están reunidos, se
extienden en el interior del animal, y se co-
locan después de algunas sinuosidades junto
al dorso: estos vasos son amarillos, blancos ó
verdosos , segun la naturaleza del liquido que
contienen, y producen al exterior hebrillas que
constituyen la seda. La longitud del hilo pro-
ducido por una sola oruga es de unas 1.800 va-
ras; este hilo es doble, es decir compuesto de
dos hebras muy delgadas , pegadas en toda su
longitud por un betún particular. La seda de que
está formada la cubierta de los capullos ofrece
muchas capas sobrepuestas la una á la otra , y
cuyo número , variando en razón del vigor de la
oruga , parece ser , en general , de seis. Segun
esto, se ve que cada capullo está formado de un
hilo continuo , y que desde luego es necesario,
para hilar la seda, tener el capullo intacto. Asi es
que se mata á todas las crisálidas , porque las ma-
riposas, al salir, no agujereen sus capullos. Para
esto , se ponen en una bacia calentada á una
fuerte temperatura, siendo esta operación desig-
nada bajo el nombre de ahogamiento. Solo se
guardan en corto número capullos para tener
nuevos , que llevan el nombre vulgar de semilla,
El gusano de seda emplea á corla diferencia
tres días para envolverse en este capullo de forma
oval , que está formado por un largo filamento
extremamente fino; después de esta segunda
fase de su vida, la ninfa, trasformada en mari-
posa, taladra su cárcel de seda, y va á reunirse
á las falenasque como ella han experimentado la
misma trasformacion; al cabo dedos ó tres dias la
hembra deposita de 300 á Ü00 huevos, y luego
este insecto no tarda en morir.
Los gusanos de seda hacen generalmente sus
capullos blancos, ó de color de paja, ó amarillo
subido, cualesquiera que sean por otra parte sus
colores.
Después se escogen los capullos , y su seda se
hace pasar á la devanadera para formar la seda
cruda, que luego se tuerce ó se hila á uno ó
muchos cabos con una especie de molino guar-
necido de canillas y de husos, para prepararla á
los diversos usos en las fábricas de sederías. — V.
Seda.
Alimento de los gusanos.
La larva del Scricaria mori, como lo indica su
nombre especifico, se nutre de hojas de diversas
especies de Moral (Morus). Los gusanos de se-
da criados con las hojas del Moral nlgro [Morus
nigra) dan una seda lina y fuerte; pero está re-
conocido que la hoja del Moral blanco [Morus
alba) es mas nutritiva y preferida por las oru-
gas; finalmente, hace Va algún tiempo se em-
plean con ventájalas hojas del Moiul de mi-
chos tallos [Morus multicaulis) , llamado tam-
bién, sobre lodo en Italia, Moral de cogulla
[Morus cucullala).
Se ha ensayado alimentar los gusanos de seda
con otros vegetales para suplir al moral, cuan-
do las heladas tardías suspendeu su vegetación;
tomo i.
402 BOM
sin embargo , estas diversas plantas no pueden
reemplazar á este árbol de una manera absoluta,
sino tan solo temporalmente : tales son el espino
silvestre, la parietaria, el amargón, la lechuga,
el rosal, el olmo, el bérberos, el arce de Tarta-
ria, la escorzonera, el miagro, y la hoja de un
árbol de la América del Norte, el Madura au-
rantiaca, preconizado en estos últimos tiempos
por el Sr. Bonafous. Con todo , sabido es el des-
cubrimiento que acaba de hacer Teresa Ramos,
labradora del pueblo de Tabernes Manques, pro-
vincia de Valencia, quien habiendo perdido la
hoja de la morera y presentado á los gusanos
un manojo de diferentes yerbas para observar
cual de ellas comían, notó que elegían la Esco-
rihuela , con la cual los acabó de criar hasta que
dejaron terminado su capullo. El Sr. Llansó dice,
en El Cultivador, que la yerba Escorihuela ó
Corregüela , que prefirieron ios gusanos que cria-
ba Teresa Ramos , es el Polígono terrestre (Po-
lygonum tcrre&tris, L.) ; pero el Sr. D. Isidoro
de Ángulo nos ha hecho observar que debe ser el
Convólvulo arvense [Convolvulus arvensis, L.),
Atabaquilla , Campanilla , ó Enredadera, llama-
do Corregüela y Corregüela menor. Nosotros opi-
namos que, para fijar el género á que corres-
ponde la yerba que indica la inteligente labrado-
ra con el nombre de Escorihuela ó Corregüela,
y determinar la verdadera especie, es indispen-
sable que los batánicos clasifiquen melódicamen-
te el vegetal que tantas ventajas ofrece, porque
el Polígono de las aves (Polygonum aviculare,
L.) , llamado A l'tamandria, Centinodia y Sangui-
naria mayor , es conocido también bajo el nom-
brede Corregüela, y al Convólvulo de cercas
{Convolvulus sepium, L.), Yedra campana, se le
llama Corregüela mayor.
Los primeros gusanos de seda criados en Europa
fueron alimentados con la hoja del moral negro;
el único cultivado entonces en nuestras comar-
cas; pero muy luego se introdujo el cultivo de la
morera blanca, que ofrece sobre aquel tresventa-
jas señaladas : la de dar mas pronto la hoja, de
producirla en mayor cantidad, y de influir de una
manera muy sensible en la buena calidad de la
seda.
Hay además entre otras sustancias en la hoja
del moral la materia azucarada que nutre al
insecto y forma su sustancia animal ; la materia
resinosa que , poco á poco y de una manera in-
sensible , llena los dos receptáculos sedosos del
gusano. La hoja del moral negro , dura y tenaz,
de que se alimentan los gusanos de seda en algu-
nas partes de España, de Calabria, y de Sicilia,
produce una sedaabundante y fuerte, pero grose-
ra. La hoja del la morera blanca, plantada en los
lugares elevados, en los terrenos secos y ligeros,
da una seda abundante , fuerte y de muy buena
calidad. Con todo, la causa que influye mas en
la finura de la seda es el grado de temperatura
a que se ha criado el gusano.
Las personas que se han ocupado de la cria de
gusanos de seda discordan mucho sobre las ca-
lidades de las diversas hojas de que éstos se ali-
BOM
mentan. lié aquí las diferentes especies de mo-
rales descritos hasla el presente.
Moral rlanco (Morus alba) , que comprende
el moral común silvestre. Prescindimos de sus
cuatro variedades de frutos para ocuparnos no
mas que de sus variedades relativamente á la
hoja, que es la única que forma nuestro objeto
como alimento del gusano. Este moral tiene dos
variedades de hojas: la una recortada como la hoja
del sahuquillo; la otra mas grande, muy poco re-
cortada.
El moral común enjertado, que es una sub-varie-
dad de la primera de las dos, ofrece á su vez las
variedades siguientes: de hoja grande, dicha de
Toscana; de hoja bastante grande, de un verde
obscuro, llamado en Italia Giazzola; de hoja
¡ mas pequeña bastante gruesa, dicha hoja doble,
l la mejor para los gusanos de seda.
I Además hay las especies siguientes: 1 .° Moral
de Tartaria \Morus Tartaria) ; 2.° M. de Cons-
tantinopla (Al. Cotistantinopoli tana); '¿.° M. ne-
gro (M. niara); 4.° M. rojo (Al. rubra); 5.° M.
de Indias (AI. indica); 6.° M. de hoja ancha (AI.
latifolia); 7.° M. austral (AI. australia); 8.° M.
de Mauritania (AI. Alauritania); 9.° M. de tin-
tes (AI. tinctoria);\0.° M. que lleva papel (M.
papyrifera). Estas dos últimas especies llevan
noy dia e) nombre de Broussmetia, del nombre
del Sr. Broussmet, sabio profesor.
Sobre todo debemos llamar la atención acerca
del Aloral enano, dicho Moral de muchos tallos,
que tiene la gran ventaja de ser de una propaga-
ción fácil, de producir en su segundo año, y de
dar capullos que suministran una hermosísima
calidad de seda.
En viveros ó almácigas cuidadas con discerni-
miento se han producido mas de 200 variedades
de este árbol, que son mas robustas que las otras,
y no temen al frió. Sus hojas contienen una gran-
dísima cantidad de materia nutritiva , no están
sobrecargadas de materia acuosa, y no presentan
fibras demasiado duras, lo que preserva á los gu-
sanos de muchas enfermedades. Estas diversas
ventajas han contribuido mucho á la rápida pro-
pagación de este árbol.
Consumo de los guanos.
Es indispensable , para establecer los gastos
que ocasiona la cria , conocer lo que consumen
los gusanos de seda. Según Dandalo, los gusa-
nos de seda procedentes de una onza de huevos,
tenidos hasla la primera muda á 19°, entréis
y 19 hasta la segunda, entre 17 y 18 hasta la ter-
cera , entre 16 y 17 hasta la cuarta, han consu-
mido término medio , por dia , en la primera edad,
6 libras de hojas ; en la segunda , 18 libras ; en
la tercera, 60 libras; en la cuarta, 180 libras.
100 onzas de hojas casi maduras, cogidas el
mismo dia del moral de Toscana, han dado no
mas que 30 onzas después de la desecación.
360 gusanos dan cerra de una libra y media
de hermosos capullos , los cuales producen á su
vez unas dos onzas de huevos ; cada onza da
BOM
unas 45 libras de capullos. La experiencia ha
demostrado que el espacio de 1 83 pies cuadrados
ocupados por los gusanos producia de 112 á 127
libras de capullos de primera calidad. 22 pulga-
das cuadradas de tela pueden bastar para conte-
ner , sobre una sola superlicie , 6 á 7 onzas de
huevos, que en ella se han hecho depositar por las
hembras.
Ha habido criadores que han establecido dife-
rencias entre gusanos de seda que producen una
seda de diversos precios.
Los gusauos de seda de tres mudas producen
una seda muy lina y muy abundante ; su cria
dura cuatro dias menos que la de los demás. De
esta variedad , 600 capullos pesan una libra y
media.
Los gusanos de seda de cuatro mudas , proce-
dentes de huevos del Friul, producen una sé-
damenos fina ; 150 capullos pesan una libra y
media. Emplean cinco dias mas que los otros pa-
ra llegar á desarrollarse, y necesitan climas ca-
lientes.
El gusano de seda común de cuatro mudas es
el que se cria mas generalmente.
7 libras 13 onzas de capullos , procedentes de
gusanos alimentados con hoja de moral silvestre,
dan á corta diferencia 14 onzas de seda muy fi-
na, mientras que igual peso de capullos pro-
cedentes de la misma cantidad de gusanos ali-
mentados cno hoja de moral enjertado , ape-
nas dan mas de 12 onzas de seda. La hoja del
moral silvestre contiene pues mayor cantidad de
sustancia alimenticia y resinosa.
Es menester para obtener una libra y media de
capullos, 20 1/4 onzas de hojas. 1000 onzas de ca-
pullos dan 153 onzas de capullos puros; el resto
seeompone de crisálidas y de pellejos. Son ne-
cesarias para formar estas 1.000 onzas, 12.860
capullos.
Resumen.
9" libras 8 onzas de hojas dan 1 libras y tft de capullos.
7 libras y Vi de capullos dan 18 onzas de capullos puros.
Estas 18 onzas de capullos dan 8 onzas de seda hilada.
Relación de la hoja con el capullo puro . 8" á l
Relación de la hoja con la seda hilada, 152 á 1
Hay una libra de borra por 19 libras de capullos hilados.
Hay t onzas de estopa por 11 onzas de seda.
Enfermedades de los gusanos.
Los gusanos de seda están sujetos á muchas
enfermedades que los destruyen en gran numero,
siendo las principales: la Grasaría, que vuelve á
las orugas mas blancas, muy untuosas, y las
impide de hilar; la Consunción, que las nace
crecer muy lentamente y las vuelve muy muelles:
la Tiricia, que, en la quinta muda, las hace abo-
tagar y presentar sobre sus cuerpos manchas de
un amárdlo dorado; en fin, la Muscardina, á
consecuencia de la cual el gusano se tuerce , se
encoje , toma un tinte rojo , se endurece , y con-
cluye por cubrirse de un moho blanquecino, que
no es otra cosa que un criptógamo microscópico,
el Botrytis bassiana, cuyo germen se desarrolla
BOM 403
en el cuerpo del insecto en una multitud de rami-
ficaciones, y que no tarda en hacerle perecer.
Como la muscardina destruye un gran número
de gusanos de seda , muchos naturalistas y agri-
cultores han procurado estudiar esta enfermedad
\ atajar sus estragos. El mejor proceder que ha
sido propuesto en estos últimos tiempos es el in-
dicado por los Sres. Guérin-Meneville y E. Robert,
que consiste en hacer evaporar esencia de tre-
mentina en el obrador en que se tienen los gu-
sanos de seda y en el que se colocan las semillas.
En atención á que muchas veces las enferme-
dades que afectan a los gusanos de seda son con-
tajiosas, es conveniente que luego que se obser-
ven algunos gusanos atacados sean trasportados
á la enfermeria; para que no inficionen á los
demás.
Reproducción de los gusanos.
Los bómbices de la morera nacen al cabo de
quince dias, si se ha tenido á las crisálidas a
una temperatura de 15°. Las mariposas salen de
sus capullos á las seis ó siete de la maña-
na; las cópulas tienen lugar á las ocho; al cabo
dedos horas, en los obradores, se separan los
machos, y se colocan las hembras sobre lienzos,
para que puedan depositar y pegar en ellos sus
huevos, que aproximadamente son en número de
500 por cada una de ellas. Los huevos son pri-
mero blancos ó amarillentos; pero luego pasan
al gris ó al moreno , y también al negro. Puestos
en verano , permanecen así , sin ningún cambi"
manifiesto en el exterior , hasta la primavera del
año siguiente. En este estado es como se puede
hacerles viajar para trasportar los gusanos de
un lugar á otro y pueden , también sin perecer,
resistir grados bastante fuertes de temperatura,
sea elevados, sea al contrario bajo cero del
termómetro.
Cria del gusano de seda en España.
Para manifestar la importancia de la cria del
gusano en España , además de lo que nos reser-
vamos exponer en los artículos Seda y Sedería,
trascribimos los siguientes párrafos de la Memo-
ria sobre los productos de la Industria española
reumdos en la Exposición pública de 1850.
«Al terminar el siglo XV 111 contábamos sol<v
«con la cosecha anual de 606.887 kilogramos d«
«seda, cuando en 1849, según la Memoria inser-
ta en el Boletín oficial de Comercio, Instrucción
«y Obras públicas, ascendía ya á 1 .104.000 kiló-
«gramos, distribuidos del moda siguiente.
Pueblos.
Kilogramos.
Libras.
Valencia. . . 552.000-
Murcia y Alicante. 230.000.
Granada. . . 184. 0»0.
Talavera. . . 138.000.
1 200.000.
500 000.
400.000.
3Q0.OO0.
«En los años de 50 y 51 , gradualmente se cx-
«tendió por lodas partes , con la plantación de
404 BON
«las moreras de varias especies, la crianza del
«gusano. Se han hecho ensayos muy en grande
«para aclimatarle en Aragón, Galicia y las dos
«Casullas , y en éstas y otras provincias" han cor-
«respondido los resultados á las esperanzas eon-
i ceñidas. Pero los progresos han sido mayores en
«Valencia, donde encuentra para su procreación
«una temperatura mas adecuada: enMurcia, desde
«muy antiguo dedicada á su crianza , pero sin
«dar un paso para mejorarla : en la provincia de
«Toledo , antes célebre por sus manufacturas: en
«Sevilla , que cuenta hoy algunas fabricas bien
«montadas; y en Cataluña, cuyos telares produ-
«cen bellos tejidos, telas y terciopelos de todas
«clases».
l'sos del gusano de seda.
Después de lo que acabamos de exponer se de-
ja bien comprenderla grandísima utilidad de esta
especie de bómbice, que siglosha esel fundamen-
to de una vasta industria, deque nos ocuparemos
extensamente en su correspondiente lugar. — V.
Sedería.
Adrovandi pretende que los soldados alemanes
comian con placer la oruga de seda fina , y tam-
bién se ha dicho que, secay aplicada en polvo so-
bre la cabeza, es propia contra los vértigos. Sus
capullos y la borra que los cubre han sido em-
pleados bajo el nombre áeSericumy úsFolliculi
bombycis, extrayéndose de ellos por destilación
el Espíritu volátil de seda cruda , especie de sub-
carbonato de amoníaco aceitoso y líquido, que
entraba en las Gotas inglesas cefálicas (Alcoho-
lado de espligo amoniacal). La seda cruda entra-
ba también en muchas otras fórmulas, y ha sido
el objeto de muchos asertos ridículos , como por
ejemplo el haber creído que, teñida de carmesí,
podía calmar las pérdidas uterinas , prevenir el
aborto, impedir los calambres, etc.
BONETERO , Evónimos. Género de plan-
tas de la familia de las rámneas, y de la pentan-
dria monoginia de Linneo, que contiene unas
diez especies, arbustos originarios de Europa, de
la América septentrional , de la China y del Ja-
pon , derechos ó rastreros , de ramos tetrágonos;
de hojas opuestas, pecioladas, ovales, dentadas
ó denticuladas ; de pedúnculos axilares y opues-
tos.
Bonetero de Europa [Evonymus euro-
pceus, L.). Arbusto común en los bosques de Es-
paña, de unas cinco varas de alto , con ramos li-
sos , verdosos y cuadranglares ; hojas aovadas
lanceoladas, agudas, acompañadas dedos estípu-
las cortas y verdosas; flores pequeñas y verde;
ciñas , que se desarrollan en la primavera casi
sin ser percibidas , y á las que suceden pronta-
mente trutos rojos, con puntas que se han com-
parado por su figura á los bonetes que usan los
eclesiásticos, de donde se deriva su nombre vul-
gar, Bonete de cura.
Lashojas de bonetero son venenosas, eméticas
y purgantes, y hacen perecer al ganado ; sin em-
bargo en otoño son menos activas. Sobre estas
BOR
hojas se encuentra una materia blanca y dulce-,
depositada en ellas por pulgones (Aphis evony-
mis). Sus frutos tienen un gusto acre y nauseoso,
y son eméto-catárticos; las ovejas no pueden co-
merlos sin experimentar efectos deletéreos; los In-
gleses los toman en número de tres á cuatro para
purgarse; se asegura que en polvo matan á los
piojos. De sus semillas se extrae aceite bueno
para el alumbrado en algunas partes de la Ale-
mania.
La Madera de bonetero es amarillenta, de gra-
no fino y tupido , pero quebradiza , propia para
obras de torno ; con ella se construyen husos,
agujas de hacer punto y mecheras, regletas, mon-
dadientes, etc., etc.; su uso mas importante
es en la fabricación de la pólvora , en cuya com-
posición entra , después de haber sido reducida
á un carbón de una ligereza extraordinaria, car-
bón que también es empleado , en las artes de di-
bujo, para hacer esquicios, que se borran muy
fácilmente. Por último , la madera de bonetero es
vomitiva y peligrosa; su cocimiento Uñe los ca-
bellos de amarillo.
El Bonetero de hoja ancha {Evonymus la-
tifolius), especie nativa de España y varios paí-
ses del mediodía de Europa, que antes había si-
do considerada como una variedad de la especie
anterior, tiene sus llores muy abundantes, y sus
frutos de color de rosa con cinco ángulos. Sirve
á los mismos usos que aquella.
HOAIJO. Es el hueso de la aceituna des-
pués de molida y'esprimida por medio de la prensa:
sirve para hacer cisco, y con él se mantienen los
animales domésticos dándosele por comida. En
Sicilia se hace un gran tráfico de bonijo , del que
se cargan buques enteros para Malta, donde lo
usan en lugar de leña para los hornos que perte-
necen al gobierno.
En Italia, principalmente en los estados de
Genova , sacan un gran partido del bonijo , po-
niéndolo en lavaderos dispuestos uno al lado de
otro, formando una especie de escalera, es decir,
que el que sigue sea menos elevado que el que
precede, y que comunican entre sí por medio de
unos tubos; a beneficio de ciertas máquinas agitan
de tal modo aquella materia junto con el agua, que
el poco aceite que queda se eleva encima de
ésta por su menor gravedad específica, y, con es-
pátulas de un tamaño bastante considerable, ha-
cen pasar y descender el aceite de un lavadero
á otro, hasta que resulta ya purificado. Se pone
después en pipas y lo venden para el alumbrado
de las fábricas , y á veces algunos traficantes de
mala fé lo mezclan con el aceite bueno.
BOaiRAHA.Raíz traída de Siam á la cos-
ta de Coromandel ; es muy astringente, y sirve
como tónica en Siam , Cochinchina, etc.
ROSTAN*. Cubiertas de algodón , dichas
de otra manera Taparabo, de rayas rojas , y que
antiguamente las naciones que hician el comer-
cio del África iban á buscarlas en el reino de Can-
tor, cerca de Gambia , para volverlas á vender
en seguida en otros puntos de esta parte del glo-
bo.'Hoy dia las fábricas inglesas y francesas las
BOR
produce» en gran cantidad para este mismo
comercio con el África.
ICOYT-J a A. Una de las variedades del té
la menos estimada y empleada por el pueblo en
la China. Créesela compuesta de hojas del arbusto
llegadas á todo su desarrollo. — V. Té.
BOOTSHAAC Nombre de un pescado de
las Molucas que los Alborigenos salan para con-
senarlo.
BOQUÍN. Bayeta tosca menos ancha que la
fina.— V Bayeta. '
IIO K V. Pescado del Japón semejante al so-
llo; su carne es blanca y deliciosa; se escabecha
y se ahuma como se hace con los sollos en Bre-
ma. Los Holandeses y los Chinos lo trasportan á
todas lias partes derimperio. Los Japoneses lo
aprecian tanto que hacen muy poco caso de los
demás pescados escabechados. El bora se pesca
sobre todo en Jeda
BOKASO, Bouassis. Género de la familia
de los palmeros, instituida por Linneo, que con-
tiene tres especies , de la India , de las cuales la
mas conocida es el Boraso en forma he abanico
(Borassus flabelliformis , L.). Esta especie, que
en su país natal , las Indias orientales , se eleva
á mas de 35 varas, se le vé cultivada en algunos
de nuestros jardines; tiene las frondes palmeadas
plegadas en forma de cucurucho , y los estípites
aserrados. Su madera sirve para la construcción
de casas, y se extrae de sus espádices azúcar y
un licor refrescante y aperitivo, empleado por
los médicos indianos , conocido en el país bajo el
nombre de Vino de palmero. Su fruto , del grosor
de una castaña, es llamado Bel; los negros lo
comen, y llaman al árbol Tobel.
BORATO. Género de sales que comprende
las combinaciones del ácido bórico con las bases
salí (¡cables, y que solo contiene una especie im-
portante, estoes, el borato de sosa; todas las
demás especies , á excepción del borato de mer-
curio, no son empleadas.
No se encuentran en la naturaleza sino dos bo-
ratos : el borato de sosa y el borato de magnesia,
3 ue los mineralogistas designan bajo el nombre
e Bor acito.
Todos los boratos son insolubles, ó poco solu-
bles en el agua , excepto los de base de potasa,
de sosa , de amoníaco y de litio ; son indescom-
ponibles por el calor y susceptibles de vitrificarse
cuando el óxido que "contienen no es reductible
por el calor solo.
La mayor parte de los boratos son muy fusibles
al soplete , y se funden con una especie de abo-
tagamiento ocasionado por su agua de cristaliza-
ción. Su solución acuosa, concentrada y caliente,
deja posar lentejuelas cristalinas de ácido bórico,
cuando se la añade ácido sulfúrico ó hidroclórico.
Las soluciones de nitrato de barita y de cal pro-
ducen precipitados blancos con las soluciones
concentradas de los boratos alcalinos , pero los
precipitados son redisueltos cuando se añade un
exceso de agua destilada. Las soluciones de ni-
trato de plomo y de plata forman en ellas preci-
pitados blancos" insolubles en el agua, pero solu-
BOR 4UÜ
bles en un exceso de ácido nítrico. Finalmente,
moliendo Un borato cualquiera, soluble ó insolu-
ble,con el ácido sulfúrico concentrado, desleyen-
do la masa en alcohol, éste adquiere la propie-
dad de arder con una llama verde pálida.
Borato de mercurio. Esta sal , de un
amarillo rojizo, de un sabor fuertemente metáli-
co, insoluble no obstante , preconizada antigua-
mente contra la sífilis, es el precipitado que se
forma cuando se mezclan las soluciones de sub-
carbonato de sosa y de deuto-cloruro de mercu-
rio. Monnet fué el primero que indicó su prepa-
ración.
Borato de sosa , Borato sódico.
Sub-borato de sosa , Borraj (nombre
sacado del árabe) , Crisocola (de des pala-
bras que indican el uso que se hace de él para
soldar el oro). Sal que se ha encontrado eu la isla
de Ceilan, en la Tartaria meridional, en Transil-
yania, eu las cercanías de Halberstad, y en laBa-
ja-Sajonia. Se dice que también existeeh bastante
gran cantidad en las minas de Viquinlizoa y de
Escapa, provincia de Potosí, en el Perú. Se en-
cuentra abundantemente en muchos lagos de la
ludia, de donde procedía la mayor parte del que
se consume en Europa.
Los lagos de que se extrae el borraj en la
India solo reciben aguas saladas. En el fondo y
junto á las orillas del lago es eu donde en grue-
sos montones se recoje el borraj , no eucontrán -
dose en el medio sino sal común.
El borraj así obtenido no es puro : se encuen-
tra cristalizado en pequeños prismas hexaedros
mas ó menos complanados y bastante bien ter-
minados; estos cristales son incoloros, amarillen-
tos ó verdosos, y siempre cubiertos de una capa
terrosa, grasa al tacto, de un olor de jabón. Es-
tos caracteres son debidos á una materia grasa
con que el exceso de sosa de la sal parece en
parte combinado.
Los Indios lo llaman Tinkal (4 fincar); en Eu-
ropa, se conoce con este nombre y el de Borraj
bruto. Existe otra especie de borraj en e! comer-
cio, á saber el borraj de la China, que se expide
en el estado medio refinado. Ambos necesitan
ser purificados antes de ser entregados al con-
sumo.
La refinación del borraj fué por largo tiempo
un secreto conservado en Venecia , después en
Holanda, de donde se hacia el mas gran comer-
cio de borraj refinado, conocido hasta I7SG, épo-
ca en que se comenzó á relinarlo en Paria. Antes
del año 4826, se recibía de la Italia casi lodo el
borraj empleado en Francia; pero, después, en
Paris y posteriormente en Marsella, se comenzó á
prepararlo combinando directamente con la sosa
indígena el ácido bórico procedente de los la-
gos de Italia, conservando el antiguo embalaje,
que consiste en cajas de madera blanca clavadas
con aros en cada extremo, y forradas en el inte-
rior con pliegos de papel azulado. Cada caja
contiene exactamente 130 libras.
El Sr. Payen hizo conocer, en 1828, un nuevo
borraj que se obtiene como se quiere, y que, en
406 BOR
su composición , no difiere del precedente sino
en que contiene la mitad menos de agua de cris-
talización; se le designa comunmente bajo el
nombre de Borraj fundido ó Borato de sosa oc-
taédrico. Sus cristales son de tal modo adheren-
tes entresi que pueden cortarse en planchas delo-
das dimensiones, duras y sonoras ; mientras que
las aglomeraciones de los cristales del borraj co-
mún ó prismático casi ninguna adherencia tie-
nen y se dividen al menor esfuerzo. El borato de
sosa octaédrico tiene una densidad mayor que el
borato prismático, y también es mas duro, por-
que lo raya ; puesto en contacto con el aire hú-
medo, pasa á ser opaco ; no conserva su traspa-
rencia sino en el aire seco, sucediendo lo contra-
rio en el borraj común, al que se prefiere para cier-
tas aplicaciones, porque resiste á los frotes, y no
se rompe en pedazos como el borraj prismático, y
porque además, conteniendo menos agua, toma
mas pronto la fusión ígnea.
El Borato de. sosa natural es una sustancia sa-
lina, blanca, de sabor dulce, soluble en el agua,
muy fusible , que cristaliza en el sistema clino-
rámbico ; la forma fundamental de sus cristales
es un prisma oblicuo de base rombo, cuyas ca-
ras hacen entre sí un ángulo de 87°, y están in-
clinadas en la base de 101° 20'. El Borraj natural
está formado en peso, de sosa, 16,37 ; ácido bó-
rico, 13,52; y agua 47,11.
El borraj , en el estado nativo , es de un gris
verdoso , color que debe á una materia orgáni-
ca; pero se le purifica por la fusión, la disolución
en el agua y la cristalización.
El borato" de sosa natural ó alinear calentado
se funde , pero hinchándose se ennegrece y di-
funde un humo de olor de grasa quemada;
da un vidrio negruzco, colorado por cabono, que
una insuflación prolongada al soplete blanquea
sobre todo en la superficie. Este borato calcinado
redisuelto en el agua obra entonces sobre los
reactivos como el borato purificado.
El borato de sosa purificado se presenta co-
munmente en cristales trasparentes que tienen la
forma de un prisma hexaedro comprimido, termi-
nado por una pirámide triedra, y que contiene
0,47 agua ; tiene un sabor dulce y alcalino ; su
densidad es de 1,705 cuando es seco; expuesto al
aire, se eflorece en su superficie y pierde su tras-
parencia; calentado, se funde en su agua de cris-
talización, se hincha mucho y deja una masa
blanca porosa, friable (borraj calcinado), que se
licúa completamente al color rojo, sin expe-
rimentar ninguna alteración. El borato de sosa
fundido es anhidoro, tiene el aspecto y la tras-
parencia del vidrio, y expuesto al aire se eflore-
ce absorbiendo un poco de humedad.
El agua á la temperatura de + 15° disuelve
■/„ de su peso de borato de sosa, y V* á- + 1 00°;
la solución es alcalina.
El borato de sosa anhidro está compuesto de
ácido bórico, 30,95 ó 2 átomos; y sosa, 69,05 ó
un átomo: total 100,00.
Independientemente de este borato de sosa co-
mún , existe , como hemos dicho , otro que cris-
BOR
taliza en octaedros en ciertas circunstancias y
que se distingue del primero bajo el nombre de
Borato de sosa octaédrico ó Borraj ottaédrico. Se
produce fácilmente abandonando a" un enfriamien-
to lento y regular, una solución de borraj común
que marque 30° en el areómetro de Baumé. Esta
sal cristaliza entonces en octaedros mientras la
solución está á + 56°; pasado este término, cris-
taliza en prismas. El borato de sosa octaédrico
está en cristales regulares, mas duros y mas
sonoros que los del borato prismático ; su densi-
dad es de 1,815 ; no contiene sino 30,81 de agua
por ciento, en vez de 47 que contiene el borraj
común, y en razón de estas diversas calidades es
preferido al primero para soldar el cobre.
Calentado al soplete, el borato de sosa puro y
cristalizado se funde en su agua de cristaliza-
ción, se hincha mucho y se licúa á un color rojo.
Por el enfriamiento, se trasforma en un glóbulo
vitreo y trasparente, que el agua caliente puede
redisolver. Tratado con el ácido sulfúrico hidra-
tado no manifiesta ningún fenómeno aparente,
aunque el ácido bórico sea separado de su com-
binación por la sosa , pero si se deslié la masa
en alcohol , y se inflama este líquido arde con
una llama verdosa. Su solución acuosa enverde-
ce el jarabe de violetas y vuelve al color azul el
papel de tornasol enrojecido, y obra con los reac-
tivos como hemos indicado en los caracteres ge-
nerales de los boratos. En fin, esta solución no
produce ningún precipitado ni con el bi-cloruro
de platino ni con la solución concentrada de áci-
do tartárico.
Las variaciones que puede presentar el borraj
del comercio no solamente en la cantidad de sosa
que contiene , sino también en la cantidad de
agua, han hecho buscar un modo de ensayo fácil,
capaz de hacer apreciar su título comercial. Este
proceder, propuesto por el Sr. Gay-Lussac, con-
siste en determinar la cantidad de ácido sulfúri-
co debilitado al vigésimo, necesaria parala exac-
ta saturación de la sosa. El ensayo se hace como
los ensayos alcalimétricos en general. Por ensa-
yos preliminares se sabe que 15 gramos de borraj
puro cristalizado , disuello en el agua , exigen
72,2 medio-centímetros cúbicos de ácido sulfúrico
que contenga yí0 de ácido concentrado.
Para hacer el experimento , se disuelven en
caliente 1 5 gramos de borraj en 50 centímetros
cúbicos de agua> se añaden á la solución los 9/10
del ácido sulfúrico necesario , y se deja enfriar.
Se continua en seguida la saturación de gola en
gota hasta que la solución que ha sido colorada
con un poco de tintura de tornasol pasa al color
rojo vinoso ó rojo tela de cebolla, lo que es un in-
dicio que el ácido sulfúrico está entonces en ligero
exceso. Cercenando de la cantidad de ácido em-
pleado 3 gotas, se tiene la proporción de ácido
que ha servido en la saturación, y ya no se trata
sino de compararla á la exigida por el borraj pu-
ro para conocer el titulo del que se examina.
El borraj fundido es empleado como flujo ó fun-
dente en las soldaduras de los metales y en los
ensayos metalúrgicos ; en este último caso deler-
BOR
mina la fusión de los óxidos no reductibles por el
carbón , vitrificándolos y separándolos de los
metales reducidos. En las experiencias y ensayos
al soplete se usa cou mucha frecuencia" para dis-
tinguir un gran número de óxidos metálicos
3ue, fundiéndose con él, dan compuestos vitreos,
e diversos matices ó colores. Se utiliza de es-
ta propiedad para reconocer á menudo, en los
diversos minerales, cantidades muy poco consi-
derables de óxidos metálicos que producen
con el borraj vidrios colorados: el óxido de man-
ganeso lo colora en violeta ó azul, según la pro-
porción;— el óxido de hierro, en verde de botella
ó en amarillo; — el óxido de cobalto, en azul violeta
muv intenso ; — el óxido de cromo, en verde esme-
ralda subido ; — el óxido de níquel, en verde es-
meralda claro; — el óxido de antimonio, en ama-
rillo;—el óxido de cobre, en verde claro; y el óxi-
do de estaño le da la apariencia del ópalo.
A causa de la propiedad de disolver los óxidos
metálicos es justamente porque el borraj es em-
pleado en la platería y la joyería para soldar los
metales unos con otros. Cuando se trata , por
ejemplo, de soldar dos piezas de cobre , se lim-
pian, se polvorean con soldadura en limaduras y
borraj calcinado en polvo, y se calienta todo has-
ta que la soldadura empieza á fundirse. Fundién-
dose ésta se alea con las piezas metálicas y las
reúne , pero es menester para ello que estén, así
como las piezas, siempre bien limpias, es decir
brillantes y no cubiertas de óxido, y este es el
efecto queproduce el borraj, sea porque disuelve
el óxido que podría formarse , sea porque, cu-
briendo el metal, se opone á su oxidación por el
aire. Los cerrajeros y caldereros se sirven de él.
Kor el mismo motivo, para soldar el palastro y el
ierro.
En las pruebas de docimasia se emplea para
facilitar la reducción de los óxidos metálicos, y
en las fábricas de vidrio para apresurar la fusión
de las materias de que se compone éste. Es tam-
bién útil para la preparación del extras, de al-
gunos vidrios ó esmaltes, y en general de los co-
lores empleados sobre el vidrio ó la porcelana.
En los laboratorios, el borraj cristalizado es á
veces empleado con ventaja en el análisis de los
gases mezclados para separar los gases ácidos
sulfuroso y hidroclórico, que absorbe enteramen-
te á la temperatura ordinaria ; sirve para extraer
el ácido bórico, y para preparar la mayor parte de
los demás boratos.
En farmacia, se mezcla el borraj con el sobre-
tartrato de potasa para aumentar su solubilidad,
lo que constituye una especie de Crémor tártaro
soluble. Parece" que la miel lo neutraliza y forma
con él una combinación muy soluble, hasta deli-
cuescente, mientras que aumenta la consistencia
de los mucilagos de liquen delslandía, y de salep,
como lo ha hecho ver Bucholz. La miel boratada
es emnleada como enjuague detersivo, astringen-
te y resolutivo en las aftas y otros males de la bo-
ca escorbúticos y venéreos.
Esta sal, recomendada antiguamente como cos-
mética, asociada con el agua de rosas, la tintura
BOU 407
de benjuí, etc., lia sido con frecuencia preconi-
zada contra diversas erupciones cutáneas cróni-
cas, contra las manchas llamadas hepáticas, los
coloramientos de la nariz, los sabañones, los her-
pes furfuráceos , los dolores reumáticos , la sar-
na, etc. Menos usada al interior, aunque prescri-
ta á veces contra la diarrea, en pociones astrin-
gentes , esta sal fué , sin embargo, señalada
antiguamente á la dosis de 12 granos á una
dracma , como fundente emenagogo , propia , se
decia, para acelerar el parto y favorecer la sali-
da de la placenta y de loslóquios, propiedades
singulares, con frecuencia afirmadas, y con mu-
cha mas frecuencia puestas en duda, pero sobre
las cuales el triunfo del centeno atizonado, some-
tido á las mismas viscisitudes, parece deber lla-
mar seriamente la atención de los prácticos.
En 1849, se importaron en Barcelona, proce-
dentes del extranjero, 2,958 libras de borraj, va-
lor de 14,790 rs. vn. ; y se exportaron al reino,
266 libras, valor de 1,336 rs. vn.
BOHBOMA, Borboma. Género de plan-
tas de la familia de las leguminosas y de la dia-
delfia decandria, dedicado á J. B. Gastón de
Borbon, hijo de Enrique IV, promotor de la bo-
tánica. Comprende una docena de especies del
cabo de Bueña-Esperanza, arbustos de hojas al-
ternas , simples, de muchos nervios en la base,
amplexicaulas , estipuladas; de flores amanllas,
axilares ó en cabezuela en la sumidad de los ra-
mos. Casi todas se cultivan en invernaderos tem-
plados de nuestros jardines de Europa. Las hojas
de la ííorbonia cordata, L., según Thunherg, se
emplean en el cabo de Bueña-Esperanza á gui-
Sel de le
«O ic II A1III.LO. Tafetán doble labrado.
— V. Tafetán.
BORDADO. Labor que se hace sobre una
estofa cualquiera con hilo, seda, lana, plata, oro,
etc., formando figuras ú otros objetos en relieve,
dibujados previamente en ella.
El oficio de bordador es muy antiguo : los li-
bros santos hacen mención de él cuando hablan
de las órdenes que Dios dio álos Judíos de enri-
quecer el arca y el templo con adornos de borda-
duras.
Hay varias especies de bordados : bordado de
dos caras , que se ejecuta en tejidos lisos \ sin
envés, comolostafetanes, las gasas, lasmuselinas,
las cintas; bordado embutido, que constituye una
labor bastante i ealzada ó saliente, y se ejecuta
en tejidos de lana , algodón , crin y otras mate-
rias semejantes; bordado plano, que es aquel cu-
yas figuras son planas y guarnecidas á veces de
rizados , lentejuelas y otros adornos. Los calados
de las estofas , los adornos que se hacen alrede-
dor de una tela con cordoncillo de oro, lelpilla ú,
otra materia, las cadenillas y las representacio-
nes de figuras de oro ó seda, que hermosean
ciertos objetos del culto divino, y otros, son tam-
bién considerados como especies de bordados.
Los bordados se ejecutan al telar, ó á la mano,
por medio de agujas, con hilo de algodón, lino,
seda , lana, oro, plata , cordoncillo de seda, ca-
408 BOR
ñutillo de vidrio, lentejuelas, etc., y á veces con
perlas para labores preciosas. Puede bordarse
sobre toda especie de tejidos, y los dibujos que
en éstos se ejecutan dependen del buen gusto y
de la moda.
BORO. El boro no se encuentra en la natura-
lezasino en el estado de combinación con el oxíge-
no, y forma así un ácido bórico que existe solo ó
combinado, sea con la sosa, sea con la magnesia,
sea también con otros óxidos, como en los mine-
rales;, conocidos bajo los nombres de Tormelina
y de Axinita.
Aunque se hubiese probado por la acción de la
pila que el boro era el radical del ácido bórico,
no se había obtenido aun en bastante cantidad
para estudiarlo, cuando, en 1808, los señores
Thenard y Gay-Lussac lo obtuvieron descompo-
niendo el mismo ácido con el potasio. Un quí-
mico alemán , el señor Docbereiner, ha después
extraído el boro del borraj , tratando directamen-
te esta sal con el carbón , en un tubo de hierro, á
una alta temperatura. En ambos procederes, el
ácido bórico es desoxigenado, sea por el potasio,
sea por el carbón.
En el estado de pureza , el boro es sólido , pul-
verulento , de un color moreno verdoso ; no tie-
ne sabor ni olor ; es de una densidad mayor que
la del agua , siendo completamente insoluble en
este líquido ; sin embargo , si está muy dividido,
puede permanecer cierto tiempo en suspensión en
él sin precipitarse.
El boro es fijo al fuego é infusible. A la tempe-
ratura ordinaria , no tiene acción sobre el aire ni
sobre el oxígeno ;¡pero calentado al rojo, este úl-
timo gas se convierte en parte en ácido bórico; es-
ta conversión no es completa , porque la porción
de ácido formado se funde , envuelve el boro
restante, y la preserva de su contacto con el oxí-
geno.
El boro no tiene acción sobre el agua , aun á
la temperatura de +100. Es probable sin embar-
go que aun calor rojo la descompondría, absor-
biendo su oxígeno y poniendo el hidrógeno en
libertad.
Hemos dicho que el boro forma con el oxígeno
un Acido bórico (V. esta palabra) : también se
combina con el cloro, el azufre, el flúor, etc.,
pero estos compuestos han sido poco estudiados.
El boro no tiene usos.
BOItQUIMNO. Pescado que sigue á las
naves que atraviesan el Océano atlántico boreal,
y coje con anhelo las sustancias nutritivas que se
echan en el mar. Los Ingleses no estiman su car-
ne ; los Franceses , al contrario, la buscan.
BORRA. En el comercio, seda este nom-
bre á diversas sustancias : al filadiz ó seda des-
perdiciada é imperfecta que se saca con el peine
de cardar, después de haber separado la seda
lina de los capullos , conocida con las denomina-
ciones mas especiales de borra de seda, borra de
seda hilada, empleada en la tejedura de mu-
chas estolas dichas borra de seda, medias, guan-
tes, cordones , cinturones, etc. ; — borra de cri-
nes, crine s rizados, que se emplean para rellenar
BOR
los sillones, etc.; —borra de pelo, procedente de
las pieles depiladas , y que se emplea por los si-
lleros-guarnicioneros para rellenar los cabezales
y collares de los caballos; etc. Desígnanse tam-
bién bajo el nombre de borras las cosechas bru-
tas del algodón ; se dice á veces borra de cáña-
mo, lino , pero mas particularmente estopas, para
designar los residuos de hilaza menuda o mezcla-
da.—En fin, véndense bajo el nombre de borras
pequeños tacos de papel arreglados para rellenar
la carga de las escopetas de cazar. — Véanse los
artículos especiales, Algodón, Crin, Hilo, Pelo,
Pieles , y Seda.
Borra de lana. Pelo que saca el tundidor,
con las tijeras , del paño y otros tejidos de lana.
Es la menos apreciada de todas las borras , por-
que es en extremo corta, pero sirve á diferentes
usos.
Las de color de grana y color de fuego, hervi-
das con ciertas drogas, se emplean para colorar
varias cosas. El desperdicio de esta especie de
borras , de cualquier color que sea, sirve para
llenar cojines de sillicos , que venden los peltre-
ros.
También se llama Borra de lana á la que cae
debajo del encañizado cuando sacude la lana.
Borra de Magnesia. Estofas de algodón,
espesas , tupidas, de rayas blancas, fabricadas en
Magnesia y en algunas otras ciudades del Asia-Me-
nor, y que se expiden, por Esmirna, áfLiorna,
Venecia, Séniglaglia, Marsella, á la Holanda,
etc.
Borra de Marsella ó Borra mo-
ltérée. Llámase así una estofa anubarrada cu-
yo urdimbre es de buena seda, y la trama de fi-
ladiz , y que antiguamente se recibía del Levan-
te, en donde todavía se fabrica muy bien. Hoy día
se fabrica en Marsella, Montpeller, Liort, Nimes,
Avíñon , de todas especies de ancharías.
BORRAJA, Borago. Género de plantas
que ha dado su nombre á una familia natural, las
borragíneas , de la pentandria monoginia de Lin-
neo. Su nombre latino es una modificación de
Corago , su nombre entre los antiguos , cor ago,
yo alegro el corazón. Este género contiene unas
diez especies , que crecen en la Europa media y
austral, el Oriente, él norte del África, la India
oriental , y las islas del Cabo verde : son plantas
herbáceas, anuas ó vivaces; de tallos y hojas ás-
peras, erizadas de pelos picantes; de inflores-
cencias sub-unilaterales, y dispuestas en racimos
sueltos, ramificados, cuyas flores son de color de
rosa, azules ó blancas," y en ciertas especies pa-
san al azul de lapizlazulí mas ó menos puro , al
color de rosa ó al blanco.
Borraja ol'íieiiial. Borraja [Bora-
go officinalis , L.). Esta planta anua, indigena,
que crece en los lugares cultivados , en las huer-
tas, etc., tiene un "tallo alto de uno á dos pies,
ramoso , sucolento , hueco , muy erizado de pe-
los tiesos , así como toda la planta ; sus hojas son
alternas , anchas , ovales , sésiles , y las inferiores
pecioladas; sus flores son elegantes, nacen blan-
cas , se enrojecen al abrirse y no tardan en to-
BOT
mar un hermoso color azul de lapislázuli; su co-
rola es rodada con cinco divisiones muy abiertas,
cuyo color á veces varia desde el blanco puro al
encarnado mas lino y al rojizo, y tiene una an-
chura de diez ó doce lineas. Toda la plañía es de
un olor un poco viroso , insípida , y está llena de
un zumo mucilaginoso y nitrado , tan viscoso que
es difícil de obtenerlo , " siendo indispensable aña-
dirle agua para desleerlo.
Esta planta se propaga por si misma por sus
semillas que caen y duran dos años en buen es-
tado.
La borraja es considerada como pecloral , tem-
perante , ligeramente sudorífica; las hojas y las
flores son empleadas en el romadizo, el catarro,
las enfermedades eruptivas , el reumatismo etc.,
en infuso azucarado del que se hace un uso fre-
cuente y casi doméstico. Con esta planta se pre-
para una agua destilada , usada en las pociones
calmantes, pero que es inerte; se altera al cabo
de algunos dias , y difunde un olor de hidrógeno
sulfurado , inconveniente que no tiene la que se
prepara solamente con las flores. El extracto de
borraja, empleado aveces como fundente, debe
prepararse con la planta seca. La borraja entraba
en un gran número de preparaciones olicinales,
de las que hoy dia se halla proscrita, y el Sr.
Murray piensa que podria aun borrársela de la
materia médica sin inconveniente. Sus hojas son
comidas en ciertos lugares como las espinacas y
como la col en el puchero ; sus flores sirven
para adornar las ensaladas , fiambres , etc. , en
razón de su hermoso color. Se dice que la bor-
raja es el símbolo de la descortesía y poca finura
por su aspecto y tacto ordinario y basto.
HOM . Pescado que vive en los mares de la
India. Es mal configurado, se alimenta de yerbas
marinas y de pequeños insectos que encuentra
en las aguas: su carne, aunque muy aceitosa y
de difícil digestión, es muy estimada de los pue-
blos déla India.
BOTELLA. Esta palabra se aplica casi ex-
clusivamente á los \ asos de vidrio grosero mas ó
menos colorado, destinados para contener vinos,
licores, aguas minerales , jarabes, etc.
La composición de las botellas varía según los
lugares en que están situadas las fábricas, que
emplean como fundente, ya las sosas brutas
artificiales ó de varech , ya las cenizas, ya tam-
bién los residuos de lejiasde jaboneros. Cómo en
todos los vidrios, la sílice forma su elemento prin-
cipal, sin que sea necesario tenerla pura, pues las
arenas amarillas son aun preferibles, por su ma-
yor fusibilidad. Las diversas materias que entran
en su composición contienen óxido de hierro y
partes combustibles cuya presencia produce el
color mas ó menos verde , mas ó menos moreno,
que se observa en las botellas.
Sin que entremos en los pormenores de la fa-
bricación de las botellas , que son ágenos de
nuestro objeto , y ocupándonos de su importancia
comercial „ debemos decir que siendo el precio
de las botellas poco elevado , por ser de lodos los
productos de la> fábricas de vidrio el mas grose-
o2
BOT m
ro, dan sin embargo una cifra de fabricación muy
considerable y quizás igual á la de todos los de-
más productos de vidrio reunidos.
Las cualidades exteriores de una botella con-
sisten en una forma regular, un grueso de vidrio
igualmente repartido, y que su color sea lim-
pio , libre de burbujas y de granos. Las botellas
deben sobre todo ser bien recocidas, es decir,
haber pasado con lentitud y sin golpe de aire de
la temperatura roja á la temperatura ordinaria.
Las botellas de una mala recocida están muy su-
jetas á romperse aun sin choque. Ln buen "reco-
cido es sobre todo necesario para los vinos espu-
mosos que ejercen una gran presión sobre las
paredes de la botella. La resistencia á la presión
del gas depende mucho también de las materias
que entran en la composición del vidrio y de la ha-
bilidad del obrero soplador. Se comprenderá fá-
cilmente que, por una parte, si el vidrio es agrio,
seco, y por otra parte si el soplador no ha repartido
igualmente el grueso de aquel , las botellas de-
berán resistir mal á la presión. El Sr. Colardeau
ha construido un aparato para probar la fuerza
de cohesión de las botellas , por medio del que
se determina el número de atmósferas cuya pre-
sión ocasiona la rotura de una botella. Este apa-
rato no es generalmente adoptado por los consu-
midores, quienes, en la recepción de botellas des-
tinadas sobre todo para los vinos espumosos ó lico-
res gaseosos, deberían probar cierto número. La
importancia de este ensayo es tanto mas indis-
pensable en cuanto los fabricantes de vinos espu-
mosos pierden generalmente , en su mas alto
de grado fermentación , cerca de un tercio , y
á veces mas de la mitad de las botellas.
El defecto mas esencial que ha de evitarse en
la fabricación de las botellas es el que resulta
de una mala proporción de las materias, que
hace alas botellas mas ó menos alterables por
los líquidos que contienen, y en consecuencia
cambia la naturaleza de estos líquidos. Botellas
que tengan un exceso de álcali ó un exceso
de cal son del todo impropias para contener
vinos, cerbezas y ácidos. Eslácil asegurarse dcsi
la materia de uña botella contiene un exceso de
cal , con meter en ella ácido sulfúrico diluido en
8 ó \0 partes de agua, porque al cabo de algu-
nos dias se verá formar en las paredes inte-
riores de la misma especies de pústulas blancas
que no son otra cosa que sulfato de cal. Si hay ex-
ceso de álcali, se verá alas botellas cargarse de
humedad , pero también podrá reconocerse posi-
tivamente metiendo agua pura en la botella, te-
niéndola por algún tiempo á un calor suave, y
probando en seguida esta agua con reactivos.
Se llama Botijón , y también Dama-juana , á
una botella de un gran volumen , comunmente
cubierta de mimbre ó de junco, ó de trenzas de
paja , destinada para contener líquidos, tales co-
mo los aceites délos pintores, y principalmente
los ácidos hioroclórico, sulfúrico , nítrico y otros.
Estas botellas se hacen de vidrio común , y tam-
bién de asperón ó gres; su cabida es variable,
pero regularmente de 25 á 30 azumbres.
tomo i.
í I O BOT
Bfií'f ir A. Por Botica entendemos aquí la co-
lección de sustancias medicamentosas que el far-
macéutico tiene á disposición del médico y del
público para la curación de las dolencias que afli-
gen al hombre.
Sorprenderá tal vez que hayamos reservado un
lugar en nuestro Diccionario para la botica, esto
es que consideremos la botica, ó mejor el com-
plexo de las sustancias medicamentosas que cons-
tituyen la industria farmacéutica, como una mer-
cancía; pero por lo que iremos exponiendo se
reconocerá que nuestro aserto es una verdad.
Sabido es que en el origen de la medicina, la
cirugía y la farmacia no formaban con ésta sino
un solo arte, que Hipócrates preparaba y llevaba
consigo sus remedios , que Aristóteles en su ju-
ventud había ejercido la farmacia, que Teofrasto
escribió sobre algunas parles de este arte , que
Galeno, que tanto lo celebró y enriqueció , tenia
una botica en liorna, y finalmente que hasta el
siglo XII la medicina ejercía por sí misma la far-
macia.
Antes de esta última época , excepto en la edad
media, en tiempo de los Árabes, en que brillaron
algunas débiles luces de la química , la farmacia
consistía no mas que en mixturas galénicas, sin
queni siquiera se sospechara en las reacciones re-
cíprocas de las afinidades en las composiciones de
Serapio, Mesue, Avicena, etc. Pero posteriormen-
te , el descubrimiento del nuevo mundo abrió una
ilimitada carrera á las conquistas de la historia
natural ; la farmacia se enriqueció con poderosos
auxiliares, y las artes á ella anexas con objetos
no menos importantes; las ciencias físicas y quí-
micas comenzaron á ser conocidas, sobretodo
por las investigaciones de los médicos y de los
farmacéuticos; y el entusiasmodelos alquimistas,
que se dedicaban á la metalurgia y á la crisope-
ya, contribuyó á descubrir preparaciones enérgi-
cas entre las manos de Paracelsó, de Basilio Va-
lentín, ele.
Entonces, con los siglos XVI y XVII , amane-
ció una era brillante para los conocimientos natu-
rales y químicos como para la farmacia, tiempo
ha separada de los otros ramos del arle de curar.
El espacio no nos permite elogiar aquí á todos
los hombres que prepararon con tanto trabajo los
materiales de este edificio glorioso levantado en
nuestros dias; pero la historia de las ciencias no
puede olvidar que el arte farmacéutico produjo
un gran número de mineralogistas, de botánicos,
de zoologistas y de químicos célebres , á los cua-
les la posteridad debe el desenvolvimiento de
tantas arles y de su industria actual.
Efectivamente, en el siglo XVIII, después de
los Slhaly los Boerhaave, fué cuando este arle,
heredero de los trabajos de tantos ilustres pre-
decesores, concurrió al florecimiento general dé-
las ciencias. Imposible seria enumerar aquí todo
lo que se debe á los inmensos desvelos de los
Houclle, de los Macquer, de los Bergmann y
Scheele, délos Priestley. Kiwan, Bayen, Lavoi-
í.ier, Pourcroy , Guylon'de Worveau ,* Berthollet,
Klaproth , Parmentier , Prousl , Davy , Baumé,
BOT
Loeches , Salvador y Pedrol , Gómez Ortega»
Gutiérrez Bueno, Hernández de Gregorio, Carbo-
nell y Bravo, y desde éstos á los sabios actual-
mente vivientes, que han elevado á tanta altura
estos vastos conocimientos conservadores de la
humanidad.
Es menester no olvidarlo : todos los objetos im-
portantes para la salubridad pública, el análisis
de las aguas y de los aires, ó su desinfección; el
examen especial de los producios naturales y su
composición química , su uso diario en nuestros
alimentos, en la economía domestican rural; to-
das las artes nacidas de una libertad industriosa,
son en adelante tributarias á los esludios farma-
céuticos y químicos. La conservación ó la dete-
rioración" de los alimentos y de las bebidas, co-
mo su mejor preparación; lá extracción y purifi-
cación de los cuerpos grasos; la destilación de
los espirituosos; la fabricación de las sales, de
los ácidos , de los jabones, la del azúcar, de los
colores y Untes , de las materias textiles y su la-
vadura,* y otros productos; y mil otras combi-
naciones/industriales y manufactureras reclaman
las luces del farmacéutico , químico y naturalis-
ta, independientemente de sus atribuciones es-
peciales para la medicina terapéutica. Además,
la farmacia ha conquistado un alto puesto cientí-
fico en las principales academias de la Europa.
Este arte , hoy día tan vasto , toma sus elemen-
tos en la historia natural de los tres reinos , para
todos los objetos de que hace uso, y en la quí-
mica, que enseña el análisis, la síntesis, la com-
binación de los principios en el estado de medica-
mento. Estos estudios abrazan casi toda la na-
turaleza.
A medida que las ciencias naturales y químicas
se fueron perfeccionando, el arte farmacéutico
simplificó mucho sus procederes, y redujo el nú-
mero, antes inmenso, desús fórmulas, lagenerali-
dadsimplesmixturas galénicas. De ahí dala el uso
de establecer códigos ó farmacopeas , para cada
pais, quecontengan las fórmulas legalmente reco-
nocidas eficaces por la experiencia délos prácticos
y que describan, con lasdóses precisas de los ingre-
dientes, sus proporciones mas exactas para ope-
rar estas combinaciones. Asi es como el médico
¡Mienta con mas seguridad en el medicamento
oficinal que prescribe, y también como pueden
prevenirse errores aveces funestos. Sin embargo,
las ciencias, tendiendo sin cesar ásu perfecciona-
miento , elaboran á cada momento estos medios
terapéuticos, que no pueden permanecer estacio-
narios con el establecimiento de recetarios ó có-
digos farmacéuticos. Incesantemente aparecen
nuevas preparaciones ó fórmulas investidas de la
eslima pública , mientras que recetas anticuadas
caen en desuetud ó aparecen con sus imperfeccio-
nes, y profundizando cada diamas el conocimiento
de las acciones químicas y recíprocas de los
cuerpos, el farmacéutico descubre en ellos nuevas
propiedades, ó resultados con frecuencia impre-
previstos por el médico, que es quien debe cui-
dadosamente comprobarlos.
El reducidísimo bosquejo de la historia de la
BOT
farmacia, que acabamos de trazar, dice lo sufi-
ciente para dejar consignado de cuanto la socie-
dad es deudora al arle farmacéutico, que cons-
tituye una profesión toda de probidad y de alta
importancia, y á la que nunca se la rodeará de
bastante consideración; arte honorífico, lleno de
una responsabilidad terrible, que exije profundo
saber y singular prudencia.
Estas consideraciones, sin duda , indujeron á
todas las naciones civilizadas a cultivar con pre-
dilección el estudio de la farmacia , distinguién-
dose entre ellas la España, que á principios de
este siglo elevó el arle farmacéutico á facultad
mayor, estableciendo escuelas especiales para su
enseñanza, escuelas que , á beneficio de las lec-
ciones dadas por ilustres catedráticos, han pro-
ducido insignes profesores, ilustrados escritores,
y hábiles prácticos, quienes todos de consuno, los
unos en los Institutos y Universidades , los otros
en sus bufetes y en sus laboratorios , se esfuerzan
en difundir la luz de las ciencias naturales con
aplicación no solo á la medicina , sí que también
á las arles industriales , á la agricultura y á las
uecesidades de la vida civil. Ninguna nación nos
adelanta respecto á la enseñanza farmacéutica;
el Gobierno laatiende de una manera especial, no
escaseando medio á fin de que los alumnos adquie-
ran una instrucción sólida y metódica cual se re-
quiere para poder ejercer este importante ramo
del arte de curar.
Mas, sensible es decirlo, forma un singular
contraste el apogeo del estudio de la farmacia
con la decadencia de los intereses profesionales.
A medida que aquel se ensancha éstos van redu-
ciéndose.
El análisis químico mata á la polifármacia , y
los intereses profesionales quedan cruelmente
lesiados; — en seguida la medicina, ilustrada á be-
neficio de los progresos de la cirugía y de la far-
macia, cambia uno tras otro sus sistemas curati-
vos, desde el de Broussais y el de Ilanheraann
hasta el de Le-Roy y Raspad , y aun el expec-
tante , llevando la simplificación médica al infini-
to, y los intereses profesionales quedan lerrible-
9 mente heridos ; — las necesidades siempre cre-
cientes de la industria en general familiarizan al
pueblo con el estudio de las ciencias naturales,
eu particular de la química, adquiriendo así el
conocimiento de los medicamentos, y los intereses
profesionales reciben un golpe terrible; — final-
mente , la prensa , que ha servido de vigorosa
palanca á la ilustración, populariza lodos los ra-
mos del arte de curar, por medio de obras de
medicina doméstica, revelando los arcanos del
arle farmacéutico, y aquí reciben el último gol-
pe los intereses profesionales
Parece increíble, la ciencia que encumbró el
boticario hasta al doctóralo, y que le ennobleció
á los oíos de la sociedad por los grandes servicios
que á la misma prestara, la ciencia ha sido la
que mas ha contribuido á la disminución de los
beneficios subsiguientes al ejercicio de la far-
macia.
El boticario rutinario no era botánico , pero
BOT 411
cultivaba un pequeño jardín de plantas medici-
nales cuya venta le era muy lucrativa; no era
químico, pero, en su trastienda, elaboraba po-
bfármacos y pócimas , que no solo merecían la
confianza de los médicos sí que la del vulgo , y
que vendia á buen precio; no era científico,
pero la imperturbable tranquilidad que le conce-
día el ver asegurada su subsistencia y su porve-
nir con el ejercicio de su carrera, le llevaba á
emplear sus ocios en experimentos que han con-
tribuido á los adelantos del saber humano; por
último , era dichoso , porque en aquellos tiempos
se tenia verdadera le en la medicina , y el intru-
sismo no habia podido levantar cabeza oprimi-
da bajo el peso del misterio del arte farmacéu-
tico.
El boticario moderno es botánico y químico,
pero no aplica estas ciencias en provecho de sus
intereses: despreció el comercio de las yerbas
medicinales, desmembrando] su arle para cons-
tituir la herbolaristería, que se le ha erigida en
rival no poco temible; cerró su modesto labora-
torio á la abertura de los laboratorios de produc-
tos químico-farmacéuticos y de las fábricas de
productos químicos que tienen á la vez aplicación
á las artes y á la medicina , yendo en pos de una
falaz economía, y con tal conducta ensanchó ex-
traordinariamente el círculo de la droguería , la
que, á impulsos de las circunstancias, se le ha
erigido en una formidable enemiga. Horrible-
mente mutilado el arte con la muerte de la poli-
fármacia, el boticario, agobiado con la idea de
la simplificación médica y de la poca creencia
que el vulgo de día en día tiene en la medicina,
vese obligado, para hacer frente á sus necesida-
des, á luchar con los herbolarios y droguistas, y
con el intrusismo, que, bajo distintos y seductores
disfraces, merma incesantemente el negocio desu
botica, desde que la luz de la ciencia ha revela-
do los arcanos de la profesión de Galeno.
Triste es, en verdad, lasituackn del farmacéu-
tico moderno : ha consumido los preciosos años
de su juventud en el estudio de la ciencia, sin que
en la práctica de su profesión pueda tener el
placer de aplicarla, como le han enseñado sus
maestros. Puede titularse hombre científico, pero
no le es dable, por mas amor que profese a lo*
adelantos del saber, dedicarse, como sus mayo-
res, hombres de rutina, á experiencias que con-
tribuyan á la propagación de las luces, porque
las circunstancias le precisan á tener cerrado su
laboratorio, y porque el ejercicio de su profesión
apenas le da para atender á su subsistencia.
Qué anomalía ! El boticario empírico llevaba
la gloria de contribuir al desenvolvimiento de los
adelantos del saber humano , y se hacia rico coa
el producto de su carrera. El boticario científico
tiene el doble pesar de no poder consagrarse al
estudio práctico de la ciencia y de que el ejerci-
cio de su facultad no le proporcione lo necesario
para vivir modestamente. La ignorancia sostenía
al primero , la ilustración ha destruido al segundo.
La farmacia ha sido en todos tiempos , como lo
es al presento, un ramo de industria mercantil
4ÍÍ BOT
ejercido bajo la relación del médico. Cuando la
medicación era muy complicada, esto es en épo-
ca de la polifármacia , que el farmacéutico era
verdaderamente un industrial que confeccionaba
todos los medicamentos que vendía , y que el
médico estaba en relaciones continuas con el bo-
ticario , entonces el ejercicio de la farmacia era
sobremanera lucrativo. Hoy dia, que la medica-
ción es sencillísima, que el farmacéutico, con
raras excepciones , se limita no mas que á la
preparación de los medicamentos magistrales y
algunos de oficinales , y que el médico está lo me-
nos posible en relaciones con el boticario , por
efecto de los sistemas curativos y por otras razo-
nes agenas de este escrito , el ejercicio de la far-
macia es escasamente productivo.
El estado actual de cosas fuerza al boticario á
infringir la ley , que le manda preparar todos los
medicamentos que necesita para el surtido de su
oficina, pues , salvo raras excepciones, compra
las yerbas indígenas en las herbolaristerías , y se
surte en las droguerías y laboratorios de produc-
ios químico-farmacéuticos de las drogas exóticas,
de los productos químicos, preparados farmacéu-
ticos y medicamentos oficinales. Así es como el
farmacéutico , de industrial-mercantil que es , y
deberiaser, va trasformándose en simple merca-
der al ínfimo pormenor, si una nueva legislación
no le libra de la prohibición de vender sustancias
medicamentosas sin receta de médico.
La farmacia puede ser considerada simplemen-
te como un ramo de comercio no solo por efecto
de la compra de medicamentos de reposición, sí
que también porque cuando el farmacéutico se
establece puede comprar, ó comunmente compra,
el complexo de las sustancias medicamentosas
que necesita para el servicio del público, esto es
la botica. Antiguamente se preparaba una botica,
ó mejor se elaboraba la colección de sustancias
medicamentosas que el profesor debía tener á la
disposición del médico , lo que consumía mucho
tiempo y ocasionaba no poco trabajo. Al presen-
te se hallan venales boticas de todos precios en
los laboratorios de productos químico-farmacéu-
ticos, en donde por lo regular las compran los
jóvenes profesores que quieren establecerse, con
lo que se dispensan trabajo , consiguen economía
y ganan tiempo , porque en menos de cuarenta y
ocho horas están al frente de una oficina cargan-
do con la responsabilidad de medicamentos que
no han preparado. La botica es , por lo tanto,
una mercancía, que es lo que hemos sentado al
empezar este artículo. De ahí, doloroso es decir-
lo , personas ilustradas se atreven á considerar
el arte farmacéutico como un oficio mecánico y
osan aventurar que, para su ejercicio, podría pres-
cindirse hasta cierto punto de estudios previos.
La imprescindible necesidad que el farmacéu-
tico ha tenido de renunciar á la elaboración de
los productos químicos y déla generalidad de los
medicamentos oficinales , por la baratura á que
se los ha proporcionado el comercio , ha sido tan
funesta al arte como á los adelantos de la cien-
cia ; ha hecho perder al boticario parte de la con-
BOT
sideración que se merece por su saber y le ha obs
truido el camino que le conducía á la gloria pos-
tuma. Ha muerto la facultad.
ti lastimero cuadro sobre el ejercicio de la
farmacia, que acabamos de bosquejar, ha mereci-
do lijar la atención de hombres pensadores, quie-
nes , por desgracia , se han contentado no mas
con expresar melifluas lamentaciones. La ge-
neralidad de los boticarios , preocupados con el
natural deseo de la conservación , sin filosofar
sobre las causas de la decadencia material del
arte, han clamado por la observancia de las an-
tiguas leyes prohibitivas , que si pudieron servir
para elevar la profesión farmacéutica á ciencia,
han caído en desuetud al soplo de la ilustración
de la era presente; otros , no obstante , han opi-
nado por la urgente reforma déla legislación ac-
tual.
Pertenecemos á estos últimos ; pero nosotros
deseáramos una reforma radical y completa. He-
mos examinado detenidamente la cuestión , y, á
beneficio de nuestro pobre raciocinio , nos he-
mos convencido de que la legislación vigente es
insuficiente para sostener los intereses de la pro-
fesión de farmacia, digna por muchos respetos de
mejor suerte , en armonia con al mejor servicio
sanitario. Habiéndose dignado el Excmo. Sr.
Gobernador civil, D. Ventura Diaz, consultarnos
para que , en unión con el distinguido letrado y
publicista D. Francisco Caries, emitiéramos tas
ideas ó datos especiales que tuviéramos sobre la
materia, hemos extendido y vamos á presentar
al Gobierno una memoria en la que demos-
tramos la necesidad de reformar toda la legis-
lación farmacéutica, probando que la nueva
ley debería estar principalmente basada en ele-
var la droguería á profesión científica y en la abo-
lición de las restricciones, absurdas é innecesa-
rias , que encadenan el ejercicio de la farmacia,
esto es que el boticario pudiese despachar cuan-
to se le pida sin receta de médico; en una pala-
bra, que fuese considerado como facultativo
cuando estuviese en relaciones con éste, pero
que no se le impidiese ejercer libremente la dro-
guería y otros ramos de industria química, que»
forman partes integrantes de sus estudios como
de su carrera. Así se conseguiría la corrección
de abusos respecto á la venta de sustancias me-
dicamentosas por personas imperitas, se estable-
cerían de una vez los límites de la profesión de
droguista, y se daria nueva vida al ejercicio de
la farmacia. Entonces los farmacéuticos se apre-
surarían á abrir sus laboratorios, y, haciendo
aplicación de las lecciones de sus maestros , po-
drían atender á su subsistencia, y á imitación de
los antiguos boticarios consagrar sus ratos de
ocio al estudio de las ciencias naturales.
Quizás se nos acusará de haber sido sobrado
difusos al hablar de la botica, pero no de otro
modo nos hubiera sido posible trazar el verdade-
ro cuadro de la industria farmacéutica, que
merece toda consideración de parte del Gobier-
no, ya por los derechos que las leyes conceden
y deben cenceder á los individuos que la profe-
BOT
san , ya porque su ejercicio está intimamente li-
gado con los intereses de la salud pública.
BOTIQUÍN. Botica portátil ó cajón que
contiene cierto número de medicamentos y útiles
ó instrumentos, para atender á la curación de las
dolencias, cuando se va de camino ó se vive en
lugares donde no haya farmacéutico.
Las cajas de botiquines se hacen de nogal, cao-
ba, limonero , ébano, y de madera común; sus
formas varían según el capricho del que las dispo-
ne construir, pero siempre debe procurarse que
sean sólidas, que embaracen lo menos posible, y
que los botes no traqueen en sus puestos.
Respecto al número y á la especie de medica-
mentos que ha de contener un botiquín, varian
según los casos y las necesidades de las perso-
nas para quienes se destina.
Hay circunstancias en que los particulares tic
nen una necesidad imprescindible de medicarse á
sí mismos, como sucede con los habitantes del
campo que viven lejos de médico y de botica , y
los marinos en sus viajes. Por lo tanto, convendría
que el Gobierno fijase la atención sobre este pun-
to, disponiendo hacer un modelo de botiquines de
aldea, que, con una instrucción , debidamente
redactada, pudiese servir á los curas párrocos
para acudir á los casos perentorios en ausencia
de médico y de boticario. Asimismo seria urgen-
tísimo que diera modelos de botiquines de naves,
con la oportuna instrucción , arreglados según la
tripulación y la travesía que aquellas deberían
correr, para evitar los errores de trascendencia á
quedan origen los botiquines compuestos a libre
alvedno de los capitanes de buques ó á merced
del boticario.
Somos de parecer que para evitar los perjui-
cios subsiguientes al mal arreglo de los boti-
quines de naves, además de las prevenciones
que hemos indicado , deberían ser visitados por
el subdelegado de farmacia del distrito , antes de
que el farmacéutico que los hubiese compuesto
los entregase al interesado , á fin de justificar si
están arreglados alo prevenido por la ley. Asi se
evitarían los muchos errores que con frecuencia
se observan en contra de la salud y la vida de
los infelices que tienen la desgracia de enfermar
en alta mar.
B010\. Pequeña pieza de diversas mate-
rias , ordinariamente redonda y plana, á veces
combada ó en forma de bola, que sirve para reu-
nir dos parles separadas de los vestidos , ó para
ajustar dos la una sobre la otra por medio de los
ojales.
Se hacen bolones de varios tamaños, hechu-
ras y materias, que varian según la moda, ó la
comodidad, eontandose un número infinito de es-
pecies diferentes por el género y el trabajo: boto-
nes de azabache, de acero, de asta, de ballena,
de carey, de cartón, de estaño, de hierro, de hi-
lo tejido , y á la red , de hueso, de lasling, de
marfil, de madera; botones de metal, lisos y cin-
celados, para el civil y para la tropa; botones
de nácar , de pasta , de papel barnizado , de pe-
zuña ; botones de seda á la máquina, y ala aguja;
BOT 443
bolones de vidrio, etc. También se hacen bolones
de oro y de plata , y de piedras preciosas , como
diamantes, ágalas, etc. Igualmente se hacen bo-
tones cuyos moldes ó hormillas de madera están
cubiertas de paño ú olro tejido cualquiera hecho
al telar.
Botones de azabache. Esta clase de bolones
está muy poco en uso al presente , por haber si-
do sustituida con los botones de vidrio y de pas-
ta imitados á los de azabache, prefiriéndose, aun-
que se hagan con los mismos tallados, los de
pasta á los de vidrio, que se rompen fácilmente.
Los pocos bolones de azabache verdadero que se
consumen son fabricados en Alemania.
Los Botones de acero los recibimos de Birmín-
gham , en Inglaterra ; los hay de diferentes espe-
cies, pero entre nosotros no tienen mucho uso,
excepto una calidad deforma puntiaguda, que
sirve algún tanto para chalecos en Aragón y en
el Campo de Tarragona.
Botones de asta. La fabricación de esta clase
de botones fué introducida en España, en 1842,
por D. José Oriol Segur.. Dichos botones llevan
también el nombre de Botones de pasta y Botones
de pezuña , pero en verdad son construidos todos
de pezuña, ó de asta, habiéndoseles denominado
de pasta, únicamente por ocultar que eran hechos
de pezuña. La fabricación de este artículo en
Barcelona y Zaragoza ha ido sucesivamente en
aumento , pudiéndose hoy día atender á las ne-
cesidades del país, á precios mas ventajosos aun
que comprándolo en París, porque tenemos su-
liciente cantidad de primeras materias con el ga-
nado que se mala. Sin embargo, algunas veces
ha habido escasez , en razón de que siendo per-
mitida la libre extracción de ellas , no han falta-
do especuladores que las han comprado para los
mercados extranjeros. Ignoramos el motivo por-
que en el Real decreto de 10 de setiembre del
corriente año, se ha puesto á la partida j2t)3 los
botones de pasta y de ballena, y á partida nueva
los de pasta, siendo así que todos corresponden á
la partida de los de pasta.
Los Botones de ballena son de escaso consumo
y muy raros , y los pocos que se reciben proce-
den de Birmingham en Inglaterra. Vulgarmente
se les llama Botones de pasta.
Los Botones de carey son igualmentemuy raros;
sin embargo en Paris se fabrican algunos en cla-
se de gemelos para camisas, pecheras , etc.
Los Botones de cartón y de papel barnizado se
fabrican en Inglaterra y en París, pero solo se
emplean por capricho en paletos, y generalmente
son pintados á la escocesa.
Botones de estaño. Los Sres. (¡rassi. ürtelli, y
otros los fabrican en abundancia en Barcelona,
vendiendo generalmente los llamados Cabeza de
Turco con cadenita, para chaleco de payeses.
Botones de hierro. Son de un extraordinario
consumo ; fabrícanseen Barcelona en los talleres
del Sr. Barrau éhijo, y Sr. Aribaud é hijo, á
precios que establecen "la competencia con los
que nos llegan de Lion y de Paris, y de Ingla-
terra.
414 BOT.
Botones de ¡meso Su fabricación fué introduci-
fia en España también por el Sr. Segur, en la mis-
ma época que importó la <!e los de pasta , habien-
do mejorado de tal modo los procedimientos que
en el día los productos de nuestras fábricas son
casi inmejorables. En el Rea! decreto que hemos
citado se dice que merecen ser modificados los de-
rechos en los botones de pasta, ballena, asta, y
hormillas, y bolones de hueso, por no elaborarse
en España en cantidades correspondientes al con-
sumo, y sobreesté ca tremo no vacilamos en afir-
mar que se lu padecido equivocación.
Los Botonrs delasti ic/ se fabrican en Barcelo-
na en los mismos talleres en que se elaboran los
botones de hierro.
Los Bolones de marfil son un objeto de fanta-
sía, y de reducid!) uso ; se fabrican en Paris.
Botones de. madera y Hormillas. Fabrícanse en
Mataró y Barcelona desde muchos años á esta
parte.
Botones de metal, lisos y cincelados. La mayor
parte de esta clase de bolones, dorados y sin do-
rar, que se consumen en España proceden de
Inglaterra y de Erancia, en particular los de fan-
tasía, si bien se fabrican algunas cantidades,
aunque no de mucha importancia, en Barcelona
en los talleres del Sr. Barrau y del Sr. Aribaud y
en diferentes otras fábricas de artículos mili-
tares.
Los Botones de nácar se fabrican en Inglaterra,
en Alemania y en Francia, de donde los recibimos.
La fábrica de este articulo que se estableció en
Manrcsa, hace cuatro años, tuvo que cerrarse á
consecuencia , se dice , de carecer de materias
en bruto á precio ventajoso.
Los Botones de porcelana se reciben igualmen-
te del extranjero , pero también se fabrican en
gran cantidad en la fábrica establecida en Má-
laga hace tres años.
Botones de seda. Se dividen en dos clases, se-
gún si están hechos á la aguja, ó á la máquina, y
ofreciendo. en ambos casos muchísimas varieda-
des respecto á su forma , tamaño y dibujo.
Los botones de seda á la aguja son la primitiva
clase que se habia usado siempre hasta el año
182o, que en Inglaterra se inventó hacerlos con
máquina , cuyo sistema han ido adoptando des-
pués los fabricantes de otras naciones entre las
cuales figura la España, lo que debemos á los
Sres. D.Juan Barrau é hijo, quienes en 184) impor-
taron este ramo de industria En la actualidad
existen en Barcelona la antigua fábrica de los
Sres. Barrau, que elabora este artículo en gran
cantidad, como igualmeate botones de seda ala
aguja, varias calidades de botones de metal do-
rados y sin dorar, da hoja de lata para panta-
lones, etc. , y la fábrica de los Sres. Aribaud é
hijo , cuyo establecimiento data de después de la
apertura de la fábrica de D. Vicente Porcár en
Valencia.
Los bolones de seda á la aguja constan de una
hormilla do madera cubierta de un tejido de seda
sobre el que se ejecutan de torzal varios dibujos
¿modo de bordado, obteniendo asi infinitas va-
BOT
riedades para satisfacer el capricho y el gusto de
los consumidores.
Los botones de seda hechos á la máquina cons-
tan de una hormilla de plancha de hierro , enci-
ma de la que se coloca un pedacilo de tejido de
seda fabricado al intento, que queda fijado allí
por medio de la máquina al momento de unir Ja
primera hormilla con otra que lleva el asa, y
está charolada, y que forma el revés del botón.
Botones de vidrio. Nos vienen de Alemania y
de Paris, sustituyen á los de azabache, como
hemos indicado , y su consumo es ¡asíante regu-
lar , porque son muy baratos , pero tienen el de-
fecto de romperse con muchísima facilidad.
En general, los botones se venden por gruesas;
también por docenas, y á veces por guarnicio-
nes , que cada una se compone de 18 botones
grandes y 6 de pequeños.
Según la Balanza de la I. Junla de Comercio,
en 1849, la importación y exportación de boto-
nes en Barcelona fué :
Importación.
CANTIDAD.
VALOll.
.s
p
Botone
s de hueso ..
de seda.
98 doc...
432 »....
24 rs. 17 mrs.
864 »
o
«B
es
V
*3
a
• »
de azabache
de cuero
de metal do-
rado ...
de nácar....
de vidrio. ..
972 » ...
50 » ...
192 «...
243 «...
2.124 » ..
972
50
96
4.860
3.186
4.111 doc. 10.052 rs 17 mrs.
Exportación.
BOtOIK
j
s de hueso. ..
de metal....
de nácar....
de pasta ...
de seda... .
de •vidrio. ..
129. C08 doc.
272.702 » .
24 » .
178.278 » .
114.713 » .
138 »
32.402 rs.Yn.
136.351 »
12 »
356 536 »
229.426 »
207 »
> 2 1
de seda....
162 »
324 »
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2.442 »
360 >-
144 »
-í
101.781 doc
. 758. 464 rs.Yn.
BWI'Rf A, Botria. Género de plantas de
la familia de las viníferas, y déla pentandria
monoginia, y que se conjetura que es quizás con-
género del Ciso [Cissus, L.). La Botria de Áfri-
ca. [Botria africana, Lour.), la única especie do
este género, habita en la costa oriental del Afrie
ca; produce bayas negras, dulces , tal vez bue-
nas para comer, parecidas á la uva; el coeimient-
de la raíz es estimado como resolutivo, diurético,
eficaz contra la pleuresía y otras inflamaciones,
BÚA
etc. Los Portugueses de este país la llaman Pa-
rtirá, que quiere decir vid silvestre, en su idio-
ma ; pero ninguna semejanza liene con la verda-
dera Pmreira de las boticas.
BOTKIIíOjBotryllus. Género de ascídios
compuestos establecido por Gcertner, y del que
se citan al presente quince especies. Según La-
marek, son animales agregados, prendidos á la
superficie de una costra delgada, gelatinosa,
trasparente, que presentan muchos sistemas or-
biculados, estrellados, esparcidos , y están dis-
puestos en cada sistema en radios al rededor de
una abertura central un poco elevada. Individuos
aovados, adelgazados interiormente , mas grue-
sos y redondos en su extremo, y perforados por
encima hacia cada una de sus extremidades. No-
ca cerca de la circunferencia del sistema , con
ocho tentáculos, los cualro mas grandes que los
restantes; cono inmediato al centro ; las vejigas
gemmiferas laterales.
El BüTRlLO ESTRELLADO ( DolnjlluS StcllcitllS,
Pall.), común en el Mediterráneo, es el Racimo
marino , la Uva de mar de los antiguos. Plinio y
otros han pretendido que bastaba beber su ma-
céralo vinoso para aborrecer el vino , y Végéce
ha recomendado este animal en fumigaciones con-
tra el tifo de los caballos.
BOUH.A , Bouka-keli. Nombres de
una orquídea de Malabar, que Lamarck ereeque
es el Epidp.ndro estéril (Epidcndrum sterile,
Lam.), nombro bajo el cual muchas plantas pa-
rece están confundidas. Rédio dice que posee
las propiedades del Theka maravara, de la que
no es sino una variedad , y que su cocimiento en
baños ó en lociones cura "el catarro, etc. Redu-
cida á polvo, mezclada con sal , destruye las hi-
dátidas. El polvo del fruto, con miel y'aceite de
coco, aplicado sobre el bajo vientre, provoca la
orina, ele, etc.
BOJEA. Los Turcos llaman así á una bebida
que ellos preparan con mijo, y que es refrescan-
te y nutritiva.
br.
BRAB. Nombre portugués de un palmero sil-
vestre de la isla de Rombay en las Indias orien-
tales, que produce un fruto insipido , del grueso
de una pera común. Haciendo incisiones en la
copa del árbol, fluye de él un licor llamado
Toddi , del que se hace un arac mejor que el del
coco. Las aves llamadas Toddi hacen sus nidos
en este árbol , que estiman mucho.
ltIIA4¿i i:itO. Especie de lámina ó tira de
acero elástica encorvada en forma de arco, guar-
necida en su extremidad de una ó dos almohadi-
llas, y que s( ata alrededor de los riñones para
sostener las hernias ó quebraduras.
Se hacen bragueros de diferentes materias
Hay bragueros simples de ante , comunes, linos,
imperceptibles, y de noche; bragueros de aria
(con tornillos); bragueros de goma elástica; hra-
gueros ingleses, con almohodiílas movibles, co-
munes y linos; bragueros de muelles, de Rural,
comunes y finos; bragueros de lienzo. De las
mismas materias hav bragueros borles de un so-
imv. ii:¡
lo brazo, y de dos brazos, y también lragi tros
dnbilicai.es.
Los bragueros varían de forma según sea la
especie de quebradura, sufriendo notables é in-
dispensables modificaciones según se desunen
para hombre, muger, ó niño. Sobre todo ha dé
procurarse que la lámina de acero sea proporcio-
nada á la robustez del enfermo, teniendo presen-
te su edad, su temperamento , etc. , y que la al-
mohadilla esté debidamente llena.
Nos atrevemos á decir que es dificilísimo po-
der conseguir bragueros apropiados á las circuns-
tancias de los enfermos escogiéndolos de las pa-
cotillas que de este articulo nos llegan de Fran-
cia. Con este motivo aconsejamos á las personas
afectas de quebradura á que se hagan construir
la especie de braguero que necesiten por fabri-
cantes inteligentes de! pais.
BKAOlJlTAíO , fírnehinus. Género de in-
sectos coleópteros, de la sección de los pentáme-
ros, familia de los carniceros, establecido por
Weber, que, según Dejean, contiene 8o especies,
difundidas en toda la superficie del globo, y que
se encuentran comunmente debajo las piedras.
Estos insectos tienen la singular propiedad de
arrojar por el ano, cuando se creen en peligro,
un vapor blanquecino ó amarillento, con detona-
ción , que deja percibir un olor fuerte y penetran-
te , análogo al del ácido nítrico. De experiencias
ciertas , resulla que ese vapor es en electo muv
cáustico , que enrojece el color azul de tornasol",
y que produce en la piel la sensación de una que-
madura , pasando prontamente las manchas rojas
que en ella se forman al moreno, y duran mu-
chos dias , por mas que se laven. También se ha
observado que, después de diez ó doce eyecula-
ciones sucesivas con detonación, agoladas yalas
fuerzas del insecto, solo sale de su ano un liquido
amarillo , á veces moreno, que se cuaja al instan-
te en forma de una ligera costra.
Las especies mas notables por esta propiedad
son el Braquino nos veces manchado [Iirachi-
nus bimacululus , Lam.) , que existe en las Indias
orientales, causando á veces llagas dedificil cu-
ración; el Braquino fulminante (Hrachinus ful-
minan* , Lalr.) ; el Braquino humeante [hrachi-
nus fumans, Lalr.); el Rr aquí no pistola [lira-
cliinus schopila, Weher); el Braquino ruidoso
Hrachinus crepitan* , 'Weher), y el Braquino ti-
ROTEAnoa [Hrachinus displodcn's) , común en Es-
paña y en Portugal.
Bit AO/UIIíO.Braciiyris. Género de plan-
tas establecido por el Sr. Nultal, que pertenece
á la familia de las compuestas , tribu de las aste-
réas, formado de vegetales vivaces, indígenos de
los Estados Unidos de América. El Hrachyris cu~
tamicce, Nult [Solidage sarothece, Pursh.j , de un
olor fuerle, y poco agradable, es empleado como
diurético por los habitantes de la América sep-
tentrional , en donde crece.
Bit AYE KA, Bravera. Género de plantas
vecino de la familia de las rosáceas y de la tri-
bu délas espireas, formado por Kunt'h sobre un
vegetal todavía poco conocido, preconizado como
416 BRE
soberanamente anliclmínlico y en particular útil
para destruir la tenia.
Brayera antielmíntlca , Cuso de
Abisinia (Bayera anthelmintica, Kunlh.j. Es-
te árbol fué descrito por Bruce bajo el nombre de
Bankesia abyssinica , y por Lamarch bajo el de
Eugenia abyssinica , peí o como sus caracteres
no fueron expuestos de una manera bastante pre-
cisa., el Sr. Kunlh creyó , en 1824, cuando exa-
minó algunas llores decuso traidas de Constanti-
nopla por el doctor Brayer , bajo el nombre de
Cabotz y de Cotz, que tenia delante sus ojos un
vegetal nuevo , y le dio el nombre de este médi-
co alemán que se lo hizo conocer.
Este árbol, que crece en Abisinia, se eleva á
24 varas ; la madera es muy floja y el tronco
sostiene una hermosa copa dé ramos inclinados,
cuyos extremos son vellosos y están señalados
con cicatrices anulares aproximadas, formadas
por la base de los pecíolos. Las hojas son anchas
imparipinnadas, recogidas hacia la extremidad de
los ramos y sostenidas por un pecíolo dilatado en
forma de vaina ; están compuestas de 5 á 7 pa-
res de hojuelas sésiles, lanceoladas agudas,
dentadas en forma de sierra, largas de 18 pul-
gadas, entremezcladas con otras hojuelas muy
pequeñas y casi redondas. Las flores son muy
pequeñas y forman panículas muy anchas , casi
semejantes por el aspecto á la las de la ulmaria,
y en su base tienen dos brácteas que ocultan el
tubo del cáliz. Este es curbinado , muy velloso
y termina por un limbo de cinco divisiones sepa-
radas como los radios de una estrella, oblongas,
obtusas, lampiñas , y venosas reticuladas. El
tubooel cáliz está estrechado por un anillo mem-
branoso, que lleva una corola de cinco pétalos,
alternos con las divisiones del cáliz y de forma
espatulada. El Sr. Kunth considera esta corola
como un cáliz de segundo orden y admite otra
corola inserta del mismo modo en él anillo mem-
branoso, de cinco pétalos, de color pardo oscuro
y lineares , que elSr. Guibourt diceno ha perci-
bido y que quizás no son mas que estambres tras-
íormados. Los estambres , en número de veinte,
están insertos como los pétalos. Hay dos ovarios
uniculares , libres en el fondo del cáliz , que re-
matan con un estilo terminal. El fruto no ha sido
descrito.
Las carahanas de la Abisinia traen á Egipto,
de donde se hace pasar á Constantinopla , la
droga, conocida bajo el nombre de Cuso [Kousso]
compuesla de flores, semillas; etc., de este ár-
bol, y cuyo uso en la tenia ha producido exce-
lentes resultados, á la dosis 4 á 5 dracmas en in-
fuso en 12 onzas de agua, que se administra en
2 tomas, á una horade intervalo , para expulsar
el gusano. El olor y el sabor de este remedio
causan aveces náuseas, cólicos, etc , durante
los cuales el gusano es expelido en medio de nu-
merosas cámaras.
BREZO, Erica. Género de plantas que da
su nombre á una familia natural, las Ericáceus,
de la octandria monoginia de Linneo. Hablar de
los brezos es hablar de lo que el reino vegetal
BRE
nos ofrece de mas lindo , de mas delicado y de
mas elegante; excepto el olor, que parece "ha-
bérsele enteramente negado , la naturaleza se ha
manifestado muy pródiga con respecto á ellos.
Nada mas bello que una pradera plantada de es-
tos elegantes vegetales : su aire es gracioso en
los individuos en miniatura qus apenas llegan á
cinco pulgadas de alto, lo mismo que en los que
se elevan á 24 pies: los unos ostentan copas re-
dondeadas, los otros forman densos tapices de
muchas millas de exlencion ; y mientras que és-
tos ofrecen un zarzal abierto de tallos doblados
en diversos sentidos y enteramente pintorescos ó
a lectan extenderse á modo de pirámides de la
m añera mas variada, aquellos se oprimen for-
mando haces, ú ostentan sus ramos verticilados
en diferentes cuerpos. Todos son notables por su
verdor persistente , que con las estaciones sigue
varios grados de intensidad, por su vegetación
continua , por el número , gallardía , singulari-
dad, disposición y color de sus flores, que ya son
de un verde herbáceo, de color blanco, violado
ó de lila, ya amarillas, de color de aurora, ro-
jo, amapola ó escarlata, á cuyo último no lle-
gan hasta después de haber pasado por todas las
tintas.
Las hojas de los brezos son verticiladas, y
mas raras veces alternas ó esparcidas, lo mas co-
munmente lineares , en forma de alfiler , de bor-
des enteramente rollados hacia abajo, coheren-
tes, cubriendo del todo la cara inferior , ó dejan-
do á veces su medio aparente, ó rarísimas veces
del todo planas. Las llores son esféricas, de fi-
gura de cascabel, de campana ó de clava, va-
riando en tamaño desde el grueso de una cabeza
de alfiler hasta el de un guisante ; á veces emu-
lan un carcús,una botel lita ó una trompeta, ó
se prolongan en tubos cilindricos de ocho hasta
veinte y seis líneas de largo; descógense cuando
aun es tierna la planta , duran un mes, sucedién-
dose unas á otras en el mismo ramo , y habiendo
brezos que echan flor dos veces. Las brácteas es-
tán colocadas en cada pedunculillo en número de
tres; las dos opuestas, y la tercera colocada
debajo de ellas, y falta rarisimas veces. Ningu-
na planta presenta quizás á tan alto grado dife-
rencias en las formas florales como los brezos:
así es que algunos botánicos se han ocupado en
repartir las especies en numerosos géneros dis-
tintos , sin que caracteres verdaderamente dis-
tintos autoricen para la generalidad estas sepa-
raciones.
Conócense hoy dia, tanto eu los jardines co-
mo en los herbarios , cerca de 600 especies del
género brezr , mas ó menos bien determinadas, y
un grandísimo número de variedades. Unas 2o
especies son indígenas de Europa, 3 ó 4 perte-
necen al Asia, y todas las demás nacen en Áfri-
ca, principalmente on Etiopia, en las playas are-
nosas del cabo de Bueña-Esperanza , en las Mon-
tañas de las islas de Madagascar , Mascareñas,
Mauricio, y Sequeiles, siendo también particular-
mente conocidas en el continente Americano.
Los brezos viven mucho menos tiempt» en el
BRE
estado do naturaleza (jue la mayor parle de los
demás \ oficiales leñosos. Se encuentran en los
terrenos de cuarzo que contienen una mayor
cantidad de óxido de hierro ; en ellos lijan una
humedad estancada , necesaria para su prospe-
ridad , y sin la cual sus raices, de una consis-
tencia enjuta , frágil , y de raicillas muy deli-
cadas, se desecarían instantáneamente al con-
tacto del aire , por ser muy delgada la epider-
mis que las cubre. Los brezos en general se
complacen poco en compañía de otros \egetales:
se ha explicado esta especie de antipatía , casi
siempre para ellos seguida de la muerte ó a lo
menos de la languidez, por el gran consumo
de gases aéreos que operan las anchas hojas
de aquellos , mientras que es necesariamente
nula para los brezos, cuvas hojas son tan estre-
chas.
Los brezos son plantas universalmenle busca-
das para adorno de los jardines , sobre todo en
Inglaterra. Los mas interesantes entre los indi-
genos y que se cultivan en Europa, además del
«rezo vulgar, son : el Brezo alveolado (Erica
gélida, L.) , Brezo arbóreo (Erica arbórea, L.),
Brezo ceniciento (Erica cinérea. L.) , Brezo co-
mo Abeto (Erica Abietina , L.), Brezo elec. \nte
(Erica formosa ,L.) , Brezo de escobas (Erica
scoparia, L.), Brezo >¡ amelonado (Erica mammo-
sa, L.) , etc. , que sirven de combustible y para
otros usos domésticos.
Brezo vulgar (Erica vulqaris, L.). Pe-
queño arbusto indígeno , muy común , que se en-
cuentra por todas parles en los bosques estériles
y áridos , que arroja muchos tallos que llegan á
¡a altura de pié y medio, duros, leñosos, de
color oscuro , guarnecidos de pequeñas hojas
siempre verdes semejantes á las del romero; su
flores de color blanco amarillento, rosado ó lila
muy pálido, y tiene una variedad de flores do-
bles sumamente hermosas ; del fondo de su flor
se eleva un pistilo que pasa á ser un fruto casi
oval , que se divide en cuatro celdillas que en-
cierran semillas muy pequeñas ; su raíz es leño-
sa y esparcida.
Él Sr. Salisbury sacó esta especie del género
Erica para constituir otro género Calluna , y
muchos modernos, entre ellos De Candolle , le
han seguido, llamando al Brezo común ó vulgar
Calluna vulgai is.
El brezo vulgar se emplea como combustible,
para hacer escobas y para otros usos económicos;
los curtidores mezclan su corteza con la de la enci-
na para preparar las pieles; las cabras y los car-
neros lo comen con gusto cuando es tierno, y las
abejas chupan con provecho sus flores , para pro-
porcionarnos abundancia de miel. En medicina el
brezo vulgar ha gozado nosolo de reputación co-
mo un buen litontríptico , si que también para
curar los cólicos y aumentar la leche de las no-
drizas ; Rondelet se servia de un aceite prepara
do por infusión con las flores de brezo , conlra
las herpes de la cara; Tabern amen taño asegu-
raba que estas flores en fomento' calmaban la go-
ta, v Boeder ofrece la conserva de la* mismas
53
HRI 417
como otilen la cuartana, y Tourncforl aconse-
ja en la gota un baño de vapor con el brezo.
Bitll>t:i>IA. 1ir.niF.LiA. tiénero de plan-
tas de la familia de las euforbiáceas, y de la mn-
nodelíia pentaudria de Linneo, compuesto de
especies originarias de la India y de la América
tropical, árboles ó arbustos á veces enredaderos,
de hojas alternas , enteras, acompañadas de esti-
pulas; de flores reunidas en las axilas, algunas
veces dispuestas en espiga , y que contienen ya
flores todas del mismo sexo, ya masculinas en-
trelazadas con femeninas. La" especie Bridelia
espinosa (Bridela spinosa, Roxburg) es un ve-
getal de la India estimado como un buen astrin-
gente; mátalos gusanos de los animales que co-
men sus hojas.
HK1 MIOMA , Brindonia. Género de
plantas de la familia de las gutíleras, y de la de-
candria monoginia , muy vecino del género Gar-
cinia.
Ifi'iitdoiiin cele Mea (Prindonia celebi-
ca, Dupet. — Th.; Garcinia celebica, L.). La ma-
dera de este vegetal arborescente de la India,
loma , después de haber sido metida en el arroz,
la dureza y la trasparencia del cuerno.
Brindonia de la Cochinehina
(Brindonia cochinchinensis , Dupet. — Th.; Oxy-
carpns cochinchinensis , Lour.). Las hojas de este
vegetal son acidas y empleadas como astringen-
tes cuando jóvenes", pues mas viejas son amar-
gas; sus bayas son de un rojo amarillento,
agrias , menos buenas para comer cuando ma-
duras.
Brindonia de la India (lirindonia in-
dica,Dupet. — Th.). Árbol de mediana talla, de
un hermoso aspecto, de la forma del clavero; de
ramos opuestos; hojas ovales, de un verde subido
luciente, matizadas de rosa, cuando son jóvenes;
sus flores son terminales, poco apárenles, y
reemplazadas por una ba\ a esférica , del grueso
y de la forma de una pequeña manzana, de un
fojo oscuro, que contiene cinco ó seis semillas;
apretadas. El fruto está lleno de un zumo rojo y
ácido , lo que se opone á comerlo crudo; pero
es muy estimado en la India, en donde con él
se hacen jaleas y jarabes. La corteza de este fruto
sirve á veces para hacer vinagre, y el fruto mis-
mo es usado tintura.
El árbol da , de todas sus partes , un zumo
amarillenlo , usado contra las afecciones febriles,
análogo á la goma-guta.
BKl\(¿AKA!ül. Nombre brama de una
planta de Malabar, de sabor ligeramente acre y
amargo. Su zumo , cocido con orín de hierro y
orina de vaca , se da en la hidropesía , y solo, se
emplea frotando la cabeza para hacer crecer los
cabellos. Las hojas de este vegetal, cocidas en
aceitede palmero, aplicadas á la cabeza, calman
la jaqueca.
ltitlOMA . Retoma. Género de la familia
de las cucurbitáceas , tribu de las cucurbitáceas
brioniéas, y de ladioecia gínandria de Linneo,
que comprende un gran número de especies es-
parcidas en todas las partes templadas y calion-
tomo i.
Í18 lili I
los del globo , una treintena de ellas cultivadas
en los jardines de Europa.
Las brionias son plantas herbáceas , anuas ó
perennes, pelosas ó escabrosas, enredaderas, de
rizoma tuberoso; de hojas alternas, pecioladas,
en íigura de corazón, y angulosas; de llores axi-
lares, en racimos ó hacecillos; el fruto es una
baya globulosa, que encierra de tres á seis
semillas.
Brionia de África [Bryonia africana,
Tlumb.). Es vomitiva y purgante. En el Cabo los
colonos la emplean en infuso vinoso.
Brionia blanca, Nueza, Nueza
blanca, Tuca [Bryonia alba, L.; Bryonia
dioica, W.). Planta indígena muy común en los
setos, á orillas délos bosques ó en parajes in-
cultos. Arroja tallos herbáceos, delgados, ramo-
sos , tiernos , vellosos , que crecen mucho en po-
cos dias, provistos de zarcillos por medio de los
cuales se asen á las plantas contiguas; sus hojas
son palmeadas, semejantes á las de vid, pero
mas pequeñas, vellosas, esporas y blanquecinas;
las flores se presentan en racimos monoicos ó
dioicos (lo que prueba que la Brionia blanca y la
Brionia dioica son una misma planta) ; las flo-
res masculinas están sostenidas en pedúnculos
muy largos ; cada ílor está compuesta de un cá-
liz de 5 dientes agudos , de una corola de 5 di-
visiones y de 5 estambres, cuatro reunidos dos
á dos por los filamentos y las anteras , y el quin-
to libre ; los frutos son bayas colocadas en for-
ma de uvas , del grueso de las de enebro , ver-
des al principio y rojas en su madurez, que con-
tienen un zumo amarillento de sabor desagrada-
ble , y cuatro ó seis semillas ovales y puntiagudas.
La raíz de brionia es gruesa como el brazo
ó el muslo , y algunas veces ha sido tomada por
la del nabo , en razón de su forma fusiforme , lo
que la ha hecho llamar Nabo del diablo , equivo-
cación que puede causar graves accidentes. Es
carnosa, sucolenta, ramosa, de un blanco ama-
rillento , señalada al exterior con círculos, acre,
amarga y desagradable al gusto, de olor nauseo-
so que desaparece por la desecación.
Esta raíz se coge en otoño; en la primavera está
llena de un zumo blanco, amargo y drástico , lo
que tiene lugar en todas las raíces vivaces de las
plantas de esta familia , mientras las anuas son
insípidas.
La raíz de brionia seca es blanca, cortada á ta-
jadas de un gran diámetro , que ofrecen estrías
concéntricas muy marcadas, de sabor amargo
aere , \ hasta un "poco cáustico, y de olor desa-
gradable.
Según el Sr. Dulong, el análisis químico de-
muestra que la raíz de brionia , única parle de
la planta usada en medicina, contiene: i.° una
materia amarga soluble en el alcohol y en-
el agua (brionma) , á la cual, quizás equivoca-
damente, se ha atribuido su propiedad drás-
tica (V. Brionina) ; — %.° una gran cantidad de
almidón , que puede extraerse de ella, ras-
pando la planta y desleyendo en el agua la papi-
lla que resulla, de la que se separa, por medio
BRI
del tamiz y de lociones sucesivas , la fécula , que
entonces es pura , insípida y propia para la ali-
mentación, y de la que se hacia antiguamente al-
gún uso en medicina, pero que solo tiene las pro-
piedades de las otras féculas; — 3.° una corta can-
tidad de aceite concreto, de color verde; — í.°
un poco de resina; — 5.° albúmina vegetal; — 6.°
goma; — 7.° una cantidad notable de sub-malato
de cal; — 8.° una corta cantidad de carbonato de
cal: — 9.° un malato ácido. Sus cenizas contienen,
además, sales de base de cal y de potasa. Los
Sres. Vauquelin, Brandes, y Fernheber han ob-
servado en ella azúcar y una sustancia animal.
De este análisis resulta que dos sustancias prin-
cipales son las que componen sobre todo la brio-
nia : la fécula amilácea, parecida á todas las
demás féculas, cuando es pura, y la brionina; y
por esto ha sido comparada, con razón, á la
yuca y al aro.
Según experimentos del Sr. Orüla, resulta que
4 dracmas de esta raíz en polvo han hecho pe-
recer á un perrito en veinte y cuatro horas ; que
3 dracmas en infuso han muerto á otro en el mis-
mo tiempo á corta diferencia. En estos casos, se
encuentran señales de inflamación en el canal in-
testinal. El Sr. Dulong, d' Astafort, pretende que
el cocimiento de agallas es útil para neutralizar
los efectos venenosos de la brionia; pero con-
viene siempre administrar vomitivos, si se llega
á tiempo, para remediar un envenenamiento por
esta raíz.
Los lugareños ahuecan á veces la punta de
esta raíz en la primavera , y se purgan con el
zumo que se reúne en ella, á la dosis de una cu-
charada, siendo este zumo á lo que llaman Agua
de brionia. A pesar de esto, los renuevos de la
brionia no participan de las calidades deletéreas
de la raíz, y Darwin dice que los ha encontrado
tan buenos como espárragos, lo que por otra
parte tiene lugar en la mayor parte de las plantas
enredaderas; Galeno habia ya indicado la calidad
alimenticia de la brionia. La raíz misma, conve-
nientemente preparada, ha sido á veces usada
como alimento. El tallo y las hojas son inusita-
das ; las bayas son purgantes, y á veces también
los tintoreros las emplean.
La raíz de brionia es drástica, diurética, an-
tielmíntica y emenagoga ; empleada exterior-
mente, es rubefaciente y resolutiva. Se usa en la
hidropesía , el asma , ía manía y los reumatis-
mos gotosos. Seca y en polvo, se da desde un
escrúpulo hasta una dracma; fresca, es tan ac-
tiva que se. puede formar de ella un epispástico,
contundiéndola y aplicándola sobre la piel. El
zumo reciente puede darse á la dosis de tres
dracmas en caldo. La fécula, que de ella se ex-
tra, debidamente preparada, es un buen alimen-
to, y también puede servir para blanquear el
lienzo.
Se dice que en Alemania los artistas cultivan
la brionia en tiestos , de los que la sacan cuando
la raíz ha llegado á cierto grosor volviendo á
meter en tierra solamente los brotes y las raicillas
Aprovechan la forma redondeada de la raíz para
imo
cortarla en figura humana, á la cual el follaje
sirve de cabellera , la embadurnan con colores
diversos , propios para expresar el tono de las
carnes, y gustosa la naturaleza préstase al ca-
pricho de aquellas gentes , porque á pesar de se-
mejante operación la planta vive y prospera.
II rionia callosa [Bryonia callosa, Rottl.) .
Los prácticos indianos se sirven algunas voces de
las semillas de esta especie, que son amargas,
como vermífugas, mezclándolas con aceite de ri-
cino. Los veterinarios del país la emplean tam-
bién en ciertas enfermedades de los caballos.
Igualmente se prepara, por la ebullición de las
semillas, un aceite fijo, que los pobres utilizan
para el alumbrado.
Brionia dioica (Bryonia dioica, Jacq.).
— V. Brionia blanca.
Brion'a epigea [Bryonia epigeca Rottl.).
En la India, donde crece esta especie , los médi-
cos consideran su raíz como uno de los medica-
mentos mas preciosos que poseen; la acon-
sejan en los últimos periodos de la disentería,
y en las enfermedades venéreas inveteradas; la
dan en polvo, al peso de una pagoda en 24 ho-
ras , y continúan su uso por espacio de 8 á 10
días. Con esta raíz molida, aceite de ricino y ce-
bollas, se hace un linimiento para aplicar alas
articulaciones afectas de dolor reumático. Tam-
bién es mirada como antielmíntica.
Brionla grande [Bryonia granáis, L.).
Según Oamilton, los doctores indos del distrito de
Jialsar, en donde crece esta especie, han observa-
do que el zumo de sus hojas puede ser aplicado con
feliz éxito á las úlceras rebeldes producidas por
la mordedura de ciertos animales.
Brionia de hoja de eorazon [Bryo-
nia cordifolia, L). Es empleada como emolien-
te en Java.
Brionia rostrada [Bryonia rostrata,
Rottl.). En Java, la raíz de esta especie , en don-
de ella es indígena, es mirada como refrescante
y expectorante. Sus hojas son comidas como ver-
dura en el mediodía de la India.
Klt lO\ l V A. Principio activo de la brionia
blanca, descubierto por los Sres. Hrandes y Firh-
naber, y cuya preparación ha indicado el señor
Fremy. Él Sr. Dulong la obtiene tratando el extrac-
to de zumo de brionia, primero con el alcohol y
después con el agua, filtrando y evaporando. Es
de consistencia blanda y viscosa, soluble en el
agua y el alcohol , insoluble en el éter , y pre-
cipita por las agallas.
Según los químicos alemanes , es rojiza, de un
excesivo amargor, y análoga á la catartina. El
Sr. C. P. Collard de'Marligñy , que la ha experi-
mentado , piensa que, aunque muy activa, no es
el único principio activo de la brionia, y que el
principio aerees el que es purgante. El excesivo
amargor de esta sustancia y la facilidad de admi-
nistrarla bajo un pequeño "volumen pueden , se
gun su parecer, señalarle un puesto distinguido
entre los excitantes v los tónicos febrifimos.
BKOt'AtlLLO. Tela de seda y oro, de
RRO 119
inferior calidad y mas ligera que el brocado de
lres;altos Llámase también Brocadillo á un tejido
de algodón y seda ligera, formado á imitación
del brocado: lo hay asimismo todo de seda y to-
do de lana. El brocadillo que se fabrica en Ve-
necia ha sido siempre el mas acreditado.
BROCADO. Tela de seda tejida con oro
ó plata de varios géneros , realzada con llores,
hojas, ú otros adornos, según el gusto ó capri-
cho de los fabrican tes ó artistas que inveníanlas
modas ; el de mayor precio es el que llaman de
tres altos, porquesobre el fondo se realza el hilo
de plata, oro, ó seda escarchada ó briscada en
llores y dibujos; tomó este nombre de las brocas
en que están cogidos los hilos y torzales con que
se fabrican. —En otro tiempo por la palabra Bro-
cado se entendía únicamente un tejido todo de
oro, plata, ó de uno y otro, tanto en el urdim-
bre como en la trama; luego este término se
aplicó á los tejido-i en que se mezclaba la seda,
para perfilar las flores de oro ó de plata ; pero en
el dia todo tejido de seda sola, raso y aun tafetán,
con tal que sea adornado de flores ú "otras figuras,
se llama Brocado.
HKOCATEIj. Gruesa tela mediana, reca-
mada de flores ó figuras salientes. Antiguamente
se hacia de algodón y de seda grosera ; pero hoy
dia con mucha frecuencia se hace solo de algo-
don. Sirve para tapices, cobertores, cortinas, etc.
El mejor brocatel procedía antes de Venecia, pe-
ro las fábricas milanesas y de Genova lo produ-
cen hoy en mayor cantidad, á mas bajo precio,
y de todo color , en particular verde, amarillo,
azul , y carmesí. El brocatel de Genova tiene dos
palmos de ancho, y las piezas difieren de longitud:
los hay también de dos colores en que el fondo y
los dibujos no son del mismo matiz. El brocatel
semi-seda de Paris, de un solo color, liene 2o
pulgadas de ancho. Se tejen los brocateles como
todas las demás telas recamadas.
BKOMATO. Género de sales formadas por
la combinación del ácido brómieo \ óxidos metá-
licos, todavía poco estudiadas, que se obtienen
sea directamente, sea haciendo obrar el bromo
sobre los óxidos metálicos, disueltos ó desleídos
en el agua. Todos los brómalos son descompues-
tos por el calor, trasformándose en bromuros y
desprendiendo oxígeno. Echr.das sobre las ascuas-,
estas sales deflagran y centellean \ivamenle des-
componiéndose; su mezcla con el carbón y el
azufre delona cuando se la calienta, ó por la
percusión. El ácido sulfúrico cnneenlradono pro-
duce en frió ningún efecto aparente sobre ellas;
pero caliente, el ácido brómieo se descompone de-
jando desprender vapores rutilantes de bromo y
de gas oxígeno. La solución acuosa de los bró-
malos precipita en blanco el nitrato de plata y el
protonitrato de mercurio, pero estos precipita-
dos poco solubles en el agua son redisuellos con
un i xceso de ácido nítrico. El acida sulfuroso,
obrando sobre la solución de los brómalo.-. des-
prende el bromo de su combinación con el oxige-
no, manifestando entonces un color amarillo na-
ranjado con el oler característico del bromo.
¿20 BRO
Los brómalos son todos productos del arte, y
ninguno hasta ahora tiene usos.
UROjVIEIjIA , Bromelia. Género de plan-
ta que da su nombre á una familia natural, las
bromeliáceas , y de la hexandria monoginia de
Linneo. Este gé'uero se compone de cierto núme-
ro de especies, grandes plantas vivaces, deso-
jas todas radicales, gruesas, coriáceas, de dien-
tes espinosos en sus bordes, de tallos comunmen-
te desnudos, raras veces guarnecidos de hojas,
que llevan llores bastante grandes y dispuestas
en espiga suelta, terminados por un ramillete de
hojas apretadas: el fruto se compone de bayas dis-
tintas de tres celdillas polispermas. Entre las es-
pecies de este género solo nos ocuparemos déla
¡iromclia Ananas, L., déla que los modernos han
formado un género particular.
Broinel ¡a Ananas, Ananas, Pina
(Bromelia Ananas , L.; Ananas sativus, Tourn.;
Ananassa sativa, Lindley). Vegetal de lasco-
marcas mas calientes de la América , del África
y de las Indias , en donde se llama Nana ó Nanon,
y cultivado en los invernaderos en Europa. Del
centro de un rosetón de hojas radicales , largas
de uno á dos pies , anchas de dos á tres pulga-
das , dobladas en forma de teja, terminadas en
punta, dentadas y como espinosas en sus bordes,
se eleva un tallo redondo , alto de unos dos pies,
y á corta diferencia grueso como el pulgar , el
cual produce primero una espiga de pequeñas
llores azuladas , terminado por la cima ó ramille-
te de hojas tiesas y espinosas ; á esta espiga su-
cede un fruto único , formado por el crecimiento
y la intima agregación de todos los ovarios de
éstas numerosas flores. Este fruto , del todo se-
mejante por su forma a una pina, llega á corta
diferencia á ser grueso como los dos puños : su
carne interior es blanquecina y sembrada de fi-
bras delgadas que divergen del centro á la cir-
cunferencia á modo de radios; la corteza es ge-
neralmente de un amarillo dorado. Tal es la bro-
melia ananas común [Bromelia ananas áurea).
Pero los horticultores distinguen un gran número
de variedades, por ejemplo, las Ananas de frutos
blancos, negros, rojos, verdes ó violados, las
Ananas no espinosas, las Ananas de frutos pi-
ramidales, etc.
Como esta planta no da comunmente semillas
en nuestros climas , se multiplica por medio de
los renuevos que produce á su pié , á lo largo su
tallo y en su cima. En el curso de su crecimiento
artificial necesita un gran calor , mucha agua,
v una tierra bastante sustanciosa. Puede resistir
hasta 40° de calor , y se procura que nunca tenga
menos de 20°.
El fruto , largo de 3 V» á 7 V, pulgadas , y del
peso de 3 á 4 , y aun 3 libras , según las varie-
dades, difunde, en la madurez, el mas suave
olor ; contiene en su carne consistente, que se
deshace , y es blanquecina, una agua azucarada,
agradablemente acidulada, en la que se observa
el sabor de la fresa , de la sangüesa, del albér-
chigo y de todos nuestros mejores frutos. Esta
agua , sometida á la fermentación , da vino bas-
BRO
tante agradable, que fácilmente emborracha, y
del que se extrae una gran proporción de alco-
hol.
El fruto de la ananas cultivada en Europa no tie-
ne ni el sabor, ni la dulzura ni el perfume de
ambrosia del que se encuentra en el Indostan, en
donde con él se hacen tortas de un sabor deli-
cioso. Antes de su madurez, este fruto es casi
cáustico, y su uso seria entonces peligroso.
Cuando maduro, corree las hojas de cuchillo
con gran facilidad, lo que depende de la presen-
cia de los ácidos citrico y málico que en él se
encuentran ; su zumo enrojece la tintura de tor-
nasol.
De tiempo inmemorial se habían traído á Euro-
pa ananas enteras confitadas, que eran de un
agradable aspecto , pero que solo podían satisfa-
cer á la vista, porque es quizás de todos los fru-
tos exóticos el que menos se presta á este pro-
cedimiento. Todavía se reciben á veces ananas
confitadas en ron , pero este proceder no lleva
por objeto ofrecernos el fruto , que en este caso
no es comestible , sino perfumar el licor que en-
tonces constituye el famoso Ron de ananas.
El fruto de ananas es restaurativo y de fácil di-
gestión, contal que se coma con moderación.
Se come á postres, haciéndole antes perder su
acritud mojándole en agua, en vino ó en aguar-
diente y añadiéndole azúcar, después de haberlo
pelado y cortado á tajadas como las naranjas.
Solo, refresca y humedece el pecho; se dice que
su uso muy frecuente caúsala calentura , que pro-
duce el flujo de sangre, la disentería, etc. (lo
que también se dice de nuestros mejores frutos
en Europa) , sobre todo á los individuos que tie-
nen el estómago debilitado ó que tienen llagas.
Se ha recomendado contra el mal de piedra y las
enfermedades de la vejiga. Klobe dice haber ob-
servado que este fruto, comido antes de su ma-
durez, por las mugeres embarazadas, produce
el aborto; confitado en azúcar es afrodisiaco.
El zumo de ananas sometido á la fermentación
da, como hemos dicho, un vino agradable; con
él en Italia se compone un licor de mesa á que se
da el nombre de Na) ana; en la India, mezclado con
agua y azúcar , forma una bebida refrescante que
los médicos prefieren ala limonada, y en algunos
puntos de América es empleado contra los flatos,
mezclado con aceite de aceitunas.
Según Catesby, en la Carolina, la Ananas sil-
vestre [Bromelia bracteata) tiene desde uno has-
ta dos pies de altura; las hojas son huecas y con-
tienen una agua clara de un gran recurso para
calmar la sed, y , aunque expuesta á los rayos
del sol , esta agua se conserva fresca. Esta plan-
ta se encuentra sobre todo en las islas de Baha-
ma. En el Brasil se recoge también una inmensa
cantidad de frutos de ananas silvestre, que son
gruesos , jugosos, aromáticos , y de los cuales se
extrae aguardiente.
BROMO, Bromos. Gran género de la fa-
milia de las gramíneas, tipo de la tribu de las
bromeas , y de la triandria diginiade Linneo , cu-
yo carácter es pluma de dos ventallas que en-
BRO
cierran muchas flores , dirigidas a ambos lados,
espiguilla oblonga y rolliza, arista que sale cer-
ca del ápice de las plumillas.
Los bromos , en número de unas 80 especies,
están esparcidos en casi todas las comarcas del
globo , y particularmente hacia fuera de los tró-
picos. Son gramíneas vivaces que adquieren con
frecuencia grandes dimensiones, y que se en-
cuentran muy abundantemente en los prados, los
bosques y los campos.
Las semillas del Bromo como Centeno [Bromus
secalinus, L.) y las del Bromo blando (Bromus
mollxs, L.) mezcladas con las del trigo pruducen
un excelente pan , y sirven de cebo á los animales
de corral, particularmente las del Bromo de gran-
des espiguillas [Bromus grossus) y las del Bro-
mo de barbas divbrgentes [Bromus suarrossus) .
Las hojas secas del Bromo de los prados [Bro-
mus pratensis) , del Bromo ciliado (Bromus dis-
tachyos) y del Bromo corniculado (Bromus pin-
natus) suministran un abundante forraje al gana-
do, y la última especie gusla mucho á los car-
neros. Con la semilla del Bromo estéril (Bromus
sterilis, L.), que madura antes de la siega de
las otras gramíneas , se ha reemplazado á la ave-
na para los caballos.
Según Feuillée, el Bromo catártico (Bromus
catharticus , Valh.) es una planta vivaz de Chi-
le, cuyaraiz gruesa, de un color verde amari-
llento al interior y de gusto picante desagrada-
ble, es usada en cocimiento como purgante.
BHOMO. Cuerpo simple, metaloide, des-
cubierto p ir el Sr. Balard, de Monpeller,en las
aguas madres de los saladares, en las que existe
en combinación con el magnesio en el estado de
bromuro de magnesio ; indicado después en el
agua del mar , y por C. Gmelin en la del lago
Asfáltico, y en fin , en las aguas madres salinas,
en ciertas aguas minerales, en vegetales y ani-
males marinos, etc.
El bromo se obtiene del agua madre de las sa-
linas, en la superficie de las cuales se vierte una
capa de éter que se apodera de él; este éter, agi-
tado con potasa , da un bromuro , el cual mez-
clado con peróxido de manganeso, y tratado con
ácido sulfúrico diluido en agua, suministra por
la destilación vapores rojos, que, condensados,
constituyen el liquido llamado Bromo, á que el
Sr. Balard dio primero el nombre de Muriao.
El bromo es liquido á la temperatura ordinaria;
visto en masa es de un color rojo, moreno subido
por reflexión ; su color es de un ojo de jacinto
cuando está en capas delgadas ó que se le exami-
na por refracción ; su olor es muy fuerte, y se
asemeja mucho al del cloro ; su sabor es acre y
cáustico; á la temperatura de -Ho, su densidad
es de 2. 966. Expuesto á un frió de —20 á —22°,
se solidifica y se trasforma en una masa cristalina
de un gris de plomo subido con lustre metálico.
Entra en ebullición á + 47u; su vapor es rutilan-
te como el del ácido hiponilrico, y se produce
aun al contacto del aire. El agua disuelve una
corta cantidad de bromo , pero el alcohol y el
éter disuelven mas y adquieren un color rojo de
BRO til
lacinto i estas soluciones se alteran pocoá poco á
la luz, y se descoloran trasformándose la mayor
parte en ácido hidrobrómico. El bromo obra fuer-
temente sobre la mayor parte de las materias
orgánicas , como el cloro, y en particular sobre
las materias coloradas; corroe la piel, la pone
amarilla y forma en ella una mancha morena que
persiste hasta la caída del epidermis; forma con el
oxígeno y el hidrógeno , ácidos brómico y brom-
hídrico; desaloja el yodo de sus composiciones,
pero él á su vez es desalojado por el cloro; forma
con el carbono , el cloro , el azufre , el fósforo,
el cianógeno, etc., compuestos que ha hecho
conocer el Sr. Serullas, pero que solo ofrecen
un interés científico.
El bromo, cuando es puro, tan fácil de distin-
guir por sus propiedades físicas particulares,
puede también ser reconocido cuando está en
disolución en el agua, por los caracteres siguien-
tes: t.° Su solución acuosa, de un color naran-
jado, destruye instantáneamente la disolución de
añil, la tinta y la tintura de tornasol. 2.° Agitada
con el cuarto de su volumen de éter se descolora
casi enteramente, y el éter colorado de rojo na-
ranjado por el bromo que ha disuelto, sobrenada
al liquido. 3.° Esta solución puesta en contacto
con el nitrato de plata produce un precipitado
blanco, vedijoso, insoluble en los ácidos, pero
soluble en el amoníaco ; el protonitrato de mer-
curio produce también en ella un precipitado
blanco insoluble en el agua , pero soluble y des-
componible por este álcali. 4.° Finalmente , agi-
tando en un frasco la solución acuosa de bromo
con una corta cantidad de limaduras de zinc , el
color amarillo naranjado desaparece, resultan-
do bromuro de zinc incoloro que queda en solu-
ción. El cloro vertido en ésta hace inmediata-
mente reaparecer su color y su olor.
El bromo obra sobre los seres v ivientes de un
modo muy enérgico : á dóses las mas débiles de-
termina muchísimos accidentes, tales como tos,
estornudos, dificultad de respirar, y después la
muerte en un corto espacio de tiempo ; una gota
puesta en el pico de un pájaro lo ha muerto al
instante. En resumen , es uno de los venenos irri-
tantes mas violentos , obrando á corta diferencia
como el yodo. Hasta el presente es muy poco em-
pleado : Pourché lo ha usado con ventaja en cier-
tos casos de papera y de escrófulas; el Sr. Ma-
gandie dice que puede ser útil en caso que el
yodo parezca no tener suficiente actividad , y en
aquellos en que los enfermos están habituados á
esta sustancia.
BROMURO. Compuestos resultantes de la
unión del bromo con los cuerpos simples ó com-
puestos, todavía poco estudiados. Solo cuatro
bromuros se han encontrado en la naturaleza : el
Bromuro de magnesio y el Bromuro de sodio, so-
lubles en el agua, y que existen en el estado de
disolución en las aguas del mar , y en algunos
manantiales salados del interior de los continen-
tes; el Bbomuro de zinc, insoluble en el agua,
verdadero mineral, que se dice haberse encontra-
do en las minas de zinc de Silesia; y el Bromuro
m bro
de plata (Argirobromo) , asimismo insoluole en
el agua y verdadero mineral, que el Sr. Berthier
1ia reconocido en una mina de plata de San Ono-
fre; distrito de Plateros en Méjico.
Los bromuros de los ir.etales alcalinos no ex-
perimentan ninguna alteración de parte del caló-
rico, y entran en fusión á una temperatura ele-
vada. Tratados con el ácido sulfúrico concentra-
do , producen en frió una viva efervescencia con
desprendimiento de vapores blancos mezclados
de vapores amarillos rutilantes de bromo. Cal-
cinados en un tubo de vidrio con bisulfato de po-
tasa, dejan desprender una mezcla de gas ácido
sulfuroso y de vapores de bromo fáciles de reco-
nonocer en razón de su color rojo amarillento.
Disueltos en el agua, la solución de todos los bro-
muros toma un color amarillo naranjado subido
con la adición del cloro líquido, que pone en liber-
tad al bromo Finalmente , la solución de nitrato
de plata produce en la solución de los bromuros
un precipitado blanco, vedijoso, insoluble en el
agua y los ácidos , pero soluble en grande exce-
so de amoníaco.
Los bromuros de notasio y de sodio son los
mas empleados ; distingüeseles fácilmente el uno
del otro con la solución de bicloruro de platino,
que precipita en amarillo naranjado la solución
del primero y no tiene acción sobre la segunda.
El bromuro de zinc se reconoce en que da, por
los álcalis, un precipitado que toma un color
verde por la calcinación con el nitrato de cobal-
to. El bromuro de plata es fácil de reconocer por
medio del amoniaco t se disuelve en este álcali, y
después se evapora el amoníaco; el bromuro que
así reproduce no tarde en colorarse de verde al
contacto de la luz.
En medicina se emplean los bromuros de po-
tasio, de bario, de calcio, de magnesio, y de
hierro, en fórmulas indicadas por el señor Ma-
gendie.
BRONCE. Aleación conocida desde la mas
remota antigüedad , compuesta esencialmente
de cobre y de estaño , pero que casi siempre
contiene accesoriamente muchos otros metales,
tales como zinc , hierro y plomo. Plinio hace
mención de ella así : «Existe, dice, una especie
«de bronce que toma fácilmente el color llamado
«grecánico; esta especie de bronce es una alea-
«cion de 100 partes de cobre , de 10 partes de
«plomo, y de 5 partes de plomo argentífero.» Es-
ta es, según el Sr. Hoefer , la composición de
nuestro bronce común.
El Sr. (i. Pearson, que ha analizado lanzas y
otros instrumentos cortantes de origen céltico,
los ha encontrado compuestos de una aleación en
la que el estaño entra de 10 á U por ciento. Ade-
más, resulta de las experiencias de Darcet : 1.°
que el bronce , enrojecido al fuego y sumergido
en el agua Aria, se resblandece de una manera
muy sensible, lo que permite trabajarlo en el tor-
no, reparar con las herramientas la irregularidad
de las piezas vaciadas , estirarlo con el martillo,
en fin, enderezarlo con la lima y pulirlo con la
p edra, que es una especie de galaxia; 2.° que
BRO
el bronce, calentado al rojo y enfriado al aire, se
pone duro, si bien agrio y quebradizo. Probable-
mente los obreros terminaban la operación ca-
lentando de nuevo las piezas de bronce reblan-
decidas por la inmersión, y en seguida, de-
jándolas enfriar en el aire, las dañan cierto
grado de dureza , siendo por este segundo pro-
ceder, el enfriamiento en el aire, como ellos
conseguían hacer cortantes los cuchillos y las es-
padas de bronce.
El estaño uniéndose con el cobre produce alea-
ciones cuyas propiedades varían según la rela-
ción de los componentes; en general, una corta
cantidad de estaño endurece al cobre, le vuelve
amarillo , mas fusible y mas tenaz ; una mayor
proporción de estaño vuelve ala aleación blanca,
elástica, sonora y quebradiza.
Estas diversas aleaciones son las que forman
los principales bronces,á saber el Bronce moneta-
rio ó el Bronce de los antiguos (100 partes de co-
bre y 7 á 8 de estaño), el Bronce de los cañones y
de otras bocas de fuego, y de las estatuas (100
p. de cobre y H de estaño), el Metal de las campa-
nas (78 p. de cobre y 22 de estaño), los Tam-tams
(80 p. de cobre y 20 de estaño, los Címbalos (78
p. de cobre y 22 de estaño), las Campanas de
reloj y campanillas (75 p de cobre y 25 de esta-
ño) , en fin los Espejos de los telescopios, formados
67 p. de cobre y 33 de estaño.
El bronce está muy expuesto á la licuación, es
decir que tiene una gran tendencia á trasfor-
marse por la fusión en dos aleaciones, una en
que domina el cobre, y otra en que el estaño
supera. Así es que en el bronce fundido, la capa
superior contiene á veces hasta 20 ó 24 partes
de estaño, en lugar de 10 áll, mienlras que la
capa inferior apenas contiene algunos vestigios
de este metal.
Como conviene algunas veces analizar las di-
ferentes especies de bronce que hemos indicado,
no podemos prescindir de continuar aqui los pro-
cedimientos químicos indispensables para conse-
guirlo. Se trata en un pequeño recipiente de vi-
drio una porción pesada de estas aleaciones re-
ducidas á polvo, con 8 á 10 veces su peso de áci-
do nítrico puro de unos 30° ; por medio de un
calor suave el estaño es trasformado en deutóxi-
do insoluble que se separa, y el cobre se en-
cuentra en disolución en el estado de deuto-
nitrato mezclado con el exceso de ácido nítrico
empleado. Cuando toda la aleación ha sido ata-
cada, se hace evaporar el liquido hasta seque-
dad, y después se vuelve á tratar el residuo con
agua destillada hirviendo, á fin de redisolver el
deutonitrato de cobre; el deutóxido de estaño así
separado debe ser recibido sobre un filtro de pa-
pel sin cola pesado de antemano, lavado y seco, y
su peso permite calcular el del eslaño contenido
en la aleación. El cobre que existe en la disolu-
ción puede ser precipitado en el estado de óxido
hidratado con la potasa cáustica empleada en exce-
so; este óxido hidratado bien lavado en el agua
hirviendo , secado en seguida y calcinado al rojo
en un crisol, hace conocer por su peso el del cobre
BRO
metálico. Pero como por esle proceder el deu-
lóxido de cobre retiene un poco de potasa, es
preferible evaporar á sequedad la disolución de
deulonitrato de cobre en un crisol de platino, y
calcinar al rojo para obtener asi el deutóxido de
cobre perfectamente puro.
Dase el nombre genérico de Bronce al metal de
los cañones, á las campanas, á los címbalos, «alas
estatuas, a las medallas, y en Un al metal de los
adornos y figuras de decoración interior.
Bola fabricación de los bronces encontramos
primero el modelo: el modelo original, y primer
pensamiento del fabricante , es una obra de
arte y de gusto, concebida bajo las inspiraciones
de los monumentos históricos y del arte en sus
diversas épocas. Este primer pensamiento, deli-
neado por el dibujo, es confiado á un artista que
lo ejecuta en yeso, en cera ó en madera.
Hecho el molde, se moldea en arena prepara-
da, que tiene las propiedades convenientes * pa-
ra el moldeaje, el que se practica por medio de
piezas de encaje como el moldeaje en yeso.
Terminada esta operación, se levantan las pie-
zas de encaje, se seca el modelo , y vuelven á
colocarse los encajes á su destino, quedando de
este modo el vacío del modelo, por irregular que
sea su forma ; hecha esta operación, se seca el
molde en la estufa, y luego después se vierte en
el hueco el bronce en fusión que reproduce el
modelo con todos sus pormenores.
La composición del metal es la base esencial
de una buena fabricación: esta reconocido por
experiencia práctica que la aleación cuaternaria
de cobre, eslaño, zinc y plomo es la mejor, y que
debe contener por ciento:
Cobre rojo. . . "75
Zinc 2i
Kslaño ... . . i
Plomo .... 1
Total 100
Teniendo entonces mas ductilidad, tenacidad y
maleabilidad, siendo mas duro y mas denso, es
mas fácil de vaciar, tornear y cincelar, es mas sa-
no y absorbe mayor cantidad de oro. Gene-
ralmente hoy dia se hace la aleación con metales
Euros, y las proporciones son ciertas. No siempre
a sido así, por que en otro tiempo se empleaba
mas comunmente lo que los fundidores llaman
metralla cohjante, metralla fundida; la primera
se compone de viejos desperdicios de cobre ama-
rillo de toda especie que se encuentran en el co-
mercio, tales como calderos, utensilios de cocina,
etc., y la segunda, de viejos bronces cuyo oro ha
sido separado, ú objetos fundidos tirados como de-
sechos; á estas metrallas se anadia lo que se creía
necesario para hacerlas de buena cali Jad y volver
Esta arena se encuentra en las canteras de Fontenay-
aux-Roscs, á unas seis leguas de Paris, á donde acuden
á proveerse de ella los Ingleses, Alemanes, Belgas , Italia-
nos y todos los principales fundidores de Europa .
BRO 423
la aleación a las proporciones indicadas arriba.
La pieza al salir del molde es entregada al cin
celador encargado de corregir las imperfeccio
nes de la fundición, y dar al objeto que le está
confiado la pureza primitiva del modelo que lo
ha producido. Los cinceladores olvidan con de-
masiada frecuencia la naturaleza de los cuidados
que les están impuestos. Los obreros há iles lle-
van en el ejercicio de su arte una mano segura y
práctica, su trabajo no carece de primor, ni tam-
poco de cierto gusto uniforme; pero no están su-
ficientemente penetrados del sentimiento de lo be-
llo, que puede solo dar una educación artística,
educación que convendría recibiesen.
Después de cinceladas, las piezas son juntadas
por el ajustador, encargado además de rectifi-
car con la lima las partes unidas y las líneas de
arquitectura , y de ajustar en los fondos los
adornos y 1 .s figuras según los planos y diseños
que le están confiados. Esta parte d-í la fabrica-
ción exige muchos cuidados: la montura debe reu-
nir las condiciones de solidez y de pureza, sin
que nunca se deje percibir el trabajo
El producto asi terminado en blanco es entre-
gado al obrero dorador, que lo hace recocer y lo
limpia, disolviéndola parte oxidada del metal
con acido nítrico mezclado con agua. Cuando el
objeto está limpiado y presenta en todas las par-
tes el lustre metálico, se lava en mucha agua y
se hace secar, rodándolo en aserraduras de ma-
dera ó salvado; el dorador prepara y extiende en
seguida igualmente sobre la pieza, por medio de
una brocha hecha de hilos de latón dicha gra-
tus, la amalgama de oro y de mercurio; la pone
al fuego, y la eleva al grado de temperatura ne-
cesario para descomponer la amalgama y volati-
lizar el mercurio; la pieza en seguida frotada en
todos sentidos con gratas en agua acidulada con
vinagre, presenta una superficie brillante, y pue-
de recibir á voluntad el mate, el bruñido, el color
de oro molido ó de oro rojo. Se cubre la pieza que
se quiere dorar de mate con una mezcla de sa|
común, nitro y alumbre liquidados; se calienta la
pieza vuelta al fuego hasta que la capa salina
que la cubre se haya puesto hemogénea, casi
trasparente y entre en verdadera fusión; enton
ees se retira* la pieza del fuego y se sumerge sú-
bitamente en el agua fria, que separa su capa sa-
lina; la pieza después de haberla pasado por áci-^
do nítrico débil, es en seguida Uñada con mucha
agua y secada en la estufilla. El color de oro mo-.
lido es una mezcla de alumbre, piedra sanguínea
y sal marina desleída envinagre de laque se
cúbrela pieza, así como se hace con la amalga-
ma de oro y de mercurio. Esta parte química de
la industria de los bronces debe grandes y útiles
mejoras sanitarias al Sr. Darcet, quien, por me-
dios sencillos y poco costosos, ha sabido preser-
var á los obreros doradores de las consecuencias
funestas á las cuales les exponía la acción del
mercurio volatilizándose.
Los productos terminados en blanco no son
siempre dorados, siquecon frecuencia broncea-
dos. Se llama bronce , en este caso, á la imitación
4U BRO
artificial é instantánea de ese hermoso color ver-
de , llamado palma antigua, que el bronce de
buena calidad adquiere oxidándose después de
cierto espaciodi} tiempo, y que los Romanos desig-
naban bajo el nombre de arrugo. El bronce de Co-
rinto lomaba asi un soberbio color verde claro,
cuya apariencia es bastante semejante al musgo
verde de los árboles. Esta cubierta antigua que el
tiempo ha depositado á la larga sobre los monu-
mentos de bronce es lo que se procura imitar por
medio de una coloración artificial é instantánea.
Para broncear, pues, las figuras, las medallas y
los adornos de bronce y de cobre, se emplea n
proceder siguiente.
Se hacen disolver dos adarmes de sal amonía-
co y media adarme de sal de acedera en media
azumbre de vinagre blanco. Se humedece ligera-
mente con un pincel mojado en esta disolución, y
se frota vivamente al sol ó en una estufa la pieza
de metal hasta que esté seca; se repite esta opera-
ción tantas veces como es necesario para obte-
ner el tinte deseado. La primera capa produce
un color amarillo moreno verdoso ; la segun-
da, un color verde moreno; en fin, se puede, mul-
tiplicando las capas, obtener un matiz tan oscu-
ro que parezca completamente negro.
Se da también el color de bronce antiguo, aun
que por un método diferente, á las esculturas en
yeso, en madera, en cartón, etc. La composición
está formada en este caso de ocre amarillo, de
azul de Prusia y de negro de humo disueltos en
agua de cola ; cuando se aplica sobre la escultu-
ra, se pintan las partes salientes con polvo de
oro musivo, al objeto de imitar los efectos produ-
cidos por el frote en los bronces antiguos.
Las armas de los Egipcios y de los primeros
Griegos eran de bronce, de lo que infiere Cailo
que este metal era susceptible del temple, lo que
en efecto es cierto; pero el temple no puede au-
mentar su fuerza, porque, al contrario, le vuelve
mas quebradizo. El bronce adquiere solidez y du-
reza por la aleación, y el antiguo con frecuencia
contenía hierro; porque la naturaleza habia indi-
cado esta aleación, pues se encuentran muchas
minas de cobre ferruginosas. Estas minas produ-
cen en la fundición un cobre duro y agrio que los
antiguos empleaban probablemente sin depu-
rarlo.
Plinio habla de las especies de cobre mas cele-
bradas en la antigüedad: en primer lugar nom-
bra el cobre de la isla de Chipre, en seguida el
de las minas de que Salustio era propietario en
la Tartinlesa, y las minas de Córdova en España,
que Mario habia hecho laborear; de ellas se fa-
bricaban los sextercios y los dispondios, á seme-
janza de los as, que no se hacían sino de cobre de
Chipre.
Los antiguos, para los grapones y las atadu-
ras de sus edificios, daban con razón la preferen-
cia al bronce sobre el hierro ; en los utensilios ó
herramientas sabían el arte de dar al bronce tal
blancura que se le tomaba á primera vista por
plata. Los actos públicos, las leyes y los tratados
se conservaban grabados en tablas de bronce;
BRO
bajo Vespasiano, un incendio destruyó tres mil de
esas tablas, conservadas en el Capitolio . Ade-
más de estas tablas y de las estatuas, los antiguos
hacían de bronce los bajos relieves de que ador-
naban los edificios y los monumentos, y las bóve-
das y las puertas estaban cubiertas también de
adornos de bronca.
El Papa Urbano VIH sacó del Panteón todas las
obras de bronce, cuyo peso ascendió á 450,274
libras, no dejando sino las dos puertas que aun
hoy dice se ven en él . Empleó este metal en ador-
nar la iglesia de San Pedro, y particularmente el
baldaquino que se eleva encima del altar mayor,
y también con él fabricó cañones para la defensa
del castillo de San Ángel. Lno de estos cañones
fué hecho con los clavos que juntaban los enta-
blamentos del pórtico, y por eso se le puso esta
inscripción: Ex clavis trabalibus porticus Agri-
pa'. Bernino fué quien empleó en la decoración
de la iglesia de San Pedro los bronces antiguos
que Miguel Ángel habia respetado.
Los antiguos miraban al bronce como puro por
su naturaleza, y creían tenia la virtud de ahuyen-
tar los espectros y los espíritus malignos. En los
templos, los instrumentos de sacrificio, tales co-
mo cuchillos, hachas, páteras, simpulos y prefé
riculos eran de bronce, y de estos objetos se en-
cuentran un gran número en nuestros gabinetes
de antigüedades. Todo lo que servia al culto reli-
gioso debia ser de este metal sagrado.
Los antiguos hacían de bronce aquellas de sus
monedas que no eran ni de oro ni de plata. Esta
aleación se oxida, en verdad, del mismo modo
que el cobre, pero mas difícilmente; y su óxido,
designado por los numismatistas bajo el nombre
italiano de patina, lejos de destruirlo, contribu-
ye á su conservación. Por otra parte, el cobre en
fusión es demasiado pastoso para tomar los pri-
mores del molde, por cuyo motivo, hoy día aun,
se alea con estaño, para nacerle mas fluido, cuan-
do se funden monumentos y estatuas. Tan solo se
encuentran un corto número de monumentos anti-
guos que fuesen hechos con cobre sin aleación.
Los monumentos de bronce se oxidan , y el va-
lor del metal puede inducir á destruirlos; pero
están menos expuestos á romperse que los de
mármol, que casi siempre á la tin los vemos mu-
tilados. Las estatuas mas célebres que nos han
legado los antiguos son: el joven Sátiro dormido,
del gabinete de Herculano; los dos jóvenes lidia-
dores, de Portici; la estatua ecuestre colosal de
Marco Aurelio, en Roma, el Hércules del Capito-
lio, el tirador de espinas, la cabeza colosal de
Commodo, la estatua de Séptimo Severo, del pa-
lacio Barberini. Imposible seria, además, citar la
inmensa cantidad de bronces descubiertos en
Herculano, y publicados en Ñapóles en 1767, ni
los que encierran las célebres villas Ludovisi,
Mallei, Albani y bella galería de Florencia.
Nuestros museos poseen colecciones de preciosos
monumentos antiguos, y en nuestros jardines y
palacios existen imitaciones en bronce de las be-
llas estatuas de la antigüedad.
El bronce tionela ventaja de poder multiplicar,
BRO
por Ja fundición y el moldoaje, los originales de
(jiie el mármol no nos ofrecería sino copias mas ó
meaos bien ejecutadas. En numismática se lla-
ma bronces ix las monedas de los antiguos acuña-
das con este metal, distinguiéndose en medallo-
nes, gran bronce , mediano bronce, y pequeño
bronce. Esla división existe sobre todo" en la co-
lección do medallas romanas, pues las medallas
de las poblaciones griegas y latinas nunca se en-
cuentran de gran bronce.
Como lo hemos dieho, el bronce era consagra-
do álos dioses, y por esto únicamente se encuen-
tra la palabra Monda sacra en las monedas de es-
te metal. En Roma, los emperadores se habían re-
servado el derecho de hacer acuñarla moneda de
oro y de plata, siendo el senado quien hacia
acuñar la de bronce, y por esto comunmente lie—
va las letras S. C. [Senatus-Consullo] .
Ciertas medallas de bronce son mucho mas ra-
ras que las de oro y de plata: sabido es cuan di-
fícil es hallar un Otón de gran bronce, aunque mu-
chos aficionados crean poseer este precioso mo-
numento, si bieu, según el Sr. Dumersan, no tie-
nen mas que una pieza fabricada por falsarios, por-
que probable es que el senado no permitiese acu-
ñar monedas de bronce de este príncipe, que rei-
no tan corto tiempo.
La industria de la elaboración del bronce e n
las variadas aplicaciones de que es susceptible
permanencia en España en un estado rutinario
de deplorable atraso; pero recibió grande im-
pulso, ha hecho rápidos y portentosos adelantos
durante la ultima década, y levanta ya muy alta
su bandera, especialmente en este centro indus-
trial, en la siempre laboriosa Barcelona, donde, á
la par que las demás artes sus hermanas, puede
decirse que ha lijado sus reales.
¿Quién no se acuerda de la reciente era en que
apenas se fabricaban en España mas que modes-
tos utensilios de latón mal acabados y de vetustas
formas, cuando todos los bronces de ornamenta-
ción debían llegarnos del extranjero, y si tal vez
alguna diminuta pieza de este género llegaba á
fabricarse en España, salia tosca é imperfecta de
la fundición, para pasar luego al taller del cince-
lador que la hacia subir de precio, puliéndola con
improbo trabajo por una prolija serie de operacio-
nes lentas? ¿Quién entonces hubiera sospechado
que á los pocos años la industria á la sazón tan
niña se habia de presentar crecida y caminar sin
andadores, satisfaciendo todas las exigencias de la
moda y del capricho, ofreciendo abundantísimos
surtidos de variados y perfectos artefactos,
creando para lograrlo establecimientos colosales?
Poco menos que imposible debia de parecer esta
brillante trasformacion ; natural y tolerable y de
carácter permanente debía de juzgarse ser aquel
atraso, al observar que en España, nación de po-
cos capitales, escaseaban los consumidores para
las artes de lujo, que en ella, país de tradicional
predilección Inicia las ciencias morales y de in-
ínveterado desvío del estudio de las reyes del
mundo físico, habían de faltarle á una industria
amamantada en el sonó de la química WdosÜM
54
BRO m
elementos de vida, todos los medios de prosperi-
dad y desarrollo. Empero el espíritu del siglo se
ha inoculado y se propaga velozmente, mas de lo
que muchos creen, en lo mas íntimo de la socie-
dad española, y la fuerza del ejemplo, el impulso
de imitación con la actividad asombrosa que les
presta la agitada atmósfera de la presente era,
evocaron una voluntad resuelta que supo vencer
pretendidos imposibles para alzar la industria de
bronces del estado de abyección en que se veia
postrada.
D. José Molas y Bellvé, de ánimo emprendedor
y de infatigable perseverancia, dotado de aquel
espíritu de observación que descifra enigmas y
penetra los secretos con una sola mirada, apenas
acababa de darse á conocer en 1844 por la bien
entendida forma que á las láminas de latón ex-
tranjeras daba en sus quinqués tan renombrados,
cuando quiso extralimitarse de aquel mezquino
circulo dentro el cual no cabía la anchura de su
noble ambición y de su arrojo: quiso para glo-
ria suya importar el elegante v fácil y económi-
co moídeaje de Francia y de Inglaterra; allá en
los centros de la pericia y del buen lujo fué á
estudiar el como se elaboraban aquellos porten-
tos de elegancia, aquellas bellezas del bronce
que otros sin deseos de imitarlos admiraban. De
allá con no escasos sacrificios trajo á España un
experimentado fundidor ; allá encontró la llave
de la elección de tierras á propósito para fundir
con maestría, para obtener la perfección hasta
en los menores detalles sin necesidad de recurrir
al pulimento del cincel; allá supo aprender los
mas hábiles procedimientos para las aleaciones
de los bronces y para acometer su elaboración
en grande escala.
En su taller se formaron bien pronto muchos
diestros operarios, que diseminándose luego por
otros establecimientos de fundición, promovieron
los generales adelantos que en este arte se ob-
servan, y que el menos conocedor descubre al
cotejar lo" que eran y lo que son las tiendas de la
calle de la Boria de la presente ciudad. Mas no
por ello dejó de ser el Sr. Molas el rey en su
profesión entre todos los de España: no se esta-
cionó cual comunmente acontece en sus prime-
ros adelantos. Sus progresos fueron y son conti-
nuos y rapidísimos, cual los fija la distancia que
separa el primer quinqué de teatro que construyó
para el de Capuchinos de esta ciudad, v el rico" y
elegantísimo secreter fabricado para S.lM. el Rey,
que tanto llamó la atención del público barcelo-
nés en marzo de este año. Quien lo haya visto
recordará que en él nada dejan ya que desear
ni el buen gusto, ni la suntuosidad, ni la com-
binación de los conjuntos , ni la delicadeza en
los detalles; aquel preciosísimo mueble ofrece
una prueba relevante de que el Sr. Molas ha lle-
vado el arte de elaborar y de dorar el bronce á
su última perfección.
V no tenia necesidad el Sr. Molas de presentar
ese alarde de su pericia exquisita para que íuer-
se por todos sin excepción reconocida. Bastábale
su título de fundador de la Fundición Barcelonesa
tomo i.
42(5 BRO
de bronces y oíros metales, de esle colosal esta-
blecimiento propiedad de una sociedad anónima
creada en 1850 con un capital de 15jO,000 duros, y
<iue para extender mas sus vastas operaciones se
halla próxima á verificar una nueva emisión por
valor de cuatro millones de reales, á pesar de que
excede ya de 200 el número de operarios que cons-
tantemente emplea para cubrir los continuos pe-
didos de sus variados productos. Allí en breves
instantes las piezas de zinc se cubren, por un pro-
cedimiento galvánico, de una perenne capa de
bronce, merced á una manera especial de liqui-
dar esta aleación sin que al fijarse se altere; allí
el verdadero bronce se funde con indecible per-
fección bajo cualquier forma, sea cual fuere la
complicación del dibujo ó la finura del follaje,
condición esencial para alcanzar la suma belleza;
alli por medio de baños bien preparados y de
manipulaciones hábiles, obtenida ya la elegancia
de. la forma, se obtienen los colores que la com-
pletan, ya mates, ya brillantes; allí los bronces
dorados salen de manos del operario con el ma-
yor grado apetecible de solidez y limpieza; allí
por ultimo al lado de los objetos de bronce toma
el zinc bellísimos y variados aspectos para diferen-
tes usos, y se convierte el plomo en tubos conti-
nuos de longitud infinita, según en sus respecti-
vos artículos tendremos ocasión de explicarlo.
D. José Molas y Bellvé debe de estar plena-
mente satisfecho por los resultados de sus sacri-
ficios y de sus desvelos; al paso que el país debe
agradecerle la importantísima nueva industria
que él le ha procurado. ¡ Cuánta riqueza, el ge-
nio de este industrial ha proporcionado ásu pa-
tria! Y no íes únicamente la que los productos de
su arte forman; lo es también el fomento que éste
procura de beneficio de las minas de cobre y
zinc que tanto abundan en España, délas de Rio-
Tinto y de S. Juan de Alcaraz, por ejemplo. D. Jo-
sé Molas y Bellvé, lo repetimos, puede enorgulle-
cerse por su obra. *
Ya que de S. Juan de Alcaraz hemos hablado,
no podemos prescindir de hacer honrosa mención
* La importancia de la fábrica del Sr. Molas puede de-
ducirse con solo atenderá que en un año ha producido:
9,000 quinqués, llamados lámparas solares, de todas for-
mas y dimensiones.
2,500 quinqués de varios sistemas , como de Cárcel, de
presión , de Robert . etc.
1,800 pares de candelabros de composición bronceados, de
distintas formas y dimensiones.
TOO pares de candelabros de varios formas y tamaños.
600 quintales de bronce fundido en varias piezas para la
aplicación ornamentaria en los trabajos del establecimiento.
Los bronces para los muebles de S. M. el Rey.
Un sin número de objetos diferentes , como los tipos de pe-
sas y medidas que han de servir de base para el nuevo siste-
ma que ha de regir en 1853 , etc. , etc.
Ha consumido:
300 quintales de latón en planchas.
800 quintales de cobre para la fundición.
1,000 quintales de zinc en panes para la construcción de
candelabros y otros objetos
Y la cantidad relativa de lo» demás metales necesarios
para la fabricaeitn.
BRO
de la gran fábrica que al pié de las minas de
de zinc se ha establecido, la cual produce lámi-
nos de latón y de cobre, y provee los mercados
nacionales de los objetos comprendidos en la de-
nominación general de casguetería en todas for-
mas como también un sin número de varias piezas
de bronce ya fundidas ya de plancha, pues la fun-
dición esta montada al nuevo sistema que hemos
ya mencionado, pudiendo asegurar ser el estable-
cimiento mas bien montado en España tocante á
explotación de minas, como lo acreditan sus pro-
ductos.
Asimismo debemos mencionar la fábrica de
Trubia, el establecimiento de ü. Juan Nauri, y Ja
pericia de D. José de Vesada platero de Soria,
que con sus bronces fundidos contribuyeron al
mayor lustre de la Exposición Pública de" los pro-
ductos de la industria española verificada en Ma-
drid en 1850; según se dejó consignado por la
Junta calificadora en las páginas 284, 295 y 296
de su memoria presentada al Escmo. Sr. Ministro
de Comercio. Alli puede verse como sobresalía la
primera por la precisión y finura del fundido y
por el detenimiento y delicadeza del cincelado en
sus 21 bastos de hierro unos y de bronce otros
mayores que el natural, siendo otros tantos retra-
tos de SS. MM. la Reina , el Rey y la Reina ma-
dre y varios personajes contemporáneos. El se-
gundo llevó á la Exposición ornatos de bronce de
reducidas dimensiones para sobremesa acabados
con gusto y detenimiento; haciéndose notable en-
tre ellos un pequeño grupo que representaba la
suerte de ir á matar al loro el lidiador, por la ver-
dad en las actitudes y cierta animación en las fi-
guras ; pero mas aun mereció el voto de la Junta
calificadora una bella y espresiva Dolorosa, apar-
te de un reducido busto de Pió IX, de muy esmera-
da fundición. El Sr. Vesada por último presentó
en aquel concurso una custodia de bronce fundi-
da y cincelada de un mérito no vulgar.
Con especial satisfacción hemos dejado que li-
bre corriese nuestra pluma en el presente artícu-
lo, para dejar aquí consignadas verdaderas glo-
rias nacionales. No creemos que nuestros lectores
nos culpen esta vez por haberles ocupado la aten-
ción con descripciones prolijas; y ojalá que en
otras muchas páginas pudiésemos desviarnos,
por análogos motivos, de nuestro habitual laco-
nismo! ,
BROSI9IO, Brosisium. Género de plantas
déla familia de lasurtíceas, y de la monandria
diginia. El señor Kunth asegura que el Galacto-
dendrum, Humb. e* congénero del Brosimum.
Brósimo Alicastro [Brosimum AUcas-
trum , S\v.). Grande árbol de la Jamaica, que
Brown y Adanson llamaban Alicastrum, cuyo,
nombre genérico al principio se convertió lue-
go en específico. Es muy semejante al árbol
del pan, en términos que los Inglesas de la Ja-
maica llaman á sus frutos Bread nuts [Nuez pan).
Estos frutos son muy buenos para comer, tostados
ó hervidos como las castañas; son harinosos, tie-
nen un gusto sabroso, y no sobrecargan el estó-
mago; suministran uu'alimentu muy sano á los
BRU
negros en los tiempos de sequia extrema en que
faltan otros alimentos, y son tanto mas preciosos
porque el árbol da muchos frutos. Sus ramos y ho-
ías proporcionan un excelente forraje á los anima-
les domésticos. El brósimo, pues, es un árbol im-
portantísimo , porque basta para satisfacer á las
necesidades del hombre que \ivcen el aridísimo
terreno de la zona tórrida.
BROSEA, Bnoss£A. Género de la penlan-
dria monoginia , formado por Plumier, poco co-
nocido y colocado con duda en la familia de las
ericáceas. Solo contiene un arbuslito de las Anti-
llas, Bhosea coccínea (Brosscea coccínea, L.), de
numerosos tallos guarnecidos de hojas alternas,
y que llevan flores solitarias, axilares ó termina-
les, y de pedúnculos bribrácteados.Los habitantes
de Santo Domingo comen las bayas de este ar-
busto.
BROWALIA , Browallia , Género de
f llantas de la familia de las escrofulariéas, y de
a didinamia angiospermia de Linneo, que contie-
ne cierto número de especies indígenas de la
América tropical. Las browalias son plantas her-
báceas, derechas, lampiñas, ó pubescentes, ó vis-
cosas; de hojas alternas, pecioladas y ovales; de
hermosas flores azules, ó violáceas, raras veces
blancas, que son extra-axilares ó termiuales. Se
cultivan 5 ó 6 especies de este género en algunos
de los jardines de Europa. En Caracas, el co-
cimiento de la Browalia descaecida [Browallia
demissa, L.) es empleado en las enfermedades
de la piel, sobre todo contra la tina, según los
señores de Humboldt y Bonpland.
BRUCE A, Bui cea. Género de la familia
de las terebintáceas, y de la tetrandia monoginia,
cuyas especies, poco numerosas, son arbustos ori-
ginarios de las regiones tropicales del África,
del Asia y de la Polinesia, notables por su amar-
gor- Las hojas son imparipennadas, de hojuelas
opuestas, muy enteras ó dentadas, desprovistas
de puntos trasparentes. Las flores, muy pequeñas
y de un verde mezclado de púrpura, están dis-
puestas en pelotones sobre las espigas axilares.
Brutea antidisentérica {/trueca fer-
ruginea, L'Hér.). Arbusto originario de la Abisinia
en donde se le llama Wooginos, descubierto por
Bruce, y que se cultiva en algunos jardines de Eu-
ropa. Ofrece el aspecto de un pequeño nogal, de
cinco á seis pies de alto, con hojas aladas, 1 1 — 1 3
hojuelas aovadas, puntiagudas, guarnecidas de
algunos pelos. Su corteza, que es muy amarga,
es usada en Abisinia contra la disentería, em-
pleada en polvo á la dosis de una cucharada re-
gular al dia, en leche; causa una sed, que no es
menester saciar, pero no produce evacuación al-
guna. Se recomienda quitar la película interior de
esta corteza, pero Bruce observa que esto no pa-
rece necesario.
Equivocadamente se había creído que la Bru-
cea antidisentérica producía la Falsa angostura,
— V. Angostura y Bruciná.
BRVCIKA. Álcali orgánico descubierto en
4819, por los Sres. Pellétier y Caventou , en la
corteza de la falsa angostura , én la que está cora-
BRU 417
binada con un exceso de ácido agállico ; existe
también , junto con la estricnina, á la que se ase-
meja mucho por sus efectos , en la nuez vómica,
la naba de San Ignacio y el upas üeuté. El nom-
bre que lleva es inexacto, no procediendo la
falsa angostura , como se creia , del Bmcea fer-
ruginea , L . Hér. , por lo que los Sres. Henry y
Guibourt proponen en su lugar el de Scudatigus-
tina.
La brucina purificada y cristalizada se presen-
ta en prismas de cuatro caras oblicuos, traspa-
rentes é incoloros, que contienen 17 por ciento
de su peso de agua ó unos 6 átomos ; es inodora, y
su sabor, que es de un amargor fuerte, persiste por
largo tiempo; calentada, entra en fusión sobre
100° y abandona toda su agua, y enfriándose
toma la consistencia de la cera licuada; calcina-
da al contado del aire, se abotaga descompo-
niéndose y arde sin dejar residuo; el agua fría
disuelve Veno» Y e' a£ua hirviendo yso0 de su peso;
se disuelve fácilmente en el alcohol y un poco en
los aceites volátiles ; el éter y los aceites crasos
no la disuelven; las soluciones de brucina enver-
decen el jarabe de violetas y vuelven al azul el
papel de tornasol enrojecido por un ácido.
tnode los caracteres distintivos de la brucina
consiste en que el color rojo ó amarillo que to-
ma por la acción del ácido nítrico se cambia en
hermoso violeta cuando se le añade cloruro es-
tañoso , y que se forma simultáneamente un pre-
cipitado del mismo color. Esta propiedad sirve
para distinguir ala brucina de la morfina y de la es-
tricnina; sin embargo el resultado no es siempre
perfectamente seguro, porque la estricnina con-
tiene á veces brucins. , lo que se descubre muy
bien por este medio. Añadiendo á una solución
alcohólica de brucina una gota de bromo , el lí-
quido toma igualmente un color violeta.
Los Sres. Pellétier y Couerbe han indicado otro
proceder para distinguir á la morfina déla bruci-
na : han observado que por la descomposición do
una sal de brucina por medio de la pila, se for-
ma en el polo positivo el mismo color rojo que
produce también el ácido nítrico. Como la morfi-
na produce la misma reacción con el ácido ní-
trico, y las sales sometidas á la acción de
la electricidad no se coloran , esta propiedad de
la brucina puede servir para distinguirla de la
morfina, cuando se tienen cortas cantidades pa-
ra analizar. La pila que sirvió para estos experi-
mentos consistía en 80 partes.
Las sales que forma la brucina con los ácido»
son todas solubles, de un amargor muy pronun-
ciado , la mayor parte cristalizabas. Los álcalis
minerales descomponen su solución , v aislan la
brucina en el estado de hidrato en vedijas blan-
cas.
La brucina está compuesta, según el análisis
de Liébig, de 68 átomos de carbono (70,88) , 36
átomos de hidrógeno (6,66) , 2 átomos de ázoe
(5,07), y 6 átomos de oxígeno (17?39) .-100 partes
de brucina absorben 13,06 de ácido hidroclórico
seco.
Este álcali obra de una manera especial «obre
428 BRÜ
la médula espinal , y puede, á alta dosis , causar
el tétano y la muerte. Este envenenamiento re-
clama el uso de vomitivos , de la insuflación pul-
monar practicada con prudencia , de los purgan-
tes , de las bebidas eteradas, etc. Su acción es
sin embargo mucho menos enérgica que la de la
estricnina, á la que parece está llamada á reem-
plazar, porque es á la de esta última como I á J2,-
según los Sres. Pelletier y Caventou, y como i es
á 24, según el Sr. Andral hijo. La brucina, pues,
puede reemplazar á la estricnina, y tiene la ven-
taja de producir efectos análogos , sin tener tan
grande actividad: poseyendo las propiedades de
esta última , pero en un grado mas débil , puede
administrarse ala dosis de 1 , 2, y aun 3 granos,
sin temor de accidentes , en las mismas circuns-
tancias en que estín indicadas las preparaciones
de nuez vómica. El Sr. Andral ha empleado con
ventaja la brucina , desde medio grano hasta 5
granos , en muchos individuos afectados de pará-
lisis; el Sr. Magendie ha hecho tomar con feliz
éxito este medicamento en dos casos de atrofia,
el uno de un brazo y el otro de una pierna ; los
enfermos tomaban al dia seis pildoras de un oc-
tavo de grano.
Debe observarse que la brucina cristalizada
contiene mas de un quinto de su peso de agua, y
es por consiguiente menos activa que la brucina
anhidra. — Las sales de brucina todavía no se
usan.
BKtUCO, Biujchus. Género de coleópteros
tetrámeros, familia de los rincóferos de Fabricio.
Los brucos son vecinos de los gorgojos, de los
cuales difieren en las antenas, la cabeza distinta
del corcelete, las partes de la boca , y á primera
vista , en la falla de trompetilla.
Estos insectos , en el estado perfecto , se en-
cuentran enlas flores en donde se juntan. La hem-
bra fecundada coloca sus huevos en las silicuas
ó vainas todavía tiernas de las plantas legumino-
sas, tales como las habas, las arvejas, los gui-
santes, las lentejas, etc. Las larvas que de ellas
nacen no tardan en penetrar en cada semilla, que
encierra no mas que una sola. Estas larvas que
llegan á ser bastante gruesas se presentan hin-
chadas, cortas, combadas, compuestas de ani-
llos poco distintos , y tienen una cabeza pequeña,
escamosa, provista de mandíbulas duras y cor-
tantes, por medio de las cuales cada una destru-
ye la semilla en el interior de la cual está encer-
rada , y en la que se ha metido de tal suerte que
la cubierta exterior queda intacta. Durante el in-
vierno se alimenta de la sustancia de la semilla
que le sirve al mismo tiempo de vivienda, y solo
hasta la primavera siguiente no se trasforma en
ninfa, y después muy luego en insecto perfecto.
Este, desprovisto de mandíbulas bastante fuertes
para taladrar las paredes de la cárcel , perecería
necesariamente en ella, si la naturaleza próvida
no hubiese dado á la larva el instinto de roer
hasta la epidermis el punto de la semilla por don-
de debe salir el insecto perfecto, el que entonces
basta que haga un ligero esfuerzo con su cabeza
para separar esta porción de epidermis. De ahí
BRU
es que resultan esas aberturas circulares que se
observan en los guisantes y las lentejas cuyo in-
terior está vacio.
Los brucos, no muy comunes en los países del
norte, causan en ellos pocos daños; pero no es
lo mismo en las comarcas meridionales , en don-
de sus estragos son á veces considerables. Entre
los diversos medios propuestos para destruir sus
larvas, el mas eficaz es sumergir en el agua hir-
viendo, inmediatamente después de la cosecha,
las semillas que se suponen estar atacadas , ó
bien exponerlas en un horno á una temperatura
de 40 á 45 grados ; pero , por desgracia , ni el
uno ni al otro de estos medios puede ser emplea-
do respecto á las semillas destinadas á la repro-
ducción.
Este género es numerosísimo en especies : el
Sr. Dejean designa 116, y Schoinherr describe
hasta 140. Aquisolo haremos mención de la mas
común por sus estragos, el Baoco DB los (jasan-
tes [Bruchus pisi , Frab.) , que se encuentra en
gran parte de la Europa y en la América sep-
tentrional. Su larva ataca los guisantes, las
lentejas , las arvejas', las habas , etc. , siendo á
veces, entre nosotros, un verdadero azote de la
agricultura.
IIBU .11 liA , Aguja de marear. El
Sr. Dr. D. Agustín Yañez y Girona, en el Dic-
cionario pintoresco de Historia natural y de Agri-
cultura, titulado Dios y sus Obras, dice : «Ge-
«neralmente se cree que entre los Europeos el co-
«nocimiento de este instrumento maravilloso data
«desde el siglo XIII , y que el punió de su verda-
«dero descubrimiento fué en la China que bajo
«muchos respectos aventajó e.i conocimientos á
«los demás pueblos del globo. Mas para rectificar
«tan erróneo como general modo de pensar , y
«para volver por el honor de nuestra patria y de
«Cataluña sobre todo que jamás ha sido la última
«en lomar la iniciativa en todos los conocimien-
«tos de alguna importancia , es preciso se ¡sepa
«que el muy sabio célebre é infortunado Puig-
«blanc, en una obra que compuso acerca de las
«antigüedades y monedas celtibéricas de Catalu-
«ña , fruto de mas de catorce años de continuos
«estudios, consideró haber patentizado que la
«brújula era conocida ya de nuestros ascendien-
«tes mucho mas antes de la era vulgar. Cita en
«corroboración de su aserto, que se halla gra-
«bada en muchas y anticuas monedas ; que igual-
«menle se encuentra en varios geroglilicos que
«aun existen en los rectos del templo de la famo-
«sa maga Circe que se encontraba en Mataró,
«entonces llamada Luronusonum , y que ella eu
«fin era la guia de nuestros ascendientes , los
«primeros Argonautas que osaron salir á desaliar
«toda la brabura del mar , llegando á lijar su
«emblema de Luronusonum inscrito alrededor de
«la brújula en los confines mas distantes de las
«Indias , en donde ha sido observado atentamen-
«te por varios curiosos viajeros que han recom-
ido tan r'-molas posesiones.»
La brújula, en la actualidad, es generalmente
conocida. Consiste en una aguja de acero imanla-
BRU
da, aplanada, y Je muy poco grueso , cuyos ex-
tremos terminan en flecha, y provista en su cen-
tro de una chapa de cobre (pie descansa sobre
un eje de este metal , y que da vueltas alrededor
de un circulo graduado en el que están marcados
los cuatro puntos cardinales.
Cuando sus movimientos son libres, obedece
de seguida á la influencia del magnetismo terres-
tre, y sus dos extremos se dirigen hacia los dos
polos del globo. Llámase norte de la aguja á la
punta que mira al polo boreal , y sur á la que
esla hacia el polo austral.
La brújula, trasportada en regiones elevadas ó
en los lugares mas profundos de la tierra , está
siempre sometida a la acción magnética , ac-
ción que se propaga al través de todos los
cuerpos. No obstante, es menester exceptuar
el hierro , el acero, el níquel y el cobalto: tam-
bién las inmediaciones de las minas de hierro
influyen sensiblemente en su dirección ; siendo
igualme.ite desviada de ella en el momento en
que se desarrollan ciertos fenómenos, tales como
los temblores de tierra, los volcanes , las auroras
boreafes. Este último sobre todo le hace experi-
mentar agitaciones tan vivas, que los marinos,
para expresar su estado , dicen que entonces es-
tá enloquecida. Excepto esto , sus indicaciones
son siempre seguras, y los dos extremos déla
agujan miran constantemente á los polos de la
tierra. Conócese de cuanta utilidad es para la na-
vegación esta importante propiedad.
be experimentó muy luego que en todos los
puntos de la tierra la aguja no se dirigia de una
manera absoluta hacia el norte, y que esta direc-
ción sufría variaciones. En Francia, por ejemplo,
declinó primero hacia el este de unos 12°, en se-
guida se acercó al polo, y en 1664 la declinación
era nula ; desde esta época! marchó hacia el oes-
te y llegó á unos 22°; en otros lugares esta decli-
nación es mas ó menos considerable. La mas
fuerte que se haya observado es de 43°45' , medi-
da por el capitán Cook en los 66°4o lat. austral,
y 9í>°45 long. occid. Encuéntranse dos grandes
circuios ó contornos de la tierra en donde la de-
clinación es al presente nula , pero estos contor-
nos no son regulares; hacen muchas inflexiones
y cambian con frecuenciade posición y de figura.
Sin embargo, como todos los cambios de decli-
nación se operan muy lentemente, y se tiene cui-
dado de insertar en los Almanaques la declina-
ción anua, la brújula nada pierde de su utilidad.
Independientemente de esta declinación de que
acabamos de hablar, la brújula está además su-
jeta á una pequeña declinación diurna, que pare-
ce producida por la presencia del sol sobre el
horizonte. Hacia las ocho de la mañana, se per-
cibe que ella se pone en movimiento: su ac-
ción es muy sensible entre mediodia y hasta
las tres ; por la tarde está estacionaria, y durante
la noche vuelve al punto de donde había partido.
Esta declinación apenas excede de 10', excepto en
el curso de tres á cuatro meses que siguen al
equinoxio de la primavera, que llega á unos 16'.
Llámase meridiano magnético del lugar en que
BRU 429
uno se halla a un círculo máximo de la tierra
determinado por la dirección de la aguja. Este cír-
culo corta ordinariamente el meridiano terrestre,
jrel ángulo que forman entre si da la medida de la
declinación de de la aguja en este lugar.
Una aguja de acero no imantada, suspendida
por su centro de gravedad, se sostiene en una
posición horizontal; pero si se le comunica la
virtud magnética, toma primero su dirección ha-
cia los polos, y después uno de sus extremos se
inclina. En nuestros climas, se abaja el polo
norte : la inclinación aumenta á medida que se
acerca al norte, ó mejor al polo magnético; dismi-
nuye cuando se retrocede, y se va hacia el ecua-
dor; allí se encuentra una zona que da la vuelta
á la tierra, en la que está horizontal: esta zona,
que se llama ecuador magnético, no coincido con
el ecuador terrestre, y su posición experimenta
también de vez en cuando pequeños cambios.
Cuando se ha traspasado ya la línea, la aguja que
antes se inclinaba hacia el norte, se dirige en-
tonces hacia el sud, y la inclinación aumenta
hasta el polo magnético sud. Para poner las agu-
jas horizontales, se coloca un contrapeso movible
en el extremo opuesto al que se inclina.
Las brújulas que sirven para medir la incli-
nación de la aguja son semejantes á las otras;
pero, en vez de colocarlas horizontalmenle, se
pone el aparato de manera que el círculo y por
consiguiente la aguja estén en una posición ver-
tical; el círculo da vueltas ñor sí mismo sobre un
eje vertical que atraviesa el centro de otro círcu-
lo horizontal, lo que permite colocar el primero
en todos los acimuts. La brújula de inclinación
está actualmente en Paris á unos 69°, en Londres
á 71, en Tobolská78, etc.
Las brújulas marinas están contenidas en cajas
y suspendidas por un movimiento compuesto de
dos anillos movibles que se suspenden en ángulos
rectos. Este mecanismo está dispuesto de mane-
ra (jue siempre estén en una posición horizontal,
á pesar del balanceo v cabezada de la nave.
La causa de la declinación y de la inclinación
de la aguja imantada todavía no nos es conocida:
para explicarla, ciertos físicos admiten un núcleo
magnético en el interior del globo terrestre. Este
núcleo tendria diversos puntos que podrían per-
der su vigor ó cambiar de lugar. Otros suponen
que lo resultante de las fuerzas por partículas
magnéticas, diseminadas en la superficie y en el
interior de la tierra, va á parar cerca de los dos
polos, y que fuegos subterráneos ú otros ac-
cidentes pueden alterar las propiedades químicas
de las sustancias magnéticas, lo que explicaría
las alteraciones que experimenta su centro de
acción. Olios, en lin, admiten dos ó muchos ima-
nes, etc. Esta diversidad de opiniones prueba so-
lamente que la verdadera causa de este fenómeno
es aun desconocida. Piénsase asimismo que será
muy difícil conocerla; sin embargo, el Sr. Lacaux
dice: «no hay porque desesperar de ello : las
«ciencias hacen diariamente progresos, y muy re-
«cienteraente un descubrimiento de los mas intere-
«santes nos ha hecho ver que existían relaciones
430 BItU
«entre el fluido magnético y el fluido eléctrico.
«Para convencerse de ello, basta colocar una brú-
«julajunto al aparato de Volta, puesto en actividad;
«y al instante en que se unirán, por medio de con-
«ductores, los dos polos de la pila, la aguja decli-
«nará. Muchos lisíeos lian concluido de este ex-
«perimento y de algunos otros que de ellos pro-
«ceden la identidad de los fluidos magnético y
«eléctrico. Aunque su conclusión parezca prema-
tura, es siempre cierto .que estos fluidos obran el
«uno sobre el otro, lo que no se dudaba, aunque
«fuese tan natural examinarlo y tan fácil con-
vencerse de ello»
Brújula marina. Consiste en una aguja iman-
tada que tiene la forma de un prisma , guarneci-
da en su medio de una chapa de materia dura,
montada sobre un eje, lastrada en el polo sud, pa-
ra evitar la inclinación; lleva un pliego circular de
papel ó de cartón delgad > sobre el cual están indi-
cadas las 32 divisiones de la brújula, ó rosa de los
vientos. La aguja sobre su eje está colocada con
el indicador en unacaja circular de cobre cubier-
ta con un vidrio, y el todo encerrado en otra se-
gunda caja de madera suspendida en dos ejes, á
fin de sostener el instrumento en una posición
siempre horizontal; la caja de cobre lleva en sus
paredes interiores dos señales negras verticales,
diámetralmente opuestas; una línea recta, tirada
de la una á la otra parte y paralela al eje del bu-
que, pasa por el centro de la rosa; la señal de la
proa sirve de dirección al timonero; indica la
proa. Tal es la brújula que comunmente se
emplea en la mar.
Un sabioinglés, el doctor Knight, habiendo re-
conocido que el paralelipípedo regular era la forma
mas conveniente para la aguja magnética, cons-
truyó una brújula con una aguja muy prolongada,
muy estrecha, y cuadrada en sus dos extremos.
El pliego de cartón que lleva las divisiones, ó el
indicador, está sostenido por un círculo de latón
que tiene el mismo diámetro que ella. El Si'. M'
Culloch también ha perfeccionado este importan-
te instrumento.
Háse observado con frecuencia que la aguja de
la brújula experimentaba perturbaciones produ-
cidas por la electricidad del hielo que la cubre;
que el mas ligero frote del dedo para quitar algunos
vestigios de polvo desarrolla el poder eléctrico
del vidrio, y que produce un extravío un frote un
poco mas fuerte, sea con el dedo, sea con un pe-
dazo de estofa, atrae uno de los extremos de la
aguja que se pega á la porción frotada, y por
consiguiente en una dirección toda contraria á
su dirección ordinaria. Cuando se despega, no
toma su lugar por oscilaciones iguales, sino mas
bien por movimientos tumultuosos que parecen
indicar que ella conserva algunos vestigios de la
electricidad que el vidrio le ha comunicado, y
solo hasta al cabo de un cuarto de hora entra to-
do en el orden.
El medio mas pronto de hacer desaparecer la
influencia eléctrica es humedecer el vidrio; la
sola aplicación del dedo mojado basta. Concíba-
se, además, que la aguja de la brújula marina,
MU
con su indicador de cartón, es mucho menos
sensible que la aguja desnuda dé la brújula
común.
Vitácora. Elhierro que entra en la construc-
ción de los buques ejerce una grande influencia
sobre la aguja imantada, motivo porque se ha
procurado encerrar la brújula en Una especie de
pequeño armario de madera común, pintado al
óleo, y en la composición del cual no entra nin-
guna partícula de hierro. Este pequeño armario
es á lo que se llama una Vitácora.
La vitácora está colocada en medio de la an-
chura del buque, á la vista del limonero, á 6 ó 7
decímetros adelante de lo aguja ó del caño del ti-
món. Durante la noche, se coloca en ella una lám-
para para iluminar la brújula. Sobre uno de los
lados interiores , se coloca la ampolleta, ó reloj
de arena de media hora, que sirve para indicar
la hora.
Comunmente se colocan, á bordo de los gran-
des buques, dos vitácoras simples, teniendo cui-
dado de ponerlas entre sí á la distancia de 17 á
18 decímetros, porque la esfera de actividad de
las agujas imantadas, pudiendo extenderse á 13
ó \ i decímetros, si estuviesen mas arrimadas , se
observarían perturbaciones en ambas brújulas.
Un Inglés llamado Preston ha añadido ala vitá-
cora uña jaula cuya parte superior encierra una
lámpara guarnecida de un sistema de reflectores
que dirigen sobre la brújula una luz viva, visible
sin embargo por el timonero solo.
A lo que parece , el Sr. Wales, uno de los com-
pañeros del capitán Cook, fué el primero que
en su segundo viaje, percibió que el hierro del
navio tenia acción sobre la aguja. Posteriormen-
te, el capitán Flinders hizo observaciones sobre
el mismo objeto, durante su viaje de exploración
de las costas déla Nueva-Holanda, y este- «abio
navegante se aplicó asimismo á la indagación de
las correcciones que exigía esta acción.
En la relación de su viaje, Flinders refiere que
en su propio navio (y el mismo hecho se presenta
probablemente en todos los demás) la dirección
de la aguja variaba según se colocaba la brújula
en la popa ó la proa. Este fenómeno procede, di-
ce él, de que todo el hierro que rodea la brújula
se hace magnético, y que toda la fuerza de atrac-
ción del metal se reúne en poderoso foco cuyo
i polo sud se encuentra hacia el medio de la cu-
bierta del navio. Este foco de atracción ejerce
una influencia de tal modo marcada sobre la agu-
ja, que experimenta direcciones muy diferen-
tes de las que se observan en tierra: así es que su
polo norte, en nuestro hemisferio, es constante-
mente atraído hacia el foco, observándose Jo
contrario en el hemisferio austral.
Partiendo de estos hechos , un físico inglés, el
Sr. Barlow, emprendió una serie de experimen-
tos con el objeto de prevenir estos extravíos. Ha-
biéndose procurado una esfera ó globo de hierro
de unos O n», 4 de diámetro, observó que coló,
cando la brújula encima el polo norte de la agu-
ja era . atraído ; pero que colocándola debajo,
era, al contrario, sobre el polo sud que se ejer-
BKL
cía la atracción. Observó, ademas, que cuando la
a^uja presentalla fenómenos de inclinación en una
vertical cualquiera alrededor de la bola, esta
vertical pasaba siempre por un punto en que las
dos atracciones estaban neutralizadas. Procuró,
desde entonces, determinar si los puntos en que
no se manifestaba atracción se hallaban en el mis-
mo plano, á fin de deducir de ello exactamente,
si el hecho existía, el grado de inclinación de es-
te plano con el horizonte, puesto que evidente-
mente no le era paralelo, como lo habian demos-
trado experimentos ya hechos. Esta cuestión fué
muy luego decidida", porque el experimentador
encontró que todos los puntos de no atracción se
hallan en el mismo plano, y que la inclinación de
este plano con el horizontees de unos 20 grados
del polo norte al polo sud, y á poca distancia,
por consiguiente, del ángulo de inclinación de la
aguja. Trazando sobre la bola un círculo cuyo
eje se encuentre en la dirección de la aguja in-
clinada , después alrededor de la misma bola
otros círculos imaginarios, de latitud y longitud,
el Sr. Barlovv obtuvo una especie de esfera mag-
nética que \e Indicó de una manera precisa, en
sus experimentos subsiguientes, la posición rela-
tiva del hierro y de la brújula.
Siguiendo sus observaciones, el Sr. Barlow de-
dujo que no solo una bola hueca de hierro, si que
también un simple disco metálico, son suficientes
para reemplazar las acciones ejercidas sobre la
brújula por todas las masas de hierro de un na-
vio, cualesquiera que sean su número y su dis-
tancia, es decir que si se suprimen todas estas
masas de hierro, el disco, colocado conveniente-
mente, reproduce los mismos extravíos de la brú-
jula para todas las orientaciones del navio. El
discoque empleó el Sr. Barlow tenia quince pul-
gadas de diámetro, y pesaba cuatro libras, trece
onzas.
La posición precisa del disco de corrección es
de las mas importantes, y se llega á obtenerla
por tanteo, para cada navio. No podemos descri-
bir aquí las operaciones que sirven para determi-
nar esta posicioon; la suponemos hallada, y vamos
á indicar como se consigue en este caso corregir
las observaciones de la brújula. Se observa la di-
rección de la aguja, primero alejando el disco, y
en seguida después de haberlo vuelto exactamente
<n su lugar; el extravío fuera del meridiano mag-
nético puede ser mirado como doble en la segun-
da observación de lo que era en la primera; la
comparación de los resultados hace pues conocer
el extravío debido al hierro del navio, y, por
consecuencia , la corrección que debe hacerse en
la primera observación.
El disco que empleó el Sr. Barlow se compo-
ponia de dos planchas circulares de palastro,
uue pesaban unas 3 libras (4 kil. íiüO) por pié cua-
drado, v clavadas fuertemente launa ala otra. El
Sr. Barfow piensa, no obstante, que un disco de
una sola pieza, que pese 6 libras (3 kil.) por pié
cuadrado, es enteramente conveniente. Cuando
el disco es doble, se puede colocar entre las <los
hojas que lo componen un disco de madera que
BRL 431
aumenta su grueso, sin aumentar mucho su peso;
un disco asi dispuesto tiene mas fuerza que un
disco simple, ó que un disco compuesto de dos
planchas en contacto inmediato. Por lo demás,
cualquiera sea la disposición del disco , tiene
siempre en su centro un tallo por medio del cual
se tija al pié de la brújula.
Variaciones del cronómetro. Parece que, se-
gún una memoria interesante del Sr. Fisher so-
bre los errores de longitud procedentes del cro-
nómetro de mar , estos instrumentos experi-
mentan una modificación súbita en su curso des-
de que están colocados á bordo. Este efecto fué
por largo tiempo atribuido al movimiento de la
nave; pero el Sr. Fisher encontró su causa en la
acción magnética ejercida sobre la péndola de
acero del cronómetro por el hierro que entra en
la construcción del buque. En apoyo de esta
opinión, anuncia él haber observado" efectos se-
mejantes colocando el cronómetro bajo la inflen-
cia de ¡manes colocados en diferentes posiciones,
relativamente á su péndola. En resumen, dice el
Sr. Fisher que parece que los cronómetros mar-
chan generalmente mas aprisa á bordo, sobre
todo si sus péndolas han recibido la polaridad por
su aproximación á cualquier cuerpo magnético.
Parece probable, en electo, que en este caso
el movimiento del resorte (péndola) se encuentre
acelarado , puesto que se ha observado que los
cronómetros en los cuales esta parte de mecanis-
mo es de oro conservan mejor su regularidad
Un oficial de la marina real inglesa, el capitán
Scoresby, ha imaginado remediar á este incon-
veniente, ajustando al cronómeto una brújula de
corrección En este aparato, la aguja magnética,
colocada á cinco ó seis pulgadas (Om, 13o á Om,
160) debajo del cronómetro , ejerce sobre él una
influencia á corta diferencia igual ala de la tier-
ra; pero como se halla en una dirección opuesta,
tiende mas bien á neutralizar que aumentar la.
causa de perturbación.
Brújula acimutal. No es otra cosa que usa brú-
jula común de marina á la que se han adaptada
dos partes suplementarias, por medio de las cua-
les se puede encontrar el acimut, y deducir el
grado de declinación de la aguja imantada en el
lugar de la observación. La primera parte pre-
senta una abertura oblonga atravesada de arri-
ba abajo y por su medio, por un hilo que pasa en.
seguida por el centro de la brujida, y va a lijarse
debajo de la otra parte suplementaria, que con-
siste en una hendidura perpendicular. La brúju-
la, por lo demás, está dispuesta de la manera or-
dinaria, excepto que la caja presenta, en su pared
inferior, dos lineas perpendiculares que corres-
ponden al hilo mencionado arriba , y que sirven
para indicar los grados N. ó S. de acimut de la
aguja, al observar el sol.
Hay un aparato mas sencillo y mas cómodo pa-
ra verificar y medir de una manera absoluta las
variaciones de declinación, que en general son
poco extendidas, que consiste en una aguja pris-
mática muy larga, suspendida de un hilo sin tor-
sión, y encerrada en una larga caja que se diri-
432
BRÜ
ge según el meridiano magnético; esta caja no
(1oj;i á la aguja mas espacio que el necesario pa-
ra que pueda describir sus oscilaciones. Cada ex-
tremo del imán lleva un nonio, que se mueve
directamente sobre de un pequeño arco dividido
lijo. Por medio de lentes y de anteojos conve-
nientemente colocados, se puede observar la mar-
cha del cero de cada ñoñez sobre el eje fijo
correspondiente, y asi valuar, con grande exac-
titud, las variaciones de posición del eje de la
aguja.
La inclinación se observa por medio de un apa-
rato en el que la aguja se mueve alrededor de
un eje horizontal , fijado perpendicularmente en
el centro del limbo vertical; este limbo puede ser
colocado en los diversos acimuts, volviéndolo al-
rededor de un eje vertical, y su rotación está
medida en otro limbo horizontal y fijo. Para cada
acimut, la aguja hace un ángulo particular con el
horizonte; se hace girar el limbo móvil hasta que
laaguja se ponga vertical; el limbo entonces es
perpendicular al meridiano magnético , y basta
pues hacerle girar de un cuadrante, para que se
ponga paralelo con este meridiano, y que se pue-
da observar directamente la inclinación de la
aguja.
BRÜNSFELSIA, Buunspelsia. Género
de plantas de la familia de las solonáceas, y de
la didinamia angiospermia. La Brünsfelsia pe
América (Brünsfelsia americana, L.), arbusto de
las Antillas , es notable por sus bayas mas grue-
sas que una nuez, de un sabor primero acerbo,
de un color rojo naranjado, y de un gusto vinoso
en su madurez; cocidas, se disminuye el sabor
acerbo, el principio azucarado se desarrolla, y en
las Antillas se hace con ellas un jarabe, que se
da en la debilidad de los intestinos, después de
las diarreas rebeldes.
BRITSOUTECIA, Broüssonetia. Género de
plantas de la familia de las urtíceas, y déla dioe-
cia tetrandia, establecido por Ventenat.
Brusonecia que lleva papel, Mo-
rera del papel (Broüssonetia papyñfera,
Vent.; Morus papyñfera, L.). Hermosísimo árbol
de las islas del mar del sud, de la China y del Ja-
pon, conocido en Europa y cultivado en los jardi-
nes desde mediados del último siglo; en Taiti se
le llama Aonta, y en la China, Tchu-kou. Es
lactescente, de hojas alternas, escabrosas por en-
cima, vellosas por debajo, las mas jóvenes 1 — 2
— 3 — 'ó lobadas) Jas adultas ovales subredon-
deadas, indivisas. Las flores masculinas en espi-
gas aovado-prolongadas, acompañadas cada cual
de una escama, y que constan de un periantio
gimotépalo con cuatro divisiones y de cuatro
estambres de anteras globulosas; las flores feme-
ninas en espigas globulosas, con una escama en
su base y que presentau un perigonio aorzado en
el cual está encerrado el ovario, provisto de un
estigma capilar. Después de la fecundación, las
paredes del cáliz se vuelven sarnosas, pasan del
color verde al rojo subido, y envuelven la peque-
ña aquena, que es la semilla
Con la corteza de este árbol se fabricantejidos
BRÜ
de que se hacen taparabos, capas y otros ves-
tidos, en la Polinesia. Por medio del riego ó la
maceracion con una agua alcalina lasramitas se
despojan de su parte(leñosa, y los hilos que después
se obtienen son bastante parecidos á los del cáña-
mo. Las telas de brusonecia son notables por su
suavidad y frescura , y loman perfectamente los
colores mas brillantes y delicados. Con la parte
filamentosa de esta corteza en China y sobre to-
do en el Japón se hace papel de todas cali-
dades.
Brusonecia de tintes, Morera de
tintes (fíroussonetia linctoria , Kmú; Morus
tinctoria, L.). Árbol que crece en el Brasil, en la
Jamaica, en Cuba y en Méjico. Su leño, llama-
do Leño amarillo de los tintoreros, que nos llega
de Cuba y de Tampico, se presenta en troncos á
veces muy gruesos, mondados por el hacha, de
un moreno amarillento al exterior, de un amari-
llo vivo y oscuro al interior, de una libra bastan-
te grosera; comunica al agua un hermoso tinte
amarillo que se debilita con los ácidos, pasa á
rojo naranjado con los álcalis, y se cambia en
verde con el sulfato de hierro. Algunos dan equi-
vocadamente á este leño el nombre de Fustete En
el Brasil se llama al árbol Tatai-Iba.
Conócese el Leño amarillo de Para, que es de
un amarillo canario, de una textura mas fina y
mas compacta que el precedente, y que toma un
pulimento satinado. Según Guibourl, es posible
quesea producido por el Tatai-Iba del Brasil,
cuyo leño, según Marcgraff, sirve para la tintura
en amarillo; pero en Europa es empleado sobre
todo para la ebanistería y la taracea, y se le da
comunmente el nombre de Nogal de la Guadalu-
pe, nombre que pertenece á un leño de otro ár-
bol, que parece.haber gozado de algún favor, pe-
ro que no se encuentra en el comercio.
BRUXAJVELI. Árbol de la India cuya
corteza , de un olor fuerte , es empleada como
astringente, diurética, etc.; sus raíces son pres-
critas con feliz resultado contra la gota. El zumo
del árbol , mezclado con manteca, es usado con-
tra los diviesos. Se supone que este árbol perte-
nece á la familia de las rubiáceas.
BU
BUBOI , Bubón. Género de plantas de la
familia de las umbelíferas , y de la pentandria di-
gínia de Linneo , que contiene algunas especies
del Cabo , muchas de las cuales son cultivadas en
los jardines de Europa. Los bubones son arbus-
tos muy lampiños, que segregan una goma resi-
nosa , de tallos cilindricos, que llevan hojas bi-
ternatisecadas, glaucas, de segmentos dentados ó
pinnalilidos, y de pecíolos envainantes; de flo-
res de un amarillo verdoso en umbelas compues-
tas, multiradiadas, de involucro y de involticri-
llos de muchas hojuelas lineares; fruto aorzado,
estriado, y velloso en algunas especies.
Bubón Oálbano (Bubón Galbanum, L.;
Sclinum Galbanum, Spreng.). Este sub-arbuslo
creceen Etiopia. Sustallos cilindricos, ramosos y
lampiños , están guarnecidos de hojas alternas,
tres veces aladas; su largo pecíolo es membra-
BUB
noso y dilatado en su base; sus llores presentan
granaos umbelas amarillas en la parte superior
de las ramificaciones.
Esta planta es la que , según los autores, da la
sustancia gomo-resinosa llamada Gálbano , que
se obtiene cortando el cuello de la raíz ó los ra-
mos , y recogiendo el zumo que se concreta en
el punto corlado, y que adhiere de tal modo que
con él se arrastran fragmentos de leño; también
sale expontáneamente de las articulaciones del
tallo durante los fuertes calores del verano.
En el comercio se conocen dos especies de Gál-
bano. Gálbano blando v Gálbano seco: el pri-
mero es atribuido á la planta que nos ocupa; el
segundo se supone proceder del Gálbano oficinal.
Ciw.iuNo blando. En el comercio se encuen-
tra bajo dos formas, en lágrimas y en masas.
Gálbano en lágrimas. Se presenta en pédaci-
tos blandos, oque se reblandecen en los dedos;
amarillos, barnizados y pegajosos al exterior, lo
que es causa de que las lágrimas mas puras y
mas secas se aglutinen siempre en una sola masaj-
es amarillo y traslúcido al interior , y ofrece una
fractura granada y como aceitosa ; tiene un olor
fuerte, tenaz, particular y ligeramente fétido; su
sabor es acre y amargo.
Gálbano enmasas. Solo difiere del primero en
que, estando mas cargado de aceite volátil , sus
lagrimas se han reunido en una sola masa, en la
que se las distingue aun. El fondo de la masa,
comunmente mas oscuro y que se pone moreno con
el tiempo, está además ensuciado con impurezas.
En resumen , en lágrimas ó en masas, este gál-
bano es siempre blando, pegajoso y como barni-
zadq.
Se distingue fácilmente este gálbano de la go-
ma amoniaco en las lágrimas de que se compone
sea en lágrimas aisladas , sea en masa. Las lá-
grimas de la goma amoniaco son sólidas , duras,
y se reblandecen mucho mas difícilmente, son
del todo blancas , lechosas , opacas al interior , y
ofrecen una fractura lisa, y su olores también me-
nos fuerte y diferente.
Este gálbano tendría mas semejanza con el sa-
gapeno , del que se distingue en su olor y sabor,
que son en verdad fuertes y desagrables , pero
3ue ninguna relación tienen con los de la asaféli-
a, que ofrecen siempre las lágrimas mas puras
delsagapeno.
El Sr. Pelletier ha encontrado en el gálbano.
resina, 66,86; goma, 19,28; leño é impurezas,
7,52; aceite volátil y pérdida, 6,3 4; malato ácido
de cal, vestigios, total, 100,00. Mas recientemen-
te, el Sr. Meisner ha analizado el gálbano (se su-
pone ser el en masa, mientras se cree que Pelletier
habría analizado el en lágrimas) , y ha obtenido:
resina, 3,29; goma, 1,13; basorina,9; ácido
málico, 1 ; esencia, 17; restos, 14; pérdida, 17.
La resina goza de una propiedad singular:
cuando se calienta á una temperatura de 120 á
1 30 grados centígrados, entre otros productos da
un aceite de un hermoso color de añil, aceité
muy soluble en el alcohol , al que comunica su
color. Esta resina es insípida > se disuelve en el
M'B 433
alcohol fuerte, elelery la esencia de trementina;
los ácidos y los álcalis no la trasforman , á menos
de ser bastante concentrados para descomponer
el aceite mismo, etc.
Por la destilación , pues, á fuego desnudo se
obtiene un aceite de gálbano , de un hermoso
azul; pero obtenido con el agua, es incoloro y
se pone amarillo envejeciendo. El agua hirviendo
apenas disuelve el cuarto de su peso de gálbano,
y aun la mayor parte se precipita por el en-
friamiento; el vinagre, que servia antiguamente
para purificarlo, y el vino obran de la misma ma-
nera; el alcohol débil lo disuelve por entero.
Gálbano seco. Este'gálbano se presenta, como el
precedente, en láyrimas ó en masas; pero es mu-
cho mas seco, y sus lágrimas ,^que no son ni pega-
josas ni barnizadas, no se reúnen en una sola
masa; son amarillas al exterior, blanquecinas y
á menudo opacas al interior ; se distinguen siem-
pre de las de la goma amoniaco en su poca con-
sistencia, y en su fractura desigual, que no tiene
el aspectode una leche endurecida y vitrea. Es-
te gálbano tiene un olor aromático no desagra-
dable, aunque siempre análogo al precedente; es-
ti sujeto á contener trozos de tallo surcados , y
las cárpelas aisladas de una planta umbelifera,
que examinadas por el Sr. Don, según sus carac-
teres, piensa que la planta debe formar un gé-
nero ¡particular, vecino de los Siler , y á la que
llama Galbanum ofílcinale.
El gálbano obra sobre la economía animal
de la misma manera que todaslas resinas impreg-
nadas de aceites volátiles que proceden de las
umbelíferas : es estimulante y tónico ; se le pre-
fiere para el uso interno á la asafétida y á la go-
ma amoniaco. Se administra en forma de pildoras
ó en solución, á la dosis de 10 á 15 granos, en
las enfermedades nerviosas. Hace parte de mu-
chas preparaciones oficinales, tales como el dia-
quilon gomado , el bálsamo de Fioraventi , el
diascordio, la triaca, etc. Hoy dia es muy poco
usado.
El gálbano se recibe del Levante en cajas de
cien á doscientas libras.
Bubón nue lleva soma (Bubón r/um-
mifrr,.]j.; Malaselinum decipiens). Esta especie,
de Etiopia , da una resina inusitada. Algunos
autores han creido que producía la goma amo-
niaco.
Bubón de IVIacedonia, Perejil de
Tlacedonia (fíubon Macedonicum , L ; Atha-
manta macedónica , DC). Cree* en Grecia y en
el Levante , en Macedonia, etc., yes cultiva-
do en la Cochinchina y en algunos jardines de
Europa. Algunos autores piensan que es el Pc-
troselintim de Plinio y de Dioscorides , cuyas se-
millas eran muy empleadas en tiempo dé estos
autores.
El fruto de esta planta es pequeño , prolongado,
moreno , de un olor fuerte agradable , v de un sa-
bor muy aromático. Examinado con eí lente, las
cárpelas de que se compone parecen aisladas, y
son convexas de un lado , complanadas del otro,
de forma oval prolongada, mas adelgazada en
tomo i.
434 BUC
su extremo superior que en el inferior , lo que
le da la forma de una pequeña carrafa. El peri-
carpio es rojizo y semitrasparente; los lados son
blancos y erizados de pelos, si bien á la simple
vista el fruto parece lampiño. El corte trasversal
ofrece una almendra semicircular, que llena ente-
ramente á un pericarpio delgado, membranoso,
sin surcos marcados. Este último carácter distin-
gue el peregil de Macedonia de la alcaravea y del
fruto del peregil vulgar. Independientemente de
que este último es mas redondeado y menos mo-
reno, ofrece en el corte una almendra pentágo-
na, cuyo lado interno es mucho mas largo que
los otros cuatro , y que cada ángulo está señala-
do por el corte blanco de uno de los lados del
fruto. El intervalo entre cada lado está lleno por
un vasto receptáculo de un zumo moreno , de una
apariencia melosa.
Los frutos de esta planta pasaban como diu-
réticos, emenagogos, carminativos, etc., pero
no se usan ya al presente , y tan solo entran en la
triaca y otros preparados antiguos.
BUCARAS. Tela de mala calidad , de hi-
lo ó de algodón , aderezada y cilindrada, teñida
de varios colores, que sirve para refuerzos de
vestidos á los que se quiere conservar su forma
primitiva sin doblarse. También sirve para cubrir
las piezas de paños, sargas y géneros semejantes,
áíin de conservarles libres del polvo y del aire,
para que no perjudique al color.
SUCCINO, Buccinum. Desde Aristóteles
habían los autores antiguos dado este nombre á
un sin número de conchas univalvas diferen-
tes. Hoy dia, gracias álos trabajos de los Sres.
Lamarck, de Férusac, de Blainville, etc., de-
signa un género de moluscos del orden gasto-
ropodos pectinobranquios. Concha oval u oval
cónica, abertura longitudinal con escotadura en
su base , sin canal, columela no aplastada y dila-
tada en su parte superior.
Los buccinos están esparcidos en todos los ma-
res; pero las especies délos países tropicales son
las mas numerosas, y las (jue están adornadas de
colores mas vivos.' En general son conchas de
mediano grandor, y algunas aun no pueden ser
descritas sino con el auxilio del lente.
El número de especies de este género se eleva
á mas de 200 , muchas de las cuales son de nues-
tras costas. Conócense mas de 30 especies en el
estado fósil , pertenecientes casi todos á los ter-
renos paleoterienos.
Algunos buccinos sirven de alimento.
El Buccmo ondeado (Buccinum undalum, L.)
que habitad Océano , en donde se arrastra en la
superficie de las rocas sub-marinas, es usado
como alimento en algunas comarcas de la Europa.
Según Aetius y Dioscorides, era empleado anti-
guamente contra la cólica , la cardialgía, etc., y
también , según Nicander , como antídoto del pes-
cado llamado Dorycnium por los antiguos.
Su concha no tiene mas virtud cuando calcina-
da que la de las ostras , aunque hubiese sido
preconizada por Galeno contraías parótidas y los
lamparones , y por otros, contra la alopecia, etc.
BLE
BUElí , Bos. El buey es en el idioma vulgar
ese ser degradado hasta el punto de ignorar su
fuerza, que, privado de los atributos de su sexo
y reducido á la mas dura esclavitud, está conde-
nado , desde su nacimiento , á sobrellevar los
rudos trabajos de la labranza , para caer en fin
bajo la cuchilla del carnicero. El naturalista no
mira al buey bajo tan tristes relaciones : su nom-
bre, impuesto á un género de mamíferos que en-
cierra especies fuertes y valientes , reúne colec-
tivamente los toros , los aurocs, los búfalos y los
bisontes , es decir seres que caracterizan grandes
fuerzas y el instinto de esa independencia salvaje
que difícilmente se doblega al estado doméstico.
Este género comprende lodos los mamíferos
rumiantes, bovineos, cuyas astas existentes en
ambos sexos, son mas ó menos redondeadas y
disminuyen insensiblemente hacia su extremidad,
que se dirige mas ó menos adelante; las narices
en lodos estos animales están abiertas sobre una
ancha geta , eslo es, la piel que las rodea es ma-
melonada y abunda en numerosas glándulas mu-
cíparas , que sin cesar vierlen su produelo en la
superficie de aquella; todos tienen en la parte
anterior del cuerpo un como repliegue saliente,
una especie de cogido de la piel llamada papada,
el cual se extiende desde la garganta al abdomen;
§us manos son inguinales y en número de cuatro.
"■■ Los bueyes tienen la talla elevada; son los ma-
yores animales de la familia , y su régimen es
nervívoro exclusivamente. La elevación de su
talla y la considerable fuerza de que están dota-
dos les permite pacer con seguridad sin temor al-
guno ni á los carnívoros mas grandes. Por esto al
presentarse el enemigo no huyen como ías gace-
las y las cabras ; al contrario, le esperan á pié
firme, y las mas de las veces le dejan escarmen-
tado.
Las especies bastante numerosas de este géne-
ro son en el dia unas fósiles y otras vivientes: en-
tre estas últimas (que se encuentran esparcidas por
casi todo el globo, tanto en Europa, Asia, África
é Islas vecinas al antiguo continente, como Amé-
rica) algunas desde épocas mas ó menos remotas
se hallan reducidas al estado doméstico, y pres-
tan al hombre servicios tales que muchos pueblos
se encontrarían indudablemente privados de su
principal medio de subsistencia , si se les despo-
jase de estos animales.
Los bueyes en el estado salvaje viven en los
bosques , en rebaños mas ó menos numerosos ; un
solo macho puede bastar para muchas hembras,
y éstas no dan mas que un hijuelo por ventre-
gada.
Los naturalistas han dividido este género en va-
rios grupos , pero para nuestro objeto bastará que
describamos las especies que contiene.
Buey ulmizclailo (Bos moschatus, (¡un,1
Habita en las partes mas frías de la América del
Norte , en donde trepa por las rocas como
las cabras ; se aleja poco del círculo polar,
y vive por hatos de 80 á 100 individuos, en cuyas
asociaciones no existen comunmente sino dos ó
tres machos, lo que no procede de que las hem-
BUE
brus produzcan mas individuos de su sexo que del
otro , sino de los combates á que se entregan los
machos en el tiempo de su amores ; entonces se
encuentran muchos de ellos muertos, puesto que de
entre los jóvenes toros que se entregan á los place-
res que provoca la nueva estación por batallas
sangrientas , sobrevive sino un corto número
de vencedores destinados á propagar la es-
pecie. Los celos del buey almizclado no se ex-
tienden solamente á los animales de su especie, to-
do ser viviente le hace sombra, y se le ve perse-
guir con musidos de furor hasta á las aves que
se acercan á las vaquillas.
£1 buey almizclado tiene las astas estrecha-
mente unidas en su base , largas de dos pies , y
otro tanto de circuito, y pesan hasta sesenta li-
bras; el pelo es de un rojo oscuro, de una gran fi-
nura, arrastrando casi hasta tierra, y asi es
que el animal parece informe , sin distinción de
cabeza ni de cola; sus piemas y su cola son
muy cortas; no excedede la altura de un ciervo,
y su longitud es de unos seis pies.
La carne de los indiv iduos jóvenes de esta es-
pecie pasa como muy buena, pero la de los adul-
tos no puede comerse ; el olor de almizcle de que
está penetrada se comunica á todo , v el cuchillo
que la destaza no pierde este olor sin el auxilio
de la piedra de ablar. Sin embargo , los Indios
cazan al buey almizclado para aprovechar su
carne y su piel; la primera ha sido muy útil á
tripulaciones que carecían de provisiones frescas.
Buey Arni {Bos krni) . Esta especie de buey
de las Indias , considerada por muchos naturalis-
tas como una simple variedad del búfalo , del que
únicamente difiere en sus astas que son excesi-
vamente largas (de 4 á o pies cada una) , rugo-
sas por su concavidad , y aplanadas por delante.
El arni es negro, carece de jiba y de crin. Pare-
ce habitar especialmente las altas montañas del
Indostan y del Archipiélago indiano.
Buey Auroe ó Uro , Buey bravio
de Polonia. Buey salvaje de la U-
tuanla {Bos urus , Gm.; Bos ferus, L.). Este
animal es el mas fuerte de todos los bueyes vi-
vientes; tiene hasta seis pies de altura en el cru-
cero y en la grupa; hánse visto algunos cuya ca-
beza tenia dos pies seis pulgadas de ancharía , y
cuyos ojos estaban distantes á diez y ocho pul-
gadas el uno del otro; la circunferencia de los
cuernos, en su base, era de mas de un pié.
Fl uro es el Zebú de los Poloneses, muy raro
hoy dia, que no se le encuentra mas que en al-
eónos grandes bosques de la Prusia ducal y de
la Lituania. Se separa poco de las aguas , en
verano busca las umbelíferas para su alimento,
vive en invierno de liqúenes y de renuevos de
árboles , se entrega á grandes combates en la
estación de los amores, y es eu esta época muy
peligroso para los cazadores. Su fuerza es prodi-
giosa, ningún obstáculo le detiene en su huida
ó en su acceso de. furor , y con sus astas puede
hacer pedazos á abetos gruesos como el muslo
de un hombre.
La forma del auroc es singular, y su aspecto
BUE 435
tiene algo de mas salvaje y mas brutal que el de
sus congéneros. La cabeza es ancha; corta y situa-
da debajo del lugar ordinario; el cuerpo está
cubierto de dos suertes de pelos, unos leonados,
suaves y lanudos , que coustiluyen una especie
de borra que puebla las partes inferiores; los pe-
los del dorso y regiones anteriores son mas lar-
gos, recios y toscos, y de color prieto; una lar-
ga y péndula barba ondea delante de su papada;
las astas son gruesas, redondas y laterales; la
frente es arqueada y las ramas están dispuestas
en cuadro. Las hembras de esta especie son me-
nores y menos fuertes que los machos, están
de vientre once meses , y ao producen mas que
un becerro.
El auroc , susceptible de alguna educación si
se le coje de poca edad, es muy bravio en el esta-
do de naturaleza. Se le caza por su carne , que
es de buen comer, y también por su vello y cue-
ro , que son muy estimados.
Buey Bisonte, Buey salvaje de
América . Bisonte, Bisonte de Amé-
rica [Bos Bison, L.; Bos amerieanus, Gm.). Esta
especie habita en todas las regiones templadas de
la América septentrional , pero abunda con es-
pecialidad en las ricas praderas que circuyen las
fuentes dsl Misisipí y de sus rios tributarios , en
las que vive en numerosos rebaños mezclada con
los ciervos y gamos, paciendo por mañana y tar-
de, y se retira durante el calor á los sitios pan-
tanosos. Tal es su fuerza y su agilidad que á
pesar de los agujeros profundos que el peso de
su cuerpo produce en el grueso de las nieves de
que se cubre, durante un tercio á lo menos del
año, una parte de las comarcas que habita, estas
nieves no oponen el menor obstáculo á su corri-
da, y las atraviesa mas rápidamente aun del que
lo hacen los naturales del país.
Aunque este animal sea muy bravio, puede do-
meñársele cuando cogido joven, y si se le alimen-
ta bien adquiere una considerable alzada y el
peso dedos ó tres mil libras. Se pretende que en
ciertas comarcas de las riberas del ühio , los bi-
sontes , sometidos al poder del hombre , viven en
algunas habitaciones, y que si se mezclan con
la especie desde largo tiempo domesticada, pro-
ducen con la vaca común mestizos fecundos.
El bisonte tiene las formas rechonchas; la ca-
beza corta y gorda ; la frente , cuello y espaldi-
llas están cubiertas de un pelo lanudo, elástico y
muy suave , que ciertamente podría hilarse con
provecho ; los pelos del cuarto trasero son mas
cortos y mas negros; su cola es mediana y remata
en una vedija con largos crines; las asías sou pe-
queñas, redondeadas, laterales y apartadas.
Se hace la caza de este animal por razontle.-u
carne , que es de buen comer, por su cuero, que
es muy estimado, y también por otras diversas
partes de su cuerpo. En la Luisiana, la carne
íle bisonte es la principal que usan los habitantes;
el mejor y mas delicado bocado, es la jiba.
Apenas se matan sino vacas , porque la carne fe
los machos huele á cabrón.
Buey Huíalo. Búfalo [Bos Bulahs,
436 BUE
L.). Este animal es originario del Asia meridio-
nal, donde se encuentra todavía en el estado sa-
vaje. Desde muy largo tiempo reducido al estado
doméstico, era no obstante desconocido délos
Griegos y de los Romanos , y tan solo muy tarde
fué introducido en Europa, y particularmente en
Italia, donde al presente es muy común: en las
llanuras de la Lombardia.y sobre todo en los
pantanos Ponlinos, es en donde los búfalos pros-
peran. Dicese que individuos que se han escapa-
do lian reproducido , en diversas comarcas del
remo de Ñapóles, la raza salvaje. Estarazase
encuentra igualmente en algunas partes del Áfri-
ca , procedentes también de búfalos domésticos
vueltos á sus primitivos hábitos.
Si la especie que nos ocupa es una de las me-
nos favorecidas de parle de la talla, queda in-
demnizada por parte de las fuerzas : su pelo es
áspero y negro ; su frente ancha y combada rom-
pe todo lo que hiere; sus cuernos negros y com-
pactos están dispuestos hacia atrás. No anda co-
mo el buey común, ordinariamente álzala cabe-
za, inclina atrás los cuernos, y cuando hace mal
es solo con la frente ó las patas.
El natural bravio y brutal del búfalo , que
nunca pierde el sentimiento de sus fuerzas , hace
de él un doméstico indócil y caprichoso; se con-
sigue dominarlo por medio de un anillo de hier-
ro que se le pasa en la ventana de la nariz. El bú-
lalo es magro, su cola está desnuda, su cuerpo
es mas grueso y mas corto que el del buey ; su
piel es mas gruesa ; se alimenta como el buey: su
voz es un mugido que asusta; le gusta revolcarse;
se complace en permanecer en el agua, en la
que nada muy bien. En Italia, cada búfalo tiene
su nombre que se le enseña cantando ; se canta
también para ordenar la hembra, y en algunos
países y entre los Hotentotes se la introduce lama-
no en la vulva para inducirla á dejarse ordeñar.
La leche que da la búfala es agradable , siente
a la nuez moscada, y suministra un buen queso,
que se llama en Italia Huevo de búfalo, porque
se le hace tomar la forma de huevos Esta leche
-es de tal modo abundante en ciertos climas que,
según el $r. Távernier, hay hembras que dan
por dia hasta once azumbres.
La carne de búfalo, aun del animal joven v
cebado, es negra, dura, glutinosa, de mal gus-
to, un poco almizclada; sin embargo es algo pa-
recida á la del buey, pero es mas excitante v di-
fícil de digerir. En italiano la comen sino los" Ju-
díos y los pobres; en la lloraelia se ahuma y se
envía á Constantinopla, y aun á Marsella. Úni-
camente la lengua es buena de comer, pero no
gusta á todas las personas.
La Piel de Búfalo se soba con aceite, y con
ella se hacen cananas , cartucheras, guantes, co-
razas y otros objetos que sirven para defensa de
los guerreros. Una piel de búfalo es mas gruesa y
mas sólida que una piel de buey común; pesa de
«O a 100 libras, y con frecuencia mas aun. La
llomelia, la Besarabia, la Moldavia v la Valaqafa
expiden una gran cantidad de pieles á GonstaRti-
Hopla, pero el Asia Menor muv pocas. Las pieles
BUE
de los machos tienen mas precio que las de las
hembras, porque son mas gruesas, mas fuertes y
mas pesadas. Marsella recibe anualmente de Cons-
tantinopla de 5 á 6.000 pieles de búfalo. Las des-
tinadas á Marsella y á Anlona no se curten, y sí
tan solóse salan.
El búfalo no tan solo suministra al comercio la
piel, sino las astas, que emplean los torneros,
para hacer cajas de tabaco, rosarios, etc., y el
pelo que sirve para rehenchir sillas, etc.— Y.
Cuernos , Cueros y Pieles.
En cuanto á las propiedades medicinales del
búfalo, son nulas á los ojos de los modernos; pe-
ro los antiguos médicos han recomendado el cuer-
no y las uñas de este animal contra la epilepsia;
el sebo y el tuétano , como resolutivos y fortifi-
cantes ; los excrementos , contra la ciática , la
orina, introducida en el conducto auditivo, contra
la otalgia , etc.
Buey del Cabo . Búfalo del Cano
(Hoscaffer, Sparm.). Esta especie se distingue
en la enormidad de sus astas, cuyas bases apla-
nadas cubren como un casco todo el vértice de la
cabeza no dejando entre sí mas que un pequeño
canal ensanchado por delante. Este animal, ter-
rible por su ferocidad, vive en grandes rebaños
desde el cabo de Buena Esperanza hasta los con-
fines de Guinea , frecuenta los bosques mas som-
bríos y de senderos estrechos de los cuales se
desvía poco, derriba con furor cuanto encuentra
a su paso , y se complace en lamer los cuerpos
de los animales á que ha dado muerte ; se com-
place en estar sumergido en el agua , en la que
pasa dias enteros no teniendo absolutamente sino
la punta de la geta afuera áfin de poder respirar;
sus mugidos son espantosos y su carrera es muy
veloz; en las selvas acomete al hombre mismo,
ya la manera del búfalo no puede resistir la
vista de lo que es rojo.
El buey del Cabo tiene formas macizas y su al-
zada es considerable ; la papada es muy extensa
y péndula ; su cuerpo está cubierto de pelos de
una pulgada de largo, récioscomo cerdas y muy
apretados ; sus orejas son un poco agachadas y
están cubiertas por los cuernos.
A este terrible animal se le caza por razón de
su carne, que es de buen comer aunque grosera
pero especialmente se le busca por razón del
cuero, que es excelente.
Buey gruñidor , Buey de cola de
caballo , Búfalo de cola «le caballo,
Vaca gruñidora de Tartaria, Yack.
{Ifos yrunniens , Pallas). Se le encuentra bravio
en las montañas del Tibet, y busca los lagos mas
trios, porque le gusta bañarse como el búlalo.
Su carácter es irascible é indómito; sin embarga,
losTártaros, ChinosvTibetanos hansabidoaiiKui-
sarlo y reducirlo al estado doméstico, haciéndole
servir de besüa de carga.
El yack se distingue de todas sus congéneros
en la cola guarnecida por todos lados con largas
cerdas como la del caballo; es semejante al bú-
lalo en sus formas, pero se diferencia de él, sin
embargo, en la lengua guarnecida de papilas, v eu
ME
las astas redonda s \ lisas; tiene un gran cópele
de pelos crespos sobre el vértice de la cabeza; lo
general del cuerpo es lampiño y liso en eslío,
mas áspero y poblado en invierno ; su color es
negro; el cuello presenta una especie de crin, y la
parte inferior del cuerpo así como la raíz de
las piernas están guarnecidas de cerdas enmara-
ñadas , muy largas y péndulas.
La leche que suministran las hembras de esta
especie es excelente, y sirve para preparar una
muy buena manteca , que se trasporta á lo lejos
conservada en vejigas. También se utiliza la car-
ne de yack , pero lo que principalmente se estima
es su rico pelo, en particular la hermosa cola de
que los Tibetanos hacen aventadores de mos-
cas, y los Persas y Turcos, aquellas divisas <k
dignidad, que equivocadamente tomamos por co-
las de caballos.
Buey Gur {Bos Gaurus). Especie bastante
parecida al arni, descubierta por los naturalistas
ingleses en las montañas del Myn-Pat, y descrita
por Geoffrov Saint-Ililaire. El gur, llamado Gu-
rin en ellndíostan, tiene el cuerpo lampiño y de
un negro bastante oscuro; sus astas son corlas,
macizas, algo rugosas y muy encorvadas hacia
su punta. Es animal corajudo, que vive en reba-
ños de 15 á 20 individuos en las selvas interiores
de la india; aliméntase de hojas y renuevos. ..-"•
Buey de la India, Zebú [Bos indicas).
Habita las regiones cálidas del Asia y África,
pero especialmente es mas común en la India.
Los zebúes suelen ser mochos ; su pelo general-
mente es gris por encima y blanco por debajo, con
la cola terminada en un copete de pelos negros.
Se distinguen muchas variedades de zebúes, y se-
guramente es la mas notable el zebú de Madagas-
oar, que se aproxima á la marca de nuestro
buey y también se le asemeja en las astas.
La generalidad de los autores miran al zebú
como una variedad del buey ordinario, aunque
difiera de él enjla'alzada, que es menor, y en una
ó dos j ibas de gordura colocadas sobre el cruce-
ro. El sabor almizcleño de su carne y la jiba gra-
sicnta de su espalda son las únicas* diferencias
que le distinguen del buey común.
Buey de momios' blancos Bos leuco-
prymnus). Especie descrita por Guoy yGaimand,
muy parecida á nuestro buey doméstico, y que vi-
ve bravio en Java.
Buey de Sylhet, Iunjcll«Gau {Bos
s;iUiPtanus).Y. Cuvier ha descrito, bajo estos
nombres , un buey que reconoce como nueva es-
pecie, difiriendo principalmente del buey domés-
tico en sus astas que se hallan implantadas al ex-
tremo de la cresta occipital, y separadas entre si
por un espacio tanto mas reducido en cuanto ma-
yor es la edad del animal ; un ligero bullo gra-
sicnto reemplaza á la jiba de los zebúes ó bueyes
de la India; la cola remata en una escobilla de
largas cerdas. El iungli-gau macho y hembra se
distinguen uno de otro en el grueso de sus astas:
en cuanto al color es igual en ambos, esto es, ne-
frru/ro , con las pierna< Mauras ; la frente es de
un gris ceniciento, b mismo que una lista longi-
BLE 437
tudiual trazada en el crucero; lo interior de la
oreja y la parte inferior del cuerpo están guarne-
cidos de pelos blanquecinos.
G. Cuvier se inclina á considerar estos anima-
les como raza bastarda del buev y del huíalo.
Encuentráseles al pié de las montañas del Sylhet,
en la India, donde son tan comunes como el bu-
falo ; lo* indígenas los cazan y saben reducirlos a
la domeslicidad.
Buey Toro . Buey doméstico, To-
ro (Bos Taums, L.). Respecto á su procedencia
el Sr. Bory de Saint-Vincent dice : «Prescindien-
do de los cuentos ridículos que se han referido so-
bre el origen de este animal antes de la época en
que la historia natural fuese estudiada filosófica-
mente , y dejando como inexacto lodo lo que de
ello se habia escrito antes de Cuvier, debemos a
este sabio el conocimiento de la verdadera patria
de nuestro mas paciente doméstico. La ha encon-
trado en grandes toros cuyos cráneos fósiles se
reconocen entre los hornagueros de la Alemania,
de la Francia y de la Inglaterra: estos grandes
toros eran una de las dos especies germánicas
que distinguian ya los antiguos , á los cuales lla-
meban uro \ bisonte. Este nombre de bisonte, evi-
dentemente" derivado de la palabra teutona que
designa la cabra de almizcle , habiendo cambia-
do de acepción , ha pasado á una de las grandes
especies americanas; el uro parece pues haber si-
do el gran toro, la cepa de nuestra raza domés-
tica, y noel auroc; á lo menos el Sr. Desmoulins
da excelentes razones en apoyo de esta opinión.»
«Desde unos tres siglos la raza salvaje ha de-
saparecido de la superlicie de la Europa; pero la
doméstica se ha extendido por todas las parles
donde han penetrado los Europeos, y cruzándose
á veces con las especies indígenas de los climas
lejanos bajo los cuales se la habia expatriado, o
bien experimentado alteraciones sensibles, ha pro
ducido muchas variedades. Entre las mas notables
no debe omitirse citar esos grandes bue\ es de
jiba de Madagascar, que Peunant compara al
camello por la talla y la deformidad. Estos anima-
les son los que se trasportan comuninenle en las
islas de Francia y de Madagascar, en donde su
rara figura sorprende á los extranjeros. De pier-
nas largas y generalmente blanquecinas, tienen
una protuberancia movible en el crucero El ye-
bo es también un buey jibara de las mismas re-
giones y del África austral , pero al contrario el
mas pequeño de su género y de un natural muy
apacible; empléasele para llevar bagajes, y cier-
tas poblaciones negras lo montan como se hace
con el caballo.»
Esta especie tiene cuernos simples, huecos, no
caducos; comunmente tiene el cuerpo cubierto de
un pelo de color rojo de ladrillo, á veces gris
manchado de negro. El macho adulto entero se
llama Toro; el macho adulto y castrado, Buey;
la hembra, Vaca; los pcqueñuelos, mientras ma-
man , Ternero ó Ternera , y después, en la edad
adulta, Becerro ó Becerra.
El loro es el verdadero macho, que se le suje-
ta á la castración con dos objetos : I .° disminuir
438 BUE
su número, porque un solo macho puede bastar
para fecundar á muchas hembras ; 2o porque sien-
do el toro naturalmente forzudo, valiente, colé-
rico , indomable y muy peligroso , se consigue
sujetarle, sin hacerle perder mucho de su fuerza,
y privándole de la facultad de reproducirá su se-
mejante, aumenta entonces de altura, grueso y
gordura , es mas útil para la labranza, y después
de haber servido en ésta cierto número de años,
su carne, al cabo de algún tiempo de reposo, es
mas sustanciosa y mejor.
lt¡l¡dail del buey.
La utilidad del Buey ó toro castrado , para la
agricultura fué reconocida desde los mas remotos
siglos; y como su existencia quedó enlazada con
1 1 del arado , se le miró como un animal sagrado,
hasta se le erigieron altares y aun se castigaba
con la última pena á cualquiera que criminalmen-
te, le quitase la vida. Mientras se le mantuvo así
bajo la protección de la ley para mirar por sus
fuerzas o impedir el abuso que se pudiese hacer
de ellas, estuvo limitada á una longitud de cin-
cuenta varas la mayor extensión del surco que
debia abrir por una continuidad no interrumpida
de esfuerzos y movimientos.
Sobre laimportancia que merecia el buey en la
antigüedad, el Sr. Bastús dice : «Los Egipcios fue-
ron los primeros que rindieron al buey y á la va-
ca un culto del que se conservan todavía restos
en la India. Este religioso respeto pasó después
á los Griegos, los cuales en los primeros tiempos
no inmolaban sino toros cuya cabeza no hu-
biese todavía llevado el yugo. En la primera edad
de Roma no se mataban los bueyes destinados á
la agricultura.»
«Los Lacedemonios inmolaban un buey á Mar-
te cuando habían ganado una victoria por medio
de algún ardid, y un gallo cuando habia sido
abiertamente y sin el menor engaño.»
«Los triunfadores romanos inmolaban á Júpiter
Capitolino dos bueyes blancos nacidos en la um-
bría. Cuando los bueyes destinados al sacrificio
no eran enteramente blancos, se acababan de
blanquear con creta, llamándoseles entonces
cretatus. Se ademaban después las puertas délas
templos con las cabezas de los bueyes inmolados,
y de aquí es que se ven los altares decorados con
el cráneo de estos animales.»
«Los Romanos llamaban al buey, al toro y
álos becerros , víctimas mayores. Eran las úni-
cas á las que se doraban los cuernos en los sa-
crificios ; pero los Griegos las doraban también
á las otras víctimas menores.»
«Los pobres que no tenían medio para ofrecer
un buey vivo, sacrificaban uno de masa de ha-
rina.»
«Los pies de las tablas de las trípodes termi-
naban comunmente en forma de pies de buey, pa-
ra esprimir la fuerza y la estabilidad.»
«Un buey con cara de hombre, ó solamente una
cabeza con la misma, era entre los paganos el
BUE
símbolo de la agricultura , y el tipo del combate
de Hércules contra Aqueloó.»
«Varron califica al buey de compañero del
hombre en la agricultura. Columela dice que era
igual delito el atentar contra la vida de un buey
que contra la de un hombre. Eliano , Plinio, Va-
lerio Máximo y otros autores citan ejemplos de
castigos impuestos por la muerte de bueyes. La
fábula dice que los compañeros deUlises perecie-
ron en un naufragio por haber muerto algunos
bueyes del sol.»
«Por el capítulo XXV del Deuteronomio se ve
que se prohibió al pueblo de Israel el poner bozal
al buey que les servia para trillar ó para los de-
más usos de la labranza, queriendo así el Señor
que el animal que ayuda al hombre en sus fatigas
tenga alguna parte en el fruto de ellas.»
«Tres cabezas de buey sobre la estatua de Isis
denotaban entre los Egipcios los tres tiempos
del año oportunos á la agricultura. Los Romanos
ponian una cabeza de buey en sus edificios para
señal del trabajo y de la paciencia.»
«En las medallas antiguas el buey ó el toro
con los cuernos cargados de flores es un símbolo
délos sacrificios, en los cuales estos animales
eran las víctimas. Algunas veces están en actitud
de herirse con jos cuernos, y denotan la guerra
ó bien tos combates públicos de las fieras, pareci-
dos á nuestras corridas de toros.»
«Cuando los Romanos querían indicar una co-
lonia representaban dos bueyes tirando un arado,
porque acostumbraban servirse de bueyes para
señalar con el arado el circuito que habia de ocu-
parlanuevapoblacion. Algunas veces en semejan-
tes casos se ven juntos un buey y una vaca. Estase
halla situada á la parte de la ciudad, y el buey á la
parle exterior ó del campo, para denotar que el
cuidado interno de la casa corresponde á la
mujer , y que la agricultura y todas las profesio-
nes activas son propias del hombre.»
El Sr. de Buffon ha reunido en pocas líneas to-
dos los servicios que este paciente animal presta
al labrador. «Sin el huey , dice , pobres y ricos
vivirían con mucho trabajo, la tierra permanece-
ría inculta, los campos y aun las huertas queda-
rían áridos y estériles ; sobre el buey gravitan
todos los trabajos de la labranza; es el criado mas
útil de la granja y el sosten de la economía rural;
constituye la fuerza entera de la agricultura, y si
en otro tiempo formaba toda la riqueza de los
hombres , todavía sigue hoy siendo la base de la
opulencia de sus estados, que no puede prevale-
cer y prosperar sino por el cultivo de las tierras
y abundancia del ganado , pues los únicos bienes
positivos son estos, y todos los demás inclusos el
oro y la plata, son bienes arbitrarios y repre-
sentaciones, monedas de crédito, sin mas valor
que el que reciben del producto de las tierras.»
• . Calidades del buey.
La alzada y aun la fuerza del buey varían con-
siderablemente dependiendo.de la raza de que
éste procede y de la abundancia de los pastos
BLE
con que ha pasado sus primeros años , influyendo
igualmente en ello el clima. Los bueyes de los
países muy cálidos y de los países muy frios son
mas pequeños que los de las regiones templadas .
Entiéndese por razas modificaciones sobreveni-
das en una especie por efecto de una ó muchas
causas, tales como la influencia del alimento, del
terreno , del clima , de ciertos há bitos , del estado
doméstico, y del poderjinmenso del hombre, modifi-
caciones qiic se han hecho trasmisibles por vía
degeneración Nos es imposible describir aquí
las diferentes razas de buey que se conocen, pero
no omitiremos decir que no todas se recomiendan
por una misma aptitud para producir leche, car-
ne , ó trabajo , que son los principales productos
que dan las bestias bovinas. Entre los antiguos
decantóse mucho la monstruosa raza de Epiro,
que hoy se vé reducida al mas ruin estado. En
nuestros dias los bueyes mas corpulentos existen
en Sicilia, en la tierra de Labor , provincia de
Ñapóles , en la Polodia , en la Ucrania y en la Tar-
tana .los mas fuertes provienen de la Lngría,
Dalmacia y Carinlia , y también son menos enfer-
mizos que los bueyes gordos y rechonchos de la
Saboya, Suiza, valle de Aosta y Piamonte; los
que suministran la carne mas delicada habitan
los ricos valles de la Transilvania.
Las buenas calidades del buey son independien-
tes délos colores del pelo; sea este leonado ó( ne-
gro, rojo, gris, blanco ó moteado, la bestia se-
rá propia para todos los menesteres de la casa
rural, si es bien alimentada, tenida en un establo
bien ventilado y espacioso , si es tratada con ca-
riño y recibe del cultivador los cuidados compe-
tentes según los numerosos servicios que de ella
se exigen. Lna señal segura de su edad es el
lustre del pelo , espeso y suave al tacto ; cuando
se le pone áspero, marchito, herizado y claro,
el animal padece ó no es de un temperamento
fuerte.
Aunque generalmente se juzgue lo contrario,
el buey es susceptible^ apego, no solo para con
el hombre que le trate bien , sino con los indivi-
duos de su especie que se le asocien : su instinto
esbasíante perfecto para desarrollar notables fa-
cultades, por lo cual ciertas hordas del mediodía
del África crian bueyes para custodia de los ga-
nados ; tampoco es tan perezoso y descuidado co-
mo á primera vista parece, y sabe salir de apuro
tan bien y quizás mejor que el caballo.
El buey vive por lo común quince años ; su
edad se conoce positivamente por medio del exá-
men de sus dientes y astas. A los dos años y me-
dio ó tres se le aplica á la labor ó bien se le habi-
túa á llevar los arreos del tiro ; á la edad de
cinco á diez años adquiere su mayor fuerza , y
es la época de sus mas fatigosos y lucrativos
trabajos ; á los doce años deja el arado para pa-
sar á engordarse y después a la matanza.
Si bien el buey es menos propio para tirar car-
ros que el caballo , el burro y el mulo, y aunque
su paso , la forma de su dorso y la de los ríño-
nes se opongan al tiro , se le unce , y se le obli-
ga á trotar y aun á'galopar , lo cual hace con de-
BL'E 439
trimcnto de sus fuerzas y de su vida. También es
un absurdo asociarle al caballo, ponerle collera
y hacerle tirar únicamente con las astas , pues
conviene sacar provecho de la pujanza de su
cerviz y espaldas , del espesor de los huesos de
la cabeza por encima de la frente y de la dispo-
sición que naturalmente muestra para servirse de
aquella parte, tanto en el ataque como en la de-
fensa; y consideradas asi sus disposiciones, se
convierten en beneficio del animal y de los traba-
j os que se trate de exigir de él.
Elección de los bueyes.
La elección de los bueyes, sea que se les des-
tine á los trabajos de la labranza ó á los de acar-
reo, ósea que se reserven para engordarlos, está
determinada por cada comprador por reglas de-
ducidas de su propia experiencia mas bien que por
las indicaciones generales que se encuentran en
los tratados sobre los ganados; indicaciones que
se aplican aun tipo ideal, y que por consiguiente
son de poquísima utilidad.
En la compra sobre todo de los bueyes desti-
nados para la carnicería es en la que debe lomarse
la experiencia por única guia. Antes de comprar
unjbuey, el carnicero debe valuar la cantidad neta
de carne que podrá sacar de él. Para conseguir-
lo, examina atentamente la conformación y las di-
mensiones del animal , y palpándolo en diferen-
tes partes del cuerpo , reconoce el estado de gor-
dura á que ha llegado ; después , combinando es-
tos datos con los resultados que ha justificado en
bueyes de la misma procedencia y a corta diferen-
cia délas mismas dimensiones, llega á determi-
nar con una exactitud muy suficiente el peso de
la carne neta. Hay carniceros cuyas valuacio-
nes discrepan apenas de 10 libras , mas ó menos
del peso real; pero su número es reducido, ha
biendo muchos otros cuyas valuaciones difieren
en grandes proporciones del peso efectivo.
Para facilitar estos vahíos, el Sr. Maleo de Donv
basle ha publicado un proceder que, si pudiese-
aplicarse á todos los bueyes, daria inmediata-
mente el peso de su carne, "por la medida del perí-
metro de su tórax.
El Sr. de Dombasle , que parece haber hecho
numerosas aplicaciones de este proceder, lo ha
hallado exacto , y ha indicado como sigue los pe-
rímetros del tórax que corresponden á los pesos
de carne de los bueyes.
Peso
de
rarne.
Kil.
ni
225
250
Perímetro:*
Peso
del
de
tórax
carne.
mct. milim.
Kil.
1,820
2"5
1,893
300
1,965
325
1,035
350
Perímetros
del
tórax.
met. milim.
2,105
2,no
2,231
2,290
Para medir el perímetro del tórax, se procede
440 BUE
así: «El que opera se coloca junto á la espalda
«izquierda del buey, y, teniendo en una mano, en
«el crucero , la extremidad de una medida no
«extensible, dividida en centímetros y milímetros,
«pasa la otra extremidad entre las dos piernas del
«buey , por ejemplo detrás de la pierna izquier-
«da y delante de la pierna derecha; un ayudan-
«te, colocado del otro lado del buey, toma la
«medida de delante de la pierna derecha y la da
«al primero que reúne ambas extremidadesen el
«crucero , entre las partes mas elevadas de los
«dos omóplatos: del lado en que la medida pasa
«hacia atrás de una de las dos piernas, debe volver
«inmediatamente detrás de la espalda, y del la-
«do en que pasa hacia adelante vuelve" al plano
«de la espalda.»
l,a medida así tomada es la del tórax. Para
obtenerla exacta , el Sr. Dombasle recomienda
muchas precauciones: el buey ha de estar colo-
cado en una superficie horizontal , y ninguna de
sus piernas no debe adelantarse mas que la otra;
aproximando la medida á su extremidad que se
sostiene en el crucero, debe tenerse cuidado de
apretarla moderadamente; en fin la operación de
la medición debe repetirse en sentido inverso , es
decir comenzando por la derecha del buey, si la
primera se ha empezado por la izquierda.
Estepooceder, cuya aplicación es fácil, habría
sido de grande utilidad para el comercio de bue-
yes , si su exactitud hubiese sido comprobada en
todos los casos; pero no así ha sucedido, porque
de las experiencias hechas en 1832 , en los mata-
deros de Paris, de orden del ministro de la guer-
ra, se ha deducido que la medida del tórax no po-
día servir para la valuación del pesode carne
de todos los bueyes. He aquí los resultados de
estas experiencias:
Diferencia de cada resultado al
que le procede inmediatamente-
Peso real
Medida del
de carne
verificado en
Tórax.
la balanza.
md. cent.
hil.
2 21
324
t,n
348
2,28
236
2 32
315
2,35
330
2,36
3S1
2,40
380
2,42
315
De medida.
centim.
1 de mas
6 —
4 —
3 —
1 —
De peso.
kilógr.
24 de mas.
22 de menos
15 de menos.
35 de mas.
9 de menos.
39 de mas.
65 de menos.
Lasóla inspección de esta tabla basta para ha-
cer ver que la medida del tórax no puede servir
para apreciar el peso de carne. Las numerosas
experiencias hechas después de los resultados
que acabamos de presentar, casi todas han ofre-
cido los mismos disparates, si bien algunas han
dado resultados que concordaban con las indica-
ciones de la tabla del Sr. de Dombasle.
Se concede toda la exactitud a los resultados
obtenidos ñor el Sr. Dombasle, pero se cree que se
ha padecido equivocación queriendo generalizar
BUE
la aplicación de su método, que puede ser exac-
to para los bueyes de Lorena, y no serlo para los
de las otras comarcas y países en que los bueyes
difieren de formas y dimensiones , y no tienen
siempre el mismo peso , cuando por casualidad
reúnen formas y dimensiones semejantes.
Multiplicación de las bestias bovinas.
Antes de entrar en los pormenores de la cria
propiamente dicha , debemos exponer algunos
principios sobre el mejoramiento de las razas,
que es, en efecto, la grande obra del cultivador.
Hay dos maneras de mejorar una raza de bes-
tias : la primera consiste en escoger en esta raza
los sugetos mas perfectos, para emplearlos en la
reproducción , y así es como la raza subsiste , se
consevar pura y se mejora; la segunda se reduce
á introducir en una raza de sangre extraña de-
animales una raza mas perfecta, y entonces la
raza se ennoblece.
En zootecnia es un principio fundamental que
los padres y las madres trasmiten á sus produc-
ciones sus defectos y sus calidades. Se debe pues
siempre, paraobtener una buena raza, escogerin-
dividuos los mas perfectos , aquellos que posean
al mas alto grado las cualidades que se deseen,
y que estén libres de los defectos que se quisiera
hacer desaparecer. Pero las calidades y defectos
no se trasmiten tan solo inmediatamente del pa-
dre y de la madre, sí que proceden con frecuen-
cia de los antepasados : cuanto mas antigua y
bien establecida es una raza tanto mas difíciles
son estos defectos de desarraigar, pudiendo re-
producirse después de muchas generaciones libres
ya de ellos.
Si se juntan dos individuos de razas diferentes
dominará en sus producciones el carácter de
aquel cuya raza será mas antigua. Por esto la
constancia, resultado de la antigüedad , es una
de las calidades mas preciosas de una raza. Los
Ingleses piensan que tan solo con la octava gene-
ración pueden establecerse sólidamente los ca-
racteres de una raza, y el Sr. Marie advierte
que puede admitirse esta opinión como una ver-
dad absoluta.
Algunas personas dan importancia al color de
la ropa, cuya opinión lleva su origen de ha-
ber encontrado buenas vacas de tal ó cual pelo.
El pelo alazán ó castaño de diversos matices es
el mas común. Aunque con respecto á esto pue-
dan existir preocupaciones , no es menos cierto
que el color del pelo es un índice del tempera-
mento : así la ropa negra puede hacer suponer
una fibra dura, mientras que una ropa clara
anuncia una fibra blanda y una disposición á en-
gordar.
Las calidades morales se trasmiten como las
calidades físicas, y los perros nos ofrecen de ello
pruebas evidentes.
Los machos se parecen comunmente á su ma-
dre , y las hembras á su padre.
Numerosas experiencias han probada que en
las vacas la disposición á producir mas ó menos
BUE
leche se trasmite de la madre por el hijo á las
nietas.
Se cree que el macho tiene mas influencia
sobre las partes anteriores . y la hembra sobre las
posteriores y las extremidades; que el padre
trasmite mas bien las formas y todo lo que tiene
relación con la vida exterior, y la madre todo lo
que depende de la vida interior ó de la nutrición;
que la influencia de la madre sobrepuja por lo
que concierne á la facultad de aprender, los ta-
lentos y el temperamento. Es muy dudoso que
un caballo padre ruin engendre potros ruines co-
mo él; pero una yegua que muerde y da coces
trasmitirá verdaderamente este vicio á sus potros.
En la cópula de los animales es menester evi-
tar con cuidado un error en el que se ha con
demasiada frecuencia incurrido, esto es, querer
mejorar una pequeña raza con grandes machos;
porque así no se llena el objeto, pues es eviden-
tísimo que el germen de un enorme toro suizo,
por ejemplo, depositado en el seno de una pe-
queña vaca, no encontrando en él el espacio ne-
cesario para su desarrollo, solo podra dar un
ser imperfecto, mal conformado ó despropor-
cionado.
Los individuos destinados á la reproducción no
han de ser ni demasiado jóvenes ni demasiado
viejos, debiendo gozar de una salud perfecta. Si
el macho y la hembra son dos razas diferentes, no
han de presentar entre sí ni contraste ni oposición
marcada; porque en este caso no resultaría u ría
fusión de los caracteres de ambas razas , y sus
producciones ofrecerían un mezcla extraña, con
frecuencia informe, délos caracteres del padre
y de la madre.
El régimen y los alimentos deben ser también
análogos al destino que se quiera dar á los ani-
males. Asi á los animales destinados al trabajo
desde su nacimiento, se les ha de procurar que
ejerciten sus miembros sometiéndoles jóvenes á
mi trabajo proporción adoá sus fuerzas; al contra-
rio, los animales destinados al engordadero en el
establo deben hacer poco movimiento.
Las vacas lecheras deben recibir su alimento
muy diluido , porque cuanto mas beben , mas
abundante es la secreción de la leche; al con-
trario , los animales destinados á la carnicería de-
ben tomar alimentos sustanciosos, que favorezcan
la producción de la carne y de la gnsa.
Por el régimen á que están sometidos, los in-
dividuos toman caracteres que pasan á sus pro-
ducciones y acaban por ser caracteres constitu-
tivos de la" raza.
En los animales destinados á la carnicería se
procura dar mas volumen á las partes del cuer-
po que suministran una carne de mejor calidad,
disminuyendo el volumen de aquellas que tienen
menos valor. Asi es que se escogen los animales
de cabeza pequeña , cuello delgado , piernas del-
gadas y cortas; pero bq consigue con mucha mas
seguridad este objeto , si, desde su nacimiento,
se da á los animales un alimento sustancioso y
abundante.
Se puede mejorar una raza juntando individuo';
56
BLE 441
de dos razas diferentes, es decir por cruzamien-
to, ó trabajando sobre una sola raza en la (pie
se escogen los individuos que mejor convengan
al objeto que se tiene presente.
Multiplicación al interior.
El método de multiplicación al interior es el
del célebre criador inglés fiakewell. Consiste en
juntar ios animales del grado de parentesco mas
cercano. «Este sistema , dice Sinclair, puede ser
ventajoso cuando no se lleva demasiado lejos; pero
la experiencia ha probado que no podia conti-
nuarse siguiéndole con feliz resultado. Aunque
los animales conserven sus fuerzas y su hermo-
sura , concluyen por ser mezquinos é incapaces
de propagar su especie. Es preferible, pues, se-
guir el mejoramiento empleando individuos de la
misma raza , pero de familias diferentes.»
Al lado de esta opinión de Sinclair coloca-
remos la de David Low. «La multiplicación, dice
éste, puede tener lugar sea por individuos unidos
entre sí por un muy cercano parentesco , tales
como los hermanos y las hermanas, los padres
y las madres, y sus descendientes, ó bien jun-
tando individuos de la misma raza, pero de fa-
milias diferentes.»
, Por este último proceder se obtienen bestias
mas robustas, sujetas á menos enfermedades.
Por el primero, se consigue producir mas pronto
animales de formas mas perfectas, poseyendo á
un roas alto grado la disposición de engordar-
se , y sobre todo se logra lijar en las produ-
ciones los caracteres de los ascendientes. Sábe-
se que por este medio ltakewell y otros criadores
han conseguido obtener la constancia, y dar á
sus bestias caracteres propios, que se trasmiten
con certeza.
Estos criadores, los primeros que procedieron
racionalmente en la práctica de su arte, se vie-
ron casi precisados á seguir este camino; si hubie-
sen acudido á toros de otras familias, se habrían
expuesto, por el uso de animales inferiores, á ha-
cer perder á su raza una parle de sus calidades.
Además, ha de observarse que el ayuntamien
to de individuos unidos entre si por uñ parentes-
co muy cercano , produce animales que tienen
mayor" tendencia á un desarrollo precoz y á en
gordarse. Parece que en este caso el desarrollo
del animal adelantándose á la edad ordinaria,
los huesos y los músculos se hallan también mas
pronto formados, resultando de ello la disposición
á engordarse joven.
La aplicación de este sistema tiene sin embar-
go sus límites , pues la naturaleza , para pres-
tarse á nuestras combinaciones, no permite sepa-
rarse demasiado de las vias ordinarias. Conocido
es que si por la unión de individuos cercanos pa-
rientes se disminuye el volumen de los huesos, y
se obtiene mayor disposición á engordarse, de
otra parle los productos son mas delicados y mas
sujetos á enfermedades : por lo tanto, si es posi-
ble, hasta cierto punto , continuar estas uniones
con muy buenos animales, para adquirir con cer-
tomo i.
«2 BLE
teza la constancia en la trasmisión de sus cali-
dades , yendo demasiado lejos se fuerza á la na-
turaleza", y desde entonces, si la raza presenta
la ventaja de la precocidad y de la facilidad de
engordarse, pierde su fuerza y su energía , las
hembras no producen ya la cantidad de leche
suficiente para alimentar á sus hijuelos , 'os ma-
chos pierden sus calidades prolílicas, y llegan á
ser incapaces de perpetuar su raza.
Si pues estas alianzas interiores han tenido lu-
gar ya durante cierto tiempo en una familia de
ganado , no debe descuidarse cambiar los ma-
chos procurándose individuos escogidos de la
misma raza , pero de otra familia. Esta es una
condición importante para asegurar en el porve-
nir la salud del ganado.
Cruzamiento.
Los cruzamientos son alianzas entre individuos
de una misma especie y razas diferentes; los pro-
ductos que dejellos resultan, llamados Mestizos,son
fecundos. Por este modo de propagación se ha
propuesto dar calidades y lavar defectos. En nin-
guna parte el arte del cruzamiento ha sido llevado
mas lejos que en Inglaterra; David Low ha he-
cho de este importante cuestión un estudio profun-
do , cuyos principales puntos vamos á bosquejar.
Los resultados del cruzamiento han con fre-
cuencia burlado la esperanza del criador , sobre
todo cuando el toro no ha sido bien escogido, y
cuando las dos razas que se han unido presenta-
ban diferencias pronunciadas : en este caso, los
productos del primer cruzamiento son por lo
común satisfactorios, pero sucede muy ámenudo
que sus descendientes, no solamente son inferió-
íes , si que aun presentan defectos que no exis-
tían en los troncos primitivos.
Las equivocaciones provienen sin embargo en
grande parte de los cruzamientos mal compren-
didos y de la entera ignorancia délos principios
que deben presidir á la elección délos individuos
de raza diferente que se quieren juntar. Si se
emprende un cruzamiento , el macíio debe ser
siempre de raza mas perfecta que la hembra,
y con esta condición el producto que se obten-
drá será siempre bueno. Pero si, después del uso
de un macho de raza muy perfecta, se echa mano
de un macho de raza inferior, podrá acontecer
miry bien que la introducción de la sangre ex-
traña no dará otro resultado que hacer todavía
menos buena de lo que era la raza que se pre-
tendía mejorar.
Es pues de regia que las hembras procedentes
de cruzamientos deben siempre ser cubiertas por
machos de la raza mejorante, hasta que las cali-
dades que se deseen obtener hayan llegado á ser
constantes en las producciones.
Por el cruzamiento, los caracteres mas mar-
cados del macho , en las formas del cuerpo, pa-
san á sus producciones, yes admirable cuan
grande es esta influencia del macho cuando se
hace cubrir á una vaca común por un buen toro
ú% raza perfeccionada.
BLE
Por lo tanto , si un criador quiere mejorar su
ganado por cruzamiento, es menester que es
procure un toro de raza mas perfecta , cuyo
origen no sea dudoso, y que persevere en el uso
de tal toro hasta que haya conseguido crear
una sub-raza , cuyos caracteres sean bien fijos y
constantes. Ciertamente hay numerosos casos en
que se obtienen felices resultados de la simple
mezcla de una sangre mas perfecta , como esto
tiene lugar con bestias que carecen de carácter
pronunciado , siendo entonces una mejora la me-
nor introducción de una sangre mas noble. Pero
si una raza posee ya buenas calidades bien es-
tablecidas, apropiadas á la naturaleza del terre-
no y á las circunstancias locales , entonces no
debe emprenderse sino con la mayor circuns-
pección un cruzamiento que tendría por objeto
mejorar todavía esta raza.
Edad de los reproductores.
Es imposible determinar de una manera preci-
sa la edad á que el toro ó la vaquilla pueden ser
admitidos en la reproducion ; según el fin que el
criador se propone, según que la raza que pre-
tende producir ó mejorar será destinada á la le-
chería, al trabajo, ó al engordadero , la edad de
la cópula podrá variar en ciertos límites. En ge-
neral, es malo admitir en la reproducción anima-
les cuyo crecimiento todavía no ha terminado;
pero estos inconvientes no tienen la misma impor-
tancia cuando se trabaja únicamente en el sentido
de constituir una raza lechera, ó cuando se desea
obtener una raza propia para el engordadero. El
carácter linfático que distingue generalmente á
los animales nacidos de padres demasiado jóvenes
es mas favorable que contrario á la producción de
la grasa ; y por esto en ciertas comarcas no es
raro ver toros y vaquillas juntados desde la edad
de dos anos. Esta práctica, que no puede apro-
barse en las circunstancias particulares que aca-
bamos de indicar , es viciosa y debe ser severa-
mente proscrita cuando se trata de la propaga-
ción de una raza destinada á sostener duros tra-
bajos. En este caso , dice Grognier, los toros pa-
dres no pueden emplearse antes de tres años,
nudiendo las hembras tener seis meses, ó tam-
bién un año de menos. La abundancia y la cali-
dad del alimento deben también ser tomados en
consideración cuando se trata de determinar la
edad á que los jóvenes animales serán admitidos
en la reproducción. No cabe duda que, por
ejemplo , si el joven ganado ha sido alimentado
ricamente , si ha sido bien cuidado desde su na-
cimiento , se puede sin vacilar dejarle juntar
cuando está próximo á la edad de dos años. De
dos á seis años es cuando los toros pueden ser
empleados en la reproducción; pasada esta edad,
son torpes, ruines y peligrosos.
Se reconoce la edad .de las bestias bovinas en
los dientes: á la fin del primer año , los dos dien-
tes de leche del medio caen y son reemplazos por
dos otros mas anchos; al segundo año, los dos
siguientes caen del mismo modo y son igualmente
BLE
reemplazados , y asi consecutivamente; de suerte I
que a los cuatro ó cinco años al animal le han sa-
lido sus ocho dientes. Entonces no puede recono- 1
cerse la edad sino por el deterioro que se efectúa
en el mismo orden que la venida de los dientes.
Xúmero de hembras que se ha de dar á los machos.
Si el tiempo del zelo estuviese igualmente re-
partido en todo el año , un solo loro podría bas-
tar para sesenta ó setenta vacas ; pero si se quie-
re cubrir todas las vacas á la misma época, es
bueno no dar á un toro mas de treinta ó cuaren-
ta vacas.
Zelo.
Aunque la primavera sea en general la estación
de labrama para todos los animales, las vacas en-
tran en zelo en todas épocas del año; su momento
está determinado por el en que paren. Cuando las
vacas son bien alimentadas, se las vé á veces en-
trar en zelo veinte dias después de haber parido;
pero seria temible que, haciéndolas cubrir á una
época tan cercana del parto , su salud se alterase
y se disminuyese sensiblemente la producción de
la leche. En general , no debe darse el toro
á una vaca hasta seis semanas después de
haber parido. Si la vaca desea al toro en esta
época, preciso es guardarse bien de rehusár-
selo, porque seria de temer que no lo vol-
viese á pedir ya. Importa mucho comprender fá-
cilmente cuando se manifiestan los signos del
deseo de la cópula: estos signos son la inquie-
tud, un modo de mirar descarriado, gritos y bra-
midos extraordinarios , la disposición á saltar
sobre las otras vacas, la disminución y algunas
veces también el agotamiento de la leche , etc.
A veces se pasan muchas semanas siu que la
vaca muestre el deseo de la cóputa: esta inape-
tencia es debida lo mas comunmente á la debili-
dad del animal, resultado de una mala alimen-
tación , ó de un exceso de gordura. En el primer
caso , el único remedio que puede emplearse es
un alimento sustancioso; sal, avena, habas y
lentejas añadidas ala ración ordinaria producen
los mejores efectos. En el segundo caso debe acu-
dirse sobre lodo al ejercicio y al trabajo. Algunos
labradores han vuelto la fecundidad á sus vacas
unciéndolas al arado.
Hay vacas que vuelven á estar en zelo mu-
chas veces al ano sin jamás ser fecundadas por
la unión con el macho. Esta depravación es lo
mas frecuente sintomática de una afección de pe-
cho, y el único partido que se puede sacar de se-
mejantes animales es deshacerse de ellos lo mas
pronto posible.
Concepción, Gestación, Aborto. Parto natural.
Cuando tres semanas después de la cópula la
vaca no da nuevas señales de zelo , se la puede
considerar como preñada. Algunas veces sin em-
bargo la vaca que ha concebido entra todavía en
Bl'E 443
brama, pero entonces comunmente ho recibe ja
el toro.
Las señales que anuncian el estado de gesta-
ción no son siempre de tal modo ciertas que uno
no pueda engañarse con ellas; con todo importa
mucho procurar adquirir la certitud de que una
vaca está embarazada. La mas natural y la pri-
mera de las señales de gestación es, como lo he-
mos indicado , la falta de zelo de la vaca cu los
periodos ordinarios; además, ya á cinco meses,
apoyando con la mano cerradael vacío derecho,
se puede sentir el ternero ; la disposición á en-
gordarse es también un índice de preñez.
La duración de la gestacionen en la vaca es de
unos nueve meses. No siendo la gestracion una
enfermedad, debemos particularmente limilarnos,
con cuidados higiénicos, á precaver el aborto y á
hacer el parto menos penoso. Sobre lodo convie-
ne procurar evitar á las hembras los esfuerzos,
las caídas, los trabajos penosos, las coces ó den-
telladas de los otros animales , los saltos para
alra\esar cercados ú boj os , los golpes contra
piedras, paredes, árboles, etc.
En general , las bestias preñadas exigen mas
cuidado y vigilancia que las que no lo están.
Deben estar colocadas en establos de manera que
no estén incomodadas ; tanto como posible sea,
conviene que estén aisladas, atadas largo, y que
tengan mucha y buena pajaza. Guando se las hace
salir, es menester seguirlas de mas cerca y vi-
gilarlas mas que de costumbre, y cuando vuel-
ven á entrar en la caballeriza, se debe esperar
algún tiempo antes de dejarlas comer y beber,
sobre todo cuando tienen calor, que no pueden
resollar, y que el agua que les está destinada pa-
ra bebida es fría. También conviene airear fre-
cuentemente el establo que habitan.
En las inmediaciones del parto es menester dar
á la vaca un alimento sustancioso, de digestión
fácil v de pequeño volumen.
Si las vacas dan aun leche , se dele procurar
hacerlas agolar unas seis semanas antes del ter-
mino. Hay sin embargo algunas vacas, pero en
corlo número, que dan leche hasta que paren, y
que no se podria sin peligro cesar completamen-
te deordeñarlas. Algunas veces la tela se llena de
leche muchos dias antes que la vaca pare, y
entonces se debe ordeñarla , porque la perma-
nencia prolongada de la leche en la teta podria
determinar una enfermedad inflamatoria, ó á lo
menos contribuir á ella.
Los abortos son mas frecuentes en la vaca que
en las otras hembras domésticas. Cualesquiera
que sean las causas de estos accidentes , sus sín-
tomas son fáciles de conocer: la vaca pierde el
apetito; sus tetas se marchitan; la rumia cesa a
veces; la leche disminuye; ella deja oir gemidos
plañideros ; el vientre cae; el pulso se pone duro
é intermitente. Estas diferentes señales aumentan
de intensidad a medida que se acerca mas el
aborto; entonces se complican con inquietud, pa-
taleos , ligeros retortijones y frecuentes de\ ec-
ciones.
Los mejores remedios que pueden emplearse
414 BLE
son lavativas, bebidas temperantes, fomentos de
agua tibia en los ríñones, fumigaciones parciales
bajo el vientre y bajo la nariz , y friegas suaves.
La vaca debe , además , tenerse en toda libertad
y en una tranquilidad perfecta. Cuando entra en
convalescencia, conviene darle un alimento es-
cogido, en corta cantidad primero, y presentarle
bebidas refrescantes ; es menester , tanto como
posible sea , dejar pasar el primer zelo sin lle-
varla al macho.
En el parto natural, cuando la vaca ha parido
y ha expulsado la placenta, nada hay que hacer
sino estregar la bestia y envolverla con una manta.
Cuando el ternero debe mamar de su madre, se
lepreseutade seguida, álin de que ella pueda la-
merla; si, al contrario, ha de habituársele á
beber leche sin mamar, se le separa luego, pro-
curando tenerle caliente.
Amamantamiento. Destete.
El amamantamiento puede hacerse de dos ma-
neras : 1 .° dejando mamar á los jóvenes terneros:
2.° haciéndoles beber leche.
En el primer caso, luego que el joven ternero
puede sostenerse, se le lleva hacia su madre y se
le présenla la teta, á fin de que empiece á mamar;
es menester guardarse mucho de ordeñar la pri-
mera leche llamada colostro y tirarla, porque
tiene propiedades purgativas cuyo efecto es es-
timular el canal intestinal del recien nacido , y
desembarazarlo del meconio , que podría serle
nocivo si permanecía en los intestinos.
Después que el ternero ha sido lamido por su
madre y que ha mamado una primera vez , se le
puede dejar junto á aquella ó hien colocarlo en
otra parte del establo, de donde se le lleva á su
madre dos ú tres veces al dia. El primer método,
sin contradicción el mas cómodo , tiene no obs-
tante algunos inconvenientes: el joven ternero
puede ser aplastado por su madre ó por la vaca
contigua ; sucede también que el ternero mama
en exceso y se sobrecarga de alimento, ó bien
que no mama bastante, lo que ocasiona depósitos
de leche; en este caso es preciso ordeñar la vaca
perfectamente luego después que el ternero ha
mamado.
Muchas veces, al cabo de tres semanas, la le-
che de la madre no basta ya para alimentar com-
pletamente al ternero : entonces se da á éste una
bebida hecha con leche, harina ó cabezuela, y
se le deja beber de ella á discreción en el inter-
valo de las comidas que hace en el pecho de su
madre. De esta manera se le acostumbra á pa-
sarse de ésta , y se le prepara al destete, que se
verifica efttonces muy fácilmente.
Cuando en vez de mamar el ternero debe beber
leche, se le separa de su madre luego que ha na-
cido ; basta para enseñarle á beber introducirle
en la boca el dedo mojado en leche y sumergirle
en seguida el hocico en este líquido , con lo que
se habitúa prontamente á beber solo. En los
primeros dias se da exclusivamente al ternero la
leche da su madre , pero poco á poco se añade á
BLE
ella harina con un poco de agua tibia , y al cabo
de cuatro ó cinco semanas el joven animal
puede sin inconveniente alimentarse de agua
blanca, de grano y también de heno. El heno
que se dé al ternero debe' ser escogido entre el
mejor y mas sucolento de que se pueda dispo-
ner. Al cabo de diez ó doce semanas pueden en-
viarse los terneros á pacer.
Durante el amamantamiento y en el momento
del destete, los terneros están expuestos á la
diarrea, enfermedad que debe ser combatida desde
el primer instante Elmejor medio queme haindi-
caclo mi experiencia, diceThaér, es un extracto de
ruibarbo hecho con aguardiente. Sobre 7 '/¿drac-
mas de ruibarbo se ponen 8 onzas de aguardiente,
y~se les deja por espacio de veinte y cuatro horas
expuestos á un calor suave, agitando la mezcla de
vez en cuando, y luego después se ultra. De esta
tintura se da al ternero enfermo , cada dia, dos
cucharadas.
El Sr. Villeroy ha empleado con feliz resultado
otro remedio, que consiste en dos onzas de almen-
dras amargas machacadasy hervidas en medio
litro de leche.
Uso délas bestias bovinas.
Las bestias bovinas, como lo hemos dicho al
principio de este artículo , suministran al labra-
dor, trabajo, leche, ó carne, cuyos tres géneros
de producción vamos á estudiar sucesivamente. *
Bueyes de trabajo.
Casi todos los autores que han hablado del uso
de los bueyes para el trabajo de los campos no
han podido prescindir de compararlos á los caba-
llos y conceder á los unos ó á los otros una pre-
ferencia exclusiva. Nosotros no podemos seguir
su ejemplo por no extralimitarnos de nuestro ob-
jeto , y porque no nos atrevemos á formular re-
glas lijas en una cuestión cuya solución depen-
de esencialmente de las circunstancias en medio
de las cuales uno se encuentra colocado.
Los honorables labradores Sres. Carlos y Fé-
lix Villeroy , que han estudiado detenidamente la
cuestión, han deducido de sus observaciones las
conclusiones siguientes:
* Sabido es también el uso que se hace del macho entero
de esta especie para lidiarlo en una plaza cer.ada , y de
cuya fiesta no hablamos por ser ajena de nuestro objeto, li-
mitándonos á referir sobre las Corrióos de turosIo que dice
el Sr. Bastús en su Diccionario, enciclopúlico-.— «General-
mente se supone que esta diversión propia de los Españoles
la tomaron nuestros ascendientes délos Moros , y queprin-
cipiaron á formar parte de las diversiones públicas' en el año
1110 Por mas que conozcámoslo bárbaro de este espectá-
culo , y por mas que muchos escritores nacionales y extran-
jeros hayan declamado contra él, unos y otros sin embargo
asisten con interés á ellos. Parece que todas las naciones aun
las mas civilizadas han gustado de espectáculos semejantes:
los gladiadores y los combates de las fieras entre si ó con
hombres en el circo entre los Romanos . y la riña á puñetazos
délos Ingleses son sin duda entretenimientos tanto may bár-
baros que nuestras corridas de toros.»
ULE
I." No exl-le superioridad absoluta ni para
los bueyes ni para los caballos , pero los unos
ó los otros tienen una superioridad relativa , de-
terminada por la posición y las circunstancias en
que se encuentra cada labrador.
i* Los caballos convienen mejor en los ter-
renos pedragosos, en las tierras ligeras, y en
todas partes donde se han de ejecutar traspor-
tes.
3.° Los bueyes convienen particularmente en
las tierras muy fuertes, para el arado y para todos
los trabajos que no se les hace traspasar los lími-
tes del cortijo que cultivan.
■i.0 El uso bien entendido de los bueyes y de
los caballos reunidos para un mismo laborio'pa-
rece presentar las mas grandes ventajas. La pro-
porción numérica de los unos y de los otros está,
en este caso también , determinada por la natu-
raleza de los trabajos que se han de ejecutar y
por las circunstancias particulares.
ü.° Por mas evidentes que sean las ventajas
que ofrezcan los bueves para una posición dada,
si no están en uso en la comarca, si los mercados
están lejanos, y sobre todo si existe en la clase de
mozos una preocupación decidida contra estos ani-
males , un labrador no debe introducirlos sino
con la mas gran circunspección.
6.° El labrador que se decida á ensayar el uso
de los bueyes debe tomar en consideración las
dificultades que puede experimentar para reven-
derlos ; porque hay localidades donde oo podrá
vender un par de bueyes magros, y donde no es
fácil engordarlos con provecho.
El Sr. de Dombasle establece que el trabajo de
los caballos es al de los bueyes como 4 es á ¡i.
Otros autores valúan el trabajo dinámico de los
bueyes á V» y aun Vt del de los caballos; pero
todas estas valuaciones no pueden apreciarse
sino en tanto que la comparación entre las dos
especies de animales será hecha en condiciones
idénticas, y teniendo en consideración el alimeuto
y los gastos de manutención.
Según el Sr. Villeroy , en los bueyes para los
trabajos de la labranza deben buscarse los carac-
teres siguientes : El animal , bien conformado en
sus cuatro miembros , debe ser bien abierto del
pecho y délas ancas; las piernas, de mediana
altura, deben ser nerviosas , sin ser demasiado
fuertes ; debe tener los corvejones anchos , la ca-
beza de mediano grandor, el vientre, ni grueso
ni colgante , el crucero y los ríñones anchos , el
lomo rectilíneo del crucero á la grupa, las ancas
poco salientes , la cola que se eleve un poco en-
cima de la grupa, el muslo redondeado, los
cuernos contorneados, y los pies sólidos. En cuan-
to á la marmella ó papada no debe ser demasiado
grande. El buey de trabajo ha de ser, además,
de talla y de fuerza apropiadas al terreno que es-
tá destinado á cultivar , y debe ser dócil , ágil y
poco escrupuloso acerca del alimento.
Como la mayor parte de loé bueyes de trabajo
están destinados para ser engordados , cuando
han llegado á la edad de ocho años, es bueno
castrarlos temprano, antes de seis meses por ejem-
BIE ii.3
pío ; si se esperase hasta dos anos , seria de te
mer que la carne llegase á ser demasiado dura y
que el engordamiento fuere difícil.
Se empieza á adiestrarlos bue\es á la edad de
dos años ; el trabajo que entonces se les exige es
poco considerable , pero aumenta progresivamen-
te , y por jóvenes que sean se hacen útiles entre
animales de mas edad. Cuando los bueyes jóvenes
son dóciles , se les adiestra dos á dos de la mis-
ma edad, colocándolos entre dos yuntas de mas
edad y mas familiarizados con el trabajo. Rete-
nidos así en todos los movimientos que estarían
inducidos á hacer de lado , adquieren pronto el
hábito de marchar de frente. Cuando accidental-
mente son menos fáciles de domesticar, se apa-
rejan con animales de mas edad, cuya resistencia
maciza domeña muy luego la voluntad del recien
venido.
En los cortijos donde no se emplean habitual—
mente bueyes, se acostumbra á veces á los bue-
yes jóvenes al tiro , colocando delante de ellos
un caballo viejo dócil.
Las jóvenes yuntas deben trabajar poco, en in-
tervalos frecuentes, y ha de alimentárselas lige-
ramente.
La dulzura, la paciencia y también las caricias
son los únicos medios que deben emplearse para
domar á los bueyes jóvenes. La fuerza y los malos
tratos solo servirían para exasperarlos para siem-
pre.
En los terrenos pedragosos y duros, ó bien
cuando los bueyes han de hacer acarreos en ca-
minos empedrados, es bueno hacerles herrar,
con cuyo medio se preserva de que se desgaste
el casco de sus pezuñas.
Las bestias bovinas se uncen con collera y con
yugo. Con la collera los animales son mas libres
y andan mas aprisa que con el yugo. Los yugos
son de dos especies, dobles ó sencillos : bajo to-
dos conceptos , el yugo sencillo es preferible al
yugo doble.
Los bueyes naturalmente andan con lentitud,
V por esto "nunca debe conducirse una yunta de
bueyes mas aprisa que al paso ordinario. El tra-
bajo , durante el gran calor , es excesivamente
penoso para los buejes.
Cuando se alimenta á los bueyes con pastos, se
cambian una ó dos veces por dia; es decir que,
mientras la mitad trabaja, la otra mitad descan-
sa y pastura. Durante los grandes trabajos se sue-
le añadir avena concuasada a su ración ordi-
naria de heno y raices.
Los bueyes de trabajo hacen buen servicio has-
la la edad de ocho ó nueve años , época en que
se destinan al engordadero.
Vacos lecheras.
No es fácil determinar la conformación de una
buena vaca lechera , porque las calidades lactífe-
ras se encuentran igualmente en los animales
mejor conformadas como en los que menos agra-
dan ala vista; sin embargo, según el Sr. Ville-
roy, una buena vaca lechera tiene comunmente
446 BLE
la piel suave y pastosa, muy suelta; la armazón
huesosa ligera, el pelo fino, poca marmella;
venas mamarias gruesas y ondeadas , que se ex-
tienden lejos bajo del vientre. En general, cuan
lo mas anchas son las venas mas indican un
agolpamiento considerable de sangre en la teta.
En seguida del parto es cuando las vacas dan
la leche en mas abundancia , por cuyo motivo es
muy importante que se les suministre un alimento
abundante y de buena calidad. Después del cuar-
to y también á veces del quinto ternero es cuan-
do la vaca llega al máximo de su producto de le-
che. Después del séptimo ú octavo parto , la le-
che comienza ordinariamente á disminuir.
El alimento tiene una influencia señalada no
solo sobre la cantidad, sí que también sobre la
calidad de la leche. Para las vacas lecheras es
iudispensable un alimento abundante , pues una
vaca á la que uno se contentara con suministrar
los alimentos necesarios para su conservación no
tardaría en perder su leche.
De ningún modo conviene á las vacas leche-
ras un alimento exclusivamente seco , ni aun du-
rante el invierno; sus alimentos deben ser siem-
pre un poco disluídos , y les son provechosas las
raíces, tales como patatas cocidas zanahorias,
etc.
Es preciso no abrevar las vacas con aguas cru-
das y no aireadas. La temperatura del agua no
debe ser tampoco demasiado baja , sobre todo
para las vacas preñadas.
Es bueno que las vacas sometidas al establo re-
ciban el aire á lo menos dos veces al dia.
En las vacas, como en los caballos, la limpie-
za contribuye á su salud , y por esto es bueno que
sean almohazadas, acepilladas y lavadas. Este
uso existe desde mucho tiempo en Sajonia, en
Baviera, en Flandes y en Inglaterra , y está al-
gún tanto en práctica en Francia. Las piernas de
delante no deben ser almohazadas sino hasta la
rodilla ; las de detrás hasta el corvejón. La parte in-
ferior de la pierna se limpia sencillamente con la
bruza, porque esta parte es muy sensible en las
vacas , y se estaría expuesto á recibir coces, si
por ella se pasaba la almohaza.
La teta sobre todo debe ser conservada limpia:
la leche de las vacas desaseadas tiene con fre-
cuencia un olor desagradable, lo que depende
de que los dedos húmedos del ordeñador disuel-
ven una parte de las porquerías acumuladas en
la teta, y este líquido cuela con la leche durante
la operación de ordeñar , y la impregna de un olor
infecto.
Se aconseja un baño para las vacas durante los
grandes calores, como muy útil y saludable, y
también se prescribe quitar el fiemo de los esta-
blos á lo menos una vez al dia.
En la primavera y el verano, el centeno verde,
el trébol, la mielga , el pipirigallo , las arvejas,
los forrajes verdosos, en una palabra, deben for-
mar la base de su alimento. En el otoño se las
pueden dar diferentes hojas , nabos, etc. Una ra-
ción diaria de dos onzas á lo menos de sal pro-
duce siempre excelentes efectos.
BUE
Nada mas sencillo que la alimentación de ve-
rano de las vacas lecheras en los países de pas-
tos, porque no hay otra cosa que hacer , por de-
cirlo así, sino abandonarlas y dejarlas pacer en la
primavera.
Aunque se haya dicho que el alimento de las
vacas debe ser diluido , no debe entenderse por
esto que exclusivamente han de alimentarse de
líquidos, pues los alimentos sólidos deben formar
el tercio de su ración total: así es que uno
vaca que consume por dia 30 libras de alimentos,
recibirá 20 libras de diluidos y lOde heno, re-
toño ó paja.
Ciertos alimentos tienen una influencia especial
sobre la leche: así las coles, y los nabos dados
á las vacas en excesiva proporción comunican
á la leche un poco de acritud ; la buglosa y el al-
forfón la coloran en azul ; la caléndula de los
pantanos le da un tinte amarillento ; las plantas
de la familia de las labiadas le comunican algo
de su olor fuerte y aromático. La leche adquiere
un gusto amargo muy pronunciado cuando las
vacas consumen heno solamente ó mucha paja de
avena, de cebada ó de centeno, ú hojas de alca-
chofa.
La buena disposición , la ventilación y la salu-
bridad de la habitación son condiciones indis-
pensables para la salud de los animales. Se ha
escrito tanto sobre la construcción de los establos
que, para satisfacer á todas las condiciones im-
puestas por los autores, seria á menudo imposible
encontrar un sitio conveniente. El Sr. Marie dice
que para que un establo sea bueno , basta que
no SL>a húmedo; que los animales tengan suficien-
te espacio ; que el aire pueda renovarse, y que
en verano pueda establecerse en el una cor-
riente de este elemento ; que el local sea en in-
vierno caliente , y que esté colocado bastante in-
mediat.) á las habitaciones para que sea fácil
ejercer en éi una asidua vigilancia. <
No es solo el alimento el que influye en la ca-
lidad y la cantidad de la leche; la época de orde-
ñarla, el clima, el temperamento y el ejercicio
tienen también una acción muy sensible. Asi
cuanto mas á menudo se ordeña una vaca , tanto
mas abundante es su leche , pero también tanto
menos cargada está de principios. Los países un
poco húmedos y templados dan una leche mas
abundante. Las vacas en zelo dan una leche que
tiene un gusto particular. La leche de las vacas
que trabajan es menos abundante que la de las
vacas que permanecen constantemente en el es-
tablo, y que hacen un ejercicio menos activo.
El modo de ordeñar exige grandes cuidados: es
necesario que las vacas sean ordeñadas comple-
tamente, y han de ordeñarse sucesivamente los
cuatro pezones, aun cuando uno de ellos no
diese ya leche.
La cantidad de leche producida por un animal
alimentado con un peso dado de forraje es muy
difícil de apreciar , y tal cuestión no es tampoco
susceptible de una solución absoluta. Efectivamen-
te, si una vaca no está suficientemente alimen-
tada , la cantidad de leche que podrán pro-
BLE
(lucir 100 kilogramos do heno , será menor que la
que podrian producir 100 kilogramos del mismo
forraje si fuesen mejor administrados.
El Sr. Maric ha tomado datos de muchos auto-
res colocados en localidades diferentes para esta-
blecer la tabla siguiente:
Tabla de la cantidad de leáie obtenida por 100 kilogramos
de heno seco consumidos.
Scuwerz,
Litros.
Vacas belgas . . 49,55
.. holandesas 5i,08
Srhweitzer.
44,51
Búrger,
■ deCaiintia . . .
42,85
schwerl.
« holandesas. . . .
42,45
Dangeville,
« déla gran raza de Berna.
41.60
«
h de la alta Suiza
37,30
u
« pequeña raza de Berna .
40,15
«
•< de Bresa. . .
39,60
Thaér.
« de Prusia
41,82
oambasle.
« de Lorena
38,80
Schmalz,
« de Sajonia (Alteinburgo
37,80
Medio.
42,43
En Inglaterra , según el Sr. Carwen , cada va-
ca de una buena raza y bien alimentada produce
anualmente 3,739 litros de leche. En la Glana,
según el Sr. Villeroy , se calcula que una muy
buena vaca, fresca y alimentada de trébol verde,
debe dar en veranó 24 litros de leche al día*,
pero 18 á 20 litros son ya un buen producto, sobre
todo si la vaca da leché hasta seis semanas antes
de parir. En el Holstein el producto medio para
todo el año se eleva de 2o á 28 litros por dia; to-
tal, 7.500 á 10.000 litros por año.
Cebamiento de los bueyes
El Sr. Favre, autor de un tratado especial so-
bre el cebamiento de la res vacuna , traza el re-
trato siguiente de un buey para cebar,
«Las formas agradabíemente redondeadas y
las carnes elásticas al tacto; las piernas del-
gadas , mas bien cortas que largas ; el cuerpo
prolongado ; los hijares llenos ; un poco de vien-
tre ; la piel delgada, suave, muy móvil en las
costillas, con el pelo fino, corto, poco espe-
so , bien lustroso y de tinte claro ; la cola del-
gada ; las nalgas poco hendidas y bien carnu-
das ; los ríñones ó lomos y el crucero grasos ; el
cuello grueso , mas bieu * corto que largo; el pe-
cho ensanchado con las espaldas redondas; la
cabeza larga y delgada, con los ojos salientes y
la mirada viva, apacible y resuelta; losas-
tas delgadas y de sustancia una , casi trasparen-
te ó de color blanquecino ; que la castración ha-
ya tenido lugar siendo de tela; que sea de ca-
rácter sosegado; que tenga buen apetito, y haya
cumplido cinco anos, de los cuales haya emplea-
do dos en un trabajo ligero. Tal es el modelo ideal
de un buey para cebar.»
Los mejores animales para engordar son aque-
llos que , por una cantidad dada de forraje , pro-
Bl'E ¡ Í7
ducen la mas grande cantidad de carne. ¿Pero á
qué época de su txUtCiwii un animal llega á este
máximo de producto? Esto es lo que es baslantc
difícil de determinar. En Francia se piensa fe-
ralmente que solo hay ciertas ra/as que puedan
engordar d virante su desarrollo ; los Ingleses son
de opinión controria, atrihuvendo la aptitud sin-
gular de sus animales á engordar á que les pro-
digan el alimento al momento del destete , y en-
tre ellos es un principio admitido que el ceba-
miento es mas ventajoso con los jóvenes animales
Íue con bestias llegadas ya á la madurez En
rancia, la generalidad dé los labradores admi-
ten que la mejor edad para el cebamiento de los
bueyes es de 7 á 8 años.
Cuando se debe hacer consumir á los animales
que se ceban alimentos de diferentes calidades, es
de regla comenzar primero por los menos buenos
y dar en seguida progresivamente, á medida que
el animal engorda y se hace mas mal contentadizo,
alimentos mas sustanciosos, cuya cantidad se au-
menta de la misma manera progresivamente. Esta
inteligente progresión en la cantidad de alimento
forma una parte de la ciencia del cebador.
Se estima la ración de cebamiento á 10 libras
de heno ó el equiv alenté para 200 libras del peso
del animal. Así un buey que pesa vivo 1.000 li-
bras deberá recibir por dia 50 libras de heno.
En el cebamiento se emplean un gran número de
sustancias : el heno , el retoño , la mielga ó el
trébol secos forman una buena base del alimento
de los bueyes en el cebadero ; pero conviene mu-
cho no emplear estos]forrajes solos , si no se quie-
re prolongar el cebamiento á costa de grandes
gastos; es, pues, indispensable añadir siempre
a estos forrajes secos raices y granos, etc. La
variedad en los alimentos es una condición de fe-
liz éxito. También debe recordarse la grande uti-
lidad del uso de la sal á la dosis de 2 */, á 3 on-
zas por cabeza y por dia.
Los cebadores no están de acuerdo acerca de
la manera de alimentar álasbestias en el cebade-
ro. ¿ Se les debe dar dos ó muchas comidas? Esta
cuestión no es susceptible de una solución abso-
luta , porque ambos métodos han conducido á re-
sultados satisfactorios. — La misma diversidad de
opinión existe relativamente ala temperatura con-
veniente para el cebamiento : unos pretenden que
el cebamiento al aire libre es el mas ventajoso,
mientras que otros sostienen que el calor y la os-
curidad de los establos aceleran mucho ej ceba-
miento; uno v otro sistema han dado resultados
felices.
Cualquiera sea, por lo demás, el método de
cebamiento que se adopte, es indispensable que
las horas de las comidas una vez determinadas
sean regularmente observadas ; de otra manera,
cuando llega la hora de la comida, los animales
se agitan , se aflijen , y aprovechan menos bien
su alimento.
Tampoco debe descuidarse la limpia con la al-
mohaza.
Cuando en medio del cebamiento el animal da
señales de plétora , es urgente practicar una san-
£48 BLE
gría. La plétora sanguínea se reconoce en la mi-
rada viva, en el ojo brillante, en las venas del
ojo que son muy rojas y redondas, en el interior
<íe 1 1 boca que es mas rosado que de ordinario,
en el calor de las astas , en un poco de asma.
Sa suspende el cebamiento cuando el animal
cesa de aumentar sensiblemente.
Se calcula que un buey medianamente graso da
en carne un peso neto mitad de su pesa vivo. En
Inglaterra hanse visto vaquillas muy grasas dar
cerca de 60 % de su peso vivo. Para animales
bien cubiertos de carne, cuyo sistema muscular
está bien desarrollado, se puede estimar al peso
neto á 55 % del peso vivo.
He aquí el cálculo hecho , en Inglalera , de las
sustancias sacadas de un buey de Devonshire
muerto á la edad de tres años y diez mes^s:
Pesaba vivo. - . . . ...
Sebo. . 60,50
Piel 38,50
Cabeza y lengua. . . .. 17,00
Corazón , hígado y pulmones. . , 9,50
Pies 8,00
Entrañas y sangre . . . . 76,00
Carne de carnicería , los cuatro cuartos. . .
"19,50
210,50
Í03.00
"19;50
La carne de carnicería formaba mas délos dos
tercios del peso del animal.
El cebamiento de los terneros apenas ofrece
ventaja sino en los alrededores de las grandes
poblaciones, en donde la carne de ternero tiene
un gran valor.
ful proceder mas sencillo y el mejor para ce-
bar los terneros es dejarles beber ó mamar duran-
te 8 á 1 0 semanas leche á discreción. Hase obser-
vado que los terneros (pie bebían estaban mas
frecuentemente enfermos que aquellos que ma-
maban.
Los alimentos tales como el arroz cocido, las
tortas la miga de patiblanco en la leche caliente,
y los huevos dan tajla y peso á los terneros, pe-
ro alteran la calidad de su carne y de su grasa.
He aquí, según el Sr. Delafond, los caracteres
que indican un cebamiento pronto y fácil de los
terneros: Cráneo ancho y grueso; nariz redondeada
y muy consistente"; orejas cortas y delgadas; espal-
das, lomo y ríñones anchos; cola delgada y prendi-
da arriba; pecho largo,¡reclondo y alto; región sub-
'".sternal bien ensanchada; nalgas bajadas, igua-
les y separadas la una de la otra; miembros del-
gados; articulaciones de la rodilla y corvejón an-
chas y gruesas; piel suave y guarnecida de pe-
los linos y espesos; mirada viva; movimientos
impetuosos.
Producios útiles del buey.
Astas. Se trabajan en hojas para hacer linter-
nas, peines, cajas, mangos de cuchillo, etc., y
sus raspaduras suministran, lo mismo que las
uñas ó cascos, un excelente abono. En medicina
BLE
las astas quemadas han sido prescritas contra
el histérico y la epilepsia.— V. Cuerno.
Bazo. Paracelso creyó hallar en la melsa del
buey un remedio soberano contra la amenorrea.
Bilis ó Hiél. Es un fluido viscoso , muy amar-
go , cuyo color varia del amarillo verdoso al ver-
de subido. Sus elementos, según el Sr. Thénard,
son agua, diversas sales, un poco de óxido de
hierro , y sobre todo picromel , una materia ama-
rilla; ñero , según Berzelius, estas tres sustancias
forman un solo principio «mí generis, propio déla
bilis.
Sea como fuere, estas mismas sustancias, me-
nos cierta cantidad de agua, constituyen lo que
se llamaba en medicina Extracto de bilis, mate-
ria muy eslimada antiguamente como fundente,
incisiva, jabonosa, anti-ácida, y sobre todo pa-
ra suplir á la falta de secreción natural de la bi-
lis, pero que, como los amargos, parece ejercer
sobre las vías digestivas una acción solamente tó-
nica. Este extracto ha sido preconizado contra un
sin número de enfermedades , en particular con-
tra los infartos crónicos del hígado y de las otras
visceras abdominales , las afecciones verminosas,
el(i. ; pero con frecuencia asociado con diversas
resinas, el diagridio por ejemplo, que sin duda
; podían reclamar una gran parte de los efectos
obtenidos. Este extracto se da en bolos ó en pil-
doras , á dóses de 4 á6 granos, unido á menudo
con otros extractos, con resinas , con limaduras
de hierro , etc. ; también se le ha hecho entrar á
veces, en mayor dosis, en algunos compuestos
farmacéuticos.
La misma bilis de buey ha sido empleada, en
iguales circunstancias, ala dosis de media onza
y mas, disuelta en vino generoso, ó en agua de
canela ; se introducía en el conducto auricular
contra la sordera, los zumbidos de oídos, etc.
Su tintura ha pasado como un buen cosmético,
etc.
La hiél de vaca, la de ternero y la de toro han
sido empleadas á veces en los mismos usos ; pero
esta última ha sido particularmente recomendada
como mas eficaz sobre todo por ciertos autores
antiguos.
La hiél de buey es empleada por los quitaman-
chas para quitar las manchas de grasa en los te-
jidos que son alterables por los álcalis y el jabón,
porque en razón de su ligera alcalinidad , se mez-
cla muy bien con los cuerpos grasos , que disuel-
ve en gran parte, ó que lleva á un estado de ex-
trema división. Los pintores á la aguada , de mi-
niatura y¡los iluminadores la usan igualmente para
dar mas tono , brillantez y vivacidad á los colo-
res , que fija mas fácilmente sobre los cuerpos
pulimentados, y que conserva mejor que las de-
más materias viscosas.
Como la bilis se corrompe con prontitud , sobre
todo en los tiempos calientes y húmedos, se la re-
duce á menudo á consistencia de extracto, des-
pués de haberla hecho hervir y espumar, llamán-
dosela entonces Hiél de buey concentrada , la que
para usarla se deslié simplemente en el agua. Pe-
ro como el color propio de la bilis altera mas ó
BLE
menos ciertos colores de pintura, tales como el
azul que hace parecer yerüe , y el carmín que lo
debilita, se la descolora por medio de un proce-
der indicado por un Inglés, el Sr. Tomkins. Para
esto, después de haberla hecho hervir y espumar,
se reparte en dos frascos, en el uno de" lo-
se añaden 8 onzas de alumbre, y enel otro 8 onzas
de sal por mediaazumbre. Se deja pesar hasta (pie
los líquidos se ha\ an aclarado, y luego se decan-
tan, se mezclan y se dejan posar de nuevo. Eri se-
guida se liltra, y asi se obtiene un líquido incoloro
que sirve muy bien , v al que se da el Dombre de
Hiél de buey purifica
Carne. Todo ei mundo conoce el uso como ali-
mento que se hace de la carne de buey, sea fres-
si , sea salada ó ahumada. Sabida es laminen que
esta carne, variable por otra parte «égun el cui-
dado que se ha puesto en la crianza de los bue-
yes , es una de las mas sanas , mas nutritivas , y
por consiguiente mas restaurativas; que, por in-
fusión en el doble de su peso de agua hirviendo,
da lo que los Ingleses llaman té de buey , prefe-
rible ai caldo para los individuos muy irritables;
que da un Caldo muy útil en la convafesceneia de
muchas enfermedades, en las que primero se ad-
ministra mas ó menos debilitado, puro en seguida,
y (amblen algunas veces reducido por li
Ilición al estado de Consumado ó también de
Tablillas. La carne de ternero , mas tierna, mas
blanca, en cierto modo menos animalizada
cir menos rica en osmazomo y mas en gelatina,
poseeuna propiedad laxativa que hace ^sir caldo
a menudo muy útil como alimento refrescante y
medicamentoso ; es mas fácil de digerir que la de
buey, pero no obstante es susceptible de causar á
veces en ciertos individuos esas erupciones orti-
gadas que parecen depender de una alteración
particular de las funciones del estómago. En lío,
la caruedevaea, mucho menos estimarla, es sin
embargo también de una grande importancia bro-
matológica.
Cartílago del corazón. Es bastante parecido
al que tiene el ciervo, y se le llama ÍIucso de cora-
zón de buey; con frecuencia se sustituía á aquel,
y pasaba como cordial y bueno contra las palpita-
ciones.
Concreciones. Las déla vcj'iguilla de la hiél,
formadas sobre todo por la materia amarilla déla
bilis, y conocidas antiguamente bajo los nombres
de Alchrron lapis y de ¡hzoar boris , han sido
empleadas, reducidas á polvo, como estornuta-
torio, propio para aclararla vista, fortificar el
cerebro, é, interiormente, á la dosis de 21 gra-
nos, contra la epilepsia, la diarrea, y también
como alexiteró. Las de los intestinos , forma-
das de pelos entremezclados y llamados Jlnlitn ó
Jif/ragopilo d,e buey , se dieron contra las hemor-
ragias y la diarrea á doble dosis , y se emplea-
ron al exterior á guisa de esponja. — V. Bczoar.
Cuajo ó leche contenida en el estómago de los
terneros que aun no han comido. Endurecido al
humo en el mismo cuajar, ha sido empleado para
coagular la leche, y también administrado no ha-
ce muchos años por el Sr. M. E. Bourlelle , á la
BLE
ÍÍ9
dosis de \i á 18 p ruado aiUe,s de la co-
mida, para remediar i . ! de las diges-
tiones como consecuencia de largas enferme-
dades.
Estiércol. La Boñiaa. esto es el excremento
del ganado vacuno, sirvo (legran recurso á algu-
nas naciones impelidas por la necesidad. En toda
la Rusia, pues, en donde no hay bosques ni leu?,
todo el material que se consume en las necesida-
des domésticas, es decir para calentar las estufas,
lumbre dé cocinas, etc., consiste en este excre-
mento que amasan con paja en forma de ladri-
llos cuadrados del espesor de tres dedos , reem-
plazando asiá la leña: generalmente la clace me-
diana é ínfima de los habitantes es la que lo usa,
reduciéndose á pocos los que pueden proveerse
¡ de carbón que reciben allí de Constanlínnpla, ó
de leña de los mástiles viejos de los arsenales, que
I los compran á precio excesivo. Parece increihle
el comercio pie se hace de esta boñiga cuya me-
nor partida que se vende por mayor sube á cua-
tro ó cinco mil rublos , que corresponden á 800 ó
<000 duros.— La boñiga de buey pasaba anti-
guamente como anodina y resolutiva.
La boñiga d'c vaca fué prescrita en tiempo de
Hipócrates y de Galeno, bajo el nombre de ¡iolbi-
ton, en fomento sóbrela región de la matriz y
en. fumigación contra las afecciones de este ór-
gano. Se aplicaba también como anodina y reso-
lutiva en la edema, Ciertos dolores, etc. Con
ella se preparaba una agua destilada de JMilpo-
res , que se prescribía contra la rabia, la gota,
las enfermedades de las vías orinarías , etc., y al
exterior , como cosmética. Se quema en los luga-
res en que la leña es rara , pero Tournefourt se
lamenta del mal olor que este combustible comu-
nica á los manjares.
Dioscórides preconiza la boñiga de toro para
corar el descenso de la matriz.
Grasa. Con ella se forma un sebo bastante
bueno para hacer velas, para preparar ciertos
cueros , y para otros diversos usos. En medicina
se la ha atribuido la propiedad emoliente.
Rfesos. Sirven para los torneros, cuchilleros,
armeros cajeros, rosarieros, etc. , se queman pa-
ra hacer carbón animal, y se emplean para ob-
tener caldo y para otros usos. Antiguamente los
huesos de buey , el de la pierna en particular,
eran reputados como resolutivos, fortificantes,
etc.
Leche t>e v\cv. Conócese también la utilidad
alimenticia y medicamentosa de esta sustancia y
de sus diversos productos de los cuales hablare-
mos en otros artículos. — Y. Lrchr.
Orina pe vaca, Debida en el mes de mayo, por
la mañana, á la dó-is de medio vaso, pasaba aun
en opinión de F. íloffman como antienquéctica.
Pelo. El de su ¿tila, mas largo después de ha-
ber sido retorcido como cuerda y hervido para
rizarlo, forma el clin qur los lapiceros y otros
artesanos necesitan: del pelo corto se hace la bor-
ra con que se construyen fas cojines ó sillas , al-
bardas y otros mueiles. — Y. Pelo.
l'r.si \\. Las pesuñas, casaos ó uñas de buey
tomo i.
í'¡0 BUE
son un excelente abono; sirven para hacer boto-
nes, y en medicina han sido prescritas, ya ente-
ras, ya quemadas, contra el histérico y la epilep-
sia.
Piel. Curtida, convertida en vaqueta ó gamu-
za, da excelentes calzados y arreos, y es em-
pleada en otros infinitos usos; se la sala en las
llanuras de Buenos-Aires , en las pampas de
Chile y del Perú, para destinarla á la fabricación
de sombreros , techumbres de casa, boles para
pasar torrentes ó los arroyos muy rápidos. — Y.
Cuero y Piel.
Pies y corvejón. De estas partes del buey se
extrae una gelatina que se creía hemostática.'
Pulmón de ternero. Ha sido empleado en co-
cimiento como pectoral. Al presente está muy en
uso un jarabe de pulmón de ternera simple y otro
compuesto, prescritos en las afecciones de pecho.
Sangre. Esta sustancia es un agente clarifican-
te muy precioso parala refinación del azúcar, en
razón de la gran proporción de albúmina que
contiene. Las fábricas de refinación de azúcar de
Paris consumen anualmente 1.100.000 kilogramos
de sangre fresca. Seca, sirve para clarificar el
vino , el nitro, etc. Empléasela también aveces
para teñir el algodón en rojo de las Indias , no
en razón de su materia colorante, sino á causa de
su albúmina. Su suero, mezclado con cal muy
dividida , forma un excelente estuco para las pa-
redes. En fin, se consumen cantidades prodigio-
sas de sangre parala fabricación del azul de Pru-
sia. Algunos médicos hacen todavía bañar las
partes dolorosasy articulaciones obstruidas en la
sangre de los bueyes recientemente matados. La
sangre de toro, que pasaba como astringente, y
hasta ha sido mirada como un veneno, estaba so-
bre todo consagrada á este uso.
Tendones. Secos, pulverizados y dados ala
dosis de medio dracma, han sido considerados
útiles contra las calenturas intermitentes.
Tripas. Bien limpias de toda grasa, sirven pa-
ra hacer unos moldes para batir el oro y la plata,
y reducirlos á hojas propias para los doradores
y á otros usos. En Cerdeña de las tripas de buey
saladas se hace un comercio de alguna conside-
ración , destinándolas á Marsella y sobre todo al
reino de Valencia en donde las emplean para las
sobreasadas.
Tuétano. El meollo ó médula de buey goza de
la reputación de un buen cosmético. En esta ca-
pital se prepara por algunos farmacéuticos un
jarabe de medula de vaca al que se atribuyen
virtudes pectorales.
Finalmente, conocido es el uso que como co-
mestible se hace de las tripas ó callos de buey y
de v acá, igualmente que de sus sesos, de su hí-
gado, etc. El nervio que se saca de la parte genital
del buey, se^o y preparado á modo de cerro de li-
no , sirve para los silleros. Con los desperdicios
de las pieles , del cartílago, de los pies y de los
nervios, bien cocidos en agua hasta que estén
del todo disueltos , se hace cola fuerte. En una
palabra , ninguna parte hay de los despojos del
buey de la cual la industria no saque partido.
BLT
Según la Dirección general de Aduanas y Aran-
celes, la exportación al extranjero de ganado va-
cuno fué: en 1849, 5.790 unidades; en 1850,
6.866 unidades.
BiiO\iro. Piedra de sapo [Bufonus
lapis) . Petrificación así llamada, sea en razón de
su forma , sea porque se ha creído que se encon-
traba en la cabeza del sapo. Se ha dicho que era
el diente fósil del Anarrico Loro [Anharrhichas Lu-
pus , L.) ; pero, según Cuvier, ni tiene su forma
ni su tejido. Según otros , los bufonitos son man-
díbulas del mismo animal.
KUFTAliiWO, Büphthalmüm. Género de
plantas de la familia de las compuestas, tribu
de las asteroídeas , y de la singenesia poligamia
frustránea de Linneo. Su nombre , que significa
ojo de buey , procede de la forma délas flores.
Éste género comprende yerbas y arbustos de ho-
jas opuestas ó alternas, con flores frecuentemen-
te terminales : conócense mas de veinte espe-
cies , que crecen en las regiones del mediodía.
El Buftalmo con nojA de Sauce ) Buphthalmum
salicifolium , L.) , planta de tallo herbáceo , que
crece en nuestro país , es mirada como un ligero
narcótico , y útil, según Borda , contra el vene-
no de la víbora y contra la rabia; Pallas dice que
en su viaje á Persia observó que las hojas de
este but'taimo , en este país , eran sustituidas al
té , porque tienen su color y su gusto.— Al Buf-
talmo de grandes hojas [Buphthalmum grandi-
folium), especie muy contigua, se le suponen las
mismas virtudes.
En la Cochinchina hay una especie llamada
Buftalmo de hortaliza [Buphthalmum olcra-
ceum, Lour.), 'que es alimenticia, aunque sus
hojas sean olorosas.
Hay varias especies que se cultivan como plan-
las de recreo, y el Buftalmo espinoso (Buph-
thalmun spinosum , L.) es muy común en España,
acostumbrándosele á llamar Ojo de buey , que es
la traducción literal del nombre genérico.
BUITRE, Yoltüb. Gran género de aves de
rapiña diurnas, que los metodistas modernos-han
repartido en muchos géneros , y de los cuales
han compuesto una familia natural bajo el nom-
bre de Vulturideas. Esta familia, ilevándose
necesariamente consigo lo característico del an-
tiguo género Vultur , tiene por caracteres: Un
pico recto , solo encorvado en el extremo, mas ó
menos fuerte , comprimido , de mandíbula supe-
rior retorcida en el extremo , con la inferior rec-
ta, redondeada y ligeramente inclinada hacia la
punta, guarnecida de una cera en la base; nari-
ces ovalares ú oblongas, agujereadas oblicuamen-
te junto á la cera ; tarsos robustos, reticulados ó
cubiertos de pequeñas escamas, desnudos ó em-
plumados; dedos relativamente cortos, armados
de uñas poco robustas y poco encorvadas; alas
puntiagudas , muy largas , iguales ó que exce-
den de la cola , que es generalmente corta, igual
y compuesta de doce timoneras.
Los buitres se distinguen también en algunos
caracteres particulares que nunca permitirán
confundirlos con las demás aves de rapiña diur-
BU1
nas. Tienen ojos pequeños y á flor de la cabeza;
cuerpo macizo, robusto y prolongado ; caben
lo mas común pequeña re alivameute á la masa
del cuerpo, y cuello delgado y largo; la una y el
«tro mas ó menos desnudos de plumas , y cubier-
tos de un plumión corlo, lanuginoso ; en algunas
especies su cabeza se cubre de carúnculas car-
nosas , y en algunas otras la parte inferior del
cuello está adornada de una especie de collar de
plumas prolongadas. Estos diversos atributos, á
los cuales es menester juntar un porte inclinado,
semi-horizontal , un ademan descuidado , alas
de la cola que arrastran por tierra, sea en esta-
do de reposo, sea andando, dan á los buitres un
carácter del todo particular.
Si las relaciones que los antiguos hicieron de
los buitres son lo mas comunmente fabulosas y
carecen de fundamento , las observaciones de los
modernos , demostrándonos todo lo que estas
relaciones tenían de exageradas , han al propio
tiempo dejado muy pwos hechos importantes en
la oscuridad, de suerte que la historia natural de
estas aves es de las mas completas como es de
las mas interesantes.
Los buitres , cuyo nombre ha pasado á prover-.
bial y al lenguaje figurado, son cobardes y vo-
races, y están naturalmente inclinados á nutrirse
mas bien de cuerpos y presas muertas que de
animales vivos. Lejos "de incomodarse por la cor-
rupción, parece que mas bien se recrean en los
lugares infectados y corrompidos, listos hábitos
de un espíritu depravado , si tal cabe expresarse,
dan á los buitres una fisonomía poco inteligente.
Su cuerpo despide un olor muy ingrato , y de sus
narices fluye sin cesar un humor viscoso y he-
dioudo. Cuando han comido bien, la parte "infe-
rior de su esófago ó papada se distiende por las
materias alimenticias hasta el extremo que se pa-
rece á una vejiga, y en este caso empieza la di-
gestión, hallándose ellos en un estado de reposo,
en una actitud flegmática que contrastan singular-
mente con la agitación y la voracidad que mani-
fiestan cuando caen sobre una presa.
Por lo demás esta inclinación de los buitres á
las inmundicias y los á cadáveres de toda especie
redunda en provecho del hombre : así es que en
ciertos países , éste los ha colocado bajo su
salvaguardia. Por ejemplo , en Chile y sobre todo
en el Perú , los Catharthes urubú y aura viven
bajo la protección de las leyes. En algunos olms
países , v probablemente á causa de los señala-
dos servicios que prestan, los buitres eran anti-
guamente respetados y venerados. Según refie-
re Elieno , los Bárdenos, pueblos del Occidente,
para honrar álos combatientes quienes , después
de haber dado pruebas de valor , encontraban
una muerte gloriosa en el campo de batalla, los
Bárdenos , decimos, abandonaban sus cadáveres
á estas aves, que eran para ellos aves sagradas.
Probablemente también , como consecuencia
de ideas supersticiosas, ó por reconocimiento,
los antiguos Egipcios, según el mismo autor, ha-
bían consagrado los buitres á Jubo, y adorna-
bau cou sus plumas la cabeza de Isis
BU 451
Este instinto, que induce álos buitres á buscar
los cadáveres para alimentarse, ha dado lugar á
preocupaciones y errores tanto mas arraigados
y difíciles de destruir en cuanto datan de tiem-
pos mas remolos. Desde Plinio, quien, por lo
demás, no hacia sino registrar una opinión ya
difundida de su tiempo, que encontraba en los
libros griegos, no se ha cesado de repetir que
estas aves tenian un olfato muy sutil y percepti-
ble ; y uno de los hechos mas antiguamente cono-
cidos que se habia invocado para sostener esta
opinión , es el relativo á la aparición de una ban-
dada de buitres en las llanuras de Farsalia, el
(lia siguiente de la batalla que en ella se dio. Se
cita también un pasaje de Ángel Polilieno en que
se trata de un comentador de Aristóteles , quien
asegura que habiendo los Griegos dado un com-
liate , llegó de mas de too leguas una bandada
de buitres hambrientos para devorar los cadáve-
res. Pero el aserto de Plinio, expresado por es-
tas palabras: Valeant olfactu Yulterts , no podría
ser considerado como prueba de la excelencia
del olfato de los buitres , y el hecho de su pre-
sencia en campos de batalla puede explicarse
por hábito instintivo (pie tienen estos rapaces de
llegar á los punios donde se encuentran reunidos
grandes masas de hombres ó de animales, seguir
á los ejércitos, y á las caravanas en medio de los
desiertos, y frecuentar particularmente los lu-
gares en que la crianza de los caballos , ovejas
y razas bovinas se hace en grande escala. Por lo
demás, esto es lo que también habían observado
los antiguos; pues este otro hecho se conciba
poco con la opinión que se habían formado de la
extensión del olfato en las aves de que se trata.
Plinio que habia seguido las legiones romanas,
dice positivamente: «Triduo antea volare eos,
ubi cadavera futura sunt , » lo que hace suponer
que habia visto.buitres que acompañaban á|los ejér
citos. Elieno se expresa á corta diferencia de la
misma manera , y Horo , en su libro de los Gero-
glifico», dice que, según los Egipcios, no solo
son tres dias, sino siete dias antes, que los bui-
tres designan , con su presencia, lo inminente
del combate.
La creencia en la finura del olfato de los bui-
tres es apoyada por el Sr. de Humboldl, quien ase-
gura que en el Perú , en Quito y en la provincia
de Papayan para dar caza al" Cóndor [Vultur
grypmu) , matan una vaca ó un caballo , y que á
poco rato el olor del animal muerto atrae" á estas
aves. Mas es preciso preguntar si basta un corto
espacio de tiempo para que la vaca ó el caballo
puedan desarrollar ese grado de putrefacción ne-
cesario para que haya emanación de moléculas
pútridas odoríferas, pues en sentir de Humboldl
estos buitres casi instantáneamente se precipitan
sobre el cadáver del animal que se les acaba de
sacrificar; lo que solo puede creerse figurando
se que el cóndor está continuamente de cenline
la en la cima de los Andes acechando el instante
en que se le abandone su presa. De esle modo se
concibe muy claramente este hecho sin recurrir
al olfato.
El Sr. (le Gerbo dice: «Sin negar, completa-
mente el sentido del olfato á los buitres, creemos
no obstante que este sentido es mucho menos fino
de lo que se supone , y que estas aves son guia-
das, al buscar su alimento, menos por el olfa-
to que por la vista. Esto es lo que habla pensado
Bullón , y esto es lo que las observaciones de Le-
vaillanl y d'Auduboa tienden á demostrar. Le-
vaillanl nos reiiere, en su viaje en .lírica, qiú¡
no podia conservar un mamífero que acababa de
matar, y que no podia hacerlo trasp >rtar de se-
guida á su campo, sino con la condición de cu-
brirlo enteramente de ramajes. Siempre que des-
cuidaba esta precaución , estaba seguro de en-
contrar, algunas horas des¡)ues, al animal muer-
to enteramente devorado por los buitres. En cuan-
to á Audubon, las numerosas observaciones que
ha hecho con el objeto de resolver la cuestión,
le condujeron á admitir que la vista es princi-
palmente la que sirve á estas aves pira descu-
brir á lo lejos su presa. Como están ordinariamen-
te reunidas entre sí por bandadas, exploran de
todos lados los países encima de los cuales cier-
nen , y cuando una de ellas llega á descubrir uu
cadáver, se precipita á él, y las deinis, adver-
tidas por susmovimientos, llegan entonces á ban-
dadas de todas partes. Esto explica el hecho de
la presencia de uu número considerable de estas
aves allá donde antes rio se veia ninguna.)
Otro error, según Audubou , es el (pie consiste
en creer que los buitres prefieren la carne cor-
rompida á la carne fresca. Cuando ellos pueden
escoger , preüeren los animales recientemente
muertos. Ademis esta bien probado que ellos
atacan los mamíferos vivos , sobre todo los que
son jóvenes y débiles. El Sr. de Uumboldl añade
que el cóndor se arroja no solo sobre el ciervo
de los Andes, sobre la vicuña y el guanaco . , sí
que también sóbrela vaquilla', que rinde fati-
gándola, y que el mal que en las provincias de
Quilo, estas aves ■ hacen a! ganado, sobre todo á
los rebaños de vacas, es muy considerable. Au-
dubou ha visto otras especies atacar también á
animales vivientes.. Únicamente en vez de cazar
solos, como los rapaces nobles, los buitres se
reúnen muchos para vencer a un mamífero.
De todas las aves de rapiña, los buitres son
los que parece se elevan á la mas gratule altura
en los aires. Se la* vé algunas veces, en tiempo
<le calma y sereno,- reunirse , holgarse , cerner,
describiendo grandes círculos en regiones en
donde el ojo apenas puede distinguirlas. Sin em-
bargo su. vuelo es lento y pesado, siendo de esto
mismo, según Belon , de lo que han recibido el
nombre que llevan: dyúltur, dice él, a volatu tar-
do nomiuatus pulatur.» Parece que experimentan
dificultad entornar su vuelo, y cuando quieren
dejar la tierra , comienzan , como para ensayar-
se , por hacer algunos saltos ladeados , dejándo-
se caer muchas veces; pero , para el hecho, pro-
curan tomar así una cantidad suficiente de aire,
daspuesdelo que se elevan por aleteos lentos y
acompasados.
En las grietas y las partes salientes de los pe-
Bül
fiascos mas escarpados y en posiciones lo mas
frecuente inaccesibles es en donde los buitres es-
tablecen su nido. La misma pareja anida mu-
chos años de seguida en el mismo punto. La pos-
tura es ordinariamente de dos huevos. Los peque-
ñuelos nacen cubiertos de un plumión lanuginoso,
y por muy largo tiempo son alimentados en el
íiido. El padre y la madre no llevan en su garras
el alimento que les destinan , sino que llenan de
el su papo y lo vomitan delante de ellos.
Sacados muy jóvenes del nido , los buitres se
domestican fácilmente, se habitúan á la socie-
dad del hombre, y concluyen por perder todo
deseo de escaparse , á pesar de la libertad de
que se les deja gozar.
A excepción de los servicios que los buitres
nos prestan devorando las materias animales cu-
ya putrefacción podría viciar el aire, estas aves
ño son, para el hombre, de ninguna utilidad. Pa-
rece sin embargo que en la época en que vivía
Belon eran buscadas por los habitantes del Egip-
to y de las islas del archipiélago Griego, quienes
empleaban su plumión para hacer guarniciones
de vestidos ú otros objetos de utilidad , que el
ededron y el cisne sirven para confeccionar en
nuestros dias. En el Levante los Turcos y los
Griegos se sirven, se dice, de la grasa del buitre
pardo como de un excelente remedio contra los
dolores reumáticos.
Los buitres habitan todas las comarcas de la
tierra , aunque pretieren las regiones meridiona-
les á las del norte. Enciiénlraseles en mas gran
número en Asia y en África que .en las demás
partes del mundo." Los de los países septentrio-
nales emigran al acercarse el invierno hacia
climas templados. Entre nosotros durante la pri-
mavera habitan en el Pirineo y en las montañas
mas elevadas.
Siguiendo al Sr. G. Gerbe, tan solo nos ocu-
paremos aquí de los Buitres propiamente dichos,
de los Sarcoramfos y de ios Percnópleros , que
son las divisiones que admite en la familia.
I. Buitres propiamente dichos. (Género Vultfir;
Maehr.; Gtjps y /E.ijypius , Savig.). Pico grueso
y fuerte; narices oblicuamente agujereadas por
encima ; cabeza y cuello sin plumas , cubiertos
de un plumión muy corto ; cera simple y desnu-
da. Todas las especies de esta división pertene-
cen al antiguo mundo : la Europa posee dos ; las
demás se encuentran en África y en Asia.
Buitre leonado (Vultur fulmis, L. ; Gyps
vulgaris, Sav.). Es muy común en las altas mon-
tañas y en los vastos bosques de la Ungría, del
Tirol,"de los Pirineos, del mediodía de la Espa-
ña y de la Italia. Tiene la cabeza y el cuello
guarnecido de .un vello blanco' muy corto; la
parte inferior de éste rodeada por muchas lilas de
plumas delgadas, de un blanco rosado; lodo el
cuerpo , las alas y el origen de la cola de un par-
do leonado, y las rameras y timoneras negruz-
cas. Se alimenta de animales muertos , de cor-
roaos y despojos que va á buscara los mulada-
res. \nida sobre las rocas mas inaccesibles", y
sus huevos son de mi gris blanquecino señalado
lili
con algunas manchas de blanco rojizo. Los Tur-
ctíá en el Levante y también los Griegos lo tienen
eri grande aprecio y emplean su grasa como un
excelente remedio contra los dolores reumáticos.
Antiguamente, tomado como alimento, pasaba
comn útil contra la epilepsia y la jaqueca ; se de-
cía qoe su grasa era emoliente y resolutiva ; el
solo olor de sus excrementos sé creia abortivo;
Plinio y Galeno preconizaron su hiél para aclarar
la vista.
Buitre pardo , Buitre arlano,
Buitre grande , Buitre negro ( Vui-
tur einereiu , L. ; Vuitur níyer , Yiell. ).' Es muy
común en la cadena de los Alpes y .le los Piri-
neos, eu Turquía, en el archipiélago Griego,
en las montañas de la Silesia y del Tirol , en (¡i-
braltar, en Egipto y en una grao parte del Áfri-
ca. Tiene la piel del cuello desnuda de plumas,
de color azulado , con lados de esta parte del
cuerpo guarnecidos de plumas redondas, y con
un copete de plumas descompuestas en el punto
de inserción de las alas; todo el plumaje es de un
pardo que tira á negro y a veces al leonado; sus
hábitos son los del anterior ; su propagación
desconocida.
Las especies extranjeras son : el Buitre di: An-
gola {Vuitur angolensis , Latr.), de África;. Bui-
tre de Egipto (Vuitur mgyplius, Savig,),.del
norte de África; Buitre de Kolrio ( VviturKol-
bii, Daud.), del África, de la India y de Java;
Buitre monge {Vuitur monachus , Lin.*) , de la In-
dia; Buitre occipital (Vuitur occipitulis , Burs-
chell) , de África ; Buitre real [Vuitur pontice-
rianus, Lath.) , de Pondicheri.
11. Svrcoramfos. (Género Sarcoramphiis, Dum.;
Zopilotes, Flemón.; Gygapus , Yieill.). Pico
recto y robusto abultado hacia la extremidad;
narices oblongas situadas hacia el origen de la
cera, que está guarnecida' alrededor del pico ó
de la base de .carúnculas carnosas muy gruesas,
diversamente cortadas que cubren la frente y la
cabeza ; ésta y el cuello están desnudos ó guarne-
cidos solamente de pelos muy raros ; pulgar mas
corto que los demás dedos. Los sarcoramfos per-
tenecen exclusivamente al nuevo mundo. Ele ge-
nero consta no mas que des especies.
Buitre grifo , Cóndor, Gran Bui-
tre de los Andes , Sareoramfo Cón-
dor (Vuitur rjri/phus, L.; Sarcoramphus rjry-
phus, Goldf.). Oüizás sea el ave que se eleva a
mayor altura , pues á veces se la vé cerca de la
<»rilla del mar y otras mas arriba de la cima del
Chimborazo y del Pichincha auna elevación per-
pendicular de mas de ocho mil varas. Su longitud
excede poco de cuatro pies , siendo de doce a
trece la envergadura de las alas. Es notable por
un hermoso collar compuesto de un espeso plu-
mión de un blanco puro que contrasta con el ne-
gro azul del plumaje. Según Lémery, la grasa de
cóndor es resolutiva y nervina.
Buitre Papa ," I rubí , Rey de los
buitres , Sareoramfo Papa ( Xirltur
Papa, L.; Sarcorániphui Pupa, Dum. I. Habita
una gran parle de Vi América entre los dos tró-
BÜJ 45S
picos , particularmente la meridional , como la
Guayana, el Perú, el Brasil y el Paraguay; ha-
llase" también en Méjico , pero en ninguna parle
es muy común. Ave la mas hermosa1 de todas las
de su grupo, por las carúncul-s diversamente
coloradas que adornan su cabeza y cuello y por
la finura de los matices de su plumaje. Su tama-
ño es como el de una oca. En su primera edad es
negruzco, después pasa á leonado, y al cuarto
año presenta todas las parles superiores de un
color rojo claro con matices deeucarnado y de un
lustre bonito como helado; las regiones inferiores
son de un blanco puro á veces manchado de rojo,
el pecho igualmente blanco y las rameras de un
negro oscuro. Las crestas carnosas de la cabeza
y el cuello son de colores vivísimos y la carúncu-
la principal escaidaó dentellada como la cresta
de un gallo. L'na semejanza remota con la dia-
dema real ha dado el nombre vulgar á esta es-
pecie. Se alimenta de cadáveres y de pequeños
reptiles que caza en los lugares desiertos.
III. Percinópteros. (Género iY«m/»wi, Savig.;
Pcrcnoptcrus, C. Cuv.J.Pico prolongado, delga-
do, mas retorcido en la extremidad; narices
longitudinales; cuello cubierto de plumión.
El tipo de esta división es el Neofro.nte perc-
rtoPTERO, Buitre percnóptero [Neophron perc-
■iiopterus, Savig ; Vuitur perenopterus). Es el
'mas común de las buitres eu un gran número de
comarcas, se encuentra en África, en Asia, en
Europa , en la Noruega , en España , en Grecia,
en Cerdeña, en Italia, en Suiza y en el medio-
día de la Francia. Los Europeos establecidos en
el Levante lo llaman Polla de Faraón. Esta ave
come loda suerte de inmundicias , v de ahí el
respeto que se mereció de los antiguos Egipcios,
y el que aun hoy día se merece de ciertos Orien-
iales.
BUJÍA. En otro tiempo se daba únicamente
el nombre de Bujía á una vela de cera blanca
como de media vara de largo , y de diferente
grosor, llamándosela asi no solo porque se fabri-
caban muchas en la ciudad de Bugia en la costa
de África, regencia de Argel, piovimii de Cons-
lantina, si que también porque dé este país se re-
cibía muchísima cantidad de cera para elaborar-
las. Al presente estañen uso tros especies diferen-
tes de bujías propiamente dichas: las bujías (¡cer-
ra, las bujías de espérma de Úbllena y las bujías
esteáricas: Vamos á hablar sucesivamente de cada
una de ellas.
Bujía de cera. Las bujías forman
la principal parlj de la labor \ comercio de los
cereros, que las distinguen por lo regular en bu-
jías de mesa y en bajías hilad
La Bujív de mesa es también d pecies:
la bujía amoldada y la bujía ala cuchara. Los cirios
se fabrican igualmente á la cuchara.
La Bujía amoldada se vacia en moldes de vi-
drio y se fabrica de la misma manera que las Ño-
las de sebo (V. esta palabra'. Las inedias o tor-
cidas son de algodón, \ se tuercen un p ■
enceran primero -con cera blanca a fin de igua-
larlas eu toda su longitud y no dejar escapar
454 BUJ
ningún pelo que penetraría en el resto de la bujía.
Para obtener Bujías diáfanas, se toman partes
iguales de esperma de ballena y de hermosa ce-
ra blanca; se licúa á fuego muy lento la esperma
de ballena , y se añade la cera poco á poco , re-
volviendo siempre , y luego se vierte en moldes
de vidrio, como para la fabricación de las otras
bujías.
Las Bujías á la cuchara , así como los cirios,
se hacen vertiendo con una cuchara la cera li-
cuada alo largo de las torcidas de algodón sus-
pendidas verticalmente. Se bañan así las torcidas
diez ó doce veces de seguida hasta que las ca-
pas de cera lijada den el grueso deseado. El pri-
mer baño no hace mas que empapar la torcida,
el segundo comienza á cubrirla, y los otros le dan
la forma y el grosor necesarios. Para los cirios,
se procura que cada baño que sigue al cuarto, se
haga de mas en mas hacia najo, á fin de que to-
men una figura cónica. Antes que las bujías ó los
cirios estén enfriados, se les da una forma perfec-
tamente cilindrica ó cónica , rodándolos y pulién-
dolos sobre una mesa larga y lisa, por medio de
un instrumento llamado alisador. En seguida so-
lo falta suspenderlos en cercos, para hacerlos se-
car y endurecer.
La bujía de mesa se vende á mazos de una
libra de 16 ó 12 onzas. Este mazo contiene cier-
to número de bujías, á medida que ellas son más
« menos largas y gruesas. Entran en cada libra,
4, 5, 6, 8, 10, 12, y 16, cuyas dimensiones son
estas: las de 4 por libra, de 13 pulgadas; las de
5 , de 1 1 pulgadas y media; las de 6, de 1 1 pul-
gadas; y las de 8 /de 10 y de 12, son de 10
pulgadas, sin comprender la mecha por la cual
alumbran. En las iglesias de España, general-
mente para el culto divino , hasta ahora sigue
empleándose la bujía de cera , y que conside-
ramos ser la mas á propósito por su carácter
grave y majestuoso ; no obstante se está ensa-
yando introducir el uso de las bujías esteáricas.
En Francia se cuentan algunos conventos que se
sirven de bujías y de cirios de esperma de balle-
na , que no dejan de ser elegantes, pero la ge-
neralidad de las iglesias de la vecina nación con-
sume cera. La bujía diáfana es muy hermosa,
siendo empleada con frecuencia en los pala-
cios y por todas partes donde hay lujo.
Bujía hilada. Así llamada porque, al fabricar-
la, se devana en un torno, de la misma mane-
ra que se hila el alambre. Su longitud es ilimita-
da, y, para el uso , se la rolla en espiral, en éli-
ce,'ó en ovillo.
I'ara fabricarla, el obrero toma una mecha de
algodón de la longitud y grueso convenientes ,
que empapa de cera haciéndola pasar de un
cabo á otro en un baño de cera licuada ; en se-
guida pasa la mecha per los agujeros de una hi-
lera que van siempre aumentando de diámetro.
Se hace también pasar la mecha alternativamen-
te por el baño de cera y por las aberturas demás
en mas grandes de la hilera, hasta que la bu-
jía tenga el grosor que se desea, por la superposi-
ción de las capas sucesivas.
BUJ
Bujías de esperma de ballena,
Bujías diáfanas. Se forman como las ve-
las de sebo amoldadas. Semezcla con la esper-
ma de ballena purificada un 3 por 100 de cera
perfectamente blanca , á fin de impedir que las
bujías tomen una textura laminosa y quebradiza
por el enfriamiento. En el momento del moldeaje
la materia licuada debe estar á la temperatura de
unos 60° centígrados. Como la esperma de ba-
ilena, al solidilicarse, experimenta una contrac-
ción considerable , casi siempre en este momen-
te se forma alrededor de la mecha un vacio , que
se extiende á veces hasta en medio de la altura
de las bujías: este vacío se llena vertiendo en él
un poco de esperma de ballena antes del enfria-
meinto completo. En seguida se sacan las bujías
del molde, se pulen entre las manos, y después
se ponen en mazos.
Con frecuencia se colora á las bujías agitando
la esperma de ballena licuada con pequeñas can-
tidades de materias colorantes molidas al óleo.
Estas materias son : para el rojo , el carmin ; pa-
ra el amarillo , el cromato de plomo; y para el
azul , el azul de Prusia. Con ellas las bujías re-
ciben muy hermosos colores sin dañar á su tras-
parencia y sin cambiar el color y el brillo de su
llama:
A peso igual las bujías de esperma de ballena
son lasque dan la mas hermosa llama y mas luz.
Las bujías diáfanas, como todas las otras, se
arreglan en mazos, que lo mas comunmente con-
tienen 4 , 5 , 6 , ú 8 bujías , algunas veces mas,
cada uno de 16 onzas.
Las bujías de esperma de la fábrica de D. Pas-
casio Lizarbe. establecida en Cascante, según la
Junta calificadora de los productos de la Indus-
tria Española, reunidos en la Exposición pública
de 1850, se pueden comparar á las mejores de su
clase , aunque en sentir de la- misma no se com-
pongan de esperma pura , añadiendo que ni po-
drían de otro modo expenderse al ínfimo precio de
7 reales libra. Respecto á las que presentaron los
Sres. Torrens y Bruguera , procedentes de su fá-
brica de San Martin de Proveusals, manifestó la
Junta que eran apreciables por su buena calidad
y por su precio que no excede de 10 reales libra.
Estamos persuadidos que las bujías de esperma
podrían fabricarse fácilmente, de buena calidad
y con baratura, siguiendo el método de tratamien-
to previo de las grasas de ballena y pescado con
el ácido sulfúrico y destilación subsiguiente, que
es otro de los procederes empleados para la ela-
boración de las bujías esteáricas, sean de sus-
tancias grasas animales, ó vegetales.
Bujía esteárica. Antes de hablar de es-
ta especie de bujía debemos decir algo del Acido
esteárico, descubierto en 1811 por el señor Che-
vreul, y que existe en combinación con la glice-
rina en las grasas animales. Es un cuerpo blanco,
cristalino , insoluble en el agua , poco soluble en
el éter y en el alcohol , en los que se posa en for-
ma de agujas nacaradas; es insípido é inodoro; su
densidad es de 1,01, y su punto de licuación 7o°
centígrados. Su composición es, según el Sr. Che-
BU
vreul , carbono , 77,4200 ; hidrógeno , 12,1312 ;
oxigeno, 10,1488: total, 100,oooo. Forma con
las liases sales neutras.y sales acidas. Los Estea-
ratos neutros alcalinos se descomponen cuando
se ensaya disolverlos en una gran cantidad de
agua , en una sal acida y en una sal básica. La
sol ue ion alcohólica de los Estearatos ácidos en-
rojece la tintura de tornasol, qu3 siempre puede
volverse al color primitivo con la adición de su-
ficiente cantidad de agua. Todos los estearatos
alcalinos son descompuestos por los óxidos me-
tálicos, con los cuales el ácido sulfúrico forma
sales iusolubles , acidas ó neutras. .
El ácido esteárico mezclado con el ácido mar-
gárico, que no difiere de él sino en su punto de
licuación , que es un poco menos elevado ( unos
60°) y en una mayor solubilidad en el alcohol,
sirve en la fabricación de las Bujías esteáricas ,
Bujías de la Estrella, Bujías de la Aurora, etc.,
de que vamos á ocuparnos.
La fabricación de las bujías esteáricas , que se
debe á los Sres. Gay-Lussac y Chevreul, quie-
nes la imaginaron en 1825, consiste en tras for-
mar el sebo en ácidos crasos y en aislar los áci-
dos esteárico y margárico para vaciarlos en se-
guida en moldes como se practica con el sebo en
la fabricación de velas amoldadas , y para la es-
perma de ballena en la de las bujías de esta sus-
tancia. Estas operaciones, que son bastante com-
plicadas, pueden dividirse del modo siguiente : ,
1 .° La saponificación , que tiene por objeto
cambiar la estearina, la margarina y la oleína
del sebo en ácidos esteárico, margárico y 'oléico,
combinados con cal, á fin de eliminar la glicerina;
2.° Pulverización de los estearatos, margara-
tos y oleatos obtenidos por la operación prece-
dente ;
3.° Su descomposición por el ácido sulfúrico;
4.° El lavado de los ácidos esteárico , margá-
rico y oléico , vueltos libres , primero con agua
ligeramente acidulada, después con agua pura;
o.0 Elmoldeaje y la cristalización de estos áci-
dos;
6.° Cortar las masas cristalinas;
7.* Prensarlas en frió;
8.° Prensarlas en caliente;
9.° La depuración délos ácidos sólidos, pri-
mero con agua acidulada, después con agua pura;
10. La licuación de los ácidos esteárico y mar-
gárico y el moldeaje de las bujías;
11 . El blanqueo de las bujías ;
12. Su pulimento y su colocación en paquetes
ó mazos.
La saponificación se ejecuta en principio , co-
mo la que tiene por objeto la fabricación de los
jabones de potasa y de sosa : en un cubo de ma-
dera, provisto de un agitador mecánico y calen-
tado al vapor , por medio un tubo colocado en el
fondo, se introducen cien partes de sebo purifi-
cado y cien partes de una leche de cal cáustica ,
formada de doce partes de cal por cien partes de
agua. La leche de cal no tarda en hervir ; al ca-
bo de una hora de ebullición y de agitación , el
jabón calcáreo comienza á formarse, y se le vé
BU 4.;.fi
sobrenadar encima del agua. Entonces se detie-
ne el agitador; pero se continua aun la ebulli-
ción hasla que el jabón , que pierde poco á poco
la apariencia de una masa grasosa, ha llegado
áser duro y ha adquirido una fractura terrosa,
la cual indica que es menester interceptar la cor-
riente de vapor. En seguida se deja posar por es-
pacio de algunas horas , después de las cuales se
decanta el liquido, que arrastra en disolución la
glicerina. Entonces se recoge el jabón de cal del
cubo , y se le pulveriza para descomponerlo en
segiñdá con el ácido sulfúrico. Comunmente es
bastante duro para que no se pueda operar su pul-
verización sino por medio de cilindros moledores,
ó de una muela vertical. La saponificación es la
operación principal de la fabricación : debe ha-
cerse con cal muy pura, libre sobre todo de hierro,
el que combinándose con los ácidos sólidos, les
daría un color amarillento, que seria en seguida
extremamente difícil de quitárselo.
La descomposición con el ácido sulfúrico se ha-
ce en cubos de madera , forrados de plomo, de la
misma capacidad que el que ha servido en la sa-
ponificación. En ellos se bate fuertemente el ja-
bón pulverizado con un poco de agua fría de ma-
nera que se produzca una papilla muy clara, á
la cual se añaden en seguida 25 kilogramos de
ácido sulfúrico diluidos en 100 litros de agua por
cada cantidad de jabón calcáreo procedente de la
saponificación de 100 kilogramos de sebo; des-
Eues se agita y se deja posar alternativamente
asta que el ácido sulfúrico, apoderándose de la
cal, haya puesto los ácidos grasos en libertad.
La reacción dura ordinariamente muebos días;
cuando enteramente terminada , se introduce en
el cubo una corriente de vapor de agua , que de-
termina en él la precipitación del sulfato de cal
y la licuación de los ácidos grasos que sobrena-
dan muy luego encima del liquido. Se decantan
en otro cubo calentado al vapor , forrado de plo-
mo como el precedente y provisto también de un
agitador, en el que se lavan con una solución
muy diluida de ácido sulfúrico, para separarles
la poca cal que todavía contienen. En fin, se les
sujeta á otro lavado con agua pura en un tercer
cubo, en todo semejante a los precedentes , del
3ue se extraen antes que se hayan solidifica-
o, para vaciarlos en moldes de" hoja de lata,
en los que se les deja enfriar, y de donde salen en
masas ó panes del peso de "unos 25 kilogra-
mos.
Estos panes tienen siempre un tinte amarillen-
to y una apariencia desagradable, debida al áci-
do oléico interpuesto éntrelas láminas cristalinas
de los ácidos esteárico y margárico; pero como
el ácido oléico es liquido , es fácil separarlo de
estos últimos por la presión. Se comienza pues
por cortar los panes obtenidos , por medio de un
cuchillo mecánico, en pequeños fragmentos que
se introducen en seguida en sacos de jerga , para
someterlos á la acción de una prensa hidráulica
vertical. Esta primera presión, por mas podero-
sa que sea, no basta sin embargo para separar
todo el ácido oléico mezclado con los ácidos só-
iiíi BUJ
iidp*, que presentan todavía entonces un color
empañado.
Es necesario pues introducir los panes al salir
de la prensa vertical en nuevos sacos para pren-
sarlos en una prensa hidráulica en caliente. Es-
ta prensa es horizontal, y se llama prensa en ca-
liente, porque los sacos que contienen las mate-
rias que se han de prensar están dispuestos en
ella cutre planchas metálicas calentadas previa-
mente. Las condiciones en las cuales se hace es-
ta segunda presión son las úuicas que puedan per-
mitir la separación á corta diferencia completa
del ácido oléico.
Los ácidos esteárico y margárico no son sin
embargo aun entonces bastante puros para ser
empleados. Falta todavía licuarlos en el baño de
maría, filtrarlos en mangas de lana y llevarlos
en seguida en cubos de depuración calentados al
vapor , en donde se lavan primero en una agua
acidulada con ácido sulfúrico para quitarles los
últimos vestigios de cal, y después en agua pura,
para desembrazarles def ácido sulfúrico. Tan so-
lo después de esta última operación pueden ser-
vir en la fabricación de las bujías, y no forman,
cu este término, sino los 0,45 del peso del sebo
que ha servido para obtenerlos.
La fabricación propiamente dicha de las bujías
esteáricas ha permanecido por muy largo tiem-
po imperfecta. En un principio solo muy difícil-
mente se conseguía impedir que tomasen; en-
friándose en los moldes, la textura cristalina
particular de los ácidos esteárico y margárico ,
lo cual les daba un aspecto desagradable y una
extrema fragilidad. Primero se remedió á este in-
conveniente mezclando con la materia primera
cierta canuda;! de arsénico, pero no se pudo se-
guir por largo tiempo con este medio, porque se
vio que era peligroso para la salud. En seguida
sirvió con feliz resultado añadir algunas partes de
cera. Hoy día los fabricantes se limitan á calen-
tar los mobles un poco mas del punto de fusión
de la mezc'a de los ácidos esteárico y margárico,
á fin de poder vaciarla cuando ha "tomado uua
consistencia pastosa por un principio de enfria-
miento.
Las mechas ó torcidas presentaron también al-
gunas dificultades. Un primer inconveniente, que
resultaba deque se carbonizaban á lo menos tan-
to como las délas velas de sebo, consistía en la
necesidad de despabilarlas á cada instante. Al
presente se evita este defecto por una disposición
muy sencilla que consiste en trenzar las mechas.
En efecto, por medio de la tejedura, la mecha se
desvia y se encorva ligeramente á medida que la
bujía-arde, de suerte que la extremidadad va á
consumirse en el blanco de la llama. Otro perfec-
cionamiento, que solo data de estos últimos años,
consiste en impregnar la mecha con una disolu-
ción de un poco de ácido bórico, el cual, com-
binándose con los vestigios de cal que todavía
quedan en los ácidos crasos , á pesar de todas las
precauciones tomadas para purificarlos , produ-
ce un borato fusible que va á quemarse en la
parte superior de la mecha bajo la forma de una
BUJ
pcqueíía perla, la cual se reproduce á medida que
es destruida.
Las bujías esteáricas se vacían en moldes se-
mejantes á los que sirven para la fabricación de
las velas de sebo amoldadas. Su blanqueo se ha-
te por la exposición á la luz y al recio. Cuando
son blancas, se pulimentan frotándolas con un
pedazo de paño humedecido en alcohol ó amo-
níaco. En seguida no falta mas que ponerlas en
mazos, que constan de 4 , -i , 6 , 7 y 8 bujías , cu-
yo peso total es una libra castellana.
Posteriormente base perfeccionado la fabrica-
ción de las bujías esteáricas con el método de des-
tilación inventado en Inglaterra, introducido des-
pués en Francia, y adoptado al presente por algu-
nos de nuestros industriales, para extraer la estea-
rina tanto de las sustancias animales como de los
cuerpos grasos vegetales, y con el que se obtie-
ne el 55 por 100 del aceite de oliva y el 70 y aun
el 7:2 del de palma.
Las fábricas de bujías de estearina del país se
hallan , por lo tanto , al nivel de las mas adelan-
tadas de la Europa, y sus directores procuran
incesantemante conciliar en los producíosla bon-
dad de la fabricación con la baratura. El público
conoce bien las excelentes bujías esteáricas de
la Estrella y las de la Aurora , las unas fabrica-
das en Madrid y las otras en Gijon en los estable-
cimientos de los Sres. Bert y compañía; las bu-
jías esteáricas de la Palma , que elabora en Bar-
celona el Sr. Cabanelbs, y las dichas Barcelone-
sas, recomendables por su fina calidad , y que fa-
brican en esta capital los Sres. Torrens y Bru-
guera; v las bujías procedentes déla fábrica de
la sociedad M. A. Iíeredia, establecida en San An-
drés de Adra , y las elaboradas por D. Pascasio
Lizarbe, en Cascante.
Las fábricas de los Sres. Bert y compañía y del
Sr. Cabanellas se distinguen por sus méto-
dos particulares de obtener los ácidos sólidos,
con el tratamiento previo del ácido sulfúrico y la
destilación , procedentes tanto de materias grasas
animales como vegetales: álos obtenidos con es-
tas últimas se les acostumbra dar el nombre de
Cera vegetal.
Los productos de la fábrica de los Sres. Bert y
compañía han sido favorablemente juzgados por
la Junta calificadora de los productos de la In-
dustria Española reunidos en la Exposición públi-
ca de 1850. Las bujías y la estearina que elabo-
ra el Sr. Cabanellas por un nuevo sistema, que le
ha merecido privilegio exclusivo del Gobierno, en
nada ceden á las fabricadas en los establecimien-
tos mas adelantados del extranjero. Este indus-
trial asi opera sobre grasas animales como sobre
materias vegetales , esto es aceite de palma , de
oliva y otros, obteniendo con estos últimos her-
mosísimas bujías, cirios y blandones, cuyo con-
sumo empieza á introducirse en algunas provin-
cias de España para el alumbrado de las iglesias
con positiva economía y las muchas ventajas que
en ellos han reconocido el Excmo. Sr. Cardenal
Arzobispo de Toledo , el limo. Obispo de Oviedo
y otros prelados y eclesiásticos, según se des-
NJP
prende del número 418 del periódico El Clero Es-
ñol. Las bujías obtenidas del aceito de oliva son
de una solidez y hermosura sobresalientes.
El ácido oléico, producto accesorio de la fabri-
cación de las bujias esteiricas, es utilizado para
hacer jabones comuues, tales como los que Be
emplean para batanar los paños, sirve para ado-
bar los cueros , para el alumbrado y á otros dife-
rentes usos.
»1 li W V V. Planta enredadera, de las Fili-
pinas, de hojas rojas , que lleva bayas , y cuyos
caaos dan un zumo acuoso insípido ," purgante á
la dosis de i onzas , y al que se le supone la fa-
cultad de expulsar el feto muerto. — Otra especie,
de hojas verdes, es de tal violencia que no se pue-
de emplear.
BUJIBU3Í5ÍV. Planta de Guinea, que cau-
sa el vómito, tomada en cocimiento.
Bll\(;ALO\. Especie de nopal de las Fi-
lipinas, cuyas llores, llamadas Piapi, Apiapi,
son comestibles.
lll VIO. Bcnii'm. Género de plantas de la
familia de las umbelíferas, tribu de las amminéas,
y de la pentandria diginia deLinneo. De las espe-
cias conocidas de este género solo se usa la si-
guiente :
Bunio Btilbocastano. Castaña de
tierra ( Bunium Bulbocastanum, L. ; [Ca-
rum Bulbocastanum, Kock.). Planta vivaz, que
crece en Alemania, Francia é Inglaterra en ter-
renos de trigo, habiendo comarcas en donde
es tan abundante que su raíz puede servir á par-
te del alimento de los habitantes. Las hojas son
parecidas á las del peregil , pero de gusto mas
débil, y pasan como vulnerarias y astringentes.
Las semillas son acres , aromáticas y análogas á
las de la alcarovea, y aun se suponen aperitivas,
pero no lieien uso terapéutico.
La parte mas importante de esta planta es la
raíz, que consiste en un tubérculo grueso como
una nuez, carnoso, negro pordetuera, blanco por
dentro, guarnecido dé muchas fibras, de sabor
dulce agradable análogo al de castaña. Se co-
me cruda ó cocida.
BUPEEURO, Bipleürüm. Género deplan-
tas de la familia de las umbelíferas, tribu de las
amminéas, y de la pentandria diginia de Linneo.
Comprende unas cincuenta especies, mas de la
mitad cultivadas en los jardines botánicos, que
son plantas anuas , ó vivaces ó sufrutescentes,
muy lampiñas, esparcidas en todas las partes ex-
tratropicales del antiguo continente , en el cabo
de Buena Esperanza , y raras en la América tro-
Ídcal ; de hojas muy poquísimas veces laciniadas,
o mas comunmente el limbo es abortivo y el pe-
cíolo se cambia en un filodo muy entero; las flo-
res son amarillas , en umbelas opuestas , de in-
volucros variados.
La semilla y la raiz del Bupleuro arqueado,
Oreja de liebre [Bupleurum falcatum , L.) fue-
ron presentadas por los antiguos como útiles con-
tra la mordedura de las serpientes, y la planta,
que es indígena, se dice que es detersiva y aper-
tiva. Se asegura que las semillas del Bdpleoro
58
BUR 437
fructicoso (Bupleurum fructicosum , L.), también
indígeno , son empleadas en medicina. El Bu-
I'lki ko M hdj v redonda Bupleurum rotundifo-
lium , L.) y el Blplburo espinoso [Bupleurum
spinosum, L.) , comunes en España, antiguamen-
te se empleaban como detersivos y astringentes al
exterior , y como diuréticos y diaforéticos inte-
riormente , pero hoy dia no están su uso.
BIJPBESTE, Blprestis. Género de insec-
tos coleópteros, de la familia de los servicornios,
tribu de los brupréstidos, sección de los pentá-
meros, en el que se encuentran muchas especies
que expelen, cuando se las loca, un humor
amarillento , espeso y muy acre, y por lo que pa-
recen poder , aunque imperfectamente sin duda,
suplir alas cantáridas. El bupreste délos anti-
guos, preconizado por Hipócrates, Plinio, etc.,
según Geoffroy , es el Cárabo dorado ó Cára-
bo jardinero (Carabus auratus , L.) , una de las
especies del género Cárabo mas hermosas de Eu-
ropa , y, según el Sr. Latreille, el Meloe carra-
h\:is}'[Meloe proscarabceus, L.), que es lo mas pro-
bable.
lint ATILEO. Especie de muselina cuya
urdimbre es de seda y la trama de lana. Lláma-
se también Seda buratilla una especie de seda
cjue produce la Persia y se exporta por la vía de
burate.
BURATO. Estofa ligera, medio seda y
medio lana, buscada por su larga duración y su
calidad intrínseca. Se fabrican buratos de grue-
sos granos, tejidos en forma de estameña ; bura-
tos granados de pequeños granos; buratos dobles,
y buratos semidobles. Esta estofa es de tacto ás-
pero, y sirve para alivio de lutos en verano y para
manteos.
bit ii A VA. Estofa francesa, especie de
sarga ó ratina, bastante semejante á la fernandi-
na, cuya urdimbre se hace de filadiz ú otra seda,
y la trama de algodón, de lana, de pelo de ca-
bra, etc. Hay buraya lisa , de granos, simple,
doble etc. La buraya suiza es una especie de
crespón que se fabrica en Zurich. Se fabrica bu-
raya en diferentes puntos de Francia, en Bérga-
mo, Milán, Genova, Ñapóles, etc.
BIKG AVHIVA. Nácar ó concha en que
se cria un caracol marítimo , en las Antillas, del
género Nautilo. Cuando se le ha quitado la capa
terrosa exterior , tira al gris ceniciento, al color
de plata, al azul y al verde. Su hermoso dibujo
hace emplear las burgandinas para guarnicio-
nes de cajas de tabaco, mangos de tenedores, de
cuchillos, etc.
BURIEL. Estofa de lana, muy ordinarie y
grosera, que tiene un pelo largo y muy malo , y
que se vende á muy poco precio; se fabrica lo
mismo que los paños y semejantes tejidos que no
tienen cruzado. El buriel sirve para vestidos de
pobres.
III SISERA. Bursera. Género de plantas
de la familia de las terebintáceas, y de la decan-
dria monoginia de Linneo, que ofrece duda en la
nomenclatura de sus especies , asi como en el ori.
gen de los productos que se las atribuyen, ade-
T0M0 i.
*oS BUR
mas de su grande afinidad con los géneros Yaca,
Amiris, etc. Es una equivocación llamar á estas
especies Gomeros, puesto que no producen goma
sino resinas, y dar á éstas el nombre de Bál-
samos, porque en el estado en que se reciben en
Europa no se encuentra en ellas ácido benzoico.
Burnera que lleva bálsamo [Bur-
sbra balsamifera, Pers.; Hedwigia balsamifera,
Sw. ; Tetragastris , Goert.). Este grande árbol de
las montañas de Santo Domingo , de la Jamaica,
en donde se le llama Gomero de las mantauas ó
Gomero rojo, del Brasil , etc. , en cuyo pais se le
da el nombre de Almecegeira , trasuda de su se-
gunda corteza una resina líquida espesa, de color
rojo subido, acre, amarga, de un olor fuerte
terebint>ceo, etc., que se designa bajo j¿ nom-
bre de Bálsamo azucarero, y se vé rarísimas
veces en algunos gabinetes en Europa.
El análisis de esta resina, debido al Sr. Bonas-
tre, ha demostrado que contiene, sobre cien
parles, aceite volátil, \i; extracta muy amargo,
2,8; materia orgánica combinada con cal, 8;
sales de base de potasa y de magnesia, 4;r esi-
na, 74; sub-resina ó burserina, 5; pérdida, 5.
Esta resinaes estimada como vulneraria, y em-
pleada en las afecciones de pecho como el bálsa-
mo de la Meca, la resina elemí, etc.
El nombre de Azucarero de las montañas dado
aveces al árbol , procede de que , según el pa-
dre Labat, se hacen con su madera las barricas
para enviar azúcar á Europa.
Se encuentra en los gabinetes un aceite craso,
rojo , espeso , amargo , de un olor rancio desa-
gradable, que también se llama, y mucho mas
impropiamente , Bálsamo azucarero , el que se
obtiene, según el padre Nicholson, de las semi-
llas de un bursera, quizás de éste, délas que los
cerdos salvajes son muy golosos , lo que explica
el nombre de Bálsamo de cerdos que se le ha da-
do á veces. Es posible que cuando íresco sea
bueno para el pecho , y justifique el uso que se le
indica en este caso:
Bursera ijue lleva goma [Bursera
gummi f era , L.), Resuda espontáneamente ó por
incisión de la corteza de este árbol , llamado
Gomero blanco, que habita las Antillas, una re-
sina llamada Vacnibouópliibou, que llegaba an-
tiguamente , según se refiere, envuelta en hojas
demarauta,peroque se envia al presente en cu-
betas ó pequeños toneles. Es crasa, blanda, ó á lo
menos fácil de reblandecer, de un verde negruz-
co, do un olor desagradable, algo aliáceo, insí-
pida al gusto, insoluole en la boca. No está ana-
lizada. No se usa hoy dia en Europa ; se dice que
en América se cree (fue es vulneraria, porque ios
jabalíes heridos se frotan con el árbol para cu-
brir sus heridas con esta resina, que las cicatriza.
Aveces se sustituye á la resna elemí y ala tacama-
ca, fraude que no presenta grande inconveniente,
atendida la afinidad de estos producto resinosos.
El Bursera acuminata , W. da un aceite esen-
cial concreto, amarillo.— Del Bursera leptophlo-
cos , Mat. , vegetal conocido en el Brasil bajo el
nombre de Imburana , cuela de las incisiones de
BUZ
su corteza una resina líquida, análoga á la tre-
mentina, que se emplea en lugar de ésta y del
bálsamo de copáiba, en el país.
A veces se confunde con las precedentes á una
resina líquida de la isla de Francia llamada Bálsa-
mo verde ó Bálsamo María, que parece producida
por una especie del género Calofilo.
BURSfiROA. Nombre dado por el Sr.
Bonastre á la sub-resina del bálsamo de azucare-
ro de montaña; es pulverulenta, insípida, inodora,
soluble en el éter , insoluble en el alcohol] frió.
BUVfiA, Butea. Género de arbustos de la
familia de las leguminosas y de la diadelfia de-
candria, que encierra dos magníficas especies:
la primera, Buteasoberbia [Butea superba, hoxb.)
tiene los ramos sarmentosos , las hojas arifolia-
das, y las flores en racimo, de color de escarlata;
la segunda, Butea frondosa [Butea frondosa,
Roxb.; Erychrina monosperma , Lasan.) no me-
nos notable por la hermosura de sus flores,
difiere de la precedente en sus ramos vellosos, en
sus hojuelas con frecuencia escotadas en su punta,
y en sus racimos de flores cortos y tomentosos.
Ambas son originarias de la India, en la costa
Coromandel, donde son bastante comunes.
De sus cortezas trasuda un zumo rojo muy as-
tringente, poco ó nada conocido de los Europeos:
el d0 la butea frondosa, llamado Maduga, es
friable , se derrite en la boca, y ha sido tomado
ya por una laca , ya por gomo kino ; el zumo de
sus semillas es empleado por los médicos indios
conio antielmíntico , contra la tenia y las ascá-
rídás , á la dosis de una cucharada y media, dos
veces al dia. Las flores de este árbol sirven pa-
ra teñir en amarillo.
B6 U T I Sil ü í A . Sustancia grasa, fluida á i 9o,
y de olor de manteca que ha sido calentada. Fué
descubierta por el Sr. Chevreul, en. 1819 , en la
manteca. No tiene usos.
BUTOJMO , Butomus. Género de la enean-
dria diginia de Linneo, y de la familia de las
butomáceas : tiene por tipo una hermosísima
planta muy común en las orillas de nuestros es-
tanques y ríos , y que se designa bajo el nombre
deBlJTOMO ÜMEBLAKO, J UNCO FLORIDO [ButOmtlS
umbelatus , L.); su tallo es delgado como un jun-
co , se eleva en medio de una mazorca de hojas
largas y cortantes á tres ó cuatro pies de altura,
y remata en una umbela de flores de color de
rosa con un involucro de algunas hojuelas.
Las hojas de esta planta se estiman como ape-
ritivas y útiles en las obstrucciones , según el Sr.
Manli ; su raíz y sks semillas se dan contra las
mordeduras de las serpientes, según Lémery.
BUTVJflBO. Planta de Malabar , que ha
sido comparada á la eufrasia , cuyas hojas aro-
máticas son empleadas, machacadas, en las mor-
deduras de los animales rabiosos. Su zumo se be-
be oomo específico en las calenturas lipíricas.
BUZZIR KHERHOOT. Nombre de
una semilla de Siria , empleada en el Cairo, prin-
cipalmente por los .ludios , como cosmética; se-
gún Forskahl, taanien se toma interiormente.
459
G.
CAB
CAÁ. Esta palabra , que en el Brasil quiere
decir yerba , sirve sobre todo para designar el
té del Paraguay ( Ylex paraguensis , Saint.-Hil.),
como para expresar la yerba por excelencia:
Caa-cuys es el nombre de la yerba too^ ía en
capullo, y Caa-mena, el de la hoja descogida.
— V .Acebo Mate,
CAÁ- ATA JA. Pisón da este nombre á una
pequeña planta del Brasil , que se cree ser una
Graciola, y que se usa como emenagoga, diuré-
tica y purgante, en cocimiento y en polvo , pero
acorta dosis, en razón de su actividad. Marc-
grave la llama Caa-taya.
CAA-CAMA, Caa-eaa. Nombres bra-
sileños de una escrofularia vecina de nuestra es-
crofularia acuática, á la cual se atribuye la pro-
piedad de quitar al sen su olor nauseabundo. —
V. Escrofularia.
CAA-ETOIA Y. Nombre brasileño de una
planta singenesia de que habla Marcgrave, veci-
na por el portea los senecios: sus hojas, que
son calientes y acres, son empleadas cocidas v
contusas contra la sarna.
< A A -Gilí Y i VIO. Nombre brasileño de
un vegetal que parece ser un melostoma, y cuyas
hojas pulverizadas se aplican sobre las úlceras
para acelerar su cicatrización, lo que su acción
excitante produce, según Marcgrave , en muchos
casos.
CABAIjIíO, Eqüüs. Género de mamíferos
paquidermos , de la familia de los solípedos, que
se distingue por los siguientes caracteres. Un so-
lo dedo y un solo casco en cada pié ; sin uñas ru-
dimentarias hacia atrás ; en cada lado del meta-
carpo y del melatarso estiletes huesosos repre-
sentando dos dedos laterales; tres incisivos y seis
molares en cada mandíbula y en cada lado en
ambos|sexos. Los machos tienen además un peque-
ño canino arriba, y á veces otro abajo; pero estos
caninos no se ven casi nunca en las hembras.
Se podrían añadir á estos caracteres bástanle su
ticientes de por sí, la existencia de castañas, ó
placas ovalares rugosas , situadas cerca del car-
po en los miembros anteriores, y encima del tar-
so en los miembros inferiores. Estas placas de
una consistencia córnea son simples produccio-
nes epidérmicas , ó pelos aglutinados, y no pue-
den considerarse como callosidades producidas
por el frote, porque éste no puede tener lugar
en las referidas partes. Por último, diremos de
paso que esta causa considerada como que pro-
ducía las callosidades en los monos y los came-
llos , parece que no tiene la influencia que la
han atribuido vanos naturalistas y entre otros el
mismo Buffon.
Sabemos que los caballos nunca padecen de
vómitos, y el Sr. Magendie ha descubierto las cau-
sas de este hecho con el estudio detallado de su
CAB
tubo digestivo. El esófago se compone de dos
partes distintas; la parle superior es musculosa
y contráctil, y la inferior simplemente elástica.
Esta parte termina en el estómago al que se reúne
de una manera oblicua y formando una cardia
(¡ue está constantemente cerrada por medio de
libras muy fuertes , hasta el punto que , aun des-
pués de la muerte del animal , es menester em-
plear una fuerza muy grande para poder intro-
ducir un dedo en ella. Esto explica porque
las contracciones del estómago, aun en el caso
de estar ayudadas por las de los músculos abdo-
minales, no pueden determinar la asencion re-
trógada de los alimentos. La abertura pilórica,
por el contrario, permanece siempre bastante
abierta, y debe permitir el paso de los alimen-
tos con mucha facilidad, y en particular las be-
bidas. El estómago es simple y pequeño ; pero,
en cambio, los intestinos son muy voluminosos
y el ciego sobre todo es enorme , de lo que se si-
gue que en los caballos la digestión debe ser
sobre todo intestinal.
Todas las especies del género caballo parecen
hallarse bien dotadas respecto á los sentidos. Su
tacto general es fino, y aun cuando su cuerpo esté
enteramente cubierto "de pelo muy espeso, se vé
que su piel se contrae y se mueveal mas ligero
tacto y en particular cuando este tiene lugar en
el vientre.
La lengua es suave : su labio superior es sus-
ceptible de prolongarse y de ejecutar mo\imien-
tos de bastante extensión , sirviéndose de él los
caballos para recoger su comida , y muchas ve-
ces parece que lo emplean para reconocer y pal-
par ciertos objetos. Él sentido del gusto está tan
desarrollado en ellos como en los otros herbívo-
ros. La conca auditiva , cuyas dimensiones va-
rían según las especies, es" bastante grande en
los caballos , y su oido parece muy delicado, de
manera que ai menor ruido impre\ isto , se les vé
detenerse con atención,} mover su oreja hacia el
lado de donde viene.
Su ojos son generalmente grandes y están si-
tuados á flor de la cabeza: su pupila tíeue la for-
ma de un paralelógramo horizontal. La vista es
excelente, y aun cuando no sean animales noc-
turnos, distinguen claramente los objetos en ¡a
oscuridad.
El sentido que parece ser el mas exquisito, v.x
los caballos, es el olfato, aun cuando el aparato
olfativo no presente en ellos un desarrollo tan com-
pleto como en los carnívoros. Las ventanas de
la nariz son muy movibles y se hallan separadas
por un espacio liso, pero no glanduloso. Cuando
el animal quiere reconocer un objeto que le ins-
pira desconfianza , se vé que abre mucho las na-
rices , como si no quisiese perder ninguna de las
emanaciones que aquel pueda exhalar, y se ase-
460 CAB
gura que en el eslado salvaje percibe conelol
fato á sus enemigos á mas de una legua de dis-
tancia.
Los órganos de la generación nada ofrecen de
notable en el género que nos ocupa. La verga es
grande y se halla encerrada en un estuche diri-
gido hacia adelante, y los testículos están á la
parte de afuera. Las hembras tienen cuatro tetas
inguinales. El preñado es de 11 á 12 meses, y las
madres paren en pié, lo cual no se observa sino
en un número muy reducido de mamífeíos.
El género caballo se compone, en nuestros
dias , de seis especies que guardan mucha seme-
janza entre si. Sobre el cuerpo de todas estas es-
pecies se encuentra un pelo corto y liso en vera-
no, y que va creciendo á medida que va ade-
lantando la estación fria. En todas ellas, excep-
tuando tal vez en el caballo propiamente dicho, es-
te pelo tiende cá presentar unas franjas alternativa-
mente claras y oscuras; sin embargo , esta ten-
dencia es poco pronunciada en el asno y el he
miono, y por el contrario es muy marcada en el
cuaga , en el daw , y sobre todo en la zebra.
A estas diferentes especies de pelaje correspon-
den diferencias de patria. Las especies de color
uniforme son asiáticas; las especies de pelaje
cebrado son africanas. El Sr. Isidoro Geoffro y ha
hecho observar que la división del género en
grupos secundarios resulta ser exactamente la
misma, ya sea que se funden en la apreciación
de los caracteres zoológicos, yaque se deduzcan
de su distribución geográfica , tal al menos co-
mo era antes de haber sido alterada por la indus-
tria humana. En efecto, las seis especies que
componen este género pertenecen propiamente al
antiguo continente , y todos los caballos ameri-
canos , domésticos ó salvajes , proceden de in-
dividuos importados de Europa: por otra parte,
grandes extensiones de terreno separan las loca-
lidades do las cuales parecen ser originarias las
especies asiáticas y las especies africanas. Así,
pues, parece que han existido para el género Ca-
ballo dos centros de creación , esloes, uno para
cada una de estas dos partes del mundo.
Al lado de los caracteres zoológicos y ana-
lómicos , que acabamos de indicar como co-
munes á todas las especies del género Caballo ,
debemos señalar otro, que aun cuando sacado de
un orden de hechos bien diferente, no nos parece
menos importante. Queremos hablar del instinto
que conduce á estos animales á reunirse en ban-
dadas mas ó menos numerosas, y á aceptar por
jefe á aquel que por su fuerza, su valor y hasta
también por su experiencia, se hace entre ellos
digno de ocupar tan elevado puesto. Este instin-
to se manifiesta con la misma fuerza en las espe-
cies asiáticas y africanas. En nuestros caballos
domésticos se halla al parecer borrado sin duda
porque le falta la ocasión de manifestarse, y sin
embargo reaparece con toda su fuerza cuando
estos animales, escapados del imperio del hom-
bre, vuelven á encontrar su libertad nativa. Pe-
o entonces se manifiesta un hecho que nos pa-
rece bien notable, y del cual trataremos mas
CAB
adelante. Este instinto, aunque es el mismo en
el fondo, se presenta de una manera muy dife-
rente en las localidades apartadas. Mientras que
los tarpones déla Tartaria viven por decirlo así
en familias compuestas solamente de muy pocos
miembros, los salvajes descendientes de la ra-
za española , esparcidos por las llanuras de la
América meridional, forman grupos en extremo
numerosos , en los que los individuos se cuentan
por millares.
Otra particularidad muy digna de atención es
que todas las especies de caballos parece que
pueden fecundarse mutuamente , y engendrar
mestizos ó Mulos. *
* MULO (Mulus). El mulo es el producto de la unión
del asno con la yegua , ó del caballo con la burra. El produc-
to de la unión de los dos primeros se llama mas particular-
mente Mulo, y el segundo Burdégano ó Muido. El número
de los burdéganos es mucho mas escaso que el de los mulos ,
lo cual debe atribuirse á que su fuerza es mucho menor y á
que su configuración es fea. Los mulos son muy propios par-
ticularmente para los países montañosos. Su forma difiere po-
co de la del caballo ; solamente que su grupa no es tan for-
mada , las orejas mas largas , las piernns mucho mas delga-
das y muy musculares , y el casco pequeño , pero bien for-
mado. La seguridad de su marcha es muy conocida , y solo
con estos animales se puede subir por los senderos escarpa-
dos de las montañas elevadas. El pelaje de los mulos es va-
riado , pero el mas común es bayo oscuro ó color de ho-
llín, y la mayor parte tienen una franja en el crucero.
Este animal es mas vigoroso que el asno ; mas sobrio , mas
robusto y menos expuesto alas enfermedades que el caballo ;
el mulo no teme al frió ni á los cambios repentinos de tempera-
tura, resiste mucho mas ala fatiga y aura mas tiempo quo
aquel. Nunca se le ve jadear. Su educación y su producción,
lo mismo que los medios de conocer su edad , sus calidades
ó sus defectos , en nada difieren de los que se indican en el
artículo Caballo. Únicamente diremos que los burros garaño-
nes difieren tanto como sus productos.
En Francia , el mulo es el objeto de un vasto comercio , y
se cria ó se emplea casi en 40 departamentos. Solo mencio-
namos aquí las dos razas mas importantes de aquel país , y
que son de algún mérito. Estas razas son la del Poitou y la
de Gascuña. Los mulos criados en el primer punto, salidos de
yeguas bretonas, son de formas muy robustas, y su cuello es
corto pero muy fuerte; los mulos de la Gascuña tienen la ca-
beza mas ligera, la oreja mas pequeña y las formas mas del-
gadas.
La Alemania, la Inglaterra , la Bélgica , la Suiza , la Cer-
deña, el Portugal y nuestro país pagan un tributo anual á la
Francia con la compra de estos animales. Este comercio no se
limita tan solo á la Europa ! la cesación del comercio de ne-
gros ha obligado á los colonos americanos á recurrir al ser-
vicio de los mulos. En Nantes es en donde tiene lugar esta
exportación , siendo el objeto de un comercio de mucha im-
portancia. Los comisionados solo quieren animales de i á lá
años y los pagan de 850 á 1,100 francos.
En España hay buenos mulos , y debe ser así por una ra-
zón natural , pues que siendo el ganado caballar del misino
modo que el asnal de los mejores que se conocen, ha de serlo
por consiguiente su resultado.
Llámase muía ó mulo de paso el que está destinado para
andar á jornadas y con silla.
Se comercia bastante, con esta clase tan útil de animales ,
pues que se emplean para muchos usos, como por ejemplo,
para coches de viaje , diligencias para dar movimiento á los
molinos , norias y otras máquinas parecidas , y para el cul-
tivo de los campos. La fortaleza y el sufrimiento de los mu-
los hace muy apreciables.
Los antiguos terapeutistus no olvidaron tampoco el mulo:
CAB
Caballo Asno , Asno , Burro ,
Jumento (Eguus Asinus , , L.). Meaos bello,
menos brillante , menos inteligente que el caba-
llo, el Asno ha llegado á ser nuestro servidor
mucho después del caballo , y su tipo salvaje,
conocido de los antiguos bajo el nombre de Oua-
gro , habita aun los desiertos del Asia en donde
los Tártaros le dan el nombre de Koulan. El
onagro es del tamaño de un caballo de talla
mediana; su cabeza es pesada; sus orejas son
menos largas que las de nuestros pollinos comu-
nes; su pelaje es de un gris oscuro ; de un ex-
tremo á otro del cuerpo sobre la linea dorsal se
extiende una raya muy oscura, y el pelo que la
forma es lanoso y mas largo, aun durante el vera-
no, pero en invierno esta especie de crin es menos
distinta , porque lodo el cuerpo se cubre entonces
de un pelo semejante; una ó dos fajas grises en
forma de cruz cortan esta linea longitudinal á la
altura de las espaldas; los costados del cuello es-
tán surcados de líneas formadas por montecillos
de pelo levantados en sentido contrario.
Esta especie salvaje fué muy conocida de los
antiguos. De ella se hace mención en los libros
de Moisés , y aun este legislador, creyéndola de
otra especie que el asno doméstico , prohibió
juntarlos. E4e animal figuró mas tarde en las
fiestas suntuosas que los emperadores daban al
pueblo romano , como para recompensarle de la
pérdida de su libertad. Según Julio Constantino,
el emperador Gordiano mantenía entre otros ani-
males raros treinta asnos salvajes, y Felipe pre-
sentó unos veinte de ellos en los juegos seculares.
Después casi se había perdido ya este animal ,
cuando Pallas le volvió á encontrar y lo descri-
bió con su exactitud ordinaria, en 1773, época de
su viaje á Rusia.
Parece que el asno tiene la misma patria que
el caballo; pero, salidos sin duda de un mismo
centro de creación, el uno fué llevado mas al
norte y el otro mas hacia al mediodía. En sus
emigraciones periódicas, el onagro desciende
hasta el golfo Pérsico, y á veces hasta á la
punta sud del Indoslan. En cambio, parece que
por la parte del norte no traspasa nunca del 4o°
de latitud. En estos viajes sigue la misma lácti-
ca que el caballo. Reunidos en bandas numero-
sas atraviesan los desiertos del Asia bajo la di-
rección desús jefes cuyas órdenes ejecutan con
una puntualidad admirable. Si se ven atacados
por los lobos , forman un circulo en medio del
cual colocan los pollinos y los viejos , hiriendo «i
sus enemigos con las patas delanteras y pon
crueles mordiscos, quedando por último siempre
victoriosos. Sin embargo, el onagra encuentra
en el hombre un enemigo mas temible: e-tele
declara la guerra para mejorar sus razas domés-
ticas , para apoderarse de su piel con la cual ha-
ce la zapa, y para alimentarse con su carne, que
ellos preconizaron el casco, á la dosis de 12 á 48 granos ,
contra la hemorragia ; su orina en fomento contra la gota y
los nBoa , y en fin su estiéreol desecado , á la dosis de un
escrúpulo a una dracma , para remediar la disenteria , la
mctiorágia v los dolores del Dazo.
CAB -¿o i
en Tartaria pasa como uno de los manjares mas
delicados. La rapidez de su carrera lo salva mu-
chas veces de un ataque abierto, pero cae con
mucha facilidad en los lazos que se le tienden,
y es víctima de las emboscadas que le preparan
los cazadores.
Bulfon dice: «si el caballo noexist'.ese el as-
no seria para nosotros el primero de los anima-
les. Esta es la comparación que lo degrada. El
asno salvaje y el caballo son de la misma talla
cuando son libres; pero el onagra es mas fuerte,
y mas ágil. ¿ Y porqué pues el uno ha de ser el
objeto de tantos cuidados y el otro de tanto des-
den ? Sin duda esta deferencia consiste en la su-
perioridad intelectual del caballo. Con todo, se-
riamos injustos si juzgásemos el asno por la
muestra degenerada por las costumbres y por el
clima diferente que reina en nuestro país. Los
asnos domésticos se crian en Persia con mucho
cuidado y por eso la especie es allí notablemente
mejor : su talla iguala la de los caballos; sus for-
mas se hacen esbeltas, y su fisonomía es animada
é inteligente. Empleados en todos los usos á
que nosotros destinamos los caballos, prestan
allí los mismos servicios, y es tan conocida la
rapidez de los asnos de silla que los Persas ricos
pretieren esta clase de montura á cualquier
pira.»
El asno es notable por la longitud despropor-
cionada de sus orejas, que han pasado á prover-
bio, pero que equivocadamente fueron impues-
tas por la mitología al rey Midas, por haber juz-
gado mal en música; pues ninguna oreja es
mas lina, mas sensible, ni mejor organizada pa-
ra apreciarlos menores sonidos: su couformaeion
eleva en ella el oído á tal grado de desarrollo
que la perfección de este sentido rompe to-
do el equilibrio con los otros , que son obtusos
y groseros, y de lo que sin cesar se originan fal-
sos juicios, y se ocasionan, en las mas insig-
nificantes acciones del asno, sin que pueda evi-
tarlo, esa especie de disparates llamados fami-
liarmente asnadas cuando se observan en el
hombre.
Según relación de Galeno, Mecenas fué el pri-
mero que puso en uso la carne de este animal
entre los Romanos. Los Persas comen esta
carne prefiriéndola á la de la gaeella , gusto que
era también el de sus antepasados. Oleario dice
que en un gran festín dado en 1656 por CJba-Ab-
bas á los embajadores, se mataron treinta v dos
asnos salvajes, que su carne era exquisita y ordi-
nariamente se reservaba para la mesa del monar-
ca; y añade también que el rey de Persia se com-
placía en esta caza v que enviaba los asnos que
halda muerto á Ispalian á la cocina de su corte.
Hipócrales y Galeno miraban á esta carne como
indigesta y aun peligrosa, lo que «o impidió que
Plinio y otros preconizasen su eficacia contra la
tisis, las enfermedades cutáneas . etc. ; á lo me-
nos parece que es dura é insípida. Con todo ha
servido con frecuencia en tiempo de carestía, y
también se dice, que algunas veces se sustituye
á la de ternera en ciertas localidades de Fran-
462 CAB
cia; por ultimo, es la base de los salchichones de
Bolonia, buscados por los golosos; la del borri-
quillo, sobre todo salvaje, se asegura que es
mucho mejor.
Antiguamente se usaban en terapéutica la san-
gre, la hiél, la grasa, el bazo, los riñones, los
testículos , los pelos, los cascos y hasta la orina
y los excrementos de asno contra un sin número de
enfermedades , tales como las calenturas, la ic-
tericia, la parálisis, la epilepsia. En cuanto á
las Tablillas de hokiak , que los Chinos llaman
Nyo-kioeo ó lloki-hao , que preparan, según se
dice , con la piel de asno , no son otra cosa que
gelatina muy aromatizada. Con esta piel se hacen
tambores.
El ejercicio del asno ó aselacion ofrece, con un
poco menos de actividad , las mismas ventajas
que la equitación , y particularmente conviene á
las personas muy delicadas ó muy debilitadas, y
en los casos en que importa mas obtener por el
ejercicio un cambio de aire ó de hábitos que un
sacudimiento señalado.
Asna , Burra, Borrica , Pollina . Después de
lo expuesto no creemos hacer mención de la.
hembra del asno sino respecto á las propiedades
incontestables de su leche. Conocida es la repu-
tación de que goza la Leche de burra contra la ti-
sis , ciertas irritaciones intestinales y diversas'
afecciones nerviosas : es muy semejante á la de
muger, aunque mas ligera; contiene menos nata
y cáseo que la de vaca, pero mas materia azu-
carada ; es temperante , un poco laxante, etc. Su
uso se ha conservado desde los Griegos hasta
nosotros. Es esencial escoger una burra joven,
sana , limpia , que haya parido de poco , priva-
da de su borriquillo y bien alimentada. Esta le-
che no ha de dejarse enfriar, ni exponerla por
mucho tiempo al aire, porque se altera muy lue-
go. Según refiere Juvenal, Popea, muger de
Nerón, llevaba en su comitiva quinientas bur-
ras nodrizas para bañarse en su leche.— V. Le-
che.
Caballo Caballo , Caballo vulgar
(Equus Caballns ,-'L.) .Entre los animales que pue-
blan la superficie del globo vse encuentran algu-
nos cuya vida se halla enteramente ligada á la
de la especie humana, como si hubiesen sido
creados animales domésticos. Podría decirse que
el Autor de todas las cosas, al poner el hombre
sobre la tierra, quiso rodearle de servidores des-
tinados á asegurarle su existencia y á facilitar-
le la conquista del universo. Difícil nos seria
poder decir cual es el origen de nuestros bueyes,
y sillo en el estado fósil es en el que hemos hallado
los restos de su raza antigua; en ninguna parte
se han encontrado huellas auténticas del per-
ro salvaje ; lo mismo sucede con el caballo.
La especie entera nos está sometida , y ha llega-
do á ser propiedad nuestra, y si bien es verdad que
algunos individuos escapados de esteimperio han
propagado otras razas mas independientes en las
llanuras del Asia y déla América, tampoco éstas
han podido olvidar su vieja tradición , y cuando
el lazo escurridizo del Caiaco , ó el lazo del Me
CAB
jicano llegan á detener la ociosa carrera de uno
de esos hijos de las estepas ó de las pampas *,
entonces no tarda en reconocer á su amo , y en
volver á tomar el yugo que sus padres sacudie-
ron momentáneamente. •
De esta domesticación completa del caballo se
deriva la extrema dificultad de determinar su
patria. El honor de la producción de este precio-
so cuadrúpedo se ha atribuido mucho tiempo á la
Arabia. Tal vez sea Huzard el primero que se ha-
ya pronunciado contra una opinión consagrada
por un asentimiento universal , y las razones con
tas cuales la ha combalido parecen decisivas:
los libros de Moisés solo hablan de los caballos
del Egipto, y ninguna mención hacen de los de la
Arabia; Salomón, según el libro de los Beyes,
lambien hacia venir los suyos del Egipto; Eze-
quiel dice que los Sirios sacaban los suyos de
la Capadocia ó de la Armenia; tanto los escrito-
res profanos como los sagrados están acordes
sobre este punto. En la numerosa caballería di-
rigida por Jergesen la expedición que hizo con-
tra la Grecia en nada figuran los Árabes : éstos
no montaban mas que camellos. Bajo e! reinado
de Augusto, Estrabon, al hablar de la Arabia,
dice que este país produce toda especie de ani-
males excepto caballos. En fin , en las primeras
guerras que señalaron el establecimiento del Is-
lamismo en Arabia, no se ve figurar la caballe-
ría ni en los ejércitos de Mabomelo ni en los de
sus enemigos, y en la enumeración de los despo-
jos recogidos por el profeta, después de la victo-
ria , ninguna mención se hace del caballo.
El error combatido por Huzard , sin duda,
nace de que desde hace muchos años la raza
mas perfecta nos viene de la Arabia. ¿Pero de
qué manera se ha. formado allí esta raza? Varios
testimonios historíeosnos dan lugar á sospechar-
lo. Desde los tiempos de Arriano , y mucho antes
quizás, se exportaban del Egipto á la Arabia ca-
ballos destinados como presentes hechos á los
príncipes de este país. Mas tarde, algunos empe-
radores griegos , guiados por el mismo motivo,
hicieron pasar á la Arabia un número bastante
grande de caballos de la Capadocia , que tan
apreciados eran de los antiguos. Por otra parle
también debe suponerse que las relaciones co-
merciales debiesen igualmente traer caballos de
la Persia y de la Media , en donde existe aun
una de las razas mas eslimadas. Que se tenga
ahora en cuenta el cuidado extremo que ponen
los Árabes para facilitar la propagación y la
perfección de estos animales, y se comprenderá
muy fácilmente de la manera que esta especie ha
podido multiplicar en aquel país, tanto que, desde
1272, Marco Polo pudo ver embarcar en Aden
un gran número de caballos árabes enviados á
buscar de todos los puntos de la India. También
se comprenderá sobre todo de la manera como es-
tos caballos en un intervalo de mas de mil años
han debido adquirir las preciosas calidades que
* Estepas, grandes llanuras de la Rusia; Pampas, llanuras
de la América.
CAB
los colocan hoy dia á la cabeza de todas las razas
conocidas.
A las consideraciones históricas que preceden
añadiremos algunas oirás sacadas de la naturale-
za misma del caballo. Si este animal fuese real-
mente originario de la Arabia , luego de resti-
tuido á su libertad , debería buscar con preferen-
cia los pasíes cálidos; pues sabemos que todo
animal escapado á la influencia modiücativa del
hombre tiende á acercarse todo lo posible á las
primeras condiciones de su existencia. Pero no
así sucede: los caballos salvajes que habitan
las vastas llanuras de la Tartaria se dirigen ha-
cia el norte durante el verano , y cuando se ade-
lantan hacia el sud, jamás traspasan mas allá de
los 30°. En invierno , lejos de buscar los valles
en los cuales hallarían una especie de abrigo
contra el rigor de la estación , se suben á las
montanas cuyas nieves ha barrido el viento gla-
cial del norte.
Estos hechos no permiten admitir aquí la opi-
nión de Huzard, quien parece inclinado á con-
siderar el caballo como originario del centro
del África. Débese mirar esta especie como
esencialmente asiática, y nacida, ya sea en la
grande elevación central que ocupa una porción
tan vasta de aquella parle deljniundo, ó bien ha-
cia el nordeste de la cordillera del Caucase
Sea como fuere, todos los caballos son hoy dia
domésticos , y á los que se les da el epíteto im-
propio de salvajes, seles debe considerar tan
solo como una simple raza. Bajo este punto de
vista es como se hablará de ellos después. Pero
antes de entrar en estos detalles , daremos en
primer lugar una idea general de la especie tal
como la tenemos diariamente á nuestra vista.
«La conquista mas noble que el hombre haya
"hecho jamás es la de este soberbio y fogoso
«animal que parte con él las fatigas de la guer-
«ra y la gloria de los combales. Tan intrépi-
«do como su dueño , el caballo vé el peligro y
«lo desafia ; se acostumbra al ruido de las ar-
omas y aun llega á aficionarse á este ruido , lo
«busca y se enardece con él ; el caballo partici-
«pa también de los placeres de su amo, y en la
«caza, en el torneo , en la carrera, brilla y sus
«ojos centellean, pero tan dócil como valiente,
«no se deja arrebatar jamás por su fogosidad, sa-
«biendo reprimir sus movimientos. No tan solo ce-
«de á la mano que le guía, sino que también
«parece consultar sus deseos , y obediente
«siempre á las impresiones que de ella recibe
«se precipita , se modera, ó se detiene pa-
«reciendo siempre pronto á satisfacerlas ; es una
«criatura que renuncia á su ser para no existir
«mas que por la voluntad de otra, y que hasta sa
«be prevenirla; que, por la prontitud y la pre-
«cision de sus movimientos, la expresa y la eje-
«cuta ; que siente tanto como se desea que sien-
ola; que, entregándose sin reserva, á nadase
«rehusa , y que sirve con todas sus fuerzas, ex-
cediéndose y muriendo para obedecer mejor.»
En este retrato que hemos lomado del mas gran
pintor que ha lenido la naturaleza, el Sr. Buffon,
CAB m
sentimos no ver algunos otros rasgos deeste noble
animal consagradosá otros servicios no menos no
cesarios y enteramente mas útiles. No es solamente
en los azares peligrosos de la guerra y de la caza,
ó en medio de fiestas brillantes, que el hombre
recurre á los servicios del caballo. Tal vez
fué también el primero que le ayudó á desmontar
la tierra que lo alimenta. El caballo es el que se
encarga de trasportar sus objetos pesados; á su
ligereza y á su fuerza se debe el haberse dismi-
nuido las distancias, y el haber establecido le-
janas relaciones que, sin él, serian imposibles.
Ila-ta estos últimos tiempos el caballo ha sido el
único eslabón entre los pueblos apartados de la
orilla del mar, ó que se hallaban separados por
medio de grandes llanuras ó por largas cadenas
de montanas. Si el genio inventor del hombre
ha sabido hallar, en nuestros dias, en el vapor
un medio mas pronto todavía para responder á su
impaciencia, este no es mas que un auxiliar apli-
cable á un número reducido de casos , y jamás
las locomotivas harán una concurrencia real al
caballo, sino es en un pequeño número de líneas
excepcionales.
En otro lugar examinaremos las razas salva-
jes y domésticas, y al mismo tiempo ensayaremos
manifestar las modificaciones que pueden produ-
cir en las calidades físicas ó morales del caballo
la servidumbre ó la libertad, el clima y los ali-
mentos.
Descripción del caballo.
La forma del caballo es tan generalmente co-
nocida que podemos dispensarnos de describir-
la, prefiriendo ocuparnos con alguna extensión
en determinados caracteres y en ciertas circuns-
tancias que pueden suministrar muchísima luz
para su mejor elección y cria. Con todo, en ge-
neral, debemos decir que la talla ordinaria de
la especie es de unos cualro pies y medio á cua-
tro pies y diez pulgadas de altura én el crucero;
Pero algunas razas, como por ejemplo la de
risa , exceden de mucho de estas dimensiones ,
mientras que oirás, tales como los caballos de
Córcega, apenas alcanzan los cualro pies y un
cuarto; habiéndolas todavía inferiores, y exis-
tiendo una en Laponia que solo llega á tres pies
á corla diferencia.
Sentidos.
Los sentidos del caballo son exquisitos. La con-
formidad de sus ojos le permite ver los objeto á
mucha distancia y en dirección horizontal aun cuan-
do esté paciendo , y durante la noche puede tam-
bién distinguir los objetos mejor que el hombre.
El oído del caballo es muy delicado \ tiene la fa-
cultad de recoger los ray os sonoros", por medio
de concavidades auriculares, grandes y movibles.
Sus aberturas nasales son anchas, y la forma «le
sus narices propia para percibir desde muy le-
jos las parliculas olorosas. Su delicadeza para
los alimentos es mayor que la de las demás espe-
464 CAB
cies de herbívoros, pues su gusto está mas desar-
rollado; su labio superior se halla dotado de una
gran facilidad de movimiento para palpar y reco-
ger los alimentos Su piel es de una sensibilidad
exquisita, y goza de la facultad de contraerla para
despedir de su cuerpo los insectos perniciosos ó in-
cómodos.
Voz.
La voz del caballo , á laque se da el nombre de
relincho, se modula con las sensaciones, los de-
seos, y las pasiones del animal, y de aquí resul-
tan cinco clases de relinchos bien caracterizados.
1.° El relincho de alegría, en el cual los soni-
dos van subiendo siempre á un tono mas fuerte y
mas agudo ; el animal brinca , cocea , pero sin
intención de dañar.
2.° El relincho de deseo, inspirado por el amor
sexual ó por el cariño a su amo ; entonces los
acentos se prolongan y se hacen mas graves.
8.° El relincho de la cólera, que es corto , agu-
do y entrecortado ; el animal quiere cocear ; si es
vigoroso se levanta de manos é hiere, y si es de
mala índole muerde.
4.° El relincho del miedo es grave y ronco ; pa-
rece que solo sale de la nariz, y es también cor-
to como el de la cólera.
5.° El relincho del dolor es un gemido, una es-
pecie de tos ahogada cuyos sonidos son graves y
sordos, según los movimientos de la la respiración.
Cuanto mas nobles son los caballos con mas fre-
cuencia relinchan de alegría y de deseo; los caba-
llos capones y las hembras relinchan rara vez y nun-
ca lo hacen de una manera ruidosa. Desde la pri-
mera edad, el macho tiene la voz mas sonora que
la hembra.
Dentición.
La dentición es la sucesión de los fenómenos
que ofrecen los dientes durante; el curso de la
vida.
Los antiguos la habían observado en el caballo,
y como nosotros la juzgaron bastante regular
para indicar la edad de este cuadrúpedo. Sol-
ieysel , Garsault, los dos L atoase y el mismo
Bóurgelat muy poco han añadido á los conoci-
mientos de los antiguos sobre este particular ; to-
do lo que se sabe de mas completo respecto á
este importante punto de hipiátrica es debido en
gran parte á los Sres. Tenon, de la Academia délas
ciencias, á Pessina, profesor de la Escuela de Mi-
lán , y á los Sres. Girard , padre é hijo , profeso-
res de Alfort, quienes por medio de la dentición
nos han enseñado á conocer no solo la edad de los
potros mas jóvenes , sino también la de los caba-
llos viejos.
Él caballo adulto tiene 40 dientes , y la yegua
solamente 36 : estos dientes son de tres especies,
á saber: molares 2 4 ; incisivos 12; caninos, 4:
estos últimos faltan casi siempre á las hembras, y
aquellas que por casualidad los tienen se llaman
yeguas machorras.
CAB
Los incisivos sirven solamente para conocer la
edad del caballo : el cambio que se verifica en
los molares no ha podido observarse á causa del
lugar que ocupan. Las indicaciones que pueden
producir los caninos son muy vagas.
Los incisivos, que son los únicos que deben ocu-
parnos, se hallan colocados en la parte anterior
de cada mandíbula y han recibido diferentes
nombres: sin embargo, los mas generales y los
únicos que nosotros emplearemos serán los de pin-
zas angulares, pinzas intermedias, y pinzas. Es-
tos dientes en los caballos jóvenes representan un
medio círculo regular , que pierde su forma con
la edad.
El potro generalmente nace sin dientes, y si por
rara casualidad alguno los ofrece , solo presenta
dos molares.
Las pinzas empiezan á salir á los 6 ú 8 dias
después del nacimiento del individuo; — las pin-
zas intermedias , que son los dientes que tiene el
caballo entre éstas y los caninos, salen de los 30
á los 40 dias ; — y las pinzas angulares ó caninos,
á los 6 ú 8 meses. Los incisivos de la mandíbula
superior aparecen ordinariamente los primeros.
La aparición de los unos y de los otros es tanto
mas precoz según la robustez de la madre y de la
cria. Estos dientes de leche son mas blancos, mas
pequeños y mas delgados en la parte de la encía
que los que les suceden después , presentando
también como aquellos cavidades superiores con
una mancha en el centro. Entre los dientes que se
corresponden en ambas mandíbulas tiene lugar
una frotación continua de la cual resulta el uso de
estos dientes , hasta que desaparece del todo la
cavidad, y así los dientes de leche llegan á desgas-
tarse y á igualarse lo mismo que los del caballo
adulto.
La sucesión en los cambios que los dientes ex-
perimentan está subordinada á la aparición de los
angulares , á la época del destete y al uso de los
alimentos fibrosos masó menos duros. Sin embar-
go, en esto se observa lo siguiente : las pinzas in-
teriores de leche se hallan igualadas á los 10 me-
ses; las intermedias', álos 12 meses; y las angu-
lares, de los 15 á los 24 meses.
A esta última edad , las pinzas superiores están
casi enteramente igualadas , y á los dos años la
cavidad ha desaparecido en los incisivos de am-
bas mandíbulas.
Desde este momento empiezan á menguar las
coronas que forman los extremos de los incisivos
de leche, empezando por las pinzas, que se ponen
«amarillentas, se descarnan , se mueven, y por
úlümo caen para hacer lugar á los dientes de
adHlto. Estos por lo general asoman también 8 ó
15 dias antes. Regularmente se observa lo si-
guiente: las pinzas de los adultos salen de los 2 años
y medio á los 3 ; las intermedias, de los 3 y me-
dio años á los 4; y los angulares, de 4 y medio á los
o años.
De modo que un potro de 3 años debe tener 4
incisivos de adulto; un potro de 4 años, 8 dien-
tes del mismo género ; un potro de 5 años no de-
be tener ningún diente incisivo de leche , y enton-
CAIÍ
ees han salido los colmillos empezando por lo re-
gular los de la mandíbula inferior, y el animal to-
ma el nombre tle Caballo.
Todos estos dientes son cóncavos y sus cavida-
des van desapareciendo sucesivamente en el
mismo orden que las cavidades de los dientes de
leche, empezando siempre por los déla mandí-
bula inferior , que es la sola movible , lo que con-
tribuye mas al desgaste de los dientes á causa de
su frotación. En el uso de los dientes en general
se ha observado lo siguiente :
Desaparición de la cavidad de las pinzas infe-
riores por el uso de sus bordes , á los 6 años ; —
desaparición de la cavidad de las intermedias , á
los 7 años ; — desaparición de la cavidad de los an-
gulares, álos 8 anos.
Entonces se dice vulgarmente que el caballo ha
cerrado y que está fuera de edad. Sin embargo,
las cavidades de los incisivos de la mandíbula su-
perior subsisten aun , y van desapareciendo un
poco mas cada año, á corta diferencia en el
mismo orden que las de los incisivos de la mandí-
bula inferior.
La desaparición de la cavidad en las pinzas su-
periores indicará 9 años ;— en las intermedias ,
10 años; — en los angulares, de M á 12 años.
Después de esta época , todos los incisivos se
redondean y se alargan, poniéndose amarillentos;
tanto de arriba como de abajo loman una direc-
ción oblicua hasta el punto de formar, por su
continuo encuentro , un ángulo que se va hacien-
do cada vez mas agudo.
¿ Hay algún medio para conocer la edad del
caballo pasados los doce años? Sí, en verdad,
si debemos dar crédito á los profesores Girard,
quienes dicen :
« A trece años , todos los incisivos inferiores son
» redondeados, alargándose los lados de las pin-
azas.
« A catorce años , las pinzas inferiores van to-
rnando una forma triangular, mientras que las
«intermedias se van alargando por los lados.
«A los quince años, las intermedias empiezan
«á hacerse triangulares.
o A los diez y seis años, las intermedias son
«triangulares, y los angulares empiezan á tomar
«esta forma.
« A los diez y siete años , completa triangulari-
«dad de los incisivos de la mandíbula inferior.
« A los diez y ocho años , se prolongan las par-
les laterales de este triángulo, sucesivamente,
«de las pinzas á las intermedias y á los angulares,
«de manera que á los diez y nueve años las pinzas
«inferiores son llanas por ambos lados.
« A los veinte años , las intermedias tienen la
«misma forma.
« A los veintiún años, aparece esta forma en los
«angulares.
«A partir de esta época , los incisivos no ofre-
«cen ya ningún carácter distintivo , ni aun para
«guiar aproximativamente en el cálculo ilc la
«edad: »
Sucede á veces que por un capricho de la na-
turaleza no desaparece la cavidad de los incisivos
59
CAB
inferiores ó de alguno de entre ellos. Los caba-
llos que ofrecen esta particularidad se llaman den-
tirónos , y los hay de muchas especies.
En la primera el caballo marca siempre cuatro
incisivos ; en la segunda marca intermedias y an-
gulares; en la tercera, solamente angulares" Los
dentivanos se distinguen de los otros dientes por
la igualdad en la profundidad de las cavidades,
las cuales en el estado natural son mas ó menos
grandes , según la proximidad del momento en
que deben desaparecer.
Se conocerá con mucha facilidad un caballo
denlivano de las pinzas, si subsiste en éstas la ca-
vidad, después que se haya borrado de los demás
dientes que debían conservarla por mas tiempo ,
según el orden de naturaleza.
Los chalanes que quieren engañar tocante á la
edad de los caballos , restablecen la cavidad por
medio de un buril. Este engaño puede reconocer-
se muy fácilmente observando las señales del ins-
trumento. Sin embargo , esas astucias de los cha-
lanes han desaparecido casi completamente, por-
3ue seles descubren con frecuencia, y sobre lo-
o porque entre los marchantes de caballerías
se encuentran hoy pocos chalanes.
Pelos ó ropajes ; Marcas naturales.
Los pelos del caballo varían según las parles
en que están ingeridos. Los hay largos, tiesos,
en forma de sedas alrededor de los labios y de los
ojos; mas largos, mas gruesos en el cuello y en
la cola, llamados crines ; linos y sedosos en las
partes genitales de ambos sexos; cortos y flexi-
bles sobre el resto del cuerpo. En los caballos de-
generados el pelo se vuelve basto , grueso y en-
crespado , y á esto contribuye también la influen-
cia del frió y déla humedad. Este pelo crece prin-
cipalmente en la cara inferior y posterior de las
extremidades y es conocido bajo el nombre de cer-
nejas; su color es muy variado, aun en el mismo in-
dividuo, y estos colores, formando manchas con
el resto de la piel , han recibido varios nombres.
El color y la forma délos pelos no son los mismos
en todas las épocas del año : al principio del in-
vierno éstos son mas claros , mas largos y mas
poblados, y en verano son mas cortos , mas li-
nos, mas lucientes y mas sedosos.
El pelo corto y tiuo , las crines suaves y abun-
dantes», son señales de buena raza é indicios de
vigor, hasta en los caballos de tiro. El Sr. Hu-
zad padre ataca una preocupación bastante gene-
ralizada , cual es el creer que los caballos de ti-
ro son tanto mas vigorosos cuanto mas espesas
ténganlas crines, y las piernas sean mas peludas.
Este sabio veterinario;, para dar mas fuerza á su
opinión, cita los mulos que, á pesar de su fuerza
extraordinaria , tienen muy pocas crines y sus
piernas están muy poco provistas de pelos.
En otro tiempo se atribuía demasiada influencia
á los colores del pelo sobre las calidades del ca-
ballo. No es esto decir que no tenga ninguna : la
mayor parte de los caballos rubicanos, como lo ha
observado muy bien Bourgclat , tienen la piel de-
tomo i.
ÍG6 CAB
lieada, y casi siempre sehallan afectados de lepra,
esto es de depilación natural , y sus ojos suelen
ser ojizarcos, es decir que presentan un círculo
blanquizco alrededor de la pupila, como suelen
tenerlo los albinos.
Se hace muy poco caso délos caballos blancos,
porque dicen que este color anuncia una vejez pre-
matura. Lafout Poutoli considera como un signo
desagradable la blancura que partiendo de la
frente se extiende sobre una gran parte de la ca-
beza , y aquella que, bajo el nombre de balzana,
sube hasta el extremo de la pierna: aunque estas
marcas no tengan ninguna influencia sobre las
calidades, no por eso son menos desagradables
a la vista.
En todas las razas se ha observado que los co-
lores bajos hacia las extremidades del individuo
anunciaban malas calidades.
Por otra parte, si el color del ropaje fuese un
carácter insignificante, no seria tan constante en
los caballos abandonados á la naturaleza, y ni
aun en las especies ecuestres civilizadas el co-
lor no seria el atributo de algunas razas, tal como
el gris para los árabes , el alazán para los limo-
sinos , y el negro para los suizos y para los del
Franco-Condado, etc.
En todos los casos , el brillo y la armonía de
los colores del pelo concurren á la hermosura del
noble animal, y producen los medios principales
de señalarlo.
Jamás se dice que un caballo es de tal color,
sino de tal ropaje , ó mas bien de tal pelo.
Se llama pelo símp/e, cuando, independiente-
mente de las marcas particulares, el color de las
hebras es uniforme ; en el caso contrario, se lla-
ma pelo compuesto.
Los pelos simples son los siguientes ;
\ .° El blanco , ya sea plateado , ordinario ó
descolorido.
2.° El negro, que ofrece tres colores distintos,
á saber: negro de azabache, luciente; negro tinto,
deslucido, color de hollín , ; negro propiamente
dicho, color intermedio entre los otros dos.
3.° El bayo (colocado entre los colores com-
puestos , por algunos veterinarios) , rojizo , mas
ó menos subido, con las crines, la cola y las extre-
midades negras, se compone de siete matices , á
saber: bayo cereza, del color de esta fruta; ba-
yo dorado, de un amarillo de oro; bayo castaño,
matiz de castaña; bayo marrón, matiz de cas-
taña de India ; bayo oscuro , color negro mal te-
ñido, ditierenciándose en que presenta manchas
de un rojo vivo, alas que se da el nombre de
manchas de fuego , manchas que se ven en la ca-
beza , en los costados y en las ancas; bayo vi-
noso, de un matiz vinoso.
4.° El alazán solo difiere del bayo en que no
presenta el pelo de las crines y de las extremida-
des de un color diferente del resto del ropaje : en
cuanto á lo demás ofrece todos los matices del
bayo.
De esto se sigue que el alazán es un bayo cu-
yas crines y extremidades no son negras; pero
sucede á veces que las extremidades lo son, y en
CAB
este caso debe expresarse al señalarlo. Cuando el
alazán tiene las crines blancas , se añade we/o de
vaca; los pelos negros , los bayos y los alazanes
salpicados de pelos blancos, se llaman rubicanos,
y en no teniendo ningún peló de este color, se les
da el nombre de zainos.
Los pelos compuestos son :
i .° El gris, mezela de hebras negras y blancas
en proporciones diversas , de la cual resultan
muchas variedados, á saber: el gris sucio, en el
que domina el negro de hollín ; el tordo , de las
manchas blancas y negras entremezcladas , á ve-
ces con mucha elegancia; el goteado, fondo casi
blanco , salpicado de pequeñas manchas negras
parecidas amoscas; el atigrado, ó tizonado , en-
treverado de manchas negras mucho mas grandes
y hasta cierto punto regulares; el manchado , que
presenta manchas rojizas; el tordillo, manchas
claras sobre un gris de rala; el castaño claro, gris
mas subido , presentando manchas irregulares y
algo mas grandes; el gris porcelana, salpicado de
manchas pizarrosas, lucientes, como se ven algu-
nas veces en las porcelanas.
2.° El ruano, mezcla de blanco sucio y de ne-
gro de hollín y de alazán, ofrece cinco varieda-
des, á saber : el ordinario , en que las tres espe-
cies de pelo están repartidas poco mas ó menos
eri cantidades iguales ; el claro, el pelo blanco en
mayor proporción ; el oscuro, predomina el pelo
negro ; el vinoso , predomina el pelo alazán ; ca-
beza demoro, cabeza y extremidades negras.
3.° El overo , mezcla de blanco y alazán en can-
tidades iguales : flor de melocotón , predomina el
blanco sobre el alazán ; isabela , predomina el
alazán, y algunas veces los hay que tienen un cír-
culo negro en las extremidades , y entonces se
llama zebrado ; rubicon , color amarillo claro
con gris blanco ; pió , grandes franjas blancas y
negras , ó alazanas ó bayas , y de aqui el nombre
de pios negros , pios alazanes , y pios bayos.
4.° El lobuno, mezcla de blanco sucio y dene-
gro de hollín, que ofrece tres variedades, á saber:
el ordinario , cuando los colores están mezcla-
dos con igualdad ; el claro, cuando domina el
blanco ; el oscuro , cuando domina el negro.
Cualquiera que sea el color del ropaje, puede
ofrecer algunas particularidades características
eminentemente propias para señalar los caballos,
y á las cuales se las llama marcas, tales son :
1.° La estrella, mancha blanca colocada de-
bajo de la frente en un gran número de caballos.
Según las dimensiones de la estrella se les llama
bien marcados ó poco marcados. Si la estrella se
prolonga hacia la parte superior, se llama estrella
prolongada ; si se presenta como una cinta á lo
largo de la frente, se la da el nombre de cabeza
listada; si se prolonga entre las ventanas de la
nariz, se nombra cabeza listada prolongada, y her-
miñadd, cuando está salpicada de puntos negros.
2.° La balzana, mancha blanca situada en la
corona y que sube hacia alo largo de la extremi-
dad: tiene los nombres de balzana, balzanita,
medio balzana, cuarto de balzana y vestigio de
balzana.
CAB
3.° Las espigas son remolinos naturales de pe-
lo sobre algunas partes del cuerpo : las hay ordi-
narias y extraordinarias: hay algunas de estas
últimas á las que se da el nombre de espigas ro-
manas, que se forman á 16 largo de las crines, y
luego las tres espigas separadas ó reunidas que
se forman en la frente.
4.° El lanzazo, cavidad natural que se ve al-
gunas veces en los caballos de raza, en las par-
es inferiores y laterales del cuello , en la parte
anterior del brazo.
5° Las leprosas, manchas de un rosa pálido ,
cubiertas de un ligero vello, observadas particular-
mente alrededor de la boca,, de los ojos y del ano,
y que comunmente acompañanálos ojos ojizarcos
y los ropajes rubiconcs.
Andadura.
Se entiende por andadura, en el caballo , sus
movimientos de progresión y su modo de mar-
char, que se distinguen en naturales, artificiales y
defectuosas.
Los primeros se dividen en tres , á saber : paso,
trote, y galope.
Los segundos no son mas que modificaciones
de las primeras, determinadas por el arte de ha-
cer mas cómodos , mas elegantes , mas bonitos los
movimientos del caballo. Siendo esto cosa que
guarda muy poco relación con la economía rural
nos ocuparemos muy poco de ella. Sin embargo, se
puede considerar como andadura artificial el paso
precipitado , pues que el paso del caballo aban-
donado á sí mismo es muy lento : lo mismo suce-
de con el galope corto y el galope marcado , que
son también el fruto de la educación.
Las andaduras defectuosas son , el portante, el
sobrepaso y el aubin.
i.° El paso se ejecuta con lentitud y en cuatro
tiempos; se levanta una pierna de delante, á la
que sigue inmediatamente otra de atrás del lado
opuesto. Luego que éstas se hallan sentadas, se
levantan á su vez una después de otra las dos
restantes y se sientan en el suelo del mismo modo;
de estos cuatro movimientos, los mas lentos son
el segundo y el último.
2.° El trote se ejecuta en dos tiempos ó bien
sean dos golpes : primero se levantan dos pier-
nas á la vez , la una anterior y la otra posterior y
de los costados opuestos ; estas piernas se sien-
tan á la vez , y entonces se levantan las otras dos
para colocarse también en el suelo simultánea-
mente. En esta andadura las piernas se levantan
mucho mas y la progresión es al menos dos veces
mas rápida que en el paso.
3.9 El galope se ejecuta en dos ó tres tiempos :
por poco rápido que sea es un salto hacia adelan-
te en el cual las dos piernas anteriores se levantan
á un mismo tiempo , y las siguen con tanta rapi-
dez las piernas traseras, que durante un interva-
lo muy corto las cuatro juntas se hallan en el aire.
4.° El portante es una marcha bastante preci-
pitada que se ejecuta en dos tiempos. En el prime-
ro, dos piernas la una auterior y la otra posterior,
CAB 467
del mismo lado, parten para colocarse en el sue-
lo al mismo tiempo; en el segundo las otras dos
ejecutan igual movimiento. Esta marcha se con-
sidera como defectuosa, porque la ejecutan mu-
chas veces los caballos viejos eslroí>eados ó los
potros si se les carga mas peso del regular. Sin
embargo , este paso no excluye la fuerza ni el vi-
gor ; hay caballos de paso de portante que bien
cargados marchan con tanta rapidez y por mas
tiempo que otros caballos al trote, pero hade ser
en caminos horizontales. Como su servicio es muy
agradable , hay algunas personas que educan los
potros trabándolos por los pies laterales, hacién-
dolos marchar de este modo ; esta marcha siendo
al principio artificial se trasmite después por he-
rencia.
5.° El sobrepaso es una especie de paso de por-
tante entrecortado en el cual las dos piernas de
cada lado, en vez de partir y de caer juntas , co-
mo en el portante franco, ejecutan este movimien-
to la una después de la otra como en el paso: en
esta marcha hay tres pies que casi están siempre
en el suelo , lo que hace que la posición del caba-
llo sea siempre muy segura. Esta marcha seria
muy buena en un camino pedregoso, si no fuese
casi siempre el resultado de la debilidad del ani-
mal.
Hay además otra marcha que los Franceses
llaman el paso Aubin, en la que el caballo galo-
pa con las piernas de delante , y trota con las
de atrás: esta es una señal de debilidad en los
rroones , lo que se nota con mucha frecuencia en
los caballos de posta y diligencias.
Tales son las andaduras naturales ó adquiridas
del enérgico cuadrúpedo.
Generación.
El caballo parece que siente la necesidad de
reproducirse durante la primavera, época en que
la naturaleza parece sacudir et entorpecimiento
en que la sumergen los trios del invierno. Enton-
ces los machos llaman alas hembras por medio de
relinchos graves y retumbantes , y estas les res-
ponden, aunque "con una voz menos fuerte. El
preñado dura unos doce meses , y la madre pa-
re de pié. El potrillo nace cubierto de pelo y con
los ojos abiertos , y sus piernas, aunque muy lar-
gas proporcionalmente, tienen la fuerza suficien-
te para sostenerlo y permitirle marchar. El potro
se halla ya en estado de reproducción á los dos
años y medio ó á los tres, y Jas hembras son aun
mas precoces que los machos ; sin embargo , no
debe permitírseles el que se entreguen á los fati-
gosos placeres del amor antes de los cuatro o
cinco anos. Los potros que nacen de estas alian-
zas tan prematuras no son nunca de mucha talla
ni robustos, y sus padres al engendrarlos se es-
tropean con frecuencia para el resto de sus dias.
Es preciso esperar á la edad de cuatro á cinco
anos para los caballos de tiro y hasta á siete y
ocho anos para los caballos de raza pura espa-
lóla.
El potrillo mama cerca de un ano; pero asegu-
468 CAB
ran algunos inteligentes que para tener caballos
bien vigorosos se deben separar del lado de la
madre antes de esta edad. El potro se halla ente-
ramente desarrollado á los cinco años, aunque
hay algunas razas que parecen mas precoces.
Otras, por el contrario, son mas tardías, y en-
tre estas últimas señalaremos la raza francesa
llamada limusina. El término medio de la dura-
CAB
jes de la Arabia y de la Libia eran pequeños , de
color ceniciento, y tan rápidos en su carrera que
no habia ningún caballo doméstico que pudiera
alcanzarlos. Estaúltima particularidad hace pre-
sumir que estos pretendidos caballos son los ona-
gras ó asnos salvajes.
Los únicos hechos auténticos en que se apoyan
los partidarios cuya opinión combate el Sr. de
uamatia umosma. üi leimmu iubuiu uo ia urna- luapaumaiwo *,«j» v,,,....~.. ---.--.- -- ~-
cion de la vida del caballo es do unos treinta Quatrefages , son sacados de la historia de os
««^11^ nna «iuon íhrpmíMitp p,n os desiertos
anos.
En cuanto al modo de engendrar del caballo nos
es bastante conocido. La verga es bastante gran-
de con respecto a su talla , y se halla encerrada
en un estuche de piel que se dirige hacia ade-
lante, y presenta tíos rudimentos de tetillas en el
prepucio. La? dos tetas de las hembras son in-
guinales y poco voluminosas a proporción del
cuerpo. Pubertad, que en el estado de domesti-
eidad, se manifiesta muchas veces en el primer
año; en el estado salvaje es mucho mas tardía.
El ardor genital, que es muy fuerte en ambos se-
xos, se manifiesta ordinariamente, como lo hemos
dicho ya , en la primavera.
Razas de caballos.
RAZAS LIBRES Ó RAZAS SALVAJES.
Hemos dicho ya que el caballo no existe en el
estado salvaje , y sobre este particular el Sr. A.
de Quatrefages es de la opinión de aquellos zoo-
logislas que mas han profundizado la cuestión.
Sin embargo, hay algunos autores que han admi-
tido la idea contraria, fundándose en las relacio-
nes de varios viajeros , y en lo que se sabe tam-
bién tocante á los caballos que viven en libertad
en los desiertos del Asia. Echemos una rápida
ojeada sobre el valor de estas diversas obje-
ciones. .','«.
Herodoto refiere que en las orillas del Hispa-
nis en la Escitia habia caballos blancos salva-
jes, y que en la parte septentrional de la Tracia
se encontraban también algunos cuyo pelo pasa-
ba aveces de cinco dedos de largo. Aristóteles
cita la Siria, Plinio, el país del Norte, Estrabon,
los Alpes y la España como países que poseían
caballos salvajes. Todos estos testimonios no pue-
den evidentemente aplicarse sino á razas análo-
gas á las de que hablaremos en seguida. Lo mis-
mo debemos decir respecto á lo que Cardan re-
fiere de la Escocia y de las Oreadas, Olcüis, de
la Moscovia, Dapper, de la Isla de Chipre, y
Slruys, de la isla de May. En los escasos detalles
dados por estos autores se halla siempre algu-
no de los rasgos característicos de los tarpanes
ó caballos libres del Asia, pero por otra parte
nada se ha podido encontrar en ellos que pueda
hacer suponer que vieron caballos cuya proce-
dencia no fuese de las razas primitivamente do-
mesticadas.
León el Africano asegura haber visto en laNu-
midia un potro salvaje con el pelo blanco y las
crines crespadas; Marmol ha consignado este
hecho asegurando además que los caballos salva
caballos que viven libremeute en los desiertos
del Asia, conocidos con el nombre de tarpanes.
Veamos hasta que punto pueden ser apreciadas
sus deducciones.
Estos tarpanes se distinguen en los caracte-
res siguientes : La cabeza proporcionalmente con
el resto del cuerpo es grande ; la frente ovalada
encima de los ojos ; la faz recta ; las orejas, mas
largas que las de nuestros caballos domésticos,
les caen naturalmente hacia atrás; los contornos
de la boca y de las narices guarnecidos de pelos
muv largos; sus miembros son mas fuertes y mas
prolongados, y las crines les llegan un poco
mas abajo de la cruz ; por último, su pelo, largo y
ondeante algunas veces, nunca llega á ser com-
pletamente liso.
Esta descripción, tomada de uno de los natura-
listas que han abrazado la opinión que se refuta,
se parece bajo iodos conceptos á la que de Azara
dio acerca de los caballos libres de la Plata.
En cuanto á éstos su origen es bien conocido,
pues se sabe que descienden de los caballos espa-
ñoles escapados del dominio de sus dueños des-
pués de la conquista del TSuevo-Mundo. En las
pampas de la América del Sud , lo mismo que
en los estepas del Asia, el caballo entregado a
sí mismo ha perdido una parle de las elegantes
formas que debia á la educación. Su talla na
disminuido; sus piernas y cabeza han aumenta-
do ; sus orejas se han vuelto mas largas y echa-
das hacia atrás; su pelo se ha vuelto mas basto;
y una cosa bien estraña es que en el ecuador se
encuentran estos caballos cubiertos de un pelo
largo y lanoso, lo que parecería ser mas propio
en los climas frios. Dos siglos á lo mas han bas-
tado, pues, para producir en América una raza ca-
si enteramente parecida á la que en Europa se
considera como el tipo salvaje primitivo.
Otro hecho que no deja ninguna duda es que en
los estepas que se extienden entre el Don, la
ükrania y la Crimea se encuentran tarpanes pa-
recidos enteramente á los otros , y cuyo origen
se conoce perfectamente. Estos son los descen-
dientes de algunos caballos escapados del ejer-
cito de Pedro el Grande en la época de su expe-
dición contra la ciudad de Asoph. ¿Porque se
(pusiera, dice el Sr. de Quatrefages, señalar un
origen diferente á razas que presentan en tono
los mismos caracteres ?
Es verdad que algunos se apoyan en varias cir-
cunstancias de pelajes, y aun mas en que preten-
den que los alzados , ó caballos emancipados de
América, vuelven muy fácilmente al estado do-
méstico , mientras que los tarpanes son indoma-
bles. Estas dos aserciones se contradicen igual-
CAB
mente por las relaciones de los viajeros. Sábese
que los Cosacos y los Tártaros montan muchas
veces esos pretendidos caballos salvajes, délos
cuales se apoderan con la ayuda de lazos escur-
ridizos ; y por otra parte Bufion asegura que los
caballos libres de Santo Domingo y de la Virgi-
nia son muy ariscos é intratables aun después de
educados.
En cuanto á las diferencias presentadas por los
ropajes de estos caballos, son casi nulas tanto
en el antiguo como en el nuevo continente. Ni en
Asia ni en América se encuentra ningún caballo
pió en medio de esas hordas errantes, y los ne-
gros son también muy raros en ambas parles;
pero en Europa los colores mas comunes son el
oscuro , el isabela y el gris de rata , según Fors-
ter; en América, el'bayo castaño, según, la rela-
ción de Azara. Tanto en uno como en otro con-
tinente se encuentran, sin embargo , de todos los
colores , y esta poca fijeza en los matices del pe-
laje, solo seria una prueba decisiva en favor del
Sr. de Quatrefages, por ser contraria alo que se
observa en todas las especies salvajes.
La sola diferencia real que existe entre los
tarpanes y los alzados se observa en la manera
con que aplican el instinto de asociación que les
es común. Los primeros viven en pequeños grupos
de i o á 20 , compuestos siempre de un solo ma-
cho. Les alzados, por el contrario, se reúnen por
miles. De Azara asegura que hay manadas que
pasan de diez mil individuos. Parece muy fácil
explicar lo que hay de singular en este hecho.
Los tarpanes viven en un país en donde gene-
ralmente solo tienen que combatir contra enemi-
gos bastante débiles : tan solo hay los lobos que
puedan hacerles pasar algún peligro, y esto aun
durante el invierno. En América es muy diferen-
te ; los caballos vueltos á la vida libre lenian
que defenderse contra especies de gatos grandes
mucho mas temibles, y de aquí nacia la necesi-
dad de reunirse en mayor numero. Por otra par-
te la naturaleza misma de aquellos lugares se
prestaba á la vida en común de esas hordas er-
rantes por la vasta extensión y fertilidad de las
llanuras que recorrían, mientras que, bajo este
respecto , los páramos del norte de Asia sobre
todo dejaban mucln que desear. En fin , las ob-
servaciones del Sr. Roulni parecen demostrar que
esas grandes manadas de alzados resultan sola-
mente de la reunión forzosa de familias parecidas
á las de los tarpanes. Tanto en América como
enSiberia, cada caballo padre posee cierto nú-
mero de yeguas á las cuales proteje con su valor,
mientras que los celos le hacen vigilar sobre ellas
continuamente. Estas hembras, durante el día, se
mezclan y se confunden para pacer en común;
ñero todas las lardes los machos reúnen sus hem-
bras, y entonces cada grupo bajo la dirección de
su jefe busca el sitio que debe servirle de abri-
go durante la noche. Este sitio suele ser siempre
el mismo, á menos que tengan que cambiarlo por
necesidad.
En cuanto á lo demás, sus costumbres son las
mismas cualquiera scu el número de los ca-
CAB m
bailo» reunidos. Todos llevan una vida errante
en los lugares que han elegido para sus pa-t<>-
Cada familia ocupa una extensión proporciona-
da á sus necesidades, que considera como su pro-
piedad y la defiende si se acerca á ella alguna otra
familia extranjera. Cuando se concluye el forraje,
los caballos se ponen en marcha bajo la direc-
ción de sus jefes. Este espectáculo ha de ser
para los viajeros una cosa admirable, y deben
quedarse sorprendidos al ver una de esas emigra-
ciones de mas de diez mil caballos atravesando
libremente las llanuras sin limites del Nuevo
Mundo , y haciendo temblar la tierra bajo sus
pies. Precedidos de sus esploradores, marchan
formando una columna en masa quenada es ca-
paz de romper. Esta columna se subdivide en
pelotones , compuesto cada uno de un macho con
sus hembras. Apenas la vanguardia señala una
caravana , ó un grueso de caballería, cuando to-
dos los machos que sí encuentran á la cabeza
se adelantan y practican su reconocimiento con
la vista y con "el olfato. Después, á la seña de
uno de los machos, la columna entera carga al
enemigo ó bien cambia de dirección, invitando á
los caballos domesticados á reunirse con ellos por
medio de relinchos graves y prolongados. Rara
vez esa llamada deja de ser oída, y al aproximar-
se estos alzados , los viajeros tienen que tomar
sus precauciones para evitar que sus caballos se
les escapen , pues que el menor descuido les ha-
ria que perdiesen sus monturas.
No es solamente en la América del Sud en don-
de los caballos salvajes se han multiplicado en
tanta manera. También se encuentran en la Flo-
rida, pero allí los habitantes se han visto obliga-
dos á destruirlos á fin de poder conservar sus
caballos domésticos, que se dejaban seducir muy
fácilmente por aquellos individuos emancipados.
Al lado de estas razas que han conquistado to-
da su primera libertad , hay algunas que puede
decirse que sirven de intermediarias entre aque-
llas y las razas enteramente sometidas. En este
número deben contarse los caballos de Islandia,
que sus dueños dejan pacer libremente en las
montañas, volviéndolos á coger cuando los nece-
sitan. También debemos hacer mención de esas
grandes manadas que los cosacos del Don guian
sin guardarlos álos desiertos de la Ükrania y que
obedecen mas á los jefes (pie ellos mismos se
han elegido que á sus propietarios. Después
de estos úllimos pondremos los caballos de la
Filandta , (pie pasan el verano en una absoluta
independencia, viviendo en familias lo mismo que
los tarpanes, y que á la venida del invierno se
retiran cada uño á la casa de su dueño. En fin,
pondremos también en la misma categoría los
caballos de la Camarga ó delta del Bhone. En
este pais creen que esta clase de caballos, (pie se
llaman bárbaros, proceden de loscaballos bárba-
ros que los Sarracenos abandonaron en aquella
playa solitaria, en alguna de las invasiones qtw
hacían en las costas de Francia. Esta raza, deja-
da en completa libertad , ha degenerado sin du-
da , pero aun esbaslaulc hermosa y ha tensor-
¿70 CAB
vado le mayor parte de las calidades que dis-
tinguen á sus supuestos padres. Los caballos de
la Camarga tienen un pié muy seguro, y una vez
sometidos son muy dóciles aunque fogosos; sin
embargo, es menester obligarlos á obedecer des-
ae el primer día que se les monta, ó de lo contra-
no se hacen indomables.
RAZA DOMÉSTICA.
La esclavitud del caballo , según hemo9 dicho
parece datar de la época misma en que la espe-
cie humana vino á tomar posesión de la tierra
como de una propiedad que el Criador habia pre-
parado paradla: ñero para entrar en posesión
de esta propiedad la especie humana tenia que
vencer muchos obstáculos , y sostener grandes
combates. En esta lucha, su primer auxiliar
fue sin duda el perro, y el segundo el caballo.
Lo mismo que el perro , el caballo debió servir
para muchas cosas ; y su especie, prestándose
con una facilidad maravillosa á cada necesidad
nueva, á cada capricho de su dueño , resultó de
esto un número de razas casi infinito. Antes de
entrar en pormenores sobre esta materia , hare-
mos algunas observaciones generales acerca de
las modificaciones que el hombre y la naturaleza
han hecho experimentar al animal que nos ocupa.
ir. Cuvier se quejó de que en la distinción de
jas diversas razas solóse habían tenido presentes
los caracteres físicos y anatómicos, descuidando
enteramente las calidades morales. Esta obser-
vación nos parece muy justa. Las calidades mo-
rales del caballo varían tanto como el exterior
de su cuerpo. El caballo es un animal general-
mente inteligente, afectuoso y dotado de mucha
memoria; pero este conjunto se modifica por la
educación , y por la influencia del medio en don-
de se halla colocado. En el caballo, lo mismo que
tmel hombre, se encuéntrala resolución y la pol-
tronería, la paciencia y la irascibilidad, una
comprensión clara ó embotada. Así, pues, estas
dilerenciasde caracteres' se trasmiten casi con
tanta seguridad como las formas y las proporcio-
nes del cuerpo; igualmente caracterizan las ra-
zas. También Buffon quiere q'ne, al elegir los
caballos padres, se tomen en cuenta sus vicios
y sus virtudes, tanto como el vigor y la hermo-
sura, y esta recomendación nos parece de una
alta importancia. ¿Qué se hará de un nuevo bu-
céfalo, sino quiere sufrir ni la silla ni el harnés,
y si pone á cada instante en peligro la vida de
su dueño?
Pero, para que la inteligencia v las calidades
efectivas del caballo se desarrollen en toda su
extensión es necesaria la ayuda del hombre ; es
menester que éste le trate como un compañero,
como un amigo , y no como un esclavo. El caba-
llo se embrutece bajo el látigo de nuestros carre-
teros , y degenera en su parte moral, tal vez
mas que en la física. Este animal , lo mismo que
lodos los demás, necesita recibir las impresiones
claras y precisas. ¿ Y cómo es posible que así
suceda cuando la idea del deber está sin cesar
CAB
ligada á la idea que el animal tiene del casti-
go? No recibiendo su cerebro mas que impresio-
nes confusas , la asociación dé ideas llega á ser
para él una cosa imposible, la actividad y la
buena voluntad ceden su puesto al desaliento y
á la pereza , y alguna vézák deseo de venganza.
Pero si se saben aprovechar las buenas disposi-
ciones que le prodigó la naturaleza, si armado
el hombre de paciencia y de dulzura se dirige á
su inteligencia y á sus afectuosas inclinaciones,
sacará del animal el mismo partido, ó quizás
mas todavía del que los Árabes sacan de sus ca-
ballos. En prueba de cuanto decimos aquí nos
bastará recordar á nuestros lectores las maravi-
I lias que tantas veces han presenciado en el circo
(del Sr. Paul.
El color del pelaje no puede contarse en el nú-
! mero de los caracteres esenciales de las razas.
Casi todas producen caballos de pelos diferen-
tes; sin embargo, hay algunas que parecen tener
marcados ciertos colores , como por ejemplo, el
gris para los caballos bárbaros , y el bayo mar-
ron o el negro para los andaluces. Los caballos
daneses son casi los únicos que presentan con
frecuencia esos ropajes de colores extraños, co-
nocidos bajo el nombre de ropaje pió ó salpi-
cado.
Por el contrario, la variación de la talla es una
cosa notable y característica en muchas de las
razas caballares. En general, se puede decir que
las qué proceden de países templados aventajan
á las razas expuestas á un exceso de frió ó de ca-
lor. Los caballos de mas talla que se conocen
se encuentran en Francia , en donde sirven para
tirar los barcos en algunos rios: también en In-
glaterra los hay de mucha talla, y les llaman ca-
ballos de cerbecero. Los caballos mas pequeños
se ven en el Norte, en Irlanda, y sobre todo en
las islas Shetlant, en el mediodía , en las pro-
vincias meridionales de la China y de la India.
Pero la influencia del frió y del calor , si bien
disminuye la talla, produce, respecto á todo lo
demás , efectos bien diferentes. Los cabadlos pe-
queños irlandeses y shetlandeses son robustos,
ágiles y llenos de fuego ; mientras que los de lá
India y de la China son débiles , ruines y apenas
sirven para nada.
La misma naturaleza del terreno parece pro-
ducir resultados análogos. Bajo una misma lati-
tud los caballos montañeses son de una talla mas
pequeña, pero esta desventaja la compensan
casi siempre con el vigor; los caballos de las lla-
nuras, al contrario, alcanzando mayores dimen-
siones, son siempre mas flojos y perezosos.
Estos contrastes nos parece que pueden expli-
carse por la influencia que en los primeros debe
ejercer el aire vivo y seco délas montañas, el ali-
mento frugal con que muchas veces tienen que
contentarse , y al mismo tiempo el ejercicio vio-
lento que traen consigo las dificultades del terre-
no. Pero los segundos , envueltos siempre en
una atmósfera pesada y húmeda, nutridos de ve-
getales acuosos , y no teniendo que hacer mas
que marchas fáciles , deben resentirse de los efec-
CAB
tos de un medio cuya iufluencla se haec sentir
hasta en las plantas.
Una temperatura moderada , igualmente apar-
tada del frío y del calor , un país en el cual el
Íwtrillo pueda ejercitar sus nacientes fuerzas sin
aligarse en demasía, una atmósfera pura, un
régimen nutritivo , sin ser estimulante , tales se-
rán las condiciones mas favorables á la cria de
los caballos. Los países montañosos presentan
casi siempre estas ventajas, y asi es que general-
mente vemos las razas mas hermosas proceden-
tes.de semejantes localidades pues si fuera de ellos
se llegan á perfeccionar , es solo á fuerza de cui-
dados, y por cruzamientos muchas veces reite-
rados con razas mas distinguidas.
Nos alejaríamos demasiado, de los límites de
un artículo de diccionario , si quisiésemos deta-
llar todas las razas que ha producido la especie
del caballo, y por lo mismo solo indicaremos
en pocas palabras lo que nos han dicho varios
autores acerca de las principales de entre ellas.
Haza árabe.
Esta raza sin duda ninguna produce los prime-,
ros caballos del mundo; y con todo , el caballo
árabe está muy lejos de producir el conjunto de
perfecciones á las cuales atribuimos la idea de
la hermosura. Su cabeza es casi cuadrada , su
faz recta ó acanalada , su cuello derecho y tam-
bién formando alguna vez arco hacia atrás. Pero
sus articulaciones anchas y fuertes sirven de pun-
to de reunión entre músculos poderosos que se
dibujan bajo una piel lisa, de pelo muy fino y
corto, y que recorren en todas direcciones di-
ferentes vasos sanguíneos muy marcados. El pe-
cho del caballo árabe es ancho; sus piernas del-
gadas y nerviosas, sus tendoues se destacan per-
fectamente del hueso; su pié es excelente y ter-
minado por un casco extremadamente duro. Este
conjunto anuncia á un mismo tiempo el vigor y
la agilidad : asi es que no hay ningún caballo
que iguale al árabe corriendo bajo el peso del
ginete , levantando el cuello y la cabeza para
protegerlo , adelantando en la carrera al aves-
ruz ó al antílope, ó precipitándose en medio del
combate. Tal vez es solo al caballo árabe á quien
se aplicaen todasu extensión este bello pasaje del
libro de Job , cuando Jehovah , hablando desde
el seno délas nubes, interroga al justo después
de caído, y le pinta todas las magnificencias de
la creación.
«¿Eres tú el que ha dado la fuerza al caballo?
¿Eres tú el que le ha dado un relincho tan fuerte
como el trueno ?»
«¿Harás tú saltar el caballo como la langosta?
El sonido magnífico de sis narices es aterrador.»
«El caballo hiende la tierra con su pié, se ale-
gra con su fuerza, y marcha al encuentro de los
hombres armados.
«El caballo se rie del miedo, de nada se asusta
ni retrocede delante de la espada.»
«El caballo no teme las flechas que silvan á su
CAB 471
alrededor , ni el hierro luciente de tas lanzas u
del venablo.*
«El caballo azota la tierra lleno de emoción y
ardor al son del clarin , y entonces no puede con-
tenerse.»
«Al eco sonoro de la trompeta, el caballo dice
Ahí Ahí Olfatea la batalla y conoce el grito del
triunfo .»
El caballo árabe, siendo de una sobriedad ex (re-
ma, solo pide á su dueño 5 ó 6 libras de cebada,
y algunas veces un poco de paja ; dotado de un
fondo de aliento inagotable , hace habitualmenle
Í8 ó 20 leguas cada día ó mas si es menester. En
él todo anuncia el vigor, la fuerza y la bondad;
y estas jpreciosas calidades que ha recibido de
sus padres las trasmite á su posteridad . Todas las
razas se mejoran si pueden mezclarse con e?>ta
raza tan pura, y hasta las que le son superiores
tanto por su talla como por su forma, se ennoble-
cen por la mezcla de su sangre generosa.
El caballo árabe , criado en la tienda común y
formando como quien dice parle de la familia,
siente por su dueño el apego y la lidelidad del
perro , y algunas veces por la seguridad de su
instinto hasta se muestra émulo de este animal.
Cuando un árabe cae del caballo y no puede le-
vantarse, el animal se detiene al instante y per-
manece junto á él relinchando hasta que alguno
se acerca y le socorre. Si alguna vez el ginete
vencido por el cansancio se echa á dormir en me-
dio del desierto, el caballo se mantiene tranquilo
á su lado ; pero al aspecto de otro hombre cual-
3uiera , relincha y despierta al que esta durmien-
o bajo su vijilancia. Pero en cambio , tampoco
hav nada en el mundo que el árabe prefiera á su
caballo , ó por mejor decir á su yegua, pues por
ésta última es para quien él 'guarda todo su afec-
to. En las relaciones de los viajeros se encuentran
mil ejemplos de esta adhesión.
El Árabe aprecia tanto la reputación de su ye-
gua como su propio honor.
Los Árabes, después de mucho trabajo, han al-
canzado producir y conservar la raza de sus ca-
ballos admirables. Su raza noble , que llaman Ko-
clani, Kohylc ó Kailhun , es para ellos el objeto
de cuidados de los cuales no podríamos formarnos
una idea. Cada caballo tiene su geneologia me-
jor conservada y mas auténtica quizás que la del
noble mas orgulloso. Los Árabes dan dos mil anos
de existencia á la raza Koclani , y pretenden que
desciende de las yeguas de Salomón. Si hay una
poca de hipérbole oriental en estas pretensiones ,
es que entre esas familias aristocráticas de la es-
pecie caballar, las hay cuyos títulos perfectamen-
te en regla se remontan á mas ,de cuatrocientos
años. Las hembras de esta raza solo son cubier-
tas por un caballo de la misma sangre , y en pre-
sencia de un testigo que permanece á su lado por
espacio de veinte dias, para asegurarse que nin-
gún caballo vulgar se ha arrimado á ella. Al na-
cimiento del potro, se llama á este. mismo testigo
para firmar el acta de nacimiento ', la cual se ex-
pide jurídicamente á los siete dias después del
parlo.
472 CAB
Un caballo árabe antes de considerarse como
perteneciente á esla raza noble, es menester que
haga sus pruebas. El potro , dejado hasta enton-
ces á toda su libertad, es conducido ala presen-
cia de su dueño. Este lo monta de un brinco y lo
lanza á lodo escape en medio de las arenas y de
los peñascos del desierto. El Árabe le hace correr
así unas doce ó quince leguas , y después, ja-
deante y cubierto de sudor, le hace atravesar un
rio á nado. El animal , al salir del baño, debe apa-
recer lleno de vigor. Si el potro resiste á esta
prueba, su carácter se ha establecido definitiva-
mente, y es reconocido por un descendiente dig-
no de la raza Kochlani.
En Europa es muy difícil procurarse caballos
koclíclani, y la mayor parte de los que se han
comprado bajo este nombre pertenecen en reali-
dad á otras razas inferiores. Sin embargo, á fuer-
za de dinero es posibles obtener algunos caballos
padres, pero no sucede lo mismo con las yeguas:
los árabes no se desprenden de ellas por ningún
precio. Las yeguas son las únicas que trasmiten
la nobleza, y las geneologías se cuentan siempre
por las madres. Se tiene mucho cuidado en pre-
servar á las yeguas de todo contacto impuro, y si
por casualidad este se verifica alguna vez, el po-
tro se considera como perteneciendo á la raza del
padre. Al contrario , algunas veces hacen cubrir
yeguas de una raza inferior por caballos koclda-
ni, y entonces el potro se considera déla raza ma-
terna.
Independientemente de la raza privilegiada, los
Árabes poseen otras dos. Los Kadischi, literalmen-
te caballos de raza desconocida, corresponden
á los caballos de media sangre. Estos caballos son
excelentes y á los cuales muchas veces solo fal-
tan los pergaminos para que tengan el mismo va-
lor que los verdaderos kochlani. La mayor parte
de los caballos árabes que se ven en Europa per-
tenecen álos kadischi. La raza mas inferior tie-
ce el nombre de Attechi ; esta es una clase de
caballos que no se emplean sino para los mas co-
munes servicios. Probablemente de éstos descien-
den los caballos libres que existen en varias par-
tes silvestres de la Arabia, ,á los cuales los habi-
tantes del país persiguen con mucho ardor como
una caza de las mas apreciables.
Razas alemanas
La mayor parte de los soberanos de Alemania
cuíilan mucho de sus yeguadas y cruzan con mu-
cha frecuencia sus yeguas con caballos árabes,
bárbaros , ingleses o españoles : así es que los
productos son bastante hermosos. El comercio de
caballos es muy considerable en Alemania , y los
Franceses por lo regular acuden á aquel país para
reemplazar sus razas extinguidas. Lna gran par-
te de los caballos para la caballería francesa vie-
nen del Ilolstein y del Mecklemburgo: este último
pais produce muy buenos caballos de tiro. Estos
caballos, de mucha talla , delgados , elegantes y
sólidos, provienen casi todos de yeguas del país
cruzadas con caballos ingleses.
CAB
Razas americanas.
Por todas las partes á donde se dirigen los pa-
sos del hombre, éste lleva tras sí los animales
que ha convertido en sus amigos ó en sus escla-
vos. El hombre al tomar posesión del Nuevo Mun-
do no tan solo arrojó de el las razas humanas que
le disputaban su suelo, sino que también declaró
la guerra á todos los seres perjudiciales ó inútiles,
reemplazándolos por los que podían serle de al-
gún provecho. Los caballos , desconocidos á los
indígenas de América en la época de la conquista,
y que les causaron tanto terror, son hoy mncho
mas comunes en a juel país que en ningún otro de
Europa. Sobre la vasta extensión del nuevo con-
tinente se han formado un sin número de razas
de caballos. Su primer origen varia tanto en los
caballos como en los hombres. El caballo del Ca-
nadá y de la Luisiana es generalmente de origen
francés lo mismo que su dueño , pero tanto el uno
como el otro desaparecerán bien pronto envuel-
tos en medio de esa inundación inglesa que lo
cerca por todas partes. El resto déla América del
Norte, hasta la Florida y Méjico , ha sido pobla-
do por caballos ingleses. En lin, á partir de Mé-
jico basta el cabo de Hornos , casi lodos los ca-
ballos son de sangre española.
El caballo del Canadá se considera como un
trotador excelente y bajo este punto de vista aven-
taja ala mayor parte de sus hermanos de origen in-
glés. La Pensilvania produce muy buenos caba-
llos de tiro , y otros muy propios para las cace-
rías. El caballo inglés , mas ó menos atravesado,
se encuentra en todo el resto de los Estados-Uni-
dos. Los individuos de la clase superior habitan
la Georgia y la Virginia , en donde los propieta-
rios ricos , herederos del buen gusto de sus an-
tepasados, se ocupan con mucho cuidado de la
conservación de la raza.
Los caballos americanos mas estimados son
los de Chile: se distinguen entre ellos tres razas
distintas de las cuales hay una caracterizada por
su marcha especial , que "es el paso de andadura.
La raza superior lleva el nombre de Bruzo. Sus
movimientos son de una extrema elegancia, y to-
dos los años se trasportan algunos individuos á
Europa como objetos de curiorisidad. La raza ter-
cera toca de muy cerca á los alzados, y puede
considerarse como representando en la Améri-
ca del Sud los caballos medio salvajes de los
cosacos del Don. El comercio de los caballos chi-
leños es muy considerable, y se hace principal-
mente en el Perú.
Raza bárbara ó barberisca.
Esta raza, que parece descender de la raza ára-
be, es la que mas se aproxima á ella por su vi-
gor, por su largo resuello , y por la velocidad de
su carrera. Las formas son mas agradables que
las del caballo árabe, y en particular el arco de
su cuello : esta raza se busca también para el tra-
bajo. El famoso caballo conocido de los Ingleses
CAB
coa el nombre de th?. Uodolphin arabian , perte-
ik'ii;i ,i osla raza. Lste caballo fué comprado en
l'aris en donde tiraba la carreta de un aguador ,
y de allí fué trasportado a Inglaterra , en cuyo
Mía vino ¡i ser el padre de algunos de los mas
ilustres corredores, y contribuyó poderosamente á
realzar la raza inglesa degenerada. Los caballos
barbaros vienen principalmente de Marruecos y
del país de Fez.
Raza de Don gola.
El reino de üongola y los distritos vecinos, co-
locados entre el Kgipto y la Abisinia , producen
una raza de caballos que, al decir de Bruce, en
nada desmerece de las razas árabe y bárbara. A
proporción tieuon menos talla que los caballos
árabes, pero los igualan en inteligencia, en ro-
bustez y agilidad y en adhesión hacia sus due-
ños.
Estos caballos se consideran como los mejores
del nordeste del África. Sus propietarios pre-
tenden que descienden de uno de los cir.eo ca-
ballos en los cuales Mahometo y sus compa-
ñeros se escaparon de la Meca la noche sagra-
da de la Hegira. Los caballos padres de esta ra-
za son mas estimados que las yeguas , y su pre-
cio es muy elevado. Bosman asegura haber vis-
to uno que se vendió en el Cairo por una suma
equivalente á cinco mil duros.
Razas espaTwlas.
Las provincias de España que producen caba-
llos de mucho valor son las Andalucías y la Extre-
madura. De ellos se conocen dos razas de las cuales
la una es bastante común y propia para el servicio
de la caballería, y la otra, mucho mas rara, solo
se ha conservado en toda su pureza en la Carta-
ja de Jerez y en Jas posesiones de algunos ricos
propietarios,
El reino deCórdova produce también muy bue-
nos caballos, y la feria de esta ciudad es lina de
las importantes de nuestro país, á la que los
Portugueses vienen á comprar muchas yeguas.
La exportación de caballos padres andaluces es-
tá prohibida bajo penas muy severas, pero éstas
no han sido suficientes para extinguir el contra-
bando. Los caballos asturianos son mas fuertes,
pero de menos talla , y su pelo generalmente es
negro ú oscuro muy subido.
Razas francesas.
Los mayores caballos que produce la Francia
son los llamados limosinos y la raza navarina,
que ahora se procura mejorar. Los caballos bo-
lonesesy los del Franco-Condado son muy bus-
cados como caballos de tiro y para el servicio de
las diligencias. La Aubernia, el Poitou y la Bor-
goña producen hacas de mucha fuerza, que casi
igualan á los caballos de silla criados en el Rose-
llon, el Bugey, etc.
La antigua raza normanda ha dejado de cxis-
60
CAB Í7;>
lir en Francia, y aquel país solo produce hoy ca-
ballos propios para el tiro de coches.
Los caballos de Córcega y de los Pirineos, aun-
que de muy poca talla, son vigorosos y su pié es
bastante seguro.
Razas inglesas.
El caballo inglés propiamente dicho es el ca-
ballo de carrera. El origen de esta raza , hoy dia
tan apreciada , parece haber sido un caballo que
un Inglés compró en Francia por muy poco pre-
cio, y con el cual han mejorado después la raza
cruzándola con caballos árabes ó bárbaros. Los
caballos dichos de pura sangre son hijos de esta
clase de caballos padres unidos á una yegua cru-
zada ya de árabe ó de bárbaro en primer grado.
Los caballos ingleses de carrera se parecen
mucho á los árabes , pero tienen la cabeza mas
gruesa, las orejas algo mas grandes y el cuerpo
y el pelo un poco mas largo, y al mismo tiempo
su talla es también mas elevada. Estos caballos
tienen mucha fuerza y vigor , pero carecen de
elegancia : sabida es la extraordinaria velocidad
de su carrera, asegurándose haber visto alguno
de ellos correr el espacio de 80 pies en un segun-
do, lo cual supondría una celeridad de diez á on-
ce leguas en cada hora.
Seria inútil recordar á nuestros lectores hasta
el extremo á donde llega el delirio que hay en
Inglaterra por las carreras de caballos : la" po-
blación entera acude á esas fiestas públicas, y se
amontona alrededor de los hipódromos. Las car-
reras mas célebres, que tienen lugar en New-
Market , en Epsom y en Ascol-Heath, duran algu-
nos días, y en ellas se hacen apuestas enormes
que absorben muchas veces fortunas considera-
bles.
El caballo incomparable, cuyo nombre todo
sporimnu pronuncia con respeto, nació en 4764,
y era nijo de Alarsk y de Spilette, y se remonta-
ba por su línea paterna hasta el famoso caballo
Darley arabian : á este caballo, célebre en los
anales déla historia caballar inglesa, se le llama-
ba Eclipse.
Independientemente de los caballos de carre-
ra , la Inglaterra posee otras tres razas princi-
pales que se alejan cada vez mas de la preceden-
te. Estas razas producen los caballos de caza,
los de carroza y los de tiro. Cualesquiera que
sean los cruzamientos que tengan lugar en estos
diversos caballos, hasta en los individuos mas
inferiores , se encuentra siempre la influencia de
la sangre árabe.
Razas indias.
Por todas partes en donde han podido penetrar
los Ingleses han tratado de crear ó modificar
las razas caballares mejorándolas en cuanto les
ha sido posible , y sus esfuerzos, combinándose
con la influencia del país, han producido una por-
ción de variedades en la especie. Las vastas
posesiones de los Ingleses en las Indias orienla-
tomo i.
474 CAB
les se prestaban perfectamente á esta clase de
experiencias, y de consiguiente han sabido apro-
icharse de ellas, siendo hoy va bástanle consi-
derable el número de razas indianas. liase di-
\o ya que los caballos ordinarios de los países
as meridionales eran pequeños , débiles y de
co servicio. Al lado de esta variedad degenera-
so encuentra una de las mejores razas cono-
as, taraza Toorky, nacida de la unión de la
ta persiana con caballos turcomanes. El ca-
1 >orky es grande, de bellas formas, gra-
;i sus movimientos, y de una extrema do-
HMád; hábilmente manejado , se anima poco á
y desplega tanto vigor como velocidad en
sü carrera. Las razas Iranee, Cozákee, Mojin-
niss y Tazsee presentan también muy buenas
v-íüdades. En fin, en las montanas , al norte de
las posesiones inglesas, se encuentran pequeños
Poncys, que, por su talla, se parecen mucho á
los caballos ó jacas gallegas.
Raza persiana.
Los caballos persas eran ya célebres muchos
siglos antes de que fuesen conocidos los caballos
árabes, y tal vez en una época en que éstos no
í xislian todavía. Los caballos persas formaban
en otro tiempo la mejor caballería del Oriente,
y los de raza pura eran tan estimados., que
los reyes los empleaban para hacer presen-
tes, como á objeto de mas precio. Cuando los
Partos querían hacerse propicios á sus dioses por
medio de un sacrificio solemne , inmolaban á uno
de estos animales. Esta raza no ha degenerado,
y aun en nuestros dias se considera como una de
las mas perfectas. El caballo persa se parece
bastante al árabe , al que supera sin embargo
por la belleza de sus formas exteriores: su cabe-
za es mas fina, y su grupa mejor torneada. Tam-
bién hay quien asegura que el primer arranque
del caballo persa es mas veloz que el del árabe,
pero si la carrera es un poco larga, éste no tarda
mucho en aventajarle.
• liaza skttlandese ó shelta: ; -
Entre las razas que pertecen-al suelo del impe-
rio británico debemos hacer una mención parti-
cular de la raza que habita las islas colocadas al
norte de la Escocia. Los caballos shetlandeses
son unas verdaderas miniaturas, y entre ellos los
hay que apenas tienen la altura de un perro de
Terra-Nova. A pesar de su talla pequeña, estos
animales son muy robustos, y resisten á la fatiga
de un modo extraordinario. Se cita un caso en
que uno de estos jaquillos , cuya altura no ex-
cedía de dos pies y nueve pulgadas, hizo en un
día una jornada de mas de trece leguas inglesas,
llevando un ginete que pesaba cerca de 50 ki-
logramos.
Bazas tártara , transihania, úngara y polaca.
Todas estas razas, que parecen descender de
CAB
los caballos árabes, han conservado alguna cosa
de su origen, y producen caballos sobrios, ligeros,
vigorosos y buenos parala carrera. Seles afea su
cabeza demasiado cuadrada, su falta de cuerpo,
y tener el casco estrecho, y- muy alto de talón.
Sin embargo , esta última falta se corrige por
medio de una herradura hecha á propósito, que
en nada perjudica á la solidez de sus pies. Lo
que debemos notar relativamente álos caballos
polacos es que son casi lodos dentivanos.
Raza turca.
El caballo turco proviene del cruzamiento del
árabe y del persa. Su cuerpo es mas largo y la
grupa mas; alta que la de aquel, pero lleva la
cabeza del mismo modo. Las calidades del ca-
ballo turco se asemejan mas á las de caballo per-
sa que á las del árabe. La raza turca ha servido
á la formación de la raza inglesa.
Raza turcomana ó circasiana.
, El país que se extiende al sud de la Tartaria,
en el norte del mar Caspio, y queso designa
bajo 'el nombre de Turkistan , ha sido famoso en
todos tiempos por sus excelentes razas de caba-
llos. Es verdad que se les encuentra el defecto
de tener las piernas muy largas , y la cabeza de-
masiado grande, pero estos defectos se hallan mas
que compensados con sus excelentes calidades.
Estos caballos son á la vez ágiles y robustos, y
parecen desafiar las fatigas. Asegúrase que se
han visto caballos de este país hacer cerca de
trescientas leguas en el espacio de once dias con-
secutivos , lo que da unas treinta leguas diarias.
Por lo demás, la educación entra por mucho en
esta facultad de soportar unas marchas tan largas.
Los Turcomanes educan sus caballos, poco mas ó
menos, como los Árabes lo hacen con sus camellos
de carrera, es decir que desde muy jóvenes los
acostumbran á toda clase de fatigas y privacio-
nes. Además, los preparan también cuando tienen
que hacer alguna larga expedición , haciéndoles
ayunar y dándoles de beber muy poco, de manera
que, para que puedan resistir alas carreras rápi-
das y prolongadas, los hacen enflaquecer. En este
estado los caballos turcomanes pueden resistir un
galope sostenido por espacio de siete y ocho ho-
ras.
En laCircasia, cada familia de principes ó de
nobles cria una raza particular de caballos, mar-
cándolos en una de las ancas con un signo parti-
cular cuando son jóvenes. Aplicar el signo que dis-
tingue á los descendientes de una raza ilustre á
un caballo de origen común , es un crimen que
se castiga con la muerte. La mas famosa raza
circasiana lleva el nombre de Shalohh , y perle-
nece á la familia de los Sultanes de Tau. Su sig-
no distintivo es una herradura con una flecha. Los
caballos shalokh son mas notables por su fuerza
y ligereza que por la hermosura de sus formas.
CAB
Cria caballar en España.
En la Memoria sobre los Producios de la Indus-
tria española reunidos én la exposición pública
de 1850 , la Junta calificadora, al hablar de los
productos déla industria agrícola, dice: «Que no
«han sido infructuosos los esfuerzos con que el
«gobierno ha procurado introducir del extranjero
«razas escogidas de caballos para mejorar las
«nuestras y obtener aquellas de que todavía ca-
«recemos , lo prueban bien los resultados obteni-
«dos en muchos de los depósitos del [Estado , y
«particularmente en los de León , montañas de
«Santander y Zaragoza, dónd'j la formación de
«una dehesa potril , que puede servir de modelo,
«demuestra ya cuanto debemos prometernos de
«esta clase de establecimientos para la restaura-
«cion completa de la cria caballar , y devolver
«á tan importante ramo de la industria pecuaria,
«su antigua y bien merecida nomhradía.
«Como una prueba de los adelantos en ella con-
«seguidos, permítase á la Junta presentar los dos
«siguientes estados, que en vista de los datos oli-
«ciales remitidos al gobierno por los delegados
«de la cria caballar, ha formado la Dirección ge-
neral de Agricultura , Industria y Comercio.
«Estado de los depósitos de caballos pautes que
el Gobierno tiene establecidos en varias provin-
cias, número de sementales de que se compone
cada uno , yeguas que han sido beneficiadas por
los mismos , y producciones que han resultado
de la cubrición en el año último.»
Producidles
CAB
475
Número
de
caballos df
que
Yeguas
se componen.
((tic lian
sido be-
Provincias donde
están establecidos
1 m
- «i
neficia-
los depósitos.
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Coruña. . . .
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Granada. . . .
3
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3
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4
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León
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Madrid. . . ■
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Orense. . . .
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Cruz delguña)
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6 "
8 7
9 6
17 13
«Estadística de los caballos padres y yeguas,
existentes en las provincias que se expresan,
con destino á la reproducción , según los datos
remitidos por los Gobernadores á la Dirección
general de Agricultura, Industria y Comercio.»
Número de
Númcro
Provincias-
caballos pa-
de
dres.
yeguas
9
319
TI
202
562
Badajoz.
6,000
3
3,021
51
859
Cádiz.
470
10,904
13
in
Ciudad-Real.
n
1,930
319
10,551
»
2,300
as
5,021
36
2,377
16
!,ilG
89
4,756
Lérida, .
16
529
»
50
500
Lugo . .
Malaga. .
Muida. . .
4,696
80
4,822
1
1,916
33
2,869
Pontevedra.
13
760
48
2,83o
Santander. .
99
4,799
Sevilla. . .
602
17,501
Soria. .
31
1,881
Teruel . .
23
1,147
Toledo. . .
13
1,290
Valencia
»
1,467
Valladolid
113
1,003
1
2,135
1
3,692
. 2.Í67
105,4""
231 til
Elección de los caballos,
según los usos á que se destinan.
Según los usos á <jue se destinan , los eaball
pueden dividirse en tres clases. La primera con
prende los que se montan , la segunda los qi¡
tiran , y la tercera los que se montany tiran •
mismo tiempo.
Un buen caballo de montar agotaría
mente sus fuerzas si se quisiese hacerle ti
tan solóse lo impediría su conformación ,
natural y su andadura diferentes que lo ha
propio para este servicio. Por el contrar
huscaba un caballo de tiro para montar,
?e fatigaría y aburriría con la dureza y I
de sus movimientos
Entre los caballos destinados para tiro y p
montar se encuentran muchos cuyo paso no
lesta.
En todo caballo , cualquiera sea el servu
que se le destine, debe buscarse que sea
476 CAB
construcción sólida, la cual se manifiesta por e
aplomo de las extremidades sobre el terreno, por
la franqueza y libertad de sus movimientos, y por el
vigor sostenido en los ejercicios lentos ó rápidos.
Los músculos deben aparecer bien pronunciados,
el pelo debe ser fino, las crines suaves y poco
abundantes, y las cernejas nulas ó rizadas, aun
en los caballos de grueso tiro.
Entre los caballos de silla, llamados por otro
nombre caballos de mano, los hay que deben ser
linos y de buena raza : estos son los caballos de
picadero, de carrera, de caza; de escuadrón y los
caballos de regalo. El caballo español es el ti-
po del caballo de picadero; el inglés el de carre-
ra y de caza; el normando y el limosin el de
la caballería de ejército. El que se llama de re-
galo no es mas que un animal de lujo y propio
para la silla.
Estos caballos, tanto si son de raza pura como
atravesados, han de deber á la educación y á la
naturaleza, la viveza , la agilidad y la elegancia
de sus movimientos. Deben tener la boca sensi-
ble ; pero también es necesario observar que un
exceso de delicadeza en este órgano seria un gran
defecto en un caballo de guerra, que no debe desu-
nirse ni encabritarse por movimientos irregulares,
los cuales ni un buen ginele podría evitar en medio
del tumulto de una acción. Éste caballo debe per-
manecer impasible en medio de los objetos que
pueden alarmar sus sentidos; debe tener una gran-
de aptitud para soportar fatigas excesivas, intem-
peries rigurosas y largas abstinencias; es decir,
que el buen caballo de guerra es el árabe puro.
¿Pero cómo y áque precio puede éste obtenerse?
Si algún caballo árabe existe en Europa es no mas
que para sacar raza de esta especie, y en efecto,
sea el caballo que quiera, hasta el de tiro, se
ennoblece con la sangre oriental.
Los caballos vencedores en las carreras son
mas bien caballos mestizos de primera sangre
que no árabes puros, y estos animales tan admi-
rables por su vigor y por su fuerza , no son
los mas hermosos ni los quemas gustan debajo de
un ginete; tampoco son los mas dóciles. Los ca-
ballos de caza ocurfañ el segundo orden en lo
cpie toca á la velocidad ! estos caballos son muy
comunes en Inglaterra, y bastante raros en Es-
paña y en Francia.. El caballo de caza debe po-
seer dos calidades para ser bueno : dócil y de mu-
cha velocidad ; es menester que el ginele pueda
lanzarlo á todo escape y detenerlo de repente en
el momento que quiera.
El buen caballo de paso exige que sus movi-
mientos sean suaves , y su carácter dócil y tran-
quilo ; es menester que sepa tener paciencia para
aguardar á su dueño cuando éste lo deja atado
en cualquiera parte para ir á desempeñar sus ne-
gocios.
El caballo de compavía, es decir de picador, de
criado , lo mismo que el de los viajeros de comer-
cio , tiene mas necesidad de solidez que de ele-
gancia.
El caballo de posta es menester que tenga muy
buenas piernas. Como estos caballos galopan ca-
CAB
si siempre , deben tener mucha facilidad en sos-
tener esta marcha por largo tiempo, para que fa-
tigue lo menos posible al ginete.
El caballo de carga debe ofrecer la conforma-
ción del asno ó del mulo, exigiéndose de él que
sea robusto sin ser pesado. Su marcha natural es
el paso , el cual debe ser largo y seguro , sobre
todo en los malos caminos.
En cuanto á los caballos de tiro , se dividen en
tres secciones : en la primera se comprenden los
de coche , en la segunda los de posta y diligen-
cia, y en la tercera los de carruaje pesado.
No hace mucho tiempo que se exigia para los
caballos de coche una talla de cinco pies á lo me-
nos; hoy dia sirven ya los de 4 pies y 8 ó 10 pul-
gadas. 'Se exige que el caballo que se dedica á
este servicio no sea demasiado macizo y que su
forma sea elegante. Debe ser alto de delante, sus
extremidades han de ser anchas, sus corvejones
bien limpios , y los pies sobre todo de mucha
solidez para resistir el empedrado de las ciuda-
El caballo de cabriolé, que lira solo, debe pare-
cerse al caballo de coche, solamente que ha ser
mas grande y mas rápido, pues que los caballos de
csla clase de carruaje van casi siempre al trote.
fin la segunda sección se cuentan los caballos
de posta y diligencias. Todos estos caballos de-
ben ser fuertes y veloces, puesto que siempre
han de marchar al trote ó al galope en un cami-
no horizontal. Para estos caballos no se requiere
elegancia en las formas ni en la marcha, sino
mucha solidez y agilidad en las extremidades.
La tercera sección comprende los caballos de
galera, de carro, es decir de toda clase de car-
ruaje pesado: lodos estos caballos marchan con-
tinuamente al paso corto. Los de lanza ó varas
deben ser muy fuertes , porque en las bajadas
son los que sostienen todo el peso del carruaje;
el caballo delantero debe ser inteligente y en-
tender perfectamente las voces de mando del
carretero.
Servicios del caballo,
sea para la silla ó para el Uro.
Consultando los monumentos antiguos, se ven
muchos mas caballos en tiro que montados, y en
vano buscamos de estos últimos en las representa-
ciones que encontramos entre las ruinas egipcias
que, antes de los Griegos y de los Bomanos, con-
taban una inmensa antigüedad. De esto se ha de-
ducido, con razón, que el mas veloz de los cua-
drúpedos fué uncido á un carro antes de llevar
un ginele. Antiguamente el caballo de tiro era
esbelto, y el carro muy ligero; y siendo éste un ins-
trumento de guerra , sus ruedas estaban á veces
armadas de hoces , y por lo regular contenia un
guerrero que combatía dentro de él, y un escu-
dero, que era el que tenia las riendas. Casi siem-
pre estos carros eran lirados por dos caballos velo-
ces como el viento, y así nos representan también á
los héroes del sitio de Troya. Desde aquel tiempo
LAB
hasta ahora los caballos se lian empleado para el
uro y para la silla.
Hasta nuestros días no han sido clasiticados los
caballos, según sus sen icios para la silla ó el
tiro. En el estado actual de nuestras costum-
bres \ de nuestra civilización , los caballos de ti-
ro son de un uso muy provechoso. Apenas se
nvmt.í ya a caballo para viajar, en uu tiempo
en que se han establecido tantos carruajes que
se hallan en continuo movimiento hacia todas
direcciones. Además , (pie el caballo se emplee
para la silla, ó para el tiro, los indicios de su
tuerza son la talla, la raza , la edad , la educa-
ción, el uso ó el abuso anterior de los medios
musculares.
Un buen caballo de silla que marcha al paso
debe llevar un peso al menos igual al tercio de
su propio peso, estoes, 200 libras, si su peso es
es de 600. Esta es la proporción ordinaria entre
el peso de un caballo fuerte de silla y el de un gi-
nete, inclusos los arreos y la maleta de grupa.
El caballo puede haber adquirido ya todo su
desarrollo, sin que haya conseguido obtener aun
toda su fuerza, la que regularmente no se alcanza
antes de la edad de siete á ocho años , y eu-
lonces si esta bien cuidado no empezará á de-
clinar antes de los doce á los quince años.
Los caballos que han pasado sus primeros años
en toda la libertad de la naturaleza, los que, ha-
biendo sido criados en caballerizas , han podido
retozar cada dia en un buen patio y han recibido
i na buena ración durante sujuventud, son mucho
mas fuertes cuando han llegado á la edad adulta,
que los que se han tenido trabados en las prade-
ras, ó mantenidos con paja y yerba en el pesebre,
ó que han permanecido atados después del des-
tete.
Un ejercicio moderado durante la época de la
juventud es muy propio para aumentar y soste-
ner las fuerzas musculares, lo mismo que un tra-
bajo excesivo, ó solamente prematuro, es capaz
á esta edad de disminuirlas ó agotarlas para siem-
pre.
Hase también observado que , en igualdad de
circunstancias, el caballo entero es mas fuerte
que el caballo capón, y que éste tiene mas fuerza
y es mas vigoroso que la yegua.
El buen caballo de silla , cargado del modo que
hemos dicho, en un camino casi horizontal, debe
hacer 40 leguas en siete ú ocho horas, descansan-
do una ó dos veces. Si el caballo está bien gober-
nado sostendrá esta marcha sin fatigarse.
Si en lugar de llevar uu hombre , está cargado
de un peso inanimado , si es bestia de carga, el
buen caballo puede llevar 300 libras inclusa la
albarda, y andar de 7 á 8 leguas diarias en un
camino horizontal. El caballo naturalmente es
mas ágil que fuerte; ningún animal terrestre lo
iguala en velocidad. Los mejores corredores in-
gleses hacen 2,000 toesas'en menos de cinco mi-
nutos; la rapidez del viento no es mas considera-
ble en las grandes tempestades.
El caballo, termino medio, anda por minuto:
A i ■uen paso 50 locsas.
CAB 177
A trote corto loo loesas
Al galope corto. ... 160 »
Consideremos el caballo como animal de tiro,
que fué su destino primitivo.
Un caballo robusto, que no podría resistir uu
peso igual al de su cuerpo, arrastra fácilmente un
peso al menos cinco veces mayor.
El peso de un caballo de mediana fuerza es de
seis quintales, y puede arrastrar sobre, un suelo
casi horizontal , 25 quintales de mercancías, in-
cluso el peso del carruaje. Si el caballo marcha-
ba al paso pausado, empleando todas sus fuerzas,
podría arrastrar el doble ; pero nunca se debe
emplear m>>s que la mitad de su fuerza ó al má-
ximo las dos terceras partes.
La generalidad de los carreteros cargan de 20
á 25 quintales por caballo. Los caballos de las
galeras cargadas de este modo marchan siempre
al paso , acortándolo ó acelerándolo muy poco en
las subidas ó bajadas.
Los caballos de las diligencias marchan al tro-
te, y por lo regular doblan el camino De consi-
guiente su velocidad es cuádruple de la de los
caballos de galera. Los caballos de diligencia no
deberían arrastrar mas que 5 quintales de peso
para cada uno , sin incluir la parte de peso del
coche.
Por lo demás, estos cálculos deben someterse á
la naturaleza de los caminos, lo mismo que á la
forma de los carruajes , y tampoco se debe calcu-
lar el tiro de un caballo con el de muchos reuni-
dos.
En los tiros aislados resulta una economía de
fuerza y ventaja para los animales.
Está probado que seis caballos uncidos cada
uno á un coche ligero , arrastran con menos tra-
bajo un peso mas grande que si estaban uncidos
juntos á una galera pesada.
Un caballo solo, uncido aun carruaje, tras-
porta en géneros , 3,000 libras :
2 caballos, .... 4,600 »
3 » 6,200 »
i » 8,000 »
He aquí lo que dice el hábil Thaér relativamen-
te á los carros de la agricultura:
«Es una verdad reconocida que con tal que los
carruajes sean ligeros, los animales pueden ar-
rastrar mucho mas peso y sostienen mucho mas
la fatiga , cuantos menos son los que trabajan
juntos. Cuatro caballos uncidos á dos carretas
arrastran sensiblemente mas que uncidos juntos
en una sola carreta, pero nunca tiran tanto co-
mo cuando cada uno de ellos arrastra una car-
reta de dos ruedas y de buena construcción.
Algunas experiencias hechas en Inglaterra han
demostrado que cuatro caballos uucidos en car-
retas separadas igualaban á ocho caballos un-
cidos á un carro grande. Esto se explica bien
por la desviación de las diferentes líneas del
tiro , por el empleo desigual de las fuerzas, por
la falta de conformidad absoluta en el movi-
miento , en el paso , y por la frecuente acción
de sus Tuerzas en sentido contrario , que se veri-
• tica cuando los caballos están uncidos en uu
478 CAB
solo carruaje. El caballo que obra solo puede
estar en la verdadera línea del Uro , conserva
un movimiento uniforme , y no tiene que obrar
por la emulación , forzado por la vivacidad de su
vecino, ó sobrecargado por su inacción.»
Emplee particular del caballo,
para los trabajos de agricultura.
La costumbre de hacer servir el caballo para
los trabajos de la agricultura no es muy anti-
gua; ningún indicio se encuentra sobre este
particular en los libros agronómicos de los au-
tores griegos ó romanos; el buey, por el contra-
rio , se halla con mucha frecuencia en ellos re-
presentado como el precioso compañero del la-
brador. El empleo del caballo en la agricultura
empezó en el norte de la Europa, y el país en
donde aun actualmente se ven mas caballos em-
pleados en este servicio es la Alemania. Su nú-
mero se multiplica en todas partes , y sin embar-
go, incluyendo los mulos y los asnos, no iguala
al délos bueyes destinados al mismo uso.
La ventaja mas notable del caballo sobre el
buey en los trabajos campestres es la rapidez
de su marcha. Esta superioridad del caballo es
útil en todas partes y en todos tiempos, y Sobre
todo es necesaria en los terrenos que soló se
pueden cultivar aprovechando el corto interva-
lo que separa la grande sequedad de h hume-
dad excesiva , y para los trabajos que en los
tiempos variables exigen una gran prontitud,
tanto en la siembra como en la recolección. La
marcha del caballo es susceptible de mas ó me-
nos rapidez , mientras que al buey no se le sa-
ca de su paso natural ; en fin , en un país esca-
broso, impracticable á la carreta, el caballo pue-
de trasportaren el lomo cualquiera clase de peso.
De los datos quehemos podido recoger del
trabajo comparativo de los .dos agentes de la
cultura , resulta que, en un tiempo igual y en un
mismo terreno , dos caballos ó dos muías labran
un tercio mas de terreno que uri par de bueyes.
Los mulos 6 muías ofrecen mas ventajas que
el caballo én los trabajos agrícolas , pues cjue
resisten mucho masa las fatigas» El ganado mular
es menos propenso á- contraer enfermedades ;
pero también tiene la.contra que en la labran-
za , como sus pies son mucho mas estrechos que
los del caballo, se hunden mas en la tierra. El
mulo tiene mas disposición que el caballo á con-
traer malos vicios cuando se le maltrata.
Sin embargo , se tienen muchos motivos para
creer que bajo el punto de vista de aptitud para
los trabajos campestres, las ventajas están en fa-
vor de los bueyes , aunque independientemente de
estas consideraciones, hay trabajos que determi-
nan el uso de los caballos.
Por otra parle , en los tiempos en que los tra-
bajos agrícolos se hallan suspendidos , se utilizan
mas fácilmente los servicios del caballo que los
del buey. El caballo sirve entonces para la car-
reta , para tirar del modesto carruaje de un pe-
CAB
queño propietario. Si estos caballos no son de-
masiado macizos sirven también para montar.
Añadiremos á esto que los mozos de labranza
tienen mas orgullo en manejar el látigo que el
aguijón, y aprecian mas éí título. de carretero que
el de boyero , y este motivo tan fútil al parecer
no carece de importancia con respecto al re-
sultado de los trabajos agrícolas y al de la higie-
ne veterinaria.
Después de estas consideraciones y á pesar de
la grande economía que presenta la alimenta-
ción de los hueves comparada con la de los
caballos, estos últimos deben en general ser pre-
feridos como bestias de labranza en las explo-
taciones considerables , en donde antes que todo
se cuenta el precio del tiempo. Tal vez seria muy
útil combinar la utilidad de las dos clases de
cuadrúpedos , empleándolos según las circunstan-
cias. A veces pueden uncirse también animales
de las dos especies, sobre todo cuando los traba-
jos no corren mucha prisa.
Para sacar buen partido de los caballos desti-
nados á los trabajos rústicos , es menester antes
de todo saberlos escoger. Deben buscarse los que
tengan el pecho y la grupa bien anchos, poco
huesoy muchos nervios; que no sean demasiado
vivos, sino dóciles v pacientes, y que tengan
los cascos muy sanos. En las tierras muy duras
deben emplearse caballos grandes y pesados,
los cuales para conservar sus fuerzas necesitan
"cuidados particulares y una ración muy abun-
dante. Por lo demás, para el servicio ordinario
del arado conviene tener caballos robustos' que
conserven su vigor , aun cuando se les cuide po-
co, y solo se les alimente de una manera re-
gular.
Los labradores no deben mirar un pequeño
ahorro cuando compran un caballo para la agri-
cultura. Un caballo malo no sirve para nada, y si
se le emplea en un trabajo mayor del que puede
resistir , el labrador se expone á perderle muy
fácilmente.
Para la agricultura se pueden emplear tam-
bién potros jóvenes, pero debe destinárseles á
trabajos ligeros proporcionados á sus fuerzas,
como por ejemplo el restrillar. Así se evita
el inconveniente de una educación tardií. , al
mismo tiempo que con esto los animales pagan
los gastos de su educación , pero de ninguna
manera debe ocuparse á ningún caballo en tra-
bajos pesados antes de los cinco años.
Los animales de yunta deben sor iguales en
talla, en fuerza, en vigor , y hasta en su natural;
pues del contrario se fatigan mutuamente y ha-
cen poco trabajo.
La fuerza de la yunta debe ser proporcionada
á la naturaleza del trabajo : el primer labrado
requiere dos veces mas fuerza que el segundo; el
rastrillar y el cubrir las simientes necesitan muy
poca fuerza. Además , la dureza de la tierra tam-
poco es igual en todas partes , ni en todas las es-
taciones.
La forma del arado exige también , para efec-
tos determinados, mas ó menos fuerza de tracción:
CAB,
los labradores no deben ignorar esta diferencia,
ni tratar de balancearla con el látigo.
Cuando la labranza tiene lugar en terrenos pe-
dragosos y atravesados por raices duras, los la-
bradores deben vigilar atentamente que la yunta
no luche contra obstáculos superiores á sus fuer-
zas. En este caso los caballos de brío redoblan
sus esfuerzos inútilmente , y concluyen por es-
tropear ó romper el arado." Cuando estos obstá-
culos son insuperables, deben salvarse, y solo han
de emplearse los esfuerzos del caballo cuando
hay probabilidad de poderlos vencer.
Tampoco deben uncirse los caballos á las mis-
mas horas en todos tiempos. Durañtela estación
del calor el día debe dividirse en dos partes , dejan-
do una suspensión de algunas horas antes del me-
diodía. La primera parte del trabajo debe ser des-
de las cuatro de la mañana alas ocho, y la otra de
las dos hasta las seis ó las siete de la tarde. Si se
quisiesen trabajar mas horas deben tomarse al-
gunas de las de la mañana , pero se han de res-
petar siempre las de mas calor. Así los animales
tienen suficiente tiempo para comer y hacer par-
te déla digestión, al mismo tiempo que están me-
nos expuestos ala influencia del calor canicular
y á las picaduras de los insectos. Cuando la tem-
peratura es fria, los caballos pueden trabajar
ocho horas y mas sin interrupción, empezando
desde las ocho de la mañana.
El caballo siente los cambios repentinos déla feni-
peratura mas que el buey. Por lo mismo recomen^
damos que después de haber arado, se cubra el
cuerpo del caballo con una manta de lana ú otro
cobertor cualquiera, y que se le conduzca á la
cuadra de este modo , pudiéndole quitar la man-
ta al cabo de una ó dos horas. Esle es un me-
dio fácil y barato, y puede evitar las fluxiones de
pecho , los catarros y reumatismos.
Si á estas precauciones sacadas de la higiene
se añade una buena cuadra y un régimon alimen-
ticio conveniente , se prevendrán casi todas las
enfermedades á las cuales están expuestos los ca-
ballos de labor ; sus fuerzas se aumentarán ; su
longevidad se prolongará, y se sacará mas par-
tido del trabajo. Así tal vez pueda resolverse á
su favor la cuestión que se ventila tanto tiempo
ha acerca de la superioridad de los caballos ó de
los bueyes, considerados como agentes de la cul-
tura.
Productos útiles del caballo.
Carne. La carne de caballo estaba en uso en
muchos pueblos; pero el Papa Bonifacio 111 pro-
hibió su venta baio pena de penitencia. En Copen-
hague se vende dicha carne con autorización; los
Calmucos, según refiere Pallas, se alimentan
de ella; Marmol dice que en Egipto hay una es-
pecie de Árabes que comen la carne de caballo
por devoción , de modo que cuando se estropea
alguno de estos animales, lo ceban para matar-
lo ; los Camellos árabes del desierto y los pueblos
de la Libia tienden lazos á los caballos para co-
mer su carne, hallando muy delicada la de los
CAB 479
jóvenes individuos ; en la India se vende con mu-
cha frecuencia en los mercados esta carne, que
alli es estimada como la de buey; los Turcos la
hacen serv ir en la alimentación después de haberla
hecho secar , y á veces se es muy afortunado pu-
diendo procurársela. Esta carne, pues, usada
en todos los siglos y en todos los países, y pre-
ferida aun á la del buey y de la vaca por cier-
tos pueblos , ha sido empleada en tiempos de ca-
restía. Según el doctor Parent-Duchátel, es sana
muy agradable al gusto, muy nutritiva, rica en
osmazomo , y si ha parecido mas ó menos estopo-
sa probablemente es por no haber sido suticien-
temente manida.
Leche. En cuanto á la leche de yegua, usada
también como alimento, y antiguamente reco-
mendada contra la epilepsia, la tisis, el asma,
etc., tiene el medio, por la consistencia, entre
la de muger y la de vaca; su nata no da mante-
ca , sometida á la fermentación da un licor lla-
mado Koumiss, que sirve de bebida á los pobres
de la Tartaria. — V. Leche.
Sangre. La sangre del caballo , tomada al sa-
lir de la vena , sirve de bebida alimenticia á los
Ostiacosde la Siberia asiática, costumbre indica-
da por los autores antiguos en muchos otros pue-
blos.
Ninguno de los otros fluidos ó de las diversas
partes del caballo es usado en medicina , y por
esto solo nos limitaremos á decir que las excres
cencías córneas de las extremidades de este ani-
mal, que su estiércol, quesushezoares intestinales
conocidos bajo el nombre de Hipólitos , y que so-
bre todo el Hipomano (fluido viscoso que destila
de la vulva de las yeguas en zelo , según los unos,
excrescencia que trae al nacer el potro , según
otros) han gozado particularmente de cierto cré-
dito en terapéutica, habiendo dado lugar á mu-
chas fábulas ó á muchos errores , al presente con
razón olvidados.
En las artes se hace mucho uso de las Crines,
de la Grasa , de los Huesos y de la Piel del uca-
ballo. — Y. estas palabras.
Terminamos este artículo diciendo dos pala-
bras sobre el uso del cabalb como caballería, ó
sobre la Equitación, por lo que respecta a la
medicina. La utilidad de este ejercicio es incon-
testable y ha sido justamente celebrado, por
buenos observadores, contra un sin numero de
enfermedades, crónicas sobre todo, en particular
la tisis. Los repetidos tráqueos que procura y cu-
ya intensidad varia según el paso a que se hace
andar el animal, la naturaleza del terreno , etc.;
el aire libre y á menudo renovado que hace res-
pirar; la influencia moral y la distracción que de
él resultan, excitan las funcione* digestivas y
la circulación , parecen aumentar la acción tó-
nica de los órganos, la vitalidad, y contribuir
así muchas veces, como todas las clases de ejer-
cicios , a procurar la resolución de ciertos in-
fartos ó á la desaparición de las enfermedades
ligadas á la sola atonía del sistema. Con todo es
menester guardarse mucho de abusar de este
medio. «El ejercicio á caballo, diceMontesquieu,
480 CAlí
M muy bueno para ol pedio, el Sr. Sydhenham
lo aconseja sobre lodo; y nosotros liemos tenido
un gran médico que pretendía que era tan buen
remedio que él murió á caballo.»
Caballo Cu aga, Cuaga (f'r/uus Qua-
¿■/w, Gme!.). Especie africana, cuyo nombre pro-
viene del timbre de su voz parecido al áhullido
de un perro. Este <olipedo recuerda bastante las
formas del caballo por la largueza de su talla, la
pequenez de su cabeza y de sus orejas ; sin em-
bargo, el cuaga tiene la cola, latirá dorsal y las
barras trasversales del asno. Por otra parte, los
distintivos zebrunos que adornan la parte ante-
rior de su cuerpo, son por decirlo así el sello que
le ha imprimido el centro de creación de don-
de emana.
La talla del cuaga es la de un caballo de me-
diano tamaño; su altura hasta el crucero es de
unos cuatro pies. El fondo del pelaje en la ca-
beza y en el cuello es un de oscuro negruzco ; el
lomo, los costados y los muslos son de un os-
curo claro que se debilita y pasa á pajizo hacia
en medio de los muslos ; las* partes internas é in-
feriores son de un blanco bastante agradable. So-
bre el fondo oscuro de la cabeza } del cuello tie-
ne unas rayas de un gris blanquizco que tiran un
poco al color pajizo: el número y la disposición
de estas rayas parecen variar según la edad y
ios individuos. Una linea negruzca se extiende á
lo largo del espinazo y se prolonga hasta la cola
como en el hemíono. *La crin de este animales
corta y tiesa ; su color general está cortado por
manchas blancas correspondientes alas rayas del
cuello.
El cuaga parece ser propio de las partes mas
meridionales del África; habita en las mesetas
de la Cafreria , en donde se alimenta de plantas
crasas y de una especie particular de mimosa.
El cuaga, como los otros caballos, vive en fami-
lias que se mezclan con frecuencia con las banda-
das de zebras. Los viajeros han dado al cuaga el
nombre de Caballo del Cabo, y efectivamente bajo
todos conceptos parece merecer este nombre.
El cuaga se domestica fácilmente i y los colonos
holandeses, según dicen , tienen la costumbre de
criarlos entre el ganado ordinario „' al qué delien-
en particular de lasyenas.
den con valentía, de |os animales feroces, y
La casa defieras de Museo, de París pose-
yó por algún tiempo un cuaga' macho . el cual
rinurió á la edad de diez y ocho 6 veinte años. Al
aspecto de los caballos y de los asnos, el caballo
cuaga repetía varias veces su grito cuaag. Tam-
bién se probó, aunque inútilmente , cruzarlo con
una burra ; pero no debe tampoco considerarse
como decisivo el mal resultado de esta tentativa
aislada.
Caballo Hemíono, Hemíono, VA-
«fuetal ó Dxigguetai {Equus Hcmionus,
Pallas. ). Aristóteles y Eliano habían ya mencio-
nado este animal como distinto del asno salvaje
y del mulo mestizo. Los modernos lo habían per-
dido de vista, cuando Meserschmidt lo reconoció
y lo comparó a) mulo fecundo de Aristóteles. Pero
CAB
Pallas, en una de sus bellas memorias, fué el pri-
mero que lo describió con mucho cuidado, y lo
dio el nombre que se le ha conservado.
El hemíono merece completamente su nombre
por la semejanza que al mismo tiempo ofrece
con el caballo por las partes anteriores de su
tronco, y con el asno por las partes posteriores.
La cabeza presenta la misma mezcla: por su ta-
maño se parece á la del asno , y a la del caballo
por su forma. Lo mismo puede decirse de las
orejas que, un poco mas cortas que las del asno,
se parecen á las.dcl caballo por su corte y su im-
plantación. TJn distintivo que no pertenece á nin-
guna de las dos especies que nos sirven de com-
paración, es la forma de las narices, en el he-
míono sus aberturas forman dos medias lunas
cuya convexidad esta vuelta hacia afuera.
El pelaje del hemíono está formado de un pe-
lo liso y lustroso. El color es casi un blanco uni-
forme en las parles inferiores é internas, y color
isabela en las superiores y externas. En la" parle
externa de los miembros se observan unas bar-
ras largas trasversales de color de isabela pálido.
La crin, que empieza un poco delante de las ore-
jas, se extiende hasta el crucero, disminuyendo
insensiblemente de longitud, y los pelos que la for-
man son de color negruzco ; parece continuarse
en una tira del mismo color que se extiende alo
largo de la línea dorsal , se va ensanchando de
atrás hacia adelante, y, después de haber pasado
délas ancas, se estrecha de repente viniendo á
terminar en una punta encima de la cola. Esta,
en su grande extensión , está cubierta de un pelo
tan liso como el resto del cuerpo , menos en su
parte extrema que forma un pequeño plumero
do crin.
El Hemíono abunda mucho en el país de Cutch
V al Norte de Guzarate. Siendo su carrera mas
rápida que la del mejor caballo árabe, hay que
cogerle por medio de lazos y trampas. Parece que
estos animales podrían domesticarse con mucha
facilidad. El Sr. Dussumier asegura que en Bombay
se han servido de ellos como caballos de tiro y de
silla La vivacidad extrema que parece constituir
el fondo de estos solípedos seria tal vez la mas
grande dificultad que habria que vencer para traer-
los á un estado de domeslicidad ; pero la adqui-
sición de una nueva raza doméstica nos parece
tener demasiada importancia para que se retro-
ceda delante de algunos obstáculos. Los Tártaros
cazan el hemíono para aprovechar la carne y el
cuero.
Caballo montano , Dauw ú Ona-
gra ( Equus montanus , Burchell). Esta especie
que ha sido la última que se ha conocido, parece
que conserv a el medio entre la zebra y el cuaga.
Por sus formas y sus proporciones se asemeja
mas al último, mientras que su pelaje recuerda
mas el ropaje característico de la primera.
La talla del Dauw es poco mas ó menos de 3
pies y 4 pulgadas desde el suelo hasta el cruce-
ro; su longitud es de 4 pies 8 pulgadas. El fondo
del pelaje es de color de isabela en las parles su-
periores, y blanco en las partes inferiores. Toda
CAB
la parte superior del cuerpo está rayada con üs-
tasuegras ú oscuras trasversas bácia adelante y
oblicuas hacia atrás, ramificándose y reuniéndo-
se en particular eu medio del cuerpo. La extre-
midad del hocico es negra , y de este punto par-
ten catorce rayas, también negras, siete de las
cuales se dirigen hacia fuera y se reúnen en la
frente á un número igual de líneas del mismo co-
lor, que parten del vértice déla cabeza forman-
do un ángulo casi recto, y van á formar una es-
pecie de losange con las primeras; las otras se di-
rigen oblicuamente sobre los carrillos y se reú-
nen también, formando ángulo recto, con las lis-
tas que suben de la parte inferior de las mandi-
ladas. Las listas negras del cuello se prolongan
sobre las crines, que sonde este modo blancas
y negras alternativamonte. La última lista del
cuello se divide encima del brazo en un ángu-
lo, dentro del cual terminan tres ó cuatro listas
mas. La cola es toda blanca. Todo el pelaje es
corto y liso, menos las crines y la cola. Las cri-
nes se mantienen tiesas sin que se] inclinen á
ningún lado del cuello, como las del caballo.
El macho se diferencia de la hembra en que
es un poco mas pequeño y en que sus listas
son de un color mas claro. Tanto el uno como el
otro solo tienen castañas en los miembros an(e-
r iores.
El Dauw, lo mismo que sus congéneros, podría
someterse á nuestro imperio , y quizás se podrían
sacar de él las ventajas que se han obtenido en
el Oriente de la domesticación del onagra. Los
miembros del Dauw presentan á la vez todos los
distintivos del vigor y de la ligereza.
El Dauw salvaje habita el Cabo y sin duda una
extensión considerable del África montañosa.
Caballo Zebra , Zebra (Eguus Zebra,
Linn.). La Zebra, por mas que haya dicho Buf-
foa, no es superior al caballo por la belleza
de sus formas, y bajo este respecto se parece
mucho á nuestro" asno doméstico. Su talla , sin
embargo, es mucho mas elevada, y la riqueza
de su piel, que todo el mundo conoce, bastada
solamente para separarlo de las demás especies
del mismo género. El fondo de este pelaje es
blanco con visos amarillentos, pero este color
solo reina debajo del vientre y en la parte supe-
rior é interna de los muslos. En todas las demás
partes su color está rayado por listas, cuya
direcciones perpendicular al eje de la parte que
se observa, excepto en la frente en donde esta di-
rección es longitudinal. El color de estas listas
es rojo en el hocico , y en todas las demás partes
va tomando un tinte oscuro casi negro. El nú-
mero de listas parece ser constante en ciertas
partes del cuerpo : se cuentan 8 en el cuello , 2
encima de la espalda, y \ 2 sobre el tronco; cada
muslo presenta 4 de mas anchas que las demás,
las cuales diseñan muy bien su convexidad. El
resto de los miembros," las orejas, etc. , están
rayados irregularmente de negro y blanco, y el
rededor del hocico es de un color oscuro ne-
gruzco.
El macho y la hembra se asemejan. Los potri-
61
CAB 481
líos nacen con los colores de la especie, solamen-
te que el oscuro es un poco mas bajo.
La semejanza que existe entre la zebra y el
asno hizo creer por mucho tiempo que estas dos
especies podrían cruzarse y dar origen á mesti-
zos. Esta experiencia se intentóla primera \ez
en Inglaterra por lord Clive , quien para lograr
su objeto tuvo que hacer pintar un asno simu-
lando una zebra. Nadie duda que la hembra que
sirvió de prueba hubiese reconocido una super-
chería tan grosera , si la naturaleza no la hubie-
se dispuesto á recibir las caricias de un animal
tan próximo á su especie. Los mismos ensayos
de lord Clive se renovaron en la casa de fieras
de París sin tener que recurrir á ningún artificio:
su unión con un asno español de buena raza
produjo también buen efecto, y al cabo de un
año y algunos dias parió un mestizo que vive to-
davía. Mas tarde, se probó juntarla con un ca-
ballo, á lo que la hembra se prestó sin dilicultad,
pero desgraciadamente murió á los ocho meses
de su embarazo ; el feto tenia las formas del pa-
dre y una parte del color de la madre. Estas ex-
periencias parecen probar que todas las especies
de este género pueden fecundarse entre si, como
se ha dicho anteriormente.
La zebra ha sido considerada por mucha tiem-
po como un animal indomable. Buffou dice, con
otros autores, que se han conocido algunos tiros
de coche formados por animales de esta especie,
pero esto ha sido desmentido. Por lo que toca a
su docilidad se tiene un ejemplo en la hembra que
hemos citado : esta zebra , cogida de muy joven,
habia pertenecido al gobernador del Cabo , era
muy mansa, y se dejaba conducir casi con tanta
facilidad como un caballo bien enseñados # \
Aristóteles y sus comentadores parece que no
conocieron la zebra; sin embargo, este animal
debe haber figurado en los espectáculos san-
grientos de los circos romanos. Felipe cuenta
que Caracalla mató en un solo dia un elefante, un
rinoceronte, un tigre y un hipo-tigre. El mismo
autor nos dice en otra parte que el prefecto del
pretorio, Plaucio, famoso por sus latrocinios ad-
ministrativos, envió algunos centuriones alas islas
del mar Eritreo para apoderarse de los caballos
del sol , que se parecían á los tigres. Estas expre-
siones solo pueden hacer referencia á las zebras.
Diodoro de Sicilia parece que también habló de
este animal en su descripción de los países tro-
gloditas, aunque de una manera muy oscura. Por
lo demás, no es extraño que los Romanos hubie-
sen conocido la zebra, pues, aunque su verdadera
patria parezca ser el Cabo de Buena Esperanza,
la especie se extiende en casi toda el África
oriental , y es muy común en Congo y eu la Abi-
sinia.
CABALLO- VAPOR. El señor Carlos
Renier dice: «que antes de la invención de
las máquinas de vapor, las maquinas de las
fábricas inglesas' eran movidas casi en to-
das parles por medio de caballos. Cuando las
ventajas del vapor fueron conocidas, este fué el
único motor que se empleó en todas las partes en
tomo i.
482 CAB
donde no se pudo disponer de la fuerza de una
corriente de agua, y la máquina de Watt no
lardó en remplazar á]todas las demás que existían
en la época de su invención. Los industriales que
la adoptaron impusieron naturalmente á los me-
cánicos á quienes se dirigieron la expresa con-
dición deque las maquinas que seles entregarían
deberían efectuar el mismo trabajo que el número
de caballos uncidos simultáneamente á las má-
quinas que debían emplear. La fuerza del caballo
tomada de este modo, por cantidad de compara-
ción, en estas transacciones, sirvió para valuar
la fuerza de los motores; su uso pasó á Francia
al mismo tiempo que las máquinas de vapor , y
su adopción fué general. Sin embargo, la fuerza
del caballo es muy variable. Watt que, en sus
cálculos, consideraba la fuerza de los caballos
grandes de Inglaterra, temiendo además quedar-
se atrás en las condiciones que le imponían los
fabricantes que se dirigían á él, le dio un va'or
equivalente á la cantidad de acción que se nece-
sita para levantar 75 kilogramos á la altura de
un metro en un segundo. Este valor es muy su-
perior á la fuerza de un animal , y sin embargo
na sido adoptado por el uso. Por otra parte, de-
be tenerse también presente que el caballo-vapor
conservasiempre una fuerza incesante y continua,
mientras que los caballos solo pueden trabajar
cierto número de horas cada dia. Así podemos
decir que el caballo vapor es un caballo ficticio,
una cantidad de convención. Sin embargo, des-
graciadamente no ha sido aun legalizada por la
ley como las demás unidades, y asi es que con
mucha frecuencia es el origen de algunos plei-
tos.»
€JLBELIiO. Se dá este nombre á los pelos
que cubren el cráneo de la especie humana. En
el artículo Pelo se encontrará todo lo que con-
cierne á la estructura y á la composición de los
cabellos, porque estas consideraciones son co-
munes al conjunto del sistema piloso.
No tan solo los cabellos nos garantizan la ca-
beza de la intemperie de las estaciones , sino que
constituyen uno de los mas bellos adornos de ara-
bos sexos. Sabemos ya la importancia que cier-
tos pueblos atribuyen á su integridad , que en
muchos los cabellos fueron el distintivo del poder
y que, al contrario, cortándolos, se imprimía á
los individuos sometidos con esta humillación un
signo de servidumbre y de degradación.
Los niños nacen con cabellos de longitud y de
color muy diferentes ; en general estos cabellos
son finos y de un color menos subido del que to-
man algunos años después. A la edad de la
pubertad , los cabellos adquieren toda la hermo-
sura de que son susceptibles; en las mujeres to-
man un aumento y una longitud considerables, la
cual les permite trenzarlos , y aumentar con la
belleza del arte su hermosura natural. Mas tar-
do, empiezan á volverse blancos principiando por
las sienes, anunciándonos el progreso de la edad,
hasta que en una época mas adelantada de la vi-
da sus vasos se obliteran , los cabellos enblan-
quecen, mueren y caen, dejando en descubierto
CAB
la parte superior de la cabeza. Entonces solo
queda de ellos una muy corta cantidad , dispues-
ta como una especie dé corona semicircular que
se extiende de una á otra sien. Este estado, co-
nocido bajo el nombre de calmcia , se observa co-
munmente en los hombres, pues es muy raro ver
á las mujeres afeadas con este signo de de-
crepitud.
El color de los cabellos es muy variado: des-
de el blando claro al rubio encendido los mati-
ces son infinitos, y tampoco son menos numerosos
del castaño claro al negruzco subido.
El número de los cabellos presenta muchas di-
ferencias, según los individuos : sin embargo pa-
rece determinado por el color; así es que Wilhop,
que se ocupó en investigar cuantos cabellos en-
contraría en una pulgada en cuadro, contó 790
blondos, 608 castaños y 572 negros. En efecto,
los cabellos blondos son mas finos y mas suaves
que los negros.
El clima influye mucho en el desarrollo del ca-
bello. En Europa el color rubio domina en los
pueblos del norte, y el negro en los del mediodía;
en los climas templados se observan los tintes
intermedios. Los negros del África tienen cabe-
llos finos, lanudos, cortos, negros y crespados.
En fin, las diversas razas y las diferentes tem-
peraturas presentan en la cabellera ciertos carac-
teres que los distinguen.
Las diferentes disposiciones que se ha dado á
la cabellera han variado lo mismo en los pueblos
antiguos que en las naciones modernas; y aquí
debemos hacer observar que estas modas pueden
ejercer grande influencia sobre la salud. Feliz-
mente se ha abandonad.) la costumbre de mez-
clar con los cabellos el polvo unido á las poma-
das : este peinado , que se hacia con tanto tra-
bajo, y perdiendo mucho tiempo, no solo tenia
el inconveniente de llenar la ropa de grasa y de
polvo , sino que la capa espesa que formaba im-
pedía la traspiración del cráneo, y debia ser muy
perjudicial á la salud. El género de peinado que
se sustituyó al precedente, y al que se le dio el
nombre de Tito , reunió á las ventajas de la lim-
pieza y de la comodidad, la de no oponerse á la
traspiración de la cabeza. Hoy dia ni en nuestío
país ni en ningún otro de Europa hay una cos-
tumbre determinada sobre el modo de llevar el
pelo: cada uno lo lleva según su gusto, y las dos
modas que mas prevalecen son llevarlo corto , ó
bien á la romana, esto es corlado en forma cua-
drada sobre la mitad de la nuca, moda que se
va destarrando todos los (lias, para hacer lugar al
uso mas aseado y mas cómodo del pelo corto *.
* «Los Godos y otros pueblos septentrionales tuvieron en
grande aprecio una buena cabellera, y ponían mucho cuidado
en conservarla. Entre las mujeres era una señ;il de virgini-
dad , por lo que las doncellas llevaban la cabeza desnuda y
el pelo ondeante , al paso que las casadas llevaban la cabeza
cubierta.»
«Los antiguos Galos conservábanlos cabellos como un sig-
no distintivo de honor y de libertad , por cuya razón César
mandó cortárselos luego de haberlos subyugado. Los escla-
vos llevaban la cabeza rapada.»
CAB
Los excesos de todos géneros, las pasiones y
las alecciones del alma tienen, unainlluencia mar-
cada sobre el cabello , y asi es que los vemos
encanecer ó caerse antes dé tiempo. Se refiere
que el cabello de Tomás Monis, canciller de In-
glaterra, se volvió blanco en el corto espacio de
de una noche, cuando se le anunció su sentencia
de muerte.
El cabello, lo mismo que las demás partes del
cuerpo, no está exento de alteraciones morbosas.
Los cabellos son susceptibles de una enferme-
dad en la que adquieren, según se dice, una gran
sensibilidad , y presentan otros fenómenos ex-
traornarios : esta enfermedad se llama plica po-
laca. También presentan algunos estados patoló-
» Los eclesiásticos y los que se retiraban del mundo se ha-
cían cortar el cabello", y lo ofrecían á Dios como prueba de su
esclavitud espiritual . /manifestar asi que renunciaban á to-
dos los honores mundanos , prometiendo una absoluta obe-
diencia á los preceptos de Dios y á sus superiores.»
»En otro tiempo se juraba por la cabellera. lo mismo que
ahora por el honor ; y cuando se cortaba á cualquiera era una
señal de desprecio y de ignominia.»
» Los cómplices de una conjuración eran condenados á cor-
tarse mutuamente sus cabellos »
»A los reyes francos se les dio el epíteto de cabelludos ,
porque usaban una cabellera muy larga. Anteriormente la
usaron también los jóvenes romanos que no habian llegado á
la edad de la pubertad. Los eunucos y los sacerdotes de -Ci-
beles se dejaban crecer también el cabello.»
» Los antiguos Francos se cortaban el cabello y se lo dejaban,
solo crecer en la parte superior de la cabeza. Los príncipes
de la familia real eran los únicos que llevaban el cabello lar-
go y flotando sobre las espaldas. Hay algunos autores que
dicen que se conocían por la cabellera los diferentes grados
de nobleza de cada uno. Cortar el cabello á cualquier Fran-
co y sobre todo á un principe era no solamente degradarlo
y separarlo de su familia . sino también excluirlo de la na-
ción y de la clase de ciudadano , pues solo los esclavos lle-
vaban la cabeza raída.»
«Parte de estos usos parece que no fueron exclusivos de los
Francos, pues en España vemos que el coi lar el cabello á
un príncipe leinhabililaba también para reinar. Por esta ra-
zon dice nuestra historia que Ervigio , al intentar derribar
del trono á Wamba.le dio una bebida soporífera que le pri-
vó del sentido por algún tiempo durante el cual le hizo cor-
tar el cabello ; y que al volver en sí Wamba renunció la coro-
na y se retiró al monasterio de Pampliega en donde murió el
año68T.»
«Bajo la primera raza de los reyes franceses, cuando se sa-
ludaba á alguna persona de consideración, no se le podía ha-
cer un obsequio mas fino y respetuoso que arrancarse un ca-
bello y presentárselo ; con cuya acción se le manifestaba ser
su mas rendido esclavo . pues que un hombre al pasar del es-
tado libre al de la esclavitud se cortaba el cabello y lo presen-
taba á su amo ó señor. »
»En el siglovm, los señores dedistincion de Francia hacían
cortar los primeros cabellos de sus hijo? por aquellas perso-
nas de mayor respeto , las que por esta ceremonia eran con-
sideradas como padrinos de los mismos »
»Diodoro de Sicilia dice que Osiris hizo el juramento de no
rasurarse la cabeza hasta que estuviese de vuelta á su- pa-
tria. Y este , añade , es el origen del uso constante entre los
Egipcios de no cortarse los cabellos ni la barba desde el día
que salen de su país. De esto se puede deducir .que los Egip-
cios se pelaban habitualmente la cabeza , como usan toda-
vía muchos Orientales. Erodoto lo asegura positivamente de
los sacerdotes de aquella nación ; y añade que no solo se ra-
paban toda la cabeza , sino también las demás paites del cuer-
po, temiendo profanar el culto de los dioses con alguna su-
CAB US
gicos bastante notables : caen á consecuencia de
enfermedades graves, tales como la tina, el ti-
fus, las erupciones cutáneas que han afectado
principalmente la cabeza , las cefalalgias violen-
tas y pertinaces , etc. , etc. ; y si bien la mayor
parte de las veces vuelven á nacer, son mas finos,
mas claros y mas flojos que los anteriores , y has-
ta después de mucho tiempo no vuelven á su esta-
do primitivo. Para esto es muy útil afeitarlos con
frecuencia durante algún tiempo, y luego que ya
han crecido mas espesos untarlos con alguna po-
mada grasienta.
Con frecuencia, después de largas enfermeda-
des, los cabellos quedan aplastados formando
una especie de fieltro , que sirve de asilo á una
ciedad oculta ó con la presencia de algún insecto nacido entro
el pelo.»
»En cuantoá las mujeres egipcias, parece que conservaban
su cabellera , la que cortaban en forma cuadrada sobre- el
cuello y cubrían con una especie de gorro muy grande.»
»Los Egipcios acostumbraban también á ofrecer su cabel!<>
á los dioses cuando salían de alguna enfermedad peligrosa.»
» Los Judíos estaban sujetos á ciertas reglas particulares so-
bre el modo de llevar el pelo. No se les permitía el cortarlo en
redondo, porque los árabes , los amonitas , los moabitas, les
idumeos y pueblos del Dedan , etc. lo llevaban de esta ma-
nera en forma de corona , á imitación de Baco. En cierta?
ocasiones se les permitía cortarse el cabello como en caso de
lepra , ú otras enfermedades , en el luto ó en tiempo de pe-
nitencia.»
«Entre los Griegos los jóv enesde ambos sexos no se cort;-
San el cabello hasta la época en que entraban en la adoles
cencía. Las jóvenes se lo cortaban la víspera de su matrimo-
nio , y por lo regular lo ofrecían á Diana ó á las Parcas. Los
jóvenes trecenios de ambos sexos consagraban sus cabellos á
Ipolito , el cual habia muerto soltero ; los jóvenes de Mega-
ra dedicaban su primera cabellera á Ifinoe hija de Alca -
too , que murió virgen, los de Siciona á Egea , los déla is-
la de Délos á Ecaergeo y á su hermana Opi , los de Argos y
de Atenas á Minerva , etc.»
» Los jóvenes griegos consagraban por lo común sus prime-
ros cabellos á Apolo ó á Esculapio y á veces á Baco. Teseo
loé el primero que ofreció su cabellera al dios de Delfos , cu-
yo ejemplo fué seguido por todos los jóvenes distinguidos de
Atenas Los Asirios teman una costumbre semejante .ofre-
ciendo los jóvenes sus cabellos, y los mayores en edad la
barba. Los pobres la consagraban á veces á Hércules, ó á
cualquier otro dios adorado en Atenas.»
«Enlos primeros tiempos este uso no era constante , y ve-
mos á varios héroes consagrar su primera cabellera pía- un
voto particular á las deidades que habían tenido un especial
cuidado de su infancia, y muchas veces á los dioses cíe les
ríos. Así es que Aquiles prometió la suya al rio Sperehiosi
volvía sano y salvo de la guerra de Troya ; pero hahiendo des-
pués sabido que debía parecer en aquel sitio , dice Homero
que se cortólos cabellos y los echó sobre la pira de su ami-
go Patroclo. Memnon ofreció la suya al Ifflo.»
»Este uso de los (¡riegos fué imitado por los jóvenes roma-
nos , los cuales orrec ian su primera barba y cabellera á al-
guna deidad. Dion lo cuenta de Augusto, y Suetonio re-
prueba á Calígula el haber admitido esta ceremonia ratijgioM.
J 11 venal habla de las fiestas y convites que se hadan en se-
mejantes casos.»
Muí has veces se contentaban los jóvenes con atar los pri-
meros cabellos á la estatua de la divinidad á la cual los ha-
bian consagrado ; y Pausanias dice que la estatua de Igia
estaba casi enteramente cubierta con las cabelleras que ha-
bían colgado ó atado en ella las mujeres de Siciona.»
«Solamente las bacantes entre las mujeres griegas eran la;
que llevaban el cabello ondeante y sin ningún freno. Las mu
484 C¿B
multitud de insectos parásitos. Entonces se ha
observado mas de una vez que afeitando la
cabeza resultan accidentes muy graves , y es
cierto que si en este caso no se toman todas las
precauciones necesarias para preservarse del
írio, su impresión puede producir una modifica-
ción nociva en la traspiración cutánea , y dar
lugar á accidentes , que no deben temerse si se
tiene cuidado de cubrirse bien la cabeza, y fa-
vorecer su traspiración.
Generalmente las nodrizas creen que deben
respetarse las costras mucosas que cubren la ca-
beza de los niños , y esto es un error. Estas cos-
tras abandonadas á sí mismas, se aumentan
siempre, determinando un rezumo purulento y
fétido de la piel del cráneo, y ocasionando úlceras
chachas se lo ataban sobre la frente ó detrás de la cabeza,
pero las mujeres casadas se lo anudaban ordinariamente
sobre la nuca en una sola trenza que ondeaba sobre los
hombros »
»Los diegos creían que los dioses infernales cortaban un
cabello á los moríales en el instante en que las Parcas cor-
taban también el estambre de su vida. Así es que la muer-
te en Eurípides aparece armada de una espada en actitud de
cortar el fatal cabello de la generosa Alceste para hacer una
víctima consagrada á los dioses infernales. Macrobio recono-
ce una imitación semejante de este pasaje de Eurípides en
Virgilio , lo que indica el uso que había entre los Griegos de
cortarlos ('¿.bellos álos moribundos.»
«Los Griegos acostumbraban acortarse los cabellos como
señal de lulo, y para dar una prueba de dolor exterior. Los
Itomanos adoptaron este uso de los Griegos ; y Dionisio de
Alicarnaso cuenta que lasvírgines y matronas romanas que
asistieron á los funerales de la hija de Virginio echaron sobre
el lecho fúnebre de aquella virtuosa y desgraciada romana
sus cabellos y la venda de que se servia para atárselos.»
«Entre los Romanos vemos que los acusados de grandes de-
litos y los que recurrían al pueblo contra algún opresor se
dejaban crecer la barba y los cabellos en señal de dolor , los
que se corlaban el día en que eran absueltos ó que habían
obtenido justicia.»
«Los filólogos están discordes acerca de! modo como lleva-
ban el cabello los esclavos. Algunos creyeron que se les cor-
taban todos los cabellos , fundados en aquel proverbio griego
de Suidas : tu eres esclavo, y tienes cabellera ? al paso que
otros creen que tamtycn se rapaba la cabeza á los que de
esclavos pasaban al oslado libre , antes de darles el gorro de
la libertad llamado ¡rilcw. Esta última costumbre era fun-
dada en la religiosa ofrenda que hacían de sus cabellos á los
dioses en reconocimiento de haber mejorado su suerte.»
«Los vencedores acostumbraban hacer rapar la cabeza á
los prisioneros en señal de esclavitud'.»
«Por la historia vemos que las damas de Cartago se corta-
ron sus cabellos para hacer cuerdas que faltaban para mo-
ra mover las máquinas de guerra ; y las matronas romanas
hicieron el mismo sacrificio en honor de su patrja y de su
libertad en otro apuro semejante»
«Los antiguos se servían de un hierro caliente llamado ca-
lamistrum para rizarse los cabellos. Entre los Griegos y Roma-
nos solo seguían este uso las mujeres casadas y las jóvenes.
Pero entre los Frigios y entre los pueblos mas celebres por sus
costumbres afeminadas , esta moda era común á ambos se-
xos. Los Sicambrios y los Germanos formaban un solo nudo
en su larga cabellera , el cual era según el testimonio de Tá-
cito su atribulo característico. Este modo de anudar el cabe-
llo pasó á ser un proverbio , y Marcial lo indica con las pa-
labras nodus rheni. Los Armenios, los Sarracenos y algunos
otros pueblos del Asia se ataban los cabellos con varias ven-
das ó cintas en rededor de la cabeza formando una especie
de mitra. Los Partos v los Persa:- llevaban largas cabelleras
CAB
que pueden tener malas consecuencias. Cuando
estas úlceras existen se deben emplear lodos los
medios de aseo posibles , hacer corlar el cabello
si es necesario , cubrir la cabeza conveniente-
mente , y abrir un íontículo en uno de los bra-
zos para suplir á la supuración que se hacia en
el cráneo.
Seria muy fácil citar numerosos ejemplos en
los cuales el cabello ha presentado fenómenos
singulares, sea cayéndose en algunas horas , ó
bien tomando una longitud desmesurada, y al-
guna vez ofreciendo colores diferentes en un
mismo individuo , etc. , etc. Preferimos pasar en
silencio estos fenómenos , para presentar sola-
mente algunos casos en los cuales su modifica-
ción ha parecido convertirse en un medio cura-
ondeantes , como lo vemos en algunas de sus medallas. Los
Árabes , los Abanditas y los Misios, lo mismo que los Curetos
y los Etólios , se cortaban el cabello por delante para que los
enemigos no los pudiesen coger por él en los combates. Les
Galos, según dice Diodoro de Sicilia, llevaban una larga cabe -
llera que lavaban muy á menudo con agua y cal. Los Atenien-
ses que mi itaban en la caballería se dejaban crecer el cabe-
llo ; y lo mismo hacían todos los Lacedemonios , tanto solda-
dos como ciudadanos.»
»Los Medas y los Asirios, según Erodoto , y después de
ellos los Persas los llevaban ensortijados en la parte de de-
lante, y tendidos por los lados sobre los hombros. Los Numí-
das los usaban ensortijados en la parte superior de la cabeza
hasta abajo. Las mujeres atenienses y los hombres afemi-
nados de la misma ciudad rizaban y perfumaban sus cabellos
cubriéndolos con una especie de polvo amarillo. Lucio Vero,
hermano del emperador Marco Aurelio, echaba sobre los su-
yos polvos de oro.»
«En el bajo imperio , los hombres no se adornaban menos
que las mujeres , pues al igual de éstas se ataviaban con di-
jes de oro y piedras preciosas que ponían sobre sus cabellos.»
«Los sabios y filósofos de Atenas y Roma reprendieron con
mucha frecuencia la costumbre de rizarse el pelo , y derla
marón altamente contra los hombres que se desdoraban con
este lujo afeminado. Thucidides mismo no qneria que tos
jóvenes se rizasen el cabello , ni lo llevasen alzado sobre la
frente formando un nudo , como lo usaban las'vírjencs ó don-
cellas. Cicerón, en su arenga pronunciada después de su
vuelta al Senado, señaló á Pisón como un hombre entregado
al vicio con las palabras cincinnatum ganconcm, libutino de
los cabellos ensortijados.»
» Los antiguos conocían también el uso de las pe'ucas ó ca-
belleras postizas , y los Romanos las llamaban yaleri y (jale-
riculi. Se adornaban aveces con otra especie de pellica lla-
mada corymbio, que imitaba el tocado de las vírjenes.»
«No solamente se servían de pelucas para ocultar la falla
del cabello , sino también para presentarse con cabellos de
color diferente para disfrazarse. Calígula llevaba una peluca
y una larga túnica para frecuentar los lupanares , y Mesali-
na, la infame esposa de Claudio, ocultaba bajo una peluca ni
bia su negra cabellera, cuando pasaba las noches en las ca-
sas de poostitucion »
«Las pelucas eran en Roma muy apreciadas , y las lleva-
ban allí de la Germania y de los países septentrionales de Eu-
ropa.»
«Se dice que el arte de teñir el pelo fué inventado por Me-
dea.»
»En España , como en las demás naciones, ha sufrido mil
variaciones el modo de llevar el cabello: últimamente por
una Real cédula del año 1808 , se mandó que todos los em-
pleados en el servicio de S. M. se cortasen el cabello, quehas-
ta entonces se habia usado largo , cuya moda tan úlíl como
económica fué generalmente seguida por todas las clases del
Estado.» {Basttis, Dice, enciélop.)»
CAB
livo. Se Ice cu Morgagni que Vulsalva hizo
sanar un maniático :i aunándole afeitarla cabeza.
Gfimaud aiirma que varias jaquecas pertinaces
han cesado con la precaución de hacer mu> ac>
tivo el cocimiento del cabello, cortándolo" con
mucha frecuencia. Los autores contienen un gran
numero de casos análogos, los cuales prue'ianque
si los cabellos se hallan tan solo dotados de un
débil grado de vida, tienen sin embargo bastante
influencia sobre nuestra economía para merecer
toda la atención del medico.
Este producto natural y particular á la raza hu-
mana ha venido á ser para el hombre un arln ti-
lo (I e comercio de bastante importancia. El pei-
nado parece haber sido en todos los países el
primer adorno de las mujeres; el arle de pci -
narse fué llevado por los antiguos hasta el extre-
mo, y tanto en Grecia como en Roma las muje-
res suplían su falla de cabello con cabello posti-
zo. La invención de las pelucas también se re-
monta á una grande antigüedad : Thicrs supone
que se hace mención vade ellas en el veis. \ i del
cap. ni de las profesias de Isaías ; oíros hacen
remontar su antigüedad al tiempo de David, de
cuya uso suponen se hace mención en el ver. t3
del cap. xix del libro de los Reyes. Antes de la
invención de las pelucas , se cosían cabellos alr
rededor de los casquetes (pie llevaban los hom-
bres para preservarse del frío y para ocultar la
calvicia.
El comercio de cabello al presente ha tomado
una grande importancia, habiendo mercaderes
que lo venden al por mayor á los peluqueros.
Aquellos lo compran en bruto , es decir, tal cual
está después de haberlo corlado; luego lo su-
jetan á todas las preparaciones necesarias para
hacerlo propio al uso, preparaciones que aun-
que apenas se reduzcan sino á limpiarlo, no de-
jan de ser bastante numerosas y complica-
das. Los que preparan el cabello tienen 6 ú 8
especies de cardas diferentes, compuestas de
púas de acero mas ó menos gruesas, ó mas ó me-
nos largas , bastante parecidas á los rastrillos
que sirven para peinar el cáñamo ; hay algunas
que están cubiertas de una especie de casquetes
guarnecidos á veces de puntas de acero , y otras
de cepillos. Durante el curso de las diversas ope-
raciones , los cabellos se van igualando, y cuan-
do se encuentran algunas hebras de color dife-
rente, se van separando con mucho cuidado. Los
cabellos que no tienen al menos de \'á á 17 pul-
gadas de largo se deben rizar, y para esto se ro-
llan en moldes de unas 3 pulgadas de longitud ,
cubriéndolos después con papel fuertemente ata-
do con bramante. Con estos paquetitos se forma
una especie de rosario atándolos uno Irás otro ,
y se hacen hervir; luego se ponen á secar lo
mas pronto posible , v no se desenvuelven
hasta después de haberlos tenido algún tiempo
dentro de estufas. Los cabellos rubios y los blan-
cos, que son los mas caros y los mas delicados,
se secan exponiéndolos al sol en la hora de su
mayor fuerza.
Para que se pueda hacer un buen uso del ea-
CAB 48/i
bello, debe haber crecido al abrigo del aire, y
no haber sHo nunca crespado. Así un pelo (pie no
haya sido {demasiado peinado es el mejor, y por
eso el pelo de las mujeres campesinas es él que
circula mas en el comercio. El cabello del Norte,
siendo mas suave y mas fino, es mas apreciado,
pero el del Mediodía es mejor para rizar.
El comercio de cabello se ha hecho conside-
rable en Europa desde que la moda ha impues-
to casi una necesidad de usar pelucas y dejar
un adorno natural , cómodo y de ningún gasto,
para tomar otro (pie tiene precisamente todas las
calidades opuestas. La Francia empezó á intro-
ducir en la España esla moda ; allí se cuentan
casi por millones los que consumen cabellos del
reino y se proveen del extranjero. Son inmen-
sas las sumas del valor á que suben las expor-
taciones de las pelucas que se hacen en Francia,
y sobre lodo en Paris , para proveer á las nacio-
nes vecinas que las aprecian bastante.
Se llaman cabellos vivos los que se cortan de
la cabeza de los vivientes y aun de los difuntos;
se llaman cabellos muertos los que han caído por
alguna enfermedad, ó los que se han arrancado
peinándose. Los peluqueros usan de unos y otros,
aunque los primeros se supongan sin compara-
ción mejores que los segundos.
Vauquelin, que ha analizado los cabellos, se
ha convencido de que los diversos colores (pie
ofrecen son debidos á la presencia ó la ausencia
de un aceite colorado. Así, los cabellos negros
son colorados por un aceite negro bituminoso y
un poco de sulfuro de hierro ; los rojos , por un
aceite rojo ; los rubios , por un aceite aun menos
colorado; los blancos no Contienen ni aceite co-
lorado ni sulfuro de hierro. Los cabellos rojos,
rubios y blancos contienen un exceso de azufre
que les da la propiedad de ennegrecerse con los
óxidos y las sales metálicas, sobretodo los de plo-
mo y de piala. Todas las composiciones, tanto
liquidas como sólidas, vendidas por los peluque-
ros para teñir las patillas, la barba y los cabe-
llos encierran nitrato de plata, albayalde ó mi-
nio, asociados siempre con un poco de álcali. La
materia que ennegrece es , pues , sulfuro de pla-
ta ó sulfuro de plomo (pie se forma alrededor y
en el tejido córneo de los cabellos.
El comercio de cabello en España es muy in-
significante; porque las mujeres en nuestro país
no tienen la costumbre de cortárselo, como suce-
de con las de algunas otras partes de Europa.
Las Españolas tienen un grande apego á su cabe-
llo, porque constituye uno de sus principales
adornos ; además que el cabello de nuestro país
es de muy mala calidad á causa de la costumbre
que tienen las mujeres de llevar siempre la ca-
beza descubierta , en particular nuestras campe-
sinas.
La recopilación del cabello puede decirse que
se hace en Francia, Alemania, Suiza, parle de
la (irán Bretaña y en Italia. Las mujeres de es-
tos países y en particular las de la clase pobre
comercian con su cabello, y como se lo dejan
crecer cou el objeto de venderlo cuando es bas-
486 CAB
tante largo, se lo cuidan con mucho esmero, lle-
vándola cabeza siempre cubierta , para que des-
pués tenga mas valor. El clima del Norte es tam-
bién mas favorable al cabello que el del Medio-
día.
Este producto mujeril ha hecho que una por-
ción de especuladores recorran todos los años es-
tos países para comerciar con este articulo. Ellos
mismos hacen el ajuste de la cabellera de una
mujer , la cual cortan después de haber conve-
nido en el precio. Luego de hecha la recolec-
ción , el cabello pasa á las capitales en donde se
limpia y se prepara para la expendicion.
Paris es el punto de centralización de este ra-
mo de industria , y puede decirse que surte á to-
da la Europa, salvo muy raras excepciones. No-
sotros nos proveemos de este artículo en Francia,
y también nos llega de Alemania y de Suiza en
cantidad bastante considerable. Por lo que toca
á la España las únicas provincias que producen
algún cabello son Aragón y Navarra; sin em-
bargo su cantidad es muy pequeña.
Con respecto á la preparación del cabello na-
da tenemos que aprender de los extranjeros. Es-
ta industria se halla muy adelantada en las prin-
cipales ciudades de España, y Barcelona puede
competir bajojtodos conceptos tocante á la confec-
ción de pelucas con las mejores fábricas de Paris.
CABIAIi. Se da este nombre á una prepa-
ración de huevos de varios pescados salados,
pero mas particularmente los del esturión , que,
para ello son mas estimados que los de los car-
pos y de algunos otros ciprinos.
El cabial se prepara sobre todo en Rusia de la
manera siguiente: en los parajes de la pesca del
esturión, en particular, que empieza en noviem-
bre , ponen unas pipas en pié quitándolas el
fondo superior , y colocando en su lugar un ta-
miz de alambre muy fino, en el cual estregan
los huevos del pescado en el momento que se
los extraen ; dé este modo se sepera el tejido ce-
lular , y caen dentro los granitos ó parenquima,
que forman su masa, sobre los cuales (reunida
ya una porción) echan encima sal fina , y con-
tinúan sucesivamente esta operación hasta que
la pipa está llena; vuelven después á poner la
tapaá cada pipa, la que dejan expuesta al sol.
Los granitos , que al principio de dicha opera-
ción, eran de color de plomo, se vuelven de
negro rojizo , cuando el cabial está en estado de
poder entrar en el comercio.
El cabial forma una masa lo mas comunmente
bastante análoga al jabón verde de Hamburgo
por el color y por la consistencia; su olores pe-
netrante y un poco amoniacal ; su sabor es acre
y picante.
Se preparan , en Rusia sobre todo de donde
se exportan muy grandes cantidades , diferentes
especies de cabiales y por diversos procedimien-
tos con huevos de varios otros pescados , como
los de carpa , por ejemplo, que dan un Ca-
bial rojo, según lo observa Belon , con los de
sollo, brema, salmón, etc.
Hay otra especie de cabial , llamado Cabial
CAB
prensado , porque, después de haber puesto los
huevos en una fuerte salmuera y haberlos hecho
secar, se echan en un tonel en donde se com-
primen fuertemente.
Los huevos de esturión escabechados forman
un ramo de comercio considerable: la sola ciudad
de Astracán en las riberas del mar Caspio ex-
porta muchos centenares de toneles de ellos.
Fueron Italianos los primeros que trajeron de
Constantinopla en Francia y en Inglaterra esta
sustancia alimenticia bajo la denominación de Ca-
viale. La Rusia hace exclusivamente hoy día
el comercio del cabial en el Volga y en los rios
que en él desaguan. Se observan en los mer-
cados de San Pétersburgo masas tan volumino-
sas de cabial que parecen al primer aspecto
grandes masas de nieve cubiertas de un poco de
polvo.
El cabial es muy buscado en la Rusia , la
Turquía, una parte de la Alemania y de la Ita-
lia, pero este manjar apenas es conocida en
Francia ni en España.
Según el obispo de Senez, Sr. Beaujeu , los
Rusos aprendieron de los Griegos la manera de
hacer el cabial; porqne, dice él, se ama menos
el aceite de España; el vino de Alemania y la
manteca de Flandes de lo que seestimael cabial
en Grecia.
El cabial se come con pan , y también sirve de
condimento para los alimentos. Es de un gran
j-ecurso para los Moscovitas en razón de sus tres
cuaresmas. Parece contribuir á la frecuencia de
las enfermedades cutineas y del escorbuto entre
los habitanies de las orillas del Báltico , y, como
todas las salazones, no puede ser sino contra-
rio á los individuos de estómago irritable , cuya
constitución es seca ,que están dispuestos á las
enfermedades inflamatorias y nerviosas, ó que
padecen afecciones orgánicas.
El cabial ha sido recomendado como medica-
mento. Papón refiere que en el Levante hase
aplicado sobre los bubones pestilenciales; pero
particularmente ha sido empleado en los casos
de apépsia, de dispepsia , de agenesia , etc., so-
bre todo en los viejos y en los países calientes.
Debe sin duda á la sal , de que está impregnado,
la acción eminentemente estimulante de que
goza; pero se concibe que pueda ser, en razón
de su misma acritud, con mucha frecuencia mas
nocivo que útil.
CABLE. Maroma muy gruesa y larga por
lo regular de cáñamo ,. que servia para tener asi-
da el ancla principal de la nave , antes de inven-
tarse las cadeoas de hierro para el mismo uso.
De consiguiente se distinguen dos especies de
cables, los de cuerda y los de hierro. El uso de
estos últimos, si bien adoptado desde una época
muy reciente,se hace cada dia mas general.
Los cables de cuerda se fabrican con la mate-
ria textil mas común de cada país : en Europa ge-
neralmente se emplea el cáñamo, excepto en al-
gunas partes de las costas del Mediterráneo en
donde emplean el esparto ; casi en todo el Orien-
te se sirven de la corteza fibrosa de la nuez de
CAB
coco á la cual dan el nombre de queir (y en in-
glés coir) , y en las tosías del mar Rojo los fabri-
can con los (¡lamentos de las hojas de palmera.
Los cables de cáñamo constan de tres cuerdas
reunidas en una y torcidas en sentido contrario á
su primera torsión; para ser buenos deben hacer-
se con las primeras hebras del cánamo. La impor-
tancia de los cables , de los cuales depende la
seguridad de los buques y de sus tripulaciones,
exige que se fabriquen con el mas gran cuida-
do, y la mayor parte de las potencias maritimas
han "publicado ordenanzas muy severas respecto
á su construcción. Las principales disposiciones
prescritas en Inglaterra se hallan contenidas en
un decreto del parlamento, expedido en el 25°
año del reinado de Jorge III (1785).
Para hacer un cable, después de haber forma-
do los ramales (del modo que se explicará en el
artículo Cordelería) , se sirven de palos que al
principio se pasan entre los ramales , y después
entre los torzales de que se forma el cable , para
que unos y otros rueden mejor y se entrelacen
con mas regularidad ; al mismo tiempo , para
impedir que no se entorchen al hilarlos, se sus-
pende á la extremidad de cada torzal y de cada
ramal un peso de plomo ó de piedra. Cuando el
cable está hecho y torcido como se debe, se;
destuercen tres ó "cuatro vueltas para que lo i
restante quede mejor.
Los cables demasiado torcidos se rompen con
facilidad. El número de hilos de que se compone
cada especie de cables guarda siempre propor-
ción con su longitud y diámetro , y por éste pue-
de calcularse su peso y su valor.
Un cable de tres pulgadas de circunferencia,
que corresponde á una de diámetro , se compone
de 48 hilos regulares, y sobre este cálculo se han
formado las dos tablas que el Sr. Aubin ha in-
cluido en su Diccionario de Marina , para hacer
conocer una y otra operación , y que creemos útil
insertarlas en éste con la instrucción práctica,
para conocimiento de las personas que se dedican
al comercio marítimo, que arman buques por
su cuenta . que los fletan , y que aseguran ó em-
plean su dinero en cambios maritimos.
Tabla del número de hilos de que deben componerse los ca-
bles en proporción de su circunferencia desde 3 á 20 pul-
gadas, y desde 48 hasta 1943 hilos..
Pulgadas.
s
I
10
11
iiibs.
48
77
121
114
238
311
393
485
.".98
Pulgadas.
12
13
14
15
16
h
18
19
«0
Hilos.
699
821
952
1693
1244
1404
1574
1754
1943
CAB 487
rencia y ver cuantos hilos debe tener á propor-
ción de ella; después se multiplica por cuatro el
número de los hilos; cada hilo de la longitud ne-
cesaria para hilar el cable de la dimensión de-
terminada, debe pesar casi 4 libras, y el producto
de la multiplicación dará á conocer aproxima-
damente el peso del cable ; asi es que un cable
de 20 pulgadas de circunferencia , que como se
ha visto en la tabla anterior debe tener 1943
hilos, pesará 1772 libras, y esto debe entenderse
de un cable nuevo que no ha sido aun embreado.
Tabla para valuar el peso de un cable jwr su circunferencia .
Pbso.
Peso.
Pulgadas.
litros
Pulgadas.
Libras
3
192
12
2"96
4
308
13
3284
rj
484
14
3808
6
696
15
4372
1
95Í
16
4976
8
1244
11
5616
9
1592
18
6296
10
1940
19
7016
11
2392
20
7772
Para encontrar por medio de esta tabla el pe-
so que puede tener un cable de cierta longitud
determinada, de 110 á 120 brazas de largo , es
preciso medir el grueso del cable por su circunfe-
Por las dos tablas precedentes se puede tam-
bién conocer cuantos hilos se necesitan para
cada ramal según el espesor que se le quiere
dar: por ejemplo, por un cable compuesto de
tres ramales, que se quiera hacer de 18 pulga-
das de circunferencia, se pondrán 550 hilos en
cada ramal , teniendo presente que si se quiere
hacer un poco mas apretado de lo regular, sal-
drá mas corto y mas delgado; y al contrario, si
se quiere hacer mas flojo, saldrá ma> corto y
mas grueso.
La adopción de las cadenas de hierro para
servir en vez de los cables ha sido muy impor-
tante para la marina, siendo debida en gran
parle á los esfuerzos del capitán Samuel Broun,
de la marina real Inglesa , quien solicitó un pri-
vilegio de invención para la construcción de la
especie particular de cadenas que él propuso pa-
ra sustituir á los cables. Si alguna cosa debe ad-
mirarnos es que se haya tardado tanto tiempo
en recurrir á este expediente.' Hace ya «algunos
siglos que se empleaban unas cadenas llamadas
cadenas de fondeadlas cuales se amarraban á los
cables sumergiéndolas con ellos á algunas bra-
zas debajo del nivel del agua, para precaverse de
que el enemigo pudiese corlarlos; pero no se ha-
bía atinado en hacer cables todos de cadenas de
hierro. En los fondeaderos pedragososy enlrelos
corales los cables de cuerdas se deshilan muy
pronto y están expuestos á romperse al cabo de
pocas semanas , y á veces de pocos días. En la
relación del viaje de Bougainville se encuentra
un ejemplo de esto. Este hábil navegante perdió
seis anclas en el espacio de nueve dias; «Lo que
no nos hubiese sucedido, dice, si hubiésemos
estado provistos de algunas cadenas de hierro.
Esta es una precaución que los navegantes no
deben olvidar nunca, y mucho mas cuando em-
prenden semejantes viajes.» Este libro fué pu-
blicado en 1771 , y sin embargo hasta cuarenta
488 CAÍ
años después no se trato do poner en práctica
aquella preciosa recomendación.
Hay diversos modos de construir los cables de
hierro, que no indicaremos, porque no tratamos de
hablar aquí de los pormenores de está fabricación
nidcscribirlas diferentes especies de cadenas que
se emplean ¡i manera de cables. Solamente dire-
mos que antes de hacerlas servir se prueba su so-
lidez por medio de una máquina que los hace re-
sistir un esfuerzo mucho mas considerable que la
fuerza absoluta de los cables que están destina-
das á remplazar. Por este medio los constructo-
res se aseguran de que no existe en la cadena
ningún eslabón defectuoso , y es una cosa suma-
mente rara el romperse ningún cable de hierro
mientras que funcione. El gran peso de esta espe-
cie de cables contribuye junto con su propia solidez
á impedir que se rompan, porque el peso se opo-
ne constantemente á su perfecta tensión, y atrae
el buque en sentido contrario de la fuerza impul-
siva (viento ó corriente) que obra sobre él. Los
cables de hierro, de distancia en distancia, tie-
nen un mallon de tornillo que se saca con facili-
dad, y permite al buque separarse de su ancla en
menos tiempo del que se necesitada para cortar
un cable de cuerda.
Los cables de hierro, como lo dejamos dicho
arriba, son mucho mas fuertes que los decá-,
ñamo , y en cuanto á su duración no admite
comparación ninguna, así no debemos admirar-
nos del rápido abandono de los cables de cuer-
da. La marina militar y la generalidad de la ma-
rina mercante inglesas emplean ya no masque
cables de hierro. En Francia no se está todavía
tan adelantado : de cinco ó seis cables de cuerda
entregados á los grandes buques de guerra, tres
solamente han sido remplazados por dos cadenas
de hierro ; los buques mercantes , y en particu-
lar los de gran porte , que emprenden largos
viajes, casi todos usan cables de hierro.
En España, lo mismo que en las demás nacio-
nes marítimas, los cables de hierro han sustituido
á los de cuerda , y nuestra marina de guerra, y
casi toda la mercante ya no usan mas que ca-
denas, que, en general, nos vienen de Inglaterra,
pues como aquella nación posee un sin número de
fundiciones y sus hierros son muy abundantes,
puede dar este producto mucho mas barato que
ningún otro país de Europa.
Las dos principales fábricas de jarcias de
nuestro país, en las cuales se hilaban los mejo-
res cables, son las de D. Severo Soler y D. Juan
Calvez, establecidas en la Barceloneta. Estos es-
tablecimientos proveían de cables á todos los
puntos marítimos de España y Ultramar, y á los
buques tanto mercantes como de la armada. Hoy
dia esta industria ha decaído completamente y
apenas se fabrica un cab'e de cáñamo desde
que la marina ha adoptado las cadenas de hierro.
Las fábricas de los señores Soler y Calvez pue-
den competir bajo todos conceptos con las del
extranjero, y además tienen la ventaja deque
nuestros cáñamos siendo de mejor calidad que los
de los otros países para la fabricación de toda
CAB
clase de jarcias, resulta que los cables espa-
ñoles son de mucha mas duración , que los ex-
tranjeros.
No hay buque mercante por inferior que sea
que no tenga tres cables, es decir, el cable
maestro, que sirve para el ancla llamada espe- .
rauta , el cable regular, y el cable pequeño. La
longitud mas regular de estos cables es de UO á
120 brazas.
Los cables tanto de hierro como de cáñamo sir-
ven también para levantar pesos muy conside-
rables, por medio de grúas, cabrias, ruedas,
etc. Se llaman cables por lo regular las cuer-
das que tienen hasta tres pulgadas de circunfe-
rencia.
En término de marina cable significa una me-
dida de UO brazas en razón de su longitud; así
es que cuando se dice que un buque está fondea-
do al ó 3 cables de tierra, debe entenderse que
está ala distancia de 240 á 300 brazas de ella
Según la Dirección general de Aduanas y
Aranceles, en 1850, la importación de. cables de
cadenas de hierro fué:
De Inglaterra .
Francia. . .
Otros puntos.
Total.
11.23T quintales.
1,015 »
1.022 »
16.334
CABRA., Capra. Género de mamíferos ru-
miantes con cuernos, fundado en los caracteres
siguientes: treinta y dos dientes distribuidos en'/8
incisivos, °%o caninos y 6-6 | 6-6 molares; cuer-
nos dirigidos hacia arriba y atrás, comprimidos
trasvcrsalmente, que pueden existir en losdos se-
xos y que se encorvan en derlas variedades
domésticas; intervalo de las narices desnudo ;ore-
jas levantadas y medianas (largas y pendientesen
algunas razas domésticas) ; falla de lacrimales y
de surcos sub-orbitarios ; lengua fina al tactor-
cuerpo bastante esbelto; piernas robustas; falta
de poros inguinales , y tan solo brochas en las
-muñecas; mamas en número de dos; cola corta.
Su pelaje está compuesto de pelos de dos espe-
cies , unos muy tinos y suaves ocultos por los
otros, que son mas largos y lisos. El labio inferior
con frecuencia está guarnecido de una barba , y
algunas veces también de dos apéndices cutá-
neos parecidos á unas glándulas que cuelgan de-
bajo del cuello.
Las cabras guardan muchísima relación con los
carneros , y del cruzamiento de las diferentes es-
pecies de "que se componen ambos géneros han
resultado algunos mestizos jefes de las razas per-
petuadas, que ocasionan una confusión inmensa
en las historia de estos animales.
Buffon , queriendo reunir en un tipo primitivo no
tan solo las cabras conocidas en su tiempo sino
la mayor parte de los antílopes y carneros, aca-
bó de confundir la materia. Imaginándose que
los cuernos de la hembra del revezo se parecen
á los de la gamuza, lo que tampoco es exacto,
sentó por principio quó la permanencia de las
CAB
formas ilc la hembra constituía la especie; que,
al contrario , los machos sujetos á toda clase de
degeneraciones, podían producir una infinitad
de razas y variedades; que asi, en la especie
cabra, el revezo representábala variedad mas-
culina como permanente y la gamuza la varie-
dad femenina. El sabio y e.vacto Pallas, uno de
los mas grandes zoologistas que lian existido,
pero mucho menos conocido que el Sr. Bullón,
pulverizó todas eslas extravagantes paradojas.
Lo mismo aquí que en la historia del buey y del
caballo es necesario abandonar al gran escritor
para consultar á la naturaleza. En ella encontra-
remos cuatro ó cinco especies de cabras bien
marcadas, de las cuales dos ó tres fueron el ori-
f;cu de las distintas variedades constantes que
os hombres se han apropiado.
Todas las cabras en el estado salvaje habitan
las montañas mas elevadas, viviendo en los limi-
tes de las nieves eternas. Reducidos á la domes-
ticidad , estos animales conservan una inclina-
ción decidida por los lugares escabrosos cubier-
tos de arbustos, en los cuales trepan y saltan con
una sorprendente agilidad. Su carácter domi-
nante es el de la independencia, y al reunirse con
el hombre no se han convertido en sus esclavas
tímidas : su petulancia y su orgullo natural ce-
den al afecto y á las caricias, y nada pueden
sobre ellas la fuerza y la violencia. La educación
desarrolla su inteligencia á igual grado que la
del perro, y muchas veces se ha conliado la niñez
del hombre á buenas nodrizas escogidas entre las
cabras domésticas , las cuales no solo se han ali-
cionado á las criaturas , sí que hasta se preten-
de que llegaron á comunicarlas parte de su ca-
rácter inquieto y dulce al mismo tiempo. Así
los poetas que nos describieron, en las bu-
cólicas, las costumbres de los pastores colocan
a estos animales, con respecto á las afecciones y
á la intimidad de sus héroes agrestes, en un
punto mucho mas adelantado que á ningún otro
individuo del rebaño.
Las cabras en el estado salvaje se reúnen en
rebaños numerosos, y como los caballos mar-
chan conducidas por un macho viejo, llabitan en
Europa , Asia , África y hasta se ha observado
una especie en América; se alimentan de jerbas
y cogollos, y paren dos individuos cada vez.
Cabrat silvestres.-
Cabra Egagro, Cabra de bezoar
•rieutal . Cabra salvaje , Kicaicr»
( Capta JEgaqrus, L.). Según dice Cuvier , esta
cabra es el origen de todas nuestras cabras do-
mésticas, y asi es que Taveroier que la observó en
sus viajes la llamó Cabra salvaje. Esta especie
se distingue en sus cuernos corlantes en su par-
te anterior, muy largos en el macho, cortos y á
veces nulos en la hembra ; estos cuernos son de
un color ceniciento oscuro, y todo el animal es
de un gris rosado con un linea dorsal negra que
termina en el extremo de la cola.
Esta cabra habita principalmente en el Cauca-
ba
CAB 489
so, en laPersia y en los montes Himalaya que
coronan una de las regiones mas elevadas del
Asia. Los bezoares que en otro tiempo gozaron
de tanta reputación en medicina , se sacaban
verosímilmente de muchos animales , pero pare-
ce que los mas apreciados procedían del egagro,
el cual es probablemente el Paseng de los Per-
sas. Casi podría creerse que antiguamente vivieron
algunos egagros en los Pirineos, y que dejaron
por descendientes una variedad de cabras de mu-
cha talla de las cuales se encuentran todavía al-
gunos individuos en la mayor parle de los reba-
ños sirviendo de guías, que son muy queridos
del pastor. Estos guías, que todos hemos tenido
ocasión de observar, no dejan de admirar siem-
pre por su marcha majestuosa , el orgullo de
su mirada, la belleza de sus proporciones, la
enormidad de sus cuernos en ambos sexos, y
cierto aire de confianza que les caracteriza sin
quitarles nada de su aspecto dulce y atractivo.
Estas cabras, según dicen, existen aun en la
Suiza.
El egagro es el que sobre todo producía anti-
guamente los bezoares orientales. — V. Bezoar.
Cabra Carnuza, Cabra montes ,
Carnuza, Kevezo ( Capra Jbex, L. ). Esta
«especie habita las grandes cordilleras de las
montañas del antiguo continente, hallándose tam-
bién en los Alpes , en los Pirineos, en los Apeni-
nos, en el Tirol y Jura, en las montañas Je la
Siberia, y quizás en la cordillera del Líbano , en
el Tauro y en algunas montañas del norte del
África. Se reúnen en pequeños rábanos compues-
tos de un solo macho y muchas hembras que per-
manecen unidas hasta" la época del parto^ ó sea
hasta el abril ; la cópula se verifica en otoño, y Ja
gestación dura unos ciento sesenta días. Tienen
cuernos negruzcos dirigidos oblicuamente hacia
atrás y hacia los lados describiendo una curva
bastante regular ; su cabeza es bastante corta lo
mismo que la cola ; los ojos de un grandor media-
no, vivos y centellantes; las piernas secas y delga-
das; el pelo un tanto vario según las estaciones,
siendo en general de un gris leonado en las par-
tes superiores, y de un blanco sucio en las de
debajo ; una faja negra corre á lo largo del espi-
nazo hasta el borde de la cola , siendo visible so-
bre todo en invierno en cuya estación disminuye
el color pardo del cuerpo ; la barba es de un ne-
gro narduzco. Las dimensiones tomadas de un in-
dividuo macho procedente de Suiza dieron desde
el extremo del hocico hasta la base de la cola una
longitud de cuatro pies seis pulgadas, y otras
seis pulgadas la cola. No obstante ser muy aman-
tes de la libertad, son muy susceptibles de domes-
ticarse cuando cogidas jóvenes. Pueden copu-
lar con nuestras cabras y producir individuos
mestizos, (pie conservan ordinariamente los co-
lores del padre y los cuernos de la madre. Esta
mezcla se verifica á veces entre los individuos
salvajes y las cabras que están paciendo en las
montañas que aquellos frecuentan.
Nada hay comparable á la ligereza de este ani-
mal. Huyendo al través de los precipicios, diri-
tomo i.
490 CAB
ge todos sus movimientos con una exactitud in-
creíble, y con ia rapidez del rayo. Es de un vi-
gor tan flexible que por medio de un descanso
repentino puede romper los saltos rectilíneos ó
parabólicos con los cuales roza las puntas de gra-
nito mas agudas y hasta los ventisqueros. Brin-
cando de un pico á otro , le basta una punta en
donde pueda juntar los cuatro pies , para caer á
plomo de una altura de veinte metros y permane-
cer en equilibro ó arrojarse instantáneamente
sobre otros picos inferiores ó mas elevados. Ol-
fatea el cazador mucho antes de verle , y cuando
éste , instruido por la experiencia de las sendas
del revezo, cree haberlo acorralado contra un
punto cualquiera, en donde no hay ni hielo , ni
pico de roca, aun así el cazador queda burlado,
porque su victima con la cabeza entre las piernas
<le delante se precipita al abismo, presentando
siempre las puntas desús cuernos a la caída pa-
ra amortiguar el golpe. Otras veces temiendo la
caída se dirige de repente hacia al cazador con la
velocidad de una flecha, lo derriba, y se le escapa.
La carne de esta especie es poco usada , en ra-
zón de su olor fuerte y de su saber montesino,
pero fortiiiea mucho á los cazadores que pueden
comerla.
La sangre de revezo se empleó durante mucho
tiempo en medicina: los cazadores Suizos la reco-
gían para venderla «á los boticarios; su uso se ba-
ila hoy abandonado lo mismo que el del bezoar del
egagro.
Se mira como una variedad de esta especie la
Cabra, db Siberia (Ibex alpium sibericarum, de
Pallas) j la cual cuando sea mejor conocida pre-
sentará sin duda caracteres sulicienles para cons-
tituir una nueva especie.
El Cáucaso produce otra especie de revezo ó
/ cabra salvage, Cabra del Cáucaso {Capra cau-
cásica), cuyos cuernos presentan la singularidad
que, siempre de tres caras, forman una curva
dexeinte y ocho pulgadas en el macho, y son
derechos y no pasan nunca de la longitud de las
orejas en la hembra. La talla y las (lemas propor-
cionas son á corla diferencia como las del revezo;
las partes superiores del cuerpo de un pardo in-
tenso , con las inferiores blancas; la cabeza agri-
sada, y la circunferencia de la boca negra.
El señor Federico Cu\ier describe, bajo el nom-
bre de Cabra be íNúbia ( Capra nnbiana ), una es-
pecie que habita en Núbia -y Arabia, y que se
distingue en los cuernos delgados, de dos pies
y medio de longitud /comprimidos hacia dentro,
redondeados por defuera y que presentan de doce
a trece nudos. Sus formas" son mas graciosas que
las del Ibex, y también es mas ligera; su color
leonado claro mezclado de pardo , principalmen-
te sobre los flancos, espaldas y miembros ante-
riores ; línea dorsal y cola negruzcas, y la bar-
ba enteramente negra.
Cabras domésticas.
Estos animales se hallan en el diaen lodos los
puntos de la tierra, aunque en ciertos lugares
CAB
presentan diferencias bastante notables para que
se las haya mirado como formando parte de mu-
chas variedades distintas, de que pronto nos
ocuparemos, debiendo decir primeramente algu-
na cosa de la Cabra coman, que es la mejor co-
nocida de todas las demás y la que nos interesa
de un modo mas directo.
Esta especie se halla en toda Europa como tam-
bién en algunas partes del nuevo continente en
donde se han establecido losEuropeos. Pareceque
ya fué reducida á la domesticidad desde los pri-
meros tiempos de la civilización , y no obstante
esto ha perdido poco de sus facultades, y hasta
ha conservado en todas partes su carácter va-
gabundo y caprichoso. Ama mucho la soledad y
le gusta trepar por los lugares escarpados. «Tie-
»ne de la naturaleza, según dice Buflbn, mas
«juicio y mas recursos que la oveja ; a i ve guslo-
»sa con el hombre y se familiariza con él muy
«fácilmente; es sensible á las caricias y capaz
»dc cobrar afecto; es también mas fuerte , mas
«ligera, mas ágil y menos tímida que la oveja. »
Solo á fuerza de mucho trabajo se puede reunir á
las cabras y conducirlas en rebaños, y lo mas que
un hombre puede guiar en uno de éstos son cin-
cuenta. Cuando se las conduce mezcladas entre
carneros marchan siempre ala cabezadel rebaño,
y si se las deja, solo por inclinación, lo dirigen
hacia los sitios elevados por los cuales trepan
con facilidad.
Los machos son muy fogosos en la época de los
amores, en cuya ocasión se baten entre sí con
mucha obstinación , sin que casi nunca se les
vea atacar á ninguna hembra. Esta puede en-
gendrar á la edad de diez y nueve ó veinte
meses, pero los frutos de estas uniones precoces
son débiles y defectuosos, por lo que es mejor
esperar que linos y otros hayan alcanzado los dos
años. El macho es ya viejo á los cuatro ó cinco
años, y así cuando se quieren tener individuos pa-
rala generación deben escogerse jóvenes, es decir
de unos dos años á corla diferencia; su talla debe
ser grande, el cuello corto y carnoso, su cabeza li-
gera, el pelo negro, espeso y suave, y su bar-
ba larga y bien poblada. Las hembras regu-
larmente entran en zelo en los meses de setiem-
bre, octubre ó no\iembre; entre ellas apenas hay
elección, haciéndolas cubrir átodas; su gestación
dura cinco meses, y á principios del sexto pa-
ren dos pequeñuelos , á veces uno, y hay oca-
siones en que paren tres y cuatro , aunque esto
sucede muy rara vez. Los cabritos maman cinco
ó seis semanas. Jamás se conservan todos; unos
se comen durante su lactancia , los otros se cas-
tran , y los que salen mas robustos se conservan
para padres. Los cabritos castrados se mezclan
con las cabras y machos viejos que ya están fuera
de servicio y que sirven para engordar. Aun cuan-
do las mas de las veces se comen mientras son muy
jóvenes , su carne nunca es tan buena como la
del carnero, á no ser en los climas calientes en
que la carne de ésle es sosa y de mal gusto. El
olor fuerte del cabrito no procede de su carne si-
no de su piel.
CAB
En las comarcas calientes no so tienen pesebres
liara estos animales, pero entre nosotros no po-
drían resistir al rigor del invierno en algunas
provincias, y por lo misino tienen que recogerá
en un lugar" cubierto. No obstante, son mas ro-
bustos v menos susceptibles <jue los carneros, de
modo que pueden hacerse salir algunas horas
aun en los dias de frió. En la primavera no
tienen necesidad de pajaza , pero nunca debe fal-
tarles en invierno, porque la humedad les perju-
dica considerablemente.
El macho cabrio se une con la oveja y con
la gamuza: el producto de l* primera de
e-tas uniones, que es el solo, cumieido , es
un hídrido inlecundo, y en cuanto a la segunda
como nunca se ha visto verificada , hasta se du-
da de que realmente ha\a tenido lugar jamás.
Huflbn consideraba á las cabras domésticas como
pertenecientes á la misma especie que las mon-
tesas y la gamuza , pero todo el mundo sabe en
el dia que ésta es un animal del todo diferente,
formando parte de un género distinto , y que el
otro, aunque del mismo género, difieresin embar-
co de estos animales como también del egagro,
que es un tipo salvaje , por caracteres bien mar-
cados.
Los países en los cuales estos animales ofrecen
mas ventajas son aquellos cuya configuración
del suelo es quebrada, y en donde se hallan
muchos terrenos incultos. En los países fértiles
y cultivados, se les considera como una plaga;
íiav varios parajes en donde no se les permite
salir al campo sino en trailla ó bozal , pues sj
carácter vivo y caprichoso se aviene muy mal
con los hábitos del gran cultivo; es imposible
hacerlas pacer en rebano y reunidas como los car-
neros, pues siempre se dispersan, dañan á laseo-
sechas, destruyen los valladea cuyos brotes tier-
nos comen, y matan los árboles haciendo saltar
su corteza con los dientes ó con los cuernos.
Si se quieren criar cabras sin tener que sufrir
los inconvenientes que acabamos de señalar, es
menester adoptar el régimen de criarlas en esta-
blos á lo que se avienen con mucha facilidad.
Con todo , es menester reconocer que en los
países cultivados, salvo muy raras excepcio-
nes , las cabras deben ceder el lugar a las otras
especies domésticas. Si bien los cuidados del
hombre parecen ser muy poco necesarios á estos
animales, tambieu es cierto que sus productos uo
le son muy ventajosos.
Varios agrónomos distinguen cuatro razas en
las cabras domésticas, caracterizadas por la lon-
gitud v el color de su pelo; mas es probable que
estas pretendidas razas sean simples variedades
que podrían reducirse ádos, las de pelo largo, y
las de pelo raso, á méuos que la naturaleza del
pelo sea tan solo debida á la costumbre de tener
el animal al aire libre ó en apriscos demasiado
calientes. Es constante que nuestra cabra . so-
bre todo si vive en las provincias del mediodía,
naturalmente se cubre de pelos mas largos y
espesos al aproximarse el invierno. 1
CAB 491
habiendo alcanzado su entero desarrollo á prime-
ros de febrero ó marzo, desde cuya época ha>i i
el abril y mayo empieza á caer. El cuello, el
vientre y las partes anteriores son especialmen-
te los parajes en que abunda; su grosor , textura
y resistencia tienen mucha semejanza con el her-
moso vello de la cabra de Cachemira, y como
ésta es susceptible de trabajarse, con el bien
entendido que siendo mas corto se emplea para
chalecos, sombreros ligeros y para la trama de
los chales. Mas , debe saberse que el animal pa-
dece si se le quita el vello durante los meses <!e
noviembre y diciembre , debiendo aguardarse
para hacer ésta especie de esquileo los meses <!e
marzo , abril y mayo. Las cabras blancas dan
mavor cantidad de "pelo que las negras; las jó-
venes dan poco y su cantidad disminuye sensi-
blemente á proporción que el individuo envejece,
no debiendo creerse lo que se dice de que su can-
tidad es mas abundante cuanto mas se peine la
calna.
Este animal come impunente todas las plantas
venenosas que dejan los otros animales dormírt-
eos; se contenta con una comida grosera, pero
está expuesto á padecer enfermedades.
Las cabras son de fácil manutención y dan
bastante producto : su estiércol es mas caliente
que el de las ovejas , y su carne, aunque inferior
a la de éstas, no por ésto deja de ser buen ali-
mento; su leche es sana y abundante, y los médi-
cos la ordenan muchas veces á las personas cu-
yo estómago se halla en mal estado. Aunque es-
ta leche no sea bastante grasa para que permití
extraer buena manteca, sirve con lodo para fa-
bricar quesos muy sabrosos. Las cabras n
permiten mamar á sus pequeñuelossino tai
á los de otras especies, y, como es sabido, no es
raro encontrar niños que no han recibido otro
alimento que la leche de estos animales.
El pelo de las cabras sin hilar lo emplean los
tintoreros para fabricar lo que llaman rojo de bor-
ra, como lo es igualmente en laconleceion de som-
breros; pero cuando este pelo está hilado sir\e
para hacer varios tejidos. La piel que conserxa
el vellón se emplea en algunos países para hacer
vestidos, y cuando se le ha quitado este vellón
pasa a las "manos de los zurradores que la tra-
bajan de diversos modos, para hacer pergamino,
marroquin, cuero para calzados etc. El sebo de
cabras tiene los mismos usos que el de carne-
i ros, y antiguamente se reputaba dolado de diver-
sas virtudes.
El Sr. Loeuilliet distingue entre las cabras do-
mésticas , las tres razas siguientes : la cabra co-
mún; la cabracachemira y la cabra de Angola. *
* Según el Sr. Desmarest , además de las razas <¡ue
describimos, resoltan las variedades siguiente?: adtirliendo
desde luego que ti nías pueden cruzarse entre sí dando pio-
íhu tos fecundos.
Cvbkv i>k Coi.ovreiv [Capra columbiana, Desm... Esla ¡r/i-
rece formar una especie distinta, pero ni está bien co-
nocida , ni se sabe de cierto si debe permanecer en
I ñero ; es la Aupicupra americana de Desmarest, que habita
doso guarnece y protege alus pelos nacientes 1 en algunas partes de la America septentrional. Esta
492 CAB
Cabra Cabrón, Cabrío, Cabrón,
Cabra común, Macho cabrío (Vapra
II ir cus , L.). Esta variedad se encuentra en toda
Europa y en todos los países mas lejanos adon-
de han ido los Europeos á establecerse , parecien-
do que solo ha sufrido ligeras modificaciones. El
macho se llama Cabrón ó Macho cabrío, la hem-
bra Cabra, y los individuos no adultos Cabritos,
prescindiendo de su sexo. El macho por la parle
de delante tiene dos pies y dos pulgadas de
altura; su longitud desde la punta del hocico
hasta el ano es de cuatro pies á corta diferencia;
las orejas rectas y largas de cinco pulgadas;
los cuernos muy largos comprimidos y arrugados
es algo mayor que la oveja con la cual tiene algunos puntos
de semejanza ; sus cuernos son negros , de cuatro a cinco
pulgadas de largo y encorvados hacia atrás , teniendo una
pulgada de diámetro en la base ; el cuerpo está cubierto de
pelos largos , sedosos , amarillentos y mas suaves que los de
la cabra ordinaria.
CABRA EGAGRO CARNERUNA , CABRA DE NEPOL ( CapTü
(egagra arieiina , Desm. ) Esta cabra , que ha sido figura-
da y descrita en la hermosa obra de Cuvier , habita en la lu-
dia al pié de los montes Ilimalayos.
Cabra egagra enana , Cabra enana. {Capra agagra de-
prcssa, Erxlebcn ) . Cabra enana ó de cuernos rebajados de
liuRun. La altura del macho en el crucero es de veinte y dos
ulgadas , y la de la hembra solo de diez y ocho ; son natu-
pralcs del África de donde han sido trasportadas á la América
y á otras partes , con lo que han experimentado diferentes
alteraciones , habiendo disminuido mucho su talla.
Cabra egagro de Juda, Cabra de Judv o Juida de Bu-
ffon [Capra (egagra reversa) . Se halla en Juda en el Áfri-
ca. El macho presenta bastante similitud con la cabra sin
cuernos, aunque es mas pequeño y de menos eleva-
ción sobre sus piernas ; sus cuernos blanquecinos , gran-
des y muy aplanados , se apartan de la cabeza divergiendo y
torciendo una vez y media sobre sí mismos ; el pelo sedoso
de su cuerpo es bastante largo y fino , y las mas veces de
color blanco ; su polo lanoso es extremadamente fino y sua-
ve. De la parte posterior de la cabeza hasta la cola se ex-
tiende una especie de melena Lrmada de pelos mas largos.
Cabra dgujro Membrina, Cvbrv Membrina ( Capra ¿ega-
gra Membrina, Gm.). Estaraza es poco conocida ; tiene su
nombre de la montaña Mambrea ó Manrea situada en la par-
te meridional de la Palestina en las cercanías del Hcbron , y
se cree que existe también en todo el bajo Egipto y en las
Indias orientales.
Cabra egagro sin cuernos [Capra wgagra acera , Desm.)
El cabrón sin cuernos dé Cuvier pertenece á esta varie-
dad : frente derecha con la protuberancia quo forma el nú-
cleo de los cuernos en las otras razas apenas visible y en es-
tado depuro rudimento; orejas derechas como en las ante-
riores , y el cuerpo cubierto de pelo muy largo y sedoso ,
son los distintivos de esta variedad que abunda mucho en
España. Nótese que en todas las otras razas existen ciertos
individuos enteramente faltos de cuernos en los dos sexos ,
mas no pueden confundirse con los de que tratamos por los
otros caracteres que acabamos de exponer.
Cabra déla Tebupa , Cabra del alto Egipto [Capra
thébaica , Desm. ). Según Cuvier, el macho que es de esta-
tura mediana, tiene la testera excesivamente bombada yse-
parada de la frente por una hondura ; la mandíbula inferior
alargada de modo que excede de mucho á la superior ; las
orejas muy largas y planas , y carece de cuernos , ó los tiene
muy pequeños.
Cuvier ha reunido y colocado en el mismo género con el
nombre de Cabra montes con melenas de África un animal de
este continente que algunos autores consideran como un an-
tílope.
CAB
trasversalmente, sin que describan un arco re-
gular , sino que al principio suben en línea rec-
ta sobre el extremo de la cabeza y luego se en-
corvan de lado hacia atrás. Las hembras á las
cuales se ha reservado mas particularmente el
nombre de cabras, solo se diferencian del macho
en su menor talla, en los cuernos mas pe-
queños, menos comprimidos y mas regularmen-
te arqueados hacia atrás en su longitud, fallando
á veces enteramente en algunos individuos. Por
otra parte tienen también el pelaje compuesto
de dos especies de pelos, unos largos, exteriores,
menos recios que las crines del caballo á las
cuales se parecen , formando mechones pendien-
tes , y otros mas cortos bástanle claros y menos
finos, ocultos por los primeros. Su color ordi-
nario varia del negro al blanco , siendo algunas
veces pardo , amarillento ó enteramente leona-
do. Ciertas razas presentan debajo del cuello unas
prolongaciones de la piel ó borlitas que se tras-
miten por medio de la generación. Los cuernos
varian en número; por lo regular tienen dos,
pero á veces se encuentran cuatro y hasta cinco,
pudiendo por una rara contraposición desapare-
cen enteramente en otros individuos.
El poder prolífico del macho es admirable: en
un dia puede sallar veinte y cinco , ó treinta ca-
bras con la mayor facilidad. Con el objeto de no
agotar sus fuerzas y obtener mayores productos,
no se le deben hacer saltar mas que ciento cin-
cuenta ó doscientas hembras durante toda la
estación del zelo de las cabras. Este período
comprende unas seis semanas del mes de octu-
bre y de noviembre. Durante este tiempo para
que el macho pueda conservar sus fuerzas se le
ría avena , y hay quien les da también un poco
de vino.
Teniendo la cabra al lado del macho, puede
entrar en zelo en lodos los meses del año; pero
su fecundidad es mas segura cuando se aguarda
para su unión la época natural de los zelos ,
que se manifiestan en octubre , y como la gesta-
ción de la cabra , lo mismo que la de la oveja ,
dura cinco meses, resulta que el parto se verifi-
ca en marzo , época en la cual se puede empe-
zar á dar algún poco de yerba nueva a las bes-
tias cuando acaban de parir.
Salvo las hembras que se dejan para la cria ,
todos los demás cabritos se matan para el con-
sumo al cabo de tres semanas.
Las cabras conservan su leche durante seis ó
siete meses, y las hay que pueden dar tres ó
cuatro libras diarias , haciendo dos extracciones
al dia. Los machos castrados empiezan á engor-
darse para la matanza á la edad de un año y
medio.
Las cabras reciben los mismos alimentos que
las ovejas: forrajes artificiales, raíces, salvado,
etc.; comen con gusto él orujo, y las hojas de vid,
casi en todas partes sin uso, se recogen duran-
fe el tiempo de la vendimia y se reservan para
el invierno. Eslas hojas se conservan en cubas
colocándolas por capas fuertemente comprimi-
das; cuando la cuba está llena se mantiene;; las
CAB
hojas apiladas y apretadas por medio de plan-
chas cargadas de piedras , después se esparce
ñor encima una poca de agua, a iin de sustraer
la masa al contacto inmediato del aire. Estas ho-
jas por si solas forman un alimento insuficiente ,
pero mezcladas con otras sustancias alimenticias
sirven de gran recurso.
El Sr. Loeuilliet dice que la producción de
la leche se ha observado algunas veces en el ma-
cho de la cabra, y no hace mucho que en el Mu-
seo de historia natural de Paris se vio un macho
que gozaba de lodos los atributos de su sexo, y que
además estaba provisto de un par de tetas cons-
tituidas y desarrolladas como las de una cabra.
La leche que este macho producía con abundan-
cia tenia todos los caracteres de la leche ordi-
naria.
Este hecho , á la verdad excepcional , pero
que ya se ha visto otras veces , no solamente en
el macho cabrío sino también en machos de
otras especies, indica que la secreción de la le-
che depende esencialmente de la existencia y
del desarrollo del órgano que la produce; de
modo que para provocar esta secreción en las
hembras , no seria indispensable ni la concepción
ni la reproducción de la especie. En apoyo deesta
observación citaremos una práctica singular muy
antigua, y cuyo conocimiento nos hasido conser-
vado por Aristóteles. Esta práctica tiene por objeto
determinarla secreción déla leche en las cabras
machorras. Consiste en producir una excitación en
la región mamaria , golpeando la ubre con un
manojo de ortigas cuatro ó cinco veces al día
por espacio de una semana ; entonces las san-
gre afluye, las tetas se hinchan , y apretándolas
de cuando en cuando con la mano , se obtiene al
principio un licor sanguíneo que va tomando po-
co á poco los caracteres de la leche. Esta secre-
ción , entretenida por la ordenación y un alimen-
to proporcionado, no experimenta ninguna inter-
rupción , como sucede con las cabras que se ha-
cen cubrir todos los años.
Aun hoy dia en algunas partes se conserva la
costumbre de encerrar un macho cabrío en las
cuadras ó establos para que absorba los aires da-
ñinos ó impuros que podrían causar á los reba-
ños enfermedades funestas. Este no es mas que
el papel que desempeñaba el cabrio emisario de
la Biblia.
No es positivo que la presencia de este animal
produzca el útil efecto que de él se espera ; pero
es bien cierto que el cabrío particularmente en
el tiempo de su brama exhala un mal olor que le
es característico , mas propio para producir que
neutralizar el aire maligno cuyos efectos se te-
men.
La carne de Macho cabrío es morena, dura ,
y de un olor fuerte y desagradable, difícil de di-
gerir, muy corroborante por otra parte para aque-
llos que pueden resistirla; particularmente está
en uso entre los Escoceses y los habitantes del
país de Gales , quienes salan y ahuman los mus-
los de este animal. La de los machos cabrios cas-
trados ha sido con mas frecuencia usada , y en
CAB 493
efecto merece la preferencia. Gesner babla de
un manjar llamado Klobwurst , que los alemanes
preparan con su hígado.
Las propiedades médicas atribuidas por los an-
tiguos á casi todas las partes de este cuadrúpe-
do , han sido desmentidas por la práctica y las
luces de la ciencia. Según ellos , la sangre" era
tan activa que se la creia capaz de disolver el
diamante, y con mucha mayor razón moler la
piedra en la vejiga , y curar un sin número de
enfermedades , entre "otras la pleuresía; su grasa
era recomendada en muchísimos casos é intro-
ducida en varios remedios nervinos ; á su mé-
dula, su hiél , sus excrementos , su orina , su hí-
gado , la ceniza de los pelos, sus concreciones
biliares, etc., se les atribuían virtudes especia-
les.
El uso alimenticio del Cabrito está mucho mas
extendido que el del macho cabrío: la carne de
este animal, la de los individuos hembras sobre
todo, ó machos castrados , es tierna, delicada,
agradable al gusto, fácil de digerir , análoga en
fin ala de cordero. El cabrito era uno de los man-
jares favoritos de los antiguos y sobre lodo de los
pastores; en los festines de que babla la Biblia se
veia siempre á su carne hacer|el adorno de las me-
sas. Se hacia servir también en los sacrificios. Ate-
neo da un lugar al cabrito en su descripción de
los festines de la Grecia : los mas estimados eran
los de los valles aromáticos del Ática y de Sici-
lia; según Juvenal , los de Tívoli y de la campi-
ña de Roma eran muy buscados.
La carne de Cabra es poco estimada, aun-
que los antiguos la hayan usado, y sea emplea-
da á veces por los modernos , y que proceden-
te de un animal bien cebado sea bastante sa-
brosa. Plinio observa que el uso de esta carne
disponía á las calenturas, y Hipócrates dice que
la epilepsia era mas común en la Libia, en donde el
principal alimento de los habitantes era la carne
de cabra; los antiguos querían que los sacerdo-
tes se abstuviesen de comerla.
La leche de cabra es muy usada, y merece
serlo por su abundancia como por sus calidades:
menos serosa que la lecha de burra , menos es-
pesa que la de vaca , parece tener el medio en-
tre las dos; su sabor es agradable, y, aunque
produzca una manteca incolora y poco sápida,
sirve en algunas -localidades para formar exce-
lentes quesos. Hase preconizado su digestibilidad,
superior en efecto á la de la leche de vaca para
algunos estómagos ; su utilidad en las enferme-
dades de pecho , en los niños sobre todo , reco-
miendan alimentar entonces al animal de plantas
dulces y salubres. Unos la han considerado como
ligeramente astringente, otros como propia pa-
ra dar á los niños que la usan una actividad par-
ticular. El suero de cabra es también , según so
dice, mas aperitivo que el de vaca, y por es-
to ha sido preconizado contra la gota, el escor-
buto y las obstrucciones. Algunas veces se ha
querido hacer medicamentosa la leche de cabra,
alimentando al animal de plantas particulares,
dándole purgantes , practicaudo s^bre él fric-
194 CVB
cioncs mercuriales ó haciendo otros ensayos, que
merecen lijar la. atención de los prácticos.
En cnanto á las propiedades medicamentosas
atribuidas taml)ien por los antiguos á la sangre ,
á la grasa, etc. , de la cabra, son las mismas
que las del macho cabrío, cotí un poco menos
de energía.
Cabra Ggaffi'O «le Angara, Cabra
«le Angora iCnpra, sEtjagra angorensis, Geni)
Se encuentra en las cercanías de la ciudad de
Angora en el Asia menor. Su largo pelo sirve de
materia primera para la fabricación de los teji-
dos conocidos con el nombre de camelotes , sien-
do comunmente de color blanquecino, rizado y
contorneado á manera de tirabuzón.
Esta cabra no se peina sino que se esquila
completamente. Su pelo, si bien es mucho menos
lino <pie el vello de la cabra de cachemira, es
muy buscado en todo el Oriente.
La cabra de Angora originaria de la Turquía
asiática parece susceptible de conservarse sin
alteración en nuestro pais.
El Sr. Polomieau habia creído (fue esta raza
cruzada con la cabra de cachemira produciría
mestizos cuyo vello seria mas abundante que el
de la raza de Cachemira, y mas uno que el de la
cabra de Angora. Los experimentos que el señor
Polomieau hizo sobre este particular coronaron
su pre\ision. El vello producido por un animal
salido de un primer cruzamiento cachemira y an-
gora tenia doble longitud ,• y mucha mas elasti-
cidad que el de cachemira puro. Según el señor
Ternaiix, este nuevo producto, en razón de sus
calidades especiales, hubiera podido servir pa-
ra la fabricación de los tejidos mas superiores
(¡ue se han conocido hasta el día. Desgraciada-
mente este experimento fuá abandonado , y los
últimos resultados nos son desconocidos.
Cabra Egag'ro que ala lana . Ca-
bra «le Cacl&emira ( Capri, jEgagra laní-
gera, Desm.). Sus cuernos, rectos y muy aplana-
dos, están torcidos cu espiral y son divergentes, y
sus orejas son anchas y coleantes. Su hermoso
pelo sedoso forma en gran parte los tejidos de
Cachemira, en los cuales parece que se mezcla
el pelo de camello. Se ha observado que en
el acto de la cópula el macho no despide el me-
nor olor. ■ J .
La cabra de Cachemira se'Uama también Ca-
bra del Tibet, porque se cree que la raza se
ha formado en este pais frío y elevado , y en don-
de se encuentran numerosos rebaños ele su es-
pecie. No solamente existe en el Tibet en la
pendiente septentrional de los montes llimalaya,
sino que se encuentra también en los estepas de
la Tartaria, entre los Kirghis del Oural , los Kal"
mucos , etc.
Lleva el nombre de cachemira, que es el que se
le ha conservado, no porque osle animal exista
en la provincia de este nombre , sino porque esta
raza produce el vello que se emplea en la fabri-
cación de los tejidos y telas llamadas cachemira.
Se la llama cabra de Cachemira, lo mismo quede-
c irnos camero merino.
CAC
Si el uso de los chai -s de cachemira dala tan
solo de la época de la expedición de Bonaparte al
Egipto, el origen de la primera materia emplea-
da para la fabricación de estos preciosos tejidos
no fué bien conocida en Francia hasta el año
1819, en que el Sr. Ternaux célebre fabricante
introdujo en su país un gran rebaño de cabras de
Cachemira.
Esta raza es de una talla mediana y sobre todo
se distingue en la naturaleza de su pelaje. El
ropaje es generalmente blanco, compuesto de dos
clases de pelo : él uno recto, largo y tieso; y
debajo de éste' hay otro mas corto , pero mas tino
y sedoso. Con este segundo pelo , que se llama
vello, se fabrican los verdaderos chales de la
India.
El vello destinado á proteger los animales
contra el frió nace en setiembre y cae en abril.
En esta época es cuando el vello se recoge pei-
nando los animales con escarpidor de púas muy
largas. Cada bestia se peina tres ó cuatro veces
en el espacio de ocho ó diez dias. Las mejores
cabras producen de 200 á 250 gramos de vello.
CAI8ISI DOS. Nombre de un excelente pes-
cado de la isla de Tenerife.
CABlSIUiA. Pescado de los mares do
América , bueno para, comer.
CABRO. Nombre de un grueso gusano ó
larva de la Nueva-Gália de! Sud , que se encuen-
tra en la madera carcomida, y sirve, á pesar
de su olor insoportable, de principal alimento á
muchas poblaciones acostumbradas á vivir de in-
sectos, los cuales han recibido el nombre de Ca-
bro-gal.
CACAIiSA, cacalia. Género de plantas de
la familia de las sinantéreas, sección de las co-
rimbíferas de Jussieu, y de la singenesia poliga-
mia igual de Linneo. Los caracteres que se le
reconocen son involucro cilindrico , oblongo ,
simple ó revestido de pequeñas escamas en su
base; llósculos tubulosos y hermafroditos; recep-
táculo desnudo , aquenas terminadas en un vila-
no de pelos simples.
Este género esta esparcido en casi todas las
partes del mundo , pero cada una de las especies
no se encuentra sino en un distrito bastante li-
mitado. El Sr. De Candolle lo ha dividido en va-
rios géneros , colocados en la tribu de las sina-
cionideas. En Europa solo se encuentran cuatro
especies:
Cacalia «le los Alpes ( Cacalia alpina,
L.). Se encuentra con bastante frecuencia en los
lugares pedregosos , húmedos y sombríos de los
Pirineos, de los Alpes, del Delíinado , de la Sa-
boya y en los Vosges. Casi enteramente lisa, con
tallo simple; hojas separadas, pecioladas , te-
nues, cordiformes y dentadas; llores en cor-
rimbo irregular ; brácteas lineares ; involucro li-
so , de color rojizo que contiene de 3 á • llores
purpurinas dos veces mas largas que el involu-
cro.
Cacalia con hoja blanca {Cacalia
leucophyla, Wild. ; Cacalia tomentosa, 1L; Ca-
calia hybrida, Will. , Dauph. }. Crece en los lu-
caí:
gares peilragosos del Dellinado, de la Provcnza,
\ en los Alpes de la Saboya. Tallo simple y de
*0 a lo pulgadas de altura;- hojas pecioladas" ca-
si en forma de riñon , rodeadas de dentellones
mas angostos y aproximados que en la ospecie
anterior ; llores en conmbo redondeado y recio,
cada involócro encierra de \'á á 20 flores. Un
veHo algodonoso reviste toda la superficie de la
planta.
Cacalia pctasita í Cacalia petasita ,
Lam. ; Cacalia hirsuta, Wild.; Cacalia alliaria;
(roñan; Cacalia tomentosa, Aust.). Esta espe-
cie es intermedia entre las dos precedentes , y
de ella se distinguen dos variedades: en la una
el peciolo de las hojas está en su. base dilatado
en un ancho apéndice redondeado ; en la otra el
p 'ciólo esti desnudo.
Cacalia sarracena ( Cacalia sarracé-
nica, L.; Senecio cacaliaster, Lam.). Esta planta
se «asemeja á la yerba cana : su tallo, de la ele-
vación de una vara, es sencillo liso y anguloso;
sus hojas son numerosas , lanceoladas , puntia-
gudas, un poco descubiertas, dentadas en sus
bordes , casi enteramente lisas, de 6 á 7 pulga-
das de largo, y dedos á tres de ancho; flores
de un amarillo* muy pálido, y en corimbo termi-
nal.
En la Co .:hinchina y en la China se emplea en
cataplasma, como emoliente y resolutiva , la Ca-
calia bulbosa [Cacalia bulbosa, LourJ. La C\-
CAüm de Klein [Cacalia Kleinia , L. ) , que tie-
ne él porte de una euforbia carnosa , crece en las
Canarias, en la India etc. , y en este último pais
se da el polvo y el cocimiento de sus hojas contra
la lepra y el reumatismo. Forskal dice que en
Arabia los* tallos de su Cvcalia olorosa (Caca-
lia ociara), puestos sobre las ascuas , dan un va-
por agradable , útil en la viruela , y que los de
su Cacalia colgante [Cacalia péndula}, llamada
Kaad, calentadas también sobre las ascuas, dan
un zumo empleado contra los dolores de orejas.
La Cacalia inclinada ( Cacalia procumbens,
Lour.) es comestible en China, etc. Rédio ase-
gura que el cocimiento de la Cacalia de hoja de
Cerraja ( Cacalia sonchifolia , L. ) , que á veces
se cultiva en los jardines en razón de sus hermo-
sas hojas de color de sangre, es mirada como
antifebril , y que se usa su zumo mezclado con
azucaren las enfermedades intestinales. En nues-
tros jardines se cultiva con frecuencia y mucha
facilidad la Cacalia Ficoide ( Cacalia Ficoides ,
L. ) , de tallo perenne y carnoso, hojas oblongas ,
algo comprimidas , adelgazadas de uno á otro
extremo, muy jugosas y con poquísimas libras.
Llámase vulgarmente Balsamo, porque el vulgo
aplica sus hojas machacadas para curar las he-
ridas.
CACAO. Fruto de las especies del género
Teobroma, perteneciente á la familia déla bitne-
rienas De Candolle, bitneriáceas de Brown , y
malváceas de Jussieu, y de la poliadelfia decan-
dria de Linneo.
El género -Teobroma ( Theboroma ) compren-
de árboles que todos crecen en la América ecua-
CAC 495
torial, en medio de bosques que los protegen
contra la violencia de los vientos; su aspecto
agradable tiene mucha analogía con el de nues-
tros cerezos. Sus hojas {jeneralmente son gran
des , muy enteras , algunas Veces dentadas , pro-
\i>las de pequeñas estipulas caducas. Sus flores,
tan pronto solitarias como agrupadas, nacen en
los sobacos de las hojas, ya sea en el tronco ó en
los gruesos ramos; de estas flores se ven algunas
descogidas en todos tiempos del año, pero su epo
ca na [orales en las inmediaciones de los solsticios.
Mucho antes del descubrimiento de la América
por los Europeos , los Indios habían cultivado es-
te árbol. Los Caraibes lo llamaban Cacao, y los
Mejicanos Cacalioaquailt ; estos últimos daban
el nombre de Cacahoatla\ fruto, y sabían ya tos-
tarlo para preparar una bebida que llamaban
Cliacolatl, del que nosotros hemos hecho Chocola-
te. Linneo bautizó á este género con el nombre de
Theobroma, que significa alimento divino ó manjar
de los dioses, para expresar la importancia de
las semillas que sus especies producen.
Hay muchas especies de Teobromas, que to-
das producen semillas que tienen las mismas
propiedades, y sirven por consiguiente para ha-
cer chocolate : solamente su calidad es la que di-
fiere algún tanto, de donde resulta que , en el co-
mercio , se acostumbra bastante á mezclarlas.
Todas estas semillas contienen un aceite que se
espesa naturalmente y que toma entonces el nom-
bre de Manteca de cacao, eu razón de su seme-
janza con la verdadera manteca, tanto por su
color como por su consistencia.
El Sr. Boitard dice que no cree que el cacao
del comercio pertenezca únicamente á la sola
especie Teobroma Cacao , como pretende el autor
del Diccionario clásico de historia natural , aña-
diendo que tiene la certidumbre de que cana es-
pecie produce semillas de calidades diferen-
tes. *
Según el Sr. Boitard , cultívansc en las Antillas y en
algunas partes de la América continental , ademas del Teo-
broma Cacao , las siguientes espedes :
Teobromv bicolor , Cvcvo Bicoi.nu ( Teobroma bicolor ,
Humb. y BonpI.>. Árbol do 10 á 12 pies ron ramos exten-
didos; pecíolos de una pulgada de largo; hojas de un pié
de longitud. oWongas ú ovales-oblongas . acuminadas, un
poco sinuoladas . do siete pezones , venios en la parte su-
perior , blanquizcas en Ja parte inferior, oblicuamente cor-
diformes en sn base ; estípulas cortas, lanceodas-subuladas.
Flor pequeña de color do púrpura oscuro en cimas axila-
res \ solitarias. Fruto de seis pulgadas de largo, leñoso ,
oval -globuloso, pentágono, sedoso y r>,
Esta especie por si sota forma bosques inmensos en los
valles de Colombia y del Brasil , en donde los Indios la co-
nocen con el nombre de Racar>. También se cultiva al pié
de los Añiles de ouidin, aunque su semilla, una tercera
parte déla cual se mezcla en el cacao común, no sea de
una calidad muy excelente. La pulpa amarilla que la rodea
tiene un sabor agradable, y con la corteza leñosa del fruto
se construyen vasitos y otros utensilios de ajuar.
Teobroma peí \ Gtnm [Theobroma guianensis, Wflld.l
Árbol de 15 pies , con los ramos cortos é inclinados. Hojas
cortamente pecioladas , de 8 pulgadas de largo , oblongas ,
acuminadas , sinuoladas-dcnticuladas , lisas por la parte,
superior , y algodonosas por la parte inferior ; estípulas pe-
496 CAC
Los teobromas solo pueden cultivarse en Euro-
pa en invernadero muy cálido, y como objeto de
curiosidad ó de estudio botánico , y en este caso
se les puede conservar tratándolos de la misma
manera que al árbol del café.
Estos arboles es menester cultivarlos en las
colonias en una buena tierra , que sea ligera, ni
demasiado seca ni demasiado húmeda, y en una
exposición al abrigo de los grandes vientos. A
esta clase de árboles se les destinan ordinariamen-
te los terrenos nuevamente desmontados, y en
sus intervalos se plantan bananas , con el objeto
de resguardarles contra los ardores del sol du-
rante su juventud. Se les dan labores tan profun-
das como se puede; deben ser sembrados espacio-
samente , porque su raíz principal conviene que
entre verticalmenle en la tierra, lo cual les es ab-
solutamente necesario para resistir á los fuertes
huracanes, y alas grandes sequedades que afli-
gen los países intertropicales , únicos en que esta
especie de árboles pueden cultivarse con utilidad.
Para sembrarlos deben enterrarse sus simientes
luego de cogidas, porque pierden su virtud ger-
minativa al cabo de algunos dias. Se pueden
sembrar en criadero si se quiere ; pero en este
caso es menester depositar la semilla en unas
pequeñas canastas de juncos , las cuales se tie-
nen enterradas á la sombra hasta que la planta
haya llegado á ocho ó diez pulgadas de alto, que
quenas y caducas. Flor amarillenta , en hacecillos caulina-
res y rameales. Fruto cubierto de un vello rojo , ovoideo
que ofrece cinco ángulos. Simiente globulosa , comprimida ,
rojiza.
Los Caraibes dan el nombre de Cacao á esta especie que
crece en los bosques pantanosos de la Guiana. Sus almen-
dras frescas son excelentes para comer , y en el comercio
se encuentran á menudo mezcladas cen las del cacao co -
inun. La pulpa del fruto es blanca , derritible , vinosa ,
agradable , y de ella, por medio de la destilación, se puede
obtener un licor espirituoso.
Teobroma silvestre ( Theobroma syheslris, "Willd. ). Ár-
bol de 15 pies, algunas veces multicaulo , de ramos irregu-
lares. Hojas cortamente pecioladas , de 8 pulgadas de lon-
gitud , muy. enteras , oblongas , acuminadas , redondeadas
en su base, lisas por la parte superior , y algodonosas por
la inferior ; estípulas oblongas , puntiagudas Flores amari-
llentas , en hacecillos caulinares y rameales. Fruto ovoideo,
algodonoso de vello rojizo, no anguloso, largo de 5 pulga-
das; pulpa blanca, gelatinosa. Semillas ovales , comprimi-
das y rojizas.
Este árbol crece en los bosque» húmedos de la Guiana , y
sus almendras son buenas para comer , aunque rara vez
se hallen en el comercio.
Las otras especies de teobromas son todavía poco «mo-
ndas , y sus frutos rara vez se envian á Europa. Tales son
por ejemplo : Teobroma, blanquizco ( Theobroma subinca-
na , Mart. ) , encontrado en los bosques de las riberas de las
Amazonas ¡ — Teobroma elegante ( Theobroma speciosa ,
Mart. ) , del Brasil , de flores dos veces mayores que las de
la especie común ; — Teobroma de fruto pequeño ( Theo-
bronuí microcarpa , Mart. ) , notable por su fruto que no ex-
cede del tamaño de una ciruela ; crece en las riberas del
Kio-Negro ; — Teobroma de hojas estrechas ( Theobroma
(itujudifolia , D. C. ) , de Méjico; — Teobroma dh hojas ova-
iiís ( Theobroma owtifolia , D. C ) , que crece igualmente
eu Méjico , y es el que produce probablemente el excelente
cacao conocido bajo el nombre de Cacao de Soconusco.
CAC
entonces se separan las canastas para trasladarlas
en el lugar , en donde después de haberse podri-
do, lo que no tarda mucho en suceder, el teo-
broma puede extender libremente sus raíces en
tierra.
Cuando se siembra el tresbolillo , se dejan en-
tre árbol y árbol una distancia de 8 ó 1 0 pies, se-
gún el sistema del Sr. Tussac , y de 20 á 30 pies,
según el Sr. Bosc. Esta diferencia tan notable
resulla probablemente de que estos dos naturalis-
tas han visto cultivar dos especies diferentes de
teobromas. En fin, de todos modos es convenien-
te sembrar tres ó cinco semillas en cada lugar,
porque si hay algunas que no nazcan por efecto de
la sequedad , ó porque sean devoradas por las
ralas, al menos nacerá siempre una y con esto no
quedará ningún lugar vacío. Cuando han nacido
dos ó mas plantas en un mismo sitio, y éstas son
ya de alguna resistencia se deja la mas vigorosa
y se arrancan las demás. En estos campos se dan
á lo menos dos rendas durante el curso de los
ó tres primeros años. A los dos años, los jóve-
nes teobromas alcanzan una altura de 2 ó 4 pies,
y á los tres años empiezan á florecer; pero no dan
cosechas importantes hasta á los cinco años , y
se conservan en buen estado de producción
por espacio de veinte y cinco y treinta años. Los
cuidados que exigen durante éste tiempo consis-
ten en descoparlos de manera que se mantengan
á una altura de diez á quince pies para facilitar
la cosecha del fruto, en darles una renda anual,
y en defenderlos contra la invasión de las yerbas
perniciosas.
La cosecha principal del cacao tiene lugar en
diciembre , pero también se hace otra en junio
aunque mucho mas pequeña. Cada árbol puede
dar de dos á tres libras de almendras secas. Tan
luego como se cogen los frutos , se abren para
sacar las semillas, que se colocan en grandes
cajones de madera en forma de canoas , se cu-
bren con hojas de banano ó de caña de India,
sobre las cuales se colocan unas planchas carga-
das de piedras. En este estado se dejan fermen-
tar cuatro ó cinco dias , durante los cuales se
tiene el cuidado de removerlas todas las maña-
ñas; después, cuando ya han adquirido un color
rojizo , se ponen á secar al sol , y están á pun-
to de ser vendidas. Un teobroma bien conserva-
do es de un excelente producto , en razón á
que sus gastos se cubren con el cultivo de las
plantas, batatas, bananos, que se cultivan en
sus intervalos, y á que su cosecha falta muy ra-
ra vez.
Teobroma Cacao , Cacao común , Cacao cul-
tivado (Theobroma Cacao, L.). Este árbol crece
expontáneamente baja la Zona tórrida , en las
diversas partes de la América, y principalmente
de las Guianas , en Méjico , en la costa de Cara-
cas.
El cacao es un árbol que poco mas ó menos
presenta el aspecto de un cerezo de talla media-
na. La corteza de su tronco es de un color de
canela mas ó manos subido, según la edad del
árbol. Las hojas alternas y pecioladas, grandes,
CAC
lisas, colgantes , vetadas por debajo, del mismo
color por ambos lados, que se renuevan sin cesar,
de modo que el árbol nunca carece de ellas. Esti-
pulas lineares y caducas. Flores rojizas, peque-
ñas, numerosas, reunidas en pequeños haceci-
llos colocados un poco debajo de la axila de las
hojas ó que nacen eu el tronco y los gruesos ra-
mos ; estas id limas son las únicas que producen
los frutos, las primeras son ordinariamente es-
tériles. En todos tiempos esta también cargado de
flores, pero particularmente en los dos solsticios;
esto y el color purpurino de las" hojas nacientes
forma un agradable contraste con el verde subi-
do de las mas grandes, que algunas veces tienen
de 12 «i 20 pulgadas de longitud sobre 3 ó 4 de
anchura.
El fruto del teobroma es una gruesa cápsula co-
riácea, que tiene á corta diferencia la forma
de un pepino. Su superficie es escabrosa y mar-
cada con ocho ó diez estrias , y tiene una consis-
tencia bastante dura para exigir que se la rompa.
El interior está dividido en cinco celdillas llenas
de una pulpa gelatinosa y acida que envuelve las
almendras ó semillas pegadas á una placenta co-
mún ó central. Estas almendras son en número
de 25 á 40, colocadas de plano, y simétricamen-
te dispuestas las unas sobre las "otras. La pulpa
jue las rodea, rosada y que se deshace en la bo-
ca , suministra un refresco delicioso á las señoras
criollas. Las almendras , ó el verdadero Cacao,
son un poco mas gruesas que una aceituna, car-
nosas, un poco violetas > lisas. La cascara es
primero verde, y pasa en seguida á un verde
pálido , casi blanco, cuando empieza á madurar;
llegada á su madurez completa es de un rojo
oscuro ó rojo subido sembrado de pequeños pun-
tos amarillos, ó simplemente amarilla.
Países de cultiyo del teobroma.
En la América septentrional solo se encuentra
el teobroma en la punta de la Florida, bañada por
el golfo de Méjico, y en la parte meridional de la
Luisiana y de la Georgia. Todas las llanuras ba-
jas y de regadío de Méjico le convienen, pero su
cultivo sC halla muy descuidado en estas comar-
cas. Los primitivos pueblos de este país tenian en
gran veneración á este árbol , y se dice que era
entre ellos el objeto de un cultivo regular, que
producía una renta importante. Sin embargo, el
descubrimiento de los metales preciosos distrajo á
los conquistadores españoles de la agricultura,
y hoy dia solo se encuentran algunas plantacio-
nes regulares en la provincia de Tabago, aun-
que haya bosques naturales de teobromas en la
parle oriental de Veracruz , y en la bahía de
Campeche. Guatemala produce cacaos de exce-
lente calidad y eu grande abundancia. La provin-
cia de Soconusco, á lo largo de las orillas del mar
del Sud , comprende un espacio de 34 leguas de
tierras bajas , cálidas y humedecidas continua-
mente por las lluvias, que produce inmensas co-
sechas de cacao, que se destinan á Méjico , al
Asia y á la España. En este país un cultivo ¡n-
63
CAC 497
teligente podría obtener el mejor cacao del mun-
do. Las costas del golfo de Honduras producen
en la actualidad cacaos muy estimados de los
cuales el mejor es el de Gualan, en las cercanías
de Omoa. Las deliciosas orillas del rio y del la-
go Nicaragua, los valles de Costa-Rica y de Ve-
ragua y los países salvajes que conducen al
istmo de Darien producen también cacaos que
los naturales llevan en sus canoas á Panamá,
cuando los monos no los consumen enteramente.
En lin, la isla de Tabago, situada en la bahía
de Panamá , posee también el cacao en sus bri-
llantes colinas. Los pormenores que se tienen to-
cante á los cacaos de la América septentrional
son muy incompletos.
Los Españoleshicieron numerosas plantaciones
en la provincia de Cartagena , y hoy dia las ori-
llas del río la Madaleua se hallan completamente
plantadas de teobromas. La provincia de Santa
Marta los posee en muy pequeña cantidad , á
causa de los calores excesivos de la costa y del
aire fresco de las montañas. Solamente en los al-
rededores de Ocaña se cogen algunos cacaos que
llevan el mismo nombre. La provincia de Popa-
yan proporciona este producto en mayor abun-
dancia. En este territorio , que está situado entre
el país de Choco , fué donde los SS. Humboldt
y Bompland descubrieron el teobroma bicolor,
que hemos descrito ya. Los valles de Quito y de
Guayaquil son muy "fértiles , pero su cacao gene-
ralmente tiene un gusto soso y desagradable. Al
éste de la provincia de Santa Marta, las costas
del lago Maracaibo producen un cacao que se co-
noce con el mismo nombre del país. La cosía de
Caracas fué en otro tiempo labrada por los co-
merciantes de Asburgo á quienes Carlos V ven-
dió el monopolio , que pasó mas larde á manos
de los Holandeses. El cacao de Caracas es uno
de los mejores , y su perfume le valió desde hace
mucho tiempo lá reputación de que goza en la
actualidad; sin embargo, la cosecha del cacao
de Caracas va menguando cada dia mas, lo mis-
mo que su buena calidad , y esto se atribuye á la
propagación del añil, de la cochinilla y de la caña
de azúcar, que dan mas pronto utilidades, y al con-
tinuo desmonte que lleva cambios lisíeos contrarios
á la producción del cacao. Las plantaciones de
la Nueva-Andalucia y de la Nueva-Barcelona
han aumentado considerablemente desde algún
tiempo á esta parte , y algunos Irlandeses y Fran-
ceses pobres han ido á establecerse con prove-
cho en el interior de la provincia de Sierra de
Meapire en el país salvaje que se extiende de
Carupano hacia el golfo de Paria , por el valle
de San Bonifacio.
Descendiendo hacia el Sud , el cacao va de-
generando hasta la línea, sea á causa de la na-
turaleza de los terrenos, sea por la negligencia
de los colonos. La Guiana española es iuculta, y
sin embargo es uno de los países mas fértiles de
la América y de los mas favorables para el teo-
broma. Los'Holandeses han sacado mucho par-
tido de aquel pais, y desde el año 1534, que en-
sayaron el cultivo del cacao en Surinam , la co-
T0M0 i.
498 CAC
secha de esta colonia ha bastado al consumo de
la metrópoli. Hoy dia las orillas de los ríos de
Surinam , de Berberí y de Denamari se hallan
cubiertas de plantaciones , en donde el teobroma
se cria perfectamente , aun cuando el indo se
resienta algún tanto del país pantanoso en que se
cultiva. Berberí y Denamari pertenecen ahora
á los Ingleses. El teobroma no se cultivó en la
Guiana francesa hasta en 1734 : las simientes que
sirvieron para sus plantaciones se cogieron en un
bosque de teobromas que se descubrió en el Yari
que va á pagar su tributo al río délas Amazonas;
pero aunque el cultivo se ha ido después exten-
diendo no ha producido nunca resultados brillan-
tes. Los Portugueses recogen el cacao de las ori-
llas de los ríos Arawari y Macapa, pero es un
fruto tan pequeño que parece que se recoge en el
estado silvestre.
El cacao del Brasil en nada se parece al de
Surinam, al de Caracas y al de Soconusco. En vez
de ser irregular, hinchado, triangular ó de for-
ma oval, es plano, prolongado y mas ancho
de un extremo que del otro. Tal es el de las pro-
vincias de Para y de Marañon. Este tiene un sa-
bor mas dulce que el de la Guiana y que el de la
Trinidad, pero posee menos aroma. Se coge mu-
cho cacao e-n las orillas de las Amazonas, del río
de los Torentinos y de las numerosas corrientes
que aumentan estos ríos. En el gobierno de Mat-
lo-Grosso las orillas délos ríos están cubiertas de
Slantaciones todavía muy bellas; pero aunque en
eara y Fernambuco se vean también algunas no
pueden compararse con las de Marañon. La ca-
lidad es menos buena en las llanuras de Bahía;
la almendra parece que no llega á alcanzar un
estado completo de madurez, En fin, en las par-
tes bajas del Brasil se cultiva aun el cacao con
algún provecho ; pero ya no se le encuentra pa-
sado de esta latitud.
La Europa recibe muy pocos cacaos del Pe-
rú, no obstante hallárselas llanuras de Mojos cu-
biertas de.teobromas. En aquel país se hace su-
frir á la simiente una pequeña inmersión en agua
salada para preservarla de la picadura de los
insectos. En Guanaco y las costas marítimas de
Jaén, de Trujillo y de Lima se hacen cosechas
considerables, sirviendo una gran parle de estos
productos para abastecer á las islas del mar del
Sud , las Indias y el Japón.
El terreno de las Antillas nunca ha producido
cacaos que pudiesen competir con los de Cara-
cas y los de Soconusco , sea á causa de la posi-
ción de estas islas , ó por la falta de habilidad de
los colonos. La primera plantación se hizo en la
isla de Santo Domingo : la parte occidental de la
isla, ocupada por los Franceses, fué bastante pro-
ductiva durante un largo período del siglo XVI,
pero hoy dia solo produce una muy corta canti-
dad de cacao.
La Jamaica hizo en otro tiempo un comercio
muy importante en cacao. Este cultivo fué suce-
sivamente abandonado y vuelto á tomar después
de 1665 , cuando pasó bajo el dominio de los In-
gleses. Hoy dia este cultivo se halla de nuevo
CAC
abandonado. Cuba exporta algunos cacaos, pe-
ro no parece que el teobroma haya sido el obje-
to de un cultivo especial en esta isla, porque en
todos tiempos la ha abastecido el puerto de Ve-
racruz. Puerto-Rico se halla en el mismo caso
desde el siglo XYI, época en que esta produc-
ción fué por algún tiempo bastante considera-
ble. Santa Cruz, una de las islas Inglesas, se
halla en el caso contrario ; allí se ha cultivado
siempre el cacao y ha producido muy bue-
nosr esultados. Guadalupe, en 1770, contaba
500,000 pies de plantación, pero hoy no quedan
mas que un corto número de plantaciones regu-
lares.
La Dominica parece muy favorable al teobro-
ma, y sin embargo la plantación es muy peque-
ña. En la Martinica es donde sepretendeque se
encontró este fruto indígeno, y llevado de allí á
la Guadalupe, sus plantaciones" fueron destruidas
por un fuerte huracán. En 1727 y 1775 vol-
vían ¿existir 1 .400,000 pies de plantío de teobro-
ma que, juntos con los de Santo Domingo, bas-
taban al consumo do toda la Francia. Hoy dia
este producto es muy escaso. Generalmente en
todas las colonias , la caña de azúcar y el café
han invadido sucesivamente las tierras del cacao,
y este árbol solo se ve.en los países en que no
pueden cultivarse los primeros. En la Trinidad
es en donde el teobroma es el objeto de un cul-
tivo especial. La almendra de la Trinidad se pa-
rece mucho á la de Caracas, pero desgraciada-
mente no posee sus propiedades. Las primeras
plantaciones las hicieron los Españoles y su ca-
cao era mas buscado que el de Caracas. Un
viento norte hizo perecer los árboles en 1 737,
y por mucho tiempo los habitantes no se ocupa-
ron de este cultivo. Parece que en 1790, un
marinero catalán hizo nuevas plantaciones, que
en 1807 fueron explotadas por el cirujano ma-
yor de la guarnición de Cu maná , produciéndole
500,000 libras de renta. Después los Ingleses,
nuestros maestros en el arte de colonizar y de
fertilizar un país , han vuelto* á restituir su an-
tigua nombradía al cacao de la Trinidad.
El cacao trasplantado á las islas del antiguo
continente dio buenos resultados en las Filipinas.
Manila produce una cantidad considerable de es-
te fruto del que abastece á los mercados de la
India. El cacao se trasporta allí en pasta. Los Es-
pañoles han llevado también el teobroma á las
islas Canarias, y los Franceses lo han aclimatado
á la isla de Francia , pero los productos no son
de muy buena calidad.
En Europa el teobroma no puede ser mas que
un objeto de curiosidad ; su cultivo exige mucho
cuidado, y es menester plantarlo en invernaderos
muy cálidos. Por mas que se haga no puede
obtenerse de simientes , pues estos árboles no
dan ningún fruto en nuestros climas, y además
las semillas exóticas cuando llegan a nuestro
país han perdido ya toda,su virtud germinalriz.
Sin embargo , si la Europa no puede ver aclima-
tado en ella este útil vejetal , ¿ porqué no se ha-
cen experimentos en las fértiles costas del Asia,
CAC
ó ea los terrenos húmedos de la Nueva Holanda,
\ demás paises cuyo clima debe serle favorable?
Cultivo del teobroma.
El teobroma exige una temperatura que no ba-
je do J3° ni exceda del 2lJu, y por lo mismo el
clima de la zona tórrida es el único que le con-
dene. Este árbol necesita una atmosfera húmeda,
DO cielo nebuloso, y abundantes lluvias. Los
vientos le despojan desús llores y perjudican su
desarrollo. Su raíz principal requiere ü ó tí pies
de (ierra franca, ligera y sustanciosa , y así es
«H¡e la tierra virjen es la "única que le convie-
ne. Los cacaotales, que tienen -por lo regular
200 toesas cuadradas , están cercados por el eri-
trina, el bananero y el limonero, que los de-
fienden contra el viento y los anímales. Los teo-
bromas se plantan alineados y con la mayor si-
metría posible. La yuca protege su infancia, y
sus primeras ramas crecen á la sombra de las
grandes hojas del banano. Los jóvenes teobromas
adquieren cierto desarrollo en los criaderos , y
solo se trasplantan al cacaotal cuando su dureza
puede preservarlos de los insectos destructores.
El cacao se siembra en noviembre , y nace á los
quince dias después. Cuando, la planta tiene 15
ó iS pulgadas de altura, se trasplanta con su
misma gleba ; y á los t5 meses después, la raíz
de la yuca se arranca para la fabricación déla ta-
pioca, remplazándola por individuos jóvenes de
la misma especie. Los otros intervalos producen
pepinos, melones, batatas y otras plantas de
hortaliza. A los dos años , los" árboles tienen una
altura de 3 ó 4 pies, y las primeras flores em-
piezan á nacer á los dos años y medio. En esta
época los rayos del sol no pueden ya atravesar
por entre el follaje, y solo se dejan ya los gran-
des vejetales cuya s'ombra es necesaria. Desde
este momento la conservación del cacaotal es
muy fácil, y empieza la cosecha.
Cosecha del caeao.
La cosecha del cacao tiene lugar todo el año.
Sin embargo, hay dos recolecciones principales,
launa en junio y la otra á últimos de diciembre.
Es menester que la madurez sea completa, porque
bastan algunos granos verdes para echar á perder
la calidad de toda una cosecha con su sabor agrio,
amargo y ácido. Seconoce que el fruto está maduro
cuando la cascara presenta un color rojo ó ama-
rillo subido, y solo conserva algo de verde en la
parte inferior. Un negro derriba el fruto con una
horquilla; otro que marcha detrás de él recoge
todo el fruto que cae. Las mujeres, los muchachos
y los negros menos hábiles desgranan los frutos
con una espátula de madera , después de haber-
los abierto con un instrumento cortante. Esta ope-
ración se ejecuta al pié del árbol ó en la choza,
según el tiempo.
Las almendras , al salir de la cascara , se e-
cbari en un hoyo, se cubren con arena lina y se
abandonan á aba ligera fermentación. Esto es lo
CAC 499
que se llama el terraje. Esta operación e.xiue
cuidados muy asiduos , y de vez en cuando Ya
masa debe removerse para que la fermentación
no llegue á ser demasiado fuerte. Al cabo de tres
ó cuatro dias, las almendras están despojadas
de la pulpa que las cubría , han perdido una par-
le de su humedad , y entonces se exponen al sol
sobre glacis preparados al efecto , ó sobre es-
teras de junco. El cacao permanece expuesto
así hasta que se ha secado completamente, lo
que se conoce si las almendras se abren cuando
se aprietan con la mano, ó bien si cuando se fro-
tan unas contra otras su corteza hace ruido. Los
cacaos enterrados adquieren con frecuencia un
olor y un sabor de moho muy desagradables,
que ordinariamente desaparecen con una ligera
torrefacción. Sin embargo, es mejor preferir las
almendras sanas que no presentan este incon-
veniente. El terraje quita al cacao una porción
de su acritud y de su amargor naturales, oscu-
rece su color ,' lo hace mas ligero, y quitándole
la facultad de germinar, contribuye ásu conser-
vación.
Terminadas todas estas preparacones, se me-
te el cacao en sacos ó bien en grandes chozas de
madera, elevadas algún tanto del suelo, ydis-
puestas de manera que el aire pueda penetrar en
ellas. Concluida la cosecha, los colonos se
apresuran á venderla , porque, á pesar de todas
las precauciones, el cacao se vé bien pronto ata-
cado , en particular en los países cálidos , por la
polillti del chocolate.
En Maracaybo, en las orillas déla Madalena,
no se empléala operación del terraje , el cacao
se despoja sencillamente de su pulpa y se pone
á secar al sol. En las colonias se emplean proce-
dimientos muy variados. En algunas partes se le
hace sufrir una ligera fermentación en los hoyos,
sin enterrarlo ; en otras no hacen mas que poner-
lo á secar al sol, ó bien lo colocan en artesas de
madera sin quitártela pulpa. En este caso se ope-
ra una fermentación particular (pie vuelve roja la
película , y da al cacao un gusto parecido al de
la hez de vino, que conserva aun después de ha-
berlo expuesto al aire.
' Análisis del cacao.
Una de las partes mas notables contenidas en
la almendra del cacao es la manteca ó materia
grasa (V. Aceite (Je cacao), que su solubilidad
en el alcohol permite separar de los demás prin-
cipios de que consta esta semilla.
20 partes de cacao Soconusco, sin película,
dan 8 parles de manteca; 20 de cacao de Mara-
ñon, 9 partes; y 20 de cacao déla Martinica, tO
parles. En los demás cacaos la materia man-
tecosa, aunque idéntica , varia en la misma pro-
porción.
El cacao contiene también un principio amar-
go y soluble en el agua y en el alcohol. Este
ultimo disuelve al mismo iíempo una resina olo-
rosa á la míe el cacao debe probablemente su
perfume. Esle produelo no es el mismo en todos
500 CAX
los cacaos ; en los de Caracas es de un rubio do-
rado y de un sabor amargo y agradable ; en los
de la Martinica tiene un color de viólela negruz-
co y un gusto áspero y desagradable.
Los reactivos indican también en todas las es-
pecies de cacao la presencia del taniuo, déla goma
y del almidón. No obstante, la substancia astrin-
gente, eltanino, se encuentra en cantidad conside-
rable en el cacao de las Antillas, de Cayena, de Ba-
hía y de Marañon, mientrasque escasamente apa-
rece en los cacaos de Soconusco, de Caracas, de
la Madalena y de Maracaybo.
Variedades comerciales de cacao.
Conócense en el comercio un gran número de
variedades de cacao, á las cuales se las da el
nombre del país de que proceden. Los cacaos
mas comunmente enviados á Europa son los si-
guientes :
De Guatemala : los cacaos de la Madalena, de
Maracaybo , de Guayaquil, de Santa Marta ó de
Ocaña, de Caracas, de Demerary, de Berbice,
de Surinam , de Sinamari, de Cayena, de Ara-
wari y de Macapa ■
Del Brasil: los cacaos de Para, de Marañou
do Bahía;
De las Antillas : los cacaos de Cuba, de Haití,
de la Jamaica , de Santa Cruz , de la Guadalu-
pe , de la Martinica, de Santa Lucía y de la Tri-
nidad ;
Del África : el cacao de la isla de Borbon.
Todas estas variedades pueden dividirse en
siete clases:
Primera clase : Soconusco , Macaraybo, Ma-
dalena.
Segunda: Caracas, Trinidad, Ocaña.
Tercera: Guayaquil.
Citarla: Surinam, Demarari, Berbice, Sina-
mari , Arawari, Macapa.
Quinta : Marañon , Para.
Sexta: Antillas, Cayena, Bahía.
Séptima: Borbon.
Primera dase.
Soconusco. Macaraybo. Madalena.
Cacao de Soconusco. Muy maduro. Es uno de
los mas largos ( con frecuencia tiene una pulga-
da ), pero á veces también es grueso, y no tiene
mas qu 7 á 8 líneas de largo sobre otro tanto de
ancho. Con todo, largo ó corto, este cacao es
uno de los mas llenos ; su película es parduzca ,
lina y poco adherente; su carne sana, de un mo-
reno claro , y se rompe con facilidad ; es poco
aromático; molido , da una pasta fina y agra-
dable.— Embalaje: zurrones de cuero ó sacos
de piel, las mas veces de búfalo , que pesan 50
kilóg. No contiene polvo ni cuerpos extraños.
Cacao de Macauaybo. Análogo al precedente
y al de Caracas. Menos maduro. Granos mas pe-
queños y mas magros; película algunas veces
gris oscuro, pero con mas frecuencia de un
CAC
rojo vivo y violado , delgada y poco adherente ;
su carne, casi roja, pero blanquizca en los gra-
nos que no están maduros; pasta de un bello
encarnado oscuro, y á menudo de un sabor agra-
dable.— Embaí. : sacos de cuero , de cáñamo ó
de hilo de pita, de peso de unos 50 kilóg.
Cacao de la Madalena. Muy maduro. Carac-
teres iguales al de Soconusco , pero mas peque-
ño y redondeado ; pasta mucho menos fina.
Segunda clase.
Caracas. Trinidad. Ocaña.
Cacao de Caracas. Muy maduro. Granos de
un óvalo regular, ó que figuran un triángulo
prolongado de ángulos redondos; muy nutrido;
película algo gruesa, cubierta de una tierra ad-
herente, escamosa y micácea; carne de un os-
curo claro, pero nunca negro ó violáceo; algunas
almendras despiden un ligero olor de almizcle
al romperlas; pasta de hermoso color; sabor
de un aroma particular, característico para los
inteligentes.
Estos son los caracteres de los buenos cacaos
de Caracas, obtenidos en haciendas bien situa-
das entre Coro y Cumóná. Pero también se reciben
cacaos de Caracas mas magros , mezclados con
algunos granos imperfectamente maduros, cuya
carne, casi blanca, tiene un sabor ácido y desa-
gradable. Embaí.: Los cacaos de Caracas nos
\iencn regularmente en sacos de cáñamo de unos
55 kilog. Estos cacaos están siempre cargados de
polvo, piedrecillas y pedazos de cascara.
Cacao de la Trinidad. Menos maduro que el
de Caracas. Granos poco mas ó menos de la mis-
ma forma, generalmente mas planos; película
cargada de tierra gris ó rojiza , pero no micá-
cea; carne casi siempre negruzca ó violácea en
los granos imperfectamente maduros , rara vez de
un moreno claro; sabor acerbo, parecidoá ahu-
mado. Embaí. : sacos de cáñamo de 25 kilog.,
cargados, como los precedentes, de polvo y de
cuerpos extraños.
Cacao de Ocaña. Granos generalmente llenos
y de la misma forma que el de Caracas; mu-
chos de ellos, imperfectamente maduros, son du-
ros de romper , y presentan una carne azulada;
película raramente micácea; pasta de un hermo-
so moreno claro ; sabor fuerte, poco agradable.
Embaí.: sacos de cáñamo de 75 kilog.; menos
cargado de polvo y de pedazos de cascara que
los precedentes.
Tercera clase.
Guayaquil.
Cacao de Guayaquil. Muy maduro. Granos
anchos, planos, casi redondos en las extremi-
dades , pero mas delgados del lado del germen;
película gris; carne negruzca, con frecuencia
averiada ; sabor desabrido que hace la pasta im-
propia para el chocolate fino. Embaí. : sacos de
CAC
cáñamo grueso , de algodón ó de hilaza, de peso
irregular.
Cuarta clase.
Surinam. Demerari. Berbice. Sinamari. Arawari. Macapa.
Cacao de Sorinam. Algunos granos análogos
al Soconusco por la dimensión y las formas re-
dondeadas, y otros planos como el de Guayaquil,
ó formando un triángulo equilátero; película de
tierra gris ó pajiza; carne de un moreno oscuro;
sabor amargo, aroma poco agradable; proscrito
de las buenas fábricas. Embaí. : sacos de cána-
mo ó toneles poco cargados de polvo.
Cacao de Demerari. Granos mas pequeños,
mezclados de granos ovales, planos en las
extremidades ; sabor áspero ; película negruzca
como si se hubiesen metido en un horno (es pro-
bable que se emplee este medio para destruir el
germen); calidad análoga al de Surinam. Embaí.:
sacos de cáñamo ó barriles de peso irregular,
poco cargados de polvo.
Cac\o de Berbice. Granos análogos al de De-
merari por la forma y la película; sabor dulce al-
gunas veces, pero con frecuencia caracterizado
por un gusto de cuero muy desagradable. Em-
baí.: el mismo.
Cacvo de Sinamari. Granos análogos al de De-
merari por la forma, la película y el sabor. Em-
baí.: el mismo.
Cacao de Arawari. Granos análogos al de De-
merari por la forma y la película; sabor duloe, pe-
ro soso. Embaí.: el mismo.
Cacao de Macapa. Granos mas pequeños que los
precedentes, mezclados también con granos ovales
y planos en las extremidades; sabor desabrido
como el de Arawari.
Quinta dase.
Maraüon. Para.
Cacao de Marañon. Granos bastante largos,
ligeramente planos y redondeados del lado
del germen , y puntiagudos del otro ; película
gris rojiza, ó de un rojo mezclado con negro,
poco adherenle ; carae de un moreno claro en los
granos maduros , violeta ó de un verde subido
en los que no lo son; sabor dulce en los granos
maduros, acerbo y herbáceo en los que no lo es-
tán enteramente. Embaí.: sacos de cáñamo, de
algodón y de hilaza que pesan 25 kilóg. , carga-
dos rara vez de polvo , y nunca de cuerpos ex-
traños.
Cacao de Para. Caracteres análogos. Granos*
generalmente mas fuertes y mas largos. Embaí.:
el mismo; las mas veces sacos de hilaza.
Sexta clase.
Antillas. Cayena. Bahía.
Cacao de Haití. El mas fácil de conocer de los
CAC «01
cacaos de las Antillas, que generalmente son difí-
ciles de caracterizar. Granos regulares análogos
al dcMarañon, aunque mas pequeños; película co-
munmente terrosa, algunas veces negra y ave-
riada por una fermentación demasiado larga; sa-
bor dulce, pero débil. Embaí.: sacos de hilaza
y barriles de peso irregular.
Cacao de Sania Cruz, (¡ranos mas grandes.
Propiedades análogas. Embaí.: sacos de cáñamo
ó barriles de peso irregular.
Cacao de la Jamaica. Maduro. Granos de todas
formas, algunas veces redondeados, con mucha
frecuencia magros y deprimidos; película gris;
carne violeta ó verde subido , rara vez de un mo-
reno claro; sabor áspero. Embaí. : el mismo.
Cacao de la Guadalupe. Granos análogos al de
Jamaica por la película, la carne y el sabor. Em-
baí. : el mismo.
Cacao de Santa Lucia. Como el de Jamaica y el
de la Guadalupe.
Cacao de la Martinica y de Cuba. Análogo por
la forma al de la Jamaica ; película rojo encendi-
do (fermentado con la pulpa) ; raras veces madu-
ro ; sabor verde ó parecido á la hez del vino.
Embaí. : el mismo. .
Cvcao de Cayena. Granos análogos á los délos
cacaos de las Antillas que acabamos de examinar.
Algunas veces han sido enterrados. Su sabor es
casi siempre de un amargor desagradable , y re-
cuerda el gusto de ahumado. Embaí.: el mismo.
Cacao de Bahía. Poco maduro. Se pretende
que el teobroma de Bahía es un plantel de Cara-
cas degenerado. Las granos del cacao de Bahía
son algunas veces redondeados; sin embargo, ge-
neralmente son planos é irregulares como los
de los cacaos de las Antillas. Película velada, li-
sa, rojo claro y mate; carne de un verde oscu-
ro ó rojo pizarroso ; pasta negra; sabor acerbo y
amargo. Embaí.: en general, sacos de algodón.
Séptima clase.
Borbon. '
Cacao de Borbon. Maduro. Granos redondos ó
regulares , pero pequeños;; película de un ro-
jo oscuro, tina, poco adherenle, resquebrajada;
carne de un hermoso, encarnado violáceo; sabor
vinoso y poco agradable. Embaí. i doble estera
de junco.
Tales son los caracteres principales que pueden
servir para hacer conocer de una manera general
las variedades de cacaos mas comunes en el co-
mercio. Con todo, no es menester liarse entera-
mente en ellos , porque las mejoras introducidas
en ciertos cultivos y la influencia de la estación
deben anualmente traer nuevas diferencias. Sin
embargo, en tesis general, si bien el precio de
los cacaos es muy variable , puede decirse que
los cacaos de Caracas, de la Madalena y de Soco-
nusco valen siempre cualro veces mas que los
de Marañon, de las Antillas, de Cayena \ de
Guayaquil , y el duplo que los cacaos "de Ucaúa
v de la Trinidad.
502 CAG
Historia comercial del cacao.
En la época de la conquista , tos Mejicanos se
servían de los granos de cacao como moneda,
y su aristocracia era la única que comía con algu-
na abundancia los alimentos preparados con el
cacao. Montezuma tenia en su casa monto-
res considerables de estos granos, porque sus
subditos le pagaban las contribuciones con mo-
neda de esta clase. El Sr. de Humboldt ha escri-
to que, en 1802 , el cacao hacia aun las veces
de moneda; seis granos representaban la canti-
dad de cuatro maravedises poco mas ó menos.
Los primeros cacaos llegaron á Europa hacia
la mitad del siglo XVI, viniendo de los puertos
de Méjico y del Perú; varios \ ¡ajeros trajeron al-
gunos quintales como objeto de curiosidad. Pe-
ro el verdadero comercio de este producto solo
data de la época en que su cultivo se estableció
un poco en grande en la provinciade Caracas, es
decir, desde el principio del siglo XVIII. La Es-
pana se acostumbró muy temprano á hacer de este
producto un objeto de consumo indispensable, y ,
conforme á los principios económicos (pie por tan-
to tiempo ha profesado , quiso impedir que pasa-
se á manos extranjeras un produelo del que es-
peraba tan grandes resultados. La exportación
para los países fuera de la metrópoli fué entera-
mente prohibida. El contrabando, como siempre
fué en ayuda de los colonos, y los habitantes de
Tierra Firme, encontrando mas ventajas en tratar
con los Holandeses y los Ingleses que les pa-
gaban perfectamente , supieron evitar las perse-
cuciones de las aduanas españolas. Amsterdam
se convirtió en depósito de los cacaos de Caracas,
y de 1706 á 1722 no entró en ningún puerto es-
pañol un solo buque de este país. Así sucedía que
los dueños de la América tenian que acudir á
los mercados extranjeros, haciendo gastos enor-
mes, para proveerse de cacaos. En 1728, Felipe
V vendió el monopolio exclusivo de este comercio
para Caracas y Cumaná á una compañía de viz-
caínos , conocida bajo el nombre de Compañía
(¡uipuzcoana de las Cavaras. Los buques de es-
la compañía tenian el derecho de abastecer á Ca-
racas, Cumaná, la Margarita y la Trinidad, y
de exportar a. Veracru?; todos los cacaos que no
podia importar á España. La metrópoli no tardó
en recobrar las ventajas que bahía perdido , y en
1763 entraban enla Península 110.500 quintales.
El precio había bajado de 80 á 40 duros la fane-
ga, y bastaron muy pocos años para que este
producto se propagase por toda la Europa y en
casi todos los puntos del globo. Mas tarde este
comercio se vio restringido con motivo de la
guerra con los Ingleses y por las preocupaciones
de la administración , y las importaciones del ca-
cao fueron disminuyendo hasta á últimos del si^lo
pasado. Algunos años después este comercio vol-
vió á adquirir cierto vigor.
La exportación de la Colombia, sin contar las
Guaianas francesa, inglesa, holandesa y portu-
guesa, se calcula que es anualmente de 1 1 .000,000
CAC
dekilóg.de cacao; la España consume 4.000,000,
y además recibe mucha cantidad.de Guayaauil;
Méjico, que prefiere los cacaos de la Madaíena
y de Maracaybo , consume 3.000,000 ; otros
2. 000, 000 se esparcen por la Antillas, y el resto
se trasporta á las Filipinas ó á los diferentes
puertos de Europa. Los cacaos de Tabago no sa-
len de Méjico ; los de Guatemala van el mar del
Sud , y la Europa solo recibe muy corta cantidad .
Los cacaos de las Antillas y de las colonias de
la Guiana se emplean generalmente en la madre
patria.
Los primeros cacaos que se consumieron en
Francia fueron délas colonias Españolas, pero
hoy dia esta nación consume una cantidad nota-
ble de cacao de Caracas, de Maracaybo y de So-
conusco. También admite los de las Guianas
holandesas y portuguesas, los de la Trinidad, de
Guayaquil y sobre todo los del Brasil, etc.
En 1806 ,* el Sr. Humboldt estimaba el consu-
mo del cacao en Europa á 23.000,000 delibras,
de las cuales se suponía que la España consumía
de 6 á 9 millones.
En Inglaterra se consume muy poco cacao,
y esta particularidad debe atribuirse mucho mas
á los enormes derechos que pesan sobre este ar-
tículo que á falta de gusto en la nación por es-
te género. En 1829 el cacao empleado para el
consumo doméslióo en Inglaterra solo ascendía
á 393,715 libras.
Comercio del cacao en España.
El comercio del cacao en nuestra nación es
sumamente considerable , y podemos asegurar,
sin miedo de ser exagerados, que al presente
consumimos nosotros solos casi tanto como to-
do el resto de Europa. El cacao nos llega direc-
tamente de los puntos de producción, y el que tie-
ne mayor consumo es el de Caracas, el Carúpano*,
y el de Guayaquil. Además, recibimos también,
aunque en menor cantidad, los de Maracaybo,
de la Trinidad , de Marañon , de Tabago y de
Cuba.
Como lo hemos dicho ya en otra parle, el me-
jor de todos los cacaos es el Soconusco. En Es-
paña se importa también de éste , aunque en una
cantidad muy escasa, pues su precio elevado solo
permite que "lo usen las clases mas ricas de nues-
tro país.
Los cacaos Caracas y Carúpano nos llegan
en sacos de cáñamo, cuyo peso es de unas MO
libras castellanas, que equivalen auna fanega. El
de Guayaquil viene del punto de producción á
granel ," y luego de llegado á los puertos españo-
les se coloca en sacos de cáñamo, de peso de lo
á I í arrobas catalanas. El embalaje del cacao
de los demás puntos que hemos nombrado se hace
indistintamente en sacos de cáñamo ó de pita, y
su peso está sujeto á muchas variaciones.
* Por cacao Carúpano debe cntenderso una segunda ca-
lidad de cacao de Caracas , que se nos importa tic la ciu-
dad y puerto do Carúpano , provincia de Cumaná.
C.\C
En cnanto ¡i las taras de los cacaos, la del
Guayaquil es de 3 lib. y el 2 p.g de polvo. La
de los demás son i lib. de tara y el "i p.§ tam-
bién de polvo.
Según la balanza de la Dirección general de
Aduanas y Aranceles, la importation de cacao en
la península en los años de 1848, 4<J y 50 fué
la siguiente:
Ca-
caos.
Piín/os de
producción.
1818.
Libras.
1819.
Libras
1850.
Libras.
' De la K. de Ve-
nezuela. . 4.G10.071 4.49»,800 5.975,100
De Puerto Rico. 1.681,809 1.577,958 1.59», 500
Posesiones In-
glesas . . 887,947 1.071,901
De \ arios pini-
tos . . . 33,437 100,51" 360,700
Total.
'De la R. del
Ecuador.
i Isla da Coba
1 Puerto Rico.
Estados -Uñados
l R. de Vene-
zuela. . .
De varios pun-
tos. . . .
Total. . .
6.013,324 7.146,836 7 934,300
4 161,411 4.589,332 5.345,100
;;.;2,i61 825,387 151,100
&6",4SS
487,100
402,000
492.800
i 713,873 5.Í01.174 0.938,100
Según la Balanza de la I. Junta de Comercio de
osla ciudad, el movimiento mercantil en el puer-
to de Barcelona en el año de 1849 fué el si-
guiente :
Importación.
Puntos de Producción. Libras. Reales. Mis.
Cacao. Caracas 41,977 272,850 17
Id. Campano 60.935 304,673 ■
Id. Guayaquil 300,156 750,390 »
Id Trinidad. ... 52,622 171,021 17
Id. Caracas del extranjero. 451,352 2.933,788 «
907,042 t.lSt,1tB
Exportación.
Cacao Caracas al reino. . . 622;038 4.043,247
Id. Id. al extranjero. . 13,873 90,171 17
035,911 Í.133.Í21 17
Usos del cacao.
Los usos principales é importantísimos del ca-
cao son para preparar el chocolate (V.esta pa
labra) , y para extraer su aceite , de que hemos
ya hablado en su lugar correspondiente.
La almendra de cacao es nutritiva , repara las
CAC 503
fuerzas , y conviene sobre lodo á los viejos, por-
que, bajo un pequeño volumen , contiene uni-
dlas materias alimenticias; es calmante y útil en
las afecciones crónicas del pecho. Comido crudo
es un alimento grosero, que inspisa la sangre y
los humores, pesa sobre ciertos estómagos \ pue-
de producir obstrucciones.
La corteza de las semillas de cacao, separa-
da por la testación , es empleada por algunas
personasen cocimiento como béchiea, etc., y
sirve para ¡reparar una bebida que, azucarada,
es bastante agradable.
En lis Antillas se [trepara un dulce excelente
y superior á los mejores de Europa, con el ca-
cao cogido antes de su madurez , esto es, antes
deque la membrana del fruto empiece á ser de co-
lor amarillo. La preparación del Cacao confitado
nada tiene de particular; se trata el cacao con
agua , y después se mete en azúcar clarificado ,
y se le "añaden corteza de limón y canela en pe-
dacitos muy menudos. Se deja así por 24 horas ;
luego se hace pasar cinco ó seis veces , por es-
le espacio de tiempo , por nuevo azúcar clarifica-
do progresivamente mas consistente , y por ulti-
mo se mete en otro jarabe de mayor consisten-
cia , en el cual se pone almizcle y ámbar ú otros
perfumes según el gusto, quedando asi termina-
da la operación. Pueden hacerse almendras con-
fitadas en seco, enjugándolas bien, metiéndolas
en un jarabe de mucha consistencia , y secándolas
en una estufa.
CA€EKA§. Raíz de las Indias, que tiene ,
cuando seca, el gusto de la castaña, y es comes-
tible; pero que fresca tiene mal gusto* y no pue-
de comerse.
C'AC'HIDEjCachris. Cénero de plantas
delafamilia de las umbelíferas y de la pentandria
diginia de Linneo. Todas las "especies de este
género, á excepción de una, habitan en la Sitie-
ría, en las partes orientales y meridionales de
Europa , y en las costas septentrionales de
África.
La Cácride de fritos lisos ( Cachrys kevi-
gata, Lamk.) crece en las cercanías de Mon-
peller y en otros puntos de Francia y en Es-
paña.
La raíz de la CÁCRinF. o don tá loica [ Carlu-ys
odontalgica, Pallas), que crece en las estepas del
Yolga, es usada como silagogo, contra los ma-
les de dientes y las tluxíones de la boca.
CACTO, Cacti s. Género de plantas de la
familia de las caí teas ó nopaleas , de la icosan-
dria monoginia de Linneo, que contiene un nú-
mero considerable de especies extrañas natura-
les de América, muchas de ellas cultivadas en
nuestros jardines como plantas de adorno, ya
dentro de invernáculos en la mayor parte de Eu-
ropa, ya al aire libre en los distritos meridiona-
les de España, Portugal, Italia , etc.
Este genero ha sido elevado por los modernos
á familia, une De Candolle distribuye en siete
géneros: Mamilaria, Melocacto, Khuxnocncto ,
Cirio, Opuncia, Perestjuia y Itipsáltde. Noso-
tros indicaremos aqui las especies que tengan
504 CAC
algún uso bajo el antiguo nombre de Cacto, mas
conocido de los prácticos que estos géneros mo-
dernos.
Cacto Bleo {Cactus Meo, Kunth.). Sirve en
la América del sud para puriücar el agua en la
cual se le deslié después de haberlo machacado.
Cacto Opuncia, Higuera de In-
dias, Higuera de uaia, Higuera
chumba (Cactus Opuntia, L. ). Especie
de la América y de la India, cultivada en Es-
paña , en Italia , en Portugal, en donde crece
en los peñascos, en los paredes viejas, etc.
Esta planta no presenta tallo distinto ; produce
como especies de hojas que se suceden las
unas á las otras, y cuya separación está seña-
lada por angostamientos , de los cuales se eleva
cada hoja lateralmente y en una posición per-
perpendicular al horizonte. Estas hojas son gran-
des y ovales , tienen la forma de una raque-
ta, son largas de 12 á U pulgadas , an-
chas de unas seis pulgadas , y gruesas de una
pulgada, carnosas y espinosas. El fruto nace en el
extremo de la hoja : es grueso como una pera ,
ó como un grueso higo, cubierto con una corte-
za gruesa como la de la naranja, siempre verde,
herizado de espinas de espacio en espacio , ter-
minado por una corona caliciosa , fuerte,
espinosa y astringente. Este fruto está lleno
en su interior de pequeños granos ó semillas
muy duras , del grosor del cilantro , y de un zu-
mo rojo como escarlata, de un sabor dulce. ■
El fruto de esta planta , llamado Higo de In-
dia, se come cuando maduro; tienen la carne
de un amarillo naranjado, y bastante fácil de
digerir; la cantidad de zumos acídulos, rojos y
azucarados que contiene lo hacen refrescante
y temperante. Se observa que las orinas de los
sujetos que comen estos frutos en demasía se co-
loran enrojo, sin causar otro inconveniente, lo
que se ha indicado ya para la remolacha.
Las hojas de este cacto , de que se hacen se-
tos, conúehen un zumo dicho emoliente por los
unos, y vejigante por los otros, y así es que és-
tos recomiendan su uso contra la gota , de la que
se hace un específico, la odontalgia , la otalgia,
la pleuresía , etc. También se emplean para ex-
tirpar de raíz los callos, lo que la naturaleza
carnosa de su tejido hace Creíble , porque
su humedad sostenida por espacio de muchos días
procura la caída de estas producciones tan do-
lorosas. El Sr. Descourlils pretende que al inte-
rior algunas golas de zumo de tuna purgan vio-
lentamente y expulsan los gusanos. l)e las semi-
llas se extrae una harina blanca de la que, en
América , se hace una papilla y también una es-
pecie de pan.
Cacto Pereskia (Cactus Pereshia , L.).
Sus frutos son pequeños , semejantes á los del
grosellero, lo que le ha hecho llamar Grosellero
de América , pero no se usa mucho.
Cacto decercas (Cactus sepium,1 Kunth.).
Eos frutos de esta especie, que crece al pié del
Chimborazo , son empleados con feliz éxito en
las calenturas biliosas por los indígenas.
CAC.
El Cacto que lleva Cochinilla (Cactus cocci-
nilifer, L.) y el cacto Tuna (Cactus Tuna ,L.)
llamados Nopal, se cultivan en varios distritos
meridionales de España , para obtener la cochi-
nilla que vive sobre ellos. Los frutos del cacto
luna son muy estimados en Chile; en esta especie
se ha observado una goma que se eree ser la lla-
mada Basora. — V. esta palabra.
CACHALOTE, Physeter. Género de
cetáceos macrocéfalos, que viven en todos los
mares bajo todas las zonas , aunque parecen es-
coger con preferencia las regiones tropicales.
Puede caracterizarse de la manera siguiente:
cabeza enorme, bruscamente truncada hacia de-
lante, que forma el tercio ó el cuarto de la lon-
gitud total de sú cuerpo; dientes rudimentarios ó
nulos en la mandíbula superior, y muy desarro-
llados y en número variable en la mandíbula in-
ferior.
Todos los datos recogidos hasta aquí para fi-
jar el número de especies de este género no
ofrecen el grado de certeza correspondiente al
objeto , como se vé por lo muy discordes que
han estado sobre este punto los autores sistemá-
ticos. Sibbald fué el primero que tuvo la idea de
reunir todos los cetáceo? cuya mandíbula infe-
rior es la única que está armada de dientes, des-
cribiendo cuatro especies, una de las cuales no
tiene evidentemente ninguno de los caracteres
del género Cachalote y sin duda debe ser un
Beluga, llai y Artedi no hicieron mas que co-
piar á Sibbald. Brisson reconoció siete especies
de cachalotes. Linneo admitió cuatro en su gé-
nero Physeter. Bonaterre creyó que podia carac-
terizar seis. Lacépéde admitió ocho a las cuales
Desmarets añadió otra, establecida según los
dibujos chinos. Estos dos últimos autores dividie-
ron el género Cachalote en tres sub-géneros:
los Cachalotes propiamente dichos, los Fisales
y los Fiséteres.
G. Cuvier, en sus investigaciones sobre los
huesos fósiles , se vio en en el caso de hacer un
estudio severo de todos los materiales esparcidos
que acabamos de indicar. Para determinar las
especies perdidas, era menester tener un exacto
conocimiento de las existentes. El resultado de
este examen fué que todas las especies admitidas
hasta entonces se reducían á una sola bien de-
terminada, el Cachalote macrocéfalo, que, según
parece, se encuentra en todos los mares árticos.
Algunas diferencias que presentaron á este sabio
mandíbulas procedentes de cachalotes cogidos en
los mares antarticos, le condujeron á sospechar
que éstos podían formar una especie distinta; pe-
ro no se creyó con fuerzas suficientes para ca-
racterizarlo. Federico Cuvier y Lesson admitie-
ron enteramente las conclusiones de G. Cuvier,
que son adoptadas igualmente por los mas dis-
tinguidos naturalistas : de consiguiente también
nosotros reuniremos en la historia del Cachalote
macrocéfalo todo lo que se sabe de mas positivo
sobre la organización y las costumbres de estos
animales.
Cachalote mocrocéfalo , Cacha-
CAC
lote coman (Physuter macrocrphalus , L.;
Cátodo a mueroo'phalus , Laeep.). Es una de esos
mamíferos gigantea cuya enorme misa requería
oslar sostenida en medio de una densidad consi-
derable para que fuesen mas fáciles sus movi-
mientos. El único animal que le excedo en lalla
es la ballena. Hay quien asegura que se han en-
contrado cachalotes hasta de .vi pies de longitud:
DO es raro verlos de 70 pies de largo, y cuyo
máximo de circunferencia es de '61 pies. El ca-
chalote tiene una cabeza enorme (pie forma po-
co mas ó menos la tercera parlé de la longitud
de su cuerpo : es bastante parecida á un grueso
cilindro ligeramente comprimido, \ está cortada
bruscamente por delante; en la parte inferior se
llalla la boca, cuv a mandíbula inferior esta casi
enteramente oculta por la superior, que la exce-
de (¡e todos lados. Esta cabeza monstruosa se
une sin ninguna apariencia de cuello á un cuer-
po macizo , cónico y terminado por una ancha
aleta caudal. Sobre" el dorso se ve un numero
variado de protuberancias carnosas que repre-
sentan la aleta dorsal. Las aletas pectorale- o los
brazos ocupan su lugar 'ordinario, y su exten-
sión, si bienes batíante considerable , parece
poco proporcionada a la masa que deben poner
eu movimiento. La piel que cabré este cetáceo es
í-uave como la seda ; en las partes superiores del
cuerpo su color es negruzco ó de un azul pizar-
roso, mezclado muchas veces con \ ¡sos grises ó
verdosos, y salpicado de blanco; el vientre es
siempre de color blanquizco.
Muy pocas cosas se saben acerca de los órga-
nos de los sentidos de los cachalotes. Como en
los demás cetáceos , en ellos el tacto ha de ser
muy obtuso en razón de la espesa capa de grasa
que cubre su piel. Los ojos, muy pequeños á
Iiroporcion , se hallan situados muy atrás del
iocico en una ligera prominencia: su color se
dice que es amarillento, y algunos pelos cortos y
tiesos que los rodean pueden considerarse
como que sirven de cejas ó pestañas. La ore-
ja solo se distingue exterionnenle por una es-
trecha abertura que sirve de orificio exter-
na alconducto auditivo. Las narices reunidas
en una sola abertura semicircular, agujereadas
en la parte superior y anterior del hocic», sirven
de espiráeulo y sobre todo de orilicio extre-
mo al aparato respiratorio. De lodos los ór-
gano; sensitivos, la lengua es la única que
parece destinada á desempeñar una función
bien desarrollada : es gruesa, carnosa , cubierta
de tegumentos delicados, y susceptible de movi-
mientos de extensión y contracción muy gran-
des.
Las dos mandíbulas están armadas de dientes,
pero estos órganos permanecen rudimentarios o
desaparecen enteramente en la mandíbula supe-
rior; en la inferior, por el contrario, llegan ;¿
adquirir nn desarrollo considerable ; su numero
y su forma son muy variables. En la juventud,
estos (líenles están desprovistos de ratee
cónicos y ligeramente encorvados hacia atrá •;
mas tarde adquieren raíz, pasan á ser ovoideos v
" 6i
CAC 505
se enderezan casi enteramente. El mayor núme-
ro de ellos que se ha podido observar es oí ¡ un
individuo de TOpiésdc longitud tenia 52, mientras
que otro de 49 pies presentó tan solo 36, de loque
se conjetura que los dientes se multiplican á me-
dida que aumenta la talla del animal. Por lo de-
más, parece que estos dientes sirven únicamente
para sujetar la presa que el cachalote ha hecho ,
y , al cerrarse la boca, son recibidos en cavida-
des formadas en las encías de la mandíbula mi-
perior.
Se poseen muy escasas noticias anatómicas
sobre los cachalotes para entrar en pormenores,
que por otra parte nos alejarían de nuestro obr
jeto.
Los Cachalotes recorren ordinariamente los
mares reunidos en bandadas, algunas veces nu-
merosas , que reconocen por jefe un macho que
nada un j)oco adelante de los demás, pronto á
dar la señal para huir ó combatir. La señal en es-
te caso dicen que es un grito fuerte y retumban-
te parecido al sonido de uua cam¡>ana.
Nada se sabe de positivo acerca de la propor-
ción de los machos y de las hembras que compo-
nen estas hordas errantes, ni tampoco lo relati-
vo á la cópula de ambos sexos y á la duración
de la gestación. El núm to de los pequeñuelos
parece ser de uno ó dos en cada parto , y al na-
cer han adquirido ya la cuarta parte de la talla
á que deben llegar después. Parece que las ma-
dres tienen mucho apego a sus crias, y si so
presenta im peligro huyen con ellas 0 se prepa-
ran á defenderlas. Este* amor las ciega hasta el
extremo que aseguran que si el pequeño llega
alguna vez á encallarse , la madre sufre la mis-
ma suerte de resultas de los esfuerzos que hace
para salvarlo.
Compréndese fácilmente que la conservación
de cuerpos organizados tan considerables debe
exigir una gran cantidad de alimento, y por lo mis-
mo nada extraño es que los cachalotes sean muy
voraces. Todo es bueno para ellos, pescados,
moluscos , crustáceos: asegurase <iue persiguen
también á los tiburones y a las ballenas jóvenes
con tal encarnizamiento que obligan á estos ani-
males á arrojarse vn las playas, en las que algu-
nas veces se enchufan también ellos mismos, ar-
rastrados por el anhelo de la caza. Las focas es-
tán igualmente expuestas á sus ataques, y hasta
el hombre mismo no- se vé libre de ellos. Los
pescadores de Islandia aseguran que muchas
.'síos animales agarran con la boca los
barcos ligeros de que se sirven los pueblos del
Norte, los vuelcan y devoran la tripulaciones.
Al Sr. Beale es á quien se deben algunos
pormenores interesantes respecto de las costum-
bres de los cachalotes del mar del Sud. Este ci-
rujano ha encontrado muchas veces en sus viajes
bandadas de 2 ó 300 cachalotes , los ha \ isto
batirse entre si con furor, y lanzarse unos con-
tra otros procurando cogerse por la mandíbula
inferior. En el estado de reposo su respiración
es muv regular, y el chorro de agua que salo
por el "espiráeulo casi no es mas que vapor ; cuan-
TOMOI.
SOG CAG
do el animal está enfurecido , esle chorro sale con
Aiolencia hacia adelante, y las aspiraciones se
suceden con mas frecuencia. El mismo señor
lieale dice que estos animales pueden aguantar
una hora y veinte minutos sin respirar. En tiem-
po ordinario el cachalote hace «unas dos leguas
por hora, pero puede doblar esta velocidad. En-
tonces se le vé subir y bajar rápidamente su in-
mensa cola, y el cuerpo según su movimiento se
descubre y se sumerge alternativamente en las
olas. A cada impulso se eleva de este modo 25 ó
30 pies encima del agua , y hay veces que se lan-
za enteramente fuera del mar. Estos hechos cor-
roboran del todo lo que IMinio dijo de los Fisé-
teres del mar de las Gálias.
Pesca del cachalote.
Los Americanos de los Estados-Unidos fueron
lospi ui.er». s que se dedicaron á la pesca de este
animal, y aun en la actualidad conservan en es-
ta industria la superioridad. Hace ya unos cin-
cuenta años , cuando apenas se conocia en Eu-
ropa la esperma de ballena fuera del círculo de
las boticas, que en los estados de New-Uam-
pshire, Massachussetts , Rhode-Island y Connet-
ticut, en la Nueva-Inglaterra, el pueblo casi ge-
neralmente alumbraba sus casas con bujías de
esperma de ballena imperfectamente purilicada,
que no salian mas caras que las velas de se-
bo :hoy día en Inglaterra , Francia y España es-
ta sustancia es un artículo de lujo , pues los pro-
cedimientos de depuración, y coloración de la
adipocira han llegado á obtener el ultimo gra-
do de perfección.
El sitio que prefieren los Americanos para la
pesca del cachalote son las islas Molucas en don-
de encuentran pocos rivales : sin embargo , tam-
bién parece que acuden allí algunos pescadores
franceses. Los cachalotes se hallan en grandísi-
mo número en el mar situado entre el archipié-
lago de las Molucas , la isla Timor , la de Ti-
mor-Laout , las islas de Arou , y la Australia sep-
tentrional.
Se asegura que los buques que se ocupan en
la pesca del cachalote en los mares que hemos
nombrado, emplean anualmenle al menos 3,200
hombres, los cuales suponen de 120 á 140 bu-
ques con una tripulación de 23 á 27 hombres co-
mo término medio, y que el producto de esta pes-
ca se calcula de un valor total de 5 millones de
<lollars (ICO millones de reales) cada año.
El capitán Freycinet, en la relación de su via-
je , da á conocer muchos pormenores inte-
resantes sobre este género de industria : ha-
biendo pasado una porción de dias de calma al
lado de un buque ballenero, se encontró que el
capitán de éste era un hombre tan comunicativo
como inteligente, y obtuvo de él varios pormeno-
res de utilidad.
Tanto en las islas Molucas como en el gran
Océano hay unos 80 buques ingleses , y sobre
100 americanos ocupados en la pesca del cacha- 1
CAC
lote. El capitán Haumat cruzaba regularmente
por los alrededores de Célebes y de Timor ; para
completar su cargamento necesitaba unos 20 me-
ses en los cuales debia pescar de 85 á 100 ca-
chalotes. Los que habia cogido de mas talla no
habían pasado nunca de 64 pies de longitud. En
cetáceo de esta dimensión puede dar too barri-
les ( cada uno de 125 litios) de aceite y 24 de
adipocira. Las hembras de estos animales son
siempre mas pequeñas que los machos, y gene-
ralmente no dan mas que unos 18 barriles de
adipocira.
La operación de harponear el cachalote no de-
ja de ser difícil y exige tanta habilidad como
práctica, y asi es que un buen harponero es un
nombre muy buscado. Rara vez se hiere al ani-
mal desde el mismo buque ballenero, sino que
para esta operación es preciso trasladarse con
preferencia á bordo de embarcaciones ligeras ,
dotadas de una marcha superior, á las que dan
el nombre de balleneras ; cada buque pescador
lleva á su bordo muchas de estas embarcaciones,
que cada una tiene siete avirones de los cuales
uno sirve de timón. Los útiles que corres-
ponden á cada una de estas barquitas son :
dos harpones colocados en una horquilla con
su sondalesa correspondiente; otros tres deposi-
tados en sus estuches sobre las banquetas ; una
lanza colocada sobre la barandilla , y dos tone-
les de reserva ; una hacha , un cuchillo , una
boya con su señal; una ó dos sondalesas de
dos pulgadas y media de circunferencia rolladas
dentro de una cuba ancha, un bidón y un game-
lote.
El harponéo del cachalote difiere algún tanto
del de la ballena franca, y por lo mismo creemos
deber dar los siguientes pormenores.
Los balleneros se esfuerzan desde luego en pa-
sar junto al animal en la dirección de la cabeza
á la cola ; el harponero se coloca á la proa de la
barca, los avirones están todos levantados, el
patrón ó timonero preparado. El harponero toma
el primer harpon de los que están sobre la hor-
quilla, calcula la distancia, manda el movimien-
to que ha de hacer la barca , y, fijando la vista
en el punto que quiere herir, arroja en seguida
el hierro con toda la fuerza de su brazo. El har-
pon se dirige regularmente á los alrededores de
la aleta pectoral. El momento de herir el cachalo-
te es muy peligroso, pues apenas el cetáceo sien-
te el pinchazo se agita con furor, y se ha visto mas
de una vez que de un coletazo ha arrrojado por
los aires á la barca junto con los pobres pesca-
dores cuya destreza y prontitud no han podido
garantirles contra este choque violento.
Puede suceder que el cachalote esté tan bien
tocado que se vuelva tripa arriba enseguida, que-
dando muerto del golpe. Sin embargo , la mayor
parle de las veces queda tan solo herido, y enton-
ces sigue nadando á la superficie del agua arras-
trando tras sí el ballenero al que se halla atado
por medio de la cuerda fijada al mortífero instru-
mento .- en este caso el pescador coge el según-
GÁG
do harpon , y lo arroja lo mismo que el primero.
Pero si sucede lo que se ve con frecuencia que
el cachalote se sumerja verlicalmenle, es menes-
ter en este raso que la cuerda ceda con rapidez
para (|ue el impulso dado por el cetáceo no pue-
da comprometerá la embarcación. Si la cuerda
Negase á enredarse, seria menester corlarla con
mucha prontitud , y la misma maniobra seria in-
dispensable si la cuerda saliéndose del punto en
que debe estar en el extremo de la barca se atra-
\ osase en uno de los costados , pues que a la me-
nor omisión baria volcar la barca.
Casi siempre se tienen dos sondalesas atadas
la una al extremo de la otra , formando una lo .-
gilud total de 480 brazas , y cuando sucede que
esta no basta para seguir al animal que huye he-
rido, es necesario soltar el cabo. Esta eireuns-
l incia se ha calculado ya y previsto de antema-
no: entonces se ala al "extremo la boya con su
bandera que sirve de señal y se lanza al agua.
Asi el barco puede después encontrarle con mas
facilidad.
Cuando se puede juzgar que tendrá lugar el
caso explicado en el párrafo anterior, lo que se
conoce por la rapidez con que el animal se su-
mérgele trata de fatigarlo soltándole poca cuer-
da para obligarle á hacer mucha fuerza , hasta el
extremo de que la proa de la embarcación , por
encima de la cual pasa la cuerda, esté casi á
flor de agua.
Cuando la cuerda está poco tirante se tiene al
mismo cuidado en irla cobrando , como también
en mojarla cuando se suelta muy aprisa , pues
de no hacerlo podría inflamarse con facilidad.
El cetáceo debilitado no tarda en subir á la
superlicie para respirar, y habiéndose cobrado
la cuerda a medida que va subiendo, resulta que
el buque se encuentra muy cerca del animal. El
harponero se arma en seguida con su lanza y lo
hiere con repetidos golpes en la cabeza , ó me-
jor en la región del corazón , hasta que le dá el
golpe mortal. Entonces se vé luego que el ani-
mal empieza á arrojar sangre por el espiráculo,
señal cierta de su próxima muerte : el cetáceo
se echa sobre el costado ; los mo\itnientos pre-
cipitados de la aleta lateral indican que solo le
queda un resto muy escaso de existencia ; en fin,
luego que ha exhalado el último aliento, se le
remolca al lado del buque en donde con la ayu-
da de las garruchas del palo mayor se le suspen-
de en el aire , de modo que pueda irse volviendo
fácilmente á medida que se le despoja de su
grasa.
Varios hombres colocados en galerías volantes,
situadas al exterior del buque, empiezan a des-
tazar el animal por zonas circulares valiéndose
de grandes cuchillos ; la manteca se va cortan-
do á pedazos de forma prismática, que una per-
sona destinada al efecto va clavando en una
horquilla de mango largo, y arrojándolos sobre
el puente de la embarcación. Eslos pedazos se
cortan en seguida encima de un pilón para ser
echados en las calderas, y luego que han dado
todo el aceite que contenían, el residuo se ulili-
CAC 507
za como combustible , ácuyo uso sirven tambiea
los huesos.
A medida que se va extrayendo la esperma do
ballena ó la adipocira de la cabeza del cacha-
lote , se coloca en grandes cajas de cobre esta-
ñado, para que pueda hacerse derrilir mas fá-
cilmente , y conservarse después en vasos del
mismo metal siTimados al fondo del buque.
En el JSorth avurican review hemos encontra-
do documentos muy recientes, y que se tienen
por muy exactos, acerca de la pesca que hemos
descrito , y que completan el cuadro de la pes-
ca americana. Los Estados-Unidos de la América
Septentrional se han colocado desde hace mucho
tiempo á la cabeza de las naciones balleneras.
Las primeras tentativas se hicieron á bordo de
barcos sin puente, en las costas del cabo de Cod
y de Nauluck.it. Luego que se señalaba una ba-
llena los pescadores salían al mar, costumbre
que se conserva aun en algunas partes; sin em-
bargo, estas débiles embarcaciones no tardaron
en convertirse en sloops, que se atrevieron á pe-
netrar en el Norte, hasta en los estrechos de Be-
lle-Isle, y al Sud en el mar de las Indias occi-
dentales."El sloop se trasformó á su vez en ber-
gantín, y fué á esplorar las costas del África. Los
aventureros pasaron al Ecuador para buscar su
presa en las costas del Brasil y de la Patagonia.
Bien pronto las dificultades que ofrecía el doblar
el cabo de Hornos abrió á los buques ameiicanos
la vía del Océano pacífico. Ahora se ven en to-
dos los puntos occidentales de la América meri-
dional, y mas de cien buques se dirigen todos los
anos á las islas Uaouui ; también surcan en todas
direcciones el Océano pacífico hasta las costas
del Japón. Algunas veces regresan doblando
el cabo de Buena Esperanza , dando así la
vuelta al globo. Este viaje generalmente dura
tres anos.
Según dice el autor americano , se distinguen
naturalmente dos clases de pesca: la una dedica-
da á la ballena franca , y la otra á los cachalo-
les. Esta última emplea 250 buques; el término
medio de la duración de sus viajes es de 30 me-
ses. La pesca de la ballena ocupa 150 buques; el
término medio de los viajes de éstos es de 10
meses.
Los cachaloteros se dirigen generalmente alas
costas de África y de las islas Azores ; los ver-
daderos balleneros , por el contrario, se dirigen
á las aguas del Brasl, y de la Patagonia. Los pes-
cadores de las costas de la Groenlandia se llevan
en seguida la grasa á su país, y alli extraen el
aceite, mientras que los percadores americanos
hacen esta operación á bordo de sus embarcacio-
nes. El aceite en el momento de su extracción,
nada tiene de fétido ni de nauseabundo , y los
marineros lo empleau para freír.
Una gran cantidad del espermaceti se consu-
me en los Estados-Unidos en las fabricas de
bujías diáfanas, que hoy día se cuentan en nu-
mero de mas de 60 , que elaboran mas de 30
mil quintales de bujías. En cuanto al aceite de
ballena, la mayor parte se exporta para el ñor-
(508 CAC
te de Europa , en donde se emplea principalmen-
te en el alumbrado y en la preparación de los
cueros, fabricación de jabón inglés, ele, ote.
Hace años se abrió para los Ingleses una nue-
va carrera en la pesca de la ballena. Los habi-
tantes de la Nueva-Gales del Sud (Australia) se
dedican á ella desdo hace algún tiempo con mu-
cho ardor y provecho. El puerto de Sidney cuen-
ta muchos 'balleneros , y como este país está colo-
cado al alcance délas mejoresestaciones, sus pes-
cadores puedenhacer tres viajes, mientras que los
Ingleses de Europa y los Americanos de los Es-
tados Unidos hacen solamente dos : en cincuen-
ta dias llegan á los puntos á donde sus concur-
rentes no pueden presentarse sino después de sie-
te meses de navegación.
Los Franceses toman una parte muy limitada
en la especulación de la industria ballenera, y sin
embargo la nación francesa hace un consumo muy
importante de los productos de esta pesca. La
adipocira purificada por medio de procedimien-
tos perfeccionados, sobretodo en Paris, trashu-
mada en bujías diáfanas , amoldadas y coloradas
con elegancia, constituyen hoy una de las nece-
sidades del lujo, y uno'de los'goces de laclase
rica.
Hemos vista ya que la industria ballenera de
los Vascos , tan floreciente en otros tiempos, se
vio desde 1700 casi reducida á la nulidad.
Algunos esfuerzos tentados después por el go-
bierno francés para resucitar esta industria fue-
ron del todo infructuosos , ya porque dejaron de
ser secundados por la voluntad nacional , ó bien
por falta de propensión en el comercio francés;
sin embargo, en 1784, el rey Luis XYI quiso im-
primirle un movimiento de* emulación, y en el
puerto de Denqoerque mandó equipar ás*us ex-
pensas seis balleneros, que hizo tripular por ma-
rinos prácticos, alistados con gastos enormes en
Nantuckct en los Estados-luidos. La especulación
produjo buenos resultados y por un momento pa-
reció que el ejemplo iba á ser imitadoporlos co-
piantes del poder. En 1790 la Francia contaba
unos 40 balleneros, pero las guerras de la re-
volución no tardaron en coftáí el vuelo que esta
industria había empezado á totear.
Después del restablecimiento de la paz, en 1814,
el gobierno déla rama directa de los Borbones
concibió algunos proyectos lauda! les relativa-
mente ajos recursos qiíepodia ofrecer á la Fran-
cia lainduslria ballenera, tanto como alimento del
comercio como también como medio de formar
marinos atrevidos y experimentados. Los deseos de
aquel gobierno se vieron lustrados , y nos seria
difícil, sin embargo, el indicarlas causas que
contribuyeron á este mal resultado.
Producios ñliles del cachalote.
Además del Ámbar gris, del cual hemos halla-
do ya en su correspondiente lugar, hay íaEsper-
ma de ballena que el cachalote" produce en abun-
dancia , y que tan buscada es en el comercio pa-
ra la fabricación de bujías. La grasa de este
CAC
cetáceo sirve para hacer aceite , y cada uno de
éstos animales da hasta la cantidad 100 barriles.
La carne del gran cachalote es de un color ro-
jo muy subido, dura, y entrelazada de tendones,
(¡e ligamentos y de libras groseras ; aun asi es
un alimento muy apreciado de los Groenlandeses,
quienes la comen haciéndola antes secar al hu-
mo ; éstos también se flimentan con los intestinos
del mismo animal. Su lengua ofrece á los marinos
una comida muy sabrosa; su aceite, análogo al
de la ballena, se emplea para los mismos usos
que éste; sus tendones y sus aponcvrosis pro-
ducen fmalrm nte una especie de ictiocola, y lo
mismo que sus dientes y sus huesos se utilizan
para diversos usos económicos en los pueblos del
Norle.
EsrF.RK.v pe Balitea, Ui.anco pe baiif.na,
Adipocira , Cetina. Materia grasa , de naturaleza,
particular , que existe en el estado de disolución
en un aceite que se halla interpuesto entre las
membranas del cerebro de diversas especies de
cachalote, y que también se encuentra, pero en
menor cantidad , en el aceite de ballena.
El nombre de Esptrma de ballena es impropio,
puesto que esta sustancia no es un producto de
ios órganos de la generación ; el de Blanco de
ballena también es inexacto, porque no es pro-
ducto de la ballena sino del cachalote ; el de
Adipocria, que le dióFourcroy , no le correspon-
de, porque pertenece á la grasa de los cadáve-
res; el de Cetina, que le impuso Chevreul , to-
mado de la palabra cetáceo , es el que mas le cor-
responde, porque recuerda su origen.
Las cavidades del cráneo que contienen el
blanco liquido se comunican con un canal raqui-
dieno cuyas ramificaciones se distribuyen por
todas laspartes del cuerpo. El aceite que se saca
se solidifica un poco después por el enfriamiento, y
se somete á la prensa para separar la parte liqui-
da interpuesta. La parte sólida , que es el blanco
de ballena, se hace derritir á fuego lento, y se
pone después á enfriar para que vuelva á crista-
lizarse de nuevo.
La esperma de ballena existe también en el
aceite de ballena y rn el de algunos otros pe-
ces, aunque en menor cantidad. También con el
tiempo se desprende del aceite de estos ultimes
algún poco de esperma de ballena.
Esla materia cuando es pura se presenta en
masas mas ó menos considerables, trasparentes,
de una blancura brillante y nacarada, aceitosas al
lacio , un poco flexibles "bajo el dedo , y que se
dividen en cortezas delgadas trasparentes y mi-
cáceas bajo una presión mas fuerte; su peso es-
pecífico es de 0,934. Se licúa muy fácilmente al
fuego , y se congela á una temperatura de 44 á
49 grados centígrados, y arde con una llama
muy brillante; es insoluble en el agua y solu-
ble al contrario en los aceites fijos y volátiles,
el alcohol y el éter. El éter frió disuelve 0,20 de
su peso, según el Sr. Poullav; el alcohol do 40
grados trio disuelve solamente* 0,(H39, y el mismo
•alcohol hiniendp 6,(1833 ¡ según el Sr. Chevreul,
el alcohol mas rectificado no disuelve sino 0,0 í.
CAC
El blanco de ballena calentado en una retorta
se volatiliza y se descompone en parte. Según
los SS. Pelletier v Caventou, no es alterable por
elácido nítrico. Se saponifica con la potasa caus-
tica , aunque difícilmente: se forman oleato y
margarato potásicos sin glicerina; cuando se
descompone el jabón por un acido, (pie se satu-
ran los ácidos oléico y margárico con la barita,
y que se trata al jabón baritico con el alcohol ó
el éter trios, se disuelve un cuerpo graso, neutro
y cristalizaba (pie forma los 0,40 del blanco de
ballena" empleado. El Sr. Cbevreul hadado áeste
ciierpo el nombre de Etnl, porque está formado,
(.orno el éter y el alcohol, de carburo dihídrico y
agua, aunque las proporciones son diferentes.
Esta sustancia tiene una composición diferente
de la de los aceites y de las grasas. Según el Sr
Chevreu!, se compone de tres principios particu-
lares : un aceite fluido á + '8°, un principio co-
lorante amarillo , y una materia grasa sólida que
constituye su mayor parte, y á la que se ha da-
do el nombre de cetina , de la palabra griega
ketos, ballena.
Para obtener la cetina pura, se trata el blanco
de ballena con espíritu de vino concentrado é
hirviendo, que la disuelve completamente. Por el
enfriamiento , la cetina se precipita en forma de
láminas cristalinas, que basta disolverlas por
segunda vez en el mismo vehículo para privarlas
del aceite fluido que las acompaña.
Para extraer el blanco de ballena de las mate-
rias grasas con las cuales está mezclado en el
cuerpo de los cetáceos que lo producen , se co-
mienza por filtrar la mezcla aceitosa en grandes
sacos. Por esta primera operación se obtiene, de
una parte , un 'aceite de ballena que se puede
volver muy fluido por 'a rectificación, y que por
esto mismo es muy precioso para untar las má-
quinas delicadas, V para el alumbrado, y de la
otra un residuo solido que contiene todo el blan-
co de ballena. En seguida se introduce este resi-
duo en otros sacos que se colocan los unos al lado
de los otros entre las planchas de una prensa hi-
dráulica horizontal en caliente: la presión y el
calor hacen salir de dios uní cantidad bastante
grande de aceite. Sin embargo, los panes asi
obtenidos todavia están formados de blanco im-
puro muv colorado para poder ser empleado en
la fabricación de bujías. Para puriücarlo, se
aprovecha la propiedad que tiene de no sapo-
nificarse con los álcalis, y se le hace digerir en
una disolución calentada de carbonato de potasa.
Esta sal descompone las materias extrañas que
quedan en los panes al salir de la prensa; se
forman espumas jabonosos y negruzcas que van
á parar á la superficie del baño y de la que se
separan por medio de una espumadera. En se-
guida se renueva la operación con una nueva di-
solución de potasa, tantas veces como ésta es
necesaria para llevar la materia licuada á una
limpieza perfecta'. Finalmente , se lava con agua
hirviendo v se trasiega en cristalizadores en los
que el blanco de ballena loma, enfriándose , la
CAC G09
blancura que siempre presenta el que se encuen-
tra en panes en el comercio.
El blanco de ballena puro y bien preparado no
debe dejar ningún vestigio de aceite sobre el pa-
pel en que se le frote, y en el estado de licuación
debe ser de una limpieza perfecta. Debe escoger-
se lo mas reciente posible, puesto que se enran-
cia muy fácilmente ; ha de conservársele aJ abri-
go del'aire y de la luz. La esperma de ballena
que es rancia, amarilla, ó de un blanco deslu-
cido, y en este caso falsüxada con lacera, debe
desecharse. Según el Sr. Chevalier, se la puede
descolorar por medio del carbón.
El blanco de ballena se usaba mucho en otro
tiempo como calmante , emoliente y pecto-
ral , en las inflamaciones del pecho y de los
intestinos, en el cólico nefrítico, y* también
como vulnerario, balsámico, etc., contra las con-
tusiones y caídas. Se administraba á la dosis de
un escrúpulo á la de una ó dos dracmas en los
Iones, en las pociones, á las cuales se incorpo-
raba por medio de una yema de huevo; hoy dia
apenas se usa al interior y parece inerte. Al ex-
terior aun se emplea algunas veces en forma de
cerato , pomada , linimiento, etc. , pero ya se le
considera igual á la cera ó á otro cuerpo gra-
sicnto ; hacia parle de la Pomada de la Sultana,
y otras composiciones, que se usaban sobretodo
para untar las pecas de la viruela, los pezones ,
etc., ó como rimples cosméticos.
Si el uso del blanco de ballena en farmacia an-
tiguamente muy extendido, al presente se halla
tan circunscrito, á lo menos al interior, cada
dia va ganando terreno en las artes. Sabido es
el gran consumo que de esta sustancia se hace
para la fabricación de bujias (Y. Bnjias de es-
perma de ballena), las cuales entre otras venta-
jas reúnen la de que no se experimenta ningu-
na quemadura cuando esta materia cae en li-
cuación sobre la piel, y que si por accidente llega
á-caer sobre la ropa , luego de haberse enfriado ,
lo que no tarda en suceder , basta frotar un poco
el lugar donde ha caído la materia, para que
ésta se desprenda enteramente "sin que deje la
menor señal.
El blanco de ballena; independientemente del
alumbrado, se emplea en una porción de usos
sin hablar de la medicina: en Inglaterra hacen
con él pastillas que, azucaradas y perfumadas, son
de un uso agradable y sano. Entra en la fabrica-
ción de las perlas falsas, á la manera de la esen-
cia llamada de Oriente-. Sirve en la preparación
de algunas telas tinas, y para la fabricación de las
pastillas de colores para la aguada. La propiedad
de que goza de no ponerse amarillo con el tiem-
po, como sucede con la cera, ofrecerá algún dia
un recurso precioso para el moldeaje de piezas
anatómicas.
En 18í9 , la importación de esperma de balle-
na en Barcelona fué: 43 libras del reino, valor
de 556 rs. mi., y 3¡6 libras del extranjero, \alor
de i.2¿8 rs. vn. La exportación al reino, t.iiü
libras, valor de 17,100 rs. vn.
510 CAC
CACHEMIRA. La cachemira ó vellón de
las cabras del Tibet proviene del valle de Cache-
mira. Su único punió de entrada en Europa es la
Rusia, á donde llega en grandes caravanas, y
después se vende en los mercados de Macarief y
de Moscou. El precio medio á que se compra en
los años abundantes es de 7 á 9 francos el kilo-
gramo , y en los años poco productivos , como lo
íueron los de 1 835 y 1 836, cuesta á 1 0 ó á I 1 fran-
cos el kilogramo. Est¿ vellón es el que se emplea
para la biladura de cachemira.
Hablando de los chales de cachemira, el Sr.
Bernier dice: «Estos chales son unas piezas de
«ropa de I ana y % de longitud y 1 ana de an-
«cho poco mas o menos, orladas por ambos ex-
tremos con una especie de bordadora hecha al
» telar, de un pié de ancharía. Los Mogoles y los
"Indios de ambos sexos los usan para la "cabe-
»za durante el invierno, cruzándolos por encima
»del hombro izquierdo, á manera de capa. Es-
otos chales se fabrican de dos especies, los unos
»de lana del país, que es mas una y mas delica-
da que la de España; los otros son de una lana
»ú mas bien de una especie de pelo que se llama
»louz, que se cria en el pecho de una cabra sal-
«vaje del Gran-Tibet. Estos últimos son mucho
"mascaros que los otros, pero no hay castor
»que sea mas suave ni mas delicado que esta es-
«pecie de estofa.»
Forster dice lamhien que la lana que se em-
plea allí para la fabricación de los chales no es
una producción indígena, pues se recibe de va-
rias comarcas del Tibet, que no indica; hoy
dia se sabe ya que dicha lana procede de cabras
del Ourna DesaóOundes, país elevado y frío del
Bcqueño-Tibet, cuya capital es Ghertok. Esta
lana la compran los mercaderes de Ladak , ciu-
dad situada al nordeste de Ghertok , quienes
después revenden la mayor parte á los Cachcmi-
rianos.y la sobrante á los fabricantes de Pendjab.
«Esta lana, añade Forster. es naturalmente de
»un gris oscuro, pero en Cachemira la blan-
«quean con una preparación de harina de arroz ,
»y después Uñen los hilos del color que creen
«mas á propósito para la venta. La pieza se lava
» una vez después de tejida. La bordadora, que
» ordinariamente está cargada de figuras y ahi-
«garrada de diferentes colores, se pega después
«que el chai ha salido del telar, pero con unacos-
»tura imperceptible. El precio de fábrica de un
«chai ordinario es de 20 francos, y los hay de
«40 ó 50 , según la calidad. Yo vi mío por el
» cual se pagaron 1 00 francos al fabricante ; las
«flores aumentan mucho su precio, y cuando se
«oye decir que se han dado a un tejedor hasta
«200 francos por un chai , se puede estar bien se-
»guro que los adornos han absorvido la mitad de
«la suma. » El Sr. Bernier ha hablado de chales
de 300 francos.
Este viajero no entra en pormenores acerca del
número dé telares empleados allí en la fabrica-
ción de los chales. Forster dice que, según el tes-
timonio de los Cachcmirianos , se contaban en la
provincia 40,000 fábricas de chales, y que en
CAC
1783 nohabia mas queunas 16,000. Noticias llega-
das á Europa muy recientemente hacen conocer
que existen actualmente 30,000 telares, y que to-
dos los años salen de Cachemira 100,000 chales.
Hace 34 años que esta industria fué creada en
Francia, y establecida en Paris , en donde aun
se explota en la actualidad , y si alguna pequeña
parte de esta industria se ha extendido fuera de
la capital ha sido solo con el objeto de economi-
zar las manos. La fabricación del hilo, compren-
didas todas las preparaciones de la materia é bi-
ladura, ocupa unos 4,000 obreros.
Los hilos buenos se conocen en la regularidad
de su grosor y en su fuerza : la primera calidad
difiere dé la segunda en la limpieza y la pureza
de la materia.
El hilo de cachemira se emplea para los teji-
dos, para lo chales espolinados de la India, y los
chales de cachemira franceses ; todos estos teji-
dos se hacen de cachemira pura.
Los tejidos de cachemira se hacen en piezas
de 24 á 25 anas. Algunos años airas se fabri-
caban anualmente unas 2,500 piezas, las cuales
consumían unas 25,000 lib. de hilo; pero esta
fabricación ha ¡do después decayendo todos los
días. Estos tejidos eran pedidos por los comer-
ciantes de la ciudad de Lion, donde, después de
adornados con bordaduras , se exportaban á la
Alemania y sobre todo á la Polonia ; sin embar-
gólas últimas guerras de esta nación han hecho
cesar casi enteramente este comercio. Si el poco
consumo que se hacia en Francia de este produc-
to ha contribuido también mucho á su decaden-
cia, se debe atribuir en gran parte á los fabrican-
tes que , durante los primeros años , presentaron
tejidus de muy mala calidad. Hoy dia estafabri-
cacion se ha perfeccionado mucho, y su expor-
tación ha aumentado algún tanto.
En Francia el precio medio de estos tejidos es de:
24 á 25 francos la ana. tejido cruzado , anchura , 5/4
29 á 30 francos * Id » » 6/4
El precio del hilo empleado en esta fabricación
es de 34 á 38 francos la libra.
La fabricación de los chales de cachemira ocu-
pa unos 3,600 obreros , repartidos en 600 tela-
res , á 6 obreros por telar ; el precio medio á
que se pagan estos obreros es á razón de 4 fran-
cos diarios, que eleva á un total las hechuras pa-
gadas al año, á una suma de . . fr. 4.147,200.
Cada telar fabrica unos 5 chales
al mes ; y los 600 telares fabrican,
según este cálculo , 36,000 chales
por año , cuyo valor medio es de
300 francos cada uno.
La materia que se emplea para
esta fabricación es :
36,000 chales de 1 lib. y 4 onz. de ur-i
dimbre y trama ,
45.000 lib. á 30 fr. . 1.350,000 fr.
36.000 chales de 4 lib. 4 onz. de recama-
do,
153,000 lib. á 12 fr. . 1.836,000 fr.
La importancia de la fabricación actual
de chales es pues de . . . .
3.186,000 fr
"7.333.200 fr.
CAC
El precio de tos chulés , trabajo francos , ra-
na de W IV. basta 309 y too fr. , y el de los cha-
les espolinados, trabajo de la India, de 400 á
1.000, según la riqueza de los dibujos.
También se latinean una clase de chales lla-
mados cachemiras indios, que se vende como ca-
chemira mas común, pero en ellos entra muy po-
ca (le esta materia. El urdimbre es de borra de ¡
seda, el recamado de lana, y únicamente la
trama es de cachemira.
El consumo anual de hilo de cachemira para
la fabricación de chales es como aijui arriba, de
unas i:; ,ooo libras en urdimbre y trama, 153,000
libras en recamado.
El precio de los hilos propios para este uso es
de:
35 á 60 fr. , la lib para el urdimbre , se^un su calidad.
30 á 3t; fr. , para la trama de I." calidad
SO á i3 fr. , para la trama de 2.* calidad.
li á li fr. , para el recamado.
Después de la creación de la fabricación de los
chales en Francia, este pais no ha tenido (pie
temer la concurrencia de ningún otro pueblo de
Europa; únicamente los Ingleses establecieron
después algunas fábricas, pero sus productos son
inferiores, ha. dendo tan solo conseguido fabricar
los chales de calidad común llamados indios.
Los Ingleses importan los hilos de Francia, aun-
que en corta cantidad , en razón de que esta fa-
bricación es de poca importancia entre ellos.
Los tejidos y los chales de cachemira france-
ses , adera is de la venta que se hace de ellos al
interior, se exportan á Inglaterra, Alemania, Ita-
lia , Rusia y España.
La hiladora de cachemira, que dio lugar á la
creación de las fábricasde tejidos y de chales de
cachemiras, fué creada en Francia en 1813, por
la casa Uiodenlaog, habiendo hasta en 1823 he-
cho muy rápidos progresos. Desde 1823 a !827
fué adelantando siempre, y en esta ultima fecha
se consideró que esta industria habia alcanzado
su mayor grado de perfección , así es que desde
entonces, ha permanecido estacionaria. Después
ya no se ha buscado mas que el medio de reba-
jar los precios , y por una serie de economías su-
cesivas se ha podido obtener el hilo de cache-
mira de 2.a calidad al mismo precio que el hilo
de lana de merino, de manera que muchos de
los artículos que hoy se fabrican con esta mate-
ria , se hallan, por su precio , al alcance de las
clases inferiores de la sociedad.
La Inglaterra quiso establecer algunas fábricas
de hilados de este género , pero tuvo que aban-
donar el proyecto á causa de los cuidados minu-
ciosos del trabajo preparatorio, que solo puede
hacerse á ia mano , porque siendo en aquel país
los jornales muy subidos, les ocasionaban gastos
extraordinarios.
La Rusia hace algunos años trata de introducir
en su territorio esta industria, y á fuerza de mu-
chos gastos ha comprado algunas máquinas fran-
cesas y ha logrado también atraerse algunos obre-
ros de este país ofreciéndoles grandes ventajas.
CAC 611
Para favorecer mas el establecimiento do estas fá-
bricas ha prohibido enteramente la entrada á los
tejidos franceses, lo cual ha disminuido casi
una mitad de la exportación que la Francia ha-
cia al Norte. Si los ensayos de la Rusia tienen
buen resultados sufrirán mucho perjuicio las fá-
bricas francesas, porque siendo aquella nación
la que recibe directamente la materia primera,
los fabricantes franceses solo podrían obtenerla
aprecios muy elevados , y además porque los
jornales se pagan en Rusia mucho menos que en
Francia. Este pais , no pudiendo hacer ya ningu-
na reducción en el precio, no podría sostener la
concurrencia déla Rusia sin establecer derechos
muy fuertes sobre las materias peinadas ó hiladas
procedentes de este país. No hay ninguna otra
industria en Francia que sea mas acreedora á
esta protección , porque recaería en beneficio de
la clase trabajadora.
La cachemira que importa la España viene de
la India ó de la China , y de Paris.
La cachemira de la India es la mejor que se
conoce. Sus magníficos pañuelos y chales alfom-
brados son los que mas usan las señoras de nues-
tra alta sociedad. Si bien los Franceses han hecho
grandes esfuerzos para imitar los verdaderos
chales de cachemira , están muy lejos de alcan-
zar el grado de perfección y buen gusto de los
fabricantes de aquel país. El género verdadero de
cachemira saliendo del telar , sin ninguna clase
de apresto, deja la tela muy esponjosa, pres-
tándose con esto mas fácilmente á todas las for-
mas á que quiere sujetarla un talle elegante. Los
pañuelos bordados en el valle de Cachemira con-
servan sin cortar la basta que la alfombra forma
en el revés.
De Francia importamos también pañuelos y
chales de género de cachemira, aunque en me-
nor cantidad. En Paris se fabrican de toda clase
de colores , pero el que mas se usa en nuestro
pais es el negro, para los pañuelos de capucha.
De Francia recibimos igualmente algunos chales
y pañuelos alfombrados, y entre ellos los hay de
un valor muy crecido.
CACHI. Árbol espinoso de Malabar, cuyo
fruto , llamado Ciccarar contiene una pulpa azu-
carada y almendras buenas para comer.
CACHIRI. En Cayenase llama asiá un li-
cor fermentado preparado con el cocimiento de la
raiz de yuca raspada. Este licor llega á ser vino-
so , tiene el gusto de la perada , emborracha , y
es diurético.
CACHUNIIE. Pasta muy agradable al
gusto , que corrige el mal olor del alíenlo. Está
compuesta de cateen, de bango, de cálamo y de
masquhjui ó tierra arcillosa y harinosa. Los pue-
blos de Malabar , los Chinos" y sobre todo los Ja-
poneses lo mascan siempre y lo ofrecen á las
personas que van á visitarles, asi como lo hacen
ios Indios con el betel (V. Areca Catecú). El ca-
chunde que se prepara en Paris está confecciona-
do según la formula de Zaculus Lusitanus; tam-
bién se emplea como estomático. Esta pasta se
vende á peso de oro en los serrallos de la India,
512 CAD
en donde se da grandísimo precio á todo lo que
puede aumentar los goces físicos.
CADAB4 , Caraba. Género de plantas de
la familia de las caparidáceas , tribu d3 las ca-
parídeas, formado por Forskal. Contiene unas
ocho especies , que crecen en Asia y en África,
que son sub-arbustos lampiños ó cubiertos de una
pubescencia glandulosa, de hojas alternas , sim-
ples ó trifolioladas , de llores axilares y solita-
rias. Los ramos tiernos de la Capaba harinosa
(Cadaba farinosa, Forsk.) son empleados en
polvo ó machacados , como aulivenosos en Ara-
bia, en donde crece este vegetal.
CÁDIZ. Especie de jerguilla cruzada y apa-
ñada que teñida de diferentes colores sirve para
vestidos de invierno. Eslaclase de ropa fué muy
buscada en otro tiempo, y la teñida de negro se
vendia en gran cantidad á los curas; hoy dia su
espendicion ha disminuido considerablemente.
Las fábricas francesas de Montalban , Castres ,
Alby, Arles, Si. Flour y Tarascón producen es-
te articulo de diferentes calidades y longitudes ;
su anchura ordinaria es de unos tres palmos. Los
cadiz finos cuya urdimbre se hace con la lana de
Aragón , y la trama con la llamada soria sego-
viana , tienen el grano muy lino; se les tunde
dos veces , y se les distiugue bajo el nombre de
Cádiz raso.
Los Cadiz de Montalban teñidos ordinariamen-
te de color negro ó escarlata, y los de Uagneres
y Castres erau los mas estimados por su cali-
dad excelente, y por su larga duración.
CADMIO. Metal particular , descubierto
en 1818 por Hermann de Magdebourg , y casi
al mism ■•> tiempo por Stronoyer , eu un óxido ama-
rillo de zinc , y que existe en corta cantidad en
ea oirás minas del mismo metal.
Se encuentra el cadmio en el estad;) de sulfu-
ro en las blendas, y en el estado de carbonato
en las calaminas. La blenda de Prziuran en Bo-
hemia y la blenda pardd radiada contienen de 2
á 3 por ciento' de sulfuro de cadmio; pero en
donde sobre todo se le encuentra es en las cad-
mías (productos déla sublimación de las minis
de zinc ). Para extraerlo , se trata la cadmia con
el ácido clorhídrico , y , después de haber aña-
dido agua á la mezcla, se hace pasar en la di-
solución una corriente dé ácido sullihídrico. El
primer precipitado puede contener cobre, y el
último puede contener zinc.
Para obtener el cadmio puro, se fracciona el
precipitado de manera que no se conserve sino
la porción que se ha posado entre el primer y el
último poso. Para separar el cadmio del cobre ó
del zinc, se redisuelve el precipitado (sulfuro)
con agua regia, y se trata la disolución con car-
bonato de amoniaco, cuyo exceso redisuelve el
zinc y el cobr } , y deja el cadmio ( óxido de cad-
mio) intacto. En seguida es fácil redisolver el
óvulo de cadmio por medio del carbón; como
el cadmio es muy volátil , se puede recibirle en
tubos ó recipientes, donde se condensa en forma
cristalina.
El cadmio tiene el color y el brillo del estaño;
CAF
su fractura es fibrosa ; es susceptible de crista-
lizar en octaedro* regulares ; fundido y enfriado
lentamente, presenta, como el antimonio, en su
superficie la apariencia de hojas de helécho; es
maleable y dúctil, un poco menos blando que el
estaño ; cuando se dobla deja oir un ruido como
el éste, mancha la piel como el plomo ; el peso
específico del cadmio batido es de 8,69; es mas
fusible y mas volátil que el zinc ; se funde mucho
antes del calor rojo, y se volatiliza á 370°; sus
vapores son inodoros. Es poco alterable al aire
seco; pero en el aire húmedo su superficie se
empana y se cubre al cabo de algún tiempo de
una ligera película gris como el zinc; calentado
al soplete al aire libre, se inflama fácilmente y
arde con una llama blanca que despide un humo
amarillo parduzco inodoro , que posa óxido de
cadmio; los ácidos azólico y sulfúrico lo atacan
y lo disuelven en frió, el último con desprendi-
miento de hidrógeno; se combina directamente
con el cloro , el azufre , el fósforo y el arsénico;
se puede alear con un gran número de metales
los cuales le abandonan á una temperatura un
poco elevada.
Este metal disuelto en caliente en el ácido ní-
trico puro forma una disolución incolora y tras-
parente que precipita en copos blancos con la
potasa, sosa y amoníaco; de este modo se aisla el
óxido en estado de hidrato insoluble en un exceso
de potasa y sosa, pero que se redisuelve con faci-
lidad en un exceso de amoníaco ; el ácido hidrosul-
fúrico y los hidrosulfatos ocasionan en ella un pre-
cipitado amarillo naranjado insoluble en el amo-
níaco; el cianuro de hierro y de potasio lo produ-
ce blanco; el yoduro de potasio y el cromato de
potasa no la precipitan cuando el metal es puro;
por último, una lámina de zinc pulimentada y su-
mergida en esta disolución precipita el cadmio en
en estado metálico en forma de hojas dendríticas
que se pegan al zinc
El cadmio hasta ahora no ha recibido uso al-
guno artístico por la poca cantidad en que pue-
de obtenerse , siendo probable que representaría
un papel importante por su maleabilidad y sus
otras propiedades si pudiera obtenerse en mayor
cantidad. El único preparado que se usa de este
metal es el sulfato, que se prescribe contra cier-
tas oftalmas.
CADOO. Planta de Sumatra, que parece
pertenecer al género Piper , y que, según refiere
Marsden, se quema en las casas para preservar
a los niños recién nacidos de los maleficios.
CAFJB, Coffea. Género de la familia de las
rubiáceas, y de la penlandria monoginia de Lin-
nco , compuesto de arbustos , lodos exóticos y de
las comarcas intertropicales. Sus caracteres ge-
néricos son : flores en pedúnculos axilares; estilo
de estigma bifido; 5 estambres, raras veces 4;
corola tubulosa, por lo común de 5 divisiones,
teniendo á veces de 4 á 7 ; limbo del cáliz muy
corto, casi globuloso, adherente al ovario. Este
último pasa á ser un fruto cerasiforme, dedos
celdillas monospernas; los dos cuescos cartilagi-
nosos encierran cada uno una se:ni!la convexa
CAF
del lado eiterno , plana y con un 6urco longitu-
dinal profundo del lado interno. Las hojas son
opuestas, cortamente pecioladas, y las estipulas
solitarias y enteras.
Si bien se hace mención de 30 á 3o especies de
este género, no se conocen mas de t2 á 4 o que
estén bien determinadas. Ina sola ha llegado á
ser célebre por su utilidad , porque produce el
Café del comercio , y es la que vamos á descri-
bir.
Café de Arabia, Café cultivado
{Coffea arábica, L.). Árbol que se cria espontá-
neamente eu los lugares secos y pedregosos de
la Abisinia y de la Arabia Feliz, de cuyas co-
marcas fué trasportado á las Indias y á la Amé-
rica ecuatorial. Hermoso vegetal siempre \erde,
que crece con mucha rapidez, y que á veces
liega á adquirir una altura de 1 5 á 25 pies, al paso
que su tronco, recto, no excede de 3 á 4 pulgadas
de diámetro. Su raiz principal es vertical. Su cor-
teza, fina y cubierta de una epidermis blanquizca,
se resquebraja secándose. Su madera es bastan-
te dura. Los ramos inferiores son ordinariamente
simples y se extienden mas horizontalmente que
los superiores. Unos y otros están en todo tiem-
po cargados de hojas parecidas á las del laurel
común , pero no obstante menos secas , menos
gruesas , y comunmente mas largas y mas pun-
tiagudas en su extremo , lisas y relucientes por
encima , pálidas por debajo , y sostenidas por
pecíolos muy cortos. De la axila de la ma\ or par-
te de las hojas parten cuatro ó cinco grupos pe-
queños de Hores de un solo pétalo, blancas, aná-
logas á las del jazmin de España, y que , como
éstas, difunden un olor dulce y agradable. Estas
flores duran muy poco y son remplazadas por una
baya ó cereza masó menos redonda u oval, for-
mada de una pulpa amarillenta que sirve de cu-
bierta á dos pequeñas habas ó semillas , unidas
la una con la otra por su lado plano, y rodeadas
cada una de una membrana particular y coriácea.
Esta3 semillas constituyen el Café del" comercio.
Cultivo del café.
Fsle árbol se aclimata bien en todos los países
situados entre lo» trópicos ó muy inmediatos á
ellos, tales son la Isla de Francia "y la deliorbon,
las (iuianas francesa y holandesa," todas las An-
tillas, y en particular la Arabia, que desde mu-
cho tiempo nos en\ ia el mejor café conocido. Las
mas grandes plantaciones de este país se encuen-
tran en el reino de Yemen , hacia las comarcas
de Aden y de Moca, por lo común en medio-de
las laderas de las montañas . entre el Irio de
la cima y el calor excesivo de la llanura. Cuando
el árbol del café se halla en la llanura está ga-
rantido del ardor del sol, que secaría su fruto, por
otro árbol, que ordinariamente es un álamo, que
le proteje con sus hojas. Los pies del café buscan
el agua, y I09 Árabes conducen á los hoyos que
hacen para plantarlos la de los manantiales ve-
cinos, cuya circulación sé facilita en ellos por
medio de una gran cantidad de piedras.
65
CAF 3t3
En otros países se forman los cafetales sem-
brando la cereza en semillero, ó mejor enel mis-
mo terreno si el pais es lluvioso. Para los puntos
situados al lado de acá del ecuador, como la Mar-
tinica y Sto Domiugo , la mejor estación es el
equiuoxio de otoño, y para la Isla de Francia y
la de liorbon, que están al otro lado, el de marzo.
Si se siembra en semillero , se trasplanta el in-
vierno próximo.
Es bueno que los cafetales puedan regarse por
filtración ó por medio de canales ó acequias. Ya
sea que se crie el café de semilla, ó trasplantán-
dolo, no debe cultivarse en el mismo campo si-
no maiz, guisantes, u otras plantas análogas, y ca-
da año se hacen siembras para remplazar á los in-
dividuosque continuamente matan los ardores del
sol, los vientos fuertes y los huracanes. Para po-
nerlos á cubierto de la violencia de los vientos, es
menester descabezarlos, y esta operación no deja
de tener tal vez influeucia sobre la naturaleza de
la haba. Estos arboles empiezan á producir álos
4 ó 5 años, y frulilicau por espacio de unos 30
ó 40 años. Cuando son ya demasiado viejos, se
pueden rejuvenecer podándolos.
Los árboles del calé florecen todo el año, si
bien cuando se presentan mas cargados de flores
es durante la, primavera y el otoño. Los frutos
maduran cuatro meses después de abiertas las
flores que los han producido, y se cogen con la
mano á medida que van madurando , y asi es
que la cosecha dura todo el año.
Cosecha del café.
En la ArabiaFeliz la cosecha principal se ha-
ce en mayo. Se extienden piezas de lienzo al pié
de los árboles, á los que se sacude con el objeto
de lograr que caigan tedos los frutos maduros, los
cuales se trasladan sobre esteras de junco ex-
puestas al sol para que sufran uua completa de-
secación. Después se les despoja de su cubierta
haciéndolos pasar bajo un cilindro de piedra
ó madera bastante pesado : las dos semillas se
separan , y luego se las agita en grandes cubas
para mondarlas, y se las hace secar de nuevo.
En los demás países que producen el café la
cosecha se hace ,á la mano. La mayor parte del
tiempo los negros ejecutan esta operación cogien-
do uno á uno los frutos que presentan un color
rojo subido. Las frecuentes lluvias en esta épo-
ca producen una porción de víctimas enlre es-
tos seres desgraciados de la especie humana.
Para separar la pulpa de la haba, se exponen las
frutos al sol ó al aire por espacio de algunos dias
en una era enladrillada ó enlosada dispuesta en
una pendiente conveniente para que la humedad
pueda evaporarse rápidamente. Es muy impor-
tante que los frutos no permanezcan mucho
tiempo amontonados, porque de lo contrarióse
favorecería la fermentación, y un aceite volátil en-
gendrado en la pulpa penetraría luego hasta la ha-
ba á través de su cubierta coriácea, comunicán-
dola un sabor agrio y un olor desagradable. La
desecación tiene lugar algunas veces eu una c¡>-
tomo i
Mi CAF
tufa, que no es menester sea muy grande supues-
to la cosecha no se hace de una vez. Este pro-
cedimiento se usa particularmente en los paí-
se lluviosos. Así se evita la fermentación, y la
desecación es mas pronta y mas completa , al
mismo tiempo que es mas fácil y menos dispen-
diosa. Esta primera desecación facilita la sepa-
ración de la pulpa , que tiene lugar por medio de
molinos. Separada esta pulpa, se lavan las habas y
se ponen á secar de nuevo, para privarlas en se-
guida de su cubierta coriácea; se machacan y se
aechan, y últimam snte se someten á otra deseca-
ción, sea al aire ó en la estufa. En este estado la
semilla ha perdido todo su verdor y se puede me-
terla en sacos. Cuando al salir del molino ó del
majadero los cafés no están bien secos, contraen
un olor que disminuve su buena calidad. Los sacos
se colocan en seguida los unos sobre los otros api-
lados en un local seco y aireado , y se debe pro-
curar alejarlos de todas las emanaciones capa-
ces de comunicar un olor extraño, susceptible
de alterar el perfume del café. Esta ultima precau-
sion es casi imposible en nn buque en donde el
café viaja con frecuencia mezclado con otras mu-
ehas producciones exóticas muy odoríferas.
En ciertas localidades también se hace macerar
los frutos en el agua por espacio de 24 á 48 ho-
ras antes de hacerlos secar, etc. , etc.; pero el
mejor método es el qje se llama raspar, que
consiste en hacer pasar nuevamente los frutos
cogidos bajo una muela que forma una especie de
raspa , y que separa el grano de su pulpa sin
tocar la película delgada que le sirve de cubier-
ta inmediata. En seguida se exponentos granos al
sol-para secarlos, y entonces toman un color ver-
átfá.d , resultando el café que en el comercio se co-
noce bajo el nombre de Café fino verde.
Aunque el café sea originario de los países cá-
lidos, algunos naturalistas han creído queselepo-
ciria introducir en las partes meridionales de la Eu-
ropa, y para ello basta que en invierno el termó-
metro no baje á mas de 1 5 ó 1 6 grados centígrados.
En Pisa se han hecho ensayos por espacio de mas
de 30 anos , y hoy dia una gran cantidad de pies
dan fruto en los jardines de algunos horticultores
italianos.
Variedades comerciales de café.
La haba del café tal como la recibe el comer-
cio se halla despojada de su cascara, con pelícu-
la , ó desnuda, generalmente oval , de volumen
variable, convexa de un lado, plana del otro,
con un surco profundo en su longitud, algunas ve-
ces torcida y un poco rollada; su color es á veces
amarillento, otras gris ó verdoso; su consistencia
es dura, córnea , elástica , cartilaginosa, y así es
que ofrecería alguna dificultad si tuviera que pul-
verizarse por medio de un pilón, antes de tostarla;
stl sabor mucilaginoso y su olor .herbáceo se
asemejan al del trigo, si bien este último esta
caracerizado por un aroma particular.
Los cale-; llevan el nombre de los países que
los producen. Regularmente se clasifican por el
CAF
orden siguiente , en razón de sus calidades supe-
riores: Moca, Martinica, lino verde, Guadalu-
pe, primera calidad , Jiorbon , llalli , Cayena,
Cuba , Guayra, Ceilan, Puerto Rico, Mayaguas,
Brasil , Java, Sumatra, Jamaica y Manila.
El café lino verde de la Martinica rivaliza con
el café de Moca, pero se le coloca en el segun-
do lugar á causa déla debilidad de su aroma. El
café de Santo Domingo es siempre uniforme. Por
lo demás, recordaremos aquí lo que dijimos ya
délos cacaos , y que repetiremos en muchos
oíros productos, á saber que es difícil y muchas
veces imposible el clasificar todas las cosechas;
porque si bien los caracteres que vamos á dar son
generalmente exactos, lasolalectura de este artí-
culo no será suficiente para el (pie querrá cono-
cer todos los cafés, pues que para esto son in-
dispensables un largo hábito y sentidos muy deli-
cados.
Café de Moca. Es el mas caro y mas estima-
do. Habas en general pequeñas, casi redondas,
con bastante película; su tamaño lo mismo que
su forma son diferentes , las unas anchas y com-
planadas, otras pequeñas y redondeadas , y las
hay también rolladas. Las semillas de café de Mo-
ca, que son redondeadas, se encontraban solas
dentro de la cascara, y adquirieron esta forma
en razón de faltarles el otro grano que debia
formar la otra mitad del fruto. El cafe de Moca
presenta un color amarillo ó verdoso, un perfume
muy pronunciado , y un sabor agradable , mas
sensible que en las demás especies. Algunas ha-
bas están dentro de su cascara, otras son entera-
mente negras; con este motivo es muy bueno saber
que los árboles viejos , en lug|ir de producir dos
semillas, solo dan una casi redondeada, y que es-
te café se vende muy á menudo en Francia por
café de Moca. El consumidor deberá, pues, aña-
dir á los caracteres físicos que preceden, el olor
y el sabor del infuso; pero no debe perder de
vista que esta apreciación exige un paladar muy
exquisito, que no todos poseen y que solo se ad-
quiere por una larga practica. Embalaje: El café
de Mócanos llega en balas y medias balas de jun-
co, de forma y tamaño variables, cubiertas con un
tejido de cortezas de árbol, atadas con cuerdas
gruesas de junco. Generalmente las balas pesan
144 kilóg. , y las medias balas 78 kilóg. El ca-
fé por lo regular se halla cargado de piedras
y polvo. El que se recibe directamente del país
por mar es mas limpio, el grano es menos ma-
duro , y el embalaje se presenta en mejor estado
que el de las balas que vienen de Egipto.
Café du la Martínica. Es el primero después
del café de Moca en razón de su gusto exquisi-
to. Habas mas voluminosas, mas prolongadas,
y redondeadas en sus extremidades; de color
verde claro, algunas veces un poco subido; ca-
si siempre conserva una película gris y platea-
da que se desprende por la torrefacción; surco
longitudinal bieu marcado, sobre todo hacia la
mitad de su longitud; algunas veces contornea-
do ; elor agradable y franco; sabor parecido al
del trigo.— Embaí.: barriles y sacos de cánamo
CAF
basto , de poso irregular.
Generalmente se distinguen tres variedades:
el Martinica fino verde , el Martinica fino ama-
rillo y el Martinica ordinario.
Capí de la Gi unía i'K. liabas duras y prolon-
Í^adas, regulares, lucientes, raramente pelicu-
adas, de un verde mas ó menos aplomado, y lim-
pias.— Embaí.: como el precedente.
C\fé de Borbon. Tiene mucha analogía con el
café de Moca, del que parece originario. Las ha-
bas son pequeñas, de formas diferentes, la ma-
yor parle, redondeadas y de color amarillo ó ver-
de; su perfume es agradable, pero débil, aunque
un paladar medianamente versado puede reco-
nocerlo. Se distinguen muchas suertes de este
café, porque viene ordinariamente en remesas
compuestas de habas regulares entre sí por la
forma y el color, y se acostumbra á clasificarlas
del modo siguiente ¡ Borbon fino verde: Habas pe-
queñas, redondeadas, de poca película, poco
surcadas, perfume dulce y agradable; colorínas
verde. — Borbon fino amarillo-. Los mismos carac-
teres , pero color mas amarillo. — Borbon ordina-
rio: Habas mas duras, menos redondeadas, ir-
regulares, tan pronto verdes como amarillas;
perfume menos agradable.
Hace unos veinte y tres años que el comercio
francés ha introducido una variedad particular
de café de Borbon (pie tiene el olor del té. Las
habas son prolongadas y puntiagudas en forma
de nabinas , cubiertas de una película ad Itéren-
te , y parecidas por el color a los otros cafés de
Borbon. Es probable que este olor característico
sea debido a cultivarse los árboles del café junto
á plantas de té.
Embaí. : los cafés de Borbon van repuestos en
doble saco de junco y en balas , de 25 á 50 ki-
logramos.
El cafe de Borbon es producido por una varie-
dad del Coffea arábica úd Linneo; pero también
en la isla Borbon se ha encontrado un café re-
dondeado por una extremidad, y prolongado por
la otra , ai que se ha dado el "nombre de Café
marrón , que el comercio no ha aprovechado en
razón desús males calidades. Lamark dióal ár-
bol que lo produce el nombre de Coffea maurita-
nia.
Café de Haití. Análogo al de la Martinica,
aunque poco buscado, si bien mas grueso, mas
prolongado , y sobre todo caracterizado por sus
dos extremidades que terminan en punta. Las ha-
bas son muy irregulares entre sí , raras veces
peliculadas, algunas con película rojiza, pe-
ro generalmente de un verde claro y don fre-
cuencia blanquizco ; sabor ligeramente ácido.
Esta variedad se presenta á menudo cargada de
triedras y de habas uegras. — Embaí. : como el de
a Martinica
Café de Cayena. Habas mal conformadas,
anchas y aplastadas ; película blanquizca, que en
algunas se extiende hasta el lado plauo y pro-
duce un reflejo plateado. Estas habas general-
monte son de un verde negruzco apagado. — Em-
baí.: barriles y sacos de cáñamo.
CAF H5
Café db Cuba. Habas pequeñas , bastante re-
gulares entre si , con muchas de ellas encorva-
das por la causa de que hemos hablado en el ca-
fé de Moca, divididas por el surco en dos partes
desiguales; en general son muy limpias, \ hay
algunas cubiertas de una película rojiza muy an-
herente; su color es tan proulo verde claro," co-
mo verde amarillo. — Embaí. : barriles , bocoyea
y sacos de lienzo.
Café de la Guayra. Caracteres bastante pa-
recidos á los del café de Cuba , si bien es de ca-
lidad mas inferior. Embaí. : sacos de lienzo.
café db Ceil\n. Habas irregulares en su for-
ma, algunas de color amarillo claro, otras de
un verdoso subido, y algunas veces negro; olor
y sabor débiles.
Café de Puerto Rico. Habas bastante pareci-
das á las del cale de la Martinica , pero iigera-r
mente encorvadas, mas cortas y menos pelicula-
das; ol r y sabor menos agradables. El Café de
Muyagiiés presenta los mismos caracteres. — Em-
baí.: sacos de pita y bocoyes.
Café del Brasil* Habas* irregulares en su for-
ma: las pequeñas tienen alguna analogía con las
del cafe de Moca , y las grandes se parecen
á las del café de Borbon ordinario. Las unas y
las otras son de un amarillo mas subiio que las
del café de Moca ; la película es poco abundante,
pajiza y brillante.
El que viene de Rio-Janeiro se presenta en habas
bastante gruesas, regulares, poco prolongadas,
ya amarillas, ya verdes, de poca película y de
un olor fuerte.— Embaí.: como el precedente'
Café de Jwa. Habas duras, prolongadas y
de un amarillo oscuro , algunas \ eces claro ó ver-
doso, y cubiertas de su película; muy olorosas.
Esta variedad contiene con frecuencia algunas se-
millas negras y hechas pedazos. Embaí.: (feble
tela de Gunny"; peso variable.
Café de Sumatra. Habas generalmente duras
y prolongadas , peliculadas, algo complanadas ,
de color amarillo, moreno, rojizo y negro, muy
olorosas, y de sabor caracterizado por su amargor.
— Embaí. : tela de Gunny, algunas veces simples
esteras de juico; peso variable.
Los árboles que producen estas dos variedades
deben de tener el mismo origen.
Café de la Jamaica. Habas en general muy
duras, algunas veces contorneadas, sin película",
de color verde claro, y de un olor agradali!
tante pronunciado. — Embaí.: balas, sacos de cá-
ñamo.
Café azul de la Jamaica. Los Ingleses han da-
do este nombre á una variedad de habas de la
Jamaica, notables por su color amarillo aplo-
madooscuro. Hace muy pocos años que este café
se vende en Inglaterra', y también parece q
consume algún tanto en l- rancia.
Cafe de Mvnila. Habas medianas, pelicula-
das, de un gris que tira a verdoso y dedébil olor.
Espeto conocido en el comercio. — l'.mbal.: este-
ra doble de junco, de forma prolongada, y alad?,
con junquillo.
Estos caracteres tienden continuamente á va-
516 CAF
riar con los nuevos procedimientos de cultivo.
Sin embargo, los cafés americanos no admiten
mejora sensible en su bondad. Seria muy curioso
indagar si la superioridad del café de Moca es de-
bida al clima, si es el resultado exclusivo del sue-
lo de la Arabia , ó de ambas causas reunidas. Lo
que hay de positivo es que la codicia del colono
europeo ha contribuido poderosamente á hacer de-
generar el calé trasplantado á las Antillas , pues-
to que se ha ocupado muy poco de la calidad, y el
constan te objeto de sus esfuerzos ha sido aumentar
el volumen y peso de la haba. Así es que la cose-
cha se hace demasiado pronto y las semillas no se
secan bien , de manera que es imposible que su
aroma pueda desarrollarse. El café de América
tiene , sin conlradicion , una duración mucho me-
nos considerable; es mas esponjoso, y se im-
pregna mas fácilmente de los olores de los cuer-
pos que le rodean. Hay personas inteligentes que
distinguen perfectamente el gusto de ciertos cuer-
pos que los capitanes no han tenido la precau-
ción de alejar al tiempo de cargar sus buques:
cítañse varios cargamentos que por este motivo
han conservado el olor de la canela ó de la pi-
mienta, etc.; hasta el azúcar le comunica un sa-
bor dulce que nada tiene de desagradable. Sin
duda este debe ser el motivo porque el café de
Borbon siente un poco al té.
En general , cuando se compra café, es menes-
ter elegirlo fresco , duro , seco , difícil de rom-
perse con los dientes, sonoro y sano, en semillas
lisas , de tamaño mediano , y lo mas limpio po-
sible, fragante y despojado de todo olor extraño.
Análisis del café.
Se poseen pocos documentos ciertos sobre la
verdadera composición química del café,, y ni
tampoco se sabe positivamente á que principios
debe atribuirse su acción sobre la economía ani-
mal. De las indagaciones mas recientes del se-
ñor Cadet-Gassicourt resulta que él café contie-
ne: t.° un mucilago abundante; 2;° mucho-ácHo
gálico; 3.° una resina; 4.° un aceite esencial
concreto ; 5.° albúmina ; 6.° un principio aromá-
tico volátil. Según Chenevix , la torrefacción le
añade un principio nuevo, el lanino. Los SS. Ro-
biquet y Pellelier han reconocido que contiene
una corta cantidad de aceite concreto , goma ó
mucilago, albúmina vegetal, un aceite blanco ,
dulce é inodoro, un principio amargo, una sus-
tancia óleo-resinosa muy acre , y últimamente
un cuerpo cristalizabie que se presenta en largos
filamentos sedosos , análogos á los del amianto.
La cafeína, pues este es el nombre que harecibido
este cuerpo , se licúa á un :alor lento , y se subli-
ma en largas agujas ; el agua y el alcohol la di-
suelven con facilidad, y es insolublc en el éter.
Debe notarse que, después de la urea y del ácido
úrico , la cafeína es, entre todas las sustancias
orgánicas analizadas, la que contiene mas ázoe,
pues que sobre 100 partes contiene 29.
CAF
■ Falsificación del café.
En Francia en los últimos años delimperio,
cuando se buscó en los productos de su suelo
succedáneos á las materias alimenticias, que el
hábito hacia indispensable á la generalidad de
la población, no se oh ido al café. Pero no se
fué afortunado en dar con el verdadero medio ;
pues si se consiguió fácilmente dar á muchas
sustancias vegetales quemadas el aspecto de es-
te polvo tan estimado , no pudo encontrarse ma-
teria que reuniese á sus caracteres exteriores el
aroma y el sabor deliciosos que hacen del infuso
de la liaba de Arabia una bebida de predilec-
ción para todas las clases de la sociedad. Todas
las sustancias, sucesivamente empleadas, no se
parecen al café sino por el amargor y el gusto
de empireuma, exceptólas semillas de brusco,
cuya aroma, desarrollada por la tostacion, es
lañ exactamente la del café , que muchas per-
sonas pueden equivocarse con ella. Verdad es
que su infuso es mucho menos soso, porque ca-
rece del todo de materia amarga; pero añadién-
dosela artificialmente , se podría obtener de este
licor una bebida agradable.
Sucesivamente se ha ensayado un sin número
de semillas, entre otras las de los cereales, de gla-
díolo , de garbanzos , de hiniesta, de judías ; las
bellotas de encina, las castañas; las raíces de za-
nahoria, de helécho, de achicoria y de remolacha.
Estasúltimas sustancias son las únicas quesecon-
linua empleando en la vecina nación , y en Ingla-
terra se prepara mucho café de centeno tostado.
Con frecuencia el café tostado y molido que se
vende en las especierías está mezclado con mas ó
menos cantidad de achicoria. Para reconocer este
fraude, que afortunadamente no puede dañar á
la salud, el Sr. Coulier ha dado el siguiente
proceder: póngase un poco de café sospechoso
en un tubo lleno hasta la mitad de agua fria. Si
el agua , después de algunos minutos , queda diá-
fana é incolora, y el polvo permanece en la su-
perficie , el café podrá ser considerado como bue-
no y- puro. Pero si el agua se colora sensible-
mente en amarillo ó moreno, y el polvo deja pre-
cipitar granos rojizos que se disuelvan poco á
poco en el líquido que atraviesan, evidentemente
el café contiene achicoria, y contendrá tanto mas
en cuanto mas se colorará el agua.
Si el calé contiene centeno tostado ú otra se-
milla mas ó menos feculenta, se examina desco-
lorando el infuso del café sospechoso con carbón
animal , y luego tratándolo con tintura de yodo,
que comunica al líquido un color mas ó menos
azulado , si en realidad existe el fraude.
Circula á veces en el comercio café averiado*
* El café averiado puede utilizarse. Bizio de Venceia ma-
nifestó en 1819 que el café proporcionaba un hermosísi-
mo color verde esmeralda de que se carecía en la pintura,
é inalterable á los diversos agentes químicos , y aun á la in-
fluencia corrosiva de la luz y de la humedad. Hecho el co-
cimiento del eafé como de ordinario se acostumbra , se em-
plea la sosa para obtener un elegante precipitado verde.
CAF
con el agua del mar, que es preciso saber distin-
guir del de buena calidad. Las semillas del cafó
así alterado p< n de un color moreno negruzco al
exterior y verdoso al interior; huelen á moho; su
sabor es jabonoso y muy distinto del café do
buena calidad. Las semillas tostadas no son acei-
tosas y brillantes, sino mas hien secas y mates,
no despiden el olor suave y balsámico del café
bueno , sino uno parecido al extracta de regaliz,
cuyo color también presentan.
El cocimiento ó infuso de café averiado sin
tostar es muy espeso, cuela con dificultad, es
inodoro é insípido; si se deja en la boca por algún
tiempo se percibe un gusto de jabón; conserva
su color parduzco aun después de muchos dias;
con la potasa cáustica no experimenta cambio
sensible, y solo después de mucho tiempo preci-
pita algunos copos ligeros ; con el agua de cal no
sufre cambio alguno ; con el acetato de plomo da
un precipitado agrisado; con el nitrato merou-
rioso da un precipitado blanco vedijoso; por últi-
mo, no puede extraerse de él la menor partícula
de cafeína , por ser, á lo que parece , uno de los
principios que pivmero se descompone al averiar-
se el café.
El cocimiento ó infuso de café no averiado
tiene un sabor débilmente amargo y herbáceo,
un olor algo aromático , y su color, que primero
es de un hermoso amarillo dorado , al cabo de
doce horas se pone verde quedando el líquido
perfectamente trasparente ; con la potasa cáus-
tica toma un color de naranja ó de goma gula ,
y luego se enturbia ligeranente; con el agua de
cal toma un color amarillo intenso ; con el aceta-
to de plomo da un precipitado vedijoso abundan-
te de un hermoso amarillo ; con el nitrato mercu-
rioso forma un precipitado amarillo vedijoso ;
finalmente, de él puede extraerse cafeína.
Por la comparación de ambos cocimientos y la
manera con que en ellos obran los reactivos pue-
de distinguirse muy bien el café de buena cali-
dad del café averiado.
Preparación del café.
Los Árabes hacen secar la pulpa para emplear-
la en bebida teiforme, y se dice que entre ellos for-
ma un objeto de comercio. Esta bebida es bastante
agradable y refrescante, y es lo que se llama Ca-
fé á la sultana, nombre que sirve también en
Europa para designar el cocimiento ligero de se-
millas sin tostar, que, tomado con un poco de
azúcar , fortifica el estómago y restablece el ape-
tito. En algunas partes del Asia Meridional se ha-
ce macerar la pulpa en toneles llenos de agua ,
para obtener una especie de vino que, por medio
de la destilación, da un licor espirituoso muy
agradable.
En cuanto á la haba , todo el mundo sabe que
se somete á una torrefacción , que se muele para
convertirla en polvo , y que sobre este polvo se
vierte agua caliente para obtener un infuso que
sirve de bebida intelectual, expresión con que se
le designa hoy dia.
CAF 617
La lerrefaccion destruye la crudeza y separa
la parte acuosa de su mucílago , facilita la acción
del molino, y desenvuelve ese conjunto de esen-
cias cuya reunión constituye lo que se llama el
ramillete. Sin embargo, un calor demasiado
fuerte destruye los principios que conviene con-
servarle, \ los sustituye por otros acres y astringen-
tes (pie nada tienen de común con la ambrosia que
el aficionado inteligente saborea con tanto placer.
Existe, pues, un punto que no puede indicarse,
pero que la experiencia enseña á conocer : co-
munmente el olor que embalsama la atmósfera
es el que advierte (pie debe suspenderse la ac-
ción del calórico. Hase calculado que una buena
tostacion no debía hacer perder sino 16 á 20 p.§
al café. La torrefacción se hace ordinariamen-
te en un cilindro de hierro ; los vasos de barro
barnizado pueden ser perjudiciales en razón del
esmalte que de ellos sede-prende y que se mezcla
con el café. Terminada la torrefacción, ciertas per-
sonas tratan de conservar el calor al café envol-
viéndolo en una servilleta ó en un papel: estoesun
error, porque si bien el calor se conserva, desapa-
recen lodos los aceites. Lo mejor que puede hacer-
se es echar el café encima de una piedra ó en
una vasija bien friaparaque la exhalación del aro-
ma se contenga lo mas pronto posible. Tampoco
debe molerse el calé antes de haberse enfriado
completamente, porque llenaría de pasta la nuez
del molino. Cuando se prepara el infuso , debe
evitarse también un calor demasiado fuerte, por-
que en este caso el agua disuelve el principio re-
sinoideo acre y amargo , y además la gran
cantidad de vapores que se forman arrastra
las partes volátiles y disipa el perfume tan bus-
cado de los aficionados. Por lo tanto se acostum-
bra aechar el agua bien hirviendo en la cafetera;
pero las paredes de la vasija pbsorven luego el
exceso del calórico. Cuando se tiene tiempo sufi-
ciente, basta operar lentamente la tiltracion en
frío , y calentar la disolución antes de bebería,
y parece que este proceder une los principios sa-
brosos. Es un craso error echar agua caliente so-
bre el bagazo cuando se quiere separarle lo que
ha podido retener ; la disolución que ,se obtiene
es muy subida de color, pero tiene un gusto de-
testable. El infuso del calé tostado y pulverizado,
en proporción de media onza por ocho onzas de
agua hirviendo (una taza) , es da un rojo oscuro
subido, visto á contraluz; a la luz, ofrece un
tinte de un amarillo de oro; su aroma es de las
mas suaves, si la operación ha tenido ldgar en
vasos cerrados.
Para que la fragrancia no se pierda, no se ha
de tostar ni moler el café hasta algunas horas
antes de preparar el infuso. En estos últimos
tiempos se ha ensayado el medio de cubrir las
habas tostadas con una ligera capa de azú-
car para impedir la evaporación del perfu-
me : este procedimiento parece haber dado bue-
nos resultados aunque no sea generalmente adop-
tado.
Algunos destiladores preparan un infuso con-
centrado, y lo venden bajo el nombre genérico
518 CAF
de Esencia de café de Moca *. Esta preparación
no deja de ser útil en los viajes ó en el campo;
pero con todo no ha obtenido aun el asentimiento
de los verdaderos inteligentes.
Para hacer el infuso de cafe, generalmente se
emplean cafeteras de plata, de hoja de lata, ó de
barro. Los ricos lo toman hecho en cafeteras de
piala ; á las personas que no lo sean se les acon-
ja que usen cafeteras de barro, porque la hoja
de lata comunica en general un sabor de tinta, en
razón de vina pequeña cantidad de hierro que di-
suelve el tanino del café.
Todavía hay algunas personas que sujetan el
café á la ebullición, que evapora su perfume mas
exquisito, leda un color mas negro y cierto
amargor, y lo deja además siempre mas espeso;
igualmente hay sujetos que, á imitación de los
Turcos y de los Árabes , dejan el bagazo bebién-
dolo con la parte líquida; por último , hay quien
acostumbra á echar una pieza de cobre en el ca-
lé durante la ebullición con objeto de clarificarlo,
lo que es una práctica perjudicial que debe pros-
cribirse.
De nuestros dias hanse inventado muchas ca-
feteras-filtros, por medio de las cuales se prepa-
ran los infusos de café, aparatos que son tanto
mejores en cuanto se alejan de la ebullición, pues-
to que el mejor método de preparación del café
es nacerlo con agua casi fria por el sistema de
lixiviación. La mezcla de la leche, ron ú otras
sustancias en el café, aunque introducida por
la moda, disminuye considerablemente, ó altera
del todo, las excelentes calidades de esta bebida.
Los Árabes del desierto , los beduinos de las
cercanías de Argel , son aun al presente mas
hábiles que nosotros en la preparación del calé.
Sentados en círculo alrededor de una peque-
ña hoguera de boñigas de camello secas, hacen
tostar la haba de bunn en una sartén agujereada.
Luego que la preciosa semilla ha tomado el color
oscuro dorado, que es la señal cierta de una
torrefacción suficiente , la muelen en caliente
* El Sr. Desehamps d'Avallon da la siguiente fórmula
de la Esencia de cafe:—« Tómese café tostado y pulveriza-
do, 600 gramos. Háganse liervir en una cucúrbita 4,000 gr.
de agua , añádase el café, móntese el aparato y destílese
para obtener 600 gr. de producto.'»
«Desmóntese el aparato, échese el residuo en un vaso,
déjese posar, decántese; hágase hervir el bagazo con 4,000
gr. de agua , déjese posar , decántese , y evapórese el lí-
quido para obtener 500 gr de licor concentrado.— Déjese
enfriar , mézclese el producto de la destilación y fíltrese pa-
ra obtener 1.000 gramos.»
«Dos cucharadas de café por taza de agua hirviendo.—
Esta esencia se conserva cuando los frascos están llenos;
pero es preferible tratarlos por el método de Appert.»
En esta ciudad el Sr. D. José Tuero prepira un extrac-
to llamado Sustancia de café concentrada. Con una cucha-
rada de este extracto desleído en agua ó leche hirviendo
basta pa ra obtener una taza del mejor café , y en verdad esta
bebida así obtenida tiene un sabor y un aroma exquisitos.
La sustancia de café concentrada es de una utilidad mani-
fiesta para los viajeros , supuesto conserva sus propiedades
por tiempo dilatado. Creemos muy merecido el privilegio
exclusivo de invención que S. M. ha concedido al S. D. José
Tuero , por el procedimiento de elaboración de este extracto.
CAF
entre dos piedras lisas, convirtiéndola en un polvo
impalpable. El agua hierve en el ibrick; el mas
joven de la reunión opera inmediatamente la mez-
cla, y cuando la lia agitado suficientemente,
lava distribuyendo á sus compañeros, y el be-
duino, puesto en chiquillas sobre su estera ó so-
bre su tapiz de piel de camello, saborea á pe-
queños sorbos, sin azúcar, sin leche, ni ningu-
na otra mezcla que disminuya ó dulcifique su
amargor , aquella bebida hirviendo cargada del
polvo fino y mas cálida por su aroma (pie por el
luego que ña servido á su preparación. Como el
perfume es el principal y mas precioso mérito del
café, el Árabe sentiría perder un átomo de él, te-
niendo que aguardar á que el infuso reposase un
instante.
Nosotros tenemos el paladar demasiada delica-
do y ia lengua demasiado sensible para acomo-
darnos con un licor tan espeso como el pisto
lacedemonio. Pero lo que hay de notable en la
práctica de los Árabes es la" ausencia de todo
intervalo entre la torrefacción y la infusión. Esta
transición súbita de una á otra puede solamente
conservar al licor todo su aroma y toda su sua-
vidad ; porque el café, puesto en infusión luego
de tostado,no se evapora durante su enfriamiento.
El gastrónomo francés mas distinguido de nuestra
época , el Sr . Cussy , aprecia en el mas alto gra-
do el mérito de esta practica de los Árabes, que
ha perfeccionado del modo siguiente: Toma ca-
fé en polvo recientemente tostado, y hace el in-
fuso con agua en la que ha hecho hervir
por espacio de diez minutos un puñado de café
de la Martinica tino verde, que sin tostar exhala
un delicado perfume que no se encuentra en las
demás especies.
Cada uno en su casa podria reunir perfectamen-
te las condiciones que acabamos de mencionar:
tostar el café y hacer inmediatamente el infuso;
en lugar de servirse de agua pura, emplear un
cocimienlo de café de la Martinica fino verde;
pero lo que no podria hacerse, sin una prodigali-
dad ruinosa , es operará la vez sobre una canti-
dad bastante considerable para que cada laza
tuviese toda la aroma que le es posible concen-
trar. En toda operación que tiene por objeto la ex-
tracción de principios análogos reunidos en ele-
mentos diversos, importa mucho obrar sobre ma-
sas abundantes de la primera materia. La atrac-
ción entre las moléculas similares se ejerce con
tanta mas energía en cuanto estas moléculas son
mas multiplicadas. Si se tiene café de primera
calidad convenientemente y recien tostado, y
se prepara una pequeña dosis de infuso , (los
tazas por ejemplo, el licor será menos puro, me-
nos suave y~ menos cargado de principios aro-
máticos, que si se preparan veinte tazas de una
vez.
Ilislona de la introducción del café en Europa.
Ignoramos la época precisa en que se comenzó
i á tostar los granos del calé para hacer con ellos
I un cocimiento , aunque hay motivo para suponer
CAF
que el descubrimiento de las propiedades de es-
ta bebida no se remonta mucho mas allá de la
primera parte del siglo XV ; porque los autores
antiguos ninguna mención lucieron del café , ni
los modernos lian diebo nada de el antes del si-
glo XVI. Se cree que Leonardo Hauwolf , médico
alemán , fué el primero que habló alguna cosa del
café en un libro que publicó en 1573, si bien in-
currió en muchas inexactitudes. Quien hizo una
descripción perfecta del café fué Próspero Albino,
que halda residido en Egipto como médico del
cónsul de Venecia, en sus obras publicadas en
1591 \ \o'M.
Tomamos los siguientes pormenores del Sr. Du
Tour, Diclionnd'hist. Matar, de Dttterv. «El café,
dice Rainal, en su Historia filosófica y política ,
procede originariamente de la Alta Etiopia , en
donde se conoce desde tiempo inmemorial, y
en cuyopais se culti\a aun con provecho. El Sr.
Lagrénce de Méziere, uno de los agentes mas
ilustrados que la Francia ha tenido en la India,
poseyó frutos de este café, de los que hizo uso
con mucha frecuencia, y los encontró un poco
mas gruesos , mas largos y menos verdes, y ca-
si tan aromáticos como los que se empezaron á co-
ger en la Arabia á últimos del siglo XVI.»
o El uso del café nos ha sido trasmitido por los
Orientales. Los unos dicen que la primera expe-
riencia se debe á la vigilancia del superior de un
monasterio quien , queriendo sacar a sus herma-
nos del entorpecimiento á que les tenia sumergi-
dos el sueño en los olicios del coro durante la no-
che, les hizo beber infuso de café, por la relación
que le habían hecho acerca de los efectos que
este fruto producía á los machos cabrios que lo
habían comido. Otros pretenden que un Mollach
( doctor musulmán), llamado Chadely, fué el pri
mer Árabe que lomó café con el objeto de li-
brarse de un entorpecimiento continuo que no le
permitía hacer sus oraciones nocturnas. Los Der
vis (sacerdotes turcos) le imitaron, y su ejemplo
fué seguido por las gentes de la ley." Muy luego
se advertió que esta bebida alegraba el "espíritu
y disipaba la pesadez del estomago , y entonces
la adoptaron hasta aquellos que no tenian necesi-
dad de estar despiertos. Este uso, de las orillas
del mar Rojo pasó á Medina, á la Meca, y los
peregrinos lo llevaron á todos los países maho-
metanos. En fin , se lee en un manuscrito árabe,
que se halla en la biblioteca real , que el café,
aunque originario de la Arabia Feliz , se usaba
en el África y en la Persia mucho tiempo antes
aue los Árabes hubiesen hecho de él una bebida,
acia mediados del siglo XV el mufti de Aden,
ciudad déla Arabia, viajando por la Persia, vio
que empleaban este licor , y , á su regreso . lo
hizo conocer en su país. De" Aden el uso del ca-
fé se extendió á todos los lugares sometidos á la
ley de Mahoma.»
»En muchas cindadesde estos países se imagi-
nó el medio de establecer casas públicas en don-
de se distribuía el café. En Persia estas casas
se convirtieron, como ha sucedido entre noso-
tros , en un honroso asilo para las gantes deso-
CAF 619
cupadas, y en un lugar de descanso para los
hombres atareados. Los políticos hablaban en
ellas de noticias , los poetas leian allí sus versos
y los mollachs recitaban sus sermones. Las cosas
u.) se pasaron tan tranquilamente en Constanlino-
pla, pues apenas se abrieron los cafés cuando
fueron frecuentados con furor. A consecuencia de
las representaciones del muflí, el gobierno, ba-
jo el reinado de Amurat 111, hizo cerrar estos lu-
gares públicos, y solo toleró el uso de este licor
en el interior de "las familias. Lna inclinación de-
cidida triunfó de esta severidad : se continuó be-
biendo café publicamente, y se aumentaron los
lugares en que se distribuía. Durante la guerra
de Candía y bajo la menor edad de Mahomelo IV,
el gran visir Koprolí lo suprimió nuevamente;
pero esta precaución fué tan iuulil como las pre-
cedentes.»
»A1 principio del siglo XVI, el café produjo
igualmente desórdenes en el Cairo. El año 1523
ó 930 de la hegira, Abdallah, Ibrahim, chaique
déla ley, predicó fuertemente contra esta bebi-
da en la mezquita de Hassassanie; las cabezas
se calentaron y los partidos vinieron á las manos;
pero el cheik-él-fielet ;el gobernador de la ciu-
dad) reunió á los doctores déla ley, y, después de
haber escuchado con paciencia una larga discu-
sión , hizo servir café á todo el mundo y levantó
la sesión sin proferir una palabra. Esta medida
restableció la tranquilidad. Así es como el uso
del café, adoptado umversalmente en Oriente,
se perpetuó en aquel país á pesar de la violencia
de las leyes y de la austeridad déla religión, que
se habían reunido para proscribirlo. Los Turcos
tienen un intendente particular que ellos llaman
kavnjhi , es decir, oficial del café, y en el serra-
llo hay varios kaveghis, (pie cada uno de ellos
preside á 20 o 30 battayis ó empleados encarga-
dos de preparar este licor agradable.»
»E1 cafe había empezado á acreditarse en Cons-
tantinopla, bajo el reinado de Soliman-el-Gran-
de, en 1554. En 1645 se comenzó á establecer
cafés públicos en Italia y en España, en 1052 en
Londres, en 1671 en Marsella, en 1672 en Pa-
rís. Los habitantes del Forte se acostumbraron á
esta bebida , y la prefirieron á sus licores. Por
último toda la Europa tomó café. Era imposible
que un gusto que se habia hecho tan general no
hiciese nacer en los Europeos el deseo de poseer
el árbol que producia este grano precioso. Las
potencias marítimas de esta parte del mundo te-
nian colonias establecidas entre los Trópicos, y
trataron de trasportar allí el café; pero era me-
eslerirlo á buscar a su país natal, es decir á la
Arabia, pues que este era el punto de donde venia
ent mees todo el café que se expendía en el co-
mercio. Esta empresa estaba reservada á una na-
ción conocida por su industria : los Holandeses
fueron los primeros que trasportaron este árbol
de .Moca á Batavia y de Batavia á Amsterdam.»
El Sr. Mac-Culloch cuenta de la manera si-
guiente la introducción del café en Londres, y
las dificultades que tuvieron los Holandeses para
procurarse las primeras plantas de café. «El pri-
río caf
mer establecimiento al que se (lió el nombre de
café se abrió en Londres en 1652. Un negocian-
te llamado Edwards, que comerciaba con la Tur-
quía , habiendo traído del Levante algunos sacos
de café, y llevado consigo un criado griego que
sabia prepararlo , vio luego su casa asaltada por
una multitud de gentes , quienes, bajo pretesto
de visitarle, iban tan solo para gustar aquella
nueva especie de licor. Para satisfacer á sus ami-
gos, que seliacian mas numerosos cada dia, y
librarse al mismo tiempo del embarazo que le
causaban, dio permiso á su criado para que se
estableciera á donde quisiese para hacer café y
venderlo públicamente. A consecuencia de este
permiso , el Griego abrió un calé en el mismo si-
tio en donde se halla hoy el calé de Virginia
( Virginia cofl'ee-housc). El célebre café de Gar-
raway, en el que se hacen tantas ventas en al-
moneda pública, fué el primero que se abrió des-
pués del grande incendio de 1666. Por un decre-
to publicado eu 167o, Carlos II ensayó suprimir
los calés, bajo elpreleslo de que eran lugares que
servían de reunión álos malcontentos que inven-
taban y propalaban falsas noticias, para desacre-
ditar al gobierno del rey y turbar el reposo públi-
co de la nación. Habiendo sido consultados los
doce jueces respecto á la legalidad de esta medi-
da, declararon que la venta al por menor del co-
cimiento de calé podia ser un tráfico inocente ;
pero que, como se usaba para alimentar la sedi-
ción, propalar mentiras y calumniar á perso-
najes elevados , podia también llegar á ser una
cosa perjudicial y que convendría prohibir.»
Entre las proscripciones del café por muchos
soberanos es curioso saber que en el pais de
Hildburgansen, situado sobre el Werre en Franco-
nía, por decreto de 4 de enero de 1825, se prohi-
bió tomar café. Los que lo bebían estaban sujetos
á una mulla de seis marcos de plata; los que co-
merciaban con él en grano debían pagar 104
francos, y en licor, seis marcos, y á los q¡ e
hacían el contrabando se les castigaba con sa-
carles por dos horas á la vergüenza.
Los príncipes -árabes, para conservar el mono-
polio del cale , habían prohibido bajo pena de la
¡vida la exportación de una sola planta de café;
prohibición por otra parte, difícil de llevar á ca-
bo, en razón de que esta* planta solo se encuen-
tra á 25 leguas de Moca , único puerto en el que
•se permitía entrar á los buques europeos. Se di-
<-e también que los Árabes llevaban su precaución
hasta el extremo de esterilizar las semillas de ca-
íé por medio de cierto grado de torrefacción
que las hacían sufrir antes de que circulasen en
el comercio. A pesar de todos sus esfuerzos, los
Holandeses consiguieron procurarse , bien sea
plantase semillas fecundas, y naturalizaron el
café en las cercanías de Batavia.
Producción y consumo del café,
Según Mac-Culloch, las cantidades de café
exportadas anualmente de los diferentes países
que lo producen son poco mas ó menos las si-
CAF
guientes : de Moca , Hodeida y otros puertos de
la Arabia, 10,000 toneladas; de Java, 18,000;
de Sumatra y demás puntos del Archipiélago In-
dianos, 8,000; del Brasil y de las antiguas pose-
siones españoles de la América del Sud, 42,000 ;
de Santo Domingo , 20,000 ; de Cuba y de Puer-
to-Rico , 25,000; de las colonias inglesas eu las
Indias occidentales, H,000; de las antiguas co-
lonias holandesas, 5,000; de las colonias fran-
cesas , 500 , y de la Isla Borbon , 8,000 : total ,
147,000 toneladas.
El consumo se valúa del modo siguiente: Gran-
Bretaña, M',500 toneladas; Holanda y Bélgica,
40,500; Alemania y Estados de las costas del
Báltico, 32,000 ; Francia, España, Italia, Tur-
quía, Europa, Levante, etc., 35,000; América,
20,500.
Comercio del café en España.
El café que se usa en España se recibe directa-
mente de los puntos de producción, que son la Is-
la de Cuba, Puerto Rico, Mayagües y Guayra.
El calé que tiene mas eslima y es mas preferido
en el comercio es el de Puerto Rico y el de Maya-
gües, por ser de mejor calidad. Se importa tam-
bién en nuestro país el café de Moca, aunque en
muy corta cantidad, pues el precio elevado de
esle producto solo permite su uso á las clases
mas acomodadas de la sociedad.
El embalaje del café de la Isla de Cuba es
sacos de pita y bocoyes; el peso de los sacos
es de unas 7 arrobas castellanas, y la tara es 3 li-
bras y 2 p% de polvo. Los bocoyes pesan 32
arrobas, y la tara esdei arrobasy 2 p% depolvo.
El calé de Puerto Rico viene en barriles y bo-
coyes : el peso de los primeros es de 8 arrobas
castellanas, y la tara es de 1 arroba y 2 p% de pol-
vo; el peso de los segundos es de 36 arrobas, y
la tara de 4 arrobas y 2 p% de polvo.
El embalaje del café de la Guayra y Maya-
gües consiste en sacos de lienzo ; su peso es de
unas 4 arrobas castellanas, y la tara es de 2 libras
y 2 p% de polvo.
Según la Balanza de la Dirección General de
Aduanas y Aranceles, la importación y exporta-
ción de café en España en los años de 1848 , 49
y 50, fué la siguiente:
t
IMPORTACIÓN.
Años.
Puntos de producción. 1848. 1849. 185C
O I
M
<? V
De la Isla de Cuba.
De Puerto-Rico.
De otros puntos.
8,139 12,281
6,484 5,208
59 186
5,512
5,260
153
Total . . . 14,682 17,6-5 10,925
EXPORTACIÓN.
í
A Francia.
,V Gibraltar.
A otros puntos.
Total. .
5.886
19,334
745
25,965 »
CAF
En 18i9 , la importación y exportación del ca-
fé en el puerto de Barcelona , según la Balanza
formada por laM. I. Junta de Comercio, fué co-
mo sigue :
Importación de las provin-
cias de Ultramar. . .
Exportación al reino. . .
Id. al extranjero.
Total. . .
Libras. Reales.
241,344 482,688
144,862 289,724
1 .313,1 Kl ». 627,420
1.458,372 2.917.144
Usos del café.
Propiedades alimenticias. Los habitantes de
diversas comarcas del África emplean el café co-
mo alimento en sus expediciones militares : tues-
tan la haba, la pulverizan, y mezclan el polvo
con grasa para darle consistencia; unacortacan-
tidad de esta preparación les basta para susten-
tarse durante marchas de muchos dias. Este uso
es muy antiguo entre ellos, siendo presumible
(pie sea debido á individuos de aquellos pueblos,
restos de la antigua Etiopia, el conocimiento del
café. La calidad nutritiva del café está comproba-
da también por la experiencia de los soldados
franceses en la memorable expedición de Egipto
en 1 790 , cuando tenían que resistir fuertes fati-
gas ó penetrar en los desiertos que cruzan el va-
lle del Nilo, quienes preferían á sus raciones el
café en granos tostados ó moiidos, por sustentar-
les mejor, según se dice.
Mucho se ha hablado y se ha escrito en pro y
en contra del infuso de café. Jacobo I , rey dé
Inglaterra , escribió en contra. El abate Nisseno
se envanecía de haber probado que esta semilla
había sido traída á Europa por el demonio. Le-
mery y Heguel creían que su uso hacia impoten-
te, y se dice asimismo que este último, que era muy
alicionado á tomar calé, aconsejabasu uso á todo
el mundo bajo el punto de vista religioso. Bespec-
lo a esto, Heguet refiere que una sultana persa,
muy descontenta de los servicios que le presta-
ba "un sofi , vio un dia á un caballo que llevaban
á castrar, y que preguntando lo que iban á ha-
cer al pobre animal, le dijeron que, estando de-
masiado enamorado , iban á destruir radical-
mente la causa de sus arrebatos. Entonces, con-
testó la sultana: hacedle tomar café, y así uo ten-
dréis que hacerle ningún daño.
El Sr. Aulagnier dice : «la facultad estimu-
lante del café acelera el curso de la sangre, au-
menta los movimientos orgánicos, multiplica la
energía del alma, aleja el sueño á las personas
que no lo loman habitualmente , facilita la tras-
piración, y por último esta facultad excitan-
te hace qne las gentes de letras busquen esla be-
bida , por lo que se la ha dado el nombre de
bebida espiritual. Su uso produce una constitu-
ción nerviosa, vuelve á las personas pálidas, del-
gadas y flacas, afecta al sistema muscular vá
66
CAF 551
veces ocasiona el temblor. Sobre todo es menes-
ter prohibir su uso á los niños , puesto que casi
siempre impide el desarrollo del cuerpo y enve-
jece antes de tiempo. Brillal-Savarin dice que
en Londres se vio á un hombre á quien el uso
inmoderado del café habia vuelto idiota. Tomado
con moderación el café puede ser útil á las perso-
nas gordas, á los temperamentos flemáticos y pitui-
tosos, y aciertos ancianos, en laestacionhúmeda;
pero perjudica alas personas flacas é irritables, á
los melancólicos, á los hipocondríacos, y sobre
todo á lasmugeres; puede ocasionar hemorra-
gias, almorranas, erisipelas y otras enfermeda-
des cutáneas, etc. Bayle le ha visto producir el
mismo efecto que el emético. Supuesto que su uso
es perjudicial en muchas circunstancias, debe
consultarse siempre la experiencia; en efecto,
para dar un ejemplo de esto, puede citarse el doc-
tor Fotergill , dolado de una sensibilidad tan ex-
tremada que no podia tomar té sin sentirse mo-
lestado , y hacia un uso moderado y útil del café.
Voltaire, hombre muy flaco como todo el mundo
sabe, se dice que lomaba seis tazas de café dia-
riamente, si bien es verdad que su muerte se atri-
buye á una inflamación producida por esta bebi-
da. Delille lomaba diariamente su café, que se
habia convertido en su Hipocrene.»
El infuso de cafe, bien hecho y conveniente-
mente azucarado, esuna bebida en extremo agra-
dable y de un sabor exquisito. Tan luego como
penetra en el estómago produce en él un calor
suave , que comunica el bienestar á todo el
cuerpo. Este infuso es eminentemente digestivo y
estomático, acelera la circulación, desenvuelve
las facultades intelectuales, favorece la traspira-
ción y las secreciones, conduce y excita á la ale-
gría y á las agudezas del espíritu, inclina á los
sentimientos benévolos, da fuerza y agilidad. Es-
ta es la bebida favorita de los Orientales , que
tan amigos son délos goces de los sentidos, y
quienes la toman por decirlo asi durante todo
el dia ; es también la bebida de los literatos, de
los artistas, y sobre lodo de los poetas, en tér-
minos que uno de ellos, Delille, la ha inmor-
talizado con estos versos : Es el licor mas ca-
ro al poeta, etc. El café, tomado después de las
grandes comidas, de las cuales es su comple-
mento indispensable, facilita la digestión, amor-
ligua los vapores del vino, é impide la embria-
guez y sus consecuencias. El café es sobre todo
conveniente en los países húmedos, nebulosos,
templados, etc., y es mas útil á los viejos que á
la juventud , á los hombres mas que á las mu-
geres.
El café tiene una propiedad muy notable , con-
siderada por unos como perjudicial , y deseada
por otros, esto es la de alejar el sueño, á lo me-
nos durante seis ú ocho horas después de haber-
lo bebido á continuación de comidas lijeras, á
los sugetos que no lo toman habitualmente. Hay
personas que aprovechan esta propiedad para de-
dicarse á los trabajos mentales , sin verse postra-
dos por el sueño , y es menester convenir en que
es un agente precioso en este caso, pues procura
tomo i.
82* CAF
con mas claridad de ideas un estado de quietud
¡que concurre á facilitar el trabajo. Hanse visto
sabios y literatos, entre los cuales se citan Fonte-
nelle y'Voltaire, que lo tomaban muchas veces al
día para fecundizar su memoria, sin que por
esto experimentasen ningún accidente, á pesar
de los temores que se queria inspirarles sobre
el café, y que hicieron decir al primero que era
ciertamente un veneno lento. Los inteligentes
toman el café sin azúcar , otros pretenden que
él azúcar dobla su aroma.
Si el infuso de calé, tomado después de la co-
mida, hace la digestión mas pronta y mas fácil,
haie observado que su uso , antes de la comida,
quila el apetito.
Hay muchas personas que tienen la costumbre
de desayunarse con café y leche ; las mugeres
.generalmente pretieren este alimento á cualquier
otro. Efectivamente, es un alimento agradable al
paladar y al olfato, acelera la digestión, favo-
cere las evacuaciones, y algunas veces produce
el efecto de un laxante. En ciertos países, en-
tre las clases inferiores es un alimento predilecto,
y las mugeres de esta clase con tal que tengan su
café poco les importan las comidas del resto del
dia.
El café se emplea también para otros usos ali-
menticios además de los de que acabamos de ha-
blar: con él se preparan cremas, sorbetes, licores,
pastillas, etc., etc.
Finalmente , el Sr. Guérin dice que nada hay
comparable al café; es el néctar soñado por la
brillante antigüedad , la llama celestial que re-
Juce en la frente de los grandes hombres y les
asegura la inmortalidad. Beber café es, según la
expresión de un poeta, beber un rayo de sol, dar
-al alma una vida real, una vida de dicha y ama-
bles ilusiones. «Al beberte, divino café, dice un
^célebre autor , amo á mis semejantes , adoro á
«las mugeres, se me renuevan los dias de felici-
«dad , de juventud y placeres , respiro los suaves
>«per fumes de las flores, siéntome rodeado del
«cariñoso hálito de los Céfiros, y saboreo los fru-
stos mas exquisitos: la naturaleza me parece mas
«hermosa y grande , y la carga déla vida menos
«pesada: veo aproximarse su término con mas
«serenidad.; y en fin triplicas á mis ojos la dicha
«de ser padre.»
Propiedades medicas. En los países en donde
se cultiva el haba del Yemen se hace una mul-
titud de usos terapéuticos del café , administrán-
dolo en un sin numero de enfermedades y desór-
denes particulares de la salud. En las colonias de
América se emplea en muchísimos casos , sir-
viendo diariamente como remedio doméstico. En
Europa se usa muy poco como medicamento , y
quizás sea esto un. error, puesto que el café es
en realidad un excitante cefático y estomático
cuya administración puede ser útil mas de una
vez.
Uno de los efectos mas constantes del café , so-
bre todo en las personas que no hacen uso
habitual de esta bebida, es aumentar la secreción
urinaria.
CAF
En las cefalalgias pasajeras se recomienda el
uso del café en infuso acuoso , con azúcar ó sin
él , y á veces hace desaparecer el mal con mu-
cha prontitud , si bien es verdad que con fre-
cuencia se requiere continuar el uso del medica-
mento para llegar á este término. El infuso de
café no es menos saludable en las jaquecas li-
geras y no constitucionales , como pueden lla-
marse las inveteradas , largas , y tan frecuentes
en ciertas personas y en ciertas familias.
La propiedad que tiene el café de obrar sobre
el cerebro , de excitarlo, y de provocar en él
una fuerza intelectual mas manifiesta , ha hecho
aconsejar su infuso , administrado á dóses reite-
radas en las afecciones soporosas, en el embo-
tamiento de los sentidos, su colapsoy su debili-
dad ; también por la misma razón se prescribo
á los melancólicos , á los hipocondríacos, etc.,
fuera de las horas de las comidas, varias veces al
dia, y como medicamento.
Igualmente ha sido prescrito el café como tó-
nico pasajero en las calenturas continuas de ca-
rácter adinámico ó atáxico. Sus felices resulta-
dos en las calenturas intermitentes son aun mas
seguros que en las continuas.
Las Egipcias, según Próspero Alpino, toman el
cafó como emenagogo; Lanzoni lo ha utilizado
contraías diarreas pertinaces. Se ha observado
ser muy útil á las mugeres sujetas á accesos bis-'
téricos, y ha sido muy preconizado en el asma
esencial', de accesos periódicos y nocturnos. El
doctor Amali recomienda el vapor del café en
torrefacción contra la oftalmía crónica, al mis-
mo tiempo que prescribe lavar los ojos con el co-
cimiento de café crudo.
Los principios constituyentes del café han he-
cho creer á varios médicos y químicos que po-
dría ser útil en ciertos casos de envenenamiento:
la propiedad que tiene de hacer cesar la ac-
ción embriagadora de los alcohólicos, ha dado
lugar á emplearlo para combatir la del opio. Según
el Sr. Orfila, parece que, á pesar de que el café no
descomponga el opio en el estómago, disminuye
sus accidentes , y hasta los hace cesar si son po-
co intensos. El Sr. Bégin aconseja también su
uso en los envenenamientos producidos por el
opio , por las setas, y otros venenos narcóticos,
cuando hay sopor , en el asfixia por el carbón ,
etc. También está indicado en el envenenamiento
ocasionado por el ácido hidrociánico , aunque se-
gún el Sr. Orfila sin efecto.
Ya que hemos hablado de la utilidad del café,
debemos también señalar sus desventajas en cier-
tas constituciones y enfermedades. El Sr. Mérat di-
ce :» las acusaciones que se han hecho á esta be-
bida han sido exageradas por algunos médicos y
en particular por Eloy. Se acusa al café, en su ca-
lidad de excitante, de enardecer y agitar la sangre;
de producir vértigos, palpitaciones, agitación ner-
viosa y temblores; de provocar las almorranas, la
apoplegía, etc. ; de no. convenir á los temperamen-
tos sanguíneos, biliosos, nerviosos, á las personas
flacas, etc. ; de que está contra-indicado en las
enfermedades de irritación, y sobre todo en las
CAF
afecciones inflamatorias, ele. Todos los inconve-
nientes que ofrecen los excitantes puede ofre-
cerlos efectivamente el café ; pero le creemos
mas bien propio para disipar la tendencia á la
apoplegia que á causarla , porque contribuye á
fortificar el cerebro, impide las congestiones san-
Í;uineas que podrían formarse en él, por la ace-
eracion que produce en la circulación cerebral,
y la aleja sobre todo en su calidad de digestivo
por excelencia, porque el embarazo en las fun-
ciones del estómago es una de las causas mas
frecuentes de esta enfermedad.»
«Hase dicho que el café producía la esterilidad,
y también en el Oriente se le ha hecho esta acusa-
ción , que creemos tan infundada como las prece-
dentes , á pesar de toda la autoridad de Hecquet,
de Simón Pauli, etc., porque no vemos que los
Holandeses, que toman el café en muy gran
cantidad , sean menos fecundos que los demás
Europeos.»
Según algunos autores, el café despierta los do-
lores de la gota, y creen que los sugetos que pa-
decen esta enfermedad deben abstenerse de él ,
como igualmente las personas de temperamento
nervioso , ó las que se vean atacadas de flegma-
sías crónicas.— El fundador de la homeopatía,
Hahnemann , proscribe el café , comparándolo á
los mas violentos venenos.-El Sr. Chaumeton cree
que no debería usarse el café sino como medica-
mento. Esta opinión parece demasiado severa ;
f>orque hay temperamentos y estados de salud en
os cuales ño tan solo no es nocivo sino que puede
ser muy útil. Así, no rechazemos tan agradable y
deliciosa bebida, y hagamos un uso prudente y
conveniente de ella, tanto en el estado de salud
como en el de enfermedad.
CAFEOfA. Principio inmediato de los ve-
getales que existe en el café no tostado ni ave-
riado, del que se extrae por diversos procederes
indicados por los SS. Robiquet , Pelletier y Ga-
rot. La cafeína, anunciada en 4819 por F.Run-
ge, de Berlín, caracterizada en 1821 por el Sr
Robiquet, es crislalizable , poco soluble en el
agua fria, bastante soluble en el agua hirviendo
y en el alcohol, fusible y volátil; precipita en
verde las soluciones ferruginosas; no es alcalina,
como lo había creído al principio el Sr. Pelletier;
contiene mas ázoe que ningún otro principio veje-
tai, sin que sea por otra parte putrescible, etc.
Se ignora si entra por algo en las propiedades
económicas y médicas del café, lo que es proba-
ble suceda.— V. Café.
tUFOMElKO. Instrumento inventado
por Cadet de Vauxy perfeccionado por Chevalier,
para medir el peso específico del café. Es una
especie de areómetro, en que los grados sobre 0
indican la fuerza del café á una temperatura de
00 grados, y los de debajo 0 están destinados pa-
ra pesar en frío á unos 10°. Media onza de café,
mitad Moca y mitad Martinica, basta para me-
dia taza de excelente café , que pesa en frío 4
grados 7/« debajo cero , y á 75 de Réaumur,
4 % sobre cero.
CAFFA. Nombre dado á ciertos tejidos de al-
CAI 8*8
godon pintados de varios colores, que se fabrican
en las Indias orientales , y cuya dimensión es de-
sigual. Su comercio tiene lugar en Bengala.
CAGGO W. Árbol de Guinea , cuyo coci-
miento sirve para limpiar la boca y curar el mal
de dientes.
CAIMAS, Alligvtor. Género de reptiles,
del orden saurios , familia cocodrilios , que se
distinguen en su hocico ancho y obtuso, en sus
pies semipalmeados sin dentelladuras , y sobro
todo en la disposición de sus dientes, que son de-
siguales en magnitud y volumen, y los de laman-
dibula inferior dirigidos todos hacia dentro y cu-
biertos por el borde de la superior ; pero lo que
especialmente caracteriza á este género esque el
primero y cuartp dientes inferiores durante el re-
poso se alojan en unos hoyos que les correspon-
den en la otra mandíbula. "
Todos las caimanes son americanos, y en aque-
llas regiones son llamados también Jácaros , Ja-
caretingos y Cocodrilos. En otro tiempo eran tan
comunes los caimanes en los rios grandes de
América que el célebre viajero Bartram encon-
tró bandadas de estos reptiles bastante conside-
rables para detener la corriente del agua é im-
pedir la navegación ; pero , rechazados á Ios-
bosques del centro por el cultivo de las provin-
cias del litoral é incomodados por las continuas
comunicaciones del comercio interior, ya no se
propagan con tanta facilidad , van siendo todos
los dias mas raros , y al parecer los que van re-
produciéndose en la "actualidad no alcanzan de
mucho á las jigantes proporciones que en otro
tiempo tuvieron.
Los naturales del país les temen poco y se de-
dican gustosos á su caza , que se efectúa á fusi-
lazos. Los caimanes afortunadamente no son muy
carniceros; se alimentan de peces, y solo por
casualidad comen carne humana ; elhombre no
ha de temerlos sino en setiembre y octubre, épo-
ca en que ellos persiguen á las hembras. Estas
ponen en la orilla setenta ó mas huevos que el
calor del sol hace salir; el macho y la hembra
velan para que nadie se los lleve, y tan solo en-
tonces atacan con furia á los pasajeros.
La carne de caimán algunas veces es comida,
á pesar del olor almizclado que le es propio y
que nunca pierde enteramente por la cocción",
siendo la cola el pedazo preferido. Los negros
comen con gusto los huevos de caimán, que son
del grosor de un huevo mediano de avestruz,
redondos en las extremidades y cubiertos de una
cascara blanca y gruesa. Los Indianos otomacos
y guamos aprecian mucho la carne de este rep-
til , sobre todo durante el invierno ó cuando los
rios son demasiado altos para pescar en ellos; los
Indios la llaman babilla, y es tanto de su gusto
que poco caso hacen de la" de pescados ; los sal-
vajes de la Gniana, que comen con placer la
verga de estos reptiles, que huele fuertemente á
almizcle, despiden un olor de caimán que los ha-
ce creer feroces ; ha de observarse que esta car-
ne ocasiona erupciones cutáneas muy incómoda*
y a mtnmlo incurables. También se hace un co*
sai caj
mercio considerable de los dientas de estos ani-
males, vendiéndolos muy caros, porque estos
pueblos creen que tienen una virtud específica
contra el veneno.
Se dice que los negros hacen mucho aprecio
de la grasa de caimán empleada en fricciones
para combatir los dolores reumáticos y los es-
guinces , confundiendo sin duda en su amor por
lo extraordinario la acción del medio princi-
pal , es decir del frote con la del agente auxiliar,
error harto común en la medicina popular.
Lémery dice que en el estómago de estos repti-
les se encuentra una porción de casquijo y de pe-
queñas piedras de rio , empleadas como amuleto
puestas sobre las sienes en las cuartanas.
Los Sres. Spix , Duméril y Bíbron elevan á
cinco el número de las especies de caimanes :
Caimán anteojiíuo (Alligator selerops , Dum.
y Bibr. ; Crocodilus selerops , Schn. ). Cuvier ci-
ta un individuo largo de 4, 62. De la América
meridional (Brasil, C-uiana y Paraguay). La hem-
bra pone hasta 60 huevos. Adulto, raras veces
ataca al hombre , y su alimento habitual consiste
en peces, palos y otros animales acuáticos.
Caimán cinocéfalo (Alligator cynocephalus ,
Dum. y Bibr.; Alligator fissipes, Sp.). Largo de
2 á 3 metros. Especie de la América meridional,
principalmente del Brasil.
Caimán de hocico de sollo (Alligator lucius,
Cuv.; Crocodilus mississipiensis, Daud.). Según
Barlon, tiene hasta 7 metros de longitud. De la
América septentrional, y en particular del Mis-
sissipí y de los rios que en él desaguan; también
se encuentra en los lagos y pantanos en la Lui-
siana, en la Carolina y hasta el 32° de latitud
norte.
Caimán de párpados huesosos Alligator pal-
pebrosus, Cuv.; Crocodilus trigonatús, Schn.).
Su longitud es de 1,20 y mas. Vive en la Améri-
ca meridional, y de él se distinguen dos varieda-
des.
Caimán de puntos negros (Alligator punctu-
latus , Dum. y Bibr.; Jacarelinga punctulatus ,
Sp.). Largo de unos dos metros. Encuéntrasele
en el Brasil y existe también en Colombia.
CAJA. Pieza de madera, ó de metal, que
sirve para meter dentro alguna cosa; se cubre
con una lapa suelta para poder trasportar mer-
cancías, sin malograrse. Tiene muchos usos y es
de varias formas , figuras y tamaños.
Una caja embalada es una caja llena de mer-
cancías, que se ha cercado de paja, y cubierto
de una arpillera , ó tejido de estopa muy basto,
cosido con puntadas grandes con hilo bramante,
y atada exteriormente con cuerda en varias par-
tes.
Una caja encordelada es la que no tiene emba-
laje, y únicamente está atada por encima con
una cuerda de distancia en distancia , para im-
pedir que las tablas puedan apartarse unas de
otras.
Los comerciantes y mercaderes, queenvian gé-
neros al extranjero , deben cuidar de que las mer-
cancías estén bien colocadas en las cajas, y éstas
CAJ
bien embaladas ó encordeladas , pues que la fal-
ta de esta precaución les causa á menudo pér-
didas considerables. Cuando se dice que una ca-
ja ha sido atada con bramante v plomada , debe
entenderse que los oficiales o dependientes de la
Aduana la han hecho embalar y encordelar en
su presencia , después de haber cobrado los de-
rechos de los géneros contenidos en ella, y que
han hecho anudar un bramante alrededor del
nudo de la cuerda en el cual han pasado un plo-
mo que está marcado por encima y por debajo
con los cuños de la Aduana.
Con el nombre de Caja se significa también
una especie de cofre de hierro, ó de madera de
encina, guarnecido de buenas barras de hierro
de una ó mas cerraduras y de resortes, los cua-
les son desconocidos á todos menos al dueño. En
esta especie de caja los comerciantes y banque-
ros ponen su dinero efectivo y los principales
efectos de poco volumen , tales son las letras y
billetes de cambio, los rieles ó tejos de oro,
barras de plata, pedrería , etc. — V. Arcas.
En el comercio de la quincallería se da el nom-
bre de Cajas á las construidas de madera de
pinabete, extremadamente ligeras , sobre un pié
de largo y dos ó tres dedos de ancho , en las
cuales se envían las cerdas de javalí de que se
sirven los silleros, guarnicioneros, cordoneros,
zapateros y demás que trabajan y cosen el
cuero.
En Francia se llaman Cajas de madera blanca,
dichas de Spa, á unas cajas de formas y usos
muy variados, asimismo que á muchos otros ob-
jetos de capricho, tales como veladores, cestilos
de labor, abanicos de chimenea, libritos de me-
moria, carteras , cestas, sillas, sillones, espejos,
etc. , etc., que se fabricaron primitivamente en
Spa , de donde les viene su nombre ; pero hace
ya muchos años que Paris se ha convenido en el
principal sitio de esta fabricación. Hay tres espe-
cies de árboles que producen la madera propia
para este género de trabajo : el acebo de hojas
grandes, el sicómoro y el castaño de India. Este
último es el mas usado, y el consumo que de el
se hace en Paris es tan considerable que, después
de haber sido la clase de madera mas desprecia-
da , ha llegado á ser la mas cara de todas las
maderas francesas.
En Paris se cuenlan muchas fábricas de este
género, y el número de obreros empleados entre
hombres y mugeres se valúa á 500. Sus produc-
tos ascienden poco mas ó menos á 2.000,000, do
los cuales las dos terceras partes se destinan ala
exportación.
La fabricador, de Spa ha permanecido esta-
cionaria, pues en Paris se trabaja mucho mejor;
los dibujos son mas bellos , y las formas de mas
buen gusto. Todos los países han pedido y piden
aun hoy las maderas pintadas : el Norte prefiere
las pinturas de flores y paisajes ; el ¡Mediodía
busca los dibujos hechos sobre las maderas gri-
ses ó negras.
La Inglaterra fabrica también algunos artícu-
los de madera blanca pintada, entre oíroslas Ca-
CAJ
jas de tabaco, llamadas de Escocia, que se ha-
cen de sicómoro.
Cajas de tabaco. El" consumo casi universal
del tabaco ha hecho de las cajas de rapé el obje-
to de una industria importante. Se fabrican de
toda clase de formas y de una variedad inunda
de materias; el oro , la plata , la platina, el mar-
fil , el marisco , las maderas mas preciosas , y en
particular el boj , el cartón amoldado, el asta, etc.
son las materias mas generalmente empleadas.
La fabricación de cajas de tabaco de oro , de
plata y platina ocupa especialmente en Paris cier-
to número de ohreros; el exquisito trabajo, el
buen gusto y la elegancia de las formas , inde-
pendientemente del precio de la materia primera,
las convierten en objetos preciosos buscados pol-
los consumidores opulentos de todos los países.
Las cajas de tabaco de plata de Francia son en
gran numero exportadas á España, Italia , Por-
tugal y a los países de Lltramar , principalmente
al Brasil, en donde se las prefiere á las que se
hacen del todo doradas. Debemos decir, sin em-
bargo, que la baratura contribuye particularmen-
te á la venta de estas cajas , que son inferiores
á las inglesas y alemanas. El número de cajas
blancas que se fabrica en Paris se puede esti-
mar á 2,000 á 2.500 docenas, entre las cuales se
comprende también un género de cajas muy co-
munes, pero de plata, llamadas vulgarmente Ca-
jas de tabaco de lavanderas.
Hace unos veinte años que se ha introducido
en Francia una nueva fabricación de cajas de ta-
baco de plata, délas que la Rusia era la única
que proveía exclusivamente á toda la Europa ;
estas son las cajas llamadas ahumadas. Los se-
ñores Mention y Wagner fueron los que intro-
dujeron esta industria en Francia en donde ha
adquirido después un aumento considerable, ele-
vándose desde 500 a 700 docenas las cajas de
esta especie que actualmente se fabrican en di-
cho país.
La fabricación de cajas de tabaco de oro, que
es muy esmerada en Paris, ha perdido mucha
parle, de su importancia desde 1830. Tres ó cua-
tro fabricas se dedican especialmente a la fabri-
cación de cajas labradas al torno y grabadas pa-
ra el consumo interior como para la exportación.
Ginebra es la única ciudad que fabrica cajas es-
maltadas que se exportan á Turquía y demás paí-
ses del Oriente. La pequeña ciudad de Hanao fa-
brica todas las cajas de tabaco de oro y plata pa-
ra la Alemania , y se puede decir que por sí sola
abastece á casi todas las corles de Alemania y has-
ta la Rusia.
Paris fabrica lo que se hace do mas selecto
respecto á cajas de boj y de concha engastadas
de nácar ó de marfil : la perfección del traba-
jo nada deja que desear , sea por la confección de
las charnelas, ó sea por el partido que se sabe sa-
car de la madera, y últimamente por la elegancia
de las formas ; los precios, muy elevados en otro
tiempo, son en la actualidad muy moderados. Sin
embargo, las cajas fabricadas en San Claudio,
por la baratura de su precio, dan lugar á un co-
CAJ 525
mercio mucho mas considerable. Los productos
de esta industriosa localidad han sido perfecciona-
dos de una manera visible; San Claudio imita per-
fectamente á los modelos de Parí*, y basta es difí-
cil a la mayoría de los compradores apreciar la
distancia que separa sus productos de los de la ca-
pital. No hay en Francia una feria en donde no
figuren en primera línea las cajas de tabaco de
San Claudio , ni pueblo por pequeño que sea en
donde no formen parte del surtido del comercio
al por menor.
Sarreguemines (en la Moselle ) es para las ca-
jas de cartón barnizadas lo que San Claudio pa-
ra las de boj. La primera fábrica fué establecida
en 1776 por un molinero de Nassau; desde en-
tonces esta industria ha ido siempre en aumento,
y hoy día no se valúa á menos de 150,000 do-
cenas la cantidad de estas cajas que el distrito de
Sarreguemines entrega al comercio interior y ex-
terior.
Brunswick, en el reino de Eanover, hace mu-
cho tiempo que goza de celebridad por las cajas
de tabaco hechas de cartón fino barnizado. Efec-
tivamente, son muy buscadas por los inteligen-
tes , á pesar de sus precios generalmente ele-
vados , y ha de confesarse que su confección es
muy superior á las de Sarreguemines. Comun-
mente adornan sus tapa;» figuras ejecutadas con
mucho talento.
Oberslein (en Oldenburgo) fabrica también
cajas de cartón barnizado de charnelas, ador-
nadas con un cerco de cobre Manheim. Esta ciu-
dad suministra además al comercio cajas de ta-
baco deágata.
Paris fabrica en masas considerables cajas de
estaño, redondas, cuadradas, ú ovales, con
una tapa rústicamente grabada. El Seuegal ha-
ce algunos pedidos de estas cajas, pero la ma-
yor parte de ellas no salen de Francia.
En los alrededores de Estrasburgo se fabrica
una especie de caja de tabaco muy común de
madera de abedul , cuya expendicion es inmen-
sa. Esta caja, de forma oval y elevada, y de
mucha sencillez, se pagaba aun hace poco tiem-
po á 60 Ir. la gruesa ; hoy dia, el precio ha des-
cendido á i fr 50 cent. Se ha encontrado el me-
dio de adornar estas cajas cubriéndolas con ¡ta-
ja de diferentes eclores, trabajo que se hace en
los alrededores de Paris.
De algunos años á esta parte se ha introduci-
do en el comercio un nuevo género de cajas de
tabaco de madera, llamadas Cajas de Escocia.
Tomamos del Sr. Mac-Culloch los siguientes
pormenores respecto á esta nueva industria , por
considerarlos bastante curiosos.
«Estas cajas, dice, que son de madera , pin-
gadas y barnizadas admirablemente, hace un os
»60 años que poriprimera vez fueron fabricada* en
»el pueblo Laurencekirk, en el Kiecardinesbire.
»E1 inventor era un hombre impedido que casi no
«podía moverse de un sitio ; en vez de cortinas,
»su cama estaba rodeada de bancos y aparatos
«destinados á recibir útiles , para la' inventton
»y el uso délos cuales manifestaba una habilidad
S26 CAJ
«particular. Este hombre no quiso tomar el privi-
legio de invención, y confió su secreto á un car-
«pintero del mismo pueblo , quien en pocos años
» hizo una fortuna considerable, mientras que el
» pobre inventor murió, como habia siempre vivi-
»do , en la mayor indigencia. La gran dificultad
»de la fabricación consiste en la formación de la
«charnela , que, en una caja de valor debe ser
» hecha con tal delicadeza que apenas sea visible.
«Para ejecutar este trabajo son necesarios útiles
«particulares, y aun cuando el tiempo y la expe-
«riencia los han perfeccionado mucho , el miste-
«terioconque se preparan se observa aun con
«tanto cuidado que se prohibe rigurosamente á
«los obreros de un taller que se comuniquen con
«los que trabajan en otro.»
«A principios del siglo actual , un individuo
«muy ingenioso del pueblo de Cumnock, en
«Agrohire , llamado Crawford , habiendo visto
«una caja de tabaco de Laurencekirk, consiguió,
«después de diferentes ensayos, y con la ayuda
«deún relojero del mismo pueblo que le hizo los
«útiles, producir cajas parecidas. Con este buen
«resultado, notan solo hizo su fortuna particular,
«sino que creó un nuevo manantial de riqueza
«para su parroquia natal y para toda la provin-
«cia. Durante mucho tiempo las cajas de Lauren-
«cekirk fueron las mas buscadas ; pero el señor
«Crawford y sus vecinos de Cumnock no sola-
» mente imitaron su fabricación sino que introdu-
«jeron en ella mejoras, de modo que al cabo de
«algunos años por cada caja que se hacia en el
«norte, probablemente se construían veinte en el
«sud.Én 1826 el comercio de Cumnock estaba
«repartido entre ocho fabricantes que ocupaban
«mas de cien personas. Los pedidos igualaban
«entonces álos productos, y se ha calculado que
«esta industria producia anualmente de 7á 800
«libras esterlinas, suma considerable para un gé-
«nero de industria en apariencia insignificante, y
«que consiste casi exclusivamente en el precio de
«la ejecución. El valor de la madera, para una
«caja de tamaño ordinario, noexcededeun dine-
»ro; la pintura y el barniz 2 dineros,y si bien re-
«sulta alguna pérdida escogiendo la madera del
«mejor color, sin embargo el valor total de la
«materia en bruto se obtiene á mucho menos de
})1A P-o de la suma que ella produce.»
En España podrían fabricarse cajas de tabaco
con tanto gusto y perfección como las que se ha-
cen en el extranjero ; pero todos los españoles
que han emprendido este género de industria han
tenido que abandonarla , porque no les ha sido
posible establecer la concurrencia respecto álos
precios con los productos importados de fuera
reino. Las primeras materias resultan mas caras
que las cajas fabricadas que nos llegan del ex-
tranjero.
Respecto á cajas de tabaco de plata, tarjete-
ros, petacas, monederos y demás objetos de es-
ta especie, nuestros plateros saben construirlos
con toda perfección , sin que nada dejen que de-
sear ya por sus bien acabados grabados y cince-
lados , ya por su exquisito gusto y elegancia que
CAL
los caracteriza , sin embargo esta fabricación no
tiene importancia, estando limitado a los pedidos
que hacen algunos particulares.
C AX. Se designan bajo este nombre en el co-
mercio muchos productos que contienen diversas
proporciones de cal pura : ésta es un compues-
to de 256 de calcio y 100 de oxígeno , conocido
en los laboratorios con el nombre de Protóxi-
do de calcio.
La cal mas ó menos impura se extrae del car-
bonato de cal , y se halla contenida en un sin nú-
mero de materias muy abundante en la naturale-
za : en el estado de sulfato de cal cristalizado
constituye el yeso crudo y el alabastro yesoso: es-
tos sulfa'tos secados convenientemente, forman los
diferentes alabastros cocidos; disuellos, forman
el sulfato de las aguas seknilosas. Combinada con
el ácido fosfórico, la cal forma esa sal neutra insolu-
ble llamada fosfato de cal, que compone la mayor
parle de la materia incombustible de los huesos.
Las tierras salitrosas encierran nitrato ó acetato
del cal. En diferentes partes de las plantas se
encuentra la cal en los estados que dejamos
mencionados, y además combinada con los áci-
dos oxálico, málico, tártrico, etc., con los cua-
les constituye otras tantas sales.
Lamateriaprimera de que mas generalmen-
te se extrae la cal es una combinación de esta
sustancia con el ácido carbónico , que se encuen-
tra, mas ó menos compacta , en grande abun-
dancia en la naturaleza; la creta, el alabastro
calcáreo, los mármoles, diversas rocas, y en al-
gunas localidades las conchas de ostra ofrecen
las principales variedades usuales de cal carbo-
natada.
La cal que produce el mármol blanco es la mas
pura , y en los laboratorios de química es emplea-
da algunas veces en ciertas fabricaciones de pro-
ductos químicos: esta cal es susceptible de produ-
cir, en igualdad de peso, mucho mas efecto en la
agricultura y en las artes químicas. Así, pues, pa-
ra todas estas operaciones y á falta de pedazos de
mármol y de alabastro , que solo se encuen-
tran en cantidad notable en los alrededo-
res de las canteras, deben buscarse las pie-
dras calcáreas que contengan menos cantidad
de materias extrañas (arena , sílice , alúmi-
na , magnesia ) y que puedan dar la cal mas
pura llamada cal qrasa , que es aquella cuyo vo-
lumen aumenta mas por la extinción. Esta cal se
obtiene empleando, sea la piedra calcárea muy
compacta que llega á contener cerca de 0.98 de
carbonato de cal, sea los fragmentos de otra pie-
dra muy dura que contiene 0,97; mientras que
la piedra blanda , que solo da en el análisis 0,78
de carbonato de cal, lo mismo que otra porción
de calcáreos naturales impuros y en particular
los que contienen fuertes proporciones de car-
bonato de magnesia, producen cal floja. La cal
hidráulica es muy útil para las construcciones,
pero mucho menos buena para la agricultura en
la que en parle agota su acción, porque, obrando
sobre sus propios elementos, forma pelrilicacio-
nes ó silicatos de cal y de alúmina sólidos, pero
CAL
sensiblemente inertes en los terrenos, 6 que no
piule» servir sino como materia arenosa.
Nos ocuparemos aquí de las principales varie-
dades de cales comerciales vendidas bajo los
nombres de cal grasa, cal floja, cal hidráulica,
cal hidráulica artittcial y cimento romano. En
el estado de pureza la cal es blanca y sólida; su
peso de 2,3 (el agua en volumen igual pesa 1 ); su
sabor es acre, cáustico, urinoso; es poco so-
luble en el agua; según Dalton, es mas soluble
en el agua fría que en el agua caliente , pues
una parte de cal exige para disolverse 778 de
aguaá-H5° y 1270 á +100°; es infusible al
fuego de nuestros hornos ; la solución acuosa y
saturada de cal á la temperatura ordinaria lle-
va el nombre de Agua de cal en los laboratorios
y las boticas; puede obtenérsela cristalizada en
hexaedros en el estado de hidrato, que contiene
o,í'.'i fie agua combinada.
Calcinada al soplete, la cal no experimenta ni
fusión ni alteración , pero despide una luz blan-
ca y viva. Humedecida con un poco de agua , se
reduce á polvo que desleído en el mismo liqnido se
disuelve en parte. Lasolucion acuosa de cal tiene
un sabor acre y obra á la manera de los álcalis
sobre los papeles reactivos colorados: la solu-
ción de ácido carbónico y la de los carbonates
alcalinos producen en ella pricepitados blancos
vedijosos; el ácido sulfúrico no cambia su as-
Íiecto visiblemente , pero el ácido oxálico y
a solución de los oxalatos forman en ella un
Ítrecipitado blanco pulverulento del todo inso-
uble. La cal desleída en el agua se disuelve
poco á poco sin efervescencia en los ácidos ní-
trico é hidroclórico.
La cal es susceptible de combinarse con un
gran número de cuerpos, singularmente con los
ácidos, formando sales, de las cuales hablare-
mos en su correspondiente lugar.
Cuando la calcinación de la piedra calcárea ha
sido bien dirigida , la cal grasa obtenida tiene la
propiedad de absorver el agua con mucha ener-
gía , y de combinarse con ella en proporciones
lijas : esta unión da lugar á un aumento de tem-
peratura, que se eleva á mas de 150° cuando se
dirige de un modo conveniente la adición del
.agua ; en efecto, durante la extinción pueden
encenderse pajuelas azufradas si se sumergen un
instante en uno de los pedazos que se abren al
tiempo de hidratarse.
El volumen de cada partícula de cal , aumen-
tando por esta hidratacion , rompe toda la masa
.que se pone pulverulenta. Esta reacción es útil
en la mayor parte de las aplicaciones para re-
ducir la cal á polvo sumamente lino ó á pas-
ta , sin que tenga que emplearse ninguna fuerza
mecánica.
Para obtener estos resultados, basta sumergir
la cal en el agua, aüadir después nueva cantidad
de este líquido á medida que la absorción se veri-
fica, y que el calor desarrollado vaporiza una
parte del mismo; la cal hidratada permanece
pulverulenta si no se emplea mas que la porción
de agua que pueda completar su hidratacion.
CAL 627
Para obtenerla en pasta , se vierte una cantidad
de agua suficiente á la fin de la operación ; re-
gularmente siempre algunos fragmentos de cal
se resisten á apagarse.
Se designan bajo el nombre impropio de biz-
cochos esos pedazos de calizo que no habiendo
sido suficientemente cocidos han perdido muy
poco ó nada de ácido carbónico. No pueden ya
ser convertidos sino muy difícilmente en cal, Ha-
biendo perdido antes de ser descompuestos toda
la cantidad de agua que contenían , y cuya va-
porización, á una temperatura muy elevada, ha-
bría favorecido el desprendimiento del ácido car-
bónico.
Sise ha llevado demasiado lejos la calcinación,
se puede mezclar la cal con la de las piedras que
contienen proporciones notables de sílice y alú-
mina. Estas tres materias se unen y forman una
especie de vidrio grosero ( silicato de alúmina
y tic cal ) que no tiene ninguna de las propieda-
des útiles de la cal, y que se llama también biz-
cocho , aunque con mas fundamento ; los consu-
midores tienen el derecho de devolver al calero
estas dos especies de bizcochos , para que se los
cambie por una cantidad igual de cal viva buena.
La cal floja , al unirse con el agua , presenta
los mismos fenómeoos que la cal grasa, pero con
menos intensidad; se calienta menos, se deslié
con mas lentitud , aumenta menos de volumen y
produce una pasta poco pegajosa. Esta cal re-
sulta del tratamiento de los calcáreos abun-
dantes en carbonato de magnesia, que, por
ejemplo , lo contienen sobre 20 ó 30 p.§ . No te-
niendo la magnesia la propiedad de formar pas-
ta , disminuye de consiguiente á proporción la
tenacidad que podria producir la cal pura.
Las cales grasas ó flojas , en pasta y coloca-
das debajo del agua, se conservan en este es-
tado todo el tiempo que se quiera. Pero si se
las expone al aire húmedo , poco á poco absor-
ven su ácido carbónico, y concluyen finalmen-
te por adquirir una dureza considerable.
Esto explica la solidificación de las argamasas
compuestas de arena y cal grasa; el cimento ha,
ce mas dura y mas pronta su solidilicacion-
pero porque entonces se forman silicatos como
para las argamasas hidráulicas.
Los usos de las cales grasas son numerosos ó
importantes, no solo para las construcciones,
sino también para la agricultura, para la enca-
ladura de los granos y el abono de las tierras;
en las artes industriales para produeir los álca-
lis cáusticos, fabricar los jabones, los ácidos
grasos propios para el alumbrado; para prepa-
rar la cola , el amoniaco , el cloruro de cal , los
fondos de los papeles pintados; para depilar las
pieles ; para depurar el zumo de las remolachas,
volver salubre al aire de las bodegas y sumide-
ros, conservar el hierro, blanquear y desinfec-
tar las paredes de ras caballerías , ele , etc.
Los usos medicinales de la cai son menos im-
portantes , pero pueden dar lugar á accidentes
contra los cuales se debe de estar prevenido. Al
interior , á la dosis de algunas dracmas , dada á
)m CAL
los perros, es un veneno irritante, que> rio
obstante , el Sr. ürfila coloca en el número de
los menos activos: este género de accidentes,
no observados en el hombre , parece que recla-
man el uso de bebidas diluyenles, muy ligera-
mente aciduladas con el vinagre , y en seguida
los antiflogísticos.
A pesar de su causticidad , la cal hace parte
del masticatorio indiano conocido bajo el nom-
bre de Betel ( V. esta palabra) ; constituye tam-
bién el especifico antifebril de Croll , empleado
antiguamente á la dosis de 24 á 36 granos an-
tes del acceso de las calenturas intermitentes ;
ha sido recomendada contra la papera , etc. Al
exterior, la cal obra como escarótica, pero se
le prefiere generalmente hoy dia la potasa cáus-
tica; mezclada con otras sustancias tiene diver-
sas aplicaciones médicas.
El agua de cal, como la cal misma, no pue-
de ser asociada con los ácidos , con diversas sa-
les { sulfatos solubles , borraj , tártaro eméti-
co , etc. ) , ni tampoco con ciertos cocimientos ,
sin cambiar de naturaleza y ser por consiguien-
te un medicamento infiel. Puédesela administrar
como neutralizante en los casos de envenena-
mientos por los ácidos , ha sido recomendada en
el envenamiento por el arsénico , y llunge pre-
tende que es el antídoto de la belladona. Entra en
muchas composiciones oficinales, y se usa en
diferentes casos al interior y al exterior.
La cal viva se vende á pedazos al peso ; los
fragmentos sueltos se venden aparte bajo el
nombre de polvo. La cal extinguida al aire , aun
después de pasado mucho tiempo , es útil para
abonar las tierras cultivadas.
Cal hidráulica. Esta especie de cal no se des-
hace cuando se moja; reducida á polvo , absor-
ve el agua sin producir mucho calor y sin au-
mentar sensiblemente de volumen, forma una
pasta que, puesta en el agua, se endurece pron-
tamente , y que no adquiriría ninguna tenacidad
expuesta al aire seco. La cal solo es hidráulica
cuando forma parle de ella arcilla muy lina y en-
tra en su composición en una cantidad notable ;
así es que un 10 p.§ de arcilla, la hace media-
namente hidráulica , y que para serlo fuertemen-
te es menester que contenga de 18 á 30 p.g.
Esto es lo que prueban los diversos análisis de-
bidos al Sr. Berthier.
Cal hidráulica artificial. Se prepara exce-
lente cal hidráulica calcinando mezclas conve-
nientes de creta y de arcilla; para esto se emplean
4 partes de creta y una parteen volumen de ar-
cilla. Esta cal aumenta dos terceras parles de su
volumen por la extinción ordinaria , y se di-
suelve completamente en los ácidos.
Cimento romano. El cimento romano es un
producto de la calcinación de ciertos calcáreos
arcillosos, que constituye una excelente cal hi-
dráulica. Después de haber sido amasada en
pista un poco consistente, adquiere en un cuar-
to de hora, lanto bajo del agua como al aire, una
gran solidez que se aumenta prontamente con el
lempo , de modo que al cabo de algunos dias
CAL
adquiere la dureza de las mejores piedras calcá-
reas. Descubierta primeramente en Inglaterra, la
piedra de cimento fué observada en Francia en
varios puntos , y entre ellos el cimento de Poui-
lly parece ser mejor que el cimento inglés,
siendo al presente objeto de una considerable
explotación. Pueden reproducirse artificialmente
los amentos hidráulicos ( llamados también ye-
so-cimento ) , porque sus calidades dependen al
mismo tiempo de la composición química de las
piedras y de la agregación compacta de sus
partículas.
Hace algunos años que el uso de las cales
hidráulicas ha introducido grandes mejoras en
la construcción de canales , y en los diver-
sos cimientos sumergidos ó excesivamente hú-
medos. Se sabe que el cimento de Parker ha
permitido emprender y llevar á cabo una de las
empresas mas colosales que los hombres hayan
creído poder realizar. Nos referimos á esas vas-
tas galerías construidas bajo la dirección del
Sr. iírunel , ingeniero francés, que atraviesan el
Támesis por debajo de Londres. Si no se hu-
biese podido disponer de una materia plástica
capaz de solidificarse y cimentar fuertemente los
materiales, á pesar de la presencia, del roce y de
la presión de las aguas, hubiera sido imposible
empezar tales trabajos.
Muchas aplicaciones poco conocidas todavía
de los cimentos hidráulicos prometen para el
porvenir una mayor extensión al comercio de
estos útiles productos.
El cimento romano se vende en polvo coloca-
do en barriles bien tapados; importa mucho pre-
servarlo del contacto del agua y aun de la hu-
medad antes de emplearlo. Se recibe de Francia,
y también al presente se prepara en nuestro país.
CAIiA, Calla. Género de plantas de la
familia de las aroídeas, y de la ginandria polian-
dria de Linneo , compuesto de cuatro o cinco
especies , plantas herbáceas de tallos rastreros,
con hojas enteras y alternas , que viven en ter-
renos pantanosos del antiguo y nuevo continente.
En general , su aspecto es triste , su olor fétido
y su jugo acre y venenoso.
CaBa de Etiopia [Calla cethiopica , L.).
Planta elegante y odorífera que adorna nuestros
jardines en parajes húmedos y dentro de los es-
tanques , por lo que ha sido "llamada impropia-
mente Lirio de agua. Sus hojas asaetadas, gran-
des, de un verde hermoso, circuyen la base de
un tallo de dos ó tres pies , á cuyo extremo se
halla una espata blanca llamada vulgarmente
flor, que contiene los órganos de la fructifica-
ción. Tiene raices tan acres que, machacadas y
aplicadas á la epidermis, producen ampollas; sin
embargo, Sparmann dice que en el cabo de Bue-
na Esperanza, donde crece esta planta vivaz, los
javalies comen sus raíces.
Cala palustre (Calla palustris , L.).
Pequeña planta común en el norte de Europa y
que se halla en los pantanos de nuestras monta-
ñas mas altas. Su raíz es gruesa y carnosa, y con-
tiene una fécula abundante y nutritiva , cuando
CAL
por modio de la loción ha perdido su acritud na-
tural. Esta raíz, de un sabor quemante, podrid
ser empicada como vejigante á semejanza de las
raices fie los aros; sin embargo , cuando las
montanas están cubiertas fie nieve los osos la de-
sentierran para alimentarse con ella.
CAIjABACEKA, Cucúrbita. Género de
plantas que da su nombre á una familia natural,
las cucurbitáceas, y de la monneciasingenesia. de
Lita neo. Sus especies son plañías herbáceas anua-
les, de tallo fistuloso, rastreras ó enredaderas, con
frecuencia provistas de zarcillos, y de hojas de
forma variable, cubiertas lo mismo que todo el
resto déla planta, excepto los frutos, de pelos
cortos y tiesos. Las (lores axilares , y muchas
veces solitarias, son amarillas ó blancas, en
forma de embudo mas ó menos ancho. Su fruto,
uno de los mas voluminosos que se conocen, afec-
ta las formas mas variadas. Estas plantas, origi-
narias de los paites cálidos del globo , perú cu-
ya \crdadera patria es desconocida, se hallan
hoy -día esparcidas por todas partes y ocupan un
lugar importante en el cultivo pantanoso.
En general, las diferentes especies de calaba-
ceras temen al frió, pues una pequeña helada las
lastima y las hace perecer , en particular cuan-
do son tiernas, y asi es que exigen mas cuidado
en la situaeion del norte que en la del mediodía.
La mayor parte de los horticultores lamentan la
degeneración de estas plantas , que alrihuvcn al
clima y naturaleza del terreno, siendo así que la
principal falta está de su parle, porque saben
ellos que los calabacerales se deterioran junto á
melonares. La mezcla de los polvos fecundan-
tes , de que el viento se apodera y que agita
alrededor de las plantas, perjudica extraordina-
riamente á las producciones regulares de los gé-
neros , y por lo mismo conviene tenerlos separa-
das de modo que sea bastante considerable la
distancia que medie entre ellos.
Las calabaceras se cultivan en grande á cam-
pa a ierto en muchos parajes bajo el triple as-
pecto de plantas de hortaliza, de alimento para
el ganado y de abono para las tierras. Por ser
este cultivo antiquísimo, puesto que estaba ya en
uso entre los Egipcios y después entre los Ju-
díos , por cuyo conducto fué introducido en Eu-
ropa , juzgamos oportuno exponer sumariamente
I is datos principales en que se apoya.
Después de una cosecha de trigo, se dan á
I I tierra las mismas labores que á la que se des-
tma parala siembra de cáñamo; se abona con
estiércol del m&s fresco y se siembran las pepi-
tas á últimos de abril ó ¿principios de mayo. Se
quitan del mediólos individuos débiles, j^trar-
(iando los pies, que se dejan a la distancia de
una \ara, y se calzan con la tierra guardada
al efecto. Moj luego las plantas cubren el terre-
no can una magnifica alfombra verde, sembra-
da de hermosos frutos. Si la estación es favora-
ble , las calabaceras, que no son delicadas en
la elección delterrctto, dan cosechas de un pro-
ducto inapreciable. Sus frutos enormes parecen
tocarse á veces, cuando inmediatos á la madu-
67
CAL 539
reí : en los primeros días de setiembre se qui-
tan las hojas ; que sirven para alimento del ga-
nado de cuernos mayor , siendo en esta época
un recurso preciosísimo por escasear la yerba.
Desde mediados de setiembre principia la re-
colección , que dura hasta las heladas, varian-
do mas ó menos ci tiempo de comenzarla según
la latitud del clima. Se corta el fruto , se sepa-
ran con cuidado las semillas y se hacen secar-
la pulpa cruda se da para comer á las vacas de
las cuales se desea obtener una leche buena y
abundante; también se da á los cerdos, pero
en general se prefiere presentársela cocida eu
cuyo estado la comen con frenesí, habiéndose
observado que su uso, por poco que se conti-
núe, los hace crecer considerablemente.
Las calabazas son por otra parte de un recur-
so inmenso para la manutención de lodos los hom-
bres que moran en las quintas, y hasta con ellas
se. preparan manjares mas biendestinados á sa-
tisfacer el gusto que á llenar la primera necesi-
dad de la vida , tales son las mermeladas de
sabor bastante esquisito, etc. Como se tenga á
cubierto de las heladas, la pulpa de estas cucurbi-
táceas se conserva por largo tiempo; dada a las
aves de corral, particularmente á los ánades,
los sumerge en un estado de estupor ó de com-
pleta embriaguez , produciendo igual efecto sus
semillas. Estas , descortezadas ó mondadas y
sujetas á la prensa, dan un aceite abundante y dé
grande utilidad , el cual , cuando ha sido extraí-
do en trio por la primera presión , de ningún
modo dele despreciarse , pues aunque su color
extremadamente verdoso repugne á ciertos sU-
gelos, se le admite gustosamente en la mesa en
ciertos países en vez del de olivas por el gusto
agradable que tiene. Puede obtenérsele blanco,
limpio y muy delicado, separando la película
verde que cubre la almendra; pero como es-
ta operación exige bastante tiempo y pacien-
cia , tan solo puede practicarse trabajando so-
bre pequeñas cantidades. La segunda presión se
hace en caliente , y como el aceite es muy in-
ferior al obtenido en la primera , se le deslina pa-
ra el alumbrado; arde bien, produce una luz
viva, dura mas tiempo que los aceites ordinarios
y produce poco humo, y hasta se emplea tam-
bién para freír, sobre lodo los pescados. El ba-
gazo ó residuo de la expresión sirve para en-
gordar á los bueyes , vacas y cerdos.
Algunos propietarios queman las hojas secas
de calabacera sobre los mismos lugares ó bien
las destinan para pajaza, pero en ambos casos es
importante separar los tallos y las raíces; si que-
dasen las plantas enteras serv'irian de guarida a
una multitud de insectos que indudablemente per-
judicarían al trigo que sucede a la siembra de las
calabaceras. Olías veces cuando el cultivo de
estas plantases muy extenso, se recogen con cui-
dado sus hojas , se estratifican con estiércol or-
dinario , v , pasados quince dias, puede ya ser-
\ ir lodo para el abono de las tierras. Algunos
agricultores cultivan las calabaceras entré el
maíz , y en este cultivo mas en pequeño el fruto
TOMO i.
530 CAL
les sirve para los mismos usos que cuando las
cultivan eu grande , esto es para engordar a
los cerdos , sea que se les dé la carne sola, ó
junto con las semillas, ó bien éstas separadas ó
mezcladas con otros granos.
Las principales especies de este género son
las siguientes :
Calabacera común , Calabacera
Pepo (Cucúrbita Pepo , L.). Especie polifor-
ma, de hojas acorazonadas obtusas, casi de cin-
co lóbulos ; flores amarillas y en forma de embu-
do ; frutos á veces redondos y otros oblongos ,
y no es raro obtenerlos muy gruesos. En la
variedad mas cultivada este fruto es rojo , mu-
coso y de tiras verdes, complanado y termina-
do en una enorme excrecencia dividida en cua-
tro, y que ofrece bastante bien la figura de un
turbante. Lapulpade esta calabazaes mas densa,
mas lina y de sabor mas agradable que la de la
especie siguiente. Las semillas son semejantes
a las de la especie calabacera grande.
De esta especie proceden los Calabacinos ó
frutos tiernos que se comen en nuestro país , des-
de mediados de la primavera, y cuyo sabor mas
ó menos apreciable depende del cultivo, de la
calidad del terreno y de la variedad de que se
ha sacado la semilla. A la misma especie corres-
ponden las semillas usadas en las boticas para
preparar emulsiones refrescantes con el nombre
de Semillas de calabaza, y consideradas como
una de las especies de semillas frias.
Calabacera grande [Cucúrbita máxi-
ma , Duch. ) . Tallos rastreros y muy largos ; ho-
jas muy anchas en figura de corazón redondea-
do , blandas y cubiertas de pelos casi sin la me-
nor aspereza; flores amarillas muy grandes y
colocadas en la axila de las hojas; frutos de una
magnitud enorme, esféricos, complanados y hasta
ahondados en ambos polos, de piel fina, y con la
carne consistente y fácil de deshacerse ; semillas
gruesas , de 5 a 6 líneas de largo sobre 3 ó 4 de
diámetro, complanadas, oblongas, cubiertas de
una corteza leñosa ó coriácea , gris , guarneci-
das en su alrededor de una especie de cordón;
la almendra de estas semillas es dulce y agra-
dable.
S^ conocen tres variedades de esta espe-
cie: CUabaza lisa, amarilla ó bordeada; Ca-
labaza verde de pizarra, y Calabaza verde pe-
queña.
La calabaza es uno de los mas grandes recur-
sos para el alimento del hombre, en razón de la
bondad de su carne; se cuece en agua ó eu leche;
con ella se hacen sopas, se guisa, y en ciertos
parajes se hace una especie de uvate con vino
«lulce, que se conserva para los niños, etc. En
algunos puntos es tan abundante este fruto , que
-con él se alimentan los ganados , las vacas , los
cerdos, etc. Con las almendras de las semillas
se hacen emulsiones refrescantes, que se dan en
los romadizos, los calores de pecho , etc., etc.,
y de ellas puede extraerse un aceite, que se em-
plea para comer y para el alumbrado , en los
países ea que se cultiva esta especie en grande,
CAL
y se le llama Aceite de tierra , para distinguirlo
del aceite de nuez.
Calabacera Fraseo , Calabacera
blanca . Calabacera larga , Cala-
bacera de pierna de pobre, Cala-
bacera vinatera [Cucúrbita lagenaria,L.;
Lagenaria vulgaris, l>. C). Esta especie , origi-
naria de la Arabia, de la India, etc., solóse
cultiva en las huertas por la corteza de sus frutos,
muy angostados siempre en su parte superior, de
los cuales se hacen vasos y botellas de formas
diversas. Según las variedades cultivadas, se les
designa bajo el nombre de Calabacino de vino,
Pera de pólvora, Calabaza Frasco, Calabacin de
los soldados. Trompeta, ele Tallo trepador y
surcado; hojas redondeadas, lanuginosas , (Je
un \erde pálido, enteramente pegajosas y aro-
máticas; flores blancas muy abiertas, que en su
limbo forman una estrella ó rueda; frutos de cas-
cara dura , crustácea , de ligura sumamente va-
riada, de pulpa esponjosa, al principio de un
verde pálido, después blanca y de un amarillo
sucio en la época de la maduración completa; se-
millas de color gris , cuya piel es mas gruesa
que la almendra, y escotadas en su extremo. Su
carne es amarga y purgante; con todo parece
que los Egipcios pueden comerla después de co-
cida, lo que probablemente le quita su amargor.
De esta especie se distinguen tres variedades:
Calabaza ancha [Cucúrbita latior). Cascara
dura, hinchada, casi sin extrangulacíon y poco
prolongada.
Calabaza Frasco , Calabaza vinatera , Ca-
labacin de los Peregrinos , Calabacín dé los
Soldados [Cucúrbita lagenaria). Afecta la figura
de una botella estrangu'ada en su parle superior,
y terminada por un abultamiento la mitad mas pe-
queño que el vientre , y muchas veces está seña-
lada con manchas oscuras muy irregulares.
Calabaza larga, Calabaza porruda , Calaba-
za Trompeta [Cucúrbita longior). Con frecuencia
encorvada á manera de media tuna , ó bien hin-
chada en las dos extremidades como un mazo;
varia de grosor; su cascara es menos dura, y su
pulpa mas carnosa que en sus congéneras." Se
come en el mediodía de Europa y de América,
pero para esto debe cogerse antes de su comple-
ta sazón. El nombre de trompeta procede del uso
á que la destinan los negros, haciéndola servir
como instrumento de música : la vacian, y dan-
do golpes contra su boca con la palma de la ma-
no produce un sonido agrio.
Todas estas variedades de calabaza sirven á
los viajeros y á los jornaleros ú operarios para
contener el vino ó el aguardiente, y á los jardine-
ros para encerrar en ellas las semillas en lasque
se conservan muy bien, y además se las emplea
para diferentes utensilios bastante cómodos. Su
carne se habia usado como medicamento, en la
preparación de varios aceites y ungüentos, con el
nombre de Cucúrbita longa.
Calabacera Zandía, Badia, lie-
Ion de agua, Melón de la India ,
Pepón, Sandía, Zandía (Cucúrbita Ci-
CAL
frulus, L.). Esla especie crece en el Levante, el
Kgiptoy la India; se cultiva en España, en Italia,
y en general en los paises calientes marítimos,
porque se complace en el aire del mar. Su fruto,
que 0B la parle empleada, es redondo, carnoso
con corteza dura, unida, lisa, verde oscuro,
jaspeada y con manchas verdes ó blancas; la car-
ne, semejante á la de pepino, consistente, blanca
ó rojiza, de sabor dulce agradable, encierra una
sustancia medular en laque se hallan semillas
oblongas, anchas, complanadas, arrugadas, ne-
gras, rojas, de corteza dura, que contienen una
almendra blanca, emulsiva, de sabor dulce agra-
dable.
Estos frutos se comen á guisa de refresco en
los países calientes. Tournefourt dice que en
lodo el Levante se hace un gran consumo de
ellos, que engordan y nunca hacen mal; Molina
asegura que en Chile hay una variedad cuya
corteza es delgada como papel; en el Senegál,
en donde se les da el nombre de Pompions , los
hay que pesan hasla 60 libras; en Italia, en don-
de se comen muchos, se prefieren los de carne
roja. Sus semillas son contadas en el número de
las cuatro frias.
Cultivanse otras especies de calabacera en
nuestros huertos y jardines como plantas que dan
frutos mas ó menos bonitos ó de figuras extra-
vagantes. Entre ellas citaremos : Calabacera
Melopeto, Calabacera de bonetillos, Boneti-
llo de elector (Cucurbita Mclopepo, L.) : de
frutos grandes algo deprimidos y casi redondos,
con cuatro ó cinco muñones como tetas; su car-
ne es comestible. — Calabacera de naranjas (Cu-
curbita auranlia) : de frutos lisos del tamaño y
color de una naranja.— Calabacera de huevos
(Cucurbita ovifera) : de frutos lisos de color ver-
doso ó amarillento, de la magnitud y figura de
un huevo de gallina.— Calabacera de verru-
gas (Cucúrbita verrucosa) : de frutus pequeños
casi esféricos, de corteza dura y llena de verru-
gas.
< % I, A DIO. Caladiüm. Género de plantas
de la familia de lasaroídeas.— V. Aro.
CAL A GUALA., Calaliuala. Según
Ruiz, uno de l >s autores de la Flora Peruviana,
la verdadera calaguala es el tallo de un helécho
del Perú , que él lía descrito bajo el nombre de
Polipodio Calaguala (Polypodium Calayuala) ;
pero hasta en aquella misma comarca se le sus-
tituye el rizoma de otros dos heléchos, que son el
Polipodio de hoja crasa (Polypodium crassifo-
lium, L.) y el Acróstico Huacsaro (Acrosticum
Huacsaro , Ruiz). Según Ruiz, la verdadera cala-
guala, en su estado natural, es un rizoma cilin-
drico, algo comprimido, delgado, horizontal, ras-
trero y flexible, cubierto en su superficie inferior
de largas fibras ramosas, de un gris oscuro, y
que llevan en su cara superior hojas dispuestas
en hileras alternas. Es de un color ceniciento al
exterior , y en toda su longitud está cubierto de
largas escamas; el interior es de un verde cla-
ro , lleno de muchas fibras pequeñas. Des-
pués de seco y de haber perdido las escamas, es
CAL Í334
de un gris oscuro al exterior , mientras que el
interior es pajizo , compacto y ofrece cierta se-
mejanza con la caña de azúcar. El gusto, que es
dulce al principio, después es de un amargor
muy desagradable , con una ligera viscosidad;
por ultimo, la raíz, del todo mascada, ofrece una
especie de olor de aceite rancio.
El Sr. Guibourt dice que , según esta des-
cripción de Ruiz, puede asegurar que nunca ha
visto la verdadera calaguala. Por lo demás, se
cree generalmente que la calaguala recibida en
Europa es producida por el Aspidio coriáceo
(Aspidium coriaceum, Swartz) con el cual se
confunde el Polipodio en forma de Adianto (Po-
lypodium adianti forme , Forster), y según esto
se supone que viene igualmente de las Antillas,
Isla Borbon , Nueva Holanda y Nueva Zelandia.
Sea lo que fuere respecto de" esla opinión, he
aquí la descripción de las raices de calaguala
conocidas en el comercio, absten iéndonos de se-
ñalarlas ningún origen.
Primera especie. Rizoma rojo oscuro al exte-
rior , y de un grosor variable desde el de una
pluma pequeña hasta el del dedo; es flexuoso,
ó contorneado por la desecación; complanado y
marcado de arrugas profundas longitudinales";
su superficie es lisa y reluciente en todas las par-
tes proeminenles expuestas á la frotación, mien-
tras que los surcos están llenos de escamas li-
nas y rojizas. La cara inferior se reconoce por
puntas punzantes , poco aparentes, que provie-
nen de las raicillas, y la cara superior tiene as-
tillas baslanle fuertes, duras y leñosas, for-
madas por la parte inferior del pecíolo de las ho-
jas. Estas astillas no parten del medio de la cara
superior , sino que están dispuestas alternativa-
mente de un lado y de otro, sin que sigan una re-
gularidad constante. El interior del rizoma es de
un rojo pálido y rosado como la raíz de bisar-
la. Su sabor es dulce, sin ninguna astringencia
ni amargor; su consistencia es bastante floja ,
y se aplasta fácilmente con los dientes. Los in-
sectos lo pican muy luego , y el yodo demues-
tra en él la presencia del almidón. En resumen,
esla especie de calaguala tiene la forma de uua
raíz gruesa de polipoclo común.
Set/unda especie. Rizoma oscuro al exterior ,
del grosor de una pluma regular, largo, dere-
cho ó algo arqueado, cilindrico y que ofrece en
un lado un nervio longitudinal que da nacimien-
to á una porción de raicillas , de las cuales solo
quedan puntas leñosas y punzantes. Todo el res-
to de la superficie está cubierto de largas fibras
leñosas, cilindricas, tiesas , duras y punzantes ,
inclinadas ó levantadas á lo largo del rizoma
común: estas fibras son evidentemente la par-
te inferior del peciolo de las hojas. El inte-
rior del rizoma es rojizo, muy duro y difícil de
romper con los dientes; su fractura es compacta,
luciente y como llena de un zumo desecado. Su
sabor es astringente , sin ningún amargor.
Se considera como perteneciente á esla espe-
cie un rizoma que ofrece la misma forma ci-
lindrica, la misma nervosidad saliente inferior
53 í CAL
cargada de raicillas, y la misma disposición de
los peciolos sobre todo el reslo de la superficie
del rizoma. Sin embargo , esla especie es aun
mas dura y mas compacta, y los pecíolos están
reducidos al estado de tubérculos prolongados
w> aislados del rizoma. Tiene el mismo sabor as-
tringente, desprovisto de amargor.
Tercera especie. Rizoma pequeño , del grosor
de una pluma, de un gris rojizo al exterior, que
ofrece una superficie inferior plana , desigual ,
surcada en forma de canal y cubierta de puntas
radiculares. La superficie superior es bombada ,
medio cilindrica, herizada de tubérculos cortos,
encorvados, inclinados contra el rizoma, ó for-,
inamlo con frecuencia con él un ángulo muy1
marcado; el interior es compacto, negruzco",
duro de romper con los dientes, y de un sabor
muy astringente. Todas estas raices carecen de
amargor.
El Sr. Vauquelin ha sometido al análisis quí-
mico el rizoma de caiaguala (probablemente la
primera especie), y de ella lia obtenido los prin-
cipios siguientes, por el orden de su mayor can-
tidad : materia leñosa, materia gomosa', resina
roja, acre y amarga; materia azucarada, ma-
teria amilácea, materia colorante particular,
acido málico, muriato de potasa , cal y sílice.
La caiaguala se usaba en la mediciua de los
pueblos de la América meridional. También es-
taba indicada en la de los Españoles desde 174-3,
como se vé en la Farmacopea de Madrid de
aquella fecha, pero no fué introducida en la Ma-
teria médica europea hasta después de la conclu-
sión del último siglo.
Los habitantes de los lugares fríos ó húme-
dos en donde se cria la caiaguala , la emplean
como sudorífico , en cocimiento á la dosis de dos
dracmas á una onza, y á la de media á una
dracma en polvo, en el tratamiento de los reu-
matismos, de la sífilis, y también como astringen-
te, porque, según lo observa el Sr. De Candolie,
esta calidad está mas desarrollada en este helécho
que en ningún otro. Se prescribe también como
resolutivo aplicada en cocimiento sobre las con-
tusiones. En Europa , Gelmetti la ha preconizado
contra varias enfermedades y particularmente
contra la pleuresía. En 179!, Carmiuati, que la
sometió á varias experiencias, no la encontró'
calidades muy diferentes de las de nuestros he-
Jechos indígenos, y estuvo muy lejos de acordar-
le las virtudes que le concedían los médicos es-
pañoles contra un sin número de enfermedades
agudas ó crónicas. Solamente le pareció que
provocaba la expulsión de las orinas, pero aun
osto de una manera poco señalada, lo que ex-
plica la poca ventaja que se saca de la adminis-
tración de este vegetal en las hidropesías , á pe-
sar de la opinión de ¡os médicos de liorna. ttuiz
pretende explicar la diferencia que existe entre
los resultados obtenidos por estos dos facultati-
vos, diciendo que Gelmetti empleó la verdadera
caiaguala y Carminati la falsa.
CAItAüNLlCO é Lagting. Es una es-
tofa de lana cruzada y sólida , que se fabrica en
CAL
Inglaterra, en Fraucia y en Alemania , lustrosa
como el raso, lisa, blanca, y en general de lo^
dos los colores reclamados por la moda , y á ve-
ces mezclada, rayada, adornada de flores y la-
brada. Distínguense dos clases de lasling, á sa-
ber :
1 .° El lasling cruzado, liso y de un solo color ,
ó el lastmg rayado y de varios colores. Esta cla-
se, según la "calidad, se- subdivíde todavía en
dos especies, de las cuales hay una llamada (puo-
sa, que consta de 1 2 á 1.600 "hilos, finos ó fuer-
tes de trama sencilla; la otra, que se llama, liaa-
ra, solo difiere de la primera en que consta de
■1.030 hilos, de consiguiente 1/11 menos que la
gruesa. Las dos últimas especies están tejidas
con hilo de color; algunas veces no se impri-
man hasta después de tejidos, y entonces se les
da cierto lustre , por el que se les concede el
nombre de Damasco de lana. Esta estofa se usa
mucho para hacer batas, vestidos de verano y
pantalones. El lasling rayado tan solo se distin-
gue del liso en sus rayas, que se le hacen des-
pués de tejido. Generalmente se hace un cru-
zado que corta todas las líneas longitudinales
formando ángulo recto; oirás veces se hace pa-
ra cada raya un cruzado particular formando una
serie de cuadros pequeños.
2.° El lasling floreado es un damasco de lana
cuyo fondo recibe un cruzado fuerte sobre el
cual , como en el raso , los dibujos se ven por un
lado, mientras que del otro no se percibe mas que
el urdimbre. Estos laslings floreados solo se em-
plean para muebles, pero con menos frecuencia
que los laslings lisos. La haz de los calamacos-
debe ser tiesa y lustrosa; este lustre se o ¡tiene
por medio del agua de goma , y estirando los
hilos todo lo quesea posible. En algunas fábricas
se entremezcla el hilo, la lana y hasta la seda,
por cuyo medio se da á la estofa un brillo que
lo hace parecer á la seda. Los Ingleses se distin-
guen particularmente bajo este respecto, produ-
ciendo calamacos de esta naturaleza en gran
cantidad, que venden á piezas de 32 yardsde
longitud sobre Va yanl de ancho; el lasling Ho-
rcado ó adamascado es de >! pulgadas inglesas
de anchura y la pieza tiene 40 yards de longilud.
En Francia las ciudades que producen los mejo
res calamacos son Amiens, Ueims, Chalóos Li-
la y Tournay ; la piezas tienen media ana de
ancho sobre 25 á 27 anas de largo. Enlre \o< ca-
lamacos de Alemania se da la preferencia á los
de Sajonia, que se colocan casi al mismo nivel
de los de Inglaterra; tienen Yt á 7/s anas de an-
cho ( medida de Leipsick) y las piezas son de 40,
oO, 60, 70 y hasta 100 añas de largo ; pero la
primera clase no tiene sino 30 anas de longilud
sobre 7/s de anchura.
Los laslings fabricados en Prusia , en par-
ticular los de Magdeburgoy de Berlín, son muy
poco estimados. En Linz en la Alia Austria se fa-
brican calamacos de hilo (u.° 3 i) ; la pieza pesa
678 libras, tiene 34 anas de Yiena y Vs.de an-
cho; las labradas ó lloreadas son de 8 libras y
de 36 anas, anchura igual á las precedentes ; a
CAL
los ia»lings rojos y floreados se les da el nombre
de Durantes. La Bohemia fabrica también mu-
chas de oslas estofas.
El calamaco se emplea lo mas generalmente para
pantalones de hombre, algunas veces también pa-
ra redingotes, pero siempre como vestido de vera-
ii). La sequedad y la tiesura de su tejido, á pesar de
la materia de que se compone, lo hacen muy con-
veniente en las estaciones mas calidas del año.
La pasamanería se sirve de él para cubrir bolo-
nes, y también se emplea para colgaduras, como
anexo al damasco de lana.
CAIiAJIIIflíA. Se ha dado el nombre de
Calaminas ó Piedras calaminares á masas com-
pactas, concrecionadas ó terrosas , con frecuen-
cia celulares, como carcomidas y formadas en
gran paite de silicato de zinc , mezclado á me-
nudo con carbonato del mismo metal. Estas
piedras constituyen el mineral de zinc el mas
importante por la abundancia de sus capas y
por la facilidad de su explotación; presénlansé
en montones considerables en medio de los cal-
cáreos de sedimentos secundarios, desde el ter-
reno ullero hasta á los jurásicos. Los puntos prin-
cipales en donde abunda la calamina se encuen-
tran en la Alta Silesia, en los países de Lim'mrgo
ydeJuliers, en los alrededores de Aix-la-Chape-
lle, en laCarintia, y en Derbyshire en Inglaterra,
y en España la tenemos en las vertientes de la
Sierramorena, particularmente en Alcaraz.
Esta sustancia mineral , que antiguamente se
usaba como medicamento muy estimado, hoy día
sirve no mas que para la extracción del zinc y
la preparación de sus diferentes aleaciones.
Guando pura, es blanca gris ó amarillenta, mas
dura que la fluorina, y su peso especítico es 3,42,
cristaliza en tablas modificadas de varios modos y
derivadas de un prisma recto romboidal cuya al-
tura v las diagonales de las bases están en la
proporción de los números 7, ti y 12; se halla
a veces en eslaláctiea, fibrosa, lamelar, compac-
ta v terrea. Al fuego del soplete desprende agua,
se bincha, pera «o se funde ni se reduce por sí
sola; su (¡¡solución en los ácidos forma una jalea,
y se compone de silicato de zinc v de agua. Es
uno de los minerales que se electrizan mejor pol-
la acción del luego.
. Las variedades compacta y terrea suelen estar
mezcladas con limonita que allera sus caracte-
res, dándole un color amarillo ó rojizo. Hay una
variedad mezclada con malaquita ó carbonato de
cobre , que es de color verde, y se llama Mina
(h latón , porque puede servir directamente para
la preparación de esta aleación.
t'lliiUO, Cm.amus. Género de plantas de
la familia délos palmeros, tribu de las lepidaca-
riéasde Martius, establecido por Linneay adop-
tado por casi todos los botánicos. Se compone de
un numero bastante grande de especies de un por-
te del todo particular, y que crecen en las regio
nes tropicales del antiguo continente. Con fre-
cuencia sus tallos, delgados, nacen eu mazorcas
y se elevan á una grande altura, sea directam in-
te; sea ap >\ andose ó extendiéndose sobre el tron-
CAL 533
co de otros vegetales leñosos. Sus hojas son al-
ternas y separadas; su pecíolo común es largo,
tortuoso , algunas veces desprovisto de hojuelas,
y enroscado en forma de zarcillo ó pendiente y
derecho. Su espádice, primero terminal, se con-
vierte en lateral por la prolongación de la punta
de la cima del tallo , ramoso é ineomplda-
menle envuelto en una espata envainante. Las
extremidades de los ramos del espádice son al-
gunas veces desnudas y prolongadas en formado
cuerdas. Sus llores, bailante pequeñas, son
dísticas hacia la parle superior de las ramifica-
ciones de la panícula. Estas flores son dioicas ó
polígamas, dispuestas en espigas ó candedas mas
ó menos prolongadas, acompañadas en su base
de una vaina que hace las veces de espata; cada
flor va acompañada de una 6 muchas bracleas
cóncavas ó cupuliformes. En las llores masculi-
nas el cáliz exteriores mas corlo y tiene tres
dientes mas ó menos profundos. El cáliz interior,
mas grande, está formado de tres sépalos, acu-
nas veces casi distintos hasta su base. Los seis
estambres tienen sus filamentos monadelfos en
la base, sus anteras introrsas y asaetadas; el pis-
tilo es rudimentario. El cáliz es el mismo en las
llores femeninas; el ovario es de tres celdillas
monospermas, terminadas por tres estigmas sé-
siles. El fruto es una baya monosperma cubierta
de escamas imbricadas y vueltas al revés.
Los calamos pertenecen al Asia y al África
intertropicales, ) se distinguen en su tronco muy
delgado, qirb ordinariamente se extiende sobre
los árboles, como sucede con las enredaderas co-
munes , y llegan á obtener algunas veces una
longitud lancorme que varios autores han di-
cho que los hay que han alcanzado basta 360
varas; este tronco forma internodios de distan-
cia en distancia, cada uno de los cuales lleva
una hoja aplomada en una larga vaina que se
prolonga con frecuencia en forma de zarcillo, ó
permanece reducida eu forma de filamento del-
gado y derecho.
En los países en donde crecen naturalmente,
los cálamos hacen á veces los bosques casi
impenetrables, en razón de su largos tallos, qt.e
parecen cuerdas extremadamente resistentes, ex-
tendidos de un árbol á otro , serpenteando por el
sucio , por encima de los zarzales , y sobre todo
a causa de las fuertes espinas de que están lie-
rizados. Eslos mismos tallos son los que se em-
plean para diversos usos , sea para cañas para
bastones, los cuales son muy buscados, a veces
de un precio bástanle elevado, y ordinariamente
designados bajo el nombre de Juncos, Juncos de
la ludia, etc.; sea parala confección de láti-
gos y cuerdas de mucha resistencia. Divididos
eu tiras delgadas sirven para guarnecer sillas y
sillones; ademas, se emplean en el mismo país
de donde nacen en la confección de una mul-
titud de objetos, tales como canastillos, i
etc. , para los cuales en Europa sirven los mim-
bres. Por estos diversos motivos , dichos tallos
forman el objeto de un comercio bastante impor-
tante y su consumo es tan grande eu diversas u-
534 CAL
r-alides, que parece raro que no se hayan ya des-
truido ciertas especies.
Las principales especies del género cálamo son
las siguientes:
Cálamo de cañas {Calamus Rotang ,
Willd.).Es[)ecie de la India , que , según Box-
burgh, produce las cañas conocidas con el nombre
vulgar de Juncos de la India. Su tronco es muy
largo, su grosor de unas cinco lineas ó poco mas,
compuesto de internodios cuya longitud es de un
pié y medio á una vara ; sus hojas terminan
en u n largo zarcillo tortuoso, y su vaina está arma-
da de espinas derechas y fuertes; sus hojuelas li-
neales lanceolada*, provistas en su borde de pe-
queñas espinas. Su inflorescencia es colgante.
Se exportan muchos de estos cálamos á Ben-
gala, á Europa y sobre todo á la China. Cuan-
do se quieren emplear para hacer bastones , se
escogen largo < y de color amarillo claro, de pa-
co grueso, flexibles, y no sujetos á romperse.
Se compran por haces, que deben contener ca-
da uno 100 cálamos, los cuales tienen sus ex-
tremos atados juntos , y después átalos por el
medio. Los que son negros, cortos ó que han
perdido su brillantez se desechan. Cnando se
cargan como faidaje, regularmente están exen-
tos de pago.
Los mejores cálamos, según dice el Sr. Cravv-
furd, crecen expontáneamente en las islas Bor-
neo, Sumatra y en la península Malesa. Los su-
periores vienen del país de los raloks en la isla
Sumatra.
Cálamo da cuerdas ( Calamus ru-
dentum , Lour.). Crece en las Molucas , en las
islas de la Sonda y en la Cochinchina, de donde
el comercio exporta anualmente cantidades con-
siderables. Es una de las especies mas grandes
del género. Se asegura que su tallo alcanza hasta
á360 varas de longitud sobre un grosor de media
pulgada 1. acia la mitad y de I á2 pulg. en su par-
te inferior ; sus internodios tienen á veces hasta
dos varas de largo. Estos tall <s forman cables
naturales, de tal modo fuertes que hay quien di-
ce que pueden servir para coger los elefantes
salvajes. Comunmente se emplean para hacer
cuerdas y cables. También producen cañas fuer-
tes y hermosas.
Cálamo Hexi1>Se ( Calanms viminalis ,
Willd.) De las idas de la Sonda: es todavía mas
delgado qre el precedente, y se hace un grande
uso de él para trabajos de cestería.
Cálamo de látigos (Calamus egucstris,
Willd.). Especie de las islas de la Sonda, de las
Molucas y de las Filipinas, cuyo tallo adquiere
70 y 80 varas de longitud sobre media pulgada á
lo mas de diámetro , y con internodios de una
pulgada de largo. Su gran flexibilidad y su elas-
ticidad lo hacen emplear con frecuencia para lá-
tigos y como mimbres.
Cálamo Sangre de Drago [Calamus
Draco , Willd.). Produce cañas muy lindas; sus
internodios tienen í ó 5 pulgadas de longitud.
Esta especie produce también una de las sus-
tancias resinosas rojas confundidas bajo la
CAL
denominación de Sangre de Drago.— V. esta pa-
labra.
CÁLAMO AROMÁTICO (Calamus
aromatices , de las boticas). Todos los aubres
antiguos han hablado de una sustancia vegetal
de este nombre, que empleaban con mucha
frecuencia. El cálamo, en la antigüedad, era un
medicamento vulgar , como se ve en los escritos
de Teofrasto, de Hipócrates , de Galeno , de Plu-
tarco, de Pünio , etc., y consislia en tallos ó
raices rojizas , nudosas , quebradizas , ahueca-
das , llenas de médula, viscosas después de mas-
cadas, de sabor amargo y astringente. La plan-
ta perfumaba el aire de los lugares en donde
crecía , tales como las Indias, la Arabia, etc.
Los antiguos hacían entrar esta raíz en los em-
plastros, los ungüentos, etc. , y la atribuían pro-
piedades cordiales, estomáticas, anliespasmódi-
cas, etc. Los Árabes se sirvieron también de ella
en su práctica ; Serapio y Avicena la prescribie-
ron, indicando las calidades que le son propias.
Pero como los antiguos no liguraban las plan-
tas, y sus descripciones eran casi siempre in-
suficientes , los modernos no han podido recono-
cer su verdadero Cálamo aromático. La confusión
ha procedido sobre todo de que ha sido insensi-
blemente sustituido por una raíz que parece
poseer sus propiedades, que se la asemeja mu-
cho por sus caracteres y á la cual se ha dado
también su nombre, el Acoro cálamo , L. (V. esta
palabra) , sin que se haya tratado de indagar sus
diferencias hasta muy tarde. Pero no conociendo
con precisión la raíz de los antiguos, esta di-
ferencia ni» ha podido establecerse, y ha sido
preciso quedarse en el campo tan vasto y estéril
de las conjeturas.
Los Sres Mérat y De Lcns, dicen ; «en cuanto
«á nosotros si nos viésemos obligados á dar nues-
«tro parecer locante al origen del Cálamo aro-
«málico de los antiguos, estaríamos inclinados
«á pensar quelal vez eselseguado Cálamo verus
«indicado en el üortus malabaricus , bajo el nom-
«brede Vacmhu. Es mas grande en todas sus
«parles que el Acoro cálamo de Europa, y debe
«ser mas aromático , viniendo de climas nías cá-
«lidos y siendo mas vigoroso. Se le considera
«únicamente como una variedad del Acoro cála-
«mo, L , que por olra parle podría bien ser el
(■^verdadero cálamo de los antiguos, ó á lo menos
«la planta que mas se le asemeja entre las varias
«que se han indicado.»
Besulla, pues, de lo expuesto que en el estado
actual de la ciencia no se conoce positivamenle
el Cálamo aromático de los antiguos, que tal vez
no es distinto del Acoro cálamo , L. , que hoy dia
se designa bajo el primer nombre , y que pasa
por él en el comercio sin inconveniente. La raíz
que se vende con el nombre de Cálamo aromáti-
co viene de la India, mientras que el Acoio ver-
dadero de los mercaderes , que es la misma plan-
ta, crece en Europa, y» es enviada de Polonia,
etc. , y podría cultivarse en nuestro país.
CALANCARDS. Tela pintada de las In-
dias , de 4/4 á 6/4 de ana de Biabante de ancho,
CAL
y 21 anas de longitud; se imprima y se acaba
de pialar en las fabricas de algodón de Inglater-
ra, de la Alemania y de la Suiza. También se
pintan muebos calaneards en Italia, en Pím y
Luca, y se expenden después al Levante por Se-
nigaglia, Aneona y Liorna.
(Mlill'li'l. Nombre de ciertas concre-
ciones vegetales á las cuales los habitantes de
las Islas Malesas atribuían grandes propiedades,
y que llevaban como amuletos. Rumfio dice que
se encuentran en el interior de algunos cocos ,
ó frutos del Calapa , y también en el tronco de
los cocoteros.
CALCEUOA'IA. Dábase antiguamente es-
te nombre á una piedra muy apreciada y usada
para objetos de lujo, que se recibía de una ciu-
dad del mismo nombre en el Asia menor. La
identidad dé composición lo ha extendido á otros
minerales que distan mucho de tener igual gra-
do de belle/.a. Se aplica en el dia á la sub- espe-
cie de Cuarzo mas bien litoideo que vidrioso ,
que difiere de la hialina por una mayor tenaci-
dad, por carecer de doble refracción y porque
se blanquea por la acción del fuego , aunque sin
fundirse. Presenta gran copia de variedades,
algunas de ellas reconocidas como especies por
los V medaños. Raras veces se halla cristaliza-
da en romboedros; se encuentra en capas, con
superficies arriñouadas ó arracimadas , eslalác-
tilica. incrustante , compacta, preudomórlica,
etc. Cuando compacta, trasluciente y de textura
concheada , se llama Pedernal; cuando astillosa,
semiltasluciente y de lustre algo graso, Querati-
ta ó Piedra córnea ; cuando opaca, á causa de
su mezcla con los hidratos de hierro , y suscep-
tible <le buen pulimento, Jaspe, de cuyos obje-
tos se hablará en sus artículos respectivos. Las
variedades de colores pálidos , de trasparencia
nebulosa y muchadure/.a,consei varón especial-
mente el nombre de Calcedonia: así se encuen-
tra en muchos puntos de la península, como en
Vallecas, cerca de Madrid, y en la montaña de
Monjui inmediata á líarcelona; su uso debe li-
mitarse á servir para sacar lumbre, fabricar vi-
drio, loza y demis á que se destina el cuarzo.
Las variedades que á la misma trasparencia y
dureza reúnen colores y dibujos bonitos y mucha
susceptibilidad de pulimentos, se destinan con
diversos nombres para sellos , camafeos , copas ,
cajas de tabaco y hasta zócalos y capiteles de co-
lumnas. Las variedades rojizas o amarillentas se
llaman Sardónicas; las rojas, Carniolus ó Corne-
rinas; las azules, Safirinas ; las de color verde
oscuro, Plasmas ; las de verde manzana, Crisn-
vasas, que son coloradas por el óxido de níquel;
Jas compuestas de capas de diversos matices ó
grados de trasparencia, Ónices, etc. Por tin, la
mezcla de la calcedonia trasparente con jaspe ú
otras variedades opacas forma las Ágatas, de
que ya se ha hablado.
Antiguamente se atribuía á la calcedonia la
facultad de disipar la bilis, ahuyentarla melan-
colía, detener las hemorragias, la diarrea, etc.
CAL 535
Su dosis, reducida á polvo fino , era de I 2 gra-
nos á una dracma.
CALCEOLARIA, Calceolaria. Géne-
ro de plantas muy notable de la familia de las es-
croto lariüceas, tribu de las verbaeéas, y de la
diandria monoginia , establecido por el padre
Feuillé , y que contiene á lo menos unas sesenta
especies indígenas de Chile y del Perú.
Las calceolarias son ptantas amias, sufrucli-
cosas ó fructicosas , acaules o canecentes, de
hojas opuestas ó temadas , raramente alternas ,
muy enteras , dentadas, aserradas, algunas ve-
ces aplumadas, tomentosas, sedosas ó afelpa-
das; di pedúnculos uuimuiti ¡orales alares, axi-
lares, en conmbos terminales ; de llores amari-
llas, blancas ó purpureas.
En los jardines de Europa se cultivan como
unas veinte especies de calceolarias, en donde
varias de entre ellas han producido un número
considerable de hermosas variedades que son la
delicia de los aficionados. Eu efect i , las llores
de estas variedades, muy superiores en belleza
y en tamaño a las del i ¡) o , presentan lodos los
grados del color amarillo , blanco y purpúreo,
y tienen además hacia la parte inferior de la co-
rola largas manchas ó una multitud de puntos
pequeños de color diferente cuyo efecto es suma-
mente agradable.
Las hojas de la Calceolaria pinnada (Calceo-
laria pinuata, L.j son purgautes, y sise admi-
nistran a alta dosis provocan el vómito.
CALCIO. Cuerpo combustible simple me-
tálico descubierto por H. Davy, á últimos de 1807,
sometiendo á la pila galvánica una sal calcárea
cubierta de mercurio y destilando la amalgama
que de ello resulta. El calcio que, por su combi-
nación con el oxígeno, constituye la Cal , no
existe en el estado nativo ; no se le encuentra si-
no en el estado de óxido, unido casi siempre con
otros óxidos ó con ácidos.
Este metal es de un blanco de plata , sólido,
mucho mas pesado que el agua; calentado al ai-
re, arde y produce un óxido que es la Cal viva;
tratado por el agua , la descompone dando hi-
drógeno y pasando al estado de óxido; se com-
bina con el oxígeno en dos proporciones. El cal-
cio no tiene ningún uso ni en las artes ni en la
medicina.
CÁLCULOS. Se designa bajo este nom-
bre , en las ciencias médicas, á las concreciones
que se forman en ciertas cavidades de la eco-
nomía animal ; distinguiéndose un gran número
de ellas según las diferentes parles en donde se
han formado. Los cale, los biliares , intestinales,
urinarios ó vesicales son los principales.
Calcólos bilures. B$t>¿ cálculos , según
que existen en la vej i guilla de la hiél , el hí-
gado ó el canal coledoquio,se distinguen bajo los
nombres de cálculos císticos , hepáticos y ¡tépa-
lo -císticos ; en la especie humana ordinariamen-
te se forman de algunos elementos de la bilis
que se han separado á consecuencia de afeccio-
nes particulares , y aun á veces no son otra
cosa que la misma bilis inpisada y aglomerada.
636 CAL
Su forma es variable, pero en genera! eliposoide;
son blancos, pajizos ó negruzcos; lisos y suaves
al tacto, compuestos de capas concéntricas; á
veces son cristalizados y presentan láminas con-
céntricas y cristalinas dispuestas en radios que
parten de un centro común.
Su composición, en la especie humana, es
susceptible de variar : generalmente constan de
0,88 á 0,94 de colesterina, y de 0,12 áo,06
<!e materia colorante amarilla de la bilis; algunas
veces estos principies están mezclados con una
cantidad mas ó menos grande de bilis no alte-
rada.
La determinación de la naturaleza de los ele-
mentos contenidos en estos cálculo- y su propor-
ción es una operación bastante sencilía : consiste
en tratar varias veces consecutivas estos c¡lcu-
los pulverizados y secados con alcohol de 88° hir-
viendo y en filtrar la solución caliente ; por el en-
friamiento, casi la totalidad de la colesterina se
precipita en grandes láminas blancas y nacara-
das, y se recoge sobre un filtro pesado. El resi-
duo agotado por el alcohol ofrece la materia ama-
rilla biliar que tiene el carácter de disolverse en
la solución de potasa cáustica. Para asegurarse
que no contiene sales calcáreas insolubles, es
útil quemar una porción de ella en un crisol de
platino y examinar la ceniza que puede produ-
cir.
En algunos animales domésticos, tales como
el caballo , el buey y la vaca , se encuentran con
frecuencia cálculos biliares bastante volumino-
sos ; estos productos casi siempre están compues-
tos de materia amarilla biliar y de un poco de
bilis inspisada. En el cerdo se ha tenido ocasión
de encontrar un poco de colesterina y de resina
biliar en el número de los elementos de las cál-
culos biliares hallados en este animal.
Cálculos intestinales. Algunas veces se en-
cuentran cálculos en las vías digestivas; en el
hombre con mucha frecuencia son de la misma
naturaleza que los cálculos biliares, y provienen
sin duda de la vesícula de donde han salido por
causas desconocidas.
En los animales se encuentran con frecuencia
cálculos intestinales que tienen una composición
diferente. Estos cálculos fueion conocidos de
los químicos antiguos bajo el nombre de Hezoa-
res, y de ellos se han reconocido siete especies,
compuestas, á saber: 1 .a especie , fosfato ácido
de cal, fosfato de magnesia y moco animal ; 2.a
especie, fosfata de magnesia y moco; 3.a espe-
cie, fosfato amoníaco-magnesiano y moco; 4.a
ispecic, de la misma naturaleza que tos cálculos
biliares: 5.a especie, materia resinosa verde y
bilis; 6.a especie, fragmentos de boletos aglu-
tinados con el moco y cubiertos de- una corte-
za de fosfato amoníaco-magnesiano ; 7.a especie,
polos cuajados y cubiertos de moco. Los que com-
ponen esta especie se designan bajo el nombre
<¡e lüjagropilos, y se encuentran con frecuencia en
la especie bovina y ovina.
Cvlculos salivales. Se forman con bastante
frecuencia ea-Jas parótidas ó las sublinguales y
CAL
los- conductos de la saliva: son blancos , mas ó
menos duros , de forma ovoidea y elipsoídea mas
ó menos prolongada ; algunos son cilindroides ,
presentan capas concéntricas en medio de las
cuales se encuentra á veces un cuerpo extraño
por núcleo, sobre todo en los que se han desar-
rollado en las canales salivales.
En el hombre estos cálculos se componen de
fosfato de cal, de una corta cantidad de carbo-
nato de cal y de moco salival. En los animales
herbívoros eí carbonato de cal es el que predo-
mina en estos cálculos. Tenemos á la vista varios
cálculos salivales procedentes de asnos ( extraí-
dos los unos en 181S por el difunto [). José
Bréjs, y los otros en 1842 y. 1844 por D. José Brés
y Aragonés, ambos señores distinguidos albéita-
resdela ciudad de Manresa), que ofrecen los
caracteres expuestos , entre los cuales se dis-
tinguen dos de íigura ovoidea, el uno que pesa
6 onzas y el etro una libra.
Cálculos renales. Presentan muchos de los
elementos de los cálculos que se forman en la
vejiga.
Cálculos urinarios, uretrales y vesicales.
Los cálculos vesicales , así llamados porque se
encuentran en la vejiga, se hallan algunas ve-
ces en las uréteras , y raramente en el canal de
la uretra : tan pronto son pequeños y multipli-
cados, como aislados y bastante voluminosos pa-
ra dilatar la vejiga , ordinariamente su forma es
la de un esferoide ó de un ovoide mas ó menos
achatado; su color es variable, son blancos ó
blancos amarillentos, amarillentos claros , ó
amarillentos oscuros, algunas veces de superfi-
cie negruzca; generalmente están formados de
capas sucesivas en el centro de las cuales se
encuentra un núcleo.
Las sustancias que hasta hoy dia se han hallado
en los cálculosvesicales animales son: el ácido úri-
co, el urato de amoníaco, el fosfato de cal, el fos-
fato amoníaeo-magnesiano, eloxalato de callaras
veces , el óxido cístico ó cistina , el óxido xan-
tico ó xantina, la fibrina y la sílice.
Estas diversas sustancias, en particular las
cinco primeras, se hallan mezcladas en diferen-
tes proporciones y constituyen cálculos mislos.
Su composición los ha hecho dividir en varias
especies por Fourcroy y Vauquelin.
1.a Cálculos de ácido úrico puro. Su color
es amarillo rojizo, su superficie lisa y lustrosa ;
son compactos y formados de capas concéntricas.
Calentados al sóplele sobre un carbón ó sobre
una hoja de platino, se carbonizan, despidien-
do un humo y un olor amoniacal empireum ili-
co, y dejan un residuo negro que arde casi en-
teramente cuaiidose le exp ¡ne á la llama exterior,
Estos cálculos son enteramente solubles en una
solución de potasa cáustica, sin difundir ningún
olor de amoníaco ; la solución alcalina saturada
con los ácidos deja precipitar el ácido úrico en
el estado de hidrato, bajo for.r.a de copos blancos
abundantes, susceptibles de redisolverse en una
gran cantidad de agua. Si se calienta sobre una
hoja delgada de vidrio ó de plalino una corta
CAL
cantidad do estos cálculos con ácido nítrico, hay
disolución con efervescencia , y cuando se acaba
de socar con precaución el producto de la diso-
lución, toma, por medio de un calor lento, un her-
moso color encarnado ; este color del residuo se
desarrolla todavía con mas intensidad cuando se
moja la materia con algunas gotas de amoniaco
débil. Los cálculos de ácido úrico mezclado con
fosfato terroso dejan un residuo, cuando se cal-
cinan al contacto del aire, ó cuando se les trata
con la solución de potasa.
2.° Cálculos de urato de amoniaco. El color de
estos cálculos es de un gris ceniciento. Bajo la
acción del soplete se conducen como los de áci-
do úrico, y dejan con frecuencia un residuo blan-
quizco de carbonato de sosa, que proviene del
urato de sosa que á veces contiene;), según el
Sr. Berzélius. Una solución de potasa cáustica
los disuelve enteramente, pero durante su disolu-
ción despiden un olor fuerte de amoniaco.
3.° Cálculos de fosfato de cal. Estos cálculos
son blancos , algunas vecps friables y mas ó me-
nos duros. Calcinados al soplete se ennegrecen
sin formar ampollas, despiden un olor empireu-
matico animal debido al moco que contienen, y
concluyen por emblanquecerse sin fundirse, en un
fuego violento. El residuo de la calcinación se hin-
cha al fuego con la sosa, sin vitrificarse; fundi-
do con el ácido bórico y el hierro, produce un
glóbulo quebradizo de fosfuro de hierro. Los áci-
dos nítrico é hidroclórico disuelven enteramente
estos cálculos sin efervescencia; la disolución
acida se precipita en copos blancos gelatinosos
con el amoníaco. El ácido sulfúrico produce con
ellos un magma blanco de sulfato de cal poco
solubleenel agua, y lostrasforma en bifosfato de
cal muy soluble. Las soluciones alcalinas no tie-
nen acción sobre estos cálculos.
4.° Cálculos de fosfato amoniaco-magnesiano.
Tienen un color blanco de creta y presentan ca-
pas laminosas medio trasparentes y de un aspec-
to cristalino. Calentados al soplete sobre una ho-
ja de platino , estos cálculos despiden un olor
fuerte de amoníaco, se ennegrecen, se hinchan,
se emblanquecen en parte, y se funden después
en un glóbulo blanco gris i esto les ha hecho dar
el nombre de cálculos fusibles. Tratados con el
ácido sulfúrico diluido en agua, se disuelven en-
teramente, y la disolución lorma con el amonía-
co un precipitado blanco cristalino; los ácidos
nítrico é hidroclórico obran de la misma manera.
Las soluciones de potasa y de sosa puestas en ebu-
llición con estos cálculos pulverizados los des-
componen con desprendimiento de amoniaco,, y
dejan magnesia por residuo
5.° Cálculos de oxalalo de cal. Su color es de
un pardo subido; su superficie es desigual y pa-
recida á los tubérculos aglomerados de las" mo-
ras , lo que les ha hecho dar el nombre impropio
de Cálculos de mora. Cuando se les calienta despi-
den un olor mineral y se ponen mates al mismo
tiempo que su color se debilita. Después de una
ignición moderada dejan un residuo blanco que
se disuelve con viva efervescencia en el ácido
68
CAL 937
nítrico: si la calcinación ha tenido lugar sobre
carbón queda cal viva que se deslié con algunas
golas de agua, y da una solución que obra á la
manera de los álcalis sobre el papel de tornasol
enrojecido y el jarabe de violetas. Estos cálculos
son insolubles en los ácidos diluidos en agua, des-
compuestos por medio del calor por las solucio-
nes de carbonatos de potasa ó de sosa, que los
trasforman en oxalatos solubles y en carbonato
de cal insoluble.
6.° Cálculos de óxido cístico ódecistina. Los
cálculos de esta especie, aunque muy raros, se
presentan en una masa de un amarillo sucio,
traslúcida ó irregularmente cristalizada; su su-
perficie es lisa con un aspecto cristalino , y su
fractura es luciente y como grasienta. Calentados
al soplete sobre una boja de platino, no se fun-
den, se inflaman fácilmente y arden con una llama
verde azulada, y despiden un olor característico
acre y ácido, un poco análogo al del cianógeno.
El residuo carbonoso arde á un calor elevado y
deja un ligero residuo blanco formado de fosfa-
to de cal. Estos cálculos tienen además la pro-
piedad de disolverse en todos los ácidos debilita-
dos y en las soluciones alcalinas ; forman con
los primeros combinaciones que cristalizan por
evaporación en agujas blancas divergentes. La
cistina, que forma la base de estos cálculos , se
precipita enteramente de las soluciones alcalinas
cuando éstas se saturan por los ácidos. La acción
del ácido nítrico en caliente la destruye, y re-
sulta por la evaporación una masa de un oscuro
ceniciento , sin producción de color rojizo, como
con el ácido úrico.
7.° Cálculos de ácido xántico ó de xantina.
Son de color de canela oscuro, y de forma oblon-
ga y redondeada; decrepitan al soplete, arden de-
jando un poco de ceniza y despiden un olor dife-
rente del óxido cístico y del ácido úrico, según
doctor el Marcet. Bajo muchos puntos, el óxido
xántico que forma estos cálculos se parece al áci-
do úrico, pero se distingue de él esencialmente en
que su disolución en el ácido nítrico deja, des-
pués de la evaporación á sequedad, un residuo
amarillo^ lo que le ha hecho dar el nombre que
lleva.
8.° Cálculos siliciosos. Calentados á parte, se
ennegrecen por la materia orgánica que contie-
nen, dan por residuo una ceniza infusible, algu-
nas veces escoriácea , que tratada con una cor-
ta cantidad de sosa, se funde v se trasforma en
un vidrio trasparente. Estos cálculos son también
muy raros.
Los cálculos vesicales de los animales varían
según laespecie de animal. En los del perro se ha
encontrado la mayor parte de los elementos que
se encuentran en lo.« cálculos urinarios del hom-
bre; pero los cálculos délos animales herviboros
solo están compuestos de carbonato de cal , que
forma su parte esencial, de un poco de carbonato
de magnesia y de una muy corta cantidad de fos-
fato de cal. So pueden reconocer fácilmenta
en la efervescencia espumosa muy viva que pro-
ducen disolviéndose en el ácido nítrico ó hidro-
TOMO I.
í>38 CAL
dórico; en el raotio concretado en cepos quo ge
separa de ellos, y en el precipitado poco volu-
minoso de fosfato de cal que produce el amonia-
co , mientras que el oxalato de amoníaco y el
carbonato de potasa producen en ellos precipi-
tados abundantes.
©AUMEKA. El uso de las calderas es en
extremo frecuente en todas las artes útiles: sir-
ven para la cocción de las drogas, de la cer-
veza, etc., y parala evaporación, como en las
máquinas de vapor , los caloríferos , la destila-
ción, etc. Sus formas, que varian según el uso
á que se las destina , deben ser siempre tales
que proporcionen el mejor empleo del combusti-
ble con la mayor comodidad del servicio. Para
aprovechar bien la acción del combustible se «Je-
be dar á las calderas la mayor extensión posible
á su parte expuesta al fuego.
Las calderas son cilindros abiertos por la par-
lo superior para la cocción do los alimentos, y
casquetes esféricos para la fabricación de la cer-
veza. Para las máquinas de vapor, es ya un solo
cilindro, ya un cilindro mas grueso que comuni-
ca con uno ó varios otros mucho mas pequeños,
ya un solo cilindro que contiene en su interior
uno ó muchos que sirven de fogón, ya por úl-
mo es un cubo, como en los grandes aparatos
de buque.
Las calderas de las primeras máquinas de va-
por eran esféricas. Esta forma érala mas venta-
josa con respecto á la solidez, pero, como es la
que ofrece menos extensión de paredes , es tam-
bién la que presenta una superficie mas reducida
á la acción del fuego; y, dislando mucho este in-
conveniente de ser compensado por la ventaja de
una mayor solidez , se renunció á él , tan
luego como se supo cuan importante es que
la caldera presente la mayor superficie posible
a la lumbre. Entonces se la dio la forma de
un prisma cuya sección perpendicular al eje
es una superficie, limitada inferior y lateralmen-
te por curvas cóncavas , y en la parle superior
por un arco de círculo convexo. Walt díó á
este prisma el nombre de Caldera de sepulcro.
El fogón está debajo : la llama recorre toda la
longitud de la superficie inferior; en seguida
retrocede siguiendo un conducto para ir á calen-
tar las superficies laterales de derecha é izquier-
da antes de pasar á la chimeuea. La caldera pre-
senta de este modo una superficie muy extensa
ala lumbre, puesto que está expuesta ala llama
por tres de sus lados , los cuales son cóncavos ,
porque se ha observado que la llama calienta
mucho mas uua superficie cóncava que una su-
perficie convexa.
Esta caldera, que es bastante sólida para las
máquinas de baja presión, no lo seria lo suficiente
para las máquinas de alta presión. Así es que en
la época de la aparición de estas últimas máqui-
nas, se ideó una tercera forma de caldera, que
consiste en un gran cilindro unido por medio de
lubuluras á otros cilindros mas pequeños. El ci-
lindro mayor, al que se daespecialmente el nom-
bre de culdera, sirve para depósito de agua y de
CAL
vapor; los otro3 están destinados á la producción
del vapor , que por esta razón se les da el nom-
bre de hervidores, y son los que están siempre
expuestos á la llama mas ardiente del fogón. El
número de estos últimos varia según la fuerza de
la máquina : en las máquinas pequeñas no hay
mas que uno, y en las grandes hay casi siempre
dos, y algunas veces tres ; las máquinas de bu-
ques "tienen hasta cuatro, cinco y seis. Estos
cilindros están colocados paralelamente á la cal-
dera , la cual esa veces un poco mas larga que
ellos, según la forma que se da al fogón. En estos
últimos tiempos hanse construido algunos apa-
ratos en los que los cilindros son perpendicula-
res á la caldera; pero esta ha sido una innova-
ción muy desgraciada, contraria á los principios,
y que solo puede dar malos resultados. Las tu-
buluras que unen los cilindros hervidores á la
caldera deben ser siempre bastante grandes, so-
bre todo cuando son únicas , para que el paso
del vapor y del agua pueda efectuarse con li-
bertad. Sin esto, podria suceder, en caso de una
evaporación rápida , que el agua de la caldera
no pudiese penetraren el conduelo á causa de
la corriente del vapor que sale de él, lo que in-
faliblemente daria lugar á muy graves accideni-
tes.
Para las máquinas de alta presión se babia
ideado otra forma de caldera , esto es un gran,
cilindro que contenia el agua para evaporar, con
un cilindro interior que servia de fogón. Sin em-
bargo, tuvo que abandonarse esta invención, por-
que siendo luego el calor, despedido por el fogón,,
absorvido por el agua que lo rodeaba, ya no que-
daba el suficiente para hacer arder el combusti-
ble de manera que produjese toda la cantidad de
calor que podia dar.
También se ensayó emplear, en vez de calde-
ra, un tubo serpentino en el fogón ; pero la eva-
poración era demasiado enérgica, al mismo tiem-
po que el agua no podia llegar á él con bastante
rapidez para reemplazar la que continuamente
se vaporizaba , de lo que resultaba que el tubo
era destruido en poco tiempo.
Las calderas de las locomotivas tienen una dis-
posición del todo particular , son cilindros que
contienen un gran número de tubos de pequeño
diámetro, por los cuales pasan los productos de
la combustión, para llegar del fogón ala chime-
nea. Estos tubos presentan una superficie muy
extensa y muy eficaz á la acción del fuego.
Las calderas de buques, para las máquinas de
baja presión , tienen sus fogones interiores de
manera que conserven bastante calor para que
el combustible arda eu ellos bien. Los pro-
ductos de la combustión llegan á la chimenea
por medio de conductos que dan varias vueltas á
la caldera , y en los cuales pierden todo el calor
de que pueden desprenderse sin que de ello re-
sulte inconveniente.
Las calderas de máquinas de vapor hánse cons-
truido de cobre, por espacio de muchos años.
El precio costoso de este metal obligó ensa-
yar el hierro colado, que ha sido empleado du-
CAL
ranlo algún tiempo ; sin embargo , fué necesario
abandonar este metal en razón de su fragilidad,
y de su facilidad en quemarse y henderse en los
cambios demasiado repentinos de temperatura, y
por último por la poca seguridad que ofrecía.
Era, e.: e.eet¡, muy difícil que una caldera fun-
dida en una ó dos piezas tuviese un espesor
igual en todas sus parles , y sucedía con frecuen-
cia que en algunos puntos tenia muchos centí-
metros de espesor , mientras que en otros solo
tenia el de dos ó tres milímetros. Ahora todas las
calderas se construyen de palastro escogi-
do , y de algunos anos á esta parte han lle-
gado á un grado de perfección extraordinario.
Están compuestas de un gran número de piezas,
unidas entre si por medio de clavos perfecta-
mente remachados, de modo que nunca dejan
rezumar el agua á no ser á causa de algún gol-
pe fuerte ú otro accidente. Estas planchas se cor-
tan con cizallas, y los agujeros en los cuales se
remachan los clavos se hacen con un sacaboca-
dos movido por una máquina de vapor. Algunos
constructores remachan también los clavos con
máquina.
Las calderas para la cocción de la cerveza,
de las drogas y de los alimentos se hacen siem-
pre de cobre. Ciertas artes en las que hay precisión
de tratar ácidos y sobresales, que atacarían
prontamente al cobre y al hierro, exigen calde-
ras de plomo, pero se comprende con que precau-
ción deben ser calentadas estas calderas para que
no llegen á fundirse, sobre todo cuando se forman
posos insolubles en las paredes expuestas á la
acción de la lumbre.
Las calderas de evaporación están sujetas á
posos que se incrustan en sus paredes , en las
que forman una corteza que es muy mal conducto-
ra del calórico y disminuye considerablemente la
producción de vapor. Estos posos son mas ó me-
nos abundantes , segen está mas ó menos carga-
da de materias extrañas el agua que aliméntala
caldera: el agua de rio los da en menos cantidad
que el agua de pozos , la de los pozos situados en
terrenos yesosos los produce en mucha abundan-
cia , y el agua de mar es la que los forma en
mavor cantidad que todas lasd¿más.
Hanse empleado muchos medios para reme-
diar á este inconveniente. El mas conocido con-
sistía en echar en la caldera raspaduras de pa-
tatas, ó arcilla plástica ; pero este medio no
dejaba de presentar también sus inconvenien-
tes. En efecto, las patatas tenian que renovarse
con mucha frecuenca, lo que á la fin era muy cos-
toso, y la arcilla, de la que algunas partículas
eran inevitablemente arrastradas dentro de la
máquina por el vapor , usaba rápidamente los
cajones y el cilindro. Abandonados ambos mé •
lodos, al presente se acostumbra á vaciar par-
te de la caldera cuando el agua que contiene
está saturada de la materia extraña que forma
los posos , pues éstos únicamente se forman
cuando el agua se halla en este estado. No es
tampoco indiferente sacar el agui de cualquier
parte de la caldera , pues principalmente en
CAL 839
el punto donde ella está agitada por la ebullición es
en el que está mas cargada de estas materias . y
por lo mismo se deben colocar en aquel sitio los
tubos para extraerla. El agua sale por sí misma
de la caldera con la sola presión del vapor.
Las calderas de evaporación , teniendo que re-
sistir á la presión á veces muy considerable del
vapor, están sujetas á hacer explosión, acci-
dente terrible que destruye cuanto se halla á su
alrededor. Para preservarse de este accidente,
se establece en sus paredes un manómetro que ,
indicando la presión del vapor, avisa al fogo-
nista que urge disminuir el fuego cuando es de-
masiado elevada la presión del vapor;y al mis-
mo tiempo se colocan tres válvulas de seguri-
dad por las cuales se escapa el vapor cuando su
presión traspasa los límites marcados. Dos dees-
tas válvulas suben ó bajan según es, ó nó, dema-
siada elevada la presión. Una de ellas está cerrada
con llave, fuera del alcance del fogonista, á quien
se priva también de la facultad de cargarla para
hacerla menos sensible. La tercera es una plan-
cha de metal , mucho mas débil que las paredes
de la caldera, como por ejemplo, una plancha
de plomo que se reviente , ó una plancha de me-
tal sumamente fusible, que se funda á la tempe-
ratura correspondiente á la presión de la que no
se quiere pasar.
El uso del manómetro , alegrado de perfección
á que ha llegado en nuestros dias , y de las tres .
válvulas de que acabamos de hablar, ha des-
minuido mucho el número de explosiones. Sin
embargo, este accidente se repite aun do voz
en cuando , y entonces solo puede atribuirse á
una producción instantánea de vapor de tal ma-
nera abundante que no bastan á darla salida
las aberturas de las tres válvulas. Esta produc-
ción brusca y abundante de vapor no puede ex-
plicarse tampoco de otro modo sino admitiendo
que habiendo llegado á fallar el agua en la cal-
aera , se ha) a calentado una parte de su pared
hasta al rojo, y que subiendo entonces la cor-
riente de agua se haya puesto en contacto
con la parte de la caldera enrojecida. Se ha
pretendido que las explosiones eran causadas
por la detonación de una mezcla de gas hidró-
geno y de gas oxígeno que se hacia en la cal-
dera; pero esta opinión ha sido considera-
da enteramente como errónea , puesto que
es imposible que se encuentre en la caldera la
cantidad de aire atmosférico necesario para la
inflamación de la mezela , aun suponiendo que
ésta pudiese tener lugar , lo que no es creíble.
CALDERERÍA. Et arte del calderero
se divide en tres secciones ejercidas por obreros
diferentes , do las cuales vanios á ocuparnos su-
cesivamente.
<.• El Calderero propiamente dicho fabrica
los diversos utensilios de cocina ó de fábrica que
se hacen de cobre, de latón, ó de palastro.
El cobre rojo, por su gran maleabilidad, se
trabaja con mucha facilidad , lo que lo hace muy
propio para las obra* de calderería. Este metal
se suelda muy bien, y bajo el cmbulidor toma.-
540 CAL
todas las formas que se le quieren dar sin agrie-
tarse. Pero antes de empezarlo á trabajar , de-
be sufrir una operación preliminar: este melal al
salir de la fundición , seria demasiado blando y
estaría muy expuesto á perder su forma á menos
que se le diera un grande espesor, lo que seria
un obstáculo para el uso. El obrero se vé pues
obligado a templarlo ó á batirlo en frió con un
martillo sobre un yunque ó bigornia hasta que
ha conseguido darle la forma y el espesor conve-
nientes, al mismo tiempo que una gran consis-
tencia.
Lo mas difícil que hay en el arte del caldere-
ro es el modelar ; es menester que el obrero de
una plancha de cobre forme un vaso hueco , sin
ninguna soldadura, como, por ejemplo, una ca-
fetera ó una bola. Hay caldereros tan hábiles que
hacen una bola perfectamente esférica , en
la que no se vé mas que un agujero por el cual
entra la bigornia. Su manera de operar es la si-
guiente : después de haber corlado una plancha
hasta dejarla redonda, lavan ahuecando pican-
do en el medio de ella encima de un tas con un
martillo que tiene la cabeza redonda ; luego que
el cobre ha adquirido suficiente dureza, lo hacen
enrojecer al fuego y lo dejan enfriar, á lo que
ellos llaman recocer , y esta operación la repiten
tantas veces como lacreen necesaria; después
colocan la concavidad de la plancha sobre una bi-
gornia redonda, y martillean por la parte exte-
rior para extender el cobre de manera que se
vaya redondeando cada vez mas , pero sin tocar
los bordes de la abertura, á no ser al último, y
esto aun ligeramente. De este modo se va for-
mando la bola insensiblemente, y el orificio se es-
trecha hasta que no queda mas" que el espacio
necesario para el paso de la bigornia.
Cuando los utensilios se componen de mas de
una pieza , se remachan ó soldán sus diversas
partes; las calderas grandes , por ejemplo ,
se hacen de muchas planchas de cobre re-
machadas, ó clavadas las unas con las otras por
sus bordes, con una ó mas seríes de clavos.
Los caldereros cortan las piezas de cobre ó
de palastro , las encorvan y las taladran en
írio por medio de máquinas particulares. Las
planchas que se emplean tienen de dos á
tres milímetros para las calderas pequeñas, y de
diez á doce para las grandes , y particularmente
para las de las máquinas de vapor de alta pre-
sión.
En otras circunstancias , el calderero une las
diversas piezas de un vaso por medio de la sol-
dadura ; aproxima los dos lados , los cubre de
borraj mojado , y coloca en toda la extensión
granos de soldadura fuerte ; lo pasa después por
un fuego bien ardiente , la soldadura se funde,
y Ja pieza se queda pegada con tan tanta solidez
como si fuese hecha á golpe de martillo. Los cal-
dereros estañan á veces los útiles de cocina.
2.° Caldereros planadores. Se ocupan en apla-
nar , pulimentar y bruñir las planchas de cobre
. rojo que sirven para los grabadores. Esle traba-
jo se compone de muchas operaciones sucesi-
CAL
vas por las cuales 6e consigue dar alas hojas de
cobre un pulido perfecto.
La plancha, después de bien aplanada y de ha-
berle dado un espesor proporcionado, ya sea
con el martillo ó con el castillejo, se pulimenta pri-
mero con la piedra pómez, y después con el carbón
humedecido con agua ligeramente acidulada con
el ácido nítrico; por último, el obrero acaba el
pulimento bruñendo la superficie , y ayudando
la acción de la herramienta con algunas gotas
de aceite común, que esparce á propósito sobre
la plancha.
3.° Los caldereros constructores de instrumen-
tos de música y de acústica fabrican de latón , y
rara vez de cobre , los instrumentos de música
de viento ó de percusión.
La gran dificultad de esle trabajo consiste en
hacer los instrumentos lo mas ligeros posible, lo
que se consigue forjando el latón con el martillo,
hasta quelfse pone casi tan delgado como una
hoja de^ papel. Tómese por ejemplo la bocina.
Para formar su tubo , el obrero corla las hojas de
latón á la medida del molde y las sóida según su
longitud. Para contornear estos tubos , se llenan
de plomo fundido y se encorvan en seguida por
medio de un mazo de madera. Después de estose
vacia el plomo exponiendo el instrumento al ca-
lor. Las mismas operaciones se repiten para las
trompetas y demás instrumentos de esta clase.
CALDO. Según Berzélius, es una disolución
producida por una ligera y larga ebullición de la
carne en el agua, lo que verifica un cambio tal
que los líquidos de que se halla impregnada se
coagulan, dejando entre las fibras carnosas la
albúmina y la materia colorante que contiene,
mientras que los principios solubles en el agua
pasan al caldo. El sabor particular del caldo es
debido á la zornidina que tiene en disolución. Por
la extracción de esta última, la carne pierde
mucho de su sabor, tanto mas en cuanto la coc-
ción dura mas largo tiempo.
El caldo es tanto menos consumado en cuan-
to contiene mas agua; el que es craso fati-
ga al estómago, causa acedías y no alimenta.
Los caldos difieren entre sí según la proporción y
la naturaleza de la carne que se emplea para ha-
cerlos, resultando de ahí mas órnenos nutriti-
vos, calientes, refrescantes, irritantes, etc. Se
hace caldo de pollo , de ternera , de limazas , de
caracoles, de yerbas;, etc., y también se preparan
caldos fuertes* flacos , gelatinosos , etc.
Para que el caldo sea bueno , el agua que se
emplea debe calentarse lentamente, la ebullición
ha de ser larga y apenas debe percibirse, á fin
de que las partes que se disuelven en el agua
puedan reunirse íntimamente. Los antiguos ha-
cían uso del caldo preparado con la carne mus-
cular de los animales adultos. Sin indagar el
principio á que el caldo debe sus propiedades
sabrosas y aromáticas, esle principio fué reco-
nocido sucesivamente por Thuvenel, Thénard,
Parmenlier v Cadet de Gassicourt. Haciendo
obrar el alcohol sobre caldo concentrado prepa-
rado con taparte muscular del buey, eslos quí-
CAk CAL 541
micos consideraron el extracto seco quo obtu- . pertmenta cierto endurecimiento , seria demasia-
vieron de él como la verdadera causa del sabor do coriácea.
Ídel aroma de las carnes. Sobro todo el Sr. |
hénard, al analizar la carne muscular del
buey, separó de ella el principio extractivo y sa-
broso en un estado de mayor pureza , y lo desig-
nó bajo el nombre de Osmazoma, principio que
Parmanlier considera como la materia extractiva
que forma la base esencial del buen caldo.
La gelatina que se saca de los huesos es nu-
tritiva , pero no contiene osmazoma. Los caldos
de tortuga y de rana son analépticos. Los cal-
dos generalmente convienen á todo el mundo,
no solamente por la costumbre que se tiene
de tomarlos, sino porque nutren y alimentan
bien.
Los Músculos, que dan á los animales la facul-
tad de moverse por medio de las contracciones
que experimentan, son conocidos en el lenguaje
vulgar bajo el nombre de Carne Muy desarro-
llados en los animales que tienen un estomago,
se hallan colocados inmediatamente debajo de
la piel , y cubren ó circuyen los huesos , consti-
tuyen la mayor parte de la masa del cuerpo, y
forman, como" sabemos , el alimento mas habitual
del hombre.
Hace mas de un siglo que los químicos em-
pezaron á ocuparse de la composición de los mús-
culos. Hoy dia, gracias á los trabajos de Bérzelius,
deTlienardy de Chevreul, se sabe que tienen por
base la fibrina, asociada á cortas cantidades de
albúmina, de tejido celular convertible en gelati-
na, grasa, materias extractivas y muy sabrosas,
ácido libre, y diferentes sales , "particularmen-
te fosfatos y sal marina.
Cada dia, en las cocinas, se hace en parte,
aunque groseramente, el análisis de la carne,
cuando se prepara el caldo ó lo que vulgarmen-
te se llama el Puchero. No será una cosa desti-
tuida de interés explicar los fenómenos que acom-
pañan á esta operación.
La carne , en contacto con el agua fria , le ce-
de una parte de la albúmina y de las materias
extractivas, una parte de las sales , el ácido y la
materia colorante de la sangre de que se baila
impregnada; además el agua adquiere un color
encarnado. Luego que la temperatura del liquido
se eleva y llega á la ebullición , la albúmina y la
materia colorante de la sángrese coagulan y van
a nadar á la superficie del liquido en forma de
copos llamados espuma, y que se tiene cuida-
do de separar. Al mismo tiempo la grasa se li-
cúa y forma ojos sobre el caldo, que se enri-
quece mas y mas de principios nutritivos disol-
viendo la gelatina que procede de la acción del
,agua hirviendo sobre el tejido celular.
Cuando la carne ha hervido por espacio de seis
ó siete horas , la fibrina no retiene casi ya sus-
tancias solubles, y solamente entre sus fibras
quedan interpuestas partes grasicntas, gelatino-
sas y albuminosas, que concurren á ablandar la
carne cocida, ó el Cocido, y á hacerla mas nutri-
tiva y ma* agradable. Sin ía interposición de es-
las materias, la fibrina, que por la cocción ex-
El caldo encierra , pues, albúmina cocida , ge-
latina , un poco de ácido , las materias extracti-
vas de la carne que sobre todo contribuyen á su
sabor y á darle color , principios \ oh liles po-
co conocidos y resultantes de una ligera altera-
ción déla carne, las sales naturales de esta úl-
tima, y además la sal común y las materias sa-
brosas y fragrantés que producen las verduras,
que siempre se añaden al puchero para aumen-
tar su sabor y hacerlo mas agradable.
El caldo mejor preparado solo contiene una
cantidad muy corta de principios alimenticios y
aromáticos , pues que , según el Sr. Chevreul ,
la proporción de las materias solubles no excede
de 7 adarmes por media azumbre. La gelatina,
después del agua, es la sustancia mas abundante,
y por esto cuando se concentra el caldo se con-
vierte en ialetina.
El Sr. Chevreul ha reconocido que no es indi-
ferente poner la carne en el agua Iria y hacer
que esta última llegue lentamente á la ebullición,
o echar inmediatamente la carne en el agua
hirviendo. En el primer caso , se obtiene un cal-
do tan sabroso como es posible, porque todos los
principios de la carne se disuelven sucesivamen-
te en el líquido. En el segundo , al contrario , el
caldo es mas flojo é inferior bajo todos con-
ceptos, porque la albúmina y la materia coloran-
te de la sangre encontrándose inmediatamente
coaguladas en el interior de la carne , por la
temperatura elevada del liquido , forman enton-
ces una especie de cubierta compacta que sirve
de obstáculo á la libre saudade los jugos de la
carne.
La naturaleza del agua que se emplea para es-
la operación tiene igualmente, según el mismo
químico, una influencia marcada sobre la cocción
de la carne y las calidades del caldo. Una corta
cantidad de sal común no vuelve á la carne mas
tierna, pero le da mas sabor, al mismo tiempo
que aumenta también el sabor y el aroma del cal-
do; su acción es todavía mas marcada sobre las
verduras , á las cuales vuelve mas tiernas y mas
sabrosas. La carne cocida en agua de pozo,
que siempre contiene mas ó menos cantidad de
sulfato de cal , es mas dura, menos sabrosa , y el
caldo que produce esip:ualmente menos fragranté
y menos sabroso. Las verduras se endurecen tam-
bién en estas aguas calcáreas, y por lo mismo no
deben emplearse.
En fin , la naturaleza de los vasos no deja de
tener influencia sóbrela bondad del puchero. La
experiencia ha demostrado quelas ollas de barro,
empleadas en las cocinas , son preferibles á las
de cobre. Esto consiste en que, por su propiedad
poco conductora , las primeras están menos ex-
puestas que las segundas á las impresiones de-
masiado vivas del fu^go, y que conservan con
mas regularidad la temperatura del liquido , que
debe mantenerse tanto como sea posible á un
grado de calor próximo á la ebullición.
En Francia mas de las dos terceras partes de
Ut CAL
la carne de los bueyes vendidos en la carnicería
no se consumen sino después de haber servido
para hacer caldo.
Este enorme consumo de caldo por todas las
clases, y la casi imposibilidad de conservarlo,
de un dia para otro, sin recurrir á minuciosas
precauciones, ha dado origen á una nueva in-
dustria que se ocupa exclusivamente de la pre-
paración y venta del caldo. El primer estableci-
miento planteado con este objeto es el único que
opera aun hoy dia en grande escala; se le co-
noce bajo el nombre de Compañía holandesa, v
está situado en el Petit-Monlrouge, pero tiene
muchos depósitos en Paris, y despacha á domi-
cilio , con tal que sea en cantidad algo conside-
rable. La Compañía holandesa es la que proveía
de caldo a la Cámara de los pares y á la Cáma-
ra de los diputados; también ha hecho varias
contratas para abastecer á algunos hospicios. El
establecimiento consume anualmente unos 1.200
bueyes, que cada uno da 350 kilogramos de car-
ne; cada kilogramo produce dos litros de caldo;
la carne cocida, residuo de la operación , se ex-
pende fácilmente sea en el interior ó exterior de
la capital.
Si bien se han abierto en Paris otros grandes
establecimientos á imitación del de la Compañía
holandesa no han podido sostenerse; sin embar-
go, cada dia se ven aparecer otros establecimien-
tos pequeños cuv o numero crece rápidamente.
Los caldos se pueden distinguir en alimenticio»
y en medicinales , según el objeto que se lleva al
administrarlos; pero todos los caldos animales
son mas ó menos nutritivos y pasan como analép-
ticos. Se dan como tales , puros ó mezclados con
agua, y suficientemente separados de la grasa, en
la convalescencia de las enfermedades agudas, y
también en el curso de otras dolencias. Estos cal-
dos contienen esencialmente gelatina , un poco
de osmazoma y sales. Los antiguos los usaban
mucho menos que nosotros en el primer caso,
remplazándolos por su tisana ó cocimiento de
cebada diversamente preparado. El caldo de
buey , bien gordo y caliente , tomado á la dosis
de media azumbre, está recomendado como la-
xante por algunos autores; frió y completamente
libre de grasa puede ser mas fácilmente digeri-
do por los estómagos irritables. El pueblo lo aso-
cia con frecuencia al vino como medio fortifican-
te. También , como alimenticio, se administra en
lavativas cuando está obstruida toda otra via.
Caldo en pastillas. La concentración del
caldo de carne hasta que, por el enfriamien-
to, toma la consistencia de una jaletina sólida
que se lleva á un estado de sequedad casi com-
pleto por una evaporación lenta, y exponiéndola
á una corriente de aire caliente, no ha sido du-
rante mucho tiempo mas que una operación cu-
linaria que solo se practicaba en algunos estable-
cimientos. Estas pastillas, que solo seobtenian em-
pleando una cantidad enorme de carnes escogidas
de aves caseras y de caza , resultaban muy ca-
ras sin que por eso fuesen mejores , tenían siem-
pre un guato empircumálico poco agradable, re-
CAL
sullado inevitable de la largra ebullición que se
hacia sufrir al caldo para concentrarlo al grado
conveniente.
Después que la preparación de las pastillas de
caldo ha pasado á ser el objeto de una industria
especial , se han empleado procederes mas eco-
nómicos , cuyos resultados dejan muy poco que
desear. Se prepara el caldo por el método co-
mún , esto es por medio de una ebullición larga y
lenta, sin que se empleen otras partes de las car-
ne que aquellas que la experiencia ha hecho co-
nocer como las mas abundantes en principios so-
lubles. Después de hecho el caldo, se desengra-
sa completamente , se clarifica , y se somete á
una evaporación rápida haciéndolo correr en ca-
pas muy delgadas sobre superficies metálicas ca-
lentarlas por debajo y ligeramente inclinadas. El
curso que hace el caldo por la superficie de estas
planchas, que presentan una grande extensión,
se prolonga todavía mas por medio de divisiones
que no le permiten llegar al último del plano in-
clinado sino después de haber recorrido un largo
espacio haciendo zetas. Cuando la operación ha
sido bien conducida , el caldo se encuentra sufi-
cientemente concentrado con solo pasar una vez
por el plano. Entonces se dejaenfriar y adquiérela
consistencia de una jaletina muy consistente, que
se lleva á un estado de semi-sequedad expo-
niéndola á la acción de una corriente de aire de
temperatura poco elevada. Las pastillas obteni-
das por este medio están libres de todo gusto em-
pireumático, y como no se las deja secar com-
pletamente , se disuelven con mucha facilidad en
un volumen de agua necesario para reducirlas
al estado de caldo.
Las pastillas de cabio bien preparadas son de
un uso muy conveniente en los viajes largos. La
marina hace de ellas un gran consumo, y á su
usóse debe atribuir en gran parte la desapari-
ción casi total de la terrible enfermedad del es-
corbuto, que diezmaba en otro tiempo las tripula-
ciones de los buques empleados en las largas na-
vegaciones. Desgraciadamente, las pastillas de
caldo se venden todavía á un precio muy eleva-
do para que el consumo sea tan extenso como lo
sena sin esta circunstancia. Varios paisesdela
Alemania, y sobre todo de la América meridio-
nal, -podrían proveernos de pastillas aprecios
mas inferiores de los que hoy restringen su con-
sumo.
Caldo-Galleta. Un vecino deGalveston, ciu-
dad de los Estados Unidos , llamado Gail Borden,
ha establecido una fábrica de galleta-carne, ali-
mento que promete grandes resultados, abaste-
ciendo con ella á los ejércitos en campaña, á las
plazas fuertes, hospitales, buques, etc., etc. El
mérito esencial de este invento estriba en que en
un peso dado quede tanta sustancia alimenticia
concentrada como la que tiene un quíntuplo de car-
ne fresca. Sm preparación consiste en la mas in-
tima amalgama de la parte jugosa de la carne con
harina de trigo. El consumo diario de cuatro on-
zas es mas que suficiente para alimentar perfec-
tamente á un hombre, pudiéndose abstener, con el
CAL
uso de esta galleta, de cualquier otro alimento ,
si á ella se agrega un poco de sal. Una circuns-
tancia recomendable de esta sustancia es que
puede conservarse mucho tiempo sin echarse á
(terder, pues resulta, según el informe dado por
a Junta de Sanidad , que la galleta en cuestión,
aun después del trascurso de diez y seis meses
desde su confección, todavía se hallaba en esta-
do normal. En menos de diez minutos se prepara
una sopa excelente , y solo hay que agregar en
este caso, y como ya hemos indicado , un poco
de sal. Diez libras de esta galleta, que un cami-
nante puede conducir muy fácilmente , le sirven
de sustento cuando menos por un mes.
Este alimento se preparado la manera siguien-
te : se tomarán las parles sustanciosas de car-
ne de vaca ó de otras reses recien muertas,
dejándolas cocer bastante tiempo, á fin de poder
de-pues quitarla los huesos y separar las par-
tes nerviosas ; se dejará evaporar enteramente el
agua que ha disuelto las sustancias, hasta que
se vaya condensando ; se echará al propio tiem-
Ko la harina, y se amasará todo perfectamente,
espues se extiende la masa con un cilindro ó ro-
dillo sobre una mesa , y se corta en forma de ga-
lletas, que se introducen en el horno para dejarlas
cocer á un calor moderado , obteniéndose una
galleta muy parecida á la ordinaria , tan seca y
vidriosa.
La galleta de carne se conserva en todos los
climas, y ya la usan las tropas del ejército de
la Union en las fronteras S. O. y del Sur. Sirve
también para coudimenlar otras viandas, legum-
bres , arroz, etc., etc. La parte material de con-
centrar las sustancias de la carne de vaca es co-
sa conocida hace ya mucho tiempo ; pero el se-
ñor Borden es el primero que ensayó el ligarlas
con harina y formar asi una masa compacta» El
análisis químico ha demostrado que la gelatina
por sí sola no basta para alimentar al hombre;
pero la nueva galleta es mas que suficiente para
su sustento , puesto que contiene todas las parles
nutritivas de la carne fresca.
El Sr. Borden eligió á Tejas como punto prin-
cipal de su fabricación , puesto que allí puede
comprar las reses vacunas á un precio muy có-
modo por abundar mucho éstas en aquel país.
En las expediciones marítimas se ha conserva-
do esta galleta hasta diez y ocho meses, haciendo
la travesía por el cabo de Hornos hasta la Califor-
nia y la China, volviendo al punto de partida per-
fectamente conservada. El motivo principal de
esto será que la galleta-carne no tiene parte al-
guna grasienta , la que por lo regular promueve
Ja descomposición y enmohecimiento , pues el
bien calculado procedimiento del Sr. Borden ha-
ce que desaparezcen enteramente al cocerse las
carnes, sin que tenga ningún agregado que ejerza
una influencia química, conservando siempre las
calidades de la carne recién muerta. La nueva
galleta hace el servicio de carne y pan á la vez,
teniendo de consiguiente un doble efecto alimen-
ticio, y aun se cree que su uso por mar hasta
servirá de preservativo contra el escorbuto.
CAL U43
Considerables son las cantidades que de este
alimentóse van confeccionando ya en Tejas, eli-
giéndose al efecto la carne de mas calidad. La
administración central militar délos Estados-Uni-
dos ha hecho de él grandes pedidos, lo que prueba
bien (pie csle nuevo ramo de industria, no tan
solo ha salido definitivamente de la esfera de
meros ensayos , sino que se baila abocada á re-
cibir un gran fomento y desarrollo.
©AliENIHJIiA ," Cvlkndula. (leñero de
plantas de la familia de las compuestas, tribu de
las cinaréas, y de la smgenesia poligamia nece-
saria. El grupo genérico , eslable?ido bajo este
nombre por Linneo , ha sido desmembrado en
estos últimos tiempos, pasando las especies se-
paradas á los peñeres Triptfrix, Less. , Bla-
#(«"», Cass., y Dimorpliothcca, Vaill.
En sus reducidos limites, el género Caléndula
se compone de plantas herbáceas, propias de
la región Mediterránea y de la Europa central,
de hojas semibrazadores , ásperas al tacto,
enteras, de cabezuelas de llores amarillas termi-
nales y solitarias , cuyo involucro está formado
de hojuelas lanceoladas lineares , y en las cua-
les las flores del radio son femeninas y fértiles,
mientras que las del disco son masculinas. A
las flores del radio suceden aquenas combadas
hacia adentro terminadas en pico, y herizadas
de puntas en su lado convexo. La especie mas
notable de este género es la siguiente: f
Caléndula oficinal, Caléndula
de Jardín, Flamenquilla, Mara-
villa, Maravilla oficinal ( Caléndula
officinalis, L.). Planta anua del mediodía de la
Europa, en donde crece en los campos arcillosos
y en las viñas. Su tallo , derecho , ligeramente
anguloso y ramoso , se eleva de 7 á i I pulga-
das ; susbojas son sésiles , oblongas, bastan-
te largas, carnosas, blandas, vellosas y blan-
quecinas ; sus flores nacen en las sumidades de
los tallos, son hermosas , grandes, redondas,
radiadas y de un bello color amarillo naranja-
do; sus frutos son cápsulas que contienen cada
una una semilla larguita.
La caléndula se encuentra en todos los jardi-
nes y da, por el cultivo, algunas variedades
mucho mas bellas que el tipo. Todas sus partes
exhalan un olor fuerte y poco agradable, y su sa-
bor es amargo y algo acre. Obra como estimu-
lante, y por espacio de mucho tiempo se ha he-
cho un" grande uso de mis sumidades floridas en
los casos de amenorrea ; también lia sido em-
pleada como antiespasmódica , antifebril, an-
tiescrofulosa, etc. Hoy apenas es usada á no ser
en la medicina casera. Algunas veces sus coro-
las líguladas sirven para falsificar el azafrán.
La Caléndula abvensk , Caléndula de sem-
brados, Calen noLA silvestre (Caléndula arven-
sis, L.), especie, que crece en las viñas y en los
ribazos de los campos, es mas pequeña en todas
sus partes que la caléndula oficinal , pero sus
propiedades parecen ser las mismas, y como so-
lamente se emplean las flores , y éstas son mas
grandes en la última, se las prefiere en farma-
844 CAL
cía. La caléndula arvense está dotada de un olor
fuerte y desagradable, y es una plaga para el
cultivador, porque se multiplica al infinito , y á
pesar de los esfuerzos para exterminarla , á cuyo
electo es preciso enterrarla completamente en
diversas épocas del año, no se extirpa de las vi-
ñas sino á fuerza de frecuentes pruebas.
La Caléndula pluvial [Caléndula pluvialis,
L.) , especie vivaz , de flores blancas, del Cabo,
que se cultiva en algunos jardines, es notable
por las propiedades que tienen sus llores de cer-
rarse cuando amenaza lluvia.
CAI¿ICAltPA, Callicarpa. Género de
plantas de la familia de las verbenáceas, tribu
de las egiíiléas, déla tetrandia monoginia de
Linneo, que encierra arbustos indígenos del Asia
y déla Nueva-Holanda tropicales, bastante ra-
ros en América y mas acá del Ecuador, cu-
biertos de una pubescencia ramosa y estrellada,
lürfurácea; de hojas opuestas, simples; de flo-
res pequeñas blancas ó purpúreas , dispuestas
en cimas axilares , dicótomas. Cultivanse de
ellas una docena de especies en los invernaderos
calientes de Europa , en donde las mas conocidas
son la Calicarpa de hojas largas y la Calicarpa
purpúrea.
Según Humboldt, las flores de la Calicarpa
puntiaguda {Callicarpa acuminata, Kunth) son
empleadas para purgar y provocar el sudor, por
los habitantes de la Nueva-Granada , vecinos de
Honda, donde crece este arbusto.
Según Ainslie , los Javaneses emplean como
emoliente la Calicarpa lanuda [Callicarpa la-
nata, Vahl.), que crece en la India; los Cinga-
leses mascan su corteza cuando no tienen hojas
de betel, y los Maleses colocan este vegetal
entre los diuréticos.
€AIiIC?U. Tela delgada de seda , que tomó
el nombre de la provincia de Calicut en la India
oriental, en donde se tejia.
CAIilGONO, Calligonüm. Género de la
familia de las poligonáeeas-eupoligonéas, y de
la poliandria diginia, al que se refieren como si-
nónimos secciónanos los géneros Callyphysa,
Eiseh y Mey, y Pterococcus , Pall. Contiene al-
gunas plantas que crecen en el Levante y el Asia
inedia, de un aspecto singular, y de las cuales
tres son cultivadas en algunos jardines. Los ca-
ligouos son arbustos áfilos, de ramos dicótomos,
articulados; cada articulación está ceñida de
una vaina membranaceada, corta, oblicuamen-
te truncada, que reemplaza á las hojas. Las llo-
res, de un verde blanquecino, son pedunculadas
y salen de las vainas.
El Calígono como Polígono [Calligonüm poly-
gonoides , Pallas; Pallasia caspica , L.), pe-
queño arbusto sin hojas, de los arenales de la Si-
beria , exsuda de su raíz , cuando se la corta,
una goma clara , viscosa , análoga á la goma
alquitira , que se hincha en el agua y se tras-
forma en un mucílago de color amarillo oscuro.
Esta raíz contiene un principio colorante amari-
llo , análogo al de las especies del género Rui-
barbo, género que pertenece, como el Cahgono,
CAL
á la familia de las poligonáceas. Los Calmucos
hacen fumigaciones secas con el leño de este
vegetal echado sobre las ascuas , para curar los
males de ojos; también, según Pallas, comen sus
frutos, que son un poco ácidos , para calmar su
sed.
CAIáMI. Nombre dado á ciertas telas pinta-
das que se fabrican en los estados del Gran-
Mogol.
CAIíMUCO. Estofa de lana. Bajo este nom-
bre se comprenden : 1 .° una estofa de lana ó me-
dio paño liso, rayado, ó de dibujo, fabricado
en Francia , en Carcaso:ia , Tolosa y Castres. Lo
hay de dos especies : anchos, de orillas blancas,
5/4 de ancho, 17 ó 18 anas de largo; y estrechos,
de orillos negros , que tienen 7/12 de ancho, y
34 á 38 anas de largo.
2.° Lna especie de estofa de lana, de largos
pelos, ligeramente tejida de hilo grueso, pero
fuertemente batanada y teñida de diversos co-
lores. Hace algún tiempo que esta especie tiene
bastante salida, empleándola para vestido do
invierno. Generalmente se comprenden en esta
especie las Castorinas .comunes (V. esta pala-
bra). Las fábricas inglesas de Leeds, Halifax ,
Nonvieh, etc. lo producen de granos y sin
granos de s/k hasta ñ/K de yard de ancho
y 24 á 28 yards de largo , y le dan por
medio de una máquina particular [glossing ma-
chine ) un lustre muy hermoso. Los calmucos
franceses no llegan á la calidad inglesa por el
aderezo y el lustre del pelo : en Beauvais, Lila,
Alby, y Monpeller se hacen calmucos de 7/8 á
9/8 de ancho y 20 á 24 anas de largo. En la Sa-
jorna las fábricas de Neastads sobre el Orla,
Cremmitzschan, d'OEderan, Oschatz, Bosswein
y Bischofswerden producen calmucos de s/k á9/4
de ancho que igualan á los de Inglaterra por su
buena calidad y su duración. Los calmucos de
Bohemia, que tienen yg á */K de ancho y 30 á 40
anas de largo , y no se fabrican, como en Sajo-
rna, sino de granos, son igualmente de buena
calidad.
La fabricación de los calmucos en España ha
disminuido considerablemente de algunos años
á esta parte , en razón del escaso uso que se ha-
ce de esta estofa de lana, limitado casi entera-
mente para vestidos de navegantes , y aun éstos
dan la preferencia á los panos pardos de Aragón
y Cataluña , sobre todo á los de las villas de Cen-
tellas é Igualada en estas últimas provincias,
muy celebrados por la firmeza de su tejido, bue-
na confección y larga duración.
Cuando los calmucos españoles eran solicita-
dos, generalmente no se hacían mas que de una
sola calidad y la clase de lana que se escogía era
regular. Su ancharía era constantemente de V*
medida castellana, el tiro de las piezas de 40
varas término medio , y los colores preferidos el
verde y el marrón. No obstante, se hacían tam-
bién calmucos azules, negros, pardos, etc. En
general el pelo de dichos calmucos era bastan-
te largo y lustroso , pero no llegaba de mucho al
que distingue á los calmucos ingleses. Término
CAL
m\\\o, el precio de estos calmucos era de 40
rs. \n. la cana La fabricación catalana estaba
reducida casi exclusivamente en la ciudad de
Vich.
CANÓFILO , Caloi'hu.i.im. Género de
plantas de la familia de las clusiaceas-gutileras ,
tipo de la tribu de las caloüléas, \ de la polian-
dria monoginia de Linneo, que" contiene unas
doce especies, todavía poco conocidas-
Los calofilos son árboles que crecen en las re-
giones tropicales del globo: sus bojasson opuestas
sin estipulas, pecioladas, coriáceas, muy ente-
ras , lucientes , y muy notables porque su nervio
longitudinal esta dividido en dos mitades iguales
de cuyas partes laterales nacen innumerables
nerviosidades paralelas muy aproximadas y que
s¡> dirigen á los bordes; las llores, ordinariamen-
te blancas, en muebo número, á veces bastante
hermosas y olorosas, están agrupadas en las axi-
las de las hojas superiores, donde están sosteni-
das por pedúnculos biflorales que reunidos forman
una panoja terminal; el fruto es una drupa globu-
losa ó aovada que encierra un solo cuesco dentro
del cual se encuentra una semilla de la misma
forma.
En Europa se cultivan muchas especies de es-
te género en invernaderos calientes, en particu-
lar el Calofilo Inofilo (Galopín/ llum Inoplryllum,
L. ) , el Calofilo Tacamaca (Valophyllum Taca-
mahaca, Willd- ) , el Calofilo admirable ( Va-
lophyllum spectabile , Willd. ) , el Calofilo
Calaba ( Valophyllum Valaba, Jacq. ) y el
Calofilo bastardo ( Valophyllum spurium ,
Chois.)
El Sr. De Candolle dice que las especies de
este género apenas son distintas, y el Sr. Mérat
piensa que absolutamente no lo son, y bajo el
punto de vista médico sobre todo cree que se
debe referir á la especie siguiente todo lo que se
ha dicho respecto al Calofilo Calaba, W. y al Ca-
lofilo Tacamaca , W., que no son, según él , sino
variedades ó mejor sinómimos ; lo que explica la
confusión que se observa en los autores, quedan
uno de estos nombres indiferentemeule al mis-
mo vegetal.
Calofilo Inofilo ( Valophyllum Inophy-
llum , L. ). Árbol grande que crece naturalmen-
te en lugares estériles y arenosos de las Indias
orientales é islas australes de África. Su tronco
es recto. Su corteza, negruzca y resquebrajada,
destila, por medio de incisiones , una materia
viscosa, resinosa, verde, que se solidifica, y es
designada bajo el nombre de Goma ó Resina de
Tacamaca; Martius dice que en el Brasil se ob-
tiene también esta materia haciendo calentar li-
geramente la corteza. (V. Tacamaca ). Las ra-
mas tiernas de este árbol son cuadradas , y sus
hojas opuestas, aovadas al revés, obtusas, en-
teras, lustrosas y con nervios paralólos muy re-
pesos. Las llores son ordinariamente blancas,
odoríferas, y situadas en las axilas de las hojas
¿superiores en racimos opuestos.
El fruto de esta especie, que tiene el grueso
de una pequeña ciruela , es una drupa leñosa .
69
CAL 545
cuyas semillas son amargas , y de las cuales los
Indios, que las comen a veces, asi como los ha-
bitantes de las islas Filipinas , extraen un aceite
verdoso, ligero, de olor desagradable, que ha
sida recomendado, aplicado al exterior, en las
afecciones reumáticas y gotosas ; también se di-
ce que se le mezcla con el aceite de ricino que
se en\ ia de América ; empléasele para la pintu-
ra, el alumbrado , etc. En Taiti , en donde al ár-
bol se lellama Toumuuou, las mugeres ponen las
nueces del toumanou en sus vestidos para perfu-
marlos, y también se usan para emborrachará los
peces. De este vegetal se extrae un principio
textil poco empleado.
La madera de este árbol , de hermoso grano
y de mucha dureza , es buscada para las
construcciones navales ó civiles , la carrete-
ría , etc.
Utro producto del calofilo es el llamado Bál-
samo verde , Bálsamo María, Bálsamo de Vola-
ba, que exsuda del tronco , de los ramos y has-
ta de las hojas. Primero blanco , pasa después
al verde oscuro; es espeso, tenaz, permanece li-
quido cuando la temperatura está á 20 grados, y se
endurece debajo de ella; según el Sr. Deseouriilz,
fesco, da ácido benzoico y difunde un olor sua-
ve semejante al del limón. En las Antillas sirve
en vez del bálsamo de Tolú; en la India se apli-
ca á las llagas para impedir la cangrena , etc.
Créese que este bálsamo en el estado liquido es
no mas que resina llamada Tacamaca.
CALOJtlF£UO. Peí esta palabra se de-
signan generalmente los diversos aparatos pro-
pios para calentar con masó menos economía el
interior de las habitaciones, de las estafas, de
los enjugadores , de los invernaderos, y de los
grandes establecimientos públicos.
Los diferentes modos de calentar por medio de
aparatos especiales pueden reducirse á dos sis-
temas: en el uno debe renovarse el aire que se
calienta, y en el otro se ha de mantener a una
temperatura dada una masa de aire determina-
da que no se renueva sensiblemente.
La economía en el modo de calentar las habi-
taciones es una cosa muy importante, no solo pa-
ra los particulares sí que también en interés de
imanación entera. Se puede reconocer esta ver-
dad recordando que solamente en la ciudad de
Taris se consumen anualmente 1 .100,000 eslerios
de lefia, cuyo valor asciende á 16.500,000 fran-
cos ; que el consumo de combustible de todas
clases excede del valor de 41.000,000, y el de
toda la Francia llega á 500.000,000 de francos ;
por último , que la primera base de la prosperi-
dad de la Gran Bretaña es la abundancia y la ca-
lidad de su combustible; que la misma América
septentrional, á pesar de su inmensa riqueza
en leña , busca y realiza mejores condiciones aun
bajo este respecto en la explotación de sus mi-
nas de villa.
Tomamos de los escritos del Sr. Payen las no-
li ii> sobre caloríferos que creemos necesarias
para nuestro objeto.
«La importancia del asuntónos determina áre-
tomo i.
546 CAL
cordar los principios sobre el modo de calentar
las habitaciones y de los lugares cerrados habi-
tados.»
«Si el volumen total de aire en una sala de reu-
ní m ícese, igual á 1 ,000 metros cúbicos, y se qui-
si jra operar una renovación de 320 metros cúbi-
cos por hora, se tendria que calentar cada hora
una cantidad de aire de 320 multiplicada por l.k.
3 ( peso de un metro cúbico de aire de á 109) ; ó
í 1¡6 kllóírramos cuyo calor específico equivale al
¡fi los o,25 de este peso de agua, es decir de
. A kilogramos de agua ; luego , estos 104 kilo-
gramos de agua, calentados á 20° , equivalen á
20 veces 104=2,080 unidades , siendo la unidad
del calor un kilogramo de agua elevado á 1 gra-
fio centesimal. Se puede añadir por la absorción
cíe las paredes cerca de '*/« de la masa de aire
multiplicado por la diferencia de temperatura; ó
l ,000 metros cúbicos de aire, que pesan i, 300
I. ¡logramos equivalentes á 325 kilogramos de
agua, délos cuales el 5ü=65que, multiplicados
por 20 (diferencia de temperatura), dan 1,300
unidades ; añadiendo esta cantidad á las 2,080 ,
se tendrá en total 3,380 unidades de calor pa-
i producir. Luego , 1 kilogramo de carbón
de piedra produce por su combustión 7,050
unidades de calor. Entonces si se divide 3,380
¡,050, se tendrá 0,479, es decir que 479
i .unos de carbón de piedra por hora bastarían
para calentar á20° una sala de 1,000 metros cú-
sos cuyo aire se renovaría casi del % de todo
■ Uo volumen en el mismo tiempo; si no obstante
se podía obtener, en la aplicación, el máximo
> del calor que produce el carbón de piedra
por su combustión , suponiendo que se pudiera
conseguir utilizar su 73, se vé que se necesita-
ran 1,437 gram., esto es, un poco menos de 1
iólógramo y, por hora.»
«Examinemos hasta que punto las diversas cons-
ciines pirotécnicas y los diferentes modos de
üeirtarse acercan á esté límite aproximativo
¿e la teoría.'»
«Estos procedimientos pueden dividirse en tres
grupos : 1.° los caloríferos de aire; 2.° los calo-
teros de agua; 3.° los caloríferos de vapor. En-
c los primeros su encuentran las construecio-
eoeralmente mas usadas, las estufas y las
¡neás: oslas últimas, tal como se construían
Harneóte, son en verdad las mas viciosas
.,, en efecto, apenas utilizan 0,02 del ca-
) r ;¡i<e produce el combustible que arde en ellas,
5 parecen haber sido construidas, según la expre-
se Frankün, con el objeto de utilizar la
enor cantidad posible de calor.»
«ül Sr. llummfort mejoró la construcción de las
chimeneas estrechando las aberturas, de modo
que la cantidad de aire arrastrada en la corrien-
te que determina el aire quemado fuese mucho
menos considerable ; también la cantidad deca-
er utilizada ha llegado á ser mas que duplicada
< spi;es de haber adoptado diversas construccio-
nes ingeniosas. Las chimeneas de fogón suspen-
da! > han realizado una parle mas grande del
efecto de los combustibles, aproximándose bajo
CAL
este respecto á las chimeneas del Sr. Desarnod,
sin ocupar mucho puesto en las habitacio-
nes.»
«Las chimeneas de hierro colado de Desarnod
realizan todavía una proporción mayor del ca-
lor de los combustibles. Por lo demás, estos apa-
ratos pueden considerarse como estufas, pues-
to que se hallan del todo en el interior de los
cuartos , y á veces separados enteramente de la
chimenea con la que comunican por medio de
tubos que cruzan la habitación.»
«Si la longitud de los tubos fuese bastante gran-
de para que el humo saliese constantemente de
ellos debajo de. 100°, el calor utilizado equi-
valdría casi 0,9 del producido por la combus-
tión en estos caloríferos. El único punto de seme-
janza que tienen con las chimeneas propiamente
dichas es que; como ellas, dejan ver el fuego,
y la costumbre que de esto se tiene en muchos
países, ha hecho de esta vista, como quien dice,
una necesidad ; por lo menos es un antojo tan
generalmente extendido que las mejores cons-
trucciones pirotécnicas tendrán tal vez que su-
jetarse siempre á él. En muchas habitaciones
agradables , hechas á la moderna, un calorífero
situado en un sótano envia á las escaleras y á
todos los cuartos una corriente de aire caliente,
lo que no impide conservar en muchas habitacio-
nes, y sobre todo en los salones, chimeneas
abiertas en las cuales se puede ver la lumbre.
Las estufas de Suecia , de Rusia y de otros paí-
ses septentrionales son verdaderos caloríferos
aplicados á casas enteras.»
«Por medio de las chimeneas de Desarnod pue-
de procurarse en el interior de las habitaciones
una renovación de aire continuo , condición de
salubridad muy útil.»
«Estas chimeneas, cuyo usoseha generalizado
en Francia, son bastante conocidas. En otras
diversas construcciones pirotécnicas que se po-
drían llamar como ellas chimeneas-estufas, se
adapta ordinariamente también una plancha ver-
tical escurridiza, destinada á regularizar ó su-
primir la entrada del aire, y para excitar una
combustión viva sobre un punto, cuando se ha
empezado á encender la lumbre; es movida por un
cilindro oculto en la masonería, en el que se fi-
jan las dos cadenas que la suspenden, y el mo-
vimiento es comunicado al cilindro por una pe-
queña manecilla exterior que se para cuando se
quiere en los dientes de un círculo lijo.»
«Por medio de esta construcción se aprovecha
una parte del calor que las paredes del fogón ab-
sorben; se consigue también realizar una eco-
nomía notable colocando en los cuerpos de las
chimeneas , bajo del hogar , alrededor y encima
del fogón , tubos ó dobles cubiertas entre las
cuales el aire se introduce y gana sucesivamente
las partes elevadas calentándose y haciéndose
mas ligero; por último, llega á la habitación por
una salida que se le dispone junto al techo. Las
chimeneas de Cureaudeau son de una construcción
análoga á las Desarnod, y constituyen como ellas
caloríferos ocultos. Si se comparan, respecto del
C.VL
efecto útil que pueden producir , las construc-
ciones y aparatos de calentamiento indicados
mas arriba se encuentran los siguientes resul-
tados relativos á un cuarto que tenga 100 me-
tros cúbicos de aire poco mas ó menos. La pri-
mera columna indica en grados centesimales la
temperatura áque el aire ha subido por la com-
bustión de 2 kilog. de lena, equivalentes á I ki-
log. de ulla; la segunda columna marca el peso
del combustible que es menester emplear en ca-
da sistema para obtener la misma temperatura;
las demás construcciones arriba mencionadas
producen resultados intermedios entre ellas, á
saber:
Chimeneas antiguas. . . 0", 296 100
Chimeneas de Rumfort . 0o, 150 39
Chimeneas de Desarnod. . . 0o, 950 90
Esturas do Cureaudeau. . . Io, 426 10 "75
Estufa de Desarnod (de hierro co-
lado y de palastro) . . . 1*. 81J 15 15
«Caloríferos de corrientes de aire Las cons-
trucciones así denominadas sirven en general
para calentar el interior de los talleres , almace-
nes, estufas y enjugadores, etc.»
«Cuando es útil renovar el aire al mismo tiem-
po que se va calentando constantemente, lo que
regularmente liene lugar en los teatros, los hos-
pitales y los talleres, por ejemplo , es conve-
niente, en cuanto sea posible, disponer las co-
sas de manera que el aire exterior se introduzca
pasando primero por la superficie de los tubos
que conducen á fuera los productos de la combus-
tión; de modo que el aire mas frió, en contacto
con las superficies que contienen el humo, lo
despoje del calor con tanta mas energía cuanto
mas fuerte es la diferencia de la temperatura.
Este aire se calienta después gradualmente mas
y mas á medida que se aproxima al lugar de la
combustión, cerca del cual entra en el espacio que
debe calentar. En todos los casos es menester
multiplicar lo mas poshle las superficies conduc-
toras en contacto con el aire que se ha de calen-
tar.»
«Cuando en el lugar que se ha de calentar es
inútil renovar el aire, la embocadura de la do-
ble cubierta, en vez de comunicar c:mel aire ex-
terior, está dispuesta en el interior. La corrien-
te de aire caliente tiene lugar en el mismo senti-
do, y se establece en el aposento una circulación
de aire que conduce continuamente á la doble
cubierta el aire cuya temperatura es mas baja , y
esparce en el interior del cuarto el calor recogi-
do de todas las superficies calentadas por los
productos de la combustión.»
«El tubo y la doble cubierta podrían estar colo-
cados debajo del enladrillado en toda su longitud,
aun suponiendo que diesen muchas vueltas alre-
dedor de la pieza que se quiere calentar. Esta
disposición seria además muy cómoda , pues que
los conductores del calor no ocupan entonces nin-
gún puesto. También es bueno que la combus-
tión sea alimentada por el, ajre exterior y que el
servicio del fogón se haga á fuera , pues con esto
se evita la pérdida de calor que tendría lugar si
CAL Í5Í7
se tuviesen que abrir las puertas de la estufa pa
ra arreglar la lumbre.»
«Calorífero de agua. Este modo de calentar es
análogo al precedente; tiene lugar por la circu-
lación del agua que , como el aire, conde.'
el calor, pero puede servirle de vehículo por su
movilidad. Puede formarse fielmente una i<. a
del aparato propio para producir este efecto ¡ se
aplica ala parte superior de una caldera corrada
un tubo que se eleva á cierta altura, vuelve á ba-
jar en seguida, haciendo muchas sinuosidades en
declive ligero, hasta que se encuentra •'• '
ra del fondo de la caldera á la cual va á adapta
se en la parte mas baja y la que recibe menos i a
lor del combustible. En el punto mas elevado dei
tubo se coloca otro tubo vertical destinado pá-
ra servir de salida al vapor que podría formar-
se, si se elevaba demasiado la temperatura;
también sirve al desprendimiento del aire qv\,
hay dentro del agua .y que el calor expeje; .
abertura sirve igualmente, para llenar lodo el :.,'
rato de agua de vez en cuando á fin de re:
plazar las pérdidas, y últimamente este conducto
sirve de tubo de seguridad.»
«Este calorífero no puede emplearse con ta*
ta utilidad como los descritos anteriormente
cuando se trata de producir grandes masas de
aire caliente. En efecto, el paso del calor al Ira
vés de las superficies metálicas está en razón d*
la diferencia de temperatura y de la cantrd;
de superficies calentadoras: luego aquí la ten
peratura del agua, sin presión en los condu
debe estar siempre debajo de 1 00° hasta en los
mismos puntos en donde ella está mas cal":
y ser menor aun en los demás, mientras que le
temperatura de los conductos calentados
tamente por los productos de la combustión en
los caloríferos de aire puede ser mucho n
rada; pero los caloríferos de agua sen p
bles, y empiezan también á preferirle
los demás, para calentar los invernadero
otras aplicaciones en las que importa i
obtener fácilmente una temperatura soa
muy regular. Se concibe que la gran capa
del agua, que es casi 3.200 veces ma\or qne
la del aire en volumen igual, presenta ¡as ma-
yores garantías con respecto á esto, hasta el
punto que puede dejarse de hacer luego en un
calorífero semejante , durante 8 ó 10 horas , sin
que la temperatura de un invernadero baje mas
de 1 ó 3 grados , al paso que relativamente á
una estufa ordinaria, una interrupción igual,
que puede tener logar accidentalmente , po-
dría , en igualdad de circunstancias, dejar re-
ducir de 20 ó 25° la temperatura interior y helar
las plantas.»
Nos falta hablar de los caloríferos de vapor;
pero como esta expresión no está en uso , al
articulo Vapor se dirá algo de los medios de
producir y de utilizar e^le agente de cal ti
miento y "de trasmisión del peder mecánfe o , y
por consiguiente de la riqueza pública y de la-
fuerza de las , naciones.
CüLORIMGXKO. Nombre bajo eique
548 CAL
se distinguen los utensilios de fisica propios para
medir las cantidades de calor producidas por
los combustibles , asim ismo que las cantidades
de calor necesarias sea para elevar diferentes
cuerpos á un mismo número de grados de tem-
peratura, sea para produdir ciertos electos, ta-
les como la fusión del plomo, la vaporización
del agua, la destilación del alcohol , la concen-
tración de los jarabes, del ácido sulfúrico , etc.,
etc.»
En fin , sirven también las indicaciones obte-
nidas con estos instrumentos para calcular las
cantidades de agua que se han de emplear cuan-
do se quiere refrescar otros líquidos y conden-
sar vapores. Los dos calorímetros mas usados son
los de Rumfort y de Lavoisier y Laplace. Por
medio del primero se sabe la elevación de la
temperatura de una masa de agua dada en cier-
tas circunstancias y por materias conocidas. Así
es como se vé que un kil.de carbón de leña bueno,
cuando arde, produce suficiente calor para calen-
tar 77kil.de agua, de OálOO0; 1 kil.de hidrógeno
calentaría 230 kil. ; 1 kil. de ulla de primera ca-
lidad, 70 kil. ; 1 kil. de leña seca ó de buena
turba , cerca de 36 ¡i 38, etc. Después de estos
resultados de experiencias precisas, se sabe tam-
bién cual es la pérdida de calor experimentado
en los diferentes aparatos de calentamientos.
El calorímetro de Lavoisier y de Laplace está,
como el primero, construido de hoja de lata ó de
cobre estañado; se compone de varias cubiertas
concéntricas entre las cuales se coloca hielo á
0 , y la cantidad de éste derretido en agua, que
se recoje , indica la cantidad de calor despren-
dido por la sustancia que se habia puesto en el
centro del vaso interior y que estaba así rodeada
de hielo. Se pueden comparar muy fácilmente
los resultados de este calorímetro con las indi-
caciones que el primero produce: basta recordar
que para derretir ó reducir á agua, un kil. de
hielo , se necesita tanto calor como para calen-
tar un kil.de agua desde 0o hasta 7S°.
CUTA, Caltha. Género de plantas de la
familia de las ranunculáceas, tribu de las ranun-
culéas, y de la poliandria poliginia de Linneo.
Encierra unas veinte especies, esparcidas en los
sitios pantanosos y sombríos de la Europa y de
la América boreal; también se encuentran algu-
nas en la extremidad mas austral de este últi-
mo continente, y en las partes montañosas del
Asia central. Las caltas son plantas herbáceas,
vivaces, de tallos cilindricos, guarnecidos de
hojas enteras ó lobadas, de pecíolos envainantes
en la base; sus floras son bástanle grandes,
amarillas, terminales y ex-iovolucradas.
El género Calla ha sido dividido por Don y
De Candolle en tres subgéneros: Nirbisia, Don;
Psychrophila, DC; Populago, DC. — Tournefort
y varios autores daban el nombre de Calta á un
género de plantas de la familia de la sinantó-
rcas , conocido hoy con el nombre de Caléndula.
Calta i»K!iia«4rc , Wes*!»a. centella
( Caltha paluslris , L. ). Especie indígena, muy
común en toda la Europa ea los paútenos y
CAM
prados húmedos , en donde florece en la pri-
mavera. Sus grandes y hermosas flores pro-
ducen un bello efecto por sn color amarillo de oro
extremadamente brillante , que resalta sobre
el verde subido y luciente de sus grandes hojas
redondeadas. Esta planta, antiguamente emplea-
da en medicina bajo el nombre de Popalago, con-
tiene un principio acre y hasta vejigante, y se ad-
ministraba como purgante y antiescorbútica. Hoy
dia apenas tiene uso en la terapéutica, pero de
poco tiempo á esta parta básela introducido en los
jardines , en los que ha producido diversas
variedades , entre lascualeshay una que pre-
senta flores llenas. El Sr. Loiseleur-Deslong-
champs dice que en el Norte sus capullos con-
fitados en vinagre hacen las veces de alcaparras;
pero añade que este condimento debe ser poco
saludable. Una prueba de la causticidad de esta
planta es que, entre nuestros animales domés-
ticos , las cabras y los carneros son los únicos
que la comen , y no sin cierta repugnancia.
La Caltha bisma, Hamilt., de los montes Hima-
layos, en el Nepol, ofrece raíces de un amar-
gor extremado , y se usa como antifebril. La
Caltha codua , Hamilt., de los mismos lugares,
tiene raíces tan enérgicas que con ellas se
envenenan las flechas , lo que la ha hecho lla-
mar ílerba toxicaría por los Europeos. La Caltha
nirbisia, Hamilt. , otra especie indiana, se em-
plea todavía en la medicina de los pueblos de es-
tos países lejanos.
CAMAFEOS. Pequeños objetos grabados
siempre en relieve sobre' piedras dtras y sobre
conchas , destinados generalmente á ser monta-
das enjoyas de diversas formas y colores, se-
gún las exigencias de la moda. Se distinguen
muchas especies de camafeos : los de piedras da-
ras, hechos de ónices , sardónicas , ágatas de
Alemania y ágatas orientales *, y los Camafeos
falsos, hechos con una composición de esmalte
fundido para imitar alas piedras duras. Roma es el
centro de la fabricación de los camafeos tinos, y sus
artistas son sin contradicción los primeros de Eu-
ropa. Treinta obreros fabrican anualmente en
aquella ciudad por valor de 250. OjOO á 300.000
reales de camafeos de piedras duras, y oíros
óchenla obreros especiales, por valor de 300.000
á 4.500.000 reales de camafeos de concha. Paris,
que solo posee una docena de obreros, entrega
anualmente al comercio hermosos camafeos tra-
bajados en sus fábricas por el valor de unos 38.000
reales (piedras duras), y 95.000 reales (con-
chas orientales).
Los precios de estos productos son bajos ó muy
elevados, en razón de la belleza de las materias
primeras, de su rareza, de lo acabado del tra-
bajo, y sobre todo del capricho de la moda. Los
precios aproximativos de estos objetes son los
siguientes:
* Antiguamente se hacían los camafeos de piedras de
Occidente; pero en el diarara ve/ se ven de estos cania-
eos en el comercio , que son en todo inferiores á ios cama-
feos de piedras Orientales.
CAM
Camafeos do piedras duras, desde, 20 rs. taita 3,800reales,
y mas.
Camafeos de conchas. . l rs. á "60 »
id. falsos. ...»>< . 40 »
De todos los camafeos, el de piedra oriental
os el dkis preferido y el que se vende mas caro.
liorna fabrica muy bien, vende barato y bacelas
mayores exportaciones para Londres, Paria y
Nueva Yorck. Los camafeos mas propios parala
exportación son los de concha , los cuales se en-
vuelven con cuidado en papel de seda.
CA9IBAYES. Telas de algodón que se fa-
brican en Bengala , Madras y demás lugares de
la costado Coromandel. Su largo y ancho, parti-
cularmente de las comunes, es de 15 cobres so-
bre dos , valuando el cabrea 17 V» pulgadas.
Son propias para el comercio de las Manillas, á
donde los Ingleses de Madras envían muchas.
CAMBIANTE. Tejido de lana que imita
al camelote , que se fabrica en Lila; es de varias
calidades; su ancho suele ser de *A, y Vh» °
media ana menos V3. Cada pieza consta regular-
mente de 27 varas castellanas.
Se llama también Cambiante a un tafetán que
tiene la seda del urdimbre de un color y Ja de la
trama de otro, de modo que sus colores varían
conforme su posición al reflejo de la luz.
C.ljflB BASÓLA. Se da generalmente es-
te nombre á todas las estofas fuertes de algodón,
tejidas en forma de tela, y que tienen la aparien-
cia de las telas de Camhray. La Francia importa-
ba en otro tiempo de las Indias mas de 20 clases
de este género, de longitud y anchura diferentes,
y las enviaba enseguida á varias partes de Eu-
ropa. Sin embargo, se comprenden mas parti-
cularmente bajo este nombre ciertas estofas blan-
cas de algodón que varias comarcas del Asia, de
laPersia, del Egipto y de la Nalolia suministran
al comercio por Esmirna, el Cairo y Alejandría.
En Esmirna, en donde se expende este artículo
en gran cantidad , se distingue en dos es-
pecies: las que vienen de la Persia conservan el
nombre de Cambrasinas ; alas que llegan déla
Meca, que son de color amarillento, pero mas
linas tpie las de Persia, selas llama M amudis; las
piezas tienen ordinariamente 20 anas de largo y
% de ancho. Las fábricas inglesas y francesas
loman para el urdimbre hilo n.° 40 , y n.° 60 pa-
ra la trama , y hacen cambrasinas superiores á
las de las Indias y á las del Levante. Las cam-
brasinas de Escocia, particularmente las de Perth,
tienen de 3S á 54 pulgadas inglesas de, ancho y
i 2 yarda de largo; la diferencia de los números
marca su erado de finara. Las cambrasinas fran-
cesas de Iluan , de San Quintín , de Troces, de
Tarara y. «le Roubaix tienen % á V« de ancho
y de 2 i á 60 anas de largo. En Austria y en Bo-
hemia se hacen de Ví, de ancho y 24 anas de
largo. Las fábricas suizas de Saint Galles pro-
ducen este artículo de */4 á */* ('e ancho y 12
anas de largo. Las que se sacan de la Sajorna,
dePlauen, Lengenfeld, Falkinstein, presentan 6/i
á \\de ancho.
C/AJIIELIA, Camellia. G. J.Kamel, misio-
CAM 540
nista alemán establecido en la isla de Lnzon , la
mayor de las Filipinas , fué ipiien en 17 íO hizo
llegar á Europa el primer individuo de este her-
moso género de la familia de las cameliéas y de
la monadellia poliandria. Llamado en un princi-
pio Rosa dd Japón y de la China, por proceder
de los l)os(|ues de estos países, es cultivado en
todos los jardines por la semejanza desús hermo-
sas llores con las de la rosa de los valles y mejor
aun con la del árbol que nos proporciona el té.
Un cáliz recargado o ceñido de brácteas y sé-
palos accesorios ; estambres unidos por su base
en uno ó muchos cuerpos; anteras elipsoideas;
cápsula que se abre por las suturas dorsales de
los carpelos y deja un eje libre de tres caras,
he ahí los caracteres que distinguen á este gé-
nero.
La camelia en su país es im árbol de regular
altura , y si entre nosotros aun se conserva ar-
busto, debe esperarse que cuando se haya me-
jor aclimatado rivalizará en elevación con el ar-
rayan y el laurel. Dos son las especies mas nota-
bles que se conocen: la Camelia del Japón y la
Camelia sesawjna , que ambas cuentan muchas
variedades, variedades que han aumentado de
tal modo desde la época de su introducción en
Europa, que en la actualidad, según indican va-
rios catálogos, pasa de 1 .500 el número de el las, y
todavia sigue aumentándose todos los dias por
medio de experimentos continuos.
Camelia del «Tapo» ( Camellia japó-
nica, L.). Arbusto siempre verde, de once á ca-
torce pies de altura , cargado de un gran nu-
mero de ramos de corteza parduzca , adornados
en fodos tiempos de hojas aovadas, lisas, de un
verde lustroso, oscuras por encima y amarillen-
tas por debajo. Las flores', de un rojo vivo, solita-
rias ó reunidas en número de dos hasta seis en
el extremo de los ramos, permanecen abiertas
desde abril hasta octubre, son inodoras y se con-
servan por bastante tiempo después de cogidas,
aunque si las alcanza una lluvia, fuerte duran poco
y se marchitan fácilmente; para evitar este incon-
veniente, los aficionados, deseosos de prolongar
la lozanía délas camelias , tienen el cuidado de
cubrir las plantas en la época de la floración ,
tan luego como observan que la lluvia amenaza.
A las flores sucede una cápsula cónica aovada,
con tres surcos y un numero igual de celdillas,
cada una de las cuales contiene dos semillas ala-
das y de color pardo claro.
Entre las variedades que se encuentran en los
jardines de Europa deben citarse i la tajá doble ,
de color el mas brillante y que se propaga por
injerto de hendidura;— la blanca doble, de llores
ambas muy copudas y magnificas cuando están
enteramente abiertas , pero propensas a caer an-
tes de haber perdido su frescura ; — la axilar ,
cuyas flores de un blanco tr asparan te a nada se
las puede comparar mejor que á un pedazo de
muselina mojado ; sus estambres son numerosos,
sus filamentos encorvados en figura de S, de un
rojo de carne un poco intenso, y las anteras que
los terminan gruesas y azafranadas ; cuando los
550 CAM
pétalos se desprenden del cáliz están todos pren-
didos á un rudimento de anillos sobre el que se
fijan igualmente los estambres, que se caen en-
tonces juntos con la corola; sus hojas son espar-
cidas , reunidas las mas veces en rosetas en el
extremo de los ramos, las jóvenes enteras y las
otras con los bordes dentados á manera de sier-
ra;—la amarilla, llamada por algunos buff,
lleva llores amarillas dobles; — la amazorcada ,
hermosa variedad de flores menores que las otras,
porque no siendo constantemente llenas conser-
van algunos estambres, y compensa esla falta por
el encanto de su corola en la que el carmín mas
fresco se enlaza con el blanco puro de leche , for-
mando zonas irregulares ó bien manchas que
afectan toda especie de figuras ; esta variedad de
difícil conservación , aunque se acuda á los aco-
dos y al ingerto, está expuesta á perder sus ma-
tices dando flores puramente rojas; — la medio
doble, que es muy hermosa y dura mas tiempo que
las dobles; sus flores son blancas y á veces de
un rojo sumamente vivo. En el día prueba muy
bien la multiplicación de estas variedades por
acodos, pero solo deben quitarse las hojas de la
porción de tallo que debe enterrarse; se cortan
con precaución , y se hacen incisiones en el tallo
sobre uno de sus nudos.
Todos los diseños chinescos representan esta
Camelia, que llaman Tsubakki, y sus numerosas
variedades. En el Japón las semillas proporcio-
nan un aceite muy fino y de buen gusto.
Camelia sesangua ( Camellia sasan-
kica, Koemrther). Tiene la flor blanca, pequeña y
parecida á la del té; es aromática y algu-
nas veces se pone en las cajas del te para
aumentar su aroma. Las flores, mas estrechas que
las de la especie anterior y secadas á la sombra,
según refiere Thunberg, proporcionan al tocador
de las damas japonesas una agua suave en la que
también se hace infundir el té. El aceite de sus
semillas iguala al de la aceituna y es el objeto de
un ramo de comercio en la China. Esta especie
posee igualmente muchas variedades, y entre ellas
una de flores rosadas muy dobles que aparecen
en marzo ó abril.
Las hojas de esta especie son á veces emplea-
das en lugar de las del té , sustitución que no
Eresenta ningún inconveniente manifiesto, y que
acedar á esta especie, cuyas hojas son aromá-
ticas , mientras que son inodoras en la camelia
del Japón, el nombre de Camelia Té.
C US EliOP ARDO , Camelopardalis.
Género de mamíferos rumiantes que parece cons1
tar de una sola especie originaria de África, hoy
dia muy bien conocida bajo el nombre de:
Camelopardo Girafa, Girafa [Ca-
melopardalis Girafa, L.). Por las particulari-
dades notables que presenta este animal, por su
forma elegante y bizarra, por sus bellos ador-
nos , por su marcha singular , su elevada talla ,
su dulzura, etc. , es natural que este cuadrúpedo
haya llamado siempre la atención de los hombres,
y por lo mismo que haya sido señalado desde la
mas remota antigüedad.
CAM
La girafa está representada en varios monu-
mentos antiguos; se la vé figurar en los templos
del Egipto y de la Núbia , y puede observársela
en el celebre mosaico de Palestrina.
Se cree que el animal designado por Moisés
en el Dcutcronomio , bajo el nombre de Zemer no
es otra cosa que la gírala ; sin embargo , Bochart
hace de ella una especie del género antílope.
Una multitud de autores posteriores al escritor
sagrado han mencionado ó descrita la girafa ,
como vamos á exponerlo.
Agatarquides , que vivia un siglo antes de Je-
sucristo, parece ser el primer geógrafo que se-
ñaló la girafa , y dijo que este animal , el Came-
lopardalis de los Griegos, habitaba en el país
de los Trogloditas; mas tarde, Artemidoro dijo
también algunas palabras de ella en su Descrip-
ción de la tierra; después, Estrabon y Solino se
ocuparon á su vez de este cuadrúpedo , y por úl-
timo León el Africano lo describe bastante bien,
en su Descripción del África ( 1550). Los geó-
grafos, después de esta época, nada de nuevo
dicen acerca del animal que nos ocupa ; sin em-
bargo, Malte-Brun y Carlos Riller Jo mencionan
en sus escritos.
Gran numero de viajeros han estudiado la gi-
rafa : Cosmas Indicopleusto (525 de nuestra era)
dice que este animal se encuentra en Etiopia,
y si este hecho, confirmado igualmente por gran
número de autores/era verdadero en aquella épo-
ca , no sucede lo mismo en nuestros dias, pues
en la Etiopia no se encuentran ya girafas. Mar-
co Polo cita este animal como habitante de la is-
la de Zanzíbar, diciendo: «Los habitantes del
país poseen también una especie de animal que
ellos llaman grafía : tiene el cuello largo de tres
pasos, las piernas de delante mucho mas largas
que las de atrás, la cabeza pequeña, y todo el
cuerpo es de varios colores, como blanco , rojo y
salpicado. Este animal es de carácter apacible y
no hace daño anadie. «Todavía pueden citarse
entre los viajeros que hablaron de la girafa, en la
edad media, á Bernardo de Breydenbachy á
Baumgarten; en la época del renacimiento, á
Tevet, Marmol, Baudier, Villamont y Gerónimo
Lobo, y por último en una época mas reciente,
Levaillant, Carteret y los SS. Belzoni, Mollieu,
Ruppell, Cailliaud, Ed. Combes y Tonisier, el
capitán Laplace, etc. , que dan numerosos por-
menores, en particular sobre las costumbres de
este animal.
La historia, ocupada incesantemente en ano-
tar los hechos dignos de ser trasmitidos al re-
cuerdo de los hombres , no podía pasar en silen-
cio la primera aparición de la girafa en un país
diferente del que habita actualmente. Ateneo
dice que Tolomeo Filadelfo presentó por prime-
ra vez este animal á los habitantes de Alejandría
en aquella pompa triunfal que se ha hecho tan
célebre por su riqueza y su magnificencia. Se-
gún lo refiere Diodoro de Sicilia , Plinio y Dion
Casio, los Róñanos no habían visto todavía la
girafa, cuando en los juegos del circo que se
celebraron en el año 45 antes de Jesucristo , et
CAM
dictador Juüo César hizo aparecer esle animal á
los ojos del pueblo. Desde Julio César hasla á
Felipe, sucesor de Gordiano III , el Cameloparda-
tis reapareció de vez en cuando en Roma; en una
fiesta \iéronse reunidos diez de estos animales
en el circo, y Aureliano présenlo igualmente mu-
chos. Los emperadores de Constanlinopla lu\ie-
ron ocasión de conocer muy temprano al carne-
lopardalis : siete animales de esta especie
se vieron en aquella ciudad : el primero fué
descrito por Filostorgio ; otros dos habían sido
enviados de la India al emperador Anastasio:
mas tarde, Miguel Paleólogo recibió uno como
regalo del rey de Etiopia; el quinto es aquel del
que Uarbeck estudió los huesos ; el sexto fué
conducido cuando las fiestas espléndidas celebra-
das con motivo de la circuncisión de Mahomet
III ; el séptimo, en fin, fué enviado en 1822, por
el pacha de Egipto. Hasta en 1827, la Europa
cristiana solo habia podido ver tres girafas vivas:
la primera fué enviada al emperador Federico
II, por el sultán de Egipto, y es la que tan im-
perfectamente describió Alberto el Grande, bajo
los dos nombres de Oraflus y de Anabula; la se •
gunda fué ofrecida por el sultán Bibars á Manfre-
do, hijo natural del mismo Federico 11; en fin,
la tercera, cuya imagen se ve todavía en la-
pinturas al fresco que adornan al palacio de Pog-
gio-Cajano, fué dada, en 1486, á Lorenzo de
Médicis, por el Sultán de Egipto : esta es la que
ha sido indicada por Angelo Policiano y por An-
tonio Caslanzi. En 1826 Ismail Pacha envió á
Europa tres grandes girafas : la una la ofreció á
Carlos X, la otra al emperador de Austria, y la
tercera al rey de Inglaterra : el primero de estos
animales fué "el único que pudo llegar á Europa,
y, después de haber pasado el invierno en Mar-
sella , llegó á Paris en junio de 4827 ; este es el
animal que por espacio de unos veinte años
llamó un sin número de curióos á la casa de
fieras del Museo de París , y que vivió has-
ta enero de 1845. En 1836, después de haber
experimentado muchas fatigas y exponerse á mil
peligros, el Sr.Tibaut tuvo bastante suerte pa-
ra conducir á Inglaterra cinco girafas que habia
cogido en el Darlour y en el Kordafan ; dos de
ellas se unieron en Londres y produjeron el in-
dividuo mas pequeño que vivé todavía en los jar-
dines de la Sociedad zoológica. Lna girafa viva
fué conducida á Francia en 1 844, pero murió en To
losa; sus restos adquiridos por el Consejomunici-
pal de esta ciudad, han sido para los SS. Joly
y Lavocat un objeto de estudios tan curio-
sos como interesantes. En 1846 , el doctor
Clot-Bey hizo un donativo á la casa de fieras
del Museo de historia natural de Paris , de una
girafa macho , y hace poco tiempo que el señor
JJourdon Gramont, gobernador del Senegal, en-
vió igualmente al mismo establecimiento una jo-
ven girafa hembra, que llegó en 1847. Por ul-
timo, en febrero de este año, 1853 , se han re-
cibido en Marsella tres girafas destinadas á la
casa de fieras de Paris.
l'n animal tan extraordinario como la girafa
CAM 551
no podía menos de llamar la atención de todos
los hombres eminentes en las letras y en las
ciencias. La girafa ha inspirado á varios poe-
tas y en particular á Horacio , Opiano , Her-
ncus , etc. Muchos literatos han hablado tam-
bién del Camelopardulis y han hecho varias
descripciones de este animal. Algunos zoologistas
han estudiado la girafa. Aristóteles parece ha-
berla conocido y la ha mencionado en sus escri-
tos. Plinio solo dejó de ella no mas que una
descripción incompleta, y después otros muchos
autores se han ocupado de esle animal con mas
ó menos acierto. Entre los anatómicos que han
estudiado la girafa deben citarse á los SS. Go-
dofredo , Sainl-Hilaire , Cuvier, Joly, etc. Los
paleontologistas de estos últimos tiempos han se-
ñalado también la girafa en el seno de la tierra.
El Sr. Duvernoy el primero ha revelado la anti-
gua existencia de este animal en Francia, mien-
tras que casi al mismo tiempo los SS. Causey y
Falconer hacían un descubrimiento análogo en
los montes Himalayos.
La girafa constituye un género particular de
rumiantes , que ha recibido de los autores el
nombre de Camelopardalis y que está principal-
mente caracterizado por la existencia permanen-
te, y en ambos sexos, de cuernos cónicos , cu-
biertos siempre de una piel velluda y continua
con la de la cabeza ; estos cuernos "ofrecen en
los individuos jóvenes un núcleo huesoso entera-
mente distinto de los demás huesos del cráneo;
en medio de la frente presentan un tubérculo ó
tercer cuerno, mas corto, pero mas ancho que
los otros dos , y como ellos simplemente articu-
lado en la edad juvenil con los huesos de la
frente. Además de estos caracteres principales,
el género girafa presenta también los siguientes:
treinta y dos dientes; una cabeza prolongada,
con labios y lengua muy movibles, sin morro ó
espacio desnudo alrededor de las narices; cue-
llo muy largo; tronco levantado hacia delante
y mu\ elevado sobre las piernas; dos dedos en
cada pié, sin espolones ni aun rudimentarios, etc.
Esle género , como hemos dicho, no encierra
mas que una sola especie en el estado viviente,
que es la que nos ocupa , y que ha recibido de
los autores una multitud "de nombres, que no
creemos oportuno mencionar. La girafa tiene
una cabeza pequeña sostenida por un cuello
sumamente largo, piernas altas y despropor-
cionadas, un tronco muy corlo, y últimamente
un ropaje muy elegante* El fondo del pelaje es
blanco gris ; sobre este fondo se encuentran es-
parcidas gran número de manchas de color os-
curo leonado , ordinariamente romboidales, pe-
ro á veces bastante irregulares. La parte in-
ferior de las cuatro extremidades , su parte in-
terna y la parte inferior del vientre son de
color blanco; la cabeza ofrece lambien este
matiz con manchas parduzcas ; la frente es
oscura : con la edad, todas estas manchas se
vuelven mas oscuras, pero siempre lo son menos
en las hembras que en los machos, y éstos se
distinguen además en su talla mas elevada y sus
5Ü2 CAM
cuernos un poco mas largos. Su cola, bástanle
delgada y corta en proporción déla talla del
animal , está terminada por un copo de pelo ás-
pero ó crines negras, y el resto de ella es oscu-
ra en toda su extensión y guarnecida, como lo
demás del cuerpo , de pelos lisos y muy linos.
La girafa no come la yerba de los prados, si-
no que, al contrario, parece hallarse destinada á
alimentarse de las hojas de los árboles que cre-
cen en los lugares de regadío y fértiles que ro-
dean el desierto, lugares que este animal habita
en las orillas de los grandes bosques. En Europa
lashojas que mas pretiere la gírala son las del al-
berieoquero silvestre, de las acacias y sobre todo
de las sensitivas. La forma de la gírala, su cue-
llo largo , la conformación particular de su ca-
beza que le permite levantarla de una manera no-
table, etc., parecen indicar perfectamente que
debe por necesidad vivir de un alimento seme-
jante. Además, todo el mundo ha podido obser-
var que las girafas en los parques del Museo de
París no hacían caso de los vegetales que tenían
á sus pies , mientras que manifestaban una incli-
nación á despojar las ramas de los árboles en la
parte mas elevada á que podían alcanzar.
A la girafa cautiva se la puede alimentar con
leche de vaca ó de camello con una mezcla de
granos de maíz , de cebada y de habas molidas,
y también con manzanas, zanahorias, etc.
La girafa marcha al paso de andadura, es de-
cir que en lugar de adelantar alternativamente el
pié derecho de un lado y el izquierdo del otro ,
levanta casi á un tiempo los dos pies del mismo
costado. El paso de andadura es una consecuen-
cia necesaria de la conformación exterior de la
girafa. en efecto, la gran longitud de los miem-
bros , y el corto espacio que separa los pies an-
teriores de los posteriores no permiten el modo
de progresión por pares diagonales que tiene lu-
gar en la generalidad de los mamíferos de cuer-
po menos corto ; á cada instante el pié trasero hu-
biera chocado con el miembro anterior lateral-
mente correspondiente, si las extremidades no
hubiesen sido puestas en movimiento por pares
laterales. Otras particularidades orgánicas agre-
gadas todavía á la que acabamos de señalar, ha-
cen que el modo de progresión de la girafa sea
bastante grande ; y en esto están acordes los via-
jeros .', pues dicen que la carrera de este animal
es al menos tan veloz como la del caballo; sin
embargo, añaden que cuando este cuadrúpedo
corre , su marcha parece ridicula, y de esto ha-
brán podido convencerse todos los que hayan
tenido ocasión de ver alguna vez perseguirse una
á otra las dos girafas que existían en el Museo
de París. Los enemigos mas temibles que tienen
las girafas son los leones, de los cuates pueden
solo libertarse por la rapidez de la carrera.
Dulces y tímidas, las girafas marchan en gru-
pos de cinco, seis, ó siete individuos, y rara
vez en mayor numero. Se ignora si los machos
y las hembras forman parejas en el momento de
sus amores, ó si los machos poseen varias hem-
bras á la vez, que es lo mas probable, según se
CAM
dice. Sea de esto lo que fuere, parece que,
semejantes con respecto á esto á casi todas las
especies de ciervos , con los cuales tienen nu-
merosas relaciones , los machos de las girafas se
balen entre sí furiosamentey se disputan á cor-
nadas la posesión de las hembras, según ha po-
dido observarse en Londres.
Ignórase la duración de la vida de la gi-
rafa ; pero es de presumir que debe ser bastante
considerable, tanto mas en cuanto la girafa
que ha producido en Londres dos hijuelos, tenia
aun en esta época algunos dientes de primera
edad. Además pueden verse en algunos gabine-
tes de anatomía comparada cabezas que, por su
osificación casi en una sola pieza , parecen haber
pertenecido á animales que habrían vivido largo
tiempo.
Encuéntranse girafas en una gran parte del
África , desde el Kordofan , éntrela Abisinia y el
Alto Egipto , hasta el Senegal y la Cabrería : pa-
rece probable que estos animales en otro tiempo
han habitado elSaid, pero este hecho no se ha-
lla demostrado, y hasta es negado por algunos
naturalistas. Se las encuentra principalmente en
los grandes bosques de la Núbia, de la Abisinia,
de la Senegambia y en los de los alrededores
del cabo de Buena Esperanza.
Los Hotentotes cazan la girafa y la matan con
flechas envenenadas, comen su carne y hacen
gran caso del tuétano de sus huesos. Con la piel,
que es bastante gruesa , aquellos salvajes fabri-
can vasos para conservar ci agua, y los caballeros
Abisinios la emplean para hacer caparazones y
hasta escudos. En íin, los negros se sirven de
las crines de girafa para atar los anillos de hier-
ro ó de cobre con que se ardornan y que les sir-
ven también de una especie de talismán.
Las girafas adultas huyen tan luego como des-
cubren al hombre, y así es que las únicas que pue-
den cogerse vivas son las jóvenes, en particular
aquellas que todavía maman ; sucede con fre-
cuencia que queriendo desprenderse de los la-
zos que las retienen luego de cogidas, se rompen
algún miembro ó bien se desnucan. Con todo,
se las coge bastante á menudo, y ya hemos in-
dicado el número de las que han sido conducidos á
las casas de fieras europeas.
Varios naturalistas se han preguntado cual era
la utilidad de la girafa en la armonía zoológica ,
para que servia este animal , y el mismo Jiufon
se ha hecho también igual pregunta sin haberla
resuello de una manera satisfactoria. Dejemos
que respondan á esta pregunta los SS. Et. Geof-
froy y Saint-Hilaire: «Como las miras intencio-
nales han quedado siempre en el dominio de los
impenetrables designios de la Providencia, vale
mas preguntar bajo que puntos de vista nuestros
esfuerzos de dominación sobre los seres han colo-
cado con respecto á nosotros la girafa. Loque hay
de positivo es que los pueblos de las partes cen-
trales del África disputan* la girafa al león; que
encuentran en su persecución las mismas venta-
jas, en su posesión la misma utilidad, que la con-
! sideran como un excelente y sdbre lodo como
CAM
un abundante objeto de caza. La girafa para los
060106 de África es lo mismo que las bestias sal-
vajes de nuestros bosques páralos europeos. Bu-
fón ha dicho que los ciervos pueblan, embellecen
y animan nuestros solos, y que sirven para el
recreo y la diversión de los grandes de la tierra.
¿Porqué no puede decirse lo mismo de la gira-
la? Kxisle entre unos y otros animales una per-
fecta analogía , excepto que los bosques son
los lugares que sirven de refugio á nuestros ani-
males silvestres y los desiertos los que ocultan á
las gíralas y los antílopes. Sin duda seria una co-
sa inútil explicar cómo y porqué la naturaleza
de las cosas lo ha decidido así.
Lémery dice que los cuernos y las uñas de este
animal son buenos coutra la epilepsia, la diar-
rea y para resistir al veneno, lo que se ha di-
cho de los cuernos y de las uñas de la mayor parle
de los cuadrúpedos, y lo que no parece verda-
dero de ninguno.
CAMELOTE. Estofa de pura lana, sólida,
gruesa, fabricadaordinariameute, en la Nalolia,
en Angora y en Islanos, con el peio de las ca-
bras del país.
Los camelotes de Angora se expenden aun en
gran cantidad en todas las ciudades de la Tur-
quía, y de allí pasan ala Persia y al interior de
Asia , pero raras veces se envía este producto á
Europa.
Estos tejidos están generalmente tenidos en pie-
za, no obstaute se les encuentra teñidos en lana,
lisos, ó decolores mezclados, como gris de hierro,
etc. Estos camelotes exceden , por el lustre , los
• olores y la duración , á las mejores estofas de
seda. En vano se ha ensayado en las diferentes
fábricas europeas imitar á los camelotes de Ango-
ra ; ha sido preciso combinar otras materias, ta-
les como la seda , el pelo de cabra , el algodón,
el lino, que se han mezclado de diferentes mane-
ras, y de ahí diversas especies de tejidos, y los
diversos nombres bajo los cuales han sido presen-
tados al comercio.
Los camelotes son mas ó menos anchos y las
piezas mas ó menos largas, según sus diferentes
calidades y los parajes donde se fabrican. Se hacen
de todos colores: unos son de pelo de cabra, tanto
en el urdimbre como en la trama; otros tienen
la trama de pelo, y el urdimbre una mitad de pe-
lo y la otra mitad de seda; en otros la trama y el
urdimbre son enteramente de lana , y finalmente
Jos hay cuva trama es de lana y el urdimbre de
hilo.
En algunos el hilo, tanto del urdimbre como de
la trama, ha sido teñido antes de ponerlo al telar;
otros son teñidos en pieza; los hay de jaspeados,
de rayados, de ondeados, y también estampados
ó pintados en la parte superior.
Los camelotes se usan diferentemente segun
sus distintas especies y calidades; algunos se em-
plean para vestidos de ambos sexos , cortinajes
de cama, etc. , y otros para casullas, adornos de
altares y demás ornamenta s de iglesia.
Hay también camelotes de seda de diferentes
colores, como rojos, carmesíes, encarnados,
70
CAM
S53
violados, etc., que se fabrican en Yenecia, Flo-
rencia, Milán , Ñapóles y Luca, pero no son pro-
piamente mas que tafetanes y labis (tafetanes
de aguas) con el nombre de camelóles.
Los camelóles ondeados de Verona, que se lla-
man.también tabis de Verona, realmente son de
esta última especie.
En Lila se fabrican muchos camelotes que se
tifien de di\ ersos colores, después de fabricados en
blanco, y luego se pasan por la prensa caliente,
para ponerlos mas compactos y darles el lustre
que les hermosea. Lila y otros parajes de Flan-
des trabajan uu crecido número de camelóles
muy estrechos y delgados
Los camelóles de Arras, por lo regular, son
ordinarios, y su grano redondo es mas parecido al
del barragan que al del camelote ordinario; lama-
yor parte se fabrican en blanco y después se les
Uñe de diferentes colores, y seles pasa por la
calandria. En Amiens se hacen muchos camelo-
tes de diferentes nombres y calidades. Los de-
primera clase, que son los mas eslimados, se
llaman camelotes de construcción de Bruselas,
por la semejanza que tienen con los de esta ciu-
dad, ya por sus tejidos, ya por sus dimensiones,
ó bien por el material de que están compuestos.
Los segundos son como pequeños barraganes es-
trechos enteramente de lana, que algunas veces
se les llama camelotes de hilo retorcido, y otras de
grano grande. Los terceros tienen el nombre de
camelotes Quinetes , porque el hilo de la trama
es único y muy retorcido; son enteramente de
lana, anchos de media ana y largos de 21; por
lo regular son fabricados en blanco y después te-
ñidos de diversos colores, y pasados últimamente
por la prensa y calandria para lustrarlos. A los
cuartos se les llama camelotes rayados, porque
tienen rayas de colores que van á lo largo de la
pieza; también se les pasa por la prensa caliente
como \os quinetes. Se fabrican asimismo otros pe
aueüos camelotes de hilo y de lana de media ana
e ancho, pero muy pocos.
Los camelóles de Bruselas son jaspeados , sin
rayas ni dibujos, de 35 á 40 anas de largo so-
bre una anchura de s/g: los unos son todos de pelo,
tanto en el urdimbre como en la trama; los otros
cuva trama es de pelo y el urdimbre mitad de
peío del color de la trama y la otra mitad de di
ferenle color, lo que forma el jaspeado , es dedi-
que cada hilo del urdimbre está formado dedos,
uno de pelo y otro de seda bien retorcidos. Los
camelotes de Bruselas regularmente eslán pa-
sados por la calandria, y son superiores en cali-
dad y hermosnra á todos los demás.
Se llama camelotes estampados á ciertos ca-
melotes de Qn solo color en los que se han im-
preso diferentes flores y ramajes, ó bien figuras,
por medio de hierros calientes; estos hierros
constituyen una especie de moldes que juntamen
te con la estofa se hacen pasar bajo una prensa.
Se llaman camelotes ondeados los que tienen
ondas, lo mismo que los tabis, formadas con
la fuerza de la calandria bajo la cual se hacen
pasar muchas vecos.
tomo i.
m CAM
Se llaman camelóles de agua los que, después
de fabricados, han recibido un aderezo en el
agua, y que se han pasado luego por la prensa
en caliente, cuya operación los vuelve muy lus-
trosos.
Los que fabrican camelotes y los mercaderes
que los venden deben tener cuidado de no per-
mitir que tomen malos pliegues, pues es muy di-
fícil quitárselos cuando los han recibido.
De todas las estofas de este género fabricadas
en Europa, los verdaderos camelotes de Bruse-
las y de Leida son hasta el presente los mas her-
mosos y de mejor calidad. Los camelotes ingle-
ses de las fábricas de Norwich , Exeter, Uali-
fax y Sommersett rivalizan con todo hoy dia con
los de los Paises-Baios. Los mas finos están tam-
bién hechos de pelo de cabra ó lana peinada
mezclada con seda; tienen ordinariamente */k
do yard de ancho, y las piezas 66 yards de
largo. Los camelotes de Amiens y de Rubaix,
fabricados al estilo de Bruselas, son de una ca-
lidad superior, y apenas ceden á los de losPai-
ses-Bajos. En España no se fabrica camelo-
tes, si bien esta estofa es algún tanto usada
para vestidos de verano, bajo el nombre de Or-
le ans.
CiOIELIiO, Camelus. Los animales com-
prendidos bajo esta denominación general forman
uno de esos grupos que, por la especie de am-
bigüedad de sus caracteres, embarazan con fre-
•cuencia á los naturalistas clasificadores. En los
métodos mas generalmente adoptados hoy dia, y
en los cuales los mamíferos están clasificados
según las consideraciones sacadas de los órga-
nos de la locomoción y de la masticación, es
bástante difícil determinar el puesto que deben
naturalmente ocupar los camellos; y agregándo-
los al orden de los ruminantes, se destruye evi-
dentemente la armonía de un grupo por oirá parte
muy natural. En efecto, exceptuando la función
fisiológica de laruminacion y el aparato orgáni-
co necesario para llenarla, los camellos no po-
seen ninguno de los caracteres señalados á este
orden. Verdad es que sus pies están hendidos,
pero sus dedos no están cubiertos de ese casco
que en los ruminantes de cuernos se aplana al
lado interno, en términos que les valeelnombre de
animales de pies hendidos. La dentición presen-
ta aun caracteres mas diferenciales: todos tie-
nen dos caninos en ambas mandíbulas, y algu-
nos incisivos en la mandíbula superior ; en fin ,
el aparato mismo de la ruminacion presenta dis-
posiciones orgánicas especiales. Unido á los «er-
vilillos, el gran género de los camellos puede ser
considerado como estableciendo , bajo ciertos
respectos, el tránsito de los paquidermos á los
ruminantes. El Sr. A. de Quatrefages lo divide
en dos subgéneros, á saber: los Camellos propia-
mente dichos y las Lamas.
Camellos propiamente dichos ( Camelus).
Los caracteres de este grupo pueden reasumir-
se asi: mandíbulas que llevan caninos arriba y
CAM
abajo ; dos incisivos en la mandíbula superior,
y seis en la inferior ; doce molares arriba, y diez
abajo. Pies hendidos, guarnecidos por debajo de
una especie de suela que llega hasta la extremi-
dad de los dedos. Gibas ó lupias adiposas en el
dorso. '
Los pies de los camellos son hendidos como los
de los demás rumiantes, es decir, que solo
quedan dos dedos á cada uno de ellos; pero es-
tos dedos no están cubiertos de casco, y llevan
solamente sobre la última falange una uña bas-
tante corla y retorcida. Lo que distingue sobre
todo estos órganos de la locomoción es una es-
pecie de suela de naturaleza córnea, que, partien-
do de la parte posterior, proteje los dedos casi en
toda su extensión , de modo que , vistor por de-
bajo , parece que no están separados sino en su
extremidad.
£1 aparato digestivo , en sus disposiciones ge-
nerales, es parecido al que se vé en los otros ru-
miantes: en él se encuentran los cuatro estómagos
característicos; pero el vientre presenta una parti-
cularidad digna de ser mencionada , y consiste
en que parece dividido en dos bolsas bien distin-
tas. La una de ellas en nada diliere de la que
se observa en los animales de este grupo; la otra,
al contrario, presenta especies de celdillas cú-
bicas dispuestas de una manera bastante regular.
Esta es la porción del vientre á la que algunos
anatomistas han dado el nombre de depósito ó
de quinto estómago.
Otro carácter del género que nos ocupa con-
siste, como todos saben, |en excrescencias ó gibas
colocadas sobre el lomo, y cuyo número varia
de una á dos. Estas gibas son especies de lupias
adiposas, en cuyo interior no se encuentra ni
músculos ni huesos, y la columna-vertebral no
experimenta ningún extravío en los puntos que
con ellas corresponden.
A estos signos distintivos se agregan otros de
menor importancia, pero cuyo conjunto dá á los
animales que nos ocupan un aspecto general del
lodo particular. Su cabeza, pequeña y fuertemen-
te arqueada, parece terminada por un labio su-
perior partido por el medio, y cuyas dos mitades,
susceptibles de movimientos muy variados, pue-
den moverse separadamente. Parece que en esle
órgano reside sobre todo el sentido del tacto , y
los camellos lo emplean evidentemente para pal-
par los objetos que se les presentan , y las sensa-
ciones que adquieren por este medio parecen ser
bastante delicadas.
Los ojos de los camellos son salientes y empa-
ñados, lo que dá á su fisonomía nn aire de es-
tupidez: estos ojos están por lo demás, como los
de los otros rumiantes, protegidos por una do-
ble pupila, cuya abertura es oblonga y horizon-
tal. Estos animales están desprovistos de lagri-
males , y el sentido de la vista parece eslar en
ellos muy desarrollado.
Aunque las concas de las orejas sean poco
desarrolladas, el oído del camello es muy deli-
cado, y esle mamífero al mas leve ruido se des-
pierta y se pone á escuchar con atención.
CAM
Las aberturas de la nariz están bastante separa-
das de la extremidad del hocico , y forman en la
piel dos simples bendiduras que él animal abre
y cierra cuando quiere. Tampoco se encuentra
alrededor de ellas ningún vestigio de esc cuer-
po glanduloso que forma el hocico fie los demás
ruminales, y que adquiere en el buey un desar-
rollo tan considerable. Se carece de "pormenores
mas precisos sobre al aparato olfativo; pero las
sensaciones que recibe parecen desarrolladas,
porque el camello le debe el poder descubrir «-i
distancias, con frecuencia considerables, los ma-
nantiales tan raros en los países que él habita.
La lengua es, como en nuestros ruminanles ,
muy larga, blanda, muy movible y cubierta de
una membrana mucosa, lisa y suave al tacto. A
pesar de la sobriedad proverbial del camello , el
sentido del paladar está lejos de ser en él tan ob-
tuso como podría creerse. Si, en sus largos y pe-
nosos viajes á través del desierto, el camello sa-
be contentarse de yerbas groseras y secas que se
encuentran en estos lugares desolados , también
sabe cuando llega la ocasión escoger el mejor
forraje , y para él , lo mismo que para muchos
otros animales, la sal es una golosina que bus-
ca con avidez.
Para completar lo que resta decir sobre los
caracteres exteriores de los camellos, añadire-
mos que la cabeza está colocada sobre un cuello
largo y delgado , que parte de un cuerpo cuya
masa poc» agraciada parece en demasía consi-
derable para las piernas que la soportan. Esta
falta de proporciones es en particular muy nota-
ble en la parte posterior. El pelaje, cuyo espe-
sor y color varían según las razas, se compone
de pelos lanosos, mezclados con algunas sedas;
es siempre mas largo y mas abundante en la ca-
beza, en las gibas y en los muslo-;, circunstancias
que aumentan todavía la extraíieza que los ca-
mellos presentan á primera vista. Añádase á es-
to una marcha embarazosa, movimientos que
parecen siempre ejecutados con torpeza, y ten-
dremos una idea del triste exterior de uno de
los animales mas útiles.
Los camellos tienen la verga dirigida hacia
atrás, y los machos y las hembras orinan de la
misma manera; pero, durante la erección, el
órgano genital se levanta y se inclina hacia
adelante. El acto de la cópula se verifica con mu-
cha dificultad. Según ciertos autores antiguos,
estos animales pueden reproducirse á la edad de
tres años; sin embargo esta opinión se tiene por
poco fundada, porque entonces solo se hallan á
la mitad de su crecimiento. El preñado en las
hembras dura doce meses , y el pequeño mama
durante un año. Cuando se quieren obtener ani-
males vigorosos, se deja á los camellos jóvenes
mamar y pacer libremente hasta la edad de cua-
tro años ; solo en esta edad se debe empezar á
cargarlos y hacerlos trabajar , pues de lo con-
trario es exponerse á hacer degenerar la especie.
Este resultado es ya muy manifiesto en la India,
en donde las grandes expediciones de los Ingle-
ses, necesitando uu número inmenso de estos ani-
CAM 555
males, tuvieren que ponerlos al trabajo demasia-
do jóvenes, de lo que resultó que la mayor parto
sucumbieron por no poder resistir á la fatiga, y
hoy dia es bastante dificil procurarse estos cua-
drúpedos en todo el territorio de las posesiones
británicas.
El oro y la seda, ha dicho Buffon , no son las
verdaderas riquezas del Oriente; el camello es eL
tesoro del Asia. Estas palabras del naturalista
francés son del todo ciertas. El camello es para
los habitantes de los paises en donde se multi-
plica, loque el rengífero para los Lapones: los
alimenta con su leche mas abundante y que du-
ra mas largo tiempo que la de la vaca , y con su
carne , que la de los camellos jóvenes, se dice, es
tan buena como la del becerro; su pelo, mas lar-
go y mas sua\ e , en algunas razas , que nuestras
mejores lanas, les sirve' para vestirse. El Árabe,
en sus largos viajes por medio del desierto, em-
plea el estiércol de sus camellos como pajaza
para sus bestias de carga, como combustible
para preparar sus alimentos, y de sus excremen-
tos saca la sal amoniaco, que "durante siglos, ha
sido el único que la ha suministrado á la indus-
tria.
El camello es sobre todo útil á su propietario
como bestia de carga. Solo él ha podido hacer
habitables estos países áridos en donde el Árabe,
en todos tiempos , ha encontrado un asilo para
su independencia salvaje, y solo él ha podido po-
W'T en contacto por medio del comercio á es-
tos pueblos separados unos de otros por océanos
de arena; por esto los orientales, en su lenguaje
figurado, han llamado al camello el Navio del
desierto. Estas ventajas las debe á dos circuns-
tancias principales : la conformación de sus pies
y la sobriedad extremada á ¡que sus dueños lo
acostumbran. La suela ancha y plana que la nalu-
raleza ha extendido bajo suscledosle permite mar-
char sin hundirse en las arenas movibles en las-
que el elefante quedaría como sepultado , y do
las cuales el caballo no podría salir sin hacer
esfuerzos continuos y superiores á sus fuerzas.
Esta conformación del camello, tan perfectamente
acomoda á un servicio especial, lo hace poco
propio para marchar sobre un terreno resbaladi^
zo , en las praderas ó en las sendas pedrego-
sas.
La sobriedad del camello es proverbial en Orien-
te , pero es menester añadir que esta es una ca-
lidad en gran parte adquirida. Bajo este concep-
to, los camellos criados para vivir en los de-
siertos de la Arabia y del África son muy supe-
riores á los que habitan los lugares mas "favore-
cidos de la naturaleza. Los que están encargados
de criarlos los adiestran desde muy jóvenes .-
luego de terminado su crecimiento, empiezan á
regular sus comidas, retrasándolas algunas ho-
ras cada dia , al mismo tiempo que se disminu-
ye gradualmente su alimento, y seles acostumbra
principalmente á pasar sin beber; por medio
de esta educación, se les pone en estado de re-
sistir auna abstinencia verdaderamente difícil <\n
comprender. L'n camello con una carga de ocho-
586 CAM
cíenlas á mil libras : y que tiene que andar de
diez á doce leguas bajo los rayos de un sol abra-
sador, á veces no toma otro alimento que un
puñado de grano, algunos dátiles ó una bola de
pan de maíz. Muchas veces está ocho ó diez
(lias sin beber; pero si después de este tiempo
pasa cerca de alguna balsa de agua, la huele
aunque esté á media hora de distancia, y , do-
blando en seguida el paso , corre á beber para
apagar la sed que ha sufrido y á prevenirse pa-
ra la que tiene que sufrir.
Esta facultad del camello de pasar sin beber
un tiempo tan considerable, en medio de condi-
ciones tan propias para hacerle sentir la sed, ha
sido generalmente atribuida á que este animal
guardaba en el depósito una provisión de agua
que se mantenía en él sin experimentar altera-
ción. En efecto , en cualquiera época que se abra
el cuerpo de uno de estos animales, se encuentra
en esta parle del vientre cierta cantidad de este
liquido casi puro, acumulado en las celdillas de
que hemos hablado. Mas de una vez ha sucedido
que viajeros perdidos en medio de los arenales
del desierto han recurrido á este medio para
procurarse agua , y han logrado así conservar
su vida sacrificando la de cierto número de sus
camellos; pero parece poco probable que no
haya en aquellas celdillas mas que una simple
conservación. El Sr. de Quatrefages opina que
lo mas razonable y lo mas acorde con la gene-
ralidad de los hechos es considerar la presen-
cia del agua en estos depósitos comp debida á
una verdadera secreción. Este fenómeno no ten-
dría desde entonces nada de mas extraordinario
que la secreción del aire en la vejiga natatoria
de algunos peces, ó mas bien que la secreción
del agua en la urna de las Ncpentcs.
Parece que los camellos no se limitan sola-
mente á hacer provisiomde agua en sus horas de
abundancia. Diríase que, destinados por la na-
turaleza para atravesar largos dias de abstinen-
cia, han recibido igualmente el don de reservar
cierta cantidad de alimentos sólidos que el orga-
nismo sabe volver á encontrar cuando la necesi-
dad se hace sentir. Las lupias grasientasó gibas
que tienen en el lomo parecen al menos repre-
sentar este papel importante. Cuando el camello
está privado por algún tiempo de su ración ordi-
naria, estas eminencias disminuyen visiblemente,
y después de un largo y penosa viaje , solo se
encuentra en su lugar una especie de bolsa for-
mada por la piel, y que permanece caída á lo
largo del dorso ; el euerpo todo se enflaquece al
mismo tiempo y las fuerzas disminuyen con ra-
pidez. Para que estos animales puedan prestar
todos los servicios que de ellos se pueden espe-
rar, necesitan tener cierto grado de gordura.
Así los mercaderes que hacen el viaje de
Berbería á Etiopia se ponen en camino llevando
camellos gordos y propios para resistir cargas
considerables; á su regreso, estos mismos ca-
mellos han enflaquecido excesivamente y easi
han perdido sus fuerzas; entonces los dueños los
venden á cualquier precio á Árabes que los
CAM
hacen engordar , y con la gordura vuelven á ad-
quirir todo su vigor.
Los camellos pertenecen al antiguo continente,
y se encuentran sobre lodo en África y en Asia.
De las dos especies que se conocen , la una pa-
rece preferir los climas templados, y, según se
dice , se la encuentra haslaenlas orilla» del lago
Baikal. La otra, por el contrario, se aclimata en
todos los países cálidos. Este género ocupa en la
porción oriental del antiguo continente una zo-
na de tres á cuatrocientas leguas de ancho , y
que se extiende desde la Berbería hasta la China.
En el mediodía, estos animales , que parecen te-
mer la zona tórrida , se detienen en el punto en
donde empieza á encontrarse el elefante. Por lo
demás , la madre patria de los camellos, lo mis-
mo que la del perro y la del caballo, es comple-
tamente desconocida. Este género sometido en-
teramente al hombre parece multiplicarse consi-
go mismo, y los pocos camellos salvajes que se
encuentran en el mediodía de la Tartaria deben
evidentemente su origen á individuos que han si-
do dejados en libertad , á consecuencia de las
opiniones religiosas de algunas de las hordas me-
dio salvajes que recorren estos desiertos.
Se comprende que animales tan completamen-
te domésticos deben haber sido profundamente
modificados, y así es que existe un gran núme-
ro de razas que varian de pelaje , de talla y de
proporción. Los camellos del Turquestan, según
se dice , tienen hasta siete pies y medio del sue-
lo al crucero, y , según el padre Halde, en la
China los hay cuya talla no excede de la del as-
no. Esto hace que los autores estén indecisos
acerca de si deben ó no atribuir lodas estas va-
riedades á una sola raza primitiva. Bufón, fun-
dándose en que todas estas razas pueden cruzar-
se entre sí y dar productos fecundos , no ad-
mite mas que una especie; pero, en la historia
de este animal, este ilustrado naturalista ha
quizás concedido demasiado á la intluencia de la
domesticación. Por esto , Bufón atribuye única-
mente á la educación la manera con que los ca-
mellos se ponen en cluquillas para descansar ,
y también considera el desarrollo de las callosi-
dades que tienen en las rodillas y en el esternón,
como marcas de la esclavitud hereditaria á la
que la especie ha sido sometida en todos tiem-
pos. Linneo , por el contrario , y con él la ma-
yor parte de los naturalistas de nuestros dias,
admiten dos especies distintas de camellos carac-
terizadas por el número de gibas.
Camello de la Bactriana, Camello
de dos gibas, Camello turco, Ca-
mello [üamelus bactrianus , L.)- Esta espe-
cie es lamas grande de las dos, y parece ha-
ber experimentado menos variaciones que la de
que hablaremos después. Tiene de seis á siete
pies de altura hasta el erncero , y algunas veces
mas. En general , el color del pelaje es castaño
oscuro, mas ó menos subido. Su pelo es liso ca-
si en lodo el cuerpo , pero se alarga y adquiere
una especie de rizado sobre las gibas y sobre el
cuello ; debajo de esta misma parle forma largos
CAM
mechones que cuelgan como otras tantas cerne- i
jas, y cercan alas piernas de delante espesos |
manguitos.
Poco hay que añadir á lo que se ha dicho al
hablar délos camellos en general. Sin embargo,
en el Jardin de Plantas de Paris se hicieron va-
rias observaciones interesantes sobre dos indi-
viduos machos que vivieron muchos años en
aquel establecimiento. Estos animales entraban
en zelo á últimos de otoño, y este estado se anun-
ciaba con sudores de un olor fuerte y desagrada-
ble, por un derramamiento fétido que producía
un órgano glanduloso situado detrás de la cabeza,
y por la pérdida del apetito. Dejaban casi entera-
mente de comer , y como el zelo duraba cerca
de cuatro meses, enflaquecían mucho, y sus gibas
se deshacían quedando reducidas á un pedazo de
pellejo aplastado sobre sí mismo. A continuación
del zelo venia la muda, que hacia caer lodo el pe-
lo, el que no volvía á nacer hasta después de dos
meses. Sobre el mes de junio era cuando el pelo
había recobrado toda su longitud, de modo que
estos animales se hallaban en cierto modo des-
nudos todo el invierno , y solo volvían á ad-
quirir su vellón en el verano.
El camello era conocido de los antiguos , qui-
nes , ya en tiempo de Aristóteles , le llamaban
Camello de la Bactriana. Se le cria principal-
mente en los climas templados, siendo este el que
llega hasta las orillas del lago Baikal ; se ali-
menta son las sumidades del abedul y otros ar-
bustos de aquellos sitios solitarios que le sirven
de pasto durante el invierno ; las hojas del boj,
según se dice, son para estos animales un ali-
mento mortal. Esta es la especie, por decirlo
asi , únicamente empleada en la Tartaria, tn el
Tibet y en las provincias septentrionales de la
Persa, y la que resiste mejor á los inviernos mas
rigurosos. Los dos individuos machos que han
vivido en el Jardin de Plantas de Paris habían
sido empleados en Holanda como bestias de ti-
ro. A algunos de estos animales se les ha visto re-
producirse en Polonia. El gran duque de Tosea-
na introdujo camellos en su Estada en don-
de se multiplicaron bastante bien, y hoy día sir-
ven como bestias de carga para él laborío de
sus propiedades.
Camello Dromedario , Camello
de una giba, Dromedario {Camelus
Dromedarius, L.). Esta especie se distingue fá-
cilmente de la precedente en que solo tiene una
giba colocada en medio del dorso. Por lo demás,
sus formas son mas ligeras y menos macizas que
las del camello. Esta especie esparcida en una
superficie mayor del globo, y entre naciones cu\ as
costumbres y género de vida difieren mucho mas,
ha sufrido numerosas modificaciones, y por lo mis-
mo se está muy léjosde conocer exactamente todas
sus variedades. Las diversas razas de que hablan
los viajeros difieren considerablemente en la talla,
en las proporciones, en el color y naturaleza del
pelaje. Las. hay que están casi desnudas , otras
enteramente cubiertas de pelos largos y sedosos.
Los matices que estos pelos presentan varían des-
CAM 657
de el oscuro muy subido hasta el blanco. Para
algunos de estos "animales la muda es completa
como en el camello ; en otros se hace poco á po-
co y de una manera parcial. Lo que hay de mas
notable es que estas variaciones alcanzan hasta
á las funciones que ordinariamente se escapan do
un modo completo al imperio del hom! re. Asi. cf
zelo se ha manifestada en épocas muy diferentes
entre individuos que pertenecían á tres razas «lis-
tintas y que han podido ser observados con cui-
dado en el Jardin de Plantas fie Paris. En un dro-
medario tr. ido de Argel este estado empezó en
febrero, y en otros dos individuos venidos el uno
de Egipto y el otro de Turquía no se manifestó el
zelo hasta él mes de mayo.
El dromedario habita* el mediodía de los paí-
ses en donde se encuentra el camello, y parece
que resiste mejor al calor que al frió. Los Ingle-
ses lo han introducido hasta en las Antillas; ha
sido trasportado en las islas Canarias , y en
nuestra península podría tal vez aclimatarse la
raza africana en las provincias meridionales, lo
que seria de grande utilidad. El dromedario se
emplea exclusivamente en los viajes que se ha-
cen á través del desierto , y bajo este concepto,
se distinguen dos razas principales, que tal vez
solo difieren á consecuencia de nna educación
que ha empezado muy temprano. En la primera
raza, destinada á conducir peso, se prefiere,
sobre todo la fuerza del animal, y esta calidad es
sacrificada á su ligereza. En la segunda, por el
contrario , se ha desarrollado esta última calidad
todo lo que ha sido posible. Los dromedarios cor-
redores tienen formas mas esbeltas, y su talla es
también algo mas pequeña que la ríe los drome-
darios de carga; pero la rapidez de su marcha
en medio de los arenales ardientes de los deber-
los tiene algo de admirable. Asegúrase que estos
animales cruzan sin detenerse un espacio de 4()
á 50 leguas en un día. Durante estas marchas
forzadas, sus conductores no cesan decantar,
pues pretenden que el dromedario es muy aman-
te de la música y que este es el mejor medio de
mantener sus fuerzas.
La leche de las hembras del camello es muy
apreciada para la extracción de la manteca y la
confección de quesos; es el alimento ordinario
de los Árabes, quienes , según Próspero Alpino ,
la emplean además, como nosotros la leche de
vaca, en el tratamiento de diversas enfermeda-
des.
La carne de los camellos jóvenes no es menos
buena que la de vaca ; la de los adultos también
se come, pues no obstante de ser mas dura que
la de aquellos, no por esto es desagradable; la
leugua sobre todo es manjar delicado. Moisés pu-
so la carne de camello en el número de las im-
puras y vedó su uso á los Hebreos; los Persas ,
al contrario, la servían en las mesas mas ri-
cas; los Griegos , en la de los rey es , y , entre los
Romanos , Heliogábalo la hizo servir" en muchos
festines junio con la carne de avestruz.
liase recomendado la grasa de estos animales
como emoliente; su sangre, contra la disenle-
658 CAM
ría, y, en fomento sobre el epigastrio, como
cmenagoga ; sn hiél , incorporada con miel , con-
tra la esquinancia ; sus sesos , contra la epilep-
sia; los pelos de sn cola, llevados como amule-
to, contra las cuartanas ; su orina para limpiar
los dientes; su excremento como vulnerario, de-
tersivo y resolutivo, etc.; el hollin procedente de
la combustión de este excremento servia anti-
guamente, como hemos indicado, en la prepara-
ción de la sal amoníaco.
El pelo de camello es un artículo de comercio:
en el Oriente se emplea en la fabricación de di-
versos tejidos para vestidos, y en la de tapices
y redes ; en Europa sirve para fabricar pinceles
linos, y se le emplea también en la fabricación
de sombreros, principalmente en Francia. El pe-
lo de camello mas estimado procede de la Persia,
y de el se distinguen tres calidades ¡ el negro ,
el rojo y el gris. El primero es el mas caro , y
el gris no vale por lo común sino la mitad del
precio del rojo. Se exportan grandes cantidades
de pelo de camello de los puertos de Esmima,
Constantinopla y Alexandría.— V. Pelo.
Lamas ó Llamas ( Auchenia , Illig. )•
Las lamas en el Nuevo Mundo representan los
camellos, cuyos principales caracteres poseen.
Habíase creído que su vientre no presentaba el
bulto particular designado bajo el nombre de
depósito; pero el Sr. Duvernoy ha demostrado
lo contrario, y además ha reconocido que, aun
en su primera edad , el vientre ofrecía ya una ex-
tensión muy superior á la de los otro's estóma-
gos, lo que, en los rumiantes ordinarios, solo
se manifiesta en los adultos.
Las lamas se distinguen de los camellos en la
ausencia de gibas sobre el dorso, y en la sepa-
ración completa de los dedos. Por otra parte, sus
formas son mas esbeltas, y se aproximan masa
esas justas proporciones, délas cuales resulta pa-
ra nosotros un conjunto gracioso. Su talla es me-
nor que la de los camellos, y con respecto á esto
entran en la ley general propuesta por el i'ustre
Lufon.
El número de las especies que debe incluir el
género Lama está lejos de haberse fijado de una
manera exacta. El desacuerdo que reina entre
los naturalistas sobre este particular consiste sin
duda en la domesticación sufrida por una ó va-
rias de estas especies y en la diversidad de las
razas á que ella ha dado lugar.
Camello Alpaca , Alpaca . Paco
[Camelus Paco, Cuv.). Esta especie, que los via-
jeros solo han indicado de una manera vaga, ha
sido considerada por algunos naturalistas como
una simple variedad de la lama; pero , se-
gún las indagaciones y las observaciones de Cu-
vier, parece ser una especie bien distinta. La al-
paca no tiene mas que unos t;es pies de altura
basta el crucero , sobre una longitud de trespiés
y seis pulgadas. Carece de callosidades; pero
uno de los caracteres que le hacen reconocer á
primera vista es la abundancia y la longitud de
CAM
los pelos lanosos que cubren los lados de su cue-
llo y de todo su cuerpo, mientras que la frente solo
está cubierta de pelos lisos y casi todos sedosos,
y que el interior délos muslos y el vientre per-
manecen casi desnudos. La lana de la alpaca
reúne á su finura, que casi iguala á la délos teji-
dos de Cachemira, una longitud mucho mas
considerable, y no cabe duda que si se conseguía
naturalizar este animal, la industria hallaría en
su vellón un ramo importante de comercio.
Este camello, que se encuentra en las mas al-
tas montañas del Perú, lleva cargas menos pesa-
das que la lama , raras veces resiste mas allá de
GO á80 libras. Su andadura es una especie de ga-
lope pequeño; se defiende con valentía a coces ;
pasa por ser muy testarudo, pero tiene un natural
dulce , parece sensible á las caricias y se domes-
tica fácilmente. Su carne, aunque buena, es in-
ferior á la de vicuña.
Camello Araucano . Araucano ,
Carnero de Chile , Carnero tlel Pe-
rú {Camelus Araucanas, Gmél.). Su altura
es á corta diferencia de cuatro pies y su longi-
tud de seis ; la cola corta y enderezada está
guarnecida de sedas bastante largas; existen in-
dividuos blancos, individuos pardos ó cenicientos,
y también individuos negros. Los habitantes de
Chile lo empleaban como su única bestia de carga,
antes que la Europa les hubiese dado caballos ,
asnos y en consecuencia mulos; para gobernar
el araucano se le pasaba una cuerda en la oreja,
que es redonda, floja-y colgante. La carne de
este animal es excelente y pasa como preferible,
sobre todo en la juventud, á la de todas las de-
más especies del mismo género.
Camello Huanaco, Huanaco [Ca-
melus Iluanacus, Gmél.). Apenas se encuentra
sino fuera del trópico meridional, siempre en
las mas altas montañas , á lo largo de las
cuales penetra basta las Tierras-Magallánicas.
Es de la talla de un caballo pequeño, alo menos
tan grande como la lama , en consecuencia doble
á corta diferencia que la vicuña; vive como ésta
cerca de las nieves permanentes, por rebaños
considerables ; vésele descender en la primavera
en número de seis á ochocientos á los valles in-
feriores. Su dorso es abovedado, por lo que al
primer aspecto se le creería provisto de una giba
semejante á la del camello del antiguo mundo; la
extremidad del hocico es negra, la oreja dere-
cha, la cola corta y semejante á la del ciervo, el
pelo de color leonado en el dorso y blanquecino
bajo del vientre.
Camello Lama , Guanaco. Lama
[Camelus Larma , L.). La lama era la sola bestia
de carga empleada por los habitantes del Perú,
en la época del descubrimiento de la América,
y este animal , como muchos otros, cuya utili-
dad para el hombre es de cada momento, no
existia en el estado salvaje. Por lo menos, el Sr.
de Humboldt piensa que los que se encuentran
libres y errantes en las gargantas de las cor-
dilleras son los descendientes de individuos
domésticos. A consecuencia de esta csclavi-
C.VM
lud de la especie culera , se habían estable-
cido varias razas distintas , cuyes caracteres es-
peeilicos se comprende cuan difícil es apreciarlos
con precisión, Por lo tanto puédese decir de
una manera general (pie la talla de la lama es
poco mas o menos la de un caballo pequeño: tie-
ne cuatro pies de altura hasta el crucero v cin-
co de longitud; su cabeza es pequeña v bien co-
locada ; presenta algunas callosidades en el es-
ternón , en las rodillas y en los carpos; su pelo
varia de color, de longitud y de espesur, domi-
nando siempre los matices oscuros, y es mas
largo y mas rizado en el cuerpo qué en la
cabeza, en el cuello y en la piernas.
El uso de la lama cómo bestia de carga es me-
nos frecuente desde la introducción de los caba-
llos en la América del Sud. Sin embargo, se em-
plea todavía para trasportar objetos de peso pol-
los senderos escarpados de las Cordilleras, en
que la seguridad de su pié ' la hace muy propia
para este servicio. La lama lleva unas 150 libras,
pero su marcha es lenta , y cuando se quiere
obligarla á acelerar el paso , se tiende en el suelo
como resuelta á dejarse malar antes que mover-
se Eo el servicio de las minas del Potosi llega-
ron «i emplearse hasta 300.000 lamas. Esta espe-
cie no obstante es preciosa por mas de un título.
La carne de las mas jóvenes es excelente para co
mer, y se pretende qi e se comia no ha mucho tiem-
po en el Perú anualmente la de mas de tres millo-
nes de individuos , sin que no obstante la raza
pareciese haber disminuido; su piel produce un
cuero muy estimado, v su pelo sirve para fabricar
varias estofas.
Camello Ticuna, Vicuña (Camelus
t i(unna,L.; Camelas Yicugna , Gmél.). Ks la
especie mas pequeña del género <¡ue nos ocupa;
pero tal \ez seria la mas ulitsi el hombre, en lu-
gar de cazarla como bestia salvaje v de destruir-
la poco á poco, buscase el modo "de someterla
á su imperio, como lo ha hecho con la lama. Su
rico vellón , que, por la linura y suavidad, aven-
taja á todas las lanas conocidas , le recompensa-
ria ampliamente sus cuidados. Desgraciadamen-
te , la codicia y la pereza de los habitantes del
Nuevo Mundo han opuesto hasta hoy á la reali-
zación de estos proyectos 'obstáculos insupera-
bles. Para apoderarse de la piel de este animal
precioso, que es el objeto de un tráfico bastante
considerable, lo persiguen hasta en las cúspides
mas escarpadas de los Andesen donde se refugia,
y su número disminuye cada dia. Los Peruvianos
impróvidos les hacen una cruda guerra para des-
pojarles de su rico vestido , cazando anualmen-
te hasta 80.000 de estos animales.
La vicuña es bastante parecida á la lama , pero
sus formas generales son mas esbeltas y mas ele-
gantes: sus piernas mas largas y mas delgadas;
su cabera, mas corla y su frente' mas ancha, está
adornada de dos grandes ojos negros, que le
dan un aire de inteligencia y vivacidad admira-
bles. El color de la mayor parte de su cuerpo es
oscuro ligeramente avinado, y el resto es de color
isabela; la garganta es amarillenta; el pecho, la
CAM 859
parte inferior del \ienlre y el interior de los mus-
ios son blancos. La lana que le cuelga debajo del
pecho tiene hasta tres pulgadas de larga, y en ge-
neral la lana ó mejor la seda que cubre a la v ¡cuña
ofrece un vellón conocido y al que ninguna lana,
aun la de Cachemira, podría ser comparada. Este
animal parece ser menos sociable que la lama; sin
embargo , habituado como ella a w\ir en reba-
ños tiene las mismas necesidades y los mismos
hábitos , y puede asegurarse que haciendo algu-
nos esfuerzos se conseguiría también domesti-
carle.
Las vicuñas se encuentran en la parte de la Cor-
dillera que pertenece á las provincias de Copia-
po y de Coquimbo; viven en rebaños en las mon-
tañas mas elevadas , en medio de los hiebs y de
las nieves, huyeudo de los hombres. Su carne
es una excelente caza, preferible á la carnj de
ternero. En cada choza de Patagones hay perros
que sirven para cazar á las vicuñas: cí pueblo
come la carne de este animal herbida, pero, el
hígado, los pulmones y los sesos los comen cru-
dos , y la sangre la chupan caliente.
tÁSICHAHIA, Cameraria. Género de
la familia de las apocineas , y de la peutandria
monoginia de Linneo, formado de muchas espe-
cies indígenas de la América tropical , árboles ó
arbustos notables por la elegancia del porte > la
belleza de las llores, que son blancas, amarillas
ó naranjadas , dispuestas en colimbos axilares y
terminales. Cuatro especies se cultivan en los
invernaderos calientes en Europa.
La Cameraria de hojas anchas [Carnerario,
latifolia, L.) tiene el zumo tan venenoso que los
naturales de las Antillas y de la América meri-
dional , en donde crece , mojan con él la punta de
sus flechas para matar álos monos, cuando van á
su caza , pero no obstante la carne de estos ani-
males es buena para comer.
tAJIEKOPE , Cuamíkops. Género de
palmeros establecido por Linneo, notable porque
encierra las especies de esta familia que se
extienden mas hacia el polo boreal , á lo menos
en el antiguo continente; eu América el géne-
ro Sabal extiende quizas su límite algo mas le-
jos.
Los cameropes son en general palmeros de pe-
queña dimen.-ion , que raras veces llegan á la al-
tura de 4á ü varas, y con frecuencia también ape-
nas se les ohserv a un tallo distinto sobre el suelo.
Este género se reconoce en sus llores que
constan de una espala monodia de laque parle un
espádice ramoso; en el cáliz formado de tres es-
camas coriáceas , levantadas , redondeadas, pe-
ro un poco agudas en el extremo de tres peíalos
algo aovados ; en seis estambres reunidos en una
copa por su base, con antenas acorazonadas dé
dos celdillas; en que en el fondo de la copa de los
estambres hay tres ovarios cada uno con un estilo
y un estigma de surcos glandulosos, de los cea-
fes dos abortan por lo común, y el (pie queda, pa-
recido á un segmento de un hueso , es decir pla-
no sobre las dos superficies y convexo por laotra,
es orbicular y de un hucveeillo.
860 CAM
Las especies de este género son poco conoci-
das, y muchas bastante dudosas, excepto la si-
guiente:
Camerope bajo , Palmito (Chamw-
raps Immilis , L.). Especie de las riberas del Me-
diterráneo , muy abundante en las partes mas ca-
lientes de esta región, rara ó no encontrándo-
sela en sus partes del norte, en Francia, por
ejemplo. Efectivamente, no se la vé sino mas allá
del Var, en Italia, y en grande abundancia en
España desde Cataluña basta Portugal. Como se
ha indicado , es un palmero muy bajito y íiun
muchas veces sin tallo; sus hojas profundamen-
te dijitadas y sostenidas sobre un peciolo ó has-
til espinoso , que hacen el efecto de un ancho
abanico plantado en tierra , de donde le viene
el nombre de Palmero de abanico , que tambien-
se le ha dado ; sus llores deben en general ser
completas y hermafroditas, y si algunos pies so-
lo llevan llores masculinas es efecto de un abor-
to accidental ; los frutos son bayas monosper-
mas.
Aunque los frutos del camerope lleguen á ma-
durar en Europa, tan solo en África es en donde se
puede comer su pulpa sucolenta, mezclada con
muchos lilamentos, que ellos ofrecen. Los Ari-
bes se alimentan también de los renuevos tiernos
de este vegetal. De las frondes del camerope se
ha cen escobas y varios otros artículos dichos de
palma.
En Argel , el tallo de esta especie se eleva con
frecuencia á mayor altura, llegando á tener al-
gunas varas, sea por la influencia del clima, sea
porque exista en este país una variedad dis-
tinta.
En América , el Camerope Puerco espín (Cha-
mmrops Instrix) representa, en la Goorgia y la
Florida, nuestra especie europea , y se hace ob-
servar por las largas espinas negras endereza-
das, que acompañan las bases de las hojas. Fi-
nalmente, algunas especies muy imperfecamente
conocidas crecen en la China, en el Japón, en el
Nepol y en Méjico.
CAÜIPAWUI4A. 9 Campánula. Género de
la familia de las campanuláceas , tribu de las
campanuleadas , y de la pentandria moaoginia
de Linneo. Plantas herbáceas , ó también sub-
arbustos anuales, bieunales ó vivaces, de ho-
jas lisas ó vellosas y estrechas ó auchas, sé-
siles ó pccioladas, y de llores lo mas comun-
mente azules , algunas veces blancas , violetas
ó amarillas, y dispuestas en espigas, en paní-
culas, ó solitarias en el eje de las hojas. Estas
plantas , de las cuales poseemos un gran núme-
ro de especies , crecen en las partes templadas
del antiguo continente ; pero vense también has-
ta bajo del polo , y apenas descienden bajo de
30 grados de latitud. Prefieren sobre todo las
comarcas montañosas.
El número de especies de campánulas, tal como
el género ha sido circunscrito por De Candolle,
e¡hoydiade 182; pero la mayor parte son no
mas que plantas de colección, es decir, de» puro
interés botánico. Unas 40 especies sirven para
CAM
el ornato de nuestros jardines , y algunas poca»
son comestibles.
Las campánulas crecen bien en todos terrenos,
pero con preferencia se complacen en las tierras
bastante ligeras, algo calientes y en lugares
abiertos, pues si sor» sombríos se ahilan. Tienen
la propiedad de propagarse por sus raices corta-
das á pedazos ó por esquejes, y de ahí el gran nú-
mero de variedades mas ó menos hermosas que se
observan. La siembra de sus semillas, muy dimi-
nutas, promete las mas bellas adquisiciones; pe-
ro debe procurarse sobre todo emplearlas lue-
go de su perfecta sazón, que tiene lugar desde
agosto hasta noviembre.
Las especies comestibles son:
Campánula Espejo, Canónigos
[Campánula Speculum,L.). Es notable por su co-
rola en figura de rueda y su cápsula prismática,
lo que habia inducido á los botánicos á hacer de
ella un género separado. Sus raices y sus hojas
se comen en ensalada.
Campánula Kapúnculo,Kaponce
a Rapónchigo (Campánula Ilapunculus,L.) .
Planta bienal, lechosa como todas las campánu-
las, y cuya raíz es una especie de rábano pe-
queño dulce y de sabor agradable. Sus hojas
tiernas se comen en ensalada ó cocidas y sazona-
da«. Sébizius dice que es estomática y exci-
tante , pero comida cruda es de diifcil diges-
tión.
Campánula Tr aquello, Campá-
nula Ifedalera (Campánula Trachelium ,
L. ). Las hojas y las raíces de esta especie se co-
men en ensalada , y en medicina son reputadas
como astringentes é incisivas. El Sr. Guérin di-
ce : «el uso que de esta especíese hacia en Fran-
cia en los siglos doce y trece, en que un rami-
llele de sus tallos guarnecidos con sus floresaxi-
lares de color vario entre el azul, violeta y blan-
co , atado al extremo de un bastón largo, ser-
via de garantía y autorizaba al que lo llevaba
para golpear á sus vecinos, declararse enemigo
de todo transeúnte y entregarse á atrocidades
de todo género, fué la causa de su proscripción
por muchos años. Se la echó de los jardines, y se
exterminaba en los prados, en los valles , en los
lugares sombríos donde crece con preferencia ,
y únicamente después de trascurridos tres siglos
se ha admitido de nuevo como adorno. Mas aun-
que fácilmente se doble y presente las varieda-
des de un blanco puro muy hermoso, es menos
estimada de los aficionados que las otras espe-
cies.»
Las raíces y las hojas de la Campánula de ho-
jas de Azucena (Campánula HUifolia, L.) y de
la Campánula de hojas de Melocotón (Campá-
nula perasi folia , L. ) son también comestibles.
Entre las especies cultivadas en los jardines ,
se distinguen :
Campánula algodonosa ( Campánula tomento-
sa^.). Hermosa especie bienal, notable por sus
tallos y hojas liradas cubiertas de un vello muy
espeso , blanquecino , y por el brillo y disposi-
ción en panoja de sus llores de color violado y
CAN
de corola casi en forma de embudo , con lubo
largo, cilindrico , que se abre á principios de la
primavera.
Campánula dorada ( Campánula áurea , L. ).
De llores de un hermoso color de oro dispuestas
en panoja piramidal , que se abren en verano des-
pidiendo en todo su alrededor un vivo reflejo (pie
realza mas y mas el verde fresco de sus hojas
bastante largas y el agrisado de sus tallos pro-
longados.
Campánula de flores grandes [Campánula
grandiflora , L.). Vegeta bien al campo libre;
de raiz vivaz y (pie arroja muchos tallos , que
difícilmente se sostienen por el peso de sus ho-
jas ; sus flores son azules y muy grandes.
Campánula de hojas redondas [Campánula ro-
tundifolia,L.). Natural en Jos bosque*; de tallos
de unos dos pies y medio de largo, terminados
por una flor grande , blanca.
Campánula de Media, Campanilla Violeta
marítima ( Campánula médium, L. ). Se encuen-
tra espontánea en Alemania é Italia; sus nume-
rosas llores afectan la figura de una campana
prolongada con los bordes vueltos hacia dentro,
y á las cuales en nuestros jardines se las da el
nombre de Moletas marianas.
Campánula del monte Ceñís f Campánula ce-
nisin , L.). Especie rastrera, de llores azules,
cuyos tallos arrojan hojas radicales dispuestas en
figura de rueda sobre la tierra.
CVMI'ÁNll.A PERFOLIADV, CAMPANILLA DE VlRGl-
NIA Campánula per folíala , L). De tallos bajos
y cargados de llores violadas, pequeñas, unidas
íres ó cuatro en un solo pedúnculo.
Campánula piramidal [Campánula pyramidalis,
I,). Tiene hasta siete y once pies de -elevación y
se adorna desde la base de ramilletes laterales
de flores azules , grandes, abiertas desde el mes
de julio, y que duran hasta octubre v noviembre.
CAIUPíKTI AAESI A , Campomanesia. Gé-
nero de la familia de las mirtáceas , tribu de las
mirtéas, formado por Ruiz y Pavón para reempla-
zar algunas plantas de la América tropical. Son
árboles de hojas opuestas , estipuladas , peciola-
das, muy enteras; de flores blancas bibractea-
das, en pedúnculos reunidos en las axilas folia-
res.
La Campomanesia de hojas lineares [Campo-
manesia lineari folia , Ruiz y Pavón) , árbol que
crece en el Perú, en donde se cultiva en los jar-
dines, tiene sus frutos del grosor de una pequeña
manzana, de color amarillo, y de un sabor muy
agradable. Estos frutos son comestibles.
CAMARINA, Canaiuna. Género de plan-
tas de la familia de las campanuláceas, y de la
hexandria monoginia, formado por Jussieu á ex-
pensas de la Campánula canariensis de Linneo,
y que encierra hoy dia tres especies, de las cua-
les dos, algo dudosas quizás, son arbustos, el uno
do la China y el otro de las Canarias.
El tipo del género, la Canarina Cvmpánula [Ca-
narina Campánula, Juss.) es buscada en nuestros
jardines por la belleza de sus flores; es una plan-
ta herbácea vivaz, que se eleva á la altura de
71
CAN 561
una vara. Sus renuevos son empleados como ali-
mento en las islas Canarias, donde crece este ve-
getal.
CANARIO, Canariüm. G-énero de la fami-
lia de las terebintáceas , y de la dioccia pentan-
dria. que enciera una docena de plantas propias
del Asia tropical, y de las cuales muchas produ-
cen una especie dé resina. Soirárboles de hojas
alternas, imparipennadas , de hojuelas opuestas
coriáceas, muy enteras, y las superiores provis-
tas en la base de dos estipulas grandes. Las flo-
res , ordinariamente blancas, están dispuestas en
paniculas terminales, bracleadas. Muchas espe-
cies de este género son cultivadas en inverna-
deros calientes en Europa.
Canario eomnn (Canariüm commune, L.) .
Árbol de las Molucas, en donde es conocido bajo el
nombre de Canari. Sus frutos, llamados Nuez de
Canari, contienen una almendra muy dulce, bue-
na para comer cruda, y de la que se hace un gran
consumo y también una especie de pan. Estos fru-
tos se hacen secar como provisión en Amboina;
sin embargo, Rumbo observa que si se comen
en exceso, pueden producir disenterías. De estas
almendras se extrae un aceite muy bueno para
comer cuando fresco, y que sirve para el alum-
brado cuando añejo. La corteza de este vegetal,
que se planta para servir de abrigo á los árboles
de la nuez moscada, deja sudar, si se la taladra
junto á su base, una especie de trementina ama-
rillenta, espesa, tenaz, que se solidifica perdien-
do su aceite esencial, y entonces forma una es-
pecie de resina, que no difiere ú&\3i Resina délas
Molucas, y que Horsfiel dice que tiene las mismas
virtudes que el bálsamo de copáiba.
El Canario que lleva bálsamo [Canariumbal-
samifcrum,yf.), árbol también de las Molucas,
exsuda una resina designada bajo el nombre de
Resina de las Molucas, que no parece diferir de
la que produce la especie anterior.
CANDELA ó VEIj A DE SERO. La
candela mas generalmente usada está compuesta
de una mecha de hilos de algodón y de sebo de
buey, licuado fresco, bien recocido y purificado.
La fabricación de las candelas es un género de
industria de los mas importantes, que induce ca-
da dia á nuevos experimentos, y en la que se han
obtenido mejoras notables, de las cuales vamos á
ocuparnos.
Nadie ignora que las candelas son fabricadas
con la grasa de los animales, después que esta
grasa, que se llama sebo, ha sido licuada y puri
ncada. Sin detenernos en los medios de operar
esta purificación, pasaremos á ocuparnos de la
fabricación, que constituye el principal objeto de
este articulo, y de los descubrimientos por medio
de los cuales se ha conseguido perfeccionarla.
Cuando se desean obtener buenas candelas,
no debe emplearse sino el sebo de carnero ó de
oveja, el de)buey ó el de vaca, en cantidades igua-
les de cada uno, pues lodasías demás grasas, en
general, son impropias.
El candeíero toma sebo en rama, lo corta á
pedazos pequeños, separando la piel y la carne
tomo i
661 CAN
que contiene; lo hace licuar á fuego lento en una
caldera de cobre ó de hierro colado, meneándolo
continuamente con un palo á fin de evitar que
se queme ó se ennegrezca ; procura espumarlo
bien , y en seguida lo vierte en el barril ó cu-
beta, al través de un tamiz de crin muy espeso,
y tapa el barril después de lleno.
Si bien el barril es por lo común de madera ,
los buenos fabricantes lo usan de hierro fundido
ó de palastro; lo meten dentro de otro vaso de la
misma hechura que sea una pulgada mas grande
en todo su alrededor ; llenan este intervalo de
agua que tienen ya preparada á un grado de ca-
lor conveniente , por medio de un pequeño fo-
gón colocado debajo, á fin de que el sebo no se
fije ; algunos fabricantes mantienen el sebo en li-
cuación con vapor de agua hirviendo. A la dis-
tancia de algunas pulgadas del fondo hay una
cantimplora, por la cual se trasiega el sebo, des-
pués que ha posado en el fondo todas las mate-
rias impuras.
Varios fabricantes, después de haber hecho li-
cuar el sebo una primera vez, lo purifican vol-
viéndolo á licuar con agua, y echándole algunos
puñados de sal ó de alumbre concuasado, á ve-
ces también un poco de tártaro, y separando,
con una espumadera , las impurezas que van á
formar una espuma en la superficie del baño. Se
saca en seguida el sebo purificado y se le hace
enfriar lentamente en un cesto muy espeso, en
donde se escurre. Antes de emplearlo, se le vuel-
ve á licuar otra vez á una temperatura muy ba-
ja, ó en el baño de maría, y se le conserva li-
cuado antes de hacerlo servir hasta que todas
las partes acuosas que todavía contiene estén
completamente volatilizadas. Sino se tomaba esta
precaución, las candelas que se harian se derre-
tirían fácilmente y arderían chisporroteando.
Otros purifican el sebo haciéndolo licuar con
el ácido nítrico muy diluido, que disuelve com-
pletamente las películas membranosas , de suerte
que en él no queda ningún grumo; pero este pro-
cedimiento es muy costoso. Según el Sr. d' Arcet,
el ácido nítrico puede ser ventajosamente reem-
plazado por el ácido sulfúrico; peroeluso de este
último ácido exige las mas grandes precauciones,
y dá, sino se tiene cuidado, candelas de un blan-
co menos perfecto y que se corren con mucha fa-
cilidad.
Las candelas se hacen de dos maneras dife-
rentes: con molde, ó bien por sumersión.
La preparación de las mechas es una cosa
importante, pues de ellas depende en gran parte
el buen alumbrado. El algodón mas propio para
mechas es el hilado á la mecánica , porque es el
que está mas limpio de granos, de nudos y otras
suciedades que hacen correr las candelas; pero
debe ser de una fuerza igual y ligeramente tor-
cido. Este hilo se aspa en madejas , se lava con
vinagre, y después se hace secar á la sombra,
teniendo cuidado de ponerlo al abrigo del polvo.
Se aspa el hilo sobre una tabla lisa, de quince
pulgadas de anchura sobre una longuitud inde-
terminada y cuyos dos bordes laterales son redon-
CAN
deados, y el uno de ellos tiene además un encaje de
tres lineas de profundidad ei toda su longitud. Se
colocan encima montones de nueve hilos, ha-
ciendo girar la tabla sobre dos gorrones por me-
dio de un manubrio y de un contador; se sujeta ca-
da montón con un hilo en el lado de la tabla que
no tiene encaje, y en seguida se pasa un instru-
mento cortante por dentro del encaje y se cortan
los hilos; cada pequeño montón forma una me-
cha , que se tuerce ligeramente para que forme
como un pequeño cordón, y quede ya en esta
do de usarse.
La fabricación de las candelas amoldadas es
extremadamente sencilla: en los moldes, que por
lo común están hechos de una aleación de
una parte de estaño sobre dos partes de plomo, se
distingue el cuerpo del molde, cilindro hueco cui-
dadosamente pulido en el interior y abierto por
ambos cabos, y 'el sombrero del molde, pequeño
cono que presenta una abertura en su cúspide
para dejar pasar la mecha; estas dos partes es-
tán soldadas junta» y ofrecen entonces la forma
de una candela. Una docena de estos moldes es-
tán lijados verticalmenle en la mesa de vaciar,
de modo que su extremidad abierta esté colocada
hacia arriba, y al nivel del fondo de un conduc-
to dispuesto en esta nesa.
Cuando se quiere colocar las mechas en los
moldes, se atraviesa » \ extremidad de la mecha
con un pedacilo de mulera ó de alambre que
apoya de parte á parte *n los bordes del molde,
de modo que la meche cuelga dentro del ci-
lindro y sale por el agüero de la parte infe-
rior. Se coje la punta d<. la mecha que sale
por este agujero , se tira Cq manera que que-
de bien tendida y se mantixne en este esta-
do con un palito que se pasap^r el agujero y
que hace el oficio de cuña. Se vé q.'e la parte del
molde que está hacia abajo forma la punta de la
candela, y por lo mismo que la mecha debe salir
una pulgada larga.
El sebo debe estar licuado, pero no demasiado
caliente, porque del contrario saltaría, y las can-
delas no podrían sacarse fácilmenle délos moldes.
Se vierte el sebo en un bote de hoja de lata que
tiene un pico, y se le deja enfriar hasta que se
forma una película en el borde. Entonces se lle-
nan sucesivamente todos los moldes.
Algunos fabricantes amoldan las candelas por
compresión, por medio de una bomba de com-
presión, y, según se dice, esto les dá mas solidez
y la propiedad de correrse menos cuando arden.
La fabricación de las candelas á la cuchara
consiste en sumergir verticalmente muchas ve-
ces las mechas dentro del sebo licuado, hasta que
la candela haya adquirido el grosor que se desea.
Primero se da á las mechas la rigidez conve-
niente sumergiéndolas por algunos instantes en
un baño de sebo, y después extendiéndolas ó
frontándolas entre las manos ó sobre una mesa.
Encima de la caldera en que se ha hecho licuar
el sebo hay un bastidor circular suspendido con
una cuerda que pasa por una garrucha fijada en
el techo, y equilibrada por un contrapeso que
CAN
sirve para hacerla maniobrar. Se suspenden las
mechas en el bastidor y empujándolo ligeramente
se las hace bajar hasta sumergirse en el baño de
sebo, licuado á una temperatura tan baja como
es posible. Luego de cubiertas con una capa
de un espesor suficiente, se hace subir otra
vez el bastidor por el efecto del contrapeso, y se
dejan enfriar las candelas al aire durante un
tiempo suficiente, para que, por unanueva sumer-
sión en el baño, puedan cubrirse de otra capa de
sebo. Se continua asi hasta que las candelas han
obtenido el grosor que se quiere.
Añadiendo al sebo fécula tíe castaña de la In-
dia, en las proporciones siguientes: dos partes de
castaña de Indias , bien mondadas, una parle de
aceite de oliva y nueve partes de sebo, se ob-
tiene una candela-bujía que produce una luz
brillante, que no da humo ni se corre, aun cuan-
do la mecha sea corta, y que despide un olor agra-
dable. Se machacan bien las castañas, se las aña-
de poco á poco el aceite, y se agita fuertemente
hasta que el todo sea liquido; entonces se vierte
con cuidado en la caldera que contiene el sebo
en licuación, se menea aprisa para que estas sus-
tancias se mezclen bien, y se vierte en seguida en
los moldes.
La adición de una corta cantidad de cera al
sebo aumenta la consistencia de la candela y la
hace de un uso mas agradable, llevando entonces
el nombre de Candela económica. Algunas veces,
en logar de licuar el sebo con la cera, se licúa esta
última sustancia separadamente y se introduce en
el molde de la candela, el que se" hace rodar en
seguida horizonlalmente, hasta que las paredes
estén cubiertas de cera; se llena el vacío de la
manera ordinaria, esto es, con una mecha y sebo
licuado, y se obtiene asi una candela enteramen-
te cubierta de cera, cuyo aspecto es agradable y
el precio poco subido.
Las candelas se hacen blanquear exponiéndo-
las al aire libre, al rocío y al sereno, en sitios
que estén al abrigo del sol.
La candela fabricada en invierno es de mejor
uso que la fabricada en verano. Esta diferencia
es debida principalmente á los sebos que, provi-
niendo de animales alimentados de heno, son
mas duros y de mejor calidad que en la estación
de los pastos ; por otra parte, siendo la fabrica-
ción mas difícil durante los grandes calores , pues
que los operarios se ven obligados á emplear con
frecuencia el vapor para separar el sebo del mol-
de, las candelas son blandas , sin consistencia,
sujetas á correrse y de mas corta duración.
París, que es para la Francia el principal sitio
de fabricación, entrega al comercio, en invier-
no, mas de 200.000 libras de candelas por sema-
na ; en verano la fabricación es mucho menor.
En Rusia se fabrican también muchas candelas
de buena calidad en los alrededores de Arcángel
y de Pelcrsburgo. Esta última ciudad solamente
expende anualmente mas de 800.000 libras á Lu-
berek, Dantzig, Hamburgo, Amslerdam, Suecia
y otros países. El color blanco de las candelas
•roviene sobre todo de la buena calidad de
CAN 663
los sebos, pues solo aprovechan los del ganado
muy joven.
Las candelas de Irlanda son también muy es-
timadas, v la ciudad de Cork hace un comercio
considerable de este producto con la América.
Las mejores candelas son aquellas cuyo sebo
es duro y blanco tanto en el interior como en la
superficie , y cuya mecha , aunque bien torcida,
está bien impregnada de sebo (calidad que se
obtiene vertiendo en el molde el sebo convenien-
temente caliente). Las candelas cuyo sebo ha sí-
do vertido hirviendo en el molde son menos"
blancas y menos unidas, pero son de un uso me-
jor. Algunos fabricantes de mala fé venden como
de primera calidad candelas de grasa de cer-
do y otras , que han hecho blanquear superficial-
mente exponiéndolas al aire libre y al rocío ; pe-
ro se conoce fácilmente el fraude oliéndolas 6
quebrándolas , pues son amarillas en el interior,
tienen poca consistencia, y conservan un olor
fétido como de sebo averiado.
Las candelas adquieren buenas calidades con-
servándolas en un local seco y bien aireado; pe-
ro al cabo de un año se ponen amarillas y so
vuelven harinosas.
En España se fabrican velas de sebo en canti-
dades considerables; pero, en nuestro país, coma
en todos los demás, esta industria ha decaído des-
de que se han descubierto las bujías y otras cla-
ses de alumbrado de que tanto uso se hace de al-
gunos a esta parte.
Las velas de sebo son todas de una misma ca-
lidad; el método que se sigue para su fabricación
es el que hemos descrito ya al hablar de las velas
hechas con molde. Para la exportación, se em-
plean pequeños cajones de madera, y el modo de
colocar en ellos las velas es el siguiente : se po-
ne en el fondo del cajón un pliego de papel de es-
traza, después se colocaencima del papel una ca-
pa de velas, una al lado de otra; sobre esta capa
de velas otro pliego de papel, y después otra ca-
pa do velas, y así sucesivamente hasta que está
lleno. El peso de cada cajón es de una arroba;
también se venden por libras ó por velas sueltas.
El termino medio de su precio es de 4o á 44 y 48
rs. la arroba; la libra se vende regularmente á t
rs. En Barcelona se cuentan hoy dia doce fábri-
cas de velas de sebo.
CANFJLA, Canella. Género de la fami-
lia de las meliáceas, de las gutiferas según otros
autores , y de la dodecandria monogínia. Fué de-
signado por Linneo bajo el nombre de Wintera-
nia, lo que establecía una confusión con el
nombre del árbol que produce la corteza de W'in-
ter, Drimgs Winteri, L. Murray ha preferido,
con razón, dejarle el de Canela alba, que le die-
ron los autores antiguos.
Canela blanca , Falsa corteza de
Wlnter (Canela alba, Murray; Wintcrania
Canella , L.). Este árbol de las Antillas y otros
lugares de la América meridional, que se cultiva
en algunos invernaderos, es bien distinto del que
produce la corteza de Winter, que habita el es-
trecho de Magallanes, y que Forüer ha hecho
564 CAN
conocer mas detalladamente de lo que lo lucieron
los naturalistas que le precedieron.
La corteza del primero de estos vegetales es la
que se usa bajo el nombre de Canela blanca. Se
extrae de las ramas, se hace secar á la sombra,
y después se en*ia al comercio en barriles ó
cajas.
Esta corteza se presenta en pedazos rollados,
de muchos pies de longitud, de 6 á 18 líneas de
diámetro y de 1 á2 líneas de grueso. Algunas ve-
ces también se reciben pedazos procedentes del
tronco, que son mas anchos, mas gruesos y están
cubiertos de una epidermis fungosa, rojiza, res-
quebrajada, á menudo de un blanco de creta en
el exterior.
La corteza común es raspada, de un amarillo
naranjado pálido y como cenicienta al exterior; su
fractura es granosa, blanquecina y como jaspeada;
su superlicie interior parece cubierta de una pe-
lícula mucho mas blanca que todo el resto; tiene
un sabor amargo, aromático y picante,- y su olor
es muy agradable, semejante al de un clavo de
especia mezclado con el de nuez moscada; su pol-
vo es blanco; da un aceite volátil en la destila-
ción.
La canela blanca es con frecuencia sustituida
en el comercio con la corteza de Winter , y por
esto algunos autores le han dado el nombre de
Falsa corteza de Winter. Estas cortezas son fá-
ciles de distinguir , porque la verdadera corteza
de Winter se presenta en pedazos mas gruesos y
mas rugosos que la falsa; su seperíicie está
mas sembrada de manchas rojas elípticas, y tiene
xm color rojizo; su fractura es menos limpia, el
olor análogo al déla albahaca, su sabor acre y
abrasador, etc.
En el análisis químico da resina, aceite vo-
látil , una materia extractiva y una materia co-
lorante, goma, almidón, albúmina, acetatos de
potasa y de cal , hidroclorato de potasa, hidroclo-
rato de magnesia, etc.
En las Antillas, el pueblo se sirve de esta cor-
teza como especias; se la emplea en las salsas y
se confita. En la Martinica , con las bayas del
árbol se prepara un licor de me.sa estimado. Se-
gún Sloaue y Brown, con el aceite del tronco de
esta corteza se falsifica el aceite de clavo de es-
pecia. Destilada con el alcohol, se le quita su co-
lor empireumálico.
En medicina, se prescribe la canela blanca
como tónico, cordial, estomático, antiescorbú-
tico, etc. Bajo estos conceptos, goza con poca di-
ferencia de las propiedades de la corteza de
Winter , aunque Murray la considera como su-
perior á ésta; por lo demás, se las emplea casi
indiferentemente la una por la otra.
CATHEIjIIIíA. Sustancia azucarada parti-
cular , encontrada en la canela blanca por los
Sres. Petroz y Robinet, muy semejante á la ma-
nita, pero que arde difundiendo un olor balsá-
mico.
OiiinREJO, Cáncer. Género de anima-
les articulados, carnívoros, formado por Linneo,
dividido hoy en tres órdenes (crustáceos decá-
CAN
podos , estomápodos y amfipodos) , fundados en
la disposición de la cabeza , de los ojos y de las
branquias, y subdivididos en varias familias y
en un gran número de géneros muy naturales,
pero que su poca importancia y su analogía, ba-
jo el punto de vista que nos ocupa, nos deciden
ár.o separar.
Todas las especies de las cuales vamos á ha-
blar están comprendidas en el primer orden del
Sr. Cuvier (crustáceos decápodos) ; viven en el
agua dulce ó salada , se encuentran con frecuen-
cia en las playas, y pueden ser conservadas mu-
cho tiempo en medios simplemente, húmedos ; sus
miembros , mutilados ó destruidos , se regene-
ran con facilidad. Están provistas.de una con-
cha calcárea cuya dureza se asemeja ala de la
excreción que se deposita entre la dermis y la
epidermis de estos animales, es decir, en loqueen
el hombre se llama el tejido mucoso. En el tiempo
de la muda á la cual están sujetas, hacia la fin
de la primavera , el estómago de muchas de en-
tre ellas ofrece en su espesor dos cuerpos calcá-
reos, casi hemisféricos, llamados comunmente
Ojos de cangrejo , y que, desapareciendo des-
pués, parecen por consiguiente destinados á pro-
ducir la materia propia para la renovación del ca-
rapacho.
La pesca de los cangrejos se hace de varias
maneras: en primer lugar, con una red que se
suspende por la noche debajo de un pedazo de
carne corrompida , y así los cangrejos son atraí-
dos á veces en gran número por el cebo. También
otras veces se pone la carne dentro de un fogote
espeso que se retira del agua luego que los can-
grejos han penetrado en él por entre las brancas
menudas del haz de leña. Varias personas em-
plean varillas hendidas en cuya hendidura ponen
el cebo y las dejan en los lugares en donde
abundan estos animales, los que no tardan en
hacer presa en el cebo : entonces se retiran con
prontitud las varillas, se hace pasar un cesto de-
bajo de cada una de ellas , y el cangrejo al, ver-
se fuera del agua suelta la presa, y cae dentro
del cesto. Cázanse igualmente los cangrejos con
la mano cuando están metidos en su agujeros, y
también los pescan á la lumbrera.
. Todas estas especies son alimenticias; tienen
el carapacho de diversos colores , pero ordina-
riamente rojo después de cocidas ; su.carne es
blanca, rica en gelatina, mas ó menos delicada y
nutritiva, pero en las grandes especies sobretodo",
dura, fibrosa y de difícil digestión. Esta carne
pasa por afrodisiaca, y es mas sabrosa en la
época en que la hembra lleva los huevos.
Generalmente estos animales se comen coci-
dos en agua de mar ó en agua salada, y á veces
sazonados con diversas sustancias estimulantes;
pero este alimento solo conviene á los individuos
sanos cuyo estómago goza de robustez. Sin em-
bargo, los caldos y las sustancias que con ellos
se preparan pueden ser administrados con venta-
ja en la convalescencia de las enfermedades, ó á
los individuos debilitados, si bien perjudican á
los hombres pletóricos, irritables, etc.
CAN
Estos crustáceos pasaban en otro tiempo como
refrescantes, calmantes* depurativos, diaforéti-
cos, y también como útiles contra el cáncer, pro-
piedades menos ciertas que la erupción ortigosa
que son susceptibles de producir en ciertas cir-
cunstancias poco determinadas, y (pie ha hecho
atribuir, injustamente por otra parle , al peque-
ño crustáceo Cáncer pinnotheres , L., que se en-
cuentra con frecuencia en las almejas, la facul-
tad (pie éstas tienen de hacer nacer este mismo
genero de accidente. Las principales especies
alimenticias ó medicinales de este género son las
siguientes.
Cangrejo Bacantes, Cangrejo v til
gar (Cáncer Mo?nas, L.; Carcinus Mimas, Fabr.).
Esta especie, llamada particularmente Cangrejo
de mar , y también Cangrejo rabioso , por el co-
lor rojo que toma cuando se cuece , es muy co-
mún y apreciado eu nuestras costas. Su talla es
mediana , y su color de un gris verdoso unifor-
me.
Cangrejo Bernardo, Paguro Ber-
nardo , Ermitaño Bernardo ( Cán-
cer Bernhardus , L. ; Pagurus Bernhardus ,
Fabr. ). Abunda en nuestras costas; vive como
todos los paguros entre la concha de algún mo-
lusco en la que resguarda su cuerpo, que es muy
blando, sacando solo su cabeza y pinzas, y
cambiando de habitación á medida que lo exige
su crecimiento. A causa de esta habitación pres-
tada, se llama á las especies de paguros Ilermi-
taños, Soldados , Diógenes, etc.
La carne del Hermitaño Bernardo castaño, se-
gún Seba, es muy buena para comer, sobre todo
sus entrañas,- Linneo asegura, al contrario , que
no se puede comer este crustáceo sino después
de haberle separado las víceras; antiguamente
pasaba como aperitivo y bueno contra la piedra.
Cangrejo Cangrejo, Cangrejo co-
mún , Cangrejo de rio ( Cáncer Asta-
cus , I,.; Asiacus fluviatilis, Fabr.). Animal bien
conocido, de un pardo oscuro, que abunda en
Europa en las orillas de los riachuelos, de los ar-
royosy á veces en las de los lagos , en donde
vive escondido en agujeros ó debajo de las pie-
dras. Esta es una de las especies mas buscadas
y de, las mas delicadas , sobre todo en marzo y
abril, época en que está provista de sus huevos,
que son muy buenos. Los cangrejos de las aguas
corrientes son mas estimados que' los de las
aguas estancadas.
Al mpie el cangrejo sea de fácil digestión , es
susceptible, como muchasolras materias alimen-
liri is , de producir una erupción ortigosa. Se ci-
ta también el ejemplo de una señora en quien su
uso nunca dejaba de provocar estornudos repeti-
dos v como convulsivos.
La facultad restaurativa de este crustáceo es
cierta, y puede uti'izarse en medicina. Antigua-
mente se le atribuían varias virtudes que la
experiencia no ha justificado: se le habia pre-
conizado contra, la anafrodisía, el asma, la
tíaifl pulmonar Jas afecciones cutáneas crónicas,
las. obstrucciones, las enfermedades de langui-
CAN 5C5
dez y aun el cáncer. El cocimiento ó caldo de es-
tos animales estaba muy en boga , aunque no era
la única forma bajo la cual se administraban;
reducidos apasta, eran aplicados á la frente en
las enfermedades cerebrales, y á los lomos en las
afecciones calculosas; secados y pul\ erizados,
eran recomendados contra las úlceras de los rí-
ñones y de la vejiga y también contra la rabia;
su jugo era apreciado en gargarismo en la es-
quinancia , en linimiento contra la quemadura,
y en poción para pre\ enir los abortos; sus huevos,
según decía Alberto el Grande, podían reme-
diar las heridas causadas por las serpientes ve-
nenisas; su carapacho , por último, simple ab-
sorvenle sin duda , entraba en un sinnúmero de
medicamentos compuestos. Pero á lo que sobre
todo se concedía una gran confianza era á los
pretendidos Ojos de cangrejo , es decir á las con-
creciones calcáreas de su estómago , rosadas, á
veces azuladas en el estado fresco y blancas
después.
Los ojos de cangrejo, formados de capas con-
céntricas sobrepuestas, convexos de un lado y
huecos del otro con un borde saliente en su al-
rededor , á lo que sin duda es debido el nombre
vulgar que llevan, están compuestos de carbona-
to de cal amasado por medio de un moco ani-
mal. En el comercio han circulado á vecís ojos
de cangrejo falsos, muy fáciles derecouocer, ja
porque no ofrecen exactamente su textura lanú-
nosa, unida á su aspecto brillante algo parecido
á la porcelana sin tener su trasparencia , ya por
que los verdaderos se disuelven en el vinagre y
dejan en su lugar una materia gelatinosa que
conserva su forma.
Los mejores ojos de cangrejo nos venían de
Astracán sobre el mar Caspio. Para procurárse-
les ?>e ponen los cangrejos a pudrir en montones,
ó mejor se machacan groseramente y se agitan
en el agua, á fin de separar de ellos las piedras
que caen al fondo, y en seguida se lavan y se ha-
cen secar.
Antiguamente la medicina empleaba los llama-
dos Ojos de cangrejo como absorvenles y los hacia
entrar en muchos compuestos farmacéuticos.
Cangrejo Gámmaro , Cabro jo.
Cangrejo de mar ( Cáncer (¡ammarus ,.
L.; Astacus marinas, Desin. y Fabr. . Cubierta
terminada en la parle anterior por un pico con
tres dientes en cada lado y uno de doble en su
liase superior ; pinzas muy gruesas, desiguales,
la una o\ alada con dientes "tuertes y (¡e-mocha-
dos, la otra mas pequeña , prolongadas, con
dientes pequeños y numerosos; bordes de los seg-
mentos del abdomen obtusos; color pardo verdosa
con los bilitos de las antenas rojizos. Esta especie,
que casi tiene un pie \ medio de largo , se en-
cuentra en las costas del Océano y Mediterráneo.
En la época de la puesta, que se verifica a me-
diados del verano, permanece en los lugares lle-
nos de peñascos á una profundidad poco consi-
derable. Su carne es muy estimada.
Los cabrajos son muy buscados por su carne,
blanca , consistente y "sabrosa , mas difícil de
866 CAN
digerir, no obstante, que la de la mayor par-
te de los otros crustáceos : ha sido preconizada
contra la cardialgía, la disenteria, el lumba-
go , la cefalalgia, etc. La naturaleza indigesta
de la carne de estos animales parece mas propia
para producir que no para curar estas enferme-
dades.
Cangrejo Paguro [Cáncer Pagurus, L).
Presentad articulo basilar de las antenas exte-
riores en tigura de una lámina terminada por un
diente saliente y hacia delante , que forma por la
parte inferior la esquina interna de las cavida-
des oculares. Esta especie, de un color rosado
y plana por encima, tiene los bordes laterales
de su cubierta divididos por cortas hendiduras;
la frente tiene tres dientes, y los dedos son ne-
gros con gruesos tubérculos romos en el.lado
tnlerno. Adquiere cerca de un pié de ancho,
llegando á pesar en este caso hasta cinco li-
bras: es mas frecuente en las costas bañadas
por el Océano que en las del Mediterráneo.
Su carne es bastante apreciada : antiguamente
pasaba como refrescante. Sus patas tuvieron en
otro tiempo crédito como medicamento heroico;
entraban en la composición de los preparados de
mas estima con el nombre de Kelai ó Chela: can-
crorum.
Cangrejo púber, Almohaza co-
mún (¿anccr púber, L.; Porlunus púber).
Especie de nuestros mares, cuya carne es muy
delicada. El Cangrejo arrugado , Pequeña Al-
mohaza (Cáncer corrugatus , L.; Porlunus cor-
rugatus, Fabr.) es también propio de nuestros
mares , si bien se le encuentra con menos fre-
cuencia. Ambos nadan con soltura, por cuyo
motivo han sido llamados Cangrejos nadadores.
Cangrejo ruricola ( Cáncer ruricola,
L.; Gecarcinus ruricola). Natural de América,
en donde se le llama Cangrejo de tierra y
Langosta pequeña de tierra. El carapacho de es-
ta especie es de un rojo de sangre, y marcado
con una señal en forma de II. Su carne es muy
estimada en las colonias , pero con frecuencia
envenenada, lo que se atribuye al fruto del
manzanillo. Los negros emplean contra el reu-
matismo el aceite que suda de las visceras del
hígado y de los intestinos de este pequeño can-
grejo cuando se pone sobre las ascuas.
Cangrejo tic rio ( Cáncer [luvialilis ,
Belon.). Vive en el agua dulce, tiene el carapa-
cho amarillento; es común en las islas peque-
ñas de la Italia meridional. Se dice que los mon-
ges griegos lo comen crudo.
Creemos oportuno, después de los cangrejos,
hacer la indicación de los crustáceos conocidos
con los nombres de Longostas y Langostinos.
Langosta, Palinurus. Este género de crustá-
ceos, que pertenece al orden de los decápodos
macruros, de la familia de los macruros y de la
tribu de los languslienos, fué establecido por Eá*
bricio y adoptado por todos los carcinologistas.
Los individuos de este género se distinguen
por su gran talla y por la dureza de su con-
cha, v en cuanto á sus formas v á sus costumbres
CAN
marítimas son muy parecidas á las de los pagu-
ros. Habitan principalmente las costas pedrego-
sas de los mares calientes ó templados: conócen-
se de ellas unas diez especies cuya carne es muy
estimada. Las langostas mueren mas pronto fue-
ra del agua que los paguros, y así es que debe te-
nerse la precaución de hacerlas hervir en la mis-
ma orilla del mar antes de enviarlas al interior.
Langosta común (Palinurus vulgaris, Latr.; Pa-
linurus quadricornis, Fabr.). Esta especie, que
puede ser considerada como el tipo del género,
es muy común en los parajes pedregosos de nues-
tros mares. Los Griegos la llamaban Karabos, y
los latinos Locusta. Su longuitud llega á ser al-
gunas veces de 15 á20 pulg., y hay algunas que
pesan hasta 16 libras.; su color es oscuro violado
manchado de amarillo, si bien parece que toma
á veces un tinte verdoso; su alimento consiste en
peces y otros animales marítimos.
Las langostas á fines de otoño ó principios de
invierno abandonan nuestras costas, ganando la
alta mar para ir á esconderse en las hendiduras
de los peñascos en las mayorss profundidades.
Los pescadores cogen estos crustáceos usando
por cebo masas de pulpos asados, peces peque-
ños, etc., metidos en un cesto que de noche se
deja en el fondo de los parajes á donde se reti-
ran estos animales. A la mañana siguiente se ex-
traen los cestos del agua, y dentro de ellos se en-
cuentran cogidas las langostas que han sido atraí-
das por el cebo.
La carne de langosta es sabrosa y sustanciosa
y reputada como estimulante: la de la hembra es
mas eslimada antes y después de la puesta, que
tiene lugar desde mayo hasta agosto; después de
esta época se prefiere la del macho. Su uso ha
producido á veces erupciones cutáneas.
Langostinos ó Salicotes. Familia de crustá-
ceos del orden de los decápodos macruros, crea-
do por Latreille, que comprende especies en las
cuales el cuerpo es en general comprimido late-
ralmente, el abdomen muy grande, los tegumen-
tos simplemente córneos; las patas delgadas y
largas; la alela caudal grande y bien formada,
y las agallas poco numerosas, compuestas de lá-
minas horizontales.
Esta familia se divide en cuatro tribus, que
corresponden á los antiguos géneros Crangon, Al-
feo Palemón y Penéo.
Langostino común ó Salicote, Palemón Es-
quilla , Cámaro ó Camarón común (Pelamon
S(juUla,Fabr.; Cáncer Sgmlla,l,.). Especie de pe-
queño crustáceo cuyo cuerpo es prolongado, la
cola alo menos tan larga como el tronco-, sus pri-
meras patas terminadas en pinzas; análogo en su
forma al cangrejo común, si bien no excede 2 pul*
gadasymedia á 3 de longitud, y además se dis-
tingue por una mancha de rojo vivo situada en
medio de la concha. Su carne tiene un sabor
agradable, y según Lemery es demás fácil diges-
tión que la de los oíros cangrejos de mar. También
abunda mucho en nuestras costas.
Langostino franco, Crangon a ui.gvr, Cardón
(Crangon ri<lQaris,Ys\v\\;. Especie de unaá.Uoa
CAS
pulgadas, de un verde glauco muy pálido y salpi-
cado de gris, que por la cocción pasa «aun rojo
claro. Vive cu nuestras costas y es muy común en
las de la Mancha y en las del Océano, en donde se
hace de ella, asi como en París, un gran consumo.
Langostino bel Levante, Penéo sircado(/V
neus surcatus, Lam.). Llega á tener hasta 8 ó 40
Migadas de longitud. Es común en las costas de
España, de Italia y del mediodía de la Francia.
Se come fresco ó se sala para expedirlo á todo
el Levante, en donde es también muy abundante y
por lo mismo muy buscado.
Langostino de'Provenza [Xika edulis, Risso).
Crustáceo largo de una pulgada y media, de un
rojo de carne salpicado de amarillo, que es para
los habitantes de Niza lo que elsalicote es para los
del litoral del Océano.
Langostino de sierra, Palemón de sierra, Ca-
marón de sierra [Palemón serratas, Leacb.). Ani-
mal de un rojo pálido, largo de tres ó cuatro pul-
gad as, análogo por su form a al cangrejo común, y
(jue se encuentra en nuestras costas y en las de la
Mancha.
CAXOíAUíA. Ray llama asi auna serpiente
venenosa de América, larga de 2 pies, cuja car-
ne es usada como alimento. Lémery dice que era
mirada como propia para resistir al veneno.
CAHTIQUI. Especie de lienzo delgado que
se hace de algodón y viene de la India.
CAHíQUES. Especie de tela de algodón que
se fabrica en la China, y que es empleada por los
habitantes de este pais para hacer camisas.
CIXTAKIDIXA. Es el nombre del prin-
cipio activo de las cantáridas, descubierto en , 8 1 0
por el Sr.Robiquet. Esta sustancia blanca, en lá-
minas micáceas, volátil, insolubleen el agua y en
el alcohol frió, soluble en el alcohol caliente, en el
éter y en los acedes, goza de una acción veji-
gante eu extremo enérgica. A esta solubilidad en
el aceite los emplastos vejigantes, hechos con
las cantáridas , deben la facultad que tienen de
obrar sobre lap;el á través de un papel, como
lo indicó el Sr. Mérat , y de esta misma propiedad
depende la acciou perjudicial que ejerce el acei-
te administrado en el envenenamiento produci-
do por las cantáridas. Créese que otros insectos
tienen tambieu del mismo principio su acción ve-
jigante. El Sr. Robiquct efectivamente lo ha ex-
traído recientemente del milabro de la achicoria.
CA]¥A, Arundo. Género de la familia de las
gramíneas, y de la triandria diginia de Linneo,
que, según Kunth , contiene veinte y dos especies
de las cuales mas de la mitad son inciertas.
Caña de arenales (A rundo Calanuujros-
l¡$, L.). Se dice que en Rusia el infuso de esta
planta es considerado como durélico entre la
gente del pueblo, según una relación hecha á la
Sociedad de física y de medicina de Moscou
por Trínio. Nosotros poseemos esta especie en
mucha abundancia, lo que permitiría verificar
este aserto.
Caña Bambusa [Arundo Bambos, L.). —
V. Bambusa.
Caña de céreas, Cañavera, Carri-
CAfl 567
zo [Arundo Pltrarjmites, L.J. Planta indígena
que crece en abundancia en los estanques y en
las márgenes de los ríos y de las aguas muertas
ó cenagosas. Apoyada, en sus raices largas, ras-
treras y dulces, que son reputadas como diuréti-
cas y sudoriticas, dá una caña derecha, de siete
y mas pies de elevación, guarnecida de hojas lan-
ceoladas, lineares, planas ó por mejor decir de li-
gura de cintas , cortantes, terminadas por una
punta muy larga en la juventud, (pie primero se
dan como forraje á las cabras, caballos y vacas,
y cuando enteramente desarrolladas se echan á
sus pies, para formar pajaza y aumentar la ma-
sa de estiércol. Una panoja Hoja, plumosa, an-
cha y copuda, compuesta de llores parduzcas
abiertas en agosto y setiembre, termina el extre-
mo de la caña. Cortadas estas panojas antes de
la floración sirven de pequeñas escobas para loa
aposentos, y si se espera que estén en una flora-
ción completa los tintoreros sacan de ellas un co-
lor verde bastante hermoso.
Las cañas enteras ó partidas en tirillas sirvie-
ron en la construcción de los muros de la anti-
gua Babilonia, poniendo una capa de ellas por
cada treinta de ladrillos, afín de darles una so-
lidez mayor y mas duradera; en el dia sirven pa-
ra fabricar esteras con que se ponen á cubierto
de la lluvia varios objetos, y entre los horticul-
tores para cerrar sus planteles resguardando la
plantas tiernas del ímpetu de los vientos, del ar-
dor del sol y de todas las otras intemperies.
Caña leñosa, Caña eomuu [Arundo
Donax, L.) . Especie indígena, que crece en los
lugares húmedos y se eleva á dieí ó doce pies:
sus tallos, nudosos y huecos, sirven para hacer
instrumentos de viento; sus hojas son anchas de
dos pulgadas, largas de dos pies, lisas, un poco
ásperas sobre los bordes; sus llores forman una
hermosa panícula, purpurina y un poco densa;
sus raíces son largas, duras, carnosas, de un sa-
bor ligeramente azucarado, cuando jóvenes, y mas
adelantadas y sobre todo secas son insípidas, es-
ponjosas, ligera* y grises.
Segun el Sr. Ch"evalier,la raiz de caña no con-
tiene fécula, lo que es muy .notable, pero sí una
materia resinosa amarga aromática análoga á la
que se obtiene de la vainilla, aunque la caña sea
inodora; si la raiz es vieja no se la encuentra azú-
car, mientras que si es joven lo contiene en bas-
tante cantidad para que se le pueda reconocer
por el sabor.
Las r.iices de caña se usan como diuréticas y
aperitivas particularmente para hacer retirar la
leche. Son harto conocidos los usos de esta her-
mosa gramínea de las provincias meridionales
para entretenernos en referirlos; todo el mundo
sabe que ella es el material exclusivo para la
construcción de las tiendas de campaña de varios
pueblos que se hallan en el primer grado de la
civilización y de otros mas adelantados; que en
las cercas vivas quecon su plantío arrecia el hor-
telano encuentra un guarda de su propiedad y un
producto que disminuye los gastos continuos de
su quinta, cortándolas á proporción que adquie-
568 CAN
ren su habitual magnitud para destinarlas á la
fabricación de cestos, etc., y en finque en la
misma la inocente niñez encuentra un objeto de
diversión haciéndola servir de armazón para las
cometas, birlochas, etc., que echa á volar por
los aires.
Los renuevos de esta gramínea se comen como
los espárragos.
CAÑACORO ó Caña , Canna. Primer
género de la primera clase y primer orden del
sistema de Linneo, que corresponde á las plantas
monocQtiledones , familia de las exitaminéas por
algunos, tipo según otros de la familia de las
casmáicas. Abraza una porción de especies vi-
vaces , naturales de países cálidos, provistas de
ríñones perennes y gruesos con raíces librosas
casi cilindricas; tallos rectos, sencillos de dos á
tres varas de alto ; hojas aovadas mas ó menos
oblongas , envainantes , arrolladas sobre si mis-
mas á manera de cucurucho antes de su desco-
gimiento ; flores vivamente coloradas , dispues-
tas en espigas claras en el remate de los tallos,
con el cáliz adherente de color y compuesto de
tres sépalos, corola de seis pétalos soldados en
su base , con un filamento pectaloídeo , una sola
antera oblonga y lateral , un pistilo de cuatro car-
pelos con un estilo petaliforme y un estigma
truncado; cápsulas oblongas que se abren en
tres ventallas con varias semillas casi esféricas y
redondas.
La hermosura de estos vegetales y la facilidad
de su cultivo , sobre todo en terrenos ligeros y
bien regados en estío , los ha hecho admitir en
nuestros jardines; la parte que sobresale déla
tierra perece á la entrada de invierno, pero per-
sisten los rizomas que arrojan con facilidad nue-
vos tallos en marzo ó abril, y florecen desde ju-
nio á setiembre ú octubre. Se multiplica por se-
millas ó por pedazos de rizomas que se plantan
en otoño.
Este género contiene unas quince á veinte es-
pecies, algunas cultivadas como plantas de or-
nato, en razón de sus hojas y de sus flores.
Cañacoro de Indias , Caña de
cuentas , Caña de Indias , Caña-
coro [Canna indica , L. ). Planta muy bonita,
que presenta un aspecto agradable por sus hojas
grandes aovadas y de un verde hermoso, y por
sus flores vistosas de claro rojo ó amarillento.
Era en otro tiempo objeto de cultivo por mayor
en el pueblo de Vilasar á tres leguas de Barcelo-
na en la costa de Levante, y se hacia comercio
de sus semillas negras, duras, y globosas para
cuentas de rosario ; dichas semillas tenían en el
país el nombre de Sabonetas ó Marietas. Su flor
se ha llamado á veces Flor del cangrejo, á causa
de cierta semejanza que antes de abrirse tiene
en color y figura con los bracillos de dicho ani-
mal.
Las raíces, que son muy gruesas, esponjosas,
nudosas, y que pueden utilizarse como alimento,
son usadas en cataplasmas en los abeesos y los
tumores, como emolientes; en el Brasil son muy
empleadas como diuréticas en la gonorrea. Las
CAN
semillas de cañacoro son negras, de forma de gui-
sante, muy duras, y sirven de bala de fusil; d j
ellas se extrae un bello color rojo, y, como se ha
dicho, sirven á veces para hacer rosarios; la car-
ne de los palomos que las comen se vuelve
amarga.
Esta especie no es la que produce los basto-
nes dichos cañas de India.
La Cañacoro garza (Canna glauca, L.), ori-
ginaria de los terrenos fangosos de la Carolina,
tiene las hojas lanceoladas, sin nervios y de un
verde bonito; las llores son de un amarillo pálido,
y su talla es igual á la especie anterior. La Ca-
ñacoro de hoja estrecha (Canna angustí folia,
L.), natural de la América, tiene las hojas lan-
ceoaladas, las flores amarillas, y todas las par-
tes mas pequeñas que la cañacoro de Indias.
CÁÑAMO , Cannabis. L'na sola especie
abundantemente cultivada en toda Europa com-
pone este género de la familia de las urticáceas
y de la dioecia pentandria. Si debía darse crédi-
to á la mayor parte de botánicos y agricultores,
el cáñamo seria originario del Asia superior; pe-
ro no puede dudarse de que se halla exponláneo
en las dos regiones casi polares del antiguo he-
misferio y que existe igualmente en el norte de
Europa y a la otra parte de las grandes mon-
tañas de Nueva Holanda. Su nombre primitivo
Kanab es celta; el de Cans-jara, que se le da en-
tre los pueblos indios, ya acompañado del epíte-
to Kalengi ó del de Tsjeru, uno y otro que hacen
referencia á la elevación de su tallo , es una prue-
ba incontestable, en sentir de Herodoto, de que lo
recibieron de los Escitas ó Germanos, que llama-
ban al cáñamo Hauf. Mientras que los habitantes
del Norte, sobre todo los Escandinavos, emplea-
ban este vegetal en la fabricación de sus telas
para vestidos y para el velamen de sus bajeles,
los pueblos del Oriente lo buscaban únicamente
para procurarse cierto grado de embriaguez, que
íes rehusan sus plantas indígenas. Solo muy tar-
de las naciones ribereñas del Mediterráneo la
emplearon bajo el primer aspecto; no era cono-
cido de los Egipcios; el libro de los Judíos, laMi-
chna, habla de ella como de un uso reciente, y los
Turcos no la han propagado en los países "que
han ido invadiendo sino como planta embriagan-
te, empleando sobre lodo sus hojas muy aromáti-
cas del pié macho, y las flores del hembra con
el nombre de Hachich, que quiere decir planta
por excelencia.
Cáñamo de la India, Bange [Can-
nabis indica , Lam.). Esta planta señalada por el
Sr. Lamarck, tiene sus hojas alternas, y, según
el mismo, poruña organización de tejido diferente,
solo es considerada por,la mayor parte de botáni-
cos como una variedad de nuestro cáñamo común.
Sea como fuere, en la India este vegetal es emplea-
do diariamente como un excitante venéreo, y para
procurarse sueños agradables. Sus hojas semas-
can, se fuman á modo de tabaco, ó se mezclan
con el tabaco mismo: con ellas sé prepara un li-
cor embriagador y 'narcótico, llamado Haschsch,
Bangic; y también á dicho objeto se las incorpora
CAS
con el opio, la areca y el azúcar. El Sr. Ainslie
dice que en la India se prescriben las hojas de cá-
ñamo conlra la diarrea, y que se emplea su infuso
aceitoso aplicado sobre las almorranas dolorosas.
Los negros del Brasil fuman el cáñamo, lo mis-
mo que los Mahometanos de la India y los Marra-
tas; lo toman en pildoras y en cocimiento, para
procurarse sueños agradables , que les hacen ol-
vidar su triste condición; pero si lo usan en de-
masía, caen, según Marcio, en una especie de es-
tupor acompañado de accidentes nerviosos. En
U India, el delirio producido por el abuso del cá-
ñamo llega hasta al furor y al asesinato. Los Ho-
tentotes, dice Sparmann, solo cultivan el cáña-
mo para fumarlo con el mismo lio.
Cáñamo sativo {Cannabis sativa, L.j.
Plañía anua cuyo tallo, hueco y estriado, se eleva,
según el clima y la fertilidad del suelo, desde una
á cuatro varas de altura ; es ramoso cuando cre-
ce aisladamente, pero queda simple en el cultivo
ordinario , en el que, por medio de una sembra-
dura espesa, se aproximan las plantas las unas á
Isa otras de intento. Las hojas inferiores son opues-
tas, y las superiores alternas; las unas y las otras
son incisas, vellosas y pecioladas.
El cáñamo es dioico, es decir que ambos sexos
se presentan habitualmente sobre pies separados.
Las flores, de color verdoso, están dispuestas las
masculinas en racimos terminales en la sumidad de
tallo, y las femeninas en espigas juntas situadas
en la axila de las hojas superiores. El fruto es
una pequeña cápsula esférica , bivalva , indehis-
cente, unilocular y monosperma.
Los pies femeninos , encargados de madurar
las simientes, viven mas tiempo y se hacen mas
grandes que los pies masculinos, que se secan
después de la fecundación. Esta diferencia es tal
que los habitantes de las campiñas han general-
mente invertido los nombres que corresponden á
los dos sexos, en razón de la preocupación que
atribuye casi siempre al sexo masculino la supe-
rioridad de talla y de fuerza.
Todas las partes del cáñamo exhalan un olor
penetrante y narcótico. Basta dormirse ó descan-
sar en un cañamar para experimentar, al cabo de
poco tiempo , vértigos y una especie de embria-
guez.
Cultivo del cáñamo.
El cáñamo , como la generalidad de los vege-
tales que so» para el hombre de una grande uti-
lidad , puede obtenerse en latitudes diversas y
bajo climas diferentes : vegeta muy bien en Ita-
lia, en Grecia y en los países mas calidos de Eu-
ropa, y, aunque teme mucho al frió, se le obtie-
ne en'Rusia hasta el 68° paralelo. Como nace,
crece y madura en el espacio de 3 á 4 ni>
encuentra en casi todos los países una estación
en que la suma de calor permite llenar al cáña-
mo todas las fases de su vegetación.
Sin embargo , en condiciones climatéricas
opuestas , presenta caracteres variados, subordi-
nados á las influencias locales. El cáñamo del
CAS S69
Piamonte, que llega á tener hasta 3 y i varas
de altura en su patria , se achica sucesivamente
cuando se le cultiva en un terreno poco fértil y
bajo un clima menos favorable. Los vientos ejer-
cen una influencia marcada sobre la calidad de
la materia filamentosa: el cultivado en ventorre-
ros produce una hebra grosera, mientras que el
que crece en terrenos abrigados da una hebra
mucho mas lina.
Al contrario del lino, que no puede volver á
crecer con buen resultado en el mismo terreno
sino en intervalos mas ó menos largos , el cáña-
mo goza de la propiedad, bastante rara, de po-
der ser cultiv ado cada año en el mismo terreno
sin degenerar; y de ahí es que los pequeños culti-
vadores tienen ordinariamente un campo, el mas
fértil de su labranza, al que llaman cañamar, y
en el que cogen cáñamo todos los años.
En los países en donde la tierra es general-
mente fecunda y bien cultivada, el cáñamo hace
parte de la rotación; cada uno de los terrenos de
una propiedad lo produce á su vez, sin que existe
ningún terreno especial únicamente destinado a
su cultivo.
Esta planta vegeta muy bien en toda tierra ri-
ca, profunda, floja y fresca. Una arcilla pegajosa
y poco profunda nó le es conveniente," y se com-
place eu un terreno arenoso; pero no da ningún
resultado en un terreno seco y pedregoso.
El vigor y la bondad del cáñamo parecen de-
pender en gran parte de la profundidad de tierra
vegetal liviana, y asi las tierras que se quieren
someter al cultivo de esta planta son con frecuen-
cia cavadas á una profundidad de 1 á i y medio
pié.
El cáñamo es muy aniquilador, pues, exceptuan-
do las coles, ninguna otra planta incluso el tabaco
merece ser estercolada con mas abundancia; se
considera que si el cáñamo crece todos los años
en un mismo terreno, se debe poner cada año
20 varas cúbicas por dos y media fanegas de es-
tiércol bastante descompuesto, para formar una
masa homogénea en la que uo se reconoza nin-
gún vestigio de basura.
Es muv útil estercolar antes del invierno, á fin
de que el abono pueda ser, por las diversas ac-
ciones que preceden á la siembra , intimamente
mezclado con la tierra; con esto el crecimiento
del cáñamo sera mas igual y mas regular, y ade-
más el estiércol tendrá el tiempo suficiente para
descomponerse y podrá suministrar á la planta
jugos nutritivos en cantidad bastante para satis-
facer á su rápido desarrollo.
Los abonos muy activos, tales como la palomi-
na, él mantillo dé estiércol seco, etc. convienen
particularmente al cáñamo y pueden ser emplea-
dos poco antes de la siembra.
La simiente de cáñamo, llamada Cañamón,
se enrancia muy pronto, y entonces no pue-
de germinar. Para la siembra , debe usarse
siempre simiente de la última cosecha. El gra-
no negro ha experimentado una fermentación
siempre perjudicial al germen , el blanco ha-
abortado, y el verde es poco maduro. La buena si
tomo i-
570 CAN
miente es gris, luciente y pesada, .y su almendra
tiene un sabor de avellana. La siembra debe ha-
cerse, en la primera quincena de mayo, época en
que no han de temerse las ¿Mimas heladas.
Para sembrar el cáñamo se esparce Ja semilla
al vuelo sobre un terreno fresco, después de una
lluvia, para asegurarse de su pronta germinación.
La cantidad de grano que se emplea varia según
el objeto que se desea obtener. Si se quiere po-
seer una hebra muy fina es menester hacer la
siembra muy espesa, y entonces las plantas, estre-
chadas de todos lados , se vén forzadas á elevar-
se; los tallos dilgados y largos producen he-
bras finas y delicadas propias para -la fabrica-
ción de hermosas telas. Si, al contrario, se desea
una gran cantidad de hebra para emplearla en Ja
fabricación decuerdas, se disminuye la cantidad
de sumiente, pues las plantas claras se cubiende
libras mas gruesas, mas fuertes y mas propias pa-
ra este objeto. intimamente, si la siembra se na-
ce con el fin de obtener grano, debe sembrarse
muy claro.
inmediatamente después de «la siembra debe
cubrirse ligeramente el grano con el rastrillo. En
circunstancias favorables, es decir .en «tiempo
húmedo y templado, el cáñamo nace muy pronto;
pero luego que aparece es menester Jiacer
guardar el cañamar durante algunos dias, para
alejar de él á las aves granívoras, en particular
ú los palomos, que acuden á arrancar las plantas
para comerse el grano que sale pegado con ellas.
Una escarda solo es útil cuando el primer de-
sarrollo de la planta se vé embarazado, pues el
cáñamo se protege bastante bien por si mismo.
Desde el principio del crecimiento cubre per-
fectamente el suelo y se opone á la producción de
toda vegetación extraña á la suya. Esta Cir-
cunstancia permite en un mismo terreno hacer
suceder al cáñamo una cosecha de trigo. En al-
gunos paises, en las tierras ricas, le hacen su-
ceder el lino, que exige una tierra perfectamen-
te limpia. La sucesión inversa no seria racional,
porque el lino permite que el suelo se infecte de
malas yerbas , mientras que el cáñamo las impi-
de crecer.
Si el cáñamo nace demasiado espeso , se pue-
den entresacar algunos pies. Aquí debe manifes-
tarse que en la juventud de la planta se pueden ya
distinguir los pies masculinos de los pies femeni-
nos ; los primeros que, con el tiempo son aventa-
jados por los segundos, presentan desde un prin-
cipio cierta superioridad de talla y de vigor, y co-
mo producen la hebra mas estimada, se les puede
reconocer, y destruir con preferencia los pies fe-
meninos , si se juzga conveniente.
Por cada fanega de tierra se pueden recoger
desde 9 hasta 25 y 30 arb. de hebra; el produc-
to en granos es de U á 16 fanegas.
La mayor parle de los insectos son rechaza-
dos por el olor fuerte del cáñamo ; sin embargo,
una oruga, por lo demás bastante rara, vive en
el interior de su tallo y lo hace morir.
El cáñamo mata á las plantas adventicias; pero
en su juventud él está expuesto á los extragos de
CA5¡
dos parásitas: la cuscuta y el orobanque. Esta úl-
tima, que se la \é salir de la tierra bajo la forma de
un espárrago, vive de la raíz del cáñamo, absorve
sus jugos y hace perecer la planta. La cuscuta
produce tallos delgados, provistos de chupadores
por medio de los cuales se ingiere en las parles
aéreas del cáñamo y agota su savia. Es menester
destruir estas dos plantas dañinas tan luego como
aparecen , á fin de evitar su propagación.
Por último, debe observarse que el cultivo del
cáñamo, por interesante y productivo quesea, exi-
ge demasiado trabajo para que á un cultivador le
sea provechoso entregarse á él en grand&escala, á
menos que no se encuentre en posición de poder
vender el producto en el mismo lugar á industria-
les que se encarguen del trabajo ulterior. Ade-
más téngase presente que la producción del cá-
ñamo solo puede sostenerse con ventaja por cul-
tivadores que posean tierras muy fértiles y abo-
nos abundantes.
• Cosecha del cáñamo.
La cosecha del cáñamo puede hacerse de tres
maneras diferentes :
l£ Se puede arrancar ó segar el cáñamo
masculino y femenino antes de Ja madurez délos
granos y luego que las llores masculinas han es-
parcido su polvo fecundante; por este método se
sacrifica el grano para obtener una hebra de la
mejor calidad.
2.a En otros países se recoge todo á la vez,
pero siempre despuesde lamadurez de los granos,
y entonces se obtienen dos productos; sin embar-
góla hebra es de una calidad inferior,ylasemilla,
imperfectamente desarrollada, no es propia pa-
ra la reproducción.
3.a En fin, en muchos puntos la cosecha se
hace en dos tiempos: se arranca el cáñamo mas-
culino luego que ha pasado la florescencia, y se
dejael femenino en pié hasta que sus granos lian
madurado. De esta manera se obtiene una hebra
hermosa en la primera mitad déla cosecha , y el
grano, que se recoge en seguida, es mas perfecto
y mas abundante que si se hubiesen conservado
todas las plantas; pero se necesita un número de
jornales mas considerable.
Cada uno de estos métodos ofrece ventajas é
inconvenientes; cada uno de ellos puede ser adop-
tado, según que se desee obtener grano ó hebra
de alto precio. El último es usado particularmente
por aquellos que cultivan el cáñamo en pequeña
extensión. En los países en donde se practican los
primeros métodos solo se emplea comosimiente
el grano recogido de los pies sembrados en cam-
pos de patatas, maíz, habichueUs, etc. Estos pies
aislados se ramifican mucho y producen gran
cantidad de grano, bien preferible para la siem-
bra al que ha sido producido por plantas apreta-
das entre sí, como sucede cuando se cultiva el cá-
ñamo solo por sus materias filamentosas.
Cuando se quiere coger el cáñamo según el ter-
cer método, se arrancan primero los pies masculi-
nos, y después se atan en manojos de unas 7 pul-
CAN
gados de diámetro para llevarlos en seguida á la
alborea. El escogimiento de los pies masculinos
exige unos 1 2 jornales de trabajo para cada dos
fanegas de tierra. La cosecha de los pies feme-
ninos se hace dos veces mas pronto ; luego que
el grano empieza á entrar en madurez, se
arrancan á su vez para evitar los estragos que
producen los pájaros, disponiéndolos en manojos
del mismo tamaño que los precedentes.
Se ahuecan en el campo hoyas circufares de un
pié de profundidad sobre t ó 2 varas de diáme-
tro , en las que se colocan- los manojos derechos
los unos contra los otros; ai pié de esta especie
de pila , se dispone en escarpa la tierra extraída
de la hoya , para alejar las aguas pluviales; en
fin, se cubren las sumidades de los montones
con un sombrero de paja, para proteger el ca-
ñamón contra la lluvia y los gorriones. Por este
medio la plantase conserva fresca y acaba len-
tamente de madurar sus granos. Algunas veces
los manojos de cáñamo son colocados en la hoya
con la punía hacia abajo, y esto se hace con el
objeto de destruir la capa viscosa que impregna
la parte superior del fallo y que impkle al grano
salir libremente de su cubierta.
Al cabo de quince dias ó tres semanas se des-
hacen las pilas. La trilla se ejecuta, no con el'
trillo que aplastaría los grano?, sino golpeando
los tallos sobre un tonel r al principio ligeramen-
te , para hacer caer los granos mas maduros
y reservarlos para simiente; los que quedan en
la espiga son después sacudidos mas fuerte-
mente y destinados á otros usos. Los cañamo-
nes se aechan ro mismo que el trigo, y se con-
servan en el granero, tomando las mismas pre-
cauciones que para los demás granos oleagi-
nosos.
Una vez el cáñamo se halla desembarazado de
su grano se somete al enriamiento.
Las fibras corticales que contienen' ki hebra
están adheridas entre si á la parle leñosa del ta-
llo, que se llama Cañamiza, por medio de una
sustancia gomosa y resinosa. El enriamiento, pues,
tiene por objeto la* descomposición de esta sustan-
cia, por medio de una fermentación que puede
determinarse de diversas maneras, y de las cua-
les indicaremos cuatro:
<.* Sumergiendo el cáñamo en el agua;
2.a Exponiéndolo en un prado segador á la
acción de las lluvias y del roció;
3.* Enterrándolo en un hoyo, sin el intermer
dio del agua;
4.a Extendiéndolo, en invierno , sobre un ter-
reno labrado al través de los surcos, en er mo-
mento en que deben caer las primeras nieves.
Las dos últimas maneras de enriar el cáñamo
son imperfectas v poco usadas.
En el articulo tino se tratará circunstanciada-
mente del enriamiento al rocío. Para el cáñamo,
lo mas generalmente se emplea el enriamiento
por medio del agua.
Todas las aguas no son igualmente convenien-
li1- para esta operación. Una agua fria y cor-
rioute no favorécela fermentación queesncee-;
CAN 571
saría obtener: para ello lo mejor es una balsa de
agua estancada, si bien al cabo se ensucia y colo-
ra al cáñamo , y por otra parle también se cor-
rompe y despide miasmas pútridas (pie infectan
al aire "y convierten insalubres las cercanías. No
debe enriarse el cánamo en un estanque que
contenga peces, porque estos animales se em-
briagarían muy luego y después perecerían in-
faliblemente á medida" que el oxigeno del aire
contenido en-ef agua seria absorvido por la fer-
mentación.
La mejor alberca es la- que está atravesada por
un chorrito de agua, que corra continuamente
por la superficie. En un agua terrosa es imposi-
ble obtener una hebra de bella apariencia.
A fin de que el enriamiento se haga con igual-
dad es necesario ajustar los tallos de cáñamo
según su madurez, sus dimensiones y su esta-
do de desecación. La fermentación es tanto mas
lenta en cuanto el cáñamo es mas grueso, ma»
maduro y mas seco. La duración del enriamien-
to depende también de la temperatura del aire y
de la calidad de las aguas ; en las aguas dulces
marcha rápidamente; en las aguas crudas y sé-
lenitosas es lenta é imperfecta. Como término
medio , dura de 4 á 5 dias en los meses de ju-
lio y agosto , de fr á 8 en setiembre, y de D á 15
en octubre.
Después de haber juntado y sumergido los ma-
nojos de cáñamo en el agua , se cubre el todo
con un zarzo encima del cual se ponen piedras
hasta que la masa quede cubierta de 3 ó 4 pul-
gadas de agua.
Cuando se quiere reconocer si el cáñamo está
enriado se extraen algunas hebras; si se rom-
pen bien sin doblarse , si la hebra se separa coiv
facilidad de la cañamiza cerca déla sumidad, el
enriamiento está terminado , y entonces es preci-
so retirar el cáñamo del agua. Para hacerlo se-
car, se desatan los manojos extendiéndolos en ei
suelo , ó mejor aun arrimándolos á lo largo de
los vallados, paredes, etc. Háse observado que
en un tiempo seco y bajo un cielo despejado, ios
filamentos adquieren blancura, y al contrario que
se ennegrecen en un tiempo húmedo y bajo la in-
fluencia de una luz difusa. Al cabo de algunos
dias, luego que el cáñamo está seco, se reco-
ge y se conserva basta el momento de extraer
la hebra. Antes de proceder á esta última opera-
ción , que comunmente se ejecuta en invierno , es
necesario tostar el cáñamo por medio de fuego
puesto dentro de una caja de estaño. Con. mucha
frecuencia se mete en un horno calentado á65°
poco mas ó menos, quees la temperatura que
queda en el horno después de hora y media do
haber sacado el pan, y en donde debe permane-
cer por espacio de diez y ocho horas.
Para obléner la hebra se emplean dos proce-
dimientos : quebrantarlo y agramarlo. El prime-
ro consiste en romper el "cáñamo con la mano y
en separar la hebra pasando el dedo entre la ca-
ñamiza y la corteza; por este medio , las hebras
son mas largas y mas fuertes , ñero el trabajo es
lento. Esta operación es aplicada parlicularmen-
573 # CAN
te al cáñamo femenino , cuyas hebras volumino-
sas se prestan mal ala acción déla agramadera.
Se llama agramadera una especie de banco
sostenido sobre cuatro pies, hecho de una alfa-
jia de unas 7 pulgadas de cuadrado y de t y, vara
de longitud. Esta pieza de madera está ahuecada
hasta 10 pulgadas de cada una de sus ex-
tremidades con dos grandes muescas longitudi-
nales que atraviesan el espesor entero de la al-
r'ajía. Las dos muescas dejan en la pieza de
madera tres lengüetas corladas en bisel agudo
en su parte superior. Sobre esta pieza se añade
otra de madera de la misma longitud que la pri-
mera, ambas están reunidas en una de sus extre-
midades por una clavija de madera que les sirve
de eje; el extremo opuesto de la pieza superior
está terminado por una manecilla. Esta pieza tie-
ne en su longitud dos lengüetas en forma de ho-
jas de cuchillo que corresponden á las muescas
de la pieza inferior.
Para agramar, el obrero agarra con la mano
izquierda un manojo de cáñamo colocándolo en-
tre las dos quijadas de la agramadera; levantan-
do y bajando alternativamente la quijada supe-
rior, cuya manecilla tiene agarrada con la ma-
no derecha, rompe la parte leñosa del cáñamo;
después, tirando el manojo de entre las dos qui-
jadas, obliga á separar la cañamiza de la hila-
za. Luego que el manojo ha sido preparado de es-
fe modo hasta la mitad, lo coge por el lado agra-
mado y hace la misma operación con la mitad
restante. Cuando el cáñamo es duro, se contunde
antes de agramarlo, esto es se chafan las hebras
sobre un tajo por medio de un mazo de madera
que pese 4 ó 6 libras.
Después de haber agramado ó quebrantado el
cáñamo, la/ hebra se arregla en paquetes para
ser vendida. La hebra de buena calidad debe
ofrecer un color blondo de perla, y un olor fran-
co y aromático .que caracteriza al cáñamo ;
el que tiene el color verde rojizo, oscuro subido,
y que exhala un olor de moho ha perdido lodo
su nervio y solo es propio para obras de desecho.
Los pies de cáñamo mas estimados para la pro-
ducción de la hebra son aquellos que, recogidos
poco tiempo después que el macho ha despedido
su polvo seminal, alcanzan sin excederla dema-
siado la altura de 2 varas y el volumen de un ca-
non grueso de pluma; menores de 1 V, vara, pier-
den de su valor; mas gruesos, la hebra es basta
y deja de ser buscada para la fabricación de te-
las.
Especies comerciales de cáñamo. '
Después de preparado el cáñamo por los dos
métodos que dejamos expuestos, la hebra se ha-
lía ya dispuesta para circular en el comercio^ La
hebra extraída quebrantando el cáñamo es gene-
ralmente mas fuerte y mas nervuda que la obte-
nida agramándolo, porque resulta mas entera y
menos dividida; pero para darle el mismo grado
de finura que tiene la del cáñamo agramado es
menester que sufra mucho mas desperdicio. Se-
CAN
gun si ha sido ó no rastrillado, se leda el nombre
de Cáñamo rastrillado, ó Cáñamo en bruto. La»
calidades que distinguen el cáñamo en el estado
bruto son las siguientes: la hebra es de longitud
mediana , esto es de 4 á 5 pies, grasa, traspa-
rente, limpia de cañamiza y resistente Es me-
nester que los manojos estén compuestos de he-
bras iguales entre si, v que las cabezas no
estén forradas de estopa. En cuanto á los Cáña-
mos rastrillados, lacalidad puede variar al in-
finito, según el grado de finura que se les hada-
do. En ambos estados el color depende de la na.
luraleza del terreno, del grado de madurez de la
planta, y de las aguas en las cuales se ha ope-
rado el enriamiento. Al hablar de los principales
cáñamos que se encuentran en el comercio ten-
dremos ocasión de tratar nuevamente de las ca-
lidades generales de la especie, y describirlas
calidades particulares de cada variedad.
Hemos dicho ya otra vez que el color del cá-
ñamo no era el "único carácter para determinar
su bondad; el olor de este producto merece qui- •
zas llamar mas la atención del comerciante, pues
por él se reconoce si el cáñamo es fresco ó si no
tiene mas de un año. Esta frescura lo hace pro-
pio para la fabricación de cuerdas, y nada pier-
de de su peso cuando se le trabaja. Los fardos
de!:en estar colocados en almacenes secos, eleva-
dos del suelo, y en los que circule bien el aire;
así que se advierte humedad ó fermentación, es
menester exponerlos al aire y hacerlos secar,
poniéndoles extendidos.
El Cáñamo crudo, Cáñamo en masa, es el que
no ha recibido ninguna preparación; Cáñamo lim-
pio ó ¿áñamo rastrillado son los nombres que se
dan al cáñamo preparado. Además se subdividen
todavía en varias calidades y nombres distintos,
según al uso para los cuales son propios.
Generalmente, en el comercio del cáñamo to-
do depende del país de donde procede, y por lo
mismo vamos á hacer su descripción geográfica.
Cáñamo de España. Algunas provincias de Es-
paña producen cáñamos tan buenos como los me-
jores del extranjero, y la única ventaja que és-
tos tienen sobre los de nuestro país es que se
presentan en los mercados mas bien rastrillados
y desembarazados de cañamizas. Nuestros agri-
cultores generalmente dejan el cáñamo poco lim-
pio.
Cáñam') de Cataluña. En cuanto á las cosechas
de alguna consideración que se hacen en Catalu-
ña puede decirse que están reducidas al llano de
Barcelona y á la provincia de Lérida. Estos cáña-
mos, según sus calidades, se destinan á diferen-
tes usos; los de Cornelia , de San Juan de Espí y
del Hospitalet, que son los mejores, tanto por su
consistencia como por su color hermoso v finu-
ra, están destinados á la fabricación de telas; los
de la parte de S. Andrés de Palomar, S. Mari»,
Horta y toda la cosía de levae, son mas bastos
y mas flojos, y regularmente se destinan á la fa-
bricación de alpargatas; últimamente, los cáña-
mos del Valles son los mas útiles para la jarcia
de las embarcaciones, porque su calidad aspen
CAS
y seca los bace muy á propósito para recibir
él alquitrán, que conservan mejor que ningún
otro.
Toda la parte del Urgel bañada por el Segrc, y
sobre todo Lérida, produce abundantes cosechas
de cáñamo, si bien su calidad es inferior á los
cáñamos del llano de Barcelona. En el campo de
Tarragona se cultiva también el cáñamo, aunque
no en grande escala ; las mejores cosechas y las
calidades mas buenas de aquella parte se hacen
en Altafulla, Torredembarra, etc.
Tanto en Cataluña como en las demás provin-
cias de España hay pocos puntos en donde se de-
je de cultivar este "producto; sin embargo, la in-
significancia de sus cosechas, reducidas al uso
de las mismas localidades , hace que no podamos
hacer mención de sus cáñamos en este articulo,
puesto que nuestro objeto es solo describirlos de
aquellas provincias y puntos cuyas cosechas es-
tán destinadas al comercio interior, y que por
lo mismo deben ser conocidos.
Cáñamo de Granada. Toda la vega de Grana-
da produce cáñamos de muy buena calidad, de
mucha consistencia y hermoso color; el gobierno
generalmente se provee de ellos en dicha vega
para la fabricación de jarcias y demás efectos na-
vales de sus arsenales.
Cáñamo de falencia. Es el mejor que se coge
en toda España; su finura, su hermoso color blan-
co y su longuitud lo hacen muy propio para la
fabricación de telas finas. Las cósechasde Valen-
cia son abundantes. El cáñamo de la parle de
Castellón de la Plana, si bien es bastante bueno,
es sin embargo muy inferior al de Valencia ; ge-
neralmente se le destina á la fabricación de al-
pargatas y bramantes.
En Aragón y Navarra se culliva también cá-
ñamo, y el de mejor calidad se emplea para la
fabricación de telas gruesas , sirviendo el de
calidad inferior para hacer alpargatas y cuer-
das.
Para la corla fabricación de las telas finas que
se hacen en España se emplean generalmente los
hilos- extranjeros, porque son los masa propó-
sito.
Todo el cáñamo que produce nuestra nación no
es suficiente todavía al consumo de su interior, y
esto hace que nos veamos obligados á recurrir al
extranjero para suplir la falta (pie experimenta-
mos de este producto. El cáñamo que importamos
viene casi todo de Italia, y es de muy buena ca-
lidad. Las ciudades de aquel país que mas cáña-
mo exportan para España son Genova y Liorna,
de donde proceden los mejores, y después Ancona
v Ferrara, cuyo producto es mas inferior. Su emba-
laje consiste en una tela rayada blanca y azul
muy ordinaria, atada con una"cucrda,y por cada
bala se abonan seis libras de tara. .
Sejrun la Dirección General de Aduanas, la
cantidad de cáñamo importado en España ,
de varios puntos del extranjero, en los años
de 1848 y 49, es la que se vé en el estado si-
guiente :
CAN
573
Años.
Puntos d« doTklc procede. 1848 1849
De Toswwa 3.(>~í 8,443 "H
De Cerdeíia. , . . . . 1,835 8 165 .£
De oí ros puntos .... 113 t,961 ©r
Según la Balanza mercantil formada por la
M. 1. Junta de Comercio de esta ciudad , en el
año de 1849, entraron en el puerto de Barcelona
21,980 arrobas de cáñamo en rama, \alor de
1.186,920 reales vellón.
Cáñamo de Alemania. Los cáñamos en este
pais son el objeto de ud comercio importante , so-
bre todo por su exportación á Francia y á Suiza.
La primera clase , llamado Cáñamo de zapa-
tero, se distingue por su blancura. La 2.* clase,
Cáñamo para hilar, es menos blanca que la
primera. l"rancfort-sur-Maine, Mancbeim, Fri-
burgo y Brisgaulo producen en su mayor parte;
en las otras provincias alemanas se exporta me-
nos cáñamo , porque se trabaja en el mismo país.
En el Imperio de Austria el cáñamo esclavón
es preferido á todos los demás. Presburg» ( en
Engría) produce un cáñamo excelente . pero no
no es bastante largo. La Carinlia, laEsliria y la
Crioula, sobre todo estos últimos países, expor-
tan este producto en mucha abundancia para el
Levanta La Galicia y la Momia envían sus cá-
ñamos inferiores á Silesia, á los puertos del Bál-
tico y á Viena.
Cáñamo de la América del Sed. Los países si-
tuados en las orillas del Orinoco dan , bajo el
nombre de Pita, una especie de cáñamo que es
mas largo y mas blanco que el europeo , y que
no se pudre en el agua, pero no se sabe con
certeza si este cáñamo proviene ó no de otra
planta. Algunos viajeros dicen que procede de las
hebras de las hojas del aloe americano, cuyas
hojas dan también hilo para coser, y se emplean
para hacer cuerdas. En Ñapóles ven España sir-
\en las hebras del aloe para hacer puntillas,
medias , guantes , tapices etc.
Cáñamo m Bélgica. Es de mediana calidad,
y se exporta para los puertos holandeses. La Bél-
gica recibe cañamones de la Curlandia y de la
Livoiiia.
CÁÑAMO DEL DlCADO DE B.ADEN V DEL P.ALATr-
nado DEfc Biiin. Eslos cáñamos son de un color
pajizo, largos de 'ó á 8 pies, secos, y se con-
servan perfectamente en el agua. La mavor par-
te son comprados por los mercaderes de" Estras-
burgo, quienes los venden después por cáñamos
de Alsacia.
Cáñamo de los Estados-Unidos. En otro tiem-
po este país se proveía de cáñamos en los puertos
del B Utico; pero hace unos cuarenta años que el
cultivo de esta planta ha hecho grandes progresos
en los Estados-Unidos , de manera que en lugar
de importación , hoy día es cuestión de exporta-
ción. Hay mas todavía, y es que las clases de
cáñamo de Massachusets son aun mas estimadas
que las primeras calidades del de Rusia.
Cáñamo de Francia. En este país se cultiva
f& can
el cánamo en varios de sus departamentos ; pero
aunque su cosecha en general sea bastante
abundante, no por eso deja de importar este
producto de otras naciones en cantidad conside-
rable. Los cáfiamos mas conocidos de nuestros
vecinos de la otra parte de los Pirineos son los
siguientes:
Cáñamo de Alsacia. La Alsacia produce cáña-
mos de mucha resistencia, y los hay de un color
pajizo, y otros de color gris. Los Quebrantados
son largos de 4 á 8 pies , duros , tienen partes
muy anchas , y son difíciles de trabajar. Los
agramados son mas suaves, pero están car-
gados de cañamizas. En las cercanías de Estras-
burgo se rastrilla una gran cantidad de cáñamo
que no basta «á los pedidos del interior. Como el
cánamo de Alsacia se conserva muy liien en el
agua, independientemente de los otros usos á
que se hace servir , es empleado con ventaja pá-
ralos sedales y redes de pescar.
Cáñamo de Anjou. El cáñamo es un objeto de
cultivo muy importante en la provincia de An-
jou. Se extrae por medio déla agramadera ó bien
quebrantándolo: tiene de 4 á 6 pies de largo, y
generalmente su colores de un claro agradable.
Los cáñamos mas eslimados son los de las cer-
canías de Angers.
Cáñamo de Borgoña. Los cáñamos de esta
provincia son mas groseros que los de Champa-
ña , si bien en fuerza son iguales. Las prime-
ras calidades , llamadas Cáñamos de color , pue-
den ser comparados á los hermosos cáñamos de
Trojes de segunda clase. Las calidades inferio-
res, designadas bajo el nombre de Cáñamos de
merdus, son de wn verde oscuro, ásperos al tac-
to y por lo regular cortos. Las cercanías de
> illeaux , de Semur y el Valle de Epoisse pro-
ducen los mejores cáñamos de Borgoña. En los
alrededores de Chálons-sur-Saóne se cogen cá-
ñamos que tienen hasta tu pies de longitud , que
son muy fuertes, bastos, leñosos y de color ver-
de oscuro, y los cuales se emplean para hacer
cuerdas , preferidas en la marina.
Cáñamo de Champaña, Son de muy buena cali-
dad, de longitud mediana, gruesos y fuertes; pero
liase observado que de algunos años á esta par-
te estos cáñamos han degenerado. Se les distin-
gue por las denominaciones siguientes : cáñamo
fino femenino , cáñamo medio fino , primero me-
diano , segundo mediano , y marino. Las tres
primeras calidades son de color blondo , y las
otras dos de color verde mas ó menos oscuro.
Las tres primeras clases de cáñamos de Cham-
paña se emplean para hacer cerros é hilos bra-
mantes linos, y las dos últimas sirven en la fa-
bricación de bramantes gruesos y cordajes de
marina.
Cáñamo de Picardía. Los cáñamos de Picardía
son de varias calidades, y los mas propios para
la fabricación de bramantes. Como seria exten-
dernos demasiado hablar de cada variedad en
particular , solo indicaremos un corto número de
ellos. En losalrededores de La Fere y de Chauny
se cogen hermosos cáñamos, que son largos, de
CAN
un blanco dorado y. que tienen mucha tenuiííhrJi.
pero en general carecen de fuerza. Las cerca-
nías de Abbeville producen cáñamos que nada
dejan que desear , y que generalmente se des-
tinan para el consumo del interior. Los de ca-
lidad mediana é inferior son tiernos , algodona-
dos y decolor verde ceniciento, y además tienen-
el gran defecto de estar cubiertos de estopa y de
desperdicios en la cabeza. Estos cáñamos se des-
tinan á la fabricación de lelas comunes y cuerda.
Cáñamo de furena. Los cáñamos de esta pro-
vincia se llaman también Cáñamos del Loira, y
bajo esfe nómbrese comprenden generalmente*
los deSaumur , Bourgueil, Cfiinon, islas de Bre-
liemond y de San Martin. Estos cáñamos son
largos, fuertes y de hermoso color. Según que
son agramados ó quebrantados, difieren desús
caracteres : los quebrantados tienen grandes-
pies; los agramados presentan la punta rojiza y
cargada de cañamizas.
Cáñamo de Holanda. Aunque la Holanda ex-
porte muchos cáñamos, no es porque este pro-
ducto se cultive en el país, sino por las grandes-
compras que hace anualmente á los paises del
Norte.
La Inglaterra y la Irlanda producen muy po-
co cáñamo y lo reciben del exterior por valor de
mas de 2,000,000 de rs. al año.
Cáñamos de Italia. Los cáñamos de Italia son»
de un blanco hermoso, largos y secos, y tienen-
su salida en las provincias meridionales de la-
Francia.
Cáñamo de Bolonia . Es el mas estimado en ra-
zón de su suavidad, de su pureza y de su solidez:
se subdivide en londrina \ .a, para tela fina, y en
londrina 2.a (tela ordinaria); dagomene 1.a, "2.a,
3.a; en fin, laúltimaclase, scarto, es el desecho de'
las primeras. Cesena produce da gargiole, Fer-
rara y Lugo da gomenc.
Cáñamo de Ñapóles. Solo hay la provincia Ter-
ra-di Savaro y la isla de Sicilia que produzcan cá-
ñamo , una parle del cual es exportado á la
Francia meridional y á España. El trasporte se-
hace eu cestas.
Cáñamo de Prusia. Las ciudades situadas- so-
bre el Báltico son las que hacen el comercio mas-
importante de este producto , que lo reciben
de las provincias prusianas de la Polonia, de la
Galicia y de la Lituania. Kcenigsberg entra por
mucho en esta exportación, y su cáñamo es muy
estimado; se le clasifica en cinco suertes. La pri-
mera, que es muy buscada, va á Holanda, á Es-
cocia y á algunos puertos franceses. El puerto
de Prusia que exporta mas cáñamo es Danlzig.
Cáñamo de Rusia. Los cáñamos de Rusia y de
Lituania de primera calidad son de un tinte roji-
zo, compuestos de hebra de 5 á 6 pies de lon-
gitud, suaves, sin pies y de una fuerza media-
na; los de calidad ordinaria son de color ver-
doso, y compuestos de hebras menos largas y
algodonosas; en fin, los de baja calidad son dé
un verde rojizo, formados de hebras cuya longi-
tud no excede de 3 pies, y esláu mezcladas
cáñamo muerto.-
JLns nombres bajo los cuales se designan las
•{Uveras especies ile cáñamo de Rusia son los si-
guientes: La 1.a clase se llama limpio ; la 2.a,
nytschot ó ausschuss, y la 3.a, paií.
Los cáñamos de Liluania se designan por las
denominaciones siguientes: la 1.a clase limpio ó
recht; la 2.a, cortado; la 3.a, schuken; la 4.a, paw.
La 2.a clase de Riga vale lo mismo que la 1.a de
Petersburgo. El cáñamo de Pernof es de calidad
inferior. El de Kanisberg es con frecuencia pre-
ferible al de Riga. La i .a clase de Memel equiva-
le á la 3.a de Kanisberg.
La mayor parle del comercio de la Rusia con-
siste en el cáñamo, puesto que se cultiva en to-
das las provincias hasta el 66° lat. N., pero par-
ticularmente en la región media. La Rusia Rlan-
ca y la Ucrania producen la mejor clase de cá-
ñamos. El gobierno da mucha importancia á que
este artículo entre en el comercio en el estado
mas perfecto. La Inglaterra, la Holanda , Ham-
burgo y la Italia compran casi exclusivamente el
cáñamo limpio; la 2.a y 3.a clase va sobre todo á
Portugal, Italia, Suecia, Dinamarca, Lubeck
y á los puertos del Ráltico. Después de San
Petersburgo, Riga es la ciudad que hace mas ne-
gocios de esta especie y sobre todo se cuida mu-
cho de la parte de la limpia del cáñamo. El cáña-
mo Iivoniano propiamente dicho es el menos es-
timado.
Isos del cáñamo.
Empleado desde la mas remota antigüedad en
la confección de toda clase de cuerdas, el cáña-
mo no ha podido obtenerse sino hasta en los
tiempos modernos en bastante buena calidad pa-
ra hacer tela. El hilo que se obtenía del cáñamo,
aun en tiempo de Oliverio de Serres, era muy
grueso, y la historia cita como una rareza las dos
camisas de tela de cáñamo que poseia Catalina
deMédicis.
En Europa el cáñamo es tan solo utilizado co-
mo planta textil y oleaginosa. Como sustancia tex-
til, se extraen las hebras que cubren sustállos y
sirven para fabricar hilo , tela , etc. A estas
hebras así preparadas es á lo que se llama
Cáñamo, y al tallo limpio de ellas, Cañamiza,
que solo puede utilizársele para hacer pajuelas,
pues si bien se puede emplear el carbón ligero
que produce para hacer pólvora, su preparación
es difícil por causa de la rapidez de su incinera-
ción. Como sustancia oleaginosa, sirven las se-
millas , llamadas Cañamones, para preparar un
aceite fijo de mucho uso en algunos países. — V.
A ceite de cañamones.
Las semillas de cáñamo ó cañamones son muy
buscadas por las aves"; se dan a las gallinas con
lo que se consigue que sus puestas sean mas abun-
dantes y mas precoces ; en medicina sirven para
hacer emulsiones reputadas como euienagogas y
calmantes.que se dan en la gonorrea , las ñores
blancas, etc., y con ellas se hacen también cata-
plasmas resolutivas; el bagazo que queda después
«Je la extracción del aceite sirve para cebar los
CAQ ó73
cerdos, y se mezcla con la carne cortada que se-
da á los becaligos criados enjaula; finalmente,
en el Norte el cañamón mondado se mezcla i ve-
ces con ciertos alimentos.
Las hojas de cáñamo, cuyo cocimiento es amar-
go, son resolutivas en cataplasma. En Europa, no
se usa el cáñamo como lo hacen los Orientales
para procurarse sueños agradables y una em-
briaguez que no deja de tener sus encantos para
estos pueblos voluptuosos. El Sr. Mérat dice :
«aunque Lamarck pretenda que nuestra especie
no goce de esta propiedad como la de la India,
puede creerse, por su olor fuerte, por su amar-
gor, y sobre todo por su gran semejanza con aque-
lla, que la posee igualmente, sino que tal vez
nuestro clima menos cálido hace esta propiedad
menos pronunciada; seria curioso ensayarlo, y
ella podria encontrar algún uso terapéutico en la
morosidad, en la hipocondría, en el esplín , etc.
Nada seguramente seria mas fácil, y podríamos
añadir quizás un medicamento precioso á nues-
tra materia médica. Podrían prescribirse las ho-
jas de cáñamo en pildoras, á la dosis de 2 á 4
granos cada noche , salvo aumentarla después
gradualmente.»
CAPRARIA, Capraria. Género de la fa-
milia de las escrofulariáceas, tribu de las gra-
cioléas, y de la didinamia angiospermia de Lin-
neo. Su nombre procede de que las cabras bus-
can con afán algunas de sus especies. Estas son
plantas vivaces o arbustos, indígenos la mayor
parte de América, y algunos crecen en las Indias
orientales, en Egipto y en el Cabo; su número no
excede de una docena, dos ó tres de ellos culti-
vados en los jardines de Europa. Así solo nos ocu-
paremos de la especie siguiente :
Capraria de dos flores , Té de
América , Té de Mégieo , Té de
la Martinica , etc. ( Capraria biflora ,
L. ). Pequeño arbusto, que en Mégico lleva
también el nombre de Fregosa , de tallo y ra-
mos cubiertos de púas; las hojas son pinnadas,
y las hojuelas unas enteras y otras de dos ó tres
lóbulos; las flores nacen á pares en las axilas de
las hojas y están sostenidas por pedúnculos de
longitud igual á la de las corolas, y presentan to-
das las diversas posiciones de una campana en
reposo ó echada al vuelo. En general el porte de
esta planta es muy elegante: su> hojas despiden
un olor agradable, y con su infuso los Megioa-
nos se proporcionan una bebida que en nada cede
al infuso de té de la China.
CAQUIJLE, Cami.k. Género de la familia
de las cruciferas, tipo de la tribu de las caquili-
néas, y de la tetradinamia silicuosa de Linneo,
compuesto de cierto Damero de especies, plantas
herbáceas, anuas, que crecen en Europa y en
America de la parte de acá del trópico de cán-
cer. La mas notable es la siguíenle :
Caquile marítima ('ahile marítima,
Scop.). Encuénlrasela abundantemente en varios
puntos de las costas europeas del Océano v Me-
diterráneo. Tiene un tallo muy difuso, de ia altura
de 13 ó I i pulgadas, guarnecido de hojas aladas.
576 CAR
pinnalifidas, y ramilletes de flores rojizas, algu-
nas veces blancas, descogidas en junio, á los cua-
les suceden silicuas Inarticuladas cuyas celdillas
encierran no mas que una sola semilla. Esta plan-
ta carnosa, que en ciertas localidades se quema
para extraer la sosa, se dice que es aperitiva, diu-
rética y propia para disolver la piedra.
CARA , Citara. Género de la criptogamia
de Linneo, que forma el tipo de una familia
natural. Las plantas que lo componen han
sido divididas en dos grupos: las cubiertas de
una costra calcárea quedan en este género ; las
desprovistas de ella forman el género Nitella
de Agardh.
La costra calcárea de las verdaderas Caras es
cristalizada, aunque formando una cubierta or-
gánica; goza de la doble refracción y de la pola-
rización, asi como de la propiedad de ser fosl'o-
recente én la oscuridad, según Brewster. Esta
capa calcárea hace á estas especies propias para
limpiar la vajilla , de lo que se las llama en algu-
nos países Yerba paro fregar.
Las especies trasparentes están privadas de es-
ta capa, y dejan ver con el microscopio y también
con el lente en el Chara ulvoides de Amici una
especie de circulación muy curiosa, que se per-
cibe también en las de costra cuando se las des-
poja de ésta, y que se vé en algunas otras plan-
tas acuáticas trasparentes, tales como el Vallis-
neria spiralis, el Caulinia fragilis, W, el Hy-
drocharis Morsus-ranx, L., etc.
Estas plantas tienen el fruto contorneado en
forma de barrilitoen su madurez, y encuéntrasele
a veces en el estado fósil, procedente de especies
mas gruesas que las existentes actualmente en la
naturaleza.
Ciertas carastionen un olor fétido que difunden
en las localidades acuáticas en donde son abun-
dantes; crece., con rapidez sobre todo las espe-
cies de costra, y su atmósfera tiene, según se di-
ce, el mismo resultado sobre la salud de los tísi-
cos que el de los confervas.
El análisis químico ha demostrado en la Cara
vulgar (Chara vtdgaris, L.) un principio animal.
CÁRABO, Carabus. Género de insectos
coleópteros pentámeros, de la familia de los creó-
íagos, que comprende individuos de talla media-
na, es decir de 6 á 15 lineas, propios de las re-
giones templadas de todos los continentes. Mu-
chas de sus especies han sido indicadas por mé-
dicos italianos como odontálgicos , entre ellos el
Cárabo de color de orín (Carabus ferrugineus,
Fabr.) y el Cárabo de cabeza dorada [Carabus
chrysocephalus, Rossi). Dícese que basta, para
curar el mal, chafar entre los dedos á estos pe-
queños insectos y friccionar inmediatamente con
ellos el diente enfermo y las encías dolorosas.
Otras especies eran antiguamente recomendadas
como propias para reemplazar á las cantáridas,
tal es el Cárabo dorado ó jardinero (Carabus au-
ratus, L.). El Cárabo jabonero Carabus sapona-
rius, Oliv.) es empleado en el Senegal, machaca-
do con aceite de coco, para la confección de una
especie de jabón.
CAR
CARACOL, HELrx. Género de moluscos
gasterópodos, del orden de los pulmonados ter-
restres testáceos, muy rico en especies. Los G'a-
racoles (Cochleoe, de las boticas), animales her-
mafrqditos, aunque inhábiles para reproducirse
por sí solos, están dolados, como lo han probado
una multitud de experiencias, de la facultad de re-
generar diversas parles de su cuerpo hasta los
ojos y la boca.Viven, en la superficie del terreno,
de hojas, de frutos, de yerbas tiernas, de raíces
sucolentas, y asi es que causan con frecuencia en
nuestras huertas muy grandes estragos. Todos
son terrestres, no salen sino de noche ó en tiem-
pos de lluvias; á la entrada del invierno se me-
ten dentro de tierra ó se retiran bajo piedras, y
cierran entonces la abertura de su concha con un
tapa calcárea, llamada epifragma, que no sedes-
pega hasta á la primavera siguiente, permane-
ciendo así durante muchas meses en una especie
de letargo invernal.
Un gran número de caracoles han sido emplea-
dos y lo son todavía en algunas localidades, sea
como alimento, sea también como medicamento.
Las especies mas comunes son :
Caracol de las arboledas (Iíelix arbustorum,
L.). Muy común en los árboles.
Caracol de boca negra, Melanostomo (Iíelix
melanostoma, Drap.). Especie del Egipto, pecu-
liar sobre lodo del mediodía, que se encuentra des-
pués de las grandes lluvias, y se coge en abun-
dandancia especialmente al pié de los almendros.
Caracol de los bosques [Iíelix nemoralis, L.).
Especie que se halla con frecuencia en nues-
tro país en los lugares mas septentrionales, y es
muy vecina del Caracol silvestre (Helix sylva-
lica, L.J, que se encuentra con mas abundancia
en los mismos lugares. Ambas presentan nume-
rosas variedades.
Caracol d.e las huertas (Helix hortensis, L.).
Especie muy vecina y parecida al caracol de los
bosques.
Caracol comoNátice (Iíelix naticoides, Chem-
nitz). Especie que liene la concha ovoidea y se
complace en los terrenos áridos en el mediodía de
la Francia, en Italia, en España, en el norle de
África y especialmente en Berbería. Según el Sr.
de Ferussac y Cuvier, es la Pomatia de Dioscó-
rides y de Plinio, y quizás el Cocalia de Aristóte-
les. Se dice que de lodos los moluscos es el mas
delicado y el mas fácil de digerir.
Caracol de Pisa (Helix pisana, Müll.). Exis-
te en las viñas y las huertas en Italia, en el me-
diodía de Francia y en España.
Caracol salpicado, Caracol de los setos
(Helix aspersa, Müll.). Especie cuya concha es
imperforada, muy voluminoso, y común en el me-
diodía de Francia y en España.
Caracol taraceado (Helix vermimlata. Müll.) .
Propio de la Italia , del mediodía de la Francia
y de la España.
Caracol variable (Helix variabilis, Drap.).
Común en las orillas de los caminos de la Francia
meridional y en España.
Caracol de las viñas, Caracol viñero [Helix
CAR
Pomaíia, L.). r>ta es la especie mas usada, á lo
menos eutre nosotros, en razón de ser muy co-
mim y de su volumen, pues llega á tener dos
pulgadasde diámetro; su concha es globosa, per-
forada, hinchada, de color leonado, rosado ó ama-
rillo sucio, y señalada con estrías longitudinales
muy aparentes y desiguales; su espira está com-
puesta de cuatro vueltas, la última de las cuales
es desmesuradamente grande respecto á las otras
y presenta dos, tres y hasta cuatro fajas de un
pardo claro con dos'ú tres de blanquecinas en
el intervalo. Esta especie habita en toda la Euro-
pa, especialmente en las huertas, los verjeles, y
sobre todo en las viñas.
Según Plinio, los Romanoshacian un consumo
considerable de caracoles; los criaban en cerca-
dos dispuestos al efecto, los separaban por espe-
cies á tin de poder distinguir sus diferentes gus-
tos, y los alimentaban con harina de trigo y vino
cocido para hacerles engordar. Se dice que los
recibían de la Cerdeña, de la isla de Chio, de la
Sicilia, de los Alpes, de la Liguria y del África,
y que los mejores les llegaban de la isla de Asti-
palea, la mas grande de la Iliria, y que también
eran muy eslimados los de las islas Baleares y de
Caprea. Aun hoy dia los habitantes de la Silesia
alimentan los caracoles con ciertas plantas para
darles mejor gusto. En muchas huertas de Bruns-
wich se guardan en especies de hoyas cuadra-
das, cuyos lados están cubiertos de plantas y la
abertura tapada con un enrejado de alambre,
los caracoles recogidos durante el verano para
comerlos en invierno. Daigue, en su singular tra-
tado de looO, dice «que antiguamente eran bo-
beados regalados y carne exquisita y muy apete-
«cida de muchos nobles romanos, y qué Fluvio
«Lupino encontró la manera de engordarlos; que
•>los mas buenos son los de Cerdeña, Libia, Si-
» cilia, Astipela v los de Liguria.»
Al presente, el uso alimenticio de los caracoles
está lejos de ser tan general como era en otros
tiempos. Si algunas personas los comen con pla-
cer, la mayor parte ven en ellos un plato repug-
nante, soso, viscoso, á veces coriáceo, y casi
siempre difícil de digerir, y del que no puede ha-
cerse uso, sea hervido, sea frito, sino fuertemen-
te sazonado, después de haber limpiado bien el
animal muchas veces con agua. Sin embargo, en
España la clase baja del pueblo hace un gran
consumo de estos animales en ciertas épocas del
año y los sazona de varios modos, pero gene-
ralmente acompañados de salsas muy picantes,
ó con el ajiaceite. La temporada mejor para co-
mer los caracoles es el agosto y setiembre. Cier-
tos pueblos los ha&en acecinar, es decir secar al
humo, lo que en muy poco debe disminuir sus in-
convenientes.
Lémery quiere que se dé la preferencia á los
caracoles de las montañas, alimentados de plantas
aromáticas; otros han recomendado los de las
viñas, tomados al momento de brotar las cepas.
A pesar de que la experieucia no haya decidido
de una manera absoluta sobre el valor de estos
preceptos, hay algunos hechos que parecen pro-
73
CAR 577
bar que la especie de alimento del animal puede
influir en sus calidades alimenticias, y por consi-
guiente medicinales. Cltanse ejemplos de enve-
nenamientos causados por caracoles cogidos jun-
to á la cicuta y á la belladona.
Los caracoles se comen de distintas maneras;
pero siempre son un alimento de muy difícil diges-
tión para casi todos los estómagos. Los Argelinos
tienen como una mancha comer caracoles, porque
para ellos estos animales son sagrados.
Antiguamente los caracoles eran muy emplea-
dos en terapéutica. Al presente la materia muci-
laginosa que contienen en abundancia, y la corta
cantidad de azufre de que constan, los ha hecho
de nuevo usar por los' médicos modernos en las
afecciones pulmonares, en forma de caldo, coci-
miento , jarabe , pasta , etc. La aplicación exte-
rior de los caracoles apenas es usada hoy dia ex-
cepto en la Pomada de caracoles, que aun se pre-
para en calidad de calmante; pero antiguamente
estos animales formaban parte de un sin número
de preparaciones. La baba de caracoles habia si-
do indicada como eficaz contra las enfermedades
de la piel , y también para remediar la caida
de las pestañas en los niños ; el humor que ellos
suministran cuando se les agujerea con un ins-
trumento mereció grandes elogios, extendido
sobre la almohadilla ó pelota de un braguero,
para curar las hernias, diciendo el Sr. G. Ta-
renne que dos ó trescientos caracoles bastaban
para procurar en algunos meses una curación
perfecta. Las pequeñas concreciones de los pal-
pos de estos moluscos pasaban también como
propias para facilitar la salida de los dientes, y
para remediar sus caries. Las cenizas, en lin,
producidas por la calcinación del animal, eran
empleadas á veces , incorporadas con miel, para
hacer desaparecer las manchas del rostro, ó,
tomadas al interior en sopa, para remediar las
hernias. En cuanto á su concha , tampoco fué ol-
vidada : reducida á polvo y administrada á la do-
sis de 20 á 30 granos , servia como diurético
en varias enfermedades; calcinada, esto es re-
ducida al estado de cal , era preconizada contra
la caída del recto, etc.
CARACTERES DE IMPRENTA.
El carácter de imprenta ó letra , como es sabido,
es el instrumento hecho de plomo mezclado con
antimonio, que por un extremo tiene relevada
la señal de una letra de abecedario ú otra cifra
y sirve para imprimir.
La aleación de estos caracteres, que difiere
según su grosor , está compuesta de plomo , de
régulo de antimonio y de estaño ; los pequeños
( cuerpos 5 v G ) deben contener proporcioual-
menle mas regulo que los grandes, y su aleación
ordinaria esta formado de 15 kilog. de régulo ,
5 kilóg. de estaño y 50 kilóg. de plomo. En la
aleación de los caracteres medianos ( cuerpos 9,
10, 1 I ) puede suprimirse el eslaño , y entonces
la mezcla debe ser de 14 kilóg. de régulo y 50
kilóg. de plomo. En fin, la materia de los gran-
des cuerpos («4,16, 20) esta admitida y se
compone d« 7 kilóg. de regulo y 50 de plomo.
tomo i.
178 CAR
Estas diferentes cantidades do régulo son impor-
tantes bajo muchos conceptos : por una parte dan
Ja posibilidad de fundir, y, por Ja otra, aseguran
á los caracteres una duración mas larga, pues
su resistencia á la presión es debida á la acción
del régulo. Pero la exactitud de la aleación que
acabamos de indicar no es siempre seguida , y
tocante á esto se comete mas de una infidelidad
por el fabricante , debida á que el régulo es mu-
cho mas caro que el plomo. El comprador debe
dar siempre á los caracteres un valor relativo á
la bondad de su materia.
Del Manual de la Tipografía Española, escri-
to por el Sr. D. Antonio Serra y Oliveres, en el
que con tanta inteligencia se trata el arte de la
Imprenta, tomamos los párrafos siguientes, que
podran dar a nuestros lectores una idea exacta
de cuanto' encierra la palabra con la cual ha em-
pezado este articulo.
«El grabador corta sobre el acero los punzo-
nes en relieve , representando cada uno , una
letra del alfabeto. Estos punzones una vez aca-
bados y templados , los marcan en una pieza de
cobre , de lo cual resulla lo que llamamos ma-
trices , á causa de representar la letra vaciada.
Después de puesta y bien encerrada dentro de
un molde por el fundidor con una porción do
metal derritido , compuesto de plomo y, régulo
de antimonio, á lo cual algunas veces añaden
eslaño y cobre , queda formado en la superficie
de uno de los extremos , un paralelipípedo que
se llama tipo ó letra. Esta presenta en relieve un
signo de alfabeto puesto al revés , para que en
la impresión salga el derecho.»
«Estos paralelipipedos puestos de pié tienen
lastres dimensiones geométricas , la longitud,
latitud y profundidad , que tipográlicamente se
llaman cuerpo, grueso, y altura. Además hay la
parle superior e inferior, llamándose oyóla pri-
Liera. y pie la segunda.»
El cuerpo es la distancia que hay en el inter-
valo tomado entre dos líneas , desde bajo la le-
tra de la primera línea sobre de la segunda ; las
que tienen cabeza ó cola como la d y la p ocupan
las dos terceras partes del cuerpo , en caracte-
res regulares, y la otra que queda se reparte la
mitad arriba y ía otra mitad abajo.»
«El grueso es la diferencia que hay entre las
letras delgadas y las que no lo son; así la m es
mas gruesa que la n.»
«La altura es la distancia tomada desde el
pié de la letra hasta su ojo. Es variable en todos
los caracteres, y consiste en diez lineas y media,
entendiéndose que hablamos de los de la altura
deParis, que es generalmente la adoptada en
Eso?ña. La de los espacios y cuadrados suele ser
decidió líneas y media.»
__ «indispensablemente los fundidores deben
añadir á estos tipos ó letras , otras piececillas
llamadas espacios, medios cuadratines, cuadra-
tines y cuadrados.
Los espacios están fundidos según el mismo
cuerpo de la letra á que pertenecen , pero de dos
lineas menos de altura; su grueso es según el
CAR
cuerpo , pero siempre debe haber de tres á cua-
tro clases diferentes. Sirven para separar las pa-
labras , espaciar las letras cuando se quiere ha-
cer la linea mas ó menos ancha y justificar las
líneas. Las medidas del grueso que se debería
dar á los espacios, mayormente de los caracte-
res mas comunes, habrían de ser fijas y en todas
las fundiciones las mismas.»
«El medio cuadratín tiene la mitad del grueso
del cuerpo en que está fundido; sirve para sepa-
rar las palabras de las letras mayúsculas, para
cuando se empieza aparte con artículo, para colo-
car entre la cifra y la letra que sigue, para varias
composiciones llenas de puntos, para estados, etc.
«El cuadratín es un cuadrado que tiene la fuer-
za de cuerpo igual por todos lados; sirve para
sangrar la línea que empieza aparte, para com-
posiciones de puntos, y completar las líneas blan-
cas junto con los cuadrados.»
«Los cuadrados están fundidos á la misma al-
tura que los espacios, medios cuadratines y cua-
dratines; los hay de cuadratín y medio, de dos
cuadratines, de dos y medio, etc., y sirven para
hacer lineas blancas, para acabar una línea cuan-
do la letra no llena la justificación, para estados,
lineas de pié, folios, etc. Todas las proporciones
son invariables en cuanto á las del grueso de los
cuadrados, y son relativas á la fuerza del cuer-
po del cual está fundido el carácter.»
«Las proporciones exigen la mas rigurosa
igualdad que decirse pueda; de consiguiente el
fundidor debe emplear lodo su conato en la fiel
ejecución á fin de que el cajista no tenga que va-
lerse de medios que no son del arte para justifi-
car; en una palabra debe, estar del todo perfecto,
pues de lo contrario hace perder mucho tiempo al
cajista, mayormente en ciertos estados yremien-
dos, y luego después le es casi imposible justifi-
carlo conforme se debe.»
«Una imprenta está compuesta de caracteres
y prensas con los demás utensilios necesarios que
le corresponden.»
«Se comprende bajo la denominación de carác-
ter todos los signos tipográficos que sirven para
la impresión de una ó muchas obras.»
«Cada carácter se compone de redondo y cur-
siva. El ojo del redondo es perpendicular, el del
cursivo inclinado»
«Los caracteres caligráficos , comunmente lla-
mados de escritura , tales como la bastarda , la
bordelesa, la americana , la inglesa , etc. , son
igualmente oblicuos ó inclinados. Los rondos y
góticos, perpendiculares.
«Los caracteres se distinguen de dos modos,
por la antigua y por la moderna nomenclatura.»
«La antigua nomenclatura es la que dala toda-
vía desde el origeu de la Tipografía, conocida
bajo el nombre de breviario, entredós, cicero, etc.
Estos nombres fueron sacados generalmente de
pbras, y apropiados álos caracteres por llamarse
así las obras en que por primera ver se impri-
mieron con ellos, y á fin de distinguirlos unos de
otros. No cabe duda ninguna de que los nombres
primitivos de los caracteres pueden considerarse,
%
cu
en gran parte, como puramente convencionales.
Estas denominaciones usan todavía en la mayor
parte de las imprentas de España, no obstante' de
que son tan sencillas y ventajosas las de la nueva
nomenclatura.»
«Por lo tanto, ya que tenemos un método mu-
cho mejor, mas simple y sencillo que el de la an-
tigua nomenclatura, debemos todos desde luego
adoptarlo. Kste sistema es el de los puntos tipo-
gráficos (*), que hace años está adoptado en va-
rias naciones. Su medida es tija é invariable, ba-
sada en el pié de rey francés, y cada punto tipo-
gráfico es una sexta parle de una linea de dicho
pié. Resulta, pues, que
CAR 57 9
C puntos tipográficos equivalen á 1 linca del pié de rey.
12 » » « 2 » »
18 » » o 3 ó un cuarto de pulg.*
36 » » » media pulg?.da.
~2 » » " » una pulgada.
«Debemos ahora demostrar uno y otro sistema.
Para éste objeto pondremos un estado en que se
vean al golpe los nombres de los caracteres de
la antigua nomenclatura, para compararlos con
los de la moderna, que, al mismo tiempo que los
designa de una manera precisa, redúcelas com-
binaciones mas complicadas del parangouaje a
una simple regla de aritmética.»
_
Nombres de los caracteres de la antigua no-
menclatura.
Diamante ....
Perla
Parisiena ...
Nomparell ...
Miñona ó Glosilla. . .
Gallarda . -. . . .
Breviario
Filosofía o Entredós . .
Lectura chica ó Cicero .
Lectura ó Cicero , .
Atanasia ó San Agustín.
Testo
Testo gordo . .
Parangona chico.
Proporciones entre diversos carac-
teres.
Medio Nomparell
Medio Nomparell y un punto. .
Medio Nomparell y medio Perla.
Dos Diamantes. . . . .
Un Diamante y un Perla . .
Dos Perlas. . . . . .
Un Perla y un Parisiena. . .
Dos Parisienas ...
Un Nomparell y un Parisiena .
Dos Nomparell?
Un Nomparell y un Glosilla . .
Dos Glosillas ... . .
Dos Gallardas
Dos Breviarios . .
Gran Parangón '■ Dos Entredós .
Palestina
Canon chico . ,
Trimegista . .
Graa Canon .
Doble Canon chico
Doble Canon . .
Triple Canon . .
Gran Nomparell .
Gran Diamante .
Dos Ciceros chicos . . .
Dos Atanasias. _ ....
Dos Doble-Breviarios. . . .
Sií-!e Nomparells
O; fio Nomparells y un Perla .
Nueve Nomparells y medio Perla
Seis Ciceros
Nueve Ciceros y un Glosilla
Once Ciceros y "un Nonparell
Comparacio-
nes de la
moderna
3 puntos
4 a
5
6
7
8
9
10
11
12
13
li
16
18
20
■5*2
26
32
4í
52
56
72
115
138
«Además hay varios caracteres intermedios co-
mo los del siete y medio, ele, pero están casi
abolidos por la generalidad, y por los impreso-
res de mas nota de Paris hace ya muchos años
que están totalmente abolidos; porque ademas de
no ofrecer ventaja ninguna estos caracteres, reú-
nen el inconveniente de que con mucha facilidad
entorpecen el orden de una imprenta, por la sen-
cilla razón délas mezclas de unos caracteres con
otros, causando el desarreglo del establee ¡mien-
to, y mucho mas si este es grande. Por lo tanto
no creo sean útiles á ningún establecimiento, y
mucho menos á los intereses del impresor.»
«Los caracteres de un mismo cuerpo, pero de
ojo diferente, se distinguen con las denominacio-
nes de o/o pequeño, ojo regular, y ojo gordo, reu-
niendo ademas otros caracteres como los chu-
pados ú holandeses, los poéticos, etc.»
(*) Francisco Antonio Didot, tipógrafo francés, fue el que
en l"8i sustituyó este sistema al antiguo.
«Todos los caratéres se pueden fundir á un
cuerpo mayor, es decir que los de seis se pueden
fundir al cuerpo sieteú ocho, los del siete al ocho
ó nueve, y asi consecutivamente. En este caso se
ahorra ef poner interlíneas, porque las mismas
letras llevan ya el espacio equivalente á un i ó dos
puntos. Este sistema no lo creo útil de ninguna
manera, y por otra parte, considerándolo bajo
su verdadero resultado, lo encuentro mas bien
dispendioso que económico.»
'«Cada carácter común ú ordinario tiene tres
clases de letras, á saber: mayúsculas ó versales,
minúsculas y versalitas. Las primeras se distin-
guen además con el nombre de caja alta, y !as
segundas con el de caja baja, habiéndoseles dado
est enombre por la posición que ocupan en !a caja»
«Las letras déla caja baja generalmente son las
quesejemplean en el texto de unaobra cualquiera,
y porconsiguienlelasquesirven con frecuencia.»
«Las de la caja alta ó mayúsculas, además
del oficio que desempeñan eu el texto, sirven pa-
aso car
ra las portadas, títulos, remiendos, etc.; todas
ellas casi exceden de la mitad del cuerpo de la
letra , y su lineacion está formada por el pié.»
«Las versalitas tienen la forma de la? mayús-
culas y casi el grueso de las minúsculas.»
«Las letras voladas ó superiores sirven como
signo de abreviatura. Las mas usuales son las **
y 00. Seria de desear que se añadieran al menos
para las abreviaturas de las casillas de los re-
miendos la T y •.»
«Las letras de dos puntos ó titulares tienen la
forma de las versales ó mayúsculas, y se llaman
así porque tienen dos veces la fuerza del cuerpo
del carácter cuyo nombre llevan. Según el nue-
vo sistema de los puntos tipográficos, esta deno-
minación no debe usarse, pues bastará llamar-
las versales mayores ó titulares de tantos ó cuan-
tos puntos.»
«Las letras de adorno se llaman así por con-
tener una porción de dibujos y floreos, las cua-
les están fundidas á diversos cuerpos, y, á ex-
cepción de ciertos casos, se pueden emplearen
lugar de las versales mayores ó titulares.»
«Todas las letras, sin excepción, tienen una se-
ñal ó escotadura á dos ó tres líneas antes de lle-
gar al pié. Dicha señal se conoce con la denomi-
nación de eran, y sirve de guia para componer
y para no confundir las fundiciones, etc. Muchas
.fundiciones llevan dos y tres cranes, con el fin
de que no se confundan unas con otras, y no
hay duda ningtna de que es el mejor sistema,
porque además de serventajoso para el impresor,
porque cuantos mas cranes tiene una fundición
menos pesa ella , es también ventajoso para el
oficial , porque con mucha mas facilidad distin-
gue por donde se debe coger la tetra y colocarla
en el componedor, no siendo además tan suscep-
tible de equivocaciones como si todas las fundi-
ciones tuvieran un eran solo.»
«El eran á la española se dice de las fundicio-
nes que lo lenian de la parte de afuera del com-
ponedor ; estas fundiciones se han abolido ente-
ramente, y como nos servimos de los moldes y
matrices francesas para la elaboración de la
letra , los fundidores han colocado el eran á la
parte opuesta , y se llama eran á la franc&sa.»
«La eaja es un cajón compuesto de varias di-
visiones I lamadascfljfVí incestos sirven cada.uno
para cuando se echa la letra, y tener las suertes
separadas unas de otras , no pudiendo ninguna
de ellas ocupar otro lugar mas que el que le ha
sido destinado ; en ella se distribuye y se compo-
ne. Hay dos clases de cajas ordinarias : la prime-
ra , que data desde la invención de la imprenta ,
está dividida en dos piezas , llamadas caja alta
y caja baja; en la coja alta se colocan las ma-
yúsculas, versalitas , acentos, signos, etc. , y
en la caja baja están las minúsculas, espacios,
cuadrados, etc. La segunda es la caja moderna
compuesta de una sola pieza, conteniendo menos
cajetines que la antigua , y están mas proporcio-
nados á la cantidad de letras que deben conté
ncr; tiene una separación que distingue la baja
de la ulta. Las cajas estas uo contienen versali-
CAR
tas, y en su lugar están todas centralizadas en
una sola para cada carácter.»
«La póliza de un carácter es la lista de todas
las letras que enlran en una fundición pedida ,
con la indicación de la cantidad respectiva de
cada suerte de letras , por un peso general y de-
terminado.»
«Las interlíneas son unas hojas delgadas de
metal que se colocan entre linea y línea , á fin
deque sea mas clara y hermosa la impresión.
Están fundidas al grueso y largo que se quiere.
En llegando á seis puntos se llama regleta , pues
ya no se emplea para ponerla entre linea y línea.»
«Hay además varias clases de espacios que ha-
cen el oficio de interlíneas. Sirven para interli-
near les columnitas de los estados, etc.»
«Las imposiciones sirven para llenar los blan-
cos en los remiendos , para dar los blancos á un
molde , lo que llaman hacer la imposición, etc.»
«Las regletas forman parte de las imposicio-
nes , tienen una fuerza de cuerpo de seis y áo
doce puntos, y las imposiciones de diez y ocho,
veinte y cuatro , treinta, treinta y seis, cuarenta
y ocho, setenta y dos , noventa y seis y ciento
veinte. La longitud de ellas sigue la misma es-
cala progresiva.»
Caracteres de música. Lo» caracte-
res de música , en otro tiempo tan imperfectos ,
han sido mejorados de algunos años á esta parle.
Varios sistemas, los unos conteniendo las cinco
rayas paralelas entre las cuales se escribe la mú-
sica, los otros imprimiéndolas después por el cli-
saje , son empleados con resultados satisfacto-
rios. Sin embargo ,aun dejan que desear alguna
mas economía, y luego que se haya obtenido, las
planchas de estaño serán ventajosamente rem-
plazadas.
El valor de los caracteres está basado en la
belleza del grabado y la materia de que están
compuestos ; en su peso , relativo al número de
signos que produce i kilóg. , y por último, en
la precisión de su fabricación.
Caracteres para dorar, para los en-
cuadernadores. No hace mucho tiempo aun que
estos caracteres eran grabados, pero en el dia
es un ramo de industria adquirido por la fundi-
ción de caracteres. Si bien reciente, esta indus-
tria se halla ya bastante perfeccionada : desde
que se consiguió fundir estas letras , se obtuvie-
ron incalculables ventajas: la perfección, pues el
grabado traía consigo desigualdades que no po-
dían remediarse grabando muchas letras de la
misma forma, mientras la fundición, al contrario,
tiene el mérito de presentar todas las letras exac-
tamente parecidas, pues que lodas derivan del
mismo punzón; la rapidez, porque un obrero fun-
didor produce, él solo, mas letras que seis graba-
dores juntos ; la economía se desprende natural-
mente de este gran resultado. Como los caracteres
de los encuadernadores requieren ser calentados
para el dorado, es indispensable queestén forma-
dos de un metal mucho mas duro que el de que
se componen los caracteres de imprenta, tal es el
cobre de que están hechos.
CAR
Caracteres movibles, para inscripcio-
nes. De pocos años á esta parle se hacen carac-
teres movibles de barro cocido que reciben y
conservan muy bien los colores y el dorado. Tie-
nen sobre los de zinc ó cobre la ventaja de resis-
tir mucho tiemno ala influencia del aire y de la
humedad , y resultan mas baratos.
C1B1JPA, Carapa. Género de plantas de
la familia de lasmeliáceas, y de la octandria mo-
noginia, establecido por Aublet, en virtud de un
árbol de la Guiana, en donde lleva vulgarmen-
te este nombre.
Carapa de la li nimia ( Carapa guia-
nensis , Aubl. ). Grande árbol de hojas alternas ,
atadas sin impar, de flores polígamas por abor-
to dispuestas en racimos axilares , de fruto glo-
buloso, grueso, correoso , que tiene muchas se-
millas.
Los frutos de este vegetal encierran almendras
amargas con que se alimenta á los cerdos , sin que
comuniquen su amargor á la carne de estos ani-
males; de ellas se extrae un aceite amargo, ino-
doro, espeso, de color oscuro, bueno para arder,
amarillo cuando se recibe en Europa, y con el cual
los indígenas se untan el cuerpo, los cabellos ,
etc. , mezclado con achiote, para preservarse de
que les piquen los másticos , los aradores, etc.
Aublet pretende que este aceite les preserva tam-
bién de la humedad de las lluvias frecuentes de
este clima ; con él se frotan los muebles para im-
pedir que sean atacados de los gusanos , pero
no puede hacerse uso de él al interior en razón
de su extremo amargor.
Según Boullay, el principio amargo del acei-
1e , que parece ser venenoso, se hace desapa-
recer por repetidas lociones con agua hirviendo,
) se disminuye mucho con los ácidos.
La corteza del carapa es febrífuga. Los Sres.
Pélroz y Robinet, que la han analizado, dicen
que está compuesta de una materia alcalina
(principio amargo ) , materia roja insoluble (ro-
jo cincónico ¡ , materia roja soluble, materia gra-
sa verde, una sal de cal, y ácido químico. El
Sr. Cadet habia observado en ella, además del
principio amargo , mucha estearina , ácido oléi-
«o y magnesia.
Además de la especie de la Guiana, se en-
cuentra otra Carapa en el Sencgal y en Guinea ,
en donde lleva vulgarmente el nombre de Touluu-
»»« , y se asemeja muchísimo á la primera.
CARAPAIA. John Mawe habla bajo
este nombre de un insecto análogo á la garrapata
•le los carneros, que infecta las inmediaciones
de lá mina de oro de Carapala; se agarra á cual-
quier parte del cuerpo, mete su cabeza bajo la
pie!, y chupa la sangre hasta el punto de adqui-
rir el tamaño de una pequeña haba; cuando se
le arranca con violencia deja una úlcera á veces
muy difícil de curar; lo mejor es hacerle pere-
cercon el láudano y esperar con paciencia á que
caiga por sí mismo.
( AKAPKIii. Graminia del Perú cuyo
cocimiento causa una esperie de delirio ; los na-
turales del pais lo hacen beber á sus hijos, co-
CAH 58!
locando al lado de éstos diversos útiles ó instru-
mentos, y según los (pie ellos escogen queda re-
velado el* estado que unieren lomar, l'rezicr, mío
dá estos pormenores, llama á la planta Carapuilo.
CABBOIt. Dase este nombre al residuo ne-
gro, poroso y friable que producen las sustancias
orgánicas cuando se las descompone por el fue-
go al abrigo del aire. Este producto extraído de
los vegetales está esencialmente formado de car-
bono, de un poco de hidrógeno y de las materias
salinas fijas contenidas en las sustancias con las
cuales se ha preparado; en cuanto al carbón ob-
tenido de las materias animales encierra además
una corla cantidad de ázoe.
El nombre de Carbón hase extendido á ciertos
minerales combustibles, que se encuentran ocul-
tos en el seno de la tierra , y que solo tienen de
común con el carbonjordinario que, como él, con-
tienen carbono, pero en un estado de mezcla con
diversas sustancias minerales y bituminosas. Es-
tos son los productos que constituyen las diferen-
tes tillas ó carbones de piedra. — V. Illa.
r Carbón de leña, Carbón vegetal,
ó Carbón propiamente dicho. Es el residuo
que dejan todas las materias vegetales después
que han experimentado, por la acción riel fuego,
una descomposición completa de sus principios
volátiles. Del análisis resulla que el carbón es-
tá compuesto de una materia combustible, de
sustancias salinas y de tierras. La materia
combustible, ó el carbono propiamente dicho,
forma generalmente mas de tres cuarlas par-
tes de la masa. El carbón es negro , quebradi-
zo, sonoro y poco sólido ; conserva la lorma de!
vegetal que lo ha producido , cuando este último
ofrece cierto grado de consistencia; pero las plan-
tas tiernas pierden en la carbonización su tejido
orgánico, y dan un carbón friable (pie no presen-
ta forma de vegetal descompuesto ;á una tempe-
ratura debajo del rojo oscuro arde al aire y deja
una porción de ceniza cuya naturaleza varia con
la especie de carbón. Todas las especies de le-
ña producen carbones mas ó menos abundantes,
según la solidez y la forma de su textura ; asi en
el comercio los carbones están clasificados poco
mas ó menos en el mismo orden que las leñas que
los han producido. Los carbones de leña dura son
generalmente mas estimados que los de leña tier-
na, aunque estos últimos obtengan la preferencia
en ciertos talleres para el trabajo de los metales.
El calor que este combustible produce está en
razón directa de su densidad: por esta razón en
volúmenes iguales los carbones de leña duros dan
mas calor que los carbones de leña blandos; pe-
ro á peso igual, los efectos calóricos son poco
diferentes.
Los carbones preparados con las diversas le-
ñas contienen proporciones muy variables de car-
bón puro ó carbono, de materias volátiles y de
cenizas. En general, según el Sr Berlhier, la can-
tidad de carbón varia de 0,820 á 0/J03; la de las
materias volátiles, deOJaO á0,07.'>; y la de las ce-
nizas, de 0,010 á 0,066. La cantidad de materias \o-
laliles que un caler graduado y ele\ ado puede ex-
582 C¿VR
traer de lo¿ carbones de leña puede ser fácilmen-
te valuada calcinándolos en vasos cerrados; la
proporción del carbono puro, haciéndolos arder
por el deutóxido de cobre en el aparato para el
análisis de las materias orgánicas; en iin, la
proporción de las cenizas y su naturaleza se re-
conoce sin dificultad por la inceneracion en un
crisol descubierto.
Aunque quebradizo y aun friable, el carbón
es bastante duro, puesto que se le emplea para
pulir ciertos metales , como el cobre y el bron-
ce, etc.
Su densidad es doble de la del agua. Sin em-
bargo, en su estado ordinario sobrenana á este
líquido : pero este efecto es de corta duración ,
pues no tarda en precipitarse al fondo ; en el pri-
mer caso contiene en sus poros mucho aire, que
pierde á medida que el agua penetra en cada
uno de ellos.
El carbón es tan pronto mal como buen con-
ductor del calórico. Es mal conductor en su es-
tado ordinario, es decir, cuando no ha sido
fuertemente calentado ; y, al contrario , es buen
conductor , cuando ha sido preparado á una al-
ta temperatura. En razón de la primera de estas
propiedades se rodean de polvo de carbón los
vasos en los cuales se quiere conservar un
líquido por mas largo tiempo caliente, los con-
ductos por donde circula el vapor del agua,
etc.
La misma diferencia presenta respecto al flui-
do eléctrico. En su estado ordinario conduce
mal la electricidad, mientras que es buen con-
ductor cuando ha sido fuertemente calcinado.
Por esto, cuando se trata de emplearlo como
cuerpo conductor en la construcción de los pa-
ráramos, es menester tener siempre la precau-
ción de someterlo á una calcinación suficiente pa-
ra darle esta facultad.
Pero una de las propiedades mas curiosas del
carbón 6* mi duda ninguna la descubierta por
el italiano Fontana, esto es la de absorver los
gases sin hacerles experimentar alteración, cuan-
do recientemente preparado. El carbón compar-
te este carácter con todos los cuerpos porosos ,
pero ninguno lo posee como él en tan alto gra-
do. La absorción de las gases por el carbón es
tanto mas pronunciada , cuanto mas baja es la
temperatura y mas denso es en sí este cuerpo.
En todos los casos , la naturaleza de los gases
influye mucho sobre esta propiedad , pues mien-
tras que los unos son rápida y abundantemen-
te absorvidos por el carbón, oíroslo son ape-
nas en las mismas circunstancias. Hay algu-
nos de los cuales el carbón absorve 40, 5o, 65,
83 y hasta 90 veces su propio volumen. El gas
amoníaco ofrece esta última cifra de absorción.
Esta propiedad del carbón explica el rápido
aumento de peso que experimenta este cuerpo
abandonado al aire atmosférico , y sobre todo al
aire húmedo. En siete dias el carbón de abeto
aumenta en peso de 13 p.g , el de haya de
16 p.g , el de encina de 16 Va p.g , el de aca-
yoiba de 18 p.g . La absorciones sobre todo muy
CAR
rápida en las primeras veinte y cuatro horas, y la
mayor parte consiste en agua.
De esto se sigue que los carbones de leña ordi-
narios, que los mercaderes tienen gran cuidado de
depositar en parajes húmedos, contienen siempre,
en detrimento del consumidor, una humedad que
aumenta inútilmente su peso, y que perjudica no-
tablemente al desarrollo del calor, pues que es
menester emplear por el contrario una porción
considerable de este combustible solo para vapo-
rizar esta humedad. Contiene habitualmente de 8
á la p.g de agua, de modo que, cuando secom-
pra una cantidad de carbón que debe pesar 50 so-
lo se tienen en realidad de 44 á 46 de carbón seco.
Pero estos carbones podrían contener mucha mas
agua todavía, si por casualidad seles hubiese mo-
jado, pues absorven una cantidad considerable de
aquel líquido. Por lo tanto el que compra carbón de-
be asegurarse siempre del estado higrométrico de
este producto, pues de no hacerlo así se expone á
una pérdida bastante grande.
La propiedad absorvente del carbón y la utili-
dad que se puede sacar de esta sustancia, em-
pleándola en los cimientos de los edificios que se
construyen en parajes húmed< s, es conocida des-
de mucho tiempo, puesto que, según Diógenes
Laercio, el arquitecto Teodoro propuso emplear
el carbón en los cimientos del templo de Diana, á
Efeso, á fin de que el aguano pudiese penetrar
nunca en ellos. Hace pues 2500 años que esta
propiedad del carbón es conocida, y sin embargo
rara vez en nuestros tiempos modernos se hace
uso de esta aplicación.
También en razón de esta propiedad absorven-
te defos gases, el carbón es muy propio para qui-
tar á los líquidos y á las materias orgánicas blan-
das los olores mas ó manos infectos que despi-
den. Si se cerca de pedacitos de carbón, ó de cis-
co, el pescado, á las aves ó la carne que empiezan
á corromperse, — si se hace hervir en el agua por
espacio de algunos minutos y con un poco de car-
bón en polvo un pedazo de carne infecta, — si se
filtra sobre este mismo polvo agua corrompida de
los charcos, de las balsas, agua cargada de esen-
cias, agua hervida con coles ú otros vegetales
aromáticos, se notará bien pronto que el pescado,
las aves, la carne y el agua habrán perdido to-
do mal olor.
Pero el carbón no es tan solo un excelente de-
sinfectante, sí que obra también como un buen
antiséptico, es decir que impide la putrefacción.
En efecto, encerrando carnes en polvo de carbón
bien calcinado, se puede conservarlas mucho
tiempo exentas de toda alteración. Cuando se
quiere trasportar muy lejos sustancias animales,
como carnes, caza, pescado, el medio menos cos-
toso y el mas eficaz para impedir que se alteren,
consiste en envolverlas en carbón pulverizado.
Este polvo en estos casos es doblemente eficaz,
porque por una parte impide el contacto del aire,
y por otra absorve la humedad y los productos de
la putrefacion tan luego como ésta empieza.
A esta propiedad de hacer desaparecer com-
pletamente los olores fétidos de las sustancias
CAR
con las cuales está en contacto , el carbón reú-
ne otra no menos curiosa, cuyo descubrimien-
to pertenece al Sr. Lowitz. Se apodera con una
rapidez casi milagrosa de los colores de casi to-
dos los líquidos vegetales y animales. Los ju-
gos de las plantas , los cocimientos de sustan-
cias tinlorias , los vinos tintos, los vinagres , los
jarabes oscuros , agitados por algunos instantes
con polvo de carbón, ó filtrados sobre una ca-
■ pa de este polvo, pierden completamente, su
principio colorante, y se vuelven tan claros y
tata incoloros como el agua. El carbón de hueso
es el que sobre todo ofrece esta propiedad desco-
lorante en mas alto grado. La experiencia ha en-
soñado á los químicos que el carbón es tanto mas
propio para la descoloracion, en cuanto se en-
cuentra en mayor estado de porosidad y de di-
visión, y esta es la razón porque el negro animal,
que encierra tantas sustancias minerales que
extienden mas su superficie y atenúan sus mo-
lerlas , tiene una fuerza descolorante mu-
cho mas considerable que el carbón de leña,
en el que existen apenas algunos centesimos
de cenizas. (V. Carbón animal.) Durante mu-
cho tiempo se ha creído erróneamente que es-
tos carbones obraban sobre los colores descom-
poniéndolos. La descoloracion es el resultado de
una verdadera combinación de las materias co-
lorantes con el carbón , y lo que lo prueba es
que se puede, en ciertas circunstancias , hacer
aparecer y desaparecer los colores absorvidos.
Preparación del carbón.
El uso del carbón de leña data de la mas remo-
ta antigüedad. Teofraslo, que escribió un número
tan prodigioso do obras sobre todas las cosas md -
rales y físicas, dejó algunas páginas muy curiosas
sobre los carbones de leña, y dice : «que los me-
jores que se empleaban en su tiempo eran los de
encina y de madroño ; que los forjadores de plata
preferían para su trabajo al carbón de pi-
no y de otros arboles resinosos, y que los forja-
dores de hierro solo hacían uso del carbón de
nogal, en el que habían reconocido la propiedad
de hacer el metal mas dulce y mis aleable.» Pli-
nto el naturaliza da también algunos pormenores
sobre el mismo objeto: según él, la leña tierna y
verde produce el mejor carbón , y también des-
cribe la manera como se opera la carbonización:
« se amontona, dice, una porción de troncos de
árboles jóvenes, en forma de pirámide; se cubre
esta pita, de arcilla, y después de haberlr. pren-
dido fuego, se abre uñ agujero en lo alto de la pi-
rámide para que penetre el aire y puedan salir
por él los vapores y el humo.»
Es curioso observar que este procedimiento ,
que se remonta á mas de 1 800 años, es semejante
a uno de los que vamos á exponer.
Los diferentes métodos de preparación del car-
bón de leña pueden dividirse en dos grandes cla-
ses. Launa comprende el procedimiento de las
pilas, cualquiera que sea su disposición ó los
perfeccionamientos que en este método se hayan
CAR 583
hecho. En estos procedimientos una parte de la
leña misma de pila arde , para operar la desti-
lación del resto , y todos los productos de la des-
composición, ácido piroliñoso y brea, se pierden.
La otra clase comprende tres métodos ó disposi-
ciones distintas, que todas permiten recoger los
productos de la destilación : la primera consiste
igualmente en colocar en pila la leña que se quie-
re carbonizar, y en rodear esta pila por me-
dio de una cubierta tronco-cónica que permite
recogerlas partes volátiles: una porción de la leña
misma de la pila arde para destilar la otra;— el
segundo método es la carbonización en vaso cer-
rado; la leña es entonces colocada en una cubier-
ta per lo común metálica, y calentada exterior-
mente, — en fin, el tercero es lamlden una desti-
lación en un aparato especial ; pero difiere del
precedente en que el calor necesario para la car-
bonización es producido por un combustible co-
locado exteriormenle en varios hogares particu-
lares, y en que los productos gaseosos de esta
combustión son conducidos á la masa de leña que
se quiere reducir á carbón, y que operan su des-
tilación.
Procedimiento déla numera clase. En el pro-
cedimiento de las pilas, la elección y la disposi-
ción del lugar de carbonización es uña operación
importante y delicada. Debe escogerse tanto co-
mo sea posible un sitio en el que el acarreo de.
la leña y la cargazón délos carbones sean fáci-
les; en donde el agua no esté distante; en donde
la pila se encuentre sobre todo al abrigo de las
corrientes de aire ; en fin, en donde el terreno
no sea demasiado húmedo ni demasiado seco,
demasiado compacto ni demasiado ligero. Todas
estas condiciones Taras veces se encuentran reu-
nidas; pero. la habilidad del obrero suple á las
que fallan, y debe saber sacar partido de los re-
cursos que se le dan.
En un bosque, regularmente cortado, se eligen
los puntos que han servido ya otras veces , pues
no es conveniente multiplicar estos punios sin
necesidad. Estas carboneras ú hogares antiguos
son preferidos por los carboneros , porque la ca-
pa superior del suelo reúne una constitución con-
veniente, qué resulta de una mezcla de tierra y
de polvo de carbón, que proviene de la operación
precedente.
Para formar la pila , los trabajadores fijan en
el centro del hogar una estaca larga en cuya ba-
se disponen algunos brazados de ramaje menudo,
vardascas, virutas y tizones; después colocan
la leña, sea de punta, inclinándola un poco con-
tra el eje central , y sobreponiendo dos ó tres cá-
sea formando desde luego en el centro
una pequeña pila de leña de punta en dos ó tres
altos y disponiendo en seguida los troncos en ca-
pas horizontales, colocándolos en la dirección de
los radios del círculo que sirve de base á la pila.
Es esencial poner la leña todo lo apretada (pie sea
posible, y llenar los vacíos (pie quedan entre los
troncos con leña menuda. Tambu-n se debe de
tener cuidado de poner la leña mas dura en el
centro de la pila, y la mas tierna en la parte de
584 CAtt
afuera y en la superior, en donde el calor es
menos fuerte. Toda la pila se cubre después de
ramujos, ramajes , musgo y otros vegetales me-
nudos que abundan en los bosques. Encima de
esta capase pone otra cubierta de cinco ó seis
centímetros de tierra y de arena ; esta mezcla de-
be ser bastante consistente para que pueda ad-
herirse á los ramujos y ramajes que están de-
bajo, pero debe evitarse que no se resquebraje
demasiado por la acción del fuego. Mientras se
forma la pila , se quita la estaca central , y el
lugar que ocupaba forma una chimenea "que
sirve para encender el fuego ; además se dispo-
nen alrededor y en la base de la pila conductos
para recibir el aire, conductos que permanecen
abiertos durante todo el tiempo de la carboniza-
ción.
Luego de formada la pila , se echan algunos
carbones encendidos por la chimenea, que se
deja abierta durante algún tiempo, alinde que
elceutrpdela masa pueda entrar en ignición:
esta combustión produce un vacío que el carbo-
nero debe tener mucho cuidado en llenar, echan-
do constantemente leña en la cbimenea. Cuando
la combustión es bastante activa en el interior,
se lapa esta abertura enteramente. Poco después
se empiezan á abrir en la cnbi ;rta, á partir de la
cúspide, agujeros para dar salida á los productos
de la carbonización; la abunlancia y el color
del humo que la masa despide permiten juzgar
de los progresos de la operación en esta parte de
la pila; cuando el humo se vuelve azul claro y
poco abundante, el carbonero abre nuevos con-
cuctos, todos en un mismo plano horizontal
á veinte ó treinta centímetros debajo de los
precedentes, que cesan entonces de funcionar
y se cierran. Asi se continua hasta que los con-
ducios de salida hayan llegado á poca distancia
de los de admisión del aire. Entonces se cierran
lodos los orificios , y se cubre la pila con una
capa de tierra húmeda, que se rocía en caso
de necesidad; se deja enfriar durante veinte y
cuatro horas; después, se quita la cubierta, y se
.saca el carbón extendiéndolo en el suelo en ca-
pas delgadas para que se enfrie completamente.
En esta manera de conducir la operación , la
carbonización se opera de arriba á bajo y del
centro á la circunferencia ; puede verificarse ,
demoliendo una pila en parte carbonizada, y en-
tonces se vé que el carbón producido constituye
un tronco de cono inverso en medio de la pila,
y que el ángulo de este tronco de cono aumenta
progresivamente á medida que la carbonización
adelanta. El aire necesario para la combustión
atraviesa un espesor poco considerable de car-
bón producido que se amontona ; circula espe-
cialmente entre este carbón ya formado y la le-
ña no carbonizada que no tiene ningún apoyo,
allá en donde los mas grandes vacíos se produ-
cen á consecuencia de la contracción que tiene
lugar en toda la porción carbonizada. La habili-
dad del carbonero consiste, pues, en dirigir
bien los conductos de manera que se obtenga un
hundimiento progresivo y bien regular de toda la
CAR
pila, y en preservarla de las fuertes corrientes de
aire por medio de abrigos, hechos de esteras de
paja, ó zarzos confeccionados con ramas menu-
das , dispuestos convenientemente.
En algunos bosques se opera en grandes pi-
las que contienen de i 00 á 1B0 estenos*, en
otros , en pilas de 40 á 50 eslerios , y algunas
veces en pdas pequeñas de 28, 30 ó 35 estetios.
Las grandes pilas deberian dar teóricamente un
producto mas considerable de carbón y un resul-
tado definitivo mas ventajoso , porque deberia
haber en ellas menos leña quemada en pura
pérdida, y debe encontrarse también una dis-
minución en los gastos de las manos. Pero es
mucho mas difícil dirigir la operación con gran-
des masas que con pequeñas; si el carbonero no
es muy hábil y no ejerce la mas activa vigilan-
cia, ó si reinan vientos fuertes, se obtiene un
carbón de calidad inferior y con frecuencia una
cantidad menos considerable que con las pilas
pequeñas. Así , casi en todas partes, actualmen-
te se dá la preferencia á las últimas.
Perfeccionamiento del Sr. Marcos liull. Como
en el procedimiento de las pilas es necesario
siempre que cierta cantidad de leña de la misma
pila sea sacrificada para producir la temperatu-
ra indispensable á la carbonización de la masa,
el Sr. Marcos Bull ha concebido la idea ingenio-
sa de hacer alimentar la combustión con mate-
rias de menos valor que la leña y el carbón. El
perfeccionamiento del Sr. Bull consiste en lle-
nar los vacíos dejados en la formación de las
pilas con carbón menudo y ceniza de carbón de
tierra; cuando se usa este medio, muy reco-
mendable, se debe poner poco de este polvo en
las partes internas , mayor cantidad en las me-
dias, mas todavía en las" externas. Se concibe
que las porciones colocadas exteriormente se es-
currirán y penetrarán siempre al interior por
los movimientos comunicados á la leña en todas
las partes de la pila. Este procedimiento se ha
empleado con ventaja, desde 1 827, en el homo de
Elend, y da una cantidad mas considerable, un
carbón de muy buena calidad , brillante y lim-
pia al tocarlo.
Perfeccionamiento del Sr. Bruñe. El Sr. Bru-
ñe, habiendo reconocido que una de las principa-
les causas que motivaban la pérdida de carbón
consistía en los muchos vacíos que pueden exis-
tir en el centro de las pilas , ha buscado el modo
de evitar este grave inconveniente con suprimir
la chimenea central , y determinando la inflama-
ción del corazón de la pila por medio de una plan-
cha de palastro calentada al rojo por debajo.
Se practica en el centro del hogar un vacioque
presente la forma de un cono truncado de 0m, oO
de profundidad , y de lm, 33 de diámetro en su
base superior. La*s,paredes de este cono son de
ladrillo; tres conductos de 0m, 12 de lado, tam-
bién de ladrillo, parten de esta caldera y van á
desembocar al aire libre fuera del espacio desti-
* Esteno. Nueva medida para la leíia , que equivale á
un metro cúbico.
CAR
nado á l.i pila. La caldera se llena de lefia me-
nuda y de tizones, y se cubro después con una
plancha de palastro. Entonces se levanta la pila
sobre un diámetro de 9 metros poco mas ó me-
nos, con leña de O», 67 de longitud, formando
tres pisos y sobre toda la parte que correspon-
de á la proyecciou de la caldera se coloca en
el primer piso una capa de tierra y de ceniza
de carbón de piedra; este polvo, así colocado,
sirve para ensanchar el espacio en que empieza la
combustión , para extenderse después á toda
la masa de leña. Cuando la pila está entera-
mente concluida, se prende fuego al combusti-
ble de la caldera, y se abren los conductos del pié
sin necesidad de cubrir la parte superior de
la pila en los primeros momentos. Cuando el fue-
go está bien encendido , se cierran los tres con-
ductos que comunican con la caldera; se cubre
con cuidado la pila y se conduce la operación
como de ordinario , abriendo algupos agujeros á
partir desde la cúspide de la pila.
El Sr. L. C. Caillat dice: «Cualesquiera que
sean las ventajas de este procedimiento, es du-
doso que pueda seguirse en los bosques , en
donde el sitio de carbonización se varia conti-
nuamente. El establecimiento de una caldera de
ladrillo y de conductos subterráneos que termi-
nasen en ella seria un estorbo para el carbone-
ro , necesitaría un gasto digno de atención , y
además parece que en tierras arcillosas, muy
húmedas, es difícil encender convenientemente la
pila por medio del fuego que se hace en la calde-
ra.»
Carbonización en pilas rectangulares. En algu-
nas comarcas, particularmente en los países mon-
tañosos y sobre todo para las leñas resinosas, se
se carboniza en pilas dispuestas rectangular-
mente. Estas pilas se colocan por lo común sobre
una área ligeramente inclinada; su anchura varia
entre dos y tres metros, y su longitud es el máxi-
mo de l i a 1 3 metros. Se clavan algunas estacas
en tierra verticalmente al rededor de la área, á
o», 50 la una de la otra poco mas ó menos; plan-
chas arrimadas contra estas estacas sirven para
sostener lacubieita de ceniza de carbón de tier-
ra que circuye lateralmente las caras verticales
de la pila. Le elevación de esta masa de leña acu-
mulada vá en aumento desde la parte anterior, en
donde no es mas que de O01, 60 , hasta la poste-
rior, en donde tiene de 4 á o metros. La cara su-
perior es, pues, un plano inclinado al horizonte.
Esta cara está igualmente cubierta de ceniza de
carbón de tierra, ó de tierra y de césped. La par-
le posterior de la pila, que se llama cabeza, se
sostiene por medio de puntales de madera. Los
troncos están colocados trasversalmente, los mas
gruesos á la parte inferior y de manera que de-
jen los menos vacíos posibles; la ceniza de carbón
de tierra humedecida se amontona fuertemente á
los lados á medida que se levanta la pila.
El fuego se enciende por la parte anterior por
medio de carbón y de leña menuda , y cuando se
vé salir el humo á través de la cubierta, se cier-
ra la abertura por donde se ha encendido el fue-
74
CAR 585
go. y se abren en la cubierta tres ó cuatro con-
ductos en el sentido de )a anchura de la pila, que
sirven para dejar salir el humo. Cuando é>te,
que al principio era negro y espeso , se vuelve
azulado y ligero, entonces se nacen otros conduc-
ios, un poco mas distantes, hacia arriba y sobre
los costados, continuando así hasta que se ha lle-
gado á la cabeza.
Se puede empezar á sacar el carbón, cuando la
carbonización se extiende á dos ó tres metros de
distancia, y así se ha desecho ya la mitad de la pi-
la cuando la cabeza se encuentra en plena car-
bonización. Los carbones sacados se enfrian con
un poco de agua.
Otro método ó disposición, que debe también
entrar en esta primera clase , es el en que se
opera en hoyos abiertos en el suelo en los cua-
les la leña está dispuesta trasversalmente y
que tienen dispuestos algunas aberturas de uñ
modo conveniente para dejar penetrar solamente
el aire indispensable para la carbonización.
Los Sres. Turcks hermanos, doctores en medi-
cina, han recibido, á últimos de i 845, un pri-
vilegio, por un procedimiento de carbonización
perfeccionado , que se ejecuta en hoyos practi-
cados en el suelo. La disposición de la leña y de
los conductos es tal que el aire no puede obrar so-
bre el carbón producido, y que alimenta solamen-
te la combustión necesaria para operar la desti-
lación de la leña. Según varios experimentos bas-
tante numerosos, hechos en grande en Francia y
hasta en condiciones desfavorables, este procedi-
miento de carbonización presentó resultados ven-
tajosos, tanto en la cantidad como en la calidad
superior del carbón obtenido.
Procedimientos de la segunda clase. Los tres
principales métodos ó disposiciones sobre los cua-
les nos proponemos dar algunos pormenores en
este articulo, permiten, como lo hemos ya indica-
do, recoger los productos déla destilación.
El primero es del Sr. Foucault. La construc-
ción de la pila se efectúa como de ordinario, so-
lamente que se adapta á ella una cubierta cónica,
móvil y ligera, pero bien cerrada, que proporcio-
na el medio de recoger el ácido piroleñoso y la
brea.
Para construir un abrigo ó cubierta cónica de
\0 metros de diámetro en la base, de 3", 30
de diámetro en la cúspide , y de 2m,75 á 3
metros de altura, se forman bastidores de lefia de
S centímetros de cuadrado, dándoles 4 metros de
longitud, I metro de anchura en un extremo y
0n,33 en el otro; estos bastidores tienen la forma
de trapecios. Se guarnecen con un zarzo de
mimbres y con ramas menudas, y se enyesan
con una argamasa hecha de tierra arcillosa y de
yerbas picadas. Estos bastidores tienen tres ma-
necillas en cada lado , lo que permite cogerlos ,
colocarlos mas fácilmente, y sobre todo sujetarlos
pasando chavetas ó clavijas de madera en dos
manecillas contiguas. L'na tapadera plana de 3m,
30 de diámetro y de treinta lados, formada de
planchas bien unidas y sostenidas por cuatro tra-
vesanos) forma la cúspide del fragmento de co-
tomo i.
586 CAR
no. Esta tapadera ó cubierta está provista de dos
•ventanas destinadas á permitir el paso ai vapor
del agua y al humo al principio de la operación,
pero se cierran tan luego como el ácido pirole-
iioso empieza á destilar. Esta tapadera lleva ade-
más en el centro unaabertura triangular que reci-
be un conducto, formado de tres planchas ligadas
juntas , y destinado á conducir los gases y líqui-
dos á una serie de toneles de condensación , co-
locados en el suelo mismo en donde está estable-
cida la pila; estas planchas y conductos llegan á
ser propiamente incombustibles por la absorción
del ácido piroleñoso. En íin, en uno délos zarzos
hay una puerta que se abre y cierra cuando se
quiere , y que sirve para visitar y arreglar el
luego.
Este procedimiento es sencillo ; el estableci-
miento del apaiato es poco dispendioso, y todas
sus partes son bastante ligeras y se pueden
trasportar fácilmente y con poco gasto á diferen-
tes puntos de un bosque. Bajo estos diversos res-
pectos este medio de carbonización debe ser ven-
tajoso.
2.° La segunda disposición es el proceder de
destilación en vasos cerrados , tal como se ejecu-
ta en las fábricas de ácido piroleñoso, esto es una
verdadera destilación en grande por medio de
vasos cerrados de hierro. En esta operación se
recogen y utilizan todos los productos de la des-
composición de la leña; se obtiene el carbón só-
lido en la parte del aparato en donde la leña ha-
hia sido cotocada; los líquidos, ácido y brea,
son condensados en otra parte, y los gases com-
bustibles, carburos de hidrógeno y óxido de car-
bono, conducidos debajo del hogar, son quema-
dos y, por el calor que producen, concurren á ter-
minar la destilación , de manera que solo hay
necesidad de cargar de combustible el rejado
del hogar al principio de cada operación.
Los vasos ó retortas en los cuales se opera la des-
tilación son á veces de hierro colado y dispues-
tos horizontalmente dentro de hornillos hechos de
ladrillo, como en la Gran-Bretaña , en Glascow
y Manchester ; otras veces, son cajas ó cilindros
de palastro grueso, colocados en una posición
vertical dentro de hornos de ladrillo , como en los
alrededores de Paris.En este último caso , la dis-
posición es tal que se cargan de leña estos cilin-
dros ó cajas fuera del hornillo en el que se colo-
can en seguida para la operación, y cuando
ésta está terminada , se sacan para remplazados
por nuevas cajas cargadas de antemano. Estos
movimientos se ejecutan por medio de una grúa,
y de esta manera la destilación no se vé nunca
interrumpida, y el carbón se enfria fuera del
contacto del aire. En ocho horas se destila me-
dio decasterio de leña y se obtienen de 28 á
30 partes de carbón en peso por 100 partes de
leña secada al aire.
La complicación de estos aparatos de destila-
ción , que hacen que el establecimiento sea cos-
toso , por la poca expendicion ó el poco valor de
los productos obtenidos, y los gastos para la con-
ducción de la leña que no pueden compensar siem-
CAR
pre la venta de los ácidos y de la brea , son otras
tantas causas que han impedido que se exten-
diese el uso de este procedimiento.
Por lo demás , si se obtiene en realidad mas
carbón por este método que por los otros, cuan-
do la operación es bien conducida y la tem-
peratura no es demasiado elevada al principio ,
por otra parte , este carbón es poco denso , poco
consistente, ligero y se reduce á polvo mas fácil-
mente. En Francia este carbón ha tomadosu lugar
en el comercio después del obtenido por otro cual-
quier método, y su poder calorífico es también
menor. Sin embargo, sus propiedades especia-
les lo hacen emplear en la fabricación de la pól-
vora , y como es mas fácilmente inflamable que
los demás , es buscado para ciertas operaciones
de laboratorio y para las cocinas.
3.° En fin , el tercer procedimiento es el del
Sr. Schwartz , que ha sido ensayado en Suecia,
en Brefven. El Sr. Schwartz lo emplea sobre lodo
para las leñas resinosas. El aparato consiste en
un enorme horno de 169 metros cúbicos de capa-
cidad que tiene la forma de una cuna gótica,
cerrada en sus dos extremidades por paredes ver-
ticales , perpendiculares á su eje. El suelo inte-
rior , elevado en el centro del horno } forma dos
pendientes que van hacia los dos lados, y estos
planos inclinados presentan en su medio regueras
que sirven para facilitar el corrimiento del liqui-
do á los tubos de hierro colado. Delante y detrás
están adaptados dos pequeños hornos que sirven
de calentadores; su bóveda está dispuesta de ma-
nera que pueda rechazar la llama , de suerte
que el aire es completamente despojado de su
oxígeno al pasar á través de estos hornos , para
penetrar en la masa de la leña en carbonización;
á los dos lados, en las paredes verticales, se en-
cuentran en diferentes alturas aberturas para
introducir la leña y sacar el carbón. Este hor-
no está unido, por medio de tubos de hier-
ro colado, á unas cajas cuadradas de madera
que sirven de condensadores y de depósitos y
que asimismo están unidas por ambos lados , por
tubos de hierro colado , á una chimenea de
atracción. El todo está dispuesto rectangular -
mente en plano horizontal.
Las paredes del horno están hechas de arena y
arcilla, sin que en ellas se encuentre cal, porque
seria atacada por el ácido piroleñoso. La bóveda
se resquebraja con frecuencia, pero se tapan con
cuidado todas las grietas que en ella se forman.
El horno se carga introduciendo primero los
troncos mas gruesos, después los medianos, y por
último los mas pequeños, apretándolos tanto co-
mo sea posible hasta á la bóveda, pero junto á las
aberturas la leña se pone menos apiñada para fa-
cilitar la circulación del aire y de los gases. Para
alimentar los fogones se emplea leña menuda,
porque produce mas llama y arde con mas pron-
titud.
Luego que el horno está bien lleno y las aber-
turas tapiadas, se prende fuego á los hornillos , y
se propaga ala masa. Al mismo tiempo se tiene
cuidado de encender un fuego de virutas ó de
CAR
vardascas en la base de la chimenea de atrac-
ción, para establecer y facilitar bien la cor-
riente de gas y de vapores á través de los tu-
bos y de las cajas. Tres operarios, que se relevan
cada ocho horas, vigilan la operación. Cuando
la brea y el ácido dejan de correr, lo que se co-
noce por la temperatura mas baja que ofrecen los
tubos de hierro colado, la carbonización está ter-
minada. Entonces se cierran todas las aberturas;
se deja enfriar por espacio de dos dias, y se echan
algunos cubos de agua por dos pequeños orificios
practicados en la bóveda, y que han permaneci-
do perfectamente cerrados hasta aquel momento.
Esta operación se renueva cuatro días después, y
por último so, destapa la abertura central que ha
servido para introducir la lefia en el horno. El en-
friamento no es completo hasta les veinte y un
dias; para cargar el horno solo se necesitan dos
dias, y otros dos para la carbonización propia-
mente dicha.
El mayor inconveniente que ofrece el uso de
este aparato es el tiempo considerable que se
necesita para el enfriamiento completo del horno
y del carbón. Se pueden carbonizar de una vez
ciento veinte y siete esterios de leña , que dan
ochenta y dos metros cúbicos de carbón, acido
y brea j se consumen para obtener este resulta-
do trece esterios de leña ó su equivalente en
fogotes.
Comercio del carbón.
Por lo que pueden interesar á las personas que
se dedican al comercio del carbón al por mayor,
creemos oportuno copiarlos siguientes datosy" no-
ticias que tomamos de un escrito del Sr. Andraud.
«La friabilidad del carbón es, en efecto, tan
grande que algunas veces en el trasporte de es-
ta mercancía al almacén resulta un desperdicio
de ¿i p. 0/° ó de un saco por cada veinte.
«Debemos insistir sobre este punto y hacer ob-
servar cuan esencial es para las personas que se
dedican á las operaciones comerciales sobre los
carbones, saber apreciar la pérdida que experi-
menta esta mercancía por la facilidad con que se
desmenuza en los diversos cambios de lugar.
Además mil circunstancias pueden hacer este
desperdicio mas ó menos considerable : una car-
bomzacion operada en tiempo muy seco ó muy
húmedo, una cocción demasiado precipitada, ó de-
masiado lenta, la leña cortada demasiado joven
ó demasiado vieja , y colocada en el horno con
corteza ó sin ella, y la naturaleza misma del ter-
reno queha producido la leña, — todo contri huye á
hacer el carbón débil, quebradizo y friable, sin
que titubeemos en decir que esta es la primera cau-
Altura. Circunferencia.
1". Saco=l m , 12 c. X l m» 38 c.
2. Saco=-l ,18 X 1 . 3*
S.° Saco— 1 ,50 X 1 ,38
i.° Saco=l , 25 X 1 .38
5.° Saco—1 , 11 XI » *i
«.° Saco-1 , 20 XI ,32
CAR 887
sa de los cálculos equivocados que sorprenden á
los especuladores sin experiencia. Por lo tanto
creemos útil dar aquí las mermas experimentadas
en los carbones de leña.»
«Una cantidad de 1,000 sacos produce ordina-
riamente después del almacenaje y de lamedicion:
En carbón 800 sacos f
En cisco 100 i 9S0 saco».
En polvo 50 I
«Asi se. vé que 50 sacos han desaparecido to-
talmente. También es menester tener en cuenta
el menor precio del cisco y sobre todo del polvo
que se paga muy poco. Los carbones del lona,
considerados como los mejores, no suelen produ-
cir un desperdicio tan considerable, pero los do
la Mame y algunos otros rios los exceden algu-
nas veces.»
«De esta frigílidad extremada de los carbones
resulta que cuando se efectúa la venta de esta
mercancía, se evita todo lo posible hacer uso do
las medidas de capacidad , y se toma razón de las
cantidades compradas ó vendidas valuándolas
en medidas cúbicas.»
«Esta operación se practica del modo siguiente:
«El carbón de leña se vende comunmente en sa-
cos ó en barcos. Hablamos aquí de las ventas ai
por mayor, pues las que se hacen al por menor
son siempre por hectolitros.»
«Los sacos que componen un cargamento en
carro ó en barco son ordinariamente do la mis-
ma capacidad; sin embargo, como pueden no ser
llenados con la misma exactitud, y también lo»
puede haber, por excepción, mas pequeños ó mas
grandes que los otros, se podría hacer un cal-
culo falso apreciando la capacidad de todos
los sacos tomando el cubo de uno solo. Para
evitar este inconveniente, se cubica el décimo de
los sacos tomados al acaso, se añaden los diver-
sos productos de estas operaciones, y después sb
divide el total obtenido por el número de sacos
cubicados; el resultado de esta operación dá el
térmido medio de la capacidad de los sacos. En
fin, multiplicando este medio por ol número do
sacos, se tendrá la medida cubica de la totali-
dad del cargamento.')
«Lamedidacúbica de un saco se obtiene mul-
tiplicando la altura por la base, y el valor de la
base resulta por la multiplicacionde la circunfe-
rencia del saco por la sexta parle de ella mis-
ma. Por ejemplo , una carreta lleva C0 sacos do
carbón, ¿cuál es el contenido del cargamento to-
tal? Tomaremos al acaso seis sacos, de los cua-
les mediremos la altura y la circunferencia , v,
haciendo aplicación de los cálculos arriba indi-
cados, formaremos la tabla siguiente:
t /r, de la circunf. mct. cúb
X 0 m , 23 c— 0 m, 36c.=>180 lit.
X 0 , 22 "O , 3Í =1-0
X 0 , 23 =0 ,38 =180
X 0 ,23—0 ,40 =200
X 0 , U =0 ,40 =200
X » , 22 =0 ,35 -=1-5
Total de los 6 sacos 1,1 15 lit-
cura sexta parte es. . 185 »
388 CAR
«Así la capacidad media de los sacos será de
185 litros, y si se multiplica este medio 185 por
GO, número de sacos , se tendrá 11,100 litros por
la capacidad total del cargamento. Sabemos que
un saco de carbón equivale á 2 hectolitros ó 200
litros, dividiendo, pues, 11,000 por 200, se en-
contrará que la carreta lleva 55 sacos y medio.»
«¿Se trata de tomar la medida cúbica de un
barco? los cálculos, que no son iguales, no ofre-
cen por esto mayores dificultades.»
«El casco de un barco de carbón de leña, car-
gado regularmente, es representado por la figu-
ra siguiente :
«Es fácil reconocer que este casco está figu-
rado en el sentido de la latitud del barco visto
en escorzo, y se puede juzgar con la inspección de
esta figura que la masa total del cargamento se
divide en tres partes bastante regulares, cuyos es-
pesores están representado por A, B y C. Las dos
primeras son casi paralelógramas ; la tercera es
un trapecio. Se obtendrá fácilmente el valor de
estas tres superficies multiplicando las anchuras
medias ,ab,cd, ef, por las alturas gh , ij , hl.
La suma de estas tres superficies , ó lo que es
lo mismo la superficie entera del casco que he-
mos figurado , multiplicada por la longitud del
cargamento , dará la capacidad total del bar-
co. Debemos advertir que los vacíos practica-
dos en el espesor del cargamento no deben ser
contados en esta capacidad.»
«Una operación en cifras hará mas claro el mé-
todo de sacar la medida cúbica que indicamos.»
«Supongamos que después de haber medido
con exactitud las dimensiones de las figuras A ,
B , C, se haya encontrado:
Anchuras. Alturas.
a, b •= 5 ni, 90 c. g, h=lm, 20 c
c, d ■= 5 , 50 h, i = 1 , 60
e, f —2 , 90 i, j — 1 , 10
«Se tendrá fácilmente el valor de las tres su-
perficies después de haber multiplicado el térmi-
no medio de la anchura de cada una por su al-
tura.
Así:
Fig. A será igual á S ni, 90 c.Xt m, 20 ó 7 m, 08 c. cds.
Fig. B será igual á S 80 X1 60 ó 8 80 id.
Fig. C será igual á 2 90 X1 1° ó 3 23 id.
Tot. por las 3 superfs. ó el casco general: 19ra 1 1 c. cua.
«Y multiplicando esta suma 19 m, H c. por la
longitud del cargamento, que suponemos ser de
> 23 metros, se dirá:
ilasa total del cargamento=*&,Tl m, 75 v cúbicos.
CAR
«Luego sabemos que un metro cúbico de car-
bón equivale á 5 sacos- multiplicando entonces
477 -,75 c- por 5 se tendrá :
Capacidad total del 6arco=2, 388 sacos 3/'.-
«Solo falta ahora hacer el desfalco de los va-
cíos producidos por los camarotes y otras cavi-
dades. Estos vacíos se cubican como la masa to-
tal , multiplicando por cada uno las tres dimen-
siones, longitud, anchura y altura.
«La operación cuyo ejemplo acabamos de dar
no exige mas de una hora de trabajo , sin que
cause ningún perjuicio á la mercancía. Si en la
ignorancia de estos cálculos, ó por no tener á su
disposición un medidor del comercio , se recur-
riese al uso del hectolitro, serian necesarios cua-
tro ó cinco dias de medición; de aquí resultarían
gastos considerables y una merma en mercancías
que puede valuarse de 300 á 400 francos.»
«Como el carbón de leña se encuentra, en ra-
zón de su friabilidad , en una posición excepcio-
nal, por este motivo hemos creido deber insistir
sobre la necesidad de familiarse con las operacio-
nes de tomar las medidas cúbicas , y hemos en-
trado en algunos pormenores acerca de este asun-
to. Por lo demás, creemos que esta teoría de la
medición de los carbones de leña no se encuen-
tra en ninguna parte, y que solo es conocida por
los medidores de profesión, ó cuando mas de un
corto número de comerciantes.»
»Las diversas calidades de carbón se aprecian
por su densidad y su peso ; los mas duros son
ios mas eslimados. El peso de los carbones guar-
da relación , salvo algunas cortas diferencias,
con el peso de las leñas que los han producido.
Así, pues, resulta que los carbones, considera-
dos bajo el punto de vista de su peso y de su fuer-
za calórica, deben ser ser clasificados del modo
siguiente:
El carbón de encina pesa . . 45 kilóg. el saco.
« mojera. ... 44 a
« fresno. ... 40 «
« olmo 39 «
« haya 38 «
« abedul. . . . 3T «
« pino 35 «
« tilo. .... 33 «
« pobo 30 «
La grande utilidad de este combustible hace
que su comercio sea tan considerable en España
como lo es en las demás naciones de Europa. El
carbón de leña llega á nuestros puertos en bar-
cos á granel; después se desembarca. y se le co-
loca en serones que pesan cada uno de 5 á 6 ar-
robas. El que se envia á las ciudades ó pueblos
del interior es conducido en carros ó en machos;
una carretada se compone de 16 serones, y una
carga de caballería mayor de tres.
No siendo suficiente para el consumo de nues-
tro país el carbón que producen nuestras provin-
cias, tenemos que importarlo del extranjero en
cantidades numerosas , lo que parece extraño si
atendemos á la abundancia de leña que hay en
España. No sabemos si la escasez de este com-
bustible en nuestro país, cuando tan abundante
es en ella materia que lo produce, consiste en que
CAR
hay pocos que se dediquen á este género de in-
dustria, ó en la dificultad de trasportarlo á las
provincias que carecen de la primera materia,
desde los puntos en que por sus inmensos bosques
v abundancia de leña podrían prestarse á la fa-
bricación del carbón en grande escala.
Según la Dirección general de Aduanas, las
cantidades de carbón importadas en los años de
1848, 49 y 50 son las siguientes:
Años.
Puntos de procedencia. 1848. 1849. 1850.
Estados Pontificios . 81,711.
Toscana 84,132.
De otros puntos. . . 1,329.
Portugal. . . . »
112,122 -74,190.-2
138,583 81.658. e
89,315 <§,
• 3,442.
Total.
113,118. 340,020. 159,280.
Según la Balanza mercantil de la I. Junta de
Comercio, en 1849 , el movimiento comercial de
carbón en el puerto de esta ciudad fué :
Import. del extranjero 132,192 ars, valor de 528,7f>8 rs. vn.
Export. al reino. . . . 104qs l,664rs.vn.
usos del carbón.
No hay ningún objeto de fabricación que reci-
ba en las ciencias, en las artes y oficios, y en
los usos domésticos, mas diversas aplicaciones
que el carbón de leña : la historia de este com-
bustible presenta un fenómeno muy raro : depo-
sitario del fuego que lo crea todo, y que lo des-
truye todo , cuántos secretos no se han exigido
a esta sustancia misteriosa! No hay otra materia
que haya sido mas atormenlada por la alquimia :
la cantidad consumida por los que se han dedi-
cado á buscar la piedra filosofales incalculable:
millares de hombres han perdido en esta tarea
la salud, la fortuna y la razón, y yendo en pos de
esta quimera es como, en una explosión, fué des-
cubierta la pólvora tan funesta á los hombres. Aquí
se nospresenta una comparación de la que no pre-
tendemos deducir consecuencias : por espacio de
diez siglos, tiempo de ignorancia, pero de espe-
ranzas excesivas, ved ahí una multitud de locos
que piden al carbón oro , diamantes, el poder y
la vida. Hoy día , época de luces , pero de desa-
liento , ¿ qué es lo que se pide al carbón? un hu-
mo , el olvido , la muerte. El suicidio , otra locu
ra , quiere experimentar esta materia ásu modo,
y arrancarle los secretos de la nada.
Por esto no es menester que nuestro siglo se
glorie de haber inventado la asfixia por el gas
carbónico; los anales acreditan que este medio de
destrucción era ya conocido hace mas de 1 500
años. El procónsul Juliano , que mandaba enton-
ces en las Galias, y que después fué emperador,
refiere el hecho siguiente: «Como el frió amen-
taba y se hacia cada dia mas violento , permi-
tí á las gentes de mi casa que hiciesen lumbre ;
les mandé que encendieran carbón para calentar
mi cuarto y secar la humedad de sus pare-
des ; pero los vapores que este combustible
CAR «89
desprendió no dejaron de llenarme la cabeza,
me sentí enteramente atontado, y temia sufocar
me. Salí por consejo de los médicos, y después
de haber tomado el aire , me sentí aliviado y
pasé bien la noche; al dia siguiente me hallé cu-
rado y en estado de obrar como de ordinario.»
Además de las propiedades que hemos indi-
cado , el carbón como antiséptico es útil en los
embalsamamientos, utilidad ya conocida de los
Egipcios entre quienes los pobres usaban este
medio de conservación indicado por Mezler , y
demostrado muchas veces por el Sr. Brachet.
Sus usos como combustible son bastante co-
nocidos para que tengamos necesidad de refe-
rirlos , pero los accidentes funestos á que pue-
de dar lugar , merecen lijar un instante nues-
tra atención. El carbón encendido produ-
ce, en efecto , además de un poco de vapor
acuoso , hidrógeno carbonado y ácido carbónico,
mezcla gaseosa é incolora que apaga los cuer-
pos en combustión , precipita el agua de cal , en-
rojece el tornasol , y mezclado con el aire , aun
en débil proporción , ejerce sobre el hombre una
acción verdaderamente deletérea. Esta mezcla
varia en los diversos períodos de la combustión:
al principio , se dice que contiene sobre 188 par-
tes en volumen , 38 de aire atmosférico , 98 de
ázoe , 26 de gas hidrógeno carbonado , y otro
tanto de ácido carbónico ; pero, después, cuan-
do el carbón está perfectamente inflamado , ya
no se forma hidrógeno carbonado , y el gas ofre-
ce, sobre 174 partes, 81 de aire atmosférico,
73 de ázoe y 20 de ácido carbónico; resultados
que por lo demás requerirían tal vez un nuevo
examen.
Sea como quiera , lo cierto es que á esta mez-
cla ( concurriendo ordinariamete con la rarefac-
ción misma del aire , que disminuye bajo un vo-
lumen dado la cantidad de oxígeno y hace menos
vi\ a la corriente que tiende siempre á estable-
cerse hacia las salidas) son debidas la mayor
parte de las asfixias accidentales ó premeditadas.
Indagaciones recientes, debidas al Sr. C. P. Co-
llard de Martigny que confirman las conclusiones
á las cuales había sido conducido el Sr. Altumo-
nelli , después de sus ensayos fisiológicos sobre
la acción del gas de la Gruta del Perro, cerca de
Ñapóles, han probado que la acción de estos
gases , v en particular del ácido carbónico ,
por sí sola parece producir la asfixia que el as-
cua del carbón común es susceptible de producir,
aunque por mucho tiempo se haya admitido lo
contrario ; han probado, repetimos , que esta ac-
eion no era puramente negativa; que no habia
solamente suspensión de la respiración por falta
de oxigeno, como lo creia N\slen, sino acción
directo y deletérea sobre los nervios y sobre el
cerebro , aun cuando el tras esté solo en contacto
con el órgano cutáneo v de lo que resultan una
congestión hacia este ultimo órgano y los sínto-
mas que caracterizan la asfixia, es decir, el color
rojo y la hinchazón de la cara, el orgasmo de las
venas, la pesadez de la cabeza, el zumbido de los
oídos, la turbaciondela vista, la propensión al sue-
«90 CAR
fío, la disminución y por último la abolición de las
Tuerzas, la suspensión de la respiración y de la cir-
culación, la calorificación que se conserva mucho
tiempo intacta; algunas veces, en fin, delirio ó con-
vulsiones , sobre todo cuando la asfixia tiene lu-
gar en un local poco estrecho , es decir , que el
aire es menos fuertemente viciado.
Los socorros que reclama este accidente con-
sisten , como se sabe, en trasportar el enfermo al
aire libre, sin temor del frió, en practicar por
todo el cuerpo aspersiones de agua con vinagre,
fricciones con licores espirituosos , en introducir
con precaución aire puro en los pulmones, y
por poco que los síntomas persistan , en probar
la sangría, ó aplicar ventosas profundamente es-
carificadas en la parte posterior é inferior del
cuello, como lo ha hecho, con muy buen resul-
tado , el Sr Chardon hijo. Estos medios deben ser
empleados con perseverancia, pues aunque sean
ineficaces por algunas horas , mientras que el
calor del cuerpo se conserva no prueban su inu-
tilidad. Cuando el enfermo ha recobrado su cono-
cimiento, se le coloca en una cama caliente, se le
dá una bebida íintiespasmódica, á veces un poco
devino generoso, y so procura que se conser-
ve por largo tiempo la ventilación. Los pediluvios
calientes . los derivativos, son con frecuencia úti-
les , sea durante el accidente, ó bien para reme-
diar sus consecuencias. El emético, por el con-
trario, ha parecido generalmente perjudicial. El
Sr. Collard de Martigny ha propuesto la acción
de una corriente galvánica inmediatamente di-
rigida sobre el diafragma, por medio de una
aguja delgada.
Para el uso terapéutico, el carbón se purifica
y se prepara haciéndole hervir en agua cargada
de l/„ de ácido nítrico , lavándolo y secándolo,
calcinándolo fuertemente y pulverizando el resi-
duo , que en seguida debe reponerse en vasos
bien cerrados , porque absorve la humedad y
los gases atmosféricos.
En medicina , el carbón es poco empleado al
interior, no obstante ha sido elogiado por un
gran número de prácticos, y en muchos casos di-
ferentes sus usos para el exterior son mas fre-
cuentes.
Administrado al interior, el polvo de carbón
produce, según el Sr. Brachet, un calor marca-
do con un sentimiento de bienestar que dura al-
gunos instantes y al que sigue un ligero aumento
de calor general. Esta influencia sobre las víasdi-
gestivas podría explicar los felices resultados que
se han obtenido déla administración del carbón
en los casos de dispepsia, de cardialgía, y de pi-
rosis con fetidez del aliento. Se ha sido recomen-
dado contra el escorbuto , las diarreas rebeldes,
y la disentería llegada á su último periodo; lía-
sele empleado en la calentura héctica, y en la ca-
lentura tifoidea acompañada de putridez; en fin,
se han citado varios casos de curación de calen-
turas intermitentes por medio del polvo de car-
bón, administrado por dracmas de hora en hora
durante la apirexía.
Aplicado al exterior , el carbón puede obrar
CAR
de dos maneras: t.° absorviendo los gases pú-
tridos y oponiéndose á los progresos de la pu-
trefacción; 2.° estimulando mecánicamente las
superficies ulceradas en donde languidece la ac-
ción vital. Así es que se emplea para combatir
las úlceras reputadas incurables acompañadas de
olor fétido, las úlceras cangrenosas.la cangrena
propiamente dicha, la podredumbre de hospital.
Se hace un uso muy frecuente del carbón porfi-
rizado como dentífrico, siendo útil como cuerpo
inerte, puesto que por su acción destruye el
mal olor, sea que provenga de los dientes, ó bien
del estómago. El Sr. Brachet pretende que el
carbón retarda la caries de los dientes.
Al interior , se prescribe el carbón de haya
bien calcinado reducido á polvo muy fino. Las
dosis á las cuales se administra varían de una
dracma á una onza poco mas ó menos. Burdin lo
ha visto tomar á la dosis de una libra diaria sin
producir otro efecto que colorar de negro los ex-
crementos. Chevalier lo asocia con partes igua-
les de azúcar y tres veces su peso de chocolate,
y por medio de un mucílago de goma alquitira,
hace pastillas <h carbón de 18 granos para
combatir la fetidez del aliento.
Carbón rojo ó Leña tostada. En Francia se
emplea en lugar de carbón, en algunos hornos
de fundición del departamente de los Ardenes,
un combustible intermedio entre la leña y el car-
bón, y que se conoce bajo la denominación de
Carbón rojo. Este combustible fué preparado en
su origen tostando la leña, colocada en cilindros
de hierro colado, por medio de la llama y del
calor perdido que sale por la boca de los hornos
de fundición ; de este modo se hacia perder á la
leña de 30 á 50 por 100 de su peso. Mas tarde el
Sr. Echement ensayó el medio de practicar esta
torrefacción en el bosque , empleando un proce-
dimiento particular, que consiste en arrojar en
medio de la masa de leña que se ha de tostar los
productos de la combustión de leña menuda ó ra-
maje, operada en un hogar aparte de la pila,
por medio de una corriente de aire forzada. Por
este método se obtuvo carbón rojo , pero tostado
con desigualdad. En el uso de este combustible
se ha encontrado economía bajo muchos concep-
tos: así es que se ha reconocido que sejnecesita-
ba menos leña para obtener un quintal de hier-
ro colado , tranformándola en carbón rojo , que
convirtiéndola en carbón ordinario por el proce-
dimiento de los bosques : pero la economía re-
sulta balanceada por el aumento de precio del
trasporte, puesto que toda la leña debe ser con-
ducida ala fábrica, cuando se quiere hacer servir
el calor perdido de los hornos de fundición.
El uso del carbón rojo ha sido ensayado en va-
rios establecimientos, en Maucourt (Meuse) y
en algunos otros países , pero aun se halla poco
generalizado.
Además del carbón de leña propiamente di-
cho , cuyos métodos de preparación hemos indi-
cado, carbón que es empleado en las cocinas ,
en los laboratorios, en un gran número de indus-
trias, para obtener calor, especialmente en las
CAR
fabricas metalúrgicas , V sobre todo en la fabri-
cación del hierro , existen todavía en el comer-
cio diversos carbones vegetales, ó negros vege-
tales.
Pueden distinguirse : 1 .° el Negro de alberchi-
go, que se obtiene por la calcinacinacion en va-
sos cerrados de la parte leñosa de los cuescos
de albérchigo j 2.° los Carbones de sauce y de
bonetero, con los cuales se hacen lápices; 3.°
el Carbón de cañamiza, y el de frángula , que
entran en la fabricación" de la pólvora ; 4.° el
Negro ó Carbón de corcho, obtenido por la cal-
cinación en vaso cerrado de los tapones ó peda-
zos de corcho; o.°, en fin, el Negro de humo ó Ne-
<jro ligero, que es también un carbón vegetal , y
el mas puro de lodos cuando calcinado , pues
entonces no contiene sensiblemente partes inor-
gánicas.
Negro de humo. Es una variedad de carbón
vegetal diferente por su forma del carbón de le-
ña. Se obtiene condensando dentro de cuartos
de ladrillo , situados unos tras de otros , ó en sa-
cos grandes, en número de 30 á 50 , el humo que
proviene de la combustión imperfecta de las ma-
terias resinosas, bituminosas , ó grasas. Este hu-
mo , al enfriarse , posa un carbón muy fino y li-
gero , de un negro subido , que se recoge en el
suelo de los cuartos , ó en el interior de los sa-
cos. Antiguamente este carbón se fabricaba ex-
clusivamente con la resina común del pino. Des-
de algunos años á esta parle se utilizan con buen
éxito los residuos de las breas vegelales, betu-
nes, residuos de aceite ó de grasa, etc.
Esta especie de carbón es menos pura que el
carbón vegetal ordinario ; apenas contiene mas
de 80 p. •/„ de carbono, y el resto consiste en
materias salinas y en partes aceitosas ó resino-
sas, arrastradas "con él durante la combustión.
Tal como sale de los cuartos ó de los sacos, se
emplea en la pintura de edificios, y en la prepa-
ración de la tinta de imprenta ; pero para ciertas
aplicaciones, como por ejemplo , la composición
de la tinta litográfica, es menester despojarlo
de sus partes oleosas ó resinosas , y para esto se
somete á una fuerte calcinación en pequeños
cilindros de palastro. El negro molido enseguida
al agua ó al óleo , da un color muy intenso y de
buena calidad.
Con el negro de humo mas fino , mezclado con
V» de su peso de arcilla , se preparan los lápi-
ces negros empleados para el dibujo. Esta mez-
cla, después de haber adquirido la consistencia
de pasta , se pasa por la hilera ó se comprime eri-
tre moldes que tienen la forma de una pirámide
cuadrangular truncada.
Carbón animal. liase dado el nombre de
Carbón animal ó Carbón de huesos, y algunas ve-
ces el de Negro animal, al producto que se obtiene
por la calcinación en vasos cerrados de las ma-
terias animales, y mas particularmente de los
huesos.
Para preparar el carbón animal existen dos
métodos ó disposiciones de aparato, según que se
quiera recoger los productos amoniacales , ó que
GAB 591
solamente se trate de obtener el negro animal.
En el primer caso, el aparato en donde se caí-
cinan los huesos se compone de siete á nueve
cilindros de hierro colado, de 0B,iO de diáme-
tro. \ de lm, 50 de largo, colocados horizontal-
mente en dos lilas en un horno hecho de ladri-
llos. La extremidad anterior de los cilindros esta,
provista de planchas de hierro colado que se li-
jan por medio de pernos; la extremidad posterior
se estrecha para formar un cuello de un decíme-
tro de diámetro, al cual están unidos tubos de
plomo encorvados en ángulo recto; estos tubo*
se dirigen áotro cilindro grande de hierro colado,
colocado en el suelo , también horizontalmenle ,
pero en una dirección tras\ ersal que guarde rela-
ción con la de los cilindros superiores, fcste gran
cilindro sirve de condensador para los productos-
de la destilación, y de él parte un tubo que con-
duce estos productos dentro de una caja dispues-
ta debajo del suelo. Los líquidos se reúnen en to
parte inferior de esta caja, y los gases en su par-
te superior. Estos gases se escapan por dos con-
ductos provistos de llaves de fuente; el uno de
ellos puede llevarlos fuera del taller, el otro los
conduce al hogar, bajo la reja del horno. Cuando
se quiere operar, se ponen los huesos secos en
los cilindros, que se cierran por medio de sus
planchas, embarrándolas con hiten, para que no-
salga gas por la parte anterior; después se ca-
lienta el aparato con el combustible que se ha-
brá colocado sobre del rejado del horno. Enton-
ces se abre la llave de fuente del tubo que con-
duce los gases fuera del taller, y cuando los pro-
ductos gaseosos que se forman" han arrojado to-
do el aire del aparato, cuando salen en abundan-
cia, se abre la otra llave de fuente del tubo que
los conduce debajo del hogar y se cierra la pri-
mera. La mayor parte de estos gases arden, y,
por la elevación de temperatura que producen,
la carbonización de los huesos se acaba. Se co-
noce que la calcinación ha llegado á su término
cuando los tubos de plomo empiezan á enfriarse,
lo que prueba que ya no pasa por ellos ningún
producto gaseoso ni liquido.
Cuando la operación se halla terminada, se
deja enfriar el aparato por espacio de dos horas;
enseguida se quitan las planchas anteriores de los
cilindros, se recibe el carbón producido engran-
des vasos de palastro que se cierran hermética-
mente y se deja enfriar completamente; después
se cargan otra vez los cilindros con nuevos hue-
sos y se repite la misma operación.
Cuando en la calcinación de los huesos solo se
, tiene por objeto producir carbón animal, se em-
plean también cilindros de hierro colado cerra-
dos por un extremo, pero solamente de O-, 60 de.
largo, sobre 0-,25 de diámetro. Se colocan los
huesos en estos cilindros , que se apilan \er-
ticalmente dentro del horno , cada uno de ellos
cerrando , pero no herméticamente , aquel so
bre el cual se apoya. Se calienta el horno , cu-
ya puerta se tiene'cuidado de cerrar , y cuan-
do la temperatura ha llegado al rojo , se de-
ja de poner combustible sobre el rejado; los ga-
592 CAR
ses y oíros productos combustibles que se des-
prenden de todas partes arden al rededor de las
pilas de cilindros y, por la temperatura que de-
sarrollan, la calcinación ó destilación de la masa
de los huesos empleados continúa y se termina.
En todos los casos, cuando el carbón de hueso así
obtenido está suficientemente enfriado, se pulve-
riza entre dos muelas, ó bien entre cilindros
guarnecidos de dientes ó estrías, y después se
tamiza.
El carbón animal contiene siempre una muy
grande proporción de materias inorgánicas, sa-
linas ú otras. El carbón de hueso del comercio no
contiene menos de 90 por % de ellas, y bajo es-
te respecto es muy diferente del carbón animal.
Este carbón goza de propiedades descoloran-
tes que lo hacen emplear en grande en las artes.
El que se obtiene por la calcinación de las mate-
rias animales con la potasa , en la preparación
del azul de Prusia, descolora mas que el carbón
<Ie huesos. Este último, sin embargo, es mas ge-
neralmente empleado, porque se puede obtener
mas fácilmente y en mayor cantidad
Con todo, el poder descolorante del carbón ani-
mal varia según la preparación que se le ha he-
cho sufrir, como lo ha probado el Sr. Bussy, y
como lo demuestra un extracto del estado que
publicó, y que consignamos aquí.
Cantidad de carbón em-
pkado 1 gramo.
Disolución sulfúrica de
añil al milésimo desco-
lorado.
Carbón de hueso bruto. . ... 32
Carbón de hueso lavado
con el ácido hidroclórico. .... 60
Carbón de hueso calcinado
con la potasa y lavado des-
pués l.iSO
Carbón de sangre calcina-
do con potasa 1.600
El color animal que descolora mas es reputa-
do el mejor. Algunos fabricantes se sirven del vi-
no para probar la fuerza de esta acción; pero se
concibe que si se emplean vinos mas ó menos tin-
tos, los resultados que se obtienen son falsos. El
Sr. Payen ha hecho conocer la construcción de
un aparato destinado á experimentar el valor de
los negros, al cual ha dado el nombre de Descolo-
rímetro.
VA carbón animal es con frecuencia falsificado;
se le añade carbón vegetal , carbón de turba y
carbón de esquita. Se puede reconocer esta fal-
sificación calcinando 100 partes de carbón ani-
mal bien desecado, que debe dejar un residuo
que pese 80, 80,50, residuo que debe estar for-
mado de una corta cantidad de carbonato de cal y
de una gran cantidad de fosfato de cal , y en fin
de vestigios de sílice y de óxidos de hierro y de
manganeso.
Para el uso de los laboratorios de química, se
purifica el carbón animal haciéndolo digerir en
agua acidulada con el ácido hidroclórico para di-
solver todo el carbonato y el fosfato de cal que
CAR
contiene. Este carbón asi lavado es puro cuando
después de calcinado al aire arde sin dejar resi-
duo; su fuerza descolorante es casi doble del que
dú ha sido lavado. Por la loción acida, el carbón
de hueso se reduce á cerca de la tercera parte de
su peso.
Este carbón es especialmente utilizado en las
fábricas de refinación de azúcar, para la descolo-
ración de los jarabes; sirve para pulimentar las
armas; goza de la propiedad de desinfectar las
aguas pútridas é impide que se corrompan las es-
tancadas, y, después de haber servido en las fá-
bricas de refinación de azúcar, se emplea como
abono en las tierras. (V. Abono.)
Por último hay otro carbón de origen animal
empleado bajo el nombre ácNegro de marfil. Este
carbón, que sirve como color, se obtiene por la
carbonización de los desperdicios de los dien-
tes de elefante. El negro obtenido con los
huesos de pió de carnero bien calcinados se le
asemeja bastante en el aspecto; pero el negro de
marfil tiene el color mas intenso y mas puro. Es-
tos negros deben su color á los 10 ó 12 centesi-
mos de carbono que contienen, pues que el fosfa-
to y el carbonato decaí, y las otras sales, que
forman los 88 ó 90,centésimos de su peso, son
blancas. Estos negros son empleados en la pin-
tura al agua y al oleo, para los papeles pintados,
y para el lustre del calzado.
El carbón animal pocos años hace venia casi
todo del extranjero; pero desde que se ha esta-
blecido en el término de S. Martin de Provensals
la fábrica délos Sres. Castanys y Degollada, es
tanta la producción y tan barato dicho género que,
aun sin pago de derechos, el cnrbon animal ex-
tranjero no puede competir con el del país. Los
señores directores de este establecimiento no se
han limitado solamente á la fabricación del car-
bón animal común, sino que se han dedicado tam-
bién á prepararlo para toda clase de profesiones.
Lo expenden en grano de diferentes dimensio-
nes y pulverizado para la descoloracion y blan-
queo de Jos azúcares ; en polvo sutilísimo* para la
pintura, y lavado al ácido para la descoloracion
de los ácidos y sales. Como el consumo de este
producto en España no excede de 1200 quintales
anuales, el establecimiento del cual nos ocupamos
puede abastecer al mercado de toda la península
solo con que trabaje unos dos meses cada año.
CARBONATO. Género de sales formadas
por la unión del ácido carbónico con los óxidos
metálicos. Se conocen tres variedades de este
género en las cuales las cantidades de ácido car-
bónico existen entre ellas en las proporciones
* > ' Y» Y 2, á saber : los Carbonatos neutros, los
Sesquicarbonatos y los Bicarbonatos.
Todos los carbonatos neutros son insolubles en
el agua, á excepción de tres, que son los carbo-
natos de amoníaco , de potasa y de sosa. Un ex-
ceso de ácido carbónico convierte á varios carbo-
natos neutros solubles en el agua.
Expuestos á la acción del fuego , los carbona-
tos neutros son descompuestos , menos los de
base de barita, de potasa y de sosa; pero los bi-
CAR
carbonates de estas bases abandonan la mitad de
su ácido y vuelven otra vez al estado de carbo-
nates neutros indescomponibles por el calórico.
Los carbonates en cualquier estado de satura-
ción que se eucuentren son descompuestos, ala
temperatura ordinaria, por todos los ácidos mi-
nerales, principalmente por los que se hallan en
solución en el agua; producen con ellos una
efervescencia mas ó menos viva , sin vapor sen-
sible , debida al desprendimiento del gas ácido
carbónico.
Los carbonates soluble? en el agua., cuando
disueltos , presentan independientemente de esta
propiedad la de precipitar en copos blancos las
soluciones de cal , de barita y de cstronciana,
como también la solución de sulfato de magnesia,
produciendo cabornatos insolubles, que los áci-
dos nítrico é hidroclórico redisuelven con efer-
vescencia.
Los sesquicarbonatos y los bicarbonatos di-
sueltos en el agua se conducen como los carbo-
nates neutros con el agua de cal y de barita ; sin
embargo, los bicarbonatos son fáciles de distin-
guir en que en frió no forman ningún precipitado
con la solución de sulfato de magnesia, pero ca-
lentando el licor hay una ligera efervescencia con
precipitación de sesquicarbonato de magnesia.
Los sesquicarbonatos no pueden ser reconoci-
dos á priori de los carbonates neutros, y enton-
ces es necesario, para distinguirlos de estes últi-
mos , determinar la relación del ácido con la
base.
Carbonato de amoníaco. Sesqui-
carbonato de amoníaco, Sesu.ui-
carbonato amónico , Sub-carbo-
nato de amoníaco. Esta sal, designada
antiguamente bajo los nombres de Álcali volátil
concreto, Sal volátil de Inglaterra y Sal volátil
de asta de ciervo, se prepara en los laboratorios
por la calcinación de una mezcla de sal amonía-
co concreta. Recientemente obtenida, está com-
puesta de 28,9 amoniaco, de 55,9 ácido carbóni-
co y de 15,2 agua; total 100 partes en peso. No
existe en la naturaleza , pero se forma expontá-
neamente en las materias animales en putrefac-
ción.
El sesquicarbonato de amoníaco se encuentra
en el comercio bajo la forma de una masa blan-
ca, de media pulgada á una pulgada de espesor,
traslúcida, de un grano cristalino y apretado, de un
olor muy pronunciado de amoníaco , y un sabor
acre y picante; enverdece mucho el jarabe de vio-
letas; es tan volátil que se evapora poco á poco al
aire libre, aunque seaá la temperatura ordina-
ria; expuesta al aire pierde desde luego una
porción de amoníaco , absorve vapor de agua, y
pasa al estado de bicarbonato ; el agua fria di-
suelve la mitad de su peso , pero por la ebullición
esta sal se separa fácilmente del agua en razón
de su gran volatilidad.
Echado sobre las ascuas el sesquicarbonato de
amoníaco se evapora sin residuo exhalando un
olor fuerte de amoniaco. Disuelto en el agua fria,
su solución vuelve al color azul el papel de tor-
75
CAR M3
nasol enrojecido , produce efervescencia con to-
dos los ácidos, precipita el agua de cal y la solu-
ción de sulfato de magnesia en copos blancos, y
forma con el bicloruro de platino un precipitado
amarillo anaranjado. Triturado con una solución
de potasa cáustica ó un poco de cal desleída en
el agua, despide un fuerte olor de amoníaco. El
sesquicarbonato es tanto mas estimado cuanto
mas blanco es su color, y queso presenta en frag-
mentos mas gruesos, libre de olor de empireuma.
Abandonado al aire, como hemos dicho, no tarda
en exhalarse enteramente en vapor, después do
haber perdido en primer lugar una parte de su
amoniaco (74 del volúmem de éste) y después va-
por de agua (1 vol), lo que le constituye en el es-
tado de Bicarbonato: de ahí es que se encuentran
juntas estas dos sales en diversas proporciones,
según que hace mas ó menos tiempo que está pre-
parado. Si se añade al agua calentada á 80° car-
bonato de amoniaco hasta que no pueda disol-
ver mas , y se deja enfriar la solución , se po-
san cristales granados, abundantes, de carbo-
nato, conocido bajo esta forma en las boticas con
el nombre de Sal volátil de Inglaterra , que, re-
puesta en frasquitos esmerilados , se usa para
nacer respirar el vapor que exhala á las personas
dispuestas á caer en desmayos. El carbonato de
amoníaco se expide ordinariamente en vasos de
asperón ó de vidrio, herméticamente tapados y
lacrados ó embetunados con una almáciga resi-
nosa.
En los laboratorios , la solución de esta sal es
empleada en el análisis mineral para separar la
glucina y la itria de la alúmina, y el protóxido de
zinc del protóxido de cadmio ; pues un exceso
de esta sal goza de la propiedad de redisolver
por la agitación los carbonates de gluciuia , de
itria y de zinc. Para separar estes óxidos, basta,
después de haber filtrado el líquido, hacerlo
hervir para volatilizar el exceso de carbonato de
amoníaco que los tenia en disolución.
El carbonato de amoniaco puede también ser-
vir con ventaja para descomponer y separar cier-
tas sale» metálicas mezcladas con sales de/
base de potasa ó de sosa que no son descompues-
tas por él; pues siendo todas las sales amoniacales
volátiles ó descomponibles por el calor, evaporan
do á sequedad la solución en que ha sido hecha
esta descomposición y calcinando al rojo el resi-
duo, se obtendrá así la sal de base de potasa ó de
sosa.
El carbonato de amoniaco ordinario sirve para
quitar las manchas de ácido, y los quitamanchas,
usándolo con este objeto , nó tienen que temer
los efectos persistentes que resultarían del uso
de los álcalis fijos. Su solución puede emplear-
se para aumentar el espíritu del tabaco, cuya ca-
lidad á veces mejora mucho. En Inglaterra , so-
bre todo, se consume una cantidad bastante gran
de esta sal para hacer levantar en el horno la *
pastas de ciertos panes de lujo y de varias pa^
telerias ; aplicación que no puede tener ningur.
inconveniente, en cuanto á la salubridad delasiis-
tancia alimenticia, y que puede, al contrario, me-
tomo i.
m CAR
jurarla cuando una reacción espontánea la ha da-
do un carácter ácido. También se emplea en In-
glaterra el carbonato de amoníaco en la prepara-
ción de las cenizas azules.
En medicina el carbonato de amoníaco goza de
las mismas propiedades que el amoníaco, sola-
mente que las del primero son mucho menos enér-
gicas. Chaussier lo empleaba para el uso exterior
como el amoníaco; produce la rubefacción, y tam-
bién puede determinar flictenas. Se hace respirar
en los síncopes, para provocar la membrana pi-
tuitosa, y en este caso presenta menos inconve-
nientes que el amoníaco.
Administrado á alta dosis, el carbonato de amo-
níaco obra á la manera de los venenos irritantes:
es un estimulante enérgico, que, como el amonía-
co, es administrado como diaforético. Se prescri-
be, en Inglaterra, en las convulsiones de los niños
producidas por el trabajo de la dentición, sobre to-
do cuando hay acédia en las primeras vías, y tam-
bién ha sido administrado en algunos casos de angi-
nas; en suma, es un medicamento enérgico que me-
rece la atención délos prácticos, y que puede dar-
se álos adultos á la dosis de 6 á 24 granos al dia,
en poción ó en pildoras.
La Sal volátil de asta de ciervo ó Carbonato
de amoníaco cmpireumático no es mas que car-
bonato de amoníaco mezclado con aceite empi-
reumático; obtiénese destilando, en un aparato con-
veniente, asta de ciervo en pequeños fragmentos.
No está ya en uso.
El Espíritu volátil de asta de ciervo y el Es-
píritu de seda cruda son líquidos que contienen
carbonato, acetato, hidrocianato de amoníaco y
aceite cmpireumático. Obtiéneseles por la desti-
lación del asta de ciervo ó de la seda. Forma la
base de otras varias composiciones farmacéuticas.
Carbonato (Bi) de amoníaco, Bi-
carbonato amónico. Se prepara es-
ta sal haciendo pasar una corriente de gas ácido
carbónico en una solución de la sal precedente.
Es blanca, inodora, de sabor un poco picante, pe-
ro que nada tiene de alcalino ; es menos solu-
ble en el agua fria que el sesquicarbonato; su so-
lución calentada se descompone en gas ácido
carbónico y en sesquicarbonato; expuesta al aire
se volatiliza poco á poco; está compuesta de 21,6
de amoníaco , de 55,8 de ácido, y de 22,6 de
agua; total 100 partes.
Apenas es usado á no ser como reactivo en ra-
zón de su precio; empléasele en los laboratorios
como los otros bicarbonatos de base de potasa y
de sosa.
Carbonato de barita, Carbonato
barítieo. Esta sal se encuentra en la naturale-
za en las vetas metálicas, sobre todo en las mi-
nas de plomo, constituyendo una especie que los
mineralogistas han designado bajo el nombre de
Witerita, y también ha sido llamada Barolila y
Espato pesado y aereado, une se presenta en ma-
sas concrecionadas, radiadas al interior, particu-
larmente en Anglesarck y en Hanckshire en Ingla-
terra, y en la Alta Siria cerca de Neuberg. Es
blanco, opaco, duro y pesado ; su peso especilico
CAR
es de 4,33; su composición química es de 77,66
de barita y de 22, 34 de ácido carbónico por 100
parles.
En los laboratorios se prepara por doble des-
composición, tratando, por ejemplo, el nitrato de
barita con el carbonato de amoníaco. El carbonato
de barita artificial se presenta en torma de un polvo
blanco anhidro, excesivamente poco soluble en el
agua, pues este líquido no puede disolver sino
1/4300 de su peso á la temperatura ordinaria, y
1/2300 á +100.° Es indescomponible por el calor
solo, pero los ácidos lo descomponen fácilmente en
presencia del agua. Calentado al soplete sobre
una lámina de platino, esta sal se funde con facili-
dad y se convierte por la fusión en un vidrio limpio
que toma , enlriándose , el aspecto de un esmal-
te blanco; sobre el carbón concluye por experi-
mentar una viva efervescencia, salpica y se des-
compone dejando barita cáustica.
Los ácidos nítrico é hidroclórico debilitados lo
disuelven con efervescencia. Esta disolución di-
luida en agua precipita abundantemente con el
ácido sulfúrico y las soluciones de los sulfatos; el
ácido hidrosulfürico, el cianuro de hierro y de
potasio y el amoníaco no producen en ella ningún
efecto. Esta disolución presenta además con los
reactivos todos los fenómenos que se observan con
las sales solubles de barita.
El carbonato de barita natural , en Inglaterra,
sirve, reducido á polvo impalpable, para matar los
ratones; en los laboratorios se emplea para pre-
parar las sales solubles de barita , á cuyo electo
basta , por ejemplo, tratarlo con el ácido nítrico,
ó con el ácido hidroclórico bastante debilitados
para que las sales formadas se disuelvan. Se
consigue mas fácilmente atacar al carbonato de
barita, calcinándolo previamente.
El carbonato de barita artificial es empleado
con ventaja en el análisis de los minerales ó pie-
dras que contienen álcalis : á este efecto se mez-
cla el mineral reducido á polvo fino con cinco ó
seis veces su peso de esta sal , y se hace enroje-
cer fuertemente la mezcla por espacio de una
hora ú hora y media en un crisol de platino cu-
bierto. Después de la calcinación se deslié la ma-
sa en el agua destilada y se disuelve en el ácido
hidroclórico. La disolución se evapora á seque-
dad, y para separar el ácido silícico , se redi-
suelve en el agua y se precipita primero la bari-
ta con el ácido sulfúrico destilado ; en cuanto á
las otras sustancias que son disueltas se precipi-
tan con una disolución de sesquicarbonato de amo-
níaco. El álcali que existe en el mineral perma-»
nece en el estado de sal en disolución con la sal
amoniacal que se ha formado , la que en segui-
da se .separa por Aolatilizacion del líquido y
calcinación del residuo.
Carbonato de eal . Carbonato cal-
cico. El carbonato de cal es el mas abundan-
te de lodos los cuerpos que existen en la super-
ficie del globo; pertenece átodoslos terrenos; la
naturaleza lo ha trabajado en todos los tiempos
y lo ha modificado de una infinidad de maneras.
Se encuentra regularmente cristalizado en rom-
CAR
bokfes voluminosos, traslúcidos , ó cristales oc-
taédicos, conocidos bajo el nombre de Aragonita;
pero su composición química es indénticamente
la misma bajo estas dos formas.
El carbonato decaí ha recibido diferentes nom-
bres , sogun las principales formas bajo las cua-
les se encuentra : así se le llama Espato , cuan-
do está cristalizado en cristales aislados; Már-
mol, cristalizado confusamente en masas suscep-
tibles de pulimento ; Piedra de edificar , ó Pie-
dra de cal , cuando existe en masas duras , de
fractura deslucida, terrosa, no pulimentables :
Creta, en masas mas puras, enteramente blan-
cas, mas tiernas y mas friables, y A labastro,
cuando se presenta'bajo la forma de estalactitas
ó de concreciones traslúcidas, que han crecido
en cavidades subterráneas , por la inflltracion
de las aguas que están cargadas de él.
Se encuentra tamicen disuelto en corta canti-
dad en la mayor parte de las aguas de manan-
tiales y de cisternas á favor de un pequeño ex-
ceso de ácido carbónico ; forma en parte la base
del esqueleto de los animales , del coral , del
nácar, de las cascaras de huevos, del carapa-
cho délos moluscos, de diversas concreciones,
como ojos de cangrejos, hueso de jibia, etc.,
en los cuales se encuentra con frecuencia asocia-
do con el fosfato de cal , con el fosfato de mag-
nesia y con una materia animal.
El carbonato de cal natural difiere mucho por
sus diferentes caracteres físicos del carbonato pre-
K arado artificialmente. Con todo, es blanco, insolu-
le en el agua, y descomponible al calor rojo, en
cuyo caso deja" cal viva por residuo; el agua
saturada de ácido carbónico puede disolverlo ,
y esta disolución se descompone ó por expo-
niéndola al aire, ó calentándola. Está compues-
to de 43,61 de ácido carbónico y de 56,39
de cal.
Las diferentes variedades de carbonato de cal
calcinadas al soplete sobre carbón se vuel-
ven cáusticas y brillan con un resplandor vivo
particular luego que el desprendimiento de ácido
carbónico ha terminado ; el residuo blanco se ca-
lienta con el agua, se apaga, y su solución acuo-
sa obra como un álcali sobre el papel de torna-
sol enrojecido.
El ácido nítrico y el ácido hidroclórico hacen
una viva efervescencia con el carbonato de cal,
descomponiéndolo y disolviéndolo enteramente.
La disolución no precipita con el amoníaco, pero
el ácido sulfúrico produce en ella, cuando con-
centrada, un precipitado blanco, mientras que
el mismo ácido deja de precipitarla , cuando
diluida en una gran cantidad de agua. El oxa-
lato de amoníaco, mezclado con la disolución
neutralizada con el amoníaco produce en. ella un
precipitado blanco pulverulento , aun cuando la
disolución sea muy diluida en agua.
El carbonato de cal es un simple absorvente
poco usado hoy dia, pero cuyas diversas varie-
dades, indicadas en sus respectivos artículos,
han gozado en otro tiempo de algún crédito con-
tra diversas afecciones. Así es que la Ostcocela,
CAR 595
en razón de la forma fistulosa que presenta , ha
pasado como útil en el tratamiento de las fractu-
ras de los huesos largos ; que el A (jarico mine-
ral , á causa de su blancura , era considerado co-
mo galactóforo; que la Greta ha sido recomen-
dada por Cleghorn contra las úlceras que suce-
den á las quemaduras, y que, unida al bolo de
Armenia , al alumbre, etc. , ha sido, bajo el nom-
bre de Ormskirck, recomendada como anti-lisico
por Hilldormskirck, virtud que la experiencia
desgraciadamente no ha confirmado ; que el Ihl-
mintholitus belemnitas ha sido empleado como
amuleto contra diversas enfermedades; que se
ha supuesto á estas sustancias, como en general
á todas las materias insolubles , terrosas, iner-
tes , virtudes alexifármacas; que la realidad no
ha confirmado. El sub-carbonato de cal, en fin,
precipitado por el sub-carbonalo de potasa del
acetato de cal , fué empleado antiguamente bajo
los nombres de Magisterios de coral , de nácar
de perlas , de ojos de cangrejos, etc. , y entraba
también en diversas preparaciones farmacéuticas
oficinales, celebradas como absorventes, anti-li-
sicasj, alexiteras, etc.
Por último, el carbonato de cal tiene muchos
usos entre los cuales el mas importante, sin con-
tradicción, es servir para obtener la caí, tan in-
dispensable para la construcción de nuestros edi-
ficios En los laboratorios , muchas de sus va-
riedades son empleadas para obtener el gas áci-
do carbónico.
Carbonato de cobre . ©ewtocar-
bonato de robre bibásieo , Carbo-
nato blní briro. Esta sal en el estado básico
é hidratado constituye dos variedades mineraics:
la una apezonada , de un bello color verde , es
llamada Malaquita ; la otra , en cristales de un
hermoso azul subido, es designada bajo los nom-
bres de Azul de cobre, Azul de montana.
El deutocarbonato de cobre bibásico, obtenido
por precipitación de una sal de deutóxido de co-
bre con un carbonato alcalino, se presenta bajo
la forma de un polvo azulado , insoluble en el
agua, que se vuelve oscuro con el agua hirviendo
y pierde su agua de combinación. Esta sal bibá-
sica está compuesta, según el señor Rerzélius, de:
ácido carbónico , 19,95; deutóxido de cobre,
7 1, sí; agua, 8,21; total, 100.
Calentados al soplete, los diferentes carhona-
tos de cobre primero se ennegrecen y se redu-
cen en la llama interior, pero luego que la insu-
flación cesa, la superficie roja del cobre se reó-
xida al aire y se pone negra u oscura. Fundi-
dos al fuego de oxidación con el borraj, dan \m
hermoso vidrio verde que se vuelve incoloro al
fuego de reducción, pero que toma, solidificándo-
se, un tinte rojo y opaco.
Kl ácido nítrico disuelve con efervescencia el
carbonato de cobre produciendo una disolución
de un bello color azul. Esta disolución precipita
en copos azul celeste con la potasa; el amoniaco
vertido con precaución forma en ella un precipi-
tado blanco azulado, que se redisuelve entera-
mente en un exceso de amoníaco dando un bello
596 CAR
color azul subido; el cianuro de hierro y de po-
tasio ocasionan en {ella un precipitado rojo hez
de vino; en fin, una lámina de hierro pulimenta-
da separa de ella el cobre en el estado metálico.
La Malaquita (V. esta palabra) se encuentra
en varios puntos de Aragón; una de las mas be-
llas calidades procede de Siberia, y sirve parala
confección de joyas, vasos de lujo, y también me-
sas de bastante dimensión y ricamente decora-
das con bronces y dorados.
El Azul de cobre, de que hemos hablado ya en
su lugar correspondiente , se encuentra en mu-
chos puntos de España, particularmente en Li-
nares.
Carbonato de hierro, Carbonato
ferroso , Protoearbonato de hier-
ro. Esta sal conocida de los mineralogitas con
el nombre de Siderosa, y llamada también Mi-
na de acero, Esferosiderita, etc., se encuentra
en la naturaleza cristalizada en romboedros pa-
recidos á los del carbonato de cal , distinguién-
dose de ella dos variedades principales : el Hier-
ro carbonatado cristalino, Hierro espático, y
el Hierro carbonatado compacto ó arcilloso.
El primero es de un blanco amarillento y na-
carado , que al aire pasa al rojo oscuro; el se-
gundo es gris ó gris negruzco, de fractura grano-
sa Encuéntrasele en terrenos ulleros calizos y en
las arcillas; abunda en las montañas que forman
fas faldas meridionales de los Pirineos en Cata-
luña y Vizcaya en donde se beneficia desde mu-
chos aiios para obtener el hierro. (V. A cero y
Hierro.) La mayor parte de las aguas minerales
ferruginosas contienen pequeñas cantidades de
esta sal disuellas por un exceso de ácido carbó-
nico.
El protoearbonato de hierro se prepara en los
laboratorios descomponiendo una sal de prolóxi-
do de hierro con un carbonato neutro alcalino,
que se posa en el estado de hidrato en forma de
copos blancos azulados los cuales expuestos al ai-
re no tardan en ponerse verdes y después amari-
llos. Esta sal, absorviendo oxígeno, pierde parte
de su ácido carbónico. Está compuesta de acido
carbónico, 38, 53; protóxido de hierro, 61,47;
total, 100.
Expuesto á un calor suave , el carbonato de
hierro natural se ennegrece, y deja por residuo
deutóxido de hierro atraible por el imán. Trata-
do con el ácido hidroclórico ó sulfúrico débil se
disuelve con una ligera efervesencia: la disolu-
ción es incolora ó apenas colorada ; los álcalis
producen en ejlaun precipitado blanco azulado,
que se pone moreno y pasa á amarillo de ocre
con la solución de cloro; el cianuro de hierro y
de potasio forma un precipitado blanco azulado
que toma un tinte azul oscuro con la adición del
cloro.
El protoearbonato de bierro no es empleado en
el estado de aislamiento ; sin embargo , varias
preparaciones le deben sus propiedades. Esta sal
tiene en los usos medicinales ventajas que no se
encuentran en tan alto grado en las otros prepa-
rados ferruginosos. NTo tiene , como los óxidos de
CAR
hierro , una cohesión fuerte ó afinidades débiles
que ponen obstáculos á su disolución. El óxido al
mínimo que contiene es una base poderosa, y el
ácido carbónico que le está asociado puede ser
desalojado sin dificultad por los ácidos contenidos
en las vías digestivas. Esta descomposición fácil
le dá igualmente una ventaja sobre las otras sales
de hierro insolubles; no hay cuidado que atraviese
el canal digestivo sin producir efecto. Por otra
parte , es con frecuencia preferible á las sales
mas solubles; pues su disolución en los ácidos
del estómago es lenta y graduada, y deja poco
que temer la impresión siempre desagradable y á
veces peligrosa que prodúcela disolución estíp-
tica de las sales ferruginosas. La base de las pil-
doras de Blaud como la de las de Valletesel pro-
toearbonato de hierro, obtenido por doble des-
composición.
El Azafrán de Marte aperitivo , llamado asi-
mismo Oxido de hierro oscuro hidratado y Sub-
carbonato de peróxido de hierro, debe ser con-
siderado como una mezcla de carbonato de hier-
ro y de hidrato de peróxido de hierro. Es un pol-
vo amarillo rojizo, inodoro y de un sabor ligera-
mente estíptico; tratado con los ácidos, da lugar
á un desprendimiento de ácido carbónico. En
otro tiempo se preparaba el azafrán de Marte
aperitivo haciendo enmohecer limaduras de hier-
ro al aire húmedo. Para obtenerlo, se loma sulfato
de hierro cristalizado y purificado \ o p.,y carbona-
to de sosa, 18 p.; se hacen disolver estas sales se-
paradamente; se filtran las disoluciones; se vierte
á pequeñas porciones la disolución de carbonato
de sosa en la de sulfato de hierro; se agita la mez-
cla para favorecer la reacción, y con esto se forma
sulfato de sosa soluble y un precipitado blan-
co de carbonato de protóxido de hierro; se lava
con mucha agua por decantación en frío , con la
precaución de agitar frecuentemente el precipi-
tado para hacerle absorverel oxigeno del aire; á
consecuencia de esta absorción, su color blanco
pasa sucesivamente á un oscuro verdoso y des-
pués á un amarillo rojizo. Esta trasformaciou se
puede apresurar dividiendo el precipitado so-
bre lienzos y dejándolo expuesto , mientras que
es húmedo , á la acción del aire; el precipitado
bien lavado se seca después á la temperatu-
ra ordinaria. Sise calienta en un crisol á la tem-
peratura rojo oscura el azafrán de Marte aperi-
tivo, de manera que se desprenda el agua y el áci-
do carbónico que contiene, se obtendrá la pre-
paración designada con el nombre de Azafrán de
Marte astringente.
El azafrán de marte aperitivo es una de las
preparaciones ferruginosas mas usadas. Se admi-
nistra en los casos que hemos indicado, á la dosis
de 6 granos á 2 dracmas al día. Se le ha reco-
mendado, sobre todo en Inglaterra, como antipe-
riódico en el tic doloroso dje la cara y otras ne-
vrálgias intermitentes, lo que puede ser exacto,
según Bouchardat, cuando las nevrálgias tien-
den á un estado clorótico. Los antiguo» lo pre-
conizaban en las caquexias escrofulosas ó can-
cerosas, etc.
CAR
Carbonato de magnesia, Carbo-
nato magnésico . Hitlro-carbona-
*o magnésico , Magnesia blanca .
ftlaarnesia inglesa , Sub-carbona-
to de magnesia. I io la naturaleza se en-
cuentra esta sal en forma de una masa blanca ,
de fractura terrosa , conocida bajo los nom-
bres de Magnesita ; existe también mezclada
en diferentes proporciones con el carbonato de
cal , constituyendo entonces el Calizo magnesia-
no , variedad á la que pertenece particularmente
la Dolomía. En el estado de pureza es muy rara,
y parece que solo se la encuentra en la Estiria
superior; laque se encuentra en Moravia y en
el Piamonle está mezclada con sílice.
Por lo común, se obtiene artificialmente el
carbonato de magnesia puro precipitando en ca-
liente sea una solución de sulfato de magnesia
con una solución de carbonato de potasa neutro ,
lavando y secando en seguida el precipitado ob-
tenido , sea operando sobre las aguas de manan-
tial que contienen esta sal.
El carbonato de magnesia se presenta en el co-
mercio en forma de masas cúbicas ó pequeños
paralelipipedos muy blancos y muy ligeros, ó en
forma de un polvo blanco; es suave al tacto, insí-
pido, inodoro, inalterable al aire, y completa-
mente insolible en el agua; enverdece el jarabe
de violetas; expuesto á un calor rojo se descom-
pone, pierde á la vez el agua y el ácido carbó-
nico que contiene, y deja su óxido en el estado de
pureza.
Esta sal contiene 19,48 p.°/0 de agua : anhidra
está compuesta de 51,59 de ácido carbónico y
48,41 de magnesia; total 100. El ácido sulfúrico
diluido en agua lo disuelve enteramente con una
viva efervescencia. Su disolución acida no es
precipitada con el amoniaco, pero sí por la solu-
ción de potasa cáustica, que produce en ella un
precipitado blanco gelatinoso insoluble en un ex-
ceso de este álcali. La solución de bicarbonato
de potasa ó de sosa añadida á esta disolución no
forma precipitado en frió; pero calentando esta
mezcla, el liquido se enturbia, y se produce un
precipitado blanco pulverulento de carbonato neu-
tro de magnesia.
El carbonato de magnesia se recibe de Ingla-
terra en cajas del peso de 30 á 35 kilóg. netos, y
también de la Suiza y de Alemania en cajas del
peso de 60 á 70 kilóg.; pero este último es menos
estimado en razón de su peso y porque su color
es menos blanco; la inferioridad de este produc-
to depende de que las aguas magnesia ñas de que
se obtiene contienen sullatos de cal y de hierro.
El carbonato de magnesia que se encuentra en
el comercio, á veces se halla mezclado con car-
bonato de cal que se le ha añadido de intento, ó
que procede de la precipitación de las aguas que
contienen á la vez sales de magnesia, ó decaí.
Para reconocer la presencia de esta sal, se em-
plea sea su conversión en hidrocloratos y la cal-
cinación, sea el ácido sulfúrico. En este último
caso se opera de la manera siguiente: se deslié
en el agua pura el carbonato de magnesia y se le
CAR 597
eclm ácido sulfúrico diluido en agua basta que no
haga efervescencia; se añade un exceso de acido,
se hace calentar, se filtra el líquido, se hace eva-
porar en un crisol y se calcina; en seguida se
vuehe á tratar el producto de la calcinación con
una corta cantidad de agua destilada mezclada
con alcohol, que disuelve el sulfato de magnesia y
deja el sulfato de cal. Si el carbonato de magnesia
ensayado contenia carbonato de cal, la cantidad
de sulfato de cal obtenida de esta operación per-
mite establecer la proporción en la cual existia la
mezcla. Si el carbonato de magnesia ha sido mal
lavado puede retener sales de potasa ó de sosa,
cuya presencia puede reconocerse por una loción
de agua destilada hirviendo. Si esta sal contiene
sílice, se puede reconocer la presencia de este
producto disolviendo el carbonato de magnesia en
un ácido diluido, que disuelve el carbonato, y no
disuelve la sílice. Algunos autores han dicho que
á este carbonato se le mezcla también almidón
y fécula, fraude muy fácil de descubrir por me-
dio de la tintura alcohólica de yodo que dá la-
gar á un color azul, lo que no sucede con el car-
bonato de magnesia puro. J. F. Gmelin refiere ha-
ber encontrado en el carbonato de magnesia ma-
terias yesosas ó aluminosas, y Host de Colonia
dice que ha encontrado en él sélenio ó ácido se-
lénico.
Los usos medicinales del carbonato de magne-
sia son los mismos que los de la magnesia pura,
y absorviendo los ácidos del estómago se pro-
duce un desprendimiento de ácido carbónico que
es á veces útil en ciertas afecciones gastrointes-
tinales. Adminístrasele lo mas frecuente como an-
tácido á la dosis de 6 granos á \ dracma. En far-
macia es frecuentemente empleado para la pre-
paración de la magnesia, y para imitar ciertas
aguas minerales acídulas, el agua magnesiana,
por ejemplo, y entra en muchas fórmulas medici-
nales.
En algunas farmacopeas se da también al car-
bonato de magnesia el nombre de Leche de tierra,
y es preciso no confundirlo con la Magnesia
blanca del nitro, Carbonato de magnesia común ,
que es alo que se llama generalmente Leche de tier-
ra. Esta sustancia, pues, es mas posada que el
verdadero carbonato, es muy compacta y contie-
ne mucha cantidad de carbonato de cal. Obtiéne-
se precipitando, por medio de un carbonato alca-
lino, las aguas madres que se recogen en las sa-
litrerías después de cristalizado el nitro, en las
cuales existen cloruros de calcio y de magnesio.
A veces se vende yeso blanco en vez de leche
de tierra, lo que se reconoce porque el ácido hi-
droclórico no disuelve el yeso. Con frecuencia la
leche de tierra está mezclada con mucha creta ó
con arcilla blanca, cuyos fraudes se reconocen el
primero por la excesiva proporción de sulfato de
cal insoluble que queda tratando la materia con
ácido sulfúrico débil, y el segundo porque trata-
da la materia en suspensión en agua con una cor-
riente de ácido carbónico ó con un exceso de bi-
carbonato sódico, queda un residuo que, disuelto
en un ácido, forma un líquido estíptico.
o98 CAR
La leche de tierra se administra hasta la dosis
de una onza como purgante, y á la de una dracma
como absorvente, y participa de las propiedades
de los carbonalos de cal y de magnesia.
Carbonato (Mí) de magnesia, Bi-
carbonato magnésico. Esta sal existe en
solución en ciertas aguas minerales. Obtiénese-
la disolviendo en el ácido carbónico el carbonato
neutro desleído en el agua; es imposible obtener-
la cristalizada, porque se descompone aun en el
aire, perdiendo la mitad de su ácido carbónico.
El bicarbonato de magnesia es el que forma
la base del agua magnesiana gaseosa que hemos
indicado, la cual contiene en general mas ácido
carbónico aun del que es necesario para consti-
tuir esta sal, que no puede existir en el estado só-
lido, porque la evaporación la descompone en
gas que se desprende y en carbonato neutro. Tana-
bien es este bicarbonato el que queda en el liqui-
do cuando se precipita sulfato de magnesia con
un carbonato alcalino, y que produce muy luego
descomponiéndose al aire cristales de carbonato
de magnesia neutro.
Carbonato de magnesia neutro.
Este carbonato, descubierto por Butini, puede ob-
tenerse de muchas maneras, principalmente ha-
ciendo pasar una corriente de ácido carbónico á
través de un exceso de magnesia blanca des-
leída en el agua, fdtrando en seguida, y evapo-
rando lentamente la solución. Fourcroyy el se-
fior Thomson lo han considerado equivocada-
mente como un bicarbonato. Esta sal es blanca,
de sabor débilmente alcalino, enverdece el jarabe
de violeta, cristaliza en prismas hexágonos, de-
crepita en el fuego , que lo descompone , eflo-
rece lentamente al aire, es poco soluble en el
agua , pero mas en frió que en caliente. Una
ebullición prolongada descompone en parte esta
solución y precipita de ella magnesia blanca. El
doctor A. Meyier considera esta sal como prefe-
rible ala magnesia en el tratamiento de las en-
fermedades gotosas, en las acedías de estómago,
etc. , pero es poco usada , y no se encuentra en
las boticas. Por lo demás, el agua magnesiana
saturada, de que hemos hablado en el artículo
precedente, es una simple disolución arliíicial de
esta sal en el agua, sin adición de ácido carbó-
nico.
Carbonato de plomo, Carbonato
plónibico , Protocarbonato «le plo-
mo, Sub-protocarbonato de plomo,
Albayalde, Blanquete, Cerusa. Es-
te carbonato se encuentra en la naturaleza mez-
clado con algunos minerales de plomo y de zinc,
sin que constituya depósitos abundantes, ya cris-
talizado en prismas tetraedros ó en agujas blan-
cas con reflejo nacarado, ya presentándose en
masa amorfa. En España se encuentra mezclado
con la galena , particularmente en Oyarzun y en
Linares.
El albayalde era conocido de los Griegos y de
los Romanos; Teofraslo Creció y Dioscórides des-
cribieron su preparación , y Plinio asegura que
el que se fabricaba en Rodas era principalmente
CAR
estimado. Después de la caida del imperio Roma-
no parece que esta sal fué primero fabricada en
Venecia, mas tarde en Krems, en seguida en
Holanda, en Inglaterra y en muchas otras partes
de Alemania. Desde unos cuarenta años há se
prepara en Francia, y algún tiempo después esta
industria se propagó en nuestro pais
La mayor parte de la cerusa del comercio está
fabricada por el proceder holandés, que consiste
en someter planchas de plomo á la acción del
aire cargado de vapores ácidos y de cierta canti-
dad de ácido carbónico; el plomo se oxida pri-
mero, y después se trasforma en carbonato. Para
obtener este resultado se introducen en vasos de
asperón que contienen una corta cantidad de vi-
nagre de baja calidad, planchas de plomo delga-
das, rolladas en forma de espiral y puestas verti-
calmente sobre el realce que presenta la parte in-
terior del vaso. Estos vasos son colocados en ho-
yos rectangulares de ladrillo sobre una capa de
estiércol de caballo. Se cubren con planchas de
pb,mo , después con travesanos de leña, que re-
ciben una nueva capa de estiércol , en la cual se
enlierra otra cama de vasos, que contienen, como
los precedentes, vinagre y planchas de plomo ro-
lladas; así se van disponiendo alternativamente,
hasta á una altura de 5 á 6 metros , capas de es-
tiércol y fdas de vasos.
La fermentación del estiércol eleva gradual-
mente la temperatura ; el vinagre produce vapo-
res que bajo la influencia del aire, que penetra
por aberturas que se han hecho á propósito en
los ángulos de los hoyos, y ácido carbónico que
resulta de la descomposición de las materias or-
gánicas , opera la trasformacion del metal en
carbonato ; después de treinta á treinta y cinco
dias las hojas de plomo se encuentran casi ente-
ramente trasformadas en cerusa. La escamas de
blanco de plomo se desprenden golpeando el me-
tal que cubren : la cerusa, después de haber si-
do trasformada en una pasta blanda y homogé-
nea , moliéndola con agua , es introducida en va-
sos de tierra porosa, y luego secada al aire y
á la estufa graduando la temperatura de man&ra
que la masa no se resquebraje.
La mayor parte de estas operaciones exponen
á enfermedades graves á las operarios que
las ejecutan. Desde algunos años varios fabri-
cantes han hecho desaparecer estas causas de in-
salubridad, practicando por medios mecánicos y
en espacios herméticamente cerrados las manipu-
laciones que exigían un trabajo manual y que de-
jaban desprenderen el aire polvillos venenosos de
albayalde. Los SS. Th. Lefevre y compañía, de
Lila , han dado el ejemplo de estos perfecciona-
mientos , que la humanidad imponía desde mu-
cho tiempo á los fabricantes de cerusa , antes
que su interés personal fuese estimulado por la
rivalidad del blanco de zinc, nuevo producto,
que aspira á remplazar á la cerusa y que cuen-
ta en el número de sus ventajas la mas intere-
sante de todas , cual es el no ser en ninguna
manera perjudicial á la salud de los operarios
que la fabrican ó la usan.
CAR
Hay otro procedimiento para obtener este pro-
ducto, fundado en la propiedad que posee alsub-
acetato de plomo de ser descompuesto por el áci-
do carbónico. Se satura una solución de acetato
neutro de plomo ó de sal de Sarurno del comer-
cio con litargirio, y se hace pasar por ella una
corriente de gas ácido carbónico hasta que, ya
no se forma mas precipitado. Este precipitado
es el carbonato de plomo; se lava y se hace se-
car. El liquido, vuelto por el ácido carbónico al
estado de acetato neutro, es otra vez saturado
de litargirio y precipitado con el ácido carbóni-
co. El carbonato obtenido por este procedimien-
to lleva en el comercio el nombre de Cerusa de
Clichy, y es comparado á los mas bellos blancos
ds Krems.
El carbonato de plomo es anhidro, blanco,
pulverulento , insípido , insoluble, pi'ro un poco
soluble en el agua saturada de ácido carbónico ;
véndese en forma de panes cónicos del peso de
1 á V» kilogramo ; expuesto á la acción del ca-
lor, se descompone dejando protóxido de plomo,
que se funde á un calor rojo oscuro. Está forma-
do de : ácido carbónico, 16,48; protóxido de plo-
mo, 83,52; total, 100.
Esta sal calentada ligeramente al soplete so-
bre carbón, pierde inmediatamente su color
blanco y se vuelve amarillo, y el carbonato na-
tural decrepita al mismo tiempo. Si se continúa
calentándola á la llama exterior , se funde en una
perla trasparente que se vuelve lechosa solidifi-
cándose; al fuego de reducción, el óxido se redu-
ce con efervescencia, y se obtiene un pequeño
glóbulo de plomo. Puesta sobre un carbón incan-
descente , esta sal presenta en parte los fenóme-
nos arriba descritos, activando sobre lodo la
combustión del carbón por la insuflación con la
boca.
Tratado con el ácido nítrico puro diluido en
agua , el carbonato de plomo se disuelve con
efervescencia dando una disolución incolora, de
un sabor azucarado y estíptico. Esta disolución
precipita en blanco con los álcalis, el ácido sul-
fúrico y los carbonatos alcalinos; en negro con el
ácido hidrosulfúrico; en amarillo dorado con el
yoduro de potasio; una lámina de zinc precipita
de ella el plomo al estado metálico bajo la forma
de pequeñas láminas brillantes.
Calcinando el albayale con precaución en los
mismo hornos y en los mismos vasos de palas-
tro que se emplean para la preparación del mi-
nio ordinario, se obtiene una variedad de minio
de un rojo menos vivo, designado en el comer-
cio bajo el nombre de Mina anaranjada. Prepara-
do asi, el minio retiene siempre de 4 á 5 centesi-
mos de carbonato de plomo , que parecen ser la
causa de las diferencias notables que existen en-
tre este producto y el minio preparado con el li-
targirio. La mina anaranjada, en efecto, se di-
vide mucho mejor que este último con la cola,
no se agruma, y ni se endurece por esta mezcla,
como sucede con el minio puro. También es la
sola especie de minio que conviene mejor para
la fabricación de los papeles de tapiceria. Esta
CAR B99
mina anaranjada se prepara casi exclusivamen-
te en Clichy, cerca de Paris, y su precio es mu-
cho mas elevado que el del minio rojo.
El carbonato de plumo comercial rara vez < s
puro. Contiene ordinariamente sulfato de barita,
algunas veces sulfato de plomo, y también se ha
encontrado en él creta, pero accidentalmente.
Esta última sustancia lo desaprecia por sus ca-
racteres exteriores : el color que se vuelve lige-
ramente leonado, y el peso específico que dismi-
nuye. Por lo demás, puede reconocerse la creta
! carbonato de cal) tratando la mezrlacon los áci-
dos nítrico ó acético, que la disuelven con el carbo-
nato de plomo: se precipita déla solucionado el
plomo por medio de un sulfuro de sodio ó de pota-
sio, se filtra y después se precipita del líquido
claro la cal por el oxalato de amoniaco.
El sulfato de barita no se disuelve en los áci-
dos , y por esto es muy fácil reconocer su pre-
sencia y determinar su cantidad. En cuanto al
sulfato de plomo, puede ser eslimado aproxima-
tivamente por el mismo medio. Puesto que es
muy poco soluble en los ácidos , se le distingui-
rá fácilmente del sulfato de barita triturándo-
lo varias veces consecutivas cou carbonato de
amoníaco , que convertirá todo el sulfato de
plomo en carbonato de plomo , y este último pre-
sentara todos los caracteres del albayalde, y
particularmente el de convertirse en litargirio
por la calcinación al aire, ó el de disolverse en
el ácido acético , y de ser precipitado de él en
negro por el hidrógeno sulfurado ó los sulfuros
«alcalinos.
La adición del sulfato de barita á la cerusa no
es un fraude: las proporciones mas ó menos gran-
des en que se mezclan así sirven para distinguir
muchas variedades de cerusa bien conocidas en
el comercio , como para que sea posible á los fa-
bricantes vender este producto al bajo precio que
exigen ciertas aplicaciones de colores menos fi-
nos. Los fabricantes de Alemania preparan las
variedades siguientes.
\ .a Blanco de Krems. Carbonato de plomo pu-
ro y de la mas bella calidad. Se conoce también
en Francia bajo este nombre y los de Blanco de
plata ó Cerusa pura, 1 .a calidad;
2.a Blanco de Venccia. Mezcla en peso igual
de sulfato de barita y de carbonato de plomo;
3.a Blanco de Uam'buryo. Mezcla de dos par-
tes de sulfato de barita con una parte de carbo-
nato de plomo;
4.a Blanco de Holanda. Mezcla de tres partes
de sulfato de barita y de una parte de carbona-
to de plomo.
La cerusa común está siempre mezclada con
una pequeña cantidad de carbón ó de añil . es-
ta adición lleva por objeto quitarle su reflejo
amarillento desagradable, para darle un matiz
que tire al azulado, que gusta mas. La cerusa tfe
Holanda es ordinariamente un poco tomada por
el sulfuro de plomo.
L'n modo de ensayar las cerusas, que los pin-
tores emplean con muy buen resoltado, consiste
en medir la superficie de barniz ó de madera
600 CAR
lisa que puede cubrir uu peso dado de cerusa
desleída en el aceite : en condiciones iguales ,
la cerusa que cubre mas merece la preferencia
que le conceden , y , en efecto , á precio igual ,
permite pintar una superficie mayor, es decir,
hacer mas trabajo con igual cantidad de ella.
He aquí los principales caracteres que distin-
guen exteriormente las diversas calidades de ce-
rusas comerciales.
El Blanco de plata se presenta en pequeño pa-
nes rectangulares, del peso de 250 gramos poco
mas ó menos, envueltos en papel que lleva el nom-
bre del fabricante; su pasta es fina y compacta,
de un blanco muy puro, y su fractura es limpia.
Este blanco es empleado para los cuadros, las de-
coraciones de lujo, y en general para las pinturas
linas. Se embala en cajas de unos 1 00 kilóg. , ó en
panes envueltos en papel y de toda clase de pe-
so para el por menor.
La Cerusa propiamente dicha está dispuesta en
panes cónicos, del peso de I á 1 1/t, kilóg., en-
vueltos en papel atado con un hilo, y en este es-
tado pasa al comercio en barriles nuevos. La
cerusa se emplea en la pintura de edificios, fon-
dos de cuadros, etc.
La Cerusa de Holanda ofrece una pasta muy
apretada, compacta, de un blanco mate cerúleo;
su fractura es limpia; se divide en pequeños frag-
mentos escamosos , suaves al tacto ; cubre bien ,
Las cerusas de Francia, hechas por el procedi-
miento holandés, son en todo parecidas á estas úl-
timas ó al menos se las asemejan mucho. Se emba-
la en barriles nuevos que contienen 400 á 500
kilóg. y en cajones de 250 á 800 kilóg.
La Ccruza de Clichy se distingue en una pasta
mas ó menos tina y apretada, ordinariamente de un
blanco mate; fractura irregular, y su interior me-
nos suave al tacto; los pintores la encuentran mas
blanca, pero aseguran que en general cubre un
poco menos; por otra parte, se la encuentra de
diferentes variedades y de precios diferentes. Se
embala en cajas ó barriles, etc., de diversos pe-
sos, ordinariamente comprendidos entre 600 y
200 kilóg.
Cerusa de Lila. Su pasta es muy compacta y
su blancura intermedia entre la de Holanda y la
de Clichy; su fractura es limpia; se rompe con es-
tallido formando ángulos agudos. Se expende en
embalajes parecidos á los de Holanda.
Albayalde de España. Se prepara directamen-
te por medio déla acción del ácido acético sobre
el plomo, y también utilizando el orujo. En Alme-
ría, Valencia, San Fernando y Cataluña hay va-
rias fábricas de este producto, conociéndose en
Barcelona las de losSres. Torres, Viñas y Valles,
y en los suburbios de la misma la del Sr. Draper.
Término medio , cada uno de estos estableci-
mientos elabora de 400 á 500 quintales de car-
bonato de plomo , al año , con cuyas cantidades
hay lo suficiente para el consumo peí país, sin
necesidad de importación de cerusa del extranje-
ro. El albayalde español, de todas calidades,
desde el mas inferior al mas superior', circula en
el comercio en forma de panes de una libra, poco
CAR
masó menos . envueltos en papel azul, y repues-
tos en cajas del peso de unas 8 arrobas*
La fabricación y sobre todo el envase de la ce-
rusa dan lugar á envenenamientos con frecuen-
cia mortales; así la Autoridad administrativa en
Francia trató, hace algunos años, de prohibir que
se hiciesen los panes de cerusa en las fábricas, á
fin de disminuir la frecuencia de los accidentes
graves. No tan solo los envenenamientos eni las
manipulaciones del carbonato de plomo en el
agua prueban la absorción de este compuesto,
sino aun una experiencia directa hace este efec-
mas evidente: verdaderamente, las partes de los
miembros sumergidas durante el trabajo, después
de haber sido fuertemente lavadas y metidas des-
pués en una solución de hidrógeno sulfurado ó
sulfuro alcalino, se vuelven de un color oscuro su-
bido hasta á una profundidad notable.
El medio que parece haber sido mas eficaz pa-
ra prevenir y aun curar la afección especial que
estas manipulaciones ocasionan, y que se llama
vulgarmente cólico de plomo , cólico de los pin-
tores, etc., consiste en el uso de una limonada
sulfúrica solamente acídula. Al Sr. Gendrin, doc-
tor en medicina, se deben una multitud de inte-
resantes observaciones respecto á esto.
El uso de la cerusa da lugar á enfermedades
análogas, pero mucho mas raras, y !que pueden
ser prevenidas ó cuidadas por los mismos medios.
Asimismo es malsano habitar aposentos cuyas
maderas hayan sido recientemente pintadas con
este color al óleo.
El albayalde es la sola sustancia que se emplea
para pintar de blanco las maderas y los muebles,
porque tiene las ventajas de mezclarse perfecta-
mente con el aceite, de conservar su color, de ex-
tenderse fácilmente bajo el pincel, de cubrir bien
las superficies que se quieren barnizar, y deponer-
se menos amarillo con el tiempo que los otros colo-
res blancos. Sin embargo, tiene el grave inconve-
niente de oscurecerse por el contacto de las ema-
naciones sulfurosas. Se usa también mucho para
extender los otros colores y darles cuerpo.
Desde hace algún tiempo se dá á las tarjetas
de visita la apariencia del esmalte ó porcelana,
cubriéndolas con una capa de cerusa y sometién-
dolas á la frotación de un cilindro de acero bru-
ñido ,con lo que se las da un lustre muy vivo. Si el
pape] que está cubierto de esta capa de cerusa,
se enciende en una bujía , arde dejando caer
globulillos de plomo reducido, que se pueden
recojer sobre una hoja de papel blanco; esta ex-
periencia, que es casi un juego de niños, ofrece
uno de los buenos caracteres del carbonato de
plomo.
El carbonato de plomo en medicina solo se usa
al exterior : entra en algunas preparaciones
aconsejadas como astringentes ó desecantes, ó
para combatir las nevrálgias; ha sido empleado
para favorecer la cicatrización de las úlceras,
aun cancerosas , reprimir las excrecencias, su-
primir no sin peligro los sudores de los pies , y
también se ha usado como blanco de afeite, aun-
que tenga el inconveniente de arrugar, secar y
CAR
poner amarilla l.i piel , ennegrecerla en contacto
• le los vapores hidrosuífurosos , etc. Pallas refie-
re que las mujeres del pueblo , en Rusia v en Si-
beria, emplean el albayalde para prevenir la con-
cepción suprimieudo las reglas, pero que es me-
nester reiterar cada mes su uso, uso culpable
abandonado ya, según el Sr. Levral-Perrotton.
Esta sal es venenosa tomada al interior Para el
uso farmacéutico debe procurarse que el carbo-
nato de plumo sea puro.
Carbonato de potasa , Carbona-
to potásico, Su I» -carbonato de po-
tasa. Esta sal , antiguamente llamada Álcali
<l ulafieado , Álcali fijo del tártaro , Álcali vege-
tal, Nitro fijo por el carbón, Sal de tártaro, ha-
ce parte constituyente de las cenizas de los ve-
getales en las cuales está mezclada con diver-
sas sales alcalinas, y también sí encuentra en
mas ó menos cantidad en las diferentes potasas
del comercio á las cuales dá sus principales pro-
piedades.
Este carbonato solo puede obtenerse puro cal-
cinando bajo el color rojo bicarbonato de potasa,
que luego se redisuelve en el agua y se evapora;
pero nunca se emplea en este estado de pureza.
El que se usa se obtiene por diferentes procedi-
mientos : \ .° se calienta tártaro ó bitartrato de
potasa en una caldera de hierro colado enrojeci-
da hasta que cese de despedir humo ; se disuel-
ve el residuo en el agua fria , se filtra y se eva-
pora á sequedad en una bacía de plata La pro-
ducción del carbonato de potasa en esta opera-
cion es debida á la descomposición del acido
tartárico; una parte del carbono se une con una
porción de oxígeno para formar ácido carbó-
nico que queda unido á la potasa. El producto es
conocido con el nombre de Sal de tártaro. — 2.°
Se echa carbón en polvo en nitrato de potasa
fundido hasta que cese la deflagración , se ca-
lienta fuertemeute, se disuelve en el agua, se fil-
tra y se evapora. Este es un mal procedimiento,
porque si bien el carbón descompone-el acido ní-
trico, desprende los óxidos de ázoe y se cambia
en ácido carbónico que queda unido al álcali,
también hay siempre nitrato de potasa que es-
capa á una descomposición completa y que se en-
cuentra en el estado de nitrito de potasa. El pro-
ducto que asi se obtenía era conocido bajo el nom-
bre de Nitro fijo por los carbones. — 3.* Se
echa en una caldera de hierro colado cuyo fon-
do empiece á enrojecer uu.a mezcla pulverulen-
ta de \ p. de nitro y 3 p. de crémor tártaro ;
hay uua viva deflagración ; se disuelve el pro-
ducto en el agua, se evapora á sequedad y se
«■alíenla al rojo. Este es carbonato de potasa
casi puro , conocido antiguamente, bajo los
nombres de Nitro fijo por el tártaro ó Al-
cali extemporáneo. Guibourt ha demostrado que
si se calentaba demasiado vivamente esta mez-
cla , podría formarse , á expensas del oxigeno
del ácido tartárico y del ázoe del ácido nítrico,
cianuro de potasio. — í.° Se purifican las potasas
del comercio, producidas por la lijiviacion de
las cenizas de las plantas y que varían en su
■76
CAR 601
composición según los vegetales que las han pro-
ducido y según las precauciones que se han em-
pleado en su preparación: en el comercio se
las dá el nombre del país que las ha producido;
se conocen las Potasas de América y de Rusia,
que son las que contienen mas cantidad de ál-
cali real ; todas ellas contienen además, entre
otras sales, sulfato y nitrato de potasa. Para
purificarlas, se ponen pedazos de potasa en em-
budos de vidrio guarnecidos de fragmentos de
vidrio , y colocados en la cueva : el carbonato
atrae la humedad , y se escurre abandonando en
parle las sales extrañas ; entonces se evapora á
sequedad el líquido en una bacía de plata.
Él carbonato de potasa es sólido, blanco, ino-
doro , de un sabor acre , pero no caustico; tiene
una reacción alcalina sobre el jarabe de violetas
y el papel de tornasol enrojecido por los ácidos;
calentado se funde un poco sobre el calor rojo
sin que experimente ninguna alteración por este
agente; expuesto al aire atrae su vapor de agua,
y se convierte en un líquido oleaginoso, designa-
do en otro liempo bajo el nombre de Aceite de
tártaro por deliquio; es muy soluble en el
agua, pero insoluole- en el alcohol puro; su solu-
ción acuosa concentrada basta 1,620 de densi-
dad lo deja cristalizar al abrigo del aire en largas
tablas romboidales , que contienen 20 por cien-
to de agua.
El carbonato de potasa anhidro se compone de
31,82 de acido carbónico y 68, i 8 de protóxido
de potasio; total 100.
Esta sal en el estado de pureza es fácil de dis-
tinguir en la efervescencia viva que produce
con todos los ácidos, y en los precipitados que for-
ma su solución con el agua de cal y el agua de
barita, precipitados que seredisuelven con efer-
vescencia en los ácidos nítrico y sulfúrico. La so-
lución de carbonato de potasa puro, saturada con
el ácido nítrico, no se enturbia ni con el nitrato
de barita ni con el nitrato de plata; el bicloruro
de platino forma en ella un precipitado amarillo
anaranjado, y la solución de ácido tartárico un
precipitado blanco cristalino.
Dase el nombre de Potasa á dos productos
muy diferentes: l.° al protóxido de potasio hi-
dratado (V. estapalabra); 2.°á los productos solu-
bles resultantes de la calcinación de los vegeta-
les y de la lijiviacion de las ceuizas.
La Potasa del comercio es, pues, el carbonato
de potasa impuro que prov iene de la lijiviacion de
las cenizas de los vegetales terrestres (V. Ceni-
za). Estas contienen, en efecto, además del car-
bonato de potasa, cloruros y sulfatos de potasa y
de sosa, que se separan por el agua de los com-
puestos insolubles con los cuales se encuentran
mezclados, y que consisten ordinariamente en
carbonatos y en fosfatos de cal y de magnesia y
en silicato de alúmina. La disolución evaporada
y calcinada da el Salino ó la Potasa impura del
comercio.
Las cantidades de potasa que se obtienen por
inciueracion de los vegetales varían según el
suelo, la edad de las plantas y las especies ve-
T01IO i.
rm car
getales: las partes jóvenes producen mayor can-
tidad qae las viejas,y así las ramas, á peso igual,
dan mas cenizas que los tallos, y las plantasher-
báceas mas que las plantas leñosas. La leña deja
por término medio de dos á tres por ciento de ce-
niza, que producen por la lijiviacion diez por
ciento de su peso de salino. Las hojas dan hasta
seis y siete por ciento de cenizas. En los países
cubiertos de bosques, en América, en Rusia y en
Toscana, se incineran las diversas partes de los
árboles, y á veces los árboles enteros, para ex-
traer la potasa de sus cenizas. Las cenizas de los
vegetales que crecen á una gran distancia de
la orilla del mar son las únicas empleadas parala
fabricación de este producto; las plantas herbá-
ceas, como acabamos de indicar , lo producen
Sulfato do potasa. .
Cloruro de potasio .
«—i ser
Agua higroscópica .
Sustancias insoluoles
Toscana.
13,47
0,95
14,10
3,00
7,28
1,20
Todas las potasas brutas son , como se vé por
el anterior estado, muy impuras: se procede á
su depuración tratándolas con una corta cantidad
de agua, que disuelve el carbonato de potasa y
deja la mayor parle de las otras sales, singular-
mente al sulfato de potasa , que son menos so-
lubles ; se evapora la disolución y se calcina el
residuo en un horno de reverbero. En este esta-
do se introduce la potasa en la composición del
vidrio de Bohemia y del cristal. El sulfato de po-
tasa es vendido á los fabricantes de alumbre,
ó bien es tratado con una mezcla de carbón y de
ereta, con el objeto de trasformarlo en carbona-
to, según el procedimiento empleado para la fa-
bricación de la sosa artificial. La potasa depura-
da contiene también cloruros y sulfatos alcalinos
en pequeña cantidad.
En el comercio se distinguen diversas especies
de potasa: la Potasa de América, dicha Perla-
sa; la Potasa de España ; la Potasa de Polonia;
la Potasa de Riga; la Potasa de Rusia, dicha de
San Petersburgo; la Potasa de Toscana, blanca,
gris y azul; la Potasa de los vosges.
La potasa de América se presenta en pedazos
de gran dureza , y cuya fractura es limpia y di-
fícil : estos pedazos varían por su color ; los hay
que son de un blanco mate, otros de color gris,
verde, rojo y rojo violáceo. Esta potasa es muy
alcalina , atrae prontamente la humedad del ai-
re, y se Irasforma en una pasta amarillenta que
saponifica la superficie de la piel , si se la tiene
entre los dedos.
Esta potasa , según su estado de pureza , se
divide en t.a, 2.a y 3.a calidad. liase dado á es-
tas calidades caracteres que resultan de su co-
lor, y de su modo de conducirse al aire; pe-
CAR
en mucha mayor cantidad que los grandes vege-
tales, y los arbustos mas que los árboles. Esta fa-
bricación tiene principalmente lugar, desde el des-
monte de una gran parte de la Europa, en los
E-tados-Unidos de América, la Rusia y la Polo-
nia, cuyos vastos bosques prometen una inagota-
ble producción de cenizas. Las potasas, en razón
de su composición muy variable, se compran se-
gún su contenido en álcali, que se determina por
medio del alcalímetro.
La siguiente tabla, debida al Dr. Eug. Peligot,
contiene la composición en centesimos de las prin-
cipales potasas comerciales, composición que va-
ria, por otra parte, en ciertos límites para cada
muestra.
Rusia.
América.
Be las mela-
sas de remola-
Roja.
Perlasa.
Vosges.
chas.
15,32
14,38
38,84
2,98
8,15
3,64
9,16
19,69
68,07
71,38
38,63
53,90
5,85
2,31
4,17
23,17
»
4,56
5,34
t
2,64
2,73
3,86
0,26
14,11
2,09
69,61
3,09
8,82
2,28
ro el comerciante no debe fiarse en estos ca-
racteres, sino en la prueba alcalimétrica y ver
cuantos grados la potasa puede dar. Según su
riqueza en álcali, las potasas de América han si-
do clasificadas de la manera siguiente :
Ia calidad , potasa que dá de 54 á 58
2 a » » de 48 á 52
3 a » » de 25 á 42
Embalaje. La potasa de América se expide en
barriles de madera de encina de 15 á 16 aros,
y del peso de 200 á 300 kilogramos , y las mas
veces de 250 kilogramos.
La Potasa perlasa ha sido también dividida
en tres calidades , en razón de su riqueza alca-
limétrica:
La 1.a calidad dá de 55 á 60
La 2.a » de 35 á45
La 3.a » de 25
La potasa perlasa se presenta en pedazos irre-
gulares , desiguales , algunas veces de color
blanco y otras veces azulada ; es menos cáustica
que la potasa de América , y se reduce á polvo
con bastante facilidad. — Emb.: esta potasa se ex-
pide en barriles de madera de encina de 1 4 ó
16 aros , y del peso de 180 á230 kilogramos.
La Potasa de España se fabrica en la provin-
cia de Lorca y en la de Gerona , en Palamós ,
pero no en cantidades suficientes para el con-
sumo. Es bastante impura y muy inferior á la de
Toscana; por lo regular se dá la preferencia á la
que procede de Palamós. Emb.: barriles de pesos
diferentes.
La Potasa de Polonia es de forma granulosa;
en los dedos produce el efecto del asperón gro-
seramente pulverizado; su colores blanco, que
tira algunas veces al azul , y présenla una ri-
CAR
atleta alcalimélrica de 5o a 6o\ Embaí., se expi-
de en barriles parecidos á los que sirven para
contener la potasa de Rusia , pero que tienen con
lodo menos barriga en su medio, y su forma es
mas cilindrica.
Potasa de Riga. Está en pequeños granos re-
dondos, pulverulentos , bastante duro* , de un
blanco generalmente azulado; absorve pronta-
mente la humedad del aire y se convierte en un
líquido: su riqueza alcalimélrica es de 35 a 50°.
Emb. : el mismo que para la potasa de Rusia.
La Potasa de Rusia , dicha de San Peters-
burgo y que viene de Casan , se presenta en pe-
dazos irregulares , lucientes , lisos v de un blan-
co azulado ; en el álcali metro dá de 52 á 56°.
Emb. : se expide en barriles de madera de ála-
mo blanco, de 4 pies 6 pulgadas de longilud,
que tienen 16 aros, y pesan de 350 á 360 ki-
logramos.
Potasa de Tose ana. Se presenta en peque-
ñas masas irregulares, á veces en polvo mezcla-
do con pedacitos compactos, que son el resulta-
do de la calcinación. Cuando la potasa es de
buena calidad, no contiene ni parte carbonosa
ni marrones, esto es, porciones de salino que no
han sufrido la calcinación. Emb.: barriles de ma-
dera de encina , de 6 aros plano* formados de la
misma madera, que sobre uno de los fondos llevan
la palabra potasa , y cuyo peso es de 300 á 500
kilogramos.
La potasa de Toscana está dividida en blanca,
gris y azul. Estas potasas difieren poco entre sí
respecto á su valor alcalimétrico : la I .a dá de
50 á 55°, la 2.a de 53 á 60°, y la 3.a de 50 á 55°.
A veces se expide de Toscana una potasa viole-
ta, que es mas rica, y dá de 60 á 63°.
La Potasa de los Yosges es poco estimada
en razón de su impureza ; se encuentra con fre-
cuencia mezclada con otras potasas.
El producto conocido bajo el nombre de Ceni-
zas graveladas es también una calidad de potasa
fabricada en lodos los países de viñedos por la in-
cineración de las heces del vino; pero esta potasa
es mucho menos pura y con frecuencia se la mez-
clan diverso* productos de cenizas de sarmiento.
Se presentan bajo la forma de una materia agru-
mada gris, que se vuelve blanca y mas volumi-
nosa por la absorción de'una primera cantidad de
humedad. Hay algunas potasas graveladas bas-
tante ricas y que han dado en el alcalimetro
60°; pero este producto, que casi siempre es pre-
parado con poco cuidado, está con frecuencia
mezclado con una materia negruzca , con partes
terrosas y sustancias extrañas que desnaturalizan
y alteran su pureza y su valor. Antiguamente las
cenizas graveladas eran empleadas como de-
pilatorio, y también al interior á la dosis de 6
á 20 granos como el sub-carbonato de potasa
mismo.
La potasa es en gran parte , como se ha ya di-
cho, un producto impuro. Al Sr. Yauquelin, que
se ha ocupado en el análisis de este compuesto,
se debe la siguiente tabla de la composición de
seis potasas del comercio.
CAÍ
l
603
Nombres
S»
Sulfato
o
o e>
Acido
de las
— -
Potasa
de
P • J
•§2
carbó-
potasas.
r2 í*
real
potasa.
3 ¿
s 2
— m
nico y
5 c
~D . .
— -
agua.
4
857
P. de America..
115!
0 0,140
112
151
SO
s
119
P. de Rusia..
1132
ó 0,6"o
154
M
5
56
S54
1152
ó 0,656
120
80
i
6
308
P. de Troves...
1152
ó 0,626
603
163
44
24
19»
P. de Dantzick.
1152
ó 0,524
152
14
19
304
1 444
P. de los Vosges.
1152 1
ó 0,385
148
510
34
Yauquelin entiende aquí por potasa real toda
la potasa libre ó carbonatada que existe en las
potasas del comercio, llevada al estado que los
químicos llaman Potasa purificada al alcohol.
Según el Sr de Arcet , esta potasa solo contiene
en sí 0,73 de potasa real. Seria menester, pues ,
para encontrar verdaderamente la proporción de
álcali puro ó anhidro contenido en las potasas
del comercio, multiplicar los números dados por
Yauquelin por 0,73 ; pero se puede observar
que la potasa anhidra no es de ningún uso en
las artes, ni aun puede, por ningún procedimien-
to , ser extraída directamente de la potasa ordi-
naria. De ahí es que el Sr. Guibourt dice que es
igual tomar por expresión de la riqueza de las
potasas la cantidad de hidrato de potasa ó de
potasa al alcohol que se obtiene de ella fácil-
mente , y cuyos efectos en las artes pueden ser
sometidos á un cálculo tan exacto como los de
la potasa anhidra.
Desde algunos años una gran parte de la sal
de tártaro que circula en el comercio no es otra
cosa que potasa perlasa purificada por una solu-
ción en el agua y concentración del líquido hasta
cristalización confusa, y asi es que contiene
mucho sulfuro y cloruro" de potasio. Se la re-
conoce desleyéndola en una corta cantidad de-
agua fría , que disuelve el carbonato y deja las
otras sales bajo forma pulverulenta. También so
puede juzgar de ella por la abundancia de preci-
pitados que forma ladisolucion completade lafal-
sa sal de tártaro ( previamente saturada de ácido
nítrico ) en las de nitratos de barita y de plata.
Pero bajo cualesquiera forma que se presenten
las potasas del comercio el único medio para re-
conocer su verdadero valor es determinar su grado
de alcalinidad, lo que se consigue muy bien por
medio del Alcalimetro áts Descroizilles, cuyopro-
W.IMETUO. Instrumento inventado, en 1804, por
el Sr. Dctcroizilles mayor, para apreciar la» cantidades de
álcali contenidas en las potasas y moa del comercio.
Este instrumento está randado en el principio que las can-
tidades de álcali puro ó de carbonato que contienen las po-
tasas y sosas del comercio son proporcionadas á las canti-
dades de ácido que eiigen para su saturación.
El alcalimetro consiste en una probeta de vidrio de 25
centímetros de altura , sobre 1 de diámetro interior . apo-
yada sobre un pie , de manera que pueda sostenerse veili-
calmente ; su borde superior esta dJblado bacía fuera j ter-
minado por un pequeño pico.
60i CAR
cedimiento está al alcance de cualquiera. He aquí
algunos resultados alcalimétricos obtenidos por
el mismo Descroizilles.
l'erlasa de América , primera calidad. . 60 á 63 grados.
Potasa cáustica, en masas rojizas de
América, primera calidad 60 á 63
Perlasa de América, segunda calidad. . 50 á 55
Potasa cáustica, en masas grises, de Amé-
rica, segunda calidad 50 á 55
Potasa blanca de Rusia 52 á 58
Potasa blanca de Dantzich 45 á 52
Potasa azul de Dantzich. . . , . 55 á 52
Independientemente de la cantidad de álcali
real contenido en las potasas del comercio, im-
porta mucho al consumidor no comprarlas dema-
siado sucias con materias extrañas , materias á
menudo coloradas, y que por otra parte su exce-
siva proporción es casi siempre nociva. Otra es-
pecie do fidelidad, contraía cual el fabricante
debe estar muy prevenido, es la sustitución de
la sosa ala potasa. Esta mezcla fraudulenta no
deja de ser muy frecuente hoy dia, y puede cau-
sar la pérdida de una fábrica; la enorme diferen-
Este tubo está dividido , á partir de arriba, en "72 partes
ó grados do los cuales cada uno contiene medio gramo de
agua destilada , y representa una capacidad de medio mili-
litro. Se llena este tubo basta 0 de un licor ácido que lleva
el nombre de licor alcalimétrico y que está compuesto Me 9
partes de agua destilada y 1 parte de ácido sulfúrico
de 66°.
Ensayo alcalimélrico de las potasas. Para ensayar una po-
tasa del comercio, se empieza pesando con cuidado logra-
mos de ella , y luego se colocan en un vaso común con me-
dio decilitro de agua destilada y se agita la mezcla con un
tubo de vidrio, ó con un palito, para facilitar la disolución, la
que terminada, se añade de nuevo en el vaso medio decilitro
de agua para completar el volumen de un decilitro, y después
de haberlo mezclado bien , se deja posar. Claro ya el licor,
se mide exactamente medio decilitro y se vierte en una eva-
poradera de porcelana ó en un vaso común.
Se coge en seguida con la mano izquierda el alcalíme-
tro lleno de licor de prueba , é inclinándolo ligeramente se
hace caer á gotas precipitadas el licor ácido en la solución
de potasa , teniendo cuidado de agitar durante este tiempo
la misma solución con una pequeña varita de vidrio ó de
madera para facilitar el desprendimiento del gas ácido car-
bónico. Cuando se vé disminuir la efervescencia , es menes-
ter añadircon precaución el licor ácido gota á gota , agitar
continuamente , y ensayar si se acerca al punto de satura-
ción. Se reconoce fácilmente este punto disponiendo en un
plato varias gotas de jarabe de violeta ó de tintura de tor-
nasol , y después , con la extremidad del tubo de vidrio,
se lleva a ellas una gota de la solución que se quiere
ensayar y se mezclan todas las gotas. Las gotas de jarabe
toman un tinte verde si la potasa no está enteramente satu-
rada, ó bien tiran á violeta si se ha alcanzado el punto de sa-
turación, ó al rojosi se hapasado mas allá deeste pirnto; en es-
te último caso la tintura de tornasol toma un tinte rojo. Se cono-
ce que la saturación es completa, ensayandode vez en cuando
por medio de pequeñas tiras de papel azul de tornasol enro-
jecido con un poco de ácido acético. Estos papeles reacti-
vos son muy útiles para asegurarse del punto de saturación
de la solución , pues las mas pequeñas cantidades de álcali
libre azulean el papel rojo , y las mas pequeñas cantidades
de ácido en exceso enrojecen el papel azul. Cuando el pa-
pel de tornasol se ha enrojecido ligeramente y su color per-
siste al aire , es cuando se deja de añadir licor ácido. En-
tonces su vuelve á colocar el alcalímetro en su posición
vertical , y se observa en la escala graduada cual es el ni-
CAR
cia en los precios respectivos de los dos álcalis
induce á ella á los comerciantes de mala lé. En
el subearbonato de potasa del comercióse intro-
ducen sales de sosa desecadas, y por desgracia
el ensayo alcalimétrico no descubre este fraude.
Los falsificadores, mejor instruidos, han también
probado volver cáustica á la sosa con la cal , an-
tes de mezclarla con la potasa, á fin de que, co-
mo ésta, atraiga la humedad del aire y sea mas
fácilmente confundida con ella He aquí un medio
cierto y bastante fácil de combatir la mala fé.
Tómese" cierta cantidad del álcali sospechoso; há-
gase disolver en 7 ú 8 veces su pe^o de agua; fil-
tiese la disolución y satúrese con ácido sulfúrico
débil. Cuando por medio del papel de tornasol,
se esté seguro de que el líquido es bien neutro,
se hace evaporar hasta que se forme una pelícu-
la en la superficie, y en seguida se coloca el va-
so en un lugar fresco. Si hay sosa, se formarán
al cabo de veintí y cuatro horas gruesos cristales
muy diferentes de los del sulfato de potasa, por-
que éstos son cortos, en pirámides de seis caras,
vel del licor de prueba. La división á que corresponde in-
dica el grado alcalimétrico de la potasa que se examina.
Para operar con mas exactitud, se puede también hacer
una serie de pequeñas tiras de papel azul desde el momen -
to en que empiezan á tomar el tinte de violeta subido has-
ta ¡el en que se vuelven al rojo claro , y numerar cada
vez con una pluma sobre uno de los extremos que se su-
mergen en la solución el número que marca el nivel del li-
cor en el alcalímetro. Entonces se elige el tinte que es de co-
lor violeta rojizo y se mira á que grado de color de la es-
cala corresponde; admitamos por ejemplo que esta cifra
sea 60°, se concluye que la potasa está á 60 grados , es de-
cir , que para su saturación se han necesitado 60/100 de su
peso de acido sulfúrico.
Se vé, efectivamente, después de lo que hemos dicho
mas arriba sobre la composición del licor ácido , que cada
grado de alcalímetro contiene medio gramo de licor de prue-
ba que representa medio decigramo ó J ,10 de su peso de
ácido sulfúrico de 66° ; y como la saturación esta hecha
sobre medio decilitro de solución que contiene 5 gramos ó
cien medio decigramos de potasa de prueba , cada grado del
alcalímetro contiene en ácido sulfúrico uu centesimo del pe-
so de la potasa.
Conociendo la cantidad de ácido sulfúrico de 66° para la
saturación exacta de |la potasa del comercio que se ensa-
ya, es fácil conocer sea ;la cantidad de potasa pura , sea
la del carbonato que contiene ; pues , por la composición
del ácido sulfúrico de 66° y la del sulfato de potasa, se
encuentra que cada grado del alcalímetro debe corresponder
á 0 gr,048, de potasa pura y á 0 gr,070T de carbonato de
potasa ; bastará , pues , multiplicar el número de grados ob-
tenido en el ensayo de una potasa titulada por 0,048, para
tener la cantidad real de potasa pura contenida en 5 gramos,
ó. por 0 gr,0"0T para tener la proporción de carbonato de
potasa pura. Así 60°><0 gr, 048 representan 2gr,880 de po-
tasa pura en la cantidad de potasa ensayada, que es de 5
gramos, lo que hace 5*7,60 por ciento.
Ensayos alcalimétricos de las sosas Se sigue absolutamente
el mismo proceder para hacer el ensayo de las sosas natura-
les y artificiales, ó de las sales de sosa del comercio ; solamen-
te es menester multiplicar los grados alcalimétricos encontra-
dos por el método arriba expuesto por 0 gr,032"J, para dedu-
cir la cantidad absoluta de sosa pura , ó por u gr,0558para
conocer la proporción correspondiente de carbonato de sosa.
obsérvese que en el ensayo de las sosas naturales y ar-
iüciales que contienen casi las dos terceras partes de su
CAR
no se alteran al aire caliente seco, mientras que
los cristales de sosa son largos prismas estriados,
casi siempre voluminosos, y que se eflorecen
prontamente, y se cubren de ún polvo blanco des-
pués de haber sido escurridos completamente.
La potasa, como se vé por lo que acaba de de-
cirse, nos es casi toda suministrada por el ex-
tranjero, y las cantidades importadas son con-
siderables, en particular de la Toscana. La tara
de las potasas extranjeras es de tO p.V0.
Los grandes bosques que cubren el suelo de
algtmas provincias de nuestro pais podrían pro-
ducir abundantemente el producto de que trata-
mos, no tan solo para atender á las necesidades
de nuestro consumo interior sino hasta para ha-
cer de él un artículo de exportación. Es muy sen-
sible que en España los poseedores de grandes
bosques no hayan pensado utilizar una infini-
dad de materias , que permanecen abandona-
das y que se consumen al fin inútilmente en los
mismos terrenos, en la fabricación de un produc-
to que pudiera proporcionarles ventajas en gran
manera lucrati\as.
peso do materias insolubles, es esencial moler y pulverizar
M un almirez de hierro colado la muestra que se quiere en-
sacar. Después de haber pesado 10 gramos de ella, se
machacan en un mortero ecuando al mismo tiempo un deci-
litro de agua á pequeñas ¡ton iones . decantando cada vez
el liquido enturbiado , y continuando así hasta que to-
lla la sosa haya sido bien '. desleída. Entonces se vierte el li-
con en un vaso, y. después de haberlo dejado posar, se toma
exactamente la mitad y se satura como en el ensayo con
la potasa. Es importante en el ensayo de las sosas arti-
ficiales no emplear mas que agua friíí, atendido á que en-
i ierran una gran cantidad de sulfuro de calcio que es so-
luble en caliente, y que. obrando sobre el carbonato de sosa.
pr< dut iría sulfuro de sodio y carbonato de cal , de manera
que el resultado que se obtendría seria erróneo.
Otro origen de error se encuentra en la presencia del
sulfuro de sodio y del sulfato de sosa en las sosas del comer-
cio. Siendo estos compuestos descompuestos y saturados por
cierta cantidad de ácido sulrúrico elevarán otro tanto el gra-
do de la sosa en perjuicio del comprador. Para obviar estos
inconvenientes , que hacen entonces que el ensayo sea in-
cierto , los señores Gay-Lussac y Welter, en 1820, perfec-
cionaron este procedimiento. Su método consiste ei calci-
nar al rojo, en un crisol de platino , 10 gramos de la sal
de sosa que se ensaya con 2 ó 3 gramos de clorato de po-
tasa. Por la acción del calórico el oxígeno del clorato tras-
forma el sulfuro y el sulfilo en sulfato, pasando el mismo al
estado de cloruró; se redisuelve en el agua el residuo de la
calcinai ion y se opera la saturación de la manera ordinaria.
El ensayo de las sosas brutas no presenta mas dificulta-
des que el de las sales de sosa. Después de haber disuclto
sus putea solubles en el agua fria , se dehe añadir un poco
de clorato de potasa á la solución , se evapora en seguida
á sequedad fn una evaporadera de platino, v se calcina al
rojo como precedentemente. Entre las materias extrañas que
pueden alterar el titulo de las sales de Mea se dehe ci-
tar también el hiposulfito de sosa, que por lo demás solo se
presenta muy raramente y sobre todo en las sosas de mala
fabricación. En este caso . que será fácil reconocer por el
olor de ácido sulfuroso que exhalara la solución . y en el
color amarillento y lo turbio que Be manifestará cuando se
Merte en ella el ácido sulfúrico, no será menester calci-
narlas con clorato de potasa, (mes el ácido que se formará
en esta circunstancia saturará m,w asea de la que habia
en combinación con el ácido hiposul'uroso , y por cunsi-
CAR 60o
El carbonato de potasa puro es muy empleado,
en los laboratorios químicos, en un gran núme-
ro de análisis minerales para descomponer mu-
chas sales metálicas y separar sus óxidos.
La potasa del comercio sirve , como mate-
ria primera , en un sin número de industrias
3uímicas: las fábricas de vidrio y de cristal; las
e nitro y de alumbre , de prusiato de potasa,
de clorato" de potasa, de jahon blando, etc. , con-
sumen cantidades considerables de carbonato de
potasa. Hoy dia esta sal e:> reemplazada por el
carbonato de sosa (salde sosa ó sosa artificial)
en algunas otras industrias, porque el precio de
las sales de sosa es mucho menos subido que el
de la potasa.
En medicina, el carbonato de potasa adminis-
trado al interior á alta dosis, en el estado sólido
ó en disolución concentrada , es un veneno cor-
rosno muy enérgico. Boy dia se le emplea muy
poco al interior , á causa de la irritación que pro-
duce; se prefiere el uso del bicarbonato de sosa
(V. esta palabra!, que presenta todassus ventajas
sin tener sus inconvenientes. Si se quisiera hacer
guíente el título real de sosa será juzgado demasiado débil.
Otra de las precauciones que losSres. Gay-Lussac y Wel-
ter indican en sus observaciones sobre el ensayo de las so-
sas . es colorar de azul la solución de sosa con cierta can-
tidad de un fuerte infuso de tornasol , y colocarla en un
bocal bastante grande para que no baga mas que una c?pa
| de 3 á 4 centímetros de espesor; poniendo este vaso sobre
¡ una hoja de papel blanco , se pueden apreciar bien los cam-
¡ bios de color. El ácido carbónico de la sosa desalojado por
i el ácido sulfúrico no se manifiesta desde luego , porque se
combina con la porción de carbonato de sosa no descom-
puesta, y forma un bicarbonato La efervescencia no empieza
a manifestarse sino cuando se ba saturado poco mas ó me-
nos la mitad del carbonato , y ordinariamente el color del
tornasol no cambia durante la formación del bicarbonato,
: pero luego de producido y que el ácido que se añade poco
a poco la descompone , el color azul del tornasol tira al rojo
y la efervescencia se manifiesta. Entonces se añade con cui
dado el ácido sulfúrico por quintos ó por decimos de me-
dida haciendo , á cada adición, una señal sobre del papel
de tornasol con la varita de vidrio que sirve para agitar
la solución. Estas operaciones se reiteran hasta que la ulti-
ma señal sobre el papel de tornasol sea decididamente roja,
y aun hasta que se haya pasado mas allá de la saturación .
en seguida se separan otros tantos quintos ó decimos de
grado cuantos sean las señales rojas , menos una y enton-
liene el verdadero título de la sosa.
El procedimiento del señor Descroizilles es todavía segui-
do en el ensayo de los álcalis . si bien se añaden a el
las modificaciones debidas á las observaciones de los señores
Gay-Lussac y Welter. Un nuevo perfeccionamiento se le ha
añadido, sin embargo . desde hace algunos años , debido
también al señor Gay-Lussac: este químico aconseja con
razón que se emplee el ácido sulfúrico destilado de 1,842
de densidad , en lugar del árido sulfúrico del comercio, que
es siempre impuro , para componer el licor de prueba ; el
señor Gav-I.ussac lo forma de 999 gramos de agua y 100
de ácido sulfúrico. El alcalinictro es una probeta graduada
en ion partes que contienen exactamente 8 gramos de áci-
do sulfúrico en peso. Esta cantidad de ácido, temada por uni-
dad , es menester para saturar 3gr.is." de sosa pura ó
4 gr 80" de potasa. Operando, pues . constantemente en
ultimo*, o (le sosa o de potasa del co-
mercio . se mide la liquen de estos álcalis por la fracción
de 5 gramos de ácido que exigen para su saturación.
606 CAR
uso de él, seria menester emplearlo á la dosis de
3 á 24 granos por media azumbre de tisana de
malvavisco. Todavía sirve á veces para hacer pedi-
luvios alcalinos á la dosis de 4 onzas. Antiguamen-
te se hacia mucho uso del carbonato de potasa en
diferentes afecciones, atribuyéndole virtudes es-
peciales, según el vegetal ola planta de que se
obtenía.
Potasa artificial. En Francia se prepara una
Potasa artificial llamada Potasa de América fac-
ticia, que equivocadamente se ha supuesto ser el
resultado de la combinación del sulfato, del car-
bonato y del cloruro de potasio colorado por óxi-
dos metálicos. El producto vendido bajo este
nombre, y que comunmente se presenta en peda-
zos bastante gruesos, muy duros, de un blanco
sucio y lechoso al exterior, de un tinte rojizo al
interior, se obtiene haciendo fundir, en una cal-
dera de hierro colado, una mezcla de sosa cáus-
tica, de cloruro de sodio y de sulfato de potasa,
cuyas proporciones varían según el título á que
se quiere obtener este producto. Para darla el
tinte rojo de la potasa de América se la añade 1 á
V, por too de óxido de cobre. Se introduce la
mezcla en la caldera; se calienta al punto de ha-
cerla entrar en fusión: cuando está en este estado
se la añade el óxido de cobre, y con una espátula
se menea la mezcla para hacerla bien homogénea,
y para facilitar su fusión se tapa la caldera con
una tapadera. Después de fundida la materia, se
vierte en calderas de hierro colado, la mitad mas
pequeñas que la en que se ha operado la fusión,
cuya operación se practica con una cuchara de
hierro colado; cuando la potasa facticia está tra-
segada, se la deja enfriar para desprenderla de la
caldera, lo que se ejecuta fácilmente volviendo
la caldera boca abajo y golpeando ligeramente
sobre su culo; en seguida se rompe á pedazos pa-
ra encerrarla en barriles y entregarla al comercio.
La potasa facticia, asi designada en el comer-
cio, no es en realidad sino la sosa cáustica mez-
clada con sales extrañas. Algunos fabricantes la
preparan fundiendo juntamente 88 partes de
sal común con 15 partes de potasa cáustica,
y la coloran igualmente con el óxido de co-
bre. Preparada de este modo , se presenta
bajo la forma de una masa compacta, muy du-
ra, de un color rojo mas ó menos subido; atrae
fuertemente la humedad del aire; su sabor es
muy cáustico; puesta en contacto con la piel, la
destruye prontamente.
La fabricación de esta falsa potasa ha sido ven-
tajosa para los Franceses en cuanto les ha permi-
tido sustituir, en muchísimos usos, la sosa, que
es uno de los productos de su industria, á la po-
tasa, que es un producto exótico. Pero las pota-
sas facticias vendidas en el comercio no son to-
das de igual calidad y valor; porque á veces se las
mezclan sales de sosa, sales de varech, etc., y
por esto es preciso analizarlas por medio del al-
calímelro para reconocer cuanta sosa real con-
tienen. Las potasas facticias no deben confundir-
se con las potasas: hay arles en las que ha de em-
plearse especialmente uno de estos productos,
CAR
que puede reconocérseles, sea por el cloruro de
platino, que da un precipitado con la solución de
potasa, y que no lo da con la solución de sosa, sea
por el ácido sulfúrico, que da con la sosa una sal
que cristaliza en gruesos prismas estriados, mien-
tras que el sulfato de potasa no da sino pequeños
cristales granados. El consumo de la potasa fac-
ticia en Francia es considerable.
Carbonato ( Ifi ) de potasa, Bi-
carbonato potásico , Carbonato de
potasa saturado. Prepárase haciendo pa-
sar gas ácido carbónico lavado en una solución
de carbonato de potasa que marque 25° en el
areómetro ; la absorción del ácido carbónico dá
origen al bicarbonato, que, siendo menos solu-
ble que el carbonato , se precipita bajo la forma
de cristales voluminosos. Según Wohler , la ab-
sorción del ácido carbónico es mucho mas rápi-
da si se hace llegar sobre tártaro bruto calcina-
do en un crisol cerrado , y después humedecido.
Es menester enfriar durante la absorción ; se di-
suelve en el agua á 40° ; se filtra, y el bicarbo-
nato se posa por el enfriamiento.
Esta sal es blanca , de un sabor ligeramente
alcalino, nada acre; cristaliza en prismas te-
traedros romboidales terminados por sumidades
diedras , pero las mas veces en masa confusa;
enverdece un poco el jarabe; el aireño le hace
experimentar ninguna alteración; el calórico le
hace perder 8,97 por ciento de agua de cristali-
zación y la mitad del ácido carbónico que,contie-
ne ; se disuelve en cuatro partes de agua fria ;
su solución acuosa calentada abandona un cuar-
to del ácido carbónico que contiene , y la sal se
encuentra trasformada en sesquicarbonato.
El bicarbonato de potasa está formado de áci-
do carbónico , 48,28 ; protóxido de potasio ,
51,72; total, 100, 00.
Esta sal presenta con los reactivos la mayor
parte de los caracteres del carbonato neutro ,
pero se distingue de él en que su solución acuo-
sa desprende ácido carbónico por el calor y en
que no precipita la solucian de sulfato de mag-
nesia en frió ; por otra parte, se ha dicho ya que
el infuso de agallas concentrado puesto en una
solución diluida de este bicarbonato no se colora
de verde sino al cabo de muchas horas, mientras
que adquiere este' color en algunos minutos con
el carbonato neutro.
En medicina esta sal es muy poco empleada ,
y sin embargo merecería serlo , pues se puede
obtener fácilmente al estado de pureza ; á ella se
prefiere el Bicarbonato de sosa (Y. esta palabra),
que posee las mismas propiedades.
Carbonato de sosa , Carbonato
sódico, Sub-carbonato de sosa,
Sal de sosa, Álcali mineral. Esta sal,
que existe naturalmente en solución en el agua
de muchos lagos del Egipto , de la Ungría y de
la América, es conocida desde mucho tiempo con
el nombre de Anatron. Encuéntr ásela también
en muchas aguas minerales y en las cenizas de
todos los vegetales que crecen en las orillas del
mar.
CAR
Antiguamente el carbonato de sosa no so pro-
ducía sino en Francia y sobre todo en España ;
extraíase de ciertas plantas del género Salsola ,
que crecen naturalmente en la orilla del mar y
que se cultivan con muclio cuidado para esta fa-
bricación. Estas plantas se corlan en lieÉnpo útil,
después se secan, y luego se queman al aire
libre en hoyos de forma cónica hechos al efec-
to. Esta combustión tiene la propiedad de trasfor-
mar el oxalato de sosa que estas plantas contie-
nen , en bastante cantidad , en carbonato de so-
sa. Concluida la operación , se encuentra en el
fondo de los hoyos una masa vidriosa , que pro-
viene de las cenizas que han sido fundidas por el
calor de la combustión , pero que el enfriamiento
ha solidificado. Esta materia, que es muy dura
y de color pizarroso, es una mezcla de carbona-
to y de sulfato de sosa , de sulfuro de sodio, de
sal marina, de carbonato de cal, de sílice , de
óxido de hierro y de carbón. A esta materia se la
conoce bajo el nombre de Sosa bruta, y sirve
para fabricar la sal de sosa, resultado al cual se
llega por medio de una loción metódica y de la
evaporación de la lejía obtenida.
Las sosas brutas mas estimadas son las de Ali-
cante, Málaga y Cartagena, que contien-n de i'ó a
30 p.°/0 de carbonato de sosa seco; las de Francia
ordinariamente solo contienen de 14 á 15 p.%>
excepto una especie que se obtiene en las cer-
canías de Aigues-Mortes , conocida con el nom-
bre de Blanqueta, que no mas contiene de 3 á 8
Hasta la época de la revolución francesa no se
conoció otro medio de obtener la sosa que el que
acabamos de explicar , y como las costas tle
Francia no producían la suficiente para llenar las
necesidades de aquel país, resultaba que los
Franceses se veian obligados á importar grandes
cantidades de este producto de España. Pero
las relaciones comerciales entre ambos países no
lardaron en verse imlerrumpidas á consecuencia
de la guerra, y entonces el comité de salud pú-
blica , con el objeto de satisfacer á las necesida-
des de la* fábricas francesas , hizo un llamamien-
to á los químicos de su nación , invitándoles á
buscar un procedimiento por medio del cual se
pudiese fabricar la sosa con materias primeras
de aquel país. Este llamamiento fué oido : vein-
te y cinco ó treinta procedimientos fueron pro-
puestos y ensayados, y sin embargo entre tocios
solo hubo uno que fuese adaptado. Este , que es
el que se sigue aun en el dia, y con corta dife-
rencia del mismo modo que fué inventado, es de-
bido á un cirujano llamado Leblanc, cuya idea
le habia sido comunicada por el químico Delamé-
therie, quien en sus lecciones del Colegio de
Francia, á las cuales babia asistido Leblanc ,
aconsejaba que se tratase la sal marina con el
ácido sulfúrico , y el sulfato obtenido con el car-
bón. Leblanc ensayó primero este procedimien-
to , pero no habiéndole dado el resultado que se
prometía, tuvo la idea de añadir carbonato de
cal, y por último consiguió su objeto. El procedi-
miento comprende, pues, dos operaciones prin-
CAR C07
cipales : la producción del sulfato de sosa , y la
Irasformacion del sulfato en carbonato de sosa.
La primera consiste , como se acaba de decir,
en hacer obrar el ácido sulfúrico sóbrela sal co-
mún por medio del calor. Por la reacción, el
agua del ácido sulfúrico se encuentra descom-
puesta ; su hidrógeno se comhina con el cloro
del sodio , mientras su oxigeno se dirige sobre
el sodio, y la sosa formada combinándose con el
ácido sulfúrico, hay producción de sulfato de
sosa , entretanto qué el ácido hidroclórico sedes-
prende. Esta operación se hace con dos especies
de aparatos , según que se quiere recoger ó nó
el ácido hidroclórico, que es á veces un produc-
to sin valor, en razón de que la abundancia que
de él producen algunas fábricas excede de mu-
cho el consumo de la industria local. En el pri-
mer caso los aparatos se componen de vasos pro-
ductores y de vasos condensadores, formando en
grande un verdadero aparato de Wolf : los vasos
productores son cilindros de hierro colado , co-
locados horizontalmente de dos en dos en un
mismo horno. Estos cilindros, en los cuales se
pone, para exponerla al calor, la mezcla de sal
marina y de ácido sulfúrico, tienen sobre l ■,6o"
de longitud, 0m,60 de diámetro interior y O^OS,
de espesor; sus dos extremidades están tapadas
por discos semejantes á los fondos de los cilin-
dros de las maquinas de vapor; el de la extre-
midad anterior es móvil, á fin de que se le pue-
da sacar para introducir la mezcla y extraer los
residuos ; el otro está fijo permanentemente,
pero tiene un agujero al cual está unido un tubo
de desprendimiento que permite la salida al áci-
do hidroclórico gaseoso y lo conduce á los vasos
condensadores. Estos se componen de otras lau-
tas series de vasos de asperón como cilindros
productores hay, y que todos son de dos tubulu-
ras, y están líenos de agua hasta la mitad, y
se corresponden entre si los de una misma serie
por medio de alargaderas dispuestas con relación
á dos vasos sucesivos , como los tubos de co-
municación del aparato de Wolf. El primer va-
so á partir de los cilindros está destinado á la
purificación del ácido, el que se desprende poco
á poco luego que la reacción ha empezado, pero
al llegar á los vasos de condensación encuentra
en ellos agua á una temperatura mas baja que
la suya, y se disuelve rápidamente. Cuando ya
no se desprende nada , aunque la temperatura de
los cilindros esté al rojo oscuro, se destapan es-
tos últimos, y se saca ;de ellos el sulfato de sosa
que se ha formado.
Cuando no se quiere recoger el ácido hidroclóri-
co , el sulfato de sosa se hace en un homo de re-
verbero ordinario, pero calentado por el calor
perdido de otro horno de reverbero que sirve pa-
ra la producción de la sosa, y que , con este mo-
tivo tiene necesidad de sercáleutado mas fuerte-
mente; es de una forma elpilica y su bó\eda
muy baja , y su suelo debe ser de asperón , para
resistir mejor á la acción enérgica del ácido sul-
fúrico. Este último se le introduce por medio de
una abertura practicada en la bóveda del horno,
608 CAR
y luego de producido el sulfato de sosa se sa-
ca por una puerta lateral y se recibe en el sue-
lo del taller. Se vé que con este aparato el áci-
do hidroclórico es arrastrado dentro lacliimenea
de atracción , pero no se puede sin embargo de-
jarlo esparcir en el aire, porque causaría en los
alrededores perjuicios considerables á de la salud
los habitantes , a la vegetación , á la cual destru-
ye, y basta á las habitaciones, porque las dete-
riora. Así, pues, es de toda necesidad condensar-
lo, y esto se consigue haciendo pasarlos vapores,
á su salida del horno, primero á un cuarto grande
lleno de pedazos de carbonato, y después á una
larga galería, hecha de morrillos déla misma
materia , desde donde pasan en seguida á la chi-
menea , á la que son llamados por una atracción
enérgica: el ácido hidroclórico, que ataca el car-
bonato de cal para formar cloruro de calcio ,
hace que aquella parte de la cual es menester
desembarazarse sea absorvida por los pedazos y
los morrillos de cal entre los que se hace cir-
cular ; de esta manera solo llega una corta can-
tidad de ácido hidroclórico á la chimenea de
atracción, la que se encuentra también preserva-
da , por esta disposición, da una destrucción rápida.
Cualesquiera que sean las disposiciones del
aparato empleado para producir el sulfato de so-
sa, luego de obtenida esta sal se mezcla con cre-
ta y carbón, en la proporción de cien partes de
sulfato, cien de cal y cincuenta y cinco de carbón,
y después de haberlo molido lodo junto, se intro-
duce en el horno de sosa, cuyo suelo debe pro-
curarse que constantemente esté á la temperatura
roja. La mezcla, que se agita cada cuarto de ho-
ra, al cabo de algunos instantes se vuelve pas-
tosa , y por último entra en fusión. Entonces se
desprenden de la masa una multitud de burbujas
de óxido de carbono, de ácido hidro sulfúrico
y de hidrógeno carbonado , que se encienden al
contacto del aire. La reducción se halla termi-
nada cuando este desprendimiento cesa, y en-
tonces se tiene en el horno una mezcla de car-
bonato de sosa y de sulfuro de cal, que se desig-
na bajo el nombre de Sosa bruta artificial. Esta
mezcla se saca del horno por medio de un hur-
gón de hierro, y se la reemplaza por nuevas ma-
terias, continuando así sin interrupción.
La forma del horno de sosa es de la mas alta
importancia para el buen resultado de la ope-
ración: así Leblanc, que siempre la había dirigido
bien en sus ensayos de laboratorio , no pudo
jamás conseguir hacer sosa en grande. Esto de-
pendía de la forma rectangular de sus hornos ,
forma que no permitía al calor del hogar espar-
cirse igualmente sobre todas las materias some-
tidas á la reacción. Pero bien pronto Darcet hi-
jo imaginó dar á los hornos la forma elíptica ,
que ha sido desde entonces la empleada , con
la que obtuvo un feliz resultado. Los hornos
de sosa generalmente se calientan con carbón
de piedra.
La refinación de la sosa bruta, que da por pro-
ducto la Sal de sosa , es una operación bas-
tante sencilla que recuerda enteramente las últi-
CAR
mas operaciones de la fabricación de la sosa
natural : consiste en lijiviar la sosa tal como
se ha sacado del horno, en concentrarla solu-
ción , en secar y en fin en calcinar el pro-
ducto salino obtenido. La sola dificultad que
ofrece procede de la naturaleza plástica de bis
materias extrañas que contiene la sosa bruta, y
que se opone á la penetración del agua durante la
lijiviacion. Esta última operación se hace de tres
maneras diferentes: la primera consiste en
pulverizar la sosa , y en desleerla en cuatro ve-
ces su peso de agua, en la que se la deja posar
durante hora y media, y en decantar en segui-
da el líquido que sobrenada , en el cual se des-
lié nueva cantidad de sosa, mientras que el ba-
gazo se trata segunda vez con el agua pura,
y así se continúa hasta que se hayan obteni-
do disoluciones saturadas. El segundo método es
una simple filtración. El tercero, que es cono-
cido bajo el nombre de procedimiento de doble
desalojamiento , es el mas ventajoso de los tres ,
y consiste en colocar ocho ó diez vasos de pa-
lastro en gradas , los unos encima de los otros,
dispuestos de manera que un líquido , que cae
de un depósito superior en el primer vaso, los
llene lodos sucesivamente, y cuele, luego que to-
dos estén llenos, en un depósito inferior. A es-
te efecto la parte inferior de cada vaso está pro-
vista de un tubo encorvado para ir á desembo-
car encima del vaso que se encuentra inmediata-
mente debajo de él y que alimenta sin poderse
vaciar, porque este último solo se encuentra al-
gunos centímetros mas bajo. En cada uno de es-
tos vasos se introduce un cesto de palastro, cu-
yo fondo tiene una porción de agujeros en los
cuales se pone la sosa bruta. En lin , encima de
los vasos se encuentra un pequeño camino de
hierro con un carretón al cual está fijada una
garrucha , que sirve para trasportar los cestos
de un vaso inferior á un vaso superior. Cuando
se deja correr agua del depósito superior , esta
agua cae en el cesto del primer vaso , atrave-
sando la sosa que contiene, después en el del se-
gundo , así consecutivamente , de modo que ca-
da vez se vá cargando mas de carbonato de sosa,
hasta el punto que se encuentra ya saturada di;
este carbonato cuando llega al depósito inferior.
Pero á medida que el bagazo va siendo menos
rico , se le hace subir de manera que se le pre-
sente agua mas y mas pura, y asi se consigue se-
pararle lodo el carbonato de sosa que la sosa bru-
ta contiene.
Cualquiera que sea el método de lijiviacion
empleado, la disolución decantada pasa sucesi-
vamente dentro de varias calderas en gradas,
calentadas por un mismo fogón, en el que se la
concentra hasta que marque 30* en el areó-
metro , y entonces se vierte lentamente sobre
el suelo de un horno de reverbero, en donde
se evapora dejando allí la sal de sosa , la que se
calcina en seguida al rojo, sin cambiarla de hor-
no , para quemar algunas materias orgánicas
que la ensuciarian. La sal de sosa puede enton-
ces ser entregada al comercio : contiene de 60 á
CAR
•so por * 00 de álcali ; sin embargo, en este esta-
do no es propia para todos los usos, purque no es
loila\ia bastante pura, y sobre todo porque esta
mezclada con cierta cantidad de sosa caustica,
que algunas veces es perjudicial. De esto resulta
que con frecuencia hay precisión de someterla á
una última operación, que constituye la fabrica-
ción de los Cristales de sosa.
La sal de sosa que se emplea para esta fabrica-
ción debe ser muy rica en álcali. Se empieza por
exponerla al aire en capas delgadas, que se re-
mueven de vez en cuando, á fin ele hacerla a¡>-
sorver todo el ácido carbónico necesario para la
trasformaciou de la sosa cáustica que contiene
en carbonato; después se disuelve en agua muy
caliente , de modo que se obtenga una disolu-
ción que marque 30° en el areómetro de Beauíae;
Juego de obtenido este grado de saturación , se
añade á la disolución medio milésimo de cal viva
desleída; esta cal tiene por objeto producir en la
disolución una especie de clarificación, y en
efecto se forma en el instante mismo carbonato
de cal, que, precintándose, arrastra las materias
extrañas al fondo de la caldera. Cuando la tem-
peratura ha descendido á 60° poco mas ó menos,
se trasiega el liquido á unos cristalizadores, en
donde deja bien pronto posar cristales de sosa,
que se recogen después de dos ó tres dias ; pero
antes se hacen colar las aguas madres que que-
dan en los cristalizadores , para que los cristales
puedan escurrirse bien. Solo falta después secar
eslos cristales en una estufa y embalarlos en to-
neles bien cerrados , condición indispensable
para impedir su eflorescencia.
El carbonato neutro de sosa se presenta cris-
talizado en prismas romboidales , ó en pirámi-
des cuadranglares de sumidades truncadas y
aplicadas base por base ; tiene un sabor acre y
alcalino; enverdece fuertemente el jarabe y vuel-
ve al color azul el papel de tornasol enrojecido;
expuesto al aire , se eflorece y se reduce á polvo
perdiendo una parte de su agua de cristalización;
al fuego, se funde fácilmente en esta agua de
combinación, se hincha, se seca en seguida, y
experimenta á una temperatura roja la fusión íg-
nea sin alterarse. •
Esta sal cristalizada contiene 62,9 de agua; se-
cada, está formada de ácido carbónico, 41, 42;
protóxido de sodio 58,58; total, 100,00.
El carbonato de sosa puro cristalizado echado
sobre las ascuas , se funde luego , se abotaga,
y se saca después en una masa blanca friable.
Su solución acuosa obra á la manera de los ál-
calis sobre los reactivos colorados, bace viva
efervescencia con todos los ácidos, precipita las
soluciones de cal y de barita en copos blancos
lo mismo que sus sales, y los precipitados se
redisuelven enteramente con efervescencia porlos
ácidos nítrico é hidroclórico. El nitrato de plata
produce un precipitado blanco en la solu-
ción de esta sal pura, pero el precipitado es tam-
bién redisuelto en totalidad por el ácido nítrico
puro. En fin, el carbonato de sosa no puede ser
confundido cou el carbonato de potasa , porque
CAR 609
su solución concentrada no forma precipitado
ni con el bicloruro de platino ni con la solución
de ácido tartárico añadida en exceso.
Si bien antiguamente se conocia el protóxido
de sodio, se le designaba con la palabra Sosa, y
en el comercióse da también el nombre de Sosa al
producto de la incineración de las plantas que
crecen en las orillas del mar. Este producto está
formado en diferentes proporciones de Carbona-
to de sosa, mezclado con cloruro de sodio, sulfa-
to de sosa y silicato de sosa. Su titulo y su valor
comercial, "establecidos en las cantidades de
carbonato de sosa que contiene, pueden ser de-
terminados por uno de los medios señalados en
el articulo Alcalimetro. — V. Carbonato de potasa.
Parece que los Sarracenos establecidos en Es-
paña fueron los primeros que introdujeron en
Europa la fabricación de la barrilla. Daban á la
planta que la produce el nombre de kali , y este
nombre precedido del artículo árabe al , dio ori-
gen á la denominación química de álcali.
En eljcomercio, en general, se conocen las va-
ciedades de sosa siguientes:
Sosa ó Barrilla de España. Se extrae de mu-
chas plantas, entre ellas la Salsola sativa [Salso-
la sativa, L.j, la Salsola Kali [Salsola Kali, L.),
la Salsola Sosa [Salsola Soda) y la Salsola Tra-
go {Salsola Tragus, L.).
Sosa ó Barrilla de Alicante. Es seca, pesada,
compacta, inodora y de color gris ceniciento ; se
presenta en masas mas o menos gruesas; contiene
en su interior fragmentos de carbón que no han
sido incinerados; ofrece cavidades y puntos bri-
llantes que han sido designados bajo el nombre
de ojos de perdiz ; su sabor es dulce ; marca or-
dinariamente de 55 á 60° ; contiene de 25 á 40
centesimos de carbonato de sosa.
Esta especie se divide en tres variedades: So-
sa de Alicante dulce, Barrilla dulce ó de primera
calidad, que es de color ceniciento y se presenta
en masas bastante bien fundidas, de fractura pa-
recida a la de las escorias de azufre; es la mejor
y se emplea en la fabricación del cristal. Barri-
lla mezcla , de color negruzco interiormente, lle-
na de hinchazones, muy dura y de fractura lisa;
empleada por los jaboneros y los blanqueadores
de algodón. Barrilla en pilón, que contiene mu-
cha sal marina y muchos carbones ligeros que
sobrenadan en el agua cuando se la disuelve ;
se obtiene de plantas recogidas sin atender á su
calidad. Embaí. : en balones de esparto, á veces
cubiertos de un lienzo y que pesan de 500 á 600
kilogramos.
Sosa ó Barrilla de Cartagena. Se presenta en
masas irregulares , pesadas, de un gris cenicien-
to, sembradas en el interior de puntos blancos;
á veces se observan en las masas partes verdo-
sas ó negras que se consideran como un defecto
en la calidad. Esta sosa tiene mucha analogía con
la precedente , pero es mas compacta y su cali-
dad inferior, pues por lo común solo marca de 20
á 32°. Embaí. : semejante á los empleados para
las sosas de Alicante , pero que no pesan sino
400 á 500 kilóg.
tomo i.
610 CAR
Sosa ó Barrilla de Catalana. En el término
del pueblo del Prat de Llobregat, á dos leguas de
Barcelona , se obtiene gran cantidad de excelen-
te sosa , de mejor calidad y mas rica que la de
Alicante.
Sosa ó barrilla de Tenerife. En masas irregu-
lares , escabrosas , de color gris muy oscuro , si
bien algunos pedazos son de un blanco mate y á
veces amarillo verdoso; marca de 28 á 30.° Em-
baí. : á granel.
Según la Dirección general de Aduanas , la
cantidad de barrilla exportada al extranjero en
los años de 4848 y 49 es como sigue:
Años.
Punios de exportación. 1 848 .
A Inglaterra 5,860
A Cerdeña 1/725
A otros puntos 1,199
Total. , . 8,184
1849.
13,256 «
16,680 g
4,526 .£
34,562
Sosa, de Francia. Es mucho menos estimada
que la de España y se divide en tres suertes , que
son :
Sosa de Narbona ó Salicor. Obtenida sobre to-
do de la Salicornia anua de L. , y que contiene
de 14 á 15 centesimos de carbonato de sosa.
Sosa de Aigucmortesó Blanqueta, quese extrae
de todas las plantas saladas que crecen natural-
mente entre Frontignan y Aiguemortes; solo con-
tiene de 3 á 8 centesimos de carbonato alcalino.
Sosa de Normandia ó Sosa de Varec , que se
extrae de los fucos que crecen abundantemente
en las costas del Océano. Apenas contiene car-
bonato de sosa. En las aguas madres de esta sosa
descubrió el yodo el Sr. Courtois, salitrero de
Paris. La sosa de Yarec bruta está en pedazos
pesados, irregulares, escabrosos, sembrados de
muchos agujeros y cargados de láminas blanque-
cinas análogas á la cera blanca; es de las mas
pobres y solo marca de 3 á 5o. Embaí. : á gra-
nel. La sosa de Varec refinada se presenta bajo
el aspecto de una materia salina , de un blanco
mate, compuesta en su mayor parte de sal marina;
marca de 2 á 3°. Embaí. : en barricas de ma-
dera blanca que llevan 16 aros y pesan de 500 á
550 kilóg.
Sosa facticia, Sosa artificial. Esta sosa que
se fabrica en grande en los alrededores de París,
de Rúan , de Aix , de Marsella y en Dieuze ,
presenta pedazos mas ó menos voluminosos , es-
cabrosos , pesados , mas ó menos compactos y
agujereados. Estas masas tienen un color violá-
ceo , y contienen fragmentos del carbón que se
ha empleado en la descomposición del sulfato de
sosa. Esta sosa facticia varia según las fábricas,
y ordinariamente marca de 18 á 35°.
El Sí". D. Jaime Arbós y compañía ha estable-
cido, de poco tiempo á esta parte, una fábrica de
sosa facticia en el pueblo de San Martin de Pro-
vensals , junto á Barcelona , que elabora unos
quintales diarios de este producto.
La sosa del comercio es tanto mejor cuanto
CAR
mas álcali contiene, y su valor se reconoce satu-
rándola con el ácido sulfúrico de 10.° Este pro-
ceder se funda en los resultados del Sr. Yauquelin,
quien ha reconocido que 5 gramos desub-car-
bonato de sosa puro y seco exigen para la satura-
ción 49 gramos 47 centigramos de ácido dé !0.°;
5 gramos de una sal de sosa que solo exigiesen
24 gramos 73 centigramos , deberían pues ser
considerados como formados de sal de sosa im-
pura y que no contendría mas que la mitad de su
peso de carbonato de sosa puro , por que el res-
to estaría formado de sales extrañas. También se
emplea para reconocer la pureza de las sales, el
alcalimetrodeDescroizilles; pero á pesar de loútil
que puede ser este instrumento presenta en su uso
grandes dificultades para los negociantes, en ra-
zón de la extrema aproximación de los grados.
Pero el Sr. Chevalier ha hecho sobre el mismo
principio un alcalímetro de grados mas anchos,
que presenta mas ventajas para el ensayo de las
sosas y de las potasas. El solo mérito de esta mo-
dificación consiste en la mayor facilidad que ofre-
ce de distinguir el punto de saturación , cuya
facilidad depende de que el ácido está mez-
clado con una cantidad mas grande de agua, y
ocupa mas espacio en el tubo.
Los SS. Gay-Lussac y Welter han propues-
to una mejora para el ensayo de las sosas. Obser-
vando que casi todas contienen sulíito de so-
sa que se descompone en parte con el carbona-
to, antes que su descomposición pueda ser indi-
cada por el tornasol (lo que tiende á hacer esti-
mar el título de las sosas demasiado alto) , estos
señores aconsejan calentar previamente estas so-
sas en un evaporadera de platino con un poco de
clorato de potasa: por este medio el sulfito de so-
sa se cambia en sulfato neutro, y el clorato en
cloruro igualmente neutro, no pudiendo conducir
ni el uno ni el otro ninguna causa de error en el
ensayo alcalimétrico, que se hace entonces de la
manera ordinaria.
La misma mejora se aplica alas sosas que con-
tienen sulfuro de sodio, el cual se cambia tam-
bién en sulfato neutro por la acción del clorato
de potasa; pero no conviene para lasque contie-
nen hiposulfito , pues esta sal se cambia en
bi- sulfato por la combustión completa del azufre
que contiene, aunque felizmente su presencia es
rara en las sosas del comercio, y casi no se en-
cuentra sino en las sosas mas inferiores.
Sal de sosa, Sub-carbonato de sosa. Esta sal
es blanca, cristalizable, esflorescente, soluble en
el agua; la solución tiene un sabor alcalino ori-
noso. Esta sal se obtiene por la lijiviacion de las
sosas, y particularmente de la sosa facticia.
Embaí: se expende en barricas de madera cuyas
duelas son Jas unas de madera de encina, las otras
de madera blanca, unidas por 16 aros; estas bar-
ricas pesan de 4 á 500 kilogramos.
La sal de sosa se divide en dos especies: 1 .a La
Sal de sosa cáustica, que se presenta bajo la for-
ma de una masa pulverulenta, de un sabor parti-
cular, urinoso; su color es de un blanco mate; á
vece? se encuentran en ella porciones ó masas
CAR
irregulares que tienen un color amarillento. Esta
sal marca de '60 á 60.°— á .* La Sal de sosa no cáus-
tica. Esta sal, que es mas pura y que ha sido re-
limada, es también de color blanco; pero se en-
cuentran en ella algunos pedazos irregulares y de
un blanco muy puro. En el ensayo marca de
50 á 60°.
Cvkbonatode sosa, Cristales pe sosa. Este
producto se obtiene disolviendo en el agua sal
de sosa y evaporando la solución.
Los cristales de sosa expuestos al aire soneflo-
recentes ; su color es blanco; si se rompen se vé
que su interior es vidrioso y trasparente. Los que
se encuentran en el comercio están en pedazos
quebrados, de formas diversas; también se en-
cuentran en él cristales enteros, que en este coso
presentan la forma de prismas romboidales, for-
mados de dos pirámides cuadranglares apli-
cadas base por base , y de sumidades trun-
cadas. Este carbonato marca de 36 ó 36.° Embaí -.
barriles y balas de forma y pesos diversos, se-
gún el pedido del consumidor.
El carbonato de sosa sirve para lavar el lien-
zo y para blanquear casi todos los tejidos, en ra-
zón de la propiedad que tieneu los álcalis y las
sales alcalinas de disolver las materias orgánicas
grasas ó colorantes que ensucian las estofas; es
indispensable en la fabricación de los jabones du-
ros, cuya base, como se sabe, es la sosa; es em-
pleado én la fabricación del vidrio, en la de los clo-
ruros desinfectantes , en la del borraj, y en los ta-
lleres de tintura para la disolución de cierto nú-
mero de materias colorantes, etc. En los laborato-
rios dequímica sirve para los mismos usos que el
carbonato de potasa.
El carbonato de sosa es un poco menos cáus-
tico que el de potasa ; sin embargo, en medicina,
cuando se trata de administrar al interior prepa-
raciones alcalinas, se prefiere con razón el bicar
bonato de sosa.El carbonato de sosa neutro es, al
contrario, muy empleado para el uso externo,
siendo un agente precioso para combatir muchas
enfermedades de la piel, herpes rebeldes , infar-
tos escrofulosos, etc.
Carbonato (Bi ) de sosa , Biear-
bonato sódico, Carbonato de sosa
saturado. Esta sal se encuentra en solución
en la mayor parte de las aguas minerales gaseo-
sas y particularmente en las aguas de Yichv y de
Mont-d'-Or. Preparase artificialmente sobrina tu-
rando de ácido carbónico la solución concentrada
de carbonato de sosa neutro.
El bicarbonato de sosa cristaliza en prismas rec-
tangulares de cuatro caras; su sabor es débilmente
alcalino; es soluble en 13 parles de agua fría; su
solución obra á la manera de los' álcalis sobre la
tintara de tornasol enrojecida, y calentada se des-
compone con desprendimiento de una parte del
ácido carbónico, y la sal se trasforma en sesqui-
carbonato de sosa. Esta sal hidratada contiene
10,74 de agua por 400 ; anhidra está formada de
58,48 de ácido carbónico y 41, G» de protóxido
de sodio; total , 100,00
El bicarbonato de sosa puesto en las ascuas no
CAU 611
se funde, se vuelve opaco perdiendo sa agua de
cristalización. Su solución acuosa se conduce co-
mo la del carbonato neutro , excepto que no pre-
cipita en frió las sales de magnesia, y que, como
la del bicarbonato de potasa, deja desprender una
parte del ácido carbónico cuando se lleva á la
ebullición.
El bicarbonato de sosa es empleado como
reactivo en los mismo usos que el bicarbonato
de potasa. En los ensayos docimásticos sirve
de fundente, ya solo, ya mezclado con la mi-
tad de su peso de borraj ; este flujo compuesto
obra favorablemente sobre el óxido que se quie-
re reducir , al mismo tiempo que hace fundir las
materias exlraiias no reductibles por el carbón.
Esta sal sirve para obteuer el ácido carbónico en
la fabricación de las aguas gaseosas artificiales
y en la de las pastillas de Darcet conocidas bajo
el nombre de Pastillas Vichy ; también se em-
plea en tintura á causa de la débil reacción alca-
lina para neutralizar ciertos ácidos , particular-
mente el de la granza.
En medicina el bicarbonato de sosa es una sal
muy frecuentemente empleada hoy dia,y en
efecto debe preferírsela siempre que se trate de
administrar al interior sustancias alcalinas: es
absorvida por la economía, penetra en la sangre
y puede con frecuencia modificar sus propiedades
de una manera útil, porque su acción es rápida
y enérgica. Bajo este punto de vista base acon-
sejado en los envenenamientos por los ácidos
cuando se sospecha que son absorvidos y que
pueden causar la muerte por coagulación de la
sangre; también ha sido prescrito con el fin do
modificar la sangre en el tratamiento del cólera
asiático. El bicarbonato de sosa es rápidamente
e. ¡minado de la sangre por losórganos secretorios,
y por esto se le encuentra muy luego en las ori-
nas y en la leche, y se comprende con facilidad
los servicios que podrá prestar este agente cuan-
do será útil modificar así los líquidos segregados.
También obra aumentando la cantidad de orina,
y por esto se le coloca entre las sustancias din*-
félicas.
La administración de esta sal no va acompa-
ñada ni de aceleración de la circulación ni de
aumento de calor; nunca provoca ni la diaforesis
ni el finjo de las reglas. Es empleada en el tra-
tamiento de las afecciones calculosas cuando de-
penden de la superabundancia de ácido úrico;
pero en este caso , en que el bicarbonato de sosa,
obra de una manera matemática, es menester
asegurarse para dirigir su administración, por
medio del papel reactivo, del estado ácido ó al-
calino de las orinas. El bicarbonato de sosapuede
ser también liíil en las afecciones gotosas cuando
la economía se halla igualmente bajo la influen-
cia de la producción de ácido úrico.
Se prescribe continuamente hov día el carbo-
nato de sosa, según el consejo del señor Darcet,
para facilitar la digestión y restablecer en poco
tiempo las funciones del estómago , sobre todo
cuando están alteradas por la formación de una
gran cantidad de ácido-, lo que sucede con fie-
612 CAR
cuencia á los literatos y á las personas demasiado
sedentarias. El bicarbonato de sosa es el que da
sus principales propiedades á las aguas minera-
les alcalinas, etc.
Carbonato (Sesqui ) de sosa, Seis-
quicarlionato sódico. Esta sal, á la que
los antiguos dieron el nombre de Anatron, y que
se encuentra en disolución en las aguas de mu-
chos lagos del Egipto, delal'ngría, del Asia, de
la P/ersia , del Tibet , y de Venezuela, no es otra
cosa que §esquicarbonato de sosa. Cuando los
lagos se secan durante la estación de los calores,
el anatron se manifiesta en eflorescencias blan-
cas en el fondo de los mismos. Esta sal se recoge
también en Egipto y en el interior del África, y
se recibe en Marsella en masas de un blanco
amarillento, de apariencia salina y de un sabor
á la vez salado y alcalino.
El anatron se presenta en una masa sólida es-
triada, muy dura é inalterable al aire, aunque
contiene 28*, 8 por ciento de agua de cristalización.
Klaproth, que ha analizado el anatron de África,
lo ha encontrado compuesto de sosa 37 , ácido
carbónico 38, agua 22,50, yde sulfato de sosa2, 50
SI Sr. Chevaílier ha examinado sesquicarbonatos
de sosa procedentes de Egipto que contenían gran-
des cantidades de sal común. El examen del ana-
tron , para conocer su valor real y la sosa que
contiene, puede verificarse por el ácido sulfú-
rico , como se hace para las sosas y para las po-
tasas.
Este anatron era antiguamente mucho mas em-
pleado de lo que lo es hoy dia. Los antiguos, que
no conocían otro carbonato de sosa, lo aplicaban
á la fabricación del vidrio y de las lejías; sirve
aun en Marsella en la fabricación del jabón duro;
en Egipto se mezcla con el tabaco en polvo para
darle mas fuerza, y cuando el arte de los embal-
samamientos era ejercido en este pais el anatron
servia para salar los cadáveres y asi ayudar á su
conservación ; los Indianos de Venezuela lo mas-
can con tabaco para excitar la salivación.
Carbonato de zinc, §ubearbona-
to de zinc. En el estado nativo , siempre im-
puro, es una de las especies de Calamina (V. es-
ta palabra). El dejas boticas resulta de la descom-
posición de una solución diluida de sulfato de
zinc por medio de un exceso de subearbonato
de sosa : el precipitado que se forma, lavado con
cuidado, secado ala estufa, pulverizado y pues-
to en trociscos , era llamado en otro tiempo Zinc
precipitado ó Magisterio de zinc , y asimilado,
equivocadamente al óxido de zinc. Calcinado,
como se prescribe en algunas farmacopeas, se
vuelve pálido, pero no está todavía reducido al
estado de óxido puro. Esta sal insoluble ha sido
recomendada, en forma de pomada , como dese-
cante, y en polvo , á la dosis de 8 á 10 granos,
como vermífugo, y también como anti-epiléptico;
sin embargo, hoy dia no tiene ningún uso.
CARBONO. Cuerpo simple, sólido, que se
presenta sea bajo la forma de polvo negro , sin
cristalización determinada, sea bajo la forma na-
tural de uu mineral (irradia), sea bajo la forma
CAR
cristalina (octaedro ó dodecaedro) que constituye
el diamante {Uimorfia). El Sr. Berzelius le ha da-
do recientemente el nombre de Alotropía, por la
propiedad que tiene un mismo cuerpo de afectar
muchos estados diferentes.
La densidad del carbono en el estado de dia-
mante es 3,55, y en el estado pulverulento, 2,1.
El carbono es insípido, inodoro y enteramente
insoluble en el agua, y completamente infusible y
lijo. El carbono cristalizado, que puede presentar
colores variados, refracta fuertemente la luz: su
índice de refracción es 2,439. Newton coloca, en
la lista de los cuerpos que refractan la luz, el
diamante al ludo de las resinas, es decir al lado
de los cuerpos mas ricos en carbono; de modo
que , aunque por otra vía , estaba próximo á
descubrir que el diamante es carbono. Al estado
poroso ó pulverulento el carbono es tan mal con-
ductor de la electricidad , que puede empleárse-
le como cuerpo aislante; al estado de diamante
conduce bastante bien la electricidad. .
El carbono se combina directamente con el oxí-
geno por medio del calor, produciendo ácido car-
bónico ú óxido de carbono. Cuando el carbono es-
tá en exceso con respecto al oxígeno , se pro-
duce óxido de carbono; en caso contrario, se for-
ma ácido carbónico. Conbinándose con el hidró-
geno, el carbono dá hidrógeno protocarbonado,
hidrogeno bicarbonado y una multitud de otros
carburos de hidrógeno, en general, olorosos como
los aceites esenciales. El carbono se combina,
por vía indirecta, con el ázoe (cianógeno), y con
cierto número de metales, tales como el hierro,
el zinc \ el cobre. Eslasúltimas combinaciones no
están en proporciones rigurosamente definidas.
La fijeza, la infusibilidad y la propiedad que tie-
ne el carbono de producir, "durante su combustión
con el oxígeno , ácido carbónico que representa
exactamente el volumen de oxígeno absorvido,
no permiten confundirlo con ningún otro cuerpo.
El carbono se encuentra puro , bajo el nombre
de Diamante, en las Indias occidentales y en di-
ferentes distritos del Brasil. La Ulla, el Grafito,
la Antracita y el Liilito son carbono mezclado con
algunas sustancias extrañas ; en el estado de
combinación constituye la materia fundamental
de todos los cuerpos orgánicos. El carbono se
obtiene por diversos medios: \ ° Cuando se que-
man resinas en un sitio en donde el acceso del
aire es incompleto, se obtiene una gran cantidad
de negro de humo, que, condensado en un crisol
y calcinado al rojo, da un residuo negro muy di-
vidido , que es carbono casi puro. 2.° Recogien-
do el ácico carbónico que se desprende de los
carbones en combustión, y descomponiéndolo por
medio del potasio, se obtiene carbono perfecta-
mente puro ; pero este procedimiento es dema-
siado costoso para ser generalmente empleado.
3.° Haciendo llegar dentro de un tubo de porce-
lana calentado al rojo vapores de aceite de tre-
mentina ó de espíritu devino, se obtiene car-
bono puro , dotado de un brillo metálico.
Cualquiera sea el estado bajo el cual se consi-
dere el carbono , sus propiedades químicas son
CAR
idénticas : arde al aire ó en el gas oxigeno á una
temperatura mas ó menos elevada , variable se-
gún su densidad y su dureza , y se trasforma en-
teramente en gas ácido carbónico sin dejar resi-
duo si es puro. El gas que resulta de esta combina-
ción representa en suma el peso del carbono que-
mado y el de la cantidad de oxigeno que la ha de-
terminado.
CARBURO. Nombre dado á los diferen-
tes cuerpos artificiales que produce el carbono
con algunos metales ó algún cuerpo simple. El
carburo de hierro y el carburo de azufre son los
únicos que merecen ocupar un lugar en esta
obra. Páralos primeros, Y. Aceroy Plomb(i<i¡na.
Carburo de azufre , Alcohol «le
azufre, Hi-sulfuro de carbono, Li-
cor fumante «le Lampadio. Sulfi-
do carbónico, y mejor Sulfuro de car-
bono. E>ta compuesto de dos átomos de azufre
y de un átomo de carbono. Este cuerpo fué des-
cubierto por Lampadio ; para obtenerlo , se hacia
pasar azufre en vapores sobre carbón calentado
al rojo. Es un liquido trasparente, sin color, de
un olor fuerte y penetrante, de un sabor acre y
quemante; hierve á 45° ; el calor mas elevado no
lo descompone; el agua no tiene acción sobre él; se
disuelve muy bien en el alcohol y en el éter; por
el contacto del oxígeno y de un cuerpo en igni-
ción, se inflama y produce ácido sulfuroso y
ácido carbónico.
En medicina, este carburo es un excitante de
los mas enérgicos, que parece obrar sobre la piel
y sobre el sistema uterino. Su acción se manifies-
ta lentamente y se prolonga durante muchos (lias.
A veces la traspiración cutánea no aumenta bas-
ta después de haber empleado esla sustancia tres
ó cuatro dias, y senotan todavía eructos sulfuro-
sos ocho dias después que se ha cesado en su uso.
Este medicamento ha sido preconizado en Alema-
nia contra la gota y las afecciones reumáticas no
acompañadas de calentura; también goza de
propiedades emenagogas muy pronunciadas, y en
este caso se le asocia con el y( do. Al interior , se
emplea el sulfuro de carbono á la dosis de 3 go-
tas, dos veces al día, en una taza de cocimiento
de harina de avena.
CARDA. Instrumento ó mas bien peine que
se compone de un pedazo de becerrillo poblado
de puntas de alambre mas ó menos gruesas y mas
ó menos espesas según los números, que se ele-
van desde el 8 hasta 28 ó 30. Las cardas sirven
en las fábricas para preparar la lana, la seda, el
algodón y la cachemira antes de hilarlas. Distín-
guense dos especies de cardas.
I.* Las Cardas de mano, compuestas de nna
tira de cuero poblada de puntas y afianzada sobre
una plancha de madera de 4 a 5 pulgadas de
ancho y de 8 á tO di largo, provista de un mango
igualmente de madera.
2.a Las Cardas de cinta , hechas, como las
primeras, de cuero de becerro ó de vaca de la
mejor calidad y de puntas de alambre de diferen-
tes tamaños, están destinadas para ser emplea-
das en tiras de todas longitudes no montadas so-
CAR 613
bre madera. Estas cintas de cardas son hechas
casi todas á la mecánica sobre una anchura de
19 á 20 lineas, y se venden por pies desde 4 á 6
reales y y» el pié. El precio de las cintas varía
en razón de su guarnición mas ó menos espesa.
Hoy dia los principales lugares de fabricación
de cardas en Francia son Rúan que fabrica una
cantidad considerable de ellas , y después París;
pero hay también fabricas de cardas en varios
departamentos. La Inglaterra fabrica igualmente
cardas en gran cantidad para sus numerosas ma-
nufacturas y parala exportación; pero, en el
comercio, seda en el dia la preferencia á lascar-
das francesas. Antes de expenderlas, se rollan
las cintas, y se sobreponen las cardas afianzadas.
puntas cotí puntas, embalándolas con cuidado
por cintas, por docenas ó por pares.
Existe en Barcelona una magnífica fábrica de
cardas que surte de sus productos á casi todos los
establecimientos de lanas y de algodón de Espa-
ña. Esta fábrica, que pertenece á I). Gregorio
Deu , tiene varios depósitos de este articulo en
todas las provincias donde se ejerce la fabrica-
ción , siendo los principales los de Bejar, Carta-
gena, Alcoy, Escaray , Isla de Mallorca, etc.
En la fábrica del Sr. Deu se elaboran tres es-
pecies de cardas , según su forma y la materia
en que están lijadas las puntas de alambre. La
primera especie tiene las puntas fijadas sobre
grandes tiras de cuero, que previamente han su-
frido algunas operaciones, para darlas la debida
consistencia y quitarlas su elasticidad. La longi-
tud de estas liras es de 126 pies, y su tochura
de 23 lineas ; las hay también de 133 pies de
largo y de 18 lineas de ancho : estas últimas son
las que generalmente se emplean para cubrir
los grandes tambores en las fábricas de paño y
de hilados de algodón. La segunda especie de
cardas difiere de la primera en que la tira que
recibe las puntas de alambre se compone de le-
las pegadas entre sí con un betún de goma
elástica. Finalmente, la tercera esta formada de
una tira compuesta de una calidad de bayeta
pegada á una tela, llamada de paten, en laque
están lijadas las puntas. Además de las cardas de
tiras ó cintas, hay otras conocidas con el nombre
de placas, cuya longitud es de unos tres palmos
sobre uno de anchura.
También en la España Industrial y en otros es-
tablecimientos de esta ciudad se fabrican car-
das, si bien en reducido numero.
En España se importan algunas cardas do
Rancia é Inglaterra , pero en corta cantidad. En
cuanto á su exportación , el Portugal se provee
de este artículo en los depósitos que el Sr. Deu
tiene establecidos en las provincias mas contiguas
á sus fronteras.
Las cardas de cinta se venden por pies fran-
ceses; las placas por piezas sueltas. El embalaje
de las primeras consiste en cajones de madera en
los cuales se meten las cintas bien reliadas, pro-
curando impedirlas todo movimiento con el ob-
jeto de que sus puntas no se tuerzan. Las placas
se colocan también en cajones de madera en pa-
6U CAR
quetesde 19 piezas, que son lasque generalmen-
te se necesitan para cubrir un tambor.
€AKDA]?1IM, Cardamine. Género de
plantas de la familia de las cruciferas y de la
lelradinamia silicuosa, que encierra un gran núme-
ro de especies, unas 75, esparcidas en todas las
comarcas de la tierra, pero principalmente en el
norte del antiguo continente. Sen plantas herhá-
ceas, anuas, bienales ó vivaces , con frecuencia
sermentosas en la base , de flores azules ó rosa-
das, de hojas pecioladas ya sencillas é indivisas
ya lobadas ó pinnatísectas , y muchas veces es-
tas dos figuras fundamentales de las hojas se ob-
servan sobre unos mismos individuos. Las car-
daminas participan , pero á un débil grado , de
las calidades generales de las cruciferas; se en-
cuentran en los lugares húmedos, los prados,
los bosques, etc ., y muchas de sus especies se cul-
livan en los jardines botánicos, pero las que me-
recen fijar nuestra atención son las siguentes:
Cardamina Celidonia ( Cardamine
Chelidonia, L.). El Sr. Pujade, médico de Arles,,
ha referido dos observaciones en favor de las
propiedades antiescorbúticas de esta especie;
pero al extracto acuoso de la planta asociaba
partes iguales de extracto de centaura y de ácido
sulfúrico.
Cardamina de lo» prados , Ber-
ro elefante, Mastuerzo de los pra-
dos (Cardamine pratensis,L. ). Esta planta
vivaz es muy común en las orillas de los arroyos
y de las fuentes, y en los prados húmedos. Su
tallo es vertical y de un pié de elevación , hojoso
y terminado por "llores purpúreas bastantes gran-
des , dispuestas en corimbo y sostenidas por un
largo pedúnculo.
Si ha de creerse al poeta Castel , la aparición
de esta planta en los prados es una época muy
interesante para los pescadores , pues asegura
que luego que empieza á elevarse los salmones,
saltando á despecho de la bravura del mar, fran-
quean las barreras y remontan por los rios.
El berro elegante sirve como yerba de pasto ,
como planta de adorno y como simple hortaliza,
Euesto que sus hojas pueden comerse como el
erro común, al que remplazan como anties-
corbútico. Es un buen succedáneo de la codea-
ría, porque, según el análisis del Sr. Vogel, dá
exactamente los mismos productos que ésta des-
tilada con el agua ó el alcohol.
CAKDIOÓBIJCARIIO, Cardium. Gé-
nero de moluscos del orden de los acéfalos testá-
ceos, que debe su nombre á la figura de corazón
de su concha, de lo que se les llama Corazones.
Habitan todos los mares y particularmente el
Océano, junto á las playas del cual viven enterra-
dos en la arena. Entre sus numerosas especies
solo dos son particularmente usadas como ali-
mento, á saber: el Bucaudo comestible (Cardium
edule, L. ) esparcido en todas partes, y que es
del volumen al menos de una nuez gruesa , y
el Bucaudo rústico (Cardium rusticum , L ), pro-
{>io en las costas de las Üos-Sicilias. Estos anima-
es son poco delicados al gusto y medianamente
CAR
eslimados, pero su abundancia los hace precio-
sos para las clases indigentes de los países ma-
rítimos. En Sicilia se sazona el bucardo rústico
con aceite , migaja de pan , pimienta y yerbas
i romí liéis
V \ « DIOSPERlfl O , Cardiospermum ,
Genero de plantas de la familia de las sapindáceas
y de la oclandria triginia , que contiene unas
veinte especies. Son plantas herbáceas, anuas,
vivaces ó apenas fructicosas, enredaderas ó muy
raras veces derechas, conocidas en la América
tropical, raras en África, y de las cuales solo una
parece cosmopolita en todas las regiones tropi-
cales. Las hojas de estas plantas son alternas,
Internadas ó mas raramente sobrede compues-
tas, y pecioladas; las hojuelas dentadas, insertas,
con frecuencia marcadas de puntos ó pequeñas
rayas pelúcidas, y sin estípulas; las flores mascu-
linas y hermafroditas en el mismo pié, ó dioicas,
dispuestas en racimos ó en panículas axilares.
Cultívanse algunos cardiospermos en los jardi-
nes como plantas de adorno.
Cardiospermo Yerna mora ( Car-
diospermum Halicacabum, L.|. Planta anua y en-
redadera , que crece en la India y en las Antillas.
El cocimiento de su raíz es mucilaginoso y un poco
nauseoso; hásele creído lilontriptico, pero esta
virtud no ha sido confirmada por experiencias po-
sitivas. Las hojas de esta planta en Malabar sirven
como aperitivas y se dan en las enfermedades del
pulmón, á la dosis de media onza en medio azum-
bre de agua. Los Indianos beben el cocimiento de
sus frutos en los dolores artríticos, y aplican el
bagazo á la parle dolorosa.
CARDO , Carduus. Género de la familia
de las sinanléreas , tribu de las cinarocél'alas de
Jussieu, y déla singenesia poligamia igual, que
contiene yerbas derechas , simples, monocéfalas,
de hojas caulinares , pinatilobadas ó enteras, de
cabezuelas subglobulosas ú oblongas, derechas y
que se inclinan con mucha frecuencia después de
la florescencia, de flores purpúreas y á veces
blancas.
Solo hay unas cincuenta especies de cardos,
desde que sucesivamente se ha reformado el gé-
nero de las plantas que momentáneamente se le
habían reunido , y que han sido distribuidas en-
tre los géneros vecinos. Estas plantas son indí-
genas de casi todas las partes de Europa , del
Asia Menor , del Asia central, del África septen-
trional , y sobre todo parece se complacen en
los sitios montuosos. Son plantas espinosas muy
abundantes, cuyas flores son buscadas por las abe-
jas. El aspecto desagradable de su tallo espinoso
no ha impedido que algunas especies de este gé-
nero hayan sido introducidas en los jardines co-
mo plantas de ornato. Entre éstas deben citarse
el Cardo como Acanto (Carduus acantoides, L.),
el Cardo como Helenio (Carduus helenioidc,L.),
el Cardo de dos espinas ( Carduus diacantha ,
L. ) el Cardo lampinoso (Carduus eriophorus, L.).
Los cardos demasiado multiplicados se pose-
sionan con frecuencia de los mejores terrenos ,
en los que sus raices profundizan mucho con de-
CAR
sespero del labrador. El Caído sin tallo [Car-
ditus acaulis, L.), sobre todo, perjudica á los pas-
tos haciendo desertar de ellos á ios ganados que
no pueden frecuentarlos sin exponerse á recibir
continuas heridas. No debe esperarse que se con-
siga su destrucción cortando el pié entre dos
tierras , pues las raíces que quedan no lardan
en echar nuevos tallos : tan solo por un cultivo
bien dirigido y continuado que por muchos años
consecutivos podrá alcanzarse este resultado.
Cardo de Casabona ( üarduus Cas-
sabonoc, L. ). Esta hermosa planta, que crece en
Italia en donde su gran cantidad de espinas le ha
valido el nombre de Poliacantha , se cultiva en
algunos jardines. El cocimiento de su raíz es ape-
ritivo y sudorilico, y se dice que sus flores tie-
nen la propiedad de cuajar la leche.
Cardo de María , Cardo de l'aeg-
tra Señora, Cardo lechero, Cardo
plateado [Carduus marianus , L.). Espe-
cie vivaz , que crece en los lugares cultivados.
Su tallo se eleva á la altura de tres ó cuatro
pies, y es del grosor de un dedo, ramoso , blan-
quecino y lanuginoso ; sus hojas son largas, an-
chas, puntiagudas, espinosas, punzantes y man-
chadas de puntos blancos como la leche; sus su-
midades están cargadas de cabezuelas armadas
de puntas duras y muy agudas , cada una de las
cuales sostiene un ramillete de flósculos ensancha-
dos por arriba, cortados en liras, y de color pur-
purino; á esta flor suceden semillas parecidas á
lasdel cártamo; su raíz es larga, gruesa, y bue-
na para comer.
Esta planta, que se encuentra á cada paso jun-
to á las poblaciones, ha sido introducida en algu-
nos jardines de recreo en los cuales, en las hen-
diduras de las rocas sobre la vertiente de los co-
llados, presenta sus rosetas de hojas verdes sem-
bradas de venas anchas y blancas, pero convie-
ne arrimársele con precaución en razón de las
heridas que causan sus espinas robustas.
El labrador córtalos cardos cuando medio flo-
ridos para darlos al ganado que los come con
apetito, ó para quemarlos , ya sea para calen-
tar los hornos, ya también para la extracción de
la potasa que contienen.
Los Italianos comen las raíces de esta planta á
guisa de alcachofa , cuyo sabor y propiedades
alimenticias tienen á corta diferencia ; en varios
paises de la Europa sus renuevos se comen en
ensalada ; sus tallos se aprestan como las espi-
nacas, después de haberlos sazonado con aceite y
sal; también sus hojas tiernas , despojadas de sus
bordes espinosos, son alimenticias en algunos paí-
ses.
Toda la planta tiene un sabor amargo. En me-
dicina se considera como febrífuga, sudorífica y
fundente. Se emplea el jugo de sus hojas frescas
y el cocimiento de sus raíces en las calenturas
intermitentes, en la hidropesía, en la ictericia,
el reumatismo, etc. Sus semillas son oleaginosas,
y su emulsión ha sido prescrita en las flores blan-
cas, y presentada por Lindans como un preser-
vativo de la rabia.
CAH S16
CARICA ó PAPAYERO, Carica. Gé-
nero de plantas de la familia de las papayaceas,
y de la dioecia decandria de Linneo. Las especies
de que se compone son árboles de la América tro-
pical, de jugo lechoso, que tienen una apariencia
bástente análoga á la de un palmero, en razón de
su tronco en columna simple, terminado por un
ramillete de hojas alternas y reunidas, largamente
pecioladas y palmeadas. Sus llores son unisexua-
les, casi todas dioicas, sostenidas por pedúnculos
multiflores para las masculinas, y paucillores para
las femeninas. A estas últimas "flores sucede un
fruto carnoso, pulposo, ovoideo, que contiene
muchísimas semillas Este género cuenta entre
otras una especie muy curiosa, sobre la que cre-
emos útil detenernos.
Carica Papayero, Papayero cul-
tivado (Canco Papaya, L.). Este árbol tiene
un tronco recto y sin ramos hasta á unos 10 me-
tros de su altura, cilindrico ó un poco engrosado
en su base , cubierto de una corteza parduzca,
bastante unida , marcada por intervalos de cica-
trices producidas por la caída de las hojas. Estas
están extendidas, provistas de un pecíolo largo de
3-6 decímetros y cilindricas, palmeadas, de 7 ló-
bulos oblongos," generalmente sinuados, ó la-
ciniados, y agudos en la sumidad, lampiñas en am-
bas caras, de las cuales la superior es de un ver-
de subido, y la inferior es mucho mas pálido ,
marcada de una redecilla de venas proeminen-
tes. Sus flores masculinas forman racimos al-
go compuestos, axilares; su corola es larga de
3 á 4 centímetros, de un blanco amarillento,
de un tejido espeso y casi coriáceo ; las flores fe-
meninas, llevadas casi siempre por pies dife-
rentes, forman pequeños racimos axilares, sim-
ples y paucillores; su corola amarillenta está di-
vidida muy profundamente en 5 segmentos oblon-
gos, un poco extendidos, ó es de 5 petalos dis-
tintos. A medida que su ovario engruesa y se
desarrolla , las hojas, en cuyo axila se encontra-
ban las flores, se desprenden de tal modo que el
fruto , que en su madurez forma una baya ovoi-
dea, de o costillas pronunciadas, larga" de 12 á
15 centrímetros, se manifiesta colgante sobre una
porción del tronco enteramente desnudo. Este
fruto es de color amarillo anaranjado deslucido;
su carne es consistente , de color mas pálido (pie;
el de la superlicie exlerna; tiene una gran ca-
vidad que contiene numerosas semillas.
Los autores se expresan de diversas maneras
relativamente al fruto del papayero: los unos, co-
mo P. Browne, le atribuyen un sabor dulce muy
agradable , mientras que otros , tales como Sloa-
ne, aseguran que es siempre bastante mediano
aun después haber sido sazonado con azúcar.
La manera mas habitual de prepararlo consiste
en cortarlo á tajadas (pie se (tejan macerar en el
agua hasta que todo el jugo lechoso haya desapa-
recido; en seguida se hacen hervir estás tajadas,
6 bien se cuecen en el horno.
En medicina el papayero no carece de interés:
el jugo lechoso de su fruto aun verde obra como
un excelente vermífugo; además, Descourtilz
016 CAR
lo dá como un buen cosmético muy eficaz contra
las pecas de la piel. Pero el hecho mas notable en
la historia de las propiedades del papayero es el
relativo á la composición de su jugo lechoso y á
su acción sobre las carnes. En efecto, el análisis
ha hecho reconocer en este jugo la existencia de
la fibrina, y de aquí viene el olor amoniacal que
exhala cuando se le quema. Además , el agua
mezclada con este jugo tiene la propiedad singu-
lar de poner tiernas en pocos minutos las carnes
que se sumergen en ella ; proceder usado dia-
riamente en los países tropicales. La existencia
de esta singular propiedad ha sido reconocida y
probada por varios observadores , entre otros
el doctor Holder, quien :lice que el jugo lechoso
del papayero obra separando y desagregando las
libras musculares. Las exhalaciones mismas del
árbol obran de una manera análoga , y por este
motivo los habitantes de los países en donde se
cullivajesle vegetal suspenden en su partcsuperior
las carnes, las aves, etc. , que quieren hacer
volver tiernas. La carne preparada de esta mane-
ra ó por inmersión en el jugo diluido con agua, si
bien se vuelve muy tierna, está sujeta a pasarse y
a descomponerse muy pronto. También »eha ob-
servado que los cerdos alimentados con el froto
del papayero son absolutamente impropios para
la salazón.
La patria del papayero es difícil dedeterminar.
Willdenow lo considera como indígena en la In-
dia de donde fué importado en América ; al con-
trario, Rnmlio dice (pie fué llevado á la India por
los Portugueses. El Sr. R. Brown, apoyándose en
<pie todas las otras especies del mismo género son
americanas, adopta una opinión parecida á la de
Rumlio; la generalidad de los autores reconocen
boy dia esta manera de ver. Sea de esto lo que
fuere, este árbol se encuentra en la actualidad
cultivado en la mayor parte de los países cálidos
del globo.
€AKI€Eó€lllRIZO, Carf.x. Género
extremadamente numeroso de la familia de las
ciperáceas y de la tribu de las cancéas á la cual
da su nombre, y déla immoecia triandriaen el sis-
tema sexual. Es uno de los grup>s genéricos mas
considerables que existen entre los fanerógamos:
on efecto, el Sr. M. Kunth describe unas 439 espe-
cies. Sin embargo, á pesar de su importancia numé-
rica, el género cárice no tiene casi importancia di-
recta, pues las especies que lo componen son, sal-
vo un corto número de excepciones, enteramente
inútiles y basta perjudiciales. En verdad estas plan-
tas, quecrecen la mayor parle en lugares hume-
dos y pantanosos, en las orillas de los charcos
llenos de agua, etc. , solo dan un forraje muy
basto, poco alimenticio, sobre todo después de lá
florescencia y en el estado seco. Cuando fres-
cas, apenas hay ganado que quiera comerlas y
son perjudiciales á los carneros. Desde luego pue-
de concebirse con que cuidado se trata de impe-
dir que invadan los prados cuyos pastos son tan-
to mas malos cuanta mayor cantidad de estas
plantas se encuentra en ellos.
Los carices son vegetales herbáceos provistos
CAR
con frecuencia de un rizoma subterráneo m as ó
menos desarrollado y muchas veces puntiagudo.
Los carices crecen , como hemos dicho , en las
partes húmedas y pantanosas, y aveces también
en los lugares secos y aun arenosos de las regiones
templadas y frias del hemisferio boreal ; son
numerosas en la zona intertropical, en donde se
elevan en las montañas y desaparecen casi de las
sitios bajos y cálidos; son también poco nume-
rosas en los países extralropicales del hemisferio
austral. Sus usos son muy limitados: no pudién-
dolas utilizar como heno, se recogen para em-
plearlas como pajaza y estiércol. Lasjgrandes es-
pecies sirven para la confección de estera» y de
tejidos de paja grosera.
Cárice de los arenales , Zarza-
parrilla de Alemania (Carex arenaria,
L.). Esta planta crece eh las arenas de las orillas
del mar en Holanda, en Alemania y oíros puntos.
Arroja rizomas ó tallos subterráneos puntiagudos
y muy largos, utilizados sobre todo en Ho-
landa porque dan solidez á los médanos. Estos
rizomas usados en particular en Alemania son los
que llevan el nombre de Zarzaparrilla de Ale-
mania i son del grueso de la grama, nudosos y
articulados como estay cubiertos de fibras del-
gadas, restos de las escamas foliáceas que par-
len de cada nudo; son rojizos por defuera, blan-
quecinos y fibrosos por dentro, de sabor dul-
ce un poco desagradable y análogo al del helé-
cho. Este rizoma es usado en la sífilis y en las
afecciones reumáticas. De la misma manera se
emplean las raíces del Cárice tomentoso {Carcx
hirta, L.) , y Linneo observó que los Laponesse
cubrían las piernas y las manos con las hojas de
estas plantas, y que, á pesar del frió excesivo de
este país , nunca tenían sabañones.
C1KIOCAK, Caryocar. Género de plan-
tas de la familia de las sapindáceas, y de la po-
liandria letraginia, que contiene unas siete espe-
cies, árboles muy notables de la America tropical,
de ramos opuestos , articulados , que llevan ho-
jas opuestas, pecioladas, palmeadas -trifoliadas;
las llores terminales y dispuestas en racimos ; las
almendras encerradas en las nueces son comesti-
bles , y las de algunas especies , por ejemplo
el Cariocar que lleva manteca (Caryocar bu-
tyraceum ), dan un aceite muy abundante , craso,
espeso , mantecoso , que se emplea con frecuen-
cia en Cayena á guisa de manteca.
En los invernaderos de Europa se cultivan al-
gunos de estos árboles , de los cuales el mas ele-
gante es el Cariocar que lleva nueces ( Caryo-
car nuciferum, L. ; Pekea butyrosa, Aub.), her-
moso y grande árbol, cuyas flores, de color
de púrpura muy oscuro y casi negro , no tienen
menos de U á 15 centímetros de altura sobre un
diámetro proporcionado; sus filamentos estamina-
lesson muy numerosos, y su bello color amarillo
resalta con el tinte subido oscuro de los pétalos cu-
yos bordes inferiores y superiores son no obstante
de un rojo de cochinilla vivo. Su fruto es una dru-
pa del volumen de la cabeza de un niño, que con-
tiene una almendra agradable al paladar , y de
CAR
la que se extrae un aceite dulce y comestible; de-
bajo la cortezade este fruto se encuentre una capa
de una sustancia grasa de la que los (¿alibis se sir-
ven para preparar sus alimentos á modo de man-
teca. Los Cariocar tomentoso (Caryocar tomen-
tosum , W. ) y Cariocar lampiño ( Caryocar gla-
brum, Pers. ) se hallan en el mismo caso.
CARIOTA^ Cariota. Género de palmeros
del Asia ecuatorial, establecido bajo este nombre
por Linneo, y que por espacio de mucho tiempo
no ha contado mas que con una sola especie muy
esparcida en en los jardines botánicos, el Cariota
urens, planta no mí'nos notable por sus hojas que
por sus otros caracteres.
El tronco es simple, largo y liso. Las hojas, bas-
tante espaciadas, dejan cicatrices anulares en
el tronco; son bi-ó-tripennadas, y las hojuelas,
cuneiformes, triangulares, oblicuamente trunca-
das, son dentadas y laceradas en su borde termi-
nal. Los. espádices son muy grandes, colgantes y
nacen entre las hojas. El fruto , del grosor de una
ciruela, es una baya de dos semillas ,y con fre-
cuencia una sola; cada semilla, medio esférica ,
tiene un perisperma córneo; el embrión está co-
locado en el lado externo y convexo de la semi-
lla.
Durante mucho tiempo solo se ha conocido una
especie de este género , la Cariota que abrasa
(Cariota urens, L.j, que debe este nombre espe-
cifico á la sensación quemante que causa la car-
ne de su fruto, cuando se la quiere comer. Déla
raiz de este vegetal se puede extraer sagú. Se
confundían con esta especie la Caryota rumphiana
Mart. y la Caryota soholifera, Wall., a las cuales
se deben tanbien añadir la Caryota initis de
Loureiro , y tres especies nuevas de Java, des-
critas por el Sr. Blume. Todas son del Asia ecuato -
rial, y presentan el mismo porte y el mismofollaje
que la Caryota urens.
CARISA, Carissa. Género de la familia
de las apocíneas, tribu de las cariséas, y de la
penlandria monoginea de Linneo. Encierra ar-
bustos lactescentes, espinosos en la mayor parle
de la las especies, inermes en dos especies sola-
mente, que tienen hojas opuestas en ramos comun-
mente dicótomos, y llores dispuestas en colim-
bos ó en panículas. Son plantas que crecen en las
Indias y en el África austral, de las cuales se
conocen una veintena de especies, cinco cultiva-
das cu los jardines de Europa.
4uri»a Carandas, talar , Caran-
das [Carissa Carandas, L.). Este arbusto de la
India, naturalizado en Borbon, se reconoce en
sus flores semejantes á las del jazmín. Sus frutos
verdes se confitan con vinagre ; maduros tienen
el volumen de una nuez y contienen un zumo es-
Keso , viscoso y lechoso ; cómense con sal, y tam-
ien con ellos se hacen buenas confitaran;
Carisa comestible (Carissa edulis,
Vahl. ; Anthura edulis, Forsk.). En la Núbia y la
Arabia, en donde crece este arbusto, se comen los
renuevos cocidos, y también las bayas negras y
del grosor de un guisante.
Carisa Jilopicron (Carissa Xylopicron,
78
CAR 617
Du Pctit-Thouars) . El leño de este pequefio árbol,
que crece en Jlorbon, en donde es llamado Made-
ra amarga, es de color amarillo y muy amargo;
con él se fabrican obras de torno y se nacen cu-
biletes en los cuales se pone vino que toma amar-
gor y es estomático.
CARLA. Tela de las Indias, que se fabri-
ca en un pueblo del mismo nombre, distante una
legua de Cananór, cerca de Pondichery, en don-
de la Compañía de Indias tiene su priicipal esta-
blecimiento.
CARLINA, Carlina. Género do la familia
de las sinanléreas, tribu (!c las cinaréas, y de la
singenesia poligamia igual. Sus caracteres gené-
ricos son: involucro compuesto de dos maneras
de hojuelas ; las exteriores espinosas y recorta-
das , de forma y color análogos á las hojas; las
interiores mucho mas largas, lustrosas y blan-
cas ó de color; flores hermalroditas; pajillas
membranosas en el receptáculo; aquenas coro-
nadas de un vilano plumoso y erizadas de pelos
rojos, que forman como un vilano exterior. Esto
genero comprende unas quince especies, todas in-
dígenas de los países montañosos de la Europa,
del África y del Asia septentrional. El nombre do
este género es tomado del de Carlomagno , bajo
cuyo reinado se dice que fué empleada la espe-
cie oficinal con feliz resultado contra la peste que
diezmaba su ejército.
Carlina sin tallo , Angélica Car-
lina, Cartlo dorado, Carlina, Car-
lina oficinal {Carlina acaulis,L.). Planta
indígena que crece en los Pirineos. Se conocen
dos especies de carlina oficinal, llamadas, se-
gún Lemery , la una Carlina ó Camaleón blanco,
y la otra , Carlina ó Camaleón negro.
La carlina ó Camaleón blanco es una planta
que arroja de su raíz hojas grandes, largas, an-
chas , profundamente corladas , guarnecidas de
puntas ásperas y punzantes, como las de los car-
dos y alcachofas. Estas hojas están extendidas en
el suelo, y sale de ellas , sin ninguna apariencia
de tallo, una cabezuela bastante ancha, orbicu-
lar, cercada de un doble involucro espinoso,
cuyo interior está formado de escamas simples ,
lineares, radiantes, blancas ó purpúreas, que
dan á la cabezuela la apariencia de una flor ra-
diada. A estas flores suceden semillas oblon-
gas, guarnecidas de pelos blancos que represen-
tan un pincel. La raíz de esta planta es derecha,
penetrante , larga de unos dos pies , gruesa co-
mo el dedo pulgar , de color oscuro por defuera,
blanca por dentro , de un olor fuerte y aromáti-
co , de un gusto acre , aromático no desagrada-
ble: según Geoffroy, su superficie se presenta
ordinariamente como roída y agujereada. Esta
variedad, según Guibourt, es muy rara, y proba-
blemente no produce la raíz de carlina" del co-
mercio
La carlina ó Camaleón negro difiere de la pre-
cedente en que su cabezuela es .menos volumino-
sa y sostenida solo en la extremidad de un tallo,
(pie se eleva de entre las hojas á la altura poco
mas ó menos de un pié ; su raiz as comanmeatv
tomo i.
6! 8 CAR
medio abierta, según Lemery , carácter notable
que no se observa én muebas raices de la mis-
ma familia.
La raiz de carlina, tal como se encuentra en el
comercio, es larga de 5 á6 pulgadas, gruesa co-
mo el dedo pequeño, de color gris, simpre par-
tida longitudinalmente ó como roída de un lado,
de un olor y sabor mixtos de énula y de barda-
na , que algunas personas comparan á los del
bongo comestible. Debe escogerse recientemen-
te secada, gruesa, bien nutrida, morena y arru-
gada al exterior , de olor aromático y de" sabor
agradable.
Los SS. Mérat y De Lens dicen que es difícil
saber si la carlina ( Camaleón ) de los antiguos
es la nuestra ; pero el Sr. Guibourt afirma quo
es un error creerlas iguales, puesto que el botáni-
co Pedro Belon ha encontrado en la isla de Creta
el verdadero Camaleón blanco de los antiguos,
que es el Atráctil que lleva goma (Atractylis
gummi f era , L. ) , de que hemos hablado , y en
la isla de Lemnos el verdadero Camaleón negro,
que es el Cártamo corimboso ( Carthamus co-
rymbosus, L. ). — V. esta palabra.
La raiz de carlina gozó de gran reputación
contra las enfermedades pestilenciales malignas,
en razón de las propiedades sudoríficas que se le
concedían , por lo que en todas las epidemias era
costumbre llevarla consigo y mascarla con fre-
cuencia los que querían preservarse de la enfer-
medad dominante. Hoy dia se hace muy poco uso
de esta raiz, que se considera aun como diurética
y se administra en la hipocondría , en forma do
conserva ó de cocimiento, y se dá á la dosis de
2 dracmas á una onza. Entra también en varias
preparaciones farmacéuticas. En ciertos países se
comen los receptáculos de carlina, que se creen
tónicos y afrodisiacos, del mismo modo que las
alcachofas. El Sr. Chancel tuvo la idea de hacer
confitar en azúcar la parte carnosa de la planta, y
la preconizó como excitante y restaurativa y pro-
pia para figurar en los postres.
En Paris se usa la especie Carlina vulgar
( Carlina vulgaris , L. ) , que crece en las cerca-
nías de aquella capital, y es muy ci,mun en los
lugares secos y pedragosos y en las orillas de los
caminos.
CAKjTIIUT. Nombre dado á un color rojo
muy hermoso que se extrae de la cochinilla por
u:i procedimiento que los fabricantes guardan se-
creto. Sábese que en general consiste en disol-
ver las sustancias solubles de la cochinilla en una
agua alcalina, que, según los experimentos de
Berlhollet , tiene la propiedad de volver el color
mas vivo y de precipitarlo en seguida por el
alumbre.
Según los SS. Pelletier y Caventou , considé-
rase este producto como una combinación de la
sustancia colorante [carmina) y de una materia
animal, la una y la otra contenidas en la cochi-
nilla, y unidas después con un ácido añadido du-
rante su preparación.
El carmín se presenta en forma de un polvo
niuy. ligero, inodoro, insípido, que se carboniza
CAR
sobre una lámina de platino calentada difundien-
do un olor de asta quemada. El agua no tiene
acción sobre él , pero el amoníaco líquido lo di-
suelve en totalidad sin dejar mas que un débil re-
siduo de alúmina que se le ha mezclado durante
su preparación. Esta acción disolvente que el
amoníaco ejerce sobre el carmín puro permite
distinguir las diversas calidades de este producto
que se venden en el comercio.
Los mercaderes de colores venden diferentes
suertes de carmin que se distinguen por núme-
ros y que son de un valor relativo á su grado
de pureza : las principales diferencias depen-
den de la proporción de alúmina que se aña-
de en la precipitación , ó bien de cierta cantida-
de bermellón que se lais mezcla. En el primer ca-
so el matiz es mas débil ; en el segundo es menos
vivo aunque mas oscuro.
Es fácil determinar la proporción de las sus-
tancias extrañas mezcladas ensayando disolverle
en el amoniaco. En general, todo" lo que hace im-
puro al carmin queda insoluble, y así es que puede
eslimarse su proporción haciendo secar el resi-
duo adentras que toda la cantidad de carmin
puru contenida en el producto ensayado se disuel-
ve en el amoníaco.
El carmin es uno de los colores mas finos y
mas empleados en la miniatura , se consume en
mucha cantidad para la coloración de las llores
artificiales, y los confiteros y los farmacéuticos lo
usan para dar color á diversas preparacio-
nes. Basta para este uso mezclarlo con las sus-
tancias que se deseen colorar ; pero cuando se
quiere emplear para teñir, se disuelve primera-
mente en el amoníaco , cuyo exceso se deja en
seguida disipar por una evaporación expontáuea,
y cuando la solución es ya inodora, está en dis-
posición de servir.
Comunmente se envuelve el carmin en papel fi-
no , ó bien se encierra sea en cajas ó bien en
vasos de vidrio.
Los bagazos de cochinilla medio agotados de
los cuales se ha extraído una parte de la mate-
ria colorante para obtener el carmin , se venden
también para preparar lacas menos finas, para
teñir de encarnado las cuerdas armónicas y otros
varios objetos.
CARMINA. Nombre adoptado para desig-
nar el principio colorante puro de la cochinilla y
de algunos otros insectos del mismo género.
La carmina en su estado de pureza es de un ro-
jo purpúreo muy brillante; adhiere con fuerza á
las paredes de los vasos en los cuales se ha pe-
gado ; su aspecto es granoso y como cristalino ;
es inalterable al aire, calentada, se funde á +
50° y se descompone como las materias orgánicas
no azoadas.
La carmina calcinada sobre una lámina de pla-
tino se abotaga y se carboniza despidiendo un
humo picante empireumático y ácido , y el car-
bón que deja arde sin residuo ; el agua y el alco-
hol la disuelven aun en frió tomando un bello co-
lor rojo que tira á carmesí.
La solución acuosa loma un color rojo vivo en
CAR
presencia de una corta cantidad de un ácido mi-
neral débil , y rojo amarillento con una mayor
proporción; los álcalis, la barita y la eslronciana
nace» pasar su color al violeta carmesí; el agua
de cal produce en ella un precipitado violeta; el
protocloruro do estaño da origen á un precipitado
violeta , mientras (pie el deutoeloruro hace volver
solamente al rojo escarlata el color de esta solu-
ción; en fin, el acetato de plomo y la solución de
protonitrato de mercurio producen en ella preci-
pitados violetas.
CARNAZA* Desperdicios de los cueros de
bueyes, vacas, terneras , carneros , etc. , que
sirven para hacer la cola fuerte. Las orejas de
éstos animales se encuentra en gran numero
entre éstos desperdicios, pudiendo casi decirse
que en su mayor paite c< nsisle en orejas.
CARNE. Nombre con que se expresa la par-
te blanda y mollar del cuerpo de los animales, y
también la parte mollar de la fruta: así se dice
carne de ternero, carne de cerdo, carne de
pescado, carne de melocotón, carne de melón,
etc. Sin embargo, se da particularmente el nom-
dc Carne á los músculos de los cuadrúpedos, de
las aves, etc., que sirven para la alimentación del
hombre , que es en el sentido en que lo tomamos
en este articulo.
Todas las partes musculosas de los animales,
llamadas Carne, tienen por base la fibrina unida
con una sustancia gelatinosa conocida bajo el
nombre de osmazoma , y con frecuencia también
grasa. La fibrina se asimila fácilmente y alimenta
con prontitud; en la carne de los animales jóvenes
tiene menos consistencia y su unión con la gelati-
na contribuye á hacer mas fácil su digestión. Las
carnes que", por la ebullición, han perdido toda
su parte gelatinosa son diííciles de dividir y de
ser digeridas, tales son las de ternera, etc. En
el animal recien nacido la carne es viscosa y
pegajosa, pero adquiere consistencia con la edad".
Para suplirá la edad, se puede, por medio de un
cocimiento concentrado, obtener un jugo mas
consistente que el que las carnes mismas pare-
cen contener.
El efecto de las carnes no acabadas de hacer
es pesar sobre el estómago y relajar el vientre,
motivo porque muchas personas no pueden comer
ternera sin sentirse incomodadas ó purgadas; pero
no obstante estas mismas personas la mayor
parte de las veces no se sienten molestadas por
su gelatina, lo cual depende de la idiosincrasia.
Las carnes mas favorables son aquellas cuya parte
gelatinosa ha perdido su viscosidad y que, sin
embargo su fibrina no ha adquirido demasiada
solidez.
En muchos países, como en las regiones sep-
tentrionales del globo, la carne forma el alimen-
to casi exclusivo de los habitantes. Hansc divi-
dido las carnes en dos clases, bajo las denomi-
naciones de carne blanca y carne negra, En la
primera están comprendidos los animales domés-
ticos, tales como el buey, la ternera, el came-
ro, el cerdo, las aves de corral, gallinas, pa-
vos, etc. En la segunda , los animales silvestres,
CAR ,'619
como el gamo, eleiervo, la liebre, el javalí, y en-
tre las aves , la perdiz, la becada, etc.
En cuanto á la carne de los pescados, se dis-
tinguen solamente los pescados de mar y los do
auna dulce. Hay carnes frescas que pueden guar-
darse unas mas que otras : así, por ejemplo, el
buey y el carnero pueden conservarse por bas-
tante tiempo á una temperatura de cero, y de tres
á cuatro días ó masa una temperatura de diez
grados sobre cero; la ternera no puede guardar-
se sino dos días á esta última temperatura. Las
aves grasas se conservan mucho menos tiempo
que las flacas. El pescado de aguadulce debe ser
comido poco tiempo después de sacado del agua,
si bien el de mar puede conservarse mucho mas
tiempo cuando la temperatura no es demasiado ele-
vada. En los países templados la carne es en gene-
ral excelente: en los países calientes es compacta,
seca y de difícil digestión. Es densa y compacta
en los animales carnívoros; tierna y delicada en
los herbívoros y frugívoros; blanca y grasa en los
animales sedentarios; fuerte y magra en los que
hacen mucho ejercicio; gelatinosa en los animales
jóvenes; dura y fibrosa en los que son ya viejos.
La carne , así como las sustancias vegetales,
puede volverse nocivas cuando se guarda de-
masiado tiempo. Nadie ig-nora que las sustan-
cias animales tienen una disposición particular
á la putrefacción, laque, llevada demasiado lejos,
hace que la carne repugne al gusto y perjudi-
que á la salud. Nunca deben comerse los animales
enfermos ?ni los que mueren naturalmente. La ley
que prohibía á los Judíos hacer uso de la carne
de los animales muertos por si mismos no tenia
otro objeto que la conservación de la salud. La
química no ha llegado auna distinguir de una ma-
nera cierta la carne de un animal que ha pereci-
do de enfermedad de la de un animal sano y quo
ha sido muerto. Los carniceros dan un aspecto
agradable á la carne magra, soplando en el te-
jido celular, medio poco limpio y peligroso.
Puede ser útil saber cual es la reducción en
peso de las carnes después de cocidas. Pare-
ce que el buey pierde menos que las otras car-
nes: cuatro libras de buey pierden por la ebulli-
ción una libra, y asadas, una libra y cinco onzas.
Cuatro libras de carnero pierden por la ebullición
catorce onzas; asadas, una libra y seis onzas,
y cocidas al homo una libra y cuatro onzas.
El calor y la humedad son dos agentes podero-
sos de putrefacción. La carne expuesta enci-
ma del hielo permanece en el estado de fres-
cora en quo estaba cuando fué sorprendida
por la helada. Si se la hace sufrir una lige-
ra desecación al fuego ó al humo , puede con-
servarse tluranle unos diez dias, pero se altera
su sabor . Los Lapones se sirven de este medio
para consonar su carne, lo mismo que sus pes-
cados; pero si quieren conservarlos Indefinida-
mente llevan mas lejos la desecación. Despuesde
haberla polvoreada con sal y haber hecho pene-
trar esta sal en el interior por medio de fuertes
comprensiones, el buey de ilamburgo se expone
al humo. I
«20 CAR
Los Mahometanos y los Africanos conservan
las carnes cociéndolas durante un cuarto de hora
con manteca licuada; no las salan ni las sazonan
sino cuando quieren usarlas ; las dejan enfriar,
las ponen en vasos de tierra que llenan de mante-
ca y que cierran herméticamente, teniendo cuida-
do, cada vez que sacan un pedazo de uno de los
vasos, de cubrir bien de manteca lo restante. El
aceite de oliva y la salmuera también sirven para
conservar la carne. Según el procedimiento si-
guiente, debido á Chaplal , se conservan bien du-
rante- algunos dias las sustancias animales en
medio de les calores excesivos del verano y se
preservan de la tendencia natural que tienen á la
putrefacción. Este procedimiento es como sigue:
déjanse macerar en cantidad proporcionada de
leche cuajada carnes de todas especies, que
conservan no solamente todas sus caracteres, sí
que se vuelven mas fáciles de cocer; su sabor es
también mas delicado y son de mas fácil diges-
tión. Esta práctica, adoptada en los departamen-
tos del Alto y Bajo-Rhin , ofrece á los habitantes
de las pequeñas poblaciones rurales, en donde
los carniceros solo matan una ó dos veces por se-
mana, la ventaja de poder comer la carne en su
estado de frescura. Cuando se quiere que la car-
ne se ponga tierna prontamente, se envuelve en
un lienzo blanco, se expone la noche antes a un
calor suave y continuo, como por ejemplo en el
hogar de la chimenea. Este mismo procedimiento
sirve para volver tiernas las aves.
Las preparaciones de las carnes pueden redu-
cirse ádos principales: la cocción por la vía seca
y por la vía húmeda ; pero hay una preparación
preliminar, llamada manir, que consiste en ha-
cerlas perder algunos gases por una fuerte
fermentación, cuyos grados varian según la es-
pecie de carne y según el gusto de las personas
que las han de comer.
El uso alimenticio de la carne montesina, esto
gs la carne y la grasa de los ciervos y demás
animales silvestres, tiene sus ventajas, como en
general el de las carnes negras azoadas y ricas
en osmazoma, es decir que nutre, fortifica y ex-
cita ; pero está sujeto á inconvenientes en los in-
dividuos fuertes, sanguíneos é irritables, de ma-
rera que al cabo algún tiempo experimentan un
calor íebril , náuseas y una especie de embarazo
gástrico, que solo ceden á beneficio de un cam-
bio de régimen y al uso de los diluyentes, de los
vegetales , etc. También se ha acusado á la car-
ne de venado de disponer á las afecciones pútri-
das.— Y. Alimento y Casa.
Terminamos este artículo diciendo que hace ya
mucho tiempo que en Francia se utilizan los diver-
sos despojos de los animales muertos ó degolla-
dos, viejos ó enfermos. Uno de sus productos
mas abundantes , la carne cocida ó secada se
vende en pedazos menudos ó en polvo embala-
dos en s.tcos ó barriles. Bajo la forma pulverulen-
; constituye el mas rico de los abonos conoci-
dos .- 6.'»0 á 700 kilóg. bastan para estercolar un
campo de un hectárea de extensión. Es muy con-
wnieut» mezclarla too ín volumen igual de tier-
CAR
ra antes de emplearla, á fin de repartirla con mas
igualdad en el terreno, ó mejor en los surcos ú
hovitos que reciben las semillas olas plantas.
La carne muscular seca se vende también á los
fabricantes de azul de Prusia y de sales amonia-
cales. Ha sido empleada con buen resultado para
hacer mas nutritivas , para los animales, las pa-
tatas y otras raíces carnosas ó tuberculosas co-
cidas , añadiéndola á éstas en la proporción de 2
á 5 por ciento.
Por este medio se ha conseguido engordar rá-
pidamente cerdos de diversas razas , y también
dándoles exclusivamente carne muscular recien-
temente cocida al vapor y sin secar. La carne do
los animales así alimentados se ha encontra-
do de una calidad superior , mas tierna, de me-
jor gusto, fresca ó salada, que la de las mismas
razas alimentadas como de ordinario.
V A JUO Sil XM , Carolinea. Género de plan-
tas de la familia de las esterculiáceas, tribu (¡e
las bombáceas, y déla monodelfia poliandria,
establecido por Linneo hijo y convertido después
por Aublel en. el género Paquiria (Pachiria). Las
paquirias son árboles originarios de la América
tropical, de hojas alternas, largamente peciola-
das, compuestas de 3 á 9 hojuelas y provistas de
2 estípulas ; sus flores son muy grandes, solita-
rias, axilares, uniflores, 2-5- bracleadas; los cá-
lices son glandulosos en la base; los pélalos son
tomentosos, amarillentos ó verdosos exteriormen-
te , blancos ó rojos en el interior.
Este género solo encierra un corto número de
especies, y las principales son: La Paquima
acuática, Carolinea rRiNcirE [Pachiria acuáti-
ca; Carolinea princeps, L. H.; Pachiria nili-
da, Kuntb.), árbol de 6 y '/, metros de alto, y
de bello aspecto. Es originario delaGuiana y se
encuentra en las orillas del mar hasta sobre las
riberas del Pimichim en el Alto-Orinoco, en don-
de lleva el nombre de Teobroma salvaje, á cau-
sa del aspecto de su fruto. Los Galibis se alimen-
tan con sus semillas cocidas al rescoldo . La Pa-
quiria elegante (Pachiria insignis ; Bomba x
grandiflorum, Cavan. ) , cuyas corolas tienen un
diámetro de 35 centímetros", son sobremanera
notables por su belleza y su elegancia. Este ár-
bol llega á tener también grandes dimensiones;
es originario de Santa Cruz, y crece en la Mar-
tínica, en Tabago,en el Brasil, etc.; en las
Antillas se le llama vulgarmente Castaño de las
costas de España. Esta especie fué introducida
en los invernaderos de Francia en 1796, y una ra-
ma de esta planta floreció por la primera vez en
Louvain, en 1823.
CARRI, Carry ó üarry. Nombres do
un condimento indiano, compuesto de pimienta
en polvo y de otras especias, y al que se añade
también cúrcuma, esquenanto, etc. Los habitan-
tes del país lo ponen en el arroz , y sabido es que
en Calcuta este cereal constituye su único ali-
mento, sazonado con carri y cocido en el agua del
Ganges.
CÁRTAJ9IO , Carthamus. Género de la fa-
milia de las sinanléreas, tribu de las cinareas
CAK
cailameas, y de la singenesia poligamia igual,
formado porTournefort, y que encierra poete
especies. Los cariamos son plantas herbáceas
anuas ó bienales , que crecen en Oriente , y son
cultivadas lanío por su utilidad como para el
adorno de los jardines. Sus raices son fibrosas;
sus tallos ramificados; sus hojas lampinas, lan-
ceoladas, dentadas, ciliadas ó espinosas; sus
flores (cabezuelas) son de un color amarillo de
azafrán , y cuando envejecen pasan al anaran-
jado oscuro.
Cártamo Corimboso [Carthamus co-
rymbosus,L.; Cardopatium corymbosum,L.; ¡tro-
lera corymbosa^.). Planta que crece en la isla
de Lemnos , cuyo tallo, que es derecho y alto de un
pié, lleva cerca de súbase grandes hojas ninnali-
I das \ o>pinosas, y forma en la sumidad un co-
rmibo muy apiñado de numerosas cabezuelas sé-
siles, compuestas de flores blancas. Su raiz, que
encierra un zumo muy acre y cáustico, es muy
parecida á la raíz de carlina, habiendo recono-
cido en ella el botánico Pedro Belon al Camaleón
negro de los antiguos.— V. Carlina.
Cártamo lanudo , Cardo bendito
de los Parisienses ( Carthamus lanatus,
L. ). Este vegetal , de sabor amargo , que crece
en los lugares cultivado? en los alrededores de Pa-
rís, ha sido prescrito como sudorífico, febrífugo
y antielminlico. Fourcroy opina que esta planta
tiene las mismas propiedades que el verdadero
cardo bendito ( Centaurea benedicta, L.).
Cártamo de tintes, Cártamo, Ala-
zor, Azafrán romí (Carthamus tinctorius,
L.). Esta planta anua , originaria de la India,
se hace notar por sus bellas flures de un rojo de
azafrán. Es cultivada en el Levante, sobre lodo
en Egipto, en España , etc., para el comercio.
La que se cultiva en Caracas es superior á la de
España por su calidad tintoria; sin embargo , el
Egipto es el país que la produce con mas abun-
dancia para la Europa.
Esta planta ofrece un tallo único, que llega á te-
ner unos dos pies de altura , derecho , redondo,
duro, leñoso, y que se divide hacia su sumi-
dad en muchos ramos ; sus hojas son oblongas ,
medianamente largas, puntiagudas, vetadas,
guarnecidas en lodo el rededor de sus bordes de
pequeñas espinas ; sus sumidades sostienen ca-
bezuelas escamosas, gruesas como avellanas,
blanquecinas, guarnecidas cada una de un ca-
pitel de hojas. Estas cabezuelas se descogen pre-
sentando cada una un ramillete de flores con mu-
chos flósculos cortados en tirillas, de color rojo
semejante al del azafrán : á estas flores suceden
semillas oblongas , un poco mas grandes que
granos de cebada, lisas, blancas, lucientes, cu-
biertas de una corteza dura, y llenas de un meo-
llo blanco , dulce y aceitoso." Su raíz es anua v
menuda.
En la primavera , después tic las ultimas hela-
das , se siembran las semillas de cártamo á AO
cenlimetros de distancia en todos sentidos. La
tierra debe ser ligera , mas bien seca qoe baña-
da y expuesta al mediodía ; durante la juventud
CAR 6*1
de la planta es preciso procurar que la tierra sea
li\ iana y eslé limpia de plantas adventicias. La co-
secha empieza en la época déla florescencia y se
prolonga durante todo el tiempo deldescogimíen-
todc las (lores, es decir, que dura por espacio de
un mes y mas. A veces se cortan las cabezuelas de
las flores para extraer mas fácilmente los pélalos;
pero con frecuencia se arrancan los flósculos en
el pié, dejando á los ovarios para que se desarro-
llen y den frutos. Sea el que fuere el método que
se siga, la cosecha debe tener lugar por la ma-
ñana después del rocío y en un tiempo se-
co , pues la humedad, haciendo ennegrecer el
cártamo, altera la materia colorante. Luego de
cogidos, los flósculos se ponen á secar sobrezar-
zos en un lugar ventilado pero cerrado, pues la
acción de los rayos solares perjudica también á
la belleza del color. Terminada la desecación el
cártamo se repone en cajas ósacos, y después se
entrega á la industria. Pueden obtenerse 300 ki-
logramos de flósculos secos por hectárea.
Según el análisis químico, hecho por Dufour,
las flores de cártamo contienen sobre 4,000 par-
tes: 496 leñoso, 306 extracto, 62 agua, 55 al-
búmina , 3í restos de la plañía, 9 cera, 5 sus-
tancia colorante roja , 3 resina, 42 arena, 5 alú-
mina y magnesia, y 2 óxido de hierro. Según el
Sr. Payen , es muy probrable que contengan,
además , sales de cal y de potasa.
En la flor del cártamo ó alazor hay dos materias
colorantes distintas: la una roja, iiísoluble en el
agua, que es la carlamina, y la otra amarilla y so-
luble. Para separar esta última, que empaña los
rojos y las rosas del alazor, se lava el cártamo con
agua fria, prensándolo por medio de este líquido,
después de haberlo encerrado en un saco de lela
hasla que no colore ya el agua, lo que requiere
mucho tiempo.
Para obtener la cartamina, que sirve para pre-
parar el rojo vegelal, cuyo bello color rosa laníos
sen icios presta á las señoras como afeite, se su-
mergen en un baño alcalino de cártamo madejas
de algodón sobre las cuales se precipita la mate-
ria colorante por medio del zumo del limón. Se
lava muchas veces el algodón para separar un
poco de materia amarilla, que queda en el baño, y
después se moja en una agua alcalina para redi—
solver la carlamina así purificada. Neutralizando
el líquido con el zumo de limón, se aisla el color
posándose en copos ligeros, lus cuales recogí-
dos con cuidado se lavan y se hacen secar en un
plato. Entonces se tienen escamas delgadas de
un rojo oscuro que, molidas en el agua con talco
reducido á polvo impalpable, dan el rojo ref/etal
quese hace secar en un \ aso de porcelana. Como el
cártamo no dásino algunos centesimos de su peso
de cartamina , esle color puro se paga a unos
42,000 reales el kilóg. . lo que a corla diferencia
es el precio del oro; pero por fortuna i na muy
corta proporción de esta sustancia basta para cu-
brir y teñir de un bellísimo color rosa una gran
superficie. Esle, color se encuentra bajo dos for-
mas: la una es una laca roja , dura y compacta,
preparada en Egipto; la otra es uu pequeño car-
622 CAR
ton cubierto en China de una materia colorante
pura. Lo quehay de singular es que esa capa se-
cada ofrece el color verde dorado, y el brillo de
loshélitros de cantáridas; el color rojo aparece
luego que se la toca con agua.
Sucede con frecuencia (pie el cártamo experi-
menta durante los trasportes alteraciones nota-
bles relativamente á su propiedad colóranle. El
Sr. Cupert Kisk obtuvo un privilegio por el me-
dio de evitar este inconveniente, tijando la ma-
teria colorante, en los países en donde se hace la
cosecha del cártamo , sobre algodón, lino ó lana,
á linde extraerla en seguida en Europa. El ala-
zor convenientemente secado circula en el co-
mercio en cajas , balones ó barriles.
De los flósculos de cártamo , como hemos
dicho, se extraen dos principios colorantes: el
uno , amarillo y soluble en el agua, no es em-
pleado en pintura ; el otro rojo y soluble sola-
mente en los álcalis de los cuales se precipita
por los ácidos, no es muy fijo , pero como pro-
duce matices muy bellos los tintoreros lo em-
plean particularmente para las estofas de seda
y de algodón. En Oriente este mismo color, mez-
clado con talco reducido á polvo excesivamen-
te fino, constituye un afeite de que las mugeres
hacen muchísimo uso, y de ahí el nombre de cár-
tamo que no es mas que una alteración de la pa-
labra árabe gortom , afeitar.
Independientemente de su materia coloran-
te, las flores de cártamo poseen un olor y un
sabor que se asemejan un poco al del azafrán (Y.
esta palabra ) , por cuyo motivo se emplean con
frecuencia para sofisticar este último producto.
Por esta razón , sin duda , el cártamo es designa-
do en el comercio bajo los nombres de A eafran
romí y Azafrán bastardo ; pero como no goza
de las propiedades medicinales del azafrán , su
mezcla con este producto es un verdadero frau-
de, por otra parle fácil de reconocer, puesto que
el azafrán , en vez de estar compuesto de flósculos
tubulares como el cártamo, está formado sola-
mente del estilo y del estigma de la flor.
En la Jamaica se emplean las llores del cárta-
mo contra la ictericia y también como purgantes
á la dosis de una dracma ; con ellas se coloran
ciertos platos y ciertas pastas.
Las semillas de cártamo contienen un aceite
dulce empleado como alimento en el Levante. El
pericarpio del fruto encierra un principio acre
<pie ejerce en el hombre una acción purgante muy
señalada , y con todo la semilla sirve para en-
gordar las aves de la que no experimentan nin-
gi.n mal efecto, y los papagayos la comen con
tanto gusto que en Francia se la llama Semilla
de papagayo .
Él aceite de semillas de cártamo, que en la In-
dia se emplea como medicamento externo para los
dolores reumáticos , las úlceras de mal carácter,
etc., no tiene ningún uso en Europa. En Egipto,
en (¡onde también se extrae el aceite de semillas
de cártamo, se fabrica con el bagazo que procede
de su extracción una especie de chocolate.
Finalmente, además de sus flores y de sus se-
CAIt
millas, la planta es forrajera para las cabras, ele;
los renuevos tiernos son comestibles, y las hojas
reducidas á polvo coagulan la leche.
(!A.llTíí.\. Bajo este nombre se designan
varios productos resultantes de la reunión de
pliegos de papel pegados unos con otros , ó re-
ducidos á pasta , después amoldados nuevamen-
te en mayor espesor y bajo diversas formas,
y en fin los pliegos gruesos fabricados directa-
mente por medio de la materia primera del pa-
pel ( trapos viejos mas ó menos triturados ).
Los cartones , considerados , sea relativamen-
te á las materias que entran en su composición ,
sea respecto á los procedimientos de su fabrica-
ción , se distinguen en tres especies diferentes.
1.a Los cartones que se elaboran en las fábri-
cas de papel con las pastas formadas de trapos
viejos groseros, con frecuencia de color, y todos
los desperdicios de la manufactura , se llaman
Garlones de primera moldura. Esta especie de
cartón se fabrica como el papel.
2.a Se fabrican también cartones con las recor-
laduras de papel ó el papel viejo, que se ponen en
maceracion en el agua durante mucho tiempo pa-
ra reblandecerlos completamente; después se re-
ducen á pasta por medio de un molino particular,
y por ultimóse amolda de la misma manera que
el cartón de primera moldura en las fabricas de
papel, por cuya razón se le llama Cartón de se-
gunda moldura.
Esta segunda especie se emplea así como se
obtiene para diversos usos , tales como las pre-
paraciones de las fajas y rodelas que se inter-
ponen entre los tubos de plomo, hierro colado ,
cobre , pie , cerrados por pernos. Cuando se
deslina para otros usos, como sombrereras,
etc., se cubren ambas caras con papel blanco ó
de color.
3.a Se forman , finalmente, cartones reunien-
do varios pliegos de papel pegados unos con
otros , á los cuales se llama Cartones de encola-
dura , pudiendo servir de ejemplo el cartón de
los naipes, puesto que se fabrica por este mismo
procedimiento. También se emplea esta especie
de cartón en la fabricación de varios juguetes y
otros objetos de gusto que se encuentran en el
comercio. Para esta clase de cartones finos so-
lo se emplea papel blanco , porque se presta á
tomar todas las formas que se le quieren dar me-
jor que el cartón en el cual entra el papel de es-
traza. Con el objeto de economizar el precio del
papel aplicable á los cartones de este genero, se
procura obtener de las fábricas papel costero, es
decir , los pliegos defectuosos ó rolos. Estos plie-
gos sirven para rellenar, pero se cubren siem-
pre ambos lados del cartón lino con pliegos en-
teros.
Distínguense, según sus usos especiales ó su ca-
lidad masó menos perfeccionada, un número bas-
tante grande tic variedades de cartón. Así es (pie
se encuentran en el comercio el cartón porce-
lana para planos y dibujos, el cartón laminado
ó barnizado , el cartón grueso para litografía é
impresión de grabado al buril, para prensas hi-
CAR
ilraulicasy aderezos, para los telares de Jacquart,
los callones para encuademaciones, para gran-
des carteras , marcos , etc.
Los cartones se venden por hojas , por piezas
ó al peso; en cuanlo á los objetos de cartón hechos
con molde se venden por piezas, ó por docenas.
Cartón cuero. Los desechos proceden-
tes del trabajo de las piezas curtidas han sido
empleados por el Sr. Dufort para fabricar una
especie de cartón susceptible de uliles aplicacio-
nes, Estos desechos, puestos en una maquina al
intento, se muelen y se reducen á pasta ; se les
añade cola animal , y se amoldan en la prensa
para obtener objelosde la forma que se quiere.
El autor ha preparado por este medio carto-
nes que mira como mas propios para ser cosidos
que los cartones comunes , y que no costarían
por lo común sino a 30 centesimos la libra, y
que son útilísimos para cubiertas de libros y li-
britos de memoria. Cubiertos de un barniz de la-
ca, pueden reemplazar con ventaja á las pizar-
ras (le escribir.
Cartón incombustible. La propiedad
de que goza el amianto ó el asbesto de no que-
marse y de no fundirse sino á muy alta tempera-
tura, ha hecho proponerle muchas veces para ser
empleado en la confección de papel ó de cartón
iucombustible. La naturaleza fibrosa del amianto
se presta bien á la división necesaria para la
preparación del papel; pero esta sustancia solo
podría ofrecer una pasta sin consistencia; sin em-
bargo, sise hacia entrar cierta proporción de
ella en la pasta del cartón común muy cargada
de cola , podríase disminuir muy mucho su com-
bustibilidad y obtener al mismo tiempo pliegos
bastante sólidos para prestarse á la mayor parle
de los usos á los cuales se deslina el cartón de
arambeles.
Cartón de musgo. El musgo, lavado con
cuidado , separado de toda materia extraña y
bien seco, puede reducirse en pasta moliéndolo
como los arambeles. Pliegos gruesos fabricados
con esta pasta, y reunidos por medio de una co-
la muy fuerte , después prensados en el castillejo,
dan un cartón muy sólido , que parece haberse
empleado con ventaja en Holanda para forrar los
navios. En Francia se concedió un privilegio de
invención para la fabricación de este cartón.
Cartón de paja, liase conseguido des-
pués de muchos años blanquear la paja triturada
y separar de ella los nudos , de suerte que los
únicos obstáculos que se oponían á que se la em-
please en la fabricación de papel , han sido ven-
cidos ; y por esta razón ha sido posible fabricar,
con méños gastos el cartón de paja. Este nuevo
producto comercial reúne todas las condiciones
útiles ala buena calidad, de manera que, en
igualdad de matiz, espesor y finura, vale tanto
como el cartón ordinario; pero el precio de las
materias primeras de este último no es aun bas-
tante elevado para que la fabricación y el co-
mercio de los cartones de paja adquieran en poco
tiempo una grande importancia.
Cartón piedra. Se designan bajo es-
CAR 623
te nombre los diversos objetos amoldados de
pasla de papel , á los ipie se ha hecho tomar una
gran consistencia y solidez por medio de una
mezcla de día fuerte y otros varios ingredien-
tes, qué son susceptibles de ser pintados y dora-
dos.— V. Bajo relieve.
El arte de ejecutar adornos de decoraciones
con cartón florecía en Francia en el siglo XM.
La perfección a que habia llegado en esta épo-
ca la atestiguan los bellos ciclos rasos <me deco-
raban en el Louvre las habitaciones del re\ En-
rique II.
Este arle se perdió ó al menos quedó oh ida-
do durante unos tres siglos, hasta que se le \io
reaparecer en Francia en la Exposición de 1806,
y los productos que se ofrecieron entonces esta-
ban preparados con la sustancia á que se da
ahora el nombre de cartón piedra. En 1819
se notaron nuevas aplicaciones de eswi sustancia
en la Exposición publica de los productos de la
industria; pero todavía no eran mas que felices
ensayos. Estaba reservado á la Exposición de
1821 presentar este arle completamente realzado,
apareciendo con un nuevo brillo y con un mas
halagüeño porvenir.
Los. artistas , en la preparación del cartón
piedra , han conseguido amoldar esla sustancia
con tal perfección que obtienen, directamente y
sin necesidad de retocarlos , los mas limpios con-
tornos y las mas unidas superficies.
Bellas estatuas que recuerdan toda la gracia,
la finura y animación de los originales ; adornos
del mejor gusto que ofrecen todo el relieve y el
efecto pintoresco de la escultura ; candelabros ,
columnas, entablamentos , perfiles llenos de pu-
reza , han probado que el cartón piedra es sus-
ceptible en manos de hombres hábiles de repro-
ducir fielmente las inspiraciones del estatuario,
y prestarse con una facilidad maravillosa ala
ejecución de las concepciones mas delicadas ó á
las mas grandiosas que tiene la arquitectura para
la decoración de los interiores de los edificios.
Causa admiración observar con que prontitud
estos adornos variados cambian en decoraciones
agradables el aspecto de las vigas, techos, pos-
tes, y tantas otras irregularidades como presentan
las habitaciones, particularmente entre los edi-
ficios antiguos y en el interior de las casas de
campo.
La primera decoración de cartón piedra cono-
cida en España fué la que, en 1 841 , ü. José No-
vi construyó en Madrid en un teatro particular
situado en la carrera de S. Francisco. Desde
aquella fecha data el gusto que sucesivamente se
ha ido dispertando después por los ornatos de
cartón de piedra, cuyo arte de prepararlos ha
llegado á tal perfección que: hoy día, no tene-
mos que envidiar, en esta materia , las obras de
los extranjeros. Efectivamente, los adelantos he-
chos en este arte nada dejan (pie desear . solidez
limpieza, belleza, elegancia y precisión, he aquí
el resultado de la aplicación del genio artístico a
la preparación de órnalos con el cartón piedra.
Entre oirás, las obras ejecutadas por el Sr. No-
624 CAR
vi , á quien se debo conceder la gloria de haber
hecho renacer, en nuestro país, la afición á esas
brillantes decoraciones que asi nos recuerdan los
felices pensamientos del hábil estatuario como los
del inteligente arquitecto, atestiguan lo que aca-
bamos de exponer. Las personas conocedoras
han podido observar, en la corte , la lucerna y
el antepecho de palcos del Museo Lírico Matri-
tense, los adornos y dorados del teatro de la
Sociedad Dramática del Genio , y los del coliseo
del Instituto; en Barcelona, los ornatos, dorados
y pinturas del gran salón de descanso y pal-
cos del Liceo de Isabel 11 ; los adornos del
teatro de la villa de Figueras y los grandes ara-
bescos y bronceados del salón de la casa de ba-
ños de la Poda en Esparraguera. Todos estos aca-
bados trabajos son debidos á la inteligencia del
Sr. Novi , quien por ellos ha alcanzado una justa
celebridad, mereciendo que, en 1842, el Museo
lírico, literario y artístico de Madrid le distin-
guiese con el título de socio de mérito cu clase de
escultor y adornista, habiendo ya en 1838, en
Real orden de i i de mayo, recibido de S. M. la
Reina Gobernadora la distinción de ser designa-
do disector de la casa de fieras y demás sitios
reales. Sabidas son la reputación que como ar-
tista de luces goza el Sr. Novi en esta ciudad, la
confianza que le dispensa el público y las aten-
ciones que de continuo recibe de los amantes de
las bellas artes:
Cartón para techos. El cartón fabrica-
do con arambeles de lana y pasado por el casti-
llejo , después mojado en agua muy cargada de
caí , y en seguida en el ácido sulfúrico , es muy
sólido, y la capa de cal que se forma en su su-
perficie lo preserva de la acción de la lluvia y
en gran parte de la del fuego.
Esta especie de cartón ha servido para hacer
techos ligeros, que resisten por largo tiempo ala
humedad. También se ha propuesto prepararlo,
al mismo uso , sumergiendo papel fuerte y grueso
en una mezcla de partes iguales de pez y de brea ,
de la cual se le dan muchas capas. Estos car-
tones se clavan sobre planchas fijadas á las vigas
y se cubren por medio de un tapón de cáñamo
con una mezcla de dos tercios de brea y un ter-
cio de pez, á las cuales se añade igual parte de
carbón de leña y de cal , y se aplica muy ca-
liente. En seguida se polvorea la capa con arena
ó cenizas de fragua, á fin de volverla menos sus-
ceptible de agrietarse ó de inflamarse.
©ASEARÍA, Casearia. Genero de plan-
tas de la familia de las samidáceas, que en-
cierra unas cincuenta especies , una docena de
las cuales han sido introducidas en los jardines
de Europa. Son árboles ó arbustos que crecen en
las regiones tropicales y principalmente en Amé-
rica. Redio dice que el cocimiento de las hojas
de la Casearia oval [Casearia ovata, Will.;
Amvinga ovata, Lam.) es útil en baños contra los
dolores de las articulaciones, y que el zumo de
los frutos de este vegetal es un poderoso sudorí-
fico, que mantiene el vientre libre y que se em-
plea en las enfermedades malignas.
CAR
©ASEATO. Género de sales formado por
la combinación del ácido caseico con las bases
saliíicables. El único que interesa es el Caseato
de amoníaco. — V. Acido caseico.
CASE ÓíA. Los Sres. Mérat y De Lens die-
ron este nombre , adoptado al presente , al Oxido
caseoso de Proust , sustancia blanca , muy ligera
grasa al tacto, y que se asemeja mucho al agá-
rico purgante. Es insípida, inodora, soluble en
el agua caliente, á la que da un sabor de migaja
de pan; es poco soluble en el alcohol, é insoluble
en el éter ; expuesta á un calor lento, se descom-
pone y se sublima en parte. Es la base de los
quesos fermentados, en los cuales se forma ex-
pontáneamenle, haciéndolos tanto mas quebradi-
zos cuanto mas domina en ellos ; pero no de-
ben á esta sustancia su calidad sabrosa y las
propiedades estimulantes de que gozan en tan
alto grado, si bien, parece que sirve p«ra mode-
rar el movimiento de fermentación que no cesa de
operarse en ellos , y que , haciendo predominar
mas y mas sobre el cáseo las sustancias salinas,
tiende incesantemente á su destrucción. El Sr.
Proust ha hecho observar que el gluten colocado
en las mismas circunstancias que el cáseo da lu-
gar á fenómenos casi parecidos, y sobre todo á
la formación de la caseína.
CÁSEO. Materia caseosa que forma uno
de los principios constituyentes de la leche; sus-
tancia azoada, blanca, blanda, insípida, inodora,
insoluble en el agua, á la que sobrenada, soluble
en los álcalis y en los ácidos fuertes. Se obtiene
haciendo cuajar leche desnatada, y lavando con
mucha agua el coágulo. El Sr. Guibourt le ha
encontrado muchas relaciones con la fibrina de
la sangre. El cuajo del estómago del becerro casi
no es otra cosa que cáseo. El cáseo déla leche es
un alimento sano , refrescante , un poco laxante
cuando es fresco y unido con cierta porción de se-
rosidad, rico en fosfato de cal. Es, con la nata la
base de todos los quesos; pero la fermentación
cambia bien pronto estos principios, y los quesos
cuanto mas hechos son menos parle contienen d¿
esta serosidad. La presencia del cáseo en la man-
teca de leche contribuye en mucho ala alteración
de este alimento,
CASIA, Cassia. Género de plantas de la fa-
milia de las leguminosas, tribu de las cesalpí-
neas, y de la decandria monoginia de Linneo,
que contiene al presente unas 300 especies mas
o menos bien determinadas, de las cuales unas
\ 00 se cultivan en los jardines de Europa.
Las casias , consideradas en la forma de sus
legumbres, en el número de sus ventallas, y en su
naturaleza seca ó pulposa , ofrecen variaciones
tan grandes que sin el vínculo de la flor se las
creería extrañas unas de otras. El cáliz tiene cin-
co divisiones muy profundas, de color, y cae-
dizas; la corola es pentapétala con los pétalos
inferiores mayores; diez estambres distintos, de
los cuales tres inferiores, mas largos , están pro-
vistos de anteras arqueadas, los cuatro laterales
las tienen cortas, y los tres superiores son pe-
queños y de anteras estériles; el ovario es pe-
CAS
eiolado. Todas las casias son plantas durmientes,
esta i's , encogen sus hojas por la larde \ las
dilatan cada mañana a ios primeros rayos del
sol.
Las catisi son árboles, arholitos, atbwtei 0
yerbas inermes , esparcidas en todos los países
tropicales y subtropicales del globo. Sus hojas
son alternas, abrupli-pennadas; las hojuelas imil-
liconjugadas muy enteras , provistas de estipulas
pcciolares geminadas; los pecíolos lo mas ordi-
nariamente glandulosos; las flores casi siempre
amarillas.
La generalidad de estas plantas se distinguen
por calidades purgantes que se manifiestan en to-
das sus partes pero sobre lodo en los frutos ven las
hojas. Las plantas (pie encierran frutos purgantes
deben esta propiedad a una pulpa dulce que cor -
ca las Beatillas , y estos frutos tienen una configu-
ración cilindrica, sin sutura, etc., particular,
que todo el mundo puede observar en una de ellas
la cañatistula de las boticas : estas especies de
frutos , tan distintos de las otras del mismo genero
Casia, han sido separadas por Persoon bajo el
nombre de Catartocarpo ( Cathartocarpus, fru-
to purgante). Las especies de hojas purgan-
tes son muy multiplicadas, pero un cierto nú-
mero poseen esta propiedad á un grado mas mar-
cado , y se distinguen también por la forma par-
ticular de sus frutos excesivamente comprimidos,
delgados, como foliáceos, un poco corvos, cono-
cidos bajo el nombre de Folículos. Estas especies
merecen ciertamente ser consideradas como gé-
nero, como lo ha hecho Tournefort, y de ellas
trataremos bajo el nombre de Sen (Senna), que
es de origen árabe (de Senaar , país en donde se
recogen) que llevan desde tiempo inmemorial.
Vamos ahora á indicar por orden alfabético las
otras especies que tienen algún uso medicinal.
Casia Aliso (Vassia Absus,h.¡. Peque-
ña planta anua que crece en la India , en el inte-
rior del África , del Senaar, de donde se llevan
las semillas á Egipto , en cuyo país son conocidas
bajo los nombres de Chichim, Cishmé, Tche-
chum, etc. , y se emplean desde mucho tiempo
contra la oftalmía. Al efecto, se lavan muchas
veces estas semillas en agua friay se exponen al
sol; cuando bien secas, se pulverizan en un
mortero de mármol, se nasa el polvo por un ta-
miz de seda, y se le añade en el momento de usar-
lo su peso de azúcar, y aveces cúrcuma. Cuando
han calmado los primeros síntomas de la inflama-
ción , se introduce, soplándolo, una pequeña
cantidad de este polvo entre los párpados, pa-
ra cuya operación el enfermo debe estar acos-
tado: bien pronto el calor local aumenta, la
secreción de las lágrimas es mas abundante, y
ordinariamente después de algunas dó«is el mal
cesa. El doctor Luis Frank ha confirmado por su
propia experiencia la práctica de los médicos
egipcios. Estas semillas son negras, complana-
das, cordiformes, de bordes oscuros y salientes,
v de sabor amargo. Esta planta se cultiva en
Egipto.
Casia alada (Cassia alala, L.). Este ar-
79
CAS
bolillo, de las Indias y de la America meridional,
es usado contra las enlermedadcs de la piel, so-
bre lodo contra los herpes , lo que le ha mereci-
do el nombre de Carta licrpe'tica, que le dállum-
lio ; el de diada viene de la forma de sus vai-
nas que llevan una ala en cada lado, lo que les
da el aspecto cuadrilátero. Los Javanenses llamar;
á este vegetal üaum hipan , quo quiere decir
hoja bronceada, del tinte de sus hojas, las cua-
les aplican molidas con un poca de agua y zu-
mo de limón sóbrelos herpes, para la curación
de los cuales dicen que bastan dos ó tres apli-
caciones , y los que resisten á este medio son
declarados incurables. Perroquet, que ha visto
también esta especie empleada contra los herpes
en el mismo pais, pretende que se sin en de los
frutos machacados mezclados con pólvora y con
\ inagre. En ün , Wrigtdice que son las flores las
que se emplean también en Jamaica , de donde
se concluye que todas las partes del vegetal go-
zan de la propiedad antiherpélica. Esta plante
seria pues una adquisición preciosa para la Eu-
ropa, y cuando menos podría importarse, seca.
Roxbourg alirma que se emplea igualmenlcs
en la costa de Coromandel , contra los mordisco,
venenosos, los bubones y otros síntomas sililíli-
cos'.
Casia como Aligustre (Cassia ligus-
trina, L.). — V. Sen.
Casia Jacular ( Cassia bacilar is, L. II.'.
— V. Catartocarpo.
Casia del Brasil ( Cassia brasiliana, L.;
Cassia arañáis, L.H.). — V. Catartocarpo.
Casia Cameerista o sea Pequera»
eretsa [Cassia Chamacrisla,L.). Sus aojas
son purgantes y empleadas como tales en la
América meridional, en las Antillas, en donde
crece este sub-arbu.-to , según SclwrplT.
Casia engañosa ( Cassia decipiens, Des
vaux. ). — V. Sen.
Casia Fístula , Cañafístolo [Cassia
Fislula , L. ). — Y. Catartocarpo.
Casia de dos flores { Cassia biflora ,
L. ). SchaBpff dice que esta especie, de la Ameri-
ca septentrional , es antisiíilitiea.
Casia de gallinas [Cassia gallinaria ,
Collad.). Esta especie debe su nombre á que se
aplica la pulpa de sus hojas (lo mismo que las de
la Cassia Sophera) sobre las fracturas de los hue-
sos de las gallinas, y que se administra al inte-
rior contra una enfermedad de estos animales ;
sus hojas tiernas , cocidas con la leche de coco,
son comestibles.
Casia de lioja aguda , Son de
Alejandría. Sen de Palta (Corrió oes-
tifolta, Delile; Cassiaoiirninlis. Pers.). — V. Sen*
Casia de hoja angosta [Cassia un~
gusii folia, Valh.). — V. Sen.
Casia «le hoja obtusa ( Cassia oblu-
sif/iliu, L.). — Y. Sin.
Casia de «lava [Cassia javanica , L.). —
Y. Catartocarpo.
Casia lanceolada . Sen de Moka
[Cassia lanceolala, Forskal ). — V. Sen.
tomo i.
626 CAS
Casia «le Marilandia , Sen Ame-
ricano (Cassia marylandica , L.J. — V. Sen'.
Casia occidental (Cassia occidaitlalis,
L.).Es también una especie fétida. Marografí
asegura que en el Brasil su raíz es empleada co-
mo contraveneno y como remedio contra la es-
tranguria. Pisón dice que el zumo de las hojas
se prescribe en lavativas para calmar las inlla-
maciones del ano , y que se aplica a las piernas
erisipelatosas.
Casia con orejillas [Cassia auricula-
ta , L. ). Los médicos indianos consideran las si-
mientes de esta planta como refrescantes y ate-
nuantes, y las prescriben en elecluario ; las em-
plean á la dosis de una pequeña cucharada dos
veces al dia, y se sirven de ellas mezcladas con la
Higuera racimosa (Fien* racimosa, L. ) en los
casos de diabetes. El polvo de las semillas, sopla-
do dentro de los ojos, es útil en ciertos períodos
de la oftalmía. También se asegura que este ve-
getal dáuna especie de goma arábiga. Según el
señor Leschenault , se convierte en acero , en al-
gunos lugares de la India, el hierro rodeándolo
de tres séptimos de su peso de esta planta, cemen-
tado entre dos crisoles.
Casia oriental (Cassia orientalis,?ws.).
Es la Casia de hoja aguda , Delile. — V. Sen.
Casia ovovtula, Sen de Italia, Sen
del Senegal ( Cassia obovata , Colladon). —
V. Se*.
Casia puntiaguda ( Cassia acuminata,
W. ; Cassia apocouita, Aub.). — Y. Catartocarpo.
Casia de seda [Cassia sericea, Sw.).
El zumo de sus hojas, según Pisón, calma la in-
llamacion del ano, de las piernas, etc.
Casia Sen {Cassia Senna, L.). Bajo este
nombre , Linneo había reunido dos especies dis-
tintas: las Casia ovovada [Cassia obovata, Coll.)
y Casia de hoja aguda ( Cassia acutifolia , De-
lile.).— V. Sen.
Casia Sofera [Cassia Sophcra, L.) . Los Ja-
vanenses , según Horsfield , colocan esta planta
herbácea, fétida , que crece en el Egipto, en la
China, en la India, etc., entre los catárticos; el zu-
mo de sus hojas, así como el de las raíces frescas,
es considerado como útil aplicado sobre los her-
pes, mezclado con el zumo de limón. El coci-
miento de las hojas se dá en las calenturas sin-
tomáticas y en la gota; estas hojas cuando tier-
nas se comen cocidas. Se dice que las vainas
de esta Casia, que ha sido considerada equivo-
cadamente como igual á la Casia oriental, son
empleadas en la isla de Francia, bajo el nombre
de Semillas de cañafistolo, para teñir de negro y
que se trasportan á Francia con el mismo objeto:
añádese que cuando frescas, estas vainas con-
tienen un mucílago viscoso , capaz de encolar la
porcelana, etc.; son largas y gruesas como el
dedo pequeño, morenas, cilindricas, y contienen
semillas negruzcas. Según Bedio, en Malabar,
esta especie de casia se emplea contra los encan-
tamientos mágicos.
Casia Ta jera [Cassia Tagera, L. )• Se-
gún Rcdio, en la India, las hojas dé esta especie,,
CAS
machacadas, son aplicadas á las picaduras de las
abejas con provecho, y las semillas pulveriza-
das con azafrán se emplean , en forma de cata-
plasma, para curar las pústulas y las úlceras.
Casia verdemar [Cassia glauca, Lam.).
Bedio dice que la corteza de la raíz de esta espe-
cie, mezclada con leche y azafrán fresco, es em-
pleada en Malabar contra la gota; las hojas,
machacadas con azúcar y leche , se administran
en la gonorrea virulenta, y la corteza en el dia-
betes.
Casia vellosa (Cassia hirsuta, L. H.). Es-
ta especie , de tallos herbáceos , que crece en el
Brasil , es muy vecina de la Casia occidental; su
raíz es empleada en el país como febrífugo. El
análisis que de ella han hecho los señores Cadct
y üenry manifiesta que no contiene quinina ni
cinconina , lo que prueba que la propiedad anti-
febril puede existir independientemente de estos
principios. El señor A. St. Ililaire , que ha traído
esta raíz del Brasil, la llama Fedegoso , y dice
que pertenece á la Casia Occidental; Vandelli
la llaana Fedegazo y la reliere á la Casia vellosa.
CASIMIR. Estofa cruzada, pura lana, fa-
bricada ordinariamente con la lana de los cor-
deros de España, de Sajonia y de Francia.
El casimir es un artículo de mucho consumo,
particularmente el de color negro liso para panta-
lones. Lo que le da la preferencia sobre el paño es
el ser mas ligero é infinitamente mas sólido y mas
elástico. Esta propiedad es el resultado del cruza-
do de su tejido. Este género es un poco apañado,
de manera que el grano no está descubierto. En
los colores de capricho, tales como el gris, el de
gamuza, el de paja, etc., se encuentra menos fuer-
za , mas flexibilidad y mas ligereza; el tejido
queda casi descubierto , porque estos colores no
se emplean sino para pantalones de primavera ó
chalecos de invierno.
Los casimires ingleses son reputados los mas
perfectos, bajo el punto de vista de la finura del
hilado y de la regularidad del tejido ; pero los
productos de Aix-la-Chapelle y de Sedan los
aventajan en cuanto á la solidez y al bajo precio
en las calidades destinadas para pantalones , en
los mercados extranjeros. Los casimires de Aix-
la-Chapelle son todavía mas baratos que los de
Sedan , aunque generalmente son un poco mas
estrechos que estos últimos, pero de mas bella
calidad.
Este tejido se presta á mil combinaciones di-
versas que se reproducen periódicamente siguien-
do la fases de la moda. El casimir es, pues, jas-
peado, rayado, de franjas, de mezclilla, etc.
Estos resultados se obtienen haciendo algunos
cambios en los telares, sin que por esto desapa-
rezca el principio del casimir , es decir, el cruza-
do, pues no mas sufre algunas modificaciones.
El casimir es generalmente teñido en pieza.
Las mezclas de colores oscuros son las únicas te-
ñidas en lana.
La Inglaterra, la Francia, la Sajonia y la Pru-
sia hacen exportaciones considerables de casi-
mires negros. La Francia supera en lodos los mer-
CAS
« ados por sus casimires imprimados , y Reims es
la ciudad que produce mayor cantidad de casi-
mires destinados i la imprimación. Las fábricas
presentan el tejido crudo al salir del batan , y
Paris tifie, imprima, prepara y expende el ge-
nero imprimado.
La riqueza de los dibujos, su grande variedad
y sobre todo la brillantez de los colores , han da-
do, por espacio de algunos años, a! articulo casi-
mir imprimado en Parisuna grande importancia
en Bélgica, en Alemania, en Italia, en el Pia-
monle, en España , etc.
En Francia las exportaciones de este género
son remplazadas actualmente por una especie de
pañete que se fabrica en Reims, Beauvais, Amiens
y en el Mediodía. Los casimires están casi ente-
ramente abandonados por los extranjeros.
Los casimires de Francia tienen generalmen-
te i' 10 á 6/8 de ana de ancho, y de 30 á 40 anas
de largo.
En Sajonia se ha imprimado sobre casimir de
8 á 9/í de ana de anoho. Los casimires de esta
anchura son comunmente empleados para j^sli-
dos de primavera , lo que les ha valido el nom-
bre de paños de verano. Las islas del Levante,
la América y todos los países cálidos se proveen
considerablemente de estos casimires anchos de
la Prusía, Sajonia, etc.
La España importa gran cantidad de casimires
extranjeros. Los de primera calidad son los de
Francia fabricados en Sedán, que superan á todos
los demás que se conocen por la hermosura de
sus variados colores y la finura de su tejido. Co-
mo casimires de segunda clase se cuentan los de
Bélgica y Prusia.
En está ciudad , en los talleres de los SS. Bar-
ran, hánse fabricado casimires de dimensiones
iguales á los importados del extranjero, y cu-
ya calidad es bastante buena en lo que toca al
tejido, como también por lo que respecta ala
imitación de los tintes de los casimires france-
ses. Hoy día la fabricación de esta especie ha si-
do casi abandonada ó bien se halla reducida á
un estado muy insignificante, habiendo sido reem-
plazada por otra estofa muy parecida , conoci-
da también bajo el nombre de casimir.
La fabricación de este nuevo casimir dala del
año 1838, que fué ensayada en España por los
SS. barran. Desde aquélla fecha esta industria
ha ido siguiendo las mejoras introducidas por los
adelantos de la experiencia y de la moda. Ac-
tualmente esta estofa se fabrica también en algu-
nos otros establecimientos. Estos tejidos, cuya
finura y colores son de una calidad exquisita , y
•pie se emplean en verano para chalecos y pon-
talones, se exportan en cantidad bastante consi-
derable, como artículos de moda, á Madrid y de-
más capitales del reino.
CIMIAK ó t ASO AllIO. CA9SU ARIOS.
Brison ha reunido bajo este nombré dos espones
de aves del orden zancudas y familia de las bre-
vipennas. Estas aves, bastante contiguas á los
avestruces, difieren de ellos por sus alas mucho
mas cortas y totalmente inútiles , no solo pa-
CAS 6*7
ra el vuelo sí que también para contribuir á la
carrera : sus pies tienen tres dedos guarnecidos
todos de uñas y dirigidos adelante ; sus plumas
tienen barbas tan escasamente guarnecidas de
barbillas , que de lejos parecen pelo ó crines
péndulas. Vieillot ha propuesto para cada una de
las especies de que consta el grupo de los casoa-
res un género distinto.
Casoar con casco ó Emeu, Ca-
soar de las arrancies Indias ( Cns-
suarius Emeu, Latham. ; Struthio Cassuarius ,
L.). Sus caracteres son: pico recio, de dorso
aquillado , redondeado y doblado en la punta ;
cabeza con casco ; cuello desnudo y guarnecido
de carúnculas colgantes parecidas á las del pa-
vo; pies robustos, carnudos hasta en los dedos;
uña del dedo interno doble mayor que las otras;
pennas alares reemplazadas por ciuco varetas sin
barbas.
El emen es, después del avestruz, una de las
aves mas voluminosas , y su altura es de unos
cinco pies; su cuerpo macizo está cubierto de
plumas flojas, negruzcas, bastante análogas a
los pelos ; su cabeza está coronada por un casco
huesoso, prieto por delante y amarillo en lo de-
más. El resto de la cabeza ofrece únicamente so-
bre su piel de un azul celeste algunos pelos ne-
gros, principalmente alrededor del orificio au-
ditivo , que es muy grande. La piel'dc color, que
se continúa bástala mitad del cuello , presenta
surcos y tubérculos semejantes á los del pavo ;
en la parte anterior del cuello tiene en cada lado
una carúncula delgada, de color rojo y ensancha-
da por debajo; el pico, pies y uñas son de color
negro. Elgrito común de esleanimal es hu hu, pro-
nunciado débilmente y como con la garganta ; en
los momentos de cólera lo reemplaza por un zum-
bido bastante análogo al estrépito de un carruaje
ó del trueno percibidos desde lejos. El macho es
de un carácter mis huraño que la hembra : ésta
pone tres ó cuatro huevos de color blanco gris
con una multitud de puntitos verdosos, que de-
posita en la arena, empollándolos solo por un mes
y únicamente de noche.
El casoar es estiípido y glotón. Ilabila las is-
las del Archipiélago indiano y particularmente
los bosques grandes de la isla de Ceram : los
criados en Amboina no son originarios de la isla
citada, sino que han sido llevados allí de las
islas gitoadas mas al este. El casoar parece ser
bastante raro ; en 1597 , época en que los Bobn-
i trajeron de Java á Europa por la pri-
mera vez, íes fué regalado como una ave, po-
co común. Por lo demás su marcha es extrava-
gante j üi'as, lo cual no le impHI
un excelente corredor.
El casoar vive alejarlo de las habitaciones del
hombre y se alimenta de frutos, de huevos, y
aun añaden , de pequeños animales que traga
sin dividirlos. Los casoares criados en domesti-
cidad lomaban todo género de alimento, como
pan, frutos y raíces de hortaliza cortad,
seramenle. Beben con abundancia y consumen
de i á '6 litros de agua diarios. Su carne es me-
ÜÍ8 CAS
diana ; su pluma ó mas bien la especie de crin
(jue cubre su piel no tiene ningún uso.
Casoar de la Nueva Holanda,
Emú negro [Cassuarius Nova} Hollandice,
Latham. ; Dromaius atcr, Vieill.). Sus caracteres
son: pico recto de bordes muy deprimidos, algo
aquillado por encima, redondeado en su punta y
mas corto que en el primero; cabeza sencilla,
sin casco y emplumada ; piernas carnudas has-
ta el talón ; uñas casi iguales, algo obtusas; re-
meras y timoneras nulas, sin varetas en su lugar.
El emú es mas grande que el casoar de casco ;
sus piernas y su cuello son mas largos , y por
lo demás se le parece en la vestidura. Esta ave,
común en otro tiempo en los bosques de Euca-
lipto de la Nueva Gales de Sur, en donde lleva el
nombre de Parembaug , pero que los desmon-
tes de los colonos han desterrado al otro lado
de las montañas Azules , es muy bravo, y si bien
está privado de la faculUd de volar, su carre-
ra es , sin embargo , tan rápida que le permite
escapará la persecución de los perros mas ágiles.
Su alimento consiste, como el del casoar, en
yerbas y en frutos. Asegúrase que la carne de
esta ave tiene el gusto de la del buey. Los emús
jóvenes están cubiertos de plumón, y tienen por
librea cuatro franjas de un rojo subido sobre un
fondo blanco sucio.
CASGOIiWAIV. Pequeño pez , no clasifica-
do, de las Indias orientales, un poco mas grue-
so que una anchoa , pero mucho mejor , según
La Chcnaye des Bois.
CASTADO, Castanea. Género de plantas
de la monoecia poliandria , y de la familia de las
cupuüferas , formado por Tournefort , reunido en
seguida equivocadamente por Linneo al género
Haya (Fagus), del que, en verdad, es muy conti-
guo, pero del que difiere sobre todo por su in-
florescencia y la naturaleza de su fruto. En
el dia está adoptado por todos los botánicos , y
encierra doce ó quince especies, todas de un as-
pecto elegante , y que crecen en los lugares tem-
plados y exlratropicalesde la Europa, del Asia,
de la América boreal, en la isla de Java, las
Molucas, etc. Son árboles ó grandes arbustos
de hojas alternas, muy enteras ó dentadas, al-
gunas veces como incisas , y cuyas flores se
presentan al mismo tiempo que las hojas. La es-
pecie mas común y asimismo la mas importante
es la siguiente:
Castaño vulgar, Castaño propia-
mente dicho [Castanea vulgaris, Lmk. ;
Castanea vesca, Goertn.; Castanea sativa, Mili.;
Fagus castanea , L.). El castaño común, único
que se encuentra en los bosques de España y
también de Europa , es un árbol de gran tamaño,
notable por su aspecto majestuoso, su bello fo-
llaje, las calidades de su madera ,y la abundan-
cia y la bondad de su fruto. Sus raíces, fuertes y
numerosas , tienen todas una tendencia á diri-
girse perpendicularmente y con frecuencia pro-
fundizan en la tierra hasta mas de un metro. Sus
nejas, anchas, dentadas lanceoladas y de un
verde claro , producen un espeso cubierto. Sus
CAS
flores son monoicas y á veces incompletamente
polígamas : las flores masculinas están dispues-
tas en gloméruios, rodeados de escamas, y for-
man candedas filiformes interrumpidas, que ex-
halan, en la época de su madurez, un fuerte olor
espermático ; las flores femeninas están encerra-
das en número de una hasta cinco en un invo-
lucro que, después de la fecundación , se de-
sarrolla con el fruto, y forma esa cubierta
fructífera, e-pesa, coriácea, espinosa al exterior,
sedosa al interior , que encierra de una á tres
castañas y que se llama vulgarmente el erizo.
Las hojas se presentan al principio de la prima-
vera, pero las flores no nacen hasta junio ó julio;
la madurez del fruto tiene lugar hacia la fin de
octubre ó á mediados de noviembre.
El castaño es un árbol hermoso y grande, co-
mún en los bosques de Europa, en donde es cono-
cido desde los tiempos mas remotos como indíge-
no. Sus lugares favoritos son las laderas de las
montañas que tienen una tierra arenosa, grasa ó
acuática , en las partes que miran al nordeste y
al este; las del sur así como las del norte le son
con frecuencia funestas. En las primeras su ve-
getación temprana lo expone á las heladas de la
primavera ; en las segundas sufre por los frios
rigurosos del invierno. Un clima cálido hace que
su madera sea mas sólida y su fruto de mejor
calidad.
El castaño abunda principalmente sobre las
márgenes del Rihn, en las del Jura, en Ñapóles,
en los Pirineos , etc. , y en España, en Asturias ,
Estremadura, Vizcaya, etc., y en particular en
Cataluña, donde este fruto es en extremo abundan-
te, aunque tal vez en razón "del terreno no tenga
las propiedades del de Ñapóles, que cuando seco
es amarillo y muy dulce, y se le conoce bajo el
nombre de Castaña pilonga.
El crecimiento del castaño es muy rápido y
dura mucho tiempo; sus dimensiones á la edad
de 80 á 90 años son las mismas que las de una
encina de 130 á U0. Puede vivir muchos siglos
y adquirir dimensiones colosales, pero llegado á
cierta edad, tiende siempre á ahuecarse, sin que
por esto disminuya ó se pierda la calidad de sus
frutos. El castaño mas grande que se conoce es
el de los cien caballos cerca del monte Etna : su
circunferencia no baja de cincuenta metros, y
la tradición del país dice que una reina de Sicilia
y su séquito, compuesto de cien caballeros, pudie-
ron colocarse a la sombra de su follaje. El castaño
se reproduce fácilmente con su semilla; sus plan-
tones son robustos desde su nacimiento, pero no
prosperan á la sombra. Para obtener de él made-
ra de carpintería ó de obra , etc. , se corta á 80
ó 90 años; los de 7 á 10 años producen cercos y
enrejados; los de 10 á 15 sirven para rodrigo-
nes, estacas, etc. Desde 15 á 20 años los ramos
de su tronco dan fruto , y su vegetación empieza
á menguar ; de manera que no hay ninguna ven-
taja cu prolongar mas allá la duración de los
sotos.
El cultivo del castaño, desde el principio, re-
quiere algunos cuidados. Multiplícase con semi-
CAS
llanque so siembran en el mismo lugar ó M se-
milleros resguardados de los vientos por medio
de árboles ó de setos vivos. Se le podria mul-
tiplicar, igualmente por estaca ó por injerto;
pero el primer procedimiento es demasiado dis-
pendioso, y el segundo generalmente es emplea-
do para conservar algunas variedades preciosas
me probablemente las semillaa no reproducirían.
Para los castaños destinados á los montes hue-
cos, el terreno debe haber sido anticipadamente
preparado por varias labores sucesivas. Los cas-
taños se plantan de uno en uno al tresbolillo y
en regueras trazadas paralelamente con la re-
ja del arado ó el azadón del cultivador. Se
colocan á un decímetro de distancia uno á otro, y
se cubren con 8 á 10 centímetros de tierra. Dos
ó tres años después su distancia se fija á un me-
tro y medio, debiendo permanecer cuatro ó cinco
años en este estado. En esta época el plantón ha
llegado á la altura de dos ó tres metros sobre un
diámetro de 6 centímetros en la base. Entonces
se desplantan para ponerlos definitivamente en
el sitio en que han de permanecer, el cual debe
ser un terreno desmontado y preparado de ante-
mano. Al siguiente año, y después de bien arrai-
gados, se injertan de canutillo, teniendo cuidado
de escoger para injertos las mejores variedades
bajo el punto de vista alimenticio. Cuatro, cinco
ó seis años después de esta operación los jóvenes
castaños empiezan á fructificar; cada año se vé
aumentar sus productos, que no cesan sino por
una causa accidental, tal como la caries , por
ejemplo, enfermedad ala que estos árboles están
muy sujetos.
En cuanto á los castaños destinados á los bos-
quecillos ó á los sotos, se pueden sembrar mas
espesos , ó aun echar dos ó tres semillas en cada
agujero. Se sacha el primer año , y desde el se-
gundo se bina dos veces , esto es , en la prima-
vera y en el otoño ; sobre el tercer año se aporca
la joven planta.
Los frutos destinados á la siembra deben con-
servar su corteza, y se pueden confiar á la tierra
desde el mes de octubre, si el tiempo es favorable.
En caso contrario, se ponen a estratificar du-
rante el invierno, y se siembran en febrero ó en
marzo, teniendo cuidado de no romper la raicilla;
después se cubren de tierra por medio de un ras-
trillo sin púas.
Cultivado por su fruto, debe procurarse que el
castaño no exceda de cierta altura , y que pre-
sente una hermosa copa redondeada y bien equi-
librada. Como las castañas se presentan siempre
hacia la extremidad de las ramificaciones, es
muy importante dejar entre los árboles una dis-
tancia bastante grande para que las ramas no se
toquen. Esta distancia es variable, si bien por
termino medio no debe bajar de 8 á 10 metros.
Cuando los castaños empiezan á acoparse, se re-
juvenecen podando las ramas a algunos centíme-
tros del tronco para provocar la salida de nuevas
ramificaciones.
Considerado como árbol frutal , el castaño pre-
senta un gran número de variedades , que no se
CAS 629
reproducen sino por el injerto y que difieren en-
tre si en el porte , la forma y el color de su fo-
llaje, y la calidad, la abundancia, el grosor y la
mayor ó menor precocidad del fruto. To<!.
las variedades se pueden agrupar en dos razas
principales: el castaño propiamente dicho (cas-
tanea vesca vulgaris) y el castaño injerto (casta-
nea vesca macro carpa). El fruto de este ultimo,
llamado vulgarmente Castaña, difiere del de la
primera, llamado Caslaím rtgoldanat%ñ*M for-
ma mas redonda , su sabor ordinariamente mas
agradable y en su menor anchura del ombligo.
Seria muy "difícil dar una nomenclatura completa
y exacta de las variedades que pertenecen á la
una y á la otra de estas dos razas, puesto qi;e
todavía no han recibido nombres científicos, y la
misma variedad lleva un nombre diferente enea-
cada pais en donde es cultivada.
La cosecha de las castañas tiene lugar en oc-
tubre ó en noviembre. A este fruto se le puede
conservar fresco por espacio de seis ó siete me-
ses estratificándolo con arena, ó bien hacinándolo
y guardándolo después en un granero á monto-
nes poco gruesos. En muchas localidades se pisan
estos frutos después de su desecación para des-
pojarlos de su perisperma, y asi se obtiene la cas-
taña blanca, que puede conservarse largo tiem-
po, y de la cual se hace mucho uso cocida en el
agua ó en leche, y también puede convertír-
sela en una especie ele harina, que, colocada en
vasos de asperón , se conserva dos y tres años, y
sirve para hacer papillas y galletas mas ó mé-
nes agradables.
Todo castaño que no ha sido injertado da cas-
tañas salvajes, pequeñas, en corto número y ape-
nas azucaradas. Las mejores son proporcionadas
por los árboles cultivados que solo fructifican ver-
daderamente una vez cada dos años.
El fruto del castaño es un alimento sano: está
compuesto de una gran cantidad de almidón, de
una parte mas órnenos considerable, según las lo-
calidades , de materia azucarada, y de una cortí-
sima porción de gluten. En algunos'paises las ras-
tañas constituyen en gran parte el alimento de los
pobres labradores, quienes lasasanó las hierven
y a veces componen también con ellas una espocie
de pan. Este pan , sin embargo, es pesado y de
difícil digestión, en razón de la gran cantidad de
almidón ipie, contiene, y que no ofrece, como el
tlel trigo, una parle bastante grande de gluten;
defecto, por lo demás, que seria fácil de remediar
si no seposeian ol-ros vegetales mas abundantes en
materias nutritiva •;. Las castañas sirven también
para engordar el ganado al que procuran una
carne sucolenta. Se mezclan a veces en el pan, y
asegurase que pueden servir para hacer choco-
late.
El doctor Grellct ha recomendado la corteza
interior de la castaña contra la disenteria. Tam-
bién puede extraerse deeste fruto azúcar y fécula.
Sin cuse las castañas en las mejores mesa- ,
asadas o hervidas, y también se hacen con ellas
tortas, mezclándolas con azúcar y aromas; sin em-
bargo, debemos decir quede cualquiera manera
630 CAS
que se compongan, las castañas son flatulenlas y
de difícil digestión.
En ciertos países se consigue, por medio de al-
gunas preparaciones industriosas, separar la cor-
teza inmediata del fruto, por que si éste se cuece
con ella le comunica necesariamente una parte de
su astringencia y de su amargor. También en algu-
nos parajes se desecan las castañas de manera que
se puedan conservar por algunos años, exponién-
dolas sobre zarzos debajo de los cuales se mantie-
ne continuamente un fuego moderado al principio,
y cuya intensidad se aumenta después progresi-
vamente basta que las castañas hayan adquirido
cierto grado de dureza que indica el estado que
se desea. En seguida se meten en sacos mojados,
que se rollan y golpeau poco á poco en todos sen-
tidos para que* se desprenda la coreza de los fru-
tos, los cuales se aechan, con lo que queda ter-
minada la operación.
La Madera, de castaño tiene muchísima analo-
gía con la de la encina pedunculada : la disposi-
ción de las hebras longitudinales, la calidad de
su grano y el color son poco mas ó menos los
mismos ; pero las irradiaciones trasversales, muy
aparentes en la encina, son difíciles de observar
en el castaño, lo que basta siempre para distin-
guirlas. Como la encina, la madera de castaño es
propia parala carpintería: expuesta al aire se vuel-
ve quebradiza á medida que envejece; está igual-
mente sujeta á ser carcomida en el interior, aun-
que conservando una apariencia exterior de so-
lidez que engaña al ojo mas ejercitado. Pero, bajo
el agua ó en tierra, dura siglos enteros, y podría
ser ventajosamente empleada en las estacadas,
sobre todo en los conductos subterráneos. Poco
expuesta á encogerse óá hincharse, es igual-
mente muypropia en la fabricación de duelas, y
en Italia es preferida, para este uso, á la made-
ra de encina.
En su juventud la madera de castaño es muy
flexible y no existe otra mejor para hacer aros;
mas tarde sirve para los enverjados , para esta-
cas y para rodrigones, que duran mucho mas tiem-
po que los de encina y de toda otra madera. Co-
mo combustible el castaño es poco apreciable:
chisporrotea mucho, arroja tizones á lo lejos, se
cubre de cenizas j produce poca llama; su car-
bón se apaga casi instantáneamente cuando se le
aisla al aire, lo que le hace poco propio á los
usos económicos, si bien, en cambio, parece muy
eslimado en ciertas fraguas, como por ejemplo en
Vizcaya.
©ASTAlsrOIíA , Brama. Género de peces
establecido en la familia de los escuamipennes en-
tre losaeantopterigios, en consideración alas esca-
mas que cubren sus alelas verticales, que constan
de un corto número de radios espinosos ocultos en
sus bordes anteriores; dientes á modo de cardas en
las mandíbulas y en los platinos; perfil elevado ho-
cico muy corto, frente que desciende perpendicu-
lar; una dorsal y una anal bajas, pero comenzando
en punta saliente. El tipo déoste género es la es-
pecie que vamos á describir.
Castañola A&aya , Casiaikola ( lira-
CAS
ma Rcm, Schn.; Sparus fían , Bloch). Especie
común en el Mediterráneo, y que á veces se
eucuentra también en el Océano. Su cuerpo es al-
to y comprimido , notable por su cabeza corta y
alta cuyo perfil cae verticalmente , lo que depen-
de sobre todo de la altura de las crestas occipi-
tales del cráneo. La boca está hendida oblicua-
mente. Las tres aletas verticales son escamosas
casi en toda su superficie. Las escamas del tron-
co son notables por su forma alta y ertrecha, fi-
namente estriadas ó vetadas , y prolongadas en
punta aguda de su ángulo superior ó inferior. El
color de este pescado es de un blanco plateado
un poco oscuro , que tira á estaño ; su peso es de
5 á 6 kilogramos, y algunas veces es largo de
0m,8ü centesimos. Su carne, aunque blanca y flo-
ja , es de buen comer cuando el pez ha llegado á
su completo desarrollo y vivido en sitio? pedra-
gosos, si bien es siempre de difícil digesion.
CASTOR, Castor. Género de mamíferos
que se distingue de todos los demás roedores en
pies de detrás casi enteramente palmeados, y
una cola aplanada horizonlalmenle en forma de
ancha espátula cubierta de escamas. El número
de los dedos es de cinco en cada pié , y el mas
largo es el del medio. Las dos mandíbulas llevan en
cada lado cuatro molares de corona lisa , forma-
dos de una cinta de esmalte que, en la mandíbu-
la superior , se dobla de modo que forma una es-
cotadura en el borde interno y tres en el externo,
mientras que en la mandíbula inferior se encuen-
tra una disposición enteramente opuesta.
Castor Ilífoaro , Castor , Castor
del Canadá {Castor Fibcr , L.). Esta espe-
cie, cuyo nombre es conocido de todo el mundo,
forma por sí sola el género del cual nos ocupa-
mos. Algunos naturalistas han querido distinguir
como especie particular los castores que se en-
cuentran en Francia , en Alemania en las orillas
del Danubio , etc. ; pero , como se verá mas ade-
lante, prudente es , respecto á este asunto, ate-
nerse á la opinión admitida porBuffon, quien
confundió estos animales bajo un solo nombre
específico, á pesar de la diferencia de países que
habitan. El señor A. de Qualrefages describe esta
especie en los siguientes térmiuos :
«El castor es uno de los roedores actualmente
vivientes mas notable por la talla : en general tie-
ne dos pies de largo, sin contar la cola , y su al-
tura es de un pié á corta diferencia. Sus'formas
son pesadas y recogidas : sus pies traseros , mu-
cho mas largos que los de delante, presentan
además un palmeado diferente que los distingue,
como también una uña doble en el antepenúlti-
mo dedo. El pelaje del castor es bastante varia-
ble: los hay enteramente blancos, y otros que
son del todo negros ; pero el color mas general es
de un rojo castaño mas oscuro por encima que
por debajo. Esta librea es debida á pelos sedosos,
largos y lucientes , que exceden y cubren un ve-
llo lino y muy compacto, impermeable al agua,
de color gris y como plateado.»
«Este pelaje, muy espeso sobre lodo el resto
del cuerpo, es mas raro en la cabeza. Esta es ob-
CAS
tusa y termina por narices prolongadas mas alta
de las mandíbulas, que se mueven casi conti-
nuamente con rapidez, en particular cuando el
animal está afectado por cualquier olor extraor-
dinario; el labio superior es partido; hiparte ante-
rior de la boca está armada de incisivos muy
fuertes, planos, y de color anaranjado en su ca-
ra externa , blancos y triangulares en la interna;
la lengua, muj poco extensible, parece su-cepli-
ble de aplicarse bácia atrás contra el paladar, y
llenar asi las funciones de un opérculo.»
«El ojo del castor es muy pequeño, asi como
la pupila; ésta, cuya abertura es circular , se
cierra casi completamente cuando el animal está
expuesto a una luz muy vjVa ; el tercer parpado
es rudimentario, y de ningún modo puede pre-
sen ar el ojo del contado del agua. La conca de
la orejees pequeña y de forma elíptica ;"cuando
el castor se zambulle, la baja cuntía la cabeza y
asi impide que el liquido penetre en su conducto
auditivo.*
«La voz del castor consiste en una especie de
pequeño grito plañidero , que , cuando se le in-
quieta, cambia en un murmullo sordo y en una
especie de ladrido débil.»
«El orificio externo de los órganos de la gene-
ración y el de la defecación se abren ambos en
una especie de bol^a común ó cloaca , colocada
de tal manera debajo la cola que apenas se com-
Í rende como puede verificarse la cópula.. En cada
ado de esta bolsa se encuentran dos pares de
glándulas; las superiores segregan un humor un-
tuoso y oloroso particular conocido bajo el nom-
bre de Castóreo (V. esta palabra). Los antiguos,
ven particular Eliano, parece que habían con-
siderado estos cuerpos glandulosos como los tes-
tículos, lo que no es asi. Los órganos encargados
de preparar el licor fecundante están profunda-
mente metidos en las ingles, de donde salen qui-
zás durante la época de los amores.»
«El castor se sirve de sus pies de delante para
agarrar y manejar los objetos con tanta destreza
como la ardilla. Sus dedos están profundamente
divididos y perfectamente libres, y aunque el
pulgar no sea oponible á los otros, estos encuen-
tran en el acto de coger un punto de apoyo casi
equivalente en los tubérculos carnosos colocados
en la base de lo que podría llamarse la palma de
las manos. Los pies de detrás, al contrario, hacen
las veces de remos fuertes y robustos, y su cola
desempeña perfectamente las funciones de ti-
món.»
«Las costumbres de ese roedor son casi entera-
mente acuáticas, y liase exagerado mucho cuan-
do se ha dicho (fue formaba el tránsito de los
mamíferos terrestres á los animales acuáticos.
Nada en su estructura anatómica autoriza esta
aserción, asentada por autores que solo se apo-
yaban en algunas apariencias engañosas, ó en
hechos erróneos. La carne de su cuarto trasero
en nada absolutamente se asemeja al gusto del
pescado; y, en cuanto á las escamas que cubren
su cola injustamente se las ha comparado con
las de estos últimos animales, pues mas bien
CAS 631
se parecen á las escamas de los lagartos, :i
las que cubren la cola de las ratas y de al-
gunas musarañas, y están compuestas de pelos
aglutinados. Tal vez pudiéráse con mas justo mo-
tivo compararlas con las uñas del hombre, délas
cuales solo difieren en que su crecimieuto pare-
ce ser limitado.»
«De todos los mamíferos conocidos el castor
es quizás el mas propio para darnos nociones
precisas acerca de esa parte de su historia tan
difícil y tan oscura toda\ ía, que se oeupa, no de
su estructura anatómica y del juego de sus ór-
ganos, sino de ese primer motor que determina
todas sus acciones. La cuestión de la inteligencia
considerada en seres que , respecto á ella , nos
son tan inferiores se complica aun con la de sus
instintos tan variados. Estamos plenamente con-
vencidos que este estudio seria de un alto inte-
rés , \ que seguido por un hombre capaz de com-
prender toda su extensión, no dejaría de condu-
cir á resultados de la mayor importancia para la
filosofía. Dia llegará sin eluda en que la ciencia
del hombre moral é intelectual encontrará en la
Sicología comparada una ayuda tan real, tan po-
derosa como la ciencia del hombre material
ha sacado de la Anatomía y la Fiosxologia com-
paradas. Los límites de este articulóse oponen á
que desenvolvamos este pensamiento , y por esto
nos concretaremos á emitir algunas proposiciones
y á hacer su aplicación inmediata en el animal
que describimos.»
«Todo el mundo sabe la admirable industria
que los castores desplegan en la construcción de
sus moradas. Reunidos en número de dos ó tres-
cientos hacia los meses de junio ó de julio , em-
piezan por escoger un lugar conveniente : parece
que aman con preferencia las corrientes de agua
bastante considerables que puedan suportar la
conducción de los materiales que necesitan para
sus obras. Toda elección supone una compara-
ción , y toda comparación lleva consigo necesa-
riamente raciocinio. Así pues los castores no se
delerminan solamente por ese ciego impulso inte-
rior que llamamos instinto. Una vez escogido el
lugar es menester atajar la corriente á fin de ob-
tener un nivel constante; entonces es indispensa-
ble la construcción de un dique. Cada castor po-
ne mano á la obra. Si algún grueso árbol se en-
cuentra en la orilla del rio, sirve como si dije-
ramos de punto de apoyo a todos los trabajos sub-
siguientes. Si sucede que el árbol sea mas grue-
so que el cuerpo de un hombre, los castores lo
cortan, por medio de sus fuertes incisivos, á la al-
tura de un pie ó de un pié y medio dei suelo, y
saben dirigir su caula de modo que quede atrave-
sado en el rio. Aquí nos parece también evidente
queno es solo el instinto el que obra. Una vez der-
ribado el árbol lo despojan de sus ramos para que
quede igual de todas partes. Otros trabajan dise-
minades por los alrededores, siempre hacia ar-
riba del dique, cortan otros árboles de menor
diámetro, muclios de los cuales son todavía mas
gruesos que el muslo, los chapodan en el mismo
lugar , los arrastran después al rio , dirigen su
63 J CAS
conducción, y los llevan hasta el sitio en donde
debes ser empleados. Allí levantan esas esta-
cas vertiealmente contra el grueso tronco de ár-
bol de que hemos hablado, y mientras cierto
numero de estos industriosos roedores las man-
tienen ei esta posición , otros se zambulles en el
fondo (iel agua en donde abren los hoyos destina-
dos para recibir la extremidad de esas estacas.
Al mismo tiempo que una parte de la familia es-
tá asi ocupada en formar esa especie de cancel
muy espeso , algunos castores traen ramas flexi-
bles y las entrelazan á las estacas verticales.
Otros van á buscar tierra, la amasan con sus
pies, la agitan con su cola, después forman con
ella pelotas (pie trasportan con sus dientes, y con
las que revisten su masonería. De este modo
plantan muchas fdas de estacas unas delante de
otras , y la obra toma finalmente el aspecto de
un dique ligeramente arqueado por la parte de
arriba de la corriente , de diez á doce pies de es-
pesor en su base, de dos ó tres pies en la coro-
nilla, y de ocho ó diez pies de altura , y aveces
sobre cien de longitud.»
«Vése que la formación de esta calzada supo-
ne en los castores un instinto de construcción
muy desarrollado , pero que exige al mismo tiem-
po un gran número de actos reflexionados y que
las circunstancias modifican. Lo que lo prueba
mas todavía es que cuando estos animales pue-
den descubrir un. lago que les convenga y cuyo
nivel sea constante, se dispensan de todos estos
trabajos gigantescos , y proceden inmediata-
mente á la instalación de sus cabanas , las cua-
les construyen sobre estacadas espesas cerca de
la orilla del mismo. Su forma es casi circular, pe-
ro su grandor varia desde cuatro hasta ocho ó
diez pies de diámetro interior según el número
de habitantes. Las paredes, de dos pies de espe-
sor poco mas ó menos, se elevan primero verti-
ealmente y se cubren con una especie de cúpula.
Casi siempre esta habitación está dividida en dos
pisos : el inferior sirve de almacén, en el que se
colocan las cortezas y las ramas tiernas que sir-
ven de provisión para el invierno. En esta parte
de la casa se abre una puerta oculta por el agua,
que permite á los habitantes la huida zambullén-
dose. El piso superior está mas particularmente
destinado para habitación , y los castores lo tie-
nen siempre en un estado de limpieza perfecta.»
«En la construcción de estas cabanas, los cas-
tores desenvuelven la misma habilidad y la mis-
ma mezcla de actos instintivos y reflexivos que
en la construcción de sus diques. A juzgar, pues,
por sus trabajos, el castor debería ser un animal
muy inteligente, y sin embargo está muy lejos
de serlo. Entre estos animales, los que se han po-
dido criar en domeslicidad han manifestado
siempre muy poca inteligencia en todo lo que no
tenia relación con su instinto constructor, y así
puede decirse que estos roedores son uno de los
mejores ejemplos que puedan citarse en apoyo
de esta proposición emitida por el Sr. Isidoro
Gcoffroy : « que en los animales el instinto está
»en razón inversa de la inteligencia . «Añadamos,
CAS
sin embargo , que solo debe entenderse por esta
última palabra el conjunto de las facultades
necesarias para llenar los actos dictados por el
instinto dominante.»
«Hase dicho que los animales se dislinguen del
hombre en que entre ellos los individuos solos
pueden ser perfeccionados sin que nada gane la
especie: hase admitido igualmente que la especie
no podía ser alterada. Hay algo de demasiado
absoluto en las ideas generalmente esparcidas
bajo este respecto. Nuestras razas domésticas
ofrecen un ejemplo de lo que puede una educa-
ción prolongada sobre razas enteras, y la tras-
misión de los instintos adquiridos , si es permiti-
do explicarse así, es un hecho que no puede ne-
garse. Los castores presentan un ejemplo del
hecho contrario, y es que cuando ha llegado el
caso de poblarse ún país habitado por ellos, ó que
se les ha declarado una persecución activa, se ha
visto bien pronto desaparecer esa especie de ci-
vilización animal tan digna de ser estudiada.
Una familia de castores se dispersa tan luego
como como ha visto destruidas sus cabanas
y muertos un gran número de sus miembros,
y entonces cada uno de ellos , en lugar de
buscar el medio de reunirse á sus semejantes, se
habitúa á vivir aisladamente. En este caso desa-
parecen esos trabajos considerables que exigen
la asociación y el concurso de los esfuerzos de un
gran número ce operarios. Hasta el instinto
mismo parece cambiar: de arquitectos y cons-
tructores que eran, estos animales se convierten
en cavadores, y en vez de construirse una caba-
na cómoda, se contentan con hacerse una larga
madriguera que termine en la orilla de algún rio.
Entonces se les llama Castores de madriguera, y
estos son los que fueron conocidos de los anti-
guos y que se encuentran todavía en Europa. En
la misma América del Norte es ya difícil encon-
trar castores reunidos en familias : el hombre
los ha casi todos dispersado, y solo en los de-
siertos que se extienden al oeste de los Estados
Unidos y del Canadá es en donde se puede aun
admirar á estos animales desplegando libremente
los instintos que han recibido de la naturaleza.»
El Sr. Bory de Saint-Vicentdice: «El preñado
de las hembras de los castores , según se ase-
gura , dura cuatro meses ; paren hacia los pri-
meros días de marzo , y dan á luz ordinariamen-
te dos ó tres individuos. Los machos se alejan
luego para empezar sus excursiones de primave-
ra, como para gozar de sus primeros bellos días,
regresando de vez en cuando á las cabanas , en
las cuales no permanecen, sin embargo, en todo
el verano. Las madres quedan encargadas de la
educación de la familia , quien , al cabo de algu-
nas semanas, empieza á poder acompañarla en
su paseos alrededor de la morada común. A la
vuelta del tiempo en que los castores tienen la
costumbre de reunirse para construir ó para re-
parar los daños que un año entero ha podido cau-
sar en sus cabanas, los jóvenes aprenden entonces
las prácticas de la arquitectura.»
«Cada cabana tiene su almacén de subsisten-
CAS
cias proporcionado al numero de familias que la
habitan, y cada una de estas familias tiene dere-
cho a una parte igual de consumo, sin que ja-
más ningún vecino se propase a cometer la mas
mas mínima usurpación, ni que ningún extraño
sea admitido á participar de ellas. La mas per-
fecta inteligencia reina siempre en esos burgos,
de los cuales algunos se componen de veinte á
veinte y cinco casitas , y de dos á trescientos
habitantes. «Por numerosa que sea esta sociedad,
«dice Buffon, la paz reina en ella sin alteración,
«porque el trabajo común ha estrechado su unión;
«las comodidades que se han procurado, la abun-
dancia de víveres que reúnen y consumen todos
«jimios sirven para hacerla duradera; apetitos
«moderados, gustos sencillos, y aversión á la
«carne y a la sangre les alejan hasta la idea de
«rapiñay de guerra, y les permiten gozar de todos
«los bienes que el hombre solo sabe desear. \ i-
«viendo en una amistad reciproca, los castores
«saben evitar cualquier enemigo exterior, avi-
«sándose por medio de un fuerte golpe con la cola
«dado en el agua , cuyo eco resuena en todas
das bóvedas de las habitaciones, y entonces cada
«uno toma el partido, ó de zambullirse en el lago
«ó de esconderse en su morada, que solo esláex-
tpuesta al luego del cielo o al hierro del hombre. El
«elemento liquido es de tal modo necesario «i esos
«aiiinales, o mas bien les sirve de tanto placer,
«que parece que no pueden prescindir de él; á
- van bastante lejos por debajo del hielo, y
«entonces es cuando se cogen fácilmente atacan-
«do la cabana por un lado , y esperándolos al
«mismo tiempo en un agujero que se practica en
«el hielo á cierta distancia, al que se ven obliga-
rlos á llegar para respirar. La costumbre de
«tener continuamente la cola y todas las par-
oles posteriores del cuerpo en el agua parece
«haber cambiado la naturaleza de su carne,
(y así es que la de las paites anteriores has-
«ta los ríñones tiene la calidad, el gusto y la
«consistencia de la carne de los animales de la
«tierra y del aire, y la de los muslos y la cola
«tiene el olor, el sabor y todas las calidades de
«la de los pescados. Esta cola, larga, gruesa \
«bastante ancha, es una verdadera parte de pes-
«cado anexa al cuerpo del cuadrúpedo.»
«Es también una preocupación creer que la
permanencia del castor en el agua, en laque está
habitualmente sentado y metido hasta la mi-
tad del cuerpo , haya podido modificar la
carne de sus partes posteriores y hacerla una
carne de pescado , mientras que las partes ante-
riores, que están con mucha frecuencia metidas
también en el agua, aunque algo menos, no ha-
yan lomado nada de esa calidad aceitosa y se
ías juzgue comparables á las de cualquier otro
animal de caza. Nunca es una vida acuática li que
da á la carne de los animales de los rios, de los
lagos y del mar su consistencia y su gusto acei-
toso; es únicamente su icliofagia. El castor, que
solo vive de sustancias vegetales, y que se mue-
re de hambre antes (pie atacar una presa cual-
quiera, no ha podido tomar un gusto de pesca-
80
CAS 633
do. Su carne no es buena, en verdad, y la del
cuarto trasero es peor que la del delantero , pero
este accidente es debido al olor particular (pie le
comunica el castóreo, que, secretándose hacia
las parles de la generación, debe tener por su
proximidad , una influencia mas fuerte sobre el
gusto de la carne de los muslos y de los ríñones
que sobre la de la espalda y la ílel cuello.»
El castor, como hemos "dicho, se encuentra
sobre todo en la América del Norte, en donde se
hacen grandes cacerías de eslos animales; se en-
cuentran también en la parle septentrional de la
Europa , en Siberia , en la Eselavonia y países
contiguos. Su piel es empleada para toda clase
de forros , y los pelos sirven á los sombrereros.
En Rusia, el castor es llamado kobry , horolki, y
kujaika, y se encuentra en los rios septentriona-
les del territorio de Beresovv, en habitaciones
aisladas cerca de las riberas cubiertas de bos-
ques espesos.
En Rusia se distinguen dos especies de castor:
el grande y el pequeño. Los peleteros rusos divi-
den las Pieles de castor en cuatro clases llama-
das siran , oby , astscliuym sin vientre , y jó-
venes castores koschloki , que se veuden por pie-
zas , en un en vientres de castor, que se reciñen
en el comercio en sacos. Por lo demás, los cas-
lores de Rusia son cada día mas raros , y casi no
se emplean en Europa. Los que se recogen son
trasportados á la China, donde se utilizan pa-
ra forros.
La caza de estos animales constituve un artí-
culo importante de comercio para el Canadá , la
bahía de Hudson y varios paises de la América
del Norte. Del Canadá se exportan cada año de 9
á 10,000 pioles, y la bahía de lludson produce de
30 á 35,000. Entradas en el comercio , las pieles
de castor se clasifican en tres especies: las pie-
les de invierno, las pieles de verano y deteriora-
das , y la piel de un año ó la pequeña especie
[cubs).
Cada piel de castor encierra muchas especies
de pelos : el mas largo, llamado cubríala , que es
groseroy brillante, se arranca, con lo que se deja
al descubierto otro pelo extremadamente lino y se-
doso, que se cortas es empleado en la sombrere-
ría. El del dorso sirve exclusivamente para los
sombreros negros; el del vientre, que es mas blan-
co, puede sen ir indistintamente para loa sombre-
ros negres y para los grises. Al pelo del vientre
se le llama castor blanco y castor plateado , se-
gún la blancura \ belleza" de su matiz , y .
raímente proviene de varias suertes de pieles de
los Estados Unidos.
El principal comercio de pieles de castor se ha-
ce en el Canadá, de donde se extraen casi todas
las que se usan, y las cuales se distinguen en
¡cies . a saber : castor nuevo, seco, y
grasicnto.
El castor nuevo , que se llama igualmente cas-
tor de invierno y moscovita , porgue se reserva
ordinariamente para enviarlo a Moscovia, es el
castor que proviene de la caza que los salvajes
hacen durante el invierno; es el mejor y mas
TOMO 1.
634 CAS
idóneo para forros, porque no ha perdido nada
de su pelo en la muda.
Ei castor seco, que se denomina algunas ve-
ces castor flaco, viene de la caza del verano,
que es cuando este animal está en la muda , y
que por esta razón ha perdido una parle de su
pelo. Aunque inferior al primero, puede igual-
mente emplearse para forros, pero su uso mas
general es para la fabricación de sombreros.
El castor grasicnto es el que ha adquirido
cierto humor untuoso comunicado por el sudor
que exhala el cuerpo de los salvajes, que se han
servido de él por algún tiempo, y aunque sea me-
jor que el seco , con lodo no se emplea mas que
para sombreros.
Además de los sombreros y forros en que se
emplea comunmente el castor, se intentó (hace
ya mucho tiempo) destinarlo á otras mercancías.
En efecto se fabricaron paños, franelas, medias,
etc. , en las cuales entraba parte de pelo de cas-
tor y parte de lana de Segovia; la novedad
mantuvo en boga por algún tiempo estos te-
jidos1 y medias de castor; pero bien pronto
la experiencia dio á conocer que se echaban
á perder mojándose y que se volvian secos y •
ros como el fieltro.
Cuando se ha quitado el pelo al castor para
ser empleado en las fábricas de sombreros, la
piel ó pellejo que queda es útil para cubrir co-
li es y maletas, para hacer cribas, etc.
El Kamtschatka produce también pieles de
castor que son muy finas y muy buscadas. En
Londres, las pieles de castor se adquieren en
las ventas públicas á libras con 2 Va p. */o de des-
cuento.
La carne del castor es usada como alimento,
sobre todo asada y sazonada con aromas ; tiene
la consistencia de la del buey , pero es grasa,
dura, de un olor fuerte, y difícil de digerir, y
J. Franck cita también un caso en que provocó
una diarrea que llegó á ser funesta. En el me-
diodía de la Francia, sin embargo, hacia fines del
siglo último, y antes de la completa desaparición
délos castores, esta carne estuvo en moda por
algún tiempo. Los cazadores prefieren la parte
posterior del animal: la cola es la mas estimada,
sin ser menos indigesta, á causa de su viscosi-
dad , que necesita por otra parte que sea muy
condimentada ; en Roma se come en la cuares-
ma, porque tiene el gusto de pescado; Gessner
dice que este alimento es tierno, dulce, y que
tiene el sabor del atún ó de la anguila ; Lahontan
refiere que en el Canadá se estima mucho esta
parte , y el Padre Charlevoix añade que no hay
otra carne mas ligera, mas delicada y mas sa-
£a, pero que, en verdad, cuando se la hace her-
vir es menester sazonarla, pero que asada es
excelente.
En medicina, la grasa del castor, particular-
mente la que está contigua á las glándulas secre-
torias del castóreo, ha sido recomendada, no so-
lamente como emoliente ó calmante, sí que tam-
bién como útil en fricciones contra los dolores,
la parálisis , ele. El aceite que se extrae de la
CAS
cola de este animal, empleado como cosmético
por las Canadianas , ha sido considerado como
nervino, antistérico, anti-epiléptico, etc. Itonde-
let recomendaba la hiél del castor como afrodisía-
ca, buena contra la catarata, y su orina era seña-
lada como alexítera. Su sangre, en favor de la
cual J. Mayer y J. Francke invocan su propia ex-
periencia/ha parecido muy útil al primero en
la epilepsia , y al segundo en las contusiones y
flegmasías del pecho. En fin, hasta sus pelos han
sido recomendados para contener las hemorra-
gias , y hasta sus dientes han sido prescritos en
amuleto para prevenirlos accidentes de la den-
tición , ó bien calcinados y dados al interior, pa-
ra curar la esquinancía y la pleuresía; su piel
(preconizada vapor Plinio contra la gota, en ra-
zón tal vez del dulce calor que produce, y por J.
Mayer para aumentar la memoria) , se ha creído
también muy poderosa, aplicada caliente al si-
lio del mal , para remediar la atrofia en los ni-
ños, la liebre puerperal , el delirio, y aun
la manía, e;tc.
CASTÓREO Sustancia resinoídea , secre-
tada en glándulas situadas bajo la piel del abdo-
men del Castor (V. esta palabra) , entre el orí-
gen de la cola y la parte posterior de los muslos.
En general, el comercio distingue dos especies de
castóreo.
H Castóreo del Canadá es grasiento y casi
fluido en el animal viviente, pero el comercio nos
lo presenta desecado en dos bolsas, todavía uni-
das á la manera de una alforja, muy arrugadas
ó muy aplastadas , y de las cuales la una es siem-
pre mas voluminosa que la otra. Tiene además
un olor fuerte y hasta fétido; un color moreno
negruzco al exterior, oscuro, leonado ó amari-
llento al interior ; una fractura resinosa entre-
mezclada de membranas blanquecinas; un sabor
acre y amargo. Con frecuencia también, en vez
de ser enteramente seco, el castóreo, si es muy
fresco, conserva cierta blandura, y entonces su
olor y su sabor son aun mas fuertes ; pero
conviene mucho no confundir esta fortaleza con
la que resulta de la alteración pútrida que expe-
rimenta esta sustancia conservada en lugares
húmedos. Por esto siempre ha de escogerse al
castóreo que sea seco , sin que pretendamos de-
cir que se escoja sin olor, sino que el que reúne
la sequedad al olor mas fuerte es el mejor. Con el
alcohol y el éter dá tinturas muy oscuras, que se
ponen muy blancas con el agua, y dejan preci-
pitar una materia resinosa , morena , olorosa,
blanda y tenaz. Esta especie de castóreo . que
acabamos de describir, es el que particularmen-
te lleva el nombre Castóreo del Canadá, el úni-
co usado en Inglaterra, en Francia y en España.
El castóreo del Canadá ó de América varia mu-
cho en su calidad según la edad del animal , la
abundancia y la naturaleza de su alimento ,y so-
bre todo, probablemente, según la época mas ó
menos lejana del tiempo del zelo en la cual el ani-
mal ha sido muerto. En efecto, tan pronto el
aparato membranoso y glanduloso que forma el
interior de las bolsas está casi vacío de materia
CAS
resinoídea olorosa , como está enteramente lleno
de ella. En el primer caso el castóreo seco pre-
senta una fractura fibrosa, y en el segundo la
ofrece limpia y resinosa, sin que deje percibir las
libras \ las membranas sino cuando la materia
resinosa lia sido disuella en el alcohol.
Castóreo deSiberia. Cisi siempre se presenta
en bolsas llenas, redondeadas , mas anchas que
largas, y como formadas de dos bolsas confun-
didas en una sola. Este castóreo tiene un olor em-
pircumático aromático , análogo al del cuero de
Rusia , muy fuerte y susceptible de grande ex-
Íiansion , y hasta que esle olor se ha disipado,
os dodos (¡ue lo han tocado no dejan sentir el
olor propio al castóreo del Canadá. Tiene una
consistencia sólida , casi seca y friable; esama-
rillenlo, arenoso bajo eldiente, y de un sabor poco
sensible al principio, pero después muy amargo
y aromático. Forma con el alcohol una tintura ape-
nas colorada, no solamente porque contiene po-
ca materia soluble, sino porque carece del prin-
cipio colorante rojo del castóreo del Canadá. Ha-
ce una viva efervescencia con los ácidos, y con-
tiene una gran proporción de carbonato de cal.
Esta especie es la que se usa en Polonia y en
Rusia.
Ilermann , G. Neumann, Cartheuser , Touve-
nel , Haas, Bouillon-Lagrange, Laugier, Bonn,
Brandes , etc. han publicado análisis mas ó me-
nos exactos del castóreo. El último, el mas com-
pleto de todos, lo presenta compuesto por 100
partes : de aceite volátil , tO; castorina (V. es-
ta palabra), 7; castorina, carbonato, urato y
benzoato de cal, 3,5; resinoídea del castóreo,
120; resinoídea con vestigios de benzoato y de
urato de cal, 16 ; resinoídea extraída por el éter,
1 ; albúmina y vestigios de fosfato de cal, 0,5:
osmazoma con vestigios de sales de potasa, de
sosa, y de cal, 2,0 ; resinoídea obtenida del ex-
tracto acuoso, 4,5; fosfato decaí y materia or-
gánica, I i; carbonato decaí, 33,6; carbona-
to de magnesia , 4; sulfato de potasa , sulfato y
fosfato de cal , 2,0; moco animal, IX ; la mis-
ma sustancia disuella , 5 ; carbonato de amonia-
co , 8,2; materia animal, 13; sustancia mem-
branosa y sales, 192; humedad y perdida, 129,1 .
Cuando se abre una bolsa de castóreo, se ob-
servan en el interior tabiques membranosos,
blanquizcos, que deben separarse cuando se de-
seca el castóreo parapulverizarlo;tslos caracte-
res de organización pueden hacer distinguir fá-
cilmente el verdadero castores del falso.
Por espacio de mucho tiempo esle producto co-
mercial se ha sostenido á un precio elevado, y
por esta razón ha estado sujeto á frecuentes falsi-
ficaciones. Parmentier refiere respectos estoque,
visitando un día un establecimiento de droguerías
en Marsella , \ió á un hombre que amasaba una
sustancia ile color oscuro \ de una apariencia re-
sinosa la que introducía después en pequeñas ve
jigas; preguntándole entonces que era lo que
preparaba, aquel hombre le respondió sencilla-
mente : llago castóieo.
Hace poco tiempo que los falsificadores se con-
CAS 635
tentaban con introducir en las bolsas de castó-
reo diversos cuerpos extraños á fin de aumentar
su peso; pero un examen escrupuloso permitía
descubrir luego la superchería. Todavía se imi-
ta el castóreo, aunque se expenda á preciomu-
cho mas barato. El castóreo facticio puede re-
conocerse fácilmente en los caracteres siguien-
tes : las bolsas son mas voluminosas y mas llenas
(píelas del verdadero castóreo; contienen una
materia ya blanda, ya quebradiza, de un color
rojizo, semitrasparente, y sobre todo de un dé-
bil olor ; da , cuando se pulveriza, un polvo me-
nos oscuro que el de la sustancia natural; la
materia es casi siempre enteramente soluble
en el alcohol y en el éter ; en fin , cuando se
abren las bolsas, no se eneuenlraen ellas uingu-'
na apariencia de tabiques membranosos.
En Inglaterra se hace también castóreo entera-
mente facticio, y en el comercio circula una espe-
cie de esta droga mas bella en apariencia, pero po-
co fragante, de un rojo hermoso, sin tabiques mem-
branosos, casi enteramente soluble en el éter y
en el alcohol , que probablemente no es mas que
una grosera imitación. El buen castóreo debe ser
seco y muy oloroso, y estar encerrado en bolsas
intactas. Es menester conservarlo al abrigo del
calor., de la humedad y del aire ; demasiado
añejo, puede , según Avicena Matiolo , llegar
á ser un veneno temible , hecho que si bien
es fácil de concebir , todavía no ha sido com-
probado.
El castóreo del Canadá se recibe comunmente
por el comercio de la Inglaterra, encerrado en
pequeños barriles, de unos 25 kilogramos. El que
se recibe de Siberia llega en pequeñas cajas muy
cerradas.
El castóreo es uno de los antiespasmódicos mas
empleados; Galeno, Celso y Areteo lo reco-
mendaron ya en casos parecidos á aquellos en que
en nuestros dias su acción es menos disputada.
Obra de una manera evidente sobre el sistema
nervioso. Se emplea frecuentemente y con bás-
tanle ventaja para combatir las afecciones espas-
módicas, tales como el histérico , la hipocondría,
las palpitaciones nerviosas , el hipo convulsivo,
la epilepsia , el asma nervioso, la amenorrea,
cuando depende de un estado e>pasmodico del
ulero , que va acompañada de hinchazones dolo-
rosas > Ümpamticas del vientre , en los ca-
que el útero congestionado solo deja escapar
algunas gotas de sangre. El castóreo ha gozado
de gran reputación para anidar el acto del parlo,
calmar la violencia de los retortijones y hacer
expulsar la placenta detenida. En razón de su
acción estimulante, es útil en las calenturas ti-
foideas, adinámicas y ataxicas, para restablecer
las fuerza-; y combatir los accidentes nerviosos.
Pero el señor Boucbardat añade que es un medi-
camento con frecuencia poco fiel . y que es
jos de producir constantemente el efecto que se
busca.
1.1 castóreo se administra en polvo ó en pildo-
ras á la dosis de 15 á 30 granos; con el se pn -
paran una Untura alcohólica y una tintura etérea,
636 CAS
y entra en muchos medicamentos compuestos.
©ASTOIIIMTA. Sustancia particular, ni
acida ni alcalina, descubierta por el señor Bizio
y después por el señor Brandes. Cristaliza en
prismas diáfífhos ; su sabor es metálico , su olor
análogo al del castóreo; es insoluble en el agua y
en el alcohol frió, pero se disuelve en el éter y
en los aceites volátiles. Se obtiene tratando en
caliente una parle de castóreo en diez de alco-
hol, filtrando el liquido , el cual posa poco á po-
co la castorina en forma de glóbulos, y lavando
este precipitado con alcohol frió para purificarla.
La castorina contribuye, con el aceite esencial y
la resina, á las propiedades del castóreo. — V.
Castóreo.
CASUÁRIDA., Casuaiuna. Género de
plantas de la familia de las casuarineas, y de la
dioecia monandria en el sistema sexual, (pie
comprende árboles ó arbustos de ramos verlicila-
dos, nudoso-articulados, áfilos, de artículos con-
tenidos en una vaina; flores masculinas en espi-
gas , y llores femeninas en cabezuelas terminales.
Las casuarinas , notables por su porte, tienen
como centro geográfico las parles tropicales de la
Nueva Holanda, mas raras en las Indias, las islas
del Archipiélago indiano y la Oceánia.
Estos árboles, de un aspecto bastante triste y
que recuerda el porte de ciertas hiniestas, son
muy altos, tienen la madera dura y resistente, y
son útilísimos en las eoustruciones navales. Los
habitantes del mar del Sud emplean la madera de
las casuarinas en la construcción de sus pira-
guas y en la fabricación de sus armas. Estos son
los únicos árboles que permiten cortar á los na-
vegantes que abordan en sus costas. El número
total de las especies del género es de 20, de las
cuales Bank trajo 6 á Europa , en 1780.
Las casuarinas, confundidas primero con las
coniferas, forman hoy dia una pequeña familia
cont gua á las miricéas en razón de sus yemas
ortotropas.
©asaiarina de hoja de eola de
caballo, Fiiao de la India ( Casuari-
no cquiseti folia , L. H. ) . Esta especie es la mas
común , y puede cultivarse bien al aire libre y en
tierra liviana en el mediodía de la Europa. Se
cultiva en Java como árbol de ornato, en donde
se le llama Tsomoro. Su madera es muy com-
pacta, muy dura, y tiene venas rojas muy va-
riadas que realzan la hermosura del pulimento
que puede dársela: los salvajes la emplean para
fabricar armas y varios utensilios domésticos, y
es muy apreciable para construcciones navales.
Su corteza está dotada de propiedades ligeramen-
te astringentes.
Los Indios miran como un medicamento tónico
dotado de grandes virtudes al cocimiento de la
corteza y de los ramos tiernos de la Casuaiuna
como múrice ( Camarina muricata ).
CASUVIO, Cassuvium. Género de plantas
de la familia de terebintáceas, y de la decandria
monoginia en el sistema sexual.
Casiivio que lleva f rulo , Aiia-
eardio occidental, Acayoiba de fru-
CAT
to [Cassuvium-pomiferum, Lam.; Anacardium oc-
cidentales.). Crece en las Indias, en el Asia, en la
Guianav en la Jamaica. Su fruto es de una espe-
cie particular ; sin embargo, se parece mas á las
drupas que á las otras especies de frutas. Sus ca-
racteres físicos y las partes que lo componen son
los siguientes: tiene la forma de un riñon, es liso,
coriáceo y de un color de castaño algo gris; bajo
la primera cubierta coriácea se encuentran alvéo-
los que encierran un zumo aceitoso, viscoso, ne-
gro , acre y cáustico; estos alvéolos están limita-
dos al interior por una segunda membrana coriá-
cea parecida á la primera, la cual encierra una
almendra de dos lóbulos, blanca, aceitosa, dulce,
buena para comer y de un sabor agradable. Esta
almendra está cubierta inmediatamente de una
película rojiza.
Este fruto tiene de notable que , en el estado
natural , está suspendido por su parte convexa á
un pedúnculo muy dilatado, carnudo y piriforme,
de un sabor ácido y refrescante; de suerte qué
podria decirse que la sustancia que en las otras
drupas se desenvuelve y aumenta alrededor del
hueso, se ha detenido en ésta en el pedúnculo, y
ha dejado el hueso sin nada.
La nuez del acayoiba no se usa ya en medicina.
Si los médicos quisieran prescribirla, se halla-
rían en el caso de no poder decir si desean em-
plear la cubierta sola ó la almendra , ó ambas á
la vez, visto las propiedades enteramente opues-
tas de esas dos partes. El zumo aceitoso de la
cubierta ha sido prescrito á veces para corroer
los callos y las úlceras antiguas , y para curar
los herpes. .
La almendra del casuvio , como hemos dicho ,
tiene un sabor muy agradable, y es un manjar
delicioso cuando fresca , pero se enrancia con el
tiempo y entonces es nociva ; se come cruda con
sal, confitada en azúcar, entra en el chocolate,
etc. De esta almendra, en la Guiana, se extrae
un aceite que se llama Aceite de cárabe; tam-
bién se extrae de ella un zumo que, después de
haber fermentado, es vinoso y emborrachador , y
del cual por destilación se obtiene un alcohol, y
también puede servir para hacer vinagre fuerte.
Para obtener las semillas despojadas de su corte-
za, se ponen las nueces al fuego después de ha-
berlas sajado, como hacemos con las castañas.
El receptáculo del fruto es igualmente comesti-
ble cuando bien maduro; es pulposo y azucara-
do, se considera como humectante y refrescante,
y con él se preparan confituras.
De las rajas que se hacen en el tronco del aca-
yoiba, ó naturalmente de sus nudos, se extrae
una goma bastante análoga á la de Arabia, que
se disuelve mas difícilmente en el agua , a la
cual sustituye en el país. El Sr. Pétroz dice que
un vaso frotado con una hoja de este árbol causa
la embriaguez á aquellos que beben en él.
CATAHTANCE , Catananche. Genero de
la familia délas achicoriáeeas, y de la singenesia
poligamia igual, que contiene solamente ■> ó 3
especies, que crecen en el centro y en el medio-
día de la Europa , y se cultivan para.adorno de
CAT
los jardines. Son yerbas vivaces de rizoma pro-
longado, fibroso y ramificado, lampiñas 6 cu-
biertas de polos , ele hojas todas radicales, linea-
res , lanceoladas , neniadas , muv enteras o in-
cisas en el ápice, ó pinnaliíidas en la base ; de
cabezuelas multiflores homocarpas, srandes y
azules violáceas, ó pequeñas y amarillas, soli-
tarias, sostenidas en pedum idos desnudos ó sem-
brados de escamas semejantes á los foliólos ex-
ternos del involucro.
La Catan am:k chulea ( Coi manche arruten,
L) , especie indígena , según Lamery , es ape-
ritiva , desecante y vulneraria, pero en el dia no
está e:i uso.
La Cvtanance pe Grecia (Cntananche grec-
ciensis, L.) servia á las brujas de la Tesalia para
componer no filtro.
(MiAKli\A. Nombre dado por el señor
Lassaigne al principio purgante de las hojas de
sen (Y. Sen). Esta sustancia amarilla rojiza,
incristalizable , üigromélrica , de un olor parti-
cular, de un sabor amargo nauseoso, es muy so-
luble en el agua y el alcohol, insoluble en el éter;
no contiene ázoe ; su solución acuosa precipita el
infuso de agallas y el sub-acetato de plomo, etc.
Lassaigne ha observado que la catartina purga á
la dosis de algunos "ranos, dando ligeros cólicos.
II. Feneulle, que la na encontrado en los frutos ó
folículos del mismo, y que la ha ensayado á la
dosis de unos tres granos, ha experimentado que
casi siempre producía fuertes nauseas y una hora
después cólicos seguidos de muchas evacuaciones
albinas.
CATARTOCAKPO , Cattiartocarpus,
Género de plantas de la familia de las legumino-
sas, y de la decandria monoginia, creado porfte-
cker. Encierra todas las especies del género Ca-
sia de Linneo , que, como se dice comunffi inte,
tienen los frutos en formado silicua ,eslo es, de
forma cilindrica, largos, cubiertos de una corte-
za leñosa de una sola pieza, indéhiscen'.e, y (pie
contienen semillas cercadas de una pulpa dulce
y purgante : este fruto lleva el nombre de Caña-
fistola. Estas especies forman árboles ó arbustos
que crecen entre los trópicos.
Catarlocarpo Apocuita (Catharto-
carpus Apocuitu, N.; Cassia Apocouita, Aublet.).
Parece que su fruto es análogo al del Vatarto-
enrpo Fístula , Pers.
Catartocarpo Arere» Calharlncnrpus
Arereh, N.; Cassia Ar^rcA, Delile). Kl Sr. Caillaud
ha encontrado, en Meroé , esta especie inédita,
que se asemeja mucho al Catarlocarpo Fístula,
Pers.
Catarlocarpo Báculo f Cathartncar-
piu fíacillns, Pers. ; Cassia baciliaris, L. H.).
Esta especie , de Surinam, lleva silicuas análo-
gas á las del Catarlocarpo Fístula , Pers.
Catartocarpo del Brasil, Casia
del Brasil , C.ruesa Casia ÍCatharto-
carpus brusiliunus, Pers.; Cassia orandis, ittq.).
Esté árbol crece en el Brasil: su fruto que es mas
grueso «pie el del Catartocarpo Fístula , pero un
poco menos purgante, según Marlius , hace algu-
CAT 637
nos años se recibe en el comercio, y se vende á
veces en lugar del fruto de la verdadera cañatis-
tula.
Catartocarpo Vístula, Cañafis-
tolo . Casia Fistola (Calliarlocarpus Fís-
tula, Pers. ; Cassia Fístula, L.). F.sle árbol, que
se eleva á lo ó 50 pies, crece en Etiopia de don-
de ha sido llevado á Egipto, á la ludia y a la
China ; también parece (pie fué llevado á la Amé-
rica, aunque el padre Labal cree lo contra-
rio.
Kl cañafistolo, por su aspecto general, se pa-
rece al nogal: su madera es dura, pesada, ama-
rilla-negruzca, casi negra en las parles centra-
les de los viejos troncos; su corteza es lisa, de
un gris ceniciento ; sus hojas , análogas á las del
fresno, son ordinariamente formadas de cinco ó
seis pares de hojuelas opuestas, ovales, agudas,
algo sinuosos, y sostenidas por peciolos muv cor-
tos; sus flores son grandes, amarillas, dispues-
tas en racimos largos, sueltos, axilares y col-
gantes.
Los frutos del cañafíslolo son cilindroides, ca-
si siempre rectos, y colgantes por su peso ha-
cia el suelo; cuando el viento los agita, chocan
y producen un ruido bastante fuerte. Estos frutos,
vulgarmente llamados Caña fistola ó Casia fístula,
son muy largos , de un cob r negro , con dos val-
vas soldadas longitudinalmente por suturas que
presentan una banda lisa de un color ménns su-
bido que el de las valvas: están divididos interior-
mente, por disepim- nlos trasversales, en una mul-
titud de celdillas (pie contienen cada una, una se-
milla roja , redondeada , deprimida y pulida, en
medio de una pulpa oscura, dulce y azucarada.
La cañalíslola viene casi exclusivamente de la
America, y particularmente de las islas déla
Martinica, de la Dominica , de S. Juan de Puer-
to Rico , etc. La de la India es hoy dia rara en el
comercio , en razón de las dificultades del tras-
porte.
La casiafístola debe escogerse llena y que «o
íuene , es decir . que este llena de pulpa , de mo-
do que las semillas no hagan tuido cuando se sa-
cuda la vaina Para conservarla en buen e-lado,
se debe tener en un lugar fresco, pero no húme-
do , á lin de evitar de una parte <pio puede dese-
carse , y de la otra que no se altere enmohecién-
dose.
Elpericarpo, parle leñosa de la caSafislola, y
las semillas se desechan, sin embargo de poseer
propiedades ligeramente purgantes. La pulpa, la
única parte empleada, se extrae golpeando so-
bre las suturas de las vainas para abrirlas , lue-
go se raspa con una espátula , y en segui-
da se separan las semillas y las 'parles leño-
sas por medio de un tamiz de crin. El pro-
ducto asi obtenido es conocido de los farmacéuti-
cos bajo el nombre de Cañafistola mondada; llá-
mase Caña fistola de cuescos i la (pie aun contiene
las semillas. La cantidad de pulpa de cañafistola
obtenida es á corta diferencia igual á la cuarta
parte del peso de las vaina.- empleadas.
La pulpa de cañafistola no contiene un exceso
638 CAT
notable de ácido libre sino cuando ha sido prepa-
rada con vainas añejas , ó que lia permanecido
por algun tiempo expuesta al aire. El ácido acé-
tico desarrollado por la fermentación se combina
fácilmente con el óxido de cobre, y por esto
es peligroso emplear el extracto de cañafísto-
Ja anejo preparado en vasos de cobre ; por-
que entonces encierra una cantidad notable de
sales de este metal que determinan cólicos vio-
lentos. Por lo demás, se debe, tanto como sea po
sible, no emplear mas que la pulpa de la cañafís-
tola recientemente preprarada.
El Sr. Vauquelin , que analizó la cañafístola,
extrajo de una libra:
Onzas. Dracmas.
Valvas , . 5 5
Disepimenlos 1 i
Semillas 2 1
Pulpa. ....... n *
."16 »
La pulpa, tratada con el agua fria, dejó una
materia parenquimatosa, negra y azoada*, que
seca pesó 3 dracmas. El extracto dio por diver-
sos procedimientos :
Onzas. Dracmas Granos.
Azúcar 2 3 »
Gelatina (pectina). ...» 4 »
Goma » 2 »
Gluten. .,....» i l
Materia extractiva amarga. . » » 47
El Sr. Henry , que lia repetido el análisis de la
cañafístola, la ha encontrado compuesta, sobre
0 narles: azúcar, 12,20; goma, 1,35; materia
astringente, 2,65; gluten, vestigios; materia co-
lorante, una cantidad; agua y pérdida, 3,80.
La cañafístola , que antiguamente se recibía
del Levante, llega hoy dia de América casi en
totalidad, y verdaderamente no se observa nin-
guna diferencia entre los productos del uno y del
otro continente. Viene embalada en barricas, en
cajas ó en sacos.
En el comercio circulan también á veces dos
otras especies de cañafístola.
1.a La Pequeña Cañafístola de América, larga
de 1 pié á 18 pulgadas , de unas 6 líneas de diá-
metro, de un color moreno menos oscuro al ex-
terior, llena de una pulpa de color leonado, y
de un gusto acerbo, astringente y azucarado. Las
valvas que forman el pericarpio son mucho mas
delgadas que en la cañafístola común , y el fruto
esta adelgazado en punta en ambas extremidades,
mientras que la cañafístola coman es redondea-
do por amitos cabos. Su extracto contiene menos
goma y sustancia análoga al tanino que la cana-
fistola común, y además es menos rica en prin-
cipios azucarados. Esta especie es rara en el co-
mercio.
2.a La Caiui fistola del Brasil, de figura de sa-
ble, larga de I l/, á i pies, ancha de 1 '/« á 3
pulgadas, partiendo de una sutura á otra, com-
primida en el otro sentido, y que ofrece una su-
perficie enteramente leñosa , rugosa y marcada
con gruesos nervios. Una de las dos suturas lon-
CAT
gitudinales presenta dos costillas cilindricas
muy prominentes , y la otra no presenta sino una
sola ; los disepimentos son muy arrimados y muy
numerosos; la pulpa es amarga y desagradable.
Esta especie no es usada en Europa, pero es em-
pleada como purgante en América.— V. Catar-
tocarpo del Brasil.
Cuando los frutos de cañafístola son jóvenes
se confitan en azúcar y esta confitura , bastante
agradable, es laxante; los negros son muy aman-
tes de las cañafíslolas verdes y las comen en
abundancia, lo que les causa á veces cólicos y
retortijones.
La pulpa de cañafístola era antiguamente de
un grande uso en medicina : es un laxante
suave y agradable al gusto, á la dosis de 2 á 4
onzas. Conviene á los viejos flacos constipados,
de un temperamento seco y nervioso: Delille pre-
tende que Voltaire le debió su longevidad. Su
uso es útil en el curso de una inflamación -mn
do se quiere mantener el vientre libre ; á veces
dá lugar á cólicos y ílutuosidades, pero siempre es
un laxante útil para los niños. Entra en algunos
convpuestos farmacéuticos antiguos, háse "pres-
crito en gargarismo , en lavativa , y también se
ha aplicado al exterior sobre las almorranas. Pa-
rece que esta pulpa no conviene á los individuos
de una constitución mucosa, grasa, y de intes-
tinos flatolento» ; se aconseja también no admi-
nistrarla á los niños que tienen gusanos en las
debilidades intestinales.
La parte leñosa de las silicuas purga también,
según Yallisnieri , aunque por lo común se la de-
secha, por cuya razón se puede hervir con su
pulpa en las pociones purgantes, los apozemas,
etc. Las semillas son asimismo purgantes á la do-
sis de 4 á 6 dracmas, y su cubierta interna se
hincha y se cambia en mucílago espeso mace-
rándola en el agua.
Se pretende que los animales que han ramonea-
do las hojas del cañafístolo tienen la carne pur-
gante; pero Dujardin observa con razón que son
demasiado elevadas para que puedan alcanzarlas.
A las flores de este árbol, olorosas cuando fres-
cas y que se reconocen como laxantes, se las
confita también en azúcar. Hace algun tiempo se
anunció que las raíces del cañafístolo, que son
ramosas, lisas y bastante voluminosas, contienen
un principio amargo que se dice febrífugo y que
se emplea en las Antillas en vez de quina en los
casos de infarto de las visceras, cuando esta últi-
ma deja de producir su efecto. El Sr. Cavenlou,
que ha hecho ensayos sobre este principio, mira-
do también como un poderoso diurético, dice
que tiene la propiedad de formar combinaciones
poco solubles con los ácidos sulfúrico, nítrico y
muriátíco , lo que se observa también en la ra-
barbarina y en la coloquinlidina.
Catartocarpo como Cañafístolo,
Cañafístolo ele Méjico (Catharlocaf-
pus (¡sluloidis, N. : Cassia jistuloidcs, Collación).
Sus silicuas son purgantes;
Catartocarpo «le Java [Cathartocar-
pusjavanicus , Pers.; Casia javanica, L.). Se-
CAU
gun Thumherg , tiene silicuas semejantes á la de
la canafislolo , y participa de sus propiedades.
(ATKMBEA, Catesb^a. Género de la fa-
milia de las rubiáceas, y déla tetrandia mono-
f finia, que encierra 7 á8 especies indígenas de
as Antillas, del Brasil y de Mégico. Son arbus-
tos lampiños, provistos de espinas supra-axilares,
de hojas opuestas, pequeñas y ovales, y de flores
blancas, axilares v solitarias. Cultivanse i ó o es-
de catesbeas en los invernaderos de Eu-
repa. Los frutos ó bayas de la Catesbka espino-
sa (Catesbíva ¡pinosa, L.) , que adquieren el vo-
lumen de un buevo de gallina, son de una acidez
agradable, y se comen en las Antillas y paises en
donde crece este arbusto.
CATKIGHOAUAO. Nombre de una go-
mo-resina de la India, que está en pequeños pa-
nes irregulares, de un gusto ligeramente ácido.
Es empleada en este país como estomacal v ióni-
ca ; con ella se forma una especie de electuario,
añadiendo diferentes aromas.
CAUTCIIUC. El cautehue , llamado vul-
garmente, aunque con impropiedad, Goma elásti-
ca, es un producto particular , un zumo lechoso
concreto, que trasuda de ciertas plantas de la fami-
lia de las euforbiáceas, y mas particularmente del
Yatrofa elástica (Jatropha elástica, L.; Hevea
guianensis, Aublet; Siphonia cautehue, Schreber,
Willdenow). El Sr. Condemine fué el primero
que, en I7¿6, hizo mención de esta sustancia;
sin embargo, no fué traída de America a Europa
hasta fines del siglo pasado.
EIDeveadelaGuiana Hevea guianensis), con-
siderado por mucho tiempo como el único árbol
que producía el cautehue, ha sido bien descrito
por el Sr. Aublet. Crece en los bosques de la
Guiana, en la provincia de Quito, sobre las ori-
llas del rio de las Amazonas v en Méjico; su al-
tura es de quince á veinte metros; su tronco, es-
camoso y desprovisto de ramos, está coronado
por una cabeza cónica, formada de ramos en to-
das direcciones. Posteriormente, háse encontra-
do el cautehue en ciertos árboles de las Indias
orientales, tales como la Hkht.ra de India [Fi-
cus indica ), el Artocabpo de hoja entesa (Arto-
carpus inte gri folia), y mas recientemente aun se
ha reconocido que existe en el zumo lechoso del
Asclepias Vencetósigo (Ascleptas vincetoxi-
cum , L.) , planta de nuestros climas, en el zumo
de la higuera , en el residuo del opio, etc.
El cautehue se obtiene haciendo incisiones en
espiral en el tronco de los árboles que lo produ-
cen , y de estas incisiones destila un zumo blanco
so, que se concreta al aire en una materia
sem ¡trasparente \ elástica. Los naturales del país,
ó aquellos que la recogen, la aplican, lo mas
ordinariamente , capa por capa, sobre moldes de
tierra, cuidando siempre de que la primera ca-
pa esté seca antes de aplicar la segunda. Cuan-
do estos moldes están sufi ientemente cubiertos,
se rompen para hacer salir de ellos los fragmen-
tos, por una abertura dispuesta al efecto durante
la aplicación de las capas. Asi es como nos llega
el cautehue, bajo la forma de pequeñas botellas
CAU 639
que llevan dibujos diversos y que tienen un co-
lor negruzco debido al sistema de desecación
empleado por los Indios, quienes exponen al
humo de sus hogares el zumo concretado sobre
los moldes.
Si lo consideramos en su estado de pureza, el
cautehue es una sustancia semi-sóltda, blanca,
blanda, muy elástica} dotada de bástanle tena-
cidad para que se la pueda hacer estirar en va-
rios sentidos sin romperse. Es insípido; mas li-
gero que el agua, no pesa sino o,üo. Sometido á
la acción de un calor suave ( bajo de tüü°), se
ablanda lo suficiente para soldarse por si mismo;
a una temperatura superior, entra en fusión, to-
ma la consistencia de la brea v queda en este es-
lado; un calor mas elevado todavía lo descompo-
ne á la manera de las sustancias vegetales, y en-
tonces produce un aceite volátil oloroso (cautehu-
cina), que goza de la propiedad de disolverlo con
rapidez, lis muy combustible, como lo indica su
composición, arde cen una llama amarillenta y
despida humo negro sin olor desagradable. El
cautehue es inalterable al aire; resoluble en el
agua, cualquiera que sea su temperatura, en la
cual se hincha volviéndose algo traslúcido. Es
igualmente insoluble en el alcohol ; pero, se di-
suelve con facilidad en el éter sulfúrico puro y
en los aceites esenciales. La solución elérea, mez-
clada con el alcohol, deja precipitar el cautehue
en copos blancos , y evaporada al aire libre, lo
deja posar con todas sus propiedades. Las solu-
ciones en los aceites esenciales se conducen &A
mismo modo.
Los ácidos, á la temperatura ordinaria, tienen
muy poca acción sobre el cautehue: el acido sul-
fúrico, que solo lo carboniza superficialmente en
frió, lo descompone por medio del calor; el áci-
do azótieo lo irasforma en una materia amarilla
insoluble, produciendo ácido oxálico en corla
cantidad. Los álcalis cáusticos lo alteran mas ó
menos en sus propiedades.
El cautehue, según el análisis del Sr. Faraday,
esta compuesto de: carbono, 87-2; hidrógeno,
Desde hace pocos años, hase traído á Europa,
en vasos bien cerrados, zumo lechoso de caut-
ebut. Este zumo se asemeja mucho á la leche
inspisadapor una larga ebullición, v elcautenoo
se encuentra en el en suspeí sion C< n albúmina ve-
getal, como la manteca lo está en la leche con
la materia caseosa Para separar esta albúmina,
basta diluir el zumo en tres o cuatro veces su vo-
lumen de agua; al cabo de veinte v cualr huras
el cautehue se encuentra reunido eii la superficie,
v basta para obtenerlo pr.ro v aciar el \ aso or una
espita adaptada a su parte inferior. La operación
marcha mas aprisa . si se añade al agua un poco
de sal o de acido cloridric
Se recibe en el comercio un cautehue negruz-
co , \ otro que es solamente oscuro; el primero
es mas suave, v >e dilata mejor se insu-
flan las botellas que forma. Lo hav también de
una calidad roja con la cual en el mismo país
se hacen brazaletes, sortijas etc.
RÍO cau
Los usos delcautchuc, limitados hace algunos
años á borrar el tapiz , á suavizar el papel , á ha-
cer pelotas para jugar, han tomado una grande
extensión. Esta sustancia en los laboratorios se
emplea para hacer tubos y recipientes, se usa
en vez de vejiga para tapar irascos, y llevada
al estado pastoso, sirve de lúlen; con ella se con-
feccionan calzados impermeables, entra en la fa-
bricación de una multitud de instrumentos de ci-
nijía, y se utiliza para hacer tejidos impermeables,
etc., etc.
Para preparar tubos elásticos se aprovecha la
propiedad de (|iie goza el cautchuc de soldarse
pojr sí mismo. Al electo, se corta una plancha
de canlchuc de una dimensión conveniente y cu-
yos bordes se comprimen el uno sobre el otro pa-
ra que se adhieran , ó bien se corla una tirilla
que se rolla en espiral sobre un molde. Eo am-
bos casos, es menester tener cuidado de hacer
un corte bien limpio y guardarse de tocar los
bordes con los dedos antes de unirlos, pues de lo
contrario la soldadura seria incompleta. A fin de
facilitar el juego de4as tijeras ó de cualquier otro
instrumento empleado, se debe mojar la h*j*b pues,
sin esta precaución, se adheriría al caulchuc.
Se pueden obtener recipientes sumamente lige-
ros é impermeables al aire con el cautchuc, ha-
ciendo ablandar en el agua hirviendo una botella
sin dibujos, después alando el cuello de esta bo-
tella al tubo de una bomba de compresión, y en
lin comprimiendo el aire con precaución ; la bo-
tella se hincha de esle modo y loma una gran
dimensión. Un segundo medio, tal vez mejor,
consiste en ablandar primero la botella, su id ur-
giría en seguida por algún tiempo en el éter s«í, de armazón á estos instrumento».
fúrico , y en insuflar en ella aire. con la boca,
por medio de un tubo lijado a su cuello ; obtié-
nense de esta manera recipientes de tal manera
delgados que, hinchados (legas hidrógeno, se
elevan fácilmente en la atmósfera. Sin embargo,
presentan el inconveniente de cambiar el gas que
contienen con el aire atmosférico, y bajo esle res-
pecto, la disolución viscosa de cautchuc en el
aceite de terebintina es preferible.
Hemos dicho que las sustancias que disuelven el
cautchuc son el éter y los aceiles esenciales; entre
estos los mas usados son la esencia de trementina
y el aceite votátil que procede de la destilación de
la ulla para el alumbrado de gas. Estas dos ul-
timas sustancias , de un precio poco elevado , se-
rian muy ventajosas sino fuese tan difícil de vol-
ver al cautchuc que ha sido en ellas disuelto
todas sus propiedades : estas sustancias lo dejan
CAU
mucho tiempo pegajoso , mientras que el éter lo
pone inmediatamente en el estado conveniente.
Se obtiene la solución etérea de cautchuc ha-
ciendo hinchar primeramente en el agua hirvien-
do esta sustancia, cortada en tirillas , después
echándola en el éler , en el que adquiere un vo-
lumen considerable y se disuelve dando lugar á
un líquido casi incoloro que, extendido sobre un
objeto cualquiera, posa luego una capa delgada
y elástica de cautchuc.
Los tejidos dobles impermeables de cautchuc ,
conocidos en Francia bajo el nombre de Makin-
tosh , que fué su inventor , están formados de dos
tejidos sobre los cuales se extiende por capas tan
delgadas como es posible , caulchuc reducido al
estado pastoso por medio del aceite procedente
de la destilación de la ulla ; se aplanan las capas
con el cilindro , y después se aplican el uno con-
tra el otro ambos dobles.
Los tejidos simples impermeables de cautchuc
fueron inventados por el señor Verdier, quien
guarda secf0to su procedimiento de disolver el
caulchuc. La solución que obtiene es bicolor,
vtfflteja que no presenta la precedente ; se aplica
en frió . por medio de un pincel, sobre los te-
quíenle extendidos en bastidores; en
seguida se jraSlp bajo el cilindro estos tejidos cu-
biertos de barniz.
La fabricación de los instrumentos de cirujía
de caulcíuc, tales como las sondas, cánulas, pe-
zonera*, etc. , está fundada en el mismo proce-
dimiento. Se aplica, en capas delgadas, un baño
de cautchuc, mezclado con un poco de aceite de
Jinaza cocido, sobre el tejido de seda que sirve
ase conseguido reducir el cautchuc á hilos
muy delgados, hilarlo, por decirlo asi; de modo
(|ue, asociándolo con hilos de seda ó de algodón,
forman con él cordoncillos delgados con los cua-
les se confeccionan tejidos elásticos empleados
con ventaja para litantes, ligas, cinturones, cor-
sés y oíros objetos (pie exigen una gran finura.
Los señores Rattier y Guibal han hecho varios
ensayos para fabricar cuerdas de cautchuc. El se-
ñor Claudot-Dumont ha conseguido barnizar de
un solo lado los tejidos, con el cautchuc: esle
barniz , muy fino, recibe los colores y no es pe-
gajoso como el cautchuc por sí solo. El mismo quí-
mico ha sabido también hacer el cuero impermea-
ble imbibiéndolo de cautchuc , disuelto en frió,
que se seca sin quedar pegajoso , como sucede
cuando se emplea una solución aceitosa.
fin nr.L TOMO PRIMERO.
Ronquillo y Vidal, José Oriol
Diccionario de materia
mercantil
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