Skip to main content

Full text of "Diccionario de materia mercantil, industrial y agrícola que contiene la indicacion, la descripcion y los usos de todas las mercancías"

See other formats


f.Q-IVsÁWíM't 


BJSíf 


t^<0fi$t, 


HWflfMlflfi 


}mtt* 


rf  í\i 


.•< 


DICCIONARIO 


DE 


MATERIA  MERCANTIL,  INDUSTRIAL  Y  AGRÍCOLA, 


«4K  ■©»<=» 


TOIIO  I. 

MglllfilQl]>lfi»' 


% 


DICCIONARIO 


DE 

MATERIA  MERCANTIL,  INDUSTRIAL  Y  AGRÍCOLA, 

QUE   CONTIENE 

l<%     iiuicveíou  ,     Loo    ZeóQiia&ou,    ti     leo    [idos 

POR 

D.  JOSÉ  ORIOL  RONQUILLO, 

licenciado  en  farmacia,  subdelegado  principal  de  Sanidad  de  farmacia  de  Barcelona,  encargado  del  primer  distrito ;  socio 
corresponsal  de  la  Nacional  Academia  de  medicina  y  cirugía  y  de  la  Sociedad  medica  de  emulación,  «-pri- 
mer perito-químico  del  Excino.  Ayuntamienlo  Constitucional ,  y  cx-inspeclor  de  géneros  medicinales  en  la  Aduana 
nacional  de  la  misma  ciudad;  miembro  correspondiente  de  la  Sociedad  de  farmacia  de  Paris ,  etc. 


— <^tmjE— 


TOMO    1. 


BARCELONA.  —  1851. 


Uiftárcn/a  ae  O).  GLatUtun  (XaApxv,   Acaza  de  Joacac¿o, 


IRE.NrE   LA   LOiNJA. 


Es  propiedad. 


.^■^'"^  fi 


NOV   6 


^ 


■&S& 


mi 

i, I 
Cop.2~ 


PRÓLOGO. 


Por  Comercio  se  entiende  la  negociación  ó  tráfico  que  se  hace  comprando, 
vendiendo  ó  permutando  unas  cosas  con  otras  ; — y  esas  cosas  son  los  productos  que 
nos  da  la  naturaleza,  los  que  debemos  á  la  labranza  y  los  que  emanan  de  la  in- 
dustria. 

De  ahí  se  colige  que  el  origen  del  comercio  data  de  los  primeros  tiempos  de  la 
civilización.  Las  relaciones  comerciales  quedaron  establecidas  luego  que  los  hombres 
cesaron  de  procurarse,  cada  uno  por  sí,  los  diversos  objetos  indispensables  para  satis- 
facer á  sus  necesidades.  En  efecto,  tan  solo  cambiando  la  parte  de  productos  exceden- 
te al  consumo  de  los  unos  con  lo  sobrante  de  los  productos  de  los  demás,  fué  como 
gradualmente  pudo  establecerse  la  división  del  trabajo  y  como  los  diferentes  indivi- 
duos pudieron  entregarse  con  preferencia  y  exclusivamente  á  ocupaciones  diversas. 

Así  ha  sido  también  como,  estrechándose  los  vínculos  de  los  hombres,  se  ha  llegado 
á  poner  á  los  habitantes  de  una  misma  localidad,  de  un  pueblecito  por  ejemplo,  en 
disposición  de  combinar  sus  esfuerzos  para  ejecutar  empresas  de  interés  común,  dando 
á  los  moradores  de  diferentes  provincias  y  de  diferentes  naciones  los  medios  de  aplicar- 
se, de  una  manera  especial,  á  los  trabajos  para  la  ejecución  de  los  cuales  el  distrito 
que  ocupan  les  da  alguna  ventaja  particular. 

Esta  división  del  trabajo  por  comarcas  ha  contribuido  quizás  mas  que  ninguna 
otra  cosa  á  aumentar  la  riqueza  y  á  acelerar  la  civilización  del  género  humano.  Sin 
ella  estaríamos  privados  de  un  inmenso  número  de  objetos  de  primera  necesidad, 
de  comodidad  y  de  placer  que  hoy  dia  tenemos  á  nuestra  disposición,  y  el  precio  de 
lo  poco  que  nos  hubiera  quedado  seria,  en  ¡a  mayor  parte  de  los  casos,  muy  subido. 
Pero  por  grandes  que  sean  tes  ventajas  que  podamos  reportar  de  la  aptitud  especial 
de  los  demás  para  ciertos  géneros  de  producción,  ventajas  cuya  importancia  no  es  po- 
sible exagerar,  somos  deudores  de  ellas  al  comercio,  por  ser  éste  su  verdadero  origen. 

Los  hombres,  pues,  que  se  dedican  á  las  empresas  comerciales  prestan  servicios 
de  importancia  á  la  masa  general  de  sus  semejantes.  Sin  los  mercaderes,  el  agricultor, 
el  artesano,  el  manufacturero  perderían  inevitablemente  mucho  tiempo  y  tropezarían 
con  numerosos  inconvenientes  para  cambiar  ó  vender  sus  productos ,  distrayéndose 
además  de  sus  trabajos;  y,  en  tal  estado,  la  obra  de  la  producción,  en  sus  diferen- 
tes ramos,  seria  perpetuamente  interrumpida,  y  muchas  industrias  ejercidas  con  feliz 
éxito  en  un  pais  mercantil  no  podrían  ser  practicadas.  Ellos,  por  medio  del  comer- 
cio interior,  permiten  á  los  habitantes  de  los  distintos  distritos  de  una  nación,  no 
solo  dedicarse  sin  embarazo  á  una  especie  sola  de  ocupación,  sí  que  el  dar  á  su  trabajo 
la  dirección  que  puede  serles  mas  productiva,  atendiendo  al  terreno,  al  clima  y  á  las  di- 
ferentes producciones  naturales  délas  diversas  comarcas;  —  ellos  hacen  evidente  que 


VI  PRÓLOGO. 

aplicándose  los  hombres  á  los  ramos  de  industria  para  cuyo  ejercicio  fructuoso  la  natu- 
raleza les  ha  procurado  mas  facilidades  ,  y  cambiando  lo  sobrante  de  sus  productos, 
obtienen  incomparablemente  mayor  abundancia  y  variedad  de  cosas  útiles  que  si  indis- 
tintamente se  hubiesen  aplicado  á  toda  especie  de  trabajos;— ellos  nos  manifiestan  la 
razón  porque  los  habitantes  de  las  comarcas  las  mas  vastas  y  las  mas  ricas  de  la  tierra, 
cuando  divididas  en  pequeños  estados  sin  relación  entre  sí  ó  con  los  extranjeros,  de 
cualquier  modo  que  el  trabajo  estuviese  dividido  en  cada  uno,  deberían  ser  pobres  y 
miserables,  porque  á  los  unos  faltaría  lo  que  sobraría  á  los  otros,  anomalías  que  no 
pueden  existir  en  los  pueblos  comerciales; — ellos  nos  demuestran  que  la  asociación 
de  la  división  del  trabajo  entre  las  diferentes  provincias  á  su  división  entre  los  indivi- 
duos constituye  fuerzas  productivas  incomensurablemente  mayores,  y  aumenta  la  masa 
de  las  cosas  necesarias  á  la  existencia,  no  menos  que  la  de  las  comodidades  y  délos 
goces  á  un  grado  increíble  y  solo  superable  por  los  esfuerzos  del  comercio  exterior; 

ellos  nos  prueban  que  por  medio  del  comercio  extranjero,  que  es  respecto  á  todas 

las  comarcas  del  globo  lo  que  el  comercio  interior  es  de  provincia  á  provincia,  se  es- 
trechan los  lazos  de  fraternidad  entre  los  pueblos ,  y  se  propaga  la  ilustración  entre 
las  naciones.  . 

La  poderosa  influencia  del  comercio  se  deja  sentir,  por  consiguiente,  llevando  la  di- 
visión del  trabajo  hasta  los  últimos  límites,  y  procurando  á  los  hombres  un  número  in- 
finitamente mayor  de  toda  especie  de  objetos  de  utilidad ,  difíciles  de  obtener  si  los 
individuos  y  las  naciones  hubiesen  sido  reducidos  á  no  poder  contar  sino  con  sus  es- 
fuerzos, comparativamente  débiles,  para  subvenir  á  sus  necesidades.  Sin  embargo,  el 
comercio  no  es  en  sí  un  origen  directo  de  riqueza  ;  el  simple  cambio  de  los  productos 
nada  añade  á  las  riquezas  de  la  sociedad.  El  comercio,  facilitando  la  circulación  de 
las  distintas  mercancías,  es  el  sosten  de  la  industria  en  general,  y  bajo  este  punto  de 
vista  es  un  origen  indirecto  de  la  prosperidad  délas  naciones,  por  cuanto  fomenta  el 
trabajo;  y  en  esta  atención  puede,  en  verdad,  decirse  que  las  riquezas  de  un  pueblo 
se  forman,  se  multiplican  y  se  aumentan  en  tres  laboratorios  principales:  la  agricul- 
tura ,  la  industria  y  el  comercio. 

Así  considerado,  el  comercio  es  una  verdadera  ciencia,  á  pesar  del  error  bas- 
tante generalizado  que  induce  á  creer  que ,  para  ejercerlo,  no  se  requiere  ningún 
estudio  serio.  Hanse  visto  tantas  gentes  llegar  á  la  fortuna ,  sin  ser  por  su  capaci- 
dad dignas  de  ella,  que  se  ha  mirado  á  la  mercaduría  como  una  profesión  atrevida 
en  la  que  la  suerte  suple  á  la  habilidad  y  la  rutina  al  talento  ;  hase  tomado  el  apren- 
dizaje como  una  enojosa  tarea,  y  cualquiera  que  ha  sabido  sumar  y  restar,  calcular 
el  interés  de  una  suma  y  poner  una  regla  de  tres  hase  creído  apto  para  traficar; 
por  último,  comprar  barato  y  vender  caro,  mentir  y  engañar,  ponderar  tanto  como  se 
pueda,  inventar  pequeñas  astucias,  constituye  á  los  ojos  de  muchos  el  arte  comercial. 
Mas  los  progresos  de  la  civilización  concluirán  por  matar  tan  erróneas  como  per- 
niciosas ideas,  toda  vez  que  el  comercio  ha  llegado  á  ser  una  ciencia  de  las  mas  in- 
teresantes y  cuyos  menores  ramos  han  adquirido  un  desarrollo  casi  incomensurable  (1). 

( 1 )  El  Sr  A  Blanqui  al  tratar  de  las  Escuelas  de  comercio  dice  :  que  el  comercio  requiere  una  enseñanza  particular 
á  la  cual  nada  puede  suplir  .  á  no  ser  una  larguísima  práctica  comprada  por  experiencias  con  frecuencia  muy  costosas  y 
casi  siempre  incompletas ;  y  que  la  falta  de  esta  enseñanza  es  la  única  que  puede  explicar  la  lentitud  del  progreso  comercial 
en  casi  toda  la  Europa.  Expone  que  solo  en  Inglaterra  y  en  Holanda  ,  en  donde  el  habito  de  los  negocios  es  por  decirlo  asi 
natural  y  familiar  á  todo  el  mundo ,  la  falta  de  las  escuelas  de  comercio  raras  veces  se  ha  hecho  sentir ;  cada  gran  casa  es 
allí  una  verdadera  escuela  en  la  que  el  aprendizaje  basta  para  allanar  los  obstáculos  mas  difíciles.  Manifiesta ,  por  ultimo, 
que  únicamente  en  la  ciudad  de  Leipsig,  en  Alemania  ,  es  en  donde  existe  escuela  de  comercio  a  imitación  de  la 


la  que ,  en 


1820  ,  fué  establecida  en  París  por  los  señores  Casimiro  Perier ,  Ternaux  ,  Jaime  Lafitte  ,  el  venerable  Chaptal  y  otros 
comerciantes  v  sabios.  La  escuela  de  París  fué  dividida  en  tres  grandes  secciones  :  en  la  primera,  se  estudiaba  la  anime tica, 
la  geografía ,  las  primeras  materias ,  las  lenguas  vivas ,  los  usos  generales  del  comercio  ;  en  la  segunda  la  estabilidad, 
los  cambios,  el  derecho  comercial  v  la  economía  política  ;  y  en  la  tercera  ,  se  aplicaban-  operaciones  practicas  ficticias  a  los 
conocimientos  adquiridos  en  las  precedentes  secciones. -Un  museo  demuestras  de  todas  las  primeras  materias  de  la  in- 
dustria, sedas,  lanas,  algodones,  añiles,  cochinillas,  leños  de  tintura.,  azucares,  tes  y  cafes,  facilitaba  los  medios  de  i-conocer1 


PRÓLOGO.  VU 

Asilo  reconocieron  nuestros  Consulados,  quienes,  desde  muchísimos  años,  sostenían 
y  protegían  cátedras  (1) ,  que,  si  bien  no  eran  suficientes  al  objeto,  probaban  al  menos 
que  los  Españoles  no  en  todo  hemos  estado  tan  atrasados  como  se  nos  quiere  suponer 
por  los  extraños.  Así  lo  ha  conocido  el  Gobierno  al  expedir  el  Real  decreto  de  8  de 
setiembre  del  corriente  año,  que  honrará  sobremanera  al  Sr.  Ministro  que  lo  aconsejó 
a  S.  M.,  puesto  que  con  él  se  ha  elevado  la  enseñanza  mercantil  al  nivel  de  los  co- 
nocimientos de  la  época,  regulando  sus  estudios  de  modo  que,  dentro  de  poco  tiem- 
po ,  la  España  pueda  contar  en  su  seno  con  comerciantes  instruidos  que  rivalicen  en 
saber  con  los  mas  eminentes  hombres  de  las  naciones  mas  cultas  del  mundo  (2). 

Esta  señalada  protección  que  el  Gobierno  de  S.  M.  va  á  dispensar  á  la  nobíe  car- 
rera de  comercio,  no  menos  que  á  la  agricultura  v  á  la  industria  manufacturera,  para 
cuyo  estudio  metódico  ha  dispuesto,  en  Reales  decretos  de  4  y  8  de  setiembre  último 
(3),  el  establecimiento  de  escuelas  especiales,  me  ha  impulsado,  en  lo  que  permitan 
mis  débiles  fuerzas,  á  coadyuvar  á  tan  grandioso  pensamiento. 

Honrado  ,  en  1841,  por  la  Excma.  Junta  suprema  de  Sanidad  del  reino,  con  el 
título  de  Inspector  de  géneros  medicinales  de  la  Nacional  Aduana  de  esta  ciudad,  á  los 
pocos  días  de  ejercer  mis  funciones  tuve  ocasión  de  observar  que  las  incesantes  dudas 
que  se  presentaban  y  las  muchísimas  equivocaciones  que  se  padecían  en  el  despacho  de 
vanos  géneros  en  las  aduanas  eran  debidas  á  la  falta  de  conocimientos  de  Materia  mer- 
cantil; cometiéndose  aveces,  por  ignorancia,  fraudes  en  menoscabo  délos  fondos  del 
erario,  en  contra  de  los  intereses  de  los  negociantes  y  en  perjuicio  de  los  consu- 
midores. 

Entonces  conocí  que,  si  bien  en  España  ha  habido  siempre  muchísimos  comercian- 
tes que,  sólidamente  instruidos  en  la  práctica  mercantil  y  demás  ciencias  accesorias  á 
su  carrera,  se  han  dedicado  con  lustre  y  provecho  al  comercio,  no  han  faltado  hom- 
bres que  han  creído  que  para  negociar  era  inútil  el  estudio  y  que  bastaba  poseer  cau- 
dales y  estar  dotado  de  un  genio  emprendedor;— igualmente  me  convencí  de  que  si,  en 
todas  épocas,  ha  tenido  el  Gobierno  empleados  de  la  renta  de  aduanas,  quienes,  por  su 
inteligencia,  han  hecho  honor  al  ramo,  puesto  que  á  fuerza  de  aplicación  y  de  una  dila- 
tada experiencia  han  conseguido  hacerse  con  el  suGciente  caudal  de  conocimientos 
para  desempeñar  debidamente  su  cometido,  tampoco  han  escaseado  aspirantes  con 
la  idea  de  que  para  ser  vista,  las  mas  de  las  veces,  solo  se  requería  favor  y  suficiente 
espíritu  para  ejercer  tan  delicado  cargo. 

Mientras  esperaba  llegase  el  dia  en  que  fuesen  reformadas  las  enseñanzas  mercan- 
tiles, y  en  consecuencia  que  se  metodizase  la  provisión  á  las  plazas  de  empleados  de  la 


las  variedades  de  cada  producto  .  sus  defectos ,  sus  matices ,  sus  averías ,  sus  sofisticaciones  —  Dos  curaos  muv  imitortintM 
-Ktt!ÍL€2SÉ"  '  y  fad'Jta5aKn  á  l0/  te?  ociantes  los  medios  d^J^rS^ 
chív  aíñ  SrP  ^  » ll  J  ""  "T  1®  dlbujo  de  maquinas.  Finalmente  ,  conferencias  serias  sobre  la  jurisprudencia  comer- 
SS¿S  y  « ¡en  ef  ÍSStodíSÍSiSi  «datura  consular  ejercitaban  á  los  discípulos  e/el  estudio  de  los 

de^leínr^"^!™»^0  de  BafCe'?na '  desde  nc;>  «I™5  CT<*  ,a  e«™la  d«  náutica ,  v  1T75  que  estableció  la  escuela 
rL,£  n  ,•  (  3Ce  P0C° t,enipo  e,Slas  dos  enseñanzas  han  Paí*do  á  cargo  del  Gobierno  )  ha  ido  sucesivamente  erigiendo 
cátedras  que  tienen  mas  o  menos  relación  con  la  ciencia  de  comercio,  y  cuyo  orden  de  su  instalación  es  como  Sue-  eSgM 

SíSSStf  enT«Tn  '"'i80.5  '  **W*lÍf  18U  •  fóica  V'mental  y  economía  pX^Ss^t 
v  ñriml^fv  t] ;  ,  -1815-  VCa!cuI°  y  escntura  d(?ble.'  en  18n  '  agricultura  práctica  y  botánica;  en  1819  ,  matemática, 
e  ita  i5n     M  %T  }?-  ^T  CD  182°  '  consbtu.don  «**»  dase  también  suprimida  ahora)  ¡  en  1824  ,  idiomas  fíSs 

S ?  Seeln  el  ci¿dn  S  ¡¡SSí  *?  183?  U?"*^  ;  ^ 1841  '  **»*>  1,neal  ¡  en  1845    derecho  comercial 
me^L?a  Srveí^U SJ^Ím^;  °S  ^T™  Seña'ad -§  ü  3  C3rrera  de.  COmerdo  son  :  *'  "«temáticas  elementales. 
HdeSrYffiír  re,a'oeS,y  conTenclonales  con  sus  ca,culos  y  eJercic¡os  Patucos ;  2.°  partida  doble, 
SE^^dL^ftSJ^S&i  3-   eleme"tos  de  economía  política,  balanza  universal,  bancos  v  seguros^' 
;„ai„  o    4  i    pa       r  '        «wpíw  fabnl  y  mercantil  y  nociones  de  derecho  comercial ;  5  °  lencua  francesa'-  6  °  I,,    iñ 

^^^"eíteS* escuelas  niercantiles  s* fünrtara  un  rao*truario  ó  ¡K>22  *  *s? ¿£*he! 

una^/ccdon'S  ^¿TZL^«!¿^5*^  COn  ^  han  de  contar  ,as  <^™h>  ¡nduslria.es.  ha  Mkriwr 
ragricXa^aThZ T"Zl  SttSSS  \  *&££  "^  ********  a  *  ■« 


VIÍ1  PRÓLOGO. 

renta  de  aduanas,  hasta  creer  que  hubiese  sido  conveniente,  aunque  parezca  una  pro- 
posición atrevida,  dar  los  destinos  de  vista  por  rigurosa  oposición  (1) ;  para  correspon- 
der á  la  confianza  con  que  la  Excma.  Junta  suprema  de  Sanidad  me  habia  distinguido, 
acometí  la  ardua  empresa  de  publicar  un  tratado  de  Materia  mercantil,  que  llenase 
el  vacío  que  se  observa  en  los  estudios  comerciales.  Si  se  atiende  á  que  ni  en  España 
ni  en  el  extranjero  existe  ninguna  obra  especial  sobre  esta  ciencia,  y  á  que  lo  poco 
que  de  ella  se  ha  escrito,  en  general,  está  plagado  de  inexactitudes,  se  podrá  juzgar 
que  mi  tarea  ha  exigido  un  ímprobo  trabajo  para  escojer  lo  mas  selecto  entre  la 
multitud  de  autores  que  he  tenido  que  consultar  para  hablar  de  tan  diferentes  ob- 
jetos. 

Pero  concebido  el  plan,  tampoco  me  hubiese  sido  posible  retroceder,  si  se  consi- 
dera que  obraba  impulsado  por  un  poderosísimo  motivo :  la  convicción  de  que  la  Ma- 
teria.mercantil  es  la  ciencia  mas  útil;  la  ciencia  que  deberían  poseer  todos  los  hom- 
bres; la  ciencia  en  la  cual  se  nos  deberia  iniciar  desde  la  niñez,  si  se  quisiera  que 
tuviéramos  ideas  verdaderas  de  las  cosas  materiales;  la  ciencia  que  desde  nuestra  in- 
fancia nos  haria  juzgar  ya  de  la  sabiduría  de  Dios,  como  igualmente  del  poder  del 
hombre  conducido  por  la  razón  y  el  trabajo. 

En  efecto ,  la  Materia  mercantil  es  la  aplicación  benéfica  de  la  historia  natural  y  de  la 
química  á  nuestras  necesidades;  es  el  resultado  positivo  del  estudio  déla  naturaleza 
que,  durante  los  siglos,  han  hecho  los  sabios;  es  el  depósito  en  donde  los  hombres  la- 
boriosos y  amigos  de  sus  semejantes  han  ido  sucesivamente  colocando  el  fruto  de  sus 
vigilias;  es  el  almacén  general  del  saber  humano  destinado  á  la  conservación  de  nuestra 
existencia,  puesto  que  en  él  encontramos  el  conocimiento  de  las  cosas  que  nos  han  de 
alimentar,  que  han  de  cubrir  nuestra  desnudez,  que  han  de  preservarnos  de  las  dolen- 
cias, que  han  de  aliviar  nuestras  enfermedades,  que  han  de  librarnos  del  rigor  de  las 
estaciones  y  de  las  intemperies,  y  que  nos  han  de  proporcionar  las  comodidades,  el 
lujo  y  ciertos  objetos  de  placer  que  admite  el  estado  actual  de  nuestra  sociedad. 

Sin  el  ausilio  de  la  Materia  mercantil,  el  empleado  de  la  renta  de  aduanas,  el  mer- 
cader de  grueso,  ó  el  comerciante  propiamente  dicho,  y  el  corredor  de  continuo  trope- 
zarán con  mil  dificultades; — sin  ella,  el  agricultor  será  siempre  rutinario  en  su  arte, 
podrá  ser  engañado  cuando  trate  de  utilizar  los  frutos  de  su  cosecha,  ignorará  el  modo 
de  beneficiar  sus  tierras,  no  sabrá  aprovechar  de  las  riquezas  que  tal  vez  encerrará 
la  comarca  en  que  habite,  y  muy  á  menudo  estará  expuesto  á  ser  burlado  en  las  com- 
pras ó  cambios  que  haga  para  procurarse  los  objetos  de  necesidad  de  que  carezca;  — 
sin  ella,  el  artesano,  el  manufacturero  serán  siempre  menguados  en  sus  oficios,  no 
podrán  responder  de  la  bondad  y  perfección  de  sus  artefactos  ó  manufacturas,  les  será 
imposible  mejorarlas,  estarán  condenados  á  sufrir  las  consecuencias  de  la  adulteración 
ó  sofisticacion  de  las  primeras  materias  que  empleen,  y  las  ventas  que  hagan  así  como 
las  compras,  ó  los  resultados  de  los  cambios  que  verifiquen,  se  resentirán  siempre  de 
su  ignorancia;  —  sin  ella,  el  droguista,  el  especiero,  el  quincallero,  el  tendero  y 
todos  aquellos  que  se  ocupan  en  el  tráfico  de  objetos  varios,  ácada  instante  se  verán 
perplejos  y  en  peligro  de  exponer  sus  capitales. 

Y  téngase  presente  que  la  utilidad  de  esta  ciencia  no  se  limita  á  las  clases  indus- 
triales ó  encargadas  de  la  producción  de  las  cosas,  y  á  los  comerciantes  ó  los  hombres 

( 1 )  Por  el  Real  decreto  de  8  de  setiembre ,  las  enseñanzas  comerciales  quedan  ya  reformadas ;  y  por  el  Real  decreto  de 
14  de  junio  de  este  año,  se  metodiza  el  ingreso  en  la  carrera  administrativa  de  las  rentas,  disponiendo  entre  otras  cosas 
que  los  aspirantes  á  empleos  periciales  (estos  son  los  de  administrador ,  contador ,  vista  y  ausihar  de  vista)  deben  haber 
estudiado  la  aritmética  decimal ,  sistema  métrico ,  geografía ;  historia  natural  y  química  aplicada  al  despacho  de  (¡eneros  en 
las  aduanas ;  práctica  de  reconocimientos ,  aforos  y  despacho  en  las  aduanas ;  y  legislación  del  ramo.  Ninguna  persona , 
pues ,  según  el  art.  5.°  del  referido  Real  decreto ,  podrá  obtener  el  empleo  de  ausiliar  de  vista  sin  que  acredite  que  está  ha- 
bilitado para  ejercer  empleos  periciales ,  á  cuyo  fin  deberá  presentar  á  la  dirección  general  de  la  renta  el  competente  cerliíi- 
cado  de  examen  expedido  por  la  junta  caUiicadora. 


PRÓLOGO.  IX 

dedicados  aponer  en  circulación  el  producto  del  trabajo.  Extiéndese  igualmente  á  to- 
das las  clases  de  la  sociedad;  el  eclesiástico,  el  noble,  el  profesor  del  arte  de  curar, 
el  bombre  de  estado,  el  militar,  el  letrado,  el  literato,  y  otros  varios,  que  no  son  ni 
productores  materiales  ni  mercaderes,  son  con  todo  consumidores,  y  en  esta  catego- 
ría les  es  indispensable  saber  la  naturaleza  y  la  calidad  de  los  objetos  que  necesitan 
para  su  alimentación,  para  sus  comodidades,  para  sus  recreos,  etc.  Hasta  al  bello  sexo, 
al  que  nuestras  costumbres  han  cerrado  las  puertas  del  santuario  público  de  las  cien- 
cias, y  cuya  educación  moral  es  quizás  harto  circunscrita,  le  conviene  también  que 
conozca  los  principios  de  Materia  mercantil,  para  así  dirigir  con  acierto  los  pequeños 
negocios  domésticos  en  la  compra  y  elección  de  artículos  de  primera  necesidad  y  de 
ornato. 

No  se  crea  exageración  el  decir  que  no  podrá  llamarse  instruida  la  persona  que  igno- 
re esta  ciencia.  En  verdad,  no  podrá  hacer  mucha  gala  de  este  título  el  hombre  que 
en  los  alimentos  no  vea  otra  cosa  que  la  sensación  del  paladar;  que  en  lo  respectivo  á 
los  vestidos,  á  los  objetos  de  lujo,  no  distinga  sino  hermoso  ó  feo;  que  le  sean  desco- 
nocidas la  procedencia,  la  composición  y  el  sistema  de  labrado  de  las  piedras  preciosas 
engastadas  en  las  joyas  que  ostenta ;  que  no  alcance  el  origen  y  el  modo  de  fabricación 
de  las  alfombras  que  pisa;  que  no  conozca  la  composición  de  los  colores  con  que  el 
pincel  del  artista  ha  decorado  los  salones  del  edificio  en  que  habita ;  que  no  sepa  la 
especie  de  vegetal  que  ha  producido  la  madera  de  los  ricos  muebles  de  ebanistería 
que  adornan  el  gabinete  en  donde  se  recoge;  que  no  posea  la  debida  idea  del  plumión 
y  de  la  lana  empleados  para  construir  los  colchones  y  las  almohadas  que  le  sirven  para 
reposar;  que  no  tenga  noticia  de  las  especies  de  plantas  que  le  dan  el  café  y  el  azúcar 
de  los  cuales  hace  continuo  uso;  que  no  comprenda  quizás  el  proceder  de  fabricación 
del  pan...;  por  último,  que  mire  los  objetos  naturales  y  los  productos  industriales, 
sin  los  cuales  no  podria  vivir,  como  los  mira  el  hombre  mas  estúpido;  en  una  pala- 
bra, que  no  tenga  otra  idea  de  las  cosas  que  le  sirven  en  sus  distintas  necesidades 
que  la  que  de  ellas  tiene  el  mas  inculto  lugareño. 

Concíbese  muy  bien  que  la  falta  de  estos  conocimientos  que  se  nota  en  ciertas 
personas  que,  por  su  estado,  debieran  poseerlos,  procede  de  no  haberse  hallado  gene- 
ralizada la  enseñanza  de  la  historia  natural  y  de  la  química,  en  razón  de  que  hasta  hace 
pocos  años  los  únicos  que  cultivaban  estas  ciencias  eran  los  farmacéuticos,  algunos  mé- 
dicos é  industriales,  y  pocos  aficionados.  Al  presente,  bien  es  verdad  que  ellas  son  en- 
señadas en  las  universidades,  institutos  y  colegios,  y  que  muy  luego  la  juventud 
conocerá  la  utilidad  de  estos  ramos  del  saber;  con  todo,  mucho  tardará  todavía  hasta 
que  su  influencia  se  deje  sentir  en  todos  los  ámbitos  de  la  Península,  porque  en  las 
escuelas  se  estudian  no  mas  que  como  preliminares  de  las  carreras  científicas,  y  no 
con  aplicación  precisa  á  las  necesidades  generales  del  hombre,  y  de  consiguiente  los 
alumnos  no  pueden  llevar  á  los  diferentes  pueblos  á  donde  van  á  ejercer  la  profesión 
que  han  tomado  sino  sus  rudimentos  teóricos,  no  su  práctica  iitilizable.  Sin  embargo, 
esto  es  mucho  respecto  al  porvenir  :  toda  la  clase  facultativa  de  la  nación  á  lo  menos, 
dentro  breves  años,  tendrá  nociones  de  estas  ciencias,  y  su  ejemplo  dispertará  la  afi- 
ción de  las  demás  clases  al  estudio  de  la  naturaleza.  Esta  afición  se  hace  sentir  ya, 
con  provecho,  en  las  capitales  en  donde  hay  escuelas,  puesto  que  éstas  se  ven  frecuen- 
tadas por  personas  de  todas  condiciones;  mas  como  no  es  posible  establecer  cátedras 
de  historia  natural  y  de  química  en  cada  lugar,  sensible  seria  que  los  labradores,  los 
artesanos  que  viven  fuera  de  las  ciudades  no  pudiesen  utilizar  de  los  beneficios  que 
ellas  reportan.  No  obstante,  para  la  instrucción  de  estas  gentes  sencillas  se  tiene  el 
poderoso  recurso  de  la  lectura  de  libros  de  Materia  mercantil,  que,  como  se  ha  ex- 
puesto, es  la  aplicación  de  dichas  ciencias  á  todo  lo  concerniente  á  nuestras  necesi- 
dades. Así  se  las  pondrá  al  nivel  de  los  conocimientos;  así  nacerá  en  ellas  el  deseo 


X  PRÓLOGO. 

de  aprender;  así  se  las  colocará  en  el  centro  de  la  culta  sociedad,  de  la  que  están 
separadas  por  la  ignorancia;  así  se  las  hará  felices,  porque  feliz  debe  ser  el  hombre 
desde  el  momento  que  estando  en  la  oscuridad  se  le  traslada  á  la  luz  ,  y  se  le  en- 
trega el  microscopio  de  la  ciencia  para  contemplar  las  maravillas  del  Criador  y 
extasiarse  en  la  fecundidad  del  ingenio  humano. 

Este  es  el  único  medio  asequible  para  que  se  generalice  el  estudio  de  las  ciencias 
naturales,  ó  mejor  para  que  la  generalidad  aproveche  de  los  beneficios  de  estas  ciencias. 
No  todas  las  clases  de  la  sociedad  están  dispuestas  á  concurrir  á  las  aulas,  y  querer  pro- 
pagar el  saber  escuchando  á  los  profesores  es  estancar  la  ciencia  ,  es  limitarla  á  un 
círculo  reducidísimo,  y  es  no  desear  ver,  un  dia,  difundida  la  luz  hasta  en  la  última 
choza,  lo  que  es  muy  posible.  Vayan  en  buen  hora  los  que  se  dedican  á  carreras  lite- 
rarias y  los  moradores  de  las  grandes  poblaciones  á  las  universidades  y  colegios  á 
recibirlas  lecciones  de  esclarecidos  catedráticos;  pero  álos  labradores,  á  los  aldeanos, 
á  los  artesanos  de  los  pueblos  rurales,  déseles  lecciones  á  domicilio,  facilítenseles 
buenas  obras,  excíteseles  á  la  lectura  y  al  estudio  de  ellas,  por  medio  de  la  influencia 
moral  de  los  párrocos,  de  los  cabildos,  de  los  facultativos  del  arte  de  curar  y  per- 
sonas de  valer ,  y  pronto  serán  conocidos  los  opimos  frutos  que  estos  pequeños  des- 
velos producirán.  Además,  pocos  son  los  hombres  que  estudian  por  el  solo  gusto  de 
saber:  en  general  se  estudia  bajo  la  idea  de  provecho,  y  entre  las  gentes  que  han 
de  ganar  la  subsistencia  con  el  trabajo  nadie  se  hallará  dispuesto  á  consumir  años 
enteros  para  aprender  no  mas  que  la  nomenclatura  de  la  ciencia,  sin  vislumbrar  siquie- 
ra los  resultados  positivos  que  el  tiempo  empleado  le  ha  de  reportar.  El  estudio  debe 
comenzar  para  estas  personas  en  donde  acaba  para  los  hombres  que  aspiran  á  la  sabi- 
duría; se  les  ha  de  presentar  la  ciencia  con  toda  la  sencillez  posible,  y  únicamente 
adornada  con  el  lujoso  aparato  de  su  utilidad  ,  se  les  ha  de  convencer  de  que  la 
aplicación  es  un  poderoso  medio  para  mejorar  su  posición  social  no  menos  que  su 
condición  moral  y  física.  Entonces  se  logrará  hacerles  estudiosos,  morigerados  y  aun 
hasta  hombres  científicos. 

Para  dar  cima  á  tan  grande  obra,  basta,  como  se  ha  manifestado,  la  Materia  mer- 
cantil. Veamos  de  que  modo  debe  ser  estudiada.  Esta  ciencia,  como  cualquier  otra, 
podria  ser  enseñada  en  las  escuelas;  pero  para  ello,  seria  indispensable  dividirla  en 
varias  secciones  para  cada  una  de  las  cuales  debería  haber  un  profesor  especial,  que, 
huyendo  en  lo  posible  de  la  teoría  escolástica,  se  dedicase  á  ejercitar  á  los  alumnos 
en  el  conocimiento  práctico  de  las  mercancías;  no  podria  prescindirse  de  gabinetes 
completos  de  éstas;  seria  necesario  emplear  á  lo  menos  tres  años  para  hacer  su  estudio 
con  algún  fruto,  y  el  número  de  aquellos  que  podrían  cultivarla  siempre  seria  redu- 
cido. El  sistema,  pues,  de  enseñanza  por  escuelas  seria  dispendioso,  lento  y  poco 
general.  Por  medio  de  museos  de  mercancías  (1)  y  de  la  lectura  de  buenas  obras  se 
puede  llenar  mejor  y  mas  cumplidamente  el  objeto.  En  esta  ciencia,  el  ejemplar  ó  la 
muestra  dirá  mas  que  la  sublime  oratoria  del  profesor,  y  un  buen  libro  será  el  maes- 
tro mas  prudente.  Por  otra  parte  el  asistir  cada  dia  á  las  aulas,  sujetarse  á  la  disci- 
plina escolar  y,  á  veces,  al  narcotismo  de  un  catedrático,  no  es  para  todas  las  edades, 
para  todos  los  genios  ni  para  todos  los  estados;  pero  el  visitar,  de  vez  en  cuando,  con 
frecuencia,  ó,  si  se  quiere,  continuamente,  un  museo  en  donde  poder  examinar  y  con- 

( 1 )  Para  generalizar  el  estudio  de  la  Materia  mercantil ,  deberían  establecerse  museos  de  muestras  de  mercancías  en 
todas  las  capitales  de  provincia  ,  á  cargo  de  directores  inteligentes  ;  estos  museos  deberían  estar  abiertos  para  el  público  dos 
horas  al  dia  ,  y  contener :  colecciones  de  minerales  y  productos  vegetales  y  animales  ¡  un  herbario  ;  una  colección  de  lámi- 
nas que  representasen  plantas  y  animales  exóticos ;  una  colección  de  productos  químicos  ;  mostruarios  de  toda  especie  de 
tegidos;  muestras  en  fin  de  distintos  artefactos  y  de  todas  las  mercancías  en  general.  Estos  museos  podrían  ser  enriquecidos 
á  proporción  de  los  adelantos  industríales  y  de  los  progresos  de  la  historia  natural  y  de  la  química.  Después  sucesivamente 
podrían  establecerse  muscos  mas  reducidos  en  las  cabezas  de  partido  ,  que  deberían  estar  abiertos  para  el  público  los  dias 
de  fiesta  ,  de  fena  y  de  mercado  ,  á  fin  de  que  pudiesen  ser  visitados  por  los  lugareños. 


PRÓLOGO.  XI 

templar  las  mercancías,  interrogando  en  seguida  ú  un  libro  siempre  dócil  y  compla- 
ciente para  resolver  las  dudas  que  se  ofrezcan,  esto  es  para  todos  los  sexos,  para  todas 
las  condiciones,  para  todos  los  genios  y  para  todas  las  edades. 

Por  lo  tanto,  partiendo  de  esta  opinión,  hasta  que  se  tenga  el  gusto  de  ver  esta- 
blecidos museos  de  mercancías,  cuya  útil  reforma  es  probable  sea  algún  dia  realizada, 
se  puede  hacer  muy  bien  el  estudio  de  la  Materia  mercantil  examinando  las  mercan- 
cías en  circulación  y  consultando  el  presente  tratado. 

PLAN  DE  LA  OBRA. 

La  materia  mercantil,  tomada  en  un  sentido  lato,  es  la  ciencia  que  enseña  el  conocimiento  de 
todas  las  mercancías. — Ella  abraza  los  producios  naturales,  los  que  debemos  á  la  agricultura  y  los 
que  nos  proporciona  la  industria,  que  juntos  forman  el  objeto  del  comercio. 

Alas  mercancías,  ó  géneros  vendibles,  se  las  acostumbra  á  llamar  mercaderías  cuando  son  pro- 
ductos naturales  ó  productos  de  la  labranza,  y  manufacturas  si  son  productos  de  la  industria. 

Las  mercaderías  comprenden  los  animales  y  los  vegetales  enteros,  sus  partes  y  sus  productos,  y 
además  los  seres  del  reino  mineral. 

Las  manufacturas  comprenden  en  general  lodos  los  artefactos  y  todas  las  producciones  indus- 
triales. 

Difícil  es  por  cierto  establecer  un  método  racional  para  el  estudio  de  las  diferentes  mercancías. 
Si,  atendiendo  á  su  procedencia,  se  dividen  en  dos  series,,  esto  es  en  indígenas  ó  artículos  del  país, 
y  en  exóticas  ó  artículos  extranjeros,  nada  se  adelanta,  porque  de  esta  división  no  se  siguen  sub- 
divisiones que  simpliliquen  el  examen  de  cada  una  de  ellas.  Si,  atendiendo  á  los  sistemas  modernos 
de  química  y  de  historia  natural,  se  adopta  para  las  mercaderías  una  clasificación  científica,  no  es- 
tará al  alcance  ni  será  del  gusto  de  todas  las  personas  en  manos  de  quienes  ha  de  correr  este  libro, 
y  además  imposible  seria  el  poder  amoldar  el  rigorismo  de  las  escuelas  á  la  clasificación  de  las 
manufacturas. 

Con  todo  la  necesidad,  fecunda  en  recursos,  nos  presenta  dos  medios:  una  clasificación  basada 
en  los  usos  á  que  sirven  las  mercancías  y  el  orden  alfabético.  El  primer  medio  seria  conveniente 
para  la  enseñanza  en  una  cátedra  de  materia  mercantil,  por  cuanto  las  di  visiones  y  subdivisiones  que 
resultarían  de  las  mercancías  respecto  á  los  usos  á  que  están  destinadas  serian  las  mas  análogas 
á  una  obra  especialmente  consagrada  á  la  instrucción  de  los  jóvenes  que  se  dedican  al  comercio, 
á  quienes  si  bien  les  es  provechoso  poseer  nociones  sobre  todas  las  mercancías ,  en  general  lijan 
siempre  su  negocio  á  ciertos  géneros  que  por  lo  regular  tienen  bastante  relación  de  usos.  El  se- 
gundo medio,  que  es  el  que  se  ha  adoptado  en  esta  obra,  es  por  su  sencillez  de  grandísima  uti- 
lidad a  todas  las  personas ,  en  cuanto  facilita  buscar  las  descripciones  de  los  géneros  que  se  quie- 
ren estudiar  sin  la  molestia  de  hojear  consultando  índices  y  la  paginación. 

De  lo  expuesto  se  deducirá  que  esta  obra  es  un  diccionario  ue  materia  mercantil,  al  que  doy 
el  titulo  de  DICCIONARIO  DE  MATERIA  MERCANTIL,  INDUSTRIAL  Y  AGRÍCOLA,  por  cuanto  la 
industria  y  la  agricultura  son  los  dos  mas  poderosos  agentes  que  suministran  las  mercancías  al  co- 
mercio, ó  mejor  porque  los  productos  industriales  y  agrícolos,  junto  con  los  productos  naturales, 
son  los  que  constituyen  la  materia  mercantil.— Resta  solo  decir  como  serán  estudiadas  las  mercan- 
cías. 

El  estudio  de  las  mercaderías  abrazará: 

< .°  La  sinonimia,  esto  es  los  nombres  con  que  sea  conocido  el  producto,  en  la  que  se  indicará 
también  el  nombre  científico  ó  técnico,  que  creemos  indispensable  para,  que  las  personas  que  deseen 
mas  pormenores  puedan  consultar  los  autores ;  2.°  la  naturaleza  ó  el  lugar  de  donde  proceden;  3.° 
la  descripción,  esto  es  todas  las  propiedades  ó  caracteres  necesarios  para  distinguirlos  y  conocerlos 
debidamente ;  4.°  si  son  exóticos,  la  elección  ó  medios  de  descubrir  sus  falsificaciones ;  S.°  si  son 
indígenos,  la  colección,  esto  es  el  tiempo,  modo  y  lugar  en  que  han  de  cojerse ;  6.°  la  composición  6 
los  elementos  de  que  están  formados ;  7.°  la  reposición,  esto  es  los  medios  de  conservarlos ;  8.°  la 
duración  ó  la  indicación  del  tiempo  que  se  conservan  servibles;  9.°  las  virtudes  y  usos  á  que  están 
destinados. 

El  estudio  de  las  manufacturas  abrazará: 

i .°  La  descripción,  esto  es  los  caracteres  convenientes  para  conocerlas  perfectamente ;  2.°  la 
procedencia  ú  origen ,  esto  es  si  son  del  nais  ó  extranjeras ;  3.°  la  composición ,  á  saberlas  materias 
de  que  están  confeccionadas ;  4.°  la  faoricacion ,  es  decir  los  medios  empleados  para  su  elabora- 
ción ;  5.°  las  alteraciones  ó  defectos  de  que  son  susceptibles;  6.°  los  usos  á  que  se  emplean. 

El  último  volumen  terminará  con  un  suplemento  que  contendrá  la  indicación  de  los  diferentes 


XII  PRÓLOGO. 

nombres  que  tengan  los  productos  con  su  debida  correspondencia  para  hallar  la  descripción  en 
el  cuerpo  de  la  obra ,  y  las  adiciones  y  correcciones  reconocidas  necesarias  durante  la  impresión, 
para  poner  el  tratado  al  corriente  de  la  ciencia  hasta  el  dia  de  la  publicación.  Por  este  medio  se 
conseguirá  una  sinonimia  completa  de  las  mercancias ,  sin  interrumpir  el  texto ,  y  además  podrán 
ser  utilizadas  las  noticias  importantes  que  sobre  ciertos  productos  se  sirvan  comunicarme  los 
hombres  instruidos,  de  quienes  me  complaceré  en  hacer  especial  mención,  por  cuanto,  con  sus 
luces ,  habrán  contribuido  á  la  perfección  de  mi  trabajo. 

Hé  aquí  el  plan,  que  será  desarrollado  con  toda  la  extensión  posible.  Si  este  dic- 
cionario será  de  utilidad,  si  llenará  el  fin  que  al  escribirlo  me  he  propuesto,  y  si  su 
redacción  ha  sido  desempeñada  cual  corresponde,  lo  juzgarán  las  personas  inteligentes 
que  se  tomen  la  molestia  de  examinarlo.  La  empresa,  repito,  es  grande  y  muy  supe- 
rior á  mis  débiles  fuerzas  ; — hela  acometido,  no  obstante,  en  la  confianza  de  que  los 
defectos  ó  errores  en  que  quizás  haya  incurrido  serán  disimulados  en  obsequio  al  deseo 
que  me  ha  animado  de  contribuir,  en  lo  que  permiten  mis  alcances,  á  la  instrucción 
de  mis  semejantes. 


8  do  diciembre  de  1850. 


ICCIOMRIC 


DE 


MATERIA  MERCANTIL,  INDUSTRIAL  V  AGRÍCOLA. 


aggBBi 


AAB 

AACXA.  Nombre  indio  de  un  arbusto,  lleno 
de  una  leche  acre ,  mirado  como  un  violento  pur- 
gante, y  que  se  cree  ser  un  apócimo.  Según  la 
emenda  vulgar,  el  viento  que  pasa  por  encima 
de  él  causa  la  muerte. 

AAX.  Así  se  llama  en  la  India  el  A  alias  la- 
tí folia  ,  Rumph ,  cuya  corteza  aromática  se  usa 
en  infusión  para  dar  un  gusto  mas  agradable  á 
las  legumbres ,  y  sirve  especialmente  para  aro- 
matizar el  vino  extraído  del  sagú. 

AAIiCXOI.  En  la  India ,  dase  este  nombre 
á  vegetales  del  género  bauhinia  usados  como  tó- 
picos en  las  oftalmías. 

AAVOR  A.  Fruto  de  una  especie  de  palma 
indígena  de  las  Indias  orientales  y  de  África ;  es 
de  la  magnitud  de  un  huevo  de  gallina,  y  su  cues- 
co con  tres  agujeros  contiene  una  almendra  blan- 
ca ,  usada  como  astringente  en  las  diarreas. 

AB 

ABA.  Tela  ó  estofa  de  lana  fabricada  en 
Turquía. 

ABACÁ.  Especie  de  lino  ó  cáñamo  que  se 
saca  de  la  corteza  de  una  variedad  de  banano  lla- 
mado Coffo ,  cultivado  en  las  islas  Filipinas.  El 
abacá  blanco  sirve  para  hacer  telas  muy  finas; 
con  el  gris  se  fabrican  cuerdas. 

abadejo.  Gadcs.  Género  de  Linneo  de 
peces  malacopterigios  subbránquios ,  al  presen- 
te subdividido  en  muchos  otros ,  y  que  forman 
la  familia  de  los  gadoides,  pero  que  estudiaremos 
aquí  reunidos.  La  mayor  parte  de  las  especies  que 
componen  este  generó  viven  en  el  Océano  en  ban- 
dadas mas  ó  menos  numerosas ,  y  forman  un  ar- 
tículo de  pesca  muy  importante ;  su  carne  es  blan- 
ca ,  hojosa,  y  en  general  sana  y  agradable. 

Abadejo  Broamio  [Gadus  Brosmis,  L.). 
Gran  pescado  del  Norte  que  llega  á  veces  hasta 
mas  de  tres  pies  de  largo;  su  carne  es  blanca  y 
se  divide  fácilmente  en  canas ;  se  seca  y  sala,  así 
como  el  G.  Lub,  especie  de  Islanda,  todavía  mas 
grande. 

Abadejo  C  'aliarlas  ,  Bacalao  pe- 
queño ,  Falso  merlán ,  \tirvuja  (Ga- 
dus Callanas,  L. ) .  Este  pescado,  (pie  vive  en  el 
Océano ,  y  sobre  todo  es  común  en  el  Báltico,  en 
la  embocadura  de  los  ríos  caudalosos  en  los  cua- 
les penetra  á  veces ,  apenas  tiene  un  pié  de  largo 


ABA 

y  su  peso  regular  es  de  dos  libras,  sus  escamas 
son  muy  finas ,  el  color  es  gris  que  tira  unpoco  á. 
dorado!  Es  el  Dorsch  de  los  alemanes,  y  el  Cod  cod 
fisch  de  los  ingleses.  Su  carne  comunmente  blanca, 
algunas  veces  verde,  es  tierna,  de  un  sabor  tan 
exquisito  que  es  de  costumbre  hacer  de  ella  un 
presente  á  la  corte  de  Copenhague.  En  estado 
fresca  es  mas  agradable  que  la  de  las  demás  es- 
pecies de  abadejo.  Los  Irlandeses  salan  y  hacen 
secar  el  dorsch  que  entonces  llaman  Titteling  ó  tit- 
ling ;  los  habitantes  de  Groenlandia  lo  comen  ade- 
más medio  podrido ,  y  estiman  su  hígado  adere- 
zado con  las  bayas  del  Empetro  negro,  L. 

Abadejo  común  (Gadus  morrhua  ,  L.)  , 
Especie  de  la  que  se  hace  un  grandísimo  consu- 
mo ,  y  que  es  el  objeto  de  un  considerable  comer- 
cio ,  porque ,  cuando  salado  ó  seco ,  se  conserva 
por  largo  tiempo  sin  alteración,  pudiendo  ser 
trasportado  á  todos  los  puntos  del  globo.  En  el  si- 
glo décimo  sexto ,  la  dio  á  conocer  el  portugués 
Gaspar  de  Corte  Beal. 

El  abadejo  común  habita  exclusivamente  en  los 
mares  del  Norte;  solo  se  acerca  á  las  playas  en  la 
época  del  desove,  permaneciendo,  durante  el 
resto  del  año  ,  en  las  profundidades  de  los  mares. 
La  época  del  desove ,  que  determina  á  los  abade- 
ios  el  acercarse  á  las  playas ,  es  muy  variable:  en 
las  costas  de  Noruega,  Dinamarca,"  Inglaterra  y 
Escocia  es  por  febrero ,  y  en  Terranova ,  punto 
mas  frío ,  por  mayo. 

La  pesca  del  abadejo  ,  pues ,  tiene  lugar  desde 
la  primavera  hasta  setiembre  en  el  golfo  de  San 
Lorenzo ,  en  las  costas  del  cabo  Bretón  ó  de  la 
isla  real ,  en  los  alrededores  de  Terranova ,  prin- 
cipalmente en  un  banco  de  toO  leguas,  llamado 
el  Gran  Banco  ,  y  en  otros  bancos  inmediatos  me- 
nos considerables.  Se  llama  pesca  sedentaria  á  la 
3ue  se  hace  por  los  habitantes  de  Terranova  v  los 
e  las  colomas  de  la  América  septentrional;  y 
pesca  estacional  á  la  practicada  por  los  buques 
europeos.  Los  Ingleses  pueden  llamarse  maestros 
en  la  pesca  del  abadejo ,  pues  sus  expediciones 
han  llegado  á  marcar  con  la  mas  justa  precisión 
la  forma  de  los  anzuelos,  la  resistencia  de  los 
sedales  y  hasta  la  dimensión  de  los  buques,  que 
por  lo  común  pasan  de  ciento  cincuenta  toneladas, 
y  llevan  unos  treinta  hombres  de  tripulación. 


U  ABA 

Con  solo  atender  á  que  la  gran  Bretaña  tiene 
empleados  mas  de  veinte  mil  marineros  en  su 
pesca,  siendo  así  que  otras  varias  naciones  están 
en  concurrencia  con  ella ,  se  conocerá  que  á  po- 
cos peces  se  ha  declarado  una  guerra  tan  general, 
tan  terrible ;  y  sin  embargo ,  por  mas  medios  de 
destrucción  que  se  imaginen  jamás  igualarán  á 
los  de  su  propagación:  una  hembra  del  abadejo 
pone  hasta  nueve  millones  de  huevos ,  los  cuales 
si  todos  fuesen  fecundados ,  si  en  su  mayor  parte 
no  fueran  devorados  igualmente  que  los  abadejos 
menudos  que  proceden  de  ellos ,  por  una  multitud 
de  peces  voraces ,  en  el  mismo  número  de  los 
cuales  es  menestar  contar  los  mismos  abadejos, 
esta  sola  especie  de  pescado  llenaría  el  mar  en  un 
corto  número  de  años.  La  extrema  voracidad  de 
los  abadejos  hace  que  se  lancen  á  cualquier  cosa 
bastando  un  pedazo  de  paño  encarnado  para  ce- 
bar los  sedales ,  y  hacer  que  caigan  en  el  lazo  á 
centenares ;  de  ahí  es  que  cuatro  hombres  bastan 
para  pescar  en  un  dia  seiscientos  abadejos. 

La  magnitud  del  abadejo  varia  desde  dos  á  cin- 
co pies ;  su  peso  es  por  lo  común  de  1 6  á  20  libras. 
Pennant  retiere  que ,  en  las  costas  de  Inglaterra , 
se  pescó  uno  que  tenia  unos  seis  pies  de  longitud 
y  pesaba  88  libras.  Su  color  dominante  es  un  par- 
do ceniciento  con  manchas  amarillentas  en  el  dor- 
so, y  la  parte  inferior  del  cuerpo  blanquecina;  sus 
escamas  son  delgadas  y  trasparentes. 

Como  los  abadejos  se  consumen  á  muy  remotas 
distancias  de  donde  se  pescan,  se  emplean  muchos 
medios  para  preservar  su  carne  y  ciertas  de  sus 
partes  cíe  toda  alteración  :  estos  medios  consisten 
en  salarlos  ó  secarlos.  Para  salarlo ,  se  quila  la 
lengua  al  abadejo ,  se  le  corta  la  cabeza ,  se  abre 
por  la  parte  inferior ,  se  le  quita  el  hígado ,  y  si 
es  hembra  el  ovario ;  se  acaba  de  abrir  desde  la 
garganta  al  ano ,  se  le  quitan  los  músculos  y  la 
coluna  vertebral,  á  lo  que  se  llama  deshuesarle, 
y  se  le  dá  la  primera  mano  de  sal,  rellenando  el 
interior  del  cuerpo  de  sal  común ,  con  frotación 
é  impregnación  de  la  piel.  Si  se  quiere  que  el  aba- 
dejo conserve  una  forma  redondeada  y  su  cola,  se 
abre  solo  hasta  el  ano,  y  entonces  recibe  el  nombre 
de  Bacalao  redondo  ;  pero  por  lo  común  se  abre 
en  toda  su  longitud,  y  se  llama  Bacalao  plano.  Sa- 
lado ya  de  primera  mano  el  abadejo  se  pone  en  ca- 
pas, bien  sea  en  el  establecimiento  ó  en  la  bodega 
de  los  buques ,  cubriendo  de  sal  el  intermedio  de 
una  á  otra  capa.  Así  se  dejan  dos  ó  mas  dias  hasta 
haberse  desprendido  la  sangre  y  la  humedad ,  y 
luego  se  les  sala  por  última  vez  colocándolos  nue- 
vamente encapas.  Así  preparado  se  llama,  en 
el  comercio,  Abadejo  frescal.  Si,  en  vez  de  salar 
el  abadejo,  se  quiere  secarle  se  practica  lo  mismo 
que  antes  de  llegar  á  la  primera  mano  de  sal ,  y 
entonces  se  lava,  se  extiende  uno  á  uno  en  la  pla- 
ya ó  en  las  rocas  sin  que  unos  á  otros  se  toquen, 
y  presentando  al  aire  la  parte  interior ,  se  mudan 
de  posición  al  cabo  de  algunas  horas ,  y  se  repite 
la  operación  por  muchos  dias ,  colocándolos  ya 
á  montones.  El  número  y  la  duración  de  estos  mon- 
tones dependen  dé  la  naturaleza  del  viento ,  de  la 
sequedad  del  aire  y  del  calor  de  la  atmósfera. 


ABA 

Para  conseguir  una  completa  desecación ,  se  ne- 
cesita por  lo  regular  repetir  diez  veces  la  opera- 
ción. Si  amenaza  lluvia  se  dispone  el  abadejo  ba- 
jo cobertizos  que  dejen  libre  la  corriente  del  aire. 
Preparado  de  este  modo,  toma  el  nombre  de  Aba- 
dejo seco  ó  Bacalao.  El  bacalao  salado  de  prime- 
ra y  de  segunda  calidad  puede  conservarse  todo 
el  invierno  sin  alterarse,  pero  es  preciso  tenerlo  en 
lugares  frescos  y  no  húmedos. 

Ciertos  pueblos  del  norte  de  Europa  emplean 
otro  proceder  para  hacer  secar  el  abadejo:  lo 
suspenden  junto  al  hogar ,  lo  exponen  á  los  vien- 
tos impetuosos  y  lo  golpean  por  mucho  tiempo 
para  ablandarlo.  Estas  operaciones  se  repiten  al- 
ternativamente hasta  completa  desecación.  El  aba- 
dejo así  preparado  adquiere  la  dureza  de  la  ma- 
dera, délo  que  ha  recibido  el  nombre  de  Stock  fish, 
ó  Pez-palo  ?  y  de  él  se  distinguen  muchas  calida- 
des ,  mas  o  menos  estimadas. 

Conócese  en  el  comercio  con  el  nombre  de  Ba- 
calao blanco  el  que,  habiendo  sido  salado  y  se- 
cado muy  prontamente ,  la  sal  ha  dejado  en  su 
superficie  una  capa  blanquecina;  se  llama  Baca- 
lao negro ,  cuando  una  lenta  desecación  ha  dejado 
en  su  superficie  un  polvo  parduzco  y  en  manchas, 
ó  también  el  que  ha  experimentado  un  principio 
de  descomposición  al  secarlo ,  que  conviene  no 
confundir  con  el  abadejo  negro  tresco. 

Comunmente  el  abadejo  salado  se  llama  ver- 
de, que  para  ser  de  primera  calidad  debe  tener  á 
lo  menos  dos  pies  de  largo ;  el  secado,  merluza, 
y  el  embarrilado,  cabelló.  Ademasen  varias  plazas 
comerciales  recibe  denominaciones  distintas,  se- 
gún su  peso,  dimensiones ,  calidad  y  procedencia: 
así  es  que  se  conocen  el  bacalao  de  Cherland  ó 
baalcao  inglés ,  vulgarmente  llamado  bacalo  de 
lenguas ,  que  es  de  mayor  tamaño  que  los  demás, 
y  á  veces  tiene  la  cola  agujereada,  cuyas  calida- 
des tienen  salida  en  Alicante ,  Barcelona  y  Bilbao; 
el  bacalao  de  Islanda ,  que  la  tiene  en  Barcelona 
y  Bilbao ;  el  bacalao  de  noruega ,  que  la  tiene  en 
Barcelona,  Bilbao,  Santander  y  Tarragona;  el 
bacalao  de  Terranova ,  grande  y  pequeño ,  pero 
siempre perferido  éste,  que  circula  por  toda  Es- 
paña menos  por  Cataluña;  etc. 

La  carne  del  abadejo  cuando  fresca  es  blanca 
y  exquisita ;  salada  o  secada  es  de  un  uso  casi 
general  aunque  con  frecuencia  es  coriácea  y  siem- 
pre mas  ó  menos  difícil  de  digerir;  por  lo  común, 
se  prefiere  la  del  macho.  La  carne  de  los  aba- 
dejos no  es  la  única  parte  que  de  ellos  se  usa:  su 
piel  es  grasa  y  de  muy  buen  gusto ;  las  gruesas 
cabezas  son  buscadas  como  un  plato  muy  exce- 
lente; su  lengua  fresca,  y  también  salada,  es  un 
manjar  delicado;  su  hígado  pasa  como  un  exce- 
lente bocado,  y  de  él  se  extrae  un  aceite  muy  bue- 
no para  muchas  artes;  de  su  vejiga  nataroria  se 
extrae  una  excelente  cola ,  que  en  nada  cede  á 
la  del  esturión,  y  que  á  corta  diferencia  se  prepa- 
ra de  la  misma* manera;  en  muchas  comarcas, 
los  intestinos  sirven  para  hacer  tripas  de  bacalao 
saladas,  que  son  muy  estimadas;  consérvanse  los 
huevos  como  un  manjar  exquisito,  á  cuva  prepa- 
ración se  da  el  nombre  de  Iluebas  de  abadejo ,  y 


ABA 

finalmente  los  huesos  se  dan  á  las  vacas  para 
engordarlas.  En  medicina,  antiguamente  se  pres- 
cribían los  dientes  del  abadejo,  reducidos  á  pol- 
vo, asi  como  las  piedras  de  su  cabeza,  como  ab- 
sorventes,  buenos  contra  la  epilepsia,  etc.  su 
salmuera  como  resolutiva ,  aplicada  al  exterior,  y 
como  laxante  en  lavativas,  etc.  Al  presente  se 
usa  el  aceite  extraído  del  hígado  contra  las  es- 
crófulas, el  raquitismo,  la  gota,  etc.,  conocido 
con  el  nombre  de  Aceite  de  higado  de  bacalao , 
que  no  debe  confundirse  con  el  Aceite  de  pescado 
común,  que  sirve  además  con  frecuencia  para 
sofisticarlo. 

Vistos  los  importantes  usos  del  abadejo  común 
y  demás  especies  de  la  familia  de  los  gadoides, 
sensible  es  que  el  comercio  español  no  naya  tra- 
tado de  emprender  expediciones  para  su  pesca, 
plantando  establecimientos  que  le  procurarían  in- 
mensos lucros,  que  en  la  actualidad  aprovechan 
los  extranjeros  á  quienes  somos  tributarios. 

Abadejo  Eglefin,  Anón,  Eglefin 
[Gadus  .Eglefinus,  L.) .  Este  pescado  apenas  llega 
á  tener  dos  pies  de  largo ;  su  color  dominante  es 
el  pardo  en  el  dorso ,  y  el  blanco  en  el  vientre.  En 
el  Norte  es  tan  abundante  como  el  abadejo  común, 
pero  es  de  gusto  menos  agradable;  salado,  los  in- 
gleses le  llaman  lladok. 

Abadejo  largo,  Bacalao  ling  [Gadus 
3íolva,h.\.  Tiene  de  tres  á  cuatro  pies,  su  cola  es 
redondeada,  sus  escamas  pequeñas.  Tan  abundan- 
te y  lan  fácil  de  conservar  como  el  abadejo  común, 
forma  un  artículo  de  pesca  casi  tan  importante  co- 
mo éste,  sea  como  alimento,  sea  como  produciendo 
con  él  la  mayor  parte  de  aceite  de  hígado  de  pes- 
cado del  comercio.  Encuéntrasele  cerca  de  las 
costas  de  Irlanda ,  y  se  hace  un  gran  consumo  de 
él  en  Inglaterra  y  en  Noruega. 

Abadejo  ¿ota,  ILola  roinuii  [Gadus 
Lota,  L. ) .  Su  talla  varia  entre  uno  á  tres  pies;  sus 
escamas  son  delgadas,  blandas;  su  piel  cubierta 
de  un  humor  viscoso  muy  abundante  como  el  de 
la  anguila ;  el  color  de  sil  cuerpo  es  variado  de 
amarillo  y  de  moreno;  su  vientre  es  blanco.  Abun- 
da en  los  rios  y  también  en  ciertos  estanques. 
Su  carne  blanca,  hojosa,  es  de  un  sabor  agra- 
dable y  de  fácil  digestión ;  su  hígado  blanque- 
cino ,  voluminoso  ,  es  indigesto  aunque  muy  de- 
licado ;  sus  huevos  por  lo  común  despreciados, 
como  los  del  barbo,  pueden  ser  nocivos;  su  ve- 
jifia  natatoria  sirve  en  ciertos  países  para  hacer 
ictiocola.  liase  preconizado  el  estómago  de  este 
pescado  para  facilitar  el  parto  y  calmar  los  có- 
licos, su  carne  y  sus  huesos  contra  las  convulsio- 
nes, su  grasa  contra  las  almorranas,  su  bilis  con- 
tra las  nubes  de  la  córnea,  etc. 

Abadejo  Merlango,  olerían  co- 
m  ii  11 ,  Pescad!  I  la  [Gadus  Merlangus ,  L.) . 
Común  en  la  Mancha  y  el  Báltico  en  donde  ofrece 
muchas  variedades  notables,  y  suministra  una 
pesca  abundante  en  nuestras  costas  occidentales. 
Como  se  conserva  muy  bien,  se  expide  á  largas 
distancias;  en  los  países  en  que  abunda,  sobre 
todo  en  Inglaterra  y  en  Flandes,  se  hace  secar  y 
también  se  sala.  Por  lo  común  su  talla  es  de  uñ 


ABA  15 

pié ,  su  color  plateado  en  el  vientre  y  los  vacíos, 
matizado  de  verde  aceituna,  mas  ó  menos  subido, 
en  el  lomo.  La  carne  de  este  pescado  es  escamosa 
blanca,  consistente,  muy  agradable  al  gusto?  sobre 
todo  frita,  aunque  se  la  come  también  cocida  so- 
bre las  parrillas  ó  aderezada  con  diversas  salsas. 
Ella  es  muy  delicada ,  ligera  y  de  las  mas  fáciles 
de  digerir,  y  por  eso  conviene  particularmente  á 
los  estómagos  débiles,  á  los  convalecientes,  á 
las  personas  que  tienen  necesidad  de  un  alimento 
poco  sustancioso.  Las  piedras  de  su  cabeza,  an- 
tiguamente, eran  usadas  como  absorvente  y  con- 
tra la  diarrea  y  los  dolores  nefríticos. 

Abadejo  merluza,  Merluza  [Gadus 
iVerlucius,  L.).  Este  pescado,  que  alcanza  á dos 
pies  y  mas ,  es  común  en  el  Océano  y  en  el  Me- 
diterráneo. Su  forma  es  prolongada",  parecida 
bastante  á  la  del  merlán  común  por  su  color,  con 
todo  su  lomo  es  ceniciento  que  tira  al  blanco;  su 
vientre  es  de  un  gris  sucio;  su  piel  está  cubierta 
de  pequeñas  escamas ;  su  cabeza  es  ancha  com- 
planada ;  llega  á  pesar  á  veces  hasta  veinte  libras. 
Su  carne,  que  los  Romanos  estimaron  mucho,  es 
blanca ,  hojosa ,  fina  y  de  fácil  digestión;  salada 
y  seca  lleva  el  nombré,  en  el  Norte,  de  stokjiiscli, 
que  también  sirve  para  designar  el  abadejo  co- 
mún seco.  Su  hígado  sobre  todo  es  un  manjar  de- 
licado aunque  muy  craso. 

Abadejo  negro,  Merlán  negro, 
Pe  gradilla  negra  (  Gadus  Carbonarius, 
L.).  Especie  de  gado ,  comprendido  en  el  género 
merlango  de  Cuvier,  usado  también  como  alimento 
en  ciertos  países;  pescado  doble  en  grueso  del 
merlán  común ,  cuva  carne  es  coriácea  y  no  tan 
exquisita  como  la  de  éste ;  se  sala  y  seca  como  el 
abadejo  común,  y  sirve  como  él  para  preparar  el 
aceite  de  higado  de  pescado.  Vive  en  bandadas  en 
el  Océano  atlántico,  y  también  en  nuestras  costas 
occidentales,  y  á  veces  se  le  da  el  nombre  de 
Merluza. 

En  el  mismo  género  merlango  de  Cuvier  están 
comprendidos  los  abadejos  conocidos  con  los 
nombres  de  Merlán  amarillo  ,  Truchuela  ( Ga- 
dus Pollachius ,  L. ) ,  pescado  mejor  que  el  pre- 
cedente ,  que  vive  en  los  mismos  mares ,  y  cuya 
carne  es  muy  estimada;  el  Sey  (Gadus  viveñs, 
L.) ,  etc. 

ABAIi  ó  Ablial.  Es  conocido  con  este 
nombre,  en  la  India,  un  árbol  semejante  al  ci- 
prés ,  reputado  como  cebólico  y  usado  para  la  ex- 
pulsión del  feto  muerto. 

Alttl.OV.  Planta  de  los  pantanos  de  Amé- 
rica ,  que  se  usa  como  purgante. 

ABALORIO.  Cuentas  pequeñas  de  vidrio, 
taladradas ,  de  varios  colores  y  tamaños.  Ensar- 
tándolas se  usan  para  collares,  guarniciones  y 
otros  adornos.  De  Venecia  se  hacen  expediciones 
de  consideración  para  el  Levante ,  en  donde  las 
grandes  se  gastan  para  adorno  de  las  popas  de 
ciertas  embarcaciones,  llamadas  vulgarmente 
Sacalivas  y  Chaitias.  y  las  pequeñas  para  adorno 
de  las  mugeres,  en  brazaletes,  pendientes  y  co- 
llares que  estilan  las  europeas. 

ABAAGA.    Nombre  que  los  naturales  ame- 


4«  ABA 

ricanos  de  la  isla  de  Santo  Tomás  dan  al  fruto 
comestible  de  un  palmero ,  que  ellos  designan  con 
el  nombre  de  Ady.  Las  pepitas  de  este  fruto,  que 
es  grueso  como  un  limón ,  son  muy  estimadas  de 
estos  isleños  como  pectoral;  dan  tres  ó  cuatro 
de  ellas,  muchas  veces  al  dia. 

ABANICO.  Instrumento  que  sirve  para  agi- 
tar el  aire.  El  abanico  común  está  compuesto  de 
una  superficie  que  tiene  la  forma  de  un  segmento 
de  círculo ,  llamado  hoja  ó  pais ,  fijo  en  una  guar- 
nición, por  lo  regular  de  madera  fina,  concha  ó 
marfil ,  llamada  mano ,  y  que  son  las  varillas  á 
las  cuales  está  pegado  el  papel  ó  la  materia  que 
constituye  la  hoja. 

Los  pormenores  de  la  fabricación  de  abanicos 
corresponden  al  oficio  de  abaniquero,  conocido 
en  España  aunque  no  en  el  grado  de  perfección 
que  en  Francia,  en  donde  este  ramo  de  industria 
se  halla  en  el  dia  muy  adelantado. 

Para  las  hojas  ó  países  se  emplea  el  papel  senci- 
llo ,  pero  mas  comunmente  están  formadas  de  dos 
pedazos  de  papel  ligeramente  pegados  el  uno  al 
otro ;  el  papel  vitela  ó  el  pergamino  delgado  y 
ligero ,  en  los  cuales  se  pintan  varios  adornos  ó 
figuras,  el  raso  ligero,  la  gasa,  el  tul,  el  crespón 
de  color  ,  ó  negro  para  el  luto,  y  la  cabritilla  son 
frecuentemente  usados. 

Para  las  guarniciones  ó  varillajes  se  emplean 
el  asta,  el  hueso,  la  ballena,  la  caña,  el  limo- 
nero ,  el  sándalo ,  el  ébano ,  la  mojera ,  el  ciruelo 
y  todas  las  maderas  exóticas  é  indígenas.  Hay 
varillajes  lisos  ó  calados,  de  acero ,  carey ,  mar- 
fil, metal  dorado  ó  plateado,  nácar,  etc.;  los 
hay  labrados  y  con  adornos ,  embutidos ,  figuras, 
relieves  ó  sobrepuestos  de  acero  ,  piedras ,  ele; 
y  se  fabrican  de  oro ,  plata ,  con  perlas,  piedras 
linas ,  ó  sin  ellas. 

La  fabricación  de  los  abanicos  ha  ocupado 
siempre  un  gran  número  de  artífices  de  proiesio- 
nes  muy  diferentes:  el  tornero,  el  dorador,  el 
espejero,  el  pintor  y  el  bordador,  concurren  á  la 
composición  de  este  objeto  tan  fútil ,  que,  senci- 
llo o  adornado ,  rico  ó  mediano ,  no  es  menos  la 
obra  de  muchos  oficios  reunidos  en  uno  solo.  No 
es  raro  ver  al  platero  ,  al  cincelador  y  á  los  mas 
hábiles  pinceles  complacerse  en  recortar,  grabar, 
incrustar  ó  pintar  adornos. 

Además  del  abanico  común ,  hay  otro  cuyas 
hojas  separadas  y  hechas  de  las  mismas  materias 
sólidas  que  componen  las  guarniciones  ó  manos 
de  los  abanicos  comunes ,  rollan  en  una  cinta  que 
las  reúne  en  su  extremidad  superior.  Este  abanico 
es  menos  propio  que  el  otro  para  dar  aire ,  pero 
es  de  un  brillante  efecto ,  y  se  maneja  con  faci- 
lidad. J 

En  Francia  no  hace  muchos  años,  la  moda  hizo 
buscar  los  abanicos  antiguos  llamados  pompado- 
res;  su  forma  es  graciosa,  los  varillajes  son  ri- 
cos y  delicados ,  y  las  pinturas  muy  hermosas. 
El  mérito  real  de  estos  abanicos  consiste  en  las 
pinturas  ejecutadas  por  célebres  artistas. 

El  capricho  ,  y  no  reglas  ciertas,  dominan  en 
el  comercio  de  los  abanicos,  los  gustos  varían 
al  infinito.  El  mercader  debe  principalmente  cs- 


ABA 
tudiar  estos  caprichos;  porque  conviene  confe- 
sar que  no  hay  ramo  de  fabriaccion  en  el  que 
el  consumidor  pida  menos  calidades  reales :  él 
busca  la  apariencia,  y  apenas  se  digna  informarse 
de  los  esfuerzos  hechos  para  asegurar  la  solidez 
y  la  firmeza  del  objeto  que  le  ha  seducido.  Las 
comarcas  sud-americanas  reclaman }  ante  todo, 
efectos  brillantes,  colores  vivos  y  dibujos  ruido- 
sos ;  ellas  quieren  que  todo  esté  lleno  de  fantasía, 
de  gracia ,  de  alegría  y  de  entusiasmo ,  aun  en 
el  abanico  de  menor  precio.  Los  habitantes  de 
este  pais  desean  sobre  todo  que  los  asuntos  re- 
presentados en  la  hoja  se  dirijan  á  sus  hábitos 
de  placer  ó  á  sus  ideas  de  independenciapolítica. 
En  fin,  la  experiencia  y  el  tacto  son  aquí  las  dos 
únicas  guías  del  fabricante  y  del  vendedor. 

El  abanico  es  de  una  necesidad  indispensable 
en  Oriente  para  templar  el  gran  calor  del  clima, 
y  de  allí  lo  recibieron  las  damas  europeas.  Hase 
querido  también  que  fuese  de  origen  chino  ,  en 
razón  de  los  exquisitos  abanicos  que  recibimos  de 
la  China,  superiores,  por  sus  excelentes  pinturas, 
ricas  esculturas,  dorados  y  demás,  á  los  fabrica- 
dos en  Francia. 

La  España  es  el  pais  de  la  Europa  en  que  está 
mas  en  uso  el  abanico;  pero  su  fabricación  está  to- 
davía atrasada ,  limitada  tan  solo  á  abanicos  or- 
dinarios de  poco  valor ,  y  recibiendo  de  Francia 
los  abanicos  de  lujo  y  de  precios  elevados.  Seria 
de  desear  que  este  ramo  de  industria  se  perfec- 
cionase, toda  vez  que  el  consumo  es  considerable 
ya  en  la  península  ya  para  la  exportación  á  nues- 
tras colonias  de  la  América,  entre  las  cuales  he- 
mos introducido  el  uso  de  este  instrumento. 

Los  abanicos  que  se  fabrican  en  España  son 
de  la  clase  ordinaria  ,  esto  es ,  con  varillaje  de 
madera  pintada,  charolada,  y  de  ébano;  y  con 
ellos  se  abastece  al  pais  por  salir  á  mas  baratura 
que  los  fabricados  en  el  extranjero.  Las  varias 
fábricas  establecidas  en  Valencia,  una  en  Málaga 
y  otra  en  Barcelona,  la  del  Sr.  Oriol  Segur,  bas- 
tan para  el  consumo  de  toda  España:  la  mas  acre- 
ditada y  la  que  trabaja  con  ma?  perfección  y  con 
mas  baratura  es  la  de  Málaga.  Con  todo  respecto  al 
varillaje,  á  pesar  de  que  entre  nosotros  hay  ar- 
tífices capaces  de  hacer  lo  mejor  y  mas  exquisito, 
hasta  ahora  no  se  ha  dado  con  los  medios  de  elabo- 
rar abanicos  de  lujo  que,  por  su  precio,  puedan 
competir  con  los  procedentes  del  extranjero.  Res- 
pecto á  las  pinturas  délas  vitelas  para  países  está 
bastante  adelantada:  hemos  tenido  el  gusto  de  ver 
un  mostruario  de  estos  artículos  de  un  fabricante 
de  Valencia  que,  por  su  finura,  perfección  y  mo- 
dicidad de  precio,  pueden  competir  con  los  hechos 
en  Francia; — por  último,  hay  en  esta  ciudad  una 
joven  que  pinta  vitelas  para  países  con  una  ma- 
ravillosa precisión  y  con  el  mas  delicado  gusto, 
debiendo  esperar  de  su  hábil  pincel  que,  en  breve, 
nada  en  este  género  tendremos  que  envidiar  á  los 
extraños. 

Además  de  los  abanicos  de  chimenea  y  de  los 
grandes  abanicos  de  cartón  ó  de  palma  suspendi- 
dos en  los  techos  de  los  comedores  de  ciertas  ca- 
sas, debemos  hacer  mención  de  los  abanicos  de 


ABE 

oarton  fabricados  en  Barcelona,  que  consisten  en 
un  pedazo  de  cartón  cubierto  con  un  papel  blanco 
é  de  color  en  el  que  hay  impreso  una  lámina  ó  di- 
bujo con  poesías  análogas  al  objeto,  fijo  á  un 
pedazo  de  caña.  Véndense  al  por  menor  al  intimo 
precio  de  ocho  á  diez  mara\  edises ;  al  por  mayor, 
para  la  exportación  á  América,  se  dan  a  dos  reales 
vellón  la  docena,  y  á  veinte  y  dos  reales  vellón 
la  gruesa. 

ABATÍ.  Grande  árbol  que  se  encuentra  en 
Escocia  y  que  produce  un  fruto  semejante  á  la  ca- 
labaza ,  bueno  para  comer ,  y  que  goza  á  corta 
diferencia  de  las  mismas  propiedades  alimenticias. 
AíiUi:L%ll.  Especie  de  melón  de  Egipto, 
cuya  (arne  es  azucarada,  refrescante,  muy  esti- 
mada á  causa  del  calor  del  clima.  Con  sus  semi- 
llas se  hacen  emulsiones  que  apagan  la  sed  y  son 
calmantes. 

AKClllTi ,  Betu.a.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  los  amentáceas  ,  v  tribu  de  las  be- 
tulinas,  de  la  monoecia  tetrandia.  Aunque  se  di- 
vide en  diez  y  seis  especies,  en  España  solo  se 
conocen  dos  ó  tres ,  y  la  mas  importante  es  la 
siguiente : 

Abedul  blanco  (Betula  alba ,  L.).  Este 
árbol ,  que  crece  en  los  lugares  estériles ,  pizar- 
rosos, arenosos,  es  notable  por  su  corteza  de 
epidermis  blanca  nacarada,  sobre  la  cual  se  pue- 
de escribir ,  y  que  se  separa  en  hojuelas  distintas; 
crece  hasta  en  las  altas  montañas  y  casi  en  los 
límites  (lela  vegetación  del  Norte,  "en  donde  se 
achaparra  de  una  manera  notable ,  teniendo  en- 
tonces el  leño  mas  duro.  Los  habitantes  de  estos 
lugares  desolados  por  la  intensidad  del  frió,  en 
donde  casi  apenas  se  pueden  descubrir  algu- 
nos vegetales,  saben  aprovechar  de  las  ventajas 
preciosas  que  les  ofrece  el  abedul,  que  se  les  pre- 
senta formando  bosques  inmensos,  llegando  á 
adquirir  la  talla  de  las  encinas  ?  cuando  en  los 
climas  cálidos  no  se  eleva  sino  a  dos  ó  cuatro 

Iiies.  Sus  ramas  son  colgantes  y  delgadas ,  y  sus 
íojas  algo  viscosas  y  aserradas.  Entre  nosotros 
sus  hojas  amargas ,  detersivas ,  resolutivas,  son 
usadas  en  la  hidropesía,  la  sarna,  y  empleadas 
en  el  tinte  amarillo ;  con  sus  ramos  se  hacen  es- 
cobas ,  cestos  y  sogas  flexibles ;  su  madera  es 
empleada  para  diversas  obras  económicas ,  como 
pinas ,  aros ,  zuecos,  etc. ,  y  con  ella  se  hace  ex- 
celente carbón  de  forja. 

Desde  mediados  de  marzo  hasta  mediados  de 
mayo,  y  mas  tarde  en  Noruega,  etc.,  el  abedul 
deja  rezumar  por  sus  ramos,  cuya  extremidad  se 
ha  cortado ,  un  líquido  ó  savia  abundante  bas- 
tante agradable ,  azucarada ,  que  las  gentes  del 
campo ,  sobre  todo  los  leñadores,  beben,  y  que  se 
dice  ser  útil  en  el  cálculo  de  los  riñonesy  de  la 
vejiga;  también  se  puede  extraer  de  ella'un  po- 
co de  azúcar,  preparar  una  especie  de  alcohol 
dejándola  fermentar,  ó  vinagre  haciéndola  ace- 
dar. 

La  epidermis  del  abedul ,  que  es  muy  gruesa, 
se  separa  por  capas  plateadas ,  delgadas ,  sobre- 
puestas ;  estas  láminas,  sobre  todo  la  mas  interior, 
están  cubiertas  de  un  polvo  que  también  se  en- 
3 


ABE  17 

cuentra  en  su  espesor,  lo  que  las  hace  ásperas  al 
tacto;  se  le  observan  los  caracteres  de  una  resi- 
na, y  su  olor  particular  se  asemeja  al  de  la  resi- 
na de  guayaco.  La  epidermis  del  abedul  se  infla- 
ma como  la  esencia  de  trementina,  dando  una 
llama  viva  y  duradera,  que  parece  proceder  de 
la  abundancia  de  esta  resina,  y  deja  un  residuo 
negro  comparable  al  de  la  resina  de  los  pinos. 
Esta  circunstancia  podría  hacer  emplear  esta  epi- 
dermis para  preparar  una  especie  de  negro ,  tan- 
to mas  en  cuanto  ella  se  renueva  con  facilidad, 
con  tal  que  se  deje  solamente  su  capa  interior. 

La  destilación  de  la  corteza  de  abedul  da  orí- 
gen  á  un  aceite  pirogenado ,  de  un  olor  particu- 
lar, que  se  llama  olor  de  cuero  de  Rusia,  porque 
en  Busia  se  preparan  los  cueros  finos  con  esto 
aceite,  que,  se  dice,  les  da  una  flexibilidad  una 
finura  y  una  duración  mas  señaladas,  ademas  de 
preservarlos  de  los  insectos.  Para  obtenerlo  se 
prefieren  los  viejos  abedules  podridos,  proceden- 
tes de  los  terrenos  pantanosos ,  y  en  donde  la 
corteza  queda  sola ,  como  se  observa  en  los  sau- 
ces. Este  cuero,  muy  estimado  y  que  es  objeto  de 
un  gran  comercio,  podria  prepararse  en  España 
en  donde  el  abedul  es  común. 

La  corteza  del  abedul  es  propia  para  el  tinte 
amarillo ,  sirve  en  el  Norte  para  cubrir  las  casas; 
los  aldeanos  rusos  la  emplean  como  febrífuga  y 
en  el  histérico.  Los  Lapones  hacen  un  ungüento 
con  las  hojuelas  de  su  corteza  mezcladas  con  la 
resina  de  los  abetos,  del  que  se  sirven  como 
resolutivo;  también  hacen  moxas  con  el  biso  ama- 
rillento (especie de  hongo)  que  se  encuentra  en 
las  rajas  déla  corteza.  Por  ultimo,  en  Kamschatka 
se  corta  la  corteza  verde  del  abedul ,  y  se  come 
con  el  cabial. 

Antiguamente  este  árbol  era  llamado  Arbor 
sapientice ,  porque  de  él  se  formaban  los  azotes 
en  los  colegios;  en  seguida  Vaillant  le  dio  el 
nombre  de  Cetro  de  los  maestros  de  esctiela.  Tra-, 
gus  cree  que  antes  del  uso  del  papel  so  escribía 
sobre  la  corteza  blanca  del  abedul. 

ABEJA,  Apis.  Género  de  insectos  hime- 
nópteros  de  la  familia  de  melíferos,  reducido 
hoy  dia  á  las  solas  especies  que  viven  en  socie- 
dad. Aquí  no  hablaremos  sino  de  cinco  de  estas 
especies,  que  todos  producen  miel  y  cera,  y,  á 
causa  de  su  importancia,  empezaremos  por  la  si- 
guiente: 

Abeja  melífera,  Abeja  doméstica 
{Apis  mellifica ,  L.) .  Existe  en  España  y  en  mu- 
chas otras  partes  de  la  Europa ,  en  donde  se  ali- 
menta del  polen  y  del  néctar  de  las  flores.  No 
es  de  nuestro  objeto  referir,  aun  en  compendio,  el 
resultado  délos  numerosos  trabajos  emprendidos 
por  infatigables  observadores  sobre  las  costum- 
bres y  la  cria  de  estos  industriosos  insectos.  Ape- 
nas nos  es  permitido  decir  que  la  sociedad  de  las 
abejas  se  compone  de  tres  especies  de  individuos, 
á  saber:  una  hembra  con  razón  llamada  reina; 
muchos  centenares  de  machos  únicamente  des- 
tinados á  fecundarla,  y  que  en  seguida  son  cruel- 
mente muertos;  en  fin,  abejas  neutras  ó  peones  en 
número  de  muchos  millares  llamadas  obreras. 

tomo  i 


18  ABE 

Estas  son  las  que  segregan  la  cera  de  que  están 
formados  los  avéolos  de  los  panales ,  las  que  ela- 
boran lamiel  que  una  parte  de  estos  alvéolos  debe 
contener,  y  las  que  recojen  el  própolis  destinado 
á  cerrar  todas  las  aberturas  inútiles.  (Y.  estas  pa- 

La  abeja  está  provista  de  un  aguijón  hueco, 
cuyas  heridas,  con  frecuencia  mortales  para  los 
animales  débiles,  pueden  serlo  también  á  veces 
para  el  hombre ,  sobre  todo  cuando  ellas  son 
multiplicadas ;  causan  en  todos  los  casos  un  do- 
lor punzante  seguido  de  accidentes  variados.  Pero 
estos  accidentes  son  menos  debidos  al  mismo 
aguijón  ,  que  á  menudo  queda  en  la  herida,  que 
al  veneno  de  que  él  es  el  conductor ,  y  que ,  en- 
cerrado en  una  vesícula  colocada  en  su  base,  con- 
tinua con  frecuencia  en  derramarse ,  después  de 
la  picadura ,  por  la  contracción  espontanea  de 
esta  vesícula.  Este  veneno  parece  ser  análogo  al 
de  la  víbora.  El  tratamiento  de  estas  heridas  con- 
siste esencialmente  en  la  extracción  del  aguijón; 
y  entre  el  sin  número  de  tópicos  indicados  para 
curarlas,  ninguno  parece  tener  acción  especííica, 
y  uno  de  los  mejores  es  el  agua  salada. 

No  solamente  la  abejaha  sido  aveces  empleada 
como  alimento,  sí  que  se  ha  querido  encontrar  en 
ella  virtudes  médicas.  Tostada  y  reducida  á  polvo 
ha  sido  recomendada  al  exterior  contra  la  alope- 
cia; al  interior  como  diurética;  hásela  creída  pro- 
pia para  fortificar  la  vista,  el  oido,  etc. 

Abeja  Amaltea  (Apis  Amalthcca,  Oliv.). 
Esta  especie ,  mucho  mas  pequeña  que  la  prece- 
dente ,  se  encuentra  en  Surinam  y  en  Cayena.  La 
cera  que  produce  es  de  un  tinte  oscuro ;  su  miel 
muy  fluida,  es  rojiza,  de  un  sabor  muy  agradable, 
difícil  de  conservar;  los  Indios  obtienen  de  ella, 
por  la  fermentación,  un  hcor  espirituoso.  La  abe- 
ja amaltea  no  debe  confundirse,  dice  el  Sr.  Clo- 
quet,  con  la  abeja  que  Fermín  ha  visto  en  Surinam 
y  que  da  una  miel  siempre  líquida  como  el  aceite; 
de  color  de  ámbar  ,  muy  dulce ,  muy  dispuesta  a 
fermentar,  y  empleada  por  los  farmacéuticos. 

Abeja  fajada  [Apis  fasciata,  Latr.).  Es- 
ta abeja  hase  encontrado  en  Genova  y  en  Egipto. 
El  Sr.  Cloquet  piensa  que  puede  ser  quizás  la  pe- 
queña abeja  negra  de  Etiopia  de  que  han  habla- 
do los  viajeros,  y  que  produce  una  excelente 
miel  y  una  cera  de  una  blancura  extraordinaria. 
Abeja  de  Perón  ( Apis  Peronii ,  Latr. ) . 
Péron ,  que  ha  observado  esta  abeja  en  Timor, 
refiere  que  lamiel  que  produce  es  amarilla,  mas 
líquida  que  la  nuestra,  y  excelente  cuando  está 
purificada. 

Abeja  unicolor  (Apis  unicolor,  Latr.). 
Esta  especie  habita  en  las  islas  de  Madagascar, 
de  Borbon  y  la  Isla  de  Francia.  La  miel  que  da 
es  verdosa,  jarabosa,  y  se  le  atribuye  una  gran 
superioridad  á  la  nuestra. 

ABE  J ARUCO  ,  Merops.  Género  de  aves 
del  orden  de  los  páseres ,  familia  de  los  sindác- 
tilos ,  que  se  alimentan  de  insectos ,  en  particular 
de  abejas,  zánganos  y  avispas,  cuyas  picaduras 
no  les  dañan.  A  él  pertenece  el  Merops  apiaster, 
L.,  Abejaruco  de  nuestro  pais,  común  en  Can- 


ABE 

día  y  en  Italia,  que  es  un  pájaro  hermoso.  Su  car- 
ne, cocida  en  aceite,  era  empleada  antiguamen- 
te en  tópico  contra  las  picaduras  de  las  abejas; 
y  su  hiél,  mezclada  con  aceite  y  agallas,  para 
teñir  de  negro  los  cabellos. 

ABEJORRO,  Melolontha.  Género  de 
insectos  coleópteros  de  la  sección  de  los  penta- 
meros,  familia  de  los  lamelicornios ,  tribu  de 
los  escarabéidos,  muy  temibles  por  los  estragos 
que  causan  á  los  vegetales ,  no  solo  en  estado  de 
larva  sí  que  en  el  de  insecto  perfecto.  En  el  de 
larva  atacan  casi  todas  las  raices  de  las  plantas 
anuas  y  hasta  las  de  las  arborescentes ;  en  el  de 
insecto  perfecto  atacan  los  árboles  causando  mu- 
chísimo daño  en  los  bosques.  Entre  los  medios 
propuestos  para  destruirlos ,  se  ha  indicado  ma- 
tar las  larvas  cuando  se  trabaja  la  tierra,  regar 
ésta  con  frecuencia ,  ponerla  hollín ;  atontarlos 
con  el  humo  de  la  combustión  de  sustancias  re- 
sinosas, y  luego  sacudir  los  árboles  para  matar 
los  que  vayan  cayendo ,  etc.  Estos  medios ,  en 
pequeño,  producen  mas  ó  menos  resultado;  lo  me- 
jor serian  batidas  generales  en  la  temporada  de  es- 
tos insectos.  Ellos  son  destruidos  por  varios  otros 
insectos ,  por  los  reptiles ,  por  las  aves ,  por  las 
comadrejas,  los  ratones,  etc.,  y  también  por  las 
heladas  tardías  y  las  lluvias  duraderas,  cuando 
los  abejorros  están  á  punto  de  salir  en  la  super- 
ficie del  suelo.  Entre  las  especies  de  este  género 
solo  merece  fijar  nuestra  atención  la  siguiente: 

Abejorro  vulgar  (Melolontha  vulgaris, 
L.).  Tiene  unas  \t  líneas  de  largo,  es  negro,  y 
los  élitros  son  de  color  de  castaña.  Es  la  es- 
pecie que  causa  mas  estragos.  Antiguamente  era 
empleado  en  medicina,  ya  al  interior  como  es- 
pecífico contra  la  rabia,  el  reumatismo,  ó  como 
diurético ,  análogo  por  su  acción  á  las  cantári- 
das, ya  al  exterior,  después  de  haber  sido  ma- 
chacado ,  para  limpiar  las  úlceras ,  combatir  los 
bubones  pestilenciales,  etc.,  ya  en  fin  macerado 
en  el  aceite  para  remediar  las  erupciones  cutá- 
neas. En  el  día  no  se  usa. 

ABEEASIS.  Nombre  egipcio  de  pequeños 
tubérculos  redondeados,  amarillentos,  del  volu- 
men de  una  avellana,  oleaginosos,  de  sabor  dul- 
ce, que  se  creen  pertenecer  al  Cynerus  esculentus, 
L.  Son  traidos  de  Alejandría  y  del  Senegal.  Son 
muy  estimados  de  los  Egipcios ,  que  los  cultivan 
en  grande  como  objeto  alimenticio ,  y  los  dan  á 
las  nodrizas  para  aumentar  su  leche".  Los  tubér- 
culos procedentes  del  Senegal  son  mas  negros 
y  mas  gruesos ,  lo  que  puede  hacer  suponer  que 
pertenecen  á  otra  especie  de  Cyperus. 

ABEEUIEEIJCM.  Especie  de  ricino  que 
crece  en  los  alrededores  de  la  Meca ,  que  se  cree 
ser  probablemente  un  Crotón.  Sus  semillas  son  un 
purgante  drástico. 

ABETO,  Abies.  Género  desmembrado  del 
género  Pino,  Pinus  de  Linneo,  perteneciente  á 
la  monoecia  monadeltia,  familia  de  las  conife- 
ras. Las  principales  especies  son: 

Abeto  blanco  (Abies  alba).  Árbol  de  tallo 
alto,  piramidal,  de  cincuenta  y  ocho  pies  á  lo  me- 
nos, que  produce  un  hermosísimo  efecto  en  los  jar- 


aiu: 

diñes  colocado  en  medio  de  oíros  árboles.  Su 
madera  reemplaza  áladel  áltelo  común;  su  resina 
da  excelente  trementina;  sus  yemas  aveces  se 
emplean,  en  el  Canadá,  para  los  mismos  usos  que 
las  del  A  .  pectinata.^ 

Abeto  balsámico ,  Bal  santero 
[Abies  balsamea,  Miller;  Pinus  balsamea,  L. ). 
Árbol  de  la  América  septentrional :  su  madera  es 
empleada  en  la  construcción;  da  una  resina  líqui- 
da conocida  con  los  nombres  de  Bálsamo  del  Ca- 
nadá ,  Bálsamo  de  G ilead ,  que  tiene  á  corta  dife- 
rencia los  mismos  usos  que  la  trementina  común. 
El  verdadero  bálsamo  de  Gilead,  que  únicamente 
ya  solo  usan  los  Ingleses  contra  fas  tisis  pulmo- 
nar, es  producido  por  el  Amyris  gileadensis ,  L., 
Balsamlro  dk  jldéa. 

Abeto  Cedro.  Cedro  del  Líbano 
(Abies  Cedrus,  Lam.;  Pinus  Cedrus,  L.).  Su  cor- 
teza es  empleada  en  Alemania  como  vermíflga; 
de  su  tronco  cuela  una  trementina  con  la  cual 
se  prepara  la  Cedria ,  especie  de  resina  usada 
entre  los  Egipcios  para  embalsamar  los  cuerpos. 

Abeto  grande,  Abeto  gentil ,  Fal- 
so abeto  A  bies  excelsa,  Poir.;  Pinus  A  bies,  L.) . 
Hermoso  árbol ,  que  crece  muy  alto  y  erguido,  en 
las  montañas  eíe\  adas  de  la  Europa ,  en  los  Alpes 
y  los  Pirineos.  Distingüese  por  sus  ramos  colgan- 
tes, sus  hojas  cuadrangulares,  lineares,  puntiagu- 
das. Produce  poca  resina,  y  mas  bien  seca  que 
líquida,  llamada  Pez  blanca'.  Los  antiguos  prepa- 
raban con  los  frutos  verdesuna  agua  destilada  que 
servia  en  el  tocador,  como  propia  para  borrarlas 
arrugas  del  rostro  ,  etc.  Sus  almendras  son  co- 
mestibles aunque  un  poco  amargas ,  sabor  que 
se  les  disminu\  e  remojándolas  en  el  agua.  Su  ma- 
dera es  usada*  bajo  el  nombre  de  Abeto. 

Abeto  común  ,  Abeto  en  peine  , 
Abeto  plateado.  Abeto  de  hojas  de 
tejo  (Abies  pectinata,  D.  C;  Abies  taxi  folia, 
Tournefort.).  Árbol  común  en  los  Alpes,  en  los 
Pirineos,  en  los  Vosges,  etc. ;  su  tronco  llega  á  la 
altura  de  115  á  130  pies,  y  basta  á  tener  once 
pies  de  circunferencia.  Su  madera  es  la  mas  em- 
pleada entre  las  que  llevan  el  nombre  de  Abeto, 
y  no  solo  es  útilísima  cuando  sirve  como  leña, 
sí  (pie  también  se  convierte  en  carbón  muy  apre- 
ciado. Este  árbol  da  la  trementina  dicha  de  Es- 
trasburgo ,  y  todos  los  productos  consiguientes, 
como  su  esencia ,  la  colotonia,  la  pez ,  el  negro  de 
humo,  etc.  Las  yemas,  conocidas  con  el  nombre 
de  yemas  de  abeto ,  se  usan  en  medicina  como 
antiescorbúticas,  estomáticas  y  diuríticas;  se  re- 
ciben de  Rusia,  y  encuéntransé  en  las  droguerías 
en  forma  de  verticilo ,  al  rededor  de  una  yema 
principal ,  formadas  de  escamas  rojizas,  resino- 
sas, largas  de  ocho  á  diez  líneas;  pueden  ser 
sustituidas ,  sin  inconveniente ,  por  yemas  de  es- 
pecies congéneres.  De  las  semillas  se  extrae,  en 
ciertos  puntos ,  aceite  que  se  utiliza  para  el  alum- 
brado, aunque  desprende  mucho  humo  y  un  olor 
desagradable.  En  Noruega  y  en  Suecia  aprové- 
chase el  líber ,  que  contiene  un  pricipio  mucoso, 
para  preparar  una  especie  de  pan ,  mezclándolo 
con  hariua  de  centeno  ó  de  alforfón.  La  corteza 


ABO  \  9 

de  este  árbol  es  empleada  en  Francia  para  los 
curtidos. 

Abeto  picea.  Plnabeto  {Abies picea; 
Pinus  picea,  L. ) .  Vulgarmente  se  confunde  con  el 
abeto  común;  crece  en  los  Alpes ,  en  los  Pirineos, 
en  los  Vosges,  etc. ;  se  le  vé  en  los  jardines  y  en 
los  parques,  etc.  Llega  hasta  la  altura  de  130 
pies ;  sus  hojas,  apretadas  y  de  un  verde  subido, 
hacen  que  ofrezca  el  aspecto  de  un  verdor  som- 
brío. De  su  corteza  fluye  mucha  cantidad  de  resi- 
na. Los  Lapones  construyen  con  sus  raices  cuer- 
das y  cestos ;  en  el  Norte ,  con  las  sumidades 
de  los  ramos,  añadiéndolas  un  poco  de  avena,  se 
alimenta  á  los  caballos.  Por  lo  demás,  la  madera 
se  emplea  como  la  de  las  otras  especies. 

Abeto  negro  (A.  nigra].  Especie  que  da 
una  madera  fuerte ,  elástica  y  ligera ,  y  que  á  pe- 
sar de  estas  circunstancias  está  poco  en  uso.  Cre- 
ce en  América,  en  Rusia,  y  aun  en  el  norte  de  la 
Francia.  Con  las  sumidades  v  los  ramos  se  prepa- 
ra una  bebida  muy  usada  en  Inglaterra  y  conocida 
con  el  nombre  de  Spruce  beer.  Para  ello ,  se  hacen 
hervir  en  el  agua  con  azúcar  moreno  y  un  poco 
de  levadura,  dejándolo  fermentar.  Es  una  bebida 
antiescorbútica  que  puede  prepararse  con  las  su- 
midades del  abeto  común. 

Abeto  rojo  (A.  rubra).  Especie  cuya  ma- 
dera es  muy  buscada  para  la  construcción  de  bu- 
ques. 

A II II  Eli.  Fruto  de  Egipto  ó  de  Siria ,  que  se 
cree  pertenece  á  una  especie  de  Thuya  ó  de  ci- 
prés. Poderoso  emenagogo,  empleado  para  expul- 
sar el  feto  muerto. 

ABI¿AB  ó  Ijablab.  Nombre  egipcio  del 
Dolichos  lablab ,  L.,  que  parece  deriva  de  laab, 
especie  de  juego  árabe  al  cual  se  juega  con  las  se- 
millas de  esta  planta,  como  los  niños  juegan  entre 
nosotros  con  las  judías. — V.  Dolicos. 

ABIíACA.  Seda  de  Persia,  llamada  Ardaci- 
na  que  se  saca  de  la  provincia  de  Güendia.  La 
hay  de  varias  especies:  la  mayor  parte  amarillas, 
las" masas  cortas  y  delgadas,  las  ligaduras  por  lo 
regular  groseras  y  malas.  Llegan  de  Persia  á  Es- 
mirna  en  balas  casi  iguales  en  su  volumen  á  las 
sedas  Scherhafi.  Sus  precios  han  subido  desde 
que  las  guerras  empezaron  á  perturbar  la  Persia. 
Las  fábricas  de  Italia  y  Francia  hacen  poco  con- 
sumo de  ellas,  porque* en  las  operaciones  no  re- 
siste el  agua  caliente. — V.  Seda. 

ABONO.  Nombre  dado  á  los  restos  de  ma- 
terias orgánicas  empleados  para  activar  la  ve- 
getación de  las  tierras  de  cultho.  Cuéntanse  en- 
tre los  abonos  la  basura  de  los  animales  acuáticos, 
de  cerdo,  de  conejo,  del  hombre,  etc.,  el  estiér- 
col de  caballo,  de  carnero,  de  vaca,  etc.,  las  ho- 
jas, la  paja  y  las  yerbas  podridas,  etc.,  etc. 

No  pueden  llamarse  en  propiedad  abonos  co- 
merciales aquellos  que  son  voluminosos,  de  poco 
Aalor,  que  el  mismo  labrador  recoge  en  su  ha- 
cienda, ni  aun  tampoco  los  que  recoge  y  compra 
en  las  grandes  ciudades.  Los  únicos  que  consti- 
tuyen un  ramo  importante  de  comercio  son  cierto* 
abonos  ricos  de  los  cuales  una  corta  cantidad  ba*- 
ta  para  completar  á  mayores  ó  menores  distan- 


20  ABO 

cias ,  los  medios  de  fertilización  del  terreno.  Estos 
abonos  son : 

Altramuces.  Granos  de  leguminosas  que,  co- 
mo abono ,  son  objeto  de  un  gran  comercio  en 
Toscana;  véndense  estos  altramuces  tostados  al 
horno  ó  hervidos  y  secos ,  operaciones  á  que  se 
les  sujeta  para  hacerles  perder  toda  facultad  ger- 
minativa. 

Carne  y  sangre  secas.  Estos  abonos  muy  ri- 
cos, muy  útiles  para  expediciones  lejanas,  se 
venden  cá  peso ,  en  pedazos  ó  en  polvo ;  em~ 
pléanse  mezclados  con  una  ó  dos  veces  su  volu- 
men de  la  tierra  del  campo,  y  se  cubren  con  ésta; 
es  mejor  aun  mezclarlos  con  negro  animalizado 
para  evitar  que  los  animales  pequeños  no  se  los 
coman. 

Huesos.  Los  huesos  triturados  ó  reducidos  á 
polvo  grosero  son  objeto  de  enormes  importacio- 
nes en  Inglaterra;  la  Rusia  y  muchas  otras  co- 
marcas septentrionales  alimentan  la  mayor  parte 
de  este  comercio.  Los  efectos  de  este  abono  se  han 
exagerado  en  demasía ,  según  los  experimentos 
que  han  hecho  cultivadores  instruidos. 

Mantillo.  Nombre  dado  á  la  materia  fecal  ó 
estiércol  seco  que  se  presenta  en  forma  pulveru- 
lenta. Esta  materia  se  esparce  sóbrelas  tierras  an- 
tes de  las  labores  ó  en  el  momento  del  primer  ras- 
trilleo, antes  de  la  siembra.  Con  frecuencia,  los 
traíicantes  lo  falsifican  mezclándole  tierra ,  turba, 
etc.  Sería,  pues,  útil  verificar  la  calidad  de  este 
abono  determinando  la  proporción  de  amoníaco 
que  podría  dar  en  la  destilación ,  ó  mejor  aun  la 

Eroporcion  de  ázoe  que  contiene;  este  seria  tam- 
ien  el  mejor  modo  de  verificación  y  estimación 
para  los  demás  abonos.  Los  farmacéutico-quími- 
cos se  encargarían  de  estos  análisis ,  y  el  comer- 
cio ganaría  mucho  si  se  hiciesen  de  vez  en  cuando, 
porque  esto  evitaría  muchos  fraudes  y  errores. 

Negro-residuo  de  la  purificación  del  azúcar. 
Este  abono,  llamado  también  Negro  animal ,  es 
útilísimo ,  y  el  consumo  que  de  él  se  hace  en 
Francia  anualmente  se  eleva  hasta  218,000  quin- 
tales. La  eficacia  de  este  nuevo  abono  en  la  fer- 
tilización de  los  terrenos  es  debida  á  la  sangre 
coagulada  que  contiene  en  la  proporción  de  trein- 
ta á  cuarenta  por  ciento. 

Negro  animalizado.  Los  agricultores  cono- 
cen generalmente  bajo  este  nombre  un  abono  se- 
mejante al  Negro  animal,  pero  que,  bien  prepara- 
do, contiene  todavía  mas  materia  orgánica  azoada, 
no  conteniendo  por  otra  parte  como  el  preceden- 
te sustancias  azucaradas  dispuestas  á  fermentar. 
Sus  efectos  son  sobre  todo  notables  relativamen- 
te á  los  vegetales  que  exigen  un  alimento  sustan- 
cioso ,  especialmente  los  morales ,  los  olivos,  las 
coles  de  hortaliza,  los  tabacos,  las  leguminosas , 
los  trigos,  la  granza,  etc.  Mézclase  con  la  tierra 
en  la  proporción  de  cinco  á  diez  por  ciento. 

Plumas.  Las  plumas  gruesas  se  venden  á 
peso ,  y  desde  Francia  se  expiden  particularmente 
para  lá  Romana  en  donde  son  destinadas  como 
abono  para  el  cultivo  del  cáñamo. 

Palomina.  Llámase  así  el  excremento  de  los 
palomos,  que  es  un  excelente  abono  y  constituye 


AM 

un  importante  objeto  de  comercio  sobre  todo  en 
Flandes.  Se  vende  á  cargas  ó  á  sacos.  Lo  mismo 
puede  decirse  de  la  Gallinaza  ó  excremento  de 
las  gallinas. 

Raspaduras  de  astas.  Excelente  abono,  aná- 
logo por  sus  efectos  á  los  trapos  viejos,  pero  mas 
fácil  de  esparcir  y  de  fijar  su  cantidad. 

Residuos  de  cerbecenas.  Estos  residuos,  no 
hace  mucho  tiempo  tirados ,  lo  que  se  verifica  to- 
davía en  ciertas  localidades,;  son  un  abono  cuya 
actividad  se  aumenta  impregnándolo  de  la  mitad 
de  su  peso  de  orina  de  ganado.  Pueden  emplear- 
se como  el  mantillo. 

Trapos  viejos.  Nombre  dado  á  los  trapos  vie- 
jos de  lana  y  seda  recogidos  en  las  calles  y  en- 
tresacados. Sirven  para  abono  délos  olivos,  mo- 
rales y  viñas ,  se  descomponen  lentamente  en  la 
tierra,  y  suministran  por  espacio  de  muchos  años 
alimento  á  las  plantas. 

Estos  son  los  principales  abonos  comerciales, 
sin  embargo  no  podemos  precindir  de  incluir  en- 
tre ellos  la  Rasura  ó  materia  fecal  desleída  en 
agua  ú  orines ,  y  conservada  en  las  letrinas,  y  los 
Estiércoles,  que  los  labradores  compran,  aunque 
constituyan  un  comercio  de  localidades.  No  pue- 
de decirse  lo  mismo  de  los  Lodos  de  las  calles  y 
caminos,  que  por  lo  regular  son  recogidos  por  los 
labradores ,  aunque  en  ciertas  poblaciones  éstos 
pagan  un  tributo  para  recogerlos. 

En  general ,  estos  abonos  deben  ser  considera- 
dos como  ofreciendo  un  alimento  útil  al  desarro- 
llo de  las  plantas ;  no  deben  dispensar  del  uso  de 
los  beneficios,  tales  como  cenizas,  margas,  cer- 
nadas, arcillas  cenagosas,  etc.,  cuyo  destino  es 
aligerar  el  terreno  si  es  demasiado  arcilloso ,  ó 
hacerlo  mas  compacto  si  es  demasiado  arenoso. 

Sin  razón  se  han  colocado  entre  los  abonos  el 
yeso ,  las  tierras  piritosas  y  algunas  sales ,  que 
no  son  otra  cosa  sino  estimulantes  de  la  vegeta- 
ción. 

ABRASIVO  .  Árbol  del  aceite 
[Dryandra  cordata,  Thunb. ;  D.  oleifera,  Lam.,  y 
Elwococca  verrucosa,  Comm.).  Este  pequeño  árbol 
que  pertenece  á  la  monoecia  dodecandf  ia ,  fami- 
lia de  las  euforbiáceas,  y  es  llamado  en  la  China 
Ton-chu ,  es  cultivado  en  la  isla  de  Francia.  Por 
la  presión  de  las  almendras  de  sus  frutos,  se  ob- 
tiene un  aceite  llamado  A  ceite  de  madera ,  que 
sirve  para  el  alumbrado,  y  mezclado  con  otros 
ingredientes  forma  una  especie  de  barniz  para 
preservar  la  madera  expuesta  á  la  lluvia  y  pintar 
los  pavimentos  con  ella  construidos.  En  el  Japón, 
en  donde  es  natural ,  el  mismo  aceite  sirve  tam- 
bién para  la  alimentación,  siendo  reciente,  aun- 
que es  un  poco  acre. 

ABRO,  Abrus.  Género  de  la  familia  de  las 
leguminosas  y  de  la  diandria  decandria  de  Linneo, 
que  contiene  una  sola  especie. 

Abro  de  cuentas  de  rosario  [Abrus 
precatorius  ,  L. ) .  Arbusto  que  crece  en  las 
Antillas ,  en  el  África  y  en  la  India.  Sus  semi- 
llas son  de  un  color  rojo  agradable ,  marcadas 
en  el  ombligo  con  una  mancha  negra  esférica 
que  ocupa  casi  su  tercio,  y  su  volumen  es  el  de 


ACÁ 

un  guisante  pequeño.  Con  ellas  se  hacen  collares, 
brazaletes,  después  de  haberlas  agujereado,  ope- 
ración bastante  difícil  cuando  son  muy  secas,  á 
causa  de  su  dureza;  también  se  hacen  rosarios, 
y  de  ahí  el  nombre  de  Cuentas  de  rosario.  Con- 
viene no  confundir  estas  semillas  con  las  del  Ade- 
nanthera  pavonina,L.,  de  un  rojo  punzó  como 
ellas,  pero  algo  comprimidas  y  sin  mancha,  ni  con 
las  del  Erylhrina  Corallodendron,  L. ,  ó  mejor  de 
una  especie  de  Sophera,  que  las  tiene  cuatro  veces 
mas  gruesas,  y  cuya  mancha  negra  está  fuera  del 
ombligo.  Estas  semillas  sirven  en  la  India  de  pe- 
sos; hay  quien  las  considera  como  oftálmicas  y 
cefálicas  aplicadas  al  exterior;  hay  quien  dice  que 
son  venenosas  al  interior ,  y  que  tres  tomadas  en 
polvo  pueden  causar  la  muerte ,  siendo  así  que 
enteras  pueden  tomarse  impunemente ,  sin  duda 
porque  no  son  digeridas. 

Las  hojas  del  abro,  en  infusión  en  agua,  dan 
un  licor  azucarado,  conocido  con  el  nombre  de 
Vatti  en  la  India;  sirven  allí  á  modo  de  té;  con 
ellas  se  prepara  un  extracto  que  reemplaza  el  de 
regaliz ;  etc. 

La  raiz  de  esta  planta  es  tan  semejante  á  la  de 
regaliz,  que  se  vende  como  tálenlas  calles  de  Cal- 
cuta. En  Java  es  considerada  como  dulcificante, 
y  con  ella  se  prepara  un  mucílago,  lo  que  hace 
llamar  á  este  vegetal  Regaliz  de  América. 

AfiiltOH  l\l.  Muselina  clara  y  fina  que 
llega  de  las  Indias  orientales  particularmente  de 
Bengala,  cuyas  piezas  tienen  29  '/2  varas  de 
largo  con  cinco  octavos  á  tres  cuartos  de  ancho. 

ABUBIIjIjA,  Upupa.  Género  de  aves  del 
orden  de  los  paseros ,  familia  de  los  tenuirostres, 
al  cual  pertenece  la  especie 

Abubilla  común  (  Upupa  Epops ,  L.). 
Hermosa  ave  de  paso,  menos  gruesa  que  el  pichón, 
uue  tiene  en  su  cabeza  un  moño  compuesto  de  dos 
filas  de  plumas  movibles;  llega  en  la  primavera  y 
se  vuelve  á  África  por  otoño :  es  muy  abundante 
en  el  Mediodía  y  muy  rara  en  el  Norte;  anida  en 
los  árboles;  se  alimenta  de  granos  y  frutos,  y 
en  otoño  es  cuando  está  mas  gorda ,  y  solo  en 
esta  época  es  buena  su  carne.  Esta  tiene  un  olor  de 
almizcle  que  se  le  hace  desaparecer  cortando  la  ca- 
beza al  ave  luego  que  está  muerta ,  y  aun  fué  re- 
putada como  inmunda  por  los  Judíos";  Belon  dice 
que  ,  mechada  y  asada ,  no  es  inferior  á  la  del 
mirlo.  Antiguamente  esta  carne  ó  su  caldo  eran 
preconizados  contra  el  cólico ;  su  corazón ,  su 
hígado  y  sus  sesos  eran  reputados  propios  para 
disipar  la  jaqueca,  fortificar  la  memoria  y  procu- 
rar un  sueño  agradable. 

ABUTUA.  Género  de  plantas  fundado  por 
Loureiro ,  correspondiente  á  la  familia  de  las  mc- 
nispermeasy  á  ladioecia  pentandria.  Del  Abu- 
tua  de  la  India  (Abutua  indica,  Lour.) ,  se 
dice  que  sus  raices  y  la  basé  de  sus  tallos  son  em- 
pleados como  resolutivos,  desobstruentes ,  anti- 
febriles, sea  en  cocimiento,  sea  en  polvo. 

AC 

ACACAliIS.  Bajo  este  nombre  Dioscori- 
rles  y  sus  comentadores  han  hablado  de  un  arbus- 
to de  Egipto,  royas  semillas  eran  empleadas  en 


ACÁ  21 

infuso  para  aumentar  las  fuerzas  de  la  visión. 
Belon  dice  que  en  Constantinopla  el  acacalis  es 
llamado  Kesmesen.  Merat  cree  que  este  arbusto 
quizás  sea  el  Cassia  A  bsus ,  L.,  cuyas  semillas 
desde  la  mas  remota  antigüedad  han  sido  emplea- 
das en  el  Oriente  contra  las  enfermedades  de  los 
ojos. 

ACACIA,  Acacia.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  leguminosas ,  de  la  monodelfia  po- 
liandria de  Linneo ,  desmembrado  del  género  Mi- 
mosa de  este  autor.  Este  nombre  es  el  que  llevaba 
en  los  autores  antiguos.  Las  Acacias  se  distinguen 
de  las  Mimosas  en  su  flor  regular ,  y  de  las  In- 
gas en  sus  legumbres  sin  pulpa  azucarada  al  re- 
dedor de  las  semillas.— El  genero  Acacia  abraza 
un  número  considerable  de  especies  entre  las 
cuales  se  cuentan  yerbas ,  arbustos  y  árboles,  to- 
das interesantes  por  los  servicios  que  prestan  á 
la  medicina,  á  las  artes,  á  la  economía  domésti- 
ca, etc. ,  y  todas  exóticas;  con  todo,  varias  es- 
pecies se  cultivan  en  los  jardines.  En  los  límites 
que  hemos  fijado  á  nuestro  trabajo,  solo  nos  es 
permitido  indicar  las  acacias  mas  principales  por 
su  utilidad. 

Acaeia  de  Arabia  [Acacia  arábica, 
Laon. ;  Mimosa  arábica,  L.).  Esta  era  la  única 
especie  conocida  de  los  antiguos ,  y  desde  el  tiem- 
po de  Matíolo  ( 1 565 )  distinguíanse  ya  bajo  este 
nombre  muchas  variedades  de  gomas.  Esta  plan- 
ta crece  no  solo  en  África  sí  que  también  en  la  In- 
dia. Su  corteza  es  astringente,  y  sirve  para  las 
operaciones  de  curtiduría ;  y  en  este  último  pais 
se  emplea ,  en  infuso,  á  la  dosis  de  tres  á  cuatro 
onzas,  dos  veces  al  día,  en  los  decaecimientos 
y  la  postración  que  siguen  á  la  mordedura  de 
ciertas  serpientes  y  que  van  acompañadas  de  he- 
moptisis y  de  hematuria;  úsase  igualmente  para 
limpiar  las  úlceras  de  mal  carácter,  etc. 

Con  las  legumbres  de  esta  especie,  que  parecen 
poseer  la  astringencia  de  la  corteza  á  un  grado 
mas  señalado  aun ,  se  obtiene  un  medicamento 
usado  antiguamente,  y  llamado  Acacia  verdade- 
ra ó  Zumo  de  acacia.  Prepárase  éste,  de  tiempo  in- 
memorial, en  el  alto  Egipto,  con  dichas  legumbres 
todavía  verdes,  exprimiéndolas,  y  reduciendo 
su  zumo  á  consistencia  de  extracto  por  medio  del 
calor  solar ;  en  seguida  se  forman  panes  del  peso 
de  cuatro  á  ocho  onzas ,  que  se  envuelven  en  pe- 
dazos de  vejiga.  Este  fumo  inspisado  es  de  un  mo- 
reno-rogizo,  frágil,  inodoro,  de  sabor  estíptico, 
formado  principalmente  de  lanino  y  de  un  ácido 
libre.  Nos  llegaba  del  alto  Egipto  por  la  vía  de 
Marsella ;  pero  al  presente  es  muy  raro  en  el  co- 
mercio ,  ó  mejor ,  tiempo  hace  que  no  se  halla  ya 
en  él.  Falsificábase,  á  menudo,  con  el  zumo  ele 
los  frutos  verdes  del  Endrino  ( Prunus  spinosa, 
L.) ,  que  constituye  la  Acacia  del  país  (Acacia 
nostras ) ,  que  se  prepara  en  Alemania ,  y  que  por 
fin  ha  llegado  á  reemplazarla.  Es  un  astringente 
poderoso ,  del  que  no  se  hace  ya  uso. 

Aeacia  Catecú  (Acacia  Catechu  ,  W. ; 
Mimosa  Catechu,  L.).  Esta  especie  de  la  India 
suministra  también,  por  la  expresión  de  sus  legum- 
bres y  el  cocimiento  del  meollo  de  su  leño,  liqui- 


S2  ACÁ 

dos  que,  evaporados  hasta  consistencia  de  extrac- 
to seco  por  medio  del  calor  del  sol,  se  cortan  en 
pequeños  panes  cuadrados,  y  llevan  el  nombre  de 
Catecú.  En  ciertos  países  se  hace  también  catecu 
con  diferentes  partes  de  muchas  especies  de  plan- 
tas y  principalmente  con  las  de  una  especie  de 
arec  ó  palmero. 

La  acacia  catecu ,  que  es  la  especie  de  que  se 
extrae  el  catecu  verdadero ,  es  muy  coman  en 
Bengala  y  en  la  provincia  de  Bahur  en  la  India. 
La  denominación  de  Tierra  del  Japón  que,  á  ve- 
ces, se  le  da  es  pues  doblemente  impropia,  puesto 
que  no  es  una  materia  mineral ,  ni  tampoco  pro- 
cede del  Japón. 

El  Catecu  es  una  sustancia  que  se  presenta 
en  masas  ó  en  panes ,  de  un  rojo  subido  análogo 
al  color  de  la  castaña;  pesada,  compacta,  algo 
luciente;  de  fractura  laminosa,  brillante  y  sem- 
brada de  puntos  grises  ó  blanquecinos ;  dura,  se- 
ca ,  fácil  de  pulverizar  y  de  desnacerse  en  la  boca; 
de  un  sabor  primero  amargo ,  estíptico ,  astrin- 
gente ,  después  bastante  agradable  y  análogo  al 
del  lirio  ó  de  la  violeta ,  que  corrije  el  mal  olor 
del  aliento ;  se  inflama  y  arde  en  el  fuego ,  y  se 
disuelve  del  todo  en  el  agua  cuando  es  pura. 

En  el  comercio  se  distinguen  dos  especies  prin- 
cipales de  catecu ,  que  parecen  diferir  mas  por  su 
apariencia  exterior  que  por  su  naturaleza  íntima. 
Estos  son  el  catecu  de  Bombay  y  el  catecu  de 
Bengala. 

El  Catecu  de  Bombay  es  el  mas  estimado.  Nos 
llega  en  pequeñas  masas  ó  panes  cuadrados  de 
dos  á  tres  onzas ;  de  fractura  deslucida ,  rojiza, 
ondeada  y  muchas  veces  jaspeada ;  es  friable ,  y 
se  disuelve  prontamente  en  la  saliva ;  su  sabor 
primero  astringente  sin  amargor ,  pasa  á  ser  azu- 
carado, agradable  y  persistente.  Esta  variedad 
es  bastante  rara. 

El  Catecu  de  Bengala  es  menos  pesado,  mas 
friable ,  en  panes  orbiculares  mas  complanados, 
de  tres  á  cuatro  onzas ;  de  un  color  moreno  fer- 
ruginoso y  mas  homogéneo ;  su  fractura  es  menos 
vidriosa ,  mas  deslucida ,  muy  terrosa  y  mas  mo- 
rena; su  sabor  es  también  astringente,  pero  li- 
geramente amargo  y  en  seguida  mucho  menos 
azucarado. 

El  Sr.  Davy  ha  analizado  estas  dos  especies  de 
catecu ,  y  las  ha  encontrado  compuestas  de  la  ma- 
nera siguiente  : 

Catecú  de  Bombay.  Catecu  de  Bengala. 


Tanino. 
Extractivo 
Mucílago 
Materia  terrosa. 


También  se  encuentra  una  tercera  especie ,  co- 
nocida con  el  nombre  de  Catecú  en  masa ,  que 
ofrece  á  corta  diferencia  los  mismos  caracteres 
délos  dos  que  acabamos  de  describir.  Está  en- 
vuelto en  hojas  que  probablemente  han  servido 
para  impedir  la  adherencia  de  los  panes  ó  peda- 


.     54,  50 
.     34 

6,  80      . 
.   .       8 

48,  80 
36,  80 

8 

7 

100,  00 

100,  00 

ACÁ 

zos  antes  de  la  desecación.  Esta  especie  se  pre- 
senta en  pedazos  de  tres  á  cuatro  onzas  también, 
procedentes  de  pedazos  mas  gruesos,  lucientes, 
de  un  color  menos  oscuro  que  los  precedentes. 
Contiene  cincuenta  y  siete  de  tanino  por  ciento. 
Hoy  dia  circula  mucho  en  el  comercio,  y  es  esti- 
mado ,  siendo  como  los  anteriores  de  buena  ca- 
lidad. 

No  es  lo  mismo  de  una  cuarta  especie  que  se 
encuentra ,  desde  algunos  años ,  en  pequeños  pa- 
nes cúbicos,  análogos  á  los  panes  del  azul  de 
Prusia.  Este  catecú  contiene  una  gran  cantidad  de 
almidón.  Los  panes  son  regulares,  tienen  en  el 
interior  el  color  del  catecú,  pero  la  fractura  es 
deslucida ,  de  color  leonado  y  granado.  Presenta 
el  aspecto  de  ser  preparado  por  los  droguistas. 

El  catecú  en  panes  cuadrados  vienen  en  cajas 
de  ciento ,  doscientas  y  cuatrocientas  libras ;  —  el 
en  panes  redondos ,  en  sacos  ó  en  esteras  cubier- 
tas de  tela  de  Gunny,  y  que  pesan  de  cincuenta  á 
sesenta  libras. 

El  catecú  es  empleado  en  medicina  como  tóni- 
co y  astringente  con  felices  resultados ;  los  Orien- 
tales lo  mascan  para  corregir  el  mal  olor  del  alien- 
to ,  asegurar  las  encías  y  fortificar  el  estómago; 
en  la  India  y  en  el  Asia  se  hace  mucho  uso  de  él, 
y  los  grandes  del  pais  no  se  contentan  de  mascar 
lo  solo ,  sí  que  le  mezclan  cardamomo ,  ámbar, 
almizcle,  etc. ;  los  Holandeses  hacen  con  él  pas 
tillas,  que  se  dice  ser  afrodisíacas;  por  último, 
entra  en  la  composición  del  betel  de  tanto  uso  en 
dichos  países,  y  en  otras  composiciones  usa- 
das entre  nosotros.  — Antes  de  emplearlo,  los  far- 
macéuticos lo  purifican  para  separar  la  tierra  que 
parece  habérsele  añadido  en  su  preparación.  Bas- 
ta, para  ello,  disolver  toda  la  parte  soluble  en  el 
agua  hirviendo,  y  volverle  por  la  evaporación  á 
la  consistencia  de  extracto.  Para  que  el  producto 
sea  de  buena  calidad ,  es  menester  que  el  residuo 
seco  no  pase  de  10  partes.  Por  lo  demás,  cuan- 
do los  panes  de  catecú  son  bien  enteros ,  quebra- 
dizos, de  una  textura  sólida  al  interior,  son  tan 
puros  como  posible  es  procurárselos. 

El  catecú  es  á  veces  sofisticado  con  tierra  ar- 
cillosa, brillante  y  de  color  rojo  moreno.  Esta 
mezcla  es  muy  fácil  de  reconocer ;  adhiere  á  la 
lengua,  no  se  disuelve  en  la  boca,  ni  en  el  vino, 
ni  en  el  alcohol  ó  vinagre ,  y  no  se  consume  al 
fuego. — Cuando  el  catecú  está  sofisticado  por 
zumos  vegetales,  basta  añadir  un  poco  de  cloruro 
de  hierro  moreno  á  una  solución  acuosa  de  cate- 
cú ,  que  se  forma  un  precipitado  negro  ó  violeta, 
en  vez  de  un  precipitado  verde  que  se  obtendría 
con  el  catecú  puro. — Cuando  el  catecú  contie- 
ne almidón ,  basta  tratarlo  con  agna  fría  y  alco- 
hol ;  el  almidón  queda  intacto ,  y  se  puede  eva- 
luar la  soíisticacion. 

Vista  la  enorme  cantidad  de  tanino  que  contie- 
ne el  catecú ,  que  es  tal  que  da  diez  veces  mas 
que  la  corteza  de  roble,  se  puede  deducir  que  es 
el  cuerpo  mas  propio  para  curtir  los  cueros,  y  que 
podría  servir  de  grande  recurso  en  las  artes. 

Acacia  de  cabeza  blanca  {Acacia 
leucocephala ,  Bert. ) .  Especie  de  Puerto  Rico.  Ar- 


ACÁ 

bol  de  veinte  pies ,  de  hojas  dos  veces  aladas, 
flores  de  cabezas  olorosas  de  un  blanco  rosado. 
Observase  en  ciertos  jardines  en  Europa,  pero  en 
invernadero  caliento.  Su  corteza  es  reputada  co- 
mo astringente. 

Acacia  de  color  de  orin  {Acacia  fer- 
ruginea,  RottlJ.  Especie  de  la  India.  El  coci- 
miento de  su  corteza  es  astringente  y  empleado 
para  fortificar  las  encías. 

Acacia  de  hoja  delgada  {Acacia  te- 
nuifolia,^.) .  Según  Desportes,  las  yemas  y  laraiz 
de  esta  especie  de  las  Antillas  y  dé  Caracas  son 
empleadas  contra  el  vómito ,  la  diarrea  y  las  he- 
morragias ,  porque  se  las  tiene  como  eminente- 
mente astringentes. 

Acacia  Yiopo  [Acacio  Niopo,  Kunth.). 
Los  Indios  de  las  misiones  de  la  Orenoca ,  en  don- 
de crece  esta  especie ,  designada  por  ellos  con 
este  nombre ,  emplean  sus  semillas  pulverizadas 
á  guisa  de  tabaco  de  fumar. 

Acacia  Orfota  {Acacia  Orfota ,  N. ;  Mi- 
mosa Orfota ,  Forsk.).  Esta  especie  crece  en  Ara- 
bia. Sus  hojas  puestas  en  la  leche  de  camello  la 
impiden  de  coagularse  y  de  acedarse  por  espa- 
cio de  muchos  días.  De"  ella  trasuda  una  especie 
de  resina  cu\o  humo,  quemándola,  así  como  el 
de  su  leño ,  és  útil  contra  las  convulsiones  epi- 
lépticas ,  lo  que  asegura  Forskal. 

Acacia  peregrina  (Acacia  peregrina, 
W.;  Mimosa  peregrina,  L.).  Especie  que  crece 
en  la  Nueva  Granada  en  donde  su  corteza  sirve 
para  fortificar  las  carnes,  lo  que  supone  contener 
tanino. 

Acacia  trepadora  [Acacia  scandens,  W.; 
Mimosa  scandens,  L.).  Esta  especie  conocida  ba- 
jo el  nombre  de  Bayugo  en  Filipinas,  estrangula 
los  árboles  trepando  en  ellos,  en  los  cuales  se 
enjerta  v  corre  asi  a  Teces  mas  de  media  legua. 
El  líber  "de  su  corteza  contiene  un  principio  jabo- 
noso que  la  hace  emplear  para  lavar  la  ropa.  Sus 
enormes  legumbres ,  de  tres  á  cuatro  pies  de  lar- 
go, contienen  semillas  que  los  indígenas  de  Java 
comen  cocidas  ó  acecinadas ,  y  que  se  creen  fe- 
brífugas cuando  secas;  también  con  ellas  se 
alimenta  á  los  animales.  Las  legumbres  verdes 
contienen  una  sustancia  diáfana,  gomosa;  con 
ellas  se  prepara  una  agua  destinada  para  impe- 
dir la  caula  de  los  cabellos  v  para  conservar  la 
limpieza  de  la  cabeza.  Según  Horsfield,  esta  plan- 
ta es  reputada  emética  en  Java ,  sin  que  indique 
cual  es  la  parte  que  tiene  esta  propiedad. 

Acacia  verdadera  (Acacia  vera,  W.; 
Mimosa  nilotica ,  L.).  Este  nombre  específico  ha 
sido  sustituido  al  de  nilotica  por  WildenoAV,  por- 
que esta  planta  no  crece  en  abundancia  en  las 
orillas  del  Ñilo ,  y  es  la  que  da  mas  goma  ará- 
biga en  el  interior  del  África.  El  árbol  es  llamado 
Sunth ,  v  su  fruto  Karot,  en  Egipto.  Sus  semillas 
dan  un  hermoso  color  rojo  empleado  para  teñir 
el  tafilete.  Su  legumbre  suministra  también  Zu- 
mo de  acacia,  según  Gonini. 

Muchas  especies  del  género  Acacia  suministran 
un  producto,  muy  empleado  en  medicina  y  en  las 
artes,  designado  bajo  el  nombre  de  Goma  ará- 


ACA  23 

biga ,  porque  de  la  Arabia  es  de  donde  procedió 
de  tiempos  los  mas  antiguos.  Entre  ellas  deben 
citarse:  el  Acacia  decurrens ,  W .  [Mimosa  de- 
currens,  Donn.  J ,  Acacia  corredora,  y  el  Acacia 
floribunda,  W.  [Mimosa  floribunda,  Vént.),  Aca- 
cia de  flores  kcmerosas,  especies  de  la  Nueva 
Holanda  que  dan  una  goma  análoga  á  la  arábiga; 
el  Acacta  gummi  fera,  W. ,  Acacia  que  lleva  go- 
ma, que  crece  en  Mogador ,  y  da  dos  especies  de 
goma  arábiga;  el  Acacia  Lebbek ,  W.  [Mimosa 
Ltbbtk,  L. ),  Acacia  de  Lfbbek,  planta  del  Egipto 
que  produce  también  un  poco  de  goma  arábiga; 
el  Aiacia  Sassa  ,  N.  [Mimosa  sassa ,  Bruce) ,  que 
crece  en  Alñsinia  y  en  Madagascar ,  que  igual- 
mente da  una  goma  análoga  á  la  de  Arabia ;  el 
Acacia Senegal,  W.  [Mimosa  senegalensis Forsk.), 
Acacia  del  Sexegal  ,  que  hoy  dia  produce  la  go- 
ma mas  común  entre  nosotros^  ó  á  lo  menos  es  por 
la  vía  del  Senegal  por  donde  se  obtiene  mas  goma, 
pues  toda  la  que  se  recibe  no  pertenece  al  árbol 
de  que  se  trata,  como  se  expondrá  en  el  artículo 
Goma  arábiga. 

ACALIFA ,  Acalypha.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  euforbiáceas  y  de  la  monoecia 
monadeltia  de  Linneo.  Entre  los  "Griegos  el  nom- 
bre de  Acalypha  se  daba  á  la  ortiga,  á  la  cual  se 
parecen  muchas  de  sus  especies. 

Acalifa  de  la  India  [Acalypha  indica, 
L. ).  Planta  con  los  involucros  de  las  flores  feme- 
ninas de  figura  de  corazón  y  algo  recortados; 
hojas  aovadas,  y  mas  cortas"  que  el  pecíolo.  Es 
el  Cupameni  de  Malabar.  El  cocimiento  de  sus 
hojas,  con  un  poco  de  ajo,  es  usado  en  la  India 
contra  las  lombrices  de  los  niños;  á  éstos  se  les  fro- 
ta la  lengua  con  dichas  hojas  para  excitarles  vó- 
mitos y  desembarazar  su  estómago  de  las  visco- 
sidades que  le  sobrecargan.  Redio  dice  que  el 
cocimiento  de  su  raiz  ó  de  sus  hojas  es  purgante, 
y  que  el  cocimiento  de  ambas  partes  calma  el 
dolor  de  oreja  puesto  en  el  conducto  auditivo. 
Hase  también  preconizado  su  zumo,  mezclado  con 
aceite ,  como  un  buen  linimento  antiartrítico  y 
antisifilítico. — Según  Ainslie,  las  hojas  del  Acá ly- 
pha  betulina ,  Retz,  son  empleadas  en  la  India  co- 
mo un  estomático  agradable  en  la  dispepsia  y  en 
el  cólera ,  y  también  son  tenidas  como  atenuan- 
tes y  alterantes. 

ÁCAHÍTO,  Acanthüs.  Género  de  plantas 
de  la  didinamia  angiospermia  de  Linneo ,  que  da 
su  nombre  auna  familia  natural ,  las  acantáceas. 
Abraza  no  mas  que  ocho  ó  nueve  especies,  de 
las  cuales  la  mayor  parte  son  arlóles  indígenos 
del  África  y  de  la  India.  Las  especies  de  nuestro 
pais  son  yerbas  vivaces,  y  son  las  siguientes. 

Acanto  blando,  Branca  ursina, 
Yerba  giganta  [Acanthüs  mollis ,  L.).  Es- 
pecie vivaz  que  crece  en  España  sobre  todo  en 
Andalucía,  Aragón,  Valencia  y  Cataluña,  en  lu- 
gares húmedos  y  pedragosos.  De  la  raiz  de  esta 
planta  salen  hojas  grandes,  anchas,  hermosas, 
profundamente  decompuestas ,  blandas,  tendidas 
sobre  tierra,  relucientes,  de  un  verde  agradable, 
llenas  de  jugo  mucilaginoso;  de  entre  ellas  sale 
un  tallo  que  se  eleva  basta  la  altura  de  dos  ó  tres 


24  ACÁ 

pies,  derecho,  rodeado  desde  el  medio  hacia  ar- 
riba de  flores  oblongas,  blancas  monopétalas, 
complanadas  por  un  extremo  en  lámina ,  recorta- 
das en  labios  de  tres  piezas,  angostadas  y  termi- 
nadas por  el  otro  extremo  por  un  tubo  comunmente 
corto  y  parecido  á  un  anillo;  el  fruto  se  parece 
do  á  una  bellota,  y  encierra  en  dos  celdillas  se- 
millas oblongas. 

Esta  planta  es  considerada  como  emoliente ,  y 
de  consiguiente  empleada  en  cataplasmas ,  lava- 
tivas, y  fomentos;  los  habitantes  de  Trebisonta  la 
miran  como  un  remedio  excelente  para  todos  los 
males,  y  sobre  todo  como  un  vulnerario  infalible. 

El  acanto  es  célebre  por  cuanto  sus  hojas  die- 
ron origen  á  un  orden  arquitectónico.  Murió  en 
Corinto  una  doncella ,  ya  casadera ,  llamada  Vi- 
truvia;  su  nodriza,  que  la  amaba  con  pasión,  co- 
locó en  un  canastillo  las  joyas  que  mas  le  habian 
alagado  durante  su  vida,  con  algunos  vasos  llenos 
de  aquellos  licores  que  mas  le  habian  gustado ,  y 
ciertas  flores  por  las  cuales  habia  tenido  predilec- 
ción ,  y  todo  junto  fué  á  depositarlo  sobre  la  tum- 
ba de  la  infortunada  joven.  Deseando  que  la  ofren- 
da se  conservase  el  mayor  tiempo  posible,  cubrió 
el  canastillo  con  un  ladrillo  cuadrado  para  preser- 
var de  las  intemperies  á  los  objetos  que  contenia. 
Situado ,  por  casualidad ,  el  canastillo  en  un  pun- 
to en  donde  empezaba  á  germinar  un  pié  de  acanto 
blando,  muy  luego  se  desarrollaron  sus  hojas, 
creciendo  á  su  alrededor  y ,  dando  con  la  resis- 
tencia del  ladrillo ,  se  encorvaron  con  gracia ,  y 
como  si  quisieran  secundarla  intención  de  la  ama- 
ble nodriza  y  contribuir  á  formar  un  ornato  digno 
del  sepulcro  de  la  virgen  por  quien  lloraba.  Pol- 
los años  3464  del  mundo,  hallándose  en  Corinto 
Calimaco ,  célebre  arquitecto  de  Atenas  ,  por 
casualidad  pasó  junto  á  este  sitio :  sorprendido  del 
bello  efecto  que  producía  el  conjunto  del  canasti- 
llo con  las  hermosas  hojas  de  acanto ,  muy  luego 
aprovechó  la  grande  idea  en  colunas  que  hizo  en 
Corinto  imitando  el  canastillo  y  fijando  las  propor- 
ciones del  capitel  comparado  con  la  colima  y  demás 
miembros  del  orden.  De  entonces  data  el  orden 
corintio ,  el  mas  elegante  y  rico  de  todos  los  ór- 
denes arquitectónicos  griegos. — El  jesuíta  Villal- 
pando  niega  esta  historia  y  sostiene  que  el  capitel 
corintio  estaba  ya  en  uso  cuando  se  construyó  el 
suntuoso  templo  de  Salomón ,  pero  la  generalidad 
de  los  críticos  no  piensan  como  el  Sr.  Yillalpando, 
y  al  contrario  creen  verídica  la  relación  hecha. 

Por  último ,  el  acanto  es  una  yerba  intere- 
sante por  los  recuerdos  históricos :  Virgilio ,  al 
hablar  de  los  vestidos  de  la  hermosa  Helena,  cuyo 
rapto  dio  origen  á  aquella  guerra  sangrienta  v 
desoladora  que  hizo  desaparecer  un  imperio  del 
Asia  menor ,  dice  que  los  tenia  de  adornados  con 
bordaduras  que  representaban  hojas  de  acanto  : 

Et  circumiexlum  croceo  velamen  acanlho. 

Acanto  espinoso ,  Cardo  acanto 

[Acantus  spinosus,  L.).  Yerba  vivaz,  que  cre- 
ce en  España  y  es  cultivada  en  varios  jardines,  de 
hojas  pinadas  y  espinosas.  Acorta  diferencia  tiene 
las  mismas  virtudes  que  el  Acanto  blando. 


ACE 

ACAPAI/n.  Especie  de  pimienta  pará- 
sita de  la  Nueva-España,  de  frutos  rojizos,  que 
sirve  como  condimento.  Es  de  calidad  inferior. 

ACARA.  Este  nombre  es  empleado  en  el 
Brasil  para  designar  muchos  pescados  de  mar , 
vecinos  de  las  doradas  ( Sparus ) ,  y  usadas  como 
alimentos.  La  mayor  parte  son  todavía  poco  co-* 
nocidas  ,  tales  como  los  Acara  enucu,  peba ,  pi~ 
nima ,  pitamba ,  pucu ,  etc. 

ACARAIA.  Nombre  de  un  pescado  del 
Brasil,  bueno  para  comer,  y  que  se  sala  con  fre- 
cuencia en  el  pais. 

ACARJVANO,  Acarno.  Pescado  de  mar 
muy  semejante  al  Pajel,  del  (pie  quizás  es  una 
variedad.  Su  carne,  según  Daubenton,  es  de  un 
gusto  dulce  y  un  poco  astringente ;  muy  nutri- 
tiva y  se  digiere  con  facilidad,  y  se  la  tiene  como 
diurética. 

ACCOCAY.  Corteza  muy  empleada  por  los 
naturales  del  Senegal  como  febrífuga.  El  análi- 
sis químico  que  de  ella  ha  hecho  Caventou  no  le 
ha  manifestado  ni  el  menor  átomo  de  quinina  ni 
de  cinconina,  délo  que  este  químico  eoncluye  que 
si  la  virtud  febrífuga  es  real  no  la  posee  por  es- 
tos alcaloides. 

ACEBO ,  Ilex.  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia de  los  rámneas ,  de  la  tetrandia  tetraginia. 
Contiene  árboles  ó  arbustos  de  hojas  siempre  ver- 
des, que  crecen  sobre  todo  en  en  la  América  sep- 
tentrional, las  Canarias,  el  Japón,  etc.;  hay  ima 
sola  especie  natural  de  Europa,  pero  liase  conse- 
guido aclimatar  fácilmente  algunas  de  América. 

Acebo  aquifolio,  Acebo  común 
[Ilex  aquifolium ,  L. ).  Esta  es  la  especie  de  Eu- 
ropa, que  llega  á  adquirir  en  ciertos  países  hasta 
cincuenta  pies  de  altura ,  si  no  es  atormentada 
cuando  joven,  pero  crece  en  todos  los  bosques  de 
los  países  templados ,  con  preferencia  junto  á  los 
árboles  frondosos  que  cubren  las  vertientes  y  las 
rocas  que  miran  al  norte  en  donde,  por  lo  co- 
mún ,  no  excede  de  la  grandor  de  los  chaparros; 
esta  circunstancia  hace  que  sea  empleado  para 
hacer  setos  vivos,  para  lo  que  es  muy  á  propósito 
en  razón  de  sus  hojas  espinosas ;  igualmente  se  lo 
coloca  en  los  jardines  de  paisajes,  parques,  etc. — 
Plinio  dice  que  se  suspenden  los  ramos  de  acebo  de- 
lante de  las  casas ,  para  impedir  los  maleficios,  lo 
que  practican  todavía  los  campesinos  para  impedir 
el  rayo ;  el  leño  es  negruzco,  muy  duro,  mas  pe- 
sado que  el  agua ,  y  propio  para  hacer  pequeños 
objetos  de  tornería,  sobre  todo  mangos  de  instru- 
mentos, de  látigos,  etc.  La  segunda  corteza  del 
acebo  ó  liber  sirve  para  preparar  la  liga  ,  que 
se  fabrica  haciendo  hervir  la  corteza ,  cogida  en 
el  mes  de  julio ,  durante  ocho  á  diez  horas ,  des- 
pués metiéndola  dentro  de  tierra  por  espacio  dé 
quince  á  veinte  dias ;  entonces  se  maja  en  un  mor- 
tero ,  y  se  laVa  con  agua  clara  para  separar  sus 
impuridades.  Laliga,  que  es  una  sustanciaviscosa, 
tenaz  ,  blanda ,  emoliente  ,  madurativa ,  reso- 
lutiva ,  etc.,  sirve,  como  se  sabe ,  para  cazar 
pájaros.  La  corteza  de  acebo ,  que  es  lisa  y  verde, 
na  sido  preconizada  entera  como  emoliente  y  re- 
solutiva. Las  hojas  de  acebo,  que  son  ovales, 


ACE 
lustrosas  por  encima ,  de  un  hermoso  verde ,  co- 
riáceas ,  amargas ,  muy  espinosas  en  su  borde, 
lo  que  hace  que  con  ellas  se  envuelvan  las  carnes 
para  ahuyentar  los  animales,  son  empleadas  cuan- 
do tiernas  como  forraje  ;  en  medicina ,  han  sido 
preconizadas ,  según  Rey ,  como  útiles  en  el  cóli- 
co, hanse  mirado  como  sudoríficas,  y  gozan  de 
gran  reputación  como  febrífugas  á  la  dosis  de 
una  dracma  y  media  de  polvo,  dos  ó  tres  horas 
antes  del  acceso ,  infundido  en  vino  blanco.  Las 
bayas,  que  son  la  parte  mas  activa  del  acebo,  son 
rojas,  inodoras,  del  grueso  de  un  guisante,  y 
contienen  cuatro  semillas;  su  sabor  es  acre,  y 
diez  á  doce  bastan,  según  Dodoneus,  para  purgar 
y  aun  para  provocar  el  vómito;  Wdlemet  dice 
que  son  hidragogas ,  y  pretende  que  en  la  medi- 
cina veterinaria  son  empleadas  sobre  todo  en 
lavativa ;  cuando  el  frió  las  ha  encogido  y  arru- 
gado ,  las  aves  las  devoran  con  avidez. 

Acebo  azafranado  {¡lexcrocea,  Thunb.). 
Esta  especie  sirve  en  el  Cabo  para  la  tintura  y  co- 
mo madera  de  carpintería. 

Acebo  líale.  Té  de  los  Jesuítas. 
Té  del  Paraguay  (Ilex  Mate,  Saínt-Hil.). 
Este  arbusto ,  que  Martius  creyó  primero  que  era 
su  Cassine  Gougouha ,  pero  que  luego  reconoció 
no  serlo ,  debe  sus  nombres  españoles  al  país  en 
que  fué  primero  encontrado,  y  á  los  religiosos 
que  lo  hicieron  conocer  y  lo  propagaron,  mientras 
que  el  de  Gongonha  que  se  le  da  es  una  deno- 
minación de  provincia.  Posteriormente  fué  descu- 
bierto en  los  bosques  de  Curitiba  en  el  Brasil,  y 
el  Sr.  de  Saint-Hilaire  pudo  verificar,  en  los  tres- 
bolillos  plantados  por  los  mismos  jesuitas,  su 
identidad  con  el  del  Paraguay,  y  reconocer  que 
era  un  Ilex ,  que  primero  denominó  Ilex  para- 
guaiensis,  pero  que  en  seguida  designó  Ilex  Ma- 
te ,  del  nombre  que  lleva  en  el  Brasil,  que  quiere 
decir  Yerba  por  excelencia. 

Esta  especie  de  arbolito  tiene  las  hojas  ovales 
cuneiformes,  oblongas  ó  lanceoladas,  un  poco  ob- 
tusas ,  cuyos  dientes .  bastante  largos,  están  algo 
alejados  los  unos  délos  otros;  sus  bayas  son  ro- 
jizas, pediculadas,  reunidas  por  ramilletes  axi- 
lares. 

Los  Españoles  y  los  habitantes  de  la  América 
central  hacen  un  inmenso  consumo  de  sus  hojas 
en  infuso,  como  bebida  estimulante;  preparan 
esta  bebida  llenando  de  hojas  cortadas  á  pedaci- 
tos  una  especie  de  calabacmo ,  y  echando  encima 
agua  caliente ,  que  beben  con  un  poco  de  azúcar, 
por  medio  de  un  canutillo  cuyo  extremo ,  que  esta 
sumergido  en  el  líquido ,  es  globuloso  y  está  ta- 
ladrado con  pequeños  agujeros.  Ellos  toman  este 
infuso ,  que  llaman  Mate ,  aunque  no  sea  muy 
agradable,  para  fortificarse  el  estómago,  como 
se  bebe  el  mfuso  de  pimienta,  de  té,  como  se 
masca  el  betel  etc. ,  en  otros  países. 

Por  lo  demás,  habia  alguna  confusión  entre  los 
autores  sobre  la  verdadera  planta  llamada  Té  del 
Paraguay;  los  unos  lo  han  atribuido  al  Cassine 
Per  agua.  L. ,  otros  al  Erythroxylon  peruvianum, 
Willu.  otros ,  al  Psoralea  glandulosa,  L.  Parece 
que  se  beben  los  infusos  de  estas  diferentes  plan- 
4 


ACE  |3 

tas ,  á  semejanza  del  infuso  del  Ilex  Mate,  en  la 
América  del  sud ,  así  como  el  de  un  Luxetnburgia 
de  que  habla  el  Sr.  A.  Saint-Hilaire. 
Aeebo  vomitorio,  A  palachina .  Té 

de  los  Apaches  (Ilex  vomitoria,  Aitón.). 
Este  arbusto  de  la  Florida,  de  la  Virginia,  de  la 
Carolina ,  confundido  con  el  Té  del  Paraguay  en 
muchas  obras,  tiene  efectivamente  sus  bayas  do- 
tadas de  la  propiedad  vomitiva ,  si  se  toman  en 
cantidades  suficientes.  Los  Indios  del  sud  de  la 
Union  estiman  mucho  el  infuso  de  sus  hojas ,  tos- 
tadas previamente,  y  se  sirven  de  él  como  de  un 
[toderoso  diurético,  contra  el  cálculo,  la  nefritis 
a  gota,  etc.;  y  usan  de  él  sobre  todo  cuando  van  a 
la  guerra;  les  excita,  les  embriaga  y  produce  en 
ellos  los  efectos  del  opio,  del  cáñamo  en  los  Indios, 
de  los  licores  alcohóhcos  entre  los  Europeos;  ellos 
creen  que  apacigua  el  hambre. 

El  nombre  de  Apalachina  hase  dado  á  otras 
plantas  á  mas  del  Té  del  Paraguay:  Linneoha  creí- 
do que  esta  era  el  Cassine  Paragua,  L.;  Lamarck, 
su  Cassine  caroliniana;  otros  el  Ilex  Cassine;  al- 
gunos otros  la  han  creído  un  Ceanothus ,  un  Pri- 
noí,etc.  Estos  géneros  de  la  misma  familia  tienen 
propiedades  muy  semejantes ,  y  la  equivocación 
era  fácil.  (Merat.) 

ACEITE.  Principio  vegetal  líquido ,  untuo- 
so ,  inflamable,  mas  hgero  que  el  agua,  por  lo 
común  insípido  é  inodoro ,  susceptible  de  conge- 
larse á  una  temperatura  mas  ó  menos  baja,  com- 
puesto de  estearina  v  de  oleína ,  esta  última  en 
mayor  proporción ,  lo  que  explica  su  mayor  ó 
menor  liquidez ,  y  cuyos  principios  constituyentes 
son  el  carbono,  el  hidrógeno  y  el  oxígeno  en  can- 
tidades variables  según  la  especie. 

Dbtínguense  dos  especies  de  aceites  :  la  pri- 
mera es  llamada  Aceite  fijo,  aceite  craso ,  aceite 
dulce ,  porque  se  obtiene  por  expresión ,  no  tiene 
aroma,  es  mas  espeso,  etc.;  la  segunda  es  el 
Aceite  volátil  ó  esencial,  porque  se  separa  por  la 
destilación,  tiene  un  olor  muy  señalado,  es  mas 
líquido,  mas  acre,  etc.  Las  mantecas  vegetales 
(\ .  Manteca)  son  aceites  que  se  congelan  á  la  tem- 
peratura habitual  del  país. 

Aceite  fijo.  Los  aceites  fijos  en  general  están 
encerrados  en  las  almendras  de  los  frutos  ó  de  las 
semillas;  düstínguense  aquellas  que  los  continen 
en  alguna  abundancia  por  la  propiedad  de  formar 
emulsiones  con  el  agua.  A  veces  la  carne  de  los 
frutos  contiene  también  aceite ,  como  se  obsen  a 
en  el  olivo,  el  cornizo ,  ciertos  palmeros ,  algunos 
laureles;  pero  esto  es  mucho  mas  raro.  En  fin, 
vése,  por  el  análisis  químico ,  que  no  hay  partes 
de  los  vegetales  dicotiledones  que  no  contengan 
alguna  corta  cantidad; — los  cotiledones  nunca  lo 
contienen ; — los  monocotiledones  de  nuestros  cli- 
mas se  hallan  en  el  mismo  caso ,  exceptuándose 
solo  de  esta  ley  algunos  palmeros  exóticos. 

Los  aceites  fijos  se  distinguen  de  las  grasas  en 
que  éstas  son  de  origen  animal ,  contienen  mas 
estearina  y  casi  todas  se  congelan  á  la  tempera- 
tura habitual  del  país;  de  las  ceras  (cuyo  origen 
es  vegetal  ó  animal) ,  porque  estas  últimas  están 
casi  enteramente  compuestos  de  una  especie  de 

tomo  i. 


26  ACE 

estearina,  por  consiguiente  son  mas  consistentes, 
y  además  son  un  poco  resinosas,  etc.  .-las  mantecas 
propiamente  dichas  son  grasas  obtenidas  por  la 
separación  de  los  principios  déla  leche  de  los 
animales.  La  consistencia  hace  con  frecuencia  dar 
el  nombre  de  aceite  ó  de  grasa  a  estos  diversos 
cuerpos,  según  si  son  líquidos  ó  concretos. 

Estos  aceites  se  llaman  fijos  por  su  propiedad 
de  no  poderse  vaporizar  sin  alteración.  El  carác- 
ter empírico  que  los  distingue  délos  aceites  esen- 
ciales es  que  si  se  impregna  con  ellos  un  papel, 
éste  se  pone  trasparente  y  queda  en  él  una  man- 
cha persistente,  Salvo  pocas  excepciones ,  todos 
son  fluidos  á  la  temperatura  ordinaria:  los  unos 
quedan  fluidos  á  la  temperatura  de  hielo,  y  en  el 
comercio,  atendiendo  á  esta  propiedad,  se  les  de- 
signa con  el  nombre  de  aceites  fríos;  los  otros,  al 
contrario,  son  llamados  aceites  calientes  por  la 
propiedad  de  congelarse  á  una  temperatura  cer- 
cana deo.  Expuestos  al  aire,  como  sucede  cuan- 
do se  conservan  en  vasos  mal  cerrados ,  experi- 
mentan una  alteración  que  la  ciencia  ha  estudiado 
incompletamente,  y  que  el  comercio  designa  bajo 
el  nombre  de  rancio.  Esta  alteración  requiere  el 
concurso  del  aire,  y  la  intervención  de  la  luz  la 
favorece  mucho ;  se  manifiesta  por  la  descolora- 
cion  del  aceite,  por  la  precipitación  de  un  poso 
blanquecino ,  por  el  desarrollo  de  una  acidez  no- 
table, y  por  el  olor  característico  conocido  bajo  el 
nombre  de  rancio ,  y  que  aun  en  los  aceites  no 
comestibles  y  de  mal  olor  domina  y  disfraza  los 
olores  popios  de  tales  aceites.  El  aceite  que  ex- 
perimenta esta  alteración  adquiere  viscosidad, 
y  hasta  su  superficie ,  con  el  tiempo ,  se  inspisa 
al  punto  de  llegar  á  ponerse  sólida.  Esta  propie- 
dad ,  que  es  variable  en  las  diversas  calidades  y 
especies  de  aceite,  es  utilizada  en  la  pintura,  y 
es  la  que  ha  dado  origen  á  la  distinción  comercial 
délos  aceites  en  aceites  secantes  y  en  aceites  cra- 
sos. Estas  propiedades  no  son  absolutas  como  pa- 
recería indicarlo  la  división ,  y  solo  tienen  por 
objeto  establecer  una  distinción  entre  los  aceites 
que,  teniendo  la  propiedad  de  secarse  y  endure- 
cerse en  tiempos  variables ,  son  también  por  esto 
propios  á  diversos  usos. 

Todos  los  aceites  fijos  son  menos  densos  que  el 
agua,  así  es  que  sobrenadan  en  este  líquido:  en 
general  esta  densidad  es  aproximativamente  de 
0,9 ,  tomando  el  agua  por  unidad.  Son  untuosos  al 
tacto  ?  tienen  sabores  y  aromas  que  varían  según 
su  origen  y  los  procederes  de  fabricación. 

Los  aceites  fijos  pueden  suportar  una  tempera- 
tura de  1 50á  200°  sin  descomponerse  notablemen- 
te. La  industria  ha  utilizado  esta  propiedad  para 
tratar  en  baño  de  aceite  sustancias  que  no  pueden 
ser  sujetadas  á  la  acción  del  fuego  desnudo. 

Los  aceites  fijos  no  se  disuelven  en  el  agua; 
son  poco  solubles  en  el  alcohol,  á  excepción  de  los 
aceites  de  ricino  y  de  coco ,  y  hasta  cierto  grado 
los  aceites  de  pescado ;  son  mas  solubles  en  el 
éter,  y  se  mezclan  en  todas  proporciones  con  los 
aceites  esenciales ;  no  se  inflaman  al  acercárse- 
les un  cuerpo  incandescente  como  lo  hacen  los  acei- 
tes esenciales;  arden  en  general  con  poco  humo, 


ACE 
pero  exigen  para  esto  la  intervención  de  una  tor- 
cida. La  operación  química  de  la  clarificación 
tiene^por  objeto  mejorar  sus  propiedades  combus- 
tibles, y  la  lámpara  de  Argand  ha  sido  también 
imaginada  para  hacer  su  combustión  mas  perfecta. 

Extraídos  en  frío  (proceder  empleado  sobre  to- 
do para  aquellos  que  son  comestibles)  ó  en  ca- 
liente por  presión,  ó  en  caliente  por  ebullición, 
de  la  pasta  de  las  almendras ,  y  separados  de  las 
heces  que  posan  siempre,  se  conservan  cierto 
tiempo  frescos  y  propios  para  servir  á  toda  espe- 
cie de  usos.  No  obstante ,  enrancíanse  con  facili- 
dad, y  entonces  se  ponen  mas  colorados,  mas  es- 
pesos, menos  dulces;  y  si  este  estado  es  muy 
marcado,  son  acres,  aun  corrosivos,  sin  que  pue- 
dan servir  como  alimento  ó  medicamento.  Alguno» 
aceites  resisten  mas  que  otros  á  la  rancidez :  el  de 
nueces  apenas  se  conserva  fresco  algunos  dias; 
el  de  almendras  dulces  y  sobre  todo  el  de  aceitu- 
nas permanecen  en  buen  estado  durante  un  año 
y  mas ,  puestos  en  vasos  bien  cerrados  colocados 
en  lugares  frescos;  el  de  linaza  es  el  que  hasta 
ahora  se  conoce  que  tarda  mas  en  enranciarse. 

Los  aceites  fijos  son  de  los  cuerpos  mas  pre- 
ciosos ;  tienen  una  importancia  comercial  que 
está  legitimada  por  su  utilidad  en  los  numerosos 
usos  á  que  están  destinados  para  las  necesidades 
de  la  vida.  —  Sirven  para  el  alumbrado,  para 
obtener  el  gas  inflamable  igualmente  propio  para 
el  mismo  objeto,  en  la  fabricación  de  los  jabones, 
en  la  pintura,  para  suavizar  el  roce  de  las  máqui- 
nas, etc.,  etc.  Los  antiguos  los  ponían  en  los  morte- 
ros hidrófugos,  y  Catón  empleaba  su  bagazo  para 
impedir  la  humedad  de  las  paredes. — Sirven  de 
condimento  para  las  salsas,  para  la  preparación 
de  los  alimentos,  para  conservar  á  éstos  enteros, 
etc.  Ellos  reemplazan  la  manteca,  sobre  todo  en  los 
países  de  los  olivos  en  donde  el  calor  y  las  largas 
sequedades  no  permiten  que  haya  prados  para 
criar  ganados ,  y  en  donde  no  puede  por  consi- 
guiente fabricarse  aquella ;  del  mismo  modo  que 
se  emplean  grasas  en  la  región  intermedia  entre 
la  de  los  olivos  y  la  de  los  prados  naturales.  El 
aceite  es  un  buen  alimento,  en  cantidad  conve- 
niente y  mezclado  con  otras  sustancias  nutritivas; 
en  mucha  cantidad ,  no  se  digiere ,  provoca  el 
vómito,  da  origen  á  acedias  de  estómago ,  purga, 
etc.  El  Sr.  Magendie  liase  convencido  de. que, 
tomado  como  solo  alimento,  hace  perecer  los  per- 
ros al  cabo  de  treinta  y  seis  dias ,  lo  que  prueba 
sin  embargo  que  nutre,  puesto  que  estos  animales 
mueren  después  de  diez  á  doce  días  de  no  haber 
tomado  alimentos.  Dícese  que  bebido  en  abun- 
dancia, inmediatamente  antes  de  una  comida ,  im- 
pide la  borrachera. — Los  aceites  fijos  son  en  gene- 
ral cuerpos  dulcificantes,  humectantes,  laxantes, 
emolientes,  etc.  Hase  hecho  mucho  uso  de  ellos 
en  medicina,  pero  al  presente  no  está  tan  exten- 
dido, y  casi  limitado  a  dos  ó  tres  especies,  los  de 
almendras  dulces,  de  aceitunas  y  de  ricino.  Entran 
en  muchísimos  medicamentos  internos  y  externos, 
destinados  para  varias  enfermedades.  Son  sobre 
todo  útiles  en  los  envenenamientos  alcalinos,  con- 
tra la  mordedura  de  las  serpientes  ponzoñosas,  y  á 


AGE 

veces  so  dan  para  facilitar  el  desliz  de  los  cuerpos 
voluminosos  tragados ,  como  hueso ,  moneda ,  ali- 
mentos, etc.  Los  antiguos,  y  en  particular  los  at- 
letas ,  se  frotaban  todo  el  cuerpo  con  aceite  para 
remediar  auna  excesiva  traspiración,  y  por  con- 
siguiente adquirir  mas  fuerza  muscular ,  puesto 
q\ie  había  entonces  menos  pérdida ,  y  así  sentir 
menos  las  variaciones  atmosféricas.  Los  salvajes 
se  frotan  también  el  cuerpo  con  aceite  ó  grasa, 
quizás  con  las  mismas  intenciones,  pero  en  parti- 
cular para  preservarse  de  los  músticos.  Hase  pre- 
conizado en  fricciones  generales  para  preservar- 
se de  los  contagios,  sobretodo  de  la  peste,  pero 
este  medio  parece  no  ha  tenido  la  eficacia  que  al- 
gunas personas  esperaban.  A  lo  menos  parece  cier- 
to que  los  aceites  fijos  impiden  la  absorción  de  los 
m  iasmas  de  los  virus,  y  que  pueden  ser  empleados 
bajo  este  concepto:  así  hase  aconsejado  impregnar 
de  aceite  las  partes  susceptibles  de  contraer  cua- 
lesquiera infecciones,  como  la  sífilis,  etc.  El  Sr. 
Delpech  ha  empleado  el  aceite  en  untura  contra  la 
sarna,  con  mejor  resultado  que  con  ningún  otro 
medio ,  pero  es  necesario  que  se  le  ponga  en  con- 
tacto con  el  interior  de  cada  pústula :  para  esto  es 
menester  frotar  previamente  los  sarnosos,  puestos 
en  un  baño ,  con  jabón  negro  encerrado  en  un  lien- 
zo grosero;  después  de  esto  se  hacen  las  unturas 
aceitosas,  inmediatamente  cuando  los  granos  es- 
tán naturalmente  reventados.  Por  último,  para  ter- 
minar la  relación  de  los  multiplicados  usos  que  en 
medicina  tienen  hoy  losaceites,  y  que  seria  ageno 
de  nuestro  plan  enumerar,  diremos  que  suavizan 
la  piel,  la  ponen  mas  lisa,  etc.,  lo  que  hace  em- 
plearlos en  el  tocador,  en  la  perfumería,  etc.  Se 
les  cree  propios  para  hacer  crecer  los  cabellos, 
frotando  sus  bulbos,  y  de  ahí  tantas  recetas  pre- 
conizadas por  el  charlatanismo ,  aunque  esté  fue- 
ra de  duda  que  ellos,  así  como  las  grasas,  los  con- 
servan. 

Aceite  volátil.  Los  aceites  volátiles  son  prin- 
cipios muy  expansibles,  á  veces  concretos,  por  lo 
común  líquidos,  mas  ligeros  que  el  agua,  raras 
veces  mas  pesados  que  este  Huido ;  de  un  olor 
siempre  vivo ,  penetrante,  mas  ó  menos  agrada- 
ble; de  un  sabor  acre,  quemante,  y  á  veces 
cáustico ;  y  por  fin  todos  inflamables  con  solo 
acercárseles  un  cuerpo  en  combustión. 

Antiguamente  se  daba  á  estos  productos  el  nom- 
bre de  Esencias,  que  después  se  ha  sustituido  pol- 
los de  A  ccites  volátiles  ó  esenciales.  Del  mismo  mo- 
do que  las  resinas ,  que  con  frecuencia  les  acom- 
pañan, estos  aceites  residen  comunmente  en  las 
partes  externas  de  las  plantas,  mientras  que  los 
aceites  fijos  abundan  en  las  partes  mas  internas. 
Así  los  pericarpios  de  los  frutos,  los  tegumentos 
florales ,  las  hojas  y  las  cortezas,  sea  de  los  tallos, 
sea  de  las  raices,  están  atravesados  por  vasos  pro- 
pios ó  salpicados  de  glándulas  que  contienen  á  la 
vez  sustancias  resinosas  y  aceites  volátiles,  pero 
que  encierran  raras  veces  ó  en  muy  corta  pro- 
porción aceites  crasos ;  solo  hay  las  drupas  de 
ciertos  frutos ,  tales  como  las  del  olivo  y  del  cor- 
nejo sanguíneo,  que  verdaderamente  sean  acei- 
tosas como  lo  son  un  gran  número  de  cotile- 


ACE  27 

dones ,  singularmente  en  las  semilla»  llamadas 
oleaginosas. 

Los  vasos  propios  de  las  plantas  aromáticas  que 
contienen  aceites  volátiles  son  á  veces  odrecillos 
visibles  á  la  simple  vista,  y  diseminados  en  la  su- 
perficie de  los  órganos  de  los  vegetales ,  do  suerte 
que  basta  comprimir  éstos  para  hacer  salir  el  acei- 
te esencial :  las  cortezas  ó  luquetes  de  los  limo- 
nes y  de  las  naranjas  se  hallan  en  este  caso.  Pe- 
ro lo  mas  común  las  partes  aromáticas  de  las  plan- 
tas están  acribilladas  de  glándulas  extremamente 
finas,  á  veces  interpoladas  con  vasos  que  encier- 
ran diversos  líquidos,  y  que  por  expresión,  darían 
productos  complexos. 

En  general  los  aceites  volátiles  se  extraen  por 
la  destilación  por  medio  del  agua  (pura  ó  hecha 
densa  por  la  adición  de  sales  ó  de  ácidos )  que 
los  arrastra  sin  disolverlos,  y  á  la  que  sobrenadan 
en  seguida,  ó  en  el  fondo  de  la  cual  se  precipitan. 
Algunos,  como  el  de  limón,  de  naranja,  etc.  se 
extraen  por  medios  mecánicos;  otros  muy  fuga-- 
ees,  como  los  de  las  flores  délas  liliáceas,  ño  pue- 
den extraerse  sino  por  el  intermedio  de  un  aceite 
fijo. 

El  olor  que  difunde  una  planta  no  es  el  mismo 
que  el  de  su  aceite  volátil ,  ni  proporcionado  á  la 
cantidad  de  aceite  que  contiene.  Esta  proporción 
varia  además  según  las  especies,  y,  para  cada  una 
de  ellas,  según  el  clima,  la  constitución  del  año. 
el  desarrollo  de  la  planta,  su  estado  de  frescura  ó 
de  desecación  al  momento  de  la  operación ,  y  por 
último  el  proceder  puesto  en  uso  para  su  obtención. 
En  general ,  el  calor  y  la  sequedad  son  favorales 
á  la  producción  de  los  aceites  esenciales. 

Todos  los  aceites  esenciales  son  acres  y  cáusti 
eos,  olorosos,  y  no  tienen  viscosidad;  casi  todos 
son  mas  ligeros  que  el  agua;  la  mayor  parte  son 
de  color  amarillo ,  muchos  verdes ;  otros  azules, 
pero  parece  cierto  que  deben  estos  colores  á 
cuerpos  extraños  que  pueden  ser  eliminados.  Aun- 
que exhalen  un  olor  fuerte,  no  entran  en  ebullición 
sino  á  una  temperatura  mas  elevada  que  el  agua 
(cercado  150°).  Cuando  se  echa  cierta  cantidad 
de  ellos  en  un  vaso  plano  y  se  le  acerca  un  cuerpo 
en  combustión ,  se  inflaman  prontamente  y  despi- 
den un  humo  negro  y  espeso ,  producido  por  una 
gran  parte  de  su  carbono  precipitado  en  el  aire. 

Expuestos  al  aire  atmosférico ,  se  apoderan  po- 
co á  poco  de  una  gran  cantidad  de  gas  oxígeno, 
algunos  adquieren  mas  consistencia,  hasta  el 
punto  que  pueden  solidificarse  y  Irasformarse  en 
sustancias  análogas  á  las  resinas.  Según  el  señor 
Saussure,  1 .°  el  aceite  concreto  de  anis,  puesto  bajo 
una  campana  en  contacto  con  el  oxígeno,  absor- 
vió  \  56  veces  su  volumen  de  este  gas  en  dos  años,  y 
la  absorción  tenia  lugar  cuando  la  temperatura  era 
suficientemente  elevada  para  tener  el  aceite  líqui- 
do; 2.°  un  volumen  de  aceite  de  espliego  rec- 
tificado, en  las  mismas  circunstancias,  hizo  de- 
saparecer \  1 1  volúmenes  de  gas  en  cuatro  me- 
ses, y  <19  volúmenes  en  tres  años;  3.°  un  volu- 
men "de  aceite  de  limón  rectificado  con  cuida- 
do hizo  desaparecer  1 44  volúmenes  al  cabo  de 
tres  años  y  medio;  4.°  un  volumen  de  esencia  de 


28  ACE 

trementina  rectificada  produjo  en  45  meses  una 
absorción  de  128  volúmenes  de  gas.  Por  semejante 
reacción ,  el  aceite  de  anis ,  del  corto  número  de 
los  que  son  mas  pesados  que  el  agua,  adquiere 
mayor  solubilidad  en  el  alcohol,  y  pierde  la  pro- 
piedad de  concretarse  por  el  frió.  Las  tres  prime- 
ras esencias  precitadas  habian  tomado  color,  con- 
servando su  trasparencia  y  su  fluidez. 

Todos  los  aceites  esenciales  se  disuelven  en  cor- 
ta cantidad  en  el  agua,  y  en  grande  proporción  en 
el  alcohol,  y  su  solubilidad  en  este  liquido  es  tanto 
mayor  en  cuanto  el  aceite  contiene  mas  oxígeno  y 
el  alcohol  es  mas  concentrado.  Cargado  de  aceite 
esencial,  el  alcohol  toma  el  nombre  de  Espíritu 
aromático.  Las  aguas  aromáticas  y  los  espíritus  se 
designan  con  el  nombre  de  la  planta  cuyos  pro- 
ductos han  servido  para  prepararlos ;  así  se  llama 
agua  de  espliego,  espíritu  de  espliego  al  agua  y 
al  alcohol  que  tienen  en  disolución  aceite  esen- 
cial dé  espliego.  Las  disoluciones  alcohólicas  de 
aceites  esenciales  son  descompuestas  por  el  agua, 

3ue  se  apodera  del  alcohol  y  precipita  el  aceite, 
e  suerte  que  el  líquido  toma  un  aspecto  opalino 
ó  lechoso.  El  éter  disuelve  en  grande  proporción 
á  los  aceites  volátiles. 

Las  esencias  contienen  con  frecuencia  dos  acei- 
tes ,  el  uno  líquido ,  el  otro  sólido  á  la  temperatura 
ordinaria,  el  Sr.  Berzélius  designa  al  primero  bajo 
el  nombre  genérico  de  oleópteno,  y  al  segundo  con 
el  de  éstearópteno.  Muchos  de  estos  aceites  son 
isoméricos ,  es  decir  tienen  la  misma  composición 
química  elementar  con  propiedades  físicas  dife- 
rentes ;  citaremos  como  ejemplos  las  esencias  de 
trementina  y  de  limón,  aunque  otras  probablemente 
hay  que  se  hallan  en  el  mismo  caso.  Según  el  se- 
ñor Cuerbes ,  los  aceites  esenciales  contendrían 
una  muy  corta  cantidad  de  un  ácido  craso  al  que 
deberían  su  olor  y  su  sabor ,  si  bien  se  podría 
privarles  de  él  por  los  álcalis  cáusticos. 

Cada  especie  de  aceite  volátil  goza  de  propie- 
dades físicas  particulares ,  mas  ó  menos  carac- 
terísticas. Algunos  no  obstante  se  parecen  por 
muchas  de  sus  propiedades:  asilos  aceites  de  rosa 
y  de  trementina  son  blancos;  los  de  flor  de  na- 
ranjo, de  canela,  de  clavo,  de  casia  lignea  ,  de 
eneldo,  de  alcaravea,  recientemente  obtenidos, 
son  incoloros ,  pero  se  ponen  amarillos  y  morenos 
en  seguida;  los  de  anis,  de  peregil,  de  salvia, 
de  agenjo  mayor,  de  cubebas,  son  de  un  verde 
mas  o  menos  intenso;  el  de  manzanilla  es  á  veces 
azul,  á  veces  verde;  el  de  ciento  en  rama  de 
un  verde  azulado;  eldegálbano,  primero  azul,  se 
pone  después  rojo ;  el  mayor  número ,  en  fin ,  los 
de  enebro,  de  espliego ,  de  menta  piperita ,  de  po- 
leo, de  almoraduj,  de  romero,  de  hisopo,  de  co- 
mino, de  sasafrás,  son  de  un  amarillo  mas  ó  me- 
nos subido ,  etc. 

También  varían  respecto  á  la  consistencia,  sin 
duda  en  razón  de  las  proporciones  diversas  de  sus 
dos  principios  constituyentes :  los  unos  en  efecto 
son  concretos  á  algunos  grados  sobre  cero,  como 
los  de  rosa,  de  nuez  moscada,  de  cariofilada,  de 
énula,  de  peregil,  y  muchos  de  semillas  de  las 
umbelíferas  que  pierden,  envejeciendo ,  esta  pro- 


ACE 

piedad ;  mientras  que  los  demás  son  todos  mas  ó 
menos  fluidos. 

Su  peso  en  fin  es  también  muy  diverso:  los  hay, 
pero  en  corto  número,  y  lodos  exóticos ,  que  son 
mas  pesados  que  el  agua,  tales  como  los  de  sa- 
safrás, de  nuez  moscada,  de  clavos  de  especia, 
de  corteza  de  casia  lignea,  de  sándalo  cetrino,  y 
de  palo  de  Rodas.  La  mayor  parte  al  contrario  son 
mas  ligeros  y  sobrenadan  á  este  fluido :  todos  los 
acetes  indígenos  y  muchos  de  los  aceites  exóticos 
son  de  este  número. 

El  tiempo ,  el  contacto  del  aire  y  la  influencia 
de  la  luz  y  del  calor  alteran  los  aceites  volátiles; 
ellos  se  inspisan ,  se  ponen  ácidos ,  toman  un  olor 
trementináceo ,  algunas  veces  posan  cristales, 
cambian  de  color,  etc.  El  Sr.  Yogel  ha  manifes- 
tado que  los  aceites  de  menta  piperita  y  de  sabina 
expuestos  al  sol ,  se  ponen  blancos  con  mucha 
prontitud ,  que  el  de  trementina ,  al  contrario,  se 
pone  amarillo ,  que  el  aceite  de  manzanilla  pasa 
del  azul  al  amarillo  ,  etc.  Por  lo  tanto,  conviene 
conservar  los  aceites  esenciales  en  frascos  cer- 
rados al  esmeril ,  completamente  llenos  ,  coloca- 
dos en  lugares  frescos  y  oscuros,  y  sobre  todo 
renovarlos  á  menudo.  Hase  aconsejado,  para  vol- 
verles h  claridad  y  el  olor  que  la  vejez  les  hace 
perder ,  volverlos  a  destilar  con  agua  sobre  plan- 
tas de  la  misma  especie ;  pero  se  ignora  si  ad- 
quiriendo otra  vez  sus  caracteres  físicos,  reco- 
bran ellos  también  todas  sus  propiedades  quí- 
micas y  medicinales.  Geoffroy  refiere  haber  con- 
servado durante  ocho  años,  sin  alteración,  aceite 
votátil  de  limón,  que  había  preparado,  por  medio 
del  alcohol. 

Los  aceites  volátiles  en  general  están  sujetos  á 
ser  mezclados  ó  falsificados  con  sustancias  capa- 
ces de  unirse  con  ellos.  Es  muy  importante  poder 
descubrir  estos  fraudes  con  frecuencia  muy  per- 
juiciales.  He  aquí  ciertos  indicios  que  pueden  ha- 
cerles reconocer. 

Falsificación  por  los  aceites  fijos.  Los  aceites 
volátiles  que  contienen  un  aceite  fijo  son  tanto 
menos  fluidos  en  cuanto  es  mayor  la  proporción 
de  éste ;  agitados  fuertemente  en  un  frasco  medio 
lleno,  se  forman  burbujas  de  aire  que  se  reúnen 
en  la  superficie  del  líquido  en  donde  se  mantie- 
nen mas  ó  menos  tiempo.  Algunas  gotas  de  estos 
aceites  sobre  una  hoja  de  papel  ocasionan  otras 
1  tantas  manchas  permanentes ;  mientras  que  cuan- 
do el  aceite  volátil  es  puro ,  se  disipa  sin  dejar  en 
él  ningún  vestigio ,  verdad  es  que  los  aceites  que 
contienen,  naturalmente  ó  por  vejez,  un  poco  de 
materia  resinosa  producen  un  efecto  análogo. 

El  alcohol  ofrece  un  buen  medio  de  reconocer 
estas  mezclas :  se  echa  en  un  tubo  graduado  un 
volumen  cualquiera  de  aceite  volátil,  se  le  aña- 
den seis  á  diez  volúmenes  de  alcohol,  y  se  agita. 
El  alcohol  disuelve  el  aceite  volátil  y  deja  intacto 
el  aceite  fijo ,  á  menos  que  éste  no  sea  aceite  de 
ricino;  pero  la  consistencia  y  la  viscosidad  que 
este  aceite  comunica  á  los  aceites  volátiles  no  ha- 
ce este  fraude  probable ,  por  que  se  presentiría 
por  este  carácter  exterior;  en  nn ,  se  reconocerá 
la  mezcla  de  los  aceites  crasos  y  de  toda  otra  sus- 


ACE 

tanciafija  soluble  en  las  esencias,  tales  como 
las  resinas,  los  «ácidos  crasos,  etc.,  destilando  en 
agua  un  volumen  conocido  de  la  esencia  sospe- 
chosa y  reiterando  la  adición  de  agua  hasta  que 
el  vapor  no  arrastre  mas  aceite  volátil. 

Falsificación  por  el  alcohol.  El  alcohol  es  tam- 
bién empleado  para  dilatar  los  aceites  volátiles. 
No  presenta ,  como  los  aceites  fijos ,  el  inconve- 
niente de  comunicarles  viscosidad;  al  contrario, 
los  hace  mas  fluidos  y  no  los  colora.  Pero  se  pue- 
de reconocer  mas  fácilmente  esta  mezcla  por  me- 
dio del  agua  cuya  afinidad  por  el  alcohol  arrastra 
la  separación  de  éste;  se  encierran  en  una  pro- 
beta graduada ,  volúmenes  sabidos  de  agua  y  de 
la  esencia  que  se  ha  de  ensayar ,  se  agitan  mu- 
chas veces  ambos  líquidos ,  ydespues  de  un  ins- 
tante de  reposo ,  si  el  aceite"  volátil  contenia  al- 
cohol ,  se  observa  que  el  volumen  del  agua  ha 
aumentado  y  que  el  del  aceite  ha  disminuido; 
cuando  el  aceite  es  puro  los  dos  líquidos  ocupan 
el  mismo  volumen  que  tenían  primero,  salvo  la 
corta  cantidad  disuelta  por  el  agua  y  algunos  ves- 
tigios adherentes  á  las  paredes. 

El  Sr.  Beral ,  farmacéutico-químico ,  ha  publi- 
cado en  el  Journal  de  Chimie  me'dicale,  en  iStl, 
otro  proceder  para  determinar  ciertas  proporcio- 
nes de  alcohol  en  los  aceites  volátiles :  se  pondrá 
en  una  corta  cantidad  del  aceite  volátil  un  pedazo 
de  potasio ,  grueso  como  la  cabeza  de  un  alfiler; 
si  el  aceite  contiene  25  centesimos  de  alcohol ,  á 
36  ó  40°,  el  potasio  toma^  luego  de  establecido  el 
contacto,  una  forma  esférica,  se  pone  brillante 
como  un  glóbulo  de  mercurio ,  después  se  oxida 
y  desaparece  en  menos  de  dos  minutos ;  estos  fe- 
nómenos van  acompañados  de  un  ligero  ruido.  Por 
este  medio  sepuede  reconocer,  dice  el  autor,  ocho 
y  aun  cinco  por  ciento  de  alcohol  en  un  aceite 
volátil ;  solo  el  potasio  desaparece  con  tanta  mas 
lentitud  y  el  ruido  es  tanto  menos  sensible  en 
cuanto  la  proporción  de  alcohol  es  menos  conside- 
rable. Los  aceites  volátiles  ensayados  por  el  señor 
Beralpor  medio  de  este  proceder  son  los  de  alcara- 
vea, de  poleo,  de  yerbabuena,  de  manzanilla,  de  va- 
leriana, de  laurelcerezo,  de  hisopo,  de  limón,  de 
bergamota,  de  sal\  ia,  de  enebro,  de  rosas  y  de  ro- 
mero. La  esencia  de  trementina  queda  exceptuada, 
porque  se  conduce  con  el  potasio  como  si  con- 
tu\  iese  una  corta  cantidad  de  alcohol :  por  lo 
que  no  podria  ensayársela  asi;  pero  esto  no  pre- 
senta importancia ,  "porque  es  uno  de  los  aceites 
volátiles  cuyo  precio  es  menos  elevado  y  que  ha- 
bría menos  interés  en  falsificarlo  por  el  alcohol. 

Falsificación  por  los  aceites  volátiles  los  menos 
caros  (los  de  trementina,  de  romero,  de  esplie- 
go, etc. ).  Este  fraude  es  muy  difícil  de  descubrir 
y  casi  no  puede  ser  reconocido  sino  comparando 
el  aceite  falsificado  con  un  aceite  puro  extraído 
de  la  misma  planta  y  conservado  como  mues- 
tra. Se  obtienen  sin  "embargo  algunos  indicios 
embebiendo  un  papel  sin  cola  con  estas  especies 
de  mezclas ;  por  lo  común  la  esencia  de  mas  fina 
aroma  se  disipa  la  primera ,  mientras  que  la  que 
es  mas  común  y  mas  persistente  queda  sola,  o  á 
lo  menos  en  tales  proporciones  que  su  olor  fuerte 


ACE  29 

y  desagradable  domina  y  descubre  su  presen- 
cia. 

Los  usos  de  los  aceites  volátiles  en  las  artes, 
tales  como  el  de  la  pintura,  el  alumbrado,  etc.; 
sus  aplicaciones  en  la  preparación  de  ciertas  pie- 
zas anatómicas,  la  conservación  de  ciertos  pro- 
ductos farmacéuticos,  su  uso  terapéutico  en  fin, 
dan  á  estas  sustancias  una  grandísima  importan- 
cia comercial.  En  medicina,  las  indicaciones  de 
su  uso  son  las  de  difusibles  en  general;  y  de  ahí, 
según  los  efectos  que  en  ellos  se  han  observa- 
do ,  hánseles  acordado  las  virtudes  de  cordiales, 
estomáticos,  carminativos,  vermífugos,  diuréti- 
ticos,  sudoríficos,  emenagogos,  administrados 
por  gotas,  puesto  que  á  grandes  dóses  pueden 
obrar  como  irritantes ,  y  causar  accidentes  gra- 
ves. Al  exterior ,  aplicados  puros ,  todos  son  mas 
ó  menos  irritantes ,  muchos  obran  pronto  como 
rubefucientes,  algunos  determinan  fácilmente  la 
vejigacion ,  otros  son  cáusticos  y  sirven  á  veces 
como  tales  en  el  arte  del  dentista;  en  menos  dosis, 
en  linimentos,  son  excitantes,  resolutivos,  fortifi- 
cantes, etc.  Por  último,  variados  sonlos  usos  á  que 
los  destina  el  farmacéutico  y  el  perfumador. 

Las  esencias  finas  se  expiden  en  frascos  de  vi- 
drio ó  de  asperón,  herméticamente  cerrados,  sea 
por  medio  de  tapones  esmerilados  de  vidrio  ó  de 
asperón,  sea  con  tapones  de  corcho  de  primera 
calidad ,  unos  y  otros  sujetos  sólidamente  por  hi- 
los de  cáñamo  o  alambre  cruzados,  ó  de  capsulas 
de  estaño  ó  soldadura  clavada. 

Terminadas  las  generalidades  del  Aceite  ?  para 
no  truncar  el  orden  alfabético  en  la  descripción 
de  los  principales  aceites  en  particular  ?  creemos 
oportuno  continuar  aquí,  para  ilustración  délos 
lectores,  las  siguientes  definiciones: 

Aceite  animal.  Aceite  obtenido  por  la  descom- 
posición de  los  principios  inmediatos  de  los  ani- 
males sometidos  á  la  acción  del  calor.  Este  acei- 
te es1  fétido,  y  contiene  siempre  cierta  cantidad  de 
sub-carbona'to  de  amoníaco.  (V.  Aceite  empireu- 
ma tico.)  K  veces  hase  dado  el  nombre  de  aceite 
animal  á  la  grasa  contenida  en  las  vesículas  adi- 
posas ,  y  en  efecto  la  composición  de  esta  grasa 
no  difiere  de  la  de  los  aceites  crasos,  como  los 
aceites  de  pescado,  de  hígado  de  bacalao,  etc. 
En  farmacia  también  se  ha  dado  este  nombre  á 
los  aceites  vegetales  en  los  cuales  se  han  hecho 
hervir  ó  infundir  animales,  como  los  aceites  de 
cachorros,  de  escorpiones,  de  tortuga,  etc. 

Aceite  blanco.  Hanse  llamado  A ceites  blancos 
á  los  de  las  cruciferas ,  sometidos  á  la  depura- 
ción por  el  ácido  sulfúrico  ó  el  carbón  animal,  lo 
que  les  pone  blancos,  ligeros,  mas  claros,  etc. 
Sirven  para  el  alumbrado ,  tales  son  el  de  colsa, 
de  nabina ,  etc. 

Aceite  concreto.  Llámanse  así  sustancias  gra- 
sas y  sólidas ,  verdaderas  mantecas  vegetales.  (V. 
esta  palabra) . 

Aceite  dulce.  Sinónimo  de  aceite  fijo ,  en  razón 
de  su  sabor  en  general  casi  nulo.  —  Hase  dado  el 
nombre  de  Aceite  dulce  de  vino  á  un  líquido  ama- 
rillento ,  compuesto  de  aceite  craso ,  ácido  sul- 
furoso y  éter,  que  se  produce  en  la  fabricación 


30  ACE 

del  éter  sulfúrico ,  cuando  ya  no  ee  forma  mas  de 
éste.  De  consiguiente  se  obtiene  este  aceite  ha- 
ciendo calentar,  en  vasos  cerrados,  partes  igua- 
les de  alcohol  y  de  ácido  sulfúrico  concentrado. 
El  aceite  dulce  de  vino  era  empleado  antigua- 
mente para  preparar  el  licor  mineral  anodino  de 
Hoffman.  Hoy  día  no  se  usa. 

Aceite  empiuelmático.  Dase  este  nombre  á 
aceites  que  tienen  olor  de  empireuma.  Obtiénense 
tratando  las  materias  animales  ó  vegetales  por  el 
fuego  en  vasos  cerrados.  No  existen  en  los  cuer- 
pos orgánicos,  pero  se  forman  mientras  son  des- 
compuestos por  el  fuego. — El  Aceite  animal  de 
Dippel  es  un  aceite  empireumático,  esto  es  el  re- 
sultado de  la  destilación  á  fuego  desnudo  de  las 
materias  animales,  y  en  particular  del  asta  de  cier- 
vo concuasada;  se purifica  á  un  calor  suave,  y  de 
modo  que  no  se  reciban  sino  los  productos  mas 
puros  y  mas  claros;  se  conserva  al  abrigo  del 
contacto  del  aire,  en  vasos  bien  cerrados.  Es  es- 
timulante y  anti-espasmódico ,  administrado  á  la 
dosis  de  algunas  gotas. 

Aceite  medicinal.  Hase  dado  este  nombre  á 
aceites  preparados  haciendo  macerar ,  infundir  ó 
hervir  sustancias  medicamentosas  en  el  aceite  de 
olivas,  en  cualquier  otro  aceite  fijo,  ó  aun  volátil; 
tales  son  los  aceites  de  manzanilla,  de  beleño,  el 
aceite  alcanforado,  el  aceite  de  anis  azufrado,  etc. 

Aceite  mineral.  Nombre  dado  impropiamente 
á  ciertos  líquidos  minerales  de  apariencia  oleosa, 
como  aceite  de  vitriolo  al  ácido  sulfúrico,  etc. 

Aceite  secante.  Nombre  dado  á  los  aceites  fi- 
jos que  se  secan  al  aire  conservando  su  traspa- 
rencia ;  haciéndolos  hervir  con  litargirio ,  seles 
aumenta  todavía  esta  propiedad.  Estos  aceites  sir- 
ven en  la  pintura,  y  para  preparar  bugías,  sondas, 
etc.,  que  se  hacen  pasar  como  si  fuesen  de  goma 
elástica.  El  aceite  de  linaza  es  el  mas  empleado 
de  todos  los  que  son  secantes. 

Aceite  vegetal.  Es  el  aceite  propiamente  di- 
cho. [V,  Aceite.)  .; 

Aceite  de  aceitunas.  Aceite  fijo  extraí- 
do del  fruto  del  olivo  ó  aceituna.  Distínguense  de 
él  tres  variedades :  1 .°  aceite  virgen ,  apenas  co- 
lorado en  amarillo,  de  sabor  y  olor  poco  señala- 
dos y  agradables ,  y  que  se  obtiene  exprimiendo 
en  frío  las  aceitunas  maduras  y  no  fermentadas; 
2.°  aceite  común,  que  es  amarillo  y  se  enrancia 
fácilmente ,  y  que  se  prepara  desleyendo  en  el 
agua  hirviendo  la  pulpa  de  las  aceitunas ,  después 
de  haberlas  ya  separado  el  aceite  virgen  por  ex- 
presión, y  el  aceite  que  sobrenada  en  la  superfi- 
cie del  agua;  3.°  aceite  fermentado,  turbio,  de 
un  amarillo  verdoso ,  de  olor  y  sabor  mas  fuertes 
y  menos  agradables  que  los  de  los  precedentes,  y 
que  se  obtiene  amontonando  las  aceitunas  para 
hacerlas  fermentar ,  y  sometiéndolas  á  la  acción 
de  la  prensa. 

En  el  comercio  se  conocen  el  aceite  superfino , 
que  es  el  virgen  exlraido  en  frió ,  y  el  aceite  fino, 
que  es  el  virgen  extraído  con  intermedio  del  agua 
hirviendo  :  ambos  son  destinados  para  la  mesa, 
pero  este  último  está  mas  expuesto  á  enranciarse 
que  el  primero.  El  aceite  común  se  emplea  en  la 


ACE 

fabricación  de  jabones;  el  aceite  fermentado,  muy 
difícil  de  purificar ,  sirve  especialmente  para  las 
jabonerías  y  el  alumbrado. 

En  los  países  en  que  escasea  el  aceite  de  acei- 
tunas se  le  halla  muy  á  menudo  falsificado  con 
aceites  de  mas  bajo  precio.  Entre  éstos  el  mas 
comunmente  empleado  es  el  aceite  de  adormidera 
ó  de  clavel ;  asi  es  que  lodos  los  ensayos  hechos 
para  combatir  las  falsificaciones  del  aceite  de 
aceitunas  exclusivamente  han  sido  dirigidos  so- 
bre el  aceite  de  adormidera. 

Los  medios  sencillos  que  emplea  con  frecuen- 
cia el  comercio  para  asegurarse  si  hay  motivo 
para  sospechar  este  fraude ,  son  primero  la  cata- 
dura ,  después  la  agitación  del  aceite  en  una  bo- 
tella. El  aceite  de  aceitunas  y  el  aceite  de  ador- 
midera tienen  en  efecto  gustos  diferentes,  y  un 
paladar  delicado  puede  reconocer  la  mezcla  cuan- 
do el  aceite  de  adormidera  ha  sido  añadido  en 
proporción  notable.  La  agitación  del  aceite  do 
aceitunas  puro  no  da  espuma :  no  es  lo  mismo  del 
aceite  de  adormidera,  que  produce  un  rosario  ó 
sombrerillo  de  burbujas  persistentes ,  de  suerte 
que  la  adición  del  aceite  de  adormidera  al  aceito 
cíe  aceitunas  le  da  la  propiedad  de  hacer  espuma, 
tanto  mas  en  cuanto  la  proporción  del  aceite  de 
adormidera  añadida  es  mayor. 

Puede  también  hacerse  el  ensayo  por  medio  de 
la  congelación.  Este  ensayo  está  fundado  en  la  pro- 
piedad que  tiene  el  aceite  de  aceitunas  de  solidi- 
ficarse a  2o  bajo  cero ,  mientras  que  el  aceite  de 
adormidera  no  se  solidifica  hasta  1 5o  bajo  cero. 
Se  concibe  pues  que  una  mezcla  del  uno  y  del  otro 
aceites ,  expuesta  á  la  nevera  ó  á  una  mezcla 
frigorífica  capaz  de  producir  una  temperatura  que 
no  pase  de  1 5o  bajo  cero ,  adquirirá  una  consis- 
tencia diferente  de  la  que  lomará  el  aceite  de  acei- 
tunas puro  en  las  mismas  condiciones ,  y  que  será 
tanto  mayor  en  cuanto  el  aceite  de  adormidera 
predominará  mas  en  la  mezcla.  — Puede  hacerse 
fácilmente  este  ensavo  en  tubos  de  vidrio  de  3  á 
í  pulgadas  de  longitud  sobre  3  á  5  lincas  de 
diámetro,  y  cerrados  de  un  extremo.  Se  meten 
los  aceites  que  se  han  de  ensayar  en  estos  tubos 
añadiendo ,  como  término  de  comparación ,  una 
muestra  de  aceite  de  aceitunas  puro  tomado  en 
una  muestra  tipo.  Estos  tubos  son  sumergidos  en 
una  mezcla  frigorífica  formada  de  partes  iguales 
de  hielo  machacado  y  de  sal  común.  El  pequeño 
volumen  de  las  muestras  hace  la  solidificación 
mas  rápida,  y  examinando  su  consistencia  en  el 
mismo  momento ,  se  juzga  del  fraude,  y  aproxi- 
mativamente también  de  su  grado. 

El  Sr.  Poulet,  de  Marsella,  ha  indicado  otro  mé- 
todo ,  fundado  en  la  propiedad  que  posee  el  ni- 
trato ácido  de  mercurio  de  solidificar  el  aceite  de 
aceitunas  y  de  dejar  casi  enteramente  líquidos  los 
aceites  de  semillas*.  Hácense  disolver  en  frió  6 
partes  de  azogue  en  7y,  partes  de  ácido  nítrico, 
á  38°  del  areómetro  de  Baumé;  se  mezcla  esta  di- 
solución con  el  aceite  que  se  ha  de  ensayar  en  la 
proporción  de  1 8  granos  de  nitrato  por  236  granos 
de  aceite ,  agitando  la  mezcla  de  vez  en  cuando; 
si  el  aceite  de  aceitunas  es  puro ,  se  fija  al  cabo 


ACE 
de  algunas  horas  en  una  masa  amarillenta  ,-cn- 
bierta  de  una  costra  blanca  y  que  no  tarda  en  so- 
lidificarse; si  al  contrario  contiene  una  cantidad 
mínima,  y10  por  ejemplo,  de  aceite  de  adormide- 
ra ,  la  mezcla  se  fija  todavía  pero  adquiere  una 
('(insistencia  mucho  menor.  En  fin,  sihayVjode 
aceite  de  adormidera,  la  mezcla  solo  lómala  con- 
sistencia do  una  grasa  blanda. — Esta  prueba,  por 
la  disolución  mercurial ,  presenta  mucho  menos 
certeza  desde  que  clSr.FelixBoudetha  demostra- 
do que  otros  aceites  podian  coagularse  por  esta 
disolución,  y  sobre  todo  por  el  ácido  hiponítrico 
que  contiene.  La  acción  del  ácido  hiponítrico  so- 
bre los  aceites  ,  su  solidificación  en  tiempos  dife- 
rentes, como  lo  ha  demostrado  el  Sr.  Félix  Bou- 
det, suministra,  según  él,  un  medio  mas  preciso 
de  determinar  la  pureza  del  aceite  de  aceitunas. 

El  diagómctro  de  Rousseau ,  que  se  habia  in- 
dicado como  un  instrumento  propio  para  justificar 
la' pureza  del  aceite  de  aceitunas ,  no  puede  hacer 
este  servicio.  En  efecto,  este  instrumento  ,  que 
puede  dar  relaciones  de  conductibilidad  de  los 
cuerpos  para  el  fluido  eléctrico ,  da  las  mismas 
indicaciones  para  el  aceite  de  aceitunas  v  para 
los  aceites  de  semillas,  cuando  ellos  han  llegado 
á  un  grado  de  depuración  igual  por  el  reposo.  Las 
indicaciones  diferenlesque  habiaprimero  suminis- 
trado el  diagómetro  para  los  aceites  de  aceitunas 
y  los  aceites  de  semillas,  procedían  de  que  los 
aceites  de  aceitunas  estaban  mejor  despojados  del 
agua  que  los  demás. 

El  examen  de  las  densidades  de  los  aceites  ha 
suministrado  un  medio  bastante  fácil  de  probar 
los  fraudes.  El  aceite  de  aceitunas  á  1 5o  de  tem- 
peratura tiene  un  peso  específico  igual  á  0,920. 
El  aceite  de  adormidera  de  buen  gusto  pesa  0,930 
Concíbese  así  que ,  tomando  la  densidad  de  un 
aceite ,  aun  con  un  areómetro ,  se  podría  inme- 
diatamente asegurar  el  fraude ,  siendo  á  lo  me- 
nos este  fraude  hecho  con  el  aceite  de  adormi- 
dera. 

Sujetando  el  aceite  de  aceitunas  al  tratamiento 
por  el  ácido  sulfúrico  que  se  aplica  á  los  aceites 
de  semillas,  presenta  ciertos  caracteres  particu- 
lares ijue  permiten  también  distinguirlo,  y  que  por 
esta  razón  debemos  indicar.  El  aceite  de  olivas 
agitado  con  2  p°/0  de  su  peso  de  ácido  sulfúrico 
concentrado  toma  un  tinte  verde,  débil ,  que  pasa 
inmediatamente  á  moreno.  Esta  reacción  se  dis- 
tingue por  el  matiz  de  aquel  á  que  se  da  origen  por 
el  mismo  agente  en  los  demás  aceites.  La  adición 
del  agua  á  la  mezcla  produce  un  liquido  cuyo  ma- 
tiz es  de  un  blanco  de  leche  brillante,  lo  que  dis- 
tingue todavía  el  aceite  de  aceitunas  de  los  demás 
aceites,  cuyos  matices  lechosos  son  mas  ó  menos 
colorados ,  mas  ó  menos  sucios. 

Lipowitz  ha  aconsejado  aprovechar  la  propie- 
dad que  tiene  el  cloruro  de  cal  agitado  con  el  acei- 
te de  aceitunas  de  hacerle  separar  en  dos  capas 
bien  distintas,  una  superior  de  aceite  puro  des- 
colorado ,  y  otra  inferior  que  contiene  todo  el  clo- 
ruro con  un  poco  de  aceite,  para  reconocer  su 
falsificación  con  el  aceite  de  adormidera ,  que  no 
goza  de  dicha  propiedad. 


ACE  SI 

En  Francia,  en  el  dia  es  casi  imposible  procu- 
rarse aceite  aun  el  mas  común  que  no  este  falsi- 
ficado ó  á  lo  menos  mezclado;  a  veces  los  trafi- 
cantes al  objeto  de  hacer  mas  difíciles  los  medios 
de  descubrir  el  fraude  hacen  mezclas  que  contie- 
nen hasta  ocho  especies  diferentes  de  aceites.  Ha 
llegado  á  tal  extremo  la  codicia  que  hasta  se  ha 
falsificado  con  miel,  fraude  fácil  de  descubrir, 
tratando  el  aceite  con  agua  caliente,  decantándo- 
lo ,  y  evaporando  el  agua,  que  entonces  queda  el 
residuo  que  en  el  sabor  y  consistencia  se  recono- 
ce la  miel.  Igualmente  se  le  mezcla  aveces  mate- 
ria grasa  medio  sólida  para  darle  el  aspecto  del 
aceite  superior  que  se  congela  fácilmente. 

Estas  adulteraciones  y  la  mala  calidad  del  acei- 
te en  ciertos  países  suponen  medios  para  purifi- 
carlos y  mejorarlos.  Estos  medios  se  reducen  á 
tratarlos  con  el  ácido  sulfúrico,  con  el  carbón 
animal ,  la  marga  arcillosa  seca ,  la  arcilla  blan- 
ca, el  mármol ,  el  alabastro ,  etc.,  medios  poco 
empleados  en  España,  en  donde  no  es  muy  co- 
mún hallarse  sofisticado  el  aceite  de  aceitunas, 
y  en  donde  lo  poseemos  muy  superior  y  en  abun- 
dancia en  las  provincias  meridionales;  sabidas 
son  las  inmensas  cantidades  de  aceite  que  se  ex- 
traen de  Cataluña,  Andalucía,  Aragón,  Mallor- 
ca, y  algunas  otras  provincias.  En  Andalucía  la 
cosecha  de  aceite  es  abundante,  pero  la  calidad 
de  éste  es  inferior;  en  Aragón  y  Mallorca  las  co- 
sechas son  regulares ,  y  las  calidades  de  aceite 
buenas ;  en  Cataluña,  el  Ampurdan  produce  co- 
secha poco  abundante ,  pero  aceite  regular, — 
Tortosa  y  el  Vrgel  ofrecen  cosechas  abundantes, 
y  aceites  excelentes,  —  el  Campo  de  Tarragona 
no  presenta  grandes  cosechas,  pero  el  aceite  es 
de  buena  calidad ,  — por  último,  de  la  comarca  de 
Olesa  de  Manresa  se  obtiene  una  abundante  cose- 
cha de  aceite  superior  muy  fino  y  estimado.  Los 
puntos  de  exportación  del  aceite  para  las  colo- 
nias de  Ultramar  son  Barcelona,  Málaga  y  Sevi- 
lla ,  y  los  puntos  desde  donde  se  remite  á  Galicia 
y  á  la  costa'dc  Cantabria  son  Málaga  y  SeviHa. 
La  Francia  recibe  nuestros  aceites  por  vía  de 
Marsella,  que  es  la  ciudad  de  aquella  nación  en 
donde  reside  el  centro  del  comercio  del  aceite  de 
aceitunas. 

Además  sabido  es  que  en  todo  el  litoral  del  Me- 
diterráneo, desde  Niza  hasta  la  Sicilia  se  cultiva 
el  olivo,  y  se  hace  un  gran  comercio  de  aceite; 
este  litoral  ¡abraza  el  Piamonte,  los  estados  de  Luca, 
Monaco ,  los  estados  Romanos,  el  reino  de  Ñapó- 
les y  la  Sicilia.  El  olivo  existe  también  en  abun- 
dancia en  todas  las  costas  de  Berbería,  en  el 
continente  de  África,  de  Túnez  á  Tánger,  y  en 
las  costas  de  España,  desde  Barcelona  á  Gibral- 
tar.  Cultívase  igualmente  en  muchas  partes  de 
litoral  nordeste  del  mar  Adriático,  en  las  islas 
Ionias,  en  Grecia,  en  Egipto,  en  Turquía,  etc. 
El  aceite  que  forma  el  objeto  de  este  cultivo  ofre- 
cen un  comercio  inmenso. 

La  cosecha  del  aceite  empieza  por  lo  regular 
hacia  mediados  de  noviembre ,  época  en  que  se 
abren  las  almazaras ,  ó  molinos  de  aceite,  y  con- 
tinua hasta  enero ;  en  ciertos  paises  tiene  lugar 


32  ACE 

antes  de  los  meses  de  enero,  febrero  y  marzo. 
Cuanto  mas  tarde  se  hace  la  cosecha,  mejor  sale 
el  aceite;  con  todo  pueden  formalizarse  ventas 
desde  setiembre  y  octubre  para  el  de  la  nueva 
cosecha. 

El  aceite  de  aceitunas,  que  es  susceptible  de 
experimentar  una  verdadera  cristalización ,  está 
compuesto  de  28  partes  de  estearina  y  de  72  de 
oleína  difícil  de  separar;  se  enrancia  muy  fácil- 
mente si  se  deja  en  un  lugar  caliente ,  en  vasos 
demasiado  anchos ;  es  menester  guardarlo  en  la 
bodega,  en  donde  por  lo  regular  está  siempre 
cuajado  cuando  es  puro,  en  vasos  bien  tapados, 
y  entonces  se  conserva  bueno  por  espacio  de  dos 
o  tres  años. 

Un  medio  para  impedir  al  aceite  de  enranciar- 
se es  poner  en  un  vaso  mitad  aceite  y  mitad  agua 
caliente,  á  un  grado  que  la  mano  pueda  resistir 
el  calor,  agitar  fuertemente,  dejar  reposar  por 
espacio  de  veinte  y  cuatro  horas  y  retirar  el  agua 
por  medio  de  un  sifón.  El  mucílago  y  las  partes 
extractivas  salen  después  de  haber  sido  disueltas 
en  el  agua  y  el  aceite  queda  puro.  Chaptal  conser- 
vó por  este  proceder,  durante  muchos  años,  en  va- 
sijas descubiertas  y  sin  alteración  aceite  de  ba- 
gazo de  oliva. 

En  muchos  almacenes  se  conserva  el  aceite 
en  vasos  de  plomo  ó  cobre :  el  plomo  le  vuelve 
claro  y  le  quita  su  olor  desagradable ,  pero  ad- 
quiere propiedades  venenosas;  el  cobre  le  co- 
munica un  color  verdoso ,  un  sabor  nauseabun- 
do y  en  consecuencia  propiedades  vomitivas, 
todo  lo  que  puede  hacer  un  espita  ó  llave  de  co- 
bre que  se  oxida  al  contacto  del  aire.  Para  evitar 
todo  peligro  seria  conveniente  que  la  autoridad 
dispusiese  que  los  mercaderes  se  sirviesen  de 
vasos  de  madera  y  no  de  utensilios  de  metal. 

El  mejor  aceite  de  aceitunas  conserva  algo  de 
su  parte  colorante  verde,  es  claro,  debe  conge- 
larse al  menor  frió  y  tener  un  olor  y  sabor  agra- 
dables. Digiérese  mas  fácilmente  que  todos  los 
demás ,  se  enrancia  con  mucha  menos  prontitud, 
se  une  mas  fácilmente  con  las  sustancias  alimen- 
ticias y  forma  con  el  vinagre  con  el  cual  se  aso- 
cia en  los  condimentos  una  mezcla  mucho  mas 
igual. 

El  uso  del  aceite  de  aceitunas  data  de  la  mas 
remota  antigüdad :  primero  fué  empleado  en  las 
ceremonias  religiosas ,  y  hoy  dia  sjrve  aun  para 
consagrar  los  soberanos  y  los  ministros  de  la  reli- 
gión católica.  Los  antiguos  lo  empleaban  igual- 
mente en  las  ceremonias  fúnebres ;  ellos  lo  espar- 
cían sobre  la  pira ;  los  compañeros  de  Aqmles, 
derramaron  aceite  sobre  el  cuerpo  de  Patroclo; 
ellos  concedieron  el  mismo  honor  á  Héctor  antes 
de  entregarle  á  Priamo.  Con  él  se  frotaban  todo  el 
cuerpo  al  salir  del  baño  para  conservar  la  flexi- 
bilidad de  los  músculos  y  para  disminuir  la  tras- 
piración excitada  por  este  medio  higiénico ;  los 
atletas  se  untaban  con  él  el  cuerpo  para  adquirir 
mas  agilidad.  Demócrito,  preguntado  sóbrelos 
medios  de  vivir  largo  tiempo  en  salud,  respo- 
ndió :  Si  interna  viscera  melle,  externa  vero  oleo 
irrigaveris.  La  misma  respuesta  fué  hecha  al 


ACE 

emperador  César  por  Pollion :  intus  mulso ,  {o- 
ris  oleo. 

Del  aceite  de  aceitunas  se  hace  un  sin  número 
de  usos  económicos ,  en  la  fabricación  del  jabón, 
el  alumbrado,  las  fábricas  de  paños,  para  untar  los 
metales,  etc.,  es  muy  propio  para  la  pintura.  Según 
el  Sr.  Pommier,  agitado  con  el  vino  y  filtrado, 
este  aceite  le  quita  su  gusto  de  barril.  Como  este 
aceite  se  conserva  mas  largo  tiempo  que  los  de- 
más sin  ponerse  viscoso,  los  relojeros  lo  emplean 
después  de  haberlo  purificado  del  modo  siguiente: 
se  mete  una  lámina  de  plomo  en  una  botella  de 
aeeite  que  se  cierra  y  se  expone  al  aire ,  de  modo 
que  pueda  recibir  los  rayos  del  sol;  el  aceite  se 
cubre  poco  á  poco  de  una  masa  caseíforme  que 
se  posa  en  el  fondo,  mientras  que  él  pierde  su 
color  y  se  pone  limpio.  El  aceite  tirado  sobre  un 
líquido ,  une  su  superficie ,  lo  que  lo  ha  hecho 
proponer  para  calmar  las  oleadas  del  mar  al  re- 
dedor de  un  buque  en  una  tempestad.  Este  aceite 
puede  reemplazar  las  grasas  en  una  multitud  de 
casos;  sirve  también  para  confeccionar  los  un- 
güentos, los  emplastos ,  los  Unimentos,  los  cera- 
tos  ,  los  loocs ,  etc. ,  etc. 

Los  usos  medicinales  del  aceite  de  aceitunas  son 
numerosos,  pero  absolutamente  semejantes  á  los 
de  los  aceites  en  general,  que  hemos  indicado.  De 
consiguiente  aquí  señalaremos  no  mas  que  ciertos 
usos  particulares  que  de  él  se  han  hecho.  El  Sr. 
Odier  de  Ginebra  dice  que  es  muy  bueno  contra  las 
convulsiones  de  los  niños,  aplicado  muchas  veces 
al  dia  como  tópico ,  y  también  lo  preconiza  contra 
la  quemadura.  Hase  indicado  como  antielmíntico, 
y  útil  contra  la  tenia.  Ha  sido  recomendado  co- 
mo propio  para  impedir  que  dañase  el  veneno  de 
las  víboras ,  bebiendo  un  vaso  de  aceite  el  sujeto 
mordido,  y  sumergiendo  la  parte  herida  en  aceito 
y  friccionándola  con  el  mismo  líquido.  Sabido  es 
que  en  los  envenenamientos  vegetales  se  hace  tra- 
gar aceite  en  abundancia.  El  Sr.  Yater  lo  dado 
contra  la  mordedura  de  los  perros  rabiosos.  El 
reverendo  padre  Constans  trataba  la  fiebre  ama- 
rilla de  Barcelona,  1821 ,  haciendo  beber  abun- 
dantemente aceite  de  aceitunas  en  agua  caliente 
á  sus  religiosos ,  á  quienes  administraba  lava- 
tivas saladas ,  y  se  da  como  cierto  que  solo  per- 
dió dos  enfermos  sobre  41  que  contenia  su  con- 
vento. El  Sr.  Druge,  médico  en  Viena,  da  con 
feliz  éxito  una  mezcla  de  aceite  y  de  carbón  en  el 
envenenamiento  por  las  setas.  Al  exteriort  ambien 
han  sido  aconsejadas  las  fricciones  de  aceite  de 
aceitunas  en  muchos  casos :  el  conde  deBerchtold 
las  ha  preconizado  como  preservativas  de  la  pes- 
te en  Egipto ,  y  este  medio  profilático,  que  remon- 
ta, según  Yillalba,  al  año  218  antes  de  J.-C,  es 
de  un  uso  frecuente  en  el  Oriente ;  los  antiguos  las 
usaban  contra  las  hidropesías;  Delpech  la  usa 
contra  la  sarna;  etc. ,  etc. 

El  aceite  de  aceitunas  por  lo  respectivo  á  sus 
propiedades  como  condimento ,  no  conviene  á  to- 
dos los  estómagos,  y  sobre  esto  debe  consultarse 
la  experiencia.  Empleado  en  muy  grande  canti- 
dad, cuando  sobre  todo  no  se  está  habituado  á  su 
uso,  sobrecarga  el  estómago,  lo  debilita,  puede 


ACE 

ocasionar  la  indigestión ,  disponer  á  las  enferme- 
dades biliosas ,  etc. 

Finalmente ,  con  este  aceite  compuso  Moisés  el 
Aceite  de  unción  ó  de  legitimidad  para  ungir  y 
consagrar  el  rey,  el  soberano  sacrilicador ,  y  to- 
dos los  vasos  sagrados.  Preparábase  (Éxodo,  cap. 
30 )  con  el  aceite  de  aceitunas ,  la  mirra,  el  ci- 
namomo ,  y  el  cálamo  aromático ;  era  guardado 
preciosamente  de  generación  en  generación  en 
el  lugar  muy  santo.  Todos  los  reyes  no  eran  un- 
gidos ;  solo  disfrutaba  de  este  honor  el  primero  de 
la  familia,  para  si  y  para  los  sucesores  de  su  es- 
tirpe. No  era  menester  otra  unción  á  menos  que  se 
presentase  alguna  dificultad  referente  á  la  suce- 
sión, en  cuyo  caso  aquel  que  lacogia,  aunque 
fuese  de  la  "misma  familia,  recibia  el  Aceite  de 
unción;  después  de  esta  ceremonia  nadie  tenia 
derecho  de  disputarle  su  título. 

Aceite  de  adormidera.  Las  semillas 
de  la  Adormidera  somnífera  ( Papaver  somnife- 
rtm,  L.)  dan  por  presión  un  aceite  fijo,  dulce, 
bueno  para  comer ,  y  que  en  nada  participa  de  las 
propiedades  narcóticas  de  la  cápsula.  Este  aceite, 
que  se  conoce  en  el  comercio  bajo  el  nombre  de 
Aceite  de  clavel  ,  se  prepara  en  grande  en  Flan- 
des  ,  en  donde  se  cultiva  expresamente  para  este 
usóla  variedad  de  adormidera  de  semillas  negras, 
que  dan  desde  el  cuarto  de  su  peso  hasta  cerca  de 
la  mitad  de  aceite. 

Según  el  proceder  de  su  fabricación,  se  distin- 
gue en  aceite  comestible;  llamado  mas  comun- 
mente Aceite  Maneo,  y  aceite  de  fábrica,  llamado 
Aceite  rojo.  Hase  llegado  á  dar  al  aceite  comes- 
tible tal  perfección  que  su  consumo  se  ha  aumen- 
tado considerablemente  en  Francia. 

El  aceite  de  clavel  blanco,  reciente  y  de  buena 
calidad,  tiene  una  densidad  de  0,  930,  pero  cuan- 
tío añejo  v  rancio  es  de  0, 939;  no  se  congela  has- 
ta i  0o  bajo  cero ,  no  se  enrancia  como  el  de  acei- 
tunas, es  muy  secante,  es  inodoro;  su  sabor  es 
muy  dulce,  semejante  al  de  la  semilla;  y  este  gus- 
to característico  permite  distinguir  fácilmente  su 
mezcla  con  el  aceite  de  aceitunas  sin  sabor;  por 
la  agitación  tiene  la  propiedad  de  formar  espuma; 
se  conserva  tan  largo  tiempo  como  el  de  aceitunas 
sin  que  se  altere. 

Se  clarifica  por  el  reposo  en  grandes  vasos, 
que  se  conservan  en  lugares  calientes ;  pero ,  á 
pesar  de  esta  clarificación  ,  hay  todavía  necesi- 
dad de  trasegarlo  en  los  lugares  de  consumo. 
Sucede  á  veces  que  se  desarrolla  en  los  acei- 
tes que  se  posan  una  fermentación  que  les  da 
un  sabor  agrio ;  pero  por  esto  no  pierden  su  pro- 
piedad comestible,  habiendo  aun  comerciantes 
que  buscan  esta  especie  de  aceites  para  venderlos 
al  por  menor  en  Paris. 

Los  aceites  rojos  participan  de  todas  las  pro- 
piedades de  los  aceites  blancos ;  solo  difieren  de 
ellos  por  el  color,  el  sabor  y  la  densidad,  que  es 
algo  mayor  deO,  933. Este  aceite  unido  al  de  acei- 
tunas, en  la  proporción  de  3  á  7 ,  es  consumido 
en  Marsella  en  grandes  cantidades  para  la  fabri- 
cación de  los  jabones  sólidos. 

Siendo  el  aceite  de  adormideras  un  instrumento 
b 


ACE  33 

de  falsificación  para  los  aceites  de  colsa,  de  acei- 
tunas y  de  linaza,  hasta  el  presente  no  ha  sido 
objeto  de  adulteraciones. 

Hay  países,  como  el  Austria ,  en  donde  se  em- 
plea parala  preparación  de  los  alimentos,  pero  su 
mas  grande  uso  es  para  el  alumbrado,  pues  arde  sin 
producir  olor  ni  humo;  es  empleado  en  pintura, 
después  de  haberle  vuelto  secante;  es  el  mas  esti- 
mado de  los  aceites  después  del  de  aceitunas,  y  es 
mejor  que  el  de  colsa  y  el  de  camelina;  para  la 
Francia  es  un  artículo  de  comercio  muy  impor- 
tante. 

Habíase  creído  antiguamente  que  este  aceite 
producía  el  narcotismo ,  sin  duda  en  razón  de  su 
origen;  pero  hoy  día  está  demostrado  que  fué  una 
ridiculez  el  suponerle  tal  propiedad ,  puesto  que 
en  el  extranjero  se  le  mezcla  en  casi  todos  los 
aceites  de  aceitunas  del  comercio,  sobre  todo  en 
los  que  los  Holandeses  expiden  en  el  Norte.  Los 
Flamencos  y  los  Alemanes  casi  no  emplean  otro, 
— El  bagazo  de  semilla  de  adormidera,  después 
de  haber  extraído  su  aceite,  sirve  para  engordar 
los  ganados. 

Aceite  de  almendras  dulces.  Aceite 
fijo  extraído  por  presión  de  las  semillas  del  Al- 
mendro. Es  fluido ,  de  color  amarillo  ambarino 
inodoro ,  de  sabor  dulce  agradable;  su  densidad* 
varia  de  0,917  á  0,  920;  según  el  Sr.  Lraconnot, 
se  congela  á  — 10° ,  y  abandona  la  estearina  cu- 
ya cantidad  se  eleva  á  24  p%  de  aceite. 

Las  almendras  dulces  dan  cerca  de  la  mitad 
de  su  peso  de  aceite ,  que  se  enrancia  con  la  ma- 
yor facilidad. 

Este  aceite ,  por  lo  común ,  se  extrae  en  las 
mismas  localidades  en  donde  se  hace  la  cosecha 
de  las  almendras;  en  Palma  de  Mallorca  se  obtie- 
nen cantidades  considerables  de  aceite  de  supe- 
rior calidad ,  que  son  exportadas  á  la  península, 
á  donde  se  remite  en  latas  de  peso  de  6 ,  8  y  \  o 
libras  contenidas  en  cajas  de  madera.  En  Barce- 
lona, al  presente,  solo  hay  una  fábrica  que  se 
ocupe  en  la  extracción  de  este  aceite. 

En  Francia,  este  aceite  circula;  á  veces,  por 
el  comercio ,  mezclado  con  aceite  de  adormidera, 
cuya  falsificación  puede  reconocerse  en  el  sabor 
déla  mezcla  y  por  las  burbujas  de  aire  que  se  fi- 
jan en  la  superficie  del  aceite ,  cuando  se  le  ha 
agitado  en  un  frasco  por  espacio  de  cierto  tiempo. 

Este  aceite  tiene  todas  las  propiedades  comunes 
á  los  demás  aceites :  en  medicina  es  empleado  co- 
mo calmante  y  anodino  en  distintos  casos ,  en  far- 
macia entra  en  muchos  medicamentos  oficinales. 
Si  no  fuese  tan  caro  seria  un  buen  alimento.  Su 
uso  en  perfumería  es  bastante  conocido. 

El  bagazo  que  queda  en  la  prensa ,  cuando  se 
fabrica  el  aceite ,  es  conocido  con  el  nombre  de 
Pasta  de  almendra ,  y  constituye  un  cosmético 
muy  usado  para  limpiar  la  piel ,  volverla  mas 
suave,  etc. 

Con  las  almendras  amargas  se  obtiene  un  acei- 
te del  todo  semejante  al  de  almendras  dulces, 
—  De  las  almendras  de  albaricoque  se  extrae  un 
aceite  análogo  al  de  almendras  dulces ,  que  en 
ciertos  puntos  de  Francia  se  vende  como  tal  en 

tomo  i 


34  ACE 

las  boticas,  y  se  dice  que  en  la  China  es  cultiva- 
do el  albaricoque  para  aprovechar  las  semillas 
en  la  fabricación  de  aceite  excelente  para  el  alum- 
brado. También  pueden  extraerse  aceites  seme- 
jantes del  albércnigo,  del  ciruelo,  etc. 

Aceite  de  avellanas.  Aceite  fijo  extraí- 
do por  presión  de  las  semillas  de  Avellano ,  que 
dan  cerca  de  la  mitad  de  su  peso.  Es  líquido,  poco 
colorado ,  inodoro,  dulce,  agradable,  secante,  y 
tiene  las  mismas  propiedades  que  el  aceite  de 
nueces.  Raras  veces  se  usa.  Hase  creído  propio 
para  conservar  los  cabellos  y  aun  hacerlos  cre- 
cer. 

Aceite  de  bacalao.  Este  aceite  fijo  es 
blanco ,  muy  oloroso ;  su  densidad  á  corta  dife- 
rencia igual  á  la  del  aceite  de  ballena ;  no  se  con- 
gela á  cero ;  es  poco  alterable  al  aire ,  y  á  esta 
propiedad  junta  con  su  consistencia  untuosa  debe 
la  preferencia  que  se  le  da  para  los  trabajos  de 
gamuzería  y  de  zurrarería.  Extraído  de  dife- 
rentes partes  de  varias  especies  de  Abadejo. 

Siendo  el  aceite  de  bacalao  mucho  mas  caro 
que  el  aceite  de  ballena ,  podria  falsificársele  con 
este .  pero  este  fraude  es  fácil  de  reconocer  por 
las  diferencias  que  presentan  sujetados  á  la  ne- 
vera. Si  fuese  adulterado  por  otros  aceites,  por 
ejemplo  aceites  de  semillas,  el  alcohol  hirviendo 
los  descubriría  por  la  propiedad  que  tiene  de  di- 
solver el  aceite  de  bacalao  y  tener  poca  acción 
sobre  los  demás  aceites. 

Los  aceites  de  bacalao,  de  pesca  inglesa,  se 
reciben  en  barriles  de  madera  blanca,  que  llevan 
diez  y  seis  aros  de  madera  y  dos  de  hierro ;  los 
de  pesca  francesa  van  repuestos  en  barricas  de 
Burdeos  ó  de  Marsella. 

El  aceite  de  bacalao  sirve  al  gamuzero  para 
adobar  las  pieles ;  después  de  este  uso  ,  pasa  á 
manos  del  zurrador ,  quien  lo  emplea  principal- 
mente para  los  cueros  blancos. 

Aceite  de  ballena.  Propiamente  hablan- 
do es  una  grasa  fluida  animal  que  se.  encuentra 
bajo  la  piel  de  la  cabeza  de  los  Cachalotes.  En  el 
comercio  se  hallan  tres  calidades  de  aceite  de 
ballena:  el  blanco,  el  amarillo  y  el  negro;  este 
último,  á  decir  verdad,  solo  tiene  un  color  ama- 
rillo oscuro. 

Este  aceite  tiene  un  olor  desagradable  de  pes- 
cado, su  densidad  es  de  0,930;  se  disuelve  á  corta 
diferencia  en  un  volumen  de  alcohol  á  la  tempe- 
ratura de  75°  centígrados;  se  congela á  la  tempe- 
ratura del  hielo ,  y  por  esta  propiedad  es  fácil  de 
distinguirlo  del  aceite  de  bacalao ,  que,  al  contra- 
rio, no  se  congela  á  esta  temperatura;  tiene  algo 
de  viscosidad,  y  se  mezcla  bien  con  los  aceites 
de  semillas  para  el  alumbrado.  A  dicho  uso  se  le 
añade  la  mitad  de  aceite  de  colsa,  y  para  esto  se 
le  sujeta  á  una  sencilla  clarificación  por  el  repo- 
so ó  se  le  lava  con  agua  hirviendo ,  después  se 
filtra.  El  ácido  sulfúrico  no  tiene  acción  sobre  él, 
y  no  produce  en  sus  propiedades  y  en  su  color 
ninguno  de  los  efectos  que  se  utilizan  en  la  clari- 
ficación de  los  aceites  de  semillas. 

Cuando  se  quiere  unir  á  un  aceite  clarificado, 
poco  colorado  y  de  primera  calidad ,  se  toma  pa- 


ACE 

ra  la  falsificación  aceite  blanco ,  ó  también  aceite 
amarillo. 

Estos  aceites  se  reciben  en  Francia ,  en  canti- 
dades inmensas ,  del  banco  deTerra-Nova,  por 
lo  común  en  barriles  de  roble,  de  jabíes  cortos, 
con  aros  de  hierro  y  muy  bien  acondicionados, 
que  contienen  de  100  hasta  2000  libras. 

El  aceite  de  ballena  sirve  para  el  alumbrado, 
para  adobar  ciertos  cueros,  para  engordar  la 
brea  necesaria  para  espalmar  las  embarcaciones, 
para  la  fabricación  de  jabones ,  etc.,  etc. 

Aceite  de  ben.  Aceite  lijo  extraido  de  las 
semillas  de  Ben.  Nos  viene  de  la  India,  y  tam- 
bién se  fabrica  hoy  dia  en  Europa  con  las  almen- 
dras que  se  reciben  de  Egipto;  está  compuesto 
de  una  capa  sólida  y  de  una  capa  líquida.  Es  ino- 
doro y  de  un  sabor  dulce,  tarda  muchísimo  en  en- 
ranciarse, y  su  parte  fluida  no  se  congela  á  las 
temperaturas  de  nuestros  inviernos.  Estas  propie- 
dades hacían  que  fuese  buscado  por  los  relojeros 
para  suavizar  el  frote  de  los  movimientos  de  los 
relojes ,  antes  que  se  hubiese  hallado  en  la  sa- 
ponificación incompleta  del  aceite  de  aceitunas, 
el  medio  de  procurarse  una  elaína  mucho  mas  pu- 
ra, no  oxigenable  y  sin  acción  sobre  los  metales, 
y  singularmente  sobre  el  cobre.  La  perfumería  lo 
ha  también  empleado  con  mucha  frecuencia  para 
extraer  por  maceracion  los  olores  fugaces  de  cier- 
tas plantas  que  resisten  á  otros  medios  de  extrac- 
ción ,  así  es  como  el  aceite  de  ben  sirve  de  disol- 
vente al  olor  del  jazmín  y  de  las  liliáceas.  Es  pur- 
gante y  vomitivo.  A  veces  nos  llega  también  acei- 
te de  ben  ambarado  (aceite  cargado  de  ámbar ) . 

Aceite  de  cacao,  Manteca  de  ca- 
cao. Aceite  fijo  extraido  regularmente  por  presión 
de  las  semillas  de  Cacao.  Es  concreto ,  de  un 
blanco  amarillento ,  que  se  pone  blanco  con  el 
tiempo,  de  un  olor  y  sabor  que  recuerdan  los  de 
la  almendra  entera,  es  untuoso,  del  todo  soluble  en 
el  éter,  extremamente  licuable.  Cuando  se  licúa  ha 
de  practicarse  á  un  muy  suave  calor ,  á  fin  de  evi- 
tar su  alteración  y  que  se  enrancie. 

Este  producto  de  un  precio  bastante  subido  es 
con  frecuencia  sofisticado  con  sebo,  tuétano  de 
buey,  aceite  de  almendras  dulces,  cera  etc.  El 
primer  fraude,  que  es  el  mas  común,  se  conoce 
porque  él  se  enrancia  mas  pronto,  en  que  su 
fractura  no  es  uniforme ,  en  que  no  tiene  un  sabor 
tan  agradable ,  en  que  no  es  tan  suave  y  untuoso, 
etc..  El  mejor  medio  para  probar  la  pureza  de  la 
manteca  de  cacao  es  el  tratamiento  con  el  éter, 
en  el  que  ella  se  disuelve  completa  y  fácilmente. 
Si  la  manteca  de  cacao  no  es  bien  pura,  la  diso- 
lución etérea  quedará  turbia  en  vez  de  ser  com- 
pletamente diafana. 

La  manteca  de  cacao  nos  llega  de  América; 
pero  desde  algunos  años  el  Dr.  D.  José  Meslres, 
farmacéutico  de  esta  ciudad ,  hase  dedicado  con 
esmero  á  la  elaboración  de  dicho  producto ,  y  el 
fruto  de  sus  tareas  le  ha  valido  obtener  el  aceite 
de  cacao  de  un  verdadero  color  blanco-amari- 
llento ,  que  indica  su  reciente  preparación ,  y  un 
exquisito  olor  de  la  semilla,  que  le  recomienda. 
Lo  expende  en  pedazos  en  forma  de  tablas  amol- 


ACK 

dadas  del  peso  de  2  á  3  onzas,  envueltas  en 
papel  blanco  con  la  cifra  /.  M.  y  rúbrica,  y  co- 
locadas en  cajoneitos  de  madera  "(pie  contienen  G 
libras  de  aceite,  ó  mas,  sequillos  pedidos.  Aun- 
que de  precio  algo  mas  subido  que  el  procedente 
de  América  y  del  extranjero,  los  farmacéuticos 
de  Barcelona  y  casi  la  generalidad  délos  de  Ca- 
taluña lo  prefieren  á  éste  ,  en  términos  que  abas- 
teciendo también  á  muchas  droguerías  que  lo  re- 
miten á  diferentes  puntos,  ha  reducido  á  casi  na- 
da la  importación  de  este  articulo. 

El  aceite  de  cacao  es  emoliente ,  útil  en  los  sa- 
bañones, las  almorranas,  las  grietas  de  los  pezo- 
nes de  las  nodrizas,  etc. ,  etc.,  y  se  le  tiene  como 
el  mejor  cosmético,  puesto  que  no  deja  grasa  en 
la  piel. 

Aceite  de  camelina.  Aceite  fijo  extraí- 
do por  presión  de  las  semillas  de  Miagro  sa- 
tivo. 

Este  aceite  es  amarillo  como  el  aceite  de  colsa; 
su  densidad  es  de  0,9*0,  y  no  se  solidifica  hasta  15° 
bajo  cero :  estos  dos  caracteres  bastan  para  dis- 
tinguirlo del  aceite  de  colsa  y  para  reconocer  la 
mezcla  de  ambos  aceites.  Con  todo  añadiremos 
olio  <pie  es  muy  característico  :  el  aceite  de  ca- 
melina,  en  efecto,  tratado  con  2  por  ciento  de 
ácido  sulfúrico,  como  para  la  clarificación,  toma 
un  color  rojo,  lo  que  no  sucede  con  los  demás  acei- 
tes ;  agitado  con  agua  pasa  á  amarillo ,  el  agua 
posada  queda  lechosa,  y  el  poso  es  de  un  gris  su- 
cio ,  y  también  hay  un  poco  de  materia  breosa  en- 
tre el  agua  y  el  aceite. 

El  aceite  de  camelina  sufre  muy  bien  la  clari- 
ficación ;  arde  con  llama  rojiza  y  tizna  las  torci- 
das, propiedades  que  comunica  ál  aceite  de  colsa 
que  el  falsifica.  En  el  comercio  y  en  la  industria, 
sirve  para  los  mismos  usos  que  él  aceite  de  colsa, 
solamente  (pie,  como  aceite  caliente,  es  preferi- 
ble á  éste  en  invierno  para  la  fabricación  de  los 
jabones  blandos.  Se  añade  también  con  venta- 
ja, bajo  este  respecto,  a  los  aceites  clarificados 
para  reverbero,  para  prevenir  los  inconvenien- 
tes de  la  helada.  Este  aceite  es  secante  como  to- 
dos los  aceites  calientes. 

En  los  departamentos  del  norte  y  del  este  de  la 
Francia  se  cultiva  el  Miagro  sativo  para  la  ex- 
tracción de  este  aceite,  que  reciente  se  come  en 
ciertos  distritos,  pero  sobre  todo  es  empleado 
para  el  alumbrado ,  después  de  haberlo  depurado 
de  su  mucílago;  sirve  en  la  pintura,  etc. 

Aceite  «le  cañamones.  Aceite  fijo  ex- 
traído por  presión  de  las  semillas  de  Cánamo.  Es 
de  color  verdoso',  su  densidad  de  0, 933 ;  es  muy 
caliente,  porque  no  se  congela  hasta  22°  bajo  ce- 
ro ;  es  secante.  Su  densidad ,  su  punto  de  con- 
gelación y  su  olor  verde  permiten  distinguirlo 
fácilmente  en  su  mezclacon  el  aceite  de  colsa,  que 
sirve  para  falsificar.  Se  sujeta  muv  bien  á  la 
clarificación ;  su  mezcla  con  el  ácido  sulfúrico 
toma  un  color  verde  que  pasa  inmediatamente  al 
negro;  agitado  con  agua,  la  mezcla  se  vuelve  de 
un  blanco  verdoso. 

Su  fabricación  y  su  comercio  no  tienen  una 
grande  importancia :  la  Lorena  es  el  pais  que  lo 


ACE  35 

expide  en  mayor  cantidad ,  en  barriles  de  650  á 
X60  libras. 

Su  propiedad  caliente  le  hace  buscar  en  invier- 
no ,  como  el  aceite  de  camelina ,  para  la  fabrica- 
ción de  los  jabones  blandos,  y  para  mezclar  con 
el  aceite  clarificado  para  reverbero.  Se  emplea 
para  los  mismos  usos  que  el  aceite  de  colsa ;  re- 
ciente, es  comestible,  sirve  en  las  artes  y  para 
el  alumbrado. 

Aceite  de  coco.  Aceite  fijo  extraído  por 
presión  del  fruto  de  Coco. 

El  aceite  de  coco  es  una  grasa  consistente  y 
blanca,  empleada  con  ventaja  en  perfumería  para 
la  fabricación  de  los  jabones  de  tocador.  Se  sa- 
ponifica con  facilidad,  sin  embargo  da  al  produc- 
to un  olor  particular  que  primero  es  disfrazado 
por  el  perfume  que  se  añade  al  iabon,  pero  que 
persiste  al  uso  después  de  la  desaparición  del 
perfume. 

El  aceite  de  coco ,  reciente  y  bien  extraído, 
sirve  para  preparar  los  alimentos ;  pero  añejo,  0 
mal  preparado ,  es  empleado  en  el  alumbrado. 
Los  habitantes  de  Taíti  y  de  otras  islas  del  Océa- 
no Pacífico  se  untan  con  él  el  cuerpo ,  lo  que  les 
da  un  olor  desagradable,  que  no  les  quita  el  uso 
casi  diario  de  los  baños ;  también  se  frotan  con  él 
los  cabellos,  etc.  En  la  India  es  empleado  para 
la  preparación  de  los  emplastos,  etc. 

Aceite  de  colsa.  Aceite  fijo  extraído  por 
presión  de  las  semillas  de  Col-colsa. 

Este  aceite  por  lo  común  es  amarillo,  de  un  olor  ■ 
fuerte  característico;  su  densidad  es  de 0,91 5 cuan- 
do reciente ,  y  entonces  también  arde  bastante 
bien  y  da  una  hermosa  luz ,  sobre  todo  cuandq 
ha  sido  clarificado  con  el  ácido  sulfúrico.  Cuando 
añejo ,  que  ha  estado  expuesto  al  aire  y  sobre  to- 
do al  sol,  se  vuelve  blanco,  mas  viscoso,  su 
densidad  aumenta,  v  llega  á  ser  impropio  para 
el  alumbrado.  El  aceite  de  colsa  se  solidifica  á. 
2  ó  3o  kba¿q,  cero.  Sus  propiedades  combustibles 
hacen  su 'gran  valor  comercial  por  el  grande 
uso  que  de  el  se  hace  para  el  alumbrado.  En  efec- 
to ,  a  parte  su  uso  en  la  fabricación  de  los  jabones 
blandos,  esta  especie  de  aceite  casi  únicamente 
se  emplea  para  el  alumbrado.  La  densidad  del 
aceite  de  colsa  difiere  poco  de  la  del  aceite  de 
aceitunas ;  como  éste  se  solidifica  cerca  de  cero, 
y  si  no  tuviese  un  olor  y  un  sabor  desagradables, 
su  uso  en  la  falsificación  del  aceite  de  aceitunas 
podría  sin  duda  ofrecer  un  fraude  mas  difícil  de 
descubrir  que  el  que  se  verifica  con  el  aceite  de 
adormidera. 

Hay  dos  calidades  de  aceite  de  colsa  clarifica- 
do ,  el  llamado  para  reverbero ,  que  á  veces  solo 
es  aceite  bruto  trasegado ,  y  el  llamado  de  quin- 
qué :  ambos  son  menos  colorados  que  el  aceite 
bruto.  Esta  clarificación  se  opera  generalmente 
por  medio  del  ácido  sulfúrico ,  pero  la  densidad 
del  aceite  disminuye  con  ella  notablemente.  La 
clarificación  se  práctica  en  grandes  talleres,  sin 
embargo  esta  industria  es  tan  sencilla  en  sí  y 
exige  tan  pocos  instrumentos  que  muchos  co- 
merciantes por  si  mismos  la  practican  á  medida 
que  lo  necesitan.  Los  pormenores  de  esta  opera- 


36  ACE 

cion  los  creemos  ágenos  de  esta  obra,  en  parti- 
cular no  estando  generalizado  el  uso  de  este 
aceite  en  España. 

Alguna  vez  sucede  que  hay  ventaja  en  falsificar 
el  aceite  de  colsa  con  otros  aceites  de  semillas: 
los  mas  comunmente  empleados  para  esto  son  los 
aceites  de  adormidera ,  de  camelina  y  de  caña- 
mones; los  dos  primeros  alteran  notablemente  las 
propiedades  combustibles  del  aceite;  el  de  caña- 
mones ,  con  respecto  á  esto ,  presenta  menos  in- 
convenientes.—Estas  falsificaciones  se  reconocen 
en  la  nevera,  en  donde  el  aceite  de  colsa  se  so- 
lidifica, mientras  que  los  demás  quedan  fluidos. 
Las  mezclas  pueden  pues  hallar  en  este  medio  in- 
dicaciones que  las  descubran.  Estos  ensayos  pue- 
den nacerse  sobre  pequeñas  cantidades ,  como  lo 
hemos  indicado  en  el  examen  del  aceite  de  acei- 
tunas ,  por  la  nevera  y  las  mezclas  frigoríficas.— 
La  densidad  ofrece  también  un  registro  que  re- 
sulta de  la  comparación  de  la  densidad  del  aceite 
de  colsa  puro  con  la  de  los  aceites  que  pueden 
falsificarlo.  He  aquí  estas  densidades :  aceite  de 
colsa,  0,915;  de  adormidera  roja,  0,933;  de 
cañamones,  0,936;  de  camelina,  0,931;  de  li- 
naza, 0,935.  Yese  que  el  aceite  de  colsa  es  de 
todos  los  aceites  el  menos  denso;  por  consiguien- 
te un  aceite  pesado  que  diese  mas  de  0, 915  esta- 
ría ciertamente  mezclado. 

El  alto  precio  de  los^  aceites  de  colsa  ha  indu- 
cido, hace  algunos  anos,  á  falsificarlo  con  los 
aceites  de  ballena.  Esta  falsificación  solo  tiene  lu- 
gar en  los  talleres  de  depuración.  A  dicho  objeto, 
se  escojen  los  aceites  menos  colorados ,  que  se 
emplean  clarificados  por  el  simple  reposo  ó  agi- 
tados en  el  agua  caliente.  Sin  embargo,  este  frau- 
de se  manifiesta  por  el  olor  y  por  la  densidad,  que 
ésta  en  el  aceite  de  pescado  es  mucho  mayor  que 
la  de  todos  los  demás  aceites;  es  en  efecto  de 
0, 930.  La  mezcla  de  los  dos  aceites  se  hace  mu- 
chas veces  por  mitad. 

En  Flandes  y  en  la  Bélgica  se  cultiva  en  grande 
la  Col-colsa  para  la  extracción  del  aceite  de  sus 
semillas.  Este  aceite  reciente  podría  comerse, 
pero  su  uso  principal  es  para  el  alumbrado. 

Aceite  «le  crotón  tiglio.  Aceite  fijo  ex- 
traído por  presión  de  las  semillas  de  Crotón  ti  glio. 

Líquido  siruposo ,  de  color  parduzco  y  opaco  en 
masa,  de  amarillo  naranjado  y  trasparente  en 
corta  cantidad ;  insoluble  en  el  agua ;  soluble  en 
el  alcohol ,  en  el  éter ,  en  los  aceites  fijos  y  volá- 
tiles; enrojece  un  poco  la  tintura  de  tornasol;  de 
olor  rancio  nausearmndo,  de  sabor  acre,  queman- 
te y  muy  persistente;  se  coagula á  5o  sobre  cero, 
se  solidifica  á  cero.— -Según  el  señor  Nimmo, 
este  aceite  contiene  55  de  un  aceite  fijo  dulce  y 
45  de  un  principio  acre  purgante  al  que  ha  lla- 
mado Tiglino,  y  que,  según  el  Sr.  Paris,  tendría 
mucha  relación  con  el  Elatino.  Esta  sustancia  de 
naturaleza  resinosa  es  la  que  da  las  propiedades 
especiales  á  este  aceite. 

Este  aceite  es  preparado  en  la  India ,  de  donde 
se  le  envia  á  Europa  por  la  Inglaterra.  En  ciertos 
laboratorios  de  Paris  se  fabrica  del  todo  análogo 
con  los  granos  de  tiglio  del  comercio  despojados 


ACE 

de  su  corteza,  que  dan  de  él  á  corta  diferencia  la 
mitad  de  su  peso. 

Es  un  violento  veneno  tomado  puro.  Se  empica 
en  medicina  como  purgante  drástico,  pero  debe 
procederse  con  sumo  cuidado  en  su  administra- 
ción ,  y  su  dosis  no  debe  esceder  de  'A,  Vs  gota  á 
1  'A  á  2  gotas ,  mezclado  con  sustancias  dulcifi- 
cantes, y  tomando  las  precauciones  que  su  extre- 
ma acritud  requiere. 

Aceite  de  fabuco  ó  hayuco*  Aceite 
fijo  extraído  por  presión  de  las  semillas  de  Haya. 
Este  aceite  es  de  un  amarillo  claro ,  dulce ,  y 
un  poco  viscoso ;  su  densidades  de  0,922;  es 
caliente  y  se  congela  á  17°  bajo  cero.  Su  fabrica- 
ción tiene  poca  importancia;  es  comestible  y  po*- 
dría  servir  para  falsificar  los  aceites  de  aceitunas 
y  de  adormidera.  Esta  falsificación  seria  fácil  de 
reconocer  para  el  primero,  pero  no  para  el  segun- 
do, á  causa  de  la  analogía  de  sus  propiedades. 
Solo  la  densidad  ofrecería  unmedio  de  reconocer- 
la. Cuando  reciente  tiene  una  acritud  que  le  hace 
nocivo  como  alimento ,  pero  se  despoja  de  ella 
hirviéndolo  con  el  intermedio  del  agua,  como  se 
practica  con  el  aceite  de  ricino. 

El  aceite  de  fabuco  se  fabrica  en  corta  cantidad 
en  Francia,  recibiéndolo  este  pais  regularmente 
de  Cerdeña. 

Aceite  de  hijeado  de  bacalao.  Acei- 
te fijo  que ,  por  medio  del  calor  del  sol ,  se  extrae 
de  las  vejigas  del  hígado  de  algunas  especies  de 
peces  del  género  Abadejo ,  en  particular  del  aba- 
dejo común.  Su  elaboración  se  verifica  en  Holan- 
da y  en  Bélgica ,  de  donde  lo  recibimos. 

Este  aceite  es  espeso,  amarillo  moreno,  de  olor 
de  pescado  muy  desagradable,  sabor  soso  y  desa- 
gradable, peso  específico  de  0,928,  calentado 
hasta  1 50°  no  se  descompone. 

Se  usa  en  medicina  contra  el  raquitismo  al  in- 
terior y  al  exterior. 

Aceite  de  linaza.  Aceite  fijo  extraído  por 
presión  de  las  semillas  de  Lino ,  que  lo  dan  en  la 
cantidad  del  quinto  de  su  peso. 

Es  amarillento ,  algo  viscoso ;  su  densidad  es 
de  0,935  ;  se  congela  á  27°  bajo  cero.  Esta  úl- 
tima propiedad  le  distingue  de  todos  los  demás 
aceites.  Tratado  con  2  p%  de  ácido  sulfúrico,  da 
abundantes  vedijas  negras  que  nadan  en  el  líqui- 
do ,  el  mismo  aceite  parece  inatacado  por  el  ácido, 
y  queda  de  un  amarillo  sucio  y  nebuloso ;  con  la 
adición  de  una  nueva  dosis  de  2  p%  de  ácido,  tira 
á  negro  y  parece  retener  películas  ó  membranas 
ligeras  en  suspensión ;  agitado  con  el  agua ,  se 
vuelve  lechoso  y  negruzco ,  el  color  se  aclara  en 
seguida  un  poco  por  el  reposo. 

De  todos  los  aceites  conocidos,  el  aceite  de  li- 
naza es  á  la  vez  el  mas  caliente  y  el  mas  secante. 
Es  también  el  que  se  enrancia  con  mas  prontitud, 
y  el  que  experimenta  de  parte  del  aire  la  altera- 
ción mas  intensa  y  mas  completa ;  por  esta  pro- 
piedad es  buscado  en  pintura. 

Puede  falsificarse  con  todos  los  demás  aceites 
que  son  calientes  y  secantes,  tales  como  los  acei- 
tes de  adormidera,  de  camelina,  de  cañamo- 
nes, etc. 


AGE 

El  aceita  de  linaza  hervido  por  espacio  de  al- 
gunas horas  con  7  á  8  p°/0  de  su  peso  de  litargirio 
en  polvo  fino,  adquiere  propiedades  secantes  mas 
intensas ,  \  en  osle  estado  sirve  para  la  pintura. 
Entonces  es  de  un  rojo  mas  ó  menos  subido,  y  su 
densidad  y  viscosidad  son  mucho  mas  aumenta- 
das. Este  aceite  así  preparado  es  conocido  con  el 
nombre  de  Aceite  de  linaza  cocido.  Se  reconoce 
la  presencia  del  óxido  de  plomo  (pie  contiene  ex- 
tendiendo una  capa  delgada  sobre  papel,  y  echán- 
dole una  solución  de  acido  hidro-sulfúnco  ó  de 
sulfuro  de  potasio ,  que  se  ennegrece  inmediata- 
mente por  la  formación  de  protosulfuro  de  plomo. 

El  aceite  de  linaza,  teniendo  una  densidad  mu- 
cho mayor  que  la  de  los  demás  aceites,  no  se 
vende  a  cubas  ó  toneles,  sino  á  peso  por  tOO, 
200  ó  mas  libras.  Por  lo  común,  lo  recibimos  en 
pipas  de  30  á  70  arrobas ,  procedente  de  Francia 
en  donde  se  fabrica  en  mucha  cantidad. 

Según  Tournefort,  este  aceite  sirve  como  co- 
mestible en  Armenia,  y  para  quemar ;  también  ha 
tenido  algún  uso  médico,  como  laxante,  útil  en 
el  cólico  metálico,  contra  las  lombrices,  etc.  Pe- 
ro su  uso  mas  frecuente  es  en  las  artes :  los  tegi- 
dos  que  se  sumergen  en  él ,  puestos  á  secar  des- 

{)ues  de  haber  exprimido  el  aceite  superabundante, 
orinan  telas  ó  tafetanes  trasparentes,  según  se 
haya  empleado  tela  ó  tafetán ;  la  mayor  parle  de 
las  bugías,  sondas,  etc,  pretendidas  de  goma  elás- 
tica ,  son  fabricadas  con  aceite  de  linaza ;  con  él 
se  hacen  barnices  que  sirven  en  pintura,  entra  en 
la  composición  de  la  tinta  de  imprenta ,  etc. 

Aceite  de  mano*  de  buey.  Preparado 
haciendo  cocer  en  agua  los  pies  de  buey  ó  de  va- 
ca sin  pezuñas.  El  aceite ,  así  obtenido  y  que  so- 
brenada al  agua ,  es  liquido ,  amarillento ,  ino- 
doro, insípido,  untuoso,  difícilmente  seinspisay 
se  congela,  lo  que  le  hace  precioso  para  los  re- 
lojes y  para  untar  las  máquinas;  experimenta  po- 
ca alteración  de  parte  del  aire ,  su  densidad  es  de 
0,930.  Como  todas  las  grasas  animales,  estáforma- 
dode  oleína  y  de  estearina.  Se  conserva  en  gran- 
des pipas  en  donde  se  clarifica  por  el  reposo.  Se 
emplea  como  alimento ,  y  mas  especialmente  para 
freír ;  también  se  usa  para  dar  grasa  á  los  cueros 
y  hacerles  así  mas  flexibles. 

Haciendo  hervir  por  largo  tiempo  en  el  agua, 
en  grandes  calderas  y  al  aire  libre ,  los  pies  de 
buey,  los  espolones,  los  tendones,  y  generalmen- 
te los  huesos  recogidos  en  las  calles,  se  obtiene 
un  aceite  que  también  se  llama  Aceite  de  manos 
de  buey ,  á  pesar  de  emplear  para  su  obtención 
otras  sustancias  á  mas  de  los  pies  de  buey.  Tiene 
un  olor  repugnante ;  sirve  para  el  alumbrado  y 
para  untar  los  ejes  de  los  carruajes.— Este  aceite 
se  fabrica  en  casi  todas  las  fábricas  de  carbón 
animal. 

Aceite  de  mostaza.  Aceite  fijo  extraído 
por  presión  de  las  semillas  de  Mostaza  blanca, 
que  lo  dan  en  la  relación  de  30  por  ciento.  Es  de 
un  color  amarillo  de  ámbar  y  de  un  sabor  muy 
dulce ;  el  aire  no  tiene  sobre  él  una  acción  tan 
enérgica  como  sobre  el  aceite  de  aceitunas ,  y  así 
es  que  se  conserva  mas  largo  tiempo  sin  enran- 


ACE  37 

ciarse ;  resiste  mucho  al  frió  sin  congelarse,  y  so- 
lo se  espesa  y  descolora ,  lo  que  le  hace  propio 
para  la  relojería;  su  peso  específico  es  de  9,202; 
1 00  partes  de  éter  disuelven  23  de  aceite ,  mien- 
tras que  son  menester  1000  partes  de  alcohol  pa- 
ra disolver  una ;  unido  á  la  sosa  cáustica  da  un 
jabón  consistente  y  de  color  amarillento. 

Para  quitar  muy  fácilmente  al  aceite  de  mosta- 
za el  mal  gusto  que  á  v  eces  tiene ,  se  le  añade  un 
tercio  de  su  peso  de  agua ,  en  la  cual  se  deslié 
previamente  una  onza,  por  libra  de  este  líquido, 
de  arcilla  en  polvo  y  tamizada;  se  debe  tener  cui- 
dado de  agitar  la  niezcla  de  vez  en  cuando  ;  al 
cabo  de  siete  ú  ocho  dias  se  separa  el  aceite  que 
sobrenada,  y  entonces  es  blanco  y  de  buen  gusto. 

Este  aceite  es  bueno  para  el  alumbrado ,  pero 
tiene  poca  importancia  comercial. 

Aceite  de  nabina.  Aceite  fijo  extraído 
por  presión  de  las  semillas  de  Nabo ,  en  particu- 
lar de  una  de  sus  variedades  cultivada  en  Nor- 
mandía  para  este  objeto  llamada  Nabina.  Es  pare- 
cido al  aceite  de  colsa,  de  color  amarillo,  de  sabor 
dulce ,  con  un  poco  de  olor.  Sirve  para  el  alum- 
brado, para  batanar  las  estofas  de  lana  y  para 
preparar  los  cueros. 

Aceite  de  nueces.  Aceite  fijo  extraído, 
en  frío  ó  en  caliente ,  por  presión,  de  las  almen- 
dras de  Nogal ,  que  lo  dan  en  cantidad  de  cerca 
la  mitad  de  su  peso. 

Preparado  en  frió  es  llamado  Aceite  virgen :  es 
blanco,  de  consistencia  iarabosa,  dulce,  inodo- 
ro, de  un  olor  agradable  de  nuez  :  sirve  para  con- 
dimento, y  es  empleado  en  farmacia.  Expuesto 
al  aire  se  enrancia  con  prontitud  y  se  pone  claro 
como  el  agua ,  sobre  todo  si  se  coloca  en  vasos 
muy  anchos  y  poco  profundos  con  agua  en  el  fon- 
do. Este  aceite  así  alterado  se  emplea  para  la 
composición  de  colores  finos. 

Preparado  en  caliente  es  llamado  Aceite  cocido, 
aceite  segundo :  es  muy  colorado ,  v  erdoso  ó  ama- 
rillento,  mas  espeso  ,  "mas  acre,  de  un  olor  muy 
fuerte,  muy  "cargado  de  mucílago;  se  enrancia 
pronto,  y  apenas  puede  conservarse  algunos  me- 
ses en  estado  de  sen  ir  para  la  alimentación.  Este 
aceite  sirve  para  la  pintura ,  para  el  alumbrado, 
parahacer  jabón  blando,  y  para  otros  usos  domés- 
ticos. 

Este  aceite  es  del  número  de  los  secantes;  se 
congela  á  la  temperatura  de  15  á  20°  bajo  cero. 

En  medicina ,  administrado  reciente,  goza  de 
las  mismas  propiedades  que  los  demás  aceites; 
cuando  rancio,  que  casi  siempre  se  halla  en  este 
estado  en  el  comercio ,  es  muy  activ  o,  y  se  pres- 
cribe en  lavativas  en  el  cólico  de  los  pintures,  en 
la  parálisis,  etc.,  porque  obra  sobre  los  intesti- 
nos gruesos,  es  purgante,  etc.  El  Sr.  Ferrein 
dice  que  un  uso  muy  abundante  de  este  aceite 
emborracha. 

El  residuo  ó  el  bagazo  del  aceite  de  nueces,  lla- 
mado Pan  de  nueces,  sirve  para  engordar  las  aves 
de  corral,  y  también  lo  comen  los  niños  en  algu- 
nos puntos,  en  donde  se  quema  para  el  alumbrado. 

Este  aceítese  fabrica  en  las  mismas  localidades 
en  donde  se  hace  gran  cosecha  de  nueces,  y  de 


38  ACE 

Cerdeña  se  exporta  bastante  cantidad  para  dis- 
tintos puntos.  Nosotros  lo  recibimos  de  Genova  ó 
de  Marsella,  en  barriles  de  peso  de  4 ,  6,  y  8  ar- 
robas. 

Aceite  de  nuez  moscada.  Aceite  lijo 
y  sólido  obtenido  por  presión  en  caliente  de  la 
Nuez  moscada,  en  los  lugares  en  que  crece  el  ár- 
bol que  la  produce.  Este  aceite  está  por  lo  común 
mezclado  con  aceite  volátil,  y  circula  en  el  co- 
mercio bajo  la  forma  de  panes  cuadrados,  largos, 
sólidos,  gruesos,  de  color  amarillo  marbreado,  que 
exhalan  un  fuerte  olor  de  nuez  moscada ;  los  pa- 
nes, están  por  lo  regular  envueltos  con  hojas  de 
caña  á  íin  de  que  no  se  peguen  unos  á  otros. 
Este  aceite ,  que  también  es  conocido  bajo  el  nom- 
bre de  Manteca  de  núes  moscada ,  es  empleado  en 
farmacia  y  en  la  perfumería.  Se  expide  en  cajitas 
que  contienen  30  á  40  libras  de  este  producto, 
o  en  botes  de  tierra,  y  siempre  debe  preferirse 
este  último  modo  de  embalaje. 

La  nuez  moscada  da  á  corta  diferencia  un  ter- 
cio de  su  peso  ( 60  por  ciento)  de  aceite.  Prefié- 
rese el  que  procede  de  la  India  al  fabricado  en 
Holanda,  que  es  mas  pálido,  menos  oloroso  y  mas 
falsificado.  Según  Bley,  se  halla  á  menudo  altera- 
do en  el  comercio  con  esperma  de  ballena  y  sebo, 
alteración  que  llega  á  veces  hasta  y4  y  %. 

Aceite  de  palma.  Aceite  fijo  extraido  por 
presión  de  la  almendra  del  fruto  del  Elais  de  Gui- 
nea ,  L. ,  gran  palmero  espinoso,  que  crece  na- 
turalmente en  África  y  en  la  Guiana. 

Este  aceite  es  de  consistencia  mantecosa,  de  co- 
lor naranjado  y  muy  oloroso ,  mas  ligero  que  el 
agua,  licuable  á  29° ;  expuesto  al  aire  se  pone  blan- 
co y  se  enrancia;  es  soluble  en  el  alcohol,  en  el 
éter;  da  jabones  colorados.  En  estos  últimos  tiem- 

Sios  han  llegado  cargamentos  de  este  aceite  en 
Iarsella,  en  donde  se  trata  de  hacerlo  entrar  en 
la  fabricación  de  los  jabones.  Su  color ,  que  era 
un  obstáculo  á  esta  aplicación,  ha  cedido;  a  lo  que 
parece,  á  los  procederes  de  clarificación  nuevos, 
y  el  problema  parece  por  lo  mismo  resuelto.  Si 
estos  resultados  se  confirman,  el  aceite  de  palma 
lomará  un  lugar  entre  los  artículos  de  alto  comer- 
cio ,  por  el  inmenso  uso  que  de  él  podrá  hacerse 
en  la  fabricación  de  jabones. 

El  aceite  de  palma  a  veces  está  falsificado  con 
manteca  de  cerdo ,  sebo ,  lirios  de  Florencia  y 
cúrcuma,  cuyo  fraude  se  reconoce  licuándolo  con 
agua,  que  la  colora,  y  con  potasa,  que  aumenta 
su  color.  —  Debe  ser  casi  blanco  y  de  un  gusto 
agradable.  —  Sirve  para  los  mismos  que  la  man- 
teca. 

El  aceite  de  palma,  de  origen  inglés,  está  con- 
tenido en  barriles  con  aros  de  hierro.  Este  aceite, 
llamado  también  Manteca  de  palma ,  cuyo  olor 
de  violeta  es  muy  señalado,  es  empleado  para  pre- 
parar los  alimentos  y  es  tan  bueno  como  la  mante- 
ca en  Europa;  los  negros  se  frotan  también  con  él 
el  cuerpo ;  envejeciéndose,  se  enrancia  y  se  vuel- 
ve acre.  En  el  Senegal  es  objeto  de  un  gran  co- 
mercio. Conviene  no  confundir  la  manteca  de 
palma  con  la  Manteca  de  Galam ,  que  es  quizás 
la  misma  que  las  llamadas  Manteca  de  bambuc, 


ACE 

Manteca  de  bambarra ,  que  se  traen  del  interior 
del  África  al  Senegal ,  la  cual  es  blanca ,  concre- 
ta ,  aun  á  la  temperatura  del  pais ,  y  cuyo  uso  es 
mas  bien  medicinal  que  económico ,  y  de  la  que 
se  hablará  en  otro  lugar. 

Aceite  pescado.  Es  la  grasa  ó  sebo  de 
los  peces  licuada  ó  extraída  por  presión.  Forma 
un  importante  ramo  de  comercio.  Particularmen- 
te se  distinguen  los  aceites  de  ballena  y  los  acei- 
tes de  bacalao  ( V.  estas  palabras):  los" primeros 
no  solo  comprenden  los  que  proceden  de  la,  ba- 
llena, sí  que  los  que  se  extraen  del  cachalote,  del 
arenque,  del  marsopla,  de  la  sardina,  del  del- 
íin  ,  del  elefante  de  mar,  etc. 

Todos  los  aceites  de  pescado,  llamados  también 
grasas,  á  causa  de  la  consistencia  que  á  veces 
presentan,  dan  por  el  reposo  un  residuo  graso 
mas  ó  menos  voluminoso.  Cuando  este  residuo  se 
halla  en  grande  cantidad  en  el  aceite,  puede  ser- 
vir de  base  para  la  fabricación  de  la  esperma  de 
ballena ,  análoga  á  la  que  se  saca  de  las  cavida- 
des cerebrales  de  los  cetáceos. 

Aceite  de  ricino.  Aceite  fijo  extraido  por 
presión  de  las  semillas  mondadas  del  Ricino  co- 
mún ó  higuera  infernal. 

El  aceite  de  ricino,  bien  preparado  y  reciente, 
es  de  consistencia  jarabosa,  de  un  amarillo  pá- 
lido ,  algo  turbio ,  casi  incolor ,  de  un  olor  soso, 
ligeramente  nauseoso ,  y  de  un  sabor  dulce ,  ape- 
nas seguido  de  una  ligera  acritud ;  envejecién- 
dose se  espesa,  toma  un  color  ligeramente  ro- 
jo, se  pone  mas  trasparente;  su  densidad  es  de 
0, 969  á  12°  sobre  cero;  á  18°  bajo  cero  se  soli- 
difica en  una  masa  amarilla,  trasparente;  por  su 
exposición  al  aire  se  enrancia,  se  pone  mas  es- 
peso, mas  viscoso,  y  en  seguida  se  seca.  El 
aceite  de  ricino  presenta  una  diferencia  impor- 
tante con  los  demás  aceites,  por  su  solubilidad 
en  el  alcohol  de  40°.  Esta  propiedad  permite  no 
solo  distinguirlo,  sí  que  también  contestar  fácil- 
mente si  el  que  se  halla  en  el  comercio  está  mez- 
clado con  otro  aceite  fijo,  de  precio  menos  ele- 
vado. Para  asegurarse  de  la  pureza  del  aceite  do 
ricino,  se  pone  una  corta  cantidad  de  él  en  un 
tubo  graduado,  y  se  le  echan  encima  6  ú  8  ve- 
ces su  volumen  de  alcohol  á  40°:  después  de  una 
viva  agitación,  se  deja  posar;  el  alconol  disuelve 
todo  el  aceite  de  ricino ,  y  deja  intacto  el  aceite 
estraño  que  se  le  haya  añadido. 

Este  aceite  se  saponifica  con  extrema  facilidad, 
pero  no  es  empleado  para  este  uso. 

Su  rancidez  puede  mitigarse  por  una  ebullición 
prolongada  con  el  agua.  Su  peso  específico  y  su 
solubilidad  en  el  alcohol  bastan  para  descubrir 
sus  falsificaciones  con  los  demás  aceites. 

Cuando  este  aceite,  llamado  también  de  Pal- 
ma-Christi ,  procedía  exclusivamente  de  la  Amé- 
rica se  usaba  con  cierta  sospecha ,  porque  á  veces 
contenia  un  principio  acre  y  venenoso,  efecto  de 
su  preparación  poco  esmerada.  Con  todo  hoy  día 
lo  recibimos,  de  buena  calidad,  del  Brasil,  de 
América,  y  no  pocas  veces  de  Italia  y  aun  de  Fran- 
cia, en  vasos  de  hojas  delata  ó  coinnas  frecuen- 
cia en  barriles  de  peso  de  200,  300  y  500  libras. 


ACK 

Sin  embargo ,  es  preferido  el  fabricado  en  Espa- 
ña, v  en  Catalana,  las  fabricas  de  Barcelona  y 
de  Caldas  de  Moinbuv  lo  ofrecen  de  superior  ca- 
lidad. 

Esle  aceite,  que  en  Inglaterra  es  llamado  Cas- 
tor'oil  (Aceite  de  castor) ,  nombre  que  lleva  en 
la  Jamaica,  en  la  actualidad  es  de  un  uso  fre- 
cuente en  medicina  como  purgante  suave  ó  la- 
xante. 

Los  usos  económicos  del  aceite  de  ricino  son 
varios:  los  Egipcios  lo  empleaban  para  alumbrar, 
como  se  hace  todavía  en  Tartaria,  en  la  India, 
en  Cayena,  en  las  Antillas  en  donde  se  cultiva  el 
ricinoen  todas  las  haciendas  ó  rancherías  para 
este  uso ,  porque  cuesta  la  mitad  menos  que  el 
aceite  de  pescado,  y  arde  sin  humo;  en  Java  y  en 
las  Molueas  es  empleado,  mezclado  con  cal  viva, 
para  calafatear  los  buques.  El  Sr.  Solimani  hase 
adelantado  á  decir  que  podría  hacerse  este  acei- 
te comestible  lavándolo  con  una  mezcla  de  agua 
y  de  ácido  sulfúrico ;  el  Sr.  Davies  asegura  que 
tiene  la  propiedad  de  quitar  el  olor  á  las  aguas 
destiladas;  el  Sr.  Chareau  pretende  que  impide 
que  la  manteca  de  cerdo  se  enrancie,  y  expone 
que  cuatro  meses  después  de  su  mezcla  con  la 
enjundia  esta  ultima  conservaba  toda  su  frescura. 
Aceite  de  Sésamo.  Aceite  fijo  extraído 
por  presión  de  las  semillas  de  Sésamo  oriental, 
conocido  de  los  Europeos  con  el  nombre  de  Ajon- 
jolí ó  Alegría,  originario  de  Oriente,  y  que  crece 
particularmente  en  la  Persiay  en  Egipto,  en  don- 
de es  cultivado  en  grande. 

Este  aceite  es  de  un  sabor  dulce,  agradable,  se 
conserva  por  muchísimo  tiempo  sin  enranciarse ,  y 
puede  compararse  con  el  mejor  aceite  de  aceitu- 
nas; su  densidad  es  de  0,927;  tratado  con  el  áci- 
do sulfúrico ,  toma  un  color  rojo,  y  el  agua  del  la- 
vado es  amarilla;  arde  con  una  hermosa  llama,y 
se  solidifica  cerca  de  cero. 

Sirve  para  preparar  los  alimentos  de  todas  es- 
pecies, v  para  todos  los  usos  económicos,  tales 
como  el  alumbrado,  etc.  Los  Árabes  lo  prefieren  al 
aceite  de  aceitunas.  En  el  Japón  se  usa  en  vez  de 
la  manteca  v  la  grasa.  En  el  Levante  se  mezcla 
con  almidón  y  miel  para  componer  un  manjar  lla- 
mado Calva,  ¿luelosCalralgi  venden  en  las  calles 
de  Esmirna,  etc.  Las  mugeres  del  Egipto  lo  beben 
por  la  mañana  para  adquirir  gordura.  También 
se  emplea  como  medicamento ,  y  se  usa  como  cal- 
mante, laxante,  etc.  El  bagazo  de  este  aceite  en 
Egipto,  molido  con  miel  v  zumo  de  limón,  com- 
pone el  Tahiné,  alimento  "del  que  se  hace  un  gran 
consumo  en  este  pais.  Los  negros  en  la  Georgia 
y  en  la  Carolina  del  Sud  lo  mezclan  con  el  maiz 
para  su  alimento  diario. 

A  pesar  de  la  antigua  importancia  de  este  acei- 
te ,  sensible  es  que  su  uso  no  esté  introducido 
entre  nosotros  y  que  no  se  haya  tratado  de  ex- 
plotar el  cultivo  de  la  planta  que  produce  tan  ri- 
cas semillas,  que  dan  90  p°/0  de  su  peso  de  aceite, 
lo  que  no  se  verifica  en  ninguna  otra  planta  oleí- 
fera. 

Aceite  de  tartajeos.  Aceite  fijo  extraído 
por  presión  ó  por  medio  del  alcohol ,  y  aun  mejor 


ACE  39 

del  éter ,  de  las  semillas  de  tártagos  ó  catapucia 
menor  (Euphorbia  lathyris,  L.). 

Este  aceite  es  liquido,  blanco,  trasparente,  ino- 
doro, y  casi  sin  sabor  cuando  reciente,  pero  cuan- 
do rancio  es  de  muy  mal  gusto. — Se  emplea  en  me- 
dicina como  purgante,  a  la  dosis  de  6  a  10  gotas, 
>  mas.  Podría  quitarse  á  este  aceite  su  principio 
acre,  activo,  lavándolo  con  agua  hirviendo, 
asociada  con  un  poco  de  ácido  sulfúrico ,  y  así 
volverle  comestible.  También  podría  empleársele 
en  el  alumbrado. 

Aeeite  volátil  de  abrótano  ma- 
cho. Extraído  de  la  Artemisa  Abrótano,  L., 
entera  y  fresca.  Es  cetrino,  líquido,  ligero,  muy 
volátil,  y  de  olor  de  torongil  cidrado.  * 

Aceite  volátil  de  agallas.  Obtenido  de 
las  Agallas.  Es  blanco  y  concreto. 

Aceite  volátil  de  agenjo.  Obtenido 
déla  Ai temisa  Agcnjo,  L.,  entera  y  fresca.  Es  de 
un  verde  subido,  á  veces  moreno ,  líquido  y  me- 
nos fluido  que  los  demás  aceites  volátiles. 

Aceite  volátil  de  ajo.  Extraído  de  los 
bulbos  frescos  del  Ajo  sativo,  L..  Es  amarillo,  lí- 
quido, mas  pesado  que  el  agua,  acre,  cáustico, 
penetrante  y  contiene  azufre. 

Aceite  volátil  de  alhahaea.  Obteni- 
do de  la  Albahaca  real,  L.,  entera  y  fresca.  Es 
amarillo  dorado,  líquido,  ligero  y  de  olor  suave. 
Envejeciéndose,  se  enrojece. 

Aceite  volátil  de  alearovea.  Obteni- 
do de  las  semillas  recientes  del  Alearovea  car  vi, 
L..  Es  pálido,  amarillento ,  de  sabor  quemante, 
de  peso  específico  0, 94. 

Aceite  volátil  de  almendras  a- 
margras.  Obtenido  de  las  semillas  amargas 
del  Almendro  común,  L..  Se  halla  también  en  los 
productos  destilados  de  las  semillas  emulsivas 
de  la  sección  de  las  drupáceas,  familia  de  las 
rosáceas.  Es  amarillo ,  de  olor  particular  muy 
penetrante,  debido  en  parte  al  ácido  hidrociání- 
co ;  es  mas  pesado  que  el  agua ;  su  sabor  es  muy 

•  Este  aceite  volátil  y  todos  los  demás  extraídos  de 
vegetales  indígenos  en  cuya  descripción  no  señalemos  el 
punto  de  donde  los  recibimos  .  entiéndase  que  acudimos  por 
ellos  al  extranjero,  porque  allí  se  nos  proporcionan  de  calidad 
mas  superior  y  á  precio  mucho  mas  barato  de  lo  que  re- 
sultan si  se  preparan  en  nuestro  pais. 

Verdad  es  que  extraidos  en  pequeño  ó  como  objeto  de 
curiosidad,  se  ha  logrado  obtener  productos  perfectos  hasta  en 
algunos  de  los  mas"  modestos  laboratorios  de  los  farmacéuti- 
cos; sin  embargo,  en  grande  ó  como  objeto  comercial;  no  ha 
sido  posible  establecer  !a  competencia  entre  nuestros  aceites 
volátiles  y  los  procedentes  del  extranjero. 

Mas  cree  iendo  en  nuestro  privilegiado  suelo  ,  con  lozanía  y 
en  abundancia  ,  la  ma\or  parte  de  plantas  que  suministran 
los  principales  aceites  Volátiles  que  circulan  en  el  comercio, 
concíbese  que  el  atraso  en  que  nos  hallamos  respecto  á  este 
ramo  de  industria  química  es  debido  tan  solo  á  no  haber 
habido  quien  se  dedicase  especialmente  á  él. 

Sensible  es  que  por  este  motivo  paguemos  un  crecido  tri- 
buto á  los  extraños  ;  con  todo  de  esperar  es  que  algún  dia 
será  conocida  la  importancia  de  esta  labricacion  ,  y  entonces, 
con  las  facilidades  que  nos  ofrece  el  pais  ,  haciendo  la  de- 
bida aplicación  de  la  ciencia ,  se  logrará  obtener  aceites  vo- 
látiles de  calidad  superior  que  podrán  ser  expendidos  con 
baratura. 


40  ACE 

acre,  amargo;  por  el  reposo  deja  precipitar 
cristales  romboidales  complanados,  trasparen- 
tes, algo  acres,  licuables  y  volátiles  á  una  alta 
temperatura,  insolubles  en  el  agua,  solubles  en 
el  alcohol ,  el  éter  y  en  las  soluciones  de  potasa 
y  de  sosa.  El  aceite  de  almendras  amargas,  cuan- 
tío concentrado,  es  un  veneno  muy  activo  aun  á 
una  dosis  poco  considerable. 

Aceite  volátil  de  almoraduj.  Pre- 
parado por  destilación  de  las  hojas  y  de  las  flores 
del  Orégano  Mejorana,  L.,  que  lo  dan  en  cantidad 
bastante  considerable.  Tiene  un  color  amarillo 
rojizo,  un  sabor  caliente,  acre-amargo,  y  el  olor 
agradable  que  caracteriza  la  planta.  En  este 
aceite  votóla"  es  en  el  que  frecuentemente  se  ha 
observado  la  formación  de  cristales  blancos,  diá- 
fanos, análogos  al  alcanfor. 

Aceite  volátil  de  ámeos.  Obtenido  de 
las  semillas  secas  del  Sisón  Ámeos ,  L..  Es  blan- 
co, líquido ,  ligero  y  de  olor  de  orégano. 

Aceite  volátil  de  angélica.  Obtenido 
por  destilación  de  las  raíces  secas  del  Angélica 
arrangélica,  L..  Es  incolor  que  pasa  á  amari- 
llento, líquido,  muy  oloroso  y  de  sabor  picante. 

Aceite  volátil  de  angostura  ver- 
dadera. Extraído  de  la  corteza  de  Angostura, 
seca.  Es  acre. 

Aceite  volátil  de  anis.  Se  obtiene  por 
destilación  de  los  frutos  del  Pimpinela  Anis, 
L..  Es  incolor  ó  matizado  de  cetrino,  cristalizable 
á  la  temperatura  ordinaria ,,  licuable  á  17°  sobre 
cero.  Cuando  se  le  ha  sometido  á  la  prensa  en  una 
temperatura  muy  baja,  entre  dos  hojas  de  papel 
sin  cola,  deja  fluir  cerca  de  25  centesimos  de 
un  aceite  líquido ,  y  da  por  residuo  el  aceite  vo- 
látil concreto,  duro,  granoso ,  pulverulento  y  mas 
pesado  que  el  agua,  licuable  á  1 6o,  que  hierve  á 
22°,  v  volátil  sin  descomposición. 

En  "Cataluña  se  fabrica  en  Reus  con  algún  éxi- 
to, pero  no  puede  competir  con  el  aceite  que  nos 
viene  de  Rusia ,  por  vía  de  Marsella  ó  de  Genova, 
en  botellas  de  dos  y  media  libras  de  capacidad, 
ya  por  su  superior  calidad,  ya  por  su  baratura. 

El  aceite  de  anis  es  muy  excitante,  hasta  capaz 
de  ocasionar  el  delirio ,  y  solo  puede  administrar- 
se á  la  dosis  de  algunas  gotas;  sirve  para  aroma- 
tizar las  pastas  de  regaliz  y  otras  preparaciones 
alimenticias,  los  licores  de  mesa,  y  también  es  de 
mucho  uso  en  la  perfumería. 

Aceite  volátil  de  anis  estrellado. 
Obtenido  de  los  frutos  frescos  del  Jlicio  anisado, 
L..  Es  de  un  olor  y  de  un  sabor  análogos  á  los  del 
aceite  volátil  de  anis;  pero  mas  suave  y  mas  dul- 
ce, y  se  enrancia  si  se  guarda  por  mucno  tiempo. 

Aceite  volátil  de  apio  montano. 
Extraído  de  las  flores  frescas  del  Ligústico  Levís- 
lico,  L..  Es  cetrino ,  fluido,  de  un  olor  suave. 

Aceite  volátil  de  apio  silvestre. 
Extraído  de  las  semillas  secas  del  Apio  de  olor 
pesado,  L..  Es  amarillo,  de  un  olor  penetrante, 
de  un  sabor  azucarado ,  muy  soluble  en  el  alco- 
hol y  el  éter,  pero  tan  solo  en  1,300  su  neso  de 
agua;  su  peso  específico  es  igual  á  0,831  (Gmelin) . 

Aceite  volátil  de  árnica.  Extraído  de 


ACE 

las  raíces  secas  del  A  mica  mont  ana ,  L..  Es  de 
color  cetrino ,  fluido. 

Aceite  volátil  de  arrayan.  Extraído 
de  las  hojas  frescas  del  Mirto  común,  L..  Es  verde, 
fluido ,  de  un  olor  poco  agradable ,  acre;  enveje- 
ciéndose se  enrojece;  mas  ligero  que  el  agua,  y 
soluble  en  el  alcohol. 

Aceite  volátil  de  azafrán.  Extraído 
de  los  estigmas  del  Azafrán  cultivado,  L. .  Es  de 
amarillo  de  oro  ,  y  olor  característico. 

Aceite  volátil  de  bálsamo  de  co- 
páina.  Obtenido  destilando  el  Bálsamo  de  co- 
páiba  por  medio  del  agua ,  ó  siguiendo  el  proce- 
der del  Sr.  Ader  tratándolo  por  el  alcohol  y  la  le- 
jía de  jaboneros,  que  nunca  sale  bien  puro.  El  ob- 
tenido por  destilación  es  blanco,  trasparente;  su 
densidad  es  de  0, 878 ;  tiene  el  olor  del  bálsamo; 
es  soluble  en  todas  proporciones  en  el  éter  y  en 
el  alcohol  anhidro ;  se  combina  con  el  ácido  clo- 
rídrico,  tiene  la  misma  composición  que  la  esen- 
cia de  trementina.  Este  aceite  es  empleado  en  las 
blenorragias. 

Aceite  volátil  de  bergamota.  Con- 
tenido en  el  epicarpio  de  la  Bergamota  ( fruto  del 
Citrus  Aurantium ,  L.,  var.  C.)  del  que  se  extrae 
por  presión  ó  por  destilación.  El  que  se  obtie- 
ne por  destilación  es  mas  claro  y  menos  alterable, 
pero  su  olor  es  menos  suave.  El  aceite  de  berga- 
mota es  amarillo-pálido ,  su  olor  particular  es  muy 
agradable;  es  menester  cambiarlo  con  frecuencia 
de  frasco  para  que  no  se  vuelva  rojo ;  se  disuelve 
completamente  en  el  alcohol  de  28° ;  pierde  fácil- 
mente el  olor.  Es  una  de  las  sustancias  aromáti- 
cas de  que  los  coníiteros  y  perfumadores  hacen 
muy  frecuente  uso.  Se  prepara  en  las  comarcas 
vecinas  al  Mediterráneo. 

Aceite  volátil  de  Mengranada.  Ob- 
tenido de  las  hojas  secas  del  Quenopodio  Botris, 
L..  Es  amarillento,  fluido  ,  ligero,  de  sabor  aro- 
mático ,  amargo,  algo  acre,  y  que  desarrolla  el 
olor  fuerte  de  la  planta. 

Aceite  volátil  de  cajeput.  Este  acei- 
te viene  de  las  islas  Molucas  y  especialmente  do 
Banda,  Se  obtiene  por  la  destilación  de  las  hojas 
de  Melaleuca  Leucadendron ,  L..  Comunmente  es 
de  un  color  verde  mas  ó  menos  subido ,  claro,  do 
sabor  caliente  y  quemante,  de  olor  aromático 
vivo  y  penetrante  que  se  asemeja  al  del  alcanfor 
y  del  cardamomo ;  es  fluido,  mas  ligero  que  el 
agua. 

Su  color  verde  fué  atribuido  por  Duman  y  por 
Hollwig  á  los  vasos  de  cobre  que  sirven  para 
destilarlo  y  á  las  botellas  del  mismo  metal  en  las 
cuales  por  lo  común  se  expide.  Sin  embargo,  há- 
llanse  aceites  de  esta  naturaleza  que  no  contienen 
óxido  de  cobre,  aunque  sean  verdes. 

Para  asegurarse  de  que  el  aceite  de  cajeput 
debe  su  color  verde  al  cobre,  bastará  destilar  una 
porción  de  él  con  el  agua.  Si  no  hubiese  sido  co- 
lorado artificialmente  con  el  óxido  en  cuestión ,  el 
aceite  pasaría  en  la  destilación  con  su  color  ver-, 
de;  en  el  caso  contrario,  seria  descolorado,  dejan- 
do por  residuo  cobre  reducido,  cuya  presencia  es 
fácd  demostrar  por  medio  de  los  reactivos  usados. 


AGE 

Si  so  echa  una  gota  de  este  aceito  en  agua,  se 
extiende  en  ella  y  se  evapora  en  seguida,  lo  que  da 
un  medio  para  asegurarse  de  su  pureza;  arde  sin 
dejar  residuo  y  se  disuelve  enteramente  en  el  al- 
cohol ?  lo  que  ño  sucede  si  está  falsificado  por  la 
esencia  de  trementina;  es  en  parte  soluble  en  el 
agua. 

Se  prepara  en  Cajcli ,  en  la  isla  de  Bourrou,  en 
la  isla  de  Banda,  etc.,  y  se  enviad  Holanda. 

El  aceite  de  cajeput,  al  que  se  atribuían  propie- 
dades médicas  enérgicas,  numerosos  y  especia- 
les, es  hoy  dia  menos  empleado  que  antiguamen- 
te. Algunos  médicos  lo  administran  aun  en  las 
afecciones  nerviosas,  la  epilepsia  y  el  histérico. 
Este  aceite  ahuyenta  los  insectos,  conserva  las 
estofas,  y  probablemente  seria  muy  bueno  para  la 
conservación  de  los  herbarios. 

Aceite  volátil  de  calaminta.  Obte- 
nido déla. Melisa  Calaminta,  L.,  entera  y  fresca. 
Es  amarillo-rojo,  liquido,  ligero,  acre  y  aro- 
mático. 

Aceite  volátil  «le  canela.  Obtenido  por 
destilación  de  la  corteza  del  Laurel  cinamomo,  L., 
en  los  paises  en  donde  crece  este  árbol ,  y  en  Ho- 
landa  en  donde  se  prepara  también  una  muy  gran- 
de cantidad.  Es  de  color  amarillo  claro,  que  con 
el  tiempo  se  vuelve  moreno ,  algo  mas  pesado  que 
el  agua,  á  cero  se  solidifica,  y  a  5o  se  licúa  ya;  su 
olor  es  agradable,  es  muy  soluble  en  el  alcohol. 
El  aceite  de  canela  es  dé  dos  especies :  aceite  de 
canela  de  Ceylan,  cuyo  olor  es  de  los  mas  suaves, 
pero  que  es  muy  raro ;  y  aceite  de  canela  de  Chi- 
na, que  vale  mucho  menos,  y  que  se  reconoce  en 
su  olor  que  participa  del  de  la  chinche. 

Por  lo  común,  en  el  comercio,  se  halla  falsifica- 
do; y  para  reconocer  las  adulteraciones,  consúl- 
tense las  generalidades.  Se  falsifica  con  el  aceite 
volátil  de  clavo  de  especia  y  el  aceite  de  ben. 

Los  Bengalenses  lo  emplean  como  estomático 
poniendo  una  sola  gota  en  azúcar;  las  mugeres 
de  temperamento  linfático  en  la  Georgia  y  en 
Goa  lo  usan  como  excitante.  Esase  también  para 
quemar  la  caries  de  los  dientes. 

Aceite  volátil  de  cantueso.  Se  obtie- 
ne de  las  flores  frescas  del  Lavandula  Cantueso, 
L..  Es  fluido,  cetrino,  de  un  olor  análogo  al  del 
espliego,*  pero  menos  agradable.  Por  lo  común 
se  conoce,  en  el  comercio,  bajo  el  nombre  de  Acei- 
te de  cantueso ,  una  mezcla  que  contiene  0, 75  de 
esencia  de  trementina  y  0,25  de  aceite  de  esplie- 
go. Este  fraude,  difícil  de  reconocer,  en  razón 
de  la  analogía  de  propiedades  que  ofrecen  la  ma- 
yor parte  de  los  aceites  volátiles,  es  poco  impor- 
tante ;  la  comparación  con  un  aceite  de  cantueso 
puro,  y  el  olor  persistente  de  trementina  que  con- 
serva un  lienzo  impregnado  del  aceite  falsificado, 
pueden  indicar  esta  alteración. 

El  principal  uso  del  aceite  de  cantueso  es  en  la 
medicina  veterinaria. 

Aceite  volátil  de  cardamomo.  Ob- 
tenido délos  frutos  secos  del  Amomo  Cardamomo, 
L..  Es  cetrino ,  muy  fluido ,  sobrenada  al  agua ,  y 
posee  un  olor  aromático  de  alcanfor. 
Aceite  volátil  de  carlina.  Obtenido 
6 


AGE  41 

de  las  raíces  secas  de  la  Carlina  sim  tallo ,  L..  Es 
amarillo  de  oro ,  recientemente  destilado ;  mas 
pesado  que  el  agua,  y  de  una  consistencia  espe- 
sa ;  se  concreta  muy  luego ,  y  si  entonces  se  le 
destila,  se  obtiene  una  cantidad  que  sobrenada  al 
agua,  y  que  posee  todas  las  propiedades  del  acei- 
te reciente. 

Aceite  volátil  de  cariofilada.  Ob- 
tenido de  la  raiz  seca  del  Geo  domestico ,  L..  Es 
verdoso,  mantecoso  á  15°,  á  corta  diferencia  se- 
mejante al  de  rosas,  de  un  olor  de  moho  que  en 
nada  participa  del  de  clavo  de  especia,  soluble 
en  el  alcohol  y  en  el  éter. 

Aceite  volátil  de  cascarilla.  Obte- 
nido de  la  corteza  seca  del  Crotón  Cascarilla,  L.. 
A  veces  se  presenta  amarillo,  rojizo  ó  azul ;  es 
muy  fluido ,  de  sabor  acre-picante ,  de  olor  aro- 
mático, almizclado;  pesa  0,938. 

Aceite  volátil  de  casia  lignea.  Ob- 
tenido de  la  corteza  seca  del  Laurel  Casia,  L.. 
Posee  las  propiedad  es  del  aceite  volátil  de  canela. 
Aceite  volátil  «le  cedro.  Obtenido  del 
leño  seco  del  Ateto  Cedro,  Lam..  Es  cetrino,  un 
poco  espeso  y  congelable. 

Aceite  volátil  de  cicuta.  Obtenido  del 
Conio  manchado, Y,.,  entero.  Es  blanquecino,  con- 
creto. 

Aceite  volátil  de  ciento  en  rama. 
Extraído  de  las  flores  secas  del  Aquilea  Milen- 
rama, L..  De  color  azul-claro  ó  amarillo-verdoso; 
envejeciéndose  se  pone  moreno  y  se  espesa;  es 
de  olor  aromático-alcanforado ,  de  sabor  calien- 
te, acre  y  amargo. 

Aceite  volátil  de  cilantro.  Obtenido 
de  los  frutos  secos  del  Cilantro  sativo,!,..  Es  ce- 
trino, fluido  y  ligero. 

Aceite  volátil  de  clavo  de  espe- 
cia. Se  obtiene  sometiendo  los  clavos  de  especia 
á  la  destilación.  Es  mas  pesado  que  el  agua,  de 
color  blanco  ligeramente  cetrino,  cuando  recien- 
te, que  se  colora  fácilmente  con  el  tiempo  y  el 
contacto  de  la  luz;  de  olor  muy  penetrante ,  de 
sabor  acre  y  caliente. 

El  del  comercio,  que  nos  viene  de  Holanda,  es 
casi  siempre  de  un  color  amarillo  parduzco.  Gon 
frecuencia  está  mezclado  con  aceite  fijo  ó  tintura 
alcohólica  de  clavo  de  especia.  Hemos  indicado 
ya  arriba  los  medios  de  asegurarnos  de  estas  dos 
especies  de  mezclas.  Se  emplea  como  condimento 
de  los  manjares,  en  la  perfumería,  y  en  medi- 
cina se  usa  á  gotas  en  pociones  cordiales ,  robo- 
rantes ,  etc.,  y  el  gran  secreto  de  los  charlatanes 
y  sacamuelas  consiste  en  disolver  un  poco  de  al- 
canfor y  de  opio  en  este  aceite,  pero  el  abuso  de 
tal  medio  ha  producido  á  veces  la  sordera. 

Aceite  volátil  de  codeará».  Obte- 
nido de  la  Codearía  oficinal,!,.,  entera.  Es  cetrino, 
mas  pesado  que  el  agua,  penetrante,  muy  expan- 
sible,  acre,  cáustico;  seinspisa,  se  descompone 
en  algunos  meses ,  y  posa  azufre. 

Aceite  volátil  de  comino.  Obtenido  de 
los  frutos  frescos  del  Comino cimino,\j.. Es  cetri- 
no, fluido,  y  ligero  (Baumé) ,  y  contiene  un  ácido 
análogo  af ácido  succínico  (A.  Chovallier). 
tomo  i. 


42  ACE 

Aceite  volátil  de  cuheha.  Obtenido 
de  los  frutos  secos  de  la  Pimienta  Cubeba,  L..  Es 
incolor  ó  verdoso,  algo  espeso,  y  casi  inodoro, 
según  Baumé,  y  suave,  según  Cartheuser;  es  mas 
ligero  que  el  agua,  de  un  olor  fuerte,  y  de  un  sa- 
bor menos  acre  que  el  de  la  pimienta,  según 
Gmelin. 

Aceite  volátil  de  cúrcuma  larga. 
Obtenido  de  las  raíces  secas  de  la  Cúrcuma  lar- 
ga ,  L..  Es  amarillo  de  oro,  fluido ,  acre,  y  de  un 
olor  muy  fuerte. 

Aceite  volátil  de  díctamo  de  Cre- 
ta. Obtenido  de  las  espigas  secas  del  Orégano 
díctamo,  L..Es  líquido,  acre,  picante  y  aromático. 

Aceite  volátil  de  eneldo.  Obtenido 
del  Eneldo  de  olor  pesado,  L.,  entero  y  fresco.  Es 
cetrino,  muy  fluido ;  es  una  mezcla  de  dos  aceites, 
el  uno  fluido,  soluble  en  el  agua,  volátil,  y  el  otro, 
menos  volátil ,  cristaliza  en  láminas  blancas. — El 
aceite  obtenido  de  las  semillas  frescas  es  blan- 
co ,  muy  fluido ,  de  olor  de  comino;  el  extraído  de 
las  semillas  secas  es  blanco,  muy  fluido,  y  mas 
oloroso  que  el  obtenido  de  aquellas. 

Aceite  volátil  de  énula  campana 
cultivada.  Extraído  de  las  raíces  de  ínula  He- 
lenio, L..  Es  blanco,  luego  amarillo,  líquido, 
cristaliza  muy  pronto ;  entonces  es  mas  pesado 
que  el  agua,  soluble  en  alcohol. 

Aceite  volátil  de  espliego  o  alhu- 
cema. Las  sumidades  florecidas  de  Lavándula 
espiga,  L.,  están  impregnadas  de  este  aceite  volá- 
til que  se  obtiene  por  la  destilación.  Es  amarillo, 
mas  ligero  que  el  agua,  y  de  un  olor  fuerte  agra- 
dable ;  su  densidad ,  cuando  puro ,  es  de  0, 877  á 
20°;  según  Vauquelin,  puede  disolver  una  gran 
cantidad  de  ácido  acético  concentrado,  que  se  se- 

{>ara  del  aceite  euando  se  añade  agua  á  la  diso- 
ucion.  El  aceite  volátil  de  espliego  es  usado  como 
perfume ,  entra  en  la  composición  de  ciertos  me- 
dicamentos destinados  al  uso  externo;  es  un  esti- 
mulante enérgico. 

Todos  los  aceites  volátiles  de  las  demás  plantas 
de  la  familia  de  las  labiadas,  á  la  cual  pertenece 
el  espliego,  poseen  propiedades  semejantes. 

El  aceite  de  cantueso,  empleado  en  la  medici- 
na veterinaria ,  es  por  lo  común  una  mezcla  de 
aceite  volátil  de  espliego  con  esencia  de  tremen- 
tina. El  aceite  de  espliego  falsificado  por  la  esen- 
cia de  trementina  despide  un  olor  menos  agrada- 
ble ;  por  otra  parte  se  puede  reconocer  esta  mez- 
cla por  el  proceder  que  hemos  indicado  en  el  ar- 
tículo Aceite  volátil. 

Aceite  volátil  de  estragón.  Obtenido 
déla  Artemisa  Dragoncillo,  L.,  entrea  y  fresca. 
Ligeramente  verdoso ,  fluido ,  ligero ,  acre  y  pi- 
cante. 

Aceite  volátil  de  eupatorio.  Obteni- 
do de  la  raiz  seca  del  Eupatorio  canabino,h..  Es 
amarillo  dorado ,  líquido ,  ligero. 

Aceite  volátil  de  llores  de  naran- 
jo ( Neroli ) .  Obtenido  por  destilación  de  las 
flores  frescas  del  Cidro  Naranjo,  L..  Su  color 
varia  desde  el  amarillo  rojizo  hasta  el  rojo  subido; 
es  muy  fluido  y  de  un  olor  suave  agradable.  El 


ACE 

Neroli  está  á  veces  mezclado  en  el  comercio  con 
alcohol  ó  aceite  volátil  de  naranjitas. 

La  primera  falsificación  se  reconoce  bastante 
bien  por  el  medio  indicado  arriba  en  las  genera- 
lidades. En  cuanto  á  la  segunda,  easi  no  puede 
distinguírsela  sino  comparándolo  con  un  neroli 
puro. 

La  esencia'dc  flores  de  naranjo  se  emplea  en  la 
perfumería  y  en  la  terapéutica;  los  confiteros  y  los 
licoristas  la  usan  á  veces.  Contiene  dos  aceites, 
el  uno  fluido ,  el  otro  concreto  á  la  temperatura 
ordinaria  atmosférica. 

Aceite  volátil  de  galanga  menor. 
Obtenido  de  las  raíces  secas  del  Maranta  Galan- 
ga, L..  Es  incolor  ó  cetrino,  muy  fluido  y  aromá- 
tico. 

Aceite  volátil  de  gengibre.  Extraído 
de  las  raíces  secas  del  Amomo  Gengibre,  L..  Es 
cetrino  ó  azul-verde,  muy  fluido,  acre  y  picante. 

Aceite  volátil  «le  geranio  de  olor 
de  rosa.  Obtenido  de  las  hojas  y  sumidades 
florecidas  del  Geranio  muy  oloroso,  L..  E^  incolor 
ó  cetrino ,  cristaliza ,  no  se  licúa  hasta  i  8o,  B,  de 
un  olor  y  sajior  de  aceite  volátil  de  rosa,  que  des- 
pués deja  percibir  un  ligero  olor  de  geranio. 

Aceite  volátil  de  hinojo  común 
cultivado.  Extraído  de  los  frutos  secos  del 
Eneldo  Hinojo,  L..  Es  cetrino  ó  incolor,  dulce,  aro- 
mático ,  líquido ,  cristalizable  á  5o  sobre  cero,  se- 
gún Gmelin,  y  se  solidifica  á  10°. 

Acite  volátil  de  hisopo.  Obtenido  de 
las  hojas  frescas  del  Hisopo  de  las  oficinas,  L..  Es 
ambarino ,  muy  fluido. 

Aceite  volátil  de  hombrecillo.  Ob- 
tenido de  los  conos  frescos  del  Hámulo  Lúpulo, 
L..  Es  amarillento ,  ambarino,  muy  fluido. 

Aceite  volátil  de  imperatoria.  Ex- 
traído de  las  raíces  secas  de  la  Imperatoria  Os- 
trutio,  L..  Es  cetrino,  fluido. 

Aceite  volátil  de  jazmín.  Es  una  mez- 
cla de  alcohol  y  de  esencia,  obtenida  por  la  desti- 
lación del  alcohol  puesto  en  contacto  con  el  acei- 
te de  ben  impregnado  del  aroma  fugaz  del  Jaz- 
min  oficinal,  L. 

Del  mismo  modo  se  obtienen  las  esencias  finas 
de  lirio,  de  violetas ,  de  vara  de  Jesé,  que  serian 
designadas  mejor  con  la  denominación  de  espí- 
ritus aromáticos.  Empléanse  como  cosméticos  por 
los  perfumadores. 

Aceite  volátil  nativo  de  laurel.  El 
doctor  Hancock ,  de  Démérary ,  ha  dado  este  nom- 
bre al  producto  de  un  grande  árbol  de  la  Guiana; 
producto  que  parece  estar  enteramente  compues- 
to de  aceite  volátil.  Obtiénese  por  incisión  de  la 
corteza,  bajo  la  cual  se  hallan  los  receptáculos  ó 
canales  del  jugo,  que  cuela  entonces  en  una  cala- 
baza colocada  para  recibirlo.  Este  líquido  se  pa- 
rece á  los  aceites  volátiles  por  su  ligereza  y  su 
volatilidad ,  su  olor  penetrante  aromático,  y  su  sa- 
bor caliente  y  picante.  Este  líquido  es  mirado  pol- 
los habitantes  de  Guiana  como  un  específico  uni- 
versal: aplicado  exteriormente,  ofrece  todos  los 
caracteres  de  un  poderoso  resolutivo  ;  adminis 
trado  interiormente,  parece  diaforético  y  diurético. 


ACE 

No  es  cierto  que  el  árbol  de  que  se  extrae  sea  un 
laurel. 
Aceite  volátil  de  laurel-cerezo.  Se 

obtiene  destilando  las  hojas  frescas  del  Pado  Lau- 
rel-Ctrezo,  L..  Es  amarillo,,  contiene  ácido  prúsico, 
y  se  asemeja  en  un  todo  al  de  almendras  amargas. 

Obra  sobre  la  economía  como  el  aceite  de  al- 
mendras amargas :  una  gota  de  este  aceite  puesto 
en  la  lengua  de  una  a  a  e  la  mata  instantáneamen- 
te. Para  el  uso  médico,  se  aconseja  dilatarlo  en 
diez  ó  doce  veces  su  peso  de  aceite  de  aceitunas 
ó  de  almendras  dulces ,  v  dar  esta  mezcla  por 
dóses  que  contienen  una  décima  sexta  parte  de 
grano  de  aceite  esencial.  Al  exterior,  se  emplea 
igualmente  mezclado  en  aceites,  en  pomada,  etc., 
para  calmar  los  dolores  lancinantes  del  cáncer, 
los  dolores  de  gota  ,  ciertos  herpes,  etc. 

Empleando  este  aceite  esencial,  dice  Fontana, 
se  obtienen  todos  los  resultados  que  présenla  el 
veneno  de  la  víbora.  Este  aceite,  dice  él,  es  el 
veneno  mas  mortífero,  aun  aplicado  en  las  heri- 
das de  los  animales;  sin  embargo,  véndese  públi- 
camente en  Italia,  y  disfrazándolo  con  el  título  de 
esencia  de  almendra  amarga,  se  le  hace  entrar 
en  los  rosolis,  se  pone  en  la  leche  y  ea  los  guisa- 
dos. El  Gran  Duque  de  Toscanatuvo  que  prohibir 
la  fabricación  y  la  venta  de  este  veneno  en  sus 
estados. 

Aceite  volátil  de  lefio  aloes.  Obteni- 
do del  lefio  seco  raspado.  Es  blanco ,  un  poco  es- 
peso y  cristalizable. 

Aceite  volátil  de  lila.  Extraído  de  las 
flores  frescas  del  Siringa  vulgar,  L..  Cetrino, 
análogo  al  de  rosas. 

Aceite  volátil  de  limón.  Extraído  por 
presión  ó  por  destilación  de  los  luquetes  de  limón, 
fruto  del  Cidro  Cidrcro ,  L..  Comunmente  es 
amarillo,  pero  puede  descolorársele,  destilán- 
dolo y  recogiendo  á  parte  los  tres  quintos  del 
producto.  Este  aceite  volátil  es  empleado  como 
medio  de  aromatizar  diversas  preparaciones  ali- 
imentícias,  farmacéuticas  y  cosméticas.  Como 
por  lo  común  es  bastante  puro ,  de  un  olor  agra- 
dable y  de  un  precio  poco  subido ,  lo  empleamos 
para  quitar  las  manchas  grasicntas. 

Esta  esencia  pura  es  soluble  en  todas  propor- 
ciones en  el  alcohol  puro ;  moja  rápidamente  el 
papel  y  las  estofas ,  pero  se  separa  expontánca- 
mente  de  ellos  en  vapor  sin  que  deje  vestigio. 

El  aceite  volátil  de  limón  que  se  fabrica  en  los 
contornos  de  Málaga  no  puede  compararse  de 
mucho  con  el  que  nos  viene  de  Italia,  que,  si  bien 
es  v3  mas  caro,  tiene  un  olor  mas  suave  y  genuino, 
lo  que  procederá  sin  duda  del  método  seguido  en 
su  preparación. 

Aceite  volátil  de  macias.  Se  extrae 
del  arilo  de  la  nuez  moscada ,  fruto  del  Mirística 
oficinal ,  L..  Es  de  un  amarillo  dorado ,  mas  pesa- 
do que  el  agua ,  de  un  olor  de  pimienta  y  de  to- 
millo. 

Aceite  volátil  de  'manzanilla  co- 
mún. Obtenido  de  las  hojas  secas  de  la  Matri- 
caria  Manzanilla ,  L..  Es  de  un  azul  subido,  ca- 
si opaco ,  fluido ;  en  parle  mas  pesado ,  y  en  par- 


ACE  43 

te  mas  ligero  que  el  agua;  pero  estos  aceites  so- 
reúnen  muy  luego  formando  una  masa  espesa  y 
hebrosa. 

Aceite  volátil  de  manzanilla  lina. 
Obtenido  de  las  flores  secas  del  Antemis  nohk,  L.. 
De  color  de  záfiro ,  que  pasa  al  amarillo  enveje- 
ciéndose. Con  frecuencia  se  obtiene  bicolor. 

Aceite  volátil  de  mostaza.  Obtenido 
por  destilación  de  las  semillas  de  Mostaza  ne- 
gra, L..  Es  de  color  cctrino;  de  un  olor  tan  viro 
y  penetrante  como  el  amoniaco;  es  mas  pesado 
que  el  agua,  lo  que  es  raro  en  estos  aceites,  y  es 
el  único  entre  nuestros  vegetales  indígenos ;  es- 
soluble  en  el  agua ,  que  es  otra  particularidad; 
9  á  \  0  granos  de  este  aceite  se  disuelven  en  una 
libra  de  agua,  que  adquiere  un  gusto,  un  olor  y 
una  causticidad  muy  señalados ;  también  es  muy 
soluble  en  el  alcohol  y  enchino,  disuelve  el  azu- 
fre ,  el  fósforo ,  y  se  opone  á  la  fermentación  del 
mosto;  el  Sr.  Julia  Fontanelle  dice  haber  consen  a- 
do  éste  mas  de  dos  años  sin  que  haya  fermentado. 

Una  sola  gota  de  este  aceite  aplicada  sobre  la 
lengua,  produce  en  ella  la  sensación  de  una  que- 
madura insoportable  que  se  propaga  á  la  nariz,  á 
la  garganta,  al  estómago;  aplicado  sobre  la  piel, 
determina  un  dolor  muy  vivo  y  un  efecto  cáusti- 
co; en  solución  en  el  agua,  obra  como  rubefu- 
ciente ,  y  seria  preferible  á  los  sinapismos  de  ha- 
rina de  mostaza,  en  los  casos  en  que  se  quisiera 
obrar  con  prontitud ,  y  entonces  se  aplicaría  sobre 
la  piel  un  lienzo  embebido  en  agua  saturada  do 
este  aceite ,  y ,  al  cabo  de  dos  minutos ,  el  efecto 
vejigante  se  haría  sentir.  Puédese  emplear  en 
fricciones  sobre  los  miembros  paralizados,  contra 
la  anafrodisia,  etc.,  etc.;  el  agua  que  lo  contie- 
ne es  propia  contra  la  tarna ,  etc. 

Aceite  volátil  de  naranja.  Extraido 
por  presión  ó  destilación  de  los  luquetes  de  la  na- 
ranja, fruto  del  Cidro  Naranjo,  L..  Tiene  las  mis- 
mas calidades  y  propiedades  que  el  aceite  volátil 
de  limón,  del  que  no  difiere  sino  por  su  olor  es- 
pecial. 

Aceite  volátil  de  nebrina.  Este  aceite 
usado  en  farmacia,  y  á  veces  para  aromatizar  los 
licores  llamados  de  enebro  ,  se  obtiene  sometien- 
do las  bayas  de  enebro  ,  fruto  del  Enebro  común, 
L.,  á  la  destilación  por  los  procederes  comunes. 

Este  aceite,  reciente,  es  blanco,  muy  fluido, 
ligero ,  de  un  olor  penetrante  que  recuerda  el  de 
las  bayas ;  con  el  tiempo ,  se  inspisa  y  loma  un 
tinte  amarillo  mas  subido. 

En  el  comercio  con  frecuencia  se  halla  el  acei- 
te de  enebro  mezclado  con  un  tercio  y  hasta  la 
mitad  de  su  peso  de  aceite  de  cantueso. 

Aceite  volátil  de  nogal.  Se  extrac  de 
las  candedas  recientes  del  Nogal  regio,  L..  Es 
blanquecino,  sin  olor,  y  de  consistencia  man- 
tecosa. 

Aceite  volátil  de  nuez  moscada. 
Extraido  por  destilación  de  las  semillas  secas  del 
Mirística  aromática,  L..  Amarillo  dorado,  un  po 
co  espeso,  compuesto  de  dos  aceites :  el  uno  lige- 
ro y  fluido;  el  otro  espeso,  blanco ,  mantecoso,  y 
mas  pesado  que  el  agua. 


U  ACB 

Aceite  volátil  <le  orégano.  Obtenido 
del  Orégano  vulgar,  L.  (variedad  de  flores  rojas), 
entero  y  fresco.  Es  rojizo,  muy  fluido,  aromáti- 
co, ligero,  y  de  sabor  acre. 

Aceite  volátil  de  pelitre.  Obtenido  de 
la  raíz  seca  del  Anternis  Pelitre ,  L..  Es  blanque- 
cino, de  olor  que  se  asemeja  al  de  rosa. 

Aceite  volátil  «le  peregil.  Obtenido 
de  las  flores  frescas  del  Apio  Peregil,  L..  Amba- 
rino ó  cetrino ,  muy  fluido ,  aromático ,  ligero ,  y 
de  un  sabor  acre.  El  aceite  obtenido  de  la  plan- 
ta fresca  es  muy  verde ,  mantecoso.  Es  una  mez- 
cla de  aceite  líquido,  ligero,  con  un  aceite  con- 
creto, cristalizable  y  pesado. 

Aceite  volátil  de  perifollo.  Obteni- 
do del  Escándice  Ccrefolio,  L.,  entero  y  fresco. 
Es  amarillo  verdoso,  líquido,  ligero,  muy  aromá- 
tico; primero  dulce,  después  picante. 

Aceite  volátil  de  pimienta  negra. 
Extraido  de  los  frutos  secos  de  la  Pimienta  negra, 
L..  Es  de  color  cetrino  ó  amarillo  dorado,  sobre- 
nada al  agua,  y  tiene  un  sabor  y  olor  poco  pro- 
nunciados, es  mas  bien  aromático  que  acre. 

Aceite  volátil  de  pimienta  de  la 
Jamaica.  Obtenido  de  los  frutos  del  Mirto 
Pimenta ,  L..  Es  bicolor,  mas  pesado  que  el  agua, 
y  se  asemeja,  por  el  olor,  el  sabor  y  su  peso  es- 
pecífico ,  al  de  clavo  de  especia. 

Aceite  volátil  de  poleo.  Extraido  de  la 
Menta  Pulegio ,  L.,  entera,  florecida  y  fresca. 
Es  cetrino,  íigero,  muy  fluido  y  muy  aromático. 

Aceite  volátil  de  rábano  rustica- 
no. Obtenido  de  las  raíces  recientes  del  Codea- 
ría Armoracia,  L..  Es  amarillo  claro,  acre,  que- 
mante, cáustico,  muy  expansible,  y  posa  azu- 
fre. 

Aceite  volátil  de  ravensara.  Obte- 
nido de  las  cortezas  secas  del  fruto  del  Agatofilo 
afomálico,  W..  Es  cetrino,  compuesto  de  un  acei- 
te mas  ligero  y  de  otro  mas  pesado  que  el  agua, 
cristalizable  á  la  temperatura  de  t6°  sobre  cero. 

Aceite  volátil  de  Rodes.  Obtenido  por 
la  destilación  del  Leño  de  Rodes,  llamado  Palo 
de  rosa ,  porque  tiene  el  olor  de  la  rosa.  Rectifi- 
cado por  una  segunda  destilación  á  la  tempera- 
tura del  agua  hirviendo,  es  incolor ,  y  tiene  un 
olor  de  rosa  muy  agradable ,  pero  adquiere  co- 
lor fácilmente  por  poco  que  esté  en  contacto 
con  el  aire  y  la  luz.  El  que  se  recibe  de  Holanda 
es  ligeramente  ambreado.  Es  empleado  como  per- 
fume, y  se  le  sustituye  al  verdadero  aceite  de  ro- 
sa, que  es  muy  raro  y  muy  caro. 

Aceite  volátil  de  romero.  Se  obtiene 
por  destilación  de  las  hojas  y  de  las  flores  del 
Homero  oficinal,  L..  Es  claro,  blanco  ó  amarillen- 
to, de  un  olor  fuerte  semejante  al  de  la  planta. 
Como  este  olor  tiene  algo  dé  Irementináceo,  la 
falsificación  de  este  aceite  volátil  por  cierta  can- 
tidad de  esencia  de  trementina  no  es  fácil  de  dis- 
tinguir. Es  mas  ligero  que  el  agua;  su  peso  espe- 
cífico es  de  0,91,  y  solamente  0,89  cuando  acaba 
de  ser  muy  cuidadosamente  rectificado.  El  aceite 
volátil  de  romero  entra  en  la  composición  de  al- 
gunos alcoholados  aromáticos. 


ACE 

Circula  en  abundancia,  en  el  comercio ,  á  pre- 
cio muy  módico ,  bajo  el  nombre  de  Esencia  de- 
romero ,  y  que  los  droguistas  venden  algunas  ve- 
ces también  con  el  nombre  de  Esencia  de  A  Ihuce- 
ma  ,  un  aceite  volátil  que  los  montañeses  de 
Andalucía  obtienen  destilando  á  la  vez  sumidades 
de  espliego  y  de  romero  con  mezcla  de  sumidades 
de  salvia  y  de  tomillo.  Así  es  que  si  se  necesita 
cualquiera  de  los  aceites  de  estas  plantas  aislado, 
se  ha  de  acudir  al  extranjero ,  por  conducto  de 
Marsella  ó  de  Genova. 

Aceite  volátil  de  rosa.  Este  aceite,  que 
se  extrae  por  destilación  de  los  pétalos  del  Rosal 
moscado,  Ait.  y  del  Rosal  cinamomeo,  L.,  y  que 
nos  llega  del  Levante,  en  frascos  muy  peque- 
ños de  vidrio  blanco  adornados  de  dorados ,  es 
de  color  ligeramente  cetrino ,  de  un  olor  suave, 
mas  libero  que  el  agua,  sólido  á  la  temperatura 
de  10  á  12°  y  se  licúa  sobre  ella,  y  cristaliza  á 
veces  en  láminas;  en  razón  de  su  consistencia  se 
llama  con  frecuencia  Manteca  de  rosa.  Según  los 
experimentos  del  Sr.  Saussure,  está  formado  de 
dos  aceites,  el  uno  concreto  y  el  otro  fluido,  que 
pueden  separarse  el  uno  del  otro  tratándolos  por 
el  alcohol  rectificado ,  que,  á  la  temperatura  de 
cero,  disuelve  apenas  vestigios  de  aceite  con- 
creto. 

Este  aceite ,  en  el  comercio ,  es  siempre  de  un 
precio  muy  elevado ,  y  por  consiguiente  muy  su- 
jeto á  ser  falsificado.  Pero  el  alcohol  y  los  acei- 
tes fijos,  que  los  defraudadores  emplean  con  fre- 
cuencia para  adulterar  los  aceites  volátiles,  no 
pueden  aquí  ser  de  un  gran  recurso;  porque  como 
impiden  que  el  aceite  de  rosa  cristalice  a  la  tem- 
peratura de  10°,  se  conoce  que  es  impuro  el  que 
no  posee  esta  propiedad.  Los  falsificadores  po- 
drían á  la  verdad  aprovecharse  de  los  calores  del 
verano ,  en  que  el  aceite  de  rosas  queda  comun- 
mente líquido,  para  introducirlos  en  él;  pero  mas 
arriba  hemos  indicado  los  medios  de  asegurarse 
de  estas  adiciones  fraudulentas  al  hablar  de  los 
aceites  esenciales  en  general. 

La  esencia  concreta  aislada  no  se  licúa  sino 
hacia  34°. 

En  una  visita  que  se  hizo  en  Francia  en  una 
droguería,  se  reconoció  que  la  materia  grasa 
que  servia  de  base  á  la  materia  cristalina  del 
aceite  falsificado  eraesperma  de  ballena  disuelta 
en  un  aceite  fijo.  El  vendedor  habiahecho  sobre  to- 
do observar,  como  el  carácter  menos  equívoco  de 
la  pureza  de  este  aceite,  la  propiedad  que  poseia 
de  quedar  congelado  á  la  temperatura  atmosfé- 
rica. 

Con  todo,  este  fraude  es  muy  fácil  de  dis- 
tinguir. Cuando  por  un  ligero  calor,  el  aceite  ha 
pasado  al  estado  de  liquidez,  no  tiene  ni  la  flui- 
dez ni  la  movilidad  de  los  aceites  de  rosa  puros; 
los  álcalis  cáusticos  obran  sobre  él  de  una  mane- 
ra mas  señalada  formando  jabones;  el  alcohol 
rectificado  solo  disuelve  una  muy  débil  propor- 
ción, y  deja  sobre  el  papel  y  las  estofas  que  con 
él  se  han  embebido  una  mancha  que  el  calor  solo 
disipa  en  parte. 

En  el  Oriente,  en  Berbería  y  en  Persia,  etc., 


ACE 

en  donde  las  flores  de  rosa  son  mas  aromáticas 
que  en  nuestro  pais,  es  en  donde  sobre  todo  se 
propaia  osla  esencia,  haciéndose  con  ella,  en  di- 
ehas  comarcas,  un  gran  comercio  para  el  consumo 
de  los  serrallos,  para  regalos,  ele.  La  mas  estima- 
da es  la  de  Chiraz ,  en  donde  es  conocida  con  el 
nombre  de  Ather  aguí. 

El  aceite  de  rosa  sirve  en  farmacia  para  aro- 
matizar la  pomada  para  los  labios  y  otras  prepa- 
raciones cosméticas.  Era  conocido  ya  del  tiempo 
de  Hipócrates,  que  lo  prescribió  contra  las  en- 
fermedades del  útero,  y  Galeno  contra  las  infla- 
maciones incipientes ;  se  le  dice  cordial,  cefálico, 
antiespasmódico ,  etc.  Es  un  perfume  delicioso  de 
gran  precio ,  mas  estimado  como  objeto  de  toca- 
dor que  como  medicamento. 

Aceite  volátil  de  ruda.  Obtenido  por 
destilación  de  la  Ruda  de  olor  pesado ,  L. ,  entera 
y  fresca.  Es  de  un  amarillo  verdoso  ó  moreno, 
de  olor  fuerte  y  desagradable,  análogo  al  de  la 

S llanta  ,  muy  fluido  ,  ligero ,  por  el  frió  se  solidi- 
ica  en  cristales  regulares,  y  es  mucho  mas  soluble 
en  el  agua  que  los  demás  aceites  volátiles.  Es 
emenagogo  y  excitante. 

Aceite  volátil  de  sabina.  Extraido  de 
las  hojas  secas  del  Enebro  Sabina,  L..  Es  cetri- 
no, ligero,  de  olor  fuerte  { y  sabor  acre  y  amargo. 

Aceite  volátil  de"  salvia.  Extraído  de 
las  hojas  y  de  las  flores  de  la  Salvia  oficinal,  L.. 
Es  amarillento,  de  un  sabor  amargo  y  de  un  olor 
penetrante  de  salvia.  Tiene  muchas  propiedades 
comunes  á  los  aceites  volátiles  extraídos  [de  las 
labiadas. 

Aceite  volátil  de  sándalo  cetrino. 
Obtenido  de  las  raspaduras  del  leño  seco  del  Son- 
dalo  blanco,  L..  Es  cetrino ,  de  un  olor  de  ámbar 
y  de  almizcle ,  ligero  y  fluido. 

Aceite  volátil  de  sasafrás.  Se  obtie- 
ne sometiendo  á  la  destilación  la  corteza  y  el  le- 
ño del  Laurel  Sasafrás,  L..  Recientemente  pre- 
parado es  casi  ineoíor,  mas  pesado  que  el  agua, 
de  un  olor  muy  penetrante;  por  el  contacto  de  la 
luz,  se  colora  y  toma  un  tinte  rojo  subido ;  puesto 
en  contacto  con  el  ácido  nítrico ,  toma  un  hermo- 
so color  rojo  nacarado.  El  aceite  que  nos  viene  de 
America  es  amarillo  pálido,  y  está  muy  sujeto  á 
ser  adulterado  según  las  casas  que  lo  remiten  ó 
que  lo  reciben ,  como  se  colige  de  la  variedad  de 
precio. 

El  Sr.  Bonastre  ha  encontrado  muchos  aceites 
de  sasafrás  del  comercio  falsificados  con  los  acei- 
tes de  espliego  ó  de  trementina ,  ó  la  mezcla  de 
estos  aceites  comunes  y  aceite  de  clavo  de  espe- 
cia. He  aquí  algunos  pormenores  sóbrelos  ensa- 
yos de  este  hábil  farmacéutico. 

La  primera  falsificación ,  mezcla  de  aceite  vo- 
látil de  sasafrás  y  de  aceite  de  espliego,  era  de 
un  color  amarillo  verdoso,  de  aspecto  turbio,  olor 
del  sasafrás  que  dominaba  á  todos  los  demás, 
de  densidad  menos  fuerte  que  la  de  la  esencia  de 
sasafrás  pura ;  echado  gota  á  gota  en  un  vaso  de 
agua ,  solo  una  corta  porción  caía  al  fondo  del  lí- 
quido, la  mayor  parte  quedaba  en  la  superficie. 

La  segunda  falsificación  presentaba  una  mezcla 


ACE  tó 

del  aceite  volátil  de  trementina  rectificado.  El  olor 
era  alterado ,  aunque  el  de  sasafrás  dominase ;  su 
peso  específico  era  mas  débil  que  el  del  aceite  de 
sasafrás  puro.  La  destilación  con  el  agua  bastó 
para  separar  estos  dos  aceites  volátiles;  el  de  tre- 
mentina quedó  en  la  superficie  del  líquido,  y  el  do 
sasafrás  se  precipitó  en  el  fondo  del  vaso. 

La  tercera  falsificación,  mas  difícil  de  recono- 
cer que  las  dos  otras,  consistía  en  la  mezcla  de 
tres  aceites  volátiles  pertenecientes  á  plantas  de 
géneros  diferentes.  Al  operar  la  destilación,  el 
Sr.  Bonastre  añadió  cerca  del  tercio  del  peso  do 
la  mezcla  de  sosa  cáustica.  Al  líquido  destilado 
sobrenadaba  un  aceite  esencial ,  claro,  trasparen- 
te é  incolor;  este  era  esencia  de  trementina.  Otro 
producto  ocupaba  el  fondo  del  líquido ,  que  era 
la  verdadera  esencia  de  sasafrás.  En  fin,  el  re- 
siduo que  no  daba  ya  mas  aceite  volátil,  evapo- 
rado y  abandonado  á  sí  mismo ,  produjo  cristales 
que  fueron  reconocidos  como  una  combinación  de 
aceite  de  clavos  de  especia  y  de  sosa. 

Hoffmann  preconizó  este  aceite  para  calmar  la 
tos,  corregir  la  linfa  impura,  etc. 

Aceite  volátil  de  semilla  de  Ale- 
jandría.  Extraido  de  los  flósculos  secos  del  Ar- 
temisa contra  y  deJudea.  Es  ligeramente  amari- 
llo-verdoso, muy  fluido,  acre  y  quemante.  Se 
emplea  como  vermífugo. 

Aceite  volátil  de  sen.  Extraido  de  las 
hojas  secas  del  Casia  lanceolada. 

Aceite  volátil  de  serpentaria  de 
Virginia.  Extraido  de  las  raíces  secas  del 
Áristoloquia  Serpentaria,  L..  Es  verde,  muy  aro- 
mático, semejante  al  de  cajeput,  pero  mas  olo- 
roso. 

Aceite  volátil  «le  serpol  común. 
Extraido  del  Tomillo  Serpol ,  L.  entero,  florecido 
y  fresco.  Es  verde,  muy  aromático. 

Aceite  volátil  ¿le  tanaceto  ó  ata- 
nasia»-Extraido  de  \aAtanasia  vulgar,  L.,  ente- 
ra, florecida  y  fresca.  Es  amarillo-verdoso,  do 
olor  que  recuerda  el  de  la  planta. 

Aceite  volátil  de  té  de  España  ó 
Pesóte.  Extraido  del  Quenopodio  como  ambro- 
sia, L.,  entero  y  seco.  Es  amarillento ,  compues- 
to de  dos  aceites ,  el  uno  pesado  y  líquido,  el  otro 
concreto,  cristalino  y  ligero.  Reunidos,  su  sabor  es 
acre,  amargo  y  aromático. 

Aceite  volátil  de  tomillo.  Se  obtiene 
por  destilación  de  las  sumidades  florecidas  del 
Tomillo  migar,  L..  Es  de  un  amarillo  claro,  muy 
oloroso ,  caliente  y  acre.  Deja  posar  por  el  reno- 
so  cristales  cúbicos ,  dotados  del  olor  del  tomillo, 
no  solubles  en  el  agua ,  solubles  en  el  alcohol ,  y 
que  han  sido  comparados ,  en  cuanto  á  su  natu- 
raleza química ,  al  alcanfor ;  con  todo  difieren  de 
él  por  muchos  respetos ,  y  parecen  mejor  partici- 
par de  la  naturaleza  délas  resinas. 

El  aceite  volátil  de  tomillo  se  emplea  como  per- 
fume en  ciertos  licores  y  en  ciertas  preparaciones 
cosméticas.  Nos  viene  del  Levante  por  \  ia  de 
Marsella  ó  Genova,  á  pesar  de  la  abundancia  de 
este  vegetal  que  tenemos  en  nuestro  pais. 

Aceite  volátil  de  toronjil  cidra- 


46  ACE 

do.  Extraído  de  la  Melisa  oficinal,  L.,  entera 
y  fresca.  Es  incolor,  muy  fluido ,  desarrolla  uu 
muy  ligero  olor  de  limón,  mas  ligero  que  el  agua, 
envejeciendo  toma  un  color  amarillo. 

Aeeite  volátil  de  toronja.  Obtenido 
por  destilación  ó  por  presión  de  los  luquetes  del 
fruto  del  azambogo  [Citrus  medica  vulgaris  Ris- 
so  y  Poiteau) .  Este  aceite  es  de  un  olor  agrada- 
ble muy  análogo  á  los  de  bergamota  y  de  limón, 
cuyas  propiedades  tiene. 

Aceite  volátil  de  trementina.  So- 
metiendo la  pasta  de  trementina  á  la  destilación, 
se  obtiene  una  cantidad  considerable  de  aceite 
volátil  puro.  No  tiene  color,  es  de  un  olor  fuerte 
y  desagradable,  y  de  un  peso  menor  que  el  del 
agua  en  volumen  igual ;  contiene  una  corta  can- 
tidad de  ácido  succmico ;  no  se  disuelve  en  el  al- 
cohol tan  fácilmente  como  los  demás  acedes  volá- 
tiles ,  á  lo  menos  es  menester  8  partes  de  alcohol 
puro  para  disolver  una  de  esencia  de  trementina. 
Este  aceite ,  en  razón  de  su  abundancia  y  de  su 
bajo  precio ,  es  de  un  uso  inmenso  en  las  artes, 
sobre  todo  para  la  preparación  de  los  barnices, 
para  hacer  secar  los  colores  al  aceite,  limpiar  los 
muebles,  etc.  Es  uno  de  los  agentes  medicamen- 
tosos mas  usados  en  la  medicina  veterinaria  y  la 
terapéutica. 

El  aceite  volátil  de  trementina,  ó  Aguaras, 
fabricado  en  España  y  en  varios  puntos  del  extran- 
jero tiene  un  color  de  vino  afieio ,  es  de  inferior 
calidad,  si  bien  la  mitad  mas  barato  que  el  que 
se  recibe  en  cantidades  considerables  de  Mar- 
sella, que  es  hermosísimo,  incolor,  trasparente,  y 
al  que  se  da  el  nombre  de  Agua  ras  de  Marsella. 

Aeeite  volátil  de  valeriana.  Extraí- 
do de  las  raíces  secas  de  la  Valeriana  oficinal , 
L..  Es  pálido,  verdoso,  toma  color  amarillo  con 
el  tiempo;  muy  fluido ,  penetrante,  de  sabor  aro- 
mático ;  al  aire  se  pone  viscoso ;  su  peso  especí- 
fico es  de  0,934. 

Aceite  volátil  de  Winter.  Extraído 
de  la  corteza  de  Winter  seca.  Es  líquido ,  mas  li- 
gero que  el  agua;  pero  conservado  se  separa  en 
dos  partes,  launa  concreta,  blanca,  mas  pesada 
que  el  agua,  y  la  otra  cetrina,  fluida  y  mas  ligera 
que  el  agua. 

Aceite  volátil  de  yerbabnena  pi- 
perita. Contenido  en  abundancia  en  las  hojas  y 
sobre  todo  en  las  sumidades  florecidas  de  la  Yer- 
babuena piperita ,  L.,  de  la  que  se  extrae  por  des- 
tilación. Es  amarillo,  mas  ligero  que  el  agua;  su 
olor  es  muy  penetrante,  deja  en  la  boca  una  sen- 
sación de  frescura  agradable ;  á  0o  deja  posar  cris- 
tales abundantes.  Esta  esencia  contiene  pues  dos 
aceites  volátiles:  el  uno  concreto,  y  el  otro  líquido 
á  0o.  Antiguamente  era  muy  apreciada  la  que  ve- 
nia de  Inglaterra,  no  porque  la  planta  cultivada 
en  este  país  diese  un  aceite  volátil  de  mejor  cali- 
dad ,  sino  porque  sin  duda  su  preparación  era 
mas  esmerada.  La  que  al  presente  se  recibe  de 
Italia ,  de  otras  comarcas  meridionales  de  la  Eu- 
ropa y  de  la  América ,  en  nada  cede  en  calidad  á 
la  de  Inglaterra.  Su  principal  consumo  es  para 
preparar  las  pastillas  de  yerbabuena  piperita. 


ACE 

Los  aceites  volátiles  que  se  extraen  de  las  de- 
más especies  de  yerbabuena  rizada ,  gentil,  etc. 
no  se  distinguen  del  aceite  volátil  de  yerbabuena 
piperita  sino  por  ligeras  diferencias  eií  el  olor  y 
el  sabor.  En  el  uso  que  de  ellas  se  hace  las  con- 
fundimos. 

Aceite  volátil  de  yerba  ¿gatera.  Ob- 
tenido del  NepetaCataria,  L.,  entera  y  fresca. 
Es  amarillo,  liquido ,  ligero,  semejante  al  de  yer- 
babuena. 

Aceite  volátil  de  zanahoria  ama- 
rilla. Obtenido  del  Dauco  Carota,  L.,  entero  y 
fresco.  Amarillo  dorado,  líquido,  mas  ligero  qué 
el  agua,  de  olor  especial,  caliente  y  picante. 

Aceite  volátil  de  zarzaparrilla.  Ex- 
traído de  las  raíces  secas  del  Esmilace  Zarzapar- 
rilla, L. 

Aceite  volátil  de  zedoaria.  Extraído 
de  las  raíces  secas  del  Amonio  Zedoaria,  L..  Es 
cetrino,  líquido  y  alcanforado. 

ACEITES  JDE  TOCADOR.  Son  senci- 
llamente aceites  de  almendras  dulces,  de  almen- 
dras amargas,  de  avellanas,  de  ben,  y  sobre  to- 
do hermoso  aceite  de  aceitunas ,  ó  aceite  virgen, 
cargados  del  perfume  de  las  flores  ú  otras  sustan- 
cias aromáticas.  Llámanse  también  Aceites  de 

OLOR  PARA  EL  PELO  y  ACEITES  PERFUMADOS. 

Los  aceites  de  tocador ,  en  general,  se  preparan 
con  el  aceite  de  aceitunas  puro,  por  digestión ,  ó 
por  estratificación  y  presión  de  las  flores, — por  la 
mezcla  de  aceites  volátiles, — por  la  mezcla  de  al- 
coholes y  tinturas  aromáticas, — por  la  macera- 
cion  de  las  sustancias  odoríferas.  Los  aceites  co- 
nocidos con  el  nombre  de  Extractos  de  aceites  son 
preparados  á  la  vez  por  digestión  y  estratifica- 
ción;— los  Aceites  de  composición  son  aquellos 
en  los  cuales  entran  varias  esencias; — \osAceihs 
para  conservar  y  crecer  el  pelo  son  los  confeccio- 
nados con  diferentes  sustancias  creídas  propias  á 
estos  objetos. 

La  preparación  de  los  aceites  de  tocador  es 
muy  sencilla  y  facilísima.  No  obstante,  de  Francia 
nos  llegan  cantidades  considerables  de  estos  acei- 
tes, ya  en  redomas  de  diferentes  capacidades,  se- 
gún los  pedidos  que  allí  se  hacen,  ya  en  pomitos  ó 
frasquitos  de  vidrio  ó  cristal,  de  formas  variadas  y 
de  capacidad  de  2  á  3  onzas,  con  rótulos  sencilla- 
mente litografiados,  de  color,  dorados,  etc. 

Nuestros  peluqueros  confeccionan  algunos  acei- 
tes comunes,  que  para  despacharlos  se  ven  obli- 
gados á  rotularlos  en  francés;  los  especieros  tam- 
bién hacen  ciertas  mezclas  de  aceites  volátiles  con 
aceite  de  aceituna,  que  venden  muy  barato  por 
onzas. 

ACEITEHA.  Fruto  del  olivo :  es  oblongo 
ú  oval,  verde  que  tira  á  amarillo,  mas  ó  menos 
grueso  según  la  variedad  del  olivo  y  las  comarcas 
en  que  éste  es  cultivado;  está  compuesto  de  una 
sustancia  pulposa  ó  carnuda  exteriormente,  y  de 
un  cuesco  oblongo,  sólido  en  su  interior;  este 
cuesco  encierra  una  semilla  ó  almendra  de  natu- 
raleza emulsiva,  y  déla  que ,  por  presión ,  puede 
extraerse  aceite. 

En  España  ge  cultiva  una  variedad  de  olivo 


ACE 

cuyas  aceitunas  son  gruesas  como  d:itiles,  mien-1 
tras  que  las  hay  del  udumen  de  una  bellota,  y 
mas  pequeñas.  Las  aceitunas  destinadas  para  la 
fabricación  del  aceite  son  el  objeto  de  un  comer- 
cio puramente  local,  las  que  se  escogen  para  el 
uso  de  la  mesa  constituyen  un  ramo  de  industria 
no  poco  importante,  como  podrá  inferirse  de  lo 
que  vamos  a  exponer. 

El  sabor  de  las  aceitunas  verdes  es  acre,  amar- 
go v  desagradable.  Para  quitarlas  el  amargor, 
darles  un  gusto  agradable,  y  facilitar  los  medios 
de  conservarlas  verdes  largo  tiempo ,  se  cojen 
un  poco  antes  de  su  madurez ,  y  se  tratan  por  el 
siguiente  proceder:  se  sumergen  en  una  lejía  al- 
calina ó  en  ceniza  desleida  en  agua ,  por  un  tiem- 
po conveniente;  cuando  se  hallan  en  estado  de 
que  la  carne  puede  desnegarse  limpiamente  del 
cuesco,  se  ponen  en  salmuera  aromatizada  con 
hinojo ,  semilla  de  cilantro ,  clavos  de  especia  ú 
otras  aromas;  en  seguida  se  reponen  en  barrili- 
tos  de  diferentes  dimensiones,  en  vasijas  de  vi- 
rio ,  ó  en  vasos  de  barro ,  según  los  usos  de  la 
localidad.  De  este  modo  preparadas  se  llaman 
Aceitunas  saladas. 

Así  es  como  se  expiden  en  el  comercio,  en  el 
que  se  da  la  preferencia  á  las  aceitunas  de  Espa- 
ña ,  de  Verona  v  de  Provenza ,  pero  esto  depende 
del  gusto  y  délos  usos  de  los  diferentes  países. 
En  general",  se  escogen  las  aceitunas  nuevas,  só- 
lidas y  empapadas  de  salmuera ;  faltándoles  esta, 
luego  se  ponen  blandas  y  negras. 

Hay  una  variedad  de  aceitunas  llamadas  Acei- 
tunas'de  cornezuelo ,  ó  picholinas ,  del  nombre  del 
Italiano  Picholini ,  que  enseñó  la  manera  de  pre- 
pararlas; son  muy  pequeñas,  prolongadas,  de  un 
negro  rojizo,  y  su  carne  es  muy  delicada. 

En  Italia,  se  dejan  á  vecessecar  las  aceitu- 
nas en  el  árbol,  y  después  se  pasan  por  el  horno 
antes  de  comerlas.  Hay  también  una  variedad  de 
aceitunas  de  carne  dulce,  bastante  rara  aun,  que 
no  es  necesario  prepararlas  antes  de  emplearlas 
como  alimento. 

Las  Aceitunas  rellenas  se  preparan  en  Marsella, 
v  para  ello  se  las  extrae  el  cuesco ,  y  se  llena  el 
hueco  que  queda  con  una  alcaparra .  un  pedazo  de 
anchoa,  y  a  veces  atún  escabechado;  en  seguida 
se  ponen  en  aceite  en  vasijas  ó  botes  de  vidrio. 
Estas  aceitunas  son  expedidas  á  todas  las  partes 
de  Europa,  y  se  exportan  muchas  parala  Amé- 
rica. 

Las  aceitunas  también  se  conservan  en  aceite, 
y  hay  personas  que  prefieren  las  encurtidas  en  vi- 
nagre. 

La  aceituna  nutre  poco  y  se  digiere  difícilmente 
Salada  excita  al  apetito  y  "fortifica  las  encías;  las 
personas  que  tosen  ó  que  están  dispuestas  á  la  tos 
deben  abstenerse  de  comerlas.  Hay  pueblos  que 
comen  las  aceitunas  maduras  con  pan  del  mismo 
modo  que  nosotros  comemos  las  manzanas,  etc. 
El  uso  que  en  general  se  hace  de  ellas  entre  no- 
sotros es  sabido :  además  se  ponen  en  las  salsas, 
en  los  guisados,  particularmente  con  ej  carnero, 
el  ánade ,  etc ,  cuyo  gusto  toman ,  después  de  ha 


ACE  47 

comen  después  de  haberlas  llevado  en  la  faltri- 
quera durante  uno  ó  dos  dias.  Dícese  que  las 
aceitunas  comidas  secas  embriagan.  Los  monta- 
neses  de  Provenza  emplean  el  agua  de  las  acei- 
tunas, que  los  Latinos,  después  los  Griegos,  llama- 
ron muria,  para  calmar  las  afecciones  histéricas, 
que  ellos  llaman  mal  de  madre. 

En  España  son  muy  estimadas  las  aceitunas 
gordales  ,  sevillanas  de  la  Reina,  las  de  padrón 
y  de  manzanilla,  y  además  en  Cataluña  las  de 
Olesa  de  Monserrate.  Circulan  igualmente  en  el 
comercio  las  aceitunas  rellenas  de  Marsella,  las 
partidas  del  país,  adobadas,  etc. 

De  experimentos  hechos  en  Londres ,  en  1 835, 
sobre  los  cuescos  de  aceitunas  con  el  objeto  de  ase- 
gurarse hasta  que  punto  podian  ser  utilizados 
para  extraer  de  ellos  gas  propio  para  el  alumbra- 
do ,  resulta :  que  pueden  suministrar,  con  facili- 
dad y  prontitud ,  gas  hidrógeno  de  una  calidad 
perfecta,  que  produce  una  luz  clara,  á  lo  menos 
igual  á  la  del  gas  hidrógeno  carbonado. 

ACEIiGA,  Beta.  Género  de  plantas  de  la 
pentandria  diginia  y  de  la  familia  de  las  queno- 
pódeas.  Las  especies  cultivadas  son  las  siguientes: 
Acelga  vulgar  ?  Acelga  común 
{Beta  vulgaris,  L.,  Yar.  Cicla).  Esta  planta  in- 
dígena ,  cu\  as  raíces  son  ramosas ,  duras  y  poco 
voluminosas,  tiene  hojas  mas  anchas,  mas  tier- 
nas que  la  siguiente ,  lo  que  hace  que  sea  culti- 
vada en  las  huertas  como  alimenticia;  estas  hojas 
presentan  matices  de  color ,  que  la  hacen  llamar 
Acelga  blanca,  Acelga  rubia,  y  se  comen  cocidas 
como  la  espinaca,  pero  como  son  sosas,  se  mez- 
clan con  acedera,  cuya  demasiada  acidez  corri- 
gen. Se  cultiva  una  sub-variedad  de  acelga,  lla- 
mada Acelga  de  cardo,  cuyos  pecíolos,  por  medio 
del  ahilamiento,  que  les  procura  la  ligadura,  se 
ensanchan  mucho  y  se  vuelven  muy  carnudos. 

Esta  especie  de  hortalizas  son  muy  sanas  y  bas- 
tante usadas,  sin  embargo  no  convienen  á  todos 
los  estómagos.  Las  hojas  de  acelga  son  insípidas, 
dulces,  emolientes;  aplícanse  sóbrelas  llagas  de 
los  vejigatorios,  de  las  erisipelas,  de  latina,  etc.; 
con  ellas  se  hacen  cocimientos,  fomentos ,  lava- 
tivas y  cataplasmas  emolientes.  Hase  creído  equi- 
vocadamente que  la  acelga  era  astringente  hasta 
el  punto  de  constipar, — Sida  par  km  nutrit,  cons- 
tipat  et  urget, — puesto  que  al  contrario  es  laxante. 
Acelga  vulgar,  Remolacha  (Beta 
vulgaris ,  L. ) .  Esta  planta  bisanua  se  cultiva  por 
su  raiz,  que  adquiere  aveces  un  peso  enorme  (20 
á  30  libras ) ,  y  que  ofrece  variedades  blancas , 
amarillas,  rojas  y  vetadas.  Prefiérese  la  raiz  ro- 
ja para  comer ,  y  por  lo  regular  se  usa  en  ensa- 
lada cocida  al  horno  ó  bajo  ceniza ;  también  sirve 
para  alimentar  los  ganados,  así  como  sitó  hojas, 
de  las  cuales  se  hacen  muchas  cosechas  al  año, 
lo  que  constituye  una  muy  buena  planta  forraje- 
ra ,  que  alterna  con  el  trigo  en  las  tierras  grasas 
y  arenosas. 

Pero  la  ventaja  mas  notable  de  la  remolacha, 
sobre  todo  de  la  variedad  amarilla,  es  contener 
una  cantidad  considerable  de  azúcar,  análogo  y 


berlas  separado  él  cuesco.  Ciertas  personas  las  |  aun  mas  blanco ,  mas  ligero,  mas  fácil  de  disol- 


46  ICE 

ver  que  el  de  caña ,  lo  que  la  ha  hecho  cultivar 
para  extraerlo.  La  Francia  ha  llevado  muy  lejos 
la  fabricación  del  azúcar  de  remolacha ,  lo  que 
tendremos  ocasión  de  manifestar  en  el  artículo 
Azúcar. 

Haciendo  fermentar  el  zumo  de  la  raiz  ele  re- 
molacha y  sobre  todo  la  parte  incristalizable ,  ó 
jarabe,  se  puede  preparar  alcohol.  El  bagazo  de 
las  remolachas  sirve  para  alimentar  los  ganados, 
que  les  gusta  mucho  y  les  engorda;  el  Sr.  Sché- 
rer ,  de  Yiena ,  ha  observado  que  podia  servir 
para  preparar  una  especie  de  cerbeza  después 
de  haberlo  hecho  secar  y  tostar ,  y  luego  tratán- 
dolo como  la  semilla  de  que  se  nace  la  malta, 
etc.  El  zumo  de  remolacha  también  puede  sufrir 
la  fermentación  acetosa ;  los  Polacos  hacen  entrar 
la  pulpa  de  la  remolacha  en  fermentación  aceto- 
sa en  sus  Barszez ,  especie  de  mezcla  alimenticia 
de  que  ellos  usan,  según  Gilibert,  como  anties- 
corbútica, etc.    . 

La  raiz  de  remolacha  refresca,  calma  y  laxa  el 
vientre,  se  adereza  de  diferentes  maneras,  se 
conserva  en  el  vinagre  después  de  haberla  hecho 
cocer,  los  Alemanes  la  comen  con  la  sopa,  etc.. 
Este  alimento  conviene  á  los  jóvenes ,  á  los  tem- 
peramentos calientes,  secóse  irritables;  daña  á  los 
viejos ,  á  los  pituitosos ;  es  flatulenlo  y  difícil  de 
digerir  para  ciertos  estómagos. 

ACERÓ  ARCE,  Acer.  Género  de  plantas 
de  la  poligamia  monoecia,  que  da  su  nombre  á 
una  familia  natural ,  las  aceráceas.  Estos  vegeta- 
les dan  por  la  perforación  de  su  tronco,  en  la  pri- 
mavera, una  savia  de  la  que  se  extrae  azúcar,  y 
de  la  que  se  puede  hacer  alcohol  ó  vinagre.  En  la 
América  septentrional  es  en  donde  esta  extracción 
puede  hacerse  con  algún  provecho ,  porque  las  es- 
pecies que  allí  crecen  dan  mas  savia,  y  ésta  es 
mas  azucarada. 

Acer  que  lleva  azúcar  (Acer  saccha- 
rinum,  L.) .  Árbol  originario  del  norte  de  los  Es- 
tados-Unidos de  América ;  crece  naturalmente  en 
la  Pensilvania  y  el  Canadá.  Es  grande ,  robusto  y 
resiste  muy  bien  á  los  fuertes  calores.  Su  produc- 
to es  de  un  grandísimo  recurso  en  ciertas  comar- 
cas de  la  América,  á  causa  del  azúcar  que  se  ob- 
tiene de  él  por  incisión;  el  licor  que  fluye  es  acuoso 
y  deja  en  la  boca  un  pequeño  gusto  azucarado 
muy  agradable,  y  nunca  el  agua  de  acer  ha  in- 
comodado á  aquellos  que  la  han  bebido,  aun  su- 
dando. Para  trasformar  este  líquido  en  azúcar,  se 
le  hace  evaporar  hasta  consistencia  de  jarabe  muy 
espeso  y  se  vierte  en  seguida  en  moldes  de  tierra. 
Doscientas  libras  de  este  licor  producen  por  lo 
común  diez  libras  de  azúcar.  Los  salvages  que 
viajan  mezclan  en  él  un  poco  de  harina  y  forman 
una  pasta  que  llaman  Quitera,  la  cual  es  un  ali- 
mento muy  nutritivo. 

El  buen  azúcar  de  arce  debe  ser  duro,  de  co- 
lor blanco,  un  poco  trasparente,  de  olor  sua- 
ve y  de  sabor  dulce.  Empléase  como  el  de  caña, 
y  los  confiteros  ingleses  lo  prefieren  á  todos  los 
demás ,  porque  necesitan  menos  peso  para  con- 
feccionar sus  dulces.  Hase  preconizado  su  uso 
para  los  romadizos  y  las  afecciones  de  pecho.  En 


ACE 

el  Canadá  cuesta  la  mitad  menos  que  el  de  caña; 
no  puede  empleársele  en  el  té  sino  después  de  re- 
ducido á polvo.  Estos  pueblos  lo  consumen  en  mu- 
chísima cantidad ,  porque  lo  mezclan  en  todas  sus 
salsas,  aun  en  las  carnes  asadas.  Los  habitantes 
de  la  Luisiana  mezclan  la  savia  de  arce  con  igual 
cantidad  de  agua,  y  de  ello  hacen  un  licor  muy 
refrescante ,  cuyo  sabor  se  asemeja  al  de  la  sidra; 
en  fin ,  metiendo  esta  savia  en  cañas  mambues, 
obtienen  un  vinagre  bastante  fuerte. 

Acer  falso-Plátano,  Arce  blanco, 
Arce  de  los  montes,  Sicómoro  (Acer 
pseudoPlatanus,  L.) .  Grande  y  hermoso  árbol  que 
crece  en  los  bosques,  cuyos  ramos  se  extienden 

Eor  todos  lados;  su  corteza  es  rojiza,  su  leño  es 
lanco;  las  hojas  son  anchas,  angulosas,  algo  se- 
mejantes á  las  de  la  vid,  pero  mas  puntiagudas, 
cortadas  en  cinco  partes,  de  color  verde-moreno 
por  encima ,  blanquecinas  por  debajo ,  lisas ,  pre- 
cedidas de  largos  pecíolos  rojizos,  de  un  sabor 
estíptico  amargo ;  sus  flores  están  dispuestas  en 
racimos  en  un  largo  pedúnculo ,  y  compuestas  de 
muchos  pétalos  de  color  blanco  azulado,  en  figura 
de  rosa;  á  estas  flores  sucede  un  fruto  oblongo, 
alado ,  compuesto  de  dos  ó  tres  cápsulas  que  ca- 
da una  contiene  una  semilla  oval  ó  casi  redonda, 
dura ,  blanquecina ,  del  grueso  de  la  de  naranja, 
de  sabor  desagradable. 

Las  hojas  y  los  frutos  de  este  árbol  son  astrin- 
gentes :  de  las  primeras  fluye  una  materia  que  di- 
suelta en  el  agua  es  purgante  como  el  maná.;  y 
los  últimos  cocidos  en  vino  son  empleados  parala 
sarna.  La  madera  de  arce  blanco  es  muy  sólida  y 
útil  en  la  carpintería.  Haciendo  incisiones  en  el 
tronco  de  esta  especie  de  acer  destila  un  líquido 
dulce  que  también  contiene  azúcar. 

El  Acer  campestre  ( Acer  campestris ,  L. )  y  el 
Acer  como  Plátano  (Acer  platanoides ,  L. )  tie- 
nen también  la  savia  azucarada,  y  pueden  sumi- 
nistrar igualmente  azúcar,  pero  en  corta  cantidad. 

ACERO.  Combinación  química,  intima  y  muy 
notable,  de  hierro  dulce  con  el  carbono  en  diver- 
sas proporciones,  sobremanera  importante  para 
ima  multitud  de  artes.  Antes  de  su  conversión"  en 
acero  ,  el  hierro  goza  de  propiedades  muy  dife- 
rentes ,  y  en  general  muy  inferiores  á  las  que  ad- 
quiere por  esta  especie  de  trasmutación.  Los  lí- 
uiites  en  los  cuales  el  hierro  es  susceptible  de 
combinarse  químicamente  con  el  carbón  no  son 
muy  extendidos.  El  acero  menos  carbonado  entre 
todos  los  observados  hasta  aquí,  ha  presentado 
en  el  análisis:  carbono,  0,008,  y  hierro,  0,992. 
El  mas  carbonado,  que  es  una  variedad  de  acero 
fundido ,  ha  ofrecido :  carbono ,  0,020 ,  y  hierro, 
0,980. 

El  hierro  no  carbonado  no  goza  de  la  propiedad 
de  templarse,  como  el  acero,  por  un  enfriamien- 
to súbito  después  de  haber  sido  mas  ó  menos  ca- 
lentado, es  decir  que  no  se  endurece,  ni  es  elás- 
tico á  un  grado  notable.  De  lo  que  se  deduce  que 
el  hierro  no  acerado  es  impropio  para  una  mul- 
titud de  usos  en  los  cuales  la  dureza  y  sobre  todo 
la  elasticidad  son  indispensables. 

El  acero  por  otra  parte  es  suceptible  de  tomar 


ACE 

un  pulimento  mucho  mas  hermoso  que  el  hierro, 
y  es  algo  menos  oxidable  que  este  último.  Su  gra- 
no es,  aun  en  las  calidades  inferiores  de  acero  (le 
cementación,  mas  lino  y  mas  homogéneo:  no 
puede  haber  láminas  bien  cortantes,  herramientas 
que  parlan  los  cuerpos  muy  duros,  sino  los  fa- 
bricados con  el  acero  templado  mas  ó  menos  du- 
ro; de  ahí  la  indispensable  precisión  de  acudir  al 
acero  en  casi  todas  las  necesidades  de  la  vida. 
El  peso  específico  del  acero  es  un  poco  mayor 
que  el  del  hierro,  es  de  7,73  á  7,84,  tomada  el 
agua  pura  por  mitad,  cuando  no  ha  sido  martilla- 
do, ni  templado;  pero  fuertemente  martillado, 
esta  densidad  puede  elevarse  hasta  á  7,90,  mien- 
tras que  el  templesolo  puede  disminuirla  basta  á 
7,70. 

El  temple  cambia  de  una  manera  muy  sensible 
el  grano  del  acero ;  los  numerosos  usos  a  que  está 
destinado  dependen  generalmente  de  la  especio  de 
temple  que  se  le  ha  dado. 

El  color  del  acero  se  asemeja  mucho  al  del  hier- 
ro dulce ;  no  obstante  se  observa  que  es  algo 
menos  azul,  y  tira  mas  al  blanco-gris.  Su  fractura 
es  por  lo  común  granosa ,  pero  de  granos  mas  li- 
nos que  la  fractura  de  la  variedad  de  hierro  lla- 
mado granoso.  En  exceso  de  temple,  aumentan- 
do prodigiosamente  la  dureza  del  acero ,  puede 
concluir  por  hacerle  casi  tan  quebradizo  como  el 
vidrio.  Este  máximo  de  la  dureza  y  de  la  fragili- 
dad, así  como  todos  los  grados  intermedios,  de- 
penden de  la  calda  á  que  ha  estado  sometido ,  y 
de  la  naturaleza  de  los  medios  en  los  cuales  se  le 
ha  hecho  enfriar:  por  eso  el  uso  del  agua  pura, 
de  las  soluciones  alcalinas  y  salinas,  del  aceite, 
déla  grasa,  etc. ,  para  el  temple  del  acero,  mo- 
difican singularmente  sus  propiedades ,  tanto  con 
respecto  á  su  elasticidad  como  á  su  dureza. 

E]  acero  no  fundido  puede  soldarse  consigo  mis- 
mo y  con  el  hierro :  la  fusión  altera  considerable- 
mente esta  propiedad ,  que  pierde  casi  completa- 
mente á  medida  que  se  carbona  mas. 

El  acero  es  mucho  mas  fusible  que  el  hierro, 
porque  su  fusión  se  ejecuta  á  temperaturas  que 
están  lejos  de  ser  excesivas ,  en  vez  de  que  el 
hierro  que  se  acerca  á  la  pureza ,  por  largo  tiem- 
po reputado  infusible  á  todas  las  temperaturas  que 
podamos  producir,  quizás  efectivamente  nunca 
es  fundido  antes  de  haber  cambiado  de  naturale- 
za absorviendo  carbono  en  la  operación  ala  cual 
se  le  somete. 

Por  el  temple,  el  acero  experimenta,  en  razón 
directa  déla  dureza  que  adquiere,  una  dilatación 
muy  grande ;  y  por  el  entriamiento ,  *a  grano 
adquiera  una  aspereza  y  un  grosor  proporciona- 
les á  la  intensidad  del  temple. 

Hasta  aquí  hemos  considerado  el  acero  lo  mas 
antiguamente  y  lo  mas  generalmente  conocido,  el 
que  es  debido"  á  la  sola  combinación  del  hierro 
con  el  carbono. Mas, indagaciones  recientes  tien- 
den a  probar  (pie  otras  sustancias ,  solas  ó  en 
combinación  triple  con  el  carbono  y  el  hierro, 
pueden  dar  origen  á  variedades  de  acero  que  pre- 
sentan propiedades  especiales,  aplicables  á  usos 
particulares.  El  silicio  (radical  de  la  sílice  ó  ácido 
7  • 


ACE  ¿O 

silícico )  y  ciertas  sustancias  metálicas  parecen 
modificar  considerablemente  las  propiedades  del 
hierro  en  ciertas  circunstancias,  y  si  ellas  no  lo 
convierten  en  verdadero  acero,  semejante  al  ace- 
ro de  carbono ,  á  lo  menos  se  le  parece  de  una 
manera  notable ,  puesto  en  contacto  con  el  hierro 
á  temperaturas  mas  ó  menos  elevadas. 

El  descubrimiento  de  este  compuesto  y  de  los 
instrumentos  cortantes  está  envuelto  en*  la  mas 
grande  oscuridad.  Los  Orientales  supieron  con 
tiempo  preparar  el  acero ,  y  ellos  fueron  los  que 
enseñaron  este  arte ,  como  tantos  otros ,  á  las  na- 
ciones europeas.  En  el  siglo  X  fué  cuando  se  co- 
menzó á  fabricar  las  armas  blancas  con  esta  sus- 
tancia; con  todo  casi  hasta  el  XIII  no  se  principió 
á  hacer  uso  de  las  espadas;  los  pequeños  instru- 
mentos de  acero ,  tales  como  cuchillos ,  tijeras, 
fueron  conocidas  mas  tarde ;  en  Inglaterra  no  se 
vendieron  agujas  hasta  el  tiempo  de  la  reina  Ma- 
ría ,  y  alfileres  hasta  la  fin  del  reinado  de  Enri- 
que Mil. 

En  el  comercio  se  conocen  tres  especies  princi- 
pales de  acero,  que  cadaunasesubdivide  en  mu- 
chas variedades,  cuyos  pormenores  es  útil  conocer. 
I.  El  Aceiio  natural  ,  llamado  de  fusión  ó  de 
fragua,  es  el  que  se  obtiene  directamente  en  muy 
grande  abundancia  y  con  menos  gastos  en  el 
tratamiento  de  ciertas  minas  de  hierro ,  princi- 
palmente de  los  minerales  carbonatados  ó  hierro 
espático.  Las  herrerías  de  los  Pirineos ,  las  de  Is- 
tnay  Corintia,  y  algunas  otras  en  diversos  países, 
abastecen  al  comercio  de  acero  natural.  No  entra 
en  nuestra  especialidad  describir  los  procederes 
de  las  artes;  debemos  limitarnos  á  hacer  conocer 
sus  resultados  y  sus  productos  por  orden  de  cali- 
dades. El  acero  natural  ó  de  fusión  es  el  mas  de- 
sigual ,  y  así  debe  suceder ,  porque  una  parte  de 
la  mina  ele  hierro  produce  en  la  operación  hierro 
fundido ,  y  otra  parte  da  acero.  Mas  como  esta 
doble  composición  no  está  circunscrita  en  los  lí- 
mites que  afecta  sobre  una  misma  masa  de  metal, 
y  quedan  porciones  de  hierro  fundido  diseminadas 
en  el  acero,  y  vice  versa,  debe  resultar  de  esto  que 
muchas  veces  se  tendrá  hierro  fundido  aceroso, 
de  una  parte,  y  de  la  otra  acero  natural  que  con- 
tendrá hierro  fundido.  El  remedio  de  este  inconve- 
niente es  batir  muchas  veces  este  acero  en  un  fue- 
go de  fragua,  en  cierto  modo  malaxarlo;  entonces 
se  separan  de  él  primero  en  estado  de  escorias 
las  materias  terrosas  mezcladas  con  las  partes  de 
hierro  fundido  aceroso  ,  y  en  seguida  el  carbono 
del  hierro  fundido  y  el  del  acero  se  ecuacionan; 
de  ello  resulta  un  todo  homogéneo  que  constituye 
un  acero  de  mejor  calidad  Esto  es  lo  que ,  en 
efecto,  se  practica  para  la  bonificación  del  acero 
de  fusión,  llamado  acero  de  fragua  ó  acero  na- 
ttiral. 

El  acero  natural  se  obtiene,  sea  en  el  trata- 
miento de  las  minas  de  hierro  según  el  método  y 
en  los  hornos  llamados  á  la  catalana ,  en  uso  en 
los  Pirineos,  sea  en  la  refinadura  del  hierro  fun- 
dido, que  es  menester  dejar  atrás  de  una  refina- 
dura que  tendría  por  objeto  procurarse  hierro 
maleable. 

tomo  i. 


50  ACE 

El  acero  natural  puede  pues  ser  considerado, 
antes  de  batirlo ,  como  hierro  en  cuyos  instersti- 
cios  se  hallan  depuestos  carbono  y  ligas  terrosas 
que  no  estañen  él  igualmente  repartidas ,  pero 
que  le  dan  la  propiedad  de  templarse ,  aunque  de 
una  manera  menos  perfecta  que  el  acero  de  ce- 
mentación v  el  acero  fundido.  El  grano  del 
acero  natural  es  desigual ,  y  la  naturaleza  del 
hierro  fundido  con  el  cual  se  prepara ,  debe 
ejercer  una  grande  influencia  sobre  sus  pro- 
piedades ;  y  esto  es  exacto ,  á  tal  punto ,  que  se  vé 
acero  natural,  que,  habiendo  sido  templado, 
puede  ser  duro  y  bastante  elástico ;  ó  bien  tan  so- 
lo adquiere  una  grande  dureza,  pero  queda  ex- 
tremamente agrio.  Esta  es  esa  especie  de  estofa 
de  acero,  que,  en  razón  de  su  excesiva  dureza, 
es  la  mas  conveniente  en  la  fabricación  de  las 
hileras  para  alargar  el  hilo  de  hierro  y  de  latón. 

Si  se  examina  la  fractura  de  un  pedazo  de  ace- 
ro natural  que  no  ha  sido  suficientemente  batido, 
se  observa  por  la  naturaleza  del  grano  que  esta 
estofa  carece  de  homogeneidad.  Concíbese  que 
las  herramientas  confeccionadas  con  tal  acero 
deben  templarse  desigualmente ,  en  razón  de  esta 
aceración  muy  desigual. 

La  mejor  manera  de  batir  este  acero  es  some- 
terlo á  lo  que  se  llama  operación  de  afinadura, 
que  consiste  en  reunir  las  láminas,  extendidas  mas 
o  menos  delgadas ,  en  haces ,  que  se  exponen  á  la 
acción  del  calor  para  hacerlas  tomar  lo  que  se 
llama  una  calda  sudosa;  después  de  lo  cual  se 
llevan  estas  haces  incandescentes  bajo  un  amari- 
llo, que,  por  los  repetidos  choques  que  les  hace 
experimentar,  sóida  las  láminas  entre  sí  y  con- 
funde sus  diferentes  partes  en  un  todo  homogéneo; 
esta  operación  se  reitera  mas  ó  menos  veces  se- 
gún se  desee  una  estofa  mas  perfecta.  En  razón 
del  número  de  estas  operaciones  sucesivas,  el 
acero  que  á  ellas  ha  sido  sometido ,  es  en  seguida 
designado  en  el  comercio  bajo  el  nombre  de  ace- 
ro de  dos ,  tres,  cuatro  marcas,  etc. 

El  acero  relinado  es  tanto  mejor  en  cuanto  las 
barras  de  que  se  han  formado  las  haces  han  sido 
mejor  ajustadas ;  esta  condición  depende  de  la 
habilidad  del  obrero ,  que  singularmente  influye 
en  la  buena  calidad  del  producto.  Para  escoger 
las  barras,  el  obrero,  debe  siempre  consultar  la 
fractura  de  cada  una.  Nos  hemos  extendido  sufi- 
cientemente sobre  esta  parte,  porque  la  refinadu- 
ra ó  la  batidura  del  acero  natural  no  siempre  tie- 
ne lugar  en  la  fábrica ;  muchas  veces  se  compra 
acero  desigual  en  su  textura ,  y  después  se  bo- 
nifica; de  consiguiente  era  preciso  mirar  esta 
operación  bajo  un  punto  de  vista  comercial. 

Cqii  el  acero  fundido  se  fabrican  los  sables,  las 
espadas ,  los  floretes ,  las  sierras ,  los  resortes  de 
coches ,  la  cuchillería  común ,  los  instrumentos 
aratorios,  etc. 

II.  Se  llama  Acero  de  cementación  el  que  se 
obtiene  carburando  barras  de  hierro  dulce ;  para 
esto,  se  tienen  encerradas  en  cajas  apropiadas, 

Eor  espacio  de  tiempo  relativo  al  grueso  de  las 
arras,  envolviéndolas  completamente  con  car- 
bón en  polvo  y  calentándolas  en  un  horno  á  una 


ACE 

temperatura  constante  y  bastante  elevada.  Pare- 
ce que  en  este  caso  el  hierro  aspira,  chupa  en 
cierto  modo  el  carbono  puesto  en  contacto  con  él. 
La  elección  del  hierro  es  de  una  alta  importancia 
en  la  fabricación  del  acero  de  cementación ;  nun- 
ca se  buscará  lo  bastante  su  pureza.  Los  Ingleses, 
tan  celosos  de  obtener  productos  perfectos,  se 
proporcionan  deSuecia  casilatotalidaddeloshier- 
ros  que  emplean  para  dicho  uso ;  este  hierro  de 
Suecia,  fabricado  con  carbón  de  lena,  no  puede 
ser  suplido  por  el  hierro  á  la  ulla,  tan  abundante 
y  tan  barato  en  la  Gran  Bretaña.  Los  hierros 
franceses  de  primera  calidad ,  del  Franco  Conda- 
do y  de  los  Pirineos ,  hasta  hoy  no  han  dado  sino 
acero  de  cementación  de  mediana  calidad.  Los 
hierros  que  se  reciben  de  Suecia,  para  el  ace- 
ro de  cementación ,  son  garantidos  de  calidad 
conveniente  por  marcas  bien  conocidas :  llevan  la 
marca  L. ;  los  que  llevan  la  marca  GL.  ó  la  se- 
ñal de  una  bala  doble ,  apenas  son  inferiores  á  los 
primeros  en  calidad.  Las  marcas  PL,óS,  ola 
figura  de  unas  parrillas  apoyadas  en  un  triángulo, 
se  acercan  mucho  á  la  calidad  de  los  hierros  pre- 
cedentes :  á  veces  pueden  procurarse  de  Francia, 
y  se  obtienen  también  buenos  aceros  de  cemen- 
tación con  los  hierros  Demidoff ,  que  llevan  la 
marca  CCND.  Estos  hierros  son  muy  dulces, 
muy  fuertes ,  y  de  los  mejores  que  puedan  em- 
plearse. Desgraciadamente  son  en  general  mal 
cotejados,  lo  que,  en  la  práctica  de  la  cementación, 
es  un  grave  inconveniente,  porque  no  llenan  igual- 
mente las  cajas  de  carbón.  En  cuanto  á  los  de  la 
marca  PSI ,  son  de  una  calidad  muy  inferior. 

Los  Ingleses ,  mas  previsores ,  han  contratado, 
en  Suecia ,  grandes  compras  para  asegurarse  de 
los  hierros  de  calidad  superior.  Los  Franceses  so- 
lo reciben  de  aquella  nación  hierros  de  calidad 
inferior. 

No  siendo  la  cementación  sino  una  acción  por 
superficie,  cuyo  resultado  es  lento  y  sucesivo,  es 
evidente  que  primero  la  carburación  del  hierro  de- 
be comenzar  en  la  superficie  de  las  barras ,  y 
proporcionalmente,  en  un  tiempo  dado ,  barras 
de  un  diámetro  diferente  serán  respectivamente 
mas  ó  menos  profundamente  atacadas  por  el  car- 
bono. Es  menester  pues  guardarse  de  cementar, 
al  mismo  tiempo  y  en  el  mismo  horno,  hierros  de 
diversas  muestras ,  porque  pequeñas  barras  po- 
drían ser  completamente  carburadas  hasta  su  cen- 
tro ,  mientras  que  el  centro  de  barras  mas  grue- 
sas podría  no  ser  aun  saturado  de  carbono.  Si  este 
accidente  se  presentase,  seria  menester  recurrir 
á  batir  l*s  barras  para  repartir  en  ellas  el  carbo- 
no ,  como  se  ha  dicho  mas  arriba  de  las  barras  de 
acero  natural  llevadas  bajo  el  martinete. 

Los  hierros  dulce  y  blando  y  dulce  y  duro  son 
los  únicos  que,  con  ventaja,  pueden  convertirse 
en  acero.  No  se  trata  pues  para  asegurarse  de  las 
calidades  que  pueden  ser  cementadas ,  sino  de 
ensayar  las  barras  doblándolas  muchas  veces  en 
caliente  y  en  frío ,  atormentándolas  en  cierta  ma- 
nera :  todos  los  hierros  que  resistirán  igualmente 
bien  á  estas  dos  pruebas  pueden  ser  reputados 
propios  para  la  cementación. 


ACE 

Estas  dos  variedades  de  hierro  pueden  también 
distinguirse  fácilmente ,  sea  por  medio  del  tem- 
ple en  agua  fria ,  ó  por  medio  de  la  afusión  de  una 
gota  de  ácido  nítrico  en  la  superficie  del  hierro. 
—Si  se  hacen  calentar  al  rojo-blanco  diferentes 
hierros  dulces,  y  en  este  estado  se  sumergen  en 
agua  muy  fria,  los  hierros  blandos  quedan  negros, 
su  superlicie  se  cubre  de  una  capa  uniforme  de 
oxídulo.  Los  hierros  duros,  al  contrario,  son  man- 
chados de  gris  y  de  negro  :  en  este  caso ,  las 
manchas  negras  están  formadas  por  el  oxídulo 
adherente ,  y  las  manchas  blancas  por  porciones 
de  oxídulo  despegadas.  En  general ,  se  hallan  las 
manchas  blancas  tanto  mas  considerables  en  cuan- 
to el  hierro  es  mas  duro.  — Una  gota  de  ácido 
nítrico,  sulfúrico,  ó  muriático,  suficientemente  di- 
latado en  agua ,  y  que  se  hava  dejado  caer  en  la 
superficie ,  blanqueada  con  la  lima  ó  en  la  mue- 
la, de  un  pedazo  de  hierro ,  deja  ver,  en  el  punto 
en  que  el  ácido  ha  ejercido  su  contacto,  una  man- 
cha de  un  blanco  gris  ó  negruzco :  en  el  hier- 
ro blando  y  puro ,  la  mancha  es  blanca ;  en  el 
hierro  duro ,  es  gris  ó  negra ;  y  esta  mancha  no  es 
otra  cosa  que  la  corta  porción  de  carburo  combi- 
nado con  el  hierro,  que  el  ácido  ha  aislado  disol- 
viendo la  porción  de  metal  con  el  cual  este  carburo 
estaba  combinado :  esta  mancha  será  de  un  negro 
tanto  mas  pronunciado,  en  cuanto  la  proporción 
de  carburo  será  mas  considerable. 

Fácil  es  concebir  como  el  fósforo  y  el  azufre, 
que  vuelven  el  uno  al  hierro  quebradizo  en  ca- 
liente, y  el  otro  al  hierro  frágil  en  frió,  pueden 
sobrecomponerse  con  el  carbono  en  la  cementa- 
ción de  estos  hierros,  y  como,  de  este  nuevo 
compuesto  triple ,  puede  resultar  un  metal  acero- 
so ,  quebradizo ,  mas  quebradizo  aun  que  no  lo 
era  el  hierro  antes  de  la  cementación ,  que  ha 
añadido  á  él  carbono ;  pero  lo  que  se  concibe  me- 
nos fácilmente,  y  á  lo  que  aun  no  se  ha  señalado 
ninguna  causa  bien  plausible,  es  que,  entre  los 
aceros  de  cementación,  los  unos  conservan  sus 
propiedades  acerosas ,  aunque  hayan  sido  calen- 
tados y  forjados  un  gran  número  de  veces ,  mien- 
tras que  otros  las  pierden  por  el  efecto  de  un  muy 
corto  número  de  caldas  y  de  forjados. 

El  acero  de  cementación  sirve  para  la  fabrica- 
ción de  limas ,  de  objetos  de  quincallería ;  se  la 
sóida  con  el  hierro  para  hacer  martillos,  cizallas, 
yunques,  etc. 

III.  Acero  findido.  El  acero  de  cementación 
y  el  acero  llamado  de  fragua  ó  de  fusión  ofrecen 
todos  dos  una  imperfección  que  los  hace  igual- 
mente impropios  para  ciertos  usos  delicados :  esta 
imperfección  es  la  poca  uniformidad  en  la  carbu- 
ración. El  acero  cementado  es  siempre  mas  car- 
burado, mas  acerado  en  la  superficie  de  las  barras 
que  en  el  centro;  y  el  acero  de  fragua  es  desi- 
gual ,  no  solo  en  la  misma  masa,  sí  que  con  fre- 
cuencia en  puntos  muy  contiguos  los  unos  á  los 
otros.  Para  obviar  á  estos  inconvenientes,  y  para 
obtener  un  acero  igual  y  uniforme,  se  ha  imagi- 
nado la  fabricación  del  acero  fundido.  Con  él  se 
confeccionan  los  buriles  y  las  tijeras  capaces  de 
cortar  el  bronce ,  el  hierro  y  los  demás  aceros;  es 


ACE  oí 

el  que  toma  mas  hermoso  pulimento,  v  por  eso  es- 
empleado con  preferencia  para  la  cucíiilleriafina, 
ja  bizutería  de  acero,  los  resortes  de  reloj,  los 
instrumentos  de  cirugía,  los  cuños  de  moneda,  etc. 
El  acero  que  se  trabaja  en  Bombav  y  en  la  India, 
bajo  el  nombre  de  Wootz,  Acero  de  la  India,  Ace- 
ro adamascado,  parece  ser  acero  fundido,  y  con  él 
los  Orientales  fabrican,  desde  tiempo  inmemorial, 
esas  excelentes  hojas  de  sable  llamadas  damas- 
quinas, del  nombre  de  la  ciudad  de  Siria  en  don- 
de su  preparación  tiene  principalmente  lugar. 

Para  fundir  fragmentos  de  acero ,  los  Ingleses, 
que  todavía  son  los  maestros  en  este  arte ,  hacen 
casi  exclusivamente  uso  de  los  crisoles  de  Ipse, 
en  Alemania.  Estos  crisoles  son  negros  y  de  muy 
buen  uso. 

Acero  fundido  obtenido  por  medio  de  la  fusión 
del  hierro  fundido.  Los  Ingleses  fabrican  hoy 
dia,  por  este  proceder ,  y  muy  barato,  dos  varie- 
dades de  acero  de  una  calidad  superior,  conoci- 
das ,  la  una  con  el  nombre  de  Acero  Marshall,  y 
la  otra  con  el  de  Acero  B.  Iluntzmann.  Launa  de 
estas  especies  de  acero  se  obtiene  por  la  fundi- 
ción en  crisoles,  y  la  otra  especie  por  la  fundición 
en  un  horno  de  reverbero.  El  acero  B.  ¡íuntzmann 
es  mas  fácil  de  fraguar  que  el  acero  Marshall. 
La  propiedad  de  ser  soldable  con  el  hierro ,  quo 
se  busca  tanto  v  con  tanta  razón  en  los  aceros, 
pueden  adquirirla  añadiendo  hierro  dulce  y  fuer- 
te en  el  baño  de  acero  fundido.  Este  hierro  da 
cuerpo  al  acero  fundido ,  y  le  hace  mas  fácil  de 
trabajar. 

El  acero  de  Siria  es  conocido  bajo  tres  nombres 
diferentes:  1.°  el  Miintz-Stahl,  ó  acero  llamado  do 
monedas;  este  es  un  acero  de  primera  calidad; 
2.°  el  Kern-Stahl,  acero  de  cuesco;  y  3.°  el  Fri- 
ment-Stahl,  acero  ligero  y  blando. 

Hemos  dicho  antes  que  experimentos  recientes 
tienden  aprobar  que  otras  sustancias,  además  del 
carbono,  combinándose  con  el  hierro,  eran  su- 
ceptibles  de  convertirlo,  sino  en  verdadero  ace- 
ro, á  lo  menos  en  un  metal  que  participa  de  las 
principales  propiedades  del  acero.  Según  los  ex- 
perimentos de  los  señores  Stoddart  y  Faraday, 
en  Inglaterra ,  puede  admitirse  que  la"  plata ,  en- 
tre otros  metales ,  comunica  al  hierro ,  ligada  á 
ella  en  muy  corta  cantidad ,  una  dureza  extrema, 
y  aumenta"  la  elasticidad  del  acero.  Hay  también 
algunos  motivos  para  creer  que  las  famosas  lámi- 
nas de  Damasco,  en  Oriente,  y  el  Wootz  de  Bom- 
bav, son  aceros  que  tienen  algo  de  plata. 

Las  diferentes  especies  de  acero  que  se  encuen- 
tran en  el  comercio  difieren  entre  sí  tanto  por  sus 
propiedades  físicas  como  por  su  composición;  en 
general  reúnen  á  la  ductilidad  del  hierro  mayor 
fusibilidad  y  mayor  dureza,  que  la  operación  "del 
temple  ó  el  recocido  puede  aumentar  ó  disminuir; 
es  mas  atraible  por  el  imán ,  y  conserva  mas  largo 
tiempo  que  el  hierro  la  propiedad  magnética  que 
se  le  ha  comunicado ,  y  esta  es  la  razón  porque 
son  preparados  con  él  los  imanes  artificiales.  El 
acero  es  mas  fácil  de  romper  que  el  hierro ;  ca- 
lentado al  rojo  y  sumergido  de  repente  en  el  agua 
fria ,  se  pone  duro  y  muy  quebradizo ,  y  en  este 


53  ACE 

estado  ya  no  es  atacado  per  la  lima  y  raya  el 
vidrio ,  cuya  propiedad  puede  servir  para  distin- 
guirlo del  hierro.  Además,  el  acero  puede  ser  dis- 
tinguido del  hierro  por  las  manchas  negras  que 
desarrollan  en  su  superficie  los  ácidos  debilita- 
dos que  en  ella  se  vierten,  manchas  que  son  pro- 
ducidas por  el  carbono  que  se  pone  libre.  El  ácido 
nítrico  diluido  en  una  grande  proporción  de  agua 
puede  servir  muy  bien  para  este  ensayo.  Si  se 
vierte  una  gota  de  este  ácido  así  diluido  sobre 
acero ,  y  si  después  de  haberla  dejado  en  él  por 
espacio  de  algunos  minutos,  se  quita  con  agua, 
produce  una  mancha  negra;  pero  si  se  verifica  la 
misma  operación  sobre  un  pedazo  de  hierro  puli- 
mentado, la  mancha,  en  vez  de  ser  negra,  es  de 
un  gris-verdeso ,  y  desaparece  lavándola  con 
el  agua. 

Los  multiplicados  usos  artísticos  del  acero  que- 
dan ya  expuestos  en  la  descripción  que  de  este 
producto  acabamos  de  hacer.  En  medicina  sirve 
algunas  veces  en  las  mismas  circunstancias  que 
el  hierro. 

El  acero  se  recibe  generalmente  de  Trieste;  con 
todo  en  España  se  fabrica  en  Pola  de  Lena  y  en 
algún  otro  punto  de  Vizcaya.  Nos  llega  en  barras 
v  planchas  sin  labrar,  en  cajas  de  peso  de  160 
libras,  con  marcas  que  designan  su  fabricante, 
pero  que  no  pueden  ser,  sin  embargo,  una  garantía 
de  su  buena  calidad. 

ACETATO.  Género  de  sales  resultantes  de 
la  combinación  del  ácido  acético  con  los  óxidos 
metálicos  ó  las  bases  salificables  orgánicas. 

Los  acetatos  de  base  de  óxido  metálico  son 
descomponibles  por  el  calórico  dando  productos 
variables,  1.°  según  la  afinidad  del  ácido  por  el 
óxido  ó  la  base,  2.°  según  la  del  oxígeno  por  el 
radical  del  óxido,  3.°  según  la  temperatura  á  la 
cual  la  descomposición  tiene  lugar:  los  unos,  cuan- 
do se  les  echa  sobre  las  ascuas,  se  hinchan,  se 
ennegrecen  y  difunden  un  humo  de  olor  de  goma 
ó  de  pan  tostado  (acetatos  de  barita,  de  cal,  de 
estronciana,  de  potasa,  de  sosa);  otros  descom- 
poniéndose toman  diversos  colores  por  el  óxido  ó 
el  metal  que  se  vivifica  de  nuevo,  y  esparcen  un 
humo  picante,  ácido,  fácil  de  reconocer  por  el 
vapor  de  ácido  acético  mezclado  á  veces  con  espí- 
ritu piro-acético  (acetatos  de  cobre,  de  mercurio, 
de  plata,  de  plomo);  en  fin,  los  acetatos  de  bases 
orgánicas  se  hinchan ,  carbonizándose  y  dejando 
un  residuo  negruzco  carbonoso ,  que  arde  com- 
pletamente y  con  mas  ó  menos  facilidad  á  una 
temperatura  rojo-cereza. 

Reducidos  á  polvo  y  tratados  en  frió  por  el  áci- 
do sulfúrico  hidratado  del  comercio ,  la  mayor 
parte  de  estas  sales  dejan  desprender  á  la  tempe- 
ratura ordinaria  un  olor  picante ,  ácido ,  fácil  de 
reconocer  por  ácido  acético;  pero  como  este  efec- 
to solo  se  produce  bien  con  los  acetatos  que  se 
descomponen  fácilmente,  es  esencial  cuando  se 
trate  de  probar  otro  acetato ,  se  haga  disolver  és- 
te en  una  corta  cantidad  de  agua  ,  se  añada  á  la 
solución  ácido  sulfúrico. ,  y  se  caliente;  el  olor  (pie 
entonces  se  manifiesta  es  una  prueba  decisiva  y 
un  carácter  mas  general  que  el  primero. 


ACE 

Casi  todos  los  acetatos  son  sápidos  y  solubles 
en  el  agua. 

Hay  tantos  acetatos  cuantos  son  los  cuerpos 
susceptibles  de  unirse  químicamente  con  el  ácido 
acético ,  y  éstos  son  numerosos ;  pero  bajo  el  pun- 
to de  vista  comercial ,  solo  nos  ocuparemos  aquí 
de  los  empleados  en  las  artes  y  en  medicina. 

La  fabricación  de  esta  serie  "de  sales  está  bas- 
tante adelantada  en  nuestro  pais,  así  es  que  la 
importación  del  extranjero  no  es  considerante,  á 
pesar  del  grandísimo  consumo  que  de  algunas  de 
ellas  se  hace  en  la  pintura,  tintorería  y  muchas  otras 
artes ;  y  esto  es  tanto  mas  de  notar  en  cuanto  en 
el  extranjero  los  fabricantes  echan  mano,  para 
la  preparación  de  los  acetatos ,  del  ácido  acético 
(piro-leñoso)  que  se  obtiene  en  la  fabricación  del 
carbón  vegetal,  mientras  nuestros  fabricantes  se 
hallan  precisados  á  procurarse  dicho  ácido  con 
mucho  mas  dispendio ,  por  medio  de  la  acidifica- 
ción del  orujo  y  la  destilación  de  los  vinagres.  El 
sub-acetato  de  cobre  ó  cardenillo  se  fabrica  en 
varios  puntos  de  la  península ,  y  en  Cataluña  hay 
excelentas  fábricas  de  él  en  San  Andrés  de  Palo- 
mar ,  Sans ,  Arenys  de  Mar ,  etc. ,  en  las  que  se 
acostumbra  también  á  preparar  el  acetato  de  co- 
bre neutro  ó  verdete  cristalizado  en  pinas  cóni- 
cas, de  poca  uso  todavía;  —  el  proto-acetato  de 
plomo  ó  sal  de  Saturno  se  fabrica  igualmente  en 
las  indicadas  poblaciones  y  ademas  en  el  Clot, 
Yillafranca  del  Panadés,  etc.  siendo  digno  deno- 
tar el  producto  obtenido  en  la  fábrica  de  San  An- 
drés de  Palomar  por  su  hermosa  cristalización  y 
blancura;  —  los  acetatos  de  alumina,  de  cal,  de 
hierro ,  de  potasa ,  de  sosa  y  algunos  otros  de  uso 
en  la  medicina  se  preparan  ventajosamente  en  los 
laboratorios  farmacéuticos,  siendo  reducidísimo 
el  número  que  pedimos  al  extranjero. 

Acetato  «le  alúmina,  Acetato  alti- 
mínico.  Esta  sal  se  obtiene  directamente  com- 
binando la  alúmina  hidratada ,  recientemente 
precipitada  del  alumbre,  con  el  ácido  acético. 
Tiene  una  reacción  acida  y  un  sabor  muy  estíp- 
tico y  muy  astringente,  nunca  puede  obtenerse 
cristalizada,  siempre  es  delicuescente ,  muy  solu- 
ble en  el  agua;  un  calor  poco  elevado  la  descom- 
pone ,  volatiliza  el  ácido  acético,  y  deja  el  óxido 
de  aluminio  en  forma  de  una  masa  blanca  pulve- 
rulenta. 

Esta  sal  es  de  un  inmenso  uso  en  las  operacio- 
nes de  la  tintura ,  en  la  fabricación  de  las  telas 
pintadas ,  etc.,  pero  en  ellas  no  se  emplea  un  ace- 
tato ya  formado.  A  dicho  objeto  sirve  el  alumbre 
mezclado  con  un  acetato  que  lo  descompone :  el 
ácido  acético  de  este  acetato  se  dirige  sobre  la 
alúmina,  una  de  las  bases  del  alumbre,  que  es 
una  sal  doble  ó  triple,  y  el  ácido  sulfúrico  del  alum- 
bre se  apodera  de  la  base  del  acetato  :  por  lo  co- 
mún se  echa  mano  del  acetato  de  plomo  para  es- 
ta descomposición  por  vía  doble,  y  se  obtiene  pues 
un  sulfato  de  plomo  que  se  precipita  en  estado  de 
completa  insolubilidad ,  y  queda  en  disolución  en 
el  líquido  el  acetato  de  alúmina. 

En  medicina  liase  empleado  el  acetato  de  alú- 
mina líquido  y  diluido  en  agua ,  como  astringen- 


AGE 

le ,  cu  el  cilio  de  gonorrea  crónica  y  hemopti- 
sis. 

Acetato  de  amoníaco,  Acetato 
amóulco.  Esta  sal  se  obtiene  en  los  laborato- 
rios de  farinacialsaturando  directamente  el  amo- 
niaco liquido  con  el  ácido  acético  débil,  llevando 
el  producto  líquido  que  resulta  a  una  densidad  tal 
que  señale  t¡P  en  el  areómetro  de  Baumé.  En  este 
estado  se  usa  en  medicina  con  el  nombre  de  Es- 
píritu de  Minderero,  y  se  presenta  bajo  el  aspec- 
to de  una  solución  neutra ,  incolora,  inodora,  de 
un  sabor  acre,  fresco  y  picante.  Expuesto  á  la  ac- 
ción del  calórico  en  una  retora  deja  desprender 
una  porción  de  amoníaco ,  y  se  trasforma  en  ace- 
tato acido  que  se  volatiliza  en  seguida  y  cristali- 
za en  largas  agujas. 

El  acetato  de  amoníaco  líquido  es  empleado  en 
medicina  como  diurético,  sudorífico,  expectoran- 
te, etc.,  etc.,  y  ha  sido  sustituido  con  ventaja  al 
amoníaco  puro  en  el  caso  de  embriaguez,  que,  se- 
gún el  Sr.  Masuger ,  disipa  en  algunos  minutos, 
administrado  á  la  dosis  de  25  á  30  gotas  en  un 
vaso  de  agua  azucarada. 

Acetato  de  antimonio.  Sal  soluble, 
cristalizable,  poco  conocida,  que  se  preparaba 
con  el  vidrio  de  antimonio  y  el  vinagre  destilado, 
y  que  Ángel  Sala  y  algunos  otros  médicos  han 
recomendado  como  emético. 

Acetato  de  barita,  Acetato  barí- 
tico.  Sal  obtenida  descomponiendo  el  sulfuro 
de  barita  por  el  ácido  acético,  ó  neutralizando 
conácido  acético  el  carbonato  de  barita.  Crista- 
liza en  prismas  oblicuos  de  ocho  lados  con  base 
romboidal,  irregulares,  y  muy  blancos;  es  mas 
soluble  en  el  agua  fría  que  en  el  agua  caliente,  y 
algo  soluble  en  el  alcohol. — Empléase  como  reac- 
tivo y  para  obtener  otros  acetatos ;  pero  poco  usa- 
do en  medicina. 

Acetato  de  cal,  Acetato  calcico.  Se 
obtiene  tratando  el  carbonato  de  cal  (mármol) 

fior  el  ácido  acético  hasta  neutralización.  Crista- 
iza  en  agujas  sedosas  ó  en  prismas;  es  de  sabor 
acre  salado;  se  funde  en  su  agua  de  cristaliza- 
ción á  100°,  y  calentado  hasta  I071/,  centígrados 
despide  una  luz  fosfórica  muy  fuerte  por  la  frota- 
ción en  la  oscuridad;  es  muy  soluble  en  el  agua. 
— En  medicina  se  usa  esta  sal  como  fundente  y 
excitante  á  la  dosis  de  l  á  3  escrúpulos.  Em- 
pléase en  la  preparación  del  ácido  acético  puro 
y  para  obtener  otros  acetatos. 

Acetato  de  cinconina.  Producto  quími- 
co compuesto  de  ácido  acético  y  cinconina.  Esta 
sal  cristaliza  en  pequeñas  lentejuelas  nacaradas, 
que  el  agua  traslorma  en  acetato  ácido  y  en  suli- 
acelato. — Se  usa  á  veces  en  medicina  como  fe- 
brífugo. 

Acetato  de  cobalto.  Se  obtiene  disol- 
viendo en  el  ácido  acético  concentrado  el  óxido 
ó  el  carbonato  de  cobalto,  y  se  guarda  la  disolu- 
ción roja  que  resulla. — Esta  sal  sirve  de  tinta  sim- 
pática mezclada  con  sal  común;  los  caracteres 
con  ella  escritos  son  invisibles,  y  por  medio  del 
calor  aparecen  de  color  azul. 

Acetato  de  cobre  neutro.  Acetato 


ACIÍ  53 

rohrlco,  Cardenillo  cristalizado, 
Cristales  de  Venus,  J>e  uto-acetato 
de  cobre  neutro ,  Verdete  cristali- 
zado. Sal  obtenida  disolviendo  ,  por  el  calor, 
una  parte  de  cardenillo  en  dos  partes  de  vinagre 
destilado.  Cristaliza  en  prismas  romboidales  de 
verde  azulado,  ligeramente  eflorescentes  al  aire 
seco;  su  sabor  es  áspero  y  desagradable;  es  ente- 
ramente soluble  en  cinco  veces  su  peso  de  agua 
hirviendo,  que  colora  en  azul  verdoso.  —  Sirve 
principalmente  para  preparar  el  vinagre  radical, 
y  en  medicina  se  emplea  á  veces  en  los  mismos 
casos  que  el  sulfato  de  cobre.  Es  un  veneno  ac- 
tivo. 

Acetato  ( sub  )  de  cobre ,  Aceta- 
to bicúbrico,  Cardenillo,  Sub-deu- 
to-acetato  de  cobre ,  Verdete.  Es- 
ta sal  se  obtiene  ,  en  los  laboratorios  de  produc- 
tos químicos ,  por  medio  del  orujo  que  ha  sufrido 
la  fermentación  acida  y  láminas  de  cobre.  El  car- 
denillo se  presenta  en  masa  amorfa,  friable,  micá- 
cea en  su  interior,  de  color  azul-claro,  ó  verde 
mas  ó  menos  azulado ;  bajo  el  primer  aspecto  la 
sal  parece  ser  un  acetato  de  cobre  ses-quibásico, 
y  el  segundo,  que  es  el  mas  común  en  el  comercio, 
es  un  acetato  bi-básico.  Puesto  en  contacto  con 
el  agua  fria,  se  descompone  y  se  trasforma  en 
acetato  neutro ,  que  se  disuelve,  y  en  acetato  tri- 
básico insoluble ,  que  se  separa  en  el  fondo  del 
líquido  en  vedijas  de  azul  celeste  pálido.  Esta  ac- 
ción del  agua  permite  pues  distinguir  esta  sal  de 
la  primera.  —  Los  usos  del  cardenillo  en  la  pintu- 
ra ,  en  ciertos  tintes  y  en  la  fabricación  de  som- 
breros son  bien  conocidos :  en  medicina ,  se  em- 
plea como  escarótico,  y  entra  en  varias  compo- 
siciones. Es  un  veneno  violento. 

Además  se  conoce  el  Acetato  de  cobre  y  de 
amoníaco,  ó  Acetato  de  cobre  amomacal,  sal 
obtenida  de  la  solución  amoniacal  del  acetato  de 
cobre,  evaporada  á  un  suave  calor,  que  hace 
parle  de  diversos  colirios  resolutivos,  y  también 
de  la  Tintura  azul,  empleada  para  el  mismo 
uso;  es  azul,. cristalino,  muy  delicuescente. — El 
Acetato  pot  asado  de  cobre  se  obtiene  evaporando 
hasta  sequedad  la  mezcla  de  una  solución  acuosa 
de  tres  partes  de  crémor  tártaro  y  una  parte  de 
acetato  de  cobre.  Este  compuesto  verdoso  se  tras- 
forma  al  aire  en  un  licor  verde,  de  un  sabor  aero 
y  cáustico,  que  Chaussier  llamaba  Solución  de  acé- 
talo potasado  de  cobre,  y  que  se  empleaba  para 
los  mismos  usos  que  el  precedente. 

Acetato  de  estroneiana.  Obtenido 
descomponiendo  el  sulfato  de  estroneiana  por  el 
ácido  acético.  Es  susceptible  de  cristalizar,  de  sa- 
bor acre  y  picante;  es  soluble  en  el  agua  \  eflo- 
reciente al  aire.  —  Se  emplea  como  reactivo. 

Acetato  de  hierro.  El  ácido  acético  dé- 
bil disuelve  el  hierro  con  desprendimiento  de  hi- 
drógeno,  y  se  trasforma  en  Pkoto-acetato  de 
bierro  ó  Acetato  ferroso  soluble.  Esta  sal  es 
verdosa,  susceptible  de  cristalizar  en  pequeños 
prismas;  su  sabor  es  estíptico ;  su  solución,  ex- 
puesta al  aire,  se  convierte  en  per-acetato  de  hier- 
ro ácido  y  en  sub-per-acetato ,  que  se  precipita  en 


54  ACE 

polvo  rojo  amarillento. — Tratando  el  hidrato  de 
peróxido  de  hierro  con  ácido  acético  concentra- 
do ,  se  forma  Per-acetato  de  hierro  ó  Acetato 
férrico.  Esta  sal  es  de  un  moreno  rojizo ,  incris- 
talizable ,  delicuescente ,  muy  descomponible,  y 
por  eso  es  indispensable  conservarla  en  frascos 
cerrados  herméticamente.  Este  es  el  que  se  usa 
en  medicina  y  en  las  artes. 

El  acetato  férrico  se  prepara  muy  sencillamen- 
te haciendo  digerir ,  durante  uno  ó  dos  meses, 
vinagre  de  leña  ó  ácido  piro-leñoso  destilado 
en  recortaduras  de  palastro  ó  de  hierro  vieio.  El 
hierro  se  oxida  á  expensas  del  agua ,  y  el  óxi- 
do en  seguida  neutraliza  el  ácido ;  de  lo  que  re- 
sulta un  líquido  moreno  subido,  incristalizable,  de 
un  olor  particular ,  que  tiene  en  disolución  una 
mezcla  de  acetatos  de  protóxido  y  peróxido  de  hier- 
ro. Se  le  llama  Piroleñito  de  hierro  ó  licor  de 
hierro  viejo.  El  piroleñito  de  hierro  del  comercio 
debe  marcar  1 4  á  1 6o,  y  no  contener  sulfato  de 
hierro.  Esta  sal  así  preparada,  que  recibíamos 
del  extranjero ,  al  presente  se  fabrica  ya  en  Ca- 
taluña en  la  Villa  de  Gracia,  en  Sans  y  en  Vila- 
drau.  En  los  primeros  tiempos  de  la  fabricación 
de  las  telas  pintadas  en  Europa,  se  preparaba  el 
acetato  de  hierro ,  según  Shaw ,  disolviendo  el 
metal  en  cerbeza  débil  aireada.  El  piroleñito  de 
hierro  es  de  un  uso  general  en  las  fábricas  de  in- 
dianas para  dar  á  las  estofas  colores  amarillos 
mas  ó  menos  subidos  y  servir  de  mordiente  negro. 

En  medicina ,  el  acetato  de  hierro  ha  sido  em- 
pleado en  diversos  estados :  blando ,  llevaba  el 
nombre  de  Extracto  de  Marte ;  líquido,  era  el 
Extracto  de  Marte  acético,  el  Vinagre  marcial, 
el  Vinagre  de  los  Capuchinos;  entraba  en  diversas 
tinturas  y  con  él  se  formaban  diferentes  composi- 
ciones, que  se  empleaban  en  la  clorosis,  las  obs- 
trucciones délas  entrañas,  etc.,  pero  hoy  dia  casi 
no  es  usado  sino  en  las  fábricas  de  pintados. 

Acetato  de  manganeso  ,  Acetato 
manganoso.  En  las  fábricas  se  prepara  des- 
componiendo el  sulfato  manganoso  por  el  acetato 
de  cal.  Es  incolor ,  cristaliza  en  prismas  oblicuos 
cuya  base  es  un  rombo;  es  inalterable  al  aire,  muy 
soluble  en  el  agua  y  en  el  alcohol.  Empleado  co- 
mo mordiente  para  producir  los  tintes  rojo-more- 
nos. Dícese  que  ha  sido  empleado  en  gargarismo 
contra  las  altas,  á  la  dosis  de  1  escrúpulo  en  3 
onzas  de  agua. 

Acetato  de  mercurio.  Precipitando  una 
solución  acidulada  de  proto-nitrato  de  mercurio 
por  un  exceso  de  acetato  de  potasa ,  de  sosa  ó  de 
cal ,  se  obtiene  el  Proto-acetato  de  mercurio, 
Acetato  mercurioso,  llamado  antiguamente  Mer- 
curio acetoso,  Sal  acetosa  mercurial,  Tierra  fo- 
liada mercurial.  Se  presenta  en  láminas  blancas, 
micáceas,  flexibles,  suaves  al  tacto  y  que  se 
ennegrecen  al  contacto  de  la  luz ;  de  un  sabor 
estíptico ,  muy  poco  soluble  en  el  agua  fria ,  y  se 
disuelve  en  corta  cantidad  en  el  agua  caliente,  y 
cristaliza  por  enfriamiento  en  pequeñas  escamas 
blancas  trasparentes;  esinsoluble  en  el  alcohol. 
En  medicina,  se  usa  como  antisifilítico,  ala  dosis 
de  t  á  2  granos ,  y  entra  en  varias  composiciones 


ACE. 

farmacéuticas.  Es  casi  el  único  empleado.  —  Di- 
solviendo en  caliente  el  deutóxido  de  mercurio  en 
polvo  en  vinagre  destilado,  filtrando  el  líquido 
hirviendo ,  y  dejándolo  enfriar ,  se  obtiene  el  Deu- 

TO-ACETATO    DE    MERCURIO,    ACETATO    MERCÚRICO. 

Se  presenta  en  tablas  cuadriláteras ,  blancas  na- 
caradas ,  semitrasparentes ;  expuesto  al  aire  li- 
bre pierde  una  parte  de  su  ácido ,  se  pone  ama- 
rillo trasformándose  en  sal  básica;  es  muy  so- 
luble en  el  agua,  que  disuelve  el  cuarto  de  su 
peso  á  la  temperatura  ordinaria.  Es  poco  usado 
en  medicina. 

El  preparado  conocido  antiguamente  bajo  los 
nombres  de  Legarto  verde  y  de  Precipitado  verde, 
parece  ser  una  mezcla  de  acetato  de  mercurio  y 
de  nitrato  de  cobre.  Empleábase  contra  la  go- 
norrea virulenta,  á  la  dosis  de  2  á  8  granos,  y 
también  al  exterior  para  deterger  las  úlceras.  Este 
medicamento ,  poco  seguro ,  obraba  muy  á  me- 
nudo, se  dice,  como  emeto-catártico. 

Acetato  de  morfina,  Acetato 
mórfico,  Berz.  Obtenido  saturando  el  ácido 
acético  débil  por  morfina  pura,  y  evaporando  la 
disolución  hasta  sequedad.  Preséntase  en  masa 
blanca ,  amorfa ,  granosa  y  pulverulenta ,  de  un 
sabor  amargo  desagradable;  por  una  evaporación 
expontánea  en  una  estufa ,  esta  sal  puede  obte- 
nerse cristalizada  en  agujas  que  se  reúnen  en  ha- 
cecillos. Bajo  el  primer  estado  es  como  se  en- 
cuentra en  las  boticas  para  uso  de  la  medicina. 
El  acetato  de  morfina  es  soluble  en  el  agua  y  en 
el  alcohol ;  pero  cuando  ha  sido  evaporado  hasta 
sequedad  o  ha  estado  expuesto  al  aire  largo  tiem- 
po, ha  perdido  una  parte  de  su  ácido,  y  no  se 
redisuelve  entonces  totalmente  en  el  agua  sino 
añadiendo  algunas  gotas  de  ácido  al  líquido. — Em- 
pleado como  calmante  y  narcótico  hasta  la  dosis 
de  dos  granos  al  dia. 

Acetato  de  plata.  Esta  sal  puede  obte- 
nerse directamente  con  el  ácido  acético  y  el  óxi- 
do de  plata,  ó  por  doble  descomposición  del  nitra- 
to de  plata  por  el  acetato  de  potasa.  Cristaliza  en 
agujas  flexibles  y  nacaradas,  de  sabor  metálico 
muy  acre,  poco  soluble  en  agua.  —  Se  emplea 
como  reactivo ,  para  reconocer  el  ácido  hidro- 
clórico  en  los  acetatos  y  en  el  ácido  acético,  en 
el  vinagre,  etc. 

Acetato  de  plomo.  Disolviendo  en  ca- 
liente litargirio  en  polvo  en  vinagre  destilado  ó 
en  vinagre  de  leña  purificado  hasta  saturación, 
evaporando  el  producto  y  haciendo  cristalizar, 
se  obtiene  en  grande  cantidad  para  los  usos  de 
las  artes ,  el  Proto-acetato  de  plomo  r  Acetato 
plómrico  ,  conocido  en  el  comercio  con  los'nom- 
bres  de  Azúcar  de  plomo,  Azúcar  de  Saturno,  Sal 
de  Saturno.  Así  obtenido,  se  presenta  en  cristales 
blancos,  que  son  pequeñas  agujas  en  forma  de 
prismas  tetraedros  complanados ,  terminados  por 
puntas  diedras ;  el  sabor  es  primero  azucarado 
y  luego  astringente ;  expuesto  al  aire,  se  eflorece, 
se  pone  opaco  y  pulverulento  en  su  superficie ;  á 
la  temperatura  ordinaria,  se  disuelve  en  tres  par- 
tes de  agua ,  y  el  agua  hirviendo  disuelve  mas; 
se  disuelve  también  en  el  alcohol.  Este  acetato  es 


ACE 

empleado  en  los  laboratorios  como  reactivo  para 
reconocer  el  ácido  hidro-sulfúrico ,  siendo  muy 
útil  a  los  químicos,  sobre  todo  para  el  raimen  do 
los  principios  inmediatos,  cuya  mayor  parte  pre- 
cipita de  sus  disoluciones  en  Vedijas  abundantes, 
talo-  son  la  goma,  las  materias  colorantes,  el  ta- 
nino,  las  materias  extractivas ,  que  dan  con  osta 
sal  precipitados  que  consisten  en  una  combinación 
de  la  materia  orgánica  empleada  y  protóxido  de 
plomo ;  es  también  de  un  grande  uso  en  las  artes, 
singularmente  en  las  fabricas  de  telas  pintadas 
para  la  preparación  del  acetato  de  alúmina. — ha 
sido  propuesto  para  hacer  las  mechas  de  artille- 
ría y  tle  fuegos  artificiales, — hase  indicado  como 
descolorante,  pero  este  uso  no  debe  admitirse,  por 
cuanto  el  Sr.  Boudet  ha  probado  la  existencia  del 
plomo,  en  grande  cantidad,  en  jarabes  de  miel  y 
aguardientes  asi  clarificados;  en  medicina  se  usa 
rarísimas  veces  al  interior,  pero  al  exterior  es  de 
un  uso  común  como  astringente  y  resolutivo,  apli- 
cado de  diferentes  maneras. — Antiguamente  satu- 
rando el  vinagre  con  litargirio  en  polvo  y  concen- 
trando la  disolución ,  se  obtenía  el  Sub-acetato 
ue  plomo  ,  Acetato  triplómbico  ,  Acetato  he 
plomo  líquido,  designado  con  los  nombres  de  Ex- 
tracto de  Saturno  de  Goulard,  Yinagre  de  Satur- 
no, que  se  presentaba  bajo  el  aspecto  de  un  liqui- 
do jaraboso,  colorado  de  amarillo  moreno  por  la 
materia  extractiva  del  vinagre.  Hoy  dia  se  pre- 
para haciendo  digerir  una  solución  de  acetato 
neutro  de  (lomo  con  litargirio  en  polvo  privado 
de  ácido  carbónico,  y  evaporando  el  Uquido  hasta 
que  señale  30°  en  el  "areómetro  de  Baumé.  Podria 
obtenérsele  en  masa  cristalina  anhidra,  pero  por 
lo  común  se  encuentra  en  forma  de  un  liquido  in- 
color,  denso  y  jaraboso ,  de  un  sabor  azucarado 
v  muy  astringente ;  enverdece  el  jarabe  de  vio- 
letas y  vuelve  al  azul  el  papel  de  tornasol  enro- 
jecido; el  agua  lo  disuelve,  pero  es  insoluble  en 
el  alcohol ;  su  solución  se  enturbia  al  aire  por  el 
ácido  carbónico  que  precipita  de  ella  poco  a  poco 
una  parte  del  protóxido  de  plomo;  el  agua  común 
lo  vuelve  inmediatamente  lechoso  en  razón  de  los 
sulfatos  y  carbonates  que  contiene  y  que  le  des- 
componen. Los  usos  de  esta  sal  en  "medicina  son 
tan  conocidos,  que  puede  llamársele  un  medica- 
mento del  todo  popular ;  en  solución  en  el  agua, 
es  empleado  como  reactivo  en  las  mismas  cir- 
cunstancias que  la  solución  de  acetato  neutro. 

Se  designa  en  el  comercio ,  bajo  el  nombre  de 
Piroleñito  de  plomo,  un  acetato  de  plomo  que  se 
prepara  con  el  ácido  piroleñoso  bruto  ó  destilado, 
y  que  contiene  mas  o  menos  brea  según  el  ácido 
que  se  ha  empleado.  A  veces  se  presenta  en  ma- 
sas compactas ,  de  un  amarillo  moreno  ,  de  con- 
sistencia blanda,  con  un  fuerte  olor  empireumáti- 
co ;  otras  veces  está  en  pequeñas  masas  forma- 
das de  agujas ,  de  un  blanco  gris,  secas  y  menos 
olorosas.  Éste  último  es  casi  puro ,  y  es  el  á  que 
debe  darse  la  preferencia.  El  piroleñito  de  plomo 
puede  reemplazar  la  sal  de  Saturno  en  casi  todos 
los  usos,  y  en  particular  para  la  preparación  del 
mordiente  de  rojo  para  las  indianas. 
Acetato  «le  potasa,  Acetato  pota- 


ACI  55 

slco.  Sal  que  los  antiguos  químicos  y  médicos 
designaban  con  el  nombre  de  Tierra  foliada  de 
tártaro,  Tierra  foliada  vegetal,  en  razón  de  su 
aspecto  hojeado.  Se  obtiene  saturando  una  solu- 
ción de  carbonato  de  potasa  por  el  ácido  acético 
á  tres  grados,  ó  por  el  vinagre  destilado ,  y  eva- 
porando hasta  sequedad  el  producto.  El  acetato 
preparado  con  el  vinagre  destilado  es  siempre 
colorado ,  y  se  le  purifica  por  fusión  y  disolución, 
y  filtrando  la  solución  al  trav  es  de  una  capa  de 
carbón  animal.  Esta  sal ,  aunque  difícil  de  cris- 
t a  liza  r ,  se  presenta  en  cristales  laminosos  ó  pe- 
queñas hojas ,  blancas ,  muy  ligeras ,  de  sabor 
muy  picante  acre ,  desagradable ;  es  de  tal  mo- 
do delicuescente  que  se  cubre  en  pocos  minutos, 
expuesta  al  aire,  de  gotecitas  de  agua  que  la  di- 
suelven :  el  alcohol  la  disuelve  con  la  mayor  fa- 
cilidad ;  casi  todos  los  ácidos  la  descomponen. 
Debe  conservarse  en  frascos  bien  cerrados  al  abri- 
go del  aire. 

El  acetato  de  potasa  se  ha  usado  mucho  en  me- 
dicina como  fundente  y  aperitivo ,  etc. ,  pero  hoy 
dia  se  emplea  muy  poco.  Su  grande  afinidad  por 
el  agua  permite  emplearlo  en  química,  en  ciertos 
casos,  para  secar  algunos  gases  ó  absorver  el 
agua  de  ciertos  líquidos  que  no  tienen  sobre  él 
acción  para  descomponerle. 

Acetato  de  quinina*  Combinación  del 
ácido  acético  con  la  quinina.  Sal  en  forma  de 
agujas  sedosas  y  nacaradas,  ligeramente  ácido, 
poco  soluble  en  el  agua  hirv  iendo.  Se  emplea  en 
medicina  contra  las  calenturas  intermitentes  has- 
ta la  dosis  de  20  granos. 

Acetato  de  sosa  •  Acetato  sódico, 
Tierra  foliada  mineral  de  los  antiguos.  Para 
los  usos  médicos,  se  prepara  por  medio  del  áci- 
co  acético  ó  el  vinagre  destilado  y  el  carbonato 
de  sosa ;  pero  en  las  fábricas  de  productos  quí- 
micos se  obtiene  en  grande  sirviéndose  del  vina- 
gre de  leña  ó  ácido  piroleñoso,  empleando  varios 
procederes.  Esta  sal  es  blanca,  cristalizada  en  lar- 
gos prismas  estriados ,  de  sabor  picante  y  amar 
go;  soluble  en  3  partes  de  agua  fría,  en  su  peso 
de  agua  hirviendo,  y  en  apartes  de  alcohol;  es 
ellorescente. 

Este  acetato  es  poco  usado  en  medicina,  con 
todo  hase  empleado  como  diurético  y  fundente 
hasta  la  dosis  de  dos  dracmas.  En  las  artes  es  el 
objeto  de  una  gran  fabricación  para  obtener  el 
ácido  acético  puro. 

Acetato  de  zinc .  Acetato  zíncico. 
Obtenido  tratando  directamente  con  el  ácido  acé- 
tico el  hidro-carbonato  de  zinc.  Es  blanco,  amar- 
go y  estíptico,  cristaliza  en  láminas  hexagonales, 
muj.  soluble  en  el  agua  fría  y  mas  soluble  en  el  agua 
caliente.  Usado  en  medicina,  al  exterior,  como 
astringente  en  inyecciones  en  la  blenorrea,  etc. 

ACÍBAR.  Zumo  espesado  de  diferentes  es- 
pecies del  género  Aloe ,  plantas  que  crecen  en 
África  ,  en  las  cercanías  del  Cabo  de  Buena  Es- 
peranza ,  que  se  cultiv  an  en  Berbería ,  etc.  (Alié- 
nese por  fa  incisión  de  las  hojas ,  ó  por  la  eva- 
poración del  agua  en  que  se  las  ha  hecho  infun- 
dir. 


56  ACI 

Conócense  en  el  comercio  varias  especies  de 
acíbar ,  cuyos  caracteres  vamos  á  describir. 

Acíbar  sucotrino  verdadero.  Esta  droga,  hoy 
dia  muy  rara ,  aun  en  Inglaterra ,  este  vasto  mer- 
cado de  los  productos  de  la  India,  se  supone  ve- 
nir de  la  isla  de  Soccotora ,  y  se  recibe  en  Europa 
Eor  la  vía  de  Esmirna  y  de  Malta,  en  cajas  y  en 
arriles;  el  acíbar  del  Cabo  llega  tambien'con 
igual  embalaje.  La  mayor  parte  del  que  se  vende 
hoy  dia  como  acíbar  sucotrino  nos  viene  de  Bom- 
bay, pero  este  es  el  verdadero  Acíbar  hepático, 
cuyo  nombre  se  le  da,  porque  su  color  es  pare- 
cido al  del  hígado  de  los  animales. 

El  verdadero  extracto  de  acíbar  sucotrino  tiene 
un  olor  aromático  particular ;  su  sabor  es  de  un 
amargor  muy  intenso  y  duradero ;  se  presenta  en 
pedazos  de  color  moreno-rojizo  subido,  lustroso 
como  si  hubiese  sido  barnizado ;  su  fractura  ofre- 
ce un  aspecto  liso  y  vidrioso;  los  bordes  de  los 
pedazos  y  los  pequeños  fragmentos  son  rojizos, 
ó  de  color  de  oro ,  y  semitrasparentes;  se  reblan- 
dece con  los  dedos  y  se  pone  pegajoso ,  pero  esto 
no  impide  que  cuando  el  tiempo  es  frió ,  perma- 
nezca pulverulento;  el  polvo  que  de  él  se  hace  es 
de  un  amarillo  de  oro  brillante. 

El  Acíbar  de  Bombay  es  algo  mas  deslucido 
y  mas  moreno  que  el  sucotrino ,  pero  en  todo  lo 
demás  sus  caracteres  son  á  corta  diferencia  los 
mismos.  A  veces  se  halla  mezclado  con  acíbar 
de  la  India.  El  acíbar  de  Bombay  llega  en  barriles 
que  contienen  desde  200  hasta  800  libras;  no  es 
raro  recibirlo  en  cueros. 

El  A  cíbar  del  Cabo  de  Buena  Esperanza  tiene 
un  olor  mas  fuerte  y  mas  desagradable  que  el 
sucotrino  y  el  hepático ,  pero  el  sabor  es  á  £orta 
diferencia  el  mismo ;  al  exterior  los  pedazos  son 
mas  desmenuzables ,  menos  amarillos  y  menos 
lustrosos;  al  interior  es  blando  y  flexible;  el  co- 
lor del  polvo  de  todos  estos  acíbares  es  de  un 
hernioso  amarillo  que  tira  al  verde,  semejante  al 
de  la  goma  gota,  pero  menos  brillante.  El  acíbar 
del  Cabo  de  Buena  Esperanza  llega  á  Europa  en 
cajas  y  barriles. 

El  Acíbar  comun  de  las  boticas,  conocido  an- 
tes en  el  comercio  de  la  droguería  con  el  nombre 
de  Acíbar  de  las  Barbadas,  nos  llega  en  calaba- 
zas que  cada  una  de  ellas  contiene  de  60  á  70  li- 
bras. Con  frecuencia  se  ha  probado  hacerlo  pa- 
sar por  acíbar  hepático  ó  de  Bombay. 

El  olor  del  acíbar  de  las  Barbadas  es  mas  fuer- 
te ,  pero  menos  agradable  que  el  del  sucotrino,  y 
aun  que  el  de  los  de  Bombay  y  del  Cabo  de  Buena 
Esperanza;  tiene  cierta  analogía  con  el  efluvio  del 
sobaco  humano ;  el  amargor  es  intenso  y  nau- 
seabundo ,  en  vez  de  ser  aromático ;  los  pedazos 
son  de  un  color  moreno  y  empañado ,  menos  lus- 
trosos, menos  lisos  en  su  fractura,  y  se  rompen 
fácilmente;  los  bordes  no  son  tampoco  tan  agu- 
dos ni  tan  trasparentes ,  siempre  son  algo  romos 
y  de  un  tinte  amarillento  oscuro ;  se  reblandece 
entre  los  dedos  y  se  pone  pegajoso ;  el  color  del 
polvo  es  de  un  amarillo-aceituna  empañado. 

Hay  aun  otra  especie  de  acíbar  llamado  A  cíbar 
fétido  ó  caballino,  cuya  última  denominación  ha 


ACI 

recibido  del  gran  uso  que  de  él  se  hace  en  la  me- 
dicina veterinaria,  que  por  su  olor  repugnante  y 
nauseabundo  no  puede  confundirse  con  las  demás 
especies  de  acíbar,  ni  aun  emplearlo  en  la  medici- 
na de  los  hombres.  Está  mezclado  con  todos  los 
sedimentos  que  en  él  se  posan ,  y  á  menudo  con 
cuerpos  extraños  que  se  le  añaden;  su  color  es 
negruzco,  con  manchas  ferruginosas ;  su  fractura 
presenta  arena,  carbón,  fibras  leñosas,  resina, 
etc. ;  es  mas  compacto,  mas  pesado ,  mas  arenoso 
que  ninguna  de  las  demás  calidades;  se  pulveriza 
difícilmente. 

También ,  en  estos  últimos  tiempos ,  hase  visto 
en  Inglaterra,  un  acíbar  traído  de  Moka,  muy 
semejante  al  del  Cabo  de  Buena  esperanza;  pero 
se  ha  observado  que  es  menos  purgante. 

Igualmente  se  distingue  el  Acíbar  lúcido ,  que 
se  dice  proceder  del  zumo  que  se  concreta  en  las 
hojas  mismas  de  los  Aloes  por  el  calor  del  sol,  que 
quizás  es  el  extracto  secado  al  sol.  Dícese  que 
hay  curiosos  que  lo  poseen ,  pero  en  el  comercio 
es  desconocido. 

Por  último ,  en  la  elección  de  los  acíbares  se 
preferirán  los  mas  puros ,  los  mas  ligeros  y  los 
mas  aromáticos ,  sin  curarse  del  nombre  de  su 
especie  ó  del  pais  que  los  produce. 

Bespecto  á  la  composición  del  acíbar ,  debemos 
decir  que  \  00  partes  de  acíbar  sucotrino  el  mas 
puro  están  compuestas  de  68  partes  de  un  prin- 
cipio amargo,  jabonoso,  soluble  en  elaguayenel 
alcohol,  y  no  en  el  éter ;  dé  32  partes  de  resina, 
y  de  un  vestigio  de  ácido  agállico ;  da  en  la  des- 
tilación un  aceite  volátil,  y  se  resinifica  por  el 
cloro.  El  acíbar  comun  hepático  está  compuesto 
de  50  partes  de  extractivo ,  de  42  de  resina ,  y  de 
6  de  materia  insoluble,  designada  por  Tromms- 
dorff  con  el  nombre  de  Albúmina  vegetal  coagu- 
lada. Esta  especie,  no  disolviéndose  por  entero  en 
el  agua  ó  en  el  alcohol,  suministra  un  medio  quí- 
mico de  distinguirla  de  la  primera ;  tampoco  da 
aceite  volátil  en  la  destilación.  En  fin,  el  acíbar 
mas  impuro ,  el  caballino ,  contiene  aun  mas 
partes  insolubles  en  el  agua,  y  una  cantidad  mas 
fuerte  de  resina. 

De  estos  análises  resulta'que  el  acíbar  es  una 
especie  de  goma  resina  particular,  puesto  que  los 
dos  principios  que  lo  componen  se  disuelven  en 
el  agua  hirviendo  y  el  alcohol;  según  el  Sr.  Bra- 
connot ,  esta  sustancia  seria  un  principio  sni  ge- 
neris,  que  él  propone  llamar  resxno-amargo.  Pe- 
ro la  opinión  de  Trommsdorff  parece  haber  pre- 
valecido ,  y  el  acíbar  es  considerado  como  com- 
puesto de  dos  principios  distintos ,  un  extractivo 
jabonoso  y  una  resina.  El  olor ,  el  sabor  y  las 
propiedades  del  acíbar  residen  sobre  todo  en  el 
extracto ;  la  parte  resinosa  no  ha  sido  ensayada 
por  separado,  y  es  mirada  como  menos  activa.  Hase 
observado  que  la  ebullición  alteraba  la  parle  ex- 
tractiva del  acíbar ,  que  una  porción  se  hacia  in- 
soluble en  el  agua ,  lo  que  le  constituye  entonces 
menos  purgante ,  y  explica  porque  el  acíbar  pu- 
rificado de  las  boticas  purga  menos  que  el  natu- 
ral, y  porque  también  el  caballino,  debido  á  lar- 
gas ebulliciones ,  y  en  el  que  se  hallan  los  posos, 


ACI 

es  lan  malo  para  el  uso ,  además  que  se  puede 
encontrar  en  él  cobre  de  las  calderas  en  las  cua- 
les se  prepara. 

Aunque  todas  las  especies  de  acíbar  descritas 
difieran  entre  sí  por  las  propiedades  físicas  y 
sensibles ,  coinciden  en  su  acción  médica.  Hánsé 
hecho  muchas  objeciones  á  su  uso  como  purgan- 
te; pero  el  doctor  Denmann  ha  justamente  ol)- 
MMwuloque  el  acíbar  es  de  un  uso  general  en 
Inglaterra  en  las  clases  bajas  del  pueblo,  porque 
es  un  remedio  barato ,  y  porque  puede  ser  cómo- 
damente administrado  en  forma  de  pildoras,  sin 
que  de  él  se  hayan  visto  nunca  resultar  muy  gra- 
H's  inconvenientes.  Los  cerbeceros,  en  Inglater- 
ra, lo  sustituyen  con  bastante  frecuencia  al  hom- 
brecillo ,  para  reemplazar  una  pequeña  parte  de 
éste  que  es  menester  en  la  fabricación  del  Porter. 
En  las  artes,  salvo  la  preparación  de  ciertos  bar- 
nices á  los  que  comunica  un  hermoso  color  ama- 
rillo ,  y  el  uso  que  de  él  se  hace  para  imitar  el 
dorado  sobre  el  bricho ,  casi  no  conocemos  uso 
en  el  acíbar;  pero  en  medicina,  sobre  todo  en 
veterinaria,  se  consume  en  gran  cantidad.  El  Sr. 
Doullav  ha  propuesto  poner  acíbar  en  la  pasta  de 
papel  de  herbario  para  alejar  los  insectos,  lo  que, 
si  se  consiguiese ,  seria  un  resultado  precioso  pa- 
r  a  los  botánicos. 

ACIDO.  Los  ácidos  son  cuerpos  compues- 
tos, por  lo  común  de  un  sabor  agrio ,  que  enro- 
jecen  los  colores  azules  vegetales,  susceptibles 
do  formar  con  las  bases  salilicables  cuerpos  mas 
complexos  dotados  de  propiedades  nuevas ,  y  á 
las  cuales  se  llama  Sales.  Háseles  distinguido  en 
fuertes  y  en  débiles,  según  su  grado  propio  de 
acidez  ;  en  naturales  y  artificiales ,  s°gun  que 
existan  del  todo  formados  en  la  naturaleza  (la 
mayor  parte  de  los  ácidos) ;  ó  al  contrario  que 
5ean  el  producto  del  arte  ( ácido  pirotartárico, 
alcanfórico,  etc. );  en  orgánicos  é inorgánicos,  ve- 
g( tales',  animales  y  minerales,  según  su  origen  ; 
en  hidrácidos ,  oxácidos ,  aceitosos,  etc,  según 
su  naturaleza. 

I.  Ácidos  inorgánicos  ó  minerales.  El  oxíge- 
no ha  sido  por  mucho  tiempo  mirado  como  el  úni- 
co cuerpo  susceptible  de  trasformar  los  cuerpos 
simples  en  ácidos ;  pero  sábese  hoy  día  que  el 
hidrógeno ,  el  cloro ,  etc. ,  gozan  de  la  misma  pro- 
piedad. De  ahí  la  nueva  distinción  de  los  ácidos 
en  oxigenados  ú  oxácidos ,  hidrogenados  ó  hidrá- 
cidos ,  etc. 

Oxácidos  inorgánicos.  Son  muy  numerosos, 
mas  ó  menos  activos ,  y  la  mayor  parte  usados  en 
la  medicina  y  en  las  artes:  tales  son  los  peídos 
bórico ,  fosfórico,  nítrico,  sulfúrico,  etc. 

Hidrácidos  inorgánicos.  Entre  estos  se  cuen- 
tan, por  sus  usos,  los  ácidos  hidroclórico ,  hi- 
driódico ,  hidrosulfúrico ,  etc. 

La  mayor  parte  de  los  ácidos  minerales  son 
bmarios,  es  decir,  formados  solamente  de  dos 
cuerpos,  el  cuerpo  acidificante  y  el  cuerpo  aci- 
riilicable :  de  entre  ellos,  se  llaman  Ácidos  metá- 
licos aquellos  que  tienen  por  base  un  metal ,  por 
ejein  pío  los  ácidos  arsénico  y  arsenioso. 

Los  ácidos  minerales  son  por  si  mismos  ó  qa- 
8 


AGÍ  M 

seosos,  ó  Uquidos,  ó  sólidos,  estados  que  no  nece- 
sitan de  explicación;  se  les  llama  secos  ó  anhi- 
dros ,  cuando  no  contienen  agua,  y  se  hallan  en 
este  caso  el  ácido  bórico  sublimado ,  el  ácido  ni- 
troso, aunque  líquido.  La  mayor  parte  de  los  de- 
más ácidos  minerales  pueden  ser  considerados 
como  en  el  estado  de  hidratos ,  es  decir  que  cier- 
ta cantidad  de  agua  hace  parte  esencial  de  su  com- 
posición. Se  dicen  concentrados,  cuando,  disueltos 
ó  naturalmente  líquidos,  no  contienen  ó  contienen 
poca  agua ;  dilatados  ó  diluidos ,  cuando  con- 
tienen mucha. 

Estas  diversas  denominaciones  se  apbcan  igual- 
mente á  los  ácidos  orgánicos. 

II.  Ácidos  orgánicos.  La  mayor  parte  existen 
formados  en  los  vegetales  ó  los  animales.  Son  ter- 
narios ó  cuaternarios ,  es  decir ,  compuestos  de 
tres  ó  de  cuatro  principios  que  constituyen  la  ba- 
se de  las  materias  orgánicas,  á  saber:  el  hidró- 
geno ,  el  oxígeno ,  el  carbono  y  el  ázoe.  Los  áci- 
dos ternarios ,  formados  en  general  por  los  tres 
primeros  principios ,  pertenecen  la  mayor  parte  á 
las  materias  vegetales ;  los  ácidos  cuaternarios  á 
las  materias  animales.  De  ahí  su  distinción  en 
Ácidos  animales}7  Ácidos  vegetales,  denominacio- 
nes equívocas ,  puesto  que  los  vegetales  y  los  ani- 
males contienen  también  ácidos  verdaderamente 
minerales;  que  además  ciertos  animales  encier- 
ran ácidos  ternarios ,  y  quizás  ciertos  vegetales 
ácidos  cuaternarios.  Por  lo  tanto  es  mejor  distin- 
guirlos según  su  composición  en  temarios  y  cua- 
ternarios, los  cuales,  como  los  ácidos  vegetales, 
pueden  ser  además  subdivididos  en  oxácidos  y 
en  hidrácidos. 

Ácidos  ternarios  orgánicos.  Pertenecen  á  los 
vegetales  como  á  los  animales. 

Los  Oxácidos  orgánicos  ternarios  son  ó  muy 
oxigenados ,  como  los  ácidos  acético ,  oxálico, 
cítrico ,  láctico ,  etc.,  que  son  al  propio  tiempo  los 
ácidos  vegetales  mas  enérgicos;  ó  son  poco  oxi- 
genados, tales  como  los  ácidos  margánco,  oléi- 
co ,  butírico ,  ambréico,  cebádico ,  conocidos  hoy 
dia  bajo  el  nombre  de  Ácidos  grasos  ó  aceitosos, 
en  razón  de  algunos  de  sus  caracteres  físicos. 

El  único  Hidrácido  orgánico  digno  de  notarse 
es  el  ácido  hidrociánico ,  que  pertenece  á  la  vez 
á  los  anímales  y  á  los  vegetales ,  y  es  también  el 
único  que  está  formado  de  hidrógeno,  de  carbono 
y  de  ázoe. 

Ácidos  cuaternarios  orgánicos.  Los  ácidos  cí- 
trico, caseico,  etc.,  incluidos  en  esta  clase,  son 
todos  de  origen  animal. 

En  general,  nada  mas  nos  es  permitido  decir 
respecto  á los  ácidos :  la  indicacian  délos  medios 
empleados  para  obtenerlos ,  sus  caracteres  espe- 
ciales ,  sus  propiedades  médicas  y  sus  usos  eco- 
nómicos serán  expuestos  al  hablar  de  cada  uno 
de  ellos  en  particular. 

Acido  acético.  Este  ácido  es  el  mas  an- 
tiguamente conocido  de  todos  y  el  que  se  prepa- 
ra con  mas  facilidad  y  con  menores  gastos  de 
aparatos.  Existe  en  estado  de  libertad,  ó  combi- 
nado con  la  potasa  y  la  cal ,  en  la  savia  de  casi 
todos  los  vegetales;  la  orina  del  hombre  y  do 
tomo  i. 


58  ACI 

muchos  animales  lo  contiene  también  en  varias 
circunstancias,  así  como  los  sudores,  la  leche, 
etc.;  después  de  las  malas  digestiones,  se  desar- 
rolla en  el  estómago,  y  lo  mismo  sucede  en  la 
fermentación  pútrida  de  las  sustancias  vegetales 
y  animales ,  y  en  este  último  caso  está  casi  siem- 
pre combinado  químicamente  con  el  amoníaco  ó 
álcali  volátil  que  se  forma  al  mismo  tiempo.  Mas 
estos  no  son  los  manantiales  del  ácido  acético 
empleado  en  las  artes ,  ó  como  condimento  de  los 
alimentos ;  los  licores  vinosos  fermentados  son  los 
que  nos  lo  ofrecen  en  abundancia  cuando  el  al- 
cohol que  contienen  pasa  á  la  fermentación  aci- 
da (V.  Vinagres). 

Este  ácido ,  en  el  estado  de  pureza  perfecta, 
es  líquido ,  incolor ,  de  un  olor  muy  picante  pero 
agradable,  de  un  sabor  muy  vivo;  cristaliza  en 
ñochas  láminas  delgadas  á  15°  sobre  cero;  solu- 
ble en  el  agua  y  en  el  alcohol  eu  todas  propor- 
ciones ;  enrojece  fuertemente  la  tintura  de  viole- 
tas y  el  papel  de  tornasol ;  su  densidad  es  de  1 ,063 
y  señala  8o  Vio  en  el  areómetro  de  Baumé ;  su 
punto  de  ebullición  es  á  \  19°, 5  sobre  cero;  como 
no  puede  ser  obtenido  sin  agua,  constituye  un  ver- 
dadero hidrato ,  que  contiene  un  átomo  de  agua  ó 
14,89  de  agua  por  ciento  ;  echado  sobre  las  as- 
cuas, se  volatiliza  produciendo  vapores  muy  pican- 
tes; es  susceptible  de  formar  con  el  alcohol  un  éter 
particular  muy  usado  en  medicina ;  forma  con  los 
álcalis ,  las  tierras  y  los  óxidos  metálicos ,  sales 
de  las  cuales  se  ha  hablado  en  el  artículo  Ace- 
tato. 

El  vinagre  común ,  sea  que  proceda  de  vino  de 
uvas ,  ó  de  manzanas,  ó  de  peras,  ó  de  cualquier 
otro  fruto  azucarado,  produce  por  la  destilación 
ácido  acético  mas  ó  menos  puro,  y  quedan  en  la 
cucúrbita  del  alambique  diversas  sustancias  que 
estaban  mezcladas  con  el  ácido  en  el  vinagre. 
Hay  también  otros  medios  de  procurarse  ácido 
acético :  uno  de  ellos  es  la  destilación  de  virutas 
de  madera ;  en  este  caso ,  el  producto  es  llamado 
Vinagre  de  leña  ó  Acido  piro-leñoso  (  V.  Acido 
piro-acético ) ,  siempre  ensuciado  por  una  especie 
de  brea  y  de  aceite  empireumático  que  tiene  en 
disolución,  de  los  cuales  se  le  purifica  por  una  se- 
rie de  operaciones  bastante  complicadas ,  que  no 
entra  en  nuestro  plan  describir.  Otro  medio  con- 
siste en  la  destilación  del  acetato  de  cobre  crista- 
lizado del  comercio ;  en  este  caso,  se  obtiene  un 
ácido  acético  muy  concentrado ,  pero  que  tiene  en 
disolución  un  poco  de  cobre,  que  se  le  separa  por 
nuevas  destilaciones;  obtenido  en  el  estado  de  pu- 
reza, se  le  llama  Vinagre  radical. 

Los  caracteres  principales  del  vinagre  radical 
son  ser  líquido  á  la  temperatura  ordinaria,  de  una 
consistencia  media  entre  la  del  agua  y  la  del  áci- 
do sulfúrico  concentrado ,  ser  incólor  cuando  es 
perfectamente  puro,  difundir  un  olor  vivo,  pene- 
trante ,  que  vuelve  á  la  vida  en  los  casos  de  des- 
mayos, tener  un  sabor  excesivamente  picante, 
etc. 

El  ácido  acético  se  halla  á  veces  sofisticado  por 
el  ácido  sulfúrico ;  entonces  es  muy  ácido  y  poco 
oloroso ;  forma  además  en  la  disolución  de  hidro- 


ACI 

clorato  de  barita  un  precipitado  blanco  abundan- 
te, al  que  no  daria  lugar  el  ácido  puro. 

Las  propiedades  y  los  usos  multiplicados  del 
ácido  acético,  debilitado  ó  vuelto  al  débil  gra- 
do de  energía  del  vinagre  común,  son  conocidos. 
En  las  artes ,  se  emplea  para  fabricar  los  aceta- 
tos de  potasa,  de  sosa,  de  plomo,  de  cobre,  de 
hierro ,  etc. ;  en  farmacia,  es  la  base  de  los  vina- 
gres escilítico,  de  los  cuatro  ladrones,  de  los 
oximieles,  etc.;  la  medicina  lo  prescribe  como 
antiséptico,  refrescante,  calmante,  y  como  el 
mejor  antídoto  en  los  usos  de  envenenamiento  por 
el  opio ,  con  tal  que  antes  de  ingerir  el  ácido  en 
estómago ,  el  opio  haya  sido  expelido ,  sin  lo  que 
los  accidentes,  en  vez  do  disminuir,  serian  aumen- 
tados.— En  el  estado  de  vinagre  radical,  y  encer- 
rado éntraseos  de  faltriquera,  que  contengan  sul- 
fato de  potasa  en  cristalitos,  es  de  un  grande  uso, 
bajo  el  nombre  impropio  de  Sal  de  vinagre  de  In- 
glaterra, haciéndolo  respirar  como  estimulante  en 
los  síncopes,  los  desmayos,  etc. ,  y  para  neutra- 
lizar los  malos  olores  dé  los  teatros,  de  los  salo- 
nes públicos  de  baile,  etc. — El  ácido  acético  cris- 
talizado puede  mirarse  como  uno  de  los  muchos 
objetos  lujosos  de  la  ciencia,  que  algunas  veces 
es  empleado  para  idénticos  usos  que  el  vinagre 
radical ;  con  todo ,  últimamente  ha  sido  recomen- 
dado para  formar  parte  de  uno  de  los  muchos  ba- 
ños á  que  se  sujeta  el  papel  que  se  prepara  para 
fijar  las  imágenes  por  medio  del  daguerrotipo. 

Acido  as;-.* II ¡ co  Contenido  en  muchas  sus- 
tancias vegetales,  pero  con  mas  abundancia  y 
en  estado  de  mayor  pureza  en  las  agallas.  Cuan- 
do puro,  se  presenta  en  pequeñas  agujas  blancas, 
sedosas ,  inodoras ,  de  un  sabor  acídulo  y  estíp- 
tico; es  mas  soluble  en  el  agua  caliente  que  en 
el  agua  tria  de  la  que  solo  disuelve  V100  de  su 
peso ;  el  alcohol  lo  disuelve  en  mayor  cantidad; 
se  volatiliza  al  fuego,  pero  se  descompone  en 
parte;  no  precipita  ni  la  solución  de  gelatina,  ni 
la  solución  de  las  sales  de  base  de  álcalis  vege- 
tales, como  lo  hace  la  solución  de  tanino ;  colora 
de  azul  ó  negro  las  soluciones  ferruginosas ,  y 
forma  con  los  álcalis  sales  incristalizables.  El 
precipitado  que  forma  con  el  hierro  es  negro, 
cuando  éste  está  suficientemente  oxidado.  Como 
se  sabe,  las  agallas  sirven  mucho  para  los  tintes 
negros  y  en  la  fabricación  de  la  tinta  de  escri- 
bir; en  este  caso,  la  precipitación  del  hierro  no 
es  debida  en  totalidad  al  ácido  agállico;  el  ta- 
nino que  lo  acompaña  precipita  también  el  hier- 
ro; he  aquí  porque  el  zumaque,  la  corteza  de  ro- 
ble, etc,  etc.,  pueden  servir  para  hacer  tinta; 
pero  siempre  que  el  tanino  domina,  la  tinta  es 
menos  bella  y  menos  duradera;  y  siempre  que 
el  ácido  agállico  está  en  mayor  proporción,  la 
tinta  es  mejor.  El  ácido  agállico,  además,  se  usa  eu 
química  como  reactivo  vEn  medicina  no  tiene  uso. 

Acido  alcanfórico.  Producido  por  la 
acción  del  ácido  nítrico  sobre  el  alcanfor :  se  pre- 
senta en  agujas  blancas ,  de  olor  azafranado,  un 
poco  amargas,  solubles  en  cien  partes  de  agua  fría, 
muy  solubles  en  el  alcohol ,  etc.  líasele  indicado 
como  útil  contra  los  herpes  y  las  sarnas  venéreas. 


rACl 
trillo  antimónlro.  Conocido  también 
con  los  nombres  de  Cerusa  de  antimonio ,  Mayis- 
terio  de  antimonio,  Materia  perlada  de  ker- 
kringio ,  y  Peróxido  de  antimonio.  Se  obliene 
tratando  por  el  ácido  nítrico  hirviendo  el  resi- 
duo de  la  evaporación  de  la  disolución  de  anti- 
monio en  el  agua  regia;  y  también  calcinan- 
do el  antimonio  pulverizado  con  cuatro  veces 
su  peso  de  nitro.  Al  estado  de  hidrato,  es  blanco, 
pulverulento,  insípido,  insoluble  en  el  agua;  en- 
rojece el  papel  y  la  tintura  de  tornasol;  calen- 
tado, abandona  primero  su  agua,  pasa  á  ser  ama- 
rillo-cetrino ,  y  pierde  en  osle  estado  la  propie- 
dad de  enrojecer  el  papel  de  tornasol,  aunque 
obre  todavía  sobre  la  tintura  diluida  en  agua; 
calcinado  al  rojo,  abandona  en  parte  su  oxigeno 
trasformándose  en  ácido  antimonioso;  puede  for- 
mar sales  con  los  álcalis.  Su  acción  medicinal  no 
es  bien  conocida. 

Acido  antimonioso.  Los  antiguos  le 
llamaron  Beznar  mineral,  Flores  plateadas  de 
antimonio,  Nitte  de  anti momo,  y  los  modernos 
Dciitoxido  de  antimonio.  Se  forma  tratando  en 
caliente  el  antimonio  eu  polvo  por  el  ácido  nítrico. 
Se  presenta  en  polvo  blanco,  insípido,  insoluble 
en  el  agua  y  en  los  ácidos  debilitados;  expuesto 
al  fuego,  es  "infusible  y  fijo.  Es  de  los  preparados 
de  antimonio  uno  de  los  mas  inocentes :  se  ha  te- 
nido como  sudorífico ,  pero  en  el  dia  es  poco  em- 
pleado. 

Acido  arsénico.  Obtenido  haciendo  obrar 
sobre  el  ácido  arsenioso  una  mezcla  de  ácido  ní- 
trico y  de  ácido  hidroclórico.  Se  presenta  en  una 
masa  blanca,  amorfa,  delicuescente  al  aire,  de  un 
sabor  muy  ácido ,  acre  y  aun  cáustico ;  es  muy 
soluble  en  el  agua  y  en  el  alcohol,  incristaliza- 
ble  ;  expuesto  a  un  calor  rojo ,  se  funde,  y  se  des- 
compone á  una  temperatura  mas  elevada  en  oxí- 
geno y  en  acido  arsenioso  que  se  volatilizan.  Es 
mas  venenoso  que  el  ácido  arsenioso.  Usado  tan 
solo  para  preparar  ciertos  arseniatos. 

Acido  arsenioso.  Conocido  en  el  comer- 
cio con  los  nombres  de  Argénteo,  Arsénico  blan- 
co,  Flores  de  arsénico ,  Mata-ratones ,  y  por  los 
químicos  con  el  de  Detitóxido  de  arsénico.  Existe 
en  la  naturaleza ,  pero  el  que  se  emplea  en  las  ar- 
tes se  obtiene  por  la  calcinación  del  arsénico  al 
aire  y  durante  la  testación  de  los  diferentes  ar- 
senio-sulfuros  de  cobalto.  El  ácido  arsenioso 
lo  recibimos  de  Francia,  en  barriles  de  varios 
.  por  lo  común  de  dos  quintales:  se  en- 
cuentra en  el  comercio  en  pedazos  blancos,  opa- 
cos en  su  superficie,  (pie  por  lo  común  presentan 
una  capa  interior  semitrasparente  y  vidriosa; 
so  densidad  es  de  3,738;  expuesto  al  aire,  pierde 
muy  hwgo  su  trasparencia  primitiva  y  se  vuel- 
ve ilc  un  Illanco  lechoso,  muy  friable  y  un  poco 
mas  soluble  en  el  agua;  su  sabor  es  "acerbo  y 
un  poco  acre  con  resabio  dulcisco;  calentado  en 
vasos  abiertos,  se  sublima  enteramente  en  cris- 
tales octaedros  trasparentes;  echado  en  las  as- 
cuas, se  volatiliza  en  humo  blanco,  de  un  olor 
aliáceo  muy  característico;  es  poco  soluble  en  el 
agua ,  mas  en  caliente  sin  embargo  que  eu  frió. 


ACI  59 

El  ácido  arsenioso  no  es  de  un  precio  muy  subido 
para  dispertar  la  codicia  de  los  falsificadores  en 
general,  sin  embargo,  hase  hallado  á  veces  en 
el  albayalde ,  espato  calcáreo ,  etc.  Este  fraude 
se  descubre  muy  fácilmente  echando  en  un  tiesto 
colocado  sobre  las  ascuas,  la  mercadería  sospe- 
chosa; si  no  se  volatiliza  completamente,  hay 
sofisticacion ,  y  el  peso  del  residuo  que  queda 
en  el  tiesto  hará  conocer  su  importancia.  Esta 
prueba  debe  hacerse  debajo  la  campana  de  una 
chimenea  que  tire  bien ,  y  el  operador  debe  poner 
el  mayor  cuidado  en  no  respirar  los  vapores  mor- 
tales que  se  desprenden. 

Empléase  en  las  artes  para  purificar  la  plati- 
na .  en  la  preparación  de  muchos  colores,  y  sin- 
gularmente del  verde  de  Schweinfurt,  que  colora 
tan  agradablemente  los  papeles  de  tapicería.  La 
misma  farmacia  no  se  desdeña  tampoco  de  usar 
este  violento  veneno :  sírvese  de  él  como  caute- 
rizante, principalmente  en  los  casos  de  mordedu- 
ras de  animales  rabiosos  ó  ponzoñosos;  el  polvo 
de  Rousselot  y  el  tópico  de  fray  Cosme,  emplea- 
dos para  la  cauterización  de  las  úlceras  cancero- 
sas de  poca  extensión,  deben  su  eficacia  al  arsé- 
nico blanco;  entra  en  la  tintura  de  Fowler,  las 
pildoras  asiáticas,  etc.  Los  Indios  llevan  su  atre- 
vimiento hasta  á  usarlo  al  interior ,  pero  á  muy 
cortas  dóses;  tan  peligrosos  ensayos  han  sido 
probados  en  Inglaterra  y  en  Francia ,  y  es  de 
esperar  que  serán  para  siempre  abandonados. 
Por  último,  la  Aquella  y  el  Agua  loffana ,  vene- 
nos antiguamente  célebres ,  eran ,  se  dice ,  pre- 
parados arsenicales. 

Acido  benzoico.  Este  ácido,  llamado  tam- 
bién Flores  de  benjuí ,  existe  en  estado  de  liber- 
tad en  los  bálsamos,  en  la  vainilla,  etc.  Obtiénese 
calentando  moderadamente  el  benjuí  en  un  crisol 
cubierto  con  un  cono  de  cartón;  el  ácido  se  su- 
blima y  se  pega  á  la  pared  inferior  de  este  car- 
tón ;  el  producto  se  trata  por  el  ácido  nítrico,  des- 
pués por  el  agua  caliente,  y  se  hace  cristalizar. 
Así  obtenido  contiene  siempre  una  corta  cantidad 
de  aceite  volátil  que  le  comunica  un  olor  aromá- 
tico agradable,  algo  análogo  al  de  la  vainilla; 
pero  privado  de  este  aceite  es  del  lodo  inodoro,  y 
se  presenta  en  agujitas  blancas,  complanadas, 
muy  ligeras,  de  un  sabor  acídulo  caliente  y  en 
seguida  acre ;  expuesto  al  fuego  en  un  tubo?  se 
licúa  fácilmente ,  hierve  en  seguida  y  se  sublima 
casi  del  todo  en  forma  de  agujas  prismáticas, 
lustrosas;  el  agua  á  la  temperatura  ordinaria  di- 
suelve y4?0,  y  a  +  100,  »/,,  ele  su  peso,  y  esta  so- 
lución enfriándose  posa  cristales  parecidos  á  agu- 
tas;  es  mas  soluble  aunen  el  alcohol ;  echado  so- 
>re  las  ascuas ,  exhala  al  instante  un  humo  blanco 
espeso,  de  un  olor  picante,  muv  acre  y  que  ex- 
cita la  tos.  Diez  y  seis  onzas  de"benjuí  producen, 
por  la  sublimación,  lOdracmasde  ácido  benzoi- 
co; por  otro  proceder,  mas  complicado,  esto  es, 
tratando  el  benjuí  por  el  intermedio  del  agua  y  de 
los  álcalis ,  se  obtiene  mucha  mas  proporción  de 
ácido. 

Este  producto  puede  retener  un  poco  del  ácido 
empleado  en  su  fabricación ,  si  ha  sido  obtenido 


60  ACF 

Sor  la  via  húmeda,  y  no  por  sublimación,  como 
emos  indicado.  Mas  como  esto  solo  es  acciden- 
tal y  de  ningún  provecho  para  la  sofisticacion, 
es  inútil  hablar  cíe  los  medios  de  verificación.  A 
veces  se  falsifica  con  asbesto ,  pero  el  peso  y  la 
fijeza  al  fuego  de  éste  ofrecen  su  fácil  distinción. 

•  De  las  observaciones  hechas  por  Bouillon-La- 
grange  sobre  el  ácido  benzoico ,  resulta  que  las 
tres  especies  del  comercio  no  son  idénticas :  el 
ácido  sublimado  (flores  de  benjuí)  contiene  un 
aceite  volátil;  el  ácido  obtenido  por  precipitación, 
un  principio  resinoso  oloroso ;  en  fin  el  que  se 
extrae  de  los  orines  de  los  herbíbaros ,  una  ó 
muchas  materias  de  olor  desagradable  de  un  sa- 
bor acre  y  muy  irritante,  nocivos  para  el  uso 
médico. 

La  propiedad  de  que  goza  este  ácido  de  for- 
mar con  el  peróxido  de  hierro  un  compuesto  in- 
soluole en  el  agua ,  permite  emplear ,  en  los  en- 
sayos analíticos,  un  benzoato  soluble  para  sepa- 
rar el  peróxido  de  hierro  en  disolución  con  un 
§ran  numero  de  óxidos ,  tales  como  los  protóxi- 
os  de  manganeso,  de  zinc,  de  niqucl ;  pero  con- 
viene que  los  líquidos  sean  neutros  y  que  el  ben- 
zoato de  peróxido  de  hierro  que  se  forme  sea  la- 
vado con  agua  fría,  porque  el  agua  hirviendo  lo 
descompone ,  según  las  observaciones  de  Hisin- 
ger.  El  ácido  benzoico, muy  usado  antiguamente 
en  medicina,  como  estimulante  difusible,  apenas 
es  empleado  al  presente;  entra  en  algunos  com- 
puestos farmacéuticos  y  en  ciertos  cosméticos. 

Acido  bórico  ó  torácico.  Encuéntrase 
en  la  naturaleza  en  el  estado  de  libertad ,  y  en  el 
estado  de  combinación  en  ciertas  bases,  como  por 
ejemplo  con  el  óxido  de  sodio,  formando  el  bo- 
raj  natural,  del  que  so  extrae  en  los  laboratorios. 
En  el  primer  estado  existe  en  los  alrededores  de 
ciertos  volcanes ,  y  en  solución  en  ciertos  lagos 
de  Toscana;  sobre  todo  los  de  Monte-Cerboni  y 
de  Cherchiajo,  de  los  que  se  extrae  por  el  lavado 
del  lodo  ó  cieno  y  la  evaporación.  Antiguamente 
se  obtenía  por  sublimación,  y  mas  puro  á  lo  que 
parece ,  y  entonces  se  le  llamaba  Sal  sedativa  de 
ilomberg,  á  causa  de  la  propiedad  calmante  que 
gratuitamente  se  le  atribuía. 

Este  ácido ,  en  el  estado  de  pureza,  se  presen- 
ta en  escamas  ó  lentejuelas  brillantes,  jabonosas 
al  tacto ;  no  tiene  olor,  y  su  sabor  es  débil  y  ape- 
nas acídulo;  expuesto  al  fuego,  se  funde  primero 
en  su  agua  de  cristalización,  se  seca,  experi- 
menta la  fusión  ígnea  á  una  temperatura  roja  y 
se  trasforma  en  un  vidrio  trasparente ;  así  fundi- 
do, se  eflorece,  por  su  exposición  al  aire,  se  po- 
ne opaco  y  pulverulento  en  la  superficie ,  absol- 
viendo poco  á  poco  el  vapor  contenido  en  la  at- 
mósfera; el  agua  á  +  15°  disuelve  3/10o  de  peso, 
y  Yioo  á  +  100;  el  alcohol  le  disuelve  también 
en  mas  cantidad  en  caliente  que  en  frió ;  disuelto 
en  el  alcohol  forma  una  solución  que  arde  con 
una  llama  verde-pálida. 

El  ácido  bórico  importado  de  Toscana,  para 
los  usos  de  las  artes,  que  circula  en  el  comercio, 
contiene ,  independientemente  del  agua  de  cris- 
talización, diversas  sales  y  materias  terrosas.  Su 


ACI 

pureza  se  reconoce  fácilmente  disolviéndolo  en 
16  á  20  veces  su  peso  de  agua  hirviendo,  y  fil- 
trando para  separar  las  materias  terrosas  inso- 
lubles.  La  solución  evaporada  da  el  ácido  bórico 
cristalizado  en  pequeñas  lentejuelas.  Nos  asegu- 
ramos de  la  pureza  de  este  ácido  volviéndolo  á 
disolver  en  el  agua,  y.  examinando  la  solución 
por  el  nitrato  de  barita  y  el  de  plata  que  produ- 
cen :  el  primero ,  un  precipitado  de  sulfato  de  ba- 
rita si  el  ácido  contiene  un  sulfato  mezclado ;  y 
el  segundo ,  un  precipitado  de  cloruro  de  plata 
que  indica  la  presencia  de  un  cloruro.  Por  último, 
la  solución  de  oxalato  de  amoníaco  hace  conocer 
si  el  ácido  contiene  algunas  sales  de  base  de  cal. 
—  A  veces  se  le  añade ,  en  el  comercio ,  sulfato 
de  sosa;  entonces,  además  de  los  medios  que  so 
acaban  de  indicar,  se  trata  por  el  alcohol,  pues 
para  ser  puro  es  preciso  que  se  disuelva  en  su 
totalidad  en  éste ,  y  que  la  solución  arda  con  una 
hermosa  llama  verde. 

El  ácido  bórico  es  empleado  como  fundente  en 
ciertos  ensayos  por  el  soplete.  En  medicina  hase 
usado  en  las  enfermedades  nerviosas ,  las  con- 
vulsiones, etc.,  pero  casi  está  abandonado,  y 
solo  es  empleado  en  las  boticas  para  preparar  el 
crémor  tártaro  solublo ,  y  también  sirvo  para  la 
fabricación  del  boraj  artificial. 

Acido  carbónico.  Se  encuentra  en  la 
naturaleza  en  el  estado  de  carbonato;  en  el  aire, 
en  los  lugares  mas  elevados,  en  la  proporción  do 
cerca  de  y800;  en  las  aguas  minerales  acídulas, 
que  le  deben  sus  principales  propiedades;  en  cier- 
tos lugares  subterráneos,  tales  como  la  Gruta 
del  perro  ,  cerca  de  Ñapóles ;  se  desarrolla  en  la 
fermentación  vinosa,  durante  la  digestión,  es 
exhalado  y  no  formado  por  los  pulmones  en  el 
acto  do  la  respiración,  etc. 

Obtiénese  por  lo  común  del  sub-carbonato  de  cal 
(mármol  ó  creta)  por  medio  del  ácido  hidrocló- 
rico ,  y  recibiendo  el  gas  quo  se  desprende  en 
frascos  llenos  de  agua  y  puestos  boca  abajo. 

Este  ácido ,  gas  deletéreo ,  cuya  existencia  fué 
primero  reconocida  por  Black,  es  incólor ,  de  un 
olor  agrillo  indeterminado,  impropio  para  la 
combustión  y  para  la  respiración ;  su  densidad  es 
de  1,5245;  es  ligeramente  soluble  en  el  agua, 
puesto  que  á  la  temperatura  ordinaria  este  líqui- 
do disuelve  un  poco  mas  de  su  volumen ,  pero  á 
una  fuerte  presión  la  alinidad  del  gas  por  el  agua 
aumenta,  y  ésta  puede  contener  tres  ó  cuatro  vo- 
ces su  volumen  de  aquel ;  apaga  lasbugías  encen- 
didas que  en  él  se  sumergen ;  agitado  con  la  tin- 
tura de  tornasol,  la  enrojece  débilmente;  el  agua 
de  cal  y  de  barita  que  en  él  se  echan  lo  absorven, 
se  enturbian  luego  y  producen  un  precipitado 
vedijoso,  que  se  pone  pulverulento  en  seguida  y 
se  disuelve  con  efervescencia  en  el  ácido  nítrico,  ó 
hidroclórico;  las  soluciones  de  potasa  y  de  sosa 
cáusticas  lo  absorven  enteramente  trasformándo- 
se  en  carbonatos,  que  entonces  hacen  efervescen- 
cia con  todos  los  ácidos. 

En  el  estado  gaseoso,  el  ácido  carbónico  hase 
creído  útil  en  la  tisis  pulmonar ,  y  para  calmar 
los  dolores  de  las  úlceras.  Lo  cierto  es  que  tiene 


ACI 

ana  acción  nui>  deletérea,  y  que  el  gas  resul- 
tante de  la  oembustion  del  carbón  es  harto  cono- 
cido por  muchos  infortunados  que  lo  emplean  co- 
mo un  instrumento  para  el  suicidio.  Tara  asegu- 
rarse de  qne  rio  hay  peligro  en  penetrar  en  una 
cueva,  en  el  fondo  de  un  pozo,  ó  en  cualquier 
otro  lugar  bajo,  que  podria  ser  ocupado  exclu- 
sivamente por  el  acido  carbónico,  el  mejor  medio 
es  no  arara  en  el  sino  llevando  delante  de  sí 
bugias  encendidas  lijas  al  extremo  de  un  largo 
palo  .-  siendo  el  ácido  carbónico,  absolutamente 
impropio  para  la  combustión,  el  peligro  sera  nu- 
lo si  las  bugias  continúan  en  arder  fácilmente;  en 
el  caso  contrario,  será  menester  renovar  el  aire 
por  medio  de  un  fogón  encendido  y  portátil,  que 
se  colocará  en  la  entrada  de  la  cavidad,  y  en  el 
cenicero  del  cual  se  adaptará  un  largo  tubo  que 
se  prolongará  fuera  de  dicha  cavidad. 

Disuelto  en  el  agua,  el  ácido  carbónico  forma, 
bajo  el  nombre  de  Agua  gaseosa  ó  de  Limonada 
gaseosa,  una  bebida  agradable,  refrescante,  em- 
pleada en  varias  enfermedades.  Por  último,  la  So- 
da water,  el  suero  gaseoso,  la  cerveza,  el  vino 
de  Champaña,  las  aguas  minerales  acídulas,  y, 
en  general,  las  bebidas  espumosas  deben  sus 
propiedades  médicas  y  do  recreo  al  gas  ácido 
carbónico. 

Acido  caseico  de  Proust.  Existe  en  los  que- 
sos fermentados ,  en  el  estado  de  caseato  de  amo- 
niaco ,  sal  cuyo  sabor  salado ,  amargo  y  caseoso, 
mezclado  con  un  gustillo  de  carne  asada,  sirve 
como  de  condimento  á  la  mayor  parte  de  estos 

3uesos ,  los  cuales  le  deben ,  ademas ,  una  parte 
e  sus  propiedades. 

Acido  cítrico ,  Acido  de  limón  de  los  anti- 
guos químicos.  Este  acido,  que  existe  en  el  zumo 
de  limón ,  del  que  fué  extraído  primero  por  Scheé- 
le,  se  encuentra  en  todos  los  frutos  del  género 
Cidro,  tales  como  los  limones,  las  naranjas,  etc.; 
después  haso  encontrado  en  muchos  frutos  indí- 
genos, pero  en  corta  cantidad  y  siempre  mezcla- 
do con  ácido  málico.  Con  todo  puede  extraérsele 
con  ventaja  de  ciertas  especies  de  grosellas,  se- 
gún las  observaciones  de  los  Sres.  Tilloy  y  Che- 
vallier ,  y  en  Francia  hay  una  fábrica  que  da  bue- 
nos resultados;  pero  lo  mas  común  es  obtenerlo 
del  zumo  de  limón,  y  para  ello  se  satura  en  ca- 
liente este  zumo  por  medio  de  la  creta ,  se  forma 
citrato  de  cal  insoluble  que  se  lava  bien  y  se  des- 
compone en  seguida  por  el  ácido  sulfúrico.  Dos- 
cientas diez  y  ocho  Horas  de  zumo  de  limón  dan 
á  corta  diferencia  doce  libras  de  ácido  cristali- 
zado. 

El  zumo  de  limón  se  prepara  en  grande  en  los 
países  calientes,  singularmente  en  Sicilia,  en  los 
alrededores  de  Mesina,  y  encerrado  en  grandes 
ñipas  es  expedido  al  continente  para  el  uso  de 
las  fábricas  ó  para  la  preparación  del  ácido  cí- 
trico. Antes  de  comprarlo,  conviene  ensayarlo  y 
tener  presente  que  nueve  partes  en  peso  de  zu- 
mo deben  saturar  una  parte  de  carbonato  de  po- 
tasa seco.  A  fin  de  evitar  los  inconvenientes  ane- 
xos á  la  conducción  de  líquidos,  los  negociantes 
prefieren,  hoy  dia,  convertir  el  ácido  cítrico  del 


ACI  61 

zumo  en  citrato  de  cal  insoluble  por  medio  de 
la  creta. 

Aquí  debemos  consignar  cuan  sensible  es  que, 
salvo  alguna  honrosa  excepción  de  poquísima 
importancia,  todavía  no  se  haya  emprendido  en 
España  la  preparación,  por  mayor,  del  ácido  cí- 
trico ,  de  tan  considerable  uso  al  presente  sobre 
todo  en  la  tintorería;  pareciendo  hasta  casi  bo- 
chornoso que,  abundando  el  mediodía  de  nues- 
tro privilegiado  suelo  en  limoneros  que  producen 
riquísimos  frutos,  se  contemple,  con  la  mas  fría 
indiferencia,  la  exportación  de  enormes  cantida- 
des de  zumo  de  limón ,  que  muy  luego  nos  es  de- 
vuelto por  los  extranjeros  convertido  en  hermoso 
ácido  cítrico ,  que  el  comercio  de  la  droguería 
distribuye  entre  las  artes  v  la  farmacia.  En  efec- 
to ,  puede  decirse  que  casi  todo  el  ácido  cítrico 
que  se  consume  en  España  procede  de  Genova, 
y  en  particular  de  Francia,  á  donde  por  lo  co- 
mún va  á  parar  el  zumo  de  limón  español ,  para 
en  seguida  sernos  otra  vez  remitido  de  allí  en 
forma  de  ácido  cítrico  francés.  De  desear  fuera 
que,  en  lustre  de  la  ciencia  y  en  beneficio  del 
país,  hubiese  quien  se  dedicara  de  una  manera 
especial  á  este  ramo  de  industria  química,  que 
puede  ser  muy  productivo. 

El  ácido  cítrico  cristalizado  se  presenta  en 
prismas  oblicuos  ó  romboides  trasparentes,  ter- 
minados por  puntas  diedras ;  su  sabor  es  fuerte- 
mente ácido  y  aun  cáustico ;  es  inalterable  al 
aire;  soluble  en  los  tres  cuartos  de  su  peso  de  agua 
fria,y  en  la  mitad  do  su  peso  de  agua  hirvien- 
do; expuesto  al  fuego,  se  funde,  se  hincha  y  so 
carbona  dando,  entre  otros  productos  líquidos,  un 
ácido  particular  que  ha  recibido  el  nombre  do 
piro-cítrico. 

El  ácido  cítrico  cristalizado  es  fácil  de  sofisti- 
car con  el  ácido  tartárico  (mucho  menos  raro  y 
menos  caro),  fraude  embarazoso  para  el  com- 
prador poco  ejercitado.  No  obstante,  hay  mu- 
chos medios  do  descubrirlo ,  que  todos  exigen 
mas  ó  menos  conocimientos  de  química,  y  por 
eso  aquí  solo  haremos  conocer  uno ,  que  nos  pa- 
rece mas  al  alcance  de  todos.  En  una  disolución 
del  ácido  cítrico  sospechoso  échese  otra  disolu- 
ción concentrada  de  hidroclorato  de  potasa  (mu- 
riato de  potasa ) .  Si  de  la  mezcla  de  estas  dos 
soluciones  resulta  un  poso  cristalino,  puede  con- 
tarse que  ha  habido  sofisticacion  por  el  ácido 
tartárico ;  porque  entonces  se  tiene  un  precipita- 
do de  tartralo  acídulo  de  potasa.  Además,  el  acido 
cítrico  se  distingue  del  ácido  tartárico,  porque 
sobre  las  ascuas  no  despide  olor  de  pan  tos- 
tado, y  porque  no  enturbia  el  agua  y  las  sales 
de  cal. 

Si  se  observa  que  los  cristales  de  ácido  cítrico 
atraen  masó  menos  la  humedad  del  aire ,  es  una 
prueba  que  no  son  bien  puros ,  que  retienen  to- 
davía una  corta  porción  de  ácido  sulfúrico  em- 
pleado en  su  preparación :  esto  quedará  demos- 
trado tratando  la  solución  por  algunas  gotas  de 
hidroclorato  de  barita ,  en  la  cual  el  mas  ligero 
vestigio  de  ácido  sulfúrico  ocasiona  un  precipi- 
tado blanco. 


6*  ACI 

Los  usos  de  este  ácido  son  numerosos.  Es  em-  j 
pleado  por  los  tintoreros  para  obtener  el  rojo  de 
cártamo  y  avivar  los  matices  de  esta  hermosa 
materia  colorante;  para  preparar  una  disolución 
de  estaño  que  produce,  con  la  cochinilla,  mas 
hermosas  escarlatas  que  la  sal  de  estaño  común, 
sobre  todo  para  la  sedería  y  el  tafdete.  Los  fa- 
bricantes de  indianas  lo  utilizan  como  mordiente 
y  para  hacer  reservas.  Sirve  también  para  quitar 
las  manchas  de  orin  y  las  manchas  alcalinas  so- 
bre la  escarlata;  para  preparar  una  disolución 
de  hierro  que  está  en  uso  entre  los  encuaderna- 
dores de  libros,  para  dar  á  la  superficie  de  la 
piel  una  apariencia  jaspeada.  En  medicina  es  em- 
pleado para  los  mismos  usos  que  el  zumo  de  li- 
món ,  sirve  para  preparar  la  limonada  seca ,  etc. 

Acido  cloronitroso.  Desígnase  bajo  es- 
te nombre  el  resultado  de  la  mezcla  del  ácido 
hidroclórico  con  el  ácido  nítrico ,  que,  en  razón  de 
la  propiedad  que  posee  de  disolver  el  oro  ó  el 
rey  de  los  metales ,  fué  conocido  de  los  antiguos 
con  el  nombre  de  Agua  regia,  y  que  por  largo 
tiempo  ha  sido  considerado  como  una  simple 
mezcla  de  los  dos  ácidos  que  sirven  para  preparar- 
lo, por  lo  que  ha  sido  llamado  Acido  nitro-muriá- 
lico,  Acido  hidro-cloro-nítrico.  Hoy  día  se  sabe 
que  el  agua  regia  está  compuesta  de  agua ,  de 
cloro  y  de  ácido  hiponílrico ,  como  resultado  de 
la  reacción  que  se  establece  entre  los  dos  ácidos 
luego  que  se  les  mezcla. 

El  agua  regia  se  prepara  mezclando  una  parte 
de  ácido  nítrico  de  35°  y  4  partes  de  ácido  hidro- 
clórico de  22°.  Cuando  está  destinada  para  la 
preparación  de  las  disoluciones  de  estaño  para 
la  tintura  ?  las  proporciones  de  los  dos  ácidos 
varian  al  infinito ,  según  los  casos  en  que  se  la 
aplica,  y,  con  mas  frecuencia,  según  el  capri- 
cho del  operador.  Muchas  veces  en  vez  de  ácido 
hidroclórico,  se  emplea  sal  común  ó  sal  amonía- 
co que  obran  de  la  misma  manera. 

El  agua  regia  es  un  líquido  de  un  amarillo  dorado 
que  exhala  fuertemente  el  olor  del  cloro ,  desar- 
rollado por  la  acción  recíproca  de  los  dos  ácidos. 

El  agua  regia  es  notable  por  la  energía  con 
<pie  ataca  los  cuerpos  simples  ó  compuestos  sobre 
los  cuales  el  cloro,  el  ácido  hiponílrico  y  los  áci- 
dos nítrico  y  hidroclórico  no  tienen  ninguna  ac- 
ción. Ella  obra  lo  mas  comunmente  á  la  tempera- 
tura ordinaria  dando  lugar  á  un  desprendimiento 
considerable  de  vapores  nitrosos.  El  oro,  el  pla- 
tino, el  paladio,  que  resisten  á  la  acción  de  los 
demás  ácidos,  son  muy  luego  disueltos  por  ella. 
El  agua  regia  es  pues  para  los  químicos  uno  de 
los  disolventes  mas  preciosos,  y  en  los  talle- 
res de  tintura  y  de  indianas ,  en  las  fábricas  de 
porcelana  sirve  á  cada  instante  para  hacer  las 
composiciones  de  estaño,  ó  disolver  el  oro.  Los 
metales ,  disolviéndose  en  ella ,  se  encuentran 
convertidos  en  cloruros.  En  Inglaterra,  en  Italia 
y  en  Alemania ,  ha  sido  empleada  por  ciertos  mé- 
dicos, en  pediluvio,  contraías  obstrucciones  y 
otras  enfermedades  crónicas  del  hígado,  en  los 
herpes,  en  la  sífilis,  etc.  Al  interior ,  no  debe  olvi- 
darse que,  concentrada,  debe  obrar  como  los  ve- 


ACI 

nenos  corrosivos  los  mas  activos,  y  que  reclama 
los  mismos  socorros  que  el  envenenamiento  pro- 
ducido por  los  ácidos  de  que  está  formada. 

Acido  II  uórico ,  Acido  II  uori «I  rl  - 
«•o.  Acido  h  IdroJl  uórico.  Obtenido  de  la 
descomposición  del  fluoruro  de  calcio  por  el  áci- 
do sulfúrico  hidratado.  Preséntase  bajo  el  aspec- 
to de  un  líquido  incolor,  muy  volátil,  que  difun- 
de humos  espesos  en  el  aire ,  y  peligrosos  de 
respirar ;  entra  en  ebullición  á  una  temperatura 
cercana  á  +  15°,  y  conserva  su  liquidez  hasta  á 
—  20.  La  acción  viva  que  ejerce  sobre  el  vidrio, 
cuyo  ácido  silícico  descompone  trasformándolo  en 
en  gas  fluoruro  de  silicio  ,  hace  que  no  se  pueda 
conservar  sino  en  vasos  de  plata,  de  platino  ó  de 
plomo,  cerrados  con  tapones  del  mismo  metal.  El 
agua  se  combina  vivamente  con  este  ácido  pro- 
duciendo un  ligero  silvido. 

Este  ácido  es  el  mas  enérgico  de  todos  los  ve- 
nenos corrosivos :  destruye  los  tegidos  animales 
con  una  violencia  y  prontitud  difíciles  de  conce- 
bir ;  tan  solo  su  vapor ,  esparcido  en  un  grande 
espacio,  provoca  en  las  personas  expuestas  á  él 
dolores  en  las  uñas  y  en  las  extremidades  de  los 
dedos,  así  como  una  inflamación  en  los  ojos  mas 
ó  menos  viva.  Por  esto  debe  tocarse  con  una  ex- 
trema prudencia.  Su  principal  uso  es  para  grabar 
sobre  vidrio,  empleándolo  en  estado  de  liquidez,  ó 
gaseoso ;  en  el  primer  estado  da  grabados  traspa- 
rentes ,  y  en  el  segundo ,  opacos.  Regularmente 
se  le  hace  obrar  en  estado  ele  gas. 

Acido  fórmico ?  A cido  de  las  hormigas. 
Existe  en  la  hormiga  roja  ( Fórmica  rufa ,  L. ) ,  y 
parece  ser  su  principio  medicamentoso.  Se  ex- 
t  rae  de  ella  por  destilación ;  de  ahí  el  nombre  de 
Espíritu  de  hormiga,  que  primitivamente  se  le  ha- 
bía dado.  Se  produce  también  en  un  gran  núme- 
ro de  reacciones  en  ciertos  principios  orgánicos. 
Es  líquido,  incolor,  volátil,  de  olor  acre  y  pican- 
te; según  Kielig,  se  congela  y  cristaliza  á  0;  hier- 
ve á  -f  1 00°  y  se  vaporiza  enteramente  sin  des- 
componerse; mas  pesado  que  el  ácido  acético, 
con  el  cual  se  habia  asemejado;  no  tiene  tanta 
facultad  de  neutralizar  los  álcalis  como  este  áci- 
do ;  se  une  con  el  agua  y  el  alcohol,  formando  con 
este  último  un  éter  cuyo  olor  se  asemeja  al  del 
ácido  prúsico. — Sus  propiedades  médicas  se  creen 
iguales  á  las  del  ácido  acético;  se  le  ha  preconi- 
zado en  el  tratamiento  del  reumatismo  crónico ,  y 
Woolden  dice  que,  dilatado  en  agua  y  aplicado 
sobre  las  úlceras  crónicas,  parece  acelerar  su 
curación. 

Acido  fosfórico.  Es  el  mas  oxigenado  y 
el  mas  conocido  de  todos  los  ácidos  que  forma  el 
fósforo  con  el  oxígeno.  Parece  existir  en  el  esta- 
do libre  en  muchos  líquidos  animales,  y,  combi- 
nado con  diversas  bases,  en  la  mayor  parte  de 
nuestros  fluidos  y  de  nuestros  tegidos,  pero  sobre 
todo  en  los  huesos  que  constituye  en  gran  parte. 
Se  forma  en  vedijas ,  por  la  combustión  rápida 
del  fósforo  fundido  al  aire  libre;  puede  obtener- 
se inflamando  el  fósforo  en  el  agua,  ó  echándolo, 
en  pequeñas  porciones,  en  ácido  nítrico  hiñien- 
do; también  puede  extraérsele  del  fosfato  de  cal 


ACI 

por  medio  del  ácido  sulfúrico  y  del  carbonato  de 
amoniaco ;  ele.  Batanees  se  encuentra  cu  estado 
de  hidrato  y  bajo  forma  de  vidrio  trasparente  o 
semi-vidrioso,  sin  olor,  muy  acido,  nui\  soluble, 
erislalizable;  se  le  puede  volver  del  todo  vidrio- 
so  y  anhidro  ( Vt'rfrío  fosfórico)  calculándolo 
toramente  cu  un  crisol  de  platino.  Su  grande 
delicuescencia  obliga  que  se  le  tenga  cuidadosa- 
mente  al  abrigo  del  contacto  del  aire,  con  iodo 
en  las  boticas  casi  siempre  se  le  halla  eu  el  esta- 
do liquido  y  á  grados  de  concentración  varia- 
bles. —  El  acido  fosfórico  obra  sobre  los  te- 
jidos vivientes  como  los  \enenos  corrosivos.  En 
medicina  base  preconizado  como  útil  en  \  arias 
enfermedades ,  pero  nada  prueba  realmente  hasta 
aquí  que  goce  de  las  propiedades  particulares  que 
se  le  han  supuesto,  contra  el  cáncer,  las  escrófu- 
las, la  tisis,  etc.  Para  el  uso  médico,  su  solución 
en  agua  puede  señalar  hasta ¿5o  en  el  peso-ácido. 

Árido  liidroriániro .  Acido  rianí- 
driro,  Árido  prúsico.  Obtenido  por  di- 
ferentes procederes  cuya  indicación  omitimos  por 
ser  este  ácido  un  producto  químico  puramente 
farmacéutico.  "En  su  mayor  grado  de  pureza  y  de 
concentración,  ó  anhidro ,  es  un  líquido  incolor; 
de  un  sabor  vivo  y  sufocante  que  excita  la  tos,  y, 
cuando  está  muy  "debilitado ,  se  parece  al  de  las 
almendras  amarga*  ó  al  de  las  flores  de  albér- 
chigo ;  su  Babor  es  fresco  y  sucesivamente  acre  y 
quemante ;  es  mucho  mas  ligero  que  el  agua;  en- 
tia  en  ebullición  á  26° -f  o,  )  se  solidilica  á  !■'>" 
—  0,  toiuaiK.o  una  forma  cristalina;  ala  gran 
volatilidad  lie  que  goza  debe  una  propiedad  ca- 
í  acterislica ,  la  de  congelarse  en  parte  al  contac- 
to del  aire ,  mientras  que  por  otra  parle  se  vapo- 
riza ;  es  poco  soluble  en  el  agua ,  y  solo  enrojece 
débilmente  el  tornasol ;  se  disuelve ,  al  contrario, 
muy  bien  en  el  alcohol,  que  retarda  su  altera- 
ción ,  y  es  aun  mas  soluble  en  el  éter ;  al  fuego, 
se  descompone  muy  difícilmente ,  pero  se  inflama 
acercándole  un  cuerpo  en  combustión;  el  contacto 
de  la  luz  acelera  de  tal  modo  su  descomposición 
que,  según  los  experimentos  del  Sr.  Coullon,  un 
cuarto  de  hora  de  exposición  al  sol  basta  para 
hacerle  perder  sus  propiedades  deletéreas,  y  de 
ahí  esle  precepto  de  conservarlo  en  frascos  cu- 
biertos de  un  papel  negro ;  y  colocados  en  un  lu- 
gar fresco ,  lo  que  no  impide  aun  el  que  sea  ne- 
cesario renovarlo  muy  á  menudo,  si  no  se  quiere, 
lo  «pie  por  desgracia  es  demasiado  común ,  tener 
un  medicamento  infiel;  combinado  con  las  bases 
salitieables,  forma  hidrocianatos  ó  prusiatos  pro- 
piamente dichos. 

De  todas  las  sustancias  venenosas  sacadas  de 
los  tres  reinos  de  la  naturaleza,  el  ácido  prúsico 
es ,  ciertamente,  el  mas  terrible  y  el  mas  pronto 
en  sus  efectos.  Una  sola  gota  aplicada  al  ojo  del 
perro  mas  vigoroso  ó  inyectada  en  la  vena  del 
cuello ,  le  mata  al  instante ,  como  si  fuese  herido 
por  el  rayo.  Los  mismos  efectos  produce  en  el 
nombre  que  en  los  animales:  Scnaringer,  quí- 
mico de  Viena,  murió,  en  el  espacio  de  dos  ho- 
ras, por  haber  dejado  caer ,  por  casualidad ,  un 
poco  de  esle  ácido  en  su  brazo  desnudo;  la  cria- 


ACl  63 

da  de  otro  químico  alemán,  habiendo  bebido  una 
copita  de  aguardiente  saturada  de  ácido  hidro- 
ciauico,  que  babia  tomado  por  kirschon-wasser, 
a  causa  de  la  analogía  de  olor,  murió  al  cabo  de 
dos  minutos,  como  herido  de  apoplejía.  E>los  v 
otros  muchos  hechos  análogos  que  podrían  citar* 
se  <le  la  acción  deletérea  de  este  ácido  hacen  mas 
creíbles  la  aelh  idad  prodigiosa  de,  las  bellidas 
compuestas  por  Locusta ?  esa  matrona  gala  Que 
.Nerón  asociaba  á  sus  crímenes,  >  que  preparaba, 
con  plantas  déla  Frigia  y  de  la  Tesalia ,  venenos 
tan  prontos  como  el  puñal.  Todos  estos  envenenar 
míenlos  súbitos >  cuyo  recuerdo  nos  conserva  la 
historia,  se  explican  al  presentí1.  Paulonio  mató 
al  padre  de  llanilel  introduciéndole  un  veneno  en 
la  oreja ;  Clemente  Vil  fué  envenenado  por  la  lla- 
ma de  unabugía;  Toftána,  célebre  emponzoiia- 
dora  napolitana ,  se  servia  de  un  cuchillo  cuya 
lámina  estaba  envenenada  por  un  solo  lado  para 
cortar  el  fruto  cuya  mitad  debía  hacer  perecer  á 
su  v  íctima ,  mientras  que  ella  comia  impunemen- 
te la  otra  mitad.  Todos  estos  crímenes  raros,  y 
que  parecen  fabulosos ,  pueden  muy  bien  tener 
lugar  por  medio  del  ácido  prúsico. — El  antídoto  de 
este  terrible  veneno  es  el  amoníaco  líquido  dilui- 
do en  agua  al  interior ,  en  fricciones  y  aun  ha- 
ciéndolo respirar  en  vapor,  y  el  cloro  gaseoso  tam- 
bién destruye  prontamente  ios  efectos  deletéreos 
del  ácido  prúsico;  pero  es  menester  que  la  apli- 
cación del  remedio  suceda  instantáneamente  a  la 
del  veneno. 

A  pesar  de  la  energía  de  esta  sustancia,  es  em- 
pleada en  medicina  en  varias  enfermedades,  en 
la  tisis  pulmonar,  en  el  catarro,  etc.,  adoses  (pie 
deben  variar  necesariamente  según  su  grado  de 
concentración.  El  Acido  prúsico  medicinal  esta 
compuesto  de  I  parte  de  ácido  con  6  veces  su  vo- 
lumen de  agua,  y  se  dá  por  gotas  (4,  8,  48  y  mas 
por  día)  diluido  en  algunas  onzas  de  un  liquido 
sencillamente  azucarado,  que  se  hace  tomar  por 
cucharadas,  á  intervalos  mas  ó  menos  lejanos. 

Árido  liidrorlóriro .  Aeido  rlorí- 
driro.  Se  encuentra  en  la  naturaleza :  algunas 
veces  en  el  estado  libre,  como  en  ciertos  produc- 
tos volcánicos,  en  algunas  aguas ,  por  ejemplo 
las  del  Rio-Vinagro,  en  la  Nueva  Granada,  en 
las  salinas;  con  mas  frecuencia  combinado  con 
diversas  bases,  y  sobre  todo  con  la  sosa,  como  en 
el  agua  del  mar ,  la  sal  común,  etc.  Extraese  de 
esta  última  combinación  por  medio  del  ácido  sul- 
fúrico concentrado  que  lo  desprende  en  forma  de 
gas;  para  obtenerlo  liquido,  basta,  por  medio  de 
un  aparato  de  Woulf,  nacer  pasar  este  gas  en  el 
agua  destilada. 

Este  ácido,  á  la  temperatura  y  bajo  la  presión 
atmosférica ,  es  un  gas  permanente ,  incolor ,  de 
un  olor  ácido,  acre  y  sufocante;  su  densidad  es 
de  i  ,111 ;  en  contacto  con  el  aire ,  cuya  humedad 
absorve,  forma  un  vapor  blanco ,  espeso,  irrespi- 
rable, impropio  para  la  combustión,  y  muy  soluble 
en  el  agua,  que  disuelve  los  */v  de  su  peso  ó  464 
veces  su  volumen  á  -f  15  y  á  0, 76  de  presión;  es- 
tá compuesto  de  volúmenes  iguales  de  cloro  y  de 
hidrógeno. 


64  ACl 

La  solución  acuosa  de  ácido  hidroclórico ,  su- 
turada á  la  temperatura  ordinaria,  constituye  el 
Acido  hidroclórico  líquido,  designado  antigua- 
mente bajo  los  nombres  de  Ácido  marino  Acido 
muriático ,  Espíritu  de  sal  fumante  En  el  estado 
de  nureza,  esta  solución  concentrada  se  presenta 
baio  el  aspecto  de  un  líquido  incolor  que  esparce 
en  el  aire  espesos  vapores  blancos,  de  un  olor 
ácido  sufocante ;  su  densidad  es  de  1,2109.  Las 
cantidades  de  ácido  real  contenidas  en  las  solu- 
ciones de  diversas  densidades ,  pueden  ser  eva- 
luadas según  la  tabla  siguiente,  debida  a  Ed- 
mundo Davy ,  que  trasladamos  en  extracto. 
Cantidad  Grados 

Densidad         de  ácido  real         en  el  areómetro 
á  +  T.  por  ciento.  de  Baume. 


1  210 42,43 

1,190 38,88 

1,110       ....  34,34 
1,150       .   •   •  •   30,30 

1,130 26,26 

1  110 22,22 

1,090 18,18 

1,010 14.14 

1,050 10,10 


26,9 
24,5 
22 
20 
11,5 
15 
13 
10 
1,5 


Además  de  los  caracteres  físicos  que  acabamos 
de  indicar,  calentado  con  el  bióxido  de  manga- 
neso se  descompone  disolviéndolo  con  despren- 
dimiento abundante  de  cloro  gaseoso ,  reconoci- 
ble en  su  color  amarillo  verdoso  y  en  su  olor  fuerte 

PaEnClasaartes,  para  preparar  el  ácido  hidroclórico 
líquido ,  se  emplean  las  mismas  materias  primeras 
que  hemos  indicado  arriba,  pero  no  los  mismos 
aparatos.  La  sal  y  el  ácido  sulfúrico  son  introdu- 
cidos en  grandes  cilindros  de  hierro  fundido  dis- 
puestos por  pares  en  un  horno  de  ladrillos.  Ll 
gas  que  sale  de  ellos  es  conducido  por  tubos  a  una 
serie  de  grandes  redomas  llenas  haste  la  mitad 
de  agua  La  fabricación  de  este  ácido ,  ademas, 
es  una  parte  accesoria  de  la  preparación  de  la 
sosa  artificial ,  en  la  cual  se  produce  en  tan  gran- 
de cantidad  que ,  en  muchas  localidades,  como 
en  Marsella,  por  ejemplo,  apenas  se  aprovecha 
A  pesar  de  que  nuestros  fabricantes  de  ácidos,  al 
por  mayor,  no  tienen  la  sal  á  tan  bajo  precio  co- 
mo los  fabricantes  extranjeros  ,  con  todo  a  estos 
apenas  les  tiene  cuenta  remitir  el  ácido  muriati- 
co  á  nuestro  comercio ,  porque  las  fábricas  de 
esta  ciudad  y  sus  alrededores  lo  expenden  a  pre- 
cio bastante  cómodo,  lo  que  hace  que  la  impor- 
tación de  este  artículo  haya  llegado  a  ser  casi 
nula.  :  , 

Este  ácido  en  el  comercio  es  por  lo  común  de 
color  amarillo.  La  causa  de  esta  coloración  es 
debida,  sea  á  un  poco  de  materia  orgánica  des- 
compuesta, sea  á  cierta  cantidad  de  percloruro 
de  hierro  formado  por  la  acción  del  ácido  hidro- 
clórico sobre  el  peróxido  de  hierro,  existente  en 
los  vasos  en  que  se  prepara.  A  veces,  también  se 
le  encuentra  en  disolución  cloruro  de  plomo,  acido 
sulfuroso  y  ácido  sulfúrico.— El  percloruro  de 
hierro  se  demuestra  diluyendo  este  ácido  con 
mucha  agua  y  añadiendo  algunas  golas  de  una 


ACI 

solución  de  cianuro  de  hierro  y  potasio ,  que  pro- 
duce luego  en  él  un  tinte  azul  subido  y  un  pre- 
cipitado del  mismo  color  al  cabo  de  algún  tiem- 
po El  protocloruro  de  plomo  se  conoce  por  el 
examen  del  residuo  de  la  evaporación  o  de  la 
destilación  de  una  porción  de  este  acido,  que  se 
presenta  en  pequeñas  escamas ,  blancas,  naca- 
radas, poco  solubles  en  el  agua  fría,  mas  solu- 
bles en  el  agua  hirviendo.  -El  ácido  sulturoso  se 
reconoce,  según  el  Sr.  Girardin,  tomando  media 
onza  del  ácido  que  se  quiere  ensayar,  se  le  ana- 
den  2  á*  */■  dracmas  de  protocloruro  de  estaño 
cristalizado,  se  agita  para  hacerlo  disolver  con  un 
tubo  de  vidrio,  y  se  echan  sobre  la  mezcla  2  o  3 
veces  su  volumen  de  agua  destilada.  Cuando  el 
ácido  es  puro ,  no  se  manifiesta  ninguna  colora- 
ción- pero  por  poco  ácido  sulfuroso  que  contenga, 
veseinmetliatamente,  después  de  la  adición  del 
protocloruro  de  estaño,  que  el  acido  se  enturbia, 
se  pone  amarillo ,  y  desde  que  se  le  ha  añadido  el 
aeua   se  siente  el  olor  del  acido  hidrosulfunco,  y 
el  líquido  toma  un  tinte  moreno,  precipitando  un 
polvo  del  mismo  color,  que  es  proto-sulluro  de  es- 
taño v  bióxido  del  mismo  metal.  Este  sencillo  pro- 
ceder permite  en  menos  de  un  minuto  probar  la 
pureza  del  ácido  hidroclórico  del  comercio ,  y  el 
Sr  Girardin  dice  que  un  centesimo  de  acido  sul- 
furoso no  puede  escapar  al  uso  de  este  medio  tan 
fácil  de  poner  en  práctica  en  los  talleres  como  en 
los  laboratorios.— El  ácido  sulfúrico,  que  a  veces 
contiene  ó  con  que  se  sofistica  el  ácido  muriático, 
es  fácil  de  reconocer  por  medio  del  muriato  de  ba- 
rita, y  aun  con  el  de  plomo,  del  cual  los  Sres.  Le 
Santy  Prevel  han  encontrado  hasta  15  ó  16  gra- 
nos por  onza,  y  que  precipita,  en  el  estado  de 
sub-muriato,  el  agua  que  se  le  añade. 

El  ácido  hidroclórico  tiene  numerosos  usos  en 
las  artes :  sirve  en  la  fabricación  del  cloro  y  de 
los  hipocloritos ,  del  agua  regia,  del  gas  acido 
carbónico ,  de  la  sal  de  estaño  y  de  la  composi- 
ción de  estaño ,  dos  sales  tan  empleadas  en  los 
talleres  de  tintura  y  de  indianas.  Baume  lo  ha 
aconsejado  para  el  blanqueo  do  la  seda  destina- 
da ala  confección  de  las  blondas  y  de  las  gasas. 
Es  un  reectivo  precioso  para  los  químicos.  Con- 
centrado ,  aun  a  la  dosis  de  algunos  dracmas  so- 
lamente, es  un  veneno  violento .  corrosivo,  ana- 
logo  por  su  modo  de  acción  á  los  demás  ácidos 
minerales.  La  magnesia  calcinada  y  el  jabón  me- 
dicinal son  los  agentes  mas  útiles  para  combatirlo. 
En  medicina,  se  usa  al  interior ,  á  dóses  pequeñas 
en  agua  azucarada,  etc,  como  antiséptico ,  refres- 
cante, diurético,  antiescorbútico,  antipútrido, 
etc  ,  y  al  exterior,  como  astringente ,  útil  en  los 
sabañones,  en  las  aftas,  la  liña,  los  canceres 
ulcerados,  etc.,  también  en  cortas  doses  diluido 


en  agua. 

Acido  liirtro  sulfúrico,  Aculo  sul- 
fí ti  rico.  Este  compuesto,  designado  antigua- 
mente bajo  los  nombres  de  Gas  hepático  das  hi- 
drógeno sulfurado ,  se  encuentra  en  disolución  en 
ciertas  aguas  minerales  á  las  cuales  comunica 
las  propiedades  que  le  caracterizan  o  las  de  tos 
compuestos  que  el  forma  con  ciertos  óxidos  me- 


ACI 

¿alíeos,  cuyas  aguas  de  tiempo  inmemorial  son 
conocidas  con  los  nombres  de  Aguas  hepáticas, 
Aguas  sulfurosas, :  también  existe,  unido  con  el 
ácido  carbónico,  en  muchas  otras  aguas  minera- 
les; es  uno  de  los  productos  déla  descomposición 
de  las  materias  orgánicas  que  contienen  azufre,  y 
de  ahi  su  desprendimiento  permanente  en  los  luga- 
res comunes,  en  los  depósitos  infectos  en  donde  se 
acumulan  las  inmundicias  de  las  poblaciones,  etc; 
es  exhalado  de  los  huevos  podridos,  y  también  se 
forma  en  los  intestinos  del  hombre  y  de  los  ani- 
males, como  resultado  de  la  digestión,  haciendo 
también  constantemente  parte  de  los  gases  que  lle- 
nan estas  visceras  en  todas  las  épocas  de  la  vida. 

Para  obtenerlo  en  el  estado  de  pureza,  se  trata 
sea  ei  sulfuro  de  antimonio  por  el  ácido  nidrocló- 
rico ,  sea ,  lo  que  es  preferible ,  el  sulfuro  de  hier- 
ro por  el  doble  de  su  peso  de  ácido  sulfúrico  á 
18  grados  solamente.  Si,  por  medio  de  un  apara- 
to de  Woulf ,  se  le  hace  pasar  en  agua  destilada, 
mantenida  á  una  temperatura  baja ,  se  obtiene  el 
Acido  hidrosulf úrico  liquido  (  Agua  hidrosul fu- 
rada ) ,  mas  usado  que  el  gas ,  y  de  un  sabor  me- 
nos desagradable. 

El  ácido  hidrosulfurico  en  el  estado  de  liber- 
tad está  siempre  bajo  la  forma  gaseosa  á  la  tem- 
peratura y  á  la  presión  ordinarias;  es  incolor,  de 
un  olor  fuerte  extremamente  desagradable  y  del 
todo  análogo  al  de  los  huevos  podridos;  su  densi- 
dad es  de  1,4912;  apaga  los  cuerpos  en  combus- 
tión que  en  él  se  sumergen ,  pero  se  inflama  al 
contacto  del  aire  y  arde  con  una  llama  azul  pálida, 
produciendo  gas  ácido  sulfuroso,  y  dejando  posar 
azufre,  si  la  combustión  tiene  lugar  en  vaso  cerra- 
do ;  enrojece  débilmente  la  tintura  de  tornasol;  el 
agua  absorve  dos  veces  y  media  su  volumen  á  -f- 
18°  y  tres  veces  á4-  11°;  ennegrece  el  papel 
impregnado  de  acetato  de  plomo.  Este  gas  ataca 
la  mayor  parte  de  los  metales  á  la  temperatura  or- 
dinaria y  les  ennegrece;  y  esto  depende  de  que  el 
azufre  que  contiene  se  combina  con  ellos  y  da  lu- 
gar á  compuestos  negros ,  llamados  sul furos.  Los 
utensilios  de  plata,  de  cobre,  de  plomo,  de  estaño, 
á  cada  instante  son  ennegrecidos,  en  nuestras  ca- 
sas ,  por  las  exhalaciones  de  hidrógeno  sulfurado 
que  van  á  atacarlos ;  las  pinturas  en  las  cuales 
entran  compuestos  metálicos  experimentan  los 
mismos  efectos.  Casi  siempre ,  cuando  se  vacian 
las  letrinas ,  el  hidrógeno  sulfurado  que  se  difun- 
de por  los  aposentos  altera  y  ennegrece  las  pin- 
turas, los  bronces ,  la  vajilla  de  plata,  los  uten- 
silios de  cocina.  Los  huevos  podridos  y  también 
los  huevos  frescos,  cocidos  en  vasos  de  plata, 
tienen  la  propiedad  de  ennegrecer  la  superficie 
■  le  estos,  porque  desprenden  siempre  un  poco  de 
hidrógeno  sulfurado. 

El  acido  hidrosulfurico  líquido  tiene  el  olor 
característico  del  gas ,  enrojece  la  tintura  de  tor- 
nasol ;  se  altera  al  aire  por  el  oxígeno,  que  des- 
compone cierta  cantidad  de  gas  hidrosulfurico  y 
precipita  azufre  muy  dividido ,  y  si  la  exposición 
es  prolongada,  pierde  todo  su  olor  por  resultado 
de  esta  descomposición ;  forma  con  el  protóxido 
de  plomo  un  precipitado  de  protosulfuro  de  plomo 
9 


ACI 


c» 


insoluble ,  y  todos  los  reactivos  que  obran  direc- 
tamente sobre  el  gas  descomponen  su  solución 
acuosa. 

En  forma  de  gas,  el  ácido  hidrosulfurico  es  un 
veneno  de  los  mas  temibles  para  el  hombre  y  para 
los  animales,  y  que,  cuando  no  mata ,  deja* como 
consecuencia  de  los  accidentes  que  ha  producido 
una  fuerte  y  duradera  postración.  Los  medios  de 
tratamiento  mas  eficaces,  en  los  casos  de  en\e- 
nenamiento,  son  la  exposición  al  aire  libre ,  las 
aspersiones  de  agua  fría  sobre  todo  el  cuerpo,  que 
se  fricciona  fuertemente ,  la  introducción  de  aire 
en  los  pulmones,  la  inspiración  prudente  del  clo- 
ro ó ,  mejor ,  de  un  frasco  de  cloruro  de  cal  sóli- 
do, la  ingestión  de  agua  cargada  por  vasos  de  20 
á  30  gotas  de  cloro ,  ó  de  mitad  menos  de  clo- 
ruro de  sosa,  etc.  A  pesar  de  la  energía  de  este 
gas,  es  empleado  en  ciertos  casos  en  medicina,  y 
sabidos  son  el  uso  que  se  hace  de  las  aguas  sul- 
furosas para  curar  ciertas  y  determinadas  dolen- 
cias. Según  experimentos  del  Sr.  Thénard ,  en  el 
estado  de  gas,  puede  servir  con  feliz  resultado 
para  la  destrucción  de  los  animales  nocivos  que 
se  soterran ,  introduciéndolo  en  los  agujeros  en 
que  se  esconden ;  y  así  puede  conseguirse  exter- 
minar los  ratones ,  y  también  los  topos ,  los  mus- 
gaños ,  los  zorros,  ios  tejones,  las  garduñas,  y  en 
general  todos  los  animales  dañinos  queescapan  á 
la  persecución  del  cazador,  refugiándose  en  agu- 
jeros ó  cavidades  subterráneas  mas  ó  menos  pro- 
fundas. 

Acido  láctico.  Este  ácido  se  ha  hallado  no 
solo  en  la  leche  agria ,  sí  que  también ,  bbre  ó 
combinado,  en  un  gran  número  de  materias  ani- 
males y  vegetales.  Así  es  que  se  le  extrae  del 
zumo  de  remolachas  agrio ,  del  agua  de  arroz 
fermentada,  del  agua  agria  délos  almidoneros,  por 
procederes  cuva  descripción  no  corresponde  á 
esta  obra.  El  ácido  láctico  es  un  líquido  de  un 
moreno  amarillento,  de  consistencia  jarabosa, 
inodoro ,  de  una  densidad  de  1,215  á  20° ;  atrae  la 
humedad  del  aire;  soluble  en  todas  proporciones 
en  el  agua  y  en  el  alcohol;  forma,  en  fin,  sales, 
Laclatos ,  todos  solubles  y  difícilmente  cristaliza- 
bles,  que,  por  la  evaporación ,  adquieren  la  con- 
sistencia de  un  mucílago. — Es  todavía  poco  usa- 
do en  medicina;  el  Sr.  Magendie  ha  pensado  que 
podía  ser  empleado  con  ventaja  en  los  casos  de 
dispepsia  ó  de  simple  debilidad  de  los  órganos 
digestivos. 

Acido  nítrico,  Acido  azóiico,  Es- 
píritu de  nitro  de  los  antiguos.  Su  descubrimien- 
to es  debido  á  Raimundo  Lullo ,  célebre  alquimis- 
ta ,  nacido  en  Mallorca,  en  \  235.  Parece  que  se 
encuentra  algunas  veces  en  las  lluvias  de  tempes- 
tad, y  este  hecho  nada  de  extraordinario  tiene, 
puesto  que  Cavendish  nos  ha  manifestado  que 
una  serie  de  chispas  eléctricas ,  que  van  á  parar 
á  una  mezcla  de  oxígeno  y  de  ázoe  húmedos,  de- 
terminan siempre  la  producción  de  cierta  canti- 
dad de  ácido  nítrico.  Por  lo  demás ,  aparte  esta 
circunstancia  que  rarísimas  veces  se  presenta.  s<> 
halla  siempre  en  combinación  en  la  superficie  de 
la  tierra ;  pero  sus  compuestos  naturales  son  poco 

tomo  i. 


66  ACI 

numerosos ,  porque  hasta  el  presente  no  se  co- 
nocen mas  que  los  que  forma  con  la  potasa,  la 
sosa,  la  cal  y  la  magnesia. 

El  ácido  nítrico  se  obtiene,  hoy  (lia,  descom- 
poniendo el  nitro  por  el  ácido  sulfúrico ,  que  se 
apodera  de  la  potasa,  y  pone  en  libertad  el  ácido 
nítrico ,  que  es  recibido  en  vasos  apropiados.  Al- 
gunos se  sirven  en  esta  operación  de  grandes  re- 
tortas de  vidrio  ó  de  asperón ;  otros  han  adopta- 
do los  cilindros  de  hierro  colado.  El  nitrato  de 
sosa  es  igualmente  propio  para  esta  operación ,  y 
se  sustituye  con  ventaja  al  nitrato  de  potasa  a 
causa  de  la  diferencia  en  los  precios.  En  verdad, 
el  sulfato  de  sosa  que  resulta  de  la  operación  tie- 
ne menos  valor  que  el  sulfato  de  potasa;  pero  cal- 
culado y  compensada  todo ,  aun  hay  ventaja  en 
esta  innovación. 

En  esta  ciudad  y  sus  cercanías  hay  laborato- 
rios de  productos  químicos ,  en  donde  se  fabrica 
el  ácido  nítrico,  sin  que  sea  conocida  la  compe- 
tencia del  extranjero ,  porque  nuestros  fabrican- 
tes, á  pesar  de  la  poca  protección  que  se  les  ha 
dispensado,  con  sulabonosidad  y  aplicación,  han 
logrado  poder  ofrecer  este  producto  con  toda  la 
perfección  posible  á  la  baratura  que  es  de  desear. 

El  ácido  nítrico,  purificado  por  los  medios  usa- 
dos en  los  laboratorios  y  el  mas  concentrado  po- 
sible, contiene  19,84  por  ciento  de  agua;  es  ín- 
color,  ó  ligeramente  amarillo  si  ha  estado  expues- 
to ala  acción  delaluz;  su  olor  es  fuerte  y  algo 
análogo  al  del  ácido  hiponítrico;  puesto  en  con- 
tacto con  el  aire,  esparce  un  humo  blanco  ácido, 
debido  á  la  condensación  de  la  humedad  atmos- 
férica; su  densidad  es  de  1 ,5033 ;  hierve  á  +  80°, 
pero  su  punto  de  ebullición  es  retardado  hasta 
+  120,  cuando  la  proporción  de  agua  que  se  le 
ha  añadido  le  ha  llevado  á  una  densidad  de  1 ,420. 
Obra  con  una  grande  energía  sobre  las  sustancias 
orgánicas,  las  corroe  y  las  descompone,  teniendo 
primero  en  amarillo  las  materias  animales  azoa- 
das ;  y  esta  propiedad  sirve  en  las  artes  para  im- 
primir dibujos  amarillos  en  estofas  de  lana  de 
color ,  porque  el  ácido  nítrico  destruye  el  color 
de  la  estofa  y  lo  reemplaza  por  un  tinte  amarillo. 

Cuando  se  mezcla  el  ácido  nítrico  con  el  agua, 
su  densidad  disminuye ,  aunque  el  volumen  del 
líquido  que  resulta  4q  la  mezcla  sea  menor  que  el 
de  la  suma  de  los  dos  compuestos.  Suponiendo 
seco  el  ácido  contenido  en  esta  mezcla,  se  hallan 
las  densidades  siguientes: 

Grado9 
Densidad.  Acido  real  en  el  areómetro 
por  100  partes.  deBaumé. 

1,498  ....  84,í  ....  51 

1,418  ....  -72,9  .     .     .     .  49'/, 

1,434  .          .     .  62,9  .     .     .     .  46  V2 

1,422  ....  61,9  ....  45 

1,376.     .     .     .  51,9  ....  41  </2 

Según  el  Sr.  Liebig ,  uno  de  los  medios  para 
descubrir  muy  pequeñas  cantidades  de  ácido  ní- 
trico ,  consiste  en  mezclar  el  líquido  que  se  quie- 
re examinar  con  tanta  cantidad  de  añil  como  es 
necesaria  para  colorarlo  en  azul  claro :  se  aña- 
den algunas  gotas  de  ácido  sulfúrico  y  se  calien- 


ACI 

ta  hasta  ebullición.  El  líquido  se  descolora  ó  pasa 
á  amarillo ,  si  contiene  acido  nítrico  libre  ó  com- 
binado. El  Sr.  Liebig  anuncia  que,  por  este  medio, 
se  puede  reconocer  Vwo  de  ácido  nítrico. 

El  ácido  nítrico  del  comercio,  diluido  en  cier- 
ta cantidad  de  agua,  lleva  el  nombre  de  Agua 
fuerte ,  cuando  señala  26° ,  y  Agua  fuerte  segun- 
da, cuando  señala  20°.  Nunca  es  puro,  y  con- 
tiene lo  mas  común  cloro  y  ácido  sulfúrico ,  y  al- 
gunas veces  se  encuentra  en  él  nitrato  de  potasa, 
que  se  le  ha  hecho  disolver  para  aumentar  su  den- 
sidad. La  presencia  del  cloro  se  reconoce  echan- 
do en  él  algunas  gotas  de  solución  de  nitrato  de 
plata ,  que  determina  un  precipitado  abundante, 
blanco,  soluble  en  el  amoníaco.  Se  demuestra  la 
presencia  del  ácido  sulfúrico  diluyendo  el  ácido 

3ue  se  examina  en  5  á  6  veces  su  volumen  de  agua 
estilada  y  añadiéndole  agua  de  barita  ó  una  so- 
lución de  nitrato  de  barita ,  que  se  produce  luego 
un  precipitado  blanco  pulverulento  de  sulfato  de 
barita  insoluble  en  el  agua  y  en  los  ácidos.  En  cuan- 
to á  la  existencia  del  nitrato  de  potasa  ó  de  una 
sal  fija  en  solución  en  el  ácido  nítrico  del  comer- 
cio ,  puede  siempre  demostrarse  evaporando  has- 
ta sequedad  una  porción  de  este  líquido  en  una 
eyaporadera  ó  en  una  retorta,  que  dejará  un  re- 
siduo blanco  que  podrá  ser  examinado. 

El  ácido  nítrico  concentrado  es  un  veneno  de 
los  mas  violentos ,  y,  en  razón  de  sus  numerosos 
usos  en  las  artes ,  uno  de  los  mas  frecuentemente 
empleados.  Lo  mejor  que  puede  hacerse,  en  caso 
de  envenenamiento,  es  administrar,  lo  mas  pronta- 
mente y  en  abundancia,  líquidos  dulcificantes, 
leche,  agua  de  goma,  y  después,  si  se  puede, 
como  neutraüzantes ,  magnesia  calcinada  desleí- 
da en  agua ,  agua  de  cal  ó  una  disolución  de  ja- 
bón. En  razón  de  la  facilidad  con  que  desorga- 
niza los  tegidos  animales ,  es  empleado  con  fre- 
cuencia este  ácido  concentrado  para  destruir  las 
pequeñas  excrecencias ,  las  verrugas ,  para  cau- 
terizar las  úlceras,  etc.  Diluido  en  mucha  agua 
(1  á  %  draemas  por  2  l/,  libras  de  agua) ,  el  áci- 
do nítrico  forma  una  tisana  acídula  refrescante, 
designada  á  veces  bajo  los  nombres  impropios  de 
Agua  oxigenada,  de  Limonada  nítrica,  etc.,  em- 
pleada en  varias  enfermedades.  Los  vapores  de 
ácido  nítrico  son  empleados  como  desinfectantes. 
En  farmacia  sirve  para  preparar  el  espíritu  de 
nitro  dulce,  la  pomada  oxigenada,  el  éter  nítrico, 
etc.,  etc.  Este  acido  tiene,  en  fin,  usos  multiplica- 
dísimos  no  solo  en  los  laboratorios  de  química,  en 
donde  es  frecuentemente  empleado  como  disol- 
vente de  la  mayor  parte  de  los  metates,  sí  que 
también  en  las  artes. 

Aeido  oxálico.  Es  el  mas  oxigenado  y 
mas  fuerte  de  todos  los  ácidos  vegetales.  Existe 
del  todo  formado,  pero  combinado  con  la  cal  ó  la 
potasa ,  en  un  gran  número  de  vegetales ,  y  par- 
ticularmente en  varias  especies  de  acedera.  Se 
forma  artificialmente  en  muchas  reacciones  del 
ácido  nítrico  sobre  ciertos  principios  inmediatos; 
se  produce  lo  mas  comunmente  descomponiendo 
el  almidón  ó  el  azúcar  por  el  ácido  nítrico ,  y  ha- 
ciendo cristalizar  muchas  veces  el  ácido  oxálico 


ací 

obtenido ,  para  purificarlo  del  ácido  nítrico  que 
puede  retener. 

En  la  formación  del  ácido  oxálico ,  la  reacción 
es  muy  violenta  á  causa  de  la  abundancia  de  gas 
deutóxido  de  ázoe  que  se  desprende  y  que  podria 
ser  aprovechado  haciéndolo  introducir  en  los  cuar- 
tos de  plomo  en  que  se  fabrica  el  ácido  sulfúrico, 
en  donde  es  indispensable  la  presencia  de  dicho 
í-rus  para  la  conversión  del  ácido  sulfuroso  en  áci- 
do sulfúrico.  Con  esío  se  explica,  sin  duda,  la  razón 
porque  los  extranjeros  obtienen  mas  barato  el 
acido  oxálico,  puesto  que,  apesar  de  tener  noso- 
tros las  primeras  materias,  almidón,  azúcar  y 
ácido  nitrico,  aprecio  bastante  regular,  nues- 
tros fabricantes  no  han  podido  competir  hasta 
ahora  con  los  extranjeros,  quienes  nos  remiten 
este  producto  á  un  precio  ínfimo. 

El  ácido  oxálico  se  presenta  en  pequeñas  agu- 
jas trasparentes  é  incoloras,  que  son  pequeños 
prismas  cuadriláteros,  terminados  por  puntas  die- 
tlras ;  es  inodoro,  de  sabor  ácido  muy  pronuncia- 
do que  causa  dentera ;  expuesto  al  aire  seco ,  se 
eflorece  perdiendo  una  parte  de  su  agua  de  cris- 
talización; calentado,  primero  se  funde  y  en  se- 
guida se  descompone ,  v  se  sublima  en  parte  sin 
haber  experimentado  alteración ;  puesto  en  con- 
tacto con  el  agua,  los  cristales  se  rompen  dejan- 
do oir  un  ligero  ruido  á  medida  que  se  disuelven; 
100  partes  de  este  líquido  á  -f  45°  pueden  disolver 
í 1  V»  de  este  ácido;  el  alcohol  lo  disuelve  en  ma- 
yor cantidad ;  echado  sobre  las  ascuas,  se  funde 
luego ,  y  exhala  un  humo  blanco,  ácido,  que  pro- 
voca la  tos ,  y  no  deja  ningún  residuo  carbonoso; 
el  agua  de  cal  echada  en  la  solución  acuosa  con- 
centrada de  este  ácido  ,  produce  un  precipitado 
blanco  pulverulento ,  tan  poco  soluble  en  el  agua 
que  y4000p  de  ácido  es  indicado  por  este  reac- 
tivo; por  último  es  el  único  ácido  que  separa  bien 
la  cal  al  ácido  sulfúrico,  y  este  carácter  químico 
muy  manifiesto  sirve  para  hacer  reconocer  los 
mas  ligeros  vestigios  de  él  en  un  líquido. 

En  el  comercio,  el  ácido  oxálico  se  halla  á  veces 
falsificado  con  sal  de  acelera  (oxalato  ácido  de 
potasa ),  fraude  fácil  de  reconocer  por  la  existen- 
cia de  la  potasa  en  el  residuo  de  la  incineración 
de  este  cuerpo  así  adulterado.  También  se  halla 
¿veces  mezclado  con  ácido  tartárico,  que  es  mu- 
cho mas  barato,  y  entonces  será  menester  tra 
tarlo  con  una  disolución  de  subearbonato  de 
potasa ,  que  formará  un  precipitado  cristalino  de 
crémor  tártaro ,  casi  del  todo  msoluble ,  si  en  ver- 
dad estaba  adulterado  con  el  ácido  tartárico. 

El  ácido  oxálico  es  empleado  en  los  laboratorios 
de  química  como  reactivo ;  en  las  artes  sirve  mu- 
cho en  la  fabricación  de  las  telas  pintadas,  igual- 
mente se  usa  para  quitar  las  manchas  de  tinta  y 
de  orín  en  el  lienzo  y  los  tegidos  de  lana  blanca. 
En  medicina  es  utilizado  como  refrescante ,  y  ad- 
ministrado en  forma  de  limonada,  de  pastillas, 
etc. ,  con  azúcar.  Con  todo  es  venenoso,  y  se  di- 
ce que  su  antidoto  es  el  agua  de  cal ,  pero'no  hay 
experimentos  ciertos  que  lo  prueben  bien. 

Acido  piro-arétieo  ■  Árido  piro- 
leñoso,  Acido  plro-lignico ,   Yiua- 


ACI  67 

gre  de  leña.  Estos  son  los  nombres  dados  al 
ácido  acético  procedente  de  la  destilación  de  la 
leña,  y  combinado  aun  con  un  aceite  empireuma- 
tico  particular  y  brea.  Fué  conocido  va  de  Boer- 
haave,  con  el  nombre  de  Espíritu  ácido  de  la  leña, 
quien  hizo  notar  que  los  leños  duros,  en  particular 
el  de  guayaco ,  lo  suministraban  en  maj  or  canti- 
dad que  ios  demás. 

El  ácido  piro-leñoso  impuro ,  tal  como  sale  do 
las  fábricas,  es  de  color  rojo  moreno,  y  posee  un 
olor  fuerte  empireumálico.  En  este  estado  ha  si- 
do empleado  con  feliz  resultado,  al  interior,  en 
los  niños,  en  los  casos  de  gastro-malacia  ó  re- 
blandecimiento de  la  membrana  mucosa  de  las 
vías  digestivas ,  á  la  dosis  de  una  dracma  mez- 
clada con  dos  onzas  de  agua  de  azahar  y  una  on- 
za de  jarabe  de  orchata ,  y  administrada  á  cu- 
charadas. Al  exterior,  ha  sido  preconizado  por  el 
Sr.  Klatsch,  como  remedio  por  excelencia  con- 
tra el  cáncer  acuático ,  por  el  Sr.  Schullze  contra 
las  úlceras  fagedénicas  de  los  pies ,  etc..  El  señor 
fierres  ha  confirmado  la  propiedad  que  ya  se  lo 
conocía  de  oponerse  á  la  fermentación  pútrida,  y 
de  destruir  los  miasmas  pútridos.  Las  sustancias 
animales  carnudas,  sumergidas  por  espacio  de 
algún  tiempo  en  este  líquido ,  después  abando- 
nadas al  aire ,  se  secan  poco  á  poco  sin  corrom- 
perse. Esta  facultad  consen  atriz ,  que  se  puede 
llamar  prodigiosa,  del  ácido  piro-leñoso  fué  reco- 
nocida por  el  Sr.  Monge,  en  nuestros  tiempos  mo- 
dernos; pero  los  antiguos  la  conocian  ya,  y  de  ella 
sacaban  partido  para  los  embalsamamientos,  por- 
que la  cedria  (cedrium)  no  es  otra  cosa  que  el 
acido  piro-leñoso  bruto.  Este  ácido  también  sirvo 
á  veces  para  dar  color  rojo  rosado  á  la  madera, 
las  plumas,  las  pajas,  etc. 

Este  ácido  impuro  se  destila  en  un  alambique 
de  palastro,  para  separar  la  mayor  parte  de  la 
brea ,  y  entonces  es  mucho  menos  colorado ,  pero 
su  olores  todavía  muy  desagradable.  En  este  es- 
tado conócese,  en  el  comercio,  bajo  el  nombre 
íle  Acido  piro-leñoso  destilado,  que  es  empleado 
para  hacer  acetatos,  ó  lo  que  se  llama  vulgar- 
mente Piro-leñitos.  Si  quiere  del  todo  puro,  se  su- 
jeta á  otras  operaciones  algo  complicadas,  y  llega 
á  obtenerse  completamente  sin  olor  ni  sabor  desa- 
gradables. En  este  estado  puede  reemplazar  al 
vinagre  radical :  diluido  en  agua  y  aromatizado 
convenientemente,  forma  un  vinagre  de  mesa 
muy  agradable ;  pero  su  principal  uso  es  servir 
para  la  fabricación  de  los  acetatos. 

Aeido  sucr  íniro.  Este  ácido ,  que  existe 
del  todo  formado  en  el  ámbar  amarillo  o  succino, 
se  extrae  sea  por  la  destilación  seca ,  sea  tratan- 
do el  succino  en  polvo  por  una  solución  de  car- 
bonato de  potasa  ó  de  sosa. 

Purificado,  se  presenta  en  prismas  rectos  ter- 
minados por  cuatro  facetas ,  incoloros ;  su  sabor 
es  débilmente  ácido  y  un  poco  acre;  calentado, 
primero  se  funde  y  en  seguida  se  sublima  aban- 
donando el  agua  que  contiene  y  una  parte  del 
aceite  empireumático  que  en  él  se  halla;  es  so- 
luble en  el  agua  y  en  el  alcohol ;  el  agua  disuelve 
V„á  -f  i  6°  y  V,  a  + 1 00 ;  el  alcoho  en  frió  lo  di- 


68  ACI 

suelve  difícilmente ,  pero  en  caliente  una  parte  tle 
este  ácido  se  disuelve  en  una  parte  y  media  de  este 
líquido  hirviendo ;  en  contacto  con  las  ascuas,  se 
funde  y  se  exhala  luego  en  vapores  blancos  acres  é 
irritantes  sin  dejar  residuo  carbonoso;  con  las  tier- 
ras y  los  álcalis  forma  sales  (Succinatos)  por  lo  co- 
mún solubles ,  y  con  los  óxidos  metálicos  sales  en 
general  insoluoles  si,  no  tienen  un  exceso  de  ácido . 

Este  ácido  tal  como  se  halla  en  el  comercio  es 
con  frecuencia  falsificado  en  razón  de  su  precio 
elevado.  Se  le  mezcla  ácido  tartárico,  bisulfato 
de  potasa  ó  sal  amoníaco  colorados  con  un  poco 
de  aceite  empireumático  de  succino.  Estos  frau- 
des se  reconocen  por  los  caracteres  que  presenta 
entonces  el  ácido,  y  que  son  diferentes  de  los  que 
hemos  indicado  arriba ;  además  por  el  residuo 
que  deja  cuando  se  calienta  sobre  una  lámina 
metálica  colocada  sobre  las  ascuas.  El  fraude  con 
el  ácido  tartárico  se  reconoce  en  el  residuo  car- 
bonoso; el  del  bisulfato  de  potasa,  en  la  sal  blanca 
fija  que  queda  por  residuo;  y  en  cuanto  á  la 
presencia  de  la  sal  amoníaco,  se  manifiesta  sea 
triturando  el  ácido  con  un  poco  de  cal,  que  des- 
prende un  olor  amoniacal,  sea  por  la  solución  de 
nitrato  de  plata,  que  ocasiona  en  la  solución  de 
este  ácido  un  precipitado  blanco ,  abundante,  de 
cloruro  de  plata. 

El  ácido  succínico  sirve  en  los  laboratorios  de 
química  en  las  análisesjde  las  sustancias  en  las  cua- 
les existe  óxido  de  hierro  mezclado  con  óxido  de 
manganeso  para  separar  estos  dos  óxidos;  em- 
pléasele en  estado  de  succinato  soluble,  que  se 
añade  á  la  disolución  que  contienen  estos  óxi- 
dos; el  succinato  de  peróxido  de  hierro  es  ente- 
ramente precipitado  si  la  disolución  es  neutra. 
Antiguamente  era  mirado,  en  medicina,  como  an- 
tiespasmódico ,  cordial,  expectorante,  diurético, 
etc. ,  pero  al  presente  es  raras  veces  empleado, 
á  lo  menos  en  su  estado  de  pureza.      _^ 

El  A cido  succínico  impuro,  ú  oficinal,  es  el  que 
en  forma  de  cristales  se  pega  á  las  paredes  de  la 
retorta  y  cuello  de  los  vasos  en  el  acto  de  la  des- 
tilación del  succino ;  está  impregnado  de  aceite 
empireumático ,  y  en  este  estado  es  como  se  usa 
en  medicina,  con  el  nombre  de  Sal  volátil  de  suc- 
cino ,  para  las  afecciones  espasmódicas,  á  la  dosis 
de  6  á  8  granos. 

El  ácido  succínico  líquido,  ó  Espíritu  volátil  de 
succino,  es  el  producto  líquido  acuoso  déla  destila- 
ción del  succino;  es  una  solución  dilatada  de  ácido 
succínico,  ácido  acético  y  productos  pirogenados. 
Hásele  empleado  también  como  antiespasmódico. 

Acido  sulfúrico.  Basilio  Valentín ,  céle- 
bre alquimista  de  Erfurt,  y  monge  de  la  orden  de 
los  Benedictinos ,  fué  el  primero  que  habló  de  él, 
á  mediados  del  siglo  XV ,  pero  Gerardo  Dornoeus 
fué  quien  describió  sus  caracteres  distintos,  hacia 
4570.  Antiguamente  fué  llamado  Espíritu  de  azu- 
fre ó  Espíritu  de  vitriolo,  diluido  en  mucha  agua; 
Aceite  de  azufre ,  en  un  mayor  grado  de  concen- 
tración, y,  comunmente,  Aceite  de  vitriolo  ó 
Acido  vitriólico ,  en  el  estado  impuro  en  que  nos 
lo  ofrece  el  comercio. 

A  vece»  se  le  encuentra  en  el  estado  libre  en 


ACÍ 

la  naturaleza :  el  primero  que  lo  reconoció  fué  Bal- 
dassari,  en  1776,  en  las  grutas  de  una  montaña 
volcánica  de  los  alrededores  de  Siena,  llamada 
Zoccolino ; — Pictotlo  vio  después  cerca  de  Aix  en 
Saboya; — Humboldt,  en  las  aguas  de  Rio-vinagre, 
en  la  Nueva  Granada ,  que  lleva  su  nombre  de 
la  acidez  que  le  dan  este  ácido  y  el  ácido  hidro- 
clórico;  — Leschenault,  en  el  fondo  de  un  volcan 
del  monte  Idio ,  en  Java ,  en  donde  es  bastante 
concentrado  y  bastante  abundante  para  hacer 
mortales  las  aguas  de  un  rio  en  el  que  desemboca 
á  veces.  Finalmente,  el  doctor  Eaton  ha  indicado, 
mas  recientemente  aun,  en  la  pequeña  ciudad  de 
Byron ,  á  diez  millas  del  Sud  del  canal  Erié ,  ma- 
nantiales de  este  ácido,  de  grados  diversos  de 
concentración ,  procedentes,  según  parece ,  de  la 
descomposición  de  piritas ,  y  llamados  en  el  país 
fuentes  agrias.  Pero  en  el  estado  de  combinación 
con  la  cal ,  la  barita ,  la  alúmina  y  el  hierro  es 
sobre  todo  del  modo  como  el  ácido  sulfúrico  abun- 
da en  la  naturaleza. 

El  primer  proceder  puesto  en  uso  para  obtener 
el  ácido  sulfúrico  consistió  en  la  destilación  del 
sulfuro  de  hierro;  á  principios  del  siglo  XVII,  se 
preparó  por  medio  de  la  combustión  del  azufre; 
mucho  tiempo  después,  añadióse  al  azufre,  para 
favorecer  su  combustión ,  cierta  cantidad  de  ni- 
tro. Este  úlimo  proceder  dio  ya  excelentes  resul- 
tados, y  en  1746  recibió  una  importante  mejora 
reemplazando  los  recipientes  de  vidrio  por  vastos 
cuartos  de  plomo ,  que  son  los  que  en  la  actuali- 
dad se  usan.  La  capacidad  de  estos  cuartos  varia 
al  infinito ,  por  lo  regular  son  de  3.800  pies  cúbi- 
cos, pero  á  veces  son  mas  pequeños  y  se  ponen  en 
comunicación  muchos  cuartos  juntos.  De  consi- 
guiente ,  para  producir  el  ácido  sulfúrico ,  se  ha- 
ce llegar  en  el  cuarto  gas  sulfuroso  y  deutóxido 
de  ázoe,  y,  algún  tiempo  después,  cierta  canti- 
dad de  vapor  de  agua  :  los  dos  primeros  se  ob- 
tienen haciendo  quemar  en  uno  de  los  ángulos 
del  cuarto  y  sobre  una  pátera  de  hierro  colado, 
una  mezcla  de  1 00  partes  de  azufre  y  de  8  partes 
de  nitro.  Por  una  serie  de  reacciones  muy  com- 
plicadas ,  el  ácido  sulfúrico  se  forma  y  va  á  reu- 
nirse en  el  suelo  del  cuarto,  del  que  se  extrae 
por  medio  de  una  llave  de  fuente.  En  este  estado 
es  muy  impuro  y  muy  diluido  en  agua ,  por  lo 
común  no  señala  sino  40°  en  el  areómetro  de  Bau- 
mé.  Como  el  comercio  no  lo  recibe  si  no  señala 
66°,  ha  de  concentrársele,  lo  que  se  consigue  en 
dos  operaciones  distintas:  se  le  lleva  primero  á 
55°  ó  58°  de  densidad ,  haciéndolo  calentar  en 
anchas  calderas  de  plomo ,  después  se  acaba  su 
evaporación  en  una  encúrbita  de  platino ,  provis- 
ta de  un  capitel  de  la  misma  naturaleza.  Cuando 
el  ácido  ha  llegado  á  66°,  se  saca  de  la  encúrbi- 
ta por  medio  de  un  sifón  de  platino ,  y  es  repues- 
to en  vasos  de  vidrio  ó  de  asperón.  Para  las  aná- 
lises  de  laboratorios ,  es  indispensable  purificar 
este  ácido,  lo  que  se  consigue  por  medio  de  una 
destilación  ejecutada  en  un  aparato  de  vidrio,  sin 
emplear  lodos ,  ni  tapones. 

Barcelona  y  sus  alrededores  cuenta  varias  fa- 
bricas y  laboratorios  de  productos  químicos,  en 


ACI 

donde  se  prepara  este  ácido,  y  entre  ellas  dele- 
mos  mencionar,  por  su  importancia ,  las  de  los 
Srcs.  l.lupis  Valles  y  Compañía,  en  las  Corta  de 
Sarria ,  del  Sr.  Cros,  en  Sans,  de  los  Sres.  Casa- 
novas  y  Comp.a,  en  JBadalona;  y  otras  en  las  cua- 
les, además  de  elaborarse  los  ácidos  y  las  sales  de 
mas  aplicación  en  las  artes,  se  fabrica  el  áci- 
do sulfúrico  ,  en  aparatos  suficientes  para  obte- 
ner anualmente,  soLre  50  á  60  mil  quintales  de 
ácido  concentrado,  cuya  baratura  dependerá 
de  la  protección  que  el  Gobierno  conceda  á  la 
introducción ílel  azufre.  Sale  de  dichos  estableci- 
mientos repuesto  en  grandes  redomas  de  vidrio, 
de  capacidad  de  2  á  3  cientas  libras,  colocadas 
en  cestos  de  mimbres,  ó,  aveces,  embaladas  en 
cajas  de  madera.  Las  redomas  de  vidrio,  en  la  ac- 
tualidad, podrian  ser  reemplazadas  con  ventaja 
Sor  los  vasos  de  asperón  [gres)  fabricados  en  la 
ordela. 

El  ácido  sulfúrico  es  conocido  bajo  tres  formas 
distintas  ó  modificaciones  particulares :  1 .°  anhi- 
dro y  puro;  2.°  mezclado  con  una  corta  cantidad 
de  ácido  hidratado ,  constituye  en  este  estado  el 
ácido  llamado  fumante  ó  glacial  de  Ñordhausen; 
3.°  combinado  con  una  proporción  determinada 
de  agua ,  es  el  ácido  común  del  comercio. 

Acido  sulfúrico  anhidro.  Se  presenta  en  forma 
de  agujas  blancas,  sedosas  y  flexibles,  que  se  li- 
cúan á+ 25  grados  centígrados,  y  se  volatilizan 
casi  inmediatamente;  su  densidad  es  de  4,970 
cuando  licuado ;  un  calor  rojo  lo  descompone  en 
ácido  sulfuroso  y  en  gas  oxígeno  en  la  relación  de 
2  á  1  ;  expuesto  "al  aire,  atrae  su  humedad  espar- 
ciendo espesos  vapores  muy  ácidos  que  provocan  la 
tos;  puesto  en  contacto  con  el  agua,  se  combina  rá- 
pidamente con  ella  produciendo  el  ruido  de  un  hier- 
ro enrojecido  sumergido  en  el  agua ,  y  disolvién- 
dose en  ésta,  pasa  al  estado  de  hidrató  y  produce 
un  liquido  viscoso  muy  ácido.  — El  ácido  sulfúrico 
en  este  estado  solo  es  empleado  enloslaboratorios. 

Acido  sulfúrico  fumante  ó  glacial  de  Ñordhau- 
sen, ó  Acido  sulfúrico  de  Sajonia.  Obtenido  en 
Ñordhausen ,  pequeña  ciudad  de  Sajonia ,  por  el 
proceder  de  Valentín,  esto  es  por  la  destilación 
del  sulfato  de  hierro  secado.  Es  de  un  color  mo- 
reno subido;  su  densidad  de  1,89  á  1,90;  puesto 
en  contacto  con  el  aire,  esparce  luego  un  humo 
blanco  debido  á  la  volatizacion  del  ácido  anhidro 
que  contiene  y  que  obra  sobre  el  vapor  de  agua 
esparcido  en  la  atmósfera;  su  olor  es  fuerte  y  su- 
focante por  el  ácido  sulfuroso  que  contiene  acci- 
dentalmente; calentado,  abandona  el  ácido  anhi- 
dro y  el  ácido  sulfuroso  que  contiene,  y  queda  en 
el  estado  de  ácido  hidratado  en  forma  de  un  líqui- 
do espeso  y  viscoso ;  el  agua  obra  sobre  este  aci- 
do como  sobre  el  precedente.  Todas  las  propie- 
dades (pie  presenta  el  ácido  de  Ñordhausen  de- 
penden de  la  mezcla  del  ácido  anhidro  con  mas 
ó  menos  cantidad  de  ácido  hidratado.— El  ácido 
fumante  de  Sajonia  es  empleado  en  los  laborato- 
rios para  obtener  el  ácido  sulfúrico  anhidro ;  en 
las  artes  sirve  en  tintura  para  disolver  el  añil,  con 
preferencia  al  ácido  hidratado  del  comercio,  para 
teñir  la  lana  de  color  azul  de  Sajonia. 


ACI  69 

Acido  sulfúrico  hidratado  común  ó  Acido  sul- 
fúrico del  comercio.  Se  presenta  en  forma  de  un 
líquido  incolor,  inodoro,  de  consistencia  oleagi- 
nosa ,  de  tan  grande  causticidad  que  desorganiza 
y  ennegrece  prontamente  todas  las  materias  or- 
gánicas con  las  cuales  se  le  pone  en  contacto;  su 
densidad  es  de  1,852  á  +  150c;  no  entra  en  la 
ebullición  hasta  á  -f-  326°%  y  destila  en  seguida 
sin  experimentar  alteración:  expuesto  al  aire, 
atrae  poderosamente  la  humedad  y  se  debilita  mas 
y  mas ;  echado  lentamente  en  el  agua,  cae  en  el 
fondo  de  este  líquido ,  y  se  combina  fácilmente 
con  él  por  la  agitación,  desprendiendo  mucho  ca- 
lor; la  proporción  de  agua  añadida  á  este  ácido 
disminuye  su  densidad  y  abaja  su  punto  de  ebu- 
llición, que  se  acerca  tanto  mas  á  1 00  en  cuanto 
mas  agua  contiene. 

Es  de  la  mayor  importancia  para  el  comercio 
el  determinar  las  proporciones  respectivas  de 
agua  y  ácido  real  contenidas  en  un  acido  sulfú- 
rico cualquiera  ofrecido  en  venta ;  y  como  en  la 
mezcla  de  este  ácido  con  el  agua  en  diversas  can- 
tidades hay  una  penetración  mutua  y  una  con- 
densación variable,  la  densidad  no  puede  servir 
de  tipo  sino  después  que  ha  sido  comparada  á  la 
cantidad  de  ácido  sulfúrico  real  existente  en  el  lí- 
quido. Para  conseguirlo,  es  preciso  comparar  la 
densidad  del  ácido  con  la  cantidad  de  la  base 
que  él  satura :  así  pues ,  1 00  partes  de  ácido  sul- 
fúrico hidratado  puro  saturan  exactamente  173,63 
de  subearbonato  de  sosa  puro,  seco,  ó  277  de  la 
misma  sal  cristalizada.  Si ,  en  vez  de  tomar  por 
tipo  la  densidad  del  ácido  sulfúrico,  se  comparase 
al  grado  alcalimétrico,  no  nos  expondríamos  á 
ninguna  trabacuenta;  mientras  que  su  densidad 
puede  aumentar  por  la  mezcla  fraudulenta  ó  acci- 
dental de  cierta  cantidad  de  sales;  y,  al  contra- 
rio ,  el  grado  alcalimétrico  no  puede  variar  todo 
lo  mas  sino  por  la  mezcla  excesivamente  rara  de 
una  pequeña  proporción  de  ácido  anhidro. 

Ilanse  formado  muchas  tablas  de  la  fuerza  del 
ácido  sulfúrico ,  comparada  á  su  gjrado  areomé- 
trico.  Damos  la  preferencia  ala  del  Sr.Darcet,  por 
que  se  acomoda  mejor  á  las  circunstancias  comu- 
nes de  la  fabricación. 

Tabla  de  la  riqueza  del  ácido  sulfúrico  á  diver- 
sos grados  para  la  temperatura  de-\-  4  o  cent. 

Grados  Proporción  Proporción 

del  areómetro    Densidad,     de  ácido  hidratado    de  agua  por 
deBaumé.  por  100.  *  100. 


45  . 

.     1,454  . 

.     58,02     . 

.     41,98 

46  . 

.     4,466  . 

.     59,85     . 

.     40,15 

47  . 

.     4,482  . 

.     61,32     . 

.     38,68 

48  . 

.     1,500  . 

.     62,80     . 

.     37,20 

49  . 

.     1,515  . 

.     64,37     . 

.     35,63 

50  . 

.     1,532  . 

.     66,45     . 

.     33,55 

51   . 

.     1,550  . 

.     68,05     . 

.     31,95 

52  . 

.     1,566  . 

.     69,30     . 

.     30,70 

53  . 

.     1,586  . 

.    71,17     . 

.     28,83 

54  . 

.     1,603  . 

.     72,70     . 

.     27,30 

55  . 

.     1,618  . 

.     74,32     . 

.     25,68 

60  . 

.     1,717  . 

.     82,34     . 

.     17,66 

70  ACI 

Echado  sóbrelas  ascuas,  el  ácido  sulfúrico  se 
reduce  al  instante  en  vapores  blancos  espesos, 
muy  ácidos,  que  excitan  la  tos;  en  contacto  con 
las  soluciones  de  barita  y  de  estronciana,  forma 
un  precipitado  blanco ,  pulverulento ,  insoluble  en 
el  agua  y  en  los  ácidos  con  la  primera  solución, 
y  un  precipitado  vedijoso  con  la  segunda,  suscep- 
tible de  volverse  á  disolver  en  una  gran  cantidad 
de  agua ;  calentándolo  con  carbón  en  polvo,  ó  li- 
maduras de  cobre ,  en  una  redoma  provista  de  un 
tubo ,  se  desprende  en  estas  dos  circunstancias 
gas  ácido  sulfuroso,  que  se  reconoce  sobre  todo  en 
su  olor  muy  picante. 

El  ácido  sulfúrico  del  comercio  contiene  con 
frecuencia  sustancias  extrañas  cuya  presencia 
puede  ofrecer  inconvenientes  para  las  operacio- 
nes en  las  cuales  se  le  emplea :  tales  son  los  áci- 
dos nítrico  y  hiponítrico  que  destruyen  el  añil, 
cuando  se  hace  uso  de  este  ácido  para  disolver 
esta  materia  tintoria.  La  presencia  de  estos  áci- 
dos se  reconoce  fácilmente  echando  en  el  ácido  sul- 
fúrico que  se  ensa\a  proto-sulfato  de  hierro  cris- 
talizado en  polvo,  ó  algunas  gotas  de  una  solución 
concentrada  de  esta  sal ;  el  líquido  toma  luego  un 
color  púrpura,  ó  aun  de  heces  de  vino  subido;  según 
las  diferentes  cantidades  de  ácido  nítrico  o  hipo- 
nítrico  que  él  contiene.  El  ácido  hiponítrico  será 
distinguido  del  ácido  nítrico  por  medio  de  la  so- 
lución roja  de  persulfato  de  magnesia,  que  es  des- 
colorada por  el  primer  ácido. — Casi  siempre  el 
ácido  sulfúrico  del  comercio  en  las  droguerías, 
que  lo  venden  al  por  menor ,  tiene  un  tinte  more- 
no negruzco  debido  á  la  descomposición  de  cier- 
tas materias  orgánicas  que  han  caido  en  él.  Esto 
no  presenta  inconveniente  cuando  el  ácido  es  con- 
centrado al  grado  conveniente;  se  le  vuelve  blan- 
co calentándolo  por  cierto  tiempo ,  el  carbón  di- 
vidido que  lo  coloraba  es  quemado  y  trasformado 
en  gas  acido  carbónico. — También  con  mucha 
frecuencia  se  encuentra  en  el  ácido  sulfúrico  del 
comercio  sulfato  de  plomo  en  corta  cantidad ;  esta 
sal  se  precipita  en  polvo  blanco,  cuando  se  debi- 
lita el  ácido  con  agua  destilada ;  se  la  reconoce 
directamente  en  el  tinte  moreno  que  toma,  cuan- 
do después  de  haberla  diluido  en  el  agua,  se  le 
añade  una  solución  de  ácido  hidrosulfúrico  ó  de 
un  hidrosulfato. 

El  ácido  sulfúrico  es  el  agente  mas  útil  y  con 
frecuencia  mas  empleado  en  la  mayor  parte  de 
las  artes ,  las  cuales ,  sin  él ,  carecerían  de  pro- 
ductos que  les  son  indispensables.  La  fabricación 
de  los  demás  ácidos,  de  la  sosa  artificial,  del 
alumbre ,  del  cloro ,  la  refinadura  de  la  plata ,  la 
conversión  de  la  fécula  en  azúcar,  el  blanqueo, 
el  curtido,  la  purificación  de  los  aceites,  etc. ,  y 
por  mejor  decirlo ,  casi  todas  las  operaciones  de 
las  fábricas  y  de  los  laboratorios  reclaman  su  au- 
silio.  En  química,  formauno  de  los  reactivos  mas 
poderosos  y  mas  indispensables ,  sirve  para  ope- 
rar en  el  vacío  la  evaporación ,  la  concentración 
de  ciertos  líquidos.  A  veces  los  sofislicadores  lo 
introducen,  no  sin  inconveniente ,  en  el  vinagre 
para  aumentar  su  acidez ,  le  sustituyen  al  zumo 
de  limón  en  la  limonada,  etc.  En  farmacia,  es 


ACI 

empleado  parala  preparación  del  ácido  sulfuroso, 
délos  sulfitos,  de  los  sulfatos,  del  éter  sulfúrico, 
etc. ,  etc.  En  medicina,  nunca  debe  administrar- 
se al  interior ,  sino  muy  debilitado ,  es  decir  á  la 
dosis  de  algunas  gotas  solamente  en  una  poción, 
como  refrescante  ,  antiséptico ,  astringente ;  al 
exterior,  es  raras  veces  usado  como  caustico,  y 
en  su  aplicación  debe  procederse  con  mucho  cui- 
dado, y  debilitado  ha  sido  empleado  en  las  úlceras 
escorbúticas,  cancerosas,  y  también  venéreas,  etc. 

El  ácido  sulfúrico  concentrado  es  un  veneno 
corrosivo  de  los  mas  violentos.  El  tratamiento  con- 
siste;  en  los  casos  de  envenamiento,  en  hacer 
propinar  inmediatamente  á  los  enfermos  líquidos 
acuosos,  mucilaginosos,  grasos,  aceitosos,  lecho- 
sos, agua  de  jabón,  ó  mejor  magnesia  en  suspen- 
sión en  el  agua,  á  fin  de  diluir  y  neutralizar  el 
ácido  al  mismo  tiempo  que  se  provocan  vómitos ; 
en  seguida  se  emplean  los  antiflogístisos  con  mas 
ó  menos  actividad,  según  la  exigencia  de  los  ca- 
sos. 

Acido  sulfuroso.  Es  uno  de  los  prime- 
ros gases  conocidos ,  puesto  que  se  forma  desde 
luego  que  el  azufre  arde  en  contacto  del  aire.  A 
mediados  del  siglo  XYII ,  fué  considerado  como 
un  cuerpo  particular  por  Stahl,  y,  en  1777,  La-? 
voisier  demostró  su  composición. 

Este  ácido  se  produce  y  se  desprende  en  gran- 
de cantidad  en  las  montañas  sometidas  á  la  acción 
de  fuegos  subterráneos.  Todos  los  volcanes  en 
actividad,  excepto,  según  el  Sr.  Boussingault, 
los  del  ecuador,  lo  exhalan  de  sus  cráteras;  las 
solfataras  lo  desprenden  siempre.  La  sufocación 
que  determina  es  lo  que  hace  tan  peligroso  el 
acercarse  á  estos  lugares :  se  dice  que  Plinio  el 
Naturalista  murió  por  haber  querido  examinar  de 
demasiado  cerca  la  famosa  erupción  del  Yesuvio, 
que ,  el  mismo  día ,  enterró  las  ciudades  de  Her- 
culano ,  Pompeya  y  Campada  bajo  un  diluvio  do 
cenizas. 

Puede  obtenerse  directamente  de  la  combustión 
del  azufre,  sin  ninguna  adición  de  nitro,  pero  es- 
te proceder  embarazoso  casi  no  seria  suficiente 
para  procurarse  las  cantidades  tan  considerables 
de  ácido  sulfuroso  que  se  consumen,  principalmen- 
te para  el  blanqueo  de  las  lanas ,  de  las  sedas, 
etc.  Se  acude  pues  á  otros  medios :  ó  se  hace  ca- 
lentar al  rojo,  en  una  retorta,  una  mezcla  de  4 
partes  de  flor  de  azufre  y  5  partes  de  óxido  negro 
de  manganeso ,  ó  bien  se  trata  en  caliente  el  áci- 
do sulfúrico  por  el  carbón  ó  el  serrin  de  madera; 
en  ambos  casos ,  se  desprende  gas  ácido  sulfuro- 
so ,  que  es  recibido  en  vasos  en  parte  llenos  de 
agua  y  rodeados  de  hielo ,  en  la  que  se  disuelve. 
En  los  laboratorios  se  obtiene  desoxigenando  en 
parte  el  ácido  sulfúrico  por  el  mercurio. 

Acido  sulfuroso  gaseoso.  Es  un  gas  permanente 
á  la  temperatura  ordinaria ,  pero  susceptible  de 
licuarse  a  —  20;  es  incolor,  de  un  olor  fuerte  y 
sufocante  que  irrita  los  ojos  y  excita  la  tos ,  y  ana 
logo  al  del  azufre  que  arde  al  aire ;  su  densidad 
es  de  2,247;  apaga  los  cuerpos  en  combustión*  el 
agua  á  +  1 5o  disuelve  treinta  y  tres  veces  su  vo- 
lumen ,  y  adquiere  su  olor  y  su  sabor,  igualmente 


ACI 

que  su  propiodad  de  enrojecer  primero  la  tintura 
de  tornasol  y  en  seguida  comunicarle  un  color  de 
vino  ojo  de  gallo. 

Acido  sulfuroso  liquido ,  Espíritu  sulfuroso  de 
Stahl ,  Espíritu  de  azufre  por  la  campana.  Es  la 
solución  del  gas ,  que  es  incolora,  y  posee  el  olor 
y  el  sabor  de  éste,  aunque  menos  pronunciados; 
cuando  saturada,  su  densidad  es  de  4,045;  calen- 
tada, deja  escapar  poco  á  poco  y  enteramente  el 
gas  que  contiene ;  expuesta  al  aire  en  un  vaso 
mal  cerrado ,  absorve  lentamente  el  oxígeno  y  se 
convierte  en  parte  en  ácido  sulfúrico ;  forma  con 
las  bases  sales,  llamadas  Sulfitos. 

El  ácido  sulfuroso  en  los  dos  estados  que  aca- 
bamos de  mencionar  es  muy  empleado  en  las  ar- 
tes ,  la  acción  destructiva  que  ejerce  sobre  mu- 
chos colores  orgánicos  lo  nace  particularmente 
emplear  en  el  blanqueo  de  las  estofas  de  seda  y 
de  lana ,  asi  como  en  lostegidos  de  paja.  Empléa- 
se también  para  azufrar  los  vinos  débiles,  que  se 
acedarían  luego  en  los  toneles  si  el  fermento  no 
estuviese  sustraído  de  la  acción  del  aire  que  con- 
tienen. Sirve  para  quitar  las  manchas  de  frutos 
en  los  tegidos.  En  los  laboratorios  es  usado  como 
reactivo ,  y  á  veces  en  ciertas  operaciones  como 
medio  de  obtener  y  de  aislar  muchos  cuerpos  de 
su  combinación.  En  medicina,  en  el  estado  de  gas, 
ha  sido  empleado  para  purificar  el  aire  y  como 
preservativo  de  las  enfermedades  contagiosas ;  ha 
sido  preconizado  contra  las  enfermedades  de  la 
piel,  en  particular  la  sarna,  los  herpes,  etc.  En 
el  estado  líquido,  ha  sido  poco  empleado ,  aunque 
indicado  por  muchos  autores  como  refrescante, 
tónico ,  astringente ,  útil  contra  las  tercianas.  Por 
último ,  el  gas  ácido  sulfuroso  es  muy  útil  para 
apagar  los  incendios  de  chimenea ,  cuando  se  em- 
plea al  principio  y  cuando  el  fuego  no  es  muy 
violento;  para  esto,  se  echa  en  el  hogar  de  la 
chimenea  y  sobre  las  ascuas  una  muy  grande 
cantidad  de  flores  de  azufre ,  y  se  tapan  con  tra- 
pos mojados  todas  las  aberturas  de  la  chimenea 
para  que  no  pueda  penetrar  el  aire. 

El  gas  ácido  sulfuroso  respirado,  aun  en  corta 
cantidad ,  irrita  los  pulmones ,  provoca  la  tos ,  la 
sufocación ,  una  viva  constricción  del  pecho ,  y 
puede  determinar  la  asfixia  y  la  muerte.  La  ex- 
posición al  aire  libre,  la  inspiración  prudente  del 
amoníaco  y  la  administración  de  este  álcali  al  in- 
terior ,  son  los  mejores  medios  de  combatir  los 
primeros  accidentes ;  en  seguida  está  indicado  el 
uso  de  los  dulcificantes. 

Acido  tártrico ,  Acido  tartárico, 
Acido  tartaroso,  Acido  del  tárta- 
ro .  Sal  esencial  de  tártaro.  Scheele 
fué  el  primero  que,  en  1770,  lo  descubrió  en  el 
tártaro  que  se  posa  del  vino  en  fermentación ,  y 
(pie  lo  obtuvo ,  como  se  practica  aun ,  del  crémor 
tártaro.  Existe  mas  ó  menos  abundantemente,  sea 
libre ,  sea  combinado  con  la  cal  ó  la  potasa,  en 
un  gran  número  de  sustancias  vegetales ,  como 
las  uvas,  las  moras,  las  grosellas,  la  pulpa  de 
tamarindos,  laescila,  etc. 

Para  obtener  este  acido ,  se  disuelve  el  crémor 
tártaro  en  el  agua  hirviendo ,  se  le  añade  poco  á 


aci  n 

poco  creta  en  polvo  hasta  que  el  líquido  sea  neu- 
tro y  no  produzca  efervescencia.  Saturado  pues 
el  exceso  de  ácido  del  crémor  tártaro,  despren- 
dido el  ácido  carbónico  de  la  creta,  queda  en 
solución  tartrato  neutro  de  potasa  y  tartrato  de 
cal  que  se  precipita.  Tratado  éste  por  el  ácido 
sulfúrico,  se  forma  sulfato  de  cal  poco  soluble ,  y 
el  ácido  tártrico  queda  libre.  Entonces  se  hace 
cristalizar  y  se  purifica.  A  pesar  de  la  facilidad 
conque  puede  obtenerse  este  ácido,  lo  recibimos 
en  mucha  cantidad  del  extranjero. 

Este  ácido  purificado  se  presenta  en  cristales 
incoloros  que  son  prismas  hexaedros ,  terminados 
en  pirámides  de  tres  caras ,  ó  mas  comunmente 
en  anchas  láminas  divergentes ;  su  sabor  es  muy 
fuerte  y  su  acción  sobre  la  tintura  de  tornasol  es 
enérgica;  es  inalterable  al  aire;  calentado,  pri- 
mero se  funde,  se  hincha  en  seguida ,  se  descom- 
pone ennegreciéndose  y  esparciendo  un  olor  par- 
ticular análogo  al  del  azúcar  quemado  ó  del  ca- 
ramelo, y  dando  agua,  gases  carburados,  ácido 
acético ,  aceite  empireumático  y  un  ácido  parti- 
cular llamado  piro-tártrico  ;  es  muy  soluble  en 
el  agua,  una  parte  de  este  liquido  disuelve  dos  de 
ácido  cristalizado  á  -f  400,  y  una  y  mediaen  frió; 
también  es  soluble  en  el  alcohol,  pero  en  menor 
cantidad ;  su  solución  acuosa  no  precipita  la  cal 
de  los  ácidos  minerales ,  como  lo  hace  el  ácido 
oxálico ,  pero  precipita  el  agua  de  cal,  el  agua  de 
barita ,  y  las  sales  de  cal  de  ácidos  orgánicos ; 
puede  formar  con  las  diversas  bases  sales  llama- 
das Tar tratos,  muchas  usadas  en  medicina,  y 
con  la  potasa  una  sal  acida  muy  poco  soluble 
(crémor  tártaro) ,  carácter  que  le  es  propio. 

El  ácido  tartárico  ha  sido  algunas  veces  sofis- 
ticado por  medio  de  una  adición  de  sulfato  ácido 
de  potasa ,  lo  que  ha  ofrecido  mucho  provecho  al 
falsificador.  Calcínese  una  corta  porción  del  ácido  ■ 
sospechoso ,  y  mójese  el  residuo,  que  si  está  adul- 
terado ,  se  desarrollará  un  olor  de  huevos  podri- 
dos, ó  de  ácido  hidrosulfúrico. 

El  ácido  tártrico,  en  las  artes,  v  especialmente 
en  las  fábricas  de  indianas,  tiene  los  mismos  usos 
que  el  ácido  oxálico ;  es  uno  de  los  mordientes 
mas  frecuentemente  usados  para  las  lanas ,  pero 
en  este  caso  es  empleado  en  el  estado  de  crémor 
tártaro.  En  química  sirve  de  reactivo  para  distin- 
guir la  potasa  y  sus  sales,  y  también  en  el  análi- 
sis de  los  compuestos  antimoniales  para  oponerse 
á  la  precipitación  del  óxido  de  antimonio  por  el 
agua.  En  medicina  se  emplea,  á  semejanza  de  los 
ácidos  cítrico  y  oxálico,  como  atemperante,  en 
las  enfermedades  agudas,  ala  dosis  de  45  a  30 
granos  disuelto  en  una  libra  de  agua  azucarada; 
sirve  para  preparar  la  limonada  vegetal  ó  tarta- 
rosa,  el  jarabe  tartaroso,  etc.,  se  administra  tam- 
bién en  polvo,  en  pastillas,  etc. 

A  alta  dosis,  este  ácido  vegetal  seria  suscepti- 
ble de  ocasionar  una  especie  de  envenenamiento, 
3ue  debería  combatirse  por  bebidas  acuosas  da- 
as  en  abundancia,  ó  mejor  aun  por  magnesia 
desleída  en  agua.  * 

*   No  se  eitrafíará  la  extensión  que  hemos  dado  al  ar- 


i*  ACÓ  . 

ACIOCA.  Planta  del  Perú,  cuyas  hojas  se 
sustituyen  á  la  Yerba  del  Paraguay,  porque  go- 
lll  de  las  mismas  propiedades  estomáticas.  Em- 

*£gfiSE  Acm™".  Géuero  de  plantas  de 
la  familia  de  las  radiadas,  de  la  tribu  de  las  he- 
haSeas ,  y  de  la  singenesia  poligamia  igual  de 

^Acmela  de  Onneo ,  Aoecedaria 

(Acmella  Linnaji.  Cass.;  Spilanthus  Acmella, 
L  )  Planta  anua  de  la  India  y  de  la  America  me- 
ridional, de  un  sabor  acrey  picante,  cuando  fres- 
ca que  produce  mascándola  una  abundante  se- 
creción desaliva.  Es  empleada  para  dar  tono  y 
mas  firmeza  á  las  encías  y  fortificar  tas  diversas 
partes  de  la  boca ;  es  útil  en  el  escorbuto ,  la  pa- 
rálisis de  la  lengua,  los  dolores  reumáticos  de i  los 
dientes,  etc.  Se  dice  que  en  la  isla  de  Témala 
sirve  para  desatar  la  lengua  de  os  niños  es  de- 
cir que  se  hace  mascar  esta  planta  a  aquellos  que 
habían  difícilmente  ó  no  hablan  Es  posible  que 
esta  masticación,  aumentando  el  tono  de  los  órga- 
nos de  la  palabra,  les  permita  el  ejercitarse  mas 
fácilmente ,  y  justifique  el  nombre  de Abccedana 
que  lleva  la  planta,  ton  todo  conviene  no  abusar 
de  ella,  porque  se  inflamaría  la  boca,  a  causa 
de  la  acción  demasiado  activa  de  este  vegetal. 

Cultívanse  en  los  jardines,  en  donde  se  perpe- 
túan con  facilidad ,  dos  plantas  vecinas  de  la 
que  hemos  hablado,  la  Acmela  be  Mauritania 
(Acmella  mauritana,  Rich.)  y  la  Acmela  ras- 
trera { Acmella  repens,  Pers.),  especies  que  han 
servido  en  las  experiencias  que,  en  Europa,  se 
han  hecho  sobre  la  Acmela.         _  ■ 

Al  OH  O.  Especie  de  pequeño  gallo  de  Ma- 
dagascar.  Los  huevos  de  la  gallina  son  de  tal  mo- 
do pequeños  que  cada  una  de  ellas  puede  empo- 
llar hasta  treinta  huevos  á  la  vez  pero  no  son 
buenos  para  comer.  La  carne  del  gallo  y  de  la  ga- 
llina es  bastante  buena. 


«culo  Acido,  á  pesar  de  habernos  circunscrito  aciertos  limites 
respecto  á  los  pormenores  de  los  procederes  de  fabricación, 
á  las  teorías  químicas  ,  á  la  composición  íntima  de  los  cuer- 
pos á  su  acción  mutua  ó  sobre  la  mayor  parte  de  las  demás 
sustancias.  Hemos  escrito  un  artículo  de  comercio  ;  pero  su 
extensión  debia  ser  proporcionada  a  la  importancia  y  a  la 
generalidad  de  este  comercio.  Era  preciso  poner  al  lector  en 
estado  de  conocerlas  sustancias  de  que  debíamos  tratar,  dán- 
dole medios  para  apreciar  su  valor  venal ,  y  para  impedirle 
el  ser  engañado  por  calidades  aparentes  y  falsificaciones  a 
las  cuales  los  ácidos  con  frecuencia  están  sujetos.  Y  tengase 
además  presente  que,  bajo  el  régimen  de  promiscuidad  de 
todos  los  géneros  de  comercio  y  de  libertad  indefinida  en  las 
especulaciones  del  mercader ,  no  hay ,  por  decirlo  asi ,  ni  un 
solo  especiero  á  quien  le  sea  extraña  la  gruesa  droguería; 
que  en  todas  las  fábricas ,  en  los  laboratorios  químicos ,  en 
todas  las  boticas ,  se  encuentran  ácidos,  y  que  la  generalidad 
de  las  artes  industriales  necesitan  de  ellos,  y  entonces  se  vera 
cuan  indispensable  era  ocuparse  algo  detenidamente  de  esta 
especie  de  mercadería.  Creemos  haber  Uenad.0  nuestro  objeto 
con  la  descripción  de  todos  los  ácidos  de  uso  conocido  ,  re- 
servándonos hacer  la  indicación  de  aquellos  en  los  cuales  la 
ciencia  no  ha  descubierto  todavía  propiedades  utdizables  ,  o 
no  ha  fijado  de  un  modo  preciso  los  casos  en  que  podemos 
emplearlos ,  al  hablar  de  las  sustancia»  que  los  contienen  o 
de  las  cuales  pueden  extraerse. 


ACOIíIK.   Codorniz  aeuática   de  Megico, 
cuya  carne  se  asemeja  á  la  délas  demás  ave* 

"cSciA  {Acontias).  Los  Griegos  dieron 
este  nombre  á  muchas  serpientes  Po;«onosas  del 
África,  del  Asia,  etc.,  el  que ¡fue ^aducjdj ^orjo* 
Latinos  con  la  palabra  Jaculus  Ká* «^Í« 
que  se  decia  que  se  arrojaban  desde >  los  arbole, 
para  acometer  su  presa  con  a  celeridad  como  se 
tira  una  azagaya.  Su  determinación  especifica  es 
todavía  incierta.  Dícese  que  su  mordedura  es  mas 
peligrosa  que  la  de  la  Albora;  por  lo  demás  atn- 
buíanseles  las  propiedades  medicinales  de  esta,  y 
su  hiél  era  también  muy  empleada. 

ACOKITIÍSA.  Principio  alcalino  vegetal 
descubierto  por  Brandes,  examinado  porGeiger 
Hesse  vpor  Berthemot,  en  el  Acónito  Napelo.  Se 
prepara  en  los  laboratorios  químicos.  No  parece 
ser  susceptible  de  cristalizar,  y  se  presenta  en 
forma  de  un  polvo  blanco,  ligeramente  amari- 
llento; de  un  sabor  muy  acre;  muy  solub  e  en  el 
éter ,  en  el  alcohol ;  un  poco  soluble  en  el  agua; 
al  fuego  se  funde,  y  se  descompone,  aumentando 
la  temperatura;  se  combina  con  los  ácidos  for- 
mando sales  neutras  é  incristalizables.— Ls  muy 
venenosa;  goza  de  propiedades  narcóticas,  y  es 
empleada  para  producir  la  dilatación  de  la  pupila . 
ACOLITO,  Aconitum.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  ranunculáceas,  y  de  la  po- 
liandria triginia  de  Linneo.  Sus  especies  son  ce- 
lebres por  la  acción  delétera  que  ejercen  sobre  la 
economía  animal.  La  hermosura  de  sus  flores  las 
ha  hecho  admitir  en  los  jardines,  lo  que  da  lugar 
á  muchos  accidentes,  y  quizás  sena  útil  abando- 
nar tal  práctica,  aunque  el  cultivo  parezca  dismi- 
nuir su  violencia.  •  ,  , 

Las  calidades  nocivas  de  los  acónitos  fueron 
conocidas  desde  la  mas  remota  antigüedad :  con 
ellos,  según  Ovidio,  Medea  fabricaba  sus  yene- 
nos;  en  muchas  naciones  antiguas,  se  castigaba 
de  muerte  con  el  acónito ,  como  se  hacia  con  la 
cicuta,  y  los  Galos  impregnaban  con  zumo  de  sus 
raíces  los  hierros  de  sus  flechas,  para  asegurar 
la  muerte  de  los  heridos  por  éstas.  El  haber  di- 
cho que  el  acónito  nacía  de  los  excrementos  que 
había  desprendido  el  Can-cervero  ouando  Júpiter 
se  le  llevo  de  los  infiernos ,  es  una  fábula  inventa- 
da por  los  poetas  con  motivo  de  crecer  esta  planta 
en  abundancia  cerca  de  Heraclea  en  el  Ponto, 
donde  estaba  situada  la  caverna  por  la  que  pre- 
tendían que  aquel  héroe  había  bajado  a  la  región 
de  los  muertos.  ,  , 

Acónito  Autora,  Acónito  salutí- 
fero (Aconitum  Anthora,  L. ).  Planta  indígena 
vivaz,  que  crece  en  las  altas  montanas ,  en  los 
Alpes  y  los  Pirineos.  De  tallo  que  se  eleva  a  un 
pie  y  medio,  anguloso,  firme,  algo  velloso,  guar- 
necido de  muchas  hojas  redondas,  alternas,  con 
lacinias  lineares;  sabor  acre  y  amargo.  Mores 
que  nacen  á  lo  alto  del  tallo,  á  manera  de  espiga; 
cada  una  de  ellas  representa  una  especie  de  cabe- 
za cubierta  de  un  casco  de  color  amarillo  pálido, 
y  de  un  olor  que  no  es  desagradable  Su  fruto  es- 
tá compuesto  de  muchas  piezas  membranosas  que 


ACÓ 
contienen  semillas  angulosas,  arrugadas,  negruz- 
i';i\  Su  raíz  esta  formada  de  dos  cuerpos  car- 
nudos, en  forma  de  nabo,  del  grueso  á  corta  di- 
ferencia de  una  aceituna,  de  color  moreno  ó  ama- 
rillento por  defuera,  blanco  por  adentro,  de  un 
sabor  acre  y  amargo. 

liase  pretendido  (pie  la  raíz  de  esta  especie  era 
el  contraveneno  del  Acónito  Napelo,  ó  del  Tora, 
«le  donde  le  ha  venido  su  nombre;  pero  Hoflmann, 
Solier ,  Lobel  y  Privot  han  hecho  ver  que  era  tan 
peligrosa  como  él.   . 

Acónito  fu  ni  maro.  Acónito  de 
flores  grandes  {Aconitum  Cammarum,  L.). 
Esta  planta  vivaz,  cultivada  en  los  jardines  por 
sus  hermosas  flores  de  color  azul  rojizo,  se  ase- 
meja de  tal  modo  por  sus  caracteres  al  Acónito 
Napelo,  que  probablemente  participa  de  todas 
sus  propiedades.  Su  sabor,  según  Haller,  es  pi- 
cante ;  Matíolo  y  Bonnet  han  probado  el  peligro 
que  hay  en  usarla.  El  doctor  Busch  la  ha  aconse- 
jado en  la  tisis,  á  la  dosis  de  dos  granos  en  polvo, 
de  dos  en  dos  horas ,  hasta  que  el  mal  disminu- 
ya ,  con  la  precaución  de  suspender  su  uso  según 
él  estado  del  enfermo  ó  si  se  presentasen  acci- 
dentes peligrosos,  que  en  este  caso  indica,  para 
combatirlos,  el  uso  del  vinagre. 

Acónito  Iiicoctono,  Matalobos 
(Aconitum  Lycoctonum,  L.j.  Habita  los  lugares 
elevados,  las  montañas  alpinas.  Planta  vivaz  de 
tallo  alto  de  cerca  dedos  pies,  delgado,  redondo, 
un  poco  inclinado,  y  que  se  divide  en  muchas  ra- 
mas; sus  hojas  son  anchas,  redondas,  hendidas 
en  muchas  partes ;  sus  flores  nacen  en  las  sumi- 
dades, son  de  color  amarillo  pálido,  cada  una 
compuesta  de  cinco  nótalos  desiguales  represen- 
tando ,  en  cierto  modo ,  una  cabeza  cubierta  de 
un  casco*  su  fruto  está  compuesto  de  muchas  pie- 
fas  membranosas  reunidas ,  las  cuales  encierran 
semillas  angulosas  negruzcas;  sus  raices  son  libro- 
sas,  negruzcas. 

El  nombre  de  esta  planta  procede  de  que  se  la 
mezcla,  cortada  á  pedazos,  con  carne  reducida  á 
pasta  para  envenenar  los  lobos ,  uso  al  cual  las 
demás  especies  servirian  también.  En  Busia,  la 
raíz  es  empleada  como  preservativo  de  la  rabia; 
en  Siberia,  la  planta  es  usada  contra  el  ruido 
de  orejas  y  otras  enfermedades.  Es  un  veneno 
mortal,  y  por  eso  no  debe  emplearse  sino  al  ex- 
terior. 

Acónito IVapelo,  IVapelo,  Tora(  Aco- 
nitum Napellus,  L. ) .  Esta  planta  indígena,  vivaz, 
arroja  muchos  tallos  redondos,  de  textura  leñosa, 
difíciles  de  romper,  llenos  de  meollo,  que  se  ele- 
van á  la  altura  de  tres  pies,  guarnecidos,  en  to- 
da su  extensión ,  de  hojas  casi  redondas ,  profun- 
damente cortadas ,  ó  divididas  y  subdivididas  en 
muchas  hojas  estrechas,  nerviosas,  de  un  verde 
oscuro,  luciente,  adherentes  á  pecíolos  bastante 
largos :  sus  flores  están  dispuestas  á  manera  de 
espigas  en  las  sumidades  de  los  tallos,  y  tienen 
también  la  forma  de  una  cabeza  cubierta  de  un 
casco,  de  color  azul;  su  fruto  es  silicuoso,  que 
encierra  semillas  pequeñas,  negras;  su  raíz  na- 
biforme, negruzca  por  defuera,  blanca  por  aden- 
10 


ACÓ  T3 

tro ,  guarnecida  de  un  gran  numera  de  fibras  en- 
trelazadas. Según  Brande,  contieno  un  alcaloide 
designado  bajo  el  nombre  de  Aconitina  (V.  esta 
palabra),  y  que  probablemente  es  el  principio  ac- 
li\  o  de  esta  planta. 

El  nombre  específico  de  esta  especie,  la  mas 
celebre  y  la  mas  deletérea  de  todas,  viene  de 
Napus,  Nabo,  porque  su  raiz  es  parecida  á  un 
pequeño  nabo,  lo  que  ha  causado  mas  de  un  fu- 
nesto engaño ,  pues  en  esta  parte  es  en  dondo 
reside  sobre  todo  la  fuerza  de  la  planta ,  como 
lo  asegura  Vital.  Los  renuevos  tiernos  han  sido 
tomados  á  veces  por  apio;  pero  de  ello  resultan 
menos  accidentes,  porque  esta  parte  no  tiene  to- 
davía todos  los  zumos  nocivos  de  que  mas  tar- 
de debe  estar  impregnada ,  lo  que  explica  como 
los  Lapones  pueden  comer  sus  renuevos  cocidos 
en  la  grasa,  como  lo  refiere  Linneo. 

Esta  planta  fresca,  aplicada  sobre  la  piel,  es 
mordicante  y  vejigante ;  puesta  sobre  la  lengua, 
aun  cu  pequeña  cantidad ,  determina  en  ella  una 
sensación  de  ardor  y  de  dolor  que  se  extiende  á 
la  garganta  y  que  entorpece  todas  estas  partes. 
Su  raíz,  calentada  en  las  manos,  causa  accidentes 
locales  casi  semejantes.  El  Tora,  tomado  á  la  do- 
sis de  una  á  dosdracmas,  causa  un  verdadero  en- 
venenamiento, en  el  que  los  pacientes  sufren  mu- 
chísimo y  perecen  al  cabo  de  dos  ó  tres  horas. 
En  estos  casos ,  el  remedio  consiste  en  recurrir 
con  prontitud  al  uso  de  los  vomitivos ,  y  si  exis- 
ten síntomas  cerebrales ,  se  aplican  sinapismos , 
se  hace  una  fuerte  sangría,  y  se  administran  dilu- 
yentes,  aceitosos. 

A  pesar  de  estos  terribles  efectos  del  acónito, 
empléase  en  medicina,  en  polvo  ó  en  extracto,  en 
diferentes  enfermedades,  como  en  la  sífilis ,  el 
reumatismo,  la  gota,  las  afecciones  cutáneas,  en 
la  amaurosis,  etc.  La  dosis,  en  polvo,  es  de  % 
á  2  granos  para  un  adulto ,  pudiendo  ser  aumen- 
tada sucesivamente  hasta  una  dracma;  en  extrac- 
to ,  desde  un  octavo  de  grano  hasta  un  escrúpulo 
y  mas,  procediendo  gradualmente. 

ACOPO.  Plinio  designa  bajo  este  nombre 
una  piedra  preciosa,  semejante  al  nitro,  que  tie- 
ne manchas  de  color  de  oro ,  la  cual  herbida  en 
el  aceite,  daba  á  este  líquido  la  propiedad  de 
calmar  el  cansacio. 

ACORO,  AcorüS.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  los  aroídeas ,  de  la  hexandria  monogi- 
nia  de  Linneo . 

Acoro  Cálamo .  Acoro  aromático, 
Caña  aromática  (Acorus  Calamus,  L.j. 
Planta  vivaz  que  crece  en  los  lugares  húmedos 
de  la  Europa ,  en  la  India ,  y  aun  hasta  en  el 
Japón.  Dásele,  como  sinónimo,  el  nombre  de  Cá- 
lamo aromático  (Calamus  aromáticus  de  los  au- 
tores antiguos) ,  pero  sin  razón,  porque  esta  últi- 
ma planta,  tan  empleada  antiguamente,  no  es 
conocida  ya.  (V.  Cálamo  aromático.) 

La  raiz ,  pues ,  de  Acoro  Cálamo  es  la  que  so 
usa  en  terapéutica.  Tal  como  nos  la  ofrece  el  co- 
mercio, esta  raíz  seca  es  larga,  geniculada,  del 
grueso  del  dedo,  algo  aplastada ,  rojiza  con  pun- 
titos  negros  que  son  de  donde  parten  las  raicillas, 
tomo  i. 


74  ACR  ' 

los  cuales  no  deben  confundirse  con  las  caries;  de  I 
consistencia  esponjosa,  de  fractura  resinoídea 
sembrada  de  puntos  lucientes ,  de  olor  aromático 
muy  agradable,  y  de  sabor  picante,  caliente  y 
amargo.  Según  frommosdorff ,  contiene  una  ma- 
teria extractiva,  goma,  una  resina  viscosa,  una 
materia  análoga  á  la  inulina ,  un  poco  de  aceite 
volátil  de  sabor  alcanforado,  leñoso,  algunas  sa- 
les y  agua.  Se  nos  remite  de  la  Tartaria,  de  Po- 
lonia y  de  la  Bélgica. 

Según  Ainslie,  en  la  India,  el  Acoro  aromático 
es  tan  eslimado  de  los  médicos  del  pais  en  las  in- 
digestiones ,  los  dolores  de  estómago  y  las  enfer- 
medades délos  intestinos,  en  los  niños,  que  hay 
una  multa  contra  un  droguista  que  no  abriese  su 
puerta  á  toda  hora  de  noche  al  que  lo  pidiese.  En 
Constantinopla,  se  conlita  esta  raíz  fresca,  y  se 
come  en  las  enfermedades  epidémicas;  en  Sibe- 
ria ,  es  empleada  contra  la  tos ;  en  Prusia ,  en  don- 
de esta  planta  es  muy  común,  se  mezcla  esta  raíz 
con  las  semillas  destinadas  parala  fermentación, 
y  da  al  aguardiente  de  Dantzich  un  perfume  de 
lirio  que  tira  á  canela  y  que  le  caracteriza  entre 
loslicores  análogos.  Finalmente,  empléasela  como 
carminativa,  estomática,  sudorífica,  etc.,  y  entra 
en  varias  composiciones  farmacéuticas. 

ACRAS,  Achras.  Género  de  plantas  déla  fa- 
milia de  las  zapoteadas,  de  la  hexandriamonogi- 
nea  del  sistema  sexual.  Achras  era  el  nombre  del 
peral  silvestse  entre  los  Griegos. 

Acras  cortada  [Achras  disecta,  L.;  Acrhas 
balata,  Aublet ).  Esta  especie  crece  en  la  ^hi- 
ña, en  Manila,  etc.  Sus  hojas  molidas,  con  un  poco 
de  gengibre ,  son  empleadas  exteriormente  en  las 
parauses.  Sus  frutos  tienen  el  grueso  y  la  forma 
de  una  majuela ,  y  cuando  maduros ,  son  dulces, 
acídulos,  y  excitan  el  apetito  y  facilitan  la  di- 
gestión. 

Acras  mamosa  [Achras  mammosa,  L.). 
Según  Descourtils ,  el  zumo  lechoso  de  este  árbol 
es  vomitivo ,  cáustico,  y  sirve  en  las  Antillas  para 
corroer  las  verrugas,  como  lo  hace  entre  nosotros 
el  zumo  de  nuestros  euforbios  indígenos.  Los  frutos 
son  muy  gruesos  y  se  éomen,  aunque  menos  bue- 
nos que  los  de  la  especie  siguiente.  Las  semillas 
que  estos  contienen  son  casi  del  volumen  de  una 
castaña  y  son  igualmente  usadas. 

Los  frutos  en  razón  del  color  de  su  carne  reci- 
ben el  nombre  de  Yema  de  huevo ,  pero  obsérvese 
que  muchos  otros  frutos  exóticos  llevan  el  mismo 
nombre,  como  se  tendrá  ocasión  de  ver. 

Acras  Zapote,  Zapote  [Achras  Sapo- 
ta,  L.).  Grande  y  elegante  árbol  de  las  comar- 
cas calientes  de  la  América ,  que  se  eleva  á  la 
altura  de  \  0  á  50  pies ;  sus  ramos  se  reúnen  en 
una  hermosa  cima;  sus  hojas  son  alternas,  disper- 
sas ,  ovales ,  lanceoladas  y  enteras ;  flores  blan- 
quecinas é  inodoras ;  sus  trutos  son  del  volumen 
y  la  forma  de  una  manzana,  divididos  en  doce 
celdillas ,  que  encierran  semillas  cubiertas  de  una 
especie  de  resina  olorosa,  agradable,  mirada 
como  aperitiva  y  diurética. 

La  corteza  de  este  árbol  contiene  ( así  como  la 
de  las  demás  especies )  un  zumo  lechoso ,  de  una 


ACR 
naturaleza  mas  dulce  que  en  las  otras  familias  de 
zumo  lactescente,  como  las  euforbiáceas,  las  apo- 
cíneas ,  etc. ,  y  trasuda  una  especie  de  resina  in- 
color,  viscosa,  tenaz,  no  usada.  Esta  corteza,  en 
todas  las  especies ,  es  astringente  y  febrífuga. 
Los  frutos  tienen  un  sabor  dulce ,  pero  soso :  en 
América,  son  muy  buscados  como  una  excelente 
comida ,  que  se  sirve  en  todas  las  mesas ,  pero  no 
deben  comerse  sino  muy  maduros,  estoes  pasados 
ó  muy  cerca  de  podrirse ,  y  por  esta  circunstan- 
cia ,  en  Guatimala,  se  llama  al  zapote  Níspero  de 
América;  estos  frutos  gozan  de  reputación  para 
curar  laestranguria,  la  disuria,  etc.  Las  semi- 
llas, á  la  dosis  de  una  á  dos  dracmas  con  agua  y 
azúcar,  forman  emulsiones,  que  se  consejan  en 
las  arenillas  y  el  cólico  nefrítico  ,  y  también  se  . 
extrae  de  ellas  un  aceite  que  adquiere  la  consis- 
tencia de  la  manteca. 

ACOCCIII.  Pequeño  cuadrúpedo  de  Caye- 
na, el  cual  no  difiere  del  Agouti  sino  en  que  solo 
tiene  el  cuarto  de  su  grandor ,  y  una  cola  de  dos 
pulgadas  y  media  de  longitud ,  mientras  el  Agou- 
tie  caree  de  ella.  Encuéntrasele  en  los  bosques 
vírgenes.  Su  carne  es  mas  tierna  y  mas  suculen- 
ta que  la  de  este  último. 

ACROCORDO,  Acrochorrus.  Género  de 
reptiles  ofídeos ,  que  sé  dice  paren  hijuelos  vivos 
ya.  La  única  especie  que  se  conoce  es : 

Acroeordode  «lava  [Acrochordusjaven- 
sis,  Hornst. ).  Las  mordeduras  de  esta  serpiente, 
que  tiene  ocho  pies  de  largo ,  no  son  temibles; 
pero  el  humor  acre  que  rezuma  de  su  piel  puede 
determinar  una  erupción  erisipelatosa,  que  las 
lociones  mucilaginosas,  la  leche  tibia ,  el  oxicra- 
to  hacen  desaparecer. — Dícese  que  sirve  de  ali- 
mento á  los  Chinos  de  Java,  en  donde  es  llamada 
Oulur-Caron. 

ACROE.  Planta  de  Guinea,  que ,  hervida  en 
vino,  y  tomada  en  bebida,  es  buena  para  dar 
fuerzas.    , 

ACRÓSTICO ,  Acrostichüm.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  los  heléchos  y  de  la  crip- 
togamia  de  Linneo. 

Acróstico  ahorquillado  [Acrostichüm 
furcatum,  Forster).  Esta  grande  especie,  que  so 
encuentra  en  la  Nueva-Holanda,  en  la  Nueva- 
Zelanda,  y  en  muchas  islas  vecinas,  sirve  de  ali- 
mento á  sus  habitantes.  Su  raíz  adquiere  el  volu- 
men de  la  cabeza  de  un  niño  y  mas;  se  la  corta, 
se  la  seca  y  se  la  reduce  á*pok0>  del  que  se 
hace  una  especie  de  pan  grosero,  que  da  poca 
sustancia  alimenticia.  Faltos  de  mejor ,  los  natu- 
rales de  estos  desgraciados  países  están  obliga- 
dos á  alimentarse  casi  enteramente  de  este  helécho 
al  cual  añaden ,  cuando  pueden ,  algunos  frutos, 
y  algunos  mariscos. 

Acróstico  punteado  [Acrostichumpunc- 
tulatum,  Svv.).  Esta  planta  es  oficinal  en  la 
China,  sin  que  se  sepa  á  que  enfermedades  so 
desuna. 

Acróstico  rojo  [Acrostichüm  flavens,  S\v.) 
Esta  planta  es  empleada  en  la  Nueva-Granada, 
en  donde  es  indígena,  como  laxante,  según  el 
Sr.  de  Humboldt. 


ACT 

ACTEA ,  Ac™a.  Género  tle  plantas  de  la 
familia  tic  las  ranunculáceas,  do  la  poliandria 
inonogiuia  de  Linneo. 

lote»  espigada  .  Yerba  de  san 
Cristóbal  i  Actcva  spicata,  L.).  Esta  especie 
europea  crece  en  nuestros  boscpies  poblados  y 
montañosos.  Sus  tallos  se  elevan  «i  la  altura  de 
dos  pies  poco  mas  ó  menos ,  son  delgados ,  tier- 
nos, ramosos;  sus  hojas  son  grandes,  anchas, 
divididas  en  muchas  partes,  oblongas,  puntiagu- 
das, dentadas  en  sus  bordes,  de  color  verde  blan- 
quecino; sus  flores  nacen  en  las  sumidades  de 
los  ramos,  dispuestas  en  espigas,  compuestas 
cada  una  de  cuatro  pétalos  blancos ,  colocados  á 
manera  de  rosa;  su  fruto  es  una  baya  blanda, 
oval ,  poco  carnuda ,  la  que  se  ennegrece  madu- 
rando ,  como  la  uva ,  y  que  encierra  dos  hileras 
de  semillas  planas ,  puestas  las  unas  sobre  las 
otras;  su  raíz  es  gruesa,  guarnecida  de  algunas 
fibras,  negra  por  defuera,  amarilla  por  adentro. 

La  rail  de  esta  planta  es  un  purgante  activo,  y 
por  eso  se  la  compara  al  Eléboro  negro,  Yeratrum 
nitjrum ,  L. ,  falsificando  con  ella  á  éste.  Las  ba- 
yas son  un  veneno  violento  que  hace  perecer  los 
jierros,  y  Linneo  dice  que  han  excitado  un  de- 
lirio furioso  seguido  de  la  muerte.  La  planta 
fresca  mata  las  gallinas  y  los  ánades,  y  Lemon- 
nier  ha  visto  que  su  extracto  producía" el  mismo 
efecto  en  uno  de  estos  animales.  El  polvo  y  el  co- 
cimiento de  esta  yerba ,  puestos  en  los  cabellos, 
matan  los  piojos," y  también  curan  la  sarna  A 
pesar  de  lo  expuesto,  parece  que  es  necesario 
que  la  planta  sea  fresca  y  dada  a  dosis  fuerte  pa- 
ra causar  efectos  tan  graves. 

Esta  planta  fué  confundida  primero  con  la  1c- 
tcea  spicata,  Mich.  (Acloca  bracliipetala ,  DC), 
especie  de  la  América  meridional,  que,  en  los 
Estados-Unidos,  es  un  remedio  popular  parr,  com- 
batir la  los  y  disminuir  la  frecuencia  del  pulso, 
y  se  dice  útif contra  la  tisis,  en  los  males  de  gar- 
ganta mucosos,  etc.  La  Actea  racimosa  (Actwa 
racemosa ,  L.)  parece  participar  de  las  mismas 
propiedades  que  la  Adosa  brachipetala ,  con  la 
cual  ha  sido  confundida,  en  cuanto  á  sus  virtudes, 
en  los  escritos  de  los  médicos  americanos. 

ACTIIVIA,  Actima.  Vulgarmente  Anémo- 
na de  mar.  Género  de  zoófitos  carnudos,  comun- 
mente provistos  de  colores  brillantes,  y  los  cua- 
les, aunque  confundidos  con  las  Medusas  bajo  el 
nombre  de  Ortigas  de  mar,  no  producen  ningún 
efecto  marcado  sobre  la  piel  de  aquel  que  las  to- 
ca ,  y  se  distinguen  de  ellas  además  porque  son 
fijos ,  mientras  que  las  verdaderas  ortigas  de  mar 
son  libres :  por  lo  tanto,  forman  parte  del  orden 
de  los  zoófitos  acalefos  fijos  (familia  de  los  mala- 
codermos,  Dum.  i.  Distínguense  bajo  el  punto  de 
vista  alimenticio  las  tres  especies  siguientes : 

Aetlnia  judáiea ,  Aetinia  elavel 
de  mar  ,  Aetinia  Culo  de  eaballo 
(Aetinia  judaica,  L.).  Se  encuentra  en  el  Medi- 
terráneo, v  es  poco  eslimada. 

Aetinia  morena  de  Cuvier  (Aeti- 
nia ch(Pta ) .'  Muy  común  en  el  Mediterráneo ,  pe- 
ro apenas  usada,"  aun  por  los  pobres. 


Afiil  7Ü 

Aetinia  rojiza,  Aetinia  Culo  de 
asno  [Aetinia  equina,  L. ).  Común  en  las  pla- 
ñís del  Océano  de  Europa  y  del  Mediterráneo.  Es 
del  volumen  de  una  nuez ;"  frecuentemente  usada 
por  los  antiguos,  y  todavía  muy  estimada  del  pue- 
blo en  ciertas  provincias.  El  nombre  de  Ortiga 
marina  que  se  le  había  dado,  prueba  que  se  había 
confundido  con  las  Medusas. 

Las  aclinias,  dice  el  Sr.  Cloquet,  son  un  ali- 
mento mucilaginoso,  difícil  de  digerir,  poco  abun- 
dante en  principios  asimilables,  sin  saber,  ó 
debiéndolo  á  la  sustancias  con  las  cuales  se  le 
sazona.  Por  lo  común  se  hacen  freir  en  la  pasta, 
después  de  haberlas  lavado  bien.  Las  virtudes 
que  se  les  atribuyen  de  ser  afrodisiacas ,  depilato- 
rias, buenas  contra  las  arenillas ,  parecen  desti- 
tuidas de  fundamento ,  \  referirse  mejor  á  las  or- 
tigas de  mar  libres  ó  Medusas. 

ACTIAOF1XO,  AciixornvLLiM.  Género 
de  plantas  de  la  familia  de  las  araliáceas.  Los 
Actinophyllum  pcdicitlatum  y  angulatttm,  Ruiz  y 
Pavón,  que  crecen  en  el  Perú,  dan  una  goma  en- 
teramente soluble  en  el  agua ,  análoga  por  con- 
siguiente á  la  goma  arábiga,  y  que  podría  pro- 
bablemente emplearse  en  los  mismos  usos. 

ACH 

ACHACAS!  A.  Según  Jussieu ,  es  una  es- 
pecie de  Cacto  no  descrito ,  del  Perú ,  en  dondo 
sirve  como  alimento ,  y  se  vende  en  los  mercados 
de  este  pais. 

ACH ASACA.  Planta  de  África ,  en  el  rei- 
no de  Mély ,  cuyas  hojas  y  cuyo  fruto  son  em- 
pleados como  sudoríficos ,  en  las  enfermedades 
venéreas. 

ACHAOVAST.  Nombre  dado  á  una  planta 
de  flor  compuesta ,  de  los  alrededores  del  Cairo, 
algo  semejante  á  la  manzanilla ,  de  olor  y  sabor 
desagradables,  que  se  dice  propia  para  comba- 
tir las  obstrucciones  y  la  ictericia. — En  Egipto, 
se  llama  Achaovan  abiat  á  la  Cineraria  mariti- 
ma,h.,  que  usan  en  aquel  pais  como  antive- 
nérea. 

ACHIA  HE  IiAS  OÍHIAS.  Nombre  da- 
do en  la  India  á  los  renuevos  de  caña  Mambú  v  er- 
des  confitados  en  vinagre ,  pimienta ,  y  algunas 
especias  y  otros  ingredientes.  Este  condimento 
viene  á  Europa  en  vasos  de  arcilla  altos  de  pié  y 
otro  tanto  anchos ,  con  la  boca  bastante  estrecha. 
Los  pedazos  de  caña  tienen  una  pulgada  y  media 
de  diámetro ,  algo  mas  de  dos  pulgadas  de  largo, 
y  la  consistencia  semejante  á  la  de  los  pepinillos 
en  adobo ;  de  color  amarillo  pálido.  Los  Holande- 
ses lo  consumen  en  abundancia.  Este  condimento 
acre  caliente,  solo  conviene  en  los  climas  húme- 
dos, á  los  temperamentos  flegrná ticos  \  á  los  vje- 
jos. — El  Achia  ó  Achar,  en  Europa,  son  los  pepi- 
nillos, las  espiguitas  de  maiz,  las  alcaparras,  ce- 
bollitas  blancas,  las  halichuelas  verdes,  etc., 
confitados  en  nuestro  vinagre. 

ACHICORIA,  CiCHORiiM.  Género  de  plan- 
tas que  dan  su  nombre  á  una  familia  natural ,  las 
achicoráceas ,  de  la  singenesia  poligamia  igual. 
De  las  cinco  especies  que  contiene  solo  hablare- 
mos de  dos  que  se  cultivan  en  nuestras  huertas. 


70  ACH 

Achicoria  elidirla ,  Achicoria  dul- 
ce, Escarola  ( Cichorium  Encima,  L.).  Es- 
ta planta  anua ,  que  quizás  no  es  mas  que  una 
variedad  de  la  siguiente,  es  cultivada  en  las 
huertas  como  alimenticia ;  hanse  obtenido  de  ella 
muchas  variedades ,  conocidas  con  los  nombres 
de  Escarola,  de  Achicoria  dulce,  blanca,  riza- 
da, de,  Endivia,  cuyo  amargor  natural  de  las 
hojas  ha  suavizado  el  ahilamiento.  Créese  que  es- 
ta planta  es  originaria  de  las  Indias  Orientales, 
pero  Forskael  indica  proceder  de  la  Arabia.  Há- 
cese  mucho  uso  de  la  escarola  en  ensalada,  que 
refresca  y  es  aperitiva ,  ó  cocida ,  que  es  un  man- 
jar muy  s'ano,  excita  el  apetito ,  y  se  da  con  fre- 
cuencia á  los  enfermos,  alas  personas  de  estó- 
mago delicado,  etc. 

Achicoria  silvestre,  Achicoria 
amarga  {Cichorium  intybus,  L.).  Esta  espe- 
cie vivaz  crece  en  las  márgenes  de  los  caminos, 
en  los  lugares  secos,  etc.,  en  donde  florece  en 
agosto  y  setiembre ;  se  conoce  en  sus  hermosas 
flores  inodoras,  de  un  azul  claro,  que  varían  del 
rojo  al  blanco ,  y  con  los  cuales  se  adornan  á  ve- 
ces las  ensaladas.  Su  raíz  es  oblonga,  del  grueso 
del  dedo ,  morena  por  defuera ;  su  tallo ,  natural- 
mente alto  de  cerca  de  un  pié  y  medio ,  es  sus- 
ceptible de  adquirir  mas  aumento  por  el  cultivo; 
sus  hojas  radicales  son  ovales ,  prolongadas ,  ob- 
tusas, de  lóbulos  agudos  y  vellosos;  las  del  tallo 
están  esparcidas ,  son  poco  numerosas ,  lanceola- 
das ,  dentadas.  La  achicoria  silvestre  se  cultiva 
en  prados  y  en  las  huertas.  Es  de  un  amargor 
franco,  muy  pronunciado ;  con  todo  sus  hojas, 
cuando  tiernas ,  se  comen  en  ensalada,  y,  cocidas 
en  agua  y  condimentadas ,  convienen  á  los  jóve- 
nes, y  las  personas  que  tienen  buen  estómago 
pueden  comerlas  de  cualquier  manera;  además  las 
raíces ,  en  Suecia ,  entran  en  la  composición  del 
pan  entre  los  pobres.  La  achicoria  goza  de  una 
grande  reputación  como  estomática ,  depurativa, 
etc.  Usanse  las  raíces  y  las  hojas:  en  invierno, 
se  usan  las  primeras,  no  solo  porque  las  hojas 
faltan,  sino  porque  aquellas  tienen  mas  vigor;  en 
verano  se  usan  las  hojas.  En  Egipto  se  emplean 
las  semillas  contra  las  enfermedades  inflamato- 
rias. Finalmente,  la  achicoria  es  muy  usada,  en 
particular  en  extracto. 

La  achicoria  es  un  buen  forraje  para  el  ganado, 
en  especial  para  las  vacas,  cuya  leche  aumenta 
y  mejora. 

Uno  de  los  usos  mas  considerables  que  se  hace 
de  la  achicoria  es  preparar  con  su  raíz  tostada 
un  succedéneo  del  café ;  este  método ,  usado  en 
Flandes,  en  Holanda,  desde  muchos  años,  exten- 
dióse en  Francia  en  la  época  de  la  guerra  conti- 
nental ;  entonces  usóse  casi  en  general ,  por  eco- 
nomía ,  y  para  reemplazar  la  semilla  de  Arabia, 
que  llegó  a  ponerse  rara  y  cara ;  esto  hizo  el  ob- 
jeto de  un  comercio  con  el  Norte,  que  todavía 
existe  en  parte ,  á  pesar  de  haber  cesado  la  guer- 
ra ,  porque  muchas  gentes  piensan  que  esta  raíz 
quita  al  café  lo  que  él  tiene  de  nocivo ,  y  que  aun 
refresca.  Estas  aserciones  son  verdaderas  en 
cuanto  no  se  toma  entonces  sino  la  mitad  ó  el  tér- 


ADA 

ció  de  café ,  según  la  mezcla  que  se  ha  hecho.  El 
café  de  achicoria,  mezclado  por  mitad  con  el  ca- 
fé común ,  tiene  un  color  mas  hermoso  que  el  café 
puro,  es  menos  aromático ,  no  es  desagradable, 
pero  no  tiene  el  delicioso  perfume  que  despide  la 
liaba  de  Moka. 

En  Francia,  y  sobre  todo  en  Alemania,  se  ha- 
ce mucho  uso  del  Café  de  achicoria,  ya  solo,  ya 
mezclado  con  el  café  común.  Consiste  en  la  raía 
de  esta  planta  tostada,  que  adquiere  un  amargo 
no  desagradable  y  una  aroma  que  se  asemeja  á 
la  del  azúcar  caramelizado,  y  que  reducida  á  pol- 
vo, se  ofrece  al  comercio ,  encerrada  en  sacos  ó 
paquetes  envueltos  en  papel.  En  Francia  en  1835, 
lueron  exportadas  410,721.000  libras  de  café  de 
achicoria.  Para  conocer  que  este  producto  co- 
mercial no  ha  sufrido  alteración,  bastará  atender 
al  olor  que  despiden  las  materias  orgánicas  en 
fermentación  ó  enmohecidas. 

ACHIE  PATCHIE  IIJJV.  Estas 
palabras  indias  designan,  según  Ainslie,  las  ho- 
jas verdes  del  Acheen  (él  no  dice  el  nombre  bo- 
tánico de  esta  planta ) ,  que  tienen  un  gusto  agra- 
dable, un  poco  astringente,  semejante  al  té  negro. 
Los  médicos  indios  las  consideran  como  estomá- 
ticas ó  laxantes ,  y  las  dan  en  infuso. 

ACIIOUItOU.  Nombre  de  una  especie  de 
laurel  de  América,  á  cuyo  leño  se  llama  también 
Madera  de  India ,  aunque  la  verdadera  Madera 
de  India  no  es  de  un  Laurel,  sino  del  Ucmaloxilo 
de  Campeche ,  L. ;  es  roja  y  muy  sólida,  y  sirve 
para  la  construcción  de  edificios.  Sus  hojas  y  su 
fruto  son  aromáticos  y  sirven  de  condimento;  em- 
pléase el  cocimiento  de  las  hojas  contra  las  afec- 
ciones nerviosas  y  la  hidropesía;  los  frutos  son 
bayas,  cuyas  semillas  comen  las  aves ,  lo  que  les 
vuelve,  se  dice,  la  carne  de  color  de  violeta  y 
amarga. 

ACHUPALIA,  Achupaya.  Planta 
llamada  así  por  los  naturales  de  Páramo,  en  la 
Nueva-Granada,  en  donde  crece  en  abundancia. 
Vegetal  precioso  que  los  indígenas  comen  en 
tiempo  de  carestía,  y  que  los  libra  de  la  feroci- 
dad de  los  osos  de  aquel  pais ,  porque  estos  ani- 
males lo  prefieren  como  alimento.  Los  niños  apro- 
vechan su  agua  insípida ,  pero  muy  cristalina , 
que  chupan  á  su  placer.  El  tronco  de  esta  planta, 
de  la  familia  de  las  bromeliáceas ,  y  de  la  nexan- 
dria  monoginia ,  tiene  de  tres  á  cuatro  pies  de 
alto ,  y  contiene ,  en  particular  al  nacer  las  ho- 
jas, una  sustancia  blanca  muy  acuosa  y  como 
esponjosa,  semejante  á  la  del  Cacto  Mclocacto,  L.. 

AD 

ADA-HODIEX.  Nomhje  indio  de  una 
planta  enredadera  del  género  Abocino.  El  polvo 
de  su  raíz,  soplado  en  los  ojos,  disipa  las  man- 
chas. Según  Rédio,  esta  raíz  produce  el  mismo 
efecto  cocida  con  manteca  y  tragada.  Con  ella  se 
componen  también  diversos  medicamentos  usados 
en  la  India. 

ADASÍA  (  en  Italia  Adcno,  Adello).  Pescado 
de  rio  que  vive  en  el  Po.  Es  monstruoso  y  muy  pa- 
recido al  esturión;  hanse  visto  de  ellos  que  pesaban 
hasta  mil  libras.  Plinio  dice  que  la  ociosidad  lo 


ADA 
engorda.  Nunca  se  ha  pescado  ni  en  ©mediter- 
ráneo ni  en  el  Océano.  Su  carne,  aunque  blanda, 
tiene  n\u\  buen  gusto,  pero  no  iguala  á  la  del  es- 
turión; allomases  de  muy  difícil  digestión. 

ADAJ\§0^iIA,  AdÁnsonia.  Genero  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  malváceas ,  de  la  mono- 
dellia  poliandria,  dedicado  al  célebre  botánico 
Adanson,  que  fue  el  primero  que  lo  hizo  conocer. 
Contiene  la  sola  especie 

Adansonla  dividida  romo  ende- 
do.«* .  llüohal» .  I"hii  de  mono  (Adan- 
sonia  digitata ,  L.).  Este  vegetal,  que  crece  en 
el  Senegal ,  y  atraviesa  el  África  hasta  en  Abisi- 
nia,  es  el  mas  grueso  de  los  árboles  conoci- 
dos, y  el  que  parece  vivir  mas  largo  tiempo; 
Adansbn  ha  visto  muchos  á  los  cuales  ha  creído 
poder  atribuir  mas  de  6,000  anos  de  existencia. 
Casi  todas  sus  parles,  que  abundan  en  viscosi- 
dades emolientes ,  son  usudas.  Las  abejas  tala- 
dran su  leño  blanco  para  depositar  en  él  una  miel 
muy  estimada.  Las  hojas  tiernas,  secas  y  redu- 
cidas á  polvo,  constituyen  el  Alo  de  los  Negros, 
que  emplean  por  dar  sabor  y  gusto  á  su  caldo  y 
a  su  menestra  ó  Coscu ,  y  pretenden  que  moderan 
el  exceso  de  la  traspiración. 

El  fruto  es  llamado  Pan  de  los  monos,  porque 
estos  animales  se  alimentan  con  él ;  los  naturales 
<  el  país  le  llaman  Bocci.  Es  una  cápsula  ovoidea, 
puntiaguda  en  las  extremidades,  larga  de  un  pié 
y  medio ,  ancha  de  cuatro  á  seis  pulgadas,  y  cu- 
ya corteza  es  leñosa ,  cubierta  de  un  vellover- 
doso  bastante  espeso,  dividida  interiormente  en 
diez  á  catorce  celdillas  formadas  por  membra- 
nas; cada  celdilla  encierra  muchas  semillas  re- 
niformes, rodeadas  de  pulpa,  desabor  azucarado, 
agrillo  y  muy  agradable.  Con  esta  pulpa  se  hace 
una  limonada  de  buen  gusto,  en  las  calenturas 
tan  frecuentes  en  el  Senegal ;  seca  y  reducida  á 
polvo,  los  Negros  la  deslíen  en  leche  ó  enagua, 
y  la  emplean  en  los  esputos  de  sangre, — la  mi- 
ran ,  unida  al  tamarindo ,  como  un  remedio  segu- 
ro contra  la  disentería, — y,  á  la  goma,  contra 
las  perdidas  uterinas. 

El  Sr.  Yauquelin  ha  hecho  el  examen  de  la 
materia  parenquimatosa  y  amilácea  de  este  fru- 
to ,  y  ha  reconocido  qne  sus  semillas  son  aceito- 
sas, que  la  sustancia  del  fruto  se  compone  de 
almidón  y  de  una  goma  perfectamente  semejante 
ala  dicha  de  Arabia,  de  un  ácido  que  no  ha  podi- 
do obtenerse  cristalizado  y  que  se  parece  al  acido 
málico ,  de  un  azúcar  qué  no  es  susceptible  de 
cristalizarse. 

Los  Mandigues  llevan  este  fruto  en  la  parte 
oriental  y  meridional  del  África,  y  los  Árabes  lo 
en\  ian  á  los  paises  vecinos  del  reino  de  Marrue- 
cos,  de  donde  es  trasportado  en  Egipto. 

Según  Franck,  antiguamente  se  trasportaba  en 
Europa  la  sustancia  carnuda  y  friable  del  interior 
del  fruto  del  Baobad,  bajo  el"  nombre  de  Tierra 
de  Lemnos.  Prospero  Alpino  fué  el  primero  que 
la  reconoció  como  una  materia  \egetal,  proce- 
dente de  la  Etiopia  y  no  de  la  Grecia.  Conviene  no 
confundirla  con  la  tierra  sellada  bolar,  que  lleva 
también  el  mismo  nombre. 


ADE  77 

Vil  ATI  S.  Tegido  de  algodón  ó  muselina 
muy  fina  y  muy  clara,  procedente  de  la  India 
oriental.  Pretiérese  el  fabricado  en  Bengala. 

ADDAD.  Nombre  árabe  de  una  planta  muy 
amarga,  que  se  halla  en  Numidia,  y  se  dice  tan 
venenosa  que  cuarenta  gotas  de  su  agua  destila- 
da pueden  dar  la  muerte ,  en  una  hora. 

ADELFA  ó  \  í  K  l<> .  Ni  km  m.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  apocíneas,  de  la  pen- 
tandria  monoginia.  Contiene  un  corto  número  de 
arbustos  de  hojas  sencillas  y  de  flores  elegantes, 
que  tienen  propiedades  activas,  aun  peligrosas, 
como  la  mayor  parte  de  los  de  la  serie  vegetal  a 
la  cual  pertenecen. 

Adelfa  antidisentérica  (Nerium  un- 
íidyscntericum,  L. ;  Wrightia  antidisentérica , 
Brown ) .  Esta  especie  de  la  India ,  en  donde  lleva 
el  nombre  de  Codaga  pala ,  tiene  su  corteza  que 
es  gris,  negruzca,  amarga,  lactescente  y  acre. 
A  veces  se  la  distingue  con  el  nombre  de  Corte- 
za de  Malabar.  Esta  corteza  es  empleada,  en  la 
India,  como  tónica  contra  la  disentería,  en  coci- 
miento acuoso ,  ó  en  infuso  en  el  agua  ó  en  la  le- 
che ;  y  también  ,  según  Bedio ,  que  ha  llamado  á 
este  arbusto  Curutu-Palu,  se  aplica  el  cocimien- 
to sobre  los  apostemas  para  madurarlos. 

Adelfa  Oleander .  Adelfa  vulgar, 
Baladre  {Nerium  Oleander,  L.).  El  nombro 
latino  de  este  hermoso  arbusto,  siempre  verde, 
que  se  dice  originario  del  Oriente,  que  decora 
hoy  dia  las  costas  desde  Cataluña  á  Portugal .  de 
la  Italia,  de  la  Grecia,  de  la  Berbería,  del  Asia 
menor  etc. ,  y  que  es  cultivado  en  la  mayor  parto 
de  los  jardines,  por  la  belleza  de  sus  numerosos 
tallos  y  sus  flores  abundantes,  le  viene  de  la  seme- 
janza de  su  hoja  con  la  del  olivo ,  olea.  Los  Fran- 
ceses le  llaman  Laurier-rose ,  Laurel  Bosa  ,  fun- 
dados en  la  comparación  que  se  ha  hecho  de  sus 
hojas  con  las  de  los  laureles ,  y  del  color  de  rosa 
de  sus  numerosas  flores  inodoras ,  que  se  suceden 
por  espacio  de  muchos  meses;  ellas  tienen  la  for- 
ma de  pequeñas  rosas,  sobre  todo  en  las  varie- 
dades dobles ,  que  al  présenle  poseemos  en  abun- 
dancia, y  que  fueron  introducidas  en  Europa  por 
Bewerniñgius ,  bajo  el  nombre  de  Nerium  Olean- 
der odorum,  Adelfa  Oleander  olorosa;  los 
Griegos  la  llamaban,  á  causa  de  esta  semejanza, 
Bosal-laurel. 

Este  arbusto ,  al  contrario  de  lo  que  tiene  lu- 
gar en  los  demás  vegetales  de  la  familia  á  la  cual 
pertenece ,  no  tiene  zumo  blanco  lechoso ;  pero 
por  esto  no  es  menos  acre,  activo  y  peligroso. 
Grav  dice  que  clarifica  el  agua  cenagosa,  como 
el  Éstrigno  de  bebedores  ( Strychnos  potatorum, 
L. ) ,  lo  que  prueba  la  presencia  de  partes  resi- 
nosas en  esta  planta ,  y  podría  ser  de  utilidad  en 
mas  de  una  localidad ,  "sí  los  principios  deletéreos 
de  este  vegetal  no  se  comunicasen  á  los  líquidos. 
Mas  los  hechos  que  manifiestan  el  peligro  de  ser- 
virse de  ella  son  patentes :  los  autores  nos  citan 
que,  en  Niza,  el  polvo  de  la  corteza  y  del  leño  de 
este  arbusto  es  empleado  como  mata  ratones; 
que  han  muerto  personas  por  haber  comido  car- 
ne espetada  con  leña  de  esta  planta ;  que  una 


78  ADE 

corta  cantidad  de  extracto  de  este  vegetal  ha 
muerto  caballos  y  otros  animales ,  en  algunos 
minutos,  etc.;  y  finalmente,  de  los  experimentos 
hechos  por  el  Sr.  Orfila  se  deduce  que  la  Adel- 
fa debe  ser  colocada  entre  los  venenos  narcóticos 
acres.  Su  envenenamiento  se  remediará  por  me- 
dio de  vomitivos  mecánicos  ó  positivos  prontos, 
bebidas  abundantes  de  agua,  de  leche,  de  acei- 
te ,  etc. ,  como  para  todos  los  envenenamientos 
vegetales. 

A  pesar  de  su  grande  actividad,  la  Adelfa  ha 
sido  empleada,  al  interior ,  contra  las  enfermeda- 
des de  la  piel ,  sobre  todo  los  herpes  y  la  sífilis: 
hase  también  asonsejado  en  las  calenturas  inter- 
mitentes. Al  exterior,  se  ha  indicado  como  estor- 
nutatoria, lo  que  no  deja  de  ofrecer  peligro.  Las 
hojas  hervidas  en  aceite  ó  grasa ,  ó  su  extracto 
desleído  en  estas  sustancias,  son  empleadas  toda- 
vía con  feliz  resultado ,  en  algunos  puntos ,  para 
curar  la  sarna  y  las  erupciones  tinosas.  Los  frai- 
les mendicantes  se  servian  del  polvo  de  las  hojas 
de  baladre  para  librarse  de  los  insectos  que  se 
pegan  á  la  piel ,  á los  vestidos,  etc. 

En  resumen,  la  Adelfa  es  un  medicamento  de- 
masiado activo  para  ser  empleado  sin  grandes 
precauciones ;  y  vale  quizás  mas  abandonarlo, 
como  se  hace,  que  exponerse  á  producirlos  acci- 
dentes graves  a  los  cuales  su  uso  puede  dar  lu- 
gar: consagrémosla  al  adorno  de  nuestros  jar- 
dines. 

Adelfa  de  ramilletes  (Nerium  Co- 
ronarium,  Jacq. ).  Los  doctores  indios  tiran,  en 
los  ojos  atacados  de  oftalmía ,  el  zumo  de  las  ho- 
jas de  este  vegetal,  para  obtener  su  curación. 
Esta  especie,  que  tiene  las  flores  blancas  muy 
olorosas,  es  cultivada  también  en  Europa. 

Adelfa  de  tintes  ( Nerium  tinclorium, 
Rotll. ) .  Esta  especie  de  la  India  sirve  para  fabri- 
car un  añil  de  calidad  inferior  empleado  en  el 
pais;se  prepara  con  las  hojas  frescas ,  que  se 
ponen  á  macerar  enagua  ( previamente  hervi- 
da )  á  la  cual  se  añade  agua  de  cal ;  se  recoje  la 
fécula  que  se  separa,  etc.,  y  se  emplea  para  te- 
ñir las  telas.  Según  el  Sr.  Leschenault,  las  semi- 
llas de  esta  Adelfa,  juntas  con  aromas,  son  un 
remedio  empleado  contra  el  flujo  de  sangre  en  la 
India;  se  tosía  todo,  y  de  ello  se  hacen  pildoras 
añadiéndole  opio,  etc. 

AJíEltf  AIVTEKA ,  Adenan-hiera.  Género 
de  plantas  de  la  familia  de  las  leguminosas,  de 
la^decandria  monoginia  deLinneo. 

Adenantera  pivonina  [Adenanthera 
pavonina ,  L.).Esta  planta  es  llamada  Mand- 
siadi  por  los  habitantes  de  Malabar  y  de  Ceilan. 
Sus  semillas ,  un  poco  comprimidas,  "de  un  her- 
moso rojo  punzó ,  son  alimenticias.  Ainslie  dice 
que  en  la  Innia  se  dan  sus  hojas,  en  cocimiento, 
contra  el  reumatismo  crónico. 

ADEHXA,  Adema.  Género  de  plantas  de 
la  hexandria  monoginia,  cuya  familia  no  está  de- 
terminada. Forskal  mención  a,  bajo  el  nombre  de 
Adema  venenosa  (Adeniá  venenata ) ,  una  planta 
que  crece  en  la  Arabia,  que  el  polvo  de  sus  re- 
nuevos tiernos ,  tomado  interiormente ,  hace  hin- 


ADI 

char  el  cuerpo,  esto  es,  que  es  altamente  veno- 
so. Dícese  que  su  contraveneno  es  el  zumo  del 
alcaparro  espinoso.  De  Candolle,  que  la  llama 
Adelia  venenosa  (Adelia  venenata),  lo  que  la 
traslada  á  las  euforbiáceas,  dice  que  su  zumo  es 
tan  cáustico  que  produce  sobre  la  piel  pústulas 
inflamatorias  uolorosas. 

A  I» i;  \OS.  Algodón  que  se  recibe  de  Alepo 
por  vía  de  Marsella. 

Allí  ó  ADY.  Nombre  americano  de  una  es- 
pecie de  palmero  de  la  isla  de  Santo-Tomás  y 
otros  lugares  de  la  América,  que  produce  un  fru- 
to llamado  A banga,  del  cual  se  extrae  un  licor 
vinoso ,  muy  emborrachador. 

AllIANTO,  AdíanTum.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  los  heléchos,  y  de  la  criptogamia 
de  Linneo. 

Adianto  apoyado,  Capilera  del 
Canadá,  Culantrillo  del  Canadá 
( Adiantum  pedatum  ,  L.).  Crece  en  la  América 
septentrional ,  en  donde  sirve  como  nuestra  es- 
pecie ;  empléasela  también  en  Europa  para  los 
mismos  usos.  Parece  tener  mas  actividad  que 
nuestra  Ca pilera ,  porque  es  un  poco  mas  amar- 
ga y  mas  aromática,  y  sin  duda  por  esto  mu- 
chas fármaco  peas- la  indican  para  el  jarabe  de 
capilera,  y  ciertos  autores  le  dan  la  preferencia 
en  sus  prescripciones ,  lo  que  es  en  vano ,  porque 
no  se  halla  en  el  comercio. 

Adianto  Cabello  de  Venus ,  Ca- 
pilera común,  Culantrillo  común, 
Culantrillo  de  Monpeller ,  Culan- 
trillo de  pozo  (Adiantum  Capillus  Veneris, 
L.J.  Esta  planta  ,  que  se  cree  ser  el  Culantrillo 
de  las  obras  hipocráticas ,  se  encuentra  en  casi 
todas  las  regiones  de  la  tierra,  en  Europa,  en 
América,  en  las  Indias ,  en  la  Nueva-Holanda.  El 
Sr.  de  Humboldt  sospecha  que  sus  esporos  han 
sido  así  trasportados  por  los  marineros  que  reco- 
gen el  agua  délos  peñascos  en  donde  crece  la  ca- 
pilera para  su  provisión.  En  España  se  encuentra 
en  los  lugares  húmedos,  las  fuentes,  los  pozos.  Se 
distingue  en  sus  hojas  largas  de  6  á  i  0  pulgadas , 
muchas  veces  aladas ,  cuyos  folíolos  cuneiformes, 
lobados  y  redondeados  por  la  punta,  tienen  por 
debajo  la  línea  de  fructificación  adherente  en  to- 
do el  borde  de  la  hoja.  Esta  planta,  un  poco  mu- 
cilaginosa,  de  un  sabor  ligeramente  amargo,  es 
mirada  como  un  béchico  cierto ,  y  muy  usada  en 
los  romadizos ,  los  catarros ,  etc. ;,  con  ella  se  ha- 
ce un  infuso  teiforme,  y  un  jarabe  muy  en  uso, 
en  razón  déla  aroma  suave  y  agradable  que  le  da. 

Adianto  de  Etiopia ,  Capilera  fie 
Etiopia  ,  Culantrillo  de  Etiopia 
(Adiantum  wthiopicum ,  L.).  Según  Thunberg, 
esta  planta  se  encuentra  en  el  Cabo  de  Buena- 
Esperanza ,  en  donde  es  empleada  para  los  mis- 
mos usos  que  la  capilera  común.  En  el  pais,  se  da 
en  infuso  teiforme  contra  la  tos  y  otras  enferme- 
dades de  pecho. 

Adianto  frágil  [Adiantum  fragüe,  Svv.). 
Esta  especie  de  la  Jamaica  es  recomendada  por 
Browne  como  útil  en  las  úlceras  del  pulmón ,  la 
consunción  purulenta,  etc. 


ADO 
Adianto  en  forma  de  trapéelo 

[Adiaiitum  trapvzci formo ,  L.).  En  las  Antillas, 
en  donde  se  encuentra  esta  planta,  se  emplea 
para  los  mismos  usos  que  nuestra  especie  común. 

ADUIAIüí.  Cuadrúpedo  de  los  desiertos  de 
la  Libia,  muy  manso  que  se  dejamontar  de  los  mu- 
chachos y  que  suministra  abundantemente  leche, 
de  la  que  aprovechan  los  naturales.  Es  de  la  mag- 
nitud de  una  ternera,  y  parecido  al  carnero;  tie- 
ne las  orejas  largas  y  caídas ,  y  la  lana  corta  y 
muy  lina. 

A  i>ó\l  l>i] .  Auonis.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  ranunculáceas ,  de  la  poliandria 
poligmia  de  Linneo.  En  general  son  plantas  cáus- 
ticas ,  vejigantes  y  de  un  uso  muy  peligroso. 

Pallas  dice  que  en  Siberia  las  mozas  se  hacen 
abortar  con  el  Adónide  de  primavera  [Adonis 
vernalis,\j.)  ,  y  con  el  Adónide  Apenina  (Ado- 
nis Apennina ,  L. )  que  llevan  allí  el  nombre  de 
Starodoubka.  La  acción  de  la  primera  especie  es 
tan  violenta ,  que  Clusio  refiere  que ,  de  su  tiem- 
po ,  los  farmacéuticos  alemanes  sustituían  su  raíz 
ala  de  eléboro,  y  aun  la  miraban  como  la  del 
vordafiero  eléboro  de  Hipócrates  ,  en  razón  de 
una  especie  de  semejanza  exterior  con  la  raíz  que 
el  padre  de  la  medicina  describió  bajo  este  nom- 
bre. 

El  Adónide  del  Caro  de  Buena -Esperanza 
f  .4  donis  capensis ,  L. )  sirve  como  las  cantáridas, 
tan  marcada  es  su  propiedad  vejigante ,  lo  que  le 
ha  hecho  designar  bajo  el  nombre  de  A  donis  vesi- 
catoria ,  por  Linneo  hijo.  Lo  mismo  sucede  con  el 
Adónide  delgado  (Adonis  gracilis,  Poiret),  cu- 
yas hojas  son  empleadas  en  África  como  veji- 
gantes. 

El  Adónide  de  verano,  Ojo  de  perdiz  (Ado- 
nis eslivalis ,  L, )  y  el  Adónide  de  otoño  ,  Go- 
tas de  sanc.ue  (Adonis  autumnalis,  L.),  indígenas, 
>  que  so  cultivan  en  nuestros  jardines,  no  parecen 
tener  una  acción  menos  señalada ;  con  todo ,  como 
son  ¡urnas,  hay  motivos  para  creer  que  su  acción 
os  menor  ParVmson  pretende  que  el  infuso  de 
sus  semillas  es  bueno  contra  el  cólico  y  la  piedra. 
Estas  plantas  merecen  ser  experimentadas  antes 
de  usarlas  en  medicina ,  en  razón  de  la  violencia 
«lo  sus  congéneres,  por  lo  demás  su  porte  ele- 
gante, sus  hojas  finamente  cortadas  y  sus  flores 
granees  y  hermosas,  hace  que  los  adónides  sir- 
\  an  para  adorno  de  los  jardines. 

AUOKilllllEKA,  Papaver.  Genero  do 
plantas  do  la  poliandria  monoginia,  que  da  su 
nombre  latino  á  una  familia  natural,  las  papa\e- 
ráceas,  y  que  el  suyo  es  tomado  del  céltico  papa 
papilla ,  porque  las  semillas  de  la  mayor  parte 
de  sus  especies  son  nutritivas.  Contiene  unas  vein- 
te plantas  herbáceas ,  casi  todas  anuas ,  de  hojas 
ponninervias  y  sinuosas .  alternas  y  abrazaderas; 
de  flores  cuyo  cáliz  es  de  dos  hojuelas,  caducos 
asi  como  los  cuatro  pétalos ;  el  fruto  es  una  cáp- 
sula ovoidea,  univalday  unilocular,  repartida  en 
muchas  medio  celdillas",  y  que  se  abre  en  su  re- 
mate ,  debajo  del  estigma ;  sus  semillas ,  que  son 
excesivamente  numerosas,  sirven  para  hacer 
aceite.  Todas  las  especies  tienen  propiedades  ano- 


ADO  79 

dinas,  calmantes,  somníferas,  etc.,  á  un  grado 
diferente,  y  dan  un  zumo  lechoso,  mezclado  con 
el  agua,  que,  secado,  toma  el  nombre  de  Opio, 
nombre  que  se  da  también ,  abusivamente  á  su 
extracto. 

Los  antiguos  hacían  de  la  adormidera  el  sím- 
bolo del  sueño ,  y  con  ella  adornaban  la  entrada 
del  palacio  de  Morfeo.  Homero  habla  de  ella  como 
siendo  generalmente  cultivada  en  los  jardines; 
Virgilio  la  menciona  muchas  veces,  con  el  epíte- 
to de  soporiferum,  de  vescum,  de  cereale,  hacien- 
co  alusión  á  la  propiedad  que  tiene  de  provocar 
el  sueño ,  á  la  de  tener  las  semillas  nutritivas,  y 
en  razón  á  crecer  entre  las  mieses.  Los  médicos 
griegos  empleaban  el  zumo  de  las  adormideras, 
ó  el  opio ,  como  se  dirá  al  hablar  de  éste ,  en  la 
práctica  de  la  medicina. 

Adormidera  Argemone  (Papaver  Ar- 
gemone,  L. ).  Especie  anua,  que  vive  en  las  mie- 
ses. de  cápsulas  delgadas,  oblongas,  en  forma  de 
mata.  El  Sr.  Bory  asegura  que  los  Griegos  la  11a- 
maban  fíomonia ,  y  la  tenían  como  útil  en  las  en- 
fermedades de  los  ojos. 

Adormidera  dudosa  (Papaver  du- 
bium,  L. ).  Esta  especie  anua,  que  crece  en  los 
campos  arenosos  en  nuestro  pais,  y  que  se  recono- 
ce en  sus  flores  pequeñas  rojas  y  en  sus  cápsulas 
oblongas ,  lampiñas ,  puede  ser  aprovechada,  en 
los  países  en  que  abunda,  para  extraer  opio, 
pues  120  libras  de  esta  planta  han  dado  3  libras 
1 2  onzas  de  extracto  de  consistencia  pilular,  que, 
administrado  á  una  dosis  1 2  á  15  veces  mayor 
que  el  opio  exótico,  tiene  todas  las  ventajas'de 
este.  Además  utilizándola  así,  se  desembaraza  á 
los  trigos  de  un  vegetal  nocivo. 

Adormidera  oriental  (Papaver  orién- 
tale,  L.).  Esta  magnífica  planta,  que  se  cultiva 
en  los  jardines  por  sus  hermosas  flores ,  no  debe 
confundirse  con  la  adormidera  somnífera.  Es  vi- 
vaz; tiene  las  hojas  con  sus  lóbulos  separados  y 
aserrados  en  su  margen ;  su  flor  es  de  color  rojo 
muy  brillante,  de  cuatro  á cinco  pulgadas  de  lar- 
go; su  cápsula  de  color  violado  y  lampina.  Tour- 
nefort  fué  el  primero  que,  en  1700,  la  trajo  de 
América,  y  dice  que  no  es  de  ella  de  la  (pie  se  ex- 
trae el  opio  de  Oriente,  y  (pie  los  Turcos  comen  sus 
cápsulas  verdes,  aunóme  sean  acresy  de  un  gusto 
quemante.  Según  el  Sr.  Petit,  farmacéutico  en 
Corbeil,  una  libra  de  esta  planta  da  \  onza  2  V» 
dracmas  de  extracto  blando,  que  contiene  10 
granos  de  morfina;  délo  que  concluye  que  po- 
dría servir  para  preparar  el  opio  indígeno. 

Adormidera  silvestre ,  Amapola 
( Papaver  Hhívas ,  L. ).  Nada  mas  vulgar  en  nues- 
tros sembrados  que  esta  planta  anua,  <le  grande 
flor  de  un  hermoso  rojo,  de  la  cual  podria  sacar- 
se partido  en  las  artes.  Su  tallo  es  peloso;  sus 
hojas  hendidas  al  través  v  cortadas;  sus  cápsulas 
lampiñas  y  globosas.  En  la  isla  de  Creta ,  se  co- 
men las  hojas  como  las  espinacas,  después  de 
cocidas  y  condimentadas.  Los  cerdos  son  muy  go- 
losos de  ella,  con  todo  el  Sr.  Gaullet  refiere  ha- 
ber visto  un  envenenamiento  de  ocho  vacas,  por 
haber  comido  tallos  (U>  esta  adormidera.  Las  lio- 


80  ADO 

res  de  esta  planta  tienen  un  olor  débilmente  vi- 
roso y  un  sabor  mucilaginoso,  ligeramente  amar- 
go; son  tenidas  como  calmantes,  béchicas,  dulci- 
ficantes ,  etc. ,  y  sabidos  son  los  usos  que  de  ellas 
se  bace  en  medicina. 

Adormidera  somnífera,  Ador- 
midera común  ( Papaver  somniferum,  L.). 
He  aquí  sin  duda  la  planta  mas  eminentemente 
útil  de  la  materia  médica,  notable  por  sus  pro- 

Iñedades  y  su  uso.  Todos  los  pueblos  civilizados 
íacen  uso  en  medicina  de  su  zumo  espesado  que 
de  ella  se  extrae ,  conocido  bajo  el  nombre  de 
opio ,  y  todo  el  Oriente  consume  de  él  una  prodi- 
giosa cantidad  como  excitante,  y  para  procurarse 
sensaciones  agradables,  etc.,  propiedad  que 
comparte  con  el  cáñamo  en  la  India ,  y  el  tabaco 
venido  del  Occidente. 

La  adormidera  común  es  originaria  del  Asia, 
sobre  todo  de  la  Persia ,  en  donde  adquiere ,  se 
dice,  proporciones  gigantescas  ,  según  Chardin; 
en  nuestro  clima  llega  á  tener  de  3  á  6  pies  en 
los  terrenos  buenos;  se  halla  naturalizada  en  ca- 
si toda  la  Europa  de  tiempo  inmemorial ,  en  los 
lugares  cultivados,  los  jardines,  en  donde  la 
tierra  es  profunda  y  fresca.  Esta  planta,  que  es 
anua  en  España,  bisanua  según  algunos,  en  cier- 
tas localidades ,  es  de  un  color  glauco  notable; 
sus  tallos  son  fuertes ,  poco  ramosos,  lisos;  sus 
hojas  son  anchas,  amplexicaules  y  cortadas;  las 
flores  terminales,  grandes,  caducas,  de  un  rojo 
pálido,  con  una  mancha  negra  en  la  base;  á  es- 
tas les  suceden  cápsulas  que  tienen  desde  el  vo- 
lumen de  una  nuez  hasta  el  de  un  huevo  y  mas, 
que  contienen  semillas  blancas  en  una  variedad, 
la  mas  empleada  en  medicina  (lo  que  la  hace  lla- 
mar Adormidera  Manca) ,  y  grises  ó  negras  en 
otra ,  cuyas  cápsulas  son  mas  redondas  y  menos 
gruesas,  pero  cuyas  flores  doblan  fácilmente, 
motivo  que  la  hace  cultivar  en  los  jardines. 

Los  antiguos  colocaban  la  adormidera  en  el 
número  de  los  vegetales  alimenticios ,  así  como 
parece  indicarlo  el  siguiente  verso  de  Virgilio: 

Lilia  verbenasque  premes ,  vescumque  papaver. 

La  palabra  vescum  indica  que  sus  semillas  eran 
contadas  entre  las  que  son  alimenticias,  pues  no 
son  somníferas ,  y  si  aceitosas  y  nutritivas :  según 
Dioscorides ,  con  ellas  se  hacia  pan ;  los  Roma- 
nos las  empleaban  para  preparar  tortas ,  que  ha- 
cían tostar  y  las  mezclaban  con  miel ,  para  ser- 
virlas en  los  postres ;  las  gentes  del  campo ,  des- 
pués de  haber  dorado  su  pan  en  huevos ,  polvo- 
reaban la  costra  superior  con  estas  semillas  para 
darle  mas  sabor ,  uso  que  todavía  se  sigue  en  el 
Oriente,  en  Polonia,  en  Hungría,  y  también  en 
ciertos  países  del  norte  déla  Francia;  en  el  va- 
lle de  Trentin,  en  la Estiria  y  la  Alta- Austria,  los 
habitantes  se  alimentan  de  tortas  hechas  con  se- 
millas de  adormidera  blanca  y  negra  y  de  harina; 
en  Italia,  en  Genova  sobre  todo,  las  emplean  cu- 
biertas ,  con  azúcar;  las  aves  caseras  las  comen 
con  gusto,  y  finalmente  de  ellas  se  extrae  aceite 
(Y.  Aceite  de  adormidera). 


AFI 

Las  hojas  de  adormidera ,  tiernas ,  ge  comen 
cocidas  en  algunos  lugares;  desarrolladas,  con- 
tienen ,  como  los  tallos  y  las  cápsulas ,  un  zumo 
lactescente,  que  cuela  á  la  menor  incisión  que  en 
ellas  se  hace.  Este  zumo  es  susceptible  de  concre- 
tarse por  el  calor  en  una  materia  amarillenta  casi 
opaca,  que  es  un  verdadero  opio  en  lágrimas, 
que  las  cápsulas ,  y  sobre  todo  sus  pedúnculos , 
dan  con  mas  abundancia ,  pero  que  nunca  se  pre- 
senta en  bastante  cantidad  para  ser  recogido  con 
provecho ;  este  zumo  lactescente  puesto  en  las  he- 
ridas recientes  hechas  por  las  anejas,  las  avis- 
pas ,  ú  otros  insectos  ponzoñosos ,  calma  al  mo- 
mento el  dolor  y  el  escozor ,  y  hace  cesar  los  ac- 
cidentes ,  neutralizando  el  veneno ,  como  lo  han 
observado  los  Sres.  Delaistre  y  Yeits. 

Las  flores  de  adormidera  no  tienen  uso  parti- 
cular. 

Las  cápsulas ,  ó  Cabezas  de  adormidera ,  son 
la  parte  de  que  se  hace  mas  uso  en  medicina ,  y 
son  preferidas  las  de  la  variedad  de  semillas  blan- 
cas, porque  son  mas  gruesas.  Las  cabezas  de 
adormidera  se  cortan  en  su  madurez,  á  fin  de 
que  la  semilla  sea  bien  sazonada,  se  meten  en  pa- 
quetes, que  se  acaban  de  hacer  secar  á  la  som- 
bra; porque  este  fruto  se  enmohece  fácilmente 
si  esta  apretado  en  un  lugar  húmedo ,  y  entonces 

Eierde  mucho  de  sus  calidades ,  y  también  se  de- 
e  tener  cuidado  de  que  no  sea  picado  por  un  in- 
secto, el  Cynips  Khceadis ,  Yallot,  que  lo  hace 
hinchar,  le  vuelve  corchoso  y  monstruoso,  y  le 
quita  sus  virtudes.  Estas  cápsulas  son  calmantes, 
anodinas ,  etc.,  y  de  un  uso  excesivamente  común 
y  casi  doméstico. 

De  esta  especie ,  cultivada  en  Oriente ,  es  do 
la  que  se  extrae  el  opto,  que  forma  uno  de  los  mas 
preciosos  medicamentos  que  poseemos ,  en  razón 
del  principio  calmante  que  contiene ,  y  al  que  se 
ha  dado  el  nombre  de  morfina.  Se  obtiene  tam- 
bién una  especie  de  opio  de  la  adormidera  que 
crece  en  nuestro  país ,  pero  sus  propiedades  son 
mucho  menos  enérgicas.  Sin  embargo ,  contieno 
cierta  cantidad  de  morfina,  y  debemos  al  señor 
Tilloy,  de  Dijon,  un  buen  proceder  para  extraer- 
la de  las  cápsulas  de  la  adormidera  indígena. 
(Y.  Opio.). 

ADUIj ASSO.  Nombre  brama  del  Justicia 
bivalvis,  L.,  pequeño  arbusto  empleado  en  la  In- 
dia en  tópico  para  curar  la  gota. 

AlílíAO,  Alagao,  Arago,  Tangay. 
Arbustos  de  las  Filipinas  que  Camelli  cree  son 
salmeos ,  pero  que  parecen  ser  Premna ;  se  em- 
plean en  cataplasmas,  sobre  el  punto  enfermo, 
para  los  males  de  cabeza,  de  vientre,  los  tumo- 
res, las  úlceras,  etc. 

AF 

AFASíE ,  Aphanes.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  rosáceas  ,  sección  de  las  sangui- 
sórbeas ,  de  la  tetrandia  monoginia,  cuya  única 
especie,  el  Afane  arvense  [Aphanes  arvensis,  L.; 
Alchemilla  Aphanes t  W.) ,  es  algunas  veces  usa- 
da ,  bajo  el  nombre  de  Hinojo  marino ,  á  seme- 
janza de  la  Alquimila  (Soase  esta  palabra). 

AI'IXJElíA,  ArinTEíA.  Género  deplantas  de 


AGA 
una  familia  indeterminada,  cuya  única  especie,  la 
Ahitera  iiidnoua  Up/<j/íeia  Hydnora,  L.;  Ilydno- 
ra  africana,  Thunb.),  que  crece  en  el  Cabo  de 
Nuena-Esperanza,  os  parásita  sobre  las  raíces  del 
Euphorbia  Tirucalli,  L..Los  Hotentotes  comen 
sus  habas  crudas  ó  cocidas,  según  Thunberg. 

AG 

ACiALLA§.  Nombre  dado  á  ciertas  dege- 
nerecencias  tuberculosas  y  redondeadas  de  mu- 
días  partes  de  los  vegetales,  producidas  por  la 
picadura  de  insectos  de  diferentes  familias,  pero 
particularmente  pertenecientes  á  la  de  los  hime- 
nopteros  y  al  género  Cynips  de  Linneo,  llamado 
Dipiolepis  por  Geoffroy,que  las  escogen  para  cu- 
na de  sus  progenituras,  y  determinan  especial- 
mente en  ellas  una  fuerte  extravasación  de  tanino. 
Las  larvas  se  nutren  á  expensas  de  la  agalla  que 
ellos  ahuecan  así  mas ;  últimamente ,  se  trasfor- 
man  en  ninfas ;  después ,  ó  al  principio  del  vera- 
no ,  en  insectos  perfectos.  Entonces ,  éstos ,  para 
salir  de  la  cav  idad  cerrada,  hacen  un  agujero  del 
diámetro  de  su  cuerpo. 

Los  vegetales  escogidos  por  las  lanas  son  di- 
ferentes especies  del  género  Encina  (Queráis), 
como  la  Encina  Roble  [Quercus  Jlex,  h.)la  Enci- 
na Cerrisó  Rebollo  [Quercus  Cerris,  L. ) ,  etc., 
para  las  agallas  indígenas,  y  la  Encina  tintoria 
(  Quercus  infectoria ,  Oliv. )  para  las  agallas  de 
Alepo,  etc. 

Las  agallas  son  sobre  todo  empleadas  en  el 
tinte  negro  y  en  la  fabricación  de  la  tinta  de  es- 
cribir. Tienen  una  superioridad  señalada  sóbrelas 
demás  sustancias  astringentes,  no  solo  por  la  gran- 
de proporción  de  sus  principios  activos ,  si  que 
también  en  razón  de  su  abundancia,  y  de  la  fa- 
cilidad con  que  podemos  procurárnoslas  en  el 
comercio.  Sin  embargo,  algunos  otros  productos 
astringentes,  tales  como  el  zumague,  las  vainas 
de  cierta  especie  de  mimosa  de  Megico,  llamada 
Cascalote ,  son  preferibles  para  las  aplicaciones 
en  que  debe  evitarse  una  coloración  morena. 

El  infuso  de  agallas  es  un  reactivo  muy  sensi- 
ble para  reconocer  la  presencia  del  óxido  de  hier- 
ro en  un  líquido  cualquiera;  igualmente  ha  sido 
propuesto  para  descubrir  la  moruna;  puede  ser 
útil  en  las  hemorragias  llamadas  pasivas ,  y  en 
los  flujos  mucosos  no  acompañados  de  irritación; 
asociacido  con  los  amargos  indígenos,  es  un  febrí- 
fugo que ,  en  ciertas  circunstancias ,  ha  reempla- 
zado con  ventaja  á  la  quina. 

Las  diferentes  especies  de  agallas  que  circu- 
lan en  el  comercio  son  las  siguientes: 

Agallas  de  Alepo.  Son  nueces  de  5  á  9 
líneas  de  diámetro.  Hay  agallas  de  Alepo  negras, 
verdes  y  blancas,  mezcladas  juntas  en  balones  de 
agallas  en  suerte.  — Las  agallas  negras  de  Ale- 
po son  generalmente  de  un  negro  gris ,  cubier- 
tas de  una  eflorescencia  blanquecina,  mas  peque- 
ñas ,  mas  espinosas ,  mas  pesadas ,  y  menos  pi- 
cadas que  las  demás,  de  una  sustancia  mas 
compacta  y  mas  resinosa.  Su  fractura  ofrece  un 
interior  de  un  amarillo  sucio  en  medio  de  la  nuez, 
y  blanco  en  la  parte  que  se  acerca  á  la  superfi- 
cie. En  el  centro  se  halla  una  cavidad  mas  ó 
H 


ACÁ  «i 

menos  grando,  que  parece  tapizada  por  una  mem- 
brana rojiza.  —  Las  agallas  verde*  son  deuneo- 
lor  verde  amarillento ,  cubiertas  igualmente  de 
una  eflorescencia  blanquecina,  menos  espinosas, 
mas  gruesas,  mas  picadas  v  mas  ligeras  que  las 
precedentes. — Las  agallas  blancas  son  de  un  blan- 
co verdoso ,  y  algunas  veces  de  un  amarillo  ro- 
jizo. Estas  son  las  mas  gruesas,  las  mas  ligeras, 
las  mas  picadas,  y  generalmente  las  mas  arru- 
gadas. 

Estas  tres  especies  entran  de  diferentes  mane- 
ras en  el  consumo .-  la  negra  es  empleada  con 
preferencia  para  el  color  negro ;  la  blanca  es, 
en  gran  parte,  consumida  por  los  zurradores;  y 
la  verde ?  que  es  una  calidad  intermedia,  en  la 
tintura,  juntamente  con  la  negra,  pero  con  me- 
nos buen  resultado.  Vienen  embaladas  en  balo- 
nes de  crin  de  310  á  320  libras.— En  el  comercio 
se  hallan  agallas  negras  que  han  sido  entreseca- 
das  de  las  blancas  y  las  verdes ,  y  que  llegan  en 
balones  de  crin  de  440  á  540  libras. 

Agallas  de  Morea.  Nunca  la  agalla  de  Morca 
llega  al  grueso  de  una  avellana ,  y  ni  al  color 
franco  de  la  de  Alepo.  Es  en  extremo  pequeña, 
poco  resinosa,  mucho  mas  hueca;  todo  lo  que  la 
hace  menos  apreciada.  Con  frecuencia  se  la  mez- 
cla con  la  de  Alepo;  pero  se  distingue  fácilmente 
de  ésta  en  su  pequenez ,  en  su  matiz  mas  moreno 
ó  rojizo  y  barajado,  y  en  su  poca  regularidad. 
Embaladas  en  tela  ligera,  sacos  de  1 60  libras. 

Agallas  de  Esmirna.  Ésta  agalla  se  divide, 
como  la  de  Alepo ,  en  negra ,  verde  y  blanca; 
pero  cualquiera  sea  su  matiz  es  siempre  inferior 
a  ésta.  Es  menos  pesada,  de  color  menos  vivo,  y 
menos  espinosa.  La  blanca  presenta  una  superfi- 
cie mas  lisa  que  la  que  le  corresponde  en  la  aga- 
lla de  Alepo.  Embaladas  en  balones  de  crin  que 
pesan  de  310  á  320  libras. 

Agallas  marmorinas.  Estas  agallas  vienen  del 
Levante  por  la  vía  de  Marsella.  Son  pequeñas  nue- 
ces redondas  y  prolongadas  del  lado  adherento 
á  la  planta  qué  las  produce;  de  un  color  de  hierro 
algo  gris,  á  veces  Usas  en  la  superficie  ,  y  co- 
munmente erizadas  de  asperezas  y  de  puntos  po- 
co salientes ;  ofrece,  por  la  fractura,  un  interior 
amarillo  ó  color  de  orín,  y  en  el  centro  una  es- 
pecie de  germen.  Se  recibe  en  balones  de  crin 
de  310  á  320  libras. 

Agallas  de  Istria.  Estas  agallas  son  pequeñas, 
ligeras,  de  color  amarillo  pálido,  amarillo  rojo  y 
moreno,  sin  que  presenten  las  asperezas  espinosas 
de  las  demás  especies ,  sino  arrugas  profundas  y 
multiplicadas.  Se  rompen  con  bastante  facilidad, 
presentando  un  interior  á  veces  amarillento,  ave- 
ces moreno ,  y  en  general  de  un  color  análogo  al 
de  la  superficie.  En  el  centro  se  halla  la  cavidad 
que  ha  sen  ido  de  habitación  al  insecto  que  las 
ha  producido.  Las  nuevas  son  mas  estimadas; 
cuando  van  siendo  añejas  se  vuelven  rojas  ó  mo- 
renas. Se  reciben  en  sacos  de  tela  ligera  de 
1 60  libras.  ,* 

Agallas  indígenas.  Esta  especie  es  producida 
por  el  roble  de  nuestro  país.  Estas  agallas  son 
bolas  muy  ligeras ,  en  general ,  perfectamente 
tomo  i. 


82  AGA 

.redondas ,  lisas  en  su  seperficie ,  y  sin  asperezas 
ni  prominencias,  de  un  amarillo  pálido  ó  de  co- 
lor de  madera.  Algunas  bolas  son  negruzcas  y 
diferentes;  pero  éstas  son  poco  numerosas.  Casi 
todas  están  agujereadas ,  son  fáciles  de  romper  y 
presentan  un  interior  compacto,  de  una  textura 
lina,  de  un  amarillo  leonado ,  mas  subido  que  en 
la  superficie.  En  el  centro  de  la  nuez  se  halla  una 
cavidad  que  servia  de  vivienda  al  insecto.  El 
embalaje  consiste  en  sacos  de  110  á  160  libras. 
El  sabor  de  la  agalla  es  muy  amargo  y  estíp- 
tico, desagradable;  su  olor  es  nulo.  El  análisis 
de  la  agalla  de  Alepo  ha  dado  sobre  500  partes: 
1 85  de  materias  solubles  en  el  agua,  compuestas 
de  tanino,  130;  ácido  agállico  unido  á  un  poco 
de  extractivo  ,31;  mucílago  y  materias  vueltas 
insolubles  por  la  evaporación ;  1 2 ,  carbonato  de 
cal  y  sustancia  salina,  12.  La  parte  leñosa  in- 
cinerada ha  producido  mucho  carbonato  de  cal. 
(  V.  Acido  agállico  y  Tanino. ) 

AGÁRICO,  Ag\ricus.  Génerodela  fami- 
lia de  los  hongos ,  de  la  criptogamia  de  Linneo, 
caracterizado  por  laminitas  paralelas  por  debajo 
del  sombrerillo ,  que  no  envuelve  al  nacer  nin- 
guna volva.  Este  género ,  cuyo  nombre  viene  de 
Agaria,  comarca  de  Sarmacia,  según  Dioscori- 
des ,  está  compuesto  de  muchos  centenares  de  es- 
pecies, y  de  consiguiente  su  estudio  es  dificilísi- 
mo, primero  en  razón  de  su  número,  y  luego  por 
el  estado  polimorfo  de  todo  lo  que  pertenece  ala 
poligamia ,  en  particular  hongos. 

En  los  lugares  húmedos  y  sombríos,  en  las 
praderas ,  en  los  troncos  de  los  árboles  y  en  las 
maderas  podridas  es  en  donde  crecen  la  mayor 
parte  de  los  agáricos ;  á  veces  también  se  en- 
cuentran algunos  en  las  cuev  as ,  las  minas  y  las 
paredes.  Su  duración  es  muy  variable:  la  mayor 
parte  pasan  todos  los  períodos  de  su  existencia 
en  diez  ó  doce  dias ;  otros  necesitan  un  mes  para 
llegar  á  su  desarrollo ;  y  otros  tienen  bastante 
tiempo  en  un  solo  dia.  Los  hay  de  grandes ,  de 
pequeños  y  de  colores  muy  variados. 

Entre  los  verdaderos  agáricos,  un  corto  núme- 
ro solamente  se  sirve  en  nuestras  mesas ;  así  es 
que  el  mas  escrupuloso  cuidado  debe  presidir  en 
su  elección ,  y  por  lo  tanto  invitamos  á  nuestros 
lectores  á  abstenerse  de  comerlos  si  no  están  cier- 
tos de  que  no  son  especies  venenosas. 
Hablemos  pues  de  la  especie  mas  conocida. 
Agárico  comestible,  Hongo  de 
criaderos  ( A garicus  edulis ,  Bull.;  Agaricus 
campestris ,  L. ).  Este  hongo  sirve  de  alimento  y 
de  condimento.  Para  hacerlo  propio  para  ser  co- 
mido ,  se  coje  antes  de  su  entero  desarrollo,  se 
le  quita  la  peladura,  y  aun  la  pelusa,  si  es  de- 
masiado avanzado  y  negro  en  vez  de  ser  ro- 
sado ;  se  corta  en  cuartos ,  que  en  seguida  se 
meten  en  agua  ligeramente  vinagrada ,  para  im- 
pedir de  que  se  enmohezcan  (esta  precaución, 
para  otros  hongos  sospechosos,  tiene  una  venta- 
ja mucho  mayor ,  la  de  disminuir  su  peligro  di- 
solviendo el  principio  venenoso ;  la  sal  común 
parece  tener  la  misma  ventaja) ;  después  de  esto 
se  hace  cocer  por  espacio  de  veinte  minutos  ó 


AGA 

media  hora ,  antes  de  ponerlo  en  la  mesa ;  una 
mas  larga  cocción  hace  fundir  el  hongo  del  que 
no  quedan  mas  que  vestigios. 

Este  hongo  se  encuentra  en  los  campos  y  en 
los  lugares  recientemente  estercolados  con  cagar- 
ruta de  caballo,  en  donde  constituye  una  varie- 
dad, arvense  (arvensis,  de  ciertos  autores).  En 
cuénlrase  una  sub-variedadde  película  de  encima 
del  sombrerillo  un  poco  amarillenta,  lisa,  que 
crece  en  los  prados.  Cultívase  también  en  cria- 
deros; la  mayor  parte  del  que  se  vende  en  las 
ciudades  de  Francia  es  así  cultivado ,  y  en  Paris 
constituye  un  ramo  de  comercio  considerable  para 
ciertos  jardineros. 

El  análisis  químico  de  este  hongo  hecho  por  el 
Sr.  Vauquelin,  le  ha  demostrado  que  se  compo- 
ne de  adipocira,  de  un  cuerpo  graso,  de  albúmi- 
na, de  una  materia  azucarada,  de  osmazomo,  de 
una  sustancia  animal  insoluole  en  el  alcohol ,  de 
funginayde  acetato  de  potasa.  Este  análisis, 
que  manifiesta  tantas  materias  animales  en  los 
hongos ,  explica  porque  se  pudren  tan  pronto  y 
porque  son  tan  nutritivos. 

Este  hongo  es  confundido  á  veces  con  el  Agári- 
co bulboso  y  vernal  ( Agaricus  bulbosus  y  vernus, 
de  Bulliard) ,  designados  bajo  el  nombre  de,  Hon- 
go carmesí  Cicuta ,  en  razón  de  su  calidad  vene- 
nosa, el  cual  pertenece  al  género  Amanita  de 
Haller.  Distingüese  de  él  en  que  no  tiene  volva, 
es  decir  bolsa  que ,  al  nacer ,  lo  envuelva  desde 
la  raíz  hasta  encima  del  sombrerillo ,  sí  tan  solo 
un  collar  que  parte  de  los  bordes  del  sombrerillo 
para  terminar  en  el  extremo  del  pedículo;  en 
que  su  pié  no  es  tuberoso,  aunque  un  poco  hin- 
chado, y  nunca  fistuloso,  envejeciendo,  como 
sucede  con  el  bulboso  ;  en  que  las  laminitas  de  su 
sombrerillo  no  son  blancas  ( excepto  en  una  va- 
riedad rara  y  que  debe  evitarse  el  cojerla  por  no 
engañarse),  sino  rosadas,  en  particular  en  su 
madurez ;  en  fin ,  y  sobre  todo ,  en  que  la  piel  del 
sombrerillo  se  pela  fácilmente ,  lo  que  no  sucede 
en  las  dos  otras  plantas,  en  las  que  csadherente. 

Estos  dos  agáricos ,  sobre  todo  el  bulboso ,  son 
peligrosos  venenos ,  y  los  que  producen  las  tres 
cuartas  partes  de  los  envenenamientos  que  se 
observan ,  en  razón  de  la  semejanza  exterior  que 
tienen  con  el  agárico  comestible.- 

Los  fenómenos  del  envenenamiento  por  el  Agá- 
rico bulboso  de  Linneo  son  los  siguientes :  seis  ú 
ocho  horas  después  de  haberlo  comido,  se  pre- 
sentan náuseas ,  desfallecimientos,  vómitos;  si 
éstos  son  insuficientes  ó  no  ayudados  por  un  emé- 
tico, se  manifiesta  estupor,  soñolencia,  el  pulso 
se  pone  pequeño  é  intermitente,  el  vientre  se 
tiende,  las  extremidades  se  ponen  Mas,  la  piel 
es  lívida,  y  se  muere  al  cabo  de  36  á  48  horas. 
A  veces  se  manifiesta  una  especie  de  cólera  que 
salva  los  enfermos;  pero  en  general ,  cuando  cu- 
ran ,  tardan  mucho  tiempo  en  convalecer. 

En  tales  casos,  lo  primero  que  debe  practicarse 
es  hacer  vomitar  al  enfermo,  y  ensayarlo  también 
en  la  esperanza  de  que  todo  el  hongo  no  ha  pene- 
trado en  el  píloro.  La.  naturaleza  misma  indica 
este  medio ,  porque ,  cuando  el  vómito  expontá- 


ADA 

neo  es  abundante,  salva  al  enfermo.  Este  puede 
suplir  á  un  emético ,  bebiendo  mucha  agua  úv*t\c 
que  siente  los  efectos  deletéreos  de  los  hongos,  la 
que  provoca  el  vómito ,  que  se  ayuda  poniéndolos 
dedos  en  el  fondo  de  la  boca.  En  seguida  se  dan 
dilu\ entes,  dulcificantes,  aceitosos  y  aun  pur- 
gantes, para  hacer  salir  por  abajo  los  restosde  los 
hongos,  y  aumentar  la  diarrea,  lo  que  es  siem- 
pre útil ;  por  último  se  remedia  la  debilidad,  que 
persiste  á  veces  ocho ,  diez  dias  y  mas ,  con  tóni- 
cos, un  alimento  ligero,  un  poco  de  jarabe  de 
éter,  etc.  Este  tratamiento  es  el  único  racional  y 
mucho  mas  seguro  que  los  pretendidos  antídotos 
que  se  habían  propuesto,  como  el  vinagre,  que 
aumenta  los  accidentes  disolviendo  al  principio 
deletéreo  del  hongo  ,  y  poniéndole  en  estado  de 
obrar  mas  libremente. 

La  mayor  parte  de  los  envenenamientos  tienen 
lugar  casi  siempre  entre  los  habitantes  de  las  ciu- 
dades ó  grandes  villas ,  pretendidos  inteligentes 
en  hongos,  quienes  los  recogen  en  sus  paseos, 
creyendo  tomarlos  como  buenos ,  siendo  así  víc- 
timas por  equivocación.  Los  lugareños  los  dis- 
tinguen por  una  especie  de  rutina,  preservándose 
de  sus  males  efectos.  En  Paris,  estos  daños  son 
casi  desconocidos,  atendido  que  la  policía  no  per- 
mite que  se  venda  en  los  mercados  otro  hongo 
que  el  de  criaderos,  lo  que  evita  toda  equivoca- 
ción, y,  en  la  primavera,  la  Múrgura,  tan  fácil 
de  distinguir  que  es  imposible  todo  error. 

Los  hongos  secos ,  que  suelen  vender  los  mer- 
caderes de  comestibles ,  aunque  contengan  algún 
poco  de  mezcla  de  hongos  extraños,  nonay  ejem- 
plo de  envenenamiento  por  su  uso,  sea  que  la 
desecación  les  haya  quitado  el  principio  veneno- 
so, sea  por  cualquiera  otra  causa.  Con  todo  debe 
saberse  que  el  hongo  mas  sano  puede  ser  nocivo 
si  se  come  de  él  en  demasía ,  en  particular  si  es 
de  naturaleza  un  poco  coriácea. 

El  número  de  los  agáricos  es  tan  considerable 
que  es  imposible  indicar  los  que  son  comestibles  y 
los  que  son  nocivos,  ni  aun  la  ciencia  ha  enseña- 
do á  distinguirlos ,  y  ningnn  carácter  exterior  ni 
químico  ha  manifestado  hasta  aquí  en  que  consis- 
te esta  diferencia.  Para  evitar  todo  resultado  fu- 
nesto ,  lo  mejor  es  limitarse  al  uso  de  las  únicas 
especies  de  hongos  bien  conocidos,  que  no  son 
muchos,  y  los  cuales  indicaremos  en  su  lugar 
al  hablar  de  los  diferentes  géneros  de  esta  fa- 
milia. 

Sin  embargo,  continuamos  una  lista  de  algunos 
agáricos  que  son  comestibles  en  diversos  países, 

1»ara  complacer  á  aquellos  que  se  ocupan  de  los 
longos  alimenticios,  recomendando  no  comer 
ninguno,  á  menos  de  conocerlos  perfectamente. 
.Agárico  de  Acebo  [Agaricus  aquifolii,  Per- 
soon) .  Crece  en  otoño  entre  los  troncos  del  acebo; 
su  carne  es  fina  y  delicada ,  su  sabor  aromático 
y  agradable ,  y  es  my  estimado. 

Agárico  acre  [Agaricus  acris,  Bulliard;  A gari- 
cus  pipera  tus,  de  los  autores).  Se  come  en  Ale- 
mania ,  en  Rusia.  Esta  especie  así  como  el  Agári- 
co delicioso  i  Agaricus  deliciosus,  L.j,  han  sido 
indicados  por  el  Sr.  Dafresnoy  como  propios  para 


ACÁ  f*a 

curar  la  tisis  tuberculosa,  se  asegura  con  felices 
resultados. 

Agárico  adelgazado  [Agaricus  atlenuatus, 
DC).  Se  come  en  los  alrededores  de  Monpeller. 

Agárico  auriculado  [Agaricus  auriculatus,  Du- 
bois ) .  Es  comestible  en  los  alrededores  de  Or- 
leans,  en.  cuyas  cercanías  es  muy  común  en 
otoño. 

Agárico  blanco  [Agaricus  albellus,  DC).  Se 
come  en  las  provincias  del  norte  de  la  Francia, 
y  se  llama  moserñon  blanco  ú  Hongo  Moscatel, 
en  razón  del  olor  que  conserva  cuando  seco.  Es 
una  especie  muy  estimada. 

Agárico  blanco  rojo  [Agaricus  alborufus,  Per- 
soon  ).  Crece  al  pié  de  los  saúcos  en  Dax,  en 
donde  es  comestible. 

Agárico  comestible  [Agaricus esculentes,  Jacq.). 
Se  come  en  Yiena  en  Austria. 

Agárico  culebrino  [Agaricus  culebrinus,  Du- 
bois). Es  comestible  en  Francia. 

Agárico  delicioso  [Agaricus  deliciosus,  L.J.  Sir- 
ve de  alimento.  En  la  China  se  le  llama  mam- 
xucn;  en  la  Cochinchina,  Nam-dee. 

Agárico  demediado  [Agaricus  dimidiatus , 
Bull.).  Sirve  de  alimento  en  muchos  pueblos  de 
Europa. 

Agárico  ebúrneo  [Agaricus  eburneus,  Bull.). 
Es  comestible  en  Italia,  en  donde  es  conocido 
con  el  nombre  de  Jazzolo. 

A  gárico  elevado  [Agaricus  procerus.  Bull.) .  Cu- 
linario sobre  todo  en  Alemania.  Se  le  encuentra 
en  otoño  en  los  prados  descubiertos. 

A  gárico  de  Eringio  [  A  garicus  Eringii,  DC.) . 
Alimenticio  en  muchos  puntos.  Crece  al  pié  del 
Eringio  campestre  de  L.. 

Agárico  falso-Moserñon  [Agaricus  pseudo- 
Mousseron,  Bull.).  Es  alimenticio  bajo  el  nombre 
de  Moscrñon  de  otoño.  Se  encuentra  á  fines  del 
v  erano  en  los  puntos  descubiertos  de  los  bosques. 

A  gárico  que  da  leche  [Agaricus  lactffluus .  Hoff.). 
Se  come  en  Yiena  en  Austria;  sin  embargo, 
Krapf  lo  cita  como  muy  peligroso. 
A  gárico  Monserñon  [A  garicus  Mousseron,  Bull. ) . 
Muv  buscado  en  varios  puntos. 

Agárico  que  tira  á  rojo  [  Agaricus  russttla , 
Schaeff.).  Es  tambian  usado  en  Yiena,  en  Aus- 
tria ,  como  nuestro  Hongo  de  criaderos. 

Agárico  violáceo  [Agaricus  violaceus,  Bull.).  Se 
come  en  Italia,  según  Allioni. 

Finalmente ,  indicaremos  algunos  agáricos  ve- 
nenosos, y  reconocidos  tales  según  experiencias 
directas. 

Agárico  abrasador  [Agaricus  urens ,  Bull.). 
Crece  en  los  bosques  húmedos.  Es  muy  venenoso. 

Agárico  anular,  Cabeza  de  Meduza  [Agaricus 
annularius,  Bull.).  lia  hecho  perecer  doce  ho- 
ras después  de  su  ingestión  un  perro  de  mediana 
talla.  Se  encuentra  en  los  bosques,  en  otoño,  en 
forma  de  grupos  en  número  hasta  de  50 ,  en  la 
tierra  ó  sobre  los  troncos  de  árboles  viejos. 

Agárico  cáustico  [Agaricus  pyrogalus,  Bull.!. 
De  sabor  acre  muy  cáustico  •  se  encuentra  en  los 
bosques.  Es  un  veneno  terrible. 

Agárico  emético  [Agaricus  emeticus ,  Persoon). 


84 


AGA 


Tiene  todas  las  malas  calidades  del  Agárico  ro- 
sado. 

Agárico  estíptico  ( A garicus  stypticus ,  Bull. ) . 
De  sabor  acre  y  astringente ;  se  encuentra  sobre 
las  cepas  y  los  troncos  de  los  árboles  viejos.  Es 
un  veneno  peligroso. 

Agárico  mortífero  [Agaricus  necator  ,  Bull.). 
Crece  en  los  bosques  hacia  fines  de  verano.  Su 
nombre  indica  lo  que  puede  esperarse  de  él,  á 
pesar  de  haber  autores  que  creen  que  no  es  ve- 
nenoso. . 

Agárico  muscario  [kgaricus  muscarius,  L.). 
Es  una  de  las  especies  mas  peligrosas. 

Agárico  del  Olivo  [Agaricus  olearius,  DC). 
Según  Persoon  es  muy  venenoso.  Crece  sobre  las 
raices  del  olivo  y  de  algunos  otros  árboles  en  el 
mediodía  de  la  Europa. 

Agárico  rosa  do  [A  garicus  roseus,  Bull. ) .  Kranf 
dice  que  es  extremamente  venenoso,  que  ni  la 
ebullición,  ni  la  desecación  le  quitan  sus  calida- 
des deletéreas. 

AG ARICO  UIISíEKAIj  ( Creta  farina- 
cea,  L .) .  Variedad  de  subearbonato  de  cal,  llamado 
Cal  carbonatada  esponjosa,  por  Haüy ,  y  conoci- 
do de  los  antiguos  mineralogistas  con  los  nombres 
de  Harina  fósil,  Leche  de  luna,  Leche  de  montaña, 
Tuétano  de  piedra,  etc.  Preséntase  en  una  masa 
friable,  blanca,  ligera.  Se  encuentra  en  las  hen- 
diduras de  ciertas  rocas  calizas ,  y  es  común  en 
Suiza,  en  donde  se  emplea  para  blanquear  las 
habitaciones.  Antiguamente  se  tenia  como  ga- 
lactóforo. 

ÁGATA.  Cuarto  Ágata  ó  piedra  cuarzosa 
semitrasparente,  que  nunca  es  absolutamente 
opaca  como  el  jaspe,  ni  absolutamente  traspa- 
rente como  el  cristal  de  roca.  Se  hallan  muchas 
ágatas  en  Escocia ,  principalmente  en  la  montaña 
de  Cairugoru ,  y  en  las  de  las  comarcas  vecinas 
al  Bhin  en  Alemania ;  en  donde  sobre  todo  se  ha- 
llan las  ágatas  mas  generalmente  admitidas  en 
los  gabinetes  de  mineralogía ,  es  en  las  cercanías 
de  Oberstein ,  en  la  Norhe ;  también  se  han  reco- 
gido de  muy  hermosas  en  Siberia  y  en  Ceylan; 
el  extremo  oriental  del  establecimiento  del  Cabo 
de  Buena  Esperanza  abunda  en  ágatas;  y  tam- 
bién nos  vienen  algunas  de  Italia.  Pero  la  explo- 
tación mas  copiosa  tiene  lugar  en  el  pequeño  prin- 
cipado de  Badjpepla,  provincia  de  Goudjrat,  en 
un  lago  situado  á  cerca  de  cinco  leguas  de  la 
ciudad  deBroach.  Allí,  se  cortan  en  granos  para 
collares,  en  cruz,  etc.;  y  con  ellas  se  fabrican 
cajas  de  tabaco  y  otros  mueblecitos. 

El  ágata  propiamente  dicha,  por  su  naturaleza 
traslúcida ,  es  por  lo  común  de  un  color  claro ,  ca- 
si siempre  gris,  vetada  con  diferentes  matices 
amarillentos  ó  rojizos ;  con  bastante  frecuencia 
está  sembrada  de  pequeños  puntos  de  un  rojo  vio- 
lado que  le  dan  un  aspecto  vinoso.  Los  lapidarios 
distinguen  muchas  especies  de  ágatas,  á  las  cua- 
les atribuyen  precios  y  usos  diferentes.  La  espe- 
cie mas  bella  ha  sido  llamada  Ágata  de  Oriente  ó 
Ágata  oriental. 

La  calcedonia,  el  ónice,  la  sardónica,  la  corne- 
rina, la  crisoprasa,  elcacholoug  ó  ágata  blanca, 


AGA 

las  maderas  agatizadas.  las  ágatas  arborizadas, 
pueden  todas  ser  consideradas  como  variedades 
del  tipo  ágata.  Todas  estas  piedras  son  emplea- 
das en  el  grabado ,  en  la  joyería,  y  en  las  diver- 
sas especies  de  adornos  de  lujo ;  el  comercio  las 
conoce  mas  particularmente  bajo  diversas  deno- 
minaciones que  iremos  sucesivamente  examinan- 
do. Todas  estas  piedras  dan  chispas  con  el  esla- 
bón; así  es  que  se  cortan,  para  las  pistolas,  cier- 
tas ágatas  que  se  venden  como  piedras  de  chispa, 
pero  á  precios  mucho  mas  elevados  que  el  peder- 
nal común  llamado  piromaco.  Entre  las  ágatas 
propiamente  dichas  se  encuentran  las  piedras  cu- 
ya fractura  se  asemeja  mas  á  la  del  cuarzo  hialino, 
la  que  en  efecto  en  ciertos  puntos  es  casi  vitrea, 
pero  lo  mas  común  es  cerosa,  es  decir,  que  pre- 
senta el  aspecto  de  la  cera ,  y  algunas  yeces  es 
escamosa. 

Cuarzo  ágata,  Calcedonia,  Cornerina  blan- 
ca.  Las  calcedonias  son  ordinariamente  de  un 
blanco  lechoso ,  y  solo  tienen  una  trasparencia 
nebulosa;  las  hay  de  azuladas,  y  á  éstas  parti- 
cularmente es  á  las  cuales  los  mercaderes  dan  el 
nombre  de  Calcedonias  verdaderas.  Las  mas  her- 
mosas tienen  un  tono  gris  de  lino  que  tira  á  azul 
celeste ;  los  mercaderes  denominan  á  veces  á  és- 
tas, Calcedonias  zafíricas,  reservando  á  las  que 
son  de  un  blanco  muy  puro  el  nombre  dé  Calce- 
donias blancas ,  y  dan  á  aquellas  cuya  pasta  de 
un  blanco  lechoso  ofrece  matices  de  gris,  de 
amarillo  pálido,  de  rosa,  ó  también  moreno,  el 
nombre  particular  de  A  gatas ,  salvo  añadir  un 
epiteto  cuando  presentan  alguna  particularidad. 
La  nebulosidad  habitual  de  las  calcedonias  ha 
inducido  á  los  joyeros  á  atribuir  el  epiteto  de 
calcedonienas  á  todas  las  piedras  que  ofrecen  ne- 
bulosidades: en  este  sentido  dicen  que  un  rubí, 
un  záfiro  son  calcedoniosos.  Además ,  los  lapi- 
darios, sobretodo  en  razón  de  la  finura  de  la  pas- 
ta y  de  la  manera  insensible  con  que  los  matices 
están  fundidos  en  el  interior  de  la  piedra,  fijan 
el  precio  á  las  calcedonias  y  á  las  cornerinas 
blancas;  pero  en  todos  los  casos  las  verdaderas 
calcedonias  tienen  mas  precio  que  las  demás. 

Las  calcedonias  y  las  cornerinas  blancas,  se 
encuentran  con  frecuencia  enestaláticas,  es  de- 
cir un  cuerpo  prolongado  cilindrico,  formando 
también  un  pequeño  cono ,  y  simplemente  apezo- 
nadas;  estos  cuerpos  tapizan  las  cavidades  de 
diversas  rocas. 

Los  numerosos  mercaderes  que  venden  al  pre- 
sente ágatas,  que  les  vienen  de  Oberstein,  dan 
el  nombre  tle  Ágatas  cristalinas,  á  esos  cuarzos 
hialinos  traslúcidos,  que,  formando  masas  divi- 
didas por  numerosas  hendiduras,  ofrecen  com- 
partimientos cuadrados,  triangulares,  etc.;  á 
veces  también  estas  hendiduras  forman  rayos  que 
parten  del  centro  de  estas  especies  de  geodas  de 
calcedonia. 

Algunas  veces  estas  calcedonias  esferoidales 

son  interiormente  huecas  ?  y  entonces  la  cavidad 

encierra ,  ó  polvo ,  ó  un  núcleo  de  creta ,  ó  bien 

están  tapizadas  de  cristales  de  roca  de  diversos 

1  matices,  y  principalmente  de  Amatista  occiden- 


AGA 
tal.  Entre  esta6  geodas,  hay  de  pequeñas  llama- 
das anhidras,  porque  encierran  una  gota  de 
agua  en  su  cavidad.  Estas  son  comunmente  del 
grueso  del  dedo ,  y  como  la  gota  de  agua  raras 
veces  llena  toda  la  cavidad,  su  movilidad  es 
muy  aparente ,  lo  que  constituye  á  estas  pie- 
dras propias  para  hacer  joyas  muy  singulares. 
Estas  anhidras  se  montan  en  sortijas,  en  colla- 
res, etc.  Todavía  no  han  sido  halladas  sino  en 
terrenos  volcánicos;  principalmente  nos  vienen 
de  una  colina  llamada  la  Ala'in,  en  el  territorio  de 
>icenza  en  Italia. 

Ágatas  amazorcadas  ,  manchadas  ó  figura- 
das. Las  Ágatas  amazorcadas  son  las  que  ofre- 
cen los  matices  y  los  dibujos  los  menos  fáciles  de 
caracterizar ;  las  manchas ,  las  rayas  está n  co- 
locadas sin  orden:  también  se  les  llama  Ágatas 
manchadas.  Por  lo  común  estas  manchas  son  de 
un  moreno  negruzco  ó  amarillento ,  y  si  la  casua- 
lidad les  ha  dado  una  semejanza  con  una  figura 
humana,  un  animal ,  ó  también  con  cualquier  ob- 
jeto inanimado,  oonstituven  entonces  las  A  gatas 
figuradas.  Cuando  los  dibujos  tienen  cierta  espe- 
cie de  regularidad ,  estas  piedras  tienen  valor, 
sobretodo  lo  tenían  antiguamente,  y  la  moda 
puede  aun  dárselo.  Estos  juegos  de  la  naturale- 
za no  solo  son  variados  al  infinito,  sí  que  á  veces 
ofrecen  figuras  de  una  grande  regularidad.  Entre 
estas  piedras ,  que  excitan  siempre  la  curiosidad 
de  los  aficionados ,  hay  que  en  su  interior  ofrecen 
dibujos  iluminados  muy  singulares;  tal  es  una 
ágata  que  representa  una  de  las  cuatro  alas  de 
las  mariposas ,  que  forma  parte  de  la  bella  colec- 
ción mineralógica  del  Sr.  Neergaard,  en  Paris. 

Yénse  en  las  tiendas  de  joyeros  láminas  delga- 
das (fue ,  habiendo  sido  aserradas  en  un  mismo 
pedazo,  ofrecen,  cuando  se  les  reúne  de  dos  en 
dos ,  dibujos  y  los  colores  de  dos  alas  de  una 
mariposa.  A  veces  se  les  añade,  para  tercera 
pieza,  un  pedazo  de  ágata  cortada  en  cilindro, 
que  se  coloca  entre  las  dos  laminitas  para  figu- 
rar el  cuerpo  de  la  mariposa.  Las  ágatas  de  Obers- 
tein ,  que  ofrecen  á  menudo  zonas  de  diversos 
matices,  son  muy  propias  para  dar  estas  laminitas. 

Con  frecuencia  el  color  moreno  y  amarillento, 
esparciéndose  de  una  parte  á  otra  en  la  pasta  de 
las  ágatas ,  da  origen  á  figuras  que  imitan  bastan- 
te bien  pequeños  espéculos  de  árboles ,  mazurcas 
de  plantas,  cuyos  ramos  no  son  muy  distintos: 
estas  arborizaciones  groseras  son  bastante  comu- 
nes en  las  ágatas  de  Oberstein.  Aquellas  cuyos 
lineamentos  negruzcos  son  finos,  y  representan 
sobre  un  fondo  de  calcedonia  de  una  pasta  lina 
un  arbusto  sin  hojas,  una  pequeña  planta  aislada 
ó  colocada  sobre  un  terrazo ,  llevan  el  nombre  de 
Ágatas  arborizadas.  A  veces  se  hallan  en  Obers- 
tein ágatas  cuya  arborizacion  es  bastante  limpia, 
pero  el  fondo  es  raras  veces  de  tan  hermosa  pas- 
ta como  el  de  las  ágatas  que  nos  vienen  de  Ara- 
bia; sin  embargo ,  cuando*  tienen  un  grande  volu- 
men ,  tienen  valor  en  el  comercio.  Habiendo  sido 
las  bellas  ágatas  arhorizadas  de  Arabia  traídas  á 
Europa  por  el  puerto  de  Moca ,  los  mercaderes 
les  dan  también  el  nombre  de  Piedras  de  Moca. 


AGA  8íi 

Las  Ágatas  puntuadas  son  bastante  bien  ca- 
racterizadas con  esta  denominación.  La  mas  cono- 
cida es  la  que  es  de  un  verde  oscuro  con  puntos 
rojos :  los  comerciantes  la  confunden  á  menudo 
con  el  jaspe  sanguíneo ;  pero  esta  ágata  es  tras- 
lúcida, y  el  jaspe  siempre  es  de  una  opacidad  com- 
pleta; emplease  en  los  mismos  usos  que  este  jaspe 
1 V.  Jaspe  sanguíneo) ,  y  se  la  considera  como  el 
tleliotropio  de  los  antiguos.  Las  otras  variedades 
de  puntos  morenos  ó  rojos  sobre  fondo  blanque- 
cino, etc. ,  son  bastante  conocidas. 

Existen  ágatas  de  un  blanco  de  leche,  con 
manchas  de  un  amarillo  empañado,  que  ofrecen 
coloridos  menos  delicados,  y  de  un  negro  que 
tira  al  bistro;  estas  ágatas,  que  son  casi  opacas, 
se  encuentran  en  masas  muy  considerables. 

Otras  ágatas  ofrecen  sobre  un  fondo  mas  ó  me- 
nos traslúcido,  figuras  verdes  perfectamente  pa- 
recidas á  ciertas  plantas  cabelludas  que  se  obser- 
van en  las  aguas;  las  hay  también  cuyos  dibujos 
son  amarillentos ,  rojizos ,  y  que  imitan  musgos, 
liqúenes,  etc.  Dase  alos  cuarzos  ágatas  que  ofre- 
cen estas  apariencias,  el  nombre  de  Ágatas  mus- 
gosas. Para  mas  pormenores,  V.  Camafeos^  Cor- 
nerina, Ónice,  Sardónica. 

La  sustancia  llamada  muy  impropiamente  A  ga- 
la negra  de  hlanda  lia  sido  muy  equivocadamen- 
te colocada  en  la  clase  de  los  cuarzos:  es  un  pro- 
ducto volcánico ;  debe  tener  su  lugar  en  el  géne- 
ro Obsidiano. 

Con  el  ágata  se  fabrican  copas  comunes,  cajas, 
pjanchas,  morteros  y  pulidores  empleados  en 
diversas  artes ,  y  varios  objetos  de  lujo  y  orna- 
to. Antiguamente  se  usaba  en  medicina. 

K.Aioril.O  Acatopuvllum.  Género  de 
la  familia  de  los  laureles,  de  la  dodecandria  mo*- 
noginia  del  sistema  de  Linneo. 

Agatoíllo  aromático .  Itu%  enriara 
Ravensara  [A  gatophyllumaromaticum ,  W.; 
Evodia,de  Garner.)  Árbol  de  especierías,  do 
Madagascar,  cuyas  hojas  y  frutos  tienen  una  aro- 
ma que  se  asemeja  á  la  del  clavo  de  especia.  Es- 
tos, conocidos  bajo  el  nombre  de  Nueces  dellavcn- 
sara,  tienen  el  volumen  de  una  pequeña  nuez  co- 
mún; son  subglobulosos,  ligeros,  negruzcos,  lisos? 
con  una  prolongación  por  debajo  en  la  que  esta 
pegado  el  pecíolo  que  los  sostiene ,  y  contienen 
una  almendra  de  7  á  8  lóbulos  inferiormente  co- 
locada en  otras  tantas  celdillas  imperfectas;  su 
punta  está  terminada  por  una  especie  de  botón 
poco  aparente. 

Los  frutos  y  las  hojas,  analizadas  por  el  Sr. 
Yauquelin ,  han  dado  un  aceite  esencial  absoluta- 
mente semejante  al  del  clavo  de  especia ,  pero  un 
poco  mas  consistente ,  lo  que  puede  depender  de 
que  con  el  tiempo  se  haya  resiniíicado  (Y.icet- 
te  volátil  de  ravensara). 

En  la  India ,  con  los  frutos  se  forman  rosarios 
que  se  hacen  secar ,  y  las  hojas  se  ponen  en  los 
guisados,  como  condimento.  Los  frutos  no  tienen 
uso  médico;  son  empleados ,  rallados,  como  cua- 
tro especias,  y  en  verdad  tienen  propiedades  del 
todo  análogas  á  esta  aroma  y  al  clavo  de  espe- 
cia, que  pueden  reemplazar,  con  provecho,  en 


86  AGA 

razón  de  su  volumen.  El  ravensara  es  cultivado 
en  la  isla  de  Francia,  sin  duda  para  este  último 
uso. 

AGAVE,  Agave.  Género  de  la  familia  de 
las  liliáceas  y  de  la  hexandria  monoginia  deLin- 
neo.  Las  especies  en  corto  número  que  lo  compo- 
nen tienen  largas  hojas,  tiesas ,  gruesas ,  mas  ó 
menos  dentadas  en  los  bordes,  de  un  tegido  fila- 
mentoso, susceptibles  de  dar  por  el  enriamiento 
una  especie  de  cáñamo ,  llamado  Pita ,  propio 
para  formar  tegidos  usados  en  diferentes  comar- 
cas del  globo. 

Agave  de  América  [A  gave  americana, 
L.) .  Habítala  América  meridional,  en  donde  es  lla- 
mada Maguey,  Pulque,  Acamet,  Scguamclt.  Su  pro- 
piedad mas  notable  es  estar  provista  de  una  savia 
muy  azucarada  que  sale  de  los  nudos  de  las  raí- 
ces, ó  también  de  las  hojas  cortadas,  con  tal 
abundancia,  por  espacio  de  muchos  meses,  que 
con  ella  se  puede  preparar ,  evaporándola  al  fue- 
go ,  miel  y  también  azúcar ,  y  que ,  cuando  se 
deja  fermentar ,  se  obtiene  de  ella  un  vino  llama- 
do Vino  de  pulque ,  que  los  naturales  de  los  países 
en  donde  se  fabrica  aprecian  mucho  y  se  lo  pro- 
curan á  expensas  desu  subsistencia  y  aun  de  sus 
vestidos.  Este  zumo  fresco  es  laxante ,  hace  ori- 
nar ,  limpia  los  ríñones  y  la  vejiga ,  provoca  las 
reglas ,  etc  El  zumo  délas  hojas  hace  cicatrizar 
las  llagas ,  y  las  hojas  mismas  calman  los  espas- 
mos ,  suavizan  los  dolores  aplicadas  sobre  la  par- 
te enferma,  etc.  El  Sr.  de  Hum!  oíd  dice  que  en 
Mégico  se  hace  un  gran  comercio  de  la  miel  de 
maguey.  Es  sensible  que  estas  ventajas  no  se  ob- 
tengan del  A  gave  trasportado  en  Europa ,  en  don- 
de es  cultivado  desde  1 560 ,  y  en  donde  se  ha  casi 
naturalizado  en  las  comarcas  calientes,  como  en 
la  Suiza  italiana ,  la  Italia,  en  algunos  lugares  de 
la  Provenza,  y  en  España.  Empléase  en  estas  par- 
les para  hacer  cercas ,  etc. 

Las  raíces  de  la  agave  sirven  para  hacer  cuer- 
das ,  los  escapos  dan  leña ,  las  espinas  sirven  de 
clavos  y  también  de  agujas,  y  finalmente  con  las 
hojas  se  cubren  los  techos. 

Agave  fétida  [Agave  fcetida,l,.).  Es  usa- 
do para  preparar  con  sus  hojas  la  Pita  ó  hilasa. 
Esta  es  quizásla  especie  llamada  Halan,  en  Java, 
que  sirve  también  para  este  uso.  En  España,  se 
prepara  con  estas  mismas  hojas  un  extracto  del 
todo  semejante  al  acíbar,  y  del  que  se  hace  al- 
gún uso  para  los  animales.  El  nombre  de  esta 
planta  procede  del  olor  del  zumo  de  la  hoja. 

Agave  de  Mégico  [Agave  mexicana, 
Lam.).  Esta  especie,  distinguida  por  el  Sr.de 
Lamarck  de  la  Agave  de  A mérica,  parece  serle 
muy  vecina  ,  y  tener  todas  sus  propiedades,  por- 
que á  ella  es  a  la  que  algunos  autores  refieren  la 
facultad  de  producir  miel,  vino,  etc.,  de  que  se  ha 
hablado  mas  arriba.  El  Sr.  Guibourt  dice  que  las 
raíces  del  A  gave  de  Cuba  [Agave  cubensisJacq.), 
que  entra  como  la  de  Mégico  en  el  Odorata  de 
Persoon,  son  sustituidas  aveces  ala  zarzaparri- 
lla ,  y  que  el  Agave  de  Mégico  es  la  que  se  ase- 
gura que  su  zumo  viscoso  reemplaza  al  jabón  pa- 
ra lavar  la  ropa. 


AGR 

Agave  vivípara  (  A  gave  vivípara,  L.). 
En  Santo  Domingo ,  su  zumo  entra  en  el  acíbar 
caballino,  en  donde  se  le  llama  Karata. 

K.lia  \MI»  Agrahalid.  Árbol  espi- 
noso de  la  magnitud  de  un  peral  silvestre,  de 
hojas  raras  y  semejantes  á  las  del  boj ,  cuyos  fru- 
tos ,  que  tienen  la  forma  de  los  del  saúco,  son  de 
un  gusto  amargo,  astringente.  Las  hojas,  cuyo 
sabor  es  casi  amargo  y  causa  astringencia,  son 
un  remedio  familiar  en  Etiopia  contra  los  gusa- 
nos de  los  niños. 

t(;\l(ai\.  Planta  de  Guinea ,  que  se 
tiene  como  vulneraria ,  aplicada  en  las  heridas. 

v  f  ¿Ol  i:r-ií  i  \  l».  Es  la  mejor  de  las  seis 
especies  de  seda  que  se  recogen  en  los  estados 
del  Mogol. 

AGRÁ.  Nombre  de  un  leño  aromático,  usa- 
do en  la  China.  Ignórase  á  que  vegetal  pertenece. 
Se  pretende  que  los  perfumadores  distinguen  de 
él  tres  especies ,  y  lo  emplean  en  los  perfumes 
compuestos. 

ACRIMONIA ,  Agrimonia.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  rosáceas,  de  la  dode- 
candria  diginia  de  Linneo. 

Agrimonia  Eupatorio,  Agrimo- 
nia [Agrimonia Eupatoria,L.).  Planta  vivaz, 
indígena ,  que  crece  en  los  prados  y  en  los  setos. 
Su  nombre  específico  viene  de  Eupator ,  rey  de 
Ponto.  Es  una  planta  alta  de  dos  pies,  blanquecina, 
muy  vellosa;  sus  hojas  son  aladas,  pubescentes, 
de  hojuelas  ovales,  desiguales,  dentadas,  cortadas; 
sus  flores  amarillas  forman  una  larga  espiga  termi- 
nal ,  simple ;  el  cáliz  pasa  á  ser  un  fruto  oblongo, 
lleno  de  puntas  hacia  su  mitad ,  y  que  contiene 
algunas  semillas  larguillas;  la  raíz  es  larga, 
negruzca,  de  mediano  grueso. 

Este  vegetal  es  mirado  como  astringente  y  ver- 
mífugo ;  se  usa  en  gargarismos  detersivos,  con- 
tra los  males  de  garganta ,  calidades  que  deno- 
tan el  amargor  y  el  sabor  astringente  de  la  planta; 
liase  indicado  en  ciertos  casos  de  gonorrea  y 
leucorrea,  etc..  Los  Indios  emplean,  en  infuso, 
las  raíces  de  esta  planta  con  feliz  resultado  en  las 
calenturas  inflamatorias.  La  agrimonia  entra  en 
algunos  compuestos  farmacéuticos. 

AfSROSTEMA,  Aguostewma,  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  cariofiláceas ,  de  la 
decandria  pentaginia  de  Linneo.  Llámase  tam- 
bién Corona  de  sembrados ,  por  crecer  en  abun- 
dancia entre  los. trigos,  donde  se  hace  notar  por 
sus  flores  purpúreas.  Entre  las  cuatro  especies 
indígenas ,  la  mas  común  es : 

Agrostema  Heguilla ,  Heguilla  de 
los  trigos,  Neguilla  ( A grostema  Githa- 
i/o, L.).  Esta  planta  crece  entre  los  trigos,  y 
cuando  es  muy  abundante ,  se  dice  ser  nociva, 
porque  sus  semillas ,  mezcladas  con  el  grano,  en- 
negrecen y  alteran  la  harina  así  como  el  pan  que 
con  ella  se  fabrica.  No.obstante,  de  experimen- 
tos directos  del  Sr.  Cordier  resulta  que  estas  se- 
millas, aunque  acres  á  la  garganta ,  no  son  no- 
civas ;  dos  dracmas  en  cocimiento  no  le  han  cau- 
sado ningún  accidente ,  de  lo  que  concluye  que 
pueden  hacer  el  pan  desagradable ,  pero  nada 


AGU 

peligroso.  liase  indicado  el  cocimiento  de  esta 
plañía  como  útil  contra  la  sarna,  la  liña  y  otras 
enfermedades  de  la  piel.  —  El  nombre  de  Negri- 
lla de  ios  trigo»  se  da  también  al  Nigella  arven- 
sis ,  L. ,  y  al  Uredo  carbo,  DC. 

La  agrostema  de  coronas  ( Agrostema  corona- 
ria.h.),  cultivada  en  los  jardines  por  la  abundancia 
v  el  color  de  sus  flores,  cuenta  dos  variedades:  una 
lampiña  ,  de  flores  de  color  rojo-purpúreo  claro, 
indígena  de  Berbería  y  de  Sicilia ,  y  otra  tomen- 
tosa, de  flores  de  color  rojo-purpúreo  mas  subido, 
natural  de  Suiza,  de  Italia,  é  indígena  en  muchas 
provincias  de  España. 

La  Agrostema  flor  de  Júpiter  (Agrostema 
Pos  Jovis ,  L. ) ,  y  la  Agrostema  Rosa  del  Cielo 
(Agrostema  Coplt  rosa,  L.) ,  se  cultivan  también 
en  algunosjardines,  por  sus  hermosas  flores. 

AGROÜTIDE ,  Agrostis.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  gramíneas,  de  la  trian- 
dria  diginia  de  Linneo ,  que  cuenta  especies  muy 
variadas,  que  crecen  entre  las  mieses  y  en  los 
prados ,  en  donde  suministran  un  excelente  for- 
raje. 

Agróstide  de  espiga  de  viento  ( A- 
grostis  spicaventi,  L .) .  Esta  especie  anua  es  la  mas 
común,  y  se  distingue  por  su  panoja  floja  y  trun- 
cada, que  se  agita  y  rompe  al  menor  vientecillo. 

Agróstide  linear  (Aarostis  linearis,L.; 
Cynodon  lineare,  W.).  Es  el  Arugam  vayr  de 
los  Indios.  La  raiz  de  esta  planta,  célebre  en  los 
libros  sagrados  de  estos  pueblos,  está  indicada 
como  propia  para  preparar  bebidas  refrescantes 
y  agradables ,  análogas  sin  duda  á  las  hechas  con 
una  de  nuestras  gramas  (Cynodon  dactylon,  Rich . ) . 
La  planta  es  un  forraje  muy  provechoso  para  los 
ganados. 

Agróstide  de  renuevos  ó  pimpo- 
llos (Agrostis  stolonifer ,  L.).  Esta  especie  casi 
no  es  usada  sino  como  forraje ;  sus  gruesas  raí- 
ces podrían  servir  quizás  para  los  mismos  usos 
que  la  grama. 

AGUA.  El  agua  por  largo  tiempo  fué  reco- 
nocida como  un  elemento;  mas,  hoy  dia,  está  de- 
mostrado que  es  un  compuesto  de  cerca  88  par- 
tes de  oxígeno  y  \  2  partes  de  hidrógeno  en  peso, 
ó  de  una  parte  del  primero  y  dos  partes  del  se- 
gundo en  volumen ;  de  ahí  los  nombres  de  Oxido 
de  hidrógeno ,  Protóxido  de  hidrógeno ,  Oxido  hi- 
drico ,  que  sucesivamente  le  han  dado  los  quí- 
micos. 

El  agua ,  que  es  uno  de  los  cuerpos  mas  espar- 
ta idus  por  la  naturaleza,  existe  en  tres  estados  di- 
'ferentes :  en  el  estado  liquido,  en  el  estado  sólido  y 
en  el  estado  vaporoso  ó  gas  no  permanente.  Bajo  el 
primer  estado,  forma  en  la  superticie  del  gíobo 
masas  inmensas  conocidas  con  los  nombres  de  ma- 
res, de  ños  y  de  lagos,  y  se  encuentra  alguna  vez 
en  el  interior  de  la  tierra  de  donde  sale  para  pro- 
ducir los  diferentes  manantiales;  en  el  estado  sóli- 
do forma  el  hielo,  que  no  puede  existir  sinoá  una 
tamperatura  inferior  á  0 ,  y  que  es  permanente 
en  ciertas  regiones  del  globo;  en  fin,  en  el  esta- 
do de  vapor  se  presenta  en  el  aire,  debiéndose 
atribuir  a  sus  cambios  de  estado  molecular  la  for- 


AGU  87 

macion  de  ciertos  metéoros  acuosos ,  tales  como 
las  nubes,  la  nieve,  la  lluvia  el  roció,  el  granizo, 
etc. ,  etc. 

El  agua  líquida  nunca  se  halla  pura  en  la  su- 
perficie de  la  tierra,  siempre  tiene  en  disolución 
diversas  sustancias  salinas  de  las  que  no  se  la 
puede  privar  sino  sometiéndola  á  la  destilación 
con  ciertas  precauciones. 

En  su  estado  de  pureza ,  el  agua  es  un  líquido 
trasparente,  bicolor  en  pequeña  masa,  insípido, 
cuyo  punto  de  ebullición  es  á  +  1 00°  del  termó- 
metro centígrado ;  sometida  á  la  evaporación,  en 
un  vaso  de  platino  ó  de  plata,  el  agua  pura  no 
deja  ningún  residuo,  ensayada  con  los  reactivos 
químicos  no  debe  obrar  en  ningún  sentido  ni  so- 
bre la  tintura  de  tornasol  ni  sonre  el  jarabe  de 
violetas;  el  agua  de  cal,  las  soluciones  de  nitra- 
to de  barita,  de  nitrato  de  plata,  de  oxalato  de 
amoníaco,  de  ácido  hidrosulfurico  y  de  hidro- 
sulfato  de  amoníaco ,  no  deben  producir  en  ella 
ningún  efecto  sensible.  Tales  son  los  efectos  que 
observamos  en  el  agua  destilada  conveniente- 
mente preparada  para  las  operaciones  químicas 
y  farmacéuticas. 

En  cualquier  estado  en  que  se  encuentre  el 
agua ,  á  no  ser  destilada ,  nunca  es  pura ,  porque 
es  susceptible  de  disolv  er  casi  todas  las  sustancias 
conocidas ,  hasta  los  cuerpos  mas  duros  ( Guita 
cavat  lapidem)  lo  que  le  ha  valido  con  frecuencia 
el  nombre  de  disolvente  universal;  y  de  consi- 
guiente tiende  sin  cesar  á  cargarse  de  algunos  de 
los  principios  con  los  cuales  se  halla  en  contacto. 
Así  es  que ,  según  su  mayor  ó  menor  grado  na- 
tural de  pureza ,  se  divide  en  muchas  especies. 

Todas  las  aguas  en  las  cuales  las  sustancias  ex- 
trañas se  hallan  en  muy  grande  cantidad ,  ó  son 
bastante  activas  para  modificar  notablemente  las 
calidades  ordinarias  del  agua,  toman  el  nombre 
de  Aguas  minerales,  y  se  dividen  en  muchas  cla- 
ses ,  en  una  de  las  cuales  se  coloca  naturalmente 
el  agua  de  mar;  aquellas  que,  al  contrario,  se  en- 
cuentran en  circunstancias  opuestas,  son  llamadas 
Aguas  económicas  ó  potables.  Los  principios  que 
éstas  contienen  lo  mas  comunmente  son  :  \ .°  aire 
muy  oxigenado  que  se  halla  en  ella  en  la  relación 
de  i.  á  5  °/o  de  su  volumen ,  pero  que  se  despren- 
de a  cero  ó  al  grado  de  la  ebullición;  2o  acido 
carbónico ,  cuya  proporción  es  igualmente  varia- 
ble; 3.°  diversas  sales,  tales  como  el  sulfato  y  el 
carbonato  de  cal,  el  muriato  de  sosa  y  el  muria- 
to de  cal ;  4.°  en  tin ,  vestigios  de  materias  orgá- 
nicas, etc.,  sustancias  que,  reunidas,  apenas 
forman  7i<»«oo  á  7i>oo«  á  lo  mas  de  su  peso.  Esta 
es  la-razon  porque  dan  precipitados  con  diversos 
reactivos  y  producen  siempre,  por  la  evapora- 
ción, un  residuo.  Estas  aguas  disuelven  eliabon, 
cuecen  bien  las  legumbres ,  y  pueden  en  un  ser 
empleadas  en  todos  los  usos  económicos  y  medi- 
cinales. No  es  lo  mismo  del  Agua  de  pozo",  de  las 
Aguas  pantanosas,  etc.,  que  en  cierto  modo 
forman  el  medio  entre  las  afínas  potables  y  las 
aguas  minerales  propiamente  dichas.  Por  lo  de- 
más, las  aguas  potables  presentas  infinites  va- 
riedades, según  su  procedencia,  el  clima,  las 


88  AGU 

estaciones ,  etc. ;  de  ahí  su  distinción  en  agua 
de  lluvia,  de  nieve,  de  hielo,  de  fuente,  de  rio, 
etc. ;  de  agua  aireada,  de  agua  dura,  de  agua 
dulce,  etc. ;  distinción  que  no  carece  de  utilidad, 
y  en  consecuencia ,  siguiendo  el  orden  alfabético, 
hablaremos  sucintamente  de  cada  una  de  ellas. 

Para  conservarla  libre  de  alteración,  el  agua 
debe ,  tanto  como  posible  sea,  ser  colocada  en 
cubas  ó  en  vasos  barnizados  y  bien  tapados;  el 
contacto  del  plomo,  del  cobre,  del  hierro,  etc., 
le  imprime  fácilmente  un  sabor  desagradable,  y 
á  veces  una  acción  deletérea ;  las  materias  orgá- 
nicas obran  sobre  ella  con  una  grande  prontitud, 
y  por  eso  el  agua  encerrada  en  toneles  se  altera 
en  pocos  dias,  á  menos  que  no  hayan  sido  carbo- 
nados en  el  interior.  A  bordo  de  los  buques,  el 
agua  experimenta  comunmente  la  misma  altera- 
ción que  las  aguas  estancadas ,  adquiere  un  olor 
y  un  sabor  fétidos ,  y  pasa  á  ser  nociva ;  hase 
visto  también  el  gas  inflamable,  que  entonces  se 
desprende  de  ella ,  causar  la  asfixia ;  se  le  vuelve 
en  parte  su  salubridad  por  medio  de  la  ebullición, 
y  de  una  máquina  propia  para  agitarla.  En  las 
circunstancias  ordinarias,  se  quitan  al  agúalas  im- 
purezas que  en  ella  se  encuentran  suspendidas, 
primero  por  el  reposo ,  y  en  seguida  por  la  filtra- 
ción ,  sea  al  través  de  ciertas  piedras  porosas  y 
calcáreas ,  sea  sobre  arena  de  rio ,  sea  mejor  aun, 
como  se  hace  en  grande  en  Paris,  por  medio  de 
esponjas  y  de  carbón  pulverizado,  que.  como  la 
ebullición  ,  la  desembaraza  además  de  los  gases 
pútridos  que  es  susceptible  de  contener;  pero 
conviene  siempre  en  seguida  agitarla  al  contacto 
del  aire  para  volverle  el  oxígeno  que  ella  ha 
perdido :  el  agua ,  en  efecto ,  no  es  verdadera- 
mente potable  sino  en  tanto  que  es  mas  ó  menos 
aireada. 

Para  llevar  el  agua  á  un  grado  de  pureza  casi 
absoluta,  es  menester  destilarla,  como  se  ha  in- 
dicado. En  este  estado  es  sosa,  pasada  al  estóma- 
go; en  contacto  del  aire,  ó  mejor  por  la  agita- 
ción ,  no  larda  en  volver  á  tomar  los  gases  que 
ella  ha  perdido ;  pero  la  falta  de  toda  sustancia 
salina  parece  dañar  también  á  su  completa  salu- 
bridad. 

Todo  el  mundo  conoce  los  importantes  usos  del 
agua ;  y  así  es  que  con  razón  los  antiguos  habían 
hecho  de  ella  una  divinidad,  que  los  Persas  le 
ofrecían  sacrificios  con  grande  ceremonia,  y  que 
los  Griegos  y  los  Romanos  adoptaban  su  culto. 
Sábese  que  sirve  de  vehículo  para  la  cocción  de 
un  gran  número  de  alimentos,  para  la  preparación 
de  Tos  caldos ,  de  las  tisanas ,  de  las  aguas  desti- 
ladas, de  las  aguas  minerales  artificiales,  de 
ciertos  extractos ,  etc. ;  que  es  la  bebida  la  mas 
común ,  la  mas  sana  y  la  mas  indispensable  del 
hombre  y  de  los  animales ;  que  tomada  sola  y  fria 
refresca ,  calma  la  sed  ayuda  la  digestión ,  aun- 
que §ujeta,  en  ciertos  individuos ,  á  pesar  en  el 
estómago,  á  causar  una  sensación  de  reple- 
ción desagradable ,  y  que  entonces  requiere  para 
ser  mas  estimulante  la  adición  de  algún  es- 
pirituoso, de  vino  sobre  todo,  en  la  propor- 
cionde  un  tercio,  por  ejemplo;   que  sirve  pa- 


AGU 

ra  desleír  los  alimentos ,  para  reparar  las  pér- 
didas causadas  por  la  traspiración  y  las  otras 
excreciones;  que  ella  nutre  realmente,  pues- 
to que  prolonga  los  dias  de  los  desgraciados 
privados  de  todo  otro  alimento ,  y  además  se  co- 
noce su  poder  nutritivo  por  los  vegetales  y  ciertas 
clases  de  animales;  que,  demasiado  fria,  puede 
presentar  peligros;  que,  tibia,  excita  náuseas; 
que,  caliente,  favorece  poderosamente  la  traspi- 
ración ;  que,  helada,  ó  hirviendo ,  sirve  para  co- 
municar á  otros  cuerpos  sus  extremos  de  tempe- 
ratura ;  que ,  en  fin ,  reducida  á  vapores ,  ofrece 
aplicaciones  del  todo  particulares. 

Las  propiedades  generales  atribuidas,  en  medi- 
cina, al  agua  son  ser  refrescante,  diluyente,  dul- 
cificante, antiflojística,  depurante,  vomitiva,  la- 
xante, diurética,  sudorífica,  antipútrida,  tónica, 
cordial,  astringente,  desobstruente ,  propia  para 
hacer  nacer  la  gordura,  etc.;  y  es  cierto  que,  según 
su  dosis ,  su  temperatura ,  y  según  la  especie  de 
enfermedad ,  se  ha  podido ,  en  diversos  casos, 
verle  producir  todos  estos  diferentes  efectos.  Ob- 
servemos además  que,  muchas  veces,  á  ella  tan 
solo  es  á  la  que  deben  referirse  las  virtudes  de 
ciertos  medicamentos  en  los  cuales  parece  figurar 
no  mas  que  como  simple  vehículo. 

El  agua  debe  escogerse  limpia,  ligera,  airea- 
da, sin  olor  ni  sabor  sensible,  caliente  en  invier- 
no y  fria  en  verano ,  tal  es  en  particular  la  de  rio, 
de  fuente  y  de  lluvia.  Cuando  la  fuerza  de  las 
circunstancias  obliga  á  hacer  uso  de  aguas  nota- 
blemente impuras,  se  debe  corregirlas  con  la 
adición  de  un  poco  de  vinagre ,  de  azúcar  y  so- 
bre todo  de  vino  ó  de  alcohol.  Antiguamente  el 
agua  de  rio  era  casi  exclusivamente  usada  en 
farmacia;  hoy  día  es  reemplazada  por  el  agua 
común ,  ó,  cuando  ésta  podria  descomponer  el 
medicamento,  por  el  agua  destilada.  El  agua  do 
nieve ,  de  hielo ,  de  rocío ,  hasta  la  que  había 
servido  para  tal  ó  tal  uso  extravagante ,  para  la- 
var un  cadáver ,  por  ejemplo ,  han  sido  á  veces 
recomendadas  como  dotadas  de  virtudes  espe- 
ciales ,  pero  hoy  dia  han  caído  en  desuso. 

Agua  aireada.  Antiguamente  se  llama- 
ban así  las  aguas  acídulas ;  pero  al  presente  se 
designa  con  este  nombre  una  agua  que  la  agita- 
ción al  contacto  del  aire  ha  cargado  de  aire  y 
sobre  todo  de  oxígeno ,  que  es  mas  soluble  en  ella 
que  el  ázoe,  tal  es  la  de  los  rios.  El  agua  no  ai- 
reada, la  de  fuente,  la  de  los  pozos  artesianos, 
el  agua  recientemente  destilada ,  etc. ,  es  poco 
digestiva;  pero  es  fácil  de  volverla  tal  por  la, 
agitación. 

Agua  destilada.  Agua  purificada  por  la 
destilación ;  sin  embargo  no  es  absolutamente 
pura.  Empléase  en  farmacia  para  preparar  las 
aguas  minerales  y  hacer  diversas  soluciones;  no 
es  potable. 

Agua  dulce.  Este  nombre ,  por  oposición 
al  agua  salada  ó  de  mar ,  y  al  agua  dura,  es  dado 
al  agua  común  potable. 

Agua  dura.  Desígnanse  así  las  aguas  po- 
co aireadas  ó  cargadas  de  sales  calcáreas ,  tales 
las  de  los  pozos  comunes. 


AGU 
Aft nu  de  fuente  ©  de  manantial. 

Puede  contener  diversas  sustancias,  según  la  na- 
turaleza délos  terrenos  que  ha  recorrido,  y  lasque 
con  mas  frecuencia  en  ella  se  hallan  son  el  carbo- 
nato y  el  sulfato  de  cal.  Por  lo  común,  parece  fres- 
ca y  viva  al  gusto,  en  razón  de  que,  teniendo  un 
curso  bastante  rápido  y  un  pequeño  volumen,  se 
enfria  mucho  por  la  evaporación  y  se  satura  de 
aire.  En  general ,  cuanto  mas  saturada  de  aire 
esta  una  agua,  en  iguales  circunstancias,  tanto 
mas  agradable  parece,  y  se  observa  ser  mas 
propia  para  la  digestión  de  los  alimentos. 

Agua  de  lluvia.  Es  casi  pura ,  muy  usa- 
da como  bebida ,  aunque  menos  buena  que  el 
agua  de  rio.  Antiguamente  los  farmacéuticos  ha- 
cían mucho  uso  de  ella  para  las  operaciones  en 
las  cuales  tenian  necesidad  de  agua  pura ,  pe- 
ro hoy  dia  es  reemplazada  por  agua  destilada. 
La  que  cuela  de  los  tejados  al  principio  de  los 
aguaceros,  ó  que  cae  después  de  una  larga  se- 
quedad, está  mas  ó  menos  cargada  de  impurezas; 
la  que  contienen  las  cisternas  mal  construidas 
está  comunmente  privada  de  aire,  como  resulta- 
do de  la  alteración  de  las  materias  orgánicas  que 
siempre  contiene.  De  ahí  el  .antiguo  precepto  de 
recojerla  en  campo  raso ,  en  el  mes  de  marzo, 
y  encerrarla  en  vasos  de  tierra  exactamente  ta- 
pados, en  donde  ella  puede  conservarse  así  mu- 
chos anos. 

Agua  de  mar,  Es  una  verdadera  agua  mi- 
neral, salina  y  fria,  muy  activa,  rica  en  hidro- 
clorato  de  sosa,  pero  variable  en  cuanto  al  grado 
de  salobre  y  á  la  proporción  respectiva  de  sus 
principios  constituyentes,  según  diversas  circuns- 
tancias todavía  nial  apreciadas,  tales  como  el 
grado  de  latitud,  el  clima,  las  estaciones,  la  ma- 
yor ó  menor  profundidad  de  la  cual  se  la  saca,  etc. 

En  efecto,  según  experimentos  de  entendidos 
químicos ,  las  sales  de  magnesia  dominan  en  ella 
hacia  el  polo  norte,  y  las  sales  de  base  de  cal  hacia 
el  olio  polo ;  según  algunos  observadores,  la  pro- 
porción de  las  sales  y  el  peso  específico  aumenta 
gradualmente  del  polo  al  ecuador,  mientras  que, 
según  el  Sr.  Humbold ,  hay  aumento  de  ellas  des- 
de las  costas  de  Galicia  "hasta  á  las  islas  Ca- 
narias ,  y  disminución  del  22°  al  1 8o  grado  de  la- 
titud ;  otros  aseguran  que  es  menos  salada  en  los 
tiempos  de  lluvia,  que  ella  es  tanto  mas  carga- 
da de  sales,  ó,  al  contrario,  que  su  sabor  es  menos 
amargoencuantodemas  profundidad  se  la  saca; 
Bergmann  no  ha  encontrado  sulfato  de  magnesia 
en  uña  agua  sacada  de  una  profundidad  de  sesenta 
brazas,  etc..  Pero  la  diferencia  mas  grande  y  la 
mejor  demostrada  es  la  que  procede  del  clima: 
el  mar  menos  salado  de  todos  es  el  Báltico ,  que 
parece  deber  su  salobre  al  agua  del  Océano;  el 
mar  mas  sábado,  al  contrario,  es  el  mar  Muerto 
ó  lago  Asfáltico ,  (pie  contiene  cerca  del  cuarto 
de  su  peso  de  sustancias  salinas,  en  el  estado 
seco. 

Por  lo  demás,  el  agua  de  mar  ofrece  un  sabor 
á  la  vez  «alado  ,  amargo  \  nauseabundo,  un  olor 
un  poco  desagradable,  cerca  de  la  pla\a,  nulo 
en  alta  mar  ó  tomada  de  cierta  profundidad ;  es 


AGU  89 

trasparente,  bicolor,  sino  es  mirada  en  masa, 
que  en  este  caso  parece  verde;  su  peso  especifico 
y  su  densidad,  superiores  á  las  del  aguadeslilada, 
varían  según  su  grado  de  salobre;  en  el  Océano  es, 
término  medio,  de  1,0289.  Su  temperatura,  mas 
fria  en  el  hemisferio  austral  que  en  el  hemisferio 
boreal ,  es  mas  constante  y  en  general  menos 
baja  que  la  del  agua  común;  es  de  22"  cerca 
del  ecuador,  de  17°  hacia  el  6o  grado  de  latitud 
norte,  de  \  2o  %  hacia  el  45°,  y  decrece  en  las  re- 
giones ó  las  estaciones  calientes ,  á  medida  que 
se  la  examina  á  mayor  profundidad.  Sometida  á 
la  destilación,  deja  un  residuo  mas  ó  menos  abun- 
dante, y  ofrece  agua  cuyo  grado  de  pureza  y  so- 
bre todo  de  sabor  varían  según  el  proceder  ope- 
ratorio, pero  que  puede,  sin  inconveniente,  servir 
en  diversos  usos  económicos.  El  Sr.  B.  G.  Sage 
admite  en  el  agua  de  mar  un  gas  alcalino ,  olea- 
ginado,  inodoro ,  neptuniano ,  muy  nocivo,  debi- 
do á  la  putrefacción  de  los  seres  organizados  que 
el  mar  encierra:  á  pesar  de  ser  estas  ideas  muy 
exageradas,  no  obstante  conviene  echar  la  pri- 
mer agua  que  da  la  destilación,  y  agitar  la  que  se 
quiere  usar  como  bebida ,  para  impregnarla  de 
aire ,  v  quitarle  el  gusto  de  fuego  y  de  metal 
que  ella  presenta. 

La  destilación  ó  la  congelación  son  los  únicos 
medios  de  quitar  la  salumbre  al  agua  del  mar; 
desgraciadamente,  el  último  solo  es  practicable 
raras  veces,  y  el  primero  requiere  una  grandísi- 
ma cantidad  de  combustible ,  para  convenir  en 
losviages  muy  largos.  Los  reactivos,  los  filtros 
de  todas  especies ,  propuestos  con  el  mismo  obje- 
to ,  nunca  han  dado  resultados  satisfactorios ;  y 
lo  mismo  puede  decirse  de  esas  botellas  muy 
cerradas  que,  sumergidas  á  una  gran  profundi- 
dad, debían ,  se  decia,  llenarse  de  agua  dulce. 

Aunque ,  en  el  agua  de  mar ,  el  grado  de  salo- 
bre y  la  proporción  de  los  principios  mineraliza- 
dores  varíen  según  un  sin  número  de  circunstan- 
cias, la  naturaleza  de  los  mas  abundantes  de  estos 
principios  es  siempre,  á  corta  diferencia,  la  mis- 
ma :  estos  son ,  según  el  análisis  de  los  señores 
Bouillon-Lagrange  y  Vogel ,  y  en  el  orden  de  su 
predominio ,  el  hidroclorato  de  sosa ,  el  sulfato 
de  magnesia ,  el  hidroclorato  de  magnesia ;  des- 
pués el  gas  ácido  carbónico ,  los  carbonatos  de 
cal  y  de  magnesia ,  y  en  fin  el  sulfato  de  cal.  Mil 
partes  de  agua  de  la  Mancha ,  por  ejemplo ,  han 
dado:  hidroclorato  de  sosa,  25,10;  sulfato  de 
magnesia,  5,78;  hidroclorato  de  magnesia,  3,50; 
gas  ácido  carbónico,  0,23;  carbonatos  decaí  y 
de  magnesia,  0,20;  sulfato  de  cal ,  0,15;  perdil 
da,  l,0i.  Después  de  estos  análises,  se  encontró 
en  ella  el  yodo;  el  Sr.  Balard  descubrió  el  bromo 
en  el  agua  de  mar  concentrada  y  saturada  de  clo- 
ro, el  que  fué  encontrado  en  el  Báltico,  y  con  ma- 
yor razón  en  el  agua  del  mar  Muerto,  en  el  estado 
de  bromuro  de  magnesio. Hanse  también  indicado 
en  ella  diversas  otras  sustancias ,  pero  en  muy 
cortas  proporciones ,  como  los  hidrocloratos  de 
potasa,  de  magnesia,  y  de  amoniaco,  el  ácido 
nidroclórico  libre,  el  óxido  de  hierro,  etc.,  etc. 
Sobre  esto  debemos  decir  que  el  método  emplea- 
tomo  i. 


90  AGU 

do  para  el  análisis  influye  muchas  veces  en  sus 
resultados ,  como  lo  han  demostrado  J.  Murray  y 
otros  experimentadores,  lo  que  explica  en  parle 
las  diferencias  que  presentan  los  diversos  análi- 
ses  conocidos  del  agua  de  mar. 

En  cuanto  al  betún  admitido  por  los  antiguos, 
en  la  materia  extractiva ,  de  que  habla  Fourcroy, 
ó  á  la  sustancia  oleaginosa  y  fosforescente  de 
ciertos  autores ,  no  puede  negarse  que  el  agua  de 
mar ,  en  razón  sin  duda  de  los  seres  organizados 
que  en  ella  nacen,  viven,  mueren  y  se  descom- 
ponen sin  cesar,  no  contenga  una  materia  orgáni- 
ca particular ,  á  la  cual  parece  debido  su  sabor 
nauseabundo,  su  olor,  y  cuya  abundancia  pare- 
ce ser  mayor  en  la  playa  y  en  su  superficie  que 
en  alta  mar  y  á  cierta  profundidad;  y  por  esto,  pa- 
ra el  uso  económico  y  médico ,  se  dice  que  tanto 
como  sea  posible  no  se  haga  uso  que  de  agua  de 
mar  en  estas  últimas  condiciones. 

De  todo  lo  que  precede  resulta  que  el  agua  de 
mar  está  lejos  de  ofrecer  un  medicamento  idén- 
tico en  todas  partes;  que,  por  consiguiente,  los 
resultados  obtenidos  en  tal  localidad  pueden  no 
ser  aplicables  en  tal  otra,  lo  que  es  evidente,  á 
lo  menos  en  cuanto  á  la  dosis. 

El  agua  de  mar  no  es,  por  desgracia ,  potable, 
en  la  acepción  natural  de  esta  palabra.  Tomada  en 
mucha  cantidad ,  provoca  á  veces  el  vómito,  pur- 
ga por  lo  común  con  fuerza,  irrita  vivamente  los 
intestinos;  á  cierta  dosis,  pasa  como  eminen- 
temente fundente,  y  es  empleada  en  muchas  en- 
fermedades. Al  exterior,  nada  mas  frecuente  que 
la  aplicación  de  los  baños  de  agua  de  mar  en  el 
tratamiento  de  diversas  afecciones  crónicas ,  sea 
internas,  sea  externas. 

La  imitación  del  agua  de  mar  ha  debido  seguir 
naturalmente  los  progresos  de  su  análisis ;  así  á 
las  fórmulas  de  Swediaur,  de  Brugnatelli,  etc., 
los  Sres.  Bouillon-Lagrange  y  Yogel  han  sustitui- 
do una  nueva  que ,  á  su  vez ,  ha  llegado  á  ser 
hoy  dia  insuficiente.  Por  lo  demás  la  mayor  parte 
de  los  prácticos  se  limitan  al  uso  del  agua  sim- 
plemente salada  (media  á  una  onza  de  sal  por  libra 
de  agua),  siempre  que  quieren  reemplazar,  en  su 
aplicación  local,  el  agua  de  mar  natural  por  una 
agua  artificial  análoga. 

Agua  mineral.  Dase  en  general  el  nom- 
bre de  Aguas  minerales  á  toda  agua  naturalmen- 
te muy  cargada  de  principios  extraños ,  ó  Mi- 
ner atizadores ,  para  servir  en  los  usos  econó- 
micos ;  pero ,  en  una  acepción  mas  limitada ,  se 
aplica  en  particular  á  aquellas  de  estas  mismas 
aguas,  cuya  acción  utiliza  el  medicó  para  el  tra- 
tamiento de  las  enfermedades:  en  este  úllimo 
sentido ,  se  las  llama  mas  exactamente  Aguas  me- 
dicinales ó  medicamentosas. 

Respecto  á  las  propiedades  físicas,  las  aguas 
minerales  difieren  menos  entre  sí  que  respecto  á 
su  composición ;  así  la  mayor  parte  son  traspa- 
rentes, incoloras,  mas  ó  menos  sápidas,  inodo- 
ras, mas  pesadas  que  el  agua  destilada.  Sin  em- 
bargo las  hay  de  turbias ,  un  poco  coloradas,  ca- 
si insípidas;  las  aguas  sulfurosas,  las  aguas  fer- 
ruginosas hasta  tienen  un  olor  particular ;  á  veces 


AGU 

las  aguas  gaseosas,  aunque  cargadas,  por  otra 
parte,  de  sales,  son  mas  ligeras  que  el  agua  des- 
tilada. Su  temperatura  varia  mas  aun,  y  de  ahí  su 
distinción  en  calientes  y  frias,  ó  mejor  en  calien- 
tes, frias  y  templadas :  frias,  cuando,  en  la  esta- 
ción de  las  aguas,  su  grado  termométrico  es  sen- 
siblemente imerior  al  del  aire  ambiente ;  tibias  ó 
templadas,  cuando  le  iguala  ó  le  excede  un  poco; 
calientes,  cuando  llega  ó  pasa  20  y  algunos 
grados. 

Las  aguas  minerales  pueden  dividirse  en  Aguas 
calientes,  llamadas  también  Aguas  termales  en 
razón  de  su  uso  común  en  forma  de  baño ,  y  en 
Aguas  frias,  mas  usadas  en  bebidas,  y  subdivi- 
dir  las  unas  y  las  otras,  según  los  diversos  ele- 
mentos de  su  composición.  Pero  la  infinita  varie- 
-dad  de  temperaturas  de  las  aguas,  y  el  uso  que 
se  hace  de  las  unas  como  de  las  otras ,  sea  en  be- 
bida, sea  en  baño,  rechaza  esta  clasificación. 
Mas  comunmente  se  dividen,  á  imitación  de  Berg- 
mann,  en  cuatro  clases,  bajo  los  nombres  de 
A  guas  sulfurosas ,  acídulas ,  ferruginosas  y  sa- 
linas, que  cada  una  se  divide  en  dos,  según  la 
temperatura.  Por  último ,  otros  admiten  la  divi- 
sión siguiente,  que  nos  parece  á  la  vez  mas  exac- 
ta y  mas  útil. 

1.  Aguas  simplemente  termales,  semejantes, 
salvo  la  temperatura ,  al  agua  común. 

2.  Aguas  gaseosas,  subdivididasen,  1o  Aguas 
aireadas,  es  decir,  sobrecargadas  naturalmente 
de  aire  ó  del  uno  de  sus  principios ;  poco  cono- 
cidas;— 2o  Aguas  hidrogenadas,  raras  y  poco  usa- 
das;— 3o  Aguas  acidulas,  en  las  cuales  predo- 
mina el  gas  ácido  carbónico.  Estas,  muy  nume- 
rosas ,  pueden  ofrecer  todos  los  grados  de  tem- 
peratura ;  son  notables  por  su  sabor  agrillo, 
agradable ,  su  ligereza ,  la  propiedad  que  tienen 
de  hacer  espuma  por  la  agitación ,  de  hervir  al 
acercarse  tempestades ,  es  decir ,  cuando  hallán- 
dose disminuido  el  peso  específico  del  aire,  el 
desprendimiento  del  gas  ha  llegado  á  ser  mas  fá 
cil,  etc. 

3.  Aguas  acidas,  que  contienen ,  en  el  estado 
libre,  algún  ácido,  excepto  el  ácido  carbónico; 
de  ellas  no  se  conocen  sino  un  corto  número,  ve- 
cinas sobretodo  de  los  volcanes,  y  la  mayor  par 
te  sin  uso. 

4.  Aguas  alcalinas, ricas  en  sub-Carbonato  de 
sosa;  numerosas  y  muy  activas;  temperatura  va- 
riada, sabor  alcalino  suaves  al  tacto;  con  fre- 
cuencia unas  con  mucho  ácido  carbónico ,  de  don- 
de les  viene  el  nombre  de  alcalino-acídulas. 

b.  Aguas  salinas,  en  las  cuales  predominan 
sales  no  metálicas;  muy  diferentes  respecto  á  su 
composición  y  á  su  temperatura,  y  de  ahí  su  distin- 
ción en  frias ,  tibias  y  termales ,  y  además ,  se- 
gún los  principios  que  pueden  contener  en  mas 
o  menos  abundancia,  en  salino-acídulas ,  salino- 
ácidas,  salino-alcalxnas .  El  Agua  de  mar  (V.  es- 
ta palabra)  y  el  Agua  de  las  salinas  pertenecen 
á  esta  clase  muy  numerosa.  Las  mas  activas  son 
llamadas  A  guas  purgantes.  Las  Aguas  selvnitosns, 
llamadas  también  Aguas  terrosas  6  calcáreas,  en 
las  cuales  predominan  sobre  lodo  el  sulfato  y  el 


AÜU 

carbonato  do  cal ,  son  como  intermedios  entre 
estas  a¿iuas  y  las  aguas  económicas  (Y.  Agua  de 
pozo). 

6.  Aguas  sulfurosas ,  en  las  cuales  abunda  el 
azufre ,  sea  libre ,  lo  eme  es  raro ,  sea  en  el  esta- 
do de  ácido  hiclro-sulfurico  libre,  lo  que  no  lo  es 
casi  menos,  sea  en  el  de  hidrosulfato,  ó  de  hi- 
drosulfato  sulfurado ;  antiguamente  se  las  llama- 
ba Aguas  hepáticas.  Notables  por  su  olor  y  su 
sabor  tic  huevos  podridos ,  su  untuosidad ,  etc., 
con  frecuencia  son  termales ,  y  á  veces  ricas  en 
ácido  carbónico  (Aguas  sulfoacidulas),  en  alum- 
bre ú  otras  sales  [Aguas  sulfosalinas ) ,  comun- 
mente cargadas  de  sustancias  vegeto-animales  ó 
glerina  (Aguas  sulfoglerosas,  Aguas  jabonosas, 
de  ciertos  autores),  y  á  veces  de  hidriodatos  de 
potasa  ó  de  sosa. 

7.  Aguas  hidriódicas  y  brómicas ;  todavía 
poco  conocidas ,  confundidas  hasta  aquí  con  las 
precedentes. 

8.  Aguas  metálicas ,  ricas  sobre  todo  en  sales 
de  base  de  óxido  metálico;  subdivididas  en ,  I ." 
Aguas  ferruginosas,  llamadas  comunmente  Mar- 
ciales ó  Calibeadas,  mineralizadas,  sea  por  el 
subearbonato  de  hierro,  sea  por  el  sulfato;  co- 
munmente frias,  de  un  olor  distinto  y  de  un  sa- 
bor astringente  particular;  con  frecuencia  carga- 
das de  gas  ácido  carbónico  (Aguas  acídulo- ferru- 
ginosas) ,  ó  de  otras  sales;  muy  activas; — 2.°  A  guas 
manganesianas; raras; — 3.°  Aguas  cobreosas,  ra- 
ras también  y  desusadas. 

9.  Aguas  betuminosas ,  es  decir ,  que  en  ellas 
sobrenada  una  capa  de  petróleo.  Bastante  comu- 
nes en  ciertos  países ,  pero  sin  aplicaciones  me- 
dicinales ,  aunque  susceptibles  de  tenerlas. 

De  las  multiplicadas  análises  hechos  de  las 
aguas  minerales  resulta  que  en  su  composición 
entran  muchísimos  cuerpos,  pero  que  ninguna  los 
ofrece  ni  podría  ofrecerlos  todos  reunidos.  Aun  las 
mas  compuestas  solo  contienen  un  corto  número; 
y  entre  los  que ,  con  mas  frecuencia ,  se  encuen- 
tran en  ellas  son:  los  hidrocloratos  de  sosa,  de  cal 
y  de  magnesia;  los  subearbonatos  de  cal,  de  sosa, 
de  magnesia;  el  sobrecarbonato  de  hierro;  los 
hidrosulfatosdecaly  de  magnesia;  los  hidriodatos; 
en  fin  sustancias  gaseosas,  acidas  ó  no  acidas, 
sílice  y  materias  extractivas.  Los  posos  cene- 
gosos/llamados  lodos  ó  fangos,  que  se  forman 
en  el  fondo  de  las  arcas  en  donde  es  recibida  el 
agua  de  los  manantiales,  ofrecen  comunmente, 
con  las  mismas  aguas  mas  ó  menos  analogía; 
pero  contienen  además  sustancias  orgánicas  en 
descomposición ,  materias  terrosas  abundantes,  y 
casi  siempre  presentan  un  olor  desagradable  y 
tienen  mayor  actividad. 

Ciertas  aguas  minerales  parecen  ser  casi  in- 
variables ;  otras,  al  contrario,  están  sujetas  á  ex- 
perimentar cambios  en  su  cantidad ,  su  compo- 
sición y  su  grado  termométrico,  sea  de  una  ma- 
nera uniforme ,  en  diversas  épocas  del  año  ó  del 
período  nictemérico ,  sea  bajo  la  influencia  de  las 
lluvias  ó  de  la  sequedad,  del  estado  eléctrico  del 
aire,  etc. ;  origen  notable  de  incertidumbre  rela- 
tivamente á  su  uso  medicinal. 


,\<;i  9í 

Formas  cuidadu  que  se  ha  ja  tenido  al  poner  las 
aguas  minerales  en  botellas,  ellas  se  conservan  di- 
fícilmente intactas;  porque  se  establece  una  reac- 
ción lenta  entre  sus  diversos  principios,  y  casi 
siempre.se  forman  posos,  al  mismo  tiempo  que  su 
sabor  cambia  y  que  su  acth  idad  disminuye ;  el 
trasporte  parece  apresurar ,  y  por  algunos  basta 
para  determinar,  estas  diversas  alteraciones.  Las- 
aguas  calientes,  y  por  consiguiente  los  lodos,  casi 
siempre  termales ,  son  evidentemente  poco  sus- 
ceptibles de  una  buena  conservación.  Las  aguas 
acidulas* son  siempre  menos  cargadas  de  gas  que 
en  el  manantial.  Las  aguas  acídulas  ferruginosas 
forman,  comunmente,  perdiendo  una  parte  de  su 
gas ,  un  poso  herrumbroso  de  sub-carbonato  do 
hierro;  ellas  ennegrecen  también  el  tapón  cuyo 
tanino las  descompone,  sino  se  ha  seguido  el 
consejo  del  Sr.  Yurza,  que  recomienda  saturar 
de  hierro  los  tapones  que  deben  emplearse,  te- 
niéndolos previamente  por  cierto  tiempo  en  el  agua 
mineral ,  o  el  proceder  usado  en  Silesia ,  el  cual 
consiste  en  lijar  en  el  tapón  un  alambre  de  hier- 
ro ó  un  clavo  que  se  sumerja  un  poco  en  el  agua 
de  la  botella.  Las  aguas  glerosas  se  corrompen 
fácilmente ;  las  que  contienen  hidrosulfuros  pier- 
den de  su  olor  y  muy  luego  no  presentan  mas  quo 
hidrosúllitos;  otras  que  contienen  sulfatos,  ad- 
quieren á  menudo  olor  de  huevos  podridos  debi- 
do á  la  formación  de  un  hidrosulfato,  resultante 
de  la  acción  de  ciertas  materias  vegetales  sol  re 
estas  sales.  Delinith  amenté,  parece  que  las  aguas 
salinas  son  aquellas  cuya  conservación  es  mas 
segura  y  las  menos  alteradas  por  el  trasporte. 

Los  límites  á  que  nos  hemos  circunscrito  en  es- 
ta obra  nos  impiden  extendernos  en  el  estudio  da 
las  aguas  minerales.  Ni  nos  es  posible  hacer  la 
exposición  de  las  diferentes  opiniones  de  los  au- 
tores sobre  su  origen,  las  cuales  hasta  ahora  no 
han  salido  del  circulo  de  las  conjeturas ,  ni  tam- 
poco detenernos  en  los  métodos  seguidos  para  su 
análisis.  Nada  mas  nos  es  permitido  decir  de  su 
composición  después  de  lo  que  arriba  hemos  ex- 
puesto ,  y  respecto  á  su  imitación  seremos  muy 
sucintos.  La  acción  médica ,  las  aplicaciones  te- 
rapéuticas, el  modo  de  administración,  etc.,  de 
las  aguas  minerales  no  corresponden  á  este  Dic- 
cionario. Concíbese  que  aquí  no  debemos  ocupar- 
nos de  ellas  bajo  el  punto  de  vista  científico,  y 
que  solo  debemos  tratar  de  las  aguas  minerales 
naturales  como  formando  uno  de  los  elementos 
de  la  riqueza  del  terreno  de  ciertas  comarcas,  y  de 
las  aguas  minerales  artificiales  como  constituyen- 
do hoy  día  un  ramo  muy  importante  de  industria. 
Las  aguas  minerales  son  un  poderoso  agente 
de  civilización ,  por  cuanto  á  los  países  donde 
existen  los  manantiales  acuden  forasteros,  nacio- 
nales v  extranjeros ,  que  contribuyen,  en  una  so- 
ciedad que  las  circunstancias  hacen  íntima ,  á 
morigerar  y  á  cultivar  el  espíritu  de  los  montañe- 
ses ó  aldeanos ;  son  un  medio  de  dar  precio  á  ri- 
quezas locales  que  no  pueden  tener  valor  sino  por 
el  uso  qne  se  hace  de  ellas  en  los  mismos  lugares; 
y  en  hn  son  un  poderoso  móvil  para  atraer  los 
extranjeros  al  pais,  y  por  consiguiente  aprovechar 


92  AGU 

de  sus  caudales.  Las  personas  que  nunca  han  con- 
siderado las  aguas  minerales  sino  como  un  reme- 
dio propio  para  la  curación  de  ciertas  enferme- 
dades ,  verán  sin  duda  con  placer  que  son  un 
elemento  de  riqueza  para  el  pais  que  las  posee. 
Testimonios  de  ello  tenemos  en  nuestra  hermosa 
España ,  tan  abundante  en  manantiales  minerales 
de  todas  especies,  pues  las  poblaciones  quo  los 
poseen  reportan  inmensos  beneficios  cada  año  del 
sin  número  de  forasteros  que  acuden  á  ellas  para 
proporcionarse  un  alivio  á  sus  dolencias^  además 
del  comercio  que  tiene  lugar  con  la  remisión  de 
agua  en  botellas  á  distintos  puntos  de  la  Penínsu- 
sula  y  aun  al  extranjero. 

Siendo  las  aguas  minerales  empleadas  en  la 
medicina,  ha  sido  preciso  indagar  cuales  eran 
las  sustancias  que  entran  en  su  composición ,  y 
cuando  se  ha  creido  haber  llegado  á  este  cono- 
cimiento ,  se  han  buscado  los  medios  de  imitar  la 
naturaleza ,  á  lin  de  procurar  á  los  enfermos  que 
no  pueden  trasladarse  á  los  manantiales  un  me- 
dicamento que  era  necesario  para  la  curación  de 
sus  dolencias.  La  ciencia  recurrió  su  dilatado 
dominio,  y  la  industria  que  es  su  hija,  se  engran- 
deció con  ella.  A  ana  Uses  falsos  sucedieron  aná- 
lises  mas  exactos ,  y  se  inventaron  aparatos  con- 
venientes ,  que  sucesivamente  se  han  ido  perfec- 
cionando hasta  el  estado  en  que  los  vemos  en  las 
grandiosas  fábricas  de  aguas  minerales  artificia- 
les de  Francia ,  en  donde  se  consumen  hoy  día 
mas  de  4  ó  5  millones  de  botellas ,  por  año ,  de 
agua  de  Seltz ,  bajo  el  nombre  de  limonadas  ga- 
seosas ,  y  en  los  bellos  establecimientos  de  aguas 
minerales  facticias  que  tenemos  en  España ,  en 
donde  á  pesar  de  que  el  consumo  es  mucho  menor 
que  en  la  vecina  nación,  no  deja  por  esto  de  cons- 
tituir un  ramo  de  fabricación  lucrativo.  «Así  es, 
«dice  Lonchamps ,  como  el  desarrollo  de  las  cien- 
«cias  y  de  la  industria  trae  á  la  sociedad  los  me- 
«dios  de  procurar  nuevos  goces  á  la  vida,  y  hace 
«la  existencia  del  humilde  trabajador  mas  cómo- 
«da,  bajo  muchos  respectos,  del  que  lo  era  la  de 
«esos  grandes  señores  faustosos  que  dominaban  á 
«nuestros  padres  tanto  por  el  lujo  de  su  existen- 
«cia  como  por  el  poder  que  sus  mayores  les  habían 
«legado  en  la  sociedad.  El  verdadero  poder  hoy 
«dia  está  en  la  industria ;  ella  es  la  que  manda  al 
«mundo;  pero  como  el  espíritu  de  los  pueblos  se 
«resiente  siempre  délos  tiempos  antiguos,  todavía 
«el  hombre  que  ciñe  una  espada  es  el  que  nuestra 
«vieja  sociedad  eleva  sobre  del  que  maneja  un 
«compás.» 

Aquí  debemos  hacer  especial  mención  de  don 
Andrés  Ansaldi,  quien  fué  el  primero  que,  en 
i  836 ,  introdujo  en  España  el  uso  de  los  aparatos 
de  alta  presión  para  la  fabricación  de  las  aguas 
minerales.  Antes  de  dicha  época,  éstas  eran  pre- 
paradas por  los  farmacéuticos  en  aparatos  mas 
ó  menos  defectuosos.  Muchas  dificultades  tuvo 
que  vencer  el  Sr.  Ansaldi  para  acostumbrar  á  los 
moradores  de  Barcelona  al  uso  de  las  bebidas 
gaseosas  como  objeto  de  higiene  y  de  recreo,  pe- 
ro luego  de  haber  conocido  éstos  los  buenos  efec- 
tos que  aquellas  producían ,  sucesivamente  han 


AGU 

ido  estableciéndose  otras  fábricas  en  esta  ciudad, 
en  Madrid,  en  Cádiz,  y  en  otros  puntos,  para  sa- 
tisfacer á  los  numerosos  pedidos  que  el  uso  ya 
generalizado  reclama.  Estimulado  con  la  confian- 
za que  se  le  dispensaba,  el  Sr.  Ansaldi  dedicóse 
á  la  elaboración  de  toda  clase  de  aguas  minera- 
les hasta  constituir  á  su  establecimiento  al  nivel 
de  los  mejores ,  en  su  clase ,  del  extranjero :  en 
la  actualidad  posee  cuatro  grandes  aparatos  de 
alta  presión  de  diferentes  sistemas,  con  los  cua- 
les puede  saturar  el  agua  hasta  contener  doce 
atmósferas  de  gas,  lo  que  le  permite  obtener 
cualquiera  agua  mineral;  y  respecto  á  las  limo- 
nadas gaseosas ,  de  tanto  uso  como  refresco ,  su 
superior  calidad  las  hace  muy  recomendables. 
El  Gobierno  de  S.  M.,  en  Real  orden  de  3 
de  octubre  de  1842 ,  por  medio  de  la  Excma. 
Junta  suprema  de  Sanidad  del  reino,  autorizó 
al  señor  Ansaldi  para  fabricar  y  vender  aguas 
minerales  compuestas  con  la  condición  de  te- 
ner por  responsable  un  farmacéutico  aprobado. 
Así  lueron  premiados  los  desvelos  y  los  crecidos 
gastos  que  tuvo  que  soportar  para  introducir  este 
nuevo  ramo  de  industria  en  España ;  así  se  aca- 
lló la  oposición  que  le  hacían  algunos  profesores 
de  farmacia ;  y  así  fueron  atendidos  los  varios 
informes  de  médicos  experimentados  de  esta  ca- 
pital, que  atestiguaban  los  felices  resultados  ob- 
tenidos con  dichas  aguas. 

A  la  fábrica  del  Sr.  Ansaldi  sucedió ,  en  esta 
capital,  el  establecimiento  de  limonadas  gaseo- 
sas del  Sr.  Neully ,  que  cuenta  ya  unos  doce  años 
de  existencia,  y  que,  al  presente,  dirigida  por  el 
químico  francés  Sr.  Moisant ,  goza  de  mucha  re- 
putación. En  ella  funcionan  máquinas  de  sistema 
continuo  que  permiten  disolver  en  el  agua  hasta 
6  atmósferas  de  gas  ácido  carbónico ;  y  de  ella 
salen  diariamente  unas  3,500  botellas  de  agua 
acídula  reconocida  de  exquisita  calidad. 

Posteriormente  D.  Narciso  Texidor  anunció  un 
establecimiento  de  aguas  minerales  artificiales, 
ofreciendo  á  los  profesores  de  medicina  preparar 
cualquier  agua  medicinal  que  se  le  prescribiese, 
además  de  las  continuadas  en  el  catálogo-pros- 
pecto. Los  conocimientos  químicos  del  Sr.  Texi- 
dor y  la  confianza  que  se  le  dispensa  en  esta  ciu- 
dad como  á  farmacéutico  distinguido  nos  dispen- 
san de  hacer  el  juicio  crítico  de  su  fábrica. 

En  Francia,  bajo  el  pretesto  de  que  las  aguas 
minerales  facticias  son  un  medicamento,  hase ad- 
mitido la  fabricación  de  estas  aguas  bajo  la  vigi- 
lancia del  gobierno ;  y  como  la  vigilancia  no  pue- 
de ejercerse  sin  celadores ,  hanse  creado  en  París 
dos  plazas  de  inspectores  que  son  pagados  por 
medio  de  un  derecho  impuesto  á  los  fabricantes. 
El  Sr.  Lonchamps,  con  motivo  de  tal  impuesto, 
exclama :  «En  todas  partes  trabas  á  la  industria, 
en  todas  partes  cargas  con  que  se  la  grava,  en 
todas  partes  prebendas !  » 

Nosotros  acatamos  las  leyes  vigentes  de  policía 
sanitaria  respecto  á  la  venta  de  medicamentos. 
No  obstante ,  toda  vez  que  la  fabricación  de  las 
aguas  minerales  artificiales  constituye  ya  un  nue- 
vo ramo  especial  de  industria  química,  opinamos 


AGU 

que  seria  útilísimo  que  á  las  personas  que  á  él  se  , 
dedicasen ,  después  de  haber  probado  su  suficien- 
cia por  un  examen  hecho  delante  censores  com- 
petentes, se  las  expediera  un  diploma  autorizán- 
dolas para  la  elaboración  y  venta  al  pormenor  de 
aguas  minerales  medicinales.  Entonces  podria 
ejercerse  sobre  ellas  la  misma  vigilancia  que  se 
ejerce  con  los  farmacéuticos,  los  droguistas  y 
herbolarios ,  que  son  los  expendedores  de  medi- 
camentos. Esto  en  nada  coartaría  las  prerogati- 
vas  de  los  boticarios  que  quisieran  ocuparse  de 
esta  fabricación  en  grande ,  puesto  que  es  bien 
sabido  que  ellos  son  los  únicos  autorizados  para 
preparar  y  vender  toda  clase  de  remedios. 

Aguade  nieve.  Esta  agua,  tenida  como 
malsana,  así  como  el  agua  de  hielo,  por  Hipó- 
crates ,  goza ,  cuando  ha  sido  suficientemente  im- 
pregnada de  aire  por  la  agitación,  de  todas  las 
calidades  déla  mejor  agua,  y  es  sin  fundamento 
el  acusarla  de  la  frecuencia  con  que  da  origen  á 
paperas  en  las  personas  que  viven  en  ciertos  lu- 
gares en  que  se  hace  uso  de  ella. 

Agua  pantanosa.  Tal  es  la  de  las  bal- 
sas ,  de  los  pantanos ,  de  los  estanques ,  la  cual 
es  mas  ó  menos  cargada  de  materias  animales  ó 
vegetales  en  putrefacción ;  ofrece  un  olor  y  un 
sabor  desagradables  ,  es  difícilmente  suportada 
por  el  estómago ,  y  produce  á  la  larga  una  debi- 
lidad general ,  la  obstrucción  de  las  visceras  ab- 
dominales ,  y  el  desarrollo  de  calenturas  intermi- 
tentes. La  ebullición ,  la  adición  de  un  poco  de 
cloro,  ó  mejor  la  filtración  al  través  de  carbón, 
basta  para  purificarla,  pero  es  menester  en  segui- 
da volverla,  por  la  agitación,  el  aire  que  ha  per- 
dido. 

Agua  potable.  Es,  como  lo  indica  la  etimo- 
logía, una  agua  buena  para  beber,  es  decir,  ai- 
reada, clara,  inodora,  y  poco  cargada  de  sus- 
tancias extrañas :  tales  son  las  aguas  de  lluvia, 
de  rio ,  y  muchas  otras. 

Agua  de  pozo.  Agua  estancada ,  y  por 
eso  siempre  cargada  de  sustancias  heterogéneas 
que  quita  al  terreno  y  que  varían  como  éste.  Por 
lo  coman ,  las  aguas  de  los  pozos  contienen  sobre 
todo  sulfato ,  carbonato  y  muriato  de  cal ,  y  mu- 
riato de  magnesia ;  son  "poco  aireadas ,  á  veces 
cargadas  de  materias  pútridas ,  debidas  á  la  infil- 
tración de  las  letrinas ,  etc. ;  siempre  son  crudas, 
duras,  poco  digestivas,  cuecen  mal  las  legum- 
bres, y  no  disuelven  el  jabón;  empleadas  en  ba- 
ños, limpian  mal  la  piel,  á  la  cual  dan  aspereza. 
Sin  embargo,  puédese  remediar  este  inconvenien- 
te por  la  adición  de  un  poco  de  potasa  del  comer- 
cio ó  lejía  de  cenizas;  la  sola  agitación  basta 
para  airearlas  y  hacerlas  precipitar  una  parte  de 
sus  sales  poco  solubles ;  pero  no  deben  emplear- 
se como  bebida  usual  y  para  la  preparación  de 
las  tisanas.  El  agua  de  pozo  es  una  especie  de 
agua  mineral  débil,  intermedia  entre  las  aguas 
potables  y  las  aguas  minerales  propiamente  di- 
chas; la  de  pozos  artesianos  es  ya  bastante  pura, 
análoga  al  agua  de  fuente ,  ya  un  poco  hidrosul- 
furosa;  la  de  los  pozos  poco  profundos  se  aseme- 
ja á  las  aguas  de  balsa  o  aguas  muertas. 


AGU  9S 

Agua  de  rio.  En  general  bastante  pura, 
sobre  todo  tomada  lejos  ó  mas  arriba  de  las  gran- 
des ciudades.  Ademas  es  tanto  mejor  en  cuanto 
su  corriente  es  mas  rápida,  su  lecho  mas  guijar- 
roso, el  manantial  mas  cercano,  y  cuantas  menos 
impuridades  contiene.  Está  mas  cargada  de  aire 
que  la  de  fuente,  y  generalmente  es  usada  como 
bebida  y  en  la  mayor  parte  de  nuestras  operacio- 
nes domésticas. 

AGUAS  COMPUESTAS.  Nombre  da- 
do á  ciertas  aguas  destiladas  aromáticas,  y  tam- 
bién á  preparaciones  cuyo  excipiente  es  el  al- 
cohol u  otros  líquidos,  tales  como  las  aguas 
destiladas  espirituosas ,  que  son  alcoholados,  etc. 

Habiendo  tratado  del  agua  como  un  producto 
natural ,  el  orden  alfabético  nos  impone  decir  en 
este  lugar  algo  acerca  de  las  aguas  destiladas, 
de  las  aguas  espirituosas ,  de  ciertos  alcoholados 
y  de  varios  productos  ó  compuestos  que  llevan  el 
nombre  de  Agua,  que  impropiamente  les  han  dado 
los  licoristas  y  perfumadores,  y  que  ha  sido  admi- 
tido aun  por  los  farmacéuticos";  pero  seremos  su- 
mamente lacónicos  por  no  entrar  en  nuestro  plan 
la  minuciosa  é  interminable  descripción  de  todos 
los  compuestos  medicamentosos,  de  todos  los  per- 
fumesy  de  todos  los  licores  de  mesa,  que  han  re- 
cibido dicho  nombre,  ya  porque  tendremos  oca- 
sión de  hacer  la  indicación  de  la  mayor  parte  de 
ellos,  al  hablar  de  las  sustancias  que  forman  su 
principal  base,  ya  porque  su  estudio  particular 
corresponde  á  determinadas  profesiones,  sin  que 
ofrezca  mucho  interés  para  la  generalidad  délos 
lectores. 

Aguas  cosméticas.  Ciertas  composi- 
ciones liquidas ,  que  los  perfumadores  dicen  ser 
útiles  para  conservar  la  hermosura.  Son  tinturas 
alcohólicas  compuestas,  vinagres  que  tienen  en 
disolución  sustancias  balsámicas  ú  otras ,  creidas 
propias  para  realzar  y  conservar  la  belleza  na- 
tural. El  agua  rarísimas  veces  entra  como  vehí- 
culo en  tales  composiciones.  El  número  de  estos 
cosméticos  es  infinito,  y  los  perfumadores  se  es- 
fuerzan en  ponderar  sus  virtudes ,  casi  siempre 
nulas  y  las  mas  de  las  veces  nocivas.  A  pesar  de 
que  la  ciencia  ha  penetrado  el  secretismo  de  las 
aguas  cosméticas ,  y  de  la  sencillez  que  ofrece 
su  preparación ,  nosotros  las  recibimos  de  Fran- 
cia en  frasquitos  elegantes,  rotulados  caprichosa- 
mente. Los  peluqueros  y  los  quincalleros  son  los 
encargados  de  las  fábricas  de  París  para  expen- 
der ,  a  aquellas  personas  que  no  se  conforman  con 
las  gracias  naturales  y  que  se  resisten  á  los  tiros 
de  la  vejez ,  el  Agua  de  Eva,  el  Agua  regenera- 
triz ,  el  Agua  de  las  Odaliscas ,  el  Agua  de  los 
Templarios,  el  Agua  de  las  hermosas,  y  muchísi- 
mas otras,  que  nos  vienen  acompañadas  de  pros- 
pectos cuyas  pomposas  frases  alhagan  mas  y  mas 
la  credulidad  de  los  sujetos  á  ellas  aficionados, 
exponiéndoles  no  pocas  veces,  con  su  uso,  á  mar- 
chitar ese  frescor  y  esa  belleza  por  los  cuales  tan- 
to suspiran  y  hasta  á  comprometer  su  salud. 

Aguas  espirituosas.  Los  licoristas  com- 
prenden bajo  esta  denominación  los  licores  de 
mesa,  obtenidos  raras  veces  por  la  destilación,  y 


94  AGU 

casi  siempre  por  la  maceracion  ó  por  la  digestión 
del  alcohol  á  un  grado  de  fuerza  conveniente  se- 
gún las  sustancias  sobre  las  cuales  debe  obrar. 
Tales  son  el  Agua  de  anis  compuesta ,  el  Agua  de 
Malta,  el  Agua  de  oro,  el  Agua  divina,  etc. 

Aguas  destiladas  espirituosas. 
Hanse  llamado  así  á  los  productos  de  la  destila- 
ción del  agua  y  del  alcohol  á  diversos  grados  y 
en  cantidad  variable  sobre  determinadas  sustan- 
cias, para  constituir  medicamentos,  perfumes,  ó 
licores.  El  Agua  espirituosa  de  canela,  como 
medicamento ,  el  Agua  espirituosa  de  espliego, 
como  perfume,  y  el  Agua  de  té,  como  licor  de 
mesa,  pueden  servir  de  ejemplos. 

Aguas  destiladas  de  plantas.  Pre- 
parados resultantes  en  general  de  la  destilación 
del  agua  sobre  plantas  ó  algunas  de  sus  partes, 
la  que  se  apodera  de  los  principios  volátiles  de  és- 
tas, que  por  lo  común  consisten  en  aceites  volá- 
tiles; de  modo  que  el  producto  de  tales  destila- 
ciones es  una  agua  pura  mas  ó  menos  saturada 
de  dichos  principios. 

Estas  aguas,  inmediatamente  después  de  su 
destilación ,  no  tienen  un  olor  muy  suave ;  casi 
todas  tienen  un  gusto  de  empireuma  que  pasa  con 
el  tiempo ,  y  que  se  logra  hacérselo  perder  al  mo- 
mento exponiéndolas  en  un  baño  de  hielo.  El  Sr. 
Chevallier  ha  observado  que,  en  la  misma  época, 
todas  ellas  contienen  un  poco  de  acetato  de  amo- 
níaco. El  agua  de  flores  denaranjo,  en  el  instante 
en  que  acaba  de  ser  hecha ,  es  acida.  Por  lo  de- 
más, todas  ó  casi  todas  las  aguas  destiladas  de 
plantas  presentan,  al  cabo  de  algunos  días,  vedijas 
mucilaginosas  que  quedan  en  suspensión  ó  se  pre- 
cipitan ,  y  que  las  comunican  un  gusto  y  un  olor 
desagradables;  por  lo  tanto,  es  menester  re- 
novar á  menudo  estas  aguas  destiladas,  conser- 
varlas en  vasos  de  vidrio  ó  de  loza ,  filtrarlas 
con  frecuencia  para  separar  el  mucílago ;  no  la- 
parlas  con  corcho,  sí  tan  solo  con  papel,  ponqué 
si  se  tapan  con  corcho  toman  luego  un  gusto  de 
moho ,  lo  que  puede  saberse  si  se  ha  tenido  agua 
de  rosas  ó  de  azahar  así  tapada  por  espacio  de 
mucho  tiempo. 

Las  aguas  destiladas  de  plantas  son  de  algún 
uso  para  el  licorista  y  el  perfumador,  pero  sobre 
todo  muy  empleadas  en  medicina ,  aunque  no  se 
esté  de  acuerdo  sobre  su  verdadero  valor  medi- 
cinal. Hasta  no  hace  muchos  años  eran  exclusi- 
vamente preparadas  en  las  boticas;  pero  al  pre- 
sente constituyen  una  sección  de  los  artículos 
eladorados  en  los  laboratorios  de  productos  quí- 
mico-farmacéuticos,  habiendo  entrado  á  formar 
parte  del  gran  catálogo  de  la  droguería  consagra- 
da á  las  necesidades  de  la  farmacia. 

Si  bien  omitimos  hablar  en  particular  de  las 
aguas  destiladas ,  reservándonos  indicar  las  de 
uso  conocido  al  tratar  de  las  plantas  con  las  cua- 
les se  preparan ,  debemos  ocuparnos  aquí ,  por 
su  importancia,  de  la  siguiente  i 

Agua  destilada  de  flores  de  naranjo,  Agua 
de  azahar.  Obtenida  con  las  flores  de  naranjo; 
su  olor  es  delicioso,  y  su  sabor  amargo  debe  ha- 
cerla considerar  como  ligeramente  estimulante, 


AGU 

tónica  y  anttespasmódica ,  lo  que  queda  acredi- 
tado por  la  reputación  de  que  goza  en  medicina  y 
por  ser  de  un  uso  popular.  Es  frecuentemente  em- 
pleada para  aromatizar  una  multitud  de  produc- 
tos alimenticios. 

El  agua  de  azahar  se  prepara  en  grande  en  las 
comarcas  en  donde  abundan  los  naranjos,  para 
expedirla  á  puntos  en  donde ,  á  causa  del  clima, 
no  pueden  vegetar  estos  árboles.  Nosotros  no  te- 
tenemos  que  mendigarla  á  nadie ,  puesto  que  re- 
mitimos á  los  Franceses  flores  de  naranjo  saladas, 
con  las  cuales  obtienen  por  la  destilación  una  agua 
de  azahar  muy  suave ;  sin  embargo ,  recibimos 
de  Francia  alguna  cantidad  de  ella,  que,  por  loco- 
mun,  expenden  los  quincalleros  en  frascos  de  va- 
rias dimensiones  bonitos  v  lujosamente  rotulados. 

El  agua  de  azahar  es  llamada  doble ,  si  se  han 
recogido  dos  libras  de  producto  por  cada  dos  li- 
bras de  flores ;  triple ,  si  se  recogen  tres  libras 
de  agua,  por  cada  dos  libras  de  flores;  y  senci- 
lla ,  cuando  se  mezcla  el  agua  doble  con  igual 
cantidad  de  agua  destilada. 

Lo  mejor  es  reponer  esta  agua  en  vasos  de  vi- 
drio que  no  pueden  ser  atacados,  como  á  veces 
sucede  con  los  metálicos ,  por  el  ácido  acético 
contenido  en  ella.  Como  se  altera  con  facilidad, 
y  frecuentemente  se  vuelve  acida  y  viscosa,  cuan- 
do esto  tiene  lugar,  se  aconseja  mezclar  con  ella 
un  ligero  exceso  de  magnesia  y  proceder  en  se- 
guida á  una  nueva  destilación.  Por  último ,  se 
E reviene  el  desarrollo  de  un  olor  pútrido ,  ó  tam- 
ien  se  le  disipa ,  tapando  ó  cubriendo  los  fras- 
cos con  pergamino  taladrado  con  muchos  agu- 
jeros. 

El  ácido  sulfúrico,  según  la  observación  hecha 
por  el  Sr.  Vahard-Dunesme ,  goza  de  la  propie- 
dad de  comunicar  al  agua  de  flores  de  naran- 
jo un  color  rosa  mas  ó  menos  intenso,  según 
que  esta  agua  está  mas  ó  menos  cargada  de 
aceite  esencial.  Como  las  demás  aguas  desti- 
ladas aromáticas  no  ofrecen  este  mismo  fenó- 
meno ,  el  desarrollo  mas  ó  menos  fuerte  de  es- 
te color  puede  ser  un  medio  de  reconocer  la  bon- 
dad del  agua  de  flores  de  naranjo  del  comercio. 
Para  esto,  basta  echar  en  una  cantidad  dada  de 
esta  agua  de  primera  calidad ,  y  en  otra  cantidad 
igual  de  la  que  se  quiera  ensayar,  una  cantidad 
también  igual  de  gotas  de  ácido  sulfúrico.;  en  se- 
guida se  examina  la  intensidad  de  los  matices; 
cuanto  mas  el  de  la  que  se  ensaya  se  asemeja  al 
de  la  que  sirve  de  tipo ,  tanto  mejor  es,  y  vice- 
versa. 

Aguas  de  olor,  Aguas  de  tocador. 
Llámanse  así  diversas  composiciones  líquidas 
odoríferas,  que  los  perfumadores  obtienen:  1 .°  por 
la  solución  de  los  aceites  esenciales,  sea  en  el 
aguardiente,  sea  en  el  alcohol;  2.°  por  la  infu- 
sión de  las  sustancias  odoríferas  en  el  uno  ó  en 
el  otro  de  estos  vehículos;  3.°  por  la  destilación 
del  alcohol  á  diferentes  grados  sobre  distintas 
sustancias  aromáticas.  Son  simples  ó  compuestas; 
estas  últimas  son  llamadas,  aguas,  esencias,  ex- 
tractos, espíritus,  según  el  capricho  de  sus  in- 
ventores. 


AGÜ 

Las  aguas  tic  olor  son  infinitas  y  ranadas: 
Agua  de  ramillete,  Agua  de  almizcle,  Agua  de 
elegancia,  Agua  de  muselina,  Agua  de  las  pas- 
toras ,  etc.,  etc. .  A  ellas  corresponden  también 
las  Aguas  cosméticas,  de  que  hemos  hablado;  y 
como  éstas,  con  pocas  excepciones,  las  recibi- 
mos de  Francia  en  frascos  diferentemente  adorna- 
dos y  rotulados,  de  cuya  venta  están  encargados 
los  peluqueros  y  quincalleros. 

Agua  de  Coloma.  Hablamos  aqui  de  este  pro- 
ducto por  el  gran  consumo  que  de  él  se  hace, 
principalmente  para  aromatizar  diversos  objetos 
de  tocador ,  y  por  sus  propiedades  médicas  tan 
preconizadas",  que  le  habian  dado  una  celebridad 
popular ,  si  bien  hoy  dia  solo  se  le  considera  co- 
mo un  tónico  ligero  y  un  excitante ,  empleado 
mezclado  con  agua  hasta  volver  á  ésta  lechosa. 

Los  componentes  del  Agua  de  Colonia,  llama- 
da Xlcoholado  de  limón  compuesto,  varian  á  vo- 
luntad del  confeccionador ;  los  procederes  para 
su  elaboración  son :  \ .°  la  simple  disolución 
délas  esencias,  2.°  la  disolución  de  éstas  y  en 
seguida  la  destilación,  3.°  la  destilación  de  las 
sustancias  aromáticas  y  la  mezcla  de  las  esencias. 

La  composición  del  "agua  de  Colonia  no  es  un 
misterio ;  en  las  obras  de  farmacia  se  hallan  con- 
tinuadas fórmulas  de  distintos  autores.  Aquí  nos 
bastará  indicar  (pie  las  sustancias  aromáticas  em- 
pleadas por  Fariña,  son:  torongil  cidrado,  yerba- 
buena,  salvia,  tomillo,  comino,  angélica,  cálo- 
mo  aromático ,  alcanfor ,  pétalos  de  rosas  y  de 
violetas ,  flores  de  naranjo  y  de  espliego ,  agen- 
jo,  nuez  moscada,  clavos  "de  especia,  macías, 
casia  lignea,  limones  y  naranjas;  al  alcohol 
destilado  sobre  estas  sustancias  se  añaden  aun  las 
esencias  finas  de  limón ,  bergamota ,  toronja,  to- 
ronjil cidrado,  espliego,  neroli  y  jazmín. 

Muchos  fabricantes  se  contentan  con  disolver 
estas  esencias  en  el  alcohol,  alas  cuales  aña- 
den á  veces  esencia  de  rosas  y  una  solución  al- 
cohólica de  vainilla :  ésta  da  mucha  suavidad  al 
licor ,  pero  le  comunica  un  muy  ligero  matiz  am- 
breado;  una  adición  de  tintura  de  ámbar  y  de  al- 
mizcle aumenta  la  intensidad  del  olor ,  pero  no 
agrada  á  todos  los  consumidores. 

También  se  preparan  aguas  de  Colonia  comu- 
nes, para  venderlas  á  bajo  precio ,  en  las  cuales 
se  hacen  dominar  las  esencias  comunes  de  tomi- 
llo, de  romero  y  de  espliego.  El  olor  de  estos  pro- 
ductos comerciales  es  mucho  menos  agradable, 
y  se  conoce  sobre  todo  echando  alguna  gota  del 
agua  de  Colonia  sobre  la  mano  y  dejándola  eva- 
porar ,  ó  también  humedeciendo  con  un  poco  de 
agua  el  lugar  en  donde  el  liquido  aromático  se 
ha  exhalado  ¡  queda  entonces  un  olor  desprendi- 
do de  la  influencia  del  alcohol ,  y  cuya  calidad 
se  aprecia  mejor.  Los  inteligentes  no  se  engañan 
en  ello,  pues  asi  saben  distinguir  también  los  pro- 
ductos obtenidos  por  la  destilación  de  los  que  pro- 
vienen de  una  simple  solución. 

Todas  las  aguas  de  Colonia  echadas  en  el  agua 
la  enturbian ,  la  ponen  blanquecina ,  lechosa,  lo 
que  procede  de  una  parte  de  los  aceites  volátiles 
que  no  pueden  estar  disueltos  en  tan  grande  pro- 


AGU  95 

porción  en  el  líquido  acuoso  como  en  el  alcohol. 

El  agua  de  Colonia  de  superior  calidad  es  un 
líquido  espirituoso,  blanco,  diáfano,  de  un  olor 
aromático  muy  agradable. 

En  el  comercio  se  vende  el  agua  de  Colonia  en 
redomitas  prolongadas,  de  capacidad  de  unas  dos 
á  tres  onzas.  Estos  vasos  tapados  con  corcho ,  cu- 
bierto de  un  pergamino ,  son  por  lo  común  en- 
vueltos en  un  pliego  de  papel  impreso  que  enu- 
mera las  calidades  maravillosas  del  agua  de 
Colonia  en  terapéutica.  Cada  redomita  se  vende 
por  separado  al  por  menor ;  con  frecuencia  se 
reúnen  6,  \%,  24,  ó  muchas  docenas  en  cajas 
ligeras  de  madera,  cubiertas  de  papeles  ador- 
nados con  grabados  de  las  armas  de  Colonia  v 
otras.  '  J 

La  preparación  de  las  aguas  de  Colonia  tiene 
lugar  en  la  actualidad  en  todas  las  grandes  ciu- 
dades de  la  Europa.  En  España,  á  pesar  de  hallar- 
se preparada  en  casi  todas  las  boticas ,  se  recibe 
mucha  cantidad  de  esta  agua  de  olor  procedente 
de  Francia,  al  objeto  de  abastecer  las  peluquerías 
y  las  tiendas  de  quincalla,  en  donde  se  expenden, 

gorlo  común,  aprecios  harto  subidos  aguas  de 
olonia  comunes  y  de  inferior  calidad ,  pagando 
los  consumidores  "muy  caros  el  elegante  vaso  y  el 
bien  colocado  rótulo  "extranjero. 

AGUA  JAQUE.  Especie  de  resina  de  co- 
lor blanco  sucio ,  que  destila  el  hinojo ,  y  que  se 
emplea,  en  algunas  partes,  para  el  dolor  de 
muelas. 

A  <  - 1  \  II  \  U I V  % .  Berilo,  Falsa  es- 
meralda. Piedra  preciosa,  que  con  bastante 
frecuencia  se  presenta  en  forma  de  prismas ,  á 
veces  muy  prolongados,  de  seis  caras,  y  estria- 
dos en  el  sentido  de  su  longitud. 

La  piedra  llamada  Agua-marina  rava  rauv  di- 
fícilmente el  cuarzo ,  pero  ella  es  ravada  por  el 
topacio;  su  peso  específico  varia  de*2,7  a  2,77, 
tomada  el  agua  pura  por  unidad ;  goza  de  la  re- 
fracción doble  de  la  luz ,  pero  á  un  grado  tan  dé- 
bil ,  que  muchas  veces  este  carácter  llega  á  ser 
incierto  en  algunas  muestras;  su  fractura  es  bri- 
llante y  ondeada,  á  veces  laminosa. 

Solo  se  la  puede  confundir  con  la  turmalina 
verde;  pero  no  es  eléctrica  sino  por  la  frotación, 
mientras  que  uno  de  los  caradores  mas  marca- 
dos de  la  turmalina  es  serlo  por  el  calor;  además 
el  color  de  la  turmalina  es  mucho  mas  oscuro  y 
tira  al  del  verde  de  botella ;  en  fin ,  el  peso  espe- 
cífico de  la  turmalina  es  mayor  que  el  del  agua- 
marina ,  de  cerca  un  octavo. 

El  Berilo  agua-mahin  a  es  o  verde  azulado, — es- 
te es  el  que  los  lapidarios  designan  particular- 
mente con  el  nombre  de  Berilo;  o  verdoso, — este 
es  el  A gua-marma  vulgar,  así  llamada  porque 
su  color  es  á  corta  diferencia  el  del  agua  de 
mar. 

Hay  también  una  variedad  amarillo  de  miel;— 
esta  lleva,  en  la  joyería,  con  bastante  frecuencia, 
el  nombre  de  Esmeralda  melada ,  y  sucede  á  me- 
nudo que  muy  equivocadamente  se  la  confunde 
con  un  topacio. 

Otra  variedad  es  el  Berilo  amarillo  verdoso;— 


98  AGU 

oste  es  al  que  muchos  antiguos  naturalistas  daban 
impropiamente  el  nombre  de  Crisólito ,  y  que  al- 
gunos mercaderes  se  lo  conservan  todavía,  con- 
tundiendo esta  piedra  con  los  Ciñó f  anos. 

Después  viene  el  Berilo  azul; — los  joyeros  lo 
forran  á  veces  con  un  talco,  lo  que  á  cierta  dis- 
tancia le  hace  representar  un  záfiro ,  piedra  muy 
rara  y  del  mas  alto  precio  cuando  es  perfecta. 
(V.  Corindón.) 

En  fin,  se  tiene  el  Berilo  incolor;  —  esta  últi- 
ma variedad  es  poco  conocida  de  los  lapidarios, 
que  muy  á  menudo  la  confunden  con  el  topacio 
blanco.  Todos  estos  Berilos  aguas-marinas  tienen 
mucha  menos  dureza  que  el  topacio ;  pero  gene- 
ralmente tienen  brillo  y  reciben  un  pulido  muy 
vivo. 

Las  piedras  de  la  primera  variedad  ocupan,  con 
razón,  un  lugar  muy  distinguido;  aquellas  que, 
hablando  el  idioma  de  los  lapidarios,  no  son  jar- 
dinereadas  y  están  libres  de  yerbas,  es  decir  de 
fisuras ,  de  paños  ó  manchas ,  de  porciones  casi 
opacas,  son  sobre  todo  de  mucho  valor  cuando  tie- 
nen un  hermoso  color  verde  puro ;  puede  decirse 
también  que  este  matiz  verde,  extremamente  agra- 
dable á  la  vista ,  solo  se  halla  en  estas  piedras. 
Este  matiz  adquiere  todavía  mas  precio  por  un 
aspecto  afelpado  que  no  altera  ni  la  limpieza  ni 
el  brillo  de  la  piedra  preciosa ;  pero  es  muy  raro 
encontrar  piedras  muy  gruesas  que  reúnan  todas 
estas  calidades.  La  extrema  dificultad  de  con- 
seguirlo ,  hace  tolerar,  en  el  comercio  de  la  joye- 
ría ,  ligeros  defectos  que,  en  toda  otra  piedra  pre- 
ciosa, la  harían  desechar. 

Se  citan  como  hermosas  muestras,  la  piedra 
que  decoraba  antiguamente  la  corona  de  Julio  II, 
y  que  por  largo  tiempo  se  ha  visto  en  el  Museo 
de  historia  natural  de  Paris.  Esta  piedra,  de  for- 
ma casi  hemisférica,  aunque  turbia,  es  notable; 
tiene  cerca  de  dos  pulgadas ,  sobre  quince  líneas 
de  diámetro;  su  color  es  el  verde  muy  subido. 

La  mina  mas  rica  de  estas  piedras  está  situada 
en  el  Perú ,  en  el  valle  de  Tunca ,  entre  las  mon- 
tañas de  Popayan  y  las  de  la  Nueva-Granada.  Es- 
tas piedras  ocupan  cavidades  en  las  masas  de 
granito ,  ó  filones  estériles  en  otras  rocas.  Se  dice 
que  se  las  halla  también  en  las  islas  de  Ceylan, 
en  Asia  y  en  Egipto,  en  las  montañas  de  Etiopia. 
Los  Berilos  y  aguas-marinas  vulgares  se  encuen- 
tran por  lo  común  en  los  peñascos  de  la  especie 
llamada  granito  gráfico,  su  soroque  es  el  cuar- 
zo, ó  una  arcilla  endurecida;  también  se  hallan 
en  los  terrenos  arrastrados  por  las  aguas.  Las 
aguas-marinas  mas  puras  proceden  de  la  Daourie, 
en  las  fronteras  de  la  China.  Se  encuentran  igual- 
mente en  Sajonia  y  en  el  Brasil:  las  de  este  último 
punto  son  casi  todas  atravesadas  por  agujas  de 
otra  sustancia.  Vense  en  las  colecciones  de  histo- 
ria natural  prismas  muy  voluminosos  de  agua- 
marina, que  generalmente  son  mas  prolongados 
que  los  de  la  Esmeralda  propiamente  dicha.  El 
Sr.  Putrin,  que  habia  examinado  con  atención  las 
minas  de  Daourie,  ha  hecho  una  observación  bas- 
tante singular,  esto  es,  que  en  el  momento  que  se 
sacan  estas  piedras  de  la  mina ,  los  prismas  se 


AGU 

rompen  con  la  mayor  facilidad ,  sobre  todo  en 
sentido  trasversal.  Hay  prismas  que  no  son  mas 
gruesos  que  el  dedo  pequeño  y  cuya  largaria  es 
de  cinco  a  seis  pulgadas ;  otros  tienen  mas  de  dos 
pulgadas  de  diámetro ;  de  consiguiente  no  debe 
admirar  el  que  existan  aguas-marinas  muy  gran- 
des en  la  joyería.  Las  procedentes  de  los  montes 
Altai  en  Siberia  son  generalmente  poco  limpias. 

La  poca  intensidad  del  color  de  las  aguas-ma- 
rinas se  opone  á  que  tengan  tanto  valor  como  las 
esmeraldas ;  hasta  se  puede  decir  que  eligiendo 
dos  piedras  de  cada  una  de  estas  dos  variedades 
del  mismo  género ,  del  peso  de  cerca  treinta  gra- 
nos, la  esmeralda  se  venderá  quince  y  aun  vein- 
te veces  mas  cara  que  el  agua-marina. 

El  célebre  Yauquelin  ha  hallado  en  una  pie- 
dra de  este  género  una  tierra  particular ,  cuyas 
sales  son  muy  azucaradas,  á  la  cual  ha  dado?  en 
razón  á  esta  propiedad ,  el  nombre  de  Gluana, 
y  un  nuevo  metal ,  que  después  se  ha  hallado  en 
otras  minas,  y  que  ha  llegado  á  ser  de  una  in- 
mensa importancia  comercial;  este  metal,  que  es 
el  Cromo  (V.  esta  palabra) ,  es  el  que  dá  el  co- 
lor verde  á  la  esmeralda ,  el  rojo  magnífico  al  óxi- 
do de  plomo,  etc.,  etc.  En  cuanto  á la  coloración 
del  agua-marina,  parece  debida  al  hierro. 

Luego  que  se  ha  sabido  que  el  cromo  producía 
un  hermoso  color  verde,  se  ha  aplicado  su  óxido 
á  la  coloración  de  los  cristales  artificiales,  y  se 
ha  conseguido  así  imitar  la  verdadera  esmeralda 
hasta  á  equivocarse ,  si  no  fuese  la  falta  de  du- 
reza del  cristal.  Hay ,  hoy  dia ,  sobre  lodo  en  Pa- 
ris ,  fábricas  de  piedras  preciosas  artificiales ,  que 
venden  á  muy  bajo  precio  exquisitas  esmeraldas 
facticias  que  exceden  quizás  en  brillo,  en  afelpado 
y  en  vivacidad  á  las  mas  bellas  piedras  naturales; 
pero,  por  desgracia,  les  falta  una  calidad  esencial, 
la  dureza,  y  por  consiguiente  la  duración.  (V. 
Piedras  artificiales. ) 

AGUA-MIJE Ii.  Licor  en  cuya  preparación 
entra  una  libra  de  miel  por  cada  seis  de  agua;  se 
hace  hervir, ;se  espuma,  y  cuando  un  huevo  so- 
brenada encima  se  mete  en  un  tonel ;  se  destapa 
cuando  fermenta  por  primera  vez,  luego  se  vuelve 
á  tapar,  y  á  los  dos  meses  se  obtiene  un  licor  que 
suple  al  vino  en  varios  países,  y  es  muy  saludable. 

AGUAPE.  Nombre  de  una  Ninfea  ( Nym- 
phcea)  indeterminada  del  Brasil,  mencionada  por 
Pisón,  cuyas  propiedades  son  análogas  á  las  de 
las  especies  europeas.  Sus  hojas  se  aplican  sobre 
las  úlceras  de  las  piernas  ,  sobre  las  erisipelas, 
etc.  Por  la  maceracion  de  su  raíz  en  el  aceite,  se 
hace  un  medicamento  propio  para  combatir  los 
calores  internos  y  externos.  Esta  raíz  cocida,  comi- 
da en  ensalada ,  puede  servir  de  alimento  medi- 
camentoso contra  los  tumores  de  las  encías. 

AGVAKA-91IIYA.  Nombre  brasileño 
de  un  Solano  ( Solanum ) ,  que  parece  ser  el  Sola- 
no parecido  á  hortaliza  ( Solanum  .oleraceum , 
Dun. ) ,  y  que  se  ha  mirado  como  calmante.  Sus 
hojas  se  aplican  sobre  las  úlceras  de  las  piernas, 
las  grietas  de  los  pezones  ,  y  otras  inflamaciones 
externas,  .como  se  hace  entre  nosotros  con  las  del 
Solano  negro  (  Solanum  nigrum,  L. ). 


AGÍ 

AGUARDIENTE.  Estando  ei  comercio 
<le  los  aguardientes  intimamente  ligado  con  el 
de  los  Espíritus,  hemos  agrupado  en  esta  última 
palabra  todo  lo  que  concierne  á  las  bebidas  alco- 
hólicas destiladas,  á  tin  de  evitar  repeticiones. 
(V.  Espíritus.) 

AGUASEM.  Serpiente  de  las  islas  Filipi- 
nas ,  de  que  habla  Tseriemberg ;  su  mordedura 
es  tan  peligrosa  que  hace  perecer  en  menos  de 
media  ñora ,  después  de*haber  causado  la  gan- 
grena de  las  partes.  Es  morena ,  larga  de  dos 
palmos ,  y  busca  los  lugares  secos  y  elevados. 

Al.  l"  J  AS.  Las  agujas  no  son  una  invención 
moderna;  eran  conocidas  y  estaban  en  uso  desde  la 
mas  remota  antigüedad  en  Egipto,  en  la  India  y  en 
el  Oriente.  La  fabricación  de  una  aguja  exige 
ochenta  operaciones  diferentes;  por  lo  común,  para 
perforar  las  cabezas,  se  emplean  niños,  que  están 
muy  ejercitados  en  este  genero  de  trabajo.  Las 
primeras  agujas  fueron  fabricadas  en  Inglaterra, 
en  1545,  por  un  Indio;  el  proceder  de  este  tra- 
bajo, perdido  después  de  su  muerte,  no  fué  allí 
descubierto  hasta  1560  por  Cristóbal  Greening. 
Al  presente,  fabrícanse  en  Inglaterra  agujas  de 
caüdad  superior  á  las  de  los  demás  países  del 
continente ,  las  cuales  son  expedidas  en  cantida- 
des considerables  á  todas  las  partes  del  mundo. 

La  aguja  es  un  pequeño  instrumento  de  acero 
templado,  delgado  y  pulimentado,  puntiagudo 
por  un  cabo,  y  con  un  agujero  longitudinal 
en  el  otro  cabo;  sirve  para  coser,  para  bor- 
dar ,  para  hacer  punto ,  tapiz  y  otras  labores ; 
v ,  según  el  uso  que  se  quiera  hacer  de  ella, 
ías  hay  de  diferente  especies :  en  el  comercio  se 
hallan  agujas  de  coser  ó  de  sastre ,  agujas  de  ci- 
rugía ,  de  gorrero  de  cerero ,  de  peluquero ,  de 
bordador,  de  tapicero,  etc. 

Las  agujas  forman  una  parte  importante  del  co- 
mercio de  la  mercería,  que  despacha  una  canti- 
dad considerable  de  ellas  en  razón  de  su  utilidad. 
Fabrícanse  agujas  en  Inglaterra,  en  Alemania,  en 
Suiza  y  en  Francia;  las  inglesas  tienen  nombradía 
y  son  reputadas  las  mejores  por  la  perfección  del 
trabajo  y  la  bondad  del  acero.  Las  fabricadas 
en  Alemania  y  en  los  Países-Bajos ,  entre  otros  en 
Aix-la-Chapelle ,  que,  es  su  principal  depósito,  en 
Yaels ,  cerca  de  Maéstrich ,  son  mucho  menos  es- 
limadas que  las  agujas  de  Inglaterra;  las  que  se 
fabrican  en  Ginebra  y  otras  partes  de  Suiza  son 
todavía  inferiores  á  las  de  Alemania,  y  lo  mismo 
puede  decirse  de  las  fabricadas  en  Francia. 

Las  agujas  inglesas  son  en  general  mas  cortas, 
mejor  pulimentadas  y  de  un  acero  menos  quebra- 
dizo que  las  agujas  de  los  demás  países;  las  hay 
cuyo  agujero  es  dorado.  Las  agujas  de  Francia 
tienen  la  cabeza  mas  prolongada,  y  la  punta  mas 
escotada;  las  de  Alemania  tienen  la  cabeza  mas 
corta  y  la  punta  mas  gruesa  ó  menos  afilada. 

Las  "agujas  se  venden  por  paquetes  cuadrados 
y  largos.  Cada  paquete  debe  contener  50  milla- 
íes  de  agujas  de  diversas  calidades  y  magnitudes 
ó  gruesos,  desde  el  número  \ ,  que  son  las  mas 
comunes  y  las  mas  gruesas ,  hasta  el  número  22, 
que  son  las  mas  pequeñas  v  también  las  mas  fi- 
13 


AGL  rr 

ñas.  Aumentando  sus  grados  de  finura  por  cada 
número  desde  el  primero  hasta  el  último ,  cada 
paquete  de  50  millares  se  compone  de  i  3  mas  pe- 
queños paquetes ,  á  saber :  t2  paquetes  de  4  mi- 
liares, y  t  de  2  millares.  El  paquete  de  4  millares 
contiene  4  paquetes  de  I  millar ,  y  el  paquete  de 
l  millar ,  4  paquetes  de  250  agujas.  Sobre  cada 
uno  de  estos  paquetes  está  impreso  el  nombre  y  la 
marca  del  fabricante  con  el  número  de  las  agujas  y 
la  cantidad  que  de  éstas  contiene;  todos  en  papel 
blanco ,  á  excepción  de  los  paquetes  de  250  cuyo 
papel  es  de  un  fuerte  azul.  Témanse  las  mayores 
precauciones  para  empaquetar  las  agujas  á  tin  de 
conservar  su  pulimento  y  preservarlas  del  orin, 
que  las  pondría  en  estado  de  no  ser  vendibles. 

Independientemente  de  los  números  que  distin- 
guen las  diferentes  calidades  de  agujas ,  dánselas 
también  nombres  particulares  que  tienen  relación 
con  los  artesanos  que  de  ellas  hacen  uso :  así  se 
las  llama  agujas  de  sastre ,  no  solo  á  las  que  sir- 
ven para  los  sastres  y  modistas ,  si  que  con  este 
nombre  van  comprendidas  las  agujas  de  boto- 
nes ó  de  galones,  fas  agujas  de  ojales  y  las  de  zur- 
cir. Las  agujas  de  boraar  comprenden  las  de  pa- 
sar el  oro  y  la  plata,  las  de  seda  y  de  orilla,  las 
agujas  de  rizado ,  de  hacer  punto ,  de  tapices,  de 
peí-rucas ,  etc. 

Comunmente ,  en  Francia ,  se  acostumbra  atar 
los  paquetes  con  hilo  blanco  para  las  agujas  co- 
munes, y  con  hilo  rojo  ó  colorado  para  las  agu- 
jas linas,  llamadas  inglesas.  Mas  esta  ligadura  no 
trasforma  en  inglesas  á  las  que  no  tienen  su  cali- 
dad y  su  mérito  real ,  debiendo  confesar  que  en 
este  género  la  Inglaterra  conserva  una  incontes- 
table superioridad.  Además,  es  muy  fácil  distin- 
guir las  verdaderas  agujas  inglesas  de  aquellas 
que  tan  solo  son  una  imitación  mas  ó  menos  imper- 
fecta; las  primeras  tienen  siempre  el  vértice  de 
la  punta  en  el  eje ,  lo  que  se  reconoce  fácilmen- 
te naciéndolas  rodar  entre  el  pulgar  y  el  índice: 
esto  es  lo  que  constituye  el  sello  de  la  perfección 
en  este  género  de  fabricación. 

Desde  algunos  años ,  se  conocen  en  el  comer- 
cio las  agujas  llamadas  de  cementación,  que  cues- 
tan mucho  menos  de  fabricar,  porque  todas  las 
operaciones  se  ejecutan  mas  fácilmente  sobre 
hierro  dulce ,  que  en  seguida  se  convierte  en  ace- 
ro por  la  cementación.  Pero  esta  baratura  y  esta 
simplificación  de  los  procederes  no  se  obtienen 
sino  á  expensas  de  la  calidad :  raras  veces  la 
cementación  es  igual  en  todas  las  partes  de  una 
misma  aguja,  pues  demasiado  carburada  en  una 
parte,  no  lo  es  lo  bastante  en  la  otra;  de  donde  re- 
sulta un  muy  mediano  instrumento  para  coser.  Sin 
embargo,  con  frecuencia,  el  aspecto  exterior  en- 
gaña á  la  vista. 

Laclase  de  las  -verdaderas  agujas  de  coser 
( agujas  de  acero)  está  dividida  en  dos  secciones: 
1 .°  las  agujas  llamadas  fuera  de  forma ,  que ,  á 
causa  de  su  considerable  longitud ,  no  sin  en  pro- 
piamente para  coser;  en  esta  sección  se  hallan 
las  agujas  de  zurcido .  cuva  longitud  es  comun- 
mente de  2  á  2  V»  pulgadas ,  y  su  diámetro  de 
media  línea;  en  esta  sección  se  cuentan  también 
tomo  i. 


98  AGU 

las  agujas  romas.  La  segunda  sección  de  las  agu- 
jas de  acero,  finas  y  regulares,  es  infinitamente 
mas  numerosa;  éntrelas  mas  gruesas  de  esta 
sección  se  ven  las  agujas  de  cabecear ,  que  tie- 
nen mas  de l/»  línea  de  diámetro,  y  mas  de  2  pulga- 
das de  longitud.  A  partir  de  la  aguja  de  cabecear, 
todas  las  especies  descrecen,  tanto  por  el  diáme- 
tro como  por  la  longitud ,  hasta  á  una  extrema 
tenuidad :  el  diámetro  es  sobre  todo  el  que  dis- 
minuye ,  la  longitud  es  menos  descreciente. 

Lo  que  generalmente  se  busca  en  la  forma  de 
una  aguja ,  es  cabeza  prolongada ,  y  mas  fuerte 
por  arriba  que  hacia  abajo ;  estría  de  la  cabeza 
profunda,  derecha,  pulimentada;  agujero  ú ojo 
vivo  y  bien  destapado ,  muy  al  centro  de  la  es- 
tría ;  cuerpo  cilindrico  cerca  de  la  cabeza ;  des- 
crecencia que  empiece  hacia  el  tercio  de  la  lon- 
gitud ;  punta  que  no  parta  ni  de  muy  arriba  ni  de 
muy  abajo;  y ,  carácter  esencial,  el  vértice  de  la 
punta  situado  rigurosamente  en  el  eje  de  la  agu- 
ja. La  reunión  de  toda»  estas  calidades  distingue 
eminentemente  á  las  agujas  fabricadas  en  Ingla- 
terra. 

Un  hermoso  pulido  es  un  buen  presagio  en  fa- 
vor délas  agujas;  pero  esta  apariencia  es  mu- 
chas veces  engañosa.  A  la  verdad ,  no  hay  agu- 
ias  perfectas  sin  un  hermoso  pulido ;  pero  puede 
haber  muy  malas  agujas  que  lo  posean  en  el 
mas  alto  grado. 

Las  agujas  de  coser  se  dividen  en  dos  clases. 
Hemos  hablado  ya  lo  bastante  de  la  clase  de  agujas 
de  acero  fino;  vamos  á  decir  algo  de  las  de  hierro, 
que  siempre  son  grandes.  Con  frecuencia  se  las  lla- 
ma agujas  de  picar;  otras  veces  agujas  de  colchón, 
de  cogines ,  etc. ,  etc. ;  en  seguida  vienen  las  lla- 
madas de  embalar ,  (pie  son  o  derechas  ó  curvas. 
Conócense  también  las  agujas  llamadas  de  pasar 
ó  pasa-cordones,  que  no  tienen  punta,  y  las  agujas 
de  tapicería,  cuyo  ojo  es  muy  prolongado.  No 
hablaremos  cíe  las  agujas  de  hacer  media ,  que 
son  pequeños  trabajos  muy  diferentes,  puesto 
que  por  ellas  no  pasa  hilo. 

Las  verdaderas  agujas  de  coser  las  recibimos 
de  Inglaterra ,  de  Alemania  y  de  Francia ,  puesto 
que  las  fábricas  de  Barcelona,  éntrelas  cuales, 
por  su  importancia ,  debemos  mencionar  las  de 
los  Sres.  D.  Jacinto  Font  y  D.  Francisco  Roig,  y 
la  de  Igualada  y  la  de  Yillafranca  del  Panadés, 
únicas  en  España ,  tan  solo  se  ocupan  en  hacer 
agujas  de  acero,  llamadas  Agujas  caperas,  n.° 
1 2 ,  de  1  Va  pulgada ,  mas  gruesas  que  las  de  co- 
ser comunes ,  y  que  acostumbran  á  usar  las  per- 
sonas ancianas;  A  gujas  de  ensalmar,  números  1  3, 
y  U,  y  números  1 5  y  1  6,  de  3  pulgadas  y  3  líneas; 
Agujas  de  alpargatero  ,  n.°  6  á  12 ,  de  4  '/„  pul- 
gadas, yn.°  13  á  16,  de  5  pulgadas;  Agujas  de 
embalar,  n.°  18,  19,  20,  de  5,  6  y  espulgadas; 
Agujas  devela,  de  2  l/?  pulgadas,  cuadradas  y  re- 
dondas. En  hierro  fabrican  las  llamadas  Agujas  de 
bastero,  números  14,  16,18,  de  4  pulgadas ,  que 
son  cuadradas;  Agujas  de  arriero,  n.°  14,  de 
3  pulgadas,  que  son  redondas;  Agujas  de  colcho- 
nero, n.°  15  y  16,  de  5  V»  y  7  pulgadas. 

Las  Agujas  esparteras   son  construidas  por 


AIR 

los  cerrajeros,  y  las  ¿gruja*  de  gancho,  para  el 
peinado  de  las  mugeres ,  si  bien  fabricadas  por 
los  agujeros  del  país,  la  recibimos  también  en 
mucha  cantidad  del  extranjero. 

AI 

AIIiAUTO,  Aylanthus.  Género  de  plantas 
de  la  familia  délas  terebintáceas,  déla  decan- 
dria  triginia  de  Linneo. 

Allanto  elevado  ( Aylanthus  excelsa, 
Roxb, ).  Los  médicos  indios  dan  el  cocimiento  de 
la  corteza  de  esta  especie  en  las  enfermedades 
dispépsicas;  la  dosis  es  de  tres  onzas  de  este  co- 
cimiento, dos  veces  al  dia. 

Allanto  glanduloso  [A  ylanthus  glandu- 
losa,  Desf. ).  Este  hermoso  y  grande  árbol,  del 
Japón,  se  asemeja  al  precedente.  Cultívase  entre 
nosotros  en  los  jardines,  en  donde  es  del  mejor 
efecto,  sobre  todo  aislado,  y  en  lugares  som- 
bríos ;  su  crecimiento  es  rápido,  y  no  es  muy  de- 
licado sobre  la  elección  de  terreno.  Su  tallo  es 
derecho ,  poco  ramoso ,  pero  cargado ,  sobre  to- 
do en  las  extremidades ,  de  grandes  hojas  com- 
puestas de  once  á  quince  hojuelas  lanceoladas, 
dentadas ,  de  un  hermoso  verde  delicado ;  las  flo- 
res poco  aparentes ,  forman  una  gran  panícula 
terminal;  su  corteza,  analizada  por  el  Sr.  Payen, 
da  leñoso,  una  especie  de  cloroíila,  jalea  vege- 
tal ,  una  sustancia  amarga ,  una  resina  aromáti- 
ca ,  una  materia  grasa  azoatada ,  una  especie  de 
fungina  no  azoatada ,  un  principio  colorante  ama- 
rillo ,  vestigios  de  ácido  carbónico ,  vestigios  de 
aceite  esencial  de  un  olor  fuerte  y  viroso,  y  algu- 
nas sales.  Créese  eme  este  árbol  produce  una 
de  las  especies  de  barniz  usadas  en  el  Japón. 

AIRE  ATMOSFÉRICO.  Fluido  elás- 
tico, invisible  por  su  trasparencia,  compresible  y 
pesado ,  que  rodea  nuestro  globo,  que  se  eleva  á 
una  grande  altura,  y  sin  el  cual  ningún  ser  vivien- 
te podria  existir.  Está  formado  de  oxígeno ,  de 
ázoe  y  de  ácido  carbónico. 

El  aire  no  obra  solamente  por  su  fluidez,  sí  que 
también  por  su  elasticidad ,  su  presión ,  su  tem- 
peratura, su  humedad,  su  sequedad,  por  sus 
bruscas  variaciones ,  sus  impregnaciones  y  por 
sus  cambios  de  las  estaciones. 

Su  salubridad  depende  de  la  justa  proporción  de 
los  tres  principios  que  le  constituyen,  aunque  va- 
ríe en  ciertos  climas  y  en  ciertos  lugares,  etc. 
Así ,  está  viciado  en  todas  partes  en  donde  hay 
grandes  reuniones  de  animales;  al  contrario,  es 
salubre  en  los  lugares  elevados ,  en  las  orillas 
del  mar  ó  de  los  ríos  de  corriente  rápida. 

El  aire  caliente  relaja  los  sólidos,  acelérala 
circulación  de  los  fluidos  y  debilita.  En  verano,  de 
esta  debilidad  resultan  afecciones  nerviosas. 

El  aire  frío  constriñe  y  fortifica ;  en  invierno,  es 
cuando  se  ven  las  enfermedades  pútridas  por  ex- 
ceso de  tono,  tales  como  las  flegmasías. 

El  aire  seco ,  como  todo  lo  que  aumenta  la 
fuerza  contráctil  de  la  fibra ,  aumenta  la  energía 
del  cuerpo  y  se  opone  á  la  putridez. 

La  humedad  estancada  es  una  causa  determi- 
nante de  muchas  afecciones  peligrosas  y  aun  mor- 
tales. 


AIR 

Los  temperamentos  cuyas  fibras  son  secas  y  ti- 
rantes necesitan  de  una  atmósfera  cargada  has- 
ta cierto  punto  de  una  humedad  no  estancada. 

Las  variaciones  bruscas  de  la  atmósfera  afec- 
tan sobre  todo  á  los  temperamentos  nerviosos,  á 
los  valetudinarios  y  á  los  enfermos. 

Los  climas  calientes ,  en  donde  las  noches  son 
frías,  dan  lugar  á  enfermedades. 

Las  estaciones  influyen  también  acerca  de  la 
salud.  La  primavera  y  el  principio  del  verano  son 
la  época  mas  sana. 

El  aire  es  insalubre  en  los  pantanos,  junto  á  los 
estanques,  en  las  grandes  ciudades,  en  los  lugares 
en  donde  hay  muchas  reses  vacunas,  etc. 

La  duración  de  la  vida  está  en  razón  de  la  sa- 
lubridad de  los  lugares.  Condorcet  ha  demostra- 
do que  en  los  parajes  pantanosos,  el  término  de  la 
existencia  era  de  1 8  anos ,  y  en  los  demás  que 
alcanzaba  á  23  años. 

El  aire  es  caliente  á20  grados  y  mas  sobre  ce- 
ro; en  esta  temperatura ,  se  tiene'ménos  apetito, 
la  digestión  se  hace  con  mas  lentitud ,  y  en  gene- 
ral la  gordura  disminuye. 

En  los  climas  calientes,  los  diferentes  períodos 
de  la  vida,  la  movilidad,  la  edad  crítica,  )  hasta 
la  muerte,  llegan  mas  pronto  que  en  los  países 
frios  ó  templados;  la  sensibilidad  y  el  apetito  ve- 
néreo son  en  ellos  muy  vivos,  pero  la  duración  de 
este  apetito  es  infinitamente  mas  corta ,  y  así  es 
como  en  los  climas  calientes  se  hace  uso  de  afro- 
disiacos, casi  siempre  peligrosos,  para  hacer 
re\  ivir  una  facultad  perdida  para  siempre. 

En  las  diversas  operaciones  domésticas ,  el  ai- 
re puede  ser  \  iciado  por  la  alteración  de  las  sus- 
tancias animales  y  vegetales  que ,  volatilizándose 
con  los  gases ,  se  mezclan  con  el  aire  en  forma 
de  vapores.  La  putrefacción  es  sobre  todo  nociva 
en  los  cementerios,  en  los  mataderos,  en  las  car- 
nicerías ,  en  las  letrinas,  etc. 

Los  lodos  de  las  calles  despiden,  en  la  prima- 
vera y  en  el  verano,  vapores  peligrosos.  El  ai- 
re está  viciado  en  los  teatros,  en  los  salones  de 
baile ,  en  las  cárceles ,  en  los  buques,  en  las  igle- 
sias, etc.  Lo  mismo  sucede  en  los  talleres  de  cur- 
tidores y  de  zurradores ,  en  las  fábricas  de  cola, 
etc. 

En  los  movimientos  de  la  masticación ,  se  mez- 
cla en  nuestros  alimentos  cierta  cantidad  de  aire 
atmosférico;  y  los  alimentos  mismos  lo  contienen 
también.  El  aire  introducido  en  las  vías  digesti- 
Aas  experimenta  en  ellas  diversas  combinaciones 
y  participa  sin  duda  de  la  producción  de  los  ga- 
ses que  en  ellas  se  desarrollan.  El  Sr.  Jurine  ha 
demostrado,  por  el  análisis,  que  estos  gases  eran 
ácido  carbónico ,  ázoe,  oxígeno  y  hidrógeno.  Así, 
en  las  digestiones  imperfectas  ó  alteradas,  el  gas 
que  se  arroja  por  la  boca  es  agrio  ,  y  el  que  sale 
por  el  recto  tiene  un  olor  de  huevo  podrido,  que 
es  gas  hidrógeno  sulfurado. 

Los  antiguos,  con  razón,  habían  hecho  del  aire, 
una  divinidad  que  adoraban  bajo  el  nombre  de 
Júpiter,  de  Juno ,  de  Minerva ,  etc. ,  y  en  fin,  es 
la  Venus  celeste  de  los  Asírios  y  de  los  Árabes. 
Nosotros,  en  razón  de  su  granelísima  importan- 


AJO  99 

cía,  hemos  creído  deberle  consagrar  aquí  estas 
sucintas  líneas. 

A  l  i»  I ,  Ayrl.  Nombre  de  un  palmero  del 
Brasil ,  cuyo  tronco  da ,  por  incisión ,  un  líquido 
que ,  por  medio  de  la  fermentación ,  se  trasforma 
en  espirituoso.  La  madera  de  este  árbol  es  negra 
y  sólida,  y  con  ella  los  bárbaros  construían  las 
puntas  de  sus  flechas. 

A 1 1  ÍG  A  ,  Aiuga.  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia de  las  labiadas,  de  la  didiuamia  gimnos- 
permia  de  Linneo. 

Aluje»  Camepitls, Iva (Aiuga  Chamce- 
pitys,  Schr.).  Se  dice  que  esta  planta  pulveriza- 
da, y  mezclada  con  higos  ó  miel,  es  purgante,  á 
la  dosis  de  dos  dracmas. 

Aiuga  rastrera,  Búgula,  Con- 
suelda inedia  (Aiuga  reptans,  L. ).  Esta 
planta,  vivaz  y  de  primavera,  indígena,  es  muy  co- 
mún en  los  bosques  arenosos.  De  su  raíz  salen 
pimpollos  ó  vastagos  rastreros;  su  tallo  es  cuadra- 
do ,  derecho  y  se  eleva  á  5  ú  8  pulgadas ;  sus 
hojas  son  opuestas,  ovales,  de  bordes  dentados 
y  angulosos;  sus  flores  azules,  verticiladas,  é 
interpoladas  con  brácteas  coloradas,  forman  una 
especie  de  espiga  terminal;  á  estas  llores  suce- 
den cuatro  semillas  casi  redondas ,  encerradas  en 
una  cápsula  que  ha  servido  de  cáliz  á  la  flor ;  sus 
raíces  son  fibrosas  y  de  un  gusto  astringente. 

Esta  planta  es  una  de  las  menos  olorosas  do 
todas  las  labiadas,  y  probablemente  una  de  las 
mas  débiles  en  propiedades.  Ha  gozado  de  repu- 
tación como  vulneraria ,  útil  en  las  hemorragias; 
pero  al  presente  se  usa  muy  poco.  A  veces  se  la 
sustituye,  sin  inconveniente,  con  la  Aiuga  pira- 
midal (Aiuga  pyramidalis ,  L.),  que  habita  en 
Alemania ,  Suiza ,  y  Grecia ,  ó  también  con  la 
Aiuga  de  Ginebra  [Aiuga  genevensis  ,L.),  que 
crece  en  Europa,  y  en  varios  puntos  de  España. 
Según  Willemet," en  Italia,  ios  renuevos  y  las 
raíces  de  búgula  se  comen  en  ensalada. 

AJA^li:.  En  Siam ,  se  da  este  nombre  á 
un  fruto  mucho  mas  grueso  que  el  durio ,  cubier- 
to de  una  piel  espinosa.  El  árbol  que  lo  produce 
es  muy  elevado  y  de  un  porte  magestuoso ,  de 
cuyashojas  se  extrae  una  leche  abundante.  El  fru- 
to no  sale  sino  de  los  ramos  gruesos  ó  del  cuerpo 
del  árbol ,  y  cuanto  mas  el  ajaque  está  cerca  del 
tronco ,  mas  grueso  es. 

Al  ajaque  se  le  despoja  de  su  piel  espinosa,  se 
le  corta  en  pedazos,  que  luego  se  hacen  freír .  Con 
su  carne  y  azúcar  se  hace  también  una  mermelada 
que  puede  conservarse  todo  el  año.  Cuando  este 
fruto  ha  llegado  á  su  madurez ,  se  encuentran  de- 
bajo de  una  corteza  leñosa  delgada  y  lisa  cin- 
cuenta castañas  encerradas  en  un  saco  de  carne 
amarilla,  muy  azucaradas  y  de  un  olor  fuerte. 
Estas  castañas,  tostadas  y  hervidas,  tienen  acorta 
diferencia  el  gusto  de  nuestras  castañas,  pero 
son  mas  pequeñas ,  y  además  son  flatulentas. 

AJ 

AJO,  Aluum.  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia de  las  liliáceas,  déla  hexandria  monoginia 
de  Linneo. 

Las  numerosas  especies  del  tronero  Ajo  poseen 


100  AJO 

en  mayor  ó  menor  cantidad  un  principio  volátil, 
acre ,  penetrante ,  que  pica  á  la  coyuntiva ;  y  ba- 
jo este  respecto ,  todas  podrian  suplirse  y  reem- 
plazarse ,  porque  todas  son  mas  ó  menos  irritan- 
tes y  vejigantes.  Su  parte  mas  activa  es  el  bulbo, 
v  pocas  veces  se  emplean  las  hojas  de  algunas  de 
las  especies.  Consideradas  como  alimentos,  las 

Elantas  de  este  género  están  sujetas  á  producir 
ocanadas  desagradables  durante  la  digestión,  y 
dan  al  aliento,  al  sudor,  etc.,  una  fetidez  parti- 
cular. 

Ajo  anguloso  [Allium  angulosum,  L.). 
En  Siberia  es  cultivada  esta  especie ,  de  la  que  se 
hace  una  grande  cosecha,  destinada  para  el  in- 
vierno. En  dicho  país  se  la  llama  Ajo  de  los  mus- 
gaños.   • 

'-"  Ajo  ascalonia ,  Chalote «  Escalu- 
na  (Allium.  ascalonicum,  L.).  Esta  especie, 
originaria  de  la  Judea,  en  donde  crece  abundan- 
temente, y  de  donde  fué  trasportada  ala  Grecia, 
Íen  seguida  á  Italia,  es  cultivada  en  nuestras 
uertas.  De  la  chalote  se  comen  los  bulbos  y  sus 
hojas  cortadas ,  como  condimento  en  las  salsas, 
etc.  Su  olor  y  su  sabor  son  menos  fuertes  que  los 
del  ajo  común.  Este  condimento  excita  el  ape- 
tito y  la  sed,  ,  y  ayuda  la  digestión,  pero  no  con- 
viene á  los  jóvenes,  á  los  estómagos  calientes  é 
irritables ;  su  uso  ocasiona  á  menudo  males  de  ca- 
beza. Los  Griegos  estimaban  mucho  álaesea- 
luña;  Marcial  la  llama  Salax  bulbus,  porque  exci- 
ta el  apetito ;  otros  la  han  llamado  Cibus  veneris, 
porque  es  afrodisiaca.  La  chalote  puede  conser- 
varse todo  el  invierno. 

Ajo  Cebolla,  Cebolla  [Allium  Cepa, 
L. ) .  Como  sucede  para  con  la  mayor  parte  de  las 
sustancias  alimenticias,  el  país  nativo  de  la  ce- 
bolla es  desconocido ;  con  todo  hay  motivos  para 
presumir  que  de  la  India  pasó  entre  los  Egipcios 
que  la  adoraban,  que  en  seguida  fué  trasmitida  á 
los  Griegos ,  y  de  estos  fué  llevada  á  Italia  y  al 
resto  de  la  Europa,  en  donde  es  cultivada  con  pro- 
fusión de  tiempo  inmemorial ,  en  razón  de  su  ex- 
trema utilidad  como  comestible. 

El  bulbo ,  que  es  la  única  parte  que  se  usa  de 
esta  planta  de  hortaliza ,  es  redondo ,  un  poco 
complanado,  compuesto  de  muchas  túnicas  car- 
nosas aplicadas  unas  encima  de  otras.  Su  olor  es 
picante ,  afecta  los  ojos ,  forzando  la  pupila  á  cer- 
rarse y  hace  derramar  lágrimas,  lo  que  indujo 
al  poeta  Lucinio  á  decir : 

Flebile  cepe  simul ,  lacrymoswque ,  etc. 

Su  sabor  es  menos  mordicante  que  el  del  ajo. 
El  cultivo  produce  infinitas  variedades  de  cebo- 
lla, que  pueden  dividirse  en  dos  grupos,  cebollas 
rojas  y  cebollas  blancas.  Estas  últimas ,  que  son 
las  mas  dulces ,  son  las  únicas  empleadas  para  el 
uso  médico.  Las  cebollas  cultivadas  en  los  países 
calientes  son  mas  gruesas,  menos  acres,  mas 
dulces  que  las  de  los  países  fríos:  en  Egipto,  en 
Italia  y  en  España,  son  tan  dulces  que  pueden 
comerse  crudas,  lo  que  sería  casi  imposible  ha- 
cerlo en  Francia.  La  magnitud  de  las  cebollas 
también  es  variable :  las  hay  que  llegan  á  pesar 
hasta  2  ó  3  librís  y  mas ;  cñ  los  países  calientes 


AJO 

siempre  son  mas  gruesas ,  las  de  Madera  son 
enormes  y  menos  acres.  Las  de  Egipto  son  las 
mejores ,  después  vienen  las  de  la  costa  de  Ber- 
bería ,  y  en  seguida  las  de  los  alrededores  de  Cá- 
diz y  las  de  Sicilia. 

La  composición  y  las  calidades  de  este  bulbo 
tienen  mucha  analogía  con  el  ajo :  sus  partes  vo- 
látiles ,  lo  son  todavía  mas  que  las  de  éste.  Yau- 
quelin  y  Fourcroy  han  encontrado  en  él,  por  el 
análisis,  un  aceite  volátil,  acre  y  blanco ;  azúcar 
incristalizable,  mucílago,  una  materia  vegeto- 
animal, azufre  unido  con  el  aceite,  ácido  fosfórico. 
El  uso  de  la  cebolla  en  los  alimentos  remonta  á 
los  tiempos  mas  antiguos ,  y  sin  duda  tan  solo  por 
una  urgente  necesidad  es  como  se  pudo  gustar 
sustancias  que,  exhalando  un  vapor  acre ,  ofen- 
den al  olfato  y  á  los  ojos,  pero  que  el  hábito  debió 
en  seguida  hacerlas  hallar  agradables ,  por  una 
especie  de  depravación  del  sentido.  La  cebolla 
fue,  como  se  ha  indicado,  un  objeto  de  culto  entre 
los  Egipcios.  Juvenal  dice : 

Porrum  el  cepe  nefas  violare  et  frangere  morsu ; 
O  sánelas  genles,  quibus  hoce  nascwüur  in  hortis 
Numina. 
La  cebolla  constituía  una  parte  esencial  del 
alimento  del  soldado  romano;  Sócrates  le  atribuye 
la  virtud  de  aumentar  la  fuerza  y  el  valor  de  los 
guerreros,  pero  comida  en  exceso,  embrutece. 
Dícese  que  ios  esclavos  que  construyeron  las  pi- 
rámides de  Egipto  consumieron  una  cantidad  pro- 
digiosa de  cebollas;  también  se  refiere  que  hubo 
circunstancias  en  que  se  prohibió  á  los  clérigos  el 
comer  estos  bulbos. 

El  consumo  que  de  la  cebolla  se  hace  es  enor- 
me ;  hay  países  en  donde  forma  casi  el  alimento 
principal  de  los  habitantes.  Comida  cruda,  excita 
el  apetito ,  da  actividad  á  las  funciones,  y  sobre- 
todo aumenta  las  orinas  y  la  traspiración.  Por 
lo  común,  se  come  cocida  en  el  agua  ó  en  el  cal- 
do, el  vino,  etc.;  con  ella  se  hacen  sopas,  y  en- 
tra como  condimento  en  muchísimos  guisados. 
Los  bebedores  creen  que  precave  y  disipa  la  em- 
briaguez. Por  lo  demás ,  aunque  la  cebolla  sea  un 
alimento  muy  sano,  no  conviene  á  todos  los  estó- 
magos; muchas  personas  no  pueden  digerirla ,  y 
la  generalidad  la  rechazan  á  causa  de  su  olor; 
hay  sugetos  que  la  digieren  cocida,  y  no  pueden 
comerla  frita ,  lo  que  en  efecto  es  la  manera  mas 
indigesta  de  prepararla  ;  y  en  general  es  útil  á  los 
temperamentos  flemáticos  y  á  los  viejos ,  pero  no 
á  los  jóvenes,  ni  á  los  temperamentos  irritables. 
Las  cebollas  secas  son  mas  sanas  que  las  frescas; 
las  cocidas  mas  que  las  crudas ;  las  confitadas  en 
vinagre  mejores  que  las  secas. 

Como  medicamento ,  la  cebolla  posee ,  cuando 
cruda,  la  mayor  parte  de  las  propiedades  del  ajo, 
pero  en  menor  grado.  La  cebolla  blanca,  cocida 
en  el  rescoldo ,  hecha  pulpa  y  mezclada  con  en- 
jundia, aceite,,  etc. ,  es  empleada  en  cataplasma, 
como  madurativa  y  calmante;  con  las  mismascebo- 
llas  blancas  se  preparan  tisanas  pectorales ,  úti- 
les en  los  catarros ,  etc. 

El  zumo  de  la  cebolla  expuesto  al  aire  se  pone 
de  color  de  rosa,  es  sensiblemente  ácido  y  sus- 


AJO 

ceptible  de  convertirse  en  vinagre  por  la  fermen- 
tación; mezclado  con  el  agua  y  con  levadura  de 
cerveza,  fermenta  dando  en  la"  destilación  un  li- 
quido alcohólico.  El  zumo  de  cebolla  goza  de  re- 
putación como  diurético  y  como  disolvente  del 
cálculo  de  la  vejiga ,  y  por  eso  muchas  personas 
pedragosas  comen  cantidades  considerables  de 
cebolla. 

A  jo  Esquenopraso,  Cebollino  [Al- 
lium Sclurnoprasum,  L. ).  Pequeña  planta,  origi- 
naria deSiberia,  cultivada  en  las  huertas.  Sus 
hojas,  cortadas  menudamente,  son  empleadas 
como  condimento  de  las  ensaladas,  de  ciertas  sal- 
sas, etc.  Es  el  mas  dulce  de  los  ajos  empleados 
entre  nosotros. 

Ajo  Eseorodopraso,  Ajo  de  Espa- 
ña, Itorambola  A  llium Scorodoprasum, L.) . 
Esta  especie  se  cultiva  por  sus  bulbillos,  ó  pe- 
queños bulbos,  que  se  comen  como  las  chalotes, 
los  cuales  son  mas  dulces  que  éstas  y  casi  azu- 
carados. 

Ajo  oblicuo  (  Allium  obliquum,  L. ).  Esta 
especie,  originaria  de  Siberia,  es  empleada  en 
este  país  en  vez  del  ajo  común,  según  Pallas. 

Ajo  de  Oso  (  Allium  Ursinum,  L. ).  Haller 
dice  que  la  leche  de  las  vacas  que  comen  esta  es- 
pecie de  las  altas  montañas  siente  á  ajo ,  y  aun 
que  el  olor  se  comunica  á  los  quesos  que  con  ella 
se  hacen ;  también  recomienda  esta  planta  como 
un  buen  diurético. 

Ajo  Puerro ,  Puerro  [Allium  Porrum, 
L.).  Esta  especie,  que  se  dice  ser  originaria  de 
Suiza ,  es  cultivada  en  las  huertas ,  y  de  ella  se 
hace  mucho  uso  como  alimento  y  como  condi- 
mento. Las  hojas,  cuando  frescas  y  suculen- 
tas, son  de  muchísimo  uso,  sobretodo,  cocidas 
con  carnes  ó  como  formando  parte  de  sopas.  Con 
ellas  se  preparan  á  veces  lavativas  un  poco  esti- 
mulantes empleadas  en  las  constipaciones. 

Ajo  sativo,  Ajo  eomun  (Alliwnsati- 
vum,  L.).  Planta  indígena  bien  conocida,  cuyo 
bulbo,  vulgarmente  llamado  cabeza,  está  com- 

Íiuesto  de  otros  bulbillos,  que  en  lenguaje  común 
levan  el  nombre  de  dientes,  cubiertos  de  unas 
túnicas  muy  delgadas,  secas  y  blanquecinas;  su 
principio  aliáceo  es  menos  volátil,  ménospicante 
á  la  coyuntiva  que  el  de  la  cebolla,  pero  su  olor 
es  masdifusiltle,  mas  fuerte,  y  se  difunde  con  mas 
facilidad ,  de  modo  que  por  poco  que  se  despoje 
á  los  bulbos  de  su  cubierta ,  basta  para  que  este 
olor  se  deje  sentir  muy  vivamente. 

Según  el  análisis  hecho  por  el  Sr.  Bouillon-La 
grange,  el  ajo  contiene  mucílago,  azúcar,  azu- 
fre, sales  y  un  aceite  volátil  amarillo,  muy  acre, 
de  un  sabor  muy  fuerte ,  al  cual  atribuye  las  pro- 
piedades excitantes  de  esta  planta.  (V."  Aceite  vo- 
látil de  ajo. ) 

Él  ajo  es  mas  bien  condimento  que  comestible. 
Entre  los  Griegos,  aquellos  que  cumian  ajos  no 
podían  entrar  en  los  templos  consagrados  á  la 
madre  de  los  dioses  ó  Cibeles.  Virgilio  habla  del 
ajo  como  útil  á  los  segadores,  para  aumentar  ó 
sostener  sus  fuerzas  debilitadas  por  los  grandes 
calores ,  y  el  poeta  Macer  para  impedirles  de  dor- 


AJO  401 

mirse  á  fin  de  evitar  el  que  fuesen  dañados  por 
las  serpientes. 

Boc  idee  miscere  cibis  messoribus  est  mos, 
Ut  si  forte  sopor  fessos  depresserit  illos , 
Yermibus  a  nocuis  tecli  requiescerepossint 

Galeno  llama  al  ajo  la  Triaca  de  los  labradores; 
Plinio  lo  mira  como  útil  á  la  salud ;  los  Atenienses 
hacían  una  grande  provisión  de  él  cuando  debian 
embarcarse;  los  Egipcios  lo  adoraban;  los  sega- 
dores y  los  soldados  romanos  lo  comían  con  pla- 
cer ,  Oracio  lo  detestaba. 

Parentis  olim  si  quis  impiá  tnanu 

Senile  guüur  fregerit , 
Ldat  cicutis  allium  noeentius.  > 

Según  relación  del  padre  Acosta ,  los  Indios  pre- 
fieren el  ajo  á  toda  otra  raíz,  y  lo  tienen  como  un 
fruto  de  grande  eficacia,  que  "fortalece y  calienta 
el  estómago. 

Sabido  es  el  uso  que  hacemos  nosotros  de  este 
bulbo  como  condimento  en  ciertos  manjares,  co- 
mo en  los  guisados,  en  las  carnes  asadas ,  en  las 
ensaladas,  en  diversas  salsas  y  ajiaceites,  que 
se  comen  con  el  pescado  ó  los  caracoles;  también 
hay  personas  que  se  contentan  con  frotar  con 
ajo  el  plato  en  el  que  colocan  los  alimentos ,  ó 
la  corteza  del  pan  que  comen.  Cocido ,  pierde  la 
mayor  parte  de  su  actividad. 

E"l  uso  alimenticio  del  ajo  excita  el  apetito ,  es- 
timula el  estómago ,  facilita  la  digestión ,  arroja 
las  ventosidades.  Asegúrase  que  aumenta  la  sen- 
sibilidad de  la  retina,  (pie  hace  la  luz  mas  difícil 
de  suportar,  v  la  vista  mas  débil.  Hase  dicho 
también  que  éí  era  el  antídoto  de  los  hongos  de- 
letéreos. El  ajo  conviene  á  las  personas  que  viven 
de  alimentos  groseros,  de  pan  mal  fermentado, 
de  carnes  casi  crudas.  Pero  daña  al  cerebro  ya 
la  vista ,  provoca  la"  sed ,  porque  calienta  consi- 
derablemente;  no  conviene  á  los  temperamentos 
secos,  calientes,  irritables,  á  aquellos  que  pade- 
cen de  nervios  y  á  los  biliosos.  El  ajiaceite  embor- 
racha. 

Cuando  se  come  ajo ,  su  olor  se  deja  sentir  en 
el  aliento,  en  el  sudor,  en  las  ventosidades,  y  hasta 
en  las  úlceras;  tan  solo  las  orinas  no  lo  adquieren, 
aunque  toman  uno  de  picante  y  desagradable. 
Las  semillas  y  las  hojas  de  las  umbelíferas,  como 
el  peregil  y  el  perifollo ,  disminuyen  mucho  la  fe- 
tidez del  aliento  producida  por  la  cebolla,  el  puer- 
ro y  el  ajo. 

El  ajo  goza  de  gran  reputación ,  entre  ol  pue- 
blo, como  preservativo  de  las  enfermedades  pes- 
tilenciales ,  y  muchas  gentes  llevan  ajos  encima 
cuando  van  a  ver  enfermos  atacados  de  afeccio- 
nes contagiosas;  esta  pretendida  facultad  ha  he- 
cho designar  á  este  bulbo  bajo  el  nombre  de  Tria- 
ca de  los  pobres. 

Al  exterior,  hase  empleado  la  acritud  del  ajo, 
machacado  v  aplicado  en  la  superficie  de  la  piel, 
sobre  la  cual  obra  al  cabo  de  dos  horas  a  lo  mas. 
como  vejigante  ó  sinapismo,  en  las  afecciones 
paralíticas  ó  reumáticas;  con  él  se  hace  una  es- 


103  ALA 

pecie  de  ungüento  machacándolo  con  aceite  ó 
grasa ,  composición  conocida  bajo  el  nombre  de 
Mostaza  del  diablo ,  Aceite  de  ajo ,  que  es  un  po- 
deroso resolutivo  de  los  tumores  frios.  Dícese  que 
el  ajo  hace  caerlos  callos  délos  pies,  que  cúrala 
sarna,  latina,  que  aplicado  sobre  el  ombligo  mata 
las  lombrices  de  los  niños.  Estas  aplicaciones  pro- 
ducen no  solamente  la  vejigacion ,  sí  que  también 
calentura ,  y  preténdese  que  si  se  colocan  mu- 
chos dientes  de  ajo  en  el  recto ,  se  puede  procurar 
una  calentura  artificial,  y  se  acusa  á  ciertas 
personas ,  interesadas  en  pasar  por  enfermas  sin 
estarlo,  de  abusar  de  este  irritante.  El  ajo  es  em- 
pleado en  lavativa  como  estimulante  y  vermí- 
fugo. 

Hase  preconizado  el  uso  del  ajo  como  un  diuré- 
tico poderoso ,  y  se  le  recomienda  contra  las  are- 
nillas, el  cálculo,  la  hidropesía,  el  escorbuto,  las 
calenturas  intermitentes,  etc. 

El  zumo  de  ajo  es  muy  viscoso ,  y  tan  tenaz, 
cuando  seco ,  que  es  empleado  como  betún  para 
encolar  la  porcelana,  etc.  Hásele  también  emplea- 
do como  vermífugo,  mezclado  con  zumo  de  limón. 

Ajo  victorial .  Falso  Esplcauar- 
di  (Allium  Victoriale,  L.).  Esta  especie,  que 
crece  en  las  montañas  de  los  Alpes  y  en  Italia, 
difiere  de  todas  las  demás  especies  congéneres 
por  hojas  casi  ovales ,  y  porque  tiene  mas  bien 
una  raíz  fibrosa  que  un  bulbo.  Esta  raíz  se  había 
usado  como  diurética ,  y  con  sus  fibras  se  falsifi- 
caba, aveces,  elespicanardi. 

Ajo  de  viñas  (Allium  vineale,  L.).  Wi- 
llemet  dice  que  esta  especie  puede  ser  empleada 
en  vez  del  ajo  común,  y  que  ella  comunica  su  olor 
á  la  leche  de  las  vacas ,  cabras  y  ovejas ,  que  la 
comen,  y  hasta  á  la  manteca  que  con  ésta  se  ha- 
ce ,  que  entonces  tiene  un  gusto  fuerte  y  detesta- 
ble. 

A  JVB ATIPITA.  Arbusto  del  Brasil,  cu- 
yo fruto  es  semejante  á  una  almendra,  de  color 
negro ,  y  que  da  un  aceite  usado  entre  los  salva- 
jes para  fortificar  las  articulaciones. 

AL 

AIiABA^nDA.  Mármol  de  color  negro  muy 
subido ,  que  los  antiguos  Griegos  llamaban  Ala- 
banda  ó  Mármol  alabándico.  Beneficiábase  en  el 
Asia  Menor,  en  las  cercanías  de  Alabanda,  ciu- 
dad de  la  Caria.  Es  el  Mármolnegro  antiguo,  que 
ciertos  autores  han  llamado  negro  de  Luculo.  En 
Roma  existen  aun  muchas  muestras  de  mármol 
de  esta  especie  en  algunas  obras  arquitectónicas. 

A  li.%  if  A\  r>  l  .i  A  ó  Alamandina.  Es- 
pecie de  cuarzo  hialino  de  un  rojo  negruzco,  al 
(fue  se  le  ha  dado  el  nombre  de  Espinela  rojo-vio- 
leta. Los  antiguos  le  llamaron  Alamandina  ó  A  la- 
bandina ,  en  razón  déla  ciudad  de  Alabanda,  en 
el  Asia  Menor,  de  donde  se  la  traía.  En  el  comercio, 
estas  piedras  llevan  también  el  nombre  de  Rubí 
espinel.  (V.  Bubi  espinel ) 

ALABASTRITA),  Alabastro  blan- 
co vulgar,  Alabastro  yesizo ,  Cal 
sulfatada  compacta.  Es  mas  blando  y 
mas  traslúcido  que  el  mármol  blanco ,  pero  se  le 
parece  al  primer  aspecto,  cuando  ha  sido  puli- 


ALA 

mentado ;  esta  es  la  bella  variedad  que  lleva  en  el 
comercio  el  nombre  de  Alabastro  blanco,  y  ella 
es  la  que  debe  servir  de  comparación  vulgar  pa- 
ra expresar  una  grande  blancura ,  y  no  el  verda- 
dero alabastro ,  que ,  siendo  formado  por  concre- 
ción, tiene  siempre  manchas  y  vetas.  Esta  cal 
sulfatada  compacta  se  distingue  fácilmente ,  sea 
del  mármol,  sea  del  alabastro  calcáreo,  Io  por 
su  mucha  menor  dureza,  puesto  que  se  deja  ra- 
yar con  la  uña;  2o  porque  no  hace  efervecencia 
con  el  ácido  nítrico.  Este  pretendido  alabastro  ha 
llegado  á  ser ,  desde  algunos  años ,  un  objeto  de 
adorno ,  y  con  él  se  han  hecho  no  solamente  lám- 

Earas ,  vasos  de  chimenea ,  cajas  de  reloj  de  so- 
remesa  de  alto  precio ,  sí  que  también  figuras 
de  pequeña  proporción ,  según  los  mejores  mode- 
los. En  ciertas  obras ,  se  le  da  el  nombre  de  Ala- 
bastrito,  y  vulgarmente  el  de  A  labastro  yesizo.  Los 
antiguos  confundían,  como  se  hace  también  por 
lo  común  hoy  dia ,  estas  variedades  de  cal  sulfa- 
tada con  el  alabastro  calcáreo.  Hay  razones  para 
creer  que  la  piedra  que  los  antiguos  llamaban 
Fengita  (Phengites,)  y  con  la  cual  construían 
templos ,  es  esta  variedad  de  cal  sulfatada ,  que, 
dejando  penetrar  una  luz  débil  al  través  de  las 
paredes,  disponía  á  un  santo  recogimiento. 

Las  vastas  y  principales  canteras  de  alabastri- 
ta se  hallan  en  Voltera,  á  cerca  de  doce  leguas 
en  Florencia,  y  de  allí  vienen  esas  lámparas, 
esos  vasos  y  otros  objetos  de  valor ,  que  se  expi- 
den á  toda  la  Europa. 

En  España,  las  mejores  canteras  de  alabas- 
tro yesizo  son  las  de  Granada,  de  Madrid,  de 
Zaragoza,  de  Sarreal  en  Cataluña,  de  Orihue- 
la  en  Murcia,  de.  Cuevas  de  Vera  en  Andalucía. 
El  alabastro  de  Granada  es  tan  blanco  y  tras- 
parente como  el  de  Italia ;  en  dicha  ciudad ,  con 
él  se  elaboran  marcos  de  espejos,  figuritas, 
perritos ,  frutos  y  varios  otros  objetos  pequeños, 
y  si  no  se  hace  mas  uso  de  él  es  por  la  falta  de 
operarios  que  sepan  trabajarlo.  El  de  Madrid  y  el 
de  Zaragoza  son  siempre  de  un  fondo  blanco,  "pe- 
ro con  vetas  pajizas;  destíñanse  á  los  mismos 
usos  que  el  anterior ,  y  también  para  embaldosa- 
dos de  un  buen  efecto.  El  de  Serreal  es  blanco, 
poco  trasparente ,  y  en  las  cercanías  de  dicha 
villa  sirve  de  piedra  común.  El  de  Orihuela  se 
labra  para  toda  clase  de  obras  de  fábrica ,  como 
escalones,  mesas  y  otros  objetos ;  pero  no  es  sus- 
ceptible de  conservarse  por  mucho  tiempo  en  ra- 
zón de  que  su  vetado  de  color  plomizo  contiene 
moléculas  de  cal,  que  por  la  acción  del  agua  se 
separan,  produciendo  así  un  malísimo  efecto;  con 
todo,  esta  especie  de  alabastro  es  muy  empleado, 
nudiendo  decirse  que  el  establecimiento  de  Ori- 
huela es  uno  de  los  mas  grandes  de  la  península, 
El  de  Cuevas  goza  de  las  mismas  propiedades 
que  los  de  las  demás  canteras ,  y  todos ,  con  ope- 
rarios inteligentes,  serian  susceptibles  de  ser  be- 
neficiados ,  y  entonces  podríamos  prescindir  de 
los  alabastros  que  nos  vienen  de  Florencia,  de 
Liorna,  de  Voltera.  En  Mallorca  hay  también 
otra  cantera  de  alabastro,  denominada  Escayola, 
muy  blanco  y  trasparente. 


ALA 

ALABASTRO,  Cal  carbonatada 
concrecionada.  Este  es  el  Alabastro  verda- 
dero; pero  los  aticionados  y  los  mercaderes  de 
muebles,  como  zócalos  de  relojes  de  sobremesa, 
cotanas,  vasos  de  ornato,  etc.,  dan  comunmente 
este  nombre  al  Alabastrito  (Alabastro  yesizo,  va- 
riedad de  sulfato  de  cal )  que  acabamos  de  des- 
cribir. 

El  Alabastro  verdadero,  Alabastro  calcáreo, 
raras  veces  es  bastante  blanco  para  justificar  la 
comparación  vulgar  que  se  hace  hablando  de  un 
objeto  cuya  brillante  blancura  se  quiere  indicar. 
Esta  propiedad  corresponde  mas  bien  al  alabas- 
trito. Los  caracteres  mas  aparentes  del  alabastro 
calcáreo  son  estar  compuesto  de  capas  ondeantes 
paralelas ,  mas  ó  menos  traslúcidas,  de  un  blan- 
co de  leche  que  tira  al  amarillo  de  manteca  fres- 
ca, ó  amarillentas,  rojas,  etc.  Estos  caracteres 
son  debidos  á  la  manera  con  que  se  forman  en 
general  las  concreciones  petrosas :  concíbase  que 
la  cal  carbonatada  (creta)  tenida  en  disolución 
en  un  líquido  por  el  intermedio  de  un  exceso  de 
ácido  carbónico ,  en  vez  de  hallarse  en  circuns- 
tancias favorables  para  la  formación  de  cristales, 
cuele  lentamente,  y  en  cierto  modo  gota  á  gota, 
sobre  un  cuerpo  cualquiera ;  á  medida  que  el  ex- 
ceso de  ácido  que  la  tenia  en  disolución  se  ha  des- 
prendido y  la  na  abandonado,  ha  debido  formar 
capas  sucesivas  que  son  mas  ó  menos  puras, 
mas  ó  menos  coloradas,  según  que  la  disolución  ha 
arrastrado  con  ella  mas  ó  menos  impurezas. 

Hay  en  la  naturaleza  cavidades  considerables 
que  presentan  el  ejemplo  de  esta  formación  lenta 
y  sucesiva :  estas  cavidades  ó  grutas  dejan  resu- 
dar y  gotear  de  sus  paredes  el  líquido  cargado  de 
cal  carbonatada;  cuando  cae  de  la  bóveda  de  la 
gruta  en  el  suelo ,  deja,  evaporándose,  una  lige- 
ra capa  de  materia  sólida  que  se  vuelve  á  cubrir 
de  nuevas  capas  y  crece  en  grueso,  formando 
una  especie  de  cono  ensanchado ,  cuv  a  punta  es- 
tá vuelta  hacia  la  vóbeda ,  — y  esto  es  lo  que  se 
llama  Estalácmitas.  Otras  concreciones  salen 
de  las  paredes  laterales ,  y  toman  la  forma  de 

Kezones,  coliflores,  etc..  Con  frecuencia  tam- 
ien  el  líquido  que  sale  del  techo  no  tiene  la  su- 
ficiente fluidez  para  caer ,  y  entonces  basta  que 
algunas  gotas ,  retenidas  por  cierto  tiempo  contra 
la  vóbeda ,  formen  en  ella  un  pequeño  cono  pro- 
longado y  hueco,  para  que  se  aumente  sucesiva- 
mente por  el  nuevo  líquido  que  llega  en  esta  parte 
de  la  \  obeda ,  y  forme  así  largas  concreciones,  al- 
guna s  veces  abultadas  por  el  extremo;  bastando  pa- 
ra dar  una  idea  de  este  fenómeno  recordar  lo  que  su- 
cede cuando  el  agua  se  congela  en  los  tejados  en 
carámbanos  puntiagudos.  Estas  concreciones  pro- 
longadas, aveces  huecas  en  unapartede  su  longi- 
tud, se  llaman  Estalactitas-  y  se  conoce  muy  bien 
que  el  liquido  puede  llegar  de  las  paredes  superio- 
res con  bastante  abundancia  para  que  una  parte  so- 
lamente de  la  materia  calcárea  sea  empleada  en 
formar  estalactitas,  mientras  el  resto ,  cayendo, 
continua  en  elevar  estalácmitas. 

Un  sin  número  de  circunstancias,  haciendo  va- 
riar sea  la  forma  de  los  sólidos  por  las  cuales  el 


ALA  ♦  J03 

líquido  cargado  de  materia  calcárea  resuda  ó  cue- 
la de  las  paredes  de  la  gruta ,  sea  la  de  los  cuer- 
pos que  encuentra,  influyen  consecuentemente  en 
las  formas  de  estas  concreciones,  que  á  veces  tie- 
nen, como  se  observa  en  la  gruta  de  Antíparos,  la 
apariencia  de  piedras  que  hubiesen  vegetado,  y 
cuyos  colores  dependen  de  los  terrenos  que  el  li- 
quido ha  atrav  esado  infiltrándose ,  terrenos  con 
frecuencia  impregnados  de  óxidos  metálicos  ú 
otras  sustancias  colorantes.  Por  otra  parte,  las 
formas  las  mas  raras  ó  las  mas  elegantes  reciben 
de  la  imaginación  de  los  curiosos  que  las  visitan, 
diversos  aspectos  que  contribuyen  también  á  em- 
bellecerlas ó  hacerlas  horrorosas  ó  ridiculas;  así 
es  que  ciertas  grutas  han  sido  trasformadas,  bajo 
la  pluma  de  ciertos  viajeros,  en  templos  de  ala- 
bastro, adornados  de  estatuas,  de  colunas  natu- 
rales, de  plantas,  etc. 

Las  grutas,  sitios  de  estos  rezumos,  acaban 
con  el  tiempo  por  llenarse,  y  llegan  á  ser  verda- 
deras canteras  de  alabastro,  susceptibles  de  ser 
beneficiadas ,  porque  las  estalactitas  y  las  esta- 
lácmitas, engruesándose sucesivamente,  ensegui- 
da solo  forman  masas ,  cuyos  instersticios  llenan 
los  nuevos  jugos  lapidíficos;  lo  que  explica  muy 
plausiblemente  las  ondulaciones  de  las  div  ersas 
tintas  que  se  observan  en  las  planchas  de  ala- 
bastro. Cuando  éste  es  amarillo-rojo  ó  rojizo,  y 
las  zonas  ú  ondulaciones  tienen  colores  que  re- 
saltan unos  cerca  de  otros,  se  le  llama  vulgar- 
mente A labastro  oriental,  y  también  Alabastro 
ónice,  cuando  las  vetas  son  derechas  y  bien  distin- 
tas. Con  él  se  hacen  planchas,  vasos,  zócalos; 
se  le  atribuye  también  el  epiteto  de  oriental, 
cuando  solo  tiene  un  tinte  amarillento  con  ondu- 
laciones de  color  de  sebo.  En  fin,  se  llama  Ala- 
bastro florido  el  que  tiene  manchas  irregulares, 
y  de  colores  variados. 

El  alabastro  se  explota  principalmente  en  Tos- 
cana,  en  Sicilia,  en  Malta,  etc.  En  cuanto  á  las 
grutas  que  todavía  no  forman  canteras  llenas, 
las  mas  célebres  son  las  de  Antiparos  en  el  Ar- 
chipiélago, de  Castelton  en  Inglaterra;  las  hay 
de  muy  hermosas  en  los  Estados-Unidos ,  y  en  Es- 
paña tenemos  las  bellas  grutas  de  Coin  cerca  de 
Málaga  y  las  de  Valencia.  Con  alabastro  de  éstas 
últimas  "hanse  ejecutado  las  grandes  colunas  y 
otras  obras  de  la  capilla  de  la  Virgen  de  los  De- 
semparados,  y  el  frontis  del  magnífico  palacio 
del  Sr.  marqués  de  las  Dos  Aguas,  edificado  en 
la  plaza  de  ^  illarrasa  de  dicha  ciudad. 

Ciertas  fuentes  tienen  en  disolución  tan  grande 
cantidad  de  cal  carbonatada ,  que  basta  colocar 
moldes,  con  las  precauciones  convenientes,  bajo 
chorlitos  de  agua  muy  div  ididos  y  fácilmente  eva- 
porables, para  obtener  de  ella  en  algunos  dias 
relieves  de  esta  sustancia.  Los  baños  de  San  Fe- 
lipe, en  Toscana,  tienen  nombradía  á  causa  de 
esta  propiedad,  que  se  observa  en  España  en  al- 
gunas fuentes. 

Esta  v  ariedad ,  que  se  pega  á  los  cuerpos  que 
se  le  presentan,  es  también  llamada  Callarbona- 
tada  tncrustante,  y  cubre  á  veces  vegetales,  ni- 
dos de  aves;  etc.,  que  conservan  sus  formas. 


404  ALA 

AIAMATOSÍ,  Fruto  de  Madagascar,  del 
grueso  y  sabor  de  nuestra  ciruela  del  que  se 
conocen  "allí  dos  variedades. 

.%  li ,ll?iO .  Populus.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  amentáceas,  sección  de  las  salicí- 
neas, de  la  dioecia  octandria,  cuyo  nombre  latino 
indica  la  extrema  multiplicidad  délos  individuos 
de  algunas  de  sus  especies,  cultivadas  en  todas 
partes  en  las  plazas ,  los  paseos ,  los  caminos,  etc. 
Los  álamos  son  grandes  arboles  dioicos  que  vege- 
tan en  los  lugares  acuáticos  en  donde  crecen  rá- 
pidamente: las  cortezas  de  algunos  de  ellos  contie- 
nen un  febrífugo  conocido  bajo  el  nombre  de  Popu- 
lina,  y  Gmelin  pretende  que  enSiberiase  hacen 
tapones  con  elparenquima  de  la  del  Álamo  negro; 
su  madera  es  blanca,  tierna,  fácil  por  consiguien- 
te de  trabajar,  y  de  ella  se  hace  mucho  uso  en 
carpintería ,  etc. ,  bajo  el  nombre  de  Madera 
blanca,  y  á  veces  de  Abeto;  sus  yemas  de  hojas 
están  imprecnadas  de  una  materia  resinosa,  vis- 
cosa y  balsámica;  sus  hojas,  en  general,  trian- 
gulares, sencillas,  están  sostenidas  por  un  pe- 
cíolo glanduloso ,  complanado ,  lo  que  las  hace 
remover  al  menor  viento ;  sus  hojas  masculinas 
en  amento,  y  las  femeninas  presentan  cápsulas 
de  dos  celdillas  en  las  cuales  las  semillas  están 
envueltas  en  una  especie  de  borra  ó  algodón  que 
puede  hilarse,  y  emplearse  para  fabricar  pa- 
pel ,  etc. 

La  mayor  parte  de  los  álamos  crecen  en  Euro- 

Ía ,  pero  muchas  grandes  especies  de  este  género 
abitan  la  América  septentrional.  Cultívanse  co- 


mo árboles  de  ornato ,  y  por  su  madera,  que  es 

"  5  la 
Vegetan,  etc. 


productiva,  en  razón  de  la  prontitud  con  que  ellos 


Álamo  nalsamíf ero ,  Balsamero 

[Populus  balsamif era,  L.).  Originario  déla  Amé- 
rica septentrional  y  de  la  Siberia ,  es  á  veces 
cultivado  en  los  jardines  de  los  curiosos,  en  don- 
de apenas  se  eleva  ala  altura  de  un  arbusto.  El 
zumo  resinoso  de  sus  yemas  es  tan  abundante  que, 
recogido  con  cuidado,  forma  una  especie  de  bál- 
samo que  Pallas  compara  al  bálsamo  de  la  Meca, 
y  al  que  en  la  Union  se  le  atribuyen  propiedades 
antigotosas  y  antireumáticas.  Los  Rusos  de  las 
riberas  del  Irkutz  ponen  en  infusión  estas  yemas 
en  el  alcohol  que  ellos  destilan ,  obteniendo  así 
un  líquido  que  les  parece  agradable  al  gusto ,  y 
que  estiman  como  diurético ,  y  lo  emplean  en  él 
escorbuto,  la  disuria  resultante  de  encogimientos 
venéreos  de  la  uretra,  etc. 

Álamo  Manco  {Populus  alba,  L.).  Árbol 
indígeno ,  que  se  encuentra  en  los  bosques ,  en 
donde  se  le  distingue  en  sus  hojas  del  todo  blan- 
quecinas y  tomentosas  por  debajo.  Los  antiguos 
lo  consagraban  á  Hércules,  y  los  atletas  se  coro- 
naban con  sus  ramos.  Según  el  Sr.  Coltereau,  la 
corteza  y  las  hojas  de  este  árbol  son  febrífugas  en 
un  grado  muy  notable.  Su  madera ,  cortada  en 
tiras,  sirve  para  trenzar  esteras,  hacer  sombre- 
ros, etc.  Dícese  que  los  chupones  de  este  álamo 
experimentan  aveces  una  dilatación  notable.  Co- 
nócese una  variedad  de  este  árbol ,  el  Álamo  en- 
canecerte [Populus  incanescens,  Willd.)  de  cuyas 


ALA 

semillas  se  recoge,  6egun  Pallas,  un  algodón  pro- 
pio para  ser  trabajado. 

Álamo  de  Crecía ,  Álamo  de  Ate- 
nas [Populus  gradea,  H.  Kew.).  Según  el  se- 
ñor Braconnot,  su  corteza  contiene  populina. 

Álamo  negro ,  Cliopo  ( Populus  nigra, 
L. ).  Es  indígeno  de  la  España  y  de  una  gran  par- 
te de  la  Europa ,  en  donde  crece  en  los  bosques, 
en  las  orillas  de  los  arroyos,  etc. ,  y  en  donde  se 
le  propaga  en  razón  de  la  bondad  de  su  madera, 
mas  buscada  que  la  del  álamo  piramidal :  los  an- 
tiguos hacian  de  ella  broqueles,  y  nosotros  la  em- 
pleamos para  fabricar  objetos  de  menaje ,  de  car- 
pintería, etc. 

En  la  primavera ,  se  recogen  las  yemas  de  este 
álamo ,  que  entonces  se  hallan  en  un  estado  resi- 
noso muy  marcado ,  y  se  conservan  en  la  grasa 
hasta  que  los  demás  vegetales,  propios  para  la 
confección  del  ungüento  populeón,  están  floridos. 
Estas  yemas  son  casi  análogas  á  las  del  Balsame- 
ro ,  y  su  olor  se  asemeja  un  poco  al  del  bálsamo 
del  Tolú ,  cuyas  propiedades  médicas  tienen  sin 
duda;  dícese  que  las  abejas  hacen  de  ellas  la  base 
de  su  propóleos.  Según  el  Sr.  Pellerin ,  contie- 
nen :  aceite  esencial  oloroso ,  una  materia  resino- 
sa, agua  de  vegetación,  un  extracto  gomoso,  áci- 
do agállico ,  ácido  malico ,  una  materia  grasa 
particular,  albúmina,  sales,  entre  otras  fosfato  de 
cal,  etc. 

El  algodón  de  los  frutos  de  esta  especie  de  ála- 
mo puede  también  hilarse  y  tejerse,  y  servir  pa- 
ra fabricar  papel,  etc. ;  y  como  la  cantidad  de 
estos  árboles  es  considerable ,  podría  quizás  sa- 
carse algún  partido  utilizándolo.  En  tal  caso 
deberían  plantarse  sobre  todo  individuos  hem- 
bras. 

Álamo  piramidal  ( Populus  fastigiata, 
Poirel ) .  Este  grande  y  hermoso  árbol  de  ramas 
derechas  y  cuya  patria  se  ignora ,  no  cuenta  en 
Europa  sino  individuos  machos.  Hásele  llamado 
Álamo  de  Italia ,  Álamo  de  Constantinopla ,  Ála- 
mo de  Turquía ,  y  es  cultivado  con  profusión  en 
diferentes,  partes :  es  dé  un  efecto  muy  pintores- 
co en  los  parques,  en  los  paseos,  etc.  Su  tronco, 
que  es  muy  aíto  y  muy  derecho ,  produce  largas 
tablas;  su  madera  es  de  un  blanco  agradable  y 
muy  ligera ,  de  suerte  que  con  ella  se  hacen  una 
multitud  de  pequeñas  obras,  como  cajas  de  té, 
cofrecítos,  varillajes  de  abanicos,  etc.,  encima 
de  las  cuales  se  pintan  flores,  aves,  etc. 

Álamo  Tacamaca  [Populus  Tacamaha- 
ca ,  Mili. ).  Este  árbol  es  el  mismo  que  el  Álamo 
balsamero ,  según  Linneo ;  pero  Miller  le  cree  di- 
ferente, y  opina  que  dala  sustancia  balsámi- 
ca confundida  por  ciertos  autores  con  la  Taca- 
maca. 

Álamo  trémulo ,  Temblón ,  Polio 
( Populus  trémula ,  L. ) .  Este  árbol  indígeno  debo 
el  nombre  de  Temblón  á  que  sus  pecíolos,  largos, 
bastante  fuertes  y  muy  complanados,  tiemblan 
al  menor  céfiro ,  lo  que  hace  que  las  hojas  se 
muevan  casi  continuamente,  fenómeno  semejante, 
pero  todavía  mas  notable,  al  que  ofrecen  los  otros 
álamo?.  La  corteza  de  esta  especie  es  amarga,  y 


ALB 

vsi  Sihcria  se  emplean  sus  cenizas ,  que  son  muy 
alcalinas,  mezcladas  con  el  agua,  (Te  la  que  sé 
bebe  mañana  y  tarde  en  la  sífilis,  las  afecciones 
escorbúticas,  etc..  Esta  corteza,  que,  según  Bra- 
eimnot,  contiene  populina  y  salicina,  en  algunas  lo- 
calidades, es  empleada  en  las  calenturas  intermi- 
tentes. 

Álamo  Falso  Trémulo  (Populus  Trc- 
wiu/oú/cs,  Mich.).  Árbol  délos  Estados-Unidos, 
cuya  corteza  es  empleada ,  en  este  país  ,  como 
febrífuga,  estomática  v  tónica. 

El  Ai. amo  amh'lado  [Populus  angulata,  Mich.), 
el  Álamo  dkl  Canadá  (Populus  canadensis,  Mich . ) , 
el  Álamo  pe  grandes  dientes  [Populus  qrandt- 
rien tata,  Mich.),  el  Álamo  de  Virginia,  dicho  de 
Siiza  [Populus  Vire/imana,  Desf. ),  especies  de 
la  America  septentrional ,  se  cultivan  á  veces  en 
los  jardines  y  también  en  los  lugares  públicos  en 
vanos  puntos  de  Europa. 

AliAXCilO,  Alangicm.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  mirtáceas,  de  la  poliandria 
monoginia  deLinneo. 

Alangio  de  diez  pétalos  (Alangium 
decapetalum ,  Lam. ) .  Sus  raices  son  usadas  entre 
los  Malayos  como  purgante  hidrogogo ,  y  sus  ba- 
yas aromáticas  son  comestibles.  Las  raíces  del 
Alangio  de  seis  pétalos  (Alangium  hexapeta- 
lum,  Lam.)  gozan  de  las  mismas  propiedades. 

AláAQUECA.  Piedra  que  se  encuentra,  en 
pequeños  fragmentos  pulimentados ,  en  Balagata, 
en  las  Indias.  Se  la  mira  como  hemostática,  apli- 
cada al  exterior. 

A  lili  A  ll  ACÁ  ,  Ocimum.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  labiadas ,  de  la  didinamia 
gimnospermia.  En  general,  son  especies  herbá- 
ceas,  a  veces  anuas ,  de  llores  poco  aparentes, 
de  olor  agradable,  que  crecen  entre  los  trópicos, 
y  que  son  empleadas  en  muchos  países,  como  con- 
dimentos, ó  como  olores;  estas  plantas  son  activas, 
y  sus  propiedades  cordiales,  sudoríficas,  etc.,  en  la 
mayor  parte  de  ellas,  son,  análogas. 

Álbahaea  blanca  [Ocimum álbum,  L.). 
El  zumo  de  sus  hojas  es  empleado  en  la  India  con- 
tra el  catarro  de  los  niños. 

Álbahaea  encaneeente  ( Ocimum  in~ 
canescens ,  Mart. ) .  Según  Martius ,  el  infuso  de 
esta  especie,  que  es  muy  aromática,  es  prescrito 
en  el  Brasil  como  diurético  y  sudorífico,  después 
de  los  resfriados ,  bajo  el  nombre  de  Remedio  di 
Vaqueiro,  así  como  el  del  Albahaca  muy  agradá- 
is i  ó  Albahaca  de  ceilan  (Ocimum  gratissimum, 
L. ,'  Ocimum  cey/anteum,  Burm),  que  se  distingue 
por  su  olor,  que  es  de  los  mas  suaves. 

Álbahaea  de  flores  delgadas  ( Oci- 
mum tenuiflorum,  L.).  Esta  especie,  en  Java,  es 
mirada  como  un  aromático  estimulante. 

Albaliaea  de  Guinea  (Ocimum  guiñéen- 
se, Sch.  .  .Muy  empleada  en  medicina  entre  los 
negros ,  sobre  todo  en  las  calenturas  biliosas. 

Álbahaea  muy  pequeña  (Ocimum 
mínimum,  L.).  Especie  indígena  generalmente 
conocida,  que  se  cultiva  en  ollas  ú  otros  vtam 
de  tierra  en  las  ventanas;  es  balsámica  y  a  \  tees 
usada  como  condimento. 
II 


ALB  405 

Álbahaea  peluda  (Ocinntmpilosirm,  W.). 
Según  el  doctor  Flemming,  las  mugeres  emplean, 
en  la  India,  las  semillas  de  esta  especie,  cu- 
yo infuso  es  mucilaginoso ,  para  calmar  los  dolo- 
res del  parto.  La  planta  entera  sirve  también  co- 
mo condimento. 

Álbahaea  Real,  Albahaca  común 
( Ocimum  Basilicum ,  L. ).  Esta  especie  anua,  de 
la  India,  es  cultivada  en  España  en  los  jardines  y 
hasta  en  las  ventanas  de  las  casas  del  mas  pobre 
artesano ,  en  razón  déla  suavidad  de  su  olor,  que 
se  maniüesta  sobre  todo  pasando  las  manos  soiire 
sus  hojas.  líasela  llamado  Real,  para  indicar  la 
supremacía  de  este  olor  sobre  el  de  las  demás 
plantas. 

En  la  India ,  el  zumo  de  las  hojas  de  la  alba- 
haca  se  echa  en  la  oreja  para  curar  la  otitis ;  las 
semillas  son  miradas  como  refrescantes  y  cal- 
mantes ,  y  se  dan  en  infuso  en  las  gonorreas ,  el 
ardor  de  la  orina,  las  afecciones  nefríticas,  á  la 
dosis  de  medio  vaso,  dos  veces  al  día.  EnPersia, 
se  hacen  hinchar  las  semillas  de  esta  planta  en 
el  agua,  se  hielan,  y  se  dan  como  refresco  en 
los  calores  excesivos  del  verano.  En  Egipto,  las 
hojas  de  la  albahaca  son  usadas  como  condimen- 
to ;  y  entre  nosotros  se  hace  de  ellas  á  veces  un 
uso  semejante ,  y  muchas  de  nuestras  fórmulas 
culinarias  indican  salsas  de  albahaca.  Hay  coci- 
neros bastante  hábiles  para  emplear  con  tanta 
maestría  la  albahaca,  el  tomillo,  el  serpol  y  la 
agedrea,  que  los  manjares  que  ellos  condimen- 
tan son  tan  agradables  como  aquellos  en  los  cua- 
les se  hacen  entrar  especiarías  exóticas ;  pero, 
para  esto,  es  menester  que  estas  plantas  hayan 
sido  cogidas  en  la  época  de  su  florescencia  y  que 
havan  sido  convenientemente  secadas. 

El  olor  y  el  sabor  de  la  albahaca  no  gustan  á 
todas  las  personas.  Esta  planta  afecta  fácilmente 
la  cabeza;  Dioscorides  pretende  que  su  abuso 
debilita  la  vista ;  Avicena  asegura  que  ocasiona 
la  melancolía ;  Galeno  no  cree  su  uso  sano ;  Ma- 
tíolo  dice  que  daña  al  estómago ,  porque  ella  es 
de  difícil  digestión ;  Varron  expone  que  purga  con 
prontitud  á  los  bueyes  que  la  comen. 

Esta  planta  contiene  un  aceite  esencial  (V. 
Aceite  volátil  de  albahaca),  muy  suave,  que  tiene 
la  propiedad  de  cristalizar. 

La  albahaca  seca  conserva  su  olor  aromático; 
y  hay  personas  que  con  ella,  en  este  estado,  lo- 
man su  infuso  teiforme. 

Albahaca  rizada  (Ocimum  crispum, 
Thunb.).  Usada,  en  el  Japón,  en  infuso  contra  el 
reumatismo. 

Albahaca  salina ,  Albahaca  sil- 
vestre (  Ocimum salinum ,  Mol.).  Esta  planta, 
que  crece  en  Chile ,  es  muy  parecida  á  la  alba- 
haca  común ;  su  sabor  y  su  olor  son  los  de  las 
plantas  marinas.  Lna  gran  parle  del  año,  está  cu- 
bierta, todas  las  mañanas,  de  glóbulos  salinos, 
duros  y  lucientes,  que  la  dan  el  aspecto  del  rocío. 
La  planta  produce  cerca  demedia  onza ,  por  día, 
de  estos  glóbulos.  Los  labradores  recogen  esta 
sal,  (pie  emplean  como  la  sal  común,  puesto  que 
su  sabor  es  aun  mas  fuerte  que  el  de  ésta.  Esta 
tomo  i. 


\  06  ALB 

especie  de  albahaca  crece  en  un  terreno  fértil, 
que  no  presenta  ningún  indicio  de  sal,  á  mas  de 
60  millas  del  mar. 

Albahaca  santa  ( Ocirnum  sanetum ,  L . ) . 
Los  prácticos  tamules  prescriben,  á  veces ,  en  ía 
India ,  el  infuso  de  esta  especie  contra  las  calen- 
turas ;  y  el  zumo  de  sus  hojas  se  da  también  en 
las  afecciones  catarrales. 

Albahaca  vellosa  (  Ocirnum  hirsitum , 
Rottl.).  Los  médicos  indios  prescriben  el  infuso 
de  esta  especie  contra  la  diarrea  de  los  niños  du- 
rante la  dentición. 

AIíBABICOQUEBO,  Armemaca.  Gé- 
nero de  plantas  de  la  familia  délas  rosáceas,  sec- 
ción de  las  amigdáleas ,  déla  icosandria  monogi- 
nia  de  Linneo. 

Albaricoquero  vulgar  (A  rtneniaca  vul- 
garis,  Lam.;  Prunus  armeniaca,  L.).  Este  ár- 
bol originario  de  la  Armenia,  de  lo  que  ha  reci- 
bido su  nombre  latino ,  es  cultivado  en  las  huer- 
tas por  la  bondad  de  su  fruto.  El  tronco,  y  á  veces 
todas  las  partes  de  este  vegetal,  hasta  el  fruto, 
trasudan,  durante  los  calores  del  verano ,  una 
goma  rojiza,  análoga  á  la  goma  arábiga,  que 
puede  reemplazar  á  ésta  en  algunas  artes,  y  que 
constituye  una  de  las  variedades  de  goma  del 
país. 

El  fruto  es  demasiado  conocido  para  que  haya 
necesidad  de  ser  descrito:  en  el  exterior  y  en  el 
interior  es  de  un  amarillo  que  le  es  propio ;  su 
carne  tan  delicada  que  se  deshace  en  la  boca,  de 
un  olor  y  sabor  muy  agradables  en  las  buenas  va- 
riedades y  en  los  años  calientes.  El  Albaricoque 
se  come  crudo  ó  cocido ;  con  él  se  hacen  compo- 
tas y  mermeladas ;  se  le  confita  en  aguardiente  y 
también  en  vinagre.  A  este  fruto  se  le  acusa  de  cau- 
sar calenturas;  cuando  es  bien  maduro,  ningún 
daño  produce  si  no  se  come  en  demasía ;  solo  el 
exceso  puede  ser  nocivo ,  como  esto  tendrá  lugar 
para  todo  otro  alimento ;  si  es  verde ,  de  mala 
calidad,  puede  producir  accidentes,  porque  en- 
tonces es  indigesto,  sobre  todo  si  se  come  mucho 
de  él ,  como  lo  hacen  á  veces  los  niños.  Sin  em- 
bargo ,  como  se  observan  calenturas  en  la  época 
de  la  madurez  de  los  albaricoques ,  háselas  atri- 
buido á  estos  frutos,  mientras  que  ellos  no  son 
mas  que  concomitantes  en  su  aparición;  podría 
decirse  en  verdad  que  los  albaricoques,  siendo 
humectantes ,  refrescantes  y  atemperantes  ,  son 
mas  propios  para  hacerlas  pasar  que  para  cau- 
sarlas. 

Según  Cullen ,  el  albaricoque  es  el  mejor  de 
los  frutos  de  cuesco ;  es  menos  susceptible  de 
acedarse  en  el  estómago  que  el  melocotón,  y  tam- 
bién es  de  mas  fácil  digestión ,  á  no  ser  que  se 
coma  en  exceso.  Deben  preferirse  los  albarico- 
ques gruesos ,  carnudos ,  muy  maduros ,  de  un 
sabor  agradable,  y  beber  después  vino.  Este  fru- 
to no  conviene  á  todos  los  estómagos :  las  perso- 
nas sedentarias,  las  que  digieren  mal,  deben 
abstenerse  de  él,  ó  comerlo  con  precaución. 

El  cuesco  del  albaricoque  sirve  para  preparar 
licores  de  mesa  muy  apreciados ,  que  tienen  la 
aroma  que  caracteriza  á  estaparte  del  fruto.  La 


ALB 

almendra  es  comida  con  placer  por  ciertas  perso- 
nas, pero,  en  gran  cantidad ,  puede  ser  nociva; 
de  ella  se  extrae  un  aceite,  que  se  dice  ser  bueno 
contra  los  dolores  hemorroidales  y  los  zumbidos 
de  oídos ,  y  que  es  análogo  al  de  las  almendras 
amargas ,  asi  como  su  agua  destilada.  Hay  una 
variedad  de  albaricoque  cuya  almendra  es  oblon- 
ga ,  blanca,  y  de  sabor  dulce  agradable. 

AIjBUCA  ,  Albuca.  Género  de  plantas  de  la 
familia  délos  bromeliáceas ,  déla  hexandriamo- 
noginia  de  Linneo.  Indícanse  algunas  especies 
originarias  todas  del  Cabo  de  Buena  Esperanza. 
Entre  ellas ,  según  Thunberg ,  los  Hotentotes  em- 
plean el  tallo  del  Albuca  mayor  (Albuca  major, 
L. ),  que  es  mucilaginoso ,  para  apagar  la  sed. 

ALBÚMINA.  Principio  inmediato  orgáni- 
co ,  muy  esparcido  en  las  sustancias  animales, 
que  se  encuentra  también  en  ciertas  sustancias 
vegetales. 

Albúmina  animal.  Compuesto  de  oxí- 
geno ,  de  hidrógeno ,  de  carbono  y  de  ázoe, 
que  existe  naturalmente  en  un  gran  número  de 
líquidos  y  de  materias  animales  ( sangre ,  carne 
muscular,  cartílagos,  etc.),  que  se  manifiesta 
accidentalmente  en  diversos  fluidos  mórbidos 
(líquidos  délos  hidrópicos,  serosidad  de  los  ve- 
jigatorios, orina  de  los  sifilíticos ,  etc.],  y  que 
compone,  en  casi  su  totalidad,  el  albumen  ó 
clara  de  nuevo ,  que  le  ha  dado  su  nombre. 

Siendo  la  clara  de  huevo  albúmina  casi  pura, 
sus  propiedades  son  generalmente  consideradas 
como  iguales'á  esta  sustancia,  que  por  otra  parte 
pocas  veces  es  empleada  aislada  de  la  corta  por- 
ción de  sosa,  de  azufre,  de  moco  y  de  sales,  que 
casi  siempre  contiene.  Según  el  Sr.  Guibourt,  la 
albúmina  en  el  estado  de  pureza  no  es  distinta  de 
la  fibrina.  La  clara  de  huevo  es  un  líquido  viscoso, 
trasparente,  ligeramente  verdoso,  inodoro,  casi 
insípido;  soluble  en  el  agua  fria,  hecha  abstracción 
de  la  redecilla  celular  que  contiene,  y  dando  á 
este  fluido  viscosidad  y  la  facultad  de  hacer  espu- 
ma por  la  agitación ;  es  coagulable  por  la  acción 
del  calor ,  del  alcohol ,  del  éter,  de  los  ácidos 
fuertes  y  del  tanino.  Cuando  se  la  seca,  toma  una 
apariencia  gomosa  perdiendo  los  cuatro  quintos 
de  su  peso,  y  todavía  puede  disolverse  en  el  agua. 
Cuando  ha  sido  coagulada  por  el  calor,  es  decir, 
que  ha  sido  solidificada,  se  vuelve  opaca,  y  ya 
no  es  soluble;  con  todo  la  albúmina  entonces  pa- 
rece no  haber  experimentado  ningún  cambio  de 
composición ,  y  solo  deber  á  su  estado  físico  y  á 
su  mayor  cohesión ,  sus  nuevas  propiedades.  Este 
coágulo  es  el  que  constituyela  espuma  del  caldo 
de  carne. 

La  albúmina  descompone  la  mayor  parte  de 
las  soluciones  metálicas,  singularmente  las  de 
cobre  y  de  mercurio ;.  propiedad  preciosa  para 
el  tratamiento  de  los  envenenamientos  producidos 
por  estas  sales ,  en  razón  de  no  ser  nocivos  los 
nuevos  cuerpos  insolubles  que  resultan  de  esta 
acción.  Claras  de  huevos  desleídos  en  agua  son, 
pues ,  sobre  todo  el  medio  mas  eficaz  en  los  acci- 
dentes producidos  por  el  sublimado  corrosivo. 

Los  usos  alimenticios  de  la  albúmina  son  gene- 


ALB 

raímente  conocidos,  y  además  serán  indicados  en 
el  articulo  Huevo  de  este  Diccionario,  porque  es 
raro ,  como  alimento ,  aislar  la  clara  de  la  yema 
de  huevo.  No  obstante,  diremos  aquí  que  á  la  cla- 
ra de  huevo,  como  alimento,  se  la  debe  conside- 
rar en  el  estado  líquido  y  viscoso ,  es  decir ,  an- 
tes que  haya  experimentado  la  acción  del  luego 
ni  la  del  aire ,  en  el  estado  lechoso  que  pierde 
por  un  calor  moderado,  y  en  fin  en  el  estado  de 
coagulación,  lo  que  constituye  el  huevo  duro.  En 
el  primer  estado ,  pesa  en  el  estómago ,  porque 
sus  membranas  no  se  dividen  luego ;  sin  embar- 

fo  muchas  personas  engullen  el  huevo  al  salir 
e  la  gallina,  sin  que  les  cause  daño.  En  el  se- 
gundo estado ,  la  cocción  ha  destruido  los  lazos 
de  las  membranas  que  encerraban  la  albúmina,  y 
es  de  mas  fácil  digestión ;  este  estado  lechoso  no 
tiene  lugar  sino  en  los  huevos  muy  frescos  y  muy 
llenos.  Endurecida,  es  susceptible  de  tomar  muy 
fácilmente  el  gusto  y  el  olor  hepático,  lo  que  suce- 
de sobre  todo  en  los  huevos  que  han  sido  conser- 
vados por  largo  tiempo:  entonces  son  calientes,  no 
solo  porque  los  hue\  os  en  general  constriñen  el 
^  ientre  y  disminuyen  las  evacuaciones  intestinales, 
sí  que  también  porque  producen  gas  hidrógeno 
suturado,  cuyas  propiedades  es  aumentar  el  calor 
y  conducir  á  la  putrefacción. 

Como  medicamento ,  la  clara  de  huevo  ha  sido 
empleada  en  las  calenturas  intermitentes,  en  las 
mordeduras  de  las  serpientes  venenosas ,  en  las 
enfermedades  de  las  vías  urinarias,  en  la  ictericia, 
en  la  leucorrea ,  etc. ,  y  al  exterior,  en  las  oftal- 
mías agudas,  en  las  quemaduras,  como  cosmético, 
etc.  En  farmacia  se  usa  para  clarificar  diversos 
líquidos,  como  jarabes,  vinos,  vinagres,  etc., 
para  dar  blancura  y  ligereza  á  la  pasta  de  mal- 
vavisco v  á  la  de  regaliz,  etc. 

Albúmina  vegetal.  El  conocimiento  de 
la  albúmina  de  los  vegetales  débese  áFourcroy: 
encontróla  en  el  cáñamo,  en  la  savia  del  abedul  y 
del  ojaranzo,  en  el  agua  de  los  almidoneros,  muy 
abundante  en  la  cebada  y  el  trigo,  y  por  último 
existe  en  todos  los  zumos  vegetales  que  se  coagu- 
lan cuando  se  les  calienta,  así  como  en  las  plan- 
tas que  dan  una  leche  cuando  molidas  con  agua, 
como  las  almendras,  y  en  este  caso  se  halla  en  es- 
tado de  combinación  con  un  aceite.  La  albúmina 
vegetal  es  soluble  en  el  agua ,  en  tanto  que  no  ha 
sido  coagulada  por  el  calor ;  el  alcohol  no  la  di- 
suelve; no  es  pegajosa;  seca,  «e  pone  opaca,  y 
toma  un  color  blanco ,  gris  ó  negro. 

El  gluten  y  la  albúmina  vegetal  no  son  emplea- 
dos como  alimento  sino  cuando  están  asociados  con 
otras  sustancias  vegetales.  Ellos  son  los  que  ha- 
cen tan  nutritivos  á  los  alimentos  preparados  con 
la  harina  de  los  cereales ,  porque  contienen  una 
materia  nitrogenada,  según  Berzélius;  mientras 
que  las  patatas ,  que  contienen  poca  albúmina  y 
no  contienen  gluten,  no  son  bastante  nutrili\as, 
sino  se  las  asocia  con  cierta  cantidad  de  alimen- 
tos de  naturaleza  animal.  El  destino  de  la  albú- 
mina es  servir  de  alimento  al  vegetal  durante  la 
germinación. 

ÁLCALIS ,  ó  Alltalls.  Esta  palabra  es 


ALC  Í07 

derivada  de  la  partícula  al  y  de  Kali,  nombro 
árabe  de  las  plantas  marítimas  ( especies  de  Sal- 
sola )  de  las  que  se  extrae  la  sosa.  Primitivamente 
solo  se  aplicaba  á  esta  última  sustancia ,  ó  mas 
bien  á  su  subcarbonato ;  pero  en  seguida  hásele 
extendido  á  todas  aquellas  que  gozan  de  propie- 
dades análogas  á  las  suyas,  y  también  a  otras 
que  apenas  tienen  semejanza  con  ellas.  Laacep» 
cion  de  esta  palabra  ha  variado,  además,  en  las 
diversas  époeas  de  las  ciencias  químicas  y  mé- 
dicas. Todo  lo  que  los  antiguos  químicos  han  es- 
crito relativamente  á  los  álcalis  debe  aplicarse 
mas  bien  á  los  subcarbonatos  de  sosa ,  de  potasa 
y  de  amoníaco,  que  á  estas  bases  en  el  estado 
de  pureza;  y  mucho  de  lo  que  han  dicho  los  mé- 
dicos acerca  del  álcali  de  ciertos  vegetales  me- 
dicamentosos,  no  tiene  sentido  bien  preciso,  y 
parece  significar  tan  solo  carencia  de  acidez,  na- 
turaleza acre,  ó  facultad  de  dar  en  el  fuego  produc- 
tos amoniacales,  como  las  sustancias  animales. 

Hoy  dia  distinguense  los  Álcalis  minerales,  y 
los  Álcalis  vegetales  ó  mejor  orgánicos ,  llamados 
también  Alcaloides. 

Los  primeros  son  muy  solubles  en  el  agua;  su 
sabores  orinoso  y  cáustico;  enverdecen  ciertos  coi- 
lores  azules  vegetales,  y  les  vuelven  al  color  azuj 
cuando  ellos  han  sido  enrojecidos  por  los  ácidos; 
forman  con  éstos,  á  los  cuales  neutralizan ,  sales 
generalmente  muy  solubles,  tales  son  sobre  todo 
la  sosa,  la  potasa  y  el  amoníaco.  Reunénseles 
también  la  barita  y  la  estronciana,  cuya  mayoi 
parte  de  sus  sales  son  insoluoles  ,  igualmente*  la 
cal  y  la  magnesia,  llamadas  antiguamente  Tier- 
ras alcalinas ,  porque  tan  solo  poseen  á  un  menor 
grado  las  propiedades  de  los  primeros  álcalis. 
Todas  estas  sustancias  ^excepto  el  amoníaco,  que 
está  compuesto  de  hidrogeno  y  de  ázoe)  son  óxi- 
dos metálicos.  Parece  que  el  sabor  orinoso  de  es- 
tos óxidos  no  les  es  propio ,  sí  que  depende  do 
la  acción  química  que  ellos  ejercen  sobre  los  flui- 
dos bocales  y  del  desprendimento  de  amoníaco 
que  de  ella  resulta.  Las  sales  de  base  de  álcalis 
son  Sales  alcalinas ,  pero  en  particular  se  da  este 
nombre  á  sus  sub-sales ,  es  decir ,  á  aquellas  en 
las  cuales  el  álcali  no  está  completamente  neu- 
tralizado por  el  ácido. 

Los  segundos  (álcalis  orgánicos)  apenas  tienen 
de  común  con  los  primeros  sino  la  propiedad  de 
formar  sales  con  los  ácidos;  y  aun  tan  solo  po- 
seen una  débil  capacidad  de  saturación.  Dúdase 
que  en  el  estado  de  pureza  perfecta  enverdezcan 
los  colores  azules  vegetales.  Son  mas  ó  menos 
insolubles  en  el  agua,  poco  sápidos  ó  solamente 
amargos  ;  compuestos  de  hidrógeno ,  de  oxígeno, 
de  carbono  y  de  ázoe;  la  mavor  parte  son  blancos 
y  cristalinos;  todos  son  solubles  en  el  alcohol;  y 
por  último,  parecen  ser  el  principio  verdadera- 
mente activo  de  los  vegetales ,  sin  que  esté  toda- 
vía demostrado  el  estado  en  que  se  encuentran 
en  éstos.  La  generalidad  de  los  químicos  ha  pen- 
sado que  existían  en  los  vegetales  en  el  estado 
de  sobre-sales,  pero  otros  suponen  que  están 
combinados  con  principios  colorantes  ú  otros, 
que  hacen,  respecto á  ellos,  vices  de  ácidos. 


108  ALC 

El  número  de  estos  álcalis  va  creciendo  de  dia 
en  dia;  están  admitidos,  entre  otros,  los  siguien- 
tes :  Aconitina,  Atropina,  Brucina,  Cicutina,  Cin- 
conina, Dafnina,  Daturina,  Delfina,  Digitalina, 
Emetina,  Estricnina,  Hiosciamina,  Morfina,  Pi- 
crotoxina,  Quinina,  Solanina ,  Veratrina ,  etc.  La 
naturaleza  verdaderamente  alcalina  de  estos  cuer- 
pos ha  sido  puesta  en  duda,  y  de  ahi  el  nombre 
de  Alculóiaes.  Los  unos  han  creído,  sin  pro- 
barlo ,  que  ellos  debían  su  alcalinidad  á  un  po- 
co de  álcali  que  se  emplea  para  extraerlos;  otros 
los  miran  como  especies  de  sub-resinas  combina- 
das con  un  principio  amargo;  Raspad  ve  en 
ellos  sub-sales  vegetales  de  base  de  amoníaco. 
Estas  cuestiones,  importantes  para  el  químico, 
interesan  poco  al  práctico ,  que  únicamente  vé, 
en  estas  sustancias,  cualquiera  sea  su  verdadera 
naturaleza ,  cuerpos  simples ,  en  cierto  modo ,  en 
cuanto  á  su  acción  medicamentosa. 

La  descripción ,  los  usos  y  las  aplicaciones  de 
los  álcalis  y  de  los  alcaloides  serán  expuestos  al 
hablar  de  cada  uno  de  ellos  en  particular. 

AliCAWFOK.  Sustancia  resinoídea,  sui 
generis ;  especie  de  aceite  volátil ,  concreto,  tras- 
parente, incolor,  de  un  olor  particular,  pene- 
trante ,  difusible ,  que  se  volatiliza  á  la  tempera- 
tura de  la  atmósfera,  producido  por  numerosos 
vegetales,  y  que  es  considerado  como  un  pro- 
ducto inmediato  de  éstos. 

Esta  sustancia ,  desconocida  de  los  Griegos  y 
de  los  Romanos,  fué  conocida  de  los  Árabes, 
quienes  la  llamaban  Kaphur ,  Kamphur ,  dé  don- 
de se  ha  hecho  Camphora,  Alcanfor;  los  Mala- 
yos la  llaman  Barros ,  ó  Capur  barros  •  los  ha- 
bitantes de  Sumatra  la  conocen  con  el  nombre 
de  lono. 

Entre  los  vegetales  que  dan  alcanfor ,  el  mas 
antiguamente  conocido  es  el  Laurel  Alcanfor 
(Laurus  Camphora,  L.),  grande  árbol  del  Japón  y 
de  la  China ,  en  donde  se  le  llama  Tchanes,  y  que 
se  encuentra  en  la  América  septentrional  en  donde 
no  da  alcanfor;  él  es  el  que  produce  el  alcanfor  di- 
cho del  Japón,  mas  raro  y  mas  caro  en  el  comer- 
cio que  el  de  Java.  Además,  extráese  de  los  frutos 
de  este  alcanforero,  un  aceite  craso,  análogo  al 
de  nuestro  Laurel  noble ,  empleado  en  el  Japón 
para  el  alumbrado ,  y  que  Cullen  parece  haberlo 
usado  con  feliz  éxito  en  el  reumatismo.  El  al- 
canfor de  Java  se  extrae  de  un  vegetal  del  que 
solo  se  conoce  el  fruto,  llamado  por  Gaértner  Dryo- 
balanos  aromática,  árbol,  igualmente  de  la  fami- 
lia de  las  lauríneas,  que  crece  tan  solo  en  Borneo 
y  en  Sumatra,  pero  que  su  producto  es  traído 
a  Java,  de  donde  se  remite  á  Europa,  en  to- 
neles ;  este  producto  forma  la  mayor  parte  del  al- 
canfor que  empleamos ,  pero  como  se  expide  de 
allí  en  granos  semejantes  á  sal  medio  blanca ,  ha 
de  purificársele.  La  raíz  del  canelero  produce 
también  una  gran  cantidad  de  alcanfor ,  que  en- 
tra igualmente  en  el  comercio.  En  la  América 
meridional,  se  obtiene  alcanfor  de  un  vegetal 
desconocido ,  llamado  (Jarate  por  los  habitantes 
de  aquellas  regiones :  Zea  dice  que  este  nombre 
es  el  délas  viruelas,  porque  este  árbol,  de  Santa- 


ALC 

Fé,  tiene  la  corteza  manchada  como  lo  está  la  piel 
en  esta  enfermedad ,  y  también  cree  él  que  hay 
dos  árboles  que  dan  el  alcanfor  de  Santa-Fé,  to- 
davía no  conocida  en  el  comercio. 

Otros  vegetales  hay  que  contienen  alcanfor, 
pero  en  muy  corta  cantidad  para  ser  extraído 
con  ventaja,  tales  son  las  raíces  de  casia  lignea, 
de  sasafrás ,  de  galanga ,  de  zedoaria ,  de  gengi- 
bre,  las  semillas  de  cardomomo,  etc.  También  lo 
contienen  en  alguna  corta  cantidad,  algunas  de 
nuestras  plantas  europeas,  como  las  raíces  de 
énula,  las  semillas  de  pimienta  larga,  etc.  Mas  las 
sustancias  que  lo  contienen  en  cantidad  bastan- 
te notable ,  según  lo  ha  observado  Proust,  son  los 
aceites  volátiles'de  las  labiadas,  tales  como  los  de 
salvia ,  de  tomillo ,  de  romero ,  de  yerbabuena 
piperita,  de  espliego,  etc.;  pero,  según  observa- 
ciones del  Sr.  Boullay,  no  es  cierto  que  estos 
productos,  de  apariencia  alcanforada,  sean  idén- 
ticos con  el  alcanfor  propiamente  dicho.  Algunos 
vegetales  de  la  familia  de  las  compuestas  ofre- 
cen un  olor  de  alcanfor  ,  que  parece  denotar  en 
ellos  también  la  presencia  de  este  principio ,  tales 
son  el  abrótano,  la  osmite  alcanforina,  la  osmite 
falsa-belis,  la  unxa  alcanforada,  etc. 

Kind  ha  obtenido  una  especie  de  Alcanfor  ar- 
tificial (V.  esta  palabra)  haciendo  pasar  gas  áci- 
do hidroclórico  en  la  esencia  de  trementina,  lo 
que  ha  inducido  al  Sr.  Thenard  á  creer  que  el 
alcanfor  es  no  mas  que  una  combinación  de  acei- 
te volátil  con  un  ácido  vegetal. 

La  extracción  del  alcanfor  tiene  lugar ,  por  me- 
dio de  incisiones  hechas  en  el  árbol ,  y  sale  pri- 
mero líquido,  luego  se  concreta  ;  pero  esté  pro- 
ducto raro  y  buscado  seria  insuficiente  para  las 
necesidades  de  la  medicina.  Se  suple  este  medio 
haciendo  hervir  los  ramos  del  árbol ,  y  el  tronco 
también  cortado  á  pedazos ,  en  vasos  cerrados  en 
donde  el  alcanfor  se  volatiliza ,  y  es  recibido  en 
paja  de  arroz  colocada  en  las  cucúrbitas  ó  ta- 
paderas ,  de  la  cual  se  le  despega  en  seguida. 
Esta  operación,  que  varia  según  los  lugares,  se 
ejecuta  con  cuidados  particulares.  También  se 
encuentra  alcanfor  en  pedazos  en  el  corazón  del 
árbol,  extrayendo  á  veces  de  uno  solo  hasta  \  0  y 
20  libras:  esta  especie  es  muy  preciosa,  muy 
buscada  de  los  Japoneses ,  y  mucho  mas  olorosa 
que  la  que  se  extrae  por  el  calor.  También  se 
habla  en  los  autores  de  alcanfor  en  agujas,  que 
no  puede  proceder  mas  que  de  la  sublimación  de 
esta  sustancia.  El  alcanfor  cristalizado  se  presen- 
ta en  pequeñas  tablas  de  seis  caras ,  dos  de  las 
cuales ,  opuestas  la  una  á  la  otra,  son  mas  an- 
chas: estos  cristales  son  trasparentes  y  muy  bri- 
llantes ;  el  alcanfor  forma  también  á  veces  octae- 
dros complanados. 

Todo  el  alcanfor  que  nos  llega  de  la  India,  sea 
de  las  posesiones  inglesas  ú  holandeses  (este  úl- 
timo es  siempre  menos  impuro) ,  está  en  toneles, 
en  granos  mas  ó  menos  gruesos,  y  aunque  se  le 
sublime  en  el  país  antes  de  entregarlo  al  comercio, 
hay  siempre  precisión  de  sujetarlo  á  una  nueva 
refinadura.  Los  Venecianos  primero ,  cuando  ha- 
cían el  comercio  de  las  Indias  por  Alexandria, 


ALC 

los  Holandeses  en  seguida,  cuando  Un ieron  es- 
tablecimientos en  estas  regiones,  estaban  en  po- 
sesión de  relinar  el  alcanlor,  por  reiteradas  su- 
blimaciones ,  y  lo  entregaban  al  comercio  de  la 
droguería  en  panes  semi-esféricos.  Sublímasele 
también  en  Berlín,  en  Inglaterra,  etc. ,  y  de  al- 
gunos años  se  refina  en  Paris. 

El  alcanfor  purificado  por  la  sublimación  es  de 
un  blanco  de  hielo,  semitrasparente,  de  una 
densidad  de  0,98,  es  decir  que,  en  volumen  igual 
pesa  algo  menos  y  en  la  proporción  de  2  por  1  00 

?[ueelagua;  de  apariencia  grasa,  de  un  olor 
norte  y  penetrante,  que  queda  en  los  dedos  y  se 
difunde  a  lo  lejos;  puesto  en  la  boca ,  ofrece  un 
sabor  fresco  un  poco  acre ,  análogo  al  que  deja  el 
agua  de  yerbabuena  piperita,  sin  amargor  seña- 
lado ;  se  aplasta  con  los  dientes ,  y  no  se  disuelve 
en  la  saliva  sino  con  muchísima  lentitud ;  puesto 
en  el  agua,  sobrenada,  y  experimenta  primero 
un  remolinamiento  marcado ,  que  cesa  cuando  el 

Eedazo  se  ha  embebido  del  líquido  el  cual  le  hace 
undir  á  flor  de  agua ;  colocado  en  un  vaso  seco 
no  tapado ,  se  volatiliza  poco  á  poco,  sin  dejar 
vestigio  de  su  existencia,  y  metido  en  un  vaso  cer- 
rado, se  sublima  en  parte.  El  alcanfor  arde  fun- 
diéndose, y  da  una  llama  blanca  y  un  humo  es- 
peso, picante,  muy  oloroso;  es  frágil  y  con 
todo  bastante  flexible  para  no  poder  ser  pulveri- 
zada sino  por  medio  de  la  adición  de  una  corta 
cantidad  de  liquido  volátil ,  tal,  por  ejemplo,  el 
alcohol,  capaz  de  disolver  una  ligera  capa  de 
los  fragmentos ,  al  molerlo ,  y  así  se  le  reduce  á 
un  polvo  muy  fino. 

El  alcanfor  es  poco  soluble  en  el  agua ,  puesto 
que  ésta  hirviendo  disuelve  no  mas  que  un  grano 
por  onza  ,  y  cuando  fria ,  medio  grano ;  es  muy 
soluble  en  él  alcohol  y  los  aceites ,  y  puede  muy 
fácilmente  dividírsele  y  suspenderlo  en  los  líqui- 
dos acuosos,  por  medio  de  la  goma  y  déla  yema 
de  huevo ;  es  inalterable  por  las  sustancias  alca- 
linas y  terrosas ;  los  ácidos  lo  disuelven  á  excep- 
ción del  nítrico ,  que  solo  lo  disuelve  en  parte, 
y  que  trasforma  el  resto,  que  sobrenada,  en  lo 
que  se  llama  impropiamente  Aceite  de  alcanfor^ 
el  cual  ha  tenido  algún  uso  médico  exterior,  a 
pesar  de  lo  peligroso  que  es  el  emplearlo;  desti- 
lado repetidas  veces  con  una  tierra  bolar,  se  con- 
sigue reducirlo  auna  especie  de  aceite;  por  últi- 
mo, destilado  con  el  ácido  nítrico ,  se  obtiene  de 
él; el  ácido  alcanfórico  (V.  esta  palabra). 

Según  Tomson,  el  alcanfor  está  compuesto, 
sobre  mil  partes ,  de  carbono,  738;  hidrógeno, 
144;  oxígeno  y  pérdida,  i  18. 

De  experiencias  hechas  sobre  animales  y  de 
accidentes  funestos  observados  en  el  hombre, 
debe  concluirse  que  el  alcanfor  es  un  excitante 
muy  fuerte ,  que  obra  á  veces  como  irritante ,  y 
hasta  como  á  veneno,  sise  da  á  muy  alta  dosis. 
Con  todo ,  á  dóses  poco  considerables,  es  uno  de 
los  poderosos  recursos  de  la  medicina :  prescríbe- 
se, como  antiespasmódico ,  en  las  afecciones  ner- 
viosas; aconséjase  en  el  reumatismo  y  en  la  gota, 
habiendo  personas  que  hasta  lo  llevan  en  sus  es- 
carpines para  preservarse  de  esta  ultima  dolen- 


ALC  109 

cia;  úsase  en  las  afecciones  catarrales  mucosas, 
en  el  asma  húmedo ;  hase  indicado  como  antiel- 
mintico,  en  ciertas  afecciones  cutáneas,  etc.; 
últimamente,  es  con  frecuencia  empleado  como 
antipútrido,  y  su  uso  externo,  como  resoluti- 
vo, fortificante  y  astringente,  es  muy  común  y 
hasta  popular.  La  propiedad  sedativa  de  esta  sus- 
tancia era  de  tal  modo  creída  por  los  antiguos 
prácticos,  que  la  escuela  de  Salerno  pretendió 
que  su  olor  solo  extinguía  la  acción  de  los  órga- 
nos generativos:  Camphora  per  nares,  castrat 
odore  mares.  El  Sr.  Tolt  cree  que  el  alcanfor  es 
un  medio  seguro  de  destruir  el  principio  conta- 
gioso del  sarampión. 

El  alcanfor  tiene  la  singular  propiedad  de  dis- 
minuir considerablemente  la  consistencia  de  los 
cuerpos  grasos  y  resinosos,  y  aun  licuarlos  com- 
pletamente :  ciertos  médicos  que  la  ignoran ,  han 
muchas  veces  prescrito  una  fuerte  dosis  de  esta 
sustancia  en  ungüentos  v  emplastos,  lo  que  impi- 
de al  farmacéutico  dar  la  consistencia  necesaria 
á  dichos  compuestos  para  el  uso  al  cual  se  les 
destina.  El  alcanfor  es  también  empleado  en  el 
arte  del  fabricante  de  barnices,  para  facilitarla 
disolución  de  la  resina  copal  y  de  la  goma  elás- 
tica ;  pero  paralo  que  es  empleado  en  mayor  can- 
tidad, es  en  particular  para  la  conservación  de 
las  pieles ,  de  las  estofas  de  lana  ó  vestidos  de  un 
alto  precio ,  de  las  plumas  de  los  pájaros  diseca- 
dos, etc.,  de  cuyos  objetos  su  olor  fuerte  y  su  va- 
por alejan  los  insectos. 

Finalmente ,  para  su  acertada  elección ,  debe- 
mos decir  que  el  alcanfor  refinado  está  en  panes 
redondos,  que  ofrecen  una  ligera  prominencia  en 
el  centro  y  disminuyen  bruscamente  de  grueso 
hacia  los  bordes.  Se  atiende  mucho  á  la  pureza 
de  su  blancura  y  á  su  diafanidad ;  es  pues  nece- 
sario que  haya  sido  obtenido  en  cristales  aglo- 
merados ,  aunque  por  sublimación ;  su  olor  espe- 
cial ,  fuerte  y  aromático ,  le  caracteriza  además 
bastante  bien.  Siempre  conviene  no  confundir- 
lo con  el  alcanfor  artificial,  del  que  hablaremos 
luego. 

Este  producto  comercial  se  vende  en  panes  de 
2  á  3  libras ,  envueltos  en  papeles  violeta  y  em- 
balados en  cajas  de  madera  blanca.  Se  deduce  el 
peso  de  todas  cubiertas ,  para  la  factura  á  tara 
limpia. 

Para  conservar  el  alcanfor  é  impedir  que  no  se 
evapore,  ha  de  encerrársele  en  frascos  de  vidrio 
esmerilados  ó  cubierto  de  salvado  y  do  semilla 
de  linaza. 

Alcanfor  artificial.  liase  dado  este 
nombre  á  una  sustancia  particular  que  resultado 
la  acción  del  gas  ácido  hidroclórico  sobre  la 
esencia  de  trementina  y  que  contiene  este  ácido 
combinado. 

El  alcanfor  artificial  es  blanco ,  mas  ligero  que 
el  agua;  su  olor  es  ligeramente  alcanforado;  pues- 
to en  contacto  con  la  tintura  de  tornasol ,  no  la 
enrojece;  se  inflama  fácilmente ,  arde  sin  dejar 
residuo;  sometido  ala  acción  del  calor,  en  n 
matrás,  se  divide  en  dos  partes,  la  una  que  se 
sublima ,  la  otra  que  se  descompone  dando  cier- 


HO  ALC 

ta  cantidad  de  ácido  hidroclórico.  Este  producto 
es  muy  soluble  en  el  alcohol ;  su  solución  alco- 
hólica puede  ser  precipitada  por  el  agua.  Lo  que 
sobre  todo  le  distingue  del  alcanfor  natural ,  es 
su  incompleta  volatilidad,  y  es  muy  importante 
verificar  este  carácter  cuando  hay  alguna  sospe- 
cha sobre  el  origen  de  dicha  primera  materia ,  y 
cuando  se  quiera  purificar  por  sublimación.  En 
efecto,  se  experimentaría  una  pérdida  enorme  so- 
bre alcanfores  así  tratados  que  contuviesen  una 
proporción  notable  de  alcanfor  artificial. 

AIjCAIIÍF©RAI)A,Camphorosma.  Géne- 
ro de  plantas  de  la  familia  de  las  quenopódeas, 
de  la  tetrandia  monoginia. 

Alcanforada  de  Monpeller  [Cam- 
phorosma  tnonspeliaca ,  L.).  Arbusto,  que  crece 
en  el  mediodía  de  la  Europa,  en  terrenos  areno- 
sos. Planta  de  tallos  altos  de  un  pié  y  medio,  me- 
dianamente gruesos ,  duros ,  leñosos ,  ramosos, 
vellosos,  blanquecinos,  espaciados  por  nudos  de 
cada  uno  de  los  cuales  salen  pequeñas  hojas  ha- 
cinadas las  unas  sobre  las  otras ,  larguillas ,  me- 
nudas, vellosas,  medianamente  duras,  de  un  lige- 
ro olor  de  alcanfor,  cuando  se  aprietan  entre  los 
dedos ,  de  un  sabor  un  poco  acre ;  florece  en  el 
mes  de  setiembre,  y  su  flor  es  rosácea;  sus  se- 
millas oblongas  y  negras;  su  raíz  es  casi  tan  grue- 
sa como  el  pulgar. 

A  las  hojas  de  la  alcanforada  se  las  habían  atri- 
buido diversas  virtudes ,  como  el  ser  útil  en  el 
asma,  en  la  coqueluche,  en  el  reumatismo, 
en  los  herpes,  etc. ,  pero  al  presente  se  puede 
decir  que  lian  caído  en  desuso,  pues  rarísimas  ve- 
ces son  empleadas  en  España. 

ALCAPARRA.  Dase  el  nombre  de  A  lea- 
parras  álos  botones  de  flores  del  Alcaparro  espi- 
noso (V.  esta  palabra) ,  y  también  se  extiende  á 
todos  los  botones  de  flores  ó  de  hojas  de  diferentes 
vegetales  que  se  confilan  en  vinagre,  que  se  em- 
plean como  condimento,  y  se  les  cree  estomáticos 
y  antiescorbúticos.  Es  evidente  que  las  alcaparras 
deben  todas  sus  propiedades  al  vinagre  que  im- 
pregna su  tegido ,  porque ,  en  la  época  de  la  ve- 
getación en  que  se  las  prepara ,  son  casi  insí- 
pidas. 

ALCAPARRO,  Capparis.  Género  de 
plantas  que  da  su  nombre  á  una  familia  natural, 
las  caparídeas ,  de  la  poliandria  monoginia  de 
Linneo. 

Alcaparro  espinoso  ( Capparis  spino- 
sa,  L.;  Capparis  sativa,  Persoon ) .  Ésta  es  la  úni- 
ca especie  que  habita  en  Europa ,  en  las  hendi- 
duras de  las  rocas  y  de  las  paredes  viejas, 
muy  común  en  la  costa  del  Mediterráneo ,  y  se 
cultiva  en  algunos  puntos.  Arbusto  rastrero,  de 
tallos  cilindricos ,  a  veces  rojizos ,  muy  ramosos, 
pequeños,  de  la  altura  de  tres  pies  y  medio, 
guarnecidos  de  hojas  algo  gruesas,  muy  enteras, 
de  un  verde  lustroso ,  con  dos  gruesas  espinas 
encorvadas  á  manera  de  gancho ;  flores  blancas 
con  un  ligero  tinte  rosado ,  muy  hermosas ,  que  se 
abren  en  mayo,  junio  y  aun  en  julio,  sucediéndolas 
unas  cápsulas  verdes,  gruesas  como  aceitunas, 
puntiagudas  por  ambos  extremos,  que  son  lo  que 


ALC 

se  llama  Alcaparrones;  la  raíz  es  gruesa,  leño- 
sa, cubierta  de  una  corteza  de  color  gris,  que, 
después  de  la  desecación ,  se  rolla  como  la  cane- 
la, y  entonces  es  tenaz  como  cuero ,  de  sabor  un 
poco  áspero  y  acerbo, 

Conócense  tres  variedades  de  alcaparro  culti- 
vado: el  que  dalas  Alcaparras  llanas,  poco  esti- 
madas, el  que  da  las  Alcaparras  cupuchinas.  y 
el  que  da  las  Alcaparras  esféricas,  que  son  las 
mas  apreciadas. 

Este  arbusto  es  interesante  por  lo  que  se  llama 
Alcaparra,  que  es  el  botón  de  la  flor,  que  se  corta 
antes  que  se  abra  y  cuando  ha  adquirido  la  mag- 
nitud de  un  pequeño  guisante. 

Para  recoger  las  alcaparras ,  se  rompen  los 
botones  con  el  cáliz  antes  que  se  hayan  abierto; 
se  dejan  secar  á  la  sombra  y  se  colocan  en  un  va- 
so limpio  que  se  llena  de  vinagre  de  vino,  y  se  las 
deja  así,  bien  cubiertas,  durante  ocho  di  as;  des- 
pués se  sacan,  se  comprimen  muy  ligeramente,  se 
echa  de  nuevo  sobre  ellas  vinagre  y  se  dejan  otra 
vez  en  maceracion  por  espacio  del  mismo  tiempo; 
se  vuelve  á  comenzar  esta  operación  una  terce- 
ra vez,  y  en  fin  se  encierran  en  vasos  á  propósito 
para  conservarlas  ó  expedirlas.  En  algunas  co- 
marcas ,  en  vez  de  emplear  el  vinagre ,  las  alca- 
parras se  salan  y  se  ponen  en  toneles:  así  se  con- 
servan mejor  y  mas  largo  tiempo  que  las  que  han 
sido  mojadas. 

Las  alcaparras  deben  escojerse  verdes  y  recien- 
tes ;  las  mas  menudas,  consistentes  y  que  tengan 
coleta,  son  las  preferidas. 

Las  alcaparras  de  Menorca ,  sobre  todo  las  de 
Ciudadela,  son  preferidas  á  las  de  Mallorca;  las 
hay  tan  menudas  que  parece  imposible  poder  co- 
gerlas en  tanta  cantidad ,  y  éstas  valen  el  doble 
que  las  demás.  Tolón  y  otros  puntos  de  la  Proven- 
za  abastecen  por  lo  regular  a  la  Francia. 

También  se  usan  los  frutos  del  alcaparro.  Cuan- 
do las  cápsulas  verdes  y  gruesas  como  aceitunas 
de  Italia ,  puntiagudas  por  ambos  extremos,  pa- 
recen bastante  fuertes,  se  recojen  y  se  escabe- 
chan. Es  un  manjar  agradable,  conocido,  en  el 
comercio,  con  el  nombre  de  Alcaparrones. 

Se  pone  vinagre  y  sal  á  las  alcaparras  según 
el  contenido  de  las  cajas;  se  añade  sal  para  im- 
pedir que  la  parte  acuosa  de  los  botones  debilite 
el  vinagre. 

Hecha  la  cosecha,  y  llegadas  las  alcaparras  á 
los  puntos  á  donde  se  expiden,  los  comerciantes 
saladores  las  preparan  de  nuevo  á  su  manera:  las 
hacen  pasar  por  grandes  coladores  de  cobre,  ca- 
da uno  de  los  cuales  está  taladrado  con  agujeros 
mas  ó  menos  estrechos,  según  su  número,  y  así 
establecen  las  diferentes  calidades  según  su  fi- 
nura. En  Marsella,  se  distinguen  en  comunes,  que 
son  las  mas  gruesas,  semifinas,  que  son  las  me- 
dianas, y  finas  que  son  las  mas  pequeñas,  guar- 
necidas de  sus  colas ,  y  son  las  mas  estimadas  y 
también  las  mas  caras.  Después  se  echa  todavía 
vinagre  á  una  parte  de  estas  alcaparras,  y  la  otra, 
sobre  todo  la  calidad  mas  fina,  simplemente  se 
sala  y  se  pone  en  toneles. 

Las  alcaparras  excitan  el  apetito,  y  se  dice  que 


comiéndolas  muchos  dias  seguidos  evacúan  el 
bazo  y  deshacen  las  obstrucciones ;  pero  no  con- 
vienen á  todos  los  estómagos.  Para  darlas  un  her- 
moso verde ,  se  dejan  á  veces  macerar  en  vasos 
de  cobre  con  vinagre ,  de  lo  que  resulta  luego 
cardenillo ,  que  es  un  veneno.  Las  alcaparras  son 
muy  empleadas  como  condimento  en  las  salsas, 
los  guisados,  etc. ;  se  las  tiene  como  antiescorbú- 
ticas ,  lo  que  mas  bien  debe  atribuirse  al  ácido 
vegetal  de  que  están  impregnadas  que  á  ellas 
mismas. 

También  podrian  confitarse,  como  las  alcapar- 
ras ,  los  renuevos  de  este  arbusto ;  el  fruto  es  co- 
mestible en  Arabia ,  según  Forskal ;  las  hojas, 
cuyo  cocimiento  beben  también  los  Árabes,  cuan- 
do faltan  los  frutos,  sirven  á  éstos  contra  la  odon- 
talgia y  los  dolores  de  cabeza;  la  corteza  de  sus 
raices  "es  diurética ,  y  hace  parte  de  las  cinco 
raíces  aperitivas. 

El  Alcaparro  de  Egipto  (Capparis  oegyptiaca, 
L.),  tiene  todas  las  calidades  del  Alcaparro  espi- 
noso. El  Alcaparro  ferruginoso  {Capparis  ferru- 
fñnea,  L.) ,  Leño  caca  de  la  isla  de  Francia  y  de 
as  Antillas ,  así  llamado  del  olor  de  excrementos 
que  despiden  su  flor,  sus  hojas  y  su  leño,  cuan- 
do se  les  toca,  lo  que  le  distingue  del  Ester  culia 
Í  elida  (Sterculia  fcetida,  L. ) ,  al  cual  sedatam 
ien  este  nombre,  y  que  solo  sus  flores  son  féti- 
das, no  tiene  uso  medico.  El  Alcaparro  de  Mitri- 
tades  ( Capparis  mithridatica,  Forsk. ) ,  es  muy 
celebrado  por  los  Árabes :  ellos  comen  sus  re- 
nuevos tiernos  ó  secos,  y  se  sirven  de  sus  hojas 
para  curar  las  mordeduras  délas  serpientes.  El 
Alcaparro  oriental  (Capparis orientalis,  Belon), 
especie  que  no  tiene  espinas,  muy  hermosa,  es 
abundante  en  las  ásperas  rocas  "de  la  isla  de 
Creta ,  y  en  las  de  la  Siria ,  y  se  le  halla  al  rede- 
dor de  la  gruta  de  Antíparos;  se  comen  sus  hojas 
y  los  botones  de  las  llores  confitadas  con  vinagre. 
Él  Alcaparro  oval  [Capparis  ovata ,  Desf. ), 
que  se  encuentra  en  las  costas  de  Berbería,  es 
cultivado  del  mismo  modo  que  el  Alcaparro  espi- 
noso :  Linneo  lo  creía  una  variedad  de  éste,  pero 
Desfontaines  dice  ser  una  especie  distinta.  El  Al- 
caparro rústico  (  Caparis  rupestris ,  Sm.)  tiene 
las  propiedades  del  Alcaparro  de  Mitridates.  El 
Alcaparro  silicuoso  (Capparis  siliquosa,  L),  es- 
pecie de  las  Antillas,  tiene  sus  raíces  emplea- 
das como  aperitivas,  antielmínticas,  antistéri- 
cas,  etc. 

AIjCAROVEA,  Carux.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  umbelíferas,  de  lapentandria 
diginia. 

Alcaravea  Car  vi,  Alcarovea  (Ca- 
rura Carvi ,  L. ;  Seseli  Carvi ,  Lam. ) .  Planta  bie- 
nal indígena,  que  crece  en  los  prados  montuosos, 
de  tallo  de  2  á  3  pies  de  alto ,  uso ,  carnudo,  pro- 
visto de  hojas  dos  veces  prisnatiboladas,  con  ló- 
bulos lineares  y  puntiagudos;  flores  de  color 
blanco  amarillento ,  pequeñas,  en  umbela;  frutos 
compuestos  de  dos  semillas ,  que  no  son  buenas 
hasta  el  segundo  año ,  oblongo-aovadas ,  estria- 
das ,  negruzcas ,  olorosas ,  de  sabor  azucarado, 
caliente  y  picante ,  lo  que  depende  de  su  aceite 


ALC  II  i 

esencial ;  bu  raíz  es  carnuda ,  blanca ,  aromática, 
del  grueso  del  pulgar ,  un  poco  acre. 

Las  semillas  de  esta  planta ,  que  también  se 
llaman  Cominos  de  prado,  son  usadas  en  la  eco- 
nomía doméstica:  los  Alemanes  las  ponen  en  el 
pan ,  el  queso  y  las  salsas ;  los  Ingleses  en  las 
pastas  \  pasteles ,  las  confituras ,  etc.;hácense 
entrar  en  ciertos  licores  de  mesa,  como  el  llama- 
do Aceite  de  Venus.  En  medicina ,  se  emplean  co- 
mo carminativas ,  digestivas  y  diuréticas ,  y  se 
asemejan  mucho  al  anís  respecto  á  sus  propieda- 
des ;  forman  una  de  las  cuatro  semillas  calientes 
mayores.  El  aceite  esencial  (\. Aceite  volátil  de 
alcarovea)  ha  sido  á  veces  empleado  en  embroca- 
ción sobre  el  vientre,  á  la  dosis  de  20  á  30  gotas 
en  una  onza  de  aceite  de  aceitunas,  contra  las  fla- 
tuosidades ,  para  provocar  las  reglas ,  etc. ,  y  se 
ponen  de  él  2  á  4  gotas  en  las  pociones  carmina- 
tivas. La  raíz  de  alcarovea  se  come  en  el  norte 
como  la  de  pastinaca  y  de  zanahoria. 

ALCARRAZA.  Vaso  de  tierra  cocida  pa- 
ra hacer  refrescar  el  agua.  Las  alcarrazas  son 
vasos  muy  porosos,  de  mucho  uso  en  España,  en 
Egipto,  y  en  diferentes  otros  países  calientes.  Son 
ligeramente  permeables  al  agua,  la  que,  lle- 
gando en  cascada  muy  delgada  á  la  superficie 
exterior,  se  vaporiza  al  instante  mismo,  y  es  lue- 
go reemplazada  por  una  segunda  cascada ,  que 
se  vaporiza  á  su  vez ,  y  asi  sucesivamente.  Por 
consiguiente ,  como  es  sabido  que  no  hay  vapori- 
zación sin  producción  de  frío ,  y  estando  así  el 
vaso  colocado  en  un  medio  mas  ó  menos  frío ,  co- 
munica su  baja  temperatura  al  agua  que  contie- 
ne ,  y  esta  acaba  por  llegar  á  ser  fría. 

Es  raro  hallar  una  tierra  que ,  en  su  estado  na- 
tural, sea  bastante  á  propósito  para  la  fabrica- 
ción de  las  alcarrazas ;  sin  embargo ,  en  Málaga 
se  encuentra  una  arcilla  dotada  de  esta  propiedad 
que,  en  Francia,  se  ha  sustituido  con  mezclas 
silíceas  ó  tierra  cocida  pulverizada  groseramente. 

En  Andujar,  en  la  Andalucía,  los  alfareros 
mezclan  con  la  tierra  de  que  se  sirven  para  la 
fabricación  de  las  alcarrazas ,  una  corta  cantidad 
de  sal  marina,  que,  disolviéndose  en  el  agua 
después  de  la  cocción  de  los  vasos ,  deja  en  ellos 
una  multitud  de  pequeños  agujeros ,  que  llenan 
perfectamente  el  objeto  que  se  proponen ,  el  de 
dar  porosidad. 

En  Francia,  antiguamente,  se  recibíanlas  al- 
carrazas de  España  ó  de  Egipto;  al  presente  se 
fabrican  de  regulares  en  París.  Se  dice  que  en  la 
composición  dé  las  de  Egipto  entra  el  limo  del 
Nilo. 

ALCEA,  Alcea.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  malváceas,  de  la  monodelli a  polian- 
dria de  Linneo. 

Airea  rosea ,  Malva  real  ( Alcea  ro- 
sea, L.).  Esta  hermosa  planta  bienal,  originaria 
del  Oriente ,  es  cultivada  para  adorno  de  los  jar- 
dines, así  como  sus  variedades  los  Alcea  con 
hojas  de  higuera  (Alcea  ficifolia,  L.)  y  Alcea 
de  la  China  ( Alcea  sinensis ,  Cav.  ).De  tallos 
que  se  elevan  hasta  8  ó  9  pies ,  derechos ,  a  dio- 
sos, ásperos,  llenos  de  meollo  flexible,  guarne- 


cidos  por  ahajo  con  muchas  hojas  anchas,  rodon? 
deadas,  sinuosas,  vellosas  y  arrugadas;  en  se- 
guida, de  distancia  en  distancia,  presenta  hojas 
semejantes  con  ramos  siempre  colocados  en  las 
axilas  de  estas  hojas;  estos  ramos,  así  como  el 
tallo,  en  una  gran  parte  de  su  longitud,  se  cubren 
de  gruesos  botones  globulosos  que  dan  origen  á 
anchas  flores  de  color  rosa  purpurino  ó  colores 
muy  variados ,  á  menudo  mezclados ,  siempre  del 
mejor  efecto ,  sobre  todo  cuando  son  dobles ;  el 
fruto  está  dividido  en  muchas  celdillas,  en  las 
cuales  hay  semillas  parecidas  á  las  de  la  malva; 
su  raíz  es  larga  como  el  dedo. 

Esta  planta  tiene  todas  las  propiedades  de  la 
Altea  oficinal,  de  la  que  no  difiere,  como  género, 
sino  por  tres  divisiones  de  menos  en  el  cáliz  ex- 
terior ,  lo  que  hace  que  muchos  botánicos  las 
reúnan  hoy  dia.  Los  Griegos,  del  tiempo  de  Dios- 
córides ,  creían  que  las  flores  de  Alcea  eran  as- 
tringentes; los  modernos  las  emplean,  á  seme- 
janza de  las  de  malvavisco,  como  béchicas  y 
pectorales.  La  tintura  de  estas  mismas  flores 
es  tenida  como  un  excelente  reactivo  para  descu- 
brir los  ácidos  y  los  álcalis ,  preferible  al  de  vio- 
leta ,  pero  inferior  al  que  se  prepara  con  las  flo- 
res de  malva.  Según  el  Sr.  Adam,  las  raíces  de 
Malvavisco  blanco  del  comercio  son  las  del  Alcea 
rosea ,  y  contienen  mucha  fécula.  Los  tallos  de 
Alcea  podrían  servir  en  la  preparación  de  hilos 
ó  de  tegidos ,  y  en  la  fabricación  de  una  especie 
de  papel ,  como  esto  tiene  lugar  para  con  muchas 
otras  malváceas. 

AliClOSf,  Alcedo.  Género  de  aves  del  or- 
den de  los  páseres  y  de  la  familia  de  los  sindác- 
tilos.  Una  de  sus  especies,  el  Alción  velludo 
{Alcedo  hispida,  Cav. ) ,  del  grueso  de  un  gor- 
rión, conocido  bajo  el  nombre  de  Martin  pesca- 
dor ,  se  encuentra  en  Europa ,  en  donde  se  hace 
notar  por  la  hermosura  de  su  plumaje.  Este  ave, 
que  vive  de  piececitos  y  de  insectos  acuáticos,  no 
se  usa  como  alimento;  pero  creyóse  encontrar  un 
preservativo  de  la  epilepsia  en  su  corazón  seca- 
do, suspendido  dentro  de  una  bolsita  en  el  cuello 
de  los  niños.  Esta  propiedad  es  tan  infundada  co- 
mo la  del  amuleto  que  preparan  los  Ostiacos  con 
su  piel ,  su  pico  y  sus  pies ,  para  preservarse  de 
toda  especie  de  desgracia,  y  como  la  virtud  que 
le  atribuían  los  antiguos  de  resistir  á  la.  corrup- 
ción, librar  del  rayo,  etc. 

t  Mío  Y  H>.  Alcyoniüm.  Género  de  pólipos 
sareoídeos,  corticales,  vecinos  de  las  esponjas, 
muy  numerosos  en  especies ,  muchas  de  las  cua- 
les fueron  empleadas  en  medicina,  pero  al  pre- 
sente su  uso  está  del  todo  abandonado.  Estos  cuer- 
pos ,  blandos  cuando  son  frescos ,  duros  y  poro- 
sos en  el  estado  seco ,  conocidos  también  con  los 
nombres  de  Pulmón  marino,  Espuma  de  mar,  Ber- 
becho,  Borbecho ,  etc. ,  cubren  los  peñascos  sub- 
marinos, llenan  sus  intervalos,  y  se  nos  presen- 
tan bajo  formas  variadas,  por  lo  común  irregula- 
res. Los  antiguos  autores  de  materia  medica 
describían  de  ellos  cinco  especies  á  cada  una  de 
las  cuales  atribuían  propiedades  diferentes.  El 
Sr.  Cloquet  admite  seis  especies ,  de  las  cuales 


ALC 

algunas  han  sido  trasladadas  hoy  dtQ  á.  otros  gé- 
neros, á  saber:  la  Bolsa  de  mar  [Alcyoniüm  Bur- 
sa,  L.) ;  el  Membrillo  de  mar  [Alcyoniüm  Cydo- 
nium,  L.),  la  Naranja  ó  Criadilla  de  mar  (  Alcy- 
oniüm Lyncurium ,  L.);  la  Maneta  de  mar 
(Alcyoniüm  digitalum ,  L.);  la  Mano  de  mar 
( Alcyoniüm  Exos,  Gmel.),  cuya  figura  es  pa- 
recida, á  unos  de  dos  largos;  y  el  ClNOMORlO  DE  MAR 
[Alcyoniüm Epipctrum ,  Gmel. ) .  Todas  habitan 
en  el  Mediterráneo. 

En  general ,  se  quemaban ,  para  el  uso  médico, 
los  pólipos ,  y  su  ceniza ,  mas  ó  menos  rica  en 
carbonato  calcáreo  y  en  sales  alcalinas,  era  em- 
pleada, ya  al  exterior ,  contra  las  enfermeda- 
des cutáneas ,  ya  al  interior  en  las  afecciones  de 
las  vías  urinarias ,  las  obstrucciones  y  la  hidro- 
pesía. Plinio  la  recomendaba  en  amuleto  para  pro- 
vocar las  reglas;  Dioscórides  hacia  entrar  el  lla- 
mado membrillo  de  mar  en  diversos  cosméticos; 
también  se  preparaba ,  con  los  alcionios ,  un  den- 
tífrico ;  aplicábanse  en  los  sabañones ,  se  les  te- 
nia como  depilatorios ,  etc. 

ALCOHOL  ©  \liliOOIi.  Palabra  árabe 
que  designa  una  sustancia  sólida  ó  líquida ,  vo- 
látil. Hoy  dia  solo  se  dá  este  nombre  ál  producto 
volátil  é  inflamablB  de  los  líquidos  fermentados 
llamados  espíritu  de  vino. 

El  alcohol  ó  Espíritu  de  vino ,  en  la  acepción 
actual  de  la  palabra,  es  un  líquido  ligero ,  volá- 
til, inflamable,  que  se  desarrolla  en  el  acto  mis- 
mo de  la  fermentación  del  azúcar  ó  de  las  mate- 
rias azucaradas ;  existe  del  todo  formado  por 
consiguiente,  como  lo  ha  establecido  el  Sr.  Gay- 
Lussac,  en  el  producto  vinoso  que  de  ella  resul- 
ta, y  del  que  se  extrae  por  destilación.  Este  pro- 
ducto está  compuesto  de  carbono ,  de  hidrógeno 
y  de  oxígeno.  Su  descubrimiento  se  atribuye  á 
Arnaldo  de  Yillanueva. 

En  el  estado  de  pureza,  es  decir,  libre  del  agua 
y  de  la  corta  cantidad  de  ácido  acético,  de  acei- 
te y  de  principio  extractivo  que  siempre  contiene, 
cuando  no  ha  sido  convenientemente  rectificado, 
señala  4  2o  en  el  areómetro  de  Baumé,  pesa  0,793, 
y  toma  los  nombres  de  Alcohol  absoluto ,  seco, 
desflemado,  anhidro.  Entonces  es  incolor,  de 
un  olor  agradable  y  penetrante,  de  un  sabor 
fuerte  y  extremamente  caliente,  soluble  en  el 
agua  en  todas  proporciones,  susceptible  de  di- 
solver un  gran  número  de  cuerpos,  tales  como 
los  aceites  volátiles ,  las  resinas ,  el  alcanfor,  el 
tanino,  la  mayor  parte  de  las  materias  colorantes, 
los  álcalis  minerales  y  los  sulfuros ,  los  alcaloi- 
des, muchos  ácidos  (benzoico,  agállico,etc.),las 
sales  delicuescentes ,  los  jabones ,  una  corta  can- 
tidad de  azufre,y  de  fósforo,  etc.;  capaz  de  tras- 
formarse  en  éter  por  la  acción  de  ciertos  ácidos, 
de  experimentar  la  fermentación  acuosa  cuando 
se  le  coloca  en  las  condiciones  convenientes,  y  de 
precipitar  en  fin  desús  disoluciones  álos  sulfatos, 
ciertas  sales  calcáreas ,  la  goma ,  la  albúmina,  el 
azúcar  de  leche,  etc.; — propiedades  que  le  hacen 
de  un  gran  recurso  en  química  como  en  las  ar- 
tes que  tienen  relación  con  ésta. 

liaras  veces  se  le  emplea  asi  concentrado.  El 


ALC 

del  comercio,  debilitado  con  mas  órnenos  agua, 
y  en  general  imperfectamente  purificado ,  solo 
señala  de  3  i  a  3(¡°  areométricos.En  este  caso  lleva 
el  nombre  de  tres  sestos ,  porque ,  mezclado  con 
cerca  de  su  peso  de  agua,  sirve  para  hacer  aguar- 
diente común,  del  cual  seis  partes  no  repre- 
sentan asi  realmente  sino  tres  partes  de  este  al- 
cohol. 

El  aguardiente  no  es,  pues,  otra  cosa  que  alco- 
hol debilitado  que  no  señala  mas  de  16  á  22°.  El 
mas  estimado  como  bebida  se  obtiene  directa- 
mente en  el  grado  conveniente  por  la  destilación 
del  vino,  y  el  color  amarillento  que  presenta  de- 
pende de  \a  materia  extractiva  de  los  toneles  de 
roble  en  los  cuales  se  le  deja  envejecer;  el  que 
se  (trepara  con  los  tres  sestos  debe  su  color  á  la 
¡«ilición  de  un  poco  de  caramelo. 

Ciertos  aguardientes  conocidos  bajo  nombres 
particulares,  tales  como  el  fío»  y  la  Tafia,  el  Kirs- 
vaser, etc.,  presentan  además,  en  razón  de  las 
sustancias  que  los  producen,  una  aroma,  una  fra- 
fjiuuia  propia  de  ellos ,  que  es  bastante  agradable 
para  que  no  se  busque  separárseles;  al  contrario, 
el  aguardiente  de  semillas ,  de  patatas  ,  etc. ,  no 
purificado,  posee  un  gusto  desagradable,  empireu- 
mático,  que  debe  á  un  aceite  acre,  que  parece  ser 
una  modificación  particular  del  alcohol.  El  Sr.  G. 
Pellatan,  quena  indicado  las  calidades  nocivas 
de  este  aceite ,  le  atribuye  ese  delirio  furioso,  que 
en  el  Norte,  en  donde  sehace  uso  de  estos  aguar- 
dientes, caracteriza  la  embriaguez  de  los  hombres 
á  ellos  no  habituados;  así  se  encarga  despojarlo 
cuidadosamente  de  él  para  volverle  el  sabor  fran- 
co que  pertenece  al  alcohol. 

El  alcohol  existe ,  mas  debilitado  aun ,  y  aso- 
ciado además  con  principios  muy  variados,  en  las 
bebidas  fermentadas  ó  alcohólicas  de  que  hace- 
mos habitualmente  uso ,  tales  como  los  vinos  de 
tudas  especies,  la  sidra,  la  cerveza,  la  perada, 
etc.  Todas  las  sustancias  que  contienen  azúcar 
son  en  efecto  susceptible  de  dar,  por  la  fermenta- 
ción, licores  vinosos,  es  decir,  masó  menos  ri- 
cos en  alcohol,  cuyo  sabor  varia  al  igual  que 
la  acción  que  ejercen  sobre  la  economía  animal, 
como  tendremos  ocasión  de  manifestar. 

El  alcohol  puro  ó  absoluto  casi  no  es  empleado 
en  farmacia ,  y  nunca  lo  es  en  medicina  ó  en  la 
economía  doméstica. 

El  alcohol  del  comercio ,  sea  mas  ó  menos  rec- 
tificado, sea  mas  ó  menos  debilitado  (aguardien- 
te) ,  lo  es  al  contrario  con  frecuencia.  Sirve  en 
las  oficinas  para  la  confección  de  los  éteres ,  co- 
mo excipiente  para  la  preparación  de  las  tinturas, 
de  los  evixeres ,  de  los  alcoholados ,  de  ciertos 
extractos,  etc.,  etc. 

El  Alcohol  debilitado  es  una  bebida  que,  en  pe- 
queña dosis,  puede  ser  tomada  sin  inconvenien- 
te :  sabido  es  el  uso  casi  habitual  que  de  él  se 
hace  sobre  todo  entre  el  pueblo,  que  no  conoce 
conforte  como  una  copita  de  aguardiente,  y  cuan 
frecuentemente  usados  son,  ala  fin  délas  comidas, 
los  licores  de  mesa  (ratafias,  elixeres,  etc.)  cuya 
base  aquel  forma,  los  cuales  por  su  propiedad  es- 
simulante pueden  ser  á  veces  útiles  para  remediar 
15 


ALC  113 

la  sobrecarga  del  estómago,  debida  auna  alimen- 
tación algo  demasiado  abundante. 

Mojando  con  él  no  mas  la  boca,  ó  diluido  en 
mucha  agua  y  tragado,  el  aguardiente  obra 
prontamente  y  como  simpáticamente  sobre  toda 
la  economía,  de  modo  que  en  los  casos  de  exte- 
nuación debida  al  cansancio,  parece  reanimarla 
y  refrescar  á  la  vez ;  así  es ,  con  razón ,  porque 
se  sustituye  al  vinagre ,  para  mezclarlo  con  el 
agua  de  los  soldados. 

Tomado  en  mucha  cantidad,  produce  la  embria- 
guez ,  que  á  veces  puede  llegar  á  ser  mortal , 
por  la  irritación  del  estómago  y  por  lo  común  la  del 
cerebro ,  obrando  el  alcohol ,  en  estos  casos,  se- 
gún Flourens,  como  los  venenos  narcótico-acres. 

El  uso  demasiado  frecuente  del  aguardiente, 
aun  tomado  en  corta  cantidad ,  es  raras  veces 
útil ,  puesto  que  puede  dar  origen  á  irritaciones 
crónicas  y  lesiones  orgánicas  de  las  mas  graves. 
Su  abuso  expone  á  los  mismos  accidentes ,  y  pro- 
duce además  un  estado  de  debilidad  muscular,  una 
especie  de  imbecilidad  de  la  cual  los  borrachos 
de  profesión  nos  ofrecen  con  mucha  frecuencia 
ejemplos.  Obsérvese  sin  embargo  que  todos  los 
efectos  de  que  se  ha  hablado  pueden  variar  según 
la  constitución  de  los  sugelos,  el  género  de  tra- 
bajos á  los  cuales  se  dedican,  el  hábito ,  etc. 

Los  medios  que  deben  seguirse  en  este  enve- 
nenamiento son  primero  los  vomitivos ,  el  aceite 
solo  ó  mezclado  con  éter ,  empleado  con  frecuen- 
cia por  el  pueblo ,  el  agua  amoniacada ,  y  sobre 
todo  el  acetato  de  amoníaco  (V»  á  i  dracma  en  6 
onzas  de  agua) ;  mas  tarde,  las  bebidas  acídulas  ó 
dulcificantes ,  las  lociones  vinagradas ,  las  lavati- 
vas purgantes,  y,  en  ciertos  casos ,  la  sangría. 

Como  estimulante  difusible,  el  alcohol  se  usa, 
en  medicina,  en  distintos  casos,  ya  sea  al  inte- 
rior ya  al  exterior. 

En  el  artículo  Espíritus  hablaremos  de  los  al- 
coholes mas  ó  menos  espirituosos  que  se  hallan 
en  el  comercio.  El  alcohol  absoluto  solo  se  halla 
en  los  laboratorios  de  productos  químicos  y  en 
algunas  boticas.  En  general,  los  farmacéuticos  se 
procuran  por  sí  mismos  el  alcohol  fuerte  por  la 
destilación  y  rectificación  del  Ve-  En  Francia,  los 
alcoholes  que  no  sirven  sino  en  las  artes ,  tales 
como  los  empleados  para  preparar  barnices,  la  ex- 
tracción de  la  quinina  y  otros  nuevos  álcalis, 
en  general  son  el  producto  de  las  destilaciones  de 
semillas ,  de  fécula  de  patatas ,  de  guisantes,  etc. 
Estos  alcoholes  tienen  siempre  un  sabor  detesta- 
ble, y  no  pueden  convenir  á  los  licoristas ,  etc., 
etc.  (V.  Espíritus.) 

ALCOHOLADO.  Nombre  propuesto  por 
el  Sr.  Chereau  y  adoptado  por  los  Sres.  Henry 
y  Guibourt ,  para  designar  un  medicamento  que 
resulta  de  la  acción  disolvente  del  alcohol  sobre 
una  ó  muchas  sustancias.  El  aguardiente  alcan- 
forado, el  aguardiente  alemán ,  el  elíxir  vitriólico 
deMynsicht,  los  licores  de  mesa  llamados  ratafias, 
etc. ,  son  todos  alcoholados.  Antiguamente  se  co- 
nocían con  los  nombres  de  tinturas,  elixeres,  ra- 
tafias, alcoholes,  etc.  (V.  estas  palabras),  nom- 
bres equívocos  porque  han  sido  aplicados  con  fre- 
tomo  i. 


IU  ALC 

cuencia  también  á  compuestos  del  todo  diferentes, 
pero  que  están  lejos  todavía  de  ser  abandonados. 

Los  alcoholados  medicamentosos  eran  antes 
preparados  exclusivamente  en  las  boticas,  pero 
al  presente  constituyen  una  sección  de  los  artícu- 
los fabricados  en  los  laboratorios  de  productos 
químico-farmacéuticos,  formando,  en  consecuen- 
cia ,  parte  de  la  droguería  destinada  á  los  usos 
de  la  medicina. 

Los  alcoholados  gozan  en  general  de  las  pro- 
piedades del  alcohol ,  mas  ó  menos  modificadas 
por  las  de  sus  demás  componentes,  casi  siempre 
muv  numerosos  y  de  naturaleza  muy  variada ;  á 
veces  también  la  acción  de  éstos  predomina  á  tal 
punto ,  que  el  alcohol  no  es  mas  que  un  excipien- 
te de  poco  valor ,  respecto  al  uso  terapéutico,  co- 
mo en  el  alcohol  de  yodo  ( tintura  de  yodo )  tan 
usada  contra  la  papera. 

A li€  OHOliATO.  Llámase  así  en  farma- 
cia, á  ejemplo  de  Chaussier ,  un  medicamento  re- 
sultante de  la  maceracion  y  de  la  destilación  del 
alcohol  con  una  ó  muchas  sustancias  aromáticas. 

Un  gran  número  de  espíritus ,  de  esencias ,  de 
bálsamos  y  de  alcoholes  destilados  de  los  antiguas 
farmacopeas  son  alcoholatos.  Estos  compuestos 
farmacéuticos  forman  una  clase  muy  numerosa 
de  agentes  medicinales  que  gozan,  en  general,  de 
Tas  propiedades  estimulantes  y  difusibles  comu- 
nes al  alcohol  y  á  los  principios  volátiles  de  que 
están  formados  (V.  Alcohol  y  Aceites  volátiles). 
Adminístranse  por  gotas  en  azúcar ,  ó  por  drac- 
mas  en  algunas  onzas  de  líquidos.  Los  mas  usa- 
dos, entre  los  alcoholatos  simples,  son  los  de  yer- 
babuena,  de  canela,  de  romero,  etc.;  y  entre 
los  alcoholatos  compuestos,  el  agua  de  Colonia, 
el  agua  del  Carmen,  el  bálsamo  Fioraventi ,  etc. 
Muchos  de  los  licores  de  mesa  no  son  otra  cosa 
que  alcoholatos  á  los  cuales  hase  añadido  azúcar 
y  á  veces  algún  principio  colorante :  tales  son  el 
elíxir  de  Garus,  la  anisete,  el  aceite  de  kirs- 
vaser, etc.  Hoy  dia  se  les  coloca  entre  los  Alco- 
holados, pero  en  realidad  son  intermedios  entre 
estas  dos  clases  de  medicamentos.  La  adición  del 
azúcar  atempera  ó  mejor  oculta  su  actividad,  ha- 
ciéndose á  veces  así  mas  temible. 

Los  alcoholatos  medicinales  también  al  presen- 
te son  preparados  en  los  laboratorios  de  produc- 
tos químico-farmacéuticos,  circulando  en  el  co- 
mercio de  la  droguería  médica,  y  ahorrando  así  á 
algunos  boticarios  el  trabajo  de  confeccionarlos. 

AliCOIl 'OfiOft  1ETJKO  ó  alcohome 
tro.  Dependiendo  en  general  el  valor  venal  délos 
líquidos  espirituosos  de  la  cantidad  de  alcohol  real 
que  cada  uno  de  ellos  contiene ,  desde  mucho 
tiempo  hase  procurado  determinar  esta  cantidad 
por  procederes  de  una  ejecución  pronta  y  fácil. 

Para  llegar  á  esta  determinación ,  se  toma  co- 
munmente el  peso  especifico  del  líquido  espiri- 
tuoso ;  pero  para  esto  es  preciso  que  el  líquido  no 
contenga  ninguna  materia  extraña  en  disolución. 
No  podría  obtenerse  un  resultado  exacto  tomando 
por  base  del  cálculo  la  densidad  media  del  agua 
y  del  alcohol  considerados  aisladamenle ,  porque 
estos  dos  cuerpos,  mezclándose,  se  contraen  ó  se 


ALC 

dilatan ,  según  las  proporciones  de  la  mezcla,  en 
relaciones  que  la  leona  no  puede  ni  prever  ni  in- 
dicar, y  que  solo  la  experiencia  ha  determinado. 

El  Sr.  Gay-Lussac,  en  1824,  imaginó  un  ins- 
trumento semejante,  en  cuanto  á  la  forma,  á  un 
areómetro  común,  y  al  que  dio  el  nombre  de  Al- 
coholometro  centesimal.  Este  instrumento  sumer- 
gido ,  á  la  temperrtura  de  -f  1 5  centígrados ,  en 
un  líquido  espirituoso,  hace  inmediatamente  co- 
nocer el  volumen  del  alcohol  real  que  en  él  se  ha- 
lla contenido;  su  escala  está  dividida  en  100  par- 
tes ó  grados,  cada  uno  de  los  cuales  representa 
un  centesimo  de  alcohol  anhidro  ( es  .decir  del 
todo  privado  de  agua) .  La  división  0o  correspon- 
de al  agua  pura,  y  la  división  100°  al  alcohol 
absoluto ;  el  instrumento  está  graduado  á  la  tem- 
peratura de  15°.  Sumergido  en  un  aguardiente, 
supuesto  igualmente  en  esta  temperatura ,  si  el 
al  coholometro  de  Gay-Lussac  se  hunde  en  él 
hasta  la  división  50 ,  por  ejemplo,  indica  que  la 
fuerza  de  este  aguardiente  es  el  de  50  centesi- 
mos ,  ó ,  en  otros  términos,  que  él  está  formado 
de  volúmenes  iguales  de  alconol  puro  y  de  agua, 
ele. ,  etc.,  etc. 

Así, ,  según  el  principio  de  graduación  del  al- 
coholometro  centesimal ,  la  fuerza  de  un  liquido 
espirituoso  es  el  número  de  centesimos  (en  volu- 
men )  de  alcohol  puro  que  este  líquido  contiene  á 
la  temperatura  «e-f  15°  centígrados;  de  lo  que 
se  sigue  que  se  obtendrá,  siempre  é  inmediata- 
mente y  con  facilidad,  la  cantidad  de  alcohol  real 
contenido  en  un  espíritu,  multiplicando  el  núme- 
ro que  expresa  el  volumen  de  este  espíritu  por  la 
fuerza  de  este  mismo  líquido,  fuerza  indicada  por 
la  mayor  inmersión  del  instrumento. 

Supongamos,  por  ejemplo  una  pipa  de  la  ca- 
pacidad de  634  litros  llena  de  aguardiente,  en  la 
que  el  alcoholometro  marcase  55°  centesimales  á 
la  temperatura  de  +  15°  (es  menester  siempre 
llevar  á  esta  temperatura  una  muestra  de  líquido 
sea  calentado  con  la  mano ,  sea  refrescándolo  su- 
mergiendo el  vaso  que  lo  contiene  en  agua  de  po- 
zo ) ;  esta  pipa  contendrá  634  X  0,  55° =388  li- 
tros ,  70°  de  alcohol  absoluto. 

En  razón  de  que  como  siempre  el  aguardiente 
se  vende  á  la  medida  de  capacidad  y  no  al  peso, 
hanse  preferido  los  volúmenes  á  los  pesos  para  la 
evaluación  de  su  fuerza  real ;  pero  nada  por  otra 
parte  mas  fácil  conociendo  el  volumen  de  un  cuer- 
po ,  que  dar  con  su  peso  cuando  su  densidad  es- 
pecífica está  conocida. 

Los  gobiernos  de  Francia,  de  Suecia  y  dePru- 
sia  han  adoptado  ya  exclusivamente  el  alcoholo- 
metro  centesimal  del  Sr .  Gay-Lussac,  y  seria  de  de- 
sear que  fuese  sustituido  en  todas  partes  al  areó- 
metro de  Cartier ,  que  es  mucho  menos  exacto, 
y  sobre  todo  menos  cómodo.  Sin  embargo,  como 
puede  ser  de  mucha  utilidad  el  consultar  tablas 
que  indiquen  la  correspondencia  de  estos  dos 
instrumentos,  daremos  aquí  algunas  extraídas 
del  trabajo  del  Sr.  Gay-Lussac. 

Las  dos  primeras  tablas ,  hechas  para  la  tem- 
peratura de  +  1 5o ,  pero  que  pueden  servir  para 
]  una  temperatura  diferente ,  dan  las  indicaciones 


ALC  ALC  115 

de  cada  uno  de  los  dos  instrumentos  sumergidos  |  quenas  cifras  *,  *, s,  colocadas  entre  los  grados 
en  el  mismo  liquido.  En  la  primera  tabla,  las  pe- 1  de  Cartier,  representan  cuartos  de  estos  grados. 


Evaluación  de  los  grados  de  Cartier  en  gra 

dos  centesimales,  á  la  temperatura  de  +  15 

centígrados. 

ce 

en 

es 

es 

. 

te 

es' 

ce 

. 

ce 

. 

M 

M 

¡j 

12 

M 

M 

H 

M 

■ 

M 

B 

M 

H 

H 

H 

H 

H 

fr- 

H 

H 

i- 

H 

H 

H 

H 

es 

ce 

ce 

2 

es 

2 

es 

2 

es 

2 

es 

2 

f. 

< 

2 

M 

M 

■< 

M 

< 

M 

< 

M 

a 

u 

u 

u 

U 

CJ 

3 

u 

U 

e 

a 

u 

U 

o 

m 

es 

c 

o 

O 

C 

o 

o 

q 

c 

i= 

o 

O 

■4! 

-^ 

< 

■< 

3 

— 

■< 

ü 

ce 

es 

es 

ce 

es 

es 

es 

es 

ce 

eá 

es 

es 

ce 

O 

10 

'•£ 

o 

15 

o 

o 
20 

O 

25 

O 

30 

ts 

35 

o 

40 

13 

0,1 

31,6 

52.5 

66,9 

78,4 

88 

95,4 

i 

u 

.  i 

33 

i 

53,3 

i 

67,5 

i 

78,9 

i 

88,4 

i 

95,7 

t 

2,4 

a 

34,4 

a 

54,1 

a 

68,1 

a 

79,4 

a 

88,8 

a 

96 

i 

3,7 

3 

35,6 

3 

54,9 

3 

68,8 

3 

80 

3 

89,2 

3 

96,3 

II 

5,1 

16 

36,9 

21 

55,6 

26 

69,4 

31 

80,5 

36 

89,6 

41 

96,6 

t 

6,5 

i 

38,1 

i 

56,4 

i 

70 

81 

i 

90 

i 

96,9 

* 

8,1 

a 

39,3 

a 

57,2 

a 

70,6 

a 

81,5 

a 

90,4 

1       a 

97,2 

s 

9,6 

a 

40,4 

3 

58 

3 

71,2 

82 

3 

90,8 

3 

97,5 

12 

11,2 

17 

41,5 

22 

58,7 

27 

71,8 

32 

82,5 

37 

91,2 

42 

97,7 

i 

12,8 

i 

42,5 

i 

59,4 

1 

72,3 

82,9 

i 

91,5 

i 

98 

• 

15,5 

a 

43,5 

* 

60,1 

a 

72,9 

83,4 

a 

91,9 

a 

98,3 

i 

16,3 

3 

44,5 

3 

60,8 

3 

73,5 

83,9 

92,3 

98,5 

13 

18,2 

18 

45,5 

23 

61,5 

28 

74 

33 

84,4 

38 

92,7 

43 

98,8 

i 

20 

t 

46,4 

t 

62,2 

i 

74,6 

84,8 

i 

93 

i 

99,1 

* 

21,8 

a 

47,3 

i 

62,9 

« 

75,2 

85,3 

a 

93,4 

a 

99,4 

a 

23,5 

3 

48,2 

3 

63,6 

* 

75,1 

85,8 

93,7 

3 

99,6 

14 

25,2 

19 

49,1 

24 

64,2 

29 

76,3 

34 

86,2 

39 

94,1 

44 

99,8 

i 

26,9 

i 

50 

i 

64,9 

t 

76,8 

86,7 

i 

94,4 

i 

28,5 

a 

50,9 

a 

65,5 

i 

77,3 

87,1 

a 

94,7 

s 

30,1 

3 

51 ,7 

3 

66,2 

3 

77,9 

87,5 

3 

95,1 

15 

31,6 

20 

52,5 

25 

66,9 

30 

78,4 

35 

88 

|   40 

95,4 

Evaluación  de  los  grados  centesimales  en  grados  de  Cartier, 

í  latemperatura  de  + 1 5o 

centígrados. 

GRADOS 

GRADOS 

GRADOS 

GRADOS 

GRADOS 

GRADOS 

GRADOS 

GRADOS 

CKNTESIM. 

CARTIER. 

CENTESIM. 

CARTIER. 

CENTESIM. 

CARTIER. 

CENTESIM 

CARTIER. 

0 

10,03 

25 

13,97 

50 

19,25 

75 

28,43 

1 

10,23 

26 

14,12 

51 

19,54 

76 

28,88 

2 

10,43 

27 

14,26 

52 

19,85 

77 

29,34 

3 

10,62 

28 

14,42 

53 

20,15 

78 

29,31 

4 

10,80 

29 

14,57 

54 

20,47 

79 

30,29 

5 

10,97 

30 

14,73 

55 

20,79 

80 

30,76 

6 

11,16 

31 

14,90 

56 

21,11 

81 

31,26 

7 

11,33 

32 

45,07 

57 

21,43 

82 

31,76 

8 

11,49 

33 

15,24 

58 

21,76 

83 

32,28 

9 

11,66 

34 

15,43 

59 

22,10 

84 

32,80 

10 

M,82 

35 

15,63 

60 

22,46 

85 

33,33 

11 

11,98 

36 

15,83 

61 

22,82 

86 

33,88 

12 

12,14 

37 

16,02 

62 

23,18 

87 

34,43 

13 

12,28 

38 

16,22 

63 

23,55 

88 

35,01 

14 

12,43 

39 

16,43 

64 

23,92 

89 

35,62 

15 

12,57 

40 

16,66 

65 

24,29 

90 

36,24 

16 

12,70 

41 

16,88 

66 

24,67 

91 

36,89 

17 

12,84 

42 

17,12 

67 

25,05 

92 

37,55 

18 

12,97 

43 

17,37 

68 

25,45 

93 

38,24 

19 

13,10 

44 

17,62 

69 

25,85 

94 

38,95 

20 

13,25 

45 

17,88 

70 

26,26 

95 

39,70 

21 

13,38 

46 

18,14 

71 

26,68 

96 

40,49 

22 

13.                  4T 

18,42 

74 

27,11 

97 

41,33 

23 

43,67              48 

18,69 

73 

27,54 

98 

42,25 

24 

13,83              49 

18,97 

74 

27,98 

90 

43,19 

25 

13.97               50 

l       19,25 

75 

28,43        ■      100 

44,19 

116  ALC 

La  siguiente  tabla  da  las  densidades  del  alco- 
hol absoluto  y  de  su  mezcla  con  el  agua ,  á  la 
temperatura  de +  15°  centígrados,  según  Gay- 
Lussac. 


ALCOHOL 

DENSIDAD 

ALCOHOL 

DENSIDAD 

EN   CENT. 

DEL   LICOR. 

EN   CENT. 

DEL  LICOR. 

100 

0,7947 

60 

0,9141 

95 

0,8168 

55 

0,9248 

90 

0,8346 

50 

0,9348 

85 

0,8502 

45 

0,9440 

80 

0,8645 

40 

0,9523 

75 

0,8779 

35 

0,9595 

70 

0,8907 

30 

0,9636 

65 

0,9027 

En  estas  densidades  está  fundada  la  construc- 
ccion  délas  tablas  queel  Sr.  Gay-Lussac  ha  for- 
mado para  la  debilitación  de  los  líquidos  espiri- 
tuosos; operación  generalmente  llamda  reducción 
en  el  comercio  de  los  aguardientes ,  y  que  con- 
siste en  llevar  los  líquidos  á  un  título  inferior  de- 
terminado ,  sea  mezclándoles  con  agua ,  sea  mez- 
clándoles con  un  licor  alcohólico  mas  débil 

Si  se  tienen,  por  ejemplo,  1,000  litros  de  es- 
píritu á  86°  centesimales  ó  de  86 ,  y  se  quiere  ha- 
cer de  50,  se  halla  que  se  han  de  añadir  761 
litros  de  agua,  pero  solo  se  obtienen  1,720  litros 
de  líquido  en  vez  de  1,761 ,  porque  la  mezcla  se 
contrae  de  l/M.  Esto  es  lo  que  los  físicos  califican 
de  penetración  molecular. 

Se  tendrá  pues  esta  fórmula:  1,000  X  86/«o= 
1720. 

Si ,  con  de  86 ,  se  quisieran  hacer  438  litros  'de 
48,  se  obtendría,  según  la  fórmula,  438  litr.  X 
t8/86=  244  lit.,  4  para  la  cantidad  de  espíritu. 

1,000  litros  de  este  espíritu  admitirían  834  li- 
tros de  agua  para  dar  de  48  ;  multiplicando  el 
número  244  litros  4  c,  y  dividiendo  por  1,000,  se 
hallarían  203  litros  8  c. ,  para  el  agua  de  debili- 
tación. 

Si  se  quisiera  debilitar  un  líquido  espirituoso 
con  otro  mas  débil ,  se  procedería  también  de  una 
manera  análoga ;  por  ejemplo ,  si  se  tenían  708 
litros  de  88 ,  y  se  quisiera  hacerlo  de  46  con  de 
34,  se  hallaría 708 lit.  X  86-46Á6-3i=»2,478  litros. 

Teniendo  en  cuenta  la  contracción ,  el  volu- 
men de  este  líquido  es  de  2,574  litros,  diferencia 
96  litros  ó  Vg 6  á  corta  diferencia,  y  esta  es  la 
cantidad  del  espirituoso  34  que  es  menester  aña- 
dir á  la  mezcla  para  obtener  el  grado  deseado. 

En  fin,  se  puede  querer  elevar  un  espíritu  dé- 
bil ó  mediano  á  un  grado  mas  alto;  por  ejemplo: 
2,478  litros  de  34  que  se  quieran  elevar  á  46  em- 
pleando de  88;  será  menester  2, 478  lit.  X  46-3V88-46 
=  708  litros  de  este  último  espirituoso,  que  será 
menester  emplear.  * 

*    Hemos  dejado  el  cálculo  por  litros,  medida  admitida 

Eor  el  autor ,  porque  su  aplicación  puede  hacerse  en  azum- 
res,  ó  cualquiera  otra  medida. 


ALC 

AIíCOIíEA,  Alchollea.  Manjar  en  uso 
entre  los  Moros ,  según  James.  Compónese  de 
carnes  saladas,  escabechadas  ,  después  lavadas 
y  secas  al  aire  ,  en  fin  hervidas  en  una  mezcla 
de  grasa  y  de  aceite  que  sirve  para  conservarlas. 
Las  carnes  así  preparadas,  á  saber,  la  de  carnero, 
de  camello  y  sobre  todo  la  de  buey  pueden  ser  guar: 
dadas  por  espacio  de  dos  años;  cada  dia  adquie- 
ren mas  compacticidad,  la  que  aumenta  su  precio 
á  los  ojos  délos  Moros.  Tal  alimento,  sin  duda, 
convendría  poco  á  hombres  débiles  ó  habituados 
á  manjares  delicados. 

tl.(Oi;\0(0.  Los  habitantes  de  la  Amé- 
rica equinoxial  dan  este  nombre  á  un  árbol  de  la 
familia  de  las  leguminosas,  del  que  los  señores 
Humbold  y  Kunth  han  hecho  su  género  Bodwichia. 
Sin  duda  porque  tiene  mucha  analogía  entre  este 
árbol  y  las  Geofroyas  (Geoffroya)  que  tienen  la 
corteza  amarga ,  hase  presumido  que  la  del  Bod- 
widchia  virgilioida  era  quizás  el  alcornoque  del 
comercio.   (V.  Alcornoque.) 

AM  OK \04»t  E.  Corteza  traida  de  la 
América  meridional,  en  1784,  de  donde  D.  Joa- 
quín Jove  lo  hizo  conocer  en  España  en  1804,  y 
el  doctor  Poudenx  en  Francia  en  1 821 . 

Esta  corteza  se  nos  presenta  en  gruesos  frag- 
mentos rugosos ,  compuestos  de  dos  capas :  la 
una  exterior  rojiza,  resquebrajada,  granada, 
esponjosa,  de  dos  á  tres  líneas  de  grueso;  la  otra 
interior,  laminosa,  leñosa,  que  cuando  se  la 
masca  tifie  de  color  amarillo  á  la  saliva,  pro- 
piedad que  debe  á  un  principio  colorante  que  tie- 
ne alguna  anología  con  el  de  la  goma  gota,  y  que 
hace  emplear  estaparte  en  tintura.  El  olor  de  esta 
corteza  es  nulo ;  la  capa  exterior  tiene  un  sabor 
un  poco  amargo,  astringente,  y  atribuyénsele  ca- 
lidades tónicas  y  febrífugas ;  la  porción  interior, 
mucho  mas  amarga ,  es  vomitiva  á  un  grado  se- 
ñalado. 

Hase  discutido  mucho  para  saber  cual  era  el 
vegetal  que  daba  esta  corteza.  El  Sr.  Poudenx  su- 
pone que  pertenece  á  la  familia  de  las  gutíferas, 
atendiendo  á  la  especie  de  goma  gota  que  contie- 
ne. En  la  América,  se  llama  Chaparro  Alcornoque, 
porque  los  colonos  españoles  acostumbran  á  lla- 
mar alcornoque  á  las  cortezas  mas  ó  menos  es- 
ponjosas. En  Francia,  hase  querido  reconocer  en 
el  alcornoque,  cortezas  tiernas  ds  encina  de  alcor- 
noque ó  corcho,  lo  que  es  un  error:  esta  opinión  ha 
dado  lugar  á  un  fraude  comercial  de  parte  de  los 
Ingleses,  que  aprovechan ,  para  vender  como  al- 
cornoque ,  corcho  tierno  recogido  en  Italia.  Los 
Sres  Poiret  y  Fée  han  pensado  que  esta  corteza 
procedía  del  Alchornca  lali folia,  de  Swartz,  ár- 
bol de  la  Jamaica ,  sin  que  nada  apoyase  su  con- 
jetura. Hase  también  pretendido,  todavía  con 
menos  probabilidad ,  que  pertenecía  á  una  es- 
pecie de  Nerum .  Por  ultimo,  se  ha  supuesto  que 
érala  corteza  del  Bodwigia  virgilioides,KxmU\. 
De  todas  estas  conjeturas ,  la  nias  probable ,  se 
cree,  es  la  del  Sr.  Poudenx. 

Esta  corteza  que,  al  principio  de  sernos  im- 

Eortada,  gozó  de  grande  reputación  en  medicina, 
a  caido  ya  en  completo  desuso. 


ALC 

AliEACIOX.  Designase  así  la  mezcla  de 
diversos  métalos,  y  también  de  muchas  porcio- 
nes de  un  mismo  metal  que  se  halla  eu  diferentes 
leves. 

La  aleación  tiene  lugar  en  las  monedas  así  co- 
mo en  las  obras  de  oro  y  plata ,  por  muchos  mo- 
tivos :  t.'no  siendo  los  metales  que  se  extraen 
de  las  minas  perfectamente  puros,  son  de  leyes  y 
calidades,  con  frecuencia,  muy  diferentes;  ü."°  def- 
iriendo las  monedas  así  como  las  obras  de  oro  y 
de  plata  tener  una  ley  fija  y  cierta  á  la  cual  de- 
ben ser  todas  trabajadas,  es  necesaria  la  mezcla 
de  los  metales  para  reducirlos  á  esta  ley  prescrita 
por  los  reglamentos. 

Así  en  las  casas  de  monedas  no  se  fabrican  mo- 
nedas de  oro  y  de  plata  sin  una  aleación  de  cobre 
con  estos  dosmetales ,  en  las  proporciones  nece- 
sarias para  darles  la  ley  según  los  reglamentos. 

En  las  monedas  se  practican  dos  especies  de 
aleaciones :  la  una ,  cuando  se  usan  materias  de 
oro  ó  de  plata  que  todavía  no  han  sido  labradas, 
y  que  por  esta  razón  se  llaman  materias  nuevas, 
y  que  tienen  por  consiguiente  la  misma  ley ;  la 
otra  cuando  se  funden  a  la  vez  diversas  especies 
de  materias  de  diferentes  leyes  para  convertirlas, 
en  especies  corrientes. 

En  la  primera  operación ,  la  evaluación,  es  de- 
cir la  proporción  de  la  aleación  que  en  ella  se  ha 
de  poner  es  fácil ,  atendido  á  que  se  conoce  por 
el  ensavo  la  ley  de  estas  materias  nuevas;  basta 
añadirla  cantidad  de  aleación  ó  de  cobre  nece- 
sario para  llevar  estas  materias  á  la  ley  prescrita 
para  las  especies  corrientes.  En  el  otro  caso,  la 
operación  es  mas  complicada ,  y  exige  un  cálculo 
bastante  largo,  que  nuestro  plan  no  nos  permite 
penetrar. 

Empléase  el  término  Amalgama  cuando  se  alea 
el  mercurio  con  los  demás  metales-  El  mercurio 
reblandece  los  metales  cuando  se  mezclan  juntos 
sin  hacerlos  fundir;  pero  cuando  se  mezcla  en 
ellos  una  gran  cantidad  de  esta  sustancia  y  se 
les  hace  fundir  juntos ,  en  este  caso  se  hace  uso 
del  término  Aleación. 

Después  de  lo  expuesto ,  debemos  decir  que 
bajo  el  punto  de  vista  de  física  y  de  química  ( lo 
que  no  es  nuestro  objeto) ,  la  cuestión  de  las  alea- 
ciones ?  por  sus  inmensos  detalles  y  su  importan- 
te teoría,  seria  muy  vasta.  Ella  es  susceptible  de 
una  multitud  de  consideraciones,  que  deben  in- 
teresar vivamente  á  los  investigadores  de  los 
secretos  de  la  naturaleza.  ¿Las  aleaciones  metá- 
licaa  son  ó  no  combinaciones  químicas  en  propor- 
porciones  definidas?  ¿Porqué  las  aleaciones  son 
ya  mas  ya  menos  sonoras  que  los  metales  compo- 
nentes; ya  mas  duras,  ya  mas  blandas;  en  gene- 
ral menos  dúctiles  y  mas  quebradizas,  á  veces  mas 
infusibles,  y  en  general  mas  fusibles?  ¿Porqué  la 
densidad  de  una  aleación  es  va  mayor  y  ya  me- 
nor que  el  medio  proporcional  entré  las  densida- 
des cíe  los  metales  componentes?  ¿Porqué  con  mas 
frecuencia  son  mucho  mas  oxidables  y  destruc- 
tibles, y  algunas  veces  menos  oxidables,  por  ejem- 
plo en  la  aleación  de  cobre  y  de  zinc ,  ó  latón? 

Pero  apresurémonos  á  dejar  el  terreno  de  las 


ALE  117 

hipótesis  científicas ,  para  ocuparnos  de  las  apli- 
caciones útiles  que  el  comercio  ha  sabido  apro- 
\ echar  respecto  alas  aleaciones  metálicas.  Aquí 
no  podemos  hacer  mas  que  indicar  las  pricipa- 
les ,  porque  cada  una  de  ellas  reclama  y  merece 
un  artículo  especial  en  nuestro  Diccionario.  En 
él  pues,  tendremos  ocasión  de  estudiar  sucesiva- 
mente :  i .°  las  aleaciones  muy  fusibles ,  de  las 
cuales  se  ha  hecho  recientemente  una  muy  útil 
aplicación  para  prevenir  las  explosiones  de  las 
máquinas  de  vapor  y  de  las  marmitas  altoclaves; 
2.°  el  bronce ,  el  la'ton ,  la  soldadura  fuerte  y  dé- 
bil ,  para  una  multitud  de  artes ;  3.°  las  aleaciones 
de  oro  y  de  plata,  de  oro  y  de  cobre ,  de  plata  y 
de  cobre,  para  la  platería  y  las  monedas ;  4  °  esa 
aleación  convertida  recientemente  en  un  objeto  de 
gran  comercio,  que  nos  la  han  traído  los  Ale- 
manes, y  á  la  cual  ellos  dan  el  nombre  de  Ar- 
genton,  y  que  nosotros  hemos  llamado  Melchor 
Melcior'ó  Similor  (V.  estas  palabras).  Pero  la 
sección  mas  numerosa  será  la  de  las  aleaciones 
empleadas  en  la  joyería  falsa ,  de  un  uso  tan 
extendido  en  la  actualidad:  allí  es  en  donde  en- 
contraremos en  primera  línea  el  Crisocal,  el  Sfmt- 
lor,  la  Tumbaga,  el  Oro  de  Manheim,  el  Metal  del 
Príncipe  Roberto,  etc.,  etc.  Después,  para  usos 
comunes  y  que  conciernen  mas  á  las  necesi- 
dades ordinarias  de  la  vida,  la  vajilla  de  estaño, 
el  estaño  llamado  de  luna  ó  espejo,  la  vajilla  de 
metal  llamado  de  Argel,  etc.,  etc.  (V.  todas  es- 
tas palabras). 

Las  aleaciones  no  tienen  uso  médico ;  algunas 
son  empleadas  en  farmacia  para  la  preparación 
de  antiguos  medicamentos  casi  abandonados, 
como  por  ejemplo  el  Lirio  de  Paracelso. 

ALE<  rOKl  t .  Piedra  alectorla- 
na.  Concreción  que  se  encuentra  en  el  estóma- 
go del  gallo  ó  del  capón ,  y  á  la  cual  se  atribuían 
las  virtudes  alexifarmácasdelosbezoaresy  otras 
muchas  propiedades  maravillosas.  El  Sr.  Huzard 
ha  probado  que  estos  pretendidos  cálculos  ani- 
males son  guijarros  que  estas  aves ,  como  la  ma- 
yor parte  de  los  granívoros,  tragan  con  sus  ali- 
mentos. 

ALELÍ  ó  Alhelí ,  Cueiranthus.  Este  gé- 
nero de  la  familia  de  las  cruciferas,  de  la  tetra- 
dinamia  silicuosa,  contiene  muchas  especies  de 
flores  olorosas  que  adornan  los  jardines.  Entre 
ellas  citaremos  únicamente  la  especie  ¡ 

Alhelí  amarillo,  Alhelí  de  los 
muros  [Cheiranthus  Cheiri ,  L. ).  Planta  muy 
común  en  los  lugares  pedregosos,  y  cultivada  en 
los  jardines,  de  tallo  alto  de  cerca  de  un  pié  y 
medio ,  casi  leñoso ,  fuertemente  adherido  al  ter- 
reno por  su  raíz  fibrosa,  y  que  se  divide  en 
muchos  ramos;  sus  hojas  esparcidas,  lanceola- 
da 8,  enteras,  un  poco  prolongadas;  flores  de 
amarillo  mas  ó  menos  subido ;  silicuas  lineares 
con  semillas  membranosas.  El  cultivo  ha  produ- 
cido las  variedades  de  esta  especie  llamadas  Ale- 
lí pardo,  Alelí  purpúreo ,  Alelí  vara  de  oro,  etc., 
de  flores  dobles  y  olorosas. 

Los  Griegos  creían  á  esta  planta  útil  contra  el 
aborto;  sus  flores  son  cefálicas ,  cordiales,  ano- 


«18  ALE 

dinas  y  antiespasmódicas,  pero  al  presente  no  se 
usan. 

AIjIüflANDA  ó  Alamanda,  Alla- 
manda.  Género  de  plantas  de  la  familia  de 
las  apocíneas ,  de  la  penlandria  monoginia  de 
Linneo. 

Alemanda  catártica  (A llamando,  ca- 
thartica,  L. ).  Este  árbol,  que  crece  en  Java,  en 
Ceilan,  en  Surinam,  etc.,  es  como  la  mayor  par- 
te de  los  que  pertenecen  á  esta  familia ,  purgante 
ó  mas  bien  drástico ,  y  un  vomitivo  violento.  Hase 
aconsejado  en  el  cólico  de  los  pintores:  empléase 
su  zumo  debilitado  con  agua  ó  el  infuso  de  sus 
hojas. 

AEEPUXÍA.  Estofa  cuyo  urdimbre  es  de  se- 
da, y  la  trama  de  lana.  Hace  mas  de  sesenta  años 
que  los  Ingleses  eran  los  únicos  que  se  ocupaban 
de  esta  fabricación;  en  1 799,  comenzó  á  ensayarse 
esta  industria  en  Francia ,  en  donde  se  ha  ido 
perfeccionando  y  progresando  hasta  tomar  al- 
guna extensión ,  pero  sin  que  nunca  se  haya  po- 
dido competir  con  los  Ingleses,  puesto  que  siem- 
pre se  han  ejecutado  alepinas  ordinarias.  Amiens 
conserva,  casi  con  poca  excepción,  el  monopolio 
de  esta  fabricación;  6000  trabajadores  están  em- 
pleados en  ella,  que  operan  anualmente  36000 
piezas  de  alepina,  cada  una  de  144  á  US 
varas. 

La  fabricación  de  la  alepina  es  allí  de  dos  es- 
pecies :  la  alepina  de  lanas  merinas  y  las  alepinas 
de  lanas  procedentes  de  la  Holanda  y  de  Ingla- 
terra ;  pero  se  prefiere  la  lana  inglesa  á  la  de 
Holanda,  á  causa  de  su  lustre.  Las  alepinas  de 
lanas  merinas  son  mejores  que  las  fabricadas  con 
lana  inglesa. 

La  alepina  es  vendida  para  una  anchura  de  8/4, 
pero  realmente  solo  tiene  de  41  á  42  pulgadas, 
las  piezas  tienen  mas  de  140  varas,  que  son, 
según  la  conveniencia  de  los  compradores ,  divi- 
didas en  %,  y3  ó  V4  de  pieza. 

En  España,  esta  estofa  no  tiene  casi  ningún  con- 
sumo; el  Gobierno,  en  1 829,  dio  60,000  pesos  á  una 
sociedad  de  esta  capital  para  ausiliarla,  á  fin  de 
que  esta  nueva  industria  se  aclimatase  en  nues- 
tro país. 

AEESJVA  ó  Lesna.  Instrumento  de  acero 
con  mango ,  por  lo  regular  de  madera ,  que  sirve 
de  aguja  á  muchas  artesanos  que  trabajan  el  cue- 
ro, como  zapateros,  silleros,  etc.  Este  instru- 
mento, en  apariencia  tan  poco  importante,  es, 
como  todas  las  herramientas  en  las  cuales  des- 
cansa en  cierto  modo  la  existencia  de  los  traba- 
jadores que  de  él  se  sirven ,  un  objeto  que  llama 
toda  la  atención  de  una  clase  numerosa.  Para  un 
zapatero ,  una  buena  alesna  puede  casi  hacerle 
doblar  su  trabajo.  La  buena  construcción  de  la 
alesna  consiste  en  su  grado  de  corvadura,  la  que, 
para  ser  cómoda  al  trabajador ,  debe  llegar  a  un 
ángulo  determinado  y  no  pasar  de  él ;  pero  como 
tal  corvadura  que  conviene  á  un  individuo  no 
puede  satisfacer  á  otro ,  y  esto  depende  de  la  ma- 
no, el  fabricante  se  halla  precisado  á  estable- 
cer series  de  corvaduras  para  sus  alesnas.  La 
buena  calidad  de  una  alesna  depende  también 


ALF 

del  acero ,  de  la  fuerza  del  temple  dado  al  instru- 
mento ,  y  de  su  buen  pulimento.  Las  mejores  ales- 
nas son  las  fabricadas  en  Alemania  y  en  Ingla- 
terra ;  las  de  Tolosa  en  Francia  son  reputadas 
igualmente  buenas.  En  España  no  se  fabrican 
alesnas,  y  todas  las  que  se  consumen  se  reciben 
de  Inglaterra  y  de  Alemania. 

Las  alesnas  van  empaquetadas  por  lo  común 
por  ciento  y  medio  ciento,  en  un  papel  gris  azul. 
Véndense  también  con  mango  de  madera  de  mo- 
jera;  pero  es  raro  que  el  trabajador  diligente  no 
prefiera  hacer  poner  él  mismo  el  mango  de  su 
alesna  según  requiere  su  mano. 

En  las  fábricas  de  alesnas  se  trabajan  también 
punzones,  agujas  de  embalar,  etc. 

%  lili  l MS  BE  TIBURÓN.  Estaparte  de 
un  pescado  voraz  y  cuy  a  carne  repugna  al  gusto  de 
todos  los  Europeos ,  es  muy  buscada  en  China, 
á  causa  de  su  pretendida  virtud  afrodisíaca,  ha- 
biendo llegado  á  ser  el  objeto  de  un  comercio 
bastante  importante.  Se  recojen  con  esmero  las 
aletas  de  tiburón  en  todas  las  comarcas  marítimas 
y  las  islas ,  desde  la  costa  oriental  de  África  has- 
ta la  Nueva-Guinea.  En  los  precios  corrientes  de 
Cantón  están  anotadas  como  el  té  y  el  opio.  Su 
precio  medio  es  de  1 5  á  1 8  dolares  el  pecul  ( se- 
gún la  calidad) ,  lo  que  equivale  á  482  á  578  rs. 
vn.  las  21 8  libras. 

ALETRIS  ,  Aletris.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  liliáceas ,  de  la  lexandria  mo- 
noginia de  Linneo. 

Aletris  harinosa  [Aletris  farinosa,  L.j. 
En  la  América  septentrional,  se  emplea  frecuen- 
temente el  infuso  de  las  raíces  de  esta  planta,  co- 
mo béchica  y  pectoral ,  contra  la  tos.  Bigelow 
dice  que  ningún  vegetal ,  ni  aun  el  acíbar ,  ni  la 
cuasia,  es  tan  amargo  como  él. 

ALEURITES,  Aleuiutes.  Género  de  plan- 
tas de  las  euforbiáceas ,  de  la  monoecia  mono- 
delfia  de  Linneo. 

Aleurites  de  tres  lóbulos  [Aleurites 
triloba,  Forster;  Aleurites  Ambinux,  Pers. ).  Es- 
te vegetal  de  las  islas  francesas  de  Taiti ,  y  su 
variedad  Aleurites  de  Molucas,  (Aleuritisnio- 
luccana,!..),  Camiri  de  los  Javaneses,  tienen 
una  nuez  de  cascara  muy  dura,  cuya  almendra  es 
buena  para  comer  v  pasa  por  afrodisíaca  cuan- 
do esta  cascara  está  tostada;  sin  esta  precau- 
ción es  susceptible  de  purgar,  aun  á  veces  cau- 
sando cólicos.  De  ella  se  extrae  un  aceite  dulce, 
excelente,  usado  en  las  mesas  de  Java,  y  tam- 
bién empleado  para  el  alumbrado.  En  Taiti,  el 
árbol  se  llama  Tia'ily ;  su  corteza  es  empleada 
allí  para  hacer  tegidos,  y  la  cascara  de  las  nue- 
ces se  quema  para  hacer  un  negro  de  humo  que 
sirve  en  el  curtido. 

ALFILERES.  La  primera  que  hizo  uso 
de  alfileres  fué  Catalina  Howard ,  esposa  de  Hen- 
rique  VIII,  en  Inglaterra,  en  1543.  Antes  de  esta 
época,  ambos  sexos  se  servían  de  cordones,  de 
herretes,  de  botones,  de  broches,  y  los  pobres 
hasta  de  palitos  para  asegurar  sus  vestidos. 

El  alfiler  es  un  pedacito  por  lo  común  de  alam- 
bre de  cobre,  v  aveces  de  hierro,  de  plata  ú 


ALF 

oro,  tle  hechura  do  una  aguja,  con  la  diferencia 
de  tener  en  lugar  del  ojo  una  cabecilla. 

Este  instrumento,  tan  delgado,  pequeño ?  co- 
mún y  barato ,  pasa  por  diez  y  ocho  operaciones 
antes  de  entrar  en  el  comercio.  La  exposición  de 
los  procederes  de  fabricación  de  los  alfileres  y 
la  descripción  de  las  máquinas  .mas  ó  menos  in- 
geniosas inventadas  para  perfeccionarlos  y  sim- 
plificarlos, no  sonde  nuestro  objeto.  Contenté- 
monos con  decir  que  la  Inglaterra  se  distingue 
por  sus  alfileres,  que  gozan  de  mucho  mas  presti- 
gio que  los  fabricados  en  Francia,  aunque  en  este 
país  se  haya  logrado  perfeccionarlos  bastante. 

Cada  una  de  las  varias  operaciones  por  las 
cuales  pasa  un  alfiler  es  ejecutada  por  individuos 
distintos  de  todas  edades,  con  suma  habilidad  y 

fnontitud ;  y  de  esto  depende  el  módico  precio  de 
os  alfileres ,  según  sus  diferentes  calidades,  de- 
nominados comunes ,  afilados ,  remachados ,  de  la 
reina,  pañeros  comunes,  pañeros  remachados, 
encajeros,  cinteros,  con  números  particulares 
para  cada  calidad. 

Estos  números  son  relativos  á  su  longitud  y  á 
su  grueso ,  á  contar  del  n.°  3  á  36 ,  así  como  si- 
gue: 3,  4,  5,  6,  7  ,  8,  9,  10,  12,14,  20,  24 
¿6,  30 ,  36.  Los  que  pasan  de  estos  números,  y 
se  llaman  alfileres  de  la  reina,  son  ó  blancos  ó 
amarillos;  hay  números  de  estas  especies  de  al- 
fileres desde  36  hasta  90,  y  aun  120;  se  cuentan 
á  la  libra,  y  hay  millares  de  una,  de  dos,  de 
tres  libras, "etc.  Estas  especies  de  alfileres,  des- 
de algún  tiempo ,  casi  no  se  usan. 

Fabrícanse  también  alfileres  de  la  longitud  de 
30  á  60  líneas  para  encaje ,  que  son  muy  finos  y 
amarillos;  distingüeseles  por  números  de  peso", 
que  sin  embargo  no  lo  tienen,  á  saber:  el  alfiler 
3  lib. ,  el  4  lib. ,  el  5  lib. ,  el  6  lib. ,  el  7  lib. 

Igualmente  se  hacen  alfileres  comunes ,  bajo 
el  nombre  de  alfileres  de  fabricantes  de  paño, 
con  los  cuales  los  mercaderes  al  por  menor  suje- 
tan los  cabos  de  los  paños.  Distingüeseles  también 
asi:  el  alfiler  7  lib.,  el  8  lib.,  el  9  lib.,  el  10  lib., 
el  11  lib,,el12lib.,el  13lib.,el14lib.,  el  15 
lib.,  que  comprenden  los  mas  gruesos. 

En  fin ,  se  hacen  alfileres  de  gancho ,  que  se 
distinguen  por  números ,  y  se  venden  al  millar  ó 
á  la  libra. 

Los  alfileres  cuyo  despacho  es  mas  considera- 
ble, y  que  se  venden,  como  todos  los  demás, 
por  paquetes  de  una  docena  de  millares,  son  las 
siguientes : 

N.°V,dela  longitud  de  8  líneas,  que  pesan 
los  12  millares ,  con  el  papel  en  el  cual  están  co- 
locados,  1  libra ,  2  onzas ,  7  adarmes ; 

N.°  VI,  de  la  longitud  de  9  lineas,  que  pesan, 
con  el  papel ,  1  libra ,  1 5  onzas  1  adarme  ; 

N.°  VII,  de  la  longitud  de  10  líneas,  que  pesan, 
con  el  papel ,  2  libras,  1  i  onzas,  6  adarmes; 

N.°  Mil ,  de  la  longitud  de  1 1  líneas ,  que  pe- 
san con  el  papel ,  3  libras,  1  onza,  6  adarmes; 

N.°  X,  de  la  longitud  de  1  1  líneas  '/„  que  pe- 
san, con  el  papel ,  3  libras,  8  onzas; 

N.°  XII ,  de  la  longitud  de  1 2  líneas  %,  que  pe- 
san ,  con  el  papel ,  4  libras ,  4  adarmes  ; 


ALF  119 

N.°  XIV,  de  la  longitud  de  13  líneas,  que  pe- 
san, con  el  papel,  4  libras,  7  onzas,  4  adarmes; 

N.°  XVII,  de  la  longitud  de  14  lineas,  que 
pesan  con  el  papel ,  5  libras ,  1  onza ,  1  adarme; 

N.°  XX ,  de  la  longitud  de  15  líneas,  que  pe- 
san con  el  papel ,  5  libras ,  1 3  onzas; 

N.°  XXII ,  de  la  longitud  de  16  líneas,  que  pe- 
san, con  el  papel ,  6  libras,  8  onzas,  6  aracmas. 

El  consumo  de  los  alfileres  es  inmenso :  vén- 
dense por  docenas ,  compuestas  de  2  paquetes 
que  cada  uno  contiene  6,000  alfileres,  desde  el 
n.°  2  ó  3  hasta  el  n.°  40.  Los  que  son  mas  gruesos 
se  venden  por  millares,  y  distínguense  por  un 
número  pondérico ,  desde  media  libra  hasta  seis 
libras.  El  remachado  véndese  igualmente  á  peso, 
por  surtido  de  número  encerrado  en  cajas  de  car- 
tón. Los  alfileres  deben  escogerse  con  las  cabe- 
zas bien  torneadas  y  cerradas,  cuyas  puntas  de- 
ben ser  muy  linas  y  pulimentadas. 

Los  alfileres  están  puestos  en  papeles  agujerea- 
dos con  un  instrumento  de  acero ,  hecho  como  un 
peine,  y  se  colocan  á  millares:  cada  millar  está 
dividido  por  mitad  por  un  espacio  de  papel  muy 
ancho ;  el  medio  millar  está  también  separado  de 
algunas  hileras  de  50  cada  ima,  que  están  subdi- 
vididos  por  25. 

La  Inglaterra  ha  adquirido  mucha  reputación 
en  la  fabricación  de  los  alfileres  y  de  las  agujas 
de  coser :  los  alfileres  ingleses  son  en  general 
menos  largos  cada  uno  en  su  número  que  los  al- 
fileres franceses ;  pero  son  mas  fuertes  y  por  con- 
siguiente menos  sujetos  á  doblarse ,  y  están  pu- 
limentados con  perfección ,  lo  que  les  procura  un 
gran  despacho  en  todas  las  partes  del  mundo; 
de  manera  que  á  pesar  de  los  adelantos  conse- 
guidos por  los  Franceses  en  este  ramo  de  fabri- 
cación ,  quienes  hasta  han  adoptado  el  sistema 
inglés  de  los  alfileres  de  latón  con  cabezas  planas, 
ellos  se  ven  obligados  á  expedir  este  artículo  para 
ciertos  países  con  marcas  inglesas. 

Para  la  elección  de  los  alfileres  debe  tenerse 
presente  que  éstos  sean  sólidos  proporcionalmente 
á  su  longitud  y  grueso ,  que  no  se  doblen,  que  la 
cabeza  sea  bien  torneada,  bien  redondeada,  bien 
colocada  ,  que  la  punta  sea  fina  y  bien  formada, 
que  sean  en  fin  bien  y  sólidamente  estañados. 

Los  fabricantes  franceses  expiden  la  mayor  par- 
te de  sus  alfileres  comunes  en  toneles  ó  en  cajas. 

Por  último,  los  Alfileres  blancos,  de  hierro,  ape- 
nas están  en  uso  sino  en  los  lavaderos  y  en  las 
tiendas  de  tapiceros ;  con  todo,  los  hay  fabrica- 
dos especialmente  para  ciertos  oficios,  que  tienen 
mas  salida.  Los  Alfileres  negros,  de  hierro,  se 
distinguen  según  su  largaria  y  sus  números  de 
fuerza,  y  se  fabrican  con  el  alambre  de  hierro 
tal  como  sale  del  taller;  hácense  de  dobles  sin 
cabeza ,  y  con  cabeza  como  los  alfileres  de  latón . 
Este  artículo  solo  destinado  al  peinado  de  las  mu- 
geres,  ti°ne  poquísima  importancia;  pero  se  fa- 
brican alfileres  de  esta  especie  mas  esmerados  y 
escogidos,  que  son  empleadas  por  las  mugeres 
en  su  compostura  de  luto.  Los  Alfileres  de  muñe- 
cas son  sumamente  pequeñitos ,  tan  solo  emplea- 
dos por  los  fabricantes  de  juguetes  de  niños. 


no  ALF 

En  España ,  los  alfileres  los  recibimos  del  ex- 
tranjero; la  fábrica  de  Burgos,  por  ahora,  no  tie- 
ne importancia,  y  la  de  la  Nacional  Casa  de  Ca- 
ridad de  Barcelona  se  cerró,  sin  que  sepamos  los 
verdaderos  motivos  que  indujeron  á  la  M.  I  Junta 
á  tomar  semejante  resolución.  Con  todo,  pode- 
mos anunciar  que  la  Fundición  Barcelonesa  de 
bronces  y  metales  está  disponiendo  lo  necesario 
para,  en  breve,  fabricar  alfileres,  y  de  la  inteli- 
gencia y  laboriosidad  del  director  de  este  estable- 
cimiento, D.  José  Molas  y  Vellvé,  se  debe  espe- 
rar un  feliz  resultado. 

ALrOJIBIMS,  Alcatifas,  Tape- 
te», Tapices.  La  historia  de  la  fabricación 
de  esta  parte  de  la  industria  lanera  remonta  á  una 
época  muy  lejana.  Los  Babilonios  sobresalieron 
en  ella  por  la  maestría  con  que  sabían  represen- 
tar en  las  alfombras  figuras  de  varios  colores;  los 
Orientales  la  ejercían  desde  muchísimo  tiempo, 
gozando  sus  productos  entre  nosotros  de  gran 
reputación ,  y  aun  los  hermosos  modelos  de  al- 
fombras de  Persia  y  de  Turquía  ofrecen  cierta 
cosa  de  pintoresco  y  de  original  que  á  veces  nos 
complacemos  en  imitar.  Al  presente,  fabrícanse 
tapices  en  diferentes  puntos  de  Europa,  en  In- 
glaterra, en  Francia,  en  Bélgica,  en  España,  etc.; 
los  cuales,  por  su  elegancia  y  exactitud  en  los  di- 
bujos, la  variedad  de  flores  y  figuras  que  repre- 
sentan, y  la  regularidad  del  tegido,  nada  dejan 
que  desear. 

La  alfombra  es  una  especie  de  tegido  de  lana 
de  diferentes  colores  y  de  diversos  dibujos ,  de 
todas  dimensiones ,  trabajado  en  el  telar. 

Las  alfombras  pueden  dividirse  en  seis  clases 
principales : 

\  .a  Alfombras  aterciopeladas,  alto  lizo.  Es- 
tas alfombras,  que  las  hay  de  las  mayores  dimen- 
siones ,  son  de  una  sola  pieza;  su  tegido,  cuya  ur- 
dimbre es  de  algodón,  lormaun  terciopelo  cuyos 
puntos  están  sujetos  en  la  urdimbre  por  un  nudo, 
lo  que  le  da  una  inalterable  solidez,  que  el  frote 
y  el  uso  aumentan  aun ,  puesto  que  su  efecto  es 
estrechar  el  nudo  con  mas  fuerza.  Estas  alfom- 
bras, comunmente  ejecutadas  por  mugeres,  están 
destinadas  para  guarnecer  los  salones  de  las  ca- 
sas mas  opulentas ,  pues  su  elevado  precio  limita 
mucho  su  consumo. 

2.a  Alfombras  aterciopeladas,  de  lana  lar- 
ga, alto  y  bajo  lizo.  Empleadas  para  poner  al 
pié  de  las  camas  ó  delante  de  las  chimeneas;  di- 
fieren de  las  primeras  por  su  tosquedad ,  también 
porque  la  lana,  formando  terciopelo,  solo  está 
pasada  y  no  anudada  y  cruzada  en  el  urdimbre, 
que  es  de  hilo  de  estopa  ó  de  cáñamo. 

3.a  Alfombras  lisas.  Este  género  de  tegido  se 
hace  enteramente  á  bajo  lizo,  ejecutándose  el 
dibujo  al  revés  y  por  la  trama.  Estas  alfombras 
lisas  son  de  una  sola  pieza  como  las  aterciopela- 
das, y  se  destinan  para  los  mismos  usos.  Su  per- 
fección depende  de  la  inteligencia  y  del  talento 
del  obrero ,  que  copia  un  cuadro ,  cuya  fiel  imi- 
tación eleva  á  aquel  que  ha  sabido  hacerlo  debi- 
damente al  nivel  del  artista. 
4.a  Moquetas  aterciopeladas  y  rizadas.   Se 


ALK 

fabrican  comunmente  en  telares  á  la  Jacquart;  el 
dibujo  se  ejecuta  naturalmente  por  el  urdimbre, 
y  el  obrero  no  es  otra  cosa  que  un  tejedor.  La 
moqueta  rizada,  no  difiere  de  la  aterciopelada 
sino  en  que  la  broca  que  eleva  la  lana  es  redon- 
da en  vez  de  ser  de  encaje,  y  en  que  el  obrero 
la  retira  hacia  el  costado  sin  cortar  la  lana  que 
forma  así  una  especie  de  bucle  en  cada  punto,  de 
donde  le  viene  el  nombre  de  Moqueta  rizada. 
La  moqueta  es  una  especie  de  tripe  de  lana. 

Estas  alfombras  de  dibujos  diferentes  se  fabri- 
can á  la  pieza  por  paño  de  26  pulgadas  de  ancho, 
reduciéndose  á  voluntad.  Las  moquetas  atercio- 
peladas casi  tan  solo  son  empleadas  para  tapices 
propiamente  dichos;  las  rizadas  hacen  muy  buen 
efecto  en  colgaduras  de  ventanas,  puertecillas 
de  coche,  guarniciones  de  muebles ,  etc.  Las  hay 
de  diferentes  precios  según  la  calidad  de  la  esto"- 
fa,  la  riqueza  de  los  dibujos  y  la  largaria  del 
terciopelo ;  las  hay  de  comunes  ú  ordinarias  para 
silleros. 

5.a  Alfombras  escocesas  ó  de  doble  cara. 
Su  carácter  particular  es  el  no  tener  envés.  Es- 
tán colocadas  por  su  calidad  entre  las  moquetas 
y  las  alfombras  jaspeadas.  Se  fabrican  por  paño 
de  3  pies  en  telares  á  la  Jacquart. 

Las  escocesas  bordadas  no  difieren  de  las  de- 
más sino  por  el  bordado ,  que  permite  el  uso  de 
colores  variados.  El  urdimbre  de  estas  alfombras 
es  comunmente  de  algodón. 

6.a  Alfombras  venecianas.  Solo  son  emplea- 
das en  pasadizos  de  habitaciones  y  escaleras. 
Fabrícanse  desde  6  pulgadas  hasta  3  pies  de  an- 
cho en  telares  simples :  su  dibujo  no  puede  con- 
sistir jamás  sino  en  rayas. 

7.a  Alfombras  jaspeadas.  Estas  alfombras, 
que  hacen  el  objeto  principal  de  la  industria,  se 
ejecutan  en  telares  sencillos,  y  se  componen  de 
una  gruesa  trama  de  estopa,  cubierta  de  un  poco 
de  lana ,  lo  menos  posible.  Los  dibujos  de  los  jas- 
peados consisten,  como  éste  nombre  lo  indica, 
en  rayados  ó  fondos  chinados,  que  se  obtienen 
por  la  combinación  de  los  hilos. 

Las  Alfombras  de  Tournay,  en  Bélgica,  son 
moquetas  y  afelpados  de  altos  lizos ,  ejecutados 
según  decomposicion  y  lectura  del  dibujo;  en 
Francia  han  sido  imitadas  completamente  y  aun 
hanse  hecho  adelantos  respecto  al  dibujo  y  al  co- 
lor,  pero  no  ha  sido  posible  competir  respec- 
to á  su  baratura,  por  causa  del  precio  de  las 
lanas. 

Lo  mismo sucedecon  las  Alfombras  de  Esmirna, 
que  se  ejecutan  en  Turquía,  en  las  campiñas,  co- 
mo los  chales  en  la  India ,  y  en  donde  la  materia 
primera  y  las  manos  están  a  tan  bajo  precio.  Es- 
tas alfombras,  por  otra  parte  muy  buenas  y  muy 
calientes,  están  lejos  de  ser  tan  hermosas  como  las 
fabricadas  en  Francia;  los  dibujos  son  los  cono- 
cidos bajo  el  nombre  de  dibujos  turcos,  que,  gra- 
cias al  difunto  Chenevard,  tienen  los  Franceses  el 
secreto  de  hacerlos  mejor  que  los  Turcos,  puesto 
que  éstos,  en  vez  de  los  colores  tan  admirablemen- 
te matizados  que  aquellos  presentan,  no  ofrecen  en 
sus  tapices  sino  tintas  uniformes  y  crudas  de  coló- 


ALF 

ros.  Las  Alfombras  de  Esniirna  abundan  sobreto- 
do en  Inglaterra. 

Lm  Alfombras  de  fíergamo ,  ciudad  de  Italia, 
no  son  otra  cosa  que  un  tegido  de  urdimbre  y  tra- 
ma do  hilo  crudo,  teñido  de  colores  falsos,  de 
que  está  compuesto  el  fondo  de  la  estofa,  y  de 
Befando  urdimbre  de  lana  oomun,  diversamente 
colorada,  la  que,  por  medio  de  cierto  número  de 
careólas,  forma  sobreesté  legido  zetas,  mosai- 
cos, puntos  de  Hungría  V  paisajes  siempre  de  la 
mas  mala  ejecución.  En  él  penúltimo  siglo,  este 
género  do  fabricación  so  difundió  en  Flandes,  en 
Tournay  y  en  algunos  puntos  de  Francia,  y  lle- 
gó á  perfeccionarse  de  suerfe  que  se  hácian 
alfombras  hermosas  y  de  colores  sólidos,  con 
buena  lana  y  hilo  de  lino ,  pero  su  moda  ha  pasa- 
do va. 

íloy  dia,  las  alfombras  han  llegado  á  ser  un 
objetó  de  ajuar  indispensable,  sobre  todo  en  In- 
glaterra, en  donde  no  hay  una  sola  casa ,  una  so- 
la habitación  que  no  este  provista  de  ellas,  y  su 
uso  hase  extendido  por  toda  la  Europa.  Los  Ingle- 
sos,  para  utilizar  hasta  los  últimos  desperdicios  de 
la  lana  procedentes  de  sus  grandes  fábricas,  han- 
se  en  especial  dedicado  á  la  fabricación  de  alfom- 
bras lisas ,  que  les  resultan  á  precios  sumamen- 
te bajos.  Los  Franceses,  de  unos  14  años  acá,  han 
imitado  á  sus  vecinos,  y  de  dia  en  dia  van  pro- 
gresando en  este  género  de  fabricación,  sin  que, 
por  ahora,  sus  productos  puedan  rivalizar  respec- 
to á  la  baratura  con  las  alfombras  lisas  ingle- 
sas. 

De  unos  seis  años  á  esta  parte  ,  hanse  estable- 
cido algunas  fábricas  de  alfombras  en  España: 
en  la  de  Palma  de  Mallorca  se  fabrica  especial- 
mente un  tegido  que  podria  compararse  con  las 
alfombras  de  Bergamo,  y  también  otro  que  es 
una  imitación  de  las  moquetas  ordinarias  ingle- 
sas; en  la  do  Madrid  se  fabrican  alfombras  vene- 
cianas y  jaspeadas;  en  la  de  Barcelona,  diri- 
gida por  el  Sr.  Surcl,  se  fabrica,  además  de 
alfombras  aterciopeladas  alto  lizo,  alfombras 
aterciopeladas  de  lana  larga,  alto  y  bajo  lizo,  y 
moquetas  al  estilo  de  Francia  y  de  Inglaterra,  un 
nuevo  tegido  de  todas  anchuras  desde  28  pulga- 
das á  8  pies,  que  representa  el  verdadero  punto 
del  bordado  que  hacen  las  señoras  sobro  cañama- 
zo, el  cual  se  ejecuta  en  telares  á  la  Jacquart  y 
permite  hacer  en  él  cualquier  especio  de  dibujo 
y  toda  combinación  de  colores. 

A  pesar  de  los  progresos  que  se  hacen  en  osle 
ramo  de  industria  en  nuestro  país,  la  importación 
do  alfombras  extranjeras,  en  particular  inglesas, 
que  parece  son  las  preferidas,  es  muy  consi- 
derable. 

A  rroYSi  a  .  Alfonsia.  Nombre  de  un  gé- 
nero de  palmeros  de  la  América  meridional,  cuya 
única  especie  el  Alfonsia  que  lleva  aceite 
{Alfonsia  oleífera ,  Kunth )  es  llamada,  por  los 
habitantes  de  la  Nueva  Granada,  Corozo.  Ellos 
extraen  por  presión  de  las  almendras  del  fruto  un 
aceite  ó  grasa  liquida  de  que  se  sirven  para  el 
alumbrado ,  y  que  á  veces  se  mezcla  también  con 
el  aceite  de  coco. 
46 


ALG  421 

ALGARROBA,  Alffaiovrt  Legum- 
bre resinosa  de  un  árbol  de  la  familia  de  las  le- 
guminosas, vecino  de  los  higos  ó  del  Ceratonia, 
que  crece  en  el  Perú,  con  la  que  se  engordan  los 
ganados,  y  la  que  les  da  un  gusto  excelente. 

AliCAS,  Alg£.  Bajo  este  nombre,  Linnco 
comprendía  un  gran  número  de  plantas  cripto- 
gramas ,  que  después  han  sido  divididas  en  mu- 
chas familias,  no  conservándolo  sino  á  plantas 
celulosas  ,  membranosas  ó  filamentosas,  que  vi- 
ven en  las  aguas  dulces  ó  saladas ,  no  tienen  ór- 
ganos visibles  de  reproducción ,  pero  contienen 
en  las  celdillas  de  que  se  componen  esporos  re- 
productores: tales  son  las  Conferías,  los  Fu- 
cos .  etc. 

ALGOIMVX.  Especie  de  vello  vegetal,  fino, 
sedoso  y  mas  ó  menos  blanco ,  que  cubre  las  se- 
millas de  las  especies  de  un  género  de  plantas 
llamado  Algodonero  (Y.  esta  palabra). 

El  algodón  crece  en  el  arbusto ,  encerrado  en 
una  cápsula,  y  adhiere  fuertemente  á  las  semi- 
llas. Está  cápsula  lo  protejo  contra  las  intemperies 
del  aire  y  del  polvo  hasta  que  ha  llegado  á  ese 
grado  de  madurez  que  le  hace  propio  para  la  in- 
dustria. El  calor  del  sol  le  hace  entonces  dilatar, 
y  la  cápsula,  entreabriéndose,  ofrece  al  cosechero 
libras  linas  muy  flexibles  y  bastante  fuertes  para 
que  el  arte  pueda  reunirías  y  alargarlas  en  hilos 
de  una  finura  oxlroma, 

La  cosecha  del  algodón  exige  los  mayores  cui- 
dados ,  porque  el  modo  con  que  se  hace  influvo 
poderosamente  en  la  calidad  de  los  productos,  a'sí 
como  el  molinaje,  que  consiste  en  desnegar  los 
filamentos  de  la  semilla.  Este  difícil  trabajo  debo 
hacerse  antes  del  embalaje,  porque  cuantos  mas 
granos  é  inmundicias  hay  en  el  algodón,  tanto 
menos  precio  tienen  los  productos  que  do  él  se 
obtienen.  Esta  operación  no  puede  nacerse  á  la 
mano  ( un  hombre  no  limpiaría  una  libra  de  al- 
godón al  dia) ,  y  así  en  todas  las  naciones  han- 
se empleado  siempre  medios  mecánicos  mas  ó  me- 
nos groseros  para  separar  los  filamentos  de  la 
semilla.  * 

El  cultivo  del  algodonero ,  la  duración,  la  al- 
tura y  la  fuerza  á  las  cuales  llega  su  tallo ,  y  la 
calidad  del  algodón  que  produce,  varían  según 
la  semilla  ó  el  plantel,  las  costumbres  del  país  en 
donde  es  cultivado,  la  temperatura  do  los  climas, 
la  posición  y  la  calidad  do  los  terrenos. 

El  algodón  procedente  de  los  mismos  algodo- 
neros tendrá  mas  ó  menos  fuerza ,  longitud ,  lim- 
pieza y  lustre ,  según  que  la  temperatura  habrá 
sido  mas  ó  menos  favorable ,  que  la  cosecha  ha- 
brá ó  no  habrá  sido  hecha  á  tiempo,  y  también  se- 
gún el  esmero  que  se  habrá  puesto  eii  pasarlo  por 
el  molino  para  limpiarlo. 

Esta  preparación  en  el  molino  es  de  las  mas 
importantes:  si  está  bien  hecha,  el  algodón,  ade- 
más de  hallarse  separado  de  las  pepitas  y  de 
otros  cuerpos  extraños ,  es  extendido,  seguido ,  y 
sus  filamentos  son  iguales  y  conservan  toda  su 

*    Al  presente,  con  el  Saugin  de  Whilney,  un  solo  hom« 
bre  puede  limpiar  (res  quintales  de  algodón  al  dia. 
TOMO  I. 


m  ALG 

fuerza.  Al  contrario,  si  la  preparación  está  mal 
"hecha,  no  hallándose  el  algodón  desprendido  de 
las  pepitas,  de  las  porciones  de  cápsula,  y  de  la 
tierra  ó  de  la  arena,  queda  sucio  y  cargado;  ó 
bien  los  filamentos,  hallándose  enervados  por  la 
acción  de  la  máquina,  pierden  su  longitud,  ó, 
reuniéndose,  se  disponen  de  modo  que  forman  es- 
pecies de  nudos  (pie  hacen  su  trabajo  muy  difícil 
y  de  un  mal  resultado  para  la  bitadura. 

El  algodón  varia  al  infinito;  lo  hay  que  es  de  co- 
lor blanco,  amarillento  ó  rojizo ;  que  tiene  fibras 
mas  ó  menos  gruesas,  mas  o  menos  largas,  mas 
ó  menos  fuertes  y  sedosas.  Cualquiera  sea  su  va- 
riedad, cuanto  mas  separado  esté  de  sus  semi- 
llas, mas  valor  tiene;  los  cultivadores,  seguros 
siempre  de  venderlo,  casi  nunca  lo  limpian  con 
mucho  esmero.  Desembarazado  de  sus  semillas, 
hácense  de  él  balones  de  200  á  600  libras,  los 
cuales,  por  medio  de  una  prensa,  se  reducen  á 
una  masa  de  3  á  4  pies  cúbicos,  cubiertos  de  te- 
la sujeta  con  cuerdas. 

En  los  mercados  de  Europa,  se  vende  el  al- 
godón según  su  origen,  es  decir  su  procedencia 
y  sus  calidades,  y  se  divide  siempre  en  tres 
clases :  la  primera  ó  flor  de  la  mercancía,  reser- 
vada para  el  urdimbre  de  las  estolas,  es  el  al- 
godón que  tiene  su  vello  mas  largo,  mas  her- 
moso, y  que  da  menos  merma;  la  segunda,  ó 
calidad  común,  destinada  para  la  trama,  no  es 
tan  perfecta  en  longitud,  finura  y  limpieza;  la 
tercera  en  fin ,  ó  calidad  inferior ,  sirve  igual- 
mente para  las  tramas  de  las  estofas  mas  comu- 
nes. 

La  especie  superior  es  aquella  cuyo  vello  es  el 
mas  largo  y  el  mas  suave  al  tacto,  igualmente 
que  el  mas  fino ,  el  mas  blanco  y  el  mas  lim- 
pio, sin  que  sea  todo  ni  rizado  ni  granoso.  El 
rizado  se  conoce  fácilmente,  porque  el  vello  ten- 
dido y  suelto  se  encoje  sobre  sí  mismo ;  el  vello 
no  rizado  no  sale  de  su  longitud.  En  cuanto  al  al- 
godón granoso ,  hay  en  sus  filamentos  peque- 
nos  puntos  blancos  tan  fuertemente  adheridos  á 
ellos  que  ni  pueden  separarse  por  el  mejor  car- 
dado. Por  lo  demás,  mezclando  diversas  espe- 
cies de  algodón,  se  obtienen  calidades  mas  ven- 
tojosas  para  la  mayor  parte  de  los  tegidos. 

La  generalidad  de  los  algodones  llevan  mar- 
cas ,  sea  de  los  plantadores ,  sea  de  los  molinos 
en  que  han  sido  limpiados,  sea  en  fin  de  los  co- 
misionistas ó  de  la  autoridad  de  los  lugares  de  la 
remesa.  Los  algodones  que  proceden  de  los  plan- 
tadores de  nombradla  son  los  mas  comunmente 
superiores  en  calidad  álos  demás;  pero,  según  los 
años  mas  ó  menos  favorables  á  la  naturaleza  del 
terreno  que  ellos  benefician,  estos  plantadores  ven 
sostenerse  ó  disminuir  su  reputación.  Sobre  todo 
en  el  algodón  de  la  Georgia ,  largo  vello ,  es  en  el 
que  las  marcas  de  los  plantadores  tienen  mas  in- 
fluencia para  los  precios. 

La  forma  de  las  balas  ó  balones  y  su  peso  varían 
según  los  medios  que  presentan  los  países  en  don- 
de se  hace  la  cosecha  de  los  algodones ,  sea  para 
confeccionar  los  balones,  sea  para  trasportarlos  á 
los  lugares  de  remesa. 


ALG 

En  tanto  un  algodón  es  mas  brillante,  limpio, 
extendídojy  seguido,  y  en  tanto  sus  filamentos  son 
iguales,  finos  y  fuertes,  libres  de  pequeños  pun- 
tos blancos  llamados  granos  ó  nudos,  mas  su  ca- 
lidad es  perfecta. 

Especies  de  algodón. 

Los  algodones  se  distinguen  en  largo  vello  y 
corlo  vello; — las  especies  que  dan  lugar  á  las 
transacciones  mas  habituales  en  el  comercio  son: 

Para  Jos  largos  vellos. 


Georgia  largo. 

Babia. 

Guadalupe. 

Borbon. 

Camucbi. 

Cuba. 

Jume!  ó  Egipto. 

Para. 

Martinica. 

Puerto-Rico. 

Marañon. 

Trinidad  de  Cuba. 

Cayena. 

Haití. 

dimana. 

Fernambuco. 

Minas. 

Caracas-Cartagena. 

Para  los  cortos  vellos. 

Luisiana. 

Carolina. 

Kirkagech. 

Cayena. 

Georgia. 

Kiniclt. 

Alábanla, 

Senegal. 

Surala-Madrás. 

Mobila. 

Virginia. 

Alejandría  ó  Egipto 

Tennesscc. 

Souboujac. 

Bengala. 

Estas  especies  están  colocadas  aquí  según  la 
reputación  que  han  adquirido  por  la  finura,  el 
nervio  y  la  longitud  de  su  vello. 

Algodón  de  la  Georgia,  largo  vello.  Este 
algodón ,  por  su  muy  grande  finura,  su  fuer- 
za, su  limpieza  y  su  blancura  brillante  y  pla- 
teada, es  el  primero  de  los  algodones  conoci- 
dos. Embalaje:  de  tela  cáñamo;  balones  re- 
dondos. 

Algodón  de  la  Georgia,  corto  vello.  Este  al- 
godón es  fuerte,  bastante  fino,  generalmente 
limpio  y  de  un  vello  regular ;  su  color  es  de  un 
blanco  mantecoso.  Embaí.:  tela  de  cáñamo;  ba- 
lones redondos  y  cuadrados  con  cuerdas. 

Algodón  de  la  Carolina.  Esta  especie  es  ge- 
neralmente limpia ,  blanca ,  fina ,  algo  ligera,  y 
regular  en  calidad.  Embaí.:  tela  de  cáñamo;  ba- 
lones cuadrados  largos. 

Algodón  de  Mobila.  Algodón  limpio,  de  un 
blanco  ligeramente  mantecoso ;  vello  igual,  bas- 
tante largo  y  algo  grueso.  Embaí.:  tela  de  cáña- 
mo ;  balones  cuadrados  con  cuerdas. 

Algodón  de  Alabama.  Este  algodón,  que  se  re- 
coge en  una  de  las  provincias  septentrionales  de 
los  Estados-Unidos  de  América ,  es  en  general  de 
un  hermoso  blanco ,  de  un  vello  tan  largo  como 
el  de  la  Luisiana,  pero  menos  fino  y  menos  uni- 
do. Embaí. :  tela  de  cáñamo;  balones  cuadrados 
con  cuerdas. 

Algodón  de  la  Luisiana.  Algodón  limpio,  de 
un  hermoso  blanco,  ligeramente  mantecoso;  vello 
fino ,  suave  y  bastante  largo.  Embaí. :  tela  de 
cáñamo ;  balones  cuadrados  con  cuerdas. 

Algodón  de  Haití.  Algodón  amarillo,  bastan- 
te limpio ;  vello  fino  y  largo;  calidad  desigual 
resultante  de  partes  demasiado  maduras.  Sucede 
á  menudo  que  hay  partidas  mezcladas  de  balones 


ALG 
enteramente  de  algodón  amarillo  y  balones  ente- 
ramente de  algodón  blanco. —  El  algodón  ama- 
rillo es,  en  general,  el  mas  estimado  de  los  con- 
sumidores habituales  de  esta  especie,  porque  el 
hilo  que  de  él  procede  es  propio  para  ser  teñido. 
I:mbal.:  tela  de  lino  ligera;  balones  y  fardos.de 
forma  redonda. 

Algodón  de  la  Guadalupe.  Algodón  limpio, 
de  un  blanco  mantecoso ,  y  á  veces  mezclado 
con  partes  amarillas;  vello  bastante  fuerte.  Em- 
baí.: tela  de  cáñamo;  balones  redondos,  gruesos 
y  pequeños. 

Algodón  de  laMvrtínica.  Algodón  amarillo, 
bastante  limpio;  vello  algo  duro.  Embaí.:  tela  de 
cáñamo;  balones  y  fardos  de  forma  redonda. 

Algodón  de  Cuba.  Este  algodón,  de  un  blanco 
amarillento,  es  fuerte,  extendido,  algo  duro,  con 
frecuencia  cargado  y  que  se  limpia  fácilmente. 
Embaí.:  tela  de  cáñamo  ;  fardos  cuadrados  con 
ligaduras  de  cuero. 

Algodón  de  Trinidad  de  Cuba.  Algodón  de  un 
blanco  brillante ,  extendido ,  muy  limpio,  de  un 
vello  irregular,  y  acompañado  de'numerosos pun- 
tos blancos  adherentes  á  la  fibra.  Embaí. :  tela 
de  cáñamo  ;  balones  cuadrados. 

Algodón  de  Puekto-Rico.  Algodón  de  una  de 
las  grandes  Antillas,  lino,  de  un  blanco  plateado 
vivo,  de  un  vello  seguido,  suave  y  consistente. 
Está  con  bastante  frecuencia  cargado  principal- 
mente de  cuescos.  Embaí.:  balones  cuadrados 
con  ligaduras  interiores  de  junco. 

Algodón  de  Cartagena.  Este  algodón ,  de  una 
de  las  provincias  de  la  Colombia,  es  de  un  blanco 
deslucido ,  muy  cordado ,  en  mechas  muy  largas, 
de  un  vello  duro  y  cargado  de  semillas  molidas. 
Lo  hay  también  de  rollado  muy  limpio,  muy  brillan- 
te ,  y  que  tiene  en  este  estado  toda  la  apariencia 
del  "algodón  de  Fernambuco  (este  es  el  Payta). 
Embaí.:  forma  cuadrada ;  tela  de  algodón  blan- 
co. 

Algodón  de  Caracas.  Este  algodón  ,  que  pro- 
duce la  provincia  de  Caracas,  en  la  América  me- 
ridional, es  en  general  de  un  color  amarillento  y 
deslucido,  excesivamente  sucio,  seco,  quebra- 
dizo, y  de  un  vello  muy  desigual.  Embaí.:  balones 
cuadrados  de  cuero  ó  de  tela  con  ligaduras  de 
cuero. 

Algodón  de  Cumaná.  Este  algodón,  procedente 
de  la  Colombia,  era  en  otro  tiempo  mal  recogido, 
mu\  sucio,  de  un  vello  largo,  muy  desigual  y 
Quebradizo. — Desde  algunos  años  los  algodones 
Cumanáque  se  reciben  en  Europa  presentan  gran- 
des diferencias  de  calidades ,  es  decir  que  los  hay 
de  muy  sucios,  y  también  se  hallan  de  buenos, 
de  un  vello  igual  y  •fuerte.  Embaí.:  zurrones  de 
cuero ,  ó  balones  cuadrados  de  tela  con  ligaduras 
de  cuero. 

Algodón  ds  C  wi.n a.  Se  reciben  de  las  colonias 
francesas  de  la  líuiana ,  dos  especies  de  algo- 
don  bajo  las  denominaciones  de  cayena  largo  ve- 
llo y  cayena  corto  vello.  El  cayeña  largo  es  en 
general  de  un  vello  lino,  fuerte  y  regular;  su  co- 
lor es  de  un  blanco  mantecoso  brillante  El  Caye- 
na corto  es  de  un  vello  ménes  lino,  mas  duro  é 


ALG  I  ;';> 

irregular  en  su  longitud.  Estas  dos  especies  son 
generalmente  limpias,  y  hállase  cu  ellas  casi  siem- 
pre un  pequeño  pinito  inherente  á  la  libra.  Em- 
baí.: tela  de  cáñamo;  balones  redondos  ó  cua- 
drados de  diversas  formas. 

Algodón  deFeknambuco.  Este  algodón,  de  una 
de  las  provincias  del  Brasil ,  es  muy  limpio,  re- 
gular, fuerte  y  de  un  blanco  mantecoso.  Embaí.: 
tela  de  algodón;  balones  redondos  ó  cuadra- 
dos. 

Algodón  de  Camucih.  Algodón  del  Brasil,  pa- 
recido al  de  Fernambuco ,  pero  mas  extendido, 
mas  limpio,  y  de  un  vello  mas  grueso.  Embaí.-. 
lela  de  algodón ;  balones  redondos  ó  cuadrados. 
Algodón  de  Marañon.  Algodón  de  un  blanco 
mantecoso  un  poco  deslucido ,  á  veces  bástanlo 
sucio;  vello  grueso,  duro  y  fuerte.  Embaí. :  tela 
de  algodón;  balones  redondos  ó  cuadrados. 

Algodón  de  Bahía.  Este  es  bastante  lino,  me- 
nos extendido  y  menos  regular  en  la  longitud  del 
vello  que  el  algodón  de  Fernambuco,  general- 
mente cargado  de  pedazos  de  hojas  y  de  semi- 
llas, y  mezclado  con  algodón  muerto.  Embaí.: 
tela  de  algodón;  balones  redondos  ó  cuadra- 
dos. 

Algodón  de  Para.  Algodón  de  un  blanco  man- 
tecoso, un  poco  deslucido,  y  generalmente  sucio; 
vello  bastante  fino  y  fuerte.  Embaí. :  tela  de  al- 
godón; balones  redondos. 

Algodón  de  Minas.  Algodón  de  color  amarillo, 
algo  sucio ,  de  un  vello  fino  y  largo.  Embaí. : 
zurrones  de  cuero;  forma  cuadrada  plana. 

Algodón  del  Senegal.  Algodón  de  África,  bas- 
tante blanco.  Parece  muy  bueno  por  su  natura- 
leza; pero  la  manera  con  queso  le  prepara  lo 
deteriora,  de  suerte  que  el  poco  que  se  recibe  es 
de  un  vello  muy  quebradizo ,  y  tiene  un  gran 
número  de  pequeños  nudos  blancos  adherentes 
á  la  libra.  Este  defecto  quita  casi  al  fabricante 
la  posibilidad  de  hilarlo.  Embaí. :  tela  de  cáña- 
mo; balones  cuadrados. 

Algodón  de  Borbon.  Este  algodón,  que  viene 
de  la  isla  de  Borbon ,  es  muy  fino,  limpio,  bri- 
llante, y  de  un  blanco  mantecoso.  A  veces  es  me- 
choso, y  lleva  un  muy  pequeño  grano  blanco. 
Embaí, :  balones  cuadrados;  esteras  y  ligaduras 
de  junco. 

Algodón  de  Bengala.  Esta  especie,  proceden- 
te de  una  de  las  mas  vastas  pro\  incias  del  Indos- 
tan,  es  de  un  tinte  amarillento,  de  un  a  ello  lino, 
muy  corto  y  regular  en  calidad.  Embaí. :  tela  de 
corteza  de  árbol;  balones  cuadrados  largos,  muy 
fuertemente  apretados  con  una  sola  cuerda  igual- 
mente de  corteza  de  árbol,  y  con  la  cual  se  dan 
doce  ó  diez  y  seis  vueltas. 

Algodón  de  M  vduás.  Algodón  de  la  India,  de 
un  hermoso  amarillo,  limpio,  de  vello  extendido, 
y  bastante  corto.  Embaí.:  tegido  de  corteza 
de  árbol ;  balones  cuadrados  ,  muy  fuertemente 
ligados  con  una  sola  cuerda  también  de  corte/a 
de  árbol ,  y  con  la  cual  se  dan  doce  á  catorce 
vueltas. 

Algodón  de  Toomels,  Algodón  de  la  India,  do 
un  blanco  amarillento ,  generalmente  limpio,  po- 


424  ALG 

co  extendido,  de  un  vello  rizado  y  algo  grosero. 
Embaí. :  tela  de  corteza  de  árbol ;  balones  cua- 
drados largos,  muy  fuertemente  apretados  con 
una  cuerda  también  de  corteza  de  árbol,  que  da 
doce  ó  diez  y  seis  vueltas. 

Algodón  de  Surata.  Algodón  de  la  India,  po- 
co extendido,  blanco,  y  á  veces  ligeramente 
mantecoso,  y  de  un  vello  fuerte.  Este  algodón 
varia  mucho  en  calidad :  lo  hay  de  especies  muy 
comunes,  sucias  y  cargadas  de"  tierra,  y  de  otras 
de  muy  hermoso  color,  limpias  y  brillantes.  Ca- 
da marca  es  de  una  calidad  uniforme.  Los  mas 
hermosos  algodones  de  Surata  son  aquellos  que 
llevan  la  marca  de  la  compañía  inglesa  de  las  In- 
dias. Embaí. :  tela  de  corteza  de  árbol;  balones 
cuadrados  muy  fuertemente  apretados  con  una 
cuerda  igualmente  de  corteza  de  árbol,  que  da  do- 
ce ó  diez  y  seis  vueltas. 

Algodón  de  Kirkagecii.  Algodón  del  Levante, 
blanco,  seguido,  extendido  y  generalmente  lim- 
pio; vello  un  poco  grueso  y  duro.  Embaí.:  li- 
gero tegido  de  cabruda  de  cabra  y  de  camello; 
balones  redondos. 

Algodón  de  Kinick.  Este  algodón ,  procedente 
del  Levante ,  es  blanco ,  rizado ,  un  poco  seco  y 
bastante  limpio.  Embaí.:  tegido  de  cabruda  de 
cabra  y  de  camello ;  balones  redondos. 

Algodón  de  Souboujac.  El  mas  hermoso  de 
los  algodones  del  Levante;  es  de  un  blanco  bri- 
llante, limpio,  de  un  vello  lino,  suave  y  un  poco 
rizado.  Embaí.:  tegido  de  crin;  balones  re- 
dondos. 

Algodón  de  Egipto,  llamado  Jumel.  Este  algo- 
don,  de  un  amarillo  deslucido,  es  lino  y  fuerte. 
Las  mas  bellas  calidades  llegan  ahora  en  un  es- 
tado de  limpieza  satisfactoria ;  las  especies  mez- 
cladas y  comunes  son  mas  ó  menos  sucias.  Em- 
baí. :  tela  blanca  de  lino ;  balones  redondos  ó 
cuadrados  con  pequeñas  cuerdas. 

También  se  reciben  de  Egipto  algodones  di- 
chos tfe  Alejandría.  Su  vello  es  corto  y  duro;  son 
blancos ,  pero  muy  sucios.  Embaí. ;  tela  gruesa 
y  clara;  balones  redondos  con  pequeñas  cuerdas. 

Según  los  lugares  de  su  producción  ó  su  pro- 
cedencia ,  pueden  dividirse  los  algodones  en  cin- 
co grandes  clases  ó  especies,  á  saber:  1.°  el  al- 
godón de  las  Indias  orientales;  2.°  el  algodón  de 
las  islas  ó  de  las  Antillas;  3.°  el  algodón  de  la 
América  del  Sud ,  que  comprende  el  Brasil  y  la 
Guiana ;  4.°  el  algodón  de  la  América  del  norte 
en  los  Estados-Unidos;  5.°  el  algodón  del  Levante 
y  del  Egipto. 

\  .a  Algodón  de  las  Indias  orientales.  Este  al- 
godón era  antiguamente  todo  empleado  en  los  lu- 
gares de  su  producción  por  las  fábricas  del  país; 
pero  desde  que  las  fábricas  de  vapor  de  los  In- 
gleses las  han  suplantado ,  este  algodón,  que  no 
es  muy  apreciado,  llega  en  gran  cantidad  á 
Inglaterra,  y  es  reexportado  hiíado  ó  tegido  al 
lugar  de  su  procedencia. 

2.a  Algodón  de  las  islas  ó  de  las  Antillas.  Su 
cultivo  y  su  consumo  ha  disminuido  mucho  desde 
que  el  Brasil  y  los  Estados-Unidos  han  producido 
inmensas  cantidades  de  algodón  á  precios  mu- 


ALG 

cho  mas  bajos,  aunque  de  calidad  menos  fina, 
pero  que  abastecen  a  las  fábricas  de  Europa. 
Entre  estos  algodones ,  el  de  la  Guadalupe  era  el 
que  estaba  mas  en  uso ;  en  seguida  venia  el  de 
Santo  Domingo,  que  era  de  mejor  calidad ;  pero 
el  de  Cayena  era  el  que  excedía  á  todas  las  de- 
más especies  por  su  blancura ,  su  suavidad  y  la 
largaria  de  su  vello,  y  es  el  mas  propio  para  la 
fabricación  de  las  muselinas  y  de  los  terciopelos 
de  algodón.  Con  todo  el  Marañon  superior,  al 
Cayena  mismo ,  conservaba  y  conserva  todavía 
el  primer  lugar  entre  los  algodónesele  las  islas. 

3.a  Algodón  de  la  América  del  sud.  Al  princi- 
pio ,  la  exportación  de  los  algodones  del  Brasil 
era  poco  considerable ,  pero  desde  algunos  años 
ha  tomado  un  grande  aumento.  El  de  Fernambu- 
co  es  muy  estimado.  La  Guiana  produce  también 
algodón  de  buena  calidad;  es  suave,  pastoso,  de 
un  hermoso  blanco ,  y  sobre  todo  el  hilo  es  muy 
largo;  la  segunda  cosecha,  que  tiene  lugar  á  la 
lin  del  otoño ,  es  á  la  vez  la  mejor  por  la  calidad 
y  por  ser  la  mas  abundante.  El  algodón  de  Su- 
finam  es  muy  puro ,  pero  es  algo  mas  común  que 
el  Marañon;  el  Essequebo,  el  Berbice  y  el  Déme- 
rary  se  asemejan  mucho  al  Surinam ,  y  son  muy 
estimados  por  su  blancura,  su  fuerza  y  su  lon- 
gitud. 

4.a  Algodón  de  la  América  del  norte  ó  de  los 
Estados-Unidos.  El  cultivo  del  algodón  es  actual- 
mente una  de  las  principales  riquezas  de  los  Es- 
tados-Unidos ,  y  la  exportación  de  este  producto 
es  uno  de  los  ramos  mas  extendidos  de  su  comer- 
cio. En  razón  de  su  excelente  calidad  y  de  su 
precio  muy  módico,  se  exportan  de  allí  cantida- 
des inmensas  en  Europa.  Distingüesele  según  los 
países  de  producción  ó  de  procedencia :  la  Lui- 
siana,  la  Georgia,  la  Alabama  son  las  especies 
de  algodón  mas  generalmente  conocidas. 

5.a  Algodón  del  Levante  y  del  Egipto.  Los  al- 
godones del  Levante  eran  antiguamente  casi  los 
únicos  que  circulaban  en  el  comercio.  Estos  al- 
godones se  distinguen  por  los  nombres  de  los  lu- 
gares de  donde  se  hacen  las  grandes  exportacio- 
nes, que  son  Acre  para  la  Siria,  Esmirna  para  la 
Anatolia,  Salónica  para  la  Turquía  de  Europa,  y 
dase  el  nombre  genérico  de  Chipre  al  algodón  que 
se  cultiva  en  la  mayor  parte  de  las  islas  del  Ar- 
chipiélago. Los  algodones  del  Levante  son  muy 
inferiores  á  los  de  la  América ;  en  verdad  tienen 
á  corta  diferencia  la  misma  blancura,  pero  son 
mas  cortos,  menos  limpios,  mas  duros,  y  á  me- 
nudo llenos  de  pequeños  nudos  que  no  caen  al 
cardarlos  y  que  les  hacen  susceptibles  de  rom- 
perse cuando  se  les  quiere  para  hilos  finos.  Los 
puertos  de  mar  de  donde  se 'expiden  los  algodones 
del  Levante  son  Alejandría,  Alepo,  Esmirna, 
Saida  ó  Beyrout,  San  Juan  de  Arce,  Chipre,  etc. 

Los  Estados-Unidos  de  América  producen  los 
mas  buenos  algodones  largo  vello,  y  los  mas  her- 
mosos algodones  corto  vello.  El  Brasil  solo  pro- 
duce algodones  largo  vello,  la  mayor  parte 
muy  eslimados.  La  India  y  el  Levante  dan  algo- 
dones largo  vello  y  de  corto  vello.  Los  algodones 
de  América  largo  vello  sirven  para  confeccionar 


ALG 

los  tegidos  mas  finos,  las  muselinas,  los  tules  y 
las  mas  bellas  percalas.  Los  algodones  de  Améri- 
ca corlo  \ello,  cu>  o  trabajo  es  el  mas  fácil  para 
los  fabricantes,  son  á  propósito  para  diversos 
usos,  desde  la  estofa  mas  grosera  hasta  la 
de  mediana  finura,  y  los  tegidos  que  con  él 
se  hacen  son  muy  propios  para  la  impresión. 
Los  algodones  del  Brasil  se  emplean  con  prefe- 
rencia para  la  tintura  y  para  las  estofas  de  media- 
na finura  que  exigen  consistencia.  Los'cortos  ve- 
llos de  la  India  sirven  en  la  fabricación  de  los 
cobertores  de  cama,  mantas,  frazadas,  gruesas 
estofas  y  pasamanería.  Los  largos  vellos  son  muy 

Eropiospara  la  fabricación  de  los  tegidos  finos", 
os  cortos  vellos  del  Levante  se  aplican  general- 
mente á  estofas  groseras,  y  los  largos  vellos, 
de  los  cuales  se  obtiene  muy  buen  resultado  en 
tintura,  sirven  para  hacer  estofas  de  mediana 
fiuura  y  de  una  excelente  calidad. 

Producción  general  del  algodón. 

El  Sr.  Nicolás  Koechlin ,  presidente  de  la  cá- 
mara de  Malhouse,  ha  hecho  la  evaluación  si- 
guiente (en  la  información  de  1834) ,  de  la  pro- 
ducción general  del  algodón  en  las  diferentes 
partes  del  inundo: 

LIBRAS  CAST. 

En  los' Estados-Unidos  déla  Ainiirica.     .  381,000.000 

En  la  India 65,400.000 

En  il  Brasil 86,400.000 

Kn  las  colonias  de  Borbon,  Cayena  y  demás.      6,540.000 
En  Egipto  y  en  el  Levante.  .     .     .     .    ,    21.800.000 

Total.     501.400.000 

Comercio  del  algodón  en  España. 

Los  puntos  de  procedencia  del  algodón  que  se 
recibe  en  España  son:  en  los  Estados-Unidos,  de 
Nueva  Orleans,  Charleston  y  Mobila;  en  el  Bra- 
sil ,  de  Fernambuco,  considerado  de  primera  ca- 
lidad, de  Marañon,  considerado  de  segunda  ca- 
lidad :  en  Cabo  Rnjo  en  la  isla  de  Puerto  Rico, 
de  Cuba,  Puerto  Rico,  Guiana  y  Motril. 

El  algodón  que  se  consume  en  España  es  reci- 
bido principalmente  en  el  puerto  de  Barcelona  y 
algunos  cargamentos  en  el  de  Málaga;  también 
se  recibe  algún  cargamento  en  Palma  de  Mallor- 
ca, y,  á  tenor  de  últimas  Reales  órdenes,  alguno 
«pie  otro  en  los  puertos  de  Tarragona  y  de  Villa- 
nueva  y  Celtru. 

La  importación  de  algodón  en  España  se  calcu- 
la que  asciende  al  número  de  90.000  balones, 
equivalentes  en  su  peso  á  los  del  algodón  del 
Norte  América. 

El  algodón  de  mas  uso  en  España  es  princi- 
palmente el  de  Norte  América,  luego  el  de  Fer- 
nambueo  y  de  Marañon ,  después  el  de  Motril ,  y 
por  ultimo  el  de  Puerto  Rico,  Cabo  Rojo,  Cuba 
y  Guiana. 

El  algodón  generalmente  se  vende  al  contado, 
y  algunas  veces  á  plazo  de  90  dias ,  por  pesos 
sencillos ,  ó  sean  28  sueldos  catalanes  equivalen- 


alg  m 

tes  á  unos  15  reales  vellón.  Las  taras  son  para  el 
algodón  del  Norte  América,  una  libra  por  arroba; 
para  los  del  Brasil  ó  Fernambuco  y  de  Marañon, 
cuatro  libras  por  bala;  para  los  de  Cuba,  Puerlo 
Rico,  Cabo  Rojo  y  Guiana,  una  libra  por  arro- 
ba; para  el  de  Motril,  según  el  lienzo,  tres  ó 
cuatro  libras  por  bala.  En  Barcelona  es  estilo 

3ue,  entrando  el  algodón  en  almacén  y  pesan 
ose  después  en  el  mismo ,  se  abona  una  libra 
por  bala. 

Propiedades  del  algodón. 

Las  calidades  del  algodón  lo  recomiendan  para 
vestidos,  con  preferencia  á  los  tegidos  de  cáñamo 
ó  de  lino,  en  los  climas  calientes  como  en  los  cli- 
mas fríos.  "El  lienzo  tiene  sin  duda  la  ventaja,  bajo 
ciertas  relaciones:  ligero,  hermoso  y  fuerte,  es  de 
un  uso  mas  agradable  bajo  un  cielo  templado .  Pero 
el  tegido  de  algodón  garanlece  mejor  la  salud  del 
exceso  del  calor  y  del  frió ;  en  una  palabra ,  es 
mas  confortante  que  el  lienzo.  En  efectd,  las  fun- 
ciones de  la  piel  son  mantener  el  cuerpo ,  por  la 
traspiración,  en  una  temperatura  igual,  en  medio 
de  las  variaciones  de  la  atmósfera ;  y  el  lienzo, 
mejor  conductor  del  calórico  que  el  tegido  de  al- 
godón, condensa  los  vapores  que  exhalan  los  po- 
ros, acumula  el  sudor  en  la  piel,  la  que  se  pone  lue- 
go húmeda  y  fria,  detiene  súbitamente  la  traspira- 
ción, y  produce  siempre  un  mal  estar  cuando  no 
determina  enfermedades  peligrosas.  El  tegido  de 
algodón,  al  contrario,  condensa  poco  la  traspira- 
ción ,  la  permite  escaparse  en  vapor ;  y  si  esla 
traspiración  es  bastante  abundante  para  "producir 
el  sudor,  lo  absorve  mas  pronto  y  en  mayor  can- 
tidad que  el  lienzo.  Así,  el  algodón  tiene  sobro 
el  lienzo  la  doble  ventaja  de  conservar  mejor  el 
calor  del  cuerpo  en  los  climas  frios,  y  de  ser  mas 
favorable  á  la  salud  en  los  climas  calientes ,  en 
cuanto  permile  al  cuerpo  una  traspiración  mas 
libre. 

Origen  de  la  industria  algodonera.  * 

La  fabricación  de  los  tegidos  de  algodón  fué 
ejercida  en  el  Indostan  desde  la  antigüedad  mas 
remota.  En  tiempo  de  Herodoto,  que  escribía  en 
el  año  445  antes  de  J.-C. ,  los  Indios  llevaban  to- 
dos vestidos  de  algodón.  «Ellos  poseen',  dice  el 
historiador  griego ,  una  especie  de  planta  que, 
en  vez  de  fruto ,  produce  lana  de  una  calidad  mas 
hermosa  y  mejor  que  la  de  los  carneros :  de  ella 
los  Indios  hacen  sus  vestidos.  ( Herodoto  ,  lib.  III, 
c,ap.  106).»  Y  si  en  esta  época,  el  pueblo  lleva- 
ba vestidos  de  algodón,  es  probable  que  esta 
costumbre  contase  muchos  siglos ,  porque  los  In- 
dostanenses  han  siempre  atestiguado  su  aversión 
para  toda  especie  de  innovaciones.  Débese  no- 
tar también  que  el  mismo  historiador  menciona 
á  esta  planta  como  particular  en  la  India,  y 
por  otra  parle  no  habla  de  lana  vegetal  empleada 
para  hacer  vestidos.  En  términos  precisos,  dice 

*  Este  articulo  y  el  siguiente  de  la  Historia  comercial  del 
algodón  los  tomamos  de  un  escrito  del  Sr.  Bray,  síndico  d« 
los  Corredores  de  Comercio  de  París. 


426  ALG 

que  los  vestidos  de  los  Babilonios  eran  de  lino  y 
de  lana,  y  que  los  de  los  Egipcios  eran  solo  de 
lino ,  á  excepción  del  pañuelo  ó  chai  de  lana 
blanca  que  los  sacerdotes  se  ponían  en  sus  es- 
paldas fuera  de  las  funciones  de  su  ministe- 
rio. Así,  puede  concluirse  con  certitud  que, 
en  esta  época,  la  fabricación  de  los  tegidosde 
algodón  era  generalmente  extendida  en  la  India, 
pero  que  no  existia  en  ninguna  comarca  en  el 
oeste  del  Indo.  Arrieno  también,  en  su  historia 
de  Alejandro,  corrobora  con  su  testimonio  la  cita 
deüerodoto.  «Los Indios,  dice,  llevaban  vesti- 
dos de  una  sustancia  que  crecia  en  árboles;  era 
cierta  cosa  mucho  mis  blanca  y  mas  hermosa  que 
el  lino.  En  fin,  dice  que  el  nombre  del  algodonero 
era  Tala,  y  describe  su  cápsula.  (Arr.  Historia 
de  la  India,  cap.  16.)»  Estrabon,  hablando  de  los 
Indios,  menciona,  según  la  autoridad  de  Nearco, 
sus  telas  de  algodón  de  flores  ó  indianas,  y  añade 
que  en  su  tiempo  (murió  el  año  35  de  nuestra 
era)  el  algodón  se  criaba  y  que  con  él  se  hacían 
vestidos  en  la  provincia  situada  en  la  entrada  del 
golfo  Pérsico  (Estrab.,  lib.  xv.).  En  tiempo  de 
Plinio,  cincuenta  años  después  de  Estrabon,  el 
algodonero  era  conocido  en  el  Alto-Egipto,  igual- 
mente que  en  la  isla  de  Tilos,  en  el  golfo  Pérsi- 
co. El  dice:  «en  el  Alto-Egipto,  hacia  la  Arabia, 
«crece  un  arbusto  que  los  unos  llaman  Gossypion, 
«y  los  otros  Xylon ;  es  pequeño,  y  lleva  un  fruto 
«semejante  á  una  avellana  en  la  cual  hay  un  vello 
«sedoso  que  se  hila.  Con  él  se  hacen  magníficas 
«vestiduras  para  los  sacerdotes  de  Egipto,  y  na- 
«da  es  comparable  á  estas  bellas  estofas  por  su 
«blancura  y  suavidad.»  En  la  descripción  de  la 
isla  de  Tilos,  el  mismo  escritor  cita,  según  el 
naturalista  griego ,  Teofrasto ,  entre  las  produc- 
ciones notables  de  esta  isla:  «árboles  que  llevan 
«lana,  con  hojas  perfectamente  semejantes  á  las 
«de  la  vid ,  pero  mas  pequeñas.  Estos  árboles, 
«dice ,  llevan  un  fruto  como  un  calabacino ,  y  del 
«grueso  de  un  membrillo ;  llegado  á  su  grado  de 
«madurez ,  se  abre  con  estallido  y  deja  ver  un  ve- 
«llo  lanoso  del  que  se  hacen  vestidos  como  de 
«una  preciosa  estofa  de  lino.» 

Historia  comercial  del  algodón. 

Asia. — La  primera  mención  del  algodón  como 
objeto  comercial  se  encuentra  en  el  precioso  do- 
cumento sobre  el  comercio  de  la  antigüedad  ,  co- 
nocido bajo  el  nombre  de  Periplo  del  marEritreo 
{Periplus  maris  Erylhrcci),  por  Arriano,  que 
mas  arriba  hemos  citado,  y  que  vivia  hacia  úl- 
timos del  primer  siglo  de  la  era  cristiana.  Este 
escritor,  que  también  era  comerciante  y  nave- 
gante, navegó  por  estaparte  del  Océano,  que 
se  extiende  desde  el  mar  Rojo  hasta  á  los  confines 
mas  remotos  de  la  India,  y  describió  particular- 
mente los  objetos  de  importación  y  de  exportación 
«le muchas  ciudades  de  este  país,  objetos  de  que 
se  componía  su  comercio  con  los  Árabes  y  los  («rie- 
gos. Según  esta  obra ,  parece  que  los  Arabos 
traían  algodones  de  la  India  á  Aduli ,  puerto  del 


ALG 

mar  Rojo;  que  los  puertos  de  la  otra  parte  de  esté 
mar  tenían  un  comercio  establecido  con  Púlala  (en 
el  Indo) ,  Ariake  y  Barygaza  (la  moderna  Barocha) , 
y  de  ellos  recibían  mercadurías  ;de  .algodón  de 
diferentes  especies;  que  Barygaza  exportaba  una 
gran  cantidad  de  indianas ,  muselinas  y  otros  tc- 
gidos  de  algodón,  lisos  ó  con  flores,  fabricados  en 
las  provincias  á  las  cuales  se  comunicaba  por  el 
puerto  de  esta  ciudad,  así  como  en  el  interior  de 
las  comarcas  mas  remotas  de  la  India ;  que  Ma- 
saba (hoy  día  Masulipatam )  era  entonces,  como 
ella  ha  sido  siempre  después,  famosa  por  sus  lu- 
bricas de  excelentes  estofas  de  algodón ;  y  que 
las  muselinas  de  Bengala  eran  en  esta  época,  co- 
mo en  nuestros  dias ,  superiores  á  todas  las  de- 
más, y  llamadas  por  los  Griegos  Ganyitiki,  nom- 
bre que  indicaba  que  estaban  fabricadas  en  las 
riberas  del  Ganges. 

liase  visto,  según  Estrabon,  Plinio  y  el  Periplo, 
que  la  fabricación  de  las  estofas  de  algodón ,  en 
la  época  de  la  era  cristiana,  se  había  extendido 
hasta  en  Egipto  y  en  Persia ,  y  que  los  productos 
primorosos  ele  las  fábricas  de  la  India ,  tales  como 
muselinas  é  indianas,  lisas  ó  con  dibujos,  eran 
comprados  por  los  navegantes  griegos  en  los  puer- 
tos del  Egipto  y  de  la  Arabia,  de  donde  penetraron 
luego,  como  puede  presumirse ,  en  la  capital  del 
imperio  romano,  así  como  en  algunas  ciudades 
opulentas  de  la  Grecia.  Sin  embargo,  las  merca- 
derías de  algodón  no  debían  ser  el  objeto  de  una 
importancia  considerable ,  ni  aun  regular ,  para 
Roma  y  la  Grecia ,  puesto  que  de  ellas  no  se  ha- 
ce ninguna  mención  directa  por  sus  escritores, 
quienes  no  se  desdeñaban  de  ocuparse  de  otros 
productos  importados  del  Oriente ,  tales  como  el 
oro,  las  especias,  las  piedras  preciosas  y  aun  la 
seda. 

A  quien  ha  observado  los  rápidos  progresos  de 
la  industria  algodonera  desde  cuarenta  anos,  de- 
be parecerle  extraordinario  que  este  ramo  de  co- 
mercio haya  quedado  trece  cientos  años  en  las 
las  costas  del  Mediterráneo ,  antes  de  atravesar 
este  mar  para  penetrar  en  Grecia  y  en  Italia,  y 
que  los  productos  tan  perfectos  de  las  fábricas  de 
la  India  no  hayan  sido  buscados  con  conato  ni 
tampoco  importados  en  gran  cantidad  en  el  im- 
perio romano. 

Esto  fué  lo  que  tuvo  lugar  con  la  seda ;  aunque 
de  un  precio  elevado  y  procedente  de  una  comar- 
ca tan  lejana  como  la  China,  la  seda  fué  buscada 
con  anhelo  por  las  señoras  de  Roma,  y  en  parti- 
cular por  las  de  la  capital  del  Bajo-Imperio.  Los 
gusanos  de  seda,  así  como  el  arle  de  fabricar  sus 
productos,  fueron  importados  de  la  China  en 
Conslantinopla  por  dos  monges  persas ,  bajo  el 
reinado  deJusliniano,  el  año  552,  y  todo  induce 
á  creer  que  las  mercancías  de  algodón  de  la  In- 
dia fueron  también  importadas  allí  en  la  misma 
época,  porque  van  comprendidas  en  la  lista 
de  las  mercaderías  que  pagaban  derechos,  en 
el  Digesto  de  las  leyes  de  Jusliniano;  pero,  co- 
mo los  escritores  raras  veces  hablan  de  ellas, 
mientras  que  con  frecuencia  se  hace  mención 
de  las  estofas  de  seda,  es  probable  que  no 


ALG 

fuesen  muy  estimada»,  y  que  el  comercio  á  que 
daban  lugar  no  fuese  muy  considerable. 

En  I  ioi ,  las  estofas  de  algodón  eran  ya  un  ar- 
tículo importante  de  comercio  para  vestidos  en  la 
Crimea  y  la  Rusia  del  Norte,  á  donde  se  traían 
del  Turkistan.  La  armenia  tenían  también,  en 
esta  época ,  una  fábrica  de  muy  hermosos  tegi- 
dos  de  algodón,  J  esta  lana  vegetal  crecía  abun- 
dantemente en  Persia,  y  en  este  país  era  fa- 
bricada en  todas  las  pro\  incias  que  circundan  el 
Indo. 

Pero ,  un  hecho  curioso ,  confirmado  además 
por  los  anales  chinos,  es  que  este  pueblo,  tan  in- 
dustrióse, tan  antiguamente  civilizado,  á  quien 
el  mundo  es  deudor  de  sus  fábricas  de  sederías, 
de  papel  y  de  azúcar ,  que  ejerció  el  arte  de  la 
imprenta,  y  conoció ,  antes  que  ninguna  otra  na- 
ción ,  las  propiedades  del  imán  y  la  composición 
de  la  pólvora,  el  pueblo  Chino  haya  permanecido 
sin  fábricas  de  algodón  hasta  la  fin  del  siglo  XIII, 
cuando  en  particular  esta  industria  florecía  desde 
tres  mil  años  en  la  India ,  pais  vecino  de  la  Chi- 
na. Sin  embargo,  desde  mucho  tiempo  antes  de 
esta  época ,  conocíase  el  algodonero  en  la  China, 
pero  no  se  cultivaba  sino  en  los  jardines,  y  si  con 
su  producto  se  fabricaba  alguna  estofa,  era  tan 
solo  como  objeto  de  curiosidad,  mientras  que,  en 
el  siglo  IX,  los  vestidos  de  seda  eran  llevados 
allí  por  todos  los  habitantes ,  desde  el  lugareño 
hasta  el  principe.  El  cultivo  del  algodonero ,  con- 
siderado como  objeto  de  utilidad  .  no  fué  intro- 
ducido en  China  hasta  después  de  la  conquista  de 
este  imperio  por  los  Tártaros ,  oponiéndose  una 
formidable  resistencia  á  esta  nueva  industria  por 
los  obreros  empleados  en  la  fabricación  de  estofas 
de  lana  y  de  seda ;  pero  sus  numerosas  ventajas 
la  hicieron  muy  luego  ,  en  China  como  en  todas 
partes,  triunfar  de  sus  adversarios,  y  hacia  el 
afie  I.Í68  ,  prevaleció  en  todo  el  imperio. 

Las  telas  de  algodón  de  la  China,  particular- 
mente los  mahones ,  han  adquirido  una  grande 
celebridad  en  el  comercio,  aunque  no  hayan 
sido  perfeccionadas  las  groseras  máquinas,  em- 

Iileadas  tan  largo  tiempo  en  las  fábricas  de  las 
mlias.  Si  ha  de  creerse  á  Jorge  Staunton,  en  di- 
cho imperio,  ambos  sexos  del  bajo  pueblo  gene- 
ralmente llevan  vestidos  de  telas  de  algodón  de 
color  azul,  y  el  país  no  produce  lo  bastante  de  esta 
materia  para  el  consumo  interior,  de  modo  que 
tienen  lugar  allí  importaciones  considerables  de 
Surata,  de  Bombay  y  de  otras  partes  de  la  India. 
En  el  imperio  del  Japón,  en  Java,  en  Borneo  y  en 
las  innumerables  islas  del  Archipiélago  indiano  y 
del  Archipiélago  de  la  China ,  el  algodón  forma 
el  vestido  de  todos  los  habitantes. 

África. — El  cultivo  del  algodonero  y  la  fabrica- 
ción de  las  estofas  de  algodón  fueron  establecidos, 
en  una  época  antigua  y  probablemente  por  los  Mu- 
sulmanes, en  todas  las  partes  del  África,  situadas 
en  el  norte  del  ecuador.  En  el  año  1590,  fué  lle- 
vada á  Londres  tela  de  algodón  de  fábrica  indíge- 
na ,  de  Béniu,  en  la  costa  de  Guinea,  y  algunos  si- 
glos antes  esta  industria  había  florecido  en  Mar- 
ruecos y  en  Fetz.  Por  otra  parle ,  es  cierto  que  las 


ALG  I  :>7 

diversas  especies  de  algodonero  crecen  en  abun- 
dancia en  las  riberas  del  Senegal,  de  la  Gambia, 
del  Niger,  en  Timbouctou,  Sierra-Lenoa ,  en  la 
islas  del  Cabo-Verde,  en  las  costas  de  Guinea, 
en  Abisinia,  y  en  todo  el  interior;  y  que  los  na- 
turales, bárbaros  ó  semi-bárbaros,  en  todas  parles 
llevan  vestidos  de  tegidos  de  algodón  fabricados 
por  ellos ,  tegidos  con  frecuencia  tenidos ,  ador- 
nados de  dibujos,  á  veces  mezclados  con  seda  y 
de  un  trabajo  admirable.  El  algodón  también  es, 
de  todas  las  estofas  de  que  uno  puede  vestirse,  la 
mas  conveniente  bajo  la  zona  tórrida ,  y  los  cli- 
mas calientes  son  tan  favorables  al  algodonero, 
como  sus  productos  abundantes  son  la  materia  me- 
nos costosa  para  la  fabricación  de  las  estofas;  do- 
ble razón  para  que  la  industria  algodonera  conti- 
nué en  ser  en  África  el  alimento  de  un  comercio 
mas  y  mas  importante. 

América. — Cuando  el  descubrimiento  del  Nue- 
vo Mundo ,  la  fabricación  de  los  tegidos  de  al- 
godón habia  llegado  ya  en  este  continente  á  un 
alto  grado  de  perfección ,  y  los  Megicanos  tegian 
con  esta  materia  sus  principales  vestidos,  puesto 
que  carecían  de  lana,  de  cáñamo,  de  seda,  y  que 
no  se  servían  del  lino ,  que  sin  embargo  crecia 
en  aquel  país. — «Los  Megicanos ,  dice  el  abad 
Clavigero  ,  hacían  sus  anchas  telas  de  algodón, 
tan  finas  y  tan  bellas  como  las  telas  de  Holanda, 
y  eran  muy  estimadas  en  Europa.» — Entre  los 
presentes  enviados  á  Carlos  Quinto ,  por  Cortés, 
el  conquistador  de  Mégico,  se  observaban  capas, 
chupas,  pañuelos,  banovasy  tapices  de  algodón..) 
— «Ellos  fabricaban  también  papel  de  algodón; 
una  de  sus  monedas  consistía  en  pequeñas  piezas 
de  algodón ,  etc.» — El  mismo  Colomb  reconoció 
que  el  algodonero  crecia  en  el  estado  silvestre,  y 
en  grande  abundancia  en  Hispaniola,  en  las  is- 
las de  la  India  Occidental  y  en  el  continente  de 
la  América  del  Sud,  en  donde  los  habitantes 
llevaban  vestidos  de  algodón  y  de  él  hacían  las 
redes  de  pescar.  Y  los  Brasileños ,  en  la  época 
del  viage  de  Magellan  alrededor  del  mundo, 
tenían  la  costumbre  de  hacer  sus  camas  con  al- 
godón. 

No  puede  dudarse  que  el  algodonero  sea  indí- 
geno de  la  América  igualmente  que  de  la  India , 
y  el  arte  de  convertir  sus  productos  en  hilos  y  en 
tegidos  probablemente  remonta  á  la  época  del 
primer  establecimiento ,  cualquiera  que  sea,  for- 
mado en  este  continente ;  pero  los  sabios  están 
muy  divididos  sobre  la  fecha.  Lo  que  puede  do- 
cine  es  que  lá  industria  algodonera  en  América 
se  remonta  á  una  alta  antigüedad. 

Enrona. — Si  la  Europa  es  la  parle  del  mundo 
en  donde  el  arte  de  fabricar  el  algodón  ha  pene- 
trado mas  tarde,  es  en  desquite  aquella  en  dondo 
el  genio  le  ha  hecho  hacer  los  mas  rápidos  pro- 
gresos. 

El  algodonero  fué  naturalizado  en  España,  en 
las  fértiles  llanuras  de  Valencia ,  y  su  producto 
empleado  en  la  fabricación  de  hermosas  estofas, 
desde  el  siglo  Xá  lo  mas  tarde,  en  que  se  estable- 
cieron fábricas  en  Córdova,  en  Granada  y  en  Se- 
villa. Los  tegidos  de  algodón  fabricados  en  clrei- 


42S  ALG 

no  de  Granada  eran  mirado» ,  en  el  siglo  XIV, 
como  superiores  á  los  de  Asiría  en  suavidad,  en 
finura  y  en  hermosura.  — Las  estofas  de  algodón 
llegaron  á  ser  muy  luego  uno  de  los  ramos  mas 
florecientes  de  la  industria  de  Barcelona.  Capmany, 
el  historiador  del  comercio  de  esta  ciudad ,  dice 
que  «entre  los  diversos  tegidos  que  distinguían 
«antiguamente  á  Barcelona,  los  mas  importantes 
«eran  los  tegidos  de  algodón.  Los  fabricantes  de 
«este  género  de  estofa,  que  formaban  corporación 
«desde  el  siglo  XIII,  preparaban  y  hilaban  el  al- 
«godon  para  la  tegedura  de  diferentes  estofas  que 
«se  fabricaban,  principalmente  para  hacer  de  él  te- 
«las  de  velas.  Este  ramo  de  industria  daba  lugar 
«á  transacciones  comerciales  muy  extendidas  en 
«esta  ciudad,  que  fué ,  durante  mas  de  cinco  si- 
«glos,  el  apostadero  de  las  escuadras  españolas.» 
Fabricábanse  también  muchos  fustanes.  Los  Ara- 
bes  de  España  hicieron  también  papel  de  algodón, 
y  es  probable  que  este  arte  fuese  introducido  en  el 
país  por  los  Sarracenos,  quienes  lo  habían  apren- 
dido cuando  se  apoderaron  de  Samarcanda,  en 
el  siglo  Vil ;  y  se  estableció  una  fábrica  de  este 
producto  en  Salibah  después  déla  conquista. — La 
introducción  de  esta  útil  industria  en  las  demás 

f>artes  de  la  Europa  encontró  grandes  obstácu- 
os,  y  el  principal  era  quizás  el  desprecio  que  los 
cristianos  profesaban  á  los  musulmanes  y  á  cuan- 
to de  ellos  venia. 

Hasta  el  principio  del  siglo  XIV  no  se  hallan 
señales  de  la  fabricación  de  los  tegidos  de  algo- 
don  en  Italia.  Merrino,  el  historiador  del  comer- 
cio de  Venecia ,  dice  que  en  esla  época  se  intro- 
dujo la  industria  algodonera  en  Venecia  y  en 
Milán ,  en  donde  se  fabricaron  estofas  de  algodón 
fuertes  y  gruesas ,  como  fustanes  y  bombasíes. 
Todo  induce  á  creer  que  ellas  eran  hechas  con  al- 
godones hilados  de  la  Siria  y  del  Asia  Menor,  de 
donde  los  Italianos  y  los  Franceses,  en  los  últi- 
mos tiempos ,  importaban  regularmente  este  ar- 
tículo. 

Guichardin  en  su  descripción  de  los  Países- 
Bajos,  en  1560,  dice:  «que  Ambéres  importaba 
«dé  Venecia  y  de  Milán ,  estofas  de  algodón,  fus- 
tanes y  bombasíes  de  diferentes  y  hermosas  ca- 
«lidades.»  También  habla  de  tegidos  de  algodón 
fabricados  en  grande  cantidad  en  Broges  y  en 
Gand. — Es  difícil  de  precisar  la  época  en  la  cual 
la  Turquía  de  Europa  ha  recibido  el  arte  de  fa- 
bricar los  algodones;  pero  créese,  con  razón,  que 
fué  en  el  siglo  XIV ,  en  el  tiempo  de  la  conquista 
de  los  Turcos  en  Bomania;  porque  los  vencedores 
debieron  traer  sus  artes  con  ellos ,  y  el  uso  de 
los  vestidos  de  algodón  está  generalizado  en  el 
Asia-Menor.  Desde  este  siglo ,  el  algodonero  se 
halla  en  un  terreno  y  en  un  clima  favorables  en 
la  Bomania  y  en  la  Macedonia ,  en  donde  es  cul- 
tivado en  grande,  y  los  hilados  y  tegidos  de  algo- 
don  forman  el  ramo  de  industria  mas  importante 
de  esta  comarca. 

Progresos  de  la  industria  algodonera  en  España. 

Los  progresos  de  la  industria  algodonera  en 


ALG 

España,  señalado  ya  mas  arriba  el  origen  de  es- 
te ramo  de  fabricación ,  pueden  deducirse  de  las 
noticias  siguientes  que  tomamos  de  un  escrito  * 
del  abogado  y  distinguido  escritor  D.  Juan  Illas 
y  Vidal ,  y  de  los  datos  estadísticos  de  los  tres  ra- 
mos de  hilados,  tegidos  y  estampados,  en  Catalu- 
ña, que  él  mismo  se  ha  servido  facilitarnos,  los 
cuales  trasladaremos  á  continuación: 

En  1792,  por  6.800  operarios,  elaborábanse 
4'/,  millones  de  varas  de  indianas,  muselinas, 
etc.,  16.000  docenas  de  pañuelos,  y  73.000  do- 
cenas de  pares  de  medias  de  algodón ,  por  valor 
de  50,000.000  de  reales.  La  guerra  marítima  de 
de  1804  ,  la  guerra  de  la  independencia,  y  otras 
causas  agenas  de  esta  obra ,  fueron  muy  poco  fa- 
vorables al  desarrollo  de  la  industria  algodonera; 
pero ,  en  1  832,  amaneció  para  ella  una  nueva  era 
sustituyendo  á  las  anticuadas  máquinas ,  intro- 
ducidas por  Cabarrus  en  1804,  otras  mas  perfec- 
cionadas dirigidas  por  extranjeros,  y  de  ahí  la 
importación  de  74,000  quintales  de  algodón  en 
rama  que  tuvo  lugar  en  Cataluña  en  el  año  1834. 
De  1836  á  1840  fueron  importadas  33  máquinas 
de  vapor  que  representan  201  caballos  de  fuer- 
za, y  otras  de  cardar,  dehilar,  de  Jacquart,  etc., 
por  valor  juntas  de  cuatro  y  medio  millones  de 
reales;  en  1840,1a  importación  del  algodón  en  ra 
ma  fué  ya  de  184,000  quintales.  En  1841 ,  la  in- 
dustria algodonera  de  Cataluña  con  sus  accesorios 
presentaba  un  capital  de  424  millones  de  reales, 
ocupaba  102,000  operarios,  mayordomos,  etc., 
invertía  en  salarios  y  sueldos  1 90  millones,  pre- 
sentaba productos  por  valor  de  522  millones,  en 
el  conjunto  de  sus  diversos  ramos.  La  importación 
de  algodón  en  rama,  en  1845,  llegó  á  376,000 
quintales,  consumiéndose  ya  anualmente  unos  28 
millones  de  libras. 

De  lo  expuesto  se  ve  que  la  importación  del  al- 
godón en  rama  en  los  anos  normales  ha  seguido, 
desde  1834  á  1846,  una  progresión  trienal  de  7: 
9 :  15:23;  pues  que  en  los  años  34 ,  35 ,  y  36  so 
introdujeron  21  millones  de  libras;— mas  de  28 
id  en  los  años  37,  38  y  39;  — 47  id.  en  el  trienio 
siguiente;— en  1 8 43,  solo  6  id;— y  69  id.  en  los  años 
1844,  1845  y  1846.  Sí  se  compara  la  canti- 
dad importada  en  el  primer  trienio  con  la  corres- 
pondiente al  último ,  se  verá  que  en  unos  doco 
años  hubo  un  aumento  de  21  á  69  ó  sea  1  á  3  77, 
casi  doble  que  el  de  la  industria  algodonera  ingle- 
sa;— si  se  compara  el  quinquenio  de  34  á  38  con  el 
de  42  á  46,  severa  un  aumento  de  41  á83, — y  si  se 
reemplaza  el  año  anómalo  1843  por  el  normal 
1841 ,  el  aumento  será  de  45  á95. 

Al  presente  están  suprimidas  casi  todas  las  má- 
quinas bergadanas  y  reemplazadas  por  mullje- 
nis,  continuas  y  selfactings;  el  conjunto  de  todos 

*  MEMORIA  SOBRE  LOS  PERJUICIOS  QUE  OCASIONARÍA 
EN  ESPAÑA,  ASI  A  LA  AGRICULTURA  COMO  A  LA  IKDUS- 
TRIA  Y  COMERCIO ,  LA  ADOPCIÓN  DEL  SISTEMA  DEL  LI- 
BRE CAMBIO ,  por  D.  Juan  Illas  y  Vidal ,  presentada  á  la 
M.  I.  J.  de  Fáhrkas  de  Cataluña,  premiada  por  la  misma 
corporación  con  una  medalla  de  oro  y  4000  reales,  en  cum- 
plimiento del  programa  de  15  de  noviembre  do  1841.  Barce- 
lona: Imprenta  de  D.  Agustín  Gaspar,  1849. 


ALG 

los  ramos  de  la  industria  algodonera  y  sus  auxi- 
liares ofrecía  en  tsS7  un  capital  de  800  millones 
de  reales,  una  producción  definitiva  de  i(¡0  millo- 
nes \  alorada  por  los  precios  bajos  de  entonces, 
i  ¿0,000  Obreros  y  600,000  personas  cuya  subsis- 
tencia directa  ó  indirectamente  de  ellas  depen- 
día ,  observándose  que  la  fabricación  iba  propa- 
gándose de  Cataluña  á  Sevilla,  Málaga,  Cádiz, 
Bilbao ,  y  otros  puntos. 

Resumen  de  la  cantidad  de  algodón  en  rama  importado  en 
el  puerto  de  Barcelona  en  el  año  1850. 


44.433 

Nueva-Orleans. 

844.265 1 

13.516 

Marañen.  ,     . 

135.160 

ii  m 

Charlcston.     . 

206.720 

7.584 

Mobila.      .     . 

166.848 

9.277 

Fernamburo.  . 

69.877 

737 

Cuba.     •     •     •  \ 

791 

Mayaguas.  .     .  1 

260 

Puerto  Rico.     .  1 

10 

Ponce.  .     .     .  f 

531 

Aguadilla.  .    .  1 

12.995 

7 

Omita. .    .    .  1 

70 

Nueva  Barña.  .  ' 

170 

Gandía. .     .     .  / 

2.082 

Motril.    •     •     •) 

16 

Para.     .     .     .  i 

16.781 

289 

Lisboa.  ...  "i 

18 

Cádiz.    .  • .     .  I 

2.302 

470 

Ciotat.  .     .     . 

5. 6Í0 

1.496 

Palma..     .    . 

28.424 

Balas 


94.702 


1,488.715(3)  catalanas, 


que  son  38,706.590  libras  catalanas  ó  34,833.931   libras 
castellanas. 


Resumen  de  los  últimos  datos  estadísticos  del  ramo  de  Hilados 
y  Torcidos  de  algodón. 

Máquinas  de  vapor 76 

Fuerza  de  caballos  por  vapor 1.896 

id.            id.      por  agua 1.647 

id..           id.      por  caballerías 238 

ÍBergadanas.     .     .  180  058 

Mull-jennvs.     .     .  376.810 

Continuas:  .     .     .  51.040 

Sclfactings..     .     .  96.328 

Número  de  husos  para  el  torcido 93  873 

i  Hombres.    .     .     .  2.964 

Operarios I  Mugeres.     ...  4  937 

'  Niños 4.008 

Salarios rs.  vn.  28,607.874 

!  Edificio.        id.  id.  72.501.780 

Maquinaria,  id.      .  121,423.708 

Circulante,   id.      .  104,561.520 


Producción  actual  en. 


I  Hilados,  libs.  casis.     27,760.888 
j  Torcidos,  id.     id..       4,007.382 


Máximo  de  lo  que  podría  l  Hilados,    id. 
producir:  |  Torcidos,  id. 


Cantidad  de  algodón  que  consumen,  id.  id.. 
Carbón  de  piedra  que  consumen,  quintales,  . 
lasca  parados 


n 


38,845  628 
4,602.  tn 

29,148.822 
291.200 
241.305 


ALG  159 

Resumen  de  lot  últimos  datos  estadisticot  del  ramo  de  Tegidot 
de  algodón. 
I  Sencillos 27.993 


Telares  eiistentes: 


Operarios: 


Compuestos. 
Jacquards.  . 
Mecánicos.  . 


Capital  en 


Í  Hombres. 
Mugeres. 
Niños.    . 


í  Maquinaria, 
[circulante. 


Producción  actual.    . 
Podría  producir. 

Salarios 

Valor  de  los  edificios. 


rs.  vn 
.id.  id 

.  varas 
.  id. 
rs  vn 
id.  id 


¡Sencillos.  .  . 
ssr- : 
Mecánicos. 


5.537 
1.503 
4.187 

23.621 

16.115 

5.180 

44.986.562, 
123,368.165 

119.638.410 

151,870.410 

77,968.786 

56, 628. 040- 

6.823 
530 
70 
560 


Resumen  de  los  últimos  datos  estadísticos  del  ramo  de  Estam-. 
pados  de  algodón. 

Máquinas  de  vapor.     .     ;     .     .     .  17 

Fuerza  de  caballos  por  vapor.     .     .  238 

id.  id.  por  caballerías.  .     .  46 

Perrotinas: 1  4  ^iT"'  '.     '.  '? 

Máquinas  á  la  plancha  plata.  ...  1 

Mesas  de  estampar 889 

Íl  color.          .  14 

3    id  IB 

4    id!        \     '.  8 

S  Hombres.  .     .  1.401 

Mugeres.    .     .  101 

Niños.  ...  866 

Salarios 7,899.700  rs.  vn. 

Edificio 17,563.400  id. 

Maquinaria 14,956.660  id. 

Circulante 39,611.800  id. 

Producción  actual 29,678.720  varas. 

Máximo  de  loque  podría  producir.  .  49,781.660       « 

Carbón  de  piedra  que  consumen.  .     .  77.400  quint. 

Resumen  general  de  los  tres  ramos  de  Hilados,  Tegidos  t/ 
Estampados  de  algodón. 


93 

Fuerza  de  caballos  por  vapor.     . 

2.154 

Id             id.  por  agua..  .     . 

1.647 

id.            id.  por  caballerías.. 

284 

i  Hombres. 
Operarios:     .     .     .  \  Mugerea. . 
'  Niño*. 

27.986 

. 

. 

21.150 

10.054 

Salarios 

rt. 

vn. 

1 14.476.360 

i  Edificio.    . 

id. 

id. 

146,695.220 

Capital  en.     .          ]  Maquinaria. 

id. 

id. 

181,366.930 

'  Circulante. 

id 

id. 

267,541.485 

Algodón  para  acolchado.  Se  había 
dado  el  nombre  de  late,  de  la  palabra  france- 
sa Ouate,  á  un  producto  natural  extraído  del  As- 
clepiasde  Siria  (Asclepias syriaca,h.) .  Este  pro- 
ducto era  formado  de  las  masas  sedosas  (pío 
contiene  el  fruto  de  esta  planta,  empleadas  para 

TOMO  1. 


130  ALG 

hacer  colchones,  cogines  para  sofás,  camillas 
para  descansar ,  y  también  para  acolchar  ves- 
tidos. 

Habiendo  el  algodón  llegado  á  ser  común  en 
Europa,  se  buscó  darle  una  forma  conveniente, 
y  sustituirlo  á  la  mazorca  sedosa  de  este  fruto, 
que  era  de  un  precio  muy  elevado ;  los  esfuerzos 
tanteados  dieron  primero  origen  á  productos  in- 
formes, después  luego  á  una  nueva  industria  y  á 
productos  perfeccionados. 

Para  obtener  el  algodón  para  acolchado ,  se 
monda  el  algodón  en  rama ,  después  de  haberlo 
abierto  y  dividido  golpeándolo ;  se  le  golpea  de 
nuevo;  se  le  carda  dos  veces ;  se  pone  en  plan- 
chas cuadradas ;  se  fieltra  haciéndole  experimen- 
tar una  operación  para  que  se  amase ;  se  enco- 
lan las  partes  superiores ;  se  hace  secar ,  y  así 
se  entrega  al  comercio. 

Este  producto ,  que  es  algodón  en  hojas  carda- 
das y  encoladas ,  se  consume  en  muy  grande  can- 
tidad ;  lo  que  es  fácil  concebir  cuando  se  re- 
flexiona que  sirve  para  forrar  los  vestidos ,  y  que 
goza  de  la  propiedad  de  hacerlos  mas  calientes 
sin  aumentar  sensiblemente  su  peso.  Se  fabrican 
algodones  para  acolchados  negros  para  luto,  y 
de  color  de  rosa  para  guarnecer  vestidos  ligeros 
de  este  color.  En  Cataluña  hay  varias  fábricas  de 
uate,  que  se  calcula  elaboran  diariamente  unas 
10  arrobas  de  este  producto. 

Algodón  hilado.  El  algodón  hilado  es  el 
producto  obtenido  del  algodón  en  rama  que  ha 
sufrido  diversas  preparaciones ,  sometido  á  la 
acción  de  la  hiladura ,  sea  á  la  mano ,  sea  por 
medio  de  máquina. 

El  algodón  hilado,  para  la  fabricación  de  las  es- 
tofas, se  divide  en  dos  especies:  el  urdimbre  y 
la  trama.  La  trama,  cuando  ha  recibido  un  grado 
de  tercedura  que  tiene  el  medio  entre  el  que  le 
es  propio  y  el  común  al  urdimbre,  toma  el  nombre 
de  medio  urdimbre. 

Las  máquinas  continuas  solo  producen  urdimbre 
que  se  llama  urdimbre  continuo.  Las  máquinas 
mull-jenny  producen  urdimbre,  que  se  designa 
por  urdimbre  mull-jenny ,  ó  trama  ( sistema  pri- 
mero de  1,400  varas). 

El  grado  de  finura  del  algodón  hilado  se  indica 
por  el  número.  La  madeja  inglesa  es  de  ,822  va- 
ras ;  la  madeja  francesa  es,  al  presente ,  de  1 1 97 
varas;  la  madeja  española  es  de  920  varas.  Esto 
merece  fijar  la  atención ,  para  precaver  el  fraude 
uue  muchos  hiladores  hacen  dando  á  las  devana- 
deras un  perímetro  mas  pequeño  del  que  marca  la 
ley,  ó  no  componiendo  sus  madejas  sino  del  nú- 
mero de  vueltas  de  devanaderas  querido],  y  de 
este  modo  dan  ásus  algodones  hilados  un  nume- 
ro que  no  es  el  verdadero,  y  así  venden  á  falsa 
medida. 

En  las  muy  buenas  fábricas  de  hilados  los  cuida- 
dos llevados  en  la  regularidad  délas  preparacio- 
nes son  tales  que  la  máquina  mull-jenny  produce 
exactamente  el  número  que  se  quiere  tener,  salvo 
el  efecto  de  las  variaciones  en  la  atmósfera,  efec- 
to que  se  procura  neutralizar  manteniendo  tanto 
como  es  posible  una  temperatura  igual  en  los  ta- 


ALG- 
lleres.  No  obstante  estas  precauciones,  las  gran 
des  variaciones  de  la  atmosfera  acarrean  cambios 
en  la  producción :  si  hace  mucha  sequedad,  los 
hilados  serán  de  muchos  números  mas  gruesos; 
si  hace  mucha  humedad,  serán  mas  finos.  Esta  di- 
ferencia puede  variar  de  Vio  á  V18  sobre  los  nú- 
meros de  hiladura. 

En  muchas  fábricas  los  productos  son  buenos 
pero  irregulares,  porque  esta  precisión  en  todos 
los  grados  de  la  hiladura  no  existe  en  el  mismo 
punto,  de  suerte  que  en  los  productos  déla  misma 
máquina  mull-jenny  hay  una  diferencia  sensible  en 
el  número.  Esta  irregularidad  en  los  números  de 
los  hilados  pone  al  tejedor  en  la  imposibilidad  de 
obtener  tegidos  de  un  trabajo  seguido,  y  el  fabri- 
cante de  telas  pintadas,  á  su  vez,  no  puede  lle- 
gar á  resultados  satisfactorios. 

Cuatro  son  los  sistemas  de  hiladura  empleados 
en  Cataluña,  esto  es  con  máquinas  Bergadanas, 
Mull-jennys,  Continuas  y  Selfactings.  Con  las  an- 
tiguas Bergadanas ,  por  lo  común ,  se  hilan  tra- 
mas ordinarias,  pero  su  uso  va  desapareciendo 
de  los  talleres,  en  razón  de  su  escasa  producción. 
Con  las  otras  tres  máquinas  se  hilan  el  urdim- 
bre y  la  trama,  que  solo  se  diferencian  por  el  gra- 
do de  torcion,  que  debe  ser  mucho  mayor  en  el 
urdimbre.  Según  á  que  especie  de  tegido  se  des- 
tina el  urdimbre ,  es  mejor  y  mas  apreciado  el  al- 
godón hilado  en  máquinas  continuas . 

El  algodón  hilado  sé  expide  en  canillas  ó  de- 
vanado. Las  canillas  están  colocadas  en  el  estado 
en  que  son  quitadas  de  encima  de  los  husos  de  la 
máquina,  y  sobrepuestas  con  gran  cuidado  en  ca- 
jas ó  canastas.  Cuando  el  hilo  ha  sido  devanado, 
se  forman  madejas,  así  de  trama  como  de  urdim- 
bre, de  modo  que  tengan  el  largo  ó  tiro  de  920  va- 
ras; diez  madejas  forman  lo  que  vulgarmente  se 
llama  número.  En  paquete  del  número  20,  por 
ejemplo ,  contiene  200  madejas ;  uno  de  número 
21,  contiene  210  madejas;  uno  de  número  22 
contiene  220,  y  así  sucesivamente.  Es  decir  que 
cada  diez  madejas  aumentan  un  número  sin  ex- 
ceder del  peso  de  1 1  libras  catalanas ;  de  consi- 
guiente la  finura  del  hilado  depende  del  aumento 
de  números,  porque  el  número  80  que  contiene 
800  madejas  tiene  el  mismo  peso  que  el  número  20 
que  contiene  200.  En  la  actualidad,  se  hila  algo- 
don  desde  el  número  6  hasta  al  número  80 ,  pero 
el  consumo  mas  general  es  del  número  20  al  30. 

Las  madejas  se  prensan  con  fuerza,  se  atan  con 
bramante  y  se  reúnen  en  paquetes.  El  paquete  de 
algodón  hilado  contendrá  tantos  números  de  los 
arriba  indicados,  cuantos  sean  necesarios  para 
completar  el  peso  de  9  libras  1 0  onzas,  peso  cas- 
tellano, ó  1 1  libras  catalanas,  salvo  la  diferencia 
de  dos  onzas  mas  ó  menos;  y  su  denominación 
será  la  de  la  cantidad  de  números  que  com- 
prenda. En  seguida  se  hacen,  con  cierto  nú- 
mero de  paquetes  ligados  juntos,  balones  cuya 
cubierta  se  compone  de  gruesa  tela,  bajo  la 
cual  se  mete  heno  ó  paja.  Para  los  gruesos  nú- 
meros no  se  tema  la  molestia  de  ponerlo  en  pa- 
quetes, y  solo  se  reúnen  las  madejas  circularmen- 
te,  y  se  atan  ó  ligan  por  medio  de  una  madeja. 


ALli 

Cada  provincia  ó  cada  país  manufacturero  tie- 
ne ,  en  una  misma  especie  de  fabricación,  un  ge- 
nero cpie  le  es  propio;  de  modo  que  las  calidades 
y  los  niimeros  de  los  algodones  hilados  son  apro- 
piados á  los  diversos  géneros. 

La  India  es  el  país  mas  antiguamente  conocido 
por  el  arte  de  hilar  el  algodón  con  la  mayor  per- 
fección, puesto  que  con  él  se  fabricaban  y  se  fa- 
brican aun  esas  hermosas  muselinas  que  han  sido, 
Eor  espacio  de  largo  tiempo,  la  admiración  de  la 
uropa,  y  que  ésta  puede  apenas  imitar,  á  pesar 
de  la  \  enlaja  (pie  le  procuran  sus  máquinas.  El 
arle  de  hilar  el  algodón  á  la  manera  indiana,  es 
decir  al  torno,  hase  extendido  hasta  el  Levante, 
en  toda  la  costa  de  la  Siria,  en  Esmirna,  en  San 
Juan  de  Acre,  etc.  Entre  estos  algodones  hilados, 
el  de  Damasco ,  que  se  llamaba  algodón  de  onza, 
y  el  de  Jerusalen,  (pie  se  llamaba  bazac,  eran  \ 
son  todavía  preferidos  á  todos  los  demás.  Los  de 
la  India,  inferiores  á  los  del  Levante,  eran  y  son 
conocidos  aun  bajo  los  nombres  de  Tulucoriii,  Ja- 
v  a,  bengala  y  Surata.  Estos  algodones  se  dividian 
en  cuatro  ó  cineo  calidades  superiores,  que  se 
designaban  por  las  letras  A,  B,  C,  etc.,  y  forma- 
ban un  objeto  considerable  del  comercio  de  ex- 
portación del  Levante.  Pero,  desde  la  introduc- 
ción de  los  mull-jennys,  ó  máquinas  de  hilar, 
este  comercio  ha  del  todo  cambiado;  en  verde 
recibir  algodones  hilados  del  Levante,  los  Ingle- 
ses, que  han  llevado  á  tan  alto  grado  el  arte  de 
hilados  de  algodón  con  máquina,  importan  allí 
anualmente  grandes  cantidades  de  algodón  hilado 
de  todos  los  números;  lo  que  ha  acabado  de  ar- 
ruinar, en  todo  el  Levante,  así  como  en  la  India, 
y  hasta  en  la  China,  lahiladura  de  algodón  ma- 
nual, (jue  no  puede  sostener  la  concurrencia  con 
el  hilado  con  máquina.  Loslngleses  han  precedido 
á  todas  las  demás  naciones  en  la  construcción  y 
el  perfeccionamiento  de  las  máquiuas  de  hilar 
algodón;  y,  á  pesar  de  la  imitación  de  sus  pro- 
cederes, sea  en  Francia,  sea  en  otras  partes, 
ellos  han  conservado  su  superioridad ,  principal- 
mente en  los  altos  números  que  han  llevado  a  un 
grado  extraordinario,  y  es  un  hecho  generalmen- 
te reconocido  que  una  de  las  principales  causas 
de  la  superioridad  de  las  algodonadas  y  otros  ar- 
tículos de  algodón  ingleses,  depende  en  particu- 
lar del  arle  de  hilar  algodón  con  máquinas  de  una 
gran  perfección. 

%  M.oiM>\ AHÍ.  Dase  el  nombre  de  Al- 
godonadas (hay  quien  dice  Cotonadas  de  la  pala- 
bra francesa  Cótonnades)  álos  tegidos  fabricados 
con  algodón  teñido  después  de  haber  sido  hilado, 
y  que  son  entregados  al  consumo  luego  de  salir 
de  las  manos  del  tejedor,  sin  necesidad  de  nue- 
vas preparaciones. 

Este  génoro  fabrícase  ó  lizo  ó  cruzado ;  hanse 
hecho  también  algunos  ensayos  para  obtenerlo 
labrado  ó  espolinado  por  medio  de  telares  á  la 
Jacquard,  pero  han  tenido  poco  éxito,  probable- 
mente por  la  razón  de  que  estas  labores  eran  de- 
masiado costosas  y  no  guardaban  proporción  en- 
tré el  valor  de  la  materia  y  la  naturaleza  del  uso 
del  le  g  i  do. 


ALG  131 

Bajo  el  nombre  general  de  Algodonada  van 
comprendidas  también  algunas  especies  de  tegi- 
dos cuyo  urdimbre  es  de  hilo  de  lino  y  la  trama 
de  hilo  de  algodón  crudo ,  blanqueado  o  teñido  de 
diferentes  colores,  como  por  ejemplo  el  articulo 
conocido  con  el  nombre  Hilo  y  algodón,  los  Retor- 
cidos, las  Simesas,  los  Gallardetes,  las  Tilas  de 
colchón. 

Danse  á  los  algodonadas  diferentes  nombres,  que 
son  los  de  las  estofas  que  se  han  querido  imitar, 
ó  de  los  países  en  que  fueron  inventadas :  así  se 
explican  las  denominaciones  de  Guingamp ,  Ma- 
dras,  Gniga,  Virginia,  Mahon,  etc. 

En  esta  variedad  preciso  es  hacer  particular 
mención  del  Guingamp  y  del  Madras. —  El  pri- 
mero osuna  algodonada  superfina,  rayada  ó  de 
cuadros ,  en  la  cual  los  dibujos  y  los  colores  se 
combinan  hasta  lo  infinito,  según  el  gusto  del  fabri- 
cante ó  el  capricho  de  la  moda:  este  tegido  es 
de  gran  consumo,  y  se  usa  particularmente  entre 
laclase  acomodada.  —  El  madras  es  un  pañuelo 
ó  pañoleta  cuyas  dimensiones  se  gradúan  á  poca 
diferencia  de  30  á  50  pulgadas  cuadradas;  con  lo- 
dosa mayor  parte  son  de  30  á  32  pulgadas.  Este 
pañuelo  se  pone  ó  sobre  la  cabeza  ó  sobre  las  es- 
paldas. Tanto  por  la  diversidad  de  los  dibujos  y 
de  los  colores  como  por  la  finura  del  tegido,  el 
madras  tiene  muchísima  analogía  con  el  guin- 
gamp, y  su  fabricación  es  de  mucha  impor- 
tancia. 

La  longitud  délas  piezas  de  algodonada  es  ge- 
neralmente de  92  varas,  que  se  dividen  en  dos  ó 
tres  cortes  en  los  artículos  finos ;  en  los  ordina- 
rios casi  siempre  se  deja  la  pieza  entera. 

Cada  género  ofrece  una  gran  diversidad  de 
calidades,  que  se  distinguen  entre  sí  por  la  finu- 
ra del  tegido ,  el  grueso  y  el  número  de  los  hi- 
los empleados ,  además  por  la  hermosura  de  las 
primeras  materias  y  el  brillo  y  la  solidez  de  los 
colores. 

La  algodonada  generalmente  no  se  teje  en 
grandes  talleres;  aiconlrario,  su  fabricación  es- 
tá repartida  por  los  lugares  ó  pueblos  entre  un 
gran  número  de  operarios,  la  mayor  parte  do 
ellos  tejedores  y  labradores  á  la  vez,  que  cada 
uno  no  tiene  sino  un  reducido  número  de  telares, 
y  aun  los  mas  sin  tener  otro  que  el  en  que  tra- 
bajan la  pieza.  Las  relaciones  del  fabricante  con 
el  operario  se  establecen  por  la  mediación  de  un 
mayordomo  que  recibe  los  urdimbres  y  devuelve 
las  piezas. 

La  fabricación  de  la  algodonada  data  en  Fran- 
cia de  una  época  muy  remota,  y  á  la  antigua  pro- 
vincia deNormandía  le  cabe  la  gloria  de  haber 
sido  su  cuna ;  en  su  seno  hase  engrandecido  y 
ha  tomado  ese  imponente  desarrollo  que  la  ha 
convertido  en  una  de  las  industrias  capitales  del 
país.  Rúan  ha  sido  siempre  su  principal  merca- 
do, y  en  el  que  se  celebra  el  viernes  de  cada 
semana  se  venden  de  ella  un  considerable  número 
de  piezas ,  tanto  que  la  algodonada  ha  sido  y  es 
también  conocida  con  el  nombre  de  Ruancría  (V. 
esta  palabra). 

La  historia  de  los  progresos  de  la  industria 


131  ALG 

francesa  demuestra  que  ya  antes  de  1430  los 
Genoveses  hacían  con  la  Francia  un  comercio  de 
algodón  en  rama  para  las  colchas  y  los  acolcha- 
dos, y  de  algodones  hilados  crudos  y  teñidos,  que 
sacaban  del  Levante  por  la  vía  de  Esmirna  y  de 
las  otras  Escalas.  Estos  hilos  no  servían  mas 
que  para  la  trama ;  el  urdimbre  era  de  seda  ó  de 
lino.  Sin  embargo ,  tan  solo  desde  el  principio 
del  siglo  XY1I  ha  ocupado  la  fabricación  de  la 
algodonada  un  lugar  importante  entre  las  indus- 
trias francesas.  En  esta  época  en  Normandía  ya 
se  habían  hecho ,  con  felices  resultados ,  ensayos 
para  hilar  el  algodón;  pero  lo  que  contribuyó  muy 
eficazmente  al  progreso  de  la  fabricación  de  las 
algodonadas  en  Normandía,  y  las  puso  en  el  gra- 
do de  superioridad  en  que  hoy  las  vemos ,  fué,  el 
haber  sido  la  primera  en  conocer  los  procedi- 
mientos de  la  tintura  en  su  extensión,  y  especial- 
mente el  poseer  el  secreto  para  el  rojo  encarna- 
do, llamado  rojo  de  Indias  ó  de  Andrinópoli.  Estos 
conocimientos  ios  debió  á  tintoreros  griegos  que 
fueron  á  establecerse,  en  1747,  en  el  pequeño  lu- 
gar de  Darnetal,  cerca  de  lluan. 

Los  Ruaneses  aprovecharon  tanto  las  lecciones 
le  sus  maestros  que  en  poco  tiempo  les  adelanta- 
ron ;  y  en  el  dia ,  á  pesar  de  estar  tan  diseminada 
la  industria,  es  todavía  en  las  fábricas  que,  en 
gran  número ,  se  hallan  en  los  al  rededores  de 
Rúan  en  donde  se  tifie  en  mayor  cantidad  y  con 
mejor  resultado  el  algodón  hilado  de  color  rojo 
de  Indias. 

La  fabricación  de  las  algodonadas  en  España  es- 
tá muy  adelantada;  de  los  varios  talleres  de  Ca- 
taluña ,  en  particular ,  salen  productos  que  na- 
da dejan  que  desear  por  lo  tocante  ala  finura  del 
tegido  y  á  la  hermosura  y  variedad  de  los  co- 
lores. 

ALGODONERO,  Gossypiüm.  Género  de 
la  familia  de  las  malváceas,  de  la  monodelíia  po- 
liandria de  Linneo ,  célebre  por  la  borra  que  se 
halla  al  rededor  de  las  semillas  de  todas  sus  es- 
pecies, designada  bajo  el  nombre  de  Algodón 
(V.  esta  palabra).  Respecto  al  uso  médico,  las 
flores  de  todas  estas  especies,  que  son  muy  seme- 
jantes, son  emolientes  y  empleadas  como  las  de 
las  malvas  y  del  malvavisco  en  Europa;  las  raíces 
en  la  India  sirven  también ,  en  cocimiento,  en  las 
enfermedades  urinarias;  en  el  Rrasil,  las  hojas 
se  usan  en  las  picaduras  de  los  escorpiones  y  de 
las  víboras ,  y  maceradas  en  vinagre  son  aplica- 
das en  la  cabeza  contraía  jaqueca;  las  semillas 
son  emulsivas,  y  de  ellas  se  extrae  un  aceite  dul- 
ce y  bueno  para  quemar ;  los  Ingleses ,  á  falta  de 
lienzo,  hacen  hilas  con  el  algodón,  que  irrítalas 
úlceras ,  pero  cardado  ha  sido  propuesto  para  se- 
car prontamente  los  vejigatorios. 

Los  algodoneros  son  indígenos  de  la  India  y  de 
la  América ,  crecen  espontáneamente  en  casi  to- 
dos los  climas  calientes  del  Asia,  del  África  y  de 
la  América,  de  donde  se  les  ha  trasplantado  en  la 
parte  meridional  de  los  Estados-Unidos  y  en  cier- 
tos puntos  de  la  Europa ,  habiendo  llegado  á  ser 
en  estos  diversos  países  un  importante  objeto  de 
cultivo. 


ALG 

Entre  las  especies  de  algodoneros,  mejor  cono- 
cidas cítanse  las  siguientes : 

Algodonero  arbóreo  ( GosfypiUtn  ar- 
boreum,h.).  Arbusto  que  se  eleva  á  15  ó  20 
pies,  y  crece  en  la  India,  la  Arabia  y  el  Egipto, 
de  donde  ha  sido  trasportado  en  las  Canarias  y 
en  la  América. 

Algodonero  herbáceo  {Gossypiüm 
herbaceum,  L.).  Crece  en  Egipto,  en  Siria,  en  la 
India  Oriental ,  y  cuyo  cultivo ,  propagado  en  el 
reino  de  Ñapóles  y  en  las  costas  meridionales  de 
la  Andalucía,  ha  sido  ensayado  en  las  regiones 
calientes  de  la  Francia.  El  nombre  de  Algodonero 
herbáceo,  impuesto  á  esta  especie,  es  muy  impro- 
pio ,  porque  ella  varia  en  su  porte :  á  veces  es  una 
planta  herbácea  anua ,  que  no  se  eleva  á  mas-  de 
1 8  á  20  pulgadas ;  otras  veces  es  un  arbusto  que 
alcanza  á  5  ó  6  pies  de  elevación ,  y  cuyo  tallo 
es  vivaz  y  leñoso  en  su  parte  inferior. 

Algodonero  de  la  India  ( Gossypiüm 
indicum ) .  Especie  que  parece  tener  el  medio  en- 
tre las  dos  precedentes ,  y ,  como  su  nombre  lo 
indica ,  es  originaria  de  las  Indias  Orientales. 

Algodonero  religioso  ( Gossypiüm  re* 
ligiosum,  L. ).  Pequeño  arbusto  de  3  á  4  pies  de 
elevación,  que  se  distingue  principalmente  por  su 
estilo  extremamente  largo  y  saliente  fuera  de  la 
corola,  aun  antes  de  su  descogimiento.  Es  culti- 
vado en  diversas  partes  del  globo ,  sobre  todo  en 
la  isla  de  Francia  y  en  la  India. 

Algodonero  velloso  ( Gossypiüm  hir- 
sutum,  L.).  Originario  de  América.  Se  distingue 
de  las  demás  especies  por  su  tallo  herbáceo, 
ramoso ,  velloso ,  así  como  los  pecíolos  de  las 
hojas,  que  son  blandas  y  pubescentes  de  ambos 
lados. 

Los  plantadores  reconocen  un  número  infinito 
de  especies  ó  variedades  de  algodoneros  de  los 
cuales  nos  bastará  indicar  aquí  tres  grandes  divi- 
siones : 

1.°  Algodonero  herbáceo, 
2.°  Algodonero  arbusto, 
3.°  Algodonero  árbol. 

La  primera  y  la  mas  útil  de  las  tres  especies 
es  el  herbáceo,  planta  anua,  cultivada  en  los  Es- 
tados-Unidos ,  en  China  y  en  muchos  otros  paí- 
ses, como  en  los  puntos  meridionales  de  Andalu- 
cía ,  en  particular  en  las  inmediaciones  de  Motril 
en  España.  Crece  á  la  altura  de  1 8  pulgadas  á  2 
pies ;  sus  hojas  son  de  un  verde  subido ,  vetadas 
de  moreno,  y  divididas  cada  una  en  cinco  lóbu- 
los ;  la  flor  es  de  un  amarillo  pálido  como  la  de  la 
malva ,  tiene  un  largo  pistilo  y  cinco  pétalos,  con 
una  mancha  de  color  de  púrpura  en  el  fondo  de 
cada  cada  uno  de  éstos;  cuando  la  flor  cae,  se  ve 
aparecer  una  cubierta  capsular  sostenida  por  cin- 
co hojas  verdes,  triangulares,  profundamente  den- 
tadas en  sus  extremidades.  La  vaina  llega  á  las 
dimensiones  de  una  gruesa  avellana,  de  forma 
casi  triangular,  terminada  en  punta,  y  tiene  tres 
compartamientos :  su  color  pasa  á  ser  mas  more- 
no cuando  la  semilla  ha  llegado  ¿á  su  grado  de 
madurez,  y,  cuando  la  cubierta  se  entreabre, 
tres  vedijas  de  borrilla ,  formando  borla ,  de  un 


ALI 

blanco  de  nieve  ó  amarillento ,  salen  de  los  tres 
compartimientos  que  encierran  los  granos  á  los 
cuales  estos  filamentos  están  fuertemente  prendi- 
dos. Las  semillas  tienen  cierta  semejanza  con  las 
pepitas  de  uva ,  pero  son  mucho  mas  gruesas.  La 
cosecha  del  algodón  se  hace  algunos  dias  des- 
pués de  la  abertura  de  las  vainas ,  en  agosto,  se- 
tiembre y  octubre. 

El  algodonero  arbusto  crece  en  casi  todas  las  co- 
marcas en  donde  se  halla  el  algodonero  herbáceo 
anual.  Su  duración  varia  según  los  climas .-  en  las 
Indias  Orientales,  es  bienal  ó  trienal;  en  la  In- 
dia, en  Egipto  y  en  otras  comarcas,  vive  de  seis 
ádiez  anos.  Su  flor  y  su  fruto  se  parecen  mucho 
á  los  del  algodonero  herbáceo ,  excepto  que  la 
vaina  no  es  de  forma  triangular  y  puntiaguda. 

El  algodonero  árbol  crece  en  la  India,  en  Chi- 
na, en  el  interior  y  en  las  costas  occidentales  del 
África ,  asi  como  en  algunas  comarcas  de  la  Amé- 
rica. Sus  caracteres  son  á  corta  diferencia  los 
mismos  que  los  del  algodonero  arbusto ,  sola- 
mente que  llega  á  una  mayor  altura. 

Las  diversas  variedades  del  algodonero  requie- 
ren un  terreno  seco  y  arenoso.  La  sal  parece 
también  contribuir  ala  bella  calidad  del  algodón, 
porque  en  las  costas  del  mar  es  en  donde  el  algo- 
donero florece  mejor  y  da  los  mejores  productos, 
es  decir  el  vello  mas  lino,  mas  fuerte  y  mas  lar- 
go. El  célebre  algodón  Sea-Island,  que  también 
en  el  comercio  se  designa  con  el  nombre  de  Geor- 
gia ,  largo  vello ,  tiene  fibras  mucho  mas  largas 
que  ninguna  otra  especie;  es  también  mas  fuerte, 
mas  sedoso,  y  su  color  es  de  un  blanco  mante- 
coso. 

ALHAGI,  Ai.hagi.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  leguminosas ,  de  la  diadelfia  mono- 
ginia  de  Linneo ,  que  es  un  desmembramiento 
uel  género  Hedisvho  (Hedysarum)  del  botánico 
sueco .  del  que  difiere  sobre  todo  por  vainas  no 
articuladas. 

Alhagi  de  los  lloros  [Alhagi  Mauro- 
rum,  DC.j  Iledysarum  Alhagi,  L. ).  Esta  planta, 
que  forma  un  sub-arbusto  muy  espinoso,  crece 
en  Egipto,  en  Siria ,  en Mesopotamia  (en  don- 
de es  llamada  Aguí),  en  Anatolia,  etc.;  formando 
en  dichos  países  espinares  temidos  de  los  ca- 
ballos, que  la  evitan  con  gran  cuidado,  porque 
les  punza  los  pies ,  mientras  que  los  camellos  la 
buscan  como  un  forraje  muy  nutritivo. 

Los  tallos  de  este  vegetal  dan  por  excreción 
una  sustancia  azucarada  llamada  Maná  de  Per- 
sia,  muy  usada  en  Persia,  y  hasta  en  Bengala. 
Según  Tourneforl,  en  Tauris,  ciudad  de  Persia, 
es  sobre  todo  en  donde  se  hace  la  cosecha,  bajo 
el  nombre  de  Trungibtn  ó  Terenjabin.  En  los 
grandes  calores,  se  perciben,  sobre  las  hojas  y 
sobre  los  ramos,  especies  de  gotas  de  miel,  que  se 
endurecen  en  forma  de  granos ,  de  los  cuales  los 
mas  gruesos  tienen  el  volumen  del  cilantro ;  de 
ellos  se  forman  panes  rojizos,  que  tiran  á  oscuro, 
llenos  de  polvo  y  de  hojas  que  alteran  su  color  y 
disminuyen  quizás  su  virtud.  Preténdese  que  es 
menester  recoger  estos  granos  antes  de  salir  el 
sol,  porque  éste  los  derrite.  La  dosis  parapurgar- 


ALI  133 

66  es  de  Cerca  de  tres  onzas,  mezcladas  con  un  in- 
fuso de  sen ;  parece  que  este  maná,  desconocido 
entre  nosotros  á  pesar  de  su  gran  uso  y  su  abun- 
dancia en  Oriente,  se  toma  también  como  alimento. 

Halle  cree  que  el  maná  de  alhagi  es  el  Man  di 
los  Hebreos  ó  el  maná  de  que  éstos  se  alimenta- 
ban en  el  desierto;  efectivamente  se  recoge  algu- 
na cantidad  de  esta  sustancia  en  el  monte  Sinai, 
en  el  Líbano,  etc.  Pero  la  generalidad  de  aquellos 
que  se  esfuerzan  en  explicar,  por  las  solas  mara- 
villas de  la  naturaleza ,  los  milagros  de  los  libros 
sagrados,  están  de  acuerdo  al  presente  en  pensar 
que  el  maná  de  que  habla  la  Escritura  procede 
mas  bien  del  Taray  oue  llera  maná  (  Tamarix 
mannifera,  variedad  del  Tamarix  gallica,  del  que 
se  hablará  en  su  lugar)  que  del  alhagi. 

AIjII  ASUB.  Belon  dice  que  es  una  especie 
de  azúcar  que  crece  en  una  yerba  en  Egipto ,  por 
medio  de  un  gusanito  semejante  á  una  limaza  que 
se  mete  dentro.  Preséntase  en  pequeñas  pildoras; 
es  de  un  grande  uso  en  Damasco  y  en  toda  la 
Turquía ;  apaga  completamente  la  sed,  y  cura  la 
tos  en  muv  corto  tiempo. 

ALISARÍAS.  Telas  de  algodón  de  la  In- 
dia, objeto  de  gran  comercio  entre  los  Holán 
deses. 

AlilCA  ó  Itálica.  Entre  los  antiguos  este 
nombre  significaba  va  un  cereal,  ya  un  alimón t  > 
preparado  con  un  cereal.  Hase  creído  que  la  Au- 
ca de  los  Latinos  y  de  los  Griegos  era  el  Zea  ó 
Maíz  de  los  modernos;  piénsase  mas  generalmen- 
te que  es  la  Espelta ,  Tritic um  Suelta .,  L.  Se  la 
preparaba  á  corta  diferencia  como  )ít  Cebada  per- 
lada, y  con  ella  se  h&cian  tisanas  queso  daban  eu 
las  enfermedades  de  pecho ,  etc. 

Cuando  se  la  empleaba  como  alimento  se  la  ha- 
cia hervir  mucho ,  sin  duda  para  hacerle  reventar, 
como  se  hace  para  la  cebada,  el  arroz,  etc.; 
después  se  le  anadia  leche  ú  otros  condimentos 
antes  de  darla  á  los  enfermos.  Plinio  declara  que 
es  el  mas  sano  y  mas  delicado  de  los  alimentos; 
y  según  Celso,  es  una  sustancia  muy  nutritiva  y 
tónica. 

Llámase  también  A lica  auna  bebida  hecha  con 
cebada  fermentada  y  mezclada  con  sidra  y  perada. 

AIíHjATAíST.  Enredadera  de  las  Filipinas 
cuyas  hojas  molidas,  mezcladas  con  cal,  disipan 
los  tumores  v  la  comezón  que  causa  una  especie 
de  oruga  del  país,  llamada  Basal. 

A  lil  TI  i;\  l'O.  Esta  palabra  tiene  muchas 
significaciones;  pero  aquí  solo  hablaremos  de  lo 
que  sirve  para  nutrir,  para  reparar  las  pérdidas 
que  continuamente  tenemos,  y  para  manlonor  el 
equilibrio,  sin  el  cual  la  vida  se  apagaría  con 
prontitud. 

La  naturaleza  da  alimentos  en  el  estado  el  mas 
simple  y  mas  conveniente  al  hombre;  y  cuan- 
do se  les  falsifica  ó  se  les  desnaturaliza  por  las 
refinaciones  del  lujo,  se  está  expuesto  á  una  in- 
finidad de  enfermedades,  así  como  á  muertes  pre- 
maturas. 

Los  alimentos  son  sólidos  ó  líquidos  ,  sacados 
de  los  reinos  animal  y  vegetal ;  el  reino  mineral 
cu  nada  coopera  á  la  alimentación.  Por  medio 


134  ALI 

de  la  química  se  conocen  las  propiedades  de  las 
sustancias  alimenticias. 

Ninguna  materia  salina,  amarga,  aromática, 
acre ,  y  que  repugna  al  estómago  ,  nutre.  La  al- 
teración de  la  materia  alimenticia  es  un  carácter 
de  su  propiedad  nutritiva,  y  esta  alteración  se 
hace  en  el  estómago  y  en  los  intestinos. 

Cada  alimento  tiene  un  sabor  particular  que  le 
hace  distinguir,  buscar  ó  desechar,  y  que  tam- 
bién hace  conjeturar  los  principios  que  le  consti- 
tuyen ,  así  como  sus  propiedades.  Todos  los  sa- 
bores pueden  reducirse  á  ocho  principales:  el  sa- 
bor amargo ,  el  ácido ,  el  acre,  el  salado ,  el  acer- 
bo, el  austero,  el  dulce  y  el  aceitoso.  De  sus 
combinaciones  resultan  muchas  sub-divisiones 
de  sabores ,  que  producen  efectos  particulares. 

El  olfato  es  el  primer  juez  de  nuestros  alimen- 
tos. 

Ciertas  sustancias  dan  buen  alimento  y  poca 
materia  excrementicia,  tales  son  el  pan  de  trigo, 
puro ,  fresco,  bien  fermentado  y  bien  cocido,  las 
carnes  de  buey ,  de  carnero ,  de  ternera,  de  ca- 
pón, de  gallina,  de  perdiz,  etc. 

Hay  alimentos  que  nutren  poco ,  los  cuales  son 
duros,  coriáceos,  densos,  y  pesados,  como  el  pan 
de  mala  calidad,  la  carne  de  vaca  vieja,  la  de 
cabra,  la  de  macho  cabrío,  ciertas  legumbres, 
el  queso  rancio,  etc.  Sin  embargo,  estos  alimen- 
tos no  son  malos  para  todos  los  individuos,  sí  solo 
para  ciertos  temperamentos,  para  ciertas  edades, 
ciertas  profesiones ,  ciertos  climas,  etc. 

Hay  sustancias  que  contienen  mucha  fécula, 
tales  como  el  sagú,  el  arroz,  etc.,  loque  da  lugar 
á  que  cuando  se  les  hace  hervir  en  el  agua,  los 
granos  se  hinchen  y  adquieran  una  semitraspa- 
renciaque  caracteriza  su  naturaleza.  Otros  ali- 
mentos contienen  azúcar,  mucílago  y  viscosidad, 
—las  almendras  tienen  un  mucílago  unido  á  una 
fécula; — hay  sustancias  acidas,  aceitosas  ó  gra- 
sicntas, gelatinosas,  caseosas,  albuminosas,  y 
entre  estas  últimas  se  cuentan  los  huevos ,  las 
almejas  y  las  ostras. 

Las  patatas ,  las  castañas ,  las  judías ,  las  len- 
tejas, el  trigo,  etc.,  no  solo  son  harinosas,  sí  que, 
en  el  estado  fresco  sobre  todo,  contienen  gluten. 
El  alimento  harinoso  es  muy  sustancial,  pero 
su  digestión  no  es  fácil  para  todos  los  estómagos; 
aumenta  la  plétora  sanguínea,  lo  que  indican 
bastante  la  plenitud  y  el  vigor  del  pulso ,  la  hin- 
chazón de  las  venas,  lo  encendido  de  la  piel ,  etc. 
Esta  alimentación  no  conviene  á  los  temperamen- 
tos sanguíneos. 

Las  sustancias  mucilaginosas  son  la  zanahoria, 
el  salsifís,  el  nabo,  la  col,  la  lechuga,  la  espi- 
naca, la  alcachofa,  la  judía  verde,  etc.,  pero 
sin  embargo  no  tienen  la  misma  composición  quí- 
mica :  así ,  por  ejemplo,  el  mucílago  es  mas  es- 
peso en  el  aspárrago ,  en  la  patata  y  la  alcachofa; 
la  zanahoria  contiene  mucho  azúcar ;  el  nabo  y 
la  col,  un  principio  acre  y  volátil ,  que  se  disipa 
poco  á  poco  por  la  cocción ;  en  la  acedera  hay 
un  ácido  pronunciado.  A  pesar  de  estas  diferen- 
cias, todos  estos  vegetales  tienen  analogía  por  su 
base  y  por  su  acción.  La  dieta  mucilaginosa , 


ALÍ 

continuada  por  mucho  tiempo,  dispone  á  las  afec- 
ciones mucosas ,  á  la  caquexia. 

Los  alimentos  sacarinos  son  los  higos,  los  al- 
baricoques,  la  miel,  la  caña  de  azúcar,  etc.  La 
materia  azucarada  no  es  propia  para  dar  fécula, 
ni  es  capaz  de  producir  la  fermentación  panaria, 
y  por  eso  el  maíz,  la  avena,  la  judía,  el  guisante 
la  arveja,  no  hacen  un  pan  quemerezca  este  nom- 
bre. Uno  de  los  efectos  de  las  materias  azucara- 
das mezcladas  con  la  fécula  es  fermentar  en  el 
estómago  y  producir  en  él  acedías  y  llatuosi- 
dades. 

El  ácido  es  mas  fuerte  en  los  limones,  las  na- 
ranjas ,  las  guindas ,  los  albérchigos ,  las  sangüe- 
sas, las  grosellas ,  las  manzanas  y  las  peras,  que 
en  los  demás  frutos.  Los  ácidos  nutren  muy  poco; 
su  calidad  alimenticia  reside  en  el  azúcar  y  el 
mucílago  que  contienen ;  son  refrescantes ,  re- 
lentecen el  pulso ,  moderan  el  calor  y  calman  la 
agitación  del  cuerpo. 

Llámanse  sustancias  aceitosas  la  manteca,  los 
aceites  y  las  grasas ,  tales  son  el  cacao  ,  las  al- 
mendras dulces,  las  nueces ,  las  avellanas ,  las 
semillas  emulsivas,  etc.  Un  uso  excesivo  do  estas 
sustancias  relaja  y  enerva  las  fuerzas,  debilita  la 
acción  del  estómago }  pone  el  pulso  blando ,  lento 
y  débil,  etc.  Los  aceitosos  predisponen  á  las  her- 
nias ,  y  hase  observado  que  disponían  también  á 
mearse  en  la  cama  durante  el  sueño  por  el  rela-- 
jamiento  que  producen. 

La  leche  y  el  queso  son  alimentos  caseosos. 

El  alimento  que  produce  el  reino  animal  es  mas 
multiplicado  que  el  que  da  el  reino  vegetal.  La  car- 
ne, losjtendones,  y  tambienlos  huesos,  contienen 
abundantemente  una  materia  alimenticia;  hervi- 
dos y  reducidos ,  dan  por  el  enfriamento  una  ge- 
latina trasparente,  dulce  ó  sosa,  soluble  en  el 
agua,  fusible  á  un  suave  calor,  aceda  cuando  se 
altera,  pero  capaz  de  nutrir  bien  y  con  prontitud. 

La  carne  de  los  animales  difiere  no  solo  en 
razón  de  las  especies,  sí  que  también  de  la  edad. 
del  clima,  del  alimento,  del  sexo ,  de  la  estación, 
del  ejercicio,  etc. ,  así  como  por  sus  preparacio- 
nes ;  de  modo  que  el  buey  y  el  carnero  contienen 
principios  mas  nutritivos  que  la  ternera,,  y  ésta 
nutre  mas  que  el  cordero. 

Los  animales  jóvenes,  en  particular  los  recien 
nacidos,  tienen  una  carne  mucosa,  que  laxa  el 
vientre;  los  viejos,  al  contrario,  la  tienen  dura, 
seca,  nerviosa,  de  muy  difícil  digestión,  y  da 
muy  poca  gelatina ,  porque  el  cuerpo  tiende  á 
secarse  con  la  edad.  Es  menester  pues,  en  la  ali- 
mentación ,  escoger  los  animales  que  no  son  ni 
demasiado  jóvenes  ni  demasiado  viejos. 

Los  animales  que  viven  en  lugares  húmedos  tie- 
nen una  carne  húmeda. 

La  carne  de  las  aves  y  délos  animales  silvestres 
es  mas  ligera  que  la  de  los  animales  domésticos, 
porque  hacen  mucho  ejercicio  y  su  sustancia  es 
mas  seca. 

Una  carne  cargada  de  grasa  fatiga  el  estóma- 
go y  da  lugar  á  náuseas  y  aun  á  vómitos.  Débese 
preferir  pues  la  que  guarda  un  justo  medio, 
que  tiene  buen  sabor  y  que  procede  de  un  animal 


ALI 


bien  alimentado :  los  que  comen  tomillo ,  serpol, 
espliego,  romero  y  otras  plantas  aromáticas, 
ofrecen  una  carne  de  buen  gusto ,  que  nutre  bien 
y  fortifica. 

Los  animales  castrados  tienen  en  verdad  una 
carne  tierna,  de  sabor  agradable,  pero  pesa  en 
el  estómago  si  es  demasiado  grasa :  prefiérese  en 
general  la  carne  de  los  machos  á  la  de  las  hem- 
bras. 

Las  carnes  saladas  y  secadas  no  convienen  á  los 
estómagos  débiles,  delicados,  irritables,  sino  á 
las  personas  robustas  y  que  pueden  ejercer  sus 
fuerzas. 

Toda  sustancia  que  se  vuelve  agria,  fatiga  el 
estómago  y  no  nutre;  la  que  se  corrompe  ó  se 
altera  fácilmente,  daña  á  la  salud. 

Los  alimentos  sacados  del  reino  animal  nutren 
mas  que  los  procedentes  del  reino  vegetal.  Las 
carnes  son  mas  alimenticias  en  el  mediodía  que 
en  el  norte,  y  lo  mismo  puede  decirse  de  los  ve- 
getales. El  pescado  nutre  menos  que  la  carne. 

Los  frutos  sucolenlos  son  el  principal  alimen- 
to de  los  habitantes  de  los  climas  calientes. 

Los  vegetales  alimentan  casi  por  sí  solos  la  ma- 
yor parte  de  los  pueblos  del  Asia,  del  Africa7  de  la 
America  y  de  las  islas  situadas  entre  los  trópicos. 
Los  Indios,  los  Persas  y  los  Egipcios  viven  en 
gran  parte  de  dátiles ,  y,  entre  los  demás  frutos, 
el  coco  basta  para  sus  necesidades.  Los  Árabes 
y  los  Levantinos  se  alimentan  de  higos  del  Sicó- 
moro; en  la  Morea,  la  Grecia  y  el  Archipiélago, 
se  comen  higos  comunes;  los  Braminos  contenían- 
se con  el  uso  de  los  frutos  de  la  tierra;  en  muchas 
comarcas  del  mediodía  de  la  Francia,  el  pueblo  se 
alimenta  de  castañas;  en  ciertos  puntos  de  Espa- 
ña y  Portugal,  los  campesinos  comen  bellotas  de 
encina. 

Las  semillas  emulsivas  son  nutritivas  como  to- 
das las  que  tienen  la  fécula  por  base ,  pero  se 
dejan  penetrar  mas  difícilmente  por  los  jugos  gás- 
tricos, y  oponen  tanta  mas  resistencia  al  estóma- 
go en  cuanto  están  menos  molidas.  Si  se  comie- 
sen enteras ,  pasarían  con  los  excrementos ,  sin 
casi  haber  sufrido  alteración ;  pero,  bien  cocidas, 
su  mucílago,  íntimamente, unido  con  el  aceite,  se 
disuelve  con  ellas  en  el  agua;  este  aceite  queda 
suspendido  en  forma  de  leche  de  almendra ,  y  la 
digestión  se  hace  entonces  menos  difícilmente, 
á  pesar  que  muchos  temperamentos  no  pueden 
suportar  los  aceites  sin  experimentar  una  sensa- 
ción de  ardor. 

La  leche  es  casi  el  alimento  universal  de  todos 
los  pueblos :  el  rengífero  en  la  Laponía ,  la  vegua 
en  Tartaria,  el  camello  y  el  dromedario  en  Egip- 
to y  en  Siria ,  el  búfalo  en  las  Indias ,  la  lana  y 
la  vicuña  en  América,  la  vaca,  la  oveja,  laca- 
bra  y  la  burra  suministran  una  leche,  que  es  un 
alimento  simple  y  natural. 

Ciertas  sustancias  se  coméntales  como  la  natu- 
raleza las  da,  otras  necesitan  de  una  preparación 
que  tiene  lugar  de  tres  maneras:  se  las  hace  her- 
vir, asar  ó  freír,  üacense  hervir  en  el  agua  ó  en  su 
propio  jugo  á  un  fuego  lento :  las  hervidas  en  su 
jugo  son  mas  nutritivas  que  lascocidasen  el  agua. 


ALI  <35 

Todo  alimento  debe  tener  dos  calidades  parti- 
culares, que  son  contener  una  sustancia  capaz  de 
reparar  las  pérdidas  que  sin  cesar  tenemos  y 
ofrecer  una  resistencia  conveniente  al  grado  de 
energía  de  los  órganos  que  deben  elaborarlo ;  es- 
tos órganos  sufren  si  se  les  da  un  alimento  dema- 
siado débil  ó  demasiado  fuerte,  y  por  consiguiente 
es  indispensable  consultar  la  energía  del  estómago 
antes  de  escoger  los  alimentos. 

La  cantidad  de  alimento  debe  ser  proporcinada 
al  aumento  del  cuerpo,  á  su  reparación  y  á  la 
prontitud  con  que  se  hace  la  digestión.  En  los  ni- 
ños ,  debe  ser  frió  y  abundante ,  porque  su  estó- 
mago es  mas  caliente  y  digiere  con  prontitud. 
Los  adolescentes  no  deben  tomar  ni  demasiado 
ni  muy  poco  alimento ,  y  éste  debe  ser  en  gene- 
ral refrescante.  En  la  vejez  se  come  menos. 

Puédese  determinar  la  cantidad  de  alimentos 
que  se  debe  tomar.  La  persona  de  temperamento 
débil ,  delicado  y  que  vive  de  una  manera  seden- 
taria ,  no  podría  comer  tanto  como  aquella  que 
es  robusta,  que  ejerce  sus  fuerzas.  Esta  cantidad 
varia  también  según  la  temperatura  del  clima;  así 
por  ejemplo,  bajo  el  fuerte  calor  de  la  zona  tór- 
rida ,  en  donde  la  vida  se  pasa  en  el  reposo  y  la 
indolencia ,  se  come  menos  que  en  los  países  fríos 
ó  templados ;  también ,  en  las  expediciones  ma- 
rítimas que  se  hacen  en  el  norte,  se  embarca 
siempre  el  doble  de  sustancias  alimenticias. 

El  uso  que  se  hace  de  los  animales  relativamen- 
te á  la  alimentación ,  difiere  mucho  según  los 
pueblos  y  los  climas :  hay  animales  que  no  podría- 
mos comer  sino  en  necesidades  muy  apremiantes, 
y  que  sin  embargo  son  buscados  por  muchos  pue- 
blos. En  los  países  septentrionales  se  hace  un  fes- 
tín de  la  carne  de  oso ,  de  lobo  y  de  zorro ;  los 
Tártaros  modernos ,  cuyo  estómago  es  á  toda 
prueba ,  se  alimentan  de  carne  de  caballo  medio 
cruda  y  beben  su  sangre.  Galeno  dice  que,  entre 
los  Egipcios ,  los  esportilleros  comen  la  carne  del 
asno.  En  el  Senegal  y  la  Guinea ,  castran  los 
perros,  los  engordan  y  los  llevan  al  mercado 
para  ser  vendidos  y  comidos.  Scaliger  y  mu- 
chos otros  refieren  que  los  murciélados,  en  parti- 
cular los  del  Oriente ,  son  muy  estimados  en  mu- 
chos países  en  razón  del  buen  gusto  de  su  carne, 
3ue  es  tan  agradable  como  la  de  nuestras  gallinas 
omésticas.  En  los  desiertos  del  África ,  en  Asia 
y  en  Bengala,  se  come  la  carne  del  rinoceronte. 
En  África  hay  una  infinidad  de  animales  desco- 
nocidos del  resto  del  mundo  que  sirven  allí  oasi 
todos  para  la  alimentación ;  cómense  las  pante- 
ras, los  cocodrilos,  los  leones,  los  elefantes,  las 
serpientes  y  los  monos. 

La  persona  que  goza  de  perfecta  salud  no  tiene 
necesidad  de  regla  para  su  régimen  de  vida;  sin 
embargo ,  si  abusa  de  sus  fuerzas  digestivas ,  su 
constitución  no  tardará  en  alterarse.  Por  los  efec- 
tos de  los  alimentos  se  juzga  de  su  calidad. 

Según  las  estaciones  debe  también  sufrir  modifi- 
caciones la  alimentación:  en  invierno,  el  alimento 
debe  ser  mas  caliente ,  mas  seco  y  tomado  en 
mayor  cantidad  que  en  las  demás  estaciones.  En 
los  climas  fríos,  el  alimento  debe  ser  sustancioso 


138  ALl 

y  sacado  del  reino  animal ;  las  bebidas  espirituo- 
sas son  en  ellos  útiles  para  sostener  y  reanimar  el 
sistema  nervioso ,  lo  que  hace  que  estos  pueblos 
pueden  resistir  á  los  mayores  trios ;  los  habitan- 
tes de  estos  países  digieren  muy  bien  los  alimen- 
tos grasientos,  que  serian  muy  indigestos  en  la 
India,  por  ejemplo,  en  donde  el  Braman  suporta 
algunos  frutos  dulces  y  una  crema  de  arroz  lige- 
ramente azucarada. 

El  habitante  de  los  trópicos  es  frugívoro ,  el  de 
los  polos  carnívoro :  los  pueblos  intermedios  em- 
plean una  alimentación  mezclada  de  sustancias 
animales  y  vegetales ,  según  el  grado  de  calor  ó 
de  frió.  Los  carnívoros  son  los  pueblos  del  norte. 
El  Inglés  usa  mas  carne  que  el  Francés,  éste  mas 
que  el  Español  y  el  Italiano ,  de  suerte  que  cuan- 
to mas  se  acerca  á  la  línea,  mas  se  usa  de  vege- 
tales y  cuanto  mas  se  sube  hacia  el  norte,  mas  se 
usa  de  materias  animales. 

Aunque  ciertas  sustancias  sean  irritantes,  con- 
tribuyen ,  en  algunos  climas,  á  sostener  las  fuer- 
zas vitales  debilitadas  por  el  gran  calor  y  los 
excesivos  sudores;  así  los  Persas,  los  Chinos, 
etc. ,  mezclan  con  razón  la  pimienta,  el  gengibre 
y  otros  condimentos  en  sus  manjares. 

Pebe  ponerse  mucho  cuidado  en  la  manera  de 
guisar  las  carnes.  Las  que  son  lo  que  se  llama 
hechas ,  tales  como  la  de  buey  y  la  de  carnero, 
conserven  mucho  sabor  y  principio  nutritivo  aun- 
que cocidas  en  el  agua,  porque  este  líquido  no 
disuelve  sino  una  parte  del  extractivo  y  muy  po- 
ca gelatina ,  la  cual  está  defendida  por  la  albú- 
mina insoluble  en  el  agua  y  con  la  cual  se  encuen- 
tra combinada;  no  es  lo  mismo  de  las  carnes  de 
cordero  y  de  ternera,  que  pierden,  en  los  líquidos, 
todo  su  sabor ,  porque  la  ebullición  disuelve  la 
poca  gelatina  que  contienen,  único  principio,  por 
decirlo  así,  que  las  constituye. 

Las  carnes  de  buey  y  de  carnero  tienen  un  sa- 
bor agradable,  ligeramente  azucarado  cuando  no 
han  sido  asadas  sino  en  su  superficie;  las  carnes 
blancas,  al  contrario,  deben  ser  bien  asadas. 

La  multitud  de  manjares  es  peligrosa ,  y  mas 
todavía  por  los  condimentos  acres  e  incendiarios 
que  en  ellos  se  emplean. 

ALIPATA.  Camelli  da  este  nombre  á  un 
árbol  de  Filipinas  cuya  sombra  es  nociva;  el  humo 
del  leño  en  ustión,  así  como  el  zumo  lechoso  que 
él  contiene,  producen  la  ceguera.  Jussieu  cree 
que  es  un  Éxcwcaria. 

AIíISIIA,  Alisma,  Género  de  plantas  que 
da  su  nombre  á  la  familia  natural  de  las  Alismá- 
ceas,  creada  por  Ventenat,  de  la  hexandria  po- 
Iiginia  de  Linneo. 

Alisma  lila ii i «' ti.  Llantén  de  agua 
( Alisma  Plantago  ,;L. ).  Planta  vivaz,  que  crece 
en  las  orillas  dé  las  balsas  de  agua,  de  los  pan- 
tanos y  de  los  estanques  en  toda  la  Europa,  y  es 
muy  común  en  España.  De  tallos  rectos,  lisos, 
triangulares,  huecos,  con  nudos  separados;  ho- 
jas radicales  derechas,  pecioladas,  aovadas,  agu- 
das y  nerviadas;  flores  en  verticilos  compuestos, 
pedunculados  y  de  forma  de  rosa. 

Halle  ha  observado  que,  aplicada  sobre  la 


ALI 

piel ,  era  vejigante ;  dícese  que  es  tan  acre  que 
hace  perecer  los  ganados.  Sin  embargo,  los  Cal- 
mucos comen  los  tubérculos  que  se  hallan  en  las 
raíces ,  y  que  son  quizás  amiláceos ;  el  Sr.  Fée 
dice  haberlos  comido  en  muy  altas  dóses  sin  ex- 
perimentar accidentes.  En  Rusia,  la  raíz  de  esta 
planta  es  tenida  como  un  específico  contra  la  ra- 
bia ,  pero  los  ensayos  hechos  en  otros  varios  pun- 
tos de  Europa  no  han  confirmado  esta  propiedad, 

ALISO,  Alnüs.  Género  de  plantas  de  la  fami- 
lia de  las  amentáceas ,  sección  de  las  betulíneas, 
de  la  monoecia  tetrandria  de  Linneo.  Es  un  des- 
membramiento del  género  Abedul  [Betula]  he- 
cho por  Gaertner. 

Aliso  glutinoso ,  Aliso  común  ( A  l- 
nus  glutinosa,  Gu?rt. ;  Betula  Alnus,  L.J.  Árbol 
indígeno  que  crece  en  los  bosques  húmedos  y  en 
los  terrenos  pantanosos,  Pu'de  alcanzar  mas  allá 
de  cuarenta  pies  de  altura ;  de  tronco  bastante 
recto;  corteza  morena,  gruesa,  resquebrajada;  ra- 
mos en  general  cortos  y  tortuosos ;  hojas  denta- 
das, algo  pegajosas  cuando  jóvenes*  atravesadas 
por  nerviosidades ,  en  cuyas  axilas  se  hallan  pe- 
nachos de  pelos. 

La  corteza  de  este  árbol  es  astringente  y  dese- 
cante ,  se  la  tiene  como  febrífuga  a  doble  dosis 
que  la  quina, — se  usa  para  teñir  denegro,  unida 
con  hierro  viejo  en  el  que  se  deja  permanecer  por 
largo  tiempo, — produce  un  color  amarillo  leona- 
do útil  en  ciertos  tintes,  que  sirve  para  colorar 
las  redes  de  pescar,  y  los  huesos  destinados  para 
mangos  de  cuchillos ;  las  hojas  verdes ,  emplea- 
das al  exterior,  disminuyen  la  inflamación  y  re- 
suelven los  tumores ,  y  al  interior  se  usan  como 
vulnerarias ,  y  según  Tragus  tienen  la  propiedad 
de  atraer  las  pulgas,  y  á  dicho  objeto  recomienda 
lavar  las  maderas  de  cama  con  su  cocimiento; 
dícese  que  los  frutos  son  astringentes,  refrescan- 
tes y  buenos  contra  los  males  de  garganta,  en 
gargarismo. 

La  madera  de  aliso  no  es  alterable  por  el 
agua ,  propiedad  reconocida  ya  por  los  antiguos; 
empléasela  en  la  construcción  de  conductos  sub- 
terráneos y  de  estacadas;  los  ebanistas  y  torne- 
ros la  aprovechan  á  menudo  por  el  hermoso  color 
negro  que  toma,  y  los  vidrieros  y  panaderos  la 
aprecian  para  calentar  sus  hornos  en  razón,  de  la 
llama  viva  que  despide  y  de  su  combustión  rá- 
pida.Sirve  también  para  hacer  escalas,  sillas  de 
iglesia,  pérticas  para  las  andamiadas  de  los  al- 
hamíes, á  causa  de  su  poca  fragilidad.  Pero  lo 
3ue  hay  de  mas  precioso  en  el  aliso,  son  los  nu- 
os  ó  excrecencias  que  produce  y  que  son  de  un 
gran  precio  á  los  ojos  de  los  ebanistas  cuando 
llegan  á  cierto  volumen ,  que  entonces  suminis- 
tran un  muy  hermoso  embutido.  Este  nudo,  bas- 
tante raro ,  es  de  un  color  leonado  realzado  por 
palmetas  rojas  y  por  puntitos  morenos;  el  puli- 
mento le  da  reflejos  sedosos;  se  colora  con  faci- 
lidad por  los  ácidos,  y  después  de  esta  coloración 
cuando  se  la  acaba  de  apomazar ,  las  partes  que 
habian  quedado  claras  resaltan  con  mucha  mas 
gracia.  Principalmente  se  emplea  en  la  composi- 
ción de  los  muebles  de  valor,  tales  como  pápele- 


ALM 

ras,  cajas  do  pianos ,  etc.,  sirve  para  adorno  de 
hermosísimos  cofrecitos,  etc.,  etc. 

AM.X.IA,  Altua.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  apocíneas,  de  la  petandria  diginia 
de  Linceo. 

Alivia  aromática  ( A hjxia  aromática, 
Ileinw. ;  (¡ynopogon stellalum,  Koxb.).Esle  gran- 
de árbol ,  que  crece  en  Ja\a,  distrito  de  Bastara, 
tiene  una  corteza  parecida  á  la  de  canela  blan- 
ca ,  de  olor  de  meliloto ,  de  sabor  amargo ,  en  la 
que  el  análisis  ha  descubierto  un  extracto  amar- 
go, un  principio  resinoso,  un  «aceite  volátil  olo- 
roso ,  una  materia  gomo-extractivo ,  un  princi- 
pio mucoso  azucarado ,  y  vestigios  de  ácido  ben- 
zoico. Según  Mu  me,  la  acción  de  esta  corteza  es 
tónica  v  difusible. 

ALIZARINA.  Los  Sres.  Collin  y  Robi- 
quet  dan  este  nombre  á  uno  de  los  principios  co- 
lorantes de  la  raiz  de  rubia,  especie  de  cromi- 
ta cristalina  de  un  rojo  naranjado,  que  pasa  á 
color  de  violeta  moreno  ó  de  trinitaria  por  la  ac- 
ción de  los  álcalis.  Este  nombre  se  deriva  de  la 
palabra  A li-zari ,  usada  en  Levante  para  desig- 
nar la  raíz  de  rubia. 

AUHLEK.  Conócense  bajo  este  nombre,  en 
Groenlandia,  muchas  especies  de  aves  bastante 
gruesas,  que  parecen  ser  gansos,  y  que  forman  en 
invierno  el  principal  alimento  de  los  habitantes 
de  aquel  país;  pero  su  carne  tiene  un  gusto  acei- 
toso, y  por  consiguiente  no  constituye  un  manjar 
muy  agradable  ni  un  alimento  muy  sano. 

Ali.TI ACJLGA ,  Almástiga ,  »■  a st ic . 
Se  designan  así  muchos  compuestos  plásticos, 
dúctiles  á  ciertas  temperaturas,  empleados  para 
cerrar  junturas,  y  oponerse  al  paso  ó  á  la  acción 
de  los  gases  ó  de  los  líquidos.  Las  almácigas  son 
en  cierto  modo  intermedios  entre  los  betunes  y 
los  morteros,  y  muy  á  menudo  tienen  aplicaciones 
semejantes  á  las  de"  estas  últimas  sustancias. 

Almáciga-netun.  Está  formada  de  una 
especie  de  brea  inspisada  y  de  sustancias  ter- 
rosas. En  Francia,  conócense  dosvariedades  co- 
merciales de  esta  almáciga:  .."la  almáciga  ó 
brea  de  las  fábricas  de  gas  para  el  alumbrado, 
que  se  vende  en  panes  rectangulares ,  del  peso 
de  80  á  100  libras;  2.°  la  almáciga  de  asfalto,  ó 
betón  natural,  procedente  deSeyssel  y  Dax,  ex- 
pedida en  panes  semejantes,  y  empleada  para  los 
mismos  usos.  Desde  algún  tiempo  se  hace  un 
enorme  consumo  de  estas  almácigas  para  embal- 
dosados soldados  de  las  aceras  y  de  las  plazas 
publicas.  La  propiedad  de  extenderse  igualmen- 
te y  su  impermeabilidad  las  hacen  propias  para 
cubrir  los  terrenos  húmedos  antes  de  ser  enla- 
drillados ó  cubiertos  con  pavimentos  de  madera. 
Empleánse  en  caliente. 

Almáciga  blanda.  Se  llama  así  una 
mezcla  hecha  en  caliente  de  cera  amarilla,  tre- 
mentina y  rojo  de  Venecia.  Esta  composición  en- 
friada toma  una  consistencia  bastante  fuerte;  pe- 
ro se  ablanda  suficientemente  entre  los  dedos 
para  extenderse  sin  trabajo  en  las  junturas  que 
se  han  de  tapar.  La  almáciga  blanda  es  muy  có- 
moda siempre  que,  teniéndola  á  mano,  se  trata 
18 


ALM  137 

de  detener  una  salida;  y  es  preferible  á  otras 
en  las  circunstancias  en  que  el  aparato  enlo- 
dado debe  ser  trasportado ,  -  porque  cede  sin 
romperse  á  movimientos  que  despegarían  ó  ha- 
rían hender  la  mayor  parte  de  las  demás  almá- 
cigas. La  almáciga  blanda  sirve  para  cubrir  los 
tapones  de  los  frascos  que  contienen  gases  ó  di- 
versos líquidos 

Almaciga  de  cera  amarilla.  La  ce- 
ra amarilla ,  licuada  y  mezclada  con  un  décimo 
de  su  peso  de  trementina  común,  sirve  de  almá- 
ciga para  cubrir  los  tapones,  ó  cerrar  las  juntu- 
ras de  aparatos  que  desprenden  vapores  ácidos  á 
la  temperatura  ordinaria;  igualmente  se  la  emplea 
para  barnizar  el  interior  de  los  vasos  de  madera 
ui:e  se  quieren  preservar  de  la  acción  de  los  áci- 
dos débiles.  También  con  las  mismas  materias, 
añadiéndolas  rojo  de  Yenecia,  se  compone  una 
almáciga  que,  después  de  haber  recibido  una  con- 
sistencia bastante  fuerte ,  se  ablanda  por  el  calor 
de  los  dedos  para  emplearla  en  frió. 

Almáciga  de  Ililil.  Se  compone  de  acei- 
te de  linaza  cocido  (en  el  que  se  ha  hecho  disol- 
ver óxido  de  plomo )  y  de  cimento  de  tierra  de 
porcelana  en  polvo  lino,  en  cantidad  suficiente 
para  dar  á  la  mezcla  una  consistencia  plástica 
bastante  fuerte.  La  almáciga  de  Dihl,  de  cimen- 
to blanco ,  adquiere  un  matiz  de  piedra  muy  con- 
veniente paralas  junturas  délas  baldosas,  piedras 
de  corte,  en  los  puntos  expuestos  ala  vista.  Se 
hace  uso  de  esta  almáciga  con  buen  resultado 
para  cubrir  con  una  primera  capa  las  maderas 
expuestas  al  aire  y  sobre  todo  sus  junturas. 

Almáciga  de  los  fontaneros.  Se 
compone  de  resina  privada  de  agua  (llamada, 
miera)  y  cimento  de  ladrillo  perfectamente  seco. 
Esta  almáciga  en  caliente  se  emplea  para  asegu- 
rar las  llaves  de  las  fuentes ,  y  enfriándose  se  po- 
ne perfectamente  compacta. 

Almáciga  invisible.  Haciendo  disolver 
talco  en  espíritu  de  vino  hirviendo,  se  obtiene 
una  almáciga  trasparente  con  la  cual  se  reparan 
el  vidrio  y  el  cristal  rotos,  de  un  modo  muy  sóli- 
do, en  términos  que  si  se  ajustan  exactamente  las 
piezas  apenas  el  ojo  puede  percibir  las  junturas. 

Almáciga  de  limaduras  de  hier- 
ro. Se  compone  de  limaduras  de  hierro  bien  lim- 
pias y  no  oxidadas,  flor  de  azufre  libre  de  cuer- 
pos extraños,  y  sal  amoníaco.  Se  emplea  moja- 
da al  momento  ó  algunas  horas  antes  de  la  apli- 
cación. El  sulfuro  de  hierro  que  se  forma  entre 
las  partículas  de  la  mezcla  produce  una  muy  gran- 
de dureza  y  un  aumento  de  volumen  que  llena 
muy  bien  todo  el  vacío  éntrelas  piezas  ajustadas; 
así,  con  esta  almáciga,  se  pueden  cerrar  hermé- 
ticamente las  junturas  muy  abiertas  de  los  tubos, 
las  cebollas  de  los  surtidores,  etc.  Lna  mezcla  de 
resina  seca  (miera) ,  cera  y  ocre  rojo  constituye 
la  almáciga  propia  para  sellar  los  instrumentos 
metálicos,  aplicada  fundida  ó  pastosa. 

Almáciga  de  litocola.  Los  Sres.  Per- 
ron  y  Lesueur  han  empleado,  con  feliz  resultado, 
esta  almáciga  para  cerrar  los  vasos  destinados 
para  conservar  objetos  de  historia  natural  á  bor- 
tomo  i. 


138  ALM 

do  de  los  buques  empleados  en  viajes  científicos. 
He  aquí  la  fórmula :  resina  común  o  brea  seca  de 
.los marineros ,  ocre  tojo,  óxido  de  hierro  rojo, 
cera  amarilla,  aceite  de  trementina.  Si^  se 
quiere  este  betún  mas  ó  menos  graso ,  se  añade 
mas  ó  menos  resina  y  óxido  de  hierro  ó  aceite 
de  trementina  y  cera.  Se  empieza  haciendo  licuar 
la  cera  y  la  resina,  se  añade  el  ocre  rojo  revol- 
viéndolo todo  con  una  espátula  de  madera.  Cuan- 
do la  mezcla  ha  hervido  por  espacio  de  un  cuar- 
to de  hora ,  se  la  echa  el  aceite  de  trementina; 
se  mezcla  todo,  y  se  deja  en  ebullición  durante 
ocho  ó  diez  minutos. 

Para  prevenir  la  inflamación  de  tantas  sustan- 
cias inflamables,  se  procura:  i.°  un  vaso  cuya  ca- 
pacidad sea  á  lo  menos  triple  ó  cuádruple  de  la 
capacidad  que  seria  suficiente  para  la  cantidad  de 
betún  que  se  quiere  preparar ;  2.°  que  este  vaso 
esté  provisto  de  un  mango  para  levantarlo  de  vez 
en  cuando;  3.°  evitar  que  el  vaso  ¿esté  expuesto 
ala  acción  inmediata  de  la  llama,  porque  el  aceite 
de  trementina  en  evaporación  se  inflamaría.  Para 
asegurarse  de  la  calidad  de  este  betún ,  se  toman 
de  él  algunas  gotas  con  una  espátula ,  se  dejan 
caer  y  enfriar  en  un  plato ,  y  se  ensaya  en  segui- 
da su  verdadero  grado  de  fuerza ,  de  tenacidad  y 
blandura,  y  según  el  resultado  de  la  prueba,  se 
añade  á  la  mezcla  el  ingrediente  conveniente. 

Almáciga  para  porcelana.  Este  be- 
tún sirve  para  pegar  la  porcelana ,  cuyas  piezas 
une  con  mucha  fuerza.  El  primero,  usado  en  China, 
se  compone  de  flin-glas  reducido  á  polvo  impal- 
pable y  mezclado  con  clara  de  huevo.  Se  prepara 
otro  con  una  parte  de  cal  viva  en  polvo ,  una  par- 
te de  flin-glas  pulverizado  y  dos  partes  de  alba- 
yalde,  mezclado  todo  con  aceite  secante. 

Almáciga  de  vidriero.  Se  prepara  ha- 
ciendo secar  al  fuego  creta  ó  blanco  de  España 
en  polvo ,  y  malaxando  con  la  espátula,  sobre 
una  mesa  de  mármol,  esta  sustancia  con  sufi- 
ciente cantidad  de  aceite  de  linaza  para  formar 
una  pasta  consistente,  pero  dúctü.  Sabido  es  co- 
mo los  vidrieros  aplican  la  almáciga  para  cerrar 
las  junturas  de  los  marcos  en  los  cuales  ajustan  los 
vidrios  planos.  También  se  emplea  para  volver 
á  tapar  las  rendijas,  las  cavidades,  los  agujeros  de 
clavijas  y  clavos  hundidos,  antes  de  pintar  al 
aceite  diversos  enmaderamientos.  Esta  materia 
plástica  puede  además  servir  para  obtener  cier- 
tas marcas,  para  ajustar  bien  las  cebollas  de  los 
surtidores,  enlodar  Jas  junturas  de  los  tubos,  etc. 

AEMAIíKJEWA.  Especie  de  calzado  de 
madera ,  hueco  y  de  una  pieza  de  que  usan  en  las 
montañas  de  León  y  Castdla. 

ALMAGRE  ó  Almazarrón.  Especie 
de  arcilla  rojiza ,  parecida  al  ocre,  susceplible  de 
reducirse  á  polvo  finísimo.  En  la  India  se  emplea 
en  clase  de  afeite;  sirve  para  pulir  espejos,  lim- 
piar alhajas  de  plata,  para  marcar  fardos,  etc.,  y 
en  España  se  usa  á  veces  para  dar  color  al  polvo 
de  tabaco.  Vulgarmente  es  conocido  con  el  nom- 
bre de  Hojo  indiano  ó  Tierra  de  Persia. 

ALMEJA,  Mytilus.  Género  de  moluscos 
acéfalos  testáceos  de  Linneo ,  de  especies  nume- 


ALM 

rosas  distribuidas  hoy  dia  en  muchos  géneros  y 
también  en  dos  familias,  los  Mitiláceos  y  los  Os- 
tráccos.  Muchos  de  ellos  son  alimenticios  en  di- 
versos países ,  pero  se  carece  de  noticias  sobre 
la  mayor  parte  para  poder  distinguirlos. 

Con  todo  diremos  que  entre  las  Almejas  de 
mar,  además  de  la  Almeja  comestible,  la  mas  usada 
de  todas ,  y  principal  objeto  de  nuestro  artículo, 
la  Almeja  de  África  {Mytilus  Afer,  Gm.),  esmuy 
estimada  en  las  costas  de  Berbería;  y  la  Almeja 
traga  piedra  ( Mytilus  lithophagus ,  L. ) ,  notable 
por  la  facultad  que  tiene  de  agujerear  las  pie- 
dras á  las  cuales  se  pega,  y  muy  común  en  el 
Mediterráneo,  es  llamado  Dátil  de  mar  en  mu- 
chos puntos ,  -en  donde  forma  un  alimento  muy 
agradable  por  su  gusto  de  pimienta. 

Entre  las  Almejas  de  agua  dulce  indicaremos 
la  Almeja  de  ánade  ,  Almeja  de  rio  [Mytilus 
anatinus,  L.),  que  habita  en  los  arroyos  y  los 
rios  de  casi  toda  la  Europa ;  y  la  Almeja  de  cis- 
ne, Almeja  de  estanque  (Mytilus  cygntus ,1.), 
grande  especie  de  Anodonta,  que  se  encuentra  en 
Europa  en  las  aguas  muertas  de  fondo  cenagoso. 
La  carne  de  estas  dos  especies  es  sosa,  poco  ape- 
titosa, coriácea,  y  apenas  puede  servir  sino  á 
falta  cíe  mejor  alimento.  La  almeja  de  estanque 
ofrece  además  un  gusto-de  fango ,  que  solo  con- 
dimentos fuertes  pueden  disfrazar,  y  por  eso  los 
Griegos  le  daban  el  nombre  de  Almeja  de  perro. 

Almeja  comestible ,  Almeja  co« 
iniui,  Almeja  de  mar  [Mytilus  edulis, 
L. ).  Esta  especie  es  excesivamente  abundante  en 
nuestras  costas  en  donde  forma  bancos  conside- 
rables; se  pega  alas  estacas,  á  los  buques,  etc. 
y,  para  despegarla ,  basta  que  mugeres  ó  niños, 
con  un  cuchillo ,  corten  los  filamentos  de  la  bor- 
ra que  la  une  á  los  cuerpos  sumergidos.  Las  alme- 
jas se  pescan  todo  el  año,  pero  en  particular  de  se- 
tiembre á  mayo,  período  durante  el  cual  son  mas 
sabrosas  y  pasan  por  mas  sanas.  En  las  costas  del 
Océano  se  las  cerca  casi  ala  manera  de  las  ostras; 
y  en  diversas  otras  localidades,  así  como  en 
Trento ,  en  el  reino  de  Ñapóles ,  se  someten  al- 
ternativamente á  la  influencia  del  agua  dulce  y 
del  agua  de  mar,  lo  que  las  vuelve  mas  tiernas  y 
aumenta  su  calidad  nutritiva. 

Empleadas  de  toda  la  antigüedad,  las  almejas 
forman,  ya  crudas,  ya  sobre  todo  cocidas  y  con- 
dimentadas de  diversas  maneras,  un  alimento 
tierno ,  agradable ,  sin  ser  muy  delicado ,  y  bas- 
tante digestivo ,  á  pesar  de  los  accidentes  que  á 
veces  producen ,  y  que  nada  de  común  tienen  con 
una  indigestión. 

Los  accidentes  áque  dan  lugar  á  veces  las  alme- 
jas consisten  en  una  verdadera  urticaria,  con  co- 
mezón extrema  de  la  piel,  precedida  de  sufoca- 
ciones ú  otros  síntomas  nerviosos ,  y  comunmen- 
te seguida  de  una  hinchazón  general :  casi  siem- 
pre empieza  con  dolores  fugaces  de  los  ríñones, 
después  del  estómago,  calofríos,  y  á  veces  diver- 
sos síntomas  catarrales ,  y  termina  con  orinas  se- 
dimentosas. Hay  casos  en  que  este  estado,  com- 
plicado con  espasmos,  sufocaciones,  convulsio- 
nes, etc.,  adquiere  mucha  gravedad,  llegando 


ALM 

hasta  determinar  la  muerte.  La  causa  (letales  ac- 
cidentes no  se  sabe  todavía  de  fijo ,  á  pesar  de 
las  opiniones  emitidas  sobre  ella;  lo  mas  racional 
es  atribuir  dichos  accidentes  á  una  predisposi- 
ción individual  particular.  Sea  lo  que  fuere,  en 
general  se  remedian  muy  fácilmente  haciendo 
vomitar  á  los  enfermos,  administrando  el  éter  á 
d oses  elevadas  y  reiteradas  (15  á  20  gotas  á  la 
voz  en  azúcar)",  ó,  á  falta  de  él,  licores  alco- 
hólicos ,  y  dando  una  bebida  acídula  con  vina- 
gre :  alias  dóses  de  éter ,  al  principio  de  los  ac- 
cidentes ,  han  á  veces  bastado  para  calmarlos  de 
repente.  Hay  autores  que  pretenden  que  las  al- 
mejas condimentadas  con  vinagre  y  pimienta 
nunca  son  nocivas. 

La  carne  de  este  molusco,  que  es  de  un  blanco 
azulado,  pasaba  antiguamente  como  desecante  y 
resolutiva;  su  concha,  lavada,  secada  y  pulveri- 
zada ,  era  mirada  como  diurética  y  propia  para 
calmar  la  diarrea,  cuando  es  un  simple  absorven- 
te  como  todas  las  sustancias  calcáreas. 

Almeja  que  cria  perlas  (Milylusmar- 
(l<nUi[erus,  L. ;  Aviada  mar^aritifcra,  Brug.). 
Éste  molusco ,  mas  análogo  a  la»  ostras  que  á 
las  almejas,  es  duro  y  de  difícil  digestión,  y  por 
eso  no  se  usa  como  alimento. 

Su  importancia  y  el  esmero  con  que  se  le  bus- 
ca son  debidos  á  su  concha  y  á  las  concreciones 
mórbidas  blancas,  brillantes  y  redondas,  conoci- 
das bajo  el  nombre  de  Perlas  finas ,  que  con  fre- 
cuencia contiene. 

La  concha,  designada  con  el  nombre  de  Madre 
de  perlas,  es  semicircular,  grande,  gruesa,  ver- 
dosa por  afuera ,  de  un  blanco  brillante  por  den- 
tro, y  está  formada,  como  las  perlas,  de  sub- 
carbonato  de  cal  unido  á  una  materia  gelatinosa. 
Su  nácar,  especialmente  llamado  Nácar  de  per- 
las ,  pero  con  frecuencia  confundido  en  el  comer- 
cio con  nácares  de  calidad  inferior  procedentes  de 
otros  moluscos  testáceos,  es  empleado  para  cons- 
truir hermosas  joyas,  mueblecitos,  mangos  de 
cuchillos  ó  de  instrumentos  de  cirugía; — antigua- 
mente ,  reducido  á  polvo  impalpable ,  servia  para 
componer ,  bajo  el  nombre  de  Nácar  de  perlas 
preparado,  un  afeite,  reemplazado  hoy  dia 
con  la  creta,  y  también  se  usaba  como  cor- 
dial ,  bezoárdico,  antiepiléptico,  cefálico,  etc., 
como  las  perlas ,  á  las  cuales  se  sustituía  por 
ser  mas  barato  que  éstas.  (V.  Madre  de  perlas.) 

Las  Perlas  finas ,  formadas  de  capas  concén- 
tricas cuyo  núcleo  parece  ser  un  cuerpo  extraño, 
han  sido  miradas  por  Plinio  como  engendradas 
por  el  rocío,  pero  á  los  ojos  de  los  modernos  en 
realidad  no  son  mas  que  concreciones  mórbidas, 
especies  de  bezoares ,  de  cálculos ,  debidos  á  la 
extravasación  accidental  del  nácar,  del  que  quí- 
micamente no  son  distintas ,  y  hasta  se  llega  á 
asegurar  que  es  posible  provocar  su  formación 
picando  la  concha  del  animal  vivo. 

Para  obtener  este  producto  mórbido ,  los  buzos 
van ,  no  sin  peligro ,  á  arrancar  del  fondo  del 
mar  á  la  especie  de  almeja  de  que  nos  ocupamos, 
principalmente  en  Cayena,  en  el  cabo  Camorino, 
en  el  golfo  Pérsico,  en  la  Nueva-Holanda,  así 


ALiM  m 

como  en  el  golfo  de  Mégico ,  lo  que  hace  distin- 
guir las  perlas  en  orientales  y  occidentales.  Como 
joya ,  las  perlas  finas  son  tanto  mas  estimadas 
en  cuanto  su  agua  es  mas  hermosa ,  su  volumen 
es  mas  considerable,  su  forma  mas  regular  y  mas 
graciosa.  Expuestas  á  perder  su  brdlo ,  dícese 
que,  en  Ccilan ,  para  volvérselo ,  se  hacen  tragar 
por  gallinas  que  se  matan  al  cabo  de  un  minuto; 
)  si  este  hecho  es  exacto ,  podría  hallarse  su  ex- 
plicación en  la  acción  que  los  ácidos  del  estómago 
de  estos  animales  ejercen  sobre  las  perlas ,  por- 

3ue  en  efecto  ellas  son  solubles  en  los  ácidos  aun 
ébiles,  y  sabido  es  que  Plinio  refiere  que  Cleopa- 
tra  mandó  servir  una  de  las  dos  perlas  mayores 
que  se  habían  visto  disuella  en  vinagre  ú"  otro 
acido  en  la  cena  que  dio  á  Marco  Aurelio.  Las 
perlas  se  imitan  por  medio  de  bolitas  huecas  de 
vidrio,  barnizadas  interiormente  con  cola  de  pes- 
cado cargada  de  escamas  dé  breca  pulveriza- 
das, y  que  se  llenan  en  seguida  de  cera. 

Las  perlas  mas  pequeñas ,  llamadas  semillas  de 
perlas,  que  gozaban  de  muchísima  reputación  en 
la  medicina  de  los  Árabes  y  admitidas  por  largo 
tiempo  en  nuestras  boticas,  hoy  dia  absolutamen- 
te no  se  usan.  Plinio,  que  ha  tratado  extensa- 
mente de  las  perlas ,  refiere  que  antes  de  Cleo- 
patra  un  rico  histrión ,  llamado  Clodio ,  habiendo 
querido  ser  el  primero  en  conocer  el  sabor  de  las 
perlas ,  las  halló  tan  buenas ,  que  á  fin  de  no  go- 
zar solo  de  tan  rico  manjar  hizo  servir  una  á  ca- 
da uno  de  sus  convidados.  (V.  Perlas.) 

AI/TI i:\HHO.  Amygdalus.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  rosáceas,  de  la  ico- 
sandria  monoginia  de  Linneo. 

Almendro  común  (Amygdalus  commu- 
nis,  L. ).  Este  árbol ,  originario  del  África  sep- 
tentrional ,  que  florece  en  España  á  últimos  de 
enero ,  es  cultivado  por  la  bondad  de  las  semi- 
llas de  sus  frutos. 

Distínguense  dos  variedades  de  almendro  muy 
marcadas  respecto  á  los  frutos :  en  la  una ,  estos 
frutos  son  dulces,  y  por  eso  se  les  llama  almendras 
dulces ;  en  el  otro ,  son  amargos ,  de  lo  que  toman 
el  nomlire  de  almendras  amargas.  La  primera  es 
muy  cultivada ,  la  segunda  lo  es  muy  poco ;  aque- 
lla se  subdivide  en  dos  sub-variedades  según  que 
la  cascara  ósea  que  encierra  las  semillas  es  muy 
gruesa  y  dura,  ó  delgada,  blanca  y  que  se  rom- 
pe con  facilidad. 

El  almendro  es  cultivado  en  grande  en  la  Pe- 
nínsula, y  sobre  todo  en  las  comarcas  inmedia- 
tas al  Mediterráneo  desde  Francia  hasta  Portugal, 
y  en  las  islas  Baleares. 

El  tronco  del  almendro  destila  una  goma  ama- 
rillenta, trasparente,  que  sirve  en  muchísimas 
circunstancias  para  los  mismos  usos  que  la  go- 
ma arábiga  (V.  Goma  del  país);  la  madera  es 
muy  dura,  y,  á  veces  agradablemente  colorada, 
es  empleada  por  los  torneros ;  las  hojas  pueden 
utilizarse  como  forraje  para  el  ganado ,  si  se  las 
mezcla  con  otro  que  corrija  un  poco  el  principio 
amargo  que  contienen.  Mas,  la  grande  importan- 
cia de  este  árbol  es  por  su  fruto  ó  almendra, 
que  vamos  á  estudiar. 


1 40  ALM 

Almendra.  Este  fruto  es  una  especie  de  al- 
bércliigo ,  pero  aplanado ,  con  una  cubierta  co- 
riácea, en  vez  de  la  pulpa  sucolenta  de  éste,  y 
que  cuando  maduro  se  abre  expontáneamente 
por  la  parte  de  su  surco  longitudinal.  La  semilla 
ó  la  almendra ,  que  está  encerrada  en  una  cas- 
cara tierna,  gruesa,  frágil  y  porosa,  es  oblonga 
y  complanada ,  redondeada  en  una  de  sus  extre- 
midades, y  puntiaguda  en  la  otra,  y  está  com- 
puesta de  dos  cotiledones  blancos  con  una  piel  del- 
gada ,  de  un  moreno  pálido,  vetada  y  amarga,  y 
cubierta  de  una  especie  de  sustancia  farinácea 
y  acre. 

La  cutícula  de  las  almendras  tiene  un  sabor 
austero  y  amargo ,  no  agradable ,  pero  puede  fá- 
cilmente separársela  sumergiéndolas  en  un  poco 
de  agua  caliente ,  por  cuyo  medio  se  logra  pe- 
larlas. 

La  almendra  dulce  pelada  es  inodora ,  tiene 
un  sabor  dulce  agradable ,  y  está  compuesta  prin- 
cipalmente de  54  partes  de  aceite  lijo ,  3  de  mu- 
coso, 6  de  materia  azucarada,  y  24  de  albúmina 
vegetal  y  de  fécula;  exige  una  masticación  com- 
pleta, y  es  un  alimento  algo  indigesto,  lo  que 
probablemente  depende  de  la  albúmina. 

La  almendra  amarga  es  también  inodora,  cuan- 
do entera,  pero  triturada  con  agua,  tiene  un  olor 
de  flores  de  albérchigo ,  y  su  sabor ,  aunque  muy 
amargo,  se  asemeja  mucho  al  de  la  almendra  de 
albérchigo,  que  es  tan  agradable;  contiene  menos 
aceite  fijo  y  mas  albúmina  que  la  almendra  dul- 
ce ,  y  además  contiene  también  cierta  cantidad 
de  ácido  prúsico ,  del  que  se  supone  procede  su 
virtud  narcótica.  Esta  variedad  de  almendra,  se 
dice,  es  un  veneno  para  los  perros,  los  gatos,  los 
zorros,  los  palomos  y  los  papagayos,  pero  en  gene- 
ral no  lo  es  para  los  hombres ,  "tomada  en  corta 
cantidad. 

La  cosecha  de  las  almendras  se  hace  á  la  fin 
del  verano ;  las  que  caen  naturalmente  del  árbol 
son  las  mas  gruesas  y  las  mejores.  Las  almendras, 
después  de  haber  sido  cogidas ,  se  ponen  á  secar 
al  aire,  y  cuando  se  han  abierto  sus  cortezas  ver- 
des, se  entresacan  de  una  á  una,  y  después  de 
haberlas  todavía  dejado  secar  algunos  días,  se 
ponen  en  sacos  en  donde  se  conservan  hasta  la 
venta,  preservándolas  lo  posible  de  la  humedad. 
Las  de  cascara  dura  se  rompen  en  parte  en  los 
lugares  de  producción,  para  ser  expedidas  á  lo 
lejos ;  las  otras  se  venden  con  la  cascara. 

Cuando  las  almendras  no  han  sido  conserva- 
das cuidadosamente,  son  atacadas  por  un  insec- 
to que  devora  su  semilla ,  ó  bien  el  aceite  que  és- 
ta contiene  en  abundancia  está  expuesto  á  en- 
ranciarse. La  duración  de  este  fruto  en  buen  es- 
tado, por  lo  común,  no  excede  mucho  de  un  año. 

Las  almendras  dulces  circulan  en  el  comercio 
embaladas  en  sacos  de  tela  y  de  pita ,  de  peso  de 
200  libras; — las  almendras  amargas,  traídas 
principalmente  de  Mogadora ,  en  la  costa  de  Áfri- 
ca, se  reciben  en  cajas. 

En  el  comercio  las  almendras,  según  su  cali- 
dad ,  toman  diversos  nombres,  los  cuales  varían 
igualmente  según  los  países.  En  España,  en  donde 


ALM 

abunda  este  fruto,  se  llama  Almendra  de  Esperan- 
za áia  calidad  superior,  déla  que  se  hacegran  co- 
secha en  particular  en  el  campo  de  Tarragona. 
Conócense  también,  por  su  finura,  las  Almendras 
de  Mallorca ,  de  Ibiza,  de  Alicante  y  de  Málaga. 

En  la  elección  de  las  almendras  es  menester 
examinar  que  sean  frescas,  es  decir,  no  demasia- 
do añejas,  pues  del  contrario  han  perdido  parte 
de  su  calidad ;  deben  ser  amarillas  por  defuera, 
muy  blancas  por  dentro ,_  dulces  y  agradables  al 
gusto ,  y  no  deben  ser  ni  rancias  ni  arrugadas. 
También  debe  atenderse  á  que  los  balones  con- 
tengan almendras  de  una  calidad  igual  y  no  estén 
mezcladas  con  otras  ,  puesto  que  esta  mercancía 
está  muy  sujeta  á  ser  falsificada. 

Las  almendras  dulces  son  alimenticias :  sírven- 
se  en  las  mesas,  ya  frescas,  y  entonces  tienen 
un  gusto  excelente,  aunque  son  algo  difíciles 
de  digerir,  ya  secas ,  estado  en  el  cual  son  to- 
davía mas  apreciadas ,  en  particular  las  varieda- 
des de  cascara  tierna.  De  ellas  se  extrae  un  acei- 
te fijo,  del  que  hemos  ya  hablado  (V.  Aceite  de 
almendras  dulces);  y  los  usos  á  que  las  destinan 
los  confiteros ,  los  pasteleros  y  los  farmacéuticos 
son  bien  conocidos. 

Las  almendras; amargas ,  cuyo  olor  es  muy  se- 
ñalado,  en  particular  estando  mojadas,  no  son 
comestibles ;  apenas  se  añade  un  décimo  de  ellas 
á  las  emulsiones  y  al  jarabe  de  horchata,  para 
dar  á  estas  preparaciones  un  sabor  mas  agrada- 
ble. El  aceite  fijo  de  almendras  amargas  es  tan 
dulce  como  el  de  las  almendras  dulces ,  pero  el 
aceite  volátil  es  un  veneno  violento  que  obra  co- 
mo el  ácido  prúsico  (V.  Aceite  volátil  de  almen- 
dras amargas) ,  y  el  agua  destilada,  á  alta  do- 
sis, produce  accidentes  funestos  y  hasta  llega  á 
causar  la  muerte.  Para  oponerse  á  los  estragos 
de  este  veneno ,  se  ha  de  acudir  con  mucha  pron- 
titud á  los  difusibles ,  tales  como  el  aguardiente 
y  el  ;amoníaco ,  y  puédense  también  administrar 
tres  ó  cuatro  cucharadas  de  esencia  de  tremen- 
tina, á  media  hora  de  intervalo.  El  uso  terapéu- 
tico de  las  almendras  amargas  y  de  su  agua  des- 
tilada es  á  corta  diferencia  el  mismo  que  el  del 
ácido  hidrociánico,  á  débil  dosis. 

Los  Indios  no  se  sirven  de  las  almendras  como 
medicamento ;  los  Árabes  y  los  Persas  colocan 
las  que  son  dulces,  despojadas  de  su  película, 
entre  los  afrodisíacos,  y  á  las  amargas  las  consi- 
deran como  litontrípticas. 

Almendro  enano  [Amygdalusnana,  L.) 
Este  almendro  crece  en  las  riberas  del  Yolga ,  en 
los  eriales  areniscos  nuevamente  desmontados,  en 
donde  se  le  llama  liobovnik,  Nuez  de  Calmuco; 
de  sus  almendras  se  extrae  un  aceite  que,  aunque 
amargo ,  es  muy  agradable  en  la  ensalada ;  de 
ella  también  se  hace  un  licor .  Esta  especie  forma 
casi  el  medio  entre  el  género  Almendro  y  el  género 
Melocotón,  que  es  un  desmembramiento  de  este 
último.  (V.  Melocotón. ) 

AMéMMBiJDmm  ME  MONTAÑA.  Llá- 
mase así,  según  Nicholson ,  un  árbol  de  las  Anti- 
llas ,  que  no  florece ;  su  corteza  es  prescrita  en  la 
gonorrea. 


ALM 

AEilflEZ,  Celtis.  Géuero  de  plantas  de  la 
ramilla  de  las  amentáceas,  de  la  poligamia  digi- 
níade  Linneo,  todas  indígenas ,  excepto  la  si- 
guiente, que  crece  en  el  mediodía  de  Europa. 

Almez  austral ,  Alaton ,  Alatone- 
ro  (Celtis  australis ,  L.).  Árbol  de  larga  dura- 
ción ,  y  de  grandes  dimensiones,  que  se  eleva  á 
40  ó  üü  pies ,  y  muy  precioso  por  su  agradable 
sombra.  De  hojas  ovales,  lanceoladas,  oblicuas 
por  su  base,  dentadas  en  forma  de  sierra,  de  ver- 
de oscuro;  una  estípula  linear,  caduca,  en  la  ba- 
se de  un  pecíolo  bastante  largo;  flores  muy  pe- 
queñas, verdecidas,  esparcidas  sobre  pedúnculos 
con  frecuencia  sencillos, — las  masculinas  en  la  ba- 
se de  los  ramos, — las  hermafroditas  encima  délas 
axilas  délas  hojas;  el  fruto  es  una  drupa  monos- 
perma, carnosa,  negruzca,  de  la  figura  de  una 
cereza  pequeña,  azucarada  y  agradable  al  pala- 
dar, muy  apetecida  de  las  aves. 

La  madera  de  este  árbol  es  dura ,  apretada, 
negruzca,  y  al  parecer  sin  alburno;  toma  un  her- 
moso pidido,  é  imita  al  palo  santo  cuando  ha  si- 
do cortada  en  dirección  oblicua  á  sus  libras ;  por 
su  gran  flexibilidad  y  tenacidad,  es  muy  útil 
para  hacer  varas  de  coches ;  empléase  también 
para  construir  instrumentos  de  viento ;  sirve  para 
la  carpintería  y  obras  de  embutido.  Después  del 


boj ,  del  ébano  y  del  guayaco ,  es  una  de  las  ma- 
deras mas  duras  y  mas  incorruptibles.  Con  los 
jóvenes  renuevos  del  almez  se  fabrican  látigos, 


etc.  Las  hojas  son  reputadas  como  astringentes 
El  Almez  occwentae  ( CcUis  oceidentahs ,  L.j 
es  empleado,  en  las  Antillas,  según  Descourtilz, 
como  febrífugo  en  razón  de  su  amargor. 

A  li.fi  i  lio  Y.  Principio  inmediato  de  los  ve- 
getales, en  el  idioma  de  la  química.  Constituye 
en  el  reino  vegetal  el  elemento  principal  que  sir- 
ve para  el  alimento  del  hombre  y  de  los  animales. 
El  almidón  abunda  principalmente  en  los  cerea- 
les, y  en  particular  en  el  trigo;  la  patata,  la  ba- 
tata, la  yuca  lo  producen  en  grande  cantidad; 
existe  tambara,  pero  envuelto  en  muchos  otros 
principios,  en  los  guisantes,  las  judias,  lashabas, 
las  lentejas,  etc. ,  etc.  Además,  pocas  sustancias 
vegetales  hay  queno  lo  ofrezcan  en  mayor  ó  me- 
nos cantidad:  el  agenuz,  el  testículo  de  perro,  la 
filipéndula,  muchas  especies  de  lirio,  los  frutos 
«leí  castaño  de  India,  la  castaña,  el  liquen  de  Is- 
landia,  la  raíz  de  brionia,  contienen  lodos  grandes 
cantidades  de  almidón;  pero  el  almidón  del  comer- 
cio apenas  se  extrae  de  otras  sustancias  que  de  los 
cereales, — sirviendo  la  patata,  para  obtener  esa 
especie  de  almidón,  que,  bajo  el  nombre  de  fé- 
cula, tiene  hoy  dia  un  lugar  tan  distinguido  en 
las  artes  y  en  la  alimentación.  En  las  colonias  de 
América,  Ja  raíz  tuberculosa  de  la  yuca  {Jutro- 
pha  manihot )  produce  en  grande  proporción  una 
fécula  de  una  blancura  extremada,  y  cuyo  sa- 
bor, en  la  crema  y  la  pastelería  del  país,  "es  ex- 
quisito. La  Tapioca  (V.  est a  palabra)  que,  en 
1  rancia,  empieza  á  ser  de  un  uso  general  en  las 
mesas  opulentas ,  preparada  como  sopa ,  asi  co- 
mo para  alimento  de  los  niños  y  valetudina- 
rios, no  es  olía  cosa  (pie  fécula  de  yuca  mezcla- 


ALM  Ul 

da  con  un  poco  de  extracto  de  parenquima  de 
la  raíz. 

El  almidón  del  comercio ,  extraído  casi  en  to- 
talidad de  las  cabezuelas  del  trigo ,  de  la  cebada, 
del  centeno  y  de  los  granos  averiados ,  se  pre- 
senta en  forma  de  lágrimas  estriadas,  bástanle 
pesadas,  de  un  grano  extremamente  lino  y  sua- 
ve al  tacto,  de  una  gran  blancura  y  muy  secas. 
El  almidun  bien  conservado  es  inodoro,  brillan* 
to ,  frió  al  tacto ,  haciendo  oir ,  cuando  se  aprie- 
ta entre  los  dedos,  un  ligero  crugido;  es  inalte 
rabie  al  aire  seco ,  insoluble  en  frió  en  el  agua, 
pero  á  63°  centígrados  poco  mas  ó  menos  el  agua 
lo  convierte  en  engrudo  con  mucha  rapidez,  y  no 
puede  ya  en  seguida  ser  vuelto  al  estado  de  insolu- 
bilidad y  opacidad,  pues  queda  siempre  en  el  esta- 
do de  engrudo,  susceptible  de  ser  desecado  por  la 
evaporación,  pero  vuelto  soluble  aun  en  frío.  El  Sr. 
Raspad,  en  sus  trabajos  microscopios,  ha  proba- 
do que  cada  grano  de  almidón  puede  ser  conside- 
rado como  un  pequeño  ser  organizado ;  lo  que 
explica  porque  esta  sustancia  es  insoluble  en 
frió  y  soluble  en  caliente. 

Los  usos  del  almidón  son  numerosísimos':  se 
emplea  como  materia  nutritiva  y  como  medica- 
mento; da  un  engrudo  tenaz  (pie  se  vuelve  muy 
duro  al  secarse,  conocido  en  el  comercio  con 
el  nombre  de  Engrudo  de  pasta,  del  que  se  consu- 
men enormes  cantidades  para  fabricar  cartón, 
encuadernar  libros ,  para  la  tapicería  de  papel, 
para  la  aplicación  de  los  colores,  etc. ,  etc.  El 
almidón  suministra  también  á  la  fabricación  jara- 
bes artificiales  debidos  á  la  acción  del  ácido  sul- 
fúrico, y  estos  jarabes  son  convertidos  en  cerve- 
za, en  alcohol,  etc.,á  cuyo  uso  principalmente 
está  destinada  la  fécula  de  patatas. 

El  almidón  ó  la  fécula  (que  es  idénticamente  la 
misma  cosa  bajo  dos  nombres  diferentes ) ,  cuan- 
do ha  sido  llevada  al  estado  de  pureza,  despojada 
de  toda  materia  extraña,  es  siempre  la  misma, 
de  cualquier  planta  que  haya  sido  extraída. 

El  Sr.  Raspad,  después  de  sus  ingeniosas  é 
interesantes  observaciones  sobre  la  fécula ,  ha 
conlinuado  consideraciones  económicas  no  menos 
preciosas ,  de  las  cuales  ofrecemos  aquí  las  mas 
útiles. 

<La  fécula  en  realidad  no  es  nutritiva  para  el 
hombre  sino  después  de  la  ebullición;  el  calos 
del  estómago  no  basta  para  hacer  reventar  los 
granos  (romper  la  cubierta  del  cuerpo  orgá- 
nico). El  estomago  de  los  ganados  y  de  las  aw> 
caseras  parece  gozar  con  respecto  á  esto  de  una 
propiedad  especial,  porque  no  devoran  las  sus- 
tancias feculentas  sino  en  el  estado  de  crudeza. 

«La  panificación  tiene  por  objeto  hacer  reven- 
tar los  granos  de  fécula  que  se  hallan  asociados 
con  una  sustancia  eminentemente  fermenteseible, 
que  se  llama  gluten.  Los  panes  mas  besóos  \  me- 
jor cocidos  son  los  que  proceden  de  harinas  ricas 
en  un  gluten  elástico;  pero  entonces  el  piulen, 
levantándose  en  anchas  grietas,  en  razón  de  la 
dilatación  del  gas  que  le  tenia  sujeto,  permite  i 
cada  grano  feculento  favorecer  la  comunicación 
del  calórico  y  reventar  como  por  la  ebullición.  He 


\kl  ALM 

aquí  porque  los  panes  de  centeno  y  de  cebada, 
por  otra  parte  todas  las  circunstancias  iguales, 
son  menos  nutritivos  que  el  pan  de  trigo. 

«Háse  observado  que  cuanto  mas  fécula  extra- 
ña se  mezclaba  con  la  harina,  menos  peso  adqui- 
ría el  pan.  Así ,  6  libras  de  harina  dan  8  libras 
de  pan,  mientras  que  tres  libras  de  harina  de 
trigo  mezcladas  con  3  Hbrag  de  fécula  de  pa- 
tatas, no  dan  mas  que  6  libras  de  pan.  Esto  es 
porque  los  granos  de  fécula  no  se  embeben  de 
agua,  y  solo  se  mojan;  en  otros  términos,  ellos 
no  retienen  el  agua  sino  por  adherencia ;  —  el 
gluten ,  al  contrario ,  se  embebe  de  agua ,  y  cuan- 
to mas  se  le  amasa,  mas  líquido  absorve; — lue- 
go, el  peso  del  agua  es,  en  esta  circunstancia, 
el  que  se  añade  al  de  la  harina.» 

El  Sr.  Raspad  dice  que  pocas  harinas  se  ven- 
den, en  el  mercado  de  París,  sin  estar  mezcla- 
das con  una  cantidad  apreciable  de  fécula  de  pata- 
tas. Esta  es  allí  de  tan  bajo  precio,  que  el  ven- 
dedor puede  ganar  25  por  100  en  la  mezcla,  que 
solo  puede  descubrir  el  comprador  por  un  grande 
hábito.  En  el  artículo  Harina  se  dirán  los  medios 
fáciles  de  reconocer  esta  sofisticacion. 

El  almidón  de  los  cereales  es  el  objeto  de  una 
industria  importante ,  y  las  fábricas  de  fécula  de 
patata  van  sucesivamente  en  aumento. 

El  almidón  forma  la  base  de  muchos  productos 
exóticos  que  pagamos  comparativamente  muy  ca- 
ros, porque  se  les  atribuyen  propiedades  alimen- 
ticias y  higiénicas  especiales,  pero  que  están 
muy  lelos  de  ser  demostradas,  (véanse  Arrow- 
lioot,Sagú,  Salep,  etc.;  después  las  materias 
feculentas  nuevamente  bautizadas  con  nombres 
pomposos  de  Racahout  de  los  Árabes ,  de  Flor  de 
Palamoud ,  etc.,  etc.) 

AIi]?Iia5CIiE.  Secreción  animal  que  lleva 
en  una  especie  de  bolsa,  situada  entre  el  ombligo 
y  las  partes  de  la  generación ,  un  mamífero  ru- 
miante, sin  cuernos,  del  género  Cehvitillo  (V. 
esta  palabra )  llamado  Cervitillo  que  lleva  almiz- 
cle (Mochusmochiferus,  L.),  que  habita  en  el 
reino  deButuany  de  Tonquín,  enla  China,  la  Tar- 
taria china  y  algunas  provincias  de  la  Tartaria 
moscovita. 

Tal  como  se  encuentra  en  el  comercio,  el  almiz- 
cle es  un  producto  untuoso,  grumoso,  de  un  mo- 
reno negruzco,  de  un  sabor  acre,  ligeramente 
amargo,  y  de  un  olor  fuerte  y  extremamente  difu- 
sible. Basta  una  cantidad  mínima  de  esta  sustancia 
para  comunicar  su  olor  á  cuerpos  de  una  inmen- 
sa extensión ,  olor  que  estos  cuerpos  conservan 
por  espacio  de  largo  tiempo,  y  así  se  pueden  im- 
pregnar de  olor  de  almizcle  sustancias ,  metién- 
dolas en  contacto  con  un  fragmento  de  este  pro- 
ducto que  nada  pierde  de  peso,  aunque  los  cuer- 
pos asi  colocados  hayan  adquirido  un  olor  muy 
fuerte  y  muy  molesto. 

En  el  comercio  distínguense  tres  especies  de 
almizcle :  el  almizcle  de  China  ó  de  Tonquín ,  el 
almizcle  de  Bengala ,  que  comprende  también  el 
del  Tibet,  y  el  almizcle  de  Tartaria  ó  de  Ca- 
bardin. 

Almizcle  de  China  ó  de  Tonquin.'Esla,  especie 


ALM 

comprende  tres  calidades :  la  primera,  llamada 
Almizcle  déla  caza  real,  está  en  vejigas  planas, 
á  veces  ovales,  redondeadas,  otras  veces  prolon- 
gadas, secas;  delgadas,  suaves  al  tacto ,  del  peso 
1  dracma  á  1  onza.  La  parte  superior  de  cada  ve- 
jiga, que  tiene  un  pequeño  agujero  á  corta  dife- 
rencia en  el  medio,  está  cubierta  de  pelos  largos 
de  color  rojo  ,  mas  espesos  hacia  los  bordes  que 
hacia  el  medio ,  y  que  describen  una  circunfe- 
rencia; la  parte  inferior  no  está  guarnecida  de 
pelos ,  lleva  en  su  medio  una  señal  roja  que 
procede  de  un  sello  con  que  ha  sido  marcada,  y 
su  aspecto  es  de  un  gris  blanquecino.  El  almizcle 
contenido  en  esta  vejiga  es  de  color  moreno  su- 
bido,  es  viscoso  y  grumoso  al  tacto;  su  olor  es 
sutil  y  penetrante,  y  si  se  le  debilita  no  debe 
tener  nada  de  amoniacal  ó  de  empireumático. 
Esta  calidad  es  rara  en  el  comercio.  Se  expide 
en  cajas  de  plomo  ó  de  estaño  del  peso  de  16  á 
20  onzas:  cada  una  de  las  vejigas  que  ellas  con- 
tienen está  envuelta  en  papel  de  China  (papel 
de  seda ) ,  que  lleva  el  sello  y  el  nombre  de  la  pro- 
vincia de  donde  el  almizcle  procede ;  á  esta  pri- 
mera cubierta  sucede  otra  formada  de  papel 
de  China  barnizado  y  cubierto  con  una  capa  de 
brea. 

La  segunda  calidad  de  almizcle  do  Tonquín 
goza  á  corta  diferencia  de  las  mismas  propieda- 
des que  la  primera:  su  olor  es  menos  puro ,  tie- 
ne algo  de  amoniacal  y  de  animalizado.  Es  ex- 
pedido: 1.°  en  vejigas  intactas,  que  llevan  con 
frecuencia  un  sello  semejante  al  de  las  vejigas 
de  almizcle  de  primera  clase;  2.°  en  vejigas  que 
han  sido  abiertas  y  que  no  llevan  sello.  Los  em- 
balajes empleados  son  los  mismos. 

La  tercera  calidad  está  encerrada  en  vejigas 
de  formas  variadas.  El  pelo  qne  las  cubre  es 
menos  abundante  en  los  lados ;  sbn  húmedas ,  mas 
gruesas  que  las  demás,  y  siempre  están  recosidas; 
el  producto  que  contienen  es  mas  pesado,  se 
aplasta  y  se  seca  mas  fácilmente ;  su  olor  es  fé- 
tido y  amoniacal,  y  el  olor  franco  del  almizcle  no 
se  desarrolla  sino  al  cabo  de  cierto  tiempo ;  su 
perfume  es  menos  lino ,  menos  delicado.  Este  al- 
mizcle es  expedido  en  cajas  de  estaño  ó  de  plo- 
mo del  peso  de  4  ó  6  libras. 

El  almizcle  de  Tonquín  procede  del  reino  de  es- 
te nombre,  y  los  Ingleses,  que  lo  obtienen  de  Chi- 
na por  el  comercio  de  la  compañía  de  las  Indias 
en  Cantón,  son  quienes  lo  distribuyen  entre  el  co- 
mercio. Las  bolsas  de  este  almizcle  parecen  haber 
sido  sometidas  á  ciertas  manipulaciones,  como 
lo  ha  hecho  observar  el  Sr.  Chardin-Iíadancourt, 
quien  piensa  que  la  superioridad  de  su  almizcle 
procede  menos  quizás  de  la  especie  del  animal  ó 
del  clima,  que  del  arte  con  el  cual  los  Chinos  las 
trabajan  antes  de  entregarlas  al  comercio. 

Almizcle  de  Bengala.  Esta  especie  se  asemeja 
mucho  al  almizcle  de  Tonquín ;  pero  su  olor  es 
menos  fino  y  tiene  algo  de  amoniacal.  Las  veji- 
gas que  lo  contienen  son  en  general  menos  bien 
cerradas,  á  menudo  recosidas  y  húmedas;  el  pelo 
que  cubre  la  piel  es  menos  largo ,  espeso  y  mez- 
clado ;  las  vejigas  no  presentan ,  en  su  parte  su- 


ALM 

perior,  el  pequeíto  agujero  que  se  observa  en  las 
vejigas  que  contienen  m  almizcle  de  Tonquin;  la 
piel  es  también  mas  gruesa.  Este  almizcle  es  en- 
viado en  cajas  de  plomo  ó  de  estaño  del  peso  de 
20  á  100  onzas;  los  Ingleses  y  Holandeses  lo  re- 
ciben por  la  via  de  Bengala. 

A  Imizclc  de  Tartaria  ó  de  Cabardin.  Esta  es- 
pecie se  halla  en  vejigas  planas,  secas,  prolon- 
gadas, y  que  tienen  de  t  a  2  pulgadas.  La  piel  de 
estas  vejigas  es  gruesa;  la  parte  superior  está 
cubierta  de  pelos  cortos,  de  un  gris  blanquecino; 
el  aspecto  de  la  parte  inferior  es  de  un  gris  sucio. 
El  almizcle  contenido  en  estas  vejigas  es  com- 
pacto y  tiene  una  consistencia  como  fibrosa ;  su 
olor  es  poco  penetrante,  amoniacal,  y  se  disipa 
fácilmente.  Es  expedido  por  la  vía  de  Inglater- 
ra en  cajas  de  plomo ,  y  por  la  vía  de  Rusia  en 
cajas  de  madera  ó  de  hoja  de  lata  del  peso  de  6 
á  tx  libras. 

El  almizcle ,  en  razón  de  su  precio  elevado,  es 
con  frecuencia  falsificado,  no  solo  en  los  países 
á  donde  se  le  exporta,  si  que  en  los  lugares 
mismos.  Las  indagaciones  hechas  sobre  este  pro- 
ducto han  hecho  conocer  que  Se  sustituyen  con 
frecuencia  al  almizcle  de  Tonquin  los  almizcles 
de  las  especies  inferiores  ;  que  se  le  mezcla  con 
sangre  seca ,  con  diversas  membranas ,  coa  ex- 
crementos de  aves,  pelos,  asfalto,  benjuí,  estora- 
que, tabaco,  arena,  limaduras  de  hierro,  extrac- 
to de  orina  corrompida,  yqueá  veces  se  meten  en 
las  bolsas  fragmentos  de  plomo  y  pedacitos  de 
piedra.  Un  atento  examen  y  el  conocimiento  de 
los  caracteres  arriba  indicados  maniliestan  la 
mayor  parte  de  estos  fraudes ;  sin  embargo ,  mu- 
chos consumidores  prefieren  comprar  el  almizcle 
fuera  de  su  bolsa,  y  el  que  debe  siempre  prefe- 
rirse es  el  almizcle  de  Tonquin ,  que,  tal  como  nos 
lo  ofrece  el  comercio,  presenta  los  caracteres  si- 
guientes : 

Está  en  granos  irregulares ,  de  un  moreno  ro- 
jizo, suaves  y  untuosos  al  tacto,  ligeramente  hú- 
medos ,  aunque  susceptibles  de  secarse  al  aire; — 
mezclados  con  grumos  negros,  un  poco  lucientes, 
bastante  semejantes  á  sangre  desecada,  que  pa- 
recen ser  su  parte  mas  pura,— y  con  frecuencia  en- 
tremezclados en  fin  con  fragmentos  de  pelos  y 
restos  membranosos.  Este  almizcle  es  soluble, 
con  cerca  de  Vio  de  partes  membranosas,  en  el 
jugo  gástrico,  en  el  agua  caliente, y  sobre  todo 
en  el  alcohol  y  el  éter ;  es  del  todo  fusible  al  fue- 
go ,  muy  inflamable ,  y  se  evapora  en  totalidad  so- 
bre las  ascuas ;  triturado  con  la  potasa ,  produce 
amoníaco  en  abundancia ;  su  sabor  es  amargo,  de- 
sagradable, un  poco  acre;  su  olor,  mas  ó  menos 
francamente  amoniacal,  en  masa, — es  penetrante, 
fuerte ,  tenaz  y  tanto  mas  fino  y  mejor  caracteri- 
zado en  cuanto  está,  en  cierto  modo,  mas  dividido, 
— v  su  divisibilidad  en  efecto  es  extrema,  y  por  de- 
cirlo así  incalculable;  este  olor,  agradable  á  cier- 
tas personas,  insoportable  para  la  mayor  parte, 
se  debilita  poco  á  poco  por  la  exposición  al  aire, 
sin  que  el  almizcle  pierda  sensiblemente  de  su 
peso. 

Al  almizcle  debe  conservársele  en  vasos  de  vi- 


ALM  141 

drio  tapados  al  esmeril ;  Ebermayer  asegura  que 
los  vasos  de  plomo  podrían  ser  atacados  por  esta 
sustancia. 

El  almizcle  de  Bengala  es  mas  débil.  El  almizcle 
de  Cabardin ,  del  cual  una  parte  apenas  equiva- 
le, para  el  uso,  á  cuatro  del  primero;  y  cuya  finu- 
ra nunca  posee,  es  mas  débil  todavía;  por  lo  co- 
mún es  menos  oscuro,  casi  pulverolento,  granado, 
seco,  y  susceptible  de  humedecerse  al  contac- 
to del  aire;  la  potasa  desprende  de  él  poco  amo- 
níaco ,  y  el  alcohol  así  como  el  agua  solo  disuel- 
ven los  Vio-  A.  veces  sin  embargo  no  se  distingue 
realmente  del  almizcle  de  Tonquin  sino  en  su  olor, 
que  es  menos  amoniacal ,  pero  mas  desagrada- 
ble, semejante  al  del  macho  cabrío,  al  de  los  esta- 
blos de  cerdos,  y,  dividido,  nunca  ofrece  ni  la 
finura  ni  la  tenacidad  del  almizcle  de  Tonquin. 

Encerrado  en  un  lugar  seco  luego  después  de  su 
cosecha  y  de  una  ligera  deseccaion,  el  almizcle,  sin 
duda ,  apenas  sufriría  alteración ;  pero  colocado 
en  bolsas  en  lugares  húmedos,  encerrado  en  se- 
guida en  vasos  herméticamente  tapados,  como  lo 
hacen  los  mercaderes  por  temor  de  ver  disminuir 
su  peso ,  experimenta  mas  ó  menos  prontamente 
una  modificación  que  ha  sido  comparada  á  la 
que  sufren  los  cadáveres  enterrados  en  masa 
en  la  tierra:  los  principios  azotados  que  contenia 
( albúmina,  gelatina  y  fibrina)  se  descomponen  en 
parte ;  el  amoníaco  que  se  forma  obra  sobre  la 
estearina  que  contiene,  y  da  lugar  á  un  jabón 
amoniacal  análogo  á  la  grasa  de  los  cadáveres. 
Esta  alteración,  aunque  bastante  profunda,  pa- 
rece influir  poco  sobre  sus  principios  volátiles  y 
por  consiguiente  sobre  sus  calidades  olorosas", 
así  como  probablemente  sobre  sus  virtudes  me- 
dicinales; quizás  esto  es  una  de  las  condiciones 
de  su  buena  calidad  comercial ,  pero  con  todo 
conviene  siempre  escoger  el  almizcle  lo  mas  puro 
y  lo  menos  alterado  posible. 

Este  almizcle  alterado  por  la  reacción  lenta  de 
sus  principios  constituyentes  es  el  único  almizcle 
del  comercio,  por  consiguiente  el  único  empleado, 
y  también  el  único  que  ha  sido  analizado.  Los 
Sres.  Blondeau  y  Guibourt  lo  han  hallado  forma- 
do de  1 8  sustancias;  pero  estos  sabios  no  han 
indicado  un  medio  para  aislar  el  principio  aro- 
mático, y  por  consiguiente  reconocer  por  el  aná- 
lisis químico  un  almizcle  de  buena  calidad ,  y 
diferenciarlo  de  un  almizcle  de  inferior  calidad": 
un  trabajo  hecho  á  este  objeto  hubiese  sido  de 
gran  ventaja,  toda  vez  que  el  almizcle  es  emplea- 
do en  farmacia  y  en  la  perfumería 

El  almizcle  es  usado  por  los  licoristas,  los  con- 
fiteros y  los  perfumadores ,  y  en  medicina  se  em- 
plea como  tónico ,  excitante  y  antiespasmódico 
en  varias  afecciones,  á  la  dosis  de  2,  4,  6,  9 
hasta  80  granos. 

Almizcle  artificial.  El  olor  que  carac- 
teriza el  almizcle  es  de  los  mas  difundidos  en  la 
naturaleza.  No  solo  un  gran  número  de  otros 
animales ,  singularmente  muchas  especies  de  los 
géneros  Rata  (Mus)  yMARTA(3/u«íe/a)  (V.  estas 
J  palabras)  ofrecen  secreciones  almizcladas;  sí 
j  que  muchas  plantas  y  minerales  también  difun- 


U4  ALO 

den  olor  de  almizcle,  y  productos  morbíficos,  ma- 
terias en  descomposición,  tales  como  excremen- 
to de  vaca  secado  al  sol,  y  por  capricho  decorado 
con  el  nombre  de  Almizcle  indígeno,  lo  han  con 
frecuencia  ofrecido.  El  verdadero  almizcle  obte- 
nido por  el  padre  de  C.  L.  Caclet,  sometiendo  á 
un  suave  calor,  durante  años,  bilis  humana  en- 
cerrada en  un  vaso  bien  tapado ,  estaba  lejos 
sin  duda  de  ser  comparado  con  el  almizcle  del 
comercio,  aun  el  mas  inferior.  Lo  mismo  debe 
decirse  de  esos  pretendidos.  Almizcles  artifi- 
cíales, sea  formados  de  betún  deJudea,  de  saga- 
peno  ,  de  galbano  y  de  opopónaco ,  sea  resultan- 
tes de  la  acción  de  4  partes  de  ácido  nítrico  ó  sul- 
fúrico concentrado  sobre  una  de  aceite  de  succi- 
no; último  producto  buscado ,  se  dice ,  como  per- 
fume por  los  lugareños  polacos,  recomendado 
como  succedáneo  del  almizcle  en  muchas  farma- 
copeas, pero  que  el  Sr.  lee  no  ha  conseguido 
obtenerlo, 

ALOE,  Aloe.  Género  de  plantas  déla  fa- 
milia de  los  liliáceas,  de  la  hexandria  monoginia 
de  Linneo.  Contiene  cerca  de  cincuenta  especies 
que  habitan  las  tres  partes  del  antiguo  mundo,  y 
una  de  ellas  se  encuentra  también  en  las  comar- 
cas calientes  de  la  Europa,  en  donde  ha  sido  in- 
troducida. Casi  todas  ellas  tienen  hojas  radicales 
carnudas,  dentadas  ó  espinosas  en  los  bordes,  y 
escapo  terminado  en  una  espiga  de  llores  prolon- 
gadas. 

El  género  aloe  tiene  un  porte  tan  notable ,  aun- 
que algo  semejante  con  el  de  la  Agave,  y  también 
de  algunas  Yuca,  y  de  ciertas  Dracenas,  que  es 
distinguido  de  todas  las  naciones  en  donde  crece, 
habiendo  recibido  en  ellas  nombres  particulares, 
que  serán  indicados  en  su  lugar  correspondiente. 
Los  aloes  abundan  sobre  todo  en  el  Cabo  de  Bue- 
ña-Esperanza, y  de  ellos  se  extrae  un  zumo  de  un 
amargor  excesivo,  llamado  Acíbar  ( V,  esta  pa- 
labra); el  Senegal,  Malabar,  las  Antillas,  etc, 
también  producen  muchas  especies  de  las  cuales 
se  extrae  acíbar ,  puesto  que  parece  que  todas  las 
plantas  de  este  género  son  susceptibles  de  darlo, 
aunque  el  que  recibimos  en  Europa  se  haya  de- 
signado como  procedente  mas  particularmente  de 
algunas  de  ellas. 

Aloe  dístico  (Aloe  disticha,  L.).  Esta 
planta  crece  cerca  del  Cabo  de  Bueña-Esperanza, 
y  adquiere ,  según  Palerson ,  hasta  1 2  pies  de  cir- 
cunferencia y  28  de  altura,  y  se  extiende  sobre  una 
superficie  dé  400  pies.  Se  la  llama  Árbol  de  fle- 
cha ,  por  que  los  Hotentotes  emplean  su  tallo  para 
fabricar  este  instrumento ;  de  sus  hojas  se  extrae 
una  especie  de  acíbar. 

Aloe  espigado  (Aloe  spicata,  L.  j.  Esta 
especie  es  la  que  se  cree  generalmente  que  pro- 
duce el  mejor  acíbar  del  comercio.  En  el  Cabo  de 
Bueña-Esperanza,  en  donde  se  eleva  á  la  altura 
de  9  pies ,  se  la  cultiva  para  obtener  este  medi- 
camento. Thunberg  refiere  que  los  Hotentotes, 
para  preparar  el  acíbar,  cortan  todas  las  hojas 
de  esta  planta,  y  las  colocan  de  manera  que  la  de 
debajo  sirva  do  reguera  para  conducir  el  zumo 
que  dan  en  una  calabaza,  y  el  que  en  seguida  es 


ALO 

concentrado  por  el  calor  hasta  amas  de  la  mitad. 
Esta  operación  puede  tener  lugar  en  todos  tiem- 
pos; después  de  las  lluvias  las  hojas  dan  mas  zu- 
mo ,  pero  también  es  mas  débil. 

Según  Thomson,  en  la  isla  de  Soccotora  se 
corlan  las  hojas  de  aloe ,  y  el  zumo  de  ellas  ex- 
primido se  deja  posar  por  espacio  de  veinte  y  cua- 
tro horas,  luego  se  decanta  la  materia  feculen- 
ta, y  sejevapora  el  líquido  en  platos  planos  al  sol. 

En  el  Cabo ,  se  prepara  el  acíbar  reuniendo  las 
hojas  de  todas  las  especies  de  aloe,  las  cuales  se 
machacan  y  se  las  añade  agua  para  extraer  su  zu- 
mo; luego  se  hace  hervir  el  bagazo  exprimido  con 
nueva  agua  para  obtener  de  él  todos  los  principios 
extractivos,  y,  colado  el  cocimiento,  se  deja  posar; 
se  mezclan  los  líquidos,  y  se  evaporan  en  calderas 
basta  consistencia  de  extracto,  que  entonces  se 
echa  en  cubetas ,  y  cuando  éste  está  enfriado ,  se 
separa  en  tres  capas  i  la  primera ,  que  es  la  mas 
pura,  pasa  por  A  cíbar  sucotrino;  la  segunda,  por 
Acíbar  hepático,  y  la  del  fondo,  que  es  mas  im- 
pura, ]wr  Acíbar  caballino.  (Y.  Acíbar). 

Aloe  litoral  (Aloe  litloralis ,  Koen.).  La 
pulpa  de  las  hojas  de  esta  especie,  que  crece  en 
la  India,  después  de  haber  sido  bien  lavada  en 
agua  fría,  es  prescrita  como  refrescante,  mez- 
clada con  una  cantidad  de  azúcar  cande.  La  mis- 
ma pulpa,  así  purificada,  en  la  cual  se  añade  un 
poco  de  alumbre  quemado,  es  indicada  por  los 
prácticos  del  país  como  un  excelente  oftálmico, 
poniéndola  en  un  pedazo  de  muselina  fina  aplica- 
da á  los  ojos. 

Aloe  perfoliado  (Aloe  perfoliata,  L. ). 
Según  Wrigt ,  produce  en  la  Jamaica  el  acíbar 
caballino,  llamado  á  veces  Acíbar  de  la  Barbada, 
porque  se  le  fabrica  también  en  esta  última  isla, 
de  donde  es  remitido  en  calabazas.  En  la  Cochin- 
china,  se  hacen  macerar  las  hojas  de  este  aloe 
en  una  agua  aluminosa ,  después  en  el  agua  fría, 
para  en  seguida  extraer  de  ella  una  fécula  agra- 
dable al  gusto,!  sin  calidad  medicinal,  y  de  la  que 
se  usa  con  la  carne  y  el  azúcar,  etc.  Esta  es  la 
especie  cultivada  en  Europa,  y  en  España  es  co- 
nocida con  los  nombres  de  Zabida  y  Zabila. 

AliOfiXlLO,  Aloexvlum.  Género  de  plan- 
tas de  la  fa¿nilía  de  las  leguminosas,  de  ladecan- 
dria  monoginia  de  Linneo. 

Aloexilo  Aloe  (Aloexylum  Agallochum, 
Lour ;  Cynornetra  Agallocha,  Spr. ).  Este  árbol  de 
la  Cochinchina  produce,  según  Loureiro,  el  Le- 
ño de  aloe.  En  el  estado  sano,  su  leño  es  blanco  é 
inodoro;  pero  a  consecuencia  de  una  enfermedad 
del  árbol,  las  partes  aceitosas ,  aromáticas  y  re- 
sinosas obstruyen  los  vasos,  la  nutrición  se  ha- 
lla detenida,  y  el  leño  adquiere  entonces  un  olor 
suave  que  cambia  su  color ,  sus  calidades,  y  le 
hace  buscar  como  un  perfume  precioso.  Según  el 
mismo  autor ,  todos  los  leños  llamados  de  aloe 
proceden  de  este  árbol,  y  el  mas  estimado  es 
llamado  Calámbac.  Este  leño  en  este  estado  es 
muy  empleado  como  aroma  entre  los  Orienta- 
les; es  excitante,  cordial,  cefálico,  etc.  En  la  Co- 
chinchina,  la  corteza  de  este  árbol  sirve  para  ha- 
cer papel. 


ALO 

ALOADKJi.  Alauda.  Género  de  aves  do 
la  familia  de  los  corniroslres  y  del  orden  de  los 
pásseres,  que  cuenta  numerosas  especies  bastan- 
te conocidas.  Sus  principales  caracteres  son :  el 
excesivo  desarrollo  de  la  uña  del  pulgar,  entera- 
mente recta  ó  algo  arqueada,  reciay  a  veces  mas 
larga  que  el  mismo  pulgar;  el  pico  guarnecido 
por  la  base  con  plumilas  dirigidas  adelante  y  que 
cubren  las  narices  en  parte  ó  enteramente;  len- 
gua ternillosa  y  ahorquillada  en  su  punta;  alas 
sub-obtusas ,  con  la  tercera  pluma  mas  larga  que 
las  demás,  y  la  primera  apenas  igual  á  la  cuarta, 
que  frecuentemente  la  aventaja;  doce  plumas  gran- 
des en  la  cola  y  diez  y  ocho  en  las  alas,  de  las 
cuales  las  medias  tienen  la  extremidad  cortada 
casi  en  cuadro  y  partida  en  su  mitad  por  un  án- 
gulo entrante;  el  color  general  de  la  pluma  es 
pardo-oscuro,  marcado  con  manchas  mas  subi- 
das en  la  garganta ,  el  cuello  y  el  pecho. 

Las  alondras  marchan  con  facilidad  cuando 
van  por  tierra ,  á  pesar  de  la  conformación  de 
sus  pies  que  las  impide  posar :  son  aves  ter- 
reras y  pulveratrices ,  que  generalmente  viveo 
en  loscampos,  donde  se  alimentan  de  semillas, 
verbas,  insectos  y  crisálidas ,  y  anidan  en  el  sue- 
lo, incuban  pocos  dias  y  repiten  muchas  veces  su 
cria. 

En  este  artículo  nos  concretaremos  á  hablar  de 
las  especies  indígenas  mas  comunes,  haciendo 
ligeras  indicaciones  sobre  algunas  de  las  espe- 
cies exóticas,  y  tratando  extensamente  de  la  A  lon- 
dra  de  los  campos  cuya  historia  abrazará  los  por- 
menores generales  que  convienen  igualmente  á 
todas  las  demás. 

Alondra  de  África,  Sirli  (Alauda 
africana).  Habita  las  llanuras  arenosas  de  Áfri- 
ca, desde  la  Berbería  hasta  al  Cabo  de  Buena  Es- 
peranza. Tiene  ocho  pulgadas  de  largo ;  solo  en 
el  pico,  que  es  muy  largo  y  arqueado,  ditiere  de 
la  Alondra  de  los  campos,  ala  que  se  asemeja 
mucho  por  su  forma  y  sus  costumbres.  El  nom- 
bre de  StrJJ  lo  debe  "al  grito  que  da. 

Alondra  de  los  arenales,  Peque- 
ña Calandria  (Alauda  arenaria,  YielL). 
Muy  común  en  toda  la  parte  meridional  de  Euro- 
pa, á  la  que  llega  por  marzo  ó  abril.  Si  bien  mo- 
ra en  los  parajes  arenosos ,  los  abandona  luego 
que  ha  terminado  la  cria  de  su  pollada  para  tras- 
ladarse á  lugares  frescos  y  sembrados  de  avena. 
Esta  alondra  es  de  la  misma  talla  que  la  Alondra 
«le  los  bosques;  la  garganta  y  todas  las  partes  in- 
feriores son  de  un  blanco  aveces  purísimo,  á  veces 
matizado  de  rojo ,  muy  subido  en  el  pecho,  cuello 
y  dorso ,  y  de  color  de  isabela  muy  ceniciento  en 
la  nuca ;  el  carácter  general  del  color  es  un  en- 
carnado mas  ó  menos  puro  ó  claro  mezcla- 
do de  prieto  ó  amarillo..  Los  machos  de  una  mis- 
ma llanura  tienen  el  hábito  de  reunirse  maña- 
na y  tarde  á  una  elevación  en  que  se  pierden  de 
vista  y  cantan  de  modo  que  á  pesar  de  la  distan- 
cia se  dejan  oir  bien. 

Alondra   de  los   bosques    (Alauda 
arbórea,  Alauda  nernora).  Especie  común  en  Es- 
paña v  observ  ada  en  casi  toda  la  Europa.  Es  mu. 
49 


ALO  U5 

cho  menor  que  la  Cogujada,  pues  desde  la  pun- 
ta del  pico  al  extremo  de  la  cola  solo  tiene  cinco 
pulgadas  y  dos  líneas;  como  ésta  tiene  un  moñito, 
aunque  mas  pequeño.  Su  cabeza  está  rodeada 
de  una  banda  blanquecina  que  pasa  por  encima 
de  los  ojos,  y  en  los  carrillos,  que  son  prietos, 
se  observa  una  mancha  irregular  de  aquel  mis- 
mo color. 

Esta  especie  posa  en  las  grandes  ramas  de  los 
árboles  y  anida  en  tierra,  como  todas  las  demás, 
en  los  ribazos  áridos  donde  hay  cambrones  y  ma- 
torrales. Desde  el  principio  de  la  primavera  deja 
oir  su  dulce  canto,  que  es  mucho  mas  melodio- 
so cuando  el  macho  quiere  distraer  á  la  hembra 
durante  las  largas  horas  de  la  incubación,  pero 
calla  al  nacer  los  hijuelos  para  ocuparse  de  los 
cuidados  de  su  manutención  y  educación. 

Estas  alondras  á  mediados  de  otoño  se  reúnen 
y  recorren  loscampos  pedragosos  y  descubiertos, 
én  bandadas  apiñadas  de  treinta  á"  cincuenta,  sin 
mezclarse  con  ninguna  otra  especie ;  y  á  este  há- 
bito de  vivir  asociadas  es  debida  fa  facilidad 
con  que  se  las  puede  cazar,  pues  basta  llamar- 
las por  medio  de  alguna  de  su  especie  para  que 
acudan  en  numerosas  bandadas  á  las  redes  y  la- 
zos que  se  les  disponen. 

Alondra  Calandria,  Alondra  ma- 
yor, Calandria  (A  latida  Calandra,  L.). 
Esta  es  la  especie  mayor  de  todas  las  alondras 
de  nuestros  países,  y  en  España  menos  numero- 
sa que  la  Alondra  de  los  campos.  Tiene  hasta  sie- 
te pulgadas  y  cuarto  de  longitud,  y  en  vuelo  tre- 
ce pulgadas  y  media ;  sus  alas  recogidas  llegan 
al  extremo  do  la  cola,  mientras  en  la  mayor  par- 
te de  las  demás  alondras  llegan  solo  á  la  mitad, 
ó  á  lo  mas  á  dos  tercios ;  respecto  á  sus  colores 
en  general  se  asemeja  á  la  Alondra  común ,  de 
cuyas  costumbres  y  hábitos  igualmente  partici- 
pa, siendo  su  voz  también  agradable  como  la  de 
ésta,  aunque  menos  intensa. 

La  Calandria  se  coje  de  la  misma  manera  que 
la  Alondra  de  los  campos ,  y  se  la  cria  con  el 
mismo  objeto. 

Alondra  cenicienta.  Especie  del  Cabo 
de  Buena  Esperanza,  que  tiene  cinco  pulgadas 
de  largo.  La  Alondra  de  dorso  rojo ,  que  posa  co- 
mo nuestras  Cogujadas,  la  Alondra  de  corbata 
amarilla ,  que  tiene  hasta  siete  pulgadas  y  me- 
dia, y  la  Alondra  de  pico  grueso,  son  todas  del 
Cabo  "de  Buena  Esperanza. 

Alondra  de  los  campos,  Alondra 
común  (Alauda  arvensis,  L.).  Esta  espe- 
cie es  la  mas  conocida,  la  mas  común  y  la  mas 
usada  como  alimento.  Encuéndasela  en  casi  to- 
dos los  países  habitados  del  antiguo  continente, 
pero  parece  que  no  se  la  halla  en  América.  Su 
longitud  es  de  unas  siete  pulgadas  escasas  des- 
de la  punta  del  pico  hasta  el  extremo  de  la  cola; 
el  pico  tiene  de  seis  á  siete  líneas ;  en  el  estado 
de  reposo ,-  las  alas  llegan  hasta  dos  tercios  de  la 
longitud  de  la  cola;  launa  del  dedo  posterior  ad- 
quiere hasta  unas  dos  pulgadas  en  la  vejez;  la 
pluma  es  de  color  mezclado  de  negruzco  y  pardo 
teñido  de  rojo  y  blanco  apagado  en  las  partes  su- 
tomo  i, 


U6  ALO 

periores,  y  en  las  inferiores  de  color  blanco  roji- 
zo, con  manchas  longitudinales  negras  ó  de  color 
pardo  subido;  por  encima  de  los  ojos  en  ambos 
lados  pasa  una  faja  angosta  de  blanco  roji- 
zo; la  parte  superior  de  la  cabeza  y  el  ci  ello  es- 
tán surcados  por  listitas  alternativamente  leona- 
das y  de  un  pardo  mas  ó  menos  oscuro ;  la  gar- 
ganta es  blanca;  las  plumas  mayores  del  ala  son 
prietas  con  su  borde  exterior  leonado ,  excepto 
Hacia  la  extremidad  que  es  blanca;  la  mandíbu- 
la superior  es  negruzca  y  la  inferior  de  un  tinte 
mas  bajo.  Los  machos  son  mas  prietos  que  las 
hembras,  y  tienen  al  rededor  de  la  garganta  una 
especie  de  collar  negro ;  también  son  mas  gor- 
dos, aunque  nunca  pesa  arriba  de  dos  onzas  la 
alondra  mas  abultada. 

El  gorgeo  de  la  alondra  común  es  el  himno 
de  alegría  que  precede  á  la  primavera  y  acompa- 
ña á  la  aurora,  y  éntrelos  Griegos  daba  la  señal 
de  que  debia  el  segador  comenzar  su  tarea,  y  la 
suspendía  durante  las  horas  en  que  los  ardores 
del  mediodía  imponen  silencio  al  ave,  puesto 
que  ésta  calla  en  la  mitad  del  dia,  cantando  de 
nuevo  cuando  el  sol  desciende;  calla  también 
cuando  el  cielo  está  nublado  y  el  tiempo  lluvio- 
so ,  fuera  de  cuyos  casos  canta  durante  todo  el 
buen  tiempo. 

Como  la  melodiosa  voz  de  la  alondra  se  con- 
serva y  embellece  en  la  esclavitud,  cuando  á 
este  pájaro  se  le  destina  al  canto  debe  cogerse 
joven,  en  octubre  ó  noviembre,  con  lo  que  se  lo- 
gra familiarizarle  en  términos  de  comer  a  la  mano. 
La  jaula  en  que  se  encierra  á  las  alondras  ha  de 
estar  forrada  con  lienzo  por  arriba ,  para  impe- 
dir que  éstas  se  estrellen  la  cabeza  contra  el 
techo  de  aquella,  obedeciendo  al  instinto  que  las 
impele  á  elevarse  perpendicularmente ;  en  el  fon- 
do de  la  misma  debe  ponerse  una  gruesa  capa 
de  arena  fina,  donde  puedan  revolcarse  y  bus- 
car un  alivio  contra  los  insectillos  que  las  ator- 
mentan; y  también  es  bueno  colocar 'en  un  rin- 
cón césped  fresco  y  renovarlo  á  menudo.  A  los 
dos  años  se  desarrolla  completamente  la  voz  de 
los  machos  jóvenes,  y  cantan  en  la  jaula  en  todas 
las  estaciones ,  con  mas  ó  menos  perfección  según 
la  educación  que  se  les  haya  dado.  La  vida  de 
las  alondras  se  prolonga,  según  ciertos  autores, 
hasta  diez  ó  doce  años,  y  según  otros  hasta  vein- 
te ó  veinticuatro. 

En  el  mes  de  mayo  en  nuestras  comarcas  es  la 
época  en  que  la  alondra  hembra  construye  su 
nido  en  tierra ,  en  donde  pone  cuatro  ó  cinco 
huevos :  quince  dias  de  incubación  bastan  para 
que  los  hijuelos  dejen  el  cascaron ,  y  quince  dias 
mas  son  suficientes  para  que  la  madre  deje  cria- 
da é  instruida  su  pollada.  En  los  países  cálidos 
la  alondra  hace  tres  crias  en  el  trascurso  de  la 
buena  estación. 

Todavía  no  está  resuelta  la  cuestión  sobre  si 
las  alondras  son  ó  no  aves  de  paso :  pero  lo  que 
hay  de  fijo  es  que  al  principio  del  invierno  son 
numerosas ,  reúnense  en  bandadas  y  abandonan 
las  elevadas  llanuras  que  habitaban  para  buscar 
los  lugares  mas  abrigados.  La  veneración  con 


ALO 

que  la*  alondras  han  sido  miradas  en  Levante,  y 
en  especial  en  la  isla  de  Lemnos,  es  debida  á  que 
siendo  aves  que  principalmente  se  alimentan  de 
insectos  y  crisálidas,  pueden  prestar  grandes 
servicios  para  la  destrucción  del  terrible  azote 
de  las  langostas.  Entre  nosotros  se  las  declara 
una  encarnizada  guerra  cazándolas  de  diversas 
maneras ,  según  los  usos  de  las  diferentes  loca- 
lidades. 

La  carne  de  este  pájaro  granívoro,  uno  délos 
mas  pequeños delosquefiguranennuestrasmesas, 
es  morena,  suculenta,  y  constituye,  cuando  el  ani- 
males joven,  cargado  de  gordura,  como  lo  es 
en  el  otoño,  un  manjar  delicado,  sabroso  y  de 
fácil  digestión,  que  nutre  mucho  bajo  un  pequeño 
volumen,  y  goza  de  propiedades  mas  ó  menos 
estimulantes.  Lister,  medico  de  la  reina  Ana, 
dice:  que  si  doce  alondras  no  pesan  doce  onzas, 
apenas  pueden  comerse ,  pero  que  si  pesan  trece 
onzas ,  es  un  bocado  divino.  Si  el  uso  moderado 
de  este  alimento  no  ofrece  inconveniente  en  el 
estado  de  salud,  y  si  constituye  en  la  convalescen- 
cia  de  ciertas  afecciones  señaladas  por  una  ato- 
nía profunda  un  excelente  analéptico;  puede 
también ,  cuando  se  abusa  de  él  ó  se  le  emplea 
inoportunamente ,  dar  lugar  á  todos  los  inconve- 
nientes que  presentan  en  general  las  carnes  ne- 
gras y  muy  azotadas.  Según  la  aplicación  que 
de  él  se  hará,  podrá  pues  combatir  la  cólica,  ó 
al  contrario  provocarla,  singularmente  cuando 
se  tragan ,  á  lo  menos  sin  molerlos  suficiente- 
mente ,  los  huecesitos  de  que  abunda.  No  puedo 
admitirse  que  esta  ave  criada  en  jaula  y  sujeta, 
como  muchas  aves  cautivas,  á  la  epilepsia,  pueda 
ser,  con  este  motivo,  nociva  á los  epilépticos,  ni 
que  su  sangre,  su  corazón,  ó  sus  cenizas  sean 
un  buen  remedio  contra  los  cólicos  flatulentos  y 
nefríticos. 

La  Alondra  acaracolada  y  la  Alondra  de 
Italia,  denominada  Giróla,  á  pesar  de  la  opinión 
de  Buffon ,  son  consideradas  como  variedades  de 
la  Alondra  de  los  campos :  la  primera  tiene  su 
talla  algo  mayor  y  sus  Untas  generales  un  poco 
mas  encendidas  que  las  de  ésta;  y  la  segunda  su 
tinta  general  es  castaña. 

Alondra  de  sola  negra  (Alauda  al- 
peslris  ).  Se  distingue  por  tener  la  frente  y  gar- 
ganta amarillas,  y  en  el  pecho  una  gran  mancha 
negra  en  forma  de  gola.  Habita  las  regiones 
mas  boreales  de  ambos  continentes,  si  bien  so 
adelanta  un  poco  hacia  el  sur  en  los  últimos  dias 
del  estío. 

Alondra  moñuda,  Alondra  con 
cresta,  Cogujada  (Alauda  cristata,  L.). 
Especie  menos  conocida  que  la  precedente  y  quo 
frecuenta  menos  los  sembrados  y  las  llanuras: 
hállasela  muy  comunmente  en  los  caminos ,  en 
los  corrales,  en  los  muladares  y  en  general  en 
los  lugares  habitados  por  el  hombre.  Muy  seme- 
jante a  la  Alondra  común ,  pero  algo  menor  que 
ella :  tiene  el  pico  mas  largo ,  las  alas  y  la  cola 
mas  cortas;  la  garganta  es  blanquecina,  y  la  pe- 
chera parduzca  con  golpes  blanquecinos;  el  mo- 
ñito  que  lleva  sobre  la  cabeza  es  un  copete  de 


ALP 

siete  á  doce  plumas  desfilachadas  y  grises  que 
pueden  subir  V  bajar  á  discreción. 

La  Cogujada  pone  cinco  huevos  cenicientos 
manchados  de  prieto:  su  canto  es  mas  dulce,  y 
ella  sabe  retener  con  mas  facilidad  que  la  Alondra 
común  los  acentos  que  ha  oido ,  pero  no  se  pue- 
de avenir  con  la  esclavitud ,  y  por  eso  vive  muy 
poco  tiempo  en  una  jaula. 

Alondra  de  Tartaria.  Esta  especie 
tiene  el  color  de  la  pluma  negro  subido,  ligera- 
mente ondeado  de  parduzco  en  las  partes  infe- 
riores; y  el  nombre  de  Alondra  variable  débese 
.^in  duda  á  los  cambios  que  la  muda  origina  en 
la  pluma  de  las  jóvenes.  En  verano  habita  las 
áridas  soledades  del  mediodia  de  la  Tartaria;  el 
invierno  lo  pasa  en  el  norte  del  mar  Caspio;  á 
veces  llega  á  Europa. 

Alondra  titiritera  {A  laúd  a  apiata). 
El  borde  de  las  plumas  y  la  garganta  de  esta  es- 
pecie son  blancos ,  y  por  encima  es  de  color 
castaño  oscuro  variado  de  negro ;  el  pecho  es  de 
un  blanco  matizado  de  leonado,  y  la  parte  infe- 
rior del  cuerpo  de  un  color  blanco  naranjado. 
Habita  en  el  África. 

AJLPAM.  Nombre  de  un  arbusto  de  la  cos- 
ta de  Malabar,  cuyas  hojas  dan  un  zumo  que, 
mezclado  con  el  del  cálamo ,  es  útil  contra  las 
mordeduras  de  ciertas  serpientes. 

ALPARGATA.  El  Sr.  D.  V.  Joaquín 
Bastús,  en  su  Diccionario  histórico  enciclopédico, 
dice :  «que  las  primeras  alpargatas  se  hicieron 
de  esparto,  de  donde  se  deriva  ej  nombre  de  al- 
parguta ,  y  aun  mas  el  de  espardeña  que  se  da 
en  Cataluña  á  esta  especie  de  calzado  ligero  y 
propio  de  los  países  quebrad(  s  y  montañosos.» 

Conócense  dos  especies  de  este  calzado  ¡  las 
alpargatas  de  esparto  y  las  alpargatas  de  cáña- 
mo. Las  primeras,  bastas  y  deforma  sencillísima, 
las  fabrican  los  esparteros  y  también  se  constru- 
yen en  algunos  presidios ,  y  son  usadas  por  mu- 
chos labradores ,  en  particular  hortelanos ,  y  por 
la  mayor  parte  de  presidarios.  En  Valencia  es 
donde  se  hacen  y  consumen  mas  alpargatas  de 
esparto.  Las  segundas  presentan  diferencias  no- 
tables según  la  calidad  del  cáñamo  que  se  em- 
plea en  su  confección  y  según  sea  mas  ó  menos 
esmerado  el  trabajo;  distinguiéndose  además,  por 
su  forma,  en  alpargatas  de  punta,  de  media  pun- 
ta ,  de  empella  o  pala  gruesa ,  de  empella  ó  pala 
pequeña,  de  cazador,  de  zapato,  etc. ,  etc.,  has- 
ta constituir  un  calzado  de  lujo  entre  la  infinidad 
de  personas  que  lo  usan.  La  fabricación  délas  al- 
pargatas de  cáñamo  es  general  en  España,  pero 
en  donde  se  fabrican  en  mayor  cantidad  es  en 
Aragón,  en  Valencia  y  en  particular  en  Cataluña, 
pudiéndose  decir  que  en  este  país  casi  no  hay 
pueblo  que  no  tenga  su  alpargatero. 

La  cantidad  de  cáñamo  que  se  consume  al  año 
en  la  construcción  de  alpargatas  es  grande ,  pu- 
diendo  traslucirse  de  los  datos  siguientes:  en 
Barcelona,  en  1849 ,  -se  importaron  del  reino 
iO, 140  pares  de  alpargatas  nuevas,  valor  de 
50,560  rs.  vn. ,  y  958  arrobas  de  alpargatas  vie- 
ja? valor  de  1 1,496  rs  vn.;  se  exportaron  al  reino 


ALQ  147 

i,  1 7  2  pares  de  alpargatas  nuevas,  valor  de  1 6,688 
rs.  vn.,  y  272  arrobas  de  alpargatas  viejas,  valor 
de  3,264  rs.  vn.;-la  exportación  al  extranjero  fué 
de  1,464  pares  de  alpargatas  nuevas,  valor  de 
5,856  rs.  vn.,  y  á  las  provincias  de  Ultramar  dc886 
docenas  de  alpargatas  nuevas,  valor  de  3,644 
rs.  vn.  * 

Aii«i  i^liliA .  Alchemilla.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  rosáceas,  de  latetran- 
dia  monoginia  de  Linneo,  que  abraza  unas  seisú 
ocho  especies .  yerbas  vivaces  de  las  montañas 
frias ,  que  se  distinguen  por  la  elegancia  de  sus 
hojas  palmadas  ó  digitadas ,  y  por  sus  flores  co- 
munmente verdosas,  en  corimbos  terminales  ó 
axilares.  El  nombre  de  este  género  procede  de  que 
los  alquimistas  habían  creído  encontrar  en  el  rocío 
de  sus  hojas  el  medio  de  contribuir  á  hacer  oro. 

Alquimila  vulgar,  Pié  de  león 
{Alchemilla  vulgaris ,  L.).  Planta  vivaz,  que  cre- 
ce en  los  prados  y  en  los  bosques  montañosos  de 
la  Europa  y  es  común  en  España.  De  su  raíz  sa- 
len hojas  sostenidas  por  largos  pecíolos  vellosos, 
encorvados  ó  con  frecuencia  tendidos  por  tierra: 
estas  hojas  son  semejantes  á  las  de  la  malva,  pe- 
ro mas  consistentes,  mas  rizadas,  mas  blancas, 
dentadas ,  divididas  cada  una  en  ocho  ó  nueve 
ángulos.  De  en  medio  de  esta  planta  se  elevan 
tallos  delgados,  redondos,  vellosos,  ramosos, 
altos  de  un  pié ,  que  llevan  en  sus  sumidades  flo- 
res pequeñas,  verdosas,  dispuestas  en  corimbos, 
á las  cuales  suceden  semillas  pequeñas,  redon- 
das, amarillas  y  contenidas  en  cápsulas  que  han 
servido  de  cálices  á  las  flores.  Su  raíz  es  larga, 
gruesa  como  el  dedo  ,  negra  por  defuera,  rodea- 
da de  fibras. 

Es  considerada  como  ligeramente  astringente, 
calidad  que  su  estipticidad  y  la  propiedad  que 
tiene  su  infuso  de  colorarse  de  negro  por  la  solu- 
ción de  sulfato  de  hierro  deben  hacer  mirar  co- 
mo exacta. 

*  Mientras  esperamos  que  el  Gobierno  se  digne  fari'i- 
tarnos  la  Balanza  mercantil  general  de  la  importación  y  ex- 
portación del  reino  y  se  sirva  disponer  que  las  autoridades 
provinciales  nos  préstenlos  datos  estadísticos  necesarios  pa- 
ra perfeccionar  nuestra  obra  ,  no  omitiremos  medios  para  la 
adquisición  de  todas  aquellas  noticias  que  tiendan  á  escla- 
recer la'estadística  comercial,  aprovechándonos  ya  desde  aho- 
ra de  la  Balanza  mercantil  de  ¡a  importación  y  exportación 
verificada  en  el  puerto  de  Barcelona,  en  1849  ,  publicada 
por  la  .VI.  I.  Junta  de  Comercio  de  esta  capital;  trabajo  im- 
portantísimo en  el  cual  la  Ilustre  Junta  desplega  aquel  fer- 
voroso celo  que  tanto  ha  distinguido  á  sus  predecesoras. 
constituyendo  en  todas  épocas  al  Consulado  en  una  corpo- 
ración verdaderamente  protectora  de  las  ciencias  de  aplica- 
ción inmediata  á  la  agricultura  y  ala  induslria ,  como  for- 
mando la  esencia  del  comercio. 

El  Gobierno  aprecia,  como  se  merece,  la  noble  tarea  que 
la  Ilustre  Junta  se  ha  impuesto  ,  y  las  personas  inteligen- 
tes valoran  debidamente  los  grandes  esfuerzos  que  le  ha  de 
costar  el  llevarla  al  calió.  Nosotros,  desde  nuestra  humilde 
posición ,  nos  atrevemos  á  felicitarla  por  la  realización  de 
tan  útil  pensamiento,  que  deseáramos  fuese  imitado  por  to- 
das las  Juntas  de  Comercio  de  España .  porque  entonces  se 
tendria  la  verdadera  Balanza  mercantil .  que  indicaría  al  la- 
brador ,  al  industrial  y  al  comerciante  la  manera  eomo  de- 
be invertir  sus  capitales. 


1 48  ALQ 

ALQUITRÁN  ÓBK£A.  Sustancia  dei- 
forme ,  mas  ó  menos  espesa ,  viscosa ,  resinosa, 
de  color  pardo  negruzco ,  trasparente  en  cortisi- 
mas  porciones,  y  opaca  en  el  caso  contrario ,  de 
olor  fuerte  y  detestable ,  amarga,  mas  ó  menos 
soluble  en  el  alcohol ,  en  el  éter  y  en  los  aceites? 
que  se  obtiene  destilando  los  leños  resinosos  a 
una  alta  temperatura.  Su  composición  se  aseme- 
ja á  la  de  la  trementina,  mas  carbono  y  aceite 
empireumático,  menos  aceite  esencial,  etc.;  da 
en  la  destilación  ácido  acético,  etc. 

El  pino  marítimo  [Pinus  maritima)  es  el  de 
que  se  extrae  la  mayor  parte  del  alquitrán  y  los 
demás  productos  resinosos  del  comercio  (tremen- 
tina ,  pez ,  miera ,  esencia  de  trementina ,  brea 
seca,  brea  grasa,  etc.),  Además  se  obtiene  el  al- 
quitrán resinoso  del  pino  silvestre ,  del  pino  cetn- 
bro ,  del  pino  rnugho ,  del  pino  de  Escocia ,  del  pi- 
no austral,  del  pino  de  Alepo,  convirtiendo  en 
carbón  el  leño  de  estos  árboles,  después  de  ha- 
ber extraído  toda  la  trementina. 

El  alquitrán  de  buena  calidad  despide  un  olor 
aromático  y  de  trementina;  se  pega  á  los  cuerpos 
que  se  meíen  dentro  de  él ,  de  los  cuales  cuela 
parcialmente,  cuando  se  sacan,  en  hilos  prolon- 
gados que ,  interpuestos  entre  el  ojo  y  la  luz,  pa- 
recen de  un  color  leonado  rojizo ,  diáfanos.  Su 
sabor  es  ácido  y  estíptico.  Si  se  presenta  negro 
opaco  ó  demasiado  moreno ,  probable  es  que  se 
halla  alterado  por  haber  sido  calentado  demasia- 
do fuertemente  ó  ñor  demasiado  tiempo  ,  ó  tam- 
bién por  haber  sido  mezclado  con  alquitranes  in- 
feriores. 

En  los  vastos  bosques  del  Norte  de  la  Europa 
se  confecciona  en  grandísima  cantidad  alquitrán 
que  es  muy  superior  al  délos  Estados-Unidos,  y 
forma  un  artículo  de  exportación  considerable. 
Desde  los  confines  de  la  Botnia  occidental  hasta 
los  coníines  septentrionales  de  este  inmenso  gol- 
fo del  Báltico,  existen  magníficos  y  vastos  bos- 
ques que  sirven  para  fabricar  el  alquitrán,  una 
de  las  principales  ocupaciones  de  los  habitantes 
en  toda  esta  extensión. 

Los  árboles  que  caen  de  vejez  ,  los'  arrancados 
ó  derribados  por  el  viento ,  los  restos  proceden- 
tes del  cuadraje  de  las  maderas  ó  de  otros  trabajos, 
las  raíces,  etc.,  dan  una  grande  cantidad  de 
alquitrán.  Este  producto  es  tanto  mejor  en  cuan- 
to los  árboles  que  lo  producen  son  mas  resinosos, 
en  cuanto  se  ha  puesto  mas  cuidado  en  desechar 
las  cortezasy  los  ramos  jóvenes,  y  se  escogen  mas 
medios  para  oponerse  á  la  combustión  y  a  la  vola- 
tilización de  la  resina.  Con  tales  precauciones  se 
lograría  preparar  alquitrán  cuya  calidad  podria 
competir  con  la  del  Norte. 

En  España  ,  el  alquitrán  particularmente  pro- 
cede de  Valencia  en  cuya  provincia  se  fabrica  en 
Morella,  Cantavella  y  otros  varios  puntos,  ha- 
biendo un  depósito  principal  de  dicho  producto 
en  Tortosa.  El  alquitrán  del  país  es  mas  amarillo 
que  el  del  extranjero ,  y  por  esto  se  emplea  para 
impregnar  los  cordajes  y  también  con  él  se  acos- 
tumbra á  alquitranar  los  buques  nuevos.  El  al- 
quitrán del  Norte  de  la  Europa  y  de  los  Esta- 


ALQ 

dos-Unidos  es  muy  estimado ,  y  se  le  destina  pa- 
ra carenar  los  buques  por  ser  el  mas  negro :  lo 
recibimos  por  lo  común  con  los  cargamentos  de 
madera  en  cantidad  igual  aproximadamente  á  la 
que  consumimos  de  alquitrán  del  país,  unos  8  á 
\0  mil  quintales,  poco  mas  ó  menos. 

En  Francia  casi  todo  el  alquitrán  que  se  em- 
plea en  la  marina  se  recibe  de  Noruega,  deSue- 
cia  y  de  Rusia,  y  esto  constituye  uno  de  las  prin- 
cipales ramos  del  comercio  de  aquel  país  con  el 
Norte  y  el  Báltico ,  sin  que  hasta  el  día  se  le  ha- 
ya visto  disminuir  mucho  por  la  explotación  de 
los  alquitranes  nacionales.  El  favor  comercial 
que  se  dispensa  en  Francia  á  los  alquitranes, 
breas  secas  y  breas  grasas  del  Norte  y  de  la  Amé- 
rica determina  á  los  fabricantes  y  á  los  comer- 
ciantes de  estos  productos  á  servirse  de  toneles  ó 
pipas  de  la  misma  capacidad  y  semejantes  á  los 
embalajes  rusos,  suecos  y  americanos. 

-El  alquitrán,  en  el  estado  que  se  le  obtiene  di- 
rectamente ,  sirve  para  barnizar  las  maderas  y 
así  preservarlas  de  la  humedad  y  de  los  insectos": 
la  mayor  parte  de  los  bateles  y  navios  están  cu- 
biertos de  esta  sustancia.  Con  brea  grasa  disuel- 
ta en  caliente  en  alquitfan  se  opera  también  el 
calafaleaje  de  los  buques^  se  impregnan  los  cor- 
dajes. La  brea  grasa  se  obtiene  inspisando  el 
alquitrán  por  una  ebullición  mas  ó  menos  prolon- 
gada al  aire  libre,  ó  en  grandes  alambiques  que 
permiten  extraer  de  él  un  aceite  esencial  propio 
para  el  alumbrado  de  gas,  y  una  corta  cantidad 
de  ácido  piroleñoso.  A  vi  ees  se  le  añade  resina, 
llamada  brea  seca,  hasta  que  el  residuo  haya 
adquirido  bastante  consistencia  enfriándose.  El 
alquitrán  debe  ser  entonces  duro,  un  poco  flexi- 
ble, y  quebradizo  en  frió,  susceptible  de  reblan- 
decerse por  la  temperatura  de  la  mano ,  y  de  es- 
tirarse en  tal  estado  en  hilos  largos  ó  contornea- 
dos entre  los  dedos.  Así  es  como  por  lo  común 
sé  ensaya  en  el  comercio ,  asegurándose  que  su 
olor  de  trementina  y  su  matiz  claro  se  asemejen  á 
los  de  los  alquitranes  del  Norte  y  de  América. 
.  La  brea  grasa,  procedente  de  los  alquitranes 
resinosos  ó  del  betún  de  ulla ,  puede  ser  con  ven- 
taja empleada  en  la  confección  de  una  almáciga 
propia  parala  construcción  de  andenes,  de  cister- 
nas, de  embaldosados  expuestos  á  la  humedad , 
etc.,  y  para  preservar  de  la  infiltración  de  las 
aguas  pluviales  á  las  heridas  hechas  á  los  árboles 
al  suprimir  sus  gruesos  ramos. 

El  alquitrán  obtenido  con  el  ácido  acético  im- 
puro carbonizando  la  leña  no  resinosa  en  vasos 
cerrados  es  en  gran  parte  soluble  en  el  agua,  y 
contiene  carbón  no  combinado  y  un  grande  ex- 
ceso de  ácido,  y  asilos  baños  dados  con  él 
sobre  madera  no  lian  ofrecido  una  larga  resisten- 
cia. Su  principal  uso  en  Paris  se  limita  á  ensuciar 
las  sales  que  el  Gobierno  entrega  á  las  fábricas; 
á  veces  se  mezcla  con  los  combustibles  que  se 
quieren  hacer  mas  flameantes,  tales  son  la  tur- 
ba, el  coke  menudo,  etc.;  base  recomendado  su 
uso  contra  los  gusanos  y  la  podedumbre  seca 
de  los  maderajes,  de  los  rodrigones,  etc. 

Para  el  uso  de  la  medicina,  al  alquitrán  se  le 


ALQ 

Í Parifica  licuándolo  en  baño  de  maria  y  colándo- 
o  al  trnws  de  u  tamiz  de  seda.  Dicese  que  se 
puede  sumergir  la  mano  en  alquitrán  hirviendo 
sin  quemarse,  loquen© sucede  si  se  lleva  guante. 

EÍ  alquitrán  tiene  una  acción  estimulante  sobre 
la  piel,  á  semejanza  de  los  otros  producios  de  los 
pinos:  empléasele  en  la  medicina  veterinaria  pa- 
ra curar  la  sarna  de  los  carneros  y  las  úlceras  de 
los  caballos;  hásele  propuesto  para  las  afeccio- 
nes séricas  del  hombre ;  en  Escocia  se  rocia  una 
pierna  de  carnero  con  alquitrán,  y  se  hace  tomar 
el  jugo  que  cuela  de  ella  á  los  leprosos;  entre 
nosotros,  el  pueblo  cree  que  el  alquitrán  aplica- 
do sobre  el  carrillo  cura  los  males  de  dientes,  y 
la  misma  idea  tiene  de  su  uso  en  el  reumatismo; 
en  el  Norte  de  la  Europa  se  administra  en  píldo- 
ras  contra  la  disentería ,  la  tenia,  etc.;  en  No- 
ruega se  fabrica  con  él  una  especie  de  cerveza. 

El  agua  de  alquitrán  ó  de  brea ,  que  se  pre- 
para poniendo  esta  sustancia  en  infusión  por  es- 
pacio de  algunos  dias  en  ocho  veces  su  peso  de 
agua  fría,  después  filtrándola  y  guardándola  en 
vasos  cerrados ,  ó  agitándola  por  espacio  de  al- 
gunos minutos  en  cuatro  parte»  de  agua ,  ha  sido 
considerada  como  un  remedio  maravilloso  contra 
una  multitud  de  enfermedades.  Tiene  un  color  leo- 
nado, un  sabor  ácido,  un  gusto  empireumático 
desagradable,  y  á  veces  presenta  una  ligera  capa 
aceitosa  en  su  superficie.  El  alquitrán  que  con- 
tiene se  valúa  á  un  grano  por  onza  de  agua.  Se 
administra  á  la  dosis  de  una  libra  al  dia ,  por  la 
mañana  en  ayunas,  un  vaso  lleno  de  4  onzas ,  so- 
la ó  con  azúcar,  un  poco  de  vino,  ó  mezclada 
con  agua,  leche,  etc. :  aumenta  el  curso  de  las 
orinas  y  los  sudores ,  excita  el  apetito ,  acelera 
la  digestión,  etc.;  hase  aconsejado  en  la  dispep- 
sia, el  escorbuto,  el  cáncer,  etc., y  ha  sido  pre- 
conizada sobre  todo  contra  la  tisis. 

El  alquitrán  en  vapor  ha  sido  propuesto  por 
Crichton  contra  la  tisis  pulmonar  >  para  ello  se 
pone  á  evaporar  á  fuego  lento  una  libra  de  al- 
quitrán junto  al  enfermo,  evitando  que  llegue  á 
hervir,  porque  los  vapores  empireumáticosle  se- 
rian á  éste  mas  nocivos  que  útiles  y  le  aumenta- 
rían latosy  la  dificultad  de  respirar.  Hánse  vis- 
to buenos  resultados  de  este  tratamiento  en  In- 
glaterra ,  en  Rusia  y  en  Berlín ,  y  según  autores 
célebres  este  es  el  tratamiento  mas  satisfactorio 
de  cuantos  se  han  empleado  hasta  el  presente 
contra  la  tisis. 

Los  alquitranes  y  los  betunes  se  expiden  en  cu- 
bas ó  barriles  de  diversas  capacidades ,  con  aros 
de  hierro,  y  enyesados  de  ambos  cabos.  El  al- 
quitrán extranjero  nos  llega  en  grandes  barriles 
de  cabida  de  unas  t2  arrobas,  pesando  en  bruto 
unas  16  arrobas;  se  vende  por  barriles.  El  alqui- 
trán del  pais  circula  en  distintos  embalajes  y  se 
vende  por  arrobas. 

En  1849,  en  Barcelona,  la  importación  del  al- 
quitrán del  extranjero  fué  de  7.123  arrobas,  va- 
lor de  71 .230  rs.  vn .,  y  la  del  reino  subió  á  1 2.285 
arrobas,  valor  de  122.850  rs.  vn. ;  la  exportación 
al  reino  fué  de  292  arrobas,  valor  de  2.920  rs.  vn. 

Alquil  rau  ó  Brea  mineral.  Esta  es- 


ALS  U9 

pecie  de  brea  constituye  minas  explotadas.  Su 
principal  uso  es  en  la  preparación  efe  la  A  Imáci- 
ya-betun  (Y.  esta  palabra).  En  Francia  se  vende  en 
el  comercio  bajo  el  nombre  de  betún  natural  ó 
betunes  puros  de  Dax ,  deSeyssel,  de  Auvernia, 
del  nombre  de  los  lugares  de  extracción  ó  de 
donde  procede. 

Alquitrán  ó  Brea  de  nlla.  Este  pro- 
ducto se  obtiene  carbonizando  la  ulla  en  las  fá- 
bricas de  gas  para  el  alumbrado.  En  Inglaterra 
se  usa  para  embrear  las  maderas  de  la  marina, 
y  es  propio  para  este  uso  después  de  haber  sido 
reducido  de  cerca  de  un  quinto  de  su  primitivo 
volúmeu.  En  este  país  se  le  llama  Coal-lar.  Em- 
pieza á  emplearse  en  Francia  en  los  puertos  de 
mar.  Reducida  á  los  dos  tercios  en  un  alambique, 
esta  brea  deja  un  residuo  análogo  al  betún  mine- 
ral con  el  cual  se  fabrica  la  almáciga  económica 
precipitada,  y  daun  producto  fácilmente  conden- 
sable, susceptible  de  ser  aplicado  al  alumbrado 
del  gas,  para  disolverla  goma  elástica ,  etc. 

AIjSOíE,  Alsine.  Genero  de  plantas  de  la 
familia  de  las  cariofiláceas,  de  lapentandria  di- 
ginia  de  Linneo,  que  encierra  muchas  especies 
casi  todas  indígenas  de  España  y  otros  países  de 
Europa ,  de  las  cuales  la  mas  importante  es  la  si- 
guiente : 

Alsine  media,  Muragcs  de  las 
aves,  Pamplina,  Yerba  pajarera 
[Alsine  media,  L. ;  Stcllaria  media ,  Sm.  J .  Planta 
perenne ,  muy  común  en  los  lugares  sombríos,  en 
las  huertas,  en  las  viñas ,  al  pié  de  las  paredes, 
etc.  De  tallo  algo  peloso;  hojas  aovado-aco- 
razonadas;  cáliz  (le  cinco  hojuelas,  cinco  péta- 
los partidos  en  dos  cada  uno ,  ovario  con  tres  es- 
tilos filiformes;  cápsula  de  una  celdilla  y  tres 
ventallas.  Es  algo  aromática  y  su  sabor  dulce  es 
parecido  á  la  de  los  Canónigos.  Antiguamente  se 
creia  refrescante  y  se  empleaba  en  diferentes 
afecciones :  hásela  administrado  como  ligeramen- 
te astringente  en  los  esputos  de  sangre;  su  agua 
destilada  se  aplica  en  determinadas  enfermeda- 
des de  ojos.  En  ciertas  localidades  se  usa  como 
ensalada,  ó  se  cuece  como  hortaliza.  Los  perfu- 
madores la  hacen  entrar  en  algunos  preparados 
cosméticos.  Sirve,  por  último,  de  alimento  álos 
pajaritos  que  la  comen  con  gusto. 

El  nombre  de  Yerba  pajarera  y reí  de  Murages 
de  lasares  son  equívocos,  porque  aveces  se  apli- 
can á  varias  Anagálidas  (V.  esta  palabra),  y  lo 
mismo  debe  decirse  del  de  Pamplina ,  que  se  apli- 
ca igualmente  al  Hipeco tendido  (Hypecoum  pro- 
cumbens,  L.),  planta  muy  común  en  nuestros 
sembrados. 

AIíSTO&IA,  Alstoñia.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  estiracáceas ,  de  la  monodel- 
fia  monandria  de  Linneo. 

Alstoñia  parecida  al  Té  [Alstoñia  thc- 
ceformis,L.  H. ;  Symplocos  Alstoñia,  Hér.).  Se- 
gún los  Señores  Humboldt  y  Bonpland ,  las  ho- 
jas de  este  árbol ,  de  la  América  equinoxial ,  son 
muy  agradables  en  infuso  teiforme,  y  un  exce- 
lente medio  para  restablecer  las  funciones  de  los 
sistemas  cutáneo  y  digestivo.  Crece  en  un  clima 


130  ALT 

frió.  Se  llama  á  este  árbol  Té  de  Santa  Fó,  por- 
que en  esta  ciudad  sus  hojas  se  usan  ala  manera 
del  té  de  la  China. 

AliSTKETVIERIA ,  Alstroemeria.  Géne- 
ro de  plantas  de  la  familia  de  las  narcíseas,  de  la 
hexandria  monoginia  de  Linneo ,  que  comprende 
muchas  especies,  indígenas  de  la  parte  equino- 
xial  del  Nuevo  Mundo ,  de  las  cuales  dos  son  cul- 
tivadas en  nuestros  jardines  por  la  elegancia  de 
sus  flores. 

Alstremeria  de  flores  rayadas 
{Alstroemeria  Ligtu,  L. ) .  Esta  es  la  especie  mas 
pequeña :  tiene  ías  raíces  tuberculosas  y  se  la 
multiplica  por  la  separación  de  los  tubérculos. 
Presenta  algunos  tallos  estériles,  de  siete  áocho 
pulgadas,  mas  ó  menos  bañados  de  rojo,  y  ter- 
minados por  una  roseta  de  hojas  en  forma  de  es- 
pátula y  oblongas ;  los  que  llevan  flores  tienen 
hojas  mucho  mas  estrechas,  y  son  de  pié  y  medio 
de  largo.  Las  flores  en  umbela,  en  número  de  tres 
ó  cuatro ,  son  blancas  rayadas  de  encarnado,  y 
se  presentan  en  el  invierno.  En  Chile  y  en  el  Perú 
se  comen  los  bulbos  de  esta  especie. 

Alstremeria  peregrina ,  Iiirio  de 
los  Incas,  Peregrina  de  lima  { Als- 
troemeria peregrina,  L. ) .  Planta  de  raíz  vivaz,  de 
la  cual  salen  muchos  tallos  de  dos  pies  acompa- 
ñados de  hojas  sin  pecíolos  y  opuestas  en  cruz, 
muy  agudas,  lanceoladas,  encorvadas  en  su  ex- 
tremidad; flores  poco  numerosas,  terminales, 
grandes,  de  color  azul  mezclado  de  diversos  ma- 
tices agradablemente  dispuestos.  De  las  cultiva- 
das en  nuestro  suelo  ésta  es  la  especie  mas  bella. 

En  el  Perú  se  comen  los  bulbos  de  la  Alstre- 
meria tomentosa  [Alstroemeria  tomentosa,  Ruiz 
y  Pavón).  El  Sr.  de  Tussac  ha  descrito  una  es- 
pecie de  este  género ,  que  él  llama  Alstremeria 
comestible,  cuyos  bulbos  comen  los  negros  quie- 
nes los  llevan  al  mercado  del  Cabo  de  Buena  Es- 
peranza, en  donde  los  venden  bajo  el  nombre  de 
Patatas  blancas :  cómense  éstas  hervidas  y  con 
sal,  ó  aderezadas  con  una  salsa. 

AI/íARIC  Gesner  llama  así  á  un  peque- 
ño pescado  que  se  pesca  cerca  de  la  ciudad  de 
Achalat,  en  Persia,  que  se  sala  y  se  trasporta 
á  diferentes  países. 

AI/JMGA,  Altura.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  malváceas ,  de  la  monodelfia  po- 
liandria de  Linneo. 

Altea  oficinal ,  Malvavisco  ( A  Ithcea 
ojficinalis,  L. ).  Crece  naturalmente  en  los  luga- 
res húmedos,  en  las  orillas  de  los  rios,  y  es  cul- 
tivada en  grande  en  muchos  países  por  ei  uso  tan 
frecuente  que  se  hace  de  su  raíz  en  medicina.  Sus 
tallos ,  que  se  elevan  á  la  altura  de  tres  ó  cuatro 
pies,  son  redondos,  vellosos,  huecos  por  dentro; 
sus  hojas  son  como  las  de  la  malva  común ,  pero 
mas  largas,  mas  gruesas,  puntiagudas,  dentadas, 
blandujas  y  blanquecinas ;  florece  en  verano,  y 
su  flor  es  ligeramente  encarnada;  su  fruto  es 
pequeño,  redondo  ,  y  encierra  cápsulas  que  cada 
una  contienen  una  semilla  uniforme.  Su  raíz  es 
larga,  gruesa  como  el  pulgar,  redonda,  ramosa, 
con  arrugas  transversales,  blanca  por  dentro, 


ALT 

cubierta  de  una  epidermis  amarillenta,  con  un 
canal  medular  central,  sin  olor,  y  de  un  sabor  soso 
y  mucilaginoso. 

El  malvavisco  es  una  planta  muy  útil :  sus  hojas 
son  emolientes ,  y  con  ellas  se  hacen  lavativas  y 
cataplasmas ,  y  sus  flores  son  pectorales ;  pero  la 
parte  de  uso  mas  común  y  que  merece  lijar  nues- 
tra atención  es  la  raíz. 

La  raíz ,  pues,  de  malvavisco  se  vende  en  pa- 
quetes ó  en  hacecillos  de  diversas  cantidades : 
debe  escojerse  bien  nutrida ,  bien  llena  y  sin  mé- 
dula leñosa. 

Según  el  análisis  químico ,  el  malvavisco  con- 
tiene un  quinto  de  su  peso  de  mucílago ,  fécula, 
inulina,  extractivo ,  un  leñoso  abundante ,  ves- 
tigios de  gluten  y  de  resina,  malato,  etc.  El  Sr. 
Bacon  ha  encontrado  en  él,  además,  aceite,  azú- 
car y  un  principio  particular.  (Y.  Alteina). 

La  naturaleza  dulce  y  mucilaginosa  de  la  raíz 
de  malvavisco  la  hace  emplear  en  todas  las  afec- 
ciones con  irritación  ó  inflamación,  como  calman- 
te, emoliente  y  pectoral,  etc.;  de  ella  se  hace  un 
uso  diario ,  doméstico  por  decirlo  así ,  en  los  ro- 
madizos, las  inflamaciones  intestinales,  la  calen- 
tura, etc.  Entera  y  despojada  de  su  corteza,  se 
da,  estando  seca,  a  los  niños,  que  la  mascujan, 
á  lin  de  ayudar  á  la  salida  de  los  dientes  y  para 
calmar  la  irritación  de  las  encías.  En  polvo  se 
emplea  para  dar  consistencia  á  los  loocs  y  á  las 
pastillas,  y  para  añadir  á  los  polvos  temperantes, 
etc.  Su  cocimiento  sirve  en  lociones,  fomentos,  la- 
vativas, y  para  desleír  la  harina  de  linaza  con  la 
cual  se  preparan  las  cataplasmas.  Por  último,  el 
malvavisco  entra  en  varios  compuestos  farmacéu- 
ticos á  los  cuales  da  su  nombre,  como  pastillas, 
pasta,  jarabe  simple  y  compuesto,  etc.  Como  be- 
bida ,  no  puede  tomarse  el  cocimiento :  solo  puede 
emplearse  el  infuso  de  malvavisco,  hecho  rápida- 
mente, echando  agua  hirviendo  sobre  la  raíz  la- 
vada y  de  la  cual  se  ha  separado  la  película,  pues 
del  contrario  se  tendría  un  líquido  demasiado 
viscoso,  pesado  é  indigesto. 

Como  todos  los  vegetales  abundantes  en  mu- 
cílago y  fécula,  el  malvavisco  podría  alimentar. 
Según  Cavanille ,  hase  conseguido  obtener  de  él 
una  especie  de  hilaza,  como  de  muchas  malvá- 
ceas ,  haciéndolo  enriar,  y  la  suministrarían  aun 
mejor ,  según  Bosc ,  las  Altea  como  cáñamo  ( A  l- 
thcea  cannabina,  L. )  y  Altea  deNarbona  [Al- 
thcea  narbonensis ,  L . ) . 

Al  malvavisco  se  le  sustituyen  diversas  otras 
malváceas ,  según  los  países.  Hemos  dicho  que 
en  Francia  se  le  reemplazaba,  aveces,  con  la  raíz 
del  Alcca  roscea,  L.  En  la  India,  en  América  y  en 
África,  se  le  sustituye  con  la  raíz  del  Sida  rhom- 
bóidea,  L.;  enBorbon,  según  el  señor  Dupelit- 
Thouars ,  con  la  raíz  del  Waltheria  indica. 

En  1849 ,  de  Barcelona  se  han  exportado  á  di- 
ferentes puntos  del  reino,  1.401  libras  de  raíz  de 
malvavisco,  valor  de  4.203  rs.  vn.,  y  al  extran- 
jero, 21 .850  libras,  valor  de  6.932  rs.  vn.  17  ms. 

ALTEÍNA.  Él  Sr.  Bacon ,  farmacéutico  en 
Caen ,  ha  obtenido,  en  1 827,  de  la  raíz  de  malva- 
visco ó  altea  oficinal ,  tratada  por  el  agua  y  el 


ALT 

alcohol ,  cristales  romboidales  trasparentes ,  do 
n  verde  de  esmeralda,  solubles  en  el  agua,  in- 
solubles  en  el  alcohol,  que  parecían  alcalinos,  á 
los  cuales  ha  considerado  como  un  principio  par- 
ticular y  les  ha  llamado  Alteina.  Según  el  Sr.  Plis- 
son ,  esta  sustancia  seria  mas  bien  un  malato  de 
alteina,  y  la  misma  alteina,  según  experimentos 
mas  recientes,  no  diferiría  de  la  asparragina  y  ten- 
dría analogía  con  la  glicirricina  o  principio  "cris- 
talino del  regaliz. 

Al/li  Y<;i  A .  Altingia.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  coniferas ,  de  la  monoecia  di- 
cline  del  sistema  de  Linneo. 

Altingia  grande  [A  Itingia  excelsa,  Ñor.; 
Dammara  alba,  Rumph.;  P mus  Dammara, Lamb). 
Este  árbol,  que  crece  en  las Molucas,  exsuda  na- 
turalmente de  su  tronco ,  ó  de  las  incisiones  que 
en  él  se  practican,  una  resina  primero  blanda, 
viscosa ,  pero  que  se  solidifica  en  el  árbol  en  po- 
cos días,  y  forma  masas  á  veces  muy  gruesas; 
entonces  es  blanca  como  el  cristal ,  pero  vuelve 
amarilla  como  el  succino  envejeciendo.  Otras  ve- 
ces destila  gota  á  gota  por  tierra ,  en  donde  se 
concreta  y  también  se  ensucia.  Cuando  es  líqui- 
da ,  esta  resina  tiene  el  olor  de  los  pinos  y  del  al- 
macigo; seca,  es  inodora.  Echada  sobre  las  as- 
cuas se  observa  lo  mismo  que  se  verifica  en  igual 
caso  con  las  resinas  de  los  pinos.  Rumfio  dice  que 
se  asemeja  á  la  resina  del  Canario,  pero  los  auto- 
res aseguran  que  es  distinta  de  ella. 

Esta  resina  sirve  en  las  Molucas  para  hacer 
antorchas  ó  hachones  para  alumbrarse  en  la  pes- 
ca, y  también  es  empleada  para  calafatear  los  bu- 
ques ,  constituyendo  bajo  este  respecto  un  objeto 
de  comercio  bastante  importante.  No  tiene  uso 
médico ,  pero  Rumfio  pretende  que  podría  ser  em- 
pleada, como  vulneraria,  en  las  heridas  de  los 
pies,  etc. 

El  nombre  de  Dammara-puli ,  que  lleva  tam- 
bién esta  resina ,  quiere  decir  en  males  resina 
blanca. 

Los  señores  Merat  y  De-Lens  dicen:  «Hase  con- 
fundido este  vegetal  con  el  género  Canario  ( Ca- 
narium) ,  de  la  familia  délas  terebintáceas,  que 
es  de  los  mismos  lugares  y  que  produce  también 
una  resina.  El  señor  de  Candolle,  por  ejemplo, 
dice  que  la  resina  de l  Altingia  es  balsámica  y 
quizás  sea  el  estoraque  liquido.  Es  probable  que 
el  haya  padecido  error  por  los  Anales  botánicos 
de  Koenig ,  examinando  la  resina  del  Canario 
común  [Ijanarium  commune,  L.).  llay  motivo 
para  creer  también  que  lo  que  se  dice  de  las  al- 
mendras de  la  Altingia ,  que  se  presentan  como 
comestibles,  se  refiere  á  la  nuez  del  Canario, 
que  efectivamente  se  come,  de  la  cual  se  hace  pan 
en  Java  ,  y  se  extrae  aceite.  Nosotros  creemos 
que  Horsfield  haya  sido  quizás  la  causa  de  la 
propagación  de  estos  errores,  por  no  haber  dis- 
tinguido bastante  estos  dos  vegetales  en  su  catá- 
logo de  plantas  de  Java.» 

AI/I'KA  Jll'%.  LiPiNis.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  leguminosas  ,  de  la  diadelfia, 
decandria ,  de  las  cuales  se  conocen  veinte  y 
cuatro  especies,  algunas  indígenas  de  Europa, 


ALT  \ó¡ 

muchas  aclimatadas,  y  las  demás  podrían  adqui- 
rirse fácilmente.  Las  hay  anuas ,  como  son  las 
de  Europa,  otras  son  vivaces  y  hasta  de  la  mag- 
nitud de  los  arbustos.  Todas  tienen  las  raíces  fi- 
brosas, ramosas  y  casi  leñosas,  que  penetran 
profundamente  en  la  tierra :  los  tallos  que  se  le- 
vantan del  cuello  principal  son  rectos,  cilindricos 
un  poco  vellosos  y  medianamente  ramosos,  y 
suben  desde  la  altura  de  catorce  pulgadas  hasta 
la  de  veinte  y  cinco  y  aun  treinta :  las  hojas  son 
alternas,  de  un  tegido  flojo  y  esponjoso  hasta  el 
momento  de  la  maturación,  y  sencillas  en  solas 
cuatro  especies,  pues  en  las  demás  son  digitadas 
y  se  distribuyen  circularmenteen  el  ápice  de  un 
pecíolo  largo  cinco  ó  siete  hojuelas  oblongas,  de 
un  verde  poco  oscuro,  que  están  cubiertas  de 
pelos  sedosos:  sus  flores  son  grandes,  blancas, 
azules  ,  rosadas  ó  amarillas,  dispuestas  en  espi- 
gas terminales  al  rededor  de  un  eje  común ,  so 
abren  en  abril  ó  mayo :  en  julio  ó  agosto  las  su- 
cede unalegumbre  comprimida,  prolongada,  que 
contiene  semillas  duras,  orbiculares,  mediana- 
mente gruesas,  un  poco  achatadas,  blanqueci- 
nas al  exterior  y  amarillentas  en  el  interior ,  que 
maduran  en  otoño ,  y  por  la  masticación  dejan 
percibir  un  sabor  sumamente  amargo  cuando  no 
se  las  ha  quitado  el  tegumento  que  las  cubre.  De 
todas  las  especies  la  mas  importante  es  el  Al- 
tramuz blanco,  del  quenos  ocuparemos  luego. 

Dicese  que  el  nombre  latino  de  este  género  de- 
riva de  lupus ,  lobo ,  porque  sus  especies  nece- 
sitan mucha  tierra  para  crecer  y  la  devoran 
como  el  lobo  devora  a  los  animales  que  encuen- 
tra. Sin  embargo,  en  muchos  países,  se  siem- 
bran altramuces  para  abonar  las  tierras ,  y  en 
verdad  su  cultivo  es  de  los  mas  económicos  y 
útiles  al  labrador. 

A II rain uz  blanco  {Lupinus  albus,  L.). 
Especie  anua ,  originaria  del  Levante,  cultivada 
en  diversos  países,  sobre  todo  en  España  en 
donde  es  muy  abundante.  Planta  de  raíz  leñosa 
y  fibrosa ,  de  cuyo  cuello  sale  un  tallo  mediana- 
mente grueso,  redondo,  derecho,  velloso,  ra 
moso,  de  color  verde  amarillento,  lleno  de  meo- 
llo, que  se  eleva  á  la  altura  de  unos  dos  pies 
y  medio :  sus  hojas  son  compuestas  de  cinco  ó 
siete  hojuelas  apretadas,  de  color  verde  de  mar 
por  encima,  blanquecinas  y  lanuginosas  por  de- 
bajo ,  de  un  sabor  leguminoso,  ligeramente  amar- 
go :  sus  flores  son  blancas :  sus  frutos  son  legum- 
bres planas  que  encierran  cinco  ó  seis  semillas 
casi  redondas,  complanadas  ,  mas  gruesas  que 
guisantes,  duras,  blancas  por  defuera,  amarillas 
por  adentro,  de  sabor  amargo. 

El  altramuz  es  cultivado  como  alimenticio  pa- 
ra el  hombre  y  los  ganados ,  como  abono ,  y  tam- 
bién como  planta  de  adorno.  Los  terrenos  com- 
pactos, aguanosos,  cenegosos  ,  cretáceos  y  alu- 
minosos  no  le  son  favorables;  al  contrarió ,  re- 
quiriendo con  preferencia  un  terreno  húmedo  y 
movedizo  á  la  vez,  prospera  en  las  tierras  flacas, 
áridas,  sobre  las  arenas  y  terrenos  de  casquijo. 
Para  su  cultivo  ,  basta  dar  á  la  tierra  una  solo 
labor,  cuando  se  le  quiere  enterrar  en  estado 


I  SI  ALT 

de  yerba,  en  clase  de  abono;  pero  cuando  se 

Suiere  recoger  la  semilla,  es  preciso  sembrarlo 
espues  de  dos  buenas  labores  cruzadas.  Es  la 
mejor  planta  para  alternar  con  las  producciones 
de  la  tierra ,  porque,  recurriendo  pronto  el  cír- 
culo de  su  existencia,  después  de  su  recolección 
Í>ermite  disponer  el  terreno  que  ocupaba  para 
as  sementeras  de  otoño. 

El  altramuz  es  útilísimo  para  fertilizar  econó- 
micamente terrenos  ligeros  y  secos;  en  España,  en 
Francia ,  en  Portugal  y  sobre  todo  en  Toscana  es 
cultivado  para  enterrarlo  cuando  ha  llegado  á  la 
altura  depiéy  medio  y  sembrar  trigo  por  encima. 

Este  vegetal  es  cultivado  también  como  planta 
de  forraje  en  losprados  artificiales,  puesto  que  el 
altramuz  fresco  es  un  excelente  alimento  páralos 
animales ;  los  bueyes  y  las  vacas ,  y  especial- 
mente los  carneros  lo  aprecian  mucho,  y  por  su 
medio  engordan  y  adquieren  fuerza.  Los  antiguos 
cultivadores  griegos  y  romanos  lo  daban  á  los 
ganados  en  este  estado  ya  mezclado  con  paja 
corlada,  ya  con  semillas  cocidas  y  desechas  espe- 
cialmente en  el  invierno. 

El  altramuz  es  del  número  de  las  plantas  en 
las  cuales  se  observa  el  fenómeno  que  Linneo  ha 
designado  bajo  el  nombre  de  sueño :  sus  hojue- 
las se  pliegan  y  se  inclinan  hacia  tierra  cuando 
el  sol  va  á  ponerse,  y  se  dirijen  hacia  este  as- 
tro, dice  Plinio,  indicando  la  hora  del  dia  al  la- 
brador aun  cuando  haya  nubes  en  la  atmósfera. 

Los  tallos  secos  de  esta  planta ,  que  son  muy 
duros,  sirven  para  formar  pajaza;  quemados, 
dan  excelente  carbón  para  la  fabricación  de  la 
pólvora ,  preferible  al  de  bonetero ;  en  los  Vos- 
gues,  son  empleados  como  combustible  para 
calentar  los  hornos  ,  y  también  para  obtener 
excelentes  cenizas  para  lejías  ó  la  extracción  de 
la  potasa ;  con  las  hebras  que  los  cubren  se  pue- 
den fabricar  buenas  jarcias,  y  con  ellas  hanse 
trabajado  lelas  y  también  papel. 

La  miel  recogida  por  las  abejas  en  las  flores 
del  altramuz  contrae  un  ligero  amargor  que  la 
hace  tónica. 

A  las  semillas  de  este  vegetal  es  á  lo  que  se  lla- 
ma A  Itramuces.  El  análisis  de  estas  semillas  prue- 
ba que  difieren  de  todas  las  de  las  demás  plan- 
las  leguminosas:  no  contienen  ni  almidón  ni  sus- 
tancia azucarada,  sino  una  materia  vegeto-ani- 
mal que  tiene  mucha  analogía  con  el  gluten,  lo 
que  les  da  lodos  los  caracteres  de  las  semillas 
alimenticias.  Además  contienen  un  aceite  amargo 
que  da  sus  propiedades  á  la  harina ,  fosfatos  de 
cal  y  de  magnesia ,  cortas  cantidades  de  fosfato 
de  potasa  y  de  hierro. 

Los  antiguos  secaban  al  humo  los  altramuces 
para  impedir  que  fuesen  destruidos  por  las  lar- 
vas de  los  insectos,  y  así  eran  contados  entre  el 
número  de  los  marcos  para  los  pesos  públicos  ,  y 
los  empleaban  á  manera  de  plata  acuñada  en  los 
juegos  y  la  escena.  De  ahí  ei proverbio -.Nummus 
lupinus ,  y  aurum  comicum ,  con  que  se  designa- 
ba un  objeto  de  escaso  ó  ningún  valor. 

Según  Plinio ,  la  facilidad  con  que  el  altramuz 
vegeta  en  los  terrenos  los  mas  ingratos ,  hacia  es- 


ALT 

timar  sus  semillas  á  los  antiguos ,  que  las  usaban 
como  alimento  mas  que  nosotros ,  probablemen- 
te á  falta  de  mejores  legumbres.  Ellas  son  muy 
amargas  ,  pero  la  cocción  les  quita  en  parte  este 
amargor ;  sin  embargo ,  después  de  esta  prepa- 
ración, no  deja  de  ser  siempre  un  triste  alimento 
(de  donde  procede  el  tristis  lupinus  de  Virgilio, 
Eclog.  I) ,  pesado,  flatuoso  y  poco  agradable,  que 
es  el  patrimonio  de  los  pobres,  y  solo  puede  ser 
digerido  por  estómagos  robustos. 

No  obstante ,  esta  semilla  era  el  manjar  predi- 
lecto de  los  filósofos  griegos,  en  particular  de  los 
cínicos  que  continuamente  la  llevaban  consigo. 
En  seguida  se  le  dispensó  un  lugar  en  las  mesas 
opulentas  :  en  Roma ,  los  generales  en  sus  triun- 
fos ,  los  ediles  en  las  fiestas  de  Flora ,  los  ambi- 
ciosos que  codiciaban  el  poder ,  distribuían  altra- 
muces entre  elpueblo  que  lo  recibía  como  un  pre- 
sente para  comerlo  ya  cocido  con  garó,  ya  ade- 
rezado con  un  poco  de  sal  ó  en  forma  de  ensalada 
con  vinagre,  aceite  y  yerbas  aromáticas.  Poste- 
riormente se  abandonó  su  uso  á  la  gente  pobre, 
y  en  las  plazas  públicas  de  Roma  se  vendían  al- 
tramuces cocidos,  como  se  venden  todavía  en 
Egipto,  en  donde  sé  les  llama  Embalen,  del  lu- 
gar de  donde  se  cogen.  Los  Roma  nos  los  mezcla- 
ban con  el  pan,  pero  por  lo  oítoun  los  comían  con  el 
garó  después  de  haberles  hecho  perder  una  parte 
de  su  amargor  ;  con  este  motivo  se  refiere  que 
habiendo  preguntado  un  diaáZenon  de  Cicio  por- 
que era  afable  cuando  había  be¡  ido,  él  que  na- 
turalmente se  distinguía  por  su  dureza  y  hasta 
asperidad  con  sus  amigos,  contestó:  «yo  soy  co- 
mo el  altramuz ,  muy  amargo  antes  de  estar  bien 
mojado  y  dulce  cuando  esta  empapado.»  Los  es- 
clavos y"  las  gentes  sobrias  hacían  uso  de  ellos, 
y  hasta  Lóculo  hizo  servirlos  en  su  mesa :  Plinio 
refiere  que  el  famoso  y  hábil  pintor  griego  Protó- 
geno  se  alimentó  no  mas  que  de  altramuces  co- 
cidos al  agua ,  por  espacio  de  siete  años ,  para 
conservar  la  vivacidad  de  su  imaginación  mien- 
tras trabajaba  en  su  célebre  cuadro  de  Laliso.  Por 
último,  los  altramuces  que  en  Roma  eran  primero 
un  manjar  exquisito ,  y  en  las  cenas  fúnebres  se 
ofrecían  á  los  manes  [Ferales  nocte  lupinos ,  dice 
Calpurnio) ,  fueron  al  fin  alimento  grosero  recha- 
zado hasta  al  pesebre  de  los  animales  domésticos. 

En  Egipto,  en  Italia,  en  Córcega,  en  el  medio- 
día de  la  Francia  y  en  algunos  puntos  de  España 
todavía  se  comen'  altramuces;  pero  entre  noso- 
tros el  principal  uso  que  se  hace  de  esta  semilla 
es  para  engordar  los  bueyes,  y  atendida  su  con- 
sistencia cornea  se  remoja  en  agua  veinte  y  cua- 
tro horas  antes  de  darla  al  ganado. 

La  harina  de  altramuces  era  empleada  como 
vermífuga,  para  restablecer  el  apetito,  etc.,  en 
razón  ,  sin  duda  de  su  amargor :  en  Egipto  se 
usa  para  suavizar  las  manos. 

El  Altramuz  amarillo  (Lupinus  luteus ,  L.), 
de  flores  amarillas  de  oro,  el  Altramuz  peloso 
[Lupinus  pilosus,  L. ) ,  de  flores  azules,  el  Al- 
tramuz vario  (Lupinus  vanus,  L. ),  de  flores 
rojas  ó  azules ,  y  algunos  otros  se  cultivan  en  los 
jardines  por  la  hermosura  de  sus  flores. 


ali: 

En  el  Perú  hay  una  especie  de  Altramuz,  lla- 
mado Chuchu,  cuyas  semillas  son  comestibles,  y 
se  cultiva  también  en  los  jardines  por  sus  bellas 
flores.  En  la  isla  de  Onnalaska  hay  una  especie 
de  Altramuz  de  flor  muy  hermosa,  cuya  raiz  con- 
tiene un  alimento  apreciado  por  los  habitantes. 

En  1849,  se  importaron  en  Barcelona,  proce- 
dentes de  diferentes  puntos  del  reino,  246  fs,  de 
altramuces  blancos,  valor  de  4.920  rs.  vn. 

Alit  vimci:.  Sal  muy  antiguamente  conoci- 
da, puesto  que  Hipócrates  habla  ya  de  ella;  traída 
primero  del  Levante,  en  donde  la  hay,  así  como 
en  otras  partes  del  globo,  en  montones  conside- 
rables llamados  Aluminieras;  fabricado  en  se- 
guida en  Italia,  en  Inglaterra,  en  Alemania,  en 
Francia  y  en  España.  Obtiénese,  sea  por  lixi- 
viación cíe  las  sustancias  de  apariencia  petrosa 
que  lo  contienen  del  todo  formado ,  ó  de  las  eflo- 
rescencias que  se  forman  en  la  superficie  de  la 
tierra  en  ciertos  lugares,  como  en  la  Sojfatera 
cerca  de  PuzzoJ ;  sea  por  la  calcinación  de  esqui- 
tas arcillosas,  mezcladas  con  sulfato  de  hierro, 
que  contienen  sus  elementos;  sea  reuniendo  arti- 
ficialmente estos  mismos  elementos. 

Obtenido  por  el  uno  ó  el  otro  de  estos  medios, 
el  alumbre  se  presenta  en  masa  ó  en  cristales  por 
lo  común  octaedro»,  de  fractura  ondeada,  tras- 
parentes, ó  ligeramente  eflorecidos,  incoloros, 
de  sabor  astringente,  ácido  y  como  azucarado, 
solubles  en  quince  veces  su  peso  de  agua  fria,  y 
en  cerca  de  su  peso  de  agua  hirviendo,  que  en- 
rojecen el  tornasol ,  fusibles  al  fuego  en  su  agua 
de  cristalización ,  que  constituye  cerca  de  su  mi- 
tad, hinchándose  y  secándose  en  seguida  por  la 
pérdida  de  este  líquido,  descomponibles  en  par- 
te y  á  veces  en  totalidad  á  una  temperatura  mas 
elevada,  etc. 

La  naturaluza  de  este  cuerpo  está  lejos  de  ser 
siempre  idéntica:  químicamente  se  distinguen  dos 
especies  de  él,  sin  contar  las  suertes  ó  varieda- 
des del  comercio.  La  primera  es  el  sulfato  de  alu- 
mina y  de  amoníaco ,  y  la  segunda  el  sulfato  de 
alúmina  y  de  potasa. 

Sulfato  de  alúmina  y  de  amoníaco,  Sulfato 
aluminico-amónico.  Alumbre  de  base  de  amonia- 
co. Esta  sal  está  difundida  con  mucha  abundan- 
cia en  el  comercio,  y  frecuentemente  mezclada 
con  alumbre  de  base  de  potasa,  del  que  es  im- 
posible distinguirla  por  el  simple  aspecto.  Tritu- 
rada con  cal  viva  pulverizada,  deja  exhalar  lue- 
go un  olor  penetrante  de  amoníaco;  con  los  reac- 
tivos presenta  los  mismos  efectos  que  la  Solución 
de  alumbre  de  base  de  potasa ,  de  que  vamos  á 
hablar. 

Sulfato  de  alúmina  y  de  potasa,  Sulfato  alu- 
minico-potásico,  Alumbre  de  base  de  potasa.  Esta 
sal  es  la  vulgarmente  designada  con  el  nombre 
de  Alumbre.  Su  solución  acuosa  forma  con  el  ni- 
trato de  barita  un  precipitado  blanco ,  insoluble 
en  los  ácidos  nítrioo  y  hidroclórico ;  con  el  amo- 
níaco y  la  potasa  un  precipitado  gelatinoso ,  so- 
luble en  un  exceso  de  este  último  álcali ;  con  el 
bicloruro  de  platino  un  precipitado  amarillo  na- 
ranjado. El  ácido  hidrosulfurico  y  el  cianuro  de 
20 


ALL  <53 

hierro  y  de  potasio  no  alteran  la  solución  de  alum- 
bre puro,  y  la  cal  pulverizada  que  se  tritura  con 
una  porción  de  esta  sal  no  desprende  de  ella  nin* 
gun  olor. 

El  Sobre-sulfato  de  alúmina,  de  potasa  y  de 
amoníaco  es  una  tercera  especie,  siempre  artifi- 
cial y  Mamada  cop  frecuencia  Alumbre  de  fá- 
brica. 

Todas  estas  tres  especies  contienen ,  además, 
de  uno  á  dos  milésimos  de  sulfato  de  hierro. 

El  alumbre  antiguamente  habia  sido  llamado 
Alúmina  vitriolada ,  Vitriolo  de  alúmina,  Vitrio- 
lo de  arcilla ,  etc. 

En  el  comercio  se  distinguen  las  variedades 
siguientes  .- 

Alumbre  calcinado  ó  quemado.  Masa  porosa, 
blanca,  ligera,  obtenida  calcinando  el  alumbre 
común.  No  contiene  agua,  es  casi  insípido  y  ca- 
si insoluble;  pero,  guardado  algún  tiempo,  ab- 
sorve  la  humedad  atmosférica  y  se  vuelve  solu- 
ble y  sapillo.  Debe  prepararse  con  el  sobre-sulfa- 
to de  alúmina  y  de  potasa,  porque  el  sobre-sulfato 
de  alúmina  y  de  amoniaco  se  descompone  comple- 
tamente al  fuego,  y  el  sobre-sulfato  de  alúmina, 
de  amoníaco  y  de  potasa  se  descompone  en  par- 
te. Este  producto  en  rigor  es  un  producto  farma- 
céutico ,  pero  ha  entrado  también  en  el  dominio 
de  la  droguería,  figurando  en  los  catálogos  de 
los  laboratorios  de  productos  químico-farmacéu- 
ticos. Empleado  en  medicina  casi  exclusivamen- 
te al  exterior,  reducido  á  polvo,  como  ligero 
catarético  y  desecante. 

Alumbre  crudo.  Llámase  asi  el  alumbre  común 
por  oposición  con  el  mismo  alumbre  calcinado. 

Alumbre  dulcificado.  Bater  ha  dado  este  nom- 
bre al  alumbre  común  purificado  por  muchas  cris- 
talizaciones sucesivas :  le  atribuía ,  á  la  dosis  de 
12  granos,  una  eficacia  particular  contra  las  en- 
fermedades de  pecho  debidas  á  la  acción  de  los 
vapores  metálicos,  contra  los  dolores  de  dien- 
tes, etc. 

Alumbre  de  España.  Nuestro  suelo  abunda  en 
minas  de  alumbre:  conocidas  son  las  de  Aragón, 
Asturias,  Murcia  y  Valencia,  y  sabido  es  que 
esta  sal  se  encuentra  en  eflorescencias  blancas  ó 
ligeramente  coloradas  por  el  sulfato  de  hierro  en 
el  Valle  de  Aran  y  otros  puntos  de  los  Pirineos. 
El  alumbre  que,  en  grandes  cantidades,  se  obtie- 
ne de  las  minas  beneficiadas  de  varios  distritos  de 
Aragón  y  de  Almazarrón  ó  Mazarron  es  empleado 
en  bruto,  ó  refinado  antes  de  entregarlo  al  consu- 
mo por  fabricantes  especiales.  El  alumbre  de  Ara- 
gón se  presenta  en  pedazos  irregulares ,  de  color 
blanoo  sucio  y  de  trasparencia  oscura,  de  frac- 
tura seca  con  lustre  vidrioso.  El  alumbre  de  Al- 
mazarrón está  en  pedazos  mas  gruesos,  irregula- 
res, es  blanco  y  á  veces  algo  rosado ,  de  fractura 
seoa.  El  primero  oircula  embalado  de  diferentes 
maneras,  en  sacos,  cajones,  etc.,  y  se  vende  por 
arrobas ;  el  segundo  va  en  cofines  ele  esparto,  de 
peso  de  8  á  i  0  arrobas ,  y  en  su  venta  se  abona 
una  libra  de  tara  por  arroba.  Si  bien  los  alumbres 
preferidos  en  España  son  los  de  Inglaterray  en 
particular  el  de  Italia  procedente  de  Civitavechia, 
tomo  i. 


.54  ALU 

desde  unos  diez  y  seis  años,  que  es  conocido  el  de 
Mazarron ,  ha  disminuido  considerablemenle  la 
importación  de  los  «alumbres  extranjeros. 

Alumbre  de  España  refinado.  Esta  suerte  está 
en  masas  irregulares  y  en  pedazos  de  todas  di- 
mensiones; su  color  es  de  un  blanco  apagado ,  su 
trasparencia  es  pura ,  su  fractura  es  brillante.  En 
Barcelona  hay  los  Sres.  Torres  y  Yiñas  que  se 
dedican  á  la  refinación  del  alumbre,  empleando 
indistintamente  el  procedente  de  Aragón  ó  el  de 
Almazarrón,  si  bien  este  último  se  usa  para  mu- 
chas operaciones  sin  necesidad  de  purificarlo  pre- 
viamente. La  cantidad  de  alumbre  refinado  entre 
ambas  fábricas  asciende  al  año  á  unos  mil  quin- 
tales. 

Alumbre  de  espejo.  Otro  de  los  nombres  dados 
al  alumbre  común  ó  sobre-sulfato  de  alúmina  y 
de  potasa. 

Alumbre  de  Francia.  En  gruesas  masas  de  un 
blanco  y  de  un  lustre  vidrioso,  de  trasparencia 
un  poco  oscura,  de  fractura  seca,  que  presenta  un 
aspecto  húmedo ,  pero  no  obstante  bastante  bri- 
llante. Embalaje:  barricas  de  madera  blanca, 
que  pesan  800  a  .  .500  libras. 

Alumbre  de  hielo.  Es  el  alumbre  común  fundido 
en  su  agua  de  cristalización :  se  parece  al  agua 
sólida,  y  se  presenta  en  hermosos  cristales  octae- 
dros trasparentes. 

Alumbre  de  Inglaterra.  En  gruesas  masas,  en 
pedazos  claros  y  trasparentes  como  el  cristal ;  es 
mas  ó  menos  hermoso,  según  ha  sido  bien  ó  mal 
purificado.  Debe  escogerse  blanco,  claro,  tras- 
parente, seco  y  que  tenga  pocos  pedazos  menu- 
dos. Es  una  excelente  calidad.  Embalaje:  en  bar- 
riles ó  en  sacos. 

Alumbre  del  Levante.  En  pedazos  irregulares 
rojizos.  El  de  Constantinopla  es  mas  craso  y  me- 
jor que  el  de  Esmirna.  Embalaje :  en  sacos. 

Alumbre  de  Lie  ja.  Fabricado  con  esquitas  ar- 
cillosas mezcladas  con  sulfuros  de  hierro :  pre- 
séntase en  masas  mas  ó  menos  considerables  de 
un  blanco  gris  sucio,  de  una  trasparencia  muy 
oscura  y  de  fractura  vidriosa.  Embalage:  vario. 

Alumbre  líquido.  Plinio  habla  de  este  alumbre 
que  Tournefort  ha  encontrado  destilando  de  una 
caverna  de  la  isla  de  Milo.  Su  sabor  es  mucho 
mas  acre  que  el  del  alumbre  común  y  de  una 
estipticidad  casi  corrosiva.  Los  sarnosos  se  sirven 
de  esta  agua  en  lociones  en  las  partes  mas  enfer- 
mas, se  lavan  un  cuarto  de  hora  después  con 
agua  de  mar,  y  curan  sin  otro  remedio. 

Alumbre  natural.  Nombre  dado  ya  al  alumbre 
de  pluma,  ya  al  alumbre  que  se  eflorece  en  la 
superficie  de  la  tierra  cerca  de  Puzzol. 

Alumbre  de  pluma.  Es  un  Sobre-sulfato  de  alú- 
mina ,  que  existe  en  la  naturaleza ,  en  particular 
en  las  grutas  de  la  isla  de  Milo ,  en  gruesos  ha- 
cecillos compuestos  de  filamentos  delgados ,  pla- 
teados, lustrosos,  largos  de  una  á  dos  pulgadas. 
A  veces  está  colorado  en  amarillo  por  el  hierro. 
Esta  sal  es  soluble  en  el  agua ,  y  de  un  sabor  as- 
tringente, análogo  al  del  alumbre  común,  pero 
mas  dulce,  como  lo  habían  notado  los  antiguos. 
Con  frecuencia  hase  confundido  este  alumbre  con  I 


ALU 

el  amianto,  cuyo  aspecto  tiene,  pero  que  esin- 
solubleen  el  agua:  Lemery,  que  ha  conocido  el 
verdadero,  dice  que  es  muy  raro,  y  que  el  de 
los  droguistas  por  lo  común  no  es  otra  cosa  sino 
una  especie  de  talco  filamentoso ,  de  un  blanco 
verdoso  y  lustroso ,  análogo  al  amianto ,  pero 
de  hebras  mas  cortas. — Los  antiguos  hacian 
gran  caso  de  este  alumbre :  Hipócrates  le  da- 
lia la  preferencia  después  del  de  Egipto;  Plinio 
dice  que  es  menos  desecante  que  las  demás  espe- 
cies; según  Dioscorides,  el  alumbre  de  Milo  im- 
pide á  las  jnugeres  de  concebir ;  el  de  Egipto,  al 
contrario  /según  Hipócrates,  facilítala  concep- 
ción. 

Alumbre  de  Roca.  Llamado  así  del  nombre  de 
la  ciudad  de  Rocha  en  Siria.  Se  presenta  en  grue- 
sas masas  trasparentes  y  de  una  fractura  vidriosa. 
Este  alumbre,  que  es  el  mas  antiguamente  co- 
nocido y  (fue  ocupaba  el  primer  lugar  en  las  ar- 
tes, ha  "llegado  á  ser  muy  raro  hoy  día,  porque 
tenemos  otros  medios  de  pocurarnos  alumbre 
bueno  á  precio  muy  barato.  Embalaje :  en  cajas 
y  en  barriles  de  diverses  pesos. 

Alumbre  de  Roma.  Esta^fspecie ,  preparada  en 
Civitavecchia  con  la  piedra  aluminosa  de  Tolfa, 
no  es  refinado  y  contiene  ínuy  poco  hierro.  Esta 
en  pequeños  fragmentos  romboidales-cúbicos  ú 
octaédricos  cubiertos  de  una  eflorescencia  hari- 
nosa, y  que  ofrecen  en  su  fractura  capas  perfec- 
tamente incoloras  y  capa^  rosadas.  Este  alumbre, 
antiguamente  muy  buscado,  ha  también  dismi- 
nuido de  precio.  Embalaje:  encajas  y  barriles 
de  peso  vario. 

Alumbre  s  a  cari  no.  Nombre  dado  al  alumbre  co- 
mún ó  sobre-protosulfato  de  alúmina  y  de  potasa. 

Para  las  artes,  casi  no  se  hace  diferencia  entre 
las  variedades  de  alumbre  comerciales.  Quizás 
sin  embargo,  y  esto  es  muy  probable,  los  resultados 
no  son  siempre  los  mismos:  los  tintoreros,  los  zurra- 
dores, los  gamuceros,  los  curtidores  de  vaqueta 
de  Moscovia,  que  emplean  mas  alumbre,  no  han 
fijado  mucho  la  atención  en  las  diferencias  de 
composición  elementar  del  alumbre  de  que  hacen 
uso;  y  puesto  que  emplean  indiferentemente  los 
alumbres  potasiados  y  amoniacados ,  no  entrare- 
mos en  los  pormenores  de  análisis,  que  serian 
no  obstante  fáciles  y  estarían  al  alcance  de  todo 
el  mundo.  Tampoco  hablaremos  de  los  procede- 
res de  fabricación ,  que  nos  alejarían  demasiado 
de  nuestro  objeto. 

La  sosa  hace  también  cristalizar  en  alumbre  al 
sulfato  de  alúmina,  incristalizable  por  sí  mismo; 
pero  la  extrema  solubilidad  del  alumbre  de  base 
de  sosa  presenta  en  la  fabricación  inconvenientes 
y  dificultades  de  ejecución  poco  útiles  de  conocer 
á  los  consumidores,  y  que  á  pesar  del  bajo  pre- 
cio de  la  sosa  comparado  con  el  de  los  dos  otros 
«álcalis  ,  no  permiten  al  fabricante  hacer  uso  de 
él  como  cristalizante. 

Para  que  el  alumbre  sea  reputado  bastante  pu- 
ro para  servir  á  todos  los  usos  de  la  tintura  la 
mas  delicada,  es  menester  que  no  se  colore  in- 
mediatamente en  azul  por  el  l'errocianuro  de  po- 
tasio (prusiato  de  potasa) ,  y  también  que  no  ad- 


ALU 

quiera  un  ligero  tinte  hasta  al  cabo  de  veinte  y 
cuatro  horas  de  contacto. 

Los  usos  del  alambre  son  innumerables :  es  uno 
«le  los  principales  ingredientes  de  que  se  sirven 
los  tintoreros  para  (lar  á  los  colores  mas  brillo 
y  mas  vivacidad,  consolidándolos  sobre  la  esto- 
fa ó  produciendo  el  mismo  electo  que  el  agua  de 
goma.  Es  una  especie  de-  mordiente  que  tija  los 
colores  y  los  une,  impidiendo  á  las  partículas  mas 
tinas  de  evaporarse.  Los  tintoreros  alumbran  to- 
das las  estofas  que  quieren  teñir,  sobre  todo  en 
carmesí,  sin  lo  que  no  reciben  bien  este  color. 
En  muchos  casos,  una  corta  cantidad  de  hierro, 
que  ensucia  siempre  mas  ó  menos  aun  los  me- 
jores alumbres,  no  puede  perjudicar  á  los  buenos 
resultados  en  su  aplicación  como  mordiente; 
pero  con  frecuencia  también  este  sulfato  de  hier- 
ro es  muy  de  temer,  y  antes  de  hacer  uso  del 
alumbre ,  es  preciso  purificarlo  por  disoluciones 
v  cristalizaciones  repetidas.  Uno  de  estoscasos  es 
los  hermosos  tintes  de  algodón  en  rojo  de  Andri- 
nopoli  y  otros  colores  vivos;  porque  conviene  sa- 
ber nueel  algodón  es  de  todos  los  tegidos  orgáni- 
cos el  mas  sensible  á  Ikiweseneia  del  hierro.  A 
la  necesidad  de  una  gran  pureza  del  alumbre  pa- 
ra ciertos  tintes,  parala  coloración  de  los  mar- 
roquíes, etc.,  etc.,  es  debida  en  gran  parte  á  lo 
menos  la  preeminencia  concedida  por  tan  largo 
tiempo  al  alumbre  de  Roma ,  siendo  así  que  cual- 
quier alumbre  bien  puriscado  puede  dar  los  mis- 
mos resultados. — El  alumbre-  impuro,  muy  car- 
gado de  sulfato  de  hierro ,  es  también  muy  bus- 
cado, principalmente  por  los  curtidores  de  va- 
quetas de  Moscovia ,  quienes  pretenden  que  esta 
variedad  da  peso  á  sus  cueros  blancos. 

El  alumbre  sirvetambien  para  obtener  casi  te- 
das las  lacas;  para  preservar  las  pieles  y  los  for- 
ros de  ser  atacados  por  los  insectos;  para  alum- 
brar el  papel  de  escribir ;  para  endurecer  el  sebo 
en  la  fabricación  de  velas;  para  retardar  la  pu- 
trefacción de  los  cadáveres,  etc.,  etc.,  y  en  es- 
tos nltimos  años  liase  observado  que  el  agua  sa- 
turada de  alumbre  y  que  tiene  en  suspensión 
arcilla  apaga  mucho"  mas  pronto  los  incendios 
que  el  agua  común. 

El  alumbre  clarifica  todos  los  líquidos  asreomo 
todos  los  licores,  pero  les  comunica  cierto  gusto 
que  anuncia  su  presencia;  se  hace  mucho  uso  de 
«'I  para  clarificar  el  azúcar  de  remolachas  en 
las  fábricas  de  este  producto. 

En  medicina,  el  alumbre  se  administra  al  in- 
terior, sea  disuelto  en  una  poción,  á  la  dosis  de 
diez  granos  auna  dracma  por  dia,  y  mas,  sea  en 
pildoras  en  menor  cantidad :  es  un  astringente 
poderoso,  preconizado  en  un  sinnúmero  de  en- 
fermedades. Al  exterior ,  se  usa  contra  las  excre- 
cencias fungosas,  las  úlceras,  los  dolores  de  las 
encías,  los  sabañones ,  etc. ,  etc. 

En  Barcelona,  en  1849,  ra  importación  de 
alumbre  fué:  de  diferentes  puntos  del  reino, 
I .f 41,405  libras,  valor  de  86«<053  rs.  vn.  17 
mrs.;  del  extranjero,  7, 536  libras,  valor  de  .">,  i7(¡ 
rs.vn.  (Alumbre  de  Holanda,  4,225  libras,  valor 
de  3,187  rs.  vn.  17  mrs. —  alumbre  de  roca,  779 


ALU  1  .v¿ 

libras,  valor  de  389  rs.  vn.  M  mrs. ,  — alumbre 
de  Roma,  2,532  libras,  valor  do  4,899  rs.vn.). 
La  exportación  á  diferentes  puntos  del  reino  fué 
de  12,799  libras,  valor  de  9,598  rs.  vn.,  y  á  las 
provincias  de  Ultramar,  de  200  libras,  valor  de 
1,'iOrs.  vn. 

En  ciertos  países  se  da  el  nombre  de  Alumrrr 
azul  al  sulfato  de  cobre ,  que  imprudentemente 
se  ha  aconsejado  mezclarlo  con  la  levadura,  á  fin 
de  dar  mas  blancura  al  pan,  lo  que  es  un  proce- 
der peligrosísimo.  Igualmente  se  llama  Alumbre 
catino  al  sub-protocarbonato  de  sosa  impuro, 
Alumbre  de  escayola  al  proto-sulfato  de  calcio, 
Alumbre  de  rasuras  al  sub-protocarbonato  de 
potasa,  y  Alumbre  de  maría  al  carbonato  de 
sosa  impuro.  De  estos  productos  se  hablará  en  su 
correspondiente  lugar  en  el  Diccionario. 

AMJtfWtMXAm  Guyton-Morveau  ha  sido  el  pri- 
mero que  ha  dado  este  nombre  á  una  base  salifi- 
cable,  extraída  del  alumbre,  por  largo  tiempo 
confundida  con  la  cal  y  la  sílice,  reconocida  hoy 
día  como  distinta  y  que  se  cree  ser  un  Óxido  de 
aluminio.  La  alúmina  es  uno  de  los  cuerpos  mas 
esparcidos  en  la  naturaleza ,  pero  raras  veces 
existe  pura.- forma  la  base  principal  de  ciertas 
piedras  preciosas ,  ú  otras  (Rubí,  Záfiro,  Topa- 
cio, Lazulita,  Esmeril,  etc.] ,  de  las  arcillas,  de 
las  esquilas,  etc.  Extráese  del  alumbre,  que  es 
un  sobre-sulfato  de  alúmina  y  de  potasa  ó  de  amo- 
níaco ,  echando  un  exceso  de  amoníaco  en  una 
solución  poco  concentrada  de  esta  sal ;  el  preci- 
pitado que  se  forma,  cuidadosamente  lavado  y 
secado,  es  alúmina  pura.  Esta  se  presenta  en 
forma  de  un  polvo  blanco,  muy  fino,  suave  al 
tacto ,  sin  sabor ,  infusible ,  que  se  pega  ala  len- 
gua ;  se  amasa  con  el  agua  sin  disolverse  en  ella, 
pero  se  halla  combinada  con  este  líquido  en  for- 
ma de  jalea,  cuando  acaba  de  ser  precipitada,  y, 
en  este  estado ,  es  soluble  en  la  sosa  y  la  potasa; 
forma  sales  con  los  ácidos;  se  funde  al  so- 
plete con  el  borraj  y  se  trasforma  en  un  vidrio 
diáfano;  mojada  con  la  solución  de  nitrato  de 
cobalto ,  da ,  por  medio  de  una  insuflación  enér- 
gica, un  hermoso  color  azul. 

La  alúmina  seca  (precipitada  del  alumbre  por 
el  sub-carbonato  de  potasa )  ha  sido  empleada 
por  Ficinus,  profesor  en  Dresde,  en  las  disente- 
rias y  diarreas ,  con  feliz  resultado ,  á  la  dosis  de 
8  á  10  granos,  asociada  con  un  poco  de  goma 
arábiga  y  de  azúcar  disuellos  en  el  agua ,  y  á  ve- 
ces unida  al  opio,  al  alcanfor  ó  á  aromas.  También 
muchas  piedras  y  tierras  de  que  la  alúmina  forma 
parte  han  sido  antiguamente  empleadas  en  me- 
dicina ,  como  tendremos  el  lugar  de  verlo  en  el 
curso  de  esta  obra. 

En  las  artes ,  la  alúmina  se  usa ,  mezclada  con 
la  sílice ,  en  estado  de  arcilla ,  para  varios  ob- 
jetos. 

Las  sales  de  alúmina  de  uso  conocido  son  .-  el 
acetato  de  alúmina,  el  alumbre  común,  el  alum- 
bre de  pluma  y  el  silicato  de  alúmina,  que  pue- 
den estudiarse  en  su  correspondiente  lugar. 

AliimiliVlO.  Radical  metálico  de  la  alu- 
mina que  ha  sido  aislado  por  la  primera  vez,  en 


m  AMA 

4828,  por  el  Sr.  Wohler.  El  aluminio  se  presenta 
en  forma  de  un  polvo  gris  negrusco  que  adquiere 
el  brillo  metálico  por  el  frote  contra  un  cuerpo 
duro;  es  infusible  al  calor  que  se  puede  producir 
en  las  mejores  fraguas ■■  el  aire  no  tiene  ninguna 
acción  sobre  él  á  la  temperatura  ordinaria ,  pero 
á  un  color  rojo,  le  hace  arder  rápidamente  y  le 
convierte  en  un  polvo  blanco  que  es  Oxido  de  alu- 
minio ó  Alúmina. 

AM 

AÜAMOIKI.  Nombre  de  una  suerte  de 
algodón  que  viene  de  Alejandría  de  Egipto  por 
conducto  de  Marsella. 

AMALGAMA.  Desígnanse  bajo  este  nom- 
bre particular  los  compuestos  que  el  mercurio  pro- 
duce con  los  otros  metales.  Las  amalgamas  son 
ya  líquidas  ya  sólidas :  líquidas  cuando  predomi- 
na el  mercurio ,  sólidas  cuando  éste  se  halla  en 
ellas  en  menor  cantidad  que  el  metal  al  cual  es- 
tá unido;  todas  son  blancas,  brillantes  y  suscep- 
tibles de  cristalizar.  Expuestas  al  aire,-  las  forma- 
das por  metales  oxidables  se  alteran  con  mas  ó 
menos  prontitud ;  el  calórico  las  descompone  á 
todas  volatilizando  el  mercurio.  El  ácido  nítrico 
obra  por  medio  de  un  dulce  calor  sobre  todas  las 
amalgamas  j  disuelve  el  mercurio  á  veces  con  los 
metales  con  que  está  unido,  otras  veces  oxidán- 
dolos solamente  y  separándolos  en  el  estado  de 
óxidos,  y  Analmente  respecto  álos  que  son  inal- 
terables por  dicho  ácido  hay  eliminación  de  éstos 
á  consecuencia  de  la  disolución  del  mercurio  en 
el  ácido  nítrico,  que  pasa  al  estado  de  protonitra- 
to  ó  de  deutonitrato  acido. 

Las  amalgamas  de  uso  mas  frecuente  en  las 
artes  son  : 

Amalgama  cte  bismuto.  El  mercurio 
forma  con  el  bismuto  una  combinación  en  parle 
líquida  y  en  parte  cristalizada,  que  pasa  á  ser 
completamente  fusible  á  una  temperatura  poco 
elevada.  Se  prepara  directamente  añadiendo  una 
parte  de  bismuto  fundido  á  4  partes  de  mercurio 
calentado  á  cerca  de  300°. — Empleada  para  esta- 
ñar los  globos  de  vidrio  y  darles  así  una  aparien- 
cia metálica. 

Amalgama  de  los  dentistas.  Aña- 
diendo á  la  Aleación  de  Darcet  (compuesta  de  8 
partes  de  bismuto,  5  p.  de  plomo  y  3  p.  de  estaño) 
un  noveno  de  su  peso  de  mercurio ,  se  aumenta 
singularmente  su  fusibilidad,  puesto  que  enton- 
ces es  completamente  líquida  á  -f  53°. — Esta 
amalgama  sirve  para  hacer  inyecciones  anató- 
micas, y  ciertos  dentistas  la  usan  para  emplomar 
los  dientes  cariados. 

Amalgama  eléctrica.  Aleación  sólida 
de  mercurio  y  de  estaño  que  sirve  para  frotar  las 
piezas  de  las  máquinas  eléctricas  Los  construc- 
tores de  estas  maquinas  y  lodos  los  fabircantes 
de  instrumentos  de  física  entregan  por  lo  común 
las  bolas  de  amalgama  á  los  consumidores.  Pero 
éstos  pueden  muy  fácilmente  obtenerla,  hacien- 
do obrar  mercurio  fluido  sobre  estaño  en  lima- 
duras ó  en  hojas  delgadas ;  sobre  una  cantidad 
dada  de  este  último  metal  se  echa  mercurio,  se 
tritura  en  frió  por  medio  de  utl  majadero,  y  lue- 


AMA 

go  ambos  metales  se  unen ,  perdiendo  el  mercu- 
rio su  fluidez.  Después  se  añade  mercurio  hasta 
que  la  amalgama  haya  adquirido  el  estado  de 
consistencia  media  que  se  busca.  Queda  inter- 
puesto en  la  materia  mercurio  todavía  fluido  pe- 
ro que  no  es  puro,  es  una  amalgama  mas  mercu- 
riada.  Esta  se  separa  prensando  la  masa  encer- 
rada en  un  lienzo  tupido :  la  aleación  mercurial 
fluida  pasa  al  través  del  lienzo,  y  se  recoje  para 
hacerla  obrar  sobre  nuevo  estaño,  y  saturarla; 
el  residuo  sólido,  que  ha  quedado  en  el  lienzo, 
fuertemente  prensado ,  se  conglutina,  y  así  se  ob- 
tienen bolas  de  mediana  dureza,  que  son  lo  que 
se  conoce  en  el  comercio  con  el  nombre  de  Amal- 
gama eléctrica. 

Amalgama  de  estaño.  Este  compues- 
to ,  formado  de  tres  partes  de  mercurio  y  una  par- 
te de  estaño,  es  blando,  brillante,  y  cristaliza 
fácilmente  en  cristales  cúbicos:  eft  partes  igua- 
les es  muy  sólido. — Esta  amalgama1  sirve  para 
azogar  las  lunas  de  los  espejos. 

Amalgama  de  oro*  El  mercurio  tiene 
tan  grande  altnidad  por  el  oro  que  se  combina 
fácilmente  con  él  y  produce  una  amalgama  Llan- 
ca, blanda,  brillante,  que  puede  cristalizar  cuan- 
do tiene  el  mercurio  en  exceso. — Sirve  por  lo  co- 
mún para  do^ar  el  cobre,  el  latón  y  también  la 
plata. 

Amalgama  de  plata..Está  formada  de 
ocho  partes  de  mercurio  y  de  una  parte  de  plata. 

Empleada  para  platear  el  cobre,  el  latón  y 
el  bronce. 

AHIAItf  BLUCE.  Especie  de  tegido  de  al- 
godón que  se  exporta  del  Levante  por  el  canal 
de  Alepo. 

AMAHíIA ,  Ammania.  Género  de  plantas  de 
iafamiliadelassalicarieas,  de  latetranclriamono- 
ginia  deLinneo.  Según  Roxburg,  una  de  sus  espe- 
cies, la  Amania  vejigatoria  ( Ammania  vesicato- 
ria, Roxb;),  es  usada  Como  vejigante  en  la  isla 
de  Cedan,  aplicada  en  los  dolores  reumáticos. 

AMAHÍ1TA,  Amanita.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  los  hongos  ,■  creado  por  Haller, 
y  que  pertenece  á  lacriptogamia  deLinneo.  Dase 
este  nombre  á  todas  las  especies  del  género  Agá- 
rico de  Linneo,  del  que  es  un  desmembramiento, 
que  están  provistas  de  una  volva. 

En  el  género  Amanita  se,  distinguen  muchos 
grupos,  que  debemos  indicar  en  razón  de  la 
grande  semejanza  que  hay  entre  las  especies  ve- 
nenosas y  las  que  son  comesti!  íes ,  y  los  peligros 
que  se  originan  de  confundir  las  unas  con  las 
otras. 

i .°  Especie  de  volva  incompleta  y  dé  pedí- 
culo sin  collar.  Casi  todas  son  sospechosas  ó  ve- 
nenosas, encuéntranse  en  Italia ,  país  en  donde 
los  hongos  son  abundantes  y  comidos  en  mucha 
cantidad. 

2.°  Especiede  volva  incompleta  y  depedículo 
provisto  de  un  collar,  en  general  teuidasporvene- 
nos  peligrosos.  A  esta  sección  pertenecen  la  Ama- 
nita áspera  (Amanita áspera,  Pers.),  la  Amanita 
de  Bauiiini  [Amanita  Bauhini,  Pers.)  y  la  Amanita 
muscaria  (Amanita  muscaria,  Pera.),  de  la  que  se 


AMA 

hablará  luego.  Esta  última  especie  se  parece  ala 
Amamta  carmesí  [Avuinita  aurantiaca,  Pers.), 
que  difiere  de  ella  por  uua  volva  completa  y  sin 
restos  de  película  en  el  sombrerillo.  En  esta  sec- 
ción se  encuentra  también  la  Amamta  solitaria 
(Amanita  solitaria)  que  se  come  en  algunas  co- 
marcas de  la  1 'rancia ,  y  dos  otras  especies  co- 
mestibles en  Toscana. 

3.°  Especie  de  volva  completa  y  de  pedícu- 
lo sin  collar.  Este  grupo  se  distingue  en  espe- 
cies que  tienen  el  sombrerillo  no  estriado  en  los 
bordes ,  y  entre  las  cuales  los  Toscanos  comen 
la  que  ellos  llaman  Lappajola ,  y  la  Amamta  en- 
camada (Amanita  incarnala,  Pers.),  aunque  en 
general  venenosas;  y  en  especies  que  tienen  el 
sombrerillo  estriado  en  los  bordes,  de  las  cuales 
en  Toscana  se  comen  todas  las  que  son  dé  color 
blanco  ó  grises,  y  se  desprecia  á  las  demás.  La 
única  de  este  último  grupo  que  se  come  en  Fran- 
cia es  laAsiANiTA  de  vainas  (Amanita  vagxnata), 
de  la  cual  hay  dos  variedades,  la  de  sombrerillo 
amarillo  naranjado,  \  la  de  sombrerillo  gris. 

4.°  Especie  de  volva  oo«pleta  y  de  pedícu- 
lo provisto  de  un  collas.  Tienen ,  como  las  de  la 
sección  precedente,  el  sombrerillo  no  estriado  ó 
estriado  en  los  bordes*  Entre  las  primeras ,  los 
toscanos  cuentan  algunas  especies  comestibles, 
pero  debe  procederse  con  cuidado ,  porque  en 
ellas  se  encuentran  la  Amamta  bulbosa  (Amani- 
ta bulbosa,  Pers.)  y  la  Amamta  vernal  (Ama- 
nita terna,  Pers.),  que  son  violentos  venenos  y 
causan  frecuentes  accidentes  ,  lo  que  las  ha 
hecho  designar  bajo  el  nombre  impropio  de  Hon- 
go Carmesí  cicuta,  amarillo,  verde  ó  blanco,  se- 
gún el  color  de  la  parle  superior  del  sombrerillo. 
(Véase,  para  el  tratamiento  de  estos  envenena- 
mientos ,  el  art.  Agárico.)  Las  especies  de  som- 
brerillo estriado  en  los  bordes  ofrecen  los  hon- 
gos mas  delicados  y  los  mas  sanos  ,  que  se  de- 
signan con  el  nombre  de  Carmesí ,  y  en  Italia 
bajo  el  de  Cocoli  ó  Vovoli.  Dislinguensetres  espe- 
cies ó  variedades  de  carmesí:  1.°  la  de  sombre- 
rillo rojo  y  de  hojitas ó  láminas  de  debajo  el  som- 
brerillo amarillo,  Amanita  carmesí,  llamada 
también  Carmesí  verdadero,  Dorada ,  Yema  de 
huevo,  etc.  (Amanita  aurantiaca  Pers.),  especie 
que  es  la  mas  buscada,  muy  abundante  en  los 
boques  del  mediodía  de  Francia  y  en  mu- 
chas partes  de  España,  que  se  come  "en  octubre 
y  se  hace  secar  como  alimento  de  invierno,  con- 
dimento ,  etc.;  2.°  la  de  sombrerillo  y  debo- 
jilas  amarillas,  Amanita  cesárea  (Amamta  ccesa- 
rea,  Pers.) ,  que  crece  en  Italia;  3.°  la  de  som- 
brerillo y  hojitas  blancas,  Amamta  ovoidea  (A- 
manita  ovoidea) ,  que  se  encuentra  en  algunos 
bosques  de  España  y  bastante  común  en  Fran- 
cia, en  donde  lleva  el  nombre  de  Hongo  blanco. 
Estas  tres  especies  ó  variedades  tienen  su  som- 
brerillo carnudo, muy  convexo,  desprovisto  por 
encima  de  restos  de  películas  escamosas ,  pro- 
cedentes de  la  volva,  de  bordes  estriados ,  que 
se  rollan  un  poco  hacia  abajo;  un  pedículo  grue- 
so provisto  de  un  ancho  collar ;  su  volva  com- 
pleta envuelve  la  planta  naciente ,  laque,  antes 


AMA  457 

de  su  ruptura,  se  parece  á  un  huevo,  y  en  este 
estado  las  o\ejas  la  comen  sin  inconveniente. 

Anianitaniuscaria,  Agárico  mos- 
queado,  Agárico  de  mosca,  falso 
carmesí  (Amanita  muscaria,  Pers.;  Agari- 
cus  muscarius,  L.).  Este  nombre  es  debido  á  que 
se  observan  en  la  parte  superior  del  sombrerillo 
de  este  hongo  un  poco  viscoso,  restos  blancos 
de  la  volva,  que  resaltan  contra  el  color  de  un 
hermoso  rojo  de  esta  parte ;  otros  piensan  que 
lo  debe  á  su  olor  fétido  que  mata  las  moscas. 

Este  hongo  pertenece,  como  acabamos  de  ver, 
á  la  segunda  sección  de  las  amanitas  :  encierra 
tres  variedades,  que  todas  se  reconocen  en  su 
volva  incompleta,  en  su  pedículo  lleno,  escamo- 
so, bulboso  ,  blanco,  pro\isto  de  un  collar;  en 
su  sombrerillo  rojo,  mosqueado  ó  gris,  ó  blanco, 
de  carne  amarilla,  de  hojitas  blancas;  el  color 
diferente  del  sombrerillo  distingue  lasvariedades. 

Esta  especie  peligrosa  no  es  sin  embargo 
mortal  á  cierta  dosis  j  puesto  que  Bulliard  dice 
haber  comido  de  ella  mas  de  dos  onzas  sin  acci- 
dentes ;  pero  con  todo  los  perros  y  los  galos  á 
los  cuales  se  ha  hecho  tragar,  á  mas  alta  dosis 
quizás ,  han  perecido  en  dos  ó  tres  horas. 

Los  pueblos  del  norte ,  cuyos  órganos  son  mas 
robustos  que  los  nuestros ,  comen  este  hongo  co- 
mo emborrachador ,  haciendo  de  él  el  mismo  uso 
3ue  los  Turcos  del  opio.  Tomado  en  corta  canti- 
ad,  procura  á  los  Camscadales,  los  Ostiacos,  etc. 
una  embriaguez  libre  de  los  inconvenientes  de  la 
que  causan  los  licores  alcohólicos,  que  les  com- 
place mucho  y  que  dura  doce  á  quince  horas.  Lo 
que  hay  de  notable  es  que  hasta  la  orina  de  aque- 
llos que  han  usado  de  este  hongo  pasa  á  ser  tam- 
bién emborrachadora,  y  que  estos  pueblos  la 
beben  para  embriagarse ,  propiedad  que  se  tras- 
mite, se  dice,  hasta  á  la  cuarta  ó  quinta  persona. 

Reinhardt  ha  empleado  la  tintura  de  este  hon- 
go como  un  poderoso  medio  curativo  contra  la 
tina  y  las  exfoliaciones  de  la  piel;  también  la  ha 
administrado  al  interior  con  buen  resultado  en  las 
toses  pertinaces ,  con  expectoración  mucosa  ó 
purulenta,  sola  ó  mezclada  con  el  carbón  en 
polvo,  á  la  dosis  de  30  á  40  gotas ,  cualro  veces 
al  dia,  en  una  tisana  apropiada.  El  Sr.  Reinhardt 
aconseja  emplear  solamente  la  base  del  pedículo 
recogida  á  la  entrada  del  otoño,  tiempo  en  que 
crece  este  hongo,  y  se  le  encuentra  por  desgra- 
cia en  gran  cantidad  en  los  bosques. 

El  Sr.  Potet  ha  recomendado ,  como  un  buen 
medio  de  curar  las  úlceras  cancerosas,  el  polvo 
de  este  hongo,  indicado  ya  por  Murray,  contra 
los  tumores  duros,  glandulosos,  las  fístulas, 
las  pústulas  córneas,  etc.,  desde  10  hasta  30 
granos,  tres  veces  al  dia,  ó  una  dracma ,  dos  ve- 
ces al  dia,  en  agua  ó  en  vinagre.  Si  este  poho 
causa  demasiado  dolor  en  las  úlceras,  es  preciso 
cesar  su  uso.  Obliénese  este  polvo  haciendo  se- 
car, al  sol  ó  al  horno,  los  hongos  corlados  á  ta- 
jadas y  ensartados;  se  pulverizan  después  y 
se  conservan  en  un  frasco  bien  cerrado  y  colo- 
cado en  un  lugar  seco. 

El  análisis  químico  del  agárico  mosqueado, 


158  AMA 

hecho  por  el  señor  Letellier ,  ha  descubierto  en 
el,  así  como  en  algunas  especies  vecinas,  una 
sustancia  particular  llamada  Amanitina  ( V.  esta 
palabra ) ,  y  en  la  cual  reside  el  principio  vene- 
noso de  este  hongo. 
Hirviendo  este  hongo  en  leche,  se  tiene  unli- 

3uido  que  mata  las  moscas,  lo  que  le  habrá  vali- 
o  el  nombre  de  Agárico  de  mosca. 

Aitf  ANITINÁ.  El  Sr.  Letellier  ha  propues- 
to este  nombre  para  el  principio  venenoso  de  los 
hongos  carmesíes  (Amanita),  género  de  agári- 
cos provistos  de  una  volva.  Ésta  materia,  cuya 
alcalinidad  es  todavía  incierta,  existe  combina- 
da con  el  fúngalo  de  potasa,  en  los  hongos.  A 
muy  corta  dosis,  es  un  veneno  narcótico  muy  po- 
deroso. 

l!lAl«l\«A.  Árbol  de  la  isla  de  Ceilan 
cuya  corteza  se  emplea,  mascada  y  tragando  la 
saliva,  contra  los  males  de  garganta,  con  feliz 
resultado,  segun  asegura  Knox. 

AMARAHÍTO ,  Amaiuntus.  Género  déla 
pentandria  triginia,  que  da  su  nombre  á  una  fa- 
milia natural,  las  Amarantáeeas.  Los  Amarantos 
son  plantas  herbáceas,  comunmente  anuas ,  bas- 
tante numerosas  y  esparcidas  en  todos  los  puntos 
del  globo ,  en  particular  en  las  regiones  calientes 
del  Asia:  cultívanse  en  los  jardines  de  recreo  por 
sus  flores ,  que  están  en  espigas  compuestas  ó  en 
racimos  en  el  ápice  de  los  ramos ,  y  también  por 
sus  hojas ,  que  son  de  un  verde  subido  que  en 
general  tira  al  rojo  ó  al  moreno. 

El  nombre  A  maranto  deriva  del  griego  y  sig- 
nifica inmarchitable;  y  de  aquí  los  poetas  hicie- 
ron de  la  flor  el  símbolo  de  la  inmortalidad.  Los 
nigrománticos  atribuían  grandes  virtudes  á  las 
coronas  hechas  con  esta  flor ,  entre  otras  la  de 
proporcionar  á  los  que  las  llevaban  el  favor  y  la 
gloria. 

En  ioiO,  Clemencia  Isaura  fundó  en  Tolosa  la 
Academia  de  los  juegos  florales,  y  entre  los  pre- 
mios que  se  adjudicaban  por  las  mas  escogidas 
poesías ,  se  concedía  por  la  mejor  oda  una  flor  de 
amaranto  de  oro. 

La  reina  Cristina  de  Suecia,  en  1653,  instituyó 
una  Orden  de  caballeros  del  Amaranto,  cuvo  dis- 
tintivo es  una  cinta  de  color  de  fuego  de  la  que 
pende  una  medalla  en  la  que  hay  dos  A  A  entrela- 
zadas y  una  flor  de  amaranto  con  la  divisa :  sem- 
ver  idcm,  siempre  el  mismo.  A  los  caballeros  se 
les  hacia  prestar  juramento,  si  eran  casados  ,  de 
no  pasar  á  segundas  nupcias  en  caso  de  enviudar; 
y  si  ertin  solteros,  de  nunca  casarse. 

La  hermosura  de  los  amarantos  es  sombría  y 
severa,  y  por  esto  los  antiguos  los  consagraban  á 
los  muertos ,  plantándolos  al  rededor  de  los  se- 
pulcros, y  llevaban  sus  flores  en  señal  de  luto. 

Amaranto  Bledo  (  Amarantus  Blitum, 
L.).  De  tallo  ramoso,  tendido  en  la  base,  difuso; 
hojas  pecioladas,  aovadas,  escotadas  en  el  ápice; 
las  flores  axilares  en  figura  de  cabezuela,  y  las 
terminales  en  espigas  cortas.  Las  hojas  de  esta 
especie  se  comen,  en  Gascuña,  cocidas  en  el 
agua,  á  la  manera  de  la  espinaca:  en  la  India 
sirven  del  mismo  modo  las  del  Amaranto  pe  hor- 


AMA 

taliza  {Amarantus  oleraceus,  L.),  así  como  las 
del  Amaranto  harinoso  ( A  marantus  farinaceus, 
Roxb. ) ,  y  de  muchos  otros ,  tales  como  el  Ama- 
ranto del  Ganges  [Amarantus  gangeticus,  L. )  y  el 
Amaranto  espinoso  [Amarantus spinosus  L.),étc. 

Amaranto  de  cola,  Moco  de  pavo 
(Amarantus  caudatus,  L. ).  Fstía  especie,  origi- 
naria del  Perú ,  es  cultivada  ere  los  jardines  en 
razón  de  sus  flores  de  color  carmesí-,  dispuestas 
en  racimos  cilindricos  pendientes,  de  donde  se 
le  ha  dado  el  nombre  de  Azotes  cíe  monja.  Vive 
en  todas  partes-,  y  florece  desde  junio  á  setiembre.-, 
su  tallo  es  de  dos  á  tres  pies ,  y  sus  hojas  son  ao- 
vadas, prolongadas  y  rojizas. 

Esta  planta  es  considerada  como  astringente  y 
vulneraria :  el  cocimiento  de  sus  flores  se  admi- 
nistraba en  los  esputos  de  sangre  y  las  diversas 
hemorragias,  creyéndola  tan  enérgica  que  se  re- 
comendaba no  tomarla  durante  eP  curso  de  las  re- 
glas; su  semilla  ha  sido  indicada  en  las  diarreas. 

Amaranto  tricolor ,  Papagayo 
{Amarantus  tricolor,  L.).  Bastante  alto,  de  hojas 
grandes,  entre  lanceoladas  y  aovadas,  manchadas 
de  amarillo,  de  verde  y  de  rojo;  flores  verdes  y 
laterales.  Florece  también  desde  junio  á  se- 
tiembre. 

AHIARIMS ,  Amaryllis.  Género  de  la 
familia  de  las  narcíseas,  de  la  hexandria  mono- 
ginia  de  Linneo ,  que  comprende  sesenta  v  tres 
especies ,  procedentes  la  mayor  parte  de  la  In- 
dia, de  la  América  meridional  o  del  Cabo  de 
Buena  Esperanza.  Muchas  de  erlas  son  cultivadas 
en  los  jardines  de  los  aficionados,  quienes  bus- 
can estas  plantas  por  la  hermosura  y  el  agrada- 
ble olor  de  sus  flores.  Todas  se  distinguen  por 
tener  la  raíz  (fue  lleva  bulbos,  por  sus  largas  ho- 
jas que  parten  de  ésta,  lanceoladas,  gruesas,  lo 
mas  frecuente  acanaladas ,  y  todas  tienen  las  flo- 
res en  la  extremidad  de  los-  escapos,  desprovis- 
tas de  todo  apéndice. 

Amarilis  Bollad  ama,  Amarilis 
de  flores  rosas ,  Belladama  de  oto- 
ño (Amaryllis  Belíadonna-,  L. ).  Especie  de  la 
América  meridional ,  cultivada  en  los  jardines. 
De  bulbo  muy  grueso ;  el  escapo  se  eleva  á  dos 
pies  v  termina  por  muchas  flores  de  un  bla  neo 
rosado,  grandes  y  olorosas T  que  se  abren  hacía- 
la fin  del  verano;  las  hojas>  que  aparecen  mucho 
tiempo  después  que  se  han  pasado  las  flores,  soir 
de  forma  de  correa,  acanaladas ,  muy  lampiñas 
y  mas  cortas  que  el  escapo- 

Amarilis  dística  {Amaryllis  distiohor 
L.;  fíoemanthus  toxicarius ,  Ait, ).  Esta  planta 
crece  en  el  Cabo  de  Buena  Esperanza ,  en  donde 
lleva  el  nombre  de  Veneno  rabioso,  porque  sus 
hojas  son  un  veneno  violento  para  las  reses  va- 
cunas ,  que  les  gustan  mucho.  Los  Uotentotes 
mojan  el  hierro  de  sus  flechas  en  el  zumo  del  bu  li- 
bo de  esta  planta,  y  los  animares  heridos  con  ellas 
hacen  violentos  esfuerzos  de  vómito,  y  mueren  al 
dia  siguiente,  sin  que  esto  impida  que  su  carne 
sea  buena  para  comer .-  cortando  este  bulbo  de 
parle  á  parte,  el  zumo  que  de  él  cuela  se  con- 
creta en  una  especie  de  goma. 


ÁLM 
Amarilis  «le  flor  amarilla ,   Azu- 

eena  amarilla  (A maryllis  lútea,  L.).  Cre- 
ce en  Europa  en  los  lugares  meridionales,  y  se 
la  cultiva  también  en  los  jardines.  De  lloresama- 
rillas  y  solitarias,  A  veces  se  le  da  el  nombre 
de  Falso  azafrán,  en  razón  del  color  amarillo 
«le  su  flor  y  Je  la  pequeña  estatura  de  la  planta, 
(jue  florece  en  otoño,  como  el  azafrán  oriental; 
el  nombre  de  Vendimiadora,  con  que  por  lo  co- 
mún se  la  conoce,  procede  de  florecer  en  el  tiem- 
po de  la  vendimia. 

Amarilis  hermosísima,  Flor  de 
liis  ó  Encomienda  de  Santiago 
A  maryUis  formosisima,  L. ) .  De  la  América  aus- 
tral ,  y  nos  fué  traída  en  España  por  primera  vez 
en  1593:  es  el  símbolo  de  la  arrogancia,  de  la 
ufanía  y  de  la  vanidad.  Esta  especie  tiene  un  es- 
capo con  una  flor ,  de  un  pié  de  alto ;  un  tegu- 
mento floral  de  dos  labios ,  inclinado ,  de  un  rojo 
púrpura  oscuro  y  aterciopelado;  los  lóbulos  re- 

[)resenlan  las  espadas  rojas  bordadas  sobre  los 
íábilos  de  los  caballeros  de  Santiago  de  Calalra- 
va ;  las  hojas  son  planas ,  casi  lineares. 

Amarilis  de  la  reina  (Amaryllis  re- 
Qinw,  L.).  Originaria  de  Megico  y  cultivada  en 
los  jardines:  es  muy  peqneña.  Bulbo  de  color  verr 
decino;  escapo  de  veinte  pulgadas;  flores  en  for- 
ma de  campana,  grandes,  divergentes  y  de  her- 
moso color  rojo  puazo. 

Amarilis  sarnfense,  Lirio  de 
Cruéntese?'  (Amaryllis  samiensis,  L.).  Es- 
pecie del  Japón ,  naturalizada  en  la  isla  de  Guer- 
nesey,  y  cultivada  en  los  jardines.  De  hojas  pla- 
nas, bastante  largas;  umbela  de  ocho  á  diez  flo- 
res de  un  rojo  c«reza.  Según  Thunberg,  los 
bulbos  de  esta  planta  son  venenosos. 

AMATISTA.  Piedra  preciosa  de  la  que  se 
conocen  dos  especies  muy  diferentes  entre  si  por 
la  calidad  y  por  el  precio. 

La  Amatista  llamada  oriental  es  una  piedra 
preciosa  de  color  de  violeta  el  mas  puro  y  el  mas 
perfecto,  de  una  hermosura  y  de  una  brillantez 
extraordinarias ;  se  ha  dicho  ser  tan  dura  como 
el  záfiro  ó  rubi  oriental,  al  que  corresponde  por 
su  forma  y  su  peso  específico  (V.  záfiro) ,  dife- 
renciándose tan  solo  de  él  por  el  color.  Se  la  en- 
cuentra en  la  India,  en  la  Persia,  en  el  reino  de 
Siam  y  en  otras  comarcas;  pero  siempre  es  ex- 
tremadamente rara :  la  de  la  India,  según  Plinio, 
es  lamas  perfecta.  El  Sr.  Mavve,  que  ha  escrito 
sobre  las  piedras  preciosas ,  observa  que  raras 
veces  ha  visto  ninguna  amatista  expuesta  en  ven- 
ta que  no  ofreciese  defectos  de  color  y  que  no 
fuese  muy  pequeña. 

La  amatista  llamada  occidental  no  es  otra  cosa 
que  un  cristal  de  cuarzo  colorado.  Cuando  es  per- 
fecta, su  color  es  el  de  una  uva  violeta  ó  púrpu- 
ra ;  pero  no  es  raro  que  este  tinte  se  limite  á  una 
parte  solamente  de  la  piedra ,  y  que  el  resto  sea 
casi  absolutamente  incoloro.  Cuando  esta  piedra 
goza  de  un  tinte  rico ,  limpio  y  uniforme,  es  con- 
siderada como  una  piedra  preciosa  de  esquisila 
belleza;  y  como  se  presenta  en  grandes  volúme- 
nes,  conviene  perfectamente  para  toda  especie 


AMA  1,'iO 

i  de  adornos.  Con  respecto  á  su  pesadez  especifica 
y  á  su  dureza,  no  es  comparable  con  la  amatista 
oriental ,  siéndole  también  muy  inferior  por  su 
belleza  y  su  brillo ;  y  no  obstante  vese  muy  á 
menudo  á  la  amatista  común  ofrecida  en  la  ven- 
ta como  piedra  preciosa  oriental.  El  Urasil.  la 
Siberia  y  la  isla  de  Cevjan  producen  muy  her- 
mosas amatistas:  encuéntranse  en  cantos" roda- 
dos en  el  terreno  de  aluvión ,  y  en  forma  de  her- 
mosos cristales  en  las  hendiduras  de  las  rocas. 
De  la  primera  de  estas  localidades,  hansc  impor- 
tado recientemente  estas  amatistas  en  tan  gran  nú- 
mero que  su  valor  venal  ha  sido  considerablemen- 
te disminuido;  pero  como,  con  el  granate,  es  la 
única  piedra  de  color  llevada  con  vestidos  de  lu- 
lo, conserva  cuando  es  perfecta  un  lugar  distin- 
guido entre  las  piedras  preciosas.  El  precio  ac- 
tual de  estas  piedras  en  Inglaterra,  en  el  estado 
bruto,  cuando  son  de  color  claro,  es  de  unos  loo 
rs.  vn.  la  libra,  y  las  de  mejor  calidad  se  venden 
de  45  á  60  rs.  vn.  la  onza.  Hace  diez  ó  doce  años 
que  se  las  pagaba  á  lo  menos  tres  veces  mas  ca- 
ras. Las  amatistas  propias  para  collares  de  seño- 
ras y  para  sellos  cuestan  de  200  á  300  rs.  vn.  la 
pieza. 

El  color  violeta  domina  en  las  amatistas,  pero 
su  intensidad  es  muy  variable,  )  lo  es  hasta  en  el 
mismo  pedazo,  en  ¿1  mismo  cristal.  Muchas  ve- 
ces la  mayor  parte  de  este  cristal  es  limpio  inco- 
loro, y  su  pirámide  es  violácea;  en  olrasel  color 
forma  solamente  especies  de  nubes,  de  manchas, 
y  el  lapidario  entonces  se  vé  obligado  á  no  hacer 
uso  sino  de  la  porción  colorada,  siendo  ésta  la 
razón  porque  las  bellas  amatistas  son  tan  caras. 

Este  es  de  todos  los  cristales  de  roca  colorados 
el  que  adquiere  mas  alto  precio  cuando  es  de  un 
belfo  collor  violeta,  sin  manchas,  sin  desi- 
gualdades ;  precio  que  procede  también  de  no 
haber  otras  piedras  duras  sino  el  cuarzo  y  el  co- 
rindón (amatista  oriental)  que  tengan  este  color, 
sin  embargo  la  amatista  oriental  es  extrema- 
mente rara. 

Cuando  la  amatista  se  encuentra  en  masas  al- 
go voluminosas,  se  reconoce  por  la  poca  igual- 
dad del  color,  la  variedad  déla  textura,  las 
manchas  y  las  fisuras,  que  estas  masas  son  agre- 
gaciones de  muchos  cristales  amontonadas  sin 
orden :  en  este  estado ,  la  masa  no  es  trasparen- 
te ,  pero  sirve  para  hacer  cajas,  vasos,  coluni- 
tas,  que  nunca  podrían  obtenerse  del  misni)  vo- 
lumen con  un  solo  cristal ;  y  esta  es  la  razón 
porque  estos  obietos  trabajados  ofrecen  una 
grande  desigualdad  de  matices,  desde  el  rosa 
violado  hasta  el  violeta  oscuro  y  aun  rojizo. 

Las  amatistas  que  tienen  precio ,  y  que  se  mon- 
tan en  collares,  en  sortijas,  etc.  son  comun- 
mente cortadas  en  un  cristal,  siendo  este  el  esta- 
do como  generalmente  se  encuentra  la  amatista; 
recójense  también  de  bastante  hermosas  que 
han  sido  redondeados  por  el  movimiento  de  las 
aguas. 

Las  mas  bellas  amatistas  se  encuentran  prin- 
cipalmente en  las  montañas  que  encierran  minas 
de  metales;  de  este  número  son  las  que  se  cor- 


160  AMA 

tan  en  Barcelona,  y  que  se  encuentran  en  las 
montañas  de  Murcia  y  en  Monseny  en  Cataluña, 
en  particular  estas  últimas  que  pueden  conside- 
rarse como  las  de  mejor  calidad.  Entre  las  de 
Obestein,  las  hay  también  de  limpias,  y  de  un 
hermoso  color;  pero  las  de  calidad  interior  son 
allí  muy  abundantes ,  y  como  se  cortan  á  bajo 
precio,  de  ahí  es  que  se  expiden  esa  multitud  de 
piedras  violetas  nías  ó  menos  trasparentes  que 
se  montan  en  sellos,  en  llaves  de  relojes,  y 
esos  granos  redondeados  de  un  blanco  violáceo 
mas  bien  traslúcidos  que  trasparentes  ,  con  los 
cuales  se  hacen  collares  de  poco  valor. 

En  el  condado  de  Glatz,  en  Siberia,  hay  ama- 
tistas de  un  rojo  amarillento,  que  á  veces  tiran 
á  verdoso :  en  el  país  se  les  da  el  nombre  de 
Crisólitos. 

Los  antiguos  sacaban  las  amatistas  sobre  las 
cuales  ejecutaban  grabados ,  del  Egipto,  de  la 
Arabia-Pétrea  y  de  la  Armenia. 

En  cuanto  á  la  amatista  llamada  oriental,  no 
es  un  cuarzo ,  sino  un  Corindón  hialino  violeta. 
Esta  piedra  es,  como  lo  hemos  dicho  mas  arriba, 
excesivamente  rara ,  y  se  encuentran  muchos 
mas  bellos  záfiros  y  bellos  topacios  entre  los  co- 
rindones que  hermosas  amatistas  de  un  tono 
violeta  bien  puro ,  de  un  matiz  bien  igual  y  de 
un  buen  volumen  ;  pero  los  pequeños  corindones 
violetas  y  violáceos  son  bastante  comunes.  ¿Por- 
qué pues  el  precio  de  la  mas  bella  amatista  oriental 
no  iguala  jamás  al  delzáíiroy  del  topacio,^  pesar 
de  su  rareza?  Esto  sin  duda  es  porque  hay  tan  her- 
mosos pedazos,  de  amatista  occidental  ( cuarzo  hia- 
lino violeta) ,  y  porque  entre  ellos  se  encuentran 
algunos  que  tienen  tanto  lustre  y  matices  tan  agra- 
dables, que  las  personas  acostumbradas  á  llevar 
estas  piedras ,  tales  como  los  arzobispos ,  los 
obispos,  etc.,  se  contentan  con  la  amatista 
vulgar. 

Para  no  ser  engañada  en  la  compra  de  una 
amatista  que  se  ofrece  como  oriental ,  es  decir 
como  corindón,  la  mejor  prueba  que  pueda  ha- 
cerse es  la  de  su  dureza  y  de  su  peso ;  este  úl- 
timo  carácter  sobre  todo  es  manifiesto.  El  cristal 
de  roca  amatista  (cuarzo  hialino  violeta)  no  pesa 
sino  cerca  de  2 ,  7  (tomando  el  agua  por-  uni- 
dad) ,  en  vez  que  el  coridon  amatista  pesa  mas 
de  4. 

Las  amatistas,  susceptibles  de  un  hermoso  puli- 
mento, son  con  frecuencia  empleadas  en  la  jo^- 
yería,  porque,  después  de  la  esmeralda,  son  las 
piedras  que  mas  recrean  la  vjsta.  Las  matronas 
romanas  preferían  la  amatista  á  toda  otra  pie- 
dra preciosa;  en  el  pectoral  del  suino  sacerdote 
de  los  judíos  ocupaba  el  noveno  lugar ;  nuestros 
prelados  la  llevan  casi  siempre  en  el  anillo 
pastoral ,  y  de  ahí  el  nombre  de  Piedra  de  los 
obispos  con  que  es  conocida. 

Los  antiguos  la  empleaban  haciendo  en  ella 
ricos  grabados:  creían  que  era  absorvente  y  tam- 
bién que  tenia  la  propiedad  de  preservar  de  la 
embriaguez ,  llevándola  encima  como  amuleto  y 
que  podían  beber  sin  taza  en  vasos  de  amatista. 

AMAjTISTISAyAMETHYSTF.A,  Género  déla 


AMB 

diandria  monoginia  de  Linneo  y  de  la  familia  de 
las  labiadas,  que  cuenta  una  sola  especie. 

Amatistea  cerúlea  (Amethystea  cmrulea 
L  ) .  Planta  anua ,  originaria  de  la  Siberia  y  cul- 
tivada en  los  jardines.  De  tallo  de  unas  diez  y 
ocho  pulgadas  de  alto ;  ramos  cuadranglares"; 
hojas  opuestas,  pecioladas  y  lampiñas,  las  de 
abajo  simples,  las  superiores  trilobadas,  y  otras 
dentadas ;  flores  en  corimbos  terminales,  de  tres 
en  tres ,  de  un  hermoso  color  azul  de  amastista, 
y  ligeramente  olorosas. 

La  amatistea  es  una  planta  agradable  y  que 
adorna  mucho  los  jardines. 

ÁMBAR  GRIS.  Sustancia  grasa ,  aro- 
mática, muy  buscada,  mas  usada  como  perfume 
que  como  medicamento ,  y  que  hasta  parece  ha- 
ber sido  desconocida  de  Ja  mayor  parle  de  los 
médicos  de  la  antigüedad. 

Considerado  sucesivamente  como  un  betún, 
una  especie  de  alcanfor,  una  goma  vegetal ,  un 
hongo  sub-marino,  una  mezcla  de  cera  y  de  miel 
alteradas,  un  producto  excrementicio  de  los  co- 
codrilos ó  de  ciertas  aves,  etc.,  el  ámbar  es 
generalmente  mirado ,  hoy  dia,  según  Swediaur, 
como  procedente  de  ciertos  cachalotes,  en  parti- 
cular del Phys'ter  macrocephalus,  Shaw.,  el  mis- 
mo que  produce  la  esperma  de  ballena. 

El  ámbar  gris  parece  no  ser  otra  cosa  que  los 
excrementos  endurecidos  y  alterados  de  éste  ce- 
táceo, una  especie  de  bezoar,  según  la  feliz 
comparación  cíe  Carlos  de  Lécluse,  el  primero 
que  tuvo  ideas  exactas  sobre  su  origen.  Sin  em- 
bargo ,  ha  habido  autor  que  se  ha  esforzado  en 
probar  que  el  ámbar  resulta  de  la  descomposi- 
ción lenta  de  ciertos  pulpos  almizclados ,  y  pue- 
de ser  formado  accidentalmente ,  opinión  ya 
emitida  por  Bomé  de  Lila  y  que  refuta  perento- 
riamente el  Sr.  Guibourt.  Los  Sres.  Pelletier  y 
Cavenlou  han  creído  también,  según  los  resul- 
tados de  su  análisis,  poder  considerarlo  como 
una  especie  de  concreción  biliar;  por  último, 
los  Sres.  Chevallier  y  Lassaigne  han  establecido 
que  los  excrementos  de  pescados  muy  diferentes 
Contienen  una  materia  nacarada  análoga  á  la 
amb reina,  etc. 

Como  quiera  que  sea,  el  ámbar  gris  es  consi- 
derado Gomo  una  sustancia  animal ,  á  causa  de 
su  olor  urinoso  cuando  es  recientemente  echado 
á  la  playa  del  mar,  y  de  ja  avidez  con  que  lo  bus- 
can las  aves  marítimas  que  no  viven  sino  de  peces. 

El  ámbar  gris  se  encuentra,  pues,  en  los  intes- 
tinos del  cachalote ,  y  también  en  pedazos  flotan- 
tes en  las  aguas  de  muchos  puntos  del  Océano, 
y  mas  comunmente  en  las  costas  de  la  India,  del 
Japón,  de  la  China,  de  Madagascar ,  de  las  Mo- 
lucas,  de  la  América  meridional,  etc.  En  el  mo- 
mento que  sale  de  los  intestinos  del  cachalote,  es 
blando ,  presenta  el  olor  y  el  color  de  los  excre- 
mentos ;  el  que  se  recoje  flotante  en  ej  mar  ó  ar- 
rojado en  las  costas ,  está  en  bolas  mas  ó  menos 
voluminosas,  á  menudo  formadas  de  capas  con- 
céntricas, y  á  veces  en  masas  enormes ,  de  color 
gris  negruzco  vetado  de  blanco  amarillento ,  y 
de  consistencia  de  cera. 


ÁMB 

El  ámbar  gris  se  presenta  en  masas  irregulares 
redondeadas,  opacas,  ligeras,  formadas  por  la 
superposición  de  capas  de  matiz  a  veces  diferen- 
te, y  estas  masas  están  cubiertas  de  una  espe- 
cie de  costra  de  color  gris,  que  tira  a  moreno  y 
á  veces  á  negro;  su  peso  varia  de  2  á  4  libras, 
con  frecuencia  es  mucho  mas  considerable ;  su 
fractura  es  fácil,  laminosa,  y  se  asemeja  á  la  de 
la  cera ;  su  color  interior  es  muy  variable ,  y 
debe  preferirse  el  ámbar  que  es  gris,  ceniciento, 
señalado  con  puntos  blancos ,  amarillos  y  ne- 
gruzcos ;  su  olor  es  suave  y  penetrante ,  menos 
sin  embargo  en  el  estado  bruto  que  cuando  ha 
sido  preparado ;  su  sabor  es  casi  insípido ;  al  ca- 
lor se  reblandece  y  se  licúa  como  la  cera;  arde 
con  una  llama  viva,  v  se  volatiliza  casi  entera- 
mente cuando  se  le  ecna  en  una  plancha  de  me- 
tal enrojecida  al  fuego;  el  éter  y  los  aceites  vo- 
látiles lo  disuelven  casi  en  totalidad ;  el  alco- 
hol calentado  lo  disuelve  también ,  pero  en  frió 
tiene  poca  acción  sobre  él. 

Esta  sustancia  es  con  frecuencia  sofisticada 
en  razón  de  su  alto  precio :  no  es  raro  encontrar 
en  ella  restos  de  jibia  y  de  otros  moluscos  que 
sirven  de  alimento  al  cachalote,  y  también  cera, 
fécula,  estoraque,  benjui  y  varias  resinas.  Para 
reconocer  su  pureza ,  se  penetrará  el  ámbar  con 
una  aguja  metálica  enrojecida  al  fuego:  ésta  debe 
sacarse  limpia  sin  que  quede  en  ella  ningún  ves- 
tigio de  aquel ,  y  por  la  abertura  que  ha  hecho 
debe  exudar  un  líquido  de  olor  agradable.  Pero 
uno  de  los  mejores  medios  para  reconocer  el 
fraude,  es  poner  algunos  granos  de  ámbar  sobre 
una  plancha  metálica  enrojecida  al  fuego:  si  lieue 
cualquier  cuerpo  heterogéneo  mezclado,  se 
descubrirá  por  el  humo,  ó  bien  se  verá  que 
es  puro  por  las  pocas  cenizas  que  dejará.  El 
ámbar  mas  estimado  es  el  de  Sumatra  y  de  Ma- 
dagascar :  el  mejor  debe  ser  ceniciento  ó  gris, 
limpio ,  oloroso  y  ligero. 

El  Sr.  Bouillon-Lagrange  ha  encontrado  al 
ámbar  compuesto  de  adipocira,  que  ha  pasado 
después  como  un  principio  particular  (Ambreina  , 
de  resina,  de  ácido  benzoico  y  de  carbón.  Según 
Berzélius ,  se  compone  de  ambreina ,  de  un  ex- 
tracto alcohólico  que  enrojece  el  tornasol  y  de 
sabor  dulcisco,  de  un  extracto  acuoso  con  ácido 
benzoico  y  de  cloruro  sódico. 

El  ámbar  gris  lo  recibimos  de  Genova  ó  de 
Marsella ,  en  donde  los  comerciantes  se  lo  pro- 
curan de  las  Indias  y  del  Levante,  en  cantidad  de 
unas  8  á  1 2  libras  el  año ,  y  su  precio  es  de  60  á 
<60  rs.  vn.  la  onza,  según  su  calidad  y  su  grado 
de  pureza. 

Los  Orientales  usan  mucho  del  ámbar  como  de 
un  afrodisíaco ,  y  hasta  creen  que  prolonga  la 
existencia.  Es  mas  cierto  que  fortifique  y  reani- 
me el  espíritu;  las  mugeres  histéricas  no  pueden 
resistir  su  olor.  Sirve  también  como  perfume  :  la 
mas  olorosa  de  sus  preparaciones  es  su  disolu- 
ción en  el  alcohol ,  y ,  según  Berzélius ,  debe  em- 
plearse bajo  esta  forma.  En  medicina  es  emplea- 
do como  fortificante ,  útil  en  las  afecciones  del 
corazón,  en  la  epilepsia,  en  la  hipocondría,  etc., 
21 


AMB  <6l 

á  la  dosis  de  I,  4,  8  y  hasta  20  granos  ó  mas,  por 
dia ,  administrado  de  diversos  modos,  sobre  todo 
en  forma  de  tintura  olcohólica  ó  eterada;  además 
entraba  antiguamente  en  muchas  composiciones 
farmacéuticas. 

Ámbar  gris  zorrero.  liase  dado  este 
nombre  por  los  habitantes  de  los  Paramos  Aquitá- 
micos  á  los  trozos  de  ámbar  blanquecino  que  se 
encuentran  en  las  pía  jas  del  mar,  en  donde  han 
sido  depositados  por  las  zorras.  Se  pretende  que 
estos  animales  son  muy  aficionados  al  ámbar  gris, 
que  van  á  buscarlo  á  las  costas,  se  lo  comen  y  lo 
deponen  casi  de  la  misma  suerte  que  lo  han  traga- 
do. El  ámbar  gris  zorrero  es  muy  oloroso  y  em- 
pleado en  perfumería. 

AMBARE.  Nombre  indio  de  un  fruto  del 
volumen  de  una  nuez ,  verde  y  ácido  antes  de  su 
madurez ,  amarillo  y  de  un  gusto  agradable  cuan- 
do maduro,  cubierto  de  una  corteza  cartilagino- 
sa ;  fruto  que  se  come  con  las  carnes ,  como  con- 
dimento, de  la  manera  que  en  Europa  usamos  el 
agraz,  el  limón,  etc.,  y  también  se  confita  como 
los  Achares 

AiUBASIDE ,  Ambassis.  Género  de  peces 
que  Cuvier  coloca  entre  los  percoides  de  siete 
radios  branquiales  y  dos  dorsales.  Las  once  es- 
pecies que  actualmente  se  conocen  de  este  gé- 
nero habitan  todas  en  las  Indias,  en  muy  grande 
abundancia  en  las  balsas  y  estanques. 

Anibaside  deCommerson  (Ambassis 
Commersonis).  Esta  es  la  especie  tipo  y  la  mas 
notable :  crece  hasta  unas  siete  pulgadas  de  lon- 
gitud; su  dorso  es  verde  parduzco,  á  veces  pun- 
teado de  negro;  los  operados  relucen  con  el  bri- 
llo de  la  plata,  y  se  vé  una  faja  del  mismo  color 
en  cada  uno  de  los  costados  desde  la  abertura  de 
los  oídoshastalacola. 

En  la  costa  de  Malabar  se  le  llama  Mulle  Clac- 
dum ;  en  la  embocadura  del  rio  Ariau  Cupany  en 
Pondicheri ,  en  donde  se  pesca  en  abundancia  y 
hasta  lo  comen  los  enfermos ,  recibe  el  nombré 
de  Selitan ;  en  la  isla  de  Borbon ,  en  donde  abun- 
da particularmente  en  el  estanque  Dugo),  es  muy 
estimado  y  se  le  aprecia  por  su  excelente  gusto, 
conservándolo  también  en  salmuera  á  la  manera 
de  las  anchoas. 

AUIBEIiA.  Nombre  árabe  de  un  árbol,  Ha- 
llamado  Chávame  i  por  los  Indios,  que  crece  en 
Persia  y  en  Arabia,  del  que  se  distinguen  dos  es- 
pecies ó  variedades  i  se  come  el  fruto  de  la  pri- 
mera, que  es  agrillo,  con  sal,  ó  confitado;  la 
otra  tiene  el  fruto  mas  grueso  que  el  peral ;  el 
cocimiento  de  su  leño  con  sándalo  sirve  á  los  In- 
dios contra  la  calentura.  La  raíz  de  ambas  varie- 
dades da  un  zumo  blanco  purgante ,  que  se  ad- 
ministra á  la  dosis  de  una  dracma;  se  detiene  el 
efecto  demasiado  evacuante  de  este  zumo  con  el 
cocimiento  de  arroz  acedo. 

AMIIEIjAIYIO ,  Avbki.vnia.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  apocíneas,  de  la  pen- 
tandria  monoginia  de  Linneo ,  cuya  única  espe- 
cie es  el  Ambelanio  ácido  [Ambelania  actda, 
Aubl.;  Willughbeia  acida,  W.) ,  que  crece  en  Ca- 
yena y  en  Guiana.  Se  eleva  á  cerca  de  diez  pies; 
tomo  i. 


\H  AMR 

sus  ramos  son  nudosos  y  blanquecinos;  sus  hojas 
alternas,  opuestas,  oblongas,  consistentes  y  ver- 
des ;  fruto  de  color  amarillo  de  limón ,  arrugado 
ó  cargado  de  verrugas.  Este  fruto,  aunque  le- 
choso, es  bueno  para  comer :  después  de  haberlo 
despojado  de  su  piel  exterior,  se  remoja  por  algún 
tiempo  en  el  agua,  y  así  preparado  tiene  un  gus- 
to ácido  y  agradable ,  aunque  viscoso :  se  le  con- 
fita, y  la  confitura  de  los  frutos  despojados  déla 
piel  es  un  poco  acida  y  refrescante,  y  la  de  los 
frutos  no  despojados  es  ligeramente  purgante. 
Los  criollos  dan  á  este  fruto  el  nombre  de  Quien- 
biendent,  porque  se  pega  á  los  dientes  por  su 
viscosidad ,  y  así  es  que  se  le  prefiere  confita- 
do. 

AMBETUWAY.  Planta  de  Guinea,  cu- 
yas hojas,  semejantes  á  las  del  olmo.,  son  usadas 
en  este  país ,  después  de  hervidas,  para  volver 
el  apetito  á  los  enfermos. 

A1IBIA.  Según  Lemery ,  es  un  betún  líqui- 
do ,  amarillo ,  cuvo  olor  se  asemeja  al  de  la  taca- 
maca, y  que  cuela  de  una  fuente  de  las  Indias 
situada  junto  al  mar.  Atribuyele  las  propiedades 
de  la  goma  caraua  y  de  la  tacamaca. 

AMBOA.  Árbol  de  las  Indias  Orientales  que 
tiene  la  forma  del  níspero ,  y  cuyo  fruto ,  delica- 
do y  sabroso,  se  parece  á  una  ciruela  blanca; 
su  cuesco  es  del  volumen  de  una  avellana,  y,  se 
dice ,  que  hace  volver  el  juicio  por  poco  que  se 
coma  de  él. 

A!H  BlOt 'TOA.  Yerba  de  Madagascar  pare- 
cida á  la  linaria ,  de  un  sabor  un  poco  amargo  y 
austero,  de  la  cual  los  naturales  se  sirven  co- 
mo masticatorio  para  ennegrecerse  los  dientes  y 
conseguir  tener  el  aliento  agradable. 

AMBROSIA,  Ambrosia.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  corimbíleras  y  de  la  mo- 
noecia  pentandria  de  Linneo ,  que  contiene  cinco 
ó  seis  especies,  que  son  yerbas  ó  arbustos  de  ho- 
jas alternas  ú  opuestas,  muchas  veces  recortadas, 
todas  ellas  indígenas  de  América ,  excepto  una 
que  crece  en  los  países  meridionales  de  Europa 
en  las  playas  del  mar. 

Ambrosia  marítima  í  Ambrosia  ma- 
rítima ,  L. ) .  Yerba  de  la  altura  de  un  pié  y  me- 
dio, de  raíz  fibrosa,  de  hojas  muy  escotadas, 
blanquecinas  y  sedosas;  todas  sus  partes  tienen 
un  olor  suave  agradable ,  y  su  sabor  es  amargo 
aromático.  Esta  planta  es  tónica  y  antiespasmódi- 
ca;  se  usa  en  infuso  teiforme. 

La  Ambrosia  con  hoja  de  Artemisa  [Ambro- 
sia artemisicefolia,  L.),  en  las  Antillas  es  em- 
pleada como  febrífuga,  contra  la  gota,  la  leucor- 
rea, las  lombrices,  á  la  dosis,  en  polvo  de  30 
granos,  y,  en  infuso,  de  una  onza,  y  su  extracto  á 
la  de  dos  dracmas.  Los  vapores  del  cocimiento 
déla  Ambrosia  muy  peluda  [Ambrosia  villosis- 
sima,  Forsk. ) ,  en  Egipto,  se  emplean  contra  los 
dolores  de  ojos. 

AMBUÉIA,  Ambulia.  Este  género,  crea- 
do por  Lamarck  con  la  planta  llamada  por  Ré- 
dio Manga-Nari,  es,  según  Jussieu,  congénera 
del  género  Lindernia ,  y  de  consiguiente  forma 
parte  de  la  familia  de  las  escrofularieas. 


AMI 

La  Ambulia  aromática  ,  Ambulia  aromática, 
Lam. )  crece  en  Malabar;  su  olor  es  suave  y  par- 
ticipa un  poco  del  de  la  pimienta :  su  semilla  es 
amarga.  El  cocimiento  de  esta  planta  anua  se  da 
contra  la  calentura,  etc. 

AME  A.  Planta  de  Guinea  que,  secada,  re- 
ducida á  polvo  y  tomada  por  la  nariz,  detiene  la 
sangre. 

AMEM.  Nombre  bracman  del  Karelta- 
Amelpodi  de  Redio.  Arbusto  de  la  India  cuyas 
hojas  en  cocimiento  se  usan  en  este  país  contra 
la  cólica.  Sus  hojas  y  sus  raíces,  eocidas  enacei- 
te, suministran  un  tópico  para  resolver  los  tu- 
mores indolentes. 

AMEEO,  Amelus.  Virgilio  halda,  bajo  es- 
te nombre ,  de  una  planta  incierta  para  los  mo- 
dernos; dice  que  el  cocimiento  de  su  raíz  en  vi- 
no es  bueno  para  las  enfermedades  de  las  abe- 
jas. Columela  habla  también  de  un  Amelo  en  el 
mismo  sentido ,  así  como  muchos  otros  autores . 
Linneo  creyó  reconocer  en  él  un  Áster  de  Italia, 
que  llamó  por  esta  razón  Áster  Amellus. 

AMELPO.  Nombre  bracman  del  Amelpodi 
dnl  Redio,  cuya  raíz,  amarillenta,  inodora  y  amar- 
ga, es  tenida  en  MalafaQlcomo  un  preservativo 
contra  las  mordeduras  délas  serpientes;  basta  lle- 
varla encima  para  experimentar  su  eficacia,  se- 
gún lo  aseguran  los  naturales  del  país. 

AMI,  Ammi.  Género  de  plantas  de  la  fami- 
lia de  las  umbelíferas,  de  la  pentandria  diginia 
de  Linneo. 

Ami  mayor  [Ammi  majus,  L.).  De  esta 
planta  indígena,  que  crece  en  los  trigos,  se  em- 
plean las  semillas ,  que  son  pequeñas ,  verdosas, 
estriadas,  oblongas,  terminadas  como  por  dos 
puntas ,  y  no  son  muy  olorosas.  Estas  son  el 
Ámeos  verdadero,  Ámeos  vulgar  de  las  boticas, 
al  cual  se  prefería  antiguamente  el  Ámeos  de 
Candía ,  de  las  oficinas,  Sisón  Ami  [Sisón  Am- 
mi ,  L. ) ,  planta  también  indígena,  que  crece  en 
las  islas  del  Archipiélago ,  y  cuyas  semillas  son 
pequeñas,  globulosos,  surcadas,  grises  verdosas, 
y  aromáticas.  Estas  semillas,  un  poco  amargas , 
son  reputadas  estomáticas  y  carminativas,  y  han 
sido  recomendadas  contra  la  esterilidad  delasmu- 
geres.  El  Ámeos  de  Candía  es  raro  hoy  día  en  el 
comercio,  y  el  que  se  encuentra  en  las  droguerías 
procede  del  Ami  mayor :  á  veces  las  dos  semillas 
que  llevan  el  nombre  de  Ámeos  están  mezcladas. 

AMIANTO  ©  ASBESTO.  Sustancia  mi- 
neral fibrosa ,  formada  de  hebras  ligeras ,  sedo- 
sas ,  plateadas  y  flexibles ,  y  compuesta  de  cerca 
de  60  partes  de  sílice,  25  de  magnesia,  10  de 
cal ,  3  de  alúmina.  Se  la  considera  como  un  do- 
ble silicato  de  cal  y  de  magnesia  de  una  compo- 
sición poco  diferente  ala  déla  anfibola,  de  que 
no  parece  ser  sino  una  simple  variedad.  La  muy 
fibrosa,  con  hebras  separables,  flexibles  y  dé 
lustre  mas  ó  menos  sedoso,  ha  sido  llamada  Amian- 
to, palabra  que  significa  cosa  que  no  se  puede 
manchar;  la  menos  fibrosa  ó  radiada,  compues- 
ta de  hebras  mas  gruesas  y  mas  rígidas,  ha  sido 
denominada  Asbesto  ,  que  significa  inextinguible. 

Este  cuerpo  se  encuentra  en  masa  en  Saboya, 


AMI 

en  Córcega,  en  los  Pirineos,  en  Escocia,  ele, 
ven  España  en  Bolecas,  Cazares,  Sierraneva- 
da,  cerca  de  lahermitade  Nuria  en  Cataluña  y 
en  otros  varios  puntos ,  pero  el  mejor  es  el  qué 
se  nvoje  en  los  Altos  Alpes.  Los  depósitos  de 
serpentina  ofrecen  con  frecuencia  rajas  llenas  de 
materias  fibrosas,  constituidas  unas  veces  por 
filamentos  gruesos  y  otras  por  fibras  delgadas  y 
flexibles,  que  en  todos  casos  son  silacatos  mag- 
nesianos,  comunmente  hidratados  ó  hidratiferos, 
y  de  vez  en  cuando  anhidros. 

El  color  mas  común  del  amianto  ó  asbesto  es 
el  verde  puerro ,  á  veces  el  verde  de  montaña  y 
el  verde  aceituna,  raras  veces  el  gris  verdoso  ó 
amarillento. 

El  amianto  ó  verdadero  Asbesto  flexible,  por  su 
textura  fibrosa,  su  lustre  sedoso,  la  facilidad  con 
que  se  separa  en  hebras  extremadamente  finas, 
flexibles  y  elásticas,  se  parece  en  cierta  manera 
allinoyála  seda,  y  eslo  junto  con  su  inalterabi- 
lidad y  su  incombustibilidad  por  el  fuego,  le  hi- 
cieron dar  el  nombre  de  Lino  incombustible,  mi- 
rándolo como  producido  por  una  plañía  de  las  In- 
dias, hasta  que  la  química  se  encargó  de  demos- 
trar que  era  un  niinerat^ 

Al  asbesto,  que  era  reputado  por  un  amianto  no 
maduro ,  en  razón  de  sus  fibras  gruesas  y  de  su 
poca  ó  ninguna  flexibilidad,  se  le  llamaba  Asbesto 
leñoso,  cuando  su  textura  era  masó  menos  pare- 
cida á  la  de  las  maderas,  Carne  de  montaña,  Cor- 
clio  fósil,  Cuero  fósil,  Papel  fósil  ó  de  montaña , 
etc. ,  según  los  varios  modos  como  las  fibras  se 
hallaban  entrelazadas  y  tegidas  y  la  analogía  que 
guardaba  con  el  aspecto  que  presentan  dichos 
cuerpos. 

El  amianto  ha  sido  confundido  muy  equivoca- 
damente con  el  Alumbre  de  pluma  (V.  esta  pa- 
labra). 

Los  antiguos  hilaban  el  amianto  y  de  él  hacian 
manteles,  servilletas,  eolias,  que  se  echaban  al 
fuego  cuando  estaban  sucias ,  y  del  que  salian 
mas  blancas  que  si  se  las  hubiese  lavado ,  porque 
todas  las  mate:ias  extrañas  eran  destruidas  por 
el  fuego,  (jue  en  nada  alteraba  el  tegido.  Con  res- 
pecto á  esto  debe  tenerse  presente  que  cada  vez 
3ue  el  amianto  se  somete  á  la  acción  del  fuego  pier- 
e  una  parte  de  su  peso,  y  que  no  conviene  que  el 
calor  á  que  se  expone  sea  muy  fuerte ,  porque 
llegaría  hasta  á  fundirse,  puesto  que  está  probado 
que  sujeto  á  la  llama  del  soplete  se  funde  con- 
tirtiéndose  en  un  vidrio  negro. 

Los  Griegos  y  los  Romanos ,  que  quemaban 
los  muertos ,  hacian  sábanas  de  amianto  en  las 
cuales  envolvían  los  cuerpos  de  los  reyes  á  lin  de 
recojer  sus  cenizas  puras  de  toda  mezcla. 

Las  mechas  incombustibles  de  los  antiguos  es- 
taban hechas  con  el  amianto ,  que,  según  ciertos 
autores,  ardia  en  el  aceite  sin  consumirse.  De 
ahí  la  fábula  de  las  lámparas  perpetuas,  y  el 
nombre  de  asbesto,  que,  como  hemos  dicho,  quie- 
re decir  inextinguible,  parece  también  haberse 
dado  á  esta  piedra  después  de  este  uso. 

Cuando  los  filamentos  de  esta  sustancia  son 
bastante  largos,  bastante  suaves  y  bastante  fle- 


Wll  163 

xibles,  se  consigue  hilarlos,  sobre  todo  si  se  les 
mezcla  con  algodón ,  cáñamo  ó  lino.  Cuando  la 
tela  está  hecha,  se  tira  al  fuego,  que  quema 
el  hilo  vegetal ,  no  quedando  mas  que  un  tegido 
de  amianto,  pero  flojo  y  grosero.  liase  consegui- 
do en  Italia,  hace  unos  treinta  años,  fabricar  te- 
gidos  de  amianto  de  una  muy  grande  linura,  y 
también  encaje.  El  arte  de  preparar  el  amianto 
para  hacer  vestidos  incombustibles  está  indica- 
do de  la  manera  siguiente:  el  amianto  se  expone 
á  la  acción  del  vapor  en  un  utensilio  á  propósi- 
to que  contenga  3.000  libras  de  este  mineral, 
de  modo  que  todas  sus  partes  puedan  estar  some- 
tidas á  la  acción  del  vapor.  Con  esta  operación 
se  consigue  que  las  fibras  se  relajen  y  adquieran 
tan  grande  flexibilidad  que  se  separen  fácilmen- 
te, y  en  este  estado  es  como  suministran  hilo  tan 
fino  como  la  seda  y  de  muchas  pulgadas  de  largo. 

Con  el  amianto  'también  se  ha  preparado  car- 
tón y  papel.  La  señora  Perpenti,  que  ha  hecho  re- 
vivir esta  industria,  presentó,  hace  algunos  años, 
en  el  Instituto  de  Francia  una  obra  impresa  en 
papel  de  amianto.  El  padre  Kircher  habla  de  un 
papel  de  amianto  que  echaba  al  fuego  para  bor- 
rar el  escrito,  y  sobre  el  cual  escribía  de  nuevo. 
Según  Sage ,  en  la  China ,  se  hacen  pliegos  de 
un  papel  semejante,  de  seis  varas  de  largo,  y 
también  piezas  de  estofa.  El  papel  de  amianto 
podría  servir  con  ventaja  para  conservar  títulos 
preciosos ,  si  se  hiciese  uso  de  una  tinta  mineral 
que  podría  entonces  resistir  sin  peligro  la  acción 
de  un  calor  violento.  El  cartón  preparado  con 
esta  sustancia,  aunque  quebradizo  ,  podría  tam- 
bién ofrecer  v  enlajas  señaladas  en  muchas  cir- 
cunstancias, y  particularmente  en  las  decora- 
ciones de  teatro.  Para  la  fabricación  del  papel  y 
del  cartón,  no  es  necesario  elegir  materias  tan 
flexibles  como  para  el  hilado  y  los  tegidos. 

Recientemente,  un  sabio  Italiano,  el  caballero 
Aldini ,  liase  dedicado  á  ensayos  muy  interesan- 
tes sobre  el  amianto.  Ha  probado  que  los  bom- 
beros ,  envueltos  en  una  tela  de  esta  sustancia, 
podian  penetrar  sin  peligro  en  las  llamas :  los 
experimentos  han  sido  públicos  y  solemnes.  Des- 
pués de  este  importante  descubrimiento ,  la  So- 
ciedad de  Fomento  de  Paris  ha  propuesto  un 
premio  para  el  perfeccionamiento  de  los  tegidos 
de  amianto. 

Con  este  mineral  los  habitantes  de  los  Piri- 
neos hacen  bolsas  y  ligas,  que  venden  á  los  cu- 
riosos que  visitan  sus  montañas ;  en  Siberia,  en 
Nerwinsky,  fabrícanse  también  con  él  bolsas, 
guantes,  etc. ;  en  Córcega,  los  alfareros  lo  mez- 
clan con  la  arcilla  para  construir  \asijas  sólidas. 
ligerasy  capaces  de  resistir  mejor  ala  acción  del 
fuego;  finalmente,  sabido  es  que  ,  en  estos  últi- 
mos tiempos ,  la  fabricación  de  los  eslabones  sul- 
fúricos ha  consumido  bastantes  cantidades  de 
asbesto:  empléasele  en  vez  de  algodón,  que  el 
ácido  sulfúrico  concentrado  carboniza ,  para 
guarnecer  los  frasquitos  en  que  se  tiene  este  áci- 
do destinado  para  inflamar  la  pajuela. 

La  acción  del  polvo  de  amianto ,  empleado  an- 
tiguamente en  fricciones  contra  la  parálisis  y  la 


164  AMI 

sarna ,  parece  del  todo  mecánica  y  debida  Bola- 
mente a  la  irritación  que  produce  en  la  piel  la 
introducción  de  sus  partículas;  hásele  creído 
también  detersivo ,  propio  para  oponerse  á  los 
sortilegios  y  para  resistir  al  veneno. 

AMIHIS,  Amyris.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  terebintáceas,  de  laoctandria  mo- 
noginia  de  Linneo.  Difiere  del  género  Icica,  que 
le  es  muy  vecino ,  y  al  cual  á  veces  se  le  atribu- 
yen las  especies,  en  que  tiene  por  fruto  una  nuez, 
mientras  que  esto  último  tiene  una  cápsala. 

Las  especies  de  este  importante  género  son  po- 
co conocidas:  los  productos  que  ellas  suministran 
tampoco  son  exactamente  distintos,  y,  como  pa- 
ra muchos  medicamentos,  hay  todavía  dudas 
mas  ó  menos  fundadas  sobre  los  vegetales  que 
los  ofrecen. 

Así  como  la  mayor  parte  de  las  plantas  de  la 
familia  de  las  terebintáceas ,  las  especies  del  gé- 
nero Amiris  exudan  resinas  de  la  naturaleza  de 
las  trementinas,  aunque  algunas  lleven  el  nom- 
bre bálsamo ,  que  debe  reservarse  á  las  que  con- 
tienen ácido  benzoico;  con  todo  casi  podría  creer- 
se en  una  especie  de  unión  de  estos  dos  principios 
en  los  productos  de  los  Amiris  y  de  los  Icica, 
porque  á  veces  se  encuentra  en  ellos  la  aroma 
del  acido  benzoico  unida  á  la  resina,  á  pesar  de 
que  la  química  no  encuentre  al  primero,  y  pare- 
ce que  algunos  de  estos  vegetales  han  merecido 
el  nombre  incienso. 

Amiris  ambrosíaea  [Amyris  ambro- 
siaca, L. ;  Icica  heptaphylla ,  y  guianensis,  Aubl.) . 
Este  árbol  de  la  Guiana  da,  cuando  se  hacen  in- 
cisiones en  su  corteza ,  un  zumo  claro  ,  traspa- 
rente, balsámico  y  resinoso,  que,  desecado,  pa- 
sa á  ser  una  resina  blanquecina ,  suave,  que  sir- 
ve de  perfume ,  y  á  la  cual  los  negros  han  dado 
el  nombre  de  Incienso.  liase  dichoque  esta  resi- 
na es  empleada  en  Inglaterra,  á  la  dosis  de  una 
dracma  en  vino  tinto,  contra  la  diarrea  crónica. 

Martius  dice  que  en  el  Brasil  este  árbol  es  lla- 
mado Árbol  del  almacigo,  y,  según  el  Sr.  De  Can- 
dolle,  da  la  Resina  clemí  de  América  que  los  au- 
tores atribuyen  ala  especie  siguiente. 

Amiris  nalsamífera  (Amyris  balsa- 
mifera,  L.  H.)«  El  leño ,  llamado  Leño  de  Rodes 
de  la  Jamaica ,  y  el  zumo  que  cuela  de  este  árbol 
son  quemados  como  incienso  en  la  Carolina  y  en 
las  Antillas,  donde  crece.  Sospéchase  que  á  él  se 
debe  la  Resina  elemi  de  América,  ó  mejor  el  Fal- 
so elemí ,  porque  hay  una  que  procede  del  Bra 
sil  y  de  la  Nueva  España  producida  por  el  Amiri 
que  da  la  goma  elemi. 

Amiris  4 'ara  isa  [Amyris  Car  ana,  Humb,; 
Icica  Caranal  Kunth.).  Esta  especie  de  Méjico, 
indicada  por  Hernández  bajo  el  nombre  (le  Tla- 
huchloca  quahoith,  de  los  naturales,  y  por  él 
bajo  el  de  Árbol  de  locura  [Arbor  insania'),  etc., 
produce  una  resina  negruzca,  ligera,  lustrosa, 
de  fractura  vidriosa,  de  un  ligero  olor  de  la  resi- 
na de  pino,  llamada  Besina  de  caraña,  y  anti- 
guamente Goma  de  caraña  ,  inusitada  en  medi- 
cina. 

La  resina  de  caraña  está  compuesta  de  96,  00 


is 


AMI 

de  resina,  0,  40  de  sobremalato  de  cal  y  de 
potasa,  3,60  de  materias  extrañas. 

El  Sr.  Bonastre  hace  observar  que  en  las  dro- 
guerías se  encuentran  muchas  sustancias  bajo  el 
nombre  de  resina  de  caraña.  Monard  la  represen- 
ta como  un  líquido  y  viscosa ,  cuyo  carácter  no 
se  halla  en  ninguna  de  las  muestras  del  comer- 
cio ;  hay  otros  autores  que  la  atribuyen  al  Calofilo 
Inofilo  (Calophylluminophyllum,  L.) ,  que  se  cree 
produce  una  de  las  especies  de  tacamaca,  lo  que 
no  seria  extraño. 

Amiris  elemífera  ó  que  produce 
la  Resina  elemí  (Amyris  elemif 'era,  L.; 
Amyris  Plumberi ,  D  C).  Este  árbol  de  Etiopia, 
que  se  presume  produce  la  resina  elemí  de  los 
antiguos ,  es  muy  poco  conocido.  Tournefort  ob- 
serva que  la  resina  elemí  de  Etiopia ,  de  su  tiem- 
po, no  corresponde  del  todo  á  la  de  que  habla 
Dioscorides ,  puesto  que  este  autor  dice  que  se 
parece  á  la  escamonea ,  y  la  resina  elemí  de  Etio- 
pia que  él  examinó  era  en  pedazos  de  3  á  4  li- 
bras, envueltos  en  hojas  de  caña,  la  cual  no  en- 
contrándose hoy  dia  en  ninguna  droguería,  pue- 
de concluirse  que  la  calidad  que  circula  en  el 
comercio  es  la  tercera  resina  de  este  nombre. 

Pero  Linneo  cita  como  sinónimo  de  este  árbol 
un  vegetal  llamado  lcicariba  por  Marcgrave,  que 
se  encuentra  en  el  Brasil  y  otros  lugares  de  la 
América  meridional,  y  del  que  el  Sr.  De  Candolle 
hace  su  Icica  Icicaraba.  Parece  que  este  árbol 
es  el  que  suministra  toda  la  resina  elemí  actual 
del  comercio ,  y  Thomson  afirma  positivamente 
que  ya  no  se  encuentra  la  verdadera  resina  ele- 
mí de  Oriente ,  ni  aun  en  Inglaterra. 

Hase  dicho  arriba  que  el  Amiris  balsamífero 
producía  también  una  especie  de  resina  elemí, 
pero  se  la  distingue  con  el  nombre  de  Falsa  re- 
sina elemí  ó  Resina  elemí  de  América,  aunque  la 
de  que  tratamos  no  sea  la  verdadera  de  otro  tiem- 
po, y  proceda  también  de  América. 

Como  quiera  que  sea,  la  Resina  elemí  del  co- 
mercio, llamada  antiguamente  Goma  elemí,  se 
obtiene  por  incisiones  hechas  en  el  árbol :  el  zu- 
mo resinoso,  primero  líquido ,  se  endurece  al  sol 
sobre  la  corteza ,  y  entonces  esta  resina  es  de 
un  amarillo  verdoso,  mezclada  á  veces  de  pun- 
tos rojos ;  untuosa  al  tacto;  ligera,  quebradiza, 
que  se  reblandece  con  la  mano,  semi-trasparente; 
muy  fusible;  sin  sabor  manifiesto,  si  es  pura;  do 
un  olor  trementináceo,  algo  análogo  al  cíe  la  al- 
máciga, y  si  es  reciente,  su  olor  es  algo  balsá- 
mico; su  peso  específico  es  de  1,0182;  destilada 
en  agua,  da  un  sexto  de  su  peso  de  un  aceite 
volátil  fluido  y  débilmente  colorado ,  del  que  pro- 
cede su  aroma  y  su  blandura,  y  el  residuo  ofrece 
entonces  una  resina  friable  é  inodora;  se  disuel- 
ve en  su  mayor  parte  en  el  alcohol ,  dejando  sin 
embargo  una  materia  blanca,  laminosa  é  ino- 
dora, soluble  casi  en  totalidad  en  el  agua. 

Dícese  que  la  resina  elemí  verdadera  huele  á 
hinojo  y  que  es  de  color  verde  blanquecino  pla- 
teado ;  pero  esta  especie,  que  se  presenta  en  pe- 
dazos en  forma  de  galletas  redondeadas ,  del  pe- 
so de  4  á  6  libras,  envueltas  en  hojas  de  caña, 


A  MI 

de  donde  toma  el  nombre  de  Elemí  en  hojas  de 
cuña,  es  rarísima  y  pocos  la  han  observado. 

La  resina  elemí  del  comercio  contiene,  sobre 
cien  partes,  60  de  resina,  24  de  sub-resina,  t2de 
aceite  volátil,  i  de  .extractivo  amargo,  y  i  de 
impuridades. 

A  veces  se  falsifica  la  resina  elemí  con  la  que 
procede  del  pino  austral,  resina  que,  á  causa 
de  esto,  se  llama  también  Falso  elemi;  pero  co- 
mo esta  última  no  contiene  sub-resina,  es  soluble 
enteramente  en  el  alcohol  frió ,  lo  que  no  tiene 
lugar  para  la  resina  elemí.  También  se  la  mez- 
cla con  el  bálsamo  del  Canadá ,  que  es  poco  so- 
luble en  el  alcohol ,  con  la  trementina  de  Cbio, 
etc.  A  veces  se  vende  por  resina  elemi  la  gomo- 
resina  de  olivo.  En  las  Filipinas ,  se  recoje  una 
especie  de  resina  elemí  que  da,  como  la  del  co- 
mercio, una  sub-resina,  y  que  pertenece  á  un  ve- 
getal de  la  familia  de  las  terebintáceas.  Finalmen- 
te, puede  decirse  que  la  verdadera  resina  elemí 
casi  no  se  encuentra  en  el  comercio,  y  que  la  que 
se  expende  en  las  droguerías  es  con  frecuencia 
una  mezclainforme  de  verdaderaresinay  una  ma- 
yor ó  menor  cantidad  de  galipodio:  asi  falsifica- 
da, es  mas  dura,  y  el  olor  de  hinojo  va  acompa- 
ñado deun  olor  detrementina  muy  característico. 

La  resina  elemí  nos  llega  por  vía  de  Marsella 
y  de  Genova  en  cajas  de  dos  a  trescientas  libras. 

La  resina  elemi  entra  en  algunas  composicio- 
nes farmacéuticas  antiguas.  Sus  virtudes  son  las 
de  las  resinas,  es  decir,  excitante,  fundente, 
buena  para  resolverlas  contusiones,  disipar  los 
dolores  reumáticos,  etc.  Empléase  al  exterior, 
pero  jamas  sola.  Hermann  la  aconsejaba,  anti- 
guamente, á  la  dosis  de  media  dracma,  tritura- 
da con  una  yema  de  huevo,  y  tomada  al  interior, 
contra  la  gonorrea.  En  las  artes,  sirve  en  la  som- 
brerería para  hacer  lostegidos  y  fieltros  imper- 
meables ,  y  también  es  empleada  en  la  prepara- 
ción de  varios  barnices. 

En  1 849 ,  en  Barcelona ,  se  importaron  del  ex- 
tranjero 156  libras  de  resina  elemí,  valor  de 
1.092  rs.  vn.,  y  del  mismo  producto  fueron  ex- 
portadas á  diferentes  puntos  del  reino,  224  li- 
bras, valor  de  1  .568  rs.  vn.,  y  á  las  provincias  de 
Ultramar,  10  libras,  valor  de  60  rs.  vn. 

Amiris  (¿ileadense  (Amyris  Gilraden- 
sis,  L.;  Balsamodendron  gileadense,  Kunlh.). 
Esta  especie  es  indígena  de  Absinia  en  donde  cre- 
ce, mas  allá  de  Azab ,  á  lo  largo  de  la  costa  hasta 
el  estrecho  de  Babel-Mandel ;  sin  embargo  parece 
haber  sido  trasplantada  en  la  Judea,  4730  años 
antes  del  nacimiento  de  Cristo ;  y  como  era  de 
Gilead  en  la  Judea  de  donde  los  mercaderes  traían 
su  producto  resinoso ,  por  tal  motivo  conserva 
todavía  este  árbol  el  nombre  específico  de  gilea- 
dense. Ella,  pues,  junto  con  el  Amiris  Opobál- 
samo  {Amyns  Opobalsamam ,  L. ),  que  puede 
considerarse  como  una  variedad ,  según  Willde- 
now ,  produce  el  Bálsamo  de  la  Meca ,  medica- 
mento célebre  en  el  Oriente,  llamado  también 
Bálsamo  de  Judea,  Bálsamo  de  Egipto,  Bálsa- 
mo del  Gran  Cairo ,  Bálsamo  de  Constantinopla, 
de  los  lugares  en  donde  se  recoje. 


AM1  ««5 

Algunas  variedades  en  el  numero  de  los  pétalos 
habían  inducido  á  pensar  á  Gleditsch  que  el  bál- 
samo de  la  Meca  era  producido  por  un  género 
diferente  del  Amiris ,  lo  que  le  habia  hecho  des- 
cribir esta  planta  bajo  el  nombre  de  Balsamia 
meccanensis,  llamada  después  Balsamodendron 
por  el  Sr.  Kunth.  No  obstante,  estos  tres  vege- 
tales parecen  idénticos.  Los  Árabes  llaman  al  ár- 
bol y  al  bálsamo  Balassan  ,  término  que  sin  duda 
es  el  origen  de  los  nombres  balsamum  y  bálsa- 
mo. Conviene  no  confundir  este  producto  con  el 
bálsamo  de  Gilead  ,  que  cuela  del  Pino  Balsa- 
meo  ,  L. 

La  antigüedad  mas  remota  hace  ya  mención 
del  árbol  que  produce  el  bálsamo  de  la  Meca  .- 
la  Biblia  lo  representa  como  dando  una  aroma 
exquisita;  Teofrasto,  Dioscorides  y  Galeno  no 
hablan  de  él  con  menos  elogios.  Originario  de 
países  frecuentados  por  numerosos  viajeros,  los 
Turcos  lo  cultivan  de  tiempo  inmemorial,  por  una 
especie  de  veneración  ,  cerca  del  Cairo. 

El  Bálsamo  de  la  Meca  cuela  expontáneamen- 
te ,  durante  los  mas  fuertes  calores  del  estío ,  en 
forma  de  gotitas  resinosas,  en  corta  cantidad  en 
verdad,  y  aun  es  preciso  ayudar  su  salida  por 
incisiones  de  las  cuales  se  recibe  el  zumo  con  cui- 
dado. Este  bálsamo,  reputado  como  el  mas  pre- 
cioso y  llamado  Opobálsamo  ,  es  reservado  para 
el  gran  señor ,  los  bajas,  etc.,  sin  que  nunca  nos 
llegue  á  Europa:  es  incoloro,  de  un  olor  suave, 
y  de  un  precio  subidísimo ,  de  modo  que ,  según 
De-Lobel,  en  1598,  una  onza  valia  640  rs.  vn.  Se 
obtiene  una  segunda  calidad,  haciendo  hervir 
los  ramos  y  las  hojas  del  árbol,  y  recogiendo  lo 
que  sobrenada  que  luego  se  mete  en  frascos :  es- 
ta calidad,  espesa  alo  menos  como  la  trementina, 
amarilla  clara,  está  destinada  para  las  gentes  ri- 
cas y  se  da  como  presente  á  los  embajadores ;  es 
también  de  mucho  precio,  pero  no  se  hace  ningún 
uso  de  él.  Una  tercera  calidad  que  sucede  á  esta 
es  la  que  se  obtiene  prolongando  la  ebullición:  el 
producto  es  mas  negro,  mas  espeso,  menos  oloro- 
so, mas  pesado,  un  poco  amargo:  este  es  el  bálsa- 
mo de  la  Meca  del  comercio ,  que  se  emplea  en 
las  boticas. 

Este  bálsamo  ha  sido  analizado  por  el  Sr.  Yau- 
quelin  ,  quien  lo  ha  encontrado  casi  enteramen- 
te soluble  en  el  alcohol,  excepto  un  corto  residuo 
blanco  que  le  ha  parecido  una  materia  resinosa, 
que  se  hincha  y  se  pone  glutinosa  en  este  mens- 
truo. El  Sr.  Bonastré  cree  que  esta  sustancia  es 
análoga  á  la  basorina. 

El  bálsamo  de  la  Meca  está  á  veces  falsificado 
con  zumos  terebintáceos,  como  el  bálsamo  de  co- 
páiba  y  el  del  Canadá;  mézclanse  con  él  tam- 
bién aceite  de  sésamo,  cera,  aceite  volátil  de 
romero  y  el  líquido  amargo  que  se  extrae  del 
fruto  del  árbol,  etc.  Estas  falsificaciones  no  son 
fáciles  de  reconecer,  salvo  las  que  se  verifican 
con  los  cuerpos  grasos ,  que  manchan  las  estofas 
de  lana ,  lo  que  no  hace  el  bálsamo  puro ,  ó  mez- 
clado con  zumos  que  le  sean  análogos. 

Las  propiedades  médicas  atribuidas  al  bálsamo 
de  la  Meca  están  en  razón  del  valor  que  se  le  con- 


166  AMI 

cede.  En  el  Oriente  es  sobre  todo  en  donde  su 
reputación  es  colosal :  las  sultanas  y  las  señoras 
ricas  lo  emplean  como  el  cosmético  mas  precioso, 
mediante  ciertas  preparaciones  que  ellas  hacen 
y  que  conservan  como  un  secreto ,  porque  apli- 
cado á  la  piel,  la  pone  encarnada  y  la  inflama, 
como  todos  los  zumos  resinosos;  las  mugeres  de 
este  país  le  conceden  la  calidad  de  volver  la  tez 
lisa,  limpia  y  alejarlas  señales  de  la  vejez;  es 
mirado  en  los  mismos  lugares  como  propio  para 
cicatrizar  las  llagas,  aun  interiores,  circunstan- 
cia que  lo  ha  hecho  administrar  en  las  afecciones 
crónicas  del  pecho,  pero  su  calidad  excitante  no 
permite  emplearlo  en  este  último  caso;  los  Árabes 
se  sirven  de  él  en  las  afecciones  del  estómago  y 
de  los  intestinos;  en  Egipto  y  otros  lugares  se  te 
cree  alexifármaco  y  sudorífico,  y  capaz ,  por  esta 
doble  propiedad,  de  alejar  los  venenos,  el  aire 
pestilencial  y  la  misma  peste,  lo  que  es  inapre- 
ciable en  un  "país  en  donde  ésta  reina  casi  conti- 
nuamente; p;>r  último ,  los  Orientales  le  han  con- 
cedido la  estimable  virtud  de  curar  la  esterilidad. 

Lo  que  hay  de  cierto  es  que  el  bálsamo  déla 
Meca,  como  todos  los  zumos  resinosos  terebintá- 
ceos,  tiene  una  acción  señalada  sobre  las  vías 
urinarias  y  que  puede  ser  útil  en  sus  enfermeda- 
des; pero  su  elevado  precio  no  permite  emplearlo 
para  este  uso,  ano  ser  quizás  en  Constantinopla. 
Antiguamente  entraba  en  la  fórmula  de  la  triaca, 
pero  hoy  dia  apenas  casi  se  usa  en  Europa;  dí- 
ccse  que  el  buen  tafetán  de  Inglaterra  lo  contie- 
ne también ,  y  finalmente  ciertos  fabricantes  de 
cosméticos  lo  añaden  á  sus  composiciones  cuya 
receta  es  un  objeto  misterioso  para  el  público. 

Jii.obálsamo  [Xylobalsamum] .  Los  ramos  del 
árbol  que  produce  el  bálsamo  de  la  Meca  son 
conocidos  con  este  nombre.  Participan  del  olor 
del  bálsamo  á  un  grado  mas  débil ;  entran  en  al- 
gunas composiciones  farmacéuticas.  El  Jilobálsa- 
mo  tal  como  se  encuentra  en  las  droguerías  se 
compone  de  pequeños  ramos  largos  de  seis  pul- 
gadas ,  gruesos  como  pequeñas  plumas ,  marca- 
dos alternativamente  de  un  lado  y  del  otro  con  tu- 
bérculos leñosos  que  parecen  ser  el  resto  de  los 
pecíolos :  la  epidermis  es  de  un  moreno  rojizo,  y 
señalada  con  estrías  longitudinales  regulares;  el 
leño  es  blanquecino ,  duro ,  de  un  olor  muy  débil, 
y  sin  sabor. 

Carpobálsamo  [Carpobalsamum).  Llámase  así 
al  fruto- del  mismo  árbol,  algo  mas  oloroso  que 
el  jilobálsamo,  y  que  entra  también  en  algún  com- 
puesto medicinal.  El  carpobálsamo  es  una  peque- 
ña drupa  de  un  gris  rojizo ,  gruesa  como  un  gui- 
sante, prolongada,  puntiaguda  por  ambos  cabos, 
y  marcada  con  cuatro  ángulos  mas  ó  menos  apa- 
rentes: está  compuesta  de  una  corteza  seca  y  ro- 
jiza ,  de  un  sabor  muy  débilmente  amargo  y  aro- 
mático; de  un  cuesco  blanco  huesoso  ,  convexo 
de  un  lado ,  hendido  longitudinalmente  del  otro, 
insípido  ;  en  fin,  de  una  almendra  aceitosa,  de  un 
guato  agradable  y  aromático.  Es  algo  parecido 
á  las^cubehas. 

Los  nombres  de  Carpobálsamo  v  de  Jilobálsa- 
mo,  que  quieren  decir  bálsamo  del  fruto  y  bálsamo 


AMI 

del  leño ,  han  sido  dados  á  veces  á  calidades  de 
bálsamo  supuesto  extraído  de  los  frutos  ó  del  leño 
del  Amiris  gileadense ;  y  hay  autores  que  los  em- 
plean para  designar  las  dos  últimas  calidades  de 
bálsamo  de  la  Meca  de  que  se  ha  hablado  mas 
arriba. 

Amiris  de  (•nimia  (Amyris  guianensis, 
W. ;  Icica  guianensis ,  Aublet;  I  cica  viridiflora, 
Lam.).  Esta  especie,  que  crece  en  la  Guiana,  da, 
por  incisiones  hechas  en  su  corteza,  una  resina  de 
color  pajizo,  cuyo  olor  se  asemeja  al  del  limón. 
No  se  usa  en  medicina :  sirve  para  calafatear  Ios- 
buques,  se  quema  como  incienso  en  las  iglesias  del 
país,  y  puede  utilizarse  para  preparar  un  barniz. 

Amiris  de  hojas  desemejantes, 
[Amyris  heterophylla ,  W.;  Icica  Aracouchini , 
Aublet.).  El  nombre  latino  de  esta  especie  proce- 
de de  que  tiene  sus  hojas  ya  de  tres  hojuelas,  ya 
de  cinco ,  y  entonces  parece  ser  alada.  Cuando 
se  hacen  incisiones  en  la  corteza  de  este  árbol  de 
Cayena,  cuela  de  ellas  un  líquido  amarillento, 
balsámico ,  fluido  como  la  trementina ,  y  que  con- 
serva largo  tiempo  su  fluidez.  Los  habitantes  del 
país  lo  designan  bajo  el  nombre  de  Aracouchini, 
y  los  Europeos  bajo  el  de  Bálsamo  Aracou- 
chini: los  primeros  lo  emplean  para  curar  las 
heridas,  y  están  siempre  provistas  de  él  para 
este  uso ,  lo  ofrecen  como  regado ,  como  se  ha- 
ce en  el  Oriente  con  el  bálsamo  de  la  Meca.  Los 
Caraibes  la  aprovechan  para  perfumarse  los  ca- 
bellos ,  untarse  el  cuerpo,  mezclado  con  achiote, 
etc.  Marcgrave  dice  que  huele  á  eneldo,  que  tiene' 
la  consistencia  del  manár  que  es  bueno  contra 
los  dolores  de  cabeza,  etc. 

Amiris  Hafal  [Amyris  Kafal ,  Forsk.;  Bál- 
samodendron  Kafal ,  Kunth.) .  Esta  especie  de  A  ra- 
'  bía  y  otra  muy  vecina ,  si  no  es  la  misma ,  llama- 
da porForskal  Amiris  kataf  [Amyris  kataf ,  Bal- 
samodendron  kafal,  Kunth) ,  igualmente  de  Ara- 
bia ,  produce  un  leño  del  que  se  hace  gran  co- 
mercio en  Egipto,  según  este  autor,  que  observa 
que  el  árbol  produce  además  una  goma  purgante. 

Esta  especie  de  goma,  ó  mejor  de  resina,  que 
ha  sido  designada  bajo  el  nombre  de  Cancama, 
fué  mencionada  ya  porDioscorides,  que  dijo  era 
un  licor  producido  por  un  árbol  de  Arabia,  pero 
hasta  que  Sprengel  reconoció  que  era  producida 
por  el  Amyris  Kafal  se  estuvo  en  la  mayor  in- 
certidumbre  sobre  su  origen. 

El  Cancama  ha  sido  considerado  como  una  es- 
pecie de  resina  anime  por  ciertos  autores ,  y  co- 
mo una  especie  de  laca  por  otros.  Lo  cierto  es 
que  en  el  día  no  se  conoce  en  Europa.  Dícese  que 
se  asemeja  ala  resina  elemí:  se  empleaba  para 
los  perfumes  y  para  dar  buen  olor  á  los  vestidos, 
lo  que  hizo  creer  á  algunos  que  no  era  distinto  del 
benjuí;  Dioscorides  dice  que ,  disuelto  en  vinagre, 
hace  enflaquecer;  se  prescribía  en  la  epilepsia  y 
otras  afecciones ,  y  ,  ¡mezclado  con  vino  puro, 
cura  la  debilidad  de  la  vista. 

De  la  tumefacción  de  los  tallos  del  Amyris  Ka- 
taf, Forsk.,  en  la  estación  de  las  lluvias,  se  ob- 
tiene un  polvo  rojo  que  las  mugeres  árabes  es- 
parcen sobre  su  cabeza. 


AMO 

Amirls  Opobálsamo  {Amyris  Opobal- 
samum ,  L.) .  Esta  especie  no  difiere  del  Amiris  gi- 
lc<id<  use  sino  porque  presenta  hojas  aladas  en  vez 
de  hojas  de  tres  hojuelas,  variedad  que  se  en- 
cuentra aveces  en  el  mismo  pié. 

Amiris Protio  (Amyris  Protium,  L.;  Pro- 
tiumjaranicum ,  Burm.).  Esta  especie,  de  Java, 
es  empleada,  por  los  naturales  de  este  país  quie- 
nes se  sirven  de  un  aceite  esencial  aromático,  ó 
mas  bien  de  un  zumo  resinoso  análogo  á  la  tre- 
menür.a,  que  da  sus  frutos,  como  estimulante, 
en  \ez  de  la  >erdadera  trementina. 

Amarli  Tacamaca  (Amyris  Tacamalia- 
ra,  Kunth.;  Idea  Tacamahaca) .  Atribuyese  por  lo 
común  á  esta  especie  de  la  América  meridional 
una  de  las  variedades  de  resina  tacamaca  del  co- 
mercio, la  mas  vulgar,  llamada  Tacamaca  de 
A  mírica . 

La  resina  tacamaca ,  en  cuanto  á  su  origen,  es- 
tá envuelta  todavía  en  mayor  oscuridad  que  nin- 
guna de  las  de  este  género,"  puesto  que  se  encuen- 
tran cuatro  vegetales  que  se  dice  producirla:  1.° 
Amirís  Tacamaca ,  Kunth ;  2.°  Álamo  balsarnife- 
ro,  L.;  3.°lnohlo  Calaba,  L.,Jque  dala  llamada  de 
Borbon  ó  de  Madagascar ,  llamada  también  Ta- 
camaca sublime;  4.°  Fagara  octandra,  L.,  mi- 
rada por  muchos  autores  como  que  produce  la 
Tacamaca  común.  Trataremos  de  esta  resina  en  su 
correspondiente  lugar. 

Amirls  que  lleva  tosigo  (Amyris  to- 
xifera,  W.).  Esta  especie,  que  crece  en  la  Caro- 
lina ,  da  un  zumo  venenoso,  lo  que  forma  un  con- 
traste notable  con  los  zumos  resinosos  producidos 
por  los  demás  vegetales  de  este  género ,  y  quizás 
induciría  á  pensar  que  no  pertenece  á  él. 

A1TIOD1TO,  Ammodvtes.  Género  de  pe- 
ces osóos  holobránquios,  de  la  familia  de  los 
pantópteros,  que  no  comprende  mas  que  una  sola 
especie,  el  Amodito  de  Tobia,  Anguila  de  are- 
na (Ammodytes  Tobianas,  L.).  Este  pescado,  co- 
mún en  muchos  países,  y  que  se  encuentran  en 
la  marea  baja  en  la  arena  de  las  orillas  del  mar, 
es  plateado,  bastante  parecido  á  la  mena,  y  pre- 
senta una  carne  consistente,  de  buen  gusto,  fá- 
cil de  digerir,  y  que,  en  medicina,  ha  pasado  por 
aperitiva;  pero  es  tan  delicado  que  no  resiste  al 
trasporte,  siendo  así  que  su  carne  es  excelente 
comida  en  los  lugares  donde  se  pesca. 

A .11  OJIO.  Ámumi  m.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  cannáceas  de  Jussieu ,  drimirri- 
zeas  de  Ventenat,  y  de  la  monandria  monoginia 
de  Linneo. 

Este  género  pertenece  á  una  familia  cuyas  se- 
millas aromáticas  son  muy  usadas  en  los  países 
calientes ,  en  la  India,  y  sobre  todo  en  las  Molucas 
en  donde  crecen  todas  las  especies  que  la  com- 
ponen. Estas  plantas  son  mal  conocidas ,  y  sus 
productos ,  que  recibimos  por  el  comercio ,  son 
igualmente  dudosos  respecto  á  su  origen.  Aquí 
trataremos  de  estos  productos  á  tenor  de  lo  que 
está  admitido. 

Amonio  Cardamomo  (Amomum  Car- 
el amomum.  L.).  A  esta  planta  de  la  India  y  que 
se  cultiva  en  la  Jamaica,  se  atribuyen  los  dile- 


A.MO  \d 

rentes  cardamomos,  aunque  sea  probable  que 
bajo  este  nombre  se  confundan  los  Erutos  de  mu- 
chas espeoi  s  de  este  género ,  ó  quizás  de  géne- 
ros que  han  sido  separados  de  él  desde  Linneo. 
He  aquí  las  tres  \ariedades  admitidas  en  el  co- 
merá >. 

i.°  Cardamomo nunor.  jEs  un  fruto  triangu- 
lar, de  color  de  paja  claro,  corto,  hinchado,  es- 
triado, sostenido  por  un  pedículo  casi  filiforme; 
compuesto  de  tres  celdillas  con  tabiques  mem- 
branosos ,  de  las  cuales  dos  abortan  con  frecuen- 
cia ,  porque  por  lo  común  no  se  distingue  mas 
que  una ,  llena  de  muchisímas  semillas ,  de  co- 
lor gris,  deslucidas,  angulosas,  casi  cúbicas, 
arrugadas,  sueltas;  su  sabor  es  caliente,  análo- 
go al  de  la  pimienta ,  y  deja  en  la  lengua  una  sen- 
sación de  frescura  como  la  menta.  Según  Thom- 
son ,  el  fruto  maduro  es  recogido  en  noviembre, 
y  se  le  ha  hecho  secar  á  un  fuego  lento  y  suave, 
lo  que  hace  pasar  su  pericarpio  del  verde  al  co- 
lor de  paja  blanquecino ,  y  su  corteza  se  adelga- 
za mucho. 

El  Cardamomo  menor ,  casi  el  único  usado  hoy 
dia  en  farmacia,  nos  llega  de  Bengala,  en  cajas 
de  \  20  libras.  Para  conservarlo  mejor  ,  se  guar- 
da en  sus  cápsulas. 

2.°  Cardamomo  mediano.  Es  doble  largo  que 
el  precedente ,  mas  adelgazado,  y  las  celdillas 
de  sus  cápsulas  en  número  de  tres  muy  distintas; 
por  lo  demás  su  color  es  el  mismo ,  y  su  forma 
triangular.  Las  semillas  están  aglomeradas  en  sus 
celdillas,  son  rugosas  ,  empañadas,  de  un  gris 
rojizo,  y  angulosas ;  su  sabor  es  menos  marcado 
que  en  "el  anterior. 

3.°  Cardamomo  mayor.  No  difiere  del  prece- 
dente sino  en  la  longitud,  que  tiene  10  á  i  i  lineas, 
mientras  que  el  mediano  apenas  tiene  6  á  7,  y  el 
pequeño  3  á  4.  Créese  que  esta  variedad  es  el 
mediano  llegado  á  todo  su  crecimiento.  Sus  se- 
millas están  dispuestas  como  en  el  precedente; 
de  sabor  de  pimienta  algo  mas  fuerte,  sin  duda 
porque  están  en  madurez  completa ,  pero  mas 
débil  que  el  del  pequeño.  Sus  cápsulas  son  siem- 
pre un  poco  negruzcas  y  como  alteradas. 

Parece  pues  que  los  cardamomos  grande  y  me- 
diano pertenecen  á  la  misma  planta,  y  no  son  mas 
que  edades  diferentes  del  mismo  fruto;  pero  es 
probable  que  el  pequeño  sea  producido  por  una 
especie  distinta  que  tiene  toda  su  perfección  ,  y 
cuyas  semillas  son  naturalmente  mas  aclis  as  qué 
las  del  grande.  Sin  duda  el  Amomum  Cardumo- 
mum,  L.,  es  el  que  da  los  dos  primeros,  mien- 
tras que  el  pequeño  podría  ser  el  fruto  del  A  mo- 
mum  repens,  Sonn.,  como  lo  pensaba  Sonnerat 

auien  creía  que  todos  los  cardamonos  procedían 
e  esta  especie. 

No  se  posee  análisis  químico  reciente  de  estos 
frutos:  parecen  compnesios  enteramente  de  fécu- 
cula,  mucílago  y  aceite  volátil.  Neuman  había  en- 
contrado en  ellos  un  quinceno  en  peso  de  aceite 
volátil,  un  extracto  resinoso  y  un  extracto  acuo- 
so. Los  pericarpios  son  casi  inertes :  las  semillas 
que  ellos  contienen  son  las  que  poseen  las  propie- 
dades de  este  medicamento:  como  aromas  caben- 


168  AMO 

tes,  son  excitantes,  carminativas,  estomáticas, 
cordiales,  afrodisíacas,  y  entran  en  muchas  com- 
posiciones farmacéuticas  antiguas;  en  el  Norte 
de  la  Europa  todavía  son  bastante  usadas,  pero 
entre  nosotros  poco  se  emplean  actualmente,  á 
no  ser  algunas  veces  por  el  licorista  y  el  perfu- 
mador; en  la  India  sirven  para  mezclarlas  con 
los  alimentos  como  condimento  y  para  hacerlos 
mas  digestivos. 

Amomo  racimoso,  Amonio  en  ra- 
cimos ,  Cardamomo  redondo  ( A  mo- 
mum  racemosum,  Off. ).  De  fijo  no  puede  indi- 
carse la  especie  cierta  que  produce  este  cardo- 
momo,  tanta  es  la  confusión  en  todo  este  género, 
del  que  únicamente  conocemos  los  productos,  lo 
que  tiene  lugar  por  otra  parte  para  muchas  otras 
sustancias  medicinales.  Lamarck  tiene  un  Amo- 
mo racemoso,  pero,  según  él,  esta  planta  produ- 
ce no  solo  el  Amomo  en  racimos  de  las  boticas, 
sí  que  todos  los  demás  cardamomos ,  lo  que  es 
inamisible,  vista  la  diferente  organización  que  se 
acaba  de  señalar  en  las  cápsulas  y  la  disposición 
de  las  semillas  de  estos  medicamentos. 

Como  quiera  que  sea,  este  fruto,  procedente  de 
una  planta  déla  India,  está  bien  caracterizado:  sus 
cápsulas  son  libres,  casi  esféricas,  del  volumen  de 
ungrueso  grano  de  uva,  comparación  que  lo  ha 
hecho  tomar  por  este  fruto  aun  por  ciertos  autores; 
su  diámetro  en  todo  sentido  es  de  cerca  de  4  lí- 
neas; es  gris;  el  pedículo,  cuando  queda  en 
la  cápsula,  es  mas  grueso  que  en  los  carda- 
momos precedentes.  En  el  interior  de  esta  cáp- 
sula se  encuentran  tres  celdillas  que  encierran 
semillas  apretadas  las  unas  sobre  las  otras,  angu- 
losas, negruzcas  cuando  libres,  empañadas,  y 
de  un  sabor  de  pimienta  bastante  marcado,  aro- 
máticas. 

Estos  frutos  son  todavía  menos  usados  entre 
nosotros  que  los  demás  cardomomos  .-  entran  en 
algunas  formulas  antiguas. 

Amomo  Grano  del  paraíso ,  Gra- 
nos del  paraíso,  JVIalagueta  (Amo- 
mum Granum  paradisi ,  £.')'.  Bajo  estos  nom- 
bres se  encuentra  en  el  comercio  una  semilla  lus- 
trosa, rojiza  cuando  fresca,  después  negruzca, 
redonda,  un  poco  mas  gruesa  que  el  mijo,  mas 
pequeña  que  ninguna  semilla  de  las  especies 
precedentes,  un  poco  arrugada,  sin  olor  bien 
marcado,  que  procede  délas  cápsulas  de  un  Amo- 
mo, confundido  á  veces  con  el  cardomomo  ma- 
yor, y  que  sin  duda  no  es  sino  una  especie  veci- 
na de  la  que  produce  este  último,  pero  que  es 
bien  distinta  de  ella  por  la  forma  de  sus  cápsulas 
ovoideas  y  no  prolongadas  triangulares  ,  y  por 
sus  semillas  libres,  redondas,  lucientes,  mien- 
tras que  ellas  son  angulosas,  empañadas  y  aglu- 
tinadas en  el  cardomomo  mayor  de  las  boticas. 
Estos  frutos  ovoideos  son  largos  de  8  á  1 0  líneas 
sobre  4  á5de  grueso;  de  tres  tabiques  membrano- 
sos y  de  tres  celdillas;  de  un  gris  un  poco  negruz- 
co, si  son  añejos,  pues,  frescos,  son  rojizos  y  del 
volumen  de  un  higo  mediano.  Este  indudable- 
mente es  el  cardomomo  mayor  de  los  antiguos 
droguistas,  tales  como  Lémer y  y  Pomet,  y  so- 


AMO 

bretodo  de  Matíolo,  quien  dice  positivamente 
que  la  malagueta  es  la  semilla  del  cardomomo 
mayor.  El  sabor  de  las  semillas  de  la  malagueta 
es  caliente  y  acre  á  un  grado  mas  marcado  que  el 
de  las  especies  precedentes;  á  lo  menos  iguala  en 
fuerza  al  de  la  pimienta  y  puede  muy  bien  reem- 
plazarla, y  por  esto  lleva  los  nombres  de  Pimienta 
de  Guinea ,  Pimienta  de  los  Negros,  y  Pimienta 
de  los  monos.  En  el  Congo  se  recoge  mucha  ma- 
lagueta. Según  A.  Chevallier,  nos  viene  de  África 
y  de  Madagascar ,  en  donde  es  producida  por  el 
Amomo  de  hoja  estrecha  [Amomum  angustifo- 
lium )  descrito  por  Sonnerat. 

Los  granos  del  paraiso  entran  en  algunas  fór- 
mulas del  mismo  modo  que  los  cardamomos ;  son 
empleados  para  dar  una  fuerza  facticia  al  vinagre 
y  para  mezclar  con  la  pimienta  á  la  cual  se  aña- 
den sustancias  inertes  para  falsificarla;  en  África 
sirven  como  condimento. 

Conviene  no  confundir  los  granos  del  paraiso 
con  las  semillas  de  las  Uñona  aromática  y  de 
Etiopia  (Uñona  aromática  y  ¿Ethiopica,  DC), 
que  también  se  las  llama  Malagueta,  Pimienta  de 
Etiopia,  pero  que  no  se  encuentran  en  el  comer- 
cio. V.  Malagueta. 

Amomo  piramidal  ( Amomum  pyrami- 
düle  ,  Lam.;  Alpinia  racemosa,  L.).  Dícese  que 
los  frutos  de  esta  especie  de  las  Antillas  causan 
un  verdadero  envenenamiento ,  que  el  zumo  de 
limón  puede  remediar. 

AMOUíCrjEABA.  Nombre  brasileño  de  una 
especie  de  gramínea  que  tiene  alguna  relación 
con  el  Panizo  de  muchas  espigas  ( Panicum  spi- 
catum,  L.).  Empleada  en  el  país  en  {fomentos, 
en  baños ,  como  emoliente ,  contra  el  tenesmo  y 
otros  dolores. 

AMONIACO,  Azoturo  de  hidró- 
geno ,  Hidrógeno  azoado.  Gas  des- 
cubierto por  Priestley ,  compuesto ,  según  Bertho- 
let,  de  18,5  de  hidrógeno  y  de  81,  5  de  ázoe,  en 
peso,  ó,  según  Davy  y  Berzélius,  de  oxígeno  y 
de  Amonio  (V.  esta  palabra),  que  nunca  se  en- 
cuentra aislado  en  la  naturaleza,  pero  sí  que  exis- 
te en  ella  combinado  con  un  sinnúmero  de  cuer- 
pos. Se  encuentra  del  todo  formado  en  el  reino 
mineral  en  el  estado  de  combinación  salina ;  lo 
ofrecen  también  muchos  vegetales ,  como  el  Ser- 
bal de  cazador,  el  Quenopodio  vulvaria,  etc.;  se 
desarrolla  expontáneamente  dorante  la  fermen- 
tación de  las  materias  animales  y  vegetales.  Y  en 
efecto,  el  Sr.  Collard  de  Martigny  ha  demostrado 
que  este  álcali  se  forma  al  contacto  del  agua  y  del 
aire,  siempre  que  hidrógeno  naciente  y  ázoe  se 
hallan  en  contacto,  que  así  diariamente  se  produ- 
ce una  inmensa  cantidad ,  que  el  amoníaco  da  en 
seguida  origen  á  nitratos  que  excitan  la  vida 
vegetal,  etc. 

El  amoníaco  desprendido  de  sus  diversas  com- 
binaciones salinas  se  presenta  en  el  estado  gaseo- 
so á  la  temperatura  y  á  la  presión  ordinarias. 
Entonces  es  un  gas  incoloro ,  de  un  olor  vivo  y 
sufocante  que  excita  el  lacrimeo;  su  densidad  es 
de  0,5912;  es  impropio  para  la  combustión ,  pero 
antes  de  apagar  las  bugías  encendidas  engrande- 


AMO 
co  su  llama,  la  vuelve  amarillenta  descomponién- 
dose y  ardiendo  parcialmente;  obra  sobre  los 
colores  vegetales  ala  manera  de  los  álcalis  lijos, 
enverdece  el  jarabe  de  violetas  y  vuelve  á  azol 
el  tornasol  enrojecido  por  los  ácidos;  el  agua  lo 
absorve  rápida  y  enteramente  si  es  puro,  y  la  solu- 
ción presenta  el  olor  y  las  propiedades  alcalinas 
del  mismo  ¡zas.  Los  gases  ácidos  se  Combinan  ins- 
tantáneamente con  el  gas  amoníaco,  produciendo 
compuestos  sólidos  blancos  une  aparecen  desde 
luego  en  forma  de  vapores  blancos  espesos;  el 
cloro  lo  descompone  súbitamente  con  luz,  despren- 
dimiento de  ázoe  y  formación  de  vapores  blancos 
de  hidroclorato  dé  amoníaco. 

El  gas  amoniaco  se  obtiene  comunmente  some- 
tiendo á  la  acción  del  fuego  una  mezcla  de  hidro- 
clorato de  amoníaco  y  de  cal  apagada.  Esta  mis- 
ma mezcla,  encerrada  en  un  frasco,  produce  ex- 
temporáneamente vapores  amoniacales,  emplea- 
dos algunas  veces ,  pero  con  precaución,  como 
estimulante  de  las  membranas  ocular,  nasal,  etc., 
v  también  como  excitante  y  resolutivo  en  ciertos 
iumores  indolentes.  No  obstante,  siempre  es  un 
gas  que  no  puede  respirarse  sin  peligro,  puesto 
que  a  muy  cortas  dosis  es  sumamente  deletéreo: 
líasele  visto  provocar  la  coriza,  cataros  violentos 
y  otros  accidentes,  y  produce  las  oftalmías,  con 
frecuencia  muy  considerables,  de  que  están  afec- 
tados los  poceros,  sin  cesar  expuestos  á  las  ema- 
naciones amoniacales  que  salen  de  lastetrinas. 

Amoníaco  líquido,  Amoníaco.  %l 
eali  volátil,  Álcali  volátil  flúor,  Es- 
píritu de  tal  amoníaco,  etc.  Solución 
acuosa  de  amoniaco  preparada  saturando  el  agua 
destilada  de  gas  amoníaco.  Esta  solución  que,  en 
su  mayor  grado  de  saturación,  contiene  á  lo  menos 
el  tercio  de  su  peso  de  gas,  es  incolora,  de  un  olor 
vivo  v  penetrante  semejante  al  del  mismo  gas,  de 
un  sabor  fuerte  y  cáustico ;  su  densidad  es  de 
0,8750;  obra  sobre  el  color  de  violeta  y  el  de 
tornasol  enrojecido  por  los  ácidos  como  los  álca- 
lis; se  congela  á— 40°;  calentada  á  +  35°,  aban- 
dona poco  á  poco  lodo  el  gas  que  tiene  en  diso- 
lución ;  azula  las  soluciones  de  cobre ;  forma  sa- 
les con  los  ácidos,  y  con  ciertas  sales  combina- 
ciones triples;  disuelve  muchos  óxidos,  etc. 

El  amoníaco  liquido,  bajo  cuya  forma  sobre 
lodo  es  empleado  en  las  artes,  la  medicina  y  los 
laboratorios,  se  prepara  destilando  partes  iguales 
de  hidroclorato  de  amoníaco  y  cal  hidratada.  La 
cal  se  apodera  del  ácido  con  él  que  tiene  mas  afi- 
nidad que  el  amoníaco,  y  éste  es  recibido,  por 
medio  de  un  aparato  propio  al  objeto,  en  frascos 
tubulados  llenos  hasta  los  dos  tercios  de  agua 
pura  y  rodeados  de  hielo  :  el  gas  se  disuelve  en 
esta  agua.  También  á  veces  se  obtiene  con  el 
sulfato  de  amoniaco,  y  en  este  caso  las  propor- 
ciones son :  1  parle  de  sulfato  y  3  partes  de  cal 
apagada, 

Las  cantidades  de  gas  amoniaco  y  de  agua 
contenidas  en  esta  solución  pueden  aproximada- 
mente, según  los  experimentos  de  H.  Davy,  de- 
ducirse de  su  densidad,  como  lo  indica  la  siguien- 
te tabla. 

22 


AMO 


109 


PROPORCIÓN 

PROPORCIÓN 

dknsiihd 

GRVDOSENEI. 

I)B  OVS  AMO- 

DB AGV  V 

PKSV-I.ICOR 

NÍACO    SOBRE 

SOBRE 

Á  -f  10. 

1 

w:  mi  mi:. 

100  PARTES. 

100  PARTES. 

0,8750 

30,6 

32,50 

67,50 

0,8875 

:'*,-> 

29,25 

70,75 

0,9000 

26 

26 

74,00 

0,9054 

25 

25,37 

74,63 

0,9166 

23 

22,07 

77,93 

0,9230 

22 

20,26 

79,74 

0,9*55 

2t,6 

19,54 

80,46 

0,9326 

20,4 

17,52 

82,48 

0,9385 

19,4 

15,88 

8  4,1 2 

0,9 476 

18 

13,46 

86,51 

0,9513 

17,5 

12,40 

87,60 

0,9545 

17 

11,56 

88,14 

l     0,9573 

16,5 

10,82 

89,18 

0,9597 

16,2 

10,17 

89,83 

0,9619 

16 

9,60 

90,40 

Puédese,  por  medio  de  esta  tabla ,  determinar 
la  cantidad  real  de  gas  amoníaco  contenido  en 
un  peso  ó  en  un  volumen  cualquiera  de  amonía- 
co liquido  que  marque  un  grado  conocido  en  el 
pesa-licor:  en  efecto,  basta  multiplicar  el  volu- 
men de  amoníaco  liquido  por  su  densidad ,  y  el 
producto  que  se  obtendrá,  multiplicado  á  su  vez 
por  la  proporción  de  gas  amoníaco  expresada  en 
milésimos  ,  dará  la  cantidad  absoluta  de  gas  con- 
tenida en  su  solución. — Llégase  también  al  mis- 
mo resultado  suturando  exactamente  unaporcion 
de  amoníaco  liquido  por  el  ácido  hidroclórico  dé- 
bil ,  evaporando  á  sequedad  la  solución  en  una 
evaporadera  destarada,  y  pesando  el  hidroclora- 
to de  amoniaco  seco  quese  ha  formado ;  la  pro- 
porción de  este  último  permite  calcular  la  canti- 
dad de  amoníaco  que  había  en  disolución  en  el 
agua. 

El  amoníaco  líquido  purd,  cuando  ha  sido  pre- 
parado con  agua  destilada  y  gas  amoníaco  puro, 
no  debe  ser  enturbiado  ni  precipitado  por  las  so- 
luciones de  cal  y  de  barita;  saturado  por  el  áci- 
do nítrico  débil",  no  debe  tener  acción  sobre  las 
soluciones  de  nitrato  de  plata  y  de  proto-nitrato 
de  mercurio ,  lo  que  denota  la  ausencia  del  ácido 
hidroclórico  en  este  producto ;  no  debe  colorarse 
en  lo  mas  mínimo  por  la  solución  de  ácido  hidro- 
sulfúrico  en  exceso  echado  en  él ,  lo  que  suce- 
dería si  tuviese  en  disolución  algunos  óxidos  me- 
tálicos. 

Pudiendo  el  amoniaco  líquido  estar  alterado  por 
una  corta  cantidad  de  aceite  empireumático,  pro- 
oedente  á  veces  déla  sal  amoníaco  mal  purificada 

3ue  ha  servido  en  su  preparación ,  se  consigue 
escubrir  este  aceite  por  dos  medios  sencillos : 
1 .°  dejando  evaporar  al  aire  una  porción  de  la 
solución  de  amoníaco ,  ó  poniendo  una  pequeña 
cantidad  en  el  hueco  de  la  mano,  con  lo  que  todo 
i  el  gas  amoníaco  se  desprende  poco  á  poco  y  queda 

tomo  i. 


no  AMO 

un  residuo  líquido  que  contiene  la  materia  aceito- 
sa que  el  olfato  hace  muy  bien  reconocer;  2.°  el 
segundo  medio  consiste  en  añadirle  de  gota  en 
gota  ácido  sulfúrico  de  66°  hasta  que  haya  un 
grande  exceso  de  éste,  y  entonces,  quedando  car- 
bonizada la  materia  aceitosa  ó  toda  otra  materia 
orgánica  en  solución,  el  líquido  tomará  un  color 
mas  ó  menos  moreno. 

El  amoníaco  líquido  del  comercio  tiene  cons- 
tantemente un  olor  empireumático  mas  ó  menos 
pronunciado  debido  al  aceite  de  que  hemos  ha- 
blado ;  contiene  también  casi  siempre  sal  amo- 
níaco y  á  veces  sulfato  de  amoníaco.  Se  reconoce 
en  él  fácilmente  la  presencia  de  estas  sales  por 
medio  del  cloruro  de  bario  disuelto  en  el  agua  y 
del  nitrato  de  plata. 

Sabido  es  que  siempre  que  sustancias  orgáni- 
cas azoetizadas  están  sustraídas  á  la  influencia  de 
la  vida  ó  colocadas  en  circunstancias  tales  que 
el  equilibrio  de  sus  principios  constitutivos  está 
destruido,  como,  por  ejemplo,  cuando  se  las  so- 
mete á  la  acción  del  calor,  ó  al  no  menos  pode- 
roso de  los  álcalis,  se  produce  amoníaco  en  ma- 
yor ó  menor  cantidad ,  desprendiéndose  sea  en 
el  estado  de  libertad ,  sea  unido  á  ácidos  voláti- 
les. Las  artes  han  sabido  sacar  partido  desde  mu- 
cho tiempo  de  la  facilidad  con  que  el  amoníaco  se 
crea  en  estos  diferentes  casos :  hace  unos  sesenta 
años,  se  destilan  en  cilindros  de  hierro  colado 
materias  animales  de  poco  valor,  como  huesos, 
trapos  viejos  de  lana,  cueros  viejos ,  que  produ- 
cen, con  muchos  otros  productos,  una  grande  can- 
tidad de  amoníaco  impuro,  que  se  hace  conden- 
sar en  toneles  llenos  de  agua.  Esta  agua  amonia- 
cal sirve  para  preparar  la  sal  amoníaco,  que  reem- 
plaza á  la  de  Egipto  en  todos  sus  usos. 

Los  extranjeros ,  siguiendo  este  proceder ,  ob- 
tienen sal  amoníaco  y  amoníaco  líquido  de  buena 
calidady  á  precios  módicos.  En  España,  antigua- 
mente, este  último  producto,  el  amoníaco,  era 
exclusivamente  preparado  por  los  boticarios,  pe- 
ro desde  que  su  consumo  fué  en  aumento  en  ra- 
zón de  las  multiplicadas  aplicaciones  que  recibió 
de  la  ciencia  en  las  arles  industriales,  se  encar- 
garon de  su  elaboración  las  fábricas  de  productos 
químicos  y  los  laboratorios  de  productos  quími- 
co-farmacéuticos,  cayendo  también  en  conse- 
cuencia el  álcali  volátil  bajo  el  dominio  de  la  dro- 
guería, puesto  que  rarísimas  veces  se  prepara  en 
las  boticas.  Se  calcula  á  unas  8.000  libras  apro- 
ximadamente la  cantidad  de  amoníaco  líquido, 
que,  al  año,  se  elabora  en  esta  ciudad. 

Posteriormente,  el  Sr.  Castanys ,  en  su  fábrica 
de  productos  químicos,  establecida  en  el  térmi- 
no de  San  Martin  de  Proveñsals,  á  media  legua 
de  esta  ciudad ,  aprovecha ,  á  imitación  de  los 
extranjeros ,  todos  los  productos  resultantes  de  la 
descomposición  de  los  restos  animales,  obtenien- 
do operatos  que ,  presentados  en  nuestros  mer- 
cados, no  ceden  en  perfección  y  baratura  á  los 
mejores  que  recibimos  de  fuera  reino.  Entre 
ellos  es  de  mucha  importancia  la  sal  amoníaco, 
por  cuanto  es  de  esperar  de  la  asiduidad  y  cono- 
cimientos del  director  del  citado  establecimiento 


AMO 

que  algún  dia  dejaremos  de  ser  tributarios  á  los 
extraños  por  tal  artículo ,  y  además  por  que  le 
facilita  la  obtención  del  amoníaco  líquido  de  su- 
perior calidad  á  muy  bajo  precio. 

El  amoniaco  líquido  fabricado  en  España  basta 
para  atender  á  todas  las  necesidades  de  la  medi- 
cina y  délas  artes  industriales.  Sensible  es  que  el 
módico  derecho  impuesto  en  los  últimos  aranceles 
á  este  artículo,  vaya  sucesivamnete  aumentando 
su  importación,  mermándose  así  los  escasos  lu- 
cros de  los  fabricantes  de  productos  químicos  del 
país. 

Los  usos  del  amoníaco  en  las  artes  son  impor- 
tantes: úsase  para  disolver  el  carmín  y  dar  mas 
solubilidad  en  el  agua  á  ciertos  principios  colo- 
rantes ;  con  frecuencia  también  se  le  utiliza  para 
modificar  el  tinte  de  ciertos  colores,  tales,  como 
por  ejemplo,  los  carmesíes,  los  azules  de  Prusia 
aplicados  sobre  la  seda.  Lo  mas  común,  en  este 
caso,  es  emplear  orinas  corrompidas  que  son 
muy  ricas  en  amoníaco  libre  y  carbonato,  y  que 
también  en  razón  á  la  presencia  de  estas  dos  ma- 
terias se  emplean  para  desengrasar  las  lanas.  Los 
quitamanchas  consumen  mucho  amoníaco  mas  ó 
menos  diluido  para  quitar  las  manchas  grasicn- 
tas de  los  vestidos ,  y  restablecer  el  color  de  la 
estofas  corroído  por  los  ácidos.  Sirve  además  este 
álcali  para  preparar  la  esencia  de  Oriente  desti- 
nada para  fabricar  las  perlas  falsas ;  etc. ,  etc. 

Pocos  cuerpos  hay  que  presten  tantos*  servicios 
á  los  químicos  como  el  amoníaco  ,  que  es  uno 
de  los  mas  útiles  reactivos  :  en  los  laboratorios 
es  muy  empleado  sobre  todo  en  las  indagaciones 
analíticas,  ya  para  precipitar  ciertos  óxidos  me- 
tálicos de  sus  disoluciones,  ya  para  redisolverlos 
y  separarlos  de  los  óxidos  que  son  insolubles  en 
en  ellas ;  empléase  también  para  precipitar  de 
sus  sales  la  mayor  parte  de  los  alcaloides  orgá- 
nicos, etc. 

El  amoníaco  líquido  es  un  medicamento  pre- 
cioso y  frecuentemente  empleado.  Adminístrase 
al  intericrysele  aplica  al  exterior. — Aplicado  so- 
bre la  piel,  el  amoníaco  líquido  de  22°  produce 
rápidamente  una  rubicundez  muy  viva,  á  veces 
flictenas ,  y  también  una  escara  cuando  el  con- 
tacto es  muy  prolongado.  Empléasele  como  rr.be- 
faciente  en  los  reumatismos  crónicos,  los  tumores 
frios,  las  nevrálgias,  los  infartos  de  los  pechos, 
el  crup ,  etc.  Sirve  como  derivativo  y  revulsivo 
en  un  sinnúmero  de  afecciones  diversas :  se 
aplica  en  la  cúspide  déla  cabeza,  en  la  amaurosis, 
y  en  la  coluna  vertebral,  en  el  cólera  y  las  enfer- 
medades de  la  médula,  etc.;  se  emplea  diaria- 
mente para  cauterizar  las  mordeduras  de  ani- 
males venenosos  y  la  picadura  de  ciertos  insec- 
tos. Además  de  estos  usos,  hanse  preconizado 
como  resolutivos,  ó  como  excitantes,  mezclas 
que  desprenden  continuamente  gas  amoníaco.  Se 
hace  respirar  el  gas  que  se  desprende  incesante- 
mente del  amoníaco  líquido  en  los  casos  de  sín- 
cope,  para  irritar  la  membrana  pituitaria;  pero 
estos  vapores  pueden  ocasionar  accidentes  por  su 
grande  energía. — Al  interior,  el  amoníaco  concen- 
trado obra  como  un  veneno  irritante  muy  violen- 


AMO 

to.  diluidoen  agua,  es  un  agente-estimulante  dia- 
forético y  sudorífico,  que  puede  prestar  grandes 
servicios.  Adminístrasele  con  feliz  resultado  en 
ciertos  casos  de  erupciones  cutáneas  difíciles  ó 
bruscamente  suprimidas,  en  las  calenturas  atáxi- 
cas,  el  reumatismo  crónico,  las  mordeduras  de 
animales  venenosos  y  hase  aconsejado  en  otras  va- 
ria» enfermedades.  La  dosis  varia  entre  6  á  36  go- 
tas. La  experienciaha  demostrado  la  eficacia  del 
amoníaco  liquido  para  disipar,  casi  instantánea- 
mente ,  los  efectos  de  la  embriaguez;  ocho  á  diez 
gotas  de  álcali  volátil  bastan  para  operar  este 
maravilloso  resultado.  Los  veterinarios  se  sirven 
con  feliz  éxito  del  amoniaco  para  disipar  la  me- 
teorizacion  ó  la  hinchazón  que  se  manifiesta  en 
los  ganados  que  han  comido,  en  demasiada  abun- 
dancia, forrajes  verdes  ó  húmedos;  obra  en  este 
caso  absorviendo  los  gases  ácidos  que  ocasionan 
la  hinchazón  del  estómago  y  de  los  intestinos; 
una  onza  á  lo  mas  de  amoníaco  diluido  en  bebi- 
das mucilaginosas  produce  la  curación  casi  sú- 
bita de  un  buey  ó  de  un  caballo. 

Hemos  dicho  que  el  amoniaco  concentrado  es 
muy  temible :  llevado  fcn  el  estómago  ó  inyecta- 
do en  las  venas,  produce  la  muerte;  de  media  á 
una  dracma  de  este  liquido  basta  para  matar  á 
un  perro.  Lo  mismo  sucede  con  el  sub-carbonato 
de  amoníaco.  El  agua  acidulada  con  vinagre  ó 
zumo  de  limón  ,  y  los  antiflogísticos  constituyen 
el  tratamiento  racional  de  estos  envenenamientos. 
El  profesor  Corradori  ha  demostrado  también  la 
acción  deletérea  del  amoníaco  para  los  vegetales. 

La  dificultad  de  graduar  la  acción  del  amonía- 
co hace  que  se  le  asocie  casi  siempre  con  alguna 
otra  sustancia,  y  de  ahí,  para  su  uso  externo,  las 
diferentes  preparaciones- oficinales,  como  el  bál- 
samo opodeldoch,  el  colirio  amoniacal,  etc.,  y 
otras  de  magistrales  ó  preparadas  extemporá- 
neamente, como  por  ejemplo  los  diversos  lini- 
mentos volátiles.  Al  interior  ,  hase  indicado  ya 
que  debia  propinarse  diluido,  debiendo  añadir 
que  el  vehículo  varia  según  la  aplicación  que  de 
el  se  hace  á  tenor  de  lo  que  juzga  el  médico. 

La  propiedad  de  simple  estimulante  de  que  go- 
za el  amoníaco  muy  diluido  ha  hecho  creer  tam- 
bien¿que  los  quesos  pasados,  las  carnes  averia- 
das, la  raya  picante,  etc.,  deben  á  la  alcalinidad 
que  se  ha  desarrollado  en  ellos  su  fácil  digestibili- 
dad,  porque  en  efecto  es  sabido  que  los  álcalis 
tienen  en  general  la  propiedad  de  favorecer  la 
digestión. 

El  mayor  grado  de  concentración  del  amonía- 
co líquido  es  de  30,6°.  Para  el  uso  médico,  bas- 
ta que  señale  22°  en  el  areómetro;  el  del  co- 
mercio no  marca  por  lo  común  sino  18  á  20°. 

El  álcali  volátil  debe  conservarse  al  abrigo 
del  aire,  en  lugares  frescos  y  repuesto  en  frascos 
esmerilados,  ó  á  lo  menos  muy  bien  tapados. 

En  1849,  fueron  importadas  del  extranjero  á 
Barcelona,  5.619  libras  de  amoníaco  líquido,  va- 
lor de  20.901  rs.  vn.  17  mrs.  Se  exportaron  de 
esta  ciudad  ,  con  guia,  á  diferentes  puntos  del  rei- 
no 1.171  libras  de  dicho  álcali,  valor  de  3.693 
r».  vn. 


AMO  <7< 

AMONIO.  Los  Sres.Davyy  Berzélius  han  da- 
do este  nombre  al  metal  que  suponen  ser  la  ba- 
se del  amoniaco ,  considerado  por  ellos  como  un 
óxido.  Toda  vía  no  ha  sido  posible  obtenerlo  ais- 
lado. V.  Amoníaco. 

AMONITA,  Ammonites.  Género  de  conchas 
fósiles  muy  abundantemente  difundidas  en  los 
terrenos  calcáreos  y  esquitosos:  son  parecidas  á 
cuernos  de  carnero ,  lo  que  las  hace  aun  llamar 
Cuernos  de  Ammon.  Los  antiguos  las  atribuían 
virtudes  particulares,  y  todavía  en  la  India  son 
objeto  de  un  culto,  teniendo  gran  estima  las 
que  se  encuentran  cerca  del  Ganges.  Fourcroy 
dice  que  se  llamaba  Amonita  á  una  piedra  cal- 
cárea formada  de  granos  redondeados  y  agluti- 
nados juntos,  y  que  se  dislinguia  en  muchas  es- 
pecies ,  según  el  grueso  y  la  forma  de  los  gra- 
nos de  que  estaban  compuestas,  bajo  los  nombres 
de  Concrita,  Meconita,  Oolita,  Orobia,  Visolita. 
El  Bezoar  mineral  era  una  amonita  de  granos  de 
la  magnitud  de  una  nuez.  Se  las  atribuía  una  vir- 
tud sudorífica,  cordial,  alexitera:  son  tan  solo 
simples  absorveutes. 

AMONIURO.  Denominación  particular- 
mente dada  á  las  combinaciones  sólidas  que  el 
amoníaco  es  susceptible  de  formar  con  ciertos 
óxidos  metálicos. 

Anioiiiurodedeiitóxldode  cobre. 
Este  amoniuro,  que  se  prepara  en  farmacia  hacien- 
do obrar  un  exceso  de  amoníaco  sobre  una  solu- 
ción débil  de  deutosuliato  de  cobre,  no  se  emplea 
sino  en  solución  en  el  agua  y  al  exterior  como  un 
ligero  escarótico  en  el  tratamiento  de  ciertas  of- 
talmías. La  solución  de  este  amoniuro  es  de  un 
hermoso  azul  celeste  subido,  tiene  un  ligero  olor 
de  amoníaco  ,  un  sabor  acre,  picante  y  un  poco 
estíptico.  A  esta  solución  se  daba  antiguamente 
los  nombres  de  Tintura  azul,  Tintura  de  cobre, 
Tintura  de  Venus,  y  ella  es  la  base  del  Agua 
celeste. 

Amoniuro  de  oro,  Oro  fulminan- 
te. Obtenido  tratando  el  óxido  de  oro  por  el  amo- 
níaco :  las  vedijas  que  se  forman  casi  instantánea- 
mente se  secan  á  un  suave  calor ,  y  se  tiene  un 
preparado  peligrosísimo  en  razón  de  su  propiedad 
de  detonar  por  el  calor,  el  troteó  la  percusión. 
Con  solos  dos  granos  hay  lo  suficiente  para  pro- 
ducir una  explosión  comparable  á  la  de  una  pis- 
tola. Debe  manejarse  con  mucha  precaución. 

Hay  otro  compuesto  que  lleva  también  el  nom- 
bre de  Oro  fulminante  ,  y  que  se  prepara  pre- 
cipitando la  solución  de  cloruro  de  oro  por  un 
exceso  de  amoníaco ,  lavando  y  haciendo  secar 
en  seguida  á  un  calor  suave  el  precipitado.  De 
las  indagaciones  hechas  sobre  este  producto  re- 
sulta que  no  es  ni  un  amoniuro  de  oxido  de  oro 
ó  un  urato  de  amoníaco,  ni,  como  lo  ha  creído  el 
Sr.  Sérullas,  un  azoturo  de  oro,  sino  un  compuesto 
de  dos  átomos  de  azoturo  de  oro  amoniacal  y  de 
un  átomo  de  subcloriro  de  oro  amoniacal,  con 
el  agua  necesaria  para  trasformar  todo  el  ázoe  en 
amoníaco  y  todo  el  oro  en  óxido.  Es  amarillo, 
sólido,  insípido,  inodoro;  detona  con  violenc/a 
por  la  acción  de  un  calor  de  500°,  del  choque, 


m  AMO 

del  frote ,  y  debe  por  consiguiente  ser  conserva- 
do en  frascos  cubiertos  solamente  con  un  papel; 
los  ácidos  fuertes  y  los  álcalis  lo  descomponen;  es 
insoluble  en  el  agua  fría;  lavado  por  largo  tiem- 
po en  el  agua  hirviendo,  da  hidroclorato  de  amo- 
níaco, y  pasa  al  estado  de  sub-azoturo  amoniacal. 
Este  compuesto,  señalado  desde  1608  por  D.  Ri- 
vault,  como  útil  para  reemplazar  la  pólvora,  ha 
sido  empleado  antiguamente  en  diferentes  enfer- 
medades bajo  los  nombres  de  Azafrán  de  oro, 
Bálsamo  de  oro ;es  la  base  del  Magisterio  de  oro  y 
del  Bezoar  dorado  de  Ángelus  Sala,  etc.  Al  pre- 
sente está  proscrito  del  uso  médico  como  venenoso, 
y  el  Sr.  Legrand  observa  con  razón  que  no  debe 
empleársele  sino  en  suspensión  en  el  agua,  por 
los  peligros  á  que  expondría  su  fácil  detonación. 

Aiuoniuro  de  plata,  Plata  fulmi- 
nante. Este  compuesto ,  descubierto  por  Ber- 
thollel  en  el  año  1787,  se  obtiene  humedeciendo 
óxido  de  plata ,  recientemente  precipitado ,  con 
amoníaco  y  dejando  secar  al  aire  esta  papilla.  Se- 
ca ya,  el  polvo  gris  y  de  aspecto  metálico  que 
queda  en  la  evaporadera  de  vidrio  en  donde  se 
ha  elaborado,  detona  con  un  espantoso  estrépito, 
por  el  mas  ligero  choque,  por  el  simple  frote  de 
una  barba  de  pluma.  Por  lo  tanto  es  muy  peligroso 
el  manejarlo,  y  se  peligrariade  herirse  gravemen- 
te si  se  quisiera  introducirlo  en  un  frasco.  Es  un 
polvo  fulminante  de  los  mas  intáctiles  que  se  co- 
nocen. 

Hay  otra  Plata  fulminante  menos  peligro- 
sa que  la  anterior.  Para  su  preparación  ,  se  ha- 
cen disolver  'oí  granos  de  plata  muy  pura  en  una 
dracma  de  ácido  nítrico  puro  y  diluido  en  agua 
destilada;  se  filtra  por  papel  de  estraza  el  líquido 
y  se  vierte  en  unmatracito  de  vidrio  de  capacidad 
cinco  ó  seis  veces  mayor  que  la  necesaria  para 
contener  la  disolución;" caliéntese  ésta  y  viértase 
en  ella  una  dracma  de  alcohol  rectificado,  y  con- 
tinúese calentando  hastaque  la  mezcla  empiece  á 
hervir;  muy  luego  se  forma  una  efervescencia, 
se  produce  éter  nitroso  y  se  posa  un  polvo  blanco 
cristalino.  Cesada  la  ebullición,  se  filtra  y  se  reco- 
ge el  precipitado  en  el  que  se  vierte  repetidamente 
agua  destilada  para  lavarlo.  Este  precipitado 
blanco  es  la  plata  fulminante  ,  que  se  pone  con 
gran  cuidado  en  dos  ó  tres  pequeñas  evaporade- 
ras,  y  se  hace  secar  en  un  paraje  oscuro,  cubrién- 
dolo con  pliegos  de  papel.  El  Sr.  Berthollet  pone 
el  amoníaco  en  el  número  de  los  principios  cons- 
tituyentes de  este  producto  ,  y  piensa  que  resulta 
de  la  combinación  de  este  álcali  con  el  óxido  de 
plata  y  una  materia  vegetal  particular,  produci- 
da por  la  descomposición  del  alcohol.  Aunque 
este  compuesto  no  sea  tan  fulminante  como  el 
anterior  ,  se  requiere  mucho  tino  y  prudencia  en 
el  modo  de  elaborarlo  y  de  manejarlo ;  con  él  se 
preparan  los  guisantes,  los  bombas,  los  naipes  y 
las  bugías  fulminantes. 

AMOll-GUACU,  Amor-tinga.  Pes- 
cados poco  conocidos  de  que  habla  Ray.  Su  car- 
ne es  comida  en  el  Brasil. 

AMORFA,  Amorpha.  Género  déla  diadelfia 
decandria  de  Linneo  y  de  la  familia  de  las  legu- 


ANA 
miñosas.  Su  nombre  de  Amorfa ,  en  griego  iin 
forma,  procede  de  que  la  corola  carece  de  alas  y 
de  quilla. 

Amorfa  fructicosa,  Añil  bastar- 
tío  [Amorfa  fructuosa,  L.).  Arbusto  de  la  Caro- 
lina, cultivado  en  nuestros  jardines  por  su  ele- 
gancia. Sus  ramos,  lo  mas  común ,  se  echan  á 
derecha  y  á  izquierda,  y  forman  un  ancho  cha- 
parro ,  y  están  bien  guarnecidas  de  hojas  com- 
puestas ;  sus  flores  son  amariposadas ,  pero 
no  tienen  sino  el  estandarte ,  pequeñas  y  de  co- 
lor del  mas  hermoso  añil ,  con  un  punto  de  oro 
formado  por  los  estambres.  Su  cultivo  no  requie- 
re muchos  cuidados. 

AMPAC.  Arbusto  del  que  Rumfio  señala 
dos  especies,  las  cuales  dan  una  resina  dura  que 
exhala  al  fuego  el  olor  del  estoraque  calamita,  lo 
que  prueba  que  contiene  ácido  benzoico.  La  cor- 
teza tiene  un  olor  chotuno  muy  marcado.  La  re- 
sina de  estos  arbustos ,  que  se  cree  pertenecer  á 
la  familia  de  las  verbenáceas,  y  de  que  Bory  ha 
hecho  su  género  Aubertia,es  empleada  en  uso& 
domésticos. 

AMFAIiATANIía  VARI.  Nombre 
dado,  según  Flacourt,  aun  grande  árbol  deMa- 
dagascar,  cuyas  hojas  digitadas  son  astrin- 
gentes. 

AMPFX1TA.  Tierra  negra,  bituminosa, 
que  Dioscorides  dijo  ser  resolutiva,  refrescante, 
y  buena  para  teñir  denegro  los  cabellos.  LaAw»- 
pclita  ó  Tierra  negra  de  los  modernos  es  una  es- 
quila negra  bituminosa,  ala  que  se  han  atri- 
buido virtudes  antielmínticas  por  Leméry,  y 
antioftálmicas  por  Fourcroy,  además  de  hacerla 
entrar  en  las  preparaciones  depilatorias.  Hoy  dia 
es  completamente  inusitada. 

AMPO  ó  Vena  ampo.  Especie  de  arci- 
lla cocida  que  comen  los  naturales  de  Java,  se- 
gún los  Sres.  Labillardiérey  Lechenault. 

AMPOüLI.  Yerba  deMadagascar,  buena, 
según  Flacourt,  molida  con  agua ,  para  comba- 
tir los  síncopes. 

AMUKCA  ó  ALPECHÍN.  Nombre  que 
los  antiguos  daban  á  la  hez  que  deja  posar  el  acei- 
te de  aceitunas  nuevo.  Dábase  también  el  mismo 
nombre  á  esta  hez  concentrada  por  la  ebullición 
en  un  vaso  de  cobre,  del  que  disolvía  algunas 
partículas ,  lo  que  le  volvia  astringente ,  desecan- 
te, y  le  hacia  emplear  como  á  tal.  En  el  estado 
natural,  la  amurca  es  emoliente  y  usada  en  los  ab- 
cesos,  etc.  Lémery  dice  que,  aplicada  en  la  frente, 
calma  los  dolores  de  cabeza  y  detiene  las  fluxio- 
nes. 

AMBETTT.  Árbol  de  Malabar  que  tiene  to- 
das sus  partes  amargas.  Se  bebe  el  cocimiento 
de  sus  raíces  para  laxar  el  vientre  y  curar  las 
obstrucciones  del  bazo. 

AN 

MABAS,  Anabas.  Nombre  dado  por  Cu- 
vier  aun  género  de  peces  faríngios  labirintifor- 
mes ,  del  cual  tan  solo  se  conoce  la  especie  Ana- 
bas trepador,  Paneibi  [Anabas  scemdens),  que 
habita  en  el  continente  de  la  India  y  en  las  islas 
de  su  archipiélago.  Tiene  de  cinco  á  seis  pulga- 


ANA 
«las  de  longitud,  su  cuerpo  ofrece  un  color  verde 
muy  subido,  que  sin  embargo  lo  es  menos  hacia 
la  región  de  la  cola ;  la  dorsal  y  la  anal  están  te- 
ñidas de  verde,  y  las  nadaderas  pans  de  rojizo; 
el  hocico  es  de  un  pardo  oscuro  como  el  vientre,  y 
los  ojos  son  encarnadinos.  Éntrelas  particularida- 
des (me  presenta  este  pez,  lo  mas  extraordinario 
es  el  hábito  de  trepar  en  los  árboles  y  vivir  algnn 
tiempo  fuera  del  agua;  no  siendo  raro  ver  en  los 
mercados  de  Calcuta  peces  vivos  sacados  de  los 
grandes  pantanos  del  distrito  de  Fazor ,  cuya  dis- 
tancia es  de  mas  de  1 50  millas.  El  pueblo  los  cree 
caídos  del  cielo  en  razón  de  ser  muy  frecuente 
encontrarlos  arrastrándose  por  tierra"  y  á  veces 
a  bastante  distancia  del  agua.  A  pesar  de  su  mal 
sabor  y  de  la  abundancia  de  espinas  que  tiene, 
su  uso  está  generalizado  en  la  confianza  de  que 
aumenta  la  leche  de  las  mugeres,  y  da  mas  fuer- 
za y  vigor  á  los  hombres. 

ÁHí  ABASE,  Anabasis.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  quenopódeas,  de  la  pentandria  di- 
ginia  de  Linneo ,  compuesto  de  cuatro  ó  cinco  es- 
pecies de  arbustos  croe  habitan  en  las  orillas 
del  mar  y  en  las  inmediaciones  de  las  salinas, 
asi  en  el  "norte  como  en  el  mediodía  de  la  Eu- 
ropa. 

Amábase  sin  hojas  (Anabasis aphylla, 
L. ).  Planta  de  Siberia,  de  la  Persia,  etc.:  en 
Crimea,  es  usada  contra  la  lepra,  en  cocimiento, 
pero  los  ensayos  hechos  en  Rusia  no  han  confir- 
mado esta  propiedad;  en  Persia,  es  empleada  pa- 
ra lavar  la  ropa. 

Anahase  con  hojas  de  Taray  [Ana- 
basis tamarisci folia,  Cav.j.  Planta  de  España  y 
del  Archipiélago  griego;  produce  el  Chuan,  se- 
gún el  Sr.  Desvaux ,  nombre  que  se  da  á  los  res- 
tos de  llores,  de  pedúnculos  rotosa  pedacitos, 
etc.,  de  esta  planta,  algo  semejantes  á  la  semilla 
de  Alejandría,  que  carecen  de  olor  y  de  sabor. 
Preténdese  que  el  chuan  sirve  en  la  preparación 
del  carmín ;  pero  al  presente  no  se  le  encuentra 
en  las  droguerías. 

ACABASE.  Nombre  de  una  especie  de 
mantas  fabricadas  en  Rúan  y  en  Holanda,  que 
se  exportan  en  mucha  cantidad  para  Guinea  y  las 
costas  de  África,  y  Anotaba  ó  Asia  menor. 

AMCIRUÍO.  AvvcutniüM.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  los  terebintáceas,  déla 
pentandria  diginia  de  Linneo 

Auaeardio de  las  botleas  [Anacar- 
<Hum  officinarum,  Gmrtn.).  Este  árbol  de  las  In- 
dias ,  cultivado  en  las  Antillas,  tiene  un  fruto 
••omprimulo  que  imita  el  corazón  de  una  ave,  el 
nal  ha  sido  llamado  en  lodos  tiempos,  en  las 
obras  de  materia  médica,  Anacardo.  Linneo  ha- 
bía dado  el  nombre  de  Anacardio  occidental  al 
Acayoiba  de  fruto ,  lo  que  ocasionaba  una  confu- 
sión" que  Lamarck  ha  hecho  desaparecer  llevan- 
do este  último  al  género  Cascvio  ( Cassuvium), 
nombre  que  lleva  esta  acayoiba  en  la  India,  se- 
gún Rumbo.  El  anacardo  és  el  Semecarpo  Ana- 
cardio [Scmecarpus  Anacardium  ,  L. ). 

Este  árbol ,  que  fué  conocido  de  los  Griegos  y 
de  los  Árabes ,  contiene  un  licor  cáustico ,  qué 


ANA  m 

se  ha  observado  en  una  de  6us  variedades  llama- 
da Ligas  por  los  Indios. 

Los  frutos  tienen  cerca  de  una  pulgada  de  lar- 
go ,  y  están  como  engastados  en  un  receptáculo 
esponjoso,  y  rodeados  de  dos  cubiertas  entre  las 
cuales  se  encuentra  un  liquido  acre,  cáustico, 
espeso  y  negruzco.  Este  liquido  se  emplea  para 
corroer  las  excrescencias  carnudas,  venéreas  ú 
otras,  avivar  los  herpes,  modificar  las  úlceras, 
calmarlos  dolores  de  los  dientes  cariados;  mez- 
clado con  azúcar  y  aceite,  sirve  en  la  sífilis;  con 
este  zumo  y  la  cal  se  hace  una  especie  de  color 
indeleble  para  marcar  la  ropa. 

La  almendra  del  fruto  es  blanca,  dulce,  y  se 
come  fresca ,  después  de  haberla  previamente  he- 
cho tostar  para  despojarla  de  sus  cubiertas,  y 
también  se  la  confita.  Es  susceptible  de  producir 
un  aceite  empleado  contra  las  lombrices,  y  que 
puede  servir  en  pintura.  El  doctor  Yirey  dice 
que  antiguamente  se  creia  que  esta  almendra  fa- 
cilitaba la  acción  de  los  sentidos,  sobre  todo  la 
memoria ,  lo  que  hábia-hecho  llamar  Confección 
de  los  sabios  a  una  preparación  en  que  ella  en- 
traba. C.  Hoffmann  refiérela  historia  de  un  hom- 
bre estúpido,  incapaz  de  instrucción,  quien,  des- 
pués de  liaber  usado  el  anacardo ,  llegó  á  ser 
profesor  en  derecho  ,  pero  en  seguida  el  vino  al- 
teró su  salud ,  y  murió  de  una  manera  miserable. 
En  Sicilia,  se  componía  una  miel  anacardina  pa- 
ra el  mismo  objeto,  desusada  hoy  dia.  Finalmen- 
te, sedicequeinfundidaen  suero  es  buena  contra 
el  asma  y  las  lombrices.  Lo  cierto  es  que  estas 
almendras  son  nutritivas,  pero  muy  calientes. 

Enteros  y  verdes,  estos  frutos  pueden  servir 
para  fabricar  tinta. 

AMACOLUPPA.  Nombre  dado  en  Mala- 
bar á  una  planta  rastrera,  que  parece  ser  el  Za- 
pania  nodiflora ,  Lam.  Su  zumo,  mezclado  con 
pimienta  en  polvo,  cura  la  epilepsia,  y  es  el  úni- 
co remedio  contra  la  mordedura  de  la"  serpiente 
Cobra-Capella ,  según  Redio. 

ANACOMPTIS.  Árbol  de  Madagascar, 
cuyo  fruto  da  una  leche  dulce ,  que  hace  cuajar 
la  dfe  vaca. 

ÁSíABE,  Anas.  Gran  género  de  aves  pal- 
mípedas de  la  familia  de  las  lamelirostras,  sub- 
dividido  hoy  dia  en  tres  sub-géneros  Ánade  ( A- 
ñas) ,  Cisne  (Cy gnus)  y  Ánsar,  Ganso  ó  Pato 
[Anser),  pero  que ,  para  nuestro  objeto ,  puede 
ser  conservado  intacto.  Sus  principales  especies 
son  el  ánade  propiamente  dicho,  la  cerceta,  el 
cisne,  la  fulga,  la  oca;  pero  muchas  otras  son 
usadas  también  como  alimento  en  ciertos  países. 
En  efecto,  este  es  uno  de  los  géneros  de  aves  mas 
preciosos  con  respecto  á  la  bromatología :  todas 
son  acuáticas,  tienen  la  carne  mas  ó  menos  mo- 
rena, y,  en  el  estado  salvaje  sobre  todo,  forman 
un  alimento  mas  ó  menos  difícil  de  digerir. 

Añade  almizclado.  Pato  almiz- 
clado, Pato  de  las  Indias  {Anas  mocha- 
ta\  L.).  Especie  originaria  de  América  connatu- 
ralizada en  nuestro  pais  con  motivo  de  su  mag- 
nitud. Esta  ave  es  mucho  mas  grande  que  el  Ana  - 
de  común ,  y  también  el  mas  grueso  de  todos 


174  ANA 

los  patos;  exhala  un  fuerte  olor  de  almizcle ,  y 
su  grito  es  grave  y  bajo.  Su  carne  es  de  un  gus- 
to exquisito,  muy  estimada,  y  se  digiere  bien. 

Añade  Anser,  Oca  (Anas  Anser,  L.), 
Especie  que  vive  tan  bien  en  el  agua  como  en  la 
tierra:  es  mas  pequeña  que  el  cisne  y  mas  gruesa 
que  el  pato;  su  vida  dura  mas  de  veinte  años;  es 
sensible  á  los  buenos  como  á  los  malos  tratos;  su 
grito  es  muy  ruidoso,  parecido  al  sonido  de  la 
trompeta  y  del  clarin,  ruido  que  se  deja  oir  de 
lejos ;  cuando  está  encolerizada ,  chifla  como  la 
serpiente,  lo  que  se  expresa  en  latin  por  strepit, 
gratitat,  striaet;  sea  temor,  sea  vigilancia, dice 
Buffon,  repite  en  todos  momentos  sus  grandes 
gritos  de  advertencia;  independientemente  de  las 
señales  de  sentimiento,  de  los  signos  de  inteli- 
gencia que  se  le  reconocen ,  defiende  valiente- 
mente su  pollada  contra  el  ave  de  rapiña,  sin  que 
tema  batirse  con  el  águila  ni  el  alcon ;  ciertos 
rasgos  de  adhesión  y  reconocimiento  muy  singu- 
lares demuc  stran  que  ha  sido  muy  mal  fundado 
el  desprecio  que  se  ha  tenido  para  con  ella,  pues, 
según  refiere  Plinio,  el  filósofo  Lacido  tenia  una 
oca  que  le  seguía  al  baño  y  á  paseo;  por  último, 
esta  ave  es  voraz,  apetece  todo  lo  que  es  fresco, 
tal  como  la  lechuga,  la  achicoria,  etc.,  su  sueño 
es  muy  ligero,  y  el  macho  y  la  hembra  van  juntos 
en  la  época  de  la  cópula. 

La  oca  es  una  ave  de  un  buen  producto  y  que 
merece  se  la  escoja  bien  y  con  gran  cuidado,  ti 
macho  debe  tener  una  talla  alta  y  ser  de  un  her- 
moso blanco.  La  hembra  debe  tener  el  pié  y  el 
hueco  de  los  muslos  muy  ancho,  ser  morena,  ce- 
nicienta ó  amazorcada,  atendido  á  que  las  ma- 
dres de  este  color  cuidan  mejor  á  sus  polluelos  y 
á  que  su  pluma  es  la  que  se  vende  mejor ;  sin  em- 
bargo ,  á  las  grises  se  las  tiene  por  las  mas  fecun- 
das y  por  las  que  cuidan  mejor  á  los  ansarones, 
pero  se  da  la  preferencia  á  las  ocas  blancas,  que 
dan  un  plumión  mas  fino  y  suministran  una  car- 
ne mas  delicada. 

Hay  dos  especies  de  ocas  domésticas ,  la  pe- 
queña y  la  gránele.  Esta  última  es  casi  la  única 
que  se  cria  siendo  la  que  da  mayor  producto. 
Las  ocas  son  muy  fecundas,  y,  cuando  están  bien 
alimentadas,  pueden  hacer  por  año  hasta  tres 
posturas ,  compuestas  cada  una  de  doce  huevos. 

Se  engorda  alas  ocas  en  dos  épocas  de  su  exis- 
tencia: en  la  primera ,  es  cosa  de  quince  dias  ó 
tres  semanas  alo  mas;  en  la  segunda,  es,  menes- 
ter cerca  de  un  mes.  Por  noviembre,  cuando  el 
frió  empieza  á  hacerse  sentir ,  es  cuando  se  pro- 
cede á  engordar  las  ocas.  Mas  tarde,  esta  ope- 
ración ocasionaría  una  pérdida,  porque  ellas  en- 
trarían en  la  época  de  celo,  pondrían  y  no  se 
engordarían. 

Hay  muchos  métodos  para  conseguir  la  obesi- 
dad de  estas  aves,  descritos  por  elSr.  Parmen- 
tier :  se  necesitan  50  libras  de  maíz  ó  una  canti- 
dad de  cebada  correspondiente ,  y  á  corta  dife- 
rencia tres  semanas  para  engordar  una  oca. 
Llegada  á  este  estado,  es  menester  matarla  ó 
venderla,  porque  ella  enflaqueceria  y  acabaría 
por  perecer  si  se  le  dejaba  pasar  la  obesidad. 


ANA 

Sobre  seis  ocas,  no  hay  comnumente  sino  cuatro, 
y  estas  son  las  mas  jóvenes,  que  llenen  la  espera 
del  engordador. 

Pocas  aves  hay  que  den  tan  buen  producto 
como  la  oca:  ella  da  un  plumión  excelente,  uno 
de  los  mejores  después  del  que  ofrece  el  Eider  de 
Noruega;  plumas  de  escribir  de  las  cuales  se  hace 
un  grande  uso;  unajgrasa  abundante  y  de  un  buen 
gusto;  hígados  grasos  de  que  secomponen  platos 
muy  estimados  de  los  gastrónomos. 

Por  otra  parte,  las  ocas  no  exigen  grandes  cui- 
dados: ellas  van  á  pasturar  por  sí  mismas  en  los 
prados  en  la  orilla  cíelos  estanques,  en  donde  per- 
manecen ,  así  como  sus  polluelos ,  todo  el  día, 
no  regresando  hasta  á  la  tarde :  como  son  algo 
vagabundas ,  es  prudente  quitarlas  algunas  plu- 
mas de  las  alas,  y  romper  también  algunas  otras 
en  su  extremidad.  Cuando  son  jóvenes  y  se  las  da 
de  comer,  se  presentan  á  la  hora  fijada  y  llevan 
consigo  muchas  veces  otras  que  ellas  han  desca- 
minado. Con  todo,  la  cria  de  las  ocas  es  mucho 
mas  provechosa  en  las  comarcas  en  donde  se 
hace  en  grande ;  porque  entonces  estas  aves  se 
reúnen  en  bandadas ,  y  se  las  conduce  á  pasturar 
en  el  campo  como  rebaños  de  carneros ,  puesto 
que  de  otra  manera  su  producción  seria  muy  dis- 
pendiosa porque  son  animales  que  consumen  una 
enorme  cantidad  de  alimento.  Es  desventajoso 
dejar  pasturar  las  ocas  en  los  prados,  porque  su 
excremento  muy  cáustico  quema  la  yerba  y  has- 
ta destruye  las  raíces. 

Se  quita  el  plumión  á  las  ocas  tres  veces  al 
año :  á  la  fin  de  mayo ,  á  mediados  de  julio  y  á 
mediados  de  setiembre ;  no  deben  ser  despluma- 
das antes  de  haber  llegado  á  la  edad  de  3  á  4 
meses.  El  cuello ,  el  debajo  del  vientre  y  las  alas 
son  las  partes  que  se  despojan  de  sus  plumas;  el 
plumión  no  debe  separarse  sino  cuando  se  despoja 
por  sí  mismo.  Cuando  se  mata  una  oca,  se  la  de- 
be desplumar  estando  todavía  caliente,  para  que 
el  plumión  se  conserve  bien  y  quede  suelto.  Es 
preciso  secar  la  pluma  colocándola  en  un  horno 
cuando  se  ha  sacado  el  pan ,  y  conservarla  en 
un  lugar  que  no  sea  ni  demasiado  seco  ni  dema- 
siado húmedo ,  porque  una  y  otra  de  estas  cir- 
cunstancias la  dañarían . 

Los  países  en  donde  se  cria  una  gran  cantidad 
de  ocas  son  la  Francia,  la  Alemania ,  la  Polonia, 
etc. 

Las  ocas  muertas  se  conserv  an ,  sea  ahumán- 
dolas ó  acecinándolas,  así  como  se  hace  con  los 
jamones,  sea  haciéndolas  cocer  y  sumergiéndolas 
en  enjundia.  Por  este  último  medio  es  como  en  el 
Languedoc,  en  Francia,  se  preparan  los  muslos 
de  oca. 

Los  Romanos  veneraban  á  la  oca  en  razón  de 
su  grito  y  del  batimiento  de  sus  alas,  que  habían 
salvado  el  Capitolio  de  la  invasión  de  los  Galos, 
y  se  criaban  estas  aves  por  reconocimiento  en  el 
templo  de  Jano  ,  en  donde  fueron  confiadas  á  los 
cuidados  de  los  censores.  En  un  día  determinado 
del  año,  en  la  plaza  pública,  tenia  lugar  la  cere- 
monia de  azotar  perros,  para  castigarles  de  su 
culpable  silencio ,  en  un  momento  tan  crítico. 


ANA 

Crócso  que  fué  Escipion  Mételo,  otros  dicen 
Cío,  caballero  romano,  quien  hizo  conocer  la 
bondad  del  hígado  de  esta  ave.  Si  se  cree  a  Ho- 
racio ,  un  cierto  Mazidieno  ofreció  á  Mecenas  el 
bigado  de  una  oca,  que  se  habia  engordado  con 
higos,  según  un  proceder  que  le  habia  expuesto 
el  cónsul  Mételo.  El  de  las  ocas  bien  engordadas 
es  tan  voluminoso  que  á  veces  pesa  una  libra  \ 
media  :  su  color  es  de  un  blanco  pálido  y  su  sa- 
bor muy  agradable. 

La  carne  de  la  oca  conviene  á  los  estómagos 
robustos ,  pero  requiere  que  se  manie  y  que  se 
condimente  convenientemente.  Galeno  no  estima- 
ba este  alimento ;  Celso,  al  contrario,  lo  miraba 
lio  solo  como  sustancioso  sí  que  también  co- 
pio conveniente,  sobre  todo  en  invierno ,  á  los 
jóvenes  y  á  los  que  ejercitan  sus  fuerzas.  La  car- 
ne de  las  ocas  viejas  nada  vale.  Isabel,  reina  de 
Inglaterra,  comia  una  oca,  cuando  recibió  la 
noticia  de  la  destrucción  del  ejército  de  Felipe  II, 
que  queria  destronarla.  Una  oca  se  dicees  buena 
para  comer  cuando  tiene  los  pies  negros.  El  se- 
creto de  asar  los  pies  de  esta  ave  y  hacer  de 
ellos  un  guisado  con  crestas  de  gallo,  pertenece, 
según  Plinio,  á  MasalinoCotta,  hijo  del  orador 
Messala. 

La  grasa  de  oca,  que  es  dulce,  untuosa  y  fun- 
dente, sirve  para  los  mismos  usos  que  la  de  cer- 
do en  ciertas  localidades:  el  jornalero  la  emplea  en 
la  sopa  y  la  utiliza  como  condimento;  con  ella  se 
cuecen  los  muslos  de  esta  ave,  antes  de  salarlos; 
en  el  siglo  XVI ,  servia  de  aceite  en  casi  toda  la 
Francia,  excepto  en  el  mediodía  en  donde  crecen 
los  olivos. 

Los  huevos  de  oca  se  comen ,  pero  no  son  esti- 
mados como  los  de  gallina.  Por  lo  demás,  el  co- 
razón de  esta  ave ,  sus  pies  medio  cocidos  y  fri- 
tos en  seguida,  así  como  la  lengua,  merecen  ,  se 
dice  ,  un  lugar  en  el  almanaque  de  los  golo- 
sos. 

Antiguamente,  en  medicina,  se  empleaba  la 
sangre  de  esta  ave  como  alexifármaca  á  la  dosis 
de  una  á  tres  dracmas ;  su  grasa  como  resolutiva, 
también  como  laxante,  en  fricciones  sobre  el 
vientre,  ó  al  interior,  y  particularmente  como  útil 
en  la  parálisis ,  etc. ;  su  excremento  se  usaba 
contra  la  ictericia,  la  amenorrea,  etc. ;  en  lin,  la 
primera  piel  de  los  pies  del  animal  como  astrin- 
gente, á  la  dosis  de  media  dracma. 

Ánade  blandísima  ,  Eider  .  Oea 
de  plumión  [Anas  mollissima.  L.).  Ave  no 
tan  gruesa  como  la  oca :  su  pecho  y  su  vientre  es- 
tán cubiertos  de  un  plumión  blandísimo,  llamado 
Edredón.  Los  eideres  nunca  dejan  las  playas  del 
Norte :  cubiertos  de  un  forro  espeso ,  desalian  los 
rigores  de  las  comarcas  mas  frías  y  se  adelantan 
hacia  Spitzberg;  el  punto  mas  meridional  de  nues- 
tro continente  que  ellos  frecuentan  es  la  Inglater- 
ra, y  aun  tan  solo  de  vez  en  cuando  se  ven  algu- 
nos individuos  descarriados.  En  América  se  en- 
cuentran en  los  pueblos  del  Norte  ,  en  el  Canadá, 
en  las  islas  Niquelas  y  á  veces  en  Nueva-York. 
Estas  aves  vuelan  en  alta  mar  hacia  el  polo  bo- 
real ,  y  recorren  su  extensión  por  todas  partos  en 


ana  m 

donde  está  libre  de  hielos.  Su  crucero  dura  lodo 
el  dia,  sin  que  regresen  á  tierra  hasta  la  tarde,  á 
menos  que  amenace  una  tempestad  que  les  obli- 
gue á  alcanzar  la  playa  durante  el  dia :  en  invier- 
no ,  v áselas  á  centenares  y  á  millares ;  en  verano 
vuelan  por  pares. 

Los  eideres  hacen  su  nido  con  musgo  en  los 
peñascos,  en  los  montones  de  piedras ,  en  medio 


de  las  yerbas  ó  de  los  heléchos:  el  macho  trabaja 

ion  v 
amontona  hasta  que  ha  formado  en  todo  el  aire 


con  la  hembra,  y  ésta  se  arranca  el  plumión 


i.» 


dedor  una  especie  de  gran  acolchado  con  que  cu- 
bre los  huevos  cuando  los  deja  para  ir  á  tomar 
su  alimento,  porque  el  macho  no  la  ayuda  á 
empollar.  El  eider  empolla  por  lo  común  hacia  el 
mes  de  junio  ¡  el  número  de  sus  huevos  es  de 
cuatro  á  seis ,  de  color  casi  siempre  verdoso, 
verde  subido  ó  verde  azulado,  y  con  mucha  fre- 
cuencia hay  dos  de  amarillos. 
Estas  aves  se  domestican  fácilmente :  si  se  las 

311  i t a  un  polluelo,  quedan  tranquilas  junto  al  ni- 
o,  miran  dolorosamenle  á  aquel  que  les  roba  y 
repiten  muchas  veces  el  grito  car,  car,  car,  me- 
tiéndose en  seguida  tristemente  en  el  nido  vacío; 
sin  embargo ,  no  todas  son  pacilicas,  pues  las  hay 
que  se  lanzan  sobre  el  raptor,  se  agarran  con  1¡>'s 
picos  á  sus  vestidos  y  hacen  toda  la  resistencia 
que  pueden. 

El  Edredón  ó  plumión  que  los  eideres  se  aran- 
can  del  estómago  y  del  vientre  es  el  mas  lino,  el 
mas  caliente,  el  mas  ligero  y  el  mas  elástico  de 
todos  los  plumiones,  de  manera  que  una  onza,  que 
fácilmente  puede  comprimirse  entre  los  dedos, 
ocupa  un  espacio  de  cerca  de  dos  pies  cúbicos. 
Hasta  el  cuarto  año  el  color  del  plumaje  de  los 
eideres  no  permanece  constante:  entonces,  el 
pecho  es  blanco  y  el  vientre  mucho  mas  moreno; 
pero  todas  las  partes  del  animal,  y  por  consiguien- 
te las  que  acabamos  de  citar,  las  únicas  que  pro- 
ducen el  edredón,  toman  un  tinte  gris  en  la  extre- 
ma vejez,  pues,se  dice,  que  los  eideres  viven  muv 
largo  tiempo. 

Esta  preciosa  materia  es  recogida  en  la  Norue- 
ga y  en  la  Islandia.  Los  nidos  de  los  eideres  son 
para  los  habitantes  de  las  costas  de  estos  países 
una  especie  de  propiedad :  cada  uno  goza  en  paz 
de  los  nidos  colocados  en  su  terreno ,  y  hace 
cuanto  puede  á  fin  de  verlos  aumentados  al  ob- 
jeto de  apropiarse  del  edredón,  sin  que  nunca 
para  ello  acuda  á  la  caza,  porque  los  usos  y  las 
leyes  del  país  imponen  una  fuerte  multa  contra 
el  que  mata  una  de  estas  aves,  á  pesar  de  ser 
muy  estimada  su  carne.  Troil,  en  sus  Cartas  so- 
bre la  Islandia,  escritas  durante  la  última  mitad 
del  último  siglo,  dice  que  un  solo  hombre,  en  par- 
ticular si  su  habitación  está  situada  en  los  peñas- 
cos mas  lejanos  de  la  tierra,  puede  recoger  por 
afio  de  50  á  1 00  libras  de  plumión  cuvo  precio  es 
también  muy  subido. 

En  el  comercio  del  edrendon  ,  se  hace  mucha 
diferencia  entro  el  plumión  sacado  del  animal 
muerto  y  el  que  procede  de  los  nidos ,  y  que  es 
llamado  Edredón  vivo  6  Plumión  vivo.  El  plumión 
de  un  eider  muerto  de  enfermedad  nada  vale. 


H6  ANA 

pierdo  enteramente  su  elasticidad,  loque  pare- 
ce singular,  pero  es  una  verdad  confirmada  por  la 
experiencia. 

Los  Americanos  del  Norte ,  que  parecen  ser 
menos  avaros  de  la  sangre  de  los  eideres  que  los 
Noruegenses  y  los  Islandeses ,  llevan  á  la  China 
pieles  de  eideres  cubiertas  con  sus  plumas  y  su 
plumión,  las  cuales  sin  duda  son  destinadas  para 
forros. 

El  edredón  se  emplea  para  hacer  cobertores  de 
pies ,  llamados  Edredones ,  y  para  acolchar  co- 
bertores picados  ,  vestidos ,  etc.  El  que  se  puede 
coger  con  una  sola  mano  basta  para  hacer  un 
cobertor  de  pies.  Hasta  á  últimos  del  siglo  XVII 
no  fué  importada  esta  preciosa  sustancia  que  to- 
davía exclusivamente  sirve  á  la  molicie  y  la  ocio- 
sidad de  los  grandes. 

Añade  Cerceta,  Cerceta  ó  Zarce- 
ta ( Anas  querguedula ,  L. ).  Esta  ave  es  mas  pe- 
queña que  el  añada  común ,  vive  en  el  estado 
salvaje  en  los  estanques  y  los  mares;  los  Roma- 
nos la  tenían  domesticada  y  la  criaban  como  las 
otras  aves  de  corral.  Su  pecho  es  de  un  blanco 
claro,  señalado  de  negro;  el  vientre  es  blanco; 
las  alas  grises  terminadas  en  blanco;  las  plumas 
son  largas,  y  los  pies  de  color  de  plomo.  Además 
de  las  muchas  variedades  de  cerceta ,  hay  una  en 
la  Luisiana  cuya  carne  es  muy  delicada.  En  In- 
glaterra se  ha*  ensayado  naturalizar  la  cerceta 
china,  pero  el  rigor  del  clima  no  lo  ha  permitido. 

La  carne  de  esta  ave  asada  y  muy  condimen- 
tada es  análoga  á  la  de  fulga ,  pero  mas  sana  y 
mas  eslimada,  sin  embargo  no  gusta  á  todas  las 
personas,  y  es  poco  usada. 

Añade  Cisne,  Cisne  doméstico, 
Cisne  de  pico  rojo  {Anas  Olor,  GmeL). 
Esta  ave  acuática  bien  conocida ,  la  mas  grande 
y  la  mas  hermosa  de  las  palmípedas,  había  sido 
considerada  por  Linneo  como  una  variedad  del 
Cisne  salvaje,  Cisne  pe  pico  necuo  ( Anas  Cig- 
nus,  Gm. ) ;  pero  difiere  anatómicamente  de  él 
por  su  traquiarleria,  que  se  dirige  directamente 
á  los  pulmones  en  vez  de  encorvarse  y  de  pene- 
trar en  gran  parte  en  una  cavidad  de  la  quilla 
del  estornon  ,  como  en  el  cisne  salvaje:  esta  par- 
ticularidad orgánica  ha  hecho  referir  á  estaúlüma 
las  relaciones,  por  otra  parte  fabulosas  de  los  an- 
tiguos, sobre  el  canto  del  cisne. 

El  Norte  parece  ser  la  verdadera  patria  del 
cisne.  En  la  Alemania  se  crian  muchos :  al  pre- 
sente no  hay  comarca  en  donde  sean  mas  abun- 
dantes que  en  los  alrededores  de  Postdam  y  de 
Berlín.  Antiguamente  los  cisnes  domésticos  eran 
mucho  mas  comunes  en  nuestros  países,  en  donde 
se  crían  bien  en  nuestras  casas,  alimentándose 
principalmente  de  sustancias  vegetales. 

El  Cisne  de  pico  rojo  tiene  el  pico  rojo  cir- 
cuido de  negro  y  cargado  en  su  nase  con  una 
protuberancia  redondeada  y  negra  como  todo  el 
alrededor  de  los  ojos;  el  irises  pardo,  y  ¡los  pies  de 
un  negro  matizado  rojizo.  Los  adultos"  tienen  una 
longitud  que  pasa  de  cuatro  pies  y  seis  pulgadas,  y 
todo  el  plumaje  de  un  hermoso"  blanco  de  nieve, 
blancura  que  ha  pasado  á  proverbio  :  Blanco  co- 


ANA 

mo  un  cisne.  Las  hembras  son  algo  menores  que 
los  machos,  y  tienen  la  protuberancia  de  su  pico 
un  poco  menos  desarrollada.  Los  jóvenes  en  el  pri- 
mer año  son  de  un  pardo  ceniciento,  y  entonces 
tienen  el  pico  y  los  pies  de  color  plomizo ,  y  en 
el  segundo  amarillentos,  siendo  el  color  de  su 
plumaje  reemplazado  por  el  blanco  en  algunas 
partes.  Esta  ave  vive  en  el  estado  salvaje  en  los 
grandes  mares  del  antiguo  continente,  principal- 
mente en  Asia  y  en  las  comarcas  orientales  de 
Europa;  anida  en  los  cañaverales  en  las  orillas 
de  las  aguas,  y  pone  de  seis  á  ocho  huevos  verde- 
claros.  De  esta  especie  deben  considerarse  pro- 
cedentes todos  unestros  cisnes  domésticos.  Estas 
aves  andan  con  dificultad  ,  pero  nadan  muy  bien 
y  con  muchísima  rapidez;  también  vuelan  y  á  me- 
nudo abandonan  los  parques  en  que  se  crian  para 
■recobrar  su  estado  silvestre,  lo  que  se  evita 
cortándolas  un  poco  las  alas  después  de  cada 
muda. 

El  Cisne  de  pico  negro  tiene  el  pico  negro  cu- 
bierto en  la  base  por  una  cera  amarillenta,  de 
cuyo  color  también  se  presenta  el  espacio  des- 
nudo que  circuye  sus  ojos ,  siendo  el  iris  pardo  y 
los  pies  negros;  todo  el  plumaje  es  blanco  en  los 
adultos,  prescindiendo  de  la  cabeza  y  nuca  que 
son  ligeramente  matizadas  de  amarillento.  El  ma- 
cho tiene  cuatro  pies  y  ocho  ó  nueve  pulgadas 
de  largo  desde  el  extremo  del  pico  hasta  el  de  la 
cola ;  la  hembra  es  un  poco  menor ;  los  jóvenes 
tienen  el  plumaje  de  un  gris  claro ,  la  parte  an- 
terior del  pico  negra  ,  la  cera  y  el  espacio  des- 
nudo de  los  loros  de  color  de  carne,  y  los  pies  de 
un  gris  rojizo.  Se  encuentra  muy  hacia  el  norte, 
y  rarísimas  veces  se  adelanta  hasta  nuestras  co- 
marcas en  los  inviernos  mas  rigurosos;  se  alimen- 
ta de  plantas  acuáticas  ó  de  insectos.  La  hembra 
pone  de  cinco  á  siete  huevos  de  un  verde  aceitu- 
nado, que  deposita  en  un  nido  construido  artificio- 
samente sobre  el  agua  con  cañas  y  otros  materia- 
les, como  plumas  y  plumión  que  se  ha  arran- 
cado. 

Las  gracias  de  la  figura,  dice  BufTon,  la  belleza 
de  la  forma  corresponden  en  el  cisne  con  la  dul- 
zura de  su  natural.  Agrada  á  todos  los  ojos:  ador- 
na y  embellece  todos  los  lugares  que  frecuenta; 
se  le  estima,  se  le  aplaude,  se  le  admira ;  cuerpo 
elegante ,  formas  rollizas  ,  graciosos  contornos, 
movimientos  flexibles;  actitudes  ya  animadas,  ya 
abandonadas  á  una  voluptuosa  dejadez...  Créese 
que  la  vida  de  los  cisnes  es  de  larga  duración,  y 
todos  los  autores  están  contestes  en  que  pasa  de 
un  siglo. 

Esta  ave  ha  sido  famosa  en  todos  tiempos :  era 
el  símbolo  de  los  buenos  poetas  ,  como  la  cigarra 
lo  era  de  los  malos.  Hase  llamado  á  "Virgilio  el 
cisne  de  Mantua.  El  canto  musical  del  cisne  es  tan 
fabuloso  como  tantas  otras  cosas  que  la  mentirosa 
Grecia  ha  divulgado:  los  antiguos  habían  hecho 
de  esta  ave  un  cantor  maravilloso,  siendo  así  que 
en  todas  las  circunstancias  de  su  vida  no  da  otros 
sonidos  que  un  grito  duro  é  ingrato  al  oido;  qi.i- 
zás  se  le  había  llamado  así ,  porque  al  hablar  del 
último  vuelo  y  del  postrimer  rasgo  de  un  gran  gé- 


ANA 

nio  pronto  á  espirar,  ?e  recuerda  con  sentimienlo 
esta  expresión :  esto  es  el  canto  del  cisne. 

La  carne  de  esta  ave,  mas  tierna  y  mas  delica- 
da 60  la  edad  joven,  época  en  que  el  plumaje  es 
de  un  gris  ceniciento  (porque  ella  no  adquiere 
blancura  perfecta  hasta  á  tres  años),  es  por  lo 
común  negra,  dura,  hasta  coriácea,  muy  di- 
fícil de  digerir;  de  consiguiente  á  causa  de  su 
rareza,  y  menos  por  sensualidad  que  por  lujo, 
era  antiguamente  admitida  en  las  mesas  de  los 
grandes ,  en  donde  ya  no  se  la  ve  figurar.  Los 
Romanos,  para  volver  á  esta  carne  mas  tierna,  en- 
gordaban el  cisne  después  de  haberle  desojado, 
o  metiéndole  en  la  oscuridad ;  pero  solo  la  comían 
manida  y  fuertemente  condimentada,  y  en  este 
caso  era'muy  estimulante  para  los  estómagos  ca- 
paces de  digerirla.  Los  cisnes  de  la  Luisiana  san 
mas  gruesos  que  los  de  nuestro  país ,  y  se  dice 
que  su  carne  es  excelente. 

El  aceite  de  aceitunas  que  habia  servido  para  la 
cocción  del  cisne  era  empleado  en  los  reumatis- 
mos y  los  dolores  de  nervios;  la  grasa  de  esta 
ave  pasaba  como  un  remedio  propio  para  hacer 
desaparecer  las  manchas  y  la  aspereza  del  cutis, 
las  almorranas,  etc. ;  los  huevos  son  alimenti- 
cios, y  se  han  creído  útiles  en  la  erisipela;  por 
último,  la  piel  cubierta  de  un  plumión  suave,  es 
cada  dia  aplicada  con  feliz  resultado  en  los  miem- 
bros dolorosos  ó  sobre  partes  infartadas ,  para 
procurar  un  dulce  calor ,  excitar  la  traspiración, 
conservar  el  sudor,  y  así  facilitar  el  juego  de  los 
órganos. 

A  los  cisnes  se  les  despluma ,  como  á  las  ocas, 
dos  veces  al  año,  y  suministran  un  plumión 
buscado  para  hacer  cogines ,  edredones,  y  ador- 
nos, pues  sus  pieles,  desecadas  y  conservándolas 
el  plumión,  son  destinadas  para"  guarnecer  bajos 
de  vestidos  de  señora ,  esclavinas ,  manguitos  y 
forros  tan  delicados  como  calientes.  Con  estas 
pieles,  despojadas  de  su  plumión  y  de  las  plumas 
que  las  cubren,  se  hace  vitela  para  los  abanique- 
ros, que,  independientemente  de  su  finura  y  de  su 
flexibilidad,  tiene  la  ventaja  de  retener  la  pin- 
tura sin  hacer  rebadas ,  lo  que  la  constituye  pro- 
pia para  recibir  diferentes  adornos  coloríados  y 
las  miniaturas  de  que  están  cubiertos  los  abani- 
cos. En  general ,  el  plumión  de  cisne  produ- 
cido por  el  cuello  es  extremadamente  fino,  de 
una  blancura  brillante,  y  mas  suave  que  la 
seda. 

El  Cisne  dec\bezanegr\  [Cignus  nigricollis) 
es  una  especie  que  se  encuentra  en  toda  la  Amé- 
rica meridional ,  desde  el  estrecho  de  Magalla- 
nes hasta  Chile,  y  también  en  las  islas  Maluinas; 
no  es  tan  grande  como  los  cisnes  de  Europa,  su 
longitud  total  es  de  38  á  40  pulgadas ,  siendo  de 
5  pies  la  extensión  de  las  alas.  El  Cisnk  negro 
( Cygnus  atratus )  habita  en  la  Nueva  Holanda:  su 
plumaje  es  enteramente  negro,  el  pico  y  la  cera 
que  rodea  su  base  rojos,  y  los  pies  de  un  gris 
moreno. 

Añade  como  cisne,  Oca  «le  I- «li- 
nea [Anas  cygnoides,  L.).  Se  cria  en  los 
corrales,  en  donde  engendra  fácilmente  con  nvies- 
23 


ANA  H7 

tras  ocas.  Esta  especie  se  asemeja  mas#  á  los  cis- 
nes que  á  las  otas. 

Añade  común ,  Pato  común  Anas 
boschas,  L.|.  Esta  especie  tiene  los  pies  de  coloi- 
de aurora,  la  cabeza  y  el  obispillo  del  macho  de 
un  hermoso  verde  atornasolado ,  pero  varia  mu- 
cho en  el  estado  doméstico. 

El  ánade  común  puede  considerarse  dividido 
en  dos  variedades  distintas :  la  una  ha  conser- 
vado su  libertad,  Pato  salvaje,  y  la  otra  ha  pa- 
sado á  ser  esclava  del  hombre,  Pato  domestico, 
formando  en  los  corrales  una  de  las  mas  útiles 
aves  caseras. 

Esta  ave  parece  susceptible  de  apego :  base 
visto  una  que  no  podia  vivir  sin  un  perro  con  el 
cual  habia  sido  criada,  ni  el  perro  sin  ella;  tam- 
bién vióse  otra  fuertemente  unida  con  un  pa- 
vo ,  sin  abandonarse  nunca ,  hasta  no  poder  so- 
brevivir la  una  al  otro. 

El  pato  salvaje  vive  en  casi  todos  los  países 
donde  abundan  los  ríos,  los  estanques  y  los  pan- 
tanos; es  ave  viajadora  ,  y  en  nuestros  países  no 
hace  sino  pasar  y  repasar  en  invierno  para  ir  á 
anidar  en  las  regiones  del  Norte.  Así  es  que  los 
cazadores  aprovechan  la  estación  de  los  firias 
para  perseguirle  y  utilizar  su  carne,  que  es  exce- 
lente y  de  fácil  digestión.  Los  Siameses  hacen 
un  grande  uso  de  los  huevos  de  esta  ave ,  que 
ellos  conservan  muchos  meses  sin  corromperse, 
cubriéndolos  con  una  capade  arcilla,  que  separan 
cuando  los  quieren  comer ,  y  entonces  los  hacen 
endurecer.  Asi  es  también  como  ellos  conservan 
los  melones,  que  salan  por  tajadas  y  que  guardan 
siempre  excelentes. 

El  pato  salvaje  ha  pasado  á  ser  doméstico  ha- 
ciendo empollar  sus  huevos  por  gallinas,  habién- 
dose obtenido  así  muchas  variedades  de  él  pro- 
cedentes de  especies  salvajes.  Los  patos  criado* 
en  las  poblaciones  nada  valen  como  alimento, 
porque  se  nutren  de  inmundicias ,  y  las  personas 
de  paladar  delicado  saben  distinguir  su  carne  de 
la  de  los  que  viven  bajo  un  cielo  puro  y  en  las 
aguas  corrientes ;  el  abuso  de  ella  puede  dar  lu- 
gar á  la  caquexia  y  al  enflaquecimiento ,  puesto 
queessecay  de  difícil  digestión.  Al  contrario,  los 
patos  criados  al  aire  libre  tienen  una  carne  tan 
agradable  como  sana:  sobre  todo  se  recomienda 
el  hígado  y  los  alones ,  y  en  Roma  la  cabeza  pa- 
saba como  un  bocado  regalado. 

Orígenes  y  Catón  pensaban  que  la  carne  de 
pato  salvaje  convenia  mucho  al  estómago,  y  to- 
da la  antigüedad  parece  estar  de  acuerdo  con  es- 
tos dos  filósofos.  Catón  de  lltica  llevaba  todavía 
mas  lejos  el  valor  de  este  alimento,  puesto  que 
si  alguno  de  sus  amigos  caía  enfermo ,  no  le  pres- 
cribía otra  cosa  sino  palomas  zoritas,  liebres  y 
en  particular  palos:  « estas  carnes ,  decia  él,  son 
(ligeras  y  de  fácil  digestión,  y  aseguro  que  á  este 
«régimen,  sin  ninguna  receta  medica,  debo  el 
«haber  siempre  conservado  la  salud  á  mi  familia 
«y  á  mis  criados.»  Marcial  ha  celebrado  también 
esta  carne,  sobre  todo  el  pecho  y  el  cuello. 

A  los  patos  se  los  engorda ,  pero  sin  castrarlos, 
para  ciertos  usos  culinarios :  su  carne  entonces  se 
tomo  i. 


478  ANA 

despoja  de  ese  sabor  fuerte,  de  eso  olor  monte- 
sino, de  ese  carácter  aceitoso  que  caracterizan 
al  pato  salvaje;  pero  también  pierde  mucbo  de  su 
gusto  fino,  delicado  y  sucolento ,  y  pasa  á  ser 
realmente  crasa  y  mas  diíícil  de  digerir.  Por  lo 
demás,  el  pato  es  siempre  un  alimento  que  solo 
conviene  á  los  buenos  estómagos,  y  no  puede  ser 
empleado  en  la  convalescencia  de  las  enferme- 
dades, y  ni  tampoco  es  útil  á  los  melancólicos 
y  á  las  personas  sedentarias.  Hay  países  en  don- 
de se  alimenta  á  los  patos  con  gusanos  de  tierra, 
y,  así  criados ,  son  muy  buscados  por  los  aficio- 
nados; en  otras  localidades',  se  engordan  con 
maíz  hervido,  del  cual  se  les  llena  el  papo,  y 
entonces  su  hígado  constituye  un  plato  delicado, 
pero  sujeto  también  á  causar  indigestiones  gra- 
ves. 

El  pato  doméstico  debe  escogerse  joven,  grue- 
so y  tierno.  Casi  no  hay  nación  que  no  comercie 
con  sus  plumas,  su  plumión,  su  carne  y  sus  hue- 
vos: éstos  son  empleados  como  los  de  gallina. 

En  medicina,  el  pato  entero,  desplumado  vivo, 
ha  sido  recomendado  en  epítima  contra  la  cólica, 
etc.,  etc.;  su  hígado  ha  sido  preconizado  contra 
el  flujo  hepático;  su  sangre  y  su  estiércol  como 
alexifármacos ;  su  grasa  como  pectoral,  anodi- 
na, etc. 

El  plumión  de  pato  procede  de  las  dos  varieda- 
des de  esta  ave:  el  del  palo  salvaje  no  es  tan  fino 
ni  tan  estimado  como  el  del  pato  doméstico,  el 
cual  sin  embargo  es  inferior  relativamente  al  de 
cisne  y  de  oca;  con  todo,  es  el  mas  empleado, 
porque  también  es  el  mas  común  ó  abundante. 

En  1849,  se  importaron  en  Barcelona,  proce- 
dentes de  diferentes  puntos  del  reino,  3.721  pa- 
res de  patos,  valor  de  37,270  rs.  vn. 

Añade  ferina,  Pato  ferina,  Mi- 
lu i  no  [Anas  ferina,  L.).  Después  del  ánade  co- 
mún salvaje ,  el  miluino  es  la  especie  mas  nume- 
rosa. Su  cabeza  es  mas  gruesa,  su  cuerpo  mas 
corto,  mas  redondeado,  y  el  andarmas  pesado  que 
el  del  pato  común.  El  miluino  llegaen  bandadas, 
de  veinte  á  cuarenta  leguas  del  norte  de  la  Eu- 
ropa y  del  Asia ,  en  el  mes  de  octubre ,  en  nues- 
tras comarcas ;  va  hasta  al  Egipto ,  pero  no  fre- 
cuenta sino  los  grandes  estanques.  Su  carne  es 
muy  estimada. 

Añade  negra,  Pulga  [Anas  niara ,  L.) . 
El  origen  de  esta  ave  fué  por  largo  tiempo  un 
misterio ,  y  de  ahí  mil  cuentos  absurdos.  Boecio, 
Staliger  y  Bartholin  pretendieron  que  nacia  de 
un  marisco  muy  común  en  los  mares  del  Norte, 
conocido  bajo  el  nombre  de  Bocio  anatífcro ; 
otros  sabios,  tales  como  Fulgosio,  duque  de  Ge- 
nova ,  el  cardenal  Jacobo ,  el  padre  Briete  fueron 
de  parecer  que  era  producida  por  un  árbol  mila- 
groso. Después  de  haber  introducido  el  cisma 
entre  los  sabios,  la  fulga  hizo  nacer  disensos  en 
el  seno  de  la  Iglesia:  los  obispos  habían  permi- 
tido su  uso  en  la  cuaresma,  porque  decian  (pie  la 
sangre  de  esta  ave  es  tria  como  la*  del  pescado; 
pero  el  papa  Inocencio  III,  en  el  siglo  XII,  se 
pronunció  contra  esta  licencia ,  y  declaró  que 
cualquiera  que  fuera  su  origen  y  la  calidad  de  su 


ANA 

sangre,  debía  ir  comprendida  en  las  prohibicio- 
nes de  la  Iglesia. 

En  1596,  fué  cuando  el  navegante  Gerardo  de 
Wer  manifestó  á  los  sabios,  huevos  y  nidos  de 
fulgas,  siendo  en  el  80°  grados  de  latitud  norte, 
en  un  país  cubierto  de  hielo,  en  donde  estas  aves 
se  juntan  y  anidan.  Su  número  es  tan  grande  que, 
á  lo  largo  de  las  costas  ,  forman  anchas  y  largas 
bandadas  que  se  perciben  desde  muchas  leguas 
de  distancia.  Alimóntanse  de  peces  pequeños  y 
de  mariscos.  En  el  invierno,  se  encuentran  en 
grandes  bandadas  á  lo  largo  de  nuestras  costas. 

La  talla  y  la  forma  de  la  fulga  la  hacen  muy 
semejante  al  pato :  sus  plumas  son  negras  y  de 
tal  modo  lisas  y  apretadas  que  al  salir  del  agua 
no  se  encuentran  mojadas ;  sus  pies  son  negros, 
y  sus  dedos  unidos  por  una  membrana  delgada 
y  fina.  El  color  del  macho  es  mas  oscuro,  y  tie- 
ne dos  pequeños  tubérculos  amarillos  en  la  base 
superior  del  pico,  que  es  menos  complanado  que 
el  del  pato. 

La  carne  de  esta  ave,  naturalmente  negra,  co- 
riácea, aceitosa  y  de  un  gusto  de  cieno,  ó  de 
pescado  crudo  el  que  conserva  aun  después  de 
cocida,  es  poco  estimada  y  de  difícil  digestión.  Pa- 
ra que  pueda  comerse ,  es  menester  medio  asarla 
y  en  seguida  ponerla  en  salmorejo. 

Añade  Tadorno,  Pato  Tadomo, 
Tadorno  ó  Tartloro  [Anas  T adorna,  L.). 
Esta  especie  es  un  poco  mas  gruesa  que  el  ánade 
común  doméstico ;  su  hembra  es  mucho  mas  pe- 
queña ,  y  sus  colores  son  menos  subidos.  Esta 
ave  apenas  frecuenta  sino  las  playas  del  mar, 
en  donde  se  alimenta  de  insectos ,  de  pequeños 
mariscos  y  de  huevos  de  peces.  Llega  en  la 
primavera,  siempre  en  corto  número.  Su  carne 
es  mejOr  que  la  de  los  anadinos.  Su  plumión  es 
tan  fino  y  suave  como  el  del  eider. 

Finalmente ,  llegan  á  veces  á  nuestros  países 
muchas  otras  especies,  que  son  objeto  de  caza, 
tales,  como  el  Añade  ó  Ganso  bernacho,  Ber- 
nacho  [Anas  erylhropus ,  Gm.) ,  notable  por  la 
fábula  de  suponérsele  nacer  de  los  árboles  como 
un  fruto,  el  Anadeó  Ganso  bernicla,  Bernicla 
(Anas  ber niela, Gm.),  el  Anadeó  Ganso  de  fren- 
te blanca  [Anas  albifrons,  Gm.),el  Añade  ó 
Ganso  hiperbórea,  Ganso  de  nieve  [Anas  hy- 
perborea,  Gm.),etc;  el  Anad^  ó  Pato  agudo, 
Pilet  [Anas  acula ,  L.) ,  el  Añade  ó  Pato  arle- 
quín, Arlequín  [A  ñas  histrionica,  L.),  el  Añade  6 
Pato  de  escudo,  Suchet  [Anas  clipeata,  L.),  de 
carne  muy  excelente ,  el  Ánade  ó  Pato  morillon, 
Moüillon' [A ñas  fuligula,  L.) ,  el  Añade  ó  Pato 
Penelope,  Silvador  [Anas  Pcnelope,  L.);etc. 

AlíAFATA.  Especie  de  tela  ó  tegido ,  an- 
tiguamente fabricado  de  algodón  ,  y  posterior- 
mente de  seda.  La  anafaya  de  superior  calidad  se 
fabrica  en  Valencia,  pero  está  poco  en  uso. 

AUíACrAE/IUA,  Anagallis.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  primuláceas ,  déla 
pentandriamonoginia  de  Linneo. 

Anagálifia  ai-vense,  Ulurages  de 
las  aves,  Yerba  pajarera  [Anagallis 
arvensis,  L.).  Esta  planta  anua  es  muy  común  en 


ANA 

■■estro  país,  y  puede  decirse  en  todos  los  países, 
puesto  que  habita  en  la  India,  en  el  Cabo  de  Bue- 
na Esperanza,  en  la  Nueva  Holanda, etc.  Tiene 
tallos  tendidos  en  la  base,  ramosos,  cuadrados, 
lampiños,  asi  como  toda  la  planta,  largos  de  6 
á  13  pulgadas;  sus  hojas  son  opuestas,  ovales, 
nervudas:  sus  llores  axilares  por  lo  común  de 
un  azul  subido  que  varia  á  veces  hasta  el  rojizo 
y  el  blanco;  cápsula  globulosa  que  se  abre  como 
una  caja  de  jaboncillo.  Hay  dos  variedades  de  es- 
ta planta  que  no  se  distinguen  sino  por  el  color 
de  sus  llores  :  la  primera,  y  la  mas  común ,  las 
tiene  rojas,  y  lleva,  según  ciertos  autores  an- 
tiguos, el  nombre  de  mucho;  la  segunda  las  tie- 
ne azules,  y  es  llamada  hembra  por  los  mismos. 
Florece  desde  principios  de  mayo  ó  de  junio  has- 
la  setiembre  y  aun  octubre. 

Los  antiguos  la  habiañ  preconizado  contra  los 
venenos,  la  mordedura  de  la  víbora  y  la  hidro- 
fobia ,  altamente  eficaz  en  la  curación  de  la  tisis 
y  otras  enfermedades.  Hasta  el  presenta  nada  de 
positivo  puede  decirse  acerca  de  sus  propieda- 
des médicas.  Con  todo  ,  esta  planta  inodora  no 
es  inerte,  es  un  poco  amarga  y  de  una  acritud  muy 
señalada;  por  lo  mismo  debeprocederse  con  cui- 
dado en  su  uso  interno ,  porque,  según  los  expe- 
rimentos del  Sr.  Orlila,  tres  dracmas  de  su  ex- 
tracto bastan  para  dar  la  muerte  á  un  perro  in- 
flamando las  membranas  del  estómago,  etc.  Los 
ganados  no  la  comen,  y  sus  semillas  matan  á  los 
pájaros. 

No  se  confunda  á  la  Anáglida  arvense  con  la 
Alsine  modia ,  aunque  ambas  lleven  los  nom'iros 
vulgares  de  Murages  de  las  aves* y  Yerba  paja- 
rera :  la  primera  perjudica  á  los  pájaros ;  la  se- 
gunda les  es  útil.  V.  Alsine. 

La  Axagálida  arbusto  (Anagallis  fructicosa), 
planta  de  Mogador,  de  unas  18  pulgadas,  de 
llores  de  un  rojo  vivo,  puede  utilizarse  en  los 
jardines,  en  particular  una  variedad  de  flores  do- 
bles. La  Anagálida  de  hojas  alternas  {Anagallxs 
ulterni folia,  Cav.)  es  una  planta  de  Chile,  que, 
según  Cavanille,  los  habitantes  de  aquel  país  em- 
plean con  frecuencia  en  las  afecciones  venéreas, 
en  particular  la  gonorrea.  La  Anaüái.ioa  de  Mo- 
nel  [Anagallis  Monelli,  L.),  que  se  encuentra  en 
Berbería ,  en  Italia,  en  Francia  y  en  España ,  y  es 
cultivada  en  los  jardines  como  planta  de  adorno, 
es  trienal;  sus  tallos  son  derechos,  de  ramas  dé- 
biles] numerosas,  (pie  exigen  rodrigones  parasos- 
tenerse ;  las  hojas  son  prolongadas  y  estrechas; 
las  llores  dispuestas  en  rueda,  bastante  grandes, 
y  de  un  color  azul  con  una  mancha  roja. 

\  \  %<- 1  Bt  i  i> A,  Anagyuis.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  leguminosas,  de  la  deí'an- 
dria  moniginia  de  Linneo,  que  contiene  una  sola 
especie. 

Anagirida  fétida  [A nagyris  fwtida,L.). 
Este  arbusto  indígeno,  que  se  encuentra  en  los 
lugares  montuosos  meridionales  entre  las  breñas, 
y  en  toda  la  costa  del  Mediterráneo ,  debe  su 
nombre  á  su  leño,  y  en  particular  á  su  corteza, 
que  tiene  un  olor  desagradable  cuando  se  frota, 
lo  que  le  ha  hecho  llamar  Leño  hediondo.  Toda 


ANA 


<79 


la  planta  participa  de  este  olor  cuando  se  la  sa- 
cude ,  y  de  ahi  el  proverbio  griego ,  sacudir  la 
Anagirida,  para  significar  cosas  dichas  torpe- 
mente. Belon  dice  que  en  la  isla  de  Creta  este 
olor  es  tan  desagradable ,  en  razón  de  la  abun- 
dancia de  la  planta,  que  da  dolor  de  cabeza ,  y 
que  ni  las  cabras  quieren  comer  de  este  vegetal, 
y  se  cree  que  si  lo  hacían  su  leche  seria  no- 
civa. 

La  anagirida  se  eleva  á  tres  ó  cuatro  pies;  sus 
hojas  son  trifoliadas ,  blanquecinas  y  algodono- 
sas; las  flores  amarillas  dispuestas  en  manojos; 
su  legumbre  as  plana,  prolongada,  y  contieno 
muchas  semillas  azuladas  y  arriñonadas. 

Los  antiguos  han  hablado  de  la  anagirida  como 
de  una  planta  de  una  rara  energía ,  y  sobre  todo 
han  indicado  á  sus  semillas  como  un  violento 
emético.  Las  hojas  son  amargas  y  ligeramente 
purgantes  tomadas  desde  tres  hasta  seis  dracmas 
en  cocimiento,  y  los  autores  griegos  las  reco- 
miendan como  resolutivas  aplicadas  en  cataplas- 
ma sóbrelos  tumores. 

AHÍ  AflIOE.  Perdiz  de  Surinam  del  grueso 
de  un  pato,  que  ,  según  el  viajero  Stedman,  es  á 
la  vez  la  mas  hermosa  de  las  aves  y  el  manjar 
mas  delicioso. 

AWA-HHJIilílJ.  Arbusto  leguminoso  de  Ma- 
labar, quizás  un  Gledüschia ,  del  cual  los  natu- 
rales hacen  hervir  las  hojas  en  agua  de  arroz 
ó  suero ,  para  bañarse  en  la  ascitis  ó  la  timpani- 
tis abdominal. 

.  A.\A.\AI*IjA.  Allánala.  Árbol  do 
las  Filipinas,  llamado  Rhus  luzonis,  por  Camelli, 
y  que  parece  ser  una  Acacia-  su  corteza  tiene 
la  propiedad  astringente  del  zumaque. 

AVil'AKlA.  Planta  de  Malabar,  que  tie- 
ne un  sabor  amargo,  empleada  en  baño  y  en  ca- 
taplasma sobre  las  partes  dolorosas. 

A.\AK(¿ ASI.  Árbol  de  las  Filipinas,  con 
los  cuescos  de  los  frutos  del  cual  los  naturales 
hacen  brazaletes  para  preservarse  de  los  venenos; 
la  corteza  del  árbol  sirve  para  hacer  hilaza. 

ANA  UBI  ICO,  Anauiuchas.  Género  de  pe- 
ces de  la  familia  de  los  pantópteros  y  del  orden 
de  los  holobranquios  apodes  de  Duméril. 

Anarrico  Lobo,  Gato  de  mar ,  La- 
bina,  Lobo  de  mar  (Anarrhichas  Lupus, 
L. ).  Habita  los  mares  -del  Norte  con  preferencia, 
pero  algunas  veces  se  deja  prender  en  nuestras 
costas.  Su  talla  es  de  seis  á  ocho  pies,  y  de  color 
pardo  uegruzco  un  poco  mas  claro  en  él  vientre, 
con  doce  ó  trece  fajas  verticales  en  los  lados  del 
cuerpo.  Este  pez  justifica  su  nombre  por  la  fuer- 
za y  el  natural  voraz  y  feroz  que  le  caracterizan. 
Su  pesca  es  muy  peligrosa,  porque  destroza  las 
redes  y  muerde  cruelmente  a  los  que  se  le  acer- 
can ,  causándoles  heridas  profundas  y  peligro- 
sas. Los  Groenlandeses  lo  cojen  con  redes  de 
cuero  ,  y  lo  degüellan  o  lo  matan  á  palos ,  y  aun 
con  tal  proceder  debe  e\  itarsc  su  mordedura. 

La  carne  de  este  pescado,  según  de  Ascagne, 
es  tan  buena  como  la  de  la  anguila,  y  puede  co- 
merse fresca,  seca  ó  salada;  su  piel  preparada 
sir\e  para  diferentes  usos  á  los  Grocnlandense.i 


180  ANA 

y  á  los  Irlandeses ,  quienes  emplean  también  la 
hiél  en  vez  de  jabón. 

Esta  es  la  especie  mas  conocida.  En  Rusia  es 
muy  estimada  la  especie  Anaurica  como  pantera 
(Anarrhichas  pantherinus ,  Zov.). 

ASÍASCOXE.  Estofa  cruzada  de  lana  pei- 
nada, lisa,  áspera,  tegida  en  crudo  y  tenida  en 
piezas.  Usase  generalmente  para  trajes  de  mu- 
ger ,  y  con  ella  se  hacen  vestidos ,  chales,  y  mas 
comunmente  delantales. 

Antiguamente  recibíamos  este  artículo  de  In- 
glaterra en  cantidades  considerables  en  piezas  de 
Vs »  V*  y  Vs  de  ancho  efectivo ,  y  no  convencio- 
nal, que  son  las  mismas  dimensiones  con  que  se 
fabrica  en  la  actualidad. 

En  1796 ,  empezó  en  Francia  á  imitarse  la  fa- 
bricación del  añascóte  con  muestras  inglesas  que 
sirvieron  de  tipos.  Al  principio  se  ejecutó  con  un 
urdimbre  doble ,  es  decir  un  hilo  de  lana  torcido 
con  un  hilo  de  seda.  Los  primeros  ensayos  pro- 
dujeron alus  Franceses  grandes  benelicios  impor- 
tándonos anascotes  de  7/8  que  pagábamos  á  ocho 
trancos  el  ana,  porque  en  aquel  entonces,  estando 
los  Españoles  en  guerra  con  los  Ingleses,  no  de- 
bían ellos  temer  la  concurrencia  de  éstos,  que  tan 
solo  por  medio  de  contrabando  podían  introducir 
sus  géneros  en  la  Península.  Con  semejante  estí- 
mulo la  fábrica  de  Amiens  tomó  un  rápido  vuelo, 
y,  á  pesar  del  gran  consumo,  satisfizo  por  mucho 
tiempo  á  todos  los  pedidos.  Entonces  fué  cuando 
los  fabricantes  de  las  cercanías  de  Breteuil  lo- 
graron reemplazar  el  urdimbre  doble  por  urdim- 
bres sencillos  con  tan  grande  reducción  de  precio 
en  los  jornales  que  los  operarios  abandonaron  es- 
ta clase  de  fabricación  á  los  tegedores  del  cam- 
po, que  aun,  hoy  dia,  son  casi  los  únicos  que 
se  dedican  á  ella. 

Luego  de  haber  hecho  la  España  la  paz  con  la 
Inglaterra ,  establecióse  entre  Ingleses  y  France- 
ses una  concurrencia  igual  en  los  mercados  de  la 
Península  sobre  el  añascóte :  durante  algún  tiem- 
po los  Franceses  la  sostuvieron  con  ventaja,  pero 
desde  el  momento  que  sus  rivales  aplicaron  la 
mecánica  ala  filaturade  la  lana,  los  tegidos  fran- 
cés no  pudieron  competir  con  los  ingleses. 

Como  se  pasaron  muchos  años  antes  que  se 
introdujese  en  Francia  el  sistema  de  íilatura  de 
lana  por  medio  de  la  maquinaria ,  los  fabricantes 
buscaron  la  salida  de  sus  productos  en  mercados 
de  su  nación.  Entonces  el  merino  era  mucho  mas 
caro ,  y  su  uso  era  reducido  á  causa  del  precio; 
con  todo  había  dado  origen  ala  moda  de  los  ves- 
tidos de  lana  para  las  mugeres,  moda  que  ha  ido 
adquiriendo  favor  hasta  el  dia,  y  el  añascóte 
permitió  satisfacerla  á  la  clase  menos  acomoda- 
da. Además,  este  tegido  se  apropiaba  bien  á  es- 
te uso,  por  la  facilidad  conque  recibe  toda  cla- 
se de  colores .-  de  ahí  fué  que  se  hicieron  chales 
pintados  muy  baratos ,  creándose  nuevas  ancha- 
rías, etc.  Mas  como  el  pintado  era  en  general 
poco  esmerado  en  aquellas  clases  de  añascóte  cu- 
yos defectos  se  disimulan  por  medio  de  los  colo- 
res que  en  ellos  se  aplican ,  éste  articulo  decayó 
en  breve :  empezóse  por  empeorar  su  calidad, 


ANA 

luego  se  disminuyó  su  ancharía ,  y  hasta  que  se 
redujo  considerablemente  el  consumo  no  se  pen- 
só en  reanimar  la  producción,  por  medio  de  una 
fabricación  mas  esmerada. 

Hase  dicho  que  el  subido  precio  del  merino  ha- 
bía favorecido  el  uso  del  añascóte  para  los  ves- 
tidos de  muger;  en  el  dia  la  baratura  de  aquel 
primer  tegido  ha  producido  un  efecto  enteramen- 
te contrario.  Otra  circunstancia  lía  contribuido 
también  á  dar  este  resultado,  y  es  la  introducción 
de  la  franela  ancha  de  Reims  conocida  en  el  co- 
mercio con  el  nombre  de  Napolitana  ,  la  cual  ha 
sustituido  casi  enteramente  al  añascóte.  Posterior- 
mente, el  consumo  de  este  artículo  ha  disminuido 
mas  todavía  con  el  uso  de  una  gran  variedad  de 
tegidos  de  lana  pintados  y  propios  para  chales,  de 
modo  que  en  el  dia  el  añascóte  casi  no  se  usa  si- 
no para  trajes  de  luto  ó  para  hábitos  de  monjas  y 
para  delantales  de  señora ,  pues  en  la  actualidad 
casi  no  se  tiñe  sino  de  color  negro. 

En  Francia ,  el  añascóte  común  se  fabrica  con 
lana  del  país ;  el  un  poco  mejor  con  lana  de  Ho- 
landa; la  calidad  superior  con  lana  inglesa.  Ha- 
blase de  la  trama,  porque  el  urdimbre  es  siempre 
de  lana  inglesa,  mas  larga,  y  por  consiguiente 
mas  sólida. 

Desde  algunos  años  á  esta  parte  los  Ingleses 
han  modificado  el  sistema  de  fabricación  del 
añascóte :  en  lugar  de  cruzar  la  haz  y  el  revés, 
hacen  un  tegido  cruzado  en  la  haz  ,y  liso  en  el 
revés;  así  la  estofa  es  mas  suave. 

La  España  era  el  punto  que  por  sí  solo  consu- 
mía mas  añascóte  que  todos  los  países  reunidos. 
La  importación  extranjera  y  el  mucho  contra- 
bando que  por  los  Pirineos  y  por  Gibraltar  se  ha- 
cia con  este  artículo,  determinó  á  emprendedores 
industriales  á  ensayar  la  fabricación  de  este  tegi- 
do ,  aprovechando"  de  la  baratura  de  las  lanas, 
hasta  que  consiguieron  imitar  el  añascóte  de  los 
Ingleses ,  como  lo  habían  practicado  á  su  vez  los 
Franceses.  Al  principio  ,  se  obtenía  un  producto 
algo  mas  grosero  que  el  del  extranjero,  pero  su 
bajo  precio  facilitaba  la  venta ;  sucesivamente 
fueron  perfeccionándose  los  medios  de  fabrica- 
ción, y  nuestro  añascóte  casi  pudo  competir  con 
los  que  nos  venian  de  fuera  reino ,  menguando  á 
proporción  la  importación  de  este  artículo. 

Desde  muchísimo  tiempo ,  pues ,  se  fabrica- 
ban en  grande  escala  anascotes  en  Cataluña, 
siendo  los  mejores  los  de  Artes  y  Castelltersol: 
actualmente  ha  disminuido  bastante  su  fabrica- 
ción, pues  una  buena  parte  la  consumían  los  frai- 
les ;  no  obstante ,  puede  calcularse  que  se  elabo- 
ran en  bastante  número  para  surtir  los  pedidos  de 
los  que  se  visten  de  dicha  ropa.  Esta  estofa  en 
general  es  fabricada  aun  por  el  sistema  antiguo, 
es  decir,  con  lana  peinada  á  la  mano ;  pero  han- 
se  establecido  ya  algunas  otras  fábricas  de  pei- 
nar é  hilar  por  el  sistema  inglés,  como  la  tiene 
el  Exmo.  Sr.  D.  Pedro  Sainz  de  Andino  en  Trillo; 
otras  por  el  sistema  francés,  como  laque  está 
en  las  inmediaciones  de  esta  capital  y  pertene- 
ciente á  la  sociedad  La  Española;  y  otra  en  esta 
ciudad  ,  en  la  que  se  sigue  el  sistema  misto  con 


ANA 
alguna!  maquinas  construidas  en  esta  misma  oa- 

pital,  y  (días  venidas  del  extranjero,  y  que  per- 
tenece al  activo  >  laborioso  I).  Tomás  Coma.  En 
diclias  fabricas  se  hila  bien,  y  con  sus  hilos  se 
fabrican  algunos  artefactos,  ycreemosque  tam- 
bién añascóles 

Todavía  recibimos  añascóles  del  extranjero, por 
ser  mas  unos  que  los  fabricados  en  nuestro  país: 
nos  llegau  bastantes  de  Inglaterra ,  pero  en  ge- 
neral se  da  la  preferencia  á  los  de  Amiens  en 
Francia,  por  reputarse  como  los  mejores. 

En  1849,  se  importaron  en  Barcelona,  proce- 
dentes del  extranjero,  5.804  varas  de  añascóte, 
valor  de  104.47a  rs.  vn.,  y  además  15  varas,  va- 
lor de  ili  rs.  vn.,  de  algún  punto  del  reino;  y 
fueron  exportadas  de  esta  ciudad  á  diferenfes  po- 
blaciones de  la  península  8.609  varas  de  dicho 
articulo,  valor  de  154.962  rs.  vn. 

A  v A SC  II oki i.  i: v AJÍ .  Especie  de  or- 
tiga de  Malabar ,  cuyo  zumo  exprimido,  ó  su  co- 
cimiento, es  usado  contra  los  ardores  del  híga- 
do, en  la  dificultad  de  orinar  y  en  los  tumores. 
Su  raíz ,  machacada  con  azúcar  y  leche ,  es  em- 
pleada contra  las  comezones  del  cuerpo 

AHÍ  ASTÁTICA,  Anastatica.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  cruciferas,  de  la  te- 
tradinamia  siliculosa  de  Linneo. 

Anastatica  de  Jericó,  Rosa  de 
Jericó  (Anastatica  hierochuntica ,  L.).  Planta 
anua ,  á  veces  bienal ,  que  los  vientos  del  África 
arrancan  del  arenoso  y 'seco  terreno  del  Egipto, 
de  la  Siria  y  Palestina ,  para  soltar  sus  restos  en 
las  embocaduras  de  los  ríos  que  se  pierden  en  el 
Mediterráneo.  El  nombre  de  Rosa  ae  Jericó  pro- 
cede de  que  sus  ramas  ,  apretándose  sobre  los 
frutos  maduros  después  de  caídas  las  hojas ,  for- 
man como  una  bola,  que  el  viento  hace  rodar  lle- 
vándola á  distancias  infinitas;  Belon,  sin  embar- 
go, pretende  que  la  Escritura,  bajo  este  nombre, 
ha  querido  hablar  de  la  rosa  común. 

Esta  planta  tiene  el  porte  delHeliotropio  de  Eu- 
ropa ;  su  tallo  es  ramoso ,  guarnecido  de  hojas 
oblongas  y  terminado  en  espigas  de  Cores  blan- 
cas. Luego  que  la  semilla  entra  en  madurez  ,  la 
planta  se  echa  á  perder  y  se  seca;  pero  apenas  es 
trasportada  á  un  terreno  húmedo  o  detenida  en 
las  riberas  del  agua ,  recobra  su  primera  forma, 
las  raices  se  afianzan  en  la  tierra,  la  ramas  se 
extienden  ,  nacen  otras  hojas ,  se  abren  nuevas 
llores,  y  se  efectúa  una  segunda  vegetación. 

Cuando  se  moja  esta  planta  en  el  estado  de  bo- 
ba, sus  ramas,  por  un  efecto  higrométrico,  se  ex- 
tienden, circunstancia  de  que  la  superstición  ha 
sacado  partido.  En  Egipto ,  las  mugcres,  próxi- 
mas á  parir ,  hacen  remojar  Rosa  de  Jénco ,  y 
cuando  los  ramos  se  extienden  y  separan  bien, 
ellas  están  securas  detener  un  feliz  parlo,  lo  que 
casi  nunca  deja  de  suceder  en  un  país  en  que  el 
alumbramiento  se  verifica  con  mucha  facilidad. 

ANATIFA,  Anatii  \.  (leñero  de  animales 
de  la  clase  de  los  moluscos  del  cual  dos  especies 
se  usan  como  alimento,  á  saber:  la  Anatifa  lisa 
[Anatifa  lecvis,  Brug. ;  Lepas  anatifcra ,  L.)  y  la 
Anatifa  policipes  [Anatifa  pollicipet,  Brug.), 


ANA  181 

cuya  carne  agradable  se  pone  roja  cociéndola. 
Estos  animales  viven  en  grupos,  pegados  á  las 
piedras,  á  las  maderas  de  construcción,  á  los 
buques,  etc.  Se  comen  hervidos  en  el  agua:  pa- 
san por  afrodisíacos,  y  Belon  creía  útil  ala  última 
especie  contra  lamalacia.  El  Sr.  H.  Cloquel  mira 
su  carne  como  mas  excitante  que  nutritiva,  mas 
fácil  de  digerirquesuslanciosa,  mas  conveniente  á 
los  viejos  y  á  los  convalescientes  débiles  que  á 
los  individuos  fuertes  y  robustos,  etc.  liase  creído, 
durante  mucho  tiempo ,  que  los  patos  podian  na- 
cer ó  nacían  de  la  Anatifa  lisa,  lo  que  es  un 
absurdo. 

ANATÓMICAS  (Piezas).  Entrando  en 
nuestro  plan  el  dar  á  conocer  todos  los  objetos 
sobre  los  cuales  se  ejercita  la  industria  y  el  co- 
mercio ,  no  es  posible  pasar  en  silencio  estas 
obras  maestras  de  paciencia  y  delicadeza  que 
observamos  en  los  gabinetes.  Mas  para  dar  una 
idea  de  lo  que  son  las  piezas  anatómicas  que  se 
hallan  en  el  comercio,  copiamos  á  continuación 
la  descripción  compendiada  y  sumaria  que  de 
ellas  hace  el  Sr.  Bequin  en  la  Enciclopedia  pin- 
toresca. 

«Después  que  las  partes  han  sido  convenien- 
temente preparadas,  es  decir,  dispuestas  de  modo 
que  puedan  ser  exactamente  observadas  y  des- 
critas en  general, pueden  conservarse,  sea  dese- 
cándolas, sea  barnizándolas,  sea  sumergiéndolas 
en  un  liquido  antipútrido,  como  el  alcohol,  la  so- 
lución concentrada  de  sublimado  corrosivo,  etc. 
Una  colección  de  piezas  anatómicas,  así  prepa- 
radas y  conservadas ,  constituyen  un  museo  ana- 
tómico". 

«A  fin  de  reemplazar  el  estudio  inmediato  de 
los  objetos,  pueden  representarse  las  preparacio- 
nes anatómicas  por  medio  de  láminas ,  ó  bien 
también  hacer  imitaciones  en  relieve  con  la  cera 
colorada,  el  yeso,  la  pasta  de  cartón ;  etc.  Estas 
representaciones  artificiales  de  los  órganos  no 
pueden,  digámoslo  de  una  vez,  reemplazar  la  na- 
turaleza para  el  que  quiere  estudiar  seriamente 
la  anatomía ;  pero  son  útiles  á  aquellos  que ,  sin 
estar  obligados  por  oficio  á  penosos  y  desagrada- 
bles trabajos  de  disección,  tienen  el  laudable  y  fi- 
losófico deseo  de  adquirir  algunas  ideas  generales 
sobre  la  organización:  igualmente  sonnecesarias 
á  los  anatomistas  de  profesión,  á  quienes  hacen 
conocer,  mucho  mejor  que  los  libros,  ciertos  ca- 
sos de  organización  morbosa,  también  normal, 
cuyos  modelos  son  raros  y  difíciles  de  procu- 
rarse.» 

«De  todas  estas  imágenes  anatómicas ,  sin  con- 
tradicción ,  las  imitaciones  en  relieve ,  y  sobre 
todo  las  figuras  de  cera  colorada  ,  suplen  lo 
mejor  posible  ala  realidad.  Ellas  pueden  deli- 
near hasta  á  una  perfecta  ilusión  la  forma  y  la 
dimensión  de  los  órganos,  sus  relaciones  de  si- 
tuación, sus  colores,  en  fin  todas  sus  calidades 
visibles ;  ellas  pueden  mentir  á  las  miradas  del 
mas  escrupuloso  observador,  mientras  que  el 
tacto  no  venga  á  probar  el  engaño.» 

«¿Quién  es  el  que  no  ha  contemplado,  con 
agradable  espanto,  la  horrorosa  verdad  con  que 


182  ANA 

losSres.  Bertrandy  Duponthan  representado  to- 
dos los  desórdenes  causados  por  los  diferentes 
virus? En  nuestros  dias,  Ameline  se  hadistinguido 
por  una  ejecución  digna  de  admiración  y  de  los 
mayores  elogios.» 

«El  Sr.  Anzoux  ha  sustituido  ,  desde  algunos 
años,  una  composición  particular  á  la  cera,  que 
tiene  el  doble  inconveniente  de  ser  mas  cara  y  de 
alterarse  á  la  larga.  Con  esta  composición  eje- 
cuta un  cadáver  artificial  sobre  el  cual  puede 
hacerse  una  demostración  perfecta;  todas  sus 
partes,  modeladas  al  natural,  pueden  ser  á  su 
vez  reunidas  y  separadas.» 

El  arte  de  exponer"  en  cera  la  historia  anatómi- 
ca es  muy  antiguo.  Créese  que  el  escultor  fran- 
cés Jacques ,  nacido  en  Angulema ,  es  el  primero 
que  se  dedicó  á  este  género  de  trabajo ,  ó  á  la 
anatomía  imitativa;  en  1S50,  veíanse  ya,  en  la  bi- 
blioteca del  Vaticano  en  Roma,  tres  estatuas  del 
tamaño  natural  hechas  por  él,  admiradas  por  los 
artistas  de  la  época ,  quienes  se  complacían  en 
estudiarlas.  La  aceptación  que  tuvieron  las  esta- 
tuas anatómicas  de  mármol ,  hizo  caer  en  de- 
suso este  arte ,  al  que ,  á  fines  del  siglo  XVII , 
Zumbo  de  Siracusa  dio  nuevo  lustre  con  sus  va- 
rias producciones  notables.  En  resumen ,  desde 
que,  en  1750,  Galli  de  Bolonia  aplicó  la  cera  co- 
lorada á  la  historia  de  la  preñez ,  fenómenos  par- 
ticulares que  la  acompañan  y  parto  que  la  termi- 
na, sucesivamente  han  ido  distinguiéndose,  por 
sus  excelentes  obras ,  Ercole  Lelli  y  Nina  Manzo- 
lini ,  Desnones,  Gautier  d'  Agoty  y  Teresa  Bihe- 
ron,  Susini  y  Caíenzuoli,  Laumonier  de  Rúan  y  Pin- 
son  de  Paris,  Berlrand  y  Dupont,  Ameline,  An- 
zoux, y  otros  varios. 

Al  presente  la  España  cuenta  con  el  Sr.  Gar- 
rigó  padre ,  catedrático  preparador  del  Colegio 
de  veterinaria  de  Madrid,  quien  se  ha  distinguido 
en  la  ejecución  de  varias  piezas  de  un  mérito  so- 
bresaliente, entre  ellas  una  cabeza  y  un  corazón 
de  caballo  que  pueden  desmontarse  por  partes, 
para  facilitar  su  estudio;  el  Sr.  Garrigó  hijo, 
mariscal  de  uno  de  los  regimientos  de  caballería, 
destinados  á  Zaragoza ,  quien  aprovecha  los  ra- 
tos de  ocio  en  modelar  piezas  las  mas  acabadas, 
que  embellecen  el  gabinete  de  veterinaria  de 
aquella  ciudad ;  y  el  doctor  en  medicina  y  ciru- 
gía, D.  Carlos  Montegut,  preparador  de  piezas 
anatómicas  en  cartón  piedra  que  ha  sido  en  la 
Universidad  literaria  de  esta  capital ,  quien ,  al 
cesar  en  su  cargo ,  además  de  varios  trabajos 
principiados,  dejó  terminadas  dos  piezas  de  gran- 
dísimo mérito ,  la  una  que  figura  las  regiones 
anatómicas  superficial  y  profunda  de  la  flexura 
del  brazo,  y  la  otra  que  manifiesta  la  espina  ven- 
tosa de  los  dos  primeros  huesos  del  metecarpo. 

A;v.1TKO.\,  .\  al  ron.  Sesqu  ¡carbo- 
nato de  sosa.  Esta  sal  existe  en  la  natura- 
leza, y  era  conocida  ya  de  los  antiguos,  quienes 
le  daban  el  nombre  de  Nitrum  ó  Natrum,  sacán- 
dola de  ciertos  lagos  de  Egipto  situados  al  oeste 
del  Nilo ,  en  un  valle  llamado  Valle  de  los  lagos 
de  natrón.  Hase  observado  que,  en  el  invierno, 
se  eleva  del  fondo  de  estos  lagos  una  agua  de  un  ' 


ANC 

rojo  violeta  que  trasuda  al  través  de  las  tierras 
y  se  eleva  á  la  altura  de  dos  varas;  en  el  verano 
hay  evaporación  de  esta  agua,  y  formación  de 
una  capa  salina ,  que  en  seguida  se  separa  por 
medio  de  barras  de  hierro,  siendo  luego  entre- 
gada al  comercio. 

Además  del  Egipto,  hay  diversas  comarcas  que 
producen  natrón,  que  se  recoge  en  circunstancias 
á  corta  diferencia  semejantes.  Hanse  encontrado 
grandes  masas  de  este  producto  en  África,  cerca 
de  Sukena ,  en  el  Estado  de  Trípoli :  preséntase 
en  masas  sólidas,  estriadas,  inalterables  al  aire,  y 
de  tan  grande  dureza  que  las  murallas  de  un 
fuerte  actualmente  demolido,  el  fuerte  de  Cassar, 
habían  sido  edificadas  con  esta  sal ,  que  es  cono- 
cida bajo  el  nombre  de  Trona,  que  es  el  anagrama 
denaírow.Encuéntranse  tambienlagos  deanatron: 
\ .°  en  Ungría;  estos  lagos  se  secan  en  verano ,  y 
dejan  la  arena  cubierta  de  una  eflorescencia  de 
la  misma  sal;  —  2.°  en  las  cercanías  de  Mérida, 
en  la  Colombia ,  en  donde,  los  naturales  emplean 
una  sal  Mamada  Urao,  extraída  de  una  laguna  de 
su  país;  y  este  urao  cristaliza  en  masas  compues- 
tas de  agujas  que  no  se  eflorecen  al  aire,  y  que 
están  formadas  de  una  sal  que  parece  no  diferir 
del  anatron. 

El  anatron  es  de  un  color  gris  y  de  un  sabor 
acre  un  poco  amargo. 

Klaproth .  que  ha  hecho  el  análisis  del  anatron 
de  África ,  lo  ha  encontrado  compuesto  de  37  de 
sosa,  38  de  ácido  carbónico,  22, SO  de  agua,  2,50 
de  sulfato  de  sosa.  Sesquicarbonatos  de  sosa, 
procedentes  de  Egipto,  examinados  por  el  Sr.  A. 
Chevallier ,  contenían  bastante  cantidad  de  clo- 
ruro de  sodio. 

Para  conocer  el  valor  real  y  la  cantidad  de  so- 
sa que  contiene  el  anatron ,  sirve  el  ácido  sulfú- 
rico ,  operando  de  la  manera  que  se  hace  para 
examinar  las  sosas  y  las  potasas. 

Según  Herodoto ,  el  anatron  era  empleado  en 
la  conservación  de  los  cadáveres.  El  de  Egipto; 
procedente  de  Alexandría,  y  del  que  llegan  a 
Marsella  cantidades  considerables ,  puede  servir 
para  lavar  la  ropa,  en  la  fabricación  del  jabón  y 
en  la  del  vidrio ,  y  los  químicos  lo  emplean  para 
extraer  el  muriato  y  el  carbonato  de  sosa,  ó  bien 
para  desprender  el  ácido  muriático  por  el  inter- 
medio del  ácido  sulfúrico,  y  obtener  así  sulfato 
de  sosa.  En  España  tiene  muy  poco  uso,  en  tér- 
minos que  casi  no  se  le  conoce  en  el  comercio. 

Llámase  Anatron  ó  Natrón  á  una  mezcla  de 
muriato  y  de  sulfato  de  potasa  ó  de  sosa,  que, 
durante  la  fusión  del  vidrio,  nada  en  la  superfi- 
cie, y  que  antiguamente  se  empleaba  como  in- 
cisiva y  laxante.  Llamábasele  también  Iliel  de 
vidrio.  t 

AlíCIiA  ó  ANCORA.  Instrumento  de 
hierro  de  dobles  ganchos ,  terminados  por  gran- 
des uñas  puntiagudas ,  que  se  echa  en  el  fondo 
del  mar  ó  de  los  ríos,  para  detener  ó  asegurar 
las  embarcaciones  en  la  superficie  del  agua.  El 
Anclote  es  el  ancla  pequeña. 

El  ancla  se  compone  de  muchas  partes :  i ,°  de 
una  argolla  de  hierro,  llamada  argánco,  envuelta 


ANG 

con  cucrdecitas,  y  que  sirve  para  atarla  con  un 
cable;  2.°  de  \&vcrga,  huso,()caña,  especie  de  asía 
derecha  cu\o  extremo  está  taladrado  con  un  agu- 
jero por  el  que  pasa  la  argolla;  3.°  del  cruzado  ó 
culata ,  soldada  al  extremo  de  la  verga,  y  cuyas 
mitades  son  llamadas  brazos  ó  ramos;  4.5  de  dos 
uñas ,  especie  de  ganchos  ó  puntas  encorvadas, 
la  una  á  derecha  y  la  otra  á  la  izquierda,  á  corta 
diferencia  semejantes  á  anzuelos;  5.°  del  cepo, 
que  es  un  conjunto  de  dos  piezas  de  madera  de 
la  misma  proporción  y  figura ,  unidas  por  dos 
cla\ijas  de  hierro  por  debajo  del  agujero  de  la 
verga;  de  suerte  que  el  extremo  de  ésta  pasa  por 
en  medio  del  cepo ,  destinado  para  impedir  que 
el  ancla  caiga  de  plano  sobre  la  arena ,  y  hacer 
que  una  de  las  uñas  se  hunda  en  el  terreno  sólido 
que  se  encuentra  en  el  fondo  del  mar,  á  fin  de 
detener  las  embarcaciones  por  medio  del  cable 
atado  por  un  extremo  á  la  argolla,  y  sujeto  del 
otro  á  la  embarcación  en  donde  está  amarrado  á 
lo  que  se  llama  el  cabestante. 

Antes  deservirse  de  las  anclas  es  menester 
siempre  probarlas  para  evitar  todo  accidente. 
Uay  anclas  de  todas  magnitudes,  pero  proporcio- 
nadas á  los  esfuerzos  que  han  de  sostener.  La 
longitud  de  una  ancla  de  peso  de  seis  mil  libras 
debe  ser  á  corta  diferencia  de  1 5  pies ,  y  su  grue- 
so de  10  pulgadas.  El  peso  de  las  anclas  debe 
siempre  e.-tar  en  relación  con  el  grandor  ó  tama- 
ño de  la  embarcación. 

Las  embarcaciones  tienen  comunmente  tres 
anclas ,  dos  que  están  siempre  dispuestas  en  la 
popa,  y  una  tercera,  llamada  el  ancla  de  salud, 
que  es  mas  fuerte  que  las  otras  dos,  y  que  sirve 

Ítara  salvar  á  la  embarcación  en  peligro  de  ñau- 
ragar  en  una  costa. 

Dícese  un  buen ,  ó  mal  anclaje ,  para  designar 
el  fondo  de  un  puerto  ó  de  una  rada  en  donde  el 
surgidero  es  bueno  ó  malo;  dícese  también  levar 
y  echar  el  ancla,  cuando  una  embarcación  se 
hace  á  la  vela  ó  llega  en  algún  puerto. 

Aunque  las  anclas  estén  hechas  de  la  misma 
manera,  se  dividen  en  cuatro  clases :  \ .°  la  mas 
grande,  llamada  ancla  maeitra,  ancla  de  salud, 
de  misericordia ,  ó  de  la  esperanza ,  porque  no 
se  echa  mano  de  ella  sino  en  casos  extremos  y 
ruándolas  demás  anclas  quitan  el  fondo;  2.°  la 
llamada  segunda  ancla,  que  sirve  para  sujetar  la 
embarcación  en  rada;  3.°  el  ancla  de  ahorcado  ó 
de  horca ,  que  no  se  echa  hasta  después  de  haber 
echado  otra  ancla  á  la  parte  opuesta  para  que  los 
dos  cables  formando  como  una  horca  sujeten  la 
embarcación,  impidiéndola  de  dar  vueltas  al  re- 
dedor de  un  solo  cable;  4.°  el  ancla  de  barca,  que 
es  lamas  pequeña,  v  sirve  para  halar  la  embar- 
cación y  hacerla  adelantar  con  el  cabestante , 
cuando  se  trata  de  entrar  ó  de  salir  de  una  abra, 
de  cambiar  de  lugar  en  las  radas. 

Además ,  se  distinguen  el  ancla  de  cepo  de  ma- 
dera y  el  ancla  de  cepo  de  herró,  que  sola  difie- 
ren en  que  la  primera  tiene  la  verga  ó  la  caña 
mas  larga  y  el  argáneo  mayor;  el  ancla  sin  cepo, 
que  sirve  solo  para  amarras  fijas  clavada  en  lier- 
ra ;  el  ancla  campera  de  uñas ,  que  tiene  los  bra- 


ANG  <83 

zos  muy  abiertos;  el  ancla  de  leva  ó  de  cabeza, 
que  es  la  mas  pequeña  ó  de  menos  peso  de  las 
que  se  llevan  á  bordo. 

Se  fabrican  anclas  de  toda  dimensión,  de  una, 
dos,  tres,  y  aun  cuatro  brazos  ó  uñas,  que  todas 
tienen,  como  acabamos  de  ver,  nombres  y  usos 
diferentes.  Las  anclas  de  una  sola  uña  sin  en  en 
los  puertos  para  amarrar  las  embarcaciones;  las 
de  dos  uñas  son  generalmente  empleadas  en  la 
gran  navegación.  Antiguamente,  se  empleaban 
anclas  de  tres  uñas ,  que  ya  no  están  en  uso, 
puesto  que,  además  de  ser  mucho  mas  difíciles  de 
fabricar ,  no  ofrecen  las  mismas  ventajas  que  las 
anclas  de  cuatro,  uñas.  Estas,  cuyas  dimensiones 
son  siempre  muy  reducidas,  son  empleadas  en 
las  pequeñas  embarcaciones,  en  las  canoas,  los 
boles,  las  chalupas.  En  Inglaterra,  hay  para  los 
buques  pescadores,  el  cabotaje,  anclas  defor- 
ma de  hongo  ó  de  parasol ,  que  todavía  no  han 
sido  muy  adoptadas  en  Francia.  La  culata  de  es- 
tas anclas  es  de  hierro  colado  y  esférica,  pero 
el  asta  ó  verga  es  de  hierro  forjado :  esta  culata 
reemplaza  los  brazos  ó  uñas ,  y  presenta  por  to- 
das partes,  en  su  circunferencia,  un  borde  cor- 
tado en  bisel  que  penetra  fácilmente  en  el  terre- 
no ,  pero  es  preciso  que  no  sea  cascajoso.  Do 
dia  en  dia  va  siendo  menor  el  uso  de  las  an- 
clas de  cepo  de  madera,  las  cuales  se  reem- 
plazan por  las  de  cepo  de  fierro ,  que  son  menos 
voluminosas. 

Los  armadores,  y  en  general  los  comerciantes 
que  hacen  armamentos,  deben  atender  muchí- 
simo á  la  bondad  de  las  anclas,  porque  en  ella 
está  interesada  la  a  ida  déla  tripulación,  y  do 
ella  depende  la  conservación  de  la  embarcación 
y  de  la  carga.  Deben  poner  gran  cuidado  en 
que  el  hierro  que  se  emplee  para  fabricarlas  no 
sea  ni  demasiado  dulce  ni  demasiado  ágvio,  por 
ser  ambos  extremos  igualmente  peligrosos,  el 
uno  las  hace  romper,  y  el  otro  las  hace  doblar  ó 
torcer  fácilmente.  Por  esta  razón,  se  pretende 
que,  para  tener  buenas  anclas,  es  necesario 
hacer  una  liga  de  hierro  de  España,  que  es  dul- 
ce, y  de  hierro  de  Suecia,  que  es  mas  agrio, 
pero  de  una  gran  tenacidad ,  lo  que  da  á  las  an- 
clas el  grado  de  bondad  conveniente.  Antigua- 
mente las  anclas  se  forjaban  á  fuerza  de  brazo 
hoy  dia  se  forjan  con  el  martinete ,  que  es  el 
método  mas  económico  y  el  mejor,  porque  un 
martillo  llamado  martinete,  que  pesa  800  libras, 
debe  soldar  mejor  y  con  mas  prontitud  que  un 
martillo  de  brazo,  que  no  pesa  mas  de  \'ó  á  16 
libras. 

En  otros  tiempos  el  armador  encargaba  hacer 
una  ancla  en  los  talleres  de  herrerias;  hoy  dia 
puede  escoier  entre  un  surtido  en  los  almacenes. 
Banse  establecido  muchas  fábricas  de  anclas  en 
el  extranjero,  y  así  se  ha  logrado  perfeccionar 
singularmente  este  instrumento  con  respecto  á 
la  forma  y  á  la  materia. 

En  Francia  se  construyen  anclas  en  diversos 
puntos :  una  de  las  mas  considerables  fábricas  es 
la  de  Gucrigni  y  Cosne,  departamento  de  la  Nie- 
vre,  en  donde  se  hacen  anualmente  600,000  an- 


184  ANC 

cías ,  la  mayor  parte  para  la  marina  militar.  Tam- 
bién hay  fábricas  de  anclas  en  Argoumois,  Ber- 
ry,  Douai,  las  cuales,  con  las  de  la  Chaussade, 
sirven  para  las  embarcaciones  del  Océano ,  como 
las  de  Tolón  para  el  Mediterráneo. 

Antiguamente,  cuando  la  España  tenia  una  gran- 
de escuadra,  se  fabricaban  anclas  en  los  arsenales 
para  los  buques  de  guerra ,  y  en  Barcelona  y  en 
Vizcaya  se  fabricaban  para  los  buques  mercan- 
tes. Posteriormente,  en  los  años  1  834  y  1  840,  se  es- 
tablecieron dos  talleres  en  laBarceloneta,  dirigi- 
dos por  herreros  inteligentes,  donde  se  fabricaban 
anclas  de  todas  dimenciones;  pero  en  1848  se 
cerraron  por  no  poder  continuar  en  sus  trabajos 
en  razón  de  que,  siendo  las  dos  primeras  materias 
el  hierro  y  el  carbón  el  doble  mas  caras  que  en 
Inglaterra,  no  se  podía  competir  con  esta  nación, 
porque  una  ancla  inglesa  puesta  en  la  península 
cuesta  la  mitad  del  valor  que  tiene  una  ancla  fa- 
bricada en  el  país. 

Muchos  de  los  buques  mercantes  catalanes  y 
de  los  demás  puertos  del  Mediterráneo,  en  sus  via- 
jes á  América,  derrotaban  á  Gibraltar  solo  por 
proveerse  de  anclas  y  cadenas,  en  razón  de  lo 
ventajoso  que  les  era ,  tanto  por  la  diferencia  de 
precio  como  también  porque  en  nada  hacían  tor- 
tuosa su  derrota ;  pero ,  en  el  día,  cuando  se  cons- 
truye un  buque  los  armadores  mandan  á  buscar 
las  anclas  en  el  punto  de  Inglaterra  que  les  es  mas 
fácil ,  ó,  por  ser  mas  económico,  la  mayor  parte 
de  ellos  lo  verifican  por  conduelo  de  los  SS.  Fra- 
tini  v  García,  agentes  de  algunas  de  las  mejores 
fábricas  de  New-castle ,  establecidos  en  la  Bar- 
celoneta,  á  quienes  seles  hacen  los  pedidos  sir- 
viendo con  la  exactitud  y  prontitud  que  tienen 
acreditadas. 

El  número  de  anclas  que  cada  año  se  importan 
del  extranjero  está  en  proporción  de  los  buques 
que  se  construyen.  Por  lo  común,  dásela  prefe- 
rencia á  las  anclas  de  New-castle,  por  ser  el  pun- 
to de  Inglaterra  en  donde  se  fabrican  mas  en 
grande  y  se  obtienen  á  precios  mas  módicos. 

Los  principales  depósitos  de  anclas  en  la  pe- 
nínsula se  hallan  en  Cádiz  y  en  Barcelona :  en  el 
almacén  de  efectos  navales  de  los  SS.  Pey  y  C.a, 
establecido  en  la  Barceloneta,  hay  un  depósito 
de  anclas  de  todas  dimensiones  recibidas  de  la 
fábrica  de  los  SS.  Paw  et  Fawcus  de  North 
Shiels. 

Al  presente,  la  marina  del  Estado,  al  igual  que 
la  marina  mercante,  se  surte  de  anclas  inglesas, 
salvo  algunos  repuestos  de  anclas  antiguas  es- 
pañolas que  todavía  tienen  los  arsenales. 

En  1849,  hanse  importado  en  Barcelona,  pro- 
cedentes del  extranjero,  6,562  arrobas  de  hierro 
en  anclas,  valor  de  248.596  rs.  vn.,y  del  reino, 
8  anclas,  valor  de  3.200  rs.vn.  La  exportación  al 
extranjero  ha  sido  de  2  anclas,  valor  de  800 
rs.  vn.,  y  á  diferentes  puntos  de  la  península  de 
5.780  arrobas  de  hierro  en  anclas,  valor  de 
219.640  rs.vn. 

MCOACHA.  Especie  demalvácea  del  gé- 
nero Sida ,  que  crece  en  las  cercanías  de  Lima, 
y  es  empleada  en  el  Perú,  en  cocimiento,  contra 


ANC 

los  males  de  estómago,  y  también  se  aplica  en 
cataplasmas  sobre  los  tumores  inflamatorios.  Esta 
planta  allí  muy  usada,  y  que  parece  reemplazar 
á  nuestro  malvavisco,  es  bastante  semejante  al 
sida  blanca  ( Sida  alba,  Cav. ). 

ANCUSA,  Anciiüsa.  Género  de  plantas  de 
la  familia  délas  borragíneas,  de  la  pentandria 
monoginia  de  Linneo,  que  comprende  mas  de 
treinta  especies ,  entre  ellas  cinco  de  indígenas. 

Ancusa  «le  Italia.  Buglosa,  Len- 
gua de  buey  (Anchusa  itálica,  Retz.).  Este 
vegetal,  muy  común  en  España,  por  largo  tiem- 
po ha  pasado  por  la  especie  siguiente,  que  es 
empleada  en  su  lugar,  porque  tiene  todas  sus  pro- 
piedades. Sus  tallos  se  elevan  á  uno  ó  dos  pies, 
cubiertos  de  pelos  tiesos,  así  como  el  resto  de  la 
planta ;  sus  hojas  son  sentadas ,  abrazadoras ,  lan- 
ceoladas, estrechas,  puntiagudas;  sus  llores  for- 
man racimos  unilaterales,  paniculados,  encorva- 
dos, duplicados,  con  las  corolas  algo  violadas,  y 
con  las  divisiones  del  limbo  redondeadas  y  la  en- 
trada del  tubo  cerrada  con  cinco  convexidades 
barbudas  ó  sea  guarnecidas  de  pelosa  modo  de 
pinceles. 

Los  antiguos  conocieron  ya  ala  buglosa,  que  se 
emplea  como  un  sudorífico  ligero  y  como  pectoral; 
pero  es  menos  usada  que  la  borraja ,  de  cuyas 
virtudes  participa.  Ehrenberg  asegura  que  los 
Egipcios  la  tienen  como  un  específico  de  la  icte- 
ricia. Sus  flores  se  aprovechan  á  veces  para 
adornar  las  ensaladas.  En  Italia  y  en  Irlandase  co- 
men las  hojas  que  se  hacen  cocer  con  coles.  Por 
último,  la  buglosa  ha  sido  unaplantamuy  aprecia- 
da ,  pudiendo  deducirse  de  los  siguientes  versos 
en  los  términos  que  han  sido  preconizadas  sus 
propiedades. 

Vinum  potaium  quo  sü  macerata  buglossa 
Mwrorem  cordit  dicunt  auferre  periti, 
Fertur  convivas  detodio  reddere  latos. 

Ancusa  oficinal  (Anchusa  officinalis, 
L.).  Se  encuentra  en  el  norte  de  la  Europa,  y  se 
distingue  de  la  especie  procedente  por  sus  hojas 
mas  cortas,  mas  anchas ,  y  sus  espigas  mas  nu- 
merosas. Según  Mayer ,  esta  planta  es  mirada, 
por  los  habitantes  "de  Sturityki,  como  infalible 
contra  la  rabia. 

Ancusa  «le  tintes,  Onoquiles,  Or- 
caneta ,  Palomilla  de  tintes  (Anchu- 
sa tinctoria,  L.).  Planta  perenne,  originaria  de 
América,  que  crece  en  los  lugares  arenosos  de 
la  Europa  meridional,  y  cultivada  en  España:  es 
tomentosa  y  de  un  pié  de  alto  ;  de  tallos  cilin- 
dricos; hojas  lanceoladas,  obtusas ;  flores  de  co- 
lor de  púrpura. 

De  esta  planta  se  usa  la  raíz,  conocida  princi- 
palmente con  el  nombre  de  Orcaneta  :  se  coje 
en  setiembre ,  y  en  el  comercio  se  presenta  del 
grueso  del  dedo  ,  con  una  corteza  foliácea ,  ar- 
rugada, y  de  color  rojo  violeta  muy  subido;  de- 
bajo de  esta  corteza  se  halla  un  cuerpo  leñoso 
blanco,  compuesto  de  fibras  menudas,  comun- 
mente distintas  las  unas  de  las  otras  y  tan  solo 


AND 

soldadas,  igualmente  rojas  al  exterior  y  blancas  ] 
en  el  interior.  La   raiz  entera  es  inodora  y  casi 
insípida.  La  orcaneta  del  Levante  es  con  frecuen- 
cia una  raiz  gruesa  como  el  brazo ,  y  larga  á 
proporción. 

La  orcaneta  debe  elegirse  de  un  grosor  me- 
diano, leñosa  ,  provista  de  su  corteza,  la  que  se 
separa  con  mucha  facilidad,  y  en  la  cual  reside 
el  principio  extraclho  colorante,  principio  so- 
luble en  el  ale  )hol ,  en  los  aceites,  en  las  grasas 
y  en  los  ácidos ,  y  sirve  para  colorar  de  purpu- 
ra á  la  seda,  al  lino  y  al  algodón. 

La  orcaneta  se  expide  en  balones  cubiertos 
de  tela  de  peso  indeterminado.  En  Barcelona  nos 
viene  de  Águilas,  siendo  recogida  en  Andalucía; 
con  unos  20  quintales  hay  la  suficiente  para  el 
consumo  en  esta  ciudad ,  porque  al  presente  es 
de  poco  uso. 

Según  el  Sr.  Haré,  el  infuso  alcohólico  de  esta 
raiz  se  pone  azul  por  la  acción  de  los  álcalis ,  y 
vuelve  a  adquirir  su  color  rojo  por  la  adición  de 
un  ácido,  lo  que  leconstitu\e  un  reactivo  pre- 
cioso. 

Esta  raíz ,  ó  mejor  la  corteza  de  esta  raíz ,  sir- 
ve para  teñir  de  encarnado  las  lanas  y  los  cirios, 
para  colorar  ciertas  pomadas  y  cosméticos,  etc. 

Reciben  también  el  nombre  de  Orcaneta  la 
Ancosa  de  Virginia  (Anchusavirgimca,  L.l,  plan- 
ta de  los  Estados-Unidos ,  el  Litospermo  de  tin- 
tes (Lithospermum  tinctorium,  L.),  la  Onosma 
comoEquio  [Onosmri  rchioides .  L.) ,  y  el  Eqüio 
rojo  [Echium  rubrum,  L.);  plantas  "todas  cu- 
yas raices  suministran  un  principio  coloran- 
te rojo  idéntico. — Lemery  daba  el  nombre  de 
Orcaneta  de  Constantinopla  á  las  hojas  y  á  las 
raices  del  Lawsonia  inerme  (Latcsoma  inermis, 
L.)  empleadas  por  los  Orientales ,  bajo  el  nombre 
de  Alkenna  ó  Alkana,  para  teñirse  de  rojo  ama- 
rillento las  manos,  los  cabellos,  la  barba  y  di- 
ferentes partes  del  cuerpo. 

AI¥»A  ,  Anda.  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia de  las  euforbiáceas,  de  la  monoecia  mona- 
delfia,  creado  por  Ad.  Jussieu.  La  única  especie 
de  este  género,  el  Anda  del  Brasil  [Andábra- 
silii'nsis),  es  un  árbol  lactescente  magnifico  :  su 
corteza  es  nociva,  de  modo  que  el  agua  que  ha 
servido  para  macerarla  mala  á  los  animales,  y 
los  naturales  de  las  Canarias,  en  donde  crece,  la 
emplean  para  hacer  morir  los  peces ;  los  frutos, 
que  son  nueces  de  dos  celdillas  monospermas, 
se  encurten  en  el  aceite,  y  las  semillas  que  con- 
tienen son,  de  tiempo  inmemorial ,  empleadas 
como  purgantes  á  la  dosis  de  2  á  3 ,  y  de  ellas 
también  se  extrae  un  aceite  que  sirve  para  el 
alumbrado ,  para  la  pintura ,  etc. 

t  M>i:it*OM  A  ,  Anoersonia.  Este  géne- 
ro de  la  familia  de  las  epacrídeas,  y  de  la  pen- 
tandria  monoginia  de  Linneo ,  tiene  una  especie 
inédita,  llamada  Andersonia  panshoum  por  F. 
Hamilton,  que,  en  el  Mitora  donde  crece,  ua  una 
especie  de  goma  arábiga. 

A.\DIR  A ,  Andir  a  .  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia de  las  leguminosas,  de  ladiadelfíadecandria 
deLinneo.  Es  un  desmembramiento  áe\Geoffroya 
24 


AND  485 

deLinneo,  y  no  deberia  encerrar  sino  las  espe- 
cies de  este  último  género  que  tienen  las  flores 
papilonáceas  y  una  legumbre  por  frirlo  ,  mien- 
tras que  las  verdaderas  Geoffroya  deberían  te- 
ner la  corola  no  papilonáceay  una  especie  de 
drupa.  El  Sr.  De  Candolle  hace" observar  que  es- 
tos dos  géneros  apenas  son  distintos  y  que  am- 
bos se  alejan  de  la  familia  de  las  leguminosas 
por  su  fruto,  que  es  una  especie  de  drupa,  y  que 
se  acercan  por  esto  alas  rosáceas,  en  particular 
á  las  sección  de  las  amigdaleas.  Este  cuesco  de 
las  Gioffroya  se  abre  en  dos  válvulas,  mientras 
que  en  el  Andira  es  de  una  sola  pieza.  Los  fru- 
tos y  la  corteza  de  los  vegetales  de  estos  géneros 
tiene  un  muy  fuerte  amargor,  cuando  frescos. 

Andirade  llarwf  reídlo  (Andira?  Hars- 
fr&ldii,  Lesch.).  Esta  planta  crece  en  Java  en 
donde  los  naturales  la  llaman Pronodjivo  (queda 
fuerza  al  alma) ;  ellos  miran  á  los  frutos,  mezcla- 
dos en  polvo  con  los  alimentos ,  como  propios 
para  prevenir  un  sinnúmero  de  males ,  para  dar 
fuerza  al  estómago ,  detenerlos  efectos  del  ve- 
neno, y,  aplicados  solire  las  úlceras,  para  pre- 
venir los  peligros  de  las  que  son  venenosas,  etc. 

Andira  inerme.  Tniari  ¡''.i  íií/iVu  iiur- 
wí#,  Kunth. ;  Geoffroya  inermis,  L.).  Crece  en 
el  Brasil,  en  las  Antillas,  y  en  particular  en  la 
Jamaica ,  lo  que  la  ha  hecho  llamar  Geoffroya 
jnmaicensis.  Su  corteza,  que  es  un  antielmíntico  cé- 
lebre ,  es  compacta,  fibrosa ,  de  un  moreno  ceni- 
ciento al  exterior,  amarilla  al  interior,  de  frac- 
tura resinosa ,  de  sabor  amargo ,  y  da  un  extracto 
que  tiene  un  ligero  olor  de  almendras  amargas: 
se  emplea  en  polvo,  á  la  dosis  de  30  granos  para 
un  adulto;  en  cocimiento,  á  la  de  tres  dracmas, 
tomado  á  cucharadas;  y  en  extracto  ,  ala  de  20 
granos  Su  administración  requiere  precauciones 
a  causa  de  su  actividad,  porque  produce  vómitos, 
purgacionjs,  calentura,  delirio,  etc. :  se  dice  que 
debe  evitarse  beber  agua  fria  durante  la  acción 
di  este  medicamento. 

El  cuesco  de  sus  drupas,  que  tiene  el  volumen 
de  un  huevo  de  palomo ,  v  la  almedra  (pie  con- 
tiene, son  igualmente  usados  como  vermífugos, 
á  la  tlósis  de  un  escrúpulo  á  lo  mas. 

El  fruto  ,  que  se  parece  á  una  ciruela,  tiene 
la  carne  dulce,  vomitiva  cuando  cruda,  pero  co- 
cida no  lo  es. 

Andira  racimosa  (Andira  racemosa, 
I.am.  .  E -la  especie  crece  en  muchos  lugares  de 
la  América  meridional,  y  lleva  el  nombre  de 
Angelim,  así  como  la  precedente  ,de  la  que  pa- 
rece no  difiere  en  cuanto  á  las  propiedades  medi- 
cas, según  el  doctor  Hamel.  Su  cuesco  en  polvo 
se  emplea  como  antielmintico,  sobre  todo  contra 
la  tenia,  á  la  dosis  de  *o  granos,  no  mas ,  por- 
que á  mayor  dosis  se  peligraría  de  envenenarse. 

Andira  de  Surinam  (Andira  surina- 
mensis ,  DC;  Andira  retusa,  Kunt.).  Participa 
de  las  propiedades  de  las  dos  especies  preceden- 
tes, pero  se  dice  que  es  menos  activa. 

La  corteza  déla  Andira  de  Surinam  se  encuentra 
en  el  comercio  en  pedazos  planos ,  laraos  de  cer- 
ca de  un  pié,  anenos  de  algunas  pulgadas;  es 
tomo  i. 


186  AND 

gris  por  encima ,  de  un  rojo  moreno  por  debajo, 
con  estrías  y  manchas  morenas  enlre  las  capas 
corticales ;  su  sabor  amargo  es  tanto  mas  marca- 
do en  cuanto  ella  es  mas  reciente,  porque,  enve- 
jeciendo, se  vuelve  casi  insípida.  De  esta  corteza 
se  extrae  una  grande  cantidad  de  resina  rojiza,  y 
un  extracto  de  un  olor  análogo  al  de  las  almen- 
dras amargas.  V.  Surinamina. 

AND1KA-GUACU.  Los  Brasileños  lla- 
man así  á  una  especie  de  murciélago  ( Vespertilo 
Spcctrum,  L.),  cuyo  corazón  y  lengua  han  pasado 
como  un  veneno. 

Al%TI>KACaíA,ANDRAcnNK.  "Una  de  las  espe- 
cies de  este  género,  de  la  familia  de  las  euforbiá- 
ceas, de  la  monoecia  ginandria  deLinneo,  el  An- 
dracna Cadishaw  [Andrachne Cadishaw,  Roxb.), 
es  mirada  como  un  violento  veneno  en  la  Indias, 
en  donde  se  emplean  por  lo  tanto  sus  hojas,  mez- 
cladas conmirabolanosquébulos,  para  hacer  una 
especie  de  cáustico  que  se  aplica  sobre  las  úlce- 
ras de  mal  carácter. 

AND l& Al» A.  Belon  refiere  que  en  la  isla 
de  Lemnos  todos  los  habitantes  conocen  una 
planta  que  llaman  así,  la  que  toman  en  infuso 
contra  los  dolores  del  estómago  y  del  pecho. 

ANDDOMAQUIA,  ándromachia.  Gé- 
nero de  la  familia  de  las  compuestas,  y  de  la  sin- 
genesia  poligamia  supérílua  de  Linneo,  fundado 
por  llumboldty  Bonpland,  y  dedicado  á  Andró- 
maco,  médico  de  Nerón.  Cuenta  diez  ú  once  es- 
pecies descritas  ,  yerbas  y  arbustos ,  que  crecen 
en  laAmérica;  la  mas  notable  es  la  Ándromaquia 
Yesca  [Ándromachia  igniaria),  que  todas  sus 
parles  suministran  un  vello  del  que  se  hace  una 
excelente  yesca,  que  también  es  un  muy  buen 
estiptico ,  sirviendo  en  el  Perú,  en  donde  crece, 
bajo  este  doble  objeto. 

ABWBOÍIED A,  Andrómeda.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  la  ericíneas,  de  la  de- 
candria  monoginia  de  Linneo.  Contiene  numero- 
sas especies,  que,  por  su  porte  elegante,  algunas 
de  ellas  se  cultivan  en  nuestros  jardines.  La 
mayor  parte  de  estos  arbustos  son  exóticos, 

En  los  Estados-Unidos,  se  prescribe  el  coci- 
miento de  las  hojas  de  la  Andrómeda  arrórea 
{A  ndromeda  arbórea ,  L.J ,  que  son  acidas,  para 
calmar  la  sed  y  templar  la  calentura.  Los  tallos 
y  los  ramos  de  la  Andrómeda  laurina  [Andróme- 
da laurina,  Mich.)  sirven  á  los  salvajes  de  la 
Florida  para  hacer  su  pipa.  Según  Barlon ,  la  An- 
drómeda déla  isla  Mariana  [Andrómeda  Maria- 
na, L.),  planta  de  los  Estados-Unidos.,  es  venenosa; 
se  emplea  su  cocimiento  para  lavar  las  úlceras  de 
los  pies,  familiares  entre  los  esclavos  de  las  pro- 
vincias meridionales  de  la  Union  ;  el  polvo  mo- 
reno pegado  á  los  pecíolos  y  al  rededor  de  las  se- 
millas es  estornutatorio. 

ANDROPOGON ,  Andropogon.  Género 
de  plantas  de  la  familia  de  las  gramíneas,  de  la 
poligamia  monoecia  de  Linneo ,  que  ofrece  mu- 
chas especies  notables  por  una  aroma  agradable, 
muy  rara  en  esta  familia,  y  que  son  empleadas 
en  medicina  ó  en  la  economía  doméstica. 

Aiiriropogon  Esciuenaitto ,   Jim- 


AND 

eo oloroso  [Andropogon  SchamanlliKS,  L.j. 
Esta  especie  es  la  que  produce  el  Esquenanto  de 
la  India,  pues  la  que  da  el  Esquenanto  de 
la  Arabia  ó  Esquenanlo  oficinal  todavía  no  ha 
sido  determinada,  aunque  Guibourt  piensa  si 
será  quizás  el  Andropogon  Bovti. 

Equenanto  de  la  Arabia.  Crece  en  África,  en 
Arabia ,  y  sobre  todo  en  el  país  de  Nabatea,  en 
la  Arabia  desierta  y  al  pié  del  monte  Líbano,  en 
donde,  según  Lemery,es  tan  abundante  que  sirve 
de  forraje  y  de  pajaza  á  los  camellos.  A  prime- 
ra vista,  está  formado  de  una  mazorca  de  hojas 
pajosas,  largas  de  4  á  6  pulgadas,  terminada  en 
punta  por  abajo ,  que  ofrece  un  corto  número  de 
raicillas  blancas,  hinchada  en  el  medio,  y  que 
termina  en  la  parte  superior  por  restos  de  tallos 
gramíneos.  Examinada  mas  circunstanciadamen- 
te ,  esta  sustancia  ofrece  en  la  parte  inferior  un 
rizoma  único  ,  oblicuo,  muy  corto,  leñoso,  ci- 
lindrico, señalado  con  nudos  circulares,  muy 
aproximados  y  del  grueso  de  una  brizna  de  gra- 
ma. Cada  nudo  da  origen  á  una  ramificación  que 
se  ramifica  con  frecuencia  de  la  misma  manera, 
y  el  todo  termina  por  un  gran  número  de  tallos 
muy  delgados,  rodeados  cada  uno  en  la  base  de 
hojas  apretadas,  bastante  anchas  y  envainadas, 
y  cada  uno  da  origen  á  una  raicilla  blanca,  lar- 
ga de  2  á  3  pulgadas.  Los  tallos  son  un  poco  mas 
gruesos  que  una  hebra,  altos  de  12  á  16  pulga 
das ,  y  terminados  por  una  panícula  provista  de 
involucros  rojizos,  de  donde  sale  un  montón  de 
llores  muy  pequeñas,  pedunculadas,  y  cuyo  cáliz 
propio ,  ó  la  gluma ,  está  enteramente  cubierto  de 
largos  pelos  sedosos  que  parten  de  la  base. 

Las  hojas  de  esquenanto  tienen  un  olor  persis- 
tente, análogo  al  del  leño  de  Rodes,  olor  que  pasa 
á  ser  mas  fuerte ,  pero  que  es  menos  agradable, 
cuando  se  estregan  entre  los  dedos  ;  su  sabor  es 
acre,  aromático,  resinoso,  muy  amargo  y  muy 
desagradable.  La  raíz  ofrece  las  mismas  propie- 
dades ,  pero  en  un  grado  inferior.  Por  último,  las 
llores  tienen  un  olor  y  un  sabor  aun  mas  pro- 
nunciados que  las  hojas. 

Esquenanto  de  la  India.  Difiere  del  esquenan- 
to de  la  Arabia  ú  oficinal  en  que,  en  vez  de  ofre- 
cer una  mazorca  de  hojas  radicales  corta  y  espe- 
sa, que  parte  de  un  rizoma  único,  está  formado 
de  un  corto  número  de  yemas  ó  tubérculos  que 
se  desarrollan  los  unos  al  lado  de  los  otros,  pro- 
vistos de  gruesas  raicillas,  y  que  cada  uno  lle- 
va un  tallo  alto  de  dos  á  tres  pies,  grueso  como 
una  pluma,  con  nudos  muy  espaciados,  que  dan 
origen  á  hojas  muy  largas  y  muy  estrechas.  Este 
tallo  está  terminado  por  una  panícula  cuyos  in- 
volucros ,  en  vez  de  encerrar  un  montón  de  flós- 
culos  pediculados  y  sedosos,  dan  origen  á  espi- 
guillas verdosas ,  aue  llevan  flósculos  sésiles  y 
casi  desprovistos  de  pelos.  Por  último ,  toda  la 
planta  es  menos  aromática  que  el  esquenanto 
oficinal. 

El  esquenanto  de  las  boticas,  empleado  ya  por 
Hipócrates,  v  que  entra  en  la  triaca,  el  diascor- 
dio ,  etc. ,  no" es  la  raíz  de  la  planta  sino  las  hojas 
y  los  tallos,  lo  que  es  al  contrario  del  vetiver. 


AND 

Los  Ingleses  hacen,  en  la  India,  con  las  hojas  fres- 
cas ,  un  te  agradable,  considerado  como  estomá- 
tico, tónico  y  útil  en  las  dispepsias ;  á  veces  antes 
de  usarlas  se  hacen,  tostar.  Los  Javaneses  miran 
áesta  planta  como  estimulante  y  la  emplean  con 
frecuencia. 

Andropogon  insular  (Andropogon  in- 
stilare, L. ).  Es  muy  común  en  las  Antillas  en 
donde  se  multiplica  á  la  manera  de  la  grama  en 
nuestro  pais.  Según  Descourtilz,  es  muy  usado  co- 
mo diurético,  y,  según  Brown,  es  vulnerario  y 
detersivo. 

Andropogon  Ivaraneusa  [Andro- 
pogon harancusa).  Según Wallich,  esta  planta 
de  la  India  da  un  aceite  esencial  que  el  Sr.  Max- 
wel  recomienda  en  fricciones  en  Iús  afecciones 
reumáticas. 

Andropogon  Nardo  ( A  ndropogon  Nar- 
dus,  L.  ).  Por  espacio  de  largo  tiempo  base  atri- 
buido á  esta  especie  el  Nardo  indico  ó  Espica- 
nardi ,  pero  el  doctor  Jones  fué  el  primero  que 
hizo  conocer  que  era  producido  por  la  Valeriana 
Jatamansi.  En  todas  épocas,  hanse  distinguido 
muchas  especies  de  nardo  índico  :  Dioscorides 
habla  de  los  Nardos  siriaco  y  samfaritico,  y  ade- 
más de  otros  dos  que  se  encuentran  en  el  comer- 
cio, el  uno  que  crece  en  las  montañas,  y  el  otro 
en  los  lugares  húmedos ;  pero  entre  los  autores 

3uc  han  tratado  de  la  distinción  de  los  dos  nardos 
e  la  India,  Charas  es  quien  meio.losha  descrito. 
Verdadero  Nardo  indico,  Charas,  Nardo  pe 
las  montañas,  Dioscorides  [Valeriana  Jataman- 
si, Lambert;  Nardostaclins  Jatamansi  ,DC). 
Esta  planta  crece  en  las  montañas  de  Népaul,  en 
Jas  provincias  de  Mandou  y  Chitor,  en  el  reino  de 
Delni,  en  Bengala  y  en  Decan.  El  verdadero 
nardo  índico  es  muy  raro  en  el  comercio,  y  tal  co- 
mo se  encuentra  en  él  se  compone  de  un  trozo  de 
raíz  muy  corto ,  grueso  como  el  dedo  pequeño, 
de  un  gris  negruzco,  terminado  por  un  haceci- 
llo de  libras  rojizas,  linas,  derechas,  que  imi- 
tan una  espiga  del  grueso  y  de  la  longitud  del 
dedo  pequeño.  Esta  espiga  es  un  poco  ovoidea  ó 
hinchada  en  el  medio,  y  adelgazada  en  los  extre- 
mos. Su  olor  es  fuerte  y  agradable,  muy  persis- 
tente ,  análogo  al  del  nardo  céltico;  su  sabor  es 
amargo  y  aromático.  Cortando  la  espiga  longitu- 
dinalmente ,  se  encuentra  en  el  centro  un  cuerpo 
leñoso ,  formado  de  una  corteza  gris  y  de  una 
parte  interior  blanca,  esponjosa  y  friable:  este 
cuerpo  leñoso  es  con  frecuencia  reducido  al  esta- 
do pulverulento  por  los  insectos,  ó  falta  entera- 
mente. 

Falso  Nardo  indico,  Nardo  del  Ganges,  Dios- 
corides. Todavía  se  ignora  la  planta  que  lo  pro- 
duce :  créese  si  será  el  Nardostachijs  grandiflo- 
ra, DC.  (Fedia  grandiflora,  Wall.).  El  falso  nar- 
do es  abundante  en  el  comercio :  compónese  de 
un  cuerpo  de  raiz  moreno,  duro,  leñoso,  grue- 
so como  una  pluma  de  escribir ,  lleno  de  raici- 
llas morenas,  ásperas  y  fibrosas.  Esta  raiz  se  di- 
vide por  la  parte  superior  en  tres  ó  cuatro  tallos 
ó  rizomas ,  largos  á  veces  de  7  á  8  pulgadas ,  del 
lodo  cubiertos  de  fibras  morenas,  derechas,  que 


AND  187 

son,  como  en  el  verdadero  espicanardí,  restos  de 
hojas  radicales;  pero  habiendo  estos  tres  ó  cua- 
tro tallos  estado  enterrados  bajo  tierra,  hasta  un 
hacecillo  de  hojas  verdosas  que  los  termina  supe- 
riormente ,  lasfibras  de  que  se  habla  están  entre- 
mezcladas con  otras  fibrillas  ó  raicillas  semejan- 
tes á  las  de  la  parte  inferior.  Cuando  se  despoja  á 
los  rizomas  de  sus  fibrillas,  se  encuentra  debajo 
un  cuerpo  leñoso,  muy  duro,  del  grueso  de  una  plu- 
ma pequeña ,  pero  hinchado  y  articulado  de  dis- 
tancia en  distancia ;  en  resumen ,  estos  rizomas 
ramificados,  largos  de  6  á7  pulgadas ,  cubiertos 
de  fibrillas  morenas,  duras,  irregulares,  son 
muy  fáciles  de  distinguir  del  verdadero  espica- 
nardí, tienen  un  olor  análogo  al  del  nardo  célti- 
co, pero  mucho  mas  déil  y  desagradable,  y  su  sa- 
bor es  terroso  y  casi  nulo. 

El  nardo  índico  fué  célebre  entre  los  antiguos, 
quienes  lo  contaban  en  el  número  de  las  aromas 
mas  preciosas,  en  el  Cantar  de  los  Cantares  se 
lee:  aum  esset  rex  in  aecubitu  suo,  nardus  mea  de- 
di t  odoremsuum.  Creíase  que  su  olor  excitábalos 
deseos  amorosos ;  por  lo  tanto,  era  muy  aprecia- 
do de  las  damas  romanas ,  como  todavía  lo  es  en 
el  día  de  las  del  Népaul. En  medicinare  emplea- 
ba como  emenagogo ,  estomático ,  nefrítico ,  tó- 
nico etc.  Los  habitantes  de  Java  hacen  mucho 
uso  de  él  para  condimentar  las  carnes  y  los  pas- 
cados. 

A  ndropogon  de  olor  de  cidro  [An- 
dropogon  citratum,  DC).  Sus  hojas  ofrecen  un 
olor  dé  limón ,  que  ha  hecho  llamar  á  esta  espe- 
cie Grama  cidronela ;  según  Lesson  ,  con  ellas, 
en  la  India,  se  hacen  infusos  teiformes  agradables 
y  estimulantes,  con  mucha  frecuencia  emplea- 
das en  este  país.  Hay  autores  que  piensan  que 
esta  planta  es<d  Andropogon  Ivarancusa. 

ANDKOS  ACE ,  Androsace.  Género  déla 
familia  de  las  primuláceas ,  de  la  pentandria  mo- 
noginia  de  Linneo,  que  contiene  quince  especies 
que  por  lo  común  habitan  las  montañas  elevadas 
ile  Europa ,  los  montes  Altaicos  en  Asia ,  etc.  Las 
plantas  de  este  género  son  pequeñas,  de  un  aspec- 
to agradable,  vegetan  muy  bien  en  los  terrenos  pe- 
dragosos,  y  con  ellas  pueden  formarse  céspedes 
que,  á  la  lin  de  la  primera  ,  esmaltan  los  jardi- 
nes Con  una  multitud  de  pequeñas  flores;  sus  ho- 
jas son  ásperas,  estrechas,  semejantes  á  las  del 
césped  común,  pero  mas  pequeñas  como  toda  la 
planta;  los  tallos  cortos  llevan  flores  en  umbelas, 
comunmente  blancas.  El  nombre  de  Androsace 
(curación  de  hombre)  procede  de  las  virtudes  me- 
dicinales que  los  antiguos  habían  atribuido  á  al- 
gunas de  las  especies  de  este  género. 

Aiidrosaee  blanea  [Androsace  ladea, 
L.).  Tiene  las  flores  blancas,  amarillentas  por 
adentro,  que  parecen  por  junio  ;  se  cultiva  en 
los  jardines.  Los  habitantes  de  Irkurzk  y  los  de 
los  alrededores  del  lago  Baical  emplean  el  co- 
cimiento de  esta  planta  como  un  remedio  popular 
contra  la  retención  de  orina  y  las  afecciones  cal- 
culosas de  la  vejiga. 

La  Androsace  nn  color  de  carne  [Androsace 
carnea,  L.)   tiene  las  flores  rojas  y  mas  grandes, 


183  ATsK 

y  que  parece  descansan  sobre  el  césped.  Se  cul- 
tiva en  los  jardines.  La  Androsace  grande,  Can- 
tarillos  (Androsace  máxima,  L.)  es  muy  común 
en  Suiza,  enAlemaniay  en  varios  punios  fríos  de 
España.  La  Androsace  septentrional  (Androsa- 
ce septentrionalis,  L.)  es  empleada,  en  Siberia,en 
muchas  enfermedades  de  los  ganados,  y  tam  ien 
para  curar  la  gonorrea  y  las  llores  blancas  en  el 
nombre.  La  Androsace  vellosa  (Androsace  villo- 
sa}  L.)  tiendas  floresblancas,  de  cáliz  velloso,  que 
parecen  de  junio  á  agosto.  Se  cultiva  en  los  jar- 
dines ,  y  se  multiplica  por  semillas. 

AHÍUltOSEJflO,  Androsa:mum.  Género  de 
la  familia  de  las  hipericíneas,  de  la  poliadellia 
triginia.  La  única  especie  que  contiene,  Andro- 
semo oficinal  [Androsawiumofficinale,  All.;  lly- 
pericum  Androsoemum ,  L.),  indígena  de  nues- 
tras comarcas,  no  difiere  del  género  Hiperkon  si- 
no por  los  frutos  que  son  bayas,  envezde  ser  cap- 
sulas; estos  frutos  son  purgantes,  y  las  hojas  usa- 
das en  cataplasmas  contra  las  quemaduras,  y  pa- 
ra detener  las  hemorragias;  dícese  que  la  planta 
entera  es  vulneraria,  resolutiva  y  propia  para 
curar  la  rabia ,  tomada  interiormente. 

Esta  planta  es  un  hermoso  arbusto  apiñado  que 
no  se  eieva  sino  á  i  ó  2  pies ,  de  hojas  sésiles, 
grandes,  ovales,  que  en  otoño  se  punen  rojas; 
todo  el  verano ,  ofrece  umbelas  terminales  de 
llores  amarillas ,  á  las  cuales  suceden  frutos  ne- 
gros y  lucientes.  Se  cultiva  en  los  jardines. 

ASíEJUOlí  A ,  Anemone.  Género  de  la  fami- 
lia de  las  ranunculáceas,  de  la  poliandria  poli- 
ginca   de  Linneo,  que  contiene  muchas  especies, 

3ue  participan  de  las  calidades  de  la  mayor  parte 
e  las  plantas  de  la  familia  ala  cual  pertenecen,  son 
acres,  rubefacientes  y  de  una  actividad  que  hace 
su  uso  peligroso ;  pero  pierden  su  calidad  peli- 
grosa por  la  desecación  \  lo  que  permite  creer 
que  deben  esta  calidad  á  un  principio  que  se 
volatiliza  durante  la  preparación  de  su  extracto 
ó  pasa  en  la  destilación  con  el  agua.  Las  ané- 
monas ,  por  la  magnitud  y  la  hermosura  de  sus 
llores  ,  se  han  hecho  un  lugar  distinguido  entre 
las  plantas  de  adorno:  se  multiplican  por  medio 
de  sus  semillas  ó  por  esquejes  de  sus  raíces  tube- 
rosas ,  y  prefieren  un  terreno  ligero  pero  abona- 
do. Por  lo  demás ,  en  general ,  son  plantas  de  ta- 
llo recto,  robusto,  de  unas  trece  pulgadas  de  alto, 
guarnecido  con  hojas  escotadas  y  de  un  verde  in- 
tenso, que  lleva  una  flor  cuyo  cáliz  está  reempla- 
zado por  un  involucro  del  tallo ,  con  corolas  que 
tienen  cinco  ó  nueve  pélalos  en  dos  ó  tres  hileras, 
que  únicamente  se  abren  cuando  sopla  el  viento, 
de  lo  cual,  según  Plinio,  estas  plantas  han  reci- 
bido el  nombrede  Anémona. 

Anémona  extendida  (Anemone  patens, 
L.). Esta  especie,  que  tiene  mucha  semejanza 
con  la  Anémona  Pulsatila,  y  que  crece  en  Ükra- 
nia,  en  Rusia,  etc.,  es  tan  activa  que  los  luga- 
reños se  sirven  de  ella,  aplicada  á  la  piel,  para 
hacerse  úlceras,  á  fin  de  no  ser  soldados.  A  cor- 
ta dosis,  dícese  haberse  empleado  con  eficacia 
contra  las  convulsiones  de  los  niños. 
Anémona  hepática  (Anemone  hepática, 


ANE 

L  J .  Esta  plañía  indígena ,  originaria  de  las  mon- 
tanas de  América,  forma  hoy  dia  un  género  (Y. 
Hepática).  Cultívase  por  su  "hermosura  y  por  sus 
bellas  llores  azules ,  con  frecuencia  dobles  ó  ama- 
zorcadas ,  que  se  abren  al  principio  de  la  prima- 
vera, ó  también  en  el  invierno. 

Anémona  nemorosa,  Anémona 
de  los  bosques,  Anémona  de  las 
selva»  ( .4 nemone  nemorosa ,  L. ) .  Esta  especie 
es  muy  común  en  nuestros  bosques  en  la  prima- 
vera, se  cultiva  en  los  jardines,  y  sus  numerosí- 
simas variedades  y  las  de  la  Anémona  de  los 
jardines  ( Anemone  hortensis,  L. )  y  Anémona  de 
coronas  (Anemone  coronaria,  L.)  son  las  que 
principalmente  se  llaman  en  jardinería  Anémo- 
nas: esta  planta,  con  sus  flores  blancas,  hace  un 
agradable  efecto  en  los  bosquecillos  de  los  jar- 
dines. La  Anémona  es  el  símbolo  del  candor  y 
del  abandono. 

La  anémona  nemorosa  es  extremamente  acre, 
y  un  veneno  para  los  ganados ,  pues ,  según  liu- 
11  iard,  estos  animales  perecen  en  las  convulsio- 
nes y  orinando  sangre,  lo  que  la  habia  hecho  lla- 
mar ílerba  sanguinaria  por  los  antiguos.  Hásela 
empleado  como  rubefaciente  en  las  calenturas, 
la  gota  y  el  reumatismo ,  y  se  dice  que,  aplicada 
á  la  cabeza,_cura  la  tina  en  pocos  dias. 

Anémona  délos  prados.  V.  Anémo- 
na Pulsatila. 

Anémona  Pulsatila,  Pulsatila 
( Anemone  Pulsalilla ,  L. ) .  Esta  especie  indígena 
florece  en  la  primavera  en  las  colinas  secas ,  des- 
cubiertas, en  los  bosques  arenosos.  Se  la  reco- 
noce en  sus  tallos  sin  hojas ,  altos  de  tres  pulga- 
das, que  lleva  un  involucro  recortado  debajo  de 
las  flores;  éstas  son  terminales,  grandes,  com- 
puestas de  cinco  á  nueve  pétalos  azules,  vello- 
sos por  afuera ,  sin  cáliz,  y  que  encierran  es- 
tambres amarillos;  las  hojas  de  esta  hermosa 
planta  sonbi  ó  tripinnalifidas,  de  divisiones  muy 
estrechas ;  los  frutos  provistos  de  una  cola  plumo- 
sa; su  raíz  es  larga  y  gruesa  como  el  dedo ,  ne- 
gra y  de  un  sabor  un  poco  amargo. 

La  pulsatila  no  se  distingue  de  la  Anémona  de 
los  prados  (Anemone  pratensis,  L.)  y  de  la  Anémo- 
na extendida  (Anemone  patens,  L.)  sino  por  ligeros 
caracteres  botánicos,  lo  que  hace  presumir  que 
participa  de  las  propiedades  médicas  de  la  prime- 
ra, particularmente  experimentada  por  Storck, 
y  precisa  á  confundir  su  historia ,  en  la  imposi- 
bilidad de  poder  siempre  referir  á  la  una  mas  bien 
que  á  la  otra  de  estas  especies  lo  que  de  ellas  han 
escrito  los  autores.  La  Anémona  de  los  prados  es 
mas  pequeña  y  de  color  mas  oscuro. 

La  Anémona  Pulsatila  es ,  como  sus  congéne- 
ras,  acre  y  vesicante  hasta  causar  la  cangrena, 
y  sin  embargo ,  seca ,  la  comen  los  ganados 
sin  que  les  cause  daño,  lo  que  quizás  sucedería 
también  con  las  otras.  Según  Orfíla ,  cuatro  ó  seis 
dracmas  de  polvo  seco  no  han  incomodado  á  los 
perros  á  los  cuales  se  ha  propinado,  mientras  (pie 
dos  onzas  de  zumo  de  la  planta  fresca  les  han 
muerto  en  seis  horas.  El  Sr.  Bonnet  ha  empleado 
el  extracto  de  esta  especie  contra  los  herpes  re- 


ANG 

beldes  á  la  dosis  de  un  grano  y  medio,  dos  veces 
al  dia;  en  ¿iberia,  se  emplea  el  zumo  de  la  planta 
inyectado  en  la  oreja  contra  la  so  '.era,  y  tam- 
bién se  usa  contra  las  agallas  de  los  caballos. 

Storck  y  otros  médicos  han  usado  la  anémona 
de  los  prados  en  la  gota  serena ,  en  las  cataratas, 
en  las  enfermedades  venéreas,  en  la  parálisis,  en 
ciertas  afecciones  cutáneas,  en  la  coqueluche, 
etc.,  administrando  su  estrado  á  la  dosis  de  uno 
ó  dos  granos  por  dia ,  aumentándola  sucesiva- 
mente hasta  veinte  oréaos 

La  Anémona  de  Siberia  {Anemone  sibirica, 
L.]  sirve  de  vejigante  en  este  país;  la  Anémona 
trilobulada  ( Anemone  trilobaiu,  L. )  y  la  Ané- 
mona tbiternada  (A nemonc  triUrnala,  L, ),  es- 
pacies de  la  América  meridional,  son  venenosas 
para  los  ganados,  lo  que  hace  presumir  que  tienen 
las  propiedades  activas  de  sus  congéneras. 

La  Anémona  de  o/o  de  pavo  real  {Anemone 
pavonia ) ,  de  pétalos  largos  de  un  carmesí  claro 
y  vivo,  la  Anemone  arbórea  {Anemone  arbórea), 
originaria  de  la  China  ó  del  Népaul,  de  pétalos  ex- 
tenores de  color  de  púrpura  claro  y  los  demás 
blancos,  vía  Anémona  del  Apenino  {Anemone 
apcitnina,L.),  de  flor  de  un  hermoso  azul,  todas 
son  también  cultiv  adas  en  los  jardines. 

AHíEJIO^IlíA.  Ileyer  fué  el  primero  que 
vio  que  el  agua  destilada  de  anémona  de  los  pra- 
dos, que  es  lechosa,  dejaba  posar  al  cabo  de 
algunos  meses  un  polvo  blanco,  cristalino,  insí- 
pido, volátil,  inflamable,  análogo  al  alcanfor  ,  y 
cuyos  cristales,  según  Storck,  adquieren  por  la  fu- 
sión un  sabor  picante,  punzante,  y  dejan  sobre  la 
lengua  cauterizada  manchas  blancas.  En  1814,  el 
Sr.  Roberts,  farmacéutico  en  Rúan,  obtuvo  una 
materia  del  todo  semejante  de  la  Anémona  Pulsa- 
tila, la  que  dice  no  ser  ni  acida  ni  alcalina,  so- 
lul  le  en  caliente  en  el  agua  y  en  el  alcohol,  y  que 
se  precipita  de  su  disolución  acuosa  y  alcohólica 
por  el  enfriamiento. 

Esta  sustancia ,  pues ,  que  Vauquelin  coloca  en- 
tre las  sustancias  aceitosas  concretas ,  y  Gmelin 
entre  las  materias  alcanforadas ,  bajo  el  nombre 
de  Alcanfor  de  la  Anémona  Pulsatila,  es  la  mis- 
ma sustancia  que  el  Sr.  Schvvartz  ha  encontra- 
do en  la  Anémona  nemorosa ,  y  que  ha  descrito 
con  el  nombre  de  Acido  anemónico.  Con  todo,  sea 
cual  fuere  su  naturaleza,  existe  en  muchas  espe- 
cies de  anémonas ,  y  con  mucha  mas  razón  pare- 
ce ser  su  principio  activo  en  cuanto  estas  plantas 
pierden  todas  sus  propiedades  cuando  se  destilan 
con  el  agua,  ó  simplemente  cuando  se  secan. 

AWETIi-iaíAW.  Nombre  que  lleva  en  el 
Brasil,  según  Marcgrave,  un  árbol  semejante  al 
(pie  da  la  resina  elemí  del  comercio ,  llamada  por 
Jiménez  Huitzilxoehill ,  y  por  él  Icicariba  { Icica 
Jcicariba,    DC).   Y.  Amiris. 

\  \  i  -  \  .  %  \ «;  A  v ,  \\  <-  II .  Nombres  que 
en  Madagascar  se  dan  á  las  yerbas  buenas  para 
comer  cuando  cocidas. 

t\(.\lti\i;ii.  Árbol  del  Congo  cuya 
rail ,  y  en  particular  su  leño ,  según  Zuchelli ,  pa- 
san como  un  excelente  remedio  contra  las  enfer- 
medades de  los  ríñones  y  de  la  vejiga ,  y  también 


ANG  189 

las  arenillas  y  el  cálculo,  lo  que  hace  que  en  di- 
cho país  estas  enfermedades  nunca  sean  de  larga 
duración.  Crece  en  abundancia  en  las  orillas  del 
Zaíra,  y  Jos  misioneros  la  han  traído  en  Italia. 

AH'tlJEElCA ,  Angélica.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  umbelíferas ,  de  la  pentan- 
dria  diginia  de  Linneo ,  que  contiene  de  nueve  á 
diez  especies  descritas. 

Angélica  Arcangélica,  Angélica 
{Angélica  Arehangelica,  L. ;  Archangelica  oflíci- 
nali's,  Hoflm. ) .  Esta  planta  bienal,  que  crece  en  el 
norte  de  la  Europa  y  del  Asia  y  en  nuestras  mon- 
tañas, y  que  se  cultiva  en  las  huertas,  tiene  un  olor 
suave  muy  conocido  que  junto  con  sus  virtudes 
medicinales  le  han  valido  el  nombre  que  lleva. 
Es  el  símbolo  de  los  éxtasis  ó  arrobamientos.  Su 
tallo  se  eleva  hasta  á  tres  pies ,  es  grueso,  de  un 
verde  rojizo  principalmente  en  su  base,  hueco  y 
oloroso;  sus  hojas  son  grandes,  dentadas,  dis- 
tinguiéndose de  las  otras  especies  por  el  lóbulo 
impar  que  está  subdividido  en  lóbulos  menores; 
las  flores  nacen  en  las  sumidades  de  los  tallos  en 
umbelas  de  color  blanquecino,  y  cada  una  de  ellas 
tiene  cinco  pétalos  dispuestos  en  forma  de  rosa 
en  la  extremidad  del  cáliz  ,  el  que  se  con- 
vierte en  un  fruto  que  contiene  dos  semillas 
largas,  y  de  mediano  grueso;  la  raíz  es  carnosa, 
gruesa,  y  á  ella  adhieren  muchas  tibias  de  medio 
pié  de  largo,  negruzcas  por  defuera  y  blancas  por 
dentro. 

El  olor  de  todas  las  parles  de  la  planta  fresca 
es  vivo  y  aromático;  su  sabor  es  primero  dulce,  des- 
pués aromático,  caliente,  y  seguido  de  un  poco  de 
amargor.  La  raíz  seca,  que  es  el  objeto  principal 
del  comercio ,  es  rugosa  y  de  un  moreno  gris  al  ex- 
terior; ofrece  en  su  fractura  una  apariencia  amilá- 
cea, se  rompe  con  facilidad,  \  tiene  un  interior  con- 
sistente, blanquecino,  sembrado  de  un  gran  nú- 
mero de  puntos  resinosos  morenos  y  amarillos. 
Esta  raíz  tiene  el  mismo  olor  y  el  mismo  sabor 
que  la  planta  fresca,  y  cede  sus  principios  al 
alcohol ,  y  en  parte  al  agua  hirviendo. 

Si,  en  ía  primavera,  se  hacen  incisiones  en  las 
raíces  déla  angélica,  cuela  de  ellas  un  zumo 
amarillo  oloroso,  que ,  lentamente  desecado ,  lle- 
ga á  ser  una  excelente  gomo-resina,  rica  en  las 
propiedades  de  la  planta.  Para  los  usos  de  la  me- 
dicina, las  raíces  de  esta  planta  deben  ser  arran- 
cadas en  el  otoño  del  primer  año:  por  medio 
de  esta  precaución  se  conservan  mucho  mejor, 
mientras  que  cogidas  en  la  primavera  enmohe- 
cen y  son  presa  tie  los  insectos.  Conv  iene  hacerlas 
secar  completamente  y  guardarlas  en  un  lugar 
seco  y  ventilado.  Para  conserv  arlas  mejor ,  Levvis 
ha  aconsejado  sumergirlas  en  espíritu  de  vino 
hirviendo ,  ó  exponerlas  al  vapor  de  agua ,  des- 
pués de  la  desecación.  Las  hojas  y  las  semillas  no 
se  conservan  buenas  por  mucho  tiempo.  Los  tallos 
se  cortan  todavía  tiernos  en  mayo,  y  en  este  es- 
tado los  confileros  hacen  con  ellos  una  conserv  a 
muy  agradable. 

Las  raíces  de  angélica  deben  escojerse  gruesas, 
largas  y  blancas  por  dentro ,  que  no  estén  carco- 
millas, "porque  están  muy  sujetas  á  este  acciden- 


<  90  ANG 

te ,  que  tengan  un  olor  agradable  y  aromático, 
acompañado  de  un  poco  de  amargor.  La  angélica 
de  España  es  la  reputada  como  de  calidad  supe- 
rior. Todas  los  partes  de  esta  planta ,  sobre  todo 
la  raíz,  contienen  resina,  una  materia  extractiva 
y  un  aceite  volátil.  V.  Aceite  volátil  de  angé- 
lica. 

Las  propiedades  médicas  de  la  angélica  son  las 
de  las  plantas  umbelíferas  aromáticas :  es  calien- 
te, carminativa,  estomática,  tónica.  Toda  la 
planta  es  usada  en  farmacia:  se  prepara  una  agua 
destilada  con  las  hojas,  las  flores,  las  semillas  y 
la  raíz  seca ;  esta  última ,  así  como  la  semilla,  en- 
tra igualmente  en  muchas  composiciones  farma- 
céuticas. 

Esta  planta  es  muy  estimada  de  los  pueblos  de 
las  comarcas  mas  boreales,  tales  como  la  Islan- 
da,  la  Noruega,  la  Laponia,  la  Siberia,  etc.,  en 
donde  sirve  de  alimento  ó  de  condimento. 

En  Islanda,  las  hojas  frescas  de  este  vegetal  se 
comen  en  ensalada  y  sirven  para  condimentar  el 
pescado,  y  los  habitantes  de  este  pais  han  hecho 
revivir  la  costumbre  de  los  antiguos  plantando 
junto  á  sus  casas  la  angélica  en  cercas  consagra- 
das á  su  cultivo,  pues  antiguamente  cada  luga- 
reño estaba  obligado  á  cultivar  una  pequeña 
huerta  junto  á  su  vivienda;  son  muy  útiles  para 
el  ganado,  que  las  come  con  avidez,  y  tienen  la 
propiedad  de  aumentar  la  secreción  de  la  leche, 
comunicándola  una  ligera  aroma  agradable.  Las 
hojas  secas  son  inertes. 

Los  tallos  de  esta  planta  se  emplean  antes  de 
su  entero  desarrollo ,  porque  entonces  poseen  to- 
da la  aroma  de  que  son  susceptibles ;  se  confitan 
y  también,  en  el  norte,  se  comen  crudos  con  pan 
y  manteca,  después  de  haberles  quitado  la  epi- 
dermis. 

Los  Lapnnes  hacen  infundir  las  flores,  antes  de 
su  entero  desarrollo ,  en  suero  de  rengífero ,  y 
toman  este  bebida  contra  las  afecciones  de  pe- 
cho ,  el  catarro ,  y  la  ronquera.  También  comen 
las  bayas ,  que  encuentran  con  frecuencia  en  la 
nieve,  y,  mascando  la  raíz,  se  entretienen  á  la  fin 
de  las  comidas. 

Las  semillas  de  esta  planta  son  poco  aromáti- 
cas, y  muy  poco  empleadas,  porque  distan  mu- 
cho de  tener  en  el  mismo  grado  las  propiedades 
de  los  tallos. 

Los  Noruegenses  ponen  la  raíz  de  angélica  en 
su  pan,  y  los  Lapones  creen  que  prolonga  la  vida, 
la  mascan  como  el  tabaco ,  la  emplean  en  la  có- 
lica llamada  por  ellos  Ullem,  y  la  comen,  cuando 
fresca,  hervida  en  leche.  Finalmente,  la  angéli- 
ca se  usa  en  algunas  partes  mezclada  con  el  cho- 
colate,  para  dar  tono  al  estómago,  sirve  para 
componer  una  ratafia  muy  aromática,  y  es  em- 
pleada de  distintas  maneras. 

La  Angélica  silvestre  (Angélica  sylvestris,h.), 
planta  de  nuestras  comarcas,  que  crece  en  los 
sitios  pantanosos,  y  cuvas  hojuelas  ó  lóbulos  son 
de  igual  figura  é  iguales  aserraduras,  tiene  las 
mismas  propiedades  que  la  angélica  arcangélica, 
pero  en  un  grado  inferior.  En  Suecia,  en  Norue- 
ga y  en  Dinamarca,  se  cuecen  las  hojas  con  accl- 


ANG 

ga  y  acedera,  lo  que  da  á  este  manjar  un  gusto 
muy  agradable. 

En  los  Estados-Unidos,  se  suple  á  la  angélica 
por  la  Angélica  entre  negra  v  purpúrea  (Angéli- 
ca atropurpúrea,  L.  ).  En  la  Groenlandia,  ala  an- 
gélica se  la  llama  Quennak,  y  también  se  comen 
sus  tallos  y  sus  raíces. 

En  1849,  se  exportaron  de  Barcelona  á  dife- 
rentes puntos  del  reino,  con  guía,  36  libras  de 
angélica,  valor  de  252  rs.  vn. 

AaíCrEIilIlí  A.  Nombre  de  una  corteza  pro- 
cedente de  la  isla  de  Granada  ,  que  el  doctor 
Grieve  hizo  conocer,  en  1785.  Es  antielmíntica,  y 
empleada  contra  las  lombrices  de  los  niños,  la 
disentería  verminosa,  etc.  Créese  que  esta  corte- 
za es  la  corteza  de  angelim  ,  puesto  que  además 
de  la  semejanza  casi  perfecta  del  nombre,  el  ve- 
getal que  la  produce  crece  en  los  mismos  lugares 
y  sirve  para  los  mismos  usos.  V.  Andira. 

A  \*¿  i:m>M  A ,  Angelonia.  Este  género  de 
la  familia  de  las  escrofularieas,  de  la  didinamia 
angiospermia  deLinneo,  tiene  una  de  sus  espe- 
cies, la  Angelonia  de  nojAS  de  salicaria  (Ange- 
lonia salicariwfoha,  Humb.  y  Bonp.),  planta  vi- 
vaz empleada  en  la  provincia  de  Caracas ,  don- 
de crece,  para  tos  mismos  usos  que  la  violeta 
entre  nosotros. 

A  \«.  II-SI. %*«;.  Nombre  dado  por  Va- 
lentín á  una  culebra  vidriosa  larga  de  un  pié,  ó, 
según  Daudin,  á  un  escorpión,  que  se  encuentra 
en  los  bosques  en  Amboina,  y  cuyas  quijadas, 
aunque  desprovistas  de  dientes,  hacen  no  obs- 
tante heridas  que  ocasionen  una  sed  abrasadora 
y  mortal. 

\  \ <:  II I  Vi:.  Bajo  este  nombre  se  conocen 
en  Madagascar  dos  árboles  de  la  misma  especie, 
el  uno  grande  y  el  otro  pequeño  :  el  primero  pro- 
duce un  fruto  del  grueso  de  un  huevo  de  gallina, 
de  un  rojo  escarlata,  v  de  un  excelente  gusto ;  el 
segundo  lo  produce  de  la  magnitud  de  una  gro- 
sella, Ambos  frutos  son  muy  agradables  y  refres- 
cantes. La  raíz  de  este  último,  bebida  en  coci- 
miento, cura  la  estranguria. 

A\(aOI*Ti:¡CÓ  ,  Angiopteris.  Los  Tai- 
tenses,  en  los  tiempos  de  carestía,  se  alimentan 
de  los  renuevos  tiernos  de  una  especie  de  he- 
lecho  de  este  género,  llamada  Angióptero  le- 
vantado (Angiopteris  evecta.  Hoffm.),  que  ellos 
llaman  Neha'i;  y  también  se  sirven  de  las  hojas 
molidas,  que  tienen  un  olor  agradable,  para  aro- 
matizar el  aceite  de  coco,  que  emplean  para  un- 
tarse el  cuerpo. 

%  AU  TI  A  RSET.  Pescado  de  mar  muy  co- 
mún y  muy  abundante  en  las  costas  de  la  Groen- 
landia. Es  una  especie  de  arenque ,  del  largo  de 
medio  pié  ,  verde  oscuro  en  el  dorso  y  blanco 
plateado  en  el  vientre,  lleno  de  pequeñas  espi- 
nas muy  delgadas,  con  pocas  escamas  ó  ninguna. 
Este  pez  vive  en  las  bahías  y  se  aleja  muy  poco 
de  los  peñascos:  encuéntraséle  en  tan  grande  can- 
tidad que  el  agua  en  que  vive  parece  negra;  es 
pez  de  paso,  que  se  pesca  en  marzo  y  abril,  su 
llegada  es  anunciada  por  los  cuervos  marinos 
que  ciernen  entonces  en  las  bahías  y  que  lo  co- 


ANG 
mon  en  una  muy  extraordinaria  cantidad.  Para 
conservar  este  pescado  se  hace  secar  al  aire  li- 
bre, y  después  se  pone  en  cueros.  Las  propieda- 
des alimenticias  de  su  carne  se  asemejan  á  las 
del  arenque  común. 

ix^Ol.t.Tl.  Anzolan.  Nombre  mala- 
bárico  del  Alangio  de  diez  pétalos  [Alangium 
decapelalum,  Lam.;  Grewia  salvi folia  ,  L.  H.). 
Redio  dice  que  este  árbol  es  en  el  país  donde 
crece  el  signo  de  la  dignidad  real,  y  que  su  raíz 
reducida  á  polvo  es  útil  contra  las  mordeduras 
de  las  serpientes.  V.  Alangio. 

ANCORA.  En  el  comercio  de  las  pieles, 
se  conoce  la  piel  de  Gato  Angora,  que  es  mucho 
mas  cara  que  la  del  galo  común ;  pero  no  se 
crea  que  estas  pieles  angora  ,  procedan  efectiva- 
mente del  país  de  donde  llevan  el  nombre,  esto  es 
de  Angora  en  la  Natolia,  pues  la  especie  de  gato 
angora  ha  sido  naturalizada  en  Europa.  Por 
extensión,  se  da,  en  el  mismo  comercio,  el  epíte- 
to de  angora  á  todas  las  pieles  mas  hermosas, 
mas  sedosas  y  mejores,  entre  aquellas  que  no 
están  especialmente  caracterizadas ,  y  en  este 
sentido  se  dice  también  conejo  angora,  cabra 
angora,  etc.  V.  Pieles. 

ANGOSTURA.  Nombre  de  una  corteza 
tomado  del  nombre  vulgar  de  la  ciudad  de  Santo 
Tomás,  vecina  al  estrecho  del  Orenoca,  en  donde 
crece  el  árbol  que  la  produce,  y  en  donde  esta 
corteza  forma  un  articulo  de  comercio  conside- 
rable. 

La  angostura  fué  traída  de  la  Dominica  á  In- 
glaterra, en  1788,  por  el  Sr.  Evver,  médico  de 
la  Trinidad.  Creíase  entonces  que  el  árbol  que  la 
produce  era  indígeno  de  África,  pero  súpose  luego 
que  constituía  bosques  en  Angostura,  en  la  Amé- 
rica meridional ,  ío  que  posteriormente  quedó 
confirmado  por  los  viajes  de  los  Sres.  Humboldt 
y  Bonpland. 

En  un  principio,  ignoróse  á  que  vegetal  atri- 
buir esta  corteza.  Se  creyó  que  procedía  del 
Magnolia  azul  [Magnolia  glauca,  L.),  árbol  de 
la  América  septentrional,  y  que  crece  en  Europa 
en  los  jardines  de  los  curiosos,  pero  esta  creen- 
cia no  duró  mucho  tiempo.  Como  la  corteza  entre 
los  naturales  del  país  llevaba  el  nombre  de  Cui- 
dare, y  ellos  la  empleaban  contra  las  calenturas, 
el  Sr.  de  Humboldt  llamó  al  árbol  Cusparía  fe- 
brífuga, el  cual  forma  inmensos  bosques  en  las 
orillas  del  Orenoca.  Este  mismo  árbol  que  fué  dedi- 
cado á  Bonpland  por  Wildenow,  quien  le  llamó 
Bonplandia  trifoliada  (Bonplandia  trifoliata), 
es  el  que  el  Sr.  De  Candolle  denomina  Galipea 
Cusparía.  Pero,  según  el  doctor  Hancok,  tam- 
poco seria  esta  especie  la  que  produciría  la  an- 
gostura verdadera,  sino  una  especie  vecina,  que 
el  llama  Galipea  oficinal   [Galipea  ojjicinahs) . 

En  resumen,  si  los  autores  no  están  acordes 
sobre  la  especie  que  da  la  angostura  verdadera, 
parece  cierto  que  pertenece  al  género  Galipea, 
de  la  familia  de  los  rutáceas  ,  de  la  pentandria 
monoginia  de  Línneo. 

La  corteza  de  angostura  ofrece  caracteres  va- 
riables, que  pueden  depender  de  las  varias  situa- 


ANG  191 

cíonesen  que  crece  el  árbol  que  la  produce.-  por  lo 
común  en  el  comercio  se  encuenlra  bajo  tres  formas 
diferentes:  I.  En  pedazos  cortos,  planos,  delgados, 
mas  ó  menos  largos,  cubiertos  de  una  epidermis 
gris  amarillenta,  delgada  y  poco  rugosa;  su 
li  achira  es  de  un  moreno  amarillento  ,  limpia, 
compacta  y  resinosa ;  su  superficie  interior  es 
de  un  amarillo  leonado,  á  menudo  rosado,  y  se 
divide  fácilmente  en  hojitas;  su  olor  y  su  sa'bor 
son  un  poco  menos  fuertes  que  los  de  las  varie- 
dades siguientes.  II  En  pedazos  largos  de  seis 
á  quince  pulgadas,  de  olor  fuerte,  animalizado, 
muy  desagradable,  rollados  y  cubiertos  de  una 
epidermis  gruesa,  fungosa,  blanca  y  como  limosa. 
Debajo  de  esta  epidermis  hay  la  corteza  propia- 
mente dicha,  que  es  morena,  dura,  compacta,  y 
que  se  rompe  con  la  mano  ofreciendo  una  frac- 
tura limpia :  esta  corteza  tiene  un  sabor  amar- 
go, en  el  cual  domina  el  principio  oloroso  y  ñau  - 
seoso;  pasado  este  sabor,  queda  en  el  extremo  de 
la  lengua  una  impresión  mordicante  que  excita 
la  salivación.  III.  En  pedazos  que  forman  el  me- 
dio entre  los  precedentes,  es  decir  que  son  mas 
largos,  mas  planos  y  mas  gruesos  que  los  pri- 
meros, que  su  cubierta  ( xterior  es  gris,  poco 
gruesa  y  poco  fongosa,  y  que  tienen  el  mismo 
sabor  y  el  mismo  olor  que  los  últimos. 

El  polvo  de  angostura  verdadera  tiene  un 
color  casi  semejante  al  del  polvo  de  ruibarbo ; 
su  infuso  acuoso  es  muy  colorado,  amargo,  olo- 
roso y  nauseoso,  como  la  corteza  ,  el  tornasol 
destruye  su  color,  y  el  sulfato  de  hierro  produce 
en  él  un  precipitado  gris  muy  abundante. 

Thomson  ha  encontrado  en  la  angostura  ver- 
dadera un  principio  amargo  muy  «abundante,  una 
materia  azoada  análoga  a  la  cinconina,  carbo- 
nato de  amoníaco,  un  aceite  esencial  blanco  poco 
abundante. 

La  corteza  de  angostura  verdadera  es  tónica 
anlidesenténica,  antiséptica,  y  el  Sr.  Hancok  la 
cree  útil  contra  las  enfermedades  contagiosas  : 
su  tintura  alcohólica  ha  sido  indicada  contra  la 
dispepsia ;  su  cocimiento  acuoso,  en  fomento  so- 
bre la  piel,  disipa,  según  Ewer,  las  manchas 
cangrenosas,  pútridas,  escorbúticas,  etc.  En  el 
dia  es  muy  poco  usada. 

La  angostura  verdadera  nos  llega  de  América 
en  barriles,  en  los  cuales  está  cuidadosamente 
envuelta  con  anchas  hojas  de  una  especie  de 
palmero,  sostenida  por  un  enrejado  de  pequeños 
palitos  ;  á  veces  nos  viene  en  zurrones  de  cuero, 
del  peso  de  too  á  130  libras. 

Angostura  [Falsa).  Esta  corteza  fué  indi- 
cada en  1806  por  el  doctor  Ramback,  médico  en 
L'ngría,  quien  la  llamó  Angustura  virosa.  Proba- 
blemente llegó  mezclada  con  la  angostura  ver- 
dadera, como  sucede  hoy  dia,  debiéndose  á  los 
accidentes  que  produjo ,  y  que  no  causaba  la 
procedente  del  Galipea,  el  estudio  que  se  hizo 
para  distinguirla. 

Aunque  cogida  en  las  mismas  comarcas  de  la 
América  meridional  como  la  angostura  verdadera, 
se  ignora  absolutamente  el  vegetal  que  la  produ- 
ce. Habíase  atribuido  al  Bruce  a  antidisentérica 


<92  ANG 

[Bruce a  anlidysenkrica ,  L'  Her.) ,  vegetal  de 
Abisinia,  y  que  es  cultivado  (n  algunos  jardines 
botánicos  ,  pero  desde  mucho  tiempo  hase  aban- 
donado tal  hipótesis,  por  cuanto  su  corteza  nin- 
guna relación  tiene  con  la  de  la  falsa  angostura. 
Ninguna  prueba  se  tiene  de  que  proceda,  como 
se  ha  dicho,  del  Estricno  Colubrwo  [Strychnos 
Colubrina,  L.),  vegetal  de  la  India,  y  cuyo  uso 
no  va  seguido  de  ningún  peligro  ,  al  contrario  de 
lo  que  sucede  empleando  la  corteza  de  que  trata- 
mos. Lo  mismo  debe  decirse  de  una  opinión  mas 
moderna,  que  atribuye  la  falsa  angostura  al  So- 
lano seudo-quina  [Solanum  pscuao-quina,  St.- 
llil.).  Hasta  aquí,  pues,  se  ignora  cual  es  el  ár- 
bol á  que  pertenece  esta  corteza,  habiendo  moti- 
vos para  creer  que ,  mezclada  por  fraude  con  la 
de  angostura  verdadera,  los  mercaderes  procu- 
rarán siempre  ocultar  su  origen. 

Como  quiera  que  sea,  la  falsa  angustura  es 
mucho  mas  gruesa  que  la  verdadera;  es  compac- 
ta, pesada  y  como  encojida  por  la  desecación. 
Su  sustancia  interior  es  gris ,  y  su  epidermis  va- 
ria :  unas  veces  es  poco  gruesa ,  no  fungosa ,  y  de 
un  gris  amarillento ;  otras  veces  es  fungosa  y  de 
un  color  de  orin.  Por  lo  demás  esta  corteza  es 
casi  inodora,  y  su  sabor,  que  es  infinitamente 
mas  amargo  que  el  de  la  angostura  verdadera, 
persiste  muy  largo  tiempo  en  el  paladar  sin  dejar 
acritud  en  el  extremo  de  la  lengua.  Su  polvo  tie- 
ne un  color  muy  diferente  de  la  otra,  porque  es 
de  un  blanco  ligeramente  amarillento. 

Por  el  análisis  químico  de  esta  corteza,  debido 
álos  Sres.  Pelletier  y  Caventou,  se  vé  que  está 
compuesta  de  una  materia  alcalina  venenosa,  ya 
entrevista  por  Brande ,  llamada  equivocadamen- 
te brucina,  porque  se  creia  que  esta  corteza  pro- 
cedía de  un  Brucca ,  de  una  materia  grasa  tam- 
bién venenosa,  de  mucha  goma,  de  una  materia 
amarilla ,  soluble  en  el  agua  y  el  alcohol ,  de  ves- 
tigios de  azúcar  y  leñoso.  La  tintura  de  tornasol, 
echada  en  su  infuso ,  no  la  enrojece,  ó  á  lo  mas 
lo  bace  muy  débilmente;  el  ácido  muriático  de- 
bilitado y  el  sulfuro  de  hierro  producen  en  el  un 
color  verde  botella  muy  señalado. 

El  Sr.  Pelletier  ha  igualmente  analizado  la  ma- 
teria naranjada  ó  el  liquen  que  cubre  con  fie 


ANG 

espinal.  Los  terribles  accidentes  de  que  muchas 
personas  han  sido  víctimas,  á  consecuencia  del 
uso  de  esta  sustancia ,  determinaron  al  gobierno 
austríaco  á  mandar  que  toda  la  corteza  de  falsa 
angostura  existente  en  aquel  reino  fuese  destrui- 
da y  á  prohibir  en  lo  sucesivo  su  importación;  es- 
te ejemplo  fué  seguido  por  otros  Estados,  pero 
la  prohibición  no  ha  sido  general  en  Europa. 

Los  Sres.  Merat  y  de  Lens ,  después  de  probar 
el  grandísimo  peligro  á  que  puede  exponer  la 
equivocación  de  las  dos  especies  de  angostu- 
ra ,  dicen :  « Como ,  según  el  testimonio  del  Sr. 
Fée,  estas  dos  cortezas  se  hallan  mezcladas 
en  muchas  boticas  de  Paris ,  seria  de  desear,  en 
el  temor  de  que  no  se  hiciese  exactamente  su  se- 
paración ,  que  se  prohibiese  no  solo  la  venta  de 
la  falsa  angostura ,  como  lo  ha  hecho  el  gobierno 
austríaco ,  sí  que  quizás  también  se  impidiera  el 
despacho  de  la  verdadera,  que  no  es  de  tal  mo- 
do útil ,  que  debamos  exponernos  á  los  peligros 
que  hemos  indicado.  Además,  observaremos  que 
el  temor  que  inspira  este  medicamento  ha  produ- 
cido el  mismo  efecto  que  una  prohibición,  por- 
que hoy  dia  ambas  angosturas  no  son  ya  sino 
medicamentos  de  lujo :  hasta  la  verdadera  es 
inusitada ,  y  la  mayor  parte  de  los  farmacéuticos 
en  Francia  ni  tienen  ni  la  una  ni  la  otra.» 

También  en  España  la  angostura  verdadera, 
por  el  poco  ó  casi  ningún  uso  que  de  ella  se  hace, 
puede  decirse  que  es  un  medicamento  de  lujo; 
pero  es  tanta  la  importancia  que  damos  á  la  acer- 
tada elección  de  esta  sustancia ,  que  á  fin  de  que 
no  se  la  confunda ,  por  error  ó  descuido,  con  la 
falsa  angostura  tan  peligrosa ,  además  de  cuanto 
hemos  expuesto,  damos  en  la  siguiente  tabla  los 
caracteres  que  distinguen  á  la  una  y  á  la  otra. 


Angostura  verdadeha. 

Dimensiones:  de  ',fs  á  3/4 
de  pulgada  de  anchura ,  2, 
3  ó  4  pulgadas  de  longitud, 
media  línea  de  grueso.  Super- 
ficie exterior:  de  un  blanco 
gris ,  y  como  cubierta  de  una 
capa  harinosa ,  desigual,  que 
se  le  puede  fácilmente  sepa- 

cuencia  la  corteza  de  falsa  angostura,  habiendo  j  deVai^Xa^upe^S morena! 
obtenido  una  materia  grasa,  de  un  sabor  dulce; >  La  superficie  interior  esde  un' 
una  materia  colorante  amarilla,  insoluble  en  el)  amarillo  gris  ó  moreno  ligero, 
agua,  notable  por  el  hermoso  color  verde  que  |  La  textura  es  apretada ,  muy 
loma  con  el  ácido  nítrico;  otra  materia  amarilla 
soluble,  un  poco  de  goma,  nada  de  almidón ,  y 
libra  leñosa. 

El  excesivo  amargor  de  la  falsa  angostura  de- 
bía hacer  presumir  su  acción  deletérea,  y  efecti- 
vamente su  admistracion  va  seguida  de  los  mayo- 
res desórdenes,  puesto  que  es  un  violento  veneno. 
Según  los  experimentos  de  los  Sres.Emmert,  Or- 
fila,  y  Meyer,  una  corta  dosis,  como  seis  á  ocho 
granos ,  basta  para  hacer  perecer  en  una  ó  dos 
horas ,  en  convulsiones  tetánicas,  álos  animales 
á  los  cuales  se  administra ,  sin  producir  inflama- 
ción de  los  tegidos,  á  la  manera  del  ácido  prúsico, 
etc. ,  y  obrando  principalmente  sobre  la  médula 


frágil.  La  fractura  es  lisa, 
mucho  mas  oscura  y  mas  mo- 
rena que  la  superficie  inter- 
na ;  tiene  cierto  lustre ,  y  es 
evidentemente  resinosa. 


Olor  aromático  con  algo 
de  nauseabundo. 

Sabor  amargo  aromático, 
pero  de  una  amargura  que  no 
os  repugnante  ni  astringente, 
y  á  la  cual  sucede  un  gusto 
amargo  aromático-,  semejan- 
te al  del  macis. 


Falsa  angostura. 

Dimensiones  en  anchura: 
generalmente  mas  grande  que 
en  longitud,  dos  líneas  de 
grueso.  Superficie  exterior  cu- 
bierta de  una  especie  de  te- 
gido  verrugoso  blanco,  que 
no  es  fácil  de  separar  ,  ó  de 
una  cubierta  liquenoídea,  uni- 
forme ,  color  de  orín.  La  su- 
perficie interior  de  un  blan- 
co amarillento  ,  sucio  ó  gris, 
y  aun  mas  comunmente  ne- 
gro ,  sin  fibras  visibles.  Textu- 
ra grosera  ,  muy  frágil  La 
Íractura  lisa ,  me7.clada  de 
lanco  y  de  blanco  amarillen- 
to, ó  también  moreno  claro, 
sin  ningún  lustre;  resinosa, 
pero  mas  harinosa ,  y ,  en 
ciertas  partes  ,  dejando  ver 
dos  capas  distintas 

Olor  bastante  semejante 
al  déla  verdadera. 

sabor  amargo  desagrada- 
ble al  mas  alto  grado ,  muy 
duradero  ,  nada  aromático. 


AM 

El  cocimtenlo  saturado  es 
de  un  hernioso  rojo  moreno, 
y  por  el  enfriamiento,  se  po- 
ne turbio  .  y  posa  un  polvo 
ilr  un  amarillo  subido. 

Im  Untura  alcohólica  sa- 
turada es  de  un  rojo  moreno 
subido  ,  se  enturbia  por  la 
adicioa  del  agua  destilada,  y 
posa  una  resma  de  un  ama- 
rillo claro. 


El  cocimiento  saturado  es 
de  un  amarillo  moreuo  ,  y 
por  el  enfriamiento,  posa  un 
precipitado  gris  moreno  muy 
abundante. 

ixi  tintura  alcohólica  sa- 
turada es  mucho  mas  pálida, 
y  por  la  adición  del  agua 
destilada  ,  solo  toma  una 
apariencia  de  un  amarillo 
opalino  ,  sin  pasar  al  rojo  ni 
plisar  nada. 

AUTCREC!© ,  kmuuuMk.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  orquídeas,  de  la  ginan- 
dria  monandria  de  Linneo. 

Angreeo  odorífero  (Angrcrcum  fra- 
grans,  Dupetit-Thouars).  Esta  planta  parásita, 
como  muchas  orquídeas  exóticas,  se  encuentra 
en  los  bosques  vírgenes  de  la  Isla  de  Francia, 
en  donde  empieza  á  ser  rara,  con  motivo  de  la 
recuesta  que  de  ella  se  hace  desde  que  es  em- 
pleada en  medicina ,  y  sin  duda  en  razón  de  la 
poca  facilidad  de  reproducción  en  esta  familia,  y 
en  la  ludia.  En  este  país  se  la  llama  Faam,  Fa- 
hum,  Faum  ó  Phaum  ;  en  Francia  se  la  conoce 
desde  unos  treinta  anos. 

En  el  comercio,  por  lo  común,  no  se  encuen- 
tran sino  las  hojas  de  esta  planta  ,  que  son  la 
única  parle  usada :  son  rojizas,  largas,  anchas 
de  3  á  5  lineas,  lampiñas,  que  ofrecen  un  olor 
agradable  que  tira  un  poco  al  de  la  vainilla,  y 
un  sabor  un  poco  amargo. 

En  la  Isla  de  Francia  se  la  llama  Té  de  la  isla 
de  Borbon,  porque  también  crece  en  esta  isla,  en 
donde  goza  de  gran  reputación  contra  la  tisis 
pulmonar,  como  digestiva,  etc.;  su  infuso,  que  es 
muy  agradable,  es  la  preparación  mas  usada. 
En  "Francia,  el  Sr.  Girandy  na  también  empleado 
con  feliz  resultado  el  faam  para  calmar  la  tos, 
los  dolores  de  pecho,  facilitar  la  digestión,  disi- 
par los  espasmos  y  la  opresión,  y  ayudar  la  ex- 
pectoración. 

AJtfCiSASA.  Árbol  de  la  Indias  Orientales, 
de  Java,  según  Commelin,  que  da  una  especie  de 
goma  roja,  que  dice  ser  análoga  á  la  sangre  de 
drago,  y  que  se  vende  por  ella  en  el  país. 

AXCiURlA,  Anguria.  Este  género,  de  la 
familia  de  las  cucurbitaceas.de  lamonoecia  dian- 
dria  de  Linneo,  tiene  una  de  sus  especies,  la 
Anüuri.v  he  tkes  lóbulos  (Anguria  trilobata,  L.), 
cuyo  fruto  es  comestible  en  las  Antillas,  en  don- 
de crece :  en  Santo  Domingo  se  come,  á  la  mane- 
ra cohombros,  la  pulpa  de  este  fruto,  que  es  dul- 
ce v  de  color  rojo,  para  refrescarse,  pero  no  es 
útil  á  los  temperamentos  frios.  Conviene  no 
confundir  esta  planta  con  la  Pepinera  Anguria 
(Cucumis  Anguria,  L.),  ni  con  el  Tricosantes 
culebrina  \Tricltosantlies  Anguina,  L.l,  dos  otras 
plantas  de  la  misma  familia. 

AWIMAJL.  Dase  este  nombre  á  todo  ser  ani- 
mado, y  provisto  de  órganos  digestivos,  aunque 
uo  sea  masque  un  simple  tubo,  como  en  los  poli- 
pos.  La  mayor  parle  de  los  animales  gozan  de  la 
facultad  de  cambiar  de  lugar;  pero  algunos  no 
experimentan  sino  ligeros  movimientos  de  eon- 
25 


AM  193 

tracción  y  dilatación.  Nada,  por  lo  demás,  es 
tan  difícil  de  determinar  como  si  un  ser  que  se 
observa  es  ó  no  es  animal,  cuando  está  en  cier- 
tas situaciones  dadas.  Los  animales  cubren  la 
superlicie  y  se  meten  en  el  interior  de  (atierra, 
atraviesan  "los  aires  y  pueblan  las  aguas.  Su  es- 
tudio, que  lleva  el  nombre  de  Zoología,  es  inmen- 
so, pero  es  ageno  de  nuestro  objeto.  Basta  (pie, 
consignemos  que  el  reino  animal  es,  de  los  lies 
grupos  primitivos  en  que  se  distribuye  la  totali- 
dad de  los  seres  creados,  el  mas  variado,  el  mas 
fecundo  en  especies  y  en  individuos ,  el  mas  ex- 
tenso igualmente  que  el  mas  magnifico  y  rico  en 
organización. 

Insiguiendo  nuestro  plan,  debemos  limitarnos 
aquí  á  ía  sucinta  exposición  de  algunas  generali- 
dades sobre  la  utilidad  de  los  animales,  haciendo 
además  una  sencilla  reseña  de  los  Animales  do- 
mésticos. 

Reconocido  su  interés  en  la  agricultura,  en  el 
acarreo,  etc.,  la  importancia  de  los  animales 
quedaría  atestiguada  con  la  sola  enumeración 
ele  los  diferentes  productos  que  suministran, 
puesto  que  sabido  es  que  el  coral,  el  carey,  los 
cuernos,  la  hiél,  los  huesos,  la  lana,  el  pelo,  las 
pieles,  el  plumión,  etc.,  etc.,  son  otros  tantos 
medios  de  que  puede  disponer  el  hombre  para 
atender  á  muchísimas  de  sus  necesidades.  Pero 
para  reconocer  los-  servicios  que,  á  cada  instan- 
te, nos  prestan,  bastará  no  mas  que  los  conside- 
remos bajo  el  doble  punto  de  vista  de  la  broma- 
tología  y  la  materia  médica.  El  primero  de  estos 
puntos  ha  sido  considerado  en  la  palabra  Alimen- 
to; el  segundo  lo  será  al  articulo  Medicamento. 
Sin  embargo,  no  será  inútil  delinear  aquí  en  pocas 
palabras  las  relaciones  generales  que  exislen 
entre  la  clasificación  natural  de  los  animales  y 
sus  propiedades,  ya  alimenticias,  ya  médicas  ; 
recorriendo,  á  dicho  objeto,  las  cuatro  grandes 
clases  animales  admitidas  hoy  día,  á  saber,  los 
vertebrados ,  los  moluscos,  los  animales  articu- 
lados, y  los  zoófitos. 

I.  Vertebrados.  Es  la  clase  mas  rica  en  sus- 
tancias nutritivas :  los  mamíferos,  las  aves,  los 
peces,  y  también  ciertos  reptiles,  que  la  compo- 
nen, forman  en  efecto  la  base  del  régimen  ani- 
mal de  la  mayor  parte  de  los  pueblos.  Entre  los 
mamíferos  se  encuentran  el  buey  ,  el  carnero  y 
el  cerdo,  de  un  uso  tan  general,  y  muchos  otros 
cuadrúpedos  menos  generalmente  empleados, 
pero  de  una  grande  importancia  también,  sea 
por  sí  mismos  (cabra,  ciervo,  liebre,  etc.),  sea 
por  los  productos  que  dan  (leche,  manteca,  gra- 
sa, gelatina,  etc.).  Entre  las  aves  figuran  el  gallo, 
el  pavo,  la  oca,  el  pato,  el  pichón,  el  faisán,  la 
perdiz,  etc.,  etc.;  entre  los  peces,  el  atún,  la 
raya,  el  abadejo,  el  salmón,  el  rombo,  la  platija, 
el  lenguado,  el  escombro,  la  pescadilla,  el  aren- 
que, etc.,  que  habitan  las  aguas  saladas,  y  son 
el  alimento  diario  de  tantas  poblaciones  maríti- 
mas, y  el  sollo,  la  anguila,  la  carpa,  la  tenca,  el.-., 
que  viven  en  el  agua  dulce;  y  finalmente,  entre 

los  reptiles,  la  tortuga  v  la  raña.  La  mayor  parlo 

de  los  animales  que  acabamos  decitar.yíina  mul- 

TOMO  I. 


194  ANI 

titud  de  otros,  fueron  antiguamente  inscritos  en 
la  materia  médica,  como  se  verá  en  el  artículo 
particular  de  cada  uno  de  ellos,  si  bien  al  pre- 
sente su  uso  está  generalmente  abandonado;  pe- 
ro hay  todavía  un  corto  número  desús  productos, 
pertenecientes  todos  á  los  mamíferos,  que  con- 
servan alguna  nombradía ,  tales  son  el  almiz- 
cle, el  castóreo,  el  civeto  y  el  ámbar. 

II.  Moluscos.  Esta  clase  no  ofrece  casi  ningun 
verdadero  medicamento,  y  solo  suministra  ali- 
mentos de  una  importancia  secundaria,  tales  co- 
mo las  ostras,  las  almejas,  los  caracoles,  etc. 

III.  Animales  articulados.  Esta  clase  encierra 
una  división  sobre  todo  .  los  crustáceos,  en  la 
que  se  cuentan  un  gran  número  de  especies  ali- 
menticias (cangrejos,  langostas,  langostines,  etc.) ; 
y,  en  los  insectos,  las  abejas  que  uno  de  sus 
productos  figura  entre  los  alimentos  y  las  sustan- 
cias medicamentosas.  Además,  á  esta  clase  per- 
tenecen muchos  otros  medicamentos  importantes, 
en  particular  las  sanguijuelas  y  las  cantáridas. 

IV.  Zoófitos,  ó  animales  radiados.  Esta  cjase 
no  ofrece  ni  alimentos  ni  medicamentos  propia- 
mente dichos;  porque  apenas  es  permitido  colo- 
car las  actinias  y  los  holoturios  en  el  número  de 
los  primeros,  y  contar  éntrelos  últimos  ala  cora- 
lina blanca,  al  coral ,  á  las  esponjas ,  etc. 

Animales  domésticos.  Individuos  del  reino  ani- 
mal que  el  hombre  ha  arrancado  del  estado  de 
naturaleza  asociándoles  ásus  placeres  y  trabajos, 
para  utilizarlos  en  sus  necesidades ,  y  aprove- 
charse de  los  innumerables  productos  que  sumi- 
nistran, durante  su  vida  ó  después  de  su  muerte. 

En  la  antigüedad  los  animales  domésticos  con- 
tribuyeron á  la  riqueza  y  bienestar  de  las  fami- 
lias, en  razón  de  ser  el  apoyo  de  la  agricultura 
y  los  ausiliares  del  domicilio  rústico. 

A  los  animales  que  se  quiere  domesticar  se 
les  ha  de  tratar  bien  y  de  ninguna  manera  irritar- 
les ,  habituándoles  desde  muy  temprano  á  los  cui- 
dados que  su  salud  y  sus  necesidades  reclaman;  los 
ejercicios  y  trabajos  á  que  se  les  destine  deben 
ser  proporcionados  á  sus  fuerzas  y  á  su  edad ,  á 
la  naturaleza  del  clima  y  de  la  estación,  á  la  can- 
tidad y  calidad  de  los  alimentos,  ala  duración  del 
reposo,  etc.;  por  último  ,  téngase  presente  que  la 
inacción  como  el  excesivo  trabajo  les  son  muy 
funestos.  Así  se  consigue  someterlos  á  la  vida  do- 
méstica, adquiriendo  pronto  todas  sus  fuerzas  y 
la  docilidad  necesaria  para  conducirlos  en  reba- 
ños ,  para  emplearlos  en  las  ocupaciones  rurales 
y  obtener  de  ellos  provechos  diarios.  Al  contra- 
rio ,  si  se  tiene  á  los  animales  en  la  inacción,  que 
fomenta  la  obesidad  y  el  hastío,  si  se  les  debilita 
con  fatigas  excesivas,  y  desde  su  juventud  se  les 
irrita  con  malos  tratos,  no  se  logra  el  objeto  que 
se  desea,  porque  ó  enferman  ,  ó  se  les  constituye 
en  un  estado  de  irritación  constante  que  les  hace 
inservibles  y  á  veces  hasta  peligrosos. 

Son  animales  domésticos,  entre  los  mamíferos, 
el  asno ,  el  buey ,  el  búfalo,  el  caballo ,  el  cabrón, 
el  carnero,  el  cerdo,  el  conejo,  el  gato,  el  per- 
ro, etc. ;  entre  las  aves,  el  gallo ,  la  oca,  el  pa- 
lo, el  pavo,  el  pichón,  etc. ;  entre  los  insectos,  la 


ANI 

abeja ,  la  cochinilla,  el  gusano  de  la  seda,  etc.; 
y  entre  los  peces,  puede  decirse  que  lo  son,  la 
anguila,  la  carpa,  el  sollo,  la  tenca,  etc. 

Los  animales  domésticos  están  destinados  para 
la  labranza,  para  suministrar  abonos,  y  para  ali- 
mento y  otros  usos  particulares  del  hombre. 
Su  elección  debe ,  por  lo  tanto ,  hacerse  según  el 
destino  que  se  les  quiera  dar ,  como  puede  verse 
en  los  artículos  en  que  se  habla  de  cada  uno  de 
ellos  en  particular. 

Los  animales  domésticos  son  el  objeto  de  un 
comerció  considerable  en  ¿oíoslos  países  en  don- 
de su  cria  tiene  lugar  con  mas  ó  menos  resultado. 
Sabido  es  que  los  principales  animales  sobre  los 
cuales  se  ejerce  el  traficó  son  reses  vacunas,  car- 
neros, cerdos  y  cabaljos :  los  unos  suministran  la 
carne  de  carnicería  necesaria  para  el  alimento,  y 
los  otros  sirven  á  los  usos  domésticos  y  agríco- 
los.  Estos  animales  vivos  se  encuentran  en  gran 
número  en  los  mercadosy  ferias,  en  donde  cons- 
tituyen el  principal  artículo  de  comercio. 

Muy  difícil  seria  evaluar  el  número  de  los  ani- 
males domésticos  de  un  país ,  porque  varia  sin 
cesar;  pero  en  todas  partes  es  muy  considerable, 
porque  se  ha  reconocido,  en  punto  de  economía 
rural,  la  ventaja  de  criar  un  gran  número  de  ani- 
males domésticos  por  medio  de  prados  artificia- 
les, que  se  han  multiplicado  en  ciertos  países,  en 
Inglaterra,  por  ejemplo,  á  expensas  de  tierras 
labrantías,  porque  exigen  menos  gastos  para  el 
cultivo  y  sus  productos  dan  mas  ganancias. 

El  comercio  de  los  animales  está  sujeto  á  mu- 
chos fraudes,  en  particular  el  de  los  caballos, 
que  pone  al  mas  experto  comprador  á  merced  del 
vendedor,  mientras  que  esto  debiera  ser  al  con- 
trario. 

En  el  comercio  de  todo  género  se  suscitan  de 
vez  en  cuando  contestaciones ,  ya  sobre  las  con- 
diciones de  la  venta  ,  ya  sobre  el  buen  ó  mal  es- 
tado de  las  mercancías.  En  este  último  caso ,  el 
vendedor ,  que  ha  con  frecuencia  poseido  la  mer- 
cancía por  largo  tiempo  antes  de  deshacerse  de 
ella,  ha  debido  conocer  su  estado,  mientras  que 
el  comprador ,  que  no  mas  la  ha  visto  un  ins- 
tante, que  á  veces  la  compra  sin  verla  por  es- 
crito ó  en  virtud  de  promesas,  ha  podido  ser  en- 
gañado por  un  vendedor  impróvido  ó  de  mala  fé. 

En  el  comercio  de  los  animales,  mas  que  en  to- 
do otro ,  el  comprador  puede  padecer  equivoca- 
ciones desfa\  orables  ;  con  frecuencia  el  animal 
que  se  presenta  en  el  mejor  estado  se  halla  afec- 
tado de  vicios  ó  de  enfermedades  que  el  ojo  de 
la  persona  mas  ejercitada  no  puede  conocer,  á 
menos  que  haya  estudiado  la  medicina  veteri- 
naria; hay  también  circunstancias  en  que  el  mas 
instruido  veterinario  no  puede  juzgar  desde  luego 
de  la  existencia  de  estos  vicios  ó  enfermedades; 
por  último,  á  veces  el  vendedor  mismo  las  ignora, 
habiendo  sido  el  primer  engañado  sobre  el  verda- 
dero estado  del  animal.  Juzgúese  délo  que  acaba- 
mos de  decir  con  cuanta  mas  razón  puede  engañar- 
se sobre  este  estado  cualquiera  que  no  es  ni  vete- 
rinario ni  mercader,  y  que  compra  el  animal  por- 
que lo  necesita. 


AM 

Así,  mientras  que  las  dificultades  en  los  demás 
ramus  de  cumerciu,  son  por  lo  común  relativas  á 
las  condiciones  de  venta,  las  contestaciones  que 
se  suscitan  en  el  comercio  de  los  animales  do- 
mésticos versan  casi  siempre  sobre  la  calidad  de 
la  mercancía. 

Para  facilitar  toda*  especie  de  compra,  y  por 
consiguiente  el  comercio,  sobre  animales,  dismi- 
nuyendo el  temor  que  el  adquiriente  puede  tener 
de  ser  engañado  sobre  k»  calidad  de  la  mercan- 
cía, aun  ovando  tenga  que  tratar  coirnn  vende- 
dor de  buena  fé,  el  legislador  ha,  casi  en  todas 
parles,  impuesto  ciertas  condiciones  al  vendedor. 
Este  está  obligado,  por  ejemplo,  á  afianzar  al 
comprador  (pie  no  será  incomodado  en  laposecion 
de  la  cqsa'veudida ,  y  enseguida  que  ésta  estaba 
libre  de  ciertos  deieclos  en  el  acto  de  la  venta. 
Tal  es  la  garantía  que  la  ley  concede  en  las 
compras  de  los  animales  domésticos,  sobre  todo 
caballos,  y  que  era  tanto  mas  necesaria  en  cuan 
to  en  los  mercados  ó  las  ferias  el  adquiriente  no 
tiene  el  tiempo  de  examinar  el  caballo  que  quie- 
re comprar,  y  que  la  ley  debe  en  esté  caso  ofre- 
cerle una  garantía  cuando  su  confianza  lia  sido 
engañada  por  superchería.  Los  vicios  ó  defectos 
uue  el  vendedor  está  obligado  á  garantir  han  sido 
llamados  vicios  redhibitorios,  es  decir  vicios  que 
dan  lugar  á  la  casación*  de  la  compra  ó  á  redhi- 
bición. Sabido  es  que  las  palabras  redhibilorio's 
y  redhibición  proceden  del  verbo  latino  red hibeo 
uue  significa  devolver  el  precio  de  una  cosa  veir- 
ilida  encargándose  de  nuevo  de  ésta-,  y  abrogtt- 
cion  ó  casación  del  verbo- a fcroj/o,  que,  en  una  de 
sus  acepciones ,  significa  desdecirse. 

Los  vicios  redhibitorios  varian  según  los  países, 
ya  respecto  ala  especie  de  animales,  ya  respecto 
a  las  enfermedades,  observándose  también  variar 
cion  por  lo  tocante  á  la  duración  de  la  garantía. 
Los  usos  y  las  costumbres  seguidas  en  España  en 
la  redhibición  no  son  de  nuestra  incumbencia. 

A3ÍIS ,  Amsum..  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia de  las  umbelíferas/  de  lapénlandria  digiuia 
de  Lin neo. 

luí»  oficinal ,   Anís .  Aiiiü  vertí**, 
Ilútala litiga  (Anisum  offteinale,  Moénch. 
Pimpinella  Anisum,  L.).  Planta  anua  que  el  cul-  j 
tivo  convierte  en  bienal ,  originaria  del  Egipto,  j 
cultivada  en  muchas  parles  de  Europa,  sobre  todo  • 
y  en  abundancia  en  Malla  y  en  España,  y  en  ésta  en l 
particular  en  las  pro*  incias  de  Andalucía,  Alicante, 
Aragón,  Cataluña,  Castilla  ra  Vieja  y  Mancha.  Los 
Ingleses  han  hecho  de  ella,  en  estos  últimos  años, 
un  objeto  de  importante  cultivo,  principalmente 
en  Mitcham  ,  condado  de  Surrey  ,  y  la  abundante 
cosecha  del  fruto  que  en  esle  pais  se  hace  es  con- 
sumida por  los  cerbeceros  de  Londres  para  mejo- 
rar su  cerbeza.  Requiere  una  tierra  liviana,  are- 
nosa y  al  mismo  tiempo  abonada  ,  y  con  exposi- 
ción muy  cálida. 

El  anís  es  una  planta  delicada,  que  no  se  eleva 
casi  nunca  á  mas  de  un  pié ;  el  tallo  es  es' rindo, 
riso,  articulado  y  ramoso ;  sus  hojas  radicales  son 
clífidas  y  cortadas,  de  un  verde  claro,  largas  de 
una  pulgada,  y  las  superiores  son  profundamente 


ANI  tüo 

cortadas,  de  un  verde  blanquecino,  semejantes 
álasdelperegil;  florece  en  jumo  y  julio,  y  las  flores 
son  pequeñas  y  blancas,  en  umbelas  terminales  y 
complanadas ;  las  cápsulas  son  oblongas,  hincha- 
das en  su  base,  estriadas,  de  un  verde  ceniciento, 
y  contienen  dos  semillas  unidas  la  una  á  la  otra 
por  una  cara  plana;  su  raíz  es  pequeña,  fibrosa 
y  blanca. 

El  fruto  de  esta  plañía,  llamado  Anis  ó  Mata- 
lahúga, es  la  única  parte  usada,  aunque  todas  las 
demás  participan  de  sus  propiedades.  Este  fruto 
es  del  volumen  de  una  cabeza  de  alfiler  á  corta 
diferencia,  ovoideo,  de  un  verde  ceniciento,  sos- 
tenido por  un  pedículo  blanco,  delgado,  dos  ve- 
ces mas  largo  que  él,  un  poco  obtuso  en  su  ex- 
tremidad superior,  y  señalado  con  6  á  8  lineas 
que  van  á  reunirse  a  la  punta;  su  olor  es  aromá- 
tico, y  su  sabor  es  dulce,  sin  acritud  sensible, 
cuando  él  es  seco. 

El  anís  mas  estimado  es  el  de  España,  que  es 
el  que  acabamos  de  describir.  El  de  Malta  tam- 
bién es  de  excelente  calidad ,  semejante  al  de  Es- 
paña ;  el  de  Rusia  es  pequeño,  negruzco,  acre  y 
poco  estimado;  y  el  de  Francia  es  verde  y  mas 
dulce  y  mas  aromático  que  el  de  Rusia.  "Debe 
elegirse  grueso  ,  bien  granado,  pesado,  limpio, 
recientemente  secado,  de  un  olor  agradable,  de 
un  gusto  dulce  y  .un  poco  picante. 

La  pequeña  almendra  que  contiene  este  fruto 
da,  un  aceite  fijo,  y  su  pericarpio  un  aceite  volá- 
til que  puede  obtenerse  por  destilación ,  y  que 
cristaliza  al  menor  frió  (V.  Aceite  volátil  de  anís). 
El  aceite  que  se  extrae  del  fruto  entero,  por  ex- 
presión, es  una  mezcla  de  estos  dos  aceites. 

Según  los  Sres.  Rrandes  y  Reimann,  el  anís 
contiene  una  grande  cantidad  de  principios,  en- 
tre otros  aceite  craso  soluble  en  el  alcohol,  anís- 
ulmina  (Y.  esta  palabra),  íiteumacola,  gomina, 
sales,  tales  como  malatos,  etc.,  etc.. 

El  anís  es  un  medicamento  muy  empleado ;  su 
propiedad  carminativa  es  por  así  decirlo  popular, 
y  su  uso  casi  doméstico :  Vanhelmont  lo  llama 
Consuelo  de  los  intestinos.  Es  excitante  del  estó- 
mago y  del  útero,  lo  que  lo  hace  aconsejar  para 
provocare!  apetito  y  la  menstruación;  adminis- 
trase como  expectorante,  etc.  Por  lo  común,  se 
usa  en  infuso  á  la  dosis  de  una  á  dos  dracmas 
por  cuartillo  de  agua  hirviendo ;  antiguamente  se 
añadía  como  correctivo  de  ciertos  purgantes ; 
entra  en  muchas  composiciones  farmacéuticas 
oficinales;  con  él  se  obtiene  una  agua  destilada, 
se  hacen  licores  de  mesa  muy  estimados  como 
digestivos  y  pequeños  dulces  llamados  Anises; 
en  ciertos  países  se  mezcla  en  el  pan  ,  en  los 
bizcochos  y  las  pastas,  el  queso,  las  salsas,  el 
chocolate,  etc.,  pero  los  temperamentos  cálidos, 
secos  é  irritables  deben  abstenerse  de  él,  porque 
es  muy  excitante  en  razón  de  su  aceite  esencial. 
El  olor  del  anís  es  de  tal  modo  sutil  que  se  le 
encuentra  en  la  leche  de  los  animales  después  de 
poco  tiempo  de  haberlo  comido.  Dícese  también 
que  el  uso  del  anís  da  un  mal  olor  á  las  orinas. 

Eu  el  Cabo  de  Rucna  Esperanza  se  come  la 
raíz  de  esta  planta  tostada  o  cocida  al  rescoldo, 


1 96  ANO 

se  pone  en  la  carne,  en  la  leche,  etc.,  y  hasta  se 
lleva  al  mercado. 

Los  embalajes  del  anís  verde  varían  de  un  país 
á  otro;  los  principales  son :  España,  tela  gris  y 
lina,  balones  ó  sacos  de  200  libras;  Francia,  sim- 
ple tela,  balones  de  200  á  300  libras;  Rusia,  tela 
cubierta  de  una  estera  de  junco  ,  balones  de  300 
á  400  libras,  y  barricas  de  500  á  630  libras. 

En  1849,  la  importación  del  anisen  Barcelona 
fué:  procedente  del  extranjero,  7.476  arrobas,  va- 
lor de  467,280  rs.  vn.,  y  de  varios  puntos  del 
reino,  15.692  arrobas ,  valor  de  972.904  rs.  vn. 
La  exportación  fué :  al  estranjero,  1 .280  arrobas, 
valor  de  79.360  rs.  vn.;  á  diferentes  puntos  de  la 
peníusula,  2.761  arrobas ,  valor  de  173.172  rs. 
vellón;  y  á  Ultramar,  3.831  arrobas,  valor  de 
260.508  rs.  vn. 

ANISERO.  Nombre  de  un  vegetal  de  Ma- 
dagascar,  cultivado  en  Borbon,  que  pertenece 
probablemente  al  Limonia  de  Madagascar  [Li- 
tnoráa  madagascariensis,  Lam.),  y  que  tiene  el 
olor  de  anis. 

ANISETE  »E  BURDEOS.  Licor  de 
mesa  deliciosamente  perfumado  por  el  anís  dulce 
de  Italia.  La  ciudad  de  Burdeos,  principalmente, 
ha  sido  reputada  de  tiempo  inmemorial  por  esta 
fabricación ;  se  expide  en  grandes  frascos  cilin- 
dricos, muy  prolongados,  metidos  de  dos  en  dos 
en  un  cesto  con  doble  división.  En  la  Martinica 
también  se  ocupan  de  la  elaboración  de  la  ani- 
sete, que  los  catadores  prefieren  aun  á  la  de 
Burdeos. 

Es  difícil  de  indicar  un  carácter  cierto  para  re- 
conocer la  buena  calidad  de  este  licor  ,  tan  solo 
diremos  que  debe  ser  claro  v  de  un  color  blan- 
co plateado.  La  anisete  de  calidad  inferior  pierde 
su  claridad  á  un  frió  bastante  ligero,  y  se  pone 
de  un  blanco  lechoso.  La  anisete  de  Holanda  es, 
en  general,  mas  fuerte  en  alcohol  que  la  de  Bur- 
deos; se  expide  en  cajas  de  doce  á  veinte  y  cin- 
o  botellas. 

La  anisete  de  Burdeos,  compuesta  de  agua,  al- 
cohol de  30°,  aceite  esencial  de  anís  y  azúcar, 
es  estomática  y  tónica,  pero  no  conviene  ni  á  los 
temperamentos  nerviosos,  ni  á  los  jóvenes,  ni  á 
los  plelóricos,  ni  en  fin  á  los  biliosos. 

ANISSAO.  Yerba  de  Chile,  llamada  Mou- 
chu,  que  parece  pertenecer  á  una  umbelíleca  del 
género  Bermas,  y  que  los  naturales  del  país  usan, 
como  masticatorio,  contra  los  gases  intestinales. 

AWIS-UliBfllSA.  Sustancia  particular  que 
ios  Sres.  Brandes  y  Beimann  han  encontrado  en 
los  frutos  de  anís,  y  que  parece  ser  el  medio  en- 
tre la  ulmina  pura  y  el  gluten,  y  también  se  dice 
que  podria  ser  un  acido. 

AMMAHlI.  Pequeña  especie  de  pato  de  Su- 
rinam,  cuya  carne,  según  Stedman,  es  un  manjar 
delicado. 

AWOHIIA,  Anomia.  Género  de  moluscos  acé- 
falos, testáceos,  de  la  familia  de  los  ostráceos,  que 
contiene  una  de  las  especies,  la  Anomia  silla  de 
caballo  [Anomia  Ephippiíim,  L.),  que  vive  pega- 
do á  los  cuerpos  marinos,  y  se  encuentra  abundan- 
temente en  las  costas  del  Mediterráneo,  en  donde 


ANO 

sirve  de  alimento.  El  Sr.  II.  Cloquet  dice  no  ha- 
berla encontrado  inferior  en  sabor  á  la  ostra,  cu- 
yas propiedades  tiene  ,  por  otra  parte.  En  k  Ro- 
chela, en  donde  los  pescadores  la  llaman  Relám- 
pago, porque  es  fosforescente,  por  lo  común  se  la 
hace  cocer  antes  de  comerla.  La  Anomia  tela  de 
cebolla  ó  Vidrio  [Anomia  Cepa),  especie  también 
del  Mediterráneo  y  del  Océano  atlántico,  es  la  ma- 
yor del  género,  y  los  moradores  de  algunas  cos- 
tas la  comen  con  prefencia  á  las  ostras. 

AWOWA  ,  Annona.  Género  de  plantas  que 
da  su  nombre  á  una  familia  natural,  las  Anona-' 
ceas,  déla  poliandria monoginiadeLinneo.  Con- 
tiene veinte  y  siete  especies,  matas  ó  arbustos, 
originarias  todas  de  las  regiones  ecuatoriales, 
que  algunas  son  cultivadas  en  las  provincias  me- 
ridionales de  España  ,  vejetando  muy  bien  en 
particular  en  Valencia,  y  a  las  cuales  se  les  lla- 
ma Chirimoyos,  y  á  los  frutos  Chirimoyas. 

El  fruto  de  las  especies  de  este  género  consiste 
en  una  especie  de  manzana  cubierta  de  una  cor- 
teza dura,  escamosa,  áspera,  reticulada ,  etc., 
que  encierra  una  especie  de  jalea  en  la  cual  se 
encuentran  celdillas  que  contienen  muchísimas 
semillas.  Esta  jalea  ó  papilla  es  dulce,  azucarada 
y  bastante  agradable  para  aquellos  que  están 
acostumbrados  á  comerla ,  pues  á  los  Europeos 
no  les  gusta  mucho  por  el  débil  sabor  de  tremen- 
tina que  le  observan.  La  parle  exterior  de  la 
corteza  parece  conlener  un  zumo  ácido  bastante 
activo,  y  Duhamel  observa  que  el  del  fruto  de  la 
Anonade  tres  lóbulos  (Annona  triloba,  L.)  in- 
flama los  ojos  cuando  se  tocan  con  los  dedos 
impregnados  de  tfste  zumo.  La  pulpa  es  á  veces 
empleada  como  tópico  en  las  úlceras,  para  madu- 
rar los  abeesos,  etc.  Las  semillas  de  la  mayor 
parte  de  las  especies  son  usadas  reducidas  á 
polvo  para  destruir  los  piojos  de  la  cabeza  de 
los  niños. 

Anona  romo  múrice  ,  Corossol* 
Cachimán  [Annona  muricata,  L.).  Árbol  de 
la  magnitud  y  del  grosor  del  peral,  muy  común 
en  las  Antillas  y  en  Santo  Domingo,  que  se  cul- 
tiva en  Arabia,  en  donde  se  llama  Kischta,  que 
quiere  decir  Nata,  y  en  España,  en  donde  se  le 
da  también  el  nombre  áeChirimoyo,  de  hojas  pe- 
cioladas,  gruesas,  oblongas,  anchas,  de  un  verde 
oscuro  y  pálidas  por  debajo ;  de  flores  grandes  y 
de  un  blanco  amarillento.  Este  árbol  da  frutos 
dos  veces  al  año :  en  su  madurez  éstos  se  pare- 
cen á  un  corazón  mal  formado,  cubiertos  de  una 
corteza  gruesa,  de  color  verde,  guarnecida  de 
puntas  romas ;  cuando  estas  puntas  comienzan  á 
ennegrecerse ,  indican  la  madurez  del  fruto,  cu- 
ya sustancia  es  blanca,  de  la  consistencia  de  la 
ílel  melón  bien  maduro ,  que  contiene  una  agua 
agradablemente  azucarada  y  acidulada.  Éste 
fruto  refresca,  y  también  sirve  para  hacer  un  li- 
cor apreciado. 

El  análisis  químico  ha  encontrado  en  este  fru- 
to, cera,  clorofila,  una  corta  cantidad  de  materia 
amarga,  azúcar  incristalizable  v  fermenlescible, 
una  materia  mucilaginosa,  ácido  málico,  mala- 
tos  de  cal  y  de  potasa,  y  leñoso. 


ANT 
Anona  escamosa  .   Manzano   de 

raneta  (Annona  squamosa).  Especio  cultivada 
en  las  dos  Indias,  y  también  en  España,  en  don- 
de lleva  el  nombrede  Chirimoyo,  de  hojas  algo 
mas  grandes  que  las  de  la  Anona  como  múrice. 
Lm  frutos  son  mas  gruesos  que  el  puño  y  mas 
redondeados  en  su  madure/;  su  carne  pulposa  es 
blanquecina,  se  deshace  en  la  boca,  desabor  aro- 
mático y  como  azucarado,  perfumada  de  un  débil 
olor  de  ámbar  y  de  canela  muy  agradable,  lo  que 
leba  hecho  dar  el  nombre  de  Manzana  de  canela. 
Estos  frulos  se  sirven  en  los  mesas  del  Perú  como 
las  mejores  del  pais. 

Anona  de  tres  lóbulos,  í-  n  a  na  bo 
de  tres  lóbulos  (Annona  triloba,  L.;  A«- 
iiiina  triloba,  Dun.).  Especie  cultivada  en  las  Fi- 
lipinas, bajo  el  nombre  Ahata  de  pauncho  recchi . 
Las  hojas  de  este  árbol,  reducidas  á  cataplasma, 
hacen  supurar  los  tumores ;  su  fruto  se  coje  an- 
tes que  esté  maduro  para  dejarlo  pasar,  y  enton- 
ces es  refrescante,  laxante,  cura  el  vértigo,  etc. 

Son  comestibles  también  los  frutos  de  la  Anona 
espinosa  (Annona  spinescens ,  Martius) ,  de  la 
Anona  lagunosa  (Annona  paludosa ,  Aubl, ),  y  de 
la  Anona  Qierimolia  (Annona  Cherimolia,  Lana), 
todas  cultivadas  en  las  dos  Indias;  los  de  la  Ano- 
na reticilada,  Corazón  de  buey  ( Annona  reticu- 
lata,L.),  cultivada  en  España  y  también  llamada 
Chirimoyo,  y  cuyos  frutos  solóse  gastan  para  los 
animales  inmundos  de  corral;  los  de  la  Anona 
del  Senegal  (Annona  senegalensi» ,  Lam.j,  que, 
aunque  pequeño ,  son  estimados  de  los  habitantes 
del  Congo,  y  pasan  como  los  mejores  de  este  gé- 
nero, y  los  de  la  Anona  de  tres  pétalos  ,  Chiri- 
moyo (Annona  tripétala) ,  que  se  cultiva  en  Es- 
paña. 

AKOU.  Palmero  indeterminado  de  Sumatra, 
del  que  se  obtiene  una  grande  cantidad  de  vino, 
segun  Marsden ,  de  los  rebajos  que  en  él  se  ha- 
cen. 

AXQUIETEA,  Anchietea.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  violáceas,  de  la  pentandria 
monoginia  de  Linneo.  La  Anqltetea  saludable 
(Anchietea  sulutaris ,  St.-Hil.),  planta  frutescen- 
te ,  abundante  en  el  Brasil ,  cerca  de  Rio  Jeneiro, 
es  empleada  como  purgante  y  depurativa,  en  par- 
ticular la  raíz. 

AJSÍTEMIS  Ó  IIIV/AMLM.  An- 
themis. Género  de  plantas  de  la  familia  de  las  co» 
limbíferas,  sección  de  las  antemideas,  déla  sin- 
genesia  poligamia  supérflua  de  Linneo. 

Antentls  arvense,  Manzanilla  de 
los  eampos  [Anthemis  arrensis,  L.).  Planta 
bienal,  indígena,  que  se  encuentra  en  grande 
cantidad  en  los  campos  y  las  viñas:  tiene  los  re- 
ceptáculos cónicos,  pajas  seláceas ,  y  semillas  co- 
ronadas con  ribete;  las  hojas  son  dos  veces  pin- 
natilidas,  como  la  especie  siguiente,  pero  un  po- 
co pubescentes ;  por  último  tiene  la  mas  grande 
analogía  con  la  manzanilla  romana  por  sus  carac- 
teres botánicos,  y  con  la  manzanilla  común  (Ma- 
trxcaria  Chamomillq,  L.),porsus virtudes,  en  tér- 
minos de  que  sus  flores  se  usan  en  medicina  en 
vez  délas  de  éstas. 


ANT  197 

Antentls  Coi  nía  ,     flagarzuela  . 

Manzanilla  hedionda  (Anthemis  Cotvla, 
L.).  Esta  planta  anua,  indígena^  que  crece  en  los 
campos  culli\  ados,  y  en  las  márgenes  de  los  fosos, 
tiene  un  Olor  leudo," sobre  todo  cuando  se  estre- 
gan  sus  hojas,  que  no  permite  desconocerla.  De 
tallo  alto  de  un  pié,  lampiño,  derecho,  ramoso; 
hojas  tripinnailas,  algo  vellosas;  flores  termina- 
les que  tieneu  el  r  dio  blanco  ,  de  tres  dientes; 
semillas  desnudas,  tuberculosas,  en  un  receptácu- 
lo cónico. 

I. a  Manzanilla  hedionda  es  antistérica  á  tal 
grado  que  se  ha  dicho  poder  suplir  á  laasafétida: 
usase  en  infuso  teiforme,  y  sobre  todo  en  lavati- 
va ,  a  la  dosis  de  un  pellizco  de  sus  flores  en  el 
primer  caso ,  y  de  un  puñado  de  la  planta  entera 
en  el  segundo. 

Antemis  noble,  manzanilla  de 
Itálica  .  Manzanilla  fina,  Manzani- 
lla romana  (Anthemis  nobilis ,  L.).  Planta 
vivaz  indígena,  que  crece  en  los  prados  secos  de 
las  colinas  y  de  los  bosques,  de  tallos  altos  de 
cuatro  á  seis  pulgadas ,  ramosos,  vellosos  y  gri- 
ses que  llevan  hojas  corlas,  hipinnadas,  de  ho- 
juelas estrechas  y  puntiagudas.  Las  flores,  que 
son  solitarias  y  terminales ,  tienen  un  cáliz  vello- 
so y  los  radios  blancos ,  y  las  semillas  son  ovoi- 
deas y  lisas. 

El  olor  de  esta  planta,  cuyo  sabor  es  muy  amar- 
go ,  es  fuerte  y  algo  parecido  al  del  membrillo, 
cuando  es  silvestre ;  la  cultivada  tiene  algo  de 
mas  oloroso  ó  de  mas  agradable ,  y  así  es  que  se 
la  prefiere,  con  razón,  según  el  testimonio  de 
Cuben. 

Se  procura  con  mucho  esmero  la  desecación  de 
las  llores  de  manzanilla,  únicas  partes  usadas ,  á 
fin  de  conservarlas  su  olor  y  su  blancura,  lo  que 
precisa  á  cogerlas  un  poco  antes  de  su  completo 
descogimiento. 

La  manzanilla  florece  durante  todo  el  verano,  y 
sus  flores  se  obtienen  fácilmente  dobles  por  el 
cultivo ,  tales  son  las  que  se  encuentran  en  el  co- 
mercio de  laherbolaristería.  Tanto  las  flores  de  la 
planta  silvestre  como  de  la  cultivada  deben  esco- 
jerse  de  un  hermoso  blanco ,  bien  secas ,  y  que 
no  hayan  sufrido  alteración  ,  ni  perdido  una  par- 
le de  su  aroma. 

Del  tiempo  de  los  Griegos  las  flores  de  manza- 
nilla en  polvo  eran,  bajo  el  nombre  de  Parthe- 
nion  ,  el  remedio  empleado  contra  las  calenturas 
intermitentes ,  v  del  tiempo  de  Tournefort  lo  eran 
también  de  los  Irlandeses  y  délos  Escoceses,  ha- 
biéndolas otros  autores  preconizado  para  dicho 
objeto.  La  manzanilla  es  un  remedio  popular  con- 
tra el  cólico  ventoso ,  pero  eficaz  tan  solo  cuando 
no  hay  irritación  inflamatoria,  y  sobre  todo  cuan- 
do la  dilatación  del  vientre  es  causada  por  la  de- 
bilidad intestinal.  En  este  caso,  el  mejor  modo  de 
usarla  es  hacer  un  infuso  en  frío  durante  ocho  ó 
diez  horas ,  porque  este  infuso  no  contiene  acei- 
te esencial ,  como  cuando  se  prepara  con  el  agua 
hirviendo  ,  lo  que  lo  hace  mas  agradable  y  me- 
nos activo.  Muy  cargado ,  el  infuso  de  manzanilla 
es  de  un  color  verde  azulado,  hace  vomitar,  yes 


198  ANT 

usado  en  Inglaterra  y  en  Suecia  para  dicho  ob- 
jeto. 

La  manzanilla  es  igualmente  un  antiespasmó- 
dico  caliente  muy  empleado,  y  un  estomático  pre- 
cioso de  que  sehaceuso  en  las  dispepsias,  en 
las  malas  digestiones  y  la  constipación  por  debi- 
lidad intestinal.  Gilibertla  llama  el  Consuelo  de 
los  hipocondríacos  y  de  los  histéricos.  Por  último, 
-  es  uno  de  los  tónicos  indígenos  mas  estimados  y 
mas  empleados :  con  ellase  preparan  un  extracto, 
una  agua  destilada,  una  tintura  alcohólica,infusos 
vinosos,  etc. ,  etc.,  todos  usados  en  medicina. 

Las  llores  de  manzanilla  contienen  un  aceite 
esencial  (V.  Aceite  volátil  de  manzanilla) ,  que 
se  extrae  en  Glandes ,  y  que  usado  por  gotas  tie- 
ne las  mismas  virtudes  que  aquellas. 

Finalmente,  la  manzanilla  es  también  empleada 
para  decorar  los  jardines,  principalmente  sus 
variedades  de  flores  dobles ,  semi-dobles  {  de  di- 
ferentes colores  y  de  un  olor  agradable. 

Conviene  no  confundir  la  manzanilla  romana  con 
la  Matricaria  Manzanilla  [Matricaria  Chamo- 
milla,  L.),  aunque  este  error  no  lleve  inconvenicri- 
tes,  porque  ambas  plantas  tienen  propiedades  muy 
semejantes,  mas  débiles  sin  embargo  esta  última. 
V.  Matricaria. 

Antemis  Pelitre  (Anlhcmis  Pyrelhrum, 
L.J.  V.  Pelitre. 

Aiiteinis  de  tinte»  ,  Manzanilla 
amarilla,  Manzanilla  cíe  los  tinto- 
rero» {Anlhemis  tinctoria,  L.).  Planta  vivaz, 
indígena,-  detallo  derecho  y  corimboso;  hojas  bi- 
pinnadas,-  aserradas  y  tomentosas  por  debajo;  flo- 
res enterameníe  amarillas ,  que  dan  un  color  se- 
mejante. El  Sr.  Gilibert  ha  empleado  con  ventaja 
el  infuso  de  esta  planta  en  q!  catarro  pulmonar, 
la  afección  hipocondríaca  y  las  calenturas  iifte'f- 
mitenles  de  la  primavera. . 

AífTEBf  <%.IíK.  Ave  de  mar  que  se  encuentra 
cerca  del  Cabo  de  Buena  Esperanza,  y  que,  según 
antiguos  viajadores,  produce  un  plumión  que  se 
aplica  útilmente  en  el  epigastrio  para  facilitar  la 
digestión.  Sennini  piensa  que  es  el  albatrose, 
Diombqea  desterrada  {Diomedcaexuians,  L.),  cu 
yos  huevos  son  muy  buenos  para  comer. 

AftTTISR.ICO',  Añtiiericum. Género  de  la 
familia  de  las  liliáceas,  de  la heftandria  mbnogi- 
niadeLinneo,  cuvas  especies  casi  íodasson  ori- 
ginarias del  África. 

Anterico  bicolor  (Antkericum  bicolor, 
Besf.).  Esta  planta,  que  crece  en  los  Laudes,  en  la 
Gascuña,  en  algunos  puntos  de  España,  etc. ,  de- 
be su  nombre  específico  al  color  de  sus  flores  ro- 
sadas por  afuera  y  blancas  por  dentro:  los  luga- 
reños se  purgan  con  el  cocimiento  de  sus  raíces, 
largas  de  muchas  pulgadas. 

Anterieo  «juiebraltueso»  (Antheri- 
cum  ossifragum,  L.).  Esta  planta  crece  oú  los 
pantanos  hornagueros  del  oeste  de  la  Francia,  en 
España,  y  en  varias  parte  de  Europa.  Dícesé  que 
su  uso  es  nocivo  y  capaz  de  reblandecer  los  hue- 
sos, de  lo  (pie  ha  recibido  el  nombre  de  Quiebra- 
huesos,  y  sobre  ella  en  el  nortj  de  la  Europa  se 
han  difundido  ideas  fabulosas. 


ANT 

Estas  dos  especies  y  algunas  otras ,  como  d 
Anterico  Liliastro,  Azucena  silvestre  [Anlhe- 
ricum  Liliastrum,  L.) ,  son  cultivadas  i,  veces  en 
los  jardines. 

A.vn  Y  flti  A,  Antiaris.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  urtíceas ,  de  la  monoecia  po- 
liandria de  Linneo. 

Antiaria  venenosa  [A  ntiaris  toxicaría, 
Lesch  ;  Ipo  toxicaría,  Pers.) .  Este  grande  y  grue- 
so árbol  crece  en  Java  en  los  lugares  fértiles.  Sus 
emanaciones  no  son,  como  se  ha  dicho ,  veneno- 
sas para  las  plantas  y  los  animales  que  le  rodean, 
ni  tampoco  son  ciertos  los  absurdos  que  de  él  se 
han  referido  hasta  la  época  en  que  los  Sres.  Des- 
champs  y  Leschenault  le  dieron  á  conocer.  Sin 
embargo,  ciertas  personas  sufren  incomodidad  y 
males  de  cabeza  por  la  atmósfera  de  su  zumo, 
como  esto  sucede  por  las  emanaciones  del 
Manzanillo,  del  Zumaque  venenoso,  y  de  algu- 
nas euforbiáceas ;  pero  el  último  de  los  dos  na- 
turalistas que  se  acaban  de  citar  no  ha  experi- 
mentado incomodidad  de  piarte  de  este  zumo  es- 
parcido en  sus  manos ,  pero  enjugado  en  seguida. 

La  antiaria  venosa  suele  adquirir  hasta  diez  y 
seis  pies  de  circunferencia;  su  corteza  es  blan- 
quecina y  densa;  la  madera  es  blanca;  las  hojas 
son  muy  caedizas ,  alternas,  ovales,  de  un  color 
verde  pálido ,  cubiertas  de  pelos  tiesos  y  cortos, 
y  sostenidas  por  pedúnculos  muy  delgados  y  pro- 
longados.' 

Este  árbol,  en  Java,  es  llamado  Antiar,  Anls- 
char,  al  cual  se  añade,  corno  pronombre,  la  pa- 
labra Upas ,  que  quiere  decir  veneno  vegetal;  del 
mismo  modo  que  se  designa  bajo  el  nombre  de 
Upas  tieuté  á  otro  veneno  muy  célebre  también, 
procedente  del  Estricno  tieuté  [Strychnos  tieuté, 
Leseh.)  (V.  Eotr.icno),  En  las  islas  vecinas,  como 
en  Macasar ,  en  Borneo ,  se  .llama  á  los  venenos 
Ipo,  nombre  q«e  aveces  base  extendido  á  las 
dos  especies  de  upas  con  alguna  razón,  porque 
parece  que  el  de  Macasar  no  es  sino  el  Antiar,  y 
ef  de  Borneo  el  Tieuté.  También  el  upas-antiar  se 
halla  designado  con  los  nombres  de  Dohon,  Boom, 
Pohou'-Üpas.  ... 

El  zumo  que  cuela  de  las-  incisiones  hechas  en 
este  ái;bol  es  gomo -resinoso  y  amargo;  es  blan- 
co en  los  ramos  jóvenes,  amarillento  en  el  tronco, 
y  muy  viscoso  en  la  corteza,  y  se  ennegrece  al 
secarse  ;  es  de  una  consistencia  jarabosa.  El  cor- 
to número  de  los  habitantes  de  Java  que  lo  prepa- 
ran misteriosamente  le  añaden  diversas  sustan- 
cias ,  que  poco  ó  nada  le  quitan  de  su  acción,  cre- 
yendo sin  embargo  añadirle  algo;  porque  piensan 
que  el  zumo  fresco  es  inerte,  lo  que  es  muy  equi- 
vocado ,  según  los  experimentos  de  Horsfield. 
Envejeciendo,  tampoco  nada  pierde  de  su  fuerza. 
En  Borneo  se  deja  concretar  este  zumo,  en  vez 
de  conservarlo  en  consistencia  de  melote  como 
en  Java.  Enciérrase  en  tubos  de  caña  mambú 
bien  tapados,  porque  se  altera  y  pierde  su  vio- 
lencia ai  airé,  mientras  que  la  conserva  del  todo 
si  se  le  resguarda  de  él. 

El  zumo  del  upas-antiar  (así  como  el  del  tieu- 
té) sirve  á  bs  naturales  del  pais  para  emponzo- 


ANT 

fiar  el  acoro  de  sus  flechas;  antiguamente  las 
impregnaban  con  él  para  la  guerra,  y  al  presen- 
te lo  verifican  para  la  caza.  Antes  de  la  sumisión 
de  la  isla,  los  Holandeses  se  veian  obligados  á  cu- 
brirse de  una  especie  de  coraza  para  preservarse 
de  las  heridas  de  estas  armas  mortíferas. 

Todos  los  animales  en  los  cuales  se  introduce 
el  zumo  del  upas-antiar  por  una  picadura  experi- 
mentan violentas  convulsiones,  y  fuertes  evacua- 
ciones por  arriba  y  por  abajo  :  los  vómitos  dan 
salida  á  materias  negruzcas ;  el  cerebro  parece 
luego  experimentar  el  efecto  del  veneno,  y  los 
animales  mueren  en  un  estado  tetánico :  los  per- 
ros ,  al  cabo  de  una  hora;  los  ratones,  en  diez 
minutos;  los  gatos,  en  quince;  el  mono,  en  sie- 
te ;  el  búfalo ,  animal  muy  fuerte ,  en  dos  horas 
diez  minutos.  Según  Foeísch  ,  con  este  venenóse 
hace  perecer  á  las  mugeres  adúlteras  cuya  muer- 
te se  verifica  en  seis  minutos. 

El  análisis  químico  del  Upas-antiar  ha  dado  á 
los  Sres.  Pelletier  v  Caventou  una  resina  elástica 
parecida  al  cautehue,  pero  que  difiere  de  él 
por  sus  propiedades ;  una  materia  gomosa,  \  una 
sustancia  amarga  soluble  en  el  agua  y  enefalco- 
hol,  en  la  cual  residen  las  propiedades  deletéreas 
de  este  zumo ,  y  que  parece  contener  un  nuevo 
álcali  vegetal.  En  él  no  se  ha  encontrado  estric- 
nina. 

Este  zumo ,  que  es  menos  violento  que  el  lieu- 
té,  ha  sido  sometido  á  numerosas  experiencias 
para  probar,  en  Europa,  sus  efectos  nocivos.  6e 
ellas  puede  concluirse:  que,  después  déla 'muer te 
de  los  animales,  no  se  encuentra  ningún  vestigio 
del  veneno  en  las  visceres  de  la  digestión,  y  que 
tan  solo  los  vasos  sanguíneos  están  llenos  de  mu 
sangre  negruzca  como  en  laaslixia;  que  los  ani 
males  perecen  tanto  mas  pronto  cuanto  mas  jóve- 
nes y  menos  fuertes  son;  que  introducido  el  vene- 
no en  las  mismas  venas,  la  muerte  es  mas  pron- 
ta «pie  cuando  se  ingiere  en  una  picadura;  que 
introducido  por  los  vías  digestivas  parece  obrar 
con  menos  fuerza,  por  que  algunos  animales  no 
han  sucumbido,  aunque  liaynií  estado  muy  en- 
fermos. La  carne  de  los  animales  muertos  por  el 
upas  puede  ser  comida  impunemente,  puesto  que 
los  Javaneses  se  sirven  de  él  en  sus  cazas.  Como 
los  animales  heridos  mueren  asfixiados,  se  ha  en- 
sayado retardar  su  muerte  introduciendo  aire  ar- 
tificialmente en  su  pecho,  así  como  se  practica 
con  los  ahogados,  pero  por  mas  que  se  haga  al 
fin  perecen.  La  sal  común  presentada  como  un 
antidoto  por  los  Javaneses,  y  el  opio  cuya  efica- 
cia *n  el  tétano  es  conocida  ,  no  han  producido 
resultados  felices.  Si,  en  el  momento  de  la  heri- 
da, se  hace  sangrar  mucho  la  llaga,  el  tósigo  sa- 
le con  la  sangre  y  puede  impedirse  hasta  el  enve- 
nenamiento: en  éste  caso  la  ventosa  seria  un  me- 
dio excelente  de  salvación.  Concíbese  que  si  el 
upas  hubiese  sido  tragado,  y  á  tiempo  sé  procu- 
rase hacer  vomitar,  este  prócedor  seria  el  único 
fpie  daria  alguna  débil  esperanza  do  salvar  al  su- 
jeto. 

liase  dicho  que  la  corteza  interior  de  este  ár- 
bol tierno  es  empleada  pan  fabricar  una  tela 


ANT  199 

ordinaria,  pero  los  pobres  (pie  la  usan  sufren  el 
inconveniente  de  que,  cuando  mojada  por  la  llu- 
via, les  causa  fuertes  comenzones  en  la  piel. 

A  vricoico.  A:\tichoiu  s.  (leñero  de  plan- 
tas de  la  familia  de  la  tiliáceas,  de  la  octandria 
inonoginia  de  Linneo.  El  Anticokodki'üivíido  [An- 
tichortts  (lepressus,  L.;  Jnssima  edulis,  Forsk.) 
es  planta  de  hortaliza  en  Arabia,  en  donde  se  co- 
me cocida  como  las  espinacas,  ó  mezclada  en  el 
pan. 

t\ni>F<«1ll  ,  Antwesma.  Género  de 
plantas  cuya  familia  es  indeterminada  hasta  el 
presente  ,  de  la  dioecia  pentandria  de  Linneo. 
La  Aimaras*  alexiteiiia  [Antidesma  alexUe- 
rium,  L.)  es  un  árbol  que  crece  en  Malabar,  lla- 
mado Uertram,  Ila?li-'lali,y  está  naturalizado  en 
las  Antillas,  en  donde  sus  bayas  agrillas  se  co- 
men como  las  de  bérbero  entre  nosotros.  Sus  ho- 
jas pasan  entre  los  habitantes  del  país  como  anti- 
doto de  la  mordedura  de  la  serpiente  heretiman- 
del,  de  donde  Burman  la  llama  Antidisma,  contra 
veneno.  El  Sr.  Descourtilz  afirma  que  su  corte- 
za es  astringente  y  empleada  en  la  disentería  y 
las  enfermedades  biliosas. 

En  el  Congo  se  encuentra  una  especie  de  este 
génoro,  que  es  quizás  la  misma  que  la  preceden- 
te, y  (pie  tiene  Un  frutó  análogo,  por  la  aparien- 
cia y  él  gusto,  á  la  uva  pasa. 

ivrililllA.  Antiiyi.i.is.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  leguminosas,  de  la  dia- 
dcllia  decandria  de  Linneo, 

Antilida  Barba  «le  Júpiter,  An- 
tilida  plateada  [Antln/llis  Itarba  Jovis,L.). 
Hermoso  arbusto,  que  crece  en  el  Levante,  en  el 
Apenino  de  ambas1  Canarias  y  en  las  rocas  de 
algunos  puntos  litorales  del  Mediterráneo,  y  que 
se  cultiva  en  los  jardines  ,  multiplicándolo  por 
acodos,  estacas  y  renuovos,  y  por  medio  de  sus 
semillas  sombradas  en  otoño.  Tiene  cinco  pies  de 
alto,  con  hojas  monadas,  iguales,  tomentosas  y 
plateadas  por  debajo,  así  como  los  ramos  ;  flores 
en  cabezuela ,  pequeñas ,  amarillas ,  y  que  se 
abren  en  junio. 

También  se  cultivan,  pero  con  mas  pro  ando- 
nes, y  según  los  países  en  invernáculos,  laAxTi- 
LtoA  Falso-Cítiso  [Anthyllis  l'studo-Vytisum, 
L.),  la  Amii.ida  DI  Creta  [Anthyllis  crdaixis, 
L.),  de  tallo  fructicoso,  y  de  flores  rojizas  en  es- 
pigas bastante  manifiestas  ,  y  también  alguna 
otra  especie  mas. 

Antilida  vulneraria,  Vulneraria 
Anthyllii  vulneraria,  L.),  Fsta  especie  herbácea, 
indígena,  crece  en  los  ribazos  y  en  los  prados 
secos,  y  también  se  cultiva  en  los  jardines.  De 
tallos  tendidos,  vellosos;  hojas  pinnadas  y  desi- 
guales; flores  amarillas  en  cabozuelas  duplica- 
das, de  cáliz  vesiculoso.  Floreco  durante  lodo  el 
estio. 

Esta  planta  debe  su  nombre  á  sus  pretendidas 
virtudes  consolidantes  y  cicatrizantes,  (pie  la  ha- 
cían aplicar  sobre  las  úlceras,  pero  ya  no  se  usa. 
Los  bueyes,  las  cabras  y  los  cameros  la  comen 
con  gusta-. 

AXTILOPE,  Antílope.  Género  demami- 


200  ANT 

feros  rumiantes,  muy  numeroso  en  especies,  la 
mayor  parte  de  las  cuales  viven  en  manadas  mas 
ó  menos  considerables.  Este  género  es  dificilísi- 
mo de  caracterizar:  los  autores  todavía  no  han 
podido  dar  con  un  carácter  general  que  abrace 
todas  las  especie,  sin  duda  por  no  poderlas  estu- 
diar á  causa  de  tener  éstas  sus  hábitos  vagabun- 
dos y  de  habitar  por  lo  común  en  países  poco 
morados.  Todas  tienen  veinte  y  cuatro  molares  y 
varios  poros  inguinales,  especies  de  bolsas  for- 
madas por  los  repliegues  de  la  piel  y  de  las  in- 
gles. Según  Desmarest,  es  un  carácter  constante 
el  no  tocarse  enteramente  nada  los  huesos  eslé- 
noides  y  parietal  ,  ó  tener  de  común  solo  una 
punta  aguda  ó  una  sutura  casi  linear ;  al  revés 
de  los  ciervos  y  de  las  cabras  que  tienen  dichos 
huesos  soldados  por  una  superficie  de  nueve  á 
doce  líneas.  La  división  de  las  especies  en  gru- 
pos también  presenta  muchas  dificultades,  que 
todavía  no  han  sido  allanadas  por  los  autores. 

La  mayor  parte  de  los  antílopes  habitan  en  el 
África,  un  gran  número  en  Asia,  dos  especies  en 
Europa  y  otros  dos  en  América. 

La  alzada  de  los  antílopes  varia  desde  la  de 
un  cordero  recien  nacido  liasta  la  de  un  caballo 
de  marca  regular ;  sus  astas ,  que  en  un  gran 
número  de  especies  son  privilegio  exclusivo  de 
los  machos,  afectan  muchísimas  formas:  sus 
piernas  son  sumamente  delgadas:  sus  talones 
varían  según  sus  hábitos  y  las  localidades  que 
habitan ;  los  que  moran  en  las  montañas,  y  ,  con 
una  agilidad  asombrosa  corren  de  peñasco  en 
peñasco ,  tienen  uñas  pequeñas  y  casi  sin  talón 
aparente ;  los  que  habitan  las  llanuras  tienen  los 
talones  mas  desarrollados  y  sus  formas  en  gene- 
ral son  mas  macizas. 

Los  antílopes  se  distinguen  de  los  ciervos  por 
sus  cuernos  huecos  y  de  núcleo  huesoso,  y  per- 
sistentes, en  vez  decaer  cada  año;  pero  muchísi- 
mas especies  se  les  asemejan  por  la  elegancia  y 
la  ligereza  de  sus  formas,  por  la  flexibilidad.de  sus 
piernas,  por  la  magnitud  y  viveza  de  sus  ojos, 
acompañados  con  frecuencia  de  lagrimales,  pol- 
la rapidez  de  su  carrera,. etc.  También  hay  algu- 
nos que  se  parecen  mucho  á  los  bueyes. 

Entre  la  multitud  de  especies  que  abraza  este 
género,  solo  nos  ocuparemos  de  las  siguientes,  que 
son  las  mas  particularmente  interesantes  por  los 
servicios  que  prestan  al  hombre. 

Antílope  azul  ,  Tseiran  de  Bu  (Ton 
[Antílope  Leucophcea) ,  Especie  indígena  del  Cabo, 
de  la  alzada  de  un  gran  ciervo;  su  pelo  es  gene- 
ralmente de  un  tinte  apizarrado,  á  veces  rojizo;  el 
vientre ,  la  cola  y  una  mancha  que  tiene  en  el 
contorno  inferior  de  cada  ojo  son  blancos;  sus  as- 
tas, encorvadas  uniformemente  hacia  atrás,  ne- 
gras ,  con  arrugas ,  tienen  unos  cinco  anillos,  y 
su  longitud  es  de  pié  y  medio  á  dos  pies;  sin  bro- 
chasen los  corvejones.  Dícesequeel  Tseiran  es  va- 
liente, hasta  esperar  á  pié  lirme  á  los  perros  y 
cazadores.  El  delicado  gusto  de  su  carne  hace  á 
esta  especie  muy  estimada. 

Antílope  Búbalo,  Búbalo,  Vaca 
de  Berbería  [Antílope  Bubalis).  Esta  espe- 


ANT 

cié,  por  la  tosquedad  de  sus  formas  y  por  su  ca- 
beza, se  parece  a  la  vaca,  de  la  que  se  distingue 
por  sus  lagrimales  y  sus  piernas  de  ciervo;  su  pe- 
lo es  de  color  leonado  casi  uniforme,  excepto  eí 
copete  de  pelos  negros  con  que  termina  la  cola; 
sus  astas  anilladas  de  doble  corvaduracon  la  pun- 
ta hacia  atrás,  muy  aproximadas  en  su  base  é  im- 
plantadas sobre  el  vértice  de  la  cabeza;  sin  bro- 
chasen los  corvejones.  El  búbalo  es  animal  bravio  y 
peligroso ;  con  lodo,  asegúrase  que  se  domestica 
fácilmente,  y  hasta  que  en  épocas  remolas  fué 
utilizado  en  los  trabajos  agrícolos. 

Antílope  Caama,  €aama,  Ciervo 
del  Cabo  [Antílope  Caama,  Cuv.).  Buffon  y 
muchos  autores  han  confundido  á  este  especie  con 
la  anterior,  de  la  que  difiere  porque  tiene  la  ca- 
beza mas  larga  y  mas  angosta,  la  corvadura  de 
las  astas  mas  pronunciada ,  y  la  extremidad  de 
éstas  es  lisa  y  puntiaguda ;  además ,  se  le  obser- 
va una  raya  negra  y  estrecha  en  el  cuello ,  y  en 
las  piernas,  una  banda  longitudinal  del  mismo  co- 
lor. La  caama  es  un  animal  de  la  magnitud  de 
un  ciervo,  de  color  leonado  bayo,  mas  oscuro 
en  el  lomo,  con  una  mancha  negra  que  circuye 
la  base  de  sus  astas.  Es  muy  común  en  el  Cabo, 
en  donde  vive  en  grandes  manadas:  su  ligereza 
es  tal  que  un  caballo  no  puede  alcanzarla;  su  gri- 
to es  una  especie  de  estornudo.  Su  carne  es  muy 
buena  para  comer  ,  y  se  hace  secar  cuando  se  la 
quiere  conservar. 

Antílope  Cabrón  montaraz,  HJips- 
prlnger [Antílope Oerotragus,  Forst.).  Encuén- 
dasele en  las  cercanías  del  Cabo  de  Buena-Es- 
peranza  en  los  peñascos  mas  inaccesibles ,  siendo 
notable  por  los  saltos  prodigiosos  que  ejecuta,  y 
por  cuya  razón  se  le  llama  también  Antílope  efe 
rocas  y  Antílope  sallador :  es  del  tamaño  de  la 
cabra ,  pero  sus  piernas  son  muy  largas ;  su  pelo, 
que  es  tosco  y  quebradizo,  en  general  es  de  color 
pardo  verdoso ;  tiene  las  astas  cortas ,  delgadas  y 
muy  ligeramente  cerradas,  y  las  orejas  mas  cor- 
tas que  los  demás  antílopes.  La  carne  del  Klips- 
pringer ,  que  es  delicada,  pasa  en  el  África  me- 
ridional y  en  el  Cabo  por  la  mejor  caza  del  país. 
Antílope  Cardonla,  Cardonla,  Cu- 
dii  (Antílope  stropiceros ,  Buff,).  Esta  especie, 
que  habita  en  lo  interior  del  África ,  al  norte  del 
Cabo  de  Buena  Esperanza ,  es  la  que  mas  se 
aleja  del  tipo  común  de  los  antílopes  aproximán- 
dose al  de  tas  cabras ;  el  color  de  su  pelo  es  mo- 
reno ceniciento  claro,  con  ocho  ó  diez  manchas 
blancas  á  los  lados,  muy  aparentes  en  la  juven- 
tud ;  las  astas  ,  á  veces  de  mas  de  tres  pies  de 
largo ,  y  cuya  sustancia  es  dorada  de  un  amari- 
llo pálido  y  semitrasparente  ,  describen  una  her- 
mosa espiral  regular ,  de  triple  corvadura,  y  sus 
puntas,  que  son  lisas  y  agudas ,  están  apartadas 
unos  dos  pies  y  medio ;  debajo  de  la  barba  tiene 
una  pequeña  cresta  de  pelos,  que  se  continua  por 
la  garganta ,  pecho  y  parte  inferior  del  vientre,  y 
á  lo  largo  de  la  espina  dorsal  se  deja  ver  una  crin 
corrida.  El  cudú  es  un  animal  de  una  elegante  y 
hermosa  presencia,  y  notable  por  la  agilidad  de 
su  carrera;  dícese  que  salta  barreras  de  diez  ó  do- 


ANT 
ce  pies  de  altura;  se  deja  dominar  con  mucha 
facilidad. 

Antílope  Cervicabra,  Antílope 
de  las  Indias,  C Vr%  ¡cuhra  .1  ntilopc  cer- 
riaipra,  Pall.).  Esta  especie  es  el  Antílope  pro- 
piamente dicho,  que  vive  en  Berbería  y  en  Ben- 
gala .  es  muy  semejante  á  las  gacelas  respecto  á 
la  corpulencia,  esbeltez  y  lijereza,  y  también  en 
la  distribución  de  colores  ;  sus  astas  son  de  tri- 
ple corvadura  y  cubiertas  de  anillos  muy  apreta- 
dos hasta  su  extremidad ;  tiene  brochas  en  los 
corvejones.  La  cervicabra  suministra  bezoares. 

Antílope  Cabra  silvestre ,  f -  arela 
común  (Antílope  Donas,  L.).  Habita  en  casi 
toda  el  África ,  >  la  mitad  meridional  y  occiden- 
tal del  Asia ;  encuéntrascle  en  la  Arabia ,  en  el 
Senegal  y  en  Berbería ,  en  innumerables  mana- 
das. Tiene  mucha  semejanza  con  la  bicerra  :  su 
dorso  es  de  un  hermoso  color  leonado,  el  Vientre 
é  interior  de  los  miembros  es  blanco  de  nieve ,  y 
tiene  una  banda  de  color  prieto  que  atrav  le- 
sa loa  costados;  el  ojo  está  circuido  por  una  lista 
blanquizca  que  surca  los  carrillos  hasta  las  na- 
rices ;  sus  astas  encorvadas  hacia  atrás ,  que  se 
desvian  para  fuera,  inclinan  su  punta  adelante;  tie- 
ne lagrimales,  orejas  grandes ,  el  rabo  corto  y 
rematado  en  un  copete .  negro ,  y  brochas  en  los 
corvejones.  La  elegante  ligereza"  de  las  formas  de 
la  gacela,  la  finura  de  sus  miembros ,  la  vivaci- 
dad y  mágica  dulzura  de  sus  ojos  han  excitado 
el  genio  délas  poetas  árabes.  Un  poeta  persa,  com- 
parando este  hermoso  animal  á  su  bella  querida, 
se  sirve  de  la  palabra  ghazal ,  del  que  se  ha  he- 
cho el  nombre  gacela.  Ahoucham,  á  los  ojos  de 
gacela,  es  un  epíteto  muy  usado  en  Persia  y  muy 
propio  para  expresar  los  ojos  de  un  negro  de 
azabache  de  una  beldad  persa.  Este  antílope  es 

Iterseguido  con  encarnizamiento  por  los  leones  y 
as  panteras  del  desierto ,  y  además  es  objeto  de 
caza  para  el  hombre:  su  carne  es  de  muy  buen 
gusto  y  muy  estimada. 

El  Antílope  Coiuna  ,  Corina  (Antílope  Corintia, 
Gmel.),  cuyas  astas  son  muy  pequeñas  y  casi  de- 
rechas, el"  Antílope  Kevel  ,  Kevel  "(Antílope 
Kevella ,  Gmel.) ,  cuyas  astas  son  mas  largas  y  los 
ojos  mayores,  y  el  Antílope  subguturosa  ,  Tes- 
cheiran  de  los  Persas  (Antílope  subgutturosa, 
Guld.) ,  que  tiene  una  prominencia  algo  mas  apa- 
rente de  la  laringe ,  han  sido  considerados  por  el 
Sr.  Cuvier  y  otros  naturalistas  como  simples  va- 
riedades de  la  gacela  común. 

El  Antílope  de  bolsa  (Antílope  euchore),  es- 
pecie de  gacela  del  Cabo,  en  donde  se  le  llama 
Spriny-Ilook,  es  un  tercio  mayor  que  la  gacela 
común,  y  tan  hermoso  que  los  Holandeses  le 
dieron  el  nombre  de  Prop-Boock ,  ó  cabra  de  or- 
nato. En  tiempo  de  las  grandes  sequías  se  reú- 
nen ,  según  se  dice,  en  rebaños  de  diez  mil  á  cin- 
cuenta mil  para  ir  en  busca  de  una  temperatura 
mas  benigna  y  menos  agostada  ,  en  cuyos  viajes, 
para  defenderse  de  los  leones ,  tigres  y"  panteras, 
sus  enemigos ,  saben  hacer  buen  uso  de  sus  astas 
y  tienen  el  instinto  de  marchar  en  columnas  cer- 
radas, formar  en  rueda,  y  combatir  con  brío. 


ANT  201 

Antílope  Canto.  Ya  sor  de  Buffon  (An- 
tílope Dama,  L.).  Especie  de  gacela  de  la  alzada 
de  un  corzo,  de  color  leonado  por  encima,  y  blan- 
co por  debajo ,  en  los  muslos  y  en  el  cuello;  sus 
astas  tienen  de  seis  á  siete  pulgadas  de  largo, 
siendo  en  la  juventud  muv  encorvadas  hacia  ade- 
lante. El  nagor  es  uno  de  los  mas  hermosos  y  ele- 
gantes antílopes;  encuéntrasele  en  el  intencr  de. 
las  regiones  del  Cabo  de  Buena  Esperanza,  en 
donde  se  alimenta  de  semillas,  yerbas  y  corte- 
zas de  árboles ;  su  carne  es  alimento  delicado, 
sustancioso  y  que  se  digiere  con  facilidad. 

Buffon  mira  al  Rict-reebock  (Antílope  oleotra- 
gus) ,  que  vive  entre  los  cañaverales  de  los  pan- 
tanos de  la  Cafrería,  como  una  variedad  del  Na- 
gor. Es  del  tamaño  del  gamo  ,  y  de  un  color  par- 
do leonado  ceniciento,  casi  semejante  ni  del  cier- 
vo ;  tiene  las  astas  mas  largas  que  la  cabeza,  con 
anillos  en  su  mitad  inferior,  y  lisas  muy  agudas 
en  la  superior ,  encorvadas  hacia  adelante.  Los 
Hotenlotes  y  losColonosdel  Cabo  saben  el  arle  de 
hacer  secarsus  piernas  para  en  seguida  comer- 
las á  tajadas  delgadas  con  pan  y  manteca. 

Antílope  Grimm,  Pequeño  Ca- 
brón de  Guinea,  Doncel  de  Guinea 
{Antílope  Grimmea).  Especie  de  forma  elegante 
y  de  mucha  gallar  Jia,  que  se  distingue  por  su 
aseo,  y  cuya  alzada  apenas  excede  de  un  pié;  de 
color ,  por  lo  común,  leonado  amarillento  ó  prieto 
subido,  y  gris  á  lo  largo  del  dorso,  en  la  frente,  la 
cola  y  los  miembros ;  astas  derechas,  pequeñas , 
casi  paralelas  y  dirigidas  hacia  atrás.  El  doncel  de 
Guinea  se  domestica  con  facilidad.  Hay  autores 
que  piensan  que  la  pequeña  Cabra  sumidora  ó 
Cabra  saltona  del  Cabo  es  una  variedad  de  esta 
especie. 

El  Guervey  ó  Rey  de  los  cervatillos,  antílope  del 
Congo  y  de  las  cercanías  del  Cabo,  la  menor  de  to- 
das las  especies  conocidas,  y  cuva  altura  no  excede 
de  doce  a  quince  pulgadas;  el  Antílope  de  Salt, 
que  en  la  Nubia  y  Abisinia,  en  donde  habita,  se  la 
llama  Madoko ;  el  Gris  book,  muy  común  en  los  ga- 
binetes, y  el  Urcli,  bastante  semejante  al  grimm, 
que  vive  en  las  inmediaciones  del  Cabo  de  Bue- 
na Esperanza,  son  todas  especies  pequeñas  atines 
al  grimm. 

Antílope  Oreas,  Alce  del  Cabo, 
Canna  (Antílope  Oreas,  Pall) .  Esta  especie,  que 
es  la  mayor  del  género,  vive  en  las  montañas  al 
norte  del' Cabo  en  rebaños  de  cincuenta  á  sesenta, 
y  á  veces  de  doscientos  á  trescientos;  su  altura 
y  grueso  le  asemejan  mucho  al  caballo;  su  color 
és  leonado  parduzco,  con  una  raya  negra  á  lo  lar- 
go del  dorso;  sus  astas,  derechasy  en  espirales,  tie- 
nen mas  de  pié  y  medio  de  largo;  tiene  una  pe- 
queña crin  en  la  frente  y  á  lo  largo  del  cuello,  y 
una  marmella  bajo  la  garganta  bastante  parecida 
á  la  del  buey;  su  cola  es  medianamente  larga. 

Este  animal,  que  los  Hotentotes  llaman  Canna  y 
los  Holandeses  llama  Alce  del  Cabo,  es  muy  poco 
bravio ,  y  el  cazador  puede  penetrar  en  medio  de 
los  rebaños  sin  temor  para  escojer  los  que  mejo- 
res le  parezcan:  su  carne  es  muy  buena  y  el  tué- 
tano de  sus  huesos  es  muy  estimado;  también  se 
tomo  i.  26 


202  ANT 

utiliza  su  piel.  Este  antílope  se  domestica  con  fa- 
cilidad ,  y  es  de  creer  que  podría  servir  para  los 
trabajos  de  agricultura. 

Antílope  Ovias ,  Oriz,  Rupicabra 
del  Cabo  ( Antílope  Oryx,  Pall).  Esta  espe- 
cie se  encuentra  en  el  norte  del  Cabo ,  y  sobre 
todo  en  el  interior  del  África,  siempre  por  pa- 
rejas. Su  alzada  excede  á  la  del  ciervo;  su  co- 
lor es  moreno  ceniciento  azulado;  la  frente,  regio- 
nes orbitarias  y  hocico  son  flancos,  y  las  demás 
partes  de  la  cabeza  de  color  prieto  muy  subido  ; 
tiene  una  banda  del  mismo  color  a  lo  largo  de 
la  espina  dorsal ,  y  rayas  prietas  en  la  gargan- 
ta, espaldillas  y  muslos;  astas  derechas,  lisas 
en  los  dos  tercios  superiores  de  su  altura,  ver- 
ticales muy  cerradas,  y  llegan  hasta  tres  pies 
de  longitud.  Este  animal  fué  conocido  de  los  an- 
tiguos, quienes  le  atribuían  no  mas  que  un  cuer- 
no, y  de  ahí  la  fatula  del  Unicornio:  llamába- 
sele  Gacela  del  Bezoar,  porque  era  uno  de  los  que 
suministraban  antiguamente  el  bezoar  oriental, 
que  se  atribuye  mas  particularmente  á  la  Capra 
sEgagrus,  Gm.  El  oriz  es  temible  por  su  valor  y 
la  destreza  con  que  emplea  sus  cuernos.  Estos  sir- 
vieron en  la  antigüedad  para  hacer  instrumen- 
tos músicos,  armas  ofensivas,  etc. 

Muchos  autores  miran  como  variedad  de  esta 
especie  al  Leucoiuz  ú  Oriz  blanco,  que  vive  en 
Arabia,  de  la  que  difiere  porque  su  cuerpo  es 
de  un  hermoso  blanco,  etc.  También  se  ha  con- 
fundido, con  frecuencia,  á  estas  dos  especies  con 
el  Alg.vcel,  que  habita  la  zona  central  del  África 
desde  la  Nubia  hasta  el  Senegal,  de  las  que  se 
distingue  por  tener  las  astas  encorvadas  á  mane- 
ra de  arco  de  círculo  que  llegan  hasta  los  costa- 
dos, etc.  Según  Cuvier,  es  la  única  especie  desig- 
nada por  los  antiguos  con  el  nombre  de  Oriz. 

Antílope  pintada,  Nyl-f»haut  ó 
Toro  azul ,  Toro  ciervo  de  las  In- 
dias (Antílope  picta)  ,  Bocéfalo  originario 
del  Indo,  de  Cachemira  y  del  Himalaya,  y  algu- 
no que  ha  sido  traído  en  Inglaterra  ha  procreado. 
Es  de  la  alzada  de  un  gran  ciervo;  el  macho  de 
color  parduzco,  la  hembra  de  color  rojizo,  y  en 
ambos  por  encima  de  los  cascos  se  ven  dobles  ani- 
llos blancos  y  negros ;  sus  astas  son  iguales  en 
longitud  á  la  mitad  de  la  cabeza ;  tiene  lagri- 
males, y  en  su  parte  media  de  la  garganta  un 
mechón  de  pelos  largos.  El  Nyl-Ghaut  se  amansa 
fácilmente,  vive  como  nuestros  animales  domésti- 
cos, y  podría  utilizarse  en  la  agricultura. 

Antílope  Rupicabra,  Cabra  de  los 
Alpes,  Gamuza,  Rupicabra  ( Antílope 
Rupicabra,  L. ).  Habita  las  montañas  de  Europa, 
en  los  Alpes,  y  es  conocido  en  los  Pirineos  con 
el  nombre  de  Cabra  montes;  se  le  encuentra  en 
rebaños  de  quince  á  veinte.  En  cuanto  á  la  for- 
ma del  cuerpo  es  parecido  al  ciervo;  su  pelo  es 
de  color  moreno  subido,  y  tiene  una  lista  negra 
que  pasa  del  ojo  al  hocico;  sus  astas  son  negras, 
lisas  y  derechas  en  su  primera  mitad,  y  se  encor- 
van repentinamente  amanera  de  anzuelo;  sus  pier- 
nas son  largas.  Las  rupicabras,  así  como  las  ca- 
ris, están  sujetas  á  vértigos,  trepan  p  or  los  pe- 


ANT 
ñascos  que  ellas  continuamente  lamen,  sobre  todo 
cuando  éstos  contienen  nitro  ó  sal,  viéndose  en  los 
Alpes  rocas  ahuecadas  por  la  lengua  de  estos  ani- 
males. 

Según  Buffon,  la  rupicabra  es  el  tronco  hembra 
de  la  especie  de  las  cabras;  no  se  la  encuentra 
sino  en  las  montañas  mas  elevadas,  porque  teme 
mucho  al  calor.  Distínguense  dos  variedades  de 
ella:  la  mas  pequeña  nunca  abandona  las  monta- 
ñas en  donde  se  alimenta  de  plantas  aromáticas. 

La  caza  de  las  rupicabras  presenta  algunas  difi- 
cultades, por  los  espantosos  saltos  y  brincos  que 
ellas  dan  de  roca  en  roca,  por  la  fragosidad  del 
terreno,  y  porque  se  requiere  cierta  práctica  pa- 
ra seguirlas  y  sorprenderlas. 

La  carne  de  la  rupicabra  es  dura,  pero  cubier- 
ta de  mucha  cantidad  de  grasa:  la  de  de  las  rupi- 
cabras jóvenes  es  excelente,  sobre  todo  en  invier- 
no, y  es  de  fácil  digestión.  A  veces  se  encuentran 
en  su  estómago  egagropilos  llamados  Pelotillas 
de  rupicabra  ó  Bezoares  de  Alemania  (V.  Ega- 
gropilos). liase  recomendado  su  grasa  licuada'en 
leche  contra  la  tisis,  su  hígado  contraía  disente- 
ría, su  hiél  contra  la  nictalopia,  las  manchas  y 
otras  enfermedades  de  los  ojos,  y  sus  excrementos 
como  litontrípticos.  La  piel  de  este  animal  prepa- 
rada sirve  para  diversos  usos  económicos  y  otros; 
en  cuanto  á  los  cuernos  de  la  hembra,  antigua- 
mente sirvieron  de  flebotomo  en  el  arte  veterina- 
rio, y  se^dice  que  todavía  sirven  en  el  Norte. 

Antílope  Saiga,  Saiga  [Antílope Saiga, 
Pall.).  Especie  viajera,  que  habita  la  Engría  y  las 
partes  meridionales  desiertas  de  la  Rusia  y  de  la 
Polonia,  en  rebaños  compuestos  hasta  de  diez  ca- 
bezas: es  de  la  magnitud  del  gamo,  y  su  forma  mu- 
cho menos  elegante  y  mas  rechoncha  que  la  de 
los  ciervos  y  las  gacelas;  de  color  leonado  en  el 
dorso  y  los  costados,  y  de  color  blanco  en  la  parte 
inferior  del  vientre;  sus  astas,  de  formamuy  aná- 
loga á  la  de  una  lira,  son  de  color  amarillo 
claro,  que  se  asemeja  al  de  la  concha  de  tortu- 
ga. Las  saigas  á  fines  de  estío  se  retiran  ha- 
cia las  comarcas  meridionales  para  hallarse  en  la 
primavera  á  latitudes  mas  trias;  aliméntanse  de 
yerbas  acres  y  amargas  del  desierto,  y  esta  es  la 
razón  porque  su  carne  es  de  un  olor  y  sabor  nau- 
seabundos, y  muy  repugnante  sobre  lodo  en  vera- 
no por  la  rnultiUid  de  gusanos  que  se  engendran 
debajo  de  sus  pieles.  Las  saigas  tienen  la  vista 
corta,  pero  su  exquisito  olfato  les  indica  al  caza- 
dor á  media  legua  de  distancia;  mas,  aunque  cor- 
ren con  singular  velocidad,  como  son  animales  en- 
debles y  delicados,  muy  luego  son  habidos,  pues 
se  rinden  al  cansancio  y  perecen  á  la  mas  leve 
herida.  Su  carne  no  es  buena  para  comer  sino  en 
invierno;  según  Gmelio,  su  sabor  es  análogo  á  la 
de  ciervo,  y,  según  otros  autores,  es  fuerte  y  nau- 
seoso, y  sin  embargo  hay  comarcas  en  que  sirvo 
con  frecuencia  de  alimento. 

AVH JlOXlATO.   Nombre  dado  á  los 

compuestos  salinos  que  forma  el  ácido  antimónico 

con  los  óxidos  metálicos.  El  único  empleado  es  el 

que  vamos  á  describir. 

Antimoniato  de  potasa.  Dos  compues- 


AJST 

toa  que  llevan  este  nombre  eran  antiguamente  muy 
célebres,  siendo  todavía  empleados  por  algunos  mé 
dicos.  El  primero,  llamado  Antimonio  diaforético 
no  lavado,  y  (pie  resulta  de  la  calcinación  de  una 
mezcla  de  antimonio  y  de  nitrato  de  potasa,  pasa 
por  un  Antimoniato  de  potasa,  aunque  las  porpor- 
ciones  relativas  de  sus  componentes  varíen  en  ca- 
da una  de  las  numerosas  fórmulas  que  de  él  se  han 
dado.  Como  esta  sal  es  delicuescente,  se  la  debe 
conservar  al  abrigo  del  aire. — El  segundo,  cons- 
tante en  su  composición,  se  obtiene  tratando  mu- 
chas veces  el  antimoniato  de  potasa  por  el  agua 
hirviendo  en  cuya  operación  se  trasforma  en 
un  compuesto  blanco,  naturalmente  pulverulento, 
insoluole,  que  es  sobre-antimoniulo  de  potasa  ó 
bi-antimoniuto  potásico  oficinal,  llamado  Antimo- 
nio diaforético  lavado  ó  Antimonio  diaforéti- 
co usu  il.  Las  aguas  que  han  sen  ido  en  esta  ope- 
ración contienen  un  exdeso  de  potasa  y  cierta  can- 
tidad desub-antimoniato  en  solución;  suturándolas 
por  ud  «ácido  se  precipita  de  ellas  una  materia  blan- 
ca, polverolenta,  que  es  ácido  anlimónico  anhi- 
dro. A  este  precipitado  antiguamente  se  le  habia 
dado  el  nombre  de  Materia  perlada  de  Kcrhrin- 
gio. 

En  las  boticas  al  antimonio  diaforético  se  le  da, 
por  lo  común,  la  forma  de  trociscos.  Rías  como  es 
otro  de  los  medicamentos  que  han  ido  á  aumentar 
la  lista  de  las  drogas  farmacéuticas,  puesto  que  se 
le  ve  ligurar  en  los  catálogos  de  los  artículos 
preparados  en  los  laboratorios  de  productos  quí- 
mico-farmacéuticos, se  ha  de  tener  presente  que 
á  veces  se  solistica  con  la  creta,  y  también,  cosa 
monstruosa,  con  el  albayalde:  entonces  tratado 
por  el  ácido  acético  hace  ¿fervescencia,  y  además 
en  el  segundo  caso  forma  una  solución  cuyo  sa- 
bor azucarado  descubre  la  presencia  fraudulen- 
ta del.  plomo. 

Los  dos  antimoniatos  de  que  acabamos  de  hablar 
eran  reputados  fundentes,  sudoríficos  y  alexifár- 
marcos.  El  primero,  mas  activo  que  el  segundo, 
pero  poco  seguro  en  sus  efectos,  porque  está  dis- 
tante de  ser  siempre  el  mismo,  apenas  es  emplea- 
do. El  segundo  es  aun  prescrito  algunas  veces  á 
la  dosis  de  12  á  36  granos,  sea  desleído  en  una 
poción,  sea  unido  á  cualquier  extracto  en  forma 
de  bolos  ó  de  pildoras;  es  insípido,  y  parece  casi 
inerte,  pero  no  obstante  figura  en  vanos  medica- 
mentos oficinales. 

A1VTOIONI©.  Metal,  cuyo  descubrimiento 
data  del  siglo  XV,  designado  por  los  antiguos  na- 
turalistas bajo  el  nombre  de  Stibium,  que  hacon- 
servado  en  las  diversas  obras  latinas. 

El  antimonio  se  encuentra  en  la  naturaleza :  I .°  en 
el  estado  nativo  ó  puro,  en  pequeñas  masas  hojosas 
ó  escamosas  en  algunas  vetas;  2.°  en  el  estado  de 
antimoniuro  deplata  [Plata  antimonial  de  los  anti- 
guos), en  ciertas  vetas  argénticas,  designado  por 
los  mineralogistas  con  el  nombre  Discrasa;  3.°  en 
el  deóxido^anhidro  (Antimonio  blanco,  Cuide  An- 
timonio, etc.,  de  los  antiguos),  en  algunas  vetas, 
y  llamado  por  los  modernos  Exitela;  4.°  en  el  de 
oxido  hidratado,  conocido  con  los  nomines  de  A ci- 
doantimonioso,  Ocre  de  antimonio,  etc. ,  y  última- 


ANT  303 

mentecon  eldeEsTiBicoNisA,  que  se  halla  casi 
siempre  encima  de  la  estibina;  '¿°  en  el  de  sesquisul- 
furo,  llamado  Antimonio  gris,  Antimonio  radiado, 
ó  Antimonio  del  comercio,  formando  la  Estibina, 
que  constituye  minas  abundantes  que  se  encuen- 
tran en  casi  todas  partes,  pero  sobre  todo  en  Si- 
llería, en  Ungría,  en  Sajorna,  en  Bohemia,  en  In- 
glaterra, en  el  mediodía  de  la  Francia,  y  que  son 
muy  comunes  en  España,  en  ciertos  distritos,  en 

K articular  en  las  provincias  de  Lugo  y  de  Ciudad 
eal  en  Santa  Cruz  de  Múdela,  en  donde  se  bene- 
ficia. 

El  antimonio  metálico  puro  es  brillante,  de  un 
blanco  ligeramente  azulado  ,  de  una  textura  ra- 
diada laminosa;  su  densidad  varia  de  6.702  á. 
6.860;  es  muy  quebradizo  y  fácil  de  pulverizar; 
dotado  de  un  olor  y  de  un  sabor  sensibles;  ex- 
puesto á  la  acción  del  calórico,  se  funde  á  una  tem- 
peratura de  +  425° ;  calentado  al  contacto  del 
aire,  entra  en  ebullición,  se  inflama  al  calor  ro- 
jo y  arde  despidiendo  un  humo  blanco  inodoro, 
que  se  condensa  sobre  los  cuerpos  fríos  en  agujas 
ligeras  de  protóxido  de  antimonio.  Este  metal  tra- 
tado en  caliente  por  el  ácido  nítrico  es  fácilmente 
atacado  y  traslormado  en  un  polvo  blanco ,  inso- 
luble ,  que  es  ácido  antimonioso.  Calentado  con 
una  mezcla  de  ácidosiiidroclórico  y  nítrico  (agua 
regia) ,  se  disu<l\e  con  prontitud  pasando  al  es- 
lado  de  cloruro  :  esta  disolución  incolor  es  preci- 
pitada en  vedijas  blancas  abundantes  por  el  agua, 
solubles  en  un  exceso  de  potasa;  en  amarillo  na- 
ranjado por  la  solución  de  ácido  hidrosulfúrico  ó 
por  la  de  un  hidrosulfato;  por  último,  una  lámina 
de  hierro  ó  de  zinc  separa  de  ella  el  antimonio  en 
forma  de  polvo  negro,  que  por  la  fusión  vuelve 
á  adquirir  su  aspecto  metálico. 

El  antimonio  que  se  encuentra  en  el  comercio, 
desde  Basilio  Valentín  ,  que  vivía  en  el  siglo  XII, 
se  extrac  del  sulfuro  ó  estibina.  Para  ello,  se  ca- 
lienta el  sulfuro  de  antimonio  con  hierro,  ó  bien 
oxidándolo  por  medio  de  la  tostacion  y  fundiéndo- 
lo con  tártaro  ó  carbón  y  un  poco  de  carbonato  de 
sosa .  El  metal  así  obtenido,  que  está  en  panes  y 
cuya  superficie  ofrece  una  especie  de  cristaliza- 
ción comparada  á hojas  de  helécho,  retiene  siem- 
pre un  poco  de  sulfuro,  que  se  le  puede  separar 
por  medio  del  ácido  muriático  concentrado ,  y 
con  frecuencia  hierro,  plomo,  cobre,  y  también 
arsénico. 

El  Sr.  Sérullas  ha  hecho  ver,  1 .°  que  en  el  an- 
timonio del  comercio  hay,  término  medio ,  V80  de 
arsénico;  2o  que  el  sulfuro  de  antimonio  de  las 
diversas  minas  lo  presenta  hasta  '/so»  y,  término 
medio,  l/M;  3.°  que  el  vidrio  de  antimonio  y  el 
sub-sulfato  de  antimonio  también  lo  contienen  en 
cantidades  muy  notables;  4.°  que  el  azufre  dorado 
de  antimonio  y  el  kermes  lo  ofrecen,  término 
medio  ,  hasta  6/1(,o ;  6.°  que  lo  mismo  sucede  con 
el  antimonio  diaforético ,  hígado  de  antimonio  y 
su  óxido  sublimado;  6.°  que  no  lo  contiene  el  tár- 
taro emético ,  porque  queda  en  las  aguas  madres; 
7.°  que  la  manteca  de  antimonio  esta  igualmente 
libre  de  él.  Dé  aquí  se  sigue  «pie  el  antimonio  des- 
¡  tinado  para  los  usos  medicinales  debería  extraerse 


Wí  ANT 

del  tártaro  emético  ó  de  la  mantecade  antimonio; 
que  el  sulfuro  de  antimonio  impuro  de  que  se  ha- 
ce por  lo  común  uso  no  es  inerte  como  se  cree, 
y  que  quizás  no  es  sin  motivo  el  haber  pasado  por 
largo  tiempo  como  venenoso,  y  que  probablemente 
depende  del  arsénico  que  contiene  la  actividad  real 
queda  á  ciertos  cocimientos,  tales  como  la  tisana 
de  Feltz,  de  la  que  teóricamente  se  ha  querido 
proscribirle  como  inútil.  Es  muy  interesante,  pa- 
ra la  medicina ,  la  indagación  de  la  cantidad  de 
arsénico  que  toman  en  este  caso  los  enfermos,  que 
puede  ser  bastante  grande,  y  ofrecer  ya  peli- 
gros, que  con  frecuencia  se  han  observado,  ya  una 
utilidad  incontestable. 

Hase  dicho  que  el  antimonio  que  se  encuentra 
en  el  comercio  raras  veces  es  puro  ,  y  que  con- 
tiene con  frecuencia  hierro,  arsénico  y  algunas 
veces  cobre  y  plomo. — La  presencia  del  hierro 
es  fácil  de  manifestar  precipitando  por  el  agúala 
disolución  de  este  metal  en  el  agua  regia ,  filtran- 
do el  lí  finido  y  echando  en  él  una  solución  de 
cianuro  de  hierro  y  de  potasio,  que  dará  lugar  ins- 
tantáneamente á  un  precipitado  azul  mas  o  menos 
subido.  La  proporción  de  óxido  de  hierro  podrá 
ser  evaluada  precipitando  el  líquido  por  un  exceso 
de  potasa  cáustica ,  porque  el  peso  del  peróxido 
de  hierro  calcinado  hará  conocer  el  del  hierro  en 
el  estado  metálico.  Elarsénico  se  reconoce  calci- 
nando fuertemente  el  antimonio  con  su  peso  de 
bi-tartrato  de  potasa  para  producir  una  aleación 
de  antimonio  y  de  potasio  ,  y  si  entonces  se  trata 
este  producto  por  el  agua  sedesprende  hidrógeno 
arseniado ,  fácil  de  distinguir  por  su  olor  aliáceo, 
y  sobre  todo  dejando  arder  el  gas  que  se  ha  for- 
mado en  una  campana  larga  y  estrecha,  que  en- 
tonces se  posa  sobre  las  paredes  de  ésta  una  ca- 
pa morena  de  hidruro  de  arsénico.  —  En  cuanto 
á  la  presencia  del  cobre  y  del  plomo,  siendo  estos 
dos  metales  solubles  en  él  ácido  nítrico ,  se  con- 
cibe que  deben  hallarse  en  la  disolución  cuando 
se  trata  el  antimonio  en  caliente  por  el  ácido  ní- 
trico puro.  Entonces  para  descubrir  el  cobre, 
basta  echar  en  la  solución  amoniaco  que  da  un 
precipitado  azul  pálido  soluble  en  un  exceso  de 
este  álcali  colorándolo  en  azul  añil  magnífico;  y 
para  descubrir  el  plomo,  echar  yoduro  de  potasio, 
que  produce  un  precipitado  amarillo  de  oro. 

De  lo  expuesto  podrá  deducirse  la  necesidad  de 
purificar  el  antimonio  del  comercio  que  se  desti- 
ne al  uso  de  la  medicina.  Para  esto,  se  extiende, 
después  de  haberlo  reducido  á  polvo  ,  en  un  plato 
de  barro  barnizado ,  ancho  y  poco  profundo ;  se 
calienta  gradualmente  hasta  que  se  manifiesten 
manchas  negras  en  su  superficie;  entonces  se  dis- 
minuye el  calor  ,  las  manchas  aumentan,  la  masa 
se  pone  candente  á  pesar  del  descenso  de  tem- 
peratura; se  revuelve  con  una  espátula  de  hierro 
mientras  dura  la  candencia ;  el  antimonio  absor- 
ycasí  12,5  p%  de  oxígeno,  y  se  convierte  en  sub- 
óxido,  que  se  pone  en  un  crisol  cubierto  y  se  fun- 
de á  la  temperatura  mas  baja  posible.  Así  se 
obtienen  dos  productos :  1 .°  en  la  parte  inferior, 
un  botón  de  antimonio  puro;  2.°  en  la  parte  supe- 
rior, una  escoria  formada  de  agujas  muy  brillan- 


ANT 

tes ,  que  es  el  óxido  antimónico  combinado  con 
los  óxidos  de  los  metales  extraños  que  podia  con- 
tener el  antimonio. 

El  antimonio  es  uno  de  los  metales  sobre  los 
cuales  los  alquimistas  han  ejercitado  mas  su  pa- 
ciencia :  el  color  blanco  y  el  brillo  metálico  muy 
pronunciado  que  presenta ,  les  habían  hecho  pen- 
sar que  su  trasfonn ación  en  oro  y  en  plata  seria 
fácil.  Sf  sus  esperanzas  fueron  burladas,  sus  lar- 
gos trabajos  sin  embargo  no  fueron  inútiles  para 
la  ciencia,  porque,  atormentando  este  metal  de 
(odas  las  maneras,  descubriéronla  mayor  paite  de 
sus  compuestos,  los  cuales  han  suministrado  á  la 
medicina  remedios,  algunos  de  ellos  muy  impor- 
tantes. V.  los  artículos  Acetato,  Acido,  Cloruro, 
Oxido,  Sulfato,  Sulfuro  y  Tartrato. 

Los  antiguos  químicos  llamaban  al  antimonio 
Régulo  de  antimonio.  El  origen  de  la  palabra  An- 
timonio, se  dice,  procede  de  una  circunstancia 
muy  singular.  Basilio  Valentín  ,  que  fué  el  pri- 
mero que  supo  extraer  el  metal  puro  de  su  sul- 
furo, habiendo  visto  cerdos  que  engordaban  ex- 
traordinariamente por  haber  comido  el  residuo 
de  una  de  sus  operaciones  sobre  el  antimonio, 
creyó  que  este  metal  podria  restablecer  la  salud 
de  los  trailes  de  su  convento,  extenuados  por  los 
ayunos  y  las  mortificaciones.  La  administración 
dé  este  nuevo  remedio  fué  fatal  á  estos  buenos 
religiosos,  que  perecieron  en  gran  número.  De 
aquí  vino  el  nombre  francés  Antimoine,  en  espa- 
ñol Antimonio. 

Sin  embargo,  esto  no  impidió  que  mas  tarde 
se  sacase  partido  de  las  virtudes  de  este  metal,  á 
pesar  de  las  vivas  contestaciones  áque  dio  lugar 
en  Francia  el  uso  de  las  preparaciones  antimo- 
niales, entre  los  médicos  y  químicos,  y  también 
literatos,  desde  el  siglo  X\  hasta  el  29  de  marzo 
de  1666  que  la  facultad  de  medicina  de  París  las 
dio  su  aprobación,  y  el  Parlamento  revocó  el  de- 
creto dado  en  1566  prohibiendo  su  uso.  Después, 
por  largo  tiempo,  se  formaban  con  el  antimonio 
pequeñas  balas  que  los  enfermos  tragaban  para 
purgarse;  y  como  estas  pildoras  servían  indefini- 
damente y  se  trasmitían,  por  decirlo  asi,  en  he- 
rencia, se  las  llamaba  Pildoras  perpetuas.  Tam- 
bién se  le  ligaba  con  el  estaño  para  hacer  cubi- 
letes en  los  cuales  el  vino  que  en  ellos  se  dejaba 
estar  por  algún  tiempo  adquiría  una  virtud  emé- 
tica y  purgante. 

lloy  dia  estos  remedios,  ó  asquerosos  ó  infie- 
les, están  abandonados.  Con  todo  elSr.  Trouseau 
ha  ensayado  últimamente  emplear  el  antimonio 
metálico  reducido  á  polvo  fino  por  la  porlirizacion, 
para  combatir  la  neumonía  y  el  reumatismo  arti- 
cular: lo  administra  en  suspensión  en  un  looc  ó 
en  una  poción  mucilaginosa,  á  la  dosis  de  1 4  gra- 
nos á  2  dracmas;  y  mezclándolo  con  2  partes  de 
enjundia,  ha  obtenido  una  pomada  antimonial  que 
obra  como  la  pomada  de  Autcnricth. 

El  antimonio  metálico  se  liga  con  el  hierro,  el 
estaño  y  el  cobre,  y  forma  metales  quebradizos, 
que  llevan  aun  el  nombre  de  reguíos.  Da  dureza 
al  estaño ,  y  se  saca  partido  de  esta  propiedad 
para  las  planchas  de  grabar  la  música  ,  y  para 


ANT 
varios  utensilios  que  fábrica  el  estañero ;  se  le 
nace  entrar  en  la  composición  de  aleaciones  de 
metales  propios  para  hacer  espejos  de  telesco- 
pios, y  en  grande  proporción  en  la  de  los  carac- 
teres de  imprenta;  forma  parte  también,  con 
otros  metales  de  bajo  precio,  de  compuestos  que 
sirven  para  la  fabricación  de  pequeños  enseres, 
entre  ellos  llaves  de  cantimploras;  el  metal  de 
Argel,  de  que  se  hacen  cubiertos  que  ,  cuando 
nuevos* tienen  tanto  brillo,  peroqueson  extrema- 
damente quebradizos,  contienen  una  grande  pro- 
porción de  antimonio. 

En  España  ,  el  antimonio  metal  lo  recibimos 
del  extranjero,  principalmente  de  los  depósitos 
de  Marsella,  formados  de  los  antimonios  que  cir- 
culan en  el  comercio  de  la  vecina  nación  proce- 
dentes de  Inglaterra,  de  la  Wesfalia,  de  la  l'n- 
gría,  de  la  Francia  central,  etc. 

AKTIREA,  Antiriiea.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  rubiáceas  ,  de  la  tetrandia 
monoginia.  La  Antirea  de  Borrón  [Anlírhea  bor- 
bónica, Om.;  Matonea  vcrticillata ,,  Lam.) ,  que 
crece  en  la  isla  de  Borbon,  en  donde  es  conocida 
con  el  nombre  de  Leño  de  Losteau,  del  que  la 
encontró,  tiene  su  raiz  y  su  corteza,  reputadas 
astringentes,  empleadas  para  detener  los  hemor- 
ragias. 

A  vr  i  it  it  i  \o.  Antirrhinum.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  escrofulariéas,  de  la 
didinamia  angiospermia.  Hánsele  separado  las  es- 
pecies de  corolas  espolonadas,  bajo  el  nombre  de 
Linaria.  Los  antirrinosson  vegetales  por  lo  común 
herbáceos,  raras  veces  sufructicosos. 

Aiii  ir  r  i  no  Cimbalaria,  Cimbala- 
ria [Antirrhinum  Cymbalaria  ,  L. ;  Linaria 
Cymbalaria).  Esta  pequeña  planta,  inodora,  lam- 
piña, rojiza,  de  hojas  lobadas,  que  crece  en  Espa- 
ña en  las  hendiduras  de  las  paredes  hechas  de 
gruesas  piedras  de  talla,  tiene  un  sabor  agrillo  y 
«le  pimienta,  que  denota  una  propiedad  antiescor- 
bútica, por  su  analogía  con  el  del  berro,  déla 
rodearía  y  de  la  capuchina.  En  la  India,  según 
Hamilton,  los  médicos  la  dan  mezclada  con  azúcar 
en  el  caso  de  diabetes,  propiedad  preciosa,  si  fue- 
se cierta. 

A  ni  irrino  Elatiue,  Ant  irriuo  es- 
purio [Antirrhinum  Elaline,  L.;  Linaria  Ela- 
tine).  Esta  planta  indígena,  que  crece  en  nuestros 
barbechos,  rastrera,  vellosa,  inodora  y  amarga, 
pasa  como  purgante.  No  está  en  uso. 

Antirrino  Linaria,  Linaria  [Antir- 
rhinumLinaria  ,  L. ;  Linaria  rulgaris,  Desf.). 
Planta  indígena  que  crece  en  los  campos  incultos 
y  cerca  de  los  setos:  arroja  muchos  tallos  déla 
altura  de  un  pié  v  medio,  redondos,  delgados,  con 
muchas  hojas  oblongas,  estrechas,  enteras,  grue- 
sas, glaucas,  semejantes  á  las  del  lino,  de  lo  que 
ha  recibido  su  nombre;  sus  flores  son  amarillas  y 
nacen  en  las  sumidades  de  los  tallos  en  hermosas 
espigas;  su  fruto  es  una  cápsula  redonda  ú  oval 
di\  idida  en  dos  celdillas  llenas  de  semillas  planas, 
de  color  negro;  su  raíz  es  larga,  rastrera,  blanca, 
dora  y  leñosa.  Su  sabor  es  ligeramente  amargo, 
y  su  olor  es  un  poco  viroso.  Esta  planta,  antes  de 


ANA  205 

estar  en  flores,  es  muy  parecida  á  la  Esula,  pero 
se  conoce  la  diferencia,  extrujando  el  tallo  de  la 
una  y  de  la  otra  La  ésula  contiene  un  zumo  lecho- 
so, y  la  linaria  un  zumo  verde,  lo  que  se  expresa 
por  este  verso  latino: 

Esula  lactescit,  sine  lacle  linaria  crescit. 

La  linaria  ha  sido  preconizada  como  purgante, 
y  sobre  todo  como  diurética,  lo  que  la  na  hecho 
designar,  en  ciertas  obras  antiguas,  I  ajo  el  nom- 
bre de  Urinalis.  Al  exterior,  en  fomento  es  un  re- 
medio popular  contra  los  tumores  hemorroidales. 
En  Suecia,  se  hace  hervir  en  leche,  y  se  suspen- 
de en  las  habitaciones  para  matar  las  moscas. 

Antirrino  mayor,  Antirrino  de  los 
Jardines,  Becerra, Hocico  de  león, 
Hocico  «le  becerra  [Anlirrhinnn  majus, 
L.).  Planta  bienal,  aveces  vivaz,  indígena,  que 
crece  en  todas  partes,  en  las  hendiduras  de  las  pa- 
redes viejas,  en  los  escombros,  etc. ,  y  que  se  cul- 
tiva en  los  jardines.  De  uno  ó  muchos  tallos  lam- 
piños en  la  parte  inferior  y  v  ellosos  en  la  superior, 
bastante  rectos,  cilindricos,  ramosos,  de  uno  á  dos 
y  mas  pies  de  elevación;  hojaslanccoladas,  opues- 
tos, á  veces  temadas  en  la  parte  inferior  de  los 
tallos,  sentadas  en  la  superior  y  un  poco  peciola- 
das  en  la  inferior  ,  de  un  verde  oscuro;  florece 
abundantemente  desde  mayo  hasta  setiembre, 
ofreciendo  flores  rojas  ó  amarillas  en  iacimos 
terminales. 

Esta  planta ,  inodora  y  amarga  en  todas  sus 
partes,  parece  ser  estimulante,  aunque  se  la  na- 
va indicado  como  emoliente  al  exterior,  sobre 
íos  tumores,  etc.  En  Persia,  según  Gmelin,  se 
obtiene  un  aceite  excelente ,  y  que  iguala  al  de 
aceituna,  de  las  semillas  de  esa  planta,  que  son 
muy  abundantes:  selas hace  calentar  fuertemen- 
te, se  machacan  y  se  prensan.  Yogel  dice  que, 
en  ciertos  países ,  el  vulgo  atribuye  á  esta  planta 
el  poder  de  destruir  los  hechizos  ó  maleficios. 

El  antirrino  mayor  es  una  hermosa  planta  que 
adorna  losjardínes  endondehaproducidomuchas 
variedades,  de  flores  de  colores  diferent  ;s,  del 
todo  blancas  ó  dobles,  de  color  de  púrpura  y  blan- 
cas, etc.,  que  se  multiplican  por  estaca  y  no  re- 
quieren ningún  cuidado. 

El  AntiiiriisO  blando  [Antirrhinum  molle,  L.), 
hermosa  planta  vivaz  ,  que  crece  en  España  en 
los  Pirineos,  y  cuyas  flores  son  blancas  con  el  pa- 
ladar amarillo  y  el  labio  superior  purpurino ,  sos- 
tenidas por  pedúnculos  alternos  y  axilares,  po- 
dría cultivarse  en  los  jardines.  Lo  mismo  debo 
decirse  del  Antirrino  de  hojas  anchas  [Anlirrhi- 
num  latifolium,  D.C.)  ,  bastante  parecido  á  la 
becerra ,  de  flores  amarillas,  muy  común  en  los 
lugares  pedragosos  y  expuestos  al  sol,  en  el 
mediodía  de  España,  Francia,  Italia,  etc.  A  ve- 
ces se  encuentran  los  Antirrino  Oroncio,  Careza 
de  muerto  [Antirrhinum  Oronlium,  L.)  y  Antir- 
rino esplrio  [Antirrhinum  spurimn  ,  L.)  irdica- 
dos  como  usados  ,  pero  sin  especificación  de  vir- 
tudes; estas  dos  plantas  crecen  en  nuestros  sem- 
brados. En  la  Cochinchina  se  alimenta  á  los  cer- 


S06  AKT 

dos  con  el  Antirrino  de  tcerco  [Ántirrhinum 
porcinum,  Lour.). 

AWTOCIiEISTA,  Anthocleista.  Afzelius 
llama  así  á  un  género  inédito,  de  ia  familia  de 
las  aprteíneas,  que  crece  en  las  orillas  del  Zai'ra 
en  el  Congo,  y  del  que  los  naturales,  que  lo  lla- 
man Musanga ,  fruto-nata ,  chupan  el  zumo  azu- 
carado que  contiene  este  fruto  para  apagar  su 
sed. 

AI¥T©X  AltfT© ,  Antiioxanthum.  Una  de 
las  especies  de  este  género,  de  la  familia  de  las 
gramíneas,  de  la  diandria  monoginia,  el  Anto- 
xanto  oloroso  ,  Grama  DE  olor  (Anthoxanthum 
odoralum,  L.)  difunde  un  olor  agradable  cuando 
seco,  lo  que  lo  hace  suponer  tónico  y  cordial.  El 
Sr.  Vogel  ha  demostrado  que  Contenía  ácido  ben- 
zoico. Ningún  uso  se  hace  de  él  en  medicina. 

ANTRACITA,  Carbón incombus- 
tible, Romaguera  de  chisporroteo, 
Hornaguera  incombustible  ,  etc. 
Esta  sustancia,  llamada  también  Antracolita, 
Hienda  carbonosa ,  Carbón  lustroso ,  Lila  lustro- 
sa, etc.,  abunda  muchísimo  en  los  Estados  Unidos 
de  América;  encuéntrase  también  en  Sajoniá,  en 
Inglaterra,  en  Francia,  en  España,  etc.,  parti- 
cularmente en  los  terrenos  de"  transición ,  en  ge- 
neral áridos  y  frios ,  poco  propios  para  el  cultivo. 

La  antracita  es  una  sustancia  negra,  dotada 
de  un  lustre  metálico  bastante  vivo,  opaca  y  fria- 
ble; tiene  una  textura  compacta,  á  veces  esqui- 
toídea  y  susceptible  de  ser  dividida  mecánica- 
mente según  las  caras  de  un  prisma  recio  rom- 
boidal ;  pesa  de  1  ,5  á  1,8;  es  árida  al  tacto; 
arde  con  dificultad,  sin  llaftia,  humo  ni  olor; 
cuando  encendida,  no  obstante  ,  y  en  masa,  pro- 
duce un  calor  muy  fuerte  y  puede  sefvir  en  las 
fundiciones. 

La  antracita,  á  pártela  corta  cantidad  de  mate- 
ria terrosa  que  contiene,  está  formada  de  carbo- 
no casi  puro,  sin  hidrógeno,  y  en  esto  es  sobre 
todo  en  lo  que  difiere  de  la  úlla.  Débesela  siíi 
embargo  mirar,  del  mismo  modo  que  á  ésta, 
como  el  resultado  déla  descomposición  de  anti- 
guos vegetales  destruidos;  porque,  según  una  ob- 
servación del  Sr.  Adolfo  Branquiart,  á  la  eviden- 
cia de  la  cual  es  difícil  de  contradecir ,  excepto 
el  grafito ,  quizás  que  pertenece  á  los  terrenos 
primitivos,  todo  el  carbono  que  se  encuentra  hoy 
dia  en  la  tierra  existia  primero  en  la  atmósfera 
en  el  estado  de  ácido  carbónico ,  de  la  que  ha 
sido  sustraído  por  los  vegetales;  y  su  predominio 
primero  en  el  aire  atmosférico,  unido  á  un  calor 
húmedo  y  constante ,  permite  explicar  el  prodi- 
gioso desenvolvimiento  del  reino  vegetal  en  las 
antiguas  épocas  del  globo ,  mientras  que  al  con- 
trario los  animales ,  y  sobre  todo  los  animales  de 
sangre  caliente,  no  hubieran  podido  existir  en  él. 
Por  lo  tanto  es  preciso  atribuir  á  los  vegetales  ca- 
si exclusivamente  estos  vastos  depósitos  de  car- 
bón que  se  encuentran  en  el  seno  de  la  tierra; 
pero  debe  hacerse  esta  diferencia  entre  la  antra- 
cita y  la  ulla,  que  la  primera  es  mas  antigua,  que 
se  encuentra  en  capas  mas  profundas ,  y  que 
ppr  consiguiente  ha  sido  sometida  á  un  calor 


ANT 

mas  fuerte ,  lo  que  explica  porque  se  la  encuentra 
privada  de  compuestos  aceitosos  y  reducida  al 
estado  de  puro  carbón. 

La  dificultad  de  encender  la  antracita  es  el 
carácter  que  la  distingue  mejor  de  las  ullas  pro- 
piamente dichas;  y  el  mayor  obstáculo  que  se 
opone  á  su  uso  en  un  sinnúmero  de  artes  es  la  es- 
pecie de  chisperrotéo  que  experimenta  al  encen- 
derse ,  y  que  la  reduce  instantáneamente  en  pol- 
vo. Sin  embargo,  liase  sacado  un  buen  partido  de 
ella,  asociándola  en  polvo  con  la  arcilla,  en  la 
fabricación  de  los  troncos  económicos  para  la 
chimenea.  También  se  ha  imaginado  la  cons- 
trucción de  hornos  que  permiten  servirse  de  ella 
con  mucha  ventaja  para  cocer  cal,  ladrillos  y 
aun  vidriado  de  barro.  Según  el  Sr.  Brard,  mez- 
clada con  ulla  ó  con  leña ,  no  necesita  mas 
que  una  gran  cantidad  de  aire  para  encenderse  y 
producir  un  grado  de  calor  mucho  mas  conside- 
rable que  el  que  se  obtiene  con  los  demás  com- 
bustibles ,  lo  que  la  hace  interesante  para  el  tra- 
tamiento metalúrgico  de  minerales  en  extremo 
refractarios  v  para  otros  usos. 

A  Vl'K  A  ItttU  Al'l.  Nombre  que  el  doc- 
tor Polya  dio,  en  1840,  á  un  medicamento  que  se 
obticne'-con  el  carbón  de  piedra  y  la  potasa.  Hay 
él  antrokali  simple  y  el  antrakokali  sulfurado.  El 
primero  se  prepara  mezclando  en  una  cazuela  de 
hierro  ICO  parles  de  carbón  de  piedra  porfirizado 
con  Í'J2  parles  de  disolución  muy  concentrada  ó 
hirviendo  de  potasa  cáustica  por  la  cal;  y,  luego 
de  quitada  ía  vasija  del  fuego,  continuando  en 
agitar  la  mezcla  con  una  mano  de  almirez  hasta 
que  se  haya  formado  un  polvo  negro  homogéneo, 
el  que  en  seguida  se  repone  en  un  frasco  bien  se- 
co y  bien  tapado.  El  segundo  ó  antrakokali  sulfu- 
rado se  obtiene  mezclando  16  parles  de  azufro 
con  ICO  partes  de  carbón  de  piedra  y  192  partes 
de  disolución  de  potasa  ,  siguiendo  al  proceder 
indicado  para  el  antrakokali  simple. 

El  antrakokali  simple  es  un  polvo  negro,  muy 
soluble  con  el  agua  y  delicuescente;  el  antrako- 
kali sulfurado  es  un  polvo  verde  negruzco:  am- 
bos tratados  por  un  ácido  mineral  precipitan  en 
vedijas  negras. 

Estas  sustancias  han  sido  preconizadas  contra  los 
herpes,  ala  dosis  de 2  granos,  ó  mas,  asociadas 
con  otros  medicamentos. 

La  voz  Antrakokali  está  formado  de  dos  pala- 
bras griegas  que  significan  carbón  de  piedra  y 
potasa. 

El  Antrakokali  rarísimas  veces  se  prepara  en 
las  boticas;  continuado  en  los  catálogos  de  pre- 
cios corrientes  de  los  productos  fabricados  en  los 
laboratorios  de  productos  químicos,  forma  tam- 
bién parte  déla  droguería  farmacéutica. 

ANT  RESTO,  Anthrenus.  Género  de  insec- 
tos del  orden  délos  coleópteros,  sección  de  los 
pentámeros,  familia  de  los  clavicornios ,  tribu 
de  los  dermestinos.  Las  larvas  de  dos  especies 
de  este  género,  del  Antreno  de  la  pimpinela 
(Aíithrcnus  pimpinellw,  Fabr.)  y  del  Antreno 
de  los  museos  [Anthrenus  musa'orum ,  Fabr.), 
se  alimentan  de  materias  animales  secadas ,  y  son 


ASI 
del  m'imcro  de  los  insectos  que,  en  los  muscos  y 
en  las  boticas,  concurren  á  producir  la  pronta 
deterioración  de  los  animales  que  en  ellos  se  con- 
servan. Carcomidas  por  estaslarvas,  las  cantári- 
das, las  cochinillas,  el  almizcle,  el  castóreo,  etc.,  se 
convierten  en  polvo.  El  naturalista  les  opone  vapo- 
res fuertes  y  asfixiantes,  soluciones  envenenadas; 
el  farmacéutico  no  puede  precaver  sus  estragos 
sino  cerrando  herméticamente  sus  vasos,  y  colo- 
cándolos sobre  lodo  al  abrigo  de  la  humedad. 

AUTIIi  ó  INDICO.  Nombres  que  ,  en  el 
comercio,  se  dan  á  un  producto  inmediato,  nota- 
ble por  su  principio  colorante  azul,  y  que  se  ex- 
trae de  las  hojas  de  muchas  plantas  de  la  familia 
de  las  leguminosas  y  del  género  Indigofera  (Y.  es- 
ta palabra).  Las  principales  especies  que  lo  su- 
ministran son:  \ .°  el  INDIGOFERA  I>E  COLOR  PE  PLATA 
(Indigofera  argéntea,  L.),  que  da  un  producto  de 
superior  calidad,  pero  en  corta  cantidad;  i.°  el 
Indigofera  disferuo  [Indigofera  disperma,  L.); 
3.°  el  Indigofera  Añil  (Indigofera  Añil,  L.j;  4.° 
el  Indigofera  de  tintes  (Indigofera  tinctoria,  L.j, 
que  lo  da  inferior  al  de  las  otras  especies,  pero  en 
mayor  cantidad,  lo  que  hace  que  se  le  prefiera 
para  el  cultivo.  Todas  estas  plantas  son  indígenas 
de  las  Indias  y  de  Méjico,  de  donde  han  sido  pro- 
pagadas en  ambas  Américas. 

Los  Indigóferas  no  son  las  únicas  plantas  que 
pueden  suministrar  añil.  La  Adelfa  de  tintes 
(Nerium  tinctorium,  ltolll.),  árbol  muy  común  en 
la  India,  contiene  una  gran  cantidad  de  este  pro- 
ducto, pero,  para  extraerlo,  se  tratan  las  hojas  en 
caliente  en  vez  de  tratarlas  en  frió  [V.  Adelfa). 
El  Isátide  de  tintes,  vulgo  Yerba  pastel  (ho- 
ti»  tinctoria,  L.),  planta  indígena,  da  también 
añil  muy  puro,  idéntico  á  los  mejores  añiles  exó- 
ticos, pero  en  cantidad  menos  considerable  (V. 
Isátide).  YX  Marsdenia  de  tintes  (  Marsdenia 
tinctoria ,  R.B. )  y  el  Wrightia  de  tintes 
[Wrightia  tinctoria",  R.  B.)  se  dice  que  producen 
una  parte  del  añil  de  la  India.  Sábese  también  que 
la  Polígala  de  tintes  (Polygala  tinctoria,  Vahl.), 
ti  Padaliria  de  tintes  [Padalyria  tinctoria,  W.), 
la  Galega  de  tintes  (Galega  tinctoria ,  W.),  la 
Galega  oficinal  (Galega  ofjicinaUs,  L.),  el  Cíti- 
so espinoso  (Cytisus  spinosus,  L.),  el  Trifolio 
pratense  (Trifolium  pratense,  L.),  la  Escabiosa 
sucosa  (Scabiosa  succisa,  L.),  la  Bignonia  Chica 
[tíignonxa  Chica,  Ilumb.),  el  Espilanto  de  hor- 
taliza (Spilanthus  oleraceus,  Lour.),  el  Polígono 
de  tintes  (Polygonum  tinctorium,  Lour .) ,  etc.,  etc. 
contienen  añil,  y  se  extrae  de  algunas  de  estas 
plantas  ó  podría  extraerse  en  diferentes  países. 

Historia  comercial  del  añil. 

El  añil  fué  conocido  de  los  antiguos  como  un 
producto  de  la  India,  y  Plinio  lo  describe  confe- 
sando su  ignorancia  sobre  la  naturaleza  real  de 
este  articulo  y  los  procederes  empleados  para 
obtenerlo.  Los  pueblos  de  los  países  tropicales; 
en  donde  crece  expontáneamente  el  indigofera,  a 


AÑI  507 

semejanza  de  lo  quo  todavía  so  practica  en  el  in- 
terior del  África  y  en  Madagascar ,  encontraron 
medios  mas  ó  menos  perfeccionados  de  aplicar  el 
principio  colorante  de  esta  planta  á  la  tintura  de 
sus  vestidos ;  pero  el  añil  traido  á  los  Europeos 
desde  los  tiempos  mas  antiguos,  llegaba  de  la 
India  por  el  golfo  Pérsico ,  la  Persia  y  la  Siria  ó 
por  el  mar  Rojo,  el  Egipto  y  Alcxandna ,  hasta  el 
momento  en  que  los  descubrimientos  de  últimos 
del  siglo  XV  cambiaron  las  rulas  comerciales,  y 
era  conocido  desde  el  año  1228 ,  en  una  tarifa  de 
Marsella ,  bajo  el  nombre  de  índigo  de  Bagdad. 
En  estas  épocas  remolas ,  el  añil  solo  sen  ia  en 
corla  cantidad  para  avivar  y  realzar  el  color  azul 
de  las  estofas  que  se  teñían  por  medio  del  pastel 
ó  glasto  (Isátide),  y  hasta  que  el  desenvolvimien- 
to del  comercio  lo  hizo  mas  abundante  no  reem- 
plazó del  todo  á  esta  planta. 

La  India  conseno  por  largo  tiempo  el  comer- 
cio exclusivo  del  añil.  Los  documentos  de  la  an- 
tigua Compañía  inglesa  manilieslau  que,  de  1664 
á  1694,  exportó  de  Surata  y  Bombay  C241,967 
libras  de  añil  de  Agrá  ó  de  Lahore,  y  M0,093 
libras  de  Ahomdavad.  Las  demás  naciones 
europeas  tomaban  parte  en  este  tráfico  en  una 
proporción  que  no  es  conocida. 

Encontróse  al  indigofera  que  crecía  natural- 
mente en  una  gran  parte  de  la  América,  y  do 
consiguiente  nada  extraño  es  que  los  colonos  eu- 
ropeos, instruidos  de  los  procederes  de  los  Orien- 
taies,  introdujesen  el  cultivo  de  esta  planta  en 
todas  las  partes  en  donde  creyeron  que  podría 
series  beneficioso.  Los  Españoles,  en  el  reino  de 
Guateamla,  en  la  provincia  de  Caracas  y  un  po- 
co en  Méjico,  — los  Portugueses  en  el  Brasil, — 
los  Franceses  en  Sanio  Domingo,  en  la  Luisiana 
y  en  su  colonia  africana  de  la  isla  de  Francia, 
— y  los  Ingleses  en  la  Jamaica,  en  las  Barbadas, 
y  en  seguida  en  la  Carolina,  se  hallaron  sucesi- 
vamente, con  mas  ó  menos  resultados,  en  posi- 
ción de  abastecerá  sus  metrópolis  respectivas  y  al 
comercio  general  del  añil  que  reclamaba  el  au- 
mento de  sus  manufacturas.  En  todas  partes  los 
gobiernos  fomentaron  esta  industria;  pero  de  to- 
dos los  añiles  de  América  el  mas  estimado  era  el 
de  las  posesiones  españolas ,  y  también  es  el  úni- 
co punto  de  esta  parte  del  mundo  en  donde  su 
fabricación  ha  conservado  cierta  importancia. 

Mas  habiendo  los  sucesos  políticos  que  seña- 
laron el  siglo  XVIII  establecido  y  consolidado  el 
dominio  inglés  en  la  India,  la  Compañía  comenzó 
á  considerar  los  efectos  de  su  influencia  bajo  otro 
punto  de  vista  que  ol  de  un  beneficio  comercial 
inmediato.  Fomentó  el  oultivo  del  indigofera  por 
lodos  los  medios  que  consideró  oportunos,  v  ,  si 
bien  sufrió  alguna  crisis,  por  esfuerzos  sosteni- 
dos, el  cultivo  del  indigofera  en  la  Bengala  y  las 
provincias  vecinas  triunfó  por  último  de  la  produc- 
ción de  todos  los  demás  lugares  del  globo,  con 
ligeras  excepciones,  do  modo  que  después  do 
cierto  número  de  años  los  Ingleses  hicieron  reco- 
brar al  añil  de  la  India  su  antigua  reputación ,  y 
en  la  actualidad  podrían  por  sí  solos  abastecer 
de  él  á  toda  la  Europa. 


208  AÑI 

El  cultivo  del  añil ,  que  se  exporta  por  Calcu- 
ta, se  reparte  en  tres  comarcas  cuya  importan- 
cia relativa  conviene  apreciar : 

1.°  La  Delta  del  Ganges,  ó  parle  inferior  de 
Bengala,  terreno  pantanoso,  aveces  inundado, 
pero  en  general  bien  cultivado,  en  donde  los  prin- 
cipales puntos  de  producción  son:  Dacca,  Jesso- 
re  y  Fureedpore,Moorskedabad,Nudden  y  Kish- 
nagore,  Burdwan  y  Bancoorah,  Hoogly  y  los 
veinte  y  cuatro  Purgunahs.  Esta  división,  en  caso 
de  cosecha  completa,  puede  producir  hasta  60 
mil  mands  de  añil.* 

2.°  El  país  medio,  ribereño  del  Ganges,  bien 
regado  y  á  veces  inundado ,  que  comprende  los 
lugares  siguientes :  Chuprah  y  Tiihoot,  Patua, 
Benares  y  Dinapore,Purneah,  Munghir  y  Baugle- 

Sqre,  Malda,  Rajshye,  Natore  y  Dinageporc,  y 
[imunsig.  La  cosecha  llena  puede  ascender  á  50 
mil  mands. 

3.°  El  país  de  Oude  ó  de  Aoude,  terreno  seco , 
regado  por  medios  artificiales  y  que  da  añil  de  ca- 
lidad común.  Esta  división  comprende  Allahabad, 
Mirzapore,  Juanpore,  Gauzipore  y  las  provincias 
occidentales  del  alto  país.  El  cultivo  ha  dismi- 
nuido en  ellas,  pero  ha  podido  dar  hasta  30  mil 
mands. 

No  continuando  en  el  estado  arriba  expuesto 
los  dos  cantones  de  Balasore  y  Midnapone,  cuyo 
producto  es  poco  importante ,  se  vera  que  en  la 
situación  actual  una  cosecha  completa  en  la  Ben- 
gala daria  I  40,000  mands,  que  representarían  unas 
i  0.1 52, 1 95  libras  castellanas,  pero  pocos  años  se 
observa  que  el  producto  sea  tan  elevado.  Cuando 
el  mercado  de  Calcuta  ha  suministrado  114,000 
mands,  quehacen  unas  8, 1 59.1 79  libras,  la  produc- 
ción parece  á  corta  diferencia  corresponder  á  las 
necesidades  actuales.  La  producción  de  la  India 
inglesa  se  completa  añadiéndola  la  cosechade  la 
provincia  de  Tinevelly  en  la  presidencia  de  Ma- 
dras y  la  de  algunos  otros  puntos,  lo  que  puede 
formar  un  total  de  9.791,015  libras. 

Tan  solo  un  concurso  de  circunstancias  felices 
puede  elevar  en  la  India  la  producción  á  su  máxi- 
mo. Una  sequedad  prolongada  hace  perecer  la 
planta  en  el  alto  país,  y  las  lluvias  violentas  del 
solsticio  arrancan  de  raíz  ala  que  crece  alas  orillas 
del  río,  ocasionan  inundaciones,  y  causan  grandes 
estragos  en  los  países  pantanosos  del  Delta.  Exi- 
giendo el  indigófera,  bajo  la  influencia  de  un  ca- 
lor activo  y  vivificante,  tierras  buenas  fáciles  de  re- 
gar, y  produciendo  en  este  caso  añil  de  hermosa 
calidad,  nada  extraño  es  que  en  los  países  que  no 
reúnen  estas  condiciones  se  haya  abandonado  su 
cultivo.  Las  Antillas,  la  Luisiana,  la  Carolina,  y 
la  isla  Mauricio  casi  ya  no  producen  añil;  el  Brasil 
lo  ha  descuidado;  los  ensayos  hechos  en  el  Sene- 
gal  no  han  dado  resullados'No  queda,  pues,  para 
abastecer  al  comercio,  además  de  la  India  inglesa, 
que  Lucon,  una  de  las  Manilas,  Java ,  en  donde  los 
Holandeses  hacen  grandes  esfuerzos,  Guatemala  y 
Caracas  en  la  America  central,  y  en  fin  el  Egipto; 

*  Mand,  peso  empleado  para  el  añil,  que  en  la  práctica 
habitual  se  le  compara  á  12  libras  castellanas. 


ANI 

lo  que  puede  añadir  1,500,000  á  1,800.000  de  libs. 
á  la  cantidad  que  se  ha  valuado.  No  se  pretende 
hablar  del  añil  que  el  mediodiade  la  China,  las  is- 
las déla  Sonda  y  otros  países  podrían  hacer  para 
sus  propias  necesidades,  ni  del  que  se  consume  en 
los  países  de  producción. 

El  comercio  de  los  añiles  se  ejerce  sobre  un  va- 
lor medio  anual  de  228,000,000  á  285,000,000  de 
reales  vellón  en  los  lugares  de  producción. 

Según  el  Sr.  Bodet,  los  mercaderes  árabes  com- 
pran, cada  año,  en  Calcuta ,  5  á  6,000  mands  y  á 
veces  mas  de  añil,  para  las  necesidades  del  golfo 
Pérsico  y  del  mar  Rojo,  y  sea  por  Calcuta,  sea  por 
Madras,  la  India  inglesa  suministra  anualmente: 

543,945  libras  castel'anas  á  los  Estados-Unidos. 
2.393,339      »  á  la   Francia. 

6.543,554      »  á  la   Gran-Bretaña. 

9.480,858  libras,  lo  que  corresponde  con  el  cálculo  de  la 
prduccion. 

La  importación  del  añil  de  Java  á  Rotterdam 
y  á  Amsterdam  se  evalúa  á  un  medio  anual  de 
870,313  libras,  que  la  mayor  parte  es  reexportado 
para  la  Bélgica  y  los  demás  países  manufacture- 
ros de  la  Europa.  La  producción  exacta  de  los 
otros  países  es  mas  difícil  de  verificar,  siendo  por 
otra  parte  muy  variable. 

Siendo  el  consumo  medio  anual  de 

la  Gran-Bretaña 2. 643, 574  libras. 

la  Francia 1.986,488      » 

los  Estados-Unidos 280,676      » 

4.910,738      l 

debe  quedar  parala  Italia,  la  España,  la  Turquía 
de  Asia  y  de  Europa,  la  Grecia,  la  Alemania,  la 
Suiza,  los  Paises-Bajos,  la  Rusia  y  los  demás  Esta- 
dos del  Norte,  un  consumo  anual  de  6.527,313  li- 
bras ó  un  poco  mas ,  que  llegan  á  dichos  puntos 
sea  de  Francia  y  de  Inglaterra,  sea  directamente 
de  los  lugares  de  origen. 

Las  plazas  de  comercio  mas  importantes,  y 
que  siempre  tienen  depósitos  de  añil,  son:  Amster- 
dam, Rotterdam,  Londres,  Lipervool,  el  Havre, 
Nantes,  Marsella,  Burdeos,  Cádiz,  etc. 

Frabicacion  del  añil. 

El  añil,  en  el  estado  de  fécula  verde,  soluble  en 
los  álcalis,  está  contenido  en  el  tegido  celular  y  pa- 
renquimaloso  de  las  hojas  de  los  indigóferas.  Esta 
misma  fécula  verde  pasa  al  estado  de  fécula  azul 
ó  índico  insoluble  en  los  álcalis,  por  la  absorción 
del  oxígeno;  reduciéndose  todos  los  procederes  de 
fabricación  del  añil  al  único  objeto  de  favorecer 
esta  importante  absorción.  Maceracion  de  las  ho- 
jas en  el  agua,  fermentación  subsiguiente  y  agita- 
ción del  baño  para  renovar  las  superficies  y  poner 
la  fécula  verde  en  contacto  mas  extendido  con  el 
oxígeno  atmosférico,  lodo  concurre  al  objeto  de  la 
oxigenación. 

Por  lo  tanto  ,  el  proceder  para  obtener  este 
precioso  producto  es  muy  sencillo.  Cuando  la 
planta  está  en  flor  se  guadaña  y  se  pone  a  ma- 
cerar en  el  agua  por  espacio  de  doce  horas,  en 


ASI 

cuyo  período  de  tiempo  se  establece  una  especie 
de  fermentación  en  la  masa:  el  líquido,  que  prime- 
ro era  amarillo,  pasa  poco  apoco  al  verde  subi- 
do; la  temperatura  se  eleva,  \,  al  cabo  de  cierto 
tiempo ,  la  superficie  del  agua  se  cubre  de  una 
espuma  violeta  y  de  una  película  bronceada.  En- 
toáetfl  setrasegá  el  liquido  en  otro  cubo,  en  don- 
de se  le  apila,  por  espacio  de  l<>  á  20  minutos, 
con  palos  o  con  una  rueda  de  paletas,  para  po- 
ner toilas  sus  parles  en  contacto  con  el  aire,  y 
asi  loma  un  color  azul,  se  enturbia,  y  deja  posar 
pequeñas  vedijas  granadas  de  añil,  cuya  preci- 
pitación se  facilita  añadiendo  cierta  cantidad  de 
agua  de  cal.  Después  de  algunas  horas  de  reposo 
se  decanta  d  liquido  aclarado,  y  se  hace  calen- 
tar el  precipitado,  que  tiene  la" consistencia  de 
una  papilla  espesa,  con  una  gran  cantidad  de 
agua,  be  espuma ,  se  deja  reposar  de  nuevo,  y 
el  poso  se  coloca  en  telas  para  que  se  escurra, 
y  cuando  está  en  pasta  algo  consistente,  se  pone 
en  cajilas  cuadradas  de  madera  ,  en  cuyo  fondo 
hay  una  tela ,  y  en  seguida  se  somete  á  la  acción 
de  la  prensa.  Se  acaba  la  desecación  de  la  pasta 
primero  al  sol,  después  á  la  sombra,  teniendo 
cuidado  de  hacer  desaparecer  las  grietas  que  se 
producen  en  la  superticie  de  los  panecillos  de 
añil ,  los  cuales ,  cuando  secos ,  pesan  cerca  de 
tres  onzas  cada  uno. 

Este  proceder  es  modificado  de  muchas  mane- 
ras en  las  diferentes  comarcas  en  donde  se  fabrica 
el  añil.  La  abundancia  y  la  riqueza  del  color  de 
esta  materia  tintoría  dependen  de  los  cuidados 
llevados  en  su  preparación.  De  ahí  las  numerosas 
variedades  ó  calidades  de  añil  que  se  distinguen 
en  el  comercio  ,  no  solo  según  los  países  de  pro- 
ducción ,  sí  que  según  los  matices  que  ellas  pre- 
sentan. 

Caracteres  del  añil. 

El  añil ,  lal  como  se  presenta  en  el  comercio, 
no  es  una  sustancia  pura  ni  homogénea;  en  él  la 
materia  colorante  pura  ó  la  indigotina,  cuya  pro- 
porción varia  mucho  en  las  diversas  calidades  de 
añil,  está  ligada  con  una  resina  roja  solubb  en 
el  alcohol,  con  otra  materia  roja  verdosa  soluble 
en  el  agua,  y  con  diversas  sales  de  base  de  cal, 
de  magnesia,  de  alúmina  y  de  potasa.  El  añil  flor, 
el  mas  rico  de  todos,  no" contiene  sino  45  p  §. 
de  Jndigotina  (Y.  esta  palabra).  Algunas  ve<  es 
también ,  como  en  la  mayor  parte  de  los  añiles  de 
Manila ,  la  fécula  está  mezclada  en  el  momento 
en  que  se  precipita  con  una  tierra  aluminosa  ex- 
tremamente ligera ,  que  forma  cuerpo  con  la  par- 
te colorante,  disminuye  el  valor  del  añil,  y  sin 
embargo  deja  subsistir  ciertos  caracteres  de  bue- 
na calidad. 

El  añil  tiene  una  afinidad  muy  fuerte  con  el 
oxígeno,  y  absorbe  con  avidez  él  de  la  atmósfe- 
ra. No  es  soluble  en  el  agua  hasta  que  está  pri- 
vado de  su  oxígeno ,  pues  de  otro  modo ,  por  mas 
dividido  que  esté ,  solo  queda  suspendido  en  ote 
líquido.  Es  soluble  en  el  ácido  sulfúrico  concen- 
trado al  cual  comunica  su  bello  color .-  esta  solu- 
ción, conocida  bajo  los  nombres  de  Azul  de  Sa- 
27 


ASI  209 

jonia.  Azul  de  composición ,  Azul  en  licor,  Sul- 
fato ae  Índigo,  es  con  facilidad  descolorada  por 
el  cloro  y  cloruros.  El  ácido  sulfúrico  de  Sajonia 
disuelve  mucho  mas  fácilmente  el  añil  que  el  áci- 
do común ,  y  la  disolución  loma  un  color  púrpura: 
los  azules  así  obtenidos  llevan  el  nombre  de 
Azules  de  Sajonia,  y  son  menos  sólidos  que  los 
Azules  de  cubo. 

En  estas  propiedades  químicas  están  basados 
los  métodos  que  sirven  para  emplearlo  en  tinta- 
ra ,  según  se  quiera  aplicar  sobre  las  materias 
vegetales,  como  el  lino  y  el  algodón,  ó  sobre  las 
materias  animales,  como  la  lana  y  la  seda.  En 
efecto,  el  añil  puesto  en  contacto  con  cuerpos  de- 
soxidantes pierde  una  parle  de  su  oxígeno  (un  ter- 
cio) ,  y  se  cambia  en  un  cuerpo  incolor  ó  verdo- 
so (añil  reducido) ,  muy  soluble  en  las  soluciones 
alcalinas,  y  susceptible  de  oxigenarse  de  nuevo 
al  aire  ,  loque  le  vuelve  su  color  azul  y  su  inso- 
lubilidad. En  esta  propiedad  que  posee  el  añil  de 
ser  disuelto  después  de  haber  sidcylesoxigenado. 
está  fundada,  como  se  ha  indieadíry  la  manera  de 
aplicarlo  á  los  tegidos  :  paradlo,  se  pone  en  con- 
tacto ,  sea  con  materias  vegetales  que ,  por  un 
principio  de  fermentación  pútrida ,  se  apoderan 
de  su  oxígeno,  sea  con  sales  metálicas  al  mínimo 
ó  con  hidrosulfatos  acompañados  de  álcalis;  el 
añil ,  desoxigenado  y  disuelto  por  estos  diferen- 
tes medios,  da  un  baño  de  tinte  verde  ,  cuyo  co- 
lor pasa  en  seguida  al  azul  por  su  exposición  al 
aire ;  últimamente  se  lava  el  tegido ,  y  se  hace 
secar. 

El  añil  se  encuentra  en  el  comercio ,  según  las 
procedencias,  en  pedazos  irregulares  y  bastante 
divididos,  como  el  de  las  antiguas  posesiones  es- 
pañolas de  la  América  y  del  brasil ;  raras  v  eces 
en  pequeños  panes  redondos,  como  llegaba  anti- 
guamente de  Java,  y  como  puede  llegar  todavía 
de  ciertos  puntos  del"  archipiélago  Indiano  ó  de  la 
China ;  en  fin ,  en  pedazos  ó  panes  cúbicos  ó  pla- 
nos, cumo  el  de  Bengala  y  de  otros  puntos  de  la 
India  inglesa. 

El  aspecto  exterior  de  estos  panes  es  á  veces 
empañado  ó  arenoso ,  pero  en  general  todos  son 
secos,  consistentes,  fáciles  de  romper,  de  fractu- 
ra limpia  pero  sin  brillo.  Los  buenos  añiles  tie- 
nen una  ligereza  relativ  a  muy  caracterizada  que 
les  permite  sobrenadar  en  el  agua.  El  color,  que 
nunca  se  juzga  sino  en  su  fractura  reciente  .  \  a- 
ria  entre  el  azul  subido  y  aterciopelado  ,  el  azul 
violeta,  el  azul  claro,  el  azul  bronceado  y  el  azul 
negruzco.  Toma,  por  el  frote  de  la  uña  ó  de  un 
cuerpo  duro ,  un  brillo  metálico  de  un  bronceado 
rojizo.  La  pasta,  en  las  bellas  calidades,  es  lina 
y  homogénea;  en  las  inferiores,  es  grosera.  Pue- 
de contener  granos  de  arena  ú  otras  materias  ter- 
rosas, ó  también  presentar  desigualdades  de  ma- 
tiz, cavidades,  especies  de  rebolliduras  que  pro- 
ceden de  una  desecación  mal  conducida  y  en  bis 
cuales  se  encuentran  restos  blanquecinos"  de  mo- 
ho seco. 

Después  del  color,  la  consistencia  de  Ja  pasta 
es  uno  de  los  principales  caracteres  para  deter- 
minar el  valor  del  añil.  Esta  pasta  puede  ser  lior- 
T0M0  i. 


210  AÑI 

na  en  un  justo  grado,  ó  por  exceso,  ó  seca,  ó  dura, 
ó  friable.  Absorbe,  con  mas  ó  menos  rapidez,  la 
humedad  de  la  lengua,  lo  que  es  uno  de  los  en- 
sayos de  su  porosidad :  el  añil ,  en  este  caso,  no 
ofrece  sabor;  tampoco  tiene  olor  sensible  cuando 
se  considera  aisladamente  en  débiles  cantidades, 
pero  se  observa  un  olor  particular  muy  fuerte  en  las 
grandes  masas  ,  en  las  manipulaciones  comercia- 
les de  vaciar  y  pesar  las  cajas,  en  las  operaciones 
déla  tintura,  y  también  cuando  se  calienta  fuerte- 
mente ó  se  quema  un  pedazo  de  dicha  sustancia. 
Sometido  á  la  acción  de  un  fuerte  calor,  el  añil 
se  disipa  bajo  forma  de  vapores  de  un  color  púr- 
pura muy  intenso ,  los  cuales ,  recojidos  sobre  un 
cuerpo  frió,  cristalizan  en  pequeñas  agujas  bri- 
llantes de  un  aspecto  metálico  y  un  tinte  broncea- 
do. Esta  materia  sublimada  es  la  fécula  colorante 
en  su  estado  de  pureza,  mientras  que  el  residuo  de 
la  combustión  contiene  las  sustancias  extrañas. 

Vese  por  lo  que  precede  que  la  clasificaciones 
comerciales  del  añil  deben  expresar  los  caracte- 
res de  las  diversas  propiedades  que  esta  sustan- 
cia puede  tener.  El  color  es  el  principal ,  y  el  que 
generalmente  se  emplea,  pero  la  calificación  se- 
ria incompleta  si  no  fuese  modificada  por  la  lige- 
reza de  la  pasta ,  su  homogeneidad ,  su  consis- 
tencia y  los  accidentes  particulares  de  la  fabrica- 
ción. Además  del  azul  y  del  violeta,  se  designa 
también  el  color  del  añil  por  el  púrpura,  que  es 
el  de  la  flor  de  pensamiento  con  un  reflejo  rojizo, 
y  por  el  rojo  en  que  este  reflejo  es  mucho  mas 
pronunciado.  El  bronceado  no  ofrece,  con  el 
matiz  de  azul  un  poco  oscuro,  sino  la  facultad 
del  brillo  metálico  dada  por  la  uña  que  va  debi- 
litándose con  la  calidad  y  desaparece  en  los 
añiles  cargados  de  impurezas,  quemados  y  al  úl- 
timo grado  de  inferioridad. 

Obsérvese,  con  todo,  que  á  medida  que  el  co- 
mercio se  extiende  y  se  ilustra,  las  denominacio- 
nes demasiado  generales  del  añil  desaparecen  y 
ceden  á  calificaciones  mas  precisas.  Por  medio 
de  las  marcas  de  fabricación ,  el  añil  de  la  India, 
reconocido  como  procedente  de  una  comarca.par- 
licular ,  conserva  su  nombre  en  las  ventas  y  re- 
ventas. El  añil  del  país  de  Aoude ,  que,  de  pocos 
años  á  esta  parte,  ha  sido  llamado  de  Coroman- 
del,  solo  se  clasifica  en  violeta,  bronceado ,  y  or- 
dinario. El  añil  de  Madras  permite  la  división  de 
azul  fino,  violeta  mezclado,  y  ordinario.  Por  lo 
demás ,  estas  clasificaciones  pueden  aplicarse  al 
añil  en  panes  de  todas  las  procedencias. 

Antiguamente,  los  añiles  de  la  Isla  de  Francia, 
de  Santo  Domingo ,  de  la  Luisianay  de  la  Caroli- 
na se  recibian  en  Europa  bajo  la  forma  de  panes, 
pero  en  todas  estas  especies  raras  veces  se  hallan 
calidades  superiores  al  bronceado,  ó  á  lo  menos 
al  violeta  azul  ordinario.  Por  esta  circunstancia 
es  principalmente  como  puede  explicarse  la  casi 
cesación  del  cultivo  en  todos  los  puntos  que  aca- 
bamos de  citar,  sea  que  el  terreno,  la  elección 
de  la  variedad  de  indigófera  que  en  ellas  se  cul- 
jivaba,  ó  en  fin  el  proceder  de  fabricación  fuese 
la  causa  de  la  inferioridad  del  producto  y  del  ba- 
to precio  relativo  que  de  él  se  extraia.  Lo  que 


AÑI 

hace  pensar  que  el  obstáculo  ha  sido  juzgado  in- 
superable es  la  vecindad  de  la  América  españo- 
la, en  donde  la  calidad  del  añil  ha  sido  siempre 
reconocida  superior  y  rivaliza  aun  con  la  pro- 
ducción de  Bengala,  puesto  que  siempre  que  las 
cosechas  faltan  en  la  India  ó  que  los  precios  se 
elevan  extraordinariamente  en  Europa,  la  Améri- 
ca central  da  un  poco  mas  de  desarrollo  al  cul- 
tivo anual  del  añil. 

El  añil  de  la  América  central  está  en  pedazos 
pequeños ,  irregulares ,  ligeros ,  de  un  azul  subido 
que  tira  al  violeta,  de  una  pasta  unida  y  densa, 
con  algunos  pequeños  agujeros.  Las  ¡especies  in- 
feriores pasan  al  violeta ,  al  bronceado  y  á  un  co- 
lor empañado  negruzco ,  que  corresponde  con 
una  pasta  mas  pesada1,  mas  tupida  y  mas  dura. 

Especies  comerciales  de  añil. 

El  añil  es  una  mercancía  muy  difícil  de  clasifi- 
car ,  pues  sus  diferentes  suertes  están  separadas 
por  matices  de  tal  modo  delicados,  que  se  requie- 
re mucho  tacto,  hábito  y  práctica  para  distin- 
guirlas y  colocar  á  cada  una  de  ellas  en  el  lugar 
que  la  corresponde.  En  la  imposibilidad  de  ha- 
blar de  todas,  se  hace  preciso  escoger  especies 
bien  caracterizadas,  y  tales  que  la  que  se  descri- 
ba se  aleje  de  la  que  la  precede  y  de  la  que  la 
sigue  de  una  manera  bastante  sensible  para  que 
se  la  conozca  fácilmente  ó  que  se  perciba  alo 
menos  una  diferencia.  Para  conseguir  este  resul- 
tado, es  menester  omitir  los  intermedios  que  li- 
gan una  suerte  con  otra,  y  estos  intermedios  son 
cuatro  ó  cinco  veces  mas  numerosos  que  las  suer- 
tes que  vamos  á  describir.  Por  ejemplo,  se  hace 
mención  de  quince  especies  de  añiles  de  Benga- 
la, mientras  los  verdaderos  conocedores  de  este 
artículo  establecen  hasta  cuarentay  tres  calidades, 
que  designan  por  nombres  diferentes  y  reconocen 
por  señales  particulares. 

He  aquí  los  diversos  añiles  mas  conocidos  en 
el  comercio  : 

Añil  de  bengala.  Existen  diferencias  muy  nu- 
merosas entre  las  diversas  suertes  de  añiles  que 
se  expiden  de  Bengala;  diferencias  que  recono- 
cen por  causa,  de  una  parte,  las  que  dependen 
de  los  variados  terrenos  que  lo  producen,  y,  de  la 
otra,  el  cultivo  de  la  planta  y  la  extracción  de 
la  fécula  colorante.  Antiguamente ,  la  primera 
calidad  de  los  añiles  de  Guatemala  y  de  Caracas 
pasaba  por  la  mejor  ;  pero  desde  que  el  cultivo 
de  los  diversos  indigoferas  y  la  extracion  del 
añil  se  han  perfeccionado  en  Bengala,  se  consi- 
dera la  primera  suerte  de  esta  procedencia  como 
superior  hoy  dia  á  todos  los  añiles  del  mundo. 
Partiendo  de  la  primera  calidad ,  dicha  sobrefi- 
na azul ,  de  una  pasta  ligera ,  esponjosa  y  de  un 
soberbio  color,  y  descendiendo  gradualmente  de 
una  calidad  á  otra ,  se  llega  al  fin  á  la  última:  de 
una  parte  se  encuentra  un  añil  de  una  pasta  du- 
ra, tupida,  y  que,  chafado',  da  un  polvo  de  un 
color  negro  terroso ;  de  la  otra,  un  añil  pesado, 
pálido ,  de  un  color  oscuro ,  que  contiene  mucha 
arena  y  casi  nada  de  materia  colorante. 


ASI 

He  aquí  como  por  lo  común  son  clasificados  los 
añiles  de  Bengala: 


AÑIL  DB    BENGALA. 


Primera  serie. 

Azul  sobrefino  ligero  ó 

fluctúan  te. 
Azul  tino. 
Azul  violeta. 
Violeta  sobreGno 
Purpúreo  sobrefino. 
Violeta  fino. 
Violeta  bueno. 
Violeta  rojo. 


Segunda  iérie. 

Violeta  ordinario. 
Rojo  bueno  y  blando. 
Rojo  bueno. 
Bronceado  fino- 
Bronceado  mediano. 
Bronceado  ordinario 
Bronceado  inferior. 


Esta  clasificación  podría  aumentarse  con  mu- 
chas suertes,  colocando  uno  ó  dos  intermedios  en 
cada  suerte  ,  pero  entonces  seria  demasiado  di- 
fícil distinguir  las  calidades.  Es  mas  prudente 
contentarse  con  la  descripción  de  cada  una  de  las 
suertes  indicada  en  la  tabla. 

Añil  de  Bengala  azul  sobrefino  ófluctuante.  Es 
el  mas  excelente  de  los  añiles  conocidos  hoy  día. 
Está  en  pedazos  cúbicos ,  á  veces  cuadrados,  li- 
geros, friables,  y  de  un  hermoso  color  azul  vivo;  es 
suave  al  tacto  y  fácilmente  quebradizo,  de  una 

Easta  limpia ,  pura ,  muy  esponjosa  y  que  se  ad- 
iere  á  la  lengua. 

Añil  de  Bengala  azul  fino.  Casi  todos  los  ca- 
racteres del  azul  sobrefino :  la  misma  sua\  idad  al 
tacto,  la  misma  ligereza,  la  misma  friabilidad,  la 
misma  limpieza  y  la  misma  pureza  en  la  pasta; 
color  azul  un  poco  menos  vivo ,  pero  muy  puro. 

Añil  de  Bengala  azul  violeta.  No  difiere  del  que 
precede  sino  en  que  es  un  poco  menos  ligero,  un 
poco  menos  friable,  y  en  que,  en  vez  de  ser  de  un 
azul  perfectamente  puro,  refleja  un  ligero  matiz 
violeta. 

Añil  de  Bengala  violeta  sobrefino.  Las  mismas 
calidades  á  corta  diferencia  que  el  azul  violeta: 
matiz  violeta  muy  pronunciado  y  mas  fácil  de  ob- 
servar. 

Añil  de  Bengala  purpúreo  sobrefino.  Pasta  fina, 
ligera  y  que  refleja  un  bello  color  de  púrpura. 

Añil  de  Bengala  violeta  fino.  No  difiere  del  vio- 
leta sobrefino  sino  en  que  su  pasta  es  un  poco 
menos  ligera,  y  su  matiz  menos  vivo. 

Añil  de  Bengala  violeta  bueno.  Un  poco  menos 
ligero  que  el  violeta  fino ,  de  una  pasta  muy  tu- 
pida y  de  un  matiz  todavía  menos  pronunciado. 

Añil  de  Bengala  violeta  rojo.  Pasta  aun  mas*  pe- 
sada y  mas  tupida  que  la  del  añil  violeta  bueno; 
matiz  violeta  con  un  reflejo  rojizo. 

A  ñil  de  Bengala  violeta  ordinario.  Pasta  tupida, 
pesada,  matiz  violeta  sin  mezcla  de  otros  colores. 

Añil  de  Bengala  rojo  bueno  blando.  Esta  cali- 
dad es  mas  pesada  que  las  precedentes.  La  pasta 
tiene  un  reflejo  rojo  que  se  aleja  ya  mucho  de  los 
azules  finos. 

Añil  de  Bengala  rojo  bueno.  Pasta  mas  tupida, 
mas  compacta  que  el  rojo  bueno  blando. 

Añil  de  Bengala  bronceado  fino.  Mas  pesado 
que  el  rojo  bueno  y  pasta  mas  tupida  y  menos  es- 
ponjosa; matiz  bronceado  bastante  puro. 


ANI  *|| 

Añil  de  Bengala  bronceado  mediano.  Calidad 
intermedia  entre  el  bronceado  fino  que  prece- 
de y  el  bronceado  ordinario  de  que  va  á  ha- 
cerse mención ;  pasta  tupida ,  pesada ,  ya  difícil 
de  romper. 

Añil  de  Bengala  bronceado  ordinario.  Esta  ca- 
lidad es  de  un  azul  bronceado  rojo ,  tupida  ,  bas- 
tante difícil  de  romper;  la  pasta  no  es  ya  tan  pu- 
ra ni  tan  viva. 

Añil  de  Bengala  bronceado  inferior.  Pasta  du- 
ra, pesada,  difícil  de  romper,  cargada  de  im- 
purezas y  de  un  azul  bronceado  oscuro. 

Además  de  esta  clasificación  de  los  añiles  d 
Bengala,  por  la  ligereza,  finura,  ó  pesadez  de  la 
pasta,  y  las  matices  del  color ,  se  podrían  admilit 
muchas  otras  basadas  en  la  forma  de  los  pedazos, 
ó  en  los  defectos  déla  mercancía,  recibiendo  dis, 
tintos  nombres  conocidos  de  las  personas  habi- 
tuadas al  comercio  de  los  añiles. 

Añil  de  caracas.  Este  añil  está  en  pedazos  ir- 
regulares, y  toma  su  lugar  despyjs  del  de  Gua- 
limala.  Es  de  una  pasta  fina,  ligera,'  de  textura 
blanda  y  sembrada  de  pequeños  agujeros;  su  co- 
lor es  ya  de  un  hermoso  violeta ,  ya  de  un  azul 
violeta,  que  se  oscurece,  acercándose  al  negro 
ó  poniéndose  pálido  y  oscuro,  á  medida  que  des- 
ciende de  las  calidades  superiores  á  las  calidades 
bajas. 

He  aquí  las  calidades  mas  admitidas  en  el  co- 
mercio : 

ASlL   DB  CARACAS. 

Flor.  Corte  superior. 

Sobre  Corte  bueno. 

Sobre  ordinario     Corte  ordinario. 

Añil  de  Caracas  flor.  Pasta  muy  fina  y  muy  li- 
gera ,  de  un  hermoso  color  azul  que  tira  á  veces 
al  violeta.  Esta  calidad  es  la  mas  particularmen- 
te agujereada. 

A  ñil  de  Caracas  sobre.  Pasta  muy  dura,  mas 
pesada,  y  que  absorbe  muy  fácilmente  la  hume- 
dad. 

Añil  de  Caracas  sobre  ordinario.  Pasta  todavía 
mas  pesada  y  mas  tupida :  calidad  ligeramente 
inferior  á  la  que  precede. 

Añil  de  Caracas  corle  sunerior.  Pasta  menos 
fina  que  las  precedentes  calidades  ,  que  tiene  no 
obstante  todavía  cierta  ligereza;  sembrada  inte- 
riormente de  pequeños  agujeros  redondos  y  nu- 
merosos, que  la  fractura  pone  en  descnbiertó,  co- 
mo en  las  calidades  superiores.  Este  añil  está  car- 
gado de  algunas  impurezas,  y  tiene  un  color  par- 
te violeta  y  parte  azul. 

Añil  de  "Caracas  corte  bueno.  Pasta  pesada,  mas 
tupida,  menos  crasa,  v  que  es  seca  y  árida;  color 
violeta,  violeta  rojo  y  "bronceado.  Esta  calidad  se 
halla  alterada  por  numerosas  impurezas ,  y  tam- 
bién tiene  en  el  interior  agujeros  redondos. 

Añil  de  Caracas  corte  ordinario. Este  añil,  uno 
de  los  de  calidad  mas  inferior  de  Caracas,  es 
seco  ,  duro,  árido, difícil  de  romper,  pesado  y 
cargado  de  impurezas.  Presenta  pedazos  negros 
y  otros  de  un  azul  pizarreño. 


212  A$I 

Añil  de  Egipto.  Poco  numeroso  en  calidades 
comerciales. 

Añil  de  Egipto. 
Bueno  violeta  rojo.     Fino  azul. 

Añil  de  Egipto  hueno  violeta  rojo.  Pasta  fina 
y  bastante  ligera :  esta  especie  de  añil  es  una 
mezcla  dé  violeta  que  tira  al  azul ,  de  bueno  vio- 
leta y  de  bueno  rojo.  Es  siempre  inferior  alas  ca- 
lidades que  llevan  las  mismas  calificaciones  en 
los  añiles  de  Bengala. 

Añil  de  Egipto  fino  azul.  Mas  ligero  que  el 
precedente ,  pasta  muy  lina ,  color  de  un  hermo- 
so  azul  un  poco  débil :  á  veces  se  encuentran  en 
la  caja  algunos  pedazos  que  tiran  al  negro. 

Añil  de  Guatemala.  La  América  meridional  su- 
ministra este  añil,  que  se  encuentra  en  el  comercio 
en  pequeños  pedazos  irregulares,  rotos  mas  ligeros 
que  el  agua,  de  un  azul  brillante  y  pronunciado  ó 
de  un  azul  osjuro  que  tira  al  violeta,  de  una  pas- 
ta igual,  densa  mas  ó  menos  fácil  de  romper  y 
que  tiene  un  cortísimo  número  de  agujeros  casi 
imperceptibles.  El  añil  de  Guatemala  es  uno  de  los 
mas  estimados;  sin  embargo  ,  á  matiz  igual ,  es 
preferido  el  de  Bengala,  porque  este  último  no 
ofrece  pedazos  menudos,  y  el  de  Guatemala  pre- 
senta muchos,  y  además  es  muy  irregular  en  ca- 
lidad. 

He  aquí  las  suertes  que  conviene  conocer: 

Añil  de  Guatemala. 
Flor.    Sobresaliente.      Corte. 

Añil  de  Guatemala  flor.  Esta  calidad  es  de  un 
muy  bello  color  azul  a  ivo ,  de  una  pasta  igual, 
blanda ,  ligera,  que  absorbe  prontamente  la  hu- 
medad y  se  acerca  muebo  á  los  añiles  finos  de 
Bengala. 

Añil  de  Guatemala  sobresaliente.  Difiere  del 
añil  flor  en  que  es  menos  ligero,  de  unía  pastó 
mas  consistente  y  de  un  azul  menos  hermoso. 
Tiene  con  frecuencia  un  matiz  violeta. 

Añil  de  Guatemala  corte.  Este  añil  es  comun- 
mente de  un  rojo  bronceado,  de  una  pasta  mas 
tupida ,  mas  consistente,  mas  pesada,  que  ofrece 
asperezas  agudas,  y  que  resiste  mucho  á  los  de- 
dos cuando  se  le  quiere  chafar. 

Añil  de  Java.  Este  añil  se  presenta  por  lo  co- 
mún en  el  comercio  en  pedazos  cuadrados  planos 
ó  en  trociscos.  Las  primeras  calidades  son  finas 
y  tan  hermosas  á  la  vista  como  los  añiles  de  Ben- 
gala ,  pero  con  ienen  menos  partes  colorantes. 
Este  añil ,  que  ofrece  todos  los  matices,  es  muy 
raro  en  el  comercio. 

Añil  de  Madras.  Este  añil  tiene  á  veces,  en  su 
calidad  superior ,  el  aspecto  de  un  añil  de  Ben- 
gala: su  pasta  es  también  ligera,  pero  mucho  mas 
grosera.  Sin  embargo,  los  bellos  añiles  de  Ma- 
dras difieren  de  los  de  Bengala  en  que  son  menos 
esponjosos ,  y  en  que  cuando  se  aplican  sobre  la 
lengua,  es  necesario  que  pasen  algunos  instantes 
para  que  la  humedad  sea  absorbida ;  además  su- 
ministran mucha  menos  parte  colorante.  Encuén- 


ANI 

transe  en  el  comercio  en  pedazos  de  forma  cúbica, 
lie  aquí  sus  principales  divisiones  admitidas: 


Azul  fino. 


Añil  de  Madras. 
Azul  violeta  mezclado. 


Ordinario. 


Añil  de  Madras  primera  calidad  ó  azul  fino. 
Es  de  una  pasta  fina,  ligera,  de  un  hermoso  azul 
delicado  y  de  un  matiz  bastante  vivo:  es  el  mas 
semejante  al  añil  de  Bengala. 

Añil  de  Madras  segunda  calidad  ó  azul  violeta 
mezclado.  Difiere  de  la  primera  calidad  en  que 
los  pedazos  son  mas  pesados,  los  unos  de  color 
azul,  los  otros  que  tiran  al  rojo.  Esta  especie  pre- 
senta mucha  mezcla ,  y  raro  es  que  se  encuentre 
cuyas  partes  sean  bien  homogéneas. 

Añil  de  Madras  tercera  calidad  ú  ordinario. 
Esta  calidad  es  igualmente  muy  mezclada :  la 
pasta  es  ya  grosera,  impura  y  de  color  pálido;  ya 
negra,  pesada  y  cargada  de  arena.  Difícilmente 
halla  compradores,  porque  es  de  muy  mal  uso. 

Añil  de  Manila.  Esta  especie  de  añil  muy  lige- 
ro se  encuentra  en  pedazos  cúbicos,  planos  y  con 
frecuencia  en  pedazos  irregulares;  es  muy  mez- 
clado. En  las  cajas  se  encuentra  de  muy  hermoso 
azul  semejante  al  bello  añil  fino  de  Bengala  reu- 
nido con  añiles  rojos,  bronceados,  secos  y  áridos; 
y  con  pedazos  azules  deslucidos  y  con  otros  que 
se  llama  falso  en  el  comercio.  El  alto  precio  de 
los  añiles  de  Bengala  ha  determinado  a  algunos 
consumidores  á  sustituirles  con  los  de  Manila,  que 
antiguamente  no  se  empleaban  en  tintura,  y  sí 
solo  para  los  usos  domésticos.  Estacalidad  es  po- 
co útil,  en  razón  de  una  tierra  ligera  incorporada 
con  la  fécula  en  el  acto  de  su  fabricación. 

Añil  de  Méjico.  Este  añil  tiene  mucha  seme- 
janza con  el  de  Guatemala,  de  modo  que  en  ello 
pueden  equivocarse  los  mas  hábiles  conocedores, 
y  de  otra  parte  á  veces  es  perfectamente  pareci- 
do al  de  Caracas;  de  manera  que  se  pudiera  de- 
cir que  participa  de  estas  dos  especies :  es  entre 
ellas  una  especie  intermedia  destinada  á  llenar 
la  distancia  que  las  separa. 

Añil  de  Oude  ó  Aoude  ,  impropiamente  llama- 
do de  Coromandel.  Producto  de  una  provincia  in- 
terior del  Indostan.  Este  añil  no  vale  de  mucho 
como  el  de  Bengala;  sin  embargo,  las  bajas  ca- 
lidades de  este  último  son  inferiores  á  las  buenas 
y  primeras  calidades  del  añil  de  Oude.  Este  añil 
es  generalmente  muy  consistente  y  es  la  especie 
que  se  rompe  con  mas  dificultad ;  su  solidez  pa- 
rece depender  de  la  considerable  cantidad  de  cal 
que  entra  en  su  composición.  Se  clasifica  de  la 
manera  siguiente : 


Violeta. 


Añil  de  Oude. 
Bronceado.      Ordinario. 


Añil  de  Oude  violeta.  Pasta  generalmente  tu- 
pida, dura  y  pesada;  color  de  un  muy  hermoso 
violeta.  Este  añil  se  asemeja  mucho ,  por  su  as- 
pecto ,  á  ciertas  calidades  de  Bengala ,  del  que 
es  bastante  difícil  de  distinguirle;  en  el  uso  se  le 
reconoce  fácilmente  en  razón  de  su  débil  pro- 
ducto. 


ASI  , 

A  ful  de  Onde  bronceado.  Mas  pesado  que  el 
precedente,  y  de  color  bronceado  rojo ,  á  veces 
negruzco;  pasta  tupida,  dura,  que  con  frecuen- 
cia contiene  bastante  arena  que  se  la  ve  brillar 
rompiendo  los  pedazos,  y  que  deja  un  poso  con- 
siderable. 

Aftil  de  Oude  ordinario.  Está  en  pedazos  cua- 
drados, es  duro,  pesado,  de  una  fractura  difícil  de 
operar,  y  de  una  pasta  ya  deslucida  y  terrosa,  ya 
de  un  azul  oscuro  y  pizarreño  sobrecargado  de 
muchas  impurezas:  este  añil  es  de  muy  mal  uso. 

Elección  del  añil. 

La  elección  del  añil  debe  hacerse  con]la  mayor 
atención  y  escrupulosidad.  Los  pedazos  de  dife- 
rentes magnitudes  deben  ser  ligeros,  muy  secos, 
que  naden  sobre  el  agua  ,  de  mediana  dure- 
za, que  se  inflamen  prontamente  al  fuego ,  de 
un  hermoso  color  azul  violeta',  sembrados  por 
dentro  de  algunas  lentejuelas  plateadas,  y  que  pa- 
rezcan de  un  rojo  bronceado  frotándolos  sobre  la 
uña. 

Cuando  el  añil  no  reúne  estas  calidades,  ó  que 
el  trasporte  lo  ha  reducido  á  polvo,  se  vende  á  un 
tercio  menos  de  precio.  En  ciertas  ciudades,  una 
de  ellas  Marsella ,  hay  peritos  para  decidir,  entre 
los  comerciantes  ,  si  un  añil  debe  ó  no  ser  consi- 
derado en  este  caso,  cuando  sobre  ello  se  susci- 
tan dificultades. 

Ensayos  de  los  añiles  del  comercio. 

Estando  basado  el  valor  de  los  diferentes  añi- 
lesensu  mayor  ó  menor  pureza  y  su  calidad  tinto- 
ría  debida  á  la  indigotina,  creemos  indispensa- 
ble continuar  aquí  la  serie  de  procederes  que  la 
ciencia  ofrece  para  apreciarlo. 

i.°  La  desecación  auna  temperatura  de  +  100° 
permite  determinar  la  cantidad  de  humedad  que 
se  encuentra  en  el  añil  y  que  se  eleva,  término 
medio ,  de  3,5  hasta  5,5  por  ciento. 

2.°  La  proporción  de  materia  inorgánica  ó  mi- 
neral se  determina  fácilmente  haciendo  quemar 
en  una  retortita  de  platino  i  8  granos  de  esta  ma- 
teria colorante,  que  entonces ,  según  el  Sr.  Che- 
vreul ,  la  cantidad  de  ceniza  que  se  obtiene  es  de 
7  49,6  por  ciento. 

3."  La  cantidad  de  indigotina  puede  ser  valua- 
da disolviendo  en  el  baño  de  mana  una  cantidad 
¡goal  de  los  añiles  que  se  quieran  ensayar  en  el 
ácido  sulfúrico  concentrado,  diluyéndola  disolu- 
ción con  un  volumen  igual  de  agua  destilada,  y 
determinando  sobre  una  medida  de  esta  disolución 
cuantas  pulgadas  cúbicas  de  solución  de  cloruro 
decaí  débil  se  necesitan  para  descolorarla.  Las 
cantidades  de  cloruro  de  cal  empleadas  para  la 
descoloracion  son  entre  sí  como  las  cantidades 
de  indigotina  en  cada  especie  de  añil,  y  para  co- 
nocer la  proporción  absoluta  de  esta  materia  co- 
lorante pura,  es  necesario  hacer  una  experien- 
cia comparativa  con  un  peso  conocido  de  indigo- 
tina disuelta  también  en  el  ácido  sulfúrico.  El  Sr. 
Chevrcul  ha  observado  que ,  por  el  proceder  de 


AÑI  813 

descoloracion  por  el  cloruro  .  la  cantidad  de  in- 
digotina que  contienen  los  añiles  era  siempre  mas 
elevada,  lo  que  es  debido  auna  cantidad  muy  no- 
table de  cloro  que  es  neutralizado  por  los  otros 
principios  colorantes  que  acompañan  á  la  indigo- 
tina en  los  añites  del  comercio. 

4.°  El  valor  de  los  añiles  {del  comercio ,  com- 
parado entre  sí  ó  con  la  indigotina,  se  estima  por 
el  colorímetro  del  Sr.  Houton  Labillardiere,  con 
el  proceder  de  este  mismo  químico,  que  es  el  que 
vamos  á  continuar: 

Se  toma  una  muestra  mediana  de  cada  especie 
de  añil  que  se  quiera  ensayar,  se  reduce  a  pol- 
vo y  se  pasa  todo  por  un  tamiz  de  seda;  se  pesan 
18  granos  del  polvo,  se  introducen  en  un  pequeño 
recipiente  seco ,  se  le  echan  5  dracmas  de  acido 
sulfúrico  de  Sajonia ,  y  algunos  pedazos  de  vi- 
drio ,  para  facilitar  por  la  agitación  la  mezcla  y 
la  disolución  del  añil ;  en  seguida  se  calienta  en 
el  baño  de  maría  á  +  50°  c.  por  espacio  de  una 
hora,  agitando  de  vez  en  cuando;  enfriado  el 
recipiente,  se  echaeste  líquido  en  un  bocal  ó  una 
garrafa  de  la  capacidad  de  i  '/»  azumbre  y  que 
contenga  cerca  del  cuarto  de  su  volumen  de  agua, 
se  pasa  muchas  veces  agua  en  el  recipiente ,  la 
que  se  reúne  á  la  primera  porción ,  y  se  acaba  de 
llenar  el  bocal  para  completar  el  \  %  azumbre  do 
disolución  que  los  1 8  granos  de  añil  deben  pro- 
ducir. El  líquido  fuertemente  agitado  se  deja 
después  posar  hasta  el  dia  siguiente ,  ó  bien  se 
filtra,  sea  al  través  de  una  capa  de  vidrio  macha- 
cado, dispuesto  convenientemente  en  un  embu- 
do de  vidrio ,  ó  al  través  de  un  filtro  de  papel 
blanco.  La  filtración  por  el  papel  tiene  el  incon- 
veniente de  hacer  perder  una  porción  de  añil 
hasta  que  la  sustancia  del  papel  está  bien  sa- 
turada de  él,  lo  que  indica  cuan  importante  es 
no  recoger  sino  las  últimas  parles  que  filtran. 

Hecha  la  solución  del  añil  que  se  quiere  ensa- 
yar con  las  precauciones  indicadas,  se  introduce 
una  cantidad  de  ella  en  uno  de  los  tubos  colori- 
métricoa  hasta  cero  de  la  escala ,  lo  que  equi- 
vale á  100  partes  de  la  escala  superior  (V.  Colo- 
rímetro) ,  y  en  el  otro  tubo  se  pone  una  cantidad 
igual  de  disolución  de  indigotina  hecha  en  las 
mismas  proporciones  de  ácido ,  y  diluida  con  una 
cantidad  igual  de  agua;  se  colocan  en  seguida  en 
la  caja  por  las  dos  aberturas  practicadas  á  este 
efecto ,  y  se  observan  sus  matices  ;  si  se  en- 
cuentra una  diferencia  ,  se  añade  agua  al  mas 
subido  y  se  agita  en  seguida  el  tubo  después  do 
haber  cerrado  la  extremidad  con  el  dedo;  y  si 
después  de  esta  adición  de  agua  se  observa 
una  diferencia,  se  continua  en  añadir  mas  agua 
hasta  que  los  tubos  parezcan  del  mismo  matiz, 
mirándolos  al  través  de  la  caja  en  un  ángulo  de 
íl')°  y  de  espalda  al  sol.  Léese  en  seguida  en  el 
tubo  en  el  cual  se  ha  añadido  el  agua  el  número 
de  parles  de  liquido  que  contiene;  este  número, 
comparado  al  volumen  del  líquido  contenido  en 
el  otro  tubo  (que  es  igual  á  100) ,  indica  la  rela- 
ción entre  el  poder  colorante  ó  la  calidad  relativa 
de  la  indigotina  en  el  añilquc  se  examina;  y  si,  por 
ejemplo,  se  han  añadido  á  los  100  volúmenes  de 


%  1 4  ASI 

la  disolución  de  indigotina,  60  partes  de  a  ua 
para  llevarla  al  mismo  matiz  que  la  disolución  del 
añil  que  se  ensaya ,  la  relación  en  volumen  de  los 
líquidos  en  los  tubos  será  en  este  caso  como  i  60: 
400,  y  la  calidad  relativa  de  las  materias  colo- 
rantes será  representada  por  la  misma  relación, 
puesto  que  la  calidad  de  estas  materias  es  pro- 

Eorcional  á  su  poder  colorante.  Según  el  Sr.  La- 
ülardiére ,  la  valuación  por  este  proceder  per- 
mite bastante  exactitud  para  que  con  un  poco  de 
hábito  no  se  cometa  un  error  de  mas  de  dos  cen- 
tesimos. 

5.°  Otro  de  los  medios  puestos  en  práctica  pa- 
ra el  objeto  que  nos  ocupa,  es  la  descoloracion 
directa  por  una  solución  acuosa  de  cloro  de  una 
cantidad  pesada  de  añil  reducido  á  polvo  fino, 
que  se  añade  poco  á  poco  á  esta  solución,  por 
tan  largo  tiempo  hasta  que  el  color  azul  es  des- 
truido. Se  compara  en  seguida  la  cantidad  de  añil 
empleado  con  la  de  indigotina  que  puede  ser  des- 
colorada por  esta  misma  cantidad  de  solución  de 
cloro. 

6.°  Otro  medio  de  ensayo  es  la  reducción  del 
añil:  para  esto,  se  muelen  en  polvo  fino  partes 
iguales  de  añil  y  de  cal  pura ,  se  introducen  en 
un  frasco  con  un  volumen  determinado  de  agua, 
se  cierra  el  frasco  y  se  expone  en  el  baño  de  ma- 
ría  por  espacio  de  muchas  horas  á  una  tempera- 
tura de  cerca  de  +  90° ;  al  cabo  de  este  tiem- 
po ,  se  abre  el  frasco ,  se  le  añade  un  poco  de 
protosulfato  de  hierro  en  polvo ,  y  se  agita  fuerte- 
mente de  vez  en  cuando  hasta  el  enfriamiento  del 
vaso.  Si  entonces  se  extrae  del  vaso  una  porción 
del  líquido  aclarado ,  se  mesura  éste  en  un  tubo 
graduado  y  se  expone  al  aire ,  la  materia  colo- 
rante desoxigenada  en  esta  operación  se  oxida 
al  aire  y  se  precipita.  Se  favorece  su  precipita- 
ción saturando  con  un  poco  de  ácido  hidroclorico 
el  álcali  que  tenia  en  disolución.  La  indigotina 
así  regenerada  debe  ser  recibida  en  un  filtro  pe- 
sado ,  que  se  seca  á  +100°.  Esta  proporción 
de  indigotina  obtenida  de  un  volumen  conocido  de 
la  disolución  que  se  ha  hecho  permite  calcular  la 
que  existe  en  toda  la  cantidad  de  líquido  em- 
pleado en  la  operación,  y  por  consiguiente  la  pro- 
porción exacta  que  contiene  el  añil  que  se  ensaya. 

Falsificación  del  añil. 

Como  el  añil  es  una  mercancía  siempre  de  pre- 
cio muy  subido ,  empléanse  todos  los  medios  in- 
maginables  para  falsili cario. 

Si  el  añil  es  pesado  y  negruzco ,  es  menester 
desecharlo  y  desconfiar  del  fraude  que  puede  te- 
ner lugar  poV  la  mezcla  de  ciertos  cuerpos  extra- 
ños ,  tales  como  raeduras  de  plomo  para  aumentar 
su  peso,  ceniza,  tierra  aluminosa,  ó  pizarra  re- 
ducida á  polvo.  Para  reconocer  este  fraude,  se 
hace  disolver  el  añil  en  el  agua ,  y  los  cuerpos 
extraños  caerán  en  el  fondo.  Quemándolo,  es  po- 
sible también  descubrir  las  materias  extrañas  que 
se  hayan  mezclado  con  él.  Sin  embargo,  estos 
medios  no  siempre  son  suficientes ,  y  preciso  es 
acudir  á  los  ausilios  de  la  química. 


Afil 

También  es  un  fraude  el  humedecer  esta  sus- 
tancia, como  esto  se  práctica,  cubriéndola  con 
lienzos  mojados  ó  teniéndola  en  cuevas  frescas 
por  espacio  de  cierto  tiempo. 

El  añiles  algunas  veces  malo,  sin  que  se  le  ha- 
yan mezclado  cuerpos  extraños ;  y  entonces  debo 
abusarse  á  la  mala  manipulación  que  ha  recibido. 
Se  le  deja  á  veces  podrir  demasiado  ó  se  agita 
demasiado  para  tener  un  bagazo  mas  abundante; 
en  este  caso ,  el  polvo  de  añil  bueno  vale  mas  que 
esta  mala  calidad. 

También  se  falsifica  el  añil  mezclando  diversas 
calidades  juntas.  Este  fraude  no  es  fácil  de  reco- 
nocer ,  si  no  se  tiene  una  grande  experiencia  y 
un  conocimiento  perfecto  de  diferentes  calidades. 
Por  esta  razón ,  en  las  grandes  plazas  de  comer- 
cio en  donde  se  hacen  muchos  negocios  sobre  el 
añil,  hay  peritos  que  sirven  para  examinar  esta 
sustancia  y  que  también  deciden  acerca  de  la 
cochinilla. 

Usos  del  añil. 

La  importancia  de  esta  sustancia  en  tintura 
es  tan  conocida  que  nos  dispensa  de  entrar  en 
pormenores  sobre  el  modo  de  emplearla  y  sobre 
su  grande  utilidad  en  este  ramo  de  industria.  Los 
pintores  usan  con  frecuencia  del  añil  para  obte- 
ner colores  azules  muy  pronunciados ,  y  también 
colores  verdes.  Las  lavanderas  se  sirven  de  él 
para  dar  un  tinte  azul  á  la  ropa  blanca  fina.  Los 
farmacéuticos  lo  emplean  no  mas  que  para  colo- 
rar ciertos  ungüentos ;  los  licoristas  y  confiteros 
para  dar  color  á  ciertos  licores  y  dulces ,  etc. 
Los  químicos  aprovechan  la  disolución  de  añil  en 
el  ácido  sulfúrico,  como  reactivo,  para  formar  el 
licor  de  prueba ,  destinado  para  medir  la  fuerza, 
descolorante  de  los  cloritos  alcalinos ,  ó  de  la 
solución  acuosa  de  cloro ;  y  dicha  disolución  de 
añil  diluida  en  agua ,  y  aplicada  en  capa  delga- 
da sobre  papel  de  cola,  puede  servir  de  papel 
reactivo  para  el  cloro  y  los  cloritos  ,  por  la  pro- 
piedad que  posee  este  papel  colorado  de  ponerse 
fácilmente  blanco  por  estos  agentes  en  cualquier 
estado  que  se  encuentren.  En  tiempos  remotos, 
bajo  el  nombre  de  Añil  plano  era  conocida  una 
calidad  de  este  producto  de  forma  complanada 
que  procedía  de  Agrá,  y  que  se  empleaba  para 
lavar  la  ropa  blanca ;  con  la  misma-denominacion 
se  usó  después,  y  todavía  se  usa,  una  preparación 
de  azul  de  esmalte ,  añil  disuelto  por  el  ácido  sul- 
fúrico ,  etc. ,  en  forma  de  pequeños  panes  cua- 
drados. Al  presente ,  con  el  nombre  de  Indico,  se 
conoce  una  preparación  cuya  base  es  el  añil  di- 
suelto porel  ácido  sulfúrico,  conel almidón,  el  azul 
esmalte,  goma,  etc.,  y  á  la  cual  se  dan  diver- 
sas formas,  sobre  todo  las  de  trociscos  y  de  bolas, 
y  que  sirve  para  azular  el  agua  en  que  las  la- 
vanderas pasan  la  ropa  blanca. 

Comercio  del  añil  en  España. 

Como  la  cosecha  del  añil  tiene  lugar  regular- 
mente en  noviembre,  en  cuyo  mes  se  hacen  en  los 


mercados  de  Guatemala  muchas  compras ,  de  ahí 
es  que  en  España  recibimos  la  mayor  parte  de 
esta  producto  por  los  meses  de  abril"  y  mayo,  lle- 
gando en  el  resto  del  año  en  pequeñas  partidas. 

Lm  plazas  en  donde  se  recibe  el  añilen  España 
son  Cádiz,  Barcelona,  Málaga  y  algunas  veces  Pal- 
ma de  Mallorca.  El  número  de  zurrones  que  anual- 
mente llegan  son,  por  cálculo  aproximado,  1.200  de 
añil  de  Guatemala  y  200  de  añil  de  Caracas :  la  es- 
casez que  se  nota  en  el  dia  respecto  á  esta  última 
clase  depende  de  haber  descuidado  los  indi  genos  el 
cultivo  del  indigófera  por  el  bajo  precio  á  que  ha- 
bía llegado  su  producto.  Ademas  recíbense  como 
unas  50  cajas  tic  añil  de  Manila ,  que  no  goza  de 
estima. 

Los  añiles  de  Guatemala  nos  llegan  directamen- 
te de  la  Habana  ,  y  los  de  Caracas,  de  Puerto- 
Rico  y  de  varios  puntos  de  Costa-firme.  Hasta  el 
presente  no  los  habíamos  recibido  de  ningún  país 
extranjero ,  pero  en  la  actualidad,  atendido  el 
considerable  aumento  de  precio  que  han  experi- 
mentado ,  de  algunos  meses  á  esta  parte,  los  tra- 
tantes en  dicho  articulo  han  hecho  pedidos  á  In- 
glaterra. 

Tan  solo  en  Cádiz  hay  depósitos  de  añiles,  pu- 
diendo  calcularse  que  el  número  de  zurrones  exis- 
tentes no  excede  en  total  de  500  á  600,  poco 
mas  ó  menos.  Dicha  plaza  abastece  de  este  pro- 
ducto á  muchos  puntos  del  reino  ,  en  particular  á 
Barcelona,  de  modo  que  cuando  en  esta  ciudad 
hay  falta  de  alguna  calidad  de  añil ,  en  Cádiz  es 
en  donde  se  hacen  los  pedidos.  En  Barcelonahay 
no  mas  que  cuatro  ó  cinco  casas  que  reciben  di- 
rectamente el  añil ,  y  la  que  lo  recibe  en  mayor 
partida  no  llega  á  200  zurrones,  pues  como  pla- 
za de  consumo  se  hace  el  negocio  en  detall,  sin 
que  existan  grandes  depósitos.  El  embalaje  del 
añil  de  Guatemala  es  zurrón  con  saco  y  estera;  el 
del  añil  de  Caracas  es  zurrón  con  saco.  La  ca- 
bida de  los  zurrones  es  de  6  arrobas  castellanas, 
pero  como  á  veces  para  obtener  este  peso  no 
basta  una  sola  calidad  de  añil,  los  indígenos  al 
llenar  los  zurrones  echan  mano  de  otras  calida- 
des ,  y  de  ahí  las  diferencias  que  se  observan  al 
abrir  los  zurrones  cuando  se  sacan  muestras. 

En  España  el  añil  mas  estimado  es  el  de  Guate- 
mala ;  sigue  después  el  de  Caracas ,  y  después  el 
de  Bengala,  que  es  de  insignificante  consumo. 
En  la  venta  del  añil,  en  Barcelona,  las  taras  son: 
para  el  de  Guatemala,  pesando  el  zurrón  en  bruto 
7  arrobas  5  libras  catalanas,  se  pagan  limpias 
165  libras  catalanas;  si  no  llega  á  7  arrobas  5  li- 
bras, se  abonan  las  libras  que  faltan;  y  si  excede 
de  dicho  peso,  como  se  calcula  que  es  por  respec- 
to del  cuero,  no  se  abonan  mas  que  las  165  libras. 
Para  el  de  Caracas ,  pesando  el  zurrón  en  bruto 
Í2í  libras  catalanas,  se  pagan  HO  libras  limpias; 
arreglándose  en  lo  demás  á  la  costumbre  seguida 
para  el  de  Guatemala.  En  los  otros  pontos  de  Espa- 
ña, la  tara  es:  si  los  zurrones  pesan  161  libras  en 
bruto,  pagar  150  libras  limpias  ;  siguiéndose  en 
las  diferencias  de  peso  los  mismos  trámites  indi- 
cados. Los  zurrones  de  añil  desiguales  de  peso, 
que  á  veces. nos  llegan,  se  taran  abriéndolos,  y 


Afil  215 

á  mas  del  peso  del  cuero  y  del  saco  se  abona  el 
2  poi  ciento  de  polvo. 

Según  la  Balanza  mercantil  de  la  M.  I.  Junta 
de  Comercio  de  Barcelona,  en  1849  ,  la  importa- 
ción del  añil  en  esta  ciudad  fué :  de  las  provincias 
españolas  de  Ultramar,  35,800  libras,  valor  de 
787,600 rs.  vn.;  del  extranjero,  añil  de  Guatema- 
la, 41,238  libras,  valor  de  907,236  rs.  vn.,  y  añil 
de  Bengala,  850  libras,  valor  de  30,600  rs.  vn.; 
de  diferentes  puntos  de  la  península,  45.300  li- 
bras, valor  de  996,600  rs.  vn.  La  exportación  á 
diferentes  puntos  del  reino  fué :  86,344  libras  de 
añil  de  Guatimala,  valor  de  \  .899,  568  rs.  vn. 

AÑICOS.  Pieles  con  su  lana  de  los  corderos 
que  no  llegan  á  un  año,  y  que  han  sido  adobadas 
por  los  curtidores. 

Llamánse  también  Añinos,  ó  mejor  A ñinus,  alas 
lanas  procedentes  del  primer  esquileo  de  los  mis- 
mos corderos,  ó  de  los  carneros  jóvenes.  V.  Lana. 

El  término  de  Añinos  está  especialmente  con- 
sagrado para  las  pieles  de  corderos  de  Europa; 
porque  en  el  comercio  de  Asia ,  las  pieles  así  pre- 
paradas ,  que  conservan  su  lana ,  se  llaman  Cor- 
deros. La  Tartaria  abastece  de  estos  corderos,  que 
son  de  un  gran  precio  y  muy  eslimados,  y  también 
se  reciben  de  Persia.  Los  Tártaros  Calmucos  y 
todas  las  poblaciones  que  trafican  en  las  orillas 
del  Volga  suministran  al  comercio  esos  corde- 
ros de  que  los  Rusos  hacen  mucho  caso  como  for- 
ro; por  lo  común  sonde  un  hermoso  negro,  y  en 
general  de  esta  especie  de  piel  es  de  la  que'  los 
manguiteros  de  Paris  echan  mano  para  los  guan- 
tes de  invierno  y  forros  de  las  chupas  de  conduc- 
tores de  diligencias,  correos ,  postillones ,  etc., 
etc.  El  rizado  de  esta  lana  es  corto ,  pero  el 
pelo  está  muy  pegado  á  la  piel ,  es  muy  sua- 
ve y  conserva  por  largo  tiempo  su  hermoso  lustre. 

Los  corderos  de  Persia,  conocidos  bajo  el  nom- 
bre de  Corderos  de  Astracán ,  son  generalmente 
grises  ,  y  de  mas  hermosa  lana  aun  que  los  de 
Tartaria :  sirven  principalmente ,  en  Moscou  co- 
mo en  Paris  y  demás  puntos,  para  guarnecer  gor- 
ras, y  también  no  es  raro  ver  algunas  esclavinas 
forradas  de  esta  hermosa  piel. 

En  cuanto  á  los  añinos  de  Europa,  son  muy  in- 
feriores ,  por  la  calidad  y  el  precio ,  á  los  de  que 
se  acaba  de  hablar.  Regularmente  los  curtidores 
prefieren  en  general  ocuparse  de  la  preparación 
de  añinos  blancos,  y  poco  de  la  de  negros.  Esta 
industria  esta  bastante  desarrollada.  Los  añinos  del 
país  sirven  para  guarnecer  interiormente  las  me- 
dias de  las  personas  afectadas  de  gota,  y  tam- 
bién se  forran  con  ellos  los  cubre-piés ;  las  no- 
drizas los  emplean ,  aplicados  sobre  el  vientre  de 
las  criaturas,  para  tener  á  éstas  calientes  vpa- 
ra  impedir  que  se  ensucien  con  la  orina  etc. /etc. 
Pero  el  mayor  consumo  es  en  la  manguitería,  para 
hacer  zamarras  ó  chaquetas  de  piel,  caparazo- 
nes para  las  caballerías ,  para  guarnecer  zapatos 
de  palo  ó  zuecos,  forrar  zapatos  de  orillo,  etc. 

En  España  no  se  reciben  corderos  del  Asia  ni 
tampoco  añinos  de  ningún  punto  de  la  Europa; 
en  nuestras  provincias  se  recojen  en  bastante  nú- 
mero añinos  y  también  Corderos  nonatos  ó  Aíert- 


SI6  API 

nitas ,  que  aun  son  mas  finas ,  para  el  consumo 
del  reino,  y  hasta  para  hacer  alguna  exportación 
al  extranjero  de  añinos  sin  trabajar,  que  en  el 
Norte  sirven  para  confeccionar  vestidos  de  uso  en 
el  invierno. 

Según  la  Balanza  mercantil  de  la  M.  I.  Junta 
de  Comercio,  en  1849 ,  se  importaron  en  Barce- 
lona, procedentes  del  reino:  23.000  libras  de 
corderos  nonatos ,  valor  de  69,000  rs.  vn.,  y  125 
libras  de  corderos  notatos  en  tiras,  valor  dé  375 
rs.  vn. 

A0 

AOUARA.  Especie  de  palmero  de  Cayena, 
que  quizás  es  el  Elais  de  Guinea  [Ela'is  guineen- 
sis,  Jacq.),  de  hojas  aladas  ,  y  que  la  corteza  del 
fruto  ,  macerada  por  espacio  dealgunos  dias ,  da 
un  aceite  que  sirve  para  aderezar  los  alimentos, 
como  medicamento  y  para  el  alumbrado.  La  al- 
mendra suministra  una  especie  de  manteca  lla- 
mada Quioquio  por  los  Caraibes,  que  se  emplea 
para  frotar  las  partes  afectadas  de  dolor  reu- 
mático. 

AP 

APACA'RO.  Nombre  brama  de  un  arbusto 
de  un  olor  fuerte  y  de  sabor  acre,  siempre  verde. 
El  zumo  de  sus  hojas,  mezclado  con  zumo  de 
adormidera,  se  da  en  las  calenturas  intermiten- 
tes ,  y  también  se  emplea  el  cocimiento  de  las 
mismas  para  calmar  los  dolores  de  la  gota. 

APAJIIA.  Género  de  plantas  de  familia  in- 
determinada, de  lapoliadelíia  de  Linneo.  La  Apv- 
ma  silicuosa  (Ápama  siliquosa ,  Lam.)  es  un  ár- 
bol que  crece  en  Malabar.  Con  los  frutos,  hervidos 
en  aceite ,  se  hace  una  especie  de  ungüento  con- 
tra la  sarna  y  las  úlceras  antiguas;  el  zumo  de 
sus  hojas,  asociado  con  el  cálamo  aromático,  es 
una  especie  de  contraveneno  de  la  picadura  de 
las  serpientes,  especialmente  del  Cobra  capella. 
APAREJOS.  Término  de  comercio  de 
mar ,  que  se  toma  en  un  sentido  mas  lato  que  el 
de  Arreos,  y  significa  no  solo  las  velas,  las  ma- 
romas, las  antenas,  lasrodujas,  las  anclas,  las 
gúmenas  y  los  cables  de  un  buque ,  sino  tam- 
bién la  artillería. — Llámase  también  Aparejo  el 
conjunto  de  las  velas,  jarcia  y  motonería  de  un 
navio.  Igualmente  lleva  el  nombre  de  Aparejo  una 
máquina  compuesta  de  un  motón  y  un  cuadernal 
ó  polea ,  y  de  un  cabo  ó  cuerda  que  pasa  por 
ellos  y  sirve  para  levantar  cosas  de  peso. 

APEIBA  ■  Apeiba.  Género  de  plantas  de  la 
fam  lia  de  las  tiliáceas ,  de  la  poliandria  mono- 
ginia  de  Linneo.  Según  el  Sr.  De  Candolle,  las 
hojas  de  la  especie  Apeiba  escotada  [Apeiba 
emarginata,  Lam.;  Sloanea  emarginata,  L.)  son 
comidas  por  los  habitantes  de  Bahama,  en  donde 
crece  este  árbol. 

APOíElL.  Nombre  de  una  raíz  que  se  em- 
plea en  algunas  islas  de  la  América  y  en  Méjico 
contra  la  mordedura  de  la  serpientes.  El  Sr.  de 
Lamarck  cree  que  es  la  raíz  de  la  Aristoloquiv 
mata  culebras  [Aristolochia  anguicida,  L.), 

-%PIO  ,  Apium.  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia délas  umbelíferas,  de  lapentandria  diginia 
de  Linneo,  que  contiene  cuatro  ó  cinco  especies. 


API 

Apio  involucrado  [Apium  involucratum, 

Boxb.).  Especie  déla  India,  glauca  y  vellosa,  y 

que  se  cultiva  en  Inglaterra  por  sussemillas,  que, 

según  Boxburgh ,  se  usan  como  culinarias. 

Apio  de  olor  pesado  ,  Apio ,  Apio 
silvestre  (  Apium  graveolens  ,  L.).  Planta 
bienal ,  que  crece  en  parajes  aguanosos  de  Es- 
paña y  otros  puntos  del  mediodía  de  Europa :  de 
tallos  altos  de  cerca  de  dos  pies ,  gruesos ,  estria- 
dos x  verdes  y  huecos  por  dentro;  hojas  semejan- 
tes á  las  del  peregil ,  pero  mucho  mas  grandes, 
verdes,  lisas,  lucientes  ,  llenas  de  un  zumo  de 
olor  fuerte  y  desagradable ,  y  de  un  sabor  acre; 
las  hojas. radicales  con  largos  pecíolos,  rojizos, 
estriados  y  huecos ;  flores  en  umbelas,  en  la  ex- 
tremidad del  cáliz ,  compuestas  de  cinco  pétalos 
blancos;  fruto  que  consiste  en  dos  pequeñas  se- 
millas encerradas  en  cada  cáliz ;  semillas  ovoi- 
deas, estriadas,  verdes,  de  olor  aromático  y  de 
sabor  acre ;  raíz  larga,  gruesa,  derecha,  blanca, 
que  se  mete  mucho  en  tierra ,  ramosa ,  y  que, 
cuando  fresca,  es  de  olor  nauseoso ,  que  pierde 
por  ia  desecación. 

La  raíz  de  apio  es  una  délas  cinco  raíces  lla- 
madas aperitivas,  y  se  prescribe  á  la  dosis  de  4 
á  8  dracmas;  su  cocimiento  es  mucilaginoso  y  pue- 
de tomarse  en  forma  de  jalea;  esta  raíz  también 
es  fundente,  y  los  antiguos  creían  que  ella  así  co- 
mo el  resto  de  la  planta  volvían  estéril ,  de  modo 
que  Horacio  habla  del  apio  en  este  sentido  en  mu- 
chos puntos  de  sus  obras.  El  zumo  de  las  hojas,  á  la 
dosis  de  6onzases,  según  Tournel'ourt,  un  excelen- 
te febrífugo,  tomado  en  el  momento  del  calofrío,  y 
su  extracto  se  usa,  unido  ala  quina,  con  el  mismo 
objeto;  este  zumo  entra  en  algunos  compuestos 
farmacéuticos,  sirve  para  preparar  una  conserva, 
etc.  Las  semillas  son  otras  de  las  cuatro  semillas 
calientes,  entran  en  muchas  composiciones  ofici- 
nales ,  y  el  aceite  esencial  estraido  de  ellas  es 
reputado  como  carminativo  (V.  Aceite  volátil  de 
apio  silvestre).  El  apio  silvestre  es  una  planta 
sospechosa  para  el  hombre,  habiendo  dado  lu- 
gar á  veces  a  graves  accidentes;  pero  los  car- 
neros ,  las  cabras  y  á  veces  las  vacas  la  comen 
sin  inconveniente,  siendo  así  que  los  caballos  nun- 
ca la  catan. 

El  cultivo  ha  hecho  perder  á  esta  planta  una 
gran  parte  de  su  acritud  y  de  su  fuerza  primitiva 
hasta  el  punto  de  ser  casi  desconocida .-  así  es 
que,  trasportada  de  tiempo  inmemorial  en  las  huer- 
tas, se  ha  obtenido  el  Apio  dulce,  Apio  de  horta- 
liza ó  Apio  propiamente  dicho,  que  ha  llegado  á 
ser  un  alimento  muy  buscado. 

El  tallo  y  las  hojas  del  apio  dulce,  que  vegetan 
al  aire  libre  y  que  están  constantemente  en  con- 
tacto con  la  luz  ,  son  de  un  color  verde  y  de  un 
sabor  acre  desagradable.  Los  hortelanos  tienen 
cuidado  de  reunir  los  tallos  en  un  manojo ,  li- 
garlos y  hundir  las  raices  adherentes  á  ellos 
en  mantillo  cubriéndolos  de  estiércol,  para  in- 
terceptar el  contacto  de  la  luz :  esto  es  lo  que 
ellos  llaman  blanquear,  y  los  botánicos  ahilar. 
Este  ahilamiento  quita  á  los  vegetales  su  sabor 
acre  y  viroso ,  y  su  combustibilidad ;  el  color 


API 

Manon  que  adquieren  así  las  plantas  es  un  prin- 
cipio de  descomposición. 

Les  Italianos  fueron  los  primeros  que  comen- 
zaron a  cultivar  esta  planta,  á  la  que  dan  el  nom- 
bre de  Celeri ,  conociéndose  al  presente  mochas 
sub-variedades  de  apio  dulce,  que  pueden  redu- 
cirse a  cuatro:  el  Apio  largo  ó  Apio  grande, 
tierno,  de  color  verde  claro,  que  está  muy  ex- 
puesto al  añublo;  el  Apio  corto,  verde  oscuro,  de 
raíz  dura,  tempranero  y  que  teme  poco  á  los 
hielos;  el  Apio  ramoso,  pequeño,  de  color  oscu- 
ro, muyramoso,  dulce,  y  muy  oloroso;  el  Apio  rá- 
bano, de  hojas  tendidas  sobr3  el  suelo,  de  raíz 
semejante  á  la  del  nabo,  muy  exquisito  y  muy 
aromático,  sobre  lodo  después  de  cocido. 

El  apio  dulce  conserva  un  olor  fuerte  penetrante 
muy  agradable,  que  queda  en  los  dedos  por  poco 
que  se  manoseen  sus  hojas  ó  sus  raíces.  Según  el 
Sr.  Vogel,  las  hojas  contienen  un  aceite  craso,  un 
aceite  esencial,  vestigios  de  azufre,  basorina  di- 
suelta en  un  ácido  débil,  y  que  forma  una  jalea 
trémula,  una  materia  gomosa,  manila  incapaz  de 
experimentar  la  fermentación  espirituosa,  y  por 
último  nitrato  de  potasa  en  abundancia  y  muriato 
de  potasa. 

El  apio  dulce  es  una  planta  sana  y  agradable: 
se  come  la  base  de  los  pecíolos  y  de .los  tallos  jó- 
venes, en  ensalada,  asi  como  las  sumidades  tier- 
nas que  se  ponen  como  aromas  en  los  caldos  y 
Í>ara  dar  gusto  á  ciertos  manjares.  Las  raíces  de 
a  sub-variedad  apio  rábano  se  comen  del  mismo 
modo,  ó  cocidas,  así  como  el  resto  de  la  planta, 
con  condimentos  adecuados.  Los  tallos  sirven 
para  hacer  una  conserva  muy  buena  para  expeler 
las  ventosidades:  se  cubre  á  las  semillas  con  azú- 
car, y  facilitan  la  digestión,  y  también  con  ellas 
se  hace  un  licor  de  mesa  agradable >  pero  dema- 
siado excitante.  Muchas  personas  temen  al  apio 
como  alimento  caliente,  y  pasa  como  afrodisíaco 
por  ciertos  médicos,  lo  que  es  muy  contrario  á 
la  facultad  de  volver  estéril  que  los  antiguos  atri- 
buían a  esta  planta.  Tan  solo  los  temperamentos 
flecmáticos  deben  hacer  uso  del  apio.  Los  gana- 
dos comen  sus  retoños  con  apetito. 

Los  antiguos  concedían  una  corona  de  apio  ver- 
de á  los  vencedores  en  los  juegos  ñemeos,  una 
de  laurel  en  los  juegos  pitios,  y  una  de  olivo  sil- 
vestre á  los  vencedores  en  los  juegos  olímpicos. 
Los  Romanos  habían  consagrado  esta  planta  en 
obsequio  de  los  muertos. 

Apio  Peregil,  Peregil  (Apium  Petro- 
srlinuni,  L.;  Petroselinum  sativum ,  Hoffm.). 
Planta  bienal ,  indígena,  originaría  de  Cerdeña, 
que  crece  en  los  lugares  sombríos ,  y  se  cultiva 
en  las  huertas.  De  tallos  gruesos  como  el  dedo 
pulgar,  redondos,  estriados,  huecos,  ramosos, 
y  altos  de  tres  á  cuatro  pies;  hojas  compuestas  de 
lóbulos  ovales,  casi  de  figura  de  cuña,  y  corta- 
das,— las  de  la  partí!  superior  del  tallo  son" enteras 
y  lanceoladas;  flores  en  umbelas  en  la  extremi- 
dad de  los  ramos,  compuestas  de  cinco  petalos 
de  color  pálido;  semillas  unidas  de  dos  en  dos, 
estriadas ,  grises,  ovoideas,  y  de  sabor  un  poco 
28 


API  217 

acre;  raíz  larga,  gruesa  como  el  dedo,  blanque- 
cina y  aromática. 

Cultivanse  muchas  variedades  de  esta  planta: 
el  Peregil  común ,  que  es  el  de  gusto  mas  pronun- 
ciado ;  el  Peregil  de  hojas  atutías  ;  el  Peregil  ri- 
zado; el  Peregil  amazorcado ;  el  Peregil  violeta, 
muy  hermoso  para  guarnecer  las  ensaladas ;  el 
Peregil  tuberoso,  cuyas  raices  son  comestibles;  el 
Peregil  de  Ñapóles óPeregil  Celeri,  variedad  muy 
grande,  cuyas  raíces  se  comen  como  las  de  ce- 
leri. 

El  olor  especial  del  peregil  es  muy  fuerte  y  pe- 
netrante, sobre  todo  cuando  se  estregan  sus  ho- 
jas :  Murray  lo  llama  ingrato,  y  Bergio,  grato. 
Su  sabor  es  agradable  y  un  poco*  picante. 

Esta  planta  fué  conocida  de  los  Griegos  y  de  los 
Romanos,  y  éstos  últimos  le  daban  el  nombre  de 
Apium,  calilicándola  Juvenal  de  Corona  griega, 
sat.8: 

Grcecaque  apium  mcruisse  corona?. 

Con  ella  ciñió  Hércules  su  frente ,  después  de  ha- 
ber muerto  al  león  de  Nemea ,  y  posteriormente 
una  corona  de  peregil  fué  el  premio  de  los  juegos 
ístmicos  consagrados  á  Neptuno. 

El  uso  del  peregil  como  planta  de  hortaliza  re- 
monta á  la  mas  alta  antigüedad ,  y  sabido  es  cuan- 
to lo  empleamos  nosotros :  se  come  en  ensalada, 
como  condimento,  hervido  con  las  carnes,  en  las 
salsas,  confitado  con  vinagre  en  la  mostaza,  etc., 
etc.  Excita  el  apetito  y  favorece  la  digestión,  pe- 
ro sin  embargo  no  conviene  á  todos  los  estómagos: 
daña,  en  verano,  á  los  jóvenes ,  á  los  temperamen- 
tos melancólicos  y  á  las  personas  cuyos  nervios 
son  sensibles;  aféctala  cabeza. 

Hase  acusado  al  peregil  de  que  producía  la  epi- 
lepsia ,  pero,  á  pesar  de  los  casos  citados  por 
ciertos  autores ,  nada  de  fijo  ha  confirmado  esta 
propieded ;  también  se  le  acusa  de  ser  nocivo  á 
los  ojos  y  de  causar  su  inflamación  cuando  se  le 
come  en  exceso  ;  por  último  ,  se  dice  que  es  un 
veneno  para  los  papagayos. 

Créese  que  esta  planta'es  susceptible  de  causar 
la  rotura  de  los  vidrios,  si  se  tocan  después  de 
haberla  manejado  ,  lo  que  ha  sucedido  algunas 
veces,  sino  de  seguida,  a  lo  menos  al  cabo  de  po- 
co tiempo. 

El  peregil  tiene  muchos  usos  en  la  medicina 
popular:  sus  hojas  son  el  vulnerario  que  las  gen- 
tes del  pueblo  aplica  á  las  contusiones ,  en  las 
(jue  su  virtud  resolutiva  hace  muy  buen  efecto,  lo 
que  no  sucede  cuando  lo  aplican  sobre  las  heri- 
das, que  entonces  es  nocivo  ,  porque  inflama  los 
labios  de  estas  soluciones  de  continuidad  ,  por  su 
propiedad  activa  y  como  cuerpo  extraño  ,  ade- 
más  (pie  por  esta  última  calidad  los  impide  de 
reunirse  por  primera  intención.  Tissot  dice  que 
el  peregil  es  propio  para  disipar  las  picaduras  de 
los  cínifes  y  cíelas  abejas.  También  se  emplea  pa- 
ra resolver  los  infartos  lechosos  de  los  pechos,  y 
su  zumo  en  algunos  lugares,  á  la  dosis  de  4  á  6 
onzas ,  es  usado  contra  las  calenturas  intermi- 
tentes, tomado  en  el  momento  del  paroxismo. 

Las  semillas  de  peregil,  (pie  forman  parte  délas 
tomo  i. 


218  APO 

cuatro  semillas  calientes  menores,  y  que  entran  en 
alguna  composición  farmacéutica,  son  muy  aro- 
máticas, y  de  ellas  se  extrae  un  aceite  esencial  que 
se  concreta  fácilmente,  y  que  se  indica  como  car- 
minativo y  propio  para^matar  los  piojos.  (V.  Aceite 
volátil  de  peregil.) 

La  raíz  de  peregil,  otra  de  las  cinco  raíces  ape- 
ritivas mayores,  pasa  por  diurética  y  diaforética, 
y  se  la  cree  litontríptica;  pero  al  presente  es  ca- 
si inusitada  bajo  estos  tres  conceptos.  Hervida  se 
come  como  el  celeri.  Esta  raíz  recientemente  se- 
cada, es  ligera,  de  un  gris  amarillento ,  arrufa- 
da al  exterior,  y  provista  de  una  médula  amarilla, 
no  leñosa;  ofrece  un  olor  débil ,  pero  agradable, 
y  un  sabor  de  zanahoria,  ligeramente  acre.  Con- 
viene elegirla  reciente,  porque  pronto  pierde  es- 
tas propiedades  y  es  atacada  por  los  gusanos. 

Apio  postrado  [Apium  postratum,  Labi- 
llardiére) .  Esta  planta  crece  en  la  Nueva-Holanda, 
y  se  asemeja  á  nuestro  Apio  de  olor  pesado  ,  sir- 
viéndose los  naturales  de  aquel  país  de  ella  como 
nosotros  lo  hacemos  del  apio  celeri. 

APMSIA ,  Aplysia.  Género  de  moluscos 
gasterópodos  adelobranquios  del  Sr.  Dumeril,  del 
cual  una  especie,  la  ArLisiA  depilatoria,  Likbre 
de  mar  {Aplysia  depilan* ,  Gm. ;  Laplysia  depi- 
lans,  L.) ,  que  habita  en  nuestras  costas,  pasaba 
entre  los  antiguos  por  muy  nociva ,  y  como  for- 
mando la  base  de  venenos  los  mas  temibles.  Este 
animal  asqueroso ,  de  un  olor  viroso  y  nausea- 
bundo ,  deja  trasudar,  en  ciertas  circunstancias, 
un  licor  blanco,  acre  y  muy  espeso,  pero  poco 
abundante,  y  otro  licor  de  un  rojo  purpúreo ,  de  la 
misma  naturaleza  que  el  del  calamar.  Sus  propie- 
dades nocivas  están  lejos  de  ser  absolutamente  de- 
mostradas, aunque  hayan  sido  minuciosamente 
descritos  los  síntomas  de  su  envenenamiento,  y  su 
curación.  Sus  propiedades  terapéuticas  todavía 
lo  son  menos;  hase  aconsejado  como  antiescor- 
bútico, etc. 

APOBEA.  Planta  de  flor  singenesia,  de 
Guinea,  que  los  negros  toman  en  cocimiento  en 
las  viruelas. 

APO€ALBASO.  Gomo-resina  extraída, 
se  dice,  de  un  euforbio  del  África ,  y  de  la  que  los 
habitantes  de  este  país  se  sirven  para  envenenar 
sus  flechas. 

APOCAPUC.  Árbol  venenoso  de  Madagas- 
car ,  cuya  almendra  produce  un  aceite  que ,  se- 
gún Flacourt ,  sirve  á  los  naturales  del  país  para 
untarse  los  cabellos. 

APOCINO,  Apocynum.  Género  de  plantas 
que  da  su  nombre  á  una  familia  natural ,  las  Apó- 
cimas ,  y  de  la  pentandria  diginia  de  Linneo. 

A  pocilio  como  Cáñamo ,  Cáñamo 
índico  [Apocynum  cannabinum ,  L.) .  Planta  vi- 
vaz, de  la  América  septentrional.  De  tallo  algo 
recto,  y  herbáceo;  hojas  oblongas,  y  panojas 
terminales.  Según  el  doctor  Knapp,  el  polvo  de 
la  raíz  de  esta  especie,  á  la  dosis  de  15  á  20  gra- 
nos, es  vomitivo,  y,  á  doble  dosis,  en  cocimien- 
to ,  obra  como  los  purgantes  hidragogos,  siendo 
útil  en  las  hidropesías ,  la  amaurosis ,  las  calen- 
turas intermitentes ,  etc. ,  etc.  Esta  especie  y  el 


AUU 

Apocino  de  üojas  de  Androsemo  [Apocynum  an- 
drosamifolium ,  L.)  se  cultivan  con  facilidad  en 
los  jardines  botánicos,  y  podrían  ser  empleados 
entre  nosotros. 

Apocino  de  li oj:es  de  Androsemo 
[Apocynumandroscemifolium,  L,).  Planta  herbá- 
cea ,  vivaz,  de  la  América  septentrional.  De  tallo 
recto;  hojas  aovadas,  lampiñas  por  una  y  otra 
parte,  y  cimas  terminales.  El  análisis  químico  ha 
demostrado  en  ella  un  principio  extractivo  amar- 
go ,  otro  principio  colorante  soluble  en  el  agua  y 
en  el  alconol,  goma  elástica  y  un  aceite  volátil. 
Treinta  granos  de  su  raíz  en  polvo  hacen  vomitar 
tanto  como  veinte  de  ipecacuana,  cuyo  nombre 
lleva  en  muchas  provincias  de  aquel  país;  pero 
sus  propiedades  disminuyen  envejeciendo.  Esta 
especie,  como  todas  las  apocíneas,  encierra  un 
zumo  blanco,  acre,  que,  según  el  Sr.  Orfila, in- 
flama la  piel,  lo  que  verifican  también  los  Apo- 
cino como  Cáñamo  y  Apocino  de  Yenecia  [Apocy- 
num venetum,L.). 

El  Apocino  de  hoja  de  Ciduo  [Apocynum  citri- 
folium) ,  especie  de  las  Antillas ,  según  Desportes 
es  venenoso;  sin  embargo,  se  aconseja  el¡baño  pre- 
parado con  el  cocimiento  de  sus  hojas  como  fe- 
brífugo. Las  hojas  del  Apocino  de  la  India  [Apo- 
cynum indicum.,  Lam.)  en  su  primer  desarrollo 
se  comen  en  la  India,  crudas  ó  cocidas,  solas  ó 
mezcladas  con  el  pescado.  La  raíz  del  Apocino 
Juventud  [Apocynum  Juventus,  Lour.),  en  la 
Cochinchina,  es  reputada  de  tal  modo  tónica  y 
corroborante  que  Loureiro  afirma  que  puede  ha- 
cer recobrar  á  un  viejo  el  vigor  de  la  juventud. 
El  Apocino  manchado  [Apocynum  maculatum),  se- 
gún Desporles ,  es  mirado  como  venenoso. 

APOGOIV.  Es  el  rey  de  los  salmonetes  que 
vive  en  las  playas  del  mar  de  Malta,  y  cuya  car- 
ne es  exquisita. 

APOJVOGETOftT,  Aponogeton.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  nayadas,  y  de  la  hep- 
tandria  tetraginia  de  Linneo.  De  la  especie  Apo- 
nogeton DE  DOS  ESPIGAS,  ESPÁRRAGO  DEL  CABO 
[Aponogeton  distachyon,  L.) ,  planta  acuática  de 
las  Indias  orientales  y  del  Cabo  de  Buena  Espe- 
ranza ,  se  comen  las  raíces. 

APOS.  Lémery  describe ,  bajo  este  nombre, 
una  pequeña  ave  que  se  estima,  dice  él,  tomada 
interiormente,  para  la  epilepsia,  para  fortificar 
los  ojos ,  para  el  dolor  nefrítico ,  y  cuyo  nido, 
aplicado  exteriormente ,  es  propio  para  la  esqui- 
nancia.  Esta  ave  es  la  Golondrina  Apos  [Hirundo 
Apos ,  L.) ,  que  vuela  continuamente ,  y  se  alimen- 
ta de  insectos  en  el  aire :  se  vende  muy  Gara  en 
Bolonia  y  en  Italia,  en  razón  del  buen  sabor  de 
su  carne,  que  nutre  bien  v  se  digiere  fácilmente. 

APUTTAS1T.  Planta  de  Guinea ,  útil  en  co- 
cimiento contra  el  escorbuto. 
aq 

AQUEESIA,  Akeesia.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  terebintáceas ,  y  de  la  octan- 
dria  monoginia  de  Linneo .  La  Aqueesia  de  África 
[Akeesia  africana,  Tussac) ,  árbol  originario  del 
África,  cultivado  en  las  Antillas,  tiene  los  frutos 
rojos,  rodeados  de  una  pulpa,  que  se  come  cocida 


AQU 

en  los  guisados.  Estos  frutos  se  venden  en  los  mer- 
cados en  la  Jamaica. 

AQUILAKIA,  Aquilaria.  Género  de  plan- 
las  de  la  familia  de  las  samídea*,  y  de  la  decandria 
monoginia  de  Linneo.  La  especie  Aquilariv  j.e 
Malacca  (Aquilaria  malaccensis ,  Lam.)  produce 
uno  de  los  leños,  llamado  Leño  de  agüita,  de  don- 
de viene  el  nombre  de  este  género.  Este  leño  es 
de  un  blanco  amarillento  y  de  un  olor  suave  ,  lo 
que  lo  hace ,  según  se  dice ,  pagar  á  peso  de  oro 
por  los  Orientales,  que  lo  emplean  para  quemar 
en  los  festines ,  etc. ,  á  semejanza  del  incienso. 
Roxburg  pretende  que  este  leño  procede  de  su 
Aquilaria  Aloe  (Aguilaria  Agallocha);  el  Sr. 
De  Candolle,desu  Aquilaria  secundaria  (Aqui- 
laria secundaria);  de  donde  se  ve  que  es  imposi- 
ble afirmar  nada  sobre  el  origen  de  este  leño,  que 
en  el  comercio  déla  droguería  no  se  conoce,  á  lo 
menos  como  distinto  de  los  leños  aloes. 

A^UIIiEA  |  Achillea.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  sinantéreas ,  tribu  de  las  co- 
rimbiferas ,  y  de  la  poligamia  supérflua  de  Lin- 
neo, muy  numeroso  en  especies,  cuya  mayor 
parte  son  yerbas  vivaces,  de  flores  blancas  ó  ama- 
rillas, á  veces  rojizas  ó  violadas,  y  que  crecen  en 
las  diferentes  de  regiones  de  Europa  y  sobre  todo  en 
las  montañas.  Si  bien  algunas  de  estas  plantas  son 
cultivadas  en  los  jardines,  aquí  tan  solo  indica- 
remos las  que  tienen  algún  uso  en  la  medicina  ó 
en  la  economía  doméstica. 

Aquilea  Agerato,  Eupatorio  de 
-lie «ue  (Achillea  Ageratum,  L.).  Planta  indíge- 
na ,  de  la  altura  de  dos  pies ,  de  tallos  ramosos 
hacia  la  sumidad ;  hojas  lanceoladas ,  obtusas  y 
agudamente  aserradas ;  flores  amarillas,  bastan- 
te peqneñas,  reunidas  en  un  colimbo  apretado  y 
compuesto.  Ha  sido  empleada  como  vermífuga 

Eara  los  niños ,  pero  al  presente  no  está  en  uso. 
a  viscosidad  de  sus  hojas  indica  que  contiene 
un  principio  particular. 

Aquilea  almizclada  (Achillea  moscha- 
ta,  Jacq.).  Planta  de  los  Alpes,  de  un  olor  almiz- 
clado ,  o  mejor  alcanforado ,  que  es  el  verdadero 
Genepi  ó  Genipi  de  los  Saboyardos.  Goza  de  mu- 
cha reputación  en  las  montanas  como  sudorífica 
Í  vulneraria.  La  Aquilea neqra  [Achillea  atraía, 
.)  y  Aquilea  enana  ( Achillea  nana,  L-)  son  tam- 
bién Genepi  á  los  cuales  se  conceden  las  mismas 
propiedades  (V.  Genepi).  Esta  planta  suministra 
a  los  habitantes  de  la  Engadina,  valle  del  cantón 
de  los  Grisones  en  Suiza ,  una  esencia  destilada 
conocida  con  el  nombre  de  Espíritu  de  Iva  ,  y 
muy  estimada  en  Italia  y  en  otros  países  ,  por  su 
olor  almizclado  y  aromático. 

Aquilea  arqueada  (Achillea  falcata,L.). 
Especie  mencionada  en  una  lista  de  medica- 
mentosnuevosdeambas  Indiascomo  muy  emplea- 
da, en  tintura,  en  el  Oriente  contra  la  hipocondría. 

Aquilea  de  Clavena  (Achillea  Clave- 
na,  L.).  Especie  dedicada  á  Clavena,  quien  la 
habia  tomado  por  un  Ajenjo,  y  de  la  que  hizo 
una  confección  muy  celebrada  por  sus  propieda- 
des medicinales,  para  cuya  venta  obtuvo  un  pri- 
vilegio. Esta  planta  no  está  en  uso. 


AQü  219 

Aquilea  estornutatoria,  Tármlea, 
Yerba  de  estornudar  [Achillea  Ptarmi- 
ca,  L.).  Planta  vivaz,  que  crece  en  nuestras  co- 
marcas ,  en  lugares  húmedos ,  y  que  se  eleva  á  la 
altura  de  dos  pies  y  se  ramifica  en  la  sumidad; 
hojas  estrechas  ,  lanceoladas,  puntiagudas,  y 
agudamente  aserradas;  flores  bastante  grandes, 
de  un  hermoso  blanco  y  dispuestas  en  pequeños 
corimbos  desiguales. 

Las  hojas  de  este  planta  tienen  un  sabor  acre 
picante,  y,  reducidas  á  polvo,  toda  la  energía 
del  pelitre ;  sus  raíces  mascadas  provocan  el  es- 
tornudo y  la  salivación ,  al  igual  que  las  hojas, 
pero  raras  veces  son  usadas  con  este  objeto.  En 
Inglaterra  hay  personas  que  ponen  hojas  tiernas 
de  tármica  en  la  ensalada  para  darla  mayor 
gusto. 

Aquilea  milenrama.  Ciento  en 
rama  (Achillea  Millefolium,  L.).  Yerba  vivaz, 
vulgar  en  toda  la  Europa  en  las  márgenes  de  los 
caminos ,  en  los  campos  y  en  los  bosques.  De  ta- 
llos altos  de  pié  y  medio,  tiesos,  angulosos,  ro- 
jizos ,  y  ramosos  hacia  las  sumidades  ;  hojas  dos 
veces  pinnadas  y  desnudas,  con  sus  lascineas  li- 
neares y  dentadas;  flores  de  un  blanco  sucio  ,  á 
veces  rosado,  y  dispuestas  en  corimbos  apretados; 
semillas  pequeñas;  raíz  leñosa,  fibrosa  y  de  color 
moreno.  Es  aromática  y  de  sabor  un  poco  amar- 
go y  astringente. 

Esta  planta  ha  gozado ,  desde  los  Griegos  y 
Romanos  hasta  nuestros  dias,  de  mucha  reputa- 
ción como  un  tópico  balsámico  maravilloso  para 
curar  las  heridas:  de  ahí  el  nombre  de  Aquilea, 

Eor  haberse  servido  de  ella  Aquiles  para  curar  las 
eridas  de  Telefo,  y  las  denominaciones  de  Yerba 
del  carpintero,  ó  Yerba  para  las  cortaduras ,  que 
el  vulgo  le  ha  dado.  También  se  ha  dicho  ser  bue- 
na contra  las  hemorragias ,  las  calenturas  inter- 
mitentes y  el  aborto  ;  liase  preconizado  contra  la 
epilepsia ",  como  antiespasmódica  ,  útil  en  los  có- 
licos llatulenlos ,  en  las  leucorreas,  etc.  El  cien- 
to en  rama  entra  en  algunas  fórmulas  oficinales; 
su  agua  destilada  se  prescribe  á  veces  en  las  po- 
ciones antiespasmódicas ,  por  onzas ,  asi  como 
su  aceite  esencial ,  á  la  dosis  de  20  á  30  gotas 
(Y.  Aceite  volátil  de  ciento  en  rama).  Siendo  las 
flores  mas  aromáticas  han  sido  sobre  todo  admi- 
nistradas como  antiespasmódicas,  mientras  que 
las  hojas  que  son  mas  astringentes  lo  han  sido  par- 
ticularmente en  las  hemorragias  y  los  flujos  muco- 
sos. En  Dalecardia  se  emplea  el  ciento  en  rama 
á  manera  del  hombrecillo  para  fabricar  la  cerbe- 
za ,  lo  que  vuelve  á  esta  bebida  muy  emboracha- 
dora. 

Aquilea  Yerba  rueda,  Yerba  rue- 
da (Aquillea  Uerbarota ,  All.).  Pequeña  planta 
de  las  altas  montañas  del  mediodía,  de  un  olor 
fuerte,  que  contiene  mucho  aceite  esencial,  y  que 
se  emplea  como  sudorífica  y  emenagoga ,  y'ade- 
más  es  reputada  como  vulneraria,  y  entra  en  la 
composición  del  Faltrank. 

AQUIJLEf-lA,  Aqiii.ioiv.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  ranunculáceas,  y  déla 
poliandria  pentaginia  de  Linneo ,  que  contiene 


220  ARA. 

varias  especies,  algunas  de  ellas  cultivadas  en  los 
jardines. 

Aquilegia  vulgar  ,  Aguilena  , 
Manto  Real .  Pajacillo ,  Pelicanos 
{Aquilegia  vulgaris ,  L.).  Planta  vivaz,  común  en 
España,  sebretodo  en  Cataluña,  y  que  se  cultiva 
en  los  jardines  por  sus  hermosas  ñores  azules. 
De  tallo  que  se  eleva  á  la  altura¡de  un  pié  y  medio, 
delgado ,  tieso,  un  poco  velloso ,  rojizo ,  ramoso; 
hojas  parecidas  á  las  de  la  celidonia,  algo  mas 
redondas,  de  verde  desigualmente  mezclado  con 
moreno  y  negro,  y  precedidas  de  largos  pecíolos; 
flores  amazorcadas,  compuestas  de  dos  especies 
de  pétalos  délos  cuales  cinco  son  planos,  y  cin- 
cohuecos,  semejante  aun  cucurucho,  entremezcla- 
dos de  color  azul,  y  á  veces  rojo ;  fruto  compues- 
to de  cinco  cápsulas  llenas  de  semillas  pequeñas, 
ovales,  complanadas,  negras,  aceitosas,  y  lus- 
trosas, y  de  sabor  primero  dulce  y  después  amar- 
go ;  raíz  gruesa,  blanca,  guarnecida  de  libras ,  y 
de  un  sabor  dulce. 

Esta  planta  es  de  olor  viroso ,  y  ,  como  la  ma- 
yor parte  de  las  de  la  familia  á  que  pertenece,  de 
naturaleza  sospechosa ,  debiendo  procederse  con 
cuidado  en  su  uso,  á  pesar  de  cuando  ha  sido  pre- 
conizada en  ciertas  enfermedades.  líasela  reco- 
mendado como  antiescorbútica ,  útil  contra  el  su- 
dor de  los  tísicos ,  en  la  ictericia,  etc. ,  etc.  Con 
las  flores  de  la  aguileña  se  puede  preparar  una 
hermosa  tintura  azul,  que  seria  un  buen  reactivo 
químico  para  ensayar  los  ácidos  y  los  álcalis. 

AQU1X1CIA,  Aquilicia.  Género  de  plan- 
tas déla  familia  de  las  meliáceas,  y  de  la  pentan- 
dria  monoginia  de  Linneo. 

Aquilicia  como  Saúco,  Naltigu  de 
Redio  [Aquilicia  sambutiría,  L.).  Arbusto  de 
la  India,  cuyas  bayas  contienen  un  zumo  de  color 
violeta,  y  cáustico.  El  cocimiento  de  sus  raíces  es 
empleado  contra  los  dolores  de  estómago  por  los 
naturales  del  país;  el  del  leño  ,  contra  la  tos;  sus 
hojas  molidas ,  tostadas  y  aplicadas  sóbrela  ca- 
beza, alivian  en  el  vértigo  y  la  debilidad  del  ce- 
rebro ;  el  vapor  de  su  cocimiento  suspende  los  do- 
lores de  la  gota,  y  en  Guiñéalas  mugeres  encinta 
beben  este  cocimiento  cuando  tienen  el  vientre 
doloroso;  el  zumo  exprimido  de  estas  hojas  tier- 
nas, tomado  en  bebida,  ayuda  á  la  digestión. 

AQUIR  ANTES,  Achyrantiies.  Género  de 
plantas  déla  familia  de  lasamarantáceas,  y  déla 
pentandria  monoginia  de  Linneo.  Según  el  Sr.  De 
Candolle,  el  Aquirantes  de  hojas  obtusas  [Achy- 
ranthes  obtusi folia ,  Lam.)  pasa  como  diurético 
en  la  India;  pero  añade  (pie  esta  propiedad  no 
está  demostrada.  Ainsle  dice  que  el  Aquirantes 
áspera  [Achyranthes  áspera,  L.)  es  mirado  pol- 
los prácticos'del  mismo  país  como  ligeramente  as- 
tringente, y  útil  en  infuso  contra  las  diarreas. 

AR 

ARABIDE,  Arabis.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  los  cruciferas,  y  de  la  tetradinamia 
silicuosa  de  Linneo.  La  especie  Arábide  de  i.a  Chi- 
na JA rabis  chinensis,  ltottl.)  es  empleada  en  la 
India  como  un  buen  estomático  estimulante,  bajo 
el  nombre  de  Alivcrie ;  véndese  en  los  bazares,  y 


ARA 

se  hace  un  gran  comercio  con  ella.  Los  médicos 
del  país  pretenden  que,  si  se  usa  en  demasía,  cau- 
sa el  aborto.  Se  considera  también  á  esta  planta, 
machacada  y  mezclada  con  zumo  de  limón,  como 
un  buen  repercusivo  de  las  inflamaciones  locales. 

ARAC,  Arack,  Arak,  Rack  ó  Rak. 
Estas  palabras  son  árabes,  y  significan  propiamen- 
te Aguardiente  ó  todo  licor  destilado  de  la  fuerza 
del  aguardiente  ó  del  espíritu  de  vino.  Su  uso  es- 
tá muy  extendido  entre  los  Orientales  y  los  Afri- 
canos: los  aguardientes  de  Francia  son  llamados, 
en  Berbería,  Arakí. 

El  arac  que  los  Ingleses  hacen  venir  de  Bata- 
via,  en  donde  se  fabrica  en  inmensa  cantidad ,  y 
de  donde  se  expide  á  todas  las  comarcas  de  la  In- 
dia es  de  tres  especies ,  y  extraído  sea  del  coco, 
del  arroz,  ó  del  azúcar.  La  primera  es  la  mejor  y 
la  mas  usada. 

También  se  fabrica  mucho  arac  de  coco  y  de 
arroz  en  Goa  y  en  Batavia ,  que  son  los  principa- 
les mercados  de  este  artículo  en  la  India.  En  Goa 
lo  hay  de  tres  especies,  según  el  grado  de  la 
destilación ;  pero  el  mas  estimado  es  el  í!e  Bata- 
via. Igualmente  se  elabora  en  Madras,  enColom- 
boy  en  Quilona;,pero,  aunque  mas  fuerte,  no  tie- 
ne la  misma  celebridad. 

El  arac  de  Goa,  al  igual  que  el  de  Colombo,  es- 
tá hecho  invariablemente  con  el  zumo  llamado 
toddy  ,  que  cuela  por  incisión  del  Coco  que  lle- 
va nueces  [Cocos  nucífera ,  L.),  el  que  después 
de  la  fermentación,  se  destila  y  rectifica;  por  lo 
común  ,"  produce  cerca  de  un  octavo  de  espíritu 
rectificado.  El  arac  de  Batavia  ó  de  Java  se  ob- 
tiene por  la  destilación  del  melote  y  del  arroz  con 
una  corta  cantidad  de  toddy. 

El  arac  bien  preparado  es  de  un  color  claro  y 
trasparente,  pero  generalmente  con  un  ligero 
matiz  de  paja  ;  tiene  un  sabor  particular,  proce- 
dente de  la  mezcla  de  las  diferentes  materias  de 
que  está  compuesto  ,  y  también  del  mayor  ó  me- 
nor cuidado  que  se  ha  tenido  en  su  fabricación. 

En  el  Oriente  se  hace  un  gran  comercio  con  el 
arac,  pues  los  Orientales  lo  consumen  en  inmensa 
cantidad.  Este  licores  uno  de  los  principales  pro- 
ductos de  Ceilan,  en  donde  se  vende  por  barriles 
de  130  gallones  *  ,  mientras  en  Java  la  venta  tie- 
ne lugar  por  barriles  de  160  gallones  También 
se  exporta  arac  á  Europa,  principalmente  de  las 
presidencias  de  Bengala,  de  Madras  y  de  Bom- 
bay,  pero  no  en  mucha  cantidad;  en  Inglaterra, 
que  es  en  donde  mas  se  consume ,  apenas  es 
usado,  á  no  ser  para  dar  un  gusto  particular  al 
ponche 

El  arac,  cuando  reciente  purga,  á  aquellas  per- 
sonas que  no  tienen  la  costumbre  de  beberlo,  y 
cuando  añejo  es  tan  fuerte  que  da  ala  cabeza:  no 
conviene,  aun  en  pequeña  dosis,  sino  á  los  tem- 
peramentos fríos,  íleemáticos,  á  las  gentes  de 
trabajo,  y'en  los  climas  húmedos:  de  él  se  hace  un 
vinagre  superior. 

En  las  Indias  Orientales ,  el  arac  se  extrae  del 

*  Gallón :  medida  inglesa  que  equivale  á  un  poco  mas  de 
dos  azumbres. 


ARA 

azúcar,  y  es  el  mismo  licor  llamado  Tafia  ó  Ca- 
chaza en  América.  El  arac  cielos  salvajes  es  un 
licor  que  ellos  preparan  con  raíces  y  semillas 
susceptibles  de  lermcntacion.  Los  Mejicanos  ex- 
traen el  arac  de  la  vainilla.  Finalmente  exlráese 
del  zumo  de  arce,  etc. 

Alt  At  A-I  HA.  Nombre  del  guayabo  en  el 
Brasil  [76a quiere  decir  árbol)  del  quese  distinguen 
dos  especies:  el  A  raca-Guacv,  que  parece  ser  el 
Sidioqie  lleva  MANZANAS  (Psidium  pomiferum, 
L.),y  el  Araca-Miri,  que  es  mas  pequeño,) 
probablemente  es  el  Simo  que  produce  peras  [Psi- 
dium  pyrifi  rum  ,  L.).— V.  Sidio. 

ARAC1  ACÁ.  aVracacha,  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  umbeliferas,  y  déla  pentan- 
dria  diginia  de  Linneo. 

Araraca  comestible  (Aracaeha  escú- 
lcala, DC;  Conium  A racacha,  Hook. )  Esta  plan- 
ta, originaria  de  Caracas  y  de  Santa  Fé,  se  pa- 
rece por  su  porte  al  peregíl  ó  al  apio,  y  por  sus 
semillas  ala  cicuta,  loque  la  ha  hecho  colocar 
en  este  último  género  por  algunos  autores.  Las 
raíces  de  este  vegetal,  cuyo  crecimiento  es  vigoro- 
so, forman  tuberosidades  oblongas ,  que  adquie- 
ren dimensiones  bastante  considerables  (la  de 
un  cuerno  de  vaca),  y  de  color  amarillo,  blanco  ó 

Eurpúreo,  según  la  variedad  cultivada.  Estas  tu- 
erosidades  se  comen  cocidas  como  las  patatas, 
y,  aunque  bastante  compactas ,  exigen  poca  coc- 
ción y  son  muy  agradables  al  gusto.  Tan  fáciles 
son  de  digerir  que  se  prescriben  á  los  con\  ales- 
cientes,  a  las  personas  que  tienen  el  estómago 
delicado,  y  á  los  enfermos.  En  muchas  partes  de 
la  Colombia  este  alimento  est.i  tan  difundido  co- 
mo las  patatas  en  Europa.  Pueden  hacerse  fer- 
mentar estas  raices  y  extraer  de  ellas  un  liquido 
alcohólico ,  que  se  tiene  como  estomático.  Este 
vegetal  podría,  sin  duda,  aclimatarse  en  nuestro 
país:  en  1804,  el  Sr.  Vargas  hizo  algunos  ensa- 
yos á  fin  de  de  que  se  cultivara  en  España  y  en 
Italia. 

liase  admitido,  bajo  el  nombre  de  AtACACA 
almizclada  [Aracacha  moschata,  DC. ;  Conium 
moschalum ,  Kunth.) ,  otra  especie  de  este  género 
que  parece  ser  el  tipo  silvestre  de  la  especie  pre- 
cedente, óá  lo  menos  que  difiere  muy  poco  de 
ella,  y  que  vegeta  en  los  mismos  climas. 

A  KA  KA.  Producto  alcohólico  de  la  desti- 
lación de  la  leche  de  yegua  fermentada  ,  de  que 
hacen  uso  los  Tártaros.  La  araka  es  un  licor  muy 
fuerte,  que  emborracha  mas  que  el  vino. 

A  KAKI.  En  Egipto ,  se  llama  así  á  un  licor 
alcohólico  que  se  prepara  haciendo  fermentar  los 
dátiles;  dase  también  este  nombre,  en  muchos 
comarcas  del  África,  á  la  savia  de  palmero  fer- 
mentada. 

ARAMA ,  Amalia.  Género  de  plantas  que 
dasunombreá  unafamilianalural,  hsAraliáceas, 
y  déla  pentandriapentagiñiade  Linneo,  que  com- 
prende, entre  otras,  las  especies  exóticas  si- 
guientes: 

Aralia  espinosa  .1  valia  spinosa  ,  L.'. 
El  doctor  Meara  recomienda  el  infuso  de  la  cor- 
teza interior  de  la  raíz  de  este  arbusto  espinoso, 


ARA  221 

de  ia  América  septentrional ,  contra  el  reumatis- 
mo ;  pero  es  menester  prepararlo  débil ,  porque, 
demasiado  cargado,  irrítalas  glándulas  salivares 
y  da  náuseas,  lo  que  no  sucede  sin  embargo  en 
todos  lo  individuos.  Con  el  leño  se  prepara  una 
tintura  que  se  emplea  en  Virginia  contra  los  do- 
lores de  los  dientes  cariados  y  contra  los  cólicos 
violentos. 

Aralia  ocjofila  (.4  rali  a  octophylla ,  Lour .) . 
La  corlezay  las  hoias  de  esta  especie  son  usadas 
en  la  China,  en  donde  crece,  como  aperitivas, 
diuréticas  y  diaforéticas,  y  su  sal  fija  y  sus  cenizas 
son  prescritas  contra  la  hidropesía. 
Aralia  palmeada  [A  ralia  pálmala,  Lour.) . 
Loureiro  asegura  que  la  corteza  de  esta  especie, 
de  la  China,  es  resolutiva,  detersiva  y  que  se 
usa  en  el  país  contra  la  sarna  y  la  hidropesía. 

Aralia  racimosa  {Aralia  racemosa,  L.). 
El  doctor  Sarrasin  asegura  que  el  cocimiento 
de  las  raices  de  esta  planta  es  bueno  para  bañar 
las  llagas  antiguas ,  y  que  la  cataplasma  de  las 
mismas  raíces  es  útil  contra  las  úlceras  invete- 
radas. 

Aralia  de  tallo  desnudo  [Aralia  nu- 
dicaulis ,  L.).  El  doctor  Meara  recomienda  las 
raíces  de  esta  planta ,  de  los  Estados-Unidos,  co~ 
m» poseyendo  las  virtudes  de  la  zarzaparrilla,  y? 
según  eí  Sr.  Guibourt ,  parece  que  se  mezcla  a 
veces  con  la  verdadera. 

Aralia  um  ¡telífera  A  ralia  umbclifcra, 
Lam.).  De  esta  especie,  que  crece  en  Amboina, 
cuela  una  gomo-resina  amarilla,  (pie  al  secarse 
toma  un  color  rojo ,  y  que  despide  un  olor  agra- 
dable cuando  se  la  quema ,  lo  que  puede  hacer 
conjeturar  que  contiene  ácido  benzoico. 

Aralia  vellosa  [Aralia  hispida  ,  Mich.). 
Según  el  Sr.  Michaux ,  los  Canadenses  viajadores 
emplean  la  raíz  de  esta  planta  como  sudorífica. 

A  RAM  ACÁ.  Pescado  del  género  suela  ó 
lenguado,  que  vive  ert  los  fondos  arenosos  del  mar 
del  lírasil  ,_y  cuya  carne  es  de  buen  gusto. 

ARA]Í~Á,Áranea.  Género  de  animales  arti- 
culados, muy  numeroso  en  especies,  colocado 
antiguamente  entre  los  insectos  ,  hoy  día  en  el 
orden  de  los  araneidos  pulmonares.  Los  natura- 
listas modernos  han  dividido  el  género  Aranra 
de  Linneo  en  un  gran  número  de  otros;  pero  bajo 
el  punto  de  vista  que  nos  ocupa,  esta  división 
no  puede  ser  siempre  admitida,  porque  muchas  \  e- 
ces  es  imposible  reconocer  a  que  especie  de  Linneo 
pertenece  lo  que  tal  ó  cual  autor  ha  escrito  de 
las  arañas  en  general,  y,  por  consiguiente,  á  que 
nuevo  género  convendría  referirlo,  aunque  ,  por 
lo  común,  sea  á  la  Ara.ñv  doméstica  '.Arunea  do- 
mestica ,  L.)  á  la  que  se  acostumbra  atribuir  casi 
todos  los  hechos  publicados  sobre  la  historia  mé- 
dica y  bromatológica  de  estos  animales.  Sin  em- 
bargo, en  el  articulo  Licosa  trataremos  de  la  ta- 
rántula ,  y  además  véase  también  el  artículo  Alí- 
gala. 

Si  la  historia  no  lo  atestiguase,  nadie  creería 
que  la  araña ,  este  animal  cuyo  goto  aspecto  ins- 
pira generalmente  hastío  ,  y  hasta  horror ,  y  cu- 
ya picadura  ha  siempre  pasado  por  mas  ó  monos 


522  ARA 

nociva ,  haya  podido  ser  colocado  entre  el  núme- 
ro de  los  remedios  útiles  y  de  los  alimentos  de- 
licados. Y  sin  embargo  no  han  faltado,  en  todos 
los  siglos ,  ni  médicos  crédulos  para  atestiguar 
sus  virtudes,  ni  hombres  de  gusto  depravado  pa- 
ra alabar  su  sabor.  Hasta  en  nuestros  dias  hase 
visto  de  nuevo  á  los  doctores  Broughton  y  Chape- 
neau  referir  hechos  en  favor  del  polvo  de  telaraña, 
tomado  á  la  dosis  de  5  á  6  granos  muchas  veces 
aldia,  contra  las  calenturas  intermitentes,  y  á 
un  astrónomo  muy  célebre  complacerse  en  comer 
arañas  vivas.  Según  relación  del  Sr.  Latreille,  los 
naturales  de  la  Nueva  Holanda  y  los  de  ciertas  is- 
las del  Mar  del  Sud  comen ,  á  falla  de  otro  ali- 
mento ,  una  especie  muy  vecina  de  la  Araña 
hambrienta  (Aranea  esuriens  ,  Fabr.). 

Los  ejemplos  sobre  los  comedores  de  arañas 
atestiguan  contratos  peligros  atribuidos  antigua- 
mente á  la  administración  interior  del  veneno  de 
estos  animales,  y  también  alimentan  la  confianza 
de  aquellos  que  todavia  los  consideran  útiles  en 
la  practica  médica. 

El  uso  interior  y  externo  de  las  arañas  remon- 
ta ala  mas  alta  antigüedad.  Al  exterior,  se  em- 
pleaban, sobre  todo  chafadas,  y  como  epicarpio, 
contra  las  calenturas  intermitentes.  La  araña  me- 
dicinal, descrita  por  Hentz,  bajo  el  nombre  de 
Tegeneria  medicinalis,  es  aplicada  vulgarmente 
como  vejigante ,  á  la  manera  de  las  cantáridas, 
en  los  alrededores  deFiladelfia,  en  donde  es  co- 
mún en  las  cuevas. 

Tomadas  al  interior,  se  las  ha  creído  principal- 
mente dotadas  de  una  acción  anti-periódica; 
Etemuller  empleaba  su  polvo  con  este  objeto  á  la 
dosis  de  un  escrúpulo  á  medio  dracma.  La  vir- 
tud afrodisíaca  de  las  arañas  ha  sido  también  cé- 
lebre durante  largo  tiempo:  Lorry  refiere  de  ella 
un  ejemplo  notable ,  que  quizás  es  el  origen  déla 
creencia  difundida  en  Kamtschactka,  relativa  á 
la  propiedad  fecundante  de  estos  animales.  Se- 
gún Molina ,  se  encuentran  en  Chile  arañas  grue- 
sas como  un  huevo  de  gallina,  que  sirven  de  ju- 
guete á  los  niños  y  pasan  como  anti-odontálgi- 
cas. 

También  han  figurado  en  la  materia  médica 
diversos  productos  délas  arañas:  los  huevos  han 
sido  recomendados  contra  la  odontalgia;  sus  pre- 
tendidos bozoares  preconizados  contra  ciertas  he- 
morragias, las  calenturas  intermilenies  y  hasta 
la  peste;  su  veneno,  como  afrodisíaco  ;  al  agua 
destilada  de  Arañas  negras  ,  para  el  tratamiento 
de  las  heridas ;  los  aceites  preparados  con  ellas, 
contra  las  úlceras  y  las  calenturas  de  mal  carác- 
ter; el  aceite  empireumático  extraído  de  las  mis- 
mas, para  la  curación  de  las  verrugas,  etc.  Fi- 
nalmente, la  tela  de  estos  industriosos  animales, 
indicada  ya  como  hemosttticapor  Dioscorides, 
es  todavíaempleada  vulgarmente  en  nuestros  días 
para  este  uso,  y,  por  algunos  cirujanos,  para 
cubrir  la  pasta  arsenical  que  ellos  aplican  sobre 
ciertos  cánceres  de  la  piel :  timbien  ha  sido  pre- 
conizada por  muchos  autores ,  aun  entre  los  mo- 
dernos, como  se  ha  dicho ,  contra  las  enfermeda- 
des nerviosas  y  las  calenturas  intermitentes;  y 


ARA 

por  último,  hásela  igualmente  empleado  al  exte- 
rior, cocida  envinagre,  en  los  casos  de  cólico 
flatulento  y  de  pérdida  uterina. 

Según  fhomsom,  no  existen  experimentos 
exactos  sobre  el  veneno  de  las  arañas :  puédese 
juzgar  suficientemente  de  su  virulencia  por  la 
rapidez  con  que  estos  animales  matan  su  presa  y 
se  destruyen  entre  sí.  El  Sr.  Oríila  lo  coloca ,  a 
tenor  de  sus  efectos,  en  el  número  de  los  vene- 
nos sépticos. 

La  Araña  goteada  [Aranca  45-guttata,  Ros- 
si)  ,  que  habita  la  Córcega  y  la  Italia,  pasa  co- 
mo una  de  las  mas  venenosas;  en  seguida  vienen 
la  Araña  de  Florencia  ó  Araña  de  las  cuevas 
[Aranca  florentina,  Rossi) ,  que  se  encuentra  en 
Italia,  y  la  Araña  doméstica  [Aranea domestica, 
L.) ,  común  en  nuestras  casas,  y  cuya  picadura, 
comummente  inocente,  produce  también  algunas 
veces  accidentes  mas  ó  menos  graves.  Fabricio 
cita  la  Araña  anidadora  ó  Araña  cazadora  [Ara- 
nea  nidulans ,  Gmel.) ,  cuya  picadura ,  en  la  Amé 
rica  meridional,  en  donde  ella  es  común  en  las 
casas ,  produce  una  calentura  que  disipan  los  su- 
doríficos ;  y  Flacourt  dice  á  corta  diferencia  lo 
mismo  de  una  Araña  negra  de  Madagascar. 

La  picadura  de  las  arañas,  cuando  va  acom- 
pañada de  la  introducción  del  veneno  de  este 
animal,  lo  que  parece  no  tener  siempre  lugar,  de- 
termina dolor,  seguidode  ciertos fenómenos.Jsean 
locales ,  tales  como  rubefacción  de  la  parte, hin- 
chazón edematosa  ó  lívida,  flictenas,  etc.,  sean 
generales,  como  pasmo,  frió,  priapismo,  coma, 
convulsiones,  y  hasta  la  muerte.  Los  ejemplos 
observados  y  referidos  de  estos  diversos  acciden- 
tes son  bastante  numerosos  para  que  no  se  pueda 
de  dudar  de  ellos ;  sin  embargo  han  sido  con  fre- 
cuencia exajerados.  Por  lo  demás,  parece  queel 
clima,  la  estación  y  ciertas  predisposiciones  in- 
dividuales, todavía  poco  conocidas,  influyen,  tan- 
to como  la  especie  de  ai  imal ,  sobre  la  naturale- 
za de  estos  incidentes :  así  es  que  parecen  ser 
mas  comunes  y  mas  graves  en  los  tiempos  y  los 
países  calientes,  que  en  las  circunstancias  con- 
trarías. 

Sea  como  fuera  ,  casi  siempre  los  accidentes 
se  calman  ó  por  sí  mismos  y  prontamente,  ó  por 
el  simple  uso  de  lociones  dé  agua  en  que  se  ha- 
ya disuelto  sal  común,  ó  agua  que  contenga 
amoníaco ,  medios  que  parecen  ser  los  mas  efica- 
ces entre  todos  los  que  para  dicho  objeto  han  si- 
do prupuestos. 

AKAQVIDE,  Aracius.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  leguminosas ,  y  de  la  dia- 
delfia  decandria  de  Linneo.  r 

Aráquitle  subterránea  (Arachis  hy- 
pogeea,  L.).  Estaplanta  anua,  originaria  del  Áfri- 
ca ,  trasportada  por  los  negros  en  el  Brasil ,  en  la 
India ,  etc. ,  y  cultivada  en  España ,  en  Italia  y 
también  en  algunas  otras  partes  de  Europa,  ha 
recibido  denominaciones  diferentes  en  razón  de 
los  lugares  en  que  crece,  y  también  en  razón 
de  la  configuración  de  su  fruto  y  del  uso  que  de 
este  puede  hacerse.  Los  Españoles  americanos  la 
llaman  Maní ;  los  naturales  de  Méjico,  üaícaca- 


ARA 

hualt ;  los  Españoles  de  Méjico,  Cacahuate;  los 
naturales  del  Perú,  en  particular  los  de  Quito, 
Juchik;  los  naturales  del  Brasil  y  los  Portugue- 
ses míe  habitan  en  este  país,  Mandobi  ó  Manobi; 
losCuaranienses,  Manubi ;  los  Chiquiros,  JSaa- 
i/uis;  los  Moros,  Vuruíjuieris;  loslmbayos,  Yo- 
litjms.  Finalmente,  sus  frutos,  en  razón  de  la 
analogía  con  los  alfónsigos  verdaderos,  y  la  pro- 
piedad (pie  tienen  de  vegetar  debajo  tierra,  han 
sido  llamados  Alfónsigos  de  tierra  ó  Pistachos  de 
til r  ni. 

El  cacahuate  tiene  le  raiz  fusiforme,  á  veces 
contorneada  en  forma  de  S ,  hundida  en  tierra 
hasta  unas  siete  ú  ocho  pulgadas,  en  una  direc- 
ción horizontal ,  y  compuesta  de  fibras  delgadas 
cubiertas  de  un  gran  número  de  tubérculos  de 
tigura  de  guisante.  El  tallo  se  eleva  á  la  altura  de 
¿0  á  3?  [migadas;   es  de  color  de  orin  oscuro, 
desde  la  base  hasta  la  mitad  de  su  altura,  y  en  lo 
restante  de  un  verde  manzana ;  recto  y  sencillo 
al  principio ,  pero  luego  se  ramifica  adquiriendo 
tonos  sus  ramos  un   igual  grosor ,  y  tiene  una 
articulación  en  el  punto  de  salida  de  cada  esti- 
pula. Las  hojas  son  alternas,  aladas,  lisas,  de 
un  verde  hermoso  y  compuestas  de  dos  pares  de 
hojuelas  dispuestas  en  la  parte  superior  de  un 
peciolo  común  ,  siendo  el  uno  terminal  y  el  otro 
situado  á  corta  distancia  debajo  del  primero;  ca- 
da hoja  está  acompañada  de  un  par  de  estípulas 
lanceoladas.  Las  llores  ,  reunidas  en  ramilletes 
de  tres  á  seis  y  sostenidas  por  cortos  pedúnculos, 
nacen  en  las  axilas  de  las  hojas:  las  masculinas  en 
las  axilas  superiores,  naciendo  en  las  inferiores 
flores  masculinas  y  hermafrodítas ;  después  de 
la  fecundación,  las  primeras  con  sus  pedúnculos 
desaparecen  ,  quedando  solo  fecundadas  las  se- 
gundas capaces  de  producir.  Cuando  la  flor  ha 
caído,  el  pistilo  queda  adherido  á  lo  largo  del  pe- 
dúnculo fructífero  ,  que  está  armado  en  su  ex- 
tremidad de  una  punta  en  forma  de  espina:  en- 
tonces el  pedúnculo  se  inclina  y  hunde  la  punta  en 
tierra ,  arrastrando  consigo  los  pistilos  á  ella  ad- 
heridos, los  cuales  nunca  presentan  señales  de 
intumescencia ,  hasta  que  ellos  y  la  punta  están 
bien  enterrados ;  así  oculto  en  tierra  es  como 
va  madurando  el  fruto.  La  forma  de  este  fruto  es 
una  legumbre  mas  ancha  en  la  base  que  en  la 
punta ,  angostada  en  el  medio  cuando  contiene 
dos  semillas  y  globulosa  oblonga  solamente,  cuan- 
do no  encierra  mas  que  una,  y  terminada  por 
una  punta  encorvada  que  es  el  resto  del  pistilo: 
esta  legumbre  cuando  madura  es  larga  de  12  á 
i  6  líneas  y  gruesa  de  4  á  6 ,  formada  de  una  cas- 
cara blanca,  delgada,  venosa  reticulada,  guar- 
necida por  dentro  de  una  película  sedosa,  ama- 
rillenta, lustrosa  y  muy  fina.  Las  semillas  tienen 
la  forma  de  una  avellana  truncada  oblicuamente 
de  un  lado,  redondeada  y  mas  estrecha  del  otro, 
cubiertas  de  una  película  de  un  color  rojo  vino- 
so ,  blancas  al  interior ,  muy  aceitosas  y  de  un 
sabor  muy  delicado  y  mas  agradable  que  el  del 
pistacho  y  de  los  niñones  dulces.   Cuando  la  le- 
gumbre ha  llegado  á  su  madurez,   las  semillas 
que  contiene  se  despegan  de  ella  por  si  mismas 


ARA  223 

y  hacen  el  efecto  del  cascabel  cuando  se  las  agita. 
Larecolecion  del  cacahuete  se  hace  como  la  de  la 
patata:  arrancadas  las  plantas,  se  ponen  á  secar, 
yjluego  se  baten  con  perchas  ó  con  trillos  ligeros; 
así  se  obtienen  las  semillas,  que  es  el  principal  pro- 
ducto ,  aunque  la  yerba  seca  sea  un  buen  pasto. 
El  cacahuete,  que  se  siembra  á  fines  de  abril  ó 
primeros  de  mayo ,  al  vuelo  ó  en  sulcos ,  si  crece 
en  un  terreno  arenoso,  ligero,  sustancioso  y  di 
x idido ,  es  muy  produetho,  pues  llega  á  dar 
doscientos  por  uno. 

Las  semillas  de  cacahuete  se  conservan  durante 
muchísimo  tiempo;  ni  se  enrancian,  ni  se  pudren. 
En  \  arios  países  se  comen  crudas,  pero  para  encon- 
trarlas buenas  se  requiere  estar  acostumbrado  á  su 
sabor,  como  lo  están  los  Negros;  por  otra  parte,oca- 
sionan  dolores  de  cabeza  y  degarganlaviolentos; 
tostadas  ó  cocidas  en  el  agua ,  por  cuya  opera- 
ción se  les  quita  la  acritud,  no  son  dañosas.  Ellas 
sirven  para  la  preparación  de  contiles,  de  con- 
servas, de  ratafias  muy  agradables;  son  em- 
pleadas para  hacer  una  especie  de  horchata,  que 
los  Americanos  llaman  Pipián;  se  hacen  entrar  á 
veces  en  la  composición  del  chocolate  económico 
destinado  parados  pobres;  mezcladas  en  polvo  con 
la  harina  de  trigo  sirven  para  obtener  un  pan  agra- 
dable al  gusto;  etc.Laniarch  ybomare  atribuyen 
á  esta  semilla  una  propiedad  afrodisiaca ;  es  en 
verdad  ligeramente  caliente  ,  y  propia  para  dar 
tono  á  los  estómagos  débiles.  Pisón  ,  medico  ho- 
landés ,  asegura  que  la  emulsión  de  cacahuete 
un  poco  tostado,  produce  excelente  efecto  en 
los  éticos  y  pleuréticos. 

Analizadas  por  los  Sres.  Pay  en  y  Henry ,  las 
semillas  de  cacahuete  han  dado ,  además  del  acei- 
te craso,  cáseo,  azú  ar,  azufre  ,  una  materia  co- 
lorante, leñoso  \  sales. 

•  Cultivase  el  cacahuete  sobre  todo  para  la  ex- 
tracción de  un  aceite ,  que  por  expresión  en  frió 
su  semilla  lo  da  en  razón  de  50  p.  %•  El  Aceite 
de  cacahuete  es  blanco ,  mas  espeso  que  el  de 
aceitunas,  muy  secante,  se  enrancia  difícilmen- 
te, se  congela  á  siete  grados  bajo  cero,  es  dulce 
muy  agradable  y  se  come  con  gusto,  sirviendo 
para  los  usos  déla  mesa.  Tostando  las  semillas, 
se  obtiene  cerca  de  la  mitad  dcsu  peso  de  un  acei- 
te menos  agradable  ,  pero  muy  bueno  para  que- 
mar, para  las  fá  ricas  de  jabón  y  oíros  usos  eco- 
nómicos. 

El  bagazo  de  estas  semillas ,  desleído  en  el 
agua,  produce  una  materia  amilácea  ,  que  pue- 
de hacerse  entrar  en  la  confección  de  las  pastas, 
como  empanadas,  tortas,  etc.  Este  mismo  ba- 
gazo da  una  harina  excelente  para  engordar  á  los 
animales. 

El  Sr.Fremon  dice  que  la  raíz  delaaráquidees 
azucarada,  y  (pie  puede  reemplazar  ala  de  regaliz. 
En  el  Rrasií  se  cultiva  una  veriedad  ó  espe- 
cie particular  de  esta  planta ,  señalada  ya  por 
Linneo ,  mucho  mas  robusta  que  la  especie  vul- 
gar, que  se  eleva  hasta  1 2  pies  de  altura ,  y  que 
produce  muchos  frutos  de  los  cuales  se  hace  un 
gran  comercio ,  y  de  los  que  se  extrae  abundan- 
temente aceite. 


524  ARC 

Pallas  dice  que  en  la  China  se  hace  uso  de  una 
aráquide,  que  él  llama  Curacao,  que  se  presume 
ser  la  especie  vulgar. 

ARARA.  Especie  de  fruto  de  América  cuyo 
cocimiento,  según  Clusio ,  sirve  para  lavar  las 
úlceras  malignas,  y  relaja  el  vientre. 

ÁRBOL  REL  AJO.  Nombre  del  Ceudan  a 
de  olor  de  ajo  [Ccrdana  alliodora,  lluiz  y  Pa- 
vón; Cordia  Cerdana;  R.  S.)  que  crece  en  el 
Brasil  y  en  el  Perú.  Podríase  dar  el  misino  nom- 
bre alPETiVEMA  con  olor  de  ajo  [Petiveriu  ullia- 
cea,  L.).  r 

ÁRBOL  RE  ALHIACIGO.  Crece  en 
la  Carolina ,  y  se  eleva  hasta  la  altura  de  cin- 
cuenta pies;  su  tronco  tiene  dos  ó  tres  pies  de 
grueso;  su  corteza  es  lisa  y  de  un  blanco  verdo- 
so; sus  hojas  sostenidas,  sin  orden  por  largos  pe- 
cíolos, son  algosemejantesá  las  del  peral;  las  llo- 
res son  pequeñas,  de  cinco  pélalos,  amarillas,  y 
á  ellas  sigue  un  fruto  oval,  amarillo,  que  tiene 
la  forma  de  una  pequeña  ciruela,  y  que  contiene 
un  cuesco  moreno  y  oval.  Este  fruto,  que  es  dul- 
ce y  meloso  ,  se  come  en  el  país. 

ARROIi  RE  LA  RREA.  Su  nombre 
lineano  no  es  conocido  ;  crece  en  Manila,  y  da 
una  resina  aun  no  usada,  de  la  que  el  Sr."  Bo- 
naslre  ha  extraído  una  sub-resina. 

ARROIi  RE  LACEQITERA.  Es  el 
Excecaria  Agaloca  [Excmcaria  Agulloca,  L.).  El 
zumo  de  esta  euforbiácea  ciega  á  las  personas 
que  lo  reciben  en  los  ojos  ,  lo  que  lo  ha  hecho 
llamar  Arbor  cxccecans  por  Rumíio. 

ÁRBOL  RE  HIERRO.  Su  nombre 
lineano  es  desconocido;  en  la  China  se  le  llama 
Tie-Ly-Mou. — V.  Palo  de  hierro. 

ARROL  RE  LECHE.  Es  probable  que 
pertenezca  ala  familia  de  las  euforbiáceas  óá  la 
de  las  apocíneas ,  pero  su  nombre  liueano  nos  es 
desconocido.  En  el  Japón  se  le  llama  Farnosky  ó 
Namva. 

ARROL  RE  LA  VACA.  Los  colonos 
españoles  del  norte  de  Maragay  ,  en  la  América 
meridional,  llaman  así  á  un  árbol  que  da  abun- 
dantemente un  zumo  lechoso,  y  que,  por  sus  pro- 
piedades, tiene  analogía  con  la  leche  de  los  ani- 
males, el  cual  emplean  para  los  mismos  usos  que 
ésta.  Es  un  poco  mas  espeso  que  la  leche  de  vaca 
y  tiene  el  sabor  de  ésta:  se  mezcla  con  el  agua  sin 
coagularse  por  la  ebullición ;  sometido  á  la  ac- 
ción del  calor ,  se  cubre  de  una  película  que  im- 
pide el  desprendimiento  de  los  vapores  acuosos, 
pero  separando  esta  película ,  y  haciendo  evapo- 
rar el  líquido  á  una  temperatura  suave,  se  obtie- 
ne un  extracto  parecido  á  la  crema.  Sus  partes 
constituyentes  son  cera,  fibrina,  un  poco  de  azú- 
car, una  sal  magnesiana,  agua,  y  nada  de  cá- 
seo. La  presencia  déla  fibrina  explícala  propiedad 
nutritiva  de  este  zumo,  que  en  el  país  se  llama 
Palo  de  vaca.  El  Sr.  de  Humboldt  dice  que  el  ár- 
bol parece  ser  de  la  familia  de  las  sapotáceas. 

ARCA,  Arca.  Género  de  moluscos  del  orden 
de  los  acéfalos  testáceos  y  de  la  familia  de  los 
ostráceos.  Algunas  de  las  especies  ofrecen  cali- 
dades alimenticias. 


ARC 

Arca  barbuda  [Arca  barbata,  L.).  Con- 
cha cuya  forma ,  comparable  á  la  especie  siguien- 
te ,  se  encuentra  en  el  Mediterráneo.  Sus  propie- 
dades son  las  de  las  otras  conchas  marinas;  cóme- 
se como  el  arca  de  Noé. 

Arca  «fle  Híoé  [Arca  Noe,  L.).  Concha  de 
forma  larga,  aunque  ventruda,  común  en  las  cos- 
tas de  la  Europa ,  del  África  y  de  América ,  y  es 
buscada  como  alimento  por  los  pueblos  marítimos. 
Solo  se  hace  uso  de  ella  en  invierno  ,  porque  en 
verano ,  cuando  llena  de  huev  os,  tiene  una  acri- 
tud insoportable.  Los  Árabes  la  comen  cruda, 
pero  comunmente  se  hac'e  freir  en  aceite  con  mi- 
ga de  pan  y  peregil. 

El  Arca  senil  [Arca  senilis ,  L.)  es  también 
usada  por  los  negros  de  las  costasde  África. 

ARC  AHÍ.  Serpiente  desconocida  que  se  en- 
cuentra en  el  Turquestan  ,  y  cuyo  veneno,  según 
Herbelot ,  es  el  mas  peligroso. 

ARCAS  para  guardarmoneda.  En 
otro  tiempo,  las  arcas  para  guardar  dinero  eran 
por  lo  común  cajas  de  diferentes  magnitudes  y 
formas,  hechas  de  madera  sólida  desnuda,  o 
forradas  interior  ó  exteriormente  de  hierro,  con 
goznes  ó  bisagras  fuertes  y  con  cerraduras  ó  can- 
dados mas  ó  menos  ingeniosos  para  llenar  el  ob- 
jeto á  que  se  las  destinaba. 

Al  presente,  la  construcción  de  arcas  para 
guardar  moneda  forma  un  ramo  especial  de  in- 
dustria ,  que  se  halla  muy  adelantado ,  pues  liase 
conseguido  armonizar  la  elegancia  y  la  comodi- 
dad del  conjunto  con  la  seguridad  de  las  cerradu- 
ras, tan  indispensable  en  estos  utensilios. 

En  la  imposibilidad  de  exponer  aquí,  en  obse- 
quio á  la  brevedad ,  las  varias  formas  que  suce- 
sivamente han  recibido  las  arcas  y  las  multipli- 
cadas cerraduras  inventadas  para  asegurar  los 
caudales  en  ellas  contenidos ,  nos  limitaremos  á 
hablar  de  las  principales  especies  de  arcas  de 
uso  mas  general  en  la  actualidad. 

I.  Las  arcas  mas  sencillas,  que  tienen  la  for- 
ma de  caja  común ,  son  de  madera  forradas  ex- 
teriormente de  chapa  de  hierro  muy  fuerte,  y  pro- 
vistas de  diferentes  cerraduras  según  sea  el  objeto 
para  que  se  las  destine :  su  dimensión  varia,  des- 
de 75  centímetros  de  largo ,  37  centrímetros  de 
alto  y  37  centímetros  de  ancho,  que  son  las  mas 
regulares,  hasta  las  dimensiones  que  se  quiera, 
pudiendo  construirse  también  mas  pequeñas.  En 
estas  arcas  se  disponen  varias  divisiones  que  sir- 
ven para  guardar  por  separado  la  moneda  de  oro 
de  la  de  plata,  los  billetes  de  banco,  y  otros  pa- 
peles ,  etc. ;  y  todas  tienen  varias  asas  para  fa- 
cilitar su  trasporte ,  pues  estas  son  las  arcas  de 
que  generalmente  se  sirven  los  regimientos  y  que 
se  usan  en  los  buques  y  en  los  casos  en  que  se 
hace  necesaria  la  conducción  de  caudales  de  una 
parte  á  otra. 

II.  Hay  otra  especie  de  arcas  mucho  mas  com- 
plicadas, que  tienen  la  forma  de  un  armario.  Cons- 
tan :  \ :°  de  un  pié  de  madera;  2.°  de  la  caja-ar- 
mario, también  de  madera  forrada  interiormente 
de  chapa  de  hierro  bastante  fuerte,  y  exterior- 
mente  de  otra  chapa  del  mismo  metal  mas  gruesa 


ARC 


todavía;  3.°  de  la  cerradura  que  tiene  el  movi- 
miento de  cinco  pestillos,  pudiéndose  aumentar  ó 

disminuir,  además  ,  vina  pieza  de  gran  mérito, 
llamada  secreto,  por  la  cual,  con  el  procedimiento 
ile  una  combinación  de  letras,  impide  abrir  la 
cerradura,  que  consta  de  una,  dos  y  tres  cerra- 
duras con  sus  llaves  para  garantía  "de  los  socios 
de  las  compañías  mercantiles,  etc.;  4.°deunacor- 
nisa  de  madera.  Si  bien  estas  arcas  pueden  cons- 
truirse de  varias  magnitudes,  las  dimensiones  mas 
generalmente  en  uso  son  las  siguientes:  90  cen- 
tímetros de  alto  con  (i  I  centímetros  de  ancho  y  íü 
centímetros  de  fondo;  1 05  centímetros  de  altocon 
72  cent  .¡metros  de  ancho  y  44  centímetros  de  fon- 
do ;  1 27  centímetros  de  alto  con  «6  centímetros 
de  ancho  y  44  centímetros  de  fondo;  152  centí- 
metros de  alto  con  86  centímetros'  de  ancho  y  44 
centímetros  de  fondo.  En  el  interior  de  estasar- 
cas  hay  varios  estantes  y  divisiones  para  colo- 
car con  el  debido  orden  diferentes  monedas  y  los 
documentos  ó  papeles  que  se  quiera;  a  veces 
también  se  las  añaden  secretos.  Las  que  exce- 
den de  mucho  á  las  dimensiones  indicadas  se 
construyen  con  dos  puertas,  sirviendo  la  inferior, 

3ue  se  abre  por  dentro  ,  para  colocar  con  facili- 
ad  los  talegos  dentro  del  arca. 

Esta  especie  de  arcas,  por  enya  introducción 
el  Gobierno  de  S.  M.  ha  concedido  privilegio  ex- 
clusivo á  D.  Felipe  Mullér,  reúnen  toda  la  soli- 
dez y  seguridad  apetecibles,  siendo  justa  laacep- 
taeión  que  han  merecido  de  los  comerciantes. 

111.  Las  arcas  mas  modernas  son  las  de  forma 
de  armario,  como  las  anteriores,  todas  de  hierro 
con  doble  fondo  lleno  de  tierra  refractaria ,  y  con 
cerraduras  de  combinación  de  letras,  y  mayor 
número  de  pestillos  que  las  precedentes.  Estas 
arcas  reúnen  á  un  agradable  aspecto  toda  la  so- 
lidez y  seguridad  que  pueda  desearse. 

Para  escribir  este  articulo, .hemos  visitado  el  ta-* 
11er  del  Sr.  Mullér,  en  el  cual  hemos  podido  ob- 
servar surtidos  de  todas  las  especies  de  arcas 
descritas ,  trabajadas  con  el  mejor  gusto;  de- 
biéndoseála  complacencia  de  dicho  maquinista 
el  que  pedamos  indicar  aquí  la  explicación  de  la 
cerradurra  por  el  procedimiento  de  un  secreto 
combinado  con  letras,  guarismos ú  otros  signos, 
que  le  valió  el  privilegio  de  introducción. 

La  pieza  secreta  está  situada  en  el  centro  de  la 
puerta  -.  consta  de  una  plancha  de  hierro  en  for- 
ma de  paralelogramo ,  en  cuya  parte  interior 
está  calocado  el  mecanismo  de  la  cerradura, 
que  queda  oculto  en  el  grueso  de  la  puerta,  y  en 
la  parte  exterior ,  pulimentada ,  hay  cuatro  bolo- 
nes de  latón ,  en  cuya  circunferencia  cada  uno  de 
ellos  tiene  grabadas  todas  las  letras  del  abeceda- 
rio. El  numero  debotones  puede  reducirse  á  tres, 
pero  también  puede  aumentarse,  si  se  quiere.  En 
la  plancha ,  encima  de  cada  botón ,  hay  marca- 
do un  cero  ó  punto ,  que  sirve  de  guía  para 
formar  las  combinaciones  de  letras  que  conven- 
gan al  dueño  del  arca.  Para  hacer  estas  combina- 
ciones, al  abrir  la  puerta,  es  menester  dar  una 
vuelta  á4a  llave  de  la  cerradura,  y  luego  se  ob- 
servará en  la  parte  interior  de  aquella  una  pieza 
•29 


ARC  225 

que  so  interpone  entro  el  pestillo  de  la  cerradu- 
ra, y  debajo  de  esta  pieza  y  entre  el  expresado 
pestdlo  se  coloca  una  pieza  en  forma  de  llave,  que 
\  a  anexa  al  arca.  Se  aprieta  bien  esta  especie  de 
llave,  y  desde  luego  se  colocan  los  botones  déla 
parte  exterior  de  modo  que  las  letras  elegidas 
correspondan  pcrpendicularmento  debajo  del  ce- 
ro ó  punto  indicado  en  la  plancha ,  sin  estar  in- 
clinadas mas  á  un  lado  que  á  otro.  En  seguida  se 
saca  la  mencionada  pieza,  y  se  puede  cerrar 
perfectamente ,  porque  la  pieza  interior  se  levan- 
la  con  facilidad  y  no  se  interpone  entre  el  pesti- 
llo. Sucede  lo  contrario  después  de  cerrado,  pues 
cambiando  de  posición  uno,  dos  ó  tres  de  los  bo- 
tones, dando  la  vuelta  del  modo  que  se  quiera, 
desaparece  la  combinación,  y  no  hay  medio  po- 
sible de  abrir,  pues  la  expresada  pieza  del  inte- 
rior se  opone  al  pestillo ,  y  hasta  que  se  coloquen 
lasletrasque  forman  la  combinación  no  se'consi- 
gue  el  resultado  que  se  apetece. 

AKCIIiliA.  Es  una  de  las  sustancias  mas 
esparcidas  en  la  naturaleza ,  y  al  mismo  tiempo 
una  de  las  que  prestan  mas  servicios  á  un  sinnú- 
mero de  arles.  La  arcilla  es  una  combinación  ó 
mas  bien  una  simple  mezcla  de  diversas  tierras 
y  de  óxidos  metálicos ,  en  proporciones  muy  va- 
riables, pero  en  que  la  sílice  domina  casi  cons- 
tantemente. Aquí  no  nos  ocuparemos  de  las  con- 
sideraciones geológicas  relativas  á  la  formación 
de  las  arcillas,  ni  de  su  análisis  rigoroso,  ni  de 
ningún  hecho  extraño  al  comercio  quede  ellas  se 
hace.  Si  indicamos  sumariamente  la  composición 
de  las  principales  especies  de  arcilla,  es  tan  so- 
lo para  identificarlas  con  las  circunstancias  del 
uso  económico  que  ellas  reciben. 

En  general  se  reconocen  las  arcillas  en  su  mas 
ó  menos  suavidad  al  tacto,  y  en  su  blandura,  aun 
cuando  se  las  compare  con  las  piedras  mas  blan- 
das. Cuando  han  sido  privadas  de  agua  por  una 
simple  desecación  al  aire  ó  por  una  baja  tem- 
peratura, tienen  todas  la  propiedad  característica 
de  pegarse  á  la  lengua,  y  de  exhalar  ,  en  el  mo- 
mento de  la  insuflación  del  airo  húmedo  de  los 
pulmones  sobre  ellas  ;  un  olor  del  todo  particu- 
lar,  muy  conocido  bajoel  nombre  de  olor  arcillo- 
so. Todas  se  deslien  en  el  agua ,  quedan  mas  o 
menos  tiempo  suspendidas  en  ella,  y  abando- 
nando el  líquido  posan  cu  el  fondo  del  vaso  una 
pasta  untuosa  cuyo  grado  de  tenacidad  y  de  ad- 
herencia á  los  dedos  v  aria  con  las  especies.  A 
una  alia  temperatura ,  la  arcilla  so  contrac  mu- 
chísimo ,  disminuye  considerablemente  de  volu- 
men, adquiere  mucha  dureza,  y  cesa  de  ser  do 
nuevo  desleíble  en  el  agua :  este  es  el  efecto  que 
observamos  en  todos  las  lozas,  después  de  la  coc- 


puras  son  las  que  no  contienen 
alúmina,  agua  y  vestí- 


cíon. 

Las  arcillas 
mas  que  ácido  silícico 

gios  de  oxido  de  hierro  y  de  materia  orgánica. 
Hoy  dia  se  las  llama  Silicatos  de  alúmina ,  sales 
que  son  ya  simples,  ya  dobles,  es  decir  unidas 
a  otros  silicatos  de  base  terrosa  ó  metálica.  Es- 
tas arcillas  son  blancas  ,  opacas ,  formadas  do 
granos  muy  finos,  untuosas  al  tacto;  su  fractura 
tomo  i. 


2á0  AIIC 

os  terrosa;  son  blandas  y  adquieren  lustre  con 
la  uña  ;  se  pegan  fuertemente  á  la  lengua ;  su 
densidad  es  de  cerca  de  2,500.  Puestas  en  con 
tacto  con  el  agua  se  hinchan  y  se  deslien  poco 
á  poco,  formando  con  este  liquido  una  pasta  pega- 
josa y  dúctil  á  la  cual  se  puede  hacer  tomar  toda 
especie  de  formas:  de  esta  propiedad  háselas  da- 
do el  nómbrele  Arcillas  plásticas  Expuestasála 
acción  del  fuego,  abandonan  sucesivamente  di- 
versas porciones  de  su  agua  de  combinación,  se 
endurecen  y  experimentan  una  disminución  de 
volumen.  A  la  mas  alta  temperatura  de  nuestros 
hornos,  las  arcillas  puras  son  infusibles;  pero  el 
óxido  de  hierro  y  la  cal  les  comunican  mayor  ó 
menor  grado  de  fusibilidad.  En  general  las  arcillas 
psras  están  compuestas  de  alúmina  verdadera, 
0,19  á  0,93  ;  ácido  silícico,  0,46  á  0,71 ;  agua, 
0,10  á  0,t7.  Las  arcillas  calentadas  en  vaso  cerra- 
do, desprenden  agua  y  se  endurecen;  calcinadas 
al  contacto  del  aire ,  se  ponen  blancas;  si  después 
de  haberlas  humedecido  con  algunas  gotas  de 
solución  de  nitrato  de  cobalto,  se  calientan  fuer- 
temente á  la  llama  del  soplete ,  toman  un  color 
azul  mas  ó  menos  intenso  que  indica  la  presencia 
de  la  alúmina.  El  ácido  sulfúrico  concentrado,  á 
su  punto  de  ebullición,  obra  sobre  ellas,  disuelve 
la  alúmina  y  deja  ácido  silícico  intacto. 

Las  arcillas  admiten  en  mezcla  mecánica  ó  en 
mezcla  íntima  un  gran  número  de  sustancias,  á 
saber  :  betunes  ,  cuarzo ,  peróxido  de  hierro  an- 
hidro ó  bidralado,  óxidos  de  magnesio,  carbona- 
to de  cal,  etc.  Y  de  aquí  la  división  en  Arcillas 
betuminosas,  A.  árenos  as,  A.  gráficas,  A.  ferrugi- 
nosas, A.  piritosas,  A.  magnesianas  y  A.  calcá- 
reas. Estas  últimas,  bastante  comunes,  son  mezclas 
de  arcilla  y  de  creta,  y  se  conocen  bajo  el  nom- 
bre de  Margas.  Las  arcillas  fuertemente  colora- 
das en  rojo  por  el  peróxido  de  hierro  ,  ó  en  ama- 
rillo por  su  hidrato,  se  distinguen  bajo  los  nom- 
bres de  Gredas,  Ocres ,  Tierras  bolares.  Final- 
mente, el  Lápiz  rojo  de  los  dibujantes,  la  'Tier- 
ra de  sombra,  la  Tierra  de  Siena,  etc.,  son  tam- 
bién arcillas.  En  su  correspondiente  lugar  habla- 
remos de  estos  productos  de  la  naturaleza,  pues 
en  este  artículo ,  á  tenor  de  lo  expuesto  arriba, 
nos  concretamos  á  hacer  la  suscinta  descripción 
de  las  especies  vulgarmente  conocidas  con  el 
nombre  de  Arcillas  útiles. 

I.  Arcilla  calcarífera  ó  Marga  arcillosa. 
Hace  efervescencia  con  los  ácidos  á  causa  de  la 
creta  que  está  íntimamente  mezclada  con  ella,  y 
con  el  agua  forma  una  pasta  poco  ligada;  sus 
colores  son  extremamente  variables ;  abunda  en 
todas  las  inmediaciones  calcáreas.  Las  varieda- 
des mas  comunes  son :  1 .°  la  blanca ,  que  hace 
la  base  de  la  porcelana  de  frita ,  llamada  Porce- 
lana blanda  de  Sevres,  etc. ;  2.°  la  de  color  ver- 
doso ,  de  que  hacen  mucho  uso  los  fabricantes  de 
loza  fina;  3.°  la  variedad  morena  y  como  jas- 

Eeada,  de  uso  bastante  extendido,  bajo  el  nom- 
re  de  Piedra  de  (putar  manchas  ,  en  razón  de 
la  propiedad  que  tienen  todas  las  arcillas  ,  y  que 
esta  posee  en  un  grado  eminente ,  de  apoderarse 
de  los  cuerpos  grasos. 


ARC 

II.  Arcilla  comün.  Suave  al  tacto .  y  con 
chigua  forma  unajpasta  bastante  tenaz;  color  muy 
variable,  pero  que  pasa  casi  siempre  al  rojizo  pol- 
la acción  del  fuego.  Es  conocida  con  el  nombre 
de  Tierra  ó  Ikirro  de  alfarero  ó  Greda.  Los  la- 
drillos ,  las  teias ,  todos  los  vidriados  rojos  gro- 
seros ,  y  también  una  gran  parte  de  loza  cu- 
bierta de  un  esmalte  blanco,  de  plomo  y  estaño, 
tienen  por  ingrediente  principal  á  esta  especie  de 
arcilla;  sirve  también  para  guarnecer  las  arcas, 
destinadas  á  contener  el  agua;  los  escultores  y  gra- 
badores la  emplean  para  hacer' modelos,  etc.  El 
color  rojo  que  adquiere  por  la  cocción  es  princi- 
palmente debido  al  óxido  de  hierro  que  contiene, 
y  que  se  oscurece  oxigenándose  todavía  mas  al 
fuego.  Es  la  mas  común  de  las  arcillas :  se  halla, 
con  mas  ó  menos  abundancia  y  mas  ó  menos 
pura,  en  casi  todos  los  lugares;  así  es  que  no  cons- 
tiiuye  precisamente  un  comercio  de  comarca  á 
comarca. 

III.  Arcilla  kaolín.  Únicamente  bajo  el  punto 
de  vista  económico  admitimos  aquí  sin  distinción 
áesta  arcilla,  que  parece  tener  un  origen  muy  di- 
ferente, y  proceder  de  la  descomposición  lenta 
de  ciertas  rocas  felsdespáticas.  Pero  tal  como 
se  ofrece  en  su  estado  actual  presenta  los  prin- 
cipales caracteres  de  las  arcillas.  De  seguro,  si- 
no es  la  mas  generalmente  útil ,  á  lo  menos  es  la 
mas  preciosa  para  los  objetos  de  lujo.  El  Kaolin 
forma  la  base  de  todas  las  porcelanas  duras.  Es 
blanco ,  friable,  seco  al  tacto  ,  y  no  forma  pasta 
con  el  agua  sino  con  mueba  dificultad,  tales  son 
á  lo  menos  la  mayor  parte  de  los  kaolins  ;  pero 
el  de  Inglaterra,  una  especie  que  se  encuentra 
cerca  de  Cherbourg,  y  que  se  convierte  actual- 
mente en  porcelana  en  la  fábrica  de  Bayeux ,  el 
de  la  China  y  el  del  Japón ,  el  que  se  explota  cer- 
ca de  Schio,  en  los  Estados  Venecianos  ,  todos 
son  suaves  al  tacto  y  untuosos,  y  forman  unapas- 
ta  pegajosa  con  el  agua.  El  kaolin  que  se  emplea 
para  las  porcelanas  de  Sé vres  procede  de  Saint- 
Irieix ,  cerca  de  Limoges  :  antes  de  emplearlo  se 
le  ha  de  despojar  por  el  lavado  y  la  decantación  de 
una  cantidad  considerable  de  cuarzo  en  gruesos 
granos  y  de  arena  siliciosa  que  siempre  contie- 
ne. Seconoce  también  el  kaolin  del  monte  Schee- 
berg  en  Sajonia,  el  del  condado  de  Cornouai- 
Ues  de  Inglaterra ,  y  el  que  se  emplea  en  la  fá- 
brica imperial,  en  San  Petersburgo ,  se  dice  pro- 
ceder de  la  Siberia.  En  España  tenemos  abun- 
dantes kaolins  en  las  inmediaciones  de  Gerona, 
en  las  Andalucías  y  en  Aragón  cerca  de  Za- 
ragoza. 

IV.  Arcillauebatanf.ro,  ó  Arcilla  llamada 
Esmectita  (jabonosa).  Esta  es  quizás,  de  todas, 
la  mas  útil:  bien  conocidos  son  sus  importantes 
servicios  para  desengrasar  los  paños,  y  sabido  es 
que  en  ciertos  países  sirve  para  lavar  la  ropa,  á 
modo  de  jabón.  La  Inglaterra  pasa  por  poseer  la 
mejor  tierra  de  batanero;  se  dice  gue  á  la  exce- 
lencia de  este  producto  natural  esa  la  que  deben 
atribuírsela  perfección  y  la  blandura  satinada  de 
los  paños  finos  y  ligeros  y  de  los  casimires  ingle- 
ses. En  tanto   esto  es  así,  que,á  pesar  de  la 


abundancia  de  arcillas  esmeclilas  quohay  en  Fran- 
cia, se  vé  que  muchas  fábricas  dan  la  preferencia 
á  las  de  Inglaterra  ,  no  obstante  la  enorme  dife- 
rencia de  precio.  Kl  Vicenlino  en  Italia  tiene  mu 
cha  nombradla  por  las  arcillas  esmeclilas,  y  la 
isla  de  Leamos,  en  el  Archipiélago  griego,  las 
posee  que  son  el  objeto  de  un  comercio  conside- 
rable. También  se  extrae  de  la  Siberia  una  arci- 
lla de  esta  especie  que  es  de  color  rojo  de  ladrillo. 

V.  Arcilla  refractaria  ó  Arcilla  Plástica. 
Hé  aquí  todavía  una  especie  que ,  á  causa  de  su 
infusibilidad ,  presta  grandes  servicios.  Casi  no 
¡Hiede  concebirse  como  se  supliría  en  la  fabri- 
cación de  crisoles  para  la  fundición  de  los  me- 
tales y  otros  cuerpos,  y  en  la  construcción  de 
las  piezas  interiores  de  los  hornos  de  reverbero 
y  de  fábricas  de  vidrio,  de  las  gazelas  ó  estuches 
en  las  cuales  se  mece  la  porcelana  di  ra,  etc.  El 
color  mas  común  de  las  arcillas  refractarias  ó 
plásticas  es  el  blanco-gris  ó  el  moreno-negruz- 
co; se  deslien  fácilmente  en  el  agua  y  forman- 
una  pasta  muy  tenaz ;  en  general  se  ponen  con- 
siderablemente blancas  por  la  exposición  á  una 
temperatura  muy  elevada;  ciertas  variedades 
pasto  sin  emliargo  al  rojo  de  ladrillo  ,  sin  cesar 
de  ser  refractarias. 

Las  arcillas  se  hallan  muy  esparcidas  en  la  su- 
perficie de  la  tierra,  perteneciendo  en  cierto  mo- 
do á  todos  los  terrenos;  sobre  todo  forman  gran- 
des capas  comunmente  horizontales,  con  frecuen- 
cia muy  extendidas  y  en  general  situadas  á  poca 
profundidad ,  en  los  terrenos  de  sedimento,  en 
particular  los  mas  modernos.  En  España  se  en- 
cuentran en  abundancia  arcillas  de  diferentes  ca- 
lidades para  atender  alas  necesidades  de  las  in- 
dustrias (jue  no  pueden  prescindir  del  ausilio  de  es- 
te producto;  habiendo  comarcase  localidades  que 
se  distinguen  por  la  bondad  y  las  calidades  espe- 
ciales de  arcillasque  presentan,  con  las  cuales  se 
fabrican  productos  sólidos  y  excelentes  para  los 
usos  á  que  se  destinan.  Losbarros  de  Zamora,  de 
S.  Hilario  Secahn  y  otros  gozan  de  mucho  cré- 
dito. 

Hay  ciertas  especies  de  arcillas  muy  raras  ,  y 
éstas 'son  las  propias  para  la  fabricación  de  los 
crisoles  de  fábricas  de  vidrio ,  atendido  á  que  la 
materia  que  debe  servir  para  la  composición  de 
estos  vasos  debe  ser  infusible,  y  por  consiguien- 
te la  arcilla  debe  estar  libre  de  una  mezcla  sen- 
sible de  cal,  de  sílice  y  de  óxido  de  hierro.  La 
manera  mas  segura  de  conocer  la  ausencia  de  la 
cal ,  es  la  prueba  por  el  agua  fuerte ;  para  reco- 
nocer la  ausencia  de  la  sílice,  lalejiviacion  ;  y 
para  roconocer  la  ausencia  del  óxido  de  hierro, 
es  el  color  y  el  peso. 

Los  usos  de  las  arcillas  son  numerosísimos,  co- 
mo hemos  indicado ;  además ,  con  la  arcilla  blan- 
ca se  purifica  el  azúcar,  las  especies  de  tártaro 
blanco  ó  rojo,  el  borraj  y  laesperma  de  ballena; 
con  la  arcilla-greda  seca  y  pulverizada,  en  los 
laboratorios,  se  prepara  el  lúten  craso  incorpo- 
rándola con  aceite  de  linaza  secante;  la  marga 
sino,  en  algunas  partes  ,  con  mucha  utilidad,  en 
la  agricultura  como  abono,  etc. ,  etc. 


AUC  M7 

En  medicina,  hanseá  veces  empleado  las  arci- 
llas blandas  aplicadas  sóbrelas  heridas,  las  úlce- 
ras y  en  las  extremidades  de  los  miembros  cor- 
tados: atribuíanse  á  estas  tierras  propiedades  tó- 
nicas y  astringentes,  pero  ellas  no  hacen  sino  cu- 
brir y  defender  del  contacto  del  aire  las  partes 
sobre  que  se  aplican.  Quizás  podrían  ser  emplea- 
das como  hemostáticas  después  de  la  aplicación 
de  las  sanguijuelas,  en  razón  de  la  propiedad  que 
tienen  de  adherir  fuertemente  á  las  parles  hú- 
medas. 

Hablase  de  una  arcilla  blanca  de  la  Palestina 
que  aumenta  la  leche  de  las  nodrizas.  Molina  re- 
fiere que  en  Java  hay  mugeres  en  cinta  que  co- 
men arcilla  cocida  y  "de  figura  de  pequeña  salvi- 
lla llamada  l'al-Kola ,  y  que  en  el  Perú  las  hay 
que  comen  fragmentos  de  otros  vasos  de  arcilla 
llamados  Duccari,  como  las  Mangolienas  tragan 
pedazos  de  vasos  de  Patma. 

ARCIO,  Arctiük.  Genero  de  plantas  de  la 
familia  de  las  carduáceas,  y  de  la  singenesia  po- 
ligamia igual  de  Linneo. 

Arelo  Lampazo,  Bardana,  Lam- 
pazo  (Arclinm  Lappa  ,  L.).  Planta  bienal,  que 
crece  en  nuestro  país  y  en  casi  toda  la  Europa  en 
las  orillas  délos  caminos  y  lugares  incultos.  Conó- 
cense  tres  varié  dades  de  Bardana  que  correspon- 
den al  Arcio  Lampazo  de  Linneo,  pero  de  las 
cuales  la  mayor  parte  de  los  botánicos  hacen  tres 
especies  bajo'los  nombres  de  Lappa  major,  Lap- 
pa minor,  Lappa  tomentosa. 

La  t.a  especie,  Lampazo  mator  i  Lappa  major), 
crece  á  la  altura  de  tres  ó  cuatro  pies ;  sus  tallos 
son  derechos,  lanuginosos  y  rojizos;  sus  hojas  son 
muy  grandes  ,  anchas ,  verdes  oscuras  por  enci- 
ma, y  blanquecinas  y  algodonosas  por  debajo;  sus 
flores  son  terminales  ,  solitarias,  rojizas,  análo- 
gas á  las  de  los  cardos ,  y  se  reconocen  en  su  cá- 
liz ó  involucro  globuloso ,  del  grueso  de  una  pe- 
queña nuez ,  que ,  en  razón  de  los  ganchos  de  que 
está  armado ,  se  pega  á  los  restidos  de  aquellos 
que  se  le  acercan;  á  las  flores  suceden  semillas 
muy  cortas,  que  el  viento  se  lleva  muy  fácilmen- 
te ;"su  raiz  es  larga ,  gruesa ,  carnuda )  negra  por 
defuera  ,  blanca  por  dentro  ,  de  un  sabor  dulce 
austero,  nauseoso,  y  de  un  olor  desagradable  que 
pasa  á  ser  todavía  mas  caracterizado  por  la 
desecación.  Esta  especie  crece  en  los  cami- 
nos ,  en  los  setos  y  en  los  bosques  un  poco  hú- 
medos. 

La  2.a  especie,  Lampazo  menor  [Lappa  minor), 
es  mas  pequeña  que  la  precedente,  y  sus  flores, 
que  son  gruesas ,  á  lo  mas ,  como  avellanas,  na- 
cen cinco  ó  seis  juntas  en  tn  pedúnculo.  Crece 
en  los  lugares  pedregosos  y  en  las  orillas  de  los 
caminos. 

La  3.a  especie,  Lampazo  tomentoso  (Lappa 
tomentosa) ,  difiere  de  las  dos  primeras  por  un 
vello  algodonoso  semejante  á  una  teleraña,  que 
cubre  las  escamas  de  sus  cálices  globulosos.  Por 
lo  demás  goza  de  las  mismas  propiedades. 

No  se  posee  análisis  químico  exacto  de  esta 
pínula ,  cuyas  cenizas  dan  el  tercio  de  su  peso  de 
potasa :  sábese  que  contiene  mucha  fécula ,  ex- 


228  ARD 

tractivo  ,  etc.  La  raíz  contiene,  según  Guibourt, 
una  gran  cantidad  de  imilina. 

La  raíz  es  la  parte  de  esta  planta  que  principal- 
mente se  usa  en  medicina:  empléasela  como  su- 
dorífica, depurativa  y  diurética  ;  ha  sido  preco- 
nizada contra  la  sífilis ,  y  se  dice  que  en  Polonia 
se  consigue  curar  esta  dolencia  con  el  solo  uso 
de  ella ;  se  la  prescrihe  en  el  reumatismo,  en  la 
gota,  en  las  afecciones  de  la  piel,  etc.  Regular- 
mente el  cocimiento  de  bardana  se  prepara  con 
una  ó  dos  onzas  de  raiz  y  media  azumbre  de 
agua. 

Las  hojas  de  bardana  son  aun  mas  activas: 
contusas ,  se  aplican  sobre  las  úlceras,  y  sobre  las 
llagas  de  Uña,  de  lo  que  procede  el  nombre  de 
Yerba  de  los  tinosos,  dado  á  esta  planta,  cuyo 
cocimiento  se  hace  beber  en  esta  enfermedad;  tam- 
bién se  aplican  sobre  los  costras  lechosas,  etc.  El 
zumo  de  estas  hojas,  mezclado  en  cantidad  igual 
de  aceite,  forma  un  ungüento  que  ha  sido  preco- 
nizado para  la  curación  de  las  úlceras.  Su  extrac- 
to, ó  el  de  la  raíz,  no  es  empleado  ya. 

Las  semillas  de  bardana  se  tienen  como  mas 
diuréticas  que  la  raiz;  tienen  un  gusto  amargo 
y  un  poco  acre;  se  toman  en  emulsión,  ó  en  pol- 
vo, ala  dosis  de  una  dracma.  Hase  dichoque 
eran  purgantes. 

En  algunos  lugares,  en  especial  en  Escocía, 
los  renuevos  tiernos  y  también  la  raíz  descorte- 
zada sirven  para  la  alimentación  ;  se  aderezan 
como  los  cardos,  ó  bien  se  comen  sus  hojas  en 
ensalada.  Este  alimento  nutre  poco,  pero  es  sano 
y  de  sabor  agradable. 

AKCTOPO,  Ancmopus.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  umbelíferas,  y  déla  pentandria 
diginia  de  Linnco.  El  Arctopo  erizado  ,  Pié  de 
oso  erizado  {Arethopus  echmatus ,  L),  planta 
blanda  del  Cabo  de  Ruena  Esperanza,  que  está 
impregnada  de  una  resina  ó  goma  blanca ,  se  usa 
como  un  poderoso  depurativo  de  la  sangre,  en  las 
gonorreas,  etc. 

AKDiKA.  Se  da  este  nombro  á  las  sedas 
mas  groseras  que  hay  en  Persia ,  y  que  no  gozan 
de  ningún  aprecio,  porque  están  llenas  de  una 
especie  de  ligaduras  inútiles;  además  de  su  ma- 
la calidad  natural ,  están  sujetas  á  fraude,  porque 
á  menudo  se  encuentran  en  ios  mazos  estopas  de 
seda  mezcladas. 

A.llS>IíiIiJL?  Sciurüs.  Género  de  animales 
de  la  tribu  de  los  esciuros,  del  orden  roedores 
de  los  mamíferos ,  que  abraza  muchísimas  espe- 
cies, que  habitan  en  todos  los  países  del  globo, 
excepto  en  la  Australasia.  Lo*  naturalistas  cuentan 
mas  de  50  especies  de  ardillas  :  el  Norte  de  la 
Europa,  la  América  del  Norte,  la  India  y  el  Asia 
son  sobre  todo  ricos  en  animales  de  este  género. 
Vamos  á  describir  las  dos  especies  de  Europa ,  y 
á  hacer  la  indicación  délas  especies  mas  impor- 
tantes de  los  demás  países,  por  los  productos  que 
suministran  al  comercio. 

Ardilla  común  (Scímto  vidr/aris ,  L.). 
Animal  que  vive  en  toda  Europa  y  también  en  el 
norte  de  Asia,  y  en  la  América  septrentrional,  en 
los  grandes  bosques  fijando  su  mansión  en  los 


ARD 

árboles  mas  altos,  en  los  cuales  construye  su 
nido  y  cria  sus  hijuelos.  Esta  especie  vive,  "como 
casi  todas  las  demás ,  reunida  por  parejas ,  sin 
que  abandone  el  árbol  que  ha  escogido  para  do- 
micilio no  mas  que  para  ir  á  buscar  su  alimento 
ó  retozar  por  el  bosque ;  se  alimenta  de  frutos 
de  cascara  dura;  es  tan  aseada  y  limpia  que 
nunca  su  vivienda  se  vé  ensuciada  por  excre- 
mentos, y  casi  de  continuo  está  ocupada  en  ali- 
sarse el  pelo. 

El  color  de  la  ardilla  común  es  rubio  vivo  en  la 
parte  superior  del  cuerpo  excepto  en  los  costados 
en  que  se  vé  un  tinte  agrisado ,  sobre  todo  en  los 
individuos  jóvenes  ,  resultante  de  pelos  amarillos 
con  anillos  negros;  el  abdomen  ,  la  garganta  y 
todo  lo  que  mira  adentro ,  como  los  muslos,  son 
de  un  blanco  hermoso  ,  y  el  borde  de  las  orejas 
está  guarnecido  de  pelos  formando  un  pincel  de 
cosa  de  una  pulgada;  los  mostachos  son  leo- 
nados. 

La  ardilla  vulgar  es  un  hermoso  cuadrú- 
pedo ,  medio  salvaje,  que,  por  su  gentileza,  me- 
recería que  no  se  le  persiguiese  :  su  cuerpo  es 
de  unas  ocho  pulgadas;  su  cola  ,  mas  larga  y 
mas  abultada,  se  tuerce  hacia  su  dorso  en  forma 
de  penacho ;  sus  ojos  están  llenos  de  fuego;  su 
fisonomía  es  fina  y  agradable;  permanece  co- 
munmente sentado  casi  derecho ,  y  se  sirve  de 
los  pies  de  delante  como  de  mano  para  llevar  á 
su  boca  lo  que  quiere  comer.  Este  animal,  tan  vi- 
vo y  lleno  de  gracias,  que  salta  de  ramo  en  ra- 
mo ,  se  esconde  en  invierno  y  duerme  mucho ;  dí- 
cese  que  prevé  el  mal  tiempo,  y  cierra  el  lado  de 
su  guarida  por  donde  sopla  el  viento;  teme  mucho 
al  agua ;  su  voz  es  un  grito  agudo,  y  hace  un  pe- 
queño gruñido  cuando  se  le  irrita. 

En  nuestros  países,  el  hombre,  las  aves  de  ra- 
piña y  los  galos  son  los  únicos  enemigos  de  la 
ardilla,  y  de  ellos  procura  guarecerse  fijando  su 
vivienda  en  la  horcadura  de  gruesos  árboles  en 
la  espesura  de  los  bosques. 

Alberto  Lémery  y  Ruffon  dicen  que  la  carne 
de  ardilla  es  buena  "para  comer:  Cromerus  ase- 
gura que  es  comida  con  placer  en  Polonia;  Rruye- 
rinus,  aIcontrario,dice  que  es  seca,  pero  sin  duda 
quería  hablar  de  la  carne  de  las  ardillas  viejas. 
Su  grasa  ha  sido  empleada  al  exterior  como  emo- 
liente y  resolutiva ,  asi  como  en  inyecciones  en 
los  dolores  de  oreja.  Los  pelos  de  su  cola  se  em- 
plean para  hacer  pinceles;  y  su  piel  se  destina  á 
varios  usos. — Y.  Pieles. 

Ardilla  tle  los  Pirineos  [Sciurus  alpi- 
nus) .  Especie  que  vive  en  los  Pirineos  y  también 
en  los  Alpes,  semejante  á  la  anterior  por  su  talla 
y  sus  proporciones ,  pero  bastante  distinta  por 
sus  costumbres  y  el  color  de  su  pelaje:  éste  es  de 
un  pardo  oscuro  picoteado  de  blanco  amarillento 
en  el  dorso;  una  faja  de  color  leonado  separa  el 
blanco  del  cuello  y  el  gris  de  las  extremidades 
pectorales  del  pardo  del  dorso;  los  pelos  de  la 
cola  son  largos  y  negros,  los  pies  leonados  y  las 
orejas  pinceladas.  Los  servicios  que  nos  presta 
está  ardilla  son  á  corta  diferencia  los  mismos  que 
los  déla  especie  anterior. 


ARI) 

Las  dos  especies  descritas  y  las  que  vamos  á 
indicar  su»  las  míe  suministran  las  pieles  de  ardi- 
llas dms  admitidas  generalmente  eo  el  comercio 
tlela  peletería. — V.  PiíLs. 

Ardilla  amarilla  (Sciurus  flavus,  L.).  Espe- 
cie (pie  se  encuentra  en  Cartagena,  en  el  golfo  de 
Méjico:  es  mas  pequeña  que  la  ardilla  común; 
tiene  los  pelos  amarillentos,  cortos,  \  hlanqueci- 
nos  en  su  extremidad,  y  las  orejas  redondeadas, 
y  sin  pelos. 

Arpilla  de  la  bmiía  de  Hidson  (Sciurus  hud- 
sonius,  L. ).  Este  animal  habita  en  los  bosques  de 
pinos  de  la  America  septentrional,  y  no  varia  de 
color  durante  lodo  el  año :  tiene  el  dorso  azulado 
v  el  \ientrc  ceniciento,  la  cola  corla,  de  un  azu- 
lado que  tira  á  rojo  y  ribeteada  de  negro,  y  las 
orejas  sin  pelos. 

Ardilla  del  Brasil  [Sciurus  atstuans,  L. ).  Ha- 
bita en  el  Brasil  y  en  la  Guiana  :  su  pelaje  es  de 
un  amarillo  mezclado  de  moreno,  con  algunas 
manchas  blancas  en  los  costados ;  sus  orejas  son 
oblongas  y  desnudas ;  su  cuerpo  es  de  cerca  de 
ocho  y  media  pulgadas  de  longitud;  su  cola,  en- 
sortijada de  amarillo  v  moreno,  tiene  10  pul- 
gadas. 

Ardilla  de  cola  de  zorro  (Sciurus  vulpinas, 
L.).  Se  encuentra  en  la  América  septentrional:  es 
mas  grande  y  menos  común  que  la  ardilla  gris; 
sus  pelos,  bastante  duros ,  son  rojos  y  mezclados 
de  gris ;  sus  orejas  sin  pinceles ,  y  su  cola  sin 
pelos  rojos  en  su  extremidad. 

Ardilla  gris  {Sciurus  cinereus,  L.).  Es  una 
\ariedad  de  la  ardilla  común,  que  habita  el  nor- 
te del  antiguo  y  nuevo  continente :  es  mucho  ma- 
yor (pie  ésta,  su  cuerpo  llega  ala  longitud  de  un 
pié ;  la  parle  superior  del  cuerpo  es  de  un  her- 
moso gris  ligeramente  matizado  de  amarillo,  y 
en  la  inferior  de  un  blanco  puro ;  las  orejas  tie- 
nen un  pincelilo  de  pelos;  los  pelos  de  la  cola  y 
del  dorso  tienen  cercos  pardos  de  diferente  exten- 
sión sobre  un  fondo  gris.  A  esta  variedad,  que  es 
muy  apreciada  en  peletería,  selallama  Petil-gris; 
pero  el  Petit-gris  deBuffonesla  Ardilla  imh:i>- 
te  (Sciurus  immcrens ,  Dem.) ,  que  habita  en  la 
Carolina,  en  Pensilvania,  etc. 

Aiiiiilla  de  MÉJICO  (Sciurus  mexicanus,L.). 
Habita  en  Méjico,  en  donde  es  bastante  rara.  So- 
lo tiene  cinco  pulgadas  y  media  de  longitud, y  su 
cola  tiene  algunas  pocas  mas ;  es  de  un  gris  rojo, 
coa  cinco  ó  siete  rayas  blanquecinas  en  el  dorso; 
sus  orejas  no  tiencn'pelos  en  los  bordes. 

Aiidillv  xegrv  (Sciurus  niger,  L.).  Encuén- 
dasela en  Siberia ;  es  una  especie  vecina  de  la 
ardilla  común.  Llámasela  también  Pelit-grís 
negro. 

Ardilla  rwahv  de  América  (Sciurus  stríntus 
americanus,  L.).  Es  la  Ardilla  de  Suisa  de  Bufl'on . 
Habita  en  las  regiones  frías  y  templadas  de  la 
América.  Este  pequeño  animal ,  largo  de  cinco  á 
seis  pulgadas,  es  rayado  de  moreno  ó  de  negro 
y  de  leonado  pálido;  tiene  una  raya  morena  en 
el  dorso  ,  con  dos  oirás  mas  claras  en  cada  cos- 
tado, \  orejas  redondas,  cortas  y  sin  pelos;  ahue- 
ca su  "morada  bajo  tierra ,  en  dónde  acumula  sus 


ARE  M9 

provisiones  ,  que  principalmente  consisten  en 
maíz  y  otros  granos. 
A  il  n  i  si  A .  Ardisia.  Género  de  plantas  que 

forma  el  lino  de  una  familia  natural,  las  Arai- 
sicus,  y  de  la  penlandria  moiiouinia  de  Linneo.  La 
Ardisia  humilde  (Ardisia  humilis ,  Vahl.)  es 
usada  en  Ceilan  bajo  el  nombre  de  Undulan ;  con 
ella  se  prepara  una  especie  de  jarabe  ó  rob  que 
se  administra  en  las  calenturas. — De  poco  tiempo 
hase  introducido  el  cultivo  de  algunas  especies 
de  este  genero  en  los  jardines  de  los  curiosos. 

ARDUXA  ,  Ardí  ina.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  apocíneas,  y  de  la  penlandria 
monoginia  de  Linneo.  La  ArdiiÑade  dos  kspknas 
[Arduina  bispinosa ,  L.),  arbusto  de  Arabia,  de 
dos  pies  de  alto,  qué  lleva  dos  espinas  encada 
ramo,  de  hojas  persistentes  y  ovales,  y  que  en 
julio  da  fio -es  hlaiicas,kmu\  pequeñas  y  olorosas, 
produce  pequeñas  bayas  rojas  que,  aveces,  se- 
gún Thunlierg ,  comen  los  Hotentotes.  Esta  es- 
pecie es  cultivada  en  algunos  jardines  de  Europa. 

AREtA,  Areca.  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia de  los  palmeros,  del  grupo  de  los  de  hojas 
aladas.  Se  comen  los  frutos  de  todas  las  especies 
de  este  género,  y  su  cuesco  se  emplea  para  di- 
>ersosusos. 

Areca  €  ai «•<•  n  ,  Areca  Betel  (Arcca 
Catechu,  L .).  Esla  especie  no  produce  cateen  co- 
mo lo  creyó  Linneo  al  darle  el  nombre  que  lleva, 
y  al  cual  ha  propuesto  el  Sr.  Fée  sustituirlo  con 
el  tic  Areca  Betel.  Este  palmero  crece  en  abun- 
dancia en  las  islas  Molucas  y  en  Ceilan:  su  tron- 
co es  perfectamente  derecho,  alio  de  cuarenta 
pies,  y  coronado  por  diez  ó  doce  hojas  largas  de 
quince  píes,  de  un  terde  sombrío,  compuestas 
cada  una  de  un  grueso  peciolo  que  envaina  en 
la  base,  y  de  dos  hileras  de  anchos  folíolos  plega- 
dos en  forma  de  ahanico.  Los  espádices  ó  panícu- 
las están  debajo  de  las  hojas,  y  por  lo  común  en 
número  de  tres  :  el  uno,  superior  ,  está  compues- 
to de  flores;  el  segundo  lleva  frutos  verdes,  y  el 
último  frutos  maduros. 

Estos  frutos  son  de  un  amarillo  dorado,  grue- 
sos como  un  huevo  de  gallina,  y  encierran  deba- 
jo una  corteza  verde  fibrosa,  uña  almendra  re- 
dondeada ,  ovoidea  ó  cónica  ,  según  las  varieda- 
des, jaspeada  en  el  interior  de  blanco  y  de  more- 
no, acorta  diferencia  como  la  nuez  moscada, 
pero  dura,  córnea  é  inodora.  Se  come  la  corteza 
del  fruto  cuando  es  aun  blanda,  y  la  almendra 
cuando  seca  ,  que  es  de  un  sabor  áspero ,  cor- 
tada atajadas,  poh oreada  con  cal  y  encerra- 
da en  una  hoja  de  pimienta  betel,  forma  un  mas- 
ticatorio cuyo  uso  está  difundido  entre  todos  los 
pueblos  de  la  India,  de  las  islas  de  la  Sonda  y  de 
las  islas  Molinas.  Su  uaoes  aun  mas  frecuente  en 
la  India  que  el  del  tabaco  en  Europa .  Según  Perón, 
este  masticatorio  es  una  causa  de  irritación  local 
que  debe  llamar  buida  en  el  tubo  intestinal,  y  de- 
terminar el  aflujo  de  los  líquidos  propios  para  nutrir 
y  mantenerla  flexibilidad  y  pre\enír  la  especie 
¿le  desecación  interior  de  que  se  anejan  todos  los 
Europeos  después  de  su  llegada  ájestas  regio- 
nes. Las  Indianas  y  las  Portuguesas ,  mas  lasci- 


230  ARE 

vas  aun .  emplean  toda  su  gracia  y  habilidad  pa- 
ra hacerlo  usar  á  los  extranjeros,  y  conducirlos 
así  al  placer  del  amor. 

Según  el  análisis  hecho  por  el  Sr.  Morin,los 
frutos  de  areca,  que  son  muy  astringentes,  con- 
tienen ácido  agállico ,  una  grande  cantidad  de 
tanino ,  un  principio  análogo  al  de  las  legumino- 
sas, goma,  aceite  volátil,  una  materia  roja  inso- 
luole, una  materia  grasa,  oxalato  de  cal,  leñoso, 
etc. 

La  almendra  de  este  fruto,  llamado  Nuez  de 
arec,  que,  como  hemos  indicado,  se  usa  cortada  á 
tajadas  con  hojas  de  betel  polvoreadas  con  un 
poco  de  cal  viva ,  es  una  especie  de  alimento  ge- 
neral en  la  India,  aunque  eche  á  perder  los  dien- 
tes ,  y  desarregle  á  veces  el  estómago  si  se  abusa 
de  él.  Los  naturales  de  aquellos  países  pretenden 
que  este  masticatorio,  llamado  Ilctrl,  ayuda  á 
digerir,  y  que  sostiene  las  fuerzas  debilitadas  por 
los  sudores  excesivos  y  el  calor  de  la  zona  tórri- 
da: vuelve  la  saliva  de  color  rojo,  y  enrojece  las 
partes  internas  de  la  boca; .la primera  vez  que  se 
hace  uso  de  él  causa  una  especie  de  borraeherra. 

Las  nueces  de  estos  frutos ,  que  laminen  se  lla- 
man A  rellana  de  las  Indias  ,  Lhofool ,  y  que  son 
cónicas,  duras,  cubiertas  de  libras ,  restos  mis- 
mos de  los  frutos  desecados ,  los  cuales  son  ama- 
rillos, se  mezclan  con  otros  ingredientes,  para 
componer  una  especie  de  elecluario  líquido  ,  del 
que  se  toma  media  taza  dos  veces  al  días,  para  re- 
mediarla constipación  que  sigue  á  ciertas  dispep- 
sias; también  se  aprovechan  para  hacer  una  es- 
pecie de  betel,  después  de  haberlas  pulverizado. 
La  señora  de  Gen  lis  refiere  que  en  Tonquin  se 
envenena  lodos  los  años  una  nuez  de  arec ,  que 
se  hace  tragar  á  un  niño,  para  hacer  que  el  año 
sea  feliz.  El  Sr.  Perroset  dice  que  los  frutos  de 
arec  son  un  objeto  de  comercio  en  las  Molucas. 

Las  yemas  terminales  de  este  palmero ,  cono- 
cido en  Java  y  en  las  Filipinas  con  los  nombres  de 
Hont/a  y  de  Faufel ,  se  comen  como  hortaliza,  así 
como  se  practica  con  las  de  un  gran  número  de 
otras  especies  de  esta  familia  ,  bajo  el  nombre  de 
Coyol  lo  de  palmito. 

Arcca  de  hortaliza  {Areca  olerácea,  h.). 
Palmero  cultivado  en  la  América,  en  las  Antillas, 
etc.  Su  tronco  es  muy  elevado  y  delgado,  de  mo- 
do (pie  en  toda  su  circunferencia  no  tiene  mas 
que  una  pulgada  y  media  de  grueso,  y  su  raíz  es 
de  mediano  grosor ;  la  copa  del  tallo  está  termi- 
nada por  un  manojo  de  hojas  medio  abierto;  es- 
tas hojas  son  largas  de  cerca  de  diez  pies  y  se 
abrazan  juntas  en  su  base  por  una  vaina ;  un  po- 
co debajo  de  este  manojo  salen  algunos  espalas 
largas  ,  hinchadas  en  su  medio  como  un  huso,  li- 
sas ,  verdosas, y  que  abriéndose  dan  erigen  á 
numerosas  flores  blanquecinas,  que  caen  luego; 
los  frutos  son  semejantes  á  aceitunas,  y  de  su 
almendra  se  extrae  un  aceite  análogo  al  del  elaís. 

Con  el  meollo  de  este  palmero  se  prepara  una 
harina  análoga  á  la  del  sagú.  Pero  la  parte  mas 
importante  de  este  vegetal  es  la  yema  colocada 
en  el  centro  del  manojo  de  hojas,  conocida  con  el 
nombre  de  Cogollo  de  palmito,  que  tiene  el  gusto 


ARE 

de  la  alcachofa  y  se  adereza  de  diferentes  mano- 
ras  por  los  habitantes  de  las  Antillas,  á  quienes 
este  alimento  les  parece  tan  delicioso  que ,  para 
procurárselo,  hacen  el  sacrificio  del  árbol,  lo  que 
unido  á  la  circunstancia  de  que  tan  solo  una  vez  en 
su  vida  este  vegetal  lleva  este  cogollo  precioso, 
hace  que  dicilílmente  pueda  comerse. 

Cuando  el  árbol  ha  sido  derribado ,  se  corta 
la  cabeza  á  dos  pies  debajo  del  punto  en  que  toma 
origen  el  manojo  de  hojas ,  y  después  de  haber 
quitado  su  exterior ,  se  encuentra  el  cogollo  en  el 
centro.  Este  cogollo  es  un  conjunto  de  partes  co- 
mo hojosas ,  arregladas  en  forma  de  abanico  no 
desplegado,  blancas,  tiernas,  delicadas  y  de  un 
gusto  que  se  asemeja  al  de  la  alcachofa:  para  em- 
plearlas, se  lavan,  y  se  comen  crudas  en  ensala- 
da, como  las  alcachofas  en  pebre  ,  ó  bien  se  ha- 
cen hervir  en  agua  con  sal ,  etc. ;  también  se  ha- 
ce con  ellas  un  potaje;  se  trien  á  la  sartén  ,  con 
ellas  se  forman  buñuelos  excelentes,  y  finalmente 
de  cualquier  manera  que  se  coma  este  cogollo, 
es  muy  bueno  ,  ligero  y  de  fácil  digestión. 

La  variedad  Palmito  de  la  India  es  un  árbol  infi- 
nitamente mas  elevado  y  mas  grueso  que _el  Palmi- 
to de  América,  que acahamosde describir.  Sus  ho- 
jas se  hallan  también  en  la  extremidad  del  tronco 
y  dispuestas  en  forma  de  abanico.  El  fruto  es  de  la 
magnitud  de  un  membrillo,  cubierto  de  una  cor- 
teza que  á  corta  diferencia  tiene  una  pulgada  do 
grueso  :  el  interior  pasa  á  ser  un  cuesco  muy 
duro.  De  este  palmito  se  extrae  un  vino  muy  es- 
timado y  mas  dulce  que  el  de  coco  ,  y  (pie  se 
puede  conservar  bueno  para  beber  por  es- 
pacio de  tres  días,  pero  cuanto  mas  reciente  es 
tanto  mas  agradable.  Los  negros  no  lo  beben  has- 
ta al  cabo  de  veinte  y  cuatro  horas  después  de 
haberlo  extraído,  es  decir  cuando  está  bastante 
fermentado  para  picar  agradablemente  al  pala- 
dar ;  pero,  después  del  tercer  dia ,  sube  á  la  ca- 
beza, y  su  embriaguez  es  muy  dolorosa. 

LaAuíiCA  blanda  como  lodo  (Areca  lulesccns, 
Bory)  es  un  árbol  de  la  altura  de  cien  pies:  cuan- 
do todavía  joven  y  bajo ,  los  habitantes  de  la  In- 
dia le  hacen  hendiduras  longitudinales  en  las 
cuales  una  especie  de  gorgojo  deposila  sus  hue- 
vos y  cuyos  gusanos  nacidos  pasan  como  un  man- 
jar sucolento.  Este  árbol  es  llamado  también  Pal- 
mito amargo ,  y  en  Borbon  se  le  conoce  con  el 
nombre  de  Areca  veneno,  en  razón  de  que  su  fruto, 
que  es  del  grueso  de  un  huevo  de  oca,  es  muy 
amargo ,  pero  con  lodo  está  en  uso  entre  ciertos 
criollos. 

La  Aueca  nuMiLDE  (Areca  humilis,1^.)  lleva 
frutos  que,  aunque  pequeños  , son  muy  buenos  pa- 
ra comer;  también  se  comen  sus  yemas  termi- 
nales,       i  , 

AREÓMETRO  O  PESO-IilCOR. 
Pequeño  instrumento  destinado  paramedir  la  den- 
sidad ó  el  peso  específico  comparativo  de  diversos 
líquidos.  El  areómetro  está  compuesto  de  tres 
partes  distintas  ,  cuya  reunión  forma  un  todo  de 
una  sola  pieza :  un  tubo  de  vidrio  cilindrico  de 
muy  pequeño  diámetro  ,  cuya  parte  superior  solo 
tiene  de  cinco  á  seis  pulgadas  de  elevación ,  cer- 


ARE 

mío  herméticamente  ,  y  dividido  por  grados  per- 
fectamente iguales  ;  en  la  parte  inferior  de  esto 
tubo  hay  un  pequeño  globo  de  vidrio  hueco  cuyo 
diámetro  ,  oponiéndose  á  la  ¡inmersión  del  tubo 
on  los  Huidos,  lo  sostiene  en  una  posición  \erli- 
cal ;  debajo  se  encuentra  una  pequeña  prolonga- 
ción del  tubo  (pie  termina  con  uu  segundo  globo 
de  vidrio,  en  el  cual  esti  encerrado  mercurio 
que  sirve  de  lastre  al  instrumento.  Los  areóme- 
tros se  construyen  también  de  metal,  pero  no 
pueden  sen  ir  en  todos  los  casos  ,  puesto  que  es 
fácil  concebir  que  un  areómetro  construido  de 
metal,)  sumergido  en  un  ácido,  pronto  estaría 
deteriorado. 

Distinguensc  muchas  especies  de  areómetros: 
los  unos,  para  los  líquidos  mas  pesados  que  el 
agua ,  están  construidos  de  manera  que  el  cero 
correspondiendo  al  agua  pura  se  encuentra  en  la 
parle  superior  del  tubo;  en  los  otros,  destinados 
páralos  líquidos  mas  ligeros  que  el  agua,  el  punto 
correspondiente  aisle  liquido  está  señalado,  al 
conlrario,  en  la  parte  inferior  de  la  escala.  Estos 
diversos  instrumentos  llevan  en  las  artes  los  nom- 
bres de  los  autores  que  han  sido  los  primeros  que 
han  fijado  su  graduación,  tales  son  los  areóme- 
tros de  Baumc  y  de  Cartier,  tan  empleados  en 
los  laboratorios  \  en  las  fábricas  para  valuarlos 
grados  de  concentración  de  las  soluciones  acidas 
y  salinas ,  de  los  jarabes  y  de  los  espíritus  ó  al- 
coholes. Dase  particularmente  el  nombre  de  Al- 
coholmwtro  (Y.  esla  palabra)  aun  areómetro  cu- 
ya graduación  hace  inmediatamente  conocer  la 
cantidad  en  volumen  de  alcohol  puro  contenido 
en  i  00  partes. 

Los  areómetros  destinados  para  examinar  la 
densidad  de  los  vinagres  son  llamados  Acelí- 
metros;  los  destinados  para  apreciar  la  cantidad 
de  alcohol  en  un  líquido  destilado,  Alcoholomr- 
tros,  Areómetros  para  los  espíritus  y  Pesa-cspi- 
ritus  ;  los  destinados  para  examinar  la  densidad 
de  la  leche,  Ga lactómet ros ;  los  destinados  pa- 
ra conocer  la  fuerza  del  vino ,  ó  mas  bien  la  can- 
tidad de  azúcar  contenido  en  el  mosto,  Enómetros; 
los  destinados  para  examinar  la  densidad  de  los 
ácidos,  Pesa- Ácidos  ;  los  destinados  para  hacer 
conocer  el  valor  de  un  éter  ,  Pesa-éter ;  en  fin, 
los  que  sirven  para  apreciar  la  concentración  de 
un  jarabe  y  de  una  sustancia  salina,  Pesa-jarabe, 
Pesa-sal ,  Pesa-ácidos  concentrados. 

La  mayor  parte  de  estos  instrumentos,  emplea- 
dos en  usos  comerciales ,  dan  resultados  inexac- 
tos é  inducen  á  error ,  sea  como  consecuencia  de 
la  mala  aplicación  que  de  ellos  se  hace ,  sea  por 
el  poco  cuidado  que  se  ha  tenido  en  su  fabricación, 
que  se  hace  de  pacotilla.  Los  ejemplos  que  vamos 
á  citar  prueban  lo  que  decimos.  Ll  Aatimetro  ó 
Pesa-vinagre ,  colocado  en  vinagres  de  una  aci- 
dez mayor  ó  menor,  da  con  frecuencia  los  mis- 
mis  grados  ,  mientras  que  en  vinagres  (pie  con- 
tienen la  misma  proporción  de  ácido  acético  da 
á  menudo  grados  diversos.  Estas  anomalías  pro- 
ceden de  que  estos  vinagres  contienen  en  diver- 
sas proporciones  sales  y  materias  extractivas 
«pie  resisten  sobre  el  instrumento,  lo  que  hace 


ARE  231 

I  quo  este  instrumento  acuso  datos  falsos.  Lo  mis- 
mo sucede  respecto  al  enómetro  y  á  los  pesa-áci- 
dos concentrados;  en  este  ultimo  caso,  ácidos  que. 
contienen  sales  producen  grados  de  densidad 
que  se  atribuyen  ÚJ  ácido,  v  que  son  en  su  favor, 
mientras  que  deberían  atribuirse  á  sales  (pie  ha- 
cen impuro  a  este  ácido. 

Respecto  á  la  construcción,  parece  demostra- 
do que  muchos  areómetros  preparados  á  bajo 
precio,  por  personas  que  los  Venden  á  los  fabri- 
cantes ,  no  han  sido  construidos  con  el  cuidado 
necesario.)  por  medio  de  marcos,  y  qué  e>los 
instrumentos  presentan  á  veces  de  uno  á  dos  gra- 
dos de  diferencia.  Esta  diferencia,  para  ventas 
considerable^  da  lugar  á  errores  que  son  per- 
judiciales al  comeicio.  Sábese  también  que  la 
mayor  parle  de  estos  instrumentes  están  gradua- 
dos por  medio  de  escalas  de  papel ,  lijas  en 
el  interior  de  los  tubos  de  los  areómetros,  sea 
por  medio  de  lacre  ,  sea  por  un  alambre  en  e>pi 
ral ,  lo  que  no  presenta  todas  las  garantías  ape- 
tecibles; en  electo,  en  ciertas  circunstancias,  el 
papel  que  contiene  las  escalas  se  arruga,  se  ro- 
lla y  se  desarregla,  y  entonces  el  instrumento  es 
uu  aparato  defectuoso  susceptible  de  inducir  a 
error. 

Las  causas  de  ciertas  dificultades  comerciales 
son  debidas  á  (pie  los  instrumentos  empleados 
no  coiicuerdan,  y  que  las  personas  codiciosas  en- 
tregan líquidos  cu\  a  densidad  lia  sido  apreciada 
por  medio  de  areómetros  mal  preparados ,  ó  al- 
gunas veces  fabricados  para  marcar  falsos  gra- 
dos. 

El  comerciante  que  hace  uso  de  un  pesa  licor 
debe  asegurarse  previamente  de  su  exactitud  y 
de  su  buena  confección;  en  vez  de  emplear  areó- 
metros de  escalas  de  papel  fijas  por  el  lacre  ó 
por  una  espiral ,  instrumentos  que  pueden  desar- 
reglarse, es  menester  que  ,  para  los  líquidos  que 
no  son  ácidos,  haga  uso  de  areómetros  de  metal, 
}  para  los  líquidos  ácidos  emplceareómetros  de  es- 
calas grabadas  sobre  el  vidrio ,  ó,  lo  que  es  me- 
jor ,  areómetros  de  escalas  invariables^  esmalta- 
das sobre  el  vidrio. 

Losareómetros  que  recibimos  de  Francia,  y  que 
se  venden  en  las  tiendas  de  quincalla,  son  en  ge- 
neral defectuosos  v  pueden  inducir  á  errores 
de  trascendencia.  Con  este  motivo  nos  hacemos 
un  deber  en  recomendar  los  exactísimos  pesa-li- 
cores construidos,  en  esta  ciudad,  por  1).  Antonio 
Izquierdo. 

AKEXA.  La*  aguas  corrientes,  los  torren- 
tes y  las  aguas  del  mar  son  las  que,  reduciendo 
a  fragmentos  y  triturando  rocas  silíceas,  forman 
esas  masas  arenosas  de  granos  mas  ó  menos  li- 
nos ,  que  cuando  se  presentan  en  granos  gruesos 
se  llaman  Casquijo,  y  cuando  están  formadas  de 
granos  de  una  grande  finura  reciben  el  nombro 
de  Arena. 

Mas  como  las  arenas  no  siempre  proceden  de 
rocas  silíceas  ,  de  ahí  es  que  no  son  constante- 
mente homogéneas,  y  muchas  de  ellas  contienen 
pequeños  granosde  diferentes  minerales,  como  los 
resultantes  de  la  descomposición  de  masas  grani- 


23 J  ARE 

ticas,  y  otras  en  las  cuales  se  encuentran  fragmen- 
tos de  corindón,  de  circón,  de  granate,  titanato 
de  hierro,  sulfato  y  óxido  de  estaño,  etc.,  etc. 

La  arena  en  general ,  como  se  sabe ,  es  un 
compuesto  de  sustancias  minerales  granuliformes 
ó  pulverulentas,  duras  al  tacto,  impenetrables  al 
agua ,  y  de  poca  adherencia  entre  sí;  ó  un  con- 
junto dé  pequeños  fragmentos  de  piedra  de  na- 
turaleza silícea  ó  cuarzosa,  los  cuales  han  sido 
redondeadas  por  el  frote ,  rodando  en  las  aguas. 
Llámase  Arenilla  á  los  mismos  fragmentos  cu- 
yas moléculas  redondeadas  son  finas  y  como  pul- 
verolenlas. 

La  arena  está  muy  esparcida  en  la  naturaleza; 
encuéntrasela  extendida  en  capas  mas  ó  menos 
gruesas  en  la  superficie  ó  á  cierta  profundidad 
del  terreno,  pero  lo  mas  frecuente  en  la  superli 
cié  y  en  las  orillas  de  los  rios  ,  de  los  arroyos 
y  del  mar.  Hay  también  eriales,  páramos  y  de- 
siertos (pie  están  enteramente  cubiertos  de  ella. 

La  arena  se  encuentra  en  todos  los  países  en 
mayor  ó  menor  abundancia,  pero  hay  puntos  que 
suministran  variedades  mas  propias  para  ciertos 
usos. 

La  arena  es  empleada  en  una  multitud  de  obras 
de  la  mas  alta  importancia:  las  mas  puras  y  las 
mas  blancas  están  destinadas  á  la  fabricación  de 
los  cristales  y  de  los  vidrios  blancos ;  las  mezcla- 
das con  un  poco  de  arcilla  y  de  mica,  que  toman 
consistencia  con  la  humedad ,  y  que  son  suscep- 
tibles de  comprimirse  bastante  para  recibir  el 
molde  de  los  modelos,  son  empleadas  por  los 
moldeadores ,  y  esta  especie  es  igualmente  bus- 
cada por  los  fundidores  como  propia  para  mode- 
lar piezas  gruesas.  La  arena  de  gruesos  granos, 
llamada  mas  particularmente  Casquijo ,  y  que  es- 
tá mezclada  con  arcilla  y  mica,  sirve  para  hacer 
con  la  cal  un  mortero*  susceptible  de  endure- 
cerse bajo  el  agua,  y  de  reemplazar  á  la  cal  hi- 
dráulica. Se  emplea  también  la  arena  en  la  fabri- 
cación de  las  lozas :  para  esto ,  se  mezcla  con  la 
arcilla;  da  consistencia  á  la  loza,  la  impide  de 
resquebrajarse ,  y  la  hace  propia  para  resistir 
á  la  acción  del  fuego  sin  romperse.  Con  la  arena 
se  hace  la  capa  superior  de  los  filtros  de  carbón; 
con  ella  se  enarenan  las  plazas,  los  paseos,  etc. 
Sirve  para  bonificar  las  tierras  ,  prefiriendo  á  di- 
cho objeto  las  arenas  marinas  ,  en  razón  de  las 
sales  y  de  los  despojos  de  sustancias  animales  de 
que  naturalmente  están  impregnadas,  y  que  son 
propios  para  activar  la  vegetación.  Igualmente 
se  emplea  para  secar  lo  escrito  ,  prefiriéndose 
comunmente,  para  este  uso ,  la  arena  de  Roma, 
que  es  amarilla,  y  compuesta  de  lentejuelas  blan- 
cas y  brillantes ,  "la  arena  de  Albania,  que  es  ne- 
gra y  pesada ,  y  la  arena  de  Pesaro  ,  que  es  muy 
dura ,  forma  lentejuelas  de  talco ,  grises  ó  blan- 
cas, brillantes,  y  mezcladas  con  tierra  rojiza.  Tam- 
bién á  veces  se  emplea  una  arena  amarilla  bri- 
llante en  la  pirotécnica.  Finalmente  los  usos  ¿que 
se  destina  la  arena  son  multiplicados :  los  quími- 
cos y  los  farmacéuticos  la  emplean  para  servir  de 
baños  en  sus  operaciones;  los  médicos  prescriben 
á  veces  baños  de  arena  caliente,  como  medio  cx- 


ARE 

citante  que  provoca  una  abundante  traspiración, 
etc.,  etc. 

A  veces  se  da  el  nombre  de  Arena  á  mate- 
rias minerales  pulverulentas  de  una  solidez  de 
agregación  bastante  considerable  para  dejarse 
atravesar  por  el  agua  sin  impregnarse  de  ella, 
y  que  sin  embargo  no  son  verdaderamente  are- 
na :  tales  son  la  arena  dorada  ó  mica  pulveren- 
ta,  la  arena  verde  del  Perú  ó  mica  verde,  que 
es  un  muriato  de  cobre  arcilloso,  y  las  arenas  vol- 
cánicas, como  las  pucelanas. 

Sa  llama  Arena,  movediza  al  cuarzo  hialino 
arenáceo ,  cuyos  granos  son  finos  y  revolotean  á 
voluntad  délos  vientos,  y  Arena  casquijo  á  la 
de  los  rios. 

AHMABIA,  Arenaria.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  cariofiláceas,  y  de  la  de- 
candria  diginia  de  Linneo,  que  contiene  muchas 
especies,  pero  ninguna  realmente  útil ,  excepto 
la  siguiente: 

Arenaria  como  Penlide  {Arenaria 
Peploides,  L.).  Planta  herbácea,  que  crece  en  las 
playas  de  los  mares  de  Europa.  Be  tallos  ramosos, 
extendidos,  de  unas  siete  á  nueve  pulgadas  de 
elevación  ,  cubiertos  de  hojas  aovadas,  agudas  y 
carnosas  ;  flores  blancas  solitarias ;  cápsula  ao- 
vada ,  de  una  sola  celdilla,  y  que  contiene  nu- 
merosas semillas. 

Esta  planta  en  Islanda  es  llamada  Beria-arve, 
y  los  habitantes  de  este  país  fabrican  una  bebida 
dejando  fermentar  sus  hojas  en  suero  acedado, 
colándolo  y  añadiendo  agua  á  su  alvedrío;  con 
las  mismas  hojas  preparan  también  un  potaje,  que 
sin  sal  se  asemeja,  por  el  sabor  ,  al  buen  aceite 
de  aceitunas. 

AKE.1DRA1ÍTA  (doma  de).  Sus- 
tancia resinosa .,  así  llamada  por  Flacourt,  que 
se  encuentra  en  Madagascar ,  y  que  parece  ser  la 
goma  anime  de  Oriente.  Este  naturalista  llama 
al  árbol  que  la  produce  Arindralo.  Como  crece 
en  la  orilla  del  mar ,  la  resina  cae  á  veces  en  el 
agua ;  la  que  las  oleadas  arrojan  es  llamada  por 
los  naturales  del  país  llamentaica. 

JLH.KXÍM  A,  Arenga.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  los  palmeros,  de  la  sección  de  los 
de  hojas  aladas,  y  de  la  poliandria  triginia  ,  que 
contiene  una  sola  especie. 

Arenga  que  lleva  azúcar  ( A  renga 
saccharifera .  Labill.1.  Palmero  que  crece  en  los 
valles  húmedos  de  las  Molucas  y  de  la  Chochin- 
china.  Contiene  una  savia  azucarada,  abundante, 
de  la  que  se  extrae  un  azúcar  de  color  de  cho- 
colate ,  llamado  Guula-üan  por  los  naturales  del 
país,  muy  empleado  porque  cuesta  mucho  menos 
que  el  de  caña.  Esta  savia  es  muy  nutritiva,  dul- 
cificante ,  y  goza  de  las  propiedades  del  sagú. 
Los  frutos  aun  verdes,  confitados  en  azúcar,  son 
muy  eslimados  en  la^ochinchina,  y  se  sirven  en 
las  mesas  de  las  personas  ricas ,  cuando  son  ma- 
duros.jLacorezacarnudade  estefruto,  al  contrario, 
contiene  un  zumo  acre,  corrosivo  ,  que  causa  vi- 
vos dolores  aplicado  sobre  la  piel,  y  excesivos,  si 
se  le  lleva  á  la  boca.  Aprovechando  de  este  descu- 
brimiento, los  habitantes  de  las  Molucas  se  de- 


ARG 

fundieron  victoriosamente  echando  de  lo  alto  de 
las  murallas,  sobre  los  enemigos,  agua  en  la  cual 
habían  hecho  remojar  la  carne  de  estos  frutos  ,  y 
ácuyo  líquido  llamabas  Agua  infernal. 

Alt  i:*  A 11.  Excelente  fruto  de  la  India  ,  del 
grueso  de  las  guindas,  y  de  la  forma  de  las  peras 
catalinas;  su  color  os  \erdoso,  y  las  semillas  que 
contiene  son  tan  pequeñas  como  las  semillas  de 
mostaza.  Este  fruto  tiene  un  gusto  un  poco  pi- 
cante, pero  agradable,  es  muy  sano  y  refrescante, 
y  los  convalecientes  pueden  comerlo. 

AltUAAlA.  Arg\nia.  Género  de  plantas 
de  las  sapotáeeas,  y  de  la  pentandria  monoginia, 
del  cual  la  especie  Aro  \m\  Sideroxilo  (Argania 
Sideroxylum,K.  y  S.; Eleodendrum  Argan,  Retz.; 
Sideroxylum  spiñosum,  L.) ,  árbol  espinoso  de  la 
costa  dé  Madagasear,  deMaruecos,  etc.,  tiene 
por  fruto  una  especie  de  gruesa  aceituna,  cuya 
pulpa  da  un  aceite  bueno  para  todos  los  usos,  y 
con  el  bagazo  de  esta  pulpa  se  alimenta  álos  ga- 
nados.     , 

AKGENOXE ,  Argkmone.  Género  deplan- 
tas déla  familia  de  las  papaveráceas,  y  de  la  po- 
liandria monoginia  de  Linneo. 

Argémone  de  JIt;jico  (Árgemonc  me- 
xicana, L. ).  Planta  anual,  americana,  como  lo 
indica  su  nombre,  que  crece  también  en  la  India, 
en  África,  y  que  se  ha  naturalizado  en  Europa, 
cultivándola  en  las  huertas.  Tiene  unos  dos  pies 
de  altura;  hojas  espinosas  y  abrazadoras;  flores 
amarillas;  cápsulas  de  seis  ventallas,  con  nume- 
rosas semillas,  pequeñas,  negras,  redondas,  y 
ásperas ;  raices  pequeñas. 

Los  negros  del  Seaegal  beben  el  cocimiento  de 
las  raíces  de  esta  planta  contra  la  gonorrea;  en 
Java  y  en  los  Estados-Unidos,  el  zumo  déla  plan- 
ta fresca,  que  es  amarillo,  es  usado  al  interior 
contra  las  enfermedades  cutáneas  inveteradas,  y, 
.al  exterior,  como  cáustico,  contra  las  verrugas  y 
lasúlceras  venéreas;  en  la  India,  este  mismo  zumo 
es  empleado  contra  la  oftalmía ,  y  se  echa  en  el 
ojo,  lo  que  no  le  supone  una  gran  fuerza;  en 
América,  las  flores  son  empleadas  como  somnífe- 
ras, propiedad  que  su  analogía  con  las  de  las 
adormideras  hace  probable.  Pero  las  semillas  son 
la  parte  deque  se  hace  mas  uso  :  en  las  Indias, 
prescríbense  como  vomitivas,  en  reemplazo  de  la 
ipecacuana,  á  la  dosis  de  ¿  dracmas  por  un  adul- 
to ,  en  infuso  en  un  cuartillo  de  agua ;  en  Méjico, 
se  miran  como  purgantes,  y  en  Cayena  sirven  co- 
mo  laxantes.  En  la  India  se  extrae'de  estas  semi- 
llas un  aceite  craso ,  que  se  emplea  como  tópico 
sobre  la  cabeza  en  las  insolaciones ,  y  al  interior 
es  usado  como  purgante  y  desobstruente,  y  ade- 
más, se  dice  que  sirve  para  usos  domésticos ,  el 
alumbrado,  etc. 

ARGEVl'IXA,  Argentina.  Género  de 
peces  holobránquios  abdominales,  de  la  familia 
délos  dermópteros  de  Dumeril.  Una  de  sus  es- 
pecies, la  Argentina  espetor,  llamada  también 
por  algunos  Plateada  (Argentina  sphyrcena,  L.), 
poco  estimada  como  alimento,  sirve  en  Italia,  co- 
mo la  breca,  para  preparar  la  Esencia  de  Orien- 
te, empleada  en  la  fabricación  de  las  perlas  fal- 
30 


ARG  23a. 

sas  ,  y  puede  servir  para  los  otros  usos  áqu< 
tá  destinada  aquella. — V.  Ciprino. 

AR€-EVr©2¥  [Aryentaneút  los  Alemanes) . 
Nueva  aleación  metálica ,  dolada  de  propiedades 
muy  notables  y  muy  útiles,  que  ha  llegado  á  ser 
la  materia  de  un  gran  número  de  productos  que 
sirven  en  la  economía  doméstica.  Cada  dia  se 
extienden  sus  aplicaciones ,  y  hay  motivo  pa- 
ra creer  que  antes  de  poco  tiempo  será  gene- 
ralmente sustituida  á  las  aleaciones  de  eslaño  y 
de  cobre  para  una  infinidad  de  utensilios.  Los  Ale- 
manes son  los  que  nos  han  hecho  conocer  el  Ar- 
genton ,  que  ha  recibido  ya  muchos  nombres  di- 
ferentes, como  el  de  Cobre  blanco  ó  Metal  blanco 
de  la  China, Melchor,  Melcior,  Packfong ,  etc. 

Esta  composición  metálica,  conocida  desde  muy 
largo  tiempo  en  la  China ,  hace  unos  cuarenta  y 
cinco  años  no  mas  que  fué  importada  en  Alema- 
nia ,  en  donde  recibió  el  nombre  de  Packfong,  v 
tan  solo  desde  el  año  1829  datan  los  primeros 
ensayos  que  de  ella  se  hicieron  en  Francia. 

El  argenton  es  un  compuesto  de  cobre,  de  ní- 
quel y  de  zinc.  Se  recibe  de  Alemania,  y  puede 
prepararse  haciendo  venir  de  este  país  el  níquel 
exlraido  del  Speiss  ó  Kupfernikel.  Se  hace  en 
diferentes  proporciones ,  y  es  siempre  tanto  mas 
duro ,  tanto  mas  elástico  y  tanto  menos  alterable, 
en  cuanto  contiene  mas  níquel;  así,  por  ejemplo, 
se  emplea  una  parte  de  níquel ,  dos  y  tres  cuartos 
de  cobre,  y  tres  cuartos  de  zinc;  ó  una  parte  de 
níquel ,  dos  de  cobre  y  medio  de  zinc.  Este  ulti- 
mo es  mas  difícil  de  trabajar ,  en  razón  de  su 
mayor  dureza,  pero  se  le  da  en  general  la  prefe- 
rencia para  los  diversos  utensilios  de  menaje,  á 
causa  de  su  mayor  inalterabilidad. 

Es  de  observar  que  el  argenton  será  tanto  me- 
jor en  cuanto  el  zinc  y  el  cobre  que  deben  entrar 
en  su  composición  serán  mas  puros;  y  es  de  presu- 
mir que  la  presencia  de  la  mas  pequeña  propor- 
ción de  plomo  en  el  zinc  dañaría  mucho  á  la  ma- 
leabilidad del  argenton. 

Este  metal  imita  bastante  bien  á  la  plata  de  va- 
jilla: están  poco  frágil  como  ella;  casi  tiene 
su  blancura  y  su  inalterabilidad  al  aire  húmedo 
y  á  la  acción  de  todos  los  cuerpos  que  oxidan  tan 
prontamente  la  mayor  parte  de  las  demás  alea- 
ciones que  conocemos.  En  Paris ,  con  él  se  hacen 
cubiertos,  candelabros,  cajas  de  tabaco,  y  diver- 
sos objetos,  como ,  espuelas,  hebillas ,  chapas  de 
arreos,  etc.  ,  etc.  En  una  palabra,  esiá  destina- 
do para  representar  cuanto  antes  un  gran  papel 
en  la  industria.  El  argenton  se  reduce  á  láminas 
y  á  hilos  muy  delgados. 

Las  proporciones  de  níquel,  de  cobre  y  de  zinc, 
que  hemos  indicado  arriba,  son  las  generalmen- 
te empleadas  en  Paris;  pero  en  Alemania  se  co- 
nocen principalmente  dos  composiciones,  que 
son:  1.a  Níquel,  5  partes;  cobre,  13  partes;  y 
zinc, 7 partes. 2.a Níquel,  1,20 partes;  cobre, 3,60 
partes,  y  zinc  1,20  parles;  total  i 00  partes. 

El  Sr .  Pelouze  hijo,  ensayador  déla  fábrica  de  mo- 
neda de  Paris ,  que  se  ha  ocupado  de  estas  alea- 
ciones, ha  llegado  á  la  siguiente  conclusión:  que  es 
masventojoso  suprimir  totalmente  el  zinc,  el  que 
tomo  1. 


234  ARG 

además,  por  su  oxidación  durante  la  preparación, 
la  vuelve  mas  difíciljyjmenosjconstante.  Harecono- 
cido  que  partes  iguales  de  niquel  y  de  cobre  dan 
un  rico  metal,  muy  duro,  pero  muy  maleable,  de 
un  hermoso  blanco,  y  que  recibe  el  mas  bello  pu- 
limento. Con  dos  partes  de  cobre  y  una  de  niquel 
se  tiene  un  metal  que  goza  de  preciosas  calidades, 
pero  el  color  tira  un  poco  al  rojo. 

Los  Ingleses  hánse  también  aplicado  á  la  com- 
posición del  melchor  ,  al  cual  han  dado  el  nom- 
bre de  British  silver,  es  decir  Plata  británica. 

En  la  circular  que  el  Sr.  Thiers,  ministro  de 
comercio,  en  1833,  dirigió  á  los  prefectos  de 
Francia  para  hacerles  observar  la  diferencia  que 
distinguía  á  este  metal  de  la  plata,  para  prevenir 
al  fraude,  dice:  que,  después  del  análisis  que  se 
ha  hecho  del  melchor ,  hase  encontrado  la  com- 
binación siguiente  sobre  \  00  partes :  cobre ,  55; 
niquel,  23;  zinc,  17;  hierro,  3 ;  estaño,  2.  Añade 
que  podrían  cometerse  graves  errores,  si  nos  li- 
mitarámossiempreá  juzgar  déla naturalezadel  me- 
tal empleado  en  las  mismas  obras  por  la  com- 
paración de  la  piedra  de  loque ,  y  que  se  debe, 
en  todos  los  casos ,  poner  sobre  los  toques  de  las 
obras  una  gota  de  ácido  preparado,  y  observar 
con  atención  su  efecto.  Si  la  obra  es  de  melchor, 
su  acción  será  lenta  y  acabará  sin  embargo  por 
separar  todos  los  vestigios  de  toques  sobre  la 
plata ;  al  contrario ,  mas  lenta  primero ,  la  diso- 
lución no  parecerá  sin  embargo  completa,  y  que- 
dará un  tinte  gris  en  el  lugar  de  los  antiguos  to- 
ques. 

Estos  ensayos  son  indispensables  en  muchísi- 
mos casos ,  porque,  en  efecto  ,  el  melchor  per- 
feccionado ofrece  un  carácter  extraordinario  de 
semejanza  con  la  plata  en  una  infinidad  de  casos: 
toma  tan  hermoso  pulimento  como  ésta,  y  su  peso 
específico  se  le  acerca  mucho. 

De  la  grandísima  semejanza  con  la  plata  han 
procedido  los  diferentes  nombres  que  ha  re- 
cibido esta  aleación ,  que  ofrece  mas  ó  menos 
blancura ,  mas  ó  menos  solidez  y  maleabilidad, 
según  las  proporciones  respectivas  de  sus  com- 
ponentes. La  A Ipacca  ó  Plata  inglesa,  la  Pla- 
ta alemana,  y  otras  composiciones  metálicas 
análogas  decoradas  con  nombres  pomposos ,  no 
son  otra  cosa  que  argenton.  El  capricho,  pues,  de 
los  industriales  es  el  que  bautiza  á  esta  aleación. 
En  España  no  se  le  había  dado  denominación  es- 
pecial ,  hasta  ahora  últimamente  que  los  Sres. 
Isaura ,  fabricantes  de  objetos  imitados  á  los  de 
plata ,  los  primeros  que  desde  algunos  años  la 
utilizan  en  sus  talleres ,  la  han  dado  el  título  de 
Plata  nueva. 

Y  respecto  á  la  fábrica  de  los  Sres.  Isaura,  es- 
tablecida en  Barcelona ,  y  que  hemos  tenido  el 
gusto  de  visitar ,  debemos  decir :  que  los  precio- 
sos objetos  en  ella  elaborados  con  Plata  nueva 
en  nada  ceden  á  los  mas  acabados  hechos  con 
argenton  en  el  extranjero ,  pudiendo  asegurar  si 
cabe  que  les  aventajan  por  lo  tocante  á  su  calidad, 
á  su  superior  pulido  ,  y  sobre  todo  á  su  mucha 
solidez. 

Sabida  es  la  desventaja  que  ofrece  el  melchor 


ARI 

para  ser  plateado  en  las  partes  mates ,  que  nun- 
ca quedan  tan  perfectas  como  las  lisas ;  pero  bis 
Sres.  Isaura  consiguen  vencer  esta  dificultad  y  lo- 
gran obtener  los  mates  iguales  á  los  de  la  piala 
de  ley,  por  medio  del  plateado  al  galvanismo, 
según  el  sistema  de  Ruolz  y  Elkington,  que  aplican 
con  tanta  precisión  como  en  las  principales  fá- 
bricas del  extranjero.  Esta  es  la  razón  porque 
la  Plata  nueva ,  hoy  dia,  va  ocupando  un  lugar 
preferente  á  la  plata  de  ley,  puesto  que  traba- 
jándose con  igual  primor,  y  siendo  tan  duradera 
como  ésta,  el  coste  de  los  objetos  con  ella  fabri- 
cados es  tan  Ínfimo  que  apenas  vale  lo  que  se  exi- 
je  por  la  hechura  de  los  elaborados  con  plata  ver- 
dadera. Además,  es  fácil  concebir  que  el  uso  de 
objetos  de  Plata  nueva ,  llenando  las  mismas  exi- 
gencias que  los  de  plata  de  ley,  proporcionagran- 
des  economías ,  por  cuanto  estos  últimos  aumen- 
tan indirectamente  todos  los  años  de  valor  por 
los  intereses  que  devengarían  si  el  capital  en  ellos 
empleado  estuviese  en  circulación. 

Por  estas  y  otras  razones,  no  en  vano  el  pú- 
blico conocedor  dispensa  su  confianza  al  estable- 
cimiento de  los  Sres.  Isaura,  en  el  que  se  encuen- 
tran un  sinnúmero  de  objetos  de  Plata  nueva  ar- 
tísticamente trabajados  y  perfectamente  imitados 
á  los  de  plata  de  ley.  En  dicho  taller  se  fabrican 
cubiertos,  cucharones,  cucharitas,  cuchillos, 
cubillos  para  botellas,  servilleteros,  vinagreras, 
y  demás  concerniente  al  servicio  de  la  mesa ;  se 
construyen  candelabros,  candeleros,  escribanías, 
jarros,  palanganas,  palmatorias,  platitos  con  es- 
paviladeras  y  otros  vario6  objetos  de  ornato  ;  y, 
por  último  ,  se  elaboran  riquísimos  cálices ,  co- 
pones, custodias,  cruces ,  incensarios  ,  hisopos, 
lámparas ,  pilas  para  agua  bendita,  relicarios, 
vinajeras  y  cuanto  se  requiera  de  metal  para  el 
culto  divino. 

ARGrOUDON.  Nombre  dado  á  una  especie 
de  algodón  que  viene  de  la  China  ,  y  forma  par- 
te del  negocio  de  los  Chinos  de  Cantón  con  los 
habitantes  de  Haynau. 

ARIDA§.  Nombre  de  una  especie  de  tafe- 
tán de  las  Indias  Orientales ,  formado  de  cierta 
seda ,  que  se  extrae  de  varias  plantas  é  yerbas. 

ARISTOIjOQUIA.  ,  Aristolochia.  Gene- 
ro de  plantas  que  da  su  nombre  á  una  familia  na- 
tural, las  Aristoloquicas ,  y  de  la  ginandria  hexa- 
ginia  de  Linneo.  Todas  las  especies  de  este  gé- 
nero son  yerbas  ó  arbustos  sarmentosos  que  tie- 
nen raíces-amargas,  dotadas  de  virtudes  tónicas, 
estimulantes ,  febrífugas  y  emenagogas ;  muchas 
de  sus  especies  son  empleadas  contra  la  morde- 
dura de  las  serpientes  en  América,  y  miradas  co- 
mo alexíteros  preciosos.  El  nombre  de  Aristolo- 
chia es  derivado  de  las  palabras  griegas ,  aris- 
tos,  lochia,  muy  buenos  para  los  lóquíos. 

Aristolotiuia  bracteada  {Aristolo- 
chia bracteata ,  Retz ) .  Los  prácticos  indios  em- 
plean el  cocimiento  de  las  hojas  secas  de  esta 
planta  como  antielmíntico,  á  la  dosis  de  dos  on- 
zas, dos' veces  al  dia.  Los  hojas  frescas,  macha- 
cadas y  mezcladas  con  el  aceite  de  ricino  ,  son 
miradas  como  un  excelente  remedio  contra  la 


ARI 

sarna  inveterada ;  aplicadas,  fresca*  y  contusas, 
sobre  el  ombligo,  purgan  á  los  niños. 
Aristoloquia  Clematite,  Aristo- 

loquia  vulgar  (Aristolochia  Clcmatitis,L.) . 
Plañía  vivas  indígena ,  que  se  encuentra  en  los 
bosques,  en  los  campos  incultos  y  gredosos,  las 
viñas,  etc.  De  tallo  derecho ,  herbáceo ,  de  la 
altura  de  dos  pies  ;  hojas  pecioladas ,  de  figura 
de  corazón  ,  baslaute  grandes  y  de  color  verde 
pálido ;  llores  numerosas  que  nacen  en  las  axilas 
de  las  hojas,  de  color  amarillo  pálido;  fruto  de  la 
forma  de  una  pera,  lleno  de  semillas  planas  y 
negras ;  raíz  compuesta  de  algunas  fibras  more- 
nas ,  muy  largas ,  del  grueso  de  una  pluma  de 
oca ,  serpenteando  de  todos  lados ,  y  de  un  corto 
numero  de  raicillas ,  de  olor  fuerte  desagrada- 
ble, y  de  sabor  acre,  amargo  y  muy  ingrato. 

Esta  planta,  al  presente  casi  inusitada ,  habia 
gozado  de  mucha  celebridad  entre  los  antiguos: 
era  preconizada  como  febrífuga,  antigotosa  y 
emenagoga ;  los  Rusos  tienen  al  fruto,  comido 
crudo ,  como  un  buen  remedio  contra  las  calen- 
turas intermitentes,  y  también  emplean  el  coci- 
miento de  las  hojas  ,  porque  no  se  sirven  de  la 
raíz ,  única  parte  usada  entre  nosotros.  La  aris- 
toloquia  clematite  es  un  tónico  acre  y  activo,  que 
debe  emplearse  á  dóses  moderadas,  pues  el  Sr. 
Orliía  ha  hecho  perecer  perros  dándola  primero 
en  la  cantidad  de  cinco  dracmas,  y  al  cabo  de 
uno  ó  dos  dias,  de  nueve  dracmas;  ejerce  una 
acción  estupefactiva  sobre  el  sistema  nervioso, 
pues  no  causa  sino  una  ligera  inflamación  de  los 
tegidos  del  estómago,  etc.  Como  todas  las  aristo- 
loquias  parecen  gozar  de  la  misma  actividad,  es 
menester  evitar  el  darlas  á  dóses  demasiado  fuer- 
tes. 

Tournefort  pretende  que  la  raíz  del  Mklitis 
con  uoja  de  Toronüil  [jlclittis  melissophyllum, 
L.)  se  parece  á  la  de  arisloloquia,  y  que  los  dro- 
guistas la  sustituyen  á  veces  a  ésta. 

Aristoloquia  eordiflora  [Aristolochia 
eordiflora ,  Mutis).  Esta  planta,  que  crece  en  las 
orillas  del  rio  de  la  Madalena ,  cercano  á  Man- 
pox,  tiene  flores  tan  grandes  que  los  niños  se  cu- 
bren con  ellas  su  cabeza  á  manera  de  gorro.  Su 
raíz  es  mirada  como  el  antídoto  de  la  mordedura 
de  las  serpientes. 

Aristoloquia  de  dos  lóbulos  (Aris- 
tolochia bilobata ,  h.) .  Esta  especie,  que  crece 
en  las  Antillas ,  en  el  Brasil,  etc.,  es  emenagoga 
romo  sus  congéneras ;  empléase  su  cocimiento 
para  curar  la  sarna ;  su  raíz  introducida  en  la 
vagina,  según  se  dice,  provoca  la  salida  del 
feto  muerto. 

Aristoloquia  fétida  (Aristolochia  fce- 
lida ,  Kunlk; .  El  cocimiento  de  esta  planta  es  muy 
usado  en  Méjico ,  en  donde  ella  crece,  para  lim- 
piar las  úlceras.  Esta  ventaja,  muy  buscada  en  los 
países  calientes  en  donde  las  llagas  pasan  á  ser 
fácilmente  verminosas ,  pertenece  á  muchas  es- 
pecies congéneras. 

Aristoloquia  de  «grande*  flores 
(Aristolochia  grandi flora,  Gómez;  Aristolochia 
ringens ,  Svvail;  Aristolochia  cymlifcra ,  Mar- 


AlU  235 

lius).  Grande  planta  sarmentosa,  de  anchas  hojas 
fétidas ,  que  crece  en  el  Brasil ,  Mamada  por  los 
habitantes  de  este  pais  Mil-homeus  ,  y  por  Mar- 
grave  Ambuyaembo. 

El  cuerpo  de  la  raíz  de  esta  planta  es  tuberoso 
y  da  origen  á  muchos  renuevos  largos  de  uno  á 
dos  pies,  guarnecidos  de  raicillas  del  grueso  de 
una  pluma  de  palomo,  y  largas  de  cuatro  á 
seis  pulgadas.  Los  renuevos  secos  son  del  groo- 
so  de  una  pluma  de  escribir,  complanados,  de  un 
moreno  negruzco  al  exterior,  casi  semejantes  á 
los  de  la  aristoloquia  clematite,  pero  de  uu  olor 
mucho  mas  fuerte  ,  análogo  al  de  una  mezcla  de 
serpentaria  y  de  ruda;  su  sabores  amargo,  aro- 
mático y  alcanforado.  El  interior  de  esta  raiz  es 
blauco,  y  cortándola  trasversalmente  se  observa 
un  circulo  de  vasos  tubulados  por  los  cuales  se 
puede  aspirar  muy  cómodamente  el  agua. 

El  análisis  químico  ha  demostrado  que  esta 
raíz  contenia  un  aceite  volátil,  resina,  tanino,  un 
principio  amargo,  goma,  almidón  y  sales  calcá- 
reas y  potásicas. 

Esta  raíz  fresca  es  venenosa  y  mata  á  los  ani- 
males ,  aun  los  cerdos  que  la  comen.  Sin  embar- 
go ,  seca ,  aconséjase  en  la  hidropesía ,  la  dispep- 
sia, la  parálisis,  etc. ,  á  la  dosis  de  \ó  á  20  gra- 
nos en  polvo,  cuatro  ó  cinco  veces  al  (lia. 

Aristoloquia  de  India  [Aristolochia 
indica,  L.).  Esta  especie  es  usada  en  la  India,  á 
corta  diferencia  en  los  mismos  casos  que  sus  con- 
géneras en  Europa :  su  amargor  la  hace  emplear 
en  las  dispepsias.  La  dosis  de  la  raiz  seca  es  de 
media  onza  ó  mas  al  dia.  En  Ceilan ,  el  infuso  al- 
cohólico de  esta  raíz  se  da  como  estomático  y 
carminativo. 

Aristoloquia  lar  «y  a  (Aristolochia  lonqa, 
L.).  Planta  indígena,  que  crece  en  nuestras  vinas 
y  campos.  De  tallos  largos  de  cerca  de  un  pié  y 
medio,  cuadrados,  débiles,  que  se  tienden  por 
tierra ;  hojas  blandas,  de  figura  de  corazón,  pe- 
cioladas, enterisimas,  y  algo  obtusas;  flores  de 
color  purpúreo  subido  y  solitarias;  fruto  de  la 
forma  de  una  pequeña  pera ,  que  contiene  semi- 
llas planas  y  negras.  Su  raíz  es  cilindrica,  á  ve- 
ces larga  de  un  pié  y  gruesa  á  proporciou,  pesa- 
da ,  como  pezonada  en  su  superficie  ,  gris ,  lisa  o 
aveces  ligeramente  arrugada,  amarillenta  al  in- 
terior, de  sabor  amargo ,  de  olor  poco  sensible 
cuando  la  raiz  es  entera ,  pero  cuando  se  la  pul- 
veriza este  olor  pasa  áser  muy  fuerte  y  desagra- 
dable. 

Esta  raíz  contiene  ulmina ,  según  Lassaigne: 
también  parece  contener  mucha  fécula,  lo  que 
explica  su  naturaleza  esponjosa,  que  la  hace 
aconsejar  para  curar  los  cauterios  y  ensanchar 
las  fístulas. 

La  raíz  de  la  aristoloquia  larga  ha  sido  pre- 
conizada por  los  antiguos  como  emenagoga,  an- 
tigotosa, etc.,  y  también  figura  en  un  crecido 
numero  de  medicamentos  oficinales.  Es  un  esti- 
mulante bastante  enérgico  que  se  prescribe  ala 
dosis  de  2  dracmas  en  polvo,  en  muchas  tomas 
con  ella  se  prepara  un  extracto  que  se  da  á  la 
dosis  de  una  uracma ,  y  que  se  dice  produce  a 


236  AUI 

corta  diferencia  el  mismo  efecto  que  el  acíbar. 

La  aristoloquia  es  nociva  á  los  pletóricos,  álos 
temperamentos  irritables,  etc.,  y  en  las  enferme- 
dades inflamatorias. 

Aristoloquia  mata  culebras  (Aris- 
tolochia  anguicida,  L.).  Planta  de  tallos  sarmen- 
tosos, delgados,  estriados,  ramosos,  de  la  altura 
de  3  á  K  pies ,  los  cuales  se  entrelazan  al  rededor 
de  las  plantas  vecinas;  hojas  anchas,  puntiagu- 
das, verdes,  lisas  por  encima,  purpúreas,  blan- 
quecinas por  debajo ,  con  largos  peciolos  ;  flor 
amarilla  ó  purpúrea,  negruzca  y  guarnecida  por 
dentro  de  una  lana  fina;  raíz  larga,  sarmentosa, 
compuesta  de  fibras ,  de  color  pálido  y  de  un  sa- 
bor astringente.  Toda  la  planta  es  olorosa. 

El  nombre  específico  de  esta  planta  enredadera 
y  americana ,  y  que  también  crece  en  España,  en 
íos  matorrales  y  en  las  viñas,  indica  las  propie- 
dades que  se  le  han  concedido  de  arrojar  las  ser- 
pientes de  los  lugares  en  que  crece,  según  se  dice, 
por  su  olor  penetrante  y  viroso.  Preténdese  que 
algunas  gotas  de  sú  zumo ,  introducidas  en  la 
boca  de  una  serpiente ,  le  causan  una  especie  de 
embriaguez  que  permite  manejarla  impunemente, 
y  que  haciéndole  tragar  mas  cantidad  perece.  Se 
dice  que  aplicada  á  la  mordedura  reciente  he- 
día por  un  reptil ,  esta  aristoloquia  cura  infali- 
blemente al  hombre  mordido,  y  que  lo  mismo  su- 
cedería si  bebiese  el  cocimiento  de  la  planta. 
Dicese  también  que  esta  aristoloquia  es  útil  en 
las  enfermedades  de  la  vejiga,  la  sífilis,  etc. 

Aristoloquia  muy  fragante  (Aris- 
tolochia  fragantissima ,  Ruiz) .  Esta  especie,  del 
Perú ,  ha  recibido  en  este  país  el  nombre  de  Be- 
juco de  la  estrella ,  porque  es  enredadera  y  su 
raíz,  cortada  horizontalmente,  ofrece  el  aspecto 
de  una  estrella  ;  también  se  la  conoce  allí  bajo 
el  nombre  de  Contrayerbade  Bejuco.Deesla  plan- 
ta solo  sejemplea  la  corteza,  mientrasfque  entre  las 
demasía  raíz  es  con  frecuencia  la  mas  usada:  es 
sólida,  compacta,  gruesa  de  una  á  cuatro  líneas; 
su  color  es  ceniciento  al  exterior,  y  rojizo  al  inte- 
rior;  de  olor  alcanforado ,  y  sabor,  primero  dul- 
ce ,  que  pasa  luego  á  picante  y  aromático.  El 
análisis  ha  descubierto  en  ella  un  principio  resi- 
noso de  olor  de  alcanfor ,  aceite  empireumáticó, 
ácido  piroleñoso,  vestigios  de  ácido  agállico, 
una  materia  colorante  amarilla  ,  extractivo  y 
potasa. 

Los  Peruvianos  se  sirven  de  la  corteza  de  esta 
planta  en  muchas  enfermedades,  pero  sobre  todo 
en  las  calenturas ,  desde  un  escrúpulo  hasta  me- 
dia dracma  en  polvo;  el  infuso  ó  su  cocimiento 
se  compone  de  una  onza  de  corteza  por  medio 
azumbre  de  agua,  etc.  Adminístrase  también  en 
la  disentería,  los  dolores  reumáticos,  la  gota, 
la  mordedura  de  las  serpientes ,  etc. 

Aristoloquia  muy  olorosa  (Aristo- 
lochia odoratissima,  L.).  Esta  especie,  de  la  In- 
dia y  de  la  América,  es  según  Lunan,  un  buen 
estomático :  las  raíces  y  las  semillas  curan  las 
mordeduras  de  las  serpientes,  y  el  zumo  de  la 
planta  disminuye  el  calofrío  de  las  calenturas  y 
cura  las  diarreas. 


AR1 

Aristoloquia  Pistoloquia,  Aris- 
toloquia pequeña  [Aristolochia  Pistólo- 
chía,  L.).  Esta  planta  crece  en  España  en  las  co- 
linas pedragosas  en  los  lugares  calientes.  Es  la 
mas  pequeña  de  todas  las  aristoloquias,  y  sus  ta- 
llos ,  que  son  débiles ,  ramosos  y  tendidos ,  raras 
veces  se  elevan  á  mas  de  nueve  pulgadas;  sus 
hojas  son  pecioladas ,  de  figura  de  corazón  con 
venas  en  redicilla  por  debajo  y  recortaditas;  flo- 
res solitarias  pequeñitas ,  á  veces  morenas,  á  ve- 
ces de  un  verde  amarillento;  fruto  en  forma  de 
una  pera.  La  raíz  está  compuesta  de  un  pequeño 
tronco  del  grueso  de  una  pluma ,  y  de  un  gran 
número  de  raicillas  muy  delgadas ,  de  medio  pié 
de  largo ,  de  color  gris  amarillento ,  de  olor  aro- 
mático que  no  es  desagradable,  y  de  gusto  acre 
y  amargo. 

La  raíz  de  esta  especie  tiene  las  mismas  virtu- 
des que  sus  congéneras :  entra  en  la  triaca. 

Aristoloquia  redonda  [Aristolochia 
rotunda,  L.).  Planta  que  crece  en  los  mismos  lu- 
gares que  la  aristoloquia  larga,  y  que  se  le  pare- 
ce mucho:  se  eleva  a  la  altura  de  18  pulgadas, 
de  tallo  débil  y  guarnecido  de  hojas  de  figura  dé 
corazón  ,  casi  sentadas  y  obtusas;  flores  solita- 
rias, de  color  purpúreo;  fruto  membranoso, 
oval ,  verde  que  se  pone  moreno  cuando  madu- 
ro ,  dividido  en  seis  celdillas,  llenas  de  semillas 
complanadas,  delgadas  y  negras.  La  raíz  es 
redonda,  gruesa,  carnuda,  guarnecida  de  fi- 
bras, gris  por  defuera,  amarillenta  por  dentro,  y 
de  olor  y  sabor  semejantes  á  los  de  la  aristoloquia 
larga. 

Esta  raiz  tiene  las  mismas  propiedades  que  la 
aristoloquia  larga,  y  aun  es  mas  estimada,  pro- 
bablemente en  razón  de  la  preferencia  que  le  da- 
ba Hipócrates,  y  entra  en  un  gran  número  de  me- 
dicamentos oficinales  antiguos.  Con  ella  se  pre- 
para un  extracto. 

Aristoloquia  Serpentaria ,  Ser- 
pentaria de  Virginia  (Aristolochia  Ser- 
pentaria, L.).  Esta  planta  es  indígena  de  la 
América  septentrional ,  entre  la  Pensilvania  y  la 
Florida  :  florece  en  mayo  y  junio,  y  sus  semillas 
maduran  en  setiembre.  La  raíz  es  vivaz,  y  con- 
siste en  hacecillos  librosos  de  color  amarillo  ocrá- 
ceo, que,  por  la  desecación,  pasa  al  moreno;  es- 
tas fibras  están  adherentes  á  un  tronco  horizontal 
torcido  ,  de  donde  parten  muchos  tallos  que  se 
elevan  á  cerca  de  diez  pulgadas,  y  que  son  delga- 
dos ,  retorcidos  y  articulados ;  las  hojas ,  del- 
gadas ,  cordiformes,  enteras ,  puntiagudas  y  tri- 
nerviadas,  están  sostenidas  por  largos  pecíolos, 
envainantes  y  articulados ,  que  cuelgan  y  hacen 
casi  desaparecer  las  flores  bajo  las  hojas  muertas 
cerca  de  las  raíces.  Las  semillas  son  planas ,  en- 
cerradas en  una  cápsula  hexagenaly  de  seis 
celdillas. 

La  raíz  de  esta  planta,  la  única  parte  usada, 
fué  introducida  en  la  medicina á fines  del. siglo 
XII  por  Johnson ,  médico  inglés.  Nos  llega  seca, 
en  balones  de  200  á  300  libras,  de  la  América 
septentrional ,  con  frecuencia  mezclada  con  raí- 
ces del  Asabo  de  YiitGiMA  (Asarum  Viryinicum, 


Allí 

L.)  y  de  la  Golinsonia  precoz  [ColUnsonia  pre- 
cox,  Walt.). 

Esta  raíz  seca  tiene  el  olor  aromático  de  la 
valeriana,  y  un  sabor  acerbo,  caliente,  amargo 
y  picante,  que  tiene  analogía  con  el  alcanfor. 
El  agua  le  quita  todo  lo  que  tiene  de  sensi- 
ble en  sus  calidades,  y  el  infuso  es  de  un  color 
amarillo  que  tira  á  moreno,  que  no  alteran  ni  el 
sulfato  de  hierro  ,  ni  el  de  zinc ,  ni  el  nitrato  de 
plato,  ni  el  oxi-munalo  de  mercurio ,  ni  el  anti- 
monio tartarizado,  ni  los  ácidos  minerales,  ni  los 
álcalis  ,  y  que  tampoco  es  precipitado  por  la  ge- 
latina ni  por  el  taniuo.  El  sobre-acetato  de  plomo 
produce  en  él  un  precipitado  vedijoso ,  insoluble 
en  el  ácido  acético,  v  que  denota  la  presencia 
del  mucoso.  Con  el  alcohol ,  la  serpentaria  da 
una  tintura  de  un  verde  brillante  que  es  enturbia- 
da por  el  agua.  Los  principios  activos  de  la  ser- 
pentaria parecen  pues  residir  en  una  resina  amar- 
ga y  en  un  aceite  esencial. 

El  análisis  quimico  de  esta  raíz ,  debido  al  Sr. 
Chevallíer ,  ha  demostrado  en  ella :  un  aceite  vo- 
látil, que  tiene  el  olor  de  la  planta;  almidón;  una 
materia  resinosa  ;  albúmina ;  una  materia  ama- 
rilla, amarga;  ácidos  málico  y  fosfórico  combi- 
nados con  la  potasa  y  con  cal;  hierro  y  sílice.  El 
Sr.  Bucholz  ha  encontrado  en  ella  :  aceite  volátil, 
3,05;  resina  amarilla  verdosa,  2,85;  una  mate- 
ria extractiva  ,  1,07;  un  extracto  gomoso,  18,01; 
leñoso  ,  62,0í ;  agua,  14,45  ;  pérdida,  00,53. 

El  nombre  de  esta  especie  hace  presentir  bas- 
tante que  la  virtud  principal  que  se  le  concede 
es  de  ser  útil  contra  la  mordedura  de  las  serpien- 
tes. Nada  menos  probado  que  esto;  sin  embargo, 
sea  como  fuere ,  por  esta  calidad  era  preciosa  á 
los  ojos  de  los  naturales  del  pais  que  la  produce. 
Su  aroma  y  su  sabor  acre  lucieron  pronto  sospe- 
char sus  propiedades  excitantes,  que  confirmaba 
la  analogía  Desde  entonces  ha  sido  reconocida 
estomática,  diaforética,  emenagoga,  diurética  y 
también  purgante,  según  que  se  dirija  su  excita- 
ción sobre  el  estómago  ,  la  piel,  el  ulero  ,  la  ve- 
jiga ó  el  intestino;  en  la  perineumonía  catarral 
y  las  liebres  malignas  es  en  las  que  sobre  todo  se 
fia  persistido  por  mas  largo  tiempo  en  usarla. 
Ademas,  está  indicada  en  las  enfermedades  con 
debilidad  ,  resolución  de  las  fuerzas ,  tendencia 
á  la  descomposición  de  los  líquidos  animales, 
como  la  parálisis ,  el  escorbuto  ,1a  cangrena,  los 
flujos  atónicos,  etc.  La  dosis  regular  de  esta  raíz 
es  de  una  á  dos  dracmas  en  cocimiento,  ó  mitad 
tu  sustancia.  Entra  en  muchas  composiciones  far- 
macéuticas. 

Conviene  no  confuí  dir  á  la  Serpentaria  de  Vir- 
ginia con  la  raíz  del  Auo  Dragoncillo  (Arum 
Dracuttculus ,  L.) ,  que  se  le  llama  simplemen- 
te Serpentaria  ó  Serpentina ,  ni  con  la  del  Polí- 
gono Bistorta  [Pólygonum  Bistorta,  L  ) ,  que  se 
designa  en  algunos  libros  bajo  el  de  Serpentaria 
mucho  ó  hembra. 

Los  balones  en  los  cuales  nos  es'  traída  la  Ser- 
pentaria sonde  gruesa  tela  y  sólidamente  liados 
con  cuerdas :  el  peso  mas  común  es  de  200  libras. 

Ari*toIo«fiiiti  siempre ler de  (Aris- 


ARM  *39 

tolochia  semperv&ens ,  L.).  Las  hojas  contusas  de 
esta  planta ,  de  Arabia,  según  Forskal,  son  em- 
pleadas sobre  las  heridas  de  los  tendones;  han 
hecho  prodigios  aplicadas  á  las  mordeduras  de 
las  serpientes,  si  se  mascan,  y  si  se  bebe  al 
mismo  tiempo  su  cocimiento  en  leche  por  espa: 
ció  de  cuarenta  días. 

Aristolouuiade  tres  lóbulos  [Aruh 
tolochia  trilobata,  L.).  Linneo  ha  señalado  esta 
planta  de  América ,  en  su  materia  médica,  como 
útil  contra  la  mordedura  de  la  víbora,  y  dice  es- 
tá dotada  de  todas  las  propiedades  de  la  Aristo- 
loquia  Serpentaria.  Esta  especie  tiene  el  olor  de] 
Ciruelo  Paüo  {Prunus  l'aaus,  L.) ;  Bergio  la  ha 
administrado  á  la  dosis  de  6  á  20  granos,  y  su  in- 
gestión ha  producido  un  sudor  súbito,  etc. 

Aristoloquia  de  Tur  naco  (Aris  tolo- 
chia lurbacensis ,  Kunth.).  Según  el  Sr.  deHuni- 
boldt,  el  cocimiento  de  la  raíz  de  esta  planta,  que 
crece  en  Turbaco ,  en  Méjico ,  es  estimado  con- 
tra la  mordedura  de  las  serpientes. 

AltlSTOTKMA.  Aristotelia.  Género 
de  plantas  de  una  familia  indeterminada ,  de  la 
icosandria  triginia  de  Linneo.  La  única  especie 
de  este  género  es  un  arbusto  de  Chile ,  llamado 
Macqui,  y  designado  por  Lhéritier  bajo  el  nom- 
bre de  Aristotelia  Macquí.  De  tallos  ramosos  y 
rojizos ,  sembrados  de  tubérculos;  hojas  lucientes, 
oblongas  y  lanceoladas;  en  mayo,  ofrece  racimos  de 
flores  blancal  y  pequeñas,  á  los  cuales  suceden 
bayas  de  un  rojo  negruzco.  La  corteza  de  este 
arbusto  contiene  mucho  ácido  agállico,  lo  que  se 
percibe  con  el  hierro  de  las  hachas  empleadas 
para  cortarlo ,  que  ennegrece  rápidamente.  Sus 
hojas  y  esta  corteza  son  astringentes ;  sus  baj  as 
son  acidulas,  dan  un  licor  del  que  se  hacen 
bebidas  refrescantes ,  usadas  en  las  calenturas, 
y  fueron  de  un  gran  recurso  para  el  botánico 
Dombey,  en  una  enfermedad  contagiosa  que  ex- 
perimentó en  Chile.  El  fué  quien  hizo  conocer  á  la 
Europa  este  vegetal,  que  se  cultiva  en  los  jardi- 
nes de  los  curiosos,  y  que  dedicó  á  Aristóteles. 

AKIIIAUILLO  ó  TATO,  Dasypus.  Gé- 
nero de  mamíferos  edentados  longirostros,  todos 
originarios  de  la  América  ,  notables  por  la  espe- 
cie de  coraza  compuesta  de  escamas  de  diferen- 
tes colores  ó  compartimientos  semejantes  á  un 
enladrillado,  con  la  cual  aparece  cubierta  su  ca- 
beza ,  su  cuerpo  y  con  frecuencie  la  cola.  Su  ho- 
cico sus  pies  y  su  cola  son  parecidos  á  los  del  cerdo. 

Los  armadillos  viven  en  pequeñas  bandadas  en 
los  bosques  y  llanuras ,  alimentándose  de  cadáve- 
res de  animales ,  de  gusanos  de  tierra,  babosas, 
insectos,  huevos  y  hasta  de  diferentes  materias 
vegetales.  La  mayor  partéele  ellos  son  nocturnos, 
y  casi  todos  consíruyen  sus  madrigueras  ahue- 
cando la  tierra  con  sus  uñas.  Acosados  por  sus 
enemigos,  que  en  general  lo  son  las  grandes  es- 
pecies de  gatos ,  se  posesionan  de  la  parte  mas 
elevada  de  la  madriguera ,  si  tienen  tiempo ,  ó 
bien  se  arrollan  en  bola ,  si  el  ataque  es  brusco 
ó  imprevisto. 

Las  especies  de  este  género  se  distinguen  por 
el  número  de  fajas  ó  escamas  de  la  coraza,  couiu 


238  ARM 

Armadillo  de  una  faja,  Cabasú  [Dasypus  uni- 
cinctus,  L.) ;  Armadillo  de  tres  fajas,  Apara  ó 
Mataco  (üasypus  tricinctus,  L.) ;  Armadillo  de 
nueve  fajas,  Cachicamo  ó  Tato  negro  [Dasypus 
novemcinctus ,  L.) ;  Armadillo  de  seis  fajas,. 
Encubertado  [Dasypus  sexcinctus,  L.);  armadi- 
llo de  diez  y  ocho  fajas  ,  Cirquinzon  [Dasypus 
otodccimcinctus ,  L.) ;  Armadillo  gigante  ,  Gran 
Tato  [Dasypus  gigas ,  Cuv.). 

Los  armadillos  son  animales  inocentes.  Su  car- 
ne es  tierna  y  delicada ,  pero  un  poco  repugnan- 
te en  razón  de  su  olor  almizclado,  sin  embargo 
los  Indios  la  estiman  mucho.  A  sus  huesos  y  á  sus 
escamas  se  les  atribuye  la  virtud  de  curarla  sífi- 
lis,  la  sordera ,  de  provocar  las  orinas,  etc, 

ARMAi  Todo  instrumento  que  sirve  para 
ofender  al  contrario ,  y  para  defensa  propia.  Las 
armas  antiguas  y  modernas  forman  dos  grandes 
divisiones  según  si  están  destinadas  á  la  ofensa 
ó  á  la  defensa :  en  el  primer  caso  se  las  llama 
Armas  ofensivas ,  y  en  el  segundo,  Armas  defen- 
sivas. 

Las  Armas  ofensivas  se  dividen  en  armas  por- 
tátiles y  en  armas  no  portátiles.  Las  armas  por- 
tátiles ofrecen  todavía  dos  divisiones  principales: 
armas  portátiles  de  mano  y  armas  portátiles  ar- 
rojadizas. 

I.°  Armas  portátiles  de  mano.  Entre  éstas  se 
distinguen  las  armas  de  mangos  cortos,  destina- 
das á  matar  de  porrazo ,  tales  como  las  mazas, 
las  porras,  los  martillos,  y  también  las  hachas, 
que  pueden  considerarse  como  mazas  cortantes; 
las  armas  destinadas  á  atravesar  ó  corlar  de  le- 
jos por  medio  de  una  asta  ó  un  largo  mango  de 
madera,  tales  como  las  lanzas,  las  picas  y  las 
alabardas;  las  armas  de  puño  en  lugar  de  mangos, 
y  cuyas  hojas  tienen  á  la  vez  un  corte  y  una  pun- 
ta ,  tales  como  las  diferentes  especies  de  sables 
ó  espadas :  las  armas  de  esta  especie  usadas  en 
la  actualidad  son  llamadas  Armas  blancas ,  para 
distinguirlas  de  las  armas  de  fuego. 

2.°  Armas  portátiles  arrojadizas.  Comprenden 
las  que  lanzan  proyectiles  por  el  efecto  de  una 
máquina  que  la  mano  hace  obrar  ,  tales  como  la 
honda ,  el  arco  y  la  ballesta,  y  las  que  tienen  por 
motor  la  inflamación  de  la  pólvora,  tales  como 
los  arcabuces,  los  mosquetes,  la  carabina ,  la 
escopeta,  el  fusil,  la  pistola,  etc. :  estas  últimas 
son  llamadas  Armas  de  fuego. 

Armas  no  portátiles.  Estás  forman  dos  cate- 
gorías : 

\  .°r  Armas  puestas  en  movimiento  por  medios 
mecánicos,  como  los  carros  armados  de  los  an- 
tiguos ,  las  máquinas  destinadas  para  golpear  y 
derribar  las  murallas  ,  llamadas  Armas  cataba- 
lísticas;\d,§  máquinas  empleadas  para  arrojar 
piedras ,  dardos  ú  otros  proyectiles,  tales  como 
la  ballesta  y  la  catapulta ,  llamadas  Armas  neu- 
robalisticas;  en  fin  las  máquinas  que  arrojan  pro- 
yectiles por  la  compresión  del  aire  ó  del  vapor, 
llamadas  A rmas  neumáticas . 

2.°  Armas  que  deben  su  acciona  la  inflamación 
de  la  pólvora,  tales  son  las  armas  pesadas  colo- 
cadas en  afustes  ó  cureñas,  y  que  se  cargan  con 


ARM 

pólvora, como  los  cañones,  los  obuses  y  morte- 
ros ,  á  las  cuales  se  les  designa  con  la  denomina- 
ción general  de  Bocas  de  fuego. 

Las  Armas  defensivas  se  componen  de  todo 
lo  que  ha  sido  inventado  por  el  hombre  para  po- 
nerse al  abrigo  de  los  golpes  de  su  enemigo :.  es- 
tos medios  de  defensa  son  personales  ó  colectivos. 

Las  Armas  defensivas  personales  comprenden 
todo  lo  que  los  hombres  pueden  llevar  encima,  des- 
de simples  pieles  de  animales  endurecidas,  con 
las  cuales  se  cubrían  los  primeros  combatientes, 
hasta  las  armaduras  tan  pesadas  y  tan  complica- 
das de  que  se  cubrían  en  tiempo  déla  caballería. 

Las  Armas  defensivas  colectivas ,  medios  cuya 
mayor  parle  son  designados  con  el  epíteto  de 
inmóviles ,  en  razón  de  la  estabilidad  de  su  cons- 
trucción ,  consisten  en  los  reparos  bajo  las  cuales 
los  combatientes  se  ponen  al  abrigo ,  en  los  obs- 
táculos que  se  disponen  en  campaña  entre  ellos 
y  el  enemigo ,  tales  como  estacas  ferradas,  fo- 
sos, y  trincheras ,  é  igualmente  aquellos  de  que  se 
rodean  de  una  manera  permanente ,  tales  como 
las  fortalezas  y  las  plazas  fuertes. 

A  pesar  de  lo  expuesto ,  hay  muchas  armas  que 
son  a  la  vez  ofensivas  y  defensivas ,  como  el  sa- 
ble, la  lanza  y  la  espada;  debiendo  ser  considera- 
das también  como  á  tales  el  cañón ,  el  fusil,  la 
pistola  y  otras  armas  semejantes  ,  porque  desde 
que  ellas  han  herido,  impiden  que  aquel  que  las 
usa  lo  sea. 

Igualmente  debemos  manifestar  que,  en  la 
Balística ,  ó  la  ciencia  aplicada  al  movimiento  de 
los  proyectiles  lanzados  por  las  armas  de  fuego 
actuales ,  se  considera  á  casi  todas  éstas  como 
á  Bocas  de  fuego  :  esto  es ,  unos  fuertes  tubos  de 
bronce  ó  de  hierro  cuyo  hueco,  cilindrico  circu- 
lar [ánima]  en  toda  su  longitud  ó  en  gran  parle 
de  ella ,  está  cerrado  por  un  extremo  [fondo),  en 
donde  se  deposita  cierta  cantidad  de  pólvora  [car- 
ga) ,  detrás  del  proyectil ,  y  abierto  por  el  otro 
extremo  [boca).  Su" parte  exterior  es  de  revolu- 
ción al  rededor  del  eje  del  ánima,  y  compuesta  de 
partes  discontinuas  no  uniformes  ,  adicionadas 
con  algunos  apéndices  necesarios  para  el  servicio. 
Tanto  las  bocas  de  fuego  que  se  llevan  y  dispa- 
ran á  brazo  [portátiles) ,  como  las  pesadas  de 
artillería  [piezas) ,  despiden  globos  metálicos  á 
distancias  mucho  mayores  que  las  máquinas  an- 
teriores á  la  invención  de  la  pólvora.  Según  los 
balísticos,  hay  tres  clases  de  bocas  de  fuego: 
cañones,  obuses  y  morteros;  y  cada  clase  com- 
prende varias  especies  según  sus  dimensiones, 
principalmente  por  el  diámetro  del  ánima  [cali- 
bre) .  Este  diámetro  ó  calibre  de  toda  boca  de 
fuego  es  algo  mayor  que  el  diámetro  del  proyectil 
mas  grande  que  puede  arrojar ,  y  se  denomina 
viento  la  diferencia.  Si  bien  el  viento  ey  inevi- 
table para  que  el  proyectil  entre  francamente  al 
cargar  ,  también  por  otra  parte  es  perjudicial  por 
muchas  razones  que  no  son  de  este  lugar. 

El  uso  de  las  armas  data  casi  del  origen  del 
mundo :  testigo  la  muerte  de  Abel.  Una  sola  fa- 
milia habia  entonces  en  la  tierra ,  y  ya  la  guer- 
ra existia,  y  el  uso  de  las  armas  era  conocido. 


ARM 
Adornas  desde  que  el  hombre  se  >  ió  sometido  á 
la  necesidad  de  defenderse  contra  animales  mas 
fuertes  que  él,  debió  sentir  también  la  necesidad 
de  una  arma  mas  resistente  que  sus  brazos. 

En  este  artículo  solo  hablaremos  de  las  armas 
ofensivas  portátiles  de  mano  y  portátiles  arroja- 
dizas mas  usadas  en  la  actualidad,  ó  mejor  que 
sean  mas  ó  menos  directamente  objeto  de  co- 
mercio. 

Entre  las  llamadas  Armas  de  fuego  menciona- 
remos la  carabina ,  la  escopeta,  el  fusil ,  el  mos- 
quete ,  la  pistola ,  la  tercerola  y  el  trabuco ,  que 
van  comprendidas  en  la  clase  cañones  de  las  bo- 
cas de  fuego  de  los  balísticos.  El  ánima  de  los 
cañones  llega  hasta  el  fondo  ;  su  carga  de  pól- 
vora tiene  forma  cilindrica  de  diámetro  igual  á 
el  del  ánima,  y  sus  proyectiles  son  esferas  maci- 
zas (balas).  Los  cañones  délas  armas  de  fuego 
Íiortatilesson  de  hierro  forjado  con  ánima  de  ca- 
ibre  diminuto ,  y  el  canon  está  sujeto  fijamente  á 
un  montaje  de  madera  [caja),  con  quien  forma 
un  cuerpo  solidario.  La  carga  de  pólvora ,  encar- 
tuchada juntamente  con  su  bala  de  plomo  y  me- 
tida hasta  el  fondo  por  medio  de  un  atacador  [ba- 
(¡uctn  adjunto  al  arma,  se  incendia  por  comu- 
nicación de  un  conducto  angosto  [fogón)  abierto 
en  la  pared  del  ánima  cerca  del  fondo  desde  la 
superficie  lateral  exterior  donde  esta  el  cebo,  á 
que  se  da  fuego  mediante  la  llave,  ya  sea  con 
chispa  de  silex  si  es  cebo  de  pólvora  común,  ó 
ya  por  percusión  si  el  cebo  es  fulminante.  El  cali- 
bre de  las  armas  de  fuego  portátiles  se  aprecia 
por  el  peso  déla  bala ,  esto  es,  por  el  número  de 
las  que  entran  en  una  libra:  diciéndose  calibre  de 
15,  de  16,  de  17,  etc.,  en  libra;  ósea  de  bala  de 
plomo  que  pesa  16/1S,  l6/í6, 14/17,  etc. ,  onzas,  ó 
bien  I7VU,  16,  15y17 ,  etc.,  adarmes.  Los  fusiles 
españoles  sonde  dos  distintos  calibres:  uno  de  17 
en  libra ,  arreglado  en  1  828 ,  y  otro  de  1 8  en  libra 
arreglado  en- 1836,  quees  el  calibre  inglés.  La  ca- 
rabina ó  mosqueton  de  artillería,  la  tercerola  y  pis- 
tola de  caballería  subsisten  siendo  del  calibre 
de  17  en  libra  ,  atendiendo  á  que  el  peso  de  estas 
armas,  menor  que  el  fusil,  exije  bala  menos  pe- 
sada para  evitar  fuerte  culatazo. 

Cahabina.  Arma  de  fuego  semejante  á  la  esco- 
peta ,  que  tiene  poco  mas  de  vara  de  largo ,  y  á 
veces  con  su  cañón  rayado  en  el  interior,  cargán- 
dose por  lo  común  á  líala  forzada ,  y  calza  mas 
justo  y  alcanza  mas  lejos  que  el  fusil  ordinario. 
I  as  hay  que  se  desmontan ,  esto  es  divididas  en 
dos  partes ,  las  cuales  se  reúnen  por  medio  de  un 
torndlo. 

La  carabina  rayada  con  macho  en  la  recáma- 
ra, tal  como  ha  sido  arregladapor  la  Junta  supe- 
rior facultativa ,  tiene  de  largo  con  su  bayoneta 
74  pulgadas  y  i'/,  líneas ,  y  pesa  10  libras  y  1 
onza ;  la  misma  carabina  sin  bayoneta  tiene"o3 
pulgadas  y  2  líneas  de  largo  ,  y  pesa  9  libras ,  \ 
onza  y  2  adarmes.  La  bayoneta  permite  hacer 
fuego  y  cuantos  movimientos  sean  necesarios 
practicar  con  la  carabina,  ya  la  tenga  ó  no  ar- 
mada.  El  calibre  de  la  carabina  es  !de  9  líneas,  y 
la  bala  cilindrieo-cónica  que  se  emplea  pesa  1 


ARM  139 

onza  y  í)  adarmes.  A  la  distancia  de  200  y  300  y 
mas  varas  los  tiros  de  estas  carabinas  han  choca- 
do casi  sin  ninguna  excepción  á  blancos  de  di- 
mensiones muy  reducidas. 

Por  Real  orden  del  Ministerio  de  la  Guerra,  en 
1 3  de  octubre  de  este  año ,  se  ha  dispuesto  que 
las  secciones  del  cuerpo  de  artillería  usen  la  ca- 
rabina rayada  ,  que  la  Junta  superior  facultativa 
del  mismo  ha  proyectado,  llamada  de  bala  forzada 
á  cuña,  y  que  los  artilleros  de  las  Brigadas  monta- 
das y  de  montaña  usen  un  mosqueton  sin  bayone- 
ta, también  de  balajforzada  á  cuna;  ademásque  al 
Batallón  de  cazadores  deChiclanase  le  cambie  el 
armamento  que  actualmente  usa,  por  las  expresa- 
das carabinas,  á  fin  deque  ensayadas  por  este 
cuerpo  se  pueda  resolver  oportunamente  lo  mas 
conveniente. 

A  propósito  de  la  carabina  rayada  ,  debemos 
decir  sobre  las  armas  de  fuego  portátiles  que,  30 
vista  de  que  una  bala  holgada  en  el  cañón  ex- 
perimenta al  salir  desvío  de  la  buena  dirección, 
y  al  mismo  tiempo  movimiento  de  rotación  perni- 
cioso para  el  acierto,  se  han  ensayado  varios 
modos  de  evitar  cada  uno  de  dichos  efectos  incur- 
riendo tal  vez  en  otros  mas  ó  menos  disimulables. 
Para  que  la  bala  salga  en  dirección  del  eje  del 
ánima  el  medio  general  es  anular  su  viento  ,  lo 
cual  se  consigue  por  alguno  de  los  tres  sistemas 
que  siguen :  1 .°  introduciendo  á  fuerza  de  baque- 
ta la  bala  en  el  ánima  de  menor  diámetro  lisa  o 
rayada;  2.°  introduciendo  dulcemente  la  bala 
hasta  su  lugar  en  el  ánima  de  mayor  diámetro  lisa 
ó  rayada  con  recámara ,  y  aplastando  entonces  á 
fuerza  de  baqueta  la  bala  sin  peligro  de  estropear 
la  pólvora;  3.°  cargando  por  la  culata  según  al- 
guno délos  mecanismos  derivados  del  sistema  de 
Robert,  en  los  cuales  el  arma  carece  de  baqueta 
por  innecesaria. 

Hay  notables  variedades  en  el  sistema  de  ar- 
mas portátiles  rayadas.  Unas  tienen  rayas  dere- 
chas abiertas  en  la  pared  del  ánima  paralelamen- 
te al  eje ,  como  por  ejemplo  en  las  primitivas  ca- 
rabinas inglesas  de  infantería  ligera,  que  se  car- 
gaban con  bala  de  mayor  calibre  á  fuerza  de  ba- 
queta y  tal  vez  de  mazo.  En  otros  cañones  las  ra- 
yas esián  abiertas  en  forma  helicoidal  cuvo  paso 
es  mas  ó  menos  largo :  como  por  ejemplo  en  el 
fusil  de  parapeto  francés,  que  se  carga  por  la  cu- 
lata sin  necesidad  de  baqueta  ;  en  la  carabina 
recamarada  délos  Sres.  Delvique  y  Poncharra, 
que  se  carga  por  la  boca  aplastando  después  \m 
poco  la  bala  con  la  baqueta ;  lo  mismo  en  la  ca- 
rabina ó  mosqueton  conque  están  armadas  en 
Francia  las  tropas  llamadas  cazadores  de  África, 
etc.  En  cuanto  al  número  de  ra\  as  también  hay 
variedad  ,  lo  mismo  de  las  rectas  que  de  las  he- 
licoidales, y  éstas  últimas  conducen  á  que  la 
bala  salga  conmovimiento  de  rotación  al  rededor 
del  eje  del  ánima  ó  sea  de  la  buena  trayectoria, 
á  fin  (le  que  el  efecto  del  aire  en  el  movimiento 
de  rotación  no  desvie  de  la  trayectoria  ala  bala. 

Sin  sernos  permitido  exponer  aquí  las  ventajas 
y  contras  de  unos  sistemas  respecto  de  otros,  nos 
limitaremos  á  dos  observaciones:  1 .°  Que  la  ope- 


lio  ARM 

ración  do  cargar  con  baqueta  exije  mas  tiempo 
que  la  de  cargar  por  la  culata,  y  mucho  mas  á 
bala  forzada  que  á  franca;  2.°  Que  al  tirar,  la  re- 
sistencia sufrida  por  toda  bala  forzada  en  canon 
liso  ó  rayado  á  causa  del  razonamiento  contra  las 
paredes  del  ánima,  no  puede  menos  de  retardar 
su  movimiento ,  tanto  mas  cuanto  las  rayas  sean 
nías  profundas ,  y  sobre  todo  cuando  éstas  están 
abiertas  en  hélice.  De  suerte  que  ,  á  consecuen- 
cia de  disminuirse  así  la  velocidad  inicial  del  pro- 
yectil, resulta  la  necesidad  de  tirar  por  mayor 
ángulo  de  elevación  con  las  armas  rayadas,  prin- 
cipalmente con  las  r!e  rayas  en  hélice. 

Escopeta.  Arma  dé  fuego  ,  que  se  compone  de 
un  canon  de  hierro  de  cuatro  á  cinco  cuartas  or- 
dinariamente, asegurado  en  una  caja  de  madera, 
con  su  llave  para  disparar ,  y  su  baqueta  para 
cargar.  Distínguense  la  escopeta  ordinaria  y  la 
escopeta  de  lujo ,  á  la  cual  el  armero  consagra 
todo  su  talento,  y  por  la  cual  el  rico  aficionado  á 
la  caza  paga  con  frecuencia  un  precio  conside- 
rable. Las  escopetas  se  diferencian  por  sus  va- 
rios calibres,  y  también  por  su  especial  cons- 
trucción, así  es  que  se  conocen  las  escopetas  que 
se  desmontan,  las  de  canon  rayado,  las  de  dos  ó 
mas  tiros,  las  de  pistón ,  etc. 

Fusil.  Escopeta  larga  de  grueso  calibre  que 
usan  los  soldados  de  infantería,  y  á  la  cual  se 
adapta  una  bávoneta.  Esta  arma  de  fuego ,  inie 
sucedió  al  arcabuz  y  al  mosquete ,  comenzó  á 
ser  generalmente  usada  por  las  tropas  tan  solo 
hacia  el  año  1704,  y  desde  dicha  época  se  ha  ido 
perfeccionando  de  una  manera  asombrosa.  Lo 
que  siempre  se  ha  buscado  en  esta  arma ,  igual- 
mente que  en  las  demás  de  fuego ,  es  precisión, 
solidez  y  comodidad  ó  prontitud.  Úay  fusiles  de 
varios  calibres,  de  diferentes  construcciones: 
conócense  el  fusil  acarabinado,  el  rayado,  el  de 
dos  tiros ,  el  que  se  desmonta ,  etc. ;  el  Fútil  de 
munición ,  el  mas  común  y  también  el  mas  bara- 
to, es  el  arma  de  los  soldados  de  infantería  que 
componen  los  ejércitos  en  Europa;  el  Fusil  de 
mston  ó  mejor  de  percusión  es  aquel  cuyo  gati- 
llo ,  hecho  en  forma  de  martillo ,  da  sobre  un 
grano  de  pólvora  fulminante,  que  inflama  la 
earga. 

Además  deestas  especies  de  fusil,  distínguense 
algunos  otros  que  llevan  el  nombre  del  fabrican- 
te que  ha  hecho  modificaciones  mas  ó  menos 
acertadas  en  esta  arma  ,  tales  son  el  fusil  Pauly, 
el  fusil  Lefauchaux,  el  fusil  Robert,  etc. 

Aquí  solo  podemos  indicar  que  los  fusiles  y 
escopetas  de  los  Sres.  Pauly  y  Lefauchaux  son  de 
muy  buen  uso.  En  cuanto  al  fusil  del  Sr.  Robert, 
diremos  que,  en  1 834 ,  este  armero  de  Paris,  pre: 
sentó  á  la  exposición  de  los  productos  de  la  in- 
dustria francesa ,  un  fusil  de  nueva  invención, 
que  no  tiene  ni  llave  ni  baqueta,  y  que ,  después 
de  haber  sido  semetido  ai  examen  del  jurado, 
valió  á  su  autor  una  medalla  de  oro.  En  las  ma- 
nos de  un  hombre  ejercitado,  el  fusil  de  Robert 
puede  disparar  quince  tiros  por  minuto.  Su  fabri- 
cación no  presenta  mas  dificultades  que  las  ordi- 
narias. Como  arma  de  guerra ,  y  comparada  con 


ARM 

el  fusil  de  munición,  es  mas  ligero  de  una  libra 
y  media,  de  un  manejo  mas  sencillo,  mas  pron- 
to y  fácil  de  limpiar ,  y  de  un  alcance  mas  con- 
siderable ;  la  bayoneta  está  lija  en  él  de  una  ma- 
nera sólida  en  la  abrazadera. 

Los  fusiles,  igualmente  que  todas  las  armas  de 
fuego  portátiles,  reciben  actualmente  considera- 
bles adelantos  en  todas  las  naciones,  siendo  ob- 
jeto especial  de  los  hombres  inteligentes.  El  Coro- 
nel Teniente  Coronel  D.Juan  Senovilla,  teniendo 
presente  las  contras  que  ofrecen  los  fusiles  con 
cajas  de  madera ,  en  1842,  construyó  un  fusil  sin 
caja  con  montura  de  hierro ,  y  posteriormente  en 
1849  pidió  permiso  para  construir  en  la  fábrica  de 
fusiles  de  Sevilla  dos  fusiles  á  pistón  sin  caja  y 
montura  de  hierro ,  para  ser  sujetados  á  pruebas 
repetidas  de  comparación  con  uno  de  caja  de 
madera. 

Finalmente,  debemos  recordar  que  se  ha  ha- 
blado mucho  de  una  famosa  máquina  de  Plymouth 
á  la  cual  se  suministra  madera  bruta  y  devuelve 
poleas  muy  bien  confeccionadas.  La  Armera  del 
Sr.  Grimper  la  ha  adelantado  ,  puesto  que  con- 
vierte trozos  de  nogal  en  cajas  de  fusil  de  una 
admirable  perfección  y  de  una  constante  regula- 
ridad. Por  esti  pioceder  el  coste  de  la  caja  de 
fusil  es  de  !  i  s.  vn. ,  y  en  consecuencia  pueden 
t *  rnomizarse  millones. 

Para  la  fabricación  del  fusil  se  le  considera 
formado  de  cinco  piezas  principales:  canon,  lla- 
ve, aparejo  ó  guarnición,  caja  y  baqueta.  Los 
materiales  que  se  emplean  en  estas  piezas  son: 
hierro,  acero  y  madera  de  nogal,  productos  de 
las  Provincias  Vascongadas,  y  cobre  y  zinc,  que 
de  adquieren  por  el  comercio.  A  excepción  de 
la  caja ,  las  demás  partes  del  fusil  se  componen 
de  varias  piezas  cuya  nomenclatura  y  peso  no 
continuamos  en  obsequio  á  la  brevedad. 

El  peso  del  fusil,  calibre  á  15,  modelo  de  1836, 
construido  en  Placencia  es : 


Libras.  Oxzas.  Adarmes. 


Cañón.     . 
Llave.  .  . 
Aparejo. 
Caja.  .     . 
Bayoneta.. 


:¡ 

6 

13 


13 
B 

ü 


Total. 


11 


El  peso  de  las  cajas  suele  variar  hasta  media 
libra  y  mas  según  las  diferentes  clases  de  nogal 
que  se  emplea. 

La  longitud  del  fusil ,  calibre  alo,  modelo  de 
1836,  construido  en  Piacencia ,  es: 


Pies.  Pulgadas.  Líneas. 

La  culata  y  la  garganta  hasta  el 

asiento  del  cañón 

El  cañón.  

Longitud  dd  fusil  sin  bayoneta 
La  hoja  de  la  bayoneta.      .     .    . 

Longitud  del  fusil  armada  ¡a  bayoneta  6 
Los  cajones  de  empaque  para  fusiles  de  chispa 


1             4' 
3             6 

8 
10 

4           11 
1             t> 

6 

» 

toe            8 

4 

AMI 
de  calibre  de  á  4  5,  modelo  de  4836,  se  baleen 
en  Placencia  de  madera  de  haya,  con  dos  asas 
de  cuerda  en  las  testeras,  dándoles  las  siguientes 
dimensiones : 

Piks.  Pulgadas.  Lnous. 

Loneitud  del  cajón  en  hueco.  . 
Ancho  idem  ...  •  . 
Alto  idem.        .  ... 

Gameto  de  las  testeras.  .  .  . 
Ídem  de  los  costados .-.  .  .  . 
ídem  del  fondo  y|de  la  tapa.  .  . 
Diámetro  de  la  cuerda  que  forma  las 

asas  de  las  testeras.     . 
Distancia  desde  las  testeras  hasta  los 

puntos  que  sujetan  los  fusiles.  . 
ídem  desde  las   testeras  hasta  los 

Euentecillos  en  que  apoyan  las 
ojas  de  las  bayonetas. 


4 

11 

8 

.     1 

1 

i 

» 

9 

4 

» 

1 

» 

> 

» 

9 

» 

» 

1 

II 


.Los  ocho  fusiles  que  lleva  cada  cajón  se  colo- 
can en  dos  tandas  de  á  cuatro ,  encajados  y  su- 
jetos en  los  puentes  de  modo  que  no  se  toquen. 
La  primera  tanda  se  pone  con  llaves  arriba  ,  to- 
das hacia  una  testera,  v  en  seguida  van  las 
llaves  para  abajo  y  hacia  la  testera  opuesta.  Las 
bayonetas  se  ponen  en  los  cubos  hacia  el  medio 
del  cajón  en  otros  puentecillos  que  á  este  efecto 
se  le  han  añadido,  descansando  las  puntas,  que 
miran  á  las  testeras,  sobre  los  puentes  en  que 
van  encajados  los  fusiles :  tanto  estos  puentes  co- 
mo los  que  se  han  añadido  para  las  bayonetas 
tienen  sus  mortajas  para  asegurarlas. 

Dicho  cajón  vacío  pesa  oü  libras,  y  cuesta  2 1 
reales;  pesa  el  cajón  con  los  ocho  fusiles,  bayo- 
netas y  vainas ,  clavado  y  precintado,  I  Vá  libras, 
v  cuesta  después  empacado ,  clavado  y  precinta- 
no  ■>  |  reales.  Vale  un  cajón  con  sus  fusiles  I,  lüi 
reales.  Dos  cajones  de  fusiles  hacen  una  carga  de 
caballería  mayor. 

Respecto  al  fusil  de  chispa,  calibre  de  á  17, 
modelo  de  1828,  debemos  decir  que  el  cañón  tie- 
ne 2  pulgadas  y  4  lineas  mas  de  largo  que  el  del 
modelo  de  4836.  La  bayoneta  de  aquel  es  mas 
corta  que  la  de  éste,  resultando  que  armada  la 
bayoneta  vienen  á  ser  iguales  en  longitud  los 
dos  modelos.  Sus  calibres  difieren  en  que  el  de 
4828  es  parabalas  de  17  en  libra,  y  el  de  1836 
paralas  de  lo.  En  lodo  lo  demás  son  iguales  am- 
bos fusiles ,  salvas  las  pequeñas  diferencias  que 
el  distinto  diámetro  y  longitud  de  los  cañones  ori- 
gina en  las  abrazaderas  y  en  la  caja. 

En  cuanto  al  fusil  de  pistón  ,  calibre  de  á  45, 
modelo  de  1846 ,  ha  de  saberse :  que  el  cañón  es 
lo  mismo  que  el  de  ¿hispa  modelo  de  4836,  con 
la  adición  de  un  resalte  que  tiene  en  la  parte  ex- 
terior de  la  recámara ,  al  que  per  su  figura  se  da 
el  nombre  de  bómbela ,  y  en  esta  bombeta  entra 
á  rosca  la  chimenea ,  que  se  comunica  con  el 
oido  y  termina  por  la  parte  superior  con  un  pitón 
en  que  secoloca  la  cápsula..  La  llave  de  pistón 
es  mas  sencilla  que  la  de  chispa :  su  pió  de  gato 
en  forma  de  martillo  está  mo.vido  por  las  mis- 
mas piezas  que  el  de  la  llave  común ,  aunque  al- 
go variadas  en  sus  dimensiones,  y  choca  sobre  la 
chimenea  cuando  se  dispara,  originando  con  s;i 
31 


AltM  ií\ 

percusión  la  inflamación  del  cebo  de  la  cápsula, 
cuyo  fuego  se  comunica  por  la  chimenea  á  la 
carga  del  cañón.  En  el  aparejo,  el  hierro  del 
guarda-monte  tiene  un  pueiilecillo  que  se  embute 
en  la  caja,  en  el  cual  está  colocado  el  dispara- 
dor, asegurado  con  un  tornillo,  y  la  cantonera  es 
de  2  líneas  menos  de  longitud ;  siendo  en  todo  lo 
demás  el  aparejo  idéntico  al  del  fusil  de  chispa 
modelo  de  1 836.  La  caja  es  también  igual  á  la  del 
de  chispa,  tan  solo  que  la  cantonera  de  la  culata 
es  2  lineas  mas  corta.  La  única  diferencia  que 
existe  en  la  bayoneta  es  que  en  la  anilla  hay  una 
bisagra  que  facilita  la  acción  de  quitar  y  poner 
aquella  pieza  sin  peligro  de  romperla. 

Para  trasformar  eu  fusiles  de  pistón  los  de 
chispa  existe  un  modelo ,  cuyo  cañón  tiene  sol- 
dada la  bombeta  que  en  los  cañones  nuevos  de 
pistón  es  forjada.  La  llave  de  chispa  conserva  sus 
piezas  interiores :  se  sustituye  el  pió  de  gato  de 
quijadas  por  otro  de  martillo;  se  quita  la  cazoleta, 
y  al  rastrillo  lo  reemplaza  un  guarda-cebo  cuyo 
talón  obra  sobre  el  muelle  que  fué  del  raslrilfo. 
Ninguna  otra  pieza  del  fusil  sufre  alteración. 

Mosquete.  Escopeta  mayor  y  mas  ancha  que 
las  ordinarias ,  y  de  mucho  mayor  peso ;  para 
dispararla  se  usa"  de  una  horquilla  en  que  se  afian- 
za. Esta  arma  de  ungen  moscovita  reemplazó  al 
antiguo  Arcabuz  ,  que  en  un  principio  era  muy 
pesado ,  y  para  dispararlo  se  afianzaba  en  dos  hor- 
quillas de  hierro  muy  fuertes ,  se  cargaba  del 
mismo  modo  que  ahora  los  cañones,  y  se  le  da- 
ba fuego  por  medio  de  una  mecha  encendida 
puesta  en  el  rastrillo;  con  todo,  posteriormente 
se  construyeron  arcabuces  mas  ligeros,  y  de  dis- 
tintas formas  que  servían  como  en  la  actualidad  los 
fusiles.  El  Mosquelon  es  una  escopeta  cuyo  ca- 
ñón es  mas  corto  que  el  del  fusil  ordinario",  y  cu- 
yo calibre  es  igual  al  del  mosquete;  hay  inos- 
quetones  de  diversos  modelos  ,  y  por  lo  "regular 
acostumbra  á  usar  esta  arma  la  "caballería. 

Pistola.  Arma  de  luego  de  las  mas  cortas,  cu- 
ya caja  se  diferencia  comunmente  de  las  demás 
armas  de  fuego,  en  (pie  su  culata  forma  un  arco 
convexo,  lo  que  facilita  su  disparo  con  una  ma- 
no sola.  La  pistola  varia  en  su  tamaño,  y  toma 
varios  nombres  según  éste  sea,  llamándose  de 
arzón  las  que  van  pendientes  del  fuste  delantero 
de  la  silla  metidas  en  unas  fundas;  de  bolsillo,  las 
que  se  traen  guardadas  en  él;  de  cinto,  las  que  se 
llevan  enganchadas  en  la  cintura,  etc. 

Tercerola.  Arma  de  fuego  de  que  usa  la  caba- 
llería ligera ,  mas  corta  y  reforzada  que  la  ca- 
rabina. 

Trabuco.  Especie  de  escopeta  gruesa ,  corta, 
que  se  ensancha  desde  el  medio  de  su  longitud, 
comunmente  de  cobre,  y  que  se  carga  hasta  con 
una  docena  de  balas  de"  calibre. 

Entre  las  Armas  blancas  ,  que  también  se  lla- 
man Armas  Je  puño,  van  comprendida»  todas  las 
.que  están  formadas  de  una  hoja  metálica  mas  ó 
menos  larga-,  recta  ó  curva,  afilada  6  puntiagu- 
da, montada  sobre  un  mango  ó  empuñadura  pe- 
queña y  susceptible  de  ser  abrazada  con  la  mano. 
Tales  son  las  diferetes  espadas,  entre  las  cuales 
tomo  i 


242  ARM 

contamos  no  solo  las  rectas,  sino  las  curvas,  esto 
es  los  sables  ,  gumías,  alfanjes ,  cimitarras,  etc, 
y  los  cuchillos,  que  son  mas  pequeños,  y  com- 
prenden todas  las  variedades  de  machetes,  da- 
gas ,  puñales ,  cuchillos  de  monte ,  etc.  Vamos, 
pues,  a  hablar  sucintamente  délas  armas  de  pu- 
ño ó  blancas  mas  en  uso  en  la  actualidad,  con- 
tinuando entre  ellas  la  alabarda  y  la  lanza,  aunque 
sean  armas  de  asta. 

Alabarda.  Auna  ofensiva  qwa  consta  de  asta  ó 
palo  de  6  á  7  pies  de  largo  ,  y  en  uno  de  sus  ex- 
tremos un  hierro  como  d  e¿  palmos  de  largo  y  de 
2  dedos  de  ancho,  que  disminuye  hasta  rematar  en 
punta;  en  este  hierro  hay  una  cuchilla  plana  atra- 
vesada y  de  dos  tilos,  que  tiene  una  punta  aguda 
en  un  lado,  y  la  figura  de  una  media  luna  en  el 
otro.  La  alabarda  era  otra  de  las  armas  destinadas 
para  los  guardias  de  los  templos  y  de  los  palacios, 
y  aun  en  la  actualidad ,  en  España ,  se  conserva 
un  cuerpo  dealabarderos  especialmente  destinado 
á  la  custodia  del  alcázar  de  los  reyes. 

Cuchillo  de  monte.  Cuchillo  grande  deque  usan 
los  cazadores  para  rematar  las  reses  ya  heridas. 

Daga.  Arma  blanca ,  corta  y  de  dos  filos,  á  lo 
menos  hacia  la  punta ,  que  es  aguda ;  también 
las  hay  de  cuatro  cortes  y  de  un  filo ;  tiene  guar- 
nición menor  que  la  de  la  espada,  conque  cubre 
el  puño,  y  gavilanes  páralos  quites.  La  daga  por 
lo  general  es  mas  propia  para  nerir  de  punta  que 
de  corte ;  manejábase  con  la  mano  izquierda  te- 
niendo en  la  derecha  la  espada,  y  servia  ya  para 
quitar  ó  parar  las  estocadas  del  contrario ,  ya 
para  herir  de  cerca. 

Espada.  Arma  blanca  compuesta  de  una  hoja 
de  acero  cortante,  larga  como  de  una  vara,  pun- 
tiaguda, con  su  guarnición  y  empuñadura.  Las 
espadas,  según  su  forma  reciben  varios  nombres: 
Espada  blanca,  la  de  acero  lustrada ,  y  que  de 
ordinario  se  trae  ceñida  y  metida  en  la  vaina;  Es- 
pada de  marca  ,  aquella  cuya  cuchilla  tiene  cin- 
co cuartas;  Espada  de  esgrima  ó  negra,  la  de 
hierro  sin  lustre  ni  corte  con  un  botón  en  la  pun- 
ta, que  sirve  para  la  enseñanza  de  la  esgrima; 
etc.  El  Espadín  es  una  espada  mas  corta  y  de  guar- 
nición menor  que  la  de  la  española;  se  usa  con  el 
traje  militar  ó  serio. 

La  enumeración  y  la  descripción  de  las  dife- 
rentes especie?  de  espadas  antiguas  y  modernas 
que  se  han  usado  es  agena  de  nuestro  objeto. 

Estoque.  Especie  de  espada  angosta,  que  por 
lo  regular  suele  ser  de  mas  de  marca  y  con  la  cual 
solo  se  puede  herir  de  punta.  Los  estoques  co- 
munmente son  cuadranglares  ó  redondos,  y  sus 
heridas  mortales.  También  antiguamente,  que  so- 
lian  usarlos  los  caballeros  y  principes  ,|los  había 
triangulares  de  caras  cóncavas. 

Florete.  Espadín  destinado  á  la  enseñanza  de 
la  esgrima,  que  comunmente  es  una  espada  de 
hoja  cuadrada,  terminada  por  un  botón  guarne- 
cido de  una  piel. 

Gumía.  Arma  que  participa  de  puñal  y  daga, 
Muy  poco  usada  al  presente. 

Lanza.  Arma  ofensiva  compuesta  de  una  asta 
ó  palo,  en  cuya  extremidad  está  fijo  un  hierro  \ 


ARM 

puntiagudo  y  cortante  á  manera  de  cuchilla.  La 
lanza  fué  inventada  por  los  españoles ,  y  era  en 
los  tiempos  antiguos  el  arma  propia  y  peculiar  de 
la  nobleza  y  de  los  príncipes. 

Machete.  Sable  corto  y  un  poco  combado,  que 
no  corta  sino  de  un  lado ,  usado  comunmente  por 
la  infantería  francesa,  y  en  España  por  algunos 
cuerpos  del  ejército;  cuchillo  grande,  menor  que 
la  espada  y  mayor  que  la  daga  y  puñal. 

Puñal.  Armade*hierro  y  acero  como  de  una  ter- 
cia de  largo ,  que  solo  hiere  de  punta ;  á  un  lado 
tiene  un  botón,  cerca  de  la  empuñadura  ,  para 
afirmar  la  mano  y  dar  el  golpe  mas  cierto.  Há- 
cense  de  diversas  hechuras.  Al  presente,  el  puñal 
es  una  arma  reprobada ,  y  que  lia  caído  en  desu- 
so. Antiguamente  la  usaban  los  soldados  romanos 
bajo  los  emperadores,  y  en  la  edad  media  los  ca- 
balleros la  llevaban  en  la  cintura.  Entre  les  pu- 
ñales el  mas  temible  era  el  llamado  estilete,  cuya 
hoja  aguda,  delgada  y  triangular  solía  tener  ca- 
ladas ,  y  estar  impregnada  de  algún  veneno:  sus 
heridas  eran  incurables,  y  su  uso  privativo  y  pe- 
culiar de  los  malechores  y  asesinos. 

Sable.  Armado  hierro  y  acero ,  mas  corta  que 
la  espada,  y  algo  corva,  de  un  solo  corte,  y  sema- 
neja  como  la  Cimitarra,  que  es  una  arma  de  acero 
á  manera  de  sable,  de  tres  dedos  de  ancho  y  una 
vara  de  largo,  y  tiene  el  corte  afilado,  la  figura 
curva  y  remata  en  punta :  la  cimitarra  solo  la 
usan  en  la  actualidad  los  Árabes  y  los  Turcos. 
El  Alfanje  es  una  especie  de  sable  ancho,  corlo  y 
curvo,  que  tiene  un  solo  corte  ,  pero  que  se  ma- 
neja de  distinto  modo  que  éste. 

El  sable  fué  el  arma  defensiva  y  de  esgrima 
de  los  antiguos  ,  de  la  edad  media  y  de  los  mo- 
dernos :  en  el  trascurso  de  los  tiempos,  ha  reci- 
bido diferentes  formas;  pero  hoy  dia  en  todas  las 
naciones  el  sable  se  compone  de  una  hoja  de 
acero,  corta  ó  larga,  plana  ó  estriada,  de  un  so- 
lo corte,  y  á  veces  de  dos,  que  empieza  á  un  ter- 
cio de  la  punta.  Con  todo  ,  los  modelos  de  sable 
varian  mucho. 

En  Francia  .  comunmente  la  caballería  de  re- 
serva usa  sable  de  hoja  ligeramente  comba- 
da, propia  para  herir  de  punta;  la  caballería  de 
línea,  sable  de  hoja  combada,  propia  para  herir 
de  punta  y  acuchillar ;  y  la  caballería  ligera,  sa- 
ble de  hoja  combada  y  estriada,  propia  para  acu- 
chillar. Hay  el  Sable-eslabon ,  corto  y  un  poco 
encorvado  ,  que  sirve  en  algunas  naciones  para 
la  infanteríayla  artillería;  el  Sor  ble-puñal,  cuchi- 
lla ó  machete  en  uso  entre  las  tropas  de  artille- 
ría dea  pié  y  los  ingenieros  franceses,  que  consis- 
te en  una  hoja  derecha  y  de  dos  cortes  de  cruces  y 
de  caras  cóncavas,  con  una  empuñadura  de  cobre 
de  una  sola  pieza;  el  Sable  de  abordaje,  de  que  se 
usa  en  los  buques,  que  consiste  en  una  hoja  lige- 
ramente combada,  que  tiene  en  ambas  caras  una 
cruz  que  se  extiende  alo  largo  del  recazo,  y  una 
empuñadura  de  latón  con  gruesos  espirales;  etc. 

Las  armas  blancas  que  usa  el  ejército  español 
en  la  actualidad  son  las  que  menciona  la  siguien- 
te tabla,  en  que  se  expresan  las  dimensiones  y 
peso  de  cada  una. 


Í43 


Sable  de  oficial  de  infantería.— Hoja  corva  con  dos  tercios  de  lomo, 
acanalada  por  el  interior,  ligeramente  vaceada,  excepto  el  último  ter- 
cio que  está  redondeado  para  formar  los  dos  tilos      .... 

Guarnición  dorada  con  aro  y  un  ga\ilan,  monterilla  sin  cola,  cin- 
celada :  puño  de  ébano  alambrado 

Vaina  do  suela  con  juegos  dorados,  y  botón  do  mascaron. 

Espada  de  oficial  de  artillería.— Hoja  recta ,  lomo  redondo  á  los  la 
dos  del  primer  tercio ,  y  continua  á  dos  mesas  hasta  la  punta  ,  ligera- 
mente vaceada  en  el  primer  tercio 

Cruz  y  monterilla,  cincelada ,  puño  de  ébano  alambrado.    .     . 

Vaina  de  suela  ¡  como  la  de  sable  de  infantería. 

Espada  de  oficial  de  infantería.— noja  como  la  de  artillería,  con  la 
diferencia  de  tener  los  idos  formados  en  tres  mesas 

Guarnición:  como  la  de  artillería 

Vaina  de  suela :  como  la  de  artillería 

Espada  de  oficial  de  caballería.— Hoja  recta ,  lomos  redondos  en  e 
primer  tercio  acanalados  ,  ligeramente  vaceada :  resto  de  la  hoja  dos 
idos  de  tres  mesas .         ... 

Guarnición  dorada  de  aro  ,  dos  gavilanes  unidos  á  la  concha ,  mon- 
terilla sin  cola  y  puño  de  ébano  alambrado . 

Vaina  de  hierro  bruñido  y  regatón  por  la  parte  interior.     .     .     . 

Sable  de  oficial  de  caballería  —Hoja  corva  ,  formada  como  la  de  in- 
fantería ,  con  canales ,  vaceo ,  filo  y  demás 

Guarnición  como  la  de  espada  ,  un  poco  menos  alta  y  la  monterilla 
con  cola  hasta  la  verola  ;  no  la  llevan  ya  mas  que  los  oficiales  del  cuer- 
po, pues  la  Caballería  la  usa  de  concha  ancha  calada ,  con  puño  forrado 
de  piel  de  lija ,  cubierto  con  la  cola  de  la  monterilla  mas  chata  que  la 
de  reglamento 

Vaina  de  hierro,  adaptada  á  su  curva,  como  la  de  espada     .     . 

Espada  de  caballería  de  linea.— modeio  de  183i.— Hoja  recta  ,  dos 
filos  con  tres  mesas 

Guarnición  de  gavilanes  ,  monterilla  sin  cola  ,  puño  de  madera  for- 
rado de  piel ,  alambrado  como  la  de  oficial 

Vaina  de  hierro  :  como  la  de  oficial 

Sable  de  caballería  ligera.— hooelo  de  1815  reformvdo  ex  18i2.— 
Hoja  corva,  dos  tercios  de  lomo  cuadrado  en  lo  interior  y  vaceo  en  la 
misma  longitud,  filo  corrido  en  lo  exterior,  pero  redondeando  el  plano 
cu  el  último  tercio  para  formar  la  punta  dos  filos 

Sable  de  caballería  ligera.—  modelo  de  1840.— Hoja  como  la  ante- 
rior en  su  forma ,  con  solo  las  variaciones  que  se  advierten  en  sus 
dimensiones .... 

Guarnición  para  los  dos  modelos  anteriores.— De  concha  y  gavilanes, 
mas  recogida  en  el  de  1840,  sin  realce  en  la  monterilla,  puño  de  ma- 
dera forrado  de  piel  y  alambrado. .     . 

Vainas  de  hierro  ,  lo  mismo  ,  sin  mas  variación  que  adaptarse  cada 
una  á  la  diferente  curvatura  y  dimensiones  de  su  hoja  respectiva  y 
que  el  regatón  va  por  dentro  en  el  último.  .     .     , 

Machete  de  artillería.— modelo  de  1843.—  Hoja  alfanjada  ,  ligera- 
mente cerva,  filo  corrido  en  el  exterior :  lomo  en  lo  interior  excepto  las 
tres  últimas  pulgadas  que  en  arco  forman  filo  para  sacar  la  punta.     . 

Guarnición  de  cruz ,  con  puño  labrado  en  escamas ,  de  una  sola 


pieza. 

Vaina  de  suela  con  juegos  dorados. 

Sables  de  oficiales  generales.— Hoja  corva  alfanjada,  lomo  redondo 
en  los  dos  primeros  tercios  al  interior,  filo  interior  en  el  último  en  me- 
sa :  filo  corrido  al  exterior ,  de  una  sola  mesa  ancha 

No  hay  guarnición  ni  vaina. 

Espada  de  oficiales  generales . — Hoja  de  filo  y  medio,  lomo  redondo 
dos  mesas  en  la  primera  mitad  ,  tres  en  la  segunda 

No  hay  tampoco  guarnición  ni  vaina  de  esta  clase 

Sable  de  cazadores.— Hoja  corva,  plana  de  un  filo  corrido ,  lomó 
cuadrado 

Guarnición  de  metal ,  de  una  pieza  con  cruz  cu  aro ,  junquillo 


;t:i 


33  7, 


33% 


go 


31  '/, 


14 


41 

■ 
» 

36"s 
N 


11 


22 


Bi/. 


.1 


12 


13 


18 


18 


1¡ 


3  Vi 
3 


M 


14        « 


lo 


20 


22 


19% 


n; 


1)0 


H 


M 


18 


21 


18 


II 


tíV, 


10 


14 


14 


ío»/, 


II! 


11 


14 


21 


22 


II 


14%     ,, 
12% 


23  VtW/t 


22 


21 


33 


2  y 


u 


24  i 


Vaina  de  suela  con  juegos  de  metal 

Sable  para  granaderos.—  modelo  de  1818.— Hoja  de  la  misma  forma 
que  la  anterior ...  .  .     K 

Guarnición  como  la  de  cazadores 

Vaina  id. 

Lanzas  para  oficial  de  caballería.—  modelo  de  1842.— Hoja  piramidal, 
romboide,  vaceada,  sobre  cubo  de  hierro,  ceno  truncado  con  aletas  para 
su  sujeción.  .  

Regatón  para  id.  cónico  inverso  ,  redondeado  el  cúspide,  aletas  en 
la  base  para  sujeción  al  asta,  cuyo  diámetro  es  15  lineas.  .     .     .     . 

Lanzas  para  tropa.—  Hoja  en  la  misma  forma  que  la  de  oficial,  pero 
sin  vaceos. .  .     . 

Regatón  como  el  de  oficial ,  siendo  su  diámetro  por  la  base  18  líneas 

Espada  de  oficial  de  la  guardia  civil  de  infantería.  —Hoja  recta,  filo 
y  tercio:  dos  tercios  de  lomo  interior ,  redondo  acanalado,  con  dos 
inesas  ligeramente  vaceadas ,  escepto  el  último  tercio  que  es  de  tres 


30 


Guarnición  no  la  hay,  solo  se  sabe  que  es  dorada  con  escudo 

Vaina :  tampoco. 

Espada  de  alabarderos.— modelo  de  1848.— Hoja  recta  ,  lomo  corrido 
redondo  en  la  parte  interior ,  lo  propio  en  el  primer  tercio  del  exterior, 
filo  de  dos  mesas .     . 

Guarnición  de  acero  en  forma  de  concha  con  cruz  ,  grabada  á  los 
cantos  interior  y  exteriormente  ,  con  el  escudo  de  armas  reales  en  la 
parte  exterior.  Puño  de  cordoncillo  cincelado  :  un  castillo  y  león  en  el 
pomo. 


Vaina  de  suela  con  juegos  blancos  grabados,  lo  mismo  que  la  guar- 
nición. 

Sable  de  marina.—  Hoja  como  la  de  granaderos  de  infantería  con 
solo  la  diferencia  de  tener  la  punta  en  lomo  de  anguila,  es  decir,  á  dos 
mesas.     ...         ....         

Guarnición  de  hierro,  el  puño  fundido  con  cordoncillo  ,  la  concha  de 
chapa,  remachado  el  todo  sobre  escudo  de  hierro  dulce,  pintado  de  negro. 

Vaina  de  suela  color  de  avellana  con  contera  de  latón,  botón  sin  ¿ro- 
ca! pura  el  cin turón. 


36 


33'/. 


32 


10 


20 


10 


12 


11 


10 


18 


1 
§ 

c 
9 
a 

s 

O 

o 

§ 

s 

« 

o 
'3 

o 
Sí 

B 
s 

o 

'3 

3   <¿ 
te  V«    , 

^§ 

"O  ?, 

T3 

"C 

25 

18 

„ 

» 

i) 

15 

.12 

«Vi 

. 

30 

20 

» 

13 

0 

» 

32 

24 

» 

21 

14Va 

» 

20 

13  •/, 

» 

>' 

13% 

19% 

32 

22 

21 

Por  lo  tocante  á  armas  de  fuego,  Birmingham, 
en  Inglaterra  ,  tiene  celebridad  por  su  fabrica- 
ción de  fusiles  ,  y  preciso  es  confesar  que  es  el 
únieopunto,  enEuropa, que  puede  ofrecerlos  de 
seguida  en  mas  gran  numero  y  mas  barato:  á  es- 
ta fábrica  es  á  la  que  las  potencias  acuden  para 
obtenerlos  en  gran  cantidad  en  las  mas  urgentes 
necesidades.  Esta  ciudad  abastece  de  ellos  al 
mundo  entero  y  á  lodos  los  partidos  que  necesi- 
tan de  estas  armas,  las  cuales  son  allí  un  artícu- 
lo de  comercio  cómo  cualquier  otro.  Hase  cal- 
culado que  desde  1808  basta  en  1814  inclusive, 
la  Inglaterra,  durante  las  guerras  de  esta  época, 
ha  esparcido  3.227,715  fusiles  de  munición  en 
Europa,  no  comprendidos  los  que  han  salido  del 
Reino-Unido  de  cuenta  de  los  particulares. 

San-Quinlin,  en  Francia,  y  Lieja,'  en  la  Bélgi- 
ca, son  las  ciudades  que,  después  de  Birmin- 
gham ,  en  Inglaterra  ,  pueden  ser  consideradas 
como  talleres  en  donde  se  fabrican  también  ex- 
celentes fusiles,  que  pueden  entregar  casi  á  tanta 
baratura  y  en  tan  grande  cantidad  ,  cuando  la 
necesidad  lo  exije. 


Respecto  a  España  podemos  decir  que,  además 
de  los  cinco  departamentos  de  artillería,  en  don- 
de se  construyen  toda  especie  de  armas  de  fuego, 
y  se  hacen  grandes  recomposiciones,  se  fabrican 
muchas  armas  en  las  provincias  del  norte  en  Ei- 
bar  y  Placencia,  gozando  de  singular  predilec- 
ción las  salidas  de  los  talleres  de  Vizcaya,  tanto 
por  el  excelente  hierro  que  da  el  país,  como  pol- 
la habilidad  délos  operarios. 

En  Placencia  y  en  Eibar  se  fabrican  armas  de 
fuego  de  toda  clase  y  entre  ellas  fusiles  de  pistón 
ó  de  percusión  que  tienen  cañón  de  bombeta  y 
llave  de  guarda-fuegos  ,  difiriendo  en  lo  demás 

Eoquísimo  del  de  chispa  modelo  de  4836.  Tam- 
ien  se  fabrican  armas  de  cañones  damasquinos; 
igualmente  se  construyen  cañones  estriados ,  que 
se  usan  dedos  clases,  estriados  ó  rayados;  con  los 
unos  se  emplean  balas  esféricas  que  entran  forza- 
das, y  á  los  otros  se  les  aplican  balas  tronco-có- 
nicas* flojas,  pero  que  se  ensanchan  á  baquetazos 
dentro  del  cañón  hasta  que  ocupan  los  estrías,  y 
quedan  oprimidas  como  las  esféricas  forzadas. 
La  fabrica  de  fusiles  de  Oviedo,  que  habia  es- 


ARM 

lado  por  algunos  años  en  decadencia  ,  en  la  ac- 
tualidad los  trabajos  van  progresivamente  en  au- 
mento. 

En  la  fábrica  de  armas  de  fuego  portátiles  de 
Sevilla  ,  cerrada  en  la  actualidad  ,  y  que  quedó 
constituida  en  1835,  cuando  se  hallaba  todavía  en 
un  estado  naciente,  por  lo  poco  generalizado  que 
esta  en  dicha  provincia  el  arte  de  la  armería,  po- 
dían construirse  cada  mes  bajo  el  sistema  delabo- 
res establecido,  de  350  á  400  fusiles,  si  fuesen  de 
chispa  ,  y  de  2íi0  á  300  ,  si  de  pistón.  Desde  el 
año  1835  á  1848  se  construyeron  en  dicha  fá- 
brica : 

Carabinas 30 

Fusiles  de  percusión.  .  .  425 
Fusiles,  modelo  1826..  .  5.334 
Fusiles,  modelo  1836..     .     5.513 

Mosquctones 3.428 

Tercerolas 236 

Total.     .     .  14.9S6 

En  las  maestranzas  de  artillería  de  Barcelona, 
Cartagena,  Sevilla,  Coruña  y  Segovia,  y  en  las 
plazas  de  Pamplona ,  S.  Sebastian ,  Madrid  y 
Burgos  se  recomponen  las  armas  de  fuego  portá- 
tiles ,  y  en  el  día  se  trasforma  á  los  fusiles  de 
chispa  en  de  percusión. 

Las  armas  de  caza  se  fabrican  en  varios  pun- 
tos, pero  principalmente  en  Asturias  y  las  Provin- 


ABN  H'ó 

cías  Vascongadas.  Con  la  ultima  guerra  civil  se 

fiaralizó  casi  del  todo  la  fabricación  de  armas  de 
uego  que  tenían  lugar  en  Cataluña ,  en  algunos 
puntos,  sobre  todo  en  Bipoll. 

Las  armas  blancas  fabricadas  en  Inglaterra  y 
en  Alemania  gozan  de  grande  reputación,  aun  en 
Francia,  por  su  buena  calidad  y  la  modicidad  de 
su  precio.  En  Turquía  y  en  Persia  se  fabrican  so- 
berbias armas  blancas :  las  hojas  o  sables  de  Da- 
masco gozan  de  mucha  estima  en  todo  el  univer- 
so, por  la  superioridad  de  su  temple ;  pero  pare- 
ce que  hoy  día  los  fabricantes  de  armas  blancas 
de  Europa  han  conseguido  sino  aventajarlas,  á  lo 
menos  imitarlas  períeclamente ,  sea  por  la  cali- 
dad, sea  por  el  adamascado. 

Las  armas  blancas  fabricadas  en  España  son 
de  buen  temple  y  de  excelente  linura ;  el  apre- 
cio que  merecieron  de  los  antiguos  fué  reconoci- 
do por  los  Bomanos ,  quienes ,  convencidos  de  la 
superioridad  de  las  espadas  españolas,  muy  luego 
se  armaron  con  ellas  abandonando  las  usadas 
hasta  entonces.  En  la  Beal  Fábrica  de  Toledo  es 
en  donde  en  particular  se  construyen  toda  espe- 
cie de  armas  blancas  ,  que  gozan  de  grandísimo 
crédito  aun  en  los  países  extranjeros. 

Los  productos  de  la  Beal  fábrica  de  Toledo, 
desde  1.°  de  enero  de  1814  hasta  31  de  diciem- 
bre de  1849,  son  en  total  como  se  vén  por  el  es- 
tado siguiente: 


Hojas  forjadas.  . 
Ilojar  amoldadas. 
Hojas  concluidas. 
Armas  montadas. 


PRODUCTOS 

PARA   INFANTERÍA. 


PRODUCTOS 

PARA  CABALLERÍA. 


De 

tropa. 


91,108 
"0,236 
62,425 
56,820 


De 
lanzas 


20,250 
20,250 
20,250 


Gastos. 


Forja  y  conclusión  de  las  hojas.  .  .  . 
Fundición,  guarnición,  vainas  y  monturas. 
Sueldos  no  productivos  y  edificio.  .     .     . 


Total. 


Rs.  vn. 


6.867.501 
7.065,1-1 
3.600,608 


17. 533, 211 


Mi. 


En  el  comercio,  las  armas  blancas  se  expiden, 
por  lo  común,  sin  empuñaduras,  en  cajas  de  too 
á200  hojas. 

De  todas  las  profesiones,  las  del  armero  y  del 
espadero,  en  materia  de  comercio,  son  las  mas 
embarazosas,  las  mas  difíciles  de  ejercer,  con- 
formándose á  las  prescripciones  legales.  En  Fran- 
cia, el  comercio  de  las  armas  de  guerra  está  em- 
barazado por  prohibiciones,  mientras  que  en  In- 
glaterra y  en  el  reino  de  Bélgica  goza  de  una 
libertad  ilimitada  ,  lo  que  permite  á  los  comer- 
ciantes de  estos  países  entregarse  á  especulacio- 
nes que  los  comerciantes  franceses  no  emprenden 
sino  con  extrema  timidez.  En  España,  en  tiempo 
normal,  es  permitida  la  exportación  de  armas  al 


extranjero  ,  siendo  en  la  actualidad  libre  el  co- 
mercio de  ellas  en  el  interior  de  la  península. 

Si  bien  existen  muchos  fabricantes  de  armas  de 
fuego  y  de  armas  blancas  en  las  principales  ciu- 
dades y  en  algunas  villas  de  España,  como  hay  fá- 
bricas reales  de  armas  de  guerra,  y  por  otra  par- 
te estas  se  construyen  también  en  todas  las  maes- 
tranzas de  artillería,  los  armeros  y  espaderos  casi 
tan  solo  se  ocupan  de  la  fabricación  de  escopetas, 
pistolas  de  bolsillo,  espadas,  floretes,  dagas,  puña- 
les y  otras  armas  para  los  cazadores,  los  viajadores 
y  las  pacotillas  que  se  destinan  á  las  colonias. 

AKXIC1,  Armcv.  Genero  de  plantas  de  la 
familia  de  las  corimbíferas ,  de  la  singcuesia  po- 
ligamia superflua  de  Linneo. 


2ÍG  ARN 

Arnlea  montana ,  vulgo  Tabaco  de 
montaña  (A  mica  montana,  L.) .  Planta  vivaz, 
que  crece  en  las  altas  montañas  del  mediodía  de 
la  Europa ,  y  en  las  llanuras  del  norte  de  esta 
región ,  en  donde  se  han  observado  algunas  va- 
riedades en  la  anchura  de  sus  hojas ,  la  altura  de 
su  tallo ,  etc.  Parece  que  Tabernaemontanus  ha 
sido  el  primer  autor  que  la  ha  señalado  de  una 
manera  precisa,  en  el  siglo  XVI. 

De  la  raíz  de  es  a  planta  salen  muchas  hojas 
anchas,  aovadas  enteras,  de  entre  las  cuales 
se  eleva  un  tallo  Ito  de  un  pié ,  que  lleva  otras 
hojas  mas  pequeñas,  mellizas  y  opuestas,  y  ter- 
minado por  una  í ella  llor  amarilla,  radiada  y 
grande;  frutos  de  vilanos  plumosos,  que  están 
encerrados  en  un  cáliz  ó  involucro  común  doble. 
Esta  planta  es  amarga ,  acre  y  aromática. 

Del  árnica  se  usan  las  hojas ,  las  flores  y  las 
raíces ;  las  flores  son  en  general  preferidas  y  las 
que  comunmente  se  usan. 

La  flor  es  fácil  de  reconocer  en  sus  semi-flós- 
culos  de  un  amarillo  dorado  y  en  las  semillas  ne- 
gras coronadas  de  un  vilano  gris  de  lino  que 
siempre  contiene;  tienen  un  olor  fuerte  agradable, 
y  goza  á  un  alto  grado  de  la  propiedad  estornu- 
tatoria, bastando  para  experimentar  violentos 
estornudos  remover  las  flores  con  las  manos, 
lo  que  es  debido  á  partes  sedosas  extremamente 
linas  que  se  introducen  en  las  narices  y  las  irri- 
tan fuertemente. 

Las  flores  de  árnica  se  distinguen  de  flores  á 
corta  diferencia  semejantes,  con  las  cuales  á  ve- 
ces se  las  mezcla  por  ignorancia  ó  por  fraude, 
en  el  cáliz  común,  que  es  mas  corto  que  los  flós- 
culos,  y  consiste  enteramente  en  escamas  en  for- 
ma de  lanceta,  situadas  paralelamente  y  apreta- 
das las  unas  contra  las  otras ,  de  color  verde 
con  manchas  purpúreas;  mientras  que  el  cáliz  de 
las  diversas  especies  de  cnula,  de  que  se  forman 
estas  mezclas,  está  compuesto  de  escamas  en  for- 
ma de  espigones,  encorvados  en  la  extremidad  y 
cubiertos  de  pelos. 

El  Sr.  Mercier ,  médico  de  Rochefort,  pretende 
que  las  larvas  de  ciertos  insectos  pueden  alterar 
las  flores  de  árnica  y  volverlas  nocivas,  de  suerte 
que  él  prescribe  elegir  las  que  son  de  un  hermoso 
amarillo,  bien  sanas  y  de  olor  natural;  pero  ,  se- 
gún una  observación  de  los  Sres.  Chevallier  y 
Lasaígne  ,  parece  cierto  que  la  flor  de  árnica 
produce  por  sí  misma  vómitos  y  otros  accidentes 
atribuidos  á  las  larvas  de  los  insectos. 

Estos  mismos  químicos  han  analizado  la  flor  de 
árnica,  en  la  que  han  encontrado :  una  resina 
que  tiene  el  olor  del  árnica ;  citisina ;  ácido 
agállico ;  una  materia  colorante  amarilla ;  albú- 
mina ;  goma  ;  sales ,  tales  como  muriato ,  fosfato 
y  sulfato  de  potasa,  y  carbonato  de  cal;  y  un  áto- 
mo de  sílice.  De  este  análisis  concluyen  que  el 
poder  vomitivo  de  estas  flores  debe  atribuirse  á 
la  citisina,  y  no  á  insectos  que  la  hayan  alte- 
rado. 

Según  elSr.  Pomier,  las  flores  de  árnica,  cuan- 
do se  secan,  están  expuestas  á  ennegrecerse,  y 
entonces  exhalan  amoníaco,  y  adquieren  el  olor 


ARN 

del  tabaco,  lo  que  ha  hecho  llamar  á  la  planta  Ta~ 
baeode  montaña,  porque  lashojasadquierenigual- 
mente  este  olor.  Parece  que  los  aldeanos  de  los 
Pirineos  y  de  las  altas  montañas  se  sirven  de  éstas 
en  algunos  casos  para  fumar  ,  y  podrían  ser  em- 
pleadas por  los  médicos  en  ciertas  alecciones  de 
la  cabeza ,  etc. 

La  raíz  que ,  después  de  la  flor,  es  la  parte 
mas  usada  de  la  planta,  seca  tal  como  se  encuen- 
tra en  las  droguerías  es  del  grueso  de  un  cañón 
de  pluma,  y  fibrosa;  al  exterior  es  áspera  y  de  un 
color  rojo  moreno;  al  interior  es  de  un  blanco  su- 
cio; su  sabor  es  acre  y  ligeramente  amargo,  y  su 
olor  es  fuerte. 

El  árnica  es  una  planta  activa  y  enérgica,  cu- 
íya  administración  requiere  prudencia.  En  dema- 
i  siada  dosis,  produce  ansias,  náuseas,  vértigos,  car- 
í  diálgia,  vómitos,  temblores  y  hasta  convulsiones. 
Hahnemann  dice  que  el  vinagre  es  el  antídoto  de 
estos  accidentes.  Las  propiedades  vomitivas  del 
árnica  habían  sido  reconocidas  desde  los  prime- 
ros tiempos  del  uso  de  esta  planta ,  y  parece  que 
se  empleaban  sus  raíces  como  la  ipecacuana, 
antes  del  descubrimiento  de  esta  última  sustan- 
cia. Atendiendo  á  esta  actividad  del  árnica,  es 
como  ella  debe  ser  empleada  en  terapéutica ,  á 
menos  que  no  se  administre  á  dóses  de  tal 
modo  débiles  que  lleguen  á  ser  insignificantes  y 
su  uso  nulo. 

Ha  sido  preconizada  en  ciertos  casos  de  disen- 
tería y  en  ciertas  calenturas  pútridas ;  hánse  cita- 
do muchos  ejemplos  no  equívocos  de  supresión  de 
calenturas  intermitentes,  por  la  administración 
de  su  cocimiento  antes  del  acceso,  propiedad 
que  ha  valido  á  esta  planta  el  renombre  de  Qui- 
na de  los  pobres. 

Administrada  al  interior ,  el  árnica  ha  sido  útil 
en  la  cangrena ,  habiendo  producido  \  excelentes 
resultados  en  las  llagas  de  esta  naturaleza  los  fo- 
mentos con  el  cocimiento  de  este  vegetal.  Goza 
de  grande  reputación,  siendo  de  un  uso  casi  popu- 
lar, contra  los  golpes,  las  heridas,  las  contu- 
siones ,  etc. ,  sobre  todo  en  el  norte  de  la  Europa, 
lo  que  la  ha  hecho  llamar  Panacea  de  las  caídas, 
por  Meisner.  Háse  también  creído  que  con  ella 
podían  curarse  la  amaurosis,  la  catarata,  etc.  En 
Rusia,  el  pueblo  se  sirve  del  infuso  de  esta  planta 
contra  la  nictalopia,  que  se  dice  se  cura  en  el  es- 
pacio de  cinco  á  seis  dias.  Las  lociones  con  un 
fuerte  cocimiento  de  árnica  en  el  que  se  haya  di- 
suelto  sal  común  han  sido  empleadas  contra  la 
sarna.  Finalmente,  esta  planta  ha  sido  preconizada 
contra  la  gola ,  el  reumatismo ,  la  nefritis ,  la  pa- 
rálisis ,  etc. ,  etc. ,  en  particular  por  los  médicos 
alemanes. 

La  dosis  del  árnica  es  de  dos  dracmas  de  flores 
por  un  cuartillo  de  agua,  tomada  durante  el  día; 
el  infuso  es  preferible  la  cocimiento,  según  Ans- 
kow.  La  de  las  raíces  puede  elevarse  de  cinco 
á  seis  grano  en  polvo  en  las  veinte  y  cuatro  ho- 
ras; si  se  da  en  cocimiento ,  la  cantidad  de  éstas 
es  de  dos  dracmas,  y  es  preciso  que  la  ebullición 
sea  menos  larga  y  nienos  fuerte  que  para  las  flo- 
res. Las  hojas  pueden  ser  empicadas  á  la  dosis  de 


ARO 

las  raíces.  Con  las  (lores  se  prepara  un  extracto, 
que  se  da  por  dracmas. 
ARO  ó  Y  Alto.  Arum.  Género  de  plantas 

3ue  da  su  nombre  «i  una  familia  natural,  las  Aroi- 
'"«,  déla  ginandria  poliandria  de  Linneo.  Las 
especies  que  encierra  son  casi  todas  de  tallos 
herbáceos,  ó  forman  sub-arbustos,  y  tienen  hojas 
anchas,  á  menudo  asaetadas  ,  sostenidas  por 
gruesos  peciolos.  Estas  plantas  son  acres,  á  ve- 
ces corrosivas;  pero  su  raíz  ,  carnuda  ,  provista 
de  un  zumo  fechoso  ,  contiene  una  fécula  nutriti- 
va ,  que  es  menester  despojar  de  un  principio  vo- 
látil peligroso  con  el  que  esta  asociada;  las  hojas  de 
muchas  especies  se  comen  cocidas.  Ventenat  ha 
separado  del  género  Aro  las  especies  cuya  espata 
es  estaminífera  en  la  cúspide,  que  tienen  las  ante- 
ras en  forma  de  pella ,  y  las  bayas  de  muchas  se- 
millas ,  para  formar  con  ellas  el  gen  jro  Cálamo 
[Caladium) .  * 

Aro  arborescente  [Arum  arborescens,  L.; 
Caladium  arborescens,  Vent.).  Este  arbusto,  de 
tallos  rectos  y  hojas  en  forma  de  saeta,  que  crece 
en  la  América  meridional ,  y  que  parece  ser  el 
ArringalbadeVison,  es  de  una  grande  acritud; 
su  raíz,  muy  gruesa ,  suministra  una  fécula  ami- 
lácea, y  también  pulverizada  y  tomada  á  la  dosis 
de  5  á  6  granos  es  drástica ;  sus  hojas  sirven  pa- 
ra hacer  cataplasmas  resolutivas ;  el  cocimiento 
de  este  vegetal  en  la  orina  es  usado  en  el  Brasil 
en  fomento  contra  los  dolores  articulares ,  en  la 
nefritis  ,  etc. ;  el  zumo  fresco  de  este  aro  es  cáus- 
tico, y  ,  según  Miller,  se  pone  en  los  labios  de 
los  Negros  para  castigarles  cuando  han  cometido 
alguna  falta ;  según  el  Sr.  Perottet ,  los  naturales 
de  la  Guiana  comen  sus  semillas ,  que  conocen 
bajo  el  nombre  Moucou-Moucou. 

Aro  Arisaro  (Arum  Arisarum,  L. ;  Ari- 
sarum  ruinare,  Kuntk).  La  raíz  de  esta  pequeña 
planta  herbácea,  vivaz,  que  crece  en  el  medio- 
día de  la  Europa ,  puede  ser  comida  hervida,  así 
como  la  del  Aro  de  Dioscórides  (Arum  Dioscori- 
dis,  Sibthorp) ,  que  quizás  no  es  sino  una  varie- 
dad del  Aro  de  Italia-  [Arum  italicum) . 

Aro  bicolor  (Arum  bicolor;  Caladium  bi- 
color, Vent.).  Los  tubérculos  de  esta  especie  son 
alimenticios  y  empleados  en  los  mismos  usos  que 
los  del  Aro  comestible  (Arum  esculenlum ,  L.), 
en  el  Brasil.  Esta  planta  tiene  las  hojas  radicales 
asaetadas  ,  de  un  hermoso  rojo  en  el  centro ;  sus 
flores  son  poco  aparentes.  Se  cultiva  en  los  jar- 
dines. 

Aro  Colocasia  (Arum  Colocasia ,  L.). 
Esta  especie  crece  en  el  mediodía  de  la  Europa, 
en  España,  en  Portugal ,  enCerdeña,  en  Candía, 
etc. ,  y  sobre  todo  en  Egipto,  en  donde  es  cultivada 
de  tiempo  inmemorial  como  alimenticia.  Secóme 
su  raíz  cocida  en  los  potajes,  y  se  dice  que  tiene 

►  el  gusto  de  la  patata;  no  parece  que  estas  raices 
tengan  acritud  como  sucede  á  las  de  los  vegetales 
que  han  experimentado  un  largo  cultivo.  Tam- 
bién se  comen  las  hojas  que  son  muy  grandes, 
cocidas  como  las  de  col.  Esta  planta  se  cultiva 
on  los  lugares  húmedos,  y  es  llamada  Edder  por 
los  Árabes. 


ARO  247 

Conviene  no  confundir  este  aro  con  la  Ni>ii  i:v 
Loto  (Nymphcea  Lotus,  L.),  que  crece  también  en 
Egipto  en  las  aguas,  cuyas  raíces  se  comen  igual- 
mente ,  y  son  conocidas  bajo  el  mismo  nombre  de 
Colocasa  ,  y  las  semillas  con  el  de  Habas  de 
Egipto. 

Aro  comestible  (Arum  esculenlum,],.; 
Caladium eseulentum ,  Vent.).  Esta  planta  es  la 
mas  preciosa  de  todo  el  género ,  por  el  alimen- 
to que  suministra  á  un  gran  número  de  pueblos 
de  las  comarcas  calientes  del  globo  ,  hasta  en 
las  islas  Canarias.  En  Yalon ,  lleva  el  nombre 
de  Taha ;  en  Taiti ,  el  de  Taro;  y  en  el  Brasil,  el 
de  Taya  ó  Tayova. 

Las  raíces  de  esta  especie  son  muy  voluminosas 
y  parecidas  á  un  grueso  nabo,  y  cortadas  trans- 
versalmente  producen  un  zumo  lechoso ;  sus  hojas 
son  grandes,  abroqueladas,  aovadas,  enterísimas, 
y  por  su  base  escotadas;  el  fruto  es  una  baya  que 
contiene  semillas  que  raras  veces  maduran. 

Esta  planta  crece  en  Grecia  ,  en  la  isla  de  Chi- 
pre ,  en  Siria  y  en  los  lugares  aguanosos  de 
Egipto.  En  el  Cairo,  sus  raíces  se  venden  en  el 
mercado;  entran  en  el  alimento  délos  pueblos 
de  la  India  y  de  la  China ;  en  Asia ,  en  África  y 
en  la  América,  son  estimadas  como  otra  de  las 
mas  harinosas  y  mejores.  Se  comen  tostadas,  co- 
cidas en  el  agua ,  cocidas  con  carnes  saladas,  y 
dan  una  consistencia  gelatinosa  al  caldo.  Sus  hojas 
se  comen  cocidas ,  y  son  llamadas  Col  cara'ibe, 
aunque  este  nombre  sea  mas  particularmente  el 
de  Aro  con  hojas  de  saeta  (Arum  sagittwfolium, 
L.). 

Las  flores  de  esta  especie  tan  útil  tienen  el  olor 
cadavérico  que  se  observa  en  muchas  otras  del 
mismo  género ,  y  que  admira  encontrar  en  llores, 
á  tal  punto  que  las  moscas  van  á  depositar  en 
ellas  sus  huevos,  tomándolas  por  cerrónos. 

También  se  ha  usado  este  vegetal  en  medicina. - 
con  sus  hojas  frescas  hanse  hecho  cataplasmas, 
que  son  muy  acres,  para  aplicar  sobre  las  úlce- 
ras sórdidas,  en  las  hinchazones  linfáticas  ,  etc. 

Aro  contó  Yedra  (Arum  hederaceum,  L.) 
Esta  planta  enredadera ,  de  la  América  septentrio- 
nal ,  se  llama ,  entre  los  negros  de  las  Antillas* 
Yerba  de  ruin ;  es  muy  deletérea. 

Aro  con.  boj  a  de  corazón  (Arum  cor- 
difolium,  Bory).  Esta  especie  presenta  un  fenó- 
meno interesante  de  fisiología  vegetal :  la  propie- 
dad que  tiene  esta  planta  de  manifestar  un  calor 
notable  durante  su  fecundación ;  nuestro  Aro  vul- 
gar ofrece  algo  de  semejante  á  un  grado  mucha 
mas  débil. 

Aro  con  boja  de  ninifea  (Arum  nym- 
pluva'folium;  Caludium  nympha,a,folium,  Vent.). 
En  Malabar,  se  emplean  las  hojas  de  esta  espe- 
cie para  envolver  y  confortar  los  niiemhros  para- 
litizados.  Llámase  alli ,  según  Redio,  Weli-Jla. 

Aro  con  hoja  de  saeta,  Col  earaf- 
be  (Arum  sagittwfolium,  L.;  Caladium  sagitta'- 
folium,  Vent.).  De  esta  especie,  que  crece  en  las 
Antillas  y  en  la  América  meridional ,  se  comen  las 
raices,  que  se  dicen  desprovistas  de  acritud,  aun- 
que se  observe  en  ellas  un  zumo  blanco,  lo  (pie 


248  ARO 

puede  proceder  de  su  muy  antiguo  cultivo.  Sus 
hojas  se  comen  en  la  sopa,  como  las  de  col ,  y  la 
espesan.  En  Cayena,  se  emplea  su  7,umo  contra  la 
mordedura  de  las  serpientes.  También  se  la  llama 
layova. 

Aro  con  orejillas  [Arum  auritum.L.; 
Caladium  auritum,  Vent.).  Asegúrase  que  los 
negros  aplican  el  zumo  de  esta  planta,  que  es  le- 
choso, y  muy  acre,  á  las  heridas  venenosas  de 
las  serpientes,  para  anular  su  efecto.  Díccse  que 
también  se  prescribe  este  zumo  á  pequeña  dosis 
en  la  anasarca,  etc. 

Aroconpelta  [Arurnpeltalum,  Laon.;  Ca- 
ladium, pe/íaíww,  Yent.).  De  esta  especie,  que 
crece  en  la  India,  se  comen  las  raíces  y  las  ho- 
jas. Ha  sido  confundida  equivocadamente  con  el 
Aro  Colocasia  de  Linneo  por  algún  autor. 

Aro  Dragoncillo,  vulgo  Serpentina, 
Serpentaria  {Arum  Vracunculus ,  I,.).  Plan- 
ta indígena  que  crece  en  los  países  calientes ,  y 
que  se  cultiva  en  los  jardines  ele  los  curiosos.  De 
tallo  de  tres  pies ,  mas  grueso  que  el  dedo  pulgar, 
derecho,  cubierto  de  una  corteza  jaspeada  ó  man- 
chada que  figura  la  piel  de  una  serpiente;  sus 
hojas  son  ramosas,  con  las  hojuelas  lanceoladas, 
enterisímas  y  que  igualan  á  la  espala,  mas 
larga  que  el  espádice ;  la  espata  es  muy  grande, 
blanquecina  por  defuera,  de  un  rojo  subido  por 
dentro,  y  el  espádice  es  moreno;  sus  frutos  son 
pequeñas  bayas  que  se  ponen  rojas  cuando  ma- 
duran ,  y  cada  una  contiene  una  ó  dos  semillas; 
su  raíz  es  de  dos  á  cuatro  pulgadas  de  diámetro, 
carnuda,  tuberosa,  de  color  amarillento  por  de- 
fuera, blanca  por  dentro,  de  un  sabor  acre ,  que- 
mante, y  contiene  una  fécula  amilácea. 

La  raíz  de  esta  planta  tiene  á  corta  diferencia 
las  mismas  virtudes  que  la  del  aro  vulgar,  de  la 
que  difiere  ,  no  obstante  ,  en  que  es  mucho  me- 
nos acre  y  menos  activa ;  en  que  su  volumen  es 
mucho  menos  considerable;  en  que  seca  tiene 
la  forma  de  panes  orbiculares,  en  la  cara  su- 
perior de  los  cuales  se  observan  aun  vestigios 
concéntricos  de  escamas  foliáceas. 
r  Aro  manchado ,  Aro  vulgar,  Aro 
ó  laro  común  {Arummaculatum,  L.;  Arum 
vulgare,Lam.).  Planta  vivaz  indígena,  que  crece 
en  ios  bosques  húmedos ,  en  los  vallados  y  para- 
ges  sombríos.  La  raíz  está  formada  de  un  tubérculo 
ovoideo  del  grueso  de  una  castaña,  guarnecido 
de  raicillas  en  el  punto  donde  nacen  los  tallos,  que 
parten  de  diferentes  puntos  de  la  superficie,  y 
producen  otros  tubérculos  que  suceden  al  pri- 
mero, el  año  siguiente.  Estos  tubérculos  son  ama- 
rillos por  defuera ,  de  un  blanco  de  almidón  por 
dentro,  y  de  un  sabor  acre  y  cáustico.  Las  hojas 
son  todas  radicales,  largamente  pecioladas,  de 
forma  de  alabarda,  y  enterísimas;  estas  hojas 
son  ya  del  todo  v  erdes ,  ya  vetadas  de  blanco 
ó  de  violeta  subido,  ó  manchadas  de  negro.  La 
ílor  está  compuesta  de  una  espata  blanca,  grande, 
hermosa,|del  centro  de  la  cual  se  eleva  un  espádice 
de  color  de  púrpura,  en  forma  de  maza,  desnudo 
en  su  parte  superior ,  cubierto  de  estambres  en 
el  medio,  y  pistilífero  inferiormente.  Obsérvase  ! 


ARO 

también  que  este  espádice  se  calienta  de  una  ma- 
nera muy  sensible  en  el  momento  de  la  fecunda- 
ción; fenómeno  que  igualmente  tiene  lugar  en  el 
Aro  de  Italia  {Arum  italicum) ,  que  es  mayor  en 
todas  sus  partes  que  el  aro  vulgar ,  y  cuyo  espá- 
dice es  amarillo.  Los  frutos  son  bayas  globulosas 
reunidas  en  un  racimo  apretado ,  úniculares  y  po- 
lispermas.  . 

La  raíz  de  aro ,  tal  como  se  encuentra  en  el  co- 
mercio, en  general  es  ovoidea,  como  en  el  estado 
reciente,  del  grueso  de  una  avellana  hasta  al  de 
una  pequeña  nuez,  mondada  de  su  corteza,  blan- 
ca al  interior,  con  algunos  puntos  amarillentos  en 
el  exterior,  y  de  olor  casi  nulo.  Esta  raiz, 
cuando  no  es  demasiado  añeja,  goza  aun  de  una 
acritud  quemante,  y  sin  embargo  el  principio 
cáustico  de  la  raíz  de  aro,  del  mismo  modo  que 
el  de  las  yucas  y  otros  vegetales  ala  vez  amilá- 
ceos y  venenosos,  puede  disminuirse  por  la  tosta- 
cion  y  la  fermentación. 

La  raíz  de  aro ,  analizada  ,  ha  dado  agua,  go- 
ma, un  principio  acre,  soluble  en  el  agua  (lo  que 
hasta  aquí  se  habia  negado) ,  un  ácido  vegetal, 
una  materia  azucarada  no  cristalizable,  fécula  y 
leñoso. 

El  Sr.  Dulong,  farmacéutico  de  Astafort,  ha 
observado  que  el  zumo  que  se  extrae  de  la  raíz  de 
esta  planta,  el  cual  enrojece  un  poco  el  papel  de 
tornasol,  es  menos  ácreque  ella,  y  que  el  precipi- 
tado que  posa  no  lo  es  del  todo.  Este  precipitado 
es  fécula  pura,  muy  abundante,  que  podría  ser 
empleada  como  alimento  en  tiempo  de  carestía, 
tanto  mas  en  cuanto  este  vegetal  es  muy  común 
en  ciertos  bosques  húmedos.  Así,  se  dice  que  los 
Suecos  hacen  pan  de  esta  raíz ,  que  es  viscosa 
cuando  fresca.  Parece,  según  el  mismo  Sr.  Du- 
long, que  el  délil  calor  producido  por  la  mani- 
pulación necesaria  para  obtener  este  zumo ,  basta 
para  evaporar  una  parte  del  principio  volátil. 

La  raíz  de  aro  manchado,  vomitiva  cuando  es 
reciente ,  pierde  igualmente  su  violencia  secán- 
dose,  y  es  inerte  en  [completa  desecación.  Por 
la  tostacion,  se  obtendría  todavía  mucho  mas  fá- 
cilmente este  último  resultado. 

Las  hojas  de  aro  son  mas  activas  que  las  raí- 
ces, habiendo  ejemplos  de  niños  muertos  por  ha- 
berlas comido,  equivocándolas  por  hojas  de  ace- 
dera. Frescas  y  contusas  pueden  servir  como  de 
vejigante,  levantan  ampollas,  etc. :  secas,  son 
inertes  por  la  evaporación  de  su  principio  acre. 
Bulliard  pretende  que  la  planta,  enriada  y  ma- 
chacada, puede  servir  de  jabón. 

Al  interior,  el  zumo  de  esta  planta  fresca  es 
venenoso;  la  raíz  reciente  ha  hecho  perecer  per- 
ros al  cabo  de  20  a  36  horas ,  causando  la  infla- 
mación del  canal  digestivo. 

Sin  embargo ,  hase  aconsejado  el  uso  interior 
del  zumo  de  esta  planta,  contra  ciertas  cefalalgias; 
pero  como  se  administra  la  raíz  en  polvo,  resul- 
ta que  es  inerte,  como  lo  es  en  todos  los  com- 
puestos en  que  entra, y  tomada  en  todas  propor- 
ciones; fresca,  seria  un  purgante  violento,  y  en- 
tonces no  podrian  tomarse  de  ella  mas  alia  de  al- 
gunos granos.  Bcrgio  aconseja  coger  esta  raíz 


ARO 

cuando  los  frutos  del  aro  son  maduros,  lo  que  so 
reconoce  en  su  color  rojo;  en  esta  época,  si  se 
aplica  un  pedazo  de  ella  sobre  la  lengua ,  parece 
se  la  nica  con  millares  de  agujas,  lo  (pie  dura  mu- 
chas ñoras ,  pero  el  ciento  en  rama  mascado  cal- 
ma al  instante  este  escocimiento  violento.  Con  la 
planta  fresca  se  limpian  á  Veces  las  úlceras  an- 
imas. Dicese  (pie  la  fécula  de  aro  vulgar  es  em- 
pleada en  Italia  para  hacer  desaparecer  las  pecas, 
la\ándo«e  la  cara  con  su  solución. 

Aro  Péeile  (A rum  poecile ,  Schott. ;  Cala- 
dium  poecile,  Vent.).  Sus  tubérculos,  según  Mar- 
tius,  son  alimenticios. 

Aro  puntiagudo  I  Arum  mucronatum, 
Lam.).  Esta  especie,  originaria  de  la  India,  es 
una  de  las  Tajoba  de  Pisón ,  y  se  cultiva  en  la 
América  meridional  como  alimenticia. 

Aro  de  raíz  larga  (Arum  macrorrhison, 
L.).  Planta  dé  las  Molucas,  de  las  islas  del  mar 
del  Sod,  comestible  en  Taíti,  en  donde  lleva 
también  el  nombre  de  Taro.  De  ella  se  comen  las 
raíces ,  (pie  son  muy  gruesas ,  después  de  haber- 
las hecho  tostar  paral  volatilizar  su  principio  ve- 
nenoso. En  la  India,  se  prepara  con  estas  raices 
y  aceite  de  sésamo  un  linimento,  de  que  los  prác- 
ticos del  pais  prescriben  hacer  fricciones  para 
curar  las  calenturas  intermitentes. 

Aro  Seguine  {Arum  Seguinum',  L.;  Cala- 
(lium  Seyuininn,  Vent.).  Esta  especie  es  quizás  la 
mas  venenosa  del  género.  Crece  en  las  Antillas, 
etc. ;  forma  una  especie  de  árbol  de  5  á  6  pies  de 
alto,  parecido  en  algo  á  un  banano;  su  flor 
tiene  un  olor  repugnante.  Su  zumo  es  tan  cáusti- 
co quedosdracmas  pueden  envenenar  causando 
la  inflamación  de  las  entrañas;  forma  en  el  lienzo 
manchas  indelebles. 

Aro  «le  tres  Hojuelas  {Arum  tñplnjllum, 
L.).  Planta  de  los  Estados-Unidos,  en  la  Virginia 
y  el  Brasil,  que  tiene  todas  sus  partes  acres,  lo  que 
deben  á  un  principio  volátil,  inflamable,  y  abun- 
dante, puesto  que  se  puede  obtener  una  parte  de 
él  en  el  estado  gaseoso  ,  pero  es  insoluble  en  el 
agua  ,  el  aceite  y  el  alcohol.  La  raíz  fresca  tiene 
una  grande  violencia,  que  pierde  al  secarse, 
hervida  en  leche,  cuando  seca,  le  comunica  to- 
davía una  ligera  acritud  ,  que  ha  sido  útil  en  la 
consunción  ,  y  el  uso  de  este  medio  ,  largo  tiem- 
po continuado ,  ha  sido  preconizado  por  el  doctor 
Meare  ;  si  se  hace  evaporar  la  leche  en  consis- 
tencia de  ungüento,  pue<!e  emplearse  para  curar 
la  tina,  los  herpes,  etc.  Hase  recomendado  tam- 
bién el  uso  de  esta  raíz  seca  en  el  catarro  crónico, 
el  asma  húmedo,  la  coqueluche,  el  crup,  etc. 

Aro  violáceo  {Arum  violaceum,  Desf., 
Caladium  violuceum  ,  Vent.).  Sus  raices  son  nu- 
tritivas. 

Algunas  de  estas  especies  de  aro  y  otr. 
cultivadas  en  los  jardines,  entre  ellascl  Ano  tr  \- 
i;\M(>svs  {Arum  muscivorum ,  L.l,  cuya  flor  des- 
pide un  olor  cadavérico  que  atrae  las  moscas; 
Í)ero  está  guarnecida  en  el  interior  de  largos  pe- 
as que  estos  insectos  irritan  con  su  presencia  ,  y 
le\  amándose  y  entrecruzándose,  las  retienen  pri- 
sioneras >  allí  perecen. 
32 


A1U)  á49 

AKOMA.  Principio  odorífero  de  los  cuerpos 
y  sobre  todo  de  los  vegetales,  llamado  primen» 
Espíritu  rector  por  lloerhave.  En  \erdad  no  hay 
principioque  pueda  ser  considerado  como  la  causa 
esencial  del  olor.  La  aroma  es  ya  el  cuerpo  odorí- 
fero mismo  reducido  á  vapor,  ya  la  parlo  mas 
volátil  de  este  cuerpo:  así  es  que  el  alcanfor  es 
todo  aroma  ;  las  plantas  tienen  por  aroma  aceites 
esenciales ,  y  loman  el  nombre  de  aromas  y  la  ca- 
lificación ilearomáticas  [\ .  Aromas)  .\L\Sr".  llobi- 
quet  ha  establecido,  como  lo  habia  presentido  el 
Sr.  Yauquelin,  que,  para  ciertas  materias,  como 
el  almizcle  y  el  tabaco,  el  olor  no  es  debido  á  la 
volatilización  del  cuerpo  mismo ,  sino  á  una  com- 
binación de  una  sustancia  inodora  por  sí  mi-ma 
con  el  amoníaco ;  dicho  químico  piensa  que  el 
olor  del  aceite  de  las  cruciferas  depende  quizás 
de  un  modo  particular  de  combinación  del  azufre 
que  hace  parle  de  ellas. 

A HOVI AllIVimOV ,  Aromadendron. 
Género  de  la  familia  de  las  magnoliáceas,  déla 
poliandria  de  Linneo ,  cuya  única  especie  ,  Aro- 
madendron  elegantk  (Áromadeudron  ehejans, 
Blurae),  que  crece  en  Java,  tiene  hojas  que  son 
usadas  en  cocimiento  contra  los  accidentes  histé- 
ricos. 

ARO!9f  AS.  Sustancias  de  un  olor  suave, 
agradable  y  penetanle  suministradas  por  algunos 
animales  y  un  gran  número  de  vegetales.  Casi  to- 
das las  aromas  deben  sus  propiedades  distintivas 
á  un  aceite  volátil  ó  á  una  materia  bálsamo-resi- 
nosa que  contienen  enmayorómenorproporcion. 

Se  obsena  que  todas  las  partes  de  las  plantas 
suministran  un  principio  aromático,  pero  que  á 
veces  está  concentrado  en  un  órgano  muy  peque- 
ño, como  sucede  en  los  pistilos  del  azafrán  ,  la 
linica  parte  aromática  de  este  vegetal.  En  ciertas 
familias  reside  en  las  raíces;  en  otras  son  las 
hojas  las  que  lo  contienen;  lo  mas  común  es  en- 
contrar la  aroma  muy  pronunciada  en  las  flores  ó 
los  frutos,  y  á  veces  también  todas  las  partes  de 
la  planta  están  impregnada  de  ella. 

El  olor  reside  por  lo  común  en  lo  que  se  llama 
Aceite  esencial,  queá  veces  se  percibe  á  la  sim- 
ple vista  en  glándulas,  como  en  las  auranciáceas, 
en  las  rutáceas,  en  las  mirtáceas,  etc.;  otras 
^eces,  el  principio  oloroso  no  es  e\idente,  pero 
puede  separarse  por  medio  de  operaciones  quí- 
micas; en  muchos  casos,  es  tan  fugaz  que  laso- 
la  desecación  del  vegetal  lo  disipa ;  en  fin,  á  ve- 
ces, al  contrario,  es  tan  persistente  une  aromatiza 
por  largo  tiempo,  por  mas  que  se  haga,  los  lu- 
gares en  que  se  exponen  los  vegetales  que  lo 
contienen]  tal  es  el  Meliloto  cerúleo,  Meliloto 
halsamero  {Melilotvs  coerulea ,  Lam.)  y  el  Al- 
manta Mf.yon,  Méu  [Athamanta  M(um'}  L.). 

Los  olores  están  con  frecuencia  asociados,  en 
las  plantas,  con  otro?  principios,  tales  como  las 
resinas,  las  gomas,  el  extractivo,  la  fécula,  etc  . 
etc.  Hay  olores  que  se  encuentran  en  un  gran  nu- 
mero de  vegetales,  y  otros  que  son  propios  de 
uno  solo.  Los  primeros  pueden  ser  llamados  olo- 
res madres .  tales  son  los  de  ajo ,  de  anís,  de 
almizcle,  de  vainillante. ,  etc. 

TOMO  I. 


2oO  ARO 

Las  aromas  constituyen  una  parte  muy  impor- 
tante del  comercio  de  los  droguistas  y  de  los  es- 
{ tederos:  las  unas  proceden  del  Oriente  y  de  las 
ndias,  y  las  otras  de  diversas  partes  de  la  Europa. 

En  general ,  las  principales  aromas  pueden  di- 
vidirse en  : 

Aromas  raíces:  la  galanga,  el  gengibre,  la 
zodoaria .  el  cálamo  aromático,  el  acoro,  el  lirio 
de  Florencia ,  etc. 

Aromas  leños :  el  leño  de  aloes,  el  leño  de  Ro- 
bles ,  el  de  sándalo  cetrino  y  el  de  sasafrás,  etc. 

Aromas  cortezas :  la  canela,  la  casia  lignea,  el 
macis,  la  naranja  y  el  limón ,  etc. 

Aromas  yerbas  ú  hojas:  la  salvia,  el  tomillo, 
€l  romero ,  despliego  ,  el  almaraduj ,  el  oréga- 
no, la  calaminta,  el  serpol ,  la  ajedrea,  el  po- 
leo ,  el  hisopo,  la  albahaca,  la  yerbabuena,  el 
torongil  cidrado,  etc. 

Aromas  flores:  las  de  cantueso,  de  romero,  de 
rosas, de  clavel,  de  azafrán,  de  salvia,  etc. 

Aromas  frutos  y  semillas:  el  clavo  de  especia, 
la  nuez  noscada,  la  pimienta,  el  cardamomo,  las 
cubebas,  el  cilantro,  el  comino,  el  anís,  el  hinojo, 
las  bayas  de  laurel ,  etc. 

Aromas  gomas  ó  resinas:  el  estoraque  calami- 
ta, el  benjuí,  la  mirra,  el  incienso,  la  almáciga, 
el  galbano  ,  el  bálsamo  de  la  Meca,  el  alcanfor, 
el  bálsamo  del  Perú,  el  ámbar  gris,  el  almizcle, 
etc. 

Las  sustancias  aromáticas  son  excitantes,  tó- 
nicas y  fortificantes;  reaniman  la  acción  de  las 
partes  ,  aceleran  la  circulación ,  dan  mas  activi- 
dad á  los  órganos  de  los  sentidos,  á  los  de  la  ge- 
neración, etc.  De  aquí  las  propiedades  carmina- 
tivas, cordiales ,  afrodisiacas,  antiespasmódicas, 
etc.,  que  se  las  han  concedido. 

Lasaromas  son  muy  usadas  como  condimentos, 
para  realzar  el  sabor  de  los  manjares,  facilitar 
su  digestión  por  la  excitación  que  procuran  en 
el  estómago ;  y  así  es  que  ocupan  el  primer  lugar 
entre  los  estomáticos,  propiedad  cuya  aplicación, 
para  ser  útil,  exije  ciertas  condiciones  de  esta 
viscera,  como  estar  libre  de  toda  irritación,  y 
sobre  todo  de  toda  inflamación. 

En  los  climas  calientes  ,  parece  que  el  uso  de 
las  aromas  es  indispensable  para  reparar  las 
fuerzas  que  agota  el  calor  excesivo  del  clima  por 
los  sudores  que  provoca,  y  restablecer  el  estado 
de  languidez  en  que  esta  diaforesis  pone  á  todos 
los  órganos,  particularmente  á  los  de  la  diges- 
tión. Igualmente  hay  precisión  de  añadir  á  las 
aromas  excitantes  irritantes,  tales  como  el  betel, 
Jos  pimientos,  la  cal  viva,  etc. ,  etc. ,  que  serian 
.nocivos  en  nuestras  comarcas  frias  ó  templadas, 
en  las  que  las  aromas  de  la  India  deben  ya  tomar- 
se con  mucha  moderación  para  no  causar  infla- 
mación ó  á  lo  menos  excitación  insólita. 

AROS ,  A bar eos  ó  Cercos  de  euba. 
Ligaduras  de  madera  que  sirven  para  atar  los 
toneles ,  las  pipas,  las  cubas,  etc.  Se  hacen  de 
abedul  y  de  toda  madera  plegadiza  :  los  mas  es- 
timados son  los  de  castaño  ,  ya  por  ser  fáciles  á 
doblarse,  ya  por  resistir  mucho  a  la  humedad  de 
las  bodegas.  Por  lo  regular  se  toman  los  retoños 


ARO 

del  árbol  para  hacer  los  aros  destinados  á  este 
uso,  pero  como  esta  madera  no  está  formada,  na- 
na extraño  es  que  se  echen  á  perder  semejantes 
aros  á  causa  de  su  carcoma.  La  mejor  madera 
para  este  uso  es  el  roble,  cuyos  aros  son  fuertes, 
largos  y  de  duración.  Los  aros  se  venden  al  cien- 
to, á  la  gruesa  y  á  la  docena. 

A  íi  U W  84  -  TIIB A  .  Arrak-tuba. 
Especie  de  alcohol  obtenido  del  vino  (savia  fer- 
mentada) de  palmero  en  la  India,  y  sobre  todo  en 
Java,  en  las  Filipinas,  etc. 

Este  alcohol  sirve  para  los  mismos  usos  que 
el  de  vino  en  Europa :  los  bramas  no  lo  beben, 
según  sus  ritos ,  y  hasta  lo  tienen  tanta  aversión 
que  lo  llaman  Parriah-Arrak.  El  arrack  se  des- 
tila sobre  diferentes  sustancias  cuyas  propieda- 
des toma :  destilado  sobre  cáñamo  ,  produce 
una  embriaguez  llena  de  sueños  agradables; 
sobre  la  corteza  de  la  Acacia  be  Arabia  (Acacia 
arábica,  L. ),  es  astringente,  y  es  una  de  sus  pre- 
paraciones medicinales  mas  usadas;  si  se  le  des- 
tila sobre  la  nuez  vómica ,  se  trasforma  en  ve- 
neno. Por  lo  común,  se  le  hacen  infundir  flores 
del  Basia  mantecoso  (Bassia  batyracea  Roxb.), 
para  aromatizarlo,  y  hacerle  mas  agradable,  lle- 
vando entonces  el  nombre  de  Arrack-Mahwah. 

AKliO£*£.  Llámase  así  al  mosto  cocido  al 
fuego  hasta  que  toma  la  consistencia  de  miel  ó 
jarabe.  En  farmacia,  lleva  también  el  nombre  de 
Arrope  ó  Rob  el  zumo  de  moras,  de  bayas  de 
saúco  y  de  otras  frutas  semejantes,  mezclado  con 
miel  ó  azúcar  y  cocido  hasta  que  toma  consisten- 
cia de  jarabe.  En  Estremadura,  se  llama  Arrope 
al  almíbar  que  se  hace  de  miel  cocida  y  espuma- 
da. En  Cataluña,  toma  también  el  nombre  de  Ar- 
rope el  mosto  cocido  al  fuego  con  algunas  frutas, 
como  camuesas,  higos,  calabaza,  sandía  y  otras, 
hasta  que  toma  consistencia  de  miel  ó  de  jarabe 
muy  espeso. 

AKKOW-BOOT.  Nombre  inglés  dado 
colectivamente  á  la  fécula  procedente  de  la  raíz 
de  muchas  plantas  monocotiledones ,  como  se  lla- 
ma Sagú  á  la  que  se  extrae  de  la  médula  de  los 
palmeros. 

El  arrow-root  se  extrae  de  las  raices  tuberosas 
del  Maranta  de  la  India  \Maranta  indica,  Tus- 
sac) ,  y  de  las  del  Maranta  como  caña  [Maranta 
arundínacea,  L.) ,  que  se  cultivan  en  la  India  y 
en  las  Antillas  para  este  objeto.  Esta  última  plan- 
la  es  llamada  Yerba  de  las  flechas,  Arrow  en  in- 
glés ,  porque  los  naturales  del  país  aplican  esta 
raíz  machacada  sobre  sus  heridas,  de  donde  vie- 
ne el  nombre  de  A  rrow-root.  En  Trav  ancora,  en  la 
India,  se  extrae  también  esta  sustancia  de  la 
Cúrcuma  de  hojas  angostas  (Üurcuma  angustifo- 
gña,  Roxb.) ,  de  superior  calidad,  según  se  ase- 
gura, á  la  que  procede  del  Maranta.  En  Taiti,  se 
extrae  de  la  raíz  tuberosa  del  Taca  pinatifidv 
( Taoca  pinnalifida ,  L.) ,  déla  familia  de  las  aroi- 
deas ,  que  los  Ingleses  prefieren  también  al  del 
Maranta,  y  exijen  en  tributo  cierta  cantidad  á 
los  insulanos. 

La  fécula  que  se  obtiene  de  las  plantas  de  los 
géneros  Aro  v  Caladio  es  la  que  mas  se  áseme- 


ARIl       - 

ja  al  arrow-root.  Según  Martius,  las  raíces  de 
nuestra  Sagitauia  con  hojas  ds  basta  [Sagitta- 
ria  sagino?  folia,  L.)  dan  una  fécula  que  no  puede 
distinguirse  del  arrow-root.  La  que  se  obtiene  de 
la  avena  es  bastante  parecida,  según  el  señor 
Chevallier,  al  arrow-root,  al  que  reemplaza  á 
satisfacción  de  ciertas  personas. 

El  arrow-root  es  una  fécula  mas  fina,  menos  as- 
pera  al  tacto  y  menos  blanca  que  el  almidón,  pero 
mas  compacta"  y  mas  pesada  que  él,  y  que  está  for- 
mada de  granos  trasparentes  y  nacarados,  sin  sa- 
bor. Se  prepara  rallando  las  raices  del  Maranta 
en  el  agua,  y  separando  la  fécula  que  se  lava  mu- 
chas veces.  Obtiéneseun  poco  menos  del  cuarto  en 
peso  de  la  raíz  empleada  ;  esta  fécula  se  prepara 
en  el  momento  en  que  las  hojas  de  la  planta  em- 
piezan á  secarse.  La  que  se  obtiene  de  la  Taca 
es  muy  blanca  y  untuosa  al  tacto.  En  el  comer- 
cio se  prefiere  el  arrow-root  de  la  Jamaica ,  aun- 
que el  de  la  Martinica  no  le  ceda  en  calidad. 

Si  bien  hay  la  mas  grande  analogía  respecto  á 
las  propiedades  químicas  y  alimenticias  entre  to- 
das las  féculas,  estas  presentan  diferencias  en  su 
configuración  exterior,  en  su  cristalización,  si  así 
puede  expresarse,  y  sobre  todo  en  el  microsco- 
pio, ofreciendo  todas  diferencia  en  el  sabor ,  que 
saben  apreciar  las  personas  habituadas  á  usarlas. 
El  arrow-root  se  distingue  de  las  féculas  de  trigo 
y  de  patatas ,  porque  metiendo  diez  granos  del 
primero,  según  el  Sr.  Pfaf,  en  dos  onzas  de  agua, 
no  se  tiene  sino  un  liquido  ligeramente  mucilagi- 
noso,  mientras  que  con  las  otras  dos  se  tiene  un 
engrudo  espeso.  Según  el  Sr.  Bentzen,  al  contra- 
rio, cuando  la  fécula  es  pura  da  el  doble  de  mucí- 
lago  que  el  almidón ;  cuando  está  alterada  con  ha- 
rinas de  yuca,  etc.,  da  menos,  mezcla  que  proba- 
blemente" habia  tenido  lugar  en  el  arrow-root  ex- 
perimentado por  Pfaf.  El  de  Puerto -Rico  se  halla 
casi  siempre  en  este  caso ,  mientras  que  el  de  las 
islas  inglesas  y  danesas  es  puro.  Según  el  Sr.  Gui- 
bourt,  observado  el  arrow-root  en  el  microscopio, 
se  vé  que  sus  granos  son  traslúcidos  y  mas  pe- 
queños que  los  del  almidón  de  patata,  aunque  su 
forma  y  su  volumen  sean  también  variables. 

Según  el  señor  Benzon,  el  arrow-root  contiene 
harina,  parenquina,  materia  albuminosa,  álcali, 
aceite  elerado  y  agua.  Este  químico  ha  calculado 
que.  la  raíz  da  33  por  100  de  una  harina  uu- 
ii  iü\apura,  que  dobe  tener  la  preferencia  sobre 
todas  la»  demás  raíces  conocidas.  • 

El  arrow-root  tiene  la  propiedad  de  todas  las 
féculas;  es  nutritivo  y  corroborante,  sobre  todo 
para  las  personas  delicadas,  débiles,  y  extenua- 
das; el  (pie  se  extrae  de  la  Taca  es  muy  saluda- 
ble para  los  convalecientes  déla  disentería,  tan 
frecuentemente  contraída  en  los  largos  viajes  ma- 
rítimos. Aconséjase  el  arrow-root  á  los  tísicos, 
y  á  las  personas  que  tienen  el  estómago  débil. 

El  señor  Merat  piensa  que  la  fécula  de  patatas 
es  superior  al  arrow-root,  no  solo  porque  jamás 
esta  alterada,  es  mas  fresca  \  mas  barata,  si  que 
también  es  mas  fácil  de  digerir,  de  un  sabor  mas 
agradable  y  se  une  mejor  á  los  líquidos  con  los 
cuales  se  la"  asocia  para  hacer  potajes ,  etc.  Los 


.Mili  251 

médicos  de  Londres  lo  prescriben  á  sus  enfermos 
en  los  casos  en  que  ellos  empleaban  el  sagú  y 
el  salep. 

En  1849,  se  recibieron  en  esta  ciudad  proce- 
dentes del  extranjero  49  libras  de  arrow-root, 
valor  de  343  rs.  vn. 

ARROZ,  Ouvza.  Género  de  plantas  déla 
familia  de  las  gramíneas ,  y  de  la  hexandria  ino- 
noginia  de  Linneo ,  que  solo  contiene  una  especie. 

Arroz  cultivado  (Oryza  sativa,  L.). 
Linneo  cree  que  esta  planta  es  originaria  de  la 
India,  pero  otros  pretenden  que  lo  es  de  la  Etio- 
pia v  que  de  tiempo  inmemorial  era  cultivada  en 
la  China;  habiendo  sido  después  introducida  en 
Egipto,  y  en  seguida  en  la  Grecia.  Teofrasto  di- 
ce que  en  su  tiempo  el  arroz  era  muy  raro,  por- 
que hacia  pocos  años  que  habia  sido  traído  de 
las  Indias ,  y  añade  que  su  uso  le  probaba  tanto 
que  hubiese  dado  la  sal  de  Alica  por  un  arroz  con 
leche  de  Asia.  Finalmente ,  propagóse  su  cultivo 
en  África ,  en  América  y  en  Europa  en  los  luga- 
res calientes  ó  templados. 

Propagado  el  arroz  en  todas  las  regiones  inter- 
tropicales de  ambos  mundos ,  y  mas  allá  puesto 
que  se  cultiva  en  Europa ,  puede  casi  afirmarse 
que  las  tres  cuartas  partes  de  los  pueblos  cono- 
cidos se  alimentan  de  este  cereal,  siendo  de  to- 
das las  plantas  la  mas  preciosa  para  el  género 
humano,  aunque  se  la  compare  con  el  trigo.  No 
obstante ,  exigiendo  esta  planta,  para  su  vegeta- 
ción, lugares  acuáticos  ó  que  puedan  hacerse  ta- 
les por  medio  de  abundantes  riegos,  su  cultivo 
es  siempre  insaluble,  en  razón  de  las  emanacio- 
nes pantanosas ,  y  en  consecuencia  deletéreas 
á  que  dá  origen,  observándose  que  las  personas 
á  él  dedicadas  se  presentan  descoloridas  y  abo- 
tagadas, son  débiles,  escorbúticas,  etc.,  y  se 
dice  que  viven  poco.  De  ahí  es  que  los  gobiernos 
de  los  países  civilizados,  deseando  conservar  la 
salud  de  sus  subditos ,  preservándoles  de  las  ca- 
lenturas intermitentes ,  perniciosas,  etc.,  tan  fre- 
cuentes en  las  cercanías  délos  arrozales,  han  limi- 
tadoel  establecimiento  de  éstos  á  ciertas  distancias 
de  las  grandes  poblaciones.  En  la  India,  en  la  Chi- 
na, y  también  en  Egipto,  sin  embargo,  los  arrozales 
no  exalan  ningún  vapor  dañino,  lo  que  depende 
de  su  posición  y  de  la  manera  de  dirigir  su  cul- 
tivo ,  por  medio  de  agua  corriente,  que  puede 
renovarse  con  frecuencia.  La  España  y  la  India 
son  los  únicos  puntos  de  Europa  en  que  aun  se 
cultiva  el  arroz  de  regadío,  si  bien  entre  noso- 
tros empieza  ya  á  ensayarse  el  cultivo  de  la  va- 
riedad arroz  de  secano  ,  que  se  halla  introdu- 
cido en  muchos  otros  puntos  y  ipie  no  requiere 
sino  riegos  regulares  y  no  presenta  los  inconve- 
nientes del  anterior. 

El  arroz  es  un  cereal  cuyo  tallo  se  eleva  de  3  ó 
4  pies ;  sus  hojas  son  largas  semejantes  á  las  de 
los  trigos];  sus  flores,  compuestas  de  una  gluma 
de  dos  ventallas,  en  espigas  en  la  sumidad  del 
tallo;  semillas  blancas,  exteriormente  parecidas 
á  las  de  la  cebada,  encerradas  en  una  capsulacs- 
triaday  terminada  por  una  barba. 

Esta  planta  está  sujeta  a  una  enfermedad  re- 


m  Aita 

oientemenle  observada  y  poco  conocida,  la  Bruso- 
na,  que  ejerce  grandes  estragos  en  los  arrozales 
de  las  colonias,  destruyendo  a  veces  súbitamente 
campos  enteros. 

Según  los  países  y  el  calor  que  en  ellos  hace, 
el  arroz  tarda  de  cuatro  á  seis  meses  en  llegar 
á  su  perfecto  desarrollo ,  en  cuyo  estado  se  siega 
como  el  trigo,  se  pone  en  pequeñas  baces ,  se  íc 
deja  secar ,  y  por  puñados  sa  le  golpea  con  la 
mano,  sobre  el  suelo;  en  seguida,  en  un  morte- 
ro de  madera  ,  se  contunde  la  semilla  para  qui- 
tarle la  cubierta  ,  que  la  envuelve ,  que  es  bas- 
tante tenaz;  para  conseguir  este  objeto  también 
se  ecba  mano  de  un  molino ,  y  en  el  Japón  se  pa- 
talea fuertemente  el  grano.  Entonces  la  semilla  es 
blanca,  oblonga,  semitrasparenfe,  dura  y  propia 
para  ser  empleada:  en  los  buenos  años,  si  se  han 
cultivado  escogidas  variedades,  el  arroz  produce 
50  por  uno,  y  en  muchas  comarcas  del  Japón  y  de 
las  Indias  orientales  se  obtienen  dos  cosechas  por 
año. 

Si  bien  no  se  conoce  mas  de  una  sola  especie 
de  este  género,  sin  embargo  ofrece  muchas  va- 
riedades que  se  distinguen  por  la  forma  de  la 
semilla.  Estas  variedades,  admitidas  como  espe- 
cies por  ciertos  autores,  son  cultivadas  en  los 
climas  calientes  del  globo;  del  reino  de  Valencia 
se  remitieron  á  la  exposición  de  Londres,  en  I  x;>  I , 
Arroz  común  [Oryza  saliva  communis ) ,  Arroz 
?.;oscado  [Oryza  rubra)  ,  Arroz  largo  [Oryza 
cbnqata),  y  Arroz  hermoso  (Oryza  pulcherima). 

La  semilla  de  esta  planta,  que  también  lleva 
el  nombre  de  A rroz  ,  tiene  la  ligura  de  un  pe- 
queño grano  prolongado ,  á  veces  algo  redon- 
deado, trasparetne,ú  opaco,  de  un  blanco  caído, 
y  también  amarillento ,  de  sabor  harinoso,  é  ino- 
doro. 

A  Europa  liega  una  gran  cantidad  de  arroz  del 
Levante,  del  Egipto,  y  de  las  Indias  orientales, 
y  sobre  todo  de  Bengala ,  que  en  general  es  de 
calidad  mediana;  el  de  Madagascar  y  de  Java 
es  también  muy  inferior ,  en  términos  que  los 
buques  lo  cargan  como  á  lastre  ,  atendido  su  es- 
casísimo valor ,  insuficiente  para  pagar  los  gas- 
tos de  tan  largo  trasporte. 

Arroz  de  los  Estados-Unidos.  El  mejor  arroz 
que  se  importa  en  Europa  es  el  de  los  Estados- 
Unidos  de  la  América  del  norte ,  principalmente 
el  de  la  Carolina ,  que  es  muy  estimado ,  y  se 
vende  á  un  precio  mas  subido  que  el  del  Indostan 
y  otros  paises  del  Oriente. 

Arroz  de  la  Carolina.  Grano  de  un  blanco 
caído  y  á  veces  helado ,  trasparente  ,  anguloso, 
prolongado,  sin  olor  y  de  sabor  harinoso  franco. 
Obsérvanse  en  él  algunos  granos  surcados  longi- 
tudinalmente por  pequeños  filamentos  rojos ,  y 
otros  todavía  ocultos  en  su  cubierta.  Embalaje: 
cajones  y  medios  cajones. 

Arroz  de  Savanach.  Tan  solo  difiere  del  de  la 
Carolina  en  que  el  grano  es  mas  .pequeño  ,  mas 
cuadrado,  y  de  un  tinte  blanco  rojizo.  Embalaje: 
cajones  y  medios  cajones. 

Arroz  de  la  India.  Es  pequeño,  prolongado, 
de  color  blanco  caido ,  con  frecuencia  amarillen- 


ARR 

to,  sin  trasparencia ,  y  de  sabor  dulce  y  fresco; 
los  granos  raras  veces  son  enteros.  Embalaje: 
sacos  de  tela  doble,  de  pesos  irregulares. 

Arroz  de  Europa.  El  arroz  apenas  es  cultiva- 
do en  Europa  á  no  ser  bajo  la  temperatura  tem- 
plada del  clima  délos  olivos,  en  el  sud  déla 
grande  cordillera  de  los  Alpes  y  de  la  de  los  Pi- 
rineos. La  España  y  el  Piamonte  son  las  comar- 
cas europeas  en  donde  el  cultivo  del  arroz  es  mas 
productivo. 

Arroz  de  España.  Es  largo,  angulado ,  blanco, 
trasparente ,  de  sabor  harinoso ,  y  sin  olor ,  y  el 
mas  apreciado  de  todos.  Su  cultivo  tiene  lugar  en 
Valencia,  ribera  alta  y  ribera  baja:  Valencia, 
Cubera  y  Sueca  son  los  puntos  en  donde  el  co- 
mercio hace  las  compras  de  este  grano  ;  el  de 
Valencia  es  el  de  primera  clase,  y  el  de  los  otros 
puntos  es  de  calidad  mas  inferior.  En  estos  países 
de  producción  se  vende  por  barcillas,  y  cada  saco, 
que  es  del  modo  como  se  expide  embalado ,  con- 
tiene 7  barcillas,  que  equivalen  á  unos  dos  quinta- 
les castellanos,  i 

En  el  comercio,  se  distingue  en  Arroz  florete  de 
cuatro  pasadas ,  Arroz  bueno  de  tres  pasadas, 
Arroz  mediano  bueno  de  tres  pasadas,  Arroz 
mediano  regular  de  tres  pasadas  ,  Arroz  de  dos 
pasadas  bueno  ,  y  Arroz  de  dos  pasadas  bajo. 

El  arroz  se  vende  á  peso,  y  en  Barcelona  se 
acostumbra  abonar  una  libra  por  saco  pesado  en 
balanza  ó  peso  de  cruz. 

La  producion  de  arroz  en  cascara,  en  Espa- 
ña, se  valúa  á  unos  200,000  cahíces  ,  término 
medio.  En  otro  tiempo  se  cultivaba  bastante  ar- 
roz en  Cataluña  en  el  Ampurdan,  pero  al  pre- 
sente su  cosecha  es  insignificante. 

Según  la  Balanza  mercantil  de  la  I.  Junta  de 
Comercio,  en  1849,  se  importaron  en  Barcelona 
403,945  arrobas  de  arroz ,  valor  de  7.674.955  rs. 
vn.  La  exportación  fué  á  diferentes  puntos  del 
reino  4,500  arrobas  ,  valor  de  85,500  rs.  vn. ,  y 
á  las"  provincias  de  Ultramar,  72,394  arrobas,  va- 
lor de  1.375,468  rs.  vn.  La  cantidad  que  se  ex- 
porta á  nuestras  colonias  depende  de  los  arribos 
de  este  grano  procedente  del  extranjero  en  di- 
chos puntos.  Según  la  Dirección  general  de  Adua- 
nas y  Aranceles,  en  1850,  la  exportación  de 
arroz  fué  de  13.174  arrobas  á  la  Argelia,  7.487 
id.,  áGibraltar,y  3.218  id.  á  otros  puntos  del 
extranjero  :  Total  23.879  arrobas. 

Arroz  del  ¡Hamonte.  En  granos  de  un  blanco 
gris,  sin  trasparencia ,  mas  cortos,  mas  redon- 
deados y  mas  gruesos  que  los  de  las  demás  es- 
pecies, y  cargado  de  un  pequeño  grano  semejan- 
te al  mijo.  Embalaje  :  el  arroz  del  Piamonte  pro- 
piamente dicho  llega  en  balones  largos  de  tela 
fuerte,  del  peso  de  206  libras;  el  que  viene  del 
litoral ,  llamado  Rivera  de  Genova,  está  en  balo- 
nes cuadrados  de  tela  fina  de  algodón,  que  pe- 
san 217  libras.    - 

El  arroz  es  susceptible  de  ser  devorado  por  la 
larva  de  una  polilla  y  por  un  coleóptero  del  ge- 
nero Bruco  ;  no  obstante  se  conserva  mejor  que 
el  trigo  ,  y  bajo  este  punto  de  vista  es  mucho 
mas  ventajoso  para  los  largos  viajes,  sobre  todo 


AKR 
por  que  no  hay  necesidad  de  reducirlo  á  harina, 
y  no  presenta*  salvado,  y  basta  una  ligera  coc- 
ción para  poderlo  comer  al  momento. 

El  arroz  debe  escogerse  nuevo,  blanco,  grana- 
do, limpio,  seco  y  que  no  huela  á  tierra  ni  á  moho. 

Él  análisis  químico,  según  Vauquelin  ,  mani- 
fiesta que  esta  semilla  es  esencialmente  amilácea, 
y  que  apenas  contiene  vestigios  de  gluten,  de  tos- 
íalo de  cal  y  de  materia  azucarada,  de  lo  que  se 
deduce  que  es  muy  diferente  del  trigo.  El  Sr.  Yo- 
gel  ha  encontradoen  ella:  fécula,  96  (ningún  ce- 
real contiene  tanta) ;  azúcar,  \ ;  albúmina,  0,20; 
aceite  craso,  1,50;  pérdida  1,30.  Según  el  Sr. 
Bracounot,  contiene  agua,  5;  almidón,  85,07;  pa- 
renquina,  4,80;  materia  animalizada,  3,  60;  azú- 
car incristalizable,  0,29 ;  materia  gomosa,  \,7\; 
aceite,  0,f3;  fosfato  decaí,  0,40. 

Parmentier  analizó  el  arroz  comparativamente 
con  los  demás  granos  de  la  familia  de  las  gramí- 
neas ,  y  reconoció  que  si  bien  se  reduce  á  harina 
que  tiene  la  blancura  del  almidón ,  no  ofrece  la 
tenacidad  ,  el  cri  ni  el  tacto  de  esta  sustancia. 
Echado  al  fuego,  este  grano  peterréa,  se  inflama, 
y  deja  por  residuo  un  carbón  ligero.  Desleída  eu 
agua  fría ,  la  harina  de  arroz  se  precipita  al  cabo 
de  cierto  tiempo,  sin  que  se  disuelva  hasta  que 
el  fluido  está  calentado  al  grado  de  la  ebullición, 
obteniéndose  entonces  una  jalea  menos  traspa- 
rente que  la  del  almidón.  La  pasta  de  harina  de 
arroz  malaxada  por  algún  tiempo  se  contrae  fá- 
cilmente y  .puede  vaciarse  como  el  yeso.  Parmen- 
tier colocó  el  arroz  entre  el  almidón  y  la  goma, 
de  cuyas  propiedades  participa ,  distinguiéndose 
de  estas  sustancias  tan  solo  por  algunas  ligeras 
diferencias  :  parece,  añade  dicho  químico  ,  que 
si  los  pueblos  entre  los  cuales  el  arroz  hace  vi- 
ces  de  pan,  no  lo  aproximasen  á  la  naturaleza  de 
este  alimento ,  limitándose  no  mas  que  abrirlo, 
este  grano  tan  interesante  solo  produciría  los  efec- 
tos de  una  papilla  que  sacia  pero  que  alimenta 
poco. 

La  composición  del  arroz  ,  en  la  que  no  se  en- 
cuentra gluten,  explica  porque  no  puede  hacerse 
verdadero  pan  con  la  harina  de  este  cereal ;  lo 
que  par  otra  parte  es  una  ventaja  demás,  puesto 
que ,  para  emplearlo  en  la  alimentación,  se  ahor 
ran  gastos.  Un  vaso  de  tierra  y  un  poco  de  lum- 
bre bastan  al  Indio  para  cocer  su  arroz,  que  él 
come  muy  diestramente  con  sus  dedos. 

Aunque  los  Indos  cultiven  mucho  trigo  de  ex- 
celente calidad,  dan  la  preferencia  al  arroz,  por- 
que ellos  no  necesitan  de  mucho  alimento  ,  y  esla 
gramínea  atempera  el  calor  de  la  sangre  en  aque- 
llos ardientes  climas.  Entre  ellos  la  primera  va- 
riedad de  arroz,  que  principalmente  es  cultivada 
en  Bengala,  lleva  el  nombre  de  Binafouli ;  coci- 
da ,  exhala  un  olor  agradable  de  ámbar ,  es  la 
mas  sabrosa  y  también  la  mas  nutritiva.  El  Cham- 
ba y  el  (¡oundeli  son  dos  variedades  de  arroz  sin 
barba.  La  variedad  Cacha,  reducida  á  fécula, 
sirve  para  la  confección  de  las  cremas,  y  de  una 
especie  de  torta  muy  delicada,  llamada  A  pe,  y 
también  para  hacer  sémola,- fideos  y  pastas.  Los 
Indos  preparan  el  arroz  de  diferentes  maneras  ¡ 


ARR  á.i3 

el  Neli  ó  resou  que  se  tosta,  se  abre  y  se  despega 
de  la  gluma  por  la  acción  del  fuego,  y  entonces 
los  granos  se  hinchan  y  forman  flores  blancas 
por  dentro  y  rojizas  por  encima;  este  arroz  pasa 
á  ser  tan  ligero  como  la  flor  de  jazmín  cuyononi- 
bre  recibe  en  lengua  indiana,  que  es  Pbri.  Asi 
preparado,  es  un  alimento  muy  ligero,  se  da  co- 
mo juguete  á  los  niños,  y  se  administra  á  los  en- 
fermos disentéricos.  El  Kicheri  no  es  otra  cosa 
que  arroz  cocido  con  lentejas  ó  habichuelas,  ali- 
mento que  seria  precioso  para  los  ejércitos.  El 
arroz  avele  es  neli  ó  resou  cocida  en  muy  poca 
agua.  El  agua  de  arroz  muy  espesa  la  emplean 
como  atemperante  y  nutritiva,  sobre  todo  cuando 
la  beben  fresca. 

Eu  China  se  hace  tanto  aprecio  del  arroz  que  la 
salutación  en  uso  entre  las  gentes  del  pueblo  de 
ciertas  provincias  meridionales  se  espresa  por 
estas  palabras:  ¿Habéis comido  arroz?  Los  Chi- 
nos hacen  cocer  el  arroz  al  vapor  en  coberteras 
taladradas  como  espumaderas:  este  vapor  lo  pe- 
netra y  lo  reblandece  sin  abrirlo.  En  la  provincia 
de  Kiam-Si  hay  una  ciudad  que  goza  de  mucha 
nombradla  por  la  calidad  de  arroz  llamado  Grano 
de  plata,  que  se  reserva  para  la  mesa  del  empe- 
rador ,  gozando  también  el  vino  de  arroz  que  en 
ella  se  fabrica  de  gran  reputación  en  este  impe- 
rio. En  la  provincia  de  Chane-Si,  se  hace  también 
con  el  arroz  una  especie  de  vino,  llamado  Yan- 
tsieou,  es  decir  vino  de  carnero,  bebida  alco- 
hólica ,  emborrachadora  y  muy  buscada  de  los 
Chinos. 

En  el  reino  de  Siam  hay  una  especie  de  arroz, 
trasparente  y  muy  uno,  que  no  se  emplea  sino 
en  las  fiestas":  se  hace  cocer  con  una  gallina,  ó 
tocino  fresco  ;  es  de  un  blanco  de  nieve,  mas  li- 
gero (pie  el  otro,  y  por  consiguiente  de  mas  fá- 
cil digestión.  También  en  estos  pueblos  hacen 
con  arroz  una  especie  de.lideos ,  que  comen  con 
pescado  ó  con  azúcar. 

Los  Indios  comen  el  arroz  frió  porque  pretenden 
que  caliente  daña  á  los  nervios  y  á  los  ojos.  Lin- 
neo  dice  que  frió  es  preferible  a  todos  los  demás 
harinosos  sin  exceptuar  el  trigo,  y,  si  se  ha  de 
creer  á  Lister,  ningún  alimento  sacia  y  hace  re- 
sistir el  hambre  por  mas  largo  tiempo"  que  éste: 
pero,  según  Aulagnier,  esto  no  es  exacto,  porque 
cuando  se  hacia  la  distribución  de  arroz  álos 
soldados  franceses,  en  falta  de  otros  alimentos, 
era  preciso  dárselo  muchas  veces  al  dia. 

En  Bengala,  en  la  costa  de  Malabar  y  de  Sura- 
ta ,  los  marineros  indianos  preparan  con  este 
grano  manjares  que  ellos  llaman  Átrols,  y  que 
comen  en  vez  de  galleta. 

Los  antiguos  colocaban  a  este  grano  en  el  nu- 
mero de  los  alimentos  ligeros  y  de  fácil  digestión. 
La  papilla  ó  la  crema  de  arroz  fué  el  alimento  de 
los  Romanos  al  principio  de  su  monarquía.  En 
las  ofrendas  prescritas  por  Numa ,  se  daba  la 
preferencia  á  las  tortas  de  arroz.  «Si  teniendo  las 
«manos  puras,  dice  Horacio,  os  acercáis á  los 
«altares,  no  hay  víctima  mas  eficaz  para  apla- 
ca ar  a  los  dioses  irritados  que  una  ofrenda  de  ar- 
«iüz  sazonado  con  un  poco  de  sal.»   Pero  para 


854  AttR 

ser  digno  de  la  magostad  de  los  dioses,  este 
grano  debia  estar  mondado. 

Casi  el  único  alimento  de  la  mayor  parte  de 
los  Orientales  es  el  arroz  cocido  ligeramente 
por  lo  común  en  el  agua,  y  al  que  se  añade  á 
veces  algunas  aromas  ó  condimentos  para  disi- 
mular su  desabor.  Estos  pueblos  sobrios  se  con- 
tentan con  este  cereal ,  beben  agua  y  no  conocen 
esa  multiplicidad  de  alimentos  animales ,  prepa- 
rados con  grandes  gastos ,  y  que  son  para  los 
Europeos  el  origen  de  numerosas  enfermedades. 

Entre  nosotros ,  el  arroz  es  un  alimento  acce- 
sorio :  con  él  se  preparan  potajes,  papillas,  cre- 
mas, jaleas,  tortas,  etc.,  asociándole  con  agua, 
leche,  caldo,  azúcar ,  aromas,  etc. ;  se  hace  co- 
cer con  carne  ,  con  pescado,  etc.,y  por  último  se 
usa  de  diferentes  maneras. 

El  arroz  es  un  alimento  sano  y  de  fácil  diges- 
tión, útil  á  los  jóvenes,  y  á  las  personas  sujetas 
á  hemorragias  y  diarreas,  pero  en  general  no  lo 
es  á  los  flegmaticos  y  pituitosos,  siendo  así  que 
conviene  á  los  estómagos  delicados ,  sobre  todo 
en  la  convalescencia  de  las  enfermedades  infla- 
matorias con  irritación  ,  cuando  muy  cocido  y  da- 
do claro. 

Según  el  axioma  Albus  densa ,  cutis  laxa,  ha- 
se  dicho  que  el  arroz  estreñía  el  vientre  y  que 
obraba  sobre  la  piel:  el  Sr.  Hallé  refiere  que  cier- 
tas personas  tenían  manchas  rojas  en  el  cutis 
cuando  lo  comían,  lo  que  dependería  de  una  idio- 
síucracia  particular;  y  respecto  á  la  acusación 
de  estreñir  el  vientre, "producir  la  constipación, 
y  por  consiguiente  calentar ,  hase  padecido  equi- 
vocación, porque  produce  estos  electos  calmando 
el  estado  llegmásico  ,  y  siendo  digerido  casi  en 
totalidad,  á  causa  de  la  abundancia  de  fécula 
que  contiene,  deja  pocas  heces  y  materia  excre- 
menticia. Por  lo  tanto  es  erróneo  el  suponer  que 
sea  caliente  y  también  que  en  la  India  cause  la 
ceguera. 

Se  asegura  que  los  perros  alimentados  no  mas 
que  con  arroz  experimentan  flujos  mucosos  por 
los  ojos,  que  su  orina  no  tiene  ácido  úrico,  que 
la  urea  desaparece  en  parte  de  ella,  y  que  la  al- 
búmina es  aumentada,  etc.;  diciéndose  también 
que  la  acción  de  la  pila  de  Yolta  hace  cesar  estos 
accidentes. 

Para  poder  hacer  cocer  prontamente  el  arroz, 
se  cose  en  un  saco ,  se  hace  abrir  en  el  agua, 
y  en  seguida  se  extiende  sobre  un  mantel  en  el 
cual  se  deja  secar  bien:  preparado  así,  su  sabor 
es  mas  agradable  y  puede  conservarse  por  lar- 
go tiempo.  El  arroz  del  Asia  es  muy  tierno,  y  por 
consiguiente  mas  fácil  de  cocer,  según  que  el  país 
que  lo  produce  es  mas  meridional;  el  del  Piamon- 
te  es  muy  duro  y  cuesta  de  cocer;  el  de  España  se 
cuece  con  facilidad ,  aunque  en  esto  contribuye 
la  naturaleza  de  las  aguas. 

En  medicina,  se  hace  algún  uso  del  arroz  ade- 
más del  de  servir  de  alimento  á  los  convalecien- 
tes. Hay  autores  que  lo  recomiendan  á  los  tísicos 
y  á  los  escorbúticos.  Su  cocimiento  es  prescrito 
en  las  enfermedades  con  irritación,  en  las  infla- 
maciones de  las  membranas  mucosas  del  cslóma- 


ARS 

go  y  de  los  intestinos,  en  las  hemoptisis,  las 
diarreas  ,  la  disentería,  las  afecciones  de  laure- 
tra,  déla  vejiga,  de  los  riñones,  etc.;  calma, 
suaviza  y  atempera  nutriendo  poco ;  se  le  mira 
como  un  astringente,  porque  disminuye  las  diar- 
reas y  los  despeños ,  pero  debe  repetirse  que  cal- 
mando y  suavizando  el  estado  de  flogosis  ó  de  ir- 
ritación que  da  lugar  á  los  flujos  es  cómo  los  mo- 
dera, cuando  son  debidos  á  estas  causas,  ó  qui- 
zás por  una  especie  de  plasticidad  y  volvien- 
do á  dar  mas  tuerza  á  los  tegidos  por  su  pro- 
piedad nutritiva.  Este  cocimiento  ,  al  cual  se 
añade  con  frecuencia  goma,  que  aveces  se  aci- 
dula y  que  se  endulza  con  jarabes  apropiados  ó 
con  azúcar,  es  de  un  uso  frecuente  en  la  medi- 
cina doméstica.  Empléanse  también  lavativas  de 
este  cereal  en  las  afecciones  intestinales  mas  ó 
menos  inflamatorias.  El  arroz,  bien  abierto,  y 
sobre  todo  su  harina  ó  crema,  sirve  con  agua  ó 
leche,  para  hacer  cataplasmas  que  son  emo- 
lientes ,  calmantes,  madurativas ,  y  muy  emplea- 
das en  los  flemones ,  las  inflamaciones  de  la  piel, 
en  los  tumores  dolorosos ,  etc.  :  estas  cataplas- 
mas se  secan  y  se  acedan  menos  que  las  de  semilla 
de  linaza.  La  dosis  del  arroz  es  de  dos  dracmas 
á  media  onza  por  medio  azumbre  de  liquido,  ó 
mas  bien  esta  cantidad  es  indeterminada,  puesto 
que  puede  elevarse  mucho  sin  inconveniente.; 

Los  usos  económicos  del  arroz  son  también 
numerosos.  Con  su  paja,  convenientemente  pre- 
parada, se  hacen  esos  hermosos  sombreros  que 
llevan  las  señoras,  y  que  llegan  de  Italia  (V. 
Sombreros  de  paja) .  Con  el  grano  se  prepara  en 
la  India  una  especie  de  cerbeza  ó  vino  de  arroz, 
llamado  Sacki  ó  Sakki  en  el  Japón,  y  Satnscc  en 
la  China  :  esta  preparación  destilada  suministra 
un  alcohol  llamado  Arrach  ó  Rach,  Kueip  en  el 
Japón  (V.  Arac) ,  que  tiene  todas  las  propiedades 
de  los  demás  alcoholes,  y  desque  se  hace  mucho 
uso  en  la  India,  y  algunas  veces  en  Europa,  en 
donde  se  recibe  muy  poco.  El  cocimiento  cargado 
de  arroz  es  muy  viscoso  y  puede  servir  para  pre- 
parar engrudos  y  pastas,  que  se  emplean  en  la 
India  y  en  la  China  para  la  confección  de  diver- 
sos objetos  de  artes.  Hase  observado  ,  en  Rúan, 
que  el  arroz  de  la  India  podría  suministrar  una 
buena  cola  para  las  fábricas  de  lela  al  aire  libre 
ó  en  aposentos  altos  ,  lo  que  seria  muy  útil  para 
la  salud  de  los  operarios. 

ARSESÍIATO.  Género  de  sales  formadas 
por  la  combinación  del  arsénico  con  los  óxidos  me- 
tálicos. Muchas  de  las  especies  existen  en  la  na- 
turaleza, á  saber  los  arseniatos  da  cal ,  de  cobre, 
de  hierro,  de  cobalto,  y  de  níquel;  los  demás  son 
productos  del  arte. 

La  mayor  parte  de  los  arseniatos  son  blancos, 
bien  que  algunos  son  colorados ,  tales  como  los 
(pie  tienen  por  base  los  óxidos  de  cobre,  de  pla- 
ta, de  cobalto  y  de  níquel.  Tres  solamente  en  el 
estado  neutro  son  solubles  en  el  agua ,  y  son  los 
arseniatos  de  amoníaco,  de  potasa  y  de  sosa  en- 
tre las  sales  minerales. 

Calentados  sobre  las  ascuas  los  arseniatos  se 
descomponen  poco   á  poco  ,    exhalan  un  olor 


ARS 

aliacoo  que  es  muy  sensible,  sobre  todo  cuando 
por  medio  del  soplete  se  tratan  al  calor  de  reduc- 
ción. Mezclados  con  una  cantidad  de  carbón  y  de 
ácido  bórico,  y  calentados  en  la  extremidad  de 
un  tubo  de  vidrio  cerrado  por  un  cabo  ,  dan  un 
sublimado  de  arsénico  metálico. 

Los  arseniatos  solubles  disueltos  en  el  agua  son 
(Viriles  de  distinguir  por  los  precipitados  blancos 
vedijosos  que  producen  con  ellos  las  soluciones  de 
cal  y  de  barita;  por  la  solución  de  deulosulfato  de 
cobre  que  forma  un  precipitado  azul  celeste;  por 
el  nitrato  de  plata  que  ocasiona  un  precipitado 
rojo  de  ladrillo;  en  fin,  el  ácido  hidrosulfúrico  y 
los  hidrosulfatos  en  presencia  de  un  ácido  no  los 
descompone  sino  por  una  acción  prolongada  pro- 
duciendo en  ellos  ,  al  cabo  de  cierto  tiempo,  un 
precipitado  de  un  amarillo  claro. 

Los  arseniatos  en  uso  en  las  arles  y  en  la  medi- 
cina son  los  siguientes: 

Arseniato  de  amoniaco. Empleado  en 
medicina  en  el  estado  neutro.  Se  prepara  satu- 
rando el  ácido  arsénico  por  el  amoníaco,  tenien- 
do cuidado  de  dejar  un  exceso  de  álcali;  se  hace 
evaporar  y  cristalizar.  Esta  sal  cristaliza  en  for- 
ma de  prismas  romboidales. 

Bielt  se  ha  servido  particularmente  de  este 
arseniato  para  combatir  los  herpes  escamosos 
húmedos  que  no  van  acompañados  de  fuerte  in- 
flamación. Se  prescribe  la  Solución  de  arseniato  de 
amoniaco,  que  se  compone  de  arseniato  de  amo- 
niaco ,  8  granos;  agua  destilada,  dos  onzas; 
espiritu  de  angélica ,  media  onza.  Este  licor  se 
administra  á  la  dosis  de  24  granos  á  \  dracma, 
en  un  vehículo  apropiado. 

Arseniato  de  hierro.  Se  prepara  por 
doble  descomposición  del  arseniato  de  sosa  y  del 
sulfato  de  protóxido  de  hierro :  es  una  sal  blanca, 
insoluble  que  se  altera  rápidamente  al  aire.  En 
Inglaterra  ha  sido  propuesto  para  combatir  las 
enfermedades  cancerosas :  el  Sr.  Bielt  lo  ha  em- 
pleado con  ventaja  en  los  herpes  ulcerados  es- 
crofulosos, usándolo  en  forma  de  pildoras,  com- 
puestas de  ars;  niato  dehierro,  3 granos;  extracto 
de  hombrecillo,  2  dracmas;  polvo  de  malvavisco, 
Vi  dracma,  y  jarabe  de  flores  de  azahar,  sufi- 
ciente cantidad  para  formar  una  masa  que  divide 
en  48  pildoras,  de  las  que  da  una  al  día,  y  dos 
cuando  el  uso  ha  sido  continuado  durante  cierto 
tiempo. 

Arseniato  de  potasa.  Existen  dos  ar- 
seniatos de  potíisa,  ambos  venenosos  y  colocados 
en  el  número  de  los  venenos  irritantes:  él  Arse- 
niato neutro  de  potasa,  Arseniato  potásico,  sal 
preparada  por  la  saturación  directa  del  ácido 
arsénico  y  de  la  potasa,  que  se  presenta  en  una 
masa  no  cristalizable  y  delicuescente,  y  que  nin- 
gún uso  tiene;  y  el  Arseniato  ácido  de  potasa, 
Bi-a-rseniato  de  potasa  ,  Bi-arseniato  potásico, 
Sal  arsenical  de  Macquer,  sal  preparada  en  los 
laboratorios  haciendo  obrará  un  calor  rojo,  par- 
tes iguales  de  ácido  arsenioso  y  de  nitrato  de  po- 
tasa mezclados,  tratando  el  residuo  por  el  agua 
hirviendo,  filtrando  y  haciendo  cristalizar  la  so- 
lución concentrada/En  la  villa  de  Gracia,  e\tra- 


abs  m 

muros  de  esta  ciudad,  en  la  fábrica  de  productos 
quimicos  de  los  Sres.  Berreus  y  Compañía  .  se 
prepara  esta  sal ,  como  también  el  Arsenilo  de 
cobre,  de  que  hablaremos  en  su  correspondiente 
lugar,  al  igual  que  en  el  extranjero. 

El  bi-arseniato  de  potasa  se  presenta  en  prismas 
de  cuatro  caras  ,  terminados  por  pirámides  te- 
traedras ;  es  de  un  sabor  ácido  pronunciado  v 
en  seguida  acre  y  estíptico;  es  menos  soluble  eñ 
el  agua  caliente  que  en  el  aguafria;  una  tempera- 
tura elevada  lo  trasforma  en  arseniato  neutro, 
descomponiendo  la  mitad  del  ácido  arsénico  en 
ácido  arsenioso  y  en  oxígeno;  su  solución  acuosa 
concentrada  tiene  la  propiedad  de  precipitar  la 
solución  de  bi-cloruro  de  platino  en  amarillo  na- 
ranjado y  formar  con  la  solución  de  ácido  tartá- 
rico un  precipitado  blanco  cristalino. 

En  las  artes,  el  bi-arseniato  de  potasa  sir\e 
en  tintorería  como  mordiente  ó  para  preparar  el 
baño  para  el  color  azul  celeste ,  asi  como  para 
obtener  los  demás  arseniatos;  en  medicina,  goza 
de  las  mismas  propiedades  que  el  ácido  arsenio- 
so, pero  solo  se  emplea  al  interior  en  forma  de 
solución  á  la  dosis  de  Vis  á  V8  de  grano  en  las 
calenturas  intermitentes  rebeldes,  las  afecciones 
cancerosas,  etc. — Y.  Acido  arsenioso. 

Arseniato  de  sosa.  Existen  también  dos 
arseniatos  de  sosa  :  el  Arseniato  ácido  de  sosa, 
Bi-arseniato  de  sosa,  Bi-arseniato  sódico;  y  el 
Arseniato  neutro  de  sosa  ,  Arseniato  sódico. 
Estas  dos  sales,  análogas  á  los  arseniatos  de  po- 
tasa por  su  composición,  se  preparan  directamen- 
te. El  arseniato  neutro  cristaliza  en  prismas  he- 
xa  éd ricos  regulares,  eflorescentes  al  aire  seco  y 
que  contiene  0,54  deagua.  El  bi-arseniato  s"e 
presenta  en  cristales  no  eflorescentes ,  de  forma 
de  un  prisma  recto  de  base  rombo,  y  que  no  con- 
tiene sino, 0,20  de  agua  de  cristalización. 

Los  arseniatos  de  sosa  se  distinguen  de  los  de 
potasa  en  que  su  solución  no  es  precipitada  ni 
por  el  bi-cloruro  de  platino  ,  ni  por  la  solución 
concentrada  de  ácido  tartárico. 

El  arseniato  de  sosa  neutro  se  administra  al 
interior  en  los  mismos  casos  que  el  ácido  arse- 
nioso, á  la  dosis  de  y8  á  V4  de  grano  (Y.  Acido 
arsenioso).  Se  conoce  bajo  el  nombre  de  Solu- 
ción ó  Licor  arsenical  de  Pcarson ,  una  solución 
de  i  grano  de  arseniato  de  sosa  cristalizado  en 
\  onza  de  agua  destilada,  que  se  emplea  ala  dosis 
de  24  granos  á  t  dracma  por  dia. 

AKSE\ICO.  Este  cuerpo  simple,  llamado 
Bégulo  de  arsénico,  parece  haber  sido  conocido 
deParacelso,  y  Schoeder  describió,  en  1649, 
un  proceder  para  obtenerlo;  pero  su  naturaleza 
particular  no  fuébien  establecidasino  por  Brundt, 
en  1733.  Colocado  por  los  primeros  químicos  en 
el  número  de  los  metales,  fué  clasificado  después. 
por  ciertas  autores  modernos ,  entre  los  cuerpos 
metálicos  ó  metaloideos. 

El  arsénico  existe  en  la  tierra  bajo  tres  estados 
priucipales :  nativo  ,  oxidado  y  sulfurado  ;  perú 
se  encuentra  además  combinado  con  cierto  nu- 
mero de  metales  con  los  cuales  constituye  arse- 
niuros,  tales  son  los  de  cobalto,  de  níquel ,  de  bis- 


256  ARS 

mulo,  de  cobre,  de  plata,  de  antimonio,  de 
hierro,  etc.;  en  fin,  existe  á  veces  combinado 
con  el  oxígeno  y  con  diferentes  óxidos  metálicos 
formando  arseniatos. 

El  arsénico  nativo  se  encuentra  en  Sajonia,  en 
Bohemia ,  en  Ungría ,  en  Hartz ,  en  Súebia ,  y  en 
Santa-María  de  las  Minas  en  Francia,  acompa- 
ñado de  diferentes  menas  de  metales  sulfurados  y 
arseniurados.  Es  de  un  gris  oscuro  ó  negruzco,  y 
se  presenta  en  forma  de  láminas  apretadas  las 
unas  contra  las  otras,  ó  de  tubérculos  compues- 
tos de  capas  concéntricas  ,  ó  de  masas  de  fractu- 
ra escamosa.  El  único  tratamiento  á  que  se  le 
sujeta  consiste  en  sublimarlo  en  retortas  de  hier- 
ro colado;  pero  como  no  es  abundante,  no  es 
así  como  se  obtiene  la  mayor  parte  del  arsénico 
del  comercio. 

Este  procede  sobre  todo  de  las  minas  de  cobal- 
to arsenical ,  del  que  no  es  mas  que  un  producto 
muy  secundario.  Para  privar  á  esta  mena  del  ar- 
sénico (pie  contiene  se  tosta  en  un  horno  de  re- 
verbero terminado  por  una  larga  chimenea  hori- 
zontal. El  arsénico  ,  volatilizado  y  quemado  en 
gran  parte  por  el  oxígeno  del  aire ,  se  condensa 
en  el  estado  de  óxido  blanco  ó  ácido  arsenioso  en 
la  chimenea ,  mientras  que  la  porción  que  ha  es- 
capado á  la  combustión,  siendo  menos  volátil, 
se  detiene  casi  al  principio  del  tubo.  Se  recoje 
este  arsénico  y  se  le  sublima  de  nuevo  en  retor- 
tasde  hierro  colado  ,  antes  de  entregarlo  al  co- 
mercio. 

Este  arsénico  está  en  masas  negruzcas,  forma- 
das de  agujas  prismáticas  laminosas,  poco  adhe- 
rentes  entre  sí ,  que  gozan  de  un  gran  brillo  me- 
tálico cuando  su  superficie  no  ha  experimentado 
el  contacto  del  aire  húmedo,  pero  se  empaña  lue- 
go, y  la  masa  toma  un  tinte  negruzco.  Su  peso  es- 
pecífico en  masa  es  de  4.166  en  fazon  de  los  va- 
cíos que  las  agujas  dejan  entre  sí ;  pero  el  de  los 
cristales  aislados  es  de  5.789,  lo  que  es  también 
sensiblemente  la  densidad  del  arsénico  nativo. 

Este  arsénico  calentado  sobre  las  ascuas,  ó  en 
un  crisol  de  tierra,  se  reduce  en  vapores  blancos 
que  difunden  un  olor  aliáceo  ,  y  no  deja  residuo 
sensible  ,  0,007  de  su  peso  ,  lo  que  es  una  señal 
de  su  pureza.  Calentado  en  un  tubo  de  vidrio  cer- 
rado ,  se  volatiliza  igualmente  y  se  sublima  en 
forma  de  pequeños  cristales  muy  brillantes  y  de 
un  gris  de  acero.  El  brillo  metálico  de  este  pro- 
ducto y  el  olor  aliáceo  que  difunde  sobre  las 
ascuas,  forman  los  caracteres  mas  ciertos  de  la 
presencia  del  arsénico.  Una  lámina  de  cobre  ex- 
puesta á  los  vapores  de  arsénico  se  cubre  de  una 
capa  blanca ,  pulverulenta,  fácil  de  separar. 

El  arsénico  metálico  lleva  en  el  comercio  el 
nombre  de  Cohollo ,  que  es  el  antiguo  nombre 
vulgar  del  Cobalto,  de  las  menas  del  cual  se 
extrae.  Llámasele  también  Polvo  de  moscas,  por- 
que su  principal  uso  es  servir  para  la  destrucción 
de  estos  insectos ,  para  cuyo  objeto  se  le  reduce 
á  polvo  y  se  mezcla  con  agua  en  platos  expues- 
tos al  aire :  el  metal  se  oxida  poco  á  peco  por  el 
oxígeno  del  aire  que  el  agua  contiene  y  que  ella 
absorve  sucesivamente;  el  óxido  se  disuelve  en 


ARS 

el  agua  y  mata  las  moscas  que  van  á  bebería. 
Asegúrase  que  la  atmósfera  que  rodea  esta  agua 
es  funesta  á  las  moscas,  lo  que  merecería  fijar  la 
atención  respecto  al  hombre  mismo.  El  Sr.  Pa- 
yen, por  lo  demás,  ha  probado  que  las  moscas, 
así  envenenadas,  no  son  sensiblemente  vene- 
nosas. 

El  arsénico  metálico  tiene  muy  pocos  usos  en 
las  artes;  casi  únicamente  sirve  para  formar  con 
el  cobre  una  aleación  conocida  con  el  nombre  de 
Cobre  blanco,  muy  usada  en  Alemania  para  una 
multitud  de  pequeños  objetos  de  utilidad  y  de 
adorno ,  y  los  espejos  metálicos  ó  de  telescopio, 
pero  que  tienen  el  inconveniente  de  empañarse  al 
contacto  prolongado  del  aire.  En  general,  se  ob- 
serva que  blanquéalos  metales  colorados  y  qui- 
ta a  los  que  son  dúctiles  su  ductilidad.  Tampoco 
tiene  usos  en  medicina,  pero  forma  la  base  de 
diversos  compuestos  que  han  sido  ó  son  todavía 
empleados  ,  y  de  otros  que  sirven  en  las  artes, 
de  las  cuales  se  hablará  en  su  correspondiente 
lugar. — V.  Acido,  Arseniato,  Arsenito,  Cloruro, 
Oxido  y  Sulfuro. 

Aunque  la  mayor  parte  de  los  compuestos  ar- 
senicales  sean  dé  los  mas  temibles,  no  se  cree  que 
el  arsénico  en  el  estado  de  metal  sea  nocivo.  Ra- 
yen ha  hecho  tomar  unadracma  de  esta  sustancia 
recientemente  preparada  á  un  perro ,  sin  incon- 
veniente ,  y  M.  C.  Renaultha probado  que  el  mis- 
pichel,  aleación  de  arsénico  y  de  hierro,  no  era 
venenosa.  Sin  embargo ,  hase  visto  también  al 
arsénico  causar  el  envenenamiento ,  sea  que  en 
razón  de  su  fácil  alterabilidad,  estuviese  ya  oxi- 
dado en  parte ,  sea  que  á  veces  pueda ,  "en  las 
vías  digestivas  ,  trasformarse  en  ácido  arsenioso. 

El  uso  inconsiderado  de  los  preparados  arseni- 
cales ,  aun  á  dosis  bastante  débil ,  puede  produ- 
cir fenómenos  terribles,  entre  otros  los  de  una 
gastro-ententis  crónica ,  á  que*  siguen  comun- 
mente un  estado  de  hinchazón  general  con  man- 
chas lívidas  ó  erupción  miliar ,  parálisis  de  las 
extremidades,  calentura  lenta,  y  la  muerte.  A 
gran  dosis ,  es  decir  á  mas  de  un  grano  para  el 
ácido  arsenioso,  ó  muchos  granos  para  los  demás 
arsenicales,  estos  compuestos  determinan  súbita- 
mente accidentes  horrorosos,  que  no  es  de  nues- 
tro objeto  enumerar ,  pero  que  en  general  son 
los  de  los  venenos  irritantes,  y  una  muerte  masó 
menos  pronta ,  casi  súbita  también ,  si  la  dosis  es 
considerable ,  y  muchas  veces  entonces  sin  pro- 
ducir lesión  apreciable.  Demasiados  ejemplos  te- 
nemos de  ello ,  porque  estos  agentes ,  además  de 
las  equivocaciones  á  que  dan  á  veces  lugar,  son 
aquellos  á  las  cuales  el  crimen  y  la  desesperación 
acuden  comunmente  para  cometer  sus  atentados. 
El  ácido  arsenioso ,  en  particular,  es  uno  de  los 
venenos  mas  enérgicos  para  todos  los  seres  or- 
ganizados. 

Entre  los  muchos  medios  propuestos  para  com- 
batir el  envenamiento  por  los  preparados  arse- 
nicales ,  el  mejor  y  el  de  efecto  mas  cierto  es  el 
uso  del  hidrato  de  peróxido  de  hierro ,  que  ha 
producido  excelentes  resultados  en  muchísimos 
easos  de  envenenamiento  por  el  ácido  arsenioso. 


ARS 

Este  hidrato  se  administra  en  el  estado  gelatino- 
so ,  que  es  sobre  todo  dé  un  electo  cierto,  en  gran 
cantidad,  pues  en  estado  de  hidrato  puro,  de  2 
á  6  dracmas  bastarían.  Siempre  es  útil  la  expul- 
sión del  veneno ,  cuando  es  posible ,  ya  por  el  vó- 
mito, ya  por  medio  deuna  bomba  ajustada  á  una 
sonda  de  goma  elástica  que  se  introduce  en  el 
esófago  ;  bebida»  tibias  azucaradas ,  muy  abun- 
dantes, y,  mas  tarde,  los  antiflogísticos  y  un  ré- 
gimen severo ,  tales  son  definitivamente* los  so- 
corros mas  seguros. 

ARSENITO.  Sal  resultante  de  la  unión  del 
ácido  arsenioso  con  las  bases  ó  los  óxidos  metá- 
licos. Todos  los  arsenitos  neutros  son  insolubles 
en  el  agua  á  excepción  de  los  de  base  de  amo- 
níaco ,  de  potasa  y  de  sosa;  los  demás  lo  son  pa- 
sando al  estado  de  sales  acidas.  Estas  sales,  como 
los  arseniatos,  puestas  sobre  las  ascuas  desprenden 
un  fuerte  olor  aliáceo ,  y  calcinadas  con  carbón 
en  un  tubo  de  vidrio  dan  un  sublimado  de  arsé- 
nico metálico. 

La  solución  de  los  arsenitos  neutros  difiere  de 
la  de  los  arseniatos  en  que  los  ácidos  producen 
en  ella  un  precipitado  blanco  de  ácido  arsenioso, 
soluble  en  un  exceso  de  agua  destilada;  el  nitra- 
to de  plata  ,  un  precipitado  amarillo  claro;  el 
deutosulfato  de  cobre  ,  un  precipitado  verde 
de  yerba;  en  fin,  cuando  se  añade  á  los  arse- 
nitos un  exceso  de  ácido,  la  solución  de  ácido 
hidrosulfúrico  y  la  de  los  hidrosulfatos  dan  ins- 
tantáneamente un  precipitado  de  un  amarillo  do- 
rado ,  soluble  en  la  potasa  y  en  el  amoníaco. 

Los  arsenitos  de  uso  en  las  artes  y  en  la  medi- 
cina son  : 

Arsenito  de  cobre.  El  primero  que  pre- 
paró esta  sal  fué  Sebéele ,  y  en  razón  del  uso  á 
que  la  destinó  en  la  pintura  ,  fué  designada  con 
el  nombre  de  Verde  de  Schéele.  Obtiénese  por  la 
doble  descomposición  del  arsenito  de  potasa  y 
del  deutosulfato  de  cobre;  preséntase  en  forma 
de  un  polvo  de  color  verde  de  yerba ,  insoluble 
en  el  agua  é  inalterable  á  la  luz.  Este  hermoso 
color  mineral  es  muy  empleado  por  los  fabrican- 
tes de  papeles  pintados. 

En  las  artes  se  forma  comunmente  este  color 
disolviendo  una  parte  de  deutosulfato  de  cobre 
en  veinte  partes  poco  mas  ó  menos  de  agua,  y 
haciendo  disolver ,  por  separado ,  una  parte  de 
ácido  arsenioso  pulverizado  y  dos  partes  de  po- 
tasa del  comercio  en  la  misma  cantidad  de  agua 
hirviendo.  Cuando  estas  dos  soluciones  están  pre- 
paradas, se  mezclan  poco  á  poco  agitando,  y  el 
arsenito  de  cobre  que  se  produce  se  precipita.  Se 
deja  posar  el  liquido ,  que  en  seguida  se  decanta, 
y  después  de  haber  lavado  el  precipitado,  se  seca 
á  un  calor  suave.  Obtiénese,  como  hemos  dicho  al 
hablar  del  arseniato  de  potasa,  para  los  usos  in- 
dustriales, en  la  fábrica  délos  Sres.  Berreus  y 
Compañía,  establecida  en  la  villa  de  Gracia. 

El  Verde  de  Schireinfurt  es  un  compuesto  aná- 
logo, formado  de  ácido  arsenioso,  óxido  de  co- 
bre y  ácido  acético.  Uno  y  otro  de  estos  pro- 
ductos algunas  veces  han  servido  para  dar  color 
á  dulces,  abuso  peligrosísimo  ,"y  que  merece  68- 
33 


ART  ■>■;: 

pecial  atención  de  parle  de  los  encargados  de  vi- 
gilar la  policía  sanitaria. 

Arsenito  de  potasa,  Arsenito  po- 
tásico* Se  prepara  saturando  directamente  la 
solución  de  potasa  con  el  ácido  arsenioso :  pre- 
sentase en  forma  de  una  masa  salina,  jarabosa, 
(pie  no  puede  cristalizar.  Obra  sobre  la  econo- 
mía animal  como  el  ácido  arsenioso  ,  y  hésele 
empleado  en  las  mismas  circunstancias  que  á  és- 
te. Usase  por  lo  común ,  en  estado  de  disolución, 
bajo  el  nombre  de  Licor  arsenical  de  Foirlcr,  á 
la  dosis  de  4  á  10  gotas  por  dia ,  que  pueden  au- 
mentarse progresivamente  hasta  30,  en  un  vehí- 
culo apropiado. 

El  arsenito  de  potasa  hace  parte  de  la  solución 
arsenical  de  Jacob ,  asi  como  del  jabón  arsenical 
deBecoeur,  empleado  en  la  historia  natural  para 
la  conservación  de  los  animales. 

Arsenito  de  sosa.  Se  obtiene  fácilmen- 
te saturando  una  solución  de  sosa  cáustica  con  el 
ácido  arsenioso :  es  muy  soluble  en  el  agua ,  y  se 
trasformapor  la  evaporación  en  un  liquido  "vis- 
coso que  resiste  á  cristalizar.  Raras  veces  es 
empleado. 

AKTEUIISA ,  Artemisia,  (leñero  de  plan- 
tas de  flores  compuestas,  de  la  familia  de  las  co- 
rimbiferas  ,y  de  la  singenesia  poligamia  supér- 
flua.  Tournefort  dividía  las  plantas  de  este  géne- 
ro, reunidas  por  Linneo ,  en  dos  grupos  :  el  pri- 
mero, que  comprende  las  especies  de  receptácu- 
lo desnudo,  era  llamado  por  él,  Artemisa  {Ar- 
temisia) ,  y  designaba  al  segundo  ,  que  en- 
cierra las  especies  cuyo  receptáculo  es  velloso. 
con  el  nombre  de  Ajenjo  (A  bsinthium.)  Todas  las 
plantas  de  este  género  son  amargas,  aromáticas, 
y  empleadas  como  estomáticas,  febrífugas,  eme- 
ñagogas,  etc.;  las  semillas  de  muchas  de  ellas 
son  estimadas  anlielmínticas  y  se  venden  bajo  el 
nombre  de  Semilla  de  Alejandría.  Estos  vegetales 
buscan  en  general  los  lugares  estériles,  incultos, 
las  orillas  del  mar ,  las  llanuras  saladas  de  la  Si- 
beria,  las  altas  montañas,  etc.  Conócense  mas  de 
de  cien  especies  de  este  género. 

Artemisa  Abrótano,  Abrótano 
macho,  Yerba  lombriguera  ¡Arte- 
misia Abrotanum,  L.).  Sub-arbusto  indígeno, 
que  se  cultiva  en  los  jardines.  De  tallos  leñosos 
que  se  elev  an  á  la  altura  de  cerca  de  tres  pies, 
duros,  rojizos,  frágiles,  y  llenos  de  una  medula 
hlanca;  hojas  muy  divididas  y  setáceas,  de  olor 
fuerte  alcanforado  y  de  limón  ,  y  de  sabor  amar- 
go y  acre;  flores  amarillas,  semejantes  á  las  del 
ajenjo,  igualmente  que  las  semillas;  raíz  leñosa. 

A  pesar  de  la  intensidad  del  olor,  esta  planta 
da  una  corta  cantidad  de  aceite  esencial  (V. 
Aceite  volátil  de  abrótano  macho).  Lamarck  afir- 
ma que  este,  aceite  da  alcanfor.  Con  las  hojas 
del  abrótano  macho  puede  prepararse  una  espe- 
cia de  té.  muy  agradable,  aromático,  antielmin- 
ticoy  útil  contra  los  flatos.  Hase  pretendido  que 
estas  hojas  eran  muy  eficaces  contra  la  alopecia. 

Artemisa  Ajenjo,  Ajenjo ,  Ajen- 
jo grande  (  Artemisia  Absinthivm,  1,.).  Esta 
planta  herbácea,  vivaz,  crece  en  España  en  las- 

tomo  i. 


258  AIIT 

regiones  frias,  los  lugares  campestres  y  áridos, 
en  las  márgenes  de  los  caminos,  etc.  De  tallos 
altos  de  dos  á  tres  pies ;  hojas  compuestas,  hen- 
didas en  muchas  partes ,  blandas  y  blanquecinas; 
llores  globulosas  ,  amarillas,  y  péndulas,  en  pe- 
queños racimos  axilares;  semillas  sin  vilano  en- 
cerradas cada  una  en  el  cáliz.  Esta  planta  tiene 
un  olor  fuerte ,  penetrante,  desagrable ,  casi  vi- 
roso y  tenaz,  y  un  sabor  amargo,  que  ha  pasado 
á  proverbio,  pues  es  tan  intenso  que  la  leche  y  la 
carne  de  los  animales  que  la  comen  son  también 
amargas. 

Según  el  Sr.  Braconnot ,  el  ajenjo  contiene  una 
materia  azoada  muy  amarga,  soluble  en  el  agua 
fria ;  una  materia. azoada  casi  insípida  ;  una  re- 
sina extremadamente  amarga,  soluble  en  el  aleo- 
bol  y  el  agua  hirviendo;  un  aceite  volátil  verde; 
albúmina ,  fécula ,  sal  dé  potasa,  leñoso  y  agua. 

El  aceite  esencial  de  esta  planta  (  V.  Aceite 
volátil  de  ajenjo)  es  de  un  verde  subido,  que  co- 
lora todas  las  preparaciones  que  con  él  se  hacen. 
Se  usa  agotasen  las  pociones. 

Esta  planta,  tan  célebre  en  los  autores  antiguos 
y  los  poetas,  tiene  una  reputación  popular  que  la 
bacc  emplear  en  una  multitud  de  casos.  En  Egipto, 
se  quema ,  así  como  otras  especies ,  para  perfu- 
mar el  aire  en  los  tiempos  de  oeste. 

La  propiedad  estomática  del  ajenjo  es  una  de 
lasque  se  ponen  mas  frecuentemente  en  uso:  es- 
la  planta  se  loma  en  infuso,  en  extracto,  y  so- 
bre todo  se  emplea  la  tintura  alcohólica ,  en  par- 
ticular la  que  viene  de  Suiza ,  y  que  se  vende 
bajo  el  nombre  de  Ajenjo  suizo  ó  Agua  de  ajenjo 
{Absinthe  suisse) ,  de  la  que  se  bebe  una  copita 
después  de  la  comida,  y  aveces  antes.  Los  Sui- 
z.osla  mezclan  eon  frecuencia  con'.un  poco  de  agua, 
pues  el  buen  ajenjo  es  muy  fuerte ,  y  entonces  se 
pone  lechosa.  Los  golosos  á  lo  menos  consumen 
tanto  Ajenjo  suizo  como  los  enfermos  de  estóma- 
go débil,  porque  éstos  no  pueden  usarlo  con  toda 
seguridad  sino  cuando  esta  viscera  está  libre  dé 
irritación  y  flegmasía,  á causa  de  su  acción  de- 
masiado enérgica.  Este  licor  no  conviene  sino  á 
los  flemáticos  y  á  ciertos  viejos  ,  en  la  estación 
húmeda.  r  .  o^ 

Esta  planta  ,  como  todos  los  amargos,  es 
febrífuga ;  antiguamente  se  usaba  en  la  hidrope- 
sía ;  ha  sido  empleada  como  emenagoga;  es  uno 
de  los  mas  poderosos  vermífugos  indígenos  y  uno 
do  los  mas  usados,  aunque  su  sabor  sea  un  obs- 
táculo para  su  administración  á  los  niños. 

Habíase  acusado  al  ajenjo  de  causar  una  espe- 
cie de  narcotismo,  en  razón  sin  duda  de  que  la 
cerbeza  que  se  prepara  en  el  norte,  sustituyendo 
esta  planta  al  hombrecillo,  era  mas  emborracha- 
dora; pero  Linneo  hasejeonvencido  de  lo  contrario, 
pues  vio  hacer  uso,  durante  seis  meses  seguidos, 
de  este  vegetal,  sin  observar  nada  que  se  aseme- 
jase á  dicho  estado  cerebral.  Con  este  motivo,  el 
ilustre  botánico  sueco  dice  que  metiendo  ramos 
de  ajenjo  en  la  cerbeza  que  empieza  á  acedarse, 
la  restablece,  y  también  se  asegura  que  produce 
el  mismo  efecto  en  el  vino  que  se  aceda. 

El  ajenjo  es  una  planta  que  debe  administrarse 


ART 

con  precaución;  su  actividad  exije  la  ausencia  de 
toda  sobreexcitación,  de  toda  flegmasía  general, 
etc.  Creíasela  deletérea  para  los  caballos  ,  pero 
dos  libras  dadas  á  un  caballo  no  han  producido 
otro  electo  que  el  de  un  cordial  ordinario. 

Comunmente  se  administran  las  sumidades  flo- 
recidas del  ajenjo  ,  pero  Cullen  observa  que  sien- 
do las  hojas  mas  amargas,  deben  ser  preferidas. 
Dase  á  las  dosis  de  media  onza  por  media  azum- 
bre de  agua  en  infuso  ;  en  polvo,  solo  se  da  la 
mitad  de  esta  cantidad.  Se  preparan  un  vino  y  un 
extracto  de  ajenjo  bastante  usados  ,  y  también 
se  emplea  su  agua  destilada ,  que  es  amarga.  Al 
exterior  ,  el  cocimiento  de  ajenjo  sirve  para  la- 
var las  úlceras  pálidas  ,  saniosas  y  verminosas. 
Catón  pretende  que  ,  cuando  se  quiere  viajar  á 
pié ,  es  menester  llevar  un  ramo  de  ajenjo  de- 
bajo del  ano  para  no  desollarse.  Entra  en  muchas 
composición  es  farmacéuticas. 

En  el  Norte,  con  el  ajenjo  se  prepara  un  vino 
llamado  Wermuth.  Los  Egipcios  miraban  con 
mucho  respeto  á  esta  planta.  Los  Romanos  da- 
ban una  cantidad  determinada  de  vino  de  ajenjo 
en  premio  al  vencedor  en  los  juegos  capitolinos, 
según  IMinio  ,  porque  esta  bebida  era  preciosa, 
puesto  que  procuraba  la  salud,  y,  según  Pitisco, 
porque  precavia  los  vértigos  y  el  dolor  de  cabe- 
za, que  á  veces  ocasionaban  estos  juegos. 

Artemisa  anua  (Artemisia  annua,  L.i. 
Cook  hizo  preparar  una  especie  de  cerbeza  con 
una  variedad  de  este  planta,  encontrada  por  él  en 
la  Nueva-Zelanda,  que  probó  muy  bien  á  su  tripu- 
lación ,  fatigada  por  largas  navegaciones. 

Artemisa  de  Austria  (Artemisia  aus- 
tríaca, Jacq.).  Esta  especie,  deunaspecto  sedoso, 
blanquecina,  que  es  natural  de  Austria,  tiene  sus 
semillas  vermífugas,  y  según  Jacquin  se  mezclan 
con  la  semilla  de  Alejandría. 

Artemisa  campestre  (A  rtemisia  cam- 
pestris,  L.).  Esta  especie  crece  en  nuestros  cam- 
pos arenosos,  y  ha  sido  algunas  veces  empleada 
en  lugar  del  ajenjo,  de  cuyas  propiedades  parti- 
cipa. 

Artemisa  contra  (Artemisia  contra,  L.). 
Esta  especie,  de  Siberia ,  etc. ,  es  una  de  las 
plantas  cuyas  flores  se  dice  que  suministran  el 
medicamento  designado  bajo  el  nombre  de  Semi- 
lla de  Alejandría'.  (Y.  esta  palabra.) 

Artemisa  de  la  China  (Artemisa  chi- 
nensis,  L.).  Se  cree  que  esta  especie  sirve  para 
preparar  la  moxa  en  la  China;  pero  parece  que 
se  pretiere  la  que  se  obtiene  de  la  Artemisa  vul- 
gar, (V.  esta  palabra.) 

Artemisa  Dragoncillo,  Estragón 
(Artemisia  Draeunculüs,  L.).  Esta  planta  vivaz, 
de  tallos  herbáceos,'euyo  nombre  específico  pro- 
cede de  la  forma  ondeada  de  laiaiz,  comparada 
á  una  serpiente  ó  dragón ,  és  originaria  de  Si- 
beria y  se  cultiva  en  las  huertas ,  como  condi- 
mento. De  tallos  que  se  elevan  á  la  altura  de 
trespiés,  delgados,  duros,  un  poco  angulosos, 
y  ramosos  ;  hojas  lanceoladas,  lampiñas  y  ente- 
rísimas;  las  flores  nacen  en  las  sumidades  de  los 
ramos,  y  son  tan  pequeñas  que  apenas  pueden 


ART 

percutirse;  son  una  especie  de  (lósenlos  ensancha- 
dos (Mi  forma  de  estrella ,  recogidos  y  formando 
junios  pequeños  ramilletes ;  á  estas  llores  suce- 
den pequeños  frutos  redondeados  y  escamosos, 
que  son  los  cálices  mismos,  y  que  encierran  se- 
millas desnudas.  Su  olor  esfuerle  y  agradable, 
y  su  sabor  acre  y  aromático. 

Las  hojas  tiernas  se  emplean  para  las  ensala- 
das, y  en  las  cocinas  para  dar  gusto  aciertos  ali- 
mentos; se  confitan  en  vinagre  para  mezclarlo  con 
las  ensaladas,  á  las  cuales  da  un  sabor  muy  bus- 
cado ;  también  se  confitan  con  los  pepinillos,  etc. 
El  estragón  no  tiene  uso  médico;  es  tónico,  da 
apetito  y  arroja  los  flatos  ;  conviene  en  invierno 
á  los  temperamentos  flemáticos,  á  los  viejos,  pe- 
ro no  á  los  biliosos  ni  á  las  personas  irritables. 

Artemisa  espigada  (Artemisia  spicata, 
Jacq.).  — V.  Genepi. 

.  Artemisa  glacial  (Artcmim  glacialis, 
L.j.  Esta  especie,  dé  las  altas  montañas  alpinas, 
es  una  de  las  plantas  de  que  se  compone  el  Ge- 
nepi. (V.esta  palabra.) 

Artemisa  tle  la  India  [Artemisia  indi- 
ca ,  W.).  Los  médicos  indios  la  consideran  como 
m  excelente  estomático,  la  conceden  virtudes 
desobstruentes  y  antiespasmódicas,  y  la  prescri- 
Ihmi  en  electuarío  ó  en  infuso  en  los  casos  de  ame- 
norrea y  de  histérico ,  etc. 

Artemisa  de  Madraspatan  {Arte- 
misia maderaspatana ,  L. ;  Grangea  maderas- 
patana, Lam.).  Esta  especie,  común  en  la  India, 
es  considerada  por  los  médicos  del  pais  como  un 
excelente  estomático ,  la  creen  desobslruente, 
etc.  '  • 

Artemisa  marítima ,  Ajenjo  ma- 
rítimo (Artemisia  marítima,  L.).  Planta  vivaz, 
indígena,  que  crece  en  las  costas  marítimas ,  y 
que  se  eleva  á  la  altura  de  pié  y  medio;  sus 
tallos  y  sus  hojas  son  enteramente  algodonosas, 
I;1  que  la  distingue  de  la  artemisa  vulgar  y  de  la 
artemisa  de  Ponto.  Tiene  mucha  semejanza  con 
el  ajenjo,  pero  las  divisiones  de  sus  hojas  son 
mucho  mas  estrechas)  también  lineares.  Es  mucho 
natíos  amarga ,  y  su  olor,  mas  agradable,  se  ase- 
meja al  del  torongil  cidrado  ó  al  del  abrótano. 
Esta  planta  se  emplea,  aveces,  en  los  mismos 
casos  que  el  ajenjo.' 

Artemisa  que  muda  (Artemisia  mu- 
/«n.?,\V.). — V.  Semilla  de  Alejandría. 

Artemisa  de  olor  suave  .Artemisia 
suaveolens,  L.).— Y.  Semilla  de  Alejandría. 

Artemisa  olorosa  (Artemisia  fragans, 
W.). — V.  Semilla  de  Alejandría. 

Artemisa  piro  maca  i  Artemisia  pyro- 
macha).  Bajoieste  nombre,  Viviarií  describe  una 
nueva  especie-de  ajenjo.  Los  Árabes  déla  Cire- 
náica  se  sirven  para  preparar  una  especie  de 
yesca  délos  nudos  pelosos  de  eslaplanta,  debidos 
i  las  picaduras  de  insectos,  que  se  observan 
en  sus  tallos.  Esta  planta  -no  florece,  sin  duda  á 
consecuencia  de  estas  picaduras. 

Artemisa  de  Ponto,  Ajenjo  pe- 
queño (Artemisia  ponticá,  L.).  Esta  planta, 
que  crece  naturalmente  en  las  playas  del  mar 


AHT  259 

Negro,  y  que  se  cultiva  en  las  huertas,  se  eleva 
á  la  altura  dé  un  pié  y  medio ;  sus  hojas  son 
muy  pequeñas,  hendidas  en  muchas  partes,  y 
tomentosas  por  debajo;  sus  flores  algo  redondas", 
e  inclinadas ;  su  receptáculo  desnudo.  Es  menos 
amarga  que  el  ajenjo  grande  y  mas  que  el  ajenjo 
marítimo,  y  de  un  olor  fuerte  que  difiere  de  am- 
bos ,  menos  agradable  que  el  dé  este  ultimo. 

En  medicina,  empléase  en  los  mismos  casos 
que  el  ajenjo  grande,  y  entra  en  algunas  fórmu- 
las oficinales.  Se  come  con  placer  la  que  vege- 
ta enlasplayas  del  mar  y  en  tas  montañas,  tenien- 
do la  carné  de  los  animales  que  la  pacen  un 
gusto  particular  agradable.  En  Flandcs,  las  ho- 
jas entran  en  la  composición  de  los  buñuelos, 
contribuyendo  á  hacerlos  mas  digestibles  :  estos 
buñuelos",  llamados  Kruidekaken,  se  preparan  con 
harina  de  alforfón. 

Obsérvase  que ,  bajo  el  nombre  de  Ajenjo  pe- 
queño ,  se  cultivan  en  los  jardines  muchas  espe- 
cies diferentes  entre  las  cuales  la  mas  frecuente 
es  la  Artemisa  cerúlea  (Artemisia  ca?ruhsec7is, 
Lam.). 

Artemisa  rupestre  (Artemisia  rupes- 
tris ,  L.). — V.  Genepi. 

Artemisa  santo  nica  (Artemisia  santo- 
nica ,  L.). — Y.  Semilla  de  Alejandría. 

Artemisa  vulgar.  Artemisa  (Arte- 
misia vulfiaris ,  L.j,  Especie  vivaz  indígena,  que 
crece  en  los  lugares  incultos  ,  en  las  márgenes 
délas  zanjas,  etc.  Planta  ramosa,  leñosa  ,  cuyos 
tallos  son  medulares  ,  un  poco  vellosos,  por  lo 
común  de  color  un  poco  rojizo,  á  veces  de  un 
verde  blanquecino,  que  se  elevan  á  la  altura  de 
cerca  de  cuatro  pies;  sus  hojas  anchas  ,  pinatifi- 
das  ,  blandas  y  algodonosas  por  debajo;  sus  flo- 
res son  pequeñas ,  colocadas  a  lo  largo  de  las  su- 
midades de  Ihs  ramos  ,  un  poco  vellosas,  blan- 
quecinas ó  rojizas  y  olorosas;  su  raiz  es  larga, 
leñosa,  rodeada  de  fibras,  y  gruesa  como  el  de- 
do. El  olor  de  la  artemisa  es  bastante  señalado, 
aunque  mas  débil  que  el  del  ajenjo;  su  sabor  es 
amargo,  pero  meaos  igualmente  que  esta  última 
planta. 

El  nombre  de  Artemisia  deriva  del  griego  y 
significa  Diana,  patrona  de  las  vírgenes,  á  cau- 
sa de  los  usos  de  esta  planta;  otros  pretenden 
anees  de  Artemisa,  muger  deMausolo,  quien,  se 
dice  empleaba,  este  vegetal,  que  también  ha  reci- 
bido los  nombres  de  Yerba  de  San  Juan  y  Madre 
yerba  ó  Yerba  para  la  matri:. 

La  artemisa  es  el  símbolo  de  la  dicha  y  de  la 
felicidad ;  los  antiguos  pretendieron  que,  llevada 
encima  ó  puesta  en  el  baño,  impedia  el  cansancio, 
etc. 

Por  lo  común  ,  esta  planta  se  prescribe  como 
emeriagoga;  dase  en  infuso  á  la  dosis  de  media 
onza ,  o  en  polvo  ,  á  la  de  dos  dracenas  ,  á  las-jó- 
venes cuvos  menstruos  tardan  en  aparecer,  ó  están 
suprimidos;  su  uso,  en  este  caso  ,  remonta  a  los 
prime/ os  tiempos  de  la  medicina  escrita,  y  toda- 
vía es  popular.  También  se  emplea  como  antis- 
térica ,  en  el  cólico  flalulento ,  en  las  calenturas 
intermitentes,  etc.  ;r base  preconizado  ,  en  parli- 


260  ART 

cular  la  raíz ,  como  útilísima  en  la  epilepsia,  ha- 
biéndose obtenido  de  su  uso  algunos  resultados 
felices. 

En  ciertas  provincias  de  Rusia,  se  hacen  in- 
fundir las  llores  de  artemisa  en  el  guass  ,  bebida 
del  país,  y  usada  como  preservativo  de  la  rabia. 

En  la  China,  se  hace  de  esta  planta  y  de  mu- 
chas otras  de  este  género  un  uso  del  todo  dife- 
rente. En  esta  vasta  comarca ,  asi  como  en  el  Ja- 
pon  ,  se  recoge  la  borra  ó  algodón  de  las  hojas, 
llamado  en  el  país  Gayllon  ,  para  preparar,  de 
tiempo  inmemorial ,  moxas.  La  planta  entera  se 
llama  allí  I-tsao,  yerba  de  los  médicos ,  tanto 
caso  se  hace  de  ella.  Esta  borra  sirve  también  co- 
mo de  yesca,  la  que  puede  prepararse,  golpeando 
las  hojas  de  artemisa  entre  dos  trapos  de  lienzo, 
ó  machacándolas  en  un  almirez ;  se  dice  que  tam- 
bién podrían  cardarse. — NJIoxa. 

Con  la  artemisa  se  prepara  un  jarabe,  una  agua 
destilada,  y  entra  en  algunas  composiciones  far- 
macéuticas. De  esta  planta  por  lo  común  se  usan 
las  hojas  y  las  sumidades. 

ARTOCARPO ,  Artocaupüs.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  urtíceas,  sección 
de  las' higueras,  y  de  la  monoccia  monandria  de 
Linneó,  que  contiene  muchas  especies  que  pare- 
cen muy  contiguas,  y  que  tal  vez  no  son  mas  que 
variedades  las  unas  de  las  otras.  Estos  árboles 
dan  un  zumo  blanco  propio  para  hacer  liga  y 
quizás  cautchuc. 

Artocarpo  delBeasil  (Artocarpusbra- 
siliensis,  Gómez).  El  fruto  de  esta  especie  se  co- 
iné en  el  Brasil  bajo  el  nombre  de  Jaca. 

Artocarpo  de  hoja»  cortadas,  Ir 
liol  de  pan, Rima  (Artocarpus  incisa,  L.). 
Este  vegetal  hace,  con  el  coco,  la  base  de  la  ali- 
mentación de  los  habitantes  de  las  islas  del  mar 
del  Sud ,  en  donde  crece  ,  y  quienes  lo  cultivan 
también  para  asegurar  su  sustento  ¡  en  la  isla  de 
linean ,  una  de  las  islas  Marianas ,  se  le  llama 
Ourou.  Llega  á  la  altura  de  treinta  á  cuarenta 
pies ;  sus  hojas  son  anchas ,  un  poco  gruesas,  de 
color  verde  subido  ,  mas  pálidas  en  la  parte  in- 
ferior del  árbol ;  tiene  flores  masculinas  y  fe- 
meninas :  las  primeras  se  marchitan  y  caen ,  y 
las  otras  despiden  muy  buen  olor  y  producen 
frutos. 

Estos  frutos  tienen  el  volumen  de  la  cabeza  de 
un  hombre,  y  mas  ,  y  pesan  á  veces  hasta  cin- 
cuenta libras;  son  globosos ,  verdosos,  y  su  cor- 
teza está  dividida  por  un  gran  número  de  seccio- 
nes en  forma  de  polígono  ;  su  carne  está  com- 
puesta de  una  pulpa  blanca ,  fibrosa ,  que  pasa 
á  ser  sucolenta  y  amarillenta  cuando  madura ,  y 
la  pulpa  contiene  una  gran  cantidad  de  almidón 
deque  podria  fabricarse  pan;  unas  veces  se  en- 
cuentran en  este  fruto  semillas  del  volumen  de  una 
castaña ,  y  otras  veces  carece  de  ellas ,  propa- 
gándose con  preferencia  esta  variedad  ,  que ,  sin 
duda,  es  el  resultado  de  un  largo  cultivo. 

Los  naturales  de  las  islas  Carolinas  ,  de  Taíti, 
etc  ,  hacen  tostar  sobre  las  ascuas  los  frutos  de 
rima,  cortados  en  cuatro  pedazos,  antes  de  co- 
merlos, y  antes  que  estén  del  todo  maduros,  por- 


AttT 

que,  en  su  total  madurez,  se  conservan  poco  y  se 
descomponen  fácilmente.  Cuando  maduros ,  los 
emplean  para  preparar  una  especie  de  conserva 
agrilla,  de  que  se  alimentan  de  diciembre  á 
enero,  tiempo  en  que  el  árbol  no  da  frutos.  Las 
castañas  se  comen  también  cocidas  en  el  agua  ó 
al  rescoldo.  Díceseque  tres  árboles  bastan  para 
el  alimento  de  un  hombre. 

Los  Otaitienos ,  que  embarcan  este  fruto  cuan- 
do navegan ,  le  llaman  Mahe ;  los  Indianos,  Rei- 
na; la  tripulación  del  almirante  Anson  le  dio  el 
nombre  de  Fruto  de  pan ,  porque  les  servia  de 
pan ,  que  encontró  muy  bueno  ,  asemejándose  su 
sabor  al  del  albérchigo.  Este  fruto  dura  ocho  me- 
ses del  año.  El  capitán  Cook  lo  ha  elogiado  mu- 
cho. 

Según  el  análisis  químico  hecho  por  el  doctor 
Ricord,  este  fruto  contiene  una  fécula  amilácea, 
albúmina  vegetal  y  moco,  agua,  jabón  vejetal,  re- 
sina, y  gluten  unido  á  fibrina  vegetal. 

El  Sr.  Léduse ,  que  es  el  primero  que  ha  des- 
crito este  árbol ,  compara  el  sabor  del  fruto  al  de 
los  mejores  melones ,  y  dice  que  los  médicos  del 
país  lo  miran  como  flatulento  y  que  puede  causar 
el  cólera ;  pero  Rumlio  y  otros  autores,  al  contra- 
rio, lo  alaban. 

Por  medio  de  la  fermentación  de  la  harina  de 
este  fruto,  se  prepara  una  cerbeza  llamada  Ma- 
hic ,  de  cuya  confección  están  encargadas  muge- 
res  ancianas,  sin  que  nadie  pueda  entrar  en  su 
laboratorio. 

En  la  isla  de  Ceilan ,  la  especie  gruesa  de  fruto 
de  pan  es  llamada  Pollos,  cuando  no  excede  del 
volumen  de  un  huevo  de  avestruz;  Heret ,  cuando 
está  medio  maduro  y  es  del  grueso  de  una  nuez 
de  coco  ,  que  entonces  la  carne  es  blanca  y  le- 
chosa j  Warrka,  cuando  está  bien  maduro ,  en 
cuya  época  se  come  crudo,  y  su  carne  es  amari- 
lla, dulce  agradable  y  sana. 

Con  este  fruto  se  preparan  muchos  platos  dife- 
rentes .-  t .°  El  Courrou  caledon  :  se  corla  á  taja- 
das muy  delgadas  el  pollos,  y  se  hace  hervir  en 
agua  con  raíces  de  cúrcuma  hasta  que  se  pone 
amarillo,  y  se  le  añade  pescado  pulverizado  y 
leche  de  coco ;  este  manjar  es  agradable,  y  sus- 
tancioso. 2.°  El  Courri  seco  no  difiere  del  prece- 
dente sino  en  que  se  le  añaden  muchas  especias, 
zumo  de  limón,  pimienta  y  agua  salada.  3.°  El 
Pollos  tchoundido:  se  corta  el  pollos  á  tajadas, 
con  cohombros ,  polvo  de  nuez  de  coco  ,  pimien- 
ta ,  y  sal,  todo  cocido  en  consistencia  de  papilla. 
<í.°  Él  Castanie  courrou:  es  semillas  de  pollos  con 
cohombros ,  pescado  seco ,  siempreviva  cortada, 
y  leche  de  coco,  todo  hervido.  5.°  El  Niembella 
no  difiere  delprecedente  sino  en  que  los  pedazos 
son  cortados  mas  gruesos.  6.°  También  se  hace 
tostar  este  fruto  cortado  á  tajadas  con  manteca  de 
cerdo  :  los  pobres  lo  comen  hervido  y  con  un  po- 
co de  sal.  7.°  Par  abacerías  Fricadelles  de  pollos, 
se  reduce  á  pasta  el  falto  antes  de  su  perfecta 
madurez,  y  se  divide  en  albondiguillas  bien  espe- 
ciadas y  cubiertas  con  clara  de  huevo ,  que  se  ha- 
cen freir  con  manteca  ó  aceite  de  coco.  8.°,El  Fios 
se  hace  con  las  semillas  mojadas  en  leche  de 


ASA 
coco  y  fritas.  9.°  El  Pei  ó  Jambol  es  una  salsa 
que  se  come  con  pescado  ó  arroz ;  se  la  pone 
mostaza,  pimienta,  etc.  Enlin,  se  hace  secar 
este  fruto  para  comerlo  cuando  no  los  hay  de 
frescos  ,  sirviendo  para  alimentar  á  millares  de 
Indianos. 

La  corteza  de  este  árbol,  que  al  presente  es 
cultivado  en  las  colonias  francesas ,  machacada  y 
preparada,  sirve^para  hacer  tegidos deque  se  vis- 
ten los  habitantes  del  mar  del  Sud.  En  Tai  ti,  los 
vestidos  hechos  con  esta  corteza  son  mas  comu- 
nes (pie  los  fabricados  con  el  moral  de  papel  que 
allí  se  cultiva. 

Artoearpo  de  hoja  entera  [Arto- 
c(n-i>us  inteorifolia,  L.  H.).  Grande  árbol  délas 
Indias  Orientales,  en  donde  se  le  llama  Jaca  ó 
Mita ,  y  Jacha  ó  Jacqua :  crece  en  Malabar ,  en 
Tonquin,  en  Java  y  en  las  islas  Manilas.  Es  de  la 
altura  de  un  laurel :  el  fruto  es  uno  de  los  mas 
gruesos,  puesto  que  los  hay  que  pesan  mas  de  cien 
libras,  y  sale  del  tronco  mismo  del  árbol  y  de  los 
ramos  mas  gruesos ;  su  color  exterior  es  de  un 
verde  oseuro;  su  corteza  es  gruesa  y  dura,  rodea- 
da de  una  especie  de  puntas  que  terminan  en  una 
espina  cortay  verde  cuyo  aguijón  es  negro;  en  su 
madurez,  este  fruto  tiene  un  buen  olor ,  su  carne 
es  blanca  y  consistente,  y  está  dividido  en  peque- 
ñas celdillas  llenas  de  castañas  oblongas  y  mas 
gruesas  que  dátiles ,  cubiertas  de  una  piel  gris 
cuya  mitad  es  blanca. 

El  Jaca  produce  dos  especies  de  frutos:  el  uno, 
conocido  bajo  el  nombre  de  Barca,  es  el  mejor, 
de  consistencia  sólida,  que  tiene  el  sabor  del  me- 
lón ,  pero  muy  difícil  de  digerir ,  y  si  se  come  en 
exceso  produce  una  enfermedad  pestilencial,  que 
los  Indianos  llaman  morxe ;  el  otro ,  llamado  Pa- 
pa ó  Girasol ,  es  blandujo,  de  sabor  soso  y  de 
una  calidad  muy  inferior.  La  estación  de  estos 
frutos  dura  desde  marzo  hasta  setiembre. 

Este  árbol  es  cultivado  también  en  las  colo- 
nias francesas:  su  fruto  es  bastante  parecido  al 
del  árbol  de  pan ,  pero  parece  se  corrompe  fá- 
cilmente; las  almendras  ó  castañas  se  comen  tam- 
bién hervidas  ó  tostadas. 

Artoearpo  velloso  [Artocarpus  hirsuta, 
Lam.).  En  Malabar  se  come  el  fruto  de  esta  espe- 
cie, conocida  bajo  el  nombre  de  Ansjeli ;  pero  co- 
mido en  demasiada  cantidad,  da  despeño ,  el  que 
se  detiene ,  según  se  dice,  con  el  cocimiento  de 
la  corteza  y  de  la  raíz  del  mismo  árbol. 

ARZUEULA.  Nombre  de  una  sustancia 
vegetal  que  los  Ingleses  recogen  en  las  islas  del 
Cabo-Verde,  para  mezclar  con  la  cochinilla,  em- 
pleada en  tintura.  Se  cree  que  es  una  especie 
de  liquen. 

AS 

AS  ARO,  Asarum.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  aristoloquiéas,  y  de  la  ginandria 
mouoginia  de  Linneo. 

Asaro  del  Canadá  (Asarum  canadense, 
L.).  La  raíz  de  esta  especie  de  la  América  sep- 
tentrional tiene  todas  las  propiedades  medicinales 
del  Asaro  de  Europa ,  aunque  el  gusto  sea  dife- 
rente y  participe  de  los  del  gengibre  y  de  la  ser- 


ASA  ¿C\ 

pentaria  de  Virginia.  Ambas  plantas  son  tan  ve- 
cinas que  muchos  botánicos  las  miran  como  dos 
variedades  de  una  misma  especie.  El  doctor  Perlh 
la  ha  empleado  en  el  tratamiento  del  tétano; 
Tournefort  dice  que  en  el  Canadá  se  condimenta 
á  las  carnes  con  esta  planta. 

Asaro  de  Europa ,  Asaro,  Asára- 
«»,  Asaranáeara,  Nardo  silvestre, 
Oreja  de  hombre  {Asarum  europceum,  [..  . 
Especie  vivaz  de  nuestros  climas ,  que  crece  en 
lugares  húmedos  y  sombríos.  Pequeña  planta  baja, 
siempre  verde,  cuyas  hojas,  reniformes  y  obtusas, 
consistentes ,  verdes  y  lisas,  están  sostenidas  por 
largos  peciolos  reunidos  de  dos  en  dos  cerca  de 
la  raíz.  Del  punto  de  su  reunión  sale  un  pedúnculo 
corto,  que  sostiene  una  flor  morena  compuesta  de 
un  cáliz  colorado ,  persistente ,  acampanado,  de 
tres  divisiones  abiertas ;  lleva  doce  estambres  y 
un  estilo  cuyo  estigma ,  que  tiene  de  seis  á  ochi> 
divisiones,  se  trasforma  en  una  cápsula  de  otras 
tantas  celdillas  casi  monospermas ,  que  contie- 
nen pequeñas  semillas  oblongas,  morenas,  llenas 
de  médula  blanca,  y  de  sabor  un  poco  acre.  La 
raíz  es  gris  ,  fibrosa ,  rastrera,  delgada  ,  angulo- 
sa ,  nudosa,  filamentosa,  de  olor  fuerte  y  agrada- 
ble, y  de  sabor  acre  y  un  poco  amargo. 

La  raiz  de  asaro  seca  circula  á  veces  en  el  co- 
mercio mezclada  con  muchas  otras  raíces  extra- 
ñas,entre  ellas  la  de  árnica,  de  vencetósigo ,  de 
fresal ,  de  polígala  común,  de  tormentila,  y  sobre 
todo  de  valeriana.  Para  distinguirla  de  cuantas  la 
sean  extrañasy  escogerla  debidamente,  continua- 
mos los  caracteres  de  esta  raiz  mondada:  es  gris, 
del  grueso  de  una  pluma  de  cuervo,  cuadrangular, 
por  lo  común  redondeada  y  marcada  de  distancia 
en  distancia  con  nudos ,  de  los  qíie  parten  raici- 
llas blanquecinas  muy  delgadas ,  si  nien  á  veces 
carece  de  ellas ;  su  "sabor  y  su  olor  fuerte  son 
análogos  á  los  de  la  pimienta,  y  este  último  se  de- 
sarrolla sobre  todo  cuando  se  chalan  los  filamentos 
éntrelos  dedos. 

La  raíz  de  asaro  contiene  ,  según  Thomson,  un 
principio  acre,  volálil,  análogo  al  del  aro,  lo  que 
índica ,  que  fresca,  debe  tener  una  acción  v  iolen- 
ta  cuya  intensidad  disminuye  por  la  desecación. 
Analizada  por  los  señores  Lassaigne  y  Feneulle, 
ha  dado  un  aceite  volátil  concreto,  análogo  al 
alcanfor ;  un  aceite  craso  liquido ,  muy  acre;  una 
materia  amarilla,  nauseosa,  vomitiva ,  soluble  en 
el  agua,  análoga  á  la  citisina ;  fécula ;  ulmina; 
algunas  sales;  un  poco  de  sílice  y  de  hierro. 

El  nombre  Asaro  deriva  del  griego  y  quiere 
decir  no  adorno,  porque,  según  Plinio,  esta 
planta  nunca  era  empleada  en  las  coronas  ó  guir- 
naldas con  que  se  acostumbraba  á  ataviarse  en 
las  fiestas;  el  de  Oreja  de  hombre  procede  de 
la  forma  de  las  hojas ;  el  de  y  ardo  silvestre ,  de 
las  propiedades  enérgicas  de  la  planta ,  ó  de  su 
semejante  accidental ,  en  cuanto  al  olor,  con  las 
valerianas  de  las  cuales  tres  especies  llevaban 
el  mismo  nombre  entre  los  antiguos. 

La  raiz  de  asaro  fresca  se  dice  que  es  mortal 
para  los  topos.  Recientemente  cogida  tiene  una 
propiedad  vomitiva  muy  señalada ;  pero,  á  me- 


262  ASC 

dida  que  envejece ,  pierde  su  fuerza,  y  se  ase-  i 
gura  que  después  de  seis  raes'es  de  conservación 
no  es  sino  purgante,  y  que  muy  antigua  es  inerte, 
cuya  calidad  adquiere  sobre  todo  por  su  macera- 
cion  en  el  vinagre ;  reciente  purga  también,  pero 
después  de  haber  primero  provocado  vómitos. 
Las  hojas  parecen  tener  las  mismas  propiedades 
que  las  raíces,  no  obstai  te  á  un  grado  mas  dé- 
bil; recientes  son  casi  inodoras. 

Los  borrachos  usaban  esta  raíz  para  vomitar 
el  exceso  de  su  bebida;  se  la  cree  diurética;  es  el 
mejor  de  los  estornutatorios  vegetales,  y  también 
es  el  mejor  succedáneo  de  la  ipecacuana  que 
poseemos.  Se  prescribe  elpolvo  de  la  raíz,  secada 
al  aire  libre,  desde  12  hasta  40  granos;  el  infuso 
puede  también  administrarse,  pero  Thomson  ob- 
serva que  su  cocimiento  es  inerte.  Los  veterina- 
rios emplean  esta  raíz  á  altas  dóses  contra  los 
lamparones  y  las  lombrices.  Entra  también  en 
algunas  composiciones  farmacéuticas. 

En  el  comercio  se  vende  á  veces ,  en  lugar  de 
raíz  de  asaro,  la  de  otra  planta  HamadaAsARiNA, 
á  causa  de  la  semejanza  de  sus  hojas  con  las  del 
asaro.  Pero  esta  otra  raíz,  muy  diferente,  está 
formada  de  un  cuerpo  leñoso  ,  á  veces  grueso  y 
largo  como  el  dedo,  guarnecido  de  un  gran  número 
de  raicillas  muy  largas  y  delgadas  como  las  del 
yencetósigo,  lo  que  le  daria  semejanza  con  esta 
última,  si  no  fuese  de  un  color  gris  subido  y  t!e 
ira  gusto  amargo  muy  pronunciado.  La  misma 
raíz  de  asarina  podría  muy  bien  confundirse  con 
la  de  la  valeriana  mayor;  pero  ésta  tiene  el 
olor  propio  de  las  valerianas,  y  la  primera  tiene 
un  débil  olor  de  raíz  de  árnica.  La  asarina  es 
el  Antirrino  Asarina  (Antirrhinum  Asarina,  L.). 
de  la  didinamia  angiosperma ,  familia  de  las  an- 
tirríneas. 

ASASI.  Árbol  de  Guinea,  parecido  al  laurel, 
y  cuyo  cocimiento  es  usado  contra  el  dolor  de 
dientes. 

ASCARICIDA,  Ascaricida.  Género  de 
plantas  de  las  familia  de  las  corimbíferas,  y  de  la 
singcnesia  poligamia  supérflua  ,  formado  de  la 
Coniza  contra  lombrices  [Coniza  antheimintica, 
L.;  Coniza  Vcrnonia,  W.).  Este  vegetal  déla 
India ,  en  donde  lleva  el  nombre  de  Calageré, 
es  herbáceo,  vivaz,  amargo;  sus  semillas'  son 
empleadas  en  polvo  contra  las  lombrices  de  los 
niños;  la  planta  entera  es  usada  en  infuso,  etc., 
contra  el  reumatismo,  la  gota,  etc.  La  Ascari- 
cida contra  lombrices  (Ascaricida  antheiminti- 
ca) se  encuentra  en  los  jardines  botánicos,  y  se- 
ria fácil  perpetuarla  en  nuestro  clima,  siendo  su 
cultivo  útil ',  para  sustituir  su  semilla  á  la  se- 
milla de  Alejandría,  con  tanta  frecuencia  alte- 
rada. 

ASCARimf A ,  Ascarina.  Los  frutos  de  la 
Ascarina  roja  (Ascarina  rubra,  Poiret;  More- 
Ua  rubra,  Lour. ),  planta  de  familia  indetermi- 
nada, son  muy  estimados  en  la  China:  cuando 
maduros ,  se  comen  crudos ;  verdes ,  sirven  para 
condimentar  el  pescado,  etc.;  se  hacen  fermentar 
como  la  uva ,  y  de  ellos  se  obtiene  un  licor  agra- 
dable. 


ASC 

ASCIDIAS»  Ascidia.  Género  de  moluscos 
acéfalos  desnudos, délos  cuales  se  conocen  mas 
de  .treinta  especies.  Estos  animales,  poco  volumi- 
nosos, están  pegados  á  las  rocas  y  á  veces  ad- 
heridos unos  á  otros ,  de  modo  que  forman  como 
ramiíicaciones.  Muchas  especies  son  usadas  como 
alimento. 

La  Ascidia  rústica  (Ascidia  rustica,  L. ) ,  que 
habita  en  el  Océano  y  el  Mediterráneo ,  y  es  aná- 
loga á  la  ostra,  por  su  sabor  y  sus  propiedades,  se- 
cóme cruda  ó  condimentada  con  vinagre.  La  As- 
cidia nabo  (Ascidia  rapa  ,  Brug.)  se  encuentra 
en  el  Perú ,  y  es  comestible.  La  Ascidia  estriada 
(Ascidia  phusca,  Cuv.)  habita  en  el  Mediterráneo, 
es  comestible  y  parece  haber  sido  la  mas  estima- 
da entre  los  antiguos.  La  Ascidia  microcosmo 
(Ascidia  microcosmus  ,  Cuv.)  también  habita 
en  el  Mediterráneo  y  es  comestible.  Todas  estas 
ascidias ,  excepto  "la  ascidia  nabo ,  han  sido 
indicadas  por  Aldrovandi  como  depurativas  y  car- 
minativas ,  y  por  Plinio  como  buenas  contra  la 
nefritis,  la  cólica  y  el  tenesmo. 

Vulgarmente  se  designa  á  las  ascidias  con  el 
nombre  de  Odres  de  mar,  en  razón  de  su  cubierta 
coriácea  y  en  forma  de.  saco. 

ASCIiEPIAS,  Asclepias.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  apocíneas,  y  déla  pen- 
taoariá  diginia  de  Linneo.  La  mayor  parte  de  las 
especies  que  contiene  gozan  de  las  propiedades 
activas  de  esta  familia,  y  son  de  algún  uso  en  cier- 
tas localidades,  pero  ninguna  de  ellas  es  gene- 
ralmente usada. 

Asclepias  agigantada  (Asclepias  gigan- 
tea, L.).  Esta  especie,  de  la  India,  parece  gozar 
de  grande  actividad,  puesto  que  se  dice  que  mata 
á  los  bueyes  que  la  comen.  Su  raiz  es  muy  vomi- 
tiva; tiene  un  sabor  acre  amargo;  los  médicos 
indianos  la  emplean  para  purgar,  en  la  lepra; 
también  se  ha  administrado  en  la  sífilis ,  la  hi- 
dropesía ,  el  reumatismo,  la  tenia ,  etc.,  y  tantas 
virtudes  se  han  atribuido  á  esta  raíz  que  se  la  ha 
decorado  con. el  nombre  de  Mercurio  vegetal. 
Jiahuin  refiere  que  una  dracma  y  media  de  zumo 
de  esta  planta  ha  causado  una  hemorragia  mor- 
tal. 

Asclepias  de  Curasao  (Asclepias  curas- 
samca";,L.).  En  las  Antillas,  la  raíz  de  esta  es- 
pecie es  empleada  como  emética  y  purgante,  de 
20  á  treinta  granos ,  en  tres  tomas,  si  t¡s  como 
vomitivo,  y  en  una  sola,  si  escomo  purgante; 
llámasela  en  aquellos  países  Falsa  Ipecacuana. 

Asclepias  echada  (Asclepias  decumbens, 
L.).  Su  raíz  es  eslimada  sudorífica,  lo  que  hace 
emplear  su  infuso  en  Virginia,  en  donde  es  muy 
abundante ,  contra  la  pleuresía  ;  también  se  dice 
que  es  purgante  y  usada  en  el  mismo  país  contra 
la  disentería. 

Asclepias  espiral  ( Asclepias  spiralis, 
Forsck.).  Sus  semillas  son  dulces  y  usadas  en 
Arabia  contra  los  retortijones. 

Asclepias  grande  (Asclepias  procera, 
Ait.).  Planta  vivaz,  que  crece  en  los  lugares  hú- 
medos cerca  dé  Alejandría.  Sus  gruesos  frutos  en- 
cierran semillas  semejantes  á  las  de  la  lechuga,  ro- 


ASC 
deadas  de  una  especie  de  vilano,  del  que  se  hace 
\csea v  colchones.  Su  zumo  lechoso  es  un  corrosi- 
vo que  se  emplea  para  depilar  el  cuero.  Las 
liojas  machacadas  con  manteca  son  aplicadas  co- 
mo resolutivas  a  los  tumores  frios.  Se  dice  que 
este  vegetal  está  cubierto  de  una  especie  de  ma- 
na; su  raíz  es  indicada  como  vomitiva. 

Asclepias  que  lleva  leehe  [Asclepias 
lactífera  ,  Roxb.) .  Por  una  excepción  muy  nota- 
ble, el  zumo  lechoso,  tan  acre  en  las  apocineas, 
es  muy  dulce  en  esta  especie ,  y  tan  abundante, 
que  los  Indios  loempleancomo  alimento,  y  reem- 
plaza á  la  leche  de  vaca  en  algunos  lugares  de 
las  Indias;  sus  hojas  son  alimenticias. 

Asclepias  ondeada  [Asclepias  undulata, 
L.).  Su  raíz  es  empleada  contra  la  hidropesía,  en 
el  Cabo  de  Bueña-Esperanza,  en  donde  crece. 

Asclepias  para  el  asma  (Asclepias 
ashunatica,  L.;  Üynanchum  vomitorium  ,  Lam.; 
Cynanchum  Ipecacuanha ,  W.).  Esta  planta  de  la 
India,  cuya  raía  es  vomitiva  y  ha  sido  designada 
equivocadamente  como  una  Ipecacuana  blanca, 
base  aconsejado  en  el  asma  húmedo ,  la  tos ,  etc. 
Es  usada  en  la  India,  en  cuyo  país  también  se 
comen  los  renuevos  jóvenes  de  la  planta. 

Asclepias  prolífera  {Asclepias  prolife- 
ra,  Rottl.).  La  raíz  de  esta  especie,  de  la  India, 
obra  como  emética,  y  los  médicos  del  país  la  pre- 
conizan mucho  contra  la  rabia. 

Asclepias  ,de  Siria  (Asclepias  syriaca, 
L.  .  Esta  grande  especie  vivaz,  es  llamada  Yerba 
déla  uata,  y  también  Apocino  de  la  seda,  y  Yerba 
de  la  seda,  en  razón  de  la  lana  de  sus  semillas. 
El  excelente  aceite  quede  éstas  se  extrae,  su 
materia  sedosa,  y  la  hilaza  de  sus  tallos,  la  hacen 
preciosa.  «€|«Á 

Aunque  indígena  de  la  Siria,  del  Egipto  y  de 
la  Palestina ,  puede  resistir  á  la  temperatura  de 
nuestro  clima.  Los  vilanos  de  esta  asclepias  par- 
ticipan de  las  propiedades  de  la  seda  y  de  las  del 
algodón :  son  de  una  extrema  finura ,  y  tienen  un 
lustre  brillante  ;  la  longitud  de  sus  filamentos  es 
á  lo  menos  de  t 2  líneas  y  con  frecuencia  llegan 
hasta  36.  Sirve  para  acolchar  vestidos,  guarne- 
cer almohadas  y  cubrepiés ,  para  fabricar  cober- 
tores ,  etc.  La  hilaza  extraída  de  los  tallos,  trata- 
da como  el  cáñamo ,  se  convierte  en  un  hilo  fuer- 
te, (pie  da  telas  deuna  gran  finura,  y  muy  consis- 
tentes. 

La  parte  cortical  de  la  raiz  de  esta  especie  ha 
sido  administrada  en  el  asma,  con  buen  resul- 
tado. 

El  Sr.  John ,  que  ha  analizado  el  zumo  lechoso 
do  esta  plañía,  lo  ha  encontrado  compuesto  de 
26,50  de  resina ;  t  á,o0  tle  resina  elástica;  4,00  de 
una  sustancia  glutinosa  vegetal ;  4,00  de  extrac- 
tivo; y  .i.J.OO  de  ácido  tartárico  y  de  albúmina. 

Liniieo  llama  Árbol  de  la  seda  á  la  Asclepias 
fbücticosa  ;  según  otros  ,  recibe  este  nombre  el 
Apocino  be  Afkica  (Apocinum  africanum,  Uuer.) 
que  se  cria  en  varios  puntos  de  España,  en  Anda- 
lucia  ^ceroa  de  Barcelona  ,  Murcia  y  Valencia, 
fabricándose  en  este  último  punto  con  el  algodón 
un  hilo  muy  fino ,  excelente  para  tegidos  deli- 
cados. 


ASF  2(53 

Asclepias  tuberosa  (A sclepias tuberosa, 
L.).  En  los  Estados-unidos,  se  emplea  la  raíz  de 
esta  plañía ,  con  feliz  resultado,  como  un  podero- 
so diaforético,  y  también  se  usa  en  los  dolores 
de  estómago  v  para  expulsar  las  ventosidades,  lo 
que  la  ha  hecho  llamar  Wind-root  (raíz  para  las 
ventosidades) . 

Asclepias  Veneetósigo ,  Vencetó- 
sigo  (Asclepias  Vtnceíoa;ictttn,L.).  Planta  vivaz, 
indigena ,  que  crece  en  abundancia  en  los  bos- 
ques, en  los  lugares  arenosos,  estériles,  etc. 
Arroja  muchos  tallos  altos  de  dos  pies ,  redondos 
y  flexibles;  hojas  opuestas,  acompañadas  de  es- 
típulas ,  verdes  y  lisas ;  llores  blancas  y  de  olor 
fuerte  bastante  "agradable;  fruto  compuesto  de 
dos  folículos ,  que  encierran  semillas  planas,  con 
vilano.  La  raíz  está  compuesta  de  un  gran  núme- 
ro de  fibras  blancas  y  delgadas,  que  salen  ya  de 
un  solo  cuerpo  leñoso  irregular ,  ya  de  muchos 
puntos  del  tallo  que  ha  pasado  á  ser  subterráneo: 
cuando  reciente ,  tiene  un  olor  fuerte  y  un  gusto 
acre  y  desagradable;  pero  tal  como  la  suminis- 
tra el  comercio ,  es  de  un  olor  débil,  siempre  de- 
sagradable, y  un  sabor  dulce,  apenas  seguido 
de  una  sensación  de  acritud,  y  únicamente  con- 
serva su  blancura  natural. 

Antiguamente  se  atribuían  á  esta  raiz  grandes 
propiedades,  entre  otra  la  de  resistir  al  veneno; 
pero  Haller  declara  su  uso  sospechoso,  y  en  efec- 
to el  Sr.  Orfila  la  ha  administrado  á  perros  que 
han  muerto  dos  ó  tres  dias  después  con  el  estó- 
mago inflamado  ,  de  lo  que  se  deduce  que  este 
pretendido  vencetósigo  es  por  sí  mismo  un  vene- 
no del  que  no  debe  usarse  sino  á  muy  pequeñas 
dosis.  Parece  sudorífica  y  diurética,  y  base  preco- 
nizado como  hidragoga ,  útil  en  las  enfermedades 
cutáneas ,  las  escrófulas ,  etc. 

Hase  propuesto  cultivar  esta  especie  en  los 
terrenos  incultos,  para  utilizar  la  lana  de  sus  se- 
millas. Se  duda  que  esta  planta  sea  la  Asclepias 
délos  antiguos,  planta  dedicada  á  Esculapio. 

Asclepias  voluble  (A  sclepias  volubiliz, 
L.).  En  la  India  se  emplea  la  raíz  de  esta  especio 
en  las  hidropesías;  causa  náuseas  y  aumenta  la 
expectoración. 

Asclepias  vomitoria  (Asclepias vomi- 
toria ,  Komig.).  Los  prácticos  indianos  dan  co- 
mo espectorante  y  diaforético  el  infuso  de  esta 
planta  amarga  y  nauseosa,  á  la  dosis  de  media 
taza  para  hacer  vomitar  á  los  niños  que  padecen 
por  la  superabundancia  de  mucosidades.  Empléa- 
se también  en  la  disenteria  ,  las  flores  blancas. 
en  la  gonorrea ,  etc.  Hay  algunos  autores  que 
piensan  que  esta  especie  es  una  v  ariedad  de  la 
A&chpias  para  el  asma. 

ASFÓDELO,  Asiuionv.LUs.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  liliáceas,  y  de  la  íie- 
xandria  monoginia.  Los  bulbos  de  las  especies  de 
este  género  están  provistos  de  una  fécula  abun- 
dante ,  que  los  hace  comestibles  ,  unida  con  un 
zumo  resinoso  amargo ,  que  la  ebullición  ó  qui- 
zás la  cocción  le  quita. 

Asfódelo  ramoso ,  Oamou  (Asphn- 
delus  rumosus.  L.).  Planta  indigena,  que  crece 


264  ASP 

también  en  el  Levante.  De  tallo  desnudo ,  hojas 
en  forma  de  espada,  aquilladas  y  lisas ,  y  flores 
blancas  dispuestas  en  panículas.  Esta  planta  era 
conocida  de  los  antiguos ,  quienes  comían  sus 
bulbos  cocidos  al  rescoldo  y  los  empleaban  en 
muchas  enfermedades ;  los  animales  también  los 
comen  con  gusto  y  escarban  la  tierra  para  encon- 
trarlos; en  Persia",  con  ellos  se  hace  un  engrudo, 
para  lo  que  basta  secarlos,  pulverizarlos  y  des- 
leír el  polvo  en  agua  fresca. 

Los  antiguos  paganos  decían  que  los  prados 
del  infierno  ó  tártaro  estaban  cubiertos  de  ga- 
món ,  y  por  eso  lo  plantaban  al  rededor  de  los  se- 
pulcros en  la  creencia  de  que  los  manes  se  ali- 
mentaban de  sus  bulbos. 

Esta  especie  y  el  Asfódelo  amarillo  {Aspho- 
delusluteus,  L.) ,  llamado  Vara  de  Jacobo,  son 
cultivadas  en  los  jardines. 

ASPÁIíATO,  AsPALAmus.  Bajo  este  nom- 
bre se  halla  indicado  en  las  obras  antiguas  un 
leño  que  crecía  en  Grecia  y  en  Italia,  y  pertene- 
cía auna  leguminosa  espinosa,  que  los  modernos 
no  han  podido  reconocer  positivamente,  y  sobre 
la  cual  hanse  formado  conjeturas  mas  ó  monos 
probables.  La  opinión  mas  general  es  referirlo  al 
Genísta  he  Canarias  [Genista  canaricnsis,  L.); 
pero  como  este  vegetal  no  es  espinoso,  no  puede 
decirse  que  sea  exacta.  Según  el  Sr.  Guibourt, 
el  leño  de  aspálato  que  se  ha  encontrado  en  el 
comercio,  no  parece  ser  otra  cosa  que  una  de  las 
variedades  de  leño  aloes  ,  que  ha  llegado  al  es- 
tado de  vejez.  Por  lo  demás,  el  aspálato  entraba 
en  algunos  polifármacos.  Al  aspálato  se  le  llamaba 
Lignum  Rhodium,  esto  es,  leño  de  olor  de  rosa, 
y  con  este  nombre  hanse  confundido  casi  siempre 
dos  leños  diferentes  :  uno  que  viene  de  las  Cana- 
rias, que  es  propiamente  el  Leño  de  Bodes  de  los 
per(umadores ;  el  otro ,  traído  de  América ,  es  el 
Leño  de  Rosa  de  los  ebanistas. 

Leño  ó  Palo  re  rosa  de  las  Canarias.  Raíz  ó 
cepa  leñosa,  nudosa,  redondeada,  muy  pesada, 
de  una  á  cualro  pulgadas  de  diámetro  ,  cubierta 
de  una  corteza  gris  y  muy  rugosa;  en  el  interior 
es  á  veces  de  un  solo  tinte  amarillo  uniforme, 
pero  generalmente  es  blanquecina  en  la  circun- 
ferencia, y  amarilla  naranjada  y  como  impreg- 
na!.a  de  aceite  en  el  centro.  Este  leño  debe  en 
efecto  su  olor  de  rosa  muy  pronunciado  á  un 
aceite  poco  volátil  y  untuoso ,  que  es  la  causa 
del  carácter  indicado.  Los  tallos,  que  casi  siem- 
pre acompañan  á  la  cepa  ola  raíz,  son  cilin- 
dricos ,  gruesos  como  el  pulgar ,  blancos  por 
defuera,  amarillos  rojizos  en  el  centro,  y  por  lo 
común  menos  aceitosos  y  menos  aromáticos  que 
la  raíz. 

El  leño  de  rosa  de  las  Canarias,  es  producido 
por  el  arbusto  Convólvulo  de  escora  (Convol- 
vulus  scoparius,  L.j.  De  este  leño,  los  Holande- 
ses, y  hoy  dia  los  perfumadores  de  París,  ex- 
traen el  Aceite  volátil  de  Rodes(\.  esta  palabra), 
que  es  líquido,  untuoso,  amarillento  ,  de  olor  de 
rosa,  desabor  amargo  como  el  leño,  y  un  poco 
mas  ligero  que  el  agua. 
Lbño  ó  Palo  de  rosa  de  los  ebanistas.  Pertc- 


ASP 

noce  á  un  árbol,  pero  se  ignora  cual  es  y  el  país 
de  donde  procede.  Nos  llega  en  troncos  de  cualro 
pies  de  largo  sobre  cuatro  á  seis  pulgadas  de  diá- 
metro ;  es  muy  pesado,  de  color  de  rosa,  rojo 
pálido  ó  amarillento,  vetado  de  rojo  subido ;  es 
de  fibras  rectas  cuando  procede  del  tallo  ,  nudoso 
y  escabroso  cuando  es  producido  por  la  raíz ;  tie- 
ne un  olor  débil  de  rosa,  y  un  sabor  amargo ,  muy 
acre.  La  albura,  de  la  que  conserva  algunos  ves- 
tigios, es  blanca;  el  corazón  parece  un  poco 
aceitoso. 

Ha  habido  tiempo  en  que  no  se  construía  mue- 
ble de  valor  que  no  fuese  de  palo  de  rosa;  pero  fué 
destronado  por  la  caoba ,  como  ésta  parece  va  á 
serlo  por  la  palisandra.  Por  lo  demás ,  esta  ma- 
dera es  susceptible  de  muy  hermoso  pulimento,  y 
principalmente  se  emplea  para  la  taracea. 

ASPÁüAT©  ?  Aspalathus.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  leguminosas,  y  deladia- 
delfia  decandria  de  Linneo. 

Ajüpálalo  frllH'iiu  [Aspalathus  Ebenus, L.l. 
Árbol  que  produce  el  leño  conocido  en  el  comer- 
cio con  el  nombre  de  Leño  de  Granadillo,  que  nos 
viene  de  Cuba. 

Este  leño ,  que  nos  llega  en  troncos  de  3  á  4 
pulgadas  de  diámetro,  está  ya  privado,  ya  pro- 
visto de  su  corteza  y  de  su  albura.  La  corteza  es 
delgada ,  ligera,  amarillenta  y  fibrosa ;  la  albu- 
ra es  poco  gruesa ,  blanca ,  dura  y  compacta ;  el 
leño  es  muy  duro,  muy  pesado,  iormado  de  capas 
concéntricas  muy  numerosas ,  de  las  cuales  las 
unas  son  verdosas  y  las  otras  rojizas.  El  corte 
longitudinal  ofrece  en  el  centro  nudos  muy  agra- 
dablemente dibujados.  Esta  madera  es  una  de  las 
mas  estimadas  para  el  torno. 

Aspálato  de  India  [Aspalathusindica, 
L.).  Según  Ainsle  ,  las  hojas  de  esta  especie  son 
empleadas  en  cocimiento  por  los  prácticos  indios 
como  refrescantes ,  temperantes ,  en  las  afec- 
ciones leprosas  y  cancerosas.  La  raíz  mascada 
disminuye  el  mal  de  dientes  y  es  útil  en  los  aftas. 

ASPARAfiOíA.  Principio  inmediato,  en- 
contrado primero  en  el  zumo  de  los  tallos  de  es- 
párrago ,  por  los  Sres.  Vauquelin  y  Robiquet,  y 
después  en  otras  partes  de  vegetales ,  como  en 
las  raíces  de  malvavisco  y  de  consuelda ,  y  en 
las  patatas.  Obtiénese  por  la  concentración  del 
zumo  ó  del  infuso  acuoso  de  estas  partes  de  plan- 
tas, por  la  que  se  posa  en  cristales  colorados,  que 
se  lavan  en  agua  fria  y  se  hacen  cristalizar  de 
nuevo. 

La  asparagina  se  presenta  en  cristales  semi- 
trasparentes ,  incoloros,  de  la  forma  de  un  pris- 
ma hexaedro  ó  de  un  prisma  recto  romboidal;  su 
sabor  es  fresco  y  nauseoso ;  el  agua  disuelve  -'/ú 
de  su  peso.  Esta  solución  ,  abandonada  á  sí  mis- 
ma, se  descompone  y  produce  una  sal  amoniacal 
particular,  aspartato  de  amoníaco.  Bajo  la  in- 
fluencia de  los  álcalis  ó  de  los  ácidos,  la  aspara- 
gina experimenta  una  descomposición  semejante, 
cuyo  resultado  es  la  formación  de  cierta  cantidad 
de  amoníaco  y  de  un  ácido,  que  ha  sido  llamado 
Acido  aspártteo. 

ASPERÓN  (en  francés'  Gres).  Se  desig- 


ASI» 
nan  bajo  este  nombre ,  terrenos  de  depósito  for- 
mados en  diferentes  épocas ,  que  consisten  en 
una  arena  cuarzosa ,  aglutinada  por  diversas  sus- 
tancias. El  cimento,  a  veces  poco  abundante  re- 
lativamente á  la  arena,  es  sílice  en  el  estado  de 
sílex  ó  pedernal ,  o  arcilla,  ó  carbonato  de  cal. 
Los  asperones  contienen  muclias  veces  mica, 
feldespato  u  otras  materias  análogas  procedentes 
cadentemente  de  la  desagregación  de  las  rocas 
que  constituyen  las  montañas  primitivas. 

Los  asperones  tienen  diferentes  usos  según  su 
dureza ,  la  finura  de  su  grano  y  su  color.  Su  na- 
turaleza eminentemente  siliciosa  entra  por  algo 
en  los  usos  á  los  cuales  se  les  aplica.  Su  color  es 
con  frecuencia  amarillento ,  algunas  veces  rojizo, 
moreno,  y  también  blanco. 

La  composición  de  los  asperones  es  en  efecto 
variable:  tan  pronto  el  cuarzo  está  en  ellos  en 
granos  casi  puros,  tan  luego  el  cimento  forma 
basta  la  mitad  de  la  masa,  estando  la  otra  mitad 
formada  de  granos  cuarzosos. 

Las  principales  variedades  de  este  producto  de 
la  natirraleza  son:  el  Asperón  ullero ,  el  Asperón 
rojo,  el  Asperón  de  piedra  de  talla,  la  Molassa  y 
el  Asperón  blanco. 

El  asperón  ullero,  el  mas  antiguo  de  todos,  ca- 
si únicamente  es  empleado  para  baldosas,  esto  es, 
en  la  construcción  de  empedrados  de  las  calles 
mas  frecuentadas. 

El  asperón  rojo ,  que  se  baila  inmediatamente 
encima  del  precedente ,  se  aplica  á  los  mismos 
usos,  preferiéndosele  en  razón  de  su  mayor  so- 
lidez. 

El  asperón  de  piedra  de  talla  (Quarder  sands- 
tein  de  los  Alemanes  es  muy  reciente,  aunque 
pertenezca  también  á  bs  terrenos,  secundarios. 
Su  nombre  indica  bastante  el  uso  que  de  él  se 
hace:  es  muy  empleado  para  la  construcción  de 
edificios  y  para  baldosas  duras,  en  diversas  par- 
tes de  la  Alemania  y  en  Italia. 

Lo  mismo  sucede  "con  la  molassa,  que  es  un  as- 
perón perteneciente  á  los  terrenos  terciarios  y  na- 
turalmente blando ,  que  se  endurece  al  aire.  Al 
salir  de  la  cautera ,  se  deja  tallar  fácilmente,  pe- 
ro al  cabo  de  cierto  tiempo  pasa  a  ser  solido  y 
resistente.  :«>lq*#. 

Por  último ,  los  asperones  blancos ,  mas  mo- 
dernos todavía ,  son  empleados  para  el  empedra- 
do, siendo  demasiado  difíciles  de  tallar  parautdi- 
zarlos  como  piedra  de  construcción.  Con  todo, 
algunas  veces  se  hacen  de  ellos  pilas,  gamelas, 
arcas  y  obturadores  para  grandes  aparatos  para 
fabricar  el  ácido  clondrico ,  el  sulfato  de  sosa  y 
el  cloro.  . 

Obsén  ase  relativamente  á  los  asperones  em- 
pleados en  las  construcciones,  que  no  es  necesa- 
rio atender  á  la  dirección  natural  de  sus  capas, 
pues  sus  pedruzcos  ó  trozos  se  aserran  ó  corlan 
en  todas  direcciones ,  lo  que  no  sucede  con  las 
piedras  calcáreas. 

La  porosidad  de  los  asperones  los  hace  á  pro- 
pósito para  piedras  filtrantes,  impidiendo  su  na- 
turaleza silícea ,  por  otra  parte,  que  comuniquen 
al  agua  ninguna  propiedad  nociva ,  y  la  cedan 
34 


ASI*  265 

ninguno  de  sus  principios  constituyentes.  Los  as- 
perones de  Guipúzcoa  son  muy  celebrados  para 
este  uso ,  si  bien  casi  lodos  los  asperones  son  pro- 
pios para  él. 

I  nade  las  aplicaciones  notables  de  los  aspe- 
rones es  la  fabricación  de  las  muelas  para  pulir 
los  cuerpos  duros,  particularmente  los  instru- 
mentos de  acero,  las  piedras  finas,  etc.  En  esta 
aplicación,  basada  en  la  presencia  de  la  sílice  en 
pequeños  granos  en  los  asperones,  toda  la  difi- 
cultad consiste  en  procurarse  un  asperón  bien 
homogéneo  ,  sólido  y  tenaz  ,  de  grano  grosero  ó 
fino,  según  que  la  "muela  esté  destinada  para 
adelgazar,  ó  pulir. 

El  asperón  rojo  y  el  asperón  ullero  suministran 
comunmente  las  muelas  ó  las  piedras  de  afilar, 
siendo  de  dicha  materia  las  muelas  empleadas, 
en  Obersteín,  para  pulir  las  ágatas.  Las  piedras 
de  dalles  ó  guadañas  casi  todas  son  producidas 
por  el  asperón  ullero  :  son  grises  ó  negruzcas,  y 
han  sido  talladas  directamente  cuando  el  asperón 
es  naturalmente  tino;  en  el  caso  contrario  se 
muele  el  asperón,  haciendo  con  el  una  pasta  que. 
se  vacia  y  se  cuece  en  seguida  para  endurecerla; 

Eara  la  gruesa  herrería  de  corte  se  emplea  ha- 
itualmente  asperón  de  terrenos  terciarios. 

Las  muelas  de  asperón,  asi  como  las  de  molino, 
están  sujetas  á  romperse  con  detonación  cuando 
se  las  imprime  un  movimiento  de  rotación  dema- 
siado rápido.  Esto  es  lo  que  debe  suceder  siempre 
que  la  fuerza  centrífuga  exceda  á  la  cohe- 
sión que  liga  las  partes  de  la  piedra  entre  si;  por 
lo  que  es  menester  tomar  las  mayores  precaucio- 
nes en  la  elección  de  las  muelas"  de  este  género. 
Es  necesario  también  disponer  las  muelas  de  mo- 
do que  se  garantice  lo  mejor  posible  á  los  traba- 
jadores; no  deben  pues  dejarse  en  descubierto 
sino  las  porciones  de  la  muela  extriclamente  ne- 
cesarias, cuidando  de  que  todo  el  resto  déla  su- 
perficie quede  encerrado  en  un  armazón  sólido. 
— V.  Muelas  y  Piedras  detalla. 

En  este  articulo  hemos  indicado  sucintamente 
no  mas  que  los  usos  de  los  asperones,  tan  abun- 
dantes en  España,  porque  que  habría  sido  tras- 
pasar los  límites  que  nos  hemos  impuesto  estu- 
diarlos bajo  el  punto  de  vista  mineralógico. 

Asperón  (Losa  de) .  Con  arcillas  que  se  sa- 
can del  Pinell,  provincia  de  Tarragona ,  y  de 
Marra,  provincia  de  Cerona,  cocidas  á  una  tem- 
peratura que  no  baja  de  400°  del  pirómetro  de 
Wedgwood ,  se  fabrica ,  en  el  pueblo  de  Sans, 
extramuros  de  Barcelona ,  la  loza  do  asperón, 
que  los.  Franceses  llaman  Poterie  de  yri-s ,  de  la 
cual  nos  ocuparemos  eu  el  articulo  Loza  (\ .  e?ta 
palabra).  -. :io  avlM?*ab«l 

Aquí  debemos  consignar  que  D.  Pedro  Geli, 
antiguo  fabricante  de  lozas  de  pedernal,  fué  quien 
en  1849  estableció  la  predicha  fábrica,  la  prime- 
ra y  única  en  su  especie  en  España.  En  ella  hace 
bombonas,  barreños,  e\ aporaderas,  frascos,  jar- 
ros, matraces,  retortas,  tubos ,  y  otros  vasos  em- 
pleados en  los  laboratorios  químicos,  igualmen- 
te «pie  botellas  para  cerbeza  y  tinta,  y  diferen- 
tes \asijas  para  usos  domésticos.  Está  loza  en' 

tomo  i. 


166  ASP 

nada  cede  á  la  mejor  loza  de  gres  fabricada  en 
Alemania,  en  Francia  y  en  Inglaterra,  ni  por  la 
solidez  y  la  dureza,  que  son  iguales  á  las  del  peder- 
nal, ni  por  el  barniz,  que  es  terreo  é  inatacable 
por  los  ácidos,  y  en  cuanto  á  resislir  á  los  cambios 
de  temperatura,  posee  esta  propiedad  en  mayor 
grado  (jue  todos  los  gres  extranjeros. 

Los  objetos  de  loza  de  asperón  del  Sr.  Geli 
son  reconocidos  de  excelente  calidad  por  los 
(juímicos  y  fabricantes  que  los  emplean  en  sus 
operaciones ,  y  como  á  tales  han  merecido  ser 
premiados  en  las  exposiciones  industriales  de 
Madrid  y  Barcelona  celebradas  en  estos  últimos 
años. 

La  fabricación  de  loza  de  asperón  es  una  in- 
dustria naciente  en  nuestro  país ,  pero  útil,  y  en 
su  caso  necesario,  y  opinamos  que  debería  pro- 
tejérsela  ,  imponiendo  un  derecho  protector  á 
la  que  nos  llega  del  extranjero,  lo  que  bastaría 
para  que  nuestra  loza  de  asperón  pudiese  compe- 
tir con  la  loza  de  gres  de  los  Franceses  y  de  los 
Ingleses  ,  á  pesar  de  las  ventajas  que  estos  lle- 
van en  la  baratura  de  las  primeras  materias. 

ASPERUC©,  Asperugo.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  borragíneas,  y  de  la  pen- 
landria  monoginia  de  Linneo. 
Asperugo  tenúid.o[Asperugo  procumbe  ns, 
L.).  Esta  planta  indígena,  que  crece  en  las  már- 
genes de  los  caminos  secos,  tiene  el  tallo  tendido, 
las  hojas  estrechas  y  ásperas  al  tacto,  y  las  flo- 
res azules ,  pequeñas ,  con  un  cáliz  quü  se  en- 
cierra sobre  ellas  después  de  su  descogimiento. 
Pasa  por  béchica  é  incisiva;  según  Columna, 
on  algunas  partes  de  Italia  reemplaza  á  la  bor- 
raja, y  sus  hojas  son  comestibles  en  ciertas  co- 
marcas. , 

ASPERUIiA,  Asperüla.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  rubiáceas,  y  de  la  tetran- 
dia  monoginia  de  Linneo.  Su  nombre  procede  de 
que  muchas  especies  tienen  los  tallos  un  poco 
ásperos. 

Aspérula  cinánquicajó  de  Perro, 
Aspérula,  Yerba  déla  esquinan- 
riii  1  sperula  cynanchica,  L.) .  Pequeña  planta  vi- 
vaz, indígena,  quecrece  en  los  bosques  secos.  De 
tallo  derecho;  hojas  de  cuatro  en  cuatro,  lineares, 
y  las  superiores  opuestas ;  y  llores  hendidas  en 
cuatro  iascinias.  Atribuyesela  la  propiedad  de 
curar  la  esqmnancia,  empleada  en  tisana  y  en 
cataplasma;  pero  hoy  dia  no  se  usa.  Su  raíz  es 
rojiza ,  así  como  la  de"  muchas  rubiáceas ,  y  esto 
le  ha  valido  el  nombre  de  Rubia  pequeña. 

/I  «pérula  olorosa,  A  «perilla  ,  lie- 
pática  estrellada,  I  ¿¡rio  menor  de 
los  valles ,  Madreselva  oficinal  del 
Norte,  Reina  de  los  bosques  [Aspe- 
rula  odorata,  L.  ).  Planta  bienal  indígena,  que 
cerce  en  los  bosques.  De  muchos  tallos  altos  de 
cerca  de  un  pié ;  hojas  dispuestas  de  ocho  en 
oheo  alrededor  de  cada  nudo  de  los  tallos,  como 
en  estrellas  ,  lanceoladas;  flores  en  las  sumida- 
des de  los  tallos,  blancas  y  sostenidas  por  pedún- 
culos ;  el  cáliz  se  convierte  en  un  fruto  seco  que 
contiene  dos  pequeñas  semillas  unidas  ,  casi  re- 


ASP 
dondas  ,  un  poco  huecas  en  el  medio;  la  raíz  es 
delgada,  fibrosa  y  rastrera.  La  planta  florecida 
difunde  un  olor  suave  y  agradable. 

Los  ganados  son  muy  golosos  de  esta  planta, 
y  se  asegura  que  la  leche  de  las  vacas  que  se 
alimentan  de  ella  es  mas  abundante  y  mas  espesa. 
Créesela  útil  en  las  afecciones  nerviosas,  la  epi- 
lepsia y  también  la  hidrofobia;  por  último,  básela 
preconizado,  sin  motivo,  contra  la  ictericia  y  con- 
traías enfermedades  eruptivas. 

ASOI¥IA ,  Assonia.  Género  de  la  familia  de 
las  malváceas,  presentado  por  Cavanille,  como 
ofreciendo  en  la  Asoma  de  nojAs  de  Álamo  [As- 
sonia populi folia  ,  Cav.),  una  de  las  maderas  de 
olor  del  comercio. 

ASPIiEWIO,  Asplenium.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  los  heléchos ,  y  de  la  cripto- 
gamia  de  Linneo. 

Asplenio  Adianto  negro,  Adian- 
to negro,  Capilera  negra,  Culan- 
trillo negro,  Doradilla  negra  As 
plenium  Adiantum  nigrum  ,  L.).  Esta  especie 
crece  en  las  paredes ,  en  lugares  húmedos ,  y  al 
pié  de  los  árboles.  Frondes  verdes  ,  casi  tres  ve- 
ces pinnadas ,  con  hojuelas  alternas  y  otras  lan- 
ceoladas, entrecortadas  y  aserradas  ;  peciolos 
largos  de  un  pié,  lisos  y  negruzcos.  Es  poco  usa- 
da ,  pero  se  la  sustituye  á  la  Capilera  común,  cu- 
ya aroma  está  lejos  de  poseer. 

Asplenio  aserrado  [Asplenium  serra- 
tum,  L.y.  Con  frondes  sencillas,  lanceoladas, 
aserradas  y  casi  sentadas.!  Es  usado  en  las  Anti- 
llas contra  las  obstrucciones  y  las  diarreas  rebel- 
des ,  á  la  dosis  de  i  á  3  dracmas ,  en  polvo. 

Asplenio  Ruda  de  muros,  Cu- 
lantrillo blanco,  Doradilla  de  mu- 
ros, Ruda  de  muros  [Asplenium  Ruta 
muraría,  L.).  Especie  que  crece  en  las  paredes, 
en  las  hendiduras  de  los  edificios  viejos ,  cerca 
de  los  pozos  y  de  las  fuentes,  y  que  resiste  al 
frió  de  los  inviernos.  Frondes  alternadamente  des- 
compuestas ,  con  hojuelas  en  forma  de  cuña  y 
recortaditas.  Tiene  alguna  semejanza  con  la  ru- 
da. Antiguamente  era  preconizada  en  una  mul- 
titud de  enfermedades,  pero  hoy  dia  es  inusitada. 

Asplenio  Tricomanes,  Politrico, 
Tricomanes  [Asplenium  Trichomancs,  L.). 
EspeGie  que  crece  en  lugares  sombríos  y  hú- 
medos. Frandes  dos  veces  pinnadas,  hojuelas  ca- 
si redondas  y  festonadas:  distingüese  de  las  capi- 
leras  en  que  sus  hojuelas  son  pequeñas ,  y  sin 
estar  opuestas  están  colocadas  por  pares  á  lo  largo 
del  pecíolo ,  casi  redondas  ,  ligeramente  denta- 
das y  con  el  dorso  muy  cargado  de  escamas  que 
cubren  la  fructificación :  es  poco  olorosa.  Apenas 
es  usada,  aunque  á  veces  reemplace  ala  capilera. 

ASSERIDA.  Planta  de  Guinea  ,  que,  mas- 
cada ,  es  útil  contra  el  dolor  de  vientre. 

ASSOREE-BUND.  Llámase  así  una  de 
las  seis  calidades  de  seda  que  se  recogen  en  los 
Estados  del  Mogol. 

ASSRC1VIINA.  Planta  de  Guinea,  que,  ma- 
chacada y  aplicada  en  fricciones  sobre  las  pier- 
nas ,  cura  la  lombriz  de  Guinea." 


AST 

ASTRA€¡A1¿0,  Astragalus.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  leguminosas,  j  déla 
diadellia  decandria  deLinneo. 

Astrágalo  Amodite  (Astragalus  Am- 
modytes,  L.).  Esta  especie,  de  la  Siheria,  y  que 
seria  muy  propia  para  ser  cultivada  en  los  are- 
nales por  sus  raices  profundas ,  es  azucarada  en 
todas  sus  parles,  y  en  consecuencia  podria  ser 
empleada  como  el  regaliz.  Es  sufructicosa  ,  arro- 
ja tallos  con  flores  mellizas ,  y  produce  legumbres 
aovadas  mellizas  y  lanudas.  * 

AMtrágalo  de  Andalucía  [Astragalus 
bcrticus,  L. ).  Esta  especie,  que  se  encuentra  en 
Portugal  y  otros  puntos ,  y  que  es  cultivada  en 
Suecia ,  arroja  tallos  tendidos ,  con  espigas 
pedunculadas  ,  y  produce  legumbres  prismáti- 
cas ,  rectas  ,  de" tres  caras,  y  ganchosas  por  su 
ápice. 

Las  semillas  de  esta  planta  tostadas  son  el 
mejor  succedáneo  del  café  de  cuantos  han  sido 
propuestos;  la  torrefacción  aumenta  su  amargor, 
pero  «i un  grado  menor  que  el  del  café  común,  de 
manera  que  para  endulzar  su  infuso  se  necesita  la 
mitad  menos  de  azúcar.  También  puede  mezclar- 
se en  parte  igual  con  el  café  común.  Esta  semilla 
contiene  un  aceite  craso  ,  y  un  principio  amargo 
(pie  no  se  desarrolla  hasta  después  de  la  torre- 
facción; pero  debe  observarse  -que  si  bien  el  ca- 
fé tostado  aumenta  de  volumen,  la  semilla  de  as- 
trágalo  disminuye ,  lo  que  indica  que  ha  de  tos- 
tarse mucho  menos.  Estas  noticias  son  debidas  al 
célebre  químico  Vogel,  de  Munich ,  quien  usaba 
este  grano  mezclado  con  el  café,  lo  que  le  proba- 
ba muv  bien. 

Por  lo- demás,  el  astrágalo  de  Andalucía  produ- 
ce mucho  v  resiste  á  los  mayores  frios;  sus  se- 
millas verdes  dan  una  consistencia  gelatinosa  al 
agua. 

Astrágalo  sin  esrapo ,  Astrágalo 
( Astragalus  excapus  ,L.).  Planta  vivaz,  que  crece 
en  las  montañas  de  los  Alpes ,  sin  tallo  y  sin  es- 
capo, hojas  vellosas,  y  con  legumbres  lanudas; 
raíz  gruesa,  cuyo  tronco  principal  está  hundido 
\ertiea1inente  en  tierra,  de  color  moreno  y  de 
sabor  amargo  astringente. 

La  raiz  de  esta  especie  lué  propuesta,  en  1786, 
por  Quariu  ,  contra  las  afecciones  \enéreas ,  so- 
bre todo  los  antiguas  que  presentan  síntomas  de  in- 
fección constitucional;  su  cocimiento ,  bebido  en 
abundancia,  calma  los  dolores  nocturnos,  pro- 
duciendo sudores  útiles  en  el  reumatismo  y  la 
gola.  En  el  dia  no  está  en  uso. 

Astrágalo  Garbanzo  (Astragalus  Ci- 
cer,  L.j.  Arroja  tallos,  postrado;  con  legumbres 
casi  globosas,  infladas,  que  rematan  en  punta 
rígida  y  pelosas.  Pallas  dice  que  en  Siberia  los 
niños  comen  las  semillas  de  esta  especie,  que, 
según  Cartheuser,  puede  suministrar  un  buen  for- 
raje. 

Astrágalo  ron  hoja  de  Regalicia, 
Orozuz  silvestre  [Astragalus  glycyphyllos, 
L.).  Vegetal  de  nuestros  bosques  herbosos  ,  que 
arroja  tallos ,  postrado;  hojas  ovales  y  mas  Jar- 
gas  que  el  pedúnculo;  legumbres  arqueadas,  y 


ATA  J87 

casi  de  tres  caras.  La  semejanza  de  sus  hojas  cou 
las  del  regaliz  le  hace  dar  el  nombre  de  Falso 
Regaliz,  por  el  uso  que  puede  hacerse  de  su  raiz. 
En  efecto,  el  Sr.  Gilibert  la  ha  empleado  con 
feliz  resultado  contra  los  herpes,  la  estrangúria, 
los  cólicos  y  otras  enfermedades  queexijen  el  uso 
de  temperantes. 

Astrágalo  como  Tragacanta  [Astra- 
galus tragacanthoides,L.) .  Especie  casi  sin  tallos, 
con  flores  radicales,  numerosas  y  casi  sentadas. 
Los  Calmucos  emplean  el  cocimiento  de  esta 
planta  contra  las  calenturas  intermileules. 

Los  Astrágalo  tragacanta  (Astragalus  Traga- 
canllm ,  L.) ,  Astrácalo  qur  lleva  goma  (Astra- 
galus gummxfcr ,  Labillard.) ,  y  Astrágalo  ver- 
dadero {Astragalus  venís,  Olivier) ,  etc.,  pro- 
ducen la  Goma  alquitira  ó  tragacanto  (Y.  esta 
palabra).  Algunas  especies  son  también  cultivadas 
en  los  jardines. 

AS  TRAS  CÍA,  Astrantia.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  umbelíferas,  y  de  la 
pentandria  diginia  de  Linneo.  Yerbas  vivaces, 
de  hojas  palmeadas ,  las  inferiores  con  largos 
pecíolos,  las  superiores,  con  frecuencia,  indivi- 
sas y  sentadas;  flores  en  umbelas  solitarias  ó  en 
hacecillos,  sencillas,  con  largos  pedúnculos,  mul- 
tíflorales,  acompañadas  cada  una  de  un  collar 
polililo,  de  hojuelas  grandes,  coloradas,  ner- 
viosas, con  frecuencia  dentadas ;  corola  rosada  ó 
blanca  ,  en  general  mas  corta  que  el  limbo  ca- 
licinal. Este  género  no  comprende  sino  cualro 
ó  cinco  especies ,  todas  indígenas  de  Europa  ó  de 
Oriente. 

La  Astrancu  mavor  ,  Astrancia  común  (As- 
tranlia  major ,  L.j  ,  común  en  los  prados  de  los 
Alpes  y  de  los  Pirineos ,  que  se  eleva  á  dos  ó  tres 
pies,  se  cultiv a  en  los  jardines  de  adorno,  por 
sus  hermosas  umbelasde  color  de  rosa.  Llámase- 
la vulgarmente  Sanícula  hembra  ó  Sanícula  de 
montaña.  Morisson  asegura  que  las  raices  de 
esta  planta  "son  purgantes  y  acres,  lo  (pie  las  ha 
hecho  confundir  á  veces  con  las  del  eléboro  ne- 
gro. 

La  Astrancia  epipactis  [Astrantia  epipactis, 
L.) ,  es,  según  Dioscorides,  útil  en  las  enferme- 
dades del  hígado.  El  nombre  de  Epipuctis  que 
le  dio  este  autor  significa  que  atrae  nvria  fuera, 
de  donde  viene  también  el  de  epipástico. 

Las  demás  especies  se  distinguen  igualmente 
por  una  inflorescencia  muy  elegante,  lo  que  hace 
que  se  cultiven  en  los  jardines. 

ASTROBJLEPO,  Astroblepus.  Género 
de  peces  de  la  familia  de  los  holobrampiios  apo- 
dos pantópteros.  La  única  especie  que  contiene 
es  el  Astroblepo  de  Grisalvio  (Astroblepus  tíri- 
xalvii,  Ilumb.).  Los  habitantes  de  la  Nueva 
Granada ,  que  lo  pescan  en  el  rio  de  Palacé, 
cerca  de  Popayan,  lo  llaman  Pescado  negro; 
se  dice  que  el  sabor  de  su  carne  se  asemeja  al 
de  la  anguila. 

AT 

ATAULECH.  Nombre  que  los  Árabes  dan 
á  la  acacia  que  produce  la  goma  arábiga  de  Ma- 
ruecos  y  de  llcrberia ,  y  que ,  según  Jackson ,  es 


268  ATA 

la  Acacia  que  lleva  goma   {Acacia  gummi  fer, 
Lavill.). 

ATAMAWTA  ,  Athamanta.  Género  de 
plantas  de  las  fannlia  délas  umbelíferas,  y  déla 
pentandria  diginia  de  Linneo. 

Atamanta  Cervaria  {Athamanta  Cer- 
varia, L.).  Plantaindígena que  crece  en  las  mon- 
tañas. De  anchas  hojuelas  pinnadas,  puestas  en 
forma  de  cruz,  escotadas,  y  con  ángulos;  semi- 
llas lisas,  verdosas,  ovoideo-comprimidas,  y  sin 
pelo.  Al  presente  no  se  usa,  si  bien  antiguamente 
había  sido  empleada  en  medicina. 

Atamanta  de  China  [Athamanta  chi- 
nensis,  Lour.).  Las  semillas  de  esta  especie,  cul- 
tivada y  expontánea  en  la  China  y  en  la  Cochin- 
china,  son  empleadas  como  diuréticas,  resoluti- 
vas, cmenagogas,  y  sobre  todo  en  las  enferme- 
dads  del  útero. 

Atamanta  de  Creta  ,  Haueo  de 
Creta  ó  de  Candía.  (.4  thamanta  cretensis, 
L.).  Planta  vivaz  que  crece  en  España,  en  Suiza, 
y  en  el  mediodía  de  la  Francia,  en  la  isla  de  Candía, 
en  Egipto ,  etc. ,  en  lugares  pedragosos  y  monta- 
ñosos. Tallo  alto  de  un  pié  y  medio,  redondo,  es- 
triado, y  velloso;  hojas  cortadas  como  las  del  hino- 
jo, con  hojuelas  lineares,  planas,  y  con  pelo  ás- 
pero; su  ■  flores  nacen  en  umbelas  en  las  sumida- 
des de  los  ramos;  aellas  suceden  frutos  prolon- 
gados, vellosos,  blancos,  terminados  por  dos  es- 
lilos  persistentes,  ensanchados  si  son  muy  ma- 
duros, y  mezclados  con  fragmentos  de  pedúnculos 
de  la  umbela,  y  comunmente  la  umbela  entera. 

De  esta  planta  se  usan  particularmente  los  fru- 
tos ó  semillas,  que  son  mas  pequeñas  que  las  del 
comino,  y  tienen  un  olor  de  pastinaca  cuando  se 
las  eslrega,  y  un  sabor  aromático  semejante, 
pero  mas  marcado,  fuerte  y  siempre  agradable. 

La  semilla  de  dauco  de  Creta  fué  muy  preconi- 
zada y  muy  usada  por  los  antiguos,  quienes  le 
hacían  entrar  en  muchas  composiciones  farma- 
céuticas. Es  un  estimnlante  ,  como  lo  son  casi  to- 
das las  semillas  de  las  umbelíferas. 

Atamanta  Ijinanotis  [Athamanta  Li- 
banotis ,  L.).  En  los  frutos  ó  semillas  de  esta 
planta  indígena,  que  son  pequeñas,  oblongas, 
vellosas,  ásperas  y  grises,  quiso  Linneo  reconocer 
las  semillas  del  Libanotis  de  los  antiguos ,  y  á  las 
cuales  Dioscorides  llamaba  Cachrys.  Estas  semi- 
llas eran  consideradas  como  anti-epilépticas. 

Atamanta  Meo,  Hinojo  de  los  Al- 
pes t  Meo,  Mea  atamántico ,  Meyon 
[Athamanta  Meum ,  L.;  Mcum  athamanticum, 
Jacq.) .  Especie  originaria  de  la  Grecia,  que  crece 
en  los  Alpes,  en  los  Pirineos,  en  España,  en 
Italia,  en  Suiza,  en  Francia,  y  en  general  en  las 
montañas  del  mediodía  de  la  Europa.  Planta  de 
raíz  vivaz,  que  arroja  un  tallo  derecho,  hueco, 
un  poco  ramoso  ,  aíto  de  12  á  18  pulgadas;  sus 
hojas  son  dos  ó  tres  veces  aladas,  sostenidas  por 
pecíolos  dilatados  y  ventrudos,  y  compuestas  de 
hojuelas  muy  numerosas,  lampiñas,  cortas  y  ca- 
pilares ;  las  llores  en  umbelas,  y  son  blancas, "muy 
pequeñas  y  olorosas ;  los  cálices  se  trasformaii 
en  frutos ,  compuestos  cada  uno  de  dos  semillas 


ATA 

oblongas ,  abovedadas  y  estriadas ,  mas  gruesas 
que  las  del  hinojo,  olorosas  y  de  sabor  amargo. 

La  raíz  es  la  única  parte  usada  d'.  esta  planta, 
y  tal  como  el  comercio  la  presenta  es  groesa  co- 
mo el  dedo  pequeño  ,  larga  de  cuatro  pulgadas, 
gris  por  defuera ,  blanquecina  por  dentro,  de  un 
tegido  flojo,  de  un  olor  y  sabor  semejantes  á  los 
de  la  raíz  de  apio  montano.  Se  reconoce  sobre 
lodo  en  su  cuello  rodeado  de  un  gran  número  de 
pelos  ásperos  y  enderezados ,  del  mismo  modo  que 
en  la  raíz  de  "cardo  corredor,  en  términos  que 
se  la  podría  confundir  á  veces  con  ésta  última; 
pero  la  raíz  de  cardo  corredor  en  general  es  mas 
gruesa,  mas  larga,  y  además  tiene  un  olor  de- 
sagradable. 

Esta  raíz  entra  en  varias  composiciones  far- 
macéuticas antiguas;  es  aperitiva  y  antielmínlica; 
se  mezcla  algunas  veces  con  el  espicanardi,  pero 
este  fraude  se  reconoce  en  el  olor  de  la  raíz ,  tan 
diferente  del  de  las  valerianas. 

Atamanta  Oreoselino,  Oreoseli- 
no ,  I*eregil  lie  monte  [A  thamanta  Oreo- 
selinum,L.).  Planta  indígena  que  crece  en  las 
montañas.  Arroja  tallosque  se  elevan  á  la  altura 
de  tres  á  cinco  pies;  sus  hojas  salen  las  unas  de 
la  raíz  y  las  otras  de  los  tallos,  y  son  grandes  y 
parecidas  á  las  del  peregil,  sostenidas  por  largos 
pecíolos;  sus  flores  nacen  en  umbelas ,  en  la  su- 
midad de  los  tallos  y  ramos,  y  son  blancas  y  pe- 
queñas; sus  semillas  están  unidas  de  dos  en  dos, 
y  son  ovales,  comprimidas ,  lisas ,  blanquecinas, 
y  membranosas  en  el  borde;  sus  raíces  son  gruesas 
fibras  unidas  á  un  centro  común,  negras  por  de- 
fuera, blancas  por  dentro,  de  un  sabor  resinoso, 
aromático  y  agradable. 

De  esta  planta  se  emplean  principalmente  la 
raíz  y  la  semilla:  ambas  son  aperitivas,  y  han  si- 
do preconizadas  contraía  gonorrea  benigna,  pa- 
ra depurar  la  sangre,  etc. 

ATA1VASIA,  Athanasia.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  carduíneas  ,  y  de  la  sin- 
genesia  poligamia  igual  de  Linneo. 

Atanasia  marítima ,  Algodono- 
sa (Athanasia  marítima,  L.;  Diotis  candidissi- 
ma,  Desf.).  Este  vegetal,  que  crece  abundante- 
mente en  las  playas  del  Mediterráneo  ,  de  hojas 
lanceoladas,  recortadas,  obtusas  y  tomentosas, 
y  con  pedúnculos  de  dos  flores ,  es  aromático  y 
amargo.  En  Portugal  es  conocido  bajo  el  nombre 
de  Perpetuas  marítimas,  y  su  infuso  teiforme, 
en  este  país  ,  es  usado  en  las  afecciones  dispép- 
sicas  y  la  gota ;  también  se  ha  administrado  en 
la  tisis,  pero  mezclando  el  infuso  con  leche.  El 
doctor  Gómez ,  que  fué  el  primero  que  preconi- 
zó el  uso  de  esta  planta,  la  comparó  con  la  man- 
zanilla ,  pero  encontró  el  gusto  y  el  olor  menos 
desagradable. 

ATAUJÍA.  Es  el  arle  de  fabricar  obras  de 
ataujía,  como  son  adornos  árabes,  ó  moriscos, 
que  se  hacen  en  el  hierro  con  líneas  de  oro  y 
de  plata.  Es  considerado  como  un  arte  que  reúne 
las  obras  de  mosaico  y  de  escultura.  Su  nombre 
y  su  origen  venieron'de  la  ciudad  de  Damasco 
en  Siria ,  pero  fué  perfeccionado  en  Francia. 


ATR 

Carsinet,  que  unir  ¡o  en  París  en  1660 ,  es  quien 
con  preferencia  g  otros  contribuyó  con  su  sobre- 
saliente trabajo  á  lograr  que  decayere  el  mérito 
ile  las  obras  de  este"  género  procedentes  del  Le- 
vante. 

ATIiE  n  ATTE.  Nombre  árabe  de  un  ár- 
bol que  crece  en  el  reino  de  Siam.  El  fruto  tiene 
la  forma  de  una  pina ;  cuando  maduro  ,  es  blan 
do  y  se  abre;  su  carne  es  azucarada  y  desabor 
agradable  ,  y  contiene  una  gran  cantidad  de  pe- 
pitas negras,"  cuya  piel  es  de  tal  modo  dura  que 
se  las  tomaría  por  cuescos. 

ATKACTIL.  Atracttus.  Género  de  plan- 
tas de  la  ramilia  de  las  carduineas,  y  de  la  smge- 
nesia  poligamia  igual.  Los  antiguos  hablaron  bajo 
este  nombre  de  una  planta  espinosa,  usada  de  su 
tiempo  en  medicina ,  que  es  difícil  de  referir  á 
un  nombre  linneano,  en  razón  délo  vago  de  las 
descripciones  quede  ella  se  hacen  y  de  ¡agran- 
de analogía  de  los  individuos  de  esta  familia  entre 
si.  Dioscorides  asegura  que  del  cuello  de  la  raíz 
de  esta  planta  exuda  una  goma  venenosa,  pero  lo 
cierto  es  que  todavía  no  se  ha  podido  encontrar 
esta  especie,  que  probablemente  seria  la  de  que 
vamos  á  hablar  sin  esta  última  circunstancia, 
quizás  errónea. 

A  trae  ti  I  que  lleva  goma  {Atractylis 
U'immifera,  L.;  Acama  gummi f era ,  W.).  Planta 
vivaz  ,  que  crece  abundantemente  en  los  arena- 
les y  en  los  ribazos  áridos  de  los  alrededores  de 
Argel,  en  Italia,  en  España ,  en  Grecia,  en  Cer- 
deña ,  etc. ,  y  en  lugares  incultos  y  tostados  por 
el  ardor  del  sol.  Su  raíz  escamuda,  fusiforme, 
del  grueso  del  dedo,  blanca  al  interior,  y  lechosa; 
carece  de  tallo ;  sus  hojas  son  de  diez  á  veinte 
pulgadas  de  longitud ,  tiesas  y  un  poco  lanosas. 
La  planta  florece  en  otoño,  y  "entonces  las  hojas 
son  desecadas  por  los  colores  ,  pero  se  renuevan 
durante  el  invierno  y  permanecen  verdes  hasta  á 
la  tin  de  la  primavera. 

Los  señores  Desfontaines  y  01ivier,quehanob 
servado  este  vegetal,  han  visto  destilar  de  su  flor, 
que  es  gruesa,  única  y  de  color  de  violeta,  gotas  de 
una  especie  de  goma"  roja  ,  que  exuda  igualmente 
de  entre  las  hojuelas  de  su  cáliz  y  también  delcuello 
de  su  raiz.  Esta  sustancia  nunca  adquiere  una  con- 
sistencia seca,  y  queda  blanda  como  el  visco.- 
los  Árabes  la  emplean  como  éste,  ablandándola 
con  un  poco  de  agua  hirviendo  ,  para  cazar  pa- 
jaritos. Esta  sustancia  inodora,  y  que  apenas  tie- 
ne un  sabor  débilmente  amargo ,  está  cubierta 
;i  Mees  de  un  polvo  blanco;  las  mugeres  de  la 
isla  de  Naxia  la  mascan ,  como  las  de  Scio  hacen 
con  el  almacigo  ;  se  come  la  raíz ,  pero  priuci 
palmeóte1  el  receptáculo  de  esta  planta ,  como  lo 
nacemos  de  los  de  las  alcachofas ,  y  como  ge 
practicaen  varios  países  con  los  de  muchas  otras 
compuestas  ,  tales  Gomo  las  carlinas ,  losonopor- 
dos,  etc.  Según  Linneo ,  esta  planta  suministra 
un  alimento  agradable  y  sano,  de  gran  recurso  en 
tiempo  de  carestía. 

Conviene  no  confundir  esta  planta  con  el  Car- 
do Acarna  (Carduus  Acama ,  L. ,  Cnicus  Acar- 
na,  W.). 


ATR  2G«J 

ATIPIíICE  ó  %H*UEI7IiE.  Atri- 
plex. Género  de  plantas ,  que  da  nombre  á  una 
familia  natuial,  las  Atripliceus ,  y  qua  perlcntvo 
á  la  poligamia  monoecia  de  Liuneo.  Losr  armue- 
lles son  yerbas  ósub-arbustos :  partes  herbáceas 
lo  mas  común  pulverulentas  ó  cubiertas  de  una 
pubescencia  furfurácea ;  hojas  alternas  ó  raras 
veces  sub-opuestas  ,  pecioladas  ,  lo  mas  común 
triangulares,  angulosas,  ó  sinuosas  dentadas,  ó 
muy  enteras;  llores  aglomeradas,  ó  dispuestas  en 
espigas  interrumpidas.  Estas  plantas  crecen  en 
los  lugares  cultivados,  salados,  y  arenosos,  y  al- 
gunas de  ellas  pueden  comerse  como  las  espi- 
nacas y  la  acedera,  etc.,  que  son  de  la  misma  fa- 
milia ;'las  que  pertenecen  a  terrenos  salados  dan 
mucha  sosa  por  su  combustión ,  y  son  con  fre- 
cuencia utilizadas  deestamanera.  El  Sr.Moquin- 
Tandon  enumera  cuarenta  y  nueve  especies 
de  este  género ,  entre  las  cuales  no  van  com- 
prendidas cierto  número  de  especies  considera- 
das por  muchos  autores  como  Atriplices,  si  que 
pertenecen  al  género  Obiona,  Ga?rtn.  Se  en- 
cuentran atriplices  en. casi  sodas  las  regiones  del 
globo. 

A  tríplice  de  huerta.  Armuelles 
[Atriplex  hwtcnsis,  L.).  Planta  anua,  cultivada 
en  las  huertas,  originaria  del  Asia,  y  que  también 
se  propaga  por  sí  misma.  Su  tallo  es  alto  de  cua- 
tro á  cinco  pies ,  derecho,  estriado  y  un  poco  ra- 
moso; sus  hojas  lisas,  pálidas,  tiernas,  y  la  mayor 
parte  triangulares  y  puntiagudas  ;  las  flores  es- 
tán dispuestas  en  "racimos  sueltos  y  de  color 
blanco  ;  á  estas  llores  suceden  semillas  por  lo  co- 
mún planas  y  redondas,  envueltas  en  una  corte- 
za delgada. " 

Esta  planta,  que  como  es  sabido  tiene  calida- 
des análogas  á  las  de  la  espinaca,  es  empleada 
en  las  cocinas  como  las  otras  hortalizas ,  sobre 
todo  páralos  potajes;  corrige  la  acidez  de  la 
acedera,  conviene  á  los  hipocondriacos,  cuyas 
visceras  están  calientes  y  constreñidas  ;  refrige- 
rante y  un  poco  laxante",  nutre  muy  poco;  no 
conviene  á  los  estómagos  fríos  ,  á  menos  que  no 
se  la  sazone  con  sal ,  pimienta  y  vinagre. 

Según  Matíolo,  las  semillas  de  esta  especie 
son  vomitivas  y  purgantes,  pero  no  están  y  a  en 
uso  en  terapéutica. 

Los  habitantes  de  Réngala  comen  las  hojas  del 
Atripuce  he  Bengala  (Atriplex  beiujalensis, 
Lam.).  El  Atripuce  Halimo,  Orzaga  ,  Osu=<;\ 
o  Saiga»*  Atriplex  üalimus,  L.),  de  tallo fruc- 
licoso  ,  hojas  enteras  y  que  se  acercan  á  la  figu- 
ra de  delta ,  es  alimenticio  en  algunas  de  nues- 
tras costas,  y  sus  renuevos  se  confitan  en  v  ina- 
gre  y  se  comen  en  ensalada :  dícese  que  sus  rai- 
ces son  empleadas  por  las  nodrizas  contra  los 
retortijones  y  las  convulsiones  de  los  niños.  i;i 
Atripuce  como  Verdolaga  (Atriplex  porlitla- 
coides,  L.) ,  detallo  fructicoso  ,  y  hojas  aovadas 
al  revés  ,  que  crece  abundantemente  en  nuestras 
costas  marinas,  puede  ser  confitado  en  vinagre. 

ATROPA,  Atropa.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  solanáceas,  y  de  la  pentandria 
monoginia  de  Linneo.  Eslenumlre  v  ieue  de  A  tro- 


270  ATR 

pos,  el  de  una  de  las  Parcas  ,  que  corta  el  hilo 
de  la  vida ,  en  razón  del  peligro  que  presentan 
las  especies  que  contiene. 

Atropa  arbórea  (Atropa  arborcscens  L.) . 
Este  arbusto,  de  las  Antillas,  es  deletéreo.  El  Sr. 
Descourtilz  perdió  el  uso  de  la  palabra  ,  y  se  le 
hinchó  la  lengua  tan  solo  por  haberlo  catado.  Es 
cultivado  en  los  jardines  de  adorno  ,  al  igual 
que  la  Atropa  frutescente  ,  Belladona  de  Es- 
paña (Atropa  frutcscens,  L.). 

Atropa  Belladona .  Belladona, 
Belladama  (Atropa  Belladona,  L.).  El  nom- 
bre de  esta  especie  célebre,  que  no  era  desco- 
nocida de  los  antiguos  ,  procede  de  que  en  Italia 
las  mugeres  se  lavaban  el  rostro  con  su  agua 
destilada,  ó  con  el  zumo  de  sus  hojas,  y  también 
hacían  uso  de  una  especie  de  afeite  obtenido 
por  expresión  del  fruto  llegado  á  su  segunda 
época. 

Esta  planta  crece  en  nuestro  país  y  en  una  gran 
parte  de  la  Europa ,  en  los  lugares  cultivados. 
l)e  su  raíz  vivaz  se  eleva  un  tallo  de  tres  á  cuatro 
pies,  grueso,  redondo,  pubescente,  y  de  color 
rojizo ;  sus  hojas  son  alternas,  ovales,  lampiñas  ó 
ligeramente  pubescentes ,  enteras,  de  un  verde 
oscuro,  anchas  y  blandas;  las  flores  son  axilares, 
pedúnculadas  y  purpurinas;  la  baya  es  redonda, 
un  poco  complanada,  sucolenta,  negra  y  lustro- 
sa, y  muy  venenosa;  las  semillas  son  muy  nu- 
merosas, pequeñas  y  reniformes. 

El  zumo  de  la  belladona  está  compuesto,  según 
el  señor  Vauquelin :  1 .°  de  una  sustancia  animal 
(pie  se  coagula  en  parte  por  el  calor,  y  que  en 
parte  queda  en  este  zumo  á  favor  del  ácido  acé- 
tico libre  que  se  encuentra  en  él;  2.°  de  una  sus- 
tancia soluble  en  el  alcohol,  de  sabor  amargo  y 
nauseabundo  (Y.  Atropina) ;  3.°  de  muchas  sales 
de  base  de  potasa,  á  saber ,  mucho  nitrato  ,  mu- 
riato, sulfato,  oxalato  acídulo  y  acetato.  El  ba- 
gazo, secado  y  quemado,  ha  dado  bastante  can- 
tidad de  cal ,  de  hierro  y  de  sílice. 

Es  muy  esencial  conocer  esta  planta  deletérea 
sobre  todo  sus  bayas  ,  cuyo  color  oscuro  ,  la  for- 
ma de  pequeñas  guindas  y  el  gusto  dulce  invitan 
aveces  á  comerlas,  lo  que  produce  un  envene- 
namiento con  delirio,  que  hizo  denominar  á  es- 
ta planta  por  los  autores  antiguos  Solano  furioso, 
Solano  letal,  y  jtsvxvo;,  por  Dioseorides ,  de 
donde  el  delirio  causado  por  la  belladona  ha  sido 
llamado  Estricnomania. 

Los  fenómenos  del  envenenamiento  por  la  be- 
lladona son  los  siguientes:  vértigos,  debilidad, 
delirio  por  lo  común  alegre,  alucinamiento  déla 
vista ,  desfallecimiento  ,  náuseas ,  entorpecimien- 
to, inyección  déla  coyuntiva,  pupilas  dilatadas 
é  inmóviles,  gesticulaciones,  boca  seca,  imposibi- 
lidad de  articular  sonidos  inteligibles;  pulso  pe- 
queño, débil,  y  mas  bien  lento  que  acelerado;  es- 
pecie de  insensibilidad  de  la  piel ,  terrores,  etc. 
La  muerte  puede  llegar  poco  tiempo  después  de 
haber  ingerido  este  fruto  en  abundancia,  y  enton- 
ces el  sujeto  cae  en  un  estado  soporoso  con  so- 
bresaltos de  tendones  y  palidez  horrorosa.  Según 
el  Sr.  Flourens,  la  belladona  dirige  su  acción 


ATR 

especíala  los  tubérculos  cuadrijemales,  y  pro- 
duce en  las  aves,  á  quienes  causa  ¡aceguera,  una 
mancha  roja  en  el  punto  correspondiente  del  crá- 
neo, á  consecuencia  de  la  infiltración  del  diploe. 
El  señor  Orfila,  que  ha  ensayado  la  belladona 
en  los  animales,  ha  visto  que  producía  la  muerte 
á  los  perros,  pero  dada  á  la  dosis  de  media  onza 
de  extracto  al  cabo  de  cuatro  horas,  y  observó  la 
membrana  del  estómago  poco  inflamada  ;  veinte 
granos  no  hicieron  perecer  á  un  gato.  De  estos 
experimentos  concluye  que  la  belladona  obra  con 
mas  fuerza  inyectada  en  las  venas  ,  menos  en  el 
tegido  celular,  y  menos  aun  ingerida  en  el  estó- 
mago. 

Se  remedia  á  la  acción  deletérea  déla  bellado- 
na por  el  vómito,  si  se  está  á  tiempo  de  provocar- 
lo ,  por  medio  del  tártaro  emético  á  alta  dosis, 
en  razón  de  la  insensibilidad  del  estómago ,  ó  por 
el  uso  délas  bebidas  aciduladas,  si  hay  mas  de 
15  á  20  horas  que  las  bayas  hayan  sido  ingeridas. 
Además  danse  diluyentes,  aceitosos,  la  leche, 
lavativas  emolientes ,  y  también  anli-flogísticos, 
si  se  desarrollan  secundariamente  signos  de  fleg- 
masía, pues  la  belladona  no  produce  inflamación 
señalada  de  primer  antuvión ,  ni  causa  vómitos, 
etc. ,  y  ,  después  de  la  muerte  de  los  sujetos  ape- 
nas se  encuentran  algunos  vestigios  inílamato- 
rios  en  el  canal  digestivo.  La  acción  de  la  be- 
lladona difiere  de  la  del  opio  ,  aunque  esta  planta 
pertenezca  como  la  que  lo  da  á  la  clase  de  las 
narcóticas. 

La  acción  deletérea  de  esta  planta  no  haímpedido 
emplearla  como  un  medicamento  muy  poderoso 
proporcionando  las  dóses  convenientemente.  lia- 
se conocido  que  las  propiedades  narcóticas  y 
estupefactivas  que  posee  podrían  ser  utilizadas  en 
las  afecciones  nerviosas  ,  los  espasmos  ,  ciertas 
inflamaciones,  etc.;  obra  especialmente  sobre  la 
pupila ,  la  que  dilata  y  paraliza  mientras  dura  su 
acción  ;  se  usa  en  particular  contra  la  coqueluche 
y  ha  sido  propuesta  como  un  preservativo  seguro 
de  la  escarlatina. 

La  belladona  se  administra  en  polvo,  desde  un 
cuarto  de  grano  hasta  á  dos  granos  por  dia,  se- 
guo  la  edad ,  sola  ó  mezclada  con  azúcar.  Es  me- 
nester que  la  planta  sea  lo  mas  reciente  posible, 
aunque  se  haya  observado  que  la  desecación  no 
hace  perder  á  las  hojas  su  virtud ,  como  esto  su- 
cede con  otros  vegetales.  El  extracto  debe  igual- 
mente ser  reciente ,  y  se  da  á  la  mitad  de  la  do- 
sis del  polvo  ,  desleído  en  agua  ó  en  pildoras.  La 
raíz  tiene  la  misma  propiedad  que  la  planta. 
No  se  emplea  el  infuso  ,  ni  menos  el  cocimiento 
de  belladona,  porque  no  podría  apreciarse  con 
exactitud  lo  que  se  da  de  esta  planta  activa. 
Atropa  Mandragora,  Mandragora 
{Atropa  Mandragora  ,  L. ;  Mandragora  o/ficina- 
lis,  Dec. ).  Planta  vivaz,  propia  de  los  lugares 
sombríos  y  de  las  orillas  de  aguas  en  el  mediodía 
de  Europa ,  común  en  España,  en  Italia,  etc. 
Carece  de  tallo ;  sus  hojas  salen  inmediatamente 
del  cuello  de  la  raíz  ,  son  mas  anchas  que  la  ma- 
no en  su  medio,  estrechas  en  la  punta,  lisas,  de 
color  verde  oscuro  y  de  un  olor  desagradable; 


ATR 

de  entre  ellas  se  elevan  pedúnculos  cortos, 
•incoada  uno  sostiene  una  flor  eamp  anulada,  un 
poco  vellosa ,  do  color  blanco  que  tira  á  purpuri- 
no ;  sus  frutos  son  bayas  amarillas,  carnudas,  del 
grueso  de  una  pequeña  manzana,  rodeadas  en  la 
base  por  el  cáliz  persistente,  y  encierran  algu- 
nas -emulas  reniformes;  su  faiz  es  fusiforme, 
blanquecina,  larga,  gruesa,  á  veces  ahorquillada, 
y  entonces  representa  á  corta  diferencia  los  mus- 
los de  un  hombre ,  lo  que  le  había  hecho  dar  por 
algunos  el  nombre  de  Antropomorphon  (figura  de 
hombre). 

La  mandragora  dio  origen  á  muchas  fábulas 
ridiculas  entre  los  antiguos,  quienes  la  atribuían 
infinitas  virtudes.  De  ella  se  nace  mención  en  el 
Génesis  y  en  el  Cantar  de  los  Cantares.  Sus  frutos 
son  ,  según  ciertos  comentadores  de  la  Biblia,  el 
Di  iiaim  ,  lo  que  es  poco  probable. — V.  Dudaim. 

Los  antiguos  conocieron  y  emplearon  la  man- 
dragora como  estupafaciente  y  narcótica:  Plinio 
halda  délas  ceremonias  supersticiosas  que  se 
practicaban  para  arrancar  la  raíz ;  llipócrates, 
Caleño  y  Celso  la  prescriben  en  muchos  pasajes 
de  sus  obras,  sobre  todo  antes  de  practicar  gran- 
des operaciones  ,  al  parecer  para  entorpecer  á 
los  enfermos  y  hacerles  menos  sensibles  álos  do- 
lores del  instrumento ,  de  donde  ha  venido  el 
proverbio  de  los  latinos ,  hablando  de  un  hombre 
apático :  Ha  tomado  mandragora.  Al  presente  su 
uso  está  casi  abandonado  :  toda  la  planta  es  pe- 
ligrosa ;  sus  bayas  son  un  veneno  con  frecuencia 
funesto  para  los  niños;  sus  hojas  son  narcóticas, 
f  entran  en  la  composición  del  bálsamo  tranqui- 
o  ;  su  raíz,  igualmente  narcótica,  es  raras  veces 
empleada  al  interior ,  y  algunas  veces  lo  es  en 
cataplasma.  Esta  planta  parece  participar  de  to- 
das las  propiedades  y  de  los  inconvenientes  de 
la  belladona  ,  su  congénera,  que,  mas  común,  ha 
sido  mas  experimentada  y  mas  empleada. 

Matíolo  refiere  que  en  Italia  es  una  especie  de 
profesión  el  preparar  las  raíces  de  mandragora  y 
darlas  formas  humanas ,  y  que  hasta  se  fabrican 
de  falsas  con  las  raices  de  otros  vegetales,  tales 
como  la  brionia  ,  etc.,  porque  se  unen  ideas 
de  magia  á  esta  planta,  como  dar  la  fecundi- 
dad ,  hacer  feliz  ,  hacer  encontrar  dinero  ,  etc. 

En  los  autores  antiguos  ,  se  llama  Mandrago- 
ra macho  á  una  variedad  de  fruto  redondo,  y 
Mandragora  hembra  á  otra  variedad  de  fruto 
prolongado.  En  Siberia,  la  mandragora  es  llama- 
da Cabeza  de  Adán,  y  goza  de  reputación  para 
curar  una  multitud  de  males. 

ATKOPi.Vl.  Base  alcalina  descubierta 
or  el  señor  Brandes  en  las  raíces ,  los  tallos  y 
as  hojas  de  la  belladona,  ala  que  probablemente 
son  debidas  las  propiedades  medicinales  de  esta 
planta.  La  Atropina  es  inodora,  incolora;  cris- 
taliza en  prismas  sedosos  y  trasparentes  ;  se  fun- 
de y  se  volatiliza  á  un- poco  mas  de  100°;  se  di- 
suelve en  frió*  pero  mejor  en  caliente,  en  el  éter 
y  en  el  alcohol  absoluto ;  el  agua  disuelve  V800  de 
su  peso  á  la  temperatura  ordinaria  ;  abandonada 
al  contacto  del  aire  y  del  agua ,  el  liquido  amari- 
llea, y  por  la  evaporación  no  da  sino  una  materia 


2 


p 

1; 


AIT  271 

amarilla,  soluble,  nausebunda,  tan  venenosa  co- 
mo la  atropina,  de  la  que  puede  extraérsela  tra- 
tando este  producto  con  un  ácido,  después  carbón, 
y  después  precipitándola  con  un  álcali.  La  solu- 
ción acuosa  de  atropina  precipita  en  blanco  por 
el  infuso  de  nuez  de  agallas,  en  amarillo  limón 
por  el  deuto-cloruro  de  <;ro.  y  en  amarillo  ¡sabe- 
la  por  el  deuto-cloruro  de  platino.  La  atropina  sa- 
tura muy  bien  los  ácidos;  su  sulfato  y  su  acetato 
cristalizan  con  facilidad. 

La  atropina  tiene  la  propiedad  de  dilatar  fuer- 
temente la  pupila,  y  por  eso  su  solución  aplicada 
al  ojo  es  preciosa  en  ciertas  operaciones  quirúr- 
gicas que  se  practican  en  este  órgano. 

ATTROW.  Planta  de  Guinea ,  cuyo  coci- 
miento disipa  la  hinchazón. 

ATTXAS.  Baso  ó  tegido  de  seda  fabrica- 
do en  las  Indias:  los  hay  rayados  y  con  flores  de 
oro  ó  de  seda.  Estos  últimos  son  admirables,  por 
el  arte  con  que  están  trabajados ;  sin  embargo, 
no  tienen  el  primor  de  las  estofas  europeas,  lo 
que  puede  atribuirse  á  la  belleza  de  nuestros  co- 
lores ,  que  son  mucho  mejores  que  los  de  las  In- 
dias, en  general  adulterados,  particularmente 
los  encarnados. 

ATVIV.  Arbusto  de  las  Molucas ,  de  hojas 
alternas  y  lanceoladas ,  que  produce  un  fruto 
escamoso"  ó  una  nuez  cuya  corteza  es  muy  grue- 
sa ,  que  contiene  un  cuesco  oblongo  y  del  grueso 
de  un  huevo  de  gallina.  Los  Maleses  lo  raspan 
y  lo  mezclan  con  otras  sustancias  aromáticas, 
como  condimento  para  excitar  el  apetito  y  facili- 
tar la  digestión ,  y  también  lo  emplean  contra  la 
disenteria. 

Aü 

AUCIA ,  Algia.  Género  de  la  familia  de  las 
gutíferas ,  y  de  la  poliandria  monoginia  de  Lin- 
neo.  Su  única  especie,  la  Algia  de  la  Chika  {Au- 
gia  sinensis ,  Lour.) ,  según  Loureiro  ,  produce 
el  verdadero  barniz  de  la  China.  A  esta  resina, 
que  es  resolutiva,  emenagoga  y  antielmíntica, 
se  la  sujeta  á  una  especie  de  torrefacción  para 
disipar  el  principio  volátil  en  el  cual  parece  resi- 
dir su  acritud.  Entonces  puede  usarse  sin  peligro, 
y  los  médicos  delpais  la  prescriben  en  este  estado 
en  pildoras. — V.  Barniz. 

AUIiACIA,  Ai  lacia.  Este  género,  de  Lou- 
reiro, pertenece  á  la  decandria  monoginia  do 
Linneo ,  y  á  la  familia  de  las  auranciáceas.  Las 
hojas  de  una  de  sus  especies,  Allacia  á  modo  dk 
hoz  (Aulacia  fálcala,  Lour. ;  Cookia  fálcala,  I) 
C.)  son  empleadas  como  emenagogas,  en  la  Co- 
chinchina. 

AURA.  Lémery  habla,  bajo  este  nombre, 
de  una  especie  de  cüen  o  de  Méjico ,  que  los  In- 
dianos llaman  Troptllotl,  y  cuya  carne  pasa  per 
antisitilitica,  y  las  cenizas  de  los  pulmones  por 
detersivas,  vulnerarias,  etc. 

AllOGKAFlt.  Palabra  derivada  del 
griego  autos,  sí  mismo,  y  grapho,  escribir,  con 
la  que  se  indica  lo  que  está  escrito  de  la  propia 
mano  del  autor.  Solo  damos  esta  diltnicion  para 
hacer  conocer  el  uso  de  la  especie  de  mercancías 
de  que  tenemos  «pie  hablar. 


272  AUX 

Desde  algunos  años,  se  hallan  en  el  comercio 
los  materiales  de  la  autografía,  que  consisten: 
\.°  en  vina  tinta  de  composición  particular;  2.c 
en  papel  igualmente  preparado  de  una  manera 
especial  para  recibir  los  caracteres  que  se  trazan 
encima  y  que  son  susceptibles  de  ser  trasporta- 
dos sobre  la  piedra;  3.°  á  veces,  en  plumas  muy 
flexibles  y  de  un  corle  apropiado  al  uso  de  la 
autografía,  las  cuales  son  comunmente  de  acero 
templado  y  muy  elástico. 

La  mejor  tinta  autográfica  que  se  conoce  hasta 
el  dia  se  prepara  del  modo  siguiente:  se  toma 
cera  virgen ,  5  onzas  5  dracmas ;  jabón  blanco  y 
laca  en  escamas,  de  cada  cosa,  15  dracmas,  y 
negro  de  humo  común,  3  cucharadas  de  boca. 
Se  hacen  licuar  juntos  la  cera  y  el  jabón ;  se  ca- 
lienta fuertemente,  y  en  el  momento  en  que  la 
mezcla  va  á  inflamarse,  se  la  echa  el  negro  de 
humo;  se  agita  con  una  espátula,  y  se  deja  ar- 
der durante  30  segundos;  entonces  se  apaga  la 
llama  y  se  añade  poco  á  poco  la  laca  en  polvo 
revolviendo  constantemente  la  mezcla;  se  vuelve 
el  vaso  á  la  lumbre  hasta  que  la  materia  se  infla- 
mo de  nuevo;  se  apaga,  y  se  vierte  en  moldes. 
E-la  tinta  se  emplea  absolutamente  como  la  tinta 
de  la  China ,  frotando  los  pedazos  contra  un  cuer- 
po casi  pulimentado ,  con  mas  ó  menos  agua. 

La  composición  de  la  tinta  litográüca  es  dife- 
rente, y  consiste:  en  cera  virgen,  3  partes;  ja- 
bón ,  8  partes ;  almáciga  en  lágrimas ,  2  y8  par- 
les; sebo,  3  partes;  goma  laca  4/s  partes;  resina 
copal,  */»  parte. 

El  papel  autogrático  no  es  á  veces ,  y  aun  lo 
mas  frecuente,  sino  papel  común,  ligeramente 
cubierto  de  engrudo  de  almidón  colorado  por  la 
goma  guta ,  si  bien  otros  fabricantes  lo  cubren 
con  buena  gelatina  ó  también  con  cola  de  pes- 
cado. 

En  cuanto  á  las  plumas  de  acero,  no  hay  nece- 
sidad de  descripción  particular. 

El  escrito  autográfico  ofrece  un  medio  precioso 
y  rápido  de  escribir  circulares ,  etc.,  etc;  pero  su 
mérito  consiste  en  reproducir  fielmente  el  cuerpo 
del  escrito  y  la  firma  de  la  persona  que  lo  usa. 
La  página  escrita,  trasladada  á  la  piedra  ,  pro- 
duce un  tiraje  de  un  gran  número  de  buenas 
pruebas.  *■.  I3#.JI 

Aquí  no  hablamos  de  la  venta  de  los  autógra- 
fos (manuscritos  salidos  de  la  pluma  de  los  per- 
sonajes célebres) ,  porque  esto  nos  parece  cons- 
tituir una  especie  de  especulación  muy  remota 
del  tráfico  ordinario  del  comercio ,  para  poder 
ser  considerada  como  una  mercadería. 

ACTOCJR  (Corteza  de).  Ignórase  á  que 
planta  corresponde  esta  corteza,  que  antiguamen- 
te se  recibía  del  Levante  y  de  que  en  la  actuali- 
dad no  se  hace  ya  uso  alguno.  Empleábase  para 
avivar  el  carmín;  pero  los  nuevos  procederes  de 
fabricación  de  este  hermoso  y  rico  Color  han  pro- 
bado que  era  muy  posible  pasarse  del  tinte  auro- 
ra que  le  comunicaba  el  cocimiento  de  la  corteza 
de  atitour,  que  hoy  dia  apenas  es  conocida  en  el 
comercio. 

ACX.CBA.  Grande  árbol  de  las  Indias  que 


AVE 

lleva  un  fruto  sabroso :  créese  que  es  la  Carisa 
Carandas  [Carissa  Carandas,  L.). 

AV 

A  VA,  HA  VA.  Nombres  de  la  Pimienta  me- 
tistica  ( Pipcr  rnethysticum,  Eorst.) ,  en  Ta'i'ti,  y 
de  la  bebida  embriagadora  que  eori  este  vegetal 
se  prepara.  Thunberg  dice  que  Áva  es  también 
el  nombre  del  Panizo  verticilado  (Panicum  ver- 
ticillatum,L.)  en  el  Japón. 

AVA-AVA.  Nombre  del  tabaco  en  Taiti, 
porque  los  naturales  lo  comparan  al  ava  ,  en  ra- 
zón de  la  especie  de  embriaguez  que  estos  dos 
vegetales  producen. 

AVA-9ÍOKI.  Especie  de  Fuco  ó  de  Ova, 
que  se  recoje  en  las  costas  del  Japón ,  y  que  los 
habitantes  aprovechan  para  comerlo  con  arroz, 
después  de  haberlo  hecho  secar  y  tostar. 

A  VACARÍ.  Dujardin  indica,  bajo  este  nom- 
bre, un  arbusto  de  las  Indias  semejante  al  arra- 
yan ,  que  es  estimado  astringente  y  empleado  en 
la  disenteria. 

AVEIíIíABíO  ,  Corvlus.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  amentáceas,  sección  de  las 
cuercíneas,  y  de  la  monoecia  poliandria.de  Lin- 
neo. 

Avellano  Avellana,  Avellanera, 
Avellano  ( Corylus  Avellana,  L. ).  Arbusto  in- 
dígeno, celebrado  por  Virgilio,  que  crece  en 
los  bosques,  en  los  setos,  en  los  lugares  incul- 
tos, y  que  se  cultiva  en  España ,  en  particular  en 
Cataluña.  Sus  flores  masculinas  son  de  las  pri- 
meras que  anuncian  la  vuelta  de  la  primavera, 
puesto  que  aparecen  desde  el  mes  de  febrero. 

El  avellano  arroja  muchos  tallos  ó  ramos  lar- 
gos de  1 5  á  20  pies ,  flexibles ,  sin  nudos  y  cu- 
biertos de  una  corteza  delgada;  su  leño  es  tierno 
y  blanco ;  sus  hojas  son  anchas ,  mas  grandes  y 
mas  arrugadas  que  las  del  aliso ,  dentadas  en 
sus  bordes,  puntiagudas,  de  color  verde  por  en- 
cima, y  blanquecinas  y  ligeramente  pubescentes 
por  debajo ;  sus  llores  masculinas  están  dispues- 
tas en  candedas  cilindricas  y  colgantes ,  y  com- 
puestas de  una  escarna  de  tres  lóbulos  que  lleva 
ocho  estambres ;  sus  flores  femeninas  están  con- 
tenidas muchas  juntas  en  un  botón  sentado ,  es- 
camoso ,  del  que  salen  estilos  de  un  hermoso  ro- 
jo; estas  llores  son  reemplazadas  comunmente 
por  muchos  frutos  reunidos  juntos,  compuestos 
de  una  nuez  oval,  en  parle  cubierta  con  el  cá- 
liz persistente  y  lasciniado  en  los  bordes.  Esta 
nuez,  á  la  que  "se  llama  Avellana,  encierra  una 
almendra  aceitosa ,  de  sabor  dulce  y  muy  agra- 
dable. 

Las  avellanas  difieren  según  los  países.  Las 
hay  de  muy  pequeñas ,  redondeadas ,  de  un  ama- 
rillo pálido  y  lucientes ,  ligeramente  cargadas 
hacia  la  punta  de  un  vello  muy  corto  y  blanque- 
cino; la  cascara  es  delgada;  la  almendra  es  lle- 
na y  bien  nutrida,  y  cubierta  de  una  película 
gris  pálida.  Hay  otras  que  son  muy  gruesas,  con 
su  cascara  gruesa  y  muy  dura,  irregularmente  re- 
dondeada, y  de  un  moreno  rojizo;  la  almendra  es 
de  un  blanco  de  cera ,  cubierta  de  una  película 
blanquecina.  En  fin  ,  hay  también  otras  de  media- 


AVE 

no  grosor,  do  cascaras  gruesas,  señaladas  en 
la  parte  por  la  que  estaban  sostenidas  en  el  ar- 
busto con  una  ancha  mancha  gris;  la  almendra  es 
hien  nutrida  y  cubierta  de  una  película  muy  del- 
gada y  rojiza. 

Antiguamente  á  la  avellana  se  la  llamaba  .4  ¿»c- 
Hinn,  de  la  ciudad  de  este  nombre  en  la  Cam- 
pania;  también  se  la  dio  el  nombre  de  Prenesta, 
de  la  ciudad  del  Lacio ,  en  donde  se  cogían  mu- 
chas; y  los  Griegos  la  llamaron  Carpa  pontica  o 
Leptocaria,  porque,  según  Plinio  y  Galeno,  este 
arbusto  fué  traído  de  la  ciudad  de  Ponto  en  Asia. 

La  almendra  de  este  fruto  tiene  un  sabor  dulce 
y  agradable",  cuando  se  come  fresca;  pero  con 
el  tiempo  adquiere  acritud,  y  entonces  fatiga  el 
estomago,  y  cuando  seca,  la  película  de  que  está 
cubierta  excita  picazón  en  la  garganta.  La  ave- 
llana  alimenta  mas  que  la  nuez,  pero  ocasiona 
dolores  de  cabeza ,  si  se  come  en  demasía ;  su 
uso,  aun  moderado ,  no  conviene  sino  á  los  jóve- 
nes ,  á  los  sujetos  de  estómago  robusto  y  á  aque- 
llos que  hacen  ejercicio. 

Con  las  avellanas  puede  prepararse  un  aceite 
muy  agradable  (V.  Aceite  de  avellanas);  los  Chi- 
nos mezclan  en  su  té  un  aceite  dulce  extraído 
por  expresión  y  en  frío  de  estas  almendras,  que, 
reciente,  podría  ser  empleado  como  alimenticio. 
Las  avellanas  sirven  para  hacer  emulsiones,  se 
cubren  con  azocar  para  formar  dulces ,  etc.,  pe- 
ro principalmente  son  empleadas  como  fruto  de 
postres. 

El  avellano  ha  pasado  por  un  arbusto  mágico, 
cuyos  tallos  flexibles  teman  la  propiedad,  bajo 
el  nombre  de  Varas  divinatorias,  de  encorvar- 
se hacia  los  manantiales  de  agua,  etc. ,  pero  que 
son  mucho  mas  útiles  para  hacer  obras  de  ceste- 
ría, aros,  etc.  Con  su  leñóse  prepara  un  aceite  em- 
pireumático,  que  nada  tiene  de  particular,  y  que, 
como  todos  los  aceites  de  este  género,  es  odon- 
tálgieo  y  vermífugo  ,  á  la  dosis  de  algunas 
gotas.  La  corteza  pasa  por  febrífuga,  y  el  polen 
<le  las  llores  ha  sido  preconizado  contra  la  epi- 
lepsia. 

F.l  principal  cultivo  del  avellano  tiene  lugar  en 
las  provincias  de  Oviedo,  Tarragona  y  (¡erona, 
sobre  todo  en  estas  últimas.  La  cosecha  es  abun- 
dante ,  aunque  sanable  sti¿un  los  años.  La  ave- 
llana de- Oviedo  enviada á  la  exposición  de  Lon- 
dres, en  1851  ,  era  hermosísima,  según  el  Btikff 
de  la  Sagra;  la  de  Santa  Coloma  de  F arnés  es 
común,  y  se  exporta  á  América;  lado  Ueus  y 
Kalcel,  que  es  de  excelente  calidad ,  y  cuya  cose- 
cha anual  sulie  á  100.000  cuarteras,  en  su  mayor 
parte  se  exporta  á.  Inglaterra,  en  donde  es  muy 
apreciada. 

En  el  comercio  de  Barcelona  se  distingue  la 
Avellana  negreta  y  la  Avellana  común.  El  emba- 
laje es  sacos  que  contienen  \  •/,  cuartera,  de 
peso  6  arrobas  G  libras  catalanas;  sin  cascara, 
pesa  cada  saco  de  8  á  9  arrobas  también  cala- 
lanas. 

En  1849,  según  los  datos  publicados  por  la  I. 
Juaia  de  Comercio,  la  importaciou  de  avellana 
"ii  esta  ciudad  fué:  en  cascara,  5,  i(>8  arrobas, 
35 


AVE  273 

valor  de  133,200  rs.  \ n. ;  en  grano,  4.577  arro- 
bas, valor  de  233,850  rs.  vn.;  verde,  348  arro- 
bas ,  valor  de  2,088  rs.  vn.  La  exportación  fi- 
gura distribuida  asi :  a  diferentes  puntos  del 
reino,  664  arrobas,  valor  de  33.200  rs.  vi.; 
al  extranjero,  3.654  arrobas,  valor  de  482,700 
rs.  mi.;  a  LUramar,  5, 160  arrobas,  valor  de 
258,000  rs.  vn. 

Según  la  Dirección  general  de  Aduanas  y.  Aran- 
celes ,  en  1850,  la  exportación  de  la  avellana  fué: 
al  extranjero  ,  á  Inglaterra,  1 26,522  fanegas;  á 
otros  puntos,  762  fans.;— á  América,  á  la  Isla  de 
Cuba,  t,6l4  fans.;  á  la  RepúUica  de  Chile,  Hi 
fans.;.  á  otros  puntos,  463  fans.  Total,  129,583 
fanegas. 

i  AV£1KA,  Avena.  Género  de  plantas  de  la 
¡  familia  de  las  gramíneas,  y  de  la  triandriadiginia 
[  de  Linneo. 

Avena  sativa  ,  Avena  {Avena  sativa, 
L. ).  Planta  anua ,  que  se  cree  originaria  de  Asia, 
y  es  generalmente  cultivada  en  Europa.  Lleva 
tallos  delgados  ,  huecos  y  nudosos,  guarnecidos 
de  algunas  hojas  estrechas,  á  corta  diferencia  se- 
mejantes á  las  de  la  grama;  sus  flores  nacen  en 
espigas  sostenidas  por  pedículos  muy  delgados; 
cada  flor  esta  compuesta  de  tres  estambres  y  de 
dos  pistilos  contenidos  en  un  cáliz  escamoso ; 
cuando  esta  flor  ha  pasado,  le  sucede  una  semilla 
larga  y  pequeña ,  envuelta  en  las  hojas  del  cáliz 
y  dispuesta  en  espiga.  Esta  semilla  es  la  que 
todo  el  mundo  conoce  bajo  el  nombre  de  Aten*. 

Hay  avena  de  muchas  calidades ;  pero  cual- 
quiera sea  la  variedad  ,  para  que  goce  de  la  pro- 
piedad de  buen  alimento,  es  menester  que,  sea 
pesada,  que  resbale  ó  se  escape  fácilmente  de 
los  dedos,  que  su  corteza  sea  brillante  ó  lustrosa, 
uue  no  teuga  olor  bien  sensible,  que  su  almen- 
dra sea  tupida  y  blanca,  que  esté  separada  de  sus 
cálices,  \  no  esté  mezclada  con  malos  granos, 
sobre  todo  de  falsa  mostaza ,  ó  con  cuerpos  ex- 
traños, tierra,  yeso,  guijarros,  etc.,  etc. 

No  debe  comprarse  avena  que  contenga  mucha 
cantidad  de  semillas  de  salvia,  .de amapola,  de 
trinitaria  y  de  aciano.  Esta  mezcla,  que  no  siem- 
pre puede  e\  itarse ,  }  que  depende  de  la  natura- 
leza del  terreno  que  produce  la  avena,  si  excede 
de  un  10.°  hace  a  ésta  no  admisible.  Igualmente 
debe  desecharse  la  que  esté  alterada  por  dife- 
rentes causas,  como  las  lluvias,  la  humedad  y 
el  riego,  de  uue  se  echa  mano  para  hacerla  hin- 
char. Esta  mala  avena,  cuno  uso  no  puede  ser  sino 
nocivo ,  ofrece  las  señales'siguientes:  está  carga- 
da de  cuerpos  extraños;  su  corteza  es  blanda, 
arrugada  y  de  un  color  apagado;  es  ligera  á  la 
mano,  aunque  sea  voluminosa;  es  esponjosa  en 
vez  de  ser  resbaladiza;  su  grano  roto  ofrece  una 
harina  negruzca ;  su  olor  es  fuerte  \  desagra- 
dable. 

La  superioridad  de  la  avena  se  reconoce  por  su 
peso,  habiendo  países  donde  todos  los  años,  en 
el  mes  de  diciembre ,  se  prueba  legalmente  el 
peso  de  esta  semilla  en  presencia  de.  las  autori- 
dades civiles  de  las  ciudades  ó  villas  en  que 
hay  mercado.  Fu  Cataluña,  la  avena  se.  vende 
tomo  i. 


Í74  AVE 

por  cuarteras ;  cada  cuartera  pesa ,  término  me- 
dio, 3  arrobas,  1 2  libras  catalanas. 

La  harina  de  la  avena  es  semejante  á  la  de  los 
demás  cereales ,  aunque  mas  sosa  y  mas  com- 
pacta. El  Sr.  Chevallierpretende  (pie  la  fécula  ex- 
traída de  esta  harina  tiene  alguna  analogía  con  el 
arrow-rool,  pudiendo  reemplazarlo,  según  cier- 
tas personas.  La  corteza  det  grano  contiene  un 
principio  aromático  análogo  al  de  la  vainilla, 
que  da  á  la  semilla  fresca  un  olor  que  embor- 
racha, se  dice,  á  veces  á  los  caballos,  y  tam- 
bién al  hombre;  este  principio,  que  ha  sido  ob- 
servado por  el  Sr.  Journet,  puede  extraerse  por 
medio  del  agua  y  del  alcohol. 
,  La  avena,  analizada  por  el  Sr.  Vogel ,  contiene 
fécula,  59;  albúmina,  4,30;  goma,  2,50;  azú- 
car y  principio  amargo  ,  8,25;  aceite  craso  ama- 
rillo-verdoso,  soluble  en  el  alcohol  hirviendo, 
S  ;  materia  fibrosa  ,  cantidad  variahle.  El  Sr.  Da- 
vy,  que  también  ha  analizado  la  avena,  ha  en- 
contrado en  ella  seis  por  ciento  de  gluten,  mate- 
ria no  señalada  por  Vogel.  La  ceniza  de  avena, 
según  el  Sr.  Vauquelin ,  contiene  fosfato  de  cal 
y  sílice. 

La  avena  es  el  alimento  predilecto  de  los  ca- 
ballos y  de  los  animales  de  corral,  sirviendo 
también  á  veces  para  el  del  hombre  en  los  países 
en  que  el  terreno  poco  fértil  rehusa  producir  trigo 
ó  centeno ,  ó  en  los  tiempos  de  carestía:  con  ella 
se  hace  un  pan  grosero,  pero  bastante  sano,  y,  se- 
gún Plinto;  los  antiguos  Germanos  únicamente  se 
alimentaban  de  tortas  hechas  con  la  harina  de 
este  grano. 

La  avena  sirve  entre  las  gentes  del  pueblo  pa- 
ra hacer  cataplasmas,  que  se  aplican  á  las  parles 
dolorosas ,  y  en  particular  se  usa  de  ella  en  los 
dolores  de  costado ,  hervida  en  vinagre  ó  cerbe- 
za ,  y  aplicada  muy  caliente  i  á  veces  disipa  es- 
tos dolores  locales",  mas  por  la  rubefacción  pro- 
ducida por  el  vinagre  que  por  su  virtud  especial. 
La  paja  de  avena  sirve  para  alimento  de  los  ga- 
nados; Las  glumas  de  las  semillas  son  empleadas 
para  hacer  jergones  páralos  niños,  muy  útiles 
por  su  blandura  y  su  propiedad  absorvénte ,  lo 
que  permite  se  sequen  con  facilidad;  también 
con  ellas  se  llenan  las  almohadas  que  se  colocan 
entre  las  tablillas  en  los  aparatos  para  las  frac- 
turas ,  etc. 

A  la  avena  se  la  quita  su  parte  cortical  por 
medio  de  un  molino  destinado  á  esta  operación, 
y  entonces  constituyela  A  vena  excorticada  ó  mon- 
dada. La  avena  mondada  es  un  alimento  sano, 
del  que  se  hace  gran  consumo  en  Inglaterra,  en- 
tre los  pobres  como  entre  los  ricos.  En  la  Nor- 
manda con  ella  se  hacen  muy  buenos  potajes ; 
en  el  país  de  Galos,  se  prepara  con  el  almidón  de 
avena  hervido  en  el  agua,  hasta  consistencia  de 
jalea,  un  manjar  muy  estimado,  que  se  come  mez- 
clado con  leche  ,  cerbeza  ó  vino  blanco ,  endul- 
zándolo á  voluntad.  La  avena  mondada  cocida  en 
leche,  añadiéndola  almendras  dulces  y  azúcar, 
produce  un  alimento  que  nutre  mucho  ,  y  que  se 
digiere  fácilmente,  pudiéndolo  dar  á  los  niños  y 
á  los  convalecientes.   En  Escocia  se  hace  un 


AVE 

aguardiente  de  avena,  que  se  usa  en  el  país,  en 
donde  se  le  llama  Wishey ;  también  se  mezcla 
con  el  agua  para  hacer  un  grog ,  que  vuelve  po- 
tables las  aguas  mas  malsanas.  El  cocimiento  de 
avena  mondado  es  emoliente ,  antiflogístico  y 
calmante ,  se  da  en  las  afecciones  inflamatorias 
del  pecho  y  del  bajo  vientre,  las  irritaciones, 
etc. ;  se  usa  también  en  lavativas,  pero  como  el 
agua  de  avena  mondada  es  una  solución  del 
almidón,  es  preciso  hacerla  muy  ligera,  si  no 
se  trata  de  nutrir  al  enfermo. 

En  la  América  septentrional  hay  una  nación 
llamada  Loca  avena ,  en  razón  de  una  yerba  que 
crece  naturalmente  en  los  pequeños  ríos  cuyos 
fondos  son  cenagosos  ,  así  como  en  los  lugares 
pantanosos.  Esta  yerba  es  parecida  á  la  Avena 
loca  {Avena  fatua,  L.),  que  crece  en  el  trigo.su 
grano  es  grueso  como  el  de  la  avena  común,  pero 
el  doble  mas  largo.  Los  salvajes  lo  hacen  secar, 
lo  reducen  á  harina,  y  con  ésta  hacen  una  papilla 
que  comen  después  de  haberla  sazonado.  Según 
Thevenot,  este  alimento  es  en  aquel  país  tan  es- 
timado como  el  arroz.  El  Sr.  Bossu,  en  su  Viaje 
á  la  América  septentrional ,  dice  que  los  Ayan- 
cas le  hicieron  un  regalo  de  este  manjar ,  que 
comió  en  buñuelo  y  en  papilla,  habiéndolo  encon- 
trado muy  bueno  y  muy  refrescante. 

La  Avena  desnuda  ( Avena  nuda ,  L. )  tiene 
mucha  analogía  con  la  precedente.  Se  cultiva  en 
Inglaterra  y  también  en  España.  Es  preferible  á 
la  avena  vulgar ,  aunque  su  grano  sea  mas  pe- 
queño ,  pues  tiene  la  ventaja  de  despojarse  mas 
fácilmente  de  su  gluma ,  y  por  consiguiente  con 
ella  puede  obtenerse  mejor  la  avena  excorticada. 

AVERROA,  Averrhoa.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  terebintáceas ,  y  de  la 
pentandria  diginia  de  Linneo.  Contiene  dos  es- 
pecies, ambas  arbustos  de  la  India,  cuyos  frutos 
ácidos  están  señalados  por  muchos  ángulos  sa- 
lientes ,  y  son  de  la  magnitud  de  un  huevo  ó  de 
una  pera.  Estas  bayas  se  usan  en  las  calenturas 
intermitentes  ,  la  disenteria ,  y  como  refrescan- 
tes; cocidas,  son  mas  agradables,  porque  han 
perdido  la  acritud  que  podían  conservar;  en  su 
perfecta  madurez,  adquieren  un  gusto  vinoso  co- 
mo la  granada. 

Averroa  Carambola ,  Carámbolo 
{Averrhoa  Carambola,  L.).  Arbusto  de  la  altura 
de  1 2  á  14  pies ,  que  florece  y  da  frutos  dos  veces 
al  año  l  estos  frutos  son  ovales ,  oblongos ,  grue- 
sos como  un  huevo  de  gallina ,  con  cinco  ángu- 
los agudos ,  y  de  color  amarillento ;  su  carne 
es  de  una  acidez  agradable.  Los  Indianos  los  co- 
men crudos  para  excitar  el  apetito ,  y  también 
los  confitan  en  azúcar. 

Averroa  Blmbllt,  BlmMll  (Aver- 
rhoa fíimhili ,  L.).  Los  frutos  de  esta  especie 
son  mas  gruesos  en  la  punta ,  y  un  poco  pirifor- 
mes, de  ángulos  obtusos,  y  mas  agrios  que  los  de 
la  especie  anterior.  Apenas  son  usados  á  no  ser 
para  hacer  limonadas. 

La  A  verroa  acida  de  ciertos  autores  es  la  Cica 
dística  de  Linneo. — V.  Cicca. 

AVES.  Segunda  clase  de  los  vertebrados, 


AVE 

colocada  al  lado  de  los  mamíferos ,  que  compren- 
de animales  ovíparos,  de  circulación  y  respira- 
ción doble,  organizados  para  el  vuelo. 

La  aves  son  quizas  de  todos  los  seres ,  que  se 
agitan  en  nuestro  planeta ,  los  que  han  llamado 
mas  la  atención  del  hombre.  Estas  le  hieren  por 
su  gravedad,  su  aire  imponente  y  magestuoso,  su 
valor  y  su  arrojo;  aquelhis,  al  contrario,  se  hacen 
observar  por  su  cobardía,  su  debilidad  y  su  ti- 
midez. Las  unas  agradan  por  su  excesiva  viveza, 
su  coquetería  y  su  alegre  charlería ,  por  su  dul- 
zura y  su  adhesión ,  por  su  melodía  llena  de  en- 
cantos y  de  gracias,  por  sus  retornelos  por  mas 
aturdidores  que  sean ;  las  otras  lijan  nuestra  aten- 
ción por  la  elegancia  de  sus  formas  y  su  ligereza; 
otras  nos  deslumhran  por  la  belleza  de  su  pluma- 
je ,  por  el  brillo  y  la  rareza  de  su  compostura,  por 
los  mil  colores  que  la  naturaleza  pródiga  ha  der- 
ramado sobre  ellas  con  profusión. 

Las  aves  ,  por  su  destreza  y  la  habilidad  que 
manifiestan  en  un  sin  número  de  ocasiones  solo 
ceden  á  los  mamíferos  respecto  ala  inteligencia  y 
á  la  facultad  que  tienen  de  dejarse  domesticar,  y 
de  lo  que  la  cetrería  ha  sacado  gran  partido.  Las 
aves  cantoras  son  particularmente  conocidas  por 
la  adhesión  á  su  dueño.  Considerando  á  estos  ani- 
males respecto  de  la  utilidad,  severa  una  multi- 
tud de  especies  que  ofrecen  al  hombre  alimentos 
los  mas  sabrosos,  ó  que  le  suministran  productos 
de  una  inmensa  ventaja  para  la  economía  domés- 
tica, para  las  artes  y  para  el  lujo. 

En  la  economía  general  de  la  naturaleza ,  las 
aves  prestan  grandes  servicios  al  hombre:  la 
zancuda  purga  la  tierra  de  infinidad  de  reptiles 
nocivos;  el  ave  de  rapiña  la  desembaraza  de  los 
cuerpos  corrompidos ,  y  el  gorrión  y  otras  espe- 
cies hacen  álos  insectos  una  guerra  continua  muy 
provechosa  al  cultivo. 

Chateaubriand  dice  que  el  ave  no  está  des- 
terrada sino  un  momento  por  su  dicha:  parte 
con  su  padre  y  su  madre,  con  sus  hermanos  y 
hermanas ,  sin  que  nada  deje  tras  de  sí ,  porque 
lleva  todo  su  corazón.  El  desierto  le  ha  prepara- 
do los  alimentos  y  la  vivienda;  los  bosques  no  le 
son  hostiles;  vuelve  en  fin  á  morir  en  las  riberas 
que  la  han  visto  nacer,  encontrando  el  rio,  el 
árbol ,  el  nido  y  el  sol  paternal.  En  las  primeras 
edades  del  mundo  ,  los  labradores  y  los  pastores 
reblaban  sus  trabajos  en  la  florescencia  de  las  plan- 
tas ,  en  la  caída  de  las  hojas  ,  y  en  la  partida  ó 
llegada  de  las  aves.  En  las  tiendas  de  Jacob  ó  de 
Hooz  ,  la  llegada  de  una  ave  todo  lo  ponia  en  mo- 
vimiento; el  patriarca  daba  la  vuelta  á  su  campo 
a  la  cabeza  de  sus  sirvientes  armados  de  hoces. 

Bernardino  de  Saint-Piérre  dice  que  el  respeto 
que  las  naciones  manifiestan  á  ciertas  aves  es  un 
homenaje  indirecto  que  ellas  tributan  á  la  Provi- 
dencia. 

La  aparición ,  el  vuelo ,  el  modo  de  comer, 
etc. ,  de  determinadas  aves  eran ,  en  la  anti- 
güedad ,  avisos  de  lo  que  debia  suceder  en  la  ma- 
teria (pie  se  consultaba  Los  autores  griegos  y 
romanos  refieren  muchos  sucesos  que  dicen  fue- 
ron anunciados  por  la  aparición  ó  por  el  vuelo  de 


AVE  275 

ciertas  aves :  un  gran  número  de  cornejas  revo- 
loteó sobre  la  cabeza  de  Cicerón  el  mismo  dia 
que  éste  fué  asesinado.  El  canto  y  los  graznidos 
de  las  aves  y  su  vuelo  sirven  á  los  salvajes  de  la 
Nueva-Holanda  para  pronosticar  distintos  aconte- 
cimientos; y  los  habitantes  de  la  islas  Hébridas 
creen  todavía  que  las  aves  anuncian  los  sucesos 
importantes  de  las  familias.  La  observación  del 
vuelo  de  las  aves  era  muy  importante  para  los 
marinos,  antes  del  descubrimiento  de  la  brújula, 
para  reconocer  si  estaban  cerca  de  tierra;  Noe 
se  valió  primero  de  un  cuervo  y  después  de  una 
paloma,  para  indagar  el  estado  de  las  aguas  del 
diluvio. 

El  estudio  Completo  de  las  aves  corresponde  ú 
la  ornitología ,  ciencia  ó  parte  de  la  historia 
natural  que  se  ocupa  del  conocimiento  de  dichos 
seres.  Nosotros,  insiguiendo  nuestro  plan,  debe- 
mos limitarnos  aquí  á  sucintas  generalidades,  re- 
mitiendo á  los  lectores  á  los  artículos  especiales 
que  tratan  de  las  diferentes  aves  útiles  al  hombre. 

Alas  aves,  respecto  á  sus  costumbres,  se  las 
dan  diferentes  epítetos:  así  es  que  se  dice  Aves 
acuáticas ,  Aves  carnívoras ,  Av  es  zancudas,  Aves 
erráticas ,  Aves  de  paso,  Aves  de  volatería,  Aves 
de  rapiña ,  Aves  rameras ,  Aves  de  ribera  ,  Aves 
sedentarias ,  Aves  terrestres ,  Aves  de  vuelo. 

Los  (¡riegos  y  los  Honianos  dividieron  las 
aves ,  según  su  alimento  favorito ,  en  ¡  A\  es  ra- 
paces ,  que  son  las  de  rapiña ;  Aves  insectívoras, 
que  son  las  que  se  alimentan  de  insectos  ;  Aves- 
acanto  fagas  ,  que  comen  los  cardos;  Aves  fru- 
gívoras, que  apetecen  los  frutos;  Aves  grami- 
nívoras ,  que  comen  pequeñas  plantas ,  tales  co- 
mo la  grama;  Aves  granívoras,  que  se  alimen- 
tan de  semillas ;  Aves  piscívoras  ,  que  viven  de 
pescados,  y  Aves  omnívoras,  que  comen  de  todo. 

La  carne  de  las  aves  es  en  general  agradable  y 
sana,  menos  viscosa  y  menos  indigesta  que  la  de 
los  cuadrúpedos.  Las  aves  que  comen  granos, 
verbas  y  bayas  ó  frutos,  por  lo  común,  sumi- 
nistran'un  buen  alimento,  siendo  las  mejores 
aquellas  cuya  carne  es  blanca  y  tierna.  Las  aves 
de  carne  negra  son  sabrosas,  nutren  bien  ,  pero 
su  digestión  tiene  lugar  lentamente,  porque  su  ju- 
go es  algo  estimulante;  pero  como  los  gustos  va- 
rían en  los  diferentes  pueblos ,  de  ahí  es  que  el 
avestruz  es  un  excelente  bocado  para  los  Afri- 
canos. 

Los  Romanos  amaban  con  pasión  á  la  carne  de 
las  aves,  hasta  el  punto  de  que  muchas  familias 
patricias  y  también  consulares  tomaban  el  ape- 
llido de  estos  animales,  como  se  ve  en  Corndius 
Merula ,  Ferulius  Pato ,  Minutius  Pica,  Pclro- 
nius  Passer ,  etc.  Denio  Estrabon  hizo  construir 
pajareras  en  las  cuales  metió ,  según  Plinio,  av  es 
de  toda  especie  para  engordarlas;  Casio  enseñó 
á  nadar  á  las  pollas  en  el  vino  de  Salerno  para 
hacer  tierna  su  carne;  pero  lo  que  hay  de  mas  fa- 
moso es  el  plato  del  autor  trágico  Claudio  Lsopo, 
compuesto  de  aves  de  canto  yv  habladoras,  que 
costó  cien  mil  sextercios. 

Brillat-Savarin  dice  que  las  aves  son  parala  co- 
cina lo  que  el  lienzo  es  para  los  pintores.  Sirven- 


276  AVE 

se  her\  idas  ó  asadas ,  fritas ,  calientes ,  trias,  en- 
teras ó  por  partes ,  con  ó  sin  salsa ,  desosadas, 
desolladas,  rellenas,  y  siempre  con  igual  resul- 
tado. 

Desde  los  mas  remolos  tiempos  la  caza  y  la 
cria  doméstica  de  las  aves  han  sido  los  medios  de 
if  ue  se  ha  valido  el  hombre  para  aprovechar  do  los 
recursos  que  le  ofrecen  estos  seres;  constituyendo 
al  presente  las  'Aves  fie  corral  y  las  quenos  propor- 
ciona la  caza  un  objeto  de  comercio  importante. 
Mercaderes  forasteros  recorren  las  casas  de  cam- 
po para  comprar  las  aves  caseras  propi as  al  con- 
sumo, y  las  trasportan  vivas. ó  muertas,  según 
las  estaciones,  alas  grandes  ciudades;  siéndolas 
villas  y  ciudades  menos  importantes  directamen- 
te abastecidas  por  los  labradores,  quienes  llevan 
asimismo  otros  frutos  á  los  mercados.  Respec- 
to á  la  c;iza  se  sigue  el  mismo  sistema  á  corta 
diferencia ,  y  además  es  trasportada  á  grandes 
distancias  por  los 'conductores  de  diligencias,  y 
también ,  á  veces ,  de  correos. 

AVESTRUZ,  Struthio.  Género  de  aves 
zancudas  brevipennas,  que,  sin  contar  el  Aves- 
truz Casoar  {Struthio  Casuarius,  L.) ,  que  al 
presente  se  halla  separado  de  él  (V.  Casoar),  so- 
lo contiene  las  dos  especies  siguientes: 

Avestruz  Camello ,  Avestruz  de 
Afriea  (Struthio  Camelus,  L.).  Esta  especie  es- 
táexlendida  en  todo  el  interior  del  África,  desde 
el  Egipto  y  la  Berbería  hasta  al  Cabo  de  Bueña- 
Esperanza,  y,  en  Asia,  desde  la  Arabia,  en  don- 
de es  común  ,  hasta  la  parle  de  la  India  detrás 
del  Ganges ,  en  donde  ha  llegado  á  ser  rara. 

Esta  ave,  el  gigante  de  su  clase,  llega  hasta 
(¡  ú  8  pies  de  altura,  siendo  su  peso  de  60  á  80  li- 
bras. Su  pequeña  cabeza,  provista  de  grandes 
ojos,  con  párpados  movióles  y  guarnecidos  de 
pestañas,  orejas  cuyo  orificio  está  descubierto, 
y  su  cuello  delgado^  largo  de  unos  tres  pies,  es- 
tán casi  desnudos  ó  solamente  cubiertos  de  pelos 
esparcidos.  El  macho  adulto  tiene  el  plumaje  del 
cuerpo  negro ,  variado  de  blanco  y  de  gris, 
con  las  grandes  plumas  de  las  alas  v  de  la  cola 
blancas  y  negras.  La  piel  desnuda  del  cuello ,  de 
color  de  carne,  toma,  del  mismo  modo  que  la  de 
las  piernas  igualmente  desnudas ,  un  tinte  rojo 
vivo  en  tiempo  de  la  cópula.  La  hembra  es  mo- 
rena y  de  un  gris  ceniciento  en  el  cuerpo  en  don- 
de el  macho  es  negro ,  y  no  tiene  plumas  negras 
sino  en  la  cola  y  en  las  alas.  Lospolluelos,  en  los 
primeros  dias  que  siguen  á  su  nacimiento,  tienen 
la  cabeza  y  el  cuello  cubiertos  de  un  plumión  es- 

ftesp  y  sedoso  de  color  leonado,  mas  oscuro  en 
a  cabeza;  en  ésta  la  parte  de  delante  y  los  lados 
del  cuello  son  atigrados  con  manchas  y  fajas  ne- 
gras, y  en  la  parte  de  detrás  se  ven  en  toda  su 
longitud  tres  fajas  longitudinales  de  este  mismo 
color.  Toda  la  parte  superior  del  dorso  y  de  sus 
costados,  las  alas  y  la  cola  presentan  uña  parti- 
cularidad muy  notable  :  los  hacecillos  de.  largo 
plumión  que  salen  de  cada  canon ,  y  que  tienen 
el  aspecto  de  barbas  linas  y  blandujas  que  mas 
tarde  seobservarán  sobre  todo  el  plumaje,  son  va- 
riados de  negro  y  de  moreno  y  terminados  por 


AVE 

I  largas  hojitas  muy  estrechas,  ligeramente  espa- 
tuliformes ,  las  uñas  negras,  las  otras  de  color 
de  paja,  y  combadas  en  sentido  diverso;  de  lo 
que  resulta  que  en  esta  primera  edad  del  joven 
avestruz ,  su  cuello  y  su  cabeza  recuerdan  en- 
teramente la  primera  "librea  de  los  jabatos  y  de 
los  jóvenes  animales  monteses ,  mientras  que  el 
resto  de  su  cuerpo  tiene  en  un  todo  el  aspecto  de 
un  erizo.  A  esta  primera  librea  sucede  muy  pron- 
to otra  de  color  gris  ceniciento ,  en  la  qué  el  jo- 
ven avestruz  tiene  la  cabeza,  el  cuello  y  las  pier- 
nas cubiertos  de  plumas  durante  un  año,  pero 
muy  luego  éstas  caen  sin  que  vuelvan  á  apa  recel- 
en estas  partes. 

El  avestruz  se  echa  doblando  primero  la  rodi- 
lla, después  apoyándose  sobre  la  parte  que  cu- 
bre el  esternón  y  callosa  á  este  efecto,  y  en  segui- 
da se  deja  caer  "sobre  la  parte  inferior  del  cuer- 
po. Corre  con  tal  rapidez  que  un  caballo  al  galope 
no  puede  alcanzarle  sino  cuando  él  está  fatigado. 
Su  instinto  le  induce,  cuando  se  halla  perseguido 
de  cerca ,  á  lanzar  hacia  atrás ,  con  sus  robustos 
pies  ,  mientras  va  corriendo ,  piedras  sobre  su 
enemigo.  Pone  en  los  arenales  expuestos  al  ardor 
del  sol  unos  quince  huevos  que  empolla  en  Jas 
regiones  menos  calientes  del  África ,  pero  que 
abandona  bajo  la  zona  tórrida  al  calor  solar  du- 
rante el  día,  teniendo  cuidado  de  empollarlos  por 
la  noche.  Por  lo  demás,  la  hembra  vigila  con  so- 
licitud su  nidada  de  la  que  no  se  aleja  mucho;  y 
si  se  vé  sorprendida  por  los  hombres,  en  vez  de 
huir  en  línea  recta ,  se  contenta  con  correr  dando 
pequeñas  vueltas  y  desplegando  sus  grandes  plu- 
mas, lo  que  anuncia  que  su  nido  no  está  lejos. 
Este  nido  es  «na  hondonada  formada  por  el 
ave  en  la  arena ,  de  tres  pies  de  diámetro  poco 
mas  ó  menos ,  y  de  algunas  pulgadas  de  eleva- 
ción ,  rodeada  de  una  reguera  en  la  que  se  reú- 
ne el  agua  de  la  lluvia.  La  duración  ordinaria  do 
la  incubación  es  de  seis  semanas,  á  lo  menos  en 
las  comarcas  en  que  el  avestruz  empolla  del  mo- 
do que  las  demás  aves,  como  en  el  África  meri- 
dional. Sus  huevos  muy  gruesos,  de  forma  re- 
dondeada y  encogida,  tienen  unas  5  73  pulgadas 
de  diámetro  longitudinal  y  unas  5  pulgadas  de 
diámetro  trasversal ,  son  de  un  blanco  ligera- 
mente matizado  de  color  de  paja  y  están  cu- 
biertos de  gruesos  puntos  hundidos  que  les  hacen 
parecer  jaspeados  con  puntos  morenos.  Estos 
huevos  son,  según  se  dice,  un  buen  alimento  y 
sirven  de  gran  recurso  á  los  viajadores. 

Los  avestruces  son  herbivoros ,  véseles  con 
frecuencia  reunidos  en  grandes  bandadas ,  y  en- 
cuentráseles  á  veces  en  el  mediodía  del  África 
pastando  en  compañia'de  la  cabra  y  la  couagga. 
Tienen  el  oído  tino  y  la  vista  perspicaz,  pero  al 
mismo  tiempo  los  sentidos  del  gusto  y  del  olfato 
extremamente  obtusos  y  casi  nulos-,  a  lo  que  pa- 
rece; porque,  domesticados,  se  les  ha  visto  tragar 
no  solamente  todas  las  sustancias- vegetales  y  ani- 
males, si  que.tambien  materias  minerales ,  aun  las 
mas  nocivas,  tales  como  hierro,  cobre,  plo- 
mo, piedras,  cal,  veso,  todo  lo  que  se  presen- 
ta ,  en  fin ,  hasta  llenar  su  grande  estómago. 


ave 

Este  esta  dotado  de  una  «MíWa;taivíli^li*a  y 
tan  disolvente  i[ue  los  avesihiCes  expelen  losmc"- 
lales  (|ue  han  tragado  ,  usados  \  basta  aguje- 
reados por  el  frote  y  la  trituración. 

El  avestruz ,  á  pesar  de  su  fuerza ,  tiene  las 
coslumlires  pacificas  de  las  gallináceas;  no  ataca 
á  los  animales  mas  débiles  que  él ,  y  no  se  Libra 
de  peligro  sino  por  una  pronta  fuga.  En  los  países 
cultivados,  el  avestruz  devasta  lasmieses  devo- 
rando  las  espigas  y  no  dejando  sino  el  tallo. 
Su  grito  es  parecido  á  una  especie  de  gemido, 
mas  fuerte  en  el  macho  (pie  en  la  hembra ;  pero 
ambos,  cuando  seles  irrita,  dejan  oirunsihido 
análogo  al  de  las  ocas.  Cuando  el  macho  busca 
a  la  hembra  ,  en  el  tiempo  de  la  cópula,  este  gri- 
to es  parecido,  según  se  dice,  algún  tanto  al  ru- 
gido del  león. 

Hase  conseguido  reducir,  por  decirlo  asi,  álos 
avestruces  al  estado  doméstico  en  sus  comarcas 
naturales  ,  donde  se  les  hace  acorralar  en  re- 
baños, á  lhi  de  asegurarse  de  la  cosecha  de  sus 
plumas  que ,  como  es  sabido ,  son  un  objeto  con- 
siderable de  comercio ;  porque  en  todos  los  pue- 
blos se  ha  procurado  sacar  partido  de  la  elegancia 
de  estas  plumas  graciosas,  sea  para  adornar  la 
cabeza  de  las  nuigeres  ,  los  capacetes  ,  morrio- 
tté  i  y  sombreros  de  los  militares ,  y  hasta  el  cue  - 
lio  de  los  caballos ,  en  tiempo  de"  la  caballería, 
se  i  para  decorar  el  ajuar  de  los  ricos  ó  de  los 
grandes  personajes.  Su  piel  es  bastante  gruesa 
pai  a  suministrar  á  los  naturales  de  dichos  paises, 
que  la  saben  adobar  con  mucha  inteligencia,  un 
cuero  sólido  ,  de  que  ellos  hacen  broqueles  y  es- 
pecies de  corazas  para  sus  combates.  Su  carnees 
de  mediana  calidad;  sin  embargo  naciones  enteras 
de  la  Arabia  se  alimentaban  antiguamente  de  ella, 
como  todavía  lo  hacen  hoy  dia  muchas  tribus  afri- 
canas. 

En  tanto  el  avestruz  es  susceptible  de  ser 
domesticado,  que  Sparmann  dice  que  en  el  Cabo 
de  Bueña-Esperanza  se  ven  en  el  corral  del 
gobierno  muchas  de  estas  aves  domésticas,  que 
se  montan  fácilmente,  siendo  tan  vigorosas  que, 
montadas  por  dos  hombres,  corren  mas  velozmen- 
te que  un  excelente  caballo  inglés.  Adanson  di- 
ce haber  experimentado  todo  esto  mismo  en  el 
Senegal ,  y  añade  que  el  avestruz,  corriendo,  tie- 
ne constantemente  las  alas  extendidas. 

Secundado  por  sus  excelentes  corceles ,  el  Ara- 
lie  consigue  apoderarse  del  avestruz  después  de 
un  perseguimiento  de  los  mas  pertinaces  en'  el 
que  el  ave  concluye  por  caer  de  fatiga,  victima 
de  su  hábito  de  describir,  huyendo,  grandes 
circuios  que  el  cazador  sabe  burlar  á  prepósito, 
ahorrando  asi  á  su  caballo  una  gran  parte  de  la 
travesía.  Cuando  ha  repetido  este  manejo  un 
buen  número  de  veces .  consigue  en  lin  ,  pero  so- 
lamente á  veces  después  de  8á  tO  horas  de  caza, 
apoderarse  del  ave,  cuya  corrida  es  mas  rápida 
que  la  del  caballo  mas  ligero.  Si  en  esta  caza 
se  emplean  galgos ,  es  menos  penosa  y  menos 
larga.  Los  pueblos  de  África  la  verifican  de  la 
misma  manera  éon  el  auxilio  de  caballos  bar- 
baros. 


AVE  ?77 

La  caza  del  avestruz  es  un  gran  placer  para  los 
señores  africanos.  Esta  a\e  es  buscada  por  sus 

rilumas  blancas  ,  adorno  de  las  señoras  en  todos 
os  países  civilizados  ,  y  por  su  carne  y  sus  hue- 
vos usados  como  alimento.  Así  es  que  én  Libia  y 
en  Nutnidia  la  crian  en  rebaños  para  este  uso,  y 
su  caza  es  una  de  las  ocupaciones  favoritas  de 
los  Moros  y  de  los  Árabes.  Estos  últimos  le  llaman 
Tergimel,  ave-camello. 

Sus  huevos,  muy  duros,  muy  pesadas  y  bastan- 
te gruesos  para  "equivaler  á  treinta  huevos  de 
gallina ,  son  buenos  para  comer  ,  y,  según  Gale- 
no, muy  estimados  en  África.  Cuvier  dice  bal  el- 
los comido  muchas  veces,  encontrándolos  siem- 
pre excelentes;  Sparmann  dice  que,  cuando  via- 
jaba en  el  desierto  ,  los  tragaba  sin  aderezo. 
De  ellos  se  hace  un  comercio  considerable  en 
el  Cabo  de  Ruena-Esperanza  ,  en  donde  sirven 
para  preparar  tortillas,  aderezarlos  con  manteca, 
etc.  También  se  emplean  para  clarificar  el  café; 
y  de  las  cascaras ,  que  son  gruesas  y  muy  resis- 
tentes, se  hacen  copas,  y  otros  objetos,  que  se 
adornan  a  veces  con  lujo. 

Su  carne ,  clasificada  por  Moisés  entre  los 
alimentos  sucios,  y  prohibida  en  consecuencia 
á  los  Judíos  ,  buscada  antiguamente  por  pueblos 
enteros  de  la  Etiopia,  que ,  según  relación  de 
Diodoro  de  Sicilia  y  de  Eslrabon  ,  habían  tomado 
el  nombre  £  str  uto  fagos ,  usada  todavía  éntre- 
los Africanos,  alabada  recientemente  por  el  via- 
jador Hannequin ,  se  dice  que  comunmente  es 
seca ,  dura  y  de  mal  olor;  pero  la  de  los  avestru- 
ces jóvenes,  hembras  sobre  todo  ,  y  domestica- 
dos ,  parece  ser  mas  tierna  y  mas  sabrosa.  Ga- 
leno dice  que  es  indigesta,  y  Avicena  la  atribuye 
una  virtud  afrodisiaca.  Los  Romanos  la  comían, 
pues  Apicio  describe  el  modo  de  aderezarla,  y  se 
cita  á  Heliogábalo  quien,  en  una  sola  comida, 
se  hizo  servir  los  sesos  de  seiscientos  avestruces. 
La  Manteca,  mezcla  de  sangre  y  de  grasa  ex- 
traída, al  momento  de  la  muerte  del  animal,  par 
procederes  particulares ,  y  (pie  los  naturales  mi- 
ran como  muy  buen  alimento,  á  pesar  de  su  ac- 
ción laxante  ,"  pasaba  entre  los  Romanos,  según 
Punió,  como  eficaz  contra  ios  dolores  reumáti- 
cos, los  tumores  frios  y  la  parálisis,  usos  á  los 
cuales  los  Árabes  la  aplican  todavia.  Schrreder  y 
Ettmuller  la  recomiendan  en  fricciones  contra 
los  infartos  del  bazo  y  la  nefritis. 

La  grasa,  muy  buscada  por  los  Árabes  de 
nuestros  dias  para  aderezar  sus  alimentos ,  es 
emolieute,  resolutiva  y  anodina,  y  entraba  en  al- 
guna composición  farmacéutica.  Antiguamente, 
la  membrana  interna  de  su  estómago,  seca  y  pul- 
\  erizada  ,  tomada  á  la  dosis  de  una  dracma,  era 
reputada  digestiva,  asi  como  las  piedras  mas  tras- 
parentes que  en  él  se  encuentran,  llevadas  como 
amuletos,  según  una  preocupación  admitida  que 
el  avestruz  digiere  el  hierro  y  las  piedras  ;  tam- 
bién se  la  creia  afrodisiaca  ylitontriptica  ,  y  su 
cocimiento  acuoso  ó  vinoso  era  recomendado"  por 
Galeno  contraía  diarrea  con  o  sin  calentura.  Su 
bigado  ora  prescrito  contra  la  epilepsia;  su  san- 
gre, para  restablecer  la  vista,   v  la  cascara  de 


278  AVE 

sus  huevos  pulverizada,  en  los  casos  de  gota  y  de 
arenillas.  Observaciones  exactas  demuestran  el 
poco  fundamento  de  la  mayor  parte  de  estos 
asertos. 

El  producto  mas  importante  que  el  avestruz 
suministra  al  comercio  son  las  plumas.  Las  de 
las  alas  que  tienen  tallos  delgados  y  cuyas  bar- 
bas, aunque  guarnecidas  de  barbillas,  no  se  en- 
ganchan las  unas  á  las  otras  ,  como  las  de  la 
mayor  parte  de  las  demás  aves ,  forman  en  los 
costados  del  cuerpo  del  animal  especies  de  pe- 
nachos de  una  elegancia  admirable;  y  estas  son 
las  plumas  de  que  el  buen  gusto  ó  la  coquetería 
de  los  señores  ha  hecho  un  objeto  muy  importan- 
te de  comercio. 

Las  plumas  de  avestruz  son  traídas  á  Europa 
del  Levante  y  de  los  Estados  berberiscos.  Su 
clasificación  tiene  lugar  en  Liorna  en  donde  resi- 
de su  principal  deposito.  También  llegan  algu- 
nas plumas  del  Cabo  de  Bueña-Esperanza,  pero 
mucho  menos  estimadas  que  las  de  las  costas  de 
Berbería. 

En  Marsella  se  reciben,  en  cajas  de  todos 
pesos,  las  plumas  expedidas  de  Liorna  ó  directa- 
mente de  la  costa  berberisca.  La  clasificación  que 
de  ellas  se  hace  es  relativa  al  color.  Entre  los 
blancos  ,  se  distinguen :  i .°  La  primera  suerte, 
compuesta  de  plumas  de  ala,  de  toda  ancliaria, 
perfectamente  conservadas  ,  y  con  su  plu- 
mión largo  y  sedoso.  2.°  La  segunda  suerte, 
dicha  hembra ,  proviene  también  de  las  alas  del 
avestruz,  pero  menos  rica  en  plumión;  siendo 
uso  el  dar  dos  por  una  de  la  primera  suerte.  3.° 
La  tercera  suerte ,  mas  inferior  y  cuyas  plumas 
carecen  de  cabeza,  proceden  igualmente  del  ala; 
se  dan  cuatro  por  una  del  número  primero.  4.° 
Esta  cuarta  y  última  suerte  está  formada  de  plu- 
mas de  la  cola ;  se  dan  seis  por  una  del  número 
primero. 

Las  plumas  blancas  de  Alepo  son  las  mas  esti- 
madas, porque  son  mas  sedosas  y  tienen  un 
plumión  naturalmente  rizado.  Las  plumas  blan- 
cas de  Berbería  tienen  el  segundo  lugar  en  cuan- 
to á  estima,  pues  el  plumión  es  mas  grueso  y  algo 
rojizo.  En  fin,  en  tercer  lugar  van  las  plumas  con 
impropiedad  dichas  del  Senegal ,  y  que  efectiva- 
mente son  traídas  de  Egipto,  ¡as  cuales,  si  bien  son 
de  un  hermoso  blanco,  tienen  un  plumión  muy 
claro  y  una  forma  larga  y  plana. 

En  cuanto  á  las  plumas  negras,  llegan  en  ba- 
lones ó  caías  de  peso  indeterminado.  Véndense  á 
libras.  Cada  manojo  está  atado  por  un  bramante , 
equivalente  á  8  ó  10  por  ciento  del  peso  del 
manojo. 

Las  plumas  llamadas  grises,  son  todas  aque- 
llas que  varian  entre  el  hermoso  negro  y  el  her- 
moso blanco.  Están  embaladas  como  las" negras, 
y  se  venden  del  mismo  modo  á  peso. 

En  \  849,  fueron  importadas  del  extranjero  en 
Barcelona,  3.762  libras  de  plumas  de  avestruz, 
valor  de  M*. 860  rs.  vn. 

Avestruz  Mea,  Avestruz  de  Amé- 
rica, Avestruz  de  Magellan,  Aves- 
truz de  Occidente ,  Avestruz  de  la 


AVE 
««ulaiia,  Nandú ,  etc.  (Struthio  Rhea,  L.; 
Rhea  Americana,  Latham).  De  esta  especie  los 
Sres.  Brisson ,  Latham ,  Lesson,  y  muchos  omi- 
tologistas  han  formado  un  género  distinto  bajo 
el  nombre  de  Rhea.  El  Nandú  habita  los  valles 
mas  fríos  del  Brasil,  de  Chile ,  del  Perú  y  de  Ma- 
gellan. 

El  Nandú  es  la  mitad  mas  pequeño  que  el  aves- 
truz vulgar ,  y  las  hembras  son  todavía  un  poco 
mas  pequeñas  que  los  machos.  Las  partes  supe- 
riores (leí  cuerpo  son  de  un  gris  ceniciento  azu- 
lado; el  vértice  y  la  parte  posterior  de  la  cabeza 
son  negruzcos;  una  faja  negra,  que  comienza 
en  la  nuca,  desciende  sobre  la  parte  posterior  del 
cuello,  que  la  rodea,  ensanchándose  hasta  las  es- 
paldas; los  escapularios  son  cenicientos;  las  plu- 
mas de  las  alas  son  igualmente  cenicientas  ,  las 
mas  grandes  blancas  en  su  origen  y  negruzcas 
en  el  medio,  algunas  enteramente  blaucas;  las 
partes  inferiores  del  cuerpo  son  blanquecinas; 
el  pico  y  los  pies  de  un  gris  rojizo.  Las  hembras 
tienen  menos  negro  en  el  origen  del  cuello  que 
los  machos. 

Estas  aves  nunca  penetran  en  los  bosques,  sien- 
do las  llanuras  descubiertas  los  únicos  lugares 
en  donde  se  las  encuentra.  Comunmente  van  por 
pares,  y  algunas  veces  en  manadas  bastante 
numerosas ,  pero  tan  solo  en  las  comarcas  en 
que  no  se  las  caza,  porque  en  aquellas  en  don- 
de se  las  persigue,  huyen  tan  lejos,  y  su  carrera 
es  tan  rápida,  que  difícilmente  se  las  puede  al- 
canzar ,  aun  con  buenos  caballos.  Los  cazadores, 
que  consiguen  detenerlas  con  una  especie  de 
lazo ,  formado  de  tres  piedras  gruesas  como  el 
puño,  y  sujetas  por  cuerdas  en  un  centro  común, 
deben  aun  procurar  evitar  sus  coces.  Los  nan- 
dús  extienden  sus  alas  hacia  atrás  cuando  cor- 
ren, y,  para  girar  y  distraer  á  los  cazadores  por 
medio  de  movimientos  de  derecha  á  izquierda , 
abren  una  ala  y  la  presentan  al  viento.  Cuando 
están  tranquilos,  su  andar  es  grave,  y  tienen 
su  cuello  levantado  y  su  dorso  redondeado.  Ali- 
méntanse  de  semillas  y  de  yerbas  que  cortan 
muy  cerca  de  la  raíz.  Los  nandús,  que  parece 
<jue  nunca  beben  ,  son  buenos  nadadores,  y  atra- 
viesan los  rios  y  también  las  lagunas  sin  ser  per- 
seguidos. 

En  la  época  de  sus  amores ,  hacia  el  mes  de 
julio,  los  machos  echan  gemidos  parecidos  á  los 
de  las  vacas.  Su  nido  consiste  en  un  hoyo  an- 
cho y  poco  profundo  ,  practicado  naturalmente 
en  tierra ,  y  en  el  cual  traen  á  veces  un  poco  de 
paja.  Las  hembras  empiezan  sus  posturas  á  la 
fin  de  agosto,  y  se  dice  que  depositan,  á  tres  dias 
de  intervalo ,  un  huevo  en  el  nido ,  pudiendo  el 
número  de  las  posturas  elevarse  á  diez  y  seis  ó 
diez  y  siete.  Los  huevos,  de  un  blanco  amari- 
llento y  cuya  superficie  es  muy  lisa ,  tienen  cinco 
pulgadas  y  mas  de  diámetro,  y  son  de  igual 
grueso  por  ambos  cabos ;  se  asegura  que  un  solo 
nido  contiene  á  veces  setenta  ú  ochenta  huevos, 
y  este  hecho  se  explica  suponiendo  que  muchas 
hembras  van  á  poner  en  el  mismo  nido.  De  Aza- 
ra pretende  que  el  macho  solo  se  encarga  de 


AVI 

empollar  los  huevos,  de  conducir  y  de  proteger 
los  polhit'los;  dice  también  que  el  macho  separa 
algunos  huevos  (pie  casca  en  et  momento  en  que 
los  polluelos  nacen .  á  tin  de  que  los  insectos  que 
M  raorta  allí  les  sirvan  de  pasto  en  los  primeros 
momentos  de  su  existencia. 

Estas  aves  son  susceptibles  de  ser  domestica- 
das ;  pero  el  poco  sabor  de  su  carne,  en  particu- 
lar la  de  los  adultos  ,  porque  la  de  los  jóvenes 
parece  tierna  y  de  bastante  buen  gusto ,  y  sobre 
todo  su  espíritu  de  dominación  soore  los  demás 
habitantes  de  los  corrales ,  han  hecho  que  hasta 
aqui  fuesen  casi  generalmente  desdeñados.  Los 
jóvenes  nandús  que  se  crian  en  las  casas  no  tar- 
dan en  ser  familiares,  entran  en  las  diversas 
habitaciones ,  manifestando  mucha  curiosidad , 
paséanse  también  por  las  calles  ,  y  aunque  con 
frecuencia  se  desvian  mucho  en  el  campo,  vuel- 
ven á  casa ,  en  donde  se  les  da  pan ,  grano  y 
otros  alimentos,  y  tragan  asimismo  piedrecitasy 
aun  pedazos  de  nietal  que  encuentran. 

Los  habitantes  del  Paraguay  desuellan  el  cue- 
llo y  una  parte  del  pecho  de  los  nandús,  y  des- 
pués de  haber  ablandado  la  piel  y  haberla  co- 
sido, hacen  de  ella  bolsas ;  remitiendo  ¿Euro- 
pa las  pennas  de  las  alas  cuvas  barbas  están  de- 
sunidas, para  hacer  penachos  y  plumeros  con 
que  se  limpian  los  muebles.  Los  Americanos  se 
sirven  de  estas  plumas  para  hacer  quitasoles, 
penachos  y  otros  adornos:  sus  cañones  no  pue- 
den servirpara  escribir ,  pero  se  tiñen  de  encar- 
nado ó  de  azul,  se  cortan  en  pequeños  listoncitos 
y  con  estos  se  hacen  látigos.  Los  huevos  se  em- 
plean á  la  manera  de  los  del  avestruz  vulgar. 

AVICEHÍIA,  Avicenma.  Género  de  plan- 
tas, que  el  Sr.  Endlicher  ha  considerado  como 
tipo  de  una  familia  natural,  los  Aviceniéas,  y  de 
la  didinamia  angiosperma.  Las  avicenias  crecen 
en  compañía  de  los  nopales  en  el  fango  de  las 
playas  de  la  zona  ecuatorial.  Son  árboles  cuyas 
raices  se  extienden  á  lo  lejos  en  la  superficie  del 
terreno,  produciendo  numerosos  renuevos  sim- 
ples, desnudos,  y  semejantes  á  varillas.  Las  ho- 
jas son  opuestas ,  coriáceas  ,  persistentes  y  en- 
terisimas;  los  pedúnculos  terminales  y  dicoto- 
mearios ,  temados  y  multiflorales ;  las  flores  son 
pequeñas,  de  corola  casi  coriácea.  Conócense 
seis  especies  de  este  género. 

La  Avicenia  qüellbva  resina  (A  vicenal  a  re- 
sinífera, Forsler)  da,  según  este  botánico ,  una 
resina  verde  que  los  naturales  de  la  Nueva-Ze- 
landa comen  con  placer.  Háse  reconocido  que 
esta  plantaos  la  Avicbma  tomentosa  (Avt'cenníu 
tomentosa,  L.),  que  crece  en  las  playas  de  los 
mares  de  los  trópicos,  que  no  da  resina,  según 
naturalistas  que  posteriormente  han  explorado  es- 
tos países,  en  donde  los  habitantes  no  comen 
ninguna  resina. 

AVISPAS  ,  YkspíE.  Insectos  himenópteros 
de  la  familia  de  los  diplópteros.  Muchos  viven 
en  sociedad  compuesta  de  tres  especies  de  indi- 
viduos, los  machos ,  las  hembras  y  los  peones  ó 
neutros.  Los  avisperos  están  formados  de  una 
pasta  análoga  á  la  del  papel  ó  del  cartón ;  los  al- 


AVl  279 

véolos  (pie  encierran  los  panales  no  sirven  por 
lo  común  sino  pan  \i\ienda  de  las  lanas  y  las 
ninfas;  pero  en  muchas  especies  contienen  miel, 
tal  es  el  Polistes  Lechegnana  ,  Latreille ,  que  has- 
ta produce  una  miel  venenosa,  desprovista  de 
principio  cristalízable.  Las  hembras  y  las  larvas 
de  estos  animales  están  armadas  de  un  aguijón 
muy  fuerte  y  ponzoñoso,  causa  frecuente  de  pi- 
caduras mas  graves  que  las  de  las  abejas,  pero 
cuyo  tratamiento  es  el  mismo. — V.  Abeja. 

Las  abispas ,  antiguamente ,  fueron  preconiza- 
das como  antifebriles ,  llevadas  como  amuleto,  y 
se  usaron  como  litontríptícas  y  como  epispásti- 
cas.  Lémery  dice  que,  en  polvo,  estos  insectos 
son  buenos  para  hacer  crecer  los  cabellos. 

Las  especies  mas  comunes  en  nuestro  país  son: 
la  Avispa  vulgar  ( Yespa  rulgaris,  L.j,  que  hace 
su  nido  en  tierra ,  y  causa  mucho  daño  á  los  fru- 
tos; la  Avispa  Avispón,  Avispón  {Yespa  Crabo, 
L.),  que  también  hace  su  nido  en  tierra ,  roba  la 
miel  de  las  abejas  y  es  enemiga  de  casi  todos  los 
insectos;  y  la  Avispa  gálica  ,  Avispa  de  los  ar- 
bustos (Yespa  gallica  ,  L.  ,  que  hace  su  nido  en 
las  ramas  de  las  plantas ,  de  las  que  cuelga. 

AVOCETA,  Recururostra.  Género  de 
aves  del  orden  de  las  zancudas,  de  la  familia  de 
los  longirostras  de  Cuvier  y  de  las  palmípedas 
de  Vieillot.  No  se  conocen  "todavía  sino  cuatro 
especies  de  este  género ,  distribuidas  en  todas  las 
grandes  comarcas  del  globo;  una  en  Europa  y 
en  África ,  una  en  la  India ,  una  en  Australia  y 
una  en  América.  Todas  tienen  la  mas  grande 
analogía  de  forma,  de  talla  y  de  color. 

Avoreta  de  Europa  (  Recurvirostra 
Avocetta,  L.).  Se  encuentra  en  Europa  y  también 
en  Egipto  y  en  el  Cabo  de  Bueña-Esperanza. 
Es  de  un  hermoso  blanco,  con  la  parte  supe- 
rior de  la  cabeza ,  la  parte  posterior  del  cue- 
llo, los  escapularios,  las  pequeñas  y  medianas 
coberteras ,  y  las  ocho  primeras  remeras  negras; 
el  pico  es  negro,  el  iris  moreno  rojizo,  y  los  pies 
de  color  de  plomo.  Su  longitud  es  de  unas  t6 
pulgadas.  Se  alimenta  particularmente  de  insec- 
tos; frecuenta  las  aguas  saladas,  pero  rara  vez 
se  echa  á  nadar;  es  ave  pasajera,  y  en  los  in- 
viernos rigurosos  comparece  hasta  nuestras  ori- 
llas del  mar. 

En  el  Poetú ,  los  aldeanos  comen  los  huevos  de 
avoceta ,  que  son  pequeños ,  de  color  ceniciento 
que  tira  á  verde  y  manchado  de  moreno  ne- 
gruzco^ 

AVUTARDA  ,  Otís.  Género  de  aves  del 
orden  délas  zancudas  y  de  la  familia  de  las  pres- 
sirostras,  de  Cuvier.  Todos  los  ornitologilas  es- 
tán acordes  en  hacer  de  las  avutardas  el  medio 
entre  las  gallináceas  y  las  zancudas,  colocándo- 
las, ya  después  de  las" primeras,  ya  antes  de  las 
segundas. 

Las  avutardas  son  generalmente  aves  pesadas 
mas  propias  para  la  locomoción  terrestre  que 
para  la  aérea;  corren  con  muchísima  celeridad 
y  pueden  andar  largos  trechos  sin  detenerse ;  su 
vuelo  no  es  muy  elevado ,  pero  es  bastante  rápi- 
do y  solo  hacen  uso  de  él  cuando  emigran  ó  se 


280  AYÜ 

ven  perseguidas.  De  un  natural  bravio  y  muy 
salvaje,  huyen  lejos  del  hombre,  siendo  tanta  su 
desconfianza  que  es  dificilísimo  sorprenderlas. 
Los  hábitos  de  las'avutardas  y  sus  necesidades  en 
general  las  conducen  á  vivir  en  los  países  áridos 
y  pedragosos,  y  en  las  llanura  *  en  cierto  modo 
estériles,  pero  hay  también  algunas  que  buscan 
hs  llanuras  cubiertas  de  yerbas,  y  se  complacen 
en  los  prados  y  en  los*  campos  sembrados  de 
avena. 

Las  avutardas  no  viven  en  el  aislamiento;  reú- 
nense  comunmente  en  pequeños  grupas,  y  ave- 
ces durante  el  invierno  componen  compañías  de 
(piince  individuos.  Tomadas  jóvenes,  las  avutar- 
das se  domestican  fácilmente  y  se  acostumbran 
á  vivir  en  eorral,  y  entonces  se  las  alimenta  con 
miga  de  pan  de  centeno  mezclada  con  hígado  de 
buey. 

En  libertad  ,  las  avutardas  comen  yerba,  semi- 
llas, insectos  y,  según  ciertos  autores,  ranas, 
sapos  y  pequeños  lagartos,  habiendo  algunas  es- 
peciesque  cuando  la  tierra  está  cubierta  de  nie- 
ve se  contentan  de  corteza  de  arboles. €omo  las 
gallináceas,  tienen  la  costumbre  de  tragar,  pie- 
dreeitas,  á  Un  de  facilitar  á  su  a&íéhTto'gtf  Jláftrttn- 
racion  délos  alimentos,  y  preténdese  también 
que  pueden  ,  como  el  avestruz  ,  deglutir  piezas 
de  metal  sin  ser  por  ello  incomodadas. 

Las  avutardas  son  muy  buena  Cíiza  I  la  carne 
de  las  jóvenes,  un  poco  manida,-  se  dice  que  es 
excelente,  asegurándose  que,  de  todo  el  animal, 
los  muslos  son  las  partes  mas  sabrosas.  En  todos 
los  países  se  las  persigue  asiduamente:  en  Cri- 
mea, en  donde  la  avalaran  grande  *"*■«•««< riba- 
ños,  principalmente  durante  el  invierno,  se  la 
persigue  con  galgos,  y  sucede  á  veces  que  se  co- 
jeo con  la  mano ,  cuando  se  las  pegan  pedazos  de 
hielo  á  sus  alas ,  como  acontece  con  frecuencia 
en  los  tiempos  de  nieve;  los  Árabes,  al  contrario, 
se  sirven  del  halcón  parala  caza  de  la  avutarda 
buhara,  y  nosotros  empleamos  la  escopeta. 

Las  diferentes  especies  de  avutardas  que  se 
conocen  pertenecen  todas  al  antiguo  mundo:  dos 
viven  en  España,  y  una  tercera  se  encuentra 
en  algunas  partes  de  la  Europa  meridional  Ha- 
blaremos aquí  no  mas  que  de  las  especies  si- 
guientes. 

Avutarda  liubara  [Otis  houbara ,  %.). 
Especie  que  se  encuentra  en  Arabia  y  en  Berbería: 
sus  apariciones  cu  Europa  son  raras  y  accidenta- 
les; a  veces  se  manifiesta  en  Silesia,  en  Suiza, 
en  España,  y  con  bastante  frecuencia  óh  Turquía. 
Es  notable  por  la  especie  de  manteleta,  formada 
de  plumas  largas,  delgadas,  blanquecinas,  es- 
triadas de  negro,  que  adorna  las  partes  latera- 
les de  su  cuello;  tiene  el  colodrillo,  los  carrillos 
y  la  garganta  blancas  listadas  de  moreno;  toda 
la  parte  superior  del  cuerpo  es  amarillenta,  fina- 
mente rayada  y  sembrada  de  manchas  morenas, 
y  las  partes  inferiores  son  blancas. 

Según  el  Sr.  Desfontaines ,  los  Árabes  atribu- 
yen'á  la  vejiguilla  déla  hiél  y  al  estomago  de  la 
Íuib:ira  la  propiedad  de  curar  las  enfermedades 
de  los  ojos  ,  frotando  con  ellas  el  órgano  afecta- 


AVL 
do,  ó  llevándolos  como  amuleto  suspendidos  al 
cuello. 

Avutarda  pesada,  Avutarda  co- 
mún, Avutarda  grande  {Otis  tarda,  .L). 

Especie  común  en  España ,  en  la  Andalucía, 
en  Italia ,  en  Dalmacia  y  en  el  Levante ;  encuén- 
trasela  también  en  Suiza,  en  Alemania  y  sobre 
todo  en  la  Rusia  meridional ,  en  Crimea ,  pero  en 
Francia  es  muy  rara.  Esta  ave  es  el  Otis  de  los 
turiegos;  en  tiempo  de  Plinio ,  los  Españoles  la 
llamaban  Ávis  tarda  ,  porque  su  andar  es  lento, 
no  obstante  la  opinión  general  de  que  la  avutarda 
corre  con  rapidez  y  vuela  difícilmente.  Es  la  ma's 
grande  de  las  aves  de  nuestros  climas.  Su  plu- 
maje varia  según  la  edad  y  el  sexo:  el  macho 
adulto  se  distingue  por  un  manojo  de  plumas  lar- 
gas ,  delgadas  y  de  barbas  desunidas  ,  que  ador- 
nan los  lados  de  la  garganta ;  tiene  la  cabeza 
cenicienta  ,  la  parte  superior  del  cuerpo  de  un 
rojo  amarillento  rayado  de  negro ,  y  las  partes 
inferiores  blancas.  La  hembra,  comunmente  mas 
pequeña,  no  tiene  manojo  de  plumas  en  la  base 
del  pico.  Es  granívora,  pero  también  come  yer- 
bas y  hojas  de  diferentes  plantas. 

La*  carne  de  la  avutarda  común  es  muy  busca- 
da: Bellonius  dice  que  es  delicada,  y  que  va- 
le mas  que  la  de  las  demás  aves,  lo  que  depen- 
derá sin  duda  del  país  en  que  él  la  comió ;  Cale- 
ño ,  al  contrario ,  pretende  que  forma  el  medio 
entre  la  de  grulla  y  la  de  oca,  á  pesar  de  que  es 
menos  dura  que  la  primera  y  masque  la  última. 
Estácame,  aunque  negra,  es  fácil  de  digerir, 
conviene  á  todos  los  temperamentos,  y  suministra 
un  alimento  sólido  y  duradero  .sobre  todo  cuan- 
do el  animal  ha  sido  bien  nutrido  y  se  la  ha  de- 
jado manir ;  la  de  las  avutardas  jóvenes  es  un 
manjar  exquisito.  La  grasa  de  avutarda  pasaba 
como  resolutiva,  propia  para  fortificar  los  ner- 
vios ,  calmar  el  dolor  de  las  almorranas ,  y  reme- 
diar á  ciertas  sorderas,  y  su  excrementó  como 
resolutivo  y  bueno  contra  la  sarna. 

Avutarda  tetras,  Avutarda  pe- 
queña (Otis  tetrax,  L.).  Esta  especie  es  bas- 
tante común  en  Rusia,  en  los  desiertos  de  la  Tar- 
taria en  Crimea ;  habita  también  en  España,  en 
Italia,  particularmente  en  los  alrededores  de  Ro- 
ma ,  en  Crecía,  y  en  Cerdcña ;  es  muy  rara  en  In- 
glaterra ,  y  se  la  vé  una  parte  del  año  en  Francia 
a  donde  llega  por  abril ,  partiendo  en  otoño.  Se- 
gún Buffon,  esta  ave  tiene  el  mismo  natural,  los 
mismos  matices  y  las  mismas  costumbres  que  la 
avutardacomun  ,  y  se  diría  que  ha  nacido  de  un 
huevo  de  ésta,  cuyo  germen  habría  tenido  menos 
desarrollo.  Su  talla  no  excede  de  la  de  un  faisán, 
y  los  machos  del  año  no  difieren  de  las  hembras. 
Distingüese  por  un  collar  en  forma  de  sotuer  de 
un  blanco  puro  en  el  cuello;  una  faja  blanca  en 
el  pecho;  todas  las  partes  superiores  de  un  ama- 
rillo claro,  vermiculadas  de  negruzco;  sin 
plumas  en  forma  de  mostachos.  De  esta  especie 
Leach  y  Stephens  han  hecho  el  Upo  del  genero 
Tetrax. 

La  carne  de  avutarda  pequeña  es  tierna,  agra- 
dable v  de  fácil  digestión. 


AZA 

,\\v 
A  W  Allí.  Marisco  univalvo  abierto,  del  grue- 
so de  una  concha  do  perla  de  l'orsia  mediana. 
pero  mas  profunda,  llena  de  una  gruesa  pieza  de 
carne  de  color  amarillento  ó  blanquecino,  muy  co- 
riácea \  sin  libras.  Los  Japoneses  dicen  que  e<ta 
carne  era  el  alimento  ordinario  de  sus  antepasados 
pobres  y  menesterosos,  y  para  conservar  su  me- 
moria, cuando  tienen  convidadosá  comer,  siempre 
seles  sirve  un  plato  de  estos  mariscos.  F.s  también 
un  uso  establecido  entre  este  pueblo,  aun  entre 
las  personas  de  calidad ,  cuando  se  bacen  rega- 
los añadir  á  estos  una  tajada  ó  á  lo  menos  un 
pedacito  de  esta  carne,  como  siendo  de  buen 
agüero,  y  para  recordarla  indigencia  de  sus  an- 
tepasados. La  carne  de  este  marisco  se  corta  en 
lilamentos  delgados ,  que  se  hacen  secar  sobre 
una  chilla. 

AX 

AXIA,  Axia.  Género  de  plantas  incomple- 
tamente conocido ,  de  latriandria  monoginia,  co- 
locado con  duda  a  la  familia  de  lasnictagineas,  y 
también  á  las  de  las  valeriáneas.  Su  autor,  el  Sr; 
Lourciro,  solo  hace  mención  de  una  especie. 

Axia  de  la  C'orliiiicliiiiu  [Axia  co- 
chinchinensis ,  Lour.l.  Es  un  arbusto  de  numero- 
sos tallos ,  muy  ramosos  ,  nudosos  ,  tendidos  ,  y 
rojizos;  de  hojas  pequeñas,  opuestas,  desiguales 
y  suh-recortadas;  de  flores  pequeñas,  rojizas  y 
dispuestas  en  racimos  sub-lermmales.  La  raíz  de 
esta  planta  es  carnuda  y  fusiforme:  en  la  Co- 
chinchina,  se  la  sustituye  al  célebre  Ginseng; 
es  caliente  y  fortificante,  provoca  la  orina ,  el  su- 
dor y  las  reglas;  empléase  en  las  calenturas  in- 
termitentes, las  crudezas  de  estómago,  las  vis- 
cosidades de  los  pulmones  y  las  obstrucciones 
del  útero. 

A  Y 

AlfAlíIiY.  Nombre  de  una  gramínea  muy 
común  en  Santo-Domingo,  empleada  como  aperi- 
tiva en  esta  isla ,  según  Nicholson,  y  que  se  cree 
ser  quizás  el  Panizo  oe  sangre  (Pariicvm  sangui- 
nale ,  L.)  ,  que  es  abundante  en  ella. 

AlTVAIi.  Arbusto  de  las  Mólucas ,  que  pro- 
duce pequeñas  bayas.  Siisjóvenesrenuevos  seco- 
men  cocidos  en  forma  de  verdura  para  tener  el 
vientre  libre. 

AZ 

AZABACHE.  Variedad  de  liñito ,  bastan- 
te duro  y  bastante  compacto  para  ser  pulimenta- 
do, muy  parecido  al  ('atinrl-coal,  ó  Carbon- 
eándola de  los  Ingleses,  que  se  encuentra  en 
New-Haven  en  el  terreno  ullero,  por  cuya  razón 
ciertos  mineralogistas  han  referido  al  Liñito  es- 
ta variedad  de  ulla  compacta,  que  es  empleada 
en  algunos  puntos  por  el  pueblo  para  producir 
luz. 

El  azabache  ó  Linilo- Azabache  de  Brongniart 
es  un  cuerpo  negro ,  solido ,  duro ,  compacto, 
quebradizo,  pero  no  friable  como  el  aífalto,  v  sus- 
ceptible de  recibir  muy  hermoso  pulimento  ;  su 
peso  específico  varia  de  1,2  á  4,3;  se  electriza 
difícilmente  por  el  frote ;  es  inodoro ;  arde  con 
llama- sin  correrse  ni  abotagarse,  v  difunde  un 
36 


AZA  «81 

olor  fuerte,  acre  y  aromático;  da  un  ácido  en  la 
destilación  ,  distinguiéndose  por  este  resultado  de 
la  ulla  y  del  asfalto. 

No  siempre'  es  fácil  distinguir  el  azabachg  de 
la  ulla,  connrl-coal ,  porque  casi  siempre  es  de 
una  combustión  fácil,  y  da,  como  este  ultimo  cuer- 
po ,  una  llama  blanca  con  humo  negro,  despi- 
diendo un  olor  piroleñoso  acre  y  desagrada!, le; 
sin  embargo  „  no  se  encola  ni  se  abotaga  nunca. 

El  azabache  presenta  con  frecuencia  vestigios 
muy  marcados  de  la  organizaciondel  leño  de  que 
parece  haber  sido  formado,  y  ofrece  como  un  trán- 
sito de  las  sustancias  vegetales  metidas  dentro  la 
tierra  á  las  materias  betuminosas. 

El  azabache  se  encuentra.cn  las  inmediaciones 
de  las  minas  de  ulla,  casi  siempre  en  masas  re- 
dondeadas de  cerca  de  45  á  50  libras  de  peso ,  y 
á  menudo  con  impresiones  de  peces  petrificados. 
Kncuéntrasele  abundantemente  en  España,  en 
Asturias  y  Aragón,  en  Alemania,  en  Francia,  etc. 

De  tiempo  inmemorial  se  ha  tallado  el  azaba- 
che con  resultados  diferentes ,  según  las  épocas, 
para  hacer  de  él  una  infinidad  de  pequeños  ob- 
jetos, tales  como  botones,  brazaletes,  cintos, 
pendientes,  rosarios,  marcos,  etc., y  otros  ador- 
nos de  luto,  ú  obritas  de  gusto;  pero  esta  in- 
dustria ha  disminuido  considerablemente.  Los  ob- 
jetos de  azabache  son  bosquejados  con  el  cuchillo 
y  después  trabajados  con  la  lima  ó  con  la  muela. 

El  azabache  es  también  empleado  como  com- 
bustible en  los  países  en  donde  no  existe  mejor 
ulla. 

Al  presente ,  el  azabache  no  es  usado  en  me- 
dicina; pero  antiguamente  pasaba  como  cordial, se 
daba  en  polvo  en  los  cólicos  intestinales,  se  ad- 
ministraba en  fumigaciones  contra  el  histérico, 
etc. ,  y  ,  por  la  destilación  á  fuego  desnudo,  se  ex- 
traía de  él  un  aceite  empireumático,  que,  cuidado- 
samente rectificado  con  arcilla,  era  empleado  co- 
mo estimulante,  y  entraba  en  alguna  composición 
farmacéutica. 

En  1 849 ,  se  importaron  en  Barcelona  proceden- 
tes del  reino  2,í00  libras  de  azabache,  valor  de 
144,000  rs.  vn. 

Azabache  artificial.  Es  una  especie  de 
esmalte  ó  de  vidrio  que  sefabrica  desde  mucho 
tiempo ,  que  sirve  á  los  mismos  usos  que  el  aza- 
bache natural,  y  aun  hace  algunos  años  se.  le 
prefiere.  Las  mutaciones  de  este  vidrio  ennegre- 
cido son  mucho  menos  caras,  y  tienen  siempre 
mas  dureza,  si  bien  aveces  no  gozan  de  igual 
Instaré.  Además,  la  joyería  de  azabache  natural  ó 
artificial  halla  una  concurrencia  temible  en  el 
acero  y  el  hierro  colado. 

AZACME.  Palabra  que  se  aplica  á  cierta 
especie  de  seda  de  inferior  calidad. 

AZAFRÁN ,  Crocis.  llenero  de  plantas 
de  la  familia  de  las  irideas  y  de  la  triandria  mo- 
noginia de  Linneo,  que  está"  formado  por  peque- 
ñas plantas  herbáceas,  naturales  de  la  Europa, 
del  Asia  menor  y  de  la  región  mediterránea.  I-s- 
tas plantas  tienen  un  bulbo  poco  voluminoso  que 
produce  generalmente  bulbillos  sobrepuestos  \  er- 
tiealmenle,  y  del  cual  parten  largas  flores  viva- 

toho  i. 


281  AM 

mente  y  elegantemente  coloradas ,  así  como  ho- 
jas lineares.  Las  flores  presentan:  un  periantio 
de  tubo  largo  y  de  limbo  dividido  en  seis  divi- 
siones ,  de  las  cuales  tres  son  exteriores,  y  tres 
interiores  un  poco  mas  pequeñas ;  tres  estambres 
insertos  en  la  garganta  del  periantio,  de  filamen- 
to delgado  y  entera  asentada;  un  pistilo  formado 
de  un  ovario  adherenle,  ordinariamente  oculto 
en  tierra,  de  tres  ángulos  obtusos,  de  un  largo 
estilo  filiforme  y  de  tres  estigmas  gruesos,  car- 
nudos ,  mas  ó  menos  arrollados  en  figura  de  cor- 
nezuelo y  afestonados.  A  estas  flores  sucede  una 
pequeña  cápsula  de  tres  lados  y  de  tres  celdillas 
polispermas. 

El  número  de  especies  de  este  género  hoy  dia 
conocidas  se  eleva  de  treinta  á  cuarenta,  pero  su 
determinación  presenta  grandesdificnltades.  Una 
de  estas  especies  tiene  mucha  importancia,  como 
objeto  de  un  cultivo  especial  por  el  producto  que 
suministra  al  comercio;  algunas  otras  solo  tie- 
nen interés  como  plantas  de  adorno.  Vamos  á  ocu- 
parnos de  la  primera. 

Azafrán  cultivado  [Croáis sativus,  L.). 
Esta  planta  es  cultivada  desde  la  mas  remota  an- 
tigüedad ,  por  sus  estigmas  que ,  en  el  estado  de 
desecación,  constituyen  él  A  z afran  del  comercio. 
Su  patria  ha  sido  ignorada  hasta  á  principios  de 
esle  siglo ,  que  Smith  dijo  habia  sido  cogida 
en  el  estado  exponláneo,  por  Sibthorp,  en  las 
bajas  montañas  de  Ática,  y.  mas  recientemente, 
el  Sr.  líertolini  ha  indicado  que  crecía  natural- 
mente en  la  frontera  de  Ancona,  cerca  de  Asco- 
li.  El  nombre  de  Azafrán  oriental,  que  lleva  en 
las  obras  de  materia  médica,  confirma  que  es 
originaria  del  Oriente;  habita  también  en  la  Tar- 
taria ,  y  en  ciertas  regiones  de  este  país  se  pa- 
ga el  tributo  á  los  principes  en  azafrán.  Los  Ara- 
bes  la  trasportaron  á  España,  en  donde  en  el  dia 
se  cultiva  en  las  llanuras  de  la  Mancha  y  en  otros 
punios  de  la  península,  en  particular  eu  la  parte 
septentrional  de  la  provincia  de  Tarragona.  Úl- 
timamente, créese  que  los  Foscenses  fueron  los 
(pie  del  Asia  llevaron  el  azafrán  á  las  riberas  del 
Mediterráneo ,  enseñando  á  cultivarlo  y  á  sacar 
sus  mejores  productos  á  los  pueblos  de  esta  par- 
te del  mundo. 

La  fábula  da  el  nombre  de  Crocus  á  esta  plan- 
ta, de  la  trasformacion'que  los  dioses  hicieron  del 
joven  Croco  en  azafrán  y  de  la  ninfa  Esmílax  en 
teja,  en  recompensa  de  la  inocencia  y  ternura 
con  que  estos  esposos  se  amaron. 

Esta  planta  se  distingue  por  las  túnicas  de  su 
bulbo  atravesadas  de  numerosas  nerviosidades 
longitudinales,  que  terminan  por  quedar  aisladas 
bajo  la  forma  de  fibras  capilares  de  numerosas 
anastomoses,  y  por  hojas  lineares,  prolongadas, 
marcadas  por  debajo  con  nerviosidades  longitu- 
dinales salientes ,  desarrolladas  en  la  primavera 
que  sigue  á  la  florescencia.  Su  periantio  tiene  la 
garganta  lila,  y  está  cubierto  de  pelos  abundantes; 
sus  estigmas  son  muy  largos,  colgantes  é  indivi- 
sos. Por  estos  estigmas  es  cultivada  la  planta  en 
diversos  países. 

El  cultivo  del  azafrán  exige  muchísimos  cui- 


AZA 

dados  y,  aunque  sea  productivo  cuando  va  bien, 
está  frecuentemente  expuesto  á  accidentes  peno- 
sos que  disminuyen  mucho  ó  hasta  aniquilan  ca- 
si sus  beneficios  ;  además ,  exige  condiciones 
que  lo  estrechan  forzosamente  entre  ciertos  lími- 
tes, reduciéndolo  casi  siempre  á  no  muy  conside- 
rables cosechas.  Cuando  se  quiere  establecer  un 
azafranal ,  se  prepara  la  tierra  bonificándola  y 
haciéndola  ligera  y  liviana  por  medio  de  tres  la- 
bores que  se  dan  sucesivamente  en  invierno  y 
hasta  hacia  la  época  de  la  plantación,  es  decir 
hacia  últimos  de  mayo  ,  en  junio  y  aun  en  julio. 
Se  escogen,  en  los  diversos  países,  para  el  cultivo 
del  azafrán ,  tierras  de  naturelezas  diferentes;  sin 
embargo,  en  general  las  que  parecen  convenirle 
mejor  son  las  tierras  ligeras,  un  poco  arenosas  y 
negruzcas.  La  plantación  se  hace  hundiendo  los 
bulbos  acerca  de  unas  7  pulgadas  en  surcos,  es- 
paciados entre  sí  de  unas  4  pulgadas ;  empleán- 
dose para  este  objeto  cerca  de  1 00  á  no  libras 
de  bulbos  para  dos  fanegas  y  media  de  tierra,  de 
modo  que  puedan  obtenerse  cerca  de  49,500  pies 
en  esta  superficie.  Enseguida  se  escarda  y  se  bi- 
na la  tierra  casi  todas  las  semanas  hasta  el  mo- 
mento en  que  comienzan  á  manifestarse  las  flores, 
es  decir  en  otoño  y  mas  particularmente  hacia 
mediados  de  octubre.  Las  cosechas  mas  precoces 
tienen  lugar  desde  mediados  de  setiembre,  y  las 
mas  tardías  se  prolongan  hacia  últimos  de  octu- 
bre. El  primer  año  la  florescencia  es  poco  abun- 
dante, siendo  la  mas  rica  la  del  segundo  año; 
las  circunstancias  á  ella  mas  ventajosas  son  la 
humedad  del  terreno  y  una  temperatura  media 
de  1 2  á  I  ü  grados.  Las  flores  se  suceden  por  espa- 
cio de  unos  quince  dias,  que  determinan  la  dura- 
ción de  la  cosecha,  pero  sobre  todo  se  manifiestan 
durante  los  primeros  ocho  dias.  Cada  día,  ó  á  lo 
menos  cada  dos  dias,  se  oogenias  flores,  y  se  co- 
locan en  cestas  hasta  la  tarde,  que  se  las  sepa- 
ran los  estigmas ,  tirando  lo  demás.  La  deseca- 
ción de  estos  estigmas  se  hace  con  cuidado  en 
tramices  de  crin,  suspendidos  encima  de  un  fuego 
suave,  y  procurando  revolverlos  frecuentemente: 
la  disminución  de  peso  que  resulta  de  la  deseca- 
ción es  á  lo  menos  de  V»;  por  término  medio ,  el 
producto  definitivo  de  dos  fanegas  ymedia  de  tier- 
ra en  azafrán  seco,  durante  los  dos  años  de  cose- 
cha, es  de  100  libras.  Comunmente, cada  tres  años 
se  relevan  los  bulbos,  cuya  operación  tiene  lugar 
en  el  mesdemayo:  se  despegan  los  bulbillos  délos 
bulbos  madres,  y  se  replanta  inmediatamente  en 
otra  tierra  previamente  dispuesta  al  efecto.  El  aza- 
frán no  resiste. á  un  frió  de  \  5  grados,  y  por  esto 
los. inviernos  excepcionales  para  nuestros  climas 
ejercen  grandes  estragos  en  los  azafranales.  Por 
otra  parte,  este  cultivo  está  igualmente  expuesto 
á  dos  plagas  tan  crueles  como  frecuentes :  la  una 
consiste  en  la  caries  de  los  bulbos ,  y  la  otra  es 
debida  á  la  rápida  propagación  de  un  hongo  pa- 
rásito, el  Rhizbetonia  Crocorum ,  DC.  ó  Sclcro- 
tium  Irocorum ,  Pers.  Esle  hongo  ataca  primero 
las  cubiertas  délos  bulbos,  después  de  lo  que  se 
extiende  á  su  interior,  (pie  destruye.  Sus  estra- 
gos se  manifiestan  sobre  masas  circulares  del 


AZA 
azafranal  cuyas  plantas  perecen  con  pronti- 
tud ,  engrandeciéndose  constantemente,  si  no  se 
lleva  remedio  al  mal  circunscribiendo  el  sitio  por 
medio  de  una  zanja,  y  concluyendo  por  ocupar  to- 
da la  superficie  del  campo.  Ésta  especie  de  aza- 
frán también  se  cultiva  como  planta  de  adorno. 

ti  Azafrán ,  tal  como  se  observa  en  el  comer- 
cio ,  es  un  compuesto  de  hebras  rojizas,  muy  del- 
gadas ,  formadas  de  los  estigmas  de  la  flor,  á  los 
cuales  se  deja  con  frecuencia  el  pistilo,  que  se 
reconoce  entonces  en  su  color  menos  vivo,  aun 
blanquecino,  y  á  veces  los  estambres  que  se 
distinguen  en  sus  anteras  y  en  su  color  amarillo; 
los  estigmas  son  un  poco  franjeados. 

El  azafrán  debe  elegirse  en  hebras  largas,  fle- 
xibles ,  elásticas,  de  color  rojo  naranjado  su- 
bido ,  sin  mezcla  de  estilos  ,  que  no  contenga  es- 
tambres ni  otros  cuerpos  extraños  ,  de  olor 
fuerte  ,'  vivo  y  penetrante,  de  sabor  acre  un  po- 
co amargo,  que  colore  fuertemente  la  saliva 
en  amarillo  dorado ,  y  que  una  corta  cantidad  de 
él ,  en  pocos  instantes ,  comunique  su  tinte  á 
mucha  agua,  y  sobre  todo  lo  mas  reciente  posi- 
ble. El  azafrán  añejo  es  casi  inerte,  lo  que  ex- 
plica las  contradicciones  que  se  encuentran  en  los 
autores  de  medicina  respectivamente  á  sus  efec- 
tos. 

Se  recomienda  conservar  el  azafrán  en  un  lu- 
gar húmedo ,  lo  (|ue  puede  ser  útil  para  aumentar 
sopeso;  pero,  como  todas  las  sustancias  orgá- 
nicas, el  azafrán  se  conserva  mucho  mejor  per- 
fectamente desecado  y  encerrado  en  vasos  her- 
méticamente tapados  que  de  toda  otra  manera. 
La  luz  le  hace  perder  su  bello  color  y  casi  sus  pro- 
piedades, y  por  esto  además  conviene  tener  lo  re- 
puesto en  vasos  opacos. 

El  análisis  químico  de  esta  sustancia,  debido  á 
los  señores  Bouillon-Lagrange  y  Vogel,  ha  hecho 
ver  que  contenia ,  además  de  "goma  ,  albúmina, 
cera  y  un  poco  de  aceite  volátil,  una  materia  co- 
lorante, que  designan  con  el  nombre  de  Poli- 
croita ,  en  razón  dé  la  multitud  de  colores  que  es 
susceptible  de  tomar,  cuando  disuelta  en  el 
agua,  lo  que  tiene  lugar  con  extrema  facilidad 
si  se  la  añaden  ácidos  sulfúrico,  nítrico,  etc.,  que 
la  hacen  pasar  al  azul ,  al  verde,  etc.  Este  prin- 
cipio colorante ,  muy  soluble  en  el  alcohol ,  lo  es 
nniv  poco  en  el  éter  ,  y  nada  en  los  aceites  esen- 
ciales ó  crasos  ;  se  fija  en  las  estofas  ,  y  las  co- 
munica un  hermoso  color  amarillo ,  poco  sólido 
en  verdad  y  que  no  permite  usarlo  en  tintura. 
Puede  presumirse  que  la  policroita  posee  una 
parte  de  las  propiedades  médicas  del  azafrán, 
que  el  aceite  esencial  tiene  sin  duda  á  un  mas 
alto  grado ,  porque  estos  dos  principios  son  casi 
los  únicos  (pie  e\i>w-n  eu  las  tinturas  alcohólicas, 
las  cuales  parece  encierran  todas  las  virtudes  del 
azafrán.  La  policroita,  mejor  estudiada  porelSr. 
Henry,  parece  ser  un  compuesto  de  materia  co- 
lorante y  de  aceite  volátil.  Guibourt  dice  que  el 
azafranda  al  agua  y  al  alcohol  los  tres  cuartos 
de  su  peso  de  un  extracto  que  contiene  una  ma- 
teria colorante  naranjada  roja,  todavía  no  obteni- 
da en  el  estado  de  pureza ,  y  que  parece  no  obs- 


AZA  283 

tante  posarse  en  parte,  con  el  tiempo,  de  su  diso- 
lución alcohólica:  este  extracto  contiene  además 
un  aceite  volátil  oloroso;  y  el  obtenido  por  el  al- 
cohol ,  un  aceite  fijo ,  ó  cera  vegetal. 

Si  se  atiende  á  que  una  libra  de  azafrán  exige 
mas  de  cienmil  flores,  y  también  á  que  se  necesi- 
tan cinco  libras  de  azafrán  verde  para  hacer  una 
libra  de  seco ,  se  conocerá  que  es  un  producto 
bastante  caro ,  y  por  esta  razón  se  halla  con  fre- 
cuencia sofisticado  en  el  comercio.  El  azafrán  se 
adultera  principalmente  con  flores  de  alazor  ó  de 
cártamo  de  tintes ;  pero  este  fraude  es  fácil  de 
reconocer  haciendo  infundir  en  el  agua  el  aza- 
frán sospechoso ,  con  lo  que  los  flósculos  de  cár- 
tamo ,  tubulosos ,  regulares ,  hinchados  brusca- 
mente en  la  sumidad ,  ofreciendo  un  limbo  de  cin- 
co segmentos  iguales,  se  distinguen  fácilmente 
de  los  estigmas  de  azafrán ,  cuya  forma  hemos 
descrito:  además  el  alazor  no  es  ni  flexible  ,  ni 
elástico,  ni  tan  oloroso,  ni  de  un  olor  tan  agra- 
dable ,  ni  de  un  color  tan  hermoso  y  ni  tan  soluble 
en  la  saliva  como  el  azafrán.  También  á  veces  se 
falsifica  con  flores  de  caléndula  oficinal ,  cuyo 
fraude  se  reconoce  por  los  medios  indicados  para 
descubrir  el  alazor.  Igualmente  se  le  mezclan  li- 
bras de  carne  de  buey  ahumadas  é  infundidas  en 
tintura  de  azafrán ,  lo  que  se  descubre  por  el  olor 
de  carne  que  despide  echando  una  corta  cantidad 
de  él  al  fuego.  Una  falsificación  mas  vituperable 
es  el  añadir  al  azafrán  arena,  carbonato  de  plo- 
mo ,  ú  otras  sustancias  pulverulentas  que  se  pe- 
gan á  él  y  aumentan  su  peso ;  en  este  caso  basta 
ponerlo  en  infusión,  y  examinar  el  poso  que  se 
formará  en  el  fondo  del  vaso  y  las  sustancias  extra- 
ñas que  contenga  el  liquido  que  se  emplee.  Últi- 
mamente, no  es  raro  circular  por  el  cometen 
azafrán  que  ha  sido  sumergido  en  aceite  y  aza- 
frán humedecido  expresamente  para  aumentar 
su  peso,  y  aun  azafrán  que  ha  servido  ya:  en  estos 
casos  la  comparación  con  azafrán  de  escogida 
calidad  es  el  mejor  medio  de  evitar  el  engaño. 

El  Azafrán  de  España  es  deexcelente  calidad: 
está  en  hebras  largas,  anchas,  muy  nutridas, 
muy  secas,  de  color  rojo  muy  subido,  contiene 
tan  solo  una  cortísima  cantidad  de  hebras  de  co- 
lor amarillo  dorado,  y  es  de  olor  aromático  agrada- 
ble y  de  un  sabor  ligeramente  amargo.  Embalaje: 
sacos  de  piel  de  carnero  ó  de  tela,  de  peso  de  Ñ) 
á  80  libras ;  cajas  de  hoja  de  lata  de  20  ,  15 ,  50, 
80  y  i 50  libras,  encerradas  en  una  caja  de  ma- 
dera cubierta  de  paja  y  de  una  tela. 

El  azafrán  que  se  coge  en  España,  en  la  Man- 
cha, en  Ciudad-Real ,  en  Zaragoza  y  otros  puntos 
de  la  península  ,  basta  para  el  consumo ,  y  sobra 
para  hacer  una  exportación  algo  considerable.  Eu 
1 8  i9,  la  importación  de  azafrán  en  Barcelona 
subió  á 22,545  libras ,  valor  de  t .916,325  rs.  vn.; 
la  exportación  fué:  á  varios  puntos  del  reino,  803- 
libras,  valor  de  68,255 1*.  vn.;  al  extranjero, 
6,956  libras,  valor  de  591,260  rs.  mi.,  y  a  las 
provincias  de  Ultramar  ,  65,490  libras ,  \"alor  de 
466,950  rs.  vn. 

Según  la  Dirección  general  de  Aduanas  y  Aran- 
celes, en  1850,  la  exportación  del  azafrán  al  ex- 


284  AZA 

Iranjero  fué  do  29,817  libras  á  Francia,  2,534 
libras  á  Gibraltar ,  y  •>,(>  40  libras  á  otros  puntos; 
y  ¡i  la  América,  de  5. 163  libras  á  la  Isla  de  Cuba, 
1,786  libras  á  la  República  de  Méjico ,  y  933  li- 
bras á  otros  puntos.  Total :  42.873  libras. 

Én  Francia  conócense  en  el  comercio,  además 
del  azafrán  de  España,  el  Azafrán  del  G atináis; 
que  está  en  hebras  largas,  anchas,  nutridas,  de 
un  hermoso  color  rojo,  mezclado  con  una  cantidad 
de  hebras  amarillas ,  y  casi  sieoipre  ligeramente 
húmedo  ,  y  circula  embalado  en  sacos  de  lela  de 
peso  de  26  libras ;  el  Azafrán  del  Condado  y  de 
An(julema,.Qn  hebras  delgadas,  de  un  rojo  oscuro, 
mezcladas  con  numerosas  hebras  amarillentas, 
(jue  contribuyen  todavia  á  desapreciar  su  calidad, 
y  embalado  en  sacos  detelade  diferentes  pesos;  y 
por  último,  bajoel  nombre  de  A  nafran  del  Levante, 
de  Macedonia,  de  Egipto  y  de  Persia,  circula  un 
azafrán  que  ha  sido  embebido  de  aceite  para  con- 
servarle su  color,  procedente  de  Levante,  en 
cajas  de  <70  libras  de  peso. 

El  azafrán  era  antiguamente  empleado  en  los 
sacrificios  y  con  él  se  perfumaban  los  cogines 
sobre  los  cuales  se  colocaban  las  estatuas  de  los 
dioses:  los  Romanos  lo  infundían  en  vino,  y  pre- 
paraban un  licor,  que  esparcian  en  los  teatros  y 
ios  templos  para  perfumarlos. 

Las  emanaciones  del  azafrán  reciente  son  muy 
peligrosas,  por  cuanto  afectan  á  la  cabeza;  cí- 
tanse  personas  que ,  por  haber  estado  expuestas 
á  ellas,  han  caído  en  una  especie  de  calentura  so- 
porosa, seguida  en  ciertos  casos  de  la  muerte  ; 
otras  veces ,  producen  un  estado  convulsivo ,  la 
risa  inmoderada  y  sardónica,  etc.  Parece,  pues, 
que  el  azafrán  obra  sobre  todo  por  su  parte  olo- 
rosa, debiendo  ser  por  esta  razón  administrado 
lo  mas  fresco  posible;  perotamhien  parece,  ade- 
más, que  está  dotado  de  una  propiedad  estimu- 
lante activa,  que  debe  ser  apreciada  en  su  admi- 
nistración en  medicina.  La  propiedad  mas  emi- 
nente concedida  á  este  medicamento  es  de  ser 
un  poderoso  emenagogo;  pero  bajo  esle  concepto 
es  peligroso  usarlo  sin  consejo  del  médico,  por- 
que, entre  otros  inconvenientes,  la  amenorrea 
puede  depender  de  causas  excitantes,  y  el  aza- 
frán ,  en  este  caso ,  aumentaría  el  mal  lejos  de 
remediarlo.  Esta  sustancia  es  empleada  como  an- 
tiespasmúdieo  sedativo;  mirase  como  propio  para 
provocar  la  alegría,  la  ri>a,  ahuyentar  el  tedio, 
calmar  la  hipocondría  y  la  melancolía ;  Racon 
dice  que  retarda  los  efectos  de  la  vejez;  se  da 
en  el  histérico,  los  espasmos,  el  asina,  etc.,  etc.; 
por  último,  los  antiguos  la  tenían  en  tan  grande, 
veneración,  que,  según  Ceoffroy,  llamaban  á  la 
planta  que  la  produce  Rey  de  los  vegetales,  Pa- 
nacea vegetal,  Alma  de  los  pulmones ,  etc. 

La  dosis  del  azafrán  es  de  1 2  hasta  48  granos, 
en  polvo  ó  en  infuso ;  su  extracto  se  da  a  la  de 
4  á  12  granos;  su  tintura  se  prescribe  á  la  de  20 
á  30  gotas;  su  jarabe  se  'administra  á  la  de  2 
dracmas  hasta  media  onza.  Además  entra  en  va- 
rias composiciones  farmacéuticas. 

Al  exterior,  el  azafrán  es  un  buen  resolutivo  : 
se  pone  en  cataplasmas  para  disipar  los  tumores 


AZA 

indolentes  y  los  equímoses ;  se  añade  á  los  coli- 
rios en  los  casos  de  infarto  escrofuloso  de  los 
párpados ;  en  fricción,  su  tintura  pasa  como  útil, 
aplicada  á  la  boca  del  estómago ,  en  el  mal  de 
corazón. 

Hoy  dia ,  los  usos  domésticos  del  azafrán  son 
quizás  mas  numerosos  que  los  usos  médicos :  sir- 
ve para  condimentar  ciertos  alimentos,  para  co- 
lorar las  pastas  de  fideos,  macarrones,  etc. ,  las 
confituras,  los  helados,  üulces,  algunos  licores 
de  mesa,  etc.,  y  además  se  consume  también 
bastante  cantidad  en  la  tintura  y  en  otros  oficios. 

El  azafrán,  como  condimento  caliente,  ayuda 
á  la  digestión  y  constriñe  el  vientre ,  y  por  lo 
mismo  debe  usarse  con  prudencia.  Las  mugeres 
embarazadas  y  las  que  pierden  mucho  deben  abs- 
tenerse de  él.  No  debe  olvidarse  que  afecta  á 
la. cabeza,  y  que  su  uso  inmoderado  ha  produci- 
do accidentes  funestos.  Conviene  en  invierno ,  en 
corta  cantidad  ,  á  ciertos  viejos,  y  á  los. tempe- 
ramentos flemáticos. 

Finalmente ,  los  bulbos  del  azafrán  pueden  co- 
merse ,  porque  la  fécula  que  contienen  es  sana  y 
alimenticia ,  pero  los  bulbos  pequeños,  mas  acres 
que  los  gruesos,  deben  ser  tratados  antes  con  agua 
hirviendo.  Las  hojas  de  la  planta ,  recogidas  en 
mayo,  sirven  en  invierno  para  las  vacas,  di- 
ciéndose que  aumentan  y  mejoran  la  calidad  de 
su  leche. 

Entre  las  especies  de  este  género  cultivadas 
únicamente  en  los  jardines  de  recreo ,  la  mas  co- 
mún es  el  Azafrán  de  primavera  (Grocus  vernus, 
All.),  que  se  distingue  particularmente  por  los 
largos  pelos  que  guarnecen  la  garganta  de  su 
periantio  y  por  sus  estigmas  rectos,  enteros  ó 
ligeramente  recortados.  Crece  en  los  Alpes,  los 
Pirineos  y  el  Apenino.  Sus  flores  son  amarillas 
con  rayas  violetas  ó  blancas;  sus  estigmas  son 
inodoros. 

A3EAXEA,  Azalea.  Este  género  de  plantas, 
de  la  familia  de  las  ericáceas,  tribu  de  las  rodo- 
ráceas,  y  de  la  pentandria  monoginia  de  Linneo, 
se  compone  de  unas  quince  especies.  Sus  flores  , 
olorosas,  dispuestas  en  corimbos,  amarillas  ó 
blancas,  rojas  ó  amazorcadas,  puntiagudas  ó 
glandulosas  ,  tienen  cierta  semejanza  con  las  de 
las  madreselvas.  Las  azaleas  son  arbustos  ó  sub- 
arbustos originarios  de  la  India ,  del  Japón ,  del 
Asia  Menor  y  de  la  América  septentrional.  Su 
hermosura  y  el  olor  suave  de  sus  flores  las  han 
hecho  conceder  un  lugar  distinguido  en  los  jar- 
dines de  recreo.  Conócense  de  ellas  mas  de  230 
variedades ,  cuya  mayor  parte  pertenecen  á  la 
Azalea  póntica. 

Azalea  póntiea  [Azalea  pontica,  L.). 
Cultivada  en-los  jardines.  Arbusto  de  hojas  oblon- 
gas, lanceoladas,  relucientes,  y  lampiñas  por  una 
y  otra  parte ;  sus  pedúnculos  y  sus  cálices  eri- 
zados de  pelos  ,  y  su  corola  glanduiosa  y  vellosa 
cu  su  parle  tubulada.  Sus  hermosas  flores  ama- 
rillas, que  huelen  á  madreselva,  comunican  á 
la  miel  que  las  abejas  recogen  en  ellas  una  cali- 
dad tan  nociva  que  muchos  soldados  del  ejérci- 
to de  Xenofonte,  en  su  retirada,  dicha  de  los 


AZI 

¡)ic:  mil,  en  Colquide  antes  de  llegar  á  Trape- 
IMU,  por  haberla  comido  fueron  atacados  de 
vómitos ,  diarrea,  una  especie  de  embriague/, 
pasajera,  etc.  Como  el  Rouodendiio  pon  rico  \iiho- 
dodendrum  ponticum,h.)  crece  en  los  misinos 
lugares,  y  las  abejas  van  á  recoger  la  sustancia 
azucarada  en  estos  dos  vegetales,  es  difícil  de 
decidir  cual  de  los  dos  hace  la  miel  venenosa. 
Cultivanse  uno  y  otro  en  ciertos  jardines,  y  si  en 
estos  se  criasen  abejas ,  nada  imposible  seria  ver 
reproducidos  los  accidentes  indicados. 

AZARIMT.  Piedra  del  reino  de  Canauor, 
antiguamente  reputada  buena  contra  la  calentu- 
ra, la  mordedura  de  las  serpientes,  etc. 

AZEEil.  Especie  de  cereal  del  Congo,  que 
da  cólico  á  los  que  lo  comen  por  la  primera  vez. 

A25IER.  En  la  Cayena  se  da  este  nombre  á 
todas  las  yerbas  de  los  campos  usadas,  añadién- 
dole un  adjetivo  que  las  califica.  Aziek  nú.  \sm\ 
es,  en  esta  colonia,  el  Nonatelia  o/ficinalis, 
Aubl.  A/.ier  de  sapo  es  el  nombre  de  una  especie 
del  género  Commelina,  que  crece  hasta  en  las 
calles  de  Cayena,  y  cuyo  cocimiento  mucilagi- 
noso  es  usado  como  pectoral  y  dulcificante. 

AZOIO.  Pan  sin  levadura ,  es  decir  que  no 
ha  fermentado:  los  barquillos  son  pan  ázimo;  las 
obleas  para  cubrir  los  almendrados,  y  las  que  sir- 
ven para  cerrar  cartas  y  á  otros  usos  son  pan  ázi- 
mo; y  por  ultimo,  la  hostia  que  se  emplea  para 
el  santo  sacrificio  de  la  mis  i  es  pan  ázimo. 

Para  preparar  los  barquillos  y  las  obleas  des- 
tinadas para  cubrir  los  almendrados  se  emplea 
un  barquillero  que  tiene  grabadas  líneas  que  for- 
man pequeños  cuadros;  para  las  obleas  de  cerrar 
cartas,  se  empleau  moldes  que  llevan  diversas 
figuras;  y  para  las  hostias  se  usa  un  barquillero 
sobre  el  cual  están  grabados  objetos  relativos  á 
la  pasión  de  Jesucristo. 

Las  obleas  se  emplean  con  frecuencia  para  en 
\oher  sustancias  cuyo  sabor  desagradable  se 
quiere  ocultar  á  los  enfermos;  antiguamente  se 
bacía  con  ellas  una  papilla  que  se  creia  útil  con- 
tra la  diarrea ,  la  los,  etc.  La  galleta,  que  Ga- 
leno dice  ser  muy  mal  sana  ,  y  a  lo  menos  no  es 
tan  digestiva  como  el  pan  fermentado ,  es  tam- 
bién un  pan  ázimo. 

Antiguamente  los  Judios  comiau,  y  comen  to- 
davía, durante  las  fiestas  de  Pascua  pan  ázimo. 
Np  se  sabe  de  positivo  si ,  en  la  última  cena,  Je- 
sucristo se  sirvió  de  pan  sin  levadura,  aunque 
esto  parezca  muy  probable;  tampoco  se  puede 
decidir  si  los- Latinos  se  han  servido,  en  lodo 
tiempo,  de  panes  ázimos  ú  hostias  para  la  sagra- 
da Eucaristía.  Entre  los  autores  que  han  tratado 
esta  cuestión ,  los  mas. sostienen  la  afirmativa; 
los  otros  pretenden  que  este  uso  no  fué  introdu- 
cido en  la  Iglesia  romana  sino  hacia  el  siglo  dé- 
cimo; otros,  fundándose  en  la  autoridad  de  Al- 
ción, que  escribía  en  700.  y  en  la  de  Ku'oau  Manir, 
que  vivía  en  819,  sostienen  que  los  Latinos  se 
senian  ya  de  los  ázimos  antes  del  sisma  de  l'h •>- 
tius.  Los"  Orientales  parece  haber  empleado  des- 
de los  primeros  tiempos  del  cristianismo  el  pan 
fermentado,  cuyo  uso  está  en  vigor  en  la  Igle- 


AZO 

sia  griega,  entre  los  Nestorienos ,  los  Coplos, 
los  Maronilos  y  los  Abisinos.  Después  de  largas 
disputas  ,  en  las  cuales  los  Latinos  recibieron  de 
los  Griegos  el  nombre  de  Azimitos,  y  ellos  obtu- 
v  ieron  el  de  Fermentarlos  ,  el  concilio  de  Floren- 
cia, que,  en  el  siglo  XV  ,  ensayó  con  tan  pico 
resultado  operar  la  reunión  de  ambas  Iglesias , 
declaro  (pie  se  podía  válidamente  consagrar  el 
cuerpo  de  Jesucristo  con  pan  fermentado  ó  con 
pan  sin  levadura.* 

A25©E.  Este  cuerpo,  colocado  en  el  número 
de  los  cuerpos  simples,  era  conocido  antigua- 
mente bajo  los  nombres  de  Mofeta  atmosférica , 
Aire  ó  Gas  ¡loyisticado ,  Aire  viciado,  ele  El 
Sr.  Beizélius,  en  su  nomenclatura  química,  lo  ha 
designado  con  el  nombre  de  Nitrógeno. 

El  gas  ázoe ,  confundido  primero  con  el  gas 
ácido  carbónico ,  fué  distinguido  de  él,  en  1772 , 
por  Rutterford ,  habiendo  sido  demostrada  su 
existencia,  tres  años  después,  en  el  aire  atmos- 
férico ,  por  Lav  oisier. 

Colocado  por  los  químicos  modernos  éntrelos 
metaloides,  el  ázoe  es  uno  de  los  cuerpos  sim- 
ples mas  esparcidos  en  la  naturaleza;  forma  en 
efecto  los  o, 79  del  aire  atmosférico;  entra  en  la 
composición  de  todas  las  materias  animales,  ex- 
cepto las  sustancias  grasas ;  se  le  encuentra , 
mas  ó  menos  mezclado  con  el  oxígeno ,  en  la  ve- 
jiga natatoria  de  los  peces,  y  concurre  á  la  forma- 
ción de  cierto  número  de  principios  inmediatos 
de  los  vegetales.  Mas  raro  en  el  reino  mineral , 
se  eucueutra,  con  todo,  combinado  con  el  oxíge- 
no en  el  estado!  de  ácido  azótico  (nítrico)  unido 
con  las  bases ,  y  dicese  que  en  los  Estados-lui- 
dos hay  muchos  manantiales  naturales  de  este 
gas. 

El  ázoe  no  tiene,  por  decirlo  así,  sino  caracte- 
res negativos,  porque  desde  que  un  gas  no  pre- 
senta ninguna  de  las  propiedades  que  carac- 
terizan á  los  demás  gases  conocidos,  se  puede 
concluir  que  es  ázoe.  Este  es  siempre  gaseoso , 
incolor,  inodoro,  insípido;  apaga  los  cuerpos  en 
combustión;  su  poder  refringente  es  superior  al 
del  aire ,  y  su  densidad  es  poco  menor  que  la  de 
éste,  0,9760;  menos  soluble  en  el  agua  une  el 
oxígeno ,  absorbe  tan  solo  0,04  de  su  volumen 
de  este  liquido;  impropio  para  la  respiración, 
da  la  muerte,  pero  sin  ejercer  acción  deletérea, 
y,  al  contrario,  parece  ejercer  en  el  aire  at- 
mosférico un  papel  providencial,  atemperando  la 
acción  demasiado  viva  del  oxigeno  sobre  el  apa- 
rato respiratorio  de  los  seres  organizados. 

Aunque  el  gas  ázoe  sea  difícil  de  reconocer  á 
primera  vista,  porque  no  tiene  caracteres  bien 
marcados  que  le  diferencien  de  los  demás  gases, 
se  distingue  comunmente  por  el  conjunto  ue  ca- 
racteres negativos  que  presenta:  apaga  los  cuer- 
pos en  combustión;  no  tiene  acción  sobre  la  tin- 
tura de  tornasol;  no  enturbia  ni  precipita  el  agua 
de  cal ;  no  es  sensiblemente  absorvido  ^como  he- 

*  J.  Ciampini ,  Cntijccturrv  de  perjietuo  acymorum  in 
ecclesia  Latina,  vel  sallan  Romana,  u*u;  Huma  ,  10X8.— D. 
Uk  il'  Ai  Iiit\  .  icff  MNCfonM  lttne<lidinoruiu.—l).  ilabillon, 
de  Paite  Eucharislico  azymo  el  fermentato. 


««e  azo 

mos  indicado)  ni  por  el  agua,  ni  tampoco  por  las 
soluciones  tle  potasa ,  de  sosa  y  de  amoniaco.  La 
propiedad  de  que  goza  el  ázoe  de  formar  ácido 
nitnco  con  el  oxigeno  bajo  la  influencia  déla  ehis- 
p  i  eléctrica  ofrece,  según  el  Sr.  Desbassins  de  Ri- 
chemont ,  un  medio  cierto  y  directo  de  poner  en 
evidencia  esta  propiedad  del  ázoe,  y  sacar  de 
ella  un  carácter  positivo  para  reconocerlo  en  los 
diferentes  experimentos  que  sobre  él  se  hacen. 
Según  este  químico,  basta  hacer  detonar  sobre 
el  mercurio,  en  el  eudiómetro ,  una  mezcla  de 
partes  iguales  de  hidrógeno  y  de  oxígeno  perfec- 
tamente puro ,  á  la  cual  se  añade  l/3  ó  %  de  su 
volumen,  por  ejemplo,  del  gas  que  se  supone 
ser  ázoe  ó  contenerlo.  Después  de  la  combustión, 
se  lavan  las  paredes  interiores  con  un  poco  de 
ácido  sulfúrico  concentrado  cargado  de  proto- 
sulfato  de  hierro,  y  el  ácido  toma  un  color  de 
rosa  por  la  acción  del  ácido  nítrico  formado,  por 
poco  que  la  mezcla  gaseosa  contuviese  ázoe  libre, 
ó  combinado.  Este  proceder  de  fácil  aplicación 
puede  ejecutarse  en  menos  de  algunos  minutos. 

Conbinado  con  el  oxígeno ,  el  ázoe  da  lugar  á 
cinco  compuestos,  en  los  cuales  la  proporción 
de  aquel  crece  como  de  \  á  5.  Estos  son  el  pro- 
túxido  de  ázoe  y  el  bi-óxido  de  ázoe,  y  los  áci- 
dos azotoso ,  hipo-azotoso  y  azótico.  Los  dos  pri- 
meros son  gaseosos;  el  tercero  no  ha  podido 
obtenerse  aun  aislado;  los  dos  últimos  son  líqui- 
dos. Ninguno  de  estos  compuestos  se  encuentra 
en  la  naturaleza,  aunque  puedan  formarse  en 
ella  bajo  el  imperio  de  ciertas  circunstancias. — 
De  ellos  hablaremos  en  particular  á  continuación 
de  este  artículo. 

El  ázoe  es  uno  de  los  principios  constituyentes 
del  Amoníaco  (V.  esta  palabra),  y  forma  también, 
con  el  carbono ,  el  Gianógeno  (V.  esta  palabra), 
radical  binario  del  mas  alto  interés;  por  último, 
puede  combinarse  con  algunos  metales. 

Separando  el  oxigeno  del  aire,  se  obtiene  por 
residuo  el  ázoe,  lo  que  se  consigue  por  diferentes 
medios :  I .°  Con  el  fósforo  que  se  quema  bajo  una 
campana  que  contenga  aire  atmosférico :  se  pro- 
ducen vapores  blancos  y  espesos  de  ácido  fosfó- 
rico, que  se  disuelven  en  el  agua ;  ésta  sube  so- 
bre su  nivel  á  medida  que  el  oxígeno  es  absor- 
bido; el  ázoe  que  queda  está  mezclado  con  un 
poco  de  ácido  carbónico ,  que  se  separa  fácil- 
mente por  medio  de  la  potasa  cáustica. — 2.°  Con 
limaduras  de  hierro  calentadas  al  rojo  en  un 
tubo  de  porcelana :  el  aire  que  á  ellas  se  hace 
llegar  pierde  su  oxígeno,  que  se  dirije  sobre  el 
hierro  para  oxidarlo;  y  el  ázoe  puede  ser  reco- 
gido bajo  el  agua  en  la  otra  extremidad  del  tubo. 
—3.°  Con  el  hidrógeno  (lámpara  de  los  filósofos), 
que  se  inflama  bajo  una  campana  que  contenga 
aire ;  el  gas  que  (preda  es  ázoe  mezclado  con  un 
poco  de  ácido  carbónico. 

Para  obtener  ázoe  perfectamente  puro,  se  lle- 
na un  largo  tubo  de  vidrio  con  partes  iguales  de 
cloro  y  de  amoníaco ;  se  agita  un  poco ,  teniendo 
los  dos  cabos  del  tubo  cerrados  herméticamente, 
y  muy  luego  el  ázoe  se  desprende  para  ocupar  Ja 
parle" superior  del  tubo.  En  esta  operación,  el 


AZO 

cloro  descompone  una  parte  del  amoníaco,  para 
formar  con  el  hidrógeno  de  éste  ácido  cloridrico 
que,  á  su  vez ,  se  dirije  sobre  una  parte  de  amo- 
níaco no  descompuesto  para  formar  cloridrato  de 
amoníaco.  El  ázoe  del  amoníaco  descompuesto 
se  desprende. 

El  ázoe,  propiamente  hablando  ,  no  es  deleté- 
reo ,  pero  cuando  está  asociado  con  poco  oxíge- 
no ,  como  en  los  lugares  comunes  de  que  á  veces 
forma  el  94  por  1 00,  ó  casi  la  totalidad,  produce  la 
asfixia.  Nysten,  que  lo  hainyectado  en  las  venas, 
ha  creído  reconocer  en  él  una  acción  sedativa 
sobre  el  corazón.  La  alimentación ,  la  deglución , 
y  quizás  la  absorción  cutánea,  son  los  actos  que 
lo  introducen  en  la  economía  de  los  animales  en 
la  que  se  ha  creído  equivocadamente  que  podia 
formarse.  Su  presencia  en  las  materias  alimenti- 
cias parece ,  según  los  experimentos  del  Sr.  Ma- 
gendie .  esencial  á  la  nutrición  de  los  carnívo- 
ros, habiendo  observado  este  químico  que  estos 
animales,  alimentados  con  sustancias  entera- 
mente privadas  de  ázoe ,  no  podían  resistir  este 
régimen  sino  durante  un  tiempo  bastante  limita- 
do, y  que  en  ellos  la  orina  y  la  bilis  adquirían  los 
caracteres  que  estos  fluidos  tienen  en  los  hervi- 
voros ;  resultados  que ,  reunidos  á  los  que  Young 
ha  observado  en  la  leche  de  una  perra,  hacen 
entrever  la  posibilidad  de  modificar  á  voluntad , 
por  decirlo  así ,  la  composición  química  de  los 
fluidos  animales,  y  por  este  medio  quizás  influir 
en  ciertos  estados  enfermizos. 

El  predominio  del  ázoe,  admitido  como  causa 
eficiente  de  cierto  orden  de  afecciones,  las  en- 
fermedades pútridas  por  ejemplo,  dista  mucho  de 
estar  demostrado.  Los  usos  medicinales  de  este 
gas  son  casi  nulos  ó  apenas  entrevistos:  háse 
creido  que  la  inspiración  del  ázoe ,  mezclado 
siempre  con  cierta  proporción  de  oxígeno ,  po- 
dia ser  útil  en  las  enfermedades  crónicas  del 
pecho,  y  se  citan  dos  observaciones  de  tisis,  re- 
cogidas por  el  Sr.Mare,  en  las  cuales  produjo 
una  mejora  pasajera.  Nysten  no  obstante  lo  mi- 
raba como  mejor  indicado  en  enfermedades  mas 
activas  de  los  órganos  respiratorios.  Para  el  uso 
médico ,  el  ázoe  puede  extraerse  del  aire ,  cuyo 
oxígeno  se  absorve  por  medio  del  fósforo,  ó  de 
la  fibrina  tratada  en  caliente  por  el  ácido  nitrico, 
teniendo  cuidado  de  lavar  bien  el  gas  así  ob- 
tenido. 

En  los  laboratorios  químicos ,  el  ázoe  sirve , 
en  razón  de  su  nulidad  de  acción  sobre  los  dife- 
rentes cuerpos  combustibles ,  y  la  propiedad  que 
posee  de  ser  impropio  para  la  combustión ,  para 
formar  una  atmósfera  artificial  en  medio  de  la 
cual  se  pueden  hacer  obrar  bajo  la  influencia  del 
calórico,  y  sin  temor,  los  cuerpos  mas  combus- 
tibles entre  sí. 

Combinaciones  que  el  ázoe  forma  con  el  oxigeno. 

I.°  PnoTÓxmo  de  ázoe.  Gas  óxido  nitroso,  de 
Berzéliu» ,  y  Oxidrilo  de  ázoe :  es  incoloro  é  ino- 
doro ;  el  agua  á  15  grados  disuelve  los  3/i  de  su 
volumen  y  adquiere  un  sabor  ligeramente  azu- 


AZO 

carado;  su  peso  especifico  es  de  1,527 ;  alimen- 
nienta  la  combustión  de  los  cuerpos  inflamados  y 
los  hace  quemar  vivamente  como  el  oxígeno. 
Ohliéncse  sometiendo  á  un  calor  moderado  ni- 
trato de  amoniaco  desecado,  y  recibiendo  en  cam- 
panas el  gas  incoloro  que  de  él  se  desprende.  No 
puede  ser  respirado  por  mucho  tiempo  sin  incon- 
veniente :  Orhla  lo  ha  colocado  en  el  número  de 
los  venenos  narcóticos;  la  asfixia  ó  síncope  que 
produce,  al  cabo  de  algunos  minutos,  va  á  veces 
acompañada  de  fenómenos  nerviosos  particula- 
res, entre  otros  una  risa  involuntaria,  que  le  ha 
hecho  dar  el  nombre  de  Gas  alegre ;  los  vérti- 
gos, el  delirio  y  la  excitación  de  las  fuerzas  mus- 
culares, que  produce,  lo  han  hecho  aconsejar, 
por  ciertos  médicos,  contra  la  parálisis.  Di- 
cese  (pie  este  gas  ha  llegado  á  ser  recientemente 
en  Inglaterra  y  en  los  Estados-Unidos  un  nuevo 
medio  de  borrachera. 

2.°  Bi-óxido  de  ázoe,  Deutóxido  de  ázoe ,  Gas 
nitroso,  y  Gas  óxido  nítrico,  de  Berzélius.  Este 
compuesto  se  produce  en  un  sin  número  de  reac- 
ciones quimicas  en  las  que  se  descompone  el 
ácido  nítrico;  prepárase  disolviendo  el  cobre 
en  el  ácido  nitrico  débil.  El  deutóxido  de  ázoe 
es  un  gas  incolor,  de  una  densidad  de  1,039 ;  es 
impropio  para  la  combustión  y  la  respiración; 
puesto  en  contacto  con  el  aire ,  atrae  el  oxígeno 
de  éste,  y  se  trasforma  en  ácido  hiponítrico  que 
aparece  luego  en  forma  de  vapores  amarillos  ru- 
tilantes, que  el  agua  puede  absorber  en  seguida. 
El  bi-óxido  de  ázoe,  propuesto  por  Priestley , 
para  el  análisis  del  aire,  puede  servir  para  de- 
terminar la  proporción  del  oxígeno  libre  en  las 
diferentes  mezclas  gaseosas,  como  lo  ha  proba- 
do Gay-Lussac. 

3.°  Acido  azotoso.  Compuesto  observado  por 
el  Sr.  Gay-Lassac  haciendo  obrar  en  presencia 
de  un  óxido  alcalino  disuelto  en  el  agua  el  gas 
oxigeno  con  un  exceso  de  deutóxido  de  ázoe.  Es- 
to ultimo  absorbe  todo  el  oxígeno,  y  produce 
ácido  azotoso  que  se  une  al  óxido :  el  exceso  de 
deutóxido  de  ázoe  sobra.  No  puede  obtenerse 
sino  en  esta  circunstancia ,  ó  calentando  al  rojo 
oscuro  ciertos  azoatos,  que,  perdiendo  á  esta 
temperatura  una  parte  de  oxígeno ,  se  trasfor- 
man  en  azotitos.  Este  ácido  no  puede  ser  aislado 
de  los  óxidos  con  los  cuales  produce  combina- 
ciones fijas;  pues  luego  que  se  le  separa ,  se  des- 
compone en  gas  deutóxido  de  ázoe  y  en  ácido 
azótico  que  queda  en  solución  en  el  agua. 

4.°  Acido  hipo-azotoso,  Acido  hivo-azoático, 
Acido  hipo-nitrico ,  Acido  nitroso,  de  Berzélius. 
Este  ácido  es  un  líquido  incolor  á  —  20° ,  y  de 
color  amarillo  subido  á  la  temperatura  ordinaria; 
su  densidad  es  1,45;  desprende  vapores  rutilan- 
tes, que,  mezclados  con  el  aire,  no  se  conden- 
san sino  muy  dificilmente  con  él.  El  agua  le  ha- 
ce experimentar  diferentes  fenómenos  de  colora- 
ción :  una  corta  cantidad  de  agua  lo  colora  en 
verde;  una  cantidad  de  agua  mayor,  en  azul, 
hasta  que  el  ácido  pasa  á  ser  incolor  en  su  ma- 
yor estado  de  debilitamiento;  el  ácido  azótico 
fumante  del  comercio  presenta  los  mismos  feno- 


AZO  287 

menos  al  contacto  del  agua.  El  ácido  azotoso  se 
descompone  al  contacto  del  agua :  se  desprende 
bi-óxido  de  ázoe ,  y  el  agua  que  queda  tiene  en 
disolución  una  mezcla  de  ácido  azotico  y  de  áci- 
do azotoso;  al  contacto  del  aire,  experimenta  una 
descomposición  análoga;  cede  mas  fácilmente  su 
oxígeno  á  los  cuerpos  oxidables  que  el  ácido  ni- 
trico. Existe  en  el  ácido  nitrico  fumante ,  obteni- 
do por  la  destilación  del  nitro  con  una  cantidad 
de  ácido  sulfúrico  equivalente  á  la  potasa  del 
nitro  empleado. 

El  ácido  azotoso  puro  se  obtiene  condensando 
gas  bi-óxido  de  ázoe  con  el  cuarto  de  su  volu- 
men de  oxígeno  á  —  20°,  y  al  abrigo  del  contac- 
to del  aire.  Obtiénese  igualmente  puro  y  anhidro 
por  la  destilación  del  azoato  de  plomo  desecado  : 
en  esta  operación  es  menester  rodear  el  reci- 
piente de  una  mezcla  refrigerante.  Los  vapores 
rutilantes  que  se  forman ,  durante  la  descompo- 
sición del  ácido  azótico,  han  sido  mirados  por  al- 
gunos como  pertenecientes  á  un  ácido  particular, 
llamado  Acido  hipo-azótico  por  los  unos  y  Acido 
azotoso  por  los  otros. 

Este  ácido  no  se  combina  con  las  bases  ni  di- 
recta ni  indirectamente,  y  los  químicos  lo  consi- 
deran como  una  combinación  de  ácido  nítrico  y 
de  ácido  nitroso,  por  lo  que  muchos  le  llaman 
Acido  nitroso-nitrico. 

Los  vapores  rojizos  rutilantes  que  despide  el 
ácido  hipo-nitrico  hánse  designado  bajo  el  nom- 
bre de  Gas  ácido  nitroso;  son  excesivamente  de- 
letéreos y  producen  muy  prontamente  una  infla- 
mación de  los  pulmones  mortal.  El  acido  hipo- 
nítrico,  llamado  también  A cido  nitroso  líquido, 
es  muy  cáustico ,  y  ha  sido  empleado  en  este  sen- 
tido en  medicina  como  el  ácido  nitrico ;  pero  su 
uso  importante  es  para  reconocer  la  pureza  de 
los  aceites  de  aceitunas  y  de  algunos  otros  acei- 
tes crasos  vegetales  ( V.  Aceite  de  aceitunas  j 
también  es  empleado  para  reconocer  las  mas  cor- 
tas cantidades  de  ácido  hidrosulfúrico  en  solu- 
ción en  las  aguas  minerales  sulfurosas  ú  otras  > 
pues  las  enturbia  y  las  vuelve  lechosas  por  el 
azufre  que  precipita ,  descomponiendo  el  ácido. 

5.°  Acido  azótico. — Y.  Acido  mtrico. 

AZOGUE ,  MERCURIO.  Cuerpo  sim- 
ple metálico ,  conocido  desde  los  siglos  mas  re- 
motos ,  sobre  el  que  los  alquimistas  han  ejercita- 
do mas  su  paciencia.  Por  su  color  blanco,  su 
brillo,  su  liquidez  y  su  gran  movilidad  se  le 
dio  en  la  antigüedad  el  nombre  de  Plata  vira 
ílJydrargyrum),  en  la  creencia  de  que  era  plata 
liquida ,  que  podia  solidificarse  y  trasformarse  en 
plata,  á  cuyo  objeto  los  alquimistas  sacrificaron 
en  vano  todos  los  instantes  de  su  vida,  A  pesar 
de  la  equivocación  en  que  éstos  estaban ,  los  tra- 
bajos multiplicados  que  emprendieron  sobre  el 
mercurio  no  fueron  completamente  inútiles , 
puesto  que  hicieron  conocer  las  principales  pro- 
piedades de  este  curioso  metal,  y  descubrieron  la 
mayor  parte  de  sus  compuestos. 

Él  mercurio  se  encuentra  en  la  naturaleza  en  di- 
versos estados:  nativo,  amalgamado  con  la  plata, 
y  combinado  con  el  azufre,  el  cloro  y  el  yodo, 


288  AZO 

t.°  Mercurio  nativo.  Se  encuentra  en  globu- 
litos  brillantes  diseminados  en  el  interior  de  di- 
ferentes sustancias ,  tales  como  las  esquitas  ar- 
cillosas, la  marga,  el  cuarzo,  etc.,  acompañando 
aveces  á  las  piritas,  al  plomo  sulfurado  y  á  la 
plata  antimoniada-sulfurada,  pero  con  frecuencia 
en  donde  abunda  mas  es  en  las  minas  de  mercu- 
rio sulfurado,  aunque  siempre  en  cortísima  can- 
tidad para  ser  extraído. 

2.°  Mercurio  argental,  Jlidrargiruro  de  pla- 
ta, Amalgama  natural  de  plata.  Sustancia  de  un 
blanco  de  plata,  que  cristaliza  en  dodecaedros 
romboidales,  y  esta  formada  por  la  combinación 
de  un  equivalente  de  plata  con  dos  equivalentes 
de  mercurio;  es  quebradiza,  poco  dura,  y  de 
una  densidad  igual  á  la  del  mercurio  nativo  ; 
deja  sobre  el  cobre  una  capa  metálica  blanca,  y 
al  soplete  desprende  mercurio  y  da  un  botón  de 
plata.  Es  muy  raro,  y  se  ha  hallado  en  Suecia  y 
en  el  Palatinado. 

3.°  Mercurio  sulfurado  ó  Cinabrio.  Es  el  mi- 
neral de  mercurio  mas  abundante,  y  el  único  de 
que  este  metal  se  extrae  en  grande:  es  solido, 
rojo  oscuro,  y  su  polvo  de  un  hermoso  rojo ;  cris- 
taliza y  se  presenta  en  prismas  hexaedros  regu- 
lares, en  agujas,  y  á  veces  compacto  y  también 
pulverolento;  es  muy  pesado.  Lo  mas  común  es 
encontrarlo  en  masas  granulares  ó  compactas , 
á  veces  en  el  estado  terroso,  y  colorando  á 
las  materias  arcillosas  y  otras  que  le  acompañan. 
Las  minas  de  cinabrio  mas  importanies  son  en 
Europa,  las  de  Almadén  en  España,  conocidas 
de  los  Romanos,  y  las  de  Idria  en  Carintia;  en 
América,  las  deHuanca  Vélica  en  el  Perú.  El  ci- 
nabrio se  encuentra  de  dos  modos  diferentes :  ya 
forma  vetas  en  los  terrenos  de  transición  los  mas 
antiguos,  que  es  lo  que  se  presenta  en  Almadén; 
ya  está  diseminado  en  capas  de  asperón ,  de  es- 
quita ó  de  calizo  compacto,  que  parecen  perte- 
necer á  la  época  uránica ,  que  es  lo  que  se  ob- 
serva en  las  minas  de  Idria. 

í°  Mercurio  clorurado,  Mercurio  muriata- 
do ,  Mercurio  córneo ,  Colomel.  Sustancia  de  un 
gris  de  perla ,  frágil ,  muy  blanda,  que  se  corla 
como  la  cera,  volátil,  que  posa  mercurio  cuan- 
do se  frota  sobre  una  lámina  de  cobre  hume- 
decida. Es  muy  rara;  encuéntrasela  accidental- 
mente y  lo  mas  frecuente  en  forma  de  pequeñas 
concreciones  en  algunas  minas  de  cinabrio ,  en 
particular  en  Almadén  y  en  el  Palatinado. 

5.°  Mercurio  yodurado,  Coccinito.  El  Sr.  del 
Rio  ha  encontrado  en  Casas  Viejas ,  en  Méjico, 
un  yoduro  de  mercurio  cuyo  color  rojo  es  pare- 
cido al  del  cinabrio.  Esta  sustancia  es  poco  co- 
nocida. 

El  proceder  empleado  para  extraer  el  mercu- 
rio de  su  sulfuro  varia  según  los  países.  El  pro- 
cedimiento seguido  en  España,  en  Almadén,  y 
también  en  Idria,  en  Carintia,  consiste  en  mez- 
clar el  mineral  molido  con  una  corta  cantidad  de 
arcilla ,  para  formar  pequeñas  masas  que  se  co- 
locan de  distancia  en  distancia  en  hornillos  cuyo 
suelo  está  horadado  con  muchos  agujeros.  El  hor- 
no termina  por  arriba  en  una-  serie  de  tubos  de 


AZO 

tierra ,  aplicados  los  unos  sobre  los  otros ,  que 
conducen  los  productos  á  una  cámara  que  sirve 
de  recipiente;  luego  que  se  ha  elevado  la  tempe- 
ratura ,  el  azufre  arde  por  el  oxígeno  del  aire  y 
pasa  al  estado  de  gas  ácido  sulfuroso ,  mientras 
que  el  mercurio,  reducido  á  vapor,  va  por  los 
tubos  á  la  cámara  en  donde  se  condensa  y  cae  á 
la  parte  inferior.  Se  ha  modificado  este  procedi- 
miento :  en  lugar  de  mezclar  el  mineral  con  ar- 
cilla ,  se  coloca  en  pedazos  debajo  de  bóvedas 
dispuestas  unas  sobre  otras ,  y  á  las  cuales  se  di- 
rige una  corriente  de  llama  y  de  aire;  la  última 
de  estas  bóvedas  comunica  con  conductos  que 
llevan  el  mercurio  volatilizado  y  el  ácido  sulfuro- 
so á  muchas  cámaras;  el  primero  se  licúa  y  el  úl- 
timo se  desprende  por  las  chimeneas  en  que  ter- 
mina el  aparato. — En  el  Palatinado,  en  donde  el 
mineral  es  pobre  ,  se  emplea  el  método  mas  per- 
feccionado. Después  de  haber  escogido  y  moli- 
do el  mineral,  se  mezcla  con  la  cuarta  parte 
de  su  peso  de  cal  apagada,  y  luego  se  calienta 
en  grandes  retortas  de  hierro  colado,  á  cuyo 
cuello  se  adapta  un  recipiente  de  tierra  lleno  de 
agua  hasta  las  dos  terceras  partes.  Por  la  acción 
ckl  calor,  la  cal  descompone  el  sulfuro  de  mer- 
curio dando  por  resultado  sulfuro  de  calcio  y  sul- 
fato de  cal ,  que  quedan  en  la  retorta  con  el  ve- 
nero, al  paso  que  el  mercurio  volatilizado  va  á 
parar  al  fondo  del  agua  del  recipiente.  Puede  sus- 
tituirse á  la  cal  el  hierro  reducido  á  hojas.  La 
explotación  de  estos  minerales  de  mercurio  no 
puede  Iraer  ventajas  mientras  no  suministren  de 
seis  á  siete  milésimos  de  este  metal. 

Por  lo  tocante  á  España  podemos  decir  que, 
además  de  las  diferentes  minas  de  cinabrio  que 
hace  poco  tiempo  se  explotan  en  Asturias ,  y  de 
los  criaderos  de  Tijola  y  Ray arque,  en  la  provin- 
cia de  Almería,  que  se  "trabaja  para  explotarlos, 
poseemos  las  célebres  minas  de  Almadén*,  que 
son  las  mas  ricas  de  Europa ,  y  cuya  importancia 
puede  valuarse  por  el  estado  siguiente: 

Productos  de  azogue  de  ¡as  minas  de  Almadén  y  Álmadenejos. 
Años.  Azogue. 


Desde  1795  á  1839. 

1839  ú 1840. 

1840  á  1841. 

1841  á  1842. 

1842  á  1843. 

1843  á  1844. 

1844  á  1845. 


812.491  qq., 

¿Olib., 

4  onz. 

23.100  * 

»  » 

»  » 

18.731  » 

25  » 

»  » 

20.540  » 

48  » 

4  » 

20.  T70  » 

24  » 

«  » 

20.706  » 

28  » 

»  » 

21  515  » 

4  » 

»  » 

Desde  1795  á  1845. 


937.944  qq.,    69  lib„      8  onz. 


El  azogue  recogido  por  los  procederes  indica- 
dos es  repuesto  comunmente  en  botellas  de  hier- 

*  El  Sr.  D.  Pascual  Madoz  ,  traductor  y  adicionador  de 
la  Estadística  de  España ,  escrita  en  francés  por  el  Sr.  Mo- 
rcau  de  Jonnés ,  en  la  nota  2  del  capítulo  IV  ,  dice  : 

«La  mina  de  azogue  de  Almadén  puede  considerarse  como 
«la  mas  rica  y  mas  antigua  de  cuantas  en  su  clase  se  han 
«beneficiado  en  el  mundo  :  la  mas  rica ,  por  cuanto ,  según 
«aparece  de  un  estado  publicado  por  el  Sr.  D.  Francisco 
«Gallardo ,  en  el  tomo  VI  de  su  obra  ,  sobre  el  origen  de 
«las  rentas  de  la  Corona  ,  lia  producido  desde  el  año  164C 


AZO 

ro,  y  en  este  eslado  es  entregado  al  comercio. 
Obtiénese  en  un  estado  mas  completo  de  pureza 
destilándolo. 

Las  exhalaciones  de  las  minas  de  azogue  son 
tan  deletéreas  que  los  obreros  apenas  pueden  re- 
sistirlas mas  allá  de  dos  á  tres  años :  las  minas 
de  Corintia  y  de  Austria,  que  están  á  250  varas 
de  profundidad ,  son  explotadas  por  criminales 
condenados  á  estos  trabajos,  y  la  corta  duración 
de  la  existencia  de  estos  desdichados  ha  llegado 
á  ser  horrorosa  por  la  continua  pérdida  de  su 
salud. 

El  azogue  ó  mercurio  es  un  metal  liquido  á  la 
temperatura  ordinaria ,  blanco  como  la  plata  y 
muy  brillante;  sin  olor  ni  sabor  sensibles ;  como 
todos  los  cuerpos  líquidos  se  divide  al  caer,  y  sus 
glóbulos  que  son  perfectamente  esféricos  cuando 
es  puro,  se  prolongan  si  está  aleado  con  algún 
metal  extraño;  su  densidad  es  de  13,568  á+  15°; 
expuesto  á  un  frió  de — 40°,  se  solidifica,  y  en 
este  estado  su  densidad  es  de  1 4,391 ,  siendo  en- 
tonces maleable  y  blando  como  plomo;  calenta- 
do, se  dilata  hasta  á  +360°,  en  cuya  temperatura 
entra  en  ebullición  y  se  volatiliza;  el  aire  y  el 
agua  no  tienen  acción  sobre  él  á  la  temperatura 
ordinaria,  pero  á  un  calor  próximo  á  su  punto  de 
ebullición  se  oxida  lentamente  y  se  convierte 
poco  á  poco  en  deutóxido  de  mercurio. 

Aunque  el  punto  de  ebullición  del  mercurio  sea 
a  360°  centígrados,  este  metal  despide  vapores 
sensibles  á  la  temperatura  ordinaria,  como  de 
ello  se  tiene  un  ejemplo  continuo  en  las  gotitas 
de  mercurio  que  se  encuentran  con  frecuencia  en 
la  parte  superior  de  los  barómetros,  y  que  son  el 
resultado  del  vapor  mercurial  que  há  ido  á  con- 
densarse en  la  superficie  interna  del  tubo  de  vi- 
drio. Además,  Faraday  ha  demostrado  directa- 
mente esta  evaporación  expontánea  del  mercu- 
rio suspendiendo  una  hoja  de  oro  encima  de  es- 
te metal  contenido  en  un  frasco  cerrado;  al  cabo 
de  seis  semanas ,  la  hoja  de  oro ,  que  habia  sido 
cuidadosamente  preservada  de  todo  contacto  di- 
recto con  el  mercurio ,  se  encontró  no  obstante 
amalgamada,  es  decir  blanqueada  por  cierta 
cantidad  de  mercurio  que  no  habia  podido  llegar 
sino  pasando  al  estado  de  vapor.  Esto  explica 
los  efectos  funestos  que  experimentan  los  obre- 
ros en  todas  las  industrias  en  que  se  hace  uso  de 
este  metal,  siendo  en  corto  tiempo  atacados  de 
un  temblor  universal  y  nervioso. 

Por  largo  tiempo  agitado ,  con  ó  sin  el  contac- 
to del  aire,  se  trasforma  en  un  polvo  negro  [M- 
ihiops  per  se)  que  no  es  otra  cosa  sino  mercurio 
muy  dividido,  o  extinguido ,  según  la  expresión 
Mdgar,  durante  mucho  tiempo  tomado  por  un 

«hasta  el  de  1806,  1,238, 1~2  quintales ,  correspondiendo 
«á  cada  año  7,145  quintales  ,  cantidad  que  podiu  aumen- 
tarse según  Antillon  liasla  20,000  quintales. 

«Es  la  mas  antigua  ,  porque  Teofrasto ,  que  vivia  tres- 
cientos tños  antes  de  la  venida  de  Jesucristo ,  habla  de 
«ella  ,  así  como  también  Vitruvio  contemporáneo  de  Augus- 
«to.  En  sentir  de  Plinio ,  los  Romanos  cerraban  y  sellaban 
"P6ía  mina  ,  y  únicamente  la  agrian  "ruando  era  necesario 
«enviar  alguna  caniidad  de  cinabrio  á  Roma.» 

37 


AZO  289 

óxido;  el  agua,  aun  caliente,  no  lo  disuelve  ni 
lo  altera,  pero  agitándolo  con  ella  le  facilita  su 
extinción ,  cambio  físico  que  un  sin  número  de 
otros  cuerpos,  en  particular  viscosos  le  hacen 
igualmente  experimentar ,  tales  son  la  trementi- 
na, la  goma  arábiga,  las  grasas  rancias,  los 
extractos,  la  saliva,  etc.,  muy  empleados  con 
este  objeto  en  farmacia. 

En  condiciones  dadas ,  este  metal  se  combina 
con  el  oxigeno ,  con  el  cloro ,  con  el  yodo ,  con 
el  bromo ,  con  el  azufre  y  con  el  cian'ógeno  for- 
mando productos  que  serán  estudiados  en  los  ar- 
tículos Bromuro ,  Cianuro,  Cloruro,  Oxido,  Sul- 
furo y  Yoduro ;  ataca  la  mayor  parte  de  los  me- 
tales y  los  disuelve  formando  aleaciones  á  las 
cuales  se  da  el  nombre  particular  de  Amalgamas 
(V.  esta  palabra) ;  con  el  amoníaco,  aunque  sin 
acción  directa  sobre  él ,  puede  dar  origen  á  un 
amoniuro ,  indicado  como  resolutivo  en  el  trata- 
miento de  los  exosloses ;  y  finalmente  todos  los 
ácidos  se  combinan  con  el  mercurio,  y  forman 
sales  de  mucha  utilidad  (V.  los  artículos  Acetato, 
Borato,  Carbonato,  Fosfato,  Nitrato,  Oxalato, 
Sulfato  y  Tarlrato).  El  ácido  nítrico  es  el  único 
que  lo  disuelve  en  frió  como  en  caliente;  el  áci- 
do sulfúrico  no  lo  ataca  sino  en  caliente;  los  áci- 
dos hidriódicoé  hidrosulfúrico  son  descompuestos 
por  él,  desprendiéndose  hidrógeno,  y  quedando 
un  yoduro  o  un  sulfuro  de  mercurio ;  su  combi- 
nación con  los  demás  ácidos  no  se  verifica  sin  es- 
tar previamente  reducido  al  eslado  de  óxido. 

El  mercurio  puro  se  volatiliza  enteramente  por 
el  calórico  ,  y  se  disuelve  sin  dejar  residuo  en  el 
ácido  nítrico  débil,  aun  calor  suave.  La  disolu- 
ción es  incolora,  y  consiste  enprotonitralo  ácido 
de  mercurio  que  precipita  en  negro  por  la  potasa, 
la  sosa  y  el  amoníaco;  en  vedijas  blancas,  por 
el  ácido  hidroclorico;  y  en  amarillo  verdoso,  por 
el  yoduro  de  potasio.  Si  se  continúa  la  ebullición 
después  de  la  disolución  del  metal,  éste  queda 
trasformado  en  deutóxido  por  el  exceso  de  acido 
nítrico,  y  entonces  la  potasa  produce  en  ella  un 
precipitado  amarillo  naranjado;  el  yoduro  de  po- 
tasio, uno  de  rojo ,  y  el  ácido  hidroclorico  j  a  no  la 
precipita.  Por  último,  una  lámina  de  cobre  no  oxi- 
dada sumergida  en  esta  disolución  separa  de  ella 
el  mercurio  en  forma  de  un  polvo  gris,  que  por 
el  frote  toma  el  lustre  brillante  y  metálico  que  ca- 
racteriza al  metal. 

El  azogue  es  de  un  precio  bastante  subido  para 
que  haya  beneficio  en  mezclarle  con  otros  me- 
tales ,  como  el  bismuto ,  el  plomo  y  el  estaño. 
Este  fraude ,  demasiado  frecuente  en  el  comercio, 
se  reconoce  porque  el  metal  así  ligado  se  empaña 
fácilmente  al  aire,  porque  ensucia  los  dedos,  por- 
que es  menos  pesado  que  el  azogue  puro,  porque 
es  oloroso*  porque  puesto  sobre  papel  ó  sobre  un 
plato  presenta  glóbulos  prolongados,  complana- 
dos y  terminados  por  una  especie  cíe  hilito  me- 
tálico ,  lo  que  hace  decir  á  los  mercaderes  que 
hace  la  cola,  y  en  fin,  porque  porta  destilación 
deja  un  residuo.  Si  el  azogue  está  falsilicado  con 
plomo,  calentándolo  deja  un  residuo  que  se  oxi- 
da ,  y  este  mismo  residuo  tratado  con  el  ácido 

lomo  i. 


290  AZO 

acético  da  lugar  á  la  formación  de  cierta  canti- 
dad de  acetato  de  plomo,  que  precipita  en  negro 
por  el  ácido  hidrosulfúrico,  en  blanco  por  el  sul- 
fato de  sosa,  en  amarillo  por  el  cromato  y  por  el 
yoduro  de  potasio;  si  está  falsificado  con  estaño, 
produce  con  el  ácido  nítrico  en  exceso  un  residuo 
que  es  óxido  de  estaño;  y  si  está  ligado  con  bis- 
muto, da  con  el  ácido  nítrico  en  exceso  una  so- 
lución que  precipita  en  blanco  cuando  se  echa 
en  agua  destilada. 

Para  purificar  el  azogue  de  estos  metales  ex- 
traños sirve  la  destilación;  pero  esta  operación 
no  basta  para  que  el  metal  obtenido  pueda  ser 
considerado  como  químicamente  puro,  y  es  ne- 
cesario lavarlo  con  ácido  nítrico  muy  diluido,  que 
disuelve  el  oxida  de  mercurio,  comunmente  di- 
suelto en  la  masa  metálica;  en  este  caso  el  nitra- 
to formado  es  al  momento  descompuesto  por  los 
metales  extraños  mezclados  con  el  mercurio,  y 
que ,  sustituyéndose  al  óxido  de  mercurio ,  ponen 
en  libertad  una  cantidad  de  azogue  proporcional 
á  la  suya.  Después  se  lava  la  masa,  y  se  la  sepa- 
ra el  agua  haciéndola  secar  al  aire  libre. -El  azo- 
gue ensuciado  por  el  polvo,  ú  otras  sustancias 
extrañas,  puede  ser  purificado  haciéndole  pasar 
al  través  de  una  gamuza  ó  al  través  de  un  lienzo 
tupido  mojado.  Si  está  ensuciado  con  materias 
grasas  se  puede  lavar  con  agua  cargada  de 
álcali  cáustico,  ó  bien  agitándolo  con  cera  en  una 
caldera  calentada,  la  que  apoderándose  de  la 
grasa ,  por  el  enfriamiento  se  obtiene  azogue  pu- 
rificado. 

El  azogue  se  conserva  en  vasos  de  vidrio,  ó  de 
barro,  en  cubos  de  mármol  ó  de  piedra,  y  tam- 
bién en  toneles,  y  nó,  como  lo  han  indicado  al- 
gunos autores  antiguos ,  en  vasos  de  plomo ,  de 
eslaño  ó  de  plata ,  porque  atacando  á  estos  meta- 
les ,  no  tardaría  en  deteriorarlos.  En  el  comercio, 
el  azogue  de  Almadén  eircula repuesto  en  botellas 
de  hierro  cerradas  eon  un  tornillo ,  que  contienen 
de  70  á  80  libras ,  y  así  se  expide  también  al 
extranjera.  El  azogue  de  Idria  va  colocado  en 
cajas  llamadas  ratoneras,  que  encierran  dos  ó 
tres  bolsas,  que  cada  una  contiene  de  100  á  130 
libras  de  metal. 

Según  datos  oficiales ,  en  \  850  la  España  ha 
exportado  a  Inglaterra  3,330  quintales  de  azogue. 
En  1849 ,  fueron  importados  á  Barcelona,  de  va- 
rios puntos  del  reino,:4,400  libras  de  este  metal, 
valor  de  70,200  rs.  vn. 

El  mercurio  es  un  metal  muy  empleado.  En  los 
laboratorios  sirve  en  razón  de  su  liquidez  y  de  su 
inalterabilidad  en  presencia  de  un  gran  número 
de  agentes,  para  recoger  ciertos  gases  solubles 
en  el  agua ,  constituyendo  asi  la  cubeta  hidrar- 
ííiro-neumática.  Su  dilatabilidad,  mayor  que  la 
de  los  demás  líquidos,  el  curso  uniforme  de  su  di- 
latación y  su  menor  grado  de  volatilidad  le  hacen 
muy  útil  para  los  termómetros.  Su  densidad  par- 
ticular le  hace  también  mas  propio  que  todo  otro 
líquido  para  medir  las  diferentes  presiones  atmos- 
féricas, y  por  esto  es  exclusivamente  empleado 
para  la  construcción  del  barómetro.  La  propiedad 
de  que  goza  el  mercurio  de  amalgamarse  con  un 


AZU 

gran  número  de  metales ,  de  disolverles ,  y  de 
separarse  de  ellos  en  seguida  por  el  calor,  cons- 
tituye el  principio  de  la  extracción  del  oro  y  de 
la  plata,  asi  como  el  arte  de  dorar  y  de  platear, 
arle  cuya  importancia  ha  menguado  por  la  in- 
vención de  nuevos  procedimientos  menos  costo- 
sos y  sobre  todo  mas  salubres,  esto  es  el  dorado 
y  el  plateado  galvánicos.  La  afinidad  que  tiene 
por  el  cloro  gaseoso  ,  lo  hace  emplear  para  se- 
parar este  gas  de  su  mezcla  con  los  otros  fluidos 
elásticos  ,  y  también  sirve  con  ventaja  para  ab- 
sorber el  cloro  libre  disuelto  en  el  agua  y  mez- 
clado con  otros  compuestos  solubles  que  no  tie- 
nen acción  sobre  él.  En  el  estado  de  vapor  el  mer- 
curio sirve  para  hacer  visible  la  imagen  obtenida 
sobre  la  capa  sensible  de  las  láminas  del  daguer- 
rotipo por  la  exposición  en  la  cámara  oscura. 

El  mercurio  metálico  se  emplea  también  en 
medicina ,  á  pesar  de  las  opiniones  de  ciertos  au- 
tores antiguos  que  le  atribuyen  propiedades  no- 
civas. Ha  habido  mugeres  embarazadas  (pie  lo 
han  tomado  sin  inconveniente,  en  grande  abun- 
dancia para  abortar  ,  y  hay  obreros  que  lo 
tragan  para  hartarse,  sin  experimentar  acci- 
dentes. Con  frecuencia  hase  administrado  como 
uesobstruente  en  los  casos  de  hernia ,  de  consti- 
pación ,  de  ileus,  de  vólvulo  ,  sin  inflamación  vi- 
va de  los  instestinos  ,  á  la  dosis  de  una  á  muchas 
onzas,  y  aun  de  algunas  libras v asociado  á  me- 
nudo con  aceite.  Desbois  de ltochefort  refiere  que, 
á  principios  del  siglo  XVIII ,  era  de  moda  en  Lon- 
dres y  en  Edimburgo  tragar  todas  las  mañanas 
dos  ó  tres  dracmas  de  azogue  con  algunas  onzas 
de  aceite  ,  para  preservarse  de  la  gota,  del  cálcu- 
lo, etc.  El  Sr.  Orfila  lo  ha  hecho  lomar  en  canti- 
dad de  muchas  onzas  á  perros,  sin  accidente. 
Por  último  ,  ha  sido  empleado  con  feliz  resultado 
contra  las  lombrices  de  los  niños. 

No  obstante  estos  ejemplos  que  prueban  que 
el  azogue  no  es  nocivo ,  aun  administrado  á  alta 
dosis ,  este  metal  hoy  dia  apenas  se  usa  si  no  es- 
tá dividido  ó  extinguido  por  diversas  sustancias, 
formando  el  azúcar  vermífugo ,  el  mercurio  gomo- 
so de  Plenck ,  las  pildoras  de  Belloste ,  etc.  En 
este  caso  el  azogue  es  todavía  de  algún  uso  en  ca- 
lidad de  aperitivo ,  fundente ,  antiverminoso ,  y 
sudorífico,  á  la  dosis  de  un  escrúpulo  á  una  drac- 
ma ,  aunque  mucho  menos  empleado  de  lo  que  lo 
era  antiguamente ,  y  sujeto  además  á  los  mismos 
inconvenientes  que  ofrecen  los  compuestos  mer- 
curiales. Al  exterior,  el  mercurio  másemenos 
dividido  es  de  un  uso  muy  frecuente ,  sea  como 
excitante  ó  resolutivo,  en  los  casos  de  bubones 
indolentes,  de  úlceras  atónicas,  exostoses,  etc., 
ele. ,  sea  para  combatir  afecciones  cutáneas  cró- 
nicas, ósea  á  alta  dosis  y  rápidamente  adminis- 
trado como  antiflogístico.  Aplicase  bajo  diversas 
formas  que  ofrecen ,  además  de  los  inconvenien- 
tes de  los  mercuriales  en  general ,  el  de  excitar 
fácilmente  prurito,  erupciones  particulares,  y 
con  frecuencia  erisipelatosas. 

A5BUCAR,  Sacchamjm.  Género  de  oíanlas 
déla  familia  de  las  gramíneas,  tribu  de  las  an- 
dropogóneas,  y  de  la  triandria  diginia  deLinneo. 


AZÜ 

El  nombre  de  este  género  procede,  seguu  el  Sr. 
de  lluinboldl,  de  Scharkara  ,  duro,  piedra,  en 
idioma  sánscrito ,  de  la  consistencia  del  produc- 
to que  se  extrae  de  sus  especies,  del  que  los  In- 
dios lian  becho  Schaker  y  los  Persas  Skukur,  etc. 
Si  de  este  importante  género  se  separan  dos  es- 
pecies (jue  se  encuentran  en  Europa,  á  saber  el 

A/.l'CAIl    CILINDRICO,  C\ÑV   DE   AZÚCAR    CILINDRICA 

(Suceharum  cylindricum,  PC,  Lugurus  cylindri- 
cus ,  L.)  y  el  Azúcar  di:  Ravena,  Caña  di:  azú- 
car i»m  Ravena  [Saccliarum  ¡lávenme,  Huc. : 
A  mlropogon  Ravennoe ,  L.) ,  todas  las  plantas  del 
mismo  son  propias  délas  partes  mas  calientes  del 
globo,  aunque  Basta  cierto  punto  puedan  vegetar 
bien  en  el  mediodía  de  la  Europa",  particularmente 
en  algunas  provincias  de  España,  como  expon- 
dremos. Los  plantadores  conocen  cerca  de  ocho 
especies  de  canas  de  azúcar  cultivadas;  pero, 
seguu  el  Sr.  D'  Orbigny  ,  es  probable  que  estas 
pretendidas  especies  sean  variedades  de  la  espe- 
cie única,  el  Azúcar  oficinal ,  de  que  hablaremos 
á  continuación.  El  Azúcar  violado  ,  Caña  pe  azú- 
car violada  (Saccharum  violacvum,  Tussac),  ge- 
neralmente conocido  en  las  Indias  Orientales,  de 
donde  es  origiuario,  y  en  America,  bajo  el  nom- 
bre de  Caña  de  azúcar  de  Batavia  ,  y  el  Azúcar 
de  Taíti,  Caña  de  azúcar  de  Taíti  [Saccharum 
t aitcnse,  Hort.  Part.)  son  verdaderamente  varie- 
dades de  la  especie  indicada,  y  con  ella  casi  las 
únicas  plantas  cultisadas  para  la  extracción  del 
azúcar.  Las  siguientes  suministran  un  excelente 
forraje ,  y  su  medula  es  mas  ó  menos  azucarada: 
Azúcar  de  Bengala  [Saccharum  bengalense,  Retz), 
Azúcar  como  caña  (Saccharum  arundinaceum, 
Retz) ,  originario  de  Tranquebar ,  Azúcak  expon- 
tá.neo  [Saccharum  spontaneum  ,  L.) ,  originario 
de  Malabar ,  Azúcar  del  Japón  [Saccharum  ja- 
ponicum,  Thunb.),  Azúcar  de  muchas  espigas 
[Saccharum  polyslachion ,  Sw.l,  originario  de  las 
Indias  occidentales,  Azúcar  de  Tenerife  [Sac- 
charum  Icneri/fie,  L.j,  Azúcar  rastrero  [Saccha- 
rum repens,  Willd.j ,  originario  de  Guinea,  etc., 
etc. 

Azúcar  oficinal ,  Caña  de  azúcar 
oficinal,  Caña  dulce,  Caña  de  miel 
[Saccharum  officinarum ,  L.).  Planta  vivaz  como 
sus  congéneras  ,  originaria  de  las  Indias  Orien- 
tales. De  su  raiz  nudosa  y  fibrosa  salen  muchos 
tallos  (pie  se  elevan  desde  G  á  12  pies  ,  lisos,  ar- 
ticulados \  guarnecidos  de  cuarenta  á  sesenta  nu- 
dos mas  ó  menos  inmediatos,  gruesos  de  mas  de 
una  pulgada  y  media  ,  y  llenos  de  una  médula, 
blanquecina ," blanda,  suculenta ,  impregnada  de 
uu  líquido  azucarado.  Las  hojas  abrazan  el  tallo 
por  su  base ,  son  largas  de  tres  á  cuatro  pies,  an- 
chas de  una  pulgada,  ásperas  en  sus  bordes,  lisas 
y  eslriadasensu  superficie,  con  un  nervio  medio 
longitudinal.  Cuando  la  caña  tlorece,  brota  en 
su  sumidad  un  renuevo  sin  hojas  ni  nudos  ,  que 
lleva  una  ancha  panícula  de  llores  pequeñas,  se- 
dosas y  blanquecinas.  El  fruto  consiste  en  una 
semilla  oblonga  envuelta  en  las  ventallas. 

La  caña  de  azúcar,  como  hemos  dicho,  ofrece 
mucha*  variedades  de  las  cuales  ciertos  autores 


AZÜ  291 

han  hecho  especies.  Según  el  Sr.LeschenauU,  co- 
nócense  en  la  ludia  tresrazas  decaña:  la  1.a,  lla- 
mada Karoubou ,  tiene  el  tallo  \erdc  mezclado 
de  violado  ,  y  la  pulpa  jugosa  da  poco  azúcar, 
pero  se  utiliza  comiéndola  cuando  fresca;  la  2.a, 
Kaurabou  kari,  caña  roja,  tiene  el  tallo  de  uu 
color  violado  casi  negro,  y  con  ella  se  fabrica 
lodo  el  azúcar  bruto  de  la  India  llamado  Jagra: 
la  3.a,  Carambou  valli ,  caña  blanca,  tiene ol 
tallo  de  un  amarillo  claro ,  y  sirve  para  hacer  el 
azúcar  blanco. 

Según  otros  autores ,  las  tres  variedades  prin- 
cipales de  caña  de  azúcar  son:  I.  La  Cana  común, 
llamada  también  Caña  criolla, la  mas  antiguamen- 
te conocida  ,  es  decir  la  que  fué  trasportada  de  las 
Canarias  al  brasil,  algunos  años  después  del  descu- 
brimiento de  la  América,  y  que  sirv  ió  para  poblar 
todas  las  colonias  del  Nuevo  Mundo.  Crece  fácil- 
mente en  todas  partes  en  las  regiones  tropicales, 
en  terreno  húmedo,  y  con  frecuencia  á  una  altura 
de  1,000  varas  encima  del  nivel  del  mar,  sin 
embargo  el  que  en  particular  le  com  iene  es  el 
que  no  es  ni  demasiado  seco  ni  demasiado  húme- 
do. La  cantidad  de  azúcar  que  produce  es  uoobs- 
lante  tanto  mayor  (y  lo  mismo  sucede  con  las 
otras  variedades)  en  cuanto  crece  en  una  región 
mas  meridional.  II.  La  segunda  variedad,  intro- 
ducida en  América  á  la  íin  del  último  siglo  ,  y 
conocida  con  el  nombre  de  Caña  de  Otahtti ,  es 
mas  alta,  mas  gruesa ,  mas  tempranera,  mas  pro- 
ductiva que  la  anterior,  y  también  mas  fácil  de 
tratar,  porque  da  un  jugo  que  contiene  menos  mu- 
cílago.  Además  vegeta  muy  bien  en  los  terrenos 
aun  muy  pobres,  y  á  temperaturas  que  aterrarían 
el  crecimiento  y  desarrollo  de  la  cana  criolla,  á  la 
que  por  las  precedentes  razones  tiende  á  reempla- 
zar por  todas  partes.  III.  La  tercera  variedad,  que 
ha  sido  designada  por  el  Sr.  dellumboldt  con  el 
nombre  de  Caña  violada,  difiere  de  las  precedentes 
en  que  su  tallo  y  sus  hojas,  en  vez  de  ser  amari- 
llas en  la  madurez,  son  violadas.  Fué  traída  de 
Rata\ia  a  América,  en  1782  :  es  aun  mas  tem- 
pranera que  la  precedente ,  pero  tiene  el  incon- 
veniente de  dar  un  azúcar  menos  sólido ,  que 
conserva  siempre  un  tinte  violeta,  por  cu\a  ra- 
zón sus  productos  apenas  son  empleados  sino  en 
la  fabricación  del  ron. 

La  caña  de  azúcar  parece  originaria  de  la  In- 
dia, en  donde  Cbardin  dice  haberla  visto  crecer 
en  todas  las  parles  de  esta  vasta  región  del  p lo- 
bo ,  y  añade  que  se  halla  indicada  en  las  obras  du 
los  médicos  indianos,  persas,  árabes,  etc.,  y  (pie 
también  se  o!>ser\  a  pintada  en  las  mas  autiiiuas 
porcelanas  de  la  China.  Crece  expontá-neamente 
en  Persia,  en  Abisinia,  etc. ,  etc.,  y  Belon  dice 
haberla  visto  vegetar  en  muchos  lugares  del  Alto 
Egipto  ,  siendo  cierto  que,  desde  la  mas  remota 
antigüedad,  ha  sido  culthada  en  este  ultimo  pais. 
Caleño  y  Pimío  hacen  mención  del  Saitharon 
como  una  goma  blanca,  cristalina,  que  se  extraía 
de  una  caña  de  las  Indias ,  y  se  empleaba  en 
medicina  ,  y  se  recibía  en  Roma  en  pedazos  del 
grueso  de  una  nuez;  Séneca  y  Lucain  hablan 
también  de  cañas  de  la  India  de  las  que  se  ex- 


29*  AZU 

traía  una  especie  de  miel,  y  Dioscórides  indica 
muy  claramente  el  azúcar  á  la  fin  de  su  artículo 
Miel. 

Esta  preciosa  planta  puede  cultivarse  en  las 
regiones  aproximadas  á  los  trópicos ,  como  en 
el  Bajo-Egipto,  en  Sicilia,  en  España,  etc.,  aun- 
que en  general  se  dice  que  da  poco  azúcar, 
pero  si  un  jarabe  ó  jugo  azucarado  empleado  en 
algunos  usos  económicos.  Sonnini  dice  que  en 
Egipto  se  consume  mucha  caña  en  el  estado  fres- 
co, bajo  el  nombre  árabe  Kassab,  y  que  en  las 
calles  se  venden  sus  tallos ,  que  las  mugeres  y 
los  niños  chupan  con  gusto  :  en  España ,  en  Va- 
lencia y  en  Andalucía,  se  hace  el  mismo  uso  de 
ella.  Con  todo,  respecto  á  nuestro  privilegiado 
suelo,  el  señor  D.  llamón  de  la  Sagra,  al  hablar 
sobre  los  productos  de  la  península  enviados  á  la 
exposición  universal  verdicada  en  Londres,  en 
1851,  dice:  «Es  en  extremo  curiosa  la  historia 
«y  el  cultivo  de  la  caña ,  y  de  la  elaboración  de 
«azúcar  en  España.  Cuando  nos  ocupamos  de  la 
«introducción  de  aparatos  y  máquinas  para  me- 
«jorar  este  ramo  de  industria  de  la  costa  de  An- 
«dalucía,  recogimos  y  publicamos  una  serie  de 
«importantes  noticias  sobre  esta  materia.  Desde 
«entonces  se  propagaron  los  procedimientos  per- 
«feccionados ,  y  esta  bella  comarca  produce  ex- 
«celente  azúcar  blanco ,  tomando  un  grandesar- 
«rollo  el  cultivo  de  la  caña.  Una  sola  fábrica  ,  la 
«de  la  Torre  del  Mar ,  que  establecimos  en  1846, 
«ha enviado  muestras  de  azúcar  superfino,  que 
«se  vende  á  60  rs.  arroba.  Según  los  cálculos  que 
«hicimos  al  recorrer  la  costa  en  1845,  los  terre- 
«nos  de  riego  en  que  puede  cultivarse  la  caña, 
«son  susceptibles  de  dar  una  cosecha  anual  de 
«uno  ó  dos  millones  de  arrobas  de  azúcar.»  A  esto 
debemos  añadir  que  el  gran  jurado  de  la  Exposi- 
ción Universal  premió  con  medallas  de  segunda 
clase  al  azúcar  del  Sr.  Arrieta  y  al  del  Sr.  Zulue- 
ta,  y  á  la  caña  de  azúcar  de  Malaga,  del  Sr.  En- 
riquez. 

Cultivo  de  la  caña  de  azúcar. 

La  caña  de  azúcar  puede  ser  ventajosamente 
cultivada  en  los  climas  templados,  hasta  40  ó  42 
grados  de  latitud,  aunque  el  clima  de  la  zona  tór- 
rida sea  el  mas  favorable  á  su  crecimiento.  Para 
llegar  á  un  estado  completo  de  madurez  necesita 
diez  ó.  doce  meses  de  vegetación ;  de  modo  que 
por  mas  esmero  que.se  ponga  en  cultivarla,  sino 
se  tiene  durante  este  tiempo  una  temperatura  sufi- 
ciente para  provocar  una  vegetación  activa ;  no 
se  obtendrán  buenas  cosechas.  La  caña  de  azúcar 
para  ser  productiva  exige  una  tierra  sustancio- 
sa, medianamente  ligera,  un  poco  limosa,  muy 
dividida  ó  fácil  de  dividir,  preparada  por  bue- 
nas labores,  y  abonada  con  los  despojos  déla  co- 
secha anterior  enterrados  medio  podridos,  ó  re- 
ducidos á  cenizas.  Una  larga  multiplicación  por 
renuevos  y  por  estaca  ha  alterado ,  después  de 
los  siglos,  los  órganos  de  la  fecundación  en  la 
caña  de  azúcar  r  de  modo  que  raras  veces  llega 
á  dar  granos  fecundos ,  de  lo  que  resulta  que  no 


AZI 

puede  multiplicarse  por  semillas.  Los  renuevos 
se  separan  del  pié  de  las  viejas  plantas,  pero 
nunca  forman  tallos  tan  vigorosos  como  las  esta- 
cas arraigadas.  Estas  últimas  se  hacen  con  las  ca- 
bezas de  caña ,  esto  es  la  parte  superior  del  tallo, 
guarnecido  de  un  corlo  numero  de  hojas  verdes,  y 
formado  de  internodios  mas  aproximados  que  los 
inferiores.  La  época  de  la  plantación  varia  en  ra- 
zón de  los  climas  ,  de  las  situaciones ,  de  los  ter- 
renos, y  mas  aun  de  las  costumbres  locales,  pe- 
ro tiene  lugar  siempre  que  es  posible  durante  un 
día  de  lluvia  ó  la  víspera  de  este  dia.  Las  cañas 
se  plantan  en  surcos  paralelos  ó  al  tresbolillo,  y 
á  la  distancia  de  2  ,  3  ó  4  pies ,  en  hoyos  de  7  á 
lo  pulgadas  de  profundidad  sobre  15  á  18  de  diá- 
m ero,  según  la  naturaleza  del  terreno.  Tres 
semanas  ó  un  mes  después  de  la  plantación ,  las 
jóvenes  cañas  comienzan  á  brotar,  y  entonces  se 
favorece  su  desarrollo  por  medio  de  escardas :  en 
la  primera,  se  aporcan  los  pies  amontonando 
tierra  al  rededor  del  cuello  de  la  raíz  ;  la  segun- 
da y  la  tercera  no  tienen  mas  objeto  que  desem- 
barazar el  terreno  de  las  plantas  parásitas.  Cuan- 
do las  cañas  tienen  seis  meses,  se  las  separan  las 
yemas  que  crecen  á  su  pié,  y  solo  falta  cortarlas 
para  extraer  su  zumo,  cuando  sa  hallan  en  com- 
pleta madurez ,  lo  que  se  verifica  del  décimo  al 
decimoquinto  mes  después  de  su  plantación.  Las 
cepas  echan  nuevas  cañas,  en  términos  que  cuan- 
do una  pieza  de  tierra  está  bien  conservada, 
puede  producir  durante  muchos  años  sin  ser  re- 
plantada. 

En  la  isla  de  Cuba  la  plantación  se  hace  por 
estacas ,  que  por  lo  regular  tienen  1  7»  pié  de 
largo  y  de  7  á  8  yemas ,  desde  marzo  hasta  fines 
de  abril ,  teniendo  cuidado  de  que  la  tierra  sea 
ligera,  blanda  y  no  muy  húmeda,  y  se  la  abona 
con  ceniza  y  las  hojas  podridas  de  la  caña.  Hasta 
los  \í  meses,  á  corta  diferencia ,  no  empiezan  á 
florecer  las  cañas ,  pero  después  de  los  4  ó  5  me- 
ses están  perfectamente  maduras,  y  entonces  su 
color  es  amarillento,  el  de  la  médula  es  gris  par- 
duzco,  y  su  jugo  es  viscoso  y  muy  dulce.  El 
grueso  y  la  altura-de  las -cañas  varían  según  el 
terreno,  el  cultivo  y  el  clima,  de  manera  que  las 
hay  que  tienen  22  pies  de  alto ,  aunque  lo  mas 
común  es  llegar  hasta  15;  la  cantidad  de  azúcar 
que  contienen  varia  también  desde  6  á  15  p%  de 
su  peso. 

En  el  Indostan  la  plantación  tiene  también  lu- 
gar por  estacas  á  fines  de  mayo ,  cuando  el  terre- 
no se  halla  reducido  á  lodo  muy  blando  por  las 
lluvias  ó  por  riegos  artificiales ;  las  cañas  se  cor- 
tan en  enero  y  febrero ,  es  decir ,  nueve  meses 
después  de  su  plantación  y  antes  de  la  florescen- 
cia, que  disminuiría  mucho  su  riqueza  en  azú- 
car. 

En  América ,'  en  donde  el  terreno  le  es  menos 
conveniente ,  la  caña  no  madura  hasta  doce  ó 
veinte  meses  después  de  su  plantación. 

En  el  estado  de  madurez,  que  tiene  lugar  al 
cabo  del  año  ó  á  los  ocho  meses  después  de  la 
plantación,  según  las  variedades,  la  caña  de  azú- 
I  car  contiene,  según  el  Sr.  Peligot: 


AZI 

Agua. 7i,i 

Sustfhcias  leñosas 0,9 

Materias  solubles 18,0 

100,0 

En  cuanto  al  jugo  que  se  extrae  de  ella,  se  com- 
pone de: 

Azúcar 20,90 

Agua T7,n 

Sales  minerales 1,10 

Productos  orgánicos 0,23 

100,00 
Este  jugo  es  por  lo  tanto,  como  se  vé,  agua  azu- 
carada casi  pura,  compuesta  de  una  parte  de 
azúcar  por  cerca  de  cuatro  parles  de  agua.  La  fa- 
bricación del  azúcar  de  caña  consiste,  pues,  en 
obtener  este  zumo  y  en  concentrarlo  por  la  eva- 
poración, para  hacer  cristalizar  el  azúcar  que 
contiene. 

Extracción  del  azúcar. 

En  la  propiedad  que  tiene  el  azúcar  de  cristali- 
zar, al  paso  que  los  demás  cuerpos  con  que  se 
halla  mezclado  son  enteramente  incristalizables, 
está  basado  el  proceder  para  extraerlo  de  la  caña. 

Cuando  los  tallos  han  llegado  á  su  madurez ,  se 
cortan  por  el  pié ,  y ,  después  de  haberlos  desho- 
jado, se  extrae  el  jugo  que  contienen  haciéndo- 
los pasar  por  tres  cilindros  de  hierro  colado  (lla- 
mados trapiches)  situados  horizontalmente  los 
unos  al  lado  de  los  otros  y  movidos  por  la  fuerza, 
del  hombre,  del  agua  ó  del  vapor.  Las  cañas  pa- 
san primero  entre  el  cilindro  superior  y  el  del 
medio ,  y  después  entre  este  último  y  el  cilindro 
inferior;  dándoselas  así  exprimidas  el  nombre  de 
bagazo,  que  cuando  seco  sirve  de  combustible. 
Regularmente  218  libras  de  cañas  dan  130  libras 
de  jugo ,  habiendo  por  consiguiente  una  pérdida 
de  30  p%  de  éste,  que  queda  siempre  en  el  ba- 
gazo sin  que  se  le  pueda  extraer  por  mas  fuerte 
que  sea  la  presión  de  los  cilindros. 

Por  lo  común  el  jugo ,  al  caer  en  el  receptácu- 
lo dispuesto  debajo  del  molino,  atraviesa  un  filtro 
destinado  para  separarlo  de  las  partes  sólidas, 
tales  como  restos  de  cañas,  fécula,  ácido  máli- 
co,  goma,  etc.,  que  tiene  en  suspensión  y  que 
podrían  desenvolver  en  él  una  fermentación  muy 
nociva  al  principio  azucarado  que  encierra ;  á  ve- 
ces no  obstante,  en  lugar  de  filtrarlo,  se  deja  tan 
solo  posar,  á  fin  de  poderlo  decantar  :  en  ambos 
casos  conviene  que  esta  especie  de  purificación 
se  practique  rápidamente,  de  modo  que  el  jugo 
permanezca  el  menor  tiempo  posible  en  el  recep- 
táculo. 

Obtenida  ya  una  cantidad  suficiente  de  jugo,  se 
pone  en  una  caldera  dicha  clarificador ,  añadién- 
dole algunos  centesimos  decaí,  y  se  eleva  la 
temperatura  hasta  unos  60°  centígrados.  A  medi- 
da que  el  jugo  se  calienta,  se  forman  espumas, 
compuestas  de  albúmina,  de  materias  fermentc- 
cibles  y  de  un  poco  de  parenquima  y  de  cal ,  (pie 
se  elevan  á  la  superficie,  y  á  las  niales  se  tiene 
cuidado  de  separar  sucesivamente.  La  clarilica- 
eion  dura  cerca  de  cuarenta  minutos. 


AZI 

Cuando  no  apareen  espumas ,  esto  es  termina- 
da la  clarificación ,  se  deja  posar  el  liquido  por 
espacio  de  una  hora ,  trasladándolo  después  ú 
una  primera  caldera  de  cochura ,  en  donde  s  • 
evapora  rápidamente  hasta  que  señale  23°  en  el 
areómetro.  . 

Los  negros  ,  sin  embargo,  raras  veces  se  sir- 
ven de  este  instrumento  para  juzgar  del  grado  de 
concentración  del  jugo;  consistiendo  el  medio 
por  ellos  empleado  en  lomar  una  gota  del  liqui- 
do con  el  índice,  comprimirla  contra  el  pulgar, 
separar  en  seguida  los  dos  dedos,  y  mirar  el  elec- 
to de  la  gola  duraute  este  ultimo  movimiento: 
esle  medio  esta  basado  en  que  la  longitud  del  hi- 
lito  que  se  produce  primero,  y  se  rompe  en  lin 
á  cierta  extensión  retirándose  hacia  el  índice,  es 
á  corla  diferencia  proporcional  al  grado  de  con- 
centración. 

Luego  de  obtenido  el  grado  de  reducción  (pie 
acabamos  de  indicar,  se  filtra  el  jugo  por  una  es- 
tofa de  lana ,  haciéndolo  pasar  en  seguida  á  una 
segunda  caldera  de  cochura,  colocada  al  lado  de 
la  primera,  en  donde  se  concentra  hasta  con- 
sistencia de  jarabe  muv  espeso.  Entonces  se  echa 
primero  en  una  ancha  hacia,  t  ara  acelerar  su  en- 
friamiento ,  y  luego  en  cajas  ó  toneles  taladrados, 
pero  cuyos  agujeros  estén  tapados.  Algún  tiempo 
después  se  revuelve  el  jarabe  con  un  palo  para  ac- 
tivar la  cristalización  del  azúcar,  que  el  enfria- 
miento tiende  á  favorecer,  convirtiendo  muy  luego 
todo  el  contenido  de  los  toneles  en  una  masa  con- 
fusa. Entonces  se  destapan  los  agujeros  de  las 
cajas  para  dejar  escurrir  el  melote,  ó  parte  del 
jarabe  no  cristalizaba ,  que  sirve  para  fabricar 
ron;  haciendo  en  seguida  secar  lentamente  al  azú- 
car cristalizable,  que  se  expide  á  Europa  ,  según 
su  calidad,  bajo  los  nombres  de  Azúcar  bruto, 
Azúcar  de  quebrados,  Azúcar  mascabado ,  Azú- 
car negro,  y  Cogucho. 

Generalmente  no  se  obtienen  mas  de  lo  á  I ¿ 
parles  de  azúcar  por  100  partes  de  jugo ,  que  á 
corta  diferencia,  como  hemos  visto  antes,  es  la 
mitad  de  lo  que  este  último  contiene.  Esta  pérdi- 
da, según  el  Sr.  Peligot,  procede  de  la  trasfor- 
macion  del  azúcar  cristalizable  en  melote  ó  azú- 
car no  cristalizable,  trasformacion  que  resulta 
de  la  imperfección  de  los  procederes  de  fabrica- 
ción, pues,  como  lo  ha  probado  el  referido  quí- 
mico, no  existe  azúcar  incristalizable  en  el  jugo 
de  las  cañas,  y  la  teoría  no  indica  que  deba  for- 
marse durante  la  fabricación. 

Las  operaciones  que  acabamos  de  indicar  son, 
con  pocas  excepciones,  generalmente  seguidas 
en  toda  la  América.  En  algunos  puntos,  no  obs- 
tante, se  sujeta  al  azúcar  bruto  á  otra  opera- 
ción :  después  de  haber  hecho  ,  en  parte ,  enfriar 
y  cristalizar  el  jarabe  en  una  enfriadera,  se 
distribuye  en  moldes  cónicos  de  tierra  cocida 
puestos  boca  arriba  en  vasos  de  la  misma  mate- 
ria; estos  moldes  están  taladrados  en  la  cúspide 
por  un  agujero  que  se  tiene  tapado  hasta  que  la 
cristalización  esté  concluida  ,  que  enlom 
destapan  para  (pie  salga  el  jarabe ,  dejando  es- 
currir los  panes  por  espacio  de  un  mes.  Después 


294  AZÜ 

de  esle  tiempo,  se  cubre  uniformemente  la  su- 
perficie de  los  panes  con  una  capa  de  arcilla  hu- 
medecida ,  la  que  cediendo  poco  á  poco  su  agua, 
se  consigue  que  ésta  atravesando  toda  la  masa 
del  azúcar  disuelva  su  jarabe:  esta  tierra  se  hu- 
medece tres  veces  en  cuatro  dias ,  reemplazán- 
dola el  quinto  con  tierra  nueva,  y  continuando 
así  hasta  haber  cambiado  dos  veces  la  arcilla  ó 
basta  que  se  haya  humedecido  ésta  nueve  veces. 
Entonces  privado  el  azúcar  lo  mas  posible  del  ja- 
rabe, se  saca  de  los  moldes  y  se  coloca  sobre  su 
base  para  que  la  humedad  acumulada  en  la  cús- 
pide se  reparta  uniformemente;  se  deja  secar  al 
aire  por  espacio  de  seis  semanas,  y  por  último 
se  reduce  á  polvo  grosero,  en  cuya  forma  es  en- 
viado á  Europa  con  los  nombres  de  Azúcar  blan- 
queado, y  Cogucho  blanco . 

En  las  Antillas  inglesas  no  se  sujeta  al  azúcar 
á  esta  operación,  y  en  las  francesas  ha  cesado 
casi  de  practicarse.  Como  la  base  ó  la  parle  mas 
ancha  del  cono  ofrece  siempre,  á  pesar  de  las 
precauciones  indicadas ,  azúcar  blanco ,  al  paso 
<pie  la  punta  ó  parte  superior  queda  amarillenta, 
%t  separan  estos  diversos  matices  formando  de 
ellos  calidadesque  llevan  los  nombres  de  Cogucho 
blanco ,  desde  \  .a  á  4.a,  Pequeño  azúcar,  que  es 
gris,  y  Azúcar  cabeza,  que  es  de  color  rojo  cla- 
ro. Estos  azúcares  se  expiden  en  barriles. 

En  una  parte  de  la  isla  de  Cuba  y  en  el  Brasil, 
no  obstante,  se  conserva  todavía  esta  práctica, 
aunque  el  proceder  difiera  en  que  se  ejecuta  en 
grandes  cajas  taladradas  en  su  parte  inferior  pa- 
ra facilitarla  salida  del  liquido,  y  consistiendo  la 
operación  en  llenar  estas  cajas  de  azúcar  bruto, 
cubrirlo  con  una  tela  sobre  la  cual  se  extiende 
arcilla,  que  se  humedece  según  el  método  ordi- 
nario. Las  capas  de  azúcar,  separadas  sucesiva- 
mente, dan  matices  de  Cogucho  blanco,  y  Cogucho 
rojo ,  en  mayor  ó  menor  cantidad  según  sea  la 
calidad  del  azúcar;  siendo  la  última  capa,  que  re- 
tiene mucho  jarabe  y  queda  grasa  y  morena,  co- 
nocida en  el  comercio  bajo  el  nombre  de  Azúcar 
mascabado.  Estos  azúcares  se  expiden  en  cajas. 

Refinación  del  azúcar. 

La  refinación  del  azúcar  de  caña,  que  al  pre- 
sente casi  siempre  se  hace  en  Europa ,  y  cuyo 
objeto  es  trasformar  el  cogucho  en  azúcar  blan- 
co, comprende  muchas  operaciones,  cuya  minu- 
ciosa descripción  nos  vemos  obligados  á  omitir 
en  obsequio  á  la  brevedad ,  concretándonos  á  lo 
mas  preciso  para  que  los  lectores  conozcan  en 
general  el  proceder  en  ella  ha  seguido. 

La  primera  consiste  en  disolver  el  azúcar  bru- 
to en  el  agua,  á  fin  de  separarle  en  seguida  las 
materias  extrañas  que  aun  contiene,  por  la  cla- 
rificación ,  la  filtración  y  la  cristalización ,  me- 
dios facilísimos  de  emplear.  Como  sobre  todo 
conviene  acelerar  la  concentración  que  cxije  la 
cristalización ,  al  disolver  el  azúcar  se  procura 
saturar  el  agua  lo  mas  posible,  siendo  el  máximo 
de  cerca  de  4  libras  de  azúcar  por  media  azum- 
bre de  agua. 


AZU 

Las  disoluciones  primero  se  ponen  en  una  cal- 
dera de  clarificación ,  de  cobre ,  de  la  capacidad 
de  3o0  á  500  azumbres ,  calentada  al  vapor ,  en 
la  que  se  ponen ,  al  mismo  tiempo,  dos  cuartillos 
de  sangre  de  buey  y  6  y,  libras  de  negro  animal 
por  50  azumbres  de  jarabe.  Se  agita  en  seguida, 
para  mezclarlo  bien  todo,  calentando  hasta  la 
temperatura  de  55°  ó  60°  centígrados,  que  enton- 
ces se  cesa  de  agitar,  aunque  se  continua  calen- 
tando de  modo  que  se  sostenga  el  mismo  grado 
de  temperatura.  El  carbón  primero  se  precipita 
al  fondo  de  la  caldera ,  pero  luego  la  albúmina 
de  la  sangre,  coagulándose,  lo  envuelve  y  lo 
arrastra  á  la  superficie  del  líquido ,  de  manera 
que  ningún  poso  queda  en  el  fondo  de  la  caldera. 
Entonces  terminada  la  clarificación ,  setrasega  el 
jarabe  en  un  filtro  conocido  bajo  el  nombre  de 
filtro  de  Taylor,  que  sirve  para  desembarazarle 
de  todas  las  materias  sólidas  que  pueda  tener  en 
suspensión ,  tales  como  carbón ,  espumas  forma- 
das durante  la  cristalización ,  etc. 

Después  de  esta  primera  filtración ,  que  es  el 
complemento  de  la  clarificación ,  se  procede  á  la 
filtración  descolorante ,  que  sirve,  como  su  nom- 
bre lo  indica,  para  descolorar  el  jarabe.  Esta 
última  operación  se  hace  por  medio  de  un  filtro 
inventado  por  el  Sr.  Dumont,  y  que  tiene  la 
ventaja  de  reunir  dos  operaciones  en  una,  la  fil- 
tración y  la  acción  del  carbón  animal.  Antigua- 
mente la  filtración  descolorante  daba  lugar  á  mu- 
cho gasto ,  en  razón  de  la  cantidad  de  carbón 
que  consumía,  pero  desde  algunos  años  háse  sal- 
vado este  inconveniente  haciendo  servir  casi  de 
un  modo  indefinido  el  mismo  carbón. 

Al  salir  del  filtro  descolorante,  el  jarabe  pasa 
á  la  caldera  de  cochura  ó  de  evaporación.  La 
cochura  se  ha  hecho  en  calderas  á  fuego  desnu- 
do hasta  que  se  descubrió  que  la  acción  prolon- 
gada del  calor  y  una  excesiva  elevación  de  tem- 
peratura pueden  cambiar  el  azúcar  cristalizaba 
en  azúcar  incristalizable,  circunstancia  que  im- 
pone la  obligación  de  practicar  esta  operación  lo 
mas  rápidamente  que  se  pueda,  á  la  tempera- 
tura mas  baja  posible.  Hoy  día  se  satisface  ple- 
namente á  estas  dos  condiciones ,  que  á  primera 
vista  parecen  contradictorias,  cociendo  el  jara- 
lie  en  el  vacío ,  en  el  que,  como  se  sabe ,  puede 
obtenerse  una  evaporación  muy  rápida  á  una 
temperatura  también  muy  inferior  á  la  de  la  ebu- 
llición. Hánse  imaginado  muchos  sistemas  de 
calderas  para  la  aplicación  de  este  principio ,  pe- 
ro los  empleados  son  los  de  Howard ,  de  Degrand 
y  de  Derosne ,  siendo  este  último  el  mas  perfecto 
de  todos. 

La  cochura  es  la.  operación  mas  delicada ,  so- 
bre todo  por  la  disposición  que  tiene  el  jarabe 
á  elevarse.  Al  tiempo  de  la  ebullición ,  se  conoce 
generalmente  que  se  procede  bien  cuando  el  ja- 
rabe sube  poco,  el  hervor  es  claro,  y  los  ojos, 
que  se  suceden  con  rapidez,  revientan  muy  fá- 
cilmente. Se  termina  comunmente  esta  operación 
cuando  el  jarabe  ha  llegado  á  la  temperatura  de 
í>0°  centígrados,  si  este  último  se  halla  en  el  gra- 
do de  concentración  conveniente,  lo  que  se  co- 


azi' 

noce  por  medio  de  la  prueba,  que  es  una  opera- 
ción análoga  á  la  que  practican  los  negros  para 
reconocer  el  grado  de  cocción  de  los  jarabes  de 
azúcar  bruto ,  y  de  la  que  hemos  indicado  ya  al- 
go. Hay  muchas  maneras  de  hacer  la  prueba, 
Moque  los  operarios  encargados  de  la  cocción, 
comunmente  solo  emplean  una,  que  consiste  en 
dejar  caer  una  gota  de  jarabe  sobre  su  pulgar,  y 
despachurrarla  en  seguida  con  el  Índice ,  espe- 
rar á  que  la  temperatura  del  jarabe  haya  descen- 
dido á  la  de  la  mano,  separar  bruscamente  los 
dedos ,  que  alejándose  el  uno  del  otro  producen 
un  hilito  que  sirve  de  indicación.  Cuando  este 
hilito  se  rompe  hacia  el  índice ,  se  dice  débil,  y 
la  cocción  no  es  todavía  suficiente;  cuando,  al 
contrario ,  se  prolonga  mucho,  rompe  cerca  del 
pulgar  y  vuelve  lentamente  hacia  el  índice ,  se 
dice  fuerte ,  y  es  menester  terminar  al  instante 
la  cocción.  La  prueba  de  la  densidad ,  que  á  pri- 
mera vista  parece  debería  ser  la  mas  exacta, 
puesto  que  tiene  lugar  por  medio  del  areómetro, 
es  al  contrario  la  mas  incierta,  en  razón  de  la 
densidad  del  jarabe  que  impide  á  este  instru- 
mento colocarse  en  el  grado  que  debería  in- 
dicar. 

Después  de  la  cochura,  el  jarabe  concentrado 
es  trasladado  á  grandes  calderas  de  cobre,  lla- 
madas enfriaderas,  en  donde  se  deja  enfriar 
hasta  que  experimente  un  principio  de  cristaliza- 
ción ,  en  cuyo  estado  se  distribuye  en  vasos  có- 
nicos de  \  iclriado  ó  de  zinc  abiertos  por  ambos 
cabos ,  y  cuya  abertura  inferior  está  tapada  por 
un  lienzo  mojado,  en  los  que  acaba  de  cristalizar 
v  los  cuales  le  dan  la  forma  de  panes  de  azúcar 
bajóla  cual  se  encuentra  en  el  comercio.  Cuan- 
do el  jarabe  comienza  á  cristalizar  en  estos  mol- 
des ,  se  tiene  siempre  cuidado  de  agitarlo  ,  a  fin 
de  que  constituya  una  masa  bien  homogénea  y 
cristalice  igualmente  en  todas  partes.  Cuando  to- 
da la  masa  está  bien  solidificada,  se  destapan  los 
moldes  para  dejar  salir  todo  el  jarabe  no  cristali- 
zable,  que  puede  escurrirse  por  sí  mismo,  y  que 
siempre  tiene  un  color  verde,  y  constituye  el 
melote  del  comercio;  en  cuanto  al  que  queda 
adherente  á  los  cristales  no  se  le  puede  separar 
sino  por  las  dos  operaciones  siguientes ; 

La  primera  consiste  en  quitar  las  costras  muy 
duras  que  se  han  formado  en  la  superficie  de  Ios- 
moldes  ,  en  revolver  el  azúcar  hasta  casi  toda  su 
profundidad,  en  amontonar  los  cristales  asi  de- 
sagregados ,  en  echar  en  fin  sobre  el  fondo  un 
jarabe  muy  saturado,  que  atraviesa  los  insters- 
ticios  del  azocar  arrastrando  con  el  la  mayor  par- 
te del  melote ,  que  ennegreoe  todavía  el  azúcar , 
y  que  siendo  una  disolución  saturada  no  arrastra 
a  este. 

La  segunda  Heva  el  objeto  de  blanquear  com- 
pletamente el  azúcar,  y  consiste  en  poner  sobre 
los  panes  de  azúcar ,  siempre  contenidos  en  los 
moldes,  una  capa  de  tierra  arcillosa  reducida  á 
papilla  algo  espesa  :  el  agua  que  impregna  esta 
tierra  se  escurre  lentamente ,  y  se  derrama  igual- 
mente por  toda  la  masa  del  azúcar  arrastrando 
con  ella  los  últimos  vestigios  de  melote,  siempre 


AZU  295 

mas  pronto  á  disolverse  que  los  cristales.  Cuando 
la  primera  capa  de  tierra  está  enteramente  seca 
se  la  reemplaza  por  una  segunda ,  una  tercera 
hasta  que  el  azúcar  esté  del  todo  blanco.  La  co- 
locación del  azúcar  en  los  moldes  y  estas  dos  últi- 
mas operaciones  deben  ejecutarse  bajo  la  in- 
fluencia de  una  temperatura  de  cerca  de  25°  cen- 
tígrados. 

Finalmente,  se  sacan  los  panes  de  los  moldes, 
se  limpian  y  se  secan  á  la  estufa,  y  en  seguida  se 
entregan  al  comercio  envueltos  en  papel.  El  pe- 
so de  los  panes  es  comunmente  de  10  á  15  libras. 

Los  refinadores  fabrican  muchas  especies  ó  ca- 
lidades de  azúcar.  La  primera  calidad ,  que  es 
siempre  mas  blanca,  es  dura  y  presenta  una  cris- 
talización perfecta ,  llamándosela  generalmente 
en  el  comercio  Azúcar  de  pilón;  con  frecuencia 
se  la  añade ,  sin  motivo ,  un  poco  de  añil  con  el 
objeto  de  hacer  su  blancura  mas  brillante.  En 
seguida  vienen  otros  azucares  preparados  con 
panes  todavía  húmedos  (es  decir  que  salen  de  los 
moldes)  chafándolos  ó  raéndolos  de  manera  que 
se  obtenga  un  cogucho  blanco,  que  luego  se 
amontona  en  moldes  mas  pequeños,  de  los  que 
se  separan  inmediatamente  para  ser  limpiados  y 
secados:  esta  especie  de  azúcar  es  particular- 
mente buscada  por  los  cafeteros ,  en  razón  de  su 
ligereza,  que  permite  á  peso  igual  obtener  de  él 
un  mayor  número  de  pedazos.  Hay  otra  calidad 
procedente  de  los  melotes  escurridos  en  las  ope- 
raciones de  refinadura,  que  se  trabaja  después ; 
por  fin,  vienen  los  que  constituyen  la  última  cali- 
dad ,  y  que ,  aunque  en  panes ,  "son  casi  tan  colo- 
rados como  el  cogucho  ,  por  el  cual  se  vende  á 
menudo. 

Según  la  naturaleza  de  las  materias  empleadas 
y  la  habilidad  del  fabricante,  el  azúcar  refinado 
entra  en  una  ó  otra  de  estas  clases :  común,  fino, 
sobrefino,  y' de  pilón.  Este  ultimo  es  ordinariamente 
el  producto  de  una  segunda  refinadura. 

Historia  comercial  del  azúcar. 

El  azúcar  fué  conocido  muy  tarde  en  Europa, 
puesto  que  ninguna  mención  hacen  de  él  los  es- 
critos antiguos,  siendo  tan  solo  indicado  por  un 
corlo  pasaje  de  Teofrasto,  que  terminó  su  carre- 
ra tres  siglos  antes  de  Jesucri;-to.  Plinio  y  Dios- 
córides ,  que  escribían  en  el  primer  siglo  de  nues- 
tra era,  lo  describieron  con  caracteres  según  los 
cuales  es  fácil  juzgar  que  la  sustancia  de  que  ha- 
blan debia  ser  el  azúcar  cande.  Según  Pablo  de 
Egine,  en  el  siglo  Vil ,  el  azúcar  era  todavia  po- 
co conocido,  habiendo  trascurrido  después  lar- 
gos años  antes  que  su  uso  se  generalizara.  Estra- 
bon  dice  que  en  la  India  hay  una  caña  que  pro- 
duce miel  sin  el  concurso  dé  las  abejas.  Lucain 
lo  designa  también  con  el  verso  siguiente : 

Quique  bibunt  teñera  ab  arundine  suecos. 
Varron  se  expresa  así  con  este  motivo : 

Indica  non  magna  nimia  artxtre  crescit  arumlo, 
¡Mus  a  lentis  premitur  radiabas  humar  , 
ftulcia  cui  neqiteant  sueco  contendere  mellt. 


296  AZU 

La  caña  de  azúcar  es  originaria  del  Asia  orien- 
tal, crece  en  el  sud  de  la  China,  en  el  archipié- 
lago Indiano  y  en  los  reinos  de  Siam  y  de  Cocliin- 
ctiina,  de  donde  parece  pasó  al  Indostan,  des- 

fmes,  mucho  mas  tarde,  á  la  Arabia,  y  en  fin  á 
as  partes  del  Asia  y  del  África  que  circundan 
el  Mediterráneo,  á  Etiopia,  á  Núbia,  etc. 

Antes  de  estas  trasmigraciones  de  la  planta , 
que  dieron  los  medios  de  fabricar  el  azúcar,  el 
uso  de  éste  se  iba  sucesivamente,  pero  con  len- 
titud, introduciendo  entre  los  Orientales.  Enton- 
ces era  indispensable  que  este  artículo  pasase , 
de  mano  en  mano ,  de  la  China  á  los  puertos  de 
la  India,  de  allí  al  golfo  Pérsico  ó  al  mar  Rojo,  y 
que  acabase,  por  conducto  de  las  caravanas , 
hasta  al  litoral  del  Mediterráneo,  el  círculo  que 
debía  recorrer.  Los  traficantes  de  aquellos  remo- 
tos tiempos  tenían  que  cargar  de  artículos  mas 
preciosos ,  y  que  embarazasen  menos  que  el  azú- 
car ,  y  nada  extraño  es  que  éste  hubiese  que- 
dado reducido  á  una  cosa  rara  y  casi  de  curio- 
sidad, debiéndose  en  verdad  el  desarrollo  de 
este  consumo  en  Europa  á  las  conquistas  de  los 
Árabes  ó  Sarracenos. 

Durante  el  siglo  IX,  los  Sarracenos,  dueños  de 
las  islas  de  llodes,  de  Chipre,  de  Creta  y  déla 
Sicilia,  introdujeron  en  estos  países  la  caña  de 
azúcar,  cuyo  cultivo  y  el  medio  de  utilizarla  les 
eran  familiares.  Entonces  ya  los  reinos  de  Valen- 
cia, de  Granada  y  de  Murcia,  en  España,  habían 
debido  la  naturalización  de  este  precioso  vegetal 
á  la  conquista  que  de  ellos  acababa  de  hacerse  i 
conservándose  las  plantaciones  hechas  hasta  el 
punto  de  que  en  1664  tenian  aun  importancia,  y 
;ü  presente  todavía  subsisten  algunas. 

Hacia  el  siglo  XII ,  los  comerciantes  venecia- 
nos se  proveían  de  azúcar  mas  barato  en  Sicilia 
que  en  Egipto. 

Las  cruzadas,  poniendo  los  pueblos  del  Occi- 
dente en  relación  con  los  Orientales  ,  y  por  otra 
parte  la  actividad  de  la  navegación  de  los  Vene- 
cianos y  de  otras  naciones  italianas,  extendieron 
el  gusto  y  la  necesidad  del  azúcar  en  toda  la  Eu- 
ropa occidental.  A  principios  del  siglo  XV,  los 
Españoles  y  los  Portugueses  llevaron  planteles  de 
caña  á  las  islas  Canarias  y  de  Madera;  y  supó- 
Jicse  también  que  de  esteúlümo  punto  la  caña 
pasó  al  JSuevo-Mundo ,  aunque  ciertos  historiado- 
res pretenden  que  erecia  ya  naturalmente  en  di- 
versos lugares  de  América.  Dicese  que  poco  tiem- 
po después  del  descubrimiento  de  la  América  por 
Cristóbal  Coiomb,  en  150,6  ,  Pedro  de  Arranza  la 
trasportó  á  Hispaniola,  actualmente  Santo  Domin- 
go, en  donde  se  multiplicó  tan  rápidamente  que, 
ai  cabo  de  doce  años,  esta  isla  poseía  28  trapi- 
ches; Miguel  Ballestro  extrajo  el  jugo  de  esta 
planta,  y  Gonzales  de  Vcloza,  con  el  ausilio  de 
operarios  procedentes  de  una  de  las  islas  Cana- 
nas, tuvo  la  gloria  de  ser  el  primero  que  obtuvo 
azúcar  en  el  Nuevo-Mundo.  A  estos  tres  hombres 
debe  la  América  una  de  sus  mas  preciosas  indus- 
trias, una  riqueza  de  muchos  miles  de  millones. 

El  azúcar  era  de  calidad  diferente  ,  según  los 
países  de  cultura  y  la  habilidad  de  los  produc- 


AZl 

lores ,  y  en  razón  de  los  procederes  defectuosos 
de  fabricación ,  circulaba  en  el  comercio  en  for- 
ma de  materia  negruzca,  en  masas  fáciles  de  di- 
vidir, grasientas  y  que  retenían  una  cantidad  no- 
table de  melote  ó  materia  mucoso- azucarada.  El 
de  Madera  parece  haber  gozado  de  cierta  supe- 
rioridad; el  de  la  Arabia  y  del  Egipto  al  contrario 
quedó  muy  defectuoso.  Hacia  fines  del  siglo  XV, 
los  Venecianos  inventaron  el  proceder  de  reti- 
narlo ,  arte  que ,  en  nuestra  época ,  ha  sido  ele- 
vado á  tanta  perfección. 

En  la  pequeña  isla  de  Santo  Tomas,  en  el  equa- 
dor,  perteneciente  á  los  Portugueses,  había,  á 
principios  del  siglo  XVI  (  hacia  1520),  un  gran 
número  de  ingenios,  que,  según  los  autores  con- 
í  temporáneos,  producían  mas  de  174,062  arrobas 
de  azúcar.  En  la  misma  época,  la  caña  traída  á 
Haití  por  los  Españoles  había  hecho  grandes  pro- 
gresos ,  y ,  favorecida  por  el  clima  y  el  terreno , 
daba  tres  á  cuatro  veces  mas  de  producto  que  en 
España,  habiendo  veinte  y  ocho  prensas  ocupa- 
das en  la  fabricación  del  azúcar. 

Este  cultivo ,  propagado  en  diferentes  puntos 
del  continente  americano,  adquirió  importancia 
en  el  Brasil ,  y  de  ahí  los  Portugueses  ejercieron 
el  monopolio  del  abastecimiento  de  azúcar  á  la 
Europa,  durante  la  fin  del  siglo  XVI  y  principios 
del  XVII,  debiendo  Lisboa  á  este  tráfico,  reuni- 
do el  comercio  de  la  India ,  la  época  de  su  mas 
grande  esplendor. 

Varias  fueron  las  causas  que  contribuyeron  á 
obstruir  este  manantial  de  riqueza.  El  Portugal 
cayó  bajo  el  yugo  de  la  España,  y  los  estableci- 
mientos de  las  otras  naciones  europeas  en  las 
Indias  occidentales ,  advirtiendo  que  les  faltaban 
consumidores  para  los  reducidos  productos  á  los 
cuales  se  habian  dedicado ,  comenzaron  á  pensar 
en  el  azúcar. 

El  cultivo  de  la  caña  se  había,  á  la  verdad, 
conservado  en  las  grandes  Antillas  sometidas  á 
la  España,  pero  con  tan  poca  importancia  que 
cuando  los  Ingleses  se  apoderaron  de  la  Jamai- 
ca,  en  1  656 ,  no  encontraron  en  ella  sino  tres  in- 
genios de  azúcar,  cuyo  número  no  tardaron  en 
aumentar.  En  la  Barbada,  desde  1646,  se  comen- 
zó á  exportar  azúcar ,  y  los  habitantes  se  mani- 
festaron tan  activos  que  el  comercio  de  esta  isla 
'ocupaba,  30  años  mas  tarde,  400  naves,  que 
juntas  hacian  60,000  toneladas. 

Esta  colonia  solo  producía  un  poco  de  mal  ta- 
baco, gengibre  y  algodón ,  cuando,  hacia  1641, 
algunos  plantadores  industriosos  se  procuraron 
del  Brasil  plánteles  de  cañas  que  dieron  buen  re- 
sultado, y,  en  un  nuevo  viaje,  acabaron  de  re- 
coger las  instrucciones  necesarias  para  sacar  un 
excelente  partido  de  ellas. 

Como  hemos  dicho ,  el  comercio  de  las  Antillas 
estaba  en  los  primeros  tiempos  abierto  á  todas 
las  naciones,  siendo  difícil  que  de  otro  modo  fue- 
se ,  porque  las  comunicaciones  de  islas  tan  veci- 
nas y  también  tan  popo  pobladas  apenas  podían 
ser  embarazadas.  Estas  plavas-  eran  sobre  todo 
frecuentadas  por  los  Holandeses ,  que  su  maravi- 
llosa actividad  hacia  acudir  á  todas  las  partes  en 


AZI 
donde  habia  algún  provecho  que  recoger;  pero 
la  mvidit  de  la  Inglaterra  determinó,  en  1651 , 
la  primera  promulgación  de  la  acta  de  navegación, 
<pie  aseguré  á  la  metrópoli  el  comercio  de  sus 
colonias,  y  que  sirvió  de  modelo  al  sistema  pro- 
hibitivo bajo  el  cual  casi  todos  los  establecimien- 
tos coloniales  gimen  aun. 

Bajo  el  imperio  de  las  leyes  que  han  asegurado 
á  cada  metrópoli  el  comercio  exclusivo  de  sus 
colonias,  y  algunas  veces  á  despecho  de  estas 
leyes,  la  producción  del  azúcar  se  fué  desarro- 
llando con  la  riqueza  de  los  consumidores.  Des- 
pués de  haber  satisfecho  á  las  necesidades,  ge- 
neralmente grandes ,  de  los  productores  mismos, 
fué  preciso  abastecer  á  la  Europa  y  la  costa  del 
Mediterráneo,  que  el  comercio  europeo  alimenta. 
Las  colonias  siguieron  la  suerte  de  la  madre  pa- 
tria particular,  siendo  á  su  vez  llamadas  á  lomar 
una  parte  mas  ó  menos  activa  en  el  abastecimien- 
to general.  Carecemos  de  documentos  exactos 
sobre  el  estado  de  este  comercio  en  diversas  épo- 
cas ,  y  tan  solo,  de  cuando  en  cuando,  se  encuen- 
tran algunas  noticias  de  sus  variaciones  principa- 
les. La  producción  de  Madera  y  de  Santo  Tomás 
reemplazó  é  hizo  decaer  la  de  la  Sicilia,  del  Egip- 
to y  de  la  Arabia.  Mas  tarde,  el  cultivo  de  Tierra- 
Firme  y  de  Méjico  trajo  la  reducción  del  de  la 
Andalucía.  El  Brasil,  en  fin,  bajo  la  dominación 
portuguesa,  llegó  á  ser  el  centro  principal  de  la 
producción,  y  hasta  mediados  del  siglo  XVIII, 
estuvo  en  posesión  de  abastecer ,  por  la  vía  de 
Lisboa,  á  casi  todos  los  mercados  de  Europa; 
continuando  á  tomar  parte  en  él  durante  todo  el 
periodo  del  desarrollo  de  las  colonias  rivales ,  y 
tan  solo  hacia  1720  á  1730  las  demás  naciones 
no  pudieron  proveerse  en  otra  parte.  El  Brasil,  en 
medio  de  sus  diversas  vicisitudes,  ha  quedado 
uno  de  los  puntos  mas  importantes  de  la  produc- 
ción actual. 

El  precio  del  azúcar  suministrado  por  el  Bra- 
sil ,  en  1  650 ,  y  cuya  cantidad  se  elevaba  de  5  á 
6.500,000  de  arrobas,  era  muy  subido,  pero  la 
competencia  de  las  Antillas  produjo  una  baja  gra- 
dual. Sin  embargo,  en  1736,  el  Brasil  exportaba 
aun  3.481,250  arrobas,  y  las  colonias  holandesas 
de  la  America  del  Sud,  1 .500,000  á  2.000,000  de 
arrobas  de  azúcar. 

En  las  posesiones  francesas ,  Santo-Domingo, 
la  única  isla  en  donde  el  cultivo  se  desarrolló,  en 
1726 ,  producia  1 .740,625  arrobas  de  azúcar;  en 
1767,  esta  cantidad  subió  á  5.415,939  arrobas; 
en  1776,  á  6.527,343  arrobas;  y  en  1790,  año 
de  la  revolución ,  á  cerca  de  7.136,562  arrobas. 
En  la  Martinica,  la  Guadalupe  y  Cayena,  en  1775 
la  exportación  junta  fué  de  cerca  de  1.91 4687  ar- 
robas de  azúcar. 

El  cultivo  emprendido  por  los  Ingleses  en  la 
Barbada,  en  1641 ,  y  protegida  por  ellos,  en  la 
Jamaica ,  con  mucho  vigor  ,  inmediatamente  des- 
pués de  la  conquista  de  esta  última  isla,  necesi- 
taba ,  como  en  todas  las  demás  colonias ,  á  imita- 
ción de  los  plantadores  portugueses ,  la  introduc- 
ción de  los  esclavos  de  África.  Los  resultados 
fueron  rápidos ,  v  dieron  un  grande  impulso  al 
38 


AZI  297 

comercio  británico.  La  cantidad  de  azúcar  impor- 
tado en  la  Gran-Bretaña,  que,  hacia  1731 ,  era 
de  cerca  de  2.800,000  á  3.200,000  arrobas,  fué 
aumentando  gradualmente  hasta  4.800,000  arro- 
bas, en  1780. 

Como  hasta  1760  las  colonias  de  Cuba  y  de 
Puei  to-Bico  no  dieron  extensión  á  la  producción 
del  azúcar ,  las  posesiones  españolas  del  conti- 
nente y  délas  islas  apenas  hasta  aquella  época 
habían  subvenido  á  las  necesidades  de  los  diver- 
sos países  sometidos  al  mismo  dominio  en  Améri- 
ca y  en  Europa. 

Puédese  pues  calcular  que  el  azúcar  que  pasa- 
ba al  comercio  europeo,  nace  mas  de  un  siglo, 
procedía  por 

3.481,250  arrobas  del  Brasil, 

2. 185,792  »       de  las  posesiones  holandesas. 

3.481,250  »       de  las  posesiones  inglesas. 

1.740,623  »      de  las  posesiones  francesas, 


10.888,91"  arrobas  de  azúcar, 

en  las  cuales  no  van  comprendidas  la  producción 
y  el  consumo  españoles. 

En  los  años  de  1775  á  1776  ,  hace  73  años,  el 
movimiento  comercial  podía  estimarse  así: 

1.914,681  arrobas  del  Brasil, 
6.962,500      »      de  las  islas  inglesas . 
2.610,937      »      de  las  posesiones  holand .» y  danesas, 
2.610.937      »      de  las  islas  españolas, 
7.223,593      »      de  las  Antillas  francesas, 


21.322,654  arrobas  de  azúcar, 


hecha  deducción  de  los  consumos  locales  y  de 
las  relaciones  establecidas  entre  las  colonias  de 
un  mismo  pueblo. 

Quince  años  después,  es  decir  en  la  época 
de  la  revolución  francesa ,  este  estado  de  co- 
sas habia  experimentado  algunas  mudanzas.  La 
guerra  emprendida  por  la  independencia  de  los 
Estados  Unidos  habia  primero  perturbado  la  pro- 
ducción en  diversos  puntos ;  pero  seis  ó  siete 
años  de  paz ,  que  se  sucedieron  después  del  tra- 
tado de  1783 ,  fueron  suficientes  para  que  el  cul- 
tivo se  desarrollase  otra  vez ,  sobre  todo  en  las 
posesiones  francesas.  En  1789,  la  Francia,  que 
se  hallaba  con  medios  de  dominará  los  mercados 
de  la  Europa ,  recibió  8.267,968  arrobas  de  azú- 
car de  sus  diversas  colonias. 

No  es  fácil  seguir  las  diferentes  fases  del  comer- 
cio de  los  azúcares  durante  el  largo  periodo  de 
la  guerra  que  duró  desde  1792  hasta  1815.  Esta 
cuarta  parte  de  siglo  presentó  fenómenos  extraor- 
dinarios, resultantes  déla  viva  lucha  empeñada 
entre  las  naciones  europeas.  La  suerte  de  las  ar- 
mas sucesivamente  hizo  caer  entre  las  manos  de 
los  Ingleses  á  una  gran  parte  de  las  colonias  pro- 
ductoras de  azúcar ;  y ,  en  razón  de  la  situación 
del  continente  europeo  ,  las  que  no  estaban  ocu- 
padas por  ellos,  no  tenían  igualmente  sino  el 
mercado  inglés  por  salida.  La  única  excepción 
residía  en  los  Estados-Unidos,  mientras  que  les 
fué  posible  conservar  su  neutralidad,  de  modo 
que  de  1801  á  1812  inclusive,  importaron,  término 

tomo  i. 


298  AZU 

medio  por  año  ,  4.699,687  arrobas  de  azúcar,  del 
que  guardaron  2.001,718  para  su  consumo,  y  re- 
vendieron 2.697,968  en  los  demás  mercados. 

Con  la  paz  de  1815  y  la  restitución  de  una 
parte  de  las  colonias  conquistadas  por  la  Ingla- 
terra, fué  normalizándose  de  nuevo  el  comercio 
de  los  azúcares. 

Producción  actual  del  azúcar. 

El  azúcar  ha  entrado  en  el  consumo  alimenticio 
de  casi  todos  los  pueblos,  debiéndose  tan  solo  ex- 
ceptuar aquellos  á  quienes  la  miseria,  reuniendo 
sus  efectos  á  los  de  un  clima  riguroso,  prohibe 
su  uso,  pues  en  las  regiones  tropicales  pocas  na- 
ciones se  ven  privadas  de  él.  En  los  países  frios 
ó  templados  su  consumo  es  tanto  mayor  en  cuan- 
to la  civilización  y  la  riqueza  están  en  ellos  mas 
desarrolladas;  así  es  que  la¡Gran-Bretaña  se  ade- 
lanta de  mucho  á  las  demás  naciones  en  la  pro- 
porción de  este  uso ,  y  también  esta  potencia  es 
la  que  posee  las  colonias  productoras  de  azúcar 
mas  importantes. 

La  producción  general  del  azúcar  comprende 
dos  sistemas  diferentes  cuya  separación  e6tá  ter- 
minantemente trazada  por  la  geografía :  la  pro- 
ducción occidental  y  la  producción  oriental. 

La  producción  occidental  es  la  que  tiene  lugar 
en  las  islas  y  en  el  continente  de  anuías  Américas, 
y  también  en  las  islas  del  mar  de  África  (Mauricio 
y  Borbon).  Esta  producción  ha  sido  desarrollada 
por  las  diversas  naciones  europeas,  en  las  colo- 
nias que  ellas  han  fundado,  por  medio  del  traba- 
jo de  la  raza  negra  importada  de  África,  someti- 
da á  la  esclavitud  y  reconocida  única  capaz  de 
resistir  á  un  trabajo  regular  bajo  los  trópicos. 
Los  progresos  de  la  razón  humana,  y  causas  muy 
diversas  para  ser  brevemente  señaladas  y  discuti- 
das, han  traido  durante  el  última  siglo  importan- 
tes variaciones  en  el  antiguo  estado  de  cosas.  To- 
dos los  pueblos,  excepto  los  antiguos  colonos 
portugueses  y  españoles ,  han  renunciado  al  co- 
mercio de  negros ,  es  decir  á  una  renovación  de 
esclavos  por  importación  directa.  La  Gran-Breta- 
ña ha  ido  mas  lejos,  ha  convertido  el  trabajo  for- 
zado á  cargo  por  el  amo  de  proveer  á  las  necesi- 
dades del  trabajador,  en  trabajo  asalariado  y  li- 
bremente consentido.  Todavía  no  pueden  ser 
apreciados  los  resultados  de  esta  prueba ,  pero 
parece  deben  ser  una  poderosa  causa  de  disminu- 
ción en  la  producción  cuya  importancia  vamos  á 
indicar. 

La  producción  en  los  países  sometidos  ala  Gran 
Bretaña,  tomando  el  medio  de  los  años  1833  y 
1834,  puede  juzgarse  á  19.970,538  arrobas. 

El  producto  medio  de  las  cuatro  colonias  fran- 
cesas ,  tomado  de  la  cosecha  de  los  años  trascur- 
ridos desde  1831  á  1835,  es  de  6.895,050  ar- 
robas. 

A  falta  de  documentos  bien  exactos,  la  pro- 
ducción de  la  Guiana  y  de  las  islas  holandesas 
puede  valuarse  á  2.785,000  arrobas,  y  la  délas 
islas  danesas  y  suecas  á  870,312  arrobas. 

La  producción  de  nuestra  isla  de  Cuba,  que, 


AZU 

pocos  años  ha,  era  solo  de  6.962,500  arrobas, 
en  1835  fué  de  8.640,625  arrobas,  y  en  1826 
ascendió  á  9.067.925  arrobas.  * 

La  exportación  oficial  de  Puerto-Rico  fué ,  en 
1837,  de  1.827,656  arrobas;  pero  como  tan  solo 
los  Estados-Unidos  importaron  de  dicho  punto,  de 
1836  á  1837,  la  cantidad  de  1.479,531  arrobas, 
ha  de  suponerse  que  la  producción  debe  ser  algo 
mayor. 

El  Brasil  exporta  120  á  125,000  cajas  de  azú- 
car, procedentes  3/5  de  Bahía,  l/«  de  Rio-Ja- 
neiro,  3/í0  de  Pernambuco,  y  Ví0  de  Parai'ba, 
que  pueden  dar  en  peso  un  total  de  6.527,343  ar- 
robas. 

La  Luisiana ,  favorecida  por  el  subido  derecho 
del  arancel  que  afecta  al  azúcar  extranjero ,  ha 
encontrado  una  salida  importante  en  el  inte- 
rior de  los  Estados-Unidos.  El  cultivo  de  la 
caña  es  allí  productivo ,  y  aunque  de  vez  en 
cuando  comprometido  por  el  clima ,  la  cosecha 
puede  valuarse  á  anualmente  de  80  á  100,000 
barricas,  que  dan  un  peso  cerca  de  5.221,875  ar- 
robas. 

*•  Como  estos  datos  son  tomados  de  los  escritos  del  Sr.  D. 
L  Rodet ,  para  corregir  las  equivocaciones  en  que  quizás 
haya  podido  incurrir  respecto  á  la  producción  de  la  isla  de 
Cuba ,  copiamos  del  Diario  de  la  Marina  ,  correspondiente  al 
Io  de  enero  de  1852  ,  los  siguientes  datos  estadísticos  de 
origen  oficial  ,  por  los  cuales  además  puede  apreciarse  la 
producción  hasta  el  presente. 

Estado  general  de  las  arrobas  de  azúcar  exportadas  de  esta 
isla  desde  el  ario  de  1786  hasta  el  de  1850. 


Quinquenio. 


Total  arrobas.  Año  común,     s     •§ 


l.r     1786  á  1790.       5. 43»,  192       1.090,438      »      » 
2.°     1191  á.  1795.       "7.572,600       1.514,520     39     » 
3.'     1796  á  1800.     11.466,776       2.293,355     51     » 
4.°     1801  á  1805.     14.823,270       2.964,651     29     » 
5.°     1806  á  1810.     15.101,200       3.020,240     20     » 
6.°     1811  á  1813.     14.493,756       2  898,751      »      4 
7.°    1816  á  1820.     18.038,206       3.611,641     25     » 
8.°     1821  á  1825.     24.526,581       4.905,316     39     » 
9.°     1826  á  1830.     32.540,689       6.508,137     33     » 
10.°     1831  á  1833.     39.467.878       7.893,575     21     » 
11.°     1836  á  1840.     50.742,777     10.148,553     29     » 
12.°     1841  á  1843.     64.338.492     12.867,698     25     » 
13.°     1846  á  1850.     93.432,300     18.690,460     45     » 
Aumento  del  13.°  quinquenio  sobre  el  1.°  1614  por  100. 
Aumento  anual  en  los  63  años  25  por  100. 
La  protección  señalada  que  mereció  al  gobierno  de  la  me- 
trópoli desde  muy  temprano  el  cultivo  del  azúcar  nos  lo  pre- 
senta ya  en  1786  bastante  crecido  para  dar  lugar  á  una  ex- 
portación considerable.  A  su  lomento  contribuyeron  también 
desde  luego  las  mayores  facilidades  dadas  al  comercio,  el  au- 
mento debrazos  en  los  primeros  años  del  presente  siglo  y  la 
decadencia  de  Santo  Domingo ,  de  modo  que  al  parecer  hu- 
biera lomado  mas  vuelo  si  los  sucesos  políticos  narto  cono- 
cidos de  la  guerra  con  Inglaterra  y  la  de  esta  nación  con  los 
Estados-Unidos  no  hubiesen  venido  á  perjudicarlo.  Estas  son, 
pues,  las  causas  que  explican  las  intermitencias  del  quinto  y 
séptimo  quinquenio. 

En  cuanto  á  la  exportación  de  1831 ,  sin  embargo  de  que 
no  es  posible  la  tengamos  hoy  completa  de  toda  la  isla,  no 
será  difícil  demostrar  que  esla  muy  Icjos.de  haber  descendido: 
los  tres  solos  puertos  de  la  Habana  ,  Matan¿as  y  Cárdenas 
exportaron  en  los  siete  primeros  meses  15.775.104  arrobas, 
esto  es',  2. 451, 200  mas  que  en  igual  período  de  1851. 


AZI 

Méjico,  la  América  central,  las  repúblicas  do 
l;i  Colombia  y  llaiti  cultivan  también  azúcar;  pe- 
ro el  consumo  local  absorbe  este  producto ,  que 
al  presente  no  tiene  importancia  comercial. 

En  resumen,  según  los  datos  precedentes,  la  pro- 
ducción occidental  del  azúcar  está  distribuida  en 

20.017,18"  arrobas  de  las  colonias  inglesas, 

6  962,500  »                  »       francesas, 

2.785,000  »                  »      holandesas, 

870,312  »                      »      danesas  y  suecas, 

9.510,937  »  de  Cuba, 

¿.175,781  »  de  Puerto-Rico, 

6.527,343  »  del  Brasil. 

5.221,875  »  de  la  Luisiana, 

Totvl:  51.070,935  arroba?. 

La  producción  oriental  es  la  que  comienza  en 
la  punía  de  la  Arabia  y  se  extiende  al  través  del 
mar  de  las  Indias  y  el  océano  Pacífico  hasta  las 
costas  occidentales  de  la  América.  Toda  la  zona 
tropical  de  este  vasto  hemisferio  puede  producir 
azúcar ,  pero  limitándonos  no  mas  que  á  los  pun- 
tos en  donde  este  artículo  ha  quedado  un  artículo 
de  comercio ,  observamos  que  aun  tan  solo  en  los 
lugares  vivificados  por  la  industria  europea  la 
producción  ha  adquirido  cierto  grado  de  desarro- 
llo, difícil  todavía  de  valuar. 

En  la  India  la  caña  de  azúcar  es  cultivada  en 
casi  todas  partes,  haciéndose  un  grande  uso  de 
ella  en  el  estado  fresco,  por  cuyo  motivo  es  sobre- 
todo en  las  cercanías  de  las  grandes  poblaciones 
en  donde  da  el  producto  mas  ventajoso,  consti- 
l  o  vendo  entonces  el  objeto  de  un  pequeño  culti- 
vo. La  caña  es  también  llevada  al  molino,  y,  por 
procederes  que  conservan  toda  su  nativa  rudeza, 
N  extrae  de  ella  un  jugo,  que  se  convierte  en 
ima  materia  azucarada  que  recibe  diferentes  nom- 
bres, según  resulte  masó  menes  purilicada  y 
descolorada,  siendo  la  mejor  el  Chcni  ó  Azúcar 
blanco ,  que  se  coloca  en  sacos ,  y  se  recibe  en 
Europa  sobre  todo  de  Benarés  y  de  Bengala  por 
la  vía  de  Calcuta.  La  costa  occidental  de  Mala- 
bar, Ceilan ,  y  una  parte  de  la  costa  oriental  ó 
de  Coromandel,  reciben  de  Bengala,  de  Manila 
y  ile  los  demás  países  del  este,  y  también  de  la 
Ua  Mauricio,  una  porción  de  azúcar  que  allí 
se  consume.  La  situación  precaria  de  las  colonias 
occidentales  de  la  Gran-Bretaña  ha  dado,  sin  em- 
bargo, importancia  al  cultivo  de  la  caña  de  azú- 
car en  el  interior  de  las  posesiones  inglesas  de 
la  India ;  el  azúcar  que  de  ellas  procede  es  ad- 
mitido en  Inglaterra  con  un  derecho  común  con 
el  de  las  plantaciones  británicas ,  y,  en  conse- 
cuencia ,  nuevas  empresas  procuran  luchar  con- 
tra las  dificultades  que  el  sistema  á  que  está 
sujeta  la  propiedad  de  la  tierra,  la  pobreza  de  los 
habitantes,  el  alejamiento  de  la  metrópoli ,  y  un 
sin  número  de  otras  causas,  cuyo  examen  no  es 
de  este  lugar ,  se  suscitan  para"  contrabalancear 
esta  especulación.  La  presidencia  de  Bengala  es 
el  principal  foco  de  esta  producción,  exportando 
para  las  demás  partes  de  la  India ,  el  golfo  Pér- 
sico ,  la  Arabia ,  etc. ,  azúcar  cuyo  curso  no  se- 
guiremos ,  pero  sí  debemos  hacer  constar  que 
salieron  de  Calcuta: 


AZI 


299 


De  1836  á  1837  De  1837  á  1838 

Para  la  Gran-Bretaña,  30Í.860  maunds...  595,851  maunds. 

Para  la  Francia, 4,509        »  1 .004        » 

Para  el  resto  de  la 
Europa  y  América,    14.277         »  34,106        » 

383,646  niannds..     630,961  iicnuids-, 
que  hacen....  1.243,747  arrobas..  2.045,521  arrobas. 

En  seguida  es  preciso  pasar  el  estrecho  de  la 
Sonda  para  encontrar  el  azúcar  en  el  comercio: 
Java,  que  ha  aprovechado  de  la  perseverancia  ho- 
landesa, ha  llegado  á  mas  de  doblar  su  produc- 
ción, exportando,  en  1837,  676.000  peculs,  ó  mas 
de  3.481,250  arrobas. 

Manila  y  las  Filipinas,  en  1834,  exportaron 
133,000  peculs;  en  183o,  197,000  peculs,  y  en 
1836,  218,000  peculs.  Esta  última  cantidad  re- 
presenta mas  de  1 .044,375  arrobas. 

La  China  no  tiene  un  comercio  regular  de  azú- 
car, pero  puede  suministrar  una  cantidad  notable 
si  se  le  pide;  las  exportaciones  desde  \.°  de  juli'j 
de  1836  á  30  de  junio  de  1837  fueron  : 


Por  buques  ingleses,  .  . 
Por  buques  americanos, 


~>.r,i  peculs, 

31.417     » 


Total:  ....  110.689  peculs  ó  839,974  arrobas. 

La  Cochinchina,  Siam  y  las  Islas  del  archipié- 
lego  Males,  que,  juntamente  con  los  países  que 
acabamos  de  citar,  trafican  en  Singapore ,  pue- 
den suministrar  también  mucho  azúcar  ;  pero,  en 
el  estado  actual ,  el  movimiento  no  parece  exce- 
der de  261,093  arrobas. 

El  azúcar  de  la  India  central  tiene  poco  grano, 
queda  á  menudo  húmedo,  y  su  matiz  varia  del 
blanco  al  rojo  claro ;  el  azúcar  de  Manila  es  gra- 
nado y  parduzeo;  el  azúcar  de  Java  es  bástanle 
blanco  y  está  en  masas  pulverulentas;  el  azúcar 
de  China,  Cochinchina,  etc.,  es  algunas  veces 
cande,  y  oteas  se  presenta  en  pequeños  cristales 
brillantes,  y  de  una  excelente  fabricación. 

Dos  grandes  causas  concurren  á  embarazar  la 
producción  oriental  del  azúcar :  la  una  es  la  dis- 
tancia entre  los  lugares  en  que  se  puede  culti- 
var la  caña  y  los  mercados  de  Europa,  y  el  au- 
menlo  de  precio  consiguiente  del  flete;*  la  otra 
la  carencia  de  necesidades  de  parte  de  los  pro- 
ductores, que  reduce  á  poca  cosa  el  comercio  de 
cambio,  y  paraliza  las  relaciones  que  con  ellos 
se  podrían  mantener. 

El  resumen  de  la  producción  oriental  del  azú- 
car, por  lo  que  interesa  al  comercio,  es 

1 . 7  4  0  C  2  5  arrobas  de  Bengala , 
1.131,406        »     de  Manda, 
3. 481.250        »     de  Java, 

649.833        >     de  la  China, 

261 ,093        »     de  la  Cochinchina,  Siam,  etc. , 


7 .264,207  arrobas  .  que,  reunidas  á 
54.070,935        »     de  la  producción  occidental, 

se  tienen  61.333,1 42  arrobas  de  azúcar, 
ó  cerca  de  800,000   toneladas  de  navegación 
para  el  trasporte  de  este  articulo ,  asegurado  á 
las  naciones  comerciales. 
Sin  larguísimas  indagaciones  no  podríamos  re- 


300  AZÜ 

correr  los  diversos  cambios  por  que  pasa  el  azú- 
car hasta  los  lugares  de  consumo.  Sea  de  Ma- 
nila directamente,  sea  de  Singapore,  se  expide 
mucho  azúcar  para  Madras,  Rombay,  la  Ara- 
bia, Chile,  la  Australia,  etc.,  debiendo  deducir 
de  la  producción  oriental  á  lo  menos  mas  de 
1.000.000  de  arrobas  para  este  objeto.  También 
es  menester  hacer  de  la  producción  occidental 
una  deducción  para  el  que  va,  sea  directamente, 
sea  por  conducto  de  los  Estados-Unidos,  á  la 
América  del  Sud,  etc.,  y  600.000  a  700.000  ar- 
robas, que  la  Gran-Bretaña  ó  sus  colonias  azu- 
careras suministran  á  sus  colonias  del  norte  de 
América,  á  la  Nueva-Gale  del  Sud  y  ala  tierra 
de  Van-Diemen.  Después  de  esto,  quedan  apro- 
ximadamente 58.746.093  arrobas  para  el  con- 
sumo de  la  Europa,  del  Mediterráneo  y  de  los 
Estados-Unidos.  La  repartición  puede  ser  estima- 
da al  presente  á 

17.281.280  arrobas  para  las  islas  Británicas, 

5.482.908      »      para  la  Francia, 

8,040.023  »  para  los  Estados-Unidos  ,  tanto 
do  sus  producciones  de  la  Lui- 
slana  como  de  sus  importaciones , 

2.010.931  >>  para  la  Rusia, 
Las  24.730.313  arrobas,  sobre  las  cuales  carecemos  de 
datos  exactos,  se  reparten  éntrelos  Paises-Bajos,  la  Bélgica, 
la  Alemania ,  la  Dinamarca ,  la  Suecia  ,  los  Estados  austría- 
cos ,  la  Italia  ,  la  Grecia  ,  la  Turquía  ,  el  Egipto  ,  el  África 
septentrional ,  la  España  y  el  Portugal. 

Caradores  del  azcúar  de  caña. 

El  azúcar  común  ó  de  caña  puro  se  presenta  en 
masa  blanca ,  inodora ,  formada  por  la  agrega- 
ción de  pequeños  granos  cristalinos;  pero  crista- 
liza en  prismas  romboidales  de  puntas  diedras, 
que  so  obtienen  fácilmente  por  la  evaporación 
lenta ,  en  una  estufa ,  de  una  disolución  acuosa 
concentrada  á  37°  del  areómetro.  Estos  cristales, 
conocidos  bajo  el  nombre  de  Azúcar  cande  ó  can- 
dió Azúcar  piedra,  son  trasparentes  y  muy  blan- 
cos, cuando  obtenidos  de  una  disolución  de  azú- 
car puro,  siendo  su  densidad  de  1,606. 

El  azúcar  cande  es  bastante  común,  en  el  co- 
mercio, pero  lo  es  mucho  mas  el  azúcar  en  for- 
ma de  panes  cónicos,  compactos,  duros  y  sono- 
ros, cuya  fractura,  granada,  cristalina,  y  pare- 
cida á  la  del  mármol  blanco,  sirve  de  tipo,  bajo 
el  nombre  de  fractura  sacaroidea ,  á  todas  las 
que  tienen  analogía  con  ella.  El  aspecto  que  ofre- 
ce esta  fractura  es  el  resultado  de  una  cristaliza- 
ción confusa. 

El  azúcar  es  inalterable  al  aire  seco.  Su  sabor, 
que  lodo  el  mundo  conoce ,  es  sensiblemente  mo- 
dificado por  la  pulverización  y  la  raspadura,  lo 
que  debe  atribuirse  á  la  alteración  que  produce  el 
calor  desarrollado  por  el  frote  del  majadero  ó  del 
rallo ,  que  haciéndole  experimentar  un  princi- 
pio de  carbonización ,  ie  hace  contraer  un  ligero 
gusto  de  empireuma.  Este  fenómeno  tiene  analo- 
gía con  el  que  producimos  á  cada  instante  frotan- 
do vivamente  las  manos  la  una  contra  la  otra , 
«me  entonces  se  percibe  manifiestamente  un  olor 
de  asta  tostada,  que  atestigua  un  principio  de 
combustión  determinada  por  el  frote. 


\7X 

Reducido  á  pedacitos,  en  la  oscuridad,  el  azú- 
car llega  á  ser  fosforescente  por  espacio  de  al- 
gunos instantes ,  lo  que  supone  también  en  este 
caso  haber  alteración  de  algunas  de  sus  molé- 
culas. 

A  la  temperatura  de  210°  á  220°,  el  azúcar  se 
licúa  tomando  primero  un  color  amarillo  y  des- 
pués moreno,  difunde  un  olor  picante,  se  hincha, 
y  toma  el  aspecto  de  un  liquido  aceitoso,  cuyo 
color  definitivo  es  el  moreno  rojizo.  Este  nuevo 
producto ,  que  es  ligeramente  amargo  y  del  todo 
incristalizable,  es  lo  que  se  llama  Caramelo,  y 
tan  solo  se  obtiene  como  consecuencia  de  la  alte- 
ración del  azúcar,  que  pierde  tres  átomos  de 
agua,  al  propio  tiempo  que  desprende  vestigios 
de  ácido  acético  y  de  materias  aceitosas  que  se 
forman  á  expensas  de  sus  elementos;  á  una  tem- 
peratura mas  elevada,  el  caramelo  produce  ga- 
ses inflamables ,  y  por  último  no  deja  sino  un 
residuo  de  carbón  igual  al  cuarto  de  su  peso.  Fi- 
nalmente, cuando  el  azúcar  es  expuesto  súbita- 
mente al  calor  rojo,  al  libre  contacto  del  aire,  se 
inflama  con  una  especie  de  explosión ,  dando  lu- 
gar á  una  llama  blanca  con  un  tinte  azulado  en 
sus  bordes. 

El  azúcar  se  disuelve  en  la  mitad  de  su  peso 
de  agua  fría,  y  en  todas  proporciones  en  el  agua 
hirviendo.  Su  disolución  saturada  en  el  agua 
fría,  que  lleva  el  nombre  de  Jarabe,  se  conser- 
va muy  bien  á  la  temperatura  ordinaria ,  en  va- 
sos tapados ;  pero  diluida  en  agua  ó  expuesta  á 
los  rayos  solares  y  al  aire ,  se  altera  con  pronti- 
tud experimentando  la  fermentación  alcohólica ; 
también  se  altera  cuando  se  tiene  por  mucho  tiem- 
po en  el  fuego ,  trasformándose  en  este  caso  en 
azúcar  incristalizable,  y  tomando  el  color  oscuro 
particular  del  melote. 

Hemos  visto  que  haciendo  evaporar  lentamente 
una  disolución  saturada  de  azúcar  se  obtiene  el 
azúcar  cande;  si  cuando  hecha  la  disolución,  en 
vez  de  evaporarla  lentamente,  se  somete  auna  eva- 
poración rápida,  hasta  que  echando  un  poco  de 
ella  en  agua  fria  se  condense  en  una  masa  consis- 
tente que  no  adhiera  á  los  dedos ,  y  entonces  se 
vierte  sobre  una  tabla  de  mármol  ligeramente  un- 
tada de  aceite,  se  obtiene  lo  que  se  llama  Azúcar 
de  cebada ,  nombre  que  procede  de  que  antigua- 
mente se  empleaba  para  esta  disolución  un  coci- 
miento de  cebada.  En  este  nuevo  estado  el  azúcar 
es  trasparente  y  amorfo ,  y  presenta  un  caso  de  di- 
morfismo evidentemente  análogo  al  que  ofrece 
el  azufre  blando,  y  debido  ciertamente  á  la  misma 
causa.  Lo  que  hay  sobre  todo  de  notable  y  de 
particular  en  esta  propiedad  del  azúcar ,  es  que 
los  cilindros  de  azúcar  de  cebada ,  que  son ,  co- 
mo acabamos  de  decir,  trasparentes,  no  conser- 
van este  carácter ,  y  pasan  á  ser  de  una  opaci- 
dad completa  con  el  tiempo.  Rompiendo  un  cilin- 
dro, vése  muy  bien  que  este  último  efecto  es 
producido  por  un  una  cristalización  fibrosa ,  cu- 
yos cristales,  partiendo  de  la  circunferencia,  van 
a  reunirse  en  el  eje,  cristalización  que  no  puede 
además  explicarse  sino  por  un  desalojamiento  de 
las  moléculas,  pero  cuya  causa  primera  es  evi- 


AZU 
(lentamente  una  pérdida  de  calor  experimentada 
por  el  azúcar ,  como  esto  sucede ,  según  lo  ha 
demostrado  el  Sr.  Regnault ,  en  la  trasformacion 
del  azufre  blando  en  azufre  duro.  El  mismo  efec- 
to tiene  lugar  en  el  Azúcar  de  manzana,  el 
cual,  á  decir  verdad,  difiere  del  azúcar  de  ceba- 
da solamente  en  que  se  añade  al  jarabe  un  poco 
de  jalea  de  manzana  y  de  agua  de  azahar  ó  esen- 
cia de  limón  para  aromatizarlo.  Los  confiteros 
diríjen  todos  sus  esfuerzos  á  conservar  los  azúca- 
res de  cebada  y  de  manzana  en  el  estado  traspa- 
rente, añadiendo  ,  para  esto,  vinagre  al  jarabe 
que  sirve  para  producirlos,  pero  así  se  retarda  la 
conversión  en  azúcar  opaco ,  sin  que  se  impida. 

El  azúcar  se  disuelve  bastante  bien  en  el  aguar- 
diente ó  espíritu  de  vino  débil,  pero  el  alcohol 
rectificado  nada  le  disuelve  en  frió ,  y  poco  á  una 
temperatura  elevada.  Con  el  aguardiente  azuca- 
rado y  diversamente  aromatizado  se  preparan  to- 
dos los  licores  de  mesa.  El  azúcares  del  todo  in- 
soluble  en  el  éter. 

La  composición  del  azúcar  prismático  crista- 
lizado es  : 


En  peso. 


En  volumen.  En  átomos. 


Güy-Lussac  v  Thenard.  Berzélius.  Berzélius.  Thomson. 

Carbono 42,47     44.200  12  6 

Oxígeno 50,63    49,015  10  5 

Hidrógeno.  .  .  .     6,90      6,785  21  11 

Esta  composición  es  mas  ó  menos  alterada  por 
la  mayor  parte  de  los  ácidos.  Los  ácidos  débiles 
y  los  ácidos  vegetales  trasforman  al  azúcar  pris- 
mático en  azúcar  de  uva,  siendo  muy  frecuente 
esta  trasformacion  en  las  coníituras  y  en  los  ja- 
rabes ácidos.  El  ácido  sulfúrico  concentrado  lo 
ennegrece  al  instante  trasformándolo  en  una  ma- 
teria carbonosa,  designada  por  los  químicos  con 
el  nombre  de  Acido  úlmico.  El  ácido  nítrico  es  el 
que  en  particular  obra  sobre  el  azúcar  de  la  ma- 
nera mas  notable ,  porque  lo  trasforma  en  ácido 
oxálico ,  por  la  acción  del  calor ,  lo  que  debe  á  la 
propiedad  que  tiene  de  ceder  muy  fácilmente  su 
oxígeno  á  los  elementos  combustibles  en  presen- 
cia de  los  cuales  se  le  coloca. 

El  azúcar  forma  combinaciones  salinas,  llama- 
das Sacaratos  ó  Azucáralos ,  con  la  potasa,  la 
sosa ,  la  cal  y  los  demás  óxidos  metálicos ,  los 
cuales  son  incoloros  y  mas  ó  menos  solubles  en  el 
agua.  Obtienéseles  poniendo  los  óxidos  en  con- 
tacto con  una  disolución  acuosa  de  azúcar.  Entre 
los  diversos  azucaratos  que  han  sido  estudiados, 
el  mas  notable  es  sin  contradicción  el  azucarato 
de  cal,  que  comparte  con  muchas  sales  formadas 
por  la  cal  una  propiedad  que  posee  de  una  ma- 
nera que  puede  decirse  exajerada;  está  dotado 
de  una  solubilidad  que  decrece  á  medida  que  la 
temperatura  se  eleva. 

Finalmente,  el  azúcar  se  distingue  por  su  sa- 
bor dulce  y  en  el  olor  particular  que  difunde 
echándolo  sobre  las  ascuas.  Su  disolución  acuosa 
no  tiene  acción  sobre  la  tintura  de  tornasol  y  el 
jarabe  de  boletas,  no  precipita  por  ninguna  di- 
solución metálica  capaz  de  unirse  con  el  agua  sin 
descomponerla ;  pero  puesta  en  contacto  con  un 


AZU  30 t 

poco  de  lavadura  de  cerbeza,  y  abandonada  á  sí 
misma  á  una  temperatura  de  +  '&  á  -f  20°,  se 
descompone  poco  á  poco  produciendo  gas  ácitlo 
carbónico  que  se  desprende,  y  alcohol  que  que- 
da en  solución  en  el  líquido.  "Calcinando  el  azú- 
car puro  en  un  crisol  de  platino,  deja  un  carbón 
ligero  y  poroso  que  arde  sin  residuo  al  contacto 
del  aire. 

Falsificación  del  azúcar  de  caña. 

La  adulteración  del  azúcar ,  (iuc  raras  veces 
tiene  lugar  en  nuestro  país,  es  bastante  común 
en  Francia,  en  donde  los  fabricantes  se  esfuerzan 
en  aumentar  el  peso  de  este  artículo  y  en  dar  me- 
jor aspecto  á  sus  bajas  calidades.  A  dicho  objeto 
emplean  la  arena,  el  azúcar  de  fécula,  el  azúcar 
de  leche,  la  creta,  la  fécula  de  patatas ,  la  hari- 
na y  el  yeso. 

Para  reconocer  si  el  azúcar  contiene  arena, 
creta,  yeso,  fécula  de  patatas,  ó  harina,  basta 
tratarlo  con  agua  fria,  en  cuyo  caso  las  tres  pri- 
meras sustancias  se  posan  en  el  fondo  del  vaso, 
y  el  azúcar  se  disuelve  en  su  totalidad.  Si  la  di- 
solución queda  turbia,  lechosa,  y  tarda  en  po- 
nerse trasparente,  es  señal  de  que  contiene  fécula 
ó  harina,  lo  que  se  reconocerá  añadiéndola  al- 
gunas gotas  de  tintura  de  yodo ,  que  al  instante 
la  hará  tomar  un  color  azul  característico. 

Para  descubrir  el  azúcar  de  fécula  ó  glucosa, 
se  disuelve  en  agua  el  azúcar  que  se  cree  adulte- 
rado; el  azúcar  puro  se  disolverá  al  momento, 
y  la  glucosa  quedará  por  algún  tiempo  en  el  fon- 
do del  vaso,  por  ser  mucho  menos  soluble.  El  me- 
jor medio  consiste  en  tratar  la  disolución  de 
azúcar  con  la  potasa  cáustica,  al  calor  de  la  ebu- 
llición ,  que  tiene  la  propiedad  de  comunicar  á  la 
glucosa  un  color  pardo  negro. 

La  facilidad  con  que  el  azúcar  de  caña  se  di- 
suelve en  frió  en  el  aguardiente,  ofrece  un  medio 
de  reconocer  cuando  está  mezclado  con  azúcar 
de  leche,  el  cual  es  insoluble  en  este  líquido. 
Este  fraude,  muy  común  en  Francia  dorante  la 
guerra  continental,  cesó  al  restablecimiento  de 
sus  relaciones  con  las  colonias. 

Cuando  el  azúcar  ha  sido  mal  refinado ,  ha  si- 
do clarificado  con  cola  y  conserva  aun  jarabe , 
le  queda  un  olor  desagradable,  y  hasta  se  de- 
sarrollan en  él  larvas  bastante  semejantes  á  las 
del  queso ,  que  tienen  pelos  en  su  cuerpo,  etc., 
alojándose  en  estuches  que  hacen  con  el  papel 
que  envuelve  el  azúcar.  Pallas  habla  también  de 
gusanos  plateados  que  atacan  el  azúcar.  La  ma- 
la refinación,  pues,  del  azúcar  puede  ser  consi- 
derada como  una  alteración  de  este  producto. 

Al  azúcar  de  pilón  ó  de  pan  se  le  da  á  veces 
un  reflejo  azulado  por  medio  del  azul  de  cobalto, 
lo  que  lo  hace  nocivo  á  la  salud ,  porque  ocasio- 
na cólicos  muy  peligrosos. 

Reposición  y  elección  del  azúcar  de*  caña. 

liase  observado  que  el  azúcar  bruto  que  viene 
de  América ,  y  con  mas  razón  el  de  la  India ,  se 


302  AZU 

calienta  en  las  barricas  ó  cajas,  y  liene  una  pér- 
dida de  cerca  de  un  décimo  de  la  materia  azu- 
carada; el  Sr.  Pajot  des  Charmes  propone  impe- 
dir esta  deterioración ,  debida  á  la  fermentación, 
por  medio  del  carbón. 

Aunque  el  azúcar  sea  inalterable  al  aire,  al  rae 
la  humedad  de  la  atmósfera ,  y  se  reblandece 
tanto  mas  cuanto  es  de  mas  inferior  calidad ,  de 
lo  que  se  deduce  la  conveniencia  de  conservarlo 
en  un  lugar  seco. 

El  azúcar  debe  escogerse  sólido,  ligero,  muy 
blanco  y  muy  dulce,  brillante,  duro,  no  espon- 
joso y  que  se  disuelva  pronto  en  el  agua. 

Comercio  del  azúcar  de  caña  en  España. 

En  el  comercio,  según  la  procedencia,  conó- 
cense  él  Azúcar  de  Cuba,  el  Azúcar  de  Puerto- 
Meo  y  el  Azúcar  de  Filipinas.  El  de  Cuba  se 
distingue  en  Azúcar  de  la  Habana,  que  es  el 
mas  estimado,  Azúcar  de  Trinidad,  Azúcar  de 
Cienfuegos  y  Azúcar  de  Santiago. 

Las  calidades  de  azúcar  de  Cuba,  que  circulan 
en  el  comercio  de  España,  son  refinado,  florete, 
blanco,  terciado,  pardo,  y  cogucho  ó  mascaba- 
do.  Embalaje:  cajas. 

El  azúcar  de  Puerto-Rico  generalmente  sirve 
para  refinar,  por  su  inferior  calidad.  Embaí.:  bar- 
riles y  bocoyes. 

El  azúcar* de  Filipinas  es  comunmente  bajo,  y 
su  mayor  consumo  liene  lugar  en  Cádiz.  Embaí.: 
serones  de  palma. 

Las  taras  de  las  cajas,  en  todos  los  puntos  de 
España,  van  marcadas,  en  peso  castellano,  en 
la  testera  de  las  mismas,  excepto  en  Cataluña  que 
se  rebaja  el  13  p%  del  peso  de  ellas.  La  tara  de 
los  barriles,  bocoyes  y  serones  es  convencional. 
El  peso  de  cada  caja  acostumbra  á  ser  de  18  á  19 
arrobas  castellanas. 

El  Azocar  de  Motril,  blanco  y  quebrado,  co- 
mún mente  es  de  buena  calidad ;  y  respecto  á  las 
taras  como  circula  embalado  en  cajas  se  sigue  el 
mismo  estilo  que  con  las  cajas  de  la  isla  de  Cuba. 

El  Azúcar  cande  ó  Azúcar  piedra,  de  que  he- 
mos hablado  en  la  página  300,  y  el  Azúcar  de 
lustre ,  que  es  el  molido  y  pasado  por  cedazo , 
son  preparados  por  los  confiteros. 

Respecto  al  Azúcar  de  pilón  ó  Azúcar  refina- 
do (V.  página  294),  si  bien  lo  recibimos  de  supe- 
rior calidad  de  las  colonias,  en  particular  de  la 
Isla  de  Cuba,  y  á  veces  nos  llega  del  extranjero, 
tenemos  la  fábrica  de  Santander,  que  nos  ofrece 
un  excelente  producto,  la  de  Palma  de  Mallorca, 
que  goza  de  reputación,  y  además  dos  pequeñas 
fábricas  en  esta  capital. 

El  movimiento  comercial  del  azúcar  en  Barce- 
celona  fué.  en  1849,  según  la  Balanza  mercantil 
de  la  M.  I.  Junta  de  Comercio: 

Importación. 
n„,  „  •„„   I  azúcar  común    58,343  arrobas,  1.807,005  rs. 

1      no'  I       »     piedra         422        »  31,050  rs. 

De  Ultramar,  »  común  293.104  »  15.241,408  rs 
Del  extranjero,  »  refinado  0        »  375  rs. 


AZI 

Exportación. 
i  azúcar  común  242.748  arrobas 


Al  reino,  {      «      piedra  44 

l     »      refinado 
Al  extranjero,»     común       3,117 


8.496.180  rs. 
12  lib.  3.336  rs. 
10  »  25  rs 

16  »        155,892  rs. 


245,910  »  13  »     8.655,433  rs. 

Según  el  extracto  de  la  Balanza  mercantil  de 
importa  ion  y  exportación  respectiva  alano  1850, 
publicado  por  la  Dirección  general  de  Aduanas  y 
Aranceles ,  resulta: 

Importación. 

\  Isla  de  Cuba.  .  .  1.961,631  arrobas. 

Puerto  Rico.    .  .  6,923         « 

Otros  Puntos.  .  .  650        » 

Islas  Filipinas.  .  72.875        » 


DeAmérica, 
De  Asia, 


346,875  arrobas,  17.140,438  rs. 


2.042,079    arrobas. 
Exportación  al  extranjero. 

AGibraltar 7,081  arrobas. 

A  Portugal.  .     .     .     8,139         » 

A  otros  puntos.     .     .     .     1,815         » 

17,635        » 

Usos  del  azúcar  de  caña. 

Propiedades  alimenticias.  El  azúcar  es  uno  de 
los  alimentos  de  uso  mas  general :  empléase  en 
la  preparación  de  una  multitud  de  manjares ,  en 
la  cocina  de  las  personas  acomodadas ;  añádese 
á  la  leche,  al  café,  al  té,  y  al  chocolate;  for- 
ma parte  de  las  cremas,  de  los  buñuelos,  de  los 
helados ,  de  las  pastas ,  de  los  licores  de  mesa, 
etc. ;  es  el  excipiente  de  lascompotas,  de  las  con- 
fituras ,  de  las  jaleas,  etc. ;  y  por  último  es  la  base 
de  una  multitud  de  profesiones,  tales  como  confi- 
teros, destiladores,  botilleros,  farmacéuticos, 
pasteleros,  cafeteros,  etc. 

Hay  personas  que  comen  azúcar  en  gran  can- 
tidad, citándose  algunas  que  han  comido  mas  de 
una  libra  por  dia  de  esta  sustancia  durante  un 
gran  número  de  años ,  habiendo  vivido  largo 
tiempo ;  y  también  hanse  visto  sujetos  delicados 
que  se  alimentaban  absolutamente  de  azúcar,  go- 
zar de  salud,  sin  poder  digerir  ninguna  otra 
sustancia. 

Sin  embargo  ,  en  general ,  el  exceso  de  azú- 
car es  nocivo  :  da  dentera ,  vuelve  la  boca  grue- 
sa y  pegajosa ;  caliente  ,  constipa,  produce  sed, 
etc.  Los  niños  habituados  al  uso  del  azúcar  se 
crian  menos  bien  ,  repugnan  los  alimentos  comu- 
nes que  no  lo  contienen ,  y  son  muy  caprichosos 
sobre  los  manjares ,  luciéndoseles ,  por  lo  tanto, 
un  disfavor  dándoles  confites ,  golosinas,  y  azú- 
car en  demasiada  cantidad. 

Los  autores  citan  casos  de  ulceración  de  la  bo- 
ca, reblandecimiento  de  las  encías,  y  sobre- 
abundancia de  ácido  úrico  en  niños  y  adultos  que 
habían  abusado  del  azúcar ,  accidentes  que  son 
prolegómenos  del  escorbuto;  y  efectivamente,  hay 
escritores  de  medicina  que  señalan  á  esta  enfer- 
medad como  producida  por  el  abuso  del  azúcar, 
aunque  otros  le  creen  su  remedio.  El  médico  in- 
glés Starck,  que  sucumbió  al  uso  inmoderado  del 
azúcar,  dio  sobre  todo  á  conocer  los  inconvenien- 
tes que  derivan  del  abuso  de  esta  sustancia. 


AZI 

Los  experimentos  del  Sr.  üfagendie  han  de- 
mostrado cuan  grandes  son  los  desórdenes  á  que 
se  expone  á  los  perros  alimentándolos  únicamen- 
te con  este  producto :  estos  animales  enflaquecen, 
su  orina  aumenta,  sus  fuerzas  disminuyen,  la  cór- 
nea trasparente  se  úlcera  y  después  se  perfora,  y 
los  humores  del  ojo  se  derraman ,  etc. ,  muriendo 
ellos  al  cabo  de  un  mes  ,  sin  presentar  otras  le- 
siones que  una  flaqueza  excesiva  y  la  falta  de 
gordura;  su  orina  y  su  bilis  se  asemejan  á  la  de 
los  hervivoros. 

Carminati  habia  ya  experimentado  que  cuan- 
to mas  los  animales"  se  alejan  del  hombre  tanto 
mas  el  azúcar  les  es  nocivo  ¡  mata  casi  instantá- 
neamente á  los  de  sangre  fria,  á  los  lagartos  y  á 
¡as  ranas,  aun  aplicado  al  exterior;  hace  perecer 
á  las  palomas  y  a  veces  alas  gallinas,  purga  a  las 
ovejas,  y  nada  hace  á  los  perros  cuando  lo  toman 
con  otros  alimentos.  En  general,  sin  embargo,  to- 
dos los  animales  comen  el  azúcar,  excepto  los 
gatos  ,  aunque  se  ha  observado  que  ellos  beben 
con  mas  gusto  la  leche  azucarada  que  la  que  no 
lo  ha  sido 

De  estos  hechos  preciso  es  concluir  que  el  azú- 
car solo  no  seria  suficiente  para  la  nutrición  del 
hombre  en  general ;  que  no  conviene  abusar  de 
él,  pero  que,  lomado  con  moderación  y  con  otros 
alimentos,  es  una  sustancia  benéfica. 

Por  largo  tiempo  se  ha  creido  que  era  un  ali- 
mento muy  nutritivo,  pero  hoy  día  se  sabe  per- 
fectamente que,  como  todas  las  materias  no  azoa- 
das ,  es  incapaz  de  sostener  la  vida  por  si  solo 
mas  allá  de  cierto  espacio  de  tiempo ,  aun  bas- 
tante corto;  sin  embargo,  tomado  con  modera- 
ción y  con  otros  alimentos,  como  hemos  dicho, 
el  azúcar  es  tan  benéfico  y  tan  útil  que  los  negros 
que  lo  comen  á  discreción  en  las  colonias  durante 
la  explotación  de  las  cañas,  lo  pasan  mejor  en- 
tonces que  en  todo  otro  tiempo ,  aunque  estén  su- 
jetos á  un  trabajo  mas  penoso.  Además,  puédese 
también  asegurar  que  el  azúcar  engorda,  puesto 
que  en  las  colonias  los  bagazos  ó  cañas  molidas 
y  exprimidas  ceban  considerablemente  á  los  cer- 
dos, cuya  carne  pasa  á  ser  tan  tierna  y  sabrosa, 
que  se  la  prefiere  á  la  del  capón. 

Según  el  Sr.  Aulagnier,  el  sabor  azucarado 
conviene  á  todas  las  edades,  y  el  uso  moderado 
del  azúcar  es  casi  siempre  útil,  porque  favorece 
la  digestión  ,  nutre  y  se  opone  á  la  putridez;  con- 
viene mucho  á  ciertos  temperamentos ,  pero  nó  á 
los  demasiado  vigorosos.  La  dieta  azucarada 
puede  ser  de  un  recurso  eficaz  en  muchas  afec- 
ciones que  dependen  de  una  excesiva  sensibilidad, 
habiéndose  visto  melancólicos  é  hipocondriacos 
curados  con  el  uso  del  cogucho,  y,  según  Rhiere 
y  Hoffman  ,  esta  dieta  ha  cambiado  á  vece>  vite 
tajosamente  el  estado  actual  del  cuerpo. 

Al  contrario ,  conviene  abstenerse  de  los  ali- 
mentos azucarados  cuando  se  está  dispuesto  á  las 
afecciones  inflamatorias,  á  la  hemoptisis  y  á  la 
apopíegía ;  porque  es  imposible  que  no  se  reco- 
nozca que  esta  sustancia ,  tomada  en  exceso,  tie- 
ne una  propiedad  caliente  ,  que  produce  mucha 
sed,  y  que ,  mezclada  con  el  moco  del  estómago, 


AZI  ;ío:í 

ocasiona  acedías,  autiqi  e  el  Sr.  Pinel  haya  publi- 
cado observaciones  que  tiendan  á  demostrar  que 
su  uso  ,  aun  abundante ,  no  tenia  la  propiedad  de 
calentar  á  los  temperamentos  biliosos.  Las  perso- 
nas que  se  ven  atormentadas  de  flatos  deben  abs- 
tenerse del  azúcar,  y  las  mugeres  histéricas  han 
de  usarlo  con  moderación. 

Cullen  y  Pringle  piensan  que  la  disminución 
de  las  calenturas  pútridas,  de  la  sarna  y  déla  le- 
pra que  infectaban  á  la  Inglaterra  es  debida  en 
gran  parte  al  uso  del  azúcar. 

Propiedades  médicas.  El  azúcar  solo  y  disuelto 
en  la  boca ,  sobre  todo  cristalizado,  ó  caiide,  sua- 
viza las  acritudes  de  esta  cavidad ,  calma  las  pi- 
cazones déla  garganta,  da  mas  flexibilidad  á  las 
partes  de  la  larinje ,  y  facilita  la  espectoracion 
y  también  la  voz,  lo  que  saben  muy  bien  los  ora- 
dores, los  cantores,  etc.  Disuelloen  el  agua  y  bebi- 
do á  cierta  distancia  de  las  comidas ,  es  el  mejor 
estomático  que  pueda  emplearse  para  la  genera- 
lidad de  los  individuos;  la  costumbre  de  tomarlo 
por  la  tarde ,  aun  en  los  cafés ,  es  vulgar  hoy  día, 
y  muy  preferible  á  la  de  beber  licores  fuertes 
tan  usados  antiguamente ,  porque  es  una  noción 
balsámica ,  sobre  todo  si  se  la  añaden  algunas 
gotas  de  agua  de  azahar. 

El  azúcar  es  un  pectoral  muy  preconizado  y  de 
un  uso  doméstico :  al  menor  catarro ,  á  la  mas  in- 
significante tos  se  prescribe  enseguida  al  azúcar, 
bajo  todas  las  formas  posibles,  en  particular  el 
azúcar  cande.  Las  bebidas  azucaradas  son  las 
mas  usadas  en  semejantes  casos ,  y  no  son  menos 
útiles  en  las  irritaciones  estomáticas  é  intestina- 
les ,  obrando  como  medicamento  y  como  alimen- 
to. Efectivamente,  el  azúcar  rómpela  dieta  ab- 
soluta, pues.to  que  no  hay  enfermo  que  no  tome- 
bebidas  azucaradas,  ingeriendo  así  mas  de  una 
onza  de  azúcar  al  dia ,  lo  que  equivale  á  corla 
diferencia  al  doble  de  pan. 

El  azúcar  es  una  de  las  sustancias  mas  emplea- 
das por  el  médico  ,  y  sin  la  cual  difícilmente  po- 
dría ejercer  su  arte,  puesto  que,  además  de  las 
calidades  dulcificantes,  pectorales,  calmantes,  di- 
gestivas y  nutritivas  que  la  son  propias,  permite  la 
administración  délas  drogas  mas  desagradables, 
endulzando,  como  se  dice,  los  bordes  del  vaso. 

Las  propiedades  del  azúcar  quedan  limitadas  a 
lo  que  acabamos  de  exponer,  careciendo  de  fun- 
damento las  virtudes  que  se  le  han  supuesto  de 
antigotoso,  antireumático,  vermífugo, antihidró- 
pico y  antipútrido. 

Al  "exterior,  el  azúcar  cande  en  polvo  es  em- 

Íileado  para  disipar  las  manchas  y  las  úlceras  do 
a  córnea,  curarlas  aftas,  las  grietas  de  los  pe- 
zones, las  úlceras  babosas,  etc. ;  ha  sido  pres- 
crito como  dentífrico,  y  se  dice  que  aplicado  á 
las  mordeduras  de  las  serpientes  impide  los  efec- 
tos del  veneno  de  estos  animales,  lo  que  seria 
una  propiedad  preciosa ,  si  fuese  cierta.  Se  que- 
ma el  azúcar  para  purificar  los  aposentos,  y 
quitar  los  males  olores,  á  los  cuales  solo  disfraza 
mientras  desaparecen ;  se  pone  azúcar  en  los  <•  a  - 
lenladíiros,  parí  descansar  después  de  largas 
{  correrías ,  de  grandes  fatigas,  etc. 


304  AZU 

Sábese  que  el  azúcar  bruto ,  llamado  Cogucho 
rojo  ó  moreno,  es  laxante  administrado  en  la- 
vativa. Baumé  dice  que  entre  el  pueblo  se  cree 
que  el  azúcar  muy  añejo  es  emético,  pero  que 
el  se  ha  asegurado  de  que  no  lo  es ;  sin  embargo 
como  el  padre  Labac  dice  que  en  las  colonias  á  ve- 
ces se  empleaba  antimonio  para  purificar  el  azú- 
car ,  seria  posible  que  debiese  esta  propiedad,  de 
que  al  presente  no  se  tiene  conocimiento,  á  se- 
mejante método  abandonado  desde  muchísimo 
tiempo. 

Resulta  de  experimentos  directos  que  el  azúcar 
descompone  los  óxidos  de  cobre  y  de  arsénico,  y 
parece  tambiendescomponerlas  sales  de  plomo,  y 
aun  se  asegura  las  de  arsénico  y  las  de  mercurio, 
lo  que  es  mucho  menos  cierto.  De  ahi  es  que  ha 
sido  recomendado  como  contraveneno  de  estas 
sustancias,  si  bien,  en  todos  los  casos,  es  menes- 
ter primero  provocar  el  vómito,  si  se  llega  á  tiem- 
po, salvo  administrar  en  seguida  el  azúcar. 

El  producto  que  se  extrae  de  la  caña  no  consiste 
solamente  en  azúcar ,  sí  que  también  se  obtienen 
de  ella  jarabes,  que  se  distinguen  en  jarabes  finos, 
comunes  ,  ordinarios,  y  amargos.  Con  estos  últi- 
mos se  fabrican  dos  especies  de  aguardientes,  muy 
semejantes,  conocidos  en  el  comercio  con  los 
nombres  de  Tafia  y  de  Ron  (Y.  Espíritus).  Tam- 
bién se  obtiene  una  especie  de  aguardiente  con 
el  jugo  mismo  de  la  caña  sometido  á  la  destila- 
ción, y  este  jugo,  puesto  en  fermentación  en  tone- 
les ,  da  un  vino  agradable  ,  que  se  aromatiza  con 
zumo  de  ananas,  de  naranja  ó  de  álbericoque. 

AZOCARES.  Dase  generalmente  el  nom- 
bre de  A  zúcar  á  toda  materia  que  posea  un  sa- 
bor dulce  y  agradable ;  en  química  solo  se  con- 
cede este  nombre  á  las  sustancias  susceptibles  de 
experimentar  inmediatamente  la  fermentación  al- 
cohólica ,  es  decir  que  pueden  convertirse  sin 
ninguna  transición,  y  por  la  sola  influencia  del 
agua  y  de  un  fermento ,  en  espíritu  de  vino  y  en 
ácido  carbónico. 

Está  generalmente  admitido  que  existen  cuatro 
especies  de  azúcar:  1.°  el  Azúcar  común  ó  pris- 
mático, que  se  encuentra  en  la  caña  de  azúcar, 
la  remolacha,  el  arce,  las  zanahorias,  las  calaba- 
zas ,  las  ananas ,  las  castañas ,  los  tallos  del  maíz 
y  en  la  mayor  parte  de  los  frutos  de  los  trópicos; 
2.°  \&  Glucosa  o  Azúcar  luberculiforme,  ó  de  uva, 
que  constituye  el  principio  azucarado  de  los  frutos 
agrios  y  dulces  á  la  vez,  y  en  esta  sustancia  es 
en  la  que  pueden  convertirse  el  almidón,  la  fécula, 
la  celulosa  y  todas  las  gomas;  3.°  la  Culariosa  ó 
A  zúcar  liquido ,  que  existe  en  todos  los  frutos 
agrios;  4.°  la  Lactosa  ó  Azúcar  de  leche,  que  se 
encuentra  en  la  leche  de  los  mamíferos. 

Examinemos  sucesivamente  estas  cuatro  espe- 
cies de  azúcar. 

Azúcar  común  ó  prismático. 

Los  caracteres  generales  de  esta  especie  han 
sido  descritos  en  el  artículo  Azúcar  oficinal  (V. 
esta  palabra) ;  correspondiendo  por  lo  tanto  indi- 
car aquí  tan  solo  los  cuerpos  que  con  mas  abun- 
dancia la  suministran. 


AZI- 
AZÚCAR  de  arce  ó  acer.  A  lo  que  dijimos  en  el 
artículo  Acer  que  lleva  azúcar,  y  que  puede  con- 
sultarse, debemos  añadir  :  que  este  árbol  forma 
inmensos  bosques  en  la  America  septentrional ,  y 
que  su  savia ,  que  contiene  cerca  de  un  treinta 
de  su  peso  de  azúcar,  es  recogida  á  fines  de  in- 
vierno ,  cuando  se  derriten  las  nieves.  En  este 
momento  del  año  un  arce  da  de  2  á  4  azumbres  de 
savia  en  un  día  Después  de  cierto  tiempo,  sucede 
siempre  que  las  incisiones  cesan  de  dar  savia; 
entonces  se  practican  nuevas  aberturas,  y  para 
no  exponerse  á  que  perezcan  los  árboles,  se  ha- 
ce siempre  la  primera  abertura  al  pié  y  las  demás 
se  van  practicando  poco  á  poco  en  puntos  mas 
elevados. 

E!  azúcar  de  arce  no  llega  á  Europa.  Término 
medio  se  obtienen  de  11  á  16.500,000  libras 
de  este  producto ,  que  se  consume  en  el  país  mis- 
mo. Sábese  por  experiencia  que  podría  reempla- 
zarse al  arce  por  el  Lila  (Syringa  vulgaris,  L.j. 

Azúcar  de  calabaza.  Hase  ensayado  con  al- 
gún resultado,  en  diversas  localidades  de  la  L'n- 
gría,  aprovechar  la  calabaza  [Cucúrbita  Pepo,  L.) 
para  extraer  el  azúcar  que  contiene.  Este  azúcar 
es  muebo  mas  fácil  de  extraer  que  el  de  la  remo- 
lacha. Además  100  libras  de  calabaza  contienen 
tanta  materia  azucarada  como  100  libras  de  re- 
molachas, y  2  V,  fanegas  de  tierra  producen  en 
peso  cuatro  ó  cinco  veces  mas  calabazas  que  re- 
molachas ,  en  razón  sobre  todo  del  enorme  de- 
sarrollo que  adquieren  las  primeras ,  que  llegan 
á  veces  hasta  el  peso  de  200  libras.  Las  calaba- 
zas presentan  por  otra  parle  la  gran  ventaja  de 
crecer  en  todos  los  terrenos ,  aun  los  mas  medio- 
cres. Generalmente  se  extrae  de  ellas  cuatro  y 
medio  por  ciento  de  azúcar. 

Azúcar  de  caña. — V.  Azúcar  oficinal. 

Azúcar  de  castañas.  Los  frutos  del  castaño 
{Castanea  vesca ,  Gaert.)  contienen  bástanle  azú- 
car para  que  merezca  ser  extraído.  El  Sr.  Guer- 
razzi  ha  hecho  los  primeros  ensayos ,  cuyos  tra- 
bajos han  verificado  los  Sres.  Darcet  y  Alíuant. 

Azúcar  de  maíz.  Aunque  el  azúcar  exista  en 
el  maíz  (Zea  Mays,  L.)  en  mayor  abundancia  que 
en  la  mayor  parte  de  nuestros  cereales,  lo  con- 
tiene en  muy  pequeña  cantidad  para  que  pueda 
ser  extraído  con  provecho.  Con  lodo ,  según  el 
Sr.  de  Humboltd ,  parece  que  en  Méjico  se  fabri- 
ca azúcar  de  maiz  con  ventaja,  lo  que  dependerá 
del  mayor  calor  del  clima. 

Azúcar  de  remolacha.  En  1747,  Marggraf, 
químico  de  Berlin,  fué  quien  descubrió  en  la  re- 
molacha un  azúcar  cristalizable ,  idénticamente 
semejante  al  de  la  caña ;  siendo  también  dos  Pru- 
sianos ,  el  barón  Koppi  y  Achard ,  á  quienes  se 
deben  los  primeros  ensayos  para  utilizar  este  des- 
cubrimiento. Pero  estas  primeras  tentativas,  que 
tuvieron  lugar  en  1780,  no  dieron  resultados  has- 
ta 1810,  que  Napoleón  dispensó  toda  su  protec- 
ción para  establecer  fábricas  de  azúcar  indígeno 
en  Francia.  Sin  embargo,  esta  industria  no  luvo 
grande  importancia  hasta  1 830,  y  en  verdad  á  da- 
tar de  esla  época  tomó  tal  desarrollo  que  en  1837 
se  contaban  en  Francia  mas  de  quinientos  esta- 


AZÜ 

Metimientos  que  fabricaban  mas  de  U. 000. 000 
libras  de  azúcar  de  remolacha.  Hoy  dia  las 
trabas  impuestas  por  el  gobierno  á  esta  industria 
han  reducido  el  número  á  trescientos  ocho ;  pero 
las  mejoras  recientes  introducidas  en  los  proce- 
deres de  elaboración  hacen  que  estas  fabricas 
produzcan  tanto  azúcar  como  las  que  existían  en 
1837. 

Aunque  al  presente  está  reconocido  que  las  di- 
ferentes variedades  de  remolacha  dan  la  misma 
cantidad  de  azúcar ,  resultado  que  realmente  no 
depende  sino  de  la  naturaleza  del  terreno  y  de 
los  cuidados  llevados  al  cultivo,  por  lo  común  los 
fabricantes  cultivan  con  preferencia  la  Inmola- 
cha  blanca,  llamada  también  Remolacha  de  Si- 
lesia [Beta  alba,  L.)  — V.  Acelga 

Fuera  de  nuestro  objeto  seria  el  ocuparnos  aquí 
de  los  procederes  de  cultivo  de  la  remolacha; 
basta  que  en  pocas  palabras  indiquemos  el  pro- 
ceder para  la  extracción  del  azúcar  que  contie- 
ne. Las  remolachas  mondadas  y  lavadas  se  re- 
ducen á  pulpa  por  medio  de  un  rallo ,  y  se  some- 
ten á  una  fuerte  presión;  el  zumo  que  de  ellas 
cuela  se  recibe  en  una  caldera  en  la  que  se  ca- 
lienta á  cerca  de  24°;  entonces  se  añade  cierta 
cantidad  de  leche  decaí ,  se  calienta  todavía  al- 
gunos instantes ,  y  se  apaga  la  lumbre;  ense- 
guida se  espuma  el  líquido ,  se  cuela  y  se  vuelve 
á  la  lumbre  con  carbón  animal ,  que  lo  descolora 
y  le  quita  el  gusto  de  cal  que  había  conservado; 
se  claritica  con  sangre  de  buey  ,  se  filtra  y  se 
concentra  solamente  hasta  28°  del  areómetro  ,  á 
fin  de  separar  de  él  una  muy  crecida  cantidad  de 
sales  que  entonces  se  posan ;  en  fin ,  el  jarabe, 
filtrado  de  nuevo,  es  evaporado  á  porciones  de 
Í00  libras,  hasta  que  esté  cocido  al  punto  conve- 
niente para  cristalizar.  Por  lo  demás,  se  trata  co- 
mo el  jarabe  de  caña. 

Según  el  Señor  Peligot,  las  remolachas  contie- 
nen,  según  las  circunstancias  del  terreno  y  del 
clima ,  y  también  según  los  cuidados  mas  ó  me- 
nos bien  entendidos  llevados  á  su  cultivo: 


Agua.     . 

,    de  83  á  9i 

Azúcar.  . 

de    5  á  11 

Albúmina. 

.     de  0,8  á    1,8 

Leñoso. 

.     de  0,2  á    3,2 

Vése  que  en  todos  los  casos  son  siempre  mu- 
cho menos  ricas  en  materia  azucarada  que  la  ca- 
ña de  azúcar.  Y  téngase  presente  que  su  pro- 
ducto depende  también  de  la  época  déla  extrac- 
ción ,  época  que  es  tanto  mas  ventajosa  en  cuan- 
to menos  se  aleja  de  la  en  que  se  han  arrancado 
las  remolachas. 

Entre  el  vulgo  ha  habido  muchas  preocupa- 
ciones acerca  del  azúcar  de  remolacha,  y  al 
presente  todavía  aunque  se  consuma  en  muchísi- 
ma cantidad ,  y  en  Francia  á  lo  menos  tanto  có- 
mo de  azúcar  de  caña ,  hay  personas  que  creen 
que  no  puede  cristalizar  sino  está  mezclado  con 
este  último ,  que  es  menos  pesado ,  memos  dulce, 
y  menos  sano  que  el  mismo.  El  mejor  modo  de 
refutar  estos  errores  es  citar  la  opinión  de  Chap- 
tal:  «Los' azúcares  que  proceden  de  estas  diver- 
39 


AZU  30o 

sas  plantas,  dice  el  célebre  químico,  son  riguro- 
samente de  la  misma  naturaleza,  cuando  por  la 
refinación  han  sido  llevados  al  mismo  grado  de 
pureza.  El  gusto,  la  cristalización,  el  color  y 
peso  son  absolumente  idénticos  ,  pudiéndose 
retar  al  hombre  mas  habituado  á  juzgar  de  estos 
productos,  ó  á  consumirlos,  á  que  distinga  el 
uno  del  otro.»  Sin  embargo ,  esta  identidad  abso- 
luta de  los  azúcares  de  caña  y  de  remolacha  solo 
es  aplicable  á  estas  materias  puras;  porque  en  el 
estado  de  cogucho  es  siempre  posible  distinguir- 
los. De  consiguiente,  los  azúcares  brutos  de  caña 
tienen  siempre  un  sabormeloso,  agradable,  que 
no  se  halla  aun  grado  tan  pronunciado  en  los 
coguchos  de  remolacha,  porque  este  sabores  en 
parte  disimulado  por  un  gusto  ácido  ó  alcalino 
seguido  de  un  resabio  un  poco  acre. 

Azúcar  lubcrculiforme  ó  Glucosa. 


Hemos  dicho  al  principio  de  este  articulo  que 
esta  especie  de  azúcar  existe  en  las  uvas ,  v  ge- 
neralmente en  todos  los  frutos  de  nuestros  climas 
que  presentan  á  la  vez  un  sabor  azucarado  y  una 
reacción  acida;  ahora  añadiremos  que  constitu- 
ye en  gran  parte  la  miel  de  las  abejas,  él  princi- 
pio azucarado  de  la  orina  de  los  diabéticos,  los 
granos  de  azúcar  que  se  encuentran  en  las  pasas 
y  la  capa  harinosa  que  blanquea  la  superficie  do 
las  ciruelas  pasas ,  de  los  higos  y  de  ciertos  fu- 
cos. Sábese  ya  que  una  de  las  propiedades  del 
azúcar  común  es  ser  conv  ertido  en  glucosa  cuan- 
do se  pone  en  contacto  con  los  ácidos;  pero  este 
no  es  el  único  medio  que  se  tiene  para  producirlo 
artificialmente,  porque  puede  obtenerse  operando 
sobre  muchas  sustancias  vegetales,  y  particular- 
mente el  almidón  ,  la  fibra  leñosa  y  lá  goma. 

La  Glucosa  (este  nombre,  que  ha  sido  propues- 
to por  el  Sr.  Dumas ,  es  generalmente  adoptado 
al  presente)  no  cristaliza  como  el  azúcar  prismáti- 
co; sus  cristales,  por  lo  común  fibrosos  y  agrupa- 
dos en  tubérculos  o  en  coliflores,  son  siempre  in- 
determinables, produciendo,  por  su  enlazamiento, 
masas  de  tal  modo  duras  que  muchas  veces  no  es 
posible  romperlas  sino  á  martillazos  ó  á  hacha- 
zos. Este  azúcar  tiene  un  sabor  fresco,  mucilagi- 
noso  y  mucho  menos  dulce  que  el  azúcar  común, 
necesitándose  por  lo  tanto  mas  del  doble  (2  V, 
partes )  que  de  azúcar  de  caña  para  endulzar  al 
mismo  grado  igual  cantidad  de  agua.  También 
es  menos  soluble  ,  puesto  que  exige  para  su  di- 
solución una  vez  y  un  tercio  de  su  peso  de  agua 
fría,  y  aun  cuando  se  le  revuelva  requiere  bas- 
tante tiempo  para  disolverse,  siendo  esta  una  de 
las  razones  que  impide  emplearlo  en  los  usos  do- 
mésticos. No  obstante,  se  disuelve  en  toda  pro- 
porción ,  y  mucho  mas  rápidamente,  en  el  agua 
hirviendo;  pero  el  jarabe  nunca  llega  á  tener  la 
misma  consistencia  que  el  de  azúcar  de  cana ,  si 
bien  tiene  la  ventaja  de  no  alterarse  hasta  que  se 
le  añade  ün  fermento ,  que  entonces  experimenta 
inmediatamente  la  fermentación  alcohólica. 

La  glucosa  es,  según  los  experimentos  del  Sr. 
Dubrunfaut ,  la  única  especie  de  azúcar  que  puc- 

tomo  i. 


806  AZU 

de  fermentar ;  los  demás  productos  azucarados,  y 
en  particular  el  azúcar  común,  no  experimentan 
la  fermentación  sino  después  de  haber  sido  pre- 
viamente trastornados ;  de  suerte  que  en  rigor 
la  denominación  de  azúcar,  que  se  reserva,  como 
hemos  visto,  á  las  sustancias  capaces  de  expe- 
rimentar la  fermentación  alcohólica,  no  debería 
aplicarse  sino  á  la  glucosa. 

La  glucosa  se  licúa  á  100° ,  perdiendo  una  can- 
tidad de  agua  igual  á  nueve  por  ciento  de  su  pe- 
so; entonces  forma  una  masa  amarilla,  traspa- 
rente, que  tiene  una  grande  afinidad  por  el  agua, 
mientras  no  ha  recibido  la  que  le  ha  hecho  per- 
der la  licuación ;  si  en  seguida  se  continúa  ca- 
lentándola ,  á  1 40°  se  convierte  en  caramelo  ,  y 
da  los  mismos  productos  que  el  azúcar  común  si 
se  lleva  mas  lejos  la  destdacion. 

La  glucosa  es  completamente  destruida  por  el 
ácido  nítrico ,  pero  no  sufre  alteración  por  los 
ácidos  débiles,  como  el  azúcar  común.  También 
es  inalterable  en  el  ácido  sulfúrico  concentrado, 
en  el  que  se  disuelve  sin  colorarse,  y  del  que 
puede  en  seguida  aislarse  sin  que  haya  perdido 
ninguno  de  sus  caracteres ;  pero  es  muy  fácil- 
mente alterada  por  los  álcalis ,  que  ponen  par- 
da á  su  disolución  en  frió  y  la  ennegrecen  en 
caliente.  Aprovéchase  en  general  de  esta  reac- 
ción, durante  la  cual  hay  formación  de  Glucosa- 
tos  ,  sales  análogas  á  los  azucaratos ,  para  re- 
conocer la  falsificación  del  cogucho  de  azúcar 
común  por  la,  glucosa ,  que  su  bajo  precio  hace 
particularmente  propia  para  este  uso. 


La  glucosa  está  compuesta  de 

12  átomos  de  carbono.  .  . 
28  »  de  hidrógeno..  . 
14      »      de  oxígeno.     .    . 


36,80 

7,01 

86,19 


100,00 


Los  primeros  ensayos  que  se  hicieron  de  la  fa- 
bricación de  la  glucosa  tuvieron  lugar  en  Fran- 
cia en  la  época  del  bloqueo  continental.  La  uva, 
en  razón  de  su  sabor  fuertemente  azucarado, 
pareció  que  debia  suministrar  en  mayor  cantidad 
que  todo  otro  vegetal  indígeno  el  azúcar  de  que 
entonces  allí  se  carecía.  El  Azúcar  de  uva  se  pre- 
paraba así ;  como  el  zumo  de  uva  contiene  tárta- 
ro y  ácido  málico,  primero  se  saturaba  con  cre- 
ta; en  seguida  se  filtraba,  se  clarificaba  con  san- 
gre ó  clara  de  huevo,  y  después  se  concentraba 
hasta  35°;  luego  se  abandonaba  así  mismo,  y  no 
tardaba ,  á  medida  que  se  enfriaba,  en  posarse 
en  una  masa  cristalina,  que  se  hacia  escurrir, 
y  se  prensaba,  después  de  haberla  lavado  con  un 
poco  de  agua.  Este  era  el  azúcar  bruto ,  que  no 
se  consiguió,  á  pesar  del  premio  de  un  millón  de 
francos  ofrecido  por  Napoleón ,  obtenerlo  en  el 
estado  de  cristales  como  el  azúcar  de  caña.  Esta 
fabricación,  cuyos  productos  fueron  siempre  bas- 
tantes caros,  cesó  cuando  se  utilizó  la  remolacha 
y  sobre  todo  cuando  la  terminación  dé  la  guerra 
marítima  hizo  caer  los  azúcares  de  las  colonias  á 
un  bajo  precio.  Sin  embargo,  la  fabricación  de 
la  glucosa  no  tardó  en  volver  á  adquirir  nueva 


AZU 

importancia,  cuando  se  descubrió  que  podia  ex- 
traerse déla  fécula, y  recientemente  todavía  exis- 
tían en  Francia  once  fábricas  de  Azúcar  de  fécula, 
cuyo  producto  total  se  elevaba  á  16.000.000  de  li- 
bras. El  procedimiento  para  obtener  el  azúcar  de 
fécula  consiste  en  hacer  hervir  100  partes  de  almi- 
dón, 400  de  agua  y  2  de  ácido  sulfúrico,  agitando  la 
mezcla  para  que  la  fécula  se  deslia  completamen- 
te; se  continúa  la  ebullición  por  espacio  de  vein- 
te y  cuatro  á  treinta  horas,  reemplazando  el  agua 
á  medida  que  se  evapora ;  al  cabo  de  este  tiempo 
la  sacarificación  queda  terminada.  Entonces  se 
sutura  el  ácido  sulfúrico  con  creta ;  se  filtra  para 
separar  el  sulfato  decaí,  y  se  evapora  rápida- 
mente el  líquido  hasta  consistencia  de  jarabe; 
después  se  añade  á  éste  sucesivamente  sangre  de 
buey  y  negro  animal  para  clarificarlo  y  descolo- 
rarlo; por  último  ,  el  jarabe  se  concentra  hasta 
á  45° ,  y  se  echa  en  una  enfriadera,  en  donde  se 
solidifica  en  una  masa  granujienta,  blanca  y 
opaca.  Si  se  quiere  obtener  el  azúcar  en  granos, 
solo  se  evapora  el  jarabe  hasta  3b°  y  se  abando- 
na para  que  cristalice,  dejando  después  escurrir 
el  melote.  Cien  partes  de  almidón  seco  producen 
1 1 0  partes  de  azúcar  seco ;  en  las  fábricas ,  se 
obtienen  de  100  partes  de  fécula  seca ,  ó  de  1S0 
parles  de  fécula  húmeda,  150  partes  de  jarabe  á 
30° ,  que  representan  cerca  de  1 00  partes  de  azú- 
car solido. 

La  glucosa  es  empleada  en  la  preparación  de 
las  confituras,  de  la  miel  y  de  la  cerbeza;  pero 
su  principal  uso  es  para  mezclarla  con  los  vinos 
débiles  durante  la  fermentación ,  porque  aumen- 
ta su  riqueza  alcohólica  y  hace  que  se  conserven 
generalmente  mejor.  Sirve  también  con  frecuen- 
cia, como  lo  hemos  ya  dicho,  para  adulterarlos 
coguchos  de  azúcar  común. 

La  glucosa  puede  también  obtenerse  con  la 
leña,  las  yerbas  secas ,  el  papel  y  las  estofas  de 
lino  ,  de  cáñamo  y  de  algodón ,  que  están  esen- 
cialmente formadas  de  leñoso,  el  cual  tiene  la  pro- 
piedad de  trasformarse  en  dexlrina  bajo  la  influen- 
cia de  los  ácidos.  El  Sr.  Braconnot  es  el  primero 
que  ha  hecho  Azúcar  de  leñoso: para  su  prepara- 
ción, se  toman  12  partes  de  trapos  viejos  de  lienzo, 
ó  papel,  cortados  en  pequeños  pedazos ,  y  se  mez- 
clan con  17  partes  de  ácido  sulfúrico  concen- 
trado ,  procediendo  con  cuidado  para  evitar  la 
elevación  de  temperatura ;  después  de  dos  días 
de  reposo  ,  se  disuelve  la  masa  en  una  gran  can- 
tidad de  agua,  y  se  hace  hervir  por  espacio  de 
ocho  á  diez  horas;  luego  se  satura  el  líquido  con 
creta;  se  filtra,  y  en  seguida  de  haberlo  evapora- 
do hasta  consistencia  de  jarabe,  el  residuo  se 
abandona  á  la  cristalización. 

Azúcar  incrislalizable  ó  Culariosa. 

Este  azúcar  existe  en  las  manzanas,  en  la  miel, 
en  el  néctar  de  las  flores,  en  el  jugo  de  cebolla, 
etc.,  y  por  largo  tiempo  ha  sido  mirado  como  glu- 
cosa, cuya  cristalización  se  hallaba  impedida 
por  la  mezcla  de  cierto  número  de  materias  ex- 
trañas, tales  como  albúmina,  goma,  ácidos  li- 


AZU 

bres,  gales  solubles,  etc.;  pero  el  Sr.  Biot  ha 
perfectamente  demostrado,  algunos  años  ha,  que 
turnia  uua  especie  á  parte,  del  todo  distinta  de 
la  glucosa  y  del  azúcar  de  caña.  En  efecto,  ade- 
mas de  su  composición  elementar ,  (pie  difiere 
de  la  de  estos  dos  últimos ,  se  distingue  también 
dd  azúcar  prismático  en  que  es  muy  alterable 

f»or  los  álcalis,  y  de  la  glucosa  en  que  se  altera 
ácilmente  bajo  la  influencia  del  agua  y  de  los 
ácidos  diluidos.  Sin  embargo,  se  traslorma,  á  la 
larga,  en  esta  segunda  especie  de  azúcar;  y  esto 
es  lo  que  la  habia  hecho  sin  duda  confundir  con 
ella  ,  y  lo  que  explica  porque  no  se  encuentra  en 
los  frutos  secos ,  en  los  cuales  no  se  encuentra 
sino  glucosa  pezonada.  El  azúcar  liquido  es  el 
que  constituye  esencialmente  los  jarabes  incris- 
tali/ables  llamados  melotes,  que  resultan  de  la 
fabricación  propiamente  dicha  y  de  la  refinación 
<!cl  azúcar  de  cana  y  del  azúcar  de  remolacha. 
Hasta  estos  últimos  anos  se  pensaba  que  preexis- 
tia  en  la  cana  de  azúcar  y  en  la  remolacha  con 
el  azúcar  prismático,  quede  ellas  se  extrae:  pe- 
ro esta  opinión  está  al  presente  abandonada,  des- 
de que  experimentos  rigurosos  hechos  por  el 
Sr.  Pelouse  sobre  la  remolacha  ,  y  por  el  Sr.  Pe- 
ligot  sobre  la  caña ,  han  demostrado  la  falsedad; 
atribuyéndose  generalmente  su  formación ,  en  la 
fabricación  del  azúcar  común ,  á  la  imperfección 
con  que  se  practican  estas  diversas  operaciones. 
Esta  especie  de  azúcar  no  es  el  objeto  de  nin- 
guna fabricación,  porque  el  melote,  aunque  sea 
aprovechado  por  los  destiladores,  para  hacer 
alcohol ,  puede  ser  mirado  solamente  como  una 
merma,  que  todos  los  esfuerzos  de  los  fabrican- 
tes tienden  sino  á  e\itar  enteramente,  lo  que  es 
probablemente  imposible  en  la  práctica,  á  lo  me- 
nos á  disminuir  lo  mas  posible.  Sin  embargo, 
en  Francia,  bajo  el  imperio,  se  extrajo  de  las 
manzanas  muchísima  cantidad  de  azúcar  mcris- 
taüzable,  que,  en  Normandía,  país  de  su  extrac- 
ción ,  fué  empleado  en  diterentes  usos. 

Azúcar  de  leche  ó  Lactosa. 

El  azúcar  de  leche  descubierto,  en  1619,  por 
el  Italiano  Sr.  Bartholdi,  tiene  un  sabor  fresco 
y  muy  débilmente  azucarado;  es  mucho  menos 
soluble  que  el  azúcar  común  y  la  glucosa,  pues 
solo  se  disuelve  en  cinco  ó  seis  partes  de  agua 
Iría  ó  en  dos  partes  y  media  de  agua  hirviendo; 
cruje  entre  los  dientes,  y  cristaliza  en  forma  de 
paralelipipedos  terminados  por  una  pirámide 
cuadrangular. 

Es  enteramente  soluble  en  el  alcohol. y  en  el 
éter.  Cristalizado  no  se  altera  mas  que  las  otras 
especies  de  azúcar  al  contacto  del  aire;  pero, 
como  el  azúcar  común,  es  sensiblemente  altera- 
do por  los  ácidos. 

Los  ácidos  débiles  lo  convierten  en  glucosa 
con  mas  ó  menos  prontitud  ,  según  la  tempe- 
ratura en  que  se  hace  la  reacción;  debiendo 
también  atribuirse  á  este  carácter  la  propiedad 
que  tiene  la  leche  de  fermentar  cuam  o  se  halla 
expuesta  á  una  temperatura  de  3o  á  60 '.  En  efec- 


AZl  307 

to,  en  esta  temperatura  la  leche  se  coagula  rá- 
pidamente, dando  origen  á  un  ácido  que  deter- 
mina la  trasformacion  de  la  materia  azucarada 
que  contiene  en  glucosa,  estado  en  el  (pie  ella 
pasa  á  ser  propia  para  la  fermentación  alcohóli- 
ca. Sometido  á  la  acción  de  los  ácidos  enérgicos, 
y  singularmente  á  la  de  los  ácidos  hidroclorico  y 
sulfúrico  concentrados,  el  azúcar  de  leche  se 
traslorma  en  ácido  úlmico. 

Sus  cristales  molidos  con  cal  apagada  y  sufi- 
cientemente mojada  se  disuelven  desprendiendo 
calor,  y  dan  por  producto  definitivo  un  liquido 
moreno,  que,  tratado  con  el  alcohol,  deja  posar 
un  jarabe  espeso,  dotado  de  sabor  amargo,  que 
da  precipitados  con  las  disoluciones  metálicas. 

Los  cristales  de  azúcar  de  leche  resisten  dife- 
rentemente á  la  acción  del  calor,  según  que  se 
eleve  su  temperatura  con  rapidez  ó  lentamente; 
en  el  primer  caso  han  perdido  cinco  átomos  do 
agua  cuando  llegan  á  i  40°,  mientras  que  en  el 
segundo  no  pierden  sino  dos  para  llegar  al  mis- 
mo punto.  Sin  embargo,  cualquiera  que  sea  el 
modo  de  proceder,  entran  en  fusión  á  150°,  dan- 
do lugar  á  un  liquido  claro  primero,  pero  que 
amarillece  poco  á  poco ,  y  se  descompone  tam- 
bién con  bastante  rapidez  si  se  continua  en  ele- 
var la  temperatura. 

El  azúcar  de  leche ,  según  Bérzelius ,  está  com- 
puesto de 


Carbono.  . 
Hidrógeno.  . 
Oxígeno.     . 


45,04 

6,00 

48,06 

100,09 


S  átomos. 
8       » 
4       > 


Su  proporción,  como  la  de  los  demás  principios 
constituyentes  de  la  leche ,  varia  en  las  dhersas 
especies  de  mamiíeros,  y  también  en  la  misma 
especie,  según  un  sin  nuWro  de  circunstancias. 
En  general ,  abunda  mas  en  la  leche  de  muger  y 
en  la  de  burra,  que  en  la  de  vaca,  de  yegua, 
de  cabra,  etc.  Según  Berzélius,  mil  partes  de 
leche  desnatada  dan  35,  y  mil  parles  de  nala 
dan  44  de  azúcar  de  leche  y  de  materias  salinas. 

El  azúcar  de  leche  se  prepara  en  las  montañas 
de  Suiza,  extrayéndolo  por  la  evaporación  del 
suero,  que  da  en  tan  grande  cantidad  en  este 
país  la  preparación  de  los  quesos.  Obliónese 
también  tratando  la  leche  con  el  ácido  sulfúrico 
debilitado,  formándose  en  este  caso  con  el  cáseo 
una  combinación  insoluble  que  se  precipita:  asi 
se  consigue  muy  fácilmente  aislar  el  suero,  que 
contiene  en  disolución  toda  la  materia  azucara- 
da. Cuando  este  ultimo  esta  perfectamente  claro, 
se  decanta ;  después  se  hace  evaporar  hasta  que 
esté  bastante  concentrado  para  que  el  azúcar 
pueda  cristalizar.  Con  todo  se  obtiene  un  pro- 
ducto bruto,  que  conviene  refinar  en  seguida, 
tratándolo  con  carbón  animal  y  sujetándolo  a 
muchas  disoluciones  y  cristalizaciones  sucesh  as. 

Los  usos  del  uzúcar  de  leche  son  limitados  y 
de  poca  importancia.  Como  puede  obtenerse  a 
muy  bajo  precio ,  empleando  en  su  fabricación 
el  Hiero  ,  ha  servido  algunas  veces  para  falsiü- 


308  AZÜ 

car  el  azúcar  común  ó  los  coguchos,  fraude  que 
su  insolubilidad  en  el  alcohol  de  37°  hace  fácil- 
mente reconocer.  Habia  tenido  algún  uso  en  me- 
dicina, pero  hoy  dia  es  considerado  como  una 
sustancia  inerte,  y  pasa  no  mas  que  como  dulci- 
ficante y  analéptico.  Hanheman  lo  ha  escogido 
como  excipiente  de  los  medicamentos  homeopá- 
ticos ,  porque  lo  cree ,  asi  como  el  alcohol,  emi- 
nentemente neutro. 

En  1849,  se  importaron  en  Barcelona,  proce- 
dentes del  extranjero,  110  libras  de  azúcar  de 
leche,  valor  de  660  rs.,  y  se  exportaron  á  varios 
puntos  del  reino  10  libras,  valor  de  60  rsvn. 

AiEUCEHÍA,  Lilium..  Hermoso  género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  liliáceas,  á  la  cual 
da  su  nombre,  y  de  la  hexandria  monoginia  en  el 
sistema  sexual  de  Linneo.  Se  ha  querido  hallar 
la  etimología  de  Lilium  en  la  palabra  céltica  li, 
que  significa  blanco ,  en  razón  de  la  blancura  de 
las  llores  de  la  especie  mas  antiguamente  cono- 
cida. 

Los  vegetales  que  componen  este  género  están 
provistos  de  un  bulbo  escamoso ,  y  de  un  tallo 
sencillo,  derecho,  guarnecido  de  hojas,  que  lle- 
va en  la  sumidad  una  ó  muchas  flores,  siempre 
notables  por  su  belleza,  y  lo  mas  frecuente  por 
su  magnitud.  Estas  (lores  presentan  un  periantio 
acampanado,  formado  de  seis  piezas  distintas, 
con  una  línea  longitudinal  nectarífera;  seis  es- 
tambres, insertos  en  la  base  del  mismo  pe- 
riantio, con  sus  filamentos  adelgazados  en  la 
sumidad,  y  anteras  lineares,  obtusas  ó  escota- 
das en  su  extremo ,  que  se  abren  por  dos  hendi- 
duras longitudinales;  y  por  último  un  pistilo 
compuesto  de  un  ovario  libre,  prismático,  gene- 
ralmente de  tres  ángulos,  de  tres  celdillas ,  cada 
una  de  las  cuales  encierra  numerosos  óvulos  en 
dos  series  longitudinales ,  y  un  estilo  terminal , 
cilindrico,  terminado  por  un  estigma  grueso, 
trilobado.  El  fruto,  que  sucede  á  estas  flores,  es 
una  cápsula  casi  coriácea,  de  seis  ángulos  lon- 
gitudinales, obtusa  y  complanada  en  la  cúspide, 
un  poco  estrechada  en  su  base,  de  tres  celdillas, 
que  se  abren  en  tres  válvulas,  unidas  por  medio 
de  pelos  enrejados,  y  que  contiene  numerosas  se- 
millas. 

Según  el  botánico  Kunth ,  este  género  encier- 
ra treinta  y  cuatro  especies,  de  tal  modo  nota- 
bles por  la  hermosura  de  sus  flores  que  todas , 
sin  excepción ,  merecerían  ser  cultivadas  como 
plantas  de  ornato;  de  consiguiente  nada  extraño 
es  encontrar  en  los  jardines  cerca  de  \x  mitad 
de  este  número  de  preciosos  vegetales,  de  algu- 
nos de  los  cuales  vamos  á  ocuparnos  sucinta- 
mente. 

Azucena  atigrada  ( Lilium  tigrinum, 
Gawl.).  Esta  especie  es  originaria  de  la  China  y 
del  Japón.  Su  tallo  se  eleva  hasta  la  altura  de 
vara  y  media ,  es  de  color  violáceo  y  está  cu- 
bierto de  pelos  lanosos;  sus  hojas  esparcidas  son 
lanceoladas-estrechas ,  y  llevan  bulbillos  negriz- 
cos en  su  axila;  sus  flores,  que  se  desarrollan 
en  el  mes  de  julio,  son  muy  grandes  ,  y  de  color 
rojo  de  minio,  sembrado  interiormente  de  puntos 


AZÜ 

negros  y  púrpura  subido,  reunidas,  en  número 
que  á  veces  se  eleva  hasta  cuarenta ;  en  un  ra- 
cimo paniculado.  Esta  bella  planta  vegeta  muy 
bien  en  nuestros  climas,  en  tierra  ligera. 

Azucena  bulnífera  ( Lilium  bulbife- 
rum,  L.).  Esta  especie  crece  en  las  partes  medias 
y  meridionales  de  la  Europa,  siendo  hoy  dia 
muy  cultivada  en  los  jardines,  en  donde  vegeta 
con  muchísima  facilidad  en  toda  tierra  y  en  toda 
situación.  Su  tallo  se  eleva  hasta  una  vara,  es 
moreno,  y  lleva  hojas  esparcidas,  lineares-lan- 
ceoladas,  en  la  axila  de  las  cuales  se  desarro- 
llan con  frecuencia  bulbillos  de  un  verde  subido 
y  sésiles ;  sus  flores ,  que  aparecen  á  fines  del 
mes  de  mayo,  son  poco  numerosas,  grandes,  de 
color  rojo  naranjado,  pubescentes  en  su  cara 
externa ,  presentando  en  su  cara  interna  carún- 
culas ó  papilas  salientes  y  mas  coloradas.  Pué- 
desela multiplicar  por  sus  bulbillos,  y  los  pies 
que  de  estos  proceden  florecen  al  cuarto  año; 
se  poseen  algunas  variedades  de  ella  que  dan 
flores  dobles  y  tienen  las  hojas  amazorcadas. 

Azucena  candida,  Azucena,  Azu- 
cena común,  Bario  blanco  [Lilium 
candidum,  L.).  Esta  especie,  la  mas  conocida, 
y  la  nías  difundida  de  todas,  es  originaria  del 
Levante ,  habiéndose  indicado  que  crece  expon- 
táneamente  en  algunas  partes  de  la  Europa,  co- 
mo la  Morea,  la  Cerdeña,  la  Suiza  y  la  Jura, 
aunque  es  probable  que  tan  solo  esté  naturaliza- 
da en  estas  dos  últimas  localidades.  Es  el  Soucan 
de  los  Árabes ,  del  que  ha  venido  el  nombre  Su- 
zanne,  que  significa  blancura  y  pureza,  y  proba- 
blemente el  de  Saranna  de  los  habitantes  del  norte 
del  Asia.  Su  tallo  se  eleva  á  cerca  de  una  vara , 
disminuyendo  de  grosor  de  la  base  á  la  sumidad; 
sus  hojas  son  esparcidas ,  ondeadas  en  sus  bor- 
des, disminuyendo  progresivamente  de  grandor 
de  abajo  hacia  arriba,  lanceoladas  en  la  base 
del  talío,  lineares-laneeoladas  hacia  arriba ,  y 
ovales-lanceoladas  en  la  parte  superior;  sus  flo- 
res, que  todo  el  mundo  conoce,  son  acampana- 
das, lisas  y  lampiñas  en  su  superficie  interna,  y 
el  estilo  presenta  tres  surcos  debajo  del  estigma. 

Poséense. algunas  variedades  de  esta  bella  es- 
pecie :  hay  una  que  tiene  flores  señaladas  exte- 
riormente  con  líneas  rojas,  por  lo  que  se  la  ha 
dado  vulgarmente  el  nombre  de  Azucena  ensan- 
grentada; otra,  muy  notable,  de  flores  imper- 
fectas ,  y  que  presenta  en  la  parte  superior  de  su 
tallo  una  gran  cantidad  de  hojuelas  petaloides; 
otra,  de  hojas  amazorcadas,  etc. 

La  azucena  común  vegeta  muy  bien  en  los  jar- 
dines; multiplícasela  por  sus  búlbulos,  que  se  se- 
paran cada  tres  ó  cuatro  años  cuando  las  hojas 
están  secadas,  enterrándolos  luego.  Esta  plan- 
ta da  raras  veces  semillas  fértiles,  á  menos  que 
no  se  suspendan  sus  pies  florecidos,  con  la  ca- 
beza hacia  abajo,  en  un  aposento  húmedo. 

El  bulbo  de  esta  especie  está  compuesto  de 

gruesas  escamas  ovales,  sobrepuestas,  y  blancas; 

excede  del  volumen  de  un  huevo ;  es  inodoro, 

y  de  sabor  un  poco  amargo  y  ligeramente  pi- 

I  cante,  que  desaparece  por  la  cocción.  Cocido, 


AZU 

08  \ ideoso,  pulposo,  dulce  y  azucarado,  y  en 
este  eslado  es  utilizado  como  alimento  en  algu- 
nas partes  del  Asia ,  del  mismo  modo  que  otras 
especies  del  mismo  género.  Cocido  al  rescoldo , 
ó  después  de  hervido  largo  tiempo,  sea  en  el 
agua,  sea  en  la  leche,  es  empleado  popular- 
mente en  Europa  como  emoliente  y  madurativo. 

Con  los  pétalos  de  la  azucena ,  cuyo  olor  sua- 
ve es  bien  conocido,  cuando  frescos,  se  prepara 
un  aceite  por  maceracion  en  el  de  almendras 
dulces,  ó  de  aceitunas,  empleado  como  calmante 
en  los  males  de  oreja ,  en  los  dolores  del  útero, 
etc.,  que  parece  no  gozar  de  otras  propiedades 
sino  de  las  del  aceite  empleado.  Enranciase  por 
otra  parte  mas  pronto  que  éste  á  causa  de  la  hu- 
medad que  las  partes  de  la  flor  dejan  en  él ,  y  se 
solidifica  en  parte  con  el  tiempo.  También  con 
los  petalos  de  esta  planta  se  prepara  una  agua 
destilada ,  que  ha  sido  preconizada  contra  la  tos. 

El  polen ,  que  colora  tan  fuertemente  en  ama- 
rillo los  dedos,  ha  sido  mirado  como  antiespas- 
módico,  anodino,  emenagogo,  y  propio  para 
curar  la  epilepsia,  provocar  la  expulsión  del  fe- 
to ,  etc. 

Él  olor  de  la  azucena  es  tan  fuerte  que  inco- 
moda mucho  á  aquellos  que  lo  respiran  en  un 
aposento  cerrado ,  refiriendo  Murray  muchos 
ejemplos  de  muerte  producida  por  esta  causa. 
Con  todo  ,  los  perfumadores  recogen,  por  medio 
de  procederes  particulares ,  este  olor  tan  agra- 
dable, y  lo  conservan  en  pomadas,  esencias, 
etc. 

La  antigua  Orden  militar  de  la  Jarra,  que  tam- 
bién se  llamó  Orden  de  las  Azucenas ,  fundada 
en  1413  por  D.  Fernando  I  de  Aragón,  tenia  por 
divisa,  según  se  cree,  un  collar  de  oro  formado  de 
varias  jarras  con  azucenas  entrelazadas  con  grifos, 
del  que  pendía  un  medallón  con  la  imagen  de  la 
Virgen  de  la  Antigua ,  venerada  en  Medina  del 
Campo,  esmaltada  de  azul,  adornada  de  estrellas, 
y  con  el  niño  Jesús  en  los  brazos.  También  D. 
García  V,  rey  de  Navarra,  habia  creado  olra 
Orden  en  el  auo  1 048,  en  honor  de  la  Virgen  de  la 
Azucena ,  que  se  veneraba  en  Nájera,  la  cual  se 
llamó  también  de  la  azucena  y  de  la  jarra,  cuya 
divisa  era  un  collar  de  oro  entrelazado  con  las 
letras  góticas  m  m,  del  cual  coleaba  un  jarro  con 
una  azucena  de  plata.  [V.  J.  Bastas.  Dice,  en- 
ciclop.) 

Azucena  de  Filadelfia  ( Lilium  phila- 
delphicum,  L.).  Hermosa  especie  que  crece  en 
los  bosques  y  en  los  prados  de  la  América  sep- 
tentrional, del  Canadá  hasta  la  Carolina.  Llega 
á  la  altura  de  cerca  de  dos  pies,  lleva  hojas  ver- 
ticiladas,  ovales-oblongas ,  y  termina  en  una  ó 
muchas  flores  derechas,  de  corola  en  forma  de 
campana,  de  color  rojo  naranjado  con  su  fondo 
amarillo  sembrado  de  puntos  negros.  Cultivase 
en  tierra  de  matorral  mezclada  y  en  tiestos  so- 
terrados, á  fin  de  encontrar  los  búlbulos,  que 
son  muy  pequeños. 

Azucena  IVIartajgon  (Lilium  Martagón, 
L).  Esta  especie,  que  ha  dado  por  el  cuítivo 
muchas  hermosas  variedades ,  crece  expoulá- 


AZU  309 

neamente  en  las  montañas  de  la  Europa  media  y 
meridional,  asi  como  en  el  Altai.  Su  tallo  es  de- 
recho, sencillo,  luciente,  generalmente  man- 
chado, y  alto  de  cerca  de  una  vara;  sus  hojas  son 
verticiladas ,  ovales- lanceoladas,  y  agudas  en  la 
punta;  sus  flores,  que  son  inclinadas,  se  desar- 
rollan en  el  mes  de  julio  ó  agosto ,  formando 
un  racimo  suelto,  y  su  periantio,  comunmente 
pubescente  en  su  cara  externa ,  está  manchado 
de  puntos  de  color  de  púrpura  subido  ó  negros, 
siendo  su  color  rojizo  en  el  tipo ,  aunque  por  el 
cultivo  ha  llegado  á  ser,  en  ciertas  variedades, 
blanquecino  ó  manchado  de  púrpura.  Poséese 
también  de  esta  especie  una  variedad  de  flores 
dobles.  El  olor  de  estas  flores  es  poco  agradable. 
La  azucena  martagón  se  cultiva  en  tierra  de  ma- 
torral, y  en  Siberia  se  utilizan  sus  bulbos  como 
comestibles. 

Azucena  naranjada  [Lilium  croceum, 
Chaix).  La  Italia  parece  ser  la  patria  de  esta  es- 
pecie, que  se  cultiva  sin  dificultad  en  nuestros 
jardines,  y  que  es  muy  semejante  á  la  Azucena 
bulbifera , "  de  la  que  se  distingue  en  su  flor  mas 
pequeña  y  mas  pálida,  mas  abierta,  de  hojuelas 
mas  estrechas  y  mas  angostadas  en  su  base.  Sus 
hojas  son  esparcidas,  señaladas  con  cinco  ner- 
viosidades ,  pero  nunca  acompañadas  de  bulbi- 
llos;  sus  flores  son  de  color  naranjado ,  con  man- 
chas negras  en  el  interior. 

Azucena  de  los  Pirineos  (Lilium  py- 
renaicum,  Gouan).  Esta  especie  es  bastante  pa- 
recida á  la  Azucena  Pomponia ,  de  la  que  se  dis- 
tingue en  las  hojas  orladas  de  blanco,  en  sus 
flores  amarillentas  sembradas  de  puntos  negro*- 
eos ,  y  de  anteras  de  un  rojo  vivo.  Estas  llores 
e\halán  un  olor  chotuno  muy  fuerte  y  muy  desa- 
gradable. Esta  planta  crece  en  los  "Pirineos,  y 
también  se  cultiva  en  los  jardines. 

Azueena  Pomponia  (Lilium  pompo- 
nium,  L.).  Esta  especie  es  igualmente  conocida 
bajo  el  nombre  de  Azucena  turbante;  crece  na- 
turalmente en  Siberia  y  en  el  Oriente,  en  donde 
se  comen  sus  bulbos.  Su  tallo  es  alto  de  t  á  t  7» 
pié,  derecho,  abundantemente  cargado  de  hojas 
esparcidas,  y  alesnadas;  sus  flores  son  torcidas, 
de  mediano  "grandor,  de  perianto  revuelto,  de 
un  rojo  punzó  muy  hermoso,  generalmente  en 
número  de  tres  ó  cuatro.  Cultivase  en  tierra  lige- 
ra y  en  situación  un  poco  cubierta. 

Azucena  soberbia  (  Lilium  sunerbum , 
L.).  Esta  bella  especie,  que  lleva  también,  en 
los  jardines,  el  nombre  de  A  zucena  martagón  del 
Canadá.,  crece  expontáneamente  en  las  partes 
arcillosas,  húmedas,  de  la  América  septentrio- 
nal ,  desde  el  Canadá  hasta  la  Virginia.  Su  ta- 
llo se  eleva  á  dos  varas ,  y  á  veces  á  mas ,  es  de- 
recho y  de  color  violáceo ;  sus  hojas  inferiores 
son  verticiladas,  las  superiores  esparcidas  y  mas 
grandes,  son  lanceoladas,  lampiñas  \  tienen  tres 
nerviosidades;  sus  flores,  de  un  hermoso  naran- 
jado rojo,  manchadas  de  puntos  purpúreos  more- 
nos, de  periantio  revuelto,  son  de  mediano  gro- 
sor ,  reunidas  con  frecuencia  eu  numero  «le  trein- 
ta á  cuarenta  en  uu  magnifico  racimo  piramidal. 


311)  AZÜ 

Cultúrase ejo  tierra  de  matorral,  y  ge  multipli- 
ca sea  por  sus  búlbulos ,  que  se  separan  cada 
tres  ó  cuatro  años,  sea  por  las  escamas  del  bulbo. 

En  el  norte  del  Asia,  en  Siberia,  se  comen  los 
bulbos  de  la  Azucena  de  Kamtschatka  ( Lilium 
Kamtschulcense,  L.),  cultivado  también  en  los  jar- 
dines. 

Las  escamas  secas  de  la  Azucena  del  Japón 
{Lilium  japonicum.  Thunb. )  son  usadas  en  la 
China,  en  donde  se  las  llama  Pacab,  Pacabet , 
como  nutritivas  y  útiles  en  las  enfermedades  de 
pecho,  á  semejanza  del  salep,  según  el  doctor 
Jmsseuil,  pudiéndose  asegurar,  según  dice  el  se- 
ñor Merat,  que  son  idénticas  con  las  escamas  de 
nuestra  azucena  vulgar ,  que  se  conservan  secas 
en  las  boticas  y  que  podrían  emplearse  de  la  mis- 
ma manera. 

AZUFAIFO,  Zizypiius.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  rámneas,  y  de  la  pentandria 
monoginia  de  Linneo ,  compuesto  de  arbustos  ó 
arbolitos  que  habitan  principalmente  las  parles 
vecinas  al  trópico  y  las  que  circundan  el  Medi- 
terráneo ,  en  el  hemisferio  del  norte ,  y  que  tam- 
bién se  encuentran ,  pero  en  corto  número,  en  la 
América  intertropical.  Sus  ramos  son  delgados, 
guarnecidos  de  hojas  alternas,  casi  dísticas,  de 
tres  nerviosidades;  sus  estipulas  son  ya  tras  fu- 
madas la  una  y  la  otra  en  espinas,  de  las  cuales 
la  una  es  derecha  y  la  otra  encorvada,  ya  la  una 
de  las  dos  es  solamente  trasl'ormada  en  espina, 
mientras  la  otra  es  caduca  ó  aborta.  Las  llores 
de  estos  vegetales  presentan  un  cáliz  cuyo  tubo 
es  muy  poco  cóncavo ,  al  paso  que  el  limbo  está 
dividido  en  cinco  lóbulos  manitiestos;  este  tubo 
calicinal  está  tapizado  interiormente  por  un  disco 
cuyo  borde  lleva  una  corola  de  cinco  pétalos  y 
cinco  estambres  opuestos  á  estos  pétalos.  El  ova- 
rio está  hundido  por  su  base  en  el  disco  al  cual 
adhiere,  presentando  interiormente  dos,  ó  muy 
raras  veces  tres,  celdillas  que  cada  una  encier- 
ra un  solo  óvulo  derecho,  y  sostiene  tantos  esti- 
los (por  lo  común  distintos)  y  estigmas  como  cel- 
dillas existen.  El  fruto,  que  sucede  á  estas  flores, 
es  carnudo  y  encierra  un  cuesco  de  2-3  celdillas 
monospermas,  á  veces  de  una  sola,  por  el  efecto 
de  un  aborto;  persistiendo  debajo  de  él  la  base 
del  cáliz ,  que  se  ha  rolo  trasversalmente.  Entre 
las  especies  de  azufaifos,  merecen  ser  estudiadas 
las  siguientes.- 

Azufaifo  agreste  (Zizyphus  agresiis, 
Lour.) .  En  la  Cochinchina  se#  comen  los  frutos 
de  esta  especie. 

Azufaifo  Barclei  ( Zizyphus. Barclei, 
Dec).  Los  frutos  de  este  vegetal,  del  Senegal, 
pasan  como  venenosos  en  este  país ,  en  donde  los 
negros  emplean  las  raíces  del  árbol  como  astrin- 
gentes, en  la  gonorrea,  según  lo  refiere  el  señor 
Leprieur. 

Azufaifo  coman,  Cliujo,  Günjole- 
ro  (Zizyphus  vulgaris,  Lam.;  Rhamnus  Zizy- 
phus, L.).  Esta  especie  es  un  grande  arbusto,  ó 
un  árbol  de  talla  poco  elevada,  originario  de  Si- 
ria, de  donde  fué  trasportado  á  liorna  bajo  el 
reinado  del  emperador  Augusto ;  después  de  esta 


AZÜ 

época,  difundióse  por  todo  el  litoral  del  Medi- 
terráneo en  donde  se  cultiva  y  en  donde  se  ha 
también  naturalizado  en  algunos  puntos. 

Este  arbusto,  armado  de  aguijones  mellizos, 
con  uno  encorvado  hacia  atrás ,  se  eleva  á  la  al- 
tura de  15  á  20  pies;  sus  ramos,  que  comienzan 
cerca  de  tierra,  se  dividen  en  pequeños  ramos  fi- 
liformes, renovados  cada  año,  que  llevandas  ho- 
jas y  las  flores.  Las  hojas  son  alternas,  casi  sési- 
les, ovales,  obtusas,  puntiagudas,  lampiñas, 
lucientes,  y  marcadas  con  tres  nerviosidades  lon- 
gitudinales. Las  flores  son  pequeñas,  amarillen- 
tas, y  están  reunidas  muchas  en  las  axilas  de 
las  hojas.  El  fruto,  llamado  Azufaifa,  Azofaifa, 
Azofcifa,  Azufeifa,  Ginja,  Ginjol,  Yuyuba,  es 
una  drupa  elipsoídea,  del  grueso  de  una  aceitu- 
na, cubierta  de  una  epidermis  lisa,  éoriácea , 
roja  y  que  encierra  una  pulpa  amarillenta  y 
azucarada,  en  el  centro  de  la  cual  se  encuentra 
un  cuesco  duro,  prolongado ,  terminado  en  pun- 
ta ,  dividido  en  dos  celdillas ,  que  cada  una  con- 
tiene una  semilla  oleosa. 

El  azufaifo  se  multiplica  fácilmente  por  semi- 
llas y  por  renuevos,  complaciéndose,  en  nues- 
tros climas ,  en  terrenos  ligeros ,  arenosos  y  se- 
cos. Por  el  cultivo,  da  frutos  mas  voluminosos  y 
mas  delicados. 

En  el  mediodía  de  la  Europa  y  en  Oriente,  se 
comen  muchas  azufaifas,  cuya"  pulpa,  cuando 
fresca,  es  consistente,  azucarada  y  acídula,  cons- 
tituyendo un  alimento  muy  agradable.  Por  la  de- 
secación, que  se  opera  comunmente  al  sol,  esta 
pulpa  adquiere  un  sabor  mas  azuracado  y  ligera- 
mente alcohólico,  experimenta  un  principio  de 
fermentación  y  se  reblandece. 

Las  azufaifas  secas,  como  los  dátiles,  los  hi- 
gos y  las  pasas ,  son  pectorales  ó  béchicas,  y  su 
cocimiento  forma  tisanas  mucilaginosas  y  azuca- 
radas, usadas  en  las  inflamaciones  del  aparato 
pulmonar.  La  pasta  de  azufaifas  es  una  solución 
de  goma  arábiga  azucarada  en  un  cocimiento  de 
eslos  frutos,  reducida  á  consistencia  de  extracto 
sólido. 

El  leño  de  azufaifo  común  es  duro ,  de  color 
rojizo,  y  susceptible  de  tomar  un  hermoso  puli- 
mento ,  lo  que  hace  emplearlo  con  bastante  fre- 
cuencia para  el  torno  ,  pero  las  piezas  que  da  no 
son  bastante  fuertes  para  que  pueda  empleársele 
en  usos  importantes. 

Azufaifo  Fnoplia  (Zizyphus  QEnoplia, 
Lam.;  Rhamnus  QEnoplia,  L.).  Crece  en  Ceylan; 
sus  frutos  son  del  volumen  de  un  guisante  é  inu- 
sitados. 

Azufaifo  Yuyuoa  (  Zizyphus  Jujuba , 
Lam.;  Rhamnus  Jujuba,  L.).  Este  arbusto  no  es 
el  azufaifo  común ,  como  podría  parecer  por  su 
nombre.  Es  una  especie  de  la  India ,  que  lleva 
drupas  ovoideas,  gruesas  como  pequeñas  cirue- 
las, amarillentas  ó  rojizas  en  su  madurez,  que 
los  Indios  comen,  aunque  son  un  poco  estípticas. 
Los  Vítienos  prescriben  sus  raíces,  en  cocimiento, 
con  muchas  semillas  calientes ,  en  ciertas  calen- 
turas. Preténdese  que  á  veces  se  encuentra  laca 
sobre  sus  hojas. 


AZU 

Azufaifo  liOto  (Zizyphus  Lotus,  Lam.; 
fíamnus  Lotus,  L.;  Zizyphus  sativa,  Gactner). 
Especie  muy  parecida  al  azufaifo  común:  arbus- 
to de  la  altura  de  4  á  o  pies,  de  aguijones  melli- 
zos, con  el  uno  encorvado  hacia  atrás;  hojas 
cortas,  pequeñas,  ovales,  obtusas,  y  pálidas 
por  debajo;  flores  pequeñas,  y  de  un  azul  páli- 
do; los  frutos  son  drupas  mas  pequeñas  que  la 
azufaifa,  rojizas  cuando  maduras,  que  contienen 
una  pulpa  de  sabor  muy  agradable  semejante  á 
la  de  los  higos  ó  de  los  dátiles,  y  un  cuesco. 

Este  arbusto  crece  en  África,  en  las  partes  in- 
teriores ,  y  sobre  todo  en  el  norte,  en  la  regencia 
de  Túnez,  en  Sicilia,  en  Portugal  y  en  algunas 
comarcas  de  España.  Florece  en  mayo,  y  sus 
frutos  están  maduros  á  fines  de  agosto"  y  en  se- 
tiembre ,  en  cuya  época  los  habitantes  de  la  pe- 
queña Siria,  en  el  reino  de  Túnez,  los  venden 
en  los  mercados ,  y  es  tanta  su  abundancia  que 
con  ellos  hasta  se  alimenta  á  los  ganados. 

Este  vegetal  es  el  que  produce  el  fruto  tan  cé- 
lebre en  la  antigüedad,  como  formando  el  ali- 
mento favorito  de  los  Lotófagos,  según  lo  habían 
anunciado  ya  ciertos  botánicos  antiguos,  y  se- 
gún lo  demostró  Desfontaines,  en  una  memoria 
publicada  en  el  año  1788.  Estos  pueblos,  por  lo 
común ,  lo  chafan ,  y  en  seguida  hacen  macerar 
su  pulpa  en  el  agua,  fabricando  así  con  ella  una 
especie  de  licor,  todavía  preparado  en  el  norte 
del  África,  pero  que  aunque  sea  excelente  no 
puede  conservarse  mas  de  diez  días. 

Teofrasto  refiere  que  este  arbusto  era  tan  abun- 
dante que  el  ejército  de  Orphellus,  careciendo 
de  viveres  al  atravesar  el  África  con  dirección  á 
Cartago ,  se  alimentó  de  sus  frutos  por  espacio  de 
muchos  meses.  Cree  él  que  estos  frutos  son  el 
mismo  loto  de  que  habla  Homero  en  su  Odisea  , 
1.  IX,  que  tenia  un  gusto  de  tal  modo  dulce  que 
hacia  olvidar  su  patria  á  los  extranjeros;  pero, 
según  el  Sr.  Bory  de  St.-Yincent,  los  frutos  de 
que  bahía  Homero  no  son  mejores  que  las  endri- 
nas ,  añadiendo  que  era  menester  que  los  compa- 
ñeros de  Luises  comiesen  muy  mal  por  haber 
querido  habitar  entre  los  Lotófagos.  —  V.  Lotos. 

Azufaifo  Hapeea  [Zizyphus  Napeca, 
Lam.;  Rhamnus  Spina-Christi,  l!).  Arbusto  espi- 
noso ,  con  uno  ó  dos  aguijones  encorvados  há- 
cio  atrás,  que  crece  en  el  Levante,  en  Arabia, 
en  Siria,  en  Egipto,  en  la  China,  etc.  Forskal 
reconoce  una  variedad  de  ramos  derechos,  y 
otra  que  los  tiene  separados,  y  que  á  veces  ha 
sido  confundida  con  el  Azufaifo  Enoplia,  porque 
lleva  este  nomlire  en  algunas  obras ,  pero  que  es 
distinta  de  él  por  sus  hojas  oblicuas  y  vellosas 
por  debajo,  etc. 

El  fruto  de  esta  especie  es  una  drupa  redon- 
deada, del  grueso  de  una  pequeña  manzana, 
que  encierra  un  cuesco  de  dos  celdillas,  grueso 
como  una  aceituna ;  su  carne  es  olorosa,  acerba 
cuando  no  esta  madura,  y  muy  agradable  y  sa- 
brosa en  su  madurez.  Este  fruto,  que  es  dulce. 
aunque  un  poco  ácido,  ú.  veces  se  pudre  en  el 
arbusto  antes  de  madurar. 

Forskal  asegura  que  ,  en  Arabia  ,  se  acoslum- 


AZl  3H 

bra  lavar  las  úlceras  de  la  cabeza  con  el  coci- 
miento de  las  hojas  secas  de  este  vegetal,  y  los 
cadáveres  con  el  infuso  de  las  mismas  frió. 

La  corona  de  espinas  que  figura  en  la  Pasión 
de  Jesucristo  fué  hecha  con  los  ramos  del  Azu- 
faifo Napeca ,  Nabka  de  los  Árabes,  según  los 
unos ,  y  según  los  otros  con  los  del  Licio  espino- 
so ,  L.  (  Cháleaubriant ,  Itinerario  de  Jerusali  n , 
11,233.1 

Azufaifo  ortacañta  (Zizyphus  or  tacan- 
tha,  Dec).  En  el  Senegal,  se  comen  los  frutos 
de  esta  especie;  los  negros  los  hacen  fermentar , 
machacados  en  el  agua,  y  así  preparan  una  es- 
pecie de  bebida. 

Azufaifo  triuerviado  (Zizyphus  tri- 
nervius,  Rottler) .  Las  hojas  de  esta  especie,  de  la 
India,  son  empleadas,  en  cocimiento  ,  á  la  dosis 
de  3  á  4  onzas,  dos  veces  al  dia  ,  como  depurati- 
vas, en  la  caquexia,  y  como  alterantes  en  la  si- 
lilis. 

AÜSCFRE.  Cuerpo  combustible,  metaloide, 
conocido  de  toda  la  antigüedad ,  y  objeto  de  un 
comercio  importantísimo. 

El  azufre  se  halla  abundantemente  difundido 
en  la  naturaleza.  Encuéntrasele  en  el  estado  na- 
tivo, ó  de  libertad,  en  pedazos  redondeados  di- 
seminados en  las  capas  de  terreno  terciario  y  de 
formación  contemporánea ;  en  pedazos  irregula- 
res ,  en  los  terrenos  de  creta ,  asociado  con  yeso 
y  sal  común  ;  y  en  los  alrededores  de  todos  los. 
volcanes,  y  particularmente  alrededor  del  Vesu- 
bio, del  Etna  y  de  los  volcanes  apagados  de  los 
Andes ,  en  donde  constituye  depósitos  conside- 
rables, producidos  por  la  vaporización,  y  que 
se  designan  bajo  el  nombre  de  Solf ataras  ( tier- 
ra de  azufre).  Existe  en  el  estado  de  combina- 
ción en  los  sulfuros  de  hierro ,  de  cobre ,  de  plo- 
mo, de  zinc,  de  antimonio,  de  mercurio,  en  los 
sulfalos  de  cal,  de  estronciana,  de  barita,  de 
potasa,  de  sosa,  de  magnesia,  etc.,  y  en  las 
aguas  sulfurosas,  unido  con  el  hidrógeno  y  for- 
mando hidrógeno  sulfurado.  La  existencia  del 
azufre  en  el  reino  orgánico  es  conocida  hace 
muchísimos  años  por  los  químicos ,  sabiéndose 
desde  los  mas  remotos  tiempos  que  lo  contienen 
ciertas  plantas,  tales  como  el  rábano,  el  rapon- 
che,  la  codearía  y  las  semillas  de  mostaza ;  ha  - 
ce  poco ,  se  sabe  que  lo  contienen  las  flores  de 
saúco,  de  tilo,  de  naranjo,  y  muchas  otras  plan- 
tas; encuéntrasele  en  los  huevos,  la  lana,  Jos 
cabellos,  los  pelos,  las  crines,  la  sangre,  etc., 
y,  según  Yauquelin,  es  uno  de  los  elementos 
esenciales  de  la  materia  cerebral.  Reil  ha  reco- 
nocido la  presencia  de  este  cuerpo  en  los  huesos 
de  obreros  empleados  en  las  minas  de.  azufre  de 
Htarschalg  en.Salzburg,  y  hanse  visto  enfermos, 
aun  sin  haberlo  usado,  exhalar  un  olor  sulfuroso 
por  la  piel,  por  las  vias  pulmonares,  los  esputos  y 
el  sudor  en  casos  de  catarro  crónico,  etc  En  cuan- 
to á  las  pretendidas  lluvias  de  azufre,  menciona- 
das por  los  autores ,  son  debidas  no  mas  que  al 
polen  de  los  pinos  y  de  los  abetos  florecidos, 
trasportado  á  lo  lejos  por  los  vientos. 

Hemos  dicho  que  todos  los  volcanes  en  activi- 


312  AZU 

dad  producen  azufre,  siendo  sobre  todo  en  los 
volcanes  medio  apagados  ó  que  han  pasado  al 
estado  de  solfataras  en  donde  se  encuentra  en 
eran  cantidad  l  abunda  ,  por  lo  tanto ,  en  la 
isla  de  Vulcano,  una  de  las  islas  Lipan,  y  en 
Puzolo,  cerca  de  Ñapóles,  cuya  antigua  crátera, 
que  lleva  el  nombre  de  sulfatara  por  excelencia, 
ha  sido  explotada  de  toda  la  antigüedad ,  y  en  la 
que  el  azufre  se  renueva  perpetuamente ;  tam- 
bién es  muy  abundante'en  Islanda,  y  en  los  vol- 
canes de  la  Guadalupe  y  de  la  isla  de  Borbon.  Si 
bien  se  encuentra  «á  veces  en  nidos  en  terrenos 
de  cristalización,  en  algunas  vetas  metalíferas 
es  no  mas  que  accidentalmente  y  en  muy  corta 
cantidad.  Con  mas  frecuencia  se  encuentra  en 
los  terrenos  de  sedimento,  procediendo  todas  las 
mas  hermosas  muestras  de  azufre  que  se  obser- 
van en  las  colecciones  de  terrenos  sedimentosos, 
cuyas  principales  localidades  son:  Girgenti,  en 
Sicilia:  Cesena,  cerca  de  Ravena,  en  Italia;  Co- 
nil  provincia  de  Cádiz,  en  España ,  en  donde  se 
presenta  puro  en  cristales  perfectos  y  muy  volu- 
minosos; etc.  •'■';'         '  • 

En  la  península  se  halla  azufre  en  diversos 
puntos,  ya  en  estado  natural,  terroso  y  cristali- 
zado ya  en  porciones  sulfurosas,  en  Hellm  y 
otros'puntos  de  la  provincia  de  Murcia ,  en  Sala- 
manca, Soria,  Teruel,  Vizcaya,  etc.  En  Murcia, 
se  encuentra  en  porciones  sulfurosas ,  y  también 
lo  hay  puro ;  existiendo  en  Lorca  una  fabrica 
para  su  depuración ,  y  en  ella  se  vende  a  30  rs. 
él  quintal.  En  la  provincia  de  Salamanca  se  ha- 
cen grandes  explotaciones  de  azufre,  vendién- 
dose á  precios  convencionales,  según  su  clase. 
I  as  anticuas  y  abundantes  minas  de  Comí  han 
perdido °su  valor  industrial,  pero  conservan  to- 
do su  mérito  para  los  mineralogistas  y  geólogos  ; 
en  la  exposición  universal  venheada  en  Londres, 
en  1851  se  veian  numerosas  y  hermosas  mues- 
tras de  azufre  cristalizado  de  este  criadero  Los 
productos  de  las  minas  de  Hellin  son  unas  36.000 
arrobas  anuales  de  azufre,  que  se  divide  o  c basíli- 
ca en  cuatro  suertes :  el  de  primera  se  destina  a 
la  fabricación  de  la  pólvora,  el  ele  segunda  se 
envía  á  la  fábrica  de  Murcia,  y  el  de  tercera  y 
cuarta  se  expenden  á  las  fábricas  de  Cataluña,  pa- 
ra la  preparación  del  ácido  sulfúrico  y  otros  pro- 
ductos. Tenemos  por  lo  tanto  en  España  todo  el 
azufre  que  el  consumo  reclama,  consumo  que  se 
calcula  ser  de  50.000  quintales  al  ano ,  y  que  se- 
ria mayor  si  se  dispensara  mas  protección  a  los 
fabricantes  de  productos  químicos,  pues  preci- 
sados á  pagar  las  dos  primeras  materias ,  azulre 

v  sal  1 00  y  200  p%  mas  caras  de  1()  <lue.  laf  co,m" 
pran'los  fabricantes  extranjeros,  y  habiéndoselas 
tan  solo  señalado  en  los  nuevos  Aranceles  un  de- 
recho protector  de  20  p%  en  término  medio,  re- 
sulta que  mientras  nuestras  fábricas  no  elaboran 
la  mitad  de  los  productos  que  pudieran  por  difi- 
cultad en  las  ventas ,  se  reciben  del  extranjero 
varios  productos  que  podrían  obtenerse  con  ven- 

tcllci 

EÍ  Azufre  nativo,  en  el  estado  de  pureza,  es  tras- 
parente, de  un  amarillo  puro  ó  que  tira  a  verdoso, 


AZI) 

y  de  un  lustre  vidrioso  en  su  fractura;  preséntase 
con  frecuencia  en  masas  cristalinas  y  en  cristales 
completos  y  regulares.  Hasta  el  presente,  el  azu- 
fre nativo  no  ha  ofrecido  sino  formas  pertene- 
cientes á  un  solo  sistema  cristalino ,  que  derivan 
de  un  octaedro  recto,  romboidal,  cuyos  ángulos 
son  de  106°38'  v  84°58'  hacia  un  mismo  vértice, 
y  de  143°17'  en'la  base;  en  algunos  cristales  se 
percibe  una  fisura  ó  hendidura  paralela  á  las  ca- 
ras de  este  octaedro  ;  todas  las  formas  llevan  la 
impresión  de  este  octaedro  del  que  derivan  por 
ligeras  modificaciones  en  los  ángulos  y  en  los 
aristas.  La  dureza  del  azufre  es  inferior  a  la  del 
calizo;  tiene  dos  ejes  de  doble  refracción,  sien- 
do considerable  su  poder  refríngeme ,  y  duplica 
las  imágenes  de  los  objetos,  aun  al  través  de  ca- 
ras paralelas.  Sus  variedades  de  color  son :  el 
amarillo  de  miel,  el  amarillo  verdoso,  el  blan- 
quecino ,  el  gris  y  el  moreno ;  estos  últimos  co- 
lores, que  van  unidos  con  la  opacidad,  parecen 
debidos  á  una  mezcla  de  azufre  con  materias  ar- 
cillosas ó  bituminosas ;  en  cuanto  a  los  matices 
rojos ,  ó  rojo-naranjado .  que  se  observan  en  al- 
gunos cristales  de  Sicilia  ó  de  las  islas  Lipan , 
parecen  debidos  á  la  presencia  de  cierta  canti- 
dad de  rejalgar  ó  de  selenio.  Las  principales  va- 
riedades de  estructura  del  azufre  son:  el  azulre  fi- 
broso, el  concrecionado,  el  terreo  y  el  compacto. 
El  azufre  del  comercio  se  obtiene  de  dos  mane- 
ras •  recogiéndolo  inmediatamente  en  las  sollata- 
ras  ó  cráteras  de  los  volcanes  y  separándolo  de 
las  materias  terreas  con  las  cuales  esta  mezcla- 
do ,  ó  bien  extrayéndolo  de  las  pintas ,  es  decir 
de  los  compuestos  que  forma  con  el  hierro  y  el 
cobre ,  y  que  son  abundantísimos  en  la  natura- 
leza, siendo  los  persulfuros  los  únicos  que  pue- 
den beneficiarse  con  ventaja. 

La  destilación  es  el  medio  empleado  para  pu- 
rificar el  azufre  que  se  encuentra  en  las  solfata- 
ras. Se  llenan  de  pedazos  de  mineral  del  grosor 
del  puño  vasijas  de  tierra  cocida,  que  se  cubren 
con  una  tapadera  de  barro,  que  se  embetuna 
exactamente.  Estas  vasijas,  colocadas  unas  al 
lado  de  otras  ,  en  un  horno,  mas  largo  que  an- 
cho, llamado  galera ,  comunican  por  una  abertu- 
ra superior  y  lateral  que  sale  del  horno  con  otras 
vasijas  oblongas,  casi  de  la  misma  forma,  que 
hacen  el  oficio  de  recipiente,  y  tienen  en  tapar- 
te inferior  un  agujero  que  da  paso  al  azufre  liqui- 
do que  se  condensa  en  ellas ,  yendo  a  parar  a  una 
cubeta  llena  de  agua  fría,  en  donde  no  tarda  en 
cuajarse  en  pedazos  irregulares ,  de  un  color 
gris,  amarillo  oscuro  ó  moreno.  Este  es  el  Azu- 
fre bruto  del  comercio,  que  contiene  de  12  a  15 
p°/ó  de  materias  terreas. 

Antiguamente,  se  purificaba  este  azufre  fun- 
diéndolo en  una  caldera  de  hierro  colado,  y 
cuando  se  habían  posado  las  materias  terreas,  se 
vertía  en  moldes  de  madera  cilindricos.  En  la  ac- 
tualidad se  practica  esta  operación  de  un  modo  mas 
exacto  y  al  mismo  tiempo  mas  económico:  se  vuel- 
ve á  destilar  el  azufre  bruto  en  una  caldera  de  hier- 
ro colado  que  tieneun  capitel  abovedado  como  una 
retorta,  y  la  cual  comunica  por  medio  de  un  agu- 


AZU 

joro  ron  el  interior  de  una  vasta  cámara  de  mani- 
postería, qini  sirve  de  recipiente,  y  que  tiene 
válvulas  que  se  abren  de  dentro  á  fuera  para  dar 
salida  al  aire  enrarecido  por  el  ácido  sulfuroso 
que  se  ha  formado.  Si,  en  un  tiempo  dado,  se 
destila  mucho  azufre ,  el  calor  producido  por  la 
condensación  de  los  vapores  calrenta  las  paredes 
de  la  cámara  lo  bastante  para  que  el  azufre  que 
llega  á  ellas  tome  el  estado  liquido ,  v  entonces 
se  acumula  en  la  parte  mas  inferior  de  la  cámara, 
de  donde  se  saca  por  medio  de  una  llave  colo- 
cada en  la  parte  mas  declive,  recibiéndolo  en 
moldes  de  madera,  ligeramente  cónicos,  en  los 
cuales  toma  la  forma  de  cilindros,  bajo  la  que  se 
vende  en  el  comercio  con  el  nombre  de  Azufre  de 
cañón ,  que  está  del  todo  libre  de  materias  ter- 
reas ,  es  de  un  amarrllo  mucho  mas  puro  que  el 
obtenido  por  el  antiguo  proceder,  y  debe  prefe- 
rírsele. 

Cuando  la  capacidad  de  la  cámara  es  muy  vas- 
ta ó  se  hacen  llegar  á  ella  los  vapores  de  azufre 
con  menos  rapidez,  éstos  se  condensan  en  las 
paredes  poco  calientes  en  forma  de  un  polvo 
amarillo ,  que  es  la  Flor  de  azufre  ó  el  Azufre 
sublimado.  Pero  en  este  estado  el  azufre  es  me- 
nos pHro  que  cuando  ha  sido  fundido ,  estando 
siempre  impregnado  de  ácido  sulfuroso  ó  sulfú- 
rico de  los  cuales  se  le  separa  fácilmente  laván- 
dolo muchas  veces  en  agua  hirviendo ,  y  enton- 
ces se  tiene  la  Flor  de  azufre  lavada. 
.  Para  extraer  el  azufre  de  los  sul furos ,  el  mejor 
proceder  es  el  del  Sr.  Dartigues :  este  fabricante 
coloca  veinte  y  cuatro  cilindros  de  tierra  en  dos 
filas  en  un  horno  particular ,  y  por  uno  de  sus 
extremos,  que  abre  y  cierra  á  voluntad ,  los  lle- 
na de  sulfuro  de  hierro  reducido  á  pedazos,  adap- 
tando en  el  otro  extremo  un  canon  por  el  que  pa- 
sa el  azufre  que  va  á  parar  en  cajas  de  madera 
en  parte  llenas  de  agua  y  cubiertas  con  una  tapa- 
dera de  plomo.  Durante" la  operación  es  necesa- 
rio no  elevar  demasiado  la  temperatura ,  porque 
si  el  sulfuro  se  fundiese,  indudablemente  echaría 
á perder  el  cilindro.  El  sulfuro  en  parle  desulfura- 
do que  queda  en  el  residuo ,  se  emplea  para  la 
fabricación  del  sulfato  de  hierro. 

El  azufre  puro  es  un  cuerpo  simple,  de  un  her- 
moso color  amarillo  de  limón,  insípido  é  inodoro; 
sin  embargo,  el  frote  le  comunica  un  ligero  olor 
y  desarrolla  en  él  la  electricidad  negativa  ó  resi- 
nosa. A  veces  es  opaco,  aunque  por  lo  común  es 
traslúcido  ó  trasparente;  es  tan  mal  conductor 
del  calórico  que  el  calor  de  la  mano  basta  para 
romper  con  un  crugido  particular  un  cilindro  ó 
canon  de  azufre;  es  muy  quebradizo  y  fácil  de  re- 
ducir á  polvo,  y  su  densidad  es  de  i  ,98.  Es  comple- 
tamente insoluble  en  el  agua,  pero  el  alcohol 
absoluto  y  el  éter  disuelven  un  poco ;  los  aceites 
crasos  y  los  aceites  volátiles  calentados  lo  disuel- 
ven enteramente,  teniendo  la  misma  acción  so- 
bre él  el  sulfuro  de  carbono  y  el  cloruro  de  azu- 
fre. Por  el  enfriamiento  de  estas  disoluciones,  en 
caliente,  puede  obtenérsele  en  forma  de  cristales 
semejantes  á  los  que  presenta  el  azufre  nativo. 

El  azufre  se  funde  á  tos0 ,  pero  á  los  250°  pier- 
io 


AZU  313 

de  su  fluidez  tomando  tía  color  moreno  subido,  y 
pasa  á  ser  casi  pastoso  á  300° ;  si  entonces  se 
zabulle  en  el  agua,  queda  blando ,  lo  que  permi- 
te emplearlo  en  las  artes ,  para  sacar  modelos, 
siendo  tanto  mas  propio  para  este  uso  en  cuanto 
á  la  larga  vuelve  a  tomar  su  dureza  y  su  color 
natural.  En  vaso  cerrado  .  comienza  á  difundir 
algunos  vapores  á  t  \  5o,  y  se  volatiliza  enteramen- 
te á  la  temperatura  de  316°,  y  entonces  destila 
dando  un  vapor  que  se  condensa,  en  contacto  con 
los  cuerpos  frios,  en  forma  de  polvo  (flores  de  azu- 
fre), y  en  el  que  muchos  metales  arden  con  gran 
vivacidad.  Calentado  al  aire,  á  una  alta  tem- 
peratura ,  ó  echado  sobre  las  ascuas ,  se  inflama 
y  arde  con  una  llama  azul,  despidiendo  el  olor 
picante  y  característico  del  acido  sulfuroso,  que 
es  siempre  el  producto  de  la  combustión  del  azu- 
fre en  contacto  del  aire  ó  del  oxígeno. 

El  azufre  se  combina  con  casi  todos  los  cuer- 
pos simples :  el  oxígeno ,  con  el  cual  forma  dos 
ácidos;  el  hidrógeno,  que  lo  cambia  en  ácido  hi- 
drosulfúrico ,  ó  en  simple  hidruro;  el  carbono,  el 
fósforo,  el  vodo,  los  diversos  metales,  etc.  A  es- 
tos últimos  los  vuelve  agrios  y  quebradizos,  for- 
mando con  ellos  combinaciones  binarias,  llama- 
das Sul  furos,  análogas  á  las  combinaciones  bina- 
rías del  oxígeno,  y  que  como  éstas,  según  su  com- 
posición, hacen  vices  de  ácidos  ó  de  bases. — V. 
Ácidos  y  Sulfuros. 

El  azufre  es  un  cuerpo  diamorfo,  es  decir  que 
ofrece  dos  formas  cristalinas  diferentes  :  la  forma 
de  prismas  romboidales  rectos ,  de  base  rectan- 
gular, que  corresponde  al  azufre  nativo  ;  y  la  de 
prismas  romboidales  ,  de  base  de  la  misma  figu- 
ra ,  pero  oblicuos ,  que  presentan  siempre  los 
cristales  obtenidos  fundiendo  el  azufre  y  hacién- 
dole cristalizar  por  simple  enfriamiento. 

Calentado  con  el  ácido  nítrico  concentrado  y  el 
agua  regia,  el  azufre  es  poco  á  poco  convertido 
en  ácido  sulfúrico ,  cuya  presencia  puede  demos- 
trarse con  las  sales  de  bario.  Tratado  en  caliente 
con  una  solución  de  potasa  cáustica,  se  disuelve 
enteramente ,  la  descompone  y  la  convierte  en 
hiposulfito  de  potasa  y  en  polisulfuro  de  potasio. 
Por  último ,  si  se  hace  una  mezcla  íntima  de  azu- 
fre con  dos  ó  tres  veces  su  peso  de  nitrato  de 
potasa,  y  se  echa  esta  mezcla  en  un  crisol  de 
platino  incandescente ,  arde  con  viva  deflagra- 
ción ,  trasformándose  en  ácido  sulfúrico  que 
queda  unido  á  la  potasa.  Esta  acción  del  ni- 
trato de  potasa  sobre  el  azufre  ofrece  un  me- 
dio sencillo  de  demostrar  la  presencia  de  muy 
pequeñas  cantidades  de  azufre  libreó  combinado. 
El  Sr.  Bouligni  ha  probado  que  un  veinteno  de 
grano  de  azufre  calcinado  con  nitro  dio  un 
residuo  que,  disuelto  en  el  agua  destilada,  pro- 
dujo con  el  cloruro  de  bario  un  precipitado 
blanco  de  sulfato  de  barita.  Este  precipitado  era 
en  cantidad  tal  que  pudo  recogerse  y  calcinársele 
con  sosa ,  en  el  soplete ,  para  trasfoímarlo  en  sul- 
furo fácil  de  reconocer. 

Las  variedades  de  azufre  comerciales  son:  el 
azufre  en  masa,  el  azufre  de  cañón  y  la  flor  de 
azufre. 

tomo  i. 


314  AZU 

Azufre  en  masa  ó  Azufre  bruto.  Está  en  pe- ' 
(lazos  irregulares  de  diferentes  magnitudes,  que 
ofrecen  en  su  superficie  pequeñas  facetas  crista- 
lizadas; es  de  color  amarillo  de  limón,  á  veces 
mezclado  con  velas  ó  capas  verdes ;  tiene  un 
olor  particular  bastante  pronunciado,  y  un  sabor 
ácido,  producido  por  un  poco  de  ácido  sulfúrico 
que  se  ba  formado  en  la  destilación.  Además  con- 
tiene, como  hemos  dicho,  materias  terreas,  cuya 
proporción  puede  determinarse  desecando  una 
cantidad  de  azufre  bruto  y  destilándolo  en  segui- 
da en  una  retorta,  para  recoger  el  residuo  lijo. 
Embalaje:  barriles  y  sacos  de  diversos  pesos. 

Azufre  de  cañón.  Es  de  un  color  amarillo  de 
limón  dorado,  ligeramente  verdoso,  duro  y  que- 
bradizo. Los  cañones  son  lisos  al  exterior,  y  co- 
munmente cristalizados  en  el  interior;  tienen  8 
á  9  lineas  de  diámetro  y  algunas  pulgadas  de  lon- 
gitud. Embaí.:  barriles  de  pesos  variables. 

Azufre  sublimado  ó  Flores  de  azufre.  Es  un 
polvo  lino  al  tacto,  que  arde  con  la  mayor  faci- 
lidad, insípido  ,  y  de  olor  agradable  cuando  re- 
cienlemenle  sublimado.  Embaí.:  cajas dediversos 
pesos. 

El  azufre  de  cañón  es  raras  veces  falsificado,  si 
bien  algunas  veces  contiene  sulfuro  de  arsénico, 
cuyo  fraude  se  conoce  fácilmente ,  porque  los  ca- 
ñones son  rojizos,  en  vez  de  ser  de  un  hermoso 
amarillo  de  limón  ligeramente  verdoso.  Las  sofis- 
ücaciones  de  las  flores  de  azufre  son  mas  nume- 
rosas y  mas  dignas  de  examen ,  pudiendo  estar 
alterado:  1 .°  con  arsénico,  magnesia  y  cal;  2.°  con 
harina  ó  almidón;  3.°  con  ácido  sulfúrico  y  ácido 
sulfuroso. 

Cuando  el  azufre  contiene  arsénico,  es  rojizo 
en  vez  de  ser  amarillo;  pero  cuando  la  porción 
de  arsénico  es  débil,  este  carácter  no  es  decisi- 
vo, debiendo  entonces  acudirse  á  otro  medio, 
que  consiste  en  hacer  detonar  una  parle  de  azu- 
fre sospechoso  con  cuatro  ó  cinco  veces  su  peso 
de  nitro  puro ,  en  disolver  el  residuo  en  agua  des- 
tilada, y  en  tratar  esta  solución  con  sulfato  de 
plata ,  que  dará  poco  á  poco ,  si  el  azufre  contie- 
ne arsénico ,  un  precipitado  rojo-moreno  de  ar- 
seniato  de  plata.  Para  reconocerla  presencia  de 
los  ácidos  sulfúrico  ó  sulfuroso  en  la  flor  de  azu- 
fre ,  se  mezcla  una  pequeña  cantidad  del  cuerpo 
sospechoso  en  agua,  se  filtra,  y  se  observa  si  el 
líquido  obtenido  enrojece  la  tintura  de  tornasol. 
Cuando  la  flor  de  azufre  contiene  cal  ó  magnesia, 
ó  yeso,  á  la  simple  vista  se  reconoce  fácilmen- 
te el  fraude ,  siendo  la  flor  de  azufre  mucho  mas 
blanca  que  cuando  es  pura.  Para  asegurarse  de 
la  presencia  del  almidón  en  la  flor  de  azufre,  se 
hace  una  especie  de  papilla  con  el  cuerpo  que  se 
quiere  ensayar,  y  si  la  scMisticacion  existe,  esta 
mezcla  forma  una  especie  de  cola. 

Los  usos  del  azufre  son  numerosísimos.  Sirve 
para  fabricar  los  ácidos  sulfúrico  y  sulfuroso,  los 
sulfuros  alcalinos  y  metálicos,  y  otros  compuestos 
químicos.  Es  uno  de  los  elementos  de  la  pólvora  y 
de  los  fuegos  artificiales.  Cuando  blando,  los  mo- 
deladores y  los  grabadores  lo  emplean  para  sacar 
modelos  y  hacer  moldes  en  hueco ;  y  como  el 


AZU 


azufre,  solidificándose,  se  contrae,  y  el  yeso  se 
dilata,  las  alteraciones  del  modelo  por  el  uno  de 
los  cuerpos  son  corregidas  por  las  del  otrocuando 
se  sacan  modelos  de  yeso  en  azufre,  ó  de  azufre  en 
yeso.  Es  también  empleado  para  asegurar  el  hier- 
ro en  la  piedra ,  y  para  hacer  las  mechas  desti- 
nadas para  la  conservación  de  los  vinos.  Se  usa 
para  apagar  el  fuego  ó  el  incendio  de  las  chime- 
neas; bastando,  en  este  caso,  echar  un  puñado 
de  flor  de  azufre  en  el  hogar,  con  lo  que  siendo 
absorbido  el  oxígeno  del  aire  la  combustión  lle- 
ga á  ser  imposible.  Sirve  también  para  fabricar 
las  pajuelas,  de  que  se  hace  un  grandísimo  con- 
sumo ;  se  emplea  en  el  blanqueo  de  la  seda  y 
de  las  materias  animales,  etc. ,  y  finalmente,  es 
de  un  uso  importante  en  medicina,  como  vamos 
á  indicar. 

En  farmacia,  porfidizado  y  lavado,  se  le  llama- 
ba Crema  de  azufre;  sublimado,  constituía ,  como 
se  ha  expuesto  ,  las  Flores  de  azufre ,  distingui- 
das en  lavadas  y  no  lavadas ;  obtenido  por  preci- 
pitación de  la  solución  del  sulfuro  de  potasa  ó  de 
sosa ,  por  medio  del  vinagre ,  era  el  Magisterio 
de  azufre ;  el  azufre  hidratado ,  mirado  equivo- 
cadamente antes  como  un  óxido,  y  que  no  debe 
confundirse  con  el  hidruro  de  azufre  ó  azufre  hi- 
drogenado ,  era  conocido  con  el  nombre  de  Leche 
de  azufre.  Pero  estas  y  otras  preparaciones  aná- 
logas, muy  poco  distintas  entre  sí,  aunque  preco- 
nizadas por  antiguos  médicos  en  determinadas 
dolencias,  pueden  todas,  como  lo  son  hoy  diaen 
terapéutica,  ser  reducidas  al  azufre  sublimado. 

Modificado  de  todas  las  maneras,  asociado  con 
diversos  medicamentos  simples ,  ó  compuestos, 
apropiados  al  objeto  terapéutico  que  se  desea,  el 
azufre  hace  parte  de  una  multitud  de  preparacio- 
nes oficinales  y  magistrales ,  tanto  internas  como 
externas ,  de  las  cuales  no  corresponde  tratar  en 
esta  obra. 

Empleado  como  desinfectante ,  como  profilác- 
tico desde  la  mas  remota  antigüedad  ,  usado  en 
los  sacrificios  expiatorios  de  los  antiguos,  el  azu- 
fre parece  haber  sido  introducido  en  la  medicina 
veterinaria  antes  de  figurar  en  nuestra  terapéuti- 
ca ,  de  la  que  forma  uno  de  los  mas  preciosos 
agentes.  Humero  [Odisea,  libro  22,  verso  481) 
habla  del  azufre  cuyos  vapores  saludables  destru- 
yen el  germen  de  nuestros  males;  Hipócrates  lo 
daba  asociado  con  la  sandáraca  en  las  afecciones 
histéricas;  Dioscórides y  Plinio  mencionan  su  uso 
exterior  y  sobre  todo  interno  en  las  enfermedades 
de  pecho;  Galeno  enviaba  los  tísicos  á  Sicilia  á 
respirar  el  aire  sulfuroso  de  los  volcanes,  etc. 
En  todos  tiempos,  el  azufre  y  sus  diversos  com- 
puestos han  sido  preconizados  contra  las  enferme- 
dades de  la  piel,  la  sarna  sobre  todo,  las  afec- 
ciones crónicas  de  los  pulmones  ,  el  reumatismo, 
la  gota,  etc.,  etc.  Su  acción  sudorífica,  tónica, 
estimulante,  fundente,  desobstruente ,  expecto- 
rante, y  laxante,  su  propiedad  de  obrar  como 
difusible  sobre  los  sistemas  linfático  y  cutáneo, 
de  aumentar  las  excreciones  de  las  membranas 
mucosas ,  y  producir  la  expansión  de  la  sangre, 
1  han  sido  reconocidas  por  todos  los  observadores. 


AZli 

Los  efectos  inmediatos  del  azufre  varían  según 
que  la  acción  de  este  cuerpo  se  concentre  á  las 
vías  alimenticias  ó  seextiendaá  todos  lossistemas 
orgánicos.  A  pequeñas  dósos,  4  á6  granos,  esti- 
niula  las  funciones  digestivas,  ó  á  lo  menos  no 
altera  su  ejercicio  regular.  A  la  dosis  de  18  gra- 
nos a  I  dracma  y  mas,  provoca,  sin  cólico,  eva- 
cuaciones albinas,  comunmente  muy  fétidas, 
obrando  localmenle  en  cierto  modo  y  sobre  las 
primeras  vías.  Dado,  al  contrario,  por  tomas  de 
10  ó  13  granos,  á algunas  boras  de  intervalo,  es 
absorbido,  pasa  á  las  segundas  vías ,  obra  como 
estimulante  difusible  sobre  toda  la  economía,  au- 
menta el  calor  general,  la  frecuencia  del  pulso  y 
la  perspiracion  cutánea,  se  exhala  en  seguida  por 
las  diversas  superficies  mucosas,  cuyas  excrecio- 
nes adquieren  á  menudo  un  olor  de  hidrógeno 
sulfurado,  ennegrecen  los  objetos  de  oro  y  de 
plata,  coloran  á  veces  de  amarillo  la  ropa  blanca 
de  los  enfermos,  etc.  Si  se  prolonga  su  uso,  si 
se  eleva  demasiado  su  dosis ,  ó  el  sujeto  es  muy 
irritable,  puede  resultar  una  excitación  generaí, 
agitación,  insomnio,  un  estado  febril  continuo, 
hemorragias,  etc;  y  así  es  que  en  el  tratamiento 
de  las  enfermedades  cutáneas,  á  veces  hay  nece- 
sidad de  suspender  su  administración ,  para  cal- 
mar con  baños,  y  atemperantes  esta  irritación 
morbosa.  De  donde  se  sigue  que  no  conviene  a 
los  individuos  irritables,  á  los  pletóricos,  á  los 
hemoplóicos,  etc  ,  contraindicaciones  comunes 
á  la  mayor'parte  de  los  sulfurosos  en  general.  Des- 
bois  de  Rochefort  dice  que  es  nocivo  á  las  muge- 
res  en  cinta,  y  Gmelin,  en  los  embarazos  gás- 
tricos, etc. 

La  experiencia  no  ha  confirmado  las  propieda- 
des magnéticas  atribuidas  al  azufre  de  canon  apli- 
cado simultáneamente,  en  fragmentos  largos  de 
una  pulgada,  al  epigastrio,  á  los  muslos  y  á  los 
sobacos,  ni  la  de  las  bolsitas  llenas  de  una  mezcla 
de  azufre  pulverizado  y  limaduras  de  hierro ,  co- 
locadas sobre  el  pechó;  tampoco  ha  demostrado 
que  este  cuerpo  fuese  un  preservativo  de  los  ca- 
lambres poniéndolo  en  pedazos  en  la  cama  de  los 
individuos  propensos  á  esta  indisposición,  ni  la 
virtud  antifebril  que  adquiere,  según  Hallé,  cuan- 
do se  frota  para  electrizarlo  y  se  aplica  así  al  epi- 
gastrio; mucho  menos  ha  comprobado  que  su 
uso,  como  se  practica  en  Payta  (Perú)  fuese 
útil  para  recoger  el  sudor  de  los  febricitantes, 
curar  las  obstrucciones,  aplicado  al  abdomen , 
etc.,  etc.  Estos  hechos  están  fuera  del  orden  na- 
tural délos  conocimientos  terapéuticos  de  la  época 
para  ser  examinados. 

La  importación  de  azufre,  en  Barcelona,  en 
4849,  fué:  de!  reino,  124,650  libras,  valor  de 
62,325  rs.  vn.;  del  extranjero,  1,235  libras,  va- 
lor de  770  rs.  vn.  La  exportación  á  varios  puntos 
del  reino  fué  de  38,701  libras,  valor  de  49,350 
rs.  vn. 

AZUL  ESí  BOINAS.  El  color  de  este  com- 
puesto es  azul  celeste.  Para  obtenerlo,  se  pulve- 
rizan dos  libras  de  añil  ó  índigo  de  pastel,  se  pu- 
rifica con  5  azumbres  de  alcohol,  y  luego  con 
acido  muriatico  muy  diluido;  se  lava  y  se  hace  se- 


AZL  315 

car;  se  disuelve  en  13  libras  de  ácido  sulfúrico 
de  66°;  se  añaden  á  la  solución  jarabosa  32  libras 
de  potasa  blanca  y  -i  libras  de  jabón  blanco, 
hasta  que  todo  el  ácido  esté  saturado,  y  al  cabo  de 
viente  y  cuatro  horas  se  añaden  i  azumbres  de 
agua  de  lluvia  hirviendo,  en  la  que  se  habrán 
hecho  disolver  9  onzas  de  alumbre.  Obtenido  el 
precipitado  de  añil,  para  darle  la  consistencia  de 
una  pasta  fácil  de  vaciar  en  bolas,  se  añade 
goma  arábiga  ó  almidón.  Esta  es  la  indicación 
que  dan  los  bres.  Wuy  y  Story  de  las  Bolas  de 
azul. 

El  azul  celeste  en  bolas ,  dicho  A  zul  inglés,  es 
el  mas  eslimado.  Para  obtenerlo,  se  disuelve  ín- 
digo en  ácido  sulfúrico,  luego  so  precipita  con  la 
potasa,  y  el  precipitado  mezclado  con  almidón 
se  hace  secar.  Es  menester  servirse  de  ácido  sul- 
fúrico de  Sajonia,  porque  disuelve  mas  fácilmente 
el  añil ,  y  da  un  color  mas  bello.  La  precipitación 
se  hace  por  medio  de  una  solución  de  potasa,  que 
se  añade  poco  á  poco  hasta  que  no  haga  casi 
efervescencia.  Se  cuentan  nueve  partes  de  pota- 
sa sobre  cuatro  de  ácido  sulfúrico  empleado ;  sin 
embargo ,  esta  proporción  debe  variar  según  la 
calidad  de  la  potasa,  pues  ésta  en  demasiada  can- 
tidad destruye  el  color  y  lo  vuelve  verdoso.  Es 
menester  procurar  sobre  todo  que  la  potasa  sea 
pura,  y  que  no  contenga  sílice  ni  sulfuro,  porque 
la  primera  de  estas  sustancias  debilita  el  azul ,  y 
la  segunda  lo  ensucia  y  lo  vuelve  gris  ó  verdo- 
so. 

El  precipitado  se  pone  sobre  un  filtro  y  se  lava; 
en  seguida  se  mezcla  con  almidón  preparado  con 
agua  caliente;  se  extiende  la  mezcla  sobre  plan- 
chas de  madera,  vidrio,  ú  hoja  de  lata  ;  después 
se  corta  en  tabulas  pequeñas  cuadradas,  ó  se  la 
da  la  forma  de  bolitas,  y  se  deja  secar  á  la  som- 
bra ,  en  lugar  que  no  haya  polvo. 

La  proporción  del  añil," por  quintal,  varia  según 
la  calidad  del  azul  que  se  quiere  obtener:  para  el 
mas  fino ,  se  toman  comunmeute  cinco  libras ; 
para  el  mediano,  cuatro;  y  para  el  inferior ,  tres. 

Es  necesario  que  el  almidón  sea  puro  y  perfecta- 
mente blanco.  Con  frecuencia  se  anadea  este  azul 
creta  para  aumentar  su  peso.  La  superficie  de  las 
tablas  está  pintada  algunas  veces  con  añil  para 
subir  el  color,  ó  también  con  azul  de  Prusia;  pe- 
ro este  último  debe  desecharse,  porque  descolora 
el  jabón,  y  elhierro  que  contiene  mancha  la  ropa. 

El  azul  en  bolas  y  el  azul  inglés  son  de  un  uso 
muy  cómodo  para  azular  la  ropa  blanca,  las  me- 
dias de  seda ,  las  cintas,  los  tafetanes,  etc. 

Se  designa  también  bajo  el  nombre  de  Azul  li- 
quido una  disolución  de  añil  en  ácido  sulfúrico, 
la  que ,  saturando  una  parte  de  ácido  en  exce- 
I  so  con  creta,  se  usa  como  tinta ,  y  para  azular  la 
ropa. — V.  Añil. 

AZUL  ME  COBALTO.  Combinación 
azul  formada  de  óxido  de  cobalto  y  de  alumina , 
notable  por  su  fijeza  al  fuego  y  su  inalterabilidad 
al  aire. — Y.  Azul  de  Thcnard. 

En  1849,  se  recibieron  en  Barcelona,  proceden- 
tes del  extranjero,  455  libras  de  azul  de  cobalto  , 
valor  de  9.100  rs.  vn. 


316  AZU 

AXl  L 1IE  COBRE,  Azul  de  mon- 
taña, Carbonato  azul  de  cobre ,  Co- 
bre azulado,  Cobre  carbonatado. 

Es  la  Azurita  de  los  mineralogistas ,  compuesta 
<le  ácido  carbónico,  25,69;  óxido  de  cobre,  69,09; 
agua,  5,22. 

La  azurita  se  encuentra  en  mucha  abundancia 
en  Vestfália,  en  Sajonia,  en  Ungría,  pero  sobre 
todo  en  Siberia;  en  España  la  hay  muy  hermosa 
en  varios  puntos ,  particularmente  eñ  Linares. 
Preséntase  en  la  naturaleza  casi  siempre  en  el 
estado  cristalino ,  y  con  frecuencia  en  bolas  for- 
madas de  cristales  agrupados;  también  existe 
compacta,  y  entonces  recibe  el  nombre  de  Piedra 
de  Armenia;  cuando  se  encuentra  en  estado  ter- 
reo y  globulilbrme,  que  es  mas  ó  menos  pura, 
constituye  el  Azul  de  montaña ;  y  por  ultimo  exis- 
te otra  variedad  terrea,  que  se  encuentra  algunas 
veces  en  masas  bastante  considerables,  y  es  de 
un  color  azul  pálido ,  porque  el  cobre  carbonata- 
do está  en  ellas  mezclado  con  sustancias  terreas, 
conocida  con  el  nombre  de  Ceniza  azul  nativa, 
pero  aunque  empleada  algunas  veces  en  la  pin- 
tura no  es  la  verdadera  Ceniza  azul  de  los  pinto- 
res. (V.  esta  palabra.) 

La  azurita  es  de  un  bellísimo  color  azul,  que 
conserva  en  el  aceite;  es  quebradiza,  tizna  el 
papel,  y  hace  efervescencia  con  los  ácidos;  por 
la  calcinación  da  agua  y  se  ennegrece ;  su  solu- 
ción nítrica  precipita  cobre  sobre  una  lámina  de 
hierro ;  está  sujeta  á  una  alteración  que  la  hace 
pasar  al  color  verde  y  la  trasforma  en  Malaquita 
(V.  esta  palabra) ,  trasformacion  que  no  puede 
explicarse  de  otro  modo  sino  por  una  simple  pér- 
dida de  agua. 

El  azul  de  cobre  ó  azurita  es  empleado  ,  en  al- 
gunos parajes ,  en  la  pintura ,  y  en  el  Tirol  con 
el  se  pintan  los  juguetes  de  niños.  Las  piedras 
de  Armenia,  tan  célebres  entre  los  antiguos, 
quienes  les  atribuían  un  sin  número  de  propieda- 
des médicas  y  entre  otras  la  de  curar  la  me- 
lancolía ,  son  no  mas  que  piedras  silíceas  ó  calcá- 
reas coloradas  con  el  azul  de  cobre.  La  ceniza 
azul  nativa  era  colocada  por  los  antiguos  en  el 
número  de  los  corrosivos. 

En  1849,  se  recibieron  en  Barcelona,  1,079  li- 
bras de  azul  de  montaña,  procedentes  del  ex- 
tranjero ,  valor  de  6.474  rs.  vn. 

AZCIi  EGIPCIO.  Es  un  color  vitriforme 
cuya  coloración  es  debida  al  cobre  oxidado  en  el 
estado  probablemente  de  carbonato.  Este  azul, 
muy  sólido,  fué  muy  empleado  entre  los  antiguos. 
El  Sr.  Darcet  ha  conseguido  prepararlo  ,  si  bien 
no  se  fábrica  aun  en  grande. 

AZUL  UE  GUIfflET,  Ultramar  ar- 
tificial. El  exorbitante  precio  del  azul  de  ul- 
tramar es  un  obstáculo  á  su  uso  en  muchas  cir- 
cunstancias ,  siendo  esto  tanto  mas  sensible  en 
cuanto  este  color  es  muy  hermoso,  sin  que  se  al- 
tere expontáneamente  ni  por  su  mezcla  con  el 
aceite  ,  como  muchos  otros.  A  él  deben  los  cua- 
dros de  los  antiguos  maestros  la  inapreciable 
ventaja  de  ofrecer  aun  en  nuestros  dias  esas  tin- 
tas azules  tan  ricas  y  tan  frescas  qué  se  diria 


AZU 

acaban  de  salir  de  las  manos  de  aquellos  respe- 
tables artistas. 

Hasta  estos  últimos  tiempos  se  habia  ensaya- 
do en  vano  hacer  ultramar  artificial ;  pero  á 
principios  de  1828,  el  Sr.  Guimet,  ingeniero  de 
puentes  y  caminos  en  Francia,  resolvió  este  in- 
teresante problema,  habiendo  logrado,  por  un 
proceder  que  guardó  secreto  ,  preparar  esta  sus- 
tancia con  bastante  economía  para  poder  ven- 
derla á  95  rs.  vn.  la  onza.  En  la  actualidad  el 
azul  de  Guimet ,  que  es  brillante ,  hermoso  y  só- 
lido ,  es  muy  empleado,  por  los  pintores  franceses. 

El  Sr.  Pefsoz,  profesor  de  química  en  Estras- 
burgo, ha  también  conseguido  hacer  ultramar  en 
grande  por  un  proceder  que  le  permite  darlo  á 
muy  bajo  precio. 

Últimamente,  el  Sr.  Gmelin  ,  de  Tubingen,  ha 
publicado  un  proceder  para  obtener  este  azul 
'  facticio ,  que  es  el  que  vamos  á  describir :  se 
prepara  hidrato  de  sílice  y  de  alúmina,"  el  prime- 
ro fundiendo  cuarzo  bien  pulverizado  con  cua- 
tro veces  mas  de  carbonato  de  potasa,  disolvien- 
do la  materia  fundida  en  agua ,  y  precipitándola 
con  ácido  muriático;  el  segundo ,  precipitando 
una  solución  de  alumbre  con  amoníaco.  En  se- 
guida se  determina  la  cantidad  de  tierraseca  que 
queda,  después  de  haber  hecho  calentar  hasta  al 
rojo  cierta  cantidad  de  los  precipitados  húmedos. 
El  hidrato  de  sílice ,  que  el  autor  ha  empleado 
en  sus  experimentos,  -contenía  sobre  100  partes, 
56  de  tierra  anhidra;  y  el  hidrato  de  alúmina, 
325  partes. 

Después  se  disuelve  en  caliente  en  una  disolu- 
ción de  sosa  cáustica  tanto  hidrato  de  silice  co- 
mo puede  disolver,  y  se  determina  la  cantidad. 
Entonces  se  toma  sobre  73  partes  de  esta  sílice 
anhidra,  una  cantidad  de  alúmina  en  jalea  que  re- 
presenta 70  partes  dé  alúmina  seca;  se  añade  á 
la  disolución  de  sosa ,  y  se  evapora  todo  jun- 
to revolviendo  continuamente  hasta  que  no  que- 
de sino  un  polvo  húmedo. 

Esta  combinación  de  sílice ,  alúmina  y  sosa  es 
la  base  del  ultramar ,  que  debe  teñirse  con  el  sul- 
furo de  sodio ,  lo  cual  se  practica  del  modo  si- 
guiente: se  pone  en  un  crisol  de  Hesse,  provisto 
de  una  cobertera  que  cierre  bien ,  una  mezcla  de 
dos  partes  de  azufre  y  una  de  carbonato  de  sosa 
anhidro;  se  calienta  poco  á  poco  hasta  que,  al 
calor  rojo ,  esté  fundida  la  masa ;  se  echa  enton- 
ces esta  mezcla  en  muy  cortas  cantidades  á  la 
vez  en  medio  de  la  masa  fundida;  luego  que  ce- 
sa la  efervescencia  producida  por  los  vapores  del 
agua,  se  echa  otra  nueva  porción ;  después  de 
haber  tenido  el  crisol  al  rojo  moderado  por  una 
hora,  se  retira  del  fuego  y  se  deja  enfriar.  En 
este  estado  contiene  ultramar  mezclado  con  sul- 
furo de  sodio  en  exceso,  y  se  le  separa  este  últi- 
mo con  el  agua.  Si  hay  azufre  en  exceso,  se  sepa- 
ra con  un  calor  moderado.  En  caso  que  todas  las 
partes  del  ultramar  no  estén  coloradas  con  igual- 
dad ,  se  pueden  separar  las  partes  mas  hermo- 
sas, después  de  haberlas  reducido  á  polvo  fino, 
con  el  lavado  en  agua. 

Del  extranjero,  en  1849,  se  importaron  en  Bar- 


AZU 

celoua  108  libras  de  este  producto,  valor  dea. 160 
reales  vellón. 

AZUL  DE  l  \  IM  (.  O .  Azul  de  Sajo- 
illa,  Azul  eu  licor  ó  Azul  de  com- 
posición. Conócese  bajo  estos  nombres,  en 
el  comercio,  una  disolución  de  añil  en  el  ácido 
sulfúrico  concentrado. — V.  Añil, 

Esta  disolución  ha  recibido  también  el  nombre 
de  Sulfato  de  índigo  y  de  Sulfato  de  indiyotitia, 
pero,  según  algunos' experimentos  del  Sr.  Ber- 
zélius,  el  principio  colorante  no  desempeñaría 
el  papel  de  base  en  esta  combinación ,  sino  que 
este  principio  combinándose  con  el  ácido  sulfú- 
rico produciría  dos  nuevos  ácidos,  dotados  de 
propiedades  particulares,  que  él  ha  llamado  .4  ci- 
do  sulfo-indigótico  y  Acido  hiposulfo-indigótico. 
El  Sr.  Dumas,  en  un  trabajo  publicado  en  1836  , 
partiendo  de  otra  suposición,  ha  demostrado  con 
muchos  experimentos  que  el  añil  en  esta  reac- 
ción obraba  sobre  el  ácido  sulfúrico  como  el  al- 
cohol y  el  espíritu  de  leña ,  formando  un  com- 
puesto de  un  átomo  de  añil  con  dos  átomos  de 
ácido  sulfúrico,  que  ha  propuesto  llamar  Acido 
sulfindilico. 

El  azul  de  Índigo  del  comercio  se  presenta  en 
forma  de  un  liquido  denso ,  de  color  azul  subido 
muy  intenso ,  de  sabor  ácido  muy  pronunciado  ; 
mezclado  con  el  agua ,  se  combina  con  ella  con 
desprendimiento  de  calor ,  y  esta  solución  enro- 
jece fuertemente  el  papel  de  tornasol ,  precipita 
las  soluciones  de  nitrato  de  barita  y  de  plomo, 
y  se  descolora  con  el  cloro  y  la  solución  de  los 
cloritos. 

Este  compuesto  es  muy  empleado  en  la  econo- 
mía doméstica  para  dar  á  la  ropa  blanca  lavada 
un  tinte  azulado,  y  sirve  á  los  tintoreros  para  teñir 
la  lana  de  color  "azul.  Esta  disolución  de  añil  di- 
luida en  cierta  cantidad  de  agua  es  usada  en  los 
ensayos  clorométricos  para  establecer  el  valor 
comercial  de  los  cloritos. 

AZUIi  DE  JIOEIBDEAO.  La  combi- 
nación del  molibdeno  y  óxido  de  estaño,  ó  de 
fosfato  de  cal ,  se  emplea  como  color  de  aplica- 
ción y  como  color  de  esmalte. 

Se  obtiene  también  un  color  azul  poniendo  en 
el  ácido  molibdico  limaduras  de  estaño  y  un  po- 
co de  ácido  muri.itico.  El  resultado  es  ácido  mo- 
libdoso  azul,  que,  evaporado  y  calentado  con 
alúmina  recien  preparada,  forma  el  Azul  de  mo- 
libdino. 

El  acido  molibdico  se  obtiene  tratando  el  sul- 
furo de  molibdeno  con  el  ácido  nítrico.  Lo  que 
sucede  en  la  preparación  de  este  color  es  que  el 
estaño  desoxigena  en  parle  al  ácido  molibdico, 
haciéndolo  pasar  al  estado  de  ácido  molibdoso. 

El  color  que  se  indicaba  bajo  el  nombre  de 
Carmín  «zmí  se  obtenía  descomponiendo  molib- 
dato  de  potasa  por  medio  de  muriato  de  estaño. 

AZUL  1IE  PRIMA.  Compuesto  artifi- 
cial,  cuyo  descubrimiento ,  que  data  de  1710, 
fué  debido  á  la  casualidad.  Diesbach,  fabricante 
de  colores ,  de  Berlin ,  preparaba  lacas  de  cochi- 
nilla precipitando  con  potasa  un  cocimiento  de 
cochinilla  mezclado  con  alumbre  v  sulfato  de 


AZI 


317 


hierro.  Careciendo,  un  dia,  de  álcali,  v  habién- 
dolo pedido  á  Dippel ,  farmacéutico  de  Berlin, 
conocido  por  el  aceite  empireumático  que  lle\a 
su  nombre,  éste  le  dio  carbonato  de  potasa  que 
había  empleado  muchas  veces  en  rectificar  acei- 
le  animal.  Diesbach,  al  hacer  uso  de  esta  sal, 
en  vez  de  obtener  un  precipitado  rojo  como  de 
costumbre,  obtuvo  un  hermoso  precipitado  azul. 
Sabedor  Dippel  de  este  fenómeno ,  sospechó  que 
la  formación  del  precipitado  azul  era  debida  á  la 
acción  de  su  potasa  sobre  el  alumbre  y  el  vitrio- 
lo, conjetura  que  la  experiencia  Aerificó.  Enton- 
ces, en  1710,  fué  anunciado  el  descubrimiento 
del  Azul  de  Prusia  por  Dippel  en  las  memorias 
de  la  Academia  de  Berlin  ,  sin  indicar  el  modo 
de  preparación.  Como  en  aquella  época  no  se 
conocían  otros  colores  azules  que  el  añil,  este 
anuncio  hizo  hacer  muchos  ensayos,  hasta  que, 
en  1724,  Woodward,  de  la  Sociedad  real  de 
Londres,  describió  el  primer  proceder  para  obte- 
ner este  nuevo  azul  que  había  llegado  á  ser  un 
objeto  muy  lucrativo  de  comercio. 

Eran  ya  conocidas  las  principales  propiedades 
del  azuf  de  Prusia  cuando  todavía  se  ignoraba 
su  verdadera  naturaleza.  En  1752 ,  Macquer  pre- 
tendió que  era  un  compuesto  de  hierro  y  de  una 
materia  colorante  particular;  y  Schéele,  que- 
riendo aislar  este  último  principio,  obtuvo,  en 
1780,  un  ácido  líquido,  al  que  Guyton  de  Mor- 
veau  llamó,  mas  tarde,  Acido  prúsico.  El  des- 
cubrimiento de  este  ácido  singular  cautivó  de  tal 
manera  la  atención  de  los  químicos,  que  olvida- 
ron el  azul  de  Prusia,  contentándose  con  con- 
siderarlo como  un  Prusiato  de  hierro,  sin  ex- 
perimentarlo. Después  sucesivamente  ha  sido 
considerado:  como  un  Cianuro  de  hierro,  un Hi- 
dro-cianato  de  hierro;  un  Ilidro-cianato  doble  de 
protóxido  y  de  peróxido  de  hierro,  un  Hidro-fer- 
ro-cianato  de  protóxido  de  hierro,  un  Ferro-cia- 
nato  de  hierro,  un  Cianuro  ferro-férrico  hidra- 
lado,  etc.;  pero  en  el  dia,  según  experimentos 
mas  recientes,  hav  datos  suficientes  para  asegu- 
rar que  el  azul  de  Prusia  es  un  cianuro  doble 
formado  de  protocianuro  y  percianuro  de  hierro, 
(fue  el  Sr.  Berzélius  designa  bajo  el  nombre  de 
Cianuro  ferroso  férrico,  y  que  está  compuesto 
de  3  átomos  de  protocianuro  de  hierro  y  de  2  de 
per-cianuro  del  mismo  metal  unido  á  9  de  agua. 

Aunque  todas  las  materias  animales  sean  sus- 
ceptibles de  dar  azul  de  Prusia  por  medio  de  su 
calcinación  con  los  álcalis ,  ninguna  puede  sumi- 
nistrar tanto  como  la  sangre,  motivo  porque 
siempre  se  ha  continuado  en  emplear  ésta  en  las 
fábricas  de  productos  químicos,  siguiendo  con 
ligeras  modificaciones  el  proceder  de  Voodward, 
que  luego  indicaremos.  No  obstante  quizás  hay 
mas  ventaja  en  emplear  otras  materias  animales 
azoadas  secas,  como  raeduras  de  cuerno ,  cueros 
viejos,  trapos  de  lana  viejos,  y  sobre  todo  car- 
bón de  huesos,  porque  solamente  la  evaporación 
de  la  humedad  de  la  sangre  ocasiona  un  gasto 
considerable  de  combustible. 

La  reacción  que  se  procura  determinar  entre 
la  sustancia  animal  y  el  álcali,  que  ha  de  sen  ir 


318  AZÜ 

en  la  fabricación  del  azul  de  Prusia,  no  se  efec- 
túa sino  á  una  temperatura  muy  elevada;  y  por 
consiguiente  el  primer  cuidado  que  se  ha  de  to- 
mar es  desecar  las  sustancias  que  han  de  con- 
currir á  la  fabricación.  Se  empieza  pues  por  eva- 
porar toda  la  humedad  contenida  en  la  sangre, 
operación  que  se  practica  ordinariamente  en  una 
caldeía  de  hierro  colado  ó  de  palastro  poco  honda 
y  muy  ancha,  evitando  cuanto  sea  posible  em- 
plear para  este  objeto  utensilios  decohre:  se  ca- 
lienta lo  mas  rápidamente  que  se  puede,  agitan- 
do de  continuo  con  una  espátula  ó  barra  de  hierro; 
esta  desecación  es  larga ,  aunque  se  ponga  el 
mayor  cuidado.  Luego  que  la  sangre  está  dese- 
cada y  se  han  destruido  en  lo  posible  todos  los 
grumos,  se  extiende  sobre  anchas  tablas  y  se 
expone  al  sol,  si  el  tiempo  lo  permite;  se  revuel- 
ve frecuentemente  con  un  rastrillo,  y  cuando  se 
juzga  que  está  acabada  la  desecación,  se  encier- 
ra en  toneles  que  deben  quedar  descubiertos.  Si 
se  encerrase  la  sangre  al  sacarla  de  la  caldera,  no 
se  podria  conservar,  porque  aunque  aparenta  es- 
tar muy  seca,  retiene  siempre  bastante  canti- 
dad de  humedad,  se  calienta,  toma  viscosidad, 
experimenta  un  principio  de  fermentación  pútri- 
da y  se  convierte  en  una  especie  de  mantillo. 

Se  hace  disolver  una  parte  de  potasa  en  una 
corta  cantidad  de  agua  hirviendo,  y  se  rocían 
con  esta  solución  concentrada  diez  partes  de  san- 
gre desecada,  á  las  cuales  se  añade  cerca  de  un 
centesimo  de  hojuelas  de  hierro  pulverizadas. 
liien  mezclado  todo,  se  pone  en  un  crisol  de  hier- 
ro colado,  y  se  procede  á  la  calcinación  en  un 
hornillo  común :  estos  crisoles  tienen  el  fondo  re- 
dondo, siendo  la  altura  casi  cilindrica,  y  están 
provistos  en  la  parte  superior  de  tres  asas  ó  sus- 
tentáculos que  los  afianzan  en  la  mazonería ;  su 
diámetro  comunmente  esdecercade  unpiésobre 
16  pulgadas  de  profundidad,  pudiéndose  quemar 
en  los  que  tienen  estas  dimensiones,  en  siete  ú 
ocho  horas,  soire  1 00  libras  de  sangre. 

La  mezcla,  que  desde  luego  se  ablanda  y  arde 
con  llama,  se  aploma  poco  á  poco  y  deja  una 
gran  parte  del  cri«ol  vacío.  Entonces  se  añade 
una  nueva  cantidad  de  sangre  alcalizada,  se  re- 
vuelve con  una  barra  de  hierro,  y  se  continúa  de 
manera  que  se  mantenga  siempre  lleno  el  crisol. 
Después  de  cinco  ó  seis  horas  de  calcinación,  el 
vapor  ya  no  se  inflama,  y  la  materia  queda  com- 
pletamente carbonizada.  Entonces  se  calienta  mas 
inertemente,  sosteniendo  una  temperatura  muy 
elevada,  hasta  que  la  materia  comience  á  expe- 
rimentar una  especie  de  fusión,  y  que  revolvién- 
dola se  observe  que  se  pega  a  la  espátula.  Este 
último  punto  de  la  operación  dura  cerca  de  dos 
horas  para  100  libras  de  sangre.  Cuando  se  cal- 
cula que  la  calcinación  ha  terminado ,  se  relira , 
por  medio  de  una  cuchara  de  hierro,  la  materia 
del  crisol,  y  se  echa  a  porciones  en  una  cal- 
dera de  hierro  colado  que  contenga  agua  fresca 
sobre  un  doble  á  poca  diferencia  de  la  cantidad 
de  la  sangre  empleada.  Se  calienta  el  liquido  y  se 
continúa  hasta  que  hierva;  después  se  flJKrá  so- 
bre cuadrados  de  tela  tupida.  El  residuo  se  vucl- 


AZL 

vea  tomar  para  ser  lavado  de  nuevo,  y  cuando  se 
ha  extraído  todo  lo  que  tiene  de  soluble,  se  reúnen 
los  líquidos  en  cubetas  anchas  y  no  muy  hondas. 
Se  dejan  de  este  modo  al  contacto  del  aire  hasta 
que  no  den  precipitado  con  el  acetato  de  plomo , 
es  decir,  hasta  que  la  porción  de  sulfuro  que  con- 
tenían en  un  principio  quede  descompuesto.  En- 
tonces, por  cada  parte  de  potasa  empleada,  se 
hacen  disolver  tres  de  alumbre,  y  una  y  media 
tan  solo  de  sulfato  de  hierro  oxigenado;  el  sulfa- 
to de  hierro  se  oxigena  haciendo  hervir  su  diso- 
lución con  una  corta  cantidad  de  ácido  nítrico. 
Para  esto  se  mezclan  groseramente  las  dos  sales, 
se  meten  en  una  cubeta,  y  se  echa  sobreestá 
mezcla  agua  hirviendo;  pero  no  se  ha  de  hacer 
esta  solución  hasta  el  momento  en  que  se  haya  de 
emplear.  Cuando  está  todo  dispuesto  como  acaba^ 
mos  de  indicar,  se  produce  el  azul  de  Prusia, 
añadiendo  poco  á  poco  la  solución  salina  en  la  le- 
jía prúsica  de  la  sangre ,  y  batiendo  con  mucha 
exactitud  con  un  bastón  largo.  Cuando  ha  sido 
bien  hecha  la  operación,  el  precipitado  que  se 
obtiene  inmediatamente  es  de  un  color  muy  her- 
moso ;  se  deja  posar ,  se  decanta  por  medio  de  si- 
fones colocados  en  diferentes  alturas;  se  lava 
varias  veces,  y  cuando  el  agua  queda  perfecta- 
mente clara,  no  precipitando  ya  con  el  amoníaco, 
se  echa  entonces  el  poso  sobre  una  tela;  se  sacu- 
de con  frecuencia  y  se  agita  de  tiempo  en  tiem- 
po con  una  duela,  para  exprimir  mas  fácilmente 
el  agua.  Cuando  está  bien  escurrido,  se  somete 
á  la  prensa ,  después  se  divide  el  pan  que  re- 
sulta en  pequeños  paralelógramos,  que  se  dejan 
secar  al  aire  libre  sobre  tablillas  colocadas  al 
abrigo  del  sol;  en  invierno  se  hacen  secar  á  la  es- 
tufa, pero  es  menester  evitar  que  la  temperatura 
exceda  de  25°.  Bastan  ordinariamente  tres  dias  de 
estufa  para  que  el  azul  quede  perfectam  inte  seco; 
se  necesitan  de  siete  ú  ocho  por  lo  menos,  tem- 
peratura media,  cuando  se  hace  secar  al  aire  li- 
bre. Se  obtienen  con  esta  operación  cerca  de  diez 
onzas  de  azul  de  Prusia  por  cada  libra  de  potasa 
empleada. 

Muchas  veces  se  deja  el  azul  en  estado  de  ma- 
sa ,  modificando  el  valor  por  la  cantidad  de  hu- 
medad que  retiene,  prefiriéndosele  también  pa- 
ra las  fábricas  de  papel  de  escribir  y  pintado , 
porque  se  distribuye  con  mas  uniformidad  y  dá 
un  tinte  mas  homogéneo.  Todos  los  fabricantes 
tienen  beneficio  en  hacer  los  azules  en  pasta, 
porque  mientras  se  conservan  húmedos,  se  man- 
tiene su  bello  matiz;  pero  sucede  bastante  á  me- 
nudo que  se  vuelven  verdosos  durante  la  deseca- 
ción, y  este  es  por  desgracia  el  inconveniente  de 
casi  todos  los  que  se  fabrican  en  Francia.  Los 
hermosos  azules  de  Berlín  no  tienen  este  delecto. 

En  la  villa  de  Gracia,  extramuros  de  Barcelo- 
na, hay  una  fábrica  que  elabora  azul  de  Prusia  de 
buena  calidad.  En  1849,  se  importaron  en  esta 
ciudad,  procedentes  del  extranjero,  1.667  libras 
de  este  producto,  valor  de  30.000  rs.  vn.;  ha- 
biéndose exportado  á  varios  puntos  del  reino 
1.248  libras,  valor  de  22.464  rs.  vn.,  y  á  Ultra- 
mar, 956  lib.,  valor  de  17.208  rs.  vn. 


AZI 

El  buen  azul  de  Prusia  del  comercio  se  presen- 
ta en  pequeños  panes  cuadrados,  sin  sabor  ni 
olor,  de  un  azul  tan  vivo  como  el  añil;  tiene  una 
fractura  bronceada  como  éste,  que  pierde  por  el 
frote  contra  launa,  mientras  que  este  medio  la 
aviva  en  el  añil;  es  insoluhle  en  el  agua,  el  al- 
cohol, y  todos  los  ácidos  diluidos;  las  soluciones 
alcalinas  lo  descomponen  dejando  por  residuo 
hidrato  de  peróxido  de  hierro. 

Calentado,  el  azul  de  Prusia  se  distingue  fá- 
cilmente del  añil  en  que  no  despide  vapores  pur- 
púreos como  éste,  pero  se  ennegrece,  se  des- 
compone dando  productos  amoniacales,  entre  los 
cuales  se  distingue  el  del  ácido  hidrociánico.  El 
residuo  de  la  descomposición  del  azul  de  Prusia, 
incinerado  al  contacto  del  aire,  deja  peróxido  de 
hierro  anhidro ,  mezclado  con  una  corta  canti- 
dad de  alumina. 

Tratando  cierta  cantidad  de  azul  de  Prusia 
pulverizado  con  una  solución  de  potasa  cáustica, 
ó  de  carbonato  de  esta  base,  por  medio  de  un  ca- 
lor suave ,  este  compuesto  se  destruye,  inmedia- 
tamente toma  un  color  verde  amarillento ,  des- 
unes amarillo  de  ocre  por  el  peróxido  de  hierro 
hidratado  que  se  ha  formado,  y  el  líquido  alcalino 
amarillo  de  limón  que  de  el  resulta  se  halla  en  el 
estado  de  cianuro  de  hierro  y  de  potasio.  Esta  so- 
lución filtrada  goza  de  la  propiedad  de  producir 
de  nuevo  azul  ue  Prusia,  volviéndola  á  poner  en 
contacto  con  persulfato  ácido  de  hierro  ó  una  sal 
cualquiera  de  peróxido  de  este  metal.  Las  solu- 
ciones de  amoniaco,  de  cal  y  de  barita  obran 
sobre  el  azul  de  Prusia  como  los  álcalis  prece- 
dentes. 

Las  materias  extrañas  que  mas  comunmente 
se  mezclan  con  el  azul  de  Prusia  son  la  alúmina 
y  el  carbonato  de  cal  ó  creta;  esta  última  sus- 
tancia es  sobre  todo  añadida  al  azul  de  Prusia 
en  el  estado  de  pasta  que  se  emplea  en  la  fabri- 
ca ion  de  los  papeles  pintados. 

La  cantidad  de  estas  materias  puede  ser  deter- 
minada por  diversos  métodos.  La  proporción  de 
alúmina  se  determina  calcinando  un  peso  conoci- 
do de  azul  de  Prusia  y  tratando  el  residuo  roji- 
zo, formado  de  peróxido  de  hierro  y  de  alúmina, 
con  dos  veces  su  peso  de  potasa  caustica  en  un 
crisol  de  plata.  La  alúmina  se  une  á  la  potasa  y 
forma  un  compuesto  soluble  en  el  agua,  déla 
que  puede  precipitársela  saturando  el  líquido  al- 
calino con  un  ácido ;  se  prueba  en  seguida  que  el 
residuo  calcinado  con  la  potasa  es  peróxido  de 
hierro  disolviéndolo  en  ácido  hidroclórico.  El  azul 
de  Prusia  del  comercio  contiene  siempre  alúmina 
mezclada;  pero  la  proporción  varia  según  cada 
calidad  de  azul;  los  azules  finos  contienen  muy  po- 
ca cantidad  ,  y  hasta  hay  algunos  que  nada  con- 
tienen. La  única  función  de  la  alúmina  es  servir 
de  vehículo  á  la  materia  colokante  y  aumentar  su 
peso. 

La  presencia  de  la  creta  en  el  azul  de  Prusia 
en  pasta,  empleado  en  la  coloración  de  los  pape- 
les, se  reconoce  en  la  efervescencia  viva  que 
produce  poniéndolo  en  contacto  con  un  ácido  dé- 
bil. Para  determinar  su  cantidad,  se  trata  en  frió 


AZU  319 

un  peso  de  este  azul  con  un  exceso  de  ácido  hi- 
droclórico débil:  elcarlionalode  cal  se  disuelve 
con  efervescencia,  y  el  azul  de  Prusia  insoluhle 
se  separa;  éste  se  recoge  en  un  filtro,  prév  'iamcnle 
pesado,  y  después  de  halterio  secado  á  +  I00u, 
se  pesa.  És  necesario  estimar  también  la  cantidad 
de  agua  contenida  en  este  azul  en  pasta  secando 
una  porción  de  él. 

También  se  compone,  para  las  necesidades  de  las 
arles  una  combinación  de  almidón  y  de  azul  de  Pru- 
sia, muy  estimada  por  su  hermoso  matiz,  pero  su 
preparación  es  aun  tenida  como  un  secreto.  Se 
reconoce  fácilmente  la  presencia  del  almidón  en 
este  azul  haciéndolo  her\  ir  en  el  agua  ,  porque  el 
liquido  filtrado  pasa  luego  ;»  un  azul  de  añil  tra- 
tado con  la  tintura  de  Mido.  Haciendo  digerireste 
azul  de  Prusia  particular  con  ácido  sulfúrico  di- 
luido, el  almidón  se  disuelve,  y  el  azul  se  preci- 
pita sin  experimentar  alteración. 

En  el  comercio  se  distinguen  muchas  especies 
de  azules  llamados  sólidos  ó  en  piedra,  ó  secos, 
bajólos  nombres  de  Azul  de  Berlin,  Azul  de  Pru- 
sia ,  Azul  subido ,  Azul  común  y  Azul  pálido ,  y 
además  se  venden  azules  de  muchos  matices,  ba- 
jo la  denominación  de  Azules  en  pasta;  pero  es- 
tos últimos  no  se  expiden  á  lo  lejos ,  porque  con- 
tienen una  gran  porción  de  agua. 

Azul  de  Berlín.  Este  producto  ,  conocido  tam- 
bién con  los  nombres  de  Azul  fino  y  Azul  de 
primera  calidad,  está  en  pequeños  panes  en  for- 
ma de  paralelipipedos  regulares ,  matizados  en  su 
fractura,  compactos,  duros,  de  una  fractura  lim- 
pia y  de  un  azul  fuertemente  matizado  de  reflejos 
violetas  y  también  rojizos,  que  le  dan  un  aspecto 
metálico"  y  bronceado ,  análogo  al  del  añil  fino 
frotado. 

Azul  de  Prusia.  El  azul  de  Prusia  propiamen- 
te dicho  está  en  pedazos  ó  fragmentos  irregulares, 
de  un  color  azul  subido,  ofreciendo  también  cier- 
tos reflejos  metálicos  y  bronceados  ,  pero  menos 
brillantes.  La  fractura"  délos  pedazos,  que  se 
opera  fácilmente,  pone  en  descubierto  una  super- 
ficie unida,  muy  ligeramente  violácea. 

Azul  subido.  Éste,  que  es  de  un  color  azul  mas 
ó  menos  subido ,  se  encuentra  en  el  comercio  en 
masas  que  tienen  la  forma  de  un  paralelipipedo 
rectángulo ,  de  la  longitud  de  dos  pulgadas  i\ 
corta  diferencia.  Estos  panes  tienen  una  fractu- 
ra limpia,  siendo  su  matiz  interno  semejante  al  de 
la  superlicie. 

Azul  subido  común.  Se  vende  en  masas  irregu- 
lares ,  compactas  ,  pero  fáciles  de  romper  y  de 
reducirseá  polvo,  y  que  se  disgregan  prontamente 
en  el  agua. 

Azul  pálido.  Semejante,  en  cuanto  á  su  forma 
al  precedente,  pero  de  un  matiz  azul  mas  débil. 

El  embalaje  del  azul  de  Prusia  es  siempre  bar- 
riles ó  cajas. 

Azul  en  pasta.  Todos  los  azules  precipitados  se 
venden  á  veces  en  el  estado  húmedo  y  pastoso, 
en  el  que  son  mas  fáciles  de  emplear  en  las  pin- 
turas al  temple  asi  como  en  las  imprimaciones  y 
fondos  lisos  de  los  papeles  de  tapicería ,  y  tam- 
bién porque  se  distribuyen  mas  uniformemente  y 


320  AZI* 

dan  un  matiz  mas  homogéneo.  Se  venden  á  pre- 
cios variables,  según  la  proporción  de  agua  que 
contienen  y  la  de  alumina  que  les  disminuye  el 
color  :  así  con  frecuencia  es  indispensable  secar 
una  muestra ,  á  fin  de  apreciar  mejor  el  matiz 
que  el  estado  húmedo  hacia  mas  subido,  y  ade- 
más para  juzgar  de  la  proporción  de  agua.  Nada 
mas  f.icil  que  este  ensayo:  se  tara  un  plato  ó  me- 
jor una  lamina  delgada  de  vidrio  plano ,  se 
cubre  la  superficie  con  algunas  líneas  de  azul  en 
pasta,  y  se  hace  secar  al  aire;  se  pesa  de  nuevo 
después  de  la  desecación,  y  la  perdida  en  peso 
indica  la  porción  de  agua. 

El  azul  de  Prusia  es  uno  de  los  colores  mine- 
rales mas  útiles :  sirve  con  feliz  resultado  en  la 
fabricación  de  los  papeles  pintados ,  la  pintura  á 
la  aguada  y  al  oleo,  para  azular  papeles  comunes, 
la  imprimación  de  las  indianas  y  de  los  legidos  de 
lana  y  de  seda,  siendo  sus  aplicaciones  muy  nu- 
merosas en  tintura.  Con  él  se  coloran  la  seda, 
las  indianas  y  la  lana  teñidas  en  azul  prusiato  ó 
en  azul  Raymond ,  como  se  dice  en  términos  de 
fábrica.  Pero,  en  este  caso,  se  prepara  directa- 
mente :  primero  se  aplica  como  mordiente  al  te- 
gido  una  sal  de  peróxido  de  hierro  ligeramente 
acida,  se  hace  secar,  se  lava,  se  pasa  en  una 
agua  de  jabón  caliente,  y  después  se  zabulle  el 
tegido  así  preparado  en  un  baño  de  ferro-cianuro 
de  potasio  acidulo.  El  azul  de  Prusia  se  fija  inti- 
mamente en  las  fibras  textibles  y  produce  así  un 
color  que  es  muy  sólido  al  aire,  á  la  luz  y  á  los 
ácidos,  pero  que,  por  desgracia,  no  resiste  tan- 
to al  jabón  y  nada  á  la  acción  de  las  lejías,  lo 
que  es  un  medio  para  distinguirlo  del  azul  de  cu- 
bo ó  de  índigo ,  puesto  que  éste  no  es  atacado  pol- 
las lejias  cáusticas.  Hace  ya  algunos  años  que 
se  preparan  los  azules-vapor  sobre  algodón  y  so- 
bre seda,  imprimando  sobre  las  piezas  una  mezcla 
espesa  de  ácido  oxálico  y  prusiato  de  potasa,  de- 
jándolas secar  y  sometiéndolas  á  la  acción  del  va- 
por por  espacio  de  tres  cuartos  de  hora;  todas  las 
partes  imprimadas  toman  entonces  un  hermoso 
color  azul  como  resultado  del  azul  de  Prusia  que 
se  ha  producido  ,  bajo  la  influencia  del  calor  y  de 
la  humedad ,  en  la  mezcla  precedente. 

En  las  artes  químicas,  el  azul  de  Prusia  es  em- 
pleado para  obtener  el  cianuro  de  mercurio  v  el 
cianuro  de  hierro  y  de  potasio ,  y  el  acido  hidro- 
ciánico. 

El  azul  de  Prusia  para  el  uso  de  la  medicina, 
debe  escogerse  de  color  muy  subido ,  es  decir  lo 
mas  puro  posible.  Aunque  el  Sr.  Coullon  haya 
observado  que  no  tenia  acción  sobre  muchas  es- 
pecies de  animales,  ha  sido  recientemente  preco- 
nizado en  el  tratamiento  de  muchas  enfermedades, 
como  en  las  calenturas  intermitentes,  á  la  dosis 
de  i  8  granos  al  dia  en  tres  tomas ;  en  las  afec- 
ciones nerviosas,  como  la  corea,  desde  y8  de 
grano  hasta  á  4  granos  al  dia;  en  la  epilepsia, 
sin  lesión  orgánica,  á  la  de  '/»  grano  á  6  granos 
al  dia;  etc.  , 

AZUL  DE  Til  ¡:\A  Sfi».  Se  prepara 
mezclando  1  parte  de  fosfato  de  cobalto  húmedo 
con  8  partes  de  alúmina  igualmente  húmeda ;  y, 


AZU 

después  de  haber  secado  esta  mezcla  en  la  estu- 
fa, se  calcina  fuertemente,  durante  media  hora, 
en  un  crisol  abierto .-  así  se  obtiene  una  masa  ho- 
mogénea, de  color  azul  puro.  Este  bello  color, 
descubierto  por  el  Sr.  Tliénard,  es  mas  barato 
que  el  ultramar  natural ,  pero  mucho  mas  caro, 
que  el  ultramar  artificial. — V.  Azul  de  Guimet. 

El  ultramar  ofrece  uno  de  los  colores  mas  bri- 
llantes y  mas  sólidos  que  hayan  enriquecido  la 
paleta  de  los  pintores;  pero  el  ultramar  natural 
es  extraído  del  lapislázuli ,  y  se  ha  vendido  hasta 
á  760  rs.  vn.  la  onza,  mientras  que  el  ultramar 
artificial  lo  reemplaza  muy  económicamente,  pues 
se  vende  en  Francia,  en  donde  se  fabrica  al  mas 
alto  grado  de  perfección ,  según  las  calidades,  de 
25  rs.  hasta  SO  rs.  vn.  la  onza. 

AZUL  »E  UI/TK  ASEAR,  Ultra- 
mar. Color  azul  mineral  hermosísimo,  inalte- 
rable al  aire  y  á  la  luz ,  muy  buscado  de  los  pin- 
tores de  miniatura ,  y  que  se  obtiene  de  la  Lazu- 
lita. (V.  esta  palabra.) 

El  ultramar  se  separa  por  la  pulverización  y  el 
lavado  del  lapislázuli  ó  lazulita ,  en  laque  se  ha- 
lla del  todo  formado ;  pero  como  la  simple  decan- 
tación no  basta  para  separar  completamente  la 
guanga,  se  usa  otro  método.  Se  incorpora  el  polvo 
fino  de  la  lazulita  con  una  materia  grasienta, 
(compuesta  de  resina  de  pino ,  cera  y  aceite  de 
linaza),  de  manera  que  forme  una  pasta  homogé- 
nea, y  se  amasa  con  agua;  la  ganga  queda  in- 
corporada con  la  materia  grasienta,  y  el  agua  se 
lleva  el  ultramar,  que  se  deja  posar  y  secar. 

Calentado  solo  en  un  matraz  el  ultramar  no 
cambia  de  aspecto ;  expuesto  al  soplete  sobre  car- 
bón se  hincha  y  se  funde  á  un  fuego  violento, 
dando  un  esmalte  blanquecino;  tratado  con  el 
ácido  hidroclórico ,  se  descolora  desprendiendo 
gas  hidrosulfúrico  y  dejando  sílice  en  el  estado 
de  hidrato. 

El  Sr.  C.  Déssorme,  que  ha  analizado  esta 
materia  azul,  la  ha  encontrado  compuesta  de: 
sílice  35,8;  alúmina  34,8;  sosa  23,2;  azufre  3,1; 
carbonato  de  cal  3,1 .  Es  probable  que  el  carbo- 
nato de  cal  pertenezca  á  la  ganga  de  la  materia 
azul ,  y  no  le  sea  esencial;  pero  no  es  menos  difícil 
explicar  como  los  principios  que  restan  pueden 
producir  un  color  tan  hermoso ,  capaz  de  resis- 
tir durante  siglos  á  la  acción  del  aire  y  de  la  luz. 

El  ultramar  es  muy  raro;  al  presente,  casi  to- 
do el  que  se  consume  nos  llega  de  Italia  en  don- 
de este  producto  se  prepara  muy  bien.  Sin  em- 
bargo, desde  algunos  años,  la  naturaleza  de  es- 
te color  es  algo  mejor  conocida  ,  habiéndose 
conseguido  fabricar  ultramar  artificial,  cuyo  pre- 
cio ,  tres  ó  cuatro  veces  menor  que  el  del  ultra- 
mar natural,  ha  hecho  que  éste  sea  menos  caro  y 
menos  buscado. — V.  Azul  de  Thcnard  y  Azul  de 
Guimet. 

Después  de  la  preparación  del  ultramar,  la 
mezcla  resinosa  que  no  colora  el  agua,  se  licúa 
con  aceite  de  linaza,  y  se  amasa  de  nuevo  con  agua 
en  la  que  se  ha  disuelto  un  poco  de  sosa  ó  de  pota- 
sa; así  seobtieneun  polvo  gris  azul,  conocido  en  el 
comercio  bajo  el  nombre  de  Cenizas  de  ultramar. 


AZI 

AZUL  l  l/l'It  l  ^M  %  KI\0 .  Azul  de 
esmalte ,  Azul  de  engrudo.  Polvo  azul 
muy  uno,  que  se  prepara  pulverizando  un  Vidrio 
azul  ó  azulado  de  una  composición  particular. 

Las  principales  fábricas  de  azul  ultramarino  se 
encuentran  en  Schneiberg,  en  Sajonia,  y  en  Bo- 
hemia ,  existiendo  también  una  fábrica  en  Fran- 
cia ,  en  el  valle  de  Luchen ,  al  pié  de  los  Piri- 
neos. 

El  azul  ultramarino  se  fabrica  en  grande  con 
el  mineral  de  cobalto ,  sustancia  metálica  á  la 
que  debe  su  color.  Este  mineral,  previamente 
escogido ,  lavado  y  machacado ,  se  tuesta  en  se- 
guida para  separarle  el  arsénico  que  contiene; 
después  se  mezcla  con  arena  silícea,  y  se  conti- 
núa la  tostacion,  dando  por  resultado  óxido  de 
cobalto  silicioso,  llamado  Safre,  en  el  comercio. 
Exponiendo  en  seguida  á  una  temperatura  ele- 
vada este  safre ,  unido  con  potasa  y  nueva  can- 
tidad de  sílice ,  se  vitrifica  y  produce  un  vidrio 
azul,  que  se  echa  en  agua  fria,  cuando  aun  in- 
candescente ,  para  dividirlo ,  y  que  después,  pul- 
verizado, da  el  Azul  ultramarino. 

La  pulverización  se  verifica  con  muelas  hori- 
zontales ,  y  el  polvo  obtenido  se  somete  á  la  le- 
vigacion,  ésto  es ,  se  tiene  en  suspensión  en  gran- 
des cubos  provistos  de-  llaves  en  diferentes  altu- 
ras. Agitando  la  materia  en  estos  cubos  y  hacién- 
dola salir  por  las  diferentes  llaves  es  como  se 
obtiene  lo  que  en  el  comercio  se  llama  azul  ul- 
tramarino del  primer  fuego,  del  segundo ,  del  ter- 
cer y  del  cuarto  fuego.  Este  orden  de  pretendidos 
fuegos  solo  indica  los  grados  de  finura  del  polvo; 
siendo  su  precio  tanto  mas  subido  en  cuanto  es 
mayoría  tenuidad  y  es  mas  puro  el  color  del  pro- 
ducto. 

Los  azules  ultramarinos  obtenidos  por  los  di- 
versos procederes  de  pulverización ,  lavado  y  de- 
cantación, forman  muchas  variedades  conoci- 
das, en  el  comercio,  bajo  las  siguientes  deno- 


AZl  SU 

minaciones :  Azul  ultramarino  fino ,  sobrefino,  me- 
diano, común,  ordinario,  etc. 

El  azul  ultramarino  entra  en  la  composición  de 
los  esmaltes  colorados ,  en  las  pinturas  al  fresco 
y  al  temple;  sirve  para  dar  color  al  almidón  para 
el  aderezo  de  las  estofas  de  seda,  de  hilo  y  de 
algodón ,  cuya  blancura  realza;  los  fabricantes 
de  papel  lo  emplean  también  para  avi\  ar  el  color 
apagado  de  los  pliegos,  etc.  El  azul  ultramarino 
mas  lino,  ó  de  primer  fuego ,  es  comunmente  em- 
pleado para  la  pintura  al  temple  ó  al  fresco;  las 
especies  mas  groseras  constituyen  el  azul  de  en- 
grudo ,  de  que  se  hace  tanto  consumo  por  las  la- 
vanderas de  fino. 

AZULEJO.  Ladrillo  vidriado  blanco,  ó  de 
varios  colores ,  y  principalmente  azul ,  de  la 
extensión  de  un  palmo  ó  tres  cuartos,  empleado 
para  pavimentos,  y  que  sirve  para  frisos  en  las 
iglesias,  cocinas,  etc.  La  materia  de  los  azulejos 
es  una  tierra  arcillosa  particular ,  muy  común  en 
la  península,  y  que  los  fabricantes  de  Barcelona 
recogen  de  los  alrededores  del  pueblo  del  llospi- 
lalet. 

Los  azulejos  son  susceptibles  de  mejora  respec- 
to á  la  finura  del  barniz ,  pero  no  lo  permite  el 
módico  precio  á  que  se  venden ,  que  es  el  de  280 
rs.  vn.  el  millar  de  los  de  á  3/4. 

La  principal  fabricación  de  azulejos  tiene  lugar 
en  Barcelona  y  Valencia,  siendo  digna  de  men- 
cionarse la  gran  fábrica  de  este  artículo  que  en 
esta  última  ciudad  tiene  establecida  el  Excmo.  Sr. 
Duque  de  Hijar. 

Los  puntos  de  España  en  donde  mas  uso  se  ha- 
ce de  azulejos  son  Cataluña  y  Valencia. 

En  t849,  se  importaron  en  Barcelona,  proce- 
dentes del  reino,  869.940  azulejos,  valor  de 
869.940  rsvn.; — y  se  exportaron  al  reino  578,000, 
valor  de  578,000  rs.  vn.;  al  extranjero,  62,000, 
valor  de  62,000  rs.  vn.,  y  á  Ultramar,  1 17,000  va- 
lor de  117,000  rs.  vn. 


BAB 

BABELA.  Nombre  de  una  Acacia  de  Ben- 
gala, que,  según Cossigny,  alimenta  un  insecto 
que  produce  laca. 

BABLAH.  Especie  de  legumbre  seca,  que, 
desde  algunos  años ,  los  Europeos  reciben  de  las 
Indias.  Los  Ingleses  fueron  los  primeros  que  la 
usaron  y  preconizaron  para  reemplazar  con  ven- 
taja á  la  nuez  de  agalla,  al  zumaque  y  á  todas 
las  sustancias  astringentes  empleadas  en  las  ope- 
raciones de  la  tintura ;  pero,  habiendo  sido  sus 
ponderadas  virtudes  apreciadas  en  su  justo  valor 
por  los  Franceses,  al  presente  no  sostiene  ya  la 
concurrencia,  á  precio  igual ,  aun  con  el  azu ma- 
que de  buena  calidad. 

41  •• 


BAC 

El  bablah  parece  ser  el  fruto  de  la  Acacia  Ará- 
bica, W.,  empleado  en  la  India  en  el  curtimiento 
y  en  la  tintura.  Es  una  legumbre  de  tres  á  cuatro 
pulgadas  de  largo,  bivalva,  complanada,  negra, 
pero  cubierta  parcialmente  de  un  polvo  gris ,  y 
compuesta  de  5  á  8  celdillas  separadas  por  depre- 
siones muy  marcadas;  eada  celdilla  contiene  una 
semilla  elíptica,  complanada ,  de  3  líneas  de  an- 
cho y  de  cerca  de  4  lineas  de  largo. 

BABREK6.  Nombre  indio  de  una  semilla 
vermífuga,  que  se  recoge  y  emplea  en  las  altas 
provincias  de  Bengala. 

BACARÁ ,  Baeárlda  ó  If acanta. 
Bacchaius.  (leñero  de  plantas  de  la  familia  de 

tomo  i. 


322  BAC 

las  sinantéreas  corimbíferas,  tribu  de  las  asteroí- 
deas,  y  de  la  singenesia  de  Linneo ,  que  contiene 
mas  de  200  especies,  comunmente  iridescentes, 
en  su  mayor  parte  originarias  de  la  América  me- 
ridional. Difiere  del  género  Coniza  (Conyza)  con 
el  cual  ciertos  autores  lo  reúnen  ,  porque  sus  es- 
pecies son  dioicas.  En  üioscórides  se  nace  men- 
ción de  una  planta  llamada  fíaccharis,  que  parece 
ser  nuestra  digital ;  sin  embargo ,  Linneo  ha  da- 
da este  nombre  á  una  especie  de  su  género  Bac- 
charis, á  la  que  ha  llamado  Búcara  de  Dioscó- 
rides. 

La  Bagara  del  Brasil  (Baccharis  brasiliana, 
L. ;  Vernonia  scabra,  Pers.)  se  dice  que  es  emo- 
liente y  resolutiva,  y  en  el  Brasil  sus  hojas  contu- 
sas son  usadas  en  las  enfermedades  de  los  ojos. 
Según  Horsíield ,  en  Java,  con  la  Bacará  de  In- 
dias (Baccharis  indica,  L.)  se  preparan  baños 
aromáticos  y  estimulantes,  y  también  se  la  hace 
entrar  en  muchos  otros  medicamentos.  La  Bacará 
con  hoja  de  Iva  [Baccharis  ivcefolia,  L.)  es  usa- 
da en  el  Perú  como  estomática.  Las  Bacará  con 

HOJA    DE   H.U.1MO  ,  BÁCARADE  VIRGINIA  (Bachüñs 

halimi folia,  L.)  y  Bagara  con  hoja  de  Adelfa 
(Baccharis  neriifolia  ,  L.) ,  son  cultivadas  en  los 
jardines  como  plantas  de  adorno. 

BACCAH.  Los  Sres.  Fée  y  Tenore  piensan 
que  Virgilio  designa  bajo  este  nombre  el  Asaro 
de  Europa  (Asarum  europceum,  L.),  y  no  la  Va- 
leriana céltica,  L.,  como  lo  han  creido  otros 
comentadores. 

BACOPA ,  Bacopa.  Género  de  plantas ,  de 
la  pentandria  monoginia ,  que  el  Sr.  Bentham  co- 
loca en  la  familia  de  las  escrofularíneas,  y  Au- 
blet,  que  lo  fundó,  en  la  de  las  portuláceas.  Las 
dos  únicas  especies  que  se  conocen  de  este  gé- 
nero son  yerbas  lampiñas,  indígenas  de  la  Améri- 
ca ecuatorial,  dehojas  opuestas,  y  llores  de  corola 
blanca  ó  azul. 

La  Bacopa  acuática  (Bacopa  aquatica ,  Au- 
blet)  es  empleada  en  las  quemaduras  por  los  ha- 
bitantes de  Cayena,  quienes  la  designan  bajo  el 
nombre  de  Yerba  de  las  quemaduras. 

BACTBIS,  Bactris.  Género  de  palmeros 
creado  por  Jacquin ,  quien  describió  dos  espe- 
cies bajo  los  nombres  de  Bactris  minor  y  Bactris 
majar;  pero  posteriormente,  habiendo  sido  mejor 
estudiados  los  palmeros  de  la  América,  y  sobre 
todo  del  Brasil ,  este  número  ha  ido  aumentándo- 
se hasta  poder  contar  veinte  y  cuatro  especies 
descritas  por  el  Sr.  Kunth,  todas  indígenas  de 
la  América  meridional,  y  la  mayor  parte  de  Brasil. 

El  Bactris  gasipaes,  Kunth,  que  crece  en  la 
Nueva-Granada,  en  cuyo  país  se  le  llama  Gachi- 
paes,  produce  frutos  comestibles,  largos  de  dos 
pulgadas,  sucolentos  y  de  sabor  agradable.  Qui- 
zás es  idéntico  con  el  palmero  Chonto  ó  Chonta- 
duro,  aunque  este  último  tenga  el  fruto  mas 
grueso. 

El  Bactris  menor  (Bactris  minor,  Jacquin; 
Bactris  mínima,  Goern.)  es  un  pequeño  palma- 
ro  en  forma  de  caña,  que  no  excede  del  grueso 
de  una  pulgada,  de  3  á  4  varas  de  elevación,  y 
de  un  tejido  muy  denso ;  produce  bastones  ó  pa- 


BAF 

los  muy  sólidos ,  duros  y  negros ,  conocidos  en 
el  comercio  bajo  el  nombre  de  Cañas  de  Tabago, 
siendo  del  uso  de  fabricar  bastones  de  este  pal- 
mero de  donde  el  Sr.  Jacquin  ha  tomado  el  nom- 
bre del  género  Bactris  (bastón).  Además,  los 
frutos  de  esta  especie  son  agrillos  y  también  co- 
mestibles, y  con  ellos,  por  la  fermentación,  se 
prepara  una  bebida  vinosa. 

IBA  CU  Af ;  i6l  IAG .  Apocinea  de  las  Filipi- 
nas ,  cuyo  zumo  se  dice  que  hace  abortar  á  las 
mugeres  en  cinta. 

HA.WAAA.  Nombre  que  se  da  á  las  pieles 
de  carnero  curtidas  con  polvo  de  corteza  de  roble, 
u  otra.  La  badana  se  distingue  del  Carnero  cur- 
tido con  zumaque.  La  badana  recibe,  como  este 
último ,  todos  los  colores  excepto  los  compues- 
tos esencialmente  de  añil  y  de  cochinilla;  se 
adelgaza  como  el  becerro  bajo  la  cuchilla  del 
zurrador  ;  se  la  adoba  y  se  la  da  lustre  como  al 
cordobán  ,  para  el  uso  de  los  sombreros ,  vaine- 
ros,  ebanistas,  papeleros  y  encuadernadores  de 
libros,  recibiendo  todos  los  matices,  el  dorado, 
los  jaspeados  y  el  estampado.  Las  badanas,  en 
razón  de  su  solidez,  son  también  útilísimas  á  los 
silleros,  guarnicioneros,  cofreros,  fabricantes  de 
fuelles,  y  para  hacer  mandiles  de  herreros. 

La  badana  se  fabrica  en  particular  en  los  lu- 
gares en  donde  las  aguas  y  las  cortezas  son  pro- 
pias para  este  ramo  de  industria.  En  Cataluña  las 
principales  fábricas  son  las  de  Figueras,  Bipoll, 
Mataré ,  San  Andrés  de  Palomar ,  San  Martin  de 
Provensals,  Bordeta ,  y  sobre  todo  la  del  pueblo 
de  Horta. 

En  tenería ,  se  distingue  la  badana  en  costra  y 
la  badana  al  aceite :  la  primera  es  la  que  está 
secada  sin  aceite,  para  no  dañar  á  la  composi- 
ción de  los  colores;  la  segunda  está  destinada 
para  ser  empleada  al  natural,  ó  teñida  de  negro. 

La  badana  se  estima  tanto  por  su  buen  curtido 
como  por  su  buena  naturaleza;  la  diferencia  con 
el  carnero  zumaque  es  de  20  á  40  p.%-  Véndese 
al  peso. 

En  Barcelona,  en  1849 ,  el  movimiento  comer- 
cial de  badanas  fué : 

Importación. 
ai™;™  (Badanas.  .     .    1,204  docenas.   132,440rsvn 


140,840    » 

217,580  rs.vn. 

288,840  » 
14,850  » 
23,160      » 


544.430 


j de  colores.    70 

1,274         » 

Exportación. 

Al  reino   /Badanas.  .    .     .1978  docs. 

Al  remo.  | decolores.  4407  » 

Al  ex-     r Badana.     ...    135  » 

tranjero    \ de  colores.    193  » 

8.713       » 

BADIRI.  Nombre  de  una  planta  de  Am- 
boina,  de  sabor  mordicante,  con  la  que  se  azota 
á  los  niños ,  operación  que  tiene  por  objeto  hacer- 
les andar  mas  pronto.  Se  piensa  si  seria  una  or- 
tiga. 

BAFJETAS.  Tela  de  algodón  de  las  Indias, 
muy  conocida  en  Francia  antes  de  la  fabricación 
de  la  indiana,  en  donde  se  consumía  en  blanco 
con  buen  resultado,  y  sirvió  también  para  los 


BAI 
primeros  ensayos  délas  imprimaciones  que  allí  se 
hicieron.  Mas,  desde  el  gran  desarrollo  que  tomó 
en  Inglaterra  y  en  Francia ,  á  principios  del  si- 
glos XIX,  la  tejedura  de  algodón  ,  esta  especie 
de  tejido  fué  abandonado,  siendo  reemplazado  en 
el  consumo  y  en  la  imprimación  por  las  telas  de 
algodón  un  ¡versal  mente  conocidas  bajo  el  nombre 
de  Indianas. 

Por  lo  tanto,  el  nombre  bafetas  solo  puede  ser- 
vir para  la  historia  del  comercio  ,  si  bien,  para 
completar  el  articulo,  debemos  decir  que  el  me- 
jor bafetas  era  el  de  Surata,  y  que  se  conocían  va- 
rias otras  calidades  de  este' genero,  llamadas  se- 
gún los  puntos  de  fabricación  ó  según  su  ancharía 
y  su  largaria,  Broad-Brou,  Dabcuy ,  Narou- 
Brou,  Narouvhit-Brou,  Nerindos  yShuab. 

BAFIA,  Baphia.  Género  de  plantas  coloca- 
do con  duda  entre  las  esvarciéas,  del  que  no  se 
conoce  sino  una  especie,  el  Bafia  nítida  [Baphia 
nítida,  DC.)  vegetal  de  África,  que  da  el  Leño  de 
cam  ,  Cum-vood  de  los  Ingleses,  quienes  lo  pre- 
tieren á  lodos  los  demás  leños  rojos  para  la  tintura 
de  este  color,  y  del  que  hacen  un  gran  comercio. 

BAC ASA ,  Baoassa  ,  Aublet.  Género  de 
plantas  incompletamente  conocido ,  que  parece 
pertenecer  á  la  familia  de  las  artocárpeas ,  y  fun- 
dado en  una  sola  especie ,  que  crece  en  la  Guia- 
na,  que  es  un  árbol  lactescente,  de  hojas  opues- 
tas ,  ovales  y  trilobadas,  y  de  estípulas  caducas. 
El  fruto  de  bágaza  es  una  baya  del  volumen  de  una 
naranja  mediana,  de  color  amarillento  y  cubierta 
de  una  piel  granosa;  su  carne,  que  los  criollos  y  los 
otros  habitantes  del  país  comen  con  placer,  escon- 
sistente,  suculenta,  de  buen  gusto,  y  refrescante. 

BAGAZO.  Residuo  que  queda  de  aquellas 
cosas  que  se  exprimen  fuertemente  para  sacar  el 
licor  ó  zumo,  como  de  la  uva,  aceituna,  caña  de 
azúcar ,  etc.  Los  usos  especiales  á  que  se  emplean 
cierlos  bagazos  serán  indicados  al  hablar  de  las 
sustancias  de  que  proceden .  Debemos  aquí,  por  su 
importancia,  ocuparnos  de  los  Bagazos  de  granos 
oleaginosos  ,  que  son  los  residuos  de  estas  semi- 
las  sometidas  a  la  prensa'para  exprimir  su  aceite- 
lijando  principalmente  la  atención  sobre  los  resi- 
duos de  colsay  de  linaza.  Estos  residuos  ó  baga- 
zos toman  la  forma  de  panes  complanados,  siendo 
llamados  en  cierlos  puntos  Panes  de  aceite. 

El  Bagazo  de  colsa  constituye  en  Normandia  y 
en  el  departamento  de  la  antigua  Flandes  un  ra- 
mo de  comercio  muy  importante,  que  va  en  au- 
mento cada  año ,  porque  se  tocan  mas  y  mas  sus 
ventajas  como  abono  ,  singularmente  para  la  col- 
sa y  la  remolacha  de  azúcar.  Los  bagazos  de  bue- 
na calidad  deben  ser  de  un  color  verde  subido, 
y  los  mejores  son  los  nuevamente  fabricados, 
pues  los  de  un  año  para  el  olro  están  por  lo  co- 
mún enmohecidos,  lo  que  es  fácil  de  reconocer 
en  su  ¡olor  desagradable.  Los  que  están  mezcla- 
dos con  granos  extraños  son  negros,  pero  esta 
mezcla  es  bastante  rara. 

En  Bélgica  y  en  Inglaterra  se  recibe  muchísimo 
Bagazo  de  linaza  del  extranjero,  para  engordar 
los  ganados. 

UAIIililElilA.  Género  establecido  por 


BAJ  323 

Aublel  para  un  vegetal  de  la  Guiana  ,  de  la  fami- 
lia do  las  sinanléreas,  tribu  de  las  senecionídeas. 
El  Baillieria  áspera  sirve,  en  Cayena,  para  em- 
borrachar el  pescado,  loque  procura  abundan- 
tes pescas ,  y  se  le  suponen  propiedades  de  las 
cuales  se  podría  quizas  sacar  partido. 

BAJO  RELIEVE.  Llámanse  así  las  fi- 
guras ú  objetos  modelados  ó  esculpidos  mas  ó 
menos  salientes  del  fondo  ó  campo  á  que  están 
adheridos.  Los  bajos  relieves  adornan  los  edifi- 
cios, los  templos,  los  arcos  de  triunfo,  las  co- 
lumnas, los  altares  y  los  sarcófagos  ,  siendo  em- 
pleados en  el  ornato  interior  y  exterior. 

Los  bajos  relieves  antiguos  nos  conservan  obje- 
tos de  historia  y  de  mitología  que  nos  dan  una 
idea  de  las  composiciones  de  los  antiguos  artistas 
y  ejemplos  de  su  ejecución  relativamente  al  arle. 
En  ellos  se  encuentran  la  representación  de  los 
edificios  ,  de  las  usanzas ,  de  las  armas  ,  de  los 
muebles  ,  de  los  utensilios ,  y  á  veces  los  retra- 
tos de  los  pesonajes  célebres,  de  los  generales  y 
de  los  emperadores. 

Los  bajos  relieves  son  interesantes  para  el  es- 
tudio déla  antigüedad  figurada,  porque  nos  ayu- 
dan á  determinar  el  objeto  de  las  estatuas  aisla- 
das, á  reconocerlas  por  la  comparación  ,  y  á  res- 
tablecer los  atributos  que  les  faltan;  llevando  á 
veces  inscripciones  que  nos  indican  los  nombres 
de  los  personajes  que  representan  ,  ó  de  los  ar- 
tistas que  los  han  esculpido.  El  hermoso  bajo  re- 
lieve cíe  la  Apoteosis  de  Homero,  del  museo  de 
Pió  Clementino  ,  lle\  a  los  nombres  de  los  perso- 
najes principales  de  esta  composición,  v  el  del 
escultor  Arquelao  de  Priene,  hijo  de  Apoíonio. 

La  ejecución  de  los  bajos  relieves  tiene  lugar 
en  barro,  madera,  piedra,  mármol,  marfil,  y  en 
toda  especie  de  metales.  Las  piedras  grabadas 
son  bajos  relieves  hechos  en  hermosas  y  ricas  ma- 
terias; pero  forman  una  clase  á  parte  ,  y  lo  mis- 
mo deiie  decirse  de  los  que  adornan  los  vasos  v  las 
joyas.  En  el  estudio  déla  antigüedad,  la  palabra 
bajo  relieve  comprende  los  bajo  reheves  en  pie- 
dra ,  en  mármol  y  en  lierra  cocida  y  y  se  aplica  aí 
arte  de  fabricarlos  el  nombre  de  toréutica,  que 
los  modernos  han  empleado  equivocadamente  pa- 
ra designar  las  obras  hechas  al  torno. 

Según  Plinio,  Fidias,  fué  el  primero  que  eje- 
cutó bajos  relieves  con  feliz  resultado,  y  Policleto 
quien  los  perfeccionó. 

Los  Egipcios  daban  muy  poca  salida  á  las  fi- 
guras de  sus  bajos  relieves,  contentándose  para 
¡orinar  el  campo  convaciar  sus  contornos;  losobe- 
liscos  y  las  paredes  de  las  murallas  de  muchos  de 
sus  antiguos  templos  nos  ofrecen  esta  forma,  que 
los  Griegos  imitaron  desde  luego.  En  los  famosos 
siglos  de  la  escultura,  los  Griegos  vaciaron  un 
campo  proporcionado  alas  ti  guras,  álascuales  die- 
ron siempre  poco  relieve,  teniéndolas  separadas 
entre  sí  y  asentadas  en  el  mismo  plano.  Se  ha  di- 
cho que  los  antiguos  no  conocían  la  perspectiva 
lineal ,  pero  si  no  la  emplearon  en  la  escultura  fué 
porque  un  bajo  relieve  debe  ser  visto  de  un  solo 
punto,  y  por  consiguiente  ninguna  parte  debe  es- 
tar oculta  por  otra. 


324  BAJ 

El  relieve  aplanado  se  observa  en  las  figuras 
de  iriso  del  Partenon  de  Atenas,  construido  en 
tiempo  de  Periclo  por  el  arquitecto  Ictino,  bajo 
la  dirección  de  Fidias.  Según  el  Sr.  D'  Uancar- 
ville ,  si  se  hubiese  dado  á  estas  figuras  mucho 
relieve  ó  salida,  siendo  muy  elevados  los  frisos 
del  Partenon ,  las  partes  mas  cercanas  al  ojo 
hubiesen  ocultado  las  mas  lejanas. 

En  la  mas  remota  antigüedad  ,  los  bajos  relie- 
ves eran  pintados  ó  coloridos ,  encontrándose 
ejemplos  de  ellos  en  los  de  los  Egipcios ,  de  los 
Etruscos  ,  de  los  Volscos  y  de  los  primeros  pue- 
blos de  la  famosa  Grecia. 

El  mas  antiguo  artista  de  bajos  relieves  cince- 
lados sobre  vasos  de  plata  seria  Alcon  de  Milea 
en  Sicilia ,  si  debiese  de  creerse  á  Ovidio  que  lo 
coloca  algunas  generaciones  antes  de  la  guerra 
<  e Troya;  pero,  según  Cluvier,  la  ciudad  deMilea 
no  fué  construida  hasta  algunos  siglos  después  de 
esta  época.  La  descripción  del  broquel  de  Aqui- 
les  en  Homero  prueba  que  el  arte  de  ejecutar  ba- 
jos relieves  sobre  metales  remonta  á  tiempos  muy 
antiquísimos. 

Los  Griegos  sobresalieron  mas  que  ningún  otro 
pueblo  en  la  escultura  délos  bajos  relieves ,  sien- 
do aun  hoy  dia  los  del  Partenon  las  mas  admira- 
bles obras  maestras  del  arte.  Los  Romanos,  aun- 
que en  un  grado  inferior ,  tuvieron  no  obstante 
gran  habilidad  en  la  ejecución  de  los  bajos  relie- 
ves ,  y  todo  el  mundo  conoce  los  de  las  columnas 
Trajana  y  Antonina ,  los  del  arco  de  Tito ,  etc. 
De  nuestros  dias,  el  célebre  Danés  Thorwaldsen 
ha  ejecutado  para  la  Villa  Sommariva ,  en  el  lago 
de  Come,  un  largo  friso ,  cuyo  objeto  es  el  Triun- 
fo de  A  lejandro,  que  puede  rivalizar  con  las  mas 
grandes  obras  maestras  en  este  género  que  nos  ha 
legado  la  antigüedad. 

Los  Italianos  han  dividido  el  género  relieve  en 
tres  clases :  alto  relieve ,  medio  relieve  y  bajo  re- 
lieve, según  que  las  figuras  de  que  se  compone 
este  género  están  casi  enteramente  separadas 
del  fondo ,  ó  que  no  son  embutidas  sino  de  la 
mitad  de  su  diámetro  ,  ó  que  en  fin  son  muy  po- 
co salientes.  No  obstante  esto,  el  uso  ha  genera- 
lizado la  voz  de  bajo  relieve  para  expresar  toda 
especie  de  obra  de  relieve,  sea  el  que  fuere  éste. 

El  verdadero  bajo  relieve  tiene  muy  poco  em- 
butido y  exije  mucho  mas  arte  que  el  bajo  relieve 
cuyo  embutido  es  muy  considerable,  sobre  todo 
para  la  composición  pintoresca,  ó  la  formación  de 
las  figuras  en  grupos.  El  juego  de  las  luces  y  de 
las  sombras  es  también  uno  de  los  grandes  esco- 
llos de  la  escultura  de  bajo  relieve. 

Como  insiguiendo  nuestro  plan  no  nos  es  per- 
mitido estudiar  los  bajos  relieves  bajo  el  punto 
de  vista  artístico,  sí  que  debemos  ocuparnos  de 
ellos  como  mercadería,  creemos  con  lo  expuesto 
haber  dado  una  idea  suficiente  para  poder  apre- 
ciar el  mérito  de  los  adornos  de  esta  especie, 
destinados  para  decorar  los  aposentos ,  embelle- 
cer Los  marcos  de  espejos,  de  cuadros,  etc.,  etc., 
y  que,  de  algunos  años  á  esta  parte ,  la  industria 
se  ha  ejercitado  mucho  en  perfeccionarlos  y  en 
poderlos  entregar  á  bajo  precio. 


BAJ 

I.  Se  ha  inventado  modelar  adornos  de  relie- 
ve conocidos  bajo  los  nombres  de  Estuco  leñoso  y 
Madera  colada.  Paradlo,  se  prepara  una  cola 
muy  clara  con  5  partes  de  cola  de  Flandes  y  I 
parte  de  cola  de  pescado ,  que  se  disuelven  por 
separado  en  mucha  agua ,  mezclándolas,  después 
de  haberlas  pasado  por  un  lienzo  muy  fino.  Pre- 
parada así  la  cola  y  calentada  hasta  que  no  se 
pueda  sufrir  el  dedo  metido  en  ella  ,  se  la  añade 
ralladura  de  la  madera  que  se  quiere  figurar  en 
la  moldura ,  para  formar  una  pasta ,  de  la  que  se 
dauna  capa  sobre  todas  las  partes  huecas  del 
molde.  Mientras  se  seca  esta  primera  capa  ,  se 
prepara  otra  mas  grosera  con  aserraduras  ó  pol- 
vo de  la  misma  madera  que  no  ha  podido  pasar 
por  el  tamiz ,  y  que  solo  ha  sido  cribado ,  con  la 
que  se  acaba  de  llenar  enteramente  el  molde: 
esta  segunda  pasta,  que  se  liga  á  la  primera  y 
aumenta  su  consistencia,  se  tiene  cuidado  de 
amontonarla  en  el  molde  con  la  mano ,  para  que 
la  capa  inferior  reciba  bien  todas  las  figuras  de 
la  escultura.  En  seguida  se  cubre  todo  con  una 
plancha  untada  de  aceite ,  que  se  carga  fuerte- 
mente de  peso  á  fin  de  que  la  pasta  entre  bien  en 
todos  los  contornos  ,  y  así  se  deja  secar  hasta 
que  por  la  contracción  que  experimenta  la  masa 
en  el  molde  se  conoce  fácilmente  el  momento 
oportuno  para  extraer  la  figura,  que,  sin  romper- 
se, se  despega  volviendo  el  molde  al  revés;  pe- 
ro antes,  con  una  lámina  ancha  y  muy  cortante, 
se  ha  de  quitar  todo  lo  que  sobresale  del  molde, 
para  que  la  parte  inferior  de  la  pieza  presento 
una  superficie  plana.  Todo  lo  demás  se  concibe 
sin  descripción :  este  bajo  relieve  se  aplica  con 
cola  al  campo  que  se  quiere  cubrir  de  adornos, 
y  si  estos  adornos  deben  quedar  del  color  de  la 
madera ,  basta  darles  algunas  manos  de  barniz 
al  alcohol  y  encerarlos  con  el  encáustico ,  como 
se  practica  paralas  maderas  realmente  esculpidas. 
Difícil  es,  si  se  procede  con  maestría,  el  conocer 
que  esta  clase  de  adornos  sean  hechos  en  moldes; 
también  pueden  pintarse  y  dorarse,  según  se  acos- 
tumbra, siendo  el  dorado  que  reciben  muy  sólido. 

II.  Adornos  de  almáciga  y  de  cartón  piedra 
para  las  decoraciones  en  relieve.  Desde  1806, 
se  fabrican  en  Francia  diversos  adornos  que  imi- 
tan las  mas  ricas  esculturas ,  por  medio  de  la 
moldura  de  una  composición  plástica,  formada 
principalmente  de  creta,  de  cola  fuerte  y  de  pasta 
de  papel,  empleada  sobre  todo  para  las  decora- 
ciones en  bajo  relieve,  marcos  dorados  de  espejos, 
cuadros,  estampas,  etc.  Los  inventores  anuncian 
que  estos  adornos  adquieren  la  solidez  de  la  pie- 
dra mas  dura  ,  y  que  el  proceder  de  fabricación, 
por  medio  de  uña  compresión  muy  poderosísima, 
ofrece  una  perfección  de  acabado  y  de  limpieza 
en  la  ejecución  que  dispensa  de  todo  reparo. 

Estos  adornos  reemplazan  con  ventaja  á  toda 
especie  de  escultura  para  las  varias  decoraciones 
interiores  y  exteriores  de  los  monumentos,  igle- 
sias, leatro's,  etc.  Cuando  se  colocan  al  exterior, 
es  necesario  pintarlos  al  óleo,  dándoles  muchas 
capas ,  y  en  este  estado  pueden  fácilmente  reci- 
bir el  dorado. 


BAJ 

111.  Materia  plástica  del  Sr.  Dédreux,  sus- 
ceptible de  ser  vaciada  y  que  puede  resistir  tanto 
como  la  piedra  á  las  intemperies  del  aire,  felá 
compuesta  do  arena,  arcilla  cocida,  tiestos  de 
porcelana,  pedazos  de  mármol  blanco  pulveriza- 
dos y  mezclados  con  litargirio  y  aceite  de  linaza 
cocido.  El  aceite  de  linaza  se  halla  en  ella  en 
tan  corta  porción  que  el  cimiento  solo  está  lige- 
ramente humedecido,  y  comprimiéndolo  casi  no 
contrae  mas  adherencia  que  la  arena  verde  de 
los  fundidores ;  pero  poco  á  poco  la  materia  se 
calienta ,  las  moléculas  se  pegan  entre  sí ,  y  en 
breve  tiempo  se  forma  de  ella  una  pasta  bastante 
dúctil  para  recibir  la  impresión  de  los  moldes  los 
mas  variados  en  huecos. 

Creemos  útil  terminar  este  articulo  dando  el 
proceder  y  la  receta  de  un  barniz  que  puede  ob- 
tenerse fácilmente  y  á  precio  bastante  bajo,  y  que 
asegura  por  tiempo  indefinido  la  conservación 
de  ios  adornos  de  que  acabamos  de  hablar.  Tó- 
mese aceite  de  linaza  bien  puro,  conviértasele  en 
jabón  por  medio  de  la  sosa  cáustica;  á  este  jabón 
liquido  añádase  una  fuerte  solución  de  sal  común, 
y  llévese  la  cocción  hasta  el  punto  de  dar  una 
gran  densidad  á  la  materia.  El  jabón  formado 
sobrenadará  en  la  superficie  del  líquido  en  pe- 
queños granos  débilmente  aglomerados ,  que  se 
recogen  con  un  espumadera  y  se  ponen  é  escur- 
rir sobre  un  lienzo  claro,  sometiéndolos  en  segui- 
da á  la  prensa  para  extraer  la  humedad.  Disuél- 
vase primero  este  jabón  en  el  agua;  en  seguida 
hágase  una  disolución  de  una  mezcla  de  80  par- 
tes de  sulfato  de  cobre  y  20  partes  de  sulfato  de 
hierro,  fíltrese  al  través  de  un  lienzo,  y  después 
de  haberla  hecho  hervir  en  un  vaso  de  cobre  muy 
limpio ,  échesela  poco  á  poco  la  solución  de  ja- 
bón conservada  á  parte.  El  resultado  de  esta  ope- 
ración es  la  separación  de  jabón  metálico  insabi- 
ble, que  se  precipita  en  forma  vedijosa,  y  el  que 
se  lava  primero  con  agua  hirviendo,  después  en 
agua  fria ,  y  luego  se  comprime  en  un  lienzo  para 
enjugarlo  y  secarlo  lo  mas  posible,  y  en  este  estado 
sirve  del  modo  como  va  á  decirse: 

Se  hacen  cocer  34  onzas  de  aceite  de  linaza 
puro  con  8  onzas  de  litargirio  en  polvo  fino, 
y  se  cuela  por  un  lienzo  fino.  Después,  se  to- 
man 9  Vs  onzas  de  este  aceite,  5  onzas  de 
jabón  metálico  y  3  onzas  de  cera  blanca  pura,  todo 
lo  que  se  licúa  "en  un  vaso  sobre  cenizas  calion- 
tes,  dejándolo  un  rato  á  la  lumbre  para  evaporar 
el  resto  de  humedad  El  barniz  así  obtenido,  y 
que  queda  líquido  aun  enfriado,  se  aplica  so  iré 
las  esculturas  de  pasta  de  madera  raspada  \  so- 
bre las  de  cartón  piedra ,  y  llena  todos  sus  poros 
sin  alterar  de  ningún  modo  los  primores  de  la  obra, 
y  si  previamente  se  pone  oro  molido  con  miel  so- 
bre los  puntos  culminantes  de  las  molduras,  se 
obtiene  un  efecto  magnifico  de  patina  antigua. 

Si  para  hacer  el  jabón  metálico  de  que  se  ha 
hablado  arriba,  en  vez  de  una  mezcla  de  sulfato 
de  cobre  y  de  sulfato  de  hierro ,  solo  se  emplea 
este  ultimó ,  se  tendrá  una  patina  roja  esca- 
ra. Si  se  emplean  sulfalos  de  zinc  y  de  bismuto, 
se  tendrá  un  barniz  que  imitará  perfectamente  el 


BAL  333 

mármol  blanco  para  las  esculturas.  Todo  esto  es 
fácil  de  hacer  y  el  resultado  cierto. 

i(\K|  ó  llalmku.  Pescado  del  topón 
buscado  por  lo  delicado  de  su  carne.  Los  habitan- 
tes de  este  país  tiranía  cabeza,  los  intestinos  y  los 
huesos,  y  lo  lavan  y  limpian  con  mucho  esmero, 
pero,  á  pesar  de  estas  precauciones,  muchas 
personas  mueren  envenenadas  por  haberlo  co- 
mido. Cuando  un  Japonés  está  fatigado  de  su 
existencia  se  sirve  de  este  pescado  con  preferen- 
cia á  todo  otro  medio  de  destrucción.  Scheulzer, 
en  su  Historia  del  Japón ,  dice  que  cinco  perso- 
nas de  Nangazaka  que  habían  comido  un  plato 
debakuse  desmayaron,  fueron  atacadas  de  con- 
vulsiones, de  delirio  y  de  un  vómito  de  sangre  de 
tal  modo  violento  que  murieron  al  cabo  de  poco 
tiempo,  y  con  todo  estos  pueblos  no  quieren  abs- 
tenerse de  un  alimento  que  encuentran  muy  deli- 
cado. Ño  obstante,  un  edicto  del  emperador  pro- 
hibe expresamente  á  los  militares  comer  este  pes- 
cado ,  que  se  v  ende  mucho  mas  caro  que  todo 
otro. 

II  UiiCHAA.  El  balachan  se  hace  en 
Siam  y  en  Tonquin  con  pequeños  cangrejos  de 
mar,  quenosotros;llamamos salicotes ,  que  se  ma- 
chacan con  sal  para  formar  de  ellos  una  especie 
de  pasta  ó  salmuera  espesa ,  que  se  hace  cocer 
al  sol  por  espacio  de  muchos  días  ,  teniendo  cui- 
dado de  revolverla,  con  lo  que  despide  á  lo 
lejos  un  olor  desagradable.  Esta  pasta  suple 
á  la  manteca,  fortifica  el  estómago  y  excita  el 
apetito.  En  Tonquin  ,  se  la  da  el  nombre  de  iVw- 
kemun ;  se  come  con  arroz  ,  y  sirve  también  pa- 
ra sazonar  las  carnes.  Los  que  preparan  esta  sal- 
muera tienen  mucho  cuidado  de  recoger  el  agua 
que  se  escurre  de  ella,  la  que,  metida  en  botellas 
herméticamente  cerradas ,  conservan  para  sazo- 
nar los  alimentos. 

BAIiAOU.  Pescado  de  la  longitud  y  de  la 
forma  de  la  sardina;  su  mandíbula  inferior  tiene 
un  pico  bastante  fuerte ,  delgado  y  puntiagudo 
como  una  aguja.  La  carne  del  balaou  es  consis- 
tente ,  delicada,  de  buen  gusto  y  de  fácil  diges- 
tión. Este  pescado  es  muy  abundante  en  la  Mar- 
tínica  ,  en  donde  se  pesca  con  luces. 

WtJkMáAXM  A.  Instrumento  de  una  aplicación 
casi  continua  en  las  artes  industriales  y  en  el  co- 
mercio, que  sirve  para  determinar  el  peso  de  los 
cuerpos. 

Créese  que  la  invención  de  la  balanza  data  del 
establecimiento  delcomercio.  La  Escritura  sagra- 
da dice  que  cuando  Abrahan  compró  á  Ei'ron  la 
cueva  para  enterrar  á  su  esposa  Sara,  hizo  pe- 
sar el  dinero,  lo  que  supone  existir  entonces  un 
instrumento  igual  ó  parecido  á  la  balanza.  La  ba- 
lanza es  el  símbolo  déla  equidad  y  de  la  justicia: 
en  las  medallas  romanas  la  Equldar'  se  \c  can 
este  atributo,  así  como  la  diosa  Moneda.  Virgilio 
para  alabar  la  equidad  de  Augusto  le  promete  pa- 
ra su  residencia  celeste  el  signo  de  la  balanza. 
Homero,  en  la  lliada,  da  á  Júpiter  una  balanza  do 
oro  con  la  que  pesa  el  destino  de  los  Trujanos  y 
de  los  Griegos.  Los  Mahometanos  creen  que  el 
último  día  del  juicio  todas  las  almas  serán  pesa- 


326  BAL 

das  en  unas  balanzas  mas  grandes  que  loda  la 
tierra  para  saber  el  destino  que  deberá  dárselas. 

Todas  las  construcciones  posibles  de  balanzas, 
á  excepción  de  la  balanza  romana  de  resorte,  es- 
tán fundadas  en  la  teoría  de  la  palanca.  En  efec- 
to, la  balanza  es  siempre  una  palanca  de  primer 
género  ,  cuyo  punto  de  apoyo  está  en  el  medio, 
siendo  la  resistencia  representada  por  uno  de  sus 
extremos,  cargado  del  cuerpo  que  se  ha  de  pesar, 
mientras  que  el  otro  extremo,  cargado  de  las  pe- 
sas que  establecen  el  equilibrio ,  representa  la 
potencia. 

En  este  artículo,  si  bien  describiremos  algunas 
especies  de  construcción  ,  nos  ocuparemos  con 
preferencia  de  consideraciones  de  práctica  sobre 
el  uso  de  la  balanza. 

í.  La  Balanza  común,  de  fiel  derecho ,  está 
dividida  en  dos  brazos  iguales,  siendo  su  punto 
de  división  á  la  vez  el  punto  de  apoyo,  y  los  pla- 
tos están  suspendidos  en  los  extremos  de  los  dos 
brazos  del  fiel.  Los  cuerpos  que  se  han  de  pesar 
se  colocan  en  uno  de  los  platos,  poniendo  la  ba- 
lanza en  equilibrio  por  medio  de  pesas  conocidas, 
colocadas  en  el  otro  plato.  En  un  instrumento  bien 
construido ,  cuando  los  platos  están  vacíos ,  el 
liel  debe  mantenerse  perfectamente  horizontal, 
mientras  que  subsiste  el  reposo,  y  toda  especie  de 
agitación  ó  de  impulso  dado  á  este  fiel  debe  pro- 
ducir oscilaciones  mas  ó  menos  cortas  que  finirán 
por  colocarlo  en  su  posición  horizontal.  Para  re- 
conocer mas  fácilmente  y  á  primera  vista  si  se 
llena  esta  condición  ,  conviene  adaptar  al  fiel , 
á  igual  distancia  de  los  extremos ,  una  aguja  ó 
flecha  vertical  cuya  punta,  en  el  estado  de  reposo, 
corresponda  á  una  señal  trazada  en  el  pié  de  la 
balanza. 

Si,  estando  vacíos  los  platos,  la  flecha  se  se- 
para á  derecha  ó  á izquierda  de  esta  señal,  será 
preciso  volverla  á  ella  cargando  el  uno  ó  el  otro 
plato,  según  convenga,  con  un  pequeño  peso 
adicional,  que  desde  entonces  podrá  ser  consi- 
derado como  formando  parte  integrante  del  ins- 
trumento. Cargando  en  seguida  los  platos,  de 
un  lado  con  el  cuerpo  que  se  ha  de  pesar,  y  del 
otro  con  las  pesas  que  establecen  el  equilibrio, 
se  concluye  que  el  cuerpo  que  se  pesa  es  de  un 
peso  rigurosamente  igual  al  de  las  pesas  emplea- 
das. 

Pero  esta  conclusión  no  es  exacta  sino  en  tanto 
que  hay  perfecta  igualdad  en  la  longitud  de  los 
brazos;  puesto  que  refiriendo  el  efecto  de  la  ba- 
lanza á  la  teoría  de  la  palanca,  de  la  que  de  ella 
depende  únicamente  ,  no  debe  olvidarse  que  las 
potencias  tienen  tanta  mas  acción  para  hacer  in- 
clinar al  fiel  hacia  su  apoyo ,  en  cuanto  su  brazo 
de  palanca  es  mas  largo,  de  modo  que  se  podria, 
sin  alterar  el  equilibrio  ,  disminuir  la  carga  de 
uno  de  los  platos  mientras  que  se  alejase  pro- 
porcionalmente  éste  del  eje  del  fiel.  El  peso  mas 
débil  obra  en  este  caso  sobre  el  brazo  mas  largo 
de  la  palanca ;  pero  si  se  cambian  ambos  pesos 
de  plato,  cada  uno  tomará  recíprocamente  el 
brazo  de  palanca  del  otro,  y  el  fiel  cesará  de 
mantenerse  en  una  posición  horizontal. 


BAL 

Semejante  balanza  es  fraudulenta,  y  su  uso 
está  prohibido  por  la  ley ,  porque  simula,  á  vo- 
luntad del  pesador  ,  una  igualdad  de  peso  y  de 
dimensiones  en  todas  las  partes  cuando  los  platos 
están  vacíos ,  aunque  los  pesos  reunidos  del  bra- 
zo mas  corlo ,  de  su  plato  y  de  las  cuerdas  ó  ca- 
denas que  lo  suspenden,  sean  juntos  mas  pesa-, 
dos  que  las  pesas  análogas  del  otro  lado.  Pesar 
en  tal  balanza,  con  pesas  justas  y  bien  marcadas, 
equivale  á  pesar  con  falsas  pesas. 

Sin  embargo ,  si  se  sabe  esta  construcción  de- 
fectuosa del  instrumento.,  se  puede  remediar ,  y 
pesar  justo  con  esta  misma  balanza.  El  medio 
consiste  en  destarar  primero  el  cuerpo  que  se  ha 
de  pesar,  es  decir,  ponerlo  en  equilibrio  colo- 
cando en  el  otro  plato  diversos  cuerpos ,  tales 
como  granos  de  plomo  ,  etc. ,  etc. ;  después  se 
retira  de  su  plato  el  cuerpo  cuyo  peso  real  se 
quire  conocer,  y  se  le  sustituyen  pesas  conocidas, 
como  si  se  quisiera  pesar  la  tara.  Es  evidente 
que  estas  últimas  pesas  reunidas  son  exactamente 
el  peso  del  cuerpo  que  se  quiere  pesar,  puesto  que, 
en  las  mismas  circunstancias ,  la  tara  es  equili- 
brada por  este  peso  y  por  el  cuerpo.  Este  proce- 
der, que  dispensa  de  todo  cálculo,  y  no  supone  ni 
que  el  fiel  conserve  la  posición  horizontal  cuando 
la  balanza  está  vacia,  se  llama  método  de  las  do- 
bles pesadas. 

Conócese  también  otro  método  para  asegurarse 
de  la  exactitud  de  las  pesadas ,  que  consiste  en 
colocar  sucesivamente  el  cuerpo  que  se  ha  de  pe- 
sar en  ambos  platos.  Las  pesas  necesarios  para 
equilibrarlo  en  estas  dos  posiciones  sucesivas  se- 
rán necesariamente  desiguales  si  la  balanza  es 
inexacta ;  pero  entonces  el  verdadero  peso  del 
cuerpo  será  igual  á  la  raíz  cuadrada  del  produc- 
to de  estos  dos  pesos  desiguales.  Como  esle  se- 
gundo método,  además  de  exigir  cálculo,  no  ofre- 
ce una  exactitud  tan  rigurosa  como  el  de  la  doble 
pesada,  creemos  poder  dispensarnos  para  la  prácti- 
ca de  hacer  conocer  estas  ligeras  causas  de  errror. 

Sería  supérfluo  describir  aquí  minuciosamente 
las  parles  que  componen  la  balanza  común  ,  muy 
vulgarmente  conocidas ;  pero  insistiremos  sobre 
algunos  puntos  esenciales  de  su  construcción ,  en 
los  cuales  las  precauciones  que  se  tomen  pueden 
contribuir  á  la  exactitud  de  las  pesadas  y  á  hacer 
mas  duradero  el  buen  uso  del  instrumento.  El  fiel 
debe  ser  de  buen  acero  templado  para  evitar  la 
inflexión  de  los  brazos ,  que  podria  ser  desigual 
del  uno  al  otro,  lo  que  cambiaría  la  relación  de 
las  palancas  y  falsearía  el  instrumento.  Conviene 
también  en  general  que  la  suspensión  del  liel,  por 
su  chapa ,  tenga  lugar  en  una  pared  sólida,  un 
poste  bien  fijo;  el  eje  de  suspensión  y  el  ani- 
llo inferior  deben  ser.de  acero  muy  duro  y  bien 
pulimentado  ;  el  contacto  debe  tener  lugar  sobre 
un  corte  vivo  que  se  proporciona  al  eje ,  y  se 
evitan  lo  mas  posible  todas  las  rugosidades  que 
podrían  encontrarse  en  estas  superficies  de  con- 
tacto. Se  da  comunmente  el  nombre  de  cuchillos 
á  los  cortes  del  eje  ,  en  razón  de  su  forma,  y  los 
cortes  de  estos  cuchillos  resbalan ,  con  el  esfuer- 
zo del  peso,  hacia  el  anillo  que  los  sostiene ,  has- 


li\L 

ta  tpw habiendo  llegado  á  la  parte  inferior,  des- 
cansan en  ella  como  sobre  un  plano  perfectamen- 
te horizontal. 

II.  Balanza  pe  ensato.  En  las  balanzas  de 
ensayo,  que  sirven  para  las  operaciones  mas  de- 
licada";, como  verificar  la  ley  de  los  metales  ó 
para  pesar  los  diamantes  ú  otras  sustancias  de 
gran  precio,  se  ha  de  asentar  el  cuchillo  sobre  un 
plano  de  ágata  ó  á  lo  menos  de  acero  templado 
de  la  mayor  dureza  ;  este  plano  debe  ser  horizon- 
tal ,  inmóvil  y  perfectamente  pulimentado ,  y  el 
cuchillo  también  templado  muy  duro,  de  corte 
fuerte  y  en  forma  de  triángulo  equilátero.  Si  fuese 
mas  ag'udo  y  como  cortante,  el  corte  estaría  ex- 
puesto á  aplastarse  bajo  el  peso  total  que  sostiene. 
Además ,  como  el  frote  crece  con  la  presión,  se 
reduce  cuanto  se  puede ,  disminuyendo  el  peso 
total  y  por  esto  se  procura  hacer  al  fiel  lo  mas 
ligero  posible.  La  fabricación  de  una  balanza  de 
ensayo,  que  reúna  todas  las  condiciones  de  per- 
fección posible,  requiere  mucha  habilidad  y  ta- 
lento ,  y  de  consiguiente  este  instrumento  debe 
ser  de  un  precio  muy  elevado ,  y  nada  extraño  es 
que  una  buena  balanza  de  ensayo  cueste  de  3.500 
a  5.500  rs.  vn.  Si  se  atiende  á  todas  las  dificulta- 
des que  se  ofrecen  en  la  construcción  de  las  ba- 
lanzas de  ensayo  no  puede  prescindirse  de  tribu- 
tar un  homenaje  á  los  hábiles  constructores, 
tales  como  los  Sres.  Fortín,  Kutsch,  Chemin, 
Gandolfi,  que  sobresalen  en  términos  de  hacer 
balanzas  que ,  cargadas  de  dos  libras  en  cada 
plato,  pueden  caer  por  la  adición  de  '/«o  ('e  grano. 

Las  balanzas  de  ensayo  se  construyen  de  varias 
maneras:  la  Balanza  de  Berzélius,  muyen  uso  hoy 
dia  en  los  laboratorios,  está  construida  de  modo 
que  se  evita  la  doble  pesada.  No  obstante  toda  pe- 
sada hecha  al  aire  exige  una  corrección ,  porque 
un  cuerpo  rodeado  de  este  fluido,  pierde  de  su 
peso  real  una  cantidad  igual  al  peso  del  volumen 
de  aire  que  desaloja ,  y  aunque  esta  cantidad  sea 
poco  considerable,  no  puede  despreciarse  en 
experimentos  minuciosos. 

Balanza  hidrostática.  Instrumento  destinado 
para  determinar  el  peso  específico  de  los  cuerpos 
sólidos  si  pueden  ser  sumergidos  en  el  agua  sin 
disolverse  ó  sin  que  sea  alterado  su  volumen.  Es 
parecida  á  la  balanza  común ,  pero  uno  de  sus 
platos  es  reemplazado  por  un  hilo  del  que  se  sus- 
pende el  cuerpo  que  se  quiere  pesar  y  que  debe 
estar  sumergido  en  el  agua.  Se  la  pueden  dar 
diferentes  formas ,  y  así  es  que  se  conocen  entre 
otras  la  Balanza  hidrostática  de  Lukin  ,  inventa- 
da por  un  americano ,  recomendada  por  su  sen- 
cillez, y,  al  mismo  tiempo ,  por  su  precisión ,  y 
que  está  construida  según  los  principios  de  la  ro- 
mana; y  la  Balanza  hidrostática  de  Coate,  tam- 
bién de  "invención  americana,  construida  según 
los  mismos  principios  que  la  precedente,  difirien- 
do empero  por  su  modo  de  graduación,  que  está 
dispuesto  para  determinar  el  peso  específico  de 
los  minerales.  Con  la  balanza  hidrostática  se  pue- 
de también  determinar  la  densidad  de  los  cuerpos 
líquidos,  si  bien  se  acostumbra  emplear  á  dicho 
objeto  los  Areómetros.  (V.  esta  palabra.) 


BAL  327 

III.  Balanza  báscula;  Báscula.  La  Báscula 
es  una  pieza  de  madera  ó  de  hierro  que  se  apo\a 
por  su  medio  en  un  eje  ,  de  modo  que  pueda  os- 
cilar libremente  hasta  sostenerse  en  equilibrio,  sea 
que  el  eje  la  divida  en  dos  brazos  iguales,  sea  que 
tenga  uno  de  los  dos  brazos  mas  largo  que  el  otro. 
El  iiel  de  una  balanza  es  una  verdadera  Láscula 
de  brazos  iguales. 

La  báscula  es  esencialmente  un  aparato  de  pe- 
sar ,  y  su  buen  efecto  se  puede  decir  que  des- 
cansa en  la  desigualdad  de  los  brazos,  en  térmi- 
nos que  una  pequeña  potencia ,  colocada  en  el 
extremo  del  brazo  mas  largo,  se  pone  en  equi- 
librio con  un  cuerpo  pesado  colocado  en  el  otro 
extremo. 

El  uso  de  las  básculas  presenta  ventajas  rea- 
les sobre  el  de  las  balanzas  comunes  para  las 
pesadas  habituales  del  comercio  al  por  mayor; 
pero  para  pequeñas  pesadas  y  bajo  cierto  limite, 
la  báscula  pierde  sus  ventajas  sobre  la  balanza, 
que  es  menos  costosa  ,  y  es  susceptible  de  mu- 
cha mayor  precisión. 

Al  presente  las  balanzas  básculas  están  muy  en 
uso :  fabrícanse  de  la  fuerza  de  200  hasta  5.000 
libras,  que  se  pueden  colocar  en  todas  partes  y 
aun  en  el  suelo  ;  bastando  en  unas  una  pesa  dé 
libra  para  pesar  10  libras,  y  en  otras  hasta  100 
libras ,  y  siendo  ambas  sensibles  á  una  onza.  Las 
mas  importantes  son  las  balanzas  básculas  de  ro- 
mana para  pesar  carruajes  de  cuatro  ruedas, 
en  las  cuales  se  puede  pesar  desde  I  libra  hasta 
40,000  libras,  en  3  á  4  minutos ,  siendo  sulicienle 
una  pesa  de  libra  para  pesar  100  libras. 

El  Sr.  Muller,  de  quien  hemos  hablado  en  otro 
artículo  de  esta  obra ,  se  distingue  por  la  per- 
fección, la  solidez  y  el  buen  gusto  con  que  fabri- 
ca toda  especie  de  balanzas  básculas,  y  también 
la  Balanza  inglesa  portátil,  que  se  ha  hecho  ya  de 
moda  entre  los  drogueros,  boticarios,  tenderos 
y  cuantos  venden  al  por  menor. 

IV.  Balanza  romana,  Bomana,  Bomana  m 
contrapeso.  Está  compuesta  de  un  astil  inflexi- 
ble ,  suspendido  en  uno  de  sus  puntos  por  un 
cuchillo  que  divide  su  longitud  en  dos  brazos 
desiguales  ;  al  brazo  mas  corto  hay  adaptado  un 
gancho  del  que  se  suspende  el  cuerpo  que  se 
quiere  pesar ;  una  pesa  invariable  sostenida  por 
un  anillo ,  llamada  pilón ,  míe  puede  correr  a  lo 
largo  del  otro  brazo ,  y  se  lleva  al  punto  en  (pie 
el  equilibrio  tiene  lugar  entre  el  peso  invariable  y 
el  cuerpo  que  se  ha  de  pesar  ,  encontrándose  asi 
suspendidos  brazos  de  palanca  desiguales ;  cifras 
grabadas  junto  á  puntos  huecos  que  señalan  las 
divisiones  del  brazo  mayor,  indican  los  pesos 
correspondientes  á  cada  punto ,  cuando  el  pilón 
llevado  á  ellos  forma  equilibrio  con  las  cosas  que 
se  pesan. 

Es  menester  que  el  astil  de  hierro  ó  de  acero 
que  constituye  el  fiel  ó  lengüeta  sea  duro  y  bastan- 
te resistentepara  no  experimentar  inflexión  ni  en- 
corvarse con  el  peso  que  el  instrumento  está  des- 
tinado á  medir.  El  ojo  por  el  que  pasa  el  eje  de  rota- 
ción, y  el  cuchillo  de  suspensión  del  peso  invaria- 
ble ,  deben  ser  de  acero  templado  y  pulimentado. 


328  BAL 

La  romana  no  conviene  sino  para  la  valuación 
de  peso  comprendido  entre  ciertos  límites;  por- 
que una  vez  llegado  el  pilón  al  extremo  del  astil 
ó  brazo  mayor  del  fiel,  para  pesar  un  cuerpo,  si 
este  vence  el  peso  móvil,  el  instrumento  no  fun- 
ciona ya,  á  menos  de  cambiar  este  último  peso, 
y  por  consiguiente  las  graduaciones  del  astil. 

Puédenseno  obstante  extender  los  limites,  dis- 
poniendo un  segundo  gancho  en  el  brazo  corto  de 
la  palanca,  un  poco  mas  cerca  del  eje  de  rotación. 
De  esta  manera  el  fiel  llevará  dos  órdenes  de  di- 
visiones y  de  cifras  ,  de  los  cuales  el  uno  estará 
en  relación  con  el  primer  gancho,  y  el  otro  con  el 
segundo.  Esto  es  muy  generaluiente  practicado. 
La  balanza  romana  ofrece  mucha  comodidad 
para  ciertas  pesadas;  pero  no  es  de  una  exactitud 
tan  rigurosa  como  la  de  la  balanza  común ,  y  es 
considerada  como  pudiendo  favorecer  el  fraude. 
Nos  abstenemos  de  entrar  en  la  teoría  de  las 
palancas  y  de  los  cálculos  sobre  que  está  funda- 
da, porque  nuestro  único  objeto  es  hacer  cono- 
cer el  uso  que  puede  hacerse  del  instrumento. 

Equivocadamente  en  el  idioma  del  comercio  se 
ha  confundido  á  veces  á  la  balanza  romana  con 
la  Romana  de  resorte,  siendo  así  que  el  efecto  de 
ésta  no  entra  en  el  modo  de  acción  de  la  palanca, 
puesto  que  solo  indica  el  peso  de  los  cuerpos  por 
el  grado  de  flexión  que  el  peso  hace  experimen- 
tar á  un  resorte. 

V.  Balanza  romana  de  resorte,  Romana  de 
resorte.  Consiste  en  una  lámina  de  acero  en- 
corvada en  V ,  cuyos  dos  brazos  son  gruesos  al 
punto  de  no  conservar  sino  la  menor  flexibilidad 
posible ,  excepto  la  punta  en  donde  se  juntan  que 
es  susceptible  de  elasticidad.  Para  obtener  este 
efecto ,  la  lámina  ha  sido  adelgazada  en  esta  par- 
te y  ha  recibido  un  recocido  apropiado.  Es  fácil 
juzgar  que,  por  medio  de  un  esfuerzo  suficiente,  el 
ángulo  se  cerrará  mas  ó  menos  ,  y  proporcional- 
mente  al  peso  que  hará  este  esfuerzo,  los  dos  bra- 
zos se  acercaran. 

La  parte  abierta  de  la  V  está  cerrada  por  dos 
láminas  trasversales  y  encorvadas:  la  primera 
está  lija  en  una  tuerca,  por  un  cabo,  á  uno  de 
los  brazos  de  la  V ,  mientras  que  el  otro  cabo  en- 
tra en  una  hendidura  en  la  que  puede  correr  li- 
bremente, y  tiene  asido  un  anillo  para  sostener  el 
instrumento  cuando  queremos  servirnos  de  él. 
La  segunda  lámina  encorvada  está  al  contrario 
fija  en  uno  de  los  brazos  de  la  V,  y  corre  libre- 
mente en  un  agujero  practicado  en  la  primera. 
Se  adapta  á  este  extremo  del  arco  un  gancho  de 
anillo  para  suspender  en  él  el  cuerpo  que  se  quie- 
re pesar.  Cada  arco  lleva  al  exterior  ,  en  el  cabo 
libre  y  saliente,  un  regatón  que  guarnece  el  borde 
de  la  abertura ,  y  retiene  la  V  en  un  estado  de 
abertura  fija  que  corresponde  al  cero  de  las  divi- 
siones marcadas  en  el  arco. 

Por  diversas  pruebas  sucesivas  se  consigue 
graduar  convenientemente  el  arco  que  lleva  las 
divisiones;  de  suerte  que  se  puede  leer  el  peso  en 
el  punto  de  este  arco  en  donde  la  flexión  se  ha 
detenido.  Con  este  instrumento  apenas  se  pesan 
cuerpos  que  excedan  de  50  libras. 


BAL 

VI.  Balanza  romana  de  resorte  en  espiral, 
Romana  de  resorte  en  espiral.  A  veces  también 
se  emplea  una  romana  armada  de  un  resorte  en 
espiral ,  colocado  en  un  tubo  cilindrico  ó  prismá- 
tico, de  la  longitud  de  4  á  8  pulgadas,  mas  ó  me- 
nos, según  los  pesos  que  se  tienen  de  valuar.  Uno 
de  los  cabos  de  este  resorte  de  acero  está  deteni- 
do en  el  fondo  del  tubo  por  una  tuerca.  Al  otro 
extremo  está  fijado  un  tallo  de  caras  ó  plano  de 
de  hierro  ó  de  cobre,  dirigido  en  el  eje  central 
de  este  resorte,  y  va  á  salir  fuera  del  fondo 
del  estuche  por  un  pequeño  agujero.  Este  tallo 
lleva  un  regatón  que  guarnece  el  borde  exte- 
rior del  fondo,  lo  que  le  retiene  en  el  eje  y  fuer- 
za al  resorte  á  permanecer  tendido.  El  cabo  de 
este  tallo  lleva  un  gancho  en  el  que  se  suspende 
el  objeto  que  se  ha  de  pesar.  La  parte  superior 
del  tubo  está  cerrado  con  una  cobertera  en  la  que 
hay  un  anillo  para  suspender  el  instrumento.  Para 
pesar  un  cuerpo ,  se  sujeta  al  tallo  por  medio 
de  un  gancho ,  y  se  conserva  la  romana  en  una 
posición  vertical ,  teniéndola  en  suspensión  por 
su  anillo.  El  cuerpo  colgado  del  tallo ,  haciendo 
doblar  el  resorte  en  espiral,  hace  que  una  porción 
mas  ó  menos  larga  de  este  tallo  salga  del  esluche, 
y  que  se  pueda  leer  el  número  de  libras  de  peso  en 
las  divisiones  trazadas  en  él ,  y  que  han  sido  de- 
terminadas previamente  por  repetidos  ensayos. 

Este  es  un  instrumento  cómodo ,  portátil ,  pe- 
ro que  no  ofrece  mas  precisión  que  la  romana  de 
resorte  en  V;  ambos  se  deterioran  con  el  uso  y  no 
tardan  en  cesar  de  pesar  justo.  Es  preciso  verifi- 
carlos de  vez  en  cuando  para  asegurarse  de  sí  el 
§rado  de  elasticidad  ha  cambiado ,  sea  por  una 
exion  demasiado  fuerte,  sea  por  el  efecto  de  orín. 
El  uso  legal  déla  romana  de  resorte  ha  sido  prohi- 
bido por  el  legislador  ,  por  prestarse  al  fraude. 

VII.  Finalmente,  se  da  el  nombre  de  balanza  á 
varios  instrumentos,  cuyas  descripciones  y  ma- 
nera de  servirse  de  ellos  pueden  consultarse  en 
las  obras  de  física,  no  siéndonos  posible  indicar 
aquí  mas  que  las  difiniciones. 

Balanza  eléctrica.  Instrumento  por  medio  del 
cual  se  establece  el  equilibrio  entre  una  fuerza 
eléctrica  y  la  fuerza  de  torsión ,  que  se  puede 
siempre  medir  con  la  mayor  exactitud. 

Balanza  elástica.  Instrumento  que  sirve  á  los 
relojeros  para  hallar  una  espiral  en  la  que  la 
progresión  de  fuerza  corresponda  exactamente  á 
la  progresión  aritmética  para  el  isocronismo. 

Balanza  magnética.  Instrumento  que  establece 
el  equilibrio  entre  una  fuerza  magnética  y  la  fuer- 
zade  torsión,  que  se  puede  medir  exactamente. 

Balanza  de  torsión ,  cuya  invención  se  debe 
á  Colomb.  Es  un  instrumento  en  el  que  la  fuerza 
de  torsión  es  opuesta  á  otras  fuerzas  que  se 
quieren  medir ,  y  que  son  difíciles  de  apreciar 
sin  un  aparato  extremamente  sensible.  Con  esta 
balanza  se  miden  las  fuerzas  de  atracción  ó  de 
repulsión  de  los  cuerpos  débilmente  electrizados. 
El  instrumento  se  compone  esencialmente  de  un 
hilo  metálico  detenido  superiormente  por  una  pin- 
za y  que  lleva  inferiormente  una  palanca  hori- 
zontal. La  pinza  atraviesa  un  tubo  cuyo  borde 


UAL 
superior  presenta  un  círculo  graduado  sobro  el 
que  puede  detenerse  una  aguia  que  la  termina 
por  la  parte  superior;  es  fácil  de  valuar  asi  la 
torsión  que  se  está  obligado  á  hacer  experi- 
mentar al  hilo  para  que  la  palanca,  solicitada 
por  una  fuerza  extraña ,  pueda  guardar  cierta 
posición.  El  ángulo  total  de  torsión  sirve  en- 
tonces de  medida  a  esta  fuerza,  tomando  por 
unidad  la  que  no  produciría  sino  un  desvío  de 
un  grado. 

Por  medio  de  una  balanza  de  torsión ,  de 
una  construcción  particular,  Cavendish  demos- 
tró que  los  cuerpos  de  la  naturaleza  se  atraen 
mutuamente,  v  encontró  que  la  densidad  de  la 
tierra  es  igual  á  cinco  veces  y  media  la  del  agua. 

.B.lliisOK.  Estofa  hecha  de  hilo  de  cor- 
teza de  árboles ,  que  los  Ingleses  traen  de  las  In- 
dias orientales. 

lllli ASTKI.  Nombre  que  en  Esmirna  se 
da  á  los  mejores  tejidos  ó  brocados  de  oro  que  se 
fabrican  en  Venecia,  y  que  los  Venecianos  llevan 
á  las  escálasele  Levante. 

BALDES.  Piel  de  carnero  curtida ,  suave 
y  endeble ,  que  sirve  para  guantes  y  otras  cosas. 

BALDOSA.  Llámanse  baldosas  muchas  es- 
pecies de  grandes  ladrillos  de  mármol,  piedra, 
tierra  cocida ,  granito ,  lava ,  etc.  Las  baldosas 
se  venden  al  ciento,  ó  á  la  superficie  que  pueden 
cubrir. 

Las  baldosas  son  comunmente  empleadas  para 
formar  el  pavimento  de  las  iglesias,  de  las  salas 
de  baños  y  de  autopsia  ó  disección,  de  las  fá- 
bricas de  cola,  de  los  andenes ,  almacenes ,  la- 
vaderos, comedores,  mataderos,  peladeros,  y 
otros  lugares  sujetos  á  la  humedad  ó  á  ser  lava- 
dos. Esta  especie  de  construcción  se  designa  con 
la  palabra  embaldosado,  y  se  dice  embaldosar  de 
granito,  de  mármol,  de. piedra ,  etc. 

También  se  emplean  baldosas  para  cubrir  las 
paredes  de  apoyo  y  otras,  paralas  pilastras,  para 
formar  el  revestimiento  exterior  de  las  casas  cer- 
ca del  terreno,  etc.  En  todos  estos  usos  las  bal- 
dosas deben  ser  bastante  sólidas  para  resistir  á  la 
humedad,  á  las  heladas,  y  á  veces  á  muy  rudos 
frotes ;  por  lo  que  debe  procurarse  que  la  "sustan- 
cia respectiva  de  que  están  formadas  sea  de  bue- 
na calidad.  Se  reemplazan  hoy  dia,  en  ciertas  lo- 
calidades ,  con  bastante  frecuencia ,  los  em- 
baldosados de  piedras  ó  de  ladrillos  con  la 
A Imáciga-betun  (Y.  esta  palabra),  sustancia  mas 
impermeable  v  menos  dispendiosa,  y  últimamente 
D.  JoséFreixas  nos  acaba  de  demostrar  la  con- 
veniencia y  la  utilidad  de  sustituirlos  con  el  Már- 
mol artificial,  que  fabrica  en  esta  ciudad,  y  del 
que  nos  ocuparemos  en  su  correspondiente  lugar. 

BAIíI-BABOIíAH.  Se  emplean  como  as- 
tringentes en  la  Isla  de  Francia  los  frutos  de  una 
leguminosa,  que  se  cree  es  la  Casia  Sófora  fCaj- 
sia  Sophora  ,  L. ).  A  veces  nos  llegan  á  Europa, 
en  donde  algunas. personas  los  usan  en  tintura 
como  las  legumbres  llamadas  Bablah:  . 

BALOTA ,  Ballota.  Género  de  plantas  de 
la  familia  délas  labiadas,  y  de  la  didinamia  gim- 
nospermia  de  Linneo.  Distingüese  ,  entre  las  la- 
42 


BAL  32í) 

biadas  de  tallo  cuadrado  y  hojas  opuestas,  que 
crecen  en  los  parajes  secos  y  áridos  de  los  países 
cálidos,  porque  sus  especies  tienen  el  cáliz  acam- 
panado ,  ó  asalvillado  ,  de  cinco  dientes ,  pentá- 
gono, labio  superior  de  la  corola  abovedado  y 
festonado ,  y  frutos  triangulares. 

Balota  lanuda  (Ballota  lanata,  L.).  Yer- 
ba vivaz,  aromática,  de  la  Siberia,  usada,  se- 
gún Pallas,  contra  los  males  de  cabeza,  admi- 
nistrada al  interior  y  al  exterior,  liase  también 
empleado  en  la  hidropesía ,  con  feliz  resultado. 

Balota  negra,  llarrubio  hedion- 
do, Jflarrubio  negro  {Dallóla  nigra,  L.; 
Ballota  foelida,  Lam.).  Vegetal  indígeno,  muy  co- 
mún en  la  orilla  délos  setos,  de  los  caminos,*elc. 
De  tallos  altos  de  pié  y  medio ,  cuadrados ,  ve- 
llosos,  algo  rojizos;  hojas  opuestas  de  dis  en 
dos  á  lo  largo  de  los  tallos,  mas  grandes  que  las 
del  marrubio -blanco ,  y  de  olor  hediondo;  llores 
vertieiladas,  labiadas,  y  de  color  rojo;  semillas 
en  número  de  cuatro,  oblongas,  encerradas  en 
una  cápsula  que  ha  servido  de  cáliz  á  la  flor;  su 
raíz  es  librosa. 

Esta  planta  ha  sido  indicada  contra  el  histérico 
y  otras  afecciones  nerviosas,  sin  duda  á  causa 
de  su  olor  fuerte  y  desagradable. 

Con  la  Balota  de  olor  suave  (  Bailóla  suaveo- 
lens,  L.),  en  Santo  Domingo,  se  preparan  baños 
aromáticos. 

BALSAMITA ,  Balsamita.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  sinanléreas,  tribu 
de  las senecionídeas ,  y  déla  singenesia  poliga- 
mia igual  de  Linneo,  formado  por  Desfontaines 
por  medio  del  desmembramiento  del  género  'IV 
!n ¡aceto  {Tanacetum).  Sus  caracteres  esenciales 
son:  involucro  imbricado,  flósculos  tubulosos,  y 
semillas  membranosas.  Se  conocen  unas  doce  es- 
pecies de  este  género  propias  del  antiguo  conti- 
nente ,  siendo  la  mas  común  y  la  mas  notable  la 
siguiente : 

Balsamita  de  olor  suave,  Balsa- 
mita  mayor ,  Balsamita  macho , 
Costo  hortense ,  Tanaceto  horten- 
se ,  Yerba  romana,  Yerba  de  santa 
Jflaría  (  Balsamita  suaveolens ,  Desf.;  Tanace- 
tum Balsamita,  L. ).  Planta  >iva?  indígena,  cul- 
tivada en  los  jardines.  De  tallos  altos  de  tres  pies, 
ligeramente  vellosos,  blanquecinos  y  ramosos; 
hojas  ovales  -elípticas,  dentadas,  de  un  verde 
blanquecino,  las  inferiores  son  pecioladas,  y  las 
superiores  son  sésiles;  las  flores  son  amarillas  y 
están  dispuestas  en  corirabo  terminal;  las  semi- 
llas, que  suceden  á  las  flores,  son  pequeñas , 
oblongas,  encerradas  en  el  fondo  del  cáliz;  sus 
raíces  son  fibrosas.  Toda  la  planta  es  muy  aro- 
mática, de  un  olor  fuerte  y  penetrante,  que  tiene 
cierta  analogía  con  el  de  la  yerbabuena,  y  su 
sabor  es  caliente  y  amargo.. 

La  balsamita  es  una  planta  activa,  empleada 
como  vermífuga  en  infuso  ó  en  polvo;  úsase  tam- 
bién como  emenagoga  y  como  anliespasmódica, 
en  la  melancolía  y  el  histérico,  y  Linneo  dice 
que  es  un  correctivo  poderoso  del  opio.  Entra  en 
alguna  composición  farmacéutica,  y  sus  hojas  se 

tomo  i. 


330  BAL 

hacen  entrar  también  en  la  preparación  de  cier- 
tos alimentos,  como  condimento  estomático.  Hoy 
día  apenas  es  usada. 

II A  BiS  131» II I1Y II KOJM  ,  Balsamoden- 
duon.  Género  de  plantas  creado  en  la  familia  de 
las  terebintáceas ,  por  Kunth ,  con  las  especies 
del  Amiris  (  V.  esta  palabra  )  que  tienen  los 
estambres  hipoginos,  en  vez  de  tenerlos  epiginos, 
como  las  otras  especies;  encierra  los  Amiris  qi- 
Icadense,  Opobálsamo,  Kataf  y  Kafal,  etc.  El  Sr. 
De  Candolle  piensa  que  este  género  no  es  bien 
distinto  de  los  loica  y  de  los  Amiris. 

BAIiSAMO.  En  química  y  en  historia  na- 
tural, bálsamo  es  una  sustancia  olorosa,  que  flu- 
ye naturalmente  ó  por  incisión  de  ciertas  partes 
íle  los  vegetales,  y  que  está  formada  principal- 
mente de  resina ,  de  ácido  benzoico ,  de  aceite 
volátil,  etc.,  etc. 

Los  verdaderos  bálsamos,  pues,  contienen 
ácido  benzoico :  son  cuerpos  resinosos,  olorosos, 
colorados ,  aromáticos ,  amargos ,  insolubles  en 
el  agua,  y  muy  solubles  al  contrario  en  el  alcohol, 
el  éter,  los  aceites  volátiles  y  aun  los  lijos,  muy  in- 
flamables, que  difunden  cuando  queman  un  per- 
fume agradable,  y  despiden,  por  la  acción  del 
fuego,  un  vapor  blanco  de  un  olor  penetrante,  que 
se  concreta  en  agujas ,  que  son  el  ácido  benzoi- 
co (V.  esta  palabra).  Los  bálsamos  fluyen  gota 
á  gota  déla  corteza  de  los  árboles,  naturalmente 
ó  por  incisiones ,  de  la  superficie  de  los  frutos 
en  forma  jarabosa,  etc.;  los  unos  toman  mas  con- 
sistencia al  aire  por  la  volatilización  de  una  parte 
de  su  aceite  volátil,  hasta  pasar  al  estado  solido, 
sí  bien  otros ,  asociados  con  cierta  cantidad  de 
este  aceite,  quedan  blandos  ó  también  líquidos; 
finalmente  por  el  mismo  contacto  del  aire  se  co- 
loran ,  etc.  Los  ácidos  clorídrico,  acético  y  sul- 
fúrico los  disuelven  sin  descomponerlos ,  mien- 
tras que  el  ácido  azótico  los  ataca  con  violencia; 
por  último ,  se  unen  á  las  bases  sin  saponificarse. 

Se  ignora  la  composición  elemental  de  los  bál- 
samos en  razón  de  la  variedad  de  los  caracteres 
generales  que  presentan  y  que  difieren  según  las 
especies  y  las  circunstancias  de  su  extracción. 

Los  principales  bálsamos  son  los  del  Perú,  de 
Tolú,  el  benjuí,  el  estoraque,  etc.,  etc.,  délos 
cuales  se  hablará  en  su  correspondiente  lugar. 

Los  bálsamos  son  empleados  en  medicina  co- 
mo estimulantes ;  el  cocinero  acude  á  ellos  para 
condimentar  ciertos  platos;  forman  la  base  de 
gran  número  de  cosméticos ,  ya  sólidos  ya  "líqui- 
dos, que  prepara  el  perfumador,  siendo  debidos 
también  á  los  bálsamos  esos  perfumes  que  arden 
en  ricos  braserillos  en  las  casas  del  hombre  opu- 
lento. 

El  nombre  bálsamo  ha  servido  durante  largo 
tiempo  para  designar  sustancias  odoríferas  á  las 
cuales  se  atribuían  un  gran  número  de  propieda- 
des, habiéndose  igualmente  aplicado  á  muchí- 
simas preparaciones.  Son  todavía  llamadas  bál- 
samos ciertas  resinas  ó  mas  bien  trementinas,  co- 
mo la  resina  copáiba,  la  de  la  Meca,  etc.,  que  no 
contienen  ácido  benzoico ,  puesto  que  no  lo  des- 
prenden por  la  acción  del  calor;  aplicándose 


HALL 

también  el  nombre  de  bálsamo  á  plantas  aromáti- 
cas vulnerarias. 

Últimamente,  las  preparaciones  farmacéuticas 
conocidas  bajo  el  nombre  de  bálsamos  pertenecen 
en  general  á  la  antigua  farmacia :  las  unas  son 
líquidas,  las  otras  sólidas ;  las  hay  de  crasas,  ja- 
bonosas ,  aceitosas ,  alcohólicas,  etc.,  y  todas  son 
empleadas  exteriormente,  ó  administradas  al  in- 
terior. Antiguamente  los  bálsamos  gozaban  de 
propiedades  maravillosas,  siendo  buenos  para 
toda  especie  de  males  y  para  toda  especie  de  he- 
ridas. La  farmacia  moderna ,  que  no  es  mas  que 
la  química  aplicada  al  arte  de  curar,  ha  juzgado 
de  esta  confusión  de  preparaciones,  la  mayor 
parte  incoherentes ,  y  que  no  gozan  al  presente 
ya  sino  de  cierta  reputación  entre  las  gentes  del 
tiempo  pasado. 

it  lliTB  ACAST.  Planta  indígena  de  la  Tar- 
taria, cuyas  hojas  son  parecidas  á  las  de  nabo ;  el 
tallo  es  del  grueso  del  pulgar  ,  de  la  altura  de 
dos  pies,  hueco  y  cubierto  de  una  corteza  ama- 
rillenta; el  fruto  se  abre  cuando  maduro  y  despi- 
de un  olor  de  flor  de  naranjo ;  las  semillas  son  pa- 
recidas á  las  del  hinojo.  Los  Tártaros  la  comen 
para  sostener  sus  fuerzas  cuando  viajan ,  y  be- 
ben su  cocimiento  frío  á  guisa  de  vino.  Jacquin 
piensa  que  es  la  Tataria  de  los  Úngaros  ( Cram- 
be  tatarica ,  Jacq. ) ,  y  Lamarck  cree  que  tiene 
semejanza  con  el  Cachrys  pastinaca,  Lam. 

BAULERÍA,  Ballena.  Género  de  mamíferos 
del  orden  cetáceos,  caracterizado  así:  sus  man- 
díbulas carecen  de  dientes ,  los  cuales  son  reem- 
plazados por  láminas  córneas,  trasversas ,  delga- 
das, fibrosas,  muy  apretadas  entre  sí  y  muy  elásti- 
cas, que  ocupan  solamente  la  mandíbula  superior, 
al  paso  que  la  inferior  está  desnuda  y  sin  armadu- 
ra; y  tienen  dos  espiráculos,  por  los  cuales  hacen 
salir  á  manera  de  surtidor  el  agua  que  han  tra- 
gado. 

Este  género ,  ó  mas  bien  esta  familia ,  se  divide 
en  dos  tribus  bastante  bien  caracterizadas,  á  saber 
las  Ballenas  propiamente  dichas ,  que  carecen 
de  aleta  dorsal,  pero  que  á  veces  tienen  una  giba-, 
y  los  Ballenópteros  [Balccnoptera ,  Lacép.;  Ror- 
qualus ,  F.  Cuv. ) ,  que  tienen  una  aleta  dorsal 
adiposa.* 

*  I.  Ballenas.  Sin  aletas  ventrales .— 1.°— Dorso  liso  sin 
giba. 

Ballena  franca  ó  común  [Bohena  mysticetus ,  L. ).  Esta 
es  la  especie  de  que  con  preferencia  nos  ocuparemos  en 
este  artículo. 

Ballbna  austral,  Ballena,  del  Cabo  ó  Nordk;aper  aus- 
tral {Batana  australis ,  Kl. ;  Bakena  antárctica,  F.  Cuv.). 
Es  mas  grande  que  la  ballena  común,  y  llega  á  tener  con 
bastante  frecuencia  hasta  32  varas ;  su  cabeza  es  mucho 
mas  complanada  que  la  de  ésta ;  sus  aletas  pectorales  son 
mas  largas  y  terminan  en  punta  mas  aguda ;  tiene  los  ló- 
bulos de  la  cola  separados  por  una  escotadura  mas  profunda; 
es  enteramente  negra ,  aun  en  su  juventud ,  y  el  gran  diá- 
metro de  su  ojo  es  horizontal.  Según  Delajande ,  este  mons- 
truoso animal ,  arrojado  por  la  violencia  de  los  vientos  del 
noroeste  ,  se  acerca  a  las  costas  v  penetra  en  las  bahías  con- 
tiguas al  cabo  de  Buena  Esperanza ,  del  10  al  20  de  junio, 
de  donde,  después  de  haber  parido  un  ballenato  de  4  á  8 
varas  de  longitud ,  sale  dirigiéndose  á  alta  mar  en  el  mes  de 


HALL 

Las  ballenas  fueron  desde  muchísimo  tiempo  j 
célebres ,  y  cuando  los  hombres  apenas  habiau 
podido  conocer  sino  las  menores  especies  que  á 
veces  se  encuentran  en  el  Mediterráneo,  ya  esta- 
llan admirados  de  su  enormidad.  Según  los  eru- 
ditos, su  nombre  viene  de  la  palabra  fenicia  baal- 
nun,  es  decir  rey  del  mar  ,  ó  baal-nan,  rey  de 
los  peces.  Esta  etimología  parece  bastante  nátu- 

agosto  y  de  setiembre.  Por  lo  demás,  tiene  absolutamente 
los  hábitos  y  las  costumbres  de  la  ballena  franca. 

Ballena  glacial  ,  Nord-cvper  ( Balama  glacialis  ,  Kl. ). 
Tiene  mucha  analogía  con  la  ballena  franca  ,  de  la  que  solo 
difiere  en  su  mandíbula  inferior  muy  redondeada,  muv  alta 
y  muy  ancha ;  en  la  oblicuidad  del  mayor  diámetro  del  ojo; 
en  su  cuerpo  y  su  cola  mas  prolongados ,  siendo  ésta  mas 
ancha  proporcionalmente  ,  asi  como  las  aletas  que  son  tam- 
bién mas  grandes.  Esta  especie  es  gris ,  y  tiene  la  parte 
inferior  de  la  cabeza  blanca  con  algunas  manchas  esparcidas 
morenas. 

Martens ,  Anderson  y  Edgéde  son  los  primeros  que  han 
hablado  del  Nord-caper ,  separándole  específicamente  de  la 
ballena  franca  ;  pero  los  Sres.  Cuvier  y  Boitard  lo  consideran 
«orno  una  ballena  franca ,  cuyos  individuos  observados  por 
Martens  eran  mas  pequeños  y  mas  delgados. 

t.°  Ballenas  dudosas;  dorso  oue  lleva  una  ó  muchas  gibas. 

Bu.lb.ta  nudosa  ( Balama  nodosa  ,  Lacep.  Bonat  )í  Tiene 
en  el  dorso ,  cerca  de  la  cola,  una  giba  inclinada  hacia  atrás, 
del  grueso  de  la  cabeza  de  un  hombre  ;  sus  aletas  pectorales 
son  blancas  y  muy  largas.  Según  Boitard  ,  esta  pretendida 
especie,  no  es,  si  existe  ,  sino  una  variedad  de  rorcual ,  ob- 
servada en  las  costas  de  la  Nueva  Inglaterra  ,  por  Dudley  ; 
porque  este  autor  dice  expresamente  que  este  cetáceo  tiene 
arrugas  longitudinales  en  el  vientre  y  en  los  costados,  desde 
la  cabeza  hasta  el  origen  de  las  aletas  pectorales  ,  que  es 
el  carácter  que  corresponde  á  una  sección  de  los  ballenóp- 
eros  que  comprenden  el  rorcual. 

Balleva  de  gibas  l  Bakena  gibbosa,  Lacép.  Bonat. ).  Es 
muy  semejante  á  la  ballena  franca ,  pero  lleva  en  el  dorso 
5  ó  6  gibas' ó  eminencias,  y  sus  barbas  son  blancas ;  habita 
las  mismas  costas  que  la  precedente ,  y  según  Dudley ,  el 
único  autor  que  la  ha  observado,  da  una  gran  cantidad  de 
grasa.  Según  Boitard,  su  existencia  es  muy  dudosa ,  y  qui- 
zás también  es  una  variedad  del  rorcual. 

Bvllen.a  lunblada  (Balama  lunulata,  Lacép.).  Es  tan  du- 
dosa como  las  precedentes,  y,  según  ciertos  autores,  es 
quizás  un  delfin.  Sus  dos  mandíbulas  están  erizadas  de  pelos 
ó  pequeñas  espinas  negras;  es  verdosa,  sembrada  de  peque- 
ñas' manchas  luneladas.  Habita  en  los  mares  del  Japón. 

Ballena  del  japón-  ¡lalama  japónica ,  Lacép.'.  Todavía  es 
mas  dudosa  que  las  precedentes.  Tiene  tres  gibas  guarne- 
( idas  de  tuberosidades,  colocadas  longitudinalmente  en  el  ho- 
cico ;  la  parte  superior  es  negra  ;  el  vientre  muy  blanco ,  y 
este  último  color  ribetea  sus  quijadas  y  sus  aletas;  su  cola 
es  grande  ,  y  sus  espiráculos  están  colocados  un  poco  ade- 
lante de  los  ojos. 

De  cuanto  acabamos  de  decir  no  debe  concluirse  que  los 
mares  no  posean  realmente  sino  dos  ballenas ,  la  franca  y 
la  austral ,  sí  tan  solo  que  las  demás  especies  que  pue- 
blan el  Océano  no  son  suficientemente  conocidas  hasta  este 
dia  para  ser  rigurosamente  determinadas. 

11.  Bvllbnópteros.  Una  alela  adiposa  en  el  dorso. 

Los  ballenópteros ,  además  de  la  aleta  que  presentan  en 
la  parte  posterior  del  dorso,  se  distinguen  también  de  las 
ballenas  en  su  cabeza  mas  prolongada ,  mas  complanada , 
comparable  hasta  cierto  punto  á  la  de  un  sollo. 

1 .°  Sin  arrugas  bajo  d  cuello  ni  bajo  el  vientre 

Gibbvr  ó  Ballenóptero  de  vientre  liso  {Balamoptera  Gib- 
bar,  Lacép;  Balama  physalus ,  LinJ.  El  Gibbar,  según  los 
autores  ,  es  mas  grande  que  la  ballena  franra  ,  llegando  á 
tener  hasta  40  varas  de  longitud.  Sus  barbas  ,  merced  á  la 
poca  corvadura  de  sus  mandíbulas,  solo  tienen  12  pulgadas 


li.VLL  331 

ral ,  y,  como  los  Judíos  lomaron  de  los  Fenicios  lo 
que  entre  ellos  no  era  puramente  arábigo,  quizás 
sea  de  la  ballena  de  lo  que  pretende  hablar  uno 
de  los  libros  que  se  les  atribuye  bajo  el  nombre 
de  Leviathan. 

En  efecto,  respecto  al  Leviathan,  en  un  libro 
de  origen  muy  evidentemente  arábigo,  y  cuyo 
principal  objetó  es  los  sufrimienios  de  un  "desdi- 
de longitud ,  y  son  azuladas ;  su  cuerpo  es  delgado  y  pro- 
longado, formando  su  cabeza  el  tercio  de  su  longitud  total ; 
su  aleta  dorsal  es  triangular;  es  moreno  por  la  parle  supe- 
rior y  blanco  en  la  inferior.  Se  encuentra  en  ambos  Océanos, 
percibiéndose  de  muy  lejos ,  en  razón  de  la  fuerza  con  que 
sopla  el  agua;  nada  con  mucha  mas  ligereza  que  la  ballena 
franca ,  y  persigue  los  bancos  de  pescados  hasta  bajo  los 
trópicos;  su  vigor  es  igual  á  su  ligereza,  y  tiene  tanto  valor, 
que,  según  Duhamel ,  los  pescadores  no  se  atreven  á  ata- 
carlo. 

2.°  Arrugas  longitudinales  bajo  el  cuello  y  bajo  el  vientre. 

Ballenóptero  Jlbarte  (Bakpnoptera  Jiéartis,  Lacép.;  Ba- 
Icenaboops,  L.;  Rorqualus  boops,  F.  Cuv.).  Tiene  la  nuca 
alzada  y  redondeada ;  el  hocico  saliente,  ancho  y  un  poco 
redondeado ;  tuberosidades  casi  semi-esféricas  delante  de  los 
espiráculos ;  la  aleta  dorsal  torcida  hacia  atrás ;  sus  espira- 
culos  se  abren  en  medio  de  la  cabeza  ,  en  el  extremo  de  un 
tubérculo  levantado ;  su  mandíbula  inferior  es  mas  corta  y 
mas  estrecha  que  la  superior.  Este  animal  es  negro  por  la 
parte  superior  ,  su  cuello  v  sus  aletas  por  debajo  son  blan- 
cas ,  y  la  parte  interna  de  las  arrugas  es  de  un  rojo  de  san- 
gre. Aunque  mas  delgado  que  la  ballena  franca ,  llega  á  una 
gran  longitud ,  que  excede  á  veces  de  32  varas. 

Esta  especie  habita  los  dos  Océanos,  pero  se  encuentra 
mas  comunmente  en  los  mares  de  la  Groenlandia.  Los  pesca- 
dores la  temen  á  causa  de  sus  movimientos  prontos  é  impe- 
tuosos cuando  está  irritada  ó  herida ;  así  es  que  no  la  atacan 
sino  con  mucha  prudencia,  y  ,  á  pesar  de  todas  sus  precau- 
ciones, con  frecuencia  tienen  que  lamentarse  desgracias. 
Parece  que  los  jubartes  vhen  en  manadas,  ó  á  lo  menos  en 
familia  ,  y  que  se  tienen  mucho  apego  los  unos  á  los  otros. 
Anderson  refiere  que  habiendo  sido  pescado  con  el  harpon 
un  macho  ,  su  hembra  no  le  abandonó  v  se  dejó  coger  á  su 
lado  mas  bien  que  huir.  Esta  pare  un  solo  hijuelo  que  le  si- 
gue y  recibe  sus  cuidados  hasta  que  de  nuevo  ella  está  pre- 
ñada. Los  jubartes  hacen  particularmente  la  guerra  á  los 
arenques  siguiéndoles  á  veces  mucho  mas  alia  de  los  lími- 
tes de  los  puntos  en  donde  habitualmente  viven  ;  así  es  que 
muchos  han  venido  á  encallar  en  las  costas  del  Mediterráneo. 
Si  se  juzga  de  la  cantidad  de  alimentos  necesarios  á  estos 
animales  por  el  enorme  grandor  de  su  boca ,  debe  ser  consi- 
derable ;  porque ,  si  se  cree  á  Sibbald ,  una  chalupa  con  su 
tripulación  entra  toda  entera ,  y  sin  advertirlo ,  en  la  boca 
abierta  de  un  jubarte  encallado  cerca  de  la  playa.  Sea  !o  que 
fuere  ,  los  pescadores  no  se  determinan  á  atacar  esta  espe- 
cie sino  á  falta  de  otras,  en  razón  del  peligro  que  deten 
arrostrar ,  y  también  porque  da  poco  aceite  proporcional- 
mente á  su 'talla  ,  y  porque  sus  barbas  son  de  poco  valor. 

Ballenóptero  Rorcual,  Rorcual  {Balamoptera  Rarquul, 
Lacép  ;  Balama  musculustin.;  ñor quahismusculus,¥.  Cuv.). 
Esta  especie,  poco  distinta  de  la  precedente,  parece  no  Mt 
tan  grande:  su  mandíbula  inferior  es  redondeada,  poco  salien- 
te y  mucho  mas  ancha  que  la  superior;  su  cabeza  es  corta  pro- 
porcionalmente al  cuerpo  y  á  la  cola ;  todas  las  partes  superio- 
res son  negra» con  reflejosgrises;  el  resto  es  enteramente  blan- 
co,  y  la  mandíbula  inferior  tiene  tintas  rosadas ;  las  aletas 
pectorales  son  enteramente  negras.  Un  solo  rercual  puede 
dar  hasta  cincuenta  barricas  de  aceite  y  mas.  Ks!e  animal 
caza  á  los  arenques,  y  penetra ,  persiguiéndolos ,  hasta  en 
el  Mediterráneo.  Su  presencia  en  este  mar  ha  hedió  pensar 
á  los  autores  que  debia  ser  el  Mysticetus  de  Aristóteles  y  el 
Musculus  de  Pimío.  Por  lo  demás  ,  sus  costumbres  en  nada 
difieren  de  las  del  jubarte ,  pero  su  pesca  ofrece  menos  peli- 


332  BALL 

cftado  tendido  en  la  paja ,  Dios  pregunta  á  este 
infortunado  (cap.  xu  ,  v.  %\ — 24  V:  «¿Sacarás  tú 
«al  Leviathan  con  el  anzuelo,  y  lo  tirarás  por  la 
«lengua  con  una  cuerda  que  habrás  arrojado  al 
«agua?  ¿Pondrás  un  junco  en  su  nariz?  ¿Te  bur- 
«larás  de  él  como  de  un  pajarito?»  Los  comenta- 
dores han  concluido  de  este  pasaje  que  el  autor 
del  libro  de  Job  habia  entendido  designar  la  ba- 
gros No  es  raro  encontrarlo  en  el  Océano  atlántico.  Según- 
el  sabio  naturalista  Dr.  U.  Agustín  Yañez  y  Girona ,  el  cetá- 
ceo barado  en  la  playa  inmediata  al  cementerio  de  esta  ciu- 
dad ,  á  mediados  de"  agosto  de  1839 ,  pertenecía  á  esta  es- 
pecie. 

Bvllenóptero  picvdo  yBalimoptera  acuto^roslrala ,  Lacép  ¡ 
Balmna  rostrata,  llunter;  Rorqualus  antarciieus ,  F.  Cuv.; 
Balmna  rostrata  australis ,  üesmoul.).  Se  distingue  de  las 
precedentes  •  en  sus  mandíbulas  puntiagudas  ,  la  superior 
mas  corta  y  mucho  mas  estrecha  que  la  inferior  ;  sus  barbas 
son  cortas  y  blanquecinas  ;  todas  las  partes  superiores  son 
de  un  negro  subido  por.arriba,  y  de  un  blanco  matizado  de 
negro  por  debajo.  Es  mucho  menos  grande  que  las  preceden- 
tes ,  si  bien  llega  á  tener  hasta  20  varas  de  longitud.  Deba- 
jo del  esófago  y  entre  los  ramos  de  la  mandíbula  inferior 
tiene  una  bolsa  vesicular  cuyo  uso  se  ignora  ,  y  que  ,  proba- 
blemente ,  puede  ser  hinchada  á  voluntad  del  animaf.  Esta 
ballena  ha  sido  observada  en  el  Cabo  por  Delalande  ,  y  en 
las  islas  Maluinas  por  los  Sres.  Quoy  y  Gaimard  ;  pero  nada 
se  sabe  de  sus  costumbres. 

Bvllenóptero  Poeskop  •(  Balmnoptera  capemis).  Ha  sido 
llamada  Poeskop  por  los  Holandeses  ,  porque  tiene  una  giba 
en  el  colodrillo.  Se  distingue  de  todos. los  demás  ballenópte- 
ros  en  su  aleta  dorsal  colocada  á  corta  diferencia  encima  de 
las  pectorales.  Las  partes  superiores  del  cuerpo  son  negras , 
el  cuello  es  de  un  color  rosa  jaspeado ,  y  el  vientre  es 
blanco  ¡  las  alelas  pectorales  son  muy  largas ,  y  proporcio- 
nalmente  estrechas ,  lo  que  resulta  de  que  él  tiene  los  dos 
dedos  medios  provistos  de  ocho  á  nueve  falanges.  Encuen- 
trásele  ,  pero  raras  veces ,  en  los  mares  que  bañan  el  cabo 
de  Buena  Esperanza ,  en  donde  ha  sido  observado  y  descri- 
to por  Delalande.  Los  pescadores  raras  veces  lo  atacan , 
porque  huye  con  una  celeridad  mucho  mas  superior  á  ía  del 
nord-caper,  y,  además,  es  muy  magro,  y  produce  muy 
poco  aceite. 

JII.  Ballenópteros  dudosos.  Ballenas  descritas  por  Lacc- 
pede ,  según  dibujos  chinos. 

Bvllenóptero  mosqueado  •  ( Balmnoptera  fninctata ,  Less., 
Balcena  punctata ,  Lacép.).  Cinco  ó  seis  gibas  colocadas  lon- 
gitudinalmente en  el  hocico;  aletas  pectorales  y  cuerpo  mos- 
queados de  blanco  sobre  un  fondo  .negro;  aleta  "del  dorso 
pequeña.  Del  Océano  pacífico. 

Bvllenóptero  azulado  [Balmnoptera cmrulescens ,  L.;  Ba- 
lmna cmrulescens ,  Lacép.).  Mandíbula  superior  estrecha ,  de 
contorno  levantado  casi  verlicalmcnte  delante  del  ojo  ;  mas 
de  doce  arrugas. inclinadas  de  cada  lado  de  la  mandíbula 
inferior ;  aleta  dorsal  pequeña ,  mas  cerca  de  la  cola  que 
del  ano;  cuerpo  generalmente  de  un  gris  azulado.  Délos 
mares  del  Japón. 

Bvllenóptero  negro  (Balmnoptera  nigra,  Less  ;  Balcena 
nigra,  Lacép.).  Mandíbula  superior  como  la  precedente; 
cuatro  gibas  colocadas  longitudinalmente  en  el  hocico  y  la 
frente ;  cuerpo  negro ;  aletas  y  mandíbulas  ribeteadas  de 
blanco.  De  los  mares  del  Japón. 

Bvllenóptero  manchado  {Balamoptera  macúlala,  Less.; 
Balcena  macúlala  ,  Lacép.).  Mandíbulas  redondeadas  en  su 
extremidad  ,  la  inferior  mas  saliente  que  la  superior  ;  ojos 
cerca  de  la  comisura  de  los  labios  ;  espiráculos  un  poco  ha- 
cia detrás  de  los  ojos ;  aleta  dorsal  colocada  á  igual  distan- 
cia de  las  pectorales  y  de  la  caudal  ¡  cuerpo  negro  con  al- 
gunas manchas  redondeadas,  desiguales,  blancas,  irrogu- 
larmente  sombradas.cn  los  lujares.  De  los  mares  del  Ja- 
pon. 


iíALL 

llena;  otros  lian  pretendido  que  el  Leviathan  era 
el  cocodrilo;  en  fin,  según  otros  también,  el  Le- 
viallian  es  no  mas  que  una  simple  alegoría ,  para 
manifestar  el  poder  del  Criador  con  el  ejemplo  de 
la  fuerza  de  los  grandes  animales  acuáticos.  Hase 
emitido  igual  opinión  respecto  de  Beliemot  (Y.  es- 
la  palabra) ,  otro  grande  animal  descrito  en  el 
mismo  libro ,  y  en  el  que  los  unos  han  reconocido 

IV.  Ballenas  aleutienas. 

Tallas ,  eu  su  Zoografía  rusa ,  cita  seis  especies  de  balle- 
nas que  habitan  los  mares  de  Kamstschatka ,  y  particular- 
mente las  playas  de  las  islas  Aleutienas. 

Kuliomoch  ó  Kuliomauadoch  de  los  Aleutos ,  Culammak 
de  Pallas.  En  su  tierna  edad ,  llega  á  66  varas  de  longitud  ; 
su  cuerpo  es  cilindrico  ,  negro  en  la  parte  superior  y  blanco 
en  la  inferior ,  así  como  las  aletas  pectorales ;  cerca  de 
quinientas  barbas ,  muy  largas ,  azuladas ;  espiráculos  colo- 
cados en  medio  de  la  cabeza ;  un  tubérculo  en  el  extremo 
del  hocico ,  y  seis  bultos  en  el  dorso  ;  arrugas  en  el  pecho. 

Abugulich  de  los  Aleutos ;  Umgullic  de  Pallas ;  Amgolia 
de  los  Rusos.  Llega  hasta  66  varas  de  longitud  ;  barbas 
muy  cortas;  poca  grasa  ,  pero  de  un  sabor  agradable ;  todas 
las  partes  del  cuerpo  uniformemente  negras ;  sin  protube- 
rancia dorsal ;  arrugas  como  los  ballenópteros  ;  aleta  caudal 
ahorquillada.  Los  Aleutos  hacen  vestidos  con  la  epidermis 
de  su  lengua ,  cuerdas  con  los  tendones  de  su  cola ,  y  ar- 
mas con  sus  huesos. 

Mangidach  de  los  Aleutos  ;  Mangidak  de  Pallas  ;  Maguía 
de  los  Ilusos.  Pallas  cree  deber  ,  según  la  descripción  que  el 
doctor  Mark  da  de  esto  especie,  referirla á  la  Bafmnamuscu- 
lus.  Su  talla  no  excede  de  10  varas ;  el  cuerpo  es  uniforme- 
mente negro  ,  con  un  disco  blanco  en  el  pecho ;  sus  barbas 
solo  tienen  unas  seis  pulgadas  de  longitud  ;  según  Pallas  y 
Mark  ,  esta  especie  llega  á  tener  26  varas  de  longitud.  Los 
Aleutos  encuentran  excelente  la  carne  del  vientre  de  los  jó- 
venes individuos  de  esta  especie. 

Agamachtcuich  de  los  Aleutos ,  Aggamachtchik  de  Pallas  y 
de  los  Rusos.  Nunca  excede  de  8  varas  de  longitud ,  aunque 
según  Pallas  llega  á  tener  mas  de  24  ;  sus  barbas  son  pe- 
queñas ,  lisas ,  largas  á  lo  mas  de  24  pulgadas ;  su  cabe/a 
recuerda  la  de  los  marsoplas  ,  pero  el  animal  tiene  arrugas 
bajo  el  vientre.  Pallas  dice  que  el  vientre  es  blanco  ,  plano 
y  marcado  con  arrugas. 

Aliomoch  ó  Allvma  de  los  Aleutos  ;  Aliamot  de  los  Rusos, 
Allamak  de  Pallas.  Los  Aleutos  llaman  Aliamagadach  á  este 
animal  en  su  edad  tierna.  Su  talla  nunca  excede  de  12  va- 
ras ;  sus  barbas  son  muy  cortas ;  sus  aletas ,  que  son  .blan- 
cas así  como  la  parle  inferior  de  su  cola  ,  son  mas  grandes 
que  las  del  precedente  ;  tiene  arrugas  en  el  vientre  ,  y  su 
cabeza  es  análoga  á  la  de  un  marsopla.-  Su  grasa  es  abun- 
dante y  blanda. 

Tschickaiuch  de  los  Aleutos,  Tschickagluk  de  Panas, 
Tschickagliok  de  los  Rusos.  Es  la  menos  grande  de  todas 
las  ballenas ,  según  el  Sr.  de  Chamisso  ,  mientras  que ,  se- 
gún Pallas ,  tiene  62  varas  de  longitud ;  sus  barbas  son 
muy  cortas ;  su  aleta  dorsal  extremamente  corta ;  las  aletas 
pectorales  y  la  parte  inferior  de  la  cola  son  blancas ;  tiene 
un  disco  blanco  bajo  el  pecho ;  la  cabeza  se  asemeja  á  la 
de  los  marsoplas.  Los  Aieutos  hacen  cuerdas  muy  fuertes  y 
diversos  otros  utensilios  con  sus  tendones;  sus'huesos,  a 
causa  de  su  dureza,  son  estimados  por  estos  pueblos  para 
hacer  hachas  y  harpones. 

Vese ,  por  lo  que  acabamos  de  decir  sobre  las  ballenas , 
que  estos  animales  están  lejos  de  ser  bien  conocidos  ,  aun- 
que formen  un  género  del  mas  alto  interés.  La  dificultad  de 
su  estudio  procexle  de  que  su  enorme  grandor  impide  poder 
conservar  sus  despojos  en  nuestros  museos ,  de  que  viven 
en  un  elemento  que  oculta  á  nuestra  vista  una  gran  parte 
de  «u  cuerno ,  y  en  fin  de  que  habitan  lo  mas  comunmente 
mares  helados ,  "a  donde  pocos  naturalistas  instruidos  ten- 
drán e!  valor  de  irlas 'á  observar. 


HALL 
el  hipopótamo,  mientras  que  otros  \eian  en  él 
el  elefante.  (Bory  de  Saint-Vincent. ) 

Como  quiera  que  sea,  eran  ballenas  los  anima- 
les que  los  Griegos,  y  particularmente  su  grande 
Aristóteles ,  designaban  bajo  el  nombre  de  Mys- 
ticetus ,  y  que  los  Romanos,  y  su  compilador  Pu- 
nió, llamaron  después  AIusculus,  y  de  las  cuales 
se  cogían  algunas  alrededor  del  Peloponeso  y  de 
sus  islas,  aunque  se  carece  de  pormenores  bien 
ciertos  sobre  este  género  de  pesca ,  que  de  tiempo 
inmemorial  se  practicó  en  el  Norte.  Se  sabe  que  en 
el  noveno  siglo  un  navegante  escandinavo  que  ha- 
bía ido  á  la  pesca  de  la  ballena  en  las  cercanías 
del  Cabo-Norte,  mató  sesenta  en  dos  días.  En  la 
edad  media,  losNorvegenses  y  los  Islandeses,  que 
distinguían  muchas  especies  de  ballenas,  se  ali- 
mentaban de  su  carne,  y  sacaban  partido  de  su 
aceite.  Antes  de  este  tiempo ,  las  ballenas  estaban 
mas  esparcidas  y  quizás  eran  mas  comunes  del 
que  lo  son  al  presente:  veíanse  en  el  mediodía  en 
mucho  mayor  número  del  en  que  se  encuentran 
en  la  actualidad,  y  parece  que  aun  en  el  siglo  dé- 
cimo se  manifestaban,  desde  el  equinoccio  de 
marzo  hasta  setiembre,  en  el  golfo  de  Vizcaya.  Los 
Bascos  las  hacían  una  guerra  de  tal  modo  activa, 
á  medida  que  se  perfeccionaban  entre  ellos  el  arte 
náutico  y  los  medios  de  captura,  que,  en  999,  se- 
gún Cerqueira  ,  espantadas  desaparecieron  casi 
todas,  en  términos  que  al  presente  tan  solo  raras 
veces  se  ven  algunas  que  se  descarrian  en  estas 
largas  playas  aquitánicas,  en  donde  se  compla- 
cían suspredecesoras.En  aquella  época,  los  Bas- 
cos, persiguiendo  su  presa  que  intentaba  escapár- 
seles, fueron  á  establecer  sus  pesqueras  en  las  cos- 
tas de  Portugal,  y  concluyeron  por  singlar  hasta 
en  las  regiones  polares,  en  donde  las  ballenas  se 
hallaban  en  mayor  número ,  y  en  las  cuales  los 
marinos  del  Norte  las  atacaban.  Empleábase  ya 
entonces  el  harpon,  de  la  misma  manera  que 
se  emplea  aun  hoy  dia. 

Ballena  franca  ó  común  (Baloena 
mysticetus,  L.).  Si  hade  darse  crédito  á  antiguos 
viajeros,  esta  especie  llegaría  á  tener  hasta  40 
varas  de  longitud;  pero  probable  es  que  esta  ci- 
fra sea  exagerada,  porque  las  ballenas  mas  grau- 
des  que  se  han  visto  en  nuestros  días  no  exceden 
de  27  varas,  y  los  pescadores  no  las  encuentran 
sino  muy  raras  veces  que  tengan  mas  de  ¿¿  vi- 
ras. Un  animal  de  esta  última  talla  pesa,  según 
Scoresby,  6.078.800  arrobas.  Su  cuerpo  es  pro- 
porcionálmente  corto  y  grueso,  teniendo  su  mayor 
diámetro  un  poco  hacia  atrás  de  las  alelas  pec- 
torales: en  este  punto  es  cilindrico,  y  puede  te- 
ner de  12  á  15  varas  de  circunferencia;  en  segui- 
do va  disminuyendo  de  grosor ,  afectando  mas  y 
mas  una  forma  un  poco  cuadrada,  hasta  el  ori- 
gen de  la  aleta  caudal,  que  allí  su  diámetro  ya 
no  es  sino  de  una  vara  ó  una  vara  y  media.  El 
tronco  se  distingue  de  la  cabeza  por  una  ligera 
depresión  que  indica  el  cuello ;  la  cabeza  es  de 
un  grosor  enorme,  igual  al  del  cuerpo,  y  á  corta 
diferencia  constituye  el  tercio  de  la  longitud  total 
del  animal,  siendo  obtusa  por  la  parte  de  delante, 
y  casi  tan  ancha  como  larga.  La  boca,  de  un 


HALL  333 

grandor  prodigioso,  de  2  á  3%  \ aras  de  ancha- 
ría sobre  3,1/,  á  í1/»  varas  de  altura  interiormente , 
lleva  en  la  mandíbula  superior  cerca  de  700  lámi- 
nas trasversas  de  barbas,  cuyos  bordes  deshila 
dos  sirven  para  retener  los  gusanos;  los  moluscos 
y  oíros  animales  pequeños  de  que  únicamente  se 
alimenta  la  ballena.  Estas  láminas,  que  se  em- 
plean en  diversos  usos,  como  expondremos  des- 
pués ,  llevan  en  el  comercio  el  nombre  de  Barbas 
de  ballena  ó  Ballena.  Cuando  el  animal  abre  la 
boca  para  aspirar  su  presa ,  los  gusanos  y  los 
moluscos  son  precipitados  á  ella  con  la  masa  de 
agua  que  los  contiene :  la  ballena  cierra  entonces 
la  boca,  y  el  agua,  tamizada  al  través  de  los 
filamentosde  las  barbas,  deja  cogidos  á  estos 
pequeños  animales,  que  ella  traga  luego  para 
volver  á  comenzar  la  misma  maniobra.  Parece 
aun  dudoso  si  una  parte  de  esta  agua  contenida 
en  su  boca  es  arrojada  afuera  por  los  espiráculos, 
aunque  lo  hayan  dicho  muchos  naturalistas  y  la 
mayor  parte  de  los  viajeros:  Scoresby,  observa- 
dor concienzudo ,  que  ha  presenciado  coger  mas 
de  trescientas  ballenas  francas,  asegura  que  ja- 
más ha  visto  salir  de  estos  conductos  de  la  respi- 
ración sino  un  vapor  mas  ó  menos  espeso,  que 
se  condensa  por  el  contado  del  aire  frió ,  y  vuel- 
ve ácaer  en  forma  de  lluvia  ,  sin  formar  ningún 
chorro.  Los  espiráculos,  situados  á  corta  dife- 
rencia en  el  vértice  de  la  cabeza  y  á  6  ó  6'/,  varas 
de  su  extremidad,  en  número  de  dos  en  todas  las 
ballenas  francas,  son,  en  estos  animales,  no  solo 
el  conducto  de  la  respiración,  sí  que  también  en- 
cierran los  órganos  del  olfato,  que  en  vano  se  han 
buscado  en  los  demás  cetáceos ,  y  este  hecho  ha 
sido  demostrado  por  Delalande ,  en  el  nord-caper 
austral,  después  de  haber  sido  asentado  por 
Huuter  y  Albers.  El  ojo  es  proporcionalmenle 
muy  pequeño,  situado  un  poco  arriba  de  la  boca 
y  de  la  comisura  de  los  labios ,  a  unas  23  pulga- 
das mas  adelante  de  las  aletas  pectorales,  listas 
son  largas  de  %yu  á  3  varas,  y  anchas  de  I  á  2 
varas;  la  aleta  caudal  se  extiende  horizonlahnen- 
te  y  afecta  una  forma  triangular,  sin  que  tenga 
menos  de  7  á  8  va/as  de  ancharía  de  una  punta 
á  la  otra.  El  dorso  de  la  ballena  es  liso ,  sin  alela 
ni  giba;  el  color  de  todas  las  partes  superiores 
varia  del  negro  al  gris  mas  ó  menos  oscuro,  sien- 
do á  veces  el  fondo  negro  -variado  de  gris;  las 
parles  inferiores  son  de  un  gris  blanquecino  en 
los  individuos  jóvenes ,  grises  ó  blancas  en  los 
adultos. 

Esta  monstruosa  ballena ,  el  gigante  de  la 
creación,  dotada  de  una  fuerza  prodigiosa,  es 
no  obstante  uno  de  los  animales  mas  tímidos  y 
mas  inofensivos.  El  menor  ruido  ,  la  menor  agi- 
tación del  agua  la  asusta  )  la  hace  huir  estando 
sin  cesar  en  acecho  para  descubrir  la  presencia 
de  un  enemigo,  y  evitarla  hundiéndose  rápida- 
mente en  la  profundidad  de  los  mares ,  en  don- 
de, merced  á  su  organización,  puede  permane- 
cer un  cuarto  de  hora  y  mas  sin  necesidad  de  su- 
bir á  respirar  á  la  superficie,  cuando  se  cree 
amenazada  de  un  peligro  inminente.  En  las  eir- 
cucstancias  ordinarias,  y  sobre  todo  cuando  anda, 


334  BALL 

vuelve  á  aparecer  después  de  ocho  minutos;  pero 
cuando  está  en  reposo  ó  duerme,  su  respiración 
tiene  lugar  muy  frecuentemente.  Nada  con  una 
rapidez  que  se  ha  exagerado  mucho ,  pues  en  su 
mayor  celeridad  no  puede  hacer  sino  tres  leguas 
marinas  en  una  hora,  y  en  circunstancias  ordi- 
narias no  hace  mas  de  dos.  Su  cola  es  el  único  ór- 
gano motor  con  el  que  ella  se  arroja  hacia  ade- 
lante, y  sus  aletas  pectorales,  que  constantemen- 
te tiene  extendidas  horizontalmenle,  no  le  sirven 
sino  para  sostenerse  en  equilibrio  y  no  caer  hacia 
los  lados.  Se  sumerge  en  una  gran  profundidad 
con  la  mayor  facilidad  y  con  tal  ligereza  que, 
cuando  está  muy  asustada,  llega  á  herirse  y  tam- 
bién á  matarse  contra  los  peñascos  del  fondo  del 
mar.  Scoresby  refiere  que  una  ballena,  herida  con 
el  harpon ,  se  precipito  á  cuatrocientas  brazas  de 
profundidad  con  una  celeridad  de  cuatro  leguas 
por  hora.  El  mismo  autor  añade  que  á  veces  se 
sacan  del  fondo  del  mar ,  por  medio  del  harpon 
que  ellas  han  arrastrado,  ballenas  que,  en  la 
precipitación  de  sus  movimientos ,  se  han  roto 
las  mandíbulas  y  la  cabeza,  chocando  contra  las 
rocas  del  fondo. 

A  últimos  del  verano  parece  ser  la  estación  de 
los  amores  para  estos  animales,  pariendo  á  prin- 
cipios de  la  primavera.  Todavía  se  ignora  cuanto 
tiempo  dura  la  gestación:  la  distancia  de  las  dos 
épocas  que  acaban  de  citarse  hace  pensar  á  la 
mayor  parte  de  los  autores  que  el  embarazo  de 
la  ballena  es  de  ocho  á  nueve  meses ;  pero  si  se 
juzga  por  la  analogía ,  la  duración  de  la  gesta- 
ción no  puede  ser  menor  de  18  á  19  meses.  En 
efecto ,  es  observación  general  que  cuanto  mas 
considerable  es  la  masa  de  un  animal,  mas  tiem- 
po emplea  el  feto  en  formarse  en  el  seno  de  la 
madre;  sin  embargo  esta  regla  no  carece  de  ex- 
cepción ,  y  la  ballena  ofrece  quizás  uno.  La  ba- 
llena solo' lleva  un  ballenato,  que,  al  nacer,  es 
de  la  magnitud  de  un  buey,  y  tiene  de  3  á  5  varas 
de  longitud.  La  madre  lo  alimenta  con  su  leche 
y  tiene  por  él  el  mas  grande  apego :  le  sigue  en 
sus  juegos,  lo  vigila,  no  lo  pierde  de  vista  un 
solo  instante ,  lo  proteje  contra  todos  los  peligros 
cubriéndolo  con  su  cuerpo  ,  lo  defiende  con  un 
valor  desesperado ,  no  lo  abandona  aun  hasta 
después  de  su  muerte,  y  ella  misma  llega  á  ser 
víctima  de  su  amor  maternal,  dejándose  herir  con 
el  harpon  sobre  el  cadáver  de  su  hijo.  Los  pesca- 
dores, que  conocen  perfectamente  el  alecto  que 
estos  animales  se  tienen  entre  sí,  han  sabido  apro- 
vecharse de  esta  circunstancia,  pues  así  queperci- 
ben  en  medio  de  muchos  de  estos  seres  monstruosos 
un  joven  individuo  comunmente  imprudente  y  sin 
experiencia ,  se  apresuran  á  atacarle ,  bien  segu- 
ros de  que  su  madre  no  tardará  en  presentarse  y 
entregarse  á  sus  golpes.  Dícese  que,  para  ama- 
mantar á  su  hijo  la  ballena  madre  se  tumba  so- 
bre el  costado  ,  y  presenta  una  después  de  otra 
las  dos  tetas  que  tiene  situadas  en  el  pecho. 

La  ballena  apenas  se  defiende  de  sus  numero- 
sos enemigos  sino  huyendo,  siendo,  después  del 
hombre ,  el  mas  peligroso  y  el  mas  cruel  el  del- 
lin  gladiator.  Muchos  de  estos  animales  la  rodean, 


BALL 

la  hostigan ,  la  fatigan  mordiéndola  sin  cesar ,  y 
la  fuerzan  así  á  abrir  una  boca  de  cinco  ó  seis  va- 
ras de  diámetro.  Entonces  se  arrojan  sobre  su 
lengua,  que  es  gruesa  y  blanda,  se  la  despeda- 
zan ,  la  devoran ,  y  el  enorme  animal  muere  de 
dolor,  en  la  mayor  desesperación.  Dícese  que 
el  narval  y  el  priste  la  taladran  con  sus  largas 
defensas  ;  pero  este  hecho  parece  muy  dudoso, 
porque  este  ataque  no  tendría  objeto  para  ellos, 
y  por  consiguiente  seria  contra  el  curso  regular 
de  la  naturaleza.  También  pueden  continuarse  en 
el  número  de  los  enemigos  de  la  ballena  franca 
ciertos  moluscos  y  crustáceos  que  se  pegan  á  su 
piel  multiplicando  en  ella  como  sobre  una  roca; 
pero ,  por  mas  que  se  haya  dicho  ,  esta  especie 
jamás  es  atacada  por  los  balanos,  marisco  que 
taladra  la  piel  de  los  demás  cetáceos  de  bar- 
bas ,  y  penetra  en  sus  carnes,  ó  á  la  menos  en  su 
grasa. 

En  la  pesca  de  este  cetáceo ,  cuando  una  balle- 
na ha  sido  herida  por  el  harpon  y  amarrada  á  bor- 
do ,  sucede  casi  siempre  que  los  delfines  gladia- 
tores procuran  apoderarse  del  objeto  de  su  predi- 
lección, debiendo  la  tripulación  del  navio  vigilar 
constantemente,  armada  de  instrumentos  cortan- 
tes para  separar  á  los  rapiñadores.  La  ballena 
muerta,  teniendo  constantemente  la  boca  abierta, 
les  ofrece  una  buena  fortuna ,  y,  á  pesar  de  to- 
da especie  de  vigilancia,  con  muchísima  frecuen- 
cia consiguen  llevarse  pedazos  considerables  de 
esta  lengua ,  ocasionando  así  una  pérdida  de  10  á 
12  barriles  de  aceite. 

Las  tripulaciones  de  los  navios  también  han  de 
defenderse  de  los  robos  del  tiburón  devorador, 
que  si  bien  es  bastante  cobarde  para  no  atacar 
nunca  á  la  ballena  viva,  es  suficientemente  atre- 
vido para  no  respetar  su  cadáver ,  cuyas  partes 
todas  convienen  á  su  extrema  voracidad.  Con  mu- 
cho trabajo  se  consigue  separar  á  los  tiburones 
de  una  ballena  muerta  y  principalmente  durante 
la  operación  del  destazamiento.  Cuando  después 
de  haber  separado  toda  la  grasa ,  se  les  abando- 
nan las  carnes  y  el  esqueleto,  muy  luego  éste  es 
«arrastrado  por  bandadas  de  tiburones,  algunas 
veces  en  número  de  50  ó  60.  El  tiburón  devorador 
tiene  hasta  18  pies  de  largo,  y  es  de  una  fuerza 
prodigiosa. 

Casi  siempre  las  ballenas  van  á  bandadas,  ó  á 
lo  menos  reunidas  por  pares.  De  vez  en  cuando, 
se  zabullen ,  pero  comunmente  nadan  en  la  super- 
ficie ,  teniendo  fuera  del  agua  una  parte  del  dor- 
so y  de  la  cabeza ,  y  en  esta  actitud  es  como 
duermen.  La  ballena  franca  habita  todos  los  ma- 
res del  globo ,  pero  particularmente  los  de  ambos 
polos ,  en  donde  es  mucho  mas  común  que  en  to- 
da otra  parte.  Su  número  ha  considerablemente 
disminuido  desde  que  los  pescadores  le  hacen 
anualmente  la  guerra,  habiéndose  ellas  refugia- 
do al  presente  en  los  hielos  de  la  Groenlandia, 
de  Spitzberg,  en  el  estrecho  de  Davis,  la  bahía 
de  Baffin,  etc.  Hoy  día,  tan  solo  muy  raras  veces 
descienden  bajo  el  círculo  polar,  y  solo  por  ca- 
sualidad hanse  visto  individuos  cerca  de  los  tró- 
picos. 


BALL 

Pesca  de  la  ballena. 

Pesco  en  d  Norte. 

Los  numerosos ,  útiles  y  abundantes  productos 
que  suministra  la  ballena,  y  que  tantos  y  tan 
preciosos  recursos  ofrecen  á  las  necesidades  de 
la  vida  social  y  á  la  economía  doméstica, 
debieron  temprano  hacer  de  esta  pesca  un  objeto 
de  predilección  para  los  pueblos  familiarizados 
con  los  esfuerzos  de  la  industria,  motivo  por  el 
que  casi  lodos  se  dedicaron  á  ella  con  una  acti- 
vidad alguna  vez  interrumpida  por  causas  que 
nos  creemos  dispensados  de  exponer. 

Los  Normandos  y  las  Bascos  son  los  pueblos 
que ,  en  los  tiempos  modernos,  dieron  á  la  pesca 
de  la  ballena  una  extensión  cuyo  recuerdo  con- 
serva todavía  la  historia.  Las  ballenas  que  fre- 
cuentaban el  litoral  del  golfo  de  Gascuña,  del 
cabo  Finisterra  y  de  la  Mancha  muy  luego  no  bas- 
taron para  sus  atrevidas  empresas;  acosadas  sin 
resar  por  estos  pueblos  robustos  y  habituados  á 
las  fatigas  y  á  los  peligros ,  las  ballenas  parecían 
huir  de  sus  tiros,  refugiándose  en  los  mares  del 
Norte ,  de  donde  ellos  no  tardaron  en  irlas  á  desa- 
lojar. El  renacimiento  de  las  artes  en  Europa  fué 
también  la  época  de  las  nuevas  conquistas  de  la 
industria;  los  comerciantes ,  mas  ilustrados,  com- 
prendieron mejor  todas  las  útiles  aplicaciones  que 
era  posible  hacer  de  los  productos  de  la  pesca,  y 
muy  pronto  la  de  la  ballena  les  ofreció  un 
manantial  abundante  de  riquezas ,  y  á  los  con- 
sumidores los  medios  de  satisfacer  á  nume- 
rosas necesidades.  Las  excursiones  de  los  navios 
para  la  pesca  de  la  ballena  en  el  elemento  líqui- 
do no  conocieron  muy  luego  otros  límites  que  los 
del  mundo  entero.  Los  Bascos  se  habían  adelan- 
tado en  el  Océano  boreal  hasta  á  la  Groenlandia 
y  á  Spitzberg,  enviando  allí ,  todos  los  años,  flo- 
tillas de  oO  á  60  navios ,  pero  sin  casi  nunca  arri- 
bar a  estas  riberas  poco  hospitalarias;  los  In- 
gleses les  siguieron  á  fines  del  siglo  XVI,  toman- 
do, por  el  derecho  del  mas  fuerte,  posesión  de 
esta  ultima  región,  cuyo  descubrimiento  era  no 
obstante  debido  á  los  Holandeses,  y  aprovechá- 
ronse de  la  decadencia  de  la  marina  basca  para 
monopolizar  la  pesca  de  la  ballena.  Cuando  los 
Holandeses,  á  su  vez  trataron  de  ensayar  esta  in- 
dustria, fueron  rechazados  por  la  fuerza  brutal  de 
los  Ingleses,  siendo  en  esta  ocasión  el  derecho  de 
gentes  violado  de  una  manera  infame.  Los  arma- 
dores holandeses  sufrieron  primero  con  paciencia 
tantos  insultos ;  pero  el  exceso  del  mal  les  hizo 
buscar  el  remedio  en  una  coalición,  y  respondieron 
á  la  insolencia  inglesa  como  un  pueblo  justamen- 
te irritado:  los  Ingleses  fueron  batidos,  y,  cediendo 
entonces  á  la  necesidad ,  consintieron  en  arre- 
glar ,  por  un  convenio  casi  equitativo ,  los  dere- 
chos de  cada  uno  en  la  pesca.  Muy  luego,  los 
Suecos,  los  Daneses  y  las  poblaciones. del  Bel- 
lico se  apresuraron  á  lomar  parle  en  el  rico  bo- 
tín ,  repartiéndose  los  apostaderos  y  las  bahías 
en  donde  las  ballenas  se  refugiaban  con  prefe- 
rencia. 

La  pesca  y)  el  destazamiento  de  la  ballena,  la  li- 


BALL  33íi 

cuacionyladepuracion  del  aceite,  todo  esto  se  ha- 
bía hecho  hasta  entonces  en  alta  mar,  á  bordo  de 
los  buques,  ó  bien  la  grasa ,  apilada  en  toneles , 
era  llevada  hasta  los  puertos  respectivos  de  las 
potencias ,  en  donde  se  sujetaba  á  sus  diversas 
operaciones.  Mas  en  seguida  se  procuró  disponer 
establecimientos  lijos  para  la  licuación  de  la  gra- 
sa en  diversos  puntos  de  la  Groenlandia,  á  fin  de 
evitar  el  embarazo  de  esta  sustancia  y  las  difi- 
cultades de  su  trasporte ,  y  tal  fué  el  aumento 
rápido  de  este  ramo  de  comercio  que  se  funda- 
ron colonias  cuyos  habitantes  se  dedicaban  ex- 
clusivamente á  la  pesca  y  á  utilizar  los  productos 
de  la  ballena.  Los  Holandeses  se  distinguían  so- 
bre todo  en  las  operaciones  dichas  de  la  gran 
pesca,  debiéndose  á ellos  casi  todas  las  noticias 
que  se  refieren  á  su  historia  primitiva. 

A  corta  diferencia,  todas  las  naciones  hacian 
la  gran  pesca  de  la  misma  manera.  Cuando  el 
vigía  señalaba  una  ballena,  todas  las  chalupas  á 
fuerza  de  remo  se  dirigían  hacia  el  animal:  uno  de 
los  mas  robustos  y  mas  hábiles  marinos,  puesto 
en  la  proa  de  la  barca,  tenia  un  chuzo  largo  de 
siete  a  ocho  pies ,  guarnecido  de  un  harpon  ata- 
do auna  sondalesa  de  seis  á  siete  brazas  de  lon- 
gitud; lanzaba  con  fuerza  el  harpon  sobre  la  ba- 
llena ,  evitando  herir  sobre  las  partes  huesosas  de 
la  cabeza  en  las  que  el  harpon  no  habria  podido 
penetrar.  Laballena,  sintiéndose  herida,  se  zabu- 
llia  profundamente  bajo  el  agua,  y  huia  arras- 
trando la  sondalesa  con  ella ;  se  ía  dejaba  así 
desviar  añadiendo  sucesivamente  y  metiendo  fue- 
ra las  sondalesas  zafadas  á  bordo  y  dispuestas 
previamente  de  manera  que  se  las  pudiese  añadir, 
sin  estorbo  ni  muy  fuerte  sacudimiento  de  la  bar- 
ca. El  animal  arriaba  así  hasta  cinco  ó  seis  dees- 
tas  sondalesas ;  pero  cada  vez  que  para  respirar 
se  veía  obligado  á  subir  á  la  superficie  del  agua, 
el  buque  señalaba  esta  ascención ,  por  medio  de 
un  gallardete,  á  las  barcas  mas  coiguasnl  al  pun- 
to en  que  la  ballena  volvia  á  parecer ;  de  esta 
barca  se  procuraba  entonces  lanzarle  un  segundo 
harpon ,  y  así  consecutivamente  hasta  que,  con- 
sumiéndose en  esfuerzos ,  para  desembarazarse 
délos  harpones,  la  ballena  hubiese  perdido  la 
fuerza  de  zabullirse  de  nuevo.  Entonces  todas  las. 
barcas  se  arrimaban  al  animal ,  pero  con  muchas. 

E recauciones,  porque  ,  en  su  agonía,  la  ballena 
ace  con  frecuencia  movimientos  bruscos  y  de 
una  enorme  fuerza,  que  son  susceptibles  dé  ha- 
cer zozobrar  la  barca.  Se  acababa  de  matar  la 
ballena  á  lanzadas,  principalmente  dirigidas  en- 
tre las  costillas,  y  cuando  se  estaba  seguro  de 
que  habia  perecido,  se  la  remolcaba  á  uno  de  los 
lados  del  buque  para  destazarla. 

El  grandísimo  peligro  de  lanzar  el  harpon  á  la 
ballena  con  la  mano  hizo  buscar  con  asiduidad 
otros  medios  de  disparar  este  instrumento  mortífe- 
ro. Primero  se  usó  una  especie  de  mosquete,  por 
cuyo  medio  el  harpon  era  arrojado  mas  lejos ,  á 
ejemplo  de  los  antiguos  que  habian  aplicado  ya 
la  ballesta  á  esta  operación ;  y  después ,  los  In- 
gleses se  sirvieron  del  cañón.  Pero  estos  diversos 
medios  eran  de  un  uso  poco  cómodo ,  y  se  volvió 


336  HALL 

casi  generalmente  á  lanzar  el  harpon  con  lo  ma- 
no, con  la  precaución  sin  embargo  de  no  dejar 
alejar  tanto  las  barcas  del  navio,  y  remando  para 
volverse  á  juntar  con  éste  luego  nue  el  harpon  era 
lanzado,  dejando  descabullirse  la  sondalesa  li- 
bremente en  el  estrave,  hasta  que  se  pudiese 
amarrar  al  cabestante;  se  prefería  correr  el  ries- 
go de  romper  la  sondalesa  y  perder  el  harpon. 
Cuando  la  ballena  volvia  á  parecer ,  se  la  perse- 
guía á  fusilazos  ó  disparándola  piedras  por  me- 
dio de  un  pedrero.  Esto  es  lo  que  á  corta  dife- 
rencia se  practica  hoy  dia. 

Sin  embargo,  siempre  ocupados  de  este  grave 
objeto,  los  Ingleses  ofrecieron  un  gran  premio  á 
aquel  que  hallase  el  medio  de  hacer  desaparecer 
del  todo,  ó  ¡i  lo  menos  reducir  apoca  cosa,  el 
peligro  de  lanzar  el  harpon.  En  1802  ,  el  Sr.  Bell, 
sargento  de  artillería,  ganó  el  referido  premio 
por  haber  presentado  un  medio  que  sirvió  con 
bastante  buen  resultado .  aunque  reducido  toda- 
vía al  uso  del  cañón.  En  1821 ,  un  periódico  in- 
glés The  Times  anunció  un  nuevo  medio  ,  expre- 
sándose asi:  «El  navio  The  Fame  ha  cogido  nue- 
«ve  ballenas  sirviéndose  no  mas  que  de  cohetes  á 
vía  congreve.  La  mas  grande  de  estas  ballenas, 
«herida  con  un  cohele ,  fué  en  seguida  muy  fá- 
«cil  de  coger,  y  otra  murió  inmediatamente.  En 
«general,  la  velocidad  del  animal  fué  considera- 
«blemente  disminuida,  siéndole  imposible  zabu- 
«llirse  en  el  agua  á  mas  de  tres  ó  cuatro  toesas 
«después  del  golpe.  Por  medio  de  los  coheles, 
«se  obtienen,  con  un  aparato  del  grueso  de  un 
«fusil,  sin  choque  ó  reacción  en  el  bote,  los 
«mismos  efectos  que  los  producidos  por  una  pieza 
«de  artillería  de  seis  ó  doce  libras  de  balas.» 

Los  mismos  Groenlandeses,  á  pesar  de  su  na- 
tural estupidez,  no  tardaron  en  aprender  á pes- 
car la  ballena,  y  trajeron  aun,  en  el  ejercicio  de 
esta  industria ,  ingeniosos  recursos  sugeridos  por 
la  necesidad  ,  que  es  un  gran  maestro.  A  falta  de 
los  medios  usados  por  los  Europeos,  y  carecien- 
do de  largas  sondalesas  y  de  bastimentos  capa- 
ces de  resistir  por  su  masa  y  la  fuerza  de  sus  ve- 
las á  los  esfuerzos  de  la  ballena,  imaginaron  pa- 
ra reducir  en  sus  saltos  al  fogoso  animal  un  ex- 
pediente cuya  idea  habia  sido  ya  indicada  por . 
los  Romanos ;  ataron  odres  de  piel  de  foca  á  liar- 1 
pones,  y  suplieron  con  el  número  á  la  fuerza  de 
las  máquinas;  lanzaban  encima  de  la  ballena  una 
granizada  de  estos  harpoues  así  dispuestos,  que 
primero  estorbaban  los  movimientos  del  animal , 
y  concluían  por  hacerlos  casi  imposibles;  entonces 
los  salvajes  se  tiraban  al  agua,  y  sostenidos  por 
sus  vestidos  de  pieles  impermeables,  comenzaban 
en  el  mismo  lugar  el  destazamiento ,  que  con- 
cluían en  la  costa. 

Sea  de  esto  lo  que  fuere,  en  la  Groenlandia,  una 
pesca  en  la  que  tantos  especuladores  tomaban 
parte,  debió  terminar  por  alterar  en  tales  aguas 
la  reproducción  y  el  desarrollo  de  la  raza  balle- 
nera. Estos  animales  abandonaron  sucesivamente 
estemar,  y  aunque  los  procederes  de  la  extracción 
fiel  aceite  se  hubiesen  perfeccionado  considera- 
blemente ,  al  punto  que  la   misma  cantidad  de 


BALL 

grasa  pudiese  suministrar  el  doble  de  aceite  de 
lo  que  producía  primitivamente,  las  ventajas  de 
la  gran  pesca  del  Norte  disminuyeron  de  una  ma- 
nera muy  rápida.  Preciso  fué  perseguir  á  las  ba- 
llenas en  las  costas  de  la  América  septentrional, 
quedando  Spitzberg,  Groenlandia,  y  sus  esta- 
blecimientos comerciales  casi  totalmente  aban- 
donados. Mas  tarde,  se  supo  por  los  navegantes 
que  los  mares  de  la  América  meridional  no  esta- 
ban desprovistos  de  ballenas,  y  la  pesca  en  el  Sud 
sucedió  á  la  de  la  tierra  de  Labrador ,  del  estre- 
cho de  Davis,  y  del  banco  deTerra-Nova;  menos 
fecunda,  en  verdad ,  esta  pesca  ofrecía  por  otra 
parte  la  ventaja  de  presentar  menos  peligros.  En 
muchos  puntos ,  los  naturales  de  estas  pesqueras 
se  iniciaron  en  la  pesca  de  la  ballena  :  vióse  á 
los  Americanos  cercar  á  estos  animales  con  sus 
innumerables  canoas  de  corteza ,  espantarlos  con 
sus  gritos  penetrantes,  su  música  discordante, 
el  ruido  de  sus  grandes  remos ,  y  conseguir  así 
hacerlos  varar  en  la  playa  ;  otros  mas  intrépidos 
se  echaban  á  nado  para  "alcanzar  la  ballena,  y  la 
clavaban  á  golpes  de  mazo  una  gruesa  clavija  de 
madera  en  uno  de  los  espiráculos,  con  la  que  se 
zabullía,  y  cuando  volvia  á  parecer  ¡á  la  superfi- 
cie del  agua,  repetían  la  misma  operación  en  el  otro 
espiráculo.  La  ballena,  sufocada  por  falta  de  inspi- 
ración del  aire ,  abria  la  boca  para  recibirlo,  pero 
como  no  englutia  sino  una  enorme  cantidad  de 
agua ,  perecía  en  fin  por  asfixia,  derivaba  con  el 
vientre  hacia  arriba ,  y  se  la  podía  remolcar  sin 
grande  esfuerzo  hasta  la  playa  inmediata  en  don- 
de era  destazada.  El  descubrimiento  de  nuevas 
regiones ,  y  las  relaciones  mas  frecuentes  con 
los  mares  de  las  Indias ,  hicieron  también  co- 
nocer la  existencia  de  ballenas  en  las  diversas 
partes  del  Océano  austral ,  habiéndose  esta- 
blecido la  pesca  de  este  cetáceo  en  diversos  pun- 
tos ,  como  en  la  bahía  de  Santa-Helena,  el  cabo 
de  Bueña-Esperanza  en  África,  y  otros  apostade- 
ros. La  seguridad  y  la  mayor  duración  de  la  pes- 
ca en  climas  mas  benignos  compensaban  lo  largo 
de  la  travesía  y  el  inconveniente  que  aquella  pre- 
senta en  alta  mar. 

A  pesar  de  estos  nuevos  recursos ,  la  pesca  de 
la  ballena,  en  casi  todas  las  naciones ,  parece 
haber  perdido  mucho  de  su  antiguo  esplendor. 
La  marina  holandesa  ha  degenerado,  y  la  paz 
general  ha  encontrado  todas  las  cosumbfes  cam- 
biadas. Parece  ya  que  ninguna  nación  quiere 
formalmente  hallar  de  nuevo  lo  que  la  Hollanda 
llamaba  su  mina  de  oro.  Con  todo ,  se  observa, 
según  los  documentos  del  comercio ,  que  muchos 
estados  arman  un  gran  número  de  navios  preten- 
didos balleneros ;  pero,  es  vergonzoso  el  decirlo, 
la  mayor  parte  de  estas  expediciones  son  simula- 
das, en  particular  en  Francia,  dedicándose  bajo  el 
objeto  aparente  de  la  pesca  de  la  ballena  al  odio- 
so é  infame  tráfico  de  la  carne  humana,  al  co- 
mercio de  negros. 

Entre  las  naciones  europeas ,  los  Ingleses  pa- 
rece que  quieren  dominar  la  especulación  ba- 
llenera, pudiendo  concebirse  de  los  desespera- 
dos esfuerzos  que  hacen  en  esta  pesca  en  el  gran 


m 


HALL 

mar  del  Norte ,  pues  parece  imposible  que  los 
hombres  destinados  á  ella  puedan  resisfir  á  los 
rigores  del  clima,  á  la  furia  <le  las  ballenas,  a  las 
Sumersiones  tic  las  canoas  y  á  tantos  otros  azares. 

A  Talla  di»  dalos  exactos  no  es  posible  ocupar- 
nos do  la  historia  de.  la  pesca  de  la  ballena  entre 
las  diversas  naciones  que  á  olla  se  han  dedicado 
en  los  tiempos  antiguos.  Hablaremos  ,  pues,  do 
las  époeas  modernas  de  la  industria  ballenera, 
que  ofrecen  en  las  circunstancias  del  comercio  y 
de  la  industria  alguna  semejanza  con  las  cir- 
cunstancias en  que  nos  encontramos  y  que  pre- 
sentan ejemplos  dignos  de  sor  seguidos;  dando 
una  rápida  ojeada  sobre  la  antigua  pesca,  sin 
remontarnos  á  una  época  muy  lejana. 

En  1760  ya ,  los  armadores  de  S.  Juan  de  Luz, 
que  habían  tenido  la  costumbre  de  enviar  a  la 
pesca  de  la  ballena  hasta  30  navios,  de 300  á  400 
toneladas  cada  uno,  habiendo  experimentado 
grandes  pérdidas,  se  habian  visto  obligados  á  re- 
nunciar a  esta  navegación.  Bayona  no  contaba  ya 
sino  con  un  navio  anualmente  en  vez  de  6  ó  7;  al- 
gunos años  después,  no  masque  con  i,  saliendo 
de  este  puerto,  según  costumbre,  dos  para  las  cos- 
tas de  la  Groenlandia,  y  los  otros  dos  para  el  es- 
trecho de  Davis. 

En  la  época  de  que  hablamos,  en  Bayona,  los 
gastos  del  armamento  se  valuaban  asi :  el  coste 
de  la  construcción  de  un  navio  de  75  pies  de  qui- 
lla sobre  tierra,  y  de  un  arqueo  de  350,  compren- 
didos los  víveres,  los  instrumentos  para  la  pesca, 
como  el  arpón ,  las  lanzas,  los  cuchillos  para  des- 
tazarla ballena  y  otros  cuchillos  para  cortar  la  gra- 
sa v  reducirla  á  pequeños  pedazos,  para  licuarla; 
los  cordajes  para  la  ballena,  y  las  otras  cuerdas  fi- 
nas y  delgadas  atadas  al  liar  pon;  la  caldera  para  la 
licuación  ,  las  cucharas  y  los  embudos  de  cobre; 
los  toneles ,  de  los  cuales  se  necesitan  á  lo  menos 
700,  para  recibir  el  aceite ;  la  tierra  para  cons- 
truir el  horno;  los  adelantos  hechos  á  la  tripula- 
ción ,  que  comunmente  eran  de  600  reales  por 
nombre.  Un  tal  navio  puesto  á  la  mar ,  con  las 
seis  chalupas  necesarias  ,  costaba  cerca  de 
357,200  reales. 

Los  armadores  de  Bayona  construían  estos  na- 
vios en  forma  de  fragata,  dándoles  la  mayor  lige- 
reza posible ,  para  poder  ir  bien  de  bolina ,  y  li- 
brarse de  peligro  entre  los  hielos.  La  tripulación 
se  componía  de  un  capitán ,  un  piloto ,  un  contra- 
maestre, un  cirujano,  seis  harponeros,  seis  jefes 
de  chalupa,  cuatro  carpinteros,  cuatro  cuberos, 
un  despensero ,  treinta  y  cuatro  marineros  y  cin- 
co grumetes:  total,  64  hombres;  pero  si  el  capi- 
tán ,  el  piloto  v  el  contramaestre  eran  al  mismo 
tiempo  harponeVos,  la  tripulación  quedaba  redu- 
cida á  6 1 . 

En  aquella  época,  en  Bayona  se  eslimaban  cu- 
biertos los  gastos  cuando  un  navio  traía  del  es- 
trecho de  Davis  el  producto  de  3  ballenas  media- 
nas, ó  de  4  del  mar  de  la  Groenlandia;  pero  esto 
no  debe  entenderse  sino  del  segundo  viaje  y  de 
los  viajes  subsiguientes,  cuando  ya  solo  había 
que  cubrir  Jos  gastos  ordinarios  de  armamento,  i 
que  subían  á  cérea  de  91,200  reales  por  cada 
43 


BALL  337 

expedición.  Los  buques  destinados  al  estrecho  de 
Davis  partían  de  Bayona  á  últimos  de  febrero  ó  á 
principios  de  marzo';  los  que  iban  á  la  Groenlan- 
dia partían  del  15  al  20  do  marzo  :  unos  y  otros 
regresaban  en  agosto  y  setiembre,  aunque  la 
época  de  la  vuelta  dependía  principalmente  del 
resultado  de  la  pesca.  Cuando  ésta  era  favorable, 
se  les  veía  regresar  á  principios  do  agosto;  pero 
si  habíasido  desfavorable  ,  los  navios  do  la  Groen- 
landia se  detenían  comunmente  en  la  Isla  Island 
para  pescar  algunas  ballenas  llamadas  sardas, 
lo  que  no  les  permitía  volver  á  entrar  en  Bayona 
basta  el  20  de  setiembre. 

En  la  misma  época  '1760)  la  pesca  de  los  Ho- 
landeses ofrecia  muy  diferentes  resultados :  para 
ella  empleaban  navios  de  380  á  400  toneladas,  á 
los  que  iban  anexas  6  á  7  chalupas,  constando  su 
tripulación  solo  de  45  á  48  hombres,  en  atención 
á  que  los  navios  holandeses  para  este  objeto  eran 
tallados  en  forma  de  urcas,  que  necesitaban  me- 
nos hombres  para  maniobrar  que  Jas  fragatas 
de  Bayona.  Un  navio  holandés,  de  porte  de 
400  toneladas,  con  sus  utensilios  de  pesca,  sus 
víveres  y  los  adelantos  de  la  tripulación  ,  impor- 
taba al  armador  319,200  reales,  y  se  contaba  que 
para  cubrir  los  gastos ,  expedido  para  la  Groen- 
landia, debía  traer  el  producto  de  4  ballenas.  Es- 
tos navios ,  que  no  hacían  sino  un  viaje  por  año  y 
que  raras  veces  eran  empleados  en  otros  usos, 
bien  cuidados ,  podían  navegar  durante  45  ó  50 
años.  En  esta  época  la  Holanda  tenia  de  160  á!80 
navios  para  la  pesca  de  la  bellena. 

Habiendo  partido,  en  1753  de  los  diferentes 
puertos  de  la  Holanda  118  navios  para  la  pesca 
de  la  ballena  en  las  costas  de  la  Groenlandia ,  aso 
regreso  trajeron  539  ballenas,  cuya  grasa,  licua- 
da, produjo  20,296  barricas  de  aceite:  término 
medio,  por  navio,  4  ballenas  '/>  y  170  y,  barricas 
de  aceite. 

En  el  mismo  año  1753  salieron  de  los  mismos 
puertos  de  la  Holanda  48  navios  para  hacer  la 
pesca  en  el  estrecho  de  Davis ,  y  de  regreso  tra- 
jeron juntos  100  ballenas,  cuya  grasa  produjo 
6,484  barricas  de  aceite :  término  medio,  por  na- 
vio ,  cerca  de  2  ballenas  y  y8  y  135  barricas  de 
aceite. 

En  la  misma  época  se  observó  que  las  barbas 
de  las  ballenas  pescadas  en  la  Groenlandia  eran 
comunmente  tan  pequeñas  que  solo  se  vendían 
á  la  mitad  del  precio  de  las  del  estrecho  de  Da- 
vis; y  con  este  motivo  es  menester  observar  que 
el  precio  de  las  barbas  de  ballena  crece  con- 
siderablemente excediendo  de  la  dimensión  me- 
diana. 

Los  navios  holandeses  partían  para  el  estrecho 
de  Davis  á  primeros  de  marzo,  y  para  la  Groenlan- 
dia en  abril :  cuando  la  pesca  era  favorable ,  es- 
taban de  regreso  en  el  mes  de  julio;  en  el  caso 
contrario ,  no  llegaban  hasta  setiembre. 

Si  en  un  principio  la  pesca  inglesa  dio  benefi- 
cios poco  considerables  fué  en  razón  de  estar  es- 
tancada por  una  compañía  privilegiada.  En  1721, 
la  compañía  dicha  del  Mar  del  Sud  emprendió  en 
muy  grande  escala  este  comercio,  que  ella  mo- 

Tomo  i. 


338  HALL 

nopolizó  durante  ocho  años,  pero  al  cesar  ofreció 
un  déficit  considerable  á  los  accionistas.  Enton- 
ces la  legislatura  inglesa,  siempre  tan  dispuesta 
á  favor  del  comercio,  otorgó  una  prima  (año 
1732)  de  95  reales  por  tonelada  á  cada  navio  de 
mas  de  200  toneladas  que  se  dedicase  á  la  pes- 
ca de  la  ballena  Esto  no  bastó  para  reanimar  tan 
importante  industria,  y  en  1749,  por  acto  del 
Parlamento ,  la  prima  fué  elevada  a  1 90  reales. 
Muchos  particulares  tomaron  luego  parte  en  la 
especulación ;  pero  la  importancia  misma  de  la 
prima  traía  consigo  un  abuso ,  los  armadores  se 
ocupaban  mas  en  ganar  que  en  el  buen  resultado 
de  la  pesca.  Mas  tarde,  el  Parlamento  redujo  la 
prima  á  141  reales  26  maravedises,  lo  que  hizo 
relucir  el  número  de  navios  dedicados  a  la  pes- 
ca de  105  á  39 ,  en  los  cinco  años  que  siguieron 
a  este  reducción.  El  Parlamento,  asustado  de  esta 
decadencia  de  una  industria  por  la  que  tenia  el 
mas  grande  interés,  restableció  en  1781  la  pri- 
ma de  1 90  reales  por  tonelada ,  con  cuya  medi- 
da el  número  de  navios  volvió  á  ser  lo  que  habia 
sido  ,  y  por  otra  parte  este  comercio  se  vio  ex- 
tremamente favorecido  por  las  hostilidades  que 
habian  comenzado  entre  los  Holandeses  y  los 
Americanos,  y  que  llevaron  un  golpe  fatal  á  la 
pesca  de  los  primeros.  En  1787,  la  prima  fué  de 
nuevo  reducida  á  141  rs.  vn.  26  maravedises;  en 
1793,  á  119- rs.  vn.,  23  maravedises,  y  en  1824, 
fué  totalmente  abolida. 

Mac  Pherson  valúa  á  la  enorme  suma  de 
149.901,425  reales  el  total  de  las  primas  pagadas 
en  Inglaterra  desde  el  año  17S0  hasta  el  ano  1788; 
y  Mac  Culloch  afirma  que  de  1 789  á  1 824,  época  de 
la  abolición,  el  total  de  las  primas  no  ha  bajado  de 
9o  millones.  Son,  pues,  cerca  de  241 .300,000  rea- 
les otorgados  en  Inglaterra  para  el  fomento  de 
la  pesca  de  la  ballena  en  el  trascurso  de  74 
años. 

Sea  como  fuere ,  no  es  cierto  que  este  ostentoso 
fomento  hubiese  bastado  para  asentar  en  Inglater- 
ra ,  sobre  bases  sólidas ,  la  industria  ballenera  y 
para  segurar  en  esta  especulación  la  preeminencia 
délos  Ingleses  sóbrelas  demás  naciones  europeas, 
si  la  ocupación  de  la  Holanda  por  los  Franceses 
en  1794,  y  la  ruina  de  la  marina  batava  no  hubie- 
sen poderosamente  contribuido  á  ello.  Los  Ingle- 
ses por  otra  parte  no  descuidaron  sacar  un  hábil 
partido  de  este  aniquilamiento  de  la  pesca  holan- 
desa :  ofrecieron  á  los  pescadores  de  esta  nación 
que  quisiesen  traerles  su  industria ,  todos  los  de- 
rechos de  que  gozan  los  ciudadanos  de  la  Gran- 
Bretaña,  con  lo  que  consiguieron  que  un  gran  nú- 
mero de  ellos  aceptasen  la  invitación  y  les  lleva- 
sen sus  capitales  y  sus  conocimientos  en  el  oficio. 
Como  consecuencia  de  este  impulso,  la  pesca 
inglesa  se  ejecutó  con  mas  feliz  resultado  que  en 
ninguna  otra  época.  A  la  fin  de  la  última  guerra 
(en  181o)  se  contaban  en  los  puertos  de  Ingla- 
terra 134  navios  destinados  á  la  pesca  de  la  ba- 
llena, que  ocupaban  5,800  marineros,  solamente 
para  la  pesca  en  los  mares  del  Norte,  y  30  navios, 
con  800  hombres  de  tripulación,  para  la  pesca  en 
los  mares  del  Sud. 


BALL 

Después  del  restablecimiento  de  la  paz  con  la 
Francia,  los  capitalistas  ingleses  temieron  que 
los  Holandeses  no  se  dedicasen  de  nuevo  á  la 
pesca  de  la  ballena  con  su  antiguo  ardor  y  el  fe- 
liz resultado  que  corona  la  perseverancia.  Pero 
estos  temores  carecian  de  todo  fundamento :  los 
Holandeses ,  durante  los  treinta  años  de  su  exclu- 
sión de  todos  los  mares,  habian  perdido  todo  ese 
conocimiento  práctico  de  los  pormenores  de  la 
pesca,  que  por  largo  tiempo  les  habia  proporciona- 
do tanta  fortuna.  En  vano  fué  que  el  gobierno  en- 
sayase reanimar  esta  industria  entre  ellos,  ofre- 
ciendo primas  muy  considerables  y  muchas  otras 
ventajas  á  aquellos  que  quisiesen  dedicarse  de 
nuevo  á  esta  especie  de  empresas.  Tres  compa- 
ñías ,  en  efecto,  se  formaron  para  la  pesca,  la  una 
en  Rotterdam  ,  la  otra  en  Harlinghen,  y  la  terce- 
ra en  la  Holanda  meridional;  pero  sus  esfuerzos 
fueron  muy  limitados  y  sin  ningún  resultado. 
Desde  el  ano  1 826 ,  la  compañía  de  la  Holanda 
meridional  cesó  de  existir,  y  entonces  la  compa- 
ñía de  Harlinghen  expidió  cuatro  buques,  y  la  de 
Rotterdam  dos;  pero  en  1827  Rotterdam  no  expi- 
dió sino  uno,  y  Harlinghen  dos.  En  1828,  un 
solo  navio  salió  de  la  Holanda,  débil  y  último  es- 
fuerzo de  una  industria  espirante. 

Tal  ha  sido  para  la  Holanda  el  destino  que, 
después  de  tantos  prodigiosos  resultados,  le  esta- 
ba reservado  en  la  historia  de  la  pesca  de  la  ba- 
llena. Todas  las  tentativas  hechas  para  reanimar- 
la su  frustraron  ,  porque  los  navios  holandeses 
no  estaban  armados  ya  sino  con  marineros  inex- 
pertos. ¿Cómo  con  tan  débiles  medios  se  puede 
entrar  en  concurrencia  con  los  Ingleses,  hoy  dia 
que  la  especulación  de  esta  nación  se  desarrolla 
en  una  escala  tan  colosal?  Además,  los  America- 
nos del  Norte  son  unos  rivales  no  menos  temibles, 
porque  son  muy  hábiles  pescadores ,  y  sus  mari- 
neros se  dedican  á  esta  industria  con  gusto,  sien- 
do en  general  hombres  robustos,  muy  propios 
para  las  fatigas  y  los  rigores  que  es  preciso  ar- 
rostrar para  alcanzar  buen  resultado. 

Desde  muchos  años  se  observan  notables  cam- 
bios sobrevenidos  en  las  condiciones  de  la 
pesca  de  la  ballena,  que  cada  dia  se  hacen 
mas  sensibles.  Las  aguas  de  la  pesca  no  son  ya 
las  mismas,  y  como  las  ballenas  nayan  casi  todas 
abandonado  los  mares  situados  entre  el  Spitzberg 
y  la  Groenlandia ,  los  pescadores  frecuentan  con 

S referencia  el  estrecho  de  Davis  y  la  Bahía  de 
affin ,  ó  el  mar  que  baña  las  costas  déla  Groen- 
landia occidental.  Cuando  en  171 9  los  pescadores 
holandeses  comenzaron  á  frecuentar  el  estrecho 
de  Davis ,  las  ballenas ,  que  hasta  aquel  entonces 
no  habian  sido  perseguidas  ,  se  encontraban  allí 
en  mucho  mayor  número  que  en  los  mares  que 
circundan  ef  Spitzberg,  y  desde  esta  época, 
comunmente  los  Vio  de  los" navios  holandeses  se 
dirigían  al  estrecho  de  Davis.  En  cuanto  á  los 
Ingleses,  no  frecuentaron  estas  aguas  hasta  una 
época  muy  posterior ,  y  aun  en  1820  las  expedi- 
ciones eran  mucho  mas  numerosas  páralos  ma- 
res de  la  Groenlandia.  Pera  en  estos  últimos  años 
los  Ingleses  han  cambiado  de  ruta,  habiendo 


BALL 

casi  enteramente  renunciado  á  la  Groenlandia. 
Los  multiplicados  descubrimientos  hechos  en  las 
expediciones  ordenadas  por  el  gobierno  inglés 
para  la  exploración  de  los  mares  de  las  islas  en 
el  oeste  del  estrecho  de  Davis  y  de  la  bahía  de 
Baffin ,  han  hecho  conocer  á  los  pescadores  mu- 
chas aguas  nuevas,  muy  favorables  para  la  pes- 
ca. Esto  durará  asi  hasta  que  las  ballenas  de  nue- 
vo espantadas  en  estas  aguas,  hoy  dia  tan  abun- 
dantes, vayan  á  refugiarse  en  otras  aun  mas 
remotas  y  también  mas  difíciles  para  la  pesca. 

El  mar  del  estrecho  de  Davis  es  menos  obs- 
truido, en  general,  por  los  bancos  de  hielo  que 
los  de  la  Groenlandia  y  del  Spitzberg ,  pero  se 
encuentran  en  él  ventisqueros  en  forma  de  mon- 
tañas; y  la  pesca  que  se  hace  en  la  había  de 
Baffin  y  el  estrecho  de  Lancastro  es  mas  peligro- 
sa quizas  que  ninguna  otra  ensayada  hasta  el 
presente. 

Según  los  escritos  del  Sr.  Mac  Culloch ,  de  los 
cuales  hemos  tomado  la  mayor  parte  de  los  da- 
tos sobre  la  pesca  de  la  ballena,  en  1832  tenia 
la  Inglaterra  81  navios  destinados  á  esta  indus- 
tria, que  juntos  formaban  un  total  de  26,393  to- 
neladas ;  el  número  de  ballenas  cogidas  fué  de 
1,563,  que  dieron:  \ 2,6 10  barricas  de  aceite, 
á  1,900  rs.  vn.,  valor  de  23.959,000  rs.  vn.;  y 
676  barricas  de  barbas,  á  11,875  rs.  vn. ,  valor 
de  8.027,500  rs.  vn.,  que  forman  un  total  de 
31.986,500  rs  vn. 

Para  la  nación  inglesa,  la  pesca  de  la  ballena 
no  comenzó  en  el  mar  del  Sud  hasta  al  principio 
de  la  guerra  de  la  independencia  americana;  pe- 
ro los  colonos  ingleses  de  la  América  del  Norte 
se  habían  ya  dedicado  á  ella  con  mucha  actividad 
v  algún  buen  resultado.  En  1791,  partieron  de 
ios  puertos  de  Inglaterra  75  navios  para  esta 
pesca  ,  pero  este  número  fué  disminuyendo  des- 
pués: §n  1829,  no  había  mas  que  31 ,  formando 
juntos  10,997  toneladas,  y  llevaban  937  hombres 
de  tripulación. 

Por  espacio  de  muy  largo  tiempo  los  America- 
nos del  Norte  se  han  dedicado  á  la  pesca  de  la 
ballena  con  mas  actividad  y  buen  resultado  qui- 
zás que  ninguna  otra  nación  del  globo.  Desde  el 
año  1690  principiaron  á  emprenderla ,  y  durante 
cerca  de  cincuenta  años  pudieron  hacer  en  sus 
propias  costas  abundantes  y  muy  productivas 
capturas  ,  hasta  que  las  ballenas  se  alejaron  de 
allí,  como  hacen  siempre  de  todos  aquellos  lu- 
gares en  que  se  las  persigue  demasiado.  Enton- 
ces los  Americanos,  marinos  llenos  de  energía 
y  de  un  genio  emprendedor  ,  las  persiguieron  en 
íos  mare¿  del  Norte  y  en  el  Sud.  El  estado  de 
Massachussetts  sobre  lodo  se  distinguió  constan- 
temente por  el  arrojo ,  la  frugalidad  y  la  perseve- 
rancia de  los  marinos  que  se  dedicaban  á  esta 
industria.  La  pequeña  isla  de  Nantucket  y  el 

Suerto  de  New-Bedfort  en  esta  provincia  de  la 
[ueva-Inglaterra  figuran  sobre  todo  de  una  ma- 
nera extremamente  notable  en  estas  empresas; 
sus  pescadores  comenzaron  primero  á  explorar 
los  mares  del  Sud.  El  Sr.  Pitkin  observa  que  los 
navios  de  Nantucket  y  de  New-Bedfort ,  abando- 


BALL 


339 


nados  á  sus  propios  recursos,  rivalizaban .  con 
feliz  resultado ,  con  los  navios  de  los  ciudadanos 
de  la  Gran-Bretaña,  auxiliados  y  protegidos  con 
fuertes  primas  otorgadas  por  su  gobierno ,  y  que 
se  han  hallado  siempre  en  disposición  de  sostener 
la  concurrencia  en  los  mercados  extranjeros  pa- 
ra el  producto  de  su  pesca.  El  1 .°  de  enero  de  1 833 
los  navios  destinados  á  la  pesca  déla  ballena  en  los 
Estados-Unidos  eran  en  número  de  203  ;  la  pesca 
de  1832  había  producido  107,752  barriles  de 
aceite. 

Pesca  en  el  Sud. 

Habiéndonos  ocupado  suficientemente  de  la 
pesca  de  la  ballena  en  las  costas  del  Norte,  no  po- 
demos prescindir  de  hacerlo  con  alguna  extensión 
de  la  que  tiene  lugar  en  los  mares  del  sud  ,  que 
es  hoy  día  el  objeto  de  muy  numerosos  armamen- 
tos en  Francia  y  en  los  Estados-Unidos. 

La  pesca  de  la  ballena  franca  se  practica  lo  mas 
generalmente  desde  los  27°  de  latitud  Sud  hasta 
a  los  16°.  Durante  los  meses  de  mayo,  junio,  ju- 
lio y  agosto,  las  ballenas  van  á  parir  en  las  vas- 
tas plavas  de  arena  que  circundan  estas  costas 
desnudas  y  áridas.  Siendo  los  vientos  que  reinan 
en  estas  aguas  casi  siempre  de  la  parte  del  sud 
ó  sudoeste ,  los  navios  entran  asi  de  balda  en 
bahia  corriendo  al  norte,  y  permanecen  en  cada 
una  de  ellas  mientras  que  la  pesca  es  productiva. 
Una  de  las  bahías  mas  frecuentadas  por  los  pes- 
cadores, en  el  sud,  es  la  determinada  con  el 
nombre  de  Anyrajuntas,  y  conocida  por  estos 
navegantes  bajo  el  nombre  ele  Santa  Isabel-bay, 
cuyo  surgidero  es  bastante  bueno,  principalmen- 
te en  la  parle  del  este  de  la  isla ,  situado  á  cerca 
dedos  millasdela  Gran-Tierra,  pudiéndose  entrar 
en  él,  por  el  norte  ó  por  el  sud,  aunque  sin  em- 
bargo el  mejor  paso  es  el  del  norte,  á causa  de 
las  rocas  á  flor  de  agua  que  se  prolongan  en  el 
sudoeste  de  la  punta  sud  de  la  isla,  que  la  carta 
designa  bajo  el  nombre  de  la  isla  de  la  Posesión. 
Esta  isla ,  que  es  larga  de  cerca  de  una  milla ,  y 
ancha  solamente  de  algunos  cientos  pasos,  esta 
cubierta  de  pájaros  niños,  cuyos  huevos  son  bus- 
cados por  los  marineros ,  á  quienes  una  larga 
travesía  ha  á  menudo  privado  de  víveres  frescos. 

Esta  isla  está  cubierta  de  pieles  y  de  huesos 
de  lobos  marinos ,  á  donde  llegan  grandes  ban- 
dadas durante  el  invierno.  Los  Americanos  de  k  s 
Estados-Unidos  se  ocupan  de  esla  pesca,  que  con 
frecuencia  es  muy  productiva,  sin  despreciar  por 
esto  la  de  la  ballena.  Para  matar  estos  animales, 
cuya  piel  es  buscada  y  tiene  un  gran  precio,  se 
aprovecha  el  instante  en  que  un  gran  numero  de 
ellos  se  han  adelantado  un  poco  en  la  playa ;  en- 
tonces los  marineros  descienden  á  tierra ,  arma- 
dos de  palos;  los  lobos  marinos  espantados  pro- 
curan volver  al  mar,  pero  teniendo  así  cortada 
la  retirada,  con  fuertes  golpes  sobre  la  cabeza  y 
particularmente  sobre  el  hocico ,  se  mata  á  todos 
ios  que  procuran  escaparse.  liase  visto  muchas 
veces  que  7  á8  marineros ,  ejercitados  en  esta 
caza,  han  muerto  4  a  500  lobos  marinos  eu  una 
misma  noche. 

Los  infelices  Ilotcntotcs  que  frecuentan  esla 


340  BALL 

costa,  arrastran  hacia  las  playas,  que  ellos  saben 
son  visitadas  por  los  navios  que  van  á  la  pes- 
ca de  la  ballena,  pequeños  bueyes  que  pesan  me- 
nos de  250  á  300  libras ,  que  son  un  precioso  re- 
curso para  las  tripulaciones  de  los  buques,  y  en 
cambio  de  los  cuales  se  les  dan  objetos  de  muy 
poco  valor;  un  mal  fusil  de  bordo,  una  botella 
de  pólvora  de  caza  de  calidad  muy  inferior,  á 
veces  una  hacha  ó  un  cuchillo ,  bastan  para  el 
pago  de  uno  de  estos  bueyes. 

Hay  años  que  los  vientos  del  sud,  que  reinan 
casi  continuamente  desde  el  cabo  de  Buena-Espe- 
ranza  hasta  los  alrededores  del  Trópico  ,  son 
mas  constantes  y  mas  débiles  que  en  otros  años; 

fiero  casi  siempre  los  navios  que  han  frecuentado 
as  baldas  desde  algún  tiempo  han  experimenta- 
do en  ellas  fuertes  averias  durante  los  meses  de 
mayo  ,  junio  ,  julio  y  agosto. 

La  bahía  mas  contigua  á  Santa  Isabel ,  yendo 
hacia  el  N.,  es  la  determinada  en  la  carta  bajo 
el  nombre  de  Angra  pequeña.  En  ella  el  surgide- 
ro es  -bastante  bueno  ,  sobre  todo  á  la  entrada 
de  la  bahía,  en  donde  es  prudente  colocarse,  por- 
que el  extremo  sud  tiene  poca  profundidad  ,  y  se 
está  todavía  á  una  milla  de  tierra ,  que  apenas 
hay  una  braza  de  agua.  En  el  este  de  la  bahía 
hay  dos  grandes  islas,  de  las  cuales  la  una 
está  cubierta  de  pájaros  niños  y  rodeada  de 
rocas  sobre  las  cuales  se  pueden  coger  bastantes 
cabrajos  en  pocas  horas  para  cargar  de  ellos  to- 
da una  chalupa,  y  también  allí  se  pueden  procu- 
rar pequeños  bueyes  hotentotes  á  iníimo  precio. 
Entre  una  de  las  islas  y  la  Gran-Tierra,  cuya 
distancia  es  de  cerca  de  milla  y  media,  hay  un 
surgidero  excelente ,  en  el  que  se  está  al  abrigo 
de  todos  los  vientos,  habiéndose  visto  en  él  an- 
clados buques  americanos  cuyas  velas  estaban  sin 
vergas. 

Después  Angra  pequeña,  se  encuentran  mu- 
chas pequeñas  islas  ,  entre  las  cuales  solo  hay 
notable  Angra  de  Conceicao,  situada  á  cerca  de 
25°40\  El  surgidero  es  igualmente  bueno  á  la  en- 
trada de  esta  bahía ,  que  es  muy  abundante  de 
pesca. 

En  los  23°  se  encuentra  una  ensenada  vasta  y 
cómoda ,  conocida  bajo  el  nombre  de  Walwish- 
bay,  que  es  la  mas  espaciosa  de  todas  las  bahías 
de  estos  mares ;  pero  aunque  el  surgidero  sea 
excelente,  no  se  estaría  en  ella  seguro  en  un  gol- 

Íie  de  viento  ,  en  razón  de  la  poca  elevación  de 
os  terrenos.  En  ella  se  pescan  en  abundancia 
muchas  especies  de  excelentes  pescados. 

Después  de  Walwish-bay,  se  encuentra  Angra 
de  San  A  mbrosio,  Praya-dar-neves,  Angra  fria,  y 
en  fin  otras  pequeñas  ensenadas  poco  frecuenta- 
das ,  hasta  á  la  casi  isla  de  los  Tigres ,  célebre 
en  adelante  por  la  pérdida  del  navio  Franco-Ame- 
ricano Woodrop-sims.  A  algunas  leguas  de  allí, 
á  los  16°,  30' ,  se  encuentra  el  Puerto  Alejandro, 
que  es  el  punto  el  mas  N.  hasta  donde  se  des- 
ciende comunmente  á  la  pesca  de  las  ballenas. 

Pero  entre  todas  estas  bahías  no  hay  puntos 
preferidos  por  las  ballenas ;  viniendo,  á  lo  que  se 
presume,  por  el  S.,  estos  cetáceos  entran  en  la 


BALL 

mayor  parte  de  las  ensenadas  hasta  que ,  precisa- 
das á  parir,  escogen  una  playa  de  arena  que  les 
convenga.  Hase  observado  que  en  los  meses  de 
mayo  y  de  junio ,  que  son  la  época  del  principio 
de  la  pesca  en  esta  parte  del  Océano,  las  balle- 
nas apenas  habitan  sino  las  tres  ó  cuatro  bahías 
situadas  mas  al  S.  En  julio  y  agosto,  al  contrario, 
corren  al  N. ,  y  abandonan  las  primeras,  y  des- 
pués desaparecen  casi  de  repente  de  estos  mares, 
en  ciertos  años. 

Es,  pues,  conveniente  abandonar  la  costa  de 
África  lo  mas  tarde  á  principios  de  setiembre. 
Pasada  la  estación  de  la  costa  de  África,  la  pesca 
se  continúa  en  el  oeste  del  cabo  de  Buena-Espe- 
ranza  ,  desde  los  32°  hasta  á  35  y  36°  de  latitud 
S. ,  y  los  \\°  hasta  cerca  del  Io  y  2o de  longi- 
tud E. 

Si  bien  se  han  visto  ballenas  en  estos  últimos 
mares  en  setiembre,  sin  embargo  solo  llegan  á 
ellos  por  lo  común  á  principios  de  octubre.  Así, 
concediendo  unos  quince  días  á  los  navios  para 
volver  al  S.  hasta  por  esta  latitud  de  35° ,  es  del 
todo  necesario  abandonar  la  costa  á  principios  de 
setiembre. 

Pesco  en  las  islas  Tristan  de  Acunha. 

Después  de  haber  dejado  las  costas  de  que  aca- 
bamos de  hablar,  se  toma  la  ruta  hacia  el  oesto 
del  cabo  de  Bueña-Esperanza  para  caer  cerca 
de  los  32°  del  E.  S  ,  y  los  1  Io  de  longitud  E.  Ha- 
cia últimos  de  setiembre  es  cuando  se  empieza  á 
encontrar  allí  ballenas  ,  habiendo  años  que  son 
muy  abundantes  durante  los  meses  de  octubre, 
noviembre  y  diciembre,  que  dura  esta  pesca. 

En  general ,  las  ballenas  que  se  cogen  en  las 
bahías  de  la  costa  de  África  son  mas  grasas  que 
las  pescadas  en  el  oeste  del  cabo.-  Cada  ballena 
de  las  bahías  puede  ser  estimada,  término  medio, 
en  una  relación  de  90  á  tOO  barriles  de  aceite, 
mientras  que  las  de  las  islas  de  Tristan  de  Acun- 
ha *  no  producen  comunmente  sino  de  70  á  80 
barriles.  En  estos  últimos  mares  se  encuentran 
con  frecuencia  ballenas  de  giba  y  de  aletas  {ror- 
cual  y  ballenóptero) ,  que  nunca  se  manifiestan, 
ó  alo  menos  muy  raras  veces,  en  las  bahías.  Men- 
guando la  longitud  E. ,  sucede  también  que  se 
encuentran  á  veces  cachalotes,  que  nunca  se  ven 
en  la  costa  de  África. 

La  temperatura  t  en  las  islas  de  Tristan  de  A- 
cunha  es  benigna^  siéndolas  noches  solamente 
húmedas,  y  hay  años  cuyos  tres  meses  de  pesca 
se  pasan  del  todo  sin  que  el  menor  golpe  de 
viento  vaya  alterarla.  Es  importante  para  la  pes- 
ca en  estas  aguas  que  se  tenga  un  navio  que  va- 
ya bien  ala  bolina:  cada  vez  que  una  embar- 
cación coge  una  ballena,  se  ve  obligada  á  po- 
nerse á  la  capa  por  poca  brisa  que  haya,  ó  en  fin 
amainar  sus  velas  de  delante  para  permanecer, 
lo  mas  posible,  de  proa  á  la  oleada;  pero  por 
poco  que  la  mar  esté  de  leva ,  y  que  se  esté  obli- 

*  J,lámansc  así  los  mares  de  pesca  situados  al  oeste  del 
rabo  de  Bueña-Esperanza  ,  aunque  no  se  tengan  siempre  á 
la  vista  estas  isas. 


BALL 

gado  á  conservar  su  ballena  una  noche  a  lo  largo 
do  burilo  antes  de  poder  comenzar  á  destelarla, 
se  abate  siempre  do  unas  diez  millas  aun  con  el 
mejor  navio.  Pudiendo  la  captura  consecutiva  de 
muchas  ballenas  aumentar  este  abatimiento  has- 
ta el  punto  de  poner  el  navio  demasiado  bajo  el 
viento  de  los  puntos  en  (pie  corren  las  ballenas, 
es  muy  importante  poder  ganar  prontamente  el 
viento,  para  volverse  aballar  en  las  miomas  aguas, 
Además ,  sucede  casi  siempre  que  las  ballenas 
pescadas  por  las  piraguas  van  a  morir  á  algu- 
nas millas  lejos  del  navio:  un  bastimento  de  po- 
ca velocidad  no  podrá  con  frecuencia  juntarse 
otra  vez  con  su  ballena  antes  de  la  noche  y  se 
verá  precisado  á  dejar  una  embarcación  cerca  de 
ella,  lo  que,  según  las  circunstancias,  no  carece 
de  peligro. 

Llegando  á  las  primeras  bahías  á  mediados  de 
mayo,  puedo  aprovecharse  toda  la  estación  que 
las  ballenas  frecuentan  estas  costas,  y  después 
se  irá  en  seguida  al  oeste  del  cabo  hasta  diciem- 
bre ,  en  donde  se  puede  completar  la  pesca. 

En  las  bahías  de  la  costa  de  África  nunca  las 
ballenas  punzadas  se  hunden ,  mientras  en  las 
aguas  profundas  del  oeste  del  cabo  esto  sucede 
con  demasiada  frecuencia. 

En  las  islas  Tristan  jamás  se  encuentra  una 
ballena  aislada ,  comunmente  van  á  bandadas  de 
3  ó  í,  pero  nunca  en  mayor  número:  son  mucho 
mas  vivas  que  las  de  las  bahías,  y  nadan  con 
mucha  mas  celeridad.  Con  frecuencia  se  encuen- 
tran allí  de  pequeñas  que  no  dan  mas  de  33  á  40 
barriles  de  aceite. 

Pesca  en  las  costas  de  la  Petagonia, 

En  las  costas  de  la  Petagonia  la  pesca  se  ha- 
ce desde  los  31°  de  latitud  S.  hasta  los  48°  y  49°. 
durante  los  meses  de  junio ,  julio  y  agosto.  En 
estas  aguas,  raras  veces  se  es  contrariado  por  los 
vientos:  la  temperatura  es  suave,  y  las  ballenas 
que  se  cogen  son  casi  siempre  de  100  barriles  de 
aceite,  si  bien  apenas  son  mas  gruesas  que  las  de 
las  islas  de  Tristan  de  Acunha,  pero  su  grasa'es 
mas  espesa  y  muy  amarilla,  variedad  que  pro- 
duce mucho  mas  aceite. 

También  pueden  pescarse  ballenas  en  las  islas 
Muluinas,  desde  enero  hasta  marzo;  pero  aun- 
que sean  muy  gruesas ,  raras  veces  esta  pesca 
es  productiva,  porque  los  golpes  de  viento  em- 
piezan á  hacerse  sentir  temprano  y  los  terrenos 
contiguos  no  son  favorables.  Con  todo  ha  habido 
alli  navegantes  afortunados. 

En  cuanto  á  los  que  se  deciden  á  doblar  el 
cabo  de  Hornos,  encuentran  en  las  bahías  de 
Chile  surgideros  tranquilos,  en  donde  la  pesca  es 
aveces  muy  productiva. 

Los  puntos  de  parada  mas  frecuentados,  cuan- 
do se  vuelve  de  las  costas  del  Brasil ,  son :  Mon- 
tevideo, Bio-Janciro,  Maldonal  y  Santa  Catali- 
na. Muchos  navios  escogen  con  preferencia  este 
ultimo  lugar ,  en  razón  de  la  bondad  de  la  rada, 
y  de  la  abundancia  y  de  la  baratura  de  las  provi- 
siones. Por  algunos  barriles  de  aceite,  á  falta  de 
dinero ,  pueden  procurarse  allí  todas  las  delicias 


BALL  til 

ó  las  cosas  indispensables  después  do  una  larga 
campaña  empleada  en  los  mas  rudos  trabajos. 
Por  lo  demás  es  muy  fácil  alli  el  hacer  agua. 

Las  embarcaciones  que  han  comenzado  su  pes- 
ca en  las  bahías  de  la  costa  de  África ,  y  (pie  han 
podido  completar  su  cargamento  en  las  islas  Tris- 
tan  de  Acunha,  arriban  con  frecuencia  en  la  isla 
de  Santa  Helena,  cuando  los  \ientos  lo  permiten, 
pero  no  debe  esperarse  encontrar  aquí  los  recur- 
sos que  ofrecen  los  otros  puntos  de  parada  que 
hemos  citado:  todo  es  raro  y  caro  en  este  punto, 
excepto  los  cerdos  y  carneros ;  por  lo  demás  el 
surgidero  es  bueno  V  resguardado  por  la  tierra. 

Productos  útiles  de  la  ballena. 

Los  principales  productos  de  la  ballena  son  la 
grasa  y  las  barbas.  La  lengua  de  la  ballena  está 
cargada  de  bastante  grasa  para  poder  suminis- 
trar hasta  6  toneles  de  aceite.  Délos  tegumentos, 
de  la  capa  espesa  de  tejido  celular  grasicnto  quo 
se  halla  debajo  del  dermis ,  y  demás  partes  gra- 
sas ,  se  extraen  á  veces  hasta  60  y  80  quintales 
de  aceite,  y  se  dice  también  hasta  130.  La  gra- 
sa tiene  un  olor  fuerte  y  repugnante,  y  pasa  fá- 
cilmente á  la  fermentación  pútrida ;  pero  aunque 
el  aceite  que  de  ella  puede  extraerse  retenga  en 
parte  este  olor.es  no  obstante  buscado,  en  razón 
del  uso  considerable  que  de  él  se  hace  en  las  ar- 
tes y  en  la  economía  doméstica;  la  fabricación  do 
los  jabones  negros,  el  mejoramiento  de  la  brea 
de  marina ,  y  sobre  todo  la  preparación  de  los 
cueros  consumen  enormes  cantidades  de  aceito 
de  ballena,  que  ofrece  también  un  recurso  pre- 
cioso para  el  alumbrado.  IV.  Aceite  de  ballena). — 
Las  barbas  de  ballena  serán  estudiadas  á  conti- 
nuación de  este  articulo. 

La  ballena,  además  de  estos  dos  productos  que 
la  hacen  buscar  por  los  pescadores  arriesgados 
que  se  exponen  en  esta  industria  lucrativ  a ,  su- 
ministra también  al  hombre  colocado  bajo  un 
cielo  ingrato  algunos  otros  recursos  contra  la 
necesidad.  Los  habitantes  de  los  climas  helados 
comen  á  veces  su  carne  fresca,  que  también  la 
hacen  secar  y  ahumar  para  conservarla;  pero  es 
muy  dura  y  seca ,  y  ciertamente  es  un  alimento 
muy  repugnante,  atribuyéndole  en  Busia  la  pro- 
piedad de  hacer  reaparecer  los  síntomas  de  la  sí- 
filis; según  Bondelet,  la  lengua  y  la  cola  son  nu- 
tritivas, de  buen  gusto,  pero  de  difícil  digestión. 
Con  los  intestinos,  aquellos  infelices  se  procuran 
ligaduras  y  cuerdas  muy  resistentes  y  casi  inal- 
terables; forran  con  las  membranas  de  la  balle- 
na esas  frágiles  embarcaciones  en  lascuales  ellos 
no  temen  arrostrar  los  peligros  de  la  alta  mar  y 
los  témpanosde  hielo  mortíferos  que  ésta  acarread- 
los excrementos  del  animal  les  sirven  para  teñir 
de  color  rojizo  muy  sólido  sus  estofas;  en  fin,  los 
largos  arcos  de  la  cavidad  torácica  de  las  balle- 
nas leu  presentan  excelentes  armaduras ,  y  un 
combustible  muy  precioso  allí  donde  no  se  en- 
cuentra casi  otro.  De  creer  es  que  todas  estas 
parles,  despreciadas  por  los  pescadores,  acabaran 
por  ser  recogidas ,  y,  sometidas  á  preparaciones 


Sil  BALL 

convenientes,  ofrecerán  un  nuevo  alimento  á  la 
industria. 

Los  Groenlandeses  emplean  también  como  ali- 
mento la  piel  y  las  aletas  de  este  cetáceo;  los  an- 
tiguos hablan  de  una  especie  de  pan  hecho  en 
gran  parle  con  huesos  de  ballena,  que  comíanlos 
ictiófagos  del  tiempo  de  Alejandro  el  Grande. 

En  medicina,  el  aceite  de  ballena  ha  sido  re- 
comendado como  emoliente  y  sedativo,  y  la  grasa 
como  emoliente;  el  miembro  genital  desecado, 
contra  la  impotencia,  la  leucorrea,  la  disentería 
y  también  la  pleuresía;  el  hueso  de  la  caja  del 
tímpano  ha  sido  preconizado  en  la  cólica ,  las  en- 
fermedades de  las  vías  urinarias ,  etc. 

Según  la  Dirección  general  de  Aduanas  y  Aran- 
celes, la  importación  de  aceite  de  ballena,  fué: 


1849. 


1350. 


SSuecia.  .  .  .  28,883(3)  11,103(8)  5,425  (3) 
Inglaterra..  .  2,654  »  2,124  »  1,540  » 
Otros  puntos.     4,695   »     1,221    »     3,820   » 


De  América: 


Isla  de  Cuba. 

Posesiones  | 
ing  esas.  .  1 
Otros  puntos. 


354$ 
11,109     »    16,850    >  17,482 
55   * 

41,695  » üTTÑjinr  Ü~mT 


BIIíLEW  ó  Barbas  de  ballena. 

Láminas  córneas,  colocadas  las  unas  junto  á  las 
otras,  un  poco  oblicuamente  hacia  atrás,  que  las 
ballenas  francas  llevan  en  vez  de  dientes  en  la  ca- 
ra palatina  de  los  huesos  maxilares  de  cada  lado 
de  la  boca.— V.  Ballena. 

El  tejido  de  estas  láminas  ofrece  una  aplica- 
ción de  fibras  longitudinales  muy  finas  y  muy 
apretadas,  como  impregnadas  de  un  cimento  ge- 
latinoso endurecido.  De  esta  textura  resulta  un 
cuerpo  muy  elástico,  muy  flexible  y  muy  resis- 
tente ,  del  todo  incorruptible  y  de  una  duración 
indelinida. 

Las  dimensiones  de  las  barbas  de  ballena  va- 
rían mucho  con  la  edad  y  la  magnitud  del  ani- 
mal; pero  la  diferencia  es  aun  mayor  entre  las 
barbas  recogidas  en  el  mismo  individuo ,  lo  que 
depende  del  lugar  que  ocupan  en  la  boca  de  la 
ballena.  Cada  una  de  estas  barbas  tiene  una  cur- 
vatura bastante  semejante  á  la  de  una  hoja  de 
guadaña,  termina  como  ésta  en  punta  y  está  ad- 
herida por  la  extremidad  mas  ancha  á  la  parte 
saliente  del  hueso  de  la  mandíbula,  que  divide  el 
paladar ,  en  su  longitud ,  en  dos  partes  iguales ,  á 
corta  diferencia  como  las  barbas  de  una  pluma  es- 
tán adheridas  á  cada  lado  del  tronco  que  las 
sostiene.  El  lado  mas  grueso  de  la  barba  y  cuyo 
tejido  es  el  mas  denso  y  el  mas  tupido  es  el  in- 
terior, conociéndosele  bajo  el  nombre  de  dorso  de 
la  barba,  para  distinguirle  del  lado  opuesto,  mu- 
cho mas  delgado  y  de  un  tejido  mas  flojo,  llama- 
do vientre  de  la  barba ,  parte  herizada  de  crines 
que  la  guarnecen  en  toda  la  longitud  desús  bor- 
des. Las  extremidades  barbudas  salen  alrededor 
de  la  inmensa  abertura  del  animal  y  forman  es- 
pecies do  bigotes. 


BALL 

Las  barbas  colocadas  en  el  fondo  del  paladar 
tienen  á  veces  hasta  12  y  H  pies  de  longitud,  so- 
bre 6  pulgadas  de  ancharía  media ,  y  cerca  da 
4  á  5  lineas  de  grueso,  y  además  tienen  una  gran 
corvadura.  En  cuanto  á  las  barbas  tomadas  en  la 
parte  anterior  de  la  mandíbula  en  el  mismo  indi- 
viduo, apenas  tienen  6  pies  de  longitud,  sobre  4 
pulgadas  de  ancharía  y  2  á  3  líneas  de  grueso, 
si  bien  ofrecen  la  ventaja  de  ser  mucho  menos 
corvas  que  las  grandes. 

Al  mismo  tiempo  que  una  parte  de  la  tripulación 
del  navio  pescador  se  ocupa  en  el  destazamiento 
del  animal  para  recoger  toda  su  grasa ,  otros 
hombres  arrancan  las  barbas,  que  en  su  base  es- 
tán cubiertas  de  mucha  carne,  que  es  preciso  se- 
parársela. Por  medio  de  cuñas  y  de  pesados  ma- 
zos de  hierro  se  separa  á  las  barbas  unas  de  otras, 
luego  se  limpian  y  se  hacen  secar  en  el  puente 
del  buque,  al  aire  libre  y  al  sol. 

En  el  comercio,  se  da  la  preferencia  á  las  bar- 
bas de  la  ballena  pescada  en  los  mares  del  Norte, 
y  siempre  al  producto  de  los  animales  mas  viejos, 
porque  sus  barbas  son  mas  consistentes,  mas  nu- 
tridas, mas  densas  y  mas  duras,  y  las  fibras  son 
mas  largas ,  mas  tupidas  y  mas  elásticas.  Las 
barbas  recogidas  en  la  costa  del  Brasil  son  mu- 
cho menos  estimadas ,  porque  son  mas  frágiles 
y  nú  nos  duras.  En  cuanto  a  las  procedentes  de 
ballenas  muy  jóvenes ,  cualesquiera  sean  los 
mares  en  que  hayan  sido  pescadas ,  sus  fibras 
son  cortas,  y  la  materia  es  quebradiza. 

Alas  barbas  de  ballena,  antes  de  entregarlas 
al  comercio ,  primero  se  las  ha  de  despojar  de 
esas  largas  crines  de  que  están  sembradas;  des- 
pués ,  con  una  sierra  de  mano ,  se  cortan  á  larga- 
ria conveniente  para  los  usos  de  fábrica  (una  va- 
ra á  corta  diferencia  de  largo).  Los  cabos  que 
exceden  de  esta  medida  son  puestos  aparte  pa- 
ra hacer  lo  que  se  llama  surtido ,  y  clasificados 
según  sus  longitudes. 

Después  de  esto,  se  colocan  los  pedazos  de  ba- 
llena en  una  caldera  de  cobre  muy  prolongada  y 
de  forma  paralelográmica,  puesta  en  una  hornilla, 
teniendo  cuidado  de  colocar  en  el  fondo  de  la 
misma  los  trozos  mas  cortos.  Luego  se  llena  de 
agua  la  caldera,  se  sujetan  las  barbas  por  medio 
de  una  plancha  cargada  de  peso ,  se  enciende 
el  fuego ,  y  se  hace  hervir  por  espacio  de  cerca 
de  dos  horas.  Por  medio  de  esta  ebullición,  las 
barbas  se  limpian,  se  despojan  de  las  carnes  y 
de  las  grasas  que  les  babian  quedado  adheridas, 
y  se  reblandecen.  Este  reblandecimiento  es  indis- 
pensable para  que  se  las  pueda  cortar  de  grueso. 

En  seguida  se  procede  á  escoger  las  barbas 
cortadas  y  hendidas  de  nuevo :  primero,  se  hacen 
secar  todos  los  pedazos,  para  restituirles  la  du- 
reza y  la  elasticidad  que  habían  perdido  con  la 
ebullición ,  y  ,  después  de  secos ,  se  raen  ó  es- 
cofinan para  quitar  la  epidermis  que  habia  esca- 
pado á  la  cuchilla  del  rajador.  Estas  raeduras 
no  quedan  sin  uso ,  puesto  que  son  muy  útiles  pa- 
ra guarnecer  camillas  de  niños,  porque  la  ballena 
escupe  el  agua,  y  por  esta  circunstancia  no  hay 
que  temer  la  orina. 


BALL 

Por  último ,  se  escogen  los  pedazos,  y  de  ellos 
se  forman  suertes,  según  su  longitud,  su  grueso, 
su  fuerza  y  su  peso;  poniendo  á  parte  los 
procedentes  del  dorso ,  los  del  medio  y  los  del 
vientre  de  la  barba.  Los  primeros  son  ele  un  te- 
jido mas  fuerte  y  mas  compacto ,  pero  les  falta 
flexibilidad  ,  y  asi  es  que  convienen  mejor  para 
ciertos  usos ,  a  los  cuales  no  sirven  los  otros  pe- 
dazos ,  y  vice-versa. 

En  el  comercio ,  se  dan  precios  muy  distin- 
tos á  la  ballena ,  según  proceda  de  animales  muy 
grandes,  ó  medianos,  ó  pequeños ,  haciendo  pa- 
quetes diferentes  de  cada  calidad. 

Los  pedazos  de  ballena  se  venden  ,  en  general, 
a  libras ,  según  una  tarifa  particular  y  relativa 
á  cada  calidad,  atendiendo  comunmente  para  fijar 
los  precios  á  las  largarias  délos  pedazos. 

En  estos  últimos  años ,  la  quimica  se  ha  tam- 
bién ocupado  de  la  materia  de  las  barbas  de  ba- 
llena, habiendo  conseguido  blanquear  casi  com- 
pletamente este  producto,  que  en  este  estado 
puede,  como  todos  los  tejidos  animales  ,  ser  im- 
pregnado sólidamente  de  los  colores  mas  vivos 
y  mas  duraderos,  lo  que  abre  un  ancho  campo  al 
uso  de  la  ballena  para  un  sin  número  de  objetos 
de  ornato.  Conócese  ya  una  aplicación  de  esta 
industria ,  que  es  la  de  las  flores  artificiales  de 
ballena,  en  las  cuales  se  manifestan  el  mas  deli- 
cado arte ,  un  gusto  esquisito  y  todos  los  recur- 
sos de  la  imaginación  mugeril  ejercitada  en  la 
producción  de  un  objeto  de  tocador  muy  de- 
seado. 

Desde  el  año  \  839  se  han  establecido  en  Barce- 
lona algunas  fábricas  para  cortar  y  preparar  la 
ballena  para  los  usos  de  la  industria,  y  si  bien  en 
la  actualidad  su  número  no  sea  tan  crecido,  bastan 
para  alimentar  el  consumo  de  toda  la  península, 
podiendo  sus  productos  competir  con  los  proce- 
dentes de  las  fábricas  extranjeras  respecto  á  la 
perfección  y  casi  en  baratura.  Nuestros  fabrican- 
tes han  hecho  esfuerzos  para  sostener  este  ramo  de 
industria  que  merecen  ser  atendidos,  puesto  que 
han  tenido  que  luchar  con  la  concurrencia  de  los 
de  otras  naciones  que  se  dedican  á  la  pesca,  y  que 
por  consiguiente  tienen  las  barbas  de  ballena  en 
estado  natural  mucho  mas  barato.  Además,  ven- 
se  obligados  á  pagar  por  esta  primera  materia  un 
derecho  casi  igual  al  que  paga  la  ballena  corta- 
da en  varillas  que  se  importa  del  extranjero. 

El  derecho  que,  según  el  Arancel  vigente,  pa- 
ga la  ballena  en  estado  natural  ó  sean  las  barbas 
tales  como  se  cortan  del  cetáceo  es  de  40  cente- 
simos ,  y  el  que  paga  la  ballena  en  varillas  es  de 
^  real  un.  25  centesimos.  La  diferencia  son  8o 
centesimos,  diferencia  insignificante,  y  mucho  mas 
si  se  atiende  á  que  en  la  operación  de  labrar  la 
ballena  se  pierde  un  30  p%  de  esta  primera  ma- 
teria, que  ha  pagado  también  derecho,  y  que  se 
ha  de  tirar.  Estas  son  las  razones  porque  esta 
industria  no  puede  prosperar  en  España,  y  seria 
de  desear  que ,  para  fomentarla,  el  Gobierno  las 
tuviese  en  consideración ,  imponiendo  un  derecho 
protector  á  la  ballena  cortada  en  varillas. 

Seria  muy  largo  y  casi  imposible  enumerar  los 


BAI  848 

diversos  usos  á  que  se  destinan  y  pueden  desti- 
narse las  barbas  de  ballena  Sirven  en  una  mul- 
titud de  artes:  en  las  obras  de  torno  son  muy 
propias  para  cajas  de  tabaco,  estuches,  y  mil 
pequeños  utensilios;  pero  su  uso  mas  considera- 
ble es  para  la  armazón  de  los  paraguas  y  de  las 
sombrillas ,  siendo  para  este  objeto  casi  indis- 
pensable. En  efecto,  los  numerosos  ensayos  he- 
chos para  suplir  á  la  ballena  con  otros  cuerpos 
no  han  dado  muy  felices  resultados,  porque  esta 
es  la  única  que  reúne  la  solidez  conveniente ,  la 
ligereza  y  la  elasticidad  perfecta  que  deben  tener 
las  varillas  de  un  paraguas,  para  electar  ins- 
tantáneamente la  corvadura  necesaria  cuando 
éste  se  abre  y  volver  igualmente  pronto  á  la  for- 
ma rectilínea  cuando  se  cierra.  También  se  ha- 
ce un  inmenso  uso  de  esta  sustancia  para  balle- 
nas de  corsés  demugeres,  para  látigos,  y  ele- 
gantes y  duraderas  varillas  de  los  dandis.  Las 
piezas  de  tornillo  de  los  tubos  de  pipas  de  fumar, 
los  de  un  sin  número  de  instrumentos  de  física 
y  de  química  requieren  asimismo  ballena ,  que, 
én  todas  estas  ocasiones ,  es  tan  solo  imperfecta- 
mente suplida  con  el  cuerno ,  mucho  mas  ex- 
puesto á  quebrarse,  á  deformarse  y  á  alterarse 
que  la  ballena ,  que  resiste  por  otra  parte  mucho 
mejor  que  aquel  á  una  elevación  de  tempera- 
tura. Finalmente,  todo  lo  de  las  barbas  se  utiliza: 
los  pedazos  muy  delgados ,  y  hasta  las  asidlas 
mismas  que  se  "separan  mientras  se  trabaja,  no 
quedan  sin  uso,  pues  con  ellas  se  hacen  vari- 
Ilajes  de  abanicos ,  guarniciones  de  corbatines, 
armazones  para  sombrerosde  señora, etc.,  etc. 

Después  de  este  uso  casi  general  de  la  ballena, 
no  debe  causar  admiración  su  elevado  precio, 
cuando  la  pesca  no  ha  sido  favorable,  ó  no  noslle- 
ga  á  Europa  en  abundancia. 

Según  la  Dirección  general  de  Aduanas  y 
Aranceles,  en  1849,  la  importación  de  ballena 
en  tiras  fué,  de  Francia,  43,437  libras;  de  Ingla- 
terra, 1,545  lib.;y  de  otros  puntos,  96  libras: 
total,  45,078  lihras". 

En  el  mismo  año,  en  Barcelona  se  importaron 
del  reino,  203  libras,  valor  de 2,436  rs.  vn.  ;del 
extranjero,  26,074  libras,  valor  de  342,888  rs. 
\n.:  se  exportaron  al  reino,  6, 1 09  libras  en  varilla- 
je, valor  de  73,308  rs.  vu.,  y  120  libras  en  pa- 
quetes, valor  de  960  rs.  vn. ;  al  extranjero,  218 
libras,  de  labrada,  valor  de 2,616  rs.  vn. 

BAIXEM  DE  ACERO.  Denomina- 
ción incorrecta  ,  como  muchas  otras  tomada  del 
idioma  de  los  artesanos,  pero  muy  significativa. 
Entiéndese  por  Ballena  de  acero,  acero  perfecta- 
mente batido ,  recocido  y  templado  suficiente- 
mente para  hacerle  propio  á  los  usos  á  que  por 
lo  común  se  emplea  la  ballena.  Esla  industria 
tuvo  origen  en  París,  y  en  la  actualidad  son 
muchísimos  los  objetos  fabricados  con  esta  espe- 
cie de  acero,  limitándonos  á  indicar  aquí  no  mas 
que  los  aceros  ó  ballenas  para  corsés  de  muger. 

BAMBISA,  Bambusa.  Los  autores  están 
discordes  respecto  de  este  género  de  la  familia 
de  las  gramíneas,  y  de  la  hexandria  diginia  de 
Linneo :  los  unos  lo  'dividen  en  muchos  sub-géne- 


344  BAM 

ros;  otros  quieren,  al  contrario,  reunirlos  en  tres, 
tales  como  el  Nastus,  el  Chusquea  y  el  Guadua. 
No  reina  menos  confusión  en  la  determinación  de 
las  especies;  ciertos  naturalistas  establecen  mu- 
chas, mientras  otros  pretenden  que  ellas  no  son 
sino  variedades  las  unas  de  las  otras. 

Bambusa  como  caña,  Caña  ll:im- 
l»u  (  Bambusa  arundinacea ,  Roxb. ;  Arundo 
/tambos,  L.).  Esta  especie,  la  mas  notable  y  la 
mas  interesante  de  todas  las  del  género,  es  una 
gramínea  gigantesca  que  crece  en  la  India, 
ya  en  las  llanuras,  ó  en  las  montañas,  ya  en 
medio  de  las  selvas,  en  donde  cubre  con  fre- 
cuencia inmensos  espacios.  De  la  India,  su  pa- 
tria primitiva,  fué  en  seguida  trasportada  á  to- 
das las  regiones  cálidas  del  globo  en  donde  ha 
concluido  por  naturalizarse.  Nada  mas  maravi- 
lloso que  las  copas  de  la  caña  mambu,  cuyos  ele- 
gantes tallos  se  elevan  á  veces  á  una  altura  de  24 
y  lambien  30  varas.  Este  vegetal,  á  la  vez  elegan- 
te y  magestuoso,  imprime,  como  lo  han  obser- 
vado la  generalidad  de  los  viajeros ,  un  sello,  un 
aspecto  todo  particular  á  los  paisajes  de  las  regio- 
nes tropicales.  Sus  tallos  son  sencillos,  pero  de 
sus  nudos  nacen  con  frecuencia  un  gran  número 
de  pequeños  ramos  verticilados,  cargados  de 
muchísimas  hojas,  comunmente  muy  grandes  y 
de  un  verde  claro  y  agradable.  Las  flores  forman 
especies  de  panículas  interrumpidas  y  ramifica- 
das. 

La  caña  mambú  crece  rápidamente,  siendo  al 
cabo  de  4  ó  5  años  propia  para  un  sin  número  de 
usos ;  pero  no  da  fruto  ó  grana  hasta  la  edad  de 
25  años ,  después  de  lo  que  muere. 

Los  tallos  de  este  árbol ,  huecos  y  ligeros ,  son 
no  obstante  de  una  grandísima  solidez :  los  mas 
gruesos  sirven  con  frecuencia  de  armadura  para 
la  construcción  de  los  edificios  públicos  ó  de  las 
habitaciones  particulares,  de  modo  que  en  la  Chi- 
na hay  pueblos  enteros  construidos  de  esta  made- 
ra ;  igualmente  pueden  hacerse  de  ellos  vasos, 
sellos  ,  y  otros  utensilios  de  menaje,  tubos  para 
la  conducción  de  aguas ,  etc.  Los  tallos  mas  del- 
gados son  empleados  para  hacer  palizadas,  cerca- 
dos, paredes  ó  tabiques  de  las  habitaciones,  y  el 
comercio  nos  los  trac  para  trasformarlos  en  bas- 
tones muy  ligeros  y  muy  sólidos ,  conocidos  con 
el  nombre  de  Bamiús.  Con  las  fibras  que  se  se- 
paran de  estos  tallos  se  hacen  esteras,  cestas  ó 
canastas  muy  sólidas.  La  película,  ó,  según  otros, 
la  corteza  entera  reblandecida,  se  emplea  en  la 
China  para  hacer  papel.  Los  renuevos  tiernos,  así 
como  las  raíces  nuevas,  se  confitan  en  vinagre 
en  toda  la  India  hasta  en  el  Japón,  y  son  un  in- 
grediente del  Achia  (V.  esta  palabra),  vendién- 
dose en  los  mercados  de  Amboina.  Con  la  semi- 
lla se  hace  una  especie  de  pan  mediano.  La  mé- 
dula es  azucarada,  y  parece  también  que  de  ella 
fluye,  por  los  nudos ,  un  jugo  azucarado ,  que  se 
concreta  al  sol ,  y  que  se  usa  en  la  India  en  usos 
económicos.  Algunos  autores  pretenden  que  este 
jugo  concreto  ha  sido  conocido  de  los  antiguos 
bajo  el  nombre  de  Tabaxir.  Conjetúrase  que  ellos  I 


han  dado  este  nombre  al  líquido  jaraboso  de  la  I  América 


BAN 

caña  de  azúcar,  que  crece  igualmente  en  la  In- 
dia ,  y  que  ha  sido  conservado  por  los  médicos 
para  la  sustancia  siguiente  : 

Tabaxir.  Se  encuentran  en  los  nudos  de  la  ca- 
ña mambú  y  algunas  gramíneas  vecinas  concre- 
ciones silíceas ,  á  veces  fosforescentes ,  muy  cé- 
lebres bajo  el  nombre  de  Tabaxir.  Analizadas 
por  el  Sr.  Vauquelin  ,  las  ha  encontrado  com- 
puestas de  70  partes  de  sílice ,  y  30  de  potasa  y 
de  cal.  El  zumo  de  la  planta  contiene  sílice  y  ázoe, 
y  es  susceptible  de  pasar  á  una  especie  de  pu- 
trefacción animal.  Según  los  Sres.  Macie  y  Dawy, 
la  epidermis  contiene  igualmente  sílice.  El  taba- 
xir es  traído  de  la  India,  y  con  frecuencia  se  fal- 
sifica con  cenizas  de  la  caña  mambú ,  y  entonces 
es  colorado  y  friable ;  otras  veces  se  mezclan  con 
él  huesos  de  carnero  quemados,  lo  que  ha  hecho 
lomarlo  por  una  especie  de  espodio ,  por  ciertos 
autores.  El  tabaxir  natural  es  duro  y  da  chispas 
con  el  eslabón.  Los  antiguos  emplearon  el  taba- 
xir creyéndolo  dotado  de  grandes  propiedades: 
los  Indios  lo  miran  como  un  poderoso  tónico,  y 
le  atribuyen  una  grande  eficacia  para  remediar 
las  contusiones  y  las  hemorragias;  los  Persas  lo 
emplean  como  cordial  y  fortificante.  Estas  pro- 
piedades parecen  fabulosas  en  razón  de  que  la 
sílice  es  insoluble,  y  según  su  composición  la  vir- 
tud mas  racional  del  tabaxir  es  ser  astringente. 
Los  Maleses  comen  las  hojas  de  la  Bambusa 
Apous,  Perrotet,  que  parece  ser  una  variedad  de 
la  Bambusa  como  caña.  En  la  Américameridional, 
el  Bambusa  guadua,  H.  y  B.,  forma  bosques  de 
muchas  leguas;  su  tallo  contiene  una  agua  muy 
clara  y  agradable  para  beber,  y  á  veces  se  ven 
en  los  nudos  concreciones  silíceas  ó  tabaxir,  que 
son  de  un  blanco  sucio  al  exterior,  y  de  un  blan- 
co de  leche  en  el  interior.  Este  vegetal  se  emplea 
á  los  mismos  usos  que  la  caña  mambú  de  la  India, 
de  la  que  es  muy  vecino.  La  Bambusa  de  hoja 
ancha   (Bambusa  latifoha ,   H.  y  B. )  tiene  las 
propiedades  del  guadua  ,.  y  habita  en  las  mismas 
comarcas. 

HArvXí  fiO,  Bangleum.  Rumfio  da  este  nom- 
bre á  una  planta  de  la  familia  de  las  drimirízeas, 
que  cree  ser  un  gengibre  silvestre,  pero  sobre 
el  cual  no  da  ningún  otro  pormenor :  sus  raíces 
son  tuberosos  y  dan  una  fécula  de  color  amarillo, 
muy  estimada  de  los  Maleses  como  estomática, 
etc. ,  y  que  puede  servir  en  tintura  como  la  cúr- 
cuma. Según  el  Sr.  Merat,  esta  planta  podría  ser 
la  misma  Cúrcuma  larga. 

BASÍGO.  Nombre  indio  del  Cáñamo  de  la 
India  (Cannabis  indica,  Laon.),  que  es  una  va- 
riedad del  Cáñamo  común  (Cannabis  sativa,  L.). 
BMI§TEBIA,  BaniSTeria.  Género  de 
plantas  de  la  decandria  triginia,  y  de  la  familia 
de  las  malpigiáceas ,  dedicado  al  inglés  Juan  Ba- 
nister,  citado  como  uno  délos  mártires  de  la  bo- 
tánica, por  haber  perecido  de  una  caída ,  herbo- 
rizando en  los  peñascos  de  la  Virginia.  Hoy  dia 
se  cuentan  mas  de  cincuenta  especies  de  este  gé- 
nero ,  arbustos ,  ó  la  mayor  parle  enredaderas, 
originarias  de  las  regiones  intertropicales  de  la 


BAR 

La  Banisteria  angulosa  ( Banisteria  angu- 
losa ,  L.) ,  que  eu  el  Brasil,  doodc  crece ,  es  lla- 
mada Caapeba ,  se  tiene  como  sudorífica,  y  se 
emplea  en  el  mal  de  piedra  y  en  otras  dolencias, 
y  contra  los  venenos  y  las  mordeduras  de  anima- 
les ponzoñosos. 

La  Banisteria  Leona  {Banisteria  Leona,  Cuv.) 
es  usada  en  África  entre  los  negros,  quienes  em- 
plean el  cocimiento  de  sus  hojas  como  febrífugo, 
y  esparcen  el  polvo  de  sus  frutos  sobre  las  sus- 
tancias que  quieren  preservar  de  los  insectos. 

HAlXITAJtf.  Camelli  dice  que  en  las  Filipi- 
nas se  emplea  la  raíz  de  un  vegetal  de  este  nom- 
bre, indeterminado  hasta  aquí,  contra  la  calen- 
tura y  el  asma. 

HA -Vi  AJÍ  A.  Gallina  de  India  de  los  Ho- 
landeses ,  cuya  carne  es  un  alimento  sustancioso 
y  de  fácil  digestión. 

BAR.  Pescado  de  mar  muy  abundante  en  la 
Carolina ,  del  grueso  de  un  perro  marino.  Los 
habitantes  del  país  miran  su  carne  como  un  ex- 
celente alimento,  aunque  de  difícil  digestión. 

BARACOOTO.  Dos  especies  de  pescado, 
de  los  cuales  el  uno  es  bueno  para  comer ,  mien- 
tras que  la  carne  del  otro  es  venenosa,  llevan 
este  nombre  en  la  isla  de  Tabago. 

BARAJIARECA.  Adanson  ha  encontra- 
do ,  en  el  Senegal ,  una  planta  de  este  nombre, 
que  Linneo  refiere  al  Dólico  en  forma  de  espada 
(  Dolichos  ensiformis  ,  L. ) ,  pero  que  este  botá- 
nico cree  diferente  :  las  semillas  de  esta  legumi- 
nosa le  han  parecido  buenas  contra  la  gota,  ma- 
chacadas y  mezcladas  con  aromas  y  aplicadas  á 
las  partes  enfermas. 

BARBAREA,  Barbarea.  Genero  de  plan- 
las  de  la  familia  de  las  cruciferas,  y  de  la  tetra-? 
dinamia  silicuosa  de  Linneo. 

Rarbárea  vulgar,  Erísimo  silves- 
tre, Ví'i'hu  de  los  carpinteros,  Yer- 
ba de  Santa  Rárbara  ( Barbarea  tulga- 
ris ,  R.  Br. ;  Erysimun  Barbarea,  L.).  Planta 
vivaz,  indígena,  muy  común  en  los  terrenos  are- 
nosos y  húmedos,  y  que  á  veces  es  cultivada  en  los 
jardines,  en  particular  una  variedad  de  flores  do- 
bles. Tiene  tallos  altos  de  un  pié,  sencillos,  es- 
triados y  lampiños;  sus  hojas  son  enteras  en  la 
base,  liradas  en  el  tallo ,  con  un  lóbulo  terminal 
muy  grande;  sus  flores  amarillas,  pequeñas,  en 
racimos  prolongados,  llevan  una  silicua  delgada, 
terminada  por  un  largo  estilo  persistente.  Es  ino- 
dora ,  y  todas  sus  partes  tienen  un  sabor  picante, 
muy  semejante  al  del  berro. 

Es  un  buen  antiescorbútico ,  y  doblando  la  do- 
sis puede  reemplazar  al  berro.  Se  aplica  a  las 
contusiones  como  resolutivo ;  sus  hojas  tiernas 
pueden  ser  comidas  en  ensalada ;  sus  semillas 
han  sido  empleadas  á  veces  como  aperitivas. 

BARCA.  Pequeña  embarcación  que  sirve 
para  navegar  á  la  orilla  de  las  costas  del  mar  y 
en  los  rios. 

Los  historiadores  que  han  descrito  la  construc- 
ción de  las  barcas  entre  los  antiguos,  nos  dejan 
sorprendidos  al  referir  que  componían  estas  lige- 
ras embarcaciones  troncos  de  árboles  que  soste- 
44 


BAR  545 

nian  zarzos  de  mimbres  cubiertos  de  cuero.  Plu- 
tarco refiere  también  que,  enlre  los  Egipcios,  la 
hoja  del  papiro  reemplazaba  á  veces  al  cuero 
para  cubrir  estos  bastimentos ,  y  añade  que  los 
cocodrilos  respectaban  á  aquellos  que  iban  en 
ellos  en  memoria  de  lsis,  que  una  vez  había  na- 
vegado en  una  barca  de  esta  especie;  Eslrabon 
dice  que  este  pueblo  navegante  se  servia  de  bar- 
cas de  tierra  cocida ;  Diodoro  y  Quinto-Curcio 
indican  que,  en  las  Indias,  estaban  en  uso  las 
barcas  compuestas  de  simples  pedazos  de  cana; 
finalmente,  Plinio  dice  que  los  Etíopes  tenían  bar- 
cas que  podían  plegarse  y  que  llevaban  sobre  sus 
espaldas  hasta  las  cataratas  del  Nílo ,  para  echar- 
las entonces  otra  vez  al  agua  y  reembarcarse. 
Las  relaciones  de  los  navegantes  nos  suministran 
asimismo  ejemplos  de  estas  ligeras  construccio- 
nes :  las  barcas  de  que  se  sirven  los  naturales  dé- 
la América  y  de  la  isla  del  mar  del  Sud  son  sim- 
ples troncos  de  árboles  ahuecados,  q«ie  bastan 
a  estos  pueblos  para  emprender  viajes  de  70  á  80 
leguas  de  extensión;  los  Canadenses  arrostran 
los  peligros  de  los  mares  del  Norte  en  embarca- 
ciones compuestas  de  una  sencilla  armadura  cu- 
bierta de  corteza  de  abedul,  y  los  Groenlandeses, 
en  barcas  ligeras  que  ellos  construyen  de  huesos 
y  de  pieles  de  pescados. 

Una  Barca  es  al  presente  un  pequeño  bajel  con 
cubierta,  carenado,  y  aparejado  con  uno  ó  mu- 
chos mástiles,  que  sirve  en  las  costas,  en  los 
puertos,  y  en  el  interior  de  los  rios  navegables, 
pero  tan  solo  cerca  de  su  embocadero  ,  sea  para 
la  pesca,  sea  para  el  trasporte  de  mercancías, 
sea  para  cualquier  otro  servicio.  Su  construcción 
es  análoga  á  la  de  los  navios  de  altobordo,  y 
está  basada  en  los  mismos  principios. 

Estos  bastimentos  sirven  de  intermedio  entre 
la  gran  navegación  y  la  que  se  ejecuta  en  el  inte- 
rior de  las  tierras,  en  los  rios  y  en  los  canales  ar- 
tificiales. 

Como  la  forma  de  su  casco,  indispensable  para 
que  puedan  sostenerse  en  equilibrio  en  las  aguas, 
á  menudo  agitadas,  en  que  navegan,  exije  un 
fondo  de  agua  bastante  considerable  ,  estos  bas- 
timentos no  pueden  ser  empleados  sino  en  rios  de 
mucha  profundidad,  y  de  ancharía  suficiente  para 
ejecutar  los  bordos  que  la  dirección  de  los  vien- 
tos puede  hacer  indispensables.  Así  es  que  dismi- 
nuyendo el  declivio  de  un  rio  de  su  origen  á  su 
desembocadero,  se  ha  reconocido  que  suponiendo 
las  dos  primeras  condiciones  favorablemente  lle- 
nadas para  una  navegación  á  la  vela ,  ésta  no 
puede  tener  lugar  sino  en  táTito  que  el  declivio  no 
exceda  de  l!/s  vara  sobre  7.000  varas  de  lon- 
gitud. 

Cuando  el  declivio  del  rio  excede  de  este  lími- 
te, ó  la  profundidad  ó  la  ancharía  del  álveo  se 
oponen  á  una  navegación  á  la  vela ,  se  emplean 
embarcaciones  chatas ,  que  necesitan  menos  fon- 
do de  agua  ,  y  que  se  llaman  Bateles.  Estas  em- 
barcaciones navegan  arrastradas  por  caballerías 
desde  un  camino  practicado  en  la  orilla,  y  que 
debe  estar  construido  de  modo  que  nada  pueda 
impedir  la  continuación  de  la  sirga;  pero  esta 

tomo  i. 


346  BAR 

navegación  no  puede  tener  lugar  mas  allá  de  un 
limite  fijo,  esto  es  desde  el  punto  en  que  el  de- 
clivio excede  de  31/»  varas  para  7.000  varas. 

Las  dimensiones  y  las  formas  de  estas  embar- 
caciones varían  según  los  lugares  en  que  están 
construidas,  los  rios  que  deben  correr,  y  el  uso 
áque  se  las  destina,  recibiendo  nombres  particu- 
lares. Reconociendo  todas  las  ventajas  que  pre- 
senta un  sistema  uniforme  de  embarcación  para 
la  navegación  interior,  en  Inglaterra  se  ha  adop- 
tado ya  construir  todos  los  bateles  de  23  á  24  va- 
ras de  longitud  y  21/,  varas  de  ancharía,  dimen- 
siones que  ofrecen  mas  facilidad  en  los  traspor- 
tes, y  mas  economía  en  la  construcción.  La  adop- 
ción de  semejante  sistema  procura,  entre  otros 
resultados  favorables ,  el  de  disminuir  mucho  los 
gastos  de  construcción  de  los  canales,  y  poder 
llevar  en  las  dimensiones  de  estos  grandes  traba- 
jos de  prosperidad  pública,  una  uniformidad  de- 
ssable, por  medio  déla  cual  cada  batel  puede  cor- 
rer todas  las  rutas  abiertas  al  comercio ,  sin  ne- 
cesidad de  alterar  la  carga,  inconveniente  que 
la  variedad  de  las  embarcaciones  hace  frecuen- 
temente indispensable. 

El  trasporte  por  agua  de  ciertas  materias  es- 
pecíficamente mas  ligeras  que  este  líquido,  se 
verifica  á  veces  simplemente  nadando.  En  la 
corta  de  bosques  de  los  países  montañosos  en 
donde  las  comunicaciones  son  difíciles ,  y  hay 
torrentes  y  corrientes  de  agua  ,  se  emplea 
con  mucha  frecuencia  este  sistema  de  conduc- 
ción, que  consiste  en  echar  las  maderas  ó  la  leña 
en  el  agua ,  y  abandonarlas  á  su  corriente  que 
las  arrastra  hasta  el  punto  en  que  se  las  quiere 
reunir.  Este  método  no  es  practicable  en  las  cor- 
rientes de  agua  navegables .  en  las  cuales  es  pre- 
ciso reunir  las  maderas  en  balsas  ó  zataras  ó  al- 
madías ,  para  poderlas  trasportar  nadando. 

Así  es  como  se  trasporta  mucha  cantidad  de 
madera  de  construcción  y  leña.  Esta  madera,  por 
su  larga  permanencia  en  el  agua ,  que  le  quila 
una  gran  parte  de  las  sales  alcalinas  que  contiene, 
pierde  mucho  de  su  calidad  y  por  consiguiente 
de  su  precio ;  de  suerte  que  si  hay  economía  en  el 
trasporte ,  hay  ,  por  otra  parte,  disminución  en 
el  valor,  lo  que  debe  servir  de  base  para  calcular 
si ,  cuando  las  localidades  lo  permiten ,  se  em- 
pleerá  la  conducción  á  nado  ó  por  batel. 

Siendo  el  peso  específico  de  la  madera  de  roble 
poco  diferente  del  del  agua,  y  embebiéndose  de 
este  líquido  cuando  permanece  algún  tiempo  en 
él ,  es  necesario ,  eii  las  balsas  compuestas  de 
esta  especie  de  madera ,  añadir  barricas  vacías, 
que ,  aumentando  el  volumen  sin  aumentar  sensi- 
blemente la  masa,  se  oponen  á  la  sumersión. 

Independientemente  de  los  bateles,  de  que 
acabamos  de  hablar,  los  hay  también  destinados 
á  trasportar  las  personas  y  las  mercancías  de 
una  orilla  á  otra  solamente  de  los  rios.  Entre 
ellos  distínguense  la  Barquilla  ó  Pontón ,  que  es 
un  pequeño  batel  que  se  maneja  con  el  aviron  ó 
palo  de  birar  (especie  de  remo  grande ) ,  y  que 
se  emplea  para  el  paso  de  las  personas,  y  sirve 
también  para  el  servicio  de  los  grandes  bateles, 


BAR 

para  la  pesca,  etc.  etc. ;  y  la  Barca  de  rio ,  que 
es  un  gran  batel  chato ,  sólidamente  construido, 
abierto  de  delante  y  de  atrás ,  y  armado  de  dos 
puentes  móviles  ó  básculas  que  se  abajan  sobre  la 
orilla ,  y  facilitan  la  entrada  de  las  personas,  de 
los  ganados ,  de  los  carruajes  ,  etc. ,  que  han 
de  trasportarse  de  una  á  otra  orilla  de  los  rios. 

BARFOL.  Especie  de  tejido  que  se  fabrica 
en  el  reino  de  Cantor ,  situado  en  las  orillas  del 
rio  Gamba.  Los  barfols  sirven  de  vestido  a  los  ne- 
gros que  se  llaman  Pagues ,  y  también  se  hace 
un  gran  comercio  de  ellos  con  los  Europeos , 
trocándolos  con  barras  de  hierro. 

BAR6A  ,  limosa.  Género  de  aves  del  or- 
den de  las  zancudas  y  de  la  familia  de  las  longi- 
rostras  de  Cuvier.  Los  bargas  hacían  parte  del 
género  Scolopax  de  Linneo;  pero  el  Sr  Brisson  las 
ha  separado  formando  un  nuevo  género,  al  que 
sucesivamente  se  han  aplicado  los  nombres  lati- 
nos de  Limosa  y  de  Lirnicula. 

Las  bargas  son  aves  muy  altas,  y  presentan  un 
pico  muy  largo ;  se  asemejan  mucho  á  los  caba- 
lleros, alas  becadas  y  también á  los  chorlitos, 
por  la  forma  de  sus  pies ,  del  pico ,  de  la  cola, 
y  por  su  doble  muda;  el  macho  es  siempre  mas 
pequeño  que  la  hembra.  Las  bargas  tienen  carac- 
teres bien  marcados ,  pero  aquí  tan  solo  nos  li- 
mitaremos á  indicar  los  que  se  sacan  del  pico  : 
este  órgano  es  largo,  cilindrico,  mas  ó  menos 
arqueado  h.icia  arriba,  blando  y  flexible  en  su 
longitud ,  deprimido  hacia  la  punta ;  las  dos 
mandíbulas  están  sulcadas  en  toda  su  longitud, 
son  obtusas,  y  ligeramente  ensanchadas  en  su  ex- 
tremidad. 

Las  bargas  se  encuentran  en  todos  los  parajes 
pantanosos,  particularmente  junto  á  los  pantanos 
salados  y  en  las  orillas  cenagosas  de  los  rios  cer- 
ca de  su  embocadero ;  se  alimentan  de  pequeños 
crustáceos,  de  gusanos  acuáticos,  etc. ,  que  co- 
gen en  la  arena  ó  en  el  fango  por  medio  de  su 
largo  pico.  En  la  primavera  tienen  una  doble 
muda  en  la  que  el  color  de  su  plumaje  cambia 
casi  del  todo  ;  de  suerte  que  de  blanquecino ,  en- 
tremezclado de  negruzco  en  la  parte  superior  de 
su  cuerpo ,  pasa  a  ser  negro  y  rojo;  mientras 
que  la  cabeza,  el  cuello  y  todas  las  partes  infe- 
riores, comunmente  blancas  ó  de  un  blanco  gris, 
pasan  á  un  rojo  pronunciado. 

En  Europa  no  se  conocen  sino  tres  especies  de 
bargas  :  la  que  se  encuentra  mas  frecuentemente 
es  la  Barga  común  de  Buffon  (Limosa  melanura, 
Temminck).  Las  especies  europeas  se  encuentran 
también  en  casi  todas  las  otras  partes  del  mundo; 
una  especie,  propia  del  Asia,  la  Barga  de  pié 
palmeado  {Lirnicula  indiana,  Lesson),  se  ma- 
nifiesta también  á  veces  en  Rusia  y  en  Siberia  en 
las  orillas  del  mar  Caspio;  en  fin,  una  especie,  del 
todo  particular  en  la  América  meridional,  es  la 
Barga  jaspeada  ó  Fédoa  ( Lirnicula  marmorata, 
Yiellot. ).  . 

Se  dice  que  la  carne  de  barga  es  de  excelente 
sabor ,  que  nutre  mucho  y  se  digiere  bien. 

BARIEiIíO.  Nombre  que  los  Portugueses 
dan  alas  sedas  de  inferior  calidad,  en  el  comer- 


BAR 

ció  que  hacen  de  ellas  en  las  Indias  orientales. 
Las  mas  finas  se  llaman  Cabeza. 

BARIO.  Metal  descubierto  por  Humphry- 
Davy ,  sometiendo  á  la  acción  de  la  pila  gah  áni- 
ca  el  hidrato  de  barita  reducido  á  papilla  clara 
con  el  intermedio  del  agua.  Es  sólido,  de  color 
blanco  de  plata ,  dúctil ,  brillante,  pero  pronta- 
mente alterable  por  el  aire,  con  cuyo  oxígeno 
forma  un  protóxido  conocido  bajo  el  nombre  de 
Barita,  y  un  deutóxido  que,  combinándose  con 
los  ácidos  debilitados ,  pasa  otra  vez  al  estado  de 
protóxido ,  y  abandona  su  oxigeno  al  agua.  Este 
metal  no  tiene  usos. 

BARITA*  Esta  sustancia,  mirada  como 
una  tierra  alcalina,  antes  del  descubrimiento  <¡e 
Da\  y ,  está  colocada  hoy  dia  en  el  número  de  los 
óxidos  metálicos ,  y  constituye  el  Protóxido  de 
bario  ( Oxido  baritxco ,  Berz. ) ,  que  se  encuentra 
en  la  naturaleza  en  el  estado  de  combinación  con 
el  ácido  sulfúrico  y  el  ácido  carbónico  (sulíato  y 
carbonato  de  barita),  y  de  los  que  se  extrae 
en  los  laboratorios.  La  barita,  descubierta  en 
J774  por  Schéele,  fué  designada  Tierra  pesada, 
Tierra  espática,  y  Barote,  pero  no  fué  bien  cono- 
cida hasta  veinte  y  dos  años  después  por  los  tra- 
bajos, de  los  Sres.  Fourcroy  y  Vauquelin 

Calentando  al  rojo  nitrato  de  barita  en  una  retor- 
ta de  porcelana,  se  obtiene  por  residuo  la  barita  an- 
hidra: el  nitrato  de  barita,  expuesto  al  calor  rojo, 
se  funde,  y,  descomponiéndose,  deja  desprender 
muchos  fluidos  elásticos  (oxígeno,  ácido  nitroso* 
etc.),  que  levantando  la  masa,  la  vuelven  porosa. 
También  se  prepara  la  barita,  calcinando  al  blan- 
co una  mezcla  de  I  parte  de  carbonato  de  barita  y 
6  á  fO  partes  de  polvo  de  carbón  :  se  desprende 
mucho  óxido  de  carbono,  y  se  obtiene  por  residuo 
la  barita  mezclada  con  un  poco  de  carbón. 

La  barita  seca ,  anhidra,  se  presenta  bajo  la 
forma  de  una  materia  gris,  porosa,  de  un  sabor 
cáustico  y  alcalino;  es  muy  fácil  de  reducir  á 
polvo;  es  muy  cáustica,  y  sino  cautereriza  tan 
bien  como  la  potasa ,  es  porque  es  menos  solu- 
ble que  este  álcali ;  su  densidad  es  de  4,0;  en- 
verdece el  jarabe  de  violetas  y  vuelve  al  color 
azul  á  la  tintura  de  tornasol  enrojecida  por  los 
ácidos;  es  infusible  al  fuego  de  nuestras  fraguas 
comunes ,  pero  puede  fundirse  al  calor  producido 
por  la  combustión  de  una  mezcla  de  hidrógeno 
y  de  oxigeno.  Al  contacto  del  agua,  la  barita 
presenta  el  mismo  fenómeno  que  la  cal :  cuan- 
do se  hacen  caer  algunas  gotas  de  agua  sobre 
la  barita  cáustica,  anhidra,  ésta  deja  oir  un 
ruido  como  el  de  un  hierro  enrojecido  ,  desa- 
pareciendo el  agua  y  uniéndose  íntimamente  con 
la  barita;  añadiendo"  mas  agua,  la  barita  se  em- 
blanquece y  se  reduce  á  polvo ,  al  mismo  tiempo 
que  se  produce- un  calor  excesivo.  La  barita  se 
trasforma  también  en  hidrato  de  barita,  semejan- 
te al  hidrato  de  potasa  ó  de  sosa,  y  á  cualquier 
temperatura  que  se  exponga ,  este  hidrato  retiene 
siempre  á  lo  menos  un  equivalente  de  agua.  Ex- 
puesta al  aire,  la  barita,  como  los  álcalis,  alrae 
la  humedad  y  el  ácido  carbónico  de  la  atmósfera, 
para  trasforrñarse  en  carbonato  hidratado. 


BAR  347 

La  barita  es  mucho  menos  soluble  en  el  agua 
que  la  potasa  :  100  partes  de  agua  no  disuelven 
sino  20  parles  de  barita ;  pero  es  mas  soluble  en 
caliente  que  en  frió.  La  disolución  [Agua  de  ba- 
rita de  los  laboratorios) ,  hecha  en  caliente,  po- 
sa, por  el  enfriamiento  ,  pequeños  cristales  que 
contienen  10  equivalentes  de  agua  por  i  equiva- 
lente de  barita  seca.  Calentados  en  un  crisol,  es- 
tos cristales  dejan  desprender  9  equivalentes  de 
agua,  quedando  un  equivalente  de  agua  combi- 
nado con  la  barita.  La  barita  hidratada  se  fundo 
bajo  del  calor  rojo,  mientras  que  la  barita  seca, 
anhidra,  obtenida  por  la  calcinación  del  nitrato 
de  barita  ,  no  se  funde  sino  á  una  temperatura 
excesivamente  elevada,  de  suerte  que  se  la  pue- 
de mirar,  por  decirlo  asi,  como  infusible.  Esto  es 
lo  que  explica  la  diversidad  de  opiniones  de  los 
antiguos  químicos,  sosteniendo  los  unos  que  la 
barita  es  infusible,  mientras  que  otros  pretendían 
lo  contrario. 

La  barita  seca,  calentada  en  el  oxígeno,  se 
trasforma  en  bióxido  ó  peróxido  de  bario.  Echan- 
do sobre  la  barita  seca  algunas  gotas  de  ácido 
sulfúrico  concentrado ,  se  produce  una  tempe- 
ratura extremamente  elevada ;  la  barita  se  pone 
incandescente  ,  y  el  vaso  en  que  se  opera  por  lo 
común  se  rompe" 

El  ácido  sulfúrico  y  la  solución  de  los  sulfatos 
producen  en  el  agua  de  barita  un  precipitado 
blanco  pulverolento  del  todo  insoluble  en  el  agua 
y  en  los  ácidos;  el  mismo  efecto  se  produce  con  la 
solución  de  estronciana,  pero  el  precipitado  es  ve- 
dijoso ;  y  cuando  el  agua  ó  la  solución  es  muy 
diluida,  estos  reactivos  no  la  precipitan,  siendo 
el  sulfato  de  estronciana  soluble  en  una  gran  ma- 
sa de  agua.  La  solución  de  ácido  crómico  puro, 
ó  la  del  cromato  de  protasa,  precipita  la  barita 
de  su  solución  en  el  estado  de  cromato  insolu- 
ble de  un  amarillo  de  limón  pálido,  mientras 
que  la  solución  de  estronciana  no  es  precipita- 
da por  estos  dos  reactivos.  Por  último,  satu- 
rando la  solución  de  barita  con  el  ácido  liidro- 
clórico  y  evaporando  á  sequedad,  el  residuo 
disuelto  en  el  alcohol  débil  comunica  á  la  lla- 
ma de  este  líquido ,  cuando  se  le  hace  arder, 
un  tinte  amarillento,  mientras  que  el  residuo  ob- 
tenido, en  las  mismas  circunstancias,  con  la  estron- 
ciana da  un  tinte  rojo  púrpura  á  la  llama  del  al- 
cohol. 

La  barita,  combinándose  con  los  ácidos,  forma 
sales ,  de  las  cuales  las  de  aplicación  en  las  artes 
y  en  la  medicina  serán  estudiadas  en  su  corres- 
pondiente lugar. — V.  Carbonato,  Uidroclorulo, 
Meconato ,  nitrato  y  Sulfato. 

La  barita  es  muy  usada  en  los  laboratoi  ios  quí- 
micos :  su  poderosa  afinidad  con  el  ácido  sulfú- 
rico la  hace  emplear  con  ventaja  en  los  experi- 
mentos químicos  para  reconocer  la  presencia  de 
éste  y  valuar  rigurosamente  su  cantidad.  En  las 
análises  de  las  sustancias  inorgánicas  y  orgáni- 
cas que  contienen  azufre ,  ofrece  el  medio  mas 
seguro  á  que  se  pueda  acudir,  para  determinar 
la  proporción  de  este  cuerpo.  A  este  electo  se 
i  acidifica  el  azufre  sea  con  el  nitro,  sea  con  el 


318  BAR 

ácido  nítrico,  y  se  precipita  en  seguida  el  ácido 
sulfúrico  formado  por  medio  de  una  sal  soluble 
de  barita;  la  cantidad  de  sulfato  de  barita  per- 
mite calcular  la  del  azufre  que  entra  en  la  com- 
Eosiciondel  sulfato  obtenido.  En  algunos  casos  la 
arita  es  empleada  para  separar  muchos  ácidos 
los  unos  de  los  otros ,  según  que  produce  sales 
solubles  ó  insolubles  en  el  agua  con  sus  compues- 
tos. 

La  barita,  así  como  la  mayor  parte  de  sus  com- 
puestos, es  muy  venenosa,  obra  como  cáustico 
sobre  los  tejidos,  y  determina,  después  de  ha- 
ber sido  absorvida,  convulsiones  mortales;  á  la 
dosis  de  9  granos  hace  perecer  un  perro  de  talla 
mediana.  No  obstante,  la  barita  ha  sido  pro- 
puesta para  reemplazar  la  piedra  de  cauterio ,  y 
su  solución  saturada,  mezclada  con  aceite  dé 
aceitunas,  ha  sido  aconsejada  al  exterior  con- 
tra los  herpes. 

BAKLERIA,  Barleria.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  acantáceas,  y  de  la  didinamia 
angiospermia  deLinneo.Las  barlerias  son  plantas 
herbáceas  ó  frutescentes ,  de  hojas  opuestas ,  de 
llores  axilares  ó  en  espiga,  de  brácteas  anchas  ó 
estrechas ,  y  de  bractéolas  pestañosas  ó  espino- 
sas, y  de  corimbos  azules,  blancos  ó  amarillentos, 
mas  ó  menos  vetados.  Las  barlerias ,  de  las  cuales 
se  conocen  unas  cuarenta  especies ,  son  la  ma- 
yor parte  originarias  del  Asia  tropical,  encon- 
trándose también  algunas  en  África ,  en  América 
y  en  la  Nueva-Holanda. 

Las  raíces  de  la  Baulería  con  hoja  de  boj 
{Burlería  buxi  folia,  L.)  son  aperitivas,  y  em- 
pleadas en  la  India.  La  Baulería  de  hoja  larga 
{Burlería  longi folia,  L.)  es  llamada  Buhel  schulli 
en  la  India ;  sus  raíces  son  consideradas  como 
un  poderoso  diurético  hidragogo ,  empleándolas 
los  habitantes  del  país  en  infuso  á  la  dosis  de  me- 
dia taza,  dos  veces  al  día.  La  Barleria  Prioníti- 
de  {Barleria  prionitis,  L  )  es  administrada  pol- 
los Indios  en  las  afecciones  catarrales  de  los  ni- 
ños, acompañadas  de  calentura,  etc.;  el  zumo 
de  las  hojas  es  usado  contra  las  aftas. 

BARjVACjLE.  Nombre  escocés  de  una  ave 
de  paso,  especie  de  oca  que  habita  las  costas  del 
mar;  la  carne  es  buena  para  comer,  aunque  de 
bastante  difícil  digestión,  por  lo  que  no  conviene 
á  los  estómagos  debilitados. 

BARNIZ.  Se  da  este  nombre  á  resinas  lí- 
quidas ,  naturales ,  que  se  secan  al  aire ,  con  las 
que  se  cubre:  1  .°á  los  cuerpos  para  darles  brillo, 
conservarles  y  preservarles  délos  insectos;  2.°  á 
las  pinturas,  etc.  La  India,  sobre  todo  la  China 
y  el  Japón ,  producen  los  barnices  mas  preciosos 
y  mas  estimados ,  de  donde  se  remiten  á  Europa 
para  servir  en  las  artes,  la  pintura,  etc.  Pero 
reina  mucha  confusión  acerca  de  los  vegetales 
que  las  producen. 

El  Barniz  de  la  China,  el  mas  estimado  de  to- 
dos, parece  proceder  de  muchos  vegetales.  Rum- 
bo lo  cree  producido  por  el  árbol  que  él  lla- 
ma Sunga,  que,  según  Poiret,  es  un  Hernandia, 
que  los  naturales  llaman  CU  y  Tsjad;  Loureiro 
lo  mira  como  producto  de  su  Augiu   de  lu  China 


BAR 

(V.  esta  palabra) ;  de  Lamarck  lo  indica  como 
procediendo  del  Terminalia  Barniz,  L. ;  Linneo 
dice  que  fluye  del  Bus  de  Barniz,  que  es  el  Fasi- 
noki  de  los  Chinos,  y  el  Sr.  Perrotet  asegura 
que  el  barniz  que  procede  de  este  vegetal  es  mas 
brillante  que  el  que  da  el  Augia,  y  que  se  seca 
mas  pronto  ;  el  doctor  Reevel ,  de  Cantón,  pre- 
tende que  el  verdadero  barniz  de  la  China  se  fa- 
brica con  el  aceite  del  Yatrofa  Curcus,  L. 

El  Barniz  de  Siam  ,  llamado  también  de  Cor- 
sama,  de  Sylhet,  y  de  Bangoon,  procede  del 
Anacardio  de  las  boticas  (V.  ésta  palabra) ,  que 
es  el  Ti-clou  de.  los  Chinos,  y  el  Bliela  de  los  In- 
dios. 

El  Barniz  deNépauló  de  Kiiées  es  extraído 
de  la  Melunorreu  usada,  Vallich  (V.  esta  pala- 
bra) ;  no  es  idéntico  con  el  de  Siam;  fresco,  es  de 
color  rojo  pálido,  y  al  aire  pasa  á  ser  brillante  y 
negro. 

El  Barniz  del  Japón  se  cree  que  es  el  resulta- 
do de  la  secreción  del  A  ilanto  glunduloso ,  Desf. 
(V.  esta  palabra) ,  que  se  ennegrece  al  aire,  y  es 
el  Tsi-cku  de  los  naturales  del  país.  Otros  lo  atri- 
buyen &\Bus  de  Barniz,  el  Ignan  úc  los  Maleses, 
y  piensan  que  el  nombre  de  Barniz  del  Japón  ha 
sido  dado  a  este  árbol  en  razón  de  su  semejanza 
con  los  zumaques,  que  con  frecuencia  se  les  lla- 
ma barniz ,  y  del  lugar  donde  crece. 

La  mayor  parte  de  los  vegetales  que  producen 
barnices  tiene  una  atmósfera  nociva.  Bumfio 
dice  que  la  del  Sanga  ó  Caju-sungaes  deletérea; 
Koemfer  habla  de  las  calidades  venenosas  del 
barniz  del  Japón  ,  cuyos  vapores  causan  cefalal- 
gias, hacen  hinchar  los  labios,  etc. ,  lo  que  obli- 
ga á  los  obreros  que  lo  recogen  y  que  se  sirven  de 
él  á  taparse  la  nariz  con  un  pañuelo;  las  emana- 
ciones del  barniz  de  Siam  no  son  menos  incómo- 
das, según  Valmontde  Bomare ,  puesto  que  pre- 
tende que  una  ley  del  país  obliga  a  los  obreros  á 
ponerse  una  máscara  y  guantes  y  á  frotarse  la  piel 
del  cuerpo  con  aceite  cuando"  quieren  traba- 
jarlo. 

Barniz.  Se  da  también  el  nombre  de  Barniz 
á  soluciones  preparadas  con  el  espíritu  de  vino, 
la  esencia  de  trementina ,  los  aceites  esenciales, 
los  aceites  crasos  hechos  secantes,  y  el  éter,  mas 
ó  menos  saturadas  de  resinas  secas,  trasparentes 
y  poco  coloradas.  En  general ,  los  barnices  se 
distinguen  en  Barnices  al  espíritu  de  vino  ó  al  al- 
cohol, ó  barnices  claros,  aquellos  en  cuya  fa- 
bricación se  emplea  el  alcohol ;  Barnices  crasos, 
aquellos  en  que  se  emplea  el  aceite;  y  Barnices  á 
la  esencia,  aquellos  que  son  hechos  con  esencia 
de  trementina.  Los  barnices  también  á  veces  se 
coloran  con  lacas  ,  resina  drago,  bermellón,  etc., 
de  manera  que  sirven  al  mismo  tiempo  de  color 
y  de  barniz, que  se  seca  en  seguida,  lo,  que 
constituye  lo  que  se  llama  color  lucidónico.  É 

Los  barnices  son  destinados  para  ser  aplicados 
á  la  superficie  de  los  cuerpos  que  se  quieren  pre- 
servar del  contacto  del  aire,  ó  bien  á  los  que  se 
quiere  dar  lustre;  sirven  en  la  fabricación  de  mue- 
bles, de  coches,  de  los  bronces,  de  la  joyería, 
en  las  encuademaciones,  etc. ,  etc. ;  con  ellos  se 


BAR 

cubre  las  maderas,  los  metales,  las  pinturas, 
las  porcelanas,  ele. 

Los  barnices  no  dejan  de  ser  á  veces  nocivos 
á  la  salud :  los  obreros  que  los  emplean  experi- 
mentan con  frecuencia  desórdenes,  tales  como 
cefalalgias,  cólicos,  erupciones  en  la  piel,  ele. 
Los  pintores  pretenden  que  el  cólico  dicho  de  los 
pintores  es  mas  frecuentemente  causado  por  el 
barniz  a  la  esencia  que  por  lo  colores:  las  per- 
sonas que  duermen  en  habitaciones  muy  reciente- 
mente pintadas  y  barnizadas  se  hallan  muy  inco- 
modadas por  ellos  y  expuestos  á  accidentes  no- 
civos. 

BARÓMETRO.  El  barómetro  es  un  ins- 
trumento de  física  muy  importante  parala  ciencia 
meteorológica ;  pero  aquí  no  nos  ocuparemos  de 
él  por  lo  respectivo  «i  la  parte  científica.  Lo  con- 
sideraremos como  una  mercancía  de  uso  casi  uni- 
versal v  que  tiene  mucha  salida,  diciendo  poca 
cosa  del  principio  en  que  se  funda  su  construcción, 
porque  preferimos  haDlar  de  sus  usos  vulgares  y 
de  la  variedad  de  sus  formas. 

Galileo ,  á  quien  unos  fontaneros  de  Florencia 
preguntaron  porque  el  agua  no  se  elevaba  á  mas 
de  32  pies  en  las  bombas  aspirantes,  atribuyó  es- 
te fenómeno  á  la  pesadez  del  aire,  sin  confiar 
su  secreto  sino  á  Toricelli ,  su  discípulo,  quien, 
en  1643,  un  año  después  de  la  muerte  de  Galileo, 
publicó  el  descubrimiento  de  su  maestro  constru- 
yendo el  primer  barómetro.  Toricelli  tuvo  la 
gloria  de  darle  su  nombre,  y  de  demostrar,  por 
un  experimento  tan  ingensoso  como  decisivo,  lo 
que  habia  previsto  Galileo. 

Después  de  la  invención  del  barómetro  por  To- 
ricelli ,  este  instrumento  ha  sido  sucesivamente 
perfeccionado.  En  un  principio  consistía  en  lle- 
nar de  mercurio  un  tubo  de  vidrio ,  y  volverle  de 
arriba  abajo  en  una  cubeta  llena  del  mismo  me- 
tal; pero  las  numerosas  aplicaciones  que  recibió 
muy  luego  la  valuación  de  la  pesadez  del  aire 
hicieron  sentir  todos  los  inconvenientes  del  apa- 
rato incompleto  de  Toricelli ,  y  se  pensó  en  dar 
mas  precisión  á  su  construcción.  De  todos  estos 
ensayos  resultaron  dos  especies  de  barómetros: 
el  barómetro  de  cubeta  y  el  barómetro  de  sifón, 
porque  el  barómetro  de  cuadrante  en  sí  no  es  si- 
no un  barómetro  de  sifón ,  como  manifestaremos. 

El  aire  es  un  fluido  elástico  y  pesado  que  com- 
prime con  todo  su  peso  á  los  cuerpos  (pie  están 
sumergidos  en  él ,  peso  que  depende  del  estado 
físico  en  que  se  encuentra  el  aire  en  el  instante 
i¡m  se  le  examina  en  los  usos  civiles  y  sobre 
todo  paralas  operaciones  déla  agricultura. 

Concíbase  que  se  haya  cerrado  el  extremo 
inferior  de  un  tubo  de  vidrio,  por  ejemplo  ,  y  que 
se  haya  echado  azogue  por  el  otro  extremo  hasta 
que  el  tubo  esté  enteramente  lleno  ;  si  se  aplica 
herméticamente  el  pulgar  al  orificio  abierto,  y 
se  vuelve  el  tubo  de  manera  que  ,  situado  verli- 
calmenle ,  este  orificio  esté  hacia  abajo  ,  el  dedo 

3ue  lo  tapa  sostendrá  el  peso  de  toda  la  columna 
e  azogue.  Pero  si  se  sumerge  este  extremo  en 
un  baño  de  azogue,  y  se  quita  el  dedo,  he  aquí 
lo  «pie  sucederá:  si  el  tubo  tiene  menos  de  27  á28 


BAR  349 

pulgadas  sobre  el  nivel  del  depósilo,  el  mercurio 
continuará  llenándolo  en  totalidad;  y  si  la  longitud 
es  mayor ,  el  mercurio  caerá  en  parte  Después  de 
algunas  oscilaciones  de  la  columna  de  mercurio, 
ésta  se  detendrá  á  cerca  de  28  pulgadas  de  altura. 
Este  aparato,  muy  sencillo,  es  lo  que  se  llama 
Bakómetro  (palabra  que  significa,  según  la  eti- 
mología griega ,  medida  de  la  pesadez).  En  efec- 
to ,  estas  28  pulgadas  de  altura  del  mercurio  for- 
man equilibrio,  y  por  consiguiente  miden  el 
peso  de  la  atmósfera  que  pesa  sobre  el  baño  de 
mercurio.  Si,  en  vez  de  hacer  el  experimento  con 
mercurio ,  se  probase  con  agua  pura  ,  el  equili- 
brio no  se  establecería  sino  con  una  columna  de 
agua  de  cerca  de  32  pies  de  altura,  porque  el  mer- 
curio pesa  cerca  de  13  veces  y  media  mas  (pie  el 
agua.  Esto  es  todo  lo  que  nos  es  permitido  decir 
aquí  de  la  teoría  del  barómetro. 

Hablemos  ahora  de  las  formas  mas  comunes 
de  los  barómetros  que  se  encuentran  en  el  co- 
mercio. 

Con  frecuencia  se  encorva  el  tubo  del  baróme- 
tro por  lo  bajo,  y  se  reemplaza  á  la  cubeta  que 
contiene  el  baño  de  mercurio  con  una  bola  hueca 
soldada  debajo  de  la  corvadura ;  esta  bola  está 
terminada  hacia  arriba  en  un  pico  delgado  á  lin 
de  impedir  lo  mas  posible  la  introducción  del  pol- 
vo en  el  mercurio  contenido  en  la  bola. 

La  escala  fija  al  lado  del  tubo,  ó  las  divi- 
siones marcadas  en  el  tubo  mismo,  representan 
comunmente  pulgadas,  y  cada  pulgada  ,  en  la 
parte  superior,  está  gubdividida  en  lineas. 

Las  mas  grandes  variaciones  observadas  en 
el  peso  de  la  atmósfera  corresponden  á  alturas 
que ,  por  lo  común  ,  se  hallan  indicadas  en  el 
tubo  ó  en  la  escala  correspondiente  con  estas  pa- 
labras :  variable  (á  28  pulgadas) ,  buen  tiempo  (á 
28  pulgadas,  4  lineas),  bueno  fijo  (á28  pulgadas, 
8  lineas,/ ,  muy  seco  (á  20  pulgadas) ,  lluvia  b  vien- 
to (á  27  pulgadas,  8  lineas),  gran  lluvia  fá  27 
pulgadas,  4  líneas) ,  tempestad  (á  27  pulgadas). 
Para  obtener  economía  en  la  cantidad  de  mercu- 
rio empleado,  y  á  fin  de  que  el  metal  se  pegue 
menos  al  vidrio ,  comunmente  se  emplea  un  tubo 
muy  estrecho  cuya  parle  superior  tiene  un  ma- 
yor diámetro  en  todo  el  espacio  que  el  mercu- 
ris  es  susceptible  de  recorrer  en  las  mas  fuer- 
tes variaciones  de  presión  atmosférica.  Entonces 
el  tubo  está  construido  en  forma  de  sifón  ,  es  de- 
cir que  tiene  su  parte  inferior  encon  ada. 

In  tubo  de  esta  forma  es  el  que  se  emplea  co- 
munmente para  los  barómetros  de  cuadrante,  cu- 
yo modo  de  construcción  escomo  sigue:  concí- 
base que  dos  hilos  que  sostienen  pequeños  eilin 
dios  de  vidrio  lastrados  con  mercurio  sean  pa- 
sados por  la  roldana  de  una  pequeña  polea ,  y 
que  uno  de  los  pesos ,  algo  mayor  que  el  olio'. 
asiente  sobre  la  superficie  del  mercurio  en  el 
brazo  abierto  de  un  barómetro  de  sifón  :  es  e\  i- 
dente  que  los  movimientos  de  esta  columna  harán 
que  el  peso  suba  ó  descienda  otro  lanío,  \  (nu- 
la roldana  de  la  polea  gire  sobre  su  eje.  I  na  agu 
ja  fija  en  el  centro  de  esla  polea  recorrerá  los  di 
>crsos  puntos  del  contorno  de  un  cuadranle  en 


350  BAR 

el  que  se  ha  señalado,  según  ensayos  previos,  una 
graduación  conveniente  para  los  diversos  movi- 
mientos del  mercurio.  Los  barómetros  de  cua- 
drante son  elegantes  y  susceptibles  de  adornos  de 
toda  especie,  dorado",  cincelado,  esculturas,  etc. 

Se  reconoce  que  un  barómetro  está  bien  cons- 
truido ,  cuando  inclinando  su  tubo  para  que  el 
mercurio  alcance  la  parte  superior ,  el  metal  ocu- 
pa toda  la  capacidad  sin  dejar  percibir  ninguna 
burbuja  de  aire.  Es  menester  también  que  se  de- 
je sentir  un  pequeño  choque  seco  de  mercurio 
contra  el  extremo  del  tubo  con  que  va  á  dar ,  sin 
experimentar  ninguna  resistencia  por  el  aire  in- 
terpuesto. 

El  barómetro  de  Fortín  tiene  una  cubeta  her- 
méticamente cerrada  por  encima,  como  lo  estaria 
un  vaso  de  vidrio  vuelto  boca  abajo,  agujereada 
en  el  centro  para  dar  paso  al  tubo.  La  base  está  ta- 
llada con  una  piel  móvil  por  medio  de  un  tornillo, 
que  al  mismo  tiempo  hace  subir  ó  descender  el 
nivel  en  la  cubeta.  Se  hace  de  modo  que  este  ni- 
vel toque  ligeramente  la  punta  muy  fina  de  un 
pequeño  tallo  de  marfil  que  desciende  en  la  cubeta, 
y  se  vé  al  través  del  vidrio;  esta  punta  se  refleja 
en  la  superficie  del  mercurio ;  en  tanto  que  su  ca- 
bo está  separado  del  de  su  imagen  reflejada ,  el 
nivel  es  demasiado  bajo  ,  y  se  lleva  fáciluirnte  la 
punta  y  su  imagen  en  coincidencia.  Como  este 
extremo  es  el  cero  de  la  escala  del  tubo  baromé- 
trico, es  decir  su  origen  ,  se  está  cierto  que  la 
altura  de  la  coluna  está  bien  indicada  en  la  es- 
cala, y  mide  precisamente  la  presión  de  la  at- 
mósfera. Al  través  del  fondo  móvil  de  la  cubeta 
penetra  el  aire  para  ejercer  en  ella  su  presión, 
igual  á  la  de  la  atmósfera.  El  tubo  de  vidrio  en 
eí  barómetro  de  presión  de  Fortín  está  protegido 
por  una  cubierta  ó  estuche  de  cobre,  taladrada 
con  una  ventana  longitudinal  á  la  altura  en  que 
el  mercurio  se  sostiene  elevado.  El  instrumento 
está  suspendido  por  su  parte  superior,  en  el  punto 
de  unión  de  tres  brazos  que  forman  un  trébedes, 
de  suerte  que  conserva  la  posición  vertical  en 
virtud  de  su  propio  peso. 

Los  físicos  distinguen  varias  especies  de  este 
instrumento :  el  Barómetro  de  Toricelli  ó  Baróme- 
tro común ,  el  Barómetro  diagonol ,  el  Barómetro 
de  cuadrante ,  el  Barómetro  de  Caswel ,  el  Ba- 
rómetro compuesto ,  el  Barómetro  de  interior ,  el 
Barómetro  portátil  y  el  Barómetro  de  marina, 
cuyas  descripciones  no  podemos  hacer  en  obse- 
quio á  la  brevedad.  Todos  pueden  reducirse  á 
barómetros  de  sifón  ó  barómetros  de  cubeta:  el 
barómetro  de  Gay  Lussac  es  de  sifón;  el  baróme- 
tro de  Fortín  es  de  cubeta,  y  el  barómetro  de  cua- 
drante es  de  sifón,  como  hemos  dicho. 

Las  variaciones  del  barómetro  indican  comun- 
mente un  cambio  presente  en  la  atmósfera ;  des- 
ciende rápidamente  con  las  tempestades,  y  ex- 
perimenta, en  algunas  horas,  grandes  oscila- 
ciones cuando  éstas  tienen  lugar.  Parece  que  la 
experiencia  ha  también  demostrado  que  estas 
variaciones  anuncian  un  cambio  futuro  ,  y  que 
basta  saber  consultar  hien  el  barómetro  algún 
tiempo  antes  para  poder  predecir  la  lluvia  y  el 


BAR 

buen  tiempo.  En  general,  sube  cuando  el  tiempo 
debe  ponerse  bueno,  y  baja,  al  contrario,  cuando 
debe  llover.  Se  explica  el  descenso  de  la  coluna 
barométrica  en  caso  de  lluvia,  y  por  consiguiente 
la  disminución  de  la  presión  admosférica,  por  la 
persencia  en  la  atmósfera  de  cierta  cantidad  de 
vapor  de  agua  mas  ligero  que  el  volumen  de  aire 
que  él  reemplaza.  Falta  sin  embargo  que  esta 
explicación  sea  completamente  satisfactoria,  aun- 
que casi  no  se  pueda  atribuir  la  variación  de  pe- 
sadez en  la  atmósfera  sino  á  variaciones  de  elas- 
ticidad producidas  por  la  evaporación. 

El  principio  en  que  esta  fundado  el  barómetro 
hace  prever  que  la  coluna  debe  abajarse  á  medi- 
da que  se  sube  á  una  altura,  puesto  que  el  peso 
de  la  atmósfera  es  disminuido  del  de  las  capas 
de  aire  inferiores  en  el  instrumento  :  así  traspor- 
tado al  monte  San-Bernardo ,  no  sube  mas  que 
á  0,  38,  y  en  ciertos  viajes  aéreos ,  la  depresión 
de  la  coluna  es  todavía  mas  considerable.  Se 
saca  partido  de  esta  propiedad  del  barómetro 
para  emplearlo  para  medir  las  alturas.  Cuando 
se  deslina  á  este  uso  ó  á  todo  otro  que  exige, 
observaciones  muy  precisas,  es  indispensable 
hacer  en  él  ciertas  mejoras  y  tener  presen- 
tes diversas  causas  de  error  inherentes'  á  la 
construcción  indicada. 

Si  bien  en  esta  ciudad  el  Sr.  D.  Antonio  Iz- 
quierdo construye  barómetros  con  mucha  preci- 
sión, se  recibentambien  del  extranjero;. en  1849, 
se  importaron  \  4  barómetros ,  procedentes  de 
Francia,  valor  de  840  rs.  vn. 

BARRAGAN.  Especie  de  camelote  de 
grano  mas  grueso  que  el  camelote  común.  Es 
una  estofa  no  cruzada  que  se  trabaja  en  el  telar 
de  dos  careólas,  como  la  tela:  la  trama  es  un  hilo 
sencillo ,  retorcido  y  fino  hilauo ;  el  urdimbre , 
de  lana  y  de  cáñamo ,  es  doble  ó  triple.  El  barra- 
gan no  se  batana  ;  se  hace  simplemente  hervir 
muchas  veces  en  el  agua  clara,  y  en  seguida  se 
pasa  por  la  calandria  con  cuidado.  El  barragan 
se  fabrica  con  lana  blanca,  y  se  tiñe  después,  ó 
se  trabaja  con  lana  teñida  ya.  En  4  849,  se  impor- 
taron en  Barcelona,  procedentes  del  extranjero, 
156  varas  de  barragan,  valor  de  3.900  rs.  vn.— 
V.  Camelote. 

U1KKEGE.  Estofa  de  lana ,  urdimbre  y 
trama ,  que  tomó  origen  en  el  país  de  Francia 
cuyo  nombre  lleva,  y  mas  particularmente  en  un 
pequeño  lugar  del  valle  de Bai reges,  llamado 
Auzons. 

Su  primer  uso  fué  servir  de  adorno  de  cabeza 
á  las  mugeres  en  las  tres  ceremonias  mas  solem- 
nes de  la  vida,  el  bautizo  ,  la  primera  comu- 
nión y  el  matrimonio.  De  tiempo  inmemorial ,  la 
madrina ,  la  comulgante  y  la  novia  iban  á  la 
iglesia  con  la  cabeza  cubierta  con  un  capucho 
compuesto  de  dos  pedazos  de  estofa,  cosidos 
juntos,  en  forma  de  saco  y  que  caían  hasta  los 
talones.  Estos  capuchos  eran  hechos  primero  de 
estofa  grosera  llamada  ya  Barrége,  y  cada 
familia  del  país,  conserva  aun  uno  de  ellos. 
Pero  en  nuestros  dias  la  fabricación  de  esta  esto- 
fa se  ha  perfeccionado  considerablemente  ,  ha- 


BAS 

riéndose  su  uso  mas  general  en  Francia.  Los 
tejedores  del  valle  de  Bagneres  de  Bigorre,  apo- 
derándose de  esta  industria ,  impusieron  al  bar- 
rége  el  nombre  de  Bagnos,  que,  á  su  vez,  ha 
cedido  el  lugar  al  antiguo.  Finalmeute,  el  barrége 
se  hace  mas  especialmente  en  el  valle  de  este 
nombre,  y  el  pueblo  de  Luz  es  el  en  que  se  fa- 
brica mejor. 

Para  la  fabricación  del  barrége  se  necesita  un 
hilo  fino  ,  retorcido  y  seco ,  resultados  que  tan 
solo  da  la  tilatura  á  la  mano ,  pues  los  ensayos 
hechos  con  hilo  á  la  mecánica  todos  han  sido 
infructuosos.  Esta  circunstancia  sostiene  al  bar- 
rége á  un  precio  muy  subido ,  puesto  que  una 
libra  de  lana  hilada  á  la  mano  vale  de  120  á 
130  reales ;  sin  embargo,  en  Luz  se  fabrica  una 
calidad  de  esta  estofa,  en  la  que  no  entra  sino 
i  V,  oriza  de  materia  por  vara  y  media  de  "/* 
de  ancho. 

El  proceder  de  Matura  á  la  mano  por  sí  solo 
es  el  que  da  al  barrége  su  aspecto  encrespado  , 
porque  no  recibe  ningún  aderezo,  y  no  mas 
se  pasa  por  el  rodillo.  Algunas  veces  se  tifie 
después  de  tejido,  pero  lo  mas  generalmente  el 
hilo  es  teñido  antes  de  su  uso. 

Los  paños  comunes  del  barrége  son  '/*  y 
y8;  hacense  chales  de  4/iY  corbatas  de  tres 
palmos. 

El  barrége  fué,  muy  temprano  ,  imitado  en  Pa- 
rís con  urdimbre  de  seda  y  trama  de  lana  hilada 
á  la  mecánica  ;  la  fabrica  de  Nimes  se  apoderó 
de  esta  fabricación  después  de  Paris  y  la  desna- 
turalizó todavía  mas,  dándole  un  urdimbre  de 
algodón;  pero  sea  en  París,  sea  en  Niraes  ,  hanse 
hecho  enormes  cantidades  de  este  pretendido 
barrége,  y  todavía  se  harían,  si  la  muselina  de 
lana,  estofa  hermosa,  no  hubiese  venido  á  reem- 
plazarla. 

BiKKICADO.  Nombre  de  un  pescado  de 
África ,  de  excelente  gusto,  que  pasa  por  mal- 
sano cuando  tiene  el  paladar  negro. 

BARRICA.  Variedad  de  alcanfor  de  Su- 
matra ,  en  granos  gruesos  como  pimienta. 

BARRICA  BE  MORO.  Especie  de 
seda  que  los  Holandeses  traen  de  las  Indias 
orientales. 

BAKRIXGTOXIA,  barringtoma.  Gé- 
nero de  la  familia  délas  mirtáceas,  tipo  déla 
tribu  de  las  barringtoniéas,  y  de  la  poliandria 
monoginia  de  Linneo.  Este  género,  indígeno  del 
Asia  ecuatorial ,  no  encierra  sino  dos  especies , 
que  son  árboles  de  hojas  opuestas  ó  verticiladas, 
de  flores  muy  grandes,  dispuestas  en  tirsos  ó  en 
racimos. 

En  Tai'ti  y  en  la  India ,  se  emborracha  á  los 
peces  con  la  almendra  del  fruto  de  la  Barring- 
tonia  hermosa  [Bairingtonia  speciosa,  L.  H.; 
Butonica  speciosa ,  Lam.)  que  los  naturales  lla- 
man Eoutou.  De  esta  almendra  se  extrae  un 
aceite  que  sirve  para  el  alumbrado,  y  que  goza 
de  algunas  propiedades  médicas  no  indicadas. 

BASAAIi.  Nombre  de  un  vegetal  de  Mala- 
bar, que  parece  ser  un  Ardisia,  usado  en  coci- 
miento contra  los  males  de  garganta;  sus  bayas 


BAS  3o  i 

fritas  en  manteca  sirven  para  frotar  la  frente  de 
los  frenéticos,  y  sus  almendras  matan  los  gusanos. 

BASALTO.  Boca  negra  ó  de  un  gris  azu- 
lado mas  dura  que  el  vidrio,  mas  tenaz  ,  y  por 
consiguiente  difícil  de  romper,  de  apariencia 
homogénea,  pero  esencialmente  compuesta  de 
piroxena  y  de  feldespato  (orlosa ,  albita  y  labra- 
dorita) ,  y  que  contiene  una  grandísima  propor- 
ción de  hierro  oxidado  ó  titanado.  Esta  roca  pre- 
senta principalmente  las  estructuras  prismática  y 
esferoidal  bien  determinadas,  pero  también  ofre- 
ce otras. 

El  basalto  es  reconocido  hoy  dia  por  todos  los 
geólogos  como  una  roca  de  formación  ígnea  que 
de  lo  interior  ha  sido  levantada  hasta  la  superfi- 
cie de  la  tierra.  Se  encuentra  en  forma  de  filones 
que  llenan  las  hendiduras  en  que  fué  ingerido, 
sea  formando  vastas  y  continuas  capas  que  pa- 
recaen  planos  extendidos,  sea  en  fin  figurando 
masas  cónicas  resultantes  déla  unión  de  sustan- 
cias pastosas  al  rededor  de  los  ajugeros  de  erup- 
ción. 

Pocas  sustancias  minerales  han  ejercitado  tan- 
to las  ideas  especulativas  de  los  geólogos  y  mi- 
neralogistas como  el  basalto ;  pero  no  es  bajo  los 
mismos  puntos  de  vista  como  nosotros  debemos 
mirarlo  aquí,  siendo  nuestro  objeto  indicar  tan 
solo  los  diferentes  usos  que  se  hace  de  muchas  de 
sus  variedades  en  las  artes. 

Los  basaltos  se  encuentran  en  la  mayor  parle 
de  los  países  volcánicos.  Existen  terrenos  basál- 
ticos en  Irlanda,  en  Escocia,  en  Bohemia,  en 
Alemania,  en  Italia,  en  Francia,  en  Tenerife, 
en  la  Isla  de  Borbon ,  y  en  España  en  la  parte  oc- 
cidental de  la  provincia  de  Gerona,  partiendo 
de  la  villa  de  Olot,  y  en  un  gran  numero  de  lo- 
calidades. 

Las  escorias  rojas ,  que  forman  á  veces  conos 
elevados,  han  hecho  confundir  con  los  volcanes 
modernos  muchas  bocas  basálticas;  pero  es  fácil 
evitar  este  error ,  porque  las  escorias  están  atra- 
vesadas por  filones  basálticos,  soldados  y  muy 
intimamente  ligados  con  el  basalto  con  que  eslah 
en  contacto. 

Las  masas  basálticas  son  sobretodo  notables 
por  su  estructura  prismática,  pues  los  prismas 
forman  con  frecuencia  escarpaduras  de  una  gran- 
de extensión  que  ofrecen  el  aspecto  de  monumen- 
tos de  arquitectura ,  maravillas  naturales  sobre 
las  cuales  se  han  escrito  volúmenes,  y  que,  por 
su  poesía,  han  excitado  el  entusiasmo  y  han  con- 
movido el  alma  del  expectador.  En  la  isla  Staffa, 
una  de  las  Hébridas  al  oeste  de  la  Escocia ,  hay 
la  gruta  de  Fingal ,  que  tiene  unos  288  pies  dé 
profundidad  sobre  \  41  de  anchura  y  68  de  eleva- 
ción: mirada  á  cierta  distancia,  por  la  parte  de 
afuérase  parece  mucho  á  una  gran  nao  de  templo; 
el  mar  penetra  en  ella  hasta  una  profundidad  de 
165  pies,  lo  que  permite  visitarla  en  un  batel; 
sus  muros,  á  la  manera  de  una  soberbia  colum- 
nata, están  formados  de  prismas  verticales  de  la 
mayor  regularidad ,  que  sostienen  una  bóveda 
compuesta  de  prismas  menores  entrelazados  en 
todos  sentidos  y  probablemente  unidos  por  me- 


302  BAS 

dio  de  algún  cimento.  En  la  villa  de  Mull ,  otra  de 
las  Hébridas,  existe  otro  circo  basáltico ,  en  el 
que  los  prismas  están  amontonados  horizontal- 
mente  con  la  mayor  regularidad.  En  las  inmedia- 
ciones de  la  villa  de  Olot  en  Cataluña  en  el  terre- 
no basáltico ,  descrito  por  el  farmacéutico  Dr.  I). 
Francisco  Bolos,  se  puede  observar  la  famosa 
columnata  prismática  de  Castellfullit ,  cuyos  pies 
baña  el  rio  Fluviá.  El  basalto  también  se  eleva 
en  masas  trasversalesó  gruesos  filones  hasta  cier- 
ta altura  sobre  del  terreno,  formando  entonces 
masas  alargadas  llamadas  Enlodados  ó  Calzadas 
dé  los  Gigantes ;  siendo  digna  de  observarse  la 
famosa  calzada  de  los  (ligantes  en  Irlanda,  que 
forma  en  la  parte  septentrional  el  promontorio 
Plea-Sein-Bengore,  de  mas  de  300  pies  de  ele- 
vación sobre  el  nivel  del  mar,  y  en  medio  del  cual 
se  eleva  majestuosamente;  está  compuesto  de 
muchos  bancos,  de  los  cuales  el  superior  no  ba- 
ja de  54  pies,  y  que  se  dividen  en  enormes  pris- 
mas verticales  de  40  á  45  pies  de  elevación ;  la 
superficie  descubierta  del  cabo  que  presenta  el 
corte  de  todas  las  prismas,  es  sumamente  pare- 
cida á  un  enlosado  construido  con  tablas  o  pie- 
dras hexagenales  bastante  regulares ,  por  cuya 
circunstancia  se  le  dio  el  nombre  que  lleva.  Fi- 
nalmente, en  América,  en  las  Islas  del  mar  Afri- 
cano, en  las  costas  del  Asia  menor,  en  Alema- 
nia, en  Italia,  etc.,  ele,  se  hallan  también  ba- 
saltos cuya  posición  es  mas  ó  menos  curiosa  y 
digna  de  admiración. 

Aunque  generalmente  negro,  el  basalto  pasa 
accidentalmente  al  gris,  al  verdoso  y  al  rojo,  sea 
por  la  mezcla  con  diversas  sustancias  minerales, 
sea  por  su  descomposición.  Su  fractura  es  semi- 
cristalinay  aun  terrea;  obra  sobre  el  imán;  fun- 
diéndose, da  un  esmalte  negro;  su  peso  especifico, 
cuando  es  compacto,  es  3.  Aunque  la  pasta  del 
basalto  sea  homogénea ,  con  un  lente,  se  distin- 
guen, en  su  composición,  los  cristales  de  piroxe- 
na  y  de  feldespato,  de  que  esencialmente  está 
formado,  descubriéndose  también,  pero  acciden- 
talmente, cristales  deanfíbola,  deperidolo,  de 
olivina  y  de  hierro  titanado.  Aveces  con  la  simple 
vista  se  observan  cristales  de  estas  diversas  sus- 
tancias entre  la  pasta  basáltica ,  dando  á  la  roca 
un  aspecto  heterogéneo  y  porliroídeo,  que  la  ha- 
ce distinguir  del  basalto  por  muchos  geólogos, 
quienes  la  han  llamado  Basanita.  Distínguense 
dos  variedades  de  basalto:  compacto,  de  textura 
tupida;  y  escoriáceo ,  que  presenta  un  gran  núme- 
ro de  intersticios  ó  vacíos. 

Aunque  el  basalto  parezca,  en  ciertas  circuns- 
tancias, resistirá  todas  las  variaciones  atmosfé- 
ricas ,  sin  embargo,  en  otras  ,  experimenta  alte- 
raciones muy  profundas ,  que  lo  trasforman  en 
una  materia  arcillosa,  tierna ,  en  la  qu«  se  esta- 
blece una  rica  vegetación.  A  veces  también  se 
desagrega  en  pequeñas  esferas,  cuyas  dimensio- 
nes varían  desde  el  grueso  de  un  guisante  hasta 
el  de  una  bola  de  muchas  pulgadas. 

Las  análises  químicas  hechas  de  muestras  de 
basalto  de  diversos  lugares  dan ,  término  medio, 
sobre  loo  parles:  44  á  50  de  sílice,  16  á  16  de 


BAS 

alúmina,  20  á  24  de  hierro  oxidado,  8á9de 
cal,  2  de  magnesia,  2  á  3  de  sosa  y  2  de  agua. 

La  palabra  Basalto  no  es  moderna ;  Plinio  la 
emplea  para  designar  una  piedra  negra  muy  dura 
que  los  antiguos  Egipcios  sacaban  de  la  Etiopia 
y  de  la  que  hacian  vasos ,  estatuas  y  sepulcros, 
etc.,  que  han  llegado  hasta  nosotros  sin  altera- 
ción. Esta  piedra  no  es,  para  los  geólogos  mo- 
dernos ,  un  verdadero  basalto ,  sino  mas  bien  una 
Sienita,  de  granos  linos ,  compuesta  de  feldespa- 
to y  de  amfibola,  y  no  de  piroxena.  Parece  que 
Agrícola  fué  quien  trasladó  este  nombre  antiguo 
de  Basalto  á  los  prismas  de  Stolpen,  y  este  nom- 
bre fué  después  aplicado  á  las  rocas  negras  pi- 
roxénicas  que  se  acaban  de  describir. 

El  basalto  es  demasiado  duro  y  demasiado  que- 
bradizo para  poder  ser  tallado';  no  puede  em- 
pleársele sino  como  morrillo  en  Jas  construccio- 
nes, mientras  que  la  lava  de  los  volcanes  antiguos 
y  modernos  se  corta  muy  bien.  En  Avernia,  las 
paredes  de  muchos  castillos  antiguos  son  hechos 
con  prismas  basálticos  colocados  horizontalmen- 
te.  Pero  los  conglomeratos  basálticos  bastante  só- 
lidos se  cortan  muy  bien ,  y  pueden  ser  empleados 
como  piedra  de  talla;  las' tobas  incoherentes  sir- 
ven como  pucelanas,  y  en  estas  tobas  están  ahue- 
cadas las  catacumbas  de  Roma ;  la  roca  Tarpeya 
es  un  congiomerato  basáltico. 

Cuando  el  basalto  es  compacto  y  se  pulimenta 
loma  un  aspecto  azulado.  Con  los  basaltos  fáciles 
de  fundir  se  hacen  botellas  muy  sólidas  y  que 
son  de  un  vidrio  mas  negro ,  por  cuya  razón  son 
muy  buscados;  en  otros  lugares  se  hacen  con  ellos 
muelas  de  molino. 

Las  especies  de  basalto ,  llamadas  lavas  litoi- 
deas, son  quizás  las  mas  interesantes :  las  unas 
son  compactas ,  tales  como  ciertas  piedras  de 
toque;  las  otras  son  ligeramente  porosas,  y  em- 
pleadas para  empedrar  andenes,  y  para  muelas 
de  molinos,  pilas  de  abrevaderos  y  de  prensas, 
etc. ,  etc. 

Recientemente  se  ha  imaginado  pulimentar  ba- 
saltos ,  y  pintar  en  las  tablas  que  de  ellos  proce- 
den cuadros  de  colores  metálicos ,  destinados  pa- 
ra ser  fundidos  al  fuego  de  mufla,  é  incorporados 
en  el  fondo  metálico,  como  se  practica  en  la  por- 
celana. Este  nuevo  uso  parece  ser  favorable, 
sobre  todo  para  las  inscripciones  de  los  nombres 
de  las  calles  y  la  numeración  de  las  casas. 

Nada  diremos  en  particular  de  las  copas ,  de 
las  estatuas  pequeñitas,  etc.  talladas  en  el  basal- 
to; porque  para  estos  usos  nada  mejor  que  los 
pórfidos,  los  granitos,  el  jade,  etc. 

BASEJLA,  Basella.  Género  de  plantas  co- 
locado comunmente  en  la  familia  de  las  queno- 
poídeas ,  pero  que,  según  Spach,  parece  aseme- 
jarse á  las  portuláceas ,  y  de  la  penlandria  trigi- 
niadeLinneo.  Yerbas  anuas,  carnosas,  suco- 
lentas, ;y  enredaderas,  con  hojas  alternas,  pecio- 
ladas,  planas,  anchas,  y  muy  enteras;  espigas 
sencillas  ó  ramosas,  axilares,  solitarias  ,  dere- 
chas, de  llores  pequeñas,  esparcidas,  con  peía- 
los purpúreos.  Este  género  encierra  cinco  o  seis 
especies,  todas  indígenas  del  Asia  ecuatorial, 


BAS 

en  donde  se  cultivan  como  plañías  de  hortaliza, 
y  en  virtud  del  zumo  acedo  que  contienen  son 
empleadas  como  refrescantes  y  emolientes. 

En  la  India ,  las  hojas  y  las  raíces  de  la  Básela 
de  hojas  de  corazón  (Básella  cordi  folia ,  Lam.), 
Básela  roja  [Basclla  rubra,  L.)  y  Básela  tube- 
rosa [Basella  tuberosa ,  Kunlh)  se  comen  cocidas 
como  las  espinacas,  que  pertenecen  á  la  misma 
familia,  loque  las  ha  hecho  llamará  veces  Es- 
pinacas déla  India.  Sin  embargo,  las  raices 
dé  la  Básela  de  hojas  de  corazón  son  empleadas 
como  catárticas  en  Java,  según  Horsfield,  y  las 
de  la  Básela  tuberosa  se  creen  propias  para"  ha- 
cer fecundas  á  las  mugeres,  según  Kunlh.  Las 
bayas  de  las  especies  de  este  género,  sobre  todo 
las  de  la  Básela  roja,  dan  un  color  bastante  her- 
moso, pero  poco  sólido,  y  con  ellas  en  las  Fili- 
pinas se  prepara  un  jarabe  que  se  administra  co- 
mo refrescante  en  las  calenturas. 

BASIA,  Bassia.  Género  ue  plantas  delafa- 
milia  de  las  sapotáceas,  y  de  la  dodecandria  mo- 
noginia  de  Linneo.  Contieneocho  especies  propias 
del  Asia  ecuatorial,  arboles  lactescentes,  de  ho- 
jas esparcidas  y  coriáceas;  de  pedúnculos  axila- 
res ,  o  laterales ;  de  flores  colgantes  y  amarillas. 

Basia  de  hoja  ancha  [Bassia  latí  folia, 
Boxb.).  Crece  en  las  comarcas  montuosas  de 
Bengala ,  no  cediendo  apenas  en  utilidad  á  la 
especie  siguiente.  Su  leño  es  duro ,  muy  tenaz, 
propio  para  la  carretería  y  para  toda  especie  de 
otras  obras;  las  flores,  que  tienen  un  sabor  dul- 
ce y  vinoso ,  se  comen  sin  otra  preparación ,  y  de 
ellas  puede  extraerse  nna  bebida  alcohólica ;  las 
semillas  dan  aceite. 

Basia  de  hoja  larga  [fíassia  longi fo- 
lia, W.).  Es  frecuentemente  cultivada  en  Benga- 
la, en  donde  se  la  llama  lllupi,  y  en  muchas  otras 
comarcas  de  la  India,  en  razón  de  sus  usos  eco- 
nómicos. De  su  semilla  se  extrae  por  presión  un 
aceite  craso,  que  los  Indios  emplean  muy  comun- 
mente en  el  alumbrado ,  y  también  en  la  prepa- 
ración de  los  alimentos  y  del  jabón.  Las  flores, 
que  caen  expontáneamente  de  los  árboles,  se  re- 
cogen con  cuidado,  y  se  comen  después  de  ha- 
berlas hecho  tostar.  El  fruto ,  cogido  antes  de 
su  madurez,  ó  cuando  maduro,  se  come  hervido. 
Fl  zumo  lechoso  de  su  corteza  pasa  como  un  buen 
remedio  contra  las  enfermedades  de  la  piel.  En 
fin ,  el  leño  del  árbol  es  tan  duro  y  tan  incorrup- 
tible como  el  famoso  leño  Te'k,  pero  mas  difícil 
de  trabajar. 

Basta  mantecosa  [Bassia  butyracea, 
Roxb.).  Este  árbol  crece  en  las  Indias,  en 
donde  se  le  llama  Maltva  ,  Meva,  Mowali ,  etc. , 
siendo  designarlo  en  Népaul  con  los  nombres  de 
Fulwah  ó  Phulwara,  y  en  África,  con  el  de  Árbol 
de  manteca.  Las  semillas  de  las  bayas  de  esta  es- 
pecie dan  un  aceite  sólido  ó  manteca,  usado  co- 
mo alimento  y  para  el  alumbrado.  En  el  interior 
del  África,  este  aceite  ó  manteca  es  llamado 
Manteca  de  Galam ,  porque  se  trae  de  esta  co- 
marca en  panes  envueltos  en  hojas :  es  blanco, 
untuoso,  y  su  olor  y  sabor  se  asemejan  un  poco  á  los 
de  la  manteca  de  cacao.  Este  aceite  sirve  para  todos 
45 


BAT  363 

los  usos  domésticos:  con  él  se  aderezan  los  ali- 
mentos, secóme  con  pan,  etc.;  los  negros  le 
atribuyen  también,  en  fricciones,  grandes  propie- 
dades "contra  los  dolores  reumáticos,  la  gota,  la 
sarna,  etc.,  y  por  último  sirve  para  hater  ja- 
bón. Es  menester  no  confundir  esta  manteca  con 
la  de  Bambouc  Bambarra  ó  de  palma ,  que  es 
rojiza,  y  proviene  del  palmero  Ela'is  de  Guinea, 
L.  (V.  esta  palabra) ,  ni  con  la  de  Cliiquaia,  que 
es  verdosa,  y  se  extrae  de  un  palmero  nuevo. 

En  los  buenos  años,  este  árbol  lleva  hasta  dos 
ó  trescientas  libras  de  flores ,  lo  que  hace  que  sea 
el  adorno  de  los  lugares  en  que  crece;  estas  flores, 
secas,  tostadas  ó  hervidas,  son  comestibles ,  y  se 
mezclan  con  los  alimentos  para  acedarlos;  sobre 
ellas  se  deslila  arrac  para  darle  un  olor  agradable, 
y  también  se  dice  que  por  fermentación  se  extrae 
de  las  mismas  una  especie  de  alcohol. 

Ll  leño  de  este  árbol ,  según  Roxburgh ,  es 
uno  de  los  mas  ligeros  que  se  conocen. 

BASOUIM.  Principio  inmediato  de  los 
vegetales,  descubierto  por  Vauquelin,  análogo  á 
la  Tragacantina,  que  constituye  casi  por  entero 
la  goma  de  Basora,  y  que  también  se  ha  encon- 
trado en  el  asafélida,  el  bedelio,  el  sagapeno,  ei 
euforbio,  la  haba  de  San  Ignacio,  etc. 

La  basorina  es  sólida,  incolora,  semitraspa- 
rente,  insípida,  inodora,  incristalizable,  difícil 
de  pulverizar;  es  insoluble  en  el  alcohol  y  el  éter; 
se  nincha  mucho  en  el  agua,  pero  sin  disolverse; 
tratada  con  el  ácido  nítrico  da  ácido  oxálico. 

La  basorina  pura  no  tiene  ningún  uso. 

BASTES.  Así  se  llaman  en  la  Flandes  austría- 
ca las  telas  ó  mahones  que  vienen  de  las  Indias 
orientales  y  de  la  China. 

BATÁIVOaíES.  Nombre  de  unas  telas  que 
se  venden  en  el  Cairo,  cuyas  piezas  son  de  28 
pies  de  largo. 

BATAVIA.  Nombre  que  los  Holandeses 
dan  á  un  pescado  de  la  Costa  de  Oro  ,  cuya  car- 
ne tiene,  por  lo  común  ,  un  sabor  de  fango. 

BATÍS,  Batís  Género  de  familia  indeter- 
minada, y  de  la  dioecia  telrandria,  fundado  en 
una  sola  especie  Batis  marítima,  L.,  arbusto, 
que  crece  en  las  playas  de  la  América  ecuato- 
rial ,  y  cuyas  cenizas  sirven  en  las  Antillas  fran- 
cesas para  fabricar  sosa. 

BATISTA.  Tejido  de  hilo  de  lino,  muy  fi- 
no, que  se  fabrica  en  Francia ,  en  los  Países- 
!  Bajos,  en  Bohemia  ,  en  Silesia,  en  Suiza,  y  en 
Irlanda,  siendo  el  mas  estimado  el  que  se  elabora 
en  la  India. 

De  todos  los  lienzos  ninguno  puede  compararse 
con  la  batista  por  su  finura  y  su  lustre  Distin- 
guense  cuatro  calidades  de  esta  tela:  Batista 
[ina ,  Bastista  clara,  Balista  menos  clara,  y 
Olan-batista.  Las  dos  primeras  están  en  piezas 
de  16  varas,  y  la  tercera  de  19  ,  siendo  las 
ancharías  de  3  "palmos,  3  l/8,  4,  y  4  Vs,  y  el  olan- 
batista,  que  es  mas  tupido  que  la  batista  común, 
tiene  16  a  49  varas  de  largaria,  y  4  palmos  do 
ancharía. 

Aunque  á  veces  los  fabricantes  den  á  las  batis- 
tas claras  mas  de  16  varas,  sin  embargo  los 

Tomo  i. 


351  BAT 

corredores  que  las  venden  en  las  puntos  de  fabri- 
cación estilan  reducirlas  todas  á  este  número,  es 
decir  que  cortan  de  cada  pieza  lo  que  puede 
sobrar  de  16  varas ,  y  aun  estas  piezas  de  16  va- 
ras las  cortan  á  menudo  por  mitad  para  formar 
las  medias  piezas  de  8  varas  cada  una.  Cuando 
las  porciones  que  se  han  cortado  contienen  5  % 
varas  justas,  se  llaman  retales,  y  se  venden 
también  á  pedazos;  pero  cuando  no  llegan  á  es- 
la  dimensión,  las  juntan  con  hilo  en  las  extremi- 
dades, y  de  este  modo  se  despachan  sobre  el 
pié  de  lavara  corriente. 

Las  batistas  se  expiden  en  paquetes  cuadra- 
dos en  forma  de  libro,  ó  dobladas  de  todo  el  an- 
cho de  la  pieza ,  según  las  desea  el  vendedor  al 
por  menor ,  envueltas  en  papel  casi  negro  y  do- 
ble aladas  con  bramante,  ó  colocadas  cada  pieza 
en  una  cajita  de  cartón  charolado ,  también  al 
gusto  del  consumidor.  Cada  paquete  contiene  ó 
una  pieza  entera  ó  dos  medias  piezas  juntas,  de 
modo  que  cada  media  pieza  tiene  su  lio  separa- 
do. Los  reíales  y  porciones  están  empaquetados 
también  lo  mismo  que  las  piezas  y  medias  pie- 
zas. Estos  paquetes,  pues,  dispuestos  de  esta  con- 
formidad ,  se  ponen  en  unas  cajas  de  madera 
blanca,  hechas  adrede,  cuyas  tablas  están  junta- 
das con  clavijas  de  madera  en  lugar  de  clavos. 

La  batista  es  uno  de  los  productos  mas  impor- 
tantes de  la  industria  francesa ,  y  en  la  que  no 
han  podido  aventajar  hasta  ahora  á  esta  nación  ni 
la  Bélgica,  ni  la  Alemania,  ni  la  Inglaterra.  En  las 
cercanias  de  Yalenciennes,  Cambray  y  Bapaume, 
en  el  departamento  del  norte,  es  eñ  donde  se  te- 
je la  batista  ,  siendo  en  este  mismo  país  en  donde 
se  coge  el  excelente  lino  de  que  ella  está  hecha, 
y  en  donde  se  encuentran  hábiles  hiladores  que 
lo  trabajan,  y  lavadores  que  le  dan  un  blanco  tan 
lustroso.  Las  calidades  mas  finas  se  fabrican  en 
las  cercanías  de  Valenciennes,  y  las  mas  grue- 
sas en  los  alrededores  de  Cambray  y  de  Ba- 
paume. 

La  fabricación  de  la  batista  en  Francia  no  tie- 
ne lugar  en  taller :  el  lugareño,  que  compra  ó  co- 
ge el  lino ,  lo  hace  hilar  por  su  hija  ó  su  muger, 
Ío  teje ,  y  él  mismo  lo  lleva  al  mercado ,  una  ó 
dos  veces  por  semana,  á  Valenciennes  ó  á  Cam- 
bray. Para  conservar  á  la  batista  ese  lustre  que 
la  caracteriza,  no  se  pueden  emplear  sino  hilos 
hilados  á  la  mano,  pues  los  hilos  á  la  mecánica 
le  dan  un  aspecto  deslucido  que  no  le  conviene,  ha- 
biendo sido  muy  poco  satisfactorios  los  resultados 
de  los  ensayos'  hechos  hasta  aquí ,  con  este  ob- 
jeto. 

Sin  embargo ,  en  Irlanda  sa  fabrica  gran  can- 
tidad de  batista,  y  toda  con  hilo  hilado  ala  mecá- 
nica ,  con  el  que  si  bien  se  obtienen  tejidos  mas 
baratos  y  que  ofrecen  mas  regularidad ,  tampoco 
son  de  tanta  duración  como  los  elaborados  con 
hilo  hilado  al  huso  ó  á  la  mano.  El  hilo  á  la  me- 
cánica pierde  la  fuerza  ó  la  elasticidad  que  liene 
en  sí  la  hebra  del  lino  ,  la  que  se  conserva  na- 
tural hilada  á  la  mano,  y  cuya  única  circunstan- 
cia es  la  que  da  á  las  batistas  francesas  el  lustre 
que  en  ellas  se  observa: 


BAT 

En  Inglaterra  ó  Irlanda  dejan  todas  las  piezas 
de  balisla  del  tiro  de  12  yardas  ó  sean  13  varas, 
y  su  ancho  de  un  poco  mas  de  una  vara.  Los  In- 
gleses doblan  las  piezas  por  la  mitad  del  ancho, 
y  las  adornan  con  una  lámina  fina,  puesta  en  el 
centro  de  cada  una,  con  el  nombre  de  la  fábrica; 
las  alan  con  hilos  y  cintas  doradas ,  y  así  las  co- 
locan en  cajitas  de  cartón  charolado  y  de  varios 
colores  y  con  láminas  de  esquisito  gusto,  consti- 
tuyéndolas á  veces  unos  objetos  de  lujo. 

Una  gran  parte  de  esta  fabricación  se  presenta 
bajo  la  forma  de  pañuelos,  con  guarniciones  teji- 
das, ó  eslampadas ,  de  uno  ó  muchos  colores. 
También  se  bordan  muchos  pañuelos  de  bastista, 
y  se  guarnecen  á  menudo  con  un  pequeño  encaje, 
siendo  entonces  su  precio  muy  subido.  Se  tejen 
bastistas  de  color  que  son  pedidas  para  las  colo- 
nias; también  se  hacen  pañuelos  de  faltriquera 
de  hilo  de  batista  teñido  de  antemano,  y  se  es- 
tampan, para  este  uso,  balistas  tupidas  y  gruesas, 
de  colores  oscuros.  Finalmente,  se  venden  en 
corta  cantidad  batistas  crudas  para  hacer  capo- 
tas ó  guantes. 

Tanto  en  Francia  como  en  Inglatera  la  princi- 
pal fabricación  de  batista  consiste  en  pañuelos 
con  guardillas  tejidas  y  estampadas  cíe  varios 
colores ,  y  de  mucho  gusto ,  ya  de  clases  finas, 
ya  de  ordinarias ;  también  se  estampan  muchas 
piezas,  particularmente  en  Inglaterra,  sobre  ca- 
lidades finas  y  tupidas,  que  se  fabrican  al  inten- 
to ,  para  batas  de  señora ,  las  que  por  ser  géne- 
ro de  algún  precio  solo  consumen  las  personas 
muy  acomodadas. 

En  Suiza  es  en  donde  casi  esclusivamente  se 
bordan  los  pañuelos  de  batista,  constituyendo  es- 
ta labor  una;especie  de  ramo  de  industria  del  país 
al  que  se  dedica  la  gente  labradora,  lo  que  hace 
que  al  salir  el  género  de  sus  manos  quede  tan 
sucio,  que  parece  imposible  pueda  adquirir  des- 
pués un  blanco  tan  hermoso.  Sin  embargo,  esta 
industria  va  tomando  mucho  incremento  en  Paris 
y  sus  alrededores,  distinguiéndose  los  bordados 
de  la  capital  de  Francia  tanto  por  su  delicado 
trabajo  como  por  sus  caprichosos  y  bien  combi- 
nados dibujos,  de  manera  que  los  fabricantes  de 
Suiza  tienen  representantes  en  Paris  con  el  objeto 
de  recogerles  dibujos. 

Los  hombres  emplean  la  batista  para  corbatas, 
guirindolas,  pañuelos  de  faltriquera,  y  algunas 
veces  para  camisas ,  si  bien  este  uso  se  ha  limi- 
tado mucho.  Las  mugeres  con  este  exquisito  te- 
jido hacen  cuellos,  pañoletas,  canesús,  gorras, 
y  sobre  todo  buscan  á  la  batista  como  pañuelo  de 
uso  y  de  lujo. 

Eñ  las  batistas  se  observan  tañías  diferencias 
de  precios  que  ,  partiendo ,  por  ejemplo,  de  una 
calidad  de  26  hilos  en  el  cuarto  de  nuestra  pul- 
gada, que  cuesta  en  Paris  sobre  15  á  16  rs.  vara, 
va  siguiendo  hasta  el  precio  de  1 00  rs.  vn. ,  y  aun 
mas ;  pero  al  llegar  á  cierto  punto  el  valor  de  es- 
te tejido  consiste  mas  bien  en  su  regularidad 
que  eh  su  finura,  pues  hay  á  veces  batistas  mas 
finas  que  son  mas  baratas'que  otras  mas  ordina- 
rias. Así,  pues,  aquellos  que  tienen  necesidad 


BAL 

(k  <  uaiprar  este  arliculo  en  París,  donde  hay  va- 
rios  depósitos  y  casas  que  esclusivainentc  se  de- 
dican ¡il  comercio  de  este  género,  reúnen  piezas 
•lo  batista  de  todos  estos  depósitos  en  casa  do  los 
comisionistas,  ó  en  las  suyas  los  establecidos 
allí,  y  cotejando  las  unas  con  las  otras  pueden 
conseguir  hacer  una  buena  elección.  Del  contra- 
rio,  y  no  habiendo  una  verdadera  integridad  en 
el  \  cñdedor  ,  es  muy  fácil  engañar  al  mas  inteli- 
gente en  la  malcría  ,"por  ser  este  negocio ,  como 
muchos  otros ,  mas  bien  de  coutianza  que  de  in- 
teligencia. 

BAVHIMIA,  Bauhinia.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  leguminosas,  y  de  la  decandria 
monoginia ,  dedicado  por  Linneo  á  los  dos  horma- 
nos  Bauhin,  como  un  homenaje  rendido  á  estos 
sabios  naturalistas  por  sus  trabajos  en  bien  de  la 
botánica.  El  Sr.  De  Candolle  enumera  56  espe- 
cies de  este  género,  elegantes  arbustos ,  indíge- 
nos de  la  zona  ecuatorial ,  algunos  de  los  cuales 
se  cultivan  en  nuestros  jardines  de  recreo :  pre- 
sentan hojas  bilobadas ,  ó  indivisas ;  flores  dis- 
puestas en  racimos  terminales ;  cáliz  caedizo,  de 
cinco  divisiones,  hendido  lateralmente;  corola 
dividida  en  cinco  pélalos  oblongos ;  ovario  colo- 
cado sobre  un  pequeño  piececillo ;  silicua  pro- 
longada, muy  comprimida,  con  una  sola  celdi- 
lla, que  contiene  muchas  semillas  achatadas,  ar- 
riñonadas  ó  de  figura  elíptica. 

Bauhinia  de  lóbulos  separados. 
[Bauhinia  divaricata,  Lain.).  Especie  natural  de 
la  India,  y  cultivada  en  los  jardines.  De  hojas 
acorazonadas,  cuyos  lóbulos  terminados  en  pun- 
ta están  completamente  hendidos  hasta  la  base; 
sus  flores  son  blancas,  grandes,  duran  todo  el 
año,  brillan  sobre  todo  en  tiempo  de  lluvia,  y  es- 
tán reunidas  formando  racimos  terminales".  El 
Sr.  Perrotet  ha  visto  resudar  de  los  aguijones  de 
esta  especie  gotitas  de  una  materia  azucarada, 
primero  jarabosas  y  después  sólidas,  durante  los 
calores  del  verano." 

Bauhinia  puntiaguda  [Bauhinia  acu- 
minata,  L.).  Las  flores  de  esta  especie  son 
empleadas  como  laxantes  en  la  América,  y  el 
citcimienlo  de  su  raíz  como  carminativo  y  ver- 
mífugo. 

Bauhinia  tomentosa  [Bauhinia  to- 
menlosa^L.] .  Las  yemas  y  las  flores  de  esta  espe- 
cie son  usadas  en  la  India  en  ciertos  casos  de 
disentería;  Redio  dice  que,  en  Malabar,  el  coci- 
miento de  la  raíz  es  usado  en  las  inflamaciones. 

Bauhinia  trepadora  (Bauhinia  scan- 
dens,l,.).  Arbusto  sarmentoso ,  cuyo  tallo  es- 
tá guarnecido  de  zarcillos  que  le  sirven  para  ele- 
varse sobre  los  vegetales  grandes  que  le  rodean; 
lleva  pequeños  ramilletes  de  flores  amarillas.  Los 
habitantes  de  las  Molucas  creen  facilitar  la  pa- 
labra á  los  niños,  rompiendo  hojas  de  esta  espe- 
cie delante  de  su  boca,  y  pronunciando  al  mismo 
tiempo  algunas  palabras,  de  lo  que  la  planta  se 
llama  Daun  lolab  mubut  (que  hace  abrirla  boca); 
el  cocimiento  de  sus  raíces  calma  el  ardor  de  la 
calentura. 

La  Bauhinia  purpúrea  [Bauhinia  purpurea,  L.), 


BEA  355 

de  hojas  casi  de  figura  de  corazón,  divididas  en 
dos  partes ,  redondeadas ,  y  por  debajo  tomento- 
sas, se  cultiva  en  los  jardines,  ofreciendo  en  el 
mes  de  julio  hermosas  flores  de  color  de  púrpura. 

BA1VAA'f¿.  Vegetal  de  la  familia  de  las 
sapindáceas,  que  tiene  un  olor  muy  marcado  do 
ajo,  y  que,  en  la  India,  se  pone  en  vez  de  ésto 
en  los  alimentos,  Rundió  lo  llama  A Iliaria. 

BAHAI¥A.  Árbol  de  las  Indias,  cuyas  ho- 
jas y  raíz  son  un  antidoto  contra  los  venenos, 
mientras  que  su  fruto  es  venenoso. 

BAYETA.  Estofa  de  lana  de  largos  pelos, 
algunas  veces  lisa  ,  pero  muy  comunmente  cru- 
zada, del  género  de  las  castorinas,  de  las  (pío 
solo  difiere  en  la  ancharía  y  el  aderezo. 

La  bayeta  se  fabricaba  primitivamente  en  Es- 
paña, pero,  después  de  anos,  la  imitaron  los 
Franceses,  llamándola,  en  razón  de  su  origen, 
Espagnoletle ,  y  en  el  día  hay  fábricas  de  esta 
estofa  en  Sajonia,  en  Bohemia,  en  Inglaterra,  etc. 

La  bayeta  es  una  especie  de  tejido  de  lana  muy 
flojo  y  afelpado  por  una  parte ,  ó  mejor  es  una 
especie  de  frisa  ó  franela  muy  grosera  y  muy 
ancha.  En  el  comercio ,  se  encuentran  bayetas 
blancas  y  de  todos  los  colores,  como  grana,  ama- 
rillo ,  medio  color ,  castaña ,  negro ,  etc. 

La  anchura  regular  de  las  bayetas  es  de  7  '/a 
palmos,  7  Vi,  y  8  palmos  sobre  38  varas  de  largo. 

Antiguamente,  la  fabricación  de  la  bayeta  en 
España  se  concretaba  á  varias  poblaciones  de  Ca- 
taluña, como  Pratsde  Llusanés,  Roda,  San  Hi- 
pólito, Borrada,  Olesa,  y  otras.  Al  presente  ha 
declinado  este  ramo  de  industria  en  el  principado 
de  una  manera  notable;  pero  en  cambio  se  ha 
aclimatado  en  otras  poblaciones  del  reino ,  parti- 
cularmente en  Antequera  ,  Alcoy,  Escaray  y  Be- 
jar  ,  en  términos  que  en  el  primero  de  estos  pun- 
tos se  fabrican  á  millares  las  piezas  de  este  te- 
jido. 

Los  usos  de  la  bayeta  son  conocidos  para  ves- 
dos  de  hombre  y  de  muger. 

En  1849,  se  importa  ron  en  Barcelona,  proce- 
dentes del  reino,  79,281  varas  de  bayeta,  va- 
lor de  1.902,744  rs.  vn.,  y  del  extranjero,  212 
varas,  valor  de 2,544  rs.  vn.;  se  exportaron  al 
reino  35,882  varas,  valor  de  861,168  rs.  vn. 

BAZAC.  Algodón  hilado ,  muy  fino  y  muy 
hermoso ,  que  viene  de  Jerusalen ,  y  por  esto  es 
llamado  también  Algodón  de  Jerusalen.  El  medio 
bazac  y  el  bazac  mediano,  dos  calidades  que 
vienen  del  mismo  paraje,  son  muy  inferiores. — V. 
Algodón  hilado. 

BAZAT.  ¡Nombre  de  una  especie  de  algo- 
don  que  se  exporta  de  Leída  por  vía  de  Marsella, 
del  que  se  conocen  tres  calidades  :  bazat  de  pri- 
mera calidad,  bazat  regular,  y  bazat  ínfimo, 

BE 

BEATILLA.  Muselina  ó  tejido  de  algodón 
blanco  ,  que  se  fabrica  en  las  Indias  orientales, 
particularmente  en  Pondichery .  Hay  tres  varie- 
dades de  beatilla:  la  primera,  simplemente  llama- 
da beatilla,  es  un  poco  grosera,  ancha  de  unos 
6 3/v palmos,  larga  22  á  de  28  varas  castellanas; 
la  segunda,  conocida  bajo  el  nombre  de  organdy, 


356  BEB 

en  razón  de  su  grano  redondo  y  su  finura,  es  de 
17  varas  de  largo,  6  palmos  á  6  s/3  de  ancho;  la 
tercera,  que  se  distingue  con  el  nombre  de  beatilla 
tarnatana,  es  muy  clara,  y  las  piezas  tienen  de 
16  V»  a  18  varas,  con  7  palmos  de  ancharía. 

Llamábanse  también  Beatillas  las  telas  de  al- 
godón blancas ,  que  en  otro  tiempo  se  llevaban  á 
Francia  para  pintarlas  de  varios  colores. 

BE  JLTSONriA,  Beatsoma.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  franqueniáceas ,  y  de  la 
hexandria  monoginia  deLinneo.  La  especie  Beat- 
soma de  hoja  de  verdolaga.  (Becitsonia  portula- 
ci folia,  Boxb.),  según  el  Sr.  Lesson,  es  usada 
á  guisa  c!e  té,  entre  los  Ingleses  de  Santa  Hele- 
na, quienes  la  llaman  Té  de  Santa  Helena. 

BEBIDA.  Llámase  así  toda  sustancia  lí- 
quida introducida  en  el  estómago  para  satisfacer 
en  diferentes  grados  la  necesidad  de  la  sed,  di- 
luir los  alimentos  sólidos  contenidos  en  aquel 
órgano,  facilitar  su  mezcla  entre  sí,  y  con  los 
jugos  gástricos,  aumentar  el  volumen  de  la  san- 
gre, haciéndola  mas  Huida,  y  reparará  lome- 
nos  momentáneamente  las  pérdidas  que  han  ex- 
perimentado con  diversas  evacuaciones  los  flui- 
dos del  cuerpo.  Por  esta  definición  se  conocerá 
que  vamos  á  ocuparnos  no  mas  que  de  Las  bebidas 
alimenticias. 

Hay  clases  enteras  de  animales ,  sobre  todo 
entre  los  que  se  dicen  de  una  organización  menos 
perfecta,  porque  es  mas  sencilla,  y  que  por  esto 
mismo  podría  mirarse  como  mas  admirable,  que 
solo  se  alimentan  del  líquido  en  medio  del  que 
viven,  y  en  el  que  encuentran  al  parecer,  por 
medio  de  la  simple  absorción  quede  él  hacen,  de 
que  sustentarse  y  reproducirse;  sirvan  de  ejemplo 
los  infusorios,  los  miléporas ,  los  madréporas, 
ciertos  moluscos,  etc.  Los  animales  de  clase  de 
organización  mas  complicada,  y  que  se  cree  deben 
ser  llamados  por  esto  mas  perfectos,  los  mamíferos, 
viven  de  líquido  en  su  primera  edad.  Tampoco  es 
imposible  que  ciertos  seres  vivientes  se  alimenten 
únicamente  de  aire,  de  que  los  otros  animales 
solo  se  alimentan  en  parte;  es  evidente ,  por  ejem- 
plo, que  hay  plantas  que  son  únicamente  aerívo- 
■ras,  etc. 

Las  bebidas  son  quizás  mas  indispensables  á 
los  animales  que  los  alimentos  sólidos  ;  á  lo  me- 
nos es  cierto  que  ellos  perecen  mas  pronto  cuan- 
do están  privados  de  aquellas  que  cuando  estos 
últimos  les  faltan.  Los  lugares  en  que  abundan 
las  aguas  son  siempre  los  mas  poblados  ,  y  allí  en 
donde  éstas  faltan  hay  despoblación  y  esterilidad. 
El  número  de  los  animales  acuáticos  es  evidente- 
mente mayor  que  el  de  los  terrestres,  debiendo 
suceder  así,  puesto  quela  digestión  de  los  líquidos 
solo  exije  un  aparato  muy  sencillo ,  un  conduc- 
to único,  ó  aun  la  sola  porosidad  exterior,  para 
absorber,  arrojar  ó  exhalar  la  materia  líquida,  t 
hasta  se  podría  decir  que  de  la  materia  sólida  in- 
?,reridacomo  alimento,  los  órganos  absorben  so- 
lamente la  parte  líquida,  puesto  que  arrojan  la 
que  tiene  mas  consistencia. 

Las  liebidas  pertenecen  á  los  tres  reinos  de  la 
naturaleza  :  el  mineral  presenta  el  agua,  la  mas 


BEB 

abundante,  la  mas  necesaria  y  la  mas  saludable  de 
todas;  el  vegetal  nos  ofrece  zumos  mucosos,  ex- 
tractivos, azucarados,  ácidos,  etc.,  de  que  se 
hace  tan  grande  uso;  en  fin ,  el  animal  nos  da  la 
leche,  bebida  tan  preciosa  para  los  recien  naci- 
dos, la  sangre ,  la  linfa,  etc. ,  de  que  se  alimen- 
tan ciertos  animales,  y  todos  los  jugos  animales 
que  de  ellos  se  extraen,  como  el  caldo,  etc.  Las 
bebidas  son,  pues,  á  veces  un  alimento  total, 
como  en  las  clases  en  que  parecen  bastar  parala 
alimentación,  ó  un  alimento  parcial  indispensa- 
ble para  que  la  alimentación  se  verifique,  y  con- 
curriendo á  ella;  reemplazan  á  los  líquidos  que 
se  expelen  y  que  se  traspiran,  siendo  alimenti- 
cias en  este"  sentido  que  reparan  una  pérdida  de 
sustancia. 

Las  bebidas  se  dividen  en  simples  y  naturales, 
en  compuestas  naturales,  y  en  artificiales,  que  son 
el  producto  de  la  industria  y  siempre  compuestas. 

Las  bebidas  simples  y  naturales  son  todas  las 
especies  de  aguas  de  lluvia ,  de  rio  ,  de  fuente, 
etc.  En  rigor  podrían  ser  miradas  como  compues- 
tas ,  no  solo  porque  dos  gases,  el  hidrógeno 
y  el  oxigeno,  las  forman,  sí  que  sobre  todo  por- 
que contienen  sales,  algunas  tierras,  etc.  So- 
lo hay  el  agua  destilada  que  sea  el  tipo  verda- 
dero del  agua  en  el  estado  de  pureza. — V.  Agua. 

Las  bebidas  compuestas  naturales  son  las  que 
nos  ofrecen  los  vegetales  y  los  animales. — V. 
Leche  y  Zumos. 

Las  bebidas  compuestas  artificiales  son  pre- 
paradas por  el  hombre,  y  comprenden,  ade- 
más de  las  que  suministra  el  arte  farmacéutico, 
las  que  hace  para  las  necesidades  y  placeres  de 
la  vida :  todos  los  líquidos  fermentados ,  y  en 
primer  lugar  el  vino,  forman  parte  de  ellas  (V. 
Vino,  Cerveza,  Quass,  etc.)  El  hombre,  además, 
extrae  por  la  destilación  de  estos  líquidos  fer- 
mentados el  alcohol ,  que  también  sirve  para  nu^ 
merosos  usos,  y  cuyo  abuso,  como  bebida,  puede 
tener  los  mas  terribles  resultados. — V.  Alcohol. 

Hay  autores  que  dividen  las  bebidas  en  cuatro 
clases :  \  -°  bebidas  acuosas ,  cuya  clase  es  repre- 
sentada únicamente  por  el  agua;  2.°  bebidas  aci- 
dulas y  alcalinas,  como  la  soda-water,  la  vina- 
grada, la  limonada,  etc.,  etc.;  3.°  bebidas  fer- 
mentadas, como  el  aguardiente,  la  cerveza,  la 
sidra,  los  licores  de  mesa,  etc.;  y  k? bebidas 
aromatizadas ,  cuyo  número  es  considerable  ,  co- 
mo el  café,  el  té,  etc.  (Véanse  los  diferentes  ar- 
tículos que  en  esta  obra  tratan  de  bebidas.) . 

De  bebidas  hay  de  temperantes ,  de  excitantes 
de  tónicas  ,  etc.  Plinio,  discurriendo  sobre  el  in- 
finito número  de  bebidas  que  el  arte  ha  inven- 
tado ,  censura  la  extravagancia  del  hombre  que 
se  molesta  inútilmente  y  á  menudo  en  peligro  su- 
yo, para  prepararlas  ,  "mientras  que  la  naturale- 
za le  suministra  una  que  basta  para  todos  los 
animales,  los  mas  fuertes  como  los  mas  débi- 
les; pero  el  hombre  busca  con  anhelo  aquellas 
que,  perturbando sussentidos,  entretienen  la  vida 
con  dulces  ilusiones.  Asj  es  que  si,  con  razón,  Ma- 
homa  y  Zoroaslro  prohibieron  estas  especies  de 
bebidas  en  el  Oriente,  parece  que  Odino,  an- 


BEB 
tiguo  legislador  del  Norte,  las  recomendó;  lo 
cierto  es  que  los  Ustíacos  y  los  Moscovitas  pre- 
paran una  especie  de  cerveza  con  los  hongos  ve- 
nenosos ,  la  que  sumerge  en  una  embriaguez  que 
dura  por  espacio  de  tres  días. 

Las  bebidas  se  toman  solas ,  para  apagar  la 
sed,  necesidad  frecuente  y  mas  ó  menos  vi 
va,  según  la  especie  de  animal ,  según  la  fun- 
ción que  éste  ejecuta ,  según  la  temperatura ,  el 
clima,  etc.  En  los  países  cálidos ,  siendo  mayor  la 
pérdida  cutánea  ,  es  mas  viva  la  necesidad  dé 
repararla  por  las  bebidas.  Se  puede  conjeturar 
que  el  agua  es  la  bebida  de  los  99/,00  déla  especie 
humana.  La  corta  fracción  que  á  ella  añade  licores 
fermentados,  y  que  se  ha  hecho  una  necesidad 
facticia  de  esta"  adición  ,  llevada  hasta  el  furor 
entre  las  naciones  salvajes,  reporta,  por  el  abuso 
que  de  ellos  hace,  mas  mal  que  bien  respecto  á  la 
salud,  aunque,  en  ciertas  ocasiones,  estos  líqui- 
dos sean  un  precioso  medio  terapéutico.  Puede  de- 
cirse que  elusode  las  bebidas  alcohólicas  es  útil 
convenientemente  arreglado  en  los  climas  cálidos 
para  sostener  las  fuerzas ,  é  impedir  la  laxitud 
de  la  fibra;  pero  en  los  países  templados  y  los 
climas  frios,  el  uso  habitual  de  estas  bebidas  qui- 
ta mas  fuerza  de  la  que  da ,  con  ligeras  excep- 
ciones, testigos  los  habitantes  del  campo,  mucho 
mas  robustos,  y  mucho  menos  sujetos  á  las  enfer- 
medades ,  además  de  ser  éstas  siempre  mas  sim- 
ples, que  los  habitantes  de  las  ciudades,  aun- 
que ellos  no  beban  sino  agua ;  testigos  sobre  todo 
los  Turcos,  los  mas  vigorosos  de  los  Europeos, 
que  se  hallan  en  el  mismo  caso.  Las  mugeres  be- 
ben menos  que  los  hombres,  sobre  todo  bebidas 
alcohólicas ,  sin  duda  en  razón  de  su  menor  vo- 
lumen ,  que  exige  menos  reparación ,  del  mismo 
modo  t¡ue  ellas  consumen  menos  alimentos ,  por- 
que tienen  órganos  menos  activos,  necesidades 
menos  \  has,  etc. 

Las  bebidas  se  toman  comunmente  en  las  co- 
midas, interpoladas  cun  los  alimentos  sólidos, 
cuya  digestión  parecen  facilitar.  Su  cantidad  va 
ría  también  según  los  individuos  y  según  la  esta- 

■\,  la  especie  de  alimentos  que  se  toman,  etc.: 
en  gran  cantidad,  es  mas  nociva  que  útil,  y  pare- 
ce emiiarazar  la  digestión  estomacal;  en  muy 
corla  cantidad  ,  debe  igualmente  ser  desventajo- 
sa, pero  sus  inconvenientes  son  menores  ó  me- 
nos evidentes.  En  Europa  ,  el  uso  es  tomar  á  cor- 
ta difereucia  parte  igual  de  bebida  y  de  alimen- 
to sólido;  pero  evidentemente  los  líquidos  ingeri- 
dos exceden  á  los  sólidos  para  muchas  constitu- 
ciones nerviosas,  débiles,  hipocondriacas,  y  en 
los  borrachos ,  en  que  el  abuso  de  los  alcohólicos 
disminuye  la  necesidad  de  los  alimentos  mas  con- 
sistentes. El  excesivo  uso  de  las  bebidas  acuo- 
sas enerva,  debilita  la  fibra,  relaja  las  visceras, 
provoca  el  sudor;  el  de  las  alcohólicas  constri- 
ñe, pone  tiesos  á  los  tejidos,  y  conduce  al  tem- 
blor ,  á  las  alecciones  celébrales,  á  la  hidropesía. 

Se  toman  bebidas,  en  los  tiempos  calientes, 
como  refrescantes,  temperantes  ,  humectantes, 
etc. ,  abajando  aun  su  temperatura  por  medio  del 
hielo,  de  la  nieve,  etc.  Generalmente  este  uso 


BEG  3^7 

es  saludable;  pero,  á  \eces,  la  oposición  entie 
la  temperatura  del  cuerpo  y  la  del  líquido  lo- 
mado ocasiona  estados  patológicos  mas  ó  me- 
nos graves,  flegmasías  pulmonares,  etc,  lo  que 
debe  inducir  á  disminuir  este  contraste,  es  de- 
cir, á  beber  menos  fresco,  y  esperar  á  que  el 
calor  del  cuerpo  esté  un  pocodisminuido  por  el 
reposo:  á  veces  también  el  exceso  de  frió  (!e 
las  bebidas,  cuando  el  cuerpo  esta  demasiado 
calentado,  produce  vómitos  y  otros  desarreglos 
gástricos ,  que  á  menudo  se  creen  envenena- 
mientos, como  ha  sucedido  mas  de  una  vez  des- 
pués de  haber  tomado  helados  ,  etc. 

Se  pueden  hacer  las  bebidas  mas  alimenticias, 
mas  sustanciosas,  añadiéndolas  principios  nu- 
tritivos, tales  como  la  gelatina,  la  fécula,  la  go- 
ma, el  azúcar,  etc.,  etc.;  acudiendo  á  estere- 
curso  cuando  hay  dificultad  en  la  deglución  ó  im- 
posibilidad dé  tragar  ,  etc. 

En  general, se  bebe  frió,  y  esla  es  la  costum- 
bre ordinaria;  las  bebidas  cafientes  están  reserva- 
das para  los  enfermos,  á  pesar  deque  en  muchos 
casos  se  abusa  de  esta  especie  de  medicamento. 

BEBÍ.  Especie  de  tejido  de  algodón  que  se 
fabrica  en  Alepo  y  sus  alrededores. 

BKCAIfA,  Scolopax.  Género  de  aves  del 
orden  de  las  zancudas  v  de  la  familia  de  las  lon- 
girostras  de  Cuvier.  Sus  caracteres  son:  pico 
largo,  recto  ,  blando  y  muy  endeble,  hinchado 
hacia  su  ápice;  mandifula  asurcada  hasta  la  mi- 
tad de  su  longitud ;  extremo  de  la  mandíbula  su- 
perior mas  larga  que  el  de  la  inferior ,  formando 
la  parte  hinchada  una  especie  de  gancho ;  nari- 
ces laterales ,  hendidas  á  lo  largo  cerca  del  bor- 
de de  la  mandíbula  y  cubiertas  con  una  membra- 
na.; pies  medianos;  la  primera  ramera  de  igual 
longitud  á  corta  diferencia  á  la  segunda,  que  es 
Ja  mas  larga  de  todas. 

Las  becadas  habitan  los  bosques  y  las  llanuras 
pantanosas;  se  alimentan  degusanos,"de  babosas  y 
de  insectos;  su  instinto  es  muy  poco  desarrolla- 
do ;  mudan  dos  veces  al  año,  y  su  sistema  de  co- 
loración experimenta  pocos  cambios  durante  es- 
las  trasformaciones. 

Este  género  ha  experimentado  muchas  modi- 
ficaciones por  los  autores,  pero,  según  De  Lafres- 
naye,solo  hay  realmente  distintas  las  tres  sec- 
ciones indicadas  porTemminck,  estoes,  las  Be- 
cadas, los  Becacinos  y  los  Becacinos  Caballeros, 
adoptando,  solamente  como  sub-genéricos ,  los 
nombres  genéricos  de  Rusticóla,  Scolopax  \  de 
Macrorumphus ,  que  les  han  sido  dados. 

í.er  Subgénero.  Becada  Rusticóla,  \m\.) . 
Tibia  cubierta  de  plumas  hasta  la  rodilla  ;  tarsos 
cortos;  dedos  medianos;  uña  del  pulgar  media- 
na; colodrillo  rayado  con  fajas  lras\ersales;  for- 
mas pesadas  y  macizas.  Residencia  habitual:  en 
los  bosques ,  montes  bravios  y  setos. 

Todavía  no  se  conocen  sído  tres  especies  de 
becadas:  la  Becada  de  los  Estados-Unidos  (Sco- 
lopax minor,  L. ,  Rusticóla  minor ,  Vieil.) ,  la  Be- 
cada de  Java  (Rusticóla,  Nob. ;  Scolopax  satúra- 
la, llore.;  Rusticóla javanica ,  Less.i ,  y  la  Beca- 
da de  Europa  ,  de  que  vamos  á  ocuparnos. 


3o8  BEC 

Becada  común,  Becada  de  Eu- 
ropa ,  Chocha  Perdiz  (Scolopax  rusticó- 
la, L. ;  Rusticóla  vulgaris.).  Su  longitud  es  de 
trece  á  catorce  pulgadas;  tiene  la  parte  superior 
déla  cabeza,  el  cuello,  el  dorso  y  las  coberte- 
ras de  las  alas  matizados  de  castaño,  de  negro  y 
gris ;  en  el  cuello  se  ven  cuatro  anchas  tajas  tras- 
versales negras,  y  en  cada  lado  de  la  cabeza  una 
pequeña  laja  del  mismo  color ;  el  pico  y  los  pies 
son  de  color  de  carne  sombreado  de  gris. 

Las  becadas,  habitantes  de  las  altas  montañas 
pobladas  de  bosques  del  centro  de  la  Europa,  des- 
cienden de  ellas  desde  los  primeros  frios,  llegan- 
do á  nuestras  comarcas  en  octubre  ó  noviembre. 
Pasan  habitualmente  el  dia  en  los  bosques,  en 
donde  revuelven  las  hojas  secas  con  su  pico 
para  alimentarse  de  gusanos  ocultos  en  ellas; 
pero  al  anochecer  salen  de  allí,  y  con  un  vuelo 
rápido  y  ligero  se  dirigen  á  los  campos  cultiva- 
dos y  recientemente  labrados  y  hacia  las  fuentes. 
Parece  que  la  becada  no  ve  bien  sino  en  el  cre- 
púsculo, lo  que  se  explica  fácilmente  por  su  sa- 
lida al  anochecer  y  por  su  vuelo  mucho  mas  vivo 
en  esta  hora  y  antes  de  salir  el  sol  que  durante 
el  dia. 

La  becada  nos  deja  desde  los  primeros  dias  de 
la  primavera;  pero  algunas  veces  queda  un  pir 
aislado  en  nuestros  bosques ,  en  los  que  anida 
después  de  la  partida  de  las  demás.  Hace  su  nido 
en  tierra  ,.á  menudo  junto  á  un  tronco  de  árbol 
á  de  una  gruesa  raíz;  la  hembra  pone  cuatro  ó  cin- 
co huevos  oblongos,  de  un  gris  rojizo  y  jaspeados 
de  aguas  oscuras  y  negruzcas.  Los  polluelos,  cu- 
biertos al  nacer  de  un  plumión  espeso,  como  la 
generalidad  délas  jóvenes  zancudas,  al  punto 
abandonan  el  nido  y  se  ponen  á  correr.  Entonces 
es  muy  fácil  cogerlos;  pero  el  padre  y  la  madre 
tienen  por  ellos  tal  solicitud  que  se  ha  visto  to- 
mar á  uno  de  sus  hijuelos  bajo  su  cuello  ,  y  lle- 
várselo así  á  mas  de  mil  pasos. 

Estas  aves  parecen  mudas  en  el  invierno  ,  de- 
jando, solo  oir  una  especie  de  cloqueo  cuando  se 
las  persigue  á  principios  de  la  primavera.  Cuan- 
do andan  con  lrecuencia  ostentan  la  cola,  como 
si  hiciesen  la  rueda 

Se  ha  creído  reconocer  muchas  razas  distintas 
de  nuestra  becada:  entre  otras,  una  mas  pequeña, 
mas  rojiza,  y  de  pico  mas  largo;  y,  al  contrario, 
otra  mucho  mas  gruesa,  de  plumaje  mas  oscuro, 
y  que  habita  con  preferencia  los  grandes  valla- 
dos y  los  matorrales.  Según  el  Sr.  Temminck,  las 
pequeñas  becadas  son  becadas  jóvenes ,  de  nida- 
das tardias,  que  emprenden  su  emigración  al- 
gunas semanas  después  de  la  partida  délas  gran- 
des becadas,  y  efectivamente  nos  llegan  después 
de  éstas. 

El  mismo  naturalista  indica  también,  como  me- 
rlio  el  mas  seguro  de  distinguir  los  sexos  en  nues- 
tra especie  europea ,  el  examen  de  la  primera 
cobertera,  cuyo  barde  externo  de  las  barbas  está 
cubierto,  en  el  macho,  de  manchas  morenas  sobre 
un  fondo  blanco  amarillento,  mientras  que  las 
hembras  llevan  un  cordoncillo  blanco  sin  man- 
chas en  toda  la  longitud  de  esta  barba. 


BEC 

Estas  aves  nunca  viven  en  bandadas ,  sino  que 
van  solas  ó  á  pares.  Se  las  caza  de  muchos  mo- 
dos, pero  el  mas  generalmente  usado  en  los  so- 
tos es  por  medio  de  perros  de  parada.  La  beca- 
da no  huye  hasta  que  se  halla  debajo  de  la  nariz 
del  perro ,  y  á  veces  se  levanta  de  los  pies  del 
mismo  cazador;  su  vuelo  ni  es  elevado  ni  de 
gran  duración. 

2.°  Sub-género.  Becacin  [Scolopax,  Yieil.). 
Parte  inferior  del  tarso  desnuda ;  dedos  largos 
y  delgados;  uña  del  pulgar  puntiaguda;  parte 
superior  de  la  cabeza  rayada  con  fajas  longitudi- 
nales; formas  cenceñas  y  arrojadas.  Residencia 
habitual :  los  pantanos  y  los  prados  pantanosos. 

Además  de  estos  caracteres,  los  becacinos  di- 
fieren también  de  las  becadas  en  su  hábito  de  ar- 
rojar muchos  gritos  cuando  toman  el  vuelo,  y  en 
este  vuelo  tan  fácil  y  tan  rápido  de  dia  como  de 
noche,  lo  que  prueba  que  su  vista  está  orga- 
nizada parala  luz  del  sol.  Anidan  en  los  panta- 
nos. 

Cuéntanse  hoy  dia  á  lo  menoslres  especies  de 
becacinos  en  la  América  del  norte,  cuatro  en  la 
América  del  Sud,  y  cinco  en  Europa.  El  Becacin 
gigante  (Solopax  gigantea ,  Natt.j ,  especie  del 
Brasil,  es  notable  por  sus  dimensiones,  que  son 
un  cuarto  mas  gruesas  que  las  de  nuestra  Decada 
de  Europa ,  siendo  muy  semejante  por  el  plumaje 
al  Gran  Becacin  de  las  sábanas  de  Cayena,  Buff., 
muy  grande  ya  por  sí  mismo ,  y  del  que  no  difie- 
re realmente  sino  en  su  mayor  talla. 

Las  especies  de  este  grupo  que  se  encuentran 
en  España  son: 

Becacin  común  [Scolopax  gallinago,  L.) . 
No  es  tan  grande  como  la  becada :  su  longitud 
es  de  unas  diez  pulgadas  incluso  el  pico,  que  ya 
tiene  tres;  su  cabeza  está  dividida  por  dos  rayas 
longitudinales  negras  y  tres  de  rojizas;  la  papada 
es  blanca;  el  cuello  entreverado  de  pardo  y  roji- 
zo; el  pecho  y  vientre  son  blancos,  y  la  parle 
superior  del  cuerpo  matizada  de  pardo,  rojo  páli- 
do y  negro. 

Llega  á  nuestro  país  en  la  primavera ,  y  anida 
en  los  pantanos  de  los  lugares  montuosos;  la 
hembra  construye  su  nido  en  tierra  debajo  de 
alguna  raíz  gruesa  de  olmo  ó  de  sauce  en  un  lu- 
gar inaccesible  al  ganado  ,  y  pone  cuatro  ó  cin- 
co huevos  de  un  verdecino  muy  claro  manchados 
de  pardo  y  ceniciento. 

El  becacin  vuela  con  mucha  rapidez,  y  cuando 
se  halla  á  bastante  elevación  deja  percibir  el  gri- 
to sostenido  de  me  ,  me,  me,  trémulo  y  bastante 
parecido  al  de  la  cabra ,  lo  que  ha  hecho  que  en 
cierto»  parajes  le  den  el  nombre  de  Cabra  volado- 
ra, Cabra  de  SanJuan.  Su  vuelo  sostenido  é  irre- 
gular hace  que  su  caza  sea  difícil. 

Becacin  doble,  Gallineta  ciega 
[Scolopax  major ,  Gm.).  Se  distingue  del  anterior 
en  su  talla,  que  es  un  tercio  mayor,  y  porque  sus 
fajas  superiores  son  mas  pequeñas,  y  las  manchas 
pardas  de  debajo  mas  grandes  y  mas  numerosas. 
Tiene  los  mismos  hábitos ,  pero  su  vuelo  no  es  tan 
rápido  ,  y  en  su  carrera  sigue  una  dirección  recta 
sin  describir  tortuosidades. 


BEC 
Becacin  pequeño,  Beeacln  sordo 

[Scolopu.v  (/(illinuUx ; ,  Gtú.).  Es  el  mas  pequeño 
de  los  tres :  su  longitud  no  excede  de  siete  pulga- 
radas y  media;  solo  presenta  una  faja  negra  so- 
bre la  cabeza;  en  el  fondo  de  su  papada  refleja 
un  brillo  verdoso  bronceado;  un  medio  collar  gris 
ocupa  la  nuca ;  sus  flancos  y  pecho  están  salpi- 
cados de  pardo.  Se  oculta  eñ  los  cañaverales  de 
los  estanques,  debajo  de  los  juncos  secos  y  de  las 
yerbas  que  han  caído  y  sido  arrastradas  á  la  ori- 
lla del  agua.  Con  dificultad  se  logra  hacerle  le- 
vantar, siendo  casi  necesario  pisarle,  lo  que  le 
ha  valido  el  epíteto  de  sordo.  Habita  con  prefe- 
rencia los  pantanos  del  norte  de  Europa,  y  tam- 
bién se  halla  en  América. 

3.er  Subgénero.  Becacin  Caballero  [Mccro- 
ramphus,  L.).  Piernas  desnudas  de  plumas  en 
casi  toda  su  longitud;  dedo  exterior  unido  al 
del  medio  en  su  Dase  por  una  membrana  muy 
pequeña ;  dedos  de  mediana  longitud  ;  cola  cua- 
drada y  no  cónica,  como  en  las  secciones  pre- 
cedentes. Todos  los  caracteres ,  asi  como  la  co- 
loración ,  participan  enteramente  de  los  caballe- 
ros y  no  de  los  becacinos. 

Kste  grupo  no  contiene  sino  una  sola  especie, 
el  Becacin  Caballero  gris,  Noli.,  Becacin  gris, 
Becacin  punteado  (Macroratnphus  qriseus,  L.; 
Scolopax  leucophcea,  Vieil.),  que  está  cubierto, 
por  encima  de  mezcolanzas  negras  y  blanco  ro- 
jizo; el  pecho  es  de  un  moreno  gris;  el  "resto  blanco 
que  se  colora  de  rojo  en  la  librea  de  verano;  la 
rebadilla  ó  el  obispillo  y  la  cola  blancas  atrave- 
sadas de  numerosas  fajas  negras.  Se  encuentra 
en  los  Estados-Unidos,  en  donde  frecuenta  los 
terrenos  inundados  ó  pantanosos  de  las  playas 
del  mar ,  sobre  todo  en  el  desembocadero  de  los 
rios  ,  y  nunca  va  á  los  prados  herbosos.  Se  ali- 
mentare moluscos  bivalvos,  que  se  encuentran 
en  los  pantanos  salados  de  los  Estados-Unidos. 
El  Sr.  Lafresnaye  dice  que  esta  ave  es  un  verda- 
dero caballero  de  pico  de  becacin,  y  que  seria 
mas  convenientemente  llamarla  Caballero  Beca- 
cin que  Becacin  Caballero. 

Todas  las  especies  de  este  género  son  muy 
buscadas  por  la  excelencia  de  su  carne:  cómen- 
se  sin  separarlas  las  entrañas,  que  pasan  por  ser 
su  mejor  condimento,  y  se  estiman  sobre  todos  los 
muslos,  que  son  mas  tiernos  que  las  alas  en  otras 
a\os.  Estas  aves,  muy  nutritivas,  restaurativas  y 
analépticas,  son  excitantes,  aun  irritantes  cuan- 
do se  las  ha  dejado  manir  ,  y  nocivas  cuando  se 
abusa  de  ellas:  convienen  sobre  todo  á  los  linfáti- 
cos, cuyo  estómago  es  perezoso  ,  habiendo  sido 
indicadas  en  los  casos  de  diabetes,  de  anasarca, 
de  escrófulas,  etc.  Lémery  cita  la  becada  y  el 
becacin  comunes  como  fortificantes  y  afrodisía- 
cos, y  la  hiél  de  una  y  otro  como  propia  para  cu- 
rar las  ulceras  de  los  "ojos  y  la  catarata  Sin  em- 
bargo, la  becada  no  es  del  gusto  de  todas  las 
personas,  y  si  bien  es  útil  á  los  sujetos  que  ha- 
cen ejercicio,  no  conviene  á  los  de  estómago  dé- 
bil ,  ni  á  los  biliosos  ni  á  los  melancólicos. 

La  carne  de  la  becada  común  es  tanto  mas  ne- 
gra y  dura  en  cuanto  el  ave  es  mas  vieja,  pero  se 


BED  3M 

la  deja  manir,  y  entonces  contrae  un  humillo  par- 
ticular muy  pronunciado  ;  la  carne  de  las  otras 
especies ,  en  particular  la  del  becacin,  está  car- 
gada de  grasa  ,  es  de  un  sabor  lino  y  delicado,  j 
de  mas  fácil  digestión. 

Los  huevos  de  becada  común  son  tan  estimados 
en  Inglaterra,  que  al  gran  uso  (pie  de  ellos  sr 
hace  se  atribuye  el  que  esta  especie  se  haya  he 
cho  bastante  rara  en  aquel  país. 

Las  becadas  son  una  caza  muy  apreciada.  El 
olor  y  el  sabor  de  estas  aves  desagradan  á  los 
perros. 

BECIIBA.  Nuez  del  Brasil ,  del  volumen 
de  una  nuez  moscada,  cuya  almendra  aceitosa 
está  cubierta  de  una  cascara  leñosa;  pasa  por 
balsámica ,  y  se  emplea  en  la  parálisis  y  los  reu- 
matismos. 

BEUEGAB.  Producción  hongosa,  olorosa , 
que  se  observa  en  las  ramas  tiernas  del  Rosal 
perruno  (Rosa  canina,  L.).,  producida  por  la 
picadura  de  un  insecto  bimenóptero  llamado  Cí- 
nife DEL  ROSAL  SILVESTRE  [Ct/nipS TOSCB ,  L.).   Hay 

en  estas  producciones  hinchazón  del  tejido  celu- 
lar ,  extravasación  de  los  jugos  del  vegetal  y  una 
especie  de  vegetación  librilar  monstruosa.  Éslas 
agallas  son  cuerpos  rojizos,  redondeados,  ligeros, 

3ue  encierran  las  lan  as  del  insecto  que  las  han 
ado  origen. 

El  análisis  químico  encontraria  sin  duda  en  el 
bedegar  los  mismos  elementos  que  componen 
otras  producciones  vegetales  de  naturaleza  bas- 
tante análogas  por  su  origen,  como  la  nuez  de 
agallas ,  etc. 

Los  bedegares,  inusitados  hoy  dia,  fueron  muy 
preconizados  antiguamente    como  astringentes, 
antiverminosos,  anti-hidrópicos,  útiles  en  el  cal 
culo,  las  escrófulas,  la  alopecia,  la  picadura  de 
tarántula ,  etc. 

BEDÉIiim.  Especie  de  algodón  que  viene 
de  Levante  por  conduelo  de  Marsella. 

BEDELIO.  Gomo-resina  de  la  India  y  de  la 
Arabia  conocida  de  los  antiguos,  pero  cuyo  orí 
gen ,  después  de  haber  sido  empleada  durante 
tantos  años ,  todavía  no  es  bien  conocido. 

Plinio  dice  que  es  producidapor  un  árbol  de  la 
Bactriana,  de  leño  negro,  de  la  magnitud  de  un 
olivo ,  cuyas  hojas  se  parecen  á  las  de  roble,  y 
los  frutos  á  los  de  la  higuera  silvestre.  Dujardiñ 
ha  expuesto  que  fluía  de  la  corteza  y  de  los  frutos 
de  un  grande  árbol  espinoso.  Koempfer  ha  su- 
puesto que  era  el  zumo  de  un  palmero,  habiendo 
habido  después  otros  autores  que  han  dicho  que 
era  el  extracto  de  los  frutos  del  palmero  Lonta- 
rus  domestica,  Gaert.,  lo  que  parece  imposible, 
porque  no  puede  concebirse  que  una  gomo-resi- 
na amarga  sea  extraída  de  losfrutos  de  un  pal- 
mero comunmente  comestible.  Algunos  natura- 
listas la  han  considerado  como  producida  por  el 
Boraso  en  forma  de  abanico  Borassus  flabelli- 
formis ,  L.).  Como  á  veces  seencuentra mezclada 
con  la  goma  arábiga ,  se  ha  pensado  si  seria  pro- 
ducida por  una  Acacia.  Plukenet  cree  que  proce- 
de de  un  árbol  lechoso  de  América,  que  sospecha 
ser  un  Rus.  El  Sr.  de  Lamark  conjetura  que  cue- 


360  BEG 

la  de  un  Amiris.  Adanson  dice  haber  visto  en 
África  el  árbol  que  da  el  bedelio ,  asegurando 
que  es  espinoso,  y  llamado  Nioutloult  por  los  na- 
turales del  país,  quienes  hacen  mondadientes  con 
sus  espinas,  y  que  ha  sido  descrito  por  A.  Ri- 
chard bajo  el  nombre  de  Heudelatia  africana. 

En  el  comercio  se  encuentran  dos  especies  de 
bedelio: 

1 .°  Bedelio  en  lágrimas  redondeadas ,  de  cer- 
ca de  una  pulgada  de  diámetro,  de  un  gris  ama- 
rillento, 6  rojizo,  ó  verdoso,  semitrasparente,  de 
íractura  mate  y  cerosa ;  con  el  tiempo  se  pone 
del  todo  opaco  y  como  harinoso  en  su  superficie; 
tiene  un  olor  débil  que  le  es  particular,  y  un  sabor 
amargo.  Según  el  Sr.  Pelletier,  está  compuesto 
de  resina,  59,0 ;  goma  soluble,  9,2;  basorina, 
30,6;  aceite  volátil  y  pérdida,  1,2. 

2.°  Bedelio  en  masas  negruzcas,  á  menudo 
ensuciadas  con  tierra  al  exterior ,  y  mezcladas 
con  tallos  leñosos  y  una  corteza  hojeada  como  la 
del  abedul;  su  fractura  es  mateó  brillante,  y  ca- 
si siempre  la  una  y  la  otra  á  la  vez  ofrecen  como 
un  zumo  resinoso,  pegajoso  y  brillante,  que  exu- 
da á  gotas  de  una  masa gomó-resinosa  mate;  ex- 
puesto entre  el  ojo  y  la  luz  ,  parece  traslúcido  y 
de  un  gris  moreno ;  tiene  un  olor  bastante  fuerte 
y  un  sabor  muy  amargo  y  acre,  acompañado  ya 
de  una  ligera  aroma  de  mirra,  ya  de  un  gusto 
muy  terebintáceo.  Esta  sustancia"  se  asemeja  á  la 
mirra,  y  algunos  droguistas  la  venden  bajo  el 
nómbrele  Mirra  de  la  India. 

El  Sr.  Guibourt  llama  á  la  primera  de  las  dos 
especies  de  este  producto  Bedelio  de  A  frica,  por- 
que se  le  encuentra  siempre  mezclado  en  corta 
cantidad  con  la  goma  del  Senegal ,  y  á  veces 
se  recibe  de  la  costa  de  Guinea,  aunque  tam- 
bién llega  de  Arabia  que  parece  ser  de  la  misma 
naturaleza.  A  la  segunda  la  denomina  Bedelio  de 
la  India.  Además  distingue  una  tercera  especie 
con  el  nombre  de  Bedelio  opaco,  que  es  un  zu- 
mo gomo-resinoso  en  lágrima  ovoidea,  ancha  de 
18  lineas  y  larga  de  unas  3  pulgadas;  amarillen- 
to como  la  cera  amarilla  medio  descolorada,  uni- 
formemente lechoso ,  casi  opaco ,  de  sabor  muy 
amargo,  un  poco  aromático  ,  sin  nada  de  acritud. 

El  bedelio  despide,  cuando  arde,  un  olor  bas- 
tante agradable ,  lo  (pie  le  hace  prescribir  en  fu- 
migaciones en  las  alecciones  de  la  matriz,  los  es- 
pasmos, etc.;  su  ebullición  en  el  agua  da  á  ésta 
un  color  glauco ,  mientras  que  colora  el  alcohol 
en  rojo.  Se  dice  que  el  bedelio  tiene  casi  todas  las 
propiedades  de  la  mirra;  hoy  dia  es  muy  poco 
usado ,  á  pesar  de  su  antigua  reputación  como  cle- 
sobstruente,  béchico,  emenagogo ,  antiespasmó- 
dico  y  astringente,  á  la  dosis  de  10  hasta  40  gra- 
nos. Aplícase  al  exterior  como  resolutivo  y  emo- 
liente, y  entra  en  algunas  composiciones  farma- 
céuticas. 

BE€2©IVi:A ,  Begonia.  Tipo  de  la  familia  de 
las  begoniáceas.  Género  de  la  monoecia  polian- 
dria triginia  de  Linneo ,  que  Jussieu  colocó  en  la 
familia  de  las  poligóneas,  y  que  contiene  un  gran 
número  de  plantas  nolabíes,  la  generalidad  por 
su  porte  singular ,  y  sobre  todo  por  la  oblicuidad 


BEH 

de  sus  hojas.  Conócense  cerca  de  80  especies,  de 
las  cuales  mas  de  60  son  cultivadas. 

Las  begonias  son  plantas  herbáceas  ,  anuales 
ó  vivaces ,  originarias  de  las  regiones  tropicales 
del  Asia  y  de  la  América.  De  tallos  espesos  y 
carnosos,  casi  siempre  herbáceos  y  apenas  leño"- 
sos ;  hojas  alternas ,  por  lo  común  divididas  en 
dos  mitades  muy  desiguales  ,  y  por  consiguien- 
te muy  oblicuas ,  de  pezones  palmeados,  de  con- 
torno entero  ó  dentado,  de  estipulas  anchas,  cae- 
dizas y  casi  axilares ;  flores  blancas  rosadas  ó  ro- 
jas ,  con  frecuencia  dispuestas  por  dicotomias. 

Las  begonias  tienen  las  hojas  acidas  y  se  co- 
men en  muchos  países,  bajo  los  nombres  de  Ace- 
dera silvestre  y  Acedera  de  bosque;  contienen 
oxalato  de  potasa  en  bastante  abundancia,  en 
ciertas  localidades ,  para  ser  extraído  con  pro- 
vecho. Puédense,  pues,  emplear  las  especies  de 
begonia  como  las  del  género  Romaza  (  Rumex). 
El  zumo  de  estos  vegetales  es  refrescante  y  de- 
purativo; en  el  Brasil  se  comen,  bajo  el  nombre 
de  Ervo  do  sapo,  las  hojas  cocidas  de  las  Bego- 
nia de  cogulla  [Begnia  cocutlata,  W.),  Begonia 
bidentada  (Begonia  bidentata,  Raddi),  Begonia 
espatulada  (Begonia  spathulala,  W. ),  Begonia 
de  hoja  de  olmo  (Begonia  ulmifolia,  Humb.),  etc. 
Las  raíces  de  la  Begonia  de  flou  grande  (Bego- 
nia grandiflora)  y  de  la  Begonia  tomentosa  ( Be- 
gonia tomentosa )  son  empleadas  en  el  Perú  con- 
tra el  flujo  de  sangre ,  en  las  afecciones  hemor- 
rágicas  del  pecho  y  en  el  escorbuto. 

En  algunas  obras  se  llama  Ruibarbo  silvestre 
á  las  raíces  de  la  Begonia  oblicua  de  Linneo, 
sin  duda  por  la  analogía  de  color  y  de  propiedad 
que  se  ha  creido  encontrarlas  con  las  de  las  espe- 
cies del  género  Ruibarbo  (Rheum). 

Cultívanse  algunas  pocas  especies  en  nuestros 
jardines. 

BESf  EITIOTH.  En  el  discurso  que  el  libro 
de  Job  hace  tener  al  Señor ,  hablando  á  este  jus- 
to ,  se  encuentra  la  descripción  de  un  animal 
que  el  texto  llama  Behemoth.  (Cap.  XL,  v.  10 
y  18.)  Los  comentadores  de  la  Biblia  han  esta- 
do muy  discordes  acerca  del  animal  que  de- 
bía reconocerse  bajo  esle  nombre.  Sanctius  cree 
que  es  el  buey;  Mercier,  G.  Miiller,  Yalabfe, 
y  Pfeiffer  han  opinado  que  era  el  elefante ;  Bo- 
chart  ha  demostrado,  con  su  provervial  erudición 
v  su  exquisito  sentido,  que  es  el  hipopótamo, 
habiendo  el  padre  Houbigant  y  la  generalidad 
de  los  modernos  admitido  esta  opinión. 

Como  en  hebreo  la  palabra  béhemah  significa 
una  bestia,  hase  mirado  la  palabra  behemoth  co- 
mo el  plural  enfático  de  este  nombre.  Pero ,  así 
como  lo  observa  Bochart,  la  terminación  olh  per- 
tenece aquí  á  la  lengua  egipcia  y  no  es  un  indi- 
cio de  plural.  Jablonski  pretende  hacer  derivar 
esle  nombre  del  copto  pehrsnou,  pehemout,  que 
significa,  dice  él,  un  buey  marino.  Es  cierto  que 
el  nombre  de  buey  marino  ha  sido  mas  de  una 
vez  aplicado  al  hipopótamo,  y  tal  es  el  sentido 
de  la  palabra  bomarmo,  por  la  que  los  Italianos 
designan  todavía  á  esle  animal. 

Casi  todos  los  Padres  de  la  Iglesia  no  han  visto 


BEH 

en  el  behemoth  sino  un  animal  figurado  ,  imagen 
del  diablo,  del  mal,  del  antecristo,  ó  también 
de  Sennacherib*.  Tal  ha  sido  singularmente  la 
opinión  de  san  Gerónimo ,  de  san  Agustín,  de  san 
Gregorio  el  Grande  y  de  san  Bernardo.  Rondel, 
en  una  disertación  que  ha  continuado  en  la  Bi- 
J)lia  de  Vanee,  ha  procurado  defender  esta  hipó- 
tesis, rebatiendo  á  Bocharl:  pero  basta  leer  el 
libro  de  Job,  para  convencerse  de  que  el  behe- , 
raoth  y  el  leviatlian  son  citados  como  dos  anima- 
les los  mas  grandes  que  existen,  como  prodigios 
del  poder  creador,  y  de  ningún  modo  como  em- 
blemas del  intierno. 

Los  rabinos,  según  su  uso,  han  añadido  mil 
cuentos  ridiculos  á  la  relación  de  la  Escritura 
respecto  a  Behemoth :  enseñan  que  este  animal 
es  el  mas  grande  de  los  cuadrúpedos  creados  por 
Dios,  y  que  éste  hizo  dos  al  principio  del  mundo, 
un  macho  y  una  hembra;  que  mató  a  la  hembra,  a  lin 
de  qu3  esta  especie  no  se  multiplicase  en  perjui- 
cio de  las  demás  criaturas,  y  la  saló  para  dar  un 
banquete  á  sus  escogidos,  en  el  tiempo  del  Me- 
sías, y  que  en  cuanto  al  macho,  aseguran  ellos, 
que  vive  todavía,  y  que  Dios  lo  matará  en  este 
mismo  tiempo ,  para  darlo  á  los  Isrealitas  resuci- 
tados. Dicen  que  el  behemolh  es  tan  grande  que 
cada  dia  come  el  heno  de  mil  montañas  muy  vas- 
tas, y  que  la  yerba  que  ha  comido  de  dia  vuel- 
ve á  crecer  de  nuevo  por  la  noche  á  tin  de  aten- 
der siempre  á  su  subsistencia.  Los  Judíos  supers- 
ticiosos juran  por  behemoth,  como  los  Cristianos 
juran  algunas  veces  por  el  paraíso.  ( Alfredo 
Maury.) 

BÉIIEUÍ.  Bajo  este  nombre  se  conocían, 
entre  los  antiguos,  dos  raíces  muy  usadas,  pero 
que  no  se  encuentran  hoy  día  en  el  comercio.  La 
una,  Behen  blanco  (  Behen  álbum  de  las  olici- 
nas),  Behmcn  Abiab  de  tos  Árabes,  que  se  atri- 
buye, sin  poder  presentar  ninguna  prueba  de 
ello,  al  Centaurea  Behen,  L.,  planta  de  Siberia 
y  de  Asia,  es  muy  rara  en  las  colecciones  y  des- 
conocida en  los  jardines  botánicos,  aunque  se  dé 
bajo  este  nombre  una  centaurea  común.  Se  dice 

3ue  la  raíz  de  nuestras  boticas  era  del  grueso 
el  dedo,  cenicienta  por  defuera,  blanca  por  den- 
tro ,  de  un  sabor  acre  y  de  un  olor  desagradable ; 
la  de  los  Árabes  era ,  según  sus  escritos ,  de  un 
olor  agradable  y  un  sabor  glutinoso,  un  poco 
estíptico,  y  blanca  por  dentro  y  por  defuera, 
lo  que  hace  ver  que  era  diferente.  Los  Árabes  la 
usaban  como  corroborante,  prolífica,  muy  nutriti- 
va, etc.;  los  Persas  la  empleaban  como  condi- 
mento. Es  preciso  no  confundir  á  esta  raiz,  que 
ya  no  se  usa,  con  el  Cucúbalo  Behen  (  Cucuoa- 
tus  Behen,  L.). 

La  otra  especie  era  llamada  Behen  rojo  ( Be- 
hen rubrum  de  las  oficinas) ,  Behmcn  Ackmar  de 
los  Árabes.  Se  atribuye ,  sin  mas  datos  que  para 
la  precedente,  al  Estatice  Limonio  (Statiee  Li- 
monium,  L.),  planta  de  las  playas  del  mar  y  de 

*  Sennacherib.  Hijo  de  Salmanasar ,  rey  de  Asiría ,  su- 
cedió á  su  padre  en  el  año  114  antes  de  Jesucristo  ,  hizo  la 
guerra  á  los  Judíos ,  y  fué  muerto  por  sus  dos  hijos. 

46 


BEL  361 

los  países  salados.  Estas  raíces,  que  son  rugosas, 
torcidas,  compactas,  rojas,  y  negras  por  dentro, 
se  recibían  cortadas  a  tajadas  de  la  Siria  y  del 
monte  Líbano,  y  eran  consideradas  como  astrin- 
gentes y  tónicas,  y  empleadas  contra  las  he- 
morragias, el  flujo  de  vientre  ,  etc. 

HEICiE.  Nombre  que  los  habitantes  del  Poi- 
tú  dan  á  una  especio  de  sarga  negra,  parda  ó  de 
color  atezado,  que  otros  llaman  de  color  de  ove- 
ja, ó  sarga  natural,  porque  la  lana  con  que  se 
fabrica  no  ha  recibido  ninguna  preparación,  ma- 
nufacturándose en  el  mismo  estado  en  que  ha  si- 
do esquilada.  Las  Sargas  beiyes  deben  tener  á  lo 
menos  38  á  39  tirantes,  y  cada  uno  de  éstos,  20 
hebras. 

Mi:ii A- A1E,  Be-jLahé.  Vegetal  de  Ma- 
dagascar,  de  flores  dioicas,  etc.,  cuyo  nombre 
lineano  os  desconocido.  La  corteza,  que  es  muy 
amarga  y  un  poco  aromática,  es  empleada  por  los 
naturales  del  país,  quienes  la  infunden  en  el  zumo 
de  la  caña  de  azúcar,  preparando  asi  una  espe- 
cie de  cerbeza  que  en  Madagascar  recibe  el  nom- 
bre de  Tacfare.  El  Sr.  Sonnerat  dice  que  esta 
corteza  tiene  las  calidades  de  la  siniaruba , 
nombre  que  á  veces  se  la  da  en  el  país,  y  que 
como  ésta  puede  ser  empleada  en  los  flujos  de 
sangre,  las  diarreas,  etc.,  á  la  dosis  de  24  á  36 
granos  de  polvo,  en  infuso  de  té  ó  un  poco  de  vi- 
no, mañana  v  larde. 

jBEjLA-jDAIMBOC.  Albohol,  cuyo  coci- 
miento, con  aceite  y  gengibre,  es  usado  en  la  In- 
dia contra  la  mordedura  de  los  perros  rabiosos. 

BjEjLA-POjLA.  Orquídea  de  la  India,  cu- 
yos bulbos,  machacados  con  arroz,  forman  un 
íinimento  madurativo,  empleado  por  los  natura- 
les del  país  en  los  abeesos. 

jBEjLEJLACIIS.  Tejido  de  seda  semejan- 
te al  tafetán,  que  se  fabrica  en  Bengala.  Su  va- 
reo es  de  40  cobres  de  largo  con  2  de  ancho,  á 
razón  de  17  %  pulgadas  de  rey,  el  cobre.  Los 
Ingleses  que  hacen  el  tráfico  de  Madras  á  las  Fi- 
lipinas llevan  allí  muchos  de  estos  tejidos. 

JBEjLEJJLMTA,  Bei.umnites.  Los  señores 
Miller  y  Blainville  y  la  generalidad  de  los  natu- 
ralistas han  convenido  en  distinguir  con  este 
nombre  un  género  de  cefalópodos  fósiles,  llama- 
dos asi  por  la  analogía  de  su  figura  con  una  es- 
pecie de  dardo  que  los  antiguos  conocían  bajo  el 
nombre  Belemon. 

Estos  fósiles  son  rectos,  de  la  figura  de  un  co- 
no prolongado,  mas  ó  menos  deprimidos,  termi- 
nados en  punta  por  un  extremo  y  abiertos  por  el 
otro,  compuestos  de  un  cerco  "formado  de  una 
red  de  pequeñas  celdillas  apretadas,  trasversa- 
les y  divergentes  del  contro  hasta  la  circunferen- 
cia, y  que  envuelve  una  serie  de  otras  celdillas 
trasversales  formando  un  todo  cónico ,  que  con 
frecuencia  presenta  una  canal  en  la  parte  del 
margen. 

Las  belemnitas  han,  en  todos  tiempos,  llamado 
la  atención  por  su  forma  y  por  su  multiplicidad  en 
el  seno  de  las  capas  terrestres.  El  pueblo  las  ha 
mirado  como  Piedras  de  rayo,  mientras  que  los  sa- 
bios del  siglo  XVI  las  llamaban  Dactylus  ida>us,  ó 

TOMO  I. 


362 


BEL 


BEL 


también,  según  la  preocupación  mas  antigua  que  j  en  el  mediodía  que  en  el  norte,  bajo  este  respecto 
pretendía  ver  en  ellas  una  petrificación  de  la  orina    " 
del  lince,  se  continuaba  en  llamarlas  Lincurio  ó 
Piedra  de  lince  (Lincurium) .  Han  sido  igual- 
mente miradas  como  dientes  de  peces,  estalác- 
litas,  dientes  de  una  especie  de  ballena,  etc. 

El  origen  de  estos  fósiles  es  todavía  dudoso  ,  á 
pesar  de  las  diferentes  ideas  y  opiniones  científi- 
cas emitidas  por  ilustrados  naturalistas.  Según 
los  autores,  se  conocen  mas  de  cincuenta  espe- 
cies de  este  género ,  siendo  notable  que  todas 
son  peculiares  de  Europa. 

Las  belemnitas  fueron  miradas  como  absorben- 
tes, desecantes,  y  buenas  contra  los  sortilegios. 
Greoffroy  dice  que  los  Alemanes  las  emplean,  á  la 
dosis  de  media  a  una  dracma,  contra  la  pesadilla, 
y  los  cálculos  de  los  ríñones.  De  ellas  también  se 
hace  cal. 

BELEÑO ,  Hyoscyamüs.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  solanáceas,  y  de  la  pentan- 
dria  monoginia  de  Linneo,  del  que  hoy  día  se 
conocen  unas  veinte  especies.  Está  compuesto  de 
plantas  herbáceas,  que  crecen  naturalmente  en 
las  partes  medias  de  la  Europa  y  del  Asia,  y  en 
toda  la  región  mediterránea.  Estas  plantas  son 
generalmente  notables  por  su  aspecto  sombrío  y 
cárdeno,  mas  caracterizado  aun  que  en  la  ma- 
yor parte  de  las  demás  solanáceas,  y  por  su  vis- 
cosidad y  su  olor  viroso. 

Los  beleños  tienen  el  tallo  velloso;  las  hojas  al- 
ternas, por  lo  mas  común  sinuosas,  y  de  un  verde 
lucido;  las  flores,  de  regular  magnitud,  dispuestas 
en  espigas  unilaterales  y  bracteadas  en  el  remate 
de  los  tallos  ,  presentan  un  cáliz  tubuloso  ,  algo 
campanulado,  con  cinco  sépalos  casi  del  todo  sol- 
dados, que  conservan  visibles  sus  costillas  y  ner- 
vios, además  de  las  soldaduras;  la  corola  embu- 
dada, con  cinco  lóbulos  obtusos  y  desiguales  en 
un  limbo  oblicuo ;  los  cinco  estambres  declinados 
hacia  la  parte  inferior ;  el  estilo  terminado  por  un 
estigma  cabezudo  y  sencillo.  El  fruto  es  una  pí- 
xide, ó  cápsula  algo  prolongada,  obtusa  en  sus 
remates,  de  dos  celdillas,  vestida  enteramente 
con  el  cáliz  apenas  crecido,  y  que  se  abre  en  di- 
rección horizontal ,  saltando  la  tapa,  con  numero- 
sas^ semillas  pardas,  arriñonadas  y  tuberculosas. 
Entre  las  especies  de  este  género,  merecen  ser 
examinadas  en  particular  las  siguientes : 

Beleño  blanco  [Hyoscyamas  albus,  L.). 
Esta  especie  anua,  de  la  Italia,  de  la  Grecia,  del 
Levante,  de  las  provincias  meridionales  de  la 
Francia,  y  muy  común  en  las  de  España,  etc., 
se  distingue  del  Beleño  negro  (V.  esta  palabra) 
en  su  tallo  nn  poco  menos  alto  y  menos  ramoso; 
en  sus  hojas  obtusas,  pecioladas  y  menos  sinuo- 
sas; en  sus  flores  sentadas,  de  un  color  amarillo 
mas  subido  y  uniforme  en  el  limbo,  y  negro  pur- 
pureo en  el  tubo. 

Las  virtudes  de  esta  planta  son  análogas  á  las 
del  beleño  negro ,  aunque  menos  activas ,  pero 
sin  embargo  se  usa  en  vez  de  éste.  En  el  medio- 
día no  se  emplea  sino  el  Beleño  blanco,  porque 
es  mas  común  que  el  negro ;  añádase  á  esto  que 
como  las  plantas  tienen  comunmente  mas  fuerza 


el  beleño  blanco  silvestre  será  mas  activo  que  el 
negro,  que  crece  en  lugares  mas  frios;  sin  em- 
bargo, Murray  lo  cree  mas  benigno. 

Beleño  Batora  (  Hyoscyamüs  Datora, 
Forskal) .  Las  semillas  de  esta  especie  de  la  Ara- 
bia, etc.,  sirven  para  preparar,  cuando  tostadas 
é  infundidas,  una  bebida  que  ciertos  pueblos  del 
Asia  estiman  mucho.  Con  frecuencia  se  dan  á 
los  niños  en  Egipto,  en  donde  llevan  el  nombre 
úeBimbind,  como  calmantes,  y  los  adultos  las 
loman  para  procurarse  esas  ilusiones,  ese  delirio 
vago  tan  buscado  de  los  Orienlales,  y  que  ellos 
provocan  con  diferentes  vegetales,  como  el  ban- 
go, el  opio ,  etc.  Forskal  dice  que  estas  semillas 
son  buenas  contra  la  locura.  Algunas  personas 
piensan  que  esta  planta  es  el  Nepentes  de  Home- 
ro. (Odisea,  lib.  IV.) 

Beleño  como  fisálide  (  Hyoscyamüs 
physaloides,  L.).  Según  Pallas,  con  las  semillas 
de  esta  especie  se  reemplaza  al  café  en  Dauria , 
después  de  haberlas  tostado* 

Beleño  negro  (Hyoscyamüs  niger,  L.). 
Planta  bienal,  indígena,  que  crece  abundantemen- 
te en  los  lugares  pedragosos,  en  los  escombros, 
á  lo  largo  de  los  caminos  incultos,  etc.  De  tallo 
alto  de  un  pié  y  medio  á  dos  pies,  cilindrico, 
bastante  ramoso  en  la  parte  superior,  cubierto  de 
pelos  largos  y  viscosos,  lo  propio  que  las  hojas. 
Estas  son  alternas  ó  esparcidas,  algunas  tal  vez 
opuestas,  sentadas  ó  abrazadoras,  aovado-agu- 
das,  blandas  al  tacto ,  profundamente  sinuosas  en 
los  cortes,  y  bastante  grandes,  sobre  todo  las 
inferiores.  Las  flores,  casi  sentadas,  y  dirigidas 
hacia  un  lado  tan  solo  en  forma  de  espigas,  son 
de  un  amarillo  sucio  muy  pálido  con  venas  purpú- 
reas. La  raíz  es  larga ,  gruesa  como  el  dedo ,  ás- 
pera y  morena  por  defuera,  y  blanca  por  dentro. 
El  aspecto  triste  y  el  olor  nauseoso  de  esta 
planta  bastan  para  hacer  sospechar  sus  calida- 
des deletéreas  :  sus  emanaciones  pueden  produ- 
cir accidentes,  como  queda  comprobado  por  va- 
rios ejemplos,  entre  otros  el  de  un  hombre  que 
dormía  en  un  granero  en  el  que  había  colocado 
acá  y  acullá  raíces  de  esta  planta  para  ahuyen- 
tar á  los  ratones,  quien  se  dispertó  con  signos  de 
narcotismo. 

Diferentes  químicos  se  han  ocupado  en  buscar  el 
principio  activo  del  beleño  ,  y  sucesivamente  han 
anunciado  haber  extraído  un  alcaloide  que  ha  re- 
cibido el  nombre  de  Hioscia  mi  na  (V.  esta  palabra), 
pero  que  ofrece  siempre  propiedades  diferentes. 
Por  último,  los  Sres.  Geiger  y  Hesse  parece  han 
conseguido  extraer  de  la  semilla  de  beleño  un 
verdadero  alcaloide,  soluble  en  el  alcohol  y  el 
éter,  que  forma  con  los  ácidos  sales  neutras  y 
cristalizables,  que  es  volátil  al  fuego,  y  que  pasa 
también  en  corta  cantidad  en  la  destilación  acuo- 
sa, puesto  que  el  agua  que  de  ésta  resulta  es  alca- 
lina y  venenosa. 

Las  propiedades  médicas  de  esta  planta  se  ase- 
mejan mucho  á  las  de  la  belladona,  en  vez  de  la 
que  se  emplea  con  frecuencia. 
Las  raíces  de  beleño  han  sido  lomadas  á  veces 


«EL 

por  pequeñas  pastinacas  ó  raíces  de  achicoria, 
loque  lia  dado  lugar  á  accidentes  nocivos;  son  vo- 
mitivas, y  con  ellas  se  hacen  también  collares 
contra  las  convulsiones  de  los  niños.  Debe  obser 
varse  que,  siendo  esta  planta  bienal,  sus  raíces 
son  mas  deletéreas  el  segundo  año  que  el  prime- 
ro,  en  que  ellas  no  han  adquirido  aun  todos  los 
principios  que  constituyen  su  energía. 

Cuando  frescas,  las  hojas  de  beleño  tienen  un 
olor  fuerte  y  desagradable,  y  un  sabor  muci- 
lagiooso  un  poco  acre;  pero,  por  la  deseca- 
ción, pierden  casi  enteramente  la  una  y  la  otra  de 
esta*  propiedades.  El  Sr.  Navier  vio  comer- 
las en  ensalada  ,  tomándolas  por  hojas  de  amar- 
gón, lo  que  produjo  accidentes  graves.  Aplica- 
das á  la  cabeza,  cuando  frescas,  alivian  los  do- 
lores nerviosos  que  proceden  de  la  tensión  del 
pericráneo,  y  que  se  distinguen  en  que  los  alivia 
la  presión,  "mientras  que  los  producidos  por  la 
congestión  sanguínea  son  aliviados  por  este  me- 
dio. Hervidas  con  leche,  disipan  los  infartos  le- 
chosos, aplicadas  á  los  mismos  pechos  en  cata- 
plasma ;  también  se  emplean  cocidas ,  aplicadas 
a  los  tumores  gotosos  y  reumáticos,  como  cal- 
mantes; por  último,  el  vapor  de  su  cocimiento  se 
usa  como  emoliente. 

Las  semillas  tienen  las  mismas  propiedades  que 
la  planta.  Principalmente  sirven  para  calmar  los 
dolores  de  dientes,  ácuyo  objeto  se  echan  sobre 
las  ascuas,  y  se  recibe  él  vapor  que  despiden  en 
la  boca,  usando  siempre  de  precaución,  para  evi- 
tar los  funestos  efectos  que  podría  producir  si 
fuese  respirado  en  cantidad  un  poco  considera- 
ble. Según  Tournefort,  este  vapor  es  también 
útil  para  curar  los  sabañones,  lo  que  ha  hecho 
llamar  á  la  planta,  en  algunos  países,  Yerba  de 
los  sabañones.  Estas  semillas  contienen  mucho 
aceite,  propiedad  conocida  ya  de  los  Egigcios, 
quienes  lo  empleaban  para  el  alumbrado:  según 
Thomson,  este  aceite  es  alimenticio,  aunque  los 
autores  lo  indiquen  como  narcótico,  estupefactivo, 
etc.  Se  asegura  que  las  semillas  de  beleño  en- 
gordan á  los  caballos,  mezcladas  en  corta  canti- 
dad con  la  avena  ó  el  salvado,  lo  que  acostum- 
bran á  practicar  los  chalanes:  para  el  hombre  son 
muy  nocivas. 

Las  vacas  y  las  ovejas,  y  en  particular  los  cer- 
dos, comen  la  planta  entera  sin  experimentar  el 
menor  accidente,  y  se  dice  que  estos  últimos  aman 
mucho  las  semillas,  de  lo  que  deriva  el  nombre 
de  ¡¡uoseyamus,  compuesto  de  dos  voces  griegas 
que  signilican  haba  de  puerco ,  hasta  el  punió 
que  en  algunos  países  se  acostumbra  mezclarlas 
con  sus  alimentos  poco  antes  de  la  matanza,  ase- 
gurándose que  con  esto  los  cerdos  contraen  una 
propensión  al  sueño  y  engordan  mas.  Esta  planta 
obra  en  los  ciervos,  las  gallináceas,  las  ocas  y 
los  pescados  como  un  verdadero  veneno. 

En  cuanto  al  hombre,  el  envenamiento  por  to- 
das las  partes  de  esta  planta  presenta  preci- 
samente los  mismos  síntomas  que  el  que  produce 
la  belladona  (Y.  Atropa  belladona),  el  remedio 
consiste  en  el  vómito ,  que  con  frecuencia  tie- 
ne lugar  por  la  acción  de  la  misma  planta,  y  que 


BEL  363 

es  menester  provocar  de  seguida,  administrando 
después  ácidos  vegetales,  como  zumo  de  limón, 
vinagre  ,  agraz,  etc. ,  y  en  tin  leche  y  emolien- 
tes. 

El  doctor  Fouquier  se  ha  ocupado  en  numero- 
sas experiencias  sobre  los  efectos  del  beleño,  y 
de  ellas  ha  llegado  á  una  conclusión  cuya  impor- 
tancia se  había  exajerado  mucho:  este  médico 
ha  dado ,  en  el  espacio  de  veinte  y  cuatro  horas, 
hasta  i'óQ  granos  de  extracto  de  esta  planta,  sin 
que  hayan  producido  efectos  nocivos.  Entonces 
se  ha  creído  autorizado  para  deducir  de  sus  ob- 
servaciones que  el  beleño  constituye  una  sustan- 
cia muy  incierta  en  su  acción ,  sin  que  se  esté 
nunca  seguro  de  los  resultados  que  de  ella  se  es- 
peran ;  y  por  último  que  su  narcotismo  es  muy 
débil,  y  hasta  casi  enteramente  nulo. 

Para  que  el  beleño  tenga  todas  sus  propiedades, 
es  meuester  emplearlo  fresco ,  y  sobre  todo  que 
se  coja  en  el  estado  silvestre  en  verano,  porque 
el  Sr.  Riekenseha  convencido  de  que  el  cultivado 
en  los  jardines  es  mucho  mas  débil.  Hay  autores 
que  pretieren,  para  hacer  el  extracto,  emplear 
las  hojas  secas;  pero  esto  es  un  error  muy  gran- 
de ,  porque  la  desecación  hace  perder  á  las  sola- 
náceas una  parte  de  su  energía  y  de  sus  propie- 
dades ,  y  además  el  Sr.  Orfila  se  ha  convencido 
de  que  este  extracto  era  menos  bueno  que  el  prepa- 
rado con  el  zumo  reciente  de  la  planta  vigorosa. 
La  raíz  da  un  extracto  menos  activo  que  el  de  las 
hojas ;  el  que  se  prepara  en  la  primavera  con 
éstas  es  menos  fuerte  que  el  preparado  en  vera- 
no; las  semillas,  según  Buecnner,  son  las  que 
producen  el  mas  enérgico. 

Se  usa  el  zumo,  el  polvo,  el  infuso,  el  coci- 
miento, y  sobre  lodo  el  extracto  de  beleño.  La 
dosis  de  este  extracto  es  de  uno  á  dos  granos,  se- 
gún Cullen,  y  hasta  á  8  ó  10  granjs  no  se  le  ve 
producir  accidentes;  el  Sr. Fouquier  ha  observa- 
do que  á  gran  dosis  es  laxante,  loque  diferencia 
su  efecto  del  opio,  que  constipa.  El  polvo  se 
da  desde  2  hasta  6,  8 ,  y  también  24  granos  por 
día.  Durante  el  uso  de  esta  planta  ,  se  experimen- 
tan sudores,  picazones  en  la  piel,  sequedad  en 
la  garganta,  etc. 

JHEgilliliA.  Arbusto  de  las  Indias,  cuya 
raíz  es  usada  en  cocimiento  en  las  enfermedades 
del  hígado;  que  se  aplica  en  loción  á  las  partes 
afectas  de  dolores,  y  se  hace  hervir  enaceite  em- 
pleándola también  como  emoliente. 

ISi:iil* ,  Bellis.  Género  de  plantas  de  la  tri- 
bu délas  asteroídeas  entre  las  compuestas,  y  de  la 
singenesia  poligamia  supérflua  de  Linneo.  Las  be- 
lis  son  yerbas  anuas  ó  vivaces,  todas  indigenas 
de  la  Europa.  El  nombre  de  Bellis  fué  aplicado, 
por  los  autores  del  renacimiento  ,  á  plantas  que 
ninguna  relación  tienen  con  las  que  nos  ocupan, 
pues  bajo  este  nombre  se  encuentran  designadas 
las  Globularias,  muchos  Crisantemos,  etc. 

Ilelis  perenne,  Belis  menor,  De* 
Uorita,  Bellorita  de  los  prados, 
Margarita,  Margarita  menor,  Ma- 
ya, Pascuetas  (Bellis  perennis,  Lj.  Plan- 
la  muy  común  en  España,  que  forma  césped  sobre 


364  BEL 

el  suelo,  y  presenta  un  aspecto  hermosísimo 
cuando  esta  florida,  viéndosela  adornar  los  pra 
dos  desde  principios  de  la  primavera,  y  á  ve- 
ces en  el  invierno,  cuando  es  benigno.  Yerba  baja 
cuyas  hojas  son  pequeñas,  oblongas,  lisas,  re- 
dondeadas en  su  extremidad,  gruesas,  tendidas 
en  tierra,  las  unas  un  poco  dentadas ,  y  las  otras 
enteras;  de  en  medio  de  ellas  se  elevan  muchos 
pedículos  largos ,  delgados ,  redondos,  que  sos- 
lienen  cada  uno  una  flor  radiada,  de  color  blanco 
ó  variado ;  sus  raices  son  fibrosas.  Es  inodora,  y 
su  sabor  es  amargo  y  viscoso. 

Esta  especie  ofrece  muchas  variedades,  entre 
las  cuales  principalmente  se  distinguen  dos  t  la 
una  cuyos  tlósculos  son  ligulados  ,  y  la  otra  al 
contrario  que  tiene  todas  las  flores  tubuladas, 
pero  muy  dilatadas ;  su  color  varia  del  blanco  al 
rojo  oscuro.  Por  el  cultivo  aumentan  y  se  dupli- 
can sus  cabezuelas  ó  flores ,  y  por  lo  mismo  es 
una  de  las  muchas  plantas  que  embellecen  nues- 
tros jardines. 

El  nombre  de  Pascuetas  que  se  da  á  esta  planta 
recuerda  la  época  de  su  florescencia,  que  tiene 
lugar  comunmente  por  Pascua ;  el  de  Margarita, 
que  significa  perla,  hace  alusión  á  la  elegancia 
de  sus  flores. 

Esta  planta  gozó  antiguamente  de  gran  repu- 
tación contra  la  tisis  pulmonar,  propiedad  que  no 
ha  confirmado  la  experiencia;  se  la  ha  supuesto 
propia  para  curar  la  gota  ,  las  escrófulas,  la  hi- 
dropesía, etc.  Según  algún  autor,  su  zumo,  á  la 
dosis  de  3  á  4  onzas,  es  laxante.  Murray  dice 
que  antiguamente  era  una  planta  de  hortaliza,  lo 
(jue  probaria  la  nulidad  de  sus  propiedades  mé- 
dicas. 

BEEOERE.  Planta  de  la  India,  siempre 
verde,  cuyas  hojas,  reducidas  á  polvo,  purgan 
con  violencia;  los  frutos  hacen  evacuar  con  me- 
nos fuerza. 

BEEOIVTA,  Belonia.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  rubiáceas,  y  de  la  pentandria 
monoginia  de  Linneo.  Comprende  algunos  arbus- 
tos poco  conocidos  aun,  indígenos  de  las  Antillas, 
inermes  ó  armados  de  espinas  setadas  axilares; 
de  hojas.dispuestas  en  forma  de  cruz,  opuestas, 

fiecíoladas,  vetadas,  y  vellosas  por  encima;  de 
lores  en  pedúnculos  axilares ,  solitarias  ó  en  co- 
rmibos; de  cápsula  oblonga,  y  numerosas  semi- 
llas oblongas. 

La  corteza  de  la  Belonia  áspera  [Belonia  áspe- 
ra, L.J  es  usada,  en  las  Antillas,  contra  las  ca- 
lenturas intermitentes ,  á  la  dosis  de  una  dracma 
en  polvo ;  también  sirve  contra  las  leucorreas. 

BEEUTTA  AlflEE  POBI.  Nombre  de 
una  apocínea  usada  contra  la  mordedura  de  las 
serpientes  en  la  costa  de  Malabar. 

BKLUTTA  HLANEEEI.  Nombre  de  una 
planta  de  Maiabar,  que  parece  pertenecer  á  la  fa- 
milia de  las  mirtáceas :  sus  hojas,  reducidas  á 
polvo  se  toman  con  leche  paradetener  las  diarreas. 

BELLA  ITIODAQAIVI.  Árbol  de  Malabar 
cuyas  hojas  se  aplican  en  cataplasmas  como  emo- 
lientes; su  cocimiento  provócalas  orinas  y  las  re- 
glas. 


BEN 

BEIV-MOENJA.  Árbol  indeterminado  de 
la  India,  cuya  raíz  es  usada  en  cocimiento  contra 
las  calenturas  malignas.  La  corteza  de  esta  raíz, 
con  el  ácoro  cálamo  y  la  sal,  hervidas  en  agua 
de  arroz,  son  empleadas  contra  los  vómitos  de 
sangre  producidos  por  la  mordedura  de  las  ser- 
pientes. 

BEN-TEHA.  Planta  de  Malabar,  atribui- 
da por  algunos  autores  al  género  Ambelanio  (Y. 
esta  palabra) ,  de  la  que  se  usa  el  cocimiento  de 
sus  hojas  azucarado  como  calmante  en  las  calen- 
turas. 

BENBI  ií  Ol&ri.  Nombre  de  una  her- 
mosa planta ,  que  crece  en  las  islas  de  América, 
y  que  lleva  un  fruto  de  la  longitud  y  del  grueso 
del  dedo  ,  dividido  en  cinco  celdillas  llenas  de 
semillas  redondas.  Este  fruto  hervido  es  dulce  y 
mucilaginoso,  y  secóme  en  sopa. 

BEHDO.  Grande  árbol  desconocido,  del  Ar- 
chipiélago indiano,  cuyo  fruto  es  bueno  para  co- 
mer .-  con  su  corteza  se  hacen  tejidos ,  y  su  ma- 
dera ,  muy  dura,  sirve  en  las  construcciones. 

BESíGAEA.  Llámase  así  una  especie  de 
muselina ,  que  por  la  primera  vez  llegó  del  reino 
de  este  nombre,  y  déla  que  se  hace  algún  uso 
en  las  montañas  de  Burgos. 

BEUíIH'CASA ,  Benincasa.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  cucurbitáceas ,  y  de  la 
poligamia  monoecia,  dedicado  por  Jacquin  á  un 
botánico  director  del  jardin  de  Pisa,  de  este 
nombre,  en  1587,  y  establecido  por  Savi  en t 817. 
Solo  contiene  una  especie. 

Benincasa  cerífera  (Benincasa  cerífe- 
ra, Savi.).  Planta  herbácea,  anua,  indígena  de 
la  China:  su  tallo  flexible  y  sarmentoso  está  pro- 
visto de  zarcillos ;  sus  hojas  son  acorazonadas, 
mas  ó  menos  lobadas,  y  muy  escotadas  ;  sus  flo- 
res solitarias,  amarillas  y  en  pedúnculos  axilares; 
su  fruto  se  parece  mucho  á  una  pera,  y  su  carne 
es  blanca,  blanda,  y  despide  un  olor  de  cohom- 
bro; las  semillas  son  planas,  ovales,  obtusas, 
colocadas  en  el  centro  del  fruto  y  dispuestas  en 
seis  celdillas. 

Toda  la  planta  presenta  pelos  ásperos,  y  es  de 
un  olor  almizclado.  Las  hojas ,  el  tallo  y  sobre 
todo  los  frutos  están  cubiertos  de  una  eflorescen- 
cia blanquecina  que  es  una  verdadera  cera  aná- 
loga á  la  de  las  abejas  y  absolutamente  parecida 
á  la  que  dan  los  cereros,  el  palmero  de  los  Ara- 
bes  ,  etc.  Esta  cera  exuda  de  tal  modo  por  todos 
los  poros  del  benincasa  que  su  fruto  que,  en  un 
principio  es  de  un  verde  oscuro ,  parece  entera- 
mente blanco  con  ella,  y  sise  la  separa,  se  renueva 
otra  capa  con  prontitud ,  reproduciéndose  estas 
capas  hasta  que  la  cubierta  del  fruto  casi  se  ha 
vuelto  leñosa. 

Merecería  que  se  fijase  la  atención  sobre  el 
cultivo  de  esta  planta,  que  quizás  podria  aclima- 
tarse en  las  comarcas  meridionales  de  la  penín- 
sula; en  Francia  la  variedad  de  fruto  cilindrico 
es  cultivada  ya  en  muchos  jardines  botánicos.  El 
fruto  podria  ser  comestible  para  el  hombre,  y  las 
hojas  para  las  vacas. 

KEIV.Il  I   ó  Menjuí.  Bálsamo  sólido, 


BLN 
cuyo  \erdadero  origen  ha  sido  ignorado  por  lar- 

£o  tiempo :  los  unos  lo  creian  producido  por  el 
aurel  menjuí  [Laurus  Benzoin ,  L.) ,  de  la  Amé- 
rica septentrional ;  otros ,  con  Linneo,  por  el  Cro- 
tón Menjuí  [Crotón  Benzoin,L.);  y  Jacquart 
pensaba  también  que  fluía  del  Ti.kuinai.ia  Men- 
juí {Terminalia  Benzoin ,  LJ.  Esta  divergencia 
de  opiniones  ha  completamenledesaparecido  des- 
ele  queMarzden  y  Dryander  han  observado  en  los 
lugares  mismos  que  el  vegetal  que  produce  el  ben- 
juí es  un  estoraque,  que  este  ultimo  botánico  ha 
descrito  bajo  el  nombre  de  Estoraque  Menjuí 
[Slyrax  Ben:oin.)  *.  De  consiguiente  por  incisio- 
nes practicadas  en  la  corteza  cerca  del  origen  de 
los  ramos  inferiores  de  este  árbol  es  como  cuela 
el  benjuí ,  primero  líquido  y  blanquecino ,  pero 
que  no  tarda  en  ponerse  colorado  y  en  solidiü- 
carse.  Nunca  se  practican  estas  incisiones  que  el 
árbol  no  tenga  5  ó  6  años,  no  pudiéndolas  resistir 
sino  por  espacio  de  12  años  ,  que  entonces  queda 
agotado  y  debe  por  lo  mismo  ser  arrancado.  Cada 
árbol  produce  anualmente  cerca  de  tr.'s  libras  de 
bálsamo. 

El  benjuí  podría  ser  mirado  como  un  producto 
inmediato  de  los  vegetales,  puesto  que  se  encuen- 
tra, á  lo  menos  su  ácido ,  en  un  gran  número  de 
plantas,  tales  como  el  meliloto,  la  habatonka, 
la  vainilla,  la  canela,  etc 

En  el  comercio  se  distinguen  tres  calidades  <!e 
benjuí:  l.°  en  masas  amorfas  ,  rojizas,  de 
una  fractura  escamosa  y  que  contiene  muebas 
impurezas,  llamado  Benjuí  en  suerte;  2.°  en  ma- 
sas semejantes,  pero  que,  sobre  un  fondo  rojizo, 
ofrecen  lágrimas  blancas  que  hacen,  el  efecto  de 
almendras  hechas  pedazos,  llamado  Benjuí  amig- 
dalóide,  y  que  es  tanto  mejor  en  cuanto  contie- 
ne mas  lágrimas;  3.°  Benjuí  en  lágrimas  sueltas. 
voluminosas,  complanadas,  blancas  y  opacas  al 
interior,  y  amarillentas  en  la  superficie.— Siem- 
pre debe  preferirse  la  2.a,  ó  mejor  la  3.a  calidad. 

El  benjuí  tiene  un  olor  muy  suave,  un  sabor 
primero  dulce  y  balsámico ,  pero  que  concluye 
por  irritar  la  garganta;  su  fractura  es  lisa,  lu- 
ciente y  como  vidriosa;  es  friable  y  cruje  entre 
los  dientes,  cuando  se  masca;  se  funde  al  fuego, 
y  despide  un  olor  fuerte  y  un  humo  que,  con- 
densado  sobre  un  cuerpo  frío ,  ofrece  cristales  de 
Acido  benzoico  (V.  esta  palabra) ;  es  enteramente 
soluble  en  el  alcohol  y  el  éter,  pudiendo  precipitár- 
sele de  estas  tinturas  en  forma  de  un  polvo  blan- 
co, por  la  adición  de  agua ;  el  ácido  sulfúrico  lo 
disuelve,  y  en  este  caso  sobrenada  ácido  benzoi- 
co; el  ácido" nítrico  por  medio  del  calor  lo  disuel- 
ve con  violencia,  y  la  solución  se  enturbia  por  el 

*  El  Estoraque  Menjuí  crece  en  la  parte  meridional  de 
Sumatra  ,  en  Java  y  en  el  reino  de  Siam  ,  complaciéndose  so- 
bre todo  en  las  llanuras  y  en  las  márgenes  de  los  rio?.  Esle 
grande  árbol  déla  familia  de  las  esliracíneas  y  de  la  decandria 
monoginia  de  Linneo ,  ofrece  un  tronco  elevado,  ramos 
redondeados  ,  oorteza  blanquecina ;  hojas  ajternas,  estria- 
das ,  tomentosas  por  debajo  ,  lisas  por  encima ,  peciola- 
das ,  enteras ,  ountiagudas  y  venosas ;  flores  en  racimos  axi- 
lares ;  cáliz  en  figura  de  campana  ,  corto  y  velloso ;  corola  de 
cinco  pélalos  obtusos  y  lineares;  ovario  libre  ,  aovado  y  ve- 
lloso'; estilo  delgado  y  estigma  doble. 


ben  m 

enfriamiento,  separándose  de  ella  cristales  de 
ácido  benzoico. 

Veinte  y  cinco  dracmas  de  benjuí,  sometidas 
al  análisis  químico  por  el  Sr.  Bucholz,  le  han  da- 
do. 20  dracmas,  50  granos  de  resina;  3  dracmas, 
7  granos  de  ácido  benzoico ;  2o  granos  de  una 
sustancia  análaga  al  bálsamo  del  Perú ;  8  granos 
de  un  principio  particular  aromático ;  30  granos 
de  impurezas. — Unverdorben  ha  separado  tres 
resinas  de  la  resina  de  Bucholz :  la  una  es  solu- 
ble en  el  alcohol  de  68°,  poco  soluble  en  el  éter 
y  las  esencias ;  es  soluble  en  el  carbonato  de  po- 
tasa, y  la  combinación  potásica  es  soluble  en  el 
éter.  Las  dos  otras  resinas  son  insolubles  en  el 
carbonato  potásico ,  y  se  trasforman  al  aire  en  la 
resina  precedente.  El  Sr.  Brandes  ha  encontrado 
que  100  partes  de  benjuí  daban:  9,0  de  ácido 
benzoico;  5,5  de  agua  acidulada;  60,0  de  aceite 
empireumático  y  mantecoso;  22,0  de  carbón;  3,5 
de  hidrógeno  carbonado  y  ácido  carbónico. 

El  benjuí  nos  llega  repuesto  en  cajas  ó  bar- 
riles. 

Como  todas  las  sustancias  balsámicas,  el  ben- 
juí obra  á  la  manera  de  los  medicamentos  exci- 
tantes, pero  esta  acción  parece  diiigirse  de  una 
manera  mas  especial  sobre  los  órganos  de  la  res- 
piración ,  estimulando  la  membrana  que  tapiza  el 
interior  de  los  bronquios  y  de  sus  ramificaciones. 
Algunos  autores  pretenden  haberse  servido  do  él 
con  ventaja  en  el  tratamiento  de  las  calenturas  in- 
termitentes, comparando  entonces  su  modo  de 
acción  al  de  los  tónicos  amargos;  pero  pocas  ex- 
periencias se  han  hecho  á  este  objeto.  Así  como 
todos  los  demás  estimulantes,  el  benjuí,  en  cier- 
tos casos,  debe  obrar  como  diaforético,  eme- 
nagogo  y  diurético.  Puede  administrarse  en  poli  o, 
pero  se  da  con  mas  frecuencia  en  bolos.  Final- 
mente, entra  en  muchas  composiciones  farma- 
céuticas, y  se  conserva  en  las  boticas  una  tintu- 
ra alcohólica  de  benjuí ,  con  la  que  los  perfuma- 
dores preparan  la  Leche  virginal,  que  sir\e  en  el 
tocador,  y  que  se  obtiene  mezclando  esta  tintura 
con  agua.  Pero,  de  todas  las  maneras  de  adminis- 
trar esta  sustancia,  lamas  común  es  en  vapores, 
que  se  hacen  respirar  á  los  enfermos  en  los  ca- 
tarros pulmonares   crónicos,  el  asma  húmedo, 

6tC 

El  olor  suave  del  benjuí  lo  hace  entrar  en  la 
mayor  parte  de  las  pastillas ,  trociscos,  clavos,  y 
fumigaciones  olorosas;  pudiendo  hasta  decirse  que 
constituv  e  su  base,  así,  como  la  de  las  famosas  pas- 
tillas del  serrallo  de  que,  hace  algunos  años,  se 
fabrican  bujerías.  Este  olor  tiene  cierta  cosa  de 
penetraute,  de  agradable,  que  inspira  un  bienes- 
tar particular,  y  que  explica  porque  los  volup- 
tuosos Orientales  hacen  tanto  uso  del  benjuí. 

En  1849,  se  importaron  en  Barcelona,  proce- 
dentes del  extranjero  ,  209  libras  de  benjuí,  valor 
de  2,508  rs.  vn.;  del  reino  170  lib.,  valor  de 
2,040  rs.  vn.  Se  exportaron  ,  al  reino,  296  lib. 
valor  de  3,552  rs.  vn. 

Ki:\KiKA.  Arbusto  de  Malabar,  cuya 
raíz ,  seca ,  se  da  en  polvo  para  provocar  las  re- 
glas ,  procurar  el  parto  y  expulsar  la  placenta. 


366  «Eli 

Los  frutos  se  comen  antes  de  su  madurez  para  de- 
tener la  diarrea,  el  flujo  de  sangre  y  los  mens- 
truos inmoderados. 

BESWET.  Nombre  de  un  pescado  del  cabo 
de  Bueña-Esperanza ,  del  peso  de  seis  á  ocbo  li- 
bras, cuya  carne  es  carmesi,  y ,  cuando  seca,  de 
un  sabor  agradable. 

BEHraíI.  Especie  de  barbo  que  se  pesca  en 
el  Nilo ,  y  cuya  carne  se  asemeja  á  la  de  los  de- 
más barbos. 

BENZOATO.  Género  de  sales  formadas 
por  la  unión  del  ácido  benzoico  con  los  óxidos 
metálicos.  Entre  estas  sales,  solo  hay  un  corto 
número  que  hayan  sido  estudiadas  :  las  de  base 
de  potasa,  de  sosa,  de  amoníaco,  de  cal,  de  ba- 
rita, de  estronciana ,  y  de  manganesa  son  solu- 
bles y  cristalizares;  las  demás  generalmente  son 
ni  solubles. 

El  calor  descompone  todos  los  benzoatos :  una 
parte  de  su  ácido  se  exhala  y  se  sublima  en  agu- 
jas; la  otra  se  descompone,  ú  obra  sobre  el  óxi- 
do metálico.  Echando  en  su  solución  concentrada 
un  ácido  mineral,  el  ácido  benzoico  se  precipita 
en  pequeñas  agujas  blancas,  que  pueden  volver- 
se á  disolver  en  un  grande  exceso  de  agua  fria. 
La  solución  de  los  benzoatos  no  es  precipitada 
sino  por  las  sales  neutras  de  peróxido  de  hierro; 
el  nitrato  de  plata  produce  en  ella  un  precipitado 
blanco  de  aspecto  cristalino,  susceptible  de  vol- 
verse á  disolver  en  una  cantidad  suficiente  de  agua. 

Los  benzoatos  de  base  de  potasa,  de  sosa  y  de 
amoníaco  son  los  únicos  empleados  en  los  labo- 
ratorios de  química.  Sirven  para  separar  el  pe- 
róxido de  hierro  contenido  en  una  solución  neu- 
tra con  un  gran  número  de  óxidos,  tales  como 
los  óxidos  de  manganeso,  de  zinc,  de  níquel,  y 
aun  el  protóxido  de  hierro.  Este  proceder  está 
fundado  en  la  insolubilidad  del  benzoato  de  pe- 
róxido de  hierro,  que  se  precipita  entouces  en 
forma  de  un  polvo  de  un  rojo  de  ladrillo  ,  que  se 
debe  lavar  con  agua  fria  para  evitar  su  descom- 
posición. (V.  Ácido  benzoico.)  El  benzoato  de 
hierro  obtenido ,  lavado  y  calcinado  al  contacto 
del  aire,  deja  al  peróxido  de  hierro  en  el  estado 
de  pureza. 

Merece  también  una  mención  particular  el  Ben- 
zoato de  cal ,  sal  que  cristaliza  en  agujas  flexi- 
bles ó  en  prismas  brillantes,  y  que,  por  la  destila- 
ción seca,  da  dos  productos  líquidos,  designados 
bajo  los  nombres  de  bemona  y  de  benzola  ;  for- 
mándose al  mismo  tiempo  naftalina,  óxido  de  car- 
bono que  se  desprende ,  y  ácido  carbónico  que 
queda  combinado  con  la  cal. 

BERAUIS.  Tejidos  groseros  de  algodón, 
fabricados  en  Surata ,  ciudad  de  las  Indias  en  los 
estados  del  gran  Mogol ;  los  hay  blancos  lisos ,  y 
rayados  de  color.  Los  blancos  son  largos  de  42 
varas  2  palmos ,  y  anchos  de  5  palmos  y  l/,;,  los 
rayados  tienen  16  varas  de  largo  sobre  4  y,  Po- 
ínos de  ancho  cada  pieza. 

BÉRBEROS,  Berberís.  Género  de  plan- 
tas que  da  su  nombre  á  una  familia  natural,  las 
berberídeas,  y  de  la  hexandria  monoginia  de  Lin- 
neo.  Contiene  muchísimas  especies ,    entre  las 


BEP, 

cuales  mas  de  treinta  son  cultivadas  corno  plan- 
tas de  adorno  en  los  jardines  de  Europa.  Los  bér- 
beros son  ,  en  general ,  arbustos  casi  todos  espi- 
nosos, que  se  hacen  observar,  al  principio  de  la 
primavera,  por  sus  elegantes  racimos  de  flores 
amarillas,  á  los  cuales  suceden,  <¿n  otoño  y  en 
invierno,  frutos  diversamente  colorados,  que  per- 
sisten después  de  la  caída  de  las  hojas:  son  co- 
munes en  las  partes  templadas  de  la  Europa,  del 
Asia  y  de  la  América,  y  algunos  en  el  último  con- 
tinente se  extienden  hasta  el  trópico.  Las  hojas 
salen  del  tallo  en  hacecillos ,  son  alternas  y  están 
guarnecidas  de  escamas  recargadas  en  la  base 
de  cada  hacecillo.  Las  llores  son  pequeñas,  dis- 
puestas en  racimos  axilares  y  colgantes,  y  com- 
puestas: de  un  cáliz  de  seis  hojuelas  extendidas, 
aovadas,  cóncavas,  coloradas,  alternativamente 
mas  cortas,  caducas,  y  con  tres  brácteas  exte- 
riores; de  una  corola  de  seis  pétalos  cónca- 
vos, algo  redondeados,  patentes ,  ligeramente  le- 
vantados y  apenas  mas  largos  que  el  cáliz ,  con 
dos  glándulas  de  color  y  de  forma  casi  globosa  en 
la  base  interna  de  cada  pétalo ;  de  seis  estam- 
bres comprimidos,  opuestos  á  los  pétalos,  con 
las  anteras  adherentes  por  su  cara  interna  y 
muy  irritables ;  de  un  ovario  sencillo ,  cilíndri 
co,  de  la  longitud  de  los  filamentos,  sin  estilo, 
y  con  el  estigma  ancho ,  orbicular  y  sentado  en 
el  remate  del  ovario.  El  fruto  procedente  de  estas 
flores  es  una  baya  aovada-cilíndrica,  jugosa,  se- 
ñalada en  su  ápice  con  un  punto  negro  que  forma 
contraste  con  el  rojo  subido  del  fruto  maduro;  es 
de  una  sola  celdilla,  y  contiene  dos  ó  tres  semillas 
óseas ,  oblongas,  insertas  en  el  fondo. 

Bérberos  vulgar,  Agracejo  ofici- 
nal, Arlos,  Espina  Romaza  (Berberís 
vulgaris,  L.).  Especie  que  crece  en  los  bosques 
de  casi  toda  la  Europa,  sobre  todo  en  localida- 
des frías,  y  que  se  cultiva  en  los  jardines;  siendo 
bastante  común  en  los  Pirineos  y  otros  países 
montuosos  del  interior  de  nuestra  península.  Es 
un  hermoso  arbusto  de  corteza  blanca  y  lisa , 
leño  amarillo  y  viscoso,  espinas  dispuestas  de 
tres  en  tres;  su  follaje  es  alegre  y  lustroso;  sus 
llores  son  amarillas  y  tienen  un  olor  espermático 
muy  pronunciado;  sus  bayas,  que  maduran  en 
noviembre,  y  tienen  un  sabor  agradable,  son  ro- 
jas, á  veces  de  un  viso  violado,  y  otras  pálidas 
hasta  blanquecinas,  y  las  hay  negras  en  las  ori- 
llas del  Eufrates,  según  testimonio  de  Tournefort; 
las  semillas  son  pequeñas,  largas,  pesadas,  ino- 
doras, de  un  sabor  astringente  y  como  vinoso. 

Se  observa  en  los  estambres  de  esta  planta  un 
fenómeno  de  irritabilidad  que  debemos  mencio- 
nar :  si  se  tocan  con  una  punta  cualquiera ,  como 
un  alfiler,  etc.,  se  ve  á  los  hilitos  eslaminales 
agitarse  y  abalanzarse ,  por  decirlo  así ,  sobre  el 
pistilo ,  y  su  acción  es  tanto  mas  viva  en  cuanto 
es  mas  elevada  la  temperatura  exterior.  Este  fe- 
nómeno también  tiene  lugar  por  la  influencia  de 
la  electricidad ,  de  la  luz  solar  reunida  en  el  foco 
de  un  lente,  del  alcohol,  de  los  ácidos,  etc. 

Por  mucho  tiempo,  la  opinión  vulgar  ha  acu- 
!  sado  al  agracejo  de  causar  gran  daño  al  cultivo 


MR 

de  los  cereales,  particularmente  »le  perjudicar 
mucho  ai  desarrollo  del  Irigo;  se  ha  dioho  que 
exhalaba  emanaciones  nocivas,  sin  indicar  cua- 
les eran,  que  producían  el  orín  en  los  semina- 
dos, que  contribuían  al  desarrollo  de  varias  plan- 
las  criptogamas,  y  por  consecuencia  al  aborto  ó 
degeneración  de  los  granos,  ele.  Según  experi- 
mentos de  los  Sres.  Bosch,  Sagaret,  \  ilmorin,  y 
otros,  parece  que  esla  opinión  está  fundada;  pero 
la  generalidad  de  los  naturalistas,  apoyados  en 
razones  de  ciencia  y  en  multiplicados  experimen- 
tos, creen  que  esla  Opinión  es  una  preocupación, 
no  habiendo  persona  ilustrada  que  se  atreva  á 
adoptarla  al  presente. 

El  agracejo  es  una  planta  importante,  como 
planta  de  adorno  y  por  los  varios  usos  de  todas 
sus  partes.  Su  raí/,  leñosa,  rastrera,  de  un  ama- 
rillo puro ,  y  de  estructura  radiada ,  como  la  de 
las  menispermas,  contiene  un  principio  colorante 
amarillo  ,  bastante  abundante,  obtenido  en  el  es- 
tado de  pureza,  por  los  Sres.  Buchner,  padre  é 
hijo,  al  que  han  dado  el  nombre  de  Buberina, 
utilizado  en  tintura  para  teñir  pieles  de  cabra  y 
de  carnero,  pero  que  es  poco  sólido:  esta  raíz  ha 
sido  á  veces  prescrita,  en  cocimiento,  en  la  icte- 
ricia y  como  antivenérea.  La  corteza  media  de 
sus  tallos  tratada  con  lejia  da  un  color  amarillo 
y  comunica  mucho  lustre  á  los  cueros  qu  >  están 
bien  curtidos:  infundida  en  vino,  está  recomen- 
dada en  Alemania  contra  la  ictericia,  y  también 
se  emplea  como  astringente;  se  sustituye  como 
fraude  á  la  corteza  de  granado,  pero  el  Sr.  Go- 
defroy  ha  observado  que  el  acetato  de  plomo  des- 
colora el  infuso  de  corteza  de  agracejo,  y  nó  el 
de  e.orteza  de  granado.  Las  hojas  son  un  buen  ali- 
mento para  las  vacas,  cabras  y  ovejas;  y  en  ciertos 
territorios  pantanosos  de  Francia  las  "comen  los 
paisanos  en  vez  de  acederas,  y  las  reputan  como 
un  tónico  excelente.  Los  frutos  verdes  se  confitan 
como  las  alcaparras,  á  las  que  pueden  reemplazar; 
maduros,  pueden  comerse,  y  se  hacen  de  ellos 
confituras  y  jaleas;  de  la  pulpa  de  los  frutos  fer- 
mentada se  obtiene  una  bebida  espumosa,  agra- 
dable, sana  y  refrescante,  que  se  conserva  dos  y 
tres  años  sin  alteración.  También  de  estos  frutos 
se  extrae  el  zumo  ,  para  preparar  un  jarabe  muy 
agradable,  que  es  refrescante  y  astringente,  y 
unas  pastillas  que  se  consideran  "apropiadas  para 
fortificar  los  dientes  y  las  encías.  El  zumo  de  agra- 
cejo tiene  todas  las  calidades  de  los  ácidos  vege- 
tales, y  contiene  efectivamente  ácido  naneo, 
y  también  ácido  cítrico  en  bastante  abundancia 
para  que  se  le  pueda  obtener  por  cristalización : 
este  zumo  es  refrescante  ,  antiescorbútico  y  as- 
tringente; se  prescribe  en  las  calenturas,  las  in- 
flamaciones generales,  las  diarreas,  etc.,  y  se  ha- 
ce mucho  uso  de  él  en  el  norte ,  en  donde  reem- 
plaza al  limón.  Los  frutos  del  agracejo  convienen 
á  los  jóvenes,  á  los  estómagos  cálidos,  á  los 
biliosos,  etc.  Las  semillas  entran  en  alguna  com- 
posi  cion  farmacéutica. 

BEKGA.1IO.  Se  llamaba  asi  una  especie 
de  tapicería  gruesa  fabricada  con  diferentes  ma- 
terias hiladas,  como  atanquía,  lana,  algodón, 


BER  3f»7 

cáñamo  ,  pelo  de  buey ,  de  \aca,  o  de  cabra.  Era 
un  tejido  propiamente  de  toda  clase  de  hilos  cu- 
xa  urdimbre  era  por  lo  regular  de  cáñamo,  y  se 
hacia  en  el  telar  a  corta  diferencia  como  el  lien- 
zo. Su  ancho  por  lo  común  era  de  9^almos,  lo1  , 
p.,  M  p. ,  y  15  p.;  á  veces  se  hacían  algunos  de 
I  ó  ".,  palmos  ,  por  cuenta  de  aquellos  que  asi 
lo  pedían.  Fabricábanse  bérgamos  finos,  media- 
nos, y  ordinarios. 

Esta  antigua  tapicería,  muy  común  y  de  poco 
valor,  recibió  el  nombre  de  Bérgamo,  porque  los 
habitantes  de  esta  ciudad  fueron  los  primeros  en 
inventarla. 

El  uso  de  los  papeles  pintados  ha  hecho  aban- 
donar el  de  esta  tapicería. 

BEKdEKAjBERGEiu.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  auraneláeeas ,  y  de  la  decan- 
driamonoginia,  que,  según  muchos  botánicos,  es 
idéntico  con  el  Murraya ,  si  bien  el  Sr.  De  Can- 
dolle  los  distingue. 

Bergerade  Hoenig  {Bergera  Koenigü., 
L.).  Pequeño  arbusto  de  la  India  en  la  costa  de 
Caromandel ,  de  hojas  de  folíolos  impares,  alter- 
nas, terminadas  en  punta,  pubescentes  ,  y  denla 
das,  y  de  flores  en  panículas  terminales  en  forma 
de  corimbo.  La  corteza  de  la  raiz  de  es'.a  planta 
es  estimulante  al  interior ,  y  detersiva  al  exterior, 
empléase  en  cataplasma  contra  las  erupciones  cu- 
táneas, las  mordeduras  de  animales  venenosos, 
etc.  Las  hojas  son  usadas  en  infuso  como  esto- 
máticas y  astringentes,  y  también  los  Indios  las 
emplean  como  alimenticias. 

ICi:it  1 1,0.  El  grupo  de  los  berilos  abraza 
numerosas  variedades  de  piedras  preciosas.  La 
casi  identidad  en  los  elementosconslitutivos  y  los 
caracteres  exteriores  que  se  confunden  con  fre- 
cuencia, pasando  de  una  especie  á  la  otra ,  hacen 
muy  difícil  una  distinción  metódica  entre  el  beri- 
lo,"la  esmeralda  y  el  agua-marina.  Si  no  fuese 
el  deseo  de  no  apartarnos  lo  menos  posible  de  las 
denominaciones  y  de  los  usos  del  comercio  de  la 
joyería ,  habríamos  podido  reunir  todas  estas  pie 
dras  preciosas  en  un  mismo  artículo.  Invitamos, 
por  lo  tanto ,  á  que  cuando  se  lea  el  articulo  Ver  \ 
marina  ,  se  consulten  también  las  palabras  Beri 
lo  y  Esmeralda,  y  vice  versa,  pues  los  tres  artí- 
culos completarán  el  conjunto  de  laclase. 

Los  nombres  vulgares  de  todas  estas  piedras 
conocidas  de  los  lapidarios,  y  que  designan  los 
diversos  matices  que  ofrecen  ,  aunque  el  princi- 
pal color  sea  siempre  el  verde,  ya  puro,  ya, 
amarillento,  ya  azulado,  no  son  los  únicos  que 
fueron  adoptados  por  los  mercaderes,  en  una 
época  en  que  el  color  de  las  piedras  y  sus  formas 
aparentes  les  hacían  decidir  con  demasiada  lige- 
reza sobre  la  elección  de  las  denominaciones.  Es- 
ta confusión  de  nombres,  aplicados á  sustancias 
que  difieren  por  tantos  otros  motivos,  ha  produ- 
cido extrañas  equivocaciones.  Vénse ,  en  efecto, 
joyeros  que  todavía  dan  el  nombre  de  Prasio  de 
esmeralda ,  de  Falsa  esmeralda  ,  y  de  Falso  be- 
rilo ,  sea  al  espato  verde ,  sea  á"  muestras  de 
cuarzo  ágata  prasio,  cuando  son  muy  traslúcidos, 
pero  oscuros;  llaman  igualmente  á  veces  I  estas 


368  BER 

sustancias  Esmeraldas  de  Cartagena,  Berilos  es- 
meraldas en  bruto;  y  con  frecuencia  también  re- 
servan, con  mayor  razón,  este  nombre  de  Prasio 
deesmeralda  ¿pedazos  oscuros  de  esmeralda,  ó- 
á  los  que  sotí  de  un  matiz  muy  pálido,  ó  en  lin  á 
la  ganga  en  que  hay  fragmentos  de  esta  piedra. 
Se  ha  dado  el  nombre  de  Esmeralda  ó  de  Esme- 
raldina á  una  variedad  de  cobre  conocida  des- 
pués bajo  el  nombre  de  Dióptasis  ;  distinguiendo 
con  la  denominación  de  Esmeralda  oriental  á  los 
corindones  hialinos  verdes  (Véase  Corindón), 
que  son  muy  raros.  Finalmente,  se  ve  el  nombre 
de.  berilo  aplicado  á  cristales  de  diversas  sustan- 
cias muy  diferentes  entre  sí:  para  algunos,  la 
Distina  es  un  berilo  azul  ó  un  berilo  hojeado;  la 
Pictena,  un  berilo  ckorleado;  la  cal  fosfatada 
cristalizada ,  conocida  bajo  el  nombre  de  Apatito, 
ha  tomado  también  el  nombre  de  berilo,  que  has- 
ta se  ha  dado  al  cuarzo  verdoso.  Se  conoce,  des- 
pués de  todo  esto,  queriéndose  conformar  al  idio- 
ma délos  lapidarios  y  de  los  mercaderes  dejoye- 
yería ,  cuan  embarazoso  es  hacer  racional  y  me- 
tódicamente el  artículo  Berilo. 

Berilo  verde  ó  berilo  esmeralda.  Se  colocan 
aquí  las  hermosas  Esmeraldeis  del  Perú,  y  todas 
las  que  los  lapidarios  designan  como  antigua  y 
nueva  roca  ,  así  como  las  que  son  de  un  verde 
claro  blanquecina,  y  que  habitualmente  designan 
bajo  el  nombre  de  Prasio  de  esmeralda. 

La  dificultad  que  se  encuentra  en  procurarse 
hermosos  berilos  de  cierto  volumen  hace  que  se 
haya  convenido  en  emplear  aun  de  viciados  con 
algunos  paños,  cuando  por  otra  parte  el  color  es 
hermoso ,  siendo  esta  la  única  piedra  fina  en  laque 
se  disimula  algún  defecto,  liase  visto  vender  be- 
rilos con  paños  mucho  mas  caros  que  otros  que 
eran  muy  limpios,  pero  de  débil  color;  en  t;n, 
cuando  se  trata  sobre  todo  de  piedras  de  un  grue- 
so volumen ,  se  atiende  al  color. 

Encuéntrase  en  muchas  obras  antiguas  de  joye- 
ría la  descripción  de  berilos  esmeraldas  de  un 
volumen  muy  considerable:  tal  es  el  en  que,  se  di- 
ce ,  fué  tallado  un  tazón  que  se  guardaba  en  el 
tesoro  dé  Genova.  Este  vaso  se  enseñaba  en  esta 
ciudad  bajo  el  nombre  de  sacro  catino,  y  tenia  ti 
pulgadas  de  diámetro  y  5  pulgadas  de  altura.  Pe- 
ro el  precio  que  se  ponía  a  esta  pretendida  mara- 
villa desaparece  en  gran  parte  cuando  se  con- 
sidera que  el  berilo  es  una  de  las  piedras  que 
mas  fácilmente  se  imitan  con  el  cristal  compues- 
to ;  y  en  efecto  se  ha  asegurado  que  este  tazón, 
examinado  de  cerca ,  presenta  todos  los  caracte- 
res del  cristal  artificial.  ¿Pero  qué  debe  pensarse 
de  todas  esas  pretendidas  esmeraldas  de  que  nos 
hablan  los  antiguos,  quienes  citan  estatuas,  co- 
lumnas de  una  sola  pieza,  etc.?  Es  menester  recor- 
dar aquí  que  el  nombre  de  esmeralda  quiere  decir 
cuerpo  brillante,  y  hay  motivos  para  creer  que  los 
antiguos  reunían  bajo  el  nombre  de  Smaragdus 
muchas  piedras  verdes:  así  es  que  llamaban  Sma- 
ragdites  a  una  especie  de  piedra  que  se  asemeja- 
ba á  la  esmeralda,  si  bien  algunos  autores  piensan 
tambienqueera  una  especie  de  jaspe  ó  de  mármol, 
lo  que  esplicaria  perfectamente  las  columnas  de 


BER 

diez  codos,  y  las  estatuas  colosales  de  esmeralda 
dequePlinio  hace. mención  en  su  Historia  natural. 
Y  lo  que  parece  probar  que  los  mas  gruesos  beri- 
los están  distantes  de  llegar  á  este  volumen  ,  es 
que  los  antiguos  Peruvianos  tributaban  cierto 
culto  á  una  piedra  de  esta  especie ,  gruesa  co- 
mo un  huevo  de  avestruz,  que  ellos  llamaban 
la  Madre  de  las  piedras  preciosas ,  y  á  la  que 
ofrecían  los  pequeños  berilos  sus  hijos ;  y  cier- 
tamente ,  si  en  el  país  de  donde  nos  vienen  los 
mas  hermosos  berilos  ,  ?e  adora  á  una  piedra  de 
este  volumen ,  puede  asegurarse  que  ésta  es  la 
mas  gruesa  que  jamás  se  haya  encontrado. 

Se  habla  de  un  grupo  de  berilos-esmeraldas, 
verdadera  pieza  de  colección ,  que  ha  sido  obser- 
vada en  el  tesoro  de  Nuestra  Señora  de  Lorelo, 
por  muchos  naluralistas.  Sobre  una  ganga  blan- 
ca cuarzosa  ,  abrillantada  por  mica  argentina, 
se  elevan  SO  prismas  de  dos  pulgadas  de  largo, 
sobre  cerca  de  tres  pulgadas  de  circunferencia. 

Mineralogistas  dignos  de  fé  citan  prismas  de 
seis  pulgadas  de  largo  sobre  dos  pulgadas  de  diá- 
metro; pero  estas  piezasson  muy  raras,  mientras 
e\ue  es  muy  común  encontrar  berilos  cristalizados 
de  pequeñísimo  volumen. 

De  los  falsos  berilos  del  comercio. 

\ .°  Cal  fosfatada.  Esta  denominación  anun- 
cia la  unión  del  ácido  fosfórico  y  de  la  cal.  Las 
variedades  de  esta  especie  no  hacen  efervescencia 
con  el  ácido  nítrico;  su  peso  específico  es  de  3  a 
lo  menos  ;  los  cristales  son  comunmente  prismas 
trasparentes  ó  traslúcidos ,  que  solo  tienen  la  re- 
fracción simple,  y  su  fractura  es  laminosa  en  el 
sentido  trasversal,  y  vidriosa  en  el  sentido  de  la 
longitud.  Tal  es  la  variedad  que  hemos  indicado 
mas  arriba  hablando  de  su  confusión  poli-sino- 
nímica de  los  lapidarios,  y  que  se  llama  Apati- 
ta: sus  prismas,  cortos  y  truncados,  son  ya  in- 
coloros, ya  amarillentos,  azules,  verdosos  ó 
grises-azulados ,  lo  que  les  había  hecho  llamar 
antiguamente  impropiamente  Berilos  de  Sajonia; 
los  hay  también  de  violetas;  su  polvo,  echado  so- 
bre las  ascuas  ,  es  muy  fosforescente.  Otra  varie- 
dad, cuyos  prismas  son  mas  prolongados  y  termi- 
nados por  una  pirámide  aguda  de  seis  caras,  tie- 
ne diversos  matices  de  verde,  naranjado,  more- 
no, y  aun  azulado :  la  que  los  Alemanes  llaman 
Piedra  de  espárrago  había  sido  mirado  como  una 
especie  de  piedra  preciosa,  denominada  Crisolita, 
en  razón  de  su  color;  pero  su  poca  dureza  la  im- 
pedirá siempre  sostener  una  verdadera  con- 
currencia con  las  piedras  finas.  Encuéndasela 
cerca  del  cabo  de  Gala,  y  en  otros  puntos  en  Es- 
paña. Las  otras  variedades  cristalizadas,  en  el  nu- 
mero de  los  cuales  es  menester  colocar  el  Birilo 
de  oro ,  se  encuentran  en  Francia ,  cerca  de  Nan- 
tes,  en  Saint-Gothart,  en  Sajonia,  en  Bohemia, 
en  Noruega  y  en  Inglaterra. 

2.°  Cal  fluatada ,  Espalo  flúor,  que  ofrece 
muchas  piedras  preciosas  falsas. 

El  carácter  mas  marcado  de  esta  especie  es 
que  cuando  se  pone  polvo  de  esta  sustancia  en  el 


I 


BER 

acido  sulfúrico  ligeramente  calentado  se  despren- 
de un  vapor  blanco,  que  tiene  la  propiedad  de 
corroer  el  vidrio  apoderándose  de  la  sdico  que 
contiene.  Esta  propiedad  ha  sido  aplicada  para 
deslustrar  los  vidrios,  losglobos  de  quinqués,  etc., 
etc. ,  y  por  el  mismo  medio  se  pueden  grabar  so- 
bre el  vidrio  inscripciones ,  rótulos ,  etc. 

Cuando  los  cristales  de  espato  flúor  son  muy 
limpios,  los  mercaderes  les  dan  los  nombres 
de  Falso  berilo  ,  Prasio  de  esmeralda  ,  Fal- 
sa amatista,  Falso  topacio,  según  si  son  verdes, 
violetas  ó  amarillos.  Los  hay.tambien  de  azules  , 
de  rosados ,  de  rojos ,  de  punzó  ,  é  incoloros  :  se 
ha  dado  á  veces  á  los  de  los  dos  primeros  colo- 
res los  nombres  de  Falso  záfiro  y  de  Falso  ru- 
bí balaja.  Estos  cristales  son  generalmente  bri- 
llantes ,  y  se  presentan  por  lo  común  en  forma  de 
cubos  :  son  grupos  en  los  que  se  hallan  reunidos 
muchos  matices,  y  no  cristales  aislados,  y  á  veces 
están  atravesados  por  vetas  de  hierro  sulfurado, 
de  galena  ó  plomo  sulfurado ,  que  aumentan  mu- 
cho su  efecto  agradable.  La  mayor  parte  de  estos 
objetos  nos  vienen  del  Derbyshire  (Inglaterra)  en 
donde  se  han  encontrado  en  abundancia  hermo- 
sos cristales  de  cal  fluatada.  También  se  encuen- 
tran en  Francia,  en  los  Alpes,  en  Sajonia  y  en  las 
minas  de  Harlz. 

KKK.tl.l.  Tejido  de  lana  basto,  semejante 
al  de  las  mantas;  era  de  varios  colores,  y  servia 
para  hacer  capas  de  abrigo  que  llevaban  el  mis- 
mo nombre. 

BEKTOEECIA,Bertholletia.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  mirtáceas,  y  de  la  po- 
liadcllia  monoginia,  formadonomas  quede  la  es- 
peciejsiguiente. 

Bertoleeia  elevada  (Bertholletia  excel- 
sa, Humb.  y  Bonpl.).  Este  gigante  de  la  familia 
á  que  pertenece  es  un  árbol  muy  grande  de  la 
América  austral ,  que  crece  espontáneamente  en 
los  bosques  del  Órenoco,  en  donde  los  naturales 
lo  designan  bajo  el  nombre  de  Juvia  ,  los  Espa- 
ñoles, bajo  el  de  Almendrón,  y  los  Europeos,  ba- 
jo el  de  Castaño  del  Brasil.  De  ramos  alternos, 
los  mas  jóvenes  guarnecidos  en  el  remate  de  ho- 
jas alternas,  anchas,  oblongas,  muy  enteras,  y 
coriáceas;  las  flores,  de  un  amarillo  "blanquecino 
y  de  estambres  blancos ,  dispuestas  en  una  es- 
pecie de  racimos  ó  espigas ;  cápsula  leñosa,  sub- 
globulosa,  y  carnada  por  dentro;  semillasen  nú- 
mero de  I6"á  20,  triangulares,  y  tijas  en  la  co- 
lumna central. 

Este  árbol  es  interesante  por  su  fruto,  que  es 
de  la  magnitud  de  la  cabeza  de  un  hombre,  y 
coyas  semillas  ó  nueces  son  llamadas  Castañas 
del  Brasil  y  Almendras  de  Rio  Grande.  De  estas 
almendras,  "que  son  comestibles  cuando  frescas, 
pero  que  se  enrancian  con  prontitud,  se  extrae  u» 
aceite  muy.  bueno  y  muy  usado  para  comer  y  en 
el  alumbrado. 

La  bertoleeia  es  cultivada  en  el  Brasil  y  en  la 
Guiana ,  en  donde  sus  frutos  son  un  importante 
objeto  de  comercio. 

BERTOEUVIETRO.  Nombre  dado  por 
Descroizillesáun  instrumento  destinado  para  me- 
47 


BER  36!» 

dir  el  grado  de  fuerza  de  las  soluciones  de  cloro 
ó  de  clorito  empleadas  en  las  artes.  Este  instru- 
mento ,  que  ya  no  está  en  uso ,  es  una  especie 
de  Clorometro  (V.  esta  palabra) ,  fundado  como 
éste  en  la  cantidad  de  disolución  sulfúrica  de  añil 
destruida  por  un  volumen  de  solución  de  clorito. 

BERZA,  Brassica.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  cruciferas,  y  de  la  tetradinamia 
silicuosa  de  Linneo ;  yerbas  indigenas  del  litoral 
del  Mediterráneo ,  de  las  Indias  orientales  y  de 
la  América  austral  extratropical ,  bienales,  mas 
raramente  anuas  ó  vivaces,  a  veces  sufrutescen- 
tes  en  la  base;  de  hojas  radicales  pecioladas,  li- 
radas ó  pinnatifidas ,  y  las  del  tallo  sésiles  ó  am- 
plexicaules,  y  enterasfde  ramos  prolongados,  áfi- 
los, y  de  flores  amarillas. 

El  "número  de  especies  de  este  género  no  exce- 
de de  17,  siendo  únicamente  seis  las  que  tienen 
una  verdadera  importancia  por  su  cultivo  en 
nuestros  lugares.  Sus  numerosas  variedades  sir- 
ven para  alimento  del  hombre  y  de  los  animales 
domésticos  ,  y  sus  semillas  contienen  una  canti- 
dad considerable  de  aceite  que  se  emplea  en  el 
alumbrado  y  en  las  artes. 

Berza  campestre  (Brassica  campestris, 
L.).  De  raíz  y  de  tallo  delgados;  hojas  gruesas  y 
glaucas,  un  poco  carnudas;  las  radicales,  liradas 
y  pestañosas,  y  las  del  tallo,  lampiñas,  de  figura 
de  corazón  y  amplexicaules. 

La  variedad  mas  importante  de  esta  especie  es 
la  Colsa  (Brassica  campestris  oleífera) ,  cultiva- 
da en  ciertos  países  como  forraje  de  invierno ,  y 
principalmente  por  su  semilla.  De  ella  se  distin- 
guen dos  sub-v  ariedades:  la  Colsa  de  invierno,  mas 
rústica  y  mas  difundida ,  y  la  Colsa  de  primave- 
ra. La  primera  es  la  mas  productiva ,  y  su  semi- 
lla, mas  oleosa ,  es  de  un  precio  mas  elevado, 
una  hectárea  ó  dos  fanegas  y  media  de  tierra 
producen  17  á  20,000  libras  de  aceite.  Las  calida- 
des superiores  de  colsa  son  la  de  la  Holanda  y 
la  del  Palatinado;  cultívase  en  grande  en  Bélgi- 
ca, en  Francia,  en  Rusia,  etc.,  y  podría  culti- 
varse muy  bien  en  nuestra  península  en  ciertas 
provincias  frias,  pues  resiste  muy  bien  á  la  tem- 
peratura de  diez  y  mas  grados  "bajo  cero. — V. 
Aceite  de  colsa. 

Berza  de  la  China  (Brassica  sinensis, 
L.).  Esta  planta ,  que  existia  desde  mucho  tiempo 
en  los  jardines  botánicos  de  Francia,  únicamente 
como  especie  botánica,  en  1837  fué  introducida 
en  dicha  nación  como  planta  de  hortaliza  por  los 
abades  Voisin  y  Tesson.  Esta  planta,  de  hojas  blon- 
das y  de  pezones  anchos  y  blancos ,  se  parece,  al 
primer  aspecto,  mas  bien  á  una  lechuga  romana 
que  á  una  col.  Su  crecimiento  es  tan  rápido  que 
a  veces  es  muy  difícil  impedirlo ,  lo  que  embara- 
za su  cultivo ;  sin  embargo ,  se  asegura  que  en 
China  los  Petsai  (nombre  que  allí  se  le  da)  repo- 
llan y  pesan  hasta  18  a  22  libras ,  y  que  consti- 
tuyen una  verdura  sana,  degusto  agradable  y  de 
fácil  digestión. 

El  Pak-clto'i,  mirado  como  una  variedad  de  la 
precedente,  seriauna  adquisición  muy  interesante 
para  ser  cultivada  en  las  huertas. 

tomo  i. 


370  BER 

Berza  de  hortaliza,  Col  (Brassica  ole- 
rácea, L.).  Este  vegetal  es  una  de  los  mas  pre- 
ciosas adquisiciones  del  hombre,1  y,  como  su  cul- 
tivo es  sencillo  y  su  producto  considerable,  casi 
no  hay  rincón  de  tierra  en  que  el  hombre  no  lo 
coloque  luego  que  puede.  Los  antiguos  hacían 
aun  mas  caso  de  el  que  nosotros,  si  posible  es, 
en  razón  de  su  afición  á  los  alimentos  vegetales: 
Crisipo ,  Pitágoras  y  Catón  el  Antiguo  escribieron 
Tratados  sobre  la  col,  en  los  que  exaltan  sus  ca- 
lidades, sus  ventajas,  etc., y  su  inmensa  utilidad 
para  el  hombre;  teniéndose  tal  veneración  por  ella 
en  la  antigüedad  que  se  juraba  por  la  col  del  mis- 
mo modo  que  los  Egipcios,  tan  supersticiosos,  tri- 
butaban honores  divinos  á  la  cebolla. 

La  Berza  silvestre  (Brassica  olerácea  sylves- 
tris),  especie  de  tallo  bastante  elevado  y  ramoso, 
de  hojas  glaucas,  lobadas  y  un  poco  carnudas, 

?ue  crece  espontáneamente  en  Inglaterra,  en 
rancia  y  en  la  Europa  septentrional ,  parece  ser 
el  tipo  de  la  Berza  ó  Col  cultivada  y  de  sus  nu- 
merosas y  útiles  variedades.  Nosotros,  en  la  im- 
posibilidad de  ocuparnos  de  todas  estas  varieda- 
des y  de  las  diferentes  razas  en  que  cada  una  de 
ellas  se  subdivide ,  nos  contentaremos  con  decir 
algo  de  las  variedades  principales. 

1.a  Col  de  pella,  Repollo  [Brassica  olerácea 
capitaia).  Tallos  cortos  y  hojas  grandes  estrecha- 
mente abrazadas  unas  por  otras,  formando  como 
una  cabeza ,  á  veces  tan  apretada  que  es  preciso 
cortarla  á  hachazos.  Esta  cabeza  es  redonda,  ao- 
vada, deprimida,  algo  cónica,  y  de  otras  formas, 
de  color  verde  por  defuera ,  y  mas  ó  menos  ahi- 
lada en  su  interior  en  muchas  razas ,  otras  veces 
blanca,  roja,  dorada ,  etc.  Las  hay  de  gusto  ex- 
quisito, y  otras  de  menos  apreciables  ,  según  las 
razas  ó  sub-variedades. 

2.a  Col  de  Milán,  Col  lombarda  ,  Col  rizada, 
Repollo  rizado  (Brassica  olerácea  bullata).  Ho- 
jas de  un  verde  subido  reunidas  en  cabeza,  sobre 
todo  en  los  jóvenes  individuos,  y  de  ramos  panicu- 
lados ;  son  menos  repolladas  que  las  precedentes, 
pero  no  tienen  como  ellas  el  inconveniente  de  oler 
á  almizcle.  Esta  variedad  es  sobre  todo  col  de 
verano,  de  la  que  se  cultivan  algunas  sub-varie- 
dades. 

3.a  Col  verde  ó  no  repollada  (Brassica  ole- 
rácea acephala  et  costata).  No  repolla,  tiene  el 
tallo  cilindrico,  y  goza  de  la  propiedad  de  durar 
tres  años  y  mas.  Distinguense  de  ella  un  gran 
número  de  sub-variedades ,  cultivadas  tanto  para 
alimento  del  hombre  como  del  ganado.  Apenas  se 
pueden  comer  estas  coles  sino  cuando  la  helada 
las  ha  puesto  tiernas;  sus  renuevos  se  emplean  en 
la  primavera,  antes  del  desarrollo  de  las  flores, 
bajo  el  nombre  de  Bróculi-espárrago. 

4.a  Col-Naba  (Brassica  olerácea  caulo-rapa) . 
En  esta  variedad  el  cuello  de  la  raíz  se  hincha 
produciéndose  un  cuerpo  abultado,  tuberoso,  de 
excelente  gusto,  cuando  se  coge  antes  de  haber 
adquirido  en  particular  todo  su  grueso.  Las  sub- 
variedades  cultivadas  son  :  la  Col-Naba  común, 
que  es  blanca  ó  violeta,  y  la  de  hojas  cortadas. 

Sí.*  Coliflor  t  Brócci.i  (Brassica  olerácea  bo 


BER 

trytis).  Esta  raza,  que  se  supone  producida  origi- 
nariamente por  la  Col  verde ,  fué  importada  en 
Europa  de  los  países  orientales  á  principios  del 
siglo  XVII. — La  Coliflor  tiene  el  tallo  pequeño,  sus 
hojas  oblongas  y  con  costillas  blancas  que  pue- 
den comerse  como  verdura;  pero  lo  mas  parti- 
cular es  el  gran  desarrollo  de  los  pedúnculos, 
reunidos  en  el  remate  del  tallo  ó  de  los  ramos 
principales,  formando  hacecillos  muy  contiguos, 
dispuestos  en  corimbos,  con  las  flores  amonto- 
nadas y  mas  ó  menos  abortadas,  cuyo  conjunto 
constituye  una  cabeza  en  la  que  la  savia  se  acu- 
mula, convirtiéndolas  en  una  masa  carnosa, 
gruesa ,  mamelonada  ó  granugienla ,  blanca  ó 
amarillenta,  de  diversas  formas,  que  secóme  con 
placer ,  después  de  cocida  y  aderezada  de  varios 
modos.  Hay  coliflores  tiernas ,  muy  delicadas, 
pero  precoces,  que  pronto  pasan  á  dar  semilla; 
otras  mas  consistentes,  que  toman  color  verdoso 
por  la  cocción ;  y  otras  de  grano  apretado  ,  que 
no  cambian  de  color  al  cocerse,  y  que  en  razón 
de  lo  abundante  de  su  producto  se  siembran  con 
preferencia. — El  Bróculi  ó  Brécol,  cuyo  color  es 
el  violeta  ó  azul  mas  ó  menos  verdoso,  se  parece 
mucho  á  la  coliflor ,  en  cuanto  al  desarrollo  de 
los  pedúnculos,  pero  su  cabeza  es  menos  apreta- 
da que  en  ésta,  y  sus  ramos  ó  pedúnculos  son 
largos  de  muchas  pulgadas  y  terminan  en  un 
grupo  de  botones  de  flores.  Los  bróculis  se  sirven 
también  en  las  mesas  de  diversas  maneras. 

La  col  común ,  como  la  generalidad  de  las  ver- 
duras, experimenta  por  la  cocción  fenómenos  quí- 
micos que ,  por  decirlo  así,  cambian  su  naturale- 
za: cruda,  es  dura,  un  poco  amarga,  v  de  olor 
poco  agradable,  á  veces  almizclado;  ai  primer 
hervor,  su  aroma  bien  conocida  se  desarrolla  y 
se  difunde  á  lo  lejos ;  si  se  detiene  la  cocción, 
el  agua  del  cocimiento  es  fétida ,  se  corrompe 
con  una  prontitud  sorprendente,  y  apesta  las  co- 
cinas y  las  habitaciones;  si  se  continúa  la  cocción, 
este  olor  disminuye ,  el  vegetal  se  pone  tierno  y 
azucarado ,  adquiere  un  sabor  agradable  ,  y  él 
caldo  que  de  él  resulta  es  sabroso  y  nutritivo, 
sobre  todo  si  se  le  ha  asociado  con  carne.  Es  pre- 
ciso ,  pues,  cocer  mucho  la  col,  si  se  quiere  te- 
nerla en  toda  su  bondad ,  de  modo  que  cinco  ho- 
ras de  cocción  apenas  son  suficientes  para  ope- 
rar los  cambios  ventajosos  indispensables  para 
hacer  de  ella  un  alimento  sano  y  agradable. 

El  análisis  ha  demostrado  la  presencia  de  azu- 
fre y  de  un  principio  animal  en  la  col ,  mas  abun- 
dante aun  en  este  vegetal  que  en  ninguna  otra 
crucifera.  Sin  embargo,  la  col  no  ha  sido  com- 
pletamente analizada:  liase  examinado  su  zumo, 
e:i  el  que  Schrader  ha  encontrado  fécula  verde, 
albúmina  vegetal,  resina  ,  un  extracto  gomoso, 
sulfato,  nitrato  y  cloruro  potásico. 

La  col  se  come  en  los  potajes,  con  carne,  y 
sola  en  guiso,  ó  aderezada  de  muchísimas  ma- 
neras ;  es  un  alimento  muy  sustancioso,  que  se 
acusa  de  desarrollar  gases ,  lo  que  depende  casi 
siempre  de  un  defecto  de  cocción.  Se  dice  que 
agita  el  sueño,  y  se  pretende  que  impide  la  bor- 
rachera, que  es  antiescorbútica,  que  precave  la 


BER 

gota,  que  su  primer  agua  es  laxante,  y  la  ulti- 
ma astringente,  pero  mas  probablemente  es  emo- 
liente. Apolioro,  según  relación  de  Plinio,  ba- 
hía del  zumo  de  las  coles  como  útil  contra  los  bon- 
gos venenosos.  Las  hojas  tiernas  sirven  para  po- 
ner sobre  las  úlceras  de  los  tinosos ;  su  semilla 
ha  sido  indicada  contra  los  gusanos. 

Los  antiguos  miraban  á  las  coles  como  una  pa- 
nacea universal,  y  Catón  atribuyó  á  la  virtud  de 
este  alimento  haber  preservado  á  su  familia  de  la 
peste.  Dieuches,  uno  de  los  mas  antiguos  médi- 
cos cuyo  nombre  es  citado  por  Galeno,  habia 
escrito  sobre  las  propiedades  médicas  de  la  col 
uo  tratado  que  no  ha  llegado  hasta  nuestros  dias. 
Según  la  escuela  de  Salerno,  su  zumo  relaja  el 
vientre,  y  suparenquimalo  constriñe. 

Esta  verdura  no  conviene  á  todos  los  estómagos: 
la  que  fatiga  menos  á  este  órgano  es  la  col  de  in- 
\  ierno,  cuando  marchita  y  tierna  por  la  helada. 
En  general ,  los  melancólicos ,  las  personas  se- 
dentarias y  los  viejos  deben  abstenerse  de  comer 
roles;  pero  muchos  individuos  que  tienen  afec- 
ciones de  pecho  se  encuentran  bien  con  su  uso. 
La  col  roja  está  colocada  en  el  número  de  las 
plantas  vulnerarias,  habiendo  producido  buenos 
efectos  en  el  asma,  mezclada  con  azúcar. 

Los  Griegos ,  según  Plinio,  estimaban  mucho 
esta  verdura;  los  Romanos,  al  contrario,  no  la 
usaban  sino  en  las  enfermedades.  Hoy  dialas  coles 
son  de  un  uso  general  para  los  ricos  así  como 
fiara  los  pobres  ,  sobre  todo  en  Holanda  y  en 
Alemania,  habiendo  países  en  que  quizás  no 
hay  un  solo  habitante  que  diariamente  no  las 
come.  Como  alimento ,  se  ha  pensado  que  la  col 
era  malsana,  en  razón  de  su  tendencia  á  po- 
drirse con  prontitud ;  pero  los  alimentos ,  una 
vez  introducidos  en  el  estómago,  no  experimen- 
tan la  descomposición  pútrida.  Los  antiguos  no 
miraban  á  la  col  como  un  buen  alimento:  habia 
un  proverbio  griego  que  decia  :  dos  veces 
col ,  esto  es  la  muerte ;  y  Juvenal  ha  dicho  lo 
mismo: 

Occidit  miseros  orambe  repetüa  magistros. 

Con  la  Col  de  Holanda,  sub-variedad  de  la  Col 
de  pella,  que  á  veces  llega  á  tener  un  peso  con- 
siderable (80  libras)  en  los  terrenos  ricos  y  fres- 
cos, los  Holandeses  preparan  un  alimento  llama- 
do Berza  acida  (Sauer-kraut ,  col  acida),  muy 
buscado  entre  ellos ,  y  que  miran  como  un  pode- 
roso antiescorbútico.  Para  obtenerlo,  se  procede 
asi :  se  pone  alternativamente  una  capa  de  coles 
cortadas  en  pedazos  delgados,  una  de  sal,  y;  al- 
gunos pellizcos  de  semillas  de  alcaravea  ó  de 
enebro ;  se  establece  una  especie  de  fermentación 
acida,  y  sale,  por  la  llave  del  tonel  en  que  se  ha 
hecho  la  mezcla,  una  agua  fétida;  se  renueva  la 
salmuera  cada  dia  hasta  doce  veces,  que  enton- 
ces el  agua  sale  clara;  se  tiene  el  tonel  bien  cer- 
rado cubierto  con  salmuera  ,  á  fin  de  que  la  col 
no  se  altere.  Esta  col ,  fermentada  y  confitada,  se 
come  con  carnes ,  sobre  todo  en  eí  invierno ,  con 
tocino ,  etc.  Este  alimento  es  de  un  uso  general  en 


BER  37t 

el  norte  de  la  Europa ;  es  saludable  y  se  digiere 
mas  fácilmente  que  la  col  común ;  es  excelente 
antiescorbútico,  preciosísimo  en  los  viajes  de. 
larga  travesía,  de  modo  que  los  Ingleses  proveen 
con  él  sus  buques,  y  el  capitán  Cook  dice  que  á 
la  col  así  preparada  debió  la  salud  de  su  tripula- 
ción en  un  viaje  que  duró  tres  años. 

En  Nueva-York  se  emplea  el  método  siguien- 
te para  conservar  las  coles  :  se  separan  las  hojas 
verdes  así  como  la  parle  del  tallo  que  excede  del 
cogollo,  se  ponen  estas  coles  de  pella  en  toneles 
bien  secos  y  desfondados  por  un  cabo ,  se  vuelve 
á  poner  el  londo  cuando  el  tonel  está  lleno  ,  y  se 
conserva  en  un  lugar  ni  demasiado  húmedo,  ni 
demasiado  expuesto  á  las  variaciones  atmosfé- 
ricas. 

Con  la  Col  roja,  sub-variedad  déla  Col  de 
pella,  se  preparan  un  caldo  y  un  jarabe  útilesálas 
personas  de  pecho  delicado ,  y  que  también  se 
aconsejan  á  los  tísicos.  Esta  variedad  es  mucho 
mas  azucarada  que  la  col  común ,  y  su  cocción 
debe  siempre  tener  lugar  en  mucha  agua  para 
que  sea  buena  para  comer ,  sin  duda  porque  con- 
tiene mas  azufre  que  ninguna  otra  variedad  de 
esta  especie.  Se  usa  también  confitada. 

El  sabor  de  la  Coliflor  así  como  el  del  Bróculi  es 
agradable;  pero  estas  verduras  no  convienen  á 
todos  los  estómagos,  á  pesar  de  que,  bien  cocidas 
y  convenientemente  condimentadas ,  en  geueral 
su  digestión  se  hace  bien.  Las  coliflores  pueden 
servir  para  hacer  Berza  acida. 

Todas  las  coles  despiden  en  las  vías  digestivas 
mucho  gas ,  que  toma  en  los  intestinos  el  olor  del 
hidrógeno  sulfurado ,  lo  que  se  verifica  sin  que  se 
altérela  digestión. 

La  facultad  nutritiva  de  la  col  es  casi  de  cinco 
á  seis  veces  menor  que  la  del  heno  :  así  es  que 
un  buey  al  engordadero  puede  fácilmente  consu- 
mir de" ella,  en  un  dia,  el  quinto  de  su  peso. 

Las  coles  verdes  forman  un  excelente  alimento 
para  las  reses  vacunas,  el  ganado  lanar  y  los 
cerdos ;  pero  como  son  muy  acuosas ,  no  dan  "fuer 
za  á  los  animales  de  trabaio  que  necesitan  un  ali- 
mento mas  corroborante;  deben  darse  con  discre- 
ción á  las  vacas  lecheras,  para  evitar  que  la 
acritud  especial  á  todas  las  plantas  de  la  familia 
de  las  cruciferas  no  se  comunique  á  la  leche. 

Durante  el  invierno ,  las  coles  producen  el  úni- 
co forraje  verde  que  pueda  darse  al  ganado;  asi 
es  que ,  á  pesar  de  las  dificultades  que  ocasiona 
su  cosecha  en  una  labor  considerable,  es  muy 
útil ,  cuando  la  tierra  y  el  clima  son  favorables, 
cultivar  cierta  cantidad  en  el  interés  de  la  pros- 
peridad de  los  animales. 

Berza  itabo .  Rabo  común  [Bras/ti- 
ca  Napus,  L.).  Especie  de  hojas  lampiñas  y 
glaucas:  las  radicales  ,  en  forma  de  lira;  las  del 
tallo ,  pinnatifidas  y  dentadas; y  las  de  la  sumi- 
dad ,  amplexicaules,  cordato-lanceoladas ;  de 
silicuas  separadas.  El  nabo  es  una  planta  bie- 
nal indígena  ,  de  raíz  ahusada,  de  cuello  abulta- 
da ó  de  figura  de  trompo,  de  sabor  dulce  y  agra- 
dable, y  cuyo  tejido  epidcrmoidal  lo  tiene  pi 
cante.  Se  ignora  la  patria  del  tipo  del  Nabo  co- 


37*  BER 

mun  del  que  se  cultivan  en  las  huertas  á  lo  menos 
una  veintena  de  variedades ,  que  todas  se  distri- 
buyen en  tres  grupos :  1 .°  los  Nabos  secos  de  car- 
ne fina,  apretada,  que  no  se  deshace  por  laeoc- 
cion ,  entre  los  cuales  se  hallan  los  mas  sabrosos; 
2.° los  Nabos  tiernos,  de  carne  mas  Llanda,  que 
no  tienen  un  sabor  tan  delicado ;  y  los  Nabos  me- 
dio tiernos ,  que  forman  el  medio  entre  los  otros 
dos. 

La  raíz  de  nabo  contiene  un  mucílago  azucara- 
do, unido  sin  embargo  á  mucha  agua,  y  un  prin- 
cipio activo,  que  se  encuentra  en  todas  las  plan- 
tas cruciferas ,  y  que  abunda  mas  en  la  corteza  que 
en  la  pulpa.  La  composición  de  esta  raíz  no  es 
del  todo  conocida:  su  zumo  tiene  mucha  analogía 
con  el  déla  remolacha;  cuando  se  hace  hervir,  se 
coagula  y  posa  albúmina  vegetal ;  recientemente 
exprimido,  es  incoloro  ,  pero  se  pone  moreno  por 
la  evaporación  y  forma  un  jarabe  que  posa  poco 
á  poco  granos  cristalinos  de  azúcar ,  del  que  se 
puede  obtener,  según  Drapier,  hasta  nueve  por 
ciento  del  peso  de  la  raíz. 

El  nabo  suministra  una  raíz  alimenticia  muy 
empleada,  y  de  gran  recurso  para  el  hombre 
y  los  animales.  Cocida,  cuando  tierna,  es  muy 
azucarada,  y  fácil  de  digerir,  aunque  un  poco 
flatulenta ,  y  en  efecto  el  nabo  deja  desprender, 
en  el  estómago  y  los  intestinos,  mucho  gas  cuyo 
olor  es  el  delhidrógeno  sulfurado.  Esta  verdura 
se  come  en  sopa ,  en  salsa  blanca,  en  mostaza; 
también  se  come  frita ,  y  se  casa  bien  con  las 
carnes ,  sobre  todo  con  el  carnero  y  el  ánade ;  se 
cree  que  aumenta  la  leche,  que  es  afrodisíaca, 
etc.;'pasa  también  como  dulcificante,  pectoral,  in- 
cisiva, expectorante  y  útil  en  las  afeccioncsde  la 
garganta  y  de  los  pulmones,  etc. ,  y  su  uso  prue- 
ba muy  bien  á  los  melancólicos.  Con  la  pulpa  de 
nabo  cocida  se  preparan  á  veces  cataplasmas 
resolutivas;  su  semilla  entra  en  la  triaca  de  An- 
drómaco ,  porque  los  antiguos  la  creian  alexi- 
fármaca. 

En  muchos  países  se  comen  en  la  primavera 
los  renuevos  del  nabo ,  como  las  espinacas ,  y  se 
dice  que  son  un  plato  muy  agradable ,  sobre  to- 
do en  esta  época  del  año  en  que  se  carece  de 
yerbas  frescas.  El  Sr.  Yilmonn  ha  propuesto 
este  cultivo,  que  en  nada  perjudica  al  desarrollo 
de  la  raíz. 

La  semilla  de  nabo  puede  dar  aceite ,  y  una  de 
sus  variedades  es  hasta  cultivada  con  este  objeto 
bajo  el  nombre  de  Nabina  {Brassica  napus  oleí- 
fera). La  nabina  quizás  sea  el  tipo  de  la  prece- 
dente, y  si  bien  es  cultivada  para  forraje,  su 
principal  uso  es  como  planta  oleaginosa.  Su  raíz 
es  oblonga,  fibrosa,  poco  carnuda,  é  inusitada. 
Esta  planta  es  menos  productiva  que  la  colsa;  pe- 
ro tiene  la  ventaja  de  dar  productos  en  los  terre- 
nos que  no  podrían  convenir  á  esta  última  planta. 
— V.  Aceite  de  nabina. 

Berza  Oruga,  Ernea,  Oruga,  Ra- 
queta ,  Jaramago .  Zar  amago  (Bras- 
sica Eruca,  L. ;  Eruca  sativa,  Lam.).  Planta  in- 
dígena ,  de  tallo  alto  de  pió  y  medio  y  velloso; 
hojas  en  forma  delira,  lisas,  y  casi  lampiñas;  flo- 


BES 

res  blancas  ó  de  color  amarillo  pálido ;  silicuas 
lampiñas.  Las  hojas,  estregadas  entre  las  manos, 
tienen  un  olor  fuerte,  semejante  al  de  pelos  que- 
mados; su  sabor  acre  y  picante  las  hace  emplear 
en  las  ensaladas,  y  como  condimiento  en  Italia, 
desde  el  tiempo  de  Plinio ,  diciéndose  que  su  nom- 
bre latino,  deriva  de  este  sabor,  quod  erodal. 
Como  casi  todas  las  cruciferas ,  es  antiescorbúti- 
ca, excitante,  diurética,  etc.;  sus  semillas  son 
un  poco  amargas  y  casi  tan  acres  como  las  de  la 
mostaza,  y  podrían  ser  empleadas  como  veji- 
gantes ,  si  estas  últimas  no  fuesen  infinitamente 
mas  abundantes  y  mas  activas. 

Los  poetas  antiguos  la  han  preconizado  como 
afrodisiaca  por  excelencia .  Ovidio  le  da  el  epí- 
teto de  salax;  Columela  dice: 

F.t  quce  frugífero  seriturvicinapriapo, 
Excitat  ad  venerem  tardos  Eruca  mantos. 

Este  verso  en  cierto  modo  ha  pasado  á  proverbio, 
sin  que  esta  propiedad  sea  muy  exactamente  de- 
mostrada. 

La  oruga  excita  el  apetito  ,  ayuda  á  la  diges- 
tión, y  calienta,  y  por  esta  última  calidad  los  jó- 
venes y  los  temperamentos  irritables  deben  abs- 
tenerse de  ella. 

Es  menester  no  confundir  esta  planta  anua  con 
otra  planta  vivaz ,  el  Sisimbrio  de  hoja  delgada 
(Sisymbrium  tenuifolium ,  L.),  que  lleva  los  nom- 
bres de  Jaramago  silvestre  ó  Falsa  Baqueta.  Este 
vegetal  crece  a  lo  largo  de  los  caminos  de  las 
ciudades ,  en  los  terrenos  removidos :  sus  hojas 
son  enlerísimas,  las  de  mas  abajo  tres  veces  hen- 
didas al  través ,  y  las  de  mas  arriba  enteras,  y 
tienen  una  fetidez  particular  por  poco  que  se  es- 
treguen  éntrelos  dedos.  No  se  usa. 

BerzaUapa,  IVabo  redondo  [Bras- 
sica Bapa,  L.j.  Esta  planta,  que  conviene  no 
confundir  con  el  nabo  común,  al  que  se  asemeja 
mucho,  ni  con  el  Rábano  común  [Baphanus  sati- 
vus,  L.),  se  cultiva  en  muchas  provincias,  para 
alimento  del  hombre  y  de  los  animales.  Su  raíz 
es  caulescente ,  orbicular ,  deprimida,  y  carnu- 
da: esta  parte,  que  á  veces  es  tan  gruesa  como  la 
cabeza  de  un  niño,  es  la  que  se  emplea  como 
alimento;  tiene  el  gusto  mas  picante  que  el  nabo 
común,  y  con  ella  puede  fabricarse  alcohol,  lo 
que  podría  hacerse  mejor  con  el  nabo  común,  que 
es  mas  azucarado.  El  nabo  redondo  cocido  con 
carne  es  nutritivo,  pero  muy  flatoso,  motivo  por- 
que no  conviene  á  todos  los  estómagos. 

Desde  muchos  siglos  se  cultiva  esta  especie,  de 
la  que  se  conocen  muchas  variedades,  para  ali- 
mento del  ganado;  de  sus  semillas  se  extrae 
aceite  del  todo  comparable  con  el  aceite  de  na- 
bina. 

BESLERIA,  Besleria.  Género  de  la  fa- 
milia de  las  generiácéas,  tribu  de  las  besleriéas, 
y  de  la  didinamia  angiospermia,  que  comprende 
plantas  apenas  fnUescentes ,  que  crecen  en  los 
bosques  de  la  América  tropical,  siendo  algunas 
cultivadas  en  los  jardines  de  recreo.  Una  de  ellas 
es  la  Besleria  encarnada  ( Besleria  incarnata, 


BET 

Aubl.),  cuya*  basas  rojas  y  de  pulpa  acídula 
son  comestibles  eñ  la  Guiana. 

BETEE.  Mezcla  de  sustancias  muy  activas 
de  que  se  hace  uso  en  la  India  contra  la  debili- 
dad del  sistema  digestivo,  y  que,  según  el  Sr. 
Péron ,  consta  de  cuatro  sustancias :  ^ .°  hoja  de 
betel  (Piper  Betle,  L.) ,  que  da  su  nombre  á  toda 
la  mezcla;  á  veces  se  emplea  el  fruto  tierno,  u 
otras  especies  de  pimienta,  tal  como  la  Pnnrvrv 
Siriboa  [Piper  Siriboa,L.) ;  i.°  una  muy  fuerte 
porción  de  hojas  de  tabaco;  3.°  cal  viva",  hecha 
de  corales,  ó  de  conchas  calcinadas,  tal  como 
se  prepara  en  casi  todas  las  islas  Molucas  y  del 
Grande  Océano,  y  que  el  Sr.  Vauquelin  ha  en- 
contrado mas  activa  que  la  nuestra,  en  cantidad 
de  cerca  del  cuarto  en  peso  déla  mezcla;  i." 
nuez  de  arec  (Áreca  Catechu ,  L.) ,  que  por  sí  sola 
forma  mas  de  la  mitad  del  peso  total  de  este  com- 
puesto. (V.  Áreca.)  A  esta  última  sustancia  es  á 
Ja  que  sobre  todo  se  deben  la  excesiva  actividad 
del  betel ,  y  el  color  rojo  que  toman  los  excre- 
mentos de  aquellos  que  hacen  uso  de  este  mas- 
ticatorio. Se  acusa  también  á  la  nuez  de  arec  de 
corroer,  y  hasta  disolver  los  dientes,  en  tér- 
minos que  todos  los  individuos  que  usan  el  betel, 
á  25  ó  30  años  se  ven  privados  de  aquellos  hasta 
el  nivel  de  las  encías,  pero  sin  embargo ,  á  pesar 
de  esta  alteración,  raras  veces  tienen  mal  de 
dientes;  los  niños  que  aun  no  hacen  uso  del  be- 
tel tienen  los  dientes  hermosos  y  no  expelen  ex- 
crementos rojos. 

Luego  que  el  betel  está  en  la  boca,  da  á  la  sa- 
liva un  color  rojo,  color  que  es  probalde  conti- 
nué en  manifestarse  en  todo  el  canal  intestinal. 
Este  compuesto  obra  poderosamente  sobre  toda  la 
longitud  de  este  canal,  por  su  astringencia  enér- 
gica, lo  que  le  vuelve  la  fuerza  y  el  tono  que  el 
calor  del  clima  tiende  sin  cesar  á  quitarle :  es  un 
poderoso  agente  de  irritación ,  que,  combinado 
con  los  baños  frios,  y  sobre  todo  las  fricciones  de 
aceite  de  coco ,  que  hacen  al  mismo  tiempo  los 
naturales  del  pais,  para  sostener  asi  la  tonicidad 
de  la  piel  é  impedir  los  sudores  excesivos  que  de- 
bilitan desmedidamente,  combate  con  eficacia 
contra  el  clima  destructor  de  las  regiones  ecua- 
toriales. También  se  vé  que  esta  costumbre,  ó  el 
equivalente,  se  extiende  en  todas  las  regiones 
situadas  entre  los  trópicos ,  como  ha  podido  ob- 
servarlo el  Sr.  de  Humboldt  en  los  pueblos  de  la 
América  meridional.  Efectivamente,  el  Sr.  Péron 
dice  que  los  naturales  que  usan  de  betel  y  de  aro- 
mas de  toda  especie,  se  libran  de  las  calenturas, 
de  las  disenterias,  etc. ,  que  arrebatan  a  los  Eu- 
ropeos que  habitan  la  zona  tórrida ,  y  que  no 
quieren  seguir  el  método  de  vida  de  los  habitan- 
tes, quienes  hacen  ,  por  instinto  y  por  experien- 
cia ,  lo  que  la  medicina  mas  racional  pudiera  pres- 
cribirles y  de  cuyo  sistema  reportan  tan  felices  re- 
sultados "aunque  no  se  acomode  alas  ideas  de  la 
medicina  flegmásica.  El  Sr.  Lesson  asegura  que 
el  uso  del  betel  nada  tiene  de  desagradable;  que 
si  bien  causa, las  primeras  veces,  un  poco  de  em- 
briaguez, muy  luego  se  experimenta  una  especie 
de  bienestar  que  induce  á  continuarlo ,  y  que  aun- 


BET 


373 


míe  ennegrezca  el  esmalte  de  los  dientes ,  en  u 
da  ataca  las  membranas  bocales. 

Se  ofrece  el  betel  á  todos  aquellos  que  se  vi- 
sitan,  y  seria  basta  desairarles  si ,  al  despedirse, 
no  se  les  ofrecía  la  caja  en  que  está  contenido. 
En  el  reino  de  Siam  ,  el  novio  lo  presenta  á  su 
novia ,  asi  como  á  todos  los  asistentes ,  como  sím- 
bolo de  la  fidelidad  queios  nuevos  esposos  se  pro- 
meten el  uno  al  otro  y  de  la  buena  inteligencia 
que  debe  existir  entre  ambas  familias. 

Se  dice  que  el  betel  de  Tonquin  es  el  que  se 
prefiere  á  todos  los  (lemas :  cuando  es  reciente, 
verde  y  tierno  es  mas  estimado ,  porque  enton- 
ces es  mas  jugoso;  en  otros  países  se  emplea  se- 
co. El  betel  es  también  afrodisiaco. 

Los  Indios  ricos  no  se  contentan  con  la  prepa- 
ración común  que  hemos  indicado  para  el  betel, 
sino  que  le  mezclan  alcanfor  de  Borneo ,  leño 
aloes,  almizcle,  ámbar  gris,  etc. 

BETÓNICA,  Beto.mc a.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  labiadas,  y  de  la  didina- 
mia gimnospermia  de  Linneo.  Su  nombre ,  según 
Plinio ,  deriva  de  Vetontca,  de  los  Vétones,  pue- 
blos que  habitaban  en  el  pié  de  los  Pirineos; 
otros  pretenden  que  saca  su  origen  de  Beutonic, 
palabra  celta  que  quiere  decir  bueno  para  la  ca- 
beza. Muchos  botánicos  modernos  consideran  es- 
te género  de  Linneo  como  una  sección  del  género 
Estáquide  [Stachys]  del  mismo  autor. 
Betónica  oficinal  fíefo/unt  officinalis,  L.) . 
Planta  vivaz,  indígena,  que  crece  en  los  prados 
y  lugares  sombríos.  De  la  raíz  arroja  hojas  opues- 
tas, pecioladas,  de  figura  de  corazón,  aovado- 
oblongas,  rizadas  y  un  poco  pubescentes ,  y  afes- 
tonadas; de  entre  estas  hojas  se  elevan  uno  ó 
muchos  tallos  simples,  altos  de  anafl  i 8  pulgadas, 
cuadrados,  un  poco  vellosos,  que  llevan  hojas 
opuestas  de  dos  en  dos,  á  mucha  distancia,  y 
casi  sentadas;  sus  flores ,  que  son  de  un  rojo 
vivo,  á  veces  blancas,  con  el  labio  superior 
entero  y  la  división  intermedia  del  inferior  esco- 
tada, están  dispuestas  en  espigas;  el  fruto  es 
una  cápsula  que  ha  servido  de  cáliz ,  y  que  en- 
cierra cuatro  semillas  oblongas ;  la  raíz  ésta  com- 
puesta de  muchas  fibras  largas,  adherentes  á  un 
centro  común. 

La  betónica  ha  gozado  de  una  gran  reputación 
entre  los  antiguos,  como  se  vé  en  Dioscórides  y 
Galeno.  Antonio  Musa,  médico  de  Augusto,  escrt 
bió  un  tratado  sobre  esta  planta ,  en  el  que  la 
preconizaba  en  48  enfermedades,  las  mas  opues- 
tas ,  siendo  todavía  su  nombradla  proverbial  en 
Italia :  Ha  piú  virtü  che  betlonica.  Mas,  como  su- 
cede con  demasiada  frecuencia ,  los  modernos, 
después  de  haber,  bajo  la  palabra  de  los  antiguos, 
empleado  la  betónica,  la  han  casi  abandonado  en 
nuestros  días;  la  experiencia  no  ha  confirmado 
las  virtudes  atribuidas  á  su  raíz,  como  vomitiva 
y  purgante;  las  hojas,  cuyo  sabor  es  un  poco 
amargo,  han  sido  citadas  como  útiles  en  las  afec- 
ciones catarrales  mucosas ,  á  la  dosis  de  i 1  a  i  ¿ 
granos ,  y  mas  ,  aunque  su  poca  aroma  hace  es- 
ta propiedad  dudosa.  Hoy  día  la  betónica  no  es 
usada  sino  como  estornutatoria  ,  en  algunos  pol- 


374  BET 

vos  compuestos;  se  aconseja  fumarla  como  sila- 
gogo ;  entra  en  muchas  composiciones  farmacéu- 
ticas antiguas. 

BETlJMüíA.  John  ha  dado  este  nombre  á 
un  principio  inmediato  de  la  epidermis  del  abedul, 
confundido  primero  con  el  ácido  benzoico  y  con 
el  alcanfor,  pero  en  seguida  distinguido  por  el  Sr. 
Chevreul.  El  aceite  pirogenado  de  esta  materia 
es  el  que  da  á  los  cueros  de  Rusia  el  olor  que 
les  caracteriza.  (V.  Abedul  blanco.)  La  betulinaes 
blanca,  volálil,  balsámica  y  cristalina. 

BETUBí.  Los  geólogos  dan  este  nombre  á 
todos  los  aceites  minerales  ó  á  sustancias  fósiles 
líquidas  á  la  temperatura  ordinaria ,  ó  que  se  fun- 
den bajo  del  calor  rojo-oscuro ,  y  dan  cuando 
arden  un  olor  bituminoso.  Los  betunes  son  sus- 
tancias líquidas  ó  viscosas ,  que  parecen  forma- 
das según  las  leyes  de  la  composición  orgánica, 
y  son  mucho  mas  análogas  á  los  aceites  y  á  las 
pezes  vegetales  que  á  los  minerales  propiamente 
dichos.  Estas  materias,  que  no  cristalizan,  y  cuya 
naturaleza  química  no  está  bien  determinada,  es- 
capan completamente  al  método  mineralógico,  en 
el  que  solo  se  admiten  por  tolerancia;  no  pudien- 
do,  pues,  describírselas  sino  como  las  sustancias 
orgánicas  naturales,  sobre  todo  por  medio  de  sus 
propiedades  químicas. 

Los  betunes  son  sustancias  combustibles,  com- 
puestas de  carburo  de  hidrógeno,  solo  ó  unido  á 
un  principio  oxigenado.  Son  ya  líquidos  y  mas  ú 
menos  trasparentes ,  ya  blandos  como  la  pez ,  y 
algunas  veces  sólidos;  pero  en  este  último  caso, 
son  muy  friables ,  se  pulverizan  fácilmente  entre 
los  dedos ,  y  se  reblandecen  á  una  temperatura 
poco  elevada.  Todos  se  inflaman  con  facilidad  y 
arden  con  llama  y  humo  espeso,  despidiendo  un 
olor  fuerte  que  les  es  particular.  Su  peso  especí- 
fico varia  de  0,7  á  1,2  ,  lo  que  hace  que  algunos 
de  ellos  sobrenaden  en  la  superficie  del  agua.  En 
general,  sonde  color  moreno  ó  negro;  solubles  en 
el  éter ,  los  aceites  volátiles  y  los  aceites  crasos, 
en  parte  solubles  en  el  alcohol ,  é  insolubles  en 
el  agua. 

Mucho  se  ha  discutido  sobre  el  origen  de  los 
betunes,  y  la  opinión  mas  acreditada  hasta  aquí 
era  que  procedían  del  reino  vegetal,  y  resulta- 
ban de  una  especie  de  destilación  natural  de  las 
«lias.  La  semejanza  que  existe  entre  ciertos  be- 
tunes naturales  y  las  materias  bituminosas  que 
se  extraen  de  la  ulla  apoyaban  fuertemente -esta 
idea;  pero  estaba  sujeta  á  muchísimas  dificulta- 
des, por  la  imposibilidad  de  explicar  de  una  ma- 
nera satisfactoria  la  inmensa  cantidad  de  betunes 
difundida  en  la  superficie  de  la  tierra ,  la  exis- 
tencia de  estas  materias  en  las  rocas  ígneas,  las 
venas,  los  terrenos  anteriores  á  la  ulla,  y  en  fin 
las  relaciones  constantes  que  se  observan  entre 
la  posición  de  los  betunes  y  los  depósitos  de  sal, 
de  yeso  y  de  azufre,  las  salsas  ,  las  erupciones 
gaseosas ,  los  manantiales  termales  y  minerales. 
Así ,  pues,  los  geólogos  piensan  hoy  dia  que  los 
betunes  son  ,  como  estas  últimas  sustancias,  pro- 
ductos volcánicos  indirectos,  ó  una  nueva  especie 
de  manifestación  de  la  actividad  de  las  causas 


BET 
subterráneas,  designadas  generalmente  bajo  el 
nombre  de  agentes  plutónicos. 

Los  betunes ,  según  sus  caracteres  físicos  ,  se 
dividen  en  muchas  sub-especies  ó  variedades,  que 
insensiblemente  pasan  de  una  á  otra ,  sinedo  las 
principales  el  Asfalto,  la  Malta,  la  Nafta  y  el  Pe- 
tróleo. 

Betún  Asfalto ,  Asfalto,  Bálsamo 
de  momia,  Betún  de  Judéa,  Betún 
de  Babilonia,  Betún  sólido,  Coma 
de  funerales,  Momia  mineral,  Pez 
mineral,  Petróleo  endurecido ,  etc. 
El  asfalto  propiamenle  dicho  abunda  en  particu- 
lar en  la  superficie  del  lago  Asfáltico  ,  en  Judéa. 
Este  lago  ha  sido  llamado  también  Mar  Muerto, 
sea  en  razón  de  la  esterilidad  de  sus  riberas,  sea 
porque  antiguamente  se  suponía  que  el  olor  di- 
fundido por  el  betún  era  capaz  de  matar  las  aves 
que  pasan  por  encima  de  él.  Las  aguas  de  este 
lago  son  saladas  como  todas  las  de  los  manan- 
tiales que  acompañan  casi  constantemente  los  be- 
tunes, debiendo  á  la  sal  que  las  comunica  un  gran 
peso  específico  la  propiedad  de  dejar  sobrenadar 
el  asfalto ,  que,  siendo  mas  pesado  que  el  agua 
pura,  necesariamente  se  sumergiría.  Así,  pues, 
el  asfalto  se  eleva  continuamente  del  fondo  del 
lago  á  la  superficie  de  las  aguas  ,  á  la  que  llega 
en  cierto  estado  de  blandura  ;  los  vientos  lo  ar- 
rojan en  seguida  á  las  ensenadas  y  á  los  golfos 
en  donde  se  recoge  ;  luego  después  se  expone  al 
aire ,  á  fin  de  que  adquiera  mas  consistencia.  Ve- 
se  por  un  pasaje  de  Estrabon  que  los  antiguos  lo 
miraban  como  un  verdadero  producto  volcánico, 
opinión  que  concuerda  con  la  de  la  generalidad 
de  los  geólogos  modernos.  Encuéntrase  también 
asfalto  en  otros  lugares ,  en  los  que  se  recoge 
igualmente  en  la  superficie  délas  aguas,  tal  es  en- 
tre ellos  un  lago  de  3  millas  de  circunferencia  que 
existe  en  la  isla  de  la  Trinidad.  En  Suiza  se  ha 
descubierto  una  mina  de  asfalto  muy  abundante, 
y  en  algunos  departamentos  de  Francia  se  explo- 
tan muchas  minas  de  este  betún  para  las  necesi- 
dades de  las  artes. 

En  nuestra  península  el  asfalto  se  encuentra  en 
una  extensión  de  mas  de  dos  leguas ,  en  un  lecho 
de  asperón  muy  grueso  en  la  sierra  de  Picos  fuer- 
tes ,  provincia  de  Soria.  1  con  este  motivo,  en  la 
Memoria  sobre  los  productos  de  la  Industria  espa- 
ñola reunidos  en  la  Exposición  pública  de  1850, 
escrita  por  el  limo.  Sr.  D.  José  Caveda,  Direc- 
tor general  de  agricultura ,  industria  y  comercio, 
se  lee  :  «No  es  raro  este  mineral  en  España.  El 
«doctor  Casal  había  recomendado  ya,  reinado 
«Fernando  VI,  el  que  reconociera  por  sí  mismo 
«en  Asturias :  pero  casi  perdido  para  la  industria  . 
«nacional ,  sin  que  se  le  diese  valor ,  era  mas 
«bien  un  objeto  curioso  ,  de  pocos  conocido,  que 
«una  materia  aprovechable  para  las  artes.  Hoy 
«le  conceden  éstas  la  utilidad  y  estimación  de  que. ' 
«antes  carecía,  empleándole  en  varios  usos  y 
«construcciones ,  exigidos  por  la  cultura ,  siem- 
«pre  creciente,  y  las  comodidades  del  público  y 
«de  los  particulares.  La  empresa  del  Volcan  nos 
«ha  ofrecido  ejemplares  de  este  mineral ,  por  ella 


BET 
•explotado  en  la  provincia  de  Soria,  así  como 
«también  <le  la  broa  asfáltica.  Se  compone  aquel 
«de  arenisca  blanca,  impregnada  de  una  sustan- 
cia bituminosa,  fusible  á  los  100  grados,  cuya 
«propiedad  facilita  su  explotación.  Cuando  en  las 
«aplicaciones  á  que  se  destina ,  sean  los  resulta- 
ndos favorables,  como  de  algunas  observaciones 
«puede  inferirse  ala  simple  vista,  sin  grandes  es- 
cuerzos del  arte  consegurá  igualar  al  mejor  del 
«extranjero;  pero  la  Junta  ignora  si  la  Sociedad 
«del  Volcan  le  beneficia  en  cantidades  de  alguna 
«consideración,  ó  se  ha  limitado  hasta  ahora  á 
«simples  ensayos,  como  preparación  de  opera- 
«ciones  mas  en  grande.  Generalmente  se  encuen- 
«tra  en  el  asfalto  español ,  como  en  lodos  los  de 
■<su  especie ,  el  carbono ,  el  hidrógeno  y  el  oxíge- 
«no.  Su  densidad  es  de  1,16  próximamente,  se 
«enciende  con  facilidad,  arde  sin  esfuerzo ,  y  pro- 
«du^e  un  humo  denso  en  la  combustión  Por  lo 
«común  tiene  su  asiento  en  las  capas  calcáreas 
<  y  areniscas,  así  como  en  los  terrenos  volcárn- 
osos. Sino  iguala  al  del  lago  de  la  Pez,  en  la 
«isla  de  la  trinidad,  una  de  las  Antillas,  ni  al 
«antiguo  y  celebrado  del  Mar  Muerto,  es  para 
«muchas  aplicaciones  tan  bueno  como  los  de  Ani- 
«ches  y  de  Murindó,  cerca  de  Choca ,  en  Colom- 
«bia.  Pudiera  útilmente  emplearse  como  los  be- 
tunes de  Lobsanne,  del  Bajo-Rhin ,  ó  los  del  Sei- 
«zel  y  Puy-de-la-Poix.» 

En  fin ,  se  encuentran,  pero  en  corta  cantidad, 
sustancias  bituminosas  análogas  al  asfalto ,  ne- 
gras, morenas  ó  rojizas,  que  acompañan  diver- 
sas sustancias  de  las  \  etas  y  de  los  terrenos  de 
cristalización  ,  tales  come  el' cuarzo  ,  la  baritina, 
el  calizo,  la  galena,  etc. 

El  asfalto  es  sólido ,  de  un  negro  que  tira  á 
moreno ,  muy  frágil ,  de  fractura  vidriosa  ancha- 
mente conchoidal;  en  frió,  no  tiene  olor  sensible, 
pero  despide  uno  de  muy  fuerte  por  el  frote,  y 
adquiere  al  mismo  tiempo  la  electricidad  resino- 
sa; no  se  funde  á  la  temperatura  del  agua  hir- 
viendo ,  pero  es  fusible  á  una  temperatura  mas 
elevada,  y  es  insoluble  en  el  alcohol;  su  densi- 
dad varia  de  1,07  á  l,?0;  arde  con  llama,  y  de- 
ja una  corta  cantidad  de  residuo  terreo,  que  da, 
después  de  la  incineración,  una  ceniza  compuesta 
de  silice,  alumina,  óxido  de  hierro  y  óxido  de 
manganeso.  Está  formado  de  carbono,  de  hidró- 
geno y  de  oxígeno,  en  proporciones  todavía  no 
bien  determinadas. 

Los  verdaderos  disolventes  de  este  betún  son 
los  aceites  fijos  y  los  aceites  volátiles.  Según 
John ,  el  asfalto  tiene  tres  principios  resinosos, 
una  resina  amarilla  soluble  en  el  alcohol ,  una 
resina  de  un  moreno  negrezco  soluble  en  el  etér, 
y  otra  materia  resinoidea ,  soluble  en  la  esencia 
de  trementina  y  el  aceite  de  petróleo. 

Al  asfalto  se  le  sofística á  veces  con  pez  cocida. 
En  el  comercio  se  encuentra  con  frecuencia,  bajo 
el  nombre  de  asfalto ,  un  producto  pirogenado 
preparado  con  aceite  procedente  de  la  destilación 
del  succino .  que  se  ha  mezclado  con  el  residuo 
carbonoso  de  esta  operación ;  pero  este  producto 
es  fácil  de  distinguir  del  asfalto  natural. 


BET  3T5 

El  asfalto  es  conocido  de  tiempo  inmemorial: 
los  Egipcios  y  los  Judíos  se  servían  de  él  para 
embalsamar  los  cuerpos,  y,  según  Miller,  los 
Árabes  lo  emplean  todavía  al  mismo  uso ;  de  ahí 
los  nombres  de  Goma  de  funerales  y  Momia  mi- 
neral, que  se  le  han  dado.  Y  en  verdad,  esta 
sustancia  podría,  servir  con  ventaja  en  los  embal- 
samamientos ,  pues  las  famosas  momias  de  Egip- 
to deben  en  parte  su  indestructibilidad  á  una  di- 
solución de  asfalto  de  que  están  cubiertas,  y  que 
con  la  ayuda  del  tiempo,  ha  penetrado  hasta  en 
la  sustancia  de  los  huesos.  Hoy  dia  aun  sirve  el 
asfalto  para  fabricar  el  color  que  se  denomina 
momia ,  pues  frecuentemente  se  extrae  de  las 
mismas  momias  el  betún  por  ser  de  mejor  calidad; 
también  entra  en  la  composición  de  un  barniz  ne- 
gro propio  para  cubrir  las  diversas  obras  de  hierro 
y  preservarlas  así  de  la  oxidación.  En  medicina, 
él  asfalto ,  propinado  al  interior ,  se  miraba  como 
anti-espasmódico,  fundente  y  antiséptico,  y  al 
exterior  como  emoliente  y  calmante;  entraba  en 
la  triaca  y  algunos  emplastos ,  y  se  empleaba  en 
fumigaciones  contra  el  histérico,  la  gota,  el  reu- 
matismo, etc. ,  y  finalmente  se  exlraiá  de  él,  por 
destilación,  un  aceite  esencial ,  análogo  al  petró- 
leo, preconizado  al  exterior  como  resolutivo ,  y  al 
interior,  sobre  todo  en  Alemania,  como  antiespas- 
módico,  recomendado  también  á  gotas  (5  á  10  en 
azúcar)  contra  la  tisis  pulmonar,  en  cuya  dolencia 
se  empleaba  con  feliz  éxito  el  mismo  asfalto,  á  la 
dosis  de  15  granos. 

En  1849,  se  importaron  en  Barcelona,  2,989 
libras  de  asfalto,  valor  de  17,934  rs.  vn.,  proce- 
dentes del  reino,  y  14,837  libras,  valor  de  89,022 
rs.  vn.,  procedentes  del  extranjero.  Seexportaron 
al  reinol  1,617  libras,  valor  de 69,702  rs.  vn. 

Betún  Malta,  Alquitrán  mine- 
ral, Betún  de  los  Árabes,  Betún 
glutinoso,  Betún  mineral .  Brea 
de  la  Barbada,  Brea  mineral ,  Ce- 
ra de  mar,  llalta  .  Pez  mineral. 
Pisasfalto.  La  Malta  ó  Pisasfalto,  ó  Asfalto 
del  comercio,  existe  en  muchos  de  los  lugares 
en  que  se  encuentra  el  petróleo ;  cuela  por  las 
hendiduras  de  las  rocas ,  y  á  menudo  cubre  la 
superficie  del  terreno  que  las  circunda  de  una 
capa  viscosa  y  pezonada  ;  impregna  muchas  ro- 
cas, particularmente  en  el  terreno  terciario  ,  y 
constituye  lo  que  se  llama  los  asperones,  las  are- 
nas, los  calcáreos  bituminosas,  las  arcillas  y 
molasas  bituminosas,  etc.  Las  minas  de  malta  ó 
pisasfalto  de  la  Albania  son  célebres,  puesto  que 
siendo  beneficiadas  del  tiempo  de  Plinio  ,  son  to- 
davía muy  productivas  en  la  actualidad ;  este 
criadero  ,*  que  parece  prolongarse  muy  lejos  ha- 
cia el  sudeste  ,  podría  satisfacer  á  las  necesida- 
des en  este  género  de  la  Europa  entera.  Se  en- 
cuentran minas  bastante  considerables  de  este 
betún  en  los  alrededores  de  Dax ,  en  Bégréde  en 
Languedoc;  en  Gabian  ,en  Neufchatel,  en  Suiza, 
en  Lobsan,  en  Lamperloch  (Bajo-Rhin),  en  Bavie- 
ra,  en  Transilvania,  en  Galicia;  también  impreg- 
na muchas  rocas  y  terrenos  volcánicos,  ciertos 
basaltos  y  tobas  basálticas,   en   Pont-du  Cha- 


376  BET 

teau ,  en  Pin -de-la-Pége ,  cerca  de  Clermont  y 
de  Auvernia.  Con  frecuencia,  sale  de  la  tierra  con 
ciertos  manantiales  minerales,  y  se  recoge  en  la 
superficie  de  las  aguas. 

La  Malta  es  una  especie  de  betún  glutinoso,  de 
pez  ó  brea  mineral,  negro,  que  ►©  endurece  por 
el  frió  y  se  resblandece  por  el  calor;  tiene  un 
fuerte  olor  bituminoso  y  es  muy  combustible;  se 
funde  siempre  en  el  agua  hirviendo;  sobrenada  al 
agua,  aunque  sea  mas  pesado  que  el  petróleo; 
es  soluble  en  el  alcohol,  en  la  nafta,  y  en  el 
aceite  de  trementina.  Su  composición  aun  no  es 
conocida. 

La  malta  sirve  para  construir  pavimentos  de 
iglesia,  salas  bajas  ,  graneros,  letrinas  y  es- 
tablos, estanques  y  cisternas,  aceras  y  azo- 
teas, cubrir  los  arcos  de  las  bóvedas  y  de  los 
puentes,  casamatas,  etc.,  y  al  presente  se  ensaya 
aplicarlo  ala  confección  dé  una  nueva  especie  de 
calzada  para  los  carruajes.  Mezclada  con  frag- 
mentos de  piedras  de  molino,  sirve  para  hacer 
losas  muy  duras ,  á  las  que  se  da  una  forma  rec- 
tangular, y  se  colocan  las  unas  al  lado  de  otras 
sobre  una  ¿apa  de  arena  y  de  cimento,  bastando 
para  reunirías  en  un  todo  impermeable  verter  en- 
tre las  junturas  betún  licuado.  En  el  arte  de  la 
decoración  el  malta  es  susceptible  de  adaptarse 
á  toda  clase  de  dibujos,  el  elrusco,  el  .árabe,  etc., 
y  formar  rosetones  y  otros  adornos.  También  se 
emplea  en  la  fabricación  de  cimentos,  y  para  em 
brear  los  buques  y  sus  aparejos,  cuyo  uso  no  se 
limita  á  Grecia,  Rusia  ó  Siria,  sino  que  se  halla 
igualmente  extendido  por  casi  todas  partes.  Se 
dice  que  en  Persia,  en  donde  al  parecer  la  malla 
es  rara,  se  recoge  con  cuidado,  y  se  envia  al  rey 
como  un  remedio  precioso  para  la  curación  de  las 
heridas.  Antiguamente  se  la  creia  digestiva  y  re- 
solutiva, y  seempleabaenlosbubones,  la  ciática, 
etc. 

Betún  Nafta,  Valla.  Aceite  de 
nafta.  Se  da  este  nombre  á  un  betún  fluido, 
oleoso,  que  en  ciertos  países  cuela  naturalmente 
de  las  capas  de  tierra  aeillo-margosa  que  están 
impregnadas  de  él.  La  nafta  se  encuentra  en  mu- 
chas comarcas,  singularmente  en  Persia,  en  la 
costa  noroeste  del  Mar  Caspio ,  y  en  Baka  no  lejos 
de  Derbent.  En  estos  parajes  la  tierra  esta  embe- 
bida de  nafta,  y  basta  ahuecar  pozos  de  una  trein- 
tena de  pies,  para  que  la  nafta  se  reúna  en  ellos 
como  lo  haria  el  agua  en  otro  terreno.  Existe  en 
Amiano ,  en  el  ducado  de  Parma ,  un  manantial 
de  nafta,  que  fué  descubierto  en  1802 ,  y  cuyo 
producto  es  bastante  abundante  para  que  hava  si- 
do aplicado  al  alumbrado  de  laciudad  de  Genova. 

La  nafta ,  que  se  designa  bajo  el  nombre  de 
Aceite  de  nafta,  es  perfectamente  fluida  á  la  tem- 
peratura ordinaria ,  diáfana,  de  un  blanco  ama- 
rillento, muy  inflamable,  y  arde  con  una  llama 
azulada,  un  humo  espeso ,  sin  dejar  ningún  resi- 
duo; tiene  un  olor  muy  fuerte,  análogo  al  de  la 
esencia  de  trementina  ;  su  densidad  es  de  0,753; 
su  punto  de  ebullición  es  á  -f  85°, 5 ;  es  inso- 
luble  en  el  agua  á  la  que  comunica  no  obstante 
su  olor  característico  ;  el  alcohol  anhidro  la  di- 


BET 

suelve  en  todas  proporciones  como  las  esencias, 
siendo  precipitada  de  estas  disoluciones  por  la 
adición  del  agua;  expuesta  al  airepor  largo  tiem- 
po ,  se  pone  amarillenta,  se  inspisa  y  se  cambia 
en  Pretróleo,  con  el  que  lo  reúnen  ó  lo  confunden 
ya  la  generalidad  de  los  autores.  La  nafta  pura  ó 
destilada  parece  ser  isómera  con  el  percaburo  de 
hidrógeno  de  los  químicos. 

Este  betún  aveces  es  sofisticado  con  el  aceite 
volátil  de  trementina. 

La  nafta  es  el  mas  puro  de  los  betunes,  y  el  que 
debería  preferirse  para  el  uso  médico.  Se  emplea 
para  el  alumbrado;  se  hace  entrar  en  la  composi- 
ción de  ciertos  barnices  y  de  algnnos  preparados 
farmacéuticos,  y  sirve  en  los  laboratorios  para 
conservar  el  potasio  y  el  sodio,  poniéndolos  así  al 
abrigo  del  contacto  del  aire  y  de  los  cuerpos  oxi- 
genados— V.  Betún  Petróleo. 

JBetun  Petróleo,  Aceite  de  <■  aliia  h . 
Aceite  mineral ,  Aceite  de  monta- 
na, Aceite  de  piedra,  Aceite  de  tier- 
ra, Bálsamo  de  montaña,  etc.  Los  pe- 
tróleos ó  naftas  acompañan  siempre  las  salsas 
ó  los  desprendimientos  de  gas  hidrógeno  carbo- 
nado, que  se  escapan  en  diferentes  lugares  del  in- 
terior de  la  tierra.  Se  conocen  manantiales  de  pe- 
tróleo en  Amiano,  cerca  de  Pai ina;  en  el  monte 
Zibio,  cerca  de  Sasuolo,  en  Módena;  en  Toscana 
en  el  norte  de  las  salsas  de  Barrigazzo  y  de  Pietra- 
Mala;  en  Sicilia,  cerca  Girgenti;  en  Francia,  en 
Gabian,  cerca  de  Pezenas;  en  la  isla  de  Zanta.  en 
lagos  naturales ;  en  el  Caucaso,  en  Persia,  en  la 
India,  en  el  Japón  y  en  China,  lina  de  las  locali- 
dades mas  célebres  es  el  Schivan,  en  los  alrede- 
dores de  Bakou  y  de  la  casi  isla  íleAbcheron,  en 
el  mar  Caspio. 

El  petróleo  es  de  color  moreno  ó  de  un  rojo  ne- 
grusco,  de  una  consistencia  viscosa  masó  menos 
espesa,  y  de  una  fluidez  que  aumenta  por  el  calor; 
su  densidad  varia  cíe  0,7o  á  0,85 ;  se  inflama  coii 
mucha  facilidad;  tiene  un  olor  muy  fuerte  y  muy 
persistente.  Es  el  butun  líquido  mas  común ;  ex- 
puesto al  aire  y  ala  luz ,  se  pone  moreuo,  se  inspisa 
y  pasa  al  estado  de  Pez  mineral  ó  de  Malta;  cuan- 
do se  le  destila  en  una  retorta,  da  Nafta  por  pro- 
ducto destilado,  y  deja  A  s  fallo  por  residuo.  El  aná- 
lisis ha  hecho  reconocer  que  el  petróleo  está  com- 
puesto de  carburo  de  hidrógeno  mezclado  con  di- 
versas materias,  y  sobre  todo  con  un  cuerpo 
particular  llamado  Petroleina  por  el  Sr.  Boussin- 
gault. 

Para  demostrar  la  gran  semejanza  que  existe 
entre  todos  los  betunes,  y  que  los  caracteres  en 
que  se  fundan  los  mineralogistas  para  la  clasifica- 
ción que  de  ellos  hacen  son  muy  oscuramente  de- 
terminados, y  de  consiguiente  la  confusión  quese 
■observa  respecto  al  comercio  y  á  los  usos  en  las 
artes  y  la  economía  doméstica,  bastará  citar  aquí 
las  opiniones  de  distinguidos  autores  sobre  la  nalta 
y  el  petróleo.  El  Sr.  Dalafosse  dice  que  el  petróleo 
diliere  de  la  nafta  en. que  deja  por  residuo  de  la 
destilación  una  maleria  bituminosa  no  volátil,  que 
parece  ser  idéntica  con  la  malta;  el  Sr.  Roset  re- 
fiere que  se  da  al  nombre  de  Nafta  al  pretróleo 


*  BET 

blanco  amarillento;  los  Sres.  Mérat  y  De  Lens  ex- 
ponen que  el  petróleo  se  parece  mucho  á  la  nafta, 
a  la  que  con  frecuencia  reemplaza;  el  Sr.  Guerin 
no  hace  diferencia  entre  la  ñafia  \  el  petróleo;  el 
Sr.  Bouchardat  asegura  que  el  petróleo  es  una  mez- 
cla de  nafta  y  de  betún  asfalto  ;  el  Sr.  Girardin 
parece  distinguir  la  nafta  del  petróleo;  el  Sr.  Or- 
illa indica  que  el  petróleo  parece  deber  su  origen 
¡i  una  alteración  particular  de  la  nafta ;  el  Sr. 
Beudant  dice  que  en  el  reino  mineral  no  se  co- 
noce sino  un  carburo  tle  hidrógeno  liquido,  que  es 
la  nafta,  pero  que  en  la  naturaleza  la  nafta  siem- 
pre se  halla  mezclada  con  materias  extrañas,  que 
le  dan  un  color  moreno  mas  ó  menos  subido,  lle- 
vando entonces  el  nombre  de  petróleo.  Finalmente, 
otros  naturalistas  dicen  que  ia  nafta,  por  la  ex- 
posición largo  tiempo  continuada  al  aire  y  por  el 
efecto  de  una  descomposición  gradual,  pasa  su- 
cesivamente por  los  estados  de  petróleo  y  malta 
hasta  que  por  ultimóse  convierte  eu  asfalto,  y  que 
cuando  no  es  descompuesta  sino  en  parte,  la  naf- 
ta que  resta  puede  ser  separada  por  la  destilación 
del  carbón  superabundante;  añadiendo  también 
que  la  nafta  es  muy  rara ,  y  que  el  petróleo  es  el 
artículo  oficinal  empleado  en  medicina. 

El  petróleo ,  mezclado  con  sebo,  se  emplea  pa- 
ra untar  los  ejes  de  los  carros  y  los  muñones  y 
engastes  de  las  grandes  máquinas;  desde  algunos 
años  también  se  hace  entrar  en  la  composición 
de  los  cimientos,  los  que  vuelve  ligeros,  imper- 
meables al  agua  y  casi  indestructibles  por  el 
tiempo ,  y  estas  preciosas  calidades  eran  conoci- 
das de  los  antiguos,  asegurándose  que  á  ellas  de- 
bieron su  fuerza  y  su  estabilidad  los  muros  de 
Babilonia.  El  petróleo  y  la  nafta  sirven  en  ciertos 
paises  para  cocer  la  cal ,  las  vasijas  de  barro, 
y  aun  los  alimentos ,  y  también  para  evaporar  los 
líquidos;  en  Persia,  desde  Mossul  hasta  Bagdad, 
en  la  Velaquia  y  la  Parsis  ,  el  pueblo  no  se  vale 
para  el  alumbrado  de  otra  cosa  que  de  estos  be- 
tunes; se  les  hace  entrar  en  la  composición  de 
los  barnices  negros,  y  aun  del  lacre  negro,  ase- 
gurándose que  entra  en  la  del  brillante  barniz  de 
la  China,  denominado  laca.  Por  la  destilación  de 
ciertas  esquilas  bituminosas ,  se  extrae  un  aceite 
mineral  que  es  una  variedad  de  petróleo,  y  que  se 
emplea  actualmente  ,  con  buen  resultado ,  en  el 
alumbrado ;  el  petróleo  procedente  de  Grecia  y 
de  Asia  sirve  para  el  mismo  uso  desde  la  mas  re- 
mota antigüedad.  El  aceite  que  se  extrae  por  des- 
tilación del  petróleo ,  y  que  sirve  casi  solo  á  los 
usos  de  la  medicina ,  puede  ser  considerado  co- 
mo nafta.  El  petróleo  y  la  nafta  natural  han  sido 
prescritos  como  vermífugos  y  contra  la  tenia,  sea 
en  fricciones  sobre  el  bajo  vientre,  sea  propinado 
á  gotas  en  un  líquido  apropiado.  Han  sido  uno  y 
otra  preconizados  en  muchas  enfermedades;  al 
exterior,  se  han  usado  contra  la  congelación  de  los 
miembros,  contra  los  males  dientes,  en  fricciones 
en  los  carrillos ,  contra  diversas  afecciones  cutá- 
neas, etc. 

En  1849  ,  se  importaron  en  Barcelona,  proce- 
dentes del  extranjero,  22  libras  de  petróleo,  valor 
de  476  rs.  vn. 

48 


BEZ  377 

Aquí  debemos  hacer  mención  del  Betún  elás- 
tico ,  que  los  naturalistas  designan  con  los  nom- 
bres áeElaterita  y  Cautchuc  mineral  ó  fósil  en  ra- 
zón de  su  elasticidad ,  semejante  á  la  de  la  goma 
elástica.  Este  mineral  pertenece  á  la  clase 
de  las  sustancias  combustibles  y  al  orden  de 
los  betunes:  es  una  sustancia  morena  que  tira  al 
negro  ó  al  verde,  blanda  y  elástica;  fusible  á 
una  débil  temperatura  en  una  materia  viscosa, 
arde  con  humo  negro  y  olor  aromático.  Parece 
ser  una  mezcla  de  carburo  de  hidrógeno  con  un 
principio  oxigenado,  cuya  naturaleza  no  ha  podi- 
do ser  aun  bien  determinada.  Este  betún,  muy  ra- 
ro y  curioso,  se  ha  encontrado  diseminado  en 
capas  en  los  filones  de  plomo  de  Castletown,  en 
Derb\  shire  en  Inglaterra,  y  en  vetas  de  cuarzo  y 
de  calcáreo  que  atraviesan  las  capas  de  ulla  de 
Montrelais  eu  Francia. 

Un  aceite  que  trasuda  naturalmente  de  una  es- 
pecie de  ulla  petrosa  ha  sido  muy  preconizado 
en  Inglaterra,  bajo  el  nombre  de  Betún  ó  Aceite 
británico,  para  curar  los  dolores  reumáticos, 
etc.  Pero  con  frecuencia  se  imita  por  medio  de 
una  corta  cantidad  de  aceite  de  ámbar  amarillo 
ó  succino  mezclado  con  aceites  crasos  comunes. 

BEYAPURA.  Nombre  de  un  pescado  del 
Brasil  muy  bueno  para  comer. 

BEZAJVS.  Tejidos  de  algodón  que  se  fabrican 
en  Bengala :  los  hay  blancos,  y  rayados  de  toda 
especie  de  colores. 

BEZAK  ó  Bezoar.  He  aquí  una  de  esas 
drogas  que,  habiendo  gozado  de  muchísima  repu- 
tación, han  dejado  ya  de  ser  un  objeto  de  comer- 
cio desde  que  se  sabe  la  importancia  que  se  me- 
recen las  propiedades,  en  otro  tiempo ,  reputadas 
maravillosas,  de  los  bezares.  Si  todavía  las  ve- 
mos en  algunas  boticas  antiguas  y  ahumadas,  es 
no  mas  por  la  veneración  que  inspiran  los  botes 
trasmitidos  degeneración  en  generación,  puesto 
que  hoy  dia  quizás  no  hay  un  solo  médico  que 
osara  prescribir  bezar,  temeroso  de  que  no  se  le 
ridiculizase.  No  obstante ,  creemos  indispensable 
decir  lo  que  es  esta  droga. 

Hanse  designado  bajo  el  nombre  de  Bezar  ó 
Bezoar ,  de  origen  árabe ,  concreciones  de  natu- 
raleza muy  variada  que  se  encuentran  en  las  di- 
versas regiones  del  cuerpo  de  diferentes  anima- 
les, de  modo  que  se  han  confundido  ,  bajo  esta 
denominación  común,  cálculos  biliares,  urinarios 
salivales,  etc.  En  nuestros  dias,  se  da  mas 
particularmente  este  nombre,  en  la  medicina 
veterinaria,  á  las  concreciones  formadas  de  ca- 
pas concéntricas  que  se  encuentran  con  mucha 
frecuencia  en  el  tubo  alimenticio  de  los  herbívo- 
ros, en  el  que  adquieren  un  volumen  á  veces  muy 
considerable. 

El  Bezoar  oriental  gozó  antiguamente  de  una 
inmensa  reputación  ,  no  solo  como  remedio  sobe- 
rano contra  todas  las  enfermedades ,  si  que  tam- 
bién como  medio  eficaz  para  alejar  de  su  afortu- 
nado poseedor  los  males  de  toda  especie.  Este  pre- 
cioso talismán,  que  debia  su  reputación  ala  escuela 
dé  los  médicos  árabes  de  Córdova,  se  extraía  del 
cuajar  ó  cuarto  estómago  de  las  gacelas  del  Asia 

tomo  i. 


378  BÉZ 

y  del  África,  del  Anlilopede  las  Indias  (Y.  Antí- 
lope Cervicabra) ,  pero  mas  particularmente  de 
la  Cabra  Egrago  (V.  esta  palabra)  que  habita  la 
Fersia.  Este  bezoar  es  un  cuerpo  redondeado  ,  de 
superficie  lisa,  de  un  color  moreno  ó  verde,  for- 
mado de  capas  concéntricas ,  delgadas ,  frágiles, 
de  fractura  vidriosa  ,  y  de  un  olor  fuerte  y  aro- 
mático. La  sustancia  que  entra  en  su  composición 
presenta  la  mayor  parte  de  las  propiedades  que 
se  observan  en  los  cuerpos  resinosos :  se  funde  á 
un  calor  suave ,  se  inflama  y  arde  dando  mucho 
humo;  es  soluble  en  el  alcohol  concentrado ,  y 
se  precipita  de  su  disolución  por  el  agua.  Recien- 
lemenle  se  ha  descubierto  en  esta  sustancia  un 
ácido  particular  llamado  Ácidobezoárdico ,  que  el 
autor  de  este  descubrimiento  mira  como  un  pro- 
ducto de  la  bilis  de  los  animales  de  que  proce- 
den los  bezoares ,  ó  bien  como  el  producto  in- 
mediato del  alimento  de  estos  animales.  Este  me- 
dicamento ,  que  se  pagaba  antiguamente  á  precio 
de  oro,  ha  caido  hoy  dia  completamente  en  el 
olvido,  y  figura á  lo"mas  en  las  colecciones  de 
algunos  aficionados  á  curiosidades ,  muy  lejos  de 
encontrarse,  como  en  otras  épocas,  en  las  boti- 
cas. Los  bezoares  que  el  chad  de  Persia  envió 
á  Bonaparte  en  1808,  compuestos,  según  el  aná- 
lisis de  Berthollet,  de  leñoso  y  de  algunas  sales, 
se  dice,  fueron  tirados  al  fuego  por  su  desdeñoso 
posesor. 

Se  concibe  fácilmente  que  en  la  época  en  que 
el  bezoar  oriental  era  tan  buscado ,  los  comer- 
ciantes debieron  de  esforzarse  en  imitarlo ,  y  así 
es  que  circulaban  un  gran  número  de  Bezoares 
facticios,  obtenidos  fundiendo  juntas  ciertas  re- 
sinas con  aromas ,  los  que  á  veces  se  cubrían  con 
una  capa  de  oro,  tales  eran  los  Bezoares  ó  Piedras 
de  Groa;  pero  se  distinguían  fácilmente  de  los  ver- 
daderos en  que  no  ofrecían  capas  concéntricas  y 
en  la  diferencia  del  olor. 

Cuando  el  descubrimiento  del  Nuevo-Mundo, 
los  primeros  conquistadores  de  la  Améri  a  nos 
trajeron  muchísimos  medicamentos  análogos ,  y 
de  ahí  se  estableció  la  distinción  que  se  hizo  de 
los  Bezoares  occidentales.  Estos,  que  eran  pro- 
ducidos, á  lo  que  parece,  principalmente  por  el 
Camello  Lama  y  el  Camello  Vicuña  (V.  estas  pala- 
bras), ofrecían  además  una  composición  muy  dife- 
rente y  apenas  diferian  de  los  cuerpos  de  la 
misma  naturaleza  que  se  encuentran  en  el  in- 
testino de  nuestros  rumiantes  domésticos.  Estos 
bezoares  occidentales  eran  mirados  como  muy 
inferiores  á  los  que  venían  de  las  Indias  orienta- 
tales ,  y  se  vendían  á  muy  bajo  precio.  Eran  mas 
gruesos,  mas  frágiles,  de  un  color  mas  oscuro, 
a  veces  cubiertos  de  asperezas,  formados  deca- 
pas mas  gruesas,  y  compuestos,  según  Proust, 
de  fosfato  de  cal ,  de  un  poco  de  carbonato  de  cal, 
de  una  materia  grasa  ó  resinosa  y  de  una  mate- 
ria animal. 

Las  gacelas  del  Asia  y  del  África,  el  antílope 
de  la  India,  el  egrago,  la  lama  y  la  vicuña  no 
son  los  únicos  que  tuvieron  <  1  privilegio  de  su- 
ministrar á  nuestros  antepasados  las  pretendi- 
das panaceas  de  que  hablamos.  Los  bezoares  sa- 


BEZ 

cados  de  otros  animales  gozaron  también  ,  entre 
ellos,  de  propiedades  extraordinarias ,  como  va- 
mos á  ver. 

Los  Bezoares  de  Alemania  ,  ó  Bezoares  ger- 
mánicos, son  concreciones  formadas  de  sustancias 
animales  ó  vegetales  que  se  cuajan  y  se  aglutinan 
en  el  estómago  de  nuestros  rumiantes.  L<>s  del  es- 
tómago del  buey  han  sido  llamados  Bulitos;  los 
de  la  gamuza,  hgagropilos,  etc.  Estas  concrecio- 
nes, formadas  comunmente  sobre  un  núcleo  ex- 
traño de  pelos  que  el  animal  traga  lamiéndose, 
son  otras  veces  muy  diferentes.  Así  la  sexta 
especie  de  los  Sres.  Fourcroy  y  Vauquelin  es  una 
masa  fungosa  formada  por  el  Boleto  de  yesca, 
(Boletus  igniarius,  L.);  el  Sr.  "Vauquelin  admite 
otro  formado  de  heno  cuajado.  El  Sr.  Girard  dis- 
tingue dos  especies  de  ellos  en  los  caballos  y  los 
carneros:  los  que  son  ligeros,  de  superficie  lisa, 
casi  enteramente  formados  de  pelos;  y  los  que 
son  mas  pesados,  mas  consistentes  ,  de  superfi- 
cie escabrosa,  poco  pelosa,  formados  sobre  todo 
de  capas  sobrepuestas.  Hanse  visto  algunos  que, 
pelosos  en  el  centro ,  estaban  cubiertos  de  una 
corteza  sólida,  que  forman  así  el  medio  entre  los 
cálculos  propiamente  dichos  y  los  egragopilos.  El 
Sr.  Blosseville  se  ha  convencido  de  que  los  de 
los  carneros  no  están  formados  de  lana ,  sino  de 
(lósenlos  de  carduineas ,  por  cuya  razón  ha  pro- 
puesto llamarlos  Cinaropilos. 

Los  cálculos  biliares  del  buey  son  muy  estima- 
dos de  los  Indios  contra  las  acedías  de  los  niños, 
contra  el  tifus,  como  cardíacos  y  alexifármacos. 
En  la  China  se  emplean  los  de  vaca  contra  los 
catarros  y  las  fluxiones. 

El  bezoar  de  los  intestinos  del  caballo,  ó  Hipo- 
lito,  formado  sobre  todo  de  fosfato  amoniaco- 
magnesiano ,  adquiere  á  veces  dimensiones  ex- 
traordinarias. 

Los  bezoares  de  caimán  ,  de  puerco  espin,  de 
cocodrilo,  aquellos  sobre  todo  que  eran  consi- 
derados como  procedentes  de  ciertas  especies  de 
serpientes,  gozaron  durante  largo  tiempo  de  una 
inmensa  reputación,  llevados  como  amuleto  para 
preservarse  de  las  enfermedades  comunes  y  ahu- 
yentar los  maleficios. 

En  fin,  el  hombre  mismo  habia  aprontado  su 
contingente  á  esta  clase  de  alexifármacos,  y  el 
polvo  de  Bezoar  humano ,  es  decir  de  simples  cál- 
culos urinarios ,  era  mirado  como  un  remedio  he- 
roico en  muchísimas  enfermedades. 

Al  terminar  este  artículo,  es  casi  inútil  recor- 
dar que  la  creencia  en  las  pretendidas  virtudes 
de  este  género  de  medicamentos  no  existe  ya  en 
el  dia ,  y  que  si  algunos  pueblos  ignorantes  mi- 
ran aun  al  bezoar  como  propio  para  preservarse 
de  los  sortilegios,  á  lo  menos  estos  productos  pa- 
togénicos no  figuran  ya  en  ningún  formulario  de 
farmacia  ó  de  medicina. 

Se  daba  el  nombre  de  Bezoares  minerales  á  va- 
rios preparados  farmacéuticos  cuyo  nombre  espe- 
cífico era  sacado  del  de  la  sustancia  mineral  á 
que  se  atribuía  la  virtud ;  así  se  distinguían  los 
Bezoares  de  Saturno,  de  Venus ,  jovial ,  marcial, 
mercurial,  lunar,  y  solar,  cuya  base  formaban  el 


BIG 

plomo,  el  cobre,  el  estaño  el  hierro,  el  mercu- 
rio, la  plata ,  el  oro,  usados  antiguamente  co- 
mo alexifánnaeos.  Por  ultimo  ,  también  se  (listín- 
guian  los  Bezourea  vegetales,  que  eran  concre- 
ciones lapídeas  que  se  encuentran  en  el  interior 
de  los  cocos. 

BEZOTE.  Adorno  ó  arracada  que  llevaban 
los  ludios  en  el  labio  inferior.  Esta  costumbre  ha 
pasado  al  Egipto  ,  en  donde  las  mugeres  prosti- 
tas  llevan  ui  bezote  en  la  ventana  de  la  nariz  iz- 
quierda ,  á  lin  de  ser  distinguidas.  Los  bezotes  son 
una  especie  de  anillos  de  oro ,  de  la  circunferen- 
cia de  una  peseta,  de  medio  duro,  y  á  veces  de 
un  duro. 

BI 

BfiBBY.  Palmero  espinoso,  muy  alto,  que 
crece  en  la  India,  y  que  se  cree  vecino  de  la 
Aunara  ¡V.  esta  palabra).  Sus  frutos,  que  son  del 
grueso  de  una  nuez  moscada,  blanquecinos ,  dan 
un  aceite  con  el  que  los  naturales  del  país  se  bo- 
lán el  cuerpo  ,  y  con  ellos  se  fabrica  también  un 
licor  que  se  asemeja  al  suero,  de  sabor  picante 
agradable,  y  que  es  refrescante.  Los  Ingleses  son 
ios  que  han  dado  á  este  fruto  el  nombre  de  Bib- 

BIBEXTE,  Bidens.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  compuestas,  tribu  de  las  senecio- 
néas.,  y  de  la  singenesia  poligamia  igual  de  Lin- 
neo.  Los  bidentes  habitan  comunmente  las  orillas 
de  las  aguas,  y  se  encuentran  en  atufos  hemis- 
ferios. La  generalidad  son  plantas  anuas,  guar- 
necidas de  hojas  opuestas  ,  mas  ó  menos  corta- 
das ó  pinnatifidas  y  de  lóbulos  incisos.  Las  ca- 
bezuelas encierran  flósculos  por  lo  común  ama- 
rillos, rarísimas  veces  blancos,  siendo  purpúreos, 
asi  como  los  flósculos  del  disco ,  en  una  sola  es- 
pecie. 

Las  dos  especies  indígenas,  el  Bidente  dividido 
en  tres  partes  [Bidens  tripartita, L.),  llamado á 
a  veces  Cáñamo  acuático,  y  el  Bidente  cabizbajo 
[Bidens  cernua,  L.)  son  acres  y  excitan  la  sali- 
vación ,  mascándolos,  como  el  pelitre,  al  que 
pueden  reemplazar. 

BI(;\0\IA.  Bignonia.  Género  de  plantas 
que  sirve  de  tipo  á  la  familia  de  las  biguoniá- 
ceas, y  de  la  didinamia  angiospermia.  Sus  carac- 
teres son:  cáliz  de  figura  de  campana  con  cinco 
dientes  que  á  veces  casi  no  pueden  percibirse;  co- 
rola de  un  pélalo,  con  el  tubo  corto,  el  limbo 
«le  figura  campanuda,  compartida  en  cinco  lóbu- 
los desiguales  que  forman  dos  labios;  cuatro  es- 
tambres fértiles  y  un  filamento  sin  antera  ó  sea  el 
rudimento  de  un  quinto  estambre ;  un  estilo  ;  es- 
tigma de  dos  láminas  ;  capsula  de  figura  de  sili- 
cua con  dos  celdillas  separadas  por  un  tabique 
paralelo  á  las  \entallas;  numerosas  semillas  dis- 
puestas en  dos  filas  con  márgenes  alados. 

Este  género  contiene  mas  de  sesenta  especies, 
árboles  ó  arbustos  trepadores  ó  guarnecidos  de 
zarcillos;  de  hojas  opuestas,  sencillas,  aparea- 
das, empañadas,  y  digitadas;  de  flores  axilares 
y  terminales,  con  frecuencia  paniculadas,  y  cuyo 
periantio  es  blanco ,  amarillo ,  ó  rojo. 

Las  bignonias  crecen  en  la  zona  tropical,  pero 


BIG  379 

algunas  han  sido  introducidas  en  los  jardines  de 
Europa,  en  doude  se  cultivan  como  plantas  de 
adorno,  si  bien  en  muchas  localidades  tan  solo 
pueden  vi\  ir  en  los  invernaderos.  Entre  noso- 
tros se  cultivan  al  aire  libre  las especies  Bigno- 
nia  gue  se  arraiga  y  Bignonia  tiesa. 

Bignonia  que  se  arriaga,  Jaz- 
mín de  Virginia  [Bignonia  radicans,  L.  . 
Arbusto  que  se  hace  obsen  ar  por  sus  tallos  guar- 
necidos de  raices  que  se  ingieren  en  la  corteza 
délos  árboles  y  en  los  intersticios  de  las  paredes; 
ñor  hojas  bastante  grandes,  compuestas  He  folío- 
los ovales,  dentados,  de  un  verde  delicado, y  en 
fin  por  sus  flores  de  un  hermosísimo  color  rojo, 
muy  \oluminosas,  y  que  forman  en  la  extremi- 
dad délos  ramos  un  soberbio  cormibo  encorvado. 
Esta  especie  sarmentosa  es  una  de  las  mas  pro- 
pias para  formar  festones  y  guirnaldas  en  las 
paredes,  los  peñascos,  alrededor  de  las  casas 
y  en  los  árboles.  Se  complace  en  los  buenos 
terrenos  y  buena  situación;  pero  siendo  muy  di- 
fícil obtener  de  ella  semillas  perfectas,  se  multi- 
plica por  renue\os,  acodos  ó  estacas  hechos  en 
la  primavera. 

Bignonia  tiesa  [Bignonia  stans,  L.) .  Espe- 
cie de  tallo  de  8  á  9  pies,  derecho  y  firme ;  hojas 
pinnadas ,  con  hojuelas  aserradas,  y  flores  ama- 
rillas en  racimos.  Esta  bignonia  es  menos  común 
que  la  especie  precedente.  Su  raíz  es  mirada 
como  diurética  en  la  América  meridional,  en 
donde,  por  esta  propiedad,  se  la  llama  Leño 
meon. 

Las  hojas  de  la  Bignonia  aliácea  (Bignonia 
alliacea,  Lam.)  planta  de  Cayena,  estregadas  en- 
tre las  manos  ,  huelen  á  ajo."  El  Sr.  Brera  ha  em- 
pleado con  feliz  resultado  las  hojas  de  la  ! 
niaCatalpa  Birjnonia  Vatalpa,  L.) ,  cultivada  ai 
muchos  jardines  de  Europa ,  contra  el  asma  hú- 
medo. Esta  especie  es  un  árbol  notable  por  .-,■  r  i 
mas  que  forman  una  ancha  cima ,  y  sobre  todo 
por  sus  hojas  muy  grandes,  de  largo  peciolo, 
de  un  verde  claro,  de  figura  de  corazón  y  ente- 
ras; sus  flores,  blancas,  señaladas  con  mancha> 
morenas,  de  forma  irregular  y  anormal ,  dispues- 
tas en  grandes  panículas  terminales,  produ.en 
mucho  efecto ,  igualmente  que  sus  frutos,  que  son 
silicuas  casi  cilindricas ,  á  menudo  de  la  longitud 
de  un  pié.  Se  multiplica  por  semillas. 

La  corteza  de  la  Bignonia  de  cinco  hojieias, 
Peral  de  las  Antillas  [Bignonia  pentaphylía,L.) 

£asa  como  febrífuga.  Las  raíces  y  las  flores  cié  la 
ignonia  como  tortlga  (Bignoma  chelonoidcs, 
L.  II.)  son  empleadas  por  los  médicos  indianos, 
en  infuso,  como  bebida  refrescante  en  la  calentu- 
ra. Bédio  dice  que  el  zumo  de  las  hojas ,  mezcla 
do  con  el  de  limón ,  es  empleado  en  la  inania, 
a  la  dosis  de  media  taza  dos  veces  eldia.  La  cor- 
teza de  la  Bignonia  Copaia  (Bignonia  (Jopaia, 
A  ubi.)  es  emética  y  purgante,  según  este  au- 
tor, quien  añade  que  los  negros  de  Cayena  em- 
plean el  extracto  del  zumo  de  las'hojas  de  esta 
especie  en  el  piano  mal  gálico:  en  el  Brasil,  según 
Gómez,  que  la  llama  Bignoma  cerúlea  (Bigno 
nia  cwrulea,  L.)  y  en  donde  se  la  da  el  nombre 


380  BIL 

de  Carola ,  su  fruto  es  empleado  contra  la  sífi- 
lis. De  la  Bignonia  Chica  (Bignonia  Chica,  Hum- 
bold)  se  extrae  una  materia  de  color  de  ocre,  que 
parece  ser  sui  generis,  y  con  la  que  los  naturales 
de  Chile  ,  etc.  se  coloran  le  piel ,  después  de  ha- 
berla obtenido  de  las  hojas  por  maceracion.  La 
Bignonia  Encina,  Encina  negra  be  América 
\Bignonia  Quercus,  Lam.;  Bignonia  longuissima, 
Sw.)  tiene  una  corteza  que  parece  contener  mu- 
cho tanino ;  en  las  Antillas  es  empleada  para  pre- 
parar los  cueros  ,  y  también  se  usa  como  febrí- 
fuga, desde  la  dosis  de  2  á  4  dracmas ;  las  hojas 
y  las  flores  de  este  vegetal  parecen  gozar  de  la 
misma  propiedad . 

La  Bignonia  equinoccial  [Bignonia  equinoc- 
tialis,  L.)  sirve  en  América  para  aplicar  alas 
excoriaciones  que  se  hacen  en  los  pies  de  los 
negros ,  así  como  á  los  lobanillos ;  sus  flores, 
en  infuso,  son  usadas  en  las  anginas  mucosas,  las 
afecciones  del  hígado  y  del  bazo ,  y  las  hemorra- 
gias. El  zumo  de  las  hojas  se  administra  á  la  do- 
sis de  dos  onzas.  Las  hojas  de  la  Bignonia  de  In- 
dias (Bignonia  indica,  L.)  son  emolientes,  y  se 
aplican  á  las  úlceras.  La  Bignonia  de  madera 
blanca,  Cedro  blanco  de  las  Antillas  (Bigno- 
nia Leucoxylon,  L.) ,  cu\  a  madera  verde  ó  ama- 
rilla es  llamada  á  veces  "Ébano ,  se  mira  equivo- 
cadamente como  el  antídoto  del  manzanillo  :  las 
llores ,  puestas  en  el  agua,  le  comunican  un  buen 
olor ,  lo  que  hace  que  con  ella  se  rocíen  los  tem- 
plos en  las  Antillas.  La  pulpa  y  el  zumo  d« 
las  raíces  de  la  Bignonia  oftálmica  (Bignonia 
ophthalmica ,  del  Dr.  Chisholon) ,  instilado  en 
el  ojo ,  cura  la  oftalmía.  El  leño  de  la  Bignonia 
pantanosa  (Bignonia  uliginosa ,  Gómez)  es  em- 
pleado en  el  Brasil  como  el  corcho  entre  noso- 
tros. Las  Semillas  de  la  Bignonia  tomentosa  (Big- 
nonia tomentosa ,  Thunb.)  sirven  en  el  Japón  pa- 
ra preparar  un  aceite  fluido  que  se  mezcla  con  el 
barniz,  y  otro  mas  espeso,  finalmente,  la  Big- 
nonia Úñade  gato  (Bignonia  Unguiscati,  L.)  es 
reputada  alexítera  en  las  Antillas ,  y  empleada 
por  los  negros  contra  la  mordedura  de  las  ser- 
pientes. 

BILIS  ,  Cólera ,  Hiél.  Líquido  segrega- 
do por  el  hígado  •.  es  viscoso ,  amarillo  ó  ver- 
doso ;  de  olor  débil  y  nauseabundo  en  el  hombre, 
muy  oloroso  en  la  especie  bovina;  de  sabor 
amargo,  ligeramente  alcalino;  algunas  veces 
claro  ,  otras  enturbiado  por  la  materia  amarilla 
que  contiene;  su  peso  especifico  es  de  1,026;  se 
mezcla  en  el  agua  y  en  el  alcohol ;  es  precipitado 
por  los  ácidos  minerales,  por  el  acetato  neutro  y 
por  el  sub-acetato  de  plomo. 

Los  químicos  no  están  de  acuerdo  sobre  la  com- 
posición de  la  bilis  humana.  Según  el  Sr.  Xhé- 
nard,  contiene  sobre  1,100  partes,  1,000  p.  de 
agua,  40 de  albúmina,  40  de  resina,  5,  término 
medio ,  de  materia  amarilla ,  5  de  sosa  ,  5  de  fos- 
fato ,  de  sulfato  y  de  hidroclorato  de  sosa,  de  fos- 
fato de  cal,  y  de  óxido  de  hierro.  El  Sr.  Orfila 
da  proporciones  á  corta  diferencia  idénticas  ,  y 
dice,  con  la  generalidad  de  los  químicos, que  la 


BILL 
bilis  humana  no  contiene  ni  un  átomo  de  picro- 
mel,  sustancia  que  abunda  en  la  bilis  del  buey. 
Según  el  Sr.  Chevreul,  la  resina  de  la  bilis  está 
íormada',de  colesterina,  de  ácido  oléico ,  de  ácido 
margárico,  de  un  poco  de  materia  grasa  no  acida, 
y  de  tres  principios  colorantes. 

Los  Sres.  Chevallier,  Tiedemann  y  Gmelin, 
Frommherts  y  Cugert  han  encontrado  picromel 
en  la  bilis  humana.  En  fin  ,  el  Sr.  Berzelius  pien- 
sa que  los  resultados  tan  diferentes  que  se  ob- 
tienen en  el  análisis  de  la  bilis,  dependen  de  que 
las  materias  contenidas  en  esta  secreción  pueden 
haber  experimentado  cambios  en  su  composición 
durante  el  curso  de  las  operaciones  que  el  aná- 
lisis hace  necesarios. 

Las  proporciones  de  las  sustancias  que  consti- 
tuyen la  bilis  y  la  naturaleza  de  estas  sustancias 
cambian  según  las  edades  ,  según  las  especies, 
y  según  el  estado  higiénico  de  los  individuos. 

Sobre  el  uso  de  la  bilis  en  el  cuerpo  animal 
no  estin  del  todo  acordes  los  fisiologistas:  la  ge- 
neralidad cree  que  ejerce  una  influencia  esencial 
y  química  en  el  acto  de  la  digestión ;  mientras 
algunos  son  de  dictamen  que  ninguna  parte  tie- 
ne en  este  acto  importante  de  la  vida,  y  que  solo 
se  produce  para  ser  evacuada. 

Durante  largo  tiempo  se  han  atribuido  á  la  bilis 
en  general  propiedades  alcalinas  saponáceas,  fun- 
dentes, detersivas  y  sobre  todo  la  de  poder  suplirá 
la  falta  de  secreción  de  este  humor  natural  en  el 
hombre ;  pero ,  como  se  puede  ver  en  el  artículo 
particular  de  cada  uno  de  los  animales  cuya  hiél 
lia  sido  empleada  en  medicina,  se  ha  creído  en- 
contrar en  la  bilis  de  tal  animal  en  particular  una 
acción  especial  en  tal  ó  tal  caso  patológico.  Hoy 
dia,  no  obstante,  apenas  es  empleada,  siendo 
la  de  buey  la  única  que  prescriben  todavía  algu- 
uos  prácticos,  y  también  la  que  se  usa  en  las  ar- 
les.— V.  Buey 

BILLAR.  Mesa  cuadrilonga*  cubierta  de  un 
tapiz  verde,  en  la  que  hay  seis  troneras ,  y  guar- 
necida de  barandas  hinchadas  y  muy  elásticas 
para  rechazar  las  bolas  de  marfil  que  sirven  para 
jugar  sobre  esta  mesa,  y  que  se  ponen  en  movi- 
miento por  medio  de  largos  palos  llamados  tacos. 

Fundados  no  mas  que  en  conjeturas,  algunos 
autores  atribuyen  la  invención  del  juego  de  billar 
á  los  Ingleses,  sin  fijar  siquiera  la  época  en  que 
se  hizo.  En  el  siglo  XVII ,  la  mesa  de  billar  con- 
sistía en  una  tabla  horizontal  cuadrilonga  sosteni- 
da por  ocho  plés,  guarnecida  de  una  baranda,  y 
con  dore  agujeros  desde  la  mitad  de  la  mesa  aba- 
jo ,  á  derecha  y  á  izquierda,  careciendo  de  ellos 
en  la  parte  opuesta.  Entonces  se  jugaba  con  una 
bola  de  madera  por  medio  de  un  taco,  contándo- 
se los  puntos  según  donde  caía  la  bola ,  como 
por  ejemplo  1,2,3,  y  así  sucesivamente.  Mas 
tarde  la  bola  de  madera  fué  reemplazada  por  una 
bola  de  marfil.  En  el  siglo  XVIII ,  los  veinte  y 
cuatro  agujeros  fueron  sustituidos  por  seis  trone- 

*  En  el  año  I8ií  ,  tin  amigo  nu^tro  vio  en  dosCafei 
de-Hamburgo  mesas  de  billar  ovaladas. 


BILL 

ras,  y  desde  eutouces  se  adoptó  jugar  con  varias 
bolas.  Las  barandas ,  en  aquella  época ,  se  guar 
necian  de  fieltro  ,  y  posteriormente  se  hicieron 
de  corcho  y  doce  cintas  de  orillo. 

El  uso  del  billar  ha  llegado  á  ser  tan  general, 
que  este  mueble ,  al  presente  ,  es  un  objeto  de 
comercio  bastante  considerable.  Treinta  años 
atrás  para  poseer  un  billar  era  preciso  encomen- 
dar su  construcción  con  tiempo ,  siendo  asi  que 
hoy  dia  se  encuentran  en  gran  número  billares 
confeccionados  en  varios  talleres  de  ebanistería. 
Hábiles  artistas,  que  se  han  dedicado  á  la  cons- 
trucción de  esta  importante  pieza  de  carpintería, 
docorada  con  adornos  mas  o  menos  ricos ,  han 
se  esforzado  en  perfeccionarla,  habiéndose  con- 
cedido, en  las  naciones  extranjeras  como  en  Es- 
paña, privilegios,  por  las  mejoras  en  ella  intro- 
ducidas. 

Dos  sou  las  condiciones  absolutamente  esen- 
ciales en  la  construcción  de  un  billar :  1 .°  una 
horizontalidad  perfecta  de  la  mesa;  2.°  una  in- 
movilidad absoluta  délos  pies  ó  columnas  que  la 
sostienen. 

En  cuanto  á  la  horizontalidad  de  la  mesa,  pa- 
ra impedir  los  encogimientos  desiguales  de  la 
madera  que  se  opondrían  á  ella,  el  mejor  me- 
dio consiste  en  colocar  á  la  vez  las  piezas  del 
tablero,  tales  como  los  travesanos  y  los  cuarte- 
rones. 

Antiguamente ,  para  conseguir  la  inmovilidad 
de  la  mesa,  se  multiplicaba  mucho  el  número  de 
pies,  sistema  vicioso  abandonado  ya  al  presen- 
te. En  general  se  ha  reducido  á  seis  el  núme- 
ro de  pies ,  tres  de  cada  lado  de  la  mesa ,  aisla- 
dos ,  habiendo  suprimido  los  travesanos  antes 
en  uso.  En  los  billares  de  valor  no  se  calzan  los 
pies,  porque  esta  práctica  está  sujeta  á  muchos 
inconvenientes:  como  mucho  mas  cómodo  y  se- 
guro se  ha  ideado  colocar  bajo  el  pié  un  fuerte 
tornillo,  cuya  tuerca  está  engastada  en  el  mismo 
pié  j  la  cabeza  de  este  tornillo  apoya  en  el  sue- 
lo del  aposento ,  y  está  taladrada  para  poderla 
hacer  rodar ,  seguh  se  quiera ,  por  medio  de  una 
clavija.  Así  se  puede  levantar  ó  abajar  la  mesa 
con  facilidad. 

La  parte  inferior  del  billar  se  adorna  al  gusto 
del  comprador ,  y  comunmente  el  todo  esta  cu-  j 
bierto  de  un  rico  embutido. 

Las  dimensiones  de  los  billares  son  variables;  { 
no  obstante  ,  casi  siempre  la  altura  total  á  corta 
diferencia  es  de  36  pulgadas  del  pié  de  Burgos, 
v  la  longitud  de  la  mesa  es  de  \  46  pulgadas  so- 
bre una  ancharía  de  73  pulgadas. 

La  colocación  del  tapiz  es  un  objeto  tan  esen- 
cial como  de  difícil  ejecución.  Como  el  antiguo 
método  de  clavar  el  paño  es  bastante  conocido, 
bastará  tan  solo  que  indiquemos  un  método  nue- 
vamente inventado  que  presenta  grandes  \ enla- 
jas. AI  presente ,  ya  no  se  clava  el  paño,  y  así 
es  susceptible  de  ser  quitado  y  repuesto  cuando 
se  quiera,  permitiendo  este  nuevo  sistema  dé  co- 
locación del  tapiz ,  sea  la  tensión  simple ,  ó  la 
tensión  doble.  Al  indicar  á  los  compradores  la  es- 
pecie de  billar  que  puedan  procurarse ,  creemos 


BILL  381 

deber  ad\erlirles  que  no  lo  reciban  de  paño  cla- 
vado. 

El  sistema  de  troneras  ha  también  experimenta  - 
do  muchas  modificaciones:  las  unasno  llevan  mas 
objeto  que  el  ornato;  las  otras  tienen  una  utilidad 
real,  siendo  los  conductos  interiores  que  vuelven 
á  traer  la  bola  que  ha  hecho  billa,  y  dispensan  de 
meter  la  mano  en  la  tronera  paraYelirarla,  etc. 

Las  barandas  han  sido  particularmente  lo  que 
mas  ha  fijado  la  atención  de  los  constructores  de 
billares.  A  las  bandas  de  corcho  y  cintas  de  ori- 
llo sucedió  el  sistema  de  bandas  de  goma  elástica 
al  natural,  que  se  resienten  de  los  inconvenien- 
tes que  presenta  esta  sustancia  tan  sujeta  á  las 
variaciones  atmosféricas.  Luego  después  se  en- 
sayo la  construcción  de  bandas  de  acero,  que  no 
merecieron  mucha  aceptación.  Mas  tarde,  el  Sr. 
Soulier  de  León,  en  Francia,  recibió  de  Luis 
Felipe  un  privilegio  exclusivo  de  invención  por 
sus  bandas  metálicas ,  compuestas  de  resortes 
de  alambre  en  figura  de  espiral;  pero  como  es- 
te nuevo  sistema  no  presentase  un  cuerpo  com- 
pacto, parece  que  no  satisfizo  el  deseo  de  la  ma 
yoria  délos  jugadores.  Posteriormente,  D.  Joa- 
quín Via,  fabricante  de  objelos  de  caulchuc, 
importó  del  Norte  de  América  el  proceder  para 
hacer  insensible  la  goma  elástica  á  las  varia- 
ciones atmosféricas,  por  medio  de  la  vulcaniza- 
ción ,  sulfuración  y  melali-sulfuracion ,  recibien- 
do por  ello  un  privilegio  exclusho  de  introduc- 
ción que  le  concedió  el  Gobierno  español,  y  enton- 
ces fué  cuando,  utilizando  el  caulchuc  asi  modi- 
ficado, se  anunciáronlas  bandas  de  goma  elástica 
vulcanizada ,  que  se  aplicaron  á  los  billares 
antiguos,  pudiéndose  casi  decir  que  la  mayor 
parte  de  los  billares  de  España  tienen  bandas 
de  dicha  materia.  Por  último,  sabido  es  míe  el 
ebanista  D.  Francisco  Amorós  disfruta  en  la  ac- 
tualidad de  un  privilegio  exclusivo  por  las  bandus 
metálicas  de  nueva  invención. 

Los  jugadores  de  billar  inteligentes é  imparcia- 
les son  los  jueces  mas  á  propósito  para  decidir  á 
que  sistema  de  bandas  debe  darse  la  preferencia, 
si  á  las  metálicas,  si  á  las  de  goma  \olcanizada, 
que  son  las  únicas  que  al  presente  están  en  uso.  A 
nosotros  no  nos  es  permitido  sino  dejar  consig- 
nado que  los  principales  ebanistas  que  se  dedi- 
can ,  en  esta  ciudad ,  á  la  construcción  de  billa- 
res son  los  Sres.  Amorós,  D.  José  Giralt  y  D.  Jo- 
sé Jó ,  y  que  todos  se  esfuerzan  eu  estudiar  los 
medios  de  dar  la  posible  perfección  á  este  mue- 
ble :  el  Sr.  Amorós  fué  quien  introdujo  las  ban- 
das de  goma  al  natural  ;  el  Sr.  Giralt  importó  el 
sistema  de  tornillos  para  conseguir  la  inmovili- 
dad de  la  mesa ,  y  también  las  bandas  de  acero, 
por  lasque  recibió  del  Gobierno  un  privilegio  ex- 
clusivo de  introducción  ,  y  además  fué  el  prime- 
ro que  aplicó  la  goma  elástica  volcanizada  á  las 
bandas  de  billar. 

El  único  billar  presentado  en  la  Exposición  pu- 
blica de  los  productos  de  la  Industria  española, 
celebrada  en  1850,  en  Madrid,  salió  de  los  talla- 
res de  la  capital  del  principado,  habiendo  mere 
cido  de  la  Junta  calificadora  el  juicio  que  ú  1a 


33á  BILL 

letra  copiamos :  «Pertenece  áD.  Fransisco  Amo- 
«rós,  ebanista  de  Barcelona,  la  mesa  de  billar 
«designada  con  el  n.°  18.  Bien  concluida,  y  exor 
»nada  de  menudos  y  delicados  embutidos,  se  ha- 
«ce  notar  á  la  vez  por  su  esmerado  trabajo,  y  la 
«exactitud  con  que  todas  sus  partes  se  hallan  ni- 
«veladas,  de  manera  que  bagan  mas  fáciles  las 
«combinaciones  de  los  jugadores,  y  no  queden 
«burlados  sus  cálculos  en  la  ejecución  ,  por  los 
«obstáculos  que  á  ellos  opone  una  estructura  vi- 
«ciosa.  Pero  lo  que  mas  particularmente  la  reco- 
«mienda ,  son  las  bandas  metálicas ,  invención 
«del  mismo  autor,  las  cuales  ofrecen,  en  coneep- 
«to  de  los  inteligentes,  muchas  ventajas  para 
«combinar  y  asegurar  las  jugadas.  Esta  mejora  ha 
«valido  ya  al  Sr.  Amorós,  un  Real  privilegio  de 
«invención ,  actualmente  en  práctica.  No  con  me- 
ónos detenimiento  é  inteligencia  ha  trabajado  to- 
«das  las  piezas  para  el  servicio  de  la  mesa:  sobre 
«todo,  los  tacos  se  recomiendan  por  su  prolija  y 
«delicada  ejecución  y  los  finos  embutidos  que  los 
«adornan.  Su  constructor  merece  la  medalla  de 
«bronce,  y  aun  le  propondría  la  Junta  para  un 
«premio  mayor ,  si  el  precio  de  24,000  rs.  sefia- 
«lados  á  la  mesa,  no  le  pareciese  excesivo.» 

Los  tacos,  las  bolas,  los  bolos  y  el  tanteador 
deben  ser  considerados  como  dependencias  nece- 
sarias del  billar. 

Taco  de  billar.  Es  una  vara  de  madera  como 
de  ocho  palmos,  alisada  y  pulida,  que  por  un 
lado  hace  una  maceta  gruesa  que  va  en  disminu- 
ción hasta  la  punta  que  se  llama  boca.  La  mejor 
madera  de  que  pueden  ser  construidos  los  tacos 
es  la  de  fresno,  y  si  bien  se  hacen  de  madera  de 
almendro  y  de  América ,  nunca  valen  como  los  de 
aquella.  Con  todo  el  uso  ha  establecido  hacerlos, 
en  general ,  compuestos  de  varias  piezas  de  ma- 
deras de  América  empalmadas  entre  sí.  Se  cons- 
truyen tacos  lisos,  tacos  con  embutidos,  y  tacos 
chapeados  de  marfil  y  concha  con  adornos  ele- 
gantes y  de  un  gusto  exquisito.  Los  tacos  se  dis- 
tinguen en  secos,  ó  de  suela:  los  primeros  son  los 
que  hacen  maceta  por  un  lado ,  y  los  segundos 
los  que  carecen  de  maceta  y  en  cuya  boca  hay 
un  puntero  de  suela,  de  figura  semi-esférica,  con 
el  cual  se  ejecutan  jugadas  que  serian  imposibles 
con  el  taco  común,  tales  como  la  de  comunicar  á 
la  bola  un  movimiento  compuesto  y  retrógrado. 
La  colección  de  tacos  para  el  servicio  de  una  me- 
sa de  billar  consta  de  seis  tacos  secos  y  seis  de 
suela;  un  taco  mediano  seco  y  otro  de  suela ;  y 
un  taco  largo  seco.  En  la  compra  de  un  taco  de- 
be observarse  que  sea  cortado  por  la  longitud 
de  las  fibras  de  la  madera,  que  sea  perfectamente 
recto  y  bien  pulimentado.  Los  tacos  son  cons- 
truidos por  los  mismos  fabricantes  de  billares. 

Bolas  de  billar.  El  mejor  marfil  paraconstruir 
las  bolas  de  billar  es  el  de  África,  que  es  prefe- 
rible al  blanco  y  fino  de  Asia. 

La  construcción  de  las  bolas  de  billar  al  torno 
data  en  España  de  últimos  del  siglo  pasado ,  y 
*i  bien  en  aquella  época  el  número  de  bolas  que 
se  hacían  era  reducidísimo  en  razón  de  los  po- 
quísimos billares  que  había,  á  medida  que  se  ha 


BILL 

extendido  la  afición  al  juego  de  billar  esta  indus- 
tria ha  tomado  mayor  incremento. 

Antes  se  juzgaba  por  muy  difícil  la  construc- 
ción de  una  bola  de  billar*  sin  duda,  porque, 
haciéndose  pocas,  se  carecia  de  práctica;  pero 
en  la  actualidad ,  que  se  consumen  muchas  bo- 
las, se  han  encontrado  medios  para  hacerlas  con 
toda  perfección ,  y  con  mucha  celeridad,  con- 
tándose por  minutos  el  ti  empo  empleado  enesta 
operación. 

En  los  primeros  tiempos,  se  construían  por 
medio  del  torno  de  ballesta,  pero  después  de 
1800  se  comenzó  á  hacerlas  por  medio  del  torno 
al  aire,  que  es  el  método  que  se  sigue  en  toda  la 
península.  No  obstante,  en  1846,  fué  importado 
de  Francia  á  esta  ciudad  ,  por  el  maestro  tornero 
D.  Francisco  Balado  ,  un  torno-máquina  con  el 
que  se  hacen  las  bolas  de  billar  en  el  espacio  de 
19  minutos,  dejándolas  enteramente  redondas,  ó 
á  lo  menos  mas  exactas  que  las  construidas  con 
el  torno  simple.  Así  pudo  comprobarlo  una  co- 
misión del  Instituto  Industrial  de  Cataluña,  que 
al  efecto  se  trasladó  en  el  taller  del  Sr.  Balado, 
quien  en  19  minutos  entregó  una  bola,  he 
cha  á  presencia  de  los  señores  comisionados, 
perfectamente  redonda  y  en  disposición  de  ser- 
vir  cu  el  juego  de  billar.  Con  la  misma  máquina 
se  rebajan  las  bolas  viejas  ó  usadas,  y  las  rotas, 
cuando  únicamente  lo  estén  de  un  lado,  dejándo- 
las exactamente  esféricas ,  lo  que  se  ejecuta  en 
cortos  minutos,  y  á  precios  muy  módicos.  Para 
hacer  funcionar  el  torno-máquina  se  requiere  el 
ausilio  de  un  hábil  tornero,  que  sepa  construir 
una  bola  de  billar  en  los  otros  tornos,  y  estas  cir- 
cunstancias son  las  que  reúne  el  Sr.  Balado. 

Actualmente  nos  llegan  poquísimas  bolas  de 
billar  del  extranjero,  y  menos  recibiríamos  si  to- 
das debiesen  pasar  por  las  aduanas.  Debe  notar- 
se que  pocas  son  las  bolas  extranjeras  que  sean 
perfectamente  redondas,  lo  que  puede  atribuirse 
ó  á  que  su  construcción  ha  sido  poco  esmerada, 
ó  á  que  se  han  empezado  y  concluido  á  la  vez, 
sin  tener  la  precaución  de  dejarlas  desbastadas  4 
ó  6  meses. 

El  número  de  bolas  para  el  servicio  del  billar 
es  :  4  bolas  de  ocho  onzas,  y  16  de  seis  onzas; 
además  16  bolitas  de  unas  ocho  líneas  de  diá- 
metro. 

Los  Bolos  que  sirven  en  el  billar  son  trocitos 
de  palo  labrado  en  redondo,  que  tienen  mas  an- 
cha la  basa  para  que  se  tengan  derechos  en  la 
mesa.  Antes  se  hacían  de  boj;  ahora  se  constru- 
yen todos  de  marfil  ó  de  hueso..  El  surtido  de  bolos 
consta  de  10,  cinco  gruesos,  y  cinco  pequeños, 
y  según  los  juegos  se  usan  los  unos  ó  ios  otros. 
En  la  mesa  nunca  hay  mas  de  cinco  bolos ,  uno 
de  ellos,  mas  larguito  que  los  otros,  es  llamado 
rey,  y  casi  siempre  lleva  alguna  moldura  ó  ador- 
no de  mas.  Los  bolos  son  fabricados  por  el  tor- 
nero. 

El  Tanteador  de  billar  es  una  tabla  de  made- 
ra, de  figura  cuadrilonga,  de  63  pulgadas  de 
ancho  y  31  pulgadas  de  alto,  que  se  fija  en  lapa- 
red.  A  "cada  lado  hay  nueve  casillas  que  se  cier- 


BIS 

ran  por  un  postiguillo  corredizo,  y  on  cuya  su- 
perficie interior  hay  embutidos  los  humeros"  1,2, 
3  ,  y  4,  que  sirven  para  tantear  los  puntos  per- 
didos en  el  juego  llamado  de  la  guerra,  lo  que 
se  practica  abriendo  el  postiguillo  y  dejando  ver 
uno  tras  otro  los  números.  En  la  parte  superior 
del  centro  de  la  tabla  hay  un  listón  en  el  que  fi- 
guran embutidos  los  números  de  1  hasta  40;  en- 
cima hay  una  varilla  de  hierro  que  lleva  ensarta- 
das 40  bolitas  de  madera  de  color  negro  ,  y  de- 
bajo hay  otra  que  lleva  otras  40  bolitas  de  color 
amarillo :  unas  y  otras  bolitas  junto  con  el  listón 
sirven  para  tantear  los  puntos  en  el  juego  de  par- 
tida. Sigue  un  plano  de  15  pulgadas  de  alto  y  40 
de  ancho,  que,  por  medio  de  14  filetes á  lo  alto 
y  40  á  lo  ancho, que.la  distribuido  en  560  divisio- 
nes en  forma  de  cuadro,  cada  en  una  de  las  que  hay 
un  agujero  que  atraviesa  la  tabla,  y  sirve  para  tan- 
tear los  puntos  ganados  en  el  juego  de  la  treinta 
y  una ,  por  medio  de  una  clavija.  Debajo  de  este 
plano  hay  otra  varilla  de  hierro  que  tiene  ensar- 
tadas 40  bolitas  amarillas  ,  y  sirve  para  tantear 
el  interés  que  se  juega.  Por  último,  el  tanteador 
termina,  por  la  parte  inferior,  en  una  especie 
de  talón  en  cuyo  interior  se  encajan  16  dados 
ahuecados  de  modo  que  en  cada  uno  de  ellos  ca- 
be exactamente  una  de  las  bolitas  que  sirven  en 
el  juego  de  la  treinta  y  una  ,  las  que  se  meten  y 
se  sacan  de  dentro  los  dados  empujando  á  éstos 
hacia  arriba  por  medio  de  una  clavija  colocada 
en  su  parte  inferior.  Los  constructores  de  bi- 
llares son  también  los  que  construyen  los  tantea- 
dores. 

El  Taquero  está  compuesto  de  una  especie  de 
zócalo  que  sostiene  dos  columnas ,  una  en  cada 
extremo,  encima  de  las  que  apoya  una  tabla  con 
varios  agujeros  ,  en  los  que  se  afianzan  los  tacos, 
oculta  por  medio  de  una  cornisa.  Este  mueble  es 
igualmente  construido  por  los  fabricantes  de  bi- 
llares. 

ItIXTOCO.  Pequeño  árbol  de  las  Filipinas, 
que  produce  una  resina  amarillenta,  olorosa,  em- 
pleada como  barniz.  Se  sospecha  si  pertenece  á 
la  familia  de  las  terebintáceas. 

BISJIUTO.  Este  metal  era  conocido  de  los 
antiguos,  quienes  lo  confundían  con  el  plomo  y 
el  estaño;  Stahl  y  Dufay  fueron  los  primeros  que 
reconocieron  sus  propiedades  distintivas. 

El  bismuto  es ,  en  los  métodos  mineralógicos 
que  preceden  como  el  de  Haüy ,  la  base  de  un 
género  compuesto  á  lo  menos  de  seis  especies, 
a  saber:  el  bismuto  nativo,  el  bismuto  sulfurado, 
el  bismuto  telurado ,  el  bismuto  oxidado  ,  el  bis- 
muto carbonatado  y  el  bismuto  silicado  fosfo- 
rifero. 

1.°  Bismuto  nativo.  Sustancia  metálica,  muy 
laminosa,  de  un  blanco  rojizo,  que  presenta  á 
veces  tintas  superficiales  de  gris  amarillento,  ó 
verdoso,  muy  frágil,  desmigajándose  bajo  el 
martillo,  muy  fusibleal  soplete,  y  dando  un  óxi- 
do amarillo  que  cubre  el  carbón ;  soluble  con  efer- 
vescencia en  el  ácido  nítrico ,  en  el  que  produce 
una  nube  de  un  verde  amarillento;  cristaliza  y  se 
esfolia  en  octaedros  regulares  ó  en  laminitas  dis- 


BIS  383 

puesta»  casi  siempre  de  modo  que  presentan  la  es 
tructura  palmeada. 

El  bismuto  nativo  es  raras  veces  puro,  y  casi 
siempre  está  mezclado  con  cierta  cantidad  de  ar- 
sénico. Por  lo  común  se  halla  diseminado  en  el 
cuarzo  ó  en  el  jaspe,  en  el  calizo  ó  en  la  baritina. 
Principalmente  se  encuentra  en  los  filones  arení- 
feros ,  argentíferos  y  cobaltíferos  en  Bieber,  en  el 
Henao ;  en  Wittichen ,  en  Suebia ,  en  Joachims- 
thal ,  en  Bohemia ;  en  Schneeberg ,  en  Sajonia;  en 
Bispberg  y  en  Bartnaés,  en  Suena ;  y  también  se 
encuentran  vestigios  de  él  en  la  mina  de  plomo  de, 
Poullaouen ,  en  Bretaña,  y  en  el  valle  de  Osean 
en  los  Pirineos. 

2.°  Bismuto sülfurapo  ;  Bismutina ,  Beud.  Sus- 
tancia metaloide,  de  un  gris  de  plomo  ó  gris  de 
acero,  con  un  matiz  amarillento,  que  cristaliza 
en  agujas  romboidales  muy  alargadas  ,  y  estria- 
das longitudinalmente.  Esta  especie  puede  ser 
isomorfacon  el  antimonio  sulfurado  ó  la  estibina. 
Está  compuesta  de  dos  átomos  de  bismuto  y 
tres  átomos  de  azufre;  en  peso,  de  81,5  de  bismu- 
to, y  de  18,5  de  azufre.  Su  forma  fundamental  es 
un  prismo  rómbico  recto  de  cerca  de  91°,  que  se 
esfolia  con  mucha  limpieza,  como  el  de  la  esti- 
bina, en  el  sentido  de  la  corta  diagonal.  Es  menos 
duro  que  el  calizo,  y  pesa  específicamente  6,5; 
es  fusible  á  la  simpíellama  de  una  bugía;  fundi- 
do sobre  el  carbón,  entra  en  ebullición,  despide 
gotitas  incandescentes ,  cubre  el  carbón  de  un 
oxido  amarillo ,  y  da  por  residuo  un  glóbulo  de 
bismuto;  es  soluble  lentamente  en  el  ácido  nítrico, 
y  la  solución  que  resulta  se  enturbia  por  el  agua 
y  precipita  en  negro  por  los  hidrosullatos. 

El  bismuto  sulfurado  se  encuentra  en  filones 
que  atraviesan  el  granito  y  las  esquitas  crista  - 
linas,  en  forma  de  agujas  ó  de  láminas  estriadas, 
en  Bieber  en  IlanaiC  con  la  siderosa  ;  en  Sajonh 
y  en  Bohemia,  con  el  sílex  córneo  ;  y  en  Basta- 
naés  en  Suecia,  con  la  cerita  roja. 

3.°  Bismuto  telurado;  Tetradimita,  Haid.: 
Uornina,  Beud.  Sustancia  metaloide,  de  un  gris 
de  plomo  ó  de  un  blanco  de  estaño,  en  láminas  <fe 
fractura  estriada,  derivadas  de  un  romboedro  agu- 
do de  66°40'  que  se  esfolia  con  mucha  limpieza  per- 
pendicularmente  al  eje.  La  Bomina  es  un  sulfo- 
telururo  de  bismuto  con  vestigios  de  selenio :  su 
peso  específico  es  de  7,5.  Se  encuentra  en  un  con- 
gloméralo traquitico  cerca  de  Schemnitz,  en 
Üngria. 

4.°  Bismuto  oxidado.  Esta  sustancia  aun  no  ha 
sido  encontrada  sino  en  el  estado  pulverolento  so- 
bre las  menas  de  bismuto,  de  cobalto  y  de  niquel, 
principalmente  cerca  de  Schneeberg,  en  Sajonia; 
también  se  ha  encontrado  en  ciertos  puntos  de  la 
Serranía  de  Bonda.  Es  blando  y  aun  friable,  y  se 
reduce  muy  fácilmente  sobre  el  carbón ;  su  color 
es  el  amarillento  verdoso,  que  aveces  pasa  al 
gris  amarillento. 

5.°  Bismuto  carbonatado.  Se  ha  descrito  bajo 
este  nombre  una  sustancia  terrea,  morena,  pro- 
cedente de  Santa  Ignés  en  Cornualla,  y  que  ha 
sido  analizada  por  Mac-lirégor;  pero  este  análi 
sis  deja  mucho  que  desear.  La  sustancia  que  ti 


3.S4  BIS 

Sr.  Breslliaupl  acaba  de  describir  bajo  el  nombre 
de  Bis  mulita ,  y  que  se  encuentra  en  pequeñas 
agujas  amarillas  y  verdes  en  Ullersrluthen  Voig- 
tlang,  según  el  Sr.  Delafosse,  no  es  otra  cosa 
que  un  carbonato  de  bismuto. 

6.°  Bismuto  silicado  fosforífero;  Eulitina, 
Br.  Sustancia  morena,  de  lustre  diamantino,  que 
se  esfolia  en  dodecaedro  romboidal ,  y  cristaliza 
en  el  sistema  tetraédrico;  sus  cristales,  que  son 
muy  pequeños,  son  tetraedros  piramidados ;  su 
dureza  es  de  4,5 ,  y  su  peso  específico  de  5,8;  se 
funde  fácilmente,  y  es  reductible  por  la  sosa;  ha- 
ce jalea  con  los  ácidos  nítrico  y  clorídico.  Esta 
sustancia,  analizada  por  Kesten,  ha  dado:  sílice 
22,23;  óxido  de  bismuto,  69,36;  ácido  fosfórico, 
3,31  ;  óxido  de  hierro,  2,40  ;  óxido  de  mangane- 
so ,  0,30;  agua  y  ácido  lluórico,  1,01.  La  euliti- 
na se  encuentra  en  Schneeberg  en  Sajorna,  en 
donde  va  acompañada  de  atelestita  en  pequeños 
cristales  de  amarillo  de  azufre. 

El  bismuto  se  extrae  comunmente  de  los  mine- 
rales en  que  se  encuentra  en  estado  nativo,  ó  de 
los  que  lo  contienen  unido  al  cobalto  y  al  arséni- 
co. En  el  primer  caso ,  es  fácil  su  explotación  y 
se  funda  en  la  gran  fusibilidad  del  metal.  Des- 
pués de  haber  quebrantado  el  mineral  y  haberle 
lavado  para  privarle  del  venero,  se  le  coloca  en 
crisoles  de  tierra ,  que  se  rodean  de  leña  encen- 
dida. No  tarda  en  fundirse  el  bismuto,  y  reunirse 
en  el  fondo  de  los  crisoles  dejando  sobre  sí  cier- 
ta cantidad  de  venero. — En  el  segundo  caso,  se 
procede  así:  se  dispone  al  mineral  que  contiene 
el  cobalto  y  el  arsénico  en  tubos  de  4  pulgadas 
de  diámetro  por  5  palmos  de  longitud  Se  colo- 
can estos  tubos  con  alguna  inclinación  en  un 
hornillo  de  reverbero,  se  cubren  superiormente 
con  una  tapadera  de  hierro,  mientras  que  la  ex- 
tremidad opuesta  se  encuentra  cerrada  en  parle 
por  una  chapa  de  arcilla  cocida  que  tiene  un  agu- 
jero para  dar  paso  al  bismuto  ,  que  va  á  parar  á 
una  cavidad  practicada  en  el  suelo.  El  arsénico 
que  se  volatiliza  en  esta  operación  se  condensa  en 
la  partejsuperior  del  tubo.  Este  es  el  proceder  se- 
guido en  Sajonía. 

El  metal  obtenido  por  este  último  procedimien- 
to contiene  siempre  una  corta  cantidad  de  arsé- 
nico, motivo  por  que  el  bismuto  del  comercio  de- 
be siempre  purificarse  para  tenerlo  químicamen- 
te puro ,  como  se  requiere  en  particular  para  los 
usos  farmacéuticos,  lo  que  se  consigue  de  dos 
maneras:  1.°  Se  disuelve  en  el  ácido  nítrico,  se 
añade  en  seguida  al  nitrato  de  bismuto  una  can- 
tidad de  agua  suficiente  para  precipitar  el  bismu- 
to en  el  estado  de  sub-nitrato  blanco;  en  fin,  cal- 
cinando el  precipitado  con  carbón  y  fundiendo, 
se  obtiene  el  bismuto  sensiblemente  puro.  2.°  Se 
reduce  á  pedaoitos  el  bismuto  del  comercio ,  y  se 
hace  fundir  en  un  crisol,  después  de  haberlo  pre- 
viamente mezclado  con  un  décimo  de  su  peso  de 
nitro.  Todos  los  metales  extraños  se  oxidan  por 
el  nitro,  así  como  una  porción  de  bismuto,  de 
modo  que  el  residuo  es  bismuto  que  contiene  cier- 
ta cantidad  de  óxido.  Para  tener  el  bismuto  puro 
se  vuelve  á  fundir  en  un  crisol  embrascado.-Pero 


BIS 

ninguno  de  estos  procederes  separa  al  bismuto 
toda  la  plata  que  pueda  contener ,  y  que  contie- 
ne hasta  0,0013.  Aun  es  mas  difícil  separar  la 
plata  del  bismuto  por  medio  de  la  copelación, 
que  de  separarla  del  plomo,  por  este  mismo  pro- 
ceder. Como  el  bismuto  se  funde  á  una  tempera- 
tura poco  elevada,  podría  ser  empleada  la  lusion 
para  conseguir  la  separación  de  estos  metales. 

El  Bismuto  puro  es  blanco  un  poco  rojizo,  y 
semejante  al  antimonio  por  su  textura  cristalina"; 
como  éste,  tiene  mucho  brillo,  es  muy  quebradi- 
zo y  fácil  de  pulverizar ;  su  densidad  es  de  9,830; 
es  insípido  é  inodoro;  es  un  poco  dúctil,  y  cuando 
se  dobla ,  deja  oir  un  cri  semejante  al  del  estaño; 
expuesto  al  aire  húmedo,  se  empaña  y  su  cubre 
de  una  película  de  un  moreno  rojizo;  por  la  tosta- 
cion,  se  cambia  en  un  polvo  moreno  (Ceniza  de 
bismuto) ,  que  parece  ser  una  mezcla  de  protóxi- 
do  y  de  bismuto  metálico;  entra  en  fusión  á  +247°, 
y  cristaliza  con  la  mayor  facilidad  por  el  enfria- 
miento; sus  cristales  presentan  cubos  dispuestos 
regularmente  en  pirámides  como  los  de  la  sal  co- 
mún ;  á  una  alta  temperatura  se  volatiliza,  y  ca- 
lentado al  rojo  se  oxida  al  contacto  del  aire. 

Calentado  al  soplete  sobre  carbón ,  el  bismuto 
se  funde  fácilmente  y  se  oxida  á  llama  exterior, 
produciendo  alrededor  del  glóbulo  un  óxido  ama- 
rillo reductible  á  la  llama  interior  ;en  un  tubo 
abierto,  este  metal  oxidándose  no  da  humo  blan- 
co como  el  antimonio  ,  pero  se  rodea  de  un  óxi- 
do undido  de  un  moreno  oscuro  que ,  después  del 
enfriamiento,  conserva  un  tinte  amarillento.  Este 
óxido  ataca  fuertemente  las  partes  del  vidrio  con 
que  está  en  contacto. 

Tratado  con  el  ácido  nítrico  débil,  el  bismuto 
se  disuelve  enteramente  á  un  calor  suave  y  forma 
una  disolución  incolora,  que  precipita  por  el 
agua  en  el  estado  de  sub-nitrato  en  forma  de 
vedijas  blancas.  La  solución  nitrica  de  bismuto 
es  precipitada  en  blanco  por  la  potasa,  el  amo- 
níaco y  la  solución  de  cianuro  de  hierro  y  de  po- 
tasio; en  vedijas  negras,  por  el  ácido  hidrosuHúri- 
co  y  los  hidrosulfatos ;  una  lámina  de  zinc  ó  de 
hierro  separa  de  ella  el  bismuto  en  forma  de 
polvo  negro. 

El  bismuto  se  liga  con  la  mayor  parte  de  los 
metales;  se  combina  con  el  oxígeno,  el  azufre, 
el  cloro ,  el  bronce ,  el  yodo ,  el  fósforo ,  el  arsé- 
nico ,  etc. ;  y  su  óxido ,  combinado  con  los  áci- 
dos carbónico,  sulfúrico,  sulfuroso,  fosfórico, 
azótico,  arsénico,  etc.,  forma  sales.  Los  com- 
puestos de  bismuto  de  uso  en  la  medicina  y  en 
las  artes  serán  estudiados  en  su  lugar  correspon- 
diente.—V.  Carbonato,  Nitrato  y  Oxido. 

En  general ,  el  bismuto  se  recibe  de  Alemania 
en  barriles  de  600  á  1,000  libras. 

El  bismuto  no  es  usado  en  medicina  ,  aunque 
Lémery  lo  indique  como  resolutivo  y  desecante. 
En  las  artes  se  emplea  para  preparar  diversas 
aleaciones  fusibles.  Las  aleaciones  de  bismuto,  de 
plomo  y  de  estaño  son  notables  por  su  gran  fusi- 
bilidad. Newton  dio  á  conocer  una,  compuesta 
de  5  partes  de  bismuto ,  3  de  estaño  y  2  de  plomo, 
que  se  funde  á  unos  100°.  Otra  á  corla  diferencia 


BIX 
semejante,  puesto  que  está  formada  de  8  partes 
de  bismuto,  5  de  plomo  y  3  de  estaño,  se  po- 
ne liquida  á  +  91°,  y  es  conocida,  en  Francia, 
bajo  el  nombre  de  Aleación  de  Darcet,  y  en 
Alemania ,  bajo  el  de  Aleación  de  Rose.  Semejan- 
tes aleaciones  son  las  que  se  emplean  para  hacer 
las  rodelas  fusibles  adaptadas  á  la  parte  su- 
perior de  las  calderas  de  las  máquinas  de  vapor, 
y  también  sirven  para  clisar  las  medallas.— V. 
Amalgamas  de  bismuto,  y  de  los  dentistas. 

El  bismuto  sirve  en  muchas  artes  para  endure- 
cer y  dar  mas  brillo  al  eslaño :  los  Ingleses  lo  ha- 
cen entrar  en  cierta  proporción  en  una  aleación 
destinada  para  la  vajilla  ordinaria ,  que  ellos  lla- 
man peicter.  Ha  sido  conocido  también  con  el 
nombre  de  Estaño  de  espejo,  empleándosele  ave- 
ces para  estañar  reverberos  para  lámparas,  que 
son  susceptibles  de  gran  pulimento ,  v  además  se 
ha  propuesto  utilizarlo  para  estañar  fuñas  de  es- 
pejo. Finalmente,  puede  sustituir  al  plomo  para 
copelar  las  aleaciones  de  plata  y  de  cobre. 

BISO,  Bvsscs.  Bajo  este  nombre  se  designa 
un  copo  de  filamentos  que  sale  de  la  concha  de 
ciertos  moluscos  lamelibranquios,  tales  como  los 
géneros  Vulsela,  Martillo,  Avecilla,  Jamoncillo, 
Tridacno  ,  etc. ,  que  les  sirve  para  asirse  á  los 
cuerpos  sub-marinos.  Estos  animales  están  pro- 
vistos de  una  especie  de  piel  rudimentaria ,  con- 
tráctil, por  medio  de  la  que  hilan  el  Biso ,  cuva 
materia  es  suministrada  poruña  glándula  particu- 
lar. El  mismo  órgano  dirige  y  lija  sus  filamentos. 
El  tridacno,  cuyo  peso  llega  á  veces  á  muchos 
quintales ,  está  provisto  de  biso  resistente ;  otros 
moluscos,  al  contrario  ,  tales  como  los  jamonci- 
llos, tienen  un  biso  tan  suave  y  tan  fino  como  la 
seda.  Los  habitantes  de  la  Cala'bria  y  de  la  Sici- 
lia fabrican  de  él  estofas  preciosas,  "de  un  more- 
no dorado,  de  reflejos  verdosos ,  buscadas  por  su 
suavidad  y  finura,  pero  que  la  rareza  de  la  ma- 
teria impide  que  su  uso  sea  general. 

Biso  {Bysus).  Nombre  de  un  género  de  hongos 
filamentosos  que  contiene  algunas  especies  que 
pueden  servir  para  hacer  yesca. 

IIISTKO.  Color  preparado  con  el  hollín  de 
chimenea ,  del  que  antiguamente  se  hacia  mucho 
uso  en  la  pinlura  á  la  aguada,  pero  que  ha  sido 
reemplazado  con  mucha  mas  ventaja  por  la  sepia, 
licor  contenido  en  la  jibia.  La  sepia  es  mas  á 
propósito  para  la  aqua- tinta ,  en  razón  de  su  ma- 
uz  rojizo. 

Antiguamente  los  pintores  empleaban  el  bislro 
para  hacer  sus  croquis ,  y  los  arquitectos  para 
sus  diseños.  Con  este  colof  se  hicieron  los  prime- 
ros ensayos  del  grabado  á  la  aguada ;  pero  esta 
moda  ha  casi  del  todo  pasado.  Los  tintoreros  tam- 
bién lo  usan,  aunque  raras  veces. 

El  bistro  no  es  mas  que  hollín  de  chimenea  her- 
vido con  mucha  agua,  mezclada  con  un  poco  de 
vinagre  ó  de  orina,  y  cuya  disolución  ha  sido 
convenientemente  evaporada. 
.  BIJLA ,  Bixa.  Genero  de  plantas  de  la  fami- 
lia de  las  tiliáceas ,  y  de  la  poliandria  monoginia 
de  Linneo ,  del  que  Kunth  ha  hecho  el  tipo  de 
una  nueva  familia  que  llama  Bixineas. 
49 


BIX  m 

BlxaOrellana  {Bixa  Orellana,  L.).  Ar- 
busto de  la  América  meridional,  de  las  Antillas, 
etc. ,  y  quizás  de  la  India ,  en  donde  á  lo  menos 
se  cultiva,  y  que  ha  recibido  muchísimos  nom- 
bres en  las  diverjas  regiones  de  la  tierra.  Su  al- 
tura es  de  1 1  á  I-i  pies;  sus  hojas  son  alternas,  de 
figura  de  corazón  prolongado;  su  llores  se  pre- 
sentan en  ramilletes  en  la  extremidad  de  los  ra- 
mos; sus  frutos  son  cápsulas  bivalvas,  cubier- 
tas de  espinas  flexibles ,  y  que  contienen  cierto 
número  de  semillas  menos  gruesas  que  guisan- 
tes, cubiertas  de  una  materia  blanda,  viscosa } 
resinosa,  y  de  un  hermoso  color  de  bermellón.' 
Esta  materia  es  la  que  constituye  el  Achote  ó 
Achiote. 

Para  obtener  el  Achiote  se  maceran  las  semi- 
llas en  agua  caliente;  se  echa  todo  en  un  tamiz 
claro ,  y  se  recoge  el  agua  que  arrastra  consigo 
ja  materia  colorante  y  algunas  impurezas;  se  de- 
ja posar ,  y  se  hace  secar  la  materia  á  la  sombra, 
porque  el  color  del  achiote  es  muy  fugaz ;  cuando 
ésta  ha  adquirido  la  consistencia  de  una  pasta  só- 
lida, se  la  da  la  forma  de  panes  del  peso  de  tres 
á  cuatro  libras ,  que  se  cubren  luego  con  hojas 
de  caña  ó  de  plátano.  A  menudo  los  Españoles 
añaden  un  poco  de  aceite  á  esta  fécula,  á  fin  de 
conservarla  y  de  hacer  subir  su  color  y  compla- 
cer así  á  los  compradores.  La  pasta  de  achiote  es 
á  veces  de  un  hedor  insoportable,  ocasionando 
con  frecuencia  violentos  males  de  cabeza  á  los 
operarios  que  la  trabajan. 

En  el  comercio  se  conocen  dos  especies  princi- 
pales de  achiote ,  el  en  tablillas  y  el  en  cilindros. 
El  primero,  que  respecto  á  la  cantidad  es  el  mas 
importante ,  se  recibe  en  Europa  casi  en  totalidad 
de  Cayena,  y  principalmente  por  la  via  de  los 
Estados-Unidos:  nos  llega  en  forma  de  panes  cua- 
drados, del  peso  de  2  a  3  libras,  envueltos  en 
hojas  de  banano.  El  segundo  se  nos  remite  princi- 
palmente del  Brasil:  los  rollos  ó  cilindros  son  pe- 
queños ,  no  excediendo  del  peso  de  2  á  3  onzas; 
es  duro,  seco  y  compacto,  moreno  al  exterior,  y 
de  un  rojo  magnifico  al  interior. 

El  achiote  bien  preparado  debe  ser  de  un  co- 
lor de  aurora  brillante,  suave  al  tacto,  y  como 
untuoso,  y  de  bastante  consistencia.  Debe  esco- 
gerse de  un  color  rojo  sanguíneo  interiormente, 
de  consistencia  blanda,  de  un  sabor  astringente  y 
de  un  olor  animalizado.  En  el  comercio  se  le  con- 
serva su  blandura  malaxándolo  de  vez  en  cuando 
con  orina,  lo  que  sirve  igualmente  para  avivar 
su  color.  Ofrece,  como  la  orchilla,  puntos  blancos 
y  brillantes ,  probablemente  debidos  á  la  eflores- 
cencia de  una  sal  amoniacal. 

Tratando  el  achiote  con  una  disolución  alcali- 
na da  un  color  amarillo  dorado  magnífico ,  que 
se  precipita  sobre  la  seda  y  el  algodón  no  alum- 
brados, por  medio  del  ácido  acético;  pero  este 
color  que ,  en  razón  de  su  lustre,  no  puede  ser 
reemplazado  por  ningún  otro ,  es  por  desgracia 
muy  fugaz. 

El  achiote  se  adulterará  veces  mezclándole  tier- 
ra roja,  ó  ladrillo  pulverizado,  fraude  que  se  re- 
conoce desleyendo  esta  sustancia  en  el  agua;  si 

tomo  i. 


386  BIZ 

no  es  pura,  se  verá,  en  lugar  déla  disolución 
clara  y  limpia,  polvo  en  el  íondo  del  vaso. 

.  La  semilla  de  bixa  ha  sido  analizada  por  Jonh, 
quien  la  ha  encontrado  compuesta  de  una  aroma, 
un  ácido ,  una  resina  combinada  con  el  principio 
colorante,  mucílago  ,  fibrina,  y  extractivo  colo- 
rado por  una  materia  particular.  Los  negros  y  los 
habitantes  de  Lucon  mezclan  estas  semillas  con 
las  carnes  para  darlas  un  hermoso  color  rojo. 

El  achiote  del  Brasil  es  reputado  como  el  me- 
jor de  todos  los  ingredientes  para  la  coloración 
de  la  manteca  y  de  los  quesos :  su  uso  es  habi- 
tual en  todas  las  lecherías  de  Inglaterra,  y  en  un 
gran  número  éntrelas  del  continente.  En  el  conda- 
do de  Glocester  se  cuenta  que  se  necesita  una  on- 
za de  achiote  para  la  coloración  de  un  quintal  de 
queso;  la  dosis  es  menor  para  la  del  queso  de 
Chester  tan  celebrado.  Cuando  el  achiote  es  pu- 
ro no  comunica  ningún  gusto  particular  ó  desa- 
gradable ala  manteca  ni  al  queso.  Los  Españoles 
de  América  lo  mezclan  con  el  chocolate,  al  que 
comunica  un  hermoso  color.  Según  Mac  Culloch, 
término  medio,  en  los  años  1829,  4830  y  1831, 
la  cantidad  de  achiote  consumido  en  Inglaterra 
fué  anualmente  de  128,528  libras. 

Los  Indios  emplean  el  achiote ,  mezclado  con 
aceite  de  ricino  o  de  coco,  para  untarse  el  cuerpo 
mañana  y  tarde,  en  particular  las  mugeres, 
haciendo  de  él  una  especie  de  adorno,  aunque 
parece  también  que  el  sabor  amargo  de  esta  sus- 
tancia aleja  los  insectos,  lo  que  explica  su  grande 
utilidad  en  los  climas  ardientes  de  la  América,  en 
que  los  másticos  y  los  cínifes  son  una  calamidad. 

El  achiote  fué  antiguamente  empleado  en  me- 
dicina como  un  ligero  purgante  y  un  buen  esto- 
mático ;  en  América  se  usa  como  cordial,  y  se  da 
en  las  disenterías ;  Bomare  indica  que  es  el  con- 
traveno  de  la  yuca. 

En  1849  se  importaron  en  Barcelona  4.177  li- 
bras de  extracto  de  achiote , valor  de  33,504  rs., 
17  mrs. ,  y  se  exportaron  al  reino  2.774  libras  de 
achiote  ,  valor  de  13,870. 

BIZCOCHO,  Galleta.  Especie  de  pan 
muy  antiguo  que  los  Griegosllamaron  Pañis  nau- 
ticus ,  según  Plinio ,  y  que  servia  para  alimen- 
to de  los  soldados ,  y  mas  particularmente  para 
el  de  los.  marinos. 

La  galleta  y  el  agua  son  las  dos  cosas  mas  ne- 
cesarias para  el  armamento  de  los  navios ;  cuan- 
do una  ú  otra  se  echan  á  perder ,  las  tripulacio- 
nes enferman  y  mueren  con  frecuenciaen  las  lar- 
gas travesías.  Sin  duda  fué  para  emprenderlas 
con  mas  seguridad,  y  para  evitar  semejantes  des- 
gracias, que  el  hombre,  siempre  industrioso  cuan- 
do se  trata  de  su  conservación  ó  de  su  fortuna, 
encontró,  después  de  muchas  experiencias,  la 
manera  de  tener  pan  que  pudiese  guardarse  muy 
largo  tiempo  sin  perder  su  gusto  ni  su  calidad 
nutritiva.  Se  ignora  no  obstante  á  quien  la  mari- 
na debe  este  útil  invento. 

La  galleta  es  pan  de  harina  de  trigo  prepara- 
do de  una  manera  particular,  hecho  de  una  pasta 
bien  amasada  con  la  mano ,  y  que  cuando  está 
endurecida  hasta  el  punto  de  no  poderla  trabajar, 


BIZ 

se  batana  con  los  pies  ó  con  un  bregón  de  se- 
molero.  Esta  pasta,  perfectamente  amasada ,  se 
divide  en  porciones,  á  las  que  se  da  la  forma  de 
panecillos  complanados  redondos  ó  cuadrados; 
esta  última  forma  es  preferible,  porque  las  galle- 
tas asi  hechas  se  arruman  mejor  en  las  cajas  y 
dejan  menos  espacio  perdido.  En  este  estado ,  se 
dejan  leudar  solamente  durante  el  tiempo  de  ca- 
lentarse el  horno ,  y  luego  se  procede  á  la  coc- 
ción, que  dura  á  lo  menos  el  doble  que  la  del  pan 
común.  Al  salir  del  horno ,  las  galletas  se  colocan 
con  precaución  en  cajas  para  evitar  que  se  hagan 
pedazos ,  y  se  llevan  auna  estufa,  en  donde  se 
dejan  por  espacio  de  seis  semanas ,  para  quitar- 
las toda  la  humedad  que  contienen.  El  aguje- 
rear las  galletas  es  con  el  objeto  de  obtener  una 
mas  pronta  evaporación  de  la  humedad  ,  y  á  fin 
de  que  atraigan  lo  menos  posible  la  del  mar,  en 
nin  gun  país  se  hace  entrar  sal  en  la  pasta  de  que 
están  formadas. 

La  galleta  es,  pues,  una  especie  de  pan  no  fer- 
mentado, y  mas  bien  desecado  que  cocido ,  del- 
gado ,  muy  duro ,  que  contiene  bajo  el  mismo  vo- 
lumen tres  ó  cuatro  veces  mas  partes  nutritivas 
que  el  pan  fresco,  y,  á  peso  igual,  un  tercio  mas, 
puesto  que  no  se  acostumbra  dar  á  los  marineros 
y  soldados  mas  de  18  onzas  de  ella  por  dia  en 
vez  de  24  onzas,  que  es  la  ración  ordinaria  de 
pan  comun.  El  bizcocho  se  conserva  por  muy  lar- 
go tiempo  si  se  le  puede  preservar  de  la  humedad 
y  de  los  insectos,  encontrándosele  bueno  para  co- 
mer después  de  diez  y  ocho  meses  y  también  dos 
años  de  haber  sido  embarcado. 

La  galleta  de  buena  calidad  debe  ser  sabrosa, 
de  olor  suave ,  de  fractura  limpia  y  brillante, 
de  grano  fino  y  tupido ,  bien  cocida  en  todo  su 
grueso  ;  debe  empaparse  fácilmente  y  hincharse 
mucho  en  el  agua,  sin  desmigajarse,  ni  hundir- 
se en  el  fondo  del  vaso. 

Parece  que  los  Ingleses  nunca  emplean  levadu- 
ra para  la  fabricación  de  la  galleta,  que  entonces 
es  un  verdadero  Pan  ázimo  (V.  esta  palabra) ,  y 
por  esto  el  bizcocho  inglés  es  siempre  de  un  color 
blanco  apagado,  de  sabor  soso,  y  no  se  em- 
papa bien  en  el  agua,  pero  no  obstante  es  de  muy 
larga  duración. 

Se  citan  con  elogio  las  galletas  holandesas;  las 
de  Busia  son  hechas  con  harina  de-  centeno ,  y 
por  consiguiente  son  menos  nutritivas. 

En  Francia  se  emplea  cierta  cantidad  de  leva- 
dura para  fabricar  las  galletas ,  gozando  de  re- 
putación los  pequeños  bizcochos  del  Havre  ama- 
sados con  leche,  en  vez  de  agua,  que  son  de 
una  gran  blancura  y  de  un  gusto  muy  delicado. 

En  España  también  se  hace  entrar  cierta  canti- 
dad de  levadura  en  la  pasta  de  galleta,  á  la 
que  en  general  se  da  la  forma  redonda,  si  bien  en 
Cartagena  se  fabrican  á  veces  bizcochos  deforma 
cuadrada  destinados  comunmente  para  los  buques 
de  la  armada.  Conócense  en  la  península  tres  ca- 
lidades de  galleta :  1  .a  la  hecha  con  la  pura  flor 
de  la  harina,  que  es  la  mas  delgada;  2.a  la  hecha 
con  harina  de  segunda;  3.a  la  hecha  con  mezcla 
de  una  mayor  cantidad  de  harina  de  tercera  y 


BLA 

una  corla  cantidad  de  harina  de  segunda.  Ade- 
más, distingüese  la  galleta  de  Sevilla  ,  de  exce- 
lente calidad ,  redonda  y  cuyo  diámetro  no  exce- 
de de  una  pulgada ,  si  "bien  su  grueso  es  mayor 
que  el  de  las  galletas  comunes. 

Por  precauciones  que  se  tomen ,  es  muy  difícil 
preservar  a  las  galletas  de  los  insectos  y  de  que 
se  corrompan ,  constituyendo  en  este  caso  un  ali- 
mento malsano  que  predispone  á  la  disenteria. 
Lind  quiere  que  antes  de  comerlas  se  mojen  en 
vinagre  para  destruir  los  gusanos;  Franklin  pro- 
puso hacer  forrar  de  estaño  los  toneles  que  sirven 
para  conservar  la  harina  así  como  la  galleta,  y  el 
capitán  King,  que  volvió  á  Inglaterra  los  buques 
del  capitán  Coofc ,  aseguró  que  este  ensayo  había 
tenido  un  perfecto  resultado.  Cuanto  más  frió  y 
¡■eco  es  el  clima,  tanto  menos  la  galleta  está  ex- 
puesta á  alterarse. 

8L 

BliAPTO,  Blaps.  Género  de  coleópteros 
heteromeros,  familia  de  los  melasomos  y  tribu  de 
los  blapsidos ,  formado  por  Fabricio  con  un  des- 
membramiento del  género  Tenebrion  de  Linneo. 
Sus  caracteres  son :  palpos  maxilares  visiblemen- 
te terminados  por  un  articulo  de  figura  de  segur; 
corcelete  aovado  mas  ó  menos  prolongado;  se- 
gundo artículo  de  las  antenas  mas  largo  que  los 
siguientes ;  labio  pequeño  que  solo  á  lo  mas  ocu- 
pa el  tercio  de  la  parte  inferior  de  la  cabeza; 
piernas  delgadas. 

Todos  estos  insectos  son  de  un  color  negro  y 
mate;  son  ápteros ,  pero  corren  con  mucha  agili- 
dad ;  viven  en  lugares  húmedos  y  sombríos,  co- 
mo bodegas  y  despensas,  de  donde  salen  por  la 
noche  para  buscar  su  alimento.  Cuando  se  cogen, 
expelen  por  el  ano  un  licor  de  un  olor  muy  fétido 
y  análogo  al  que  exhalan  las  blatas  de  las  coci- 
nas. Su  larva  no  es  conocida,  pero  se  presume 
que  vive  bajo  tierra  y  que  difiere  poco  de  la  de 
los  tenebriones.  Este  género  ha  sido ,  últimamen- 
te, dividido  en  muchos  grupos  distintos,  habién- 
dose colocado  en  él  unas  cincuenta  especies. 

El  Blapto  puntiagudo,  Dañino,  Mal  agüero  ó 
Presagia  muertos  (Blaps  mortisagra,  Fabr.;  Te- 
iwbrio  mortisagra,  L.),  que  algunos,  sin  razón, 
llaman  Cucaracha  ó  Correderra ,  puede  ser  con- 
siderado como  el  tipo  del  género.  Es  de  una  lon- 
gitud de  cerca  de  diez  lineas  ,  negro  mate,  pun- 
teado, con  los  élitros  terminados  en  una  punta 
corta  y  obtusa.  Habita  en  nuestras  casas,  y  el 
v  ulgo  le  llama  también  Escarabajo ,  denomina- 
ción que  pertenece  á  otros  coleópteros  muy  dife- 
rentes: 

Punid  dice  que  este  insecto ,  incorporado  con 
brea ,  se  empleaba  para  curar  las  úlceras  rebel- 
des; que  se  aplicaba,  privado  de  cabeza  y  de 
pies ,  a  las  partes  contusas  ,  los  tumores  frios, 
etc.;  que,  mezclado  con  miel  y  resina,  se  admi- 
nistraba, con  feliz  éxito,  en  lá  ictericia. 

El  Blapto  asurcado  {Blaps  sulcata,  Fabr.), 
que  habita  el  Egipto ,  es  preconizado  en  este  país 
contra  la  otalgia  y  como  especifico  de  la  morde- 
dura del  escorpión  ;  frito  con  manteca ,  las  mu- 
geres  turcas  lo  comen  para  engordarse. 


BLA  ;{*" 

III,  IT  A.  Blvi  i  a.  Género  de  insectos  del  or- 
den ortópteros ,  de  la  familia  de  los  corredores, 
establecido  por  Linneo,  y  cuyos  caracteres  son : 
cabeza  muy  inclinada,  oculta  bajo  el  reborde  del 
corcelete;  cuerpo  ovalar,  deprimido;  alas  plega- 
das solamente  en  longitud ,  con  cinco  artículos 
en  todos  los  tarsos.  En  este  pueden  reunirse  to- 
dos los  géneros  que  se  han  desmembrado  de  él, 
y  que  no  difieren  por  caracteres  de  grande  impor- 
tancia. 

Estos  insectos  tienen  la  cabeza  triangular,  los 
ojos  grandes  y  escotados,  para  recibir  antenas 
cetáceas  de  un  gran  número  de  artículos ;  los 
ojuelos  existen,  pero  rudimentarios,  siendo  pre- 
ciso buscarlos  con  atención  por  encima  y  cerca 
de  la  inserción  de  las  antenas,  y  el  tercero,  si  es 
visible,  se  encuentra  en  medio  de  la  cara;  los 
palpos  son  largos ;  el  protoraz  es  en  forma  de 
broquel,  casi  semicircular,  y  sobresale  por  en- 
cima de  la  cabeza  á  la  que  cubre  mas  ó  menos 
según  las  especies ;  los  élitros  están  horizontal- 
mente  colocados  y  se  cruzan  un  poco  en  su  ex- 
tremidad; las  alas  están  simplemente  plegadas 
en  su  longitud,  y  las  especies  en  que  fallan,  por 
lo  menos  en  uno" de  los  sexos,  forman  el  género 
Kakerlac  deLatreille;  el  abdómenes  bastante 
voluminoso ,  terminado  cerca  del  ano  por  dos  fi- 
letes articulados ;  todas  las  partes  que  constitu- 
yen las  patas  son  comprimidas ,  las  tibias  y  los 
tarsos  abundantemente  espinosos. 

Las  blatas  fueron  llamadas  por  los  antiguos 
Lucífugos ,  que  huyen  de  la  luz ,  porque ,  en  efec- 
to, casi  nunca  se  manifiestan  de  día.  Algunas  es- 
pecies habitan  en  los  bosques ,  en  donde  parece 
se  alimentan  de  insectos  mas  débiles  que  ellos; 
pero  los  mas  grandes  y  los  mas  voraces  viven  en 
nuestras  casas,  en  las  que,  cuando  se  multiplican, 
llegan  á ser  un  verdadero  azote,  no  solamente 
por  su  hedor,  sí  que  también  por  los  estragos  que 
producen;  ellos  comen  y  ensucian  nuestros  ali- 
mentos, roen  nuestros  vestidos  y  nuestros  muebles 
de  lana,  seda,  hilo,  cuero,  etc.  Durante  el  dia, 
permanecen  ocultos  en  los  agujeros  de  las  pare- 
des, las  rendijas  del  techo,  etc.,  de  donde  no  sa- 
len sino  á  la  noche  para  ir  á  buscar  su  presa ;  son 
muy  ágiles ,  y  vuelven  á  entrar  en  sus  agujeros 
desde  que  perciben  la  menor  luz. 

Las  hembras  ponen  uno  ó  dos  cuerpos  capsula- 
res, casi  tan  gruesos  como  la  mitad  de  su  vien- 
tre, de  forma  á  corta  diferencia  oval,  y  que  en- 
cierran ,  según  Latreille  ,  cada  uno  diez  y  seis 
huevos.  Las  larvas  no  difieren  del  insecto  perfec- 
to sino  porque  no  tienen  alas  ni  élitros.  Las  nin- 
fas tienen  en  el  corcelete  y  el  abdomen  dos  ani- 
llos anchos  y  pUnos,  que  exceden  de  mucho  al 
Eecho,  y  que  son  el  origen  de  las  alas  que  ha- 
rán adquirido  al  llegar  al  estado  perfecto. 

Este  género  encierra  unas  cuarenta  especies, 
entre  las  cuales  citaremos  solamente  las  mas  co- 
nocidas por  los  estragos  que  causan. 

Blata  de  América  (Blatta  americana, 
L.).  Parece  originaria  de  la  América  meridional, 
de  donde  ha  sido  importada ,  primero  en  las  co- 
marcas calientes  del  Asia  y  del  África,  y  en  se- 


388  BLE 

guíete  en  los  puertos  de  mar  de  la  Europa,  en  don- 
de infesta  los  almacenes  de  azúcar  y  de  otros  gé- 
neros coloniales.  Voraz  y  fétida ,  es  demasiado 
conocida  en  Surinam  y  en  las  Antillas,  en  donde 
lleva  el  nombre  de  Kakerlac  y  Rabeto.  Es  de  una 
pulgada  á  pulgada  y  media  de  largo,  toda  ella 
de  un  color  leonado  rojizo,  con  dos  manchas  prie- 
tas, redondeadas  y  contiguas  en  el  disco  del  cor- 
eelete.  En  su  patria,  tiene  por  enemigos,  entre 
los  insectos ,  una  grande  especie  de  icneuman, 
de  un  verde  metálico ,  y  entre  los  arácnidos,  una 
especie  de  araña  del  género  tomina. 

Blata  de  Ijaponia  (Blatta  lapponica,  L.) . 
Esta  especie  se  encuentra  en  el  norte  de  la  Euro- 
pa ,  pero  particularmente  en  las  casas  de  los  La- 
pones,  en  donde  roe  sus  provisiones  de  pescados 
desecados.  Tiene  unas  cuatro  líneas  de  largo ;  el 
cuerpo ,  los  íémores ,  la  cabeza ,  las  antenas  y  el 
corcelele  son  negros;  las  patas,  los  élitros  y  el  con- 
torno del  corcelete  son  leonados;  tiene  además  en 
los  élitros  dos  listitas  longitudinales  en  la  base 
y  algunos  puntillos  negros. 

Blata  oriental,  Blata  de  las  co- 
cinas ,  Bestia  negra  tle  lo»  panade- 
ros (ÍHatta  orientalis,  L.).  Es  originaria  del  Le- 
vante ,  y  se  encuentra  hoy  dia  en  casi  toda  la  Eu- 
ropa. Las  hembras  están  privadas  de  alas,  y  solo 
tienen  rudimentos  de  élitros.  Esta  especie  habita 
en  el  interior  de  nuestras  casas ,  y  se  encuentra 
particularmente  en  las  cocinas ,  así  como  en  los 
molinos  y  panaderías,  en  donde  es  atraída  por  la 
harina  á  que  es  muy  alicionada.  Frisch  ha  obser- 
\  ado  que  la  hembra  de  la  blata  de  las  coci- 
nas conserva,  durante  seis  á  siete  dias,  en  el  ori- 
licio  de  su  vulva  el  cuerpo  que  debe  poner  y 
que  encierra  los  huevos,  como  hemos  dicho  ar- 
riba. Esta  blata,  que  es  de  color  de  castaño  mas 
ó  menos  subido,  es  llamada  también  Cucaracha, 
vel  vulgo  la  considera  como  un  escarabajo;  ex- 
íiala  un  olor  insoportable  y  causa  estragos  en  los 
lugares  donde  se  conservan  alimentos ,  y  en  ge- 
neral materias  vegetales  ó  animales.  Dioscórides 
preconiza  contra  la  otalgia  el  aceite  en  que  se 
han  hecho  hervir  las  partes  interiores  de  la  bes- 
tia negra. 

BLEDO,  Blitum.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  quenopódeas,ydela  monaudria  di- 
ginia  de  Linneo ,  que  comprende  algunas  plantas 
anuas,  lampiñas,  un  poco  carnudas,  que  crecen 
en  Europa  y  en  Asia;  de  hojas  alternas,  triangu- 
lares, y  sinuosas;  de  flores  desprovistas  de  brác- 
teas,  reunidas  en  cabezuelas  aglomeradas,  de  co- 
lor rojo,  y  cuyo  aspecto  agradable  y  singular  las 
hace  cultivar  en  algunos  jardines.  A  veces  se 
confunde  en  los  autores  antiguos  al  Bledo  con  el 
Amaranto  Bledo  y  también  con  la  Acelga  vulgar 
(Y.  estas  palabras),  plantas  de  hortaliza. 

Bledo  de  cabezuela,  Espinaca- 
Fresa  (Blitum  capitatum,  L.).  Planta  anua,  in- 
dígena ,  que  se  encuentra  en  los  lugares  cultiva- 
dos, y  de  la  que  tenemos  dos  variedades  llamadas 
Bledo  rojo  y  Bledo  blanco ,  á  causa  del  color  su- 
bido ó  pálido  de  sus  frutos,  que  son  unas  bayas  que, 
maceradas  enviuo  blanco,  comunican  á  éste  licor 


BLO 

un  hermoso  color  rojo  y  un  olor  y  sabor  semejantes 
á  los  de  la  fresa.  Estos  frutos  son  refrescantes  v 
pueden  comerse  con  azúcar.  La  planta  es  indi- 
cada como  emoliente. 

BEENIO  ó  BABOSO ,  Blennius.  Gé- 
nero de  peces  del  orden  acantopterígios,  de  la  fa- 
milia gobióides,  caracterizado  así:  tienen  el  cuer- 
po prolongado,  cubierto  de  una  piel  blanda  y  sin 
escamas,  con  seis  radios  en  la  membrana  bran- 
quiostega,y  ventrales  colocadas  debajo  de  la  gar- 
ganta y  compuestas  de  tres  radios.  Los  ojos,  y  con 
frecuencia  las  narices  ó  la  nuca,  llevan  palpos;  los 
dientes  son  fuertes  y  colocados  en  una  sola  hi- 
lera. 

Los  bienios  se  asemejan  mucho  á  las  anguilas 
por  sus  formas  exteriores  y  por  sus  costumbres  ; 
serpentean  en  el  agua,  pero,  como  no  tienen  veji- 
ga natatoria,  viven  en  el  fondo  entre  el  cieno  y 
junto  á  las  orillas.  Su  carne  es  tierna  y  blanca, 
pero  insípida.  Se  pretende  que  los  babosos  pue- 
den ser  emborrachados  con  la  lechetrezna. 

Se  conocen  mas  de  treinta  especies  de  estos 
pequeños  peces ,  muchos  de  los  cuales  viven  en 
nuestras  costas  ,  son  alimenticios,  y  podrían  ser- 
vir, además,  para  preparar  ictiocola. 

El  Blemo  Liebre  ,  Likiuíe  marina,  Mariposa 
de  mar  (Blennius  Lepus,  Lacép.;  Blennius  ocella- 
ris,  L. ) ;  que  es  de  la  talla  del  gobio  ,  fué  cono- 
cido de  los  antiguos,  y  vive  en  pequeñas  banda- 
das entre  las  rocas  que  baña  el  Mediterráneo. 
Hase  creído  que  tenia  la  facultad  de  taladrar  las 
piedras ,  lo  que  le  ha  hecho  mirar  como  litontríp- 
tico.  Su  carne,  blanda,  mucosa  y  dííicil  de  di- 
gerir, apenas  es  usada  sino  por  los  pobres.  Lo 
mismo  debe  decirse  respecto  de  la  del  Blemo  vi- 
ví pero  (Blennius  vivip ar us,  h.),  pescado  del  Océa- 
no atlántico ,  cuyas  espinas  fosforescentes  se  po- 
nen verdes  por  la  cocción  como  las  de  la  orfia. 
En  cuanto  al  Blemo  ó  Bahoso  común  ( Blennius 
pholis ,  L. ) ,  que  vive  en  el  Océano  y  en  el  Medi- 
terráneo, y  cuya  dorsal  es  escotada,  punteada  y 
jaspeada  de  pardo  y  negruzco,  y  que  anda  muy 
listo  en  morder  la  mano  que  va  á  asirle ,  tiene  su 
carne  mas  delicada  y  mas  estimada. 

BLONDA.  Especie  de  encaje  ó  tejido  de  se- 
da formado  de  punto  adornado  de  dibujos,  que  no 
ditiere  del  encaje  sino  en  la  materia. 

Las  blondas  comunmente  son  fabricadas  por 
operarías ,  mugeres  y  niñas  ,  que  en  vez  de  per- 
cibir un  jornal  fijo ,  y  de  concurrir  diariamente 
á  un  mismo  local,  reciben  solo  cantidades  de  an- 
temano estipuladas  en  proporción  del  trabajo  que 
desempeñan,  cuando  quieren  y  como  quieren,  en 
sus  mismas  casas.  Esta  labor  se  hace  á  la  mano 
y  con  palillos  ,  según  los  dibujos  trazados  en  car- 
tulinas ,  puestas  sobre  una  almohadilla  cilindrica, 
si  bien  en  algunos  países  esta  forma  sufre  alguna 
modificación.  Los  grandes  pedazos  destinados 
para  hacer  pañuelos  ,  velos,  vestidos,  etc.,  son 
elaborados  por  tiras,  que  en  seguida  se  reúnen 
pormediode  un  punto  igual  al  del  quesecompone 
el  fondo,  que  es  de  consiguiente  imperceptible. 
Esta  operación  delicada  constituye  un  trabajo  cu- 
ya buena  ó  mala  ejecución  ,  junto  con  la  perfec- 


BLO 
cioade  los  dibujos y  la  regularidad  del  punió,  de- 
termina el  precio  de  las  grandes  piezas. 

La  blonda  por  su  apariencia  se  divide  en  blon- 
da de  lustre  y  blonda  mate  ó  sin  lustre;  depen- 
diendo esta  diversidad  de  aspecto  de  que  el  tejido 
de  la  primera  es  mas  compacto  y  forma  su  trama 
una  seda  mas  recia  y  menos  retorcida,  y  el  teji- 
do de  la  segunda  es  menos  cerrado ,  y  una  misma 
clase  de  seda  forma  la  trama  y  el  urdimbres  Si 
bien  equivocadamente,  en  general,  se  da  el  nom- 
bre de  Encaje  á  la  blonda  mate ,  procuraremos 
desvanecer  este  error  en  el  articulo  Encaje,  que 
daremos  á  conocer  sus  verdaderos  caracteres  dis- 
tintivos. 

La  blonda  varia  al  infinito,  en  razón  1.°  de 
la  dimensión  del  punto;  2."  de  la  calidad  de  la 
seda;  3.°  de  la  habilidad  de  la  operaría  ;  4.°  del 
primor,  de  la  delicadeza  y  gracia  del  dibujo;  5.° 
de  la  especie  de  tejido  y  variedad  de  calados. 
Asi  !a  mejor  blonda  es  aquella  que  reúne  mayor 
igualdad  y  pequenez  en  el  punto,  finura  en  la  seda, 
y  que  ostenta  mas  perfección  en  los  contornos  v 
recortes  de  los  objetos  tejidos. 

La  blonda  puede  ser  blanca,  negra,  y  de  otros 
colores,  solos  ó  combinados;  fabricase  con  estam- 
bre, oro,  plata,  felpillas,  pasamanería,  y  hasta 
con  perlas  falsas  preparadas  para  este  ob- 
jeto. 

Generalmente ,  las  sedas  empleadas  en  esta  fa- 
bricación se  distinguen  en  dos  clases :  seda  tor- 
cida llamada  capullo,  que  sirve  para  el  punto  ó 
urdimbre,  y  seda  (foja,  que  sirve  para  la  trama. 
La  primera  procede  de  Valencia  y  deesla  ciudad, 
v  la  segunda  solo  de  Valencia.  Para  la  blonda 
1 1  lauca  superior  se  destina  una  clase  especial  cu- 
cuyo primitivo  color  es  el  blanco  nevado,  y  úni- 
camente se  le  da  un  tinte  ligeramente  azulado 
para  realzar  la  hermosura  del  tejido. 

Los  artículos  fabricados  de  blonda  son:  velos, 
mantillas,  manteletas,  pafiuelos  y  toda  clase  de 
piezas  de  corte  y  hechura,  guarniciones  desde  el 
anclo  de  media  pulgada  hasta  media  vara,  y  to- 
do cuanto  exije  la  moda  y  el  capricho. 

Se  reconoce  que  una  blonda  es  verdaderamen- 
te bella  y  de  valor,  cuando  reúne  estas  circuns- 
tancias :  perfecta  regularidad  del  punto ;  ejecu- 
ción, limpia  \  rica  armonía  de  los  dibujos;  firme- 
za del  tejido,  y  en  la  blonda  blanca,  blancura  bri- 
llante ligeramente  azulada,  mientras  en  la  blonda 
negra  es  esencial  que  su  color  no  sea  empanado, 
lo  que  se  e\ita  dáudole  un  tinte  un  poco  azu- 
lado. 

Los  precios  de  las  blondas  varían  según  la  an- 
chura y  la  largaria,  la  calidad  de  los  producios  y 
la  riqueza  de  los  dibujos.  No  obstante,  daremos 
algunos  tipos  que  pueden  servir  de  norma:  los 
v  elos  \  arian  de  320  rs.  á  1 .600  rs.,  excediendo  de 
este  precio  á  proporción  de  la  riqueza  y  del  ca- 
pricho; las  mantillas  claras,  (pie  también  se  lla- 
man temos,  por  constar  de  tres  piezas ,  que  son 
velo,  guarnición  y  centro  ,  varían  de  lio  rs.  a 
2.000  rs.  \n.,  tras'pasando  de  este  precio  algunas 
especialidades  en  sudase;  las  mantillas  para 
centros  de  seda,  conocidos  bajo  el  nombre  de  um- 


BLO  389 

bos,  varían  desde  320  á  1  .600  rs.  vu.,  con  la  mis- 
ma excepción  que  las  anteriores. 

El  uso  de  las  blondas  es ,  por  decirlo  asi ,  el 
privilegio  de  la  fortuna,  y  su  comercio  sigue  to- 
das las  fluctuaciones  del  lujo  y  de  la  moda.  Si,  un 
ano ,  la  moda  pone  este  artículo  en  favor,  la  fa- 
bricación no  puede  abastecer  á  los  pedidos;  pero 
si  la  moda  se  inclina  de  repente  hacia  otros  ob- 
jetos, las  fábricas  se  encuentran  atestadas  de 
mercancías,  tanto  mas  difíciles  de  vender  mas 
larde,  en  cuanto  se  está  expuesto  á  un  cambio  de 
gustos  y  á  sufrir  un  deterioro  en  el  género,  cuando 
se  hade  guardar  en  los  almacenes. 

Para  expedir  las  blondas,  comunmente  se  em- 
paquetan en  cajas  de  cartón  que  se  envuelven  en 
hules ,  y  se  encierran  encajas  de  lata  cuan- 
do se  trata  de  exportación  lejana,  y  principal- 
mente marítima. 

En  Francia  es  donde  hay  fábricas  de  blondas 
de  mas  importancia,  situadas  en  los  deparlamen- 
tos del  Norte,  Calais,  Calvados,  Mancha  y  Oisse, 
ó  lo  que  antes  llamaban  Normandia  ,  Picardía  y 
Flandes.  Los  Franceses  exportan  los  Vi  de  'a"s 
blondas  que  fabrican  á  Inglaterra,  Rusia,  Italia, 
Alemania ,  á  los  Estados-Unidos  y  á  la  América 
del  Sud.  También  se  fabrican  blondas  en  Suiza  y 
en  Sajonia ,  pero  en  menor  cantidad. 

Respecto  á  España  debe  saberse  que  la  fabrica- 
ción de  la  blonda  apenas  hace  un  siglo  que  fué 
introducida  en  nuestro  país  por  los  Franceses.  El 
uso  de  este  articulo  ,  muy  extendido  en  la  penín- 
sula por  la  especialidad  del  traje  español ,  nos 
hacia  tributarios  á  la  Francia  de  crecidas  sumas; 
pues,  aunque  á  la  sazón  Cataluña  era  productora 
de  este  género,  sus  artefactos  carecían  de  la  her- 
mosura y  brillantez  de  aspecto  de  las  blondas 
francesas,  y  sobre  todo  adolecían  de  inacción  y 
estabilidad  en  los  dibujos,  debiéndose  tau  solo 
á  su  extrema  baratura ,  comparativamente  á  las 
franoesas  ,  el  que  las  blondas  del  principado  fue- 
sen solicitadas.  Esforzáronse,  pues,  los  Catalanes 
en  mejorar  esta  fabricación  cuanto  les  permitía 
el  estado  de  las  demás  industrias  á  ella  auxiliares, 
y  ya  en  la  exposición  pública  de  1827  figuró  la 
blonda  catalana,  y  si  bien  no  fuéen  primera  linea, 
por  sus  circunstancias  actuales,  se  la  designo, 
por  las  que  prometía,  un  gran  porvenir  no  muy 
lejano,  mereciendo  ya  el  premio  de  la  medalla  de 
bronce.  Sucesivamente  se  presentó  estainduslria 
en  todas  las  exposiciones,  haciéndose  acreedora 
en  1841  á  las  medallas  de  oro  y  plata,  y  ultima- 
mente  en  1851  fué  honrosamente  señalada  con 
dos  cruces  de  Isabel  la  Católica,  una  medalla  de 
hronce  y  una  mención  honorífica.  Los  progresos 
que  esta  iudustria  hizo  en  su  marcha  fueron  tan 
rápidos,  que  en  el  trascurso  de  ocho  años  logro 
cerrar  enteramente  la  puerta  á  la  importación  de 
blondas  francesas,  por  haberlas  igualado  en  ca- 
lidad y  superado  en  baratura.  Desde  dicha  época 
nuestras  fábricas  no  solo  han  bastado  para  ¡as 
necesidades  del  país,  si  que  han  exportado  blon- 
das a  todas  las  naciones  de  Europa  y  á  la  Ameri- 
ca en  cantidades  no  despreciables. 

En  el  dia  se  fabrican  blondas  en  el  litoral  do 


390  BOA 

Cataluña  en  una  extensión  de  mas  de  15  leguas, 
comprendiendo  un  número  de  treinta  pueblos,  al- 
gunos de  ellos  bastante  crecidos  ;  en  las  riberas 
del  Llobregat ,  de  catorce  á  veinte  pueblos  se 
proporcionan  la  subsistencia  con  esta  industria. 
Cuéntanseen  Barcelona  16  fábricas  de  blondas, 
y  en  las  afueras  unas  18  :  el  número  de  mugeres 
empleadas  en  esta  labor  asciende  aproximada- 
mente al  de  30,000,  sin  contar  las  que  se  ocupan 
de  la  fabricación  de  los  encajes  de  hilo. 

En  Castilla  tenemos  la  Mancha  que  también  su- 
ministra blondas,  en  no  corla  cantidad,  al  consu- 
mo de  la  nación,  y  aun  al  del  extranjero,  habiendo 
mejorado  mucho  la  calidad  de  sus  productos. 

La  exportación  marítima  de  blondas,  según  la 
balanza  de  la  Junta  de  Comercio  de  Barcelona, 
del  año  1845,  ascendió  á  2.747,300  rs.  vn.,  y  cal- 
culada la  terrestre,  que  comprende  las  provincias 
de  Aragón,  las  del  Norte  y  Castillas,  en  1  .500, 000 
rs.,  forman  junto  la  cantidad  de  4.247,300  rs.  vn. 

BO 

BO-DITAUTG.  Nombre  de  una  raíz  que,  se- 
gún el  Dr.  Finlayson,  se  usa  en  Siam  ,  en  coci- 
miento, contra  la  parálisis. 

BOA,  Boa.  Parece  que  los  antiguos  dieron 
el  nombre  de  Boa  á  una  culebra  de  gran  talla  á 
la  que  atribuían  el  hábito  de  meterse  entre  los 
rebaños,  á  fin  de  chupar  la  leche  de  las  vacas; 
error  que  «e  ha  perpetuado  hasta  nuestros  días 
entre  los  habitantes  de  los  campos.  Plinio  y  Pis- 
tor  hacen  mención  de  la  Boa,  pero  de  una  manera 
demasiado  vaga  para  que  pueda  referirse  este 
nombre  á  ninguna  especie.  Cuvier  pensaba  que 
se  designaba  asi  ala  Culebra  de  cuatro  rayas  (Cu- 
leber  Elnphis),q\iQ  es  uno  de  los  mas  grandes  ofi- 
dios de  Europa,  o  bien  ala  Serpiente  de  Epidauro 
fsin  duda  el  Coluber  Esculapii de  Shaw).  En  cuan- 
to ala  Boa  gigantesca  muerta  en  África  porelejér 
cito  de  Régulo  ,  parece  ser  un  pitón;  pero  debe 
ser  considerada  como  exageración  la  longitud  de 
120  pies  que  le  atribuyó  Plinio. 

Los  zoologistas  comprendían,  bajo  la  denomi- 
nación común  de  Boa,  á  todas  las  serpientes  ve- 
nenosas ó  no  venenosas,  que  tienen  el  debajo  del 
cuerpo  y  de  la  cola  guarnecido  de  fajas  escamo- 
sas, trasversales ,  de  una  sola  pieza ,  y  que  no 
terminan  ni  espolones  ni  cascabeles ;  pero  des- 
pués se  ha  limitado  á  las  especies  no  venenosas 
que  tienen  escamas  simples  bajo  la  cola,  lo  que 
las  distingue  de  las  culebras ,  en  las  que  son 
dobles,  y  cuyo  ano  está  provisto  de  ganchillos  ó 
espolones. 

Los  caracteres  de  las  boas ,  tales  como  las 
comprenden  los  clasificadores  modernos  ,  son  : 
cuerpo  comprimido  y  fusiforme;  cola  larga  y 
asidora;  cabeza  pequeña,  relativamente  á  la  lon- 
gitud del  cuerpo,  de  forma  piramidal,  abultada 
por  la  parte  de  atrás,  angostada  por  delante,  y 
terminada  por  un  hocico  corto  y  obtuso  ;  cuello 
delgado.  Boca  ligeramente  hendida;  la  mandí- 
bula inferior  suspendida  por  un  hueso  mira-ar- 
ticular en  un  hueso  mastoides  libre,  que  permite 
una  enorme  dilatación  del  orificio  bocal;  lengua 
hendida  y  muy  extensible  ;  unos  1  20  dientes,  de 


BOA 

los  cuales  se  cuentan  19  á  20  en  cada  fila  palati- 
na, y  16  á  20  en  cada  fila  maxilar.  El  iris  es  ver- 
tical y  romboidal;  uno  de  los  pulmones  es  casi  la 
mitad  mas  corto  que  el  otro;  miembros  posterio- 
res rudimentarios  cuyos  vestigios,  ocultos  bajo  la 
piel,  solo  permiten  salir  exteriormente  dos  cor- 
chetes de  2  á  3  líneas  de  longitud,  que  se  creen 
-destinados  para  detener  ala  hembra  en  el  ayunta- 
miento. Las  escamas  que  cubren  su  cuerpo  son  pe- 
queñas, romboidales,  recargadas,  lisas,  ó  á  veces 
aquüladas;  los  escudos  del  vientre,  bastante  an- 
gostos, se  afilan  á  medida  que  se  aproximan  á  la 
cola.  El  hocico  está  cubierto  de  escamas  mas  lar- 
gas que  las  que  cubren  el  resto  del  cuerpo,  ó  á 
veces  de  grandor  igual.  Sobre  este  último  carác- 
ter está  basada  la  división  de  las  boas  en  cinco 
grupos  distintos. 

I.  El  primero  comprende  las  boas  cuya  cabeza 
está  cubierta  de  escamas  semejantes  á  las  del 
cuerpo,  y  cuyos  escudos  labiales  son  mas  peque- 
ños. A  este  grupo  pertenece  la  Boa  apretadora, 
Boa  divina,  Boa  Emperador,  Boa  real  (Boa  cons- 
trictor,  L.)  larga  de  20  á  25  pies  ,  y  de  6  pul- 
gadas de  diámetro  en  su  parte  mas  abultada. 
Habita  en  los  lugares  húmedos  de  las  selvas 
de  la  América  del  Sud  ,  y  singularmente  en  la 
Guiana.  Su  cuerpo  ,  de  un  color  prieto  claro 
por  encima,  está  agradablemente  entremezclado 
de  grandes  manchas  negruzcas,  irregularmente 
hexagonas,  y  de  manchas  de  color  oscuro,  ova- 
les, sinuosas  en  los  contornos.  El  vientre  es  de 
un  blanco  amarillento  ó  rojizo,  y  salpicado  de 
puntos  negros  irregularmente  esparcidos.  Las 
escamas  son  pequeñas  y  romboidales.  Se  le  cuen- 
tan cerca  de  240  placas  ventrales  y  50  caudales. 

II.  Los  Eunectos  (Eunectes)  ó  buenos  nadado- 
res, que  tienen  en  la  cabeza  placas  mas  anchas 
que  las  del  cuerpo,  y  placas  labiales  planas,  for- 
man el  segudo  grupo,  que  se  compone  de  dos  es- 
pecies i  la  Boa  Anacondo  [Boa  scytale,  Boa  mu- 
rina,  Boa  aguatica,  Boa  rativora),  llamada  tam- 
bién Rativora  ,  y  en  el  Brasil  Sucurimba,  Sucu- 
riuru,  y  Ketoineniop,  larga  de  25  á  30  pies,  de 
color  verde  aceitunado,  con  una  fila  de  manchas 
redondas  y  negras  á  cada  lado  del  cuerpo,  y 
manchas  menores  en  los  costados ;  tiene  246  pla- 
cas ventrales,  y  60  caudales  t  encuéntrasela  es- 
pecialmente en  la  América  del  Sur,  habita  los  lu- 
gares pantanosos  á  la  orilla  de  los  rios,  suele  su- 
mirse en  el  agua  y  cieno,  poniéndose  en  asecho 
de  los  animalejos  que  van  á  refrescar,  á  los  que 
ahoga,  yendo  después  á  comérselos  en  tierra.  La 
otra  especie  es  la  Boa  de  listas  laterales  (Boa 
lateristriga),  natural  del  Archipiélago  indiano, 

III.  Las  boas,  á  las  que  se  ha  dado  el  nombre 
de  Epicratos  (Epicrates),  del  tercer  grupo  tienen 
las  placas  labiales  escavadas  con  fositas  que  se 
han  comparado  á  los  alvéolos  de  las  abejas  ó  á 
los  hoyos  que  la  viruela  deja  por  señales  en  la 
piel.  Comprenden  la  Boa  de  anillos,  Boa  Aboma 
(Boa  cencnrys,  L.,  Boa  annulifer,  Boa  Aboma), 
que  á  corta  diferencia  es  de  la  misma  talla  que 
las  procedentes,  tiene  el  cuerpo  de  color  leonado 
con  grandes  anillos  morenos  en  el  dorso,  y  en 


BOA 

ios  costados  manchas  redondeadas,  algo  prietas  y 
medio  pupiladas;  tiene  cerca  de  244  placas  can- 
dales  y  6;{  ventrales.  Habita  especialmente  en  la 
America  del  Sud,  en  los  lugares  secos  várenosos. 

IV.  La  forma  larga  y  comprimida  de  las  boas 
del  cuarto  grupo,  que  se  distinguen  por  un  hoyue- 
lo longitudinal  debajo  del  ojo  ,  les  ha  valido  el 
nombre  de  Jif'osomos  (Xiphosomes) .  Esta  subdi- 
visión se  compone  de  la  Boa  bordada  (Boa  hor- 
tulana,  Boa  elegans) ,  de  cola  larga  y  delgada, 
cuyo  cuerpo  de  color  leonado  lleva  en  el  dorso 
una  linea  prieta  dispuesta  en  zigzag,  con  manchas 
anilladas  del  mismo  color  en  los  costados ;  de  la 
Boa  Bojobi,  Ararambojo  {Boa  canina.  Boa  hype- 
rale,  L.),  cuya  cola  es  mas  corta,  y  déla  Boa  de 
Merrem  ,  que  parece  diferenciarse  de  las  dos  no 
mas  que  por  el  color.  Estas  tres  especies  perte- 
necen á  la  América  del  Sud. 

V.  El  último  grupo,  formado  de  aquellas  cuyas 
placas  laterales  son  prominentes,  y  las  escamas 
pequeñas  y  aquilladas,  ha  recibido  el  nombre  de 
Enigro  (Enygrus).  Se  compone  de  tres  especies, 
todas  de  las  Indias:  la  Boa  aquillaba  {Boa  cari- 
nata,  Boa  regia);  la  Boa  ojeada  (Boa  ocellnta), 
de  una  talla  mas  pequeña  que  las  boas  de  Ame- 
rica, y  la  Boa  viperina  (Boa  viperina,  Boa  conu 
ca),  que  se  asemeja  mucho  por  su  color  á  nuestra 
víbora  de  Europa. 

Las  boas  habitan  en  los  huecos  de  los  árboles 
excavados  por  el  tiempo,  y  bajo  sus  raíces,  en 
donde  construyen  una  especie  de  madriguera,  ó 
en  los  agujeros  de  las  rocas ;  pero  esto  no  es  pa- 
ra ellas  sino  una  vivienda  pasajera,  á  la  que  se 
retiran  en  el  momento  de  aovar  ó  mientras  dura 
el  letargo  invernal  ó  estival.  En  estas  últimas 
épocas,  apagadas  las  pasiones  por  una  imperiosa 
necesidad  orgánica,  se  reúnen  en  el  mismo  agu- 
jero, y  enlazadas  las  unas  con  las  otras,  no  sola- 
mente" serpientes  del  mismo  género,  sí  que  tam- 
bién especies  diferentes  y  á  veces  venenosas. 
Pero  en  el  Brasil ,  en  donde  la  temperatura  del 
verano  es  moderada  por  los  espesos  abrigos  que 
ofrecen  las  selvas  vírgenes ,  estos  ofidios  se  li- 
bran del  letargo  de  verano. 

Las  localidades  habitadas  por  las  boas  son 
muy  variadas.  Las  unas,  como  la  boa  apretadora 
y  las  de  la  subdivisión  de  los  Epicratos,  viven  en 
las  comarcas  frescas  y  húmedas,  encontrándose- 
las enlazadas  á  los  "pies  de  los  árboles,  ocultas 
en  montones  de  hojas  ó  bajo  troncos  podridos, 
esperando  que  el  hambre  les  apremie  para  que, 
renunciando  á  su  inmovilidad ,  vayan  en  busca 
de  una  presa.  Otras,  tales  como  la  Anacondo,  la 
Boa  de  listas  laterales  y  todos  los  Eunectos,  y  sin 
duda  también  los  Jifosbmos,  viven  á  la  orilla  de 
los  ríos  y  arroyos.  Se  meten  dentro  del  agua  ó 
del  limo,  para  acechar  los  animales  que  van  allí 
á  refrescarse ,  ó  bien  suspendidos  en  los  ramos 
de  los  árboles  inclinados  sobre  el  agua,  arrojan 
su  cuerpo  como  un  lazo  vigoroso  alrededor  de  su 
víctima.  El  animal,  enredado  entre  los  largos  re- 
pliegues de  la  serpiente ,  hace  vanos  esfuerzos 
para  desasirse;  los  anillos  que  le  aprietan  se  es- 
trechan mas  y  mas,  sus  huesos  son  molidos  en  un 


BOB  391 

momento,  y  asiqueda  reducido  en  una  masa  infor- 
me que  la  boa  engulle  en  su  enorme  boca.  En  los 
ofidios,  privados  de  aparato  masticatorio,  la  de- 
glución es  larga,  y  la  digestión  no  lo  es  menos;  asi 
es  que  durante  toda  esta  operación,  se  puede  sin 
peligro  acercarse  á  estos  reptiles  ,  reducidos  a 
un  estado  de  insensibilidad  completa ,  pero  sin 
embargo  difunden  entonces  un  olor  insoportable 

Las  boas,  aunque  no  venenosas  ,  no  dejan  de 
ser  animales  temibles;  con  todose pueden  mirarco- 
mo  hechos  falsos  lo  que  los  viajeros  han  referido 
sobre  su  asombrosa  voracidad ,  que  les  permitía 
engullir  mamíferos  tales  como  ciervos  y  bueyes. 
Estos  reptiles  no  atacan  sino  á  animales  pequeños, 
tales  como  agoutis,  pacas,  y  algunas  veces  tam- 
bién cabras;  así  es  que  son  poco  temibles,  y 
no  mas  se  cazan  por  recreo. 

El  modo  de  reproducción  de  las  boas  en  nada 
difiere  del  délas  culebras:  ponen  en  la  arena  hue- 
vos de  cascara  membranosa,  de  forma elipsoi- 
dea  y  del  grueso  de  un  huevo  de  oca  ,  que  dejan 
al  calor  el  cuidado  de  empollarlos,  y  los  peque- 
ñuelos  quede  ellos  salen  tienen  toó  12  pulgadas. 
Su  crecimiento  es  muy  rápido ;  pero  sus  límites, 
al  igual  que  la  duración  de  su  vida,  son  descono- 
cidos. Estos  animales,  á  los  cuales  las  relaciones 
de  algunos  viajeros  atribuyen  una  talla  gigantes- 
ca, se  hallan  sin  duda  en  condiciones  de  desarro- 
llo menos  favorables,  porque  apenas  se  encuen- 
tran individuos  que  excedan  de  25  pies.  Las  boas 
á  las  cuales  se  concede  voz  son  los  ofidios;  su- 
poniéndose que  arrojan  un  grito  semejante  al  mér- 
gansar,  «ó,  según  otros  ,  una  especie  de  gruñido. 

Se  dice  que  la  carne  de  las  boas  es  comesti- 
ble y  de  gusto  semejante  al  del  pescado ,  y  así 
es  que  en  ciertos  mercados  de  las  Indias  se  ven- 
den estos  reptiles  á  tajadas  como  alimento,  Su 
grasa,  bastante  abundante,  pasa  como  un  ;exce- 
lente  remedio  contra  las  contusiones.  Su  piel ,  de 
la  que  se  hacen  sillas  de  montar,  ó  borceguíes, 
después  de  haberla  curtido ,  es,  según  se  asegu- 
ra, un  remedio  soberano  en  un  gran  número  de 
afecciones  abdominales,  cuando  aplicada  sobre 
el  vientre  luego  de  haberla  separado  del  cuerpo 
del  reptil,  lo  que  es  muy  difícil  en  razón  déla 
contractilidad  que  la  fibra  muscular  de  estos  ani- 
males conserva  después  de  su  muerte. 

BOA  IiAWSA.  Fruto  de  un  árbol  descono- 
cido, de  Java,  del  grueso  de  nuestras  guindas,  en 
racimo  amarillento,  velloso,  que,  bajouna  pela- 
dura delgada,  encierra  un  jugo  blanco  agrillo. 

BOA  M ALACCA  ó  NEJLJLICA.  Fruto 
agrillo  que  se  come  en  Java  con  el  té,  y  que 
adquiere  en  el  azúcar  un  gusto  exquisito";  tiene 
el  volumen  de  un  huevo  de  gallina. 

BOIDJA,  Planta  malvácea  de  Java ,  cuya 
flor  suministra  un  extracto  estimado  en  el  páis 
para  los  males  de  ojos. 

BOBA.  Nombre  de  un  árbol  de  lasMolucas, 
que  tiene  las  almendras  del  fruto  amargas  y  de- 
sagradables, y  con  las  cuales  los  indígenas  pre- 
paran un  linimento  que  aplican  á  los  diviesos  ó 
granos  que  se  les  forman  en  los  pies. 

BOBOA ,  Boaabas.  En  las  Filipinas  se 


391  BOC 

dan  estos  nombres  á  un  árbol  muy  conocido  en 
China  bajo  el  útLong-yen  ó  Long-ams,  que  pro- 
duce un  trulo  muy  estimado  en  el  país. 

BOCA.  Nombre  de  un  tejido  de  algodón,  que 
se  exporta  de  Surata :  hay  bocas  blancas  y  azu- 
les. 

BOCADILLO.  Estofa  de  lana  fina ,  tejida 
en  forma  de  tela,  no  teñida,  solamente  bien  remo-, 
jada  en  el  agua,  de  modo  que  conserve  el  color 
de  amarillo  natural  de  la  lana,  de  3  á  3  l/t  palmos 
de  ancho,  y  de  44  á  45  varas  de  largo ,  que  se  fa- 
brica en  Reims,  Agen,  Bagnéres  y  otras  ciuda- 
des de  Francia.  La  usan  generalmente  los  ecle- 
siásticos á  quienes  las  reglas  de  la  orden  les  pro- 
hiben el  uso  de  camisas. 

BOCADILLO.  Especie  de  lienzo  delgado, 
muy  estrecho  y  poco  fino.  También  se  da  este 
nombre  á  una  cinta  délas  mas  angostas,  que  los 
pasamaneros  llaman  Melindre. 

BOCASINI.  Llámanse  así  ciertas  telas  en- 
gomadas, lustradas  con  la  prensa  y  teñidas  de 
varios  colores.  Los  Bocasini  de  Esmirna  son 
telas  preparadas  y  almidonadas  con  cola  de  hari- 
na, que  se  pintan  al  estilo  de  las  indianas. 

BO«  BO  »*:«  i:il,l\.  €  liank.  Con- 
cha univalva,  en  forma  de  bocio  y  de  gran 
dimensión ,  que  se  pesca  á  unas  dos  brazas  de 
agua  en  el  golfo  de  Manor,  en  la  costa  de  Cei- 
lan ,  frente  Jaffnapatam ,  igualmente  que  en  Tra- 
vomorc  y  Tulicoreen.  También  se  encuentran 
grandes  bancos  de  chanks  fósiles. 

Estas  conchas  son  objeto  de  un  comercio 
considerable  en  la  India,  en  donde  por  todas 
partes  se  las  aprecia  mucho.  Se  aserran  en  ani- 
llos de  diversos  tamaños,  que  las  mugeres  in- 
dianas llevan  como  adorno  al  rededor  de  sus  pier- 
nas, de  sus  brazos  y  de  sus  dedos;  y  también  se 
entierra  una  gran  cantidad  de  estos  anillos  con 
los  cuerpos  de  las  personas  de  distinción. 

Los  chanks  que  se  pescan  con  el  animal  aden- 
tro, y  que  se  llaman  chanks  verdes,  son  los  mas 
estimados.  Los  chanks-blancos ,  es  decir  las  pe- 
chinas fósiles ,  ó  las  que  el  mar  ha  arrojado  á 
la  playa  después  de  la  muerte  del  animal,  habien- 
do perdido  su  lustre  y  su  consistencia,  no  valen 
el  flete  de  llevarlos  á  Calcuta.  El  valor  de  los 
chanks  verdes  depende  de  su  grueso.  L'n  chank 
cuyo  espiral  está  contorneado  hacia  la  derecha,  y 
que  se  llama  en  Calcuta  chank  de  la  mano  dere- 
cha, es  de  un  gran  precio,  y  se  vende  á  veces  á  4 
ó  500,  y  hasta  1,000  rupias  (mas  de  9,500  reales). 

La  pesca  de  los  chanks  está  monopolizada  por 
el  gobierno,  quien  arrienda  los  bancos  por  unos 
380,000  rs.vn  alano,  haciendo  también  algu- 
nas veces  pescar  de  su  cuenta.  Pero  como  los 
pescadores  de  la  costa  y  de  las  pequeñas  islas 
cerca  de  las  que  se  encuentran  estas  conchas 
no  pueden  ser  vigilados  de  una  manera  bástanle 
estricta ,  según  el  Sr.  Mac-Culloch ,  lo  mejor  se- 
ria dejar  la  pesca  libre,  estableciendo  un  dere- 
cho muy  crecido  ala  exportación  de  estas  precio- 
sas conchas ,  lo  que  seria  ventajoso  á  los  pesca- 
dores y  al  gobierno. 

BOCONIA,  Bocconia.  Género  de  plantas 


BOE 

de  la  familia  de  las  papaveráceas ,  y  de  la  de- 
candria  monoginia  de  Linneo,  que  no  contiene  sino 
dos  especies  sufrutescentes ,  llenas  de  un  zumo 
amarillo  cuya  naturaleza  todavía  no  ha  sido  es- 
tudiada. Sus  hojas  son  oblongas ,  angostadas  en 
la  base;  las  llores  terminales  muy  numerosas, 
dispuestas  en  panículas  cuyas  divisiones  son  uni- 
bracteadas.  Ambas  son  cultivadas  en  los  jardines 
botánicos. 

La  Boconia  frutescente  (Bocconia  frutescens, 
L.) ,  que  crece  en  el  Perú ,  presenta  dos  varieda- 
des. El  zumo  de  este  arbustito  es  amarillo ,  acre, 
cáustico,  volátil,  y  de  un  olor  fuerte;  se  da  como 
purgante  y  vermífugo,  administrado  á  la  dosis 
de  una  dracma  en  caldo  de  pollo;  su  raíz  se  pres- 
cribe en  cocimiento,  á  la  dosis  de  dos  á  tres  drac- 
mas.  La  Boconia  de  hoja  entera  [Bocconia  in- 
tegrifoglia,  H.  B.  y  K.),  del  Perú ,  posee  igual- 
mente dos  variedades.  La  especie  Bocconia  cor- 
data, de  tallos  herbáceos,  de  la  China,  ha  sido 
separada  de  este  género  por  R.  Brown,  para  cons- 
tituir otro  nuevo  bajo  el  nombre  de  Macleaya. 

BOW1  AMO,  Bodianus.  Género  de  peces  holo- 
bránquios  torácicos  acantopomos ,  que  compren- 
de muchas  especies  buscadas  como  una  excelente 
comida ,  y  muy  útiles  para  provisión  de  los  via- 
jeros, tales  son  j  el  Bodiano  Anchova  (Bodianus 
Apua,  Lacép.) ,  cuya  carne  es  grasa  y  sabrosa; 
el  Bodiano  Aya  (Bodianus  Aya)  que  Lacépedeha 
propuesto  aclimatar  en  los  viveros  de  Eupopa;  el 
Bodiano  Bloquio  (Bodianus  Blochii,  Lacép.),  del 
grueso  de  la  carpa;  el  Bodiano  goteado  (Bodia- 
nusguttalus)  cuya  carne  es  grasa,  delicada,  y  pa- 
sa como  sana  y  nutritiva;  en  fin,  el  Bodiano  Jaguar 
(Bodianus  Jaguar ,  Lacép.) ,  cuya  carne  es  blan- 
ca, y  esquisita.  Tudas  estas  especies  del  Brasil, 
excepto  el  Bodiano  goteado ,  habitan  en  el  agua 
dulce,  ó  se  encuentran  en  las  inmediaciones  del 
embocadero  de  los  ríos.  Muchos  bodianos  tienen 
la  carne  roja;  cómense  todos  frescos  ó  salados 
y  secos  al  sol. 

itOllilIVIA,  BoERnAAViA.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  nictagíneas  ,  y  de 
la  monandria  monoginia  de  Linneo ,  que  contiene 
plantas  herbáceas ,  vivaces ,  raras  veces  ó 
apenas  sufrutescentes,  esparcidas  en  todas  las 
partes  intertropicales  del  globo ;  de  flores  peque- 
ñas, blancas,  rojas,  ó  muy  raras  veces  verdo- 
sas, dispuestas  en  umbelas  ó  en  panículas;  de 
hojas  opuestas.  En  los  jardines  de  Europa  se  cul- 
tivan unas  diez  especies  de  este  género ,  que  lle- 
va el  nombre  del  célebre  médico  holandés  pro- 
tector de  Linneo. 

LaBoER.wiADE  DOSESTAMBREs(#oer7iaat't«  dian 
dra,  L.),  según  Aublet,  tiene  las  raíces  vomiti- 
vas y  purgantes,  de  lo  que  en  la  Guiaría  se  le  lla- 
ma Ipecacuana,  empleándosela  en  Java  en  vez  de 
esta  raíz.  Jacquin  dice  que  las  hojas  de  la  Boe- 
RAVIA  desparramada  (  Boerhaavm  diffusa,  L.) 
son  usadas  como  hortaliza  en  América ,  lo  que  na- 
da tiene  de  extraño,  vista  la  afinidad  botánica  de 
las  boeravias  con  las  valerianas;  sin  embargo,  los 
prácticos  indianos  creen  su  raíz  lasante.  El  zumo 
de  las  hojas  de  la  Boeravia  peluda  (Boerhaavia 


BOJ 
hirsuta,  W. )  empleado  contra  la  ictericia  y 
Ja  induración  del  hígado  en  el  Brasil,  en  donde 
lleva  el  nombre  de  Erro  loustao.  En  la  India  la 
Boeravia  trepadora  (Boerhaavia  scandens,  L.) 
se  usa,  en  cocimiento ,  contra  la  gonorrea.  La  ver- 
dadera Boeravia turerosa  {fíocrhaavia  tuberosa), 
conocida  bajo  el  nombre  de  Yerba  de  la  purga- 
ción ,  es  empleada  en  el  Perú  y  en  Chile  como  á 
tal ,  aunque  se  asegura  que  los  naturales  del  país 
comen  sus  raices,  lo  que  dependerá  de  que  quizás 
después  de  la  cocción  pierden  su  calidad  purga- 
tiva. 

KOi.\  KAHLEIil.  Especie  de  orquídea 
parásita  de  la  India,  cuyos  renuevos  se  em- 
plean en  cataplasma  .para  madurar  los  tumores, 
etc  y  á  dicho  objeto  se  mezclan  con  diferentes 
sustancias;  las  hojas,  tomadas  interiormente,  son 
estimadas  alexifármacas.  Se  pretende  que  esta 
planta  participa  de  las  propiedades  del  árbol  en 
que  crece,  y  que  la  que  se  encuentra  en  el  ve- 
getal que  da  la  nuez  vómica ,  es  amarga  y  pur- 
gante, etc. 

BOIOBI.  Serpiente  venenosa  del  Brasil,  cu- 
ya carne  se  asemejaba  antiguamente,  por  sus  vir- 
tudes, á  la  de  víbora.  Se  dice  que  la  raíz  de  Coa- 
apia  es  el  antidoto  de  la  serpiente  boiobi. 

BOIT1APO.  Gruesa  serpiente  venenosa 
del  Brasil,  cuya  carne  pasaba  por  alexítera. 

BOJ ,  Buxcs.  Género  de  plantas  de  la  familia 
de  las  euforbiáceas,  y  de  lamonoecia  tetrandia. 
Los  bojes  son  árboles"  ó  arbustos  de  Europa  cul- 
tivadesen  la  mayor  parte  de  nuestros  jardines. 
Sus  hojas  opuestas,  muy  enteras  y  coriáceas,  se 
hacen  observar  por  lalácilidad  conque  la  epider- 
mis de  la  cara  inferior  se  separa  bajóla  forma  de 
una  membrana  blanca.  Sus  flores  apiñadas  en 
pequeños  hacecillos  axilares,  rodeados  en  su  ba- 
se de  brácleas  sobrepuestas,  y  que  contienen  ya 
solamente  flores  masculinas,  yauna  solo  femenina 
acompafiadade  tres  brácleas  en  medio  de  muchas 
masculinas ,  de  las  que  cada  una  ofrece  una  brác- 
tea  única.  El  fruto  es  capsular ,  y  contiene,  bajo 
una  cubierta  coriácea  y  verdosa,  tres  celdillas, 
en  cada  una  de  las  cuáles  hay  una  cápsula  carti- 
laginosa que,  por  su  contracción,  arroja  por  lo 
común  con  violencia  semillas  muy  lejos  de  la 
planta;  estas  semillas,  en  número  de  seis,  son 
larguillas,  lucientes  y  prietas. 

Boj  siempre  verde  [Buxus  sempervi- 
rent ,  L.) .  Antes  se  creia  que  bajo  este  nombre 
iban  comprendidas  todas  las  variedades  de  boj  que 
se  observaban ,  dependientes  de  los  climas  y  del 
cultivo,  pero  al  presente  se  distinguen  tres  es- 
pecies : 

El  Boj  enano  {Buxus  humilis) ,  que  es  un  ar- 
Jjuslo  muy  conocido,  cultivado  para  hacer  guar- 
niciones en  las  áreas  ó  cuadros  de  nuestros  jardi- 
nes, preferible  á  todos  los  demás  por  la  persis- 
tencia del  ramaje  y  su  solidez.  A  dicho  objeto  se 
corta  con  tijera  todos  los  años  para  que  perma- 
nezca igual ,  operación  que  se  practica  antes  ó 
después  de  salir  los  renuevos ,  siendo  preferible 
la  primera  época  para  el  ornato.  Esta  especie  no 
tiene  uso  en  medicina. 
50 


BOJ  393 

El  Boj  arbóreo  {Buxus  arbórea)  es  un  árbol 
que  llega  á  la  altura  de  70  á  I  00  pies ;  su  tronco 
y  ramos  son  derechos,  y  están  guarnecidos  de  den- 
sas hojas  aovado-obloñgas,  de  unas  20  lineas  de 
largo. 

El  Boj  arrorescente  [Buxus  arborescens)  di- 
fiere de  la  especie  precedente  en  su  talla  que 
raras  veces  excede  de  i 2  pies,  en  los  manojos 
de  llores  pequeñas  y  medianas ,  y  en  sus  tallos 
amarillos  cuyos  dos  lados  son  lisos,  y  los  dos 
opuestos  vellosos. 

Estas  especies  abundan  en  el  Asia ,  desde  el 
Cáucaso  hasta  al  Japón,  y  en  las  partes  meridio- 
nales y  montañosas  de  la  Europa ,  en  las  islas  del 
Mediterráneo,  en  Grecia  en  el  monte  Olimpo ,  en 
España  y  algunas  localidades  del  mediodía  de  la 
Francia.  En  la  Isla  de  Córcega  se  encuentran  bos- 
ques enteramente  compuestos  de  boj  arbóreo,  al 
que  equivocadamente  se  conserva  el  nombre  de 
Boj  de  Mahon,  que  le  dieron  algunos  botánicos. 

Todos  los  bojes  multiplican  por  medio  desemi- 
llas  en  tierra  lijera ,  pero  no  nacen  en  el  pri- 
mer año.  En  cuanto  á  las  variedades  ,  se  debe 
multiplicarlas  de  enjertos,  estacas  ó  acodos,  pa- 
ra lo  que  es  menester  emplear  operaciones  com- 
plicadas ,  porque  la  dureza  del  leño  hace  que  ar- 
raiguen difícilmente. 

El  boj  crece  lentamente,  y  casi  nunca  el  leño 
excede  de  cierto  diámetro,  siendo  el  mayor  de  12 
á  15  pulgadas,  de  suerte  que  es  muy  raro  encon- 
trar gruesos  pedazos,  tanto  mas  en  cuanto  su  co- 
razón comienza  á  gangrenarse  cuando  ha  llegado 
á  cierta  dimensión. 

Las  hojas  de  boj ,  amargas  y  nauseosas,  de  un 
olor  desagradable,  sobre  todo  después  de  la 
lluvia,  sorTpurganles  ala  dosis  de  una  dracma 
en  polvo,  y  también  se  preconiza  su  cocimiento 
como  sudorífico;  á  veces  reemplazan  al  hombre- 
cillo en  la  fabricación  de  la  cerbeza,  lo  que  pue- 
de ofrecer  inconvenientes  en  razón  de  su  actividad, 
ningún  animal  se  apacienta  de  ellas,  excepto  el 
puerco  espin,  y  se  dice  que  el  camello  obligado 
por  el  hambre  a  comerlas  no  tarda  en  perecer; 
por  último  son  muy  útiles  para  el  abono  de  los  vi- 
ñedos. 

La  miel  de  las  abejas  que  han  chupado  las  flo- 
res de  boj  adquiere  un  gusto  acre  é  ingrato. 

El  leño  de  boj ,  de  que  hablaremos  luego ,  sirve 
en  medicina  como  sudorífico,  á  la  dosis  de  t  á  2 
onzas  en  cocimiento ,  v  puede  reemplazar  en  este 
sentido  al  guayaco  ,  lo  que  le  hace  aconsejar  en 
los  reumatismos,  la  sífilis,  etc.  De  el  se  extrae 
por  destilación  un  aceite  fétido  ligeramente  colo- 
rado, preconizado  contra  la  epilepsia,  y  que  en 
particular  se  usa  contra  la  caries  de  las  muelas. 

La  raíz,  que  es  muy  voluminosa  y  recia,  está 
llena  de  nudos  y  tuberosidades  lo  mismo  que  el 
tronco  y  los  ramos  gruesos  ;  dividida  en  frag- 
mentos, ofrece  hermosos  jaspeados  de  figuras 
eslravagantes  y  muy  variadas ,  de  un  color  mas 
subido  que  el  leño,  y  sirve  para  los  mismos  usos 
que  éste.  En  medicina,  se  emplea  también  á  ve- 
ces la  corteza  de  esta  raíz ,  que  parece  gozar  de 
propiedades  activas  en  la  sífilis  constitucional  y 
tomo  i. 


394  BOJ 

los  reumatismos  crónicos :  esla  corteza  es  de  un 
blanco  amarillento,  un  poco  fungosa  y  muy  amar- 
ga; de  ella  el  Sr.Fauré,  farmacéutico  de  Burdeos, 
extrajo  un  álcali  particular  llamado  Buxina,  que 
el  Sr.  Courbe  consiguió  después  obtener  crista- 
lizado. 

El  Sr.  Fée  refiere  que  la  Untura  alcohólica  de 
boj  gozó  por  muy  largo  tiempo  en  Alemania  de 
la  reputación  de  un  excelente  febrífugo,  pero  que 
habiendo  José  II  comprado  la  fórmula  á  un  char- 
latán por  la  suma  de  1,500  florines,  desde  enton- 
ces no  curó  ya  mas  calenturas  intermitentes  y 
cayó  en  el  olvido. 

MAdera  de  boj.  Cualquiera  que  sea  su  proce- 
dencia, la  madera  de  boj  es  siempre  dura  ,  com- 
pacta ,  pesada,  amarillenta ,  con  frecuencia  mar- 
cada con  círculos  concéntricos ,  siendo  raro  que 
se  la  encuentre  de  un  tinte  uniforme.  Se  pule  y 
se  barniza  fácilmente,  y  recibe  todas  las  tintas 
que  se  le  quieran  dar.  Eslá  en  trozos  de  pequeño 
diámetro,  ó  en  pedazos  cortos  y  gruesos,  cubier- 
ta de  una  corteza  delgada  y  pocas  veces  picada 
de  los  gusanos.  Es  la  mas  dura  y  la  mas  compac- 
ta de  nuestras  maderas  indígenas  y  tanto  como 
las  exóticas,  y  es  tan  densa  que  se  hunde  en  el 
agua  ;  no  se  ventea  ni  se  caria  jamás. 

Se  distinguen  dos  especies  de  boj :  el  amarillo, 
que  es  el  mas  tierno  y  mas  fácil  de  trabajar,  y 
el  verde,  que  es  el  mas  común.  Las  mejores  made- 
ras de  boj  que  se  conocen  son  el  Boj  del  Levante, 
que  es  de  un  color  amarillo  agradable,  duro,  nu- 
doso, y  muy  compacto;  y  el  Boj  de  España,  mas 
blando,  poco  nudoso,  que  se  tuerce  y  se  desme- 
dra menos  que  el  otro,  y  es  muy  buscado  por  los 
guitarreros. 

Para  tener  hermoso  boj,  se  remojan  las  piezas 
desbastadas  con  el  hacha,  por  espacio  de  24  ho- 
ras en  el  agua;  en  seguida  se  hacen  hervir  duran- 
te algún  tiempo ,  y  se  secan  metidas  en  are- 
na ,  ceniza  ó  salvado ,  para  que  el  aire  no  las  pe- 
netre. 

El  boj  es  empleado  por  los  grabadores,  los 
guitarreros,  los  torneros,  los  fabricantes  de  pei- 
nes, los  escultores,  los  ebanistas ,  etc. ,  para  la 
confección  de  obras  de  lujo  y  de  utilidad  diaria. 
El  tornero-cajero  esquíen  emplea  el  mas  hermo- 
so ;  los  carpinteros  lo  usan  para  poner  nuéscas 
en  los  cepillos  y  en  las  garlopas;  es  excelente  pa- 
ra ejes  de  carruajes,  y  da  muy  buenas  cenizas 
para  lejías. 

El  lobanillo,  que  seria  un  error  confundirlo  con 
la  raíz,  y  que  presenta  un  color  semejante  al  del 
boj,  es  mas  escabroso  en  la  parte  exterior.  Para 
que  se  le  aprecie,  es  menester  que  sea  lleno  y  que 
ofrezca  en  su  interior  colores  muy  agradables. 
Los  lobanillos  naturales  producidos  por  derrama- 
mientos fortuitos  son  muy  raros,  poco  profundos 
y  casi  siempre  podridos  en  el  corazón.  Apenas  se 
emplean  sino  los  producidos  por  el  arte ,  que  se 
obtienen  pasando  sobre  los  trozos  regatones  de 
hierro,  mas  ó  menos  espaciados  entre  sí,  según  el 
grueso  que  se  quiere  obtener.  Cada  año  se  corta 
el  ramaje  que  crece  entre  los  regatones ,  conclu- 
yendo estos  por  ser  canales  estrechos  por  donde 


BOL 

cuela  la  savia  que  se  extravasa  en  los  interva- 
los, envuelve  y  cubre  los  ramajes  cortados,  y  for- 
ma esa  unión  de  fibras  que  se  llama  el  lobanillo 
de  boj . 

A  veces  se  colora  el  boj ,  sea  con  leño  de  India, 
sea  por  medio  de  los  ácidos;  pero  esta  operación 
en  general  no  da  buen  resultado ,  y  es  fácil  de  re- 
conocer. 

El  boj  se  vende  al  peso;  es  siempre  de  un  pre- 
cio bastante  subido,  pero  variable  según  el  grue- 
so de  la  madera,  y  la  hermosura  de  los  lobanillos. 

El  importe  del  boj  enviado  cada  año  de  España 
á  Francia  está  valuado  á  unos  38,000  rs.  vn. 

1IOJL  ó  Tierra  liolar.  Nombres  dados  á 
ciertos  ocres  muy  usados  antiguamente  en  medi- 
cina. Las  tierras  bolares  son  de  apariencia  arci- 
llosa, en  general  de  granos  finos  y  apretados, 
por  lo  común  teñidos  de  amarillo  o  rojo  con  el 
óxido  de  hierro ,  el  que  á  veces  se  halla  en  can- 
tidad suficiente  para  hacerse  sensible  al  imán 
después  de  la  calcinación  del  bol.  Suelen  ser  bas- 
tante secos,  aunque  á  veces  sean  suaves  y  jabo- 
nosos; se  pegan  fuertemente  á  la  lengua;  con  el 
agua  forman  una  masa  muy  contraída;  en  parte 
se  pulen  con  el  frote  de  la  uña ;  y  por  último,  pa- 
recen diferir  de  las  arcillas  ordinarias  en  la  ra- 
reza de  la  alúmina,  y  en  que  éstas  forman  con  el 
agua  una  pasta  mas  dúctil. 

La  generalidad  de  las  tierras  bolares  parecen 
debidas  á  formaciones  volcánicas,  pues  frecuen- 
temente se  encuentran  en  las  cercanías  de  los  an- 
tiguos volcanes  ,  aunque  no  todas  pertenecen  á 
las  formaciones  ígneas,  y  también  constituyen  ca- 
pas muy  distintas  en  diversos  terrenos  de  sedi- 
mento. 

Para  el  uso  médico,  los  antiguos  purificaban 
las  tierras  bolares,  separando,  por  lavados  y  de- 
cantaciones reiteradas,  las  partes  mas  groseras, 
después  de  lo  que  las  daban  formas  particulares. 
Distinguianse  muchas  especies  de  bolos :  los  ba- 
jos blancos  pasaban  muy  especialmente  como  cal- 
mantes; los  bolos  colorados,  como  astringentes, 
y  la  mayor  parte,  como  obsorventes,  anti-pútri- 
cios ,  y  también  alexifármacos.  Se  administraban 
al  interior  por  granos  ,  por  dracmas  y  también  por 
onzas ,  lo  que  fácilmente  explica  sii  inercia  casi 
completa. 

En  algunas  comarcas,  las  tierras  bolares  sue- 
len servir  de  alimento  á  los  hombres-,  á  quienes, 
por  esta  razón,  se  les  ha  llamado  Gcógafos  ó  co- 
medores de  tierra.  Particularmente  en  las  regio- 
nes ecuatoriales  ó  en  las  mas  ingratas  del  Norte 
se  encuentran  hordas  de  geógafos,  aunque  tam- 
bién las  hay  en  otras  comarcas.  Muchas  hordas 
de  Tártaros  nómades  de  la  Siberia  comen  arcilla 
litomarga  con  leche.  Los  moradores  de  Java  co- 
men algunas  veces,  bajo  la  denominación  de  Am- 
po ó  Tana-ampo ,  una  especie  de  arcilla  rojiza 
ferruginosa,  que  extienden  en  hojas  delgadas 
para  hacerla  tostar  sobre  una  plancha  de  latón, 
después  de  haberla  enroscado  casi  como  la  ca- 
nela del  comercio :  las  mugeres  en  cinta  son  par- 
ticularmente las  que  hacen  uso  del  ampo ,  y  á  ve- 
ces locomen  en  cantidades  considerables.  Se  dice 


BOL 

aue  los  Javanos  comen  esta  arcilla  para  ponerse 
acos,  porque  entre  ellos  la  delgadez  es  una  be- 
lleza. Los  negros  del  Senegal  mezclan  con  sus 
alimentos  una  tierra  grasa ,  gredosa,  que  recogen 
á  lo  largo  de  las  riberas  y  en  la  costa  del  golto  é 
islas  de  los  ídolos;  los  de  Guinea  comen  una  tier- 
ra amarillenta  llamada  Cauac,  y  los  esclavos 
llegados  á  la  Martinica  constantemente  procuran 
satisfacer  su  gusto  por  la  tierra ,  prefiriendo  ordi- 
nariamente una  toba  amarillenta  rojiza,  muy  co- 
mún en  la  isla ,  siendo  tan  golosos  por  ella  que 
ningún  castigo  alcanza  á  impedirles  el  comerla. 
En  el  Perú  y  en  Popayan  los  habitantes  mezclan 
también  con  los  alimentos  una  tierra  calcárea  que 
se  vende  en  los  mercados.  Los  Otomacos ,  ran- 
chería que  habita  en  las  orillas  del  Orinoco  y  del 
Meta ,  comen  igualmente  una  tierra  gredosa/gra- 
sa,  de  un  amarillo  parduzco ,  teñida  por  el  hidró- 
xido  de  hierro ;  la  amasan  en  forma  de  bolitas  de 
cuatro  á  seis  pulgadas  de  diámetro,  que  ponen  á 
cocerá  fuego  lento  hasta  que  la  superficie  exterior 
se  vuelva  rojiza,  y  para  comerlas  las  echan  en  re- 
mojo; ordinariamente  se  encuentran  grandes  pro- 
visiones de  ellas  en  sus  cabanas,  y  en  la  estación 
de  las  lluvias,  durante  las  inundaciones  periódicas 
del  Orinoco  y  del  Meta ,  cuando  la  pesca  cesa, 
comen  prodigiosamente  cantidades  de  aquellas 
pelotas,  que  son  entonces  su  principal  alimento. 
Los  Otomacos  son  tan  aficionados  á  esta  greda 
que,  aun  en  la  estación  de  la  sequedad  y  cuando 
tienen  pescado  en  abundancia ,  prueban  todos 
los  dias  un  poco  de  ella  como  postres  después  de 
la  comida.  Los  moradores  de  la  Nueva  Celedo- 
nia en  el  Océano  pacífico,  para  aplacar  su  ham- 
bre comen  á  pedazos  como  puños  una  tierra  ollar 
y  blanda ,  en  la  que  Yauquelin  no  halló  ningún 
principio  nutritivo,  y  sí  una  considerable  porción 
de  cobre.  Finalmenle,  en  la  Aldea  de  Banco,  á 
orillas  de  la  Madalena,  en  Mégico,  las  mugeres 
indígenas  que  trabajan  de  alferería  suelen  comer 
grandes  trozos  del  barro  que  emplean. 

Bol  de  Armenia  ,  Bol  oriental , 
treílla  ocrosa  roja.  Esta  arcilla  era  an- 
tiguamente traída  del  Oriente,  como  lo  indica  su 
nombre  de  Bol  de  Armenia  ó  Bol  oriental.  Está 
en  masas  compactas ,  pesadas ,  suave  al  tacto,  de 
un  rojo  vivo,  difíciles  de  desleír  en  el  agua  por  la 
sola  inmersión,  yquecontiene-comunmentearena 
gruesa,  que  se  precipita  cuando  está  desleída, 
debiéndose  escoger  la  que  contenga  menos  canti- 
dad. Algunas  veces  se  lava  el  bol  en  la  cantera 
misma,  haciendo  de  él  pequeños  panes  redondos, 
que  se  sellan :  puédese  emplear  indistintamente 
el  uno  ó  el  otro ,  pero  siempre  es  necesario  puri- 
ficarlo un*  vez  antes  de  usarlo.  Plinio  habla  de 
este  bol  L~,o  el  nombre  de  Sinopico, ,  y  dice  que 
lo  hay  de  muchos  matices. 

El  bol  de  Armenia  está  reputado  como  desecan- 
te, fortificante,  astringente,  hemostático,  etc., 
sea  al  exterior  ,  sea  al  interior.  Fracastor  habla 
de  una  picadura  de  araña  que  hubiese  sido ,  dice 
él ,  mortal  sin  la  aplicación  de  este  bol.  Entraba 
en  la  confección  de  jacinto ,  el  Orvietan,  el  Dias- 
cordio;  diversos  polvos  astringentes, -etc. 


BOJ  395 

Hace  mucho  tiempo  que  esta  sustancia  es  reem- 
plazada por  el  Bol  del  país.  (V.  esta  palabra.) 

Bol  Maneo.  Las  tierras  bolares  mas  céle- 
bres deque  los  antiguos  hacían  uso  procedían  del 
Archipiélago  griego.  A  la  Tierra  blanca  de  Lem- 
nos,  Arcilla  ocrosa  pálida  ó  Tierra  sellada  (V. 
esta  última  palabra)  se  le  han  atribuido  en  todos 
tiempos  propiedades  maravillosas:  hacíanse  con 
ella  pequeños  panes  orbiculares  que  los  sacerdo- 
tes de  Diana ,  únicos  facultado?  uara  explotarla, 
marcaban  con  un  sello  sagraos.  En  los  tiempos 
del  Cristianismo  también  los  sacerdotes  se  habían 
apoderado  de  este  ramo  lucrativo  de  industria,  y 
el  día  de  la  Transfiguración  se  trasladaban  á  las 
canteras  ,  mandaban  sacar  tierra  por  espacio  de 
seis  horas  á  linde  conservar  la  rareza,  y  también 
la  imprimían  el  sello.  Al  presente  el  gobierno 
turco  es  el  que  especula  con  la  tierra  de  Lemnos, 
que  por  largo  tiempo  ha  reservado  únicamente 
para  la  corle  del  Gran  Señor,  pero  desde  que  sus 
virtudes  son  menos  apreciadas ,  es  fácil  obtenerla 
en  el  mismo  Lemnos. 

Conocíase  también  en  la  antigüedad  la  Tierra 
de  Satnos,  que  era  compacta  y  untuosa,  distin- 
guiéndose la  blanca  llamada  Áster,  y  la  de  co- 
lor ceniciento ,  denominada  Colirion;  la  Tierra 
de  Chio ,  que  era  blanca,  á  la  que  se  atr; huíala 
propiepad  de  conservar  la  frescura  de  la¡5  muge- 
res,  blanquear  la  piel  y  borrar  las  arrugas;  las 
tierras  de  Damasco,  de*  Prigilis  en  Libia,  de  Mal- 
ta, de  Eretria,  de  Melos,  la  de  la  gruta  en  que 
la  Virgen  dio  á  mamar  á  Jesús,  que  todavía  se 
vende  en  Jerusalen  y  toda  la  Siria  ,  y  muchas 
otras  á  las  cuales  se  atribuían  virtudes  particu- 
lares.— V.  Tierra. 

Las  variedades  de  estas  tierras  blancas  eran 
llamadas  Tierras  selladas ,  conociéndose  las  te- 
ñidas de  algún  color  con  el  nombre  de  Bol  de  Ar- 
menia. (Y.  esta  palabra.) 

Bol  de  Bohemia  ó  de  1  iiff  r  í  a.  Es  un 
poco  mas  pálido  que  el  bol  de  Armenia ,  al  que 
se  sustituye  con  frecuencia.  Aldrovandilo  creia 
muy  útil  "contra  las  calenturas  exantemáticas. 
Gmelin  refiere  queenBascht,  en  Persia,  se  en- 
cuentran en  las  boticas  tierras  blancas,  rojas ,  y 
verdes,  que  vienen  del  Cáucaso,  y  que  pasan  co- 
mo propias  para  levantar  las  fuerzas  extenuadas, 
resistir  al  veneno ,  etc. 

Bol  del  país.  Al  presente  el  Bol  de  Arme- 
nia es  reemplazado  por  tierras  bolares  rojas  que 
se  encuentran  en  diversos  puntos  de. España,  que, 
si  bien  menos  coloradas,  parecen  diferenciarse 
muy  poco  de  aquel. — Y.  Arcilla. 

llOli  %  J,  Bola*.  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia de  las  umbelíferas,  y  de  la  pentandria  di- 
ginia  de  Linneo,  que  solo  comprende  una  espe- 
cie. 

Bolaj  glebaria  {Bolax  glebaria,  Comm.; 
Ilydfocotyh '  gummi  f era  ,Lam.).  Pequeña  planta, 
indígena  de  la  Patagonia ,  que  crece  formando  en 
la  tierra  un  césped  frondoso  en  que  se  ocultan  las 
flores  ,  y  que  segrega  una  gran  cantidad  de 
sustancia  resinosa.  Sus  hojas  rematan  en  tres  ló- 
bulos; sus  flores  poco  numerosas,  reunidas  en 


3(J6  BOL 

umbelas  sésiles  ó  pedunculadas,  sencillas;  sus 
frutos  globulosos ,  de  tres  costillas  poco  salientes 
ó  enteramente  libres ;  sus  semillas  contienen  una 
especie  de  zumo  gomo-resinoso. 

La  materia  gomo-resinosa  que  segrega  esta  plan- 
ta es  rojiza ,  semilrasparenle ,  semejante  á  la  del 
albarieoquerojes  inodora  é  inusitada,  aunque  en 
las  Maluinas  hubiese  servido,  en  otro  tiempo,  co- 
mo un  buen  desecativo. 

BOLETO,  Boletus.  Género  de  plantas  déla 
familia  de  los  hongos,  y  de  la  criptogamia  de 
Linneo ,  caracterizado  por  un  sombrerillo  que  en 
la  parle  inferior  presenta  unos  tubos  libres  cilin- 
dricos, contiguos,  formados  de  una  sustancia 
diferente ,  que  pueden  separarse  con  facilidad,  y 
que  en  su  interior  contienen  unas  pequeñas  cáp- 
sulas cilindricas  que  encierran  losespórulosmuy 
sutiles. 

Todas  las  especies  de  boletos  tienen  el  sombre- 
rillo carnoso ,  hemisférico ,  sostenido  por  un  tron- 
co céntrico  ,  cuya  superficie  es  muchas  veces re- 
ticulada  ó  venosa;  una  membrana  muy  delgada 
de  corta  duración  cubre  con  frecuencia  su  parte 
inferior,  especialmente  antes  del  desarrollo  del 
sombrerillo. 

Las  especies  del  género  Bolelus  se  dividen  en 
tres  grupos :  i .°  los  Polyporus ,  cuyo  sombrerillo 
está  por  debajo  revestido  de  poros,  y  cuyos  tu- 
bos son  adherentes  entre  sí  y  con  el  sombrerillo. 
Los  hay  que  carecen  absolutamente  de  tronco,  ó 
que  tienen  uno  de  lateral;  aquellos  son  veneno- 
sos ó  á  lo  menos  sospechosos,  á  excepción  quizás 
de  dos  especies  que  se  comen  en  algunas  comar- 
cas. En  el  mismo  grupo  se  encuentran  dos  bole- 
tos de  poros  muy  pequeños ,  poco  conocidos  de 
los  botánicos,  y  alimenticios  en  Italia.  Las  demás 
especies  son  peligrosas,  ó  poco  comunes  para 
que  se  pueda  ensayar  el  comerlas.  2.°  Los  Sui- 
llus ,  cuyos  tubos  ,  adherentes  entre  sí ,  están  se- 
parados del  sombrerillo ,  y  que  ofrecen  muy  po- 
cas especies  nocivas.  No  debe  hacerse  ningún 
uso  de  aquellos  cuyo  tronco  y  sombrerillo  son 
delgados ,  de  los  que  no  crezcan  en  la  tierra,  y 
sobre  todo  de  los  que  cambien  de  color  al  rom- 
perlos. También  debemos  abstenernos  de  los  co- 
mestibles cuando  son  demasiado  viejos.  3.°  Los 
Fistulina,  cuyos  tubos  son  libres  y  no  adheren- 
tes entre  sí. 

En  general,  los  boletos  no  comestibles  son :  i .° 
las  especies  coriáceas,  suberosas,  leñosas,  y  cu- 
ya mayor  parte  pueden  servir  en  la  preparación 
de  la  yesca;  2.°  aquellas  cuyo  tronco  está  pro- 
visto de  un  collar;  3.°  las  de  sabor  picante;  4.° 
las  que  se  ponen  azules  ó  verdes  cuando  se  las 
corla ,  fenómeno  que  denota  siempre  una  especie 
sospechosa. 

Vamos  á  indicar  las  especies  de  este  género 
que  pueden  presentar  algún  interés. 

Boleto  anaranjado  ( Bolelus  auran- 
tiacus ,  Bull. ;  Suillus  auriantiacus) .  Es  de  un 
hermoso  color  naranjado;  su  tronco  es  grueso, 
hinchado  y  espinoso;  su  carne  blanca  adquiere 
por  el  contacto  del  aire  un  color  de  rosa.  Especie 
comestible ,  que  crece  en  los  bosques. 


BOL 
Boleto  ti  e  Alerce,  A  garleo  blan- 
co ,  Agárico   de    Alerce  ,   Agárico 

purgante  (Boletus  Laricis ,  L.;  Polyporus 
¿arias,  Duby;  Polyporus  officinalis,  Fríes  y  Per- 
son).  Este  boleto,  que  parece  ser  el  Agárico  de 
los  antiguos  autores  griegos  y  latinos,  crece  en  el 
tronco  del  alerce,  en  la  Circasia  en  Asia,  en  la 
Corintia,  en  Europa ,  y  en  los  Alpes  de  Trentino  y 
del  Delfinado,  etc.  Se  presenta  en  forma  de  ud 
cono  redondeado,  cubierto  de  una  corteza  dura, 
leñosa,  señalada  por  encima  con  sulcos circula- 
res que  indican  su  edad :  su  sustancia  interior  es 
blanca,  ligera  y  esponjosa.  Es  friable,  se  pega  á 
los  dedos ,  no  se  pulveriza  sino  con  el  auxilio  de 
un  tamiz  sobre  el  que  se  frota  ásperamente ,  pues 
el  majadero  lo  aplastaría  mas  bien  que  reducir- 
lo á  polvo ;  durante  esta  operación  irrita  fuerte- 
mente la  garganta. 

El  agárico  blanco  varia  en  bondad ,  según  el 
país  de  donde  procede :  el  de  Asia  y  de  la  Corin- 
tia es  el  mas  estimado ;  el  de  Saboya  y  del  Delli- 
nado,  que  es  pequeño,  pesado  y  amarillento,  es 
el  menos  bueno ;  el  que  suministra  la  Holanda  es 
el  mas  inferior  de  todos,  porque  ha  sido  rallado 
y  fraudulosamente  blanqueada  su  superficie  con 
creta.  La  mayor  parte  del  que  se  exporta  del  Le- 
vante procede  de  Esmirna  á  donde  se  envía  de  Da- 
dalia  ,  ciudad  distante  unas  quince  jornadas , 
embalado  en  cajas. 

El  agárico  se  presenta  ó  bruto,  ó  mondado,  ó  en 
trociscos.  Este  último  es  comunmente  agárico 
reducido  á  polvo  muy  fino,  incorporado  con  al- 
gún líquido  y  puesto  en  masa ,  de  la  que  se  for- 
man pequeños  panes  de  diversas  figuras  y  grue- 
sos, que  se  hacen  secar  al  aire  y  á  la  sombra. 
Debe  escogerse  el  mondado,  que  sea  muy  blan- 
co, ligero,  seco,  no  leñoso  ,  esponjoso  y  pulve- 
rulento, inodoro,  de  un  sabor  dulce,  que  luego 
pase  de  repente  á  amargo ,  azucarado ,  y  de  una 
acritud  considerable. 

El  Sr.  Braconnot  ha  encontrado  el  agárico 
compuesto  de  72  partes  de  materia  resinosa,  de 
26  de  fungina  y  2  de  extracto  amargo.  El  Sr. 
Bouillon  Lagrange  ha  encontrado  en  él  ácido  li- 
bre, una  materia  animal,  sales  amoniacales,  hi- 
droclorato  de  potasa,  sulfatos,  extractivo  ,  etc., 
etc.  La  materia  resinosa  goza  de  propiedades  muy 
singulares:  es  blanca,  opaca,  granulosa  en  su 
fractura  y  poco  sápida;  se  funde  y  arde  como  las 
resinas ;  es  mas  soluble  en  caliente  que  en  frió 
en  el  alcohol ,  y  se  precipita  de  él  en  tubércu- 
los prolongados,  por  el  enfriamiento;  es  insolu- 
ble  en  el  agua  fría,  la  que  no  obstante  la  divide 
con  mucha  facilidad;  una  corta  cantidad  de 
agua  hirviendo  la  disuelve  y  la  convierte  en  un 
líquido  espeso ,  viscoso ,  que  hace  hebra  como 
clara  de  huevo,  que  forma  mucha  espuma  por  la 
ebullición,  y  que  es  coagulable  por  el  agua  fria; 
el  éter,  los  aceites  fijos  y  volátiles,  y  los  álcalis  la 
disuelven;  enrojece  la  tintura  de  tornasol;  y  el 
ácido  nítrico  parece  tener  poca  acción  sobre  ella. 
El  agárico  blanco  es  un  purgante  drástico  y 
hidragogo,  que  se  da  á  la  dosis  de  4  á  6  granos, 
si  bien  hay  autores  que  dicen  puede  administrarse 


BOL 
hasta,  media  draema  y  mas.  Ha  sido  preconizado 
contra  los  sudores  nocturnos  de  los  tísicos.  Entra 
en  algunas  composiciones  farmacéuticas.  Los  al- 
deanos suizos  se  sirven  de  él  para  purgar  las 
vacas. 

Boleto  áspero  (  Boletus  scaber,  Bull.;  Sui- 
llus scaber).  Especie  comestible  bastante  pare- 
cida al  boleto  anaranjado  ,  pero  no  tan  buena: 
el  sombrerillo  es  pardo  ;  su  tronco  delgado  y  ci- 
lindrico, erizado  de  pequeñas  puntas  negras;  su 
carne  es  blanca  y  adquiere  un  color  vinoso  cuan- 
do se  corta. 

Boleto  blanco  [Boletus  albus ,  Pers. ;  Sui- 
llus  albus).  Es  comestible. 
■  Boleto  bronceado  Boletus  tn'ctts,  Bull.; 
Suillus  cereus).  Especie  comestible :  tiene  el  som- 
brerillo de  un  pardo  bronceado ,  los  tubos  cortos 
y  amarillentos,  el  tronco  venoso;  su  carne  corta- 
da cerca  del  epidermis  toma  un  color  ligeramen- 
te vinoso. 

Boleto  de  buey  [Boletus  bovinus,  L.). — 
V.  Boleto  comestible. 

Boleto  comestible  [Boletus  edulis,  Bull.; 
Suillus  edulis) .  Especie  bastante  común  en  los 
bosques:  tiene  el  sombrerillo  de  color  leonado, 
los  tubos  largos  y  amarillentos,  y  el  tronco  abul- 
tado en  su  base* y  venado,  y  su  carne  toma  un 
tinte  rosado  al  cortarla.  Este  boleto  se  come 
fresco,  cocido  á  las  parrillas  con  manteca  y  sal, 
ó  en  guisados ,  después  de  haberle  separado  los 
tubos  si  es  demasiado  viejo,  lo  que  se  conoce  por 
su  amargor.  Seco,  se  usa  también  como  alimento 
y  condimento. 

Puede  confundirse  con  el  Boleto  tuberoso 
[Boletus  tuberosus ,  Bull.) ,  que  tiene  el  tronco 
muy  abultado  en  la  base,  presentado  como  ve- 
nenoso por  Descourlilz ,  pero  que  ningún  otro 
autor  ha  dicho  que  fuese  nocivo,  del  que  Per- 
soon  hace  una  variedad  del  comestible ,  y  Bu- 
lliarddice  que  es  delicioso  cuando  joven. 

Boleto  como  criadilla  de)  tierra 
[Boletus  tuberaster,  Jacq. ;  Polyporus  tuberaster). 
Crece  sobre  la  piedra  de  hongo  de  los  Italianos, 
Pielra  fungaría  de  los  Napolitanos,  que  es  una 
especie  de  toba  volcánica  que  se  recoge  de  Iteg- 
gio  en  Calabria,  la  cual,  puesta  en  un  lugar  ca- 
liente y  húmedo,  se  cubre  de  hongos  comestibles, 
Ílos  da,  según  el  Sr.  Bonnaíoux,  quien  dice 
aberlo  experimentado,  por  espacio  de  cuatro 
anos. 

Boleto  crisanteron  [Boletus  chrysanthe- 
ron,  Bull.;  Suillus  crysantherori).  Esta  especie 
es  sana  en  su  juventud ,  pero  auna  edad  avanza- 
da cambia  un  poco  de  color  y  parece  peligrosa. 
El  Boleto  /re ,  ó  franco ,  de  Bellardi  es  una  varie- 
dad de  esta  especie,  comestible  en  el  Piamonte. 

Boleto  fomentarlo  [Boletus  fomenta- 
rius,  L). — V.  Yesca. 

Boleto  frondoso  (Boletus  frondosus,Schr.; 
Polyporus  frondosus) .  Especie  comestible  en  el 
Piamonte,  que,  según  observación  de  Bulliard, 
necesita  ser  cocida  por  largo  tiempo. 

Boleto  hepático  ( Boletus  hepaticus, 
Schocff. ,  Bull.;  Fistulina  hepática).  Esta  gruesa 


BOM  397 

especie,  que  crece  en  las  viejas  cepas,  y  que  es 
conocida  bajo  el  nombre  de  líigado  de  Buey,  Len- 
gua de  Buey,  en  razón  del  color  de  su  carne,  se 
come  en  algunos  paises ,  y  antiguamente  tuvo 
algún  uso  en  medicina,  puesto  «pie  era  desmi- 
da en  las  obras  de  materia  médica  con  el  nombre 
da  Hypodris. 

Boleto  de  Nogal  [Boletus  Juglandis,  Bull.; 
Polyporus  Juglandis).  Comestible  en  algunos  pai- 
ses ,  pero  su  olor  es  peligroso  en  los  lugares  cer- 
rados. El  Sr.  Braconnot  ha  extraído  de  él  ácido 
fúngico,  osmazomo,  adipocira  y  una  gran  canti- 
dad de  fosfato  decaí. 

Boleto  de  olor  suave  [Boletus  suave  o- 
lens,L.,  Bull.).  Crece  en  los  viejos  sauces ,  y 
tiene  un  olor  de  vainilla,  según  De  Candolle,  y 
delirio  de  Florencia,  según  Persoon.  Desde  1G76, 
es  empleado  contra  la  tisis  pulmonar,  á  la  dosis 
de  2  dracmas,  mañana  y  tarde.  Linneo  asegura 
que,  en  Laponia ,  sirve  como  afrodisíaco ,  y  que 
las  mugeresde  este  país  lo  llevan  encima  por  su 
olor,  y  porque  creen  preserva  los  vestidos  de  los 
gusanos. 

Boleto    tuberoso   (  Boletus  tuberosus, 
Pers.). — V.  Yesca. 

Boleto  de  uñas  [Boletus  ungulatus,  Sen.). 
— V.  Yesca. 

Boleto  de  yesca . — Y.  Yesca. 

BOLSEAS.  Especie  de  cotí,  becho  de  hilo  y 
algodón,  que  viene  délas  Indias.  Las  hay  entera- 
mente blancas,  y  otras  rayadas  de  amarillo,  cu- 
yas rayas  se  forman  con  hilo  de  algodón  crudo. 

BOilEBACKóBombasi,  Bombax.  Géne- 
ro de  plantas  de  la  familia  de  las  bombáceas,  y 
de  la  monodelfia  poliandria  de  Linneo,  que  en- 
cierra árboles  de  la  América  tropical ,  de  una  ta- 
lla y  un  volumen  considerables ,  que  producen 
frutos  ó  cápsulas  grandes,  leñosas,  de  cinco 
ventallas  y  cinco  celdillas ,  que  llevan  muchas 
semillas  cubiertas  de  una  especie  de  algodón  em- 
pleado para  almohadas,  colchones,  etc.,  pe- 
ro que  no  se  hila.  Desportes  asegura  que  los  In- 
gleses fabrican  sombreros  tinos  con  este  algodón. 
Una  hormiga  delira  en  cierto  modo  esta  pelusa 
y  la  reduce  á  una  especie  de  yesca,  que  sirve  á 
guisa  de  hilas,  para  curar  las  "úlceras,  en  los  paí- 
ses en  que  crecen  estos  vegetales. 

Bombace  Ceiba  [Bombax  Ceiba,  I.  .'.Es 
uno  de  los  mas  altos  y  corpulentos  árboles  de  la 
India,  cultivado  en  las  Antillas.  De  sus  troncos 
se  construyen  piraguas  de  una  sola  pieza  de  se- 
senta y  mas  pies  de  largo  con  doce  de  ancho,  ca- 
paces de  contener  doscientos  hombres.  El  zumo  de 
las  raíces  pasa  como  aperitivo  y  es  empleado  con- 
tra la  ascitis;  el  polvo  de  la  raíz  es  usado  en  el  té- 
tano ;  la  corteza  del  árbol  es  vomitiva ;  el  coci- 
miento de  las  flores  se  emplea,  en  fomento  sobre 
la  cabeza,  contra  las  cefalalgias. 

Bombace  de  cinco  estambres  l¡ om- 
ita.r  pentandrum,  L.).  Trasudauna  goma  que,  se- 
gún Ainslie,  se  emplea ,  mezclada  con  aromas, 
en  ciertos  períodos  de  las  enfermedades  intesti- 
nales. Rumüo  dice  que  los  habitantes  de  las  islas 
Célebes  comen  las  semillas  de  sus  frutos.  Al  pre- 


398  BOM 

senté  esta  especie  pertenece  al  género   Erio- 
dendron. 

Bombace  de  Malabar  {Bombax  mala- 
baricus,  DC).  Según  Blume,  la  corteza  (lela 
raíz  de  este  árbol ,  al  que  Rédio  dalos  nombres 
de  Penjay  Penjala,  es  vomitiva  y  empleada  como 
tal  en  el  país.  Scholt  y  Endücherhan  establecido 
con  esta  especie  el  género  Salamila. 

BOMBASÍ,  Cotonía.  Estofa  cruzada, 
fabricada  ordinariamente  toda  de  hilo  de  algodón. 
El  bombasí  acanalado  es  hoy  día  muy  poco  em- 
pleado, aunque  todavía  se  fabrique,  pero  en 
corta  cantidad,  en  Cataluña,  en  esta  ciudad  ,  en 
Ueus ,  y  Manresa,  así  como  bambasies  retorcidos, 
cuyo  consumo  es  también  muy  poco  importante. 

Llámase  también  Bombasí  ó  Fustán  á  una  tela 
cruzada  cuyo  urdimbre  es  de  hilo  y  la  trama  de 
algodón,  que  se  fabricaba  antiguamente,  y  cuyo 
consumo  ha  ido  extinguiéndose,  siendo  reempla- 
zada con  vantaja  por  los  culies. 

BOMBASINA.  Tela  cruzada,  cuyo  ur- 
dimbre es  de  seda  dicha  organsina ,  y  la  trama 
de  lana;  su  ancharía  es  de  unas  40  á  45 pulga- 
das. Bajo  este  nombre  de  Bombasina,  ó  el  de  Or- 
gansina, van  comprendidas  las  alepinas  ,  cache- 
mi  rienas  y  pondicheris ,  que  son  absolutamente 
el  mismo  tejido  cruzado  formado  de  las  mismas 
materias.  La  única  diferencia  que  existe  en  la  fa- 
bricación de  los  pondicheris  y  cachemirienas 
consiste  en  la  preparación  del  urdimbre  organsi- 
no,  que  ha  sido  descudrado  y  ha  perdido  el  cuar- 
to de  su  peso ;  su  tejido  es  mucho  mas  suave  y 
mas  lustroso.  Para  la  bombasina  y  alepina,  la 
seda  organsina  se  emplea  sea  suave ,  sea  cruda, 
lo  que  da  mas  tiesura  al  tejido. 

En  Francia  y  en  Inglaterra  se  fabrica  mucha 
bombasina,  haciendo  ambas  naciones  exportacio- 
nes al  exterior,  sobre  todo  á  los  Estados-Unidos, 
en  donde  esta  estofa  es  de  un  uso  general  para 
ambos  sexos.  La  fabricación  de  este  artículo  es 
naciente  hoy  día  en  España. 

BÓMBICE,  Bombyx.  Género  de  lepidópte- 
ros nocturnos  ,  de  la  tribu  de  los  bombacitos  de 
Latreille,  establecido  por  Linneo  y  adoptado  por 
todos  los  autores,  pero  de  tal  modo  reducido  .por 
los  cercenamientos  sucesivos  que  se  le  han  he- 
cho experimentar,  que  los  caracteres  que  se  le  se- 
ñalaban primitivamente  no  pueden  convenirle  hoy 
dia.  Lo  que  hay  de  mas  singular  en  estos  cercena"- 
mientos  es  que  el  Bómbice  por  excelencia,  el  de 
la  morera,  dicho  Gusano  de  seda ,  que  hubiera 
debido  quedar  como  tipo  del  género,  no  hace  ya 
parte  de  él,  y  forma  por  sí  solo  un  género,  al  que 
Latreille  ha  dado  el  nombre  de  Sericaria ;  mien- 
tras que  se  le  han  conservado  las  especies  que 
menos  merecen  el  nombre  de  Bómbice  por  la  na- 
turaleza del  capullo  de  sus  orugas ,  que,  en  vez 
de  ser  pura  seda,  consiste  en  una  especie  de 
fieltro  muy  gomado.  Por  lo  demás ,  hé  aquí  sus 
caracteres  genéricos  en  el  estado  perfecto  :  an- 
tenas pectinadas  en  los  machos ,  y  dentadas  en 
las  hembras;  palpos  cortos,  vellosos  y  obtusos; 
trompetilla  ninguna;  corselete  robusto  y  guarne- 
cido de  largos  pelos ;  abdomen  de  la  hembra  muy 


BOM 

grueso ,  cilindrico  ,  velloso  y  terminado  en  pun- 
ta obtusa;  alas  anchas,  tan  vellosas  como  esca- 
mosas. Las  larvas  son  largas ,  cilindricas  y  guar- 
necidas de  dos  especies  de  pelos  :  los  unos,  en 
mayor  número,  cortos  y  muy  densos  ;  los  otros 
largos,  aislados  ó  en  hacecillos.  Todas  viven  so- 
litarias ,  las  unas  sobre  los  árboles,  las  otras  so- 
bre las  plantas  bajas,  y  se  trasforman  en  capu- 
llos de  un  tejido  muy  sólido  que  tienen  la  forma 
de  una  bellota,  excepto  sin  embargo  la  del  Bóm- 
bice dk  la  Zarzamora  (Bombyv  Iiubi),  que  se  en- 
cierra en  un  tejido  flojo  y  fusiforme. 

Antes  de  ocuparnos  del  Gusano  de  seda ,  que 
creemos  debe  ser  estudiado  en  este  artículo,  va- 
mos á  indicar  las  especies  indígenas  que,  según 
el  método  actual ,  se  refieren  con  mas  certeza  á 
este  género ;  especies  todas  en  general  mas  ó 
menos  nocivas  ala  agricultura. Bómbice  del  Ála- 
mo {Bombyx  Populi) ;  Bómbice  del  Amargón 
{Bombyx  Taraxaci) ;Bombice  de  la  Encina  {Bom- 
byx Quercus) ,  Bómbice  lanudo  {Bombyx  lanes- 
tris) ;  Bómbice  del  Pino  {Bombyx  Pini  j ;  Bómbi- 
ce procesionario  de  las  Encinas  {Bombyx  pro- 
cessionca);  Bómbice  de  hojas  de  Trébol  {Bombyx 
Trifolii) ;  Bómbice  de  la  zarzamora  {Bombyx 
Rubi) ;  etc. 

También  debemos  mencionar  otros  lepidópteros 
que  podrian  emplearse  para  obtener  seda,  algu- 
nos de  los  cuales  quizás  seria  fácil  introducir- 
los ventajosamente  en  Europa,  y  que  pertenecen 
sea  al  género  Sericaria  propiamente  dicho, ,  sea  al 
género  Bombyx.  Tales  son  el  Bombix  religiosas, 
Helfer,  de  1'  Assam ,  que  entra  en  la  subdivisión 
de  los  Sericaria, el  Bombix  cynthia,  Frab.,  de 
la  China;  el  Bombyx mylittaV&br.,  Drury,  de  Ben- 
gala; el  Bombyx  cecropia,  Fabr.,  originario  délos 
Estados-Unidos  de  América,  y  del  que  reciente- 
mente el  Sr.  H.  Lucas  ha  podido  criar  larvas  en 
París  y  obtener  mariposas;  en  fin,  el  Bombyx  pa- 
ronia  major,  de  Linneo,  ó  Pavo  real  de  noche,  de 
nuestra  Europa,  cuya  seda  grosera,  en  vano  has- 
ta el  presente  se  ha  procurado  utilizar. 

Bómbice  «le  la  Morera,  Gusano 
«le  seda  {Bombyx  Mori,  L.;  Phalena  Mori,  L.; 
Sericaria  Mori).  Lepidóptero  bastante  pequeño: 
sus  alas,  que  á  corta  diferencia  tienen  4  4  líneas 
de  largo,  son  de  un  blanco  sucio  rosado ,  que 
tira  un  poco  á  amarillento ,  adornadas  en  el  ma- 
cho de  dos  fajas  trasversales  morenas ;  las  an- 
tenas son  grises.  La  larva,  ó  el  Gusano  de  seda 
del  vulgo,  es  gruesa,  con  la  cabeza  pequeña,  de 
un  color  rojo  blanquecino  matizado  de  pardo; 
el  primer  anillo  de  su  cuerpo  es  muy  abultado,  y 
el  penúltimo  está  provisto  de  un  tubérculo  que 
tiene  alguna  semejanza  con  una  especie  de  cuer- 
no. El  capullo,  ó  crisálida,  es  oval,  formado  de 
un  hilo,  ya  blanco ,  ya  verde  manzana,  ya  ama- 
rillo dorado. 

Origen  c  ¡nlroduccion  del  gusano  de  seda  cu  las  diversas 
regiones  del  mundo. 

Latreille  establece  que  el  gusano  de  seda,  o 
Sericaria  moñ ,  es  originario  de  las  provincias 


BOM 
septentrionales  de  la  China,  y  que  se  criaba  ya 
bajo  uno  de  los  primeros  monarcas  de  este  país, 
es  decir  en  una  época  muy  remotísima.  Se  desig- 
na bajo  el  nombre  Seres  (del  persa  ser  ó  ser, 
palabra  que  quiere  decir  oro) ,  un  pueblo  cuyos 
habitantes  parece  que  antiguamente  se  ocupaban 
particularmente  de  la  industria  de  la  seda;  ¿pero 
á  qué  pueblo  atribuir  este  nombre  Seres?  Las 
numerosas  indagaciones  de  los  sabios  no  han 
ilustrado  este  punto  de  una  manera  satisfactoria; 
sin  embargo,  probable  es  que  bajo  tal  nombre 
se  pretenda  indicar  un  pueblo  chino. 

En  China  fué,  pues,  en  donde  se  criaron  los 
primeros  gusanos  de  seda ,  que  se  encontraron  en 
ios  bosques  en  el  estado  silvestre.  Plinio  dice  que 
los  moradores  de  la  Isla  de  Co  sacaban  su  seda 
de  los  gusanos  del  ciprés,  del  terebinto,  del  fres- 
no y  de  la  encina.  Estos  gusanos  se  multiplicaron 
y  dieron  una  gran  cantidad  de  seda,  150  años  an- 
tesde  Jesucristo.  Los  capulloseran,  según  dicen 
Jos  anales ,  gruesos  como  huevos ;  en  el  año  627, 
se  recogieron  de  ellos  6.570  medidas.  Hoy  dia  en 
China  se  crian  tres  especies  de  gusanos  de  seda 
silvestres,  á  saber:  el  del  fresno  ,  el  de  la  en- 
cina ,  y  el  de  la  fágara  ó  peral  de  China ,  que  es 
muy  común  en  la  provincia  de  Cantón.  Los  gusa- 
nos de  este  árbol  son  los  que  dan  la  seda  mas  be- 
lla y  también  los  que  la  producen  en  mayor  can- 
tidad. 

Hasta  el  presente  no  ha  podido  conseguirse  en 
Europa  la  cria  doméstica  de  los  gusanos  de  seda 
silvestres,  habiendo  fracasado  cuantos  medios 
se  han  puesto  para  ello  en  práctica.  Estos  gusa- 
nos quedan  encerrados  en  sus  capullos  desde  la 
fin  del  verano  ó  el  principio  del  otoño  hasta  la 
primavera  del  año  siguiente, explicando  esta  lar- 
ga permanencia  porque  dichos  capuljos  son  tan 
fuertes  y  tari  tupidos.  Además,  Jos  gusanos  de 
seda  silvestres  requieren  muchos  cuidados,  por- 
que las  hormigas  son  su  mas  cruel  enemigo,  y 
es  esencial  preservarles  de  ellas  so  pena  de  que 
se  pierdan,  siendo  la  dificutad  de  conseguir  este 
objeto  lo  que  hace  la  propagación  de  esta  espe- 
cie de  productores  muy  limitada. 

Los  gusanos  de  seda  silvestres  mudan  cuatro 
veces.  A  pesar  de  los  cuidados  que  reclaman, 
son  bajo  lodos  respectos  mucho  mas  fáciles  de 
criar  que  los  demás,  ofreciendo  un  gran  manan- 
lialde  riqueza,  aunque  se  recoja  en  China  una  in- 
mensa cantidad  de  seda  de  morera.  La  seda  que 
don,  sin  embargo,  no  es  tan  bella  como  esta  úl- 
tima, y  no  toma  la  tintura  tan  sólidamente,  en 
China  donde  la  ciencia  química  no  ha  hecho 
aun  los  progresos  que  Europa,  pero  requiere 
mucho  menos  cuidados.  Los  capullos  de  los  gu- 
sanos silvestres  se  hilan  y  se  devanan ,  lo  que 
consume  menos  tiempo  y  trabajo ;  su  seda,  de  un 
hermoso  gris  de  lino ,  dura  mas  que  la  otra ,  y 
las  estofas  hechas  con  ella  se  lavan  como  el 
lienzo. 

En  el  siglo  VI ,  bajo  el  reinado  de  Justiniano, 
dos  frailes  griegos  consiguieron  trasportar  el  gu- 
sano de  seda  de  una  de  las  colonias  del  celeste 
Imperio  hasta   Constantinopla,  no  sin  peligro, 


BOM  399 

porque  la  exportación  de  este  insecto  era  allí  ri- 
gurosamente prohibida.  En  el  hueco  de  un  bas- 
tón trajeron  huevos  de  esle  precioso  lepklóptero, 
que  se  hicieron  salir  al  calor  del  estiércol ,  ense- 
ñando al  mismo  tiempo  el  arte  de  criarlos  y  el  de 
emplear  su  producto.  Estas  artes  se  propagaron 
en  toda  la  Grecia,  y  con  la  protección  que  las 
dispensó  el  emperador  Justiniano  se  erigieron  fá- 
bricas en  Atenas,  en  Tebas  y  en  Corintia.  La  fá- 
brica de  Constantinopla  hizo  estofas  que  se  ven- 
dieron, las  de  colores  linos,  á  20  ó  2o  piezas  de  oro, 
y  las  de  color  común ,  á  5  ó  6  piezas  de  oro. 

En  el  siglo  IX,  los  Moros,  que  anteriormente 
á  esta  época  habian  introducido  el  gusano  de  se- 
da en  las  costas  de  África,  lo  propagaron  en  las 
provincias  de  la  Península  ibérica,  entonces  bajo 
su  dominación.  En  aquellos  tiempos  la  cria  de 
este  insecto  se  extendió  de  una  manera  asombro- 
sa en  España,  pudiéndose  juzgar  déla  gran  pros- 
peridad de  la  industria  sedera  en  dicha  época 
con  recordar  que  en  1519  contábanse  en  Sevilla 
16.000  telares  que  fabricaban  tejidos  de  seda; 
pero  después  de  la  expulsión  de  los  Moros,  con 
quienes  huyeron  la  ciencia  déla  agricultura  y  los 
adelantos  de  la  industria,  declinó  rápidamente  la 
cria  del  bómbice  de  la  morera,  y  en  consecuen- 
cia la  manufacturaron  de  estofas  de  seda.  Mas, 
en  nuestro  siglo  la  agricultura  recibe  un  favora- 
ble impulso ,  del  que  participa  la  cria  del  gusano 
de  seda,  aprovechando  de  las  inmensas  ven- 
tajas que  para  ella  ofrece  nuestro  territorio,  y 
si  fuesen  multiplicándose  los  esfuerzos  que  en 
estos  últimos  años  se  han  hecho ,  quizás  algún  dia 
conseguiríamos  hacer  accesibles  los  tejidos  de  se- 
da hasta  á  las  clases  humildes ,  y  prodriamos 
prescindir  de  los  finos  tejidos  de  algodón  con  que 
en  todas  épocas  han  tratado  de  inundarnos  los 
extranjeros.  Entonces  podríamos  gloriarnos  de 
que  si  las  emperatrices  romanas  apenas  podian 
procurarse  ropas  de  seda,  y  las  hijas  de  Cario 
Magno  no  usaban  semejantes  trajes  sino  en  las 
ocasiones  solemnes,  todas  nuestras  bellas  com- 
patriotas podrían  realzar  sus  gracias  con  lalinu- 
ra  y  brillantez  de  estos  tejidos. 

En  el  siglo  XII ,  Rogerio  II ,  rey  de  Sicilia ,  in- 
trodujo este  insecto  y  el  árbol  que  alimenta  su 
gusano  en  el  antiguo  Peloponeso,  conocido  al 
presente  con  el  nombre  de  Morea,  porque  el  cul- 
tivo de  la  Morera  es  allí  casi  exclusivo.  En  los 
siglos  XIII  y  XIV  la  industria  sedera  fué  propa- 
gada en  Italia. 

A  principios  del  siglo  XIV,  en  la  época  en  que 
Clemente  V  trasladó  la  santa  sede  en  Aviñon,  la 
morera  fué  plantada  por  la  primera  vez  en  los 
alrededores  de  esta  ciudad,  y  después  en  el 
siglo  XV  se  propagó  en  el  Del  finado  y  otras 
provincias  francesas ,  por  Enrique  IV ,  á  pesar  de 
la  oposición  del  gran  Sully,  su  ministro,  poco 
inclinado  á  ninguna  clase  de  industria,  fundán- 
dose equivocadamente  en  que  perjudicaba  á  la 
labranza.  Igualmente  en  el  siglo  XV  el  moral  pa- 
só, á  Inglaterra  y  á  América,  en  donde  se  propa- 
gó fácilmente.  La  aclimatación  de  este  árbol  en 
los  países  nuevos  para  él,  y,  por  consiguiente  la 


400  BOM 

cria  del  insecto  que  alimenta,  siguió  muy  rápi- 
damente desde  esta  época,  y  en  los  dos  últimos 
siglos  se  vio  á  la  Bélgica,  la  Prusia,  la  Alema- 
nia, la  Suecia  y  también  á  algunas  provinciasde 
la  Rusia  obtener  el  cultivo  de  la  morera  y  la  cria 
del  gusano  de  seda. 

Cria  del  gusano  de  seda. 

Nacimiento  de  los  gusanos. 

Si  bien  se  ha  ensayado  hacer  salir  los  gusanos 
del  huevo  al  aire  libre,  aunque  se  hayan  obteni- 
do algunos  resultados  satisfactorios,  según  dicen 
los  criadores,  todavía  éstos  son  poco  decisivos,  y 
hasta  aquí  ha  sido  menester  emplear  el  arte  para 
suplir  en  nuestro  país  al  calor  de  los  climas  muy 
calientes,  en  donde  los  gusanos  de  seda  salen  del 
huevo  por  sí  mismos. 

La  primera  operación  consiste  en  hacer  remo- 
jar en  el  agua  los  lienzos  en  que  las  maripo- 
sas han  depositado  los  huevos,  y  en  separar  á 
éstos  por  medio  de  un  rascador.  Estos  huevos,  re- 
cogidos en  un  lebrillo,  son  rociados  con  agua,  á 
la  que  sobrenadan  los  que  no  han  sido  fecunda- 
dos y  los  que  están  vacíos.  Después  de  haberlos 
lavado  de  nuevo,  sea  en  el  agua,  sea  en  una  mez- 
cla de  agua  y  do  vino ,  sea  en  fin  en  vino  puro, 
estos  huevos  se  extienden  otra  vez  sobre  lienzos 
dispuestos  en  salas  ó  sobre  zarzos  para  hacerlos 
secar.  Secos  ya,  se  colocan  en  platos,  en  lugares 
frescos  y  secos,  á  unos  12  °  de  calor  deRéaumur. 

Los  albergues  ó  lugares  destinados  á  la  cria 
de  los  gusanos  de  seda  toman  diferentes  nombres 
según  las  comarcas;  pero  generalmente  entre  los 
labradores  se  reducen  á  una  sala  de  la  propia 
casa,  por  cuyo  motivo  rara  vez  obtienen  resul- 
tados muy  satisfactorios.  Esta  cria  pide  esmero,  y 
para  que  termine  bien  se  necesita  un  local  prepa- 
rado al  efecto,  con  ventanas  á  todas  las  exposi- 
ciones de  manera  que  puedan  establecerse  cor- 
rientes de  aire  cuando  se  quiera,  porque  el  gran 
número  de  gusanos  encerrados  en  una  estanciavi- 
cia  prontamente  laatmósfera,  lo  cual  es  expuesto. 
Un  termómetro  debe  constantemente  marcar  los 
grados  de  calor  de  los  aposentos  destinados  al 
nacimiento  de  los  insectos^  que  tiene  lugar  por  la 
acción  general  de  la  temperatura  á  que  están 
expuestos  ,  temperatura  producida  por  estufas  ó 
caloríferos,  si  bien  en  nuestras  provincias  meri- 
dionales apenas  hay  que  apelar  á  este  recurso. 
El  local  se  divide  por  lo  común  en  tres  partes: 
una  pieza  principal,  que  espropiamente  el  obra- 
dor donde  se  crian  los  gusanos;  una  pieza  mas 
pequeña,  que  sirve  de  enfermería  en  donde  se  po- 
nen los  que  no  están  buenos,  y  una  pieza  interior 
á  estas,  que  sirve  para  depositar  las  hojas  y  en- 
jugar las  que  están  demasiado  húmedas.  Los  hue- 
vos son  colocados  en  cajas  de  cartón  ó  de  ma- 
dera, dispuestas  en  zarzos  ó  tablas  que  reciben  los 
gusanos.  La  temperatura  de  los  aposentos  necesa- 
ria para  el  nacimiento  es  por  lo  común  de  1 4  o  du- 
rante los  tres  primeros  días,  y  se  aumenta  de  un 
grado  durante  cada  uno  de  Tos  días  que  siguen, 


BOM 

hasta  que  haya  llegado  á  22  °,  teniendo  no  obs- 
tante la  precaución  de  dejar  un  poco  de  humedad 
al  aire.  Regularmente  bastan  seis  dias  de  incuba- 
ción para  que  nazcan  los  gusanos ,  que  cuando 
acaban  de  salir  de  sus  huevos  son  enteramente 
negros  y  erizados  de  pelos,  y  cambian  cuatro  ve- 
ces de  piel  antes  de  pasar  al  estado  de  crisálida. 
Para  hacer  una  onza  de  huevos  escogidos  se  ne- 
cesitan unos  39.000;  el  peso  de  los  capullos  y  la 
evaporación  producida  por  el  calorantes  del  na- 
cimiento de  los  gusanos  producen  una  disminución 
tal  que  se  necesitan  cerca  de  55.000  gusanos  en 
el  momento  del  nacimiento  para  formar  el  peso 
de  una  onza. 

Para  hacer  salir  los  huevos  se  pueden  emplear 
varios  medios,  tales  como  el  calor  natural,  el  ca- 
lor artificial,  el  estiércol,  etc.,  y  en  las  granjas 
las  mujeres  se  limitan  á  llevarlos  consigo,  logran- 
do el  mismo  resultado  al  cabo  de  mas  ó  menos 
tiempo  con  el  calor  de  su  cuerpo,  diaynoche.  Los 
gusanos  durante  sus  primeros  dias  son  conserva- 
dos en  la  enfermería;  después  se  llevan  al  obra- 
dor donde  exijen  muchos  cuidados  y  aseo,  debe 
dárseles  de  comer  varias  veces  al  dia,  y  con  1» 
mayor  frecuencia  que  sea  posible  mudarles  las 
hojas  pasadas,  paralo  cual  luego  que  han  subido 
á  las  hojas  nuevas  que  se  les  acaba  de  dar,  se 
colocan  éstas  en  un  cañizo,  y  se  quitan  laspasadas 
limpiándolas  con  mucho  cuidado.  Este  trabajo 
deberá  renovarse  lo  mas  frecuentemente  que  sea 
dable,  porque  la  falta  de  semejante  precaución 
suele  ser  causa  de  una  gran  parte  de  las  enfer- 
medades que  atacan  á  los  gusanos  de  seda. 

Los  gusanos  producidos  por  una  onza  de  hue- 
vos ocupan,  hasta  la  primera  muda,  un  espacio  á 
corta  diferencia  de  7  pies  8  pulgadas  cuadradas; 
hasta  á  la  segunda,  15  pies  cuadrados;  hasta  la 
tercera,  35  pies;  hasta  la  cuarta,  82  pies  cuadra- 
dos. Están  dispuestos  en  zarzos  cubiertos  de  pa- 
pel, colocados  los  unos  encima  de  los  otros,  á  la 
distancia  de  unos  dos  pies.  La  temperatura  dé- 
los obradores,  llevada  primero  á  16  grados,  es  dis- 
minuida á  medida  que  el  gusano  adelanta  en 
edad.  La  disminución  del  calor  disminuye  el 
apetito.  La  primera  muda  se  hace  en  cincodias, 
á  una  temperatura  de  1 9  °,  y  en  seis  ó  siete  á  una 
temperatura  de  16  á  17  °. 

Antes  de  la  perfección  de  los  albergues,  el  gu- 
sano de  seda,  abandonado  en  cuartos  mal  calen- 
tados ,  vivia  unos  60  dias  después  de  su  salida 
del  huevo.  Siendo  mayores  sus  necesidades  á 
medida  que  aumenta  el  calor  del  aire  que  respira, 
su  vida  es  disminuida  en  proporción.  Hase  conse- 
guido que  los  gusanos  de  seda  llenasen  las  con- 
diciones de  su  existencia  en  40  dias,  y  á  veces 
también  en  35;  habiendo  habido  criadores  que, 
elevando  la  temperatura  y  multiplicando  las  co- 
midas, han  logrado  hacer  crias  en  22  y  24  dias, 
pero  en  este  corto  plazo  la  menor  falta  fie  cuida- 
do puede  ser  mortal  álos  gusanos.  El  tiempo  ne- 
cesario para  que  el  gusano  llegue  á  todo  su  cre- 
cimiento varia  mucho  según  la  temperatura  á 
aue  está  sometido  ,  que  no  debe  ser  muy  eleva- 
da; concíbese  que  llega  lentemente  á  la  época 


BOM 
en  que  debe  trastornarse  en  crisálida  cuando 
está  bajo  la  influencia  de  una  baja  temperatura, 
y  que  al  contrario  bajo  la  acción  del  calor  pone 
mucho  menos  tiempo.  Sin  embargo,  se  puede 
decir  que  se  necesitan  cinco  ó  seis  semanas  pa- 
ra criar  los  gusanos  de  seda. 

Llegados  á  su  entero  desarrollo ,  los  gusanos 
de  seda  buscan  los  parajes  favorables  para  cons- 
truir sus  capullos;  entonces  se  disponen  sóbrelos 
vasares  y  alrededor  de  los  pies  que  los  sostie- 
nen hacecillos  de  ramilas  despojadas  de  sus  ho- 
jas, á  donde  puedan  penetrar  y  elaborar  su  ca- 
pullo. Este  trabajo  termina  en'tres  ó  cuatro  dias, 
y  al  cabo  de  siete  ú  ocho  se  pueden  recoger  los 
capullos.  Pénense  aparte  los  que  se  quieren  de- 
jar abrir  para  la  reproducios  de  la  especie,  y  los 
demás  se  echan  en  agua  hirviendo  que  mata  la 
crisálida,  y  lejos  de  alterar  la  seda  contribuye  á 
que  se  pueda  devanar  mas  fácilmente ,  después 
de  cuya  operación  es  entregada  al  comercio. 

Melamórfoses  de  los  gusanos. 

Las  orugas  cambian  á  lo  menos  tres  veces  de 

tiel  antes  de  llegar  á  la  formación  del  capullo, 
stas  renovaciones,  que  se  llaman  mudas,  son 
•enfermedades  que  hacen  perecer  un  gran  núme- 
ro de  aquellas.  Desdeque  la  piel  comienza  á  cer- 
rar la  oruga,  ésta  toma  menos  alimento ,  se  hace 
mas  pequeña ,  y  prende  á  lo  que  la  rodea  hebras 
de  seda;la  escama  del  hocico  es  la  primera  que  se 
separa,  después  de  lo  que  el  gusano  sale  de  lapiel, 
que  queda  retenida  por  los  hilos  de  seda  que  él 
ha  prendido  á  los  objetos  que  le  rodean;  algunos 
gusanos  sucumben  sin  haber  podido  desembara- 
zarse enteramente  de  su  vieja  cubierta.  Llámase 
sueño  al  estado  de  postración,  inercia  y  mal  es- 
tar en  que  la  muda  sumerge  á  los  gusanos. 

Después  de  la  última  muda,  el  gusano  devora 
en  algunos  dias  una  gran  cantidad  de  alimentos 
y  llega  á  su  mayor  crecimiento.  Entonces  se  re- 
lentece y  cesa  su  apetito;  el  insecto  disminuye 
de  volumen  y  de  peso;  arroja  todos  los  excre- 
mentos y  la  membrana  que  lo  cubre,  sin  que  le 
<juede  mas  que  la  sustancia  sedosa  y  la  sustan- 
cia animal;  el  insecto  disminuye  aun  de  grueso, 
y  forma  su  capullo,  en  el  que  se  encierra  para 
despojarse  de  su  pellejo. 

La  oruga  tiene,  pues,  tres  vidas  muy  diferentes. 
Compuesta  de  sustancia  animal,  sedosa  y  excre- 
mental ,  es  la  oruga  creciente ;  compuesta  de  sus- 
tancia animal  y  sedosa,  es  la  oruga  madura;  re- 
ducida á  la  sustancia  animal ,  es  la  crisálida. 

Cuando  la  oruga  se  ha  trasformado  en  crisáli- 
da, ó  capullo,  se  envuelve  en  una  gran  cantidad 
de  hebrillas  generalmente  amarillentas ,  á  veces 
blanquecinas  ó  verdosas ,  que  constituyen  la  se- 
da.Por  espacio  de  largo  tiempo  no  ha  sido  conocido 
de  una  manera  satisfactoria  el  órgano  productor 
de  la  seda;  pero ,  según  los  trabajos  de  un  gran 
número  de  naturalistas ,  y  sobre  todo  segun  los 
del  Sr.  Slraus-Uurckein ,  es  cierto  que  esta  ma- 
teria está  encerrada  en  el  estado  líquido  en 
dos  vasos  muy  delgados  que,  partiendo  de  la 
51 


BOM  401 

cabeza  de  la  oruga,  en  donde  están  reunidos,  se 
extienden  en  el  interior  del  animal,  y  se  co- 
locan después  de  algunas  sinuosidades  junto 
al  dorso:  estos  vasos  son  amarillos,  blancos  ó 
verdosos ,  segun  la  naturaleza  del  liquido  que 
contienen,  y  producen  al  exterior  hebrillas  que 
constituyen  la  seda.  La  longitud  del  hilo  pro- 
ducido por  una  sola  oruga  es  de  unas  1.800  va- 
ras; este  hilo  es  doble,  es  decir  compuesto  de 
dos  hebras  muy  delgadas ,  pegadas  en  toda  su 
longitud  por  un  betún  particular.  La  seda  de  que 
está  formada  la  cubierta  de  los  capullos  ofrece 
muchas  capas  sobrepuestas  la  una  á  la  otra ,  y 
cuyo  número ,  variando  en  razón  del  vigor  de  la 
oruga ,  parece  ser ,  en  general ,  de  seis.  Segun 
esto,  se  ve  que  cada  capullo  está  formado  de  un 
hilo  continuo  ,  y  que  desde  luego  es  necesario, 
para  hilar  la  seda,  tener  el  capullo  intacto.  Asi  es 
que  se  mata  á  todas  las  crisálidas ,  porque  las  ma- 
riposas, al  salir,  no  agujereen  sus  capullos.  Para 
esto ,  se  ponen  en  una  bacia  calentada  á  una 
fuerte  temperatura,  siendo  esta  operación  desig- 
nada bajo  el  nombre  de  ahogamiento.  Solo  se 
guardan  en  corto  número  capullos  para  tener 
nuevos ,  que  llevan  el  nombre  vulgar  de  semilla, 

El  gusano  de  seda  emplea  á  corla  diferencia 
tres  días  para  envolverse  en  este  capullo  de  forma 
oval ,  que  está  formado  por  un  largo  filamento 
extremamente  fino;  después  de  esta  segunda 
fase  de  su  vida,  la  ninfa,  trasformada  en  mari- 
posa, taladra  su  cárcel  de  seda,  y  va  á  reunirse 
á  las  falenasque  como  ella  han  experimentado  la 
misma  trasformacion;  al  cabo  dedos  ó  tres  dias  la 
hembra  deposita  de  300  á  Ü00  huevos,  y  luego 
este  insecto  no  tarda  en  morir. 

Los  gusanos  de  seda  hacen  generalmente  sus 
capullos  blancos,  ó  de  color  de  paja,  ó  amarillo 
subido,  cualesquiera  que  sean  por  otra  parte  sus 
colores. 

Después  se  escogen  los  capullos ,  y  su  seda  se 
hace  pasar  á  la  devanadera  para  formar  la  seda 
cruda,  que  luego  se  tuerce  ó  se  hila  á  uno  ó 
muchos  cabos  con  una  especie  de  molino  guar- 
necido de  canillas  y  de  husos,  para  prepararla  á 
los  diversos  usos  en  las  fábricas  de  sederías. — V. 
Seda. 

Alimento  de  los  gusanos. 

La  larva  del  Scricaria  mori,  como  lo  indica  su 
nombre  especifico,  se  nutre  de  hojas  de  diversas 
especies  de  Moral  (Morus).  Los  gusanos  de  se- 
da criados  con  las  hojas  del  Moral  nlgro  [Morus 
nigra)  dan  una  seda  lina  y  fuerte;  pero  está  re- 
conocido que  la  hoja  del  Moral  blanco  [Morus 
alba)  es  mas  nutritiva  y  preferida  por  las  oru- 
gas; finalmente,  hace  Va  algún  tiempo  se  em- 
plean con  ventájalas  hojas  del  Moiul  de  mi- 
chos tallos  [Morus  multicaulis) ,  llamado  tam- 
bién,  sobre  lodo  en  Italia,  Moral  de  cogulla 
[Morus  cucullala). 

Se  ha  ensayado  alimentar  los  gusanos  de  seda 
con  otros  vegetales  para  suplir  al  moral,  cuan- 
do las  heladas  tardías  suspendeu  su  vegetación; 
tomo  i. 


402  BOM 

sin  embargo  ,  estas  diversas  plantas  no  pueden 
reemplazar  á  este  árbol  de  una  manera  absoluta, 
sino  tan  solo  temporalmente :  tales  son  el  espino 
silvestre,  la  parietaria,  el  amargón,  la  lechuga, 
el  rosal,  el  olmo,  el  bérberos,  el  arce  de  Tarta- 
ria, la  escorzonera,  el  miagro,  y  la  hoja  de  un 
árbol  de  la  América  del  Norte,  el  Madura  au- 
rantiaca,  preconizado  en  estos  últimos  tiempos 
por  el  Sr.  Bonafous.  Con  todo ,  sabido  es  el  des- 
cubrimiento que  acaba  de  hacer  Teresa  Ramos, 
labradora  del  pueblo  de  Tabernes  Manques,  pro- 
vincia de  Valencia,  quien  habiendo  perdido  la 
hoja  de  la  morera  y  presentado  á  los  gusanos 
un  manojo  de  diferentes  yerbas  para  observar 
cual  de  ellas  comían,  notó  que  elegían  la  Esco- 
rihuela ,  con  la  cual  los  acabó  de  criar  hasta  que 
dejaron  terminado  su  capullo.  El  Sr.  Llansó  dice, 
en  El  Cultivador,  que  la  yerba  Escorihuela  ó 
Corregüela ,  que  prefirieron  ios  gusanos  que  cria- 
ba Teresa  Ramos ,  es  el  Polígono  terrestre  (Po- 
lygonum  tcrre&tris,  L.) ;  pero  el  Sr.  D.  Isidoro 
de  Ángulo  nos  ha  hecho  observar  que  debe  ser  el 
Convólvulo  arvense  [Convolvulus  arvensis,  L.), 
Atabaquilla ,  Campanilla ,  ó  Enredadera,  llama- 
do Corregüela  y  Corregüela  menor.  Nosotros  opi- 
namos que,  para  fijar  el  género  á  que  corres- 
ponde la  yerba  que  indica  la  inteligente  labrado- 
ra con  el  nombre  de  Escorihuela  ó  Corregüela, 
y  determinar  la  verdadera  especie,  es  indispen- 
sable que  los  batánicos  clasifiquen  melódicamen- 
te el  vegetal  que  tantas  ventajas  ofrece,  porque 
el  Polígono  de  las  aves  (Polygonum  aviculare, 
L.) ,  llamado  A  l'tamandria,  Centinodia  y  Sangui- 
naria mayor ,  es  conocido  también  bajo  el  nom- 
brede  Corregüela,  y  al  Convólvulo  de  cercas 
{Convolvulus  sepium,  L.),  Yedra  campana,  se  le 
llama  Corregüela  mayor. 

Los  primeros  gusanos  de  seda  criados  en  Europa 
fueron  alimentados  con  la  hoja  del  moral  negro; 
el  único  cultivado  entonces  en  nuestras  comar- 
cas; pero  muy  luego  se  introdujo  el  cultivo  de  la 
morera  blanca,  que  ofrece  sobre  aquel  tresventa- 
jas  señaladas :  la  de  dar  mas  pronto  la  hoja,  de 
producirla  en  mayor  cantidad,  y  de  influir  de  una 
manera  muy  sensible  en  la  buena  calidad  de  la 
seda. 

Hay  además  entre  otras  sustancias  en  la  hoja 
del  moral  la  materia  azucarada  que  nutre  al 
insecto  y  forma  su  sustancia  animal ;  la  materia 
resinosa  que ,  poco  á  poco  y  de  una  manera  in- 
sensible ,  llena  los  dos  receptáculos  sedosos  del 
gusano.  La  hoja  del  moral  negro ,  dura  y  tenaz, 
de  que  se  alimentan  los  gusanos  de  seda  en  algu- 
nas partes  de  España,  de  Calabria,  y  de  Sicilia, 
produce  una  sedaabundante  y  fuerte,  pero  grose- 
ra. La  hoja  del  la  morera  blanca,  plantada  en  los 
lugares  elevados,  en  los  terrenos  secos  y  ligeros, 
da  una  seda  abundante ,  fuerte  y  de  muy  buena 
calidad.  Con  todo,  la  causa  que  influye  mas  en 
la  finura  de  la  seda  es  el  grado  de  temperatura 
a  que  se  ha  criado  el  gusano. 

Las  personas  que  se  han  ocupado  de  la  cria  de 
gusanos  de  seda  discordan  mucho  sobre  las  ca- 
lidades de  las  diversas  hojas  de  que  éstos  se  ali- 


BOM 
mentan.  lié  aquí  las  diferentes  especies  de  mo- 
rales descritos  hasla  el  presente. 

Moral  rlanco  (Morus  alba) ,  que  comprende 
el  moral  común  silvestre.  Prescindimos  de  sus 
cuatro  variedades  de  frutos  para  ocuparnos  no 
mas  que  de  sus  variedades  relativamente  á  la 
hoja,  que  es  la  única  que  forma  nuestro  objeto 
como  alimento  del  gusano.  Este  moral  tiene  dos 
variedades  de  hojas:  la  una  recortada  como  la  hoja 
del  sahuquillo;  la  otra  mas  grande,  muy  poco  re- 
cortada. 

El  moral  común  enjertado,  que  es  una  sub-varie- 
dad  de  la  primera  de  las  dos,  ofrece  á  su  vez  las 
variedades  siguientes:  de  hoja  grande,  dicha  de 
Toscana;  de  hoja  bastante  grande,  de  un  verde 
obscuro,  llamado  en  Italia  Giazzola;  de  hoja 

¡  mas  pequeña  bastante  gruesa,  dicha  hoja  doble, 

l  la  mejor  para  los  gusanos  de  seda. 

I  Además  hay  las  especies  siguientes:  1 .°  Moral 
de  Tartaria  \Morus  Tartaria) ;  2.°  M.  de  Cons- 
tantinopla  (Al.  Cotistantinopoli tana); '¿.°  M.  ne- 
gro (M.  niara);  4.°  M.  rojo  (Al.  rubra);  5.°  M. 
de  Indias  (AI.  indica);  6.°  M.  de  hoja  ancha  (AI. 
latifolia);  7.°  M.  austral  (AI.  australia);  8.°  M. 
de  Mauritania  (AI.  Alauritania);  9.°  M.  de  tin- 
tes (AI.  tinctoria);\0.°  M.  que  lleva  papel  (M. 
papyrifera).  Estas  dos  últimas  especies  llevan 
noy  dia  e)  nombre  de  Broussmetia,  del  nombre 
del  Sr.  Broussmet,  sabio  profesor. 

Sobre  todo  debemos  llamar  la  atención  acerca 
del  Aloral  enano,  dicho  Moral  de  muchos  tallos, 
que  tiene  la  gran  ventaja  de  ser  de  una  propaga- 
ción fácil,  de  producir  en  su  segundo  año,  y  de 
dar  capullos  que  suministran  una  hermosísima 
calidad  de  seda. 

En  viveros  ó  almácigas  cuidadas  con  discerni- 
miento se  han  producido  mas  de  200  variedades 
de  este  árbol,  que  son  mas  robustas  que  las  otras, 
y  no  temen  al  frió.  Sus  hojas  contienen  una  gran- 
dísima cantidad  de  materia  nutritiva ,  no  están 
sobrecargadas  de  materia  acuosa,  y  no  presentan 
fibras  demasiado  duras,  lo  que  preserva  á  los  gu- 
sanos de  muchas  enfermedades.  Estas  diversas 
ventajas  han  contribuido  mucho  á  la  rápida  pro- 
pagación de  este  árbol. 

Consumo  de  los  guanos. 

Es  indispensable ,  para  establecer  los  gastos 
que  ocasiona  la  cria ,  conocer  lo  que  consumen 
los  gusanos  de  seda.  Según  Dandalo,  los  gusa- 
nos de  seda  procedentes  de  una  onza  de  huevos, 
tenidos  hasla  la  primera  muda  á  19°,  entréis 
y  19  hasta  la  segunda,  entre  17 y  18  hasta  la  ter- 
cera ,  entre  16  y  17  hasta  la  cuarta,  han  consu- 
mido término  medio ,  por  dia ,  en  la  primera  edad, 
6  libras  de  hojas  ;  en  la  segunda  ,  18  libras ;  en 
la  tercera,  60  libras;  en  la  cuarta,  180  libras. 

100  onzas  de  hojas  casi  maduras,  cogidas  el 
mismo  dia  del  moral  de  Toscana,  han  dado  no 
mas  que  30  onzas  después  de  la  desecación. 

360  gusanos  dan  cerra  de  una  libra  y  media 
de  hermosos  capullos ,  los  cuales  producen  á  su 
vez  unas  dos  onzas  de  huevos ;  cada  onza  da 


BOM 
unas  45  libras  de  capullos.  La  experiencia  ha 
demostrado  que  el  espacio  de  1  83  pies  cuadrados 
ocupados  por  los  gusanos  producia  de  112  á  127 
libras  de  capullos  de  primera  calidad.  22  pulga- 
das cuadradas  de  tela  pueden  bastar  para  conte- 
ner ,  sobre  una  sola  superlicie  ,  6  á  7  onzas  de 
huevos,  que  en  ella  se  han  hecho  depositar  por  las 
hembras. 

Ha  habido  criadores  que  han  establecido  dife- 
rencias entre  gusanos  de  seda  que  producen  una 
seda  de  diversos  precios. 

Los  gusauos  de  seda  de  tres  mudas  producen 
una  seda  muy  lina  y  muy  abundante ;  su  cria 
dura  cuatro  dias  menos  que  la  de  los  demás.  De 
esta  variedad ,  600  capullos  pesan  una  libra  y 
media. 

Los  gusanos  de  seda  de  cuatro  mudas ,  proce- 
dentes de  huevos  del  Friul,  producen  una  sé- 
damenos fina  ;  150  capullos  pesan  una  libra  y 
media.  Emplean  cinco  dias  mas  que  los  otros  pa- 
ra llegar  á  desarrollarse,  y  necesitan  climas  ca- 
lientes. 

El  gusano  de  seda  común  de  cuatro  mudas  es 
el  que  se  cria  mas  generalmente. 

7  libras  13  onzas  de  capullos  ,  procedentes  de 
gusanos  alimentados  con  hoja  de  moral  silvestre, 
dan  á  corta  diferencia  14  onzas  de  seda  muy  fi- 
na, mientras  que  igual  peso  de  capullos  pro- 
cedentes de  la  misma  cantidad  de  gusanos  ali- 
mentados cno  hoja  de  moral  enjertado ,  ape- 
nas dan  mas  de  12  onzas  de  seda.  La  hoja  del 
moral  silvestre  contiene  pues  mayor  cantidad  de 
sustancia  alimenticia  y  resinosa. 

Es  menester  para  obtener  una  libra  y  media  de 
capullos,  20 1/4  onzas  de  hojas.  1000  onzas  de  ca- 
pullos dan  153  onzas  de  capullos  puros;  el  resto 
seeompone  de  crisálidas  y  de  pellejos.  Son  ne- 
cesarias para  formar  estas  1.000  onzas,  12.860 
capullos. 

Resumen. 


9"  libras  8  onzas  de  hojas  dan  1  libras  y  tft  de  capullos. 
7  libras  y  Vi  de  capullos  dan  18  onzas  de  capullos  puros. 
Estas  18  onzas  de  capullos  dan  8  onzas  de  seda  hilada. 
Relación  de  la  hoja  con  el  capullo  puro .  8"  á  l 
Relación  de  la  hoja  con  la  seda  hilada,  152  á  1 
Hay  una  libra  de  borra  por  19  libras  de  capullos  hilados. 
Hay  t  onzas  de  estopa  por  11  onzas  de  seda. 

Enfermedades  de  los  gusanos. 

Los  gusanos  de  seda  están  sujetos  á  muchas 
enfermedades  que  los  destruyen  en  gran  numero, 
siendo  las  principales:  la  Grasaría,  que  vuelve  á 
las  orugas  mas  blancas,  muy  untuosas,  y  las 
impide  de  hilar;  la  Consunción,  que  las  nace 
crecer  muy  lentamente  y  las  vuelve  muy  muelles: 
la  Tiricia,  que,  en  la  quinta  muda,  las  hace  abo- 
tagar  y  presentar  sobre  sus  cuerpos  manchas  de 
un  amárdlo  dorado;  en  fin,  la  Muscardina,  á 
consecuencia  de  la  cual  el  gusano  se  tuerce ,  se 
encoje  ,  toma  un  tinte  rojo  ,  se  endurece ,  y  con- 
cluye por  cubrirse  de  un  moho  blanquecino,  que 
no  es  otra  cosa  que  un  criptógamo  microscópico, 
el  Botrytis  bassiana,  cuyo  germen  se  desarrolla 


BOM  403 

en  el  cuerpo  del  insecto  en  una  multitud  de  rami- 
ficaciones, y  que  no  tarda  en  hacerle  perecer. 

Como  la  muscardina  destruye  un  gran  número 
de  gusanos  de  seda ,  muchos  naturalistas  y  agri- 
cultores han  procurado  estudiar  esta  enfermedad 
\  atajar  sus  estragos.  El  mejor  proceder  que  ha 
sido  propuesto  en  estos  últimos  tiempos  es  el  in- 
dicado por  los  Sres.  Guérin-Meneville  y  E.  Robert, 
que  consiste  en  hacer  evaporar  esencia  de  tre- 
mentina en  el  obrador  en  que  se  tienen  los  gu- 
sanos de  seda  y  en  el  que  se  colocan  las  semillas. 

En  atención  á  que  muchas  veces  las  enferme- 
dades que  afectan  a  los  gusanos  de  seda  son  con- 
tajiosas,  es  conveniente  que  luego  que  se  obser- 
ven algunos  gusanos  atacados  sean  trasportados 
á  la  enfermeria;  para  que  no  inficionen  á  los 
demás. 

Reproducción  de  los  gusanos. 

Los  bómbices  de  la  morera  nacen  al  cabo  de 
quince  dias,  si  se  ha  tenido  á  las  crisálidas  a 
una  temperatura  de  15°.  Las  mariposas  salen  de 
sus  capullos  á  las  seis  ó  siete  de  la  maña- 
na; las  cópulas  tienen  lugar  á  las  ocho;  al  cabo 
dedos  horas,  en  los  obradores,  se  separan  los 
machos,  y  se  colocan  las  hembras  sobre  lienzos, 
para  que  puedan  depositar  y  pegar  en  ellos  sus 
huevos,  que  aproximadamente  son  en  número  de 
500  por  cada  una  de  ellas.  Los  huevos  son  pri- 
mero blancos  ó  amarillentos;  pero  luego  pasan 
al  gris  ó  al  moreno ,  y  también  al  negro.  Puestos 
en  verano  ,  permanecen  así ,  sin  ningún  cambi" 
manifiesto  en  el  exterior  ,  hasta  la  primavera  del 
año  siguiente.  En  este  estado  es  como  se  puede 
hacerles  viajar  para  trasportar  los  gusanos  de 
un  lugar  á  otro  y  pueden ,  también  sin  perecer, 
resistir  grados  bastante  fuertes  de  temperatura, 
sea  elevados,  sea  al  contrario  bajo  cero  del 
termómetro. 

Cria  del  gusano  de  seda  en  España. 

Para  manifestar  la  importancia  de  la  cria  del 
gusano  en  España ,  además  de  lo  que  nos  reser- 
vamos exponer  en  los  artículos  Seda  y  Sedería, 
trascribimos  los  siguientes  párrafos  de  la  Memo- 
ria sobre  los  productos  de  la  Industria  española 
reumdos  en  la  Exposición  pública  de  1850. 

«Al  terminar  el  siglo  XV 111  contábamos  sol<v 
«con  la  cosecha  anual  de  606.887  kilogramos  d« 
«seda,  cuando  en  1849,  según  la  Memoria  inser- 
ta en  el  Boletín  oficial  de  Comercio,  Instrucción 
«y  Obras  públicas,  ascendía  ya  á  1 .104.000  kiló- 
«gramos,  distribuidos  del  moda  siguiente. 


Pueblos. 


Kilogramos. 


Libras. 


Valencia.     .     .  552.000- 

Murcia  y  Alicante.  230.000. 

Granada.      .     .  184. 0»0. 

Talavera.     .     .  138.000. 


1  200.000. 
500  000. 
400.000. 
3Q0.OO0. 


«En  los  años  de  50  y  51 ,  gradualmente  se  cx- 
«tendió  por  lodas  partes ,  con  la  plantación  de 


404  BON 

«las  moreras  de  varias  especies,  la  crianza  del 
«gusano.  Se  han  hecho  ensayos  muy  en  grande 
«para  aclimatarle  en  Aragón,  Galicia  y  las  dos 
«Casullas ,  y  en  éstas  y  otras  provincias"  han  cor- 
«respondido  los  resultados  á  las  esperanzas  eon- 
i  ceñidas.  Pero  los  progresos  han  sido  mayores  en 
«Valencia,  donde  encuentra  para  su  procreación 
«una  temperatura  mas  adecuada:  enMurcia,  desde 
«muy  antiguo  dedicada  á  su  crianza ,  pero  sin 
«dar  un  paso  para  mejorarla :  en  la  provincia  de 
«Toledo  ,  antes  célebre  por  sus  manufacturas:  en 
«Sevilla ,  que  cuenta  hoy  algunas  fabricas  bien 
«montadas;  y  en  Cataluña,  cuyos  telares  produ- 
«cen  bellos  tejidos,  telas  y  terciopelos  de  todas 
«clases». 

l'sos  del  gusano  de  seda. 

Después  de  lo  que  acabamos  de  exponer  se  de- 
ja bien  comprenderla  grandísima  utilidad  de  esta 
especie  de  bómbice,  que  siglosha  esel  fundamen- 
to de  una  vasta  industria,  deque  nos  ocuparemos 
extensamente  en  su  correspondiente  lugar. — V. 
Sedería. 

Adrovandi  pretende  que  los  soldados  alemanes 
comian  con  placer  la  oruga  de  seda  fina ,  y  tam- 
bién se  ha  dicho  que,  secay  aplicada  en  polvo  so- 
bre la  cabeza,  es  propia  contra  los  vértigos.  Sus 
capullos  y  la  borra  que  los  cubre  han  sido  em- 
pleados bajo  el  nombre  áeSericumy  úsFolliculi 
bombycis,  extrayéndose  de  ellos  por  destilación 
el  Espíritu  volátil  de  seda  cruda ,  especie  de  sub- 
carbonato  de  amoníaco  aceitoso  y  líquido,  que 
entraba  en  las  Gotas  inglesas  cefálicas  (Alcoho- 
lado de  espligo  amoniacal).  La  seda  cruda  entra- 
ba también  en  muchas  otras  fórmulas,  y  ha  sido 
el  objeto  de  muchos  asertos  ridículos ,  como  por 
ejemplo  el  haber  creído  que,  teñida  de  carmesí, 
podía  calmar  las  pérdidas  uterinas ,  prevenir  el 
aborto,  impedir  los  calambres,  etc. 

BONETERO ,  Evónimos.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  rámneas,  y  de  la  pentan- 
dria  monoginia  de  Linneo,  que  contiene  unas 
diez  especies,  arbustos  originarios  de  Europa,  de 
la  América  septentrional ,  de  la  China  y  del  Ja- 
pon  ,  derechos  ó  rastreros  ,  de  ramos  tetrágonos; 
de  hojas  opuestas,  pecioladas,  ovales,  dentadas 
ó  denticuladas ;  de  pedúnculos  axilares  y  opues- 
tos. 

Bonetero  de  Europa  [Evonymus  euro- 
pceus,  L.).  Arbusto  común  en  los  bosques  de  Es- 
paña, de  unas  cinco  varas  de  alto ,  con  ramos  li- 
sos ,  verdosos  y  cuadranglares ;  hojas  aovadas 
lanceoladas, agudas,  acompañadas  dedos  estípu- 
las cortas  y  verdosas;  flores  pequeñas  y  verde; 
ciñas ,  que  se  desarrollan  en  la  primavera  casi 
sin  ser  percibidas ,  y  á  las  que  suceden  pronta- 
mente trutos  rojos,  con  puntas  que  se  han  com- 
parado por  su  figura  á  los  bonetes  que  usan  los 
eclesiásticos,  de  donde  se  deriva  su  nombre  vul- 
gar, Bonete  de  cura. 

Lashojas  de  bonetero  son  venenosas,  eméticas 
y  purgantes,  y  hacen  perecer  al  ganado  ;  sin  em- 
bargo en  otoño  son  menos  activas.  Sobre  estas 


BOR 

hojas  se  encuentra  una  materia  blanca  y  dulce-, 
depositada  en  ellas  por  pulgones  (Aphis  evony- 
mis).  Sus  frutos  tienen  un  gusto  acre  y  nauseoso, 
y  son  eméto-catárticos;  las  ovejas  no  pueden  co- 
merlos sin  experimentar  efectos  deletéreos;  los  In- 
gleses los  toman  en  número  de  tres  á  cuatro  para 
purgarse;  se  asegura  que  en  polvo  matan  á  los 
piojos.  De  sus  semillas  se  extrae  aceite  bueno 
para  el  alumbrado  en  algunas  partes  de  la  Ale- 
mania. 

La  Madera  de  bonetero  es  amarillenta,  de  gra- 
no fino  y  tupido  ,  pero  quebradiza ,  propia  para 
obras  de  torno ;  con  ella  se  construyen  husos, 
agujas  de  hacer  punto  y  mecheras,  regletas,  mon- 
dadientes, etc.,  etc.;  su  uso  mas  importante 
es  en  la  fabricación  de  la  pólvora ,  en  cuya  com- 
posición entra ,  después  de  haber  sido  reducida 
á  un  carbón  de  una  ligereza  extraordinaria,  car- 
bón que  también  es  empleado ,  en  las  artes  de  di- 
bujo, para  hacer  esquicios,  que  se  borran  muy 
fácilmente.  Por  último ,  la  madera  de  bonetero  es 
vomitiva  y  peligrosa;  su  cocimiento  Uñe  los  ca- 
bellos de  amarillo. 

El  Bonetero  de  hoja  ancha  {Evonymus  la- 
tifolius),  especie  nativa  de  España  y  varios  paí- 
ses del  mediodía  de  Europa,  que  antes  había  si- 
do considerada  como  una  variedad  de  la  especie 
anterior,  tiene  sus  llores  muy  abundantes,  y  sus 
frutos  de  color  de  rosa  con  cinco  ángulos.  Sirve 
á  los  mismos  usos  que  aquella. 

HOAIJO.  Es  el  hueso  de  la  aceituna  des- 
pués de  molida  y'esprimida  por  medio  de  la  prensa: 
sirve  para  hacer  cisco,  y  con  él  se  mantienen  los 
animales  domésticos  dándosele  por  comida.  En 
Sicilia  se  hace  un  gran  tráfico  de  bonijo ,  del  que 
se  cargan  buques  enteros  para  Malta,  donde  lo 
usan  en  lugar  de  leña  para  los  hornos  que  perte- 
necen al  gobierno. 

En  Italia,  principalmente  en  los  estados  de 
Genova ,  sacan  un  gran  partido  del  bonijo ,  po- 
niéndolo en  lavaderos  dispuestos  uno  al  lado  de 
otro,  formando  una  especie  de  escalera,  es  decir, 
que  el  que  sigue  sea  menos  elevado  que  el  que 
precede,  y  que  comunican  entre  sí  por  medio  de 
unos  tubos;  a  beneficio  de  ciertas  máquinas  agitan 
de  tal  modo  aquella  materia  junto  con  el  agua,  que 
el  poco  aceite  que  queda  se  eleva  encima  de 
ésta  por  su  menor  gravedad  específica,  y,  con  es- 
pátulas de  un  tamaño  bastante  considerable,  ha- 
cen pasar  y  descender  el  aceite  de  un  lavadero 
á  otro,  hasta  que  resulta  ya  purificado.  Se  pone 
después  en  pipas  y  lo  venden  para  el  alumbrado 
de  las  fábricas  ,  y  á  veces  algunos  traficantes  de 
mala  fé  lo  mezclan  con  el  aceite  bueno. 

BOaiRAHA.Raíz  traída  de  Siam  á  la  cos- 
ta de  Coromandel ;  es  muy  astringente,  y  sirve 
como  tónica  en  Siam  ,  Cochinchina,  etc. 

ROSTAN*.  Cubiertas  de  algodón  ,  dichas 
de  otra  manera  Taparabo,  de  rayas  rojas ,  y  que 
antiguamente  las  naciones  que  hician  el  comer- 
cio del  África  iban  á  buscarlas  en  el  reino  de  Can- 
tor, cerca  de  Gambia ,  para  volverlas  á  vender 
en  seguida  en  otros  puntos  de  esta  parte  del  glo- 
bo.'Hoy  dia  las  fábricas  inglesas  y  francesas  las 


BOR 

produce»  en  gran  cantidad  para  este  mismo 
comercio  con  el  África. 

ICOYT-J  a  A.  Una  de  las  variedades  del  té 
la  menos  estimada  y  empleada  por  el  pueblo  en 
la  China.  Créesela  compuesta  de  hojas  del  arbusto 
llegadas  á  todo  su  desarrollo. — V.  Té. 

BOOTSHAAC  Nombre  de  un  pescado  de 
las  Molucas  que  los  Alborigenos  salan  para  con- 
senarlo. 

BOQUÍN.  Bayeta  tosca  menos  ancha  que  la 
fina.— V   Bayeta. ' 

IIO K  V.  Pescado  del  Japón  semejante  al  so- 
llo; su  carne  es  blanca  y  deliciosa;  se  escabecha 
y  se  ahuma  como  se  hace  con  los  sollos  en  Bre- 
ma. Los  Holandeses  y  los  Chinos  lo  trasportan  á 
todas  lias  partes  derimperio.  Los  Japoneses  lo 
aprecian  tanto  que  hacen  muy  poco  caso  de  los 
demás  pescados  escabechados.  El  bora  se  pesca 
sobre  todo  en  Jeda 

BOKASO,  Bouassis.  Género  de  la  familia 
de  los  palmeros,  instituida  por  Linneo,  que  con- 
tiene tres  especies ,  de  la  India ,  de  las  cuales  la 
mas  conocida  es  el  Boraso  en  forma  he  abanico 
(Borassus  flabelliformis ,  L.).  Esta  especie,  que 
en  su  país  natal ,  las  Indias  orientales ,  se  eleva 
á  mas  de  35  varas,  se  le  vé  cultivada  en  algunos 
de  nuestros  jardines;  tiene  las  frondes  palmeadas 
plegadas  en  forma  de  cucurucho ,  y  los  estípites 
aserrados.  Su  madera  sirve  para  la  construcción 
de  casas,  y  se  extrae  de  sus  espádices  azúcar  y 
un  licor  refrescante  y  aperitivo,  empleado  por 
los  médicos  indianos ,  conocido  en  el  país  bajo  el 
nombre  de  Vino  de  palmero.  Su  fruto ,  del  grosor 
de  una  castaña,  es  llamado  Bel;  los  negros  lo 
comen,  y  llaman  al  árbol  Tobel. 

BORATO.  Género  de  sales  que  comprende 
las  combinaciones  del  ácido  bórico  con  las  bases 
salí  (¡cables,  y  que  solo  contiene  una  especie  im- 
portante, estoes,  el  borato  de  sosa;  todas  las 
demás  especies ,  á  excepción  del  borato  de  mer- 
curio, no  son  empleadas. 

No  se  encuentran  en  la  naturaleza  sino  dos  bo- 
ratos :  el  borato  de  sosa  y  el  borato  de  magnesia, 
3 ue  los  mineralogistas  designan  bajo  el  nombre 
e  Bor  acito. 

Todos  los  boratos  son  insolubles,  ó  poco  solu- 
bles en  el  agua ,  excepto  los  de  base  de  potasa, 
de  sosa ,  de  amoníaco  y  de  litio ;  son  indescom- 
ponibles por  el  calor  y  susceptibles  de  vitrificarse 
cuando  el  óxido  que  "contienen  no  es  reductible 
por  el  calor  solo. 

La  mayor  parte  de  los  boratos  son  muy  fusibles 
al  soplete  ,  y  se  funden  con  una  especie  de  abo- 
tagamiento ocasionado  por  su  agua  de  cristaliza- 
ción. Su  solución  acuosa,  concentrada  y  caliente, 
deja  posar  lentejuelas  cristalinas  de  ácido  bórico, 
cuando  se  la  añade  ácido  sulfúrico  ó  hidroclórico. 
Las  soluciones  de  nitrato  de  barita  y  de  cal  pro- 
ducen precipitados  blancos  con  las  soluciones 
concentradas  de  los  boratos  alcalinos ,  pero  los 
precipitados  son  redisueltos  cuando  se  añade  un 
exceso  de  agua  destilada.  Las  soluciones  de  ni- 
trato de  plomo  y  de  plata  forman  en  ellas  preci- 
pitados blancos" insolubles  en  el  agua,  pero  solu- 


BOR  4UÜ 

bles  en  un  exceso  de  ácido  nítrico.  Finalmente, 
moliendo  Un  borato  cualquiera,  soluble  ó  insolu- 
ble,con  el  ácido  sulfúrico  concentrado,  desleyen- 
do la  masa  en  alcohol,  éste  adquiere  la  propie- 
dad de  arder  con  una  llama  verde  pálida. 

Borato  de  mercurio.  Esta  sal ,  de  un 
amarillo  rojizo,  de  un  sabor  fuertemente  metáli- 
co, insoluble  no  obstante ,  preconizada  antigua- 
mente contra  la  sífilis,  es  el  precipitado  que  se 
forma  cuando  se  mezclan  las  soluciones  de  sub- 
carbonato  de  sosa  y  de  deuto-cloruro  de  mercu- 
rio. Monnet  fué  el  primero  que  indicó  su  prepa- 
ración. 

Borato  de  sosa  ,  Borato  sódico. 
Sub-borato  de  sosa  ,  Borraj  (nombre 
sacado  del  árabe) ,  Crisocola  (de  des  pala- 
bras que  indican  el  uso  que  se  hace  de  él  para 
soldar  el  oro).  Sal  que  se  ha  encontrado  eu  la  isla 
de  Ceilan,  en  la  Tartaria  meridional,  en  Transil- 
yania,  eu  las  cercanías  de  Halberstad,  y  en  laBa- 
ja-Sajonia.  Se  dice  que  también  existeeh  bastante 
gran  cantidad  en  las  minas  de  Viquinlizoa  y  de 
Escapa,  provincia  de  Potosí,  en  el  Perú.  Se  en- 
cuentra abundantemente  en  muchos  lagos  de  la 
ludia,  de  donde  procedía  la  mayor  parte  del  que 
se  consume  en  Europa. 

Los  lagos  de  que  se  extrae  el  borraj  en  la 
India  solo  reciben  aguas  saladas.  En  el  fondo  y 
junto  á  las  orillas  del  lago  es  eu  donde  en  grue- 
sos montones  se  recoje  el  borraj ,  no  eucontrán  - 
dose  en  el  medio  sino  sal  común. 

El  borraj  así  obtenido  no  es  puro :  se  encuen- 
tra cristalizado  en  pequeños  prismas  hexaedros 
mas  ó  menos  complanados  y  bastante  bien  ter- 
minados; estos  cristales  son  incoloros,  amarillen- 
tos ó  verdosos,  y  siempre  cubiertos  de  una  capa 
terrosa,  grasa  al  tacto,  de  un  olor  de  jabón.  Es- 
tos caracteres  son  debidos  á  una  materia  grasa 
con  que  el  exceso  de  sosa  de  la  sal  parece  en 
parte  combinado. 

Los  Indios  lo  llaman  Tinkal  (4 fincar);  en  Eu- 
ropa, se  conoce  con  este  nombre  y  el  de  Borraj 
bruto.  Existe  otra  especie  de  borraj  en  e!  comer- 
cio, á  saber  el  borraj  de  la  China,  que  se  expide 
en  el  estado  medio  refinado.  Ambos  necesitan 
ser  purificados  antes  de  ser  entregados  al  con- 
sumo. 

La  refinación  del  borraj  fué  por  largo  tiempo 
un  secreto  conservado  en  Venecia ,  después  en 
Holanda,  de  donde  se  hacia  el  mas  gran  comer- 
cio de  borraj  refinado,  conocido  hasta  I7SG,  épo- 
ca en  que  se  comenzó  á  relinarlo  en  Paria.  Antes 
del  año  4826,  se  recibía  de  la  Italia  casi  lodo  el 
borraj  empleado  en  Francia;  pero,  después,  en 
Paris  y  posteriormente  en  Marsella,  se  comenzó  á 
prepararlo  combinando  directamente  con  la  sosa 
indígena  el  ácido  bórico  procedente  de  los  la- 
gos de  Italia,  conservando  el  antiguo  embalaje, 
que  consiste  en  cajas  de  madera  blanca  clavadas 
con  aros  en  cada  extremo,  y  forradas  en  el  inte- 
rior con  pliegos  de  papel  azulado.  Cada  caja 
contiene  exactamente  130  libras. 

El  Sr.  Payen  hizo  conocer,  en  1828,  un  nuevo 
borraj  que  se  obtiene  como  se  quiere,  y  que,  en 


406  BOR 

su  composición  ,  no  difiere  del  precedente  sino 
en  que  contiene  la  mitad  menos  de  agua  de  cris- 
talización; se  le  designa  comunmente  bajo  el 
nombre  de  Borraj  fundido  ó  Borato  de  sosa  oc- 
taédrico. Sus  cristales  son  de  tal  modo  adheren- 
tes  entresi  que  pueden  cortarse  en  planchas  delo- 
das  dimensiones,  duras  y  sonoras  ;  mientras  que 
las  aglomeraciones  de  los  cristales  del  borraj  co- 
mún ó  prismático  casi  ninguna  adherencia  tie- 
nen y  se  dividen  al  menor  esfuerzo.  El  borato  de 
sosa  octaédrico  tiene  una  densidad  mayor  que  el 
borato  prismático,  y  también  es  mas  duro,  por- 
que lo  raya ;  puesto  en  contacto  con  el  aire  hú- 
medo, pasa  á  ser  opaco  ;  no  conserva  su  traspa- 
rencia sino  en  el  aire  seco,  sucediendo  lo  contra- 
rio en  el  borraj  común,  al  que  se  prefiere  para  cier- 
tas aplicaciones,  porque  resiste  á  los  frotes,  y  no 
se  rompe  en  pedazos  como  el  borraj  prismático,  y 
porque  además,  conteniendo  menos  agua,  toma 
mas  pronto  la  fusión  ígnea. 

El  Borato  de.  sosa  natural  es  una  sustancia  sa- 
lina, blanca,  de  sabor  dulce,  soluble  en  el  agua, 
muy  fusible ,  que  cristaliza  en  el  sistema  clino- 
rámbico ;  la  forma  fundamental  de  sus  cristales 
es  un  prisma  oblicuo  de  base  rombo,  cuyas  ca- 
ras hacen  entre  sí  un  ángulo  de  87°,  y  están  in- 
clinadas en  la  base  de  101°  20'.  El  Borraj  natural 
está  formado  en  peso,  de  sosa,  16,37  ;  ácido  bó- 
rico, 13,52;  y  agua  47,11. 

El  borraj ,  en  el  estado  nativo  ,  es  de  un  gris 
verdoso  ,  color  que  debe  á  una  materia  orgáni- 
ca; pero  se  le  purifica  por  la  fusión,  la  disolución 
en  el  agua  y  la  cristalización. 

El  borato"  de  sosa  natural  ó  alinear  calentado 
se  funde  ,  pero  hinchándose  se  ennegrece  y  di- 
funde un  humo  de  olor  de  grasa  quemada; 
da  un  vidrio  negruzco,  colorado  por  cabono,  que 
una  insuflación  prolongada  al  soplete  blanquea 
sobre  todo  en  la  superficie.  Este  borato  calcinado 
redisuelto  en  el  agua  obra  entonces  sobre  los 
reactivos  como  el  borato  purificado. 

El  borato  de  sosa  purificado  se  presenta  co- 
munmente en  cristales  trasparentes  que  tienen  la 
forma  de  un  prisma  hexaedro  comprimido,  termi- 
nado por  una  pirámide  triedra,  y  que  contiene 
0,47  agua ;  tiene  un  sabor  dulce  y  alcalino  ;  su 
densidad  es  de  1,705  cuando  es  seco;  expuesto  al 
aire,  se  eflorece  en  su  superficie  y  pierde  su  tras- 
parencia; calentado,  se  funde  en  su  agua  de  cris- 
talización, se  hincha  mucho  y  deja  una  masa 
blanca  porosa,  friable  (borraj  calcinado),  que  se 
licúa  completamente  al  color  rojo,  sin  expe- 
rimentar ninguna  alteración.  El  borato  de  sosa 
fundido  es  anhidoro,  tiene  el  aspecto  y  la  tras- 
parencia del  vidrio,  y  expuesto  al  aire  se  eflore- 
ce absorbiendo  un  poco  de  humedad. 

El  agua  á  la  temperatura  de  +  15°  disuelve 
■/„  de  su  peso  de  borato  de  sosa,  y  V*  á-  +  1 00°; 
la  solución  es  alcalina. 

El  borato  de  sosa  anhidro  está  compuesto  de 
ácido  bórico,  30,95  ó  2  átomos;  y  sosa,  69,05  ó 
un  átomo:  total  100,00. 

Independientemente  de  este  borato  de  sosa  co- 
mún ,  existe ,  como  hemos  dicho ,  otro  que  cris- 


BOR 

taliza  en  octaedros  en  ciertas  circunstancias  y 
que  se  distingue  del  primero  bajo  el  nombre  de 
Borato  de  sosa  octaédrico  ó  Borraj  ottaédrico.  Se 
produce  fácilmente  abandonando  a"  un  enfriamien- 
to lento  y  regular,  una  solución  de  borraj  común 
que  marque  30°  en  el  areómetro  de  Baumé.  Esta 
sal  cristaliza  entonces  en  octaedros  mientras  la 
solución  está  á  +  56°;  pasado  este  término,  cris- 
taliza en  prismas.  El  borato  de  sosa  octaédrico 
está  en  cristales  regulares,  mas  duros  y  mas 
sonoros  que  los  del  borato  prismático ;  su  densi- 
dad es  de  1,815  ;  no  contiene  sino  30,81  de  agua 
por  ciento,  en  vez  de  47  que  contiene  el  borraj 
común,  y  en  razón  de  estas  diversas  calidades  es 
preferido  al  primero  para  soldar  el  cobre. 

Calentado  al  soplete,  el  borato  de  sosa  puro  y 
cristalizado  se  funde  en  su  agua  de  cristaliza- 
ción, se  hincha  mucho  y  se  licúa  á  un  color  rojo. 
Por  el  enfriamiento,  se  trasforma  en  un  glóbulo 
vitreo  y  trasparente,  que  el  agua  caliente  puede 
redisolver.  Tratado  con  el  ácido  sulfúrico  hidra- 
tado no  manifiesta  ningún  fenómeno  aparente, 
aunque  el  ácido  bórico  sea  separado  de  su  com- 
binación por  la  sosa ,  pero  si  se  deslié  la  masa 
en  alcohol ,  y  se  inflama  este  líquido  arde  con 
una  llama  verdosa.  Su  solución  acuosa  enverde- 
ce el  jarabe  de  violetas  y  vuelve  al  color  azul  el 
papel  de  tornasol  enrojecido,  y  obra  con  los  reac- 
tivos como  hemos  indicado  en  los  caracteres  ge- 
nerales de  los  boratos.  En  fin,  esta  solución  no 
produce  ningún  precipitado  ni  con  el  bi-cloruro 
de  platino  ni  con  la  solución  concentrada  de  áci- 
do tartárico. 

Las  variaciones  que  puede  presentar  el  borraj 
del  comercio  no  solamente  en  la  cantidad  de  sosa 
que  contiene  ,  sino  también  en  la  cantidad  de 
agua,  han  hecho  buscar  un  modo  de  ensayo  fácil, 
capaz  de  hacer  apreciar  su  título  comercial.  Este 
proceder,  propuesto  por  el  Sr.  Gay-Lussac,  con- 
siste en  determinar  la  cantidad  de  ácido  sulfúri- 
co debilitado  al  vigésimo,  necesaria  parala  exac- 
ta saturación  de  la  sosa.  El  ensayo  se  hace  como 
los  ensayos  alcalimétricos  en  general.  Por  ensa- 
yos preliminares  se  sabe  que  15 gramos  de  borraj 
puro  cristalizado  ,  disuello  en  el  agua ,  exigen 
72,2  medio-centímetros  cúbicos  de  ácido  sulfúrico 
que  contenga  yí0  de  ácido  concentrado. 

Para  hacer  el  experimento ,  se  disuelven  en 
caliente  1 5  gramos  de  borraj  en  50  centímetros 
cúbicos  de  agua>  se  añaden  á  la  solución  los  9/10 
del  ácido  sulfúrico  necesario  ,  y  se  deja  enfriar. 
Se  continua  en  seguida  la  saturación  de  gola  en 
gota  hasta  que  la  solución  que  ha  sido  colorada 
con  un  poco  de  tintura  de  tornasol  pasa  al  color 
rojo  vinoso  ó  rojo  tela  de  cebolla,  lo  que  es  un  in- 
dicio que  el  ácido  sulfúrico  está  entonces  en  ligero 
exceso.  Cercenando  de  la  cantidad  de  ácido  em- 
pleado 3  gotas,  se  tiene  la  proporción  de  ácido 
que  ha  servido  en  la  saturación,  y  ya  no  se  trata 
sino  de  compararla  á  la  exigida  por  el  borraj  pu- 
ro para  conocer  el  titulo  del  que  se  examina. 

El  borraj  fundido  es  empleado  como  flujo  ó  fun- 
dente en  las  soldaduras  de  los  metales  y  en  los 
ensayos  metalúrgicos ;  en  este  último  caso  deler- 


BOR 
mina  la  fusión  de  los  óxidos  no  reductibles  por  el 
carbón ,  vitrificándolos  y  separándolos  de  los 
metales  reducidos.  En  las  experiencias  y  ensayos 
al  soplete  se  usa  cou  mucha  frecuencia"  para  dis- 
tinguir un  gran  número  de  óxidos  metálicos 
3ue,  fundiéndose  con  él,  dan  compuestos  vitreos, 
e  diversos  matices  ó  colores.  Se  utiliza  de  es- 
ta propiedad  para  reconocer  á  menudo,  en  los 
diversos  minerales,  cantidades  muy  poco  consi- 
derables de  óxidos  metálicos  que  producen 
con  el  borraj  vidrios  colorados:  el  óxido  de  man- 
ganeso lo  colora  en  violeta  ó  azul,  según  la  pro- 
porción;— el  óxido  de  hierro,  en  verde  de  botella 
ó  en  amarillo; — el  óxido  de  cobalto,  en  azul  violeta 
muv  intenso  ; — el  óxido  de  cromo,  en  verde  esme- 
ralda subido ; — el  óxido  de  níquel,  en  verde  es- 
meralda claro; — el  óxido  de  antimonio,  en  ama- 
rillo;—el  óxido  de  cobre,  en  verde  claro;  y  el  óxi- 
do de  estaño  le  da  la  apariencia  del  ópalo. 

A  causa  de  la  propiedad  de  disolver  los  óxidos 
metálicos  es  justamente  porque  el  borraj  es  em- 
pleado en  la  platería  y  la  joyería  para  soldar  los 
metales  unos  con  otros.  Cuando  se  trata ,  por 
ejemplo,  de  soldar  dos  piezas  de  cobre ,  se  lim- 
pian, se  polvorean  con  soldadura  en  limaduras  y 
borraj  calcinado  en  polvo,  y  se  calienta  todo  has- 
ta que  la  soldadura  empieza  á  fundirse.  Fundién- 
dose ésta  se  alea  con  las  piezas  metálicas  y  las 
reúne ,  pero  es  menester  para  ello  que  estén,  así 
como  las  piezas,  siempre  bien  limpias,  es  decir 
brillantes  y  no  cubiertas  de  óxido,  y  este  es  el 
efecto  queproduce  el  borraj,  sea  porque  disuelve 
el  óxido  que  podría  formarse  ,  sea  porque,  cu- 
briendo el  metal,  se  opone  á  su  oxidación  por  el 
aire.  Los  cerrajeros  y  caldereros  se  sirven  de  él. 

Kor  el  mismo  motivo,  para  soldar  el  palastro  y  el 
ierro. 

En  las  pruebas  de  docimasia  se  emplea  para 
facilitar  la  reducción  de  los  óxidos  metálicos,  y 
en  las  fábricas  de  vidrio  para  apresurar  la  fusión 
de  las  materias  de  que  se  compone  éste.  Es  tam- 
bién útil  para  la  preparación  del  extras,  de  al- 
gunos vidrios  ó  esmaltes,  y  en  general  de  los  co- 
lores empleados  sobre  el  vidrio  ó  la  porcelana. 

En  los  laboratorios,  el  borraj  cristalizado  es  á 
veces  empleado  con  ventaja  en  el  análisis  de  los 
gases  mezclados  para  separar  los  gases  ácidos 
sulfuroso  y  hidroclórico,  que  absorbe  enteramen- 
te á  la  temperatura  ordinaria ;  sirve  para  extraer 
el  ácido  bórico,  y  para  preparar  la  mayor  parte  de 
los  demás  boratos. 

En  farmacia,  se  mezcla  el  borraj  con  el  sobre- 
tartrato  de  potasa  para  aumentar  su  solubilidad, 
lo  que  constituye  una  especie  de  Crémor  tártaro 
soluble.  Parece"  que  la  miel  lo  neutraliza  y  forma 
con  él  una  combinación  muy  soluble,  hasta  deli- 
cuescente, mientras  que  aumenta  la  consistencia 
de  los  mucilagos  de  liquen  delslandía,  y  de  salep, 
como  lo  ha  hecho  ver  Bucholz.  La  miel  boratada 
es  emnleada  como  enjuague  detersivo,  astringen- 
te y  resolutivo  en  las  aftas  y  otros  males  de  la  bo- 
ca escorbúticos  y  venéreos. 

Esta  sal,  recomendada  antiguamente  como  cos- 
mética, asociada  con  el  agua  de  rosas,  la  tintura 


BOU  407 

de  benjuí,  etc.,  lia  sido  con  frecuencia  preconi- 
zada contra  diversas  erupciones  cutáneas  cróni- 
cas, contra  las  manchas  llamadas  hepáticas,  los 
coloramientos  de  la  nariz,  los  sabañones,  los  her- 
pes furfuráceos ,  los  dolores  reumáticos ,  la  sar- 
na, etc.  Menos  usada  al  interior,  aunque  prescri- 
ta á  veces  contra  la  diarrea,  en  pociones  astrin- 
gentes ,  esta  sal  fué ,  sin  embargo,  señalada 
antiguamente  á  la  dosis  de  12  granos  á  una 
dracma ,  como  fundente  emenagogo  ,  propia ,  se 
decia,  para  acelerar  el  parto  y  favorecer  la  sali- 
da de  la  placenta  y  de  loslóquios,  propiedades 
singulares,  con  frecuencia  afirmadas,  y  con  mu- 
cha mas  frecuencia  puestas  en  duda,  pero  sobre 
las  cuales  el  triunfo  del  centeno  atizonado,  some- 
tido á  las  mismas  viscisitudes,  parece  deber  lla- 
mar seriamente  la  atención  de  los  prácticos. 

En  1849,  se  importaron  en  Barcelona,  proce- 
dentes del  extranjero,  2,958  libras  de  borraj,  va- 
lor de  14,790  rs.  vn. ;  y  se  exportaron  al  reino, 
266  libras,  valor  de  1,336  rs.  vn. 

BOHBOMA,  Borboma.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  leguminosas  y  de  la  dia- 
delfia  decandria,  dedicado  á  J.  B.  Gastón  de 
Borbon,  hijo  de  Enrique  IV,  promotor  de  la  bo- 
tánica. Comprende  una  docena  de  especies  del 
cabo  de  Bueña-Esperanza,  arbustos  de  hojas  al- 
ternas ,  simples,  de  muchos  nervios  en  la  base, 
amplexicaulas  ,  estipuladas;  de  flores  amanllas, 
axilares  ó  en  cabezuela  en  la  sumidad  de  los  ra- 
mos. Casi  todas  se  cultivan  en  invernaderos  tem- 
plados de  nuestros  jardines  de  Europa.  Las  hojas 
de  la  ííorbonia  cordata,  L.,  según  Thunherg,  se 
emplean  en  el  cabo  de  Bueña-Esperanza  á  gui- 
Sel  de  le 

«O ic  II A1III.LO.  Tafetán  doble  labrado. 
— V.  Tafetán. 

BORDADO.  Labor  que  se  hace  sobre  una 
estofa  cualquiera  con  hilo,  seda,  lana,  plata,  oro, 
etc.,  formando  figuras  ú  otros  objetos  en  relieve, 
dibujados  previamente  en  ella. 

El  oficio  de  bordador  es  muy  antiguo  :  los  li- 
bros santos  hacen  mención  de  él  cuando  hablan 
de  las  órdenes  que  Dios  dio  álos  Judíos  de  enri- 
quecer el  arca  y  el  templo  con  adornos  de  borda- 
duras. 

Hay  varias  especies  de  bordados :  bordado  de 
dos  caras ,  que  se  ejecuta  en  tejidos  lisos  \  sin 
envés,  comolostafetanes,  las  gasas,  lasmuselinas, 
las  cintas;  bordado  embutido,  que  constituye  una 
labor  bastante  i ealzada  ó  saliente,  y  se  ejecuta 
en  tejidos  de  lana  ,  algodón ,  crin  y  otras  mate- 
rias semejantes;  bordado  plano,  que  es  aquel  cu- 
yas figuras  son  planas  y  guarnecidas  á  veces  de 
rizados ,  lentejuelas  y  otros  adornos.  Los  calados 
de  las  estofas ,  los  adornos  que  se  hacen  alrede- 
dor de  una  tela  con  cordoncillo  de  oro,  lelpilla  ú, 
otra  materia,  las  cadenillas  y  las  representacio- 
nes de  figuras  de  oro  ó  seda,  que  hermosean 
ciertos  objetos  del  culto  divino,  y  otros,  son  tam- 
bién considerados  como  especies  de  bordados. 

Los  bordados  se  ejecutan  al  telar,  ó  á  la  mano, 
por  medio  de  agujas,  con  hilo  de  algodón,  lino, 
seda ,  lana,  oro,  plata ,  cordoncillo  de  seda,  ca- 


408  BOR 

ñutillo  de  vidrio,  lentejuelas,  etc.,  y  á  veces  con 
perlas  para  labores  preciosas.  Puede  bordarse 
sobre  toda  especie  de  tejidos,  y  los  dibujos  que 
en  éstos  se  ejecutan  dependen  del  buen  gusto  y 
de  la  moda. 

BORO.  El  boro  no  se  encuentra  en  la  natura- 
lezasino  en  el  estado  de  combinación  con  el  oxíge- 
no, y  forma  así  un  ácido  bórico  que  existe  solo  ó 
combinado,  sea  con  la  sosa,  sea  con  la  magnesia, 
sea  también  con  otros  óxidos,  como  en  los  mine- 
rales;, conocidos  bajo  los  nombres  de  Tormelina 
y  de  Axinita. 

Aunque  se  hubiese  probado  por  la  acción  de  la 
pila  que  el  boro  era  el  radical  del  ácido  bórico, 
no  se  había  obtenido  aun  en  bastante  cantidad 
para  estudiarlo,  cuando,  en  1808,  los  señores 
Thenard  y  Gay-Lussac  lo  obtuvieron  descompo- 
niendo el  mismo  ácido  con  el  potasio.  Un  quí- 
mico alemán ,  el  señor  Docbereiner,  ha  después 
extraído  el  boro  del  borraj ,  tratando  directamen- 
te esta  sal  con  el  carbón ,  en  un  tubo  de  hierro,  á 
una  alta  temperatura.  En  ambos  procederes,  el 
ácido  bórico  es  desoxigenado,  sea  por  el  potasio, 
sea  por  el  carbón. 

En  el  estado  de  pureza ,  el  boro  es  sólido ,  pul- 
verulento ,  de  un  color  moreno  verdoso  ;  no  tie- 
ne sabor  ni  olor  ;  es  de  una  densidad  mayor  que 
la  del  agua ,  siendo  completamente  insoluble  en 
este  líquido ;  sin  embargo ,  si  está  muy  dividido, 
puede  permanecer  cierto  tiempo  en  suspensión  en 
él  sin  precipitarse. 

El  boro  es  fijo  al  fuego  é  infusible.  A  la  tempe- 
ratura ordinaria ,  no  tiene  acción  sobre  el  aire  ni 
sobre  el  oxígeno  ;¡pero  calentado  al  rojo,  este  úl- 
timo gas  se  convierte  en  parte  en  ácido  bórico;  es- 
ta conversión  no  es  completa ,  porque  la  porción 
de  ácido  formado  se  funde ,  envuelve  el  boro 
restante,  y  la  preserva  de  su  contacto  con  el  oxí- 
geno. 

El  boro  no  tiene  acción  sobre  el  agua ,  aun  á 
la  temperatura  de  +100.  Es  probable  sin  embar- 
go que  aun  calor  rojo  la  descompondría,  absor- 
biendo su  oxígeno  y  poniendo  el  hidrógeno  en 
libertad. 

Hemos  dicho  que  el  boro  forma  con  el  oxígeno 
un  Acido  bórico  (V.  esta  palabra)  :  también  se 
combina  con  el  cloro,  el  azufre,  el  flúor,  etc., 
pero  estos  compuestos  han  sido  poco  estudiados. 

El  boro  no  tiene  usos. 

BOItQUIMNO.  Pescado  que  sigue  á  las 
naves  que  atraviesan  el  Océano  atlántico  boreal, 
y  coje  con  anhelo  las  sustancias  nutritivas  que  se 
echan  en  el  mar.  Los  Ingleses  no  estiman  su  car- 
ne ;  los  Franceses ,  al  contrario,  la  buscan. 

BORRA.  En  el  comercio,  seda  este  nom- 
bre á  diversas  sustancias :  al  filadiz  ó  seda  des- 
perdiciada é  imperfecta  que  se  saca  con  el  peine 
de  cardar,  después  de  haber  separado  la  seda 
lina  de  los  capullos ,  conocida  con  las  denomina- 
ciones mas  especiales  de  borra  de  seda,  borra  de 
seda  hilada,  empleada  en  la  tejedura  de  mu- 
chas estolas  dichas  borra  de  seda,  medias,  guan- 
tes, cordones ,  cinturones,  etc. ; — borra  de  cri- 
nes, crine s rizados,  que  se  emplean  para  rellenar 


BOR 

los  sillones,  etc.;  —borra  de  pelo,  procedente  de 
las  pieles  depiladas ,  y  que  se  emplea  por  los  si- 
lleros-guarnicioneros para  rellenar  los  cabezales 
y  collares  de  los  caballos;  etc.  Desígnanse  tam- 
bién bajo  el  nombre  de  borras  las  cosechas  bru- 
tas del  algodón ;  se  dice  á  veces  borra  de  cáña- 
mo, lino ,  pero  mas  particularmente  estopas,  para 
designar  los  residuos  de  hilaza  menuda  o  mezcla- 
da.—En  fin,  véndense  bajo  el  nombre  de  borras 
pequeños  tacos  de  papel  arreglados  para  rellenar 
la  carga  de  las  escopetas  de  cazar. — Véanse  los 
artículos  especiales,  Algodón,  Crin,  Hilo,  Pelo, 
Pieles ,  y  Seda. 

Borra  de  lana.  Pelo  que  saca  el  tundidor, 
con  las  tijeras ,  del  paño  y  otros  tejidos  de  lana. 
Es  la  menos  apreciada  de  todas  las  borras ,  por- 
que es  en  extremo  corta,  pero  sirve  á  diferentes 
usos. 

Las  de  color  de  grana  y  color  de  fuego,  hervi- 
das con  ciertas  drogas,  se  emplean  para  colorar 
varias  cosas.  El  desperdicio  de  esta  especie  de 
borras  ,  de  cualquier  color  que  sea,  sirve  para 
llenar  cojines  de  sillicos ,  que  venden  los  peltre- 
ros. 

También  se  llama  Borra  de  lana  á  la  que  cae 
debajo  del  encañizado  cuando  sacude  la  lana. 

Borra  de  Magnesia.  Estofas  de  algodón, 
espesas ,  tupidas,  de  rayas  blancas,  fabricadas  en 
Magnesia  y  en  algunas  otras  ciudades  del  Asia-Me- 
nor, y  que  se  expiden,  por  Esmirna,  áfLiorna, 
Venecia,  Séniglaglia,  Marsella,  á  la  Holanda, 
etc. 

Borra  de  Marsella  ó  Borra  mo- 
ltérée.  Llámase  así  una  estofa  anubarrada  cu- 
yo urdimbre  es  de  buena  seda,  y  la  trama  de  fi- 
ladiz ,  y  que  antiguamente  se  recibía  del  Levan- 
te, en  donde  todavía  se  fabrica  muy  bien.  Hoy  día 
se  fabrica  en  Marsella,  Montpeller,  Liort,  Nimes, 
Avíñon ,  de  todas  especies  de  ancharías. 

BORRAJA,  Borago.  Género  de  plantas 
que  ha  dado  su  nombre  á  una  familia  natural,  las 
borragíneas ,  de  la  pentandria  monoginia  de  Lin- 
neo.  Su  nombre  latino  es  una  modificación  de 
Corago ,  su  nombre  entre  los  antiguos  ,  cor  ago, 
yo  alegro  el  corazón.  Este  género  contiene  unas 
diez  especies ,  que  crecen  en  la  Europa  media  y 
austral,  el  Oriente,  él  norte  del  África,  la  India 
oriental ,  y  las  islas  del  Cabo  verde :  son  plantas 
herbáceas,  anuas  ó  vivaces;  de  tallos  y  hojas  ás- 
peras, erizadas  de  pelos  picantes;  de  inflores- 
cencias sub-unilaterales,  y  dispuestas  en  racimos 
sueltos,  ramificados,  cuyas  flores  son  de  color  de 
rosa,  azules  ó  blancas," y  en  ciertas  especies  pa- 
san al  azul  de  lapizlazulí  mas  ó  menos  puro ,  al 
color  de  rosa  ó  al  blanco. 

Borraja  ol'íieiiial.  Borraja  [Bora- 
go officinalis ,  L.).  Esta  planta  anua,  indigena, 
que  crece  en  los  lugares  cultivados ,  en  las  huer- 
tas, etc.,  tiene  un  "tallo  alto  de  uno  á  dos  pies, 
ramoso  ,  sucolento  ,  hueco ,  muy  erizado  de  pe- 
los tiesos ,  así  como  toda  la  planta ;  sus  hojas  son 
alternas ,  anchas ,  ovales ,  sésiles ,  y  las  inferiores 
pecioladas;  sus  flores  son  elegantes,  nacen  blan- 
cas ,  se  enrojecen  al  abrirse  y  no  tardan  en  to- 


BOT 

mar  un  hermoso  color  azul  de  lapislázuli;  su  co- 
rola es  rodada  con  cinco  divisiones  muy  abiertas, 
cuyo  color  á  veces  varia  desde  el  blanco  puro  al 
encarnado  mas  lino  y  al  rojizo,  y  tiene  una  an- 
chura de  diez  ó  doce  lineas.  Toda  la  plañía  es  de 
un  olor  un  poco  viroso ,  insípida  ,  y  está  llena  de 
un  zumo  mucilaginoso  y  nitrado ,  tan  viscoso  que 
es  difícil  de  obtenerlo , "  siendo  indispensable  aña- 
dirle agua  para  desleerlo. 

Esta  planta  se  propaga  por  si  misma  por  sus 
semillas  que  caen  y  duran  dos  años  en  buen  es- 
tado. 

La  borraja  es  considerada  como  pecloral ,  tem- 
perante ,  ligeramente  sudorífica;  las  hojas  y  las 
flores  son  empleadas  en  el  romadizo,  el  catarro, 
las  enfermedades  eruptivas ,  el  reumatismo  etc., 
en  infuso  azucarado  del  que  se  hace  un  uso  fre- 
cuente y  casi  doméstico.  Con  esta  planta  se  pre- 
para una  agua  destilada  ,  usada  en  las  pociones 
calmantes,  pero  que  es  inerte;  se  altera  al  cabo 
de  algunos  dias ,  y  difunde  un  olor  de  hidrógeno 
sulfurado ,  inconveniente  que  no  tiene  la  que  se 
prepara  solamente  con  las  flores.  El  extracto  de 
borraja,  empleado  aveces  como  fundente,  debe 
prepararse  con  la  planta  seca.  La  borraja  entraba 
en  un  gran  número  de  preparaciones  olicinales, 
de  las  que  hoy  dia  se  halla  proscrita,  y  el  Sr. 
Murray  piensa  que  podria  aun  borrársela  de  la 
materia  médica  sin  inconveniente.  Sus  hojas  son 
comidas  en  ciertos  lugares  como  las  espinacas  y 
como  la  col  en  el  puchero ;  sus  flores  sirven 
para  adornar  las  ensaladas  ,  fiambres ,  etc. ,  en 
razón  de  su  hermoso  color.  Se  dice  que  la  bor- 
raja es  el  símbolo  de  la  descortesía  y  poca  finura 
por  su  aspecto  y  tacto  ordinario  y  basto. 

HOM  .  Pescado  que  vive  en  los  mares  de  la 
India.  Es  mal  configurado,  se  alimenta  de  yerbas 
marinas  y  de  pequeños  insectos  que  encuentra 
en  las  aguas:  su  carne,  aunque  muy  aceitosa  y 
de  difícil  digestión,  es  muy  estimada  de  los  pue- 
blos déla  India. 

BOTELLA.  Esta  palabra  se  aplica  casi  ex- 
clusivamente á  los  \  asos  de  vidrio  grosero  mas  ó 
menos  colorado,  destinados  para  contener  vinos, 
licores,  aguas  minerales ,  jarabes,  etc. 

La  composición  de  las  botellas  varía  según  los 
lugares  en  que  están  situadas  las  fábricas, que 
emplean  como  fundente,  ya  las  sosas  brutas 
artificiales  ó  de  varech ,  ya  las  cenizas,  ya  tam- 
bién los  residuos  de  lejiasde  jaboneros.  Cómo  en 
todos  los  vidrios,  la  sílice  forma  su  elemento  prin- 
cipal, sin  que  sea  necesario  tenerla  pura,  pues  las 
arenas  amarillas  son  aun  preferibles,  por  su  ma- 
yor fusibilidad.  Las  diversas  materias  que  entran 
en  su  composición  contienen  óxido  de  hierro  y 
partes  combustibles  cuya  presencia  produce  el 
color  mas  ó  menos  verde ,  mas  ó  menos  moreno, 
que  se  observa  en  las  botellas. 

Sin  que  entremos  en  los  pormenores  de  la  fa- 
bricación de  las  botellas ,  que  son  ágenos  de 
nuestro  objeto ,  y  ocupándonos  de  su  importancia 
comercial  „  debemos  decir  que  siendo  el  precio 
de  las  botellas  poco  elevado ,  por  ser  de  lodos  los 
productos  de  la>  fábricas  de  vidrio  el  mas  grose- 
o2 


BOT  m 

ro,  dan  sin  embargo  una  cifra  de  fabricación  muy 
considerable  y  quizás  igual  á  la  de  todos  los  de- 
más productos  de  vidrio  reunidos. 

Las  cualidades  exteriores  de  una  botella  con- 
sisten en  una  forma  regular,  un  grueso  de  vidrio 
igualmente  repartido,  y  que  su  color  sea  lim- 
pio ,  libre  de  burbujas  y  de  granos.  Las  botellas 
deben  sobre  todo  ser  bien  recocidas,  es  decir, 
haber  pasado  con  lentitud  y  sin  golpe  de  aire  de 
la  temperatura  roja  á  la  temperatura  ordinaria. 
Las  botellas  de  una  mala  recocida  están  muy  su- 
jetas á  romperse  aun  sin  choque.  Ln  buen  "reco- 
cido es  sobre  todo  necesario  para  los  vinos  espu- 
mosos que  ejercen  una  gran  presión  sobre  las 
paredes  de  la  botella.  La  resistencia  á  la  presión 
del  gas  depende  mucho  también  de  las  materias 
que  entran  en  la  composición  del  vidrio  y  de  la  ha- 
bilidad del  obrero  soplador.  Se  comprenderá  fá- 
cilmente que,  por  una  parte,  si  el  vidrio  es  agrio, 
seco,  y  por  otra  parte  si  el  soplador  no  ha  repartido 
igualmente  el  grueso  de  aquel ,  las  botellas  de- 
berán resistir  mal  á  la  presión.  El  Sr.  Colardeau 
ha  construido  un  aparato  para  probar  la  fuerza 
de  cohesión  de  las  botellas ,  por  medio  del  que 
se  determina  el  número  de  atmósferas  cuya  pre- 
sión ocasiona  la  rotura  de  una  botella.  Este  apa- 
rato no  es  generalmente  adoptado  por  los  consu- 
midores, quienes,  en  la  recepción  de  botellas  des- 
tinadas sobre  todo  para  los  vinos  espumosos  ó  lico- 
res gaseosos,  deberían  probar  cierto  número.  La 
importancia  de  este  ensayo  es  tanto  mas  indis- 
pensable en  cuanto  los  fabricantes  de  vinos  espu- 
mosos pierden  generalmente ,  en  su  mas  alto 
de  grado  fermentación ,  cerca  de  un  tercio ,  y 
á  veces  mas  de  la  mitad  de  las  botellas. 

El  defecto  mas  esencial  que  ha  de  evitarse  en 
la  fabricación  de  las  botellas  es  el  que  resulta 
de  una  mala  proporción  de  las  materias,  que 
hace  alas  botellas  mas  ó  menos  alterables  por 
los  líquidos  que  contienen,  y  en  consecuencia 
cambia  la  naturaleza  de  estos  líquidos.  Botellas 
que  tengan  un  exceso  de  álcali  ó  un  exceso 
de  cal  son  del  todo  impropias  para  contener 
vinos,  cerbezas  y  ácidos.  Eslácil  asegurarse  dcsi 
la  materia  de  uña  botella  contiene  un  exceso  de 
cal ,  con  meter  en  ella  ácido  sulfúrico  diluido  en 
8  ó  \0  partes  de  agua,  porque  al  cabo  de  algu- 
nos dias  se  verá  formar  en  las  paredes  inte- 
riores de  la  misma  especies  de  pústulas  blancas 
que  no  son  otra  cosa  que  sulfato  de  cal.  Si  hay  ex- 
ceso de  álcali,  se  verá  alas  botellas  cargarse  de 
humedad  ,  pero  también  podrá  reconocerse  posi- 
tivamente metiendo  agua  pura  en  la  botella,  te- 
niéndola por  algún  tiempo  á  un  calor  suave,  y 
probando  en  seguida  esta  agua  con  reactivos. 

Se  llama  Botijón  ,  y  también  Dama-juana ,  á 
una  botella  de  un  gran  volumen ,  comunmente 
cubierta  de  mimbre  ó  de  junco,  ó  de  trenzas  de 
paja ,  destinada  para  contener  líquidos,  tales  co- 
mo los  aceites  délos  pintores,  y  principalmente 
los  ácidos  hioroclórico,  sulfúrico ,  nítrico  y  otros. 
Estas  botellas  se  hacen  de  vidrio  común  ,  y  tam- 
bién de  asperón  ó  gres;  su  cabida  es  variable, 
pero  regularmente  de  25  á  30  azumbres. 
tomo  i. 


í  I O  BOT 

Bfií'f  ir  A.  Por  Botica  entendemos  aquí  la  co- 
lección de  sustancias  medicamentosas  que  el  far- 
macéutico tiene  á  disposición  del  médico  y  del 
público  para  la  curación  de  las  dolencias  que  afli- 
gen al  hombre. 

Sorprenderá  tal  vez  que  hayamos  reservado  un 
lugar  en  nuestro  Diccionario  para  la  botica,  esto 
es  que  consideremos  la  botica,  ó  mejor  el  com- 
plexo de  las  sustancias  medicamentosas  que  cons- 
tituyen la  industria  farmacéutica,  como  una  mer- 
cancía; pero  por  lo  que  iremos  exponiendo  se 
reconocerá  que  nuestro  aserto  es  una  verdad. 

Sabido  es  que  en  el  origen  de  la  medicina,  la 
cirugía  y  la  farmacia  no  formaban  con  ésta  sino 
un  solo  arte,  que  Hipócrates  preparaba  y  llevaba 
consigo  sus  remedios  ,  que  Aristóteles  en  su  ju- 
ventud había  ejercido  la  farmacia,  que  Teofrasto 
escribió  sobre  algunas  parles  de  este  arte ,  que 
Galeno,  que  tanto  lo  celebró  y  enriqueció  ,  tenia 
una  botica  en  liorna,  y  finalmente  que  hasta  el 
siglo  XII  la  medicina  ejercía  por  sí  misma  la  far- 
macia. 

Antes  de  esta  última  época ,  excepto  en  la  edad 
media,  en  tiempo  de  los  Árabes,  en  que  brillaron 
algunas  débiles  luces  de  la  química ,  la  farmacia 
consistía  no  mas  que  en  mixturas  galénicas,  sin 
queni  siquiera  se  sospechara  en  las  reacciones  re- 
cíprocas de  las  afinidades  en  las  composiciones  de 
Serapio,  Mesue,  Avicena,  etc.  Pero  posteriormen- 
te ,  el  descubrimiento  del  nuevo  mundo  abrió  una 
ilimitada  carrera  á  las  conquistas  de  la  historia 
natural ;  la  farmacia  se  enriqueció  con  poderosos 
auxiliares,  y  las  artes  á  ella  anexas  con  objetos 
no  menos  importantes;  las  ciencias  físicas  y  quí- 
micas comenzaron  á  ser  conocidas,  sobretodo 
por  las  investigaciones  de  los  médicos  y  de  los 
farmacéuticos;  y  el  entusiasmodelos  alquimistas, 
que  se  dedicaban  á  la  metalurgia  y  á  la  crisope- 
ya, contribuyó  á  descubrir  preparaciones  enérgi- 
cas entre  las  manos  de  Paracelsó,  de  Basilio  Va- 
lentín, ele. 

Entonces,  con  los  siglos  XVI  y  XVII ,  amane- 
ció una  era  brillante  para  los  conocimientos  natu- 
rales y  químicos  como  para  la  farmacia,  tiempo 
ha  separada  de  los  otros  ramos  del  arle  de  curar. 
El  espacio  no  nos  permite  elogiar  aquí  á  todos 
los  hombres  que  prepararon  con  tanto  trabajo  los 
materiales  de  este  edificio  glorioso  levantado  en 
nuestros  dias;  pero  la  historia  de  las  ciencias  no 
puede  olvidar  que  el  arte  farmacéutico  produjo 
un  gran  número  de  mineralogistas,  de  botánicos, 
de  zoologistas  y  de  químicos  célebres ,  á  los  cua- 
les la  posteridad  debe  el  desenvolvimiento  de 
tantas  arles  y  de  su  industria  actual. 

Efectivamente,  en  el  siglo  XVIII,  después  de 
los  Slhaly  los  Boerhaave,  fué  cuando  este  arle, 
heredero  de  los  trabajos  de  tantos  ilustres  pre- 
decesores, concurrió  al  florecimiento  general  dé- 
las ciencias.  Imposible  seria  enumerar  aquí  todo 
lo  que  se  debe  á  los  inmensos  desvelos  de  los 
Houclle,  de  los  Macquer,  de  los  Bergmann  y 
Scheele,  délos  Priestley.  Kiwan,  Bayen,  Lavoi- 
í.ier,  Pourcroy ,  Guylon'de  Worveau  ,*  Berthollet, 
Klaproth  ,  Parmentier  ,  Prousl ,  Davy  ,  Baumé, 


BOT 

Loeches  ,  Salvador  y  Pedrol  ,  Gómez  Ortega» 
Gutiérrez  Bueno,  Hernández  de  Gregorio,  Carbo- 
nell  y  Bravo,  y  desde  éstos  á  los  sabios  actual- 
mente vivientes,  que  han  elevado  á tanta  altura 
estos  vastos  conocimientos  conservadores  de  la 
humanidad. 

Es  menester  no  olvidarlo :  todos  los  objetos  im- 
portantes para  la  salubridad  pública,  el  análisis 
de  las  aguas  y  de  los  aires,  ó  su  desinfección;  el 
examen  especial  de  los  producios  naturales  y  su 
composición  química ,  su  uso  diario  en  nuestros 
alimentos,  en  la  economía  domestican  rural;  to- 
das las  artes  nacidas  de  una  libertad  industriosa, 
son  en  adelante  tributarias  á  los  esludios  farma- 
céuticos y  químicos.  La  conservación  ó  la  dete- 
rioración" de  los  alimentos  y  de  las  bebidas,  co- 
mo su  mejor  preparación;  lá  extracción  y  purifi- 
cación de  los  cuerpos  grasos;  la  destilación  de 
los  espirituosos;  la  fabricación  de  las  sales,  de 
los  ácidos ,  de  los  jabones,  la  del  azúcar,  de  los 
colores  y  Untes ,  de  las  materias  textiles  y  su  la- 
vadura,* y  otros  productos;  y  mil  otras  combi- 
naciones/industriales  y  manufactureras  reclaman 
las  luces  del  farmacéutico ,  químico  y  naturalis- 
ta, independientemente  de  sus  atribuciones  es- 
peciales para  la  medicina  terapéutica.  Además, 
la  farmacia  ha  conquistado  un  alto  puesto  cientí- 
fico en  las  principales  academias  de  la  Europa. 

Este  arte ,  hoy  día  tan  vasto ,  toma  sus  elemen- 
tos en  la  historia  natural  de  los  tres  reinos ,  para 
todos  los  objetos  de  que  hace  uso,  y  en  la  quí- 
mica, que  enseña  el  análisis,  la  síntesis,  la  com- 
binación de  los  principios  en  el  estado  de  medica- 
mento. Estos  estudios  abrazan  casi  toda  la  na- 
turaleza. 

A  medida  que  las  ciencias  naturales  y  químicas 
se  fueron  perfeccionando,  el  arte  farmacéutico 
simplificó  mucho  sus  procederes,  y  redujo  el  nú- 
mero, antes  inmenso,  desús  fórmulas,  lagenerali- 
dadsimplesmixturas  galénicas.  De  ahí  dala  el  uso 
de  establecer  códigos  ó  farmacopeas ,  para  cada 
pais,  quecontengan  las  fórmulas  legalmente  reco- 
nocidas eficaces  por  la  experiencia  délos  prácticos 
y  que  describan, con  lasdóses  precisas  de  los  ingre- 
dientes, sus  proporciones  mas  exactas  para  ope- 
rar estas  combinaciones.  Asi  es  como  el  médico 
¡Mienta  con  mas  seguridad  en  el  medicamento 
oficinal  que  prescribe,  y  también  como  pueden 
prevenirse  errores  aveces  funestos.  Sin  embargo, 
las  ciencias,  tendiendo  sin  cesar  ásu  perfecciona- 
miento ,  elaboran  á  cada  momento  estos  medios 
terapéuticos,  que  no  pueden  permanecer  estacio- 
narios con  el  establecimiento  de  recetarios  ó  có- 
digos farmacéuticos.  Incesantemente  aparecen 
nuevas  preparaciones  ó  fórmulas  investidas  de  la 
eslima  pública ,  mientras  que  recetas  anticuadas 
caen  en  desuetud  ó  aparecen  con  sus  imperfeccio- 
nes, y  profundizando  cada  diamas  el  conocimiento 
de  las  acciones  químicas  y  recíprocas  de  los 
cuerpos,  el  farmacéutico  descubre  en  ellos  nuevas 
propiedades,  ó  resultados  con  frecuencia  impre- 
previstos  por  el  médico,  que  es  quien  debe  cui- 
dadosamente comprobarlos. 

El  reducidísimo  bosquejo  de  la  historia  de  la 


BOT 

farmacia,  que  acabamos  de  trazar,  dice  lo  sufi- 
ciente para  dejar  consignado  de  cuanto  la  socie- 
dad es  deudora  al  arle  farmacéutico,  que  cons- 
tituye una  profesión  toda  de  probidad  y  de  alta 
importancia,  y  á  la  que  nunca  se  la  rodeará  de 
bastante  consideración;  arte  honorífico,  lleno  de 
una  responsabilidad  terrible,  que  exije  profundo 
saber  y  singular  prudencia. 

Estas  consideraciones,  sin  duda ,  indujeron  á 
todas  las  naciones  civilizadas  a  cultivar  con  pre- 
dilección el  estudio  de  la  farmacia ,  distinguién- 
dose entre  ellas  la  España,  que  á  principios  de 
este  siglo  elevó  el  arle  farmacéutico  á  facultad 
mayor,  estableciendo  escuelas  especiales  para  su 
enseñanza,  escuelas  que ,  á  beneficio  de  las  lec- 
ciones dadas  por  ilustres  catedráticos,  han  pro- 
ducido insignes  profesores,  ilustrados  escritores, 
y  hábiles  prácticos,  quienes  todos  de  consuno,  los 
unos  en  los  Institutos  y  Universidades ,  los  otros 
en  sus  bufetes  y  en  sus  laboratorios ,  se  esfuerzan 
en  difundir  la  luz  de  las  ciencias  naturales  con 
aplicación  no  solo  á  la  medicina ,  sí  que  también 
á  las  arles  industriales ,  á  la  agricultura  y  á  las 
uecesidades  de  la  vida  civil.  Ninguna  nación  nos 
adelanta  respecto  á  la  enseñanza  farmacéutica; 
el  Gobierno  laatiende  de  una  manera  especial,  no 
escaseando  medio  á  fin  de  que  los  alumnos  adquie- 
ran una  instrucción  sólida  y  metódica  cual  se  re- 
quiere para  poder  ejercer  este  importante  ramo 
del  arte  de  curar. 

Mas,  sensible  es  decirlo,  forma  un  singular 
contraste  el  apogeo  del  estudio  de  la  farmacia 
con  la  decadencia  de  los  intereses  profesionales. 
A  medida  que  aquel  se  ensancha  éstos  van  redu- 
ciéndose. 

El  análisis  químico  mata  á  la  polifármacia ,  y 
los  intereses  profesionales  quedan  cruelmente 
lesiados; — en  seguida  la  medicina,  ilustrada  á  be- 
neficio de  los  progresos  de  la  cirugía  y  de  la  far- 
macia, cambia  uno  tras  otro  sus  sistemas  curati- 
vos, desde  el  de  Broussais  y  el  de  Ilanheraann 
hasta  el  de  Le-Roy  y  Raspad ,  y  aun  el  expec- 
tante ,  llevando  la  simplificación  médica  al  infini- 
to, y  los  intereses  profesionales  quedan  lerrible- 
9  mente  heridos ;  —  las  necesidades  siempre  cre- 
cientes de  la  industria  en  general  familiarizan  al 
pueblo  con  el  estudio  de  las  ciencias  naturales, 
eu  particular  de  la  química,  adquiriendo  así  el 
conocimiento  de  los  medicamentos,  y  los  intereses 
profesionales  reciben  un  golpe  terrible; — final- 
mente ,  la  prensa  ,  que  ha  servido  de  vigorosa 
palanca  á  la  ilustración,  populariza  lodos  los  ra- 
mos del  arte  de  curar,  por  medio  de  obras  de 
medicina  doméstica,  revelando  los  arcanos  del 
arle  farmacéutico,  y  aquí  reciben  el  último  gol- 
pe los  intereses  profesionales 

Parece  increíble,  la  ciencia  que  encumbró  el 
boticario  hasta  al  doctóralo,  y  que  le  ennobleció 
á  los  oíos  de  la  sociedad  por  los  grandes  servicios 
que  á  la  misma  prestara,  la  ciencia  ha  sido  la 
que  mas  ha  contribuido  á  la  disminución  de  los 
beneficios  subsiguientes  al  ejercicio  de  la  far- 
macia. 

El  boticario  rutinario  no  era  botánico ,  pero 


BOT  411 

cultivaba  un  pequeño  jardín  de  plantas  medici- 
nales cuya  venta  le  era  muy  lucrativa;  no  era 
químico,  pero,  en  su  trastienda,  elaboraba  po- 
bfármacos  y  pócimas ,  que  no  solo  merecían  la 
confianza  de  los  médicos  sí  que  la  del  vulgo  ,  y 
que  vendia  á  buen  precio;  no  era  científico, 
pero  la  imperturbable  tranquilidad  que  le  conce- 
día el  ver  asegurada  su  subsistencia  y  su  porve- 
nir con  el  ejercicio  de  su  carrera,  le  llevaba  á 
emplear  sus  ocios  en  experimentos  que  han  con- 
tribuido á  los  adelantos  del  saber  humano;  por 
último ,  era  dichoso  ,  porque  en  aquellos  tiempos 
se  tenia  verdadera  le  en  la  medicina  ,  y  el  intru- 
sismo no  habia  podido  levantar  cabeza  oprimi- 
da bajo  el  peso  del  misterio  del  arte  farmacéu- 
tico. 

El  boticario  moderno  es  botánico  y  químico, 
pero  no  aplica  estas  ciencias  en  provecho  de  sus 
intereses:  despreció  el  comercio  de  las  yerbas 
medicinales,  desmembrando]  su  arle  para  cons- 
tituir la  herbolaristería,  que  se  le  ha  erigida  en 
rival  no  poco  temible;  cerró  su  modesto  labora- 
torio á  la  abertura  de  los  laboratorios  de  produc- 
tos químico-farmacéuticos  y  de  las  fábricas  de 
productos  químicos  que  tienen  á  la  vez  aplicación 
á  las  artes  y  á  la  medicina ,  yendo  en  pos  de  una 
falaz  economía,  y  con  tal  conducta  ensanchó  ex- 
traordinariamente el  círculo  de  la  droguería ,  la 
que,  á  impulsos  de  las  circunstancias,  se  le  ha 
erigido  en  una  formidable  enemiga.  Horrible- 
mente mutilado  el  arte  con  la  muerte  de  la  poli- 
fármacia, el  boticario,  agobiado  con  la  idea  de 
la  simplificación  médica  y  de  la  poca  creencia 
que  el  vulgo  de  día  en  día  tiene  en  la  medicina, 
vese  obligado,  para  hacer  frente  á  sus  necesida- 
des, á  luchar  con  los  herbolarios  y  droguistas,  y 
con  el  intrusismo,  que,  bajo  distintos  y  seductores 
disfraces,  merma  incesantemente  el  negocio  desu 
botica,  desde  que  la  luz  de  la  ciencia  ha  revela- 
do los  arcanos  de  la  profesión  de  Galeno. 

Triste  es,  en  verdad,  lasituackn  del  farmacéu- 
tico moderno :  ha  consumido  los  preciosos  años 
de  su  juventud  en  el  estudio  de  la  ciencia,  sin  que 
en  la  práctica  de  su  profesión  pueda  tener  el 
placer  de  aplicarla,  como  le  han  enseñado  sus 
maestros.  Puede  titularse  hombre  científico,  pero 
no  le  es  dable,  por  mas  amor  que  profese  a  lo* 
adelantos  del  saber,  dedicarse,  como  sus  mayo- 
res, hombres  de  rutina,  á  experiencias  que  con- 
tribuyan á  la  propagación  de  las  luces,  porque 
las  circunstancias  le  precisan  á  tener  cerrado  su 
laboratorio,  y  porque  el  ejercicio  de  su  profesión 
apenas  le  da  para  atender  á  su  subsistencia. 

Qué  anomalía  !  El  boticario  empírico  llevaba 
la  gloria  de  contribuir  al  desenvolvimiento  de  los 
adelantos  del  saber  humano ,  y  se  hacia  rico  coa 
el  producto  de  su  carrera.  El  boticario  científico 
tiene  el  doble  pesar  de  no  poder  consagrarse  al 
estudio  práctico  de  la  ciencia  y  de  que  el  ejerci- 
cio de  su  facultad  no  le  proporcione  lo  necesario 
para  vivir  modestamente.  La  ignorancia  sostenía 
al  primero ,  la  ilustración  ha  destruido  al  segundo. 

La  farmacia  ha  sido  en  todos  tiempos ,  como  lo 
es  al  presento,  un  ramo  de  industria  mercantil 


4ÍÍ  BOT 

ejercido  bajo  la  relación  del  médico.  Cuando  la 
medicación  era  muy  complicada,  esto  es  en  épo- 
ca de  la  polifármacia ,  que  el  farmacéutico  era 
verdaderamente  un  industrial  que  confeccionaba 
todos  los  medicamentos  que  vendía ,  y  que  el 
médico  estaba  en  relaciones  continuas  con  el  bo- 
ticario ,  entonces  el  ejercicio  de  la  farmacia  era 
sobremanera  lucrativo.  Hoy  dia,  que  la  medica- 
ción es  sencillísima,  que  el  farmacéutico,  con 
raras  excepciones ,  se  limita  no  mas  que  á  la 
preparación  de  los  medicamentos  magistrales  y 
algunos  de  oficinales ,  y  que  el  médico  está  lo  me- 
nos posible  en  relaciones  con  el  boticario ,  por 
efecto  de  los  sistemas  curativos  y  por  otras  razo- 
nes agenas  de  este  escrito ,  el  ejercicio  de  la  far- 
macia es  escasamente  productivo. 

El  estado  actual  de  cosas  fuerza  al  boticario  á 
infringir  la  ley ,  que  le  manda  preparar  todos  los 
medicamentos  que  necesita  para  el  surtido  de  su 
oficina,  pues  ,  salvo  raras  excepciones,  compra 
las  yerbas  indígenas  en  las  herbolaristerías  ,  y  se 
surte  en  las  droguerías  y  laboratorios  de  produc- 
ios químico-farmacéuticos  de  las  drogas  exóticas, 
de  los  productos  químicos,  preparados  farmacéu- 
ticos y  medicamentos  oficinales.  Así  es  como  el 
farmacéutico ,  de  industrial-mercantil  que  es ,  y 
deberiaser,  va  trasformándose  en  simple  merca- 
der al  ínfimo  pormenor,  si  una  nueva  legislación 
no  le  libra  de  la  prohibición  de  vender  sustancias 
medicamentosas  sin  receta  de  médico. 

La  farmacia  puede  ser  considerada  simplemen- 
te como  un  ramo  de  comercio  no  solo  por  efecto 
de  la  compra  de  medicamentos  de  reposición,  sí 
que  también  porque  cuando  el  farmacéutico  se 
establece  puede  comprar,  ó  comunmente  compra, 
el  complexo  de  las  sustancias  medicamentosas 
que  necesita  para  el  servicio  del  público,  esto  es 
la  botica.  Antiguamente  se  preparaba  una  botica, 
ó  mejor  se  elaboraba  la  colección  de  sustancias 
medicamentosas  que  el  profesor  debía  tener  á  la 
disposición  del  médico ,  lo  que  consumía  mucho 
tiempo  y  ocasionaba  no  poco  trabajo.  Al  presen- 
te se  hallan  venales  boticas  de  todos  precios  en 
los  laboratorios  de  productos  químico-farmacéu- 
ticos, en  donde  por  lo  regular  las  compran  los 
jóvenes  profesores  que  quieren  establecerse,  con 
lo  que  se  dispensan  trabajo ,  consiguen  economía 
y  ganan  tiempo ,  porque  en  menos  de  cuarenta  y 
ocho  horas  están  al  frente  de  una  oficina  cargan- 
do con  la  responsabilidad  de  medicamentos  que 
no  han  preparado.  La  botica  es ,  por  lo  tanto, 
una  mercancía,  que  es  lo  que  hemos  sentado  al 
empezar  este  artículo.  De  ahí,  doloroso  es  decir- 
lo ,  personas  ilustradas  se  atreven  á  considerar 
el  arte  farmacéutico  como  un  oficio  mecánico  y 
osan  aventurar  que,  para  su  ejercicio,  podría  pres- 
cindirse  hasta  cierto  punto  de  estudios  previos. 

La  imprescindible  necesidad  que  el  farmacéu- 
tico ha  tenido  de  renunciar  á  la  elaboración  de 
los  productos  químicos  y  déla  generalidad  de  los 
medicamentos  oficinales  ,  por  la  baratura  á  que 
se  los  ha  proporcionado  el  comercio  ,  ha  sido  tan 
funesta  al  arte  como  á  los  adelantos  de  la  cien- 
cia ;  ha  hecho  perder  al  boticario  parte  de  la  con- 


BOT 

sideración  que  se  merece  por  su  saber  y  le  ha  obs 
truido  el  camino  que  le  conducía  á  la  gloria  pos- 
tuma. Ha  muerto  la  facultad. 

ti  lastimero  cuadro  sobre  el  ejercicio  de  la 
farmacia,  que  acabamos  de  bosquejar,  ha  mereci- 
do lijar  la  atención  de  hombres  pensadores,  quie- 
nes ,  por  desgracia ,  se  han  contentado  no  mas 
con  expresar  melifluas  lamentaciones.  La  ge- 
neralidad de  los  boticarios ,  preocupados  con  el 
natural  deseo  de  la  conservación ,  sin  filosofar 
sobre  las  causas  de  la  decadencia  material  del 
arte,  han  clamado  por  la  observancia  de  las  an- 
tiguas leyes  prohibitivas ,  que  si  pudieron  servir 
para  elevar  la  profesión  farmacéutica  á  ciencia, 
han  caído  en  desuetud  al  soplo  de  la  ilustración 
de  la  era  presente;  otros ,  no  obstante ,  han  opi- 
nado por  la  urgente  reforma  déla  legislación  ac- 
tual. 

Pertenecemos  á  estos  últimos ;  pero  nosotros 
deseáramos  una  reforma  radical  y  completa.  He- 
mos examinado  detenidamente  la  cuestión ,  y,  á 
beneficio  de  nuestro  pobre  raciocinio  ,  nos  he- 
mos convencido  de  que  la  legislación  vigente  es 
insuficiente  para  sostener  los  intereses  de  la  pro- 
fesión de  farmacia,  digna  por  muchos  respetos  de 
mejor  suerte ,  en  armonia  con  al  mejor  servicio 
sanitario.  Habiéndose  dignado  el  Excmo.  Sr. 
Gobernador  civil,  D.  Ventura  Diaz,  consultarnos 
para  que  ,  en  unión  con  el  distinguido  letrado  y 
publicista  D.  Francisco  Caries,  emitiéramos  tas 
ideas  ó  datos  especiales  que  tuviéramos  sobre  la 
materia,  hemos  extendido  y  vamos  á  presentar 
al  Gobierno  una  memoria  en  la  que  demos- 
tramos la  necesidad  de  reformar  toda  la  legis- 
lación farmacéutica,  probando  que  la  nueva 
ley  debería  estar  principalmente  basada  en  ele- 
var la  droguería  á  profesión  científica  y  en  la  abo- 
lición de  las  restricciones,  absurdas  é  innecesa- 
rias ,  que  encadenan  el  ejercicio  de  la  farmacia, 
esto  es  que  el  boticario  pudiese  despachar  cuan- 
to se  le  pida  sin  receta  de  médico;  en  una  pala- 
bra, que  fuese  considerado  como  facultativo 
cuando  estuviese  en  relaciones  con  éste,  pero 
que  no  se  le  impidiese  ejercer  libremente  la  dro- 
guería y  otros  ramos  de  industria  química,  que» 
forman  partes  integrantes  de  sus  estudios  como 
de  su  carrera.  Así  se  conseguiría  la  corrección 
de  abusos  respecto  á  la  venta  de  sustancias  me- 
dicamentosas por  personas  imperitas,  se  estable- 
cerían de  una  vez  los  límites  de  la  profesión  de 
droguista,  y  se  daria  nueva  vida  al  ejercicio  de 
la  farmacia.  Entonces  los  farmacéuticos  se  apre- 
surarían á  abrir  sus  laboratorios,  y,  haciendo 
aplicación  de  las  lecciones  de  sus  maestros ,  po- 
drían atender  á  su  subsistencia,  y  á  imitación  de 
los  antiguos  boticarios  consagrar  sus  ratos  de 
ocio  al  estudio  de  las  ciencias  naturales. 

Quizás  se  nos  acusará  de  haber  sido  sobrado 
difusos  al  hablar  de  la  botica,  pero  no  de  otro 
modo  nos  hubiera  sido  posible  trazar  el  verdade- 
ro cuadro  de  la  industria  farmacéutica,  que 
merece  toda  consideración  de  parte  del  Gobier- 
no, ya  por  los  derechos  que  las  leyes  conceden 
y  deben  cenceder  á  los  individuos  que  la  profe- 


BOT 
san ,  ya  porque  su  ejercicio  está  intimamente  li- 
gado con  los  intereses  de  la  salud  pública. 

BOTIQUÍN.  Botica  portátil  ó  cajón  que 
contiene  cierto  número  de  medicamentos  y  útiles 
ó  instrumentos,  para  atender  á  la  curación  de  las 
dolencias,  cuando  se  va  de  camino  ó  se  vive  en 
lugares  donde  no  haya  farmacéutico. 

Las  cajas  de  botiquines  se  hacen  de  nogal,  cao- 
ba, limonero  ,  ébano,  y  de  madera  común;  sus 
formas  varían  según  el  capricho  del  que  las  dispo- 
ne construir,  pero  siempre  debe  procurarse  que 
sean  sólidas,  que  embaracen  lo  menos  posible,  y 
que  los  botes  no  traqueen  en  sus  puestos. 

Respecto  al  número  y  á  la  especie  de  medica- 
mentos que  ha  de  contener  un  botiquín,  varian 
según  los  casos  y  las  necesidades  de  las  perso- 
nas para  quienes  se  destina. 

Hay  circunstancias  en  que  los  particulares  tic 
nen  una  necesidad  imprescindible  de  medicarse  á 
sí  mismos,  como  sucede  con  los  habitantes  del 
campo  que  viven  lejos  de  médico  y  de  botica  ,  y 
los  marinos  en  sus  viajes.  Por  lo  tanto,  convendría 
que  el  Gobierno  fijase  la  atención  sobre  este  pun- 
to, disponiendo  hacer  un  modelo  de  botiquines  de 
aldea,  que,  con  una  instrucción ,  debidamente 
redactada,  pudiese  servir  á  los  curas  párrocos 
para  acudir  á  los  casos  perentorios  en  ausencia 
de  médico  y  de  boticario.  Asimismo  seria  urgen- 
tísimo que  diera  modelos  de  botiquines  de  naves, 
con  la  oportuna  instrucción ,  arreglados  según  la 
tripulación  y  la  travesía  que  aquellas  deberían 
correr,  para  evitar  los  errores  de  trascendencia  á 
quedan  origen  los  botiquines  compuestos  a  libre 
alvedno  de  los  capitanes  de  buques  ó  á  merced 
del  boticario. 

Somos  de  parecer  que  para  evitar  los  perjui- 
cios subsiguientes  al  mal  arreglo  de  los  boti- 
quines de  naves,  además  de  las  prevenciones 
que  hemos  indicado ,  deberían  ser  visitados  por 
el  subdelegado  de  farmacia  del  distrito ,  antes  de 
que  el  farmacéutico  que  los  hubiese  compuesto 
los  entregase  al  interesado ,  á  fin  de  justificar  si 
están  arreglados  alo  prevenido  por  la  ley.  Asi  se 
evitarían  los  muchos  errores  que  con  frecuencia 
se  observan  en  contra  de  la  salud  y  la  vida  de 
los  infelices  que  tienen  la  desgracia  de  enfermar 
en  alta  mar. 

B010\.  Pequeña  pieza  de  diversas  mate- 
rias ,  ordinariamente  redonda  y  plana,  á  veces 
combada  ó  en  forma  de  bola,  que  sirve  para  reu- 
nir dos  parles  separadas  de  los  vestidos  ,  ó  para 
ajustar  dos  la  una  sobre  la  otra  por  medio  de  los 
ojales. 

Se  hacen  bolones  de  varios  tamaños,  hechu- 
ras y  materias,  que  varian  según  la  moda,  ó  la 
comodidad,  eontandose  un  número  infinito  de  es- 
pecies diferentes  por  el  género  y  el  trabajo:  boto- 
nes de  azabache,  de  acero,  de  asta,  de  ballena, 
de  carey,  de  cartón,  de  estaño,  de  hierro,  de  hi- 
lo tejido  ,  y  á  la  red  ,  de  hueso,  de  lasling,  de 
marfil,  de  madera;  botones  de  metal,  lisos  y  cin- 
celados, para  el  civil  y  para  la  tropa;  botones 
de  nácar ,  de  pasta ,  de  papel  barnizado ,  de  pe- 
zuña ;  botones  de  seda  á  la  máquina,  y  ala  aguja; 


BOT  443 

bolones  de  vidrio,  etc.  También  se  hacen  bolones 
de  oro  y  de  plata ,  y  de  piedras  preciosas ,  como 
diamantes,  ágalas,  etc.  Igualmente  se  hacen  bo- 
tones cuyos  moldes  ó  hormillas  de  madera  están 
cubiertas  de  paño  ú  olro  tejido  cualquiera  hecho 
al  telar. 

Botones  de  azabache.  Esta  clase  de  bolones 
está  muy  poco  en  uso  al  presente ,  por  haber  si- 
do sustituida  con  los  botones  de  vidrio  y  de  pas- 
ta imitados  á  los  de  azabache,  prefiriéndose,  aun- 
que se  hagan  con  los  mismos  tallados,  los  de 
pasta  á  los  de  vidrio,  que  se  rompen  fácilmente. 
Los  pocos  bolones  de  azabache  verdadero  que  se 
consumen  son  fabricados  en  Alemania. 

Los  Botones  de  acero  los  recibimos  de  Birmín- 
gham  ,  en  Inglaterra ;  los  hay  de  diferentes  espe- 
cies, pero  entre  nosotros  no  tienen  mucho  uso, 
excepto  una  calidad  deforma  puntiaguda,  que 
sirve  algún  tanto  para  chalecos  en  Aragón  y  en 
el  Campo  de  Tarragona. 

Botones  de  asta.  La  fabricación  de  esta  clase 
de  botones  fué  introducida  en  España,  en  1842, 
por  D.  José  Oriol  Segur.. Dichos  botones  llevan 
también  el  nombre  de  Botones  de  pasta  y  Botones 
de  pezuña ,  pero  en  verdad  son  construidos  todos 
de  pezuña,  ó  de  asta,  habiéndoseles  denominado 
de  pasta,  únicamente  por  ocultar  que  eran  hechos 
de  pezuña.  La  fabricación  de  este  artículo  en 
Barcelona  y  Zaragoza  ha  ido  sucesivamente  en 
aumento ,  pudiéndose  hoy  día  atender  á  las  ne- 
cesidades del  país,  á  precios  mas  ventajosos  aun 
que  comprándolo  en  París,  porque  tenemos  su- 
liciente  cantidad  de  primeras  materias  con  el  ga- 
nado que  se  mala.  Sin  embargo,  algunas  veces 
ha  habido  escasez ,  en  razón  de  que  siendo  per- 
mitida la  libre  extracción  de  ellas ,  no  han  falta- 
do especuladores  que  las  han  comprado  para  los 
mercados  extranjeros.  Ignoramos  el  motivo  por- 
que en  el  Real  decreto  de  10  de  setiembre  del 
corriente  año,  se  ha  puesto  á  la  partida  j2t)3  los 
botones  de  pasta  y  de  ballena,  y  á  partida  nueva 
los  de  pasta,  siendo  así  que  todos  corresponden  á 
la  partida  de  los  de  pasta. 

Los  Botones  de  ballena  son  de  escaso  consumo 
y  muy  raros ,  y  los  pocos  que  se  reciben  proce- 
den de  Birmingham  en  Inglaterra.  Vulgarmente 
se  les  llama  Botones  de  pasta. 

Los  Botones  de  carey  son  igualmentemuy  raros; 
sin  embargo  en  Paris  se  fabrican  algunos  en  cla- 
se de  gemelos  para  camisas,  pecheras  ,  etc. 

Los  Botones  de  cartón  y  de  papel  barnizado  se 
fabrican  en  Inglaterra  y  en  París,  pero  solo  se 
emplean  por  capricho  en  paletos,  y  generalmente 
son  pintados  á  la  escocesa. 

Botones  de  estaño.  Los  Sres.  (¡rassi.  ürtelli,  y 
otros  los  fabrican  en  abundancia  en  Barcelona, 
vendiendo  generalmente  los  llamados  Cabeza  de 
Turco  con  cadenita,  para  chaleco  de  payeses. 

Botones  de  hierro.  Son  de  un  extraordinario 
consumo ;  fabrícanseen  Barcelona  en  los  talleres 
del  Sr.  Barrau  éhijo,  y  Sr.  Aribaud  é  hijo,  á 
precios  que  establecen  "la  competencia  con  los 
que  nos  llegan  de  Lion  y  de  Paris,  y  de  Ingla- 
terra. 


414  BOT. 

Botones  de  ¡meso  Su  fabricación  fué  introduci- 
fia  en  España  también  por  el  Sr.  Segur,  en  la  mis- 
ma época  que  importó  la  <!e  los  de  pasta ,  habien- 
do mejorado  de  tal  modo  los  procedimientos  que 
en  el  día  los  productos  de  nuestras  fábricas  son 
casi  inmejorables.  En  el  Rea!  decreto  que  hemos 
citado  se  dice  que  merecen  ser  modificados  los  de- 
rechos en  los  botones  de  pasta,  ballena,  asta,  y 
hormillas,  y  bolones  de  hueso,  por  no  elaborarse 
en  España  en  cantidades  correspondientes  al  con- 
sumo, y  sobreesté  ca  tremo  no  vacilamos  en  afir- 
mar que  se  lu  padecido  equivocación. 

Los  Botonrs  delasti  ic/  se  fabrican  en  Barcelo- 
na en  los  mismos  talleres  en  que  se  elaboran  los 
botones  de  hierro. 

Los  Bolones  de  marfil  son  un  objeto  de  fanta- 
sía, y  de  reducid!)  uso  ;  se  fabrican  en  Paris. 

Botones  de.  madera  y  Hormillas.  Fabrícanse  en 
Mataró  y  Barcelona  desde  muchos  años  á  esta 
parte. 

Botones  de  metal,  lisos  y  cincelados.  La  mayor 
parte  de  esta  clase  de  bolones,  dorados  y  sin  do- 
rar, que  se  consumen  en  España  proceden  de 
Inglaterra  y  de  Erancia,  en  particular  los  de  fan- 
tasía, si  bien  se  fabrican  algunas  cantidades, 
aunque  no  de  mucha  importancia,  en  Barcelona 
en  los  talleres  del  Sr.  Barrau  y  del  Sr.  Aribaud  y 
en  diferentes  otras  fábricas  de  artículos  mili- 
tares. 

Los  Botones  de  nácar  se  fabrican  en  Inglaterra, 
en  Alemania  y  en  Francia,  de  donde  los  recibimos. 
La  fábrica  de  este  articulo  que  se  estableció  en 
Manrcsa,  hace  cuatro  años,  tuvo  que  cerrarse  á 
consecuencia ,  se  dice ,  de  carecer  de  materias 
en  bruto  á  precio  ventajoso. 

Los  Botones  de  porcelana  se  reciben  igualmen- 
te del  extranjero  ,  pero  también  se  fabrican  en 
gran  cantidad  en  la  fábrica  establecida  en  Má- 
laga hace  tres  años. 

Botones  de  seda.  Se  dividen  en  dos  clases,  se- 
gún si  están  hechos  á  la  aguja,  ó  á  la  máquina,  y 
ofreciendo. en  ambos  casos  muchísimas  varieda- 
des respecto  á  su  forma  ,  tamaño  y  dibujo. 

Los  botones  de  seda  á  la  aguja  son  la  primitiva 
clase  que  se  habia  usado  siempre  hasta  el  año 
182o,  que  en  Inglaterra  se  inventó  hacerlos  con 
máquina  ,  cuyo  sistema  han  ido  adoptando  des- 
pués los  fabricantes  de  otras  naciones  entre  las 
cuales  figura  la  España,  lo  que  debemos  á  los 
Sres.  D.Juan  Barrau  é  hijo,  quienes  en  184)  impor- 
taron este  ramo  de  industria  En  la  actualidad 
existen  en  Barcelona  la  antigua  fábrica  de  los 
Sres.  Barrau,  que  elabora  este  artículo  en  gran 
cantidad,  como  igualmeate  botones  de  seda  ala 
aguja,  varias  calidades  de  botones  de  metal  do- 
rados y  sin  dorar,  da  hoja  de  lata  para  panta- 
lones, etc. ,  y  la  fábrica  de  los  Sres.  Aribaud  é 
hijo ,  cuyo  establecimiento  data  de  después  de  la 
apertura  de  la  fábrica  de  D.  Vicente  Porcár  en 
Valencia. 

Los  bolones  de  seda  á  la  aguja  constan  de  una 
hormilla  do  madera  cubierta  de  un  tejido  de  seda 
sobre  el  que  se  ejecutan  de  torzal  varios  dibujos 
¿modo  de  bordado,  obteniendo  asi  infinitas  va- 


BOT 

riedades  para  satisfacer  el  capricho  y  el  gusto  de 
los  consumidores. 

Los  botones  de  seda  hechos  á  la  máquina  cons- 
tan de  una  hormilla  de  plancha  de  hierro  ,  enci- 
ma de  la  que  se  coloca  un  pedacilo  de  tejido  de 
seda  fabricado  al  intento,  que  queda  fijado  allí 
por  medio  de  la  máquina  al  momento  de  unir  Ja 
primera  hormilla  con  otra  que  lleva  el  asa,  y 
está  charolada,  y  que  forma   el  revés  del  botón. 

Botones  de  vidrio.  Nos  vienen  de  Alemania  y 
de  Paris,  sustituyen  á  los  de  azabache,  como 
hemos  indicado  ,  y  su  consumo  es  ¡asíante  regu- 
lar ,  porque  son  muy  baratos ,  pero  tienen  el  de- 
fecto de  romperse  con  muchísima  facilidad. 

En  general,  los  botones  se  venden  por  gruesas; 
también  por  docenas,  y  á  veces  por  guarnicio- 
nes ,  que  cada  una  se  compone  de  18  botones 
grandes  y  6  de  pequeños. 

Según  la  Balanza  de  la  I.  Junla  de  Comercio, 
en  1849,  la  importación  y  exportación  de  boto- 
nes en  Barcelona  fué  : 


Importación. 

CANTIDAD. 

VALOll. 

.s 

p 

Botone 

s  de  hueso  .. 
de  seda. 

98  doc... 
432     ».... 

24  rs.  17 mrs. 
864  » 

o 
«B 

es 

V 

*3 

a 

•       » 

de  azabache 

de  cuero 

de  metal  do- 
rado ... 
de  nácar.... 
de  vidrio.  .. 

972     »  ... 
50     »  ... 

192     «... 

243     «... 

2.124     »  .. 

972 

50 

96 
4.860 
3.186 

4.111  doc.  10.052  rs  17  mrs. 

Exportación. 

BOtOIK 

j 

s  de  hueso.  .. 
de  metal.... 
de  nácar.... 
de  pasta  ... 
de  seda...  . 
de  •vidrio. .. 

129. C08  doc. 
272.702    »  . 
24    »  . 
178.278    »    . 
114.713    »  . 
138   » 

32.402  rs.Yn. 

136.351      » 

12       » 

356  536      » 

229.426       » 

207      » 

>  2  1 

de  seda.... 

162  » 

324       » 

<  i 

'—    1 

7-> 

» 

de  hueso , 
de  metal  .... 
de  porcelana 
de  seda 

960  ». 

4.884  ».. 

240  ».. 

72  »  . 

240       » 

2.442       » 

360      >- 

144      » 

-í 

101.781  doc 

.    758. 464 rs.Yn. 

BWI'Rf A,  Botria.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  viníferas,  y  déla  pentandria 
monoginia,  y  que  se  conjetura  que  es  quizás  con- 
género del  Ciso  [Cissus,  L.).  La  Botria  de  Áfri- 
ca. [Botria  africana,  Lour.),  la  única  especie  do 
este  género,  habita  en  la  costa  oriental  del  Afrie 
ca;  produce  bayas  negras,  dulces  ,  tal  vez  bue- 
nas para  comer,  parecidas  á  la  uva;  el  coeimient- 
de  la  raíz  es  estimado  como  resolutivo,  diurético, 
eficaz  contra  la  pleuresía  y  otras  inflamaciones, 


BÚA 

etc.  Los  Portugueses  de  este  país  la  llaman  Pa- 
rtirá, que  quiere  decir  vid  silvestre,  en  su  idio- 
ma ;  pero  ninguna  semejanza  liene  con  la  verda- 
dera Pmreira  de  las  boticas. 

BOTKIIíOjBotryllus.  Género  de  ascídios 
compuestos  establecido  por  Gcertner,  y  del  que 
se  citan  al  presente  quince  especies.  Según  La- 
marek,  son  animales  agregados,  prendidos  á  la 
superficie  de  una  costra  delgada,  gelatinosa, 
trasparente,  que  presentan  muchos  sistemas  or- 
biculados,  estrellados,  esparcidos  ,  y  están  dis- 
puestos en  cada  sistema  en  radios  al  rededor  de 
una  abertura  central  un  poco  elevada.  Individuos 
aovados,  adelgazados  interiormente ,  mas  grue- 
sos y  redondos  en  su  extremo,  y  perforados  por 
encima  hacia  cada  una  de  sus  extremidades.  No- 
ca cerca  de  la  circunferencia  del  sistema  ,  con 
ocho  tentáculos,  los  cualro  mas  grandes  que  los 
restantes;  cono  inmediato  al  centro  ;  las  vejigas 
gemmiferas  laterales. 

El    BüTRlLO    ESTRELLADO    (  DolnjlluS    StcllcitllS, 

Pall.),  común  en  el  Mediterráneo,  es  el  Racimo 
marino  ,  la  Uva  de  mar  de  los  antiguos.  Plinio  y 
otros  han  pretendido  que  bastaba  beber  su  ma- 
céralo vinoso  para  aborrecer  el  vino  ,  y  Végéce 
ha  recomendado  este  animal  en  fumigaciones  con- 
tra el  tifo  de  los  caballos. 

BOUH.A  ,  Bouka-keli.  Nombres  de 
una  orquídea  de  Malabar,  que  Lamarck  ereeque 
es  el  Epidp.ndro  estéril  (Epidcndrum  sterile, 
Lam.),  nombro  bajo  el  cual  muchas  plantas  pa- 
rece están  confundidas.  Rédio  dice  que  posee 
las  propiedades  del  Theka  maravara,  de  la  que 
no  es  sino  una  variedad ,  y  que  su  cocimiento  en 
baños  ó  en  lociones  cura  "el  catarro,  etc.  Redu- 
cida á  polvo,  mezclada  con  sal ,  destruye  las  hi- 
dátidas.  El  polvo  del  fruto,  con  miel  y'aceite  de 
coco,  aplicado  sobre  el  bajo  vientre,  provoca  la 
orina,  ele,  etc. 

BOJEA.  Los  Turcos  llaman  así  á  una  bebida 
que  ellos  preparan  con  mijo,  y  que  es  refrescan- 
te y  nutritiva. 

br. 

BRAB.  Nombre  portugués  de  un  palmero  sil- 
vestre de  la  isla  de  Rombay  en  las  Indias  orien- 
tales, que  produce  un  fruto  insipido  ,  del  grueso 
de  una  pera  común.  Haciendo  incisiones  en  la 
copa  del  árbol,  fluye  de  él  un  licor  llamado 
Toddi ,  del  que  se  hace  un  arac  mejor  que  el  del 
coco.  Las  aves  llamadas  Toddi  hacen  sus  nidos 
en  este  árbol ,  que  estiman  mucho. 

ltIIA4¿i  i:itO.  Especie  de  lámina  ó  tira  de 
acero  elástica  encorvada  en  forma  de  arco,  guar- 
necida en  su  extremidad  de  una  ó  dos  almohadi- 
llas, y  que  s(  ata  alrededor  de  los  riñones  para 
sostener  las  hernias  ó  quebraduras. 

Se  hacen  bragueros  de  diferentes  materias 
Hay  bragueros  simples  de  ante  ,  comunes,  linos, 
imperceptibles,  y  de  noche;  bragueros  de  aria 
(con  tornillos);  bragueros  de  goma  elástica;  hra- 
gueros  ingleses,  con  almohodiílas  movibles,  co- 
munes y  linos;  bragueros  de  muelles,  de  Rural, 
comunes  y  finos;  bragueros  de  lienzo.  De  las 
mismas  materias  hav  bragueros  borles  de  un  so- 


imv.  ii:¡ 

lo  brazo,  y  de  dos  brazos,  y  también  lragi  tros 
dnbilicai.es. 

Los  bragueros  varían  de  forma  según  sea  la 
especie  de  quebradura,  sufriendo  notables  é  in- 
dispensables modificaciones  según  se  desunen 
para  hombre,  muger,  ó  niño.  Sobre  todo  ha  dé 
procurarse  que  la  lámina  de  acero  sea  proporcio- 
nada á  la  robustez  del  enfermo,  teniendo  presen- 
te su  edad,  su  temperamento ,  etc. ,  y  que  la  al- 
mohadilla esté  debidamente  llena. 

Nos  atrevemos  á  decir  que  es  dificilísimo  po- 
der conseguir  bragueros  apropiados  á  las  circuns- 
tancias de  los  enfermos  escogiéndolos  de  las  pa- 
cotillas que  de  este  articulo  nos  llegan  de  Fran- 
cia. Con  este  motivo  aconsejamos  á  las  personas 
afectas  de  quebradura  á  que  se  hagan  construir 
la  especie  de  braguero  que  necesiten  por  fabri- 
cantes inteligentes  de!  pais. 

BKAOlJlTAíO ,  fírnehinus.  Género  de  in- 
sectos coleópteros,  de  la  sección  de  los  pentáme- 
ros,  familia  de  los  carniceros,  establecido  por 
Weber,  que,  según  Dejean,  contiene  8o  especies, 
difundidas  en  toda  la  superficie  del  globo,  y  que 
se  encuentran  comunmente  debajo  las  piedras. 

Estos  insectos  tienen  la  singular  propiedad  de 
arrojar  por  el  ano,  cuando  se  creen  en  peligro, 
un  vapor  blanquecino  ó  amarillento,  con  detona- 
ción ,  que  deja  percibir  un  olor  fuerte  y  penetran- 
te ,  análogo  al  del  ácido  nítrico.  De  experiencias 
ciertas  ,  resulla  que  ese  vapor  es  en  electo  muv 
cáustico  ,  que  enrojece  el  color  azul  de  tornasol", 
y  que  produce  en  la  piel  la  sensación  de  una  que- 
madura ,  pasando  prontamente  las  manchas  rojas 
que  en  ella  se  forman  al  moreno,  y  duran  mu- 
chos dias  ,  por  mas  que  se  laven.  También  se  ha 
observado  que,  después  de  diez  ó  doce  eyecula- 
ciones sucesivas  con  detonación,  agoladas  yalas 
fuerzas  del  insecto,  solo  sale  de  su  ano  un  liquido 
amarillo ,  á  veces  moreno,  que  se  cuaja  al  instan- 
te en  forma  de  una  ligera  costra. 

Las  especies  mas  notables  por  esta  propiedad 
son  el  Braquino  nos  veces  manchado  [Iirachi- 
nus  bimacululus ,  Lam.) ,  que  existe  en  las  Indias 
orientales,  causando  á  veces  llagas  dedificil  cu- 
ración; el  Braquino  fulminante  (Hrachinus  ful- 
minan* ,  Lalr.) ;  el  Braquino  humeante  [hrachi- 
nus fumans,  Lalr.);  el  Rr  aquí  no  pistola  [lira- 
cliinus  schopila,  Weher);  el  Braquino  ruidoso 
Hrachinus  crepitan* ,  'Weher),  y  el  Braquino  ti- 
ROTEAnoa  [Hrachinus  displodcn's) ,  común  en  Es- 
paña y  en  Portugal. 

Bit  AO/UIIíO.Braciiyris.  Género  de  plan- 
tas establecido  por  el  Sr.  Nultal,  que  pertenece 
á  la  familia  de  las  compuestas ,  tribu  de  las  aste- 
réas,  formado  de  vegetales  vivaces,  indígenos  de 
los  Estados  Unidos  de  América.  El  Hrachyris  cu~ 
tamicce,  Nult  [Solidage  sarothece,  Pursh.j ,  de  un 
olor  fuerle,  y  poco  agradable,  es  empleado como 
diurético  por  los  habitantes  de  la  América  sep- 
tentrional ,  en  donde  crece. 

Bit AYE KA, Bravera.  Género  de  plantas 
vecino  de  la  familia  de  las  rosáceas  y  de  la  tri- 
bu délas  espireas,  formado  por  Kunt'h  sobre  un 
vegetal  todavía  poco  conocido,  preconizado  como 


416  BRE 

soberanamente  anliclmínlico  y  en  particular  útil 
para  destruir  la  tenia. 

Brayera  antielmíntlca ,  Cuso  de 
Abisinia  (Bayera  anthelmintica,  Kunlh.j.  Es- 
te árbol  fué  descrito  por  Bruce  bajo  el  nombre  de 
Bankesia  abyssinica ,  y  por  Lamarch  bajo  el  de 
Eugenia  abyssinica  ,  peí  o  como  sus  caracteres 
no  fueron  expuestos  de  una  manera  bastante  pre- 
cisa., el  Sr.  Kunlh  creyó  ,  en  1824,  cuando  exa- 
minó algunas  llores  decuso  traidas  de  Constanti- 
nopla  por  el  doctor  Brayer ,  bajo  el  nombre  de 
Cabotz  y  de  Cotz,  que  tenia  delante  sus  ojos  un 
vegetal  nuevo ,  y  le  dio  el  nombre  de  este  médi- 
co alemán  que  se  lo  hizo  conocer. 

Este  árbol,  que  crece  en  Abisinia,  se  eleva  á 
24  varas ;  la  madera  es  muy  floja  y  el  tronco 
sostiene  una  hermosa  copa  dé  ramos  inclinados, 
cuyos  extremos  son  vellosos  y  están  señalados 
con  cicatrices  anulares  aproximadas,  formadas 
por  la  base  de  los  pecíolos.  Las  hojas  son  anchas 
imparipinnadas,  recogidas  hacia  la  extremidad  de 
los  ramos  y  sostenidas  por  un  pecíolo  dilatado  en 
forma  de  vaina ;  están  compuestas  de  5  á  7  pa- 
res de  hojuelas  sésiles,  lanceoladas  agudas, 
dentadas  en  forma  de  sierra,  largas  de  18  pul- 
gadas, entremezcladas  con  otras  hojuelas  muy 
pequeñas  y  casi  redondas.  Las  flores  son  muy 
pequeñas  y  forman  panículas  muy  anchas ,  casi 
semejantes  por  el  aspecto  á  la  las  de  la  ulmaria, 
y  en  su  base  tienen  dos  brácteas  que  ocultan  el 
tubo  del  cáliz.  Este  es  curbinado ,  muy  velloso 
y  termina  por  un  limbo  de  cinco  divisiones  sepa- 
radas como  los  radios  de  una  estrella,  oblongas, 
obtusas,  lampiñas  ,  y  venosas  reticuladas.  El 
tubooel  cáliz  está  estrechado  por  un  anillo  mem- 
branoso, que  lleva  una  corola  de  cinco  pétalos, 
alternos  con  las  divisiones  del  cáliz  y  de  forma 
espatulada.  El  Sr.  Kunth  considera  esta  corola 
como  un  cáliz  de  segundo  orden  y  admite  otra 
corola  inserta  del  mismo  modo  en  él  anillo  mem- 
branoso, de  cinco  pétalos,  de  color  pardo  oscuro 
y  lineares ,  que  elSr.  Guibourt  diceno  ha  perci- 
bido y  que  quizás  no  son  mas  que  estambres  tras- 
íormados.  Los  estambres ,  en  número  de  veinte, 
están  insertos  como  los  pétalos.  Hay  dos  ovarios 
uniculares ,  libres  en  el  fondo  del  cáliz ,  que  re- 
matan con  un  estilo  terminal.  El  fruto  no  ha  sido 
descrito. 

Las  carahanas  de  la  Abisinia  traen  á  Egipto, 
de  donde  se  hace  pasar  á  Constantinopla  ,  la 
droga,  conocida  bajo  el  nombre  de  Cuso  [Kousso] 
compuesla  de  flores,  semillas;  etc.,  de  este  ár- 
bol, y  cuyo  uso  en  la  tenia  ha  producido  exce- 
lentes resultados,  á  la  dosis  4  á  5  dracmas  en  in- 
fuso en  12  onzas  de  agua,  que  se  administra  en 
2  tomas,  á  una  horade  intervalo , para  expulsar 
el  gusano.  El  olor  y  el  sabor  de  este  remedio 
causan  aveces  náuseas,  cólicos,  etc  ,  durante 
los  cuales  el  gusano  es  expelido  en  medio  de  nu- 
merosas cámaras. 

BREZO,  Erica.  Género  de  plantas  que  da 
su  nombre  á  una  familia  natural,  las  Ericáceus, 
de  la  octandria  monoginia  de  Linneo.  Hablar  de 
los  brezos  es  hablar  de  lo  que  el  reino  vegetal 


BRE 

nos  ofrece  de  mas  lindo ,  de  mas  delicado  y  de 
mas  elegante;  excepto  el  olor,  que  parece  "ha- 
bérsele enteramente  negado ,  la  naturaleza  se  ha 
manifestado  muy  pródiga  con  respecto  á  ellos. 
Nada  mas  bello  que  una  pradera  plantada  de  es- 
tos elegantes  vegetales :  su  aire  es  gracioso  en 
los  individuos  en  miniatura  qus  apenas  llegan  á 
cinco  pulgadas  de  alto,  lo  mismo  que  en  los  que 
se  elevan  á  24  pies:  los  unos  ostentan  copas  re- 
dondeadas, los  otros  forman  densos  tapices  de 
muchas  millas  de  exlencion ;  y  mientras  que  és- 
tos ofrecen  un  zarzal  abierto  de  tallos  doblados 
en  diversos  sentidos  y  enteramente  pintorescos  ó 
a  lectan  extenderse  á  modo  de  pirámides  de  la 
m  añera  mas  variada,  aquellos  se  oprimen  for- 
mando haces,  ú  ostentan  sus  ramos  verticilados 
en  diferentes  cuerpos.  Todos  son  notables  por  su 
verdor  persistente ,  que  con  las  estaciones  sigue 
varios  grados  de  intensidad,  por  su  vegetación 
continua ,  por  el  número ,  gallardía ,  singulari- 
dad, disposición  y  color  de  sus  flores,  que  ya  son 
de  un  verde  herbáceo,  de  color  blanco,  violado 
ó  de  lila,  ya  amarillas,  de  color  de  aurora,  ro- 
jo, amapola  ó  escarlata,  á  cuyo  último  no  lle- 
gan hasta  después  de  haber  pasado  por  todas  las 
tintas. 

Las  hojas  de  los  brezos  son  verticiladas,  y 
mas  raras  veces  alternas  ó  esparcidas,  lo  mas  co- 
munmente lineares ,  en  forma  de  alfiler ,  de  bor- 
des enteramente  rollados  hacia  abajo,  coheren- 
tes, cubriendo  del  todo  la  cara  inferior ,  ó  dejan- 
do á  veces  su  medio  aparente,  ó  rarísimas  veces 
del  todo  planas.  Las  llores  son  esféricas,  de  fi- 
gura de  cascabel,  de  campana  ó  de  clava,  va- 
riando en  tamaño  desde  el  grueso  de  una  cabeza 
de  alfiler  hasta  el  de  un  guisante ;  á  veces  emu- 
lan un  carcús,una  botel lita  ó  una  trompeta,  ó 
se  prolongan  en  tubos  cilindricos  de  ocho  hasta 
veinte  y  seis  líneas  de  largo;  descógense  cuando 
aun  es  tierna  la  planta ,  duran  un  mes,  sucedién- 
dose  unas  á  otras  en  el  mismo  ramo  ,  y  habiendo 
brezos  que  echan  flor  dos  veces.  Las  brácteas  es- 
tán colocadas  en  cada  pedunculillo  en  número  de 
tres;  las  dos  opuestas,  y  la  tercera  colocada 
debajo  de  ellas,  y  falta  rarisimas  veces.  Ningu- 
na planta  presenta  quizás  á  tan  alto  grado  dife- 
rencias en  las  formas  florales  como  los  brezos: 
así  es  que  algunos  botánicos  se  han  ocupado  en 
repartir  las  especies  en  numerosos  géneros  dis- 
tintos ,  sin  que  caracteres  verdaderamente  dis- 
tintos autoricen  para  la  generalidad  estas  sepa- 
raciones. 

Conócense  hoy  dia,  tanto  eu  los  jardines  co- 
mo en  los  herbarios ,  cerca  de  600  especies  del 
género  brezr  ,  mas  ó  menos  bien  determinadas,  y 
un  grandísimo  número  de  variedades.  Unas  2o 
especies  son  indígenas  de  Europa,  3  ó  4  perte- 
necen al  Asia,  y  todas  las  demás  nacen  en  Áfri- 
ca, principalmente on  Etiopia,  en  las  playas  are- 
nosas del  cabo  de  Bueña-Esperanza ,  en  las  Mon- 
tañas de  las  islas  de  Madagascar ,  Mascareñas, 
Mauricio,  y  Sequeiles,  siendo  también  particular- 
mente conocidas  en  el  continente  Americano. 

Los  brezos  viven  mucho  menos  tiempt»  en  el 


BRE 

estado  do  naturaleza  (jue  la  mayor  parle  de  los 
demás  \  oficiales  leñosos.  Se  encuentran  en  los 
terrenos  de  cuarzo  que  contienen  una  mayor 
cantidad  de  óxido  de  hierro  ;  en  ellos  lijan  una 
humedad  estancada ,  necesaria  para  su  prospe- 
ridad ,  y  sin  la  cual  sus  raices,  de  una  consis- 
tencia enjuta ,  frágil ,  y  de  raicillas  muy  deli- 
cadas, se  desecarían  instantáneamente  al  con- 
tacto del  aire ,  por  ser  muy  delgada  la  epider- 
mis que  las  cubre.  Los  brezos  en  general  se 
complacen  poco  en  compañía  de  otros  \egetales: 
se  ha  explicado  esta  especie  de  antipatía ,  casi 
siempre  para  ellos  seguida  de  la  muerte  ó  a  lo 
menos  de  la  languidez,  por  el  gran  consumo 
de  gases  aéreos  que  operan  las  anchas  hojas 
de  aquellos ,  mientras  que  es  necesariamente 
nula  para  los  brezos,  cuvas  hojas  son  tan  estre- 
chas. 

Los  brezos  son  plantas  universalmenle  busca- 
das para  adorno  de  los  jardines ,  sobre  todo  en 
Inglaterra.  Los  mas  interesantes  entre  los  indi- 
genos  y  que  se  cultivan  en  Europa,  además  del 
«rezo  vulgar,  son :  el  Brezo  alveolado  (Erica 
gélida,  L.) ,  Brezo  arbóreo  (Erica  arbórea,  L.), 
Brezo  ceniciento  (Erica  cinérea.  L.) ,  Brezo  co- 
mo Abeto  (Erica  Abietina ,  L.),  Brezo  elec.  \nte 
(Erica  formosa  ,L.) ,  Brezo  de  escobas  (Erica 
scoparia, L.),  Brezo >¡  amelonado  (Erica  mammo- 
sa,  L.) ,  etc. ,  que  sirven  de  combustible  y  para 
otros  usos  domésticos. 

Brezo  vulgar  (Erica  vulqaris,  L.).  Pe- 
queño arbusto  indígeno ,  muy  común  ,  que  se  en- 
cuentra por  todas  parles  en  los  bosques  estériles 
y  áridos ,  que  arroja  muchos  tallos  que  llegan  á 
¡a  altura  de  pié  y  medio,  duros,  leñosos,  de 
color  oscuro ,  guarnecidos  de  pequeñas  hojas 
siempre  verdes  semejantes  á  las  del  romero;  su 
flores  de  color  blanco  amarillento,  rosado  ó  lila 
muy  pálido,  y  tiene  una  variedad  de  flores  do- 
bles sumamente  hermosas ;  del  fondo  de  su  flor 
se  eleva  un  pistilo  que  pasa  á  ser  un  fruto  casi 
oval ,  que  se  divide  en  cuatro  celdillas  que  en- 
cierran semillas  muy  pequeñas ;  su  raíz  es  leño- 
sa y  esparcida. 

Él  Sr.  Salisbury  sacó  esta  especie  del  género 
Erica  para  constituir  otro  género  Calluna ,  y 
muchos  modernos,  entre  ellos  De  Candolle ,  le 
han  seguido,  llamando  al  Brezo  común  ó  vulgar 
Calluna  vulgai  is. 

El  brezo  vulgar  se  emplea  como  combustible, 
para  hacer  escobas  y  para  otros  usos  económicos; 
los  curtidores  mezclan  su  corteza  con  la  de  la  enci- 
na para  preparar  las  pieles;  las  cabras  y  los  car- 
neros lo  comen  con  gusto  cuando  es  tierno,  y  las 
abejas  chupan  con  provecho  sus  flores ,  para  pro- 
porcionarnos abundancia  de  miel.  En  medicina  el 
brezo  vulgar  ha  gozado  nosolo  de  reputación  co- 
mo un  buen  litontríptico ,  si  que  también  para 
curar  los  cólicos  y  aumentar  la  leche  de  las  no- 
drizas ;  Rondelet  se  servia  de  un  aceite  prepara 
do  por  infusión  con  las  flores  de  brezo ,  conlra 
las  herpes  de  la  cara;  Tabern  amen  taño  asegu- 
raba que  estas  flores  en  fomento' calmaban  la  go- 
ta, v  Boeder  ofrece  la  conserva  de  la*  mismas 
53 


HRI  417 

como  otilen  la  cuartana,  y  Tourncforl  aconse- 
ja en  la  gota  un  baño  de  vapor  con  el  brezo. 

Bitll>t:i>IA.  1ir.niF.LiA.  tiénero  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  euforbiáceas,  y  de  la  mn- 
nodelíia  pentaudria  de  Linneo,  compuesto  de 
especies  originarias  de  la  India  y  de  la  América 
tropical,  árboles  ó  arbustos  á  veces  enredaderos, 
de  hojas  alternas  ,  enteras,  acompañadas  de  esti- 
pulas; de  flores  reunidas  en  las  axilas,  algunas 
veces  dispuestas  en  espiga ,  y  que  contienen  ya 
flores  todas  del  mismo  sexo,  ya  masculinas  en- 
trelazadas con  femeninas.  La"  especie  Bridelia 
espinosa  (Bridela  spinosa,  Roxburg)  es  un  ve- 
getal de  la  India  estimado  como  un  buen  astrin- 
gente; mátalos  gusanos  de  los  animales  que  co- 
men sus  hojas. 

HK1  MIOMA  ,  Brindonia.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  gutíleras,  y  de  la  de- 
candria  monoginia  ,  muy  vecino  del  género  Gar- 
cinia. 

Ifi'iitdoiiin  cele  Mea  (Prindonia  celebi- 
ca,  Dupet. — Th.;  Garcinia  celebica,  L.).  La  ma- 
dera de  este  vegetal  arborescente  de  la  India, 
loma ,  después  de  haber  sido  metida  en  el  arroz, 
la  dureza  y  la  trasparencia  del  cuerno. 

Brindonia  de  la  Cochinehina 
(Brindonia  cochinchinensis ,  Dupet. — Th.;  Oxy- 
carpns  cochinchinensis ,  Lour.).  Las  hojas  de  este 
vegetal  son  acidas  y  empleadas  como  astringen- 
tes cuando  jóvenes",  pues  mas  viejas  son  amar- 
gas; sus  bayas  son  de  un  rojo  amarillento, 
agrias ,  menos  buenas  para  comer  cuando  ma- 
duras. 

Brindonia  de  la  India  (lirindonia  in- 
dica,Dupet. — Th.).  Árbol  de  mediana  talla,  de 
un  hermoso  aspecto,  de  la  forma  del  clavero;  de 
ramos  opuestos;  hojas  ovales,  de  un  verde  subido 
luciente,  matizadas  de  rosa,  cuando  son  jóvenes; 
sus  flores  son  terminales,  poco  apárenles,  y 
reemplazadas  por  una  ba\  a  esférica ,  del  grueso 
y  de  la  forma  de  una  pequeña  manzana,  de  un 
fojo  oscuro,  que  contiene  cinco  ó  seis  semillas; 
apretadas.  El  fruto  está  lleno  de  un  zumo  rojo  y 
ácido  ,  lo  que  se  opone  á  comerlo  crudo;  pero 
es  muy  estimado  en  la  India,  en  donde  con  él 
se  hacen  jaleas  y  jarabes.  La  corteza  de  este  fruto 
sirve  á  veces  para  hacer  vinagre,  y  el  fruto  mis- 
mo es  usado  tintura. 

El  árbol  da  ,  de  todas  sus  partes ,  un  zumo 
amarillenlo  ,  usado  contra  las  afecciones  febriles, 
análogo  á  la  goma-guta. 

BKl\(¿AKA!ül.  Nombre  brama  de  una 
planta  de  Malabar,  de  sabor  ligeramente  acre  y 
amargo.  Su  zumo  ,  cocido  con  orín  de  hierro  y 
orina  de  vaca ,  se  da  en  la  hidropesía ,  y  solo,  se 
emplea  frotando  la  cabeza  para  hacer  crecer  los 
cabellos.  Las  hojas  de  este  vegetal,  cocidas  en 
aceitede  palmero,  aplicadas  á  la  cabeza,  calman 
la  jaqueca. 

ltitlOMA .  Retoma.  Género  de  la  familia 
de  las  cucurbitáceas ,  tribu  de  las  cucurbitáceas 
brioniéas,  y  de  ladioecia  gínandria  de  Linneo, 
que  comprende  un  gran  número  de  especies  es- 
parcidas en  todas  las  partes  templadas  y  calion- 

tomo  i. 


Í18  lili  I 

los  del  globo ,  una  treintena  de  ellas  cultivadas 
en  los  jardines  de  Europa. 

Las  brionias  son  plantas  herbáceas  ,  anuas  ó 
perennes,  pelosas  ó  escabrosas,  enredaderas,  de 
rizoma  tuberoso;  de  hojas  alternas,  pecioladas, 
en  íigura  de  corazón,  y  angulosas;  de  llores  axi- 
lares, en  racimos  ó  hacecillos;  el  fruto  es  una 
baya  globulosa,  que  encierra  de  tres  á  seis 
semillas. 

Brionia  de  África  [Bryonia  africana, 
Tlumb.).  Es  vomitiva  y  purgante.  En  el  Cabo  los 
colonos  la  emplean  en  infuso  vinoso. 

Brionia  blanca,  Nueza,  Nueza 
blanca,  Tuca  [Bryonia  alba,  L.;  Bryonia 
dioica,  W.).  Planta  indígena  muy  común  en  los 
setos,  á  orillas  délos  bosques  ó  en  parajes  in- 
cultos. Arroja  tallos  herbáceos,  delgados,  ramo- 
sos ,  tiernos ,  vellosos ,  que  crecen  mucho  en  po- 
cos dias,  provistos  de  zarcillos  por  medio  de  los 
cuales  se  asen  á  las  plantas  contiguas;  sus  hojas 
son  palmeadas,  semejantes  á  las  de  vid,  pero 
mas  pequeñas,  vellosas,  esporas  y  blanquecinas; 
las  flores  se  presentan  en  racimos  monoicos  ó 
dioicos  (lo  que  prueba  que  la  Brionia  blanca  y  la 
Brionia  dioica  son  una  misma  planta) ;  las  flo- 
res masculinas  están  sostenidas  en  pedúnculos 
muy  largos ;  cada  ílor  está  compuesta  de  un  cá- 
liz de  5  dientes  agudos  ,  de  una  corola  de  5  di- 
visiones y  de  5  estambres,  cuatro  reunidos  dos 
á  dos  por  los  filamentos  y  las  anteras ,  y  el  quin- 
to libre  ;  los  frutos  son  bayas  colocadas  en  for- 
ma de  uvas  ,  del  grueso  de  las  de  enebro ,  ver- 
des al  principio  y  rojas  en  su  madurez,  que  con- 
tienen un  zumo  amarillento  de  sabor  desagrada- 
ble ,  y  cuatro  ó  seis  semillas  ovales  y  puntiagudas. 

La  raíz  de  brionia  es  gruesa  como  el  brazo 
ó  el  muslo ,  y  algunas  veces  ha  sido  tomada  por 
la  del  nabo  ,  en  razón  de  su  forma  fusiforme  ,  lo 
que  la  ha  hecho  llamar  Nabo  del  diablo ,  equivo- 
cación que  puede  causar  graves  accidentes.  Es 
carnosa,  sucolenta,  ramosa,  de  un  blanco  ama- 
rillento ,  señalada  al  exterior  con  círculos,  acre, 
amarga  y  desagradable  al  gusto,  de  olor  nauseo- 
so que  desaparece  por  la  desecación. 

Esta  raíz  se  coge  en  otoño;  en  la  primavera  está 
llena  de  un  zumo  blanco,  amargo  y  drástico ,  lo 
que  tiene  lugar  en  todas  las  raíces  vivaces  de  las 
plantas  de  esta  familia  ,  mientras  las  anuas  son 
insípidas. 

La  raíz  de  brionia  seca  es  blanca,  cortada  á  ta- 
jadas de  un  gran  diámetro ,  que  ofrecen  estrías 
concéntricas  muy  marcadas,  de  sabor  amargo 
aere  ,  \  hasta  un  "poco  cáustico,  y  de  olor  desa- 
gradable. 

Según  el  Sr.  Dulong,  el  análisis  químico  de- 
muestra que  la  raíz  de  brionia ,  única  parle  de 
la  planta  usada  en  medicina,  contiene:  i.°  una 
materia  amarga  soluble  en  el  alcohol  y  en- 
el  agua  (brionma) ,  á  la  cual,  quizás  equivoca- 
damente, se  ha  atribuido  su  propiedad  drás- 
tica (V.  Brionina) ;  — %.°  una  gran  cantidad  de 
almidón  ,  que  puede  extraerse  de  ella,  ras- 
pando la  planta  y  desleyendo  en  el  agua  la  papi- 
lla que  resulla,  de  la  que  se  separa,  por  medio 


BRI 

del  tamiz  y  de  lociones  sucesivas ,  la  fécula ,  que 
entonces  es  pura ,  insípida  y  propia  para  la  ali- 
mentación, y  de  la  que  se  hacia  antiguamente  al- 
gún uso  en  medicina,  pero  que  solo  tiene  las  pro- 
piedades de  las  otras  féculas; — 3.°  una  corta  can- 
tidad de  aceite  concreto,  de  color  verde; — í.° 
un  poco  de  resina;  — 5.°  albúmina  vegetal; — 6.° 
goma; — 7.°  una  cantidad  notable  de  sub-malato 
de  cal; — 8.°  una  corta  cantidad  de  carbonato  de 
cal: — 9.°  un  malato  ácido.  Sus  cenizas  contienen, 
además,  sales  de  base  de  cal  y  de  potasa.  Los 
Sres.  Vauquelin,  Brandes,  y  Fernheber  han  ob- 
servado en  ella  azúcar  y  una  sustancia  animal. 
De  este  análisis  resulta  que  dos  sustancias  prin- 
cipales son  las  que  componen  sobre  todo  la  brio- 
nia :  la  fécula  amilácea,  parecida  á  todas  las 
demás  féculas,  cuando  es  pura,  y  la  brionina;  y 
por  esto  ha  sido  comparada,  con  razón,  á  la 
yuca  y  al  aro. 

Según  experimentos  del  Sr.  Orüla,  resulta  que 
4  dracmas  de  esta  raíz  en  polvo  han  hecho  pe- 
recer á  un  perrito  en  veinte  y  cuatro  horas  ;  que 
3  dracmas  en  infuso  han  muerto  á  otro  en  el  mis- 
mo tiempo  á  corta  diferencia.  En  estos  casos,  se 
encuentran  señales  de  inflamación  en  el  canal  in- 
testinal. El  Sr.  Dulong,  d'  Astafort,  pretende  que 
el  cocimiento  de  agallas  es  útil  para  neutralizar 
los  efectos  venenosos  de  la  brionia;  pero  con- 
viene siempre  administrar  vomitivos,  si  se  llega 
á  tiempo,  para  remediar  un  envenenamiento  por 
esta  raíz. 

Los  lugareños  ahuecan  á  veces  la  punta  de 
esta  raíz  en  la  primavera ,  y  se  purgan  con  el 
zumo  que  se  reúne  en  ella,  á  la  dosis  de  una  cu- 
charada, siendo  este  zumo  á  lo  que  llaman  Agua 
de  brionia.  A  pesar  de  esto,  los  renuevos  de  la 
brionia  no  participan  de  las  calidades  deletéreas 
de  la  raíz,  y  Darwin  dice  que  los  ha  encontrado 
tan  buenos  como  espárragos,  lo  que  por  otra 
parte  tiene  lugar  en  la  mayor  parte  de  las  plantas 
enredaderas;  Galeno  habia  ya  indicado  la  calidad 
alimenticia  de  la  brionia.  La  raíz  misma,  conve- 
nientemente preparada,  ha  sido  á  veces  usada 
como  alimento.  El  tallo  y  las  hojas  son  inusita- 
das ;  las  bayas  son  purgantes,  y  á  veces  también 
los  tintoreros  las  emplean. 

La  raíz  de  brionia  es  drástica,  diurética,  an- 
tielmíntica  y  emenagoga  ;  empleada  exterior- 
mente,  es  rubefaciente  y  resolutiva.  Se  usa  en  la 
hidropesía ,  el  asma ,  ía  manía  y  los  reumatis- 
mos gotosos.  Seca  y  en  polvo,  se  da  desde  un 
escrúpulo  hasta  una  dracma;  fresca,  es  tan  ac- 
tiva que  se.  puede  formar  de  ella  un  epispástico, 
contundiéndola  y  aplicándola  sobre  la  piel.  El 
zumo  reciente  puede  darse  á  la  dosis  de  tres 
dracmas  en  caldo.  La  fécula,  que  de  ella  se  ex- 
tra, debidamente  preparada,  es  un  buen  alimen- 
to, y  también  puede  servir  para  blanquear  el 
lienzo. 

Se  dice  que  en  Alemania  los  artistas  cultivan 
la  brionia  en  tiestos ,  de  los  que  la  sacan  cuando 
la  raíz  ha  llegado  á  cierto  grosor  volviendo  á 
meter  en  tierra  solamente  los  brotes  y  las  raicillas 
Aprovechan  la  forma  redondeada  de  la  raíz  para 


imo 

cortarla  en  figura  humana,  á  la  cual  el  follaje 
sirve  de  cabellera ,  la  embadurnan  con  colores 
diversos ,  propios  para  expresar  el  tono  de  las 
carnes,  y  gustosa  la  naturaleza  préstase  al  ca- 
pricho de  aquellas  gentes ,  porque  á  pesar  de  se- 
mejante operación  la  planta  vive  y  prospera. 

II  rionia  callosa  [Bryonia  callosa,  Rottl.) . 
Los  prácticos  indianos  se  sirven  algunas  voces  de 
las  semillas  de  esta  especie,  que  son  amargas, 
como  vermífugas,  mezclándolas  con  aceite  de  ri- 
cino. Los  veterinarios  del  país  la  emplean  tam- 
bién en  ciertas  enfermedades  de  los  caballos. 
Igualmente  se  prepara,  por  la  ebullición  de  las 
semillas,  un  aceite  fijo,  que  los  pobres  utilizan 
para  el  alumbrado. 

Brionia  dioica  (Bryonia  dioica,  Jacq.). 
— V.  Brionia  blanca. 

Brion'a  epigea  [Bryonia  epigeca  Rottl.). 
En  la  India,  donde  crece  esta  especie  ,  los  médi- 
cos consideran  su  raíz  como  uno  de  los  medica- 
mentos mas  preciosos  que  poseen;  la  acon- 
sejan en  los  últimos  periodos  de  la  disentería, 
y  en  las  enfermedades  venéreas  inveteradas;  la 
dan  en  polvo,  al  peso  de  una  pagoda  en  24  ho- 
ras ,  y  continúan  su  uso  por  espacio  de  8  á  10 
días.  Con  esta  raíz  molida,  aceite  de  ricino  y  ce- 
bollas, se  hace  un  linimiento  para  aplicar  alas 
articulaciones  afectas  de  dolor  reumático.  Tam- 
bién es  mirada  como  antielmíntica. 

Brionla  grande  [Bryonia  granáis,  L.). 
Según  Oamilton,  los  doctores  indos  del  distrito  de 
Jialsar,  en  donde  crece  esta  especie,  han  observa- 
do que  el  zumo  de  sus  hojas  puede  ser  aplicado  con 
feliz  éxito  á  las  úlceras  rebeldes  producidas  por 
la  mordedura  de  ciertos  animales. 

Brionia  de  hoja  de  eorazon  [Bryo- 
nia cordifolia,  L).  Es  empleada  como  emolien- 
te en  Java. 

Brionia  rostrada  [Bryonia  rostrata, 
Rottl.).  En  Java,  la  raíz  de  esta  especie ,  en  don- 
de ella  es  indígena,  es  mirada  como  refrescante 
y  expectorante.  Sus  hojas  son  comidas  como  ver- 
dura en  el  mediodía  de  la  India. 

Klt  lO\  l  V  A.  Principio  activo  de  la  brionia 
blanca,  descubierto  por  los  Sres.  Hrandes  y  Firh- 
naber,  y  cuya  preparación  ha  indicado  el  señor 
Fremy.  Él  Sr.  Dulong  la  obtiene  tratando  el  extrac- 
to de  zumo  de  brionia,  primero  con  el  alcohol  y 
después  con  el  agua,  filtrando  y  evaporando.  Es 
de  consistencia  blanda  y  viscosa,  soluble  en  el 
agua  y  el  alcohol ,  insoluble  en  el  éter ,  y  pre- 
cipita por  las  agallas. 

Según  los  químicos  alemanes  ,  es  rojiza,  de  un 
excesivo  amargor,  y  análoga  á  la  catartina.  El 
Sr.  C.  P.  Collard  de'Marligñy ,  que  la  ha  experi- 
mentado ,  piensa  que,  aunque  muy  activa,  no  es 
el  único  principio  activo  de  la  brionia,  y  que  el 
principio  aerees  el  que  es  purgante.  El  excesivo 
amargor  de  esta  sustancia  y  la  facilidad  de  admi- 
nistrarla bajo  un  pequeño  "volumen  pueden  ,  se 
gun  su  parecer,  señalarle  un  puesto  distinguido 
entre  los  excitantes  v  los  tónicos  febrifimos. 

BKOt'AtlLLO.  Tela  de  seda  y  oro,  de 


RRO  119 

inferior  calidad  y  mas  ligera  que  el  brocado  de 
lres;altos  Llámase  también  Brocadillo  á  un  tejido 
de  algodón  y  seda  ligera,  formado  á  imitación 
del  brocado:  lo  hay  asimismo  todo  de  seda  y  to- 
do de  lana.  El  brocadillo  que  se  fabrica  en  Ve- 
necia  ha  sido  siempre  el  mas  acreditado. 

BROCADO.  Tela  de  seda  tejida  con  oro 
ó  plata  de  varios  géneros  ,  realzada  con  llores, 
hojas,  ú  otros  adornos,  según  el  gusto  ó  capri- 
cho de  los  fabrican  tes  ó  artistas  que  inveníanlas 
modas ;  el  de  mayor  precio  es  el  que  llaman  de 
tres  altos,  porquesobre  el  fondo  se  realza  el  hilo 
de  plata,  oro,  ó  seda  escarchada  ó  briscada  en 
llores  y  dibujos;  tomó  este  nombre  de  las  brocas 
en  que  están  cogidos  los  hilos  y  torzales  con  que 
se  fabrican. —En  otro  tiempo  por  la  palabra  Bro- 
cado se  entendía  únicamente  un  tejido  todo  de 
oro,  plata,  ó  de  uno  y  otro,  tanto  en  el  urdim- 
bre como  en  la  trama;  luego  este  término  se 
aplicó  á  los  tejido-i  en  que  se  mezclaba  la  seda, 
para  perfilar  las  flores  de  oro  ó  de  plata ;  pero  en 
el  dia  todo  tejido  de  seda  sola,  raso  y  aun  tafetán, 
con  tal  que  sea  adornado  de  flores  ú  "otras  figuras, 
se  llama  Brocado. 

HKOCATEIj.  Gruesa  tela  mediana,  reca- 
mada de  flores  ó  figuras  salientes.  Antiguamente 
se  hacia  de  algodón  y  de  seda  grosera ;  pero  hoy 
dia  con  mucha  frecuencia  se  hace  solo  de  algo- 
don.  Sirve  para  tapices,  cobertores,  cortinas,  etc. 
El  mejor  brocatel  procedía  antes  de  Venecia,  pe- 
ro las  fábricas  milanesas  y  de  Genova  lo  produ- 
cen hoy  en  mayor  cantidad,  á  mas  bajo  precio, 
y  de  todo  color  ,  en  particular  verde,  amarillo, 
azul ,  y  carmesí.  El  brocatel  de  Genova  tiene  dos 
palmos  de  ancho,  y  las  piezas  difieren  de  longitud: 
los  hay  también  de  dos  colores  en  que  el  fondo  y 
los  dibujos  no  son  del  mismo  matiz.  El  brocatel 
semi-seda  de  Paris,  de  un  solo  color,  liene  2o 
pulgadas  de  ancho.  Se  tejen  los  brocateles  como 
todas  las  demás  telas  recamadas. 

BKOMATO.  Género  de  sales  formadas  por 
la  combinación  del  ácido  brómieo  \  óxidos  metá- 
licos, todavía  poco  estudiadas,  que  se  obtienen 
sea  directamente,  sea  haciendo  obrar  el  bromo 
sobre  los  óxidos  metálicos,  disueltos  ó  desleídos 
en  el  agua.  Todos  los  brómalos  son  descompues- 
tos por  el  calor,  trasformándose  en  bromuros  y 
desprendiendo  oxígeno.  Echr.das  sobre  las  ascuas-, 
estas  sales  deflagran  y  centellean  \ivamenle  des- 
componiéndose; su  mezcla  con  el  carbón  y  el 
azufre  delona  cuando  se  la  calienta,  ó  por  la 
percusión.  El  ácido  sulfúrico  cnneenlradono  pro- 
duce en  frió  ningún  efecto  aparente  sobre  ellas; 
pero  caliente,  el  ácido  brómieo  se  descompone  de- 
jando desprender  vapores  rutilantes  de  bromo  y 
de  gas  oxígeno.  La  solución  acuosa  de  los  bró- 
malos precipita  en  blanco  el  nitrato  de  plata  y  el 
protonitrato  de  mercurio,  pero  estos  precipita- 
dos poco  solubles  en  el  agua  son  redisuellos  con 
un  i  xceso  de  ácido  nítrico.  El  acida  sulfuroso, 
obrando  sobre  la  solución  de  los  brómalo.-. des- 
prende el  bromo  de  su  combinación  con  el  oxige- 
no, manifestando  entonces  un  color  amarillo  na- 
ranjado con  el  oler  característico  del  bromo. 


¿20  BRO 

Los  brómalos  son  todos  productos  del  arte,  y 
ninguno  hasta  ahora  tiene  usos. 

UROjVIEIjIA  ,  Bromelia.  Género  de  plan- 
ta que  da  su  nombre  á  una  familia  natural,  las 
bromeliáceas ,  y  de  la  hexandria  monoginia  de 
Linneo.  Este  gé'uero  se  compone  de  cierto  núme- 
ro de  especies,  grandes  plantas  vivaces,  deso- 
jas todas  radicales,  gruesas,  coriáceas,  de  dien- 
tes espinosos  en  sus  bordes,  de  tallos  comunmen- 
te desnudos,  raras  veces  guarnecidos  de  hojas, 
que  llevan  llores  bastante  grandes  y  dispuestas 
en  espiga  suelta,  terminados  por  un  ramillete  de 
hojas  apretadas:  el  fruto  se  compone  de  bayas  dis- 
tintas de  tres  celdillas  polispermas.  Entre  las  es- 
pecies de  este  género  solo  nos  ocuparemos  déla 
¡iromclia  Ananas,  L.,  déla  que  los  modernos  han 
formado  un  género  particular. 

Broinel ¡a  Ananas,  Ananas,  Pina 
(Bromelia  Ananas ,  L.;  Ananas  sativus,  Tourn.; 
Ananassa  sativa,  Lindley).  Vegetal  de  lasco- 
marcas  mas  calientes  de  la  América ,  del  África 
y  de  las  Indias ,  en  donde  se  llama  Nana  ó  Nanon, 
y  cultivado  en  los  invernaderos  en  Europa.  Del 
centro  de  un  rosetón  de  hojas  radicales ,  largas 
de  uno  á  dos  pies ,  anchas  de  dos  á  tres  pulga- 
das ,  dobladas  en  forma  de  teja,  terminadas  en 
punta,  dentadas  y  como  espinosas  en  sus  bordes, 
se  eleva  un  tallo  redondo ,  alto  de  unos  dos  pies, 
y  á  corta  diferencia  grueso  como  el  pulgar  ,  el 
cual  produce  primero  una  espiga  de  pequeñas 
llores  azuladas ,  terminado  por  la  cima  ó  ramille- 
te de  hojas  tiesas  y  espinosas ;  á  esta  espiga  su- 
cede un  fruto  único ,  formado  por  el  crecimiento 
y  la  intima  agregación  de  todos  los  ovarios  de 
éstas  numerosas  flores.  Este  fruto ,  del  todo  se- 
mejante por  su  forma  a  una  pina,  llega  á  corta 
diferencia  á  ser  grueso  como  los  dos  puños :  su 
carne  interior  es  blanquecina  y  sembrada  de  fi- 
bras delgadas  que  divergen  del  centro  á  la  cir- 
cunferencia á  modo  de  radios;  la  corteza  es  ge- 
neralmente de  un  amarillo  dorado.  Tal  es  la  bro- 
melia ananas  común  [Bromelia  ananas  áurea). 
Pero  los  horticultores  distinguen  un  gran  número 
de  variedades,  por  ejemplo,  las  Ananas  de  frutos 
blancos,  negros,  rojos,  verdes  ó  violados,  las 
Ananas  no  espinosas,  las  Ananas  de  frutos  pi- 
ramidales, etc. 

Como  esta  planta  no  da  comunmente  semillas 
en  nuestros  climas ,  se  multiplica  por  medio  de 
los  renuevos  que  produce  á  su  pié  ,  á  lo  largo  su 
tallo  y  en  su  cima.  En  el  curso  de  su  crecimiento 
artificial  necesita  un  gran  calor ,  mucha  agua, 
v  una  tierra  bastante  sustanciosa.  Puede  resistir 
hasta  40°  de  calor ,  y  se  procura  que  nunca  tenga 
menos  de  20°. 

El  fruto ,  largo  de  3  V»  á  7  V,  pulgadas ,  y  del 
peso  de  3  á  4 ,  y  aun  3  libras ,  según  las  varie- 
dades, difunde,  en  la  madurez,  el  mas  suave 
olor ;  contiene  en  su  carne  consistente,  que  se 
deshace ,  y  es  blanquecina,  una  agua  azucarada, 
agradablemente  acidulada,  en  la  que  se  observa 
el  sabor  de  la  fresa ,  de  la  sangüesa,  del  albér- 
chigo  y  de  todos  nuestros  mejores  frutos.  Esta 
agua ,  sometida  á  la  fermentación ,  da  vino  bas- 


BRO 

tante  agradable,  que  fácilmente  emborracha,  y 
del  que  se  extrae  una  gran  proporción  de  alco- 
hol. 

El  fruto  de  la  ananas  cultivada  en  Europa  no  tie- 
ne ni  el  sabor,  ni  la  dulzura  ni  el  perfume  de 
ambrosia  del  que  se  encuentra  en  el  Indostan,  en 
donde  con  él  se  hacen  tortas  de  un  sabor  deli- 
cioso. Antes  de  su  madurez,  este  fruto  es  casi 
cáustico,  y  su  uso  seria  entonces  peligroso. 
Cuando  maduro,  corree  las  hojas  de  cuchillo 
con  gran  facilidad,  lo  que  depende  de  la  presen- 
cia de  los  ácidos  citrico  y  málico  que  en  él  se 
encuentran ;  su  zumo  enrojece  la  tintura  de  tor- 
nasol. 

De  tiempo  inmemorial  se  habían  traído  á  Euro- 
pa ananas  enteras  confitadas,  que  eran  de  un 
agradable  aspecto  ,  pero  que  solo  podían  satisfa- 
cer á  la  vista,  porque  es  quizás  de  todos  los  fru- 
tos exóticos  el  que  menos  se  presta  á  este  pro- 
cedimiento. Todavía  se  reciben  á  veces  ananas 
confitadas  en  ron  ,  pero  este  proceder  no  lleva 
por  objeto  ofrecernos  el  fruto ,  que  en  este  caso 
no  es  comestible ,  sino  perfumar  el  licor  que  en- 
tonces constituye  el  famoso  Ron  de  ananas. 

El  fruto  de  ananas  es  restaurativo  y  de  fácil  di- 
gestión, contal  que  se  coma  con  moderación. 
Se  come  á  postres,  haciéndole  antes  perder  su 
acritud  mojándole  en  agua,  en  vino  ó  en  aguar- 
diente y  añadiéndole  azúcar,  después  de  haberlo 
pelado  y  cortado  á  tajadas  como  las  naranjas. 
Solo,  refresca  y  humedece  el  pecho;  se  dice  que 
su  uso  muy  frecuente  caúsala  calentura ,  que  pro- 
duce el  flujo  de  sangre,  la  disentería,  etc.  (lo 
que  también  se  dice  de  nuestros  mejores  frutos 
en  Europa) ,  sobre  todo  á  los  individuos  que  tie- 
nen el  estómago  debilitado  ó  que  tienen  llagas. 
Se  ha  recomendado  contra  el  mal  de  piedra  y  las 
enfermedades  de  la  vejiga.  Klobe  dice  haber  ob- 
servado que  este  fruto,  comido  antes  de  su  ma- 
durez, por  las  mugeres  embarazadas,  produce 
el  aborto;  confitado  en  azúcar  es  afrodisiaco. 

El  zumo  de  ananas  sometido  á  la  fermentación 
da,  como  hemos  dicho,  un  vino  agradable;  con 
él  en  Italia  se  compone  un  licor  de  mesa  á  que  se 
da  el  nombre  de  Na)  ana;  en  la  India,  mezclado  con 
agua  y  azúcar ,  forma  una  bebida  refrescante  que 
los  médicos  prefieren  ala  limonada,  y  en  algunos 
puntos  de  América  es  empleado  contra  los  flatos, 
mezclado  con  aceite  de  aceitunas. 

Según  Catesby,  en  la  Carolina,  la  Ananas  sil- 
vestre [Bromelia  bracteata)  tiene  desde  uno  has- 
ta dos  pies  de  altura;  las  hojas  son  huecas  y  con- 
tienen una  agua  clara  de  un  gran  recurso  para 
calmar  la  sed,  y  ,  aunque  expuesta  á  los  rayos 
del  sol ,  esta  agua  se  conserva  fresca.  Esta  plan- 
ta se  encuentra  sobre  todo  en  las  islas  de  Baha- 
ma.  En  el  Brasil  se  recoge  también  una  inmensa 
cantidad  de  frutos  de  ananas  silvestre,  que  son 
gruesos ,  jugosos,  aromáticos ,  y  de  los  cuales  se 
extrae  aguardiente. 

BROMO,  Bromos.  Gran  género  de  la  fa- 
milia de  las  gramíneas,  tipo  de  la  tribu  de  las 
bromeas ,  y  de  la  triandria  diginiade  Linneo ,  cu- 
yo carácter  es  pluma  de  dos  ventallas  que  en- 


BRO 
cierran  muchas  flores  ,  dirigidas  a  ambos  lados, 
espiguilla  oblonga  y  rolliza,  arista  que  sale  cer- 
ca del  ápice  de  las  plumillas. 

Los  bromos ,  en  número  de  unas  80  especies, 
están  esparcidos  en  casi  todas  las  comarcas  del 
globo ,  y  particularmente  hacia  fuera  de  los  tró- 
picos. Son  gramíneas  vivaces  que  adquieren  con 
frecuencia  grandes  dimensiones,  y  que  se  en- 
cuentran muy  abundantemente  en  los  prados,  los 
bosques  y  los  campos. 

Las  semillas  del  Bromo  como  Centeno  [Bromus 
secalinus,  L.)  y  las  del  Bromo  blando  (Bromus 
mollxs,  L.)  mezcladas  con  las  del  trigo  pruducen 
un  excelente  pan ,  y  sirven  de  cebo  á  los  animales 
de  corral,  particularmente  las  del  Bromo  de  gran- 
des espiguillas  [Bromus  grossus)  y  las  del  Bro- 
mo de  barbas  divbrgentes  [Bromus suarrossus) . 

Las  hojas  secas  del  Bromo  de  los  prados  [Bro- 
mus pratensis) ,  del  Bromo  ciliado  (Bromus  dis- 
tachyos)  y  del  Bromo  corniculado  (Bromus  pin- 
natus)  suministran  un  abundante  forraje  al  gana- 
do, y  la  última  especie  gusla  mucho  á  los  car- 
neros. Con  la  semilla  del  Bromo  estéril  (Bromus 
sterilis,  L.),  que  madura  antes  de  la  siega  de 
las  otras  gramíneas ,  se  ha  reemplazado  á  la  ave- 
na para  los  caballos. 

Según  Feuillée,  el  Bromo  catártico  (Bromus 
catharticus ,  Valh.)  es  una  planta  vivaz  de  Chi- 
le, cuyaraiz  gruesa,  de  un  color  verde  amari- 
llento al  interior  y  de  gusto  picante  desagrada- 
ble, es  usada  en  cocimiento  como  purgante. 

BHOMO.  Cuerpo  simple,  metaloide,  des- 
cubierto p  ir  el  Sr.  Balard,  de  Monpeller,en  las 
aguas  madres  de  los  saladares,  en  las  que  existe 
en  combinación  con  el  magnesio  en  el  estado  de 
bromuro  de  magnesio ;  indicado  después  en  el 
agua  del  mar ,  y  por  C.  Gmelin  en  la  del  lago 
Asfáltico,  y  en  fin ,  en  las  aguas  madres  salinas, 
en  ciertas  aguas  minerales,  en  vegetales  y  ani- 
males marinos,  etc. 

El  bromo  se  obtiene  del  agua  madre  de  las  sa- 
linas, en  la  superficie  de  las  cuales  se  vierte  una 
capa  de  éter  que  se  apodera  de  él;  este  éter,  agi- 
tado con  potasa ,  da  un  bromuro ,  el  cual  mez- 
clado con  peróxido  de  manganeso,  y  tratado  con 
ácido  sulfúrico  diluido  en  agua,  suministra  por 
la  destilación  vapores  rojos,  que,  condensados, 
constituyen  el  liquido  llamado  Bromo,  á  que  el 
Sr.  Balard  dio  primero  el  nombre  de  Muriao. 

El  bromo  es  liquido  á  la  temperatura  ordinaria; 
visto  en  masa  es  de  un  color  rojo,  moreno  subido 
por  reflexión ;  su  color  es  de  un  ojo  de  jacinto 
cuando  está  en  capas  delgadas  ó  que  se  le  exami- 
na por  refracción ;  su  olor  es  muy  fuerte,  y  se 
asemeja  mucho  al  del  cloro ;  su  sabor  es  acre  y 
cáustico;  á  la  temperatura  de  -Ho,  su  densidad 
es  de  2.  966.  Expuesto  á  un  frió  de  —20  á  —22°, 
se  solidifica  y  se  trasforma  en  una  masa  cristalina 
de  un  gris  de  plomo  subido  con  lustre  metálico. 
Entra  en  ebullición  á  +  47u;  su  vapor  es  rutilan- 
te como  el  del  ácido  hiponilrico,  y  se  produce 
aun  al  contacto  del  aire.  El  agua  disuelve  una 
corta  cantidad  de  bromo ,  pero  el  alcohol  y  el 
éter  disuelven  mas  y  adquieren  un  color  rojo  de 


BRO  til 

lacinto  i  estas  soluciones  se  alteran  pocoá  poco  á 
la  luz,  y  se  descoloran  trasformándose  la  mayor 
parte  en  ácido  hidrobrómico.  El  bromo  obra  fuer- 
temente sobre  la  mayor  parte  de  las  materias 
orgánicas ,  como  el  cloro,  y  en  particular  sobre 
las  materias  coloradas;  corroe  la  piel,  la  pone 
amarilla  y  forma  en  ella  una  mancha  morena  que 
persiste  hasta  la  caída  del  epidermis;  forma  con  el 
oxígeno  y  el  hidrógeno ,  ácidos  brómico  y  brom- 
hídrico;  desaloja  el  yodo  de  sus  composiciones, 
pero  él  á  su  vez  es  desalojado  por  el  cloro;  forma 
con  el  carbono  ,  el  cloro ,  el  azufre ,  el  fósforo, 
el  cianógeno,  etc.,  compuestos  que  ha  hecho 
conocer  el  Sr.  Serullas,  pero  que  solo  ofrecen 
un  interés  científico. 

El  bromo,  cuando  es  puro,  tan  fácil  de  distin- 
guir por  sus  propiedades  físicas  particulares, 
puede  también  ser  reconocido  cuando  está  en 
disolución  en  el  agua,  por  los  caracteres  siguien- 
tes: t.°  Su  solución  acuosa,  de  un  color  naran- 
jado, destruye  instantáneamente  la  disolución  de 
añil,  la  tinta  y  la  tintura  de  tornasol.  2.°  Agitada 
con  el  cuarto  de  su  volumen  de  éter  se  descolora 
casi  enteramente,  y  el  éter  colorado  de  rojo  na- 
ranjado por  el  bromo  que  ha  disuelto,  sobrenada 
al  liquido.  3.°  Esta  solución  puesta  en  contacto 
con  el  nitrato  de  plata  produce  un  precipitado 
blanco,  vedijoso,  insoluble  en  los  ácidos,  pero 
soluble  en  el  amoníaco ;  el  protonitrato  de  mer- 
curio produce  también  en  ella  un  precipitado 
blanco  insoluble  en  el  agua ,  pero  soluble  y  des- 
componible por  este  álcali.  4.°  Finalmente ,  agi- 
tando en  un  frasco  la  solución  acuosa  de  bromo 
con  una  corta  cantidad  de  limaduras  de  zinc  ,  el 
color  amarillo  naranjado  desaparece,  resultan- 
do bromuro  de  zinc  incoloro  que  queda  en  solu- 
ción. El  cloro  vertido  en  ésta  hace  inmediata- 
mente reaparecer  su  color  y  su  olor. 

El  bromo  obra  sobre  los  seres  v  ivientes  de  un 
modo  muy  enérgico :  á  dóses  las  mas  débiles  de- 
termina muchísimos  accidentes,  tales  como  tos, 
estornudos,  dificultad  de  respirar,  y  después  la 
muerte  en  un  corto  espacio  de  tiempo  ;  una  gota 
puesta  en  el  pico  de  un  pájaro  lo  ha  muerto  al 
instante.  En  resumen ,  es  uno  de  los  venenos  irri- 
tantes mas  violentos ,  obrando  á  corta  diferencia 
como  el  yodo.  Hasta  el  presente  es  muy  poco  em- 
pleado :  Pourché  lo  ha  usado  con  ventaja  en  cier- 
tos casos  de  papera  y  de  escrófulas;  el  Sr.  Ma- 
gandie  dice  que  puede  ser  útil  en  caso  que  el 
yodo  parezca  no  tener  suficiente  actividad ,  y  en 
aquellos  en  que  los  enfermos  están  habituados  á 
esta  sustancia. 

BROMURO.  Compuestos  resultantes  de  la 
unión  del  bromo  con  los  cuerpos  simples  ó  com- 
puestos, todavía  poco  estudiados.  Solo  cuatro 
bromuros  se  han  encontrado  en  la  naturaleza :  el 
Bromuro  de  magnesio  y  el  Bromuro  de  sodio,  so- 
lubles en  el  agua,  y  que  existen  en  el  estado  de 
disolución  en  las  aguas  del  mar  ,  y  en  algunos 
manantiales  salados  del  interior  de  los  continen- 
tes; el  Bbomuro  de  zinc,  insoluble  en  el  agua, 
verdadero  mineral,  que  se  dice  haberse  encontra- 
do en  las  minas  de  zinc  de  Silesia;  y  el  Bromuro 


m  bro 

de  plata  (Argirobromo) ,  asimismo  insoluole  en 
el  agua  y  verdadero  mineral,  que  el  Sr.  Berthier 
1ia  reconocido  en  una  mina  de  plata  de  San  Ono- 
fre;  distrito  de  Plateros  en  Méjico. 

Los  bromuros  de  los  ir.etales  alcalinos  no  ex- 
perimentan ninguna  alteración  de  parte  del  caló- 
rico, y  entran  en  fusión  á  una  temperatura  ele- 
vada. Tratados  con  el  ácido  sulfúrico  concentra- 
do ,  producen  en  frió  una  viva  efervescencia  con 
desprendimiento  de  vapores  blancos  mezclados 
de  vapores  amarillos  rutilantes  de  bromo.  Cal- 
cinados en  un  tubo  de  vidrio  con  bisulfato  de  po- 
tasa, dejan  desprender  una  mezcla  de  gas  ácido 
sulfuroso  y  de  vapores  de  bromo  fáciles  de  reco- 
nonocer  en  razón  de  su  color  rojo  amarillento. 
Disueltos  en  el  agua,  la  solución  de  todos  los  bro- 
muros toma  un  color  amarillo  naranjado  subido 
con  la  adición  del  cloro  líquido,  que  pone  en  liber- 
tad al  bromo  Finalmente ,  la  solución  de  nitrato 
de  plata  produce  en  la  solución  de  los  bromuros 
un  precipitado  blanco,  vedijoso,  insoluble  en  el 
agua  y  los  ácidos ,  pero  soluble  en  grande  exce- 
so de  amoníaco. 

Los  bromuros  de  notasio  y  de  sodio  son  los 
mas  empleados ;  distingüeseles  fácilmente  el  uno 
del  otro  con  la  solución  de  bicloruro  de  platino, 
que  precipita  en  amarillo  naranjado  la  solución 
del  primero  y  no  tiene  acción  sobre  la  segunda. 

El  bromuro  de  zinc  se  reconoce  en  que  da,  por 
los  álcalis,  un  precipitado  que  toma  un  color 
verde  por  la  calcinación  con  el  nitrato  de  cobal- 
to. El  bromuro  de  plata  es  fácil  de  reconocer  por 
medio  del  amoniaco t  se  disuelve  en  este  álcali,  y 
después  se  evapora  el  amoníaco;  el  bromuro  que 
así  reproduce  no  tarde  en  colorarse  de  verde  al 
contacto  de  la  luz. 

En  medicina  se  emplean  los  bromuros  de  po- 
tasio, de  bario,  de  calcio,  de  magnesio,  y  de 
hierro,  en  fórmulas  indicadas  por  el  señor  Ma- 
gendie. 

BRONCE.  Aleación  conocida  desde  la  mas 
remota  antigüedad  ,  compuesta  esencialmente 
de  cobre  y  de  estaño ,  pero  que  casi  siempre 
contiene  accesoriamente  muchos  otros  metales, 
tales  como  zinc ,  hierro  y  plomo.  Plinio  hace 
mención  de  ella  así :  «Existe,  dice,  una  especie 
«de  bronce  que  toma  fácilmente  el  color  llamado 
«grecánico;  esta  especie  de  bronce  es  una  alea- 
«cion  de  100  partes  de  cobre  ,  de  10  partes  de 
«plomo,  y  de  5  partes  de  plomo  argentífero.»  Es- 
ta es,  según  el  Sr.  Hoefer ,  la  composición  de 
nuestro  bronce  común. 

El  Sr.  (i.  Pearson,  que  ha  analizado  lanzas  y 
otros  instrumentos  cortantes  de  origen  céltico, 
los  ha  encontrado  compuestos  de  una  aleación  en 
la  que  el  estaño  entra  de  10  á  U  por  ciento.  Ade- 
más, resulta  de  las  experiencias  de  Darcet :  1.° 
que  el  bronce ,  enrojecido  al  fuego  y  sumergido 
en  el  agua  Aria,  se  resblandece  de  una  manera 
muy  sensible,  lo  que  permite  trabajarlo  en  el  tor- 
no, reparar  con  las  herramientas  la  irregularidad 
de  las  piezas  vaciadas ,  estirarlo  con  el  martillo, 
en  fin,  enderezarlo  con  la  lima  y  pulirlo  con  la 
p  edra,  que  es  una  especie  de  galaxia;  2.°  que 


BRO 

el  bronce,  calentado  al  rojo  y  enfriado  al  aire,  se 
pone  duro,  si  bien  agrio  y  quebradizo.  Probable- 
mente los  obreros  terminaban  la  operación  ca- 
lentando de  nuevo  las  piezas  de  bronce  reblan- 
decidas por  la  inmersión,  y  en  seguida,  de- 
jándolas enfriar  en  el  aire,  las  dañan  cierto 
grado  de  dureza  ,  siendo  por  este  segundo  pro- 
ceder, el  enfriamiento  en  el  aire,  como  ellos 
conseguían  hacer  cortantes  los  cuchillos  y  las  es- 
padas de  bronce. 

El  estaño  uniéndose  con  el  cobre  produce  alea- 
ciones cuyas  propiedades  varían  según  la  rela- 
ción de  los  componentes;  en  general,  una  corta 
cantidad  de  estaño  endurece  al  cobre,  le  vuelve 
amarillo ,  mas  fusible  y  mas  tenaz ;  una  mayor 
proporción  de  estaño  vuelve  ala  aleación  blanca, 
elástica,  sonora  y  quebradiza. 

Estas  diversas  aleaciones  son  las  que  forman 
los  principales  bronces,á  saber  el  Bronce  moneta- 
rio ó  el  Bronce  de  los  antiguos  (100  partes  de  co- 
bre y  7  á  8  de  estaño),  el  Bronce  de  los  cañones  y 
de  otras  bocas  de  fuego,  y  de  las  estatuas  (100 
p.  de  cobre  y  H  de  estaño),  el  Metal  de  las  campa- 
nas (78  p.  de  cobre  y  22  de  estaño),  los  Tam-tams 
(80  p.  de  cobre  y  20  de  estaño,  los  Címbalos  (78 
p.  de  cobre  y  22  de  estaño),  las  Campanas  de 
reloj  y  campanillas  (75  p  de  cobre  y  25  de  esta- 
ño) ,  en  fin  los  Espejos  de  los  telescopios,  formados 
67  p.  de  cobre  y  33  de  estaño. 

El  bronce  está  muy  expuesto  á  la  licuación,  es 
decir  que  tiene  una  gran  tendencia  á  trasfor- 
marse  por  la  fusión  en  dos  aleaciones,  una  en 
que  domina  el  cobre,  y  otra  en  que  el  estaño 
supera.  Así  es  que  en  el  bronce  fundido,  la  capa 
superior  contiene  á  veces  hasta  20  ó  24  partes 
de  estaño,  en  lugar  de  10  áll,  mienlras  que  la 
capa  inferior  apenas  contiene  algunos  vestigios 
de  este  metal. 

Como  conviene  algunas  veces  analizar  las  di- 
ferentes especies  de  bronce  que  hemos  indicado, 
no  podemos  prescindir  de  continuar  aqui  los  pro- 
cedimientos químicos  indispensables  para  conse- 
guirlo. Se  trata  en  un  pequeño  recipiente  de  vi- 
drio una  porción  pesada  de  estas  aleaciones  re- 
ducidas á  polvo,  con  8  á  10  veces  su  peso  de  áci- 
do nítrico  puro  de  unos  30° ;  por  medio  de  un 
calor  suave  el  estaño  es  trasformado  en  deutóxi- 
do  insoluble  que  se  separa,  y  el  cobre  se  en- 
cuentra en  disolución  en  el  estado  de  deuto- 
nitrato  mezclado  con  el  exceso  de  ácido  nítrico 
empleado.  Cuando  toda  la  aleación  ha  sido  ata- 
cada, se  hace  evaporar  el  liquido  hasta  seque- 
dad, y  después  se  vuelve  á  tratar  el  residuo  con 
agua  destillada  hirviendo,  á  fin  de  redisolver  el 
deutonitrato  de  cobre;  el  deutóxido  de  estaño  así 
separado  debe  ser  recibido  sobre  un  filtro  de  pa- 
pel sin  cola  pesado  de  antemano,  lavado  y  seco,  y 
su  peso  permite  calcular  el  del  eslaño  contenido 
en  la  aleación.  El  cobre  que  existe  en  la  disolu- 
ción puede  ser  precipitado  en  el  estado  de  óxido 
hidratado  con  la  potasa  cáustica  empleada  en  exce- 
so; este  óxido  hidratado  bien  lavado  en  el  agua 
hirviendo  ,  secado  en  seguida  y  calcinado  al  rojo 
en  un  crisol,  hace  conocer  por  su  peso  el  del  cobre 


BRO 
metálico.  Pero  como  por  esle  proceder  el  deu- 
lóxido  de  cobre  retiene  un  poco  de  potasa,  es 
preferible  evaporar  á  sequedad  la  disolución  de 
deulonitrato  de  cobre  en  un  crisol  de  platino,  y 
calcinar  al  rojo  para  obtener  asi  el  deutóxido  de 
cobre  perfectamente  puro. 

Dase  el  nombre  genérico  de  Bronce  al  metal  de 
los  cañones,  á  las  campanas,  á  los  címbalos,  «alas 
estatuas,  a  las  medallas,  y  en  Un  al  metal  de  los 
adornos  y  figuras  de  decoración  interior. 

Bola  fabricación  de  los  bronces  encontramos 
primero  el  modelo:  el  modelo  original,  y  primer 
pensamiento  del  fabricante ,  es  una  obra  de 
arte  y  de  gusto,  concebida  bajo  las  inspiraciones 
de  los  monumentos  históricos  y  del  arte  en  sus 
diversas  épocas.  Este  primer  pensamiento,  deli- 
neado por  el  dibujo,  es  confiado  á  un  artista  que 
lo  ejecuta  en  yeso,  en  cera  ó  en  madera. 

Hecho  el  molde,  se  moldea  en  arena  prepara- 
da, que  tiene  las  propiedades  convenientes  *  pa- 
ra el  moldeaje,  el  que  se  practica  por  medio  de 
piezas  de  encaje  como  el  moldeaje  en  yeso. 
Terminada  esta  operación,  se  levantan  las  pie- 
zas de  encaje,  se  seca  el  modelo ,  y  vuelven  á 
colocarse  los  encajes  á  su  destino,  quedando  de 
este  modo  el  vacío  del  modelo,  por  irregular  que 
sea  su  forma  ;  hecha  esta  operación,  se  seca  el 
molde  en  la  estufa,  y  luego  después  se  vierte  en 
el  hueco  el  bronce  en  fusión  que  reproduce  el 
modelo  con  todos  sus  pormenores. 

La  composición  del  metal  es  la  base  esencial 
de  una  buena  fabricación:  esta  reconocido  por 
experiencia  práctica  que  la  aleación  cuaternaria 
de  cobre,  eslaño,  zinc  y  plomo  es  la  mejor,  y  que 
debe  contener  por  ciento: 

Cobre  rojo.          .     .          "75 

Zinc 2i 

Kslaño ...          .     .  i 

Plomo ....  1 

Total 100 


Teniendo  entonces  mas  ductilidad,  tenacidad  y 
maleabilidad,  siendo  mas  duro  y  mas  denso,  es 
mas  fácil  de  vaciar,  tornear  y  cincelar,  es  mas  sa- 
no y  absorbe  mayor  cantidad  de  oro.  Gene- 
ralmente hoy  dia  se  hace  la  aleación  con  metales 
Euros,  y  las  proporciones  son  ciertas.  No  siempre 
a  sido  así,  por  que  en  otro  tiempo  se  empleaba 
mas  comunmente  lo  que  los  fundidores  llaman 
metralla  cohjante,  metralla  fundida;  la  primera 
se  compone  de  viejos  desperdicios  de  cobre  ama- 
rillo de  toda  especie  que  se  encuentran  en  el  co- 
mercio, tales  como  calderos,  utensilios  de  cocina, 
etc.,  y  la  segunda,  de  viejos  bronces  cuyo  oro  ha 
sido  separado,  ú  objetos  fundidos  tirados  como  de- 
sechos; á  estas  metrallas  se  anadia  lo  que  se  creía 
necesario  para  hacerlas  de  buena  cali  Jad  y  volver 

Esta  arena  se  encuentra  en  las  canteras  de  Fontenay- 
aux-Roscs,  á  unas  seis  leguas  de  Paris,  á  donde  acuden 
á  proveerse  de  ella  los  Ingleses,  Alemanes,  Belgas  ,  Italia- 
nos  y  todos  los  principales  fundidores  de  Europa . 


BRO  423 

la  aleación  a  las  proporciones  indicadas  arriba. 

La  pieza  al  salir  del  molde  es  entregada  al  cin 
celador  encargado  de  corregir  las  imperfeccio 
nes  de  la  fundición,  y  dar  al  objeto  que  le  está 
confiado  la  pureza  primitiva  del  modelo  que  lo 
ha  producido.  Los  cinceladores  olvidan  con  de- 
masiada frecuencia  la  naturaleza  de  los  cuidados 
que  les  están  impuestos.  Los  obreros  há  iles  lle- 
van en  el  ejercicio  de  su  arte  una  mano  segura  y 
práctica,  su  trabajo  no  carece  de  primor,  ni  tam- 
poco de  cierto  gusto  uniforme;  pero  no  están  su- 
ficientemente penetrados  del  sentimiento  de  lo  be- 
llo, que  puede  solo  dar  una  educación  artística, 
educación  que  convendría  recibiesen. 

Después  de  cinceladas,  las  piezas  son  juntadas 
por  el  ajustador,  encargado  además  de  rectifi- 
car con  la  lima  las  partes  unidas  y  las  líneas  de 
arquitectura ,  y  de  ajustar  en  los  fondos  los 
adornos  y  1  .s  figuras  según  los  planos  y  diseños 
que  le  están  confiados.  Esta  parte  d-í  la  fabrica- 
ción exige  muchos  cuidados:  la  montura  debe  reu- 
nir las  condiciones  de  solidez  y  de  pureza,  sin 
que  nunca  se  deje  percibir  el  trabajo 

El  producto  asi  terminado  en  blanco  es  entre- 
gado al  obrero  dorador,  que  lo  hace  recocer  y  lo 
limpia,  disolviéndola  parte  oxidada  del  metal 
con  acido  nítrico  mezclado  con  agua.  Cuando  el 
objeto  está  limpiado  y  presenta  en  todas  las  par- 
tes el  lustre  metálico,  se  lava  en  mucha  agua  y 
se  hace  secar,  rodándolo  en  aserraduras  de  ma- 
dera ó  salvado;  el  dorador  prepara  y  extiende  en 
seguida  igualmente  sobre  la  pieza,  por  medio  de 
una  brocha  hecha  de  hilos  de  latón  dicha  gra- 
tus,  la  amalgama  de  oro  y  de  mercurio;  la  pone 
al  fuego,  y  la  eleva  al  grado  de  temperatura  ne- 
cesario para  descomponer  la  amalgama  y  volati- 
lizar el  mercurio;  la  pieza  en  seguida  frotada  en 
todos  sentidos  con  gratas  en  agua  acidulada  con 
vinagre,  presenta  una  superficie  brillante,  y  pue- 
de recibir  á  voluntad  el  mate,  el  bruñido,  el  color 
de  oro  molido  ó  de  oro  rojo.  Se  cubre  la  pieza  que 
se  quiere  dorar  de  mate  con  una  mezcla  de  sa| 
común,  nitro  y  alumbre  liquidados;  se  calienta  la 
pieza  vuelta  al  fuego  hasta  que  la  capa  salina 
que  la  cubre  se  haya  puesto  hemogénea,  casi 
trasparente  y  entre  en  verdadera  fusión;  enton 
ees  se  retira*  la  pieza  del  fuego  y  se  sumerge  sú- 
bitamente en  el  agua  fria,  que  separa  su  capa  sa- 
lina; la  pieza  después  de  haberla  pasado  por  áci-^ 
do  nítrico  débil,  es  en  seguida  Uñada  con  mucha 
agua  y  secada  en  la  estufilla.  El  color  de  oro  mo-. 
lido  es  una  mezcla  de  alumbre,  piedra  sanguínea 
y  sal  marina  desleída  envinagre  de  laque  se 
cúbrela  pieza,  así  como  se  hace  con  la  amalga- 
ma de  oro  y  de  mercurio.  Esta  parte  química  de 
la  industria  de  los  bronces  debe  grandes  y  útiles 
mejoras  sanitarias  al  Sr.  Darcet,  quien,  por  me- 
dios sencillos  y  poco  costosos,  ha  sabido  preser- 
var á  los  obreros  doradores  de  las  consecuencias 
funestas  á  las  cuales  les  exponía  la  acción  del 
mercurio  volatilizándose. 

Los  productos  terminados  en  blanco  no  son 
siempre  dorados,  siquecon  frecuencia  broncea- 
dos. Se  llama  bronce ,  en  este  caso,  á  la  imitación 


4U  BRO 

artificial  é  instantánea  de  ese  hermoso  color  ver- 
de ,  llamado  palma  antigua,  que  el  bronce  de 
buena  calidad  adquiere  oxidándose  después  de 
cierto  espaciodi}  tiempo,  y  que  los  Romanos  desig- 
naban bajo  el  nombre  de  arrugo.  El  bronce  de  Co- 
rinto  lomaba  asi  un  soberbio  color  verde  claro, 
cuya  apariencia  es  bastante  semejante  al  musgo 
verde  de  los  árboles.  Esta  cubierta  antigua  que  el 
tiempo  ha  depositado  á  la  larga  sobre  los  monu- 
mentos de  bronce  es  lo  que  se  procura  imitar  por 
medio  de  una  coloración  artificial  é  instantánea. 
Para  broncear,  pues,  las  figuras,  las  medallas  y 
los  adornos  de  bronce  y  de  cobre,  se  emplea  n 
proceder  siguiente. 

Se  hacen  disolver  dos  adarmes  de  sal  amonía- 
co y  media  adarme  de  sal  de  acedera  en  media 
azumbre  de  vinagre  blanco.  Se  humedece  ligera- 
mente con  un  pincel  mojado  en  esta  disolución,  y 
se  frota  vivamente  al  sol  ó  en  una  estufa  la  pieza 
de  metal  hasta  que  esté  seca;  se  repite  esta  opera- 
ción tantas  veces  como  es  necesario  para  obte- 
ner el  tinte  deseado.  La  primera  capa  produce 
un  color  amarillo  moreno  verdoso ;  la  segun- 
da, un  color  verde  moreno;  en  fin,  se  puede,  mul- 
tiplicando las  capas,  obtener  un  matiz  tan  oscu- 
ro que  parezca  completamente  negro. 

Se  da  también  el  color  de  bronce  antiguo,  aun 
que  por  un  método  diferente,  á  las  esculturas  en 
yeso,  en  madera,  en  cartón,  etc.  La  composición 
está  formada  en  este  caso  de  ocre  amarillo,  de 
azul  de  Prusia  y  de  negro  de  humo  disueltos  en 
agua  de  cola  ;  cuando  se  aplica  sobre  la  escultu- 
ra, se  pintan  las  partes  salientes  con  polvo  de 
oro  musivo,  al  objeto  de  imitar  los  efectos  produ- 
cidos por  el  frote  en  los  bronces  antiguos. 

Las  armas  de  los  Egipcios  y  de  los  primeros 
Griegos  eran  de  bronce,  de  lo  que  infiere  Cailo 
que  este  metal  era  susceptible  del  temple,  lo  que 
en  efecto  es  cierto;  pero  el  temple  no  puede  au- 
mentar su  fuerza,  porque,  al  contrario,  le  vuelve 
mas  quebradizo.  El  bronce  adquiere  solidez  y  du- 
reza por  la  aleación,  y  el  antiguo  con  frecuencia 
contenía  hierro;  porque  la  naturaleza  habia  indi- 
cado esta  aleación,  pues  se  encuentran  muchas 
minas  de  cobre  ferruginosas.  Estas  minas  produ- 
cen en  la  fundición  un  cobre  duro  y  agrio  que  los 
antiguos  empleaban  probablemente  sin  depu- 
rarlo. 

Plinio  habla  de  las  especies  de  cobre  mas  cele- 
bradas en  la  antigüedad:  en  primer  lugar  nom- 
bra el  cobre  de  la  isla  de  Chipre,  en  seguida  el 
de  las  minas  de  que  Salustio  era  propietario  en 
la  Tartinlesa,  y  las  minas  de  Córdova  en  España, 
que  Mario  habia  hecho  laborear;  de  ellas  se  fa- 
bricaban los  sextercios  y  los  dispondios,  á  seme- 
janza de  los  as,  que  no  se  hacían  sino  de  cobre  de 
Chipre. 

Los  antiguos,  para  los  grapones  y  las  atadu- 
ras de  sus  edificios,  daban  con  razón  la  preferen- 
cia al  bronce  sobre  el  hierro ;  en  los  utensilios  ó 
herramientas  sabían  el  arte  de  dar  al  bronce  tal 
blancura  que  se  le  tomaba  á  primera  vista  por 
plata.  Los  actos  públicos,  las  leyes  y  los  tratados 
se  conservaban  grabados  en  tablas  de  bronce; 


BRO 
bajo  Vespasiano,  un  incendio  destruyó  tres  mil  de 
esas  tablas,  conservadas  en  el  Capitolio  .  Ade- 
más de  estas  tablas  y  de  las  estatuas,  los  antiguos 
hacían  de  bronce  los  bajos  relieves  de  que  ador- 
naban los  edificios  y  los  monumentos,  y  las  bóve- 
das y  las  puertas  estaban  cubiertas  también  de 
adornos  de  bronca. 

El  Papa  Urbano  VIH  sacó  del  Panteón  todas  las 
obras  de  bronce,  cuyo  peso  ascendió  á  450,274 
libras,  no  dejando  sino  las  dos  puertas  que  aun 
hoy  dice  se  ven  en  él .  Empleó  este  metal  en  ador- 
nar la  iglesia  de  San  Pedro,  y  particularmente  el 
baldaquino  que  se  eleva  encima  del  altar  mayor, 
y  también  con  él  fabricó  cañones  para  la  defensa 
del  castillo  de  San  Ángel.  Lno  de  estos  cañones 
fué  hecho  con  los  clavos  que  juntaban  los  enta- 
blamentos del  pórtico,  y  por  eso  se  le  puso  esta 
inscripción:  Ex  clavis  trabalibus  porticus  Agri- 
pa'. Bernino  fué  quien  empleó  en  la  decoración 
de  la  iglesia  de  San  Pedro  los  bronces  antiguos 
que  Miguel  Ángel  habia  respetado. 

Los  antiguos  miraban  al  bronce  como  puro  por 
su  naturaleza,  y  creían  tenia  la  virtud  de  ahuyen- 
tar los  espectros  y  los  espíritus  malignos.  En  los 
templos,  los  instrumentos  de  sacrificio,  tales  co- 
mo cuchillos,  hachas,  páteras,  simpulos  y  prefé 
riculos  eran  de  bronce,  y  de  estos  objetos  se  en- 
cuentran un  gran  número  en  nuestros  gabinetes 
de  antigüedades.  Todo  lo  que  servia  al  culto  reli- 
gioso debia  ser  de  este  metal  sagrado. 

Los  antiguos  hacían  de  bronce  aquellas  de  sus 
monedas  que  no  eran  ni  de  oro  ni  de  plata.  Esta 
aleación  se  oxida,  en  verdad,  del  mismo  modo 
que  el  cobre,  pero  mas  difícilmente;  y  su  óxido, 
designado  por  los  numismatistas  bajo  el  nombre 
italiano  de  patina,  lejos  de  destruirlo,  contribu- 
ye á  su  conservación.  Por  otra  parte,  el  cobre  en 
fusión  es  demasiado  pastoso  para  tomar  los  pri- 
mores del  molde,  por  cuyo  motivo,  hoy  día  aun, 
se  alea  con  estaño,  para  nacerle  mas  fluido,  cuan- 
do se  funden  monumentos  y  estatuas.  Tan  solo  se 
encuentran  un  corto  número  de  monumentos  anti- 
guos que  fuesen  hechos  con  cobre  sin  aleación. 

Los  monumentos  de  bronce  se  oxidan ,  y  el  va- 
lor del  metal  puede  inducir  á  destruirlos;  pero 
están  menos  expuestos  á  romperse  que  los  de 
mármol,  que  casi  siempre  á  la  tin  los  vemos  mu- 
tilados. Las  estatuas  mas  célebres  que  nos  han 
legado  los  antiguos  son:  el  joven  Sátiro  dormido, 
del  gabinete  de  Herculano;  los  dos  jóvenes  lidia- 
dores, de  Portici;  la  estatua  ecuestre  colosal  de 
Marco  Aurelio,  en  Roma,  el  Hércules  del  Capito- 
lio, el  tirador  de  espinas,  la  cabeza  colosal  de 
Commodo,  la  estatua  de  Séptimo  Severo,  del  pa- 
lacio Barberini.  Imposible  seria,  además,  citar  la 
inmensa  cantidad  de  bronces  descubiertos  en 
Herculano,  y  publicados  en  Ñapóles  en  1767,  ni 
los  que  encierran  las  célebres  villas  Ludovisi, 
Mallei,  Albani  y  bella  galería  de  Florencia. 
Nuestros  museos  poseen  colecciones  de  preciosos 
monumentos  antiguos,  y  en  nuestros  jardines  y 
palacios  existen  imitaciones  en  bronce  de  las  be- 
llas estatuas  de  la  antigüedad. 

El  bronce  tionela  ventaja  de  poder  multiplicar, 


BRO 

por  Ja  fundición  y  el  moldoaje,  los  originales  de 
(jiie  el  mármol  no  nos  ofrecería  sino  copias  mas  ó 
meaos  bien  ejecutadas.  En  numismática  se  lla- 
ma bronces  ix  las  monedas  de  los  antiguos  acuña- 
das con  este  metal,  distinguiéndose  en  medallo- 
nes, gran  bronce  ,  mediano  bronce,  y  pequeño 
bronce.  Esla  división  existe  sobre  todo"  en  la  co- 
lección do  medallas  romanas,  pues  las  medallas 
de  las  poblaciones  griegas  y  latinas  nunca  se  en- 
cuentran de  gran  bronce. 

Como  lo  hemos  dieho,  el  bronce  era  consagra- 
do álos  dioses,  y  por  esto  únicamente  se  encuen- 
tra la  palabra  Monda  sacra  en  las  monedas  de  es- 
te metal.  En  Roma,  los  emperadores  se  habían  re- 
servado el  derecho  de  hacer  acuñarla  moneda  de 
oro  y  de  plata,  siendo  el  senado  quien  hacia 
acuñar  la  de  bronce,  y  por  esto  comunmente  lie— 
va  las  letras  S.  C.  [Senatus-Consullo] . 

Ciertas  medallas  de  bronce  son  mucho  mas  ra- 
ras que  las  de  oro  y  de  plata:  sabido  es  cuan  di- 
fícil es  hallar  un  Otón  de  gran  bronce,  aunque  mu- 
chos aficionados  crean  poseer  este  precioso  mo- 
numento, si  bieu,  según  el  Sr.  Dumersan,  no  tie- 
nen mas  que  una  pieza  fabricada  por  falsarios,  por- 
que probable  es  que  el  senado  no  permitiese  acu- 
ñar monedas  de  bronce  de  este  príncipe,  que  rei- 
no tan  corto  tiempo. 

La  industria  de  la  elaboración  del  bronce  e  n 
las  variadas  aplicaciones  de  que  es  susceptible 
permanencia  en  España  en  un  estado  rutinario 
de  deplorable  atraso;  pero  recibió  grande  im- 
pulso, ha  hecho  rápidos  y  portentosos  adelantos 
durante  la  ultima  década,  y  levanta  ya  muy  alta 
su  bandera,  especialmente  en  este  centro  indus- 
trial, en  la  siempre  laboriosa  Barcelona,  donde,  á 
la  par  que  las  demás  artes  sus  hermanas,  puede 
decirse  que  ha  lijado  sus  reales. 

¿Quién  no  se  acuerda  de  la  reciente  era  en  que 
apenas  se  fabricaban  en  España  mas  que  modes- 
tos utensilios  de  latón  mal  acabados  y  de  vetustas 
formas,  cuando  todos  los  bronces  de  ornamenta- 
ción debían  llegarnos  del  extranjero,  y  si  tal  vez 
alguna  diminuta  pieza  de  este  género  llegaba  á 
fabricarse  en  España,  salia  tosca  é  imperfecta  de 
la  fundición,  para  pasar  luego  al  taller  del  cince- 
lador que  la  hacia  subir  de  precio,  puliéndola  con 
improbo  trabajo  por  una  prolija  serie  de  operacio- 
nes lentas?  ¿Quién  entonces  hubiera  sospechado 
que  á  los  pocos  años  la  industria  á  la  sazón  tan 
niña  se  habia  de  presentar  crecida  y  caminar  sin 
andadores,  satisfaciendo  todas  las  exigencias  de  la 
moda  y  del  capricho,  ofreciendo  abundantísimos 
surtidos  de  variados  y  perfectos  artefactos, 
creando  para  lograrlo  establecimientos  colosales? 
Poco  menos  que  imposible  debia  de  parecer  esta 
brillante  trasformacion  ;  natural  y  tolerable  y  de 
carácter  permanente  debía  de  juzgarse  ser  aquel 
atraso,  al  observar  que  en  España,  nación  de  po- 
cos capitales,  escaseaban  los  consumidores  para 
las  artes  de  lujo,  que  en  ella,  país  de  tradicional 
predilección  Inicia  las  ciencias  morales  y  de  in- 
ínveterado  desvío  del  estudio  de  las  reyes  del 
mundo  físico,  habían  de  faltarle  á  una  industria 
amamantada  en  el  sonó  de  la  química  WdosÜM 
54 


BRO  m 

elementos  de  vida,  todos  los  medios  de  prosperi- 
dad y  desarrollo.  Empero  el  espíritu  del  siglo  se 
ha  inoculado  y  se  propaga  velozmente,  mas  de  lo 
que  muchos  creen,  en  lo  mas  íntimo  de  la  socie- 
dad española,  y  la  fuerza  del  ejemplo,  el  impulso 
de  imitación  con  la  actividad  asombrosa  que  les 
presta  la  agitada  atmósfera  de  la  presente  era, 
evocaron  una  voluntad  resuelta  que  supo  vencer 
pretendidos  imposibles  para  alzar  la  industria  de 
bronces  del  estado  de  abyección  en  que  se  veia 
postrada. 

D.  José  Molas  y  Bellvé,  de  ánimo  emprendedor 
y  de  infatigable  perseverancia,  dotado  de  aquel 
espíritu  de  observación  que  descifra  enigmas  y 
penetra  los  secretos  con  una  sola  mirada,  apenas 
acababa  de  darse  á  conocer  en  1844  por  la  bien 
entendida  forma  que  á  las  láminas  de  latón  ex- 
tranjeras daba  en  sus  quinqués  tan  renombrados, 
cuando  quiso  extralimitarse  de  aquel  mezquino 
circulo  dentro  el  cual  no  cabía  la  anchura  de  su 
noble  ambición  y  de  su  arrojo:  quiso  para  glo- 
ria suya  importar  el  elegante  v  fácil  y  económi- 
co moídeaje  de  Francia  y  de  Inglaterra;  allá  en 
los  centros  de  la  pericia  y  del  buen  lujo  fué  á 
estudiar  el  como  se  elaboraban  aquellos  porten- 
tos de  elegancia,  aquellas  bellezas  del  bronce 
que  otros  sin  deseos  de  imitarlos  admiraban.  De 
allá  con  no  escasos  sacrificios  trajo  á  España  un 
experimentado  fundidor  ;  allá  encontró  la  llave 
de  la  elección  de  tierras  á  propósito  para  fundir 
con  maestría,  para  obtener  la  perfección  hasta 
en  los  menores  detalles  sin  necesidad  de  recurrir 
al  pulimento  del  cincel;  allá  supo  aprender  los 
mas  hábiles  procedimientos  para  las  aleaciones 
de  los  bronces  y  para  acometer  su  elaboración 
en  grande  escala. 

En  su  taller  se  formaron  bien  pronto  muchos 
diestros  operarios,  que  diseminándose  luego  por 
otros  establecimientos  de  fundición,  promovieron 
los  generales  adelantos  que  en  este  arte  se  ob- 
servan, y  que  el  menos  conocedor  descubre  al 
cotejar  lo"  que  eran  y  lo  que  son  las  tiendas  de  la 
calle  de  la  Boria  de  la  presente  ciudad.  Mas  no 
por  ello  dejó  de  ser  el  Sr.  Molas  el  rey  en  su 
profesión  entre  todos  los  de  España:  no  se  esta- 
cionó cual  comunmente  acontece  en  sus  prime- 
ros adelantos.  Sus  progresos  fueron  y  son  conti- 
nuos y  rapidísimos,  cual  los  fija  la  distancia  que 
separa  el  primer  quinqué  de  teatro  que  construyó 
para  el  de  Capuchinos  de  esta  ciudad,  v  el  rico"  y 
elegantísimo  secreter  fabricado  para  S.lM.  el  Rey, 
que  tanto  llamó  la  atención  del  público  barcelo- 
nés en  marzo  de  este  año.  Quien  lo  haya  visto 
recordará  que  en  él  nada  dejan  ya  que  desear 
ni  el  buen  gusto,  ni  la  suntuosidad,  ni  la  com- 
binación de  los  conjuntos  ,  ni  la  delicadeza  en 
los  detalles;  aquel  preciosísimo  mueble  ofrece 
una  prueba  relevante  de  que  el  Sr.  Molas  ha  lle- 
vado el  arte  de  elaborar  y  de  dorar  el  bronce  á 
su  última  perfección. 

V  no  tenia  necesidad  el  Sr.  Molas  de  presentar 
ese  alarde  de  su  pericia  exquisita  para  que  íuer- 
se  por  todos  sin  excepción  reconocida.  Bastábale 
su  título  de  fundador  de  la  Fundición  Barcelonesa 

tomo  i. 


42(5  BRO 

de  bronces  y  oíros  metales,  de  esle  colosal  esta- 
blecimiento propiedad  de  una  sociedad  anónima 
creada  en  1850  con  un  capital  de  15jO,000  duros,  y 
<iue  para  extender  mas  sus  vastas  operaciones  se 
halla  próxima  á  verificar  una  nueva  emisión  por 
valor  de  cuatro  millones  de  reales,  á  pesar  de  que 
excede  ya  de  200  el  número  de  operarios  que  cons- 
tantemente emplea  para  cubrir  los  continuos  pe- 
didos de  sus  variados  productos.  Allí  en  breves 
instantes  las  piezas  de  zinc  se  cubren,  por  un  pro- 
cedimiento galvánico,  de  una  perenne  capa  de 
bronce,  merced  á  una  manera  especial  de  liqui- 
dar esta  aleación  sin  que  al  fijarse  se  altere;  allí 
el  verdadero  bronce  se  funde  con  indecible  per- 
fección bajo  cualquier  forma,  sea  cual  fuere  la 
complicación  del  dibujo  ó  la  finura  del  follaje, 
condición  esencial  para  alcanzar  la  suma  belleza; 
alli  por  medio  de  baños  bien  preparados  y  de 
manipulaciones  hábiles,  obtenida  ya  la  elegancia 
de. la  forma,  se  obtienen  los  colores  que  la  com- 
pletan, ya  mates,  ya  brillantes;  allí  los  bronces 
dorados  salen  de  manos  del  operario  con  el  ma- 
yor grado  apetecible  de  solidez  y  limpieza;  allí 
por  ultimo  al  lado  de  los  objetos  de  bronce  toma 
el  zinc  bellísimos  y  variados  aspectos  para  diferen- 
tes usos,  y  se  convierte  el  plomo  en  tubos  conti- 
nuos de  longitud  infinita,  según  en  sus  respecti- 
vos artículos  tendremos  ocasión  de  explicarlo. 

D.  José  Molas  y  Bellvé  debe  de  estar  plena- 
mente satisfecho  por  los  resultados  de  sus  sacri- 
ficios y  de  sus  desvelos;  al  paso  que  el  país  debe 
agradecerle  la  importantísima  nueva  industria 
que  él  le  ha  procurado.  ¡  Cuánta  riqueza,  el  ge- 
nio de  este  industrial  ha  proporcionado  ásu  pa- 
tria! Y  no  íes  únicamente  la  que  los  productos  de 
su  arte  forman;  lo  es  también  el  fomento  que  éste 
procura  de  beneficio  de  las  minas  de  cobre  y 
zinc  que  tanto  abundan  en  España,  délas  de  Rio- 
Tinto  y  de  S.  Juan  de  Alcaraz,  por  ejemplo.  D.  Jo- 
sé Molas  y  Bellvé,  lo  repetimos,  puede  enorgulle- 
cerse por  su  obra.  * 

Ya  que  de  S.  Juan  de  Alcaraz  hemos  hablado, 
no  podemos  prescindir  de  hacer  honrosa  mención 

*  La  importancia  de  la  fábrica  del  Sr.  Molas  puede  de- 
ducirse con  solo  atenderá  que  en  un  año  ha  producido: 

9,000  quinqués,  llamados  lámparas  solares,  de  todas  for- 
mas y  dimensiones. 

2,500  quinqués  de  varios  sistemas  ,  como  de  Cárcel,  de 
presión ,  de  Robert .  etc. 

1,800  pares  de  candelabros  de  composición  bronceados,  de 
distintas  formas  y  dimensiones. 

TOO  pares  de  candelabros  de  varios  formas  y  tamaños. 

600  quintales  de  bronce  fundido  en  varias  piezas  para  la 
aplicación  ornamentaria  en  los  trabajos  del  establecimiento. 

Los  bronces  para  los  muebles  de  S.  M.  el  Rey. 

Un  sin  número  de  objetos  diferentes ,  como  los  tipos  de  pe- 
sas y  medidas  que  han  de  servir  de  base  para  el  nuevo  siste- 
ma que  ha  de  regir  en  1853  ,  etc. ,  etc. 
Ha  consumido: 

300  quintales  de  latón  en  planchas. 

800  quintales  de  cobre  para  la  fundición. 

1,000  quintales  de  zinc  en  panes  para  la  construcción  de 
candelabros  y  otros  objetos 

Y  la  cantidad  relativa  de  lo»  demás  metales  necesarios 
para  la  fabricaeitn. 


BRO 

de  la  gran  fábrica  que  al  pié  de  las  minas  de 
de  zinc  se  ha  establecido,  la  cual  produce  lámi- 
nos de  latón  y  de  cobre,  y  provee  los  mercados 
nacionales  de  los  objetos  comprendidos  en  la  de- 
nominación general  de  casguetería  en  todas  for- 
mas como  también  un  sin  número  de  varias  piezas 
de  bronce  ya  fundidas  ya  de  plancha,  pues  la  fun- 
dición esta  montada  al  nuevo  sistema  que  hemos 
ya  mencionado,  pudiendo  asegurar  ser  el  estable- 
cimiento mas  bien  montado  en  España  tocante  á 
explotación  de  minas,  como  lo  acreditan  sus  pro- 
ductos. 

Asimismo  debemos  mencionar  la  fábrica  de 
Trubia,  el  establecimiento  de  ü.  Juan  Nauri,  y  Ja 
pericia  de  D.  José  de  Vesada  platero  de  Soria, 
que  con  sus  bronces  fundidos  contribuyeron  al 
mayor  lustre  de  la  Exposición  Pública  de"  los  pro- 
ductos de  la  industria  española  verificada  en  Ma- 
drid en  1850;  según  se  dejó  consignado  por  la 
Junta  calificadora  en  las  páginas  284,  295  y  296 
de  su  memoria  presentada  al  Escmo.  Sr.  Ministro 
de  Comercio.  Alli  puede  verse  como  sobresalía  la 
primera  por  la  precisión  y  finura  del  fundido  y 
por  el  detenimiento  y  delicadeza  del  cincelado  en 
sus  21  bastos  de  hierro  unos  y  de  bronce  otros 
mayores  que  el  natural,  siendo  otros  tantos  retra- 
tos de  SS.  MM.  la  Reina ,  el  Rey  y  la  Reina  ma- 
dre y  varios  personajes  contemporáneos.  El  se- 
gundo llevó  á  la  Exposición  ornatos  de  bronce  de 
reducidas  dimensiones  para  sobremesa  acabados 
con  gusto  y  detenimiento;  haciéndose  notable  en- 
tre ellos  un  pequeño  grupo  que  representaba  la 
suerte  de  ir  á  matar  al  loro  el  lidiador,  por  la  ver- 
dad en  las  actitudes  y  cierta  animación  en  las  fi- 
guras ;  pero  mas  aun  mereció  el  voto  de  la  Junta 
calificadora  una  bella  y  espresiva  Dolorosa,  apar- 
te de  un  reducido  busto  de  Pió  IX,  de  muy  esmera- 
da fundición.  El  Sr.  Vesada  por  último  presentó 
en  aquel  concurso  una  custodia  de  bronce  fundi- 
da y  cincelada  de  un  mérito  no  vulgar. 

Con  especial  satisfacción  hemos  dejado  que  li- 
bre corriese  nuestra  pluma  en  el  presente  artícu- 
lo, para  dejar  aquí  consignadas  verdaderas  glo- 
rias nacionales.  No  creemos  que  nuestros  lectores 
nos  culpen  esta  vez  por  haberles  ocupado  la  aten- 
ción con  descripciones  prolijas;  y  ojalá  que  en 
otras  muchas  páginas  pudiésemos  desviarnos, 
por  análogos  motivos,  de  nuestro  habitual  laco- 
nismo! , 

BROSI9IO,  Brosisium.  Género  de  plantas 
déla  familia  de  lasurtíceas,  y  de  la  monandria 
diginia.  El  señor  Kunth  asegura  que  el  Galacto- 
dendrum,  Humb.  e*  congénero  del  Brosimum. 

Brósimo  Alicastro  [Brosimum  AUcas- 
trum  ,  S\v.).  Grande  árbol  de  la  Jamaica,  que 
Brown  y  Adanson  llamaban  Alicastrum,  cuyo, 
nombre  genérico  al  principio  se  convertió  lue- 
go en  específico.  Es  muy  semejante  al  árbol 
del  pan,  en  términos  que  los  Inglesas  de  la  Ja- 
maica llaman  á  sus  frutos  Bread  nuts  [Nuez  pan). 
Estos  frutos  son  muy  buenos  para  comer,  tostados 
ó  hervidos  como  las  castañas;  son  harinosos,  tie- 
nen un  gusto  sabroso,  y  no  sobrecargan  el  estó- 
mago; suministran  uu'alimentu  muy  sano  á  los 


BRU 

negros  en  los  tiempos  de  sequia  extrema  en  que 
faltan  otros  alimentos,  y  son  tanto  mas  preciosos 
porque  el  árbol  da  muchos  frutos.  Sus  ramos  y  ho- 
ías  proporcionan  un  excelente  forraje  á  los  anima- 
les domésticos.  El  brósimo,  pues,  es  un  árbol  im- 
portantísimo ,  porque  basta  para  satisfacer  á  las 
necesidades  del  hombre  que  \ivcen  el  aridísimo 
terreno  de  la  zona  tórrida. 

BROSEA,  Bnoss£A.  Género  de  la  penlan- 
dria  monoginia ,  formado  por  Plumier,  poco  co- 
nocido y  colocado  con  duda  en  la  familia  de  las 
ericáceas.  Solo  contiene  un  arbuslito  de  las  Anti- 
llas, Bhosea  coccínea  (Brosscea  coccínea,  L.),  de 
numerosos  tallos  guarnecidos  de  hojas  alternas, 
y  que  llevan  flores  solitarias,  axilares  ó  termina- 
les, y  de  pedúnculos  bribrácteados.Los  habitantes 
de  Santo  Domingo  comen  las  bayas  de  este  ar- 
busto. 

BROWALIA  ,    Browallia  ,  Género  de 

f llantas  de  la  familia  de  las  escrofulariéas,  y  de 
a  didinamia  angiospermia  de  Linneo,  que  contie- 
ne cierto  número  de  especies  indígenas  de  la 
América  tropical.  Las  browalias  son  plantas  her- 
báceas, derechas,  lampiñas,  ó  pubescentes,  ó  vis- 
cosas; de  hojas  alternas,  pecioladas  y  ovales;  de 
hermosas  flores  azules,  ó  violáceas,  raras  veces 
blancas,  que  son  extra-axilares  ó  termiuales.  Se 
cultivan  5  ó  6  especies  de  este  género  en  algunos 
de  los  jardines  de  Europa.  En  Caracas,  el  co- 
cimiento de  la  Browalia  descaecida  [Browallia 
demissa,  L.)  es  empleado  en  las  enfermedades 
de  la  piel,  sobre  todo  contra  la  tina,  según  los 
señores  de  Humboldt  y  Bonpland. 

BRUCE  A,  Bui  cea.  Género  de  la  familia 
de  las  terebintáceas,  y  de  la  tetrandia  monoginia, 
cuyas  especies,  poco  numerosas,  son  arbustos  ori- 
ginarios de  las  regiones  tropicales  del  África, 
del  Asia  y  de  la  Polinesia,  notables  por  su  amar- 
gor- Las  hojas  son  imparipennadas,  de  hojuelas 
opuestas,  muy  enteras  ó  dentadas,  desprovistas 
de  puntos  trasparentes.  Las  flores,  muy  pequeñas 
y  de  un  verde  mezclado  de  púrpura,  están  dis- 
puestas en  pelotones  sobre  las  espigas  axilares. 
Brutea  antidisentérica  {/trueca  fer- 
ruginea,  L'Hér.).  Arbusto  originario  de  la  Abisinia 
en  donde  se  le  llama  Wooginos,  descubierto  por 
Bruce,  y  que  se  cultiva  en  algunos  jardines  de  Eu- 
ropa. Ofrece  el  aspecto  de  un  pequeño  nogal,  de 
cinco  á  seis  pies  de  alto,  con  hojas  aladas,  1 1 — 1 3 
hojuelas  aovadas,  puntiagudas,  guarnecidas  de 
algunos  pelos.  Su  corteza,  que  es  muy  amarga, 
es  usada  en  Abisinia  contra  la  disentería,  em- 
pleada en  polvo  á  la  dosis  de  una  cucharada  re- 
gular al  dia,  en  leche;  causa  una  sed,  que  no  es 
menester  saciar,  pero  no  produce  evacuación  al- 
guna. Se  recomienda  quitar  la  película  interior  de 
esta  corteza,  pero  Bruce  observa  que  esto  no  pa- 
rece necesario. 

Equivocadamente  se  había  creído  que  la  Bru- 
cea  antidisentérica  producía  la  Falsa  angostura, 
— V.  Angostura  y  Bruciná. 

BRVCIKA.  Álcali  orgánico  descubierto  en 
4819,  por  los  Sres.  Pellétier  y  Caventou ,  en  la 
corteza  de  la  falsa  angostura ,  én  la  que  está  cora- 


BRU  417 

binada  con  un  exceso  de  ácido  agállico ;  existe 
también ,  junto  con  la  estricnina,  á  la  que  se  ase- 
meja mucho  por  sus  efectos  ,  en  la  nuez  vómica, 
la  naba  de  San  Ignacio  y  el  upas  üeuté.  El  nom- 
bre que  lleva  es  inexacto,  no  procediendo  la 
falsa  angostura ,  como  se  creia ,  del  Bmcea  fer- 
ruginea  ,  L .  Hér. ,  por  lo  que  los  Sres.  Henry  y 
Guibourt  proponen  en  su  lugar  el  de  Scudatigus- 
tina. 

La  brucina  purificada  y  cristalizada  se  presen- 
ta en  prismas  de  cuatro  caras  oblicuos,  traspa- 
rentes é  incoloros,  que  contienen  17  por  ciento 
de  su  peso  de  agua  ó  unos  6  átomos ;  es  inodora,  y 
su  sabor,  que  es  de  un  amargor  fuerte,  persiste  por 
largo  tiempo;  calentada,  entra  en  fusión  sobre 
100°  y  abandona  toda  su  agua,  y  enfriándose 
toma  la  consistencia  de  la  cera  licuada;  calcina- 
da al  contado  del  aire,  se  abotaga  descompo- 
niéndose y  arde  sin  dejar  residuo;  el  agua  fría 
disuelve  Veno»  Y  e'  a£ua  hirviendo  yso0  de  su  peso; 
se  disuelve  fácilmente  en  el  alcohol  y  un  poco  en 
los  aceites  volátiles ;  el  éter  y  los  aceites  crasos 
no  la  disuelven;  las  soluciones  de  brucina  enver- 
decen el  jarabe  de  violetas  y  vuelven  al  azul  el 
papel  de  tornasol  enrojecido  por  un  ácido. 

tnode  los  caracteres  distintivos  de  la  brucina 
consiste  en  que  el  color  rojo  ó  amarillo  que  to- 
ma por  la  acción  del  ácido  nítrico  se  cambia  en 
hermoso  violeta  cuando  se  le  añade  cloruro  es- 
tañoso ,  y  que  se  forma  simultáneamente  un  pre- 
cipitado del  mismo  color.  Esta  propiedad  sirve 
para  distinguir  ala  brucina  de  la  morfina  y  de  la  es- 
tricnina; sin  embargo  el  resultado  no  es  siempre 
perfectamente  seguro,  porque  la  estricnina  con- 
tiene á  veces  brucins. ,  lo  que  se  descubre  muy 
bien  por  este  medio.  Añadiendo  á  una  solución 
alcohólica  de  brucina  una  gota  de  bromo  ,  el  lí- 
quido toma  igualmente  un  color  violeta. 

Los  Sres.  Pellétier  y  Couerbe  han  indicado  otro 
proceder  para  distinguir  á  la  morfina  déla  bruci- 
na :  han  observado  que  por  la  descomposición  do 
una  sal  de  brucina  por  medio  de  la  pila,  se  for- 
ma en  el  polo  positivo  el  mismo  color  rojo  que 
produce  también  el  ácido  nítrico.  Como  la  morfi- 
na produce  la  misma  reacción  con  el  ácido  ní- 
trico, y  las  sales  sometidas  á  la  acción  de 
la  electricidad  no  se  coloran  ,  esta  propiedad  de 
la  brucina  puede  servir  para  distinguirla  de  la 
morfina,  cuando  se  tienen  cortas  cantidades  pa- 
ra analizar.  La  pila  que  sirvió  para  estos  experi- 
mentos consistía  en  80  partes. 

Las  sales  que  forma  la  brucina  con  los  ácido» 
son  todas  solubles,  de  un  amargor  muy  pronun- 
ciado ,  la  mayor  parte  cristalizabas.  Los  álcalis 
minerales  descomponen  su  solución ,  v  aislan  la 
brucina  en  el  estado  de  hidrato  en  vedijas  blan- 
cas. 

La  brucina  está  compuesta,  según  el  análisis 
de  Liébig,  de  68  átomos  de  carbono  (70,88) ,  36 
átomos  de  hidrógeno  (6,66) ,  2  átomos  de  ázoe 
(5,07),  y  6  átomos  de  oxígeno  (17?39)  .-100  partes 
de  brucina  absorben  13,06  de  ácido  hidroclórico 
seco. 
Este  álcali  obra  de  una  manera  especial  «obre 


428  BRÜ 

la  médula  espinal ,  y  puede,  á  alta  dosis  ,  causar 
el  tétano  y  la  muerte.  Este  envenenamiento  re- 
clama el  uso  de  vomitivos ,  de  la  insuflación  pul- 
monar practicada  con  prudencia ,  de  los  purgan- 
tes ,  de  las  bebidas  eteradas,  etc.  Su  acción  es 
sin  embargo  mucho  menos  enérgica  que  la  de  la 
estricnina,  á  la  que  parece  está  llamada  á  reem- 
plazar, porque  es  á  la  de  esta  última  como  I  á  J2,- 
según  los  Sres.  Pelletier  y  Caventou,  y  como  i  es 
á  24,  según  el  Sr.  Andral  hijo.  La  brucina,  pues, 
puede  reemplazar  á  la  estricnina,  y  tiene  la  ven- 
taja de  producir  efectos  análogos ,  sin  tener  tan 
grande  actividad:  poseyendo  las  propiedades  de 
esta  última  ,  pero  en  un  grado  mas  débil ,  puede 
administrarse  ala  dosis  de  1 ,  2,  y  aun  3  granos, 
sin  temor  de  accidentes ,  en  las  mismas  circuns- 
tancias en  que  estín  indicadas  las  preparaciones 
de  nuez  vómica.  El  Sr.  Andral  ha  empleado  con 
ventaja  la  brucina ,  desde  medio  grano  hasta  5 
granos ,  en  muchos  individuos  afectados  de  pará- 
lisis; el  Sr.  Magendie  ha  hecho  tomar  con  feliz 
éxito  este  medicamento  en  dos  casos  de  atrofia, 
el  uno  de  un  brazo  y  el  otro  de  una  pierna ;  los 
enfermos  tomaban  al  dia  seis  pildoras  de  un  oc- 
tavo de  grano. 

Debe  observarse  que  la  brucina  cristalizada 
contiene  mas  de  un  quinto  de  su  peso  de  agua,  y 
es  por  consiguiente  menos  activa  que  la  brucina 
anhidra. — Las  sales  de  brucina  todavía  no  se 
usan. 

BKtUCO,  Biujchus.  Género  de  coleópteros 
tetrámeros,  familia  de  los  rincóferos  de  Fabricio. 
Los  brucos  son  vecinos  de  los  gorgojos,  de  los 
cuales  difieren  en  las  antenas,  la  cabeza  distinta 
del  corcelete,  las  partes  de  la  boca ,  y  á  primera 
vista ,  en  la  falla  de  trompetilla. 

Estos  insectos ,  en  el  estado  perfecto  ,  se  en- 
cuentran enlas  flores  en  donde  se  juntan.  La  hem- 
bra fecundada  coloca  sus  huevos  en  las  silicuas 
ó  vainas  todavía  tiernas  de  las  plantas  legumino- 
sas, tales  como  las  habas,  las  arvejas,  los  gui- 
santes, las  lentejas,  etc.  Las  larvas  que  de  ellas 
nacen  no  tardan  en  penetrar  en  cada  semilla,  que 
encierra  no  mas  que  una  sola.  Estas  larvas  que 
llegan  á  ser  bastante  gruesas  se  presentan  hin- 
chadas, cortas,  combadas,  compuestas  de  ani- 
llos poco  distintos ,  y  tienen  una  cabeza  pequeña, 
escamosa,  provista  de  mandíbulas  duras  y  cor- 
tantes, por  medio  de  las  cuales  cada  una  destru- 
ye la  semilla  en  el  interior  de  la  cual  está  encer- 
rada ,  y  en  la  que  se  ha  metido  de  tal  suerte  que 
la  cubierta  exterior  queda  intacta.  Durante  el  in- 
vierno se  alimenta  de  la  sustancia  de  la  semilla 
que  le  sirve  al  mismo  tiempo  de  vivienda,  y  solo 
hasta  la  primavera  siguiente  no  se  trasforma  en 
ninfa,  y  después  muy  luego  en  insecto  perfecto. 
Este,  desprovisto  de  mandíbulas  bastante  fuertes 
para  taladrar  las  paredes  de  la  cárcel ,  perecería 
necesariamente  en  ella,  si  la  naturaleza  próvida 
no  hubiese  dado  á  la  larva  el  instinto  de  roer 
hasta  la  epidermis  el  punto  de  la  semilla  por  don- 
de debe  salir  el  insecto  perfecto,  el  que  entonces 
basta  que  haga  un  ligero  esfuerzo  con  su  cabeza 
para  separar  esta  porción  de  epidermis.  De  ahí 


BRU 

es  que  resultan  esas  aberturas  circulares  que  se 
observan  en  los  guisantes  y  las  lentejas  cuyo  in- 
terior está  vacio. 

Los  brucos,  no  muy  comunes  en  los  países  del 
norte,  causan  en  ellos  pocos  daños;  pero  no  es 
lo  mismo  en  las  comarcas  meridionales ,  en  don- 
de sus  estragos  son  á  veces  considerables.  Entre 
los  diversos  medios  propuestos  para  destruir  sus 
larvas,  el  mas  eficaz  es  sumergir  en  el  agua  hir- 
viendo, inmediatamente  después  de  la  cosecha, 
las  semillas  que  se  suponen  estar  atacadas ,  ó 
bien  exponerlas  en  un  horno  á  una  temperatura 
de  40  á  45  grados ;  pero ,  por  desgracia  ,  ni  el 
uno  ni  al  otro  de  estos  medios  puede  ser  emplea- 
do respecto  á  las  semillas  destinadas  á  la  repro- 
ducción. 

Este  género  es  numerosísimo  en  especies :  el 
Sr.  Dejean  designa  116,  y  Schoinherr  describe 
hasta  140.  Aquisolo  haremos  mención  de  la  mas 
común  por  sus  estragos,  el  Baoco  DB  los  (jasan- 
tes [Bruchus  pisi ,  Frab.) ,  que  se  encuentra  en 
gran  parte  de  la  Europa  y  en  la  América  sep- 
tentrional. Su  larva  ataca  los  guisantes,  las 
lentejas ,  las  arvejas',  las  habas  ,  etc. ,  siendo  á 
veces,  entre  nosotros,  un  verdadero  azote  de  la 
agricultura. 

IIBU  .11  liA  ,  Aguja  de  marear.  El 
Sr.  Dr.  D.  Agustín  Yañez  y  Girona,  en  el  Dic- 
cionario pintoresco  de  Historia  natural  y  de  Agri- 
cultura, titulado  Dios  y  sus  Obras,  dice  :  «Ge- 
«neralmente  se  cree  que  entre  los  Europeos  el  co- 
«nocimiento  de  este  instrumento  maravilloso  data 
«desde  el  siglo  XIII ,  y  que  el  punió  de  su  verda- 
«dero  descubrimiento  fué  en  la  China  que  bajo 
«muchos  respectos  aventajó  e.i  conocimientos  á 
«los  demás  pueblos  del  globo.  Mas  para  rectificar 
«tan  erróneo  como  general  modo  de  pensar ,  y 
«para  volver  por  el  honor  de  nuestra  patria  y  de 
«Cataluña  sobre  todo  que  jamás  ha  sido  la  última 
«en  lomar  la  iniciativa  en  todos  los  conocimien- 
«tos  de  alguna  importancia ,  es  preciso  se  ¡sepa 
«que  el  muy  sabio  célebre  é  infortunado  Puig- 
«blanc,  en  una  obra  que  compuso  acerca  de  las 
«antigüedades  y  monedas  celtibéricas  de  Catalu- 
«ña  ,  fruto  de  mas  de  catorce  años  de  continuos 
«estudios,  consideró  haber  patentizado  que  la 
«brújula  era  conocida  ya  de  nuestros  ascendien- 
«tes  mucho  mas  antes  de  la  era  vulgar.  Cita  en 
«corroboración  de  su  aserto,  que  se  halla  gra- 
«bada  en  muchas  y  anticuas  monedas ;  que  igual- 
«menle  se  encuentra  en  varios  geroglilicos  que 
«aun  existen  en  los  rectos  del  templo  de  la  famo- 
«sa  maga  Circe  que  se  encontraba  en  Mataró, 
«entonces  llamada  Luronusonum ,  y  que  ella  eu 
«fin  era  la  guia  de  nuestros  ascendientes ,  los 
«primeros  Argonautas  que  osaron  salir  á  desaliar 
«toda  la  brabura  del  mar ,  llegando  á  lijar  su 
«emblema  de  Luronusonum  inscrito  alrededor  de 
«la  brújula  en  los  confines  mas  distantes  de  las 
«Indias ,  en  donde  ha  sido  observado  atentamen- 
«te  por  varios  curiosos  viajeros  que  han  recom- 
ido tan  r'-molas  posesiones.» 

La  brújula,  en  la  actualidad,  es  generalmente 
conocida.  Consiste  en  una  aguja  de  acero  imanla- 


BRU 

da,  aplanada,  y  Je  muy  poco  grueso  ,  cuyos  ex- 
tremos terminan  en  flecha,  y  provista  en  su  cen- 
tro de  una  chapa  de  cobre  (pie  descansa  sobre 
un  eje  de  este  metal ,  y  que  da  vueltas  alrededor 
de  un  circulo  graduado  en  el  que  están  marcados 
los  cuatro  puntos  cardinales. 

Cuando  sus  movimientos  son  libres,  obedece 
de  seguida  á  la  influencia  del  magnetismo  terres- 
tre, y  sus  dos  extremos  se  dirigen  hacia  los  dos 
polos  del  globo.  Llámase  norte  de  la  aguja  á  la 
punta  que  mira  al  polo  boreal ,  y  sur  á  la  que 
esla  hacia  el  polo  austral. 

La  brújula,  trasportada  en  regiones  elevadas  ó 
en  los  lugares  mas  profundos  de  la  tierra  ,  está 
siempre  sometida  a  la  acción  magnética ,  ac- 
ción que  se  propaga  al  través  de  todos  los 
cuerpos.  No  obstante,  es  menester  exceptuar 
el  hierro  ,  el  acero,  el  níquel  y  el  cobalto:  tam- 
bién las  inmediaciones  de  las  minas  de  hierro 
influyen  sensiblemente  en  su  dirección  ;  siendo 
igualme.ite  desviada  de  ella  en  el  momento  en 
que  se  desarrollan  ciertos  fenómenos,  tales  como 
los  temblores  de  tierra,  los  volcanes ,  las  auroras 
boreafes.  Este  último  sobre  todo  le  hace  experi- 
mentar agitaciones  tan  vivas,  que  los  marinos, 
para  expresar  su  estado ,  dicen  que  entonces  es- 
tá enloquecida.  Excepto  esto ,  sus  indicaciones 
son  siempre  seguras,  y  los  dos  extremos  déla 
agujan  miran  constantemente  á  los  polos  de  la 
tierra.  Conócese  de  cuanta  utilidad  es  para  la  na- 
vegación esta  importante  propiedad. 

be  experimentó  muy  luego  que  en  todos  los 
puntos  de  la  tierra  la  aguja  no  se  dirigia  de  una 
manera  absoluta  hacia  el  norte,  y  que  esta  direc- 
ción sufría  variaciones.  En  Francia,  por  ejemplo, 
declinó  primero  hacia  el  este  de  unos  12°,  en  se- 
guida se  acercó  al  polo,  y  en  1664  la  declinación 
era  nula ;  desde  esta  época!  marchó  hacia  el  oes- 
te y  llegó  á  unos  22°;  en  otros  lugares  esta  decli- 
nación es  mas  ó  menos  considerable.  La  mas 
fuerte  que  se  haya  observado  es  de  43°45' ,  medi- 
da por  el  capitán  Cook  en  los  66°4o  lat.  austral, 
y  9í>°45  long.  occid.  Encuéntranse  dos  grandes 
circuios  ó  contornos  de  la  tierra  en  donde  la  de- 
clinación es  al  presente  nula ,  pero  estos  contor- 
nos no  son  regulares;  hacen  muchas  inflexiones 
y  cambian  con  frecuenciade  posición  y  de  figura. 
Sin  embargo,  como  todos  los  cambios  de  decli- 
nación se  operan  muy  lentemente,  y  se  tiene  cui- 
dado de  insertar  en  los  Almanaques  la  declina- 
ción anua,  la  brújula  nada  pierde  de  su  utilidad. 
Independientemente  de  esta  declinación  de  que 
acabamos  de  hablar,  la  brújula  está  además  su- 
jeta á  una  pequeña  declinación  diurna,  que  pare- 
ce producida  por  la  presencia  del  sol  sobre  el 
horizonte.  Hacia  las  ocho  de  la  mañana,  se  per- 
cibe que  ella  se  pone  en  movimiento:  su  ac- 
ción es  muy  sensible  entre  mediodia  y  hasta 
las  tres ;  por  la  tarde  está  estacionaria,  y  durante 
la  noche  vuelve  al  punto  de  donde  había  partido. 
Esta  declinación  apenas  excede  de  10',  excepto  en 
el  curso  de  tres  á  cuatro  meses  que  siguen  al 
equinoxio  de  la  primavera,  que  llega  á  unos  16'. 
Llámase  meridiano  magnético  del  lugar  en  que 


BRU  429 

uno  se  halla  a  un  círculo  máximo  de  la  tierra 
determinado  por  la  dirección  de  la  aguja.  Este  cír- 
culo corta  ordinariamente  el  meridiano  terrestre, 
jrel  ángulo  que  forman  entre  si  da  la  medida  de  la 
declinación  de  de  la  aguja  en  este  lugar. 

Una  aguja  de  acero  no  imantada,  suspendida 
por  su  centro  de  gravedad,  se  sostiene  en  una 
posición  horizontal;  pero  si  se  le  comunica  la 
virtud  magnética,  toma  primero  su  dirección  ha- 
cia los  polos,  y  después  uno  de  sus  extremos  se 
inclina.  En  nuestros  climas,  se  abaja  el  polo 
norte  :  la  inclinación  aumenta  á  medida  que  se 
acerca  al  norte,  ó  mejor  al  polo  magnético;  dismi- 
nuye cuando  se  retrocede,  y  se  va  hacia  el  ecua- 
dor; allí  se  encuentra  una  zona  que  da  la  vuelta 
á  la  tierra,  en  la  que  está  horizontal:  esta  zona, 
que  se  llama  ecuador  magnético,  no  coincido  con 
el  ecuador  terrestre,  y  su  posición  experimenta 
también  de  vez  en  cuando  pequeños  cambios. 
Cuando  se  ha  traspasado  ya  la  línea,  la  aguja  que 
antes  se  inclinaba  hacia  el  norte,  se  dirige  en- 
tonces hacia  el  sud,  y  la  inclinación  aumenta 
hasta  el  polo  magnético  sud.  Para  poner  las  agu- 
jas horizontales,  se  coloca  un  contrapeso  movible 
en  el  extremo  opuesto  al  que  se  inclina. 

Las  brújulas  que  sirven  para  medir  la  incli- 
nación de  la  aguja  son  semejantes  á  las  otras; 
pero,  en  vez  de  colocarlas  horizontalmenle,  se 
pone  el  aparato  de  manera  que  el  círculo  y  por 
consiguiente  la  aguja  estén  en  una  posición  ver- 
tical; el  círculo  da  vueltas  ñor  sí  mismo  sobre  un 
eje  vertical  que  atraviesa  el  centro  de  otro  círcu- 
lo horizontal,  lo  que  permite  colocar  el  primero 
en  todos  los  acimuts.  La  brújula  de  inclinación 
está  actualmente  en  Paris  á  unos  69°,  en  Londres 
á  71,  en  Tobolská78,  etc. 

Las  brújulas  marinas  están  contenidas  en  cajas 
y  suspendidas  por  un  movimiento  compuesto  de 
dos  anillos  movibles  que  se  suspenden  en  ángulos 
rectos.  Este  mecanismo  está  dispuesto  de  mane- 
ra (jue  siempre  estén  en  una  posición  horizontal, 
á  pesar  del  balanceo  v  cabezada  de  la  nave. 

La  causa  de  la  declinación  y  de  la  inclinación 
de  la  aguja  imantada  todavía  no  nos  es  conocida: 
para  explicarla,  ciertos  físicos  admiten  un  núcleo 
magnético  en  el  interior  del  globo  terrestre.  Este 
núcleo  tendria  diversos  puntos  que  podrían  per- 
der su  vigor  ó  cambiar  de  lugar.  Otros  suponen 
que  lo  resultante  de  las  fuerzas  por  partículas 
magnéticas,  diseminadas  en  la  superficie  y  en  el 
interior  de  la  tierra,  va  á  parar  cerca  de  los  dos 
polos,  y  que  fuegos  subterráneos  ú  otros  ac- 
cidentes pueden  alterar  las  propiedades  químicas 
de  las  sustancias  magnéticas,  lo  que  explicaría 
las  alteraciones  que  experimenta  su  centro  de 
acción.  Olios,  en  lin,  admiten  dos  ó  muchos  ima- 
nes, etc.  Esta  diversidad  de  opiniones  prueba  so- 
lamente que  la  verdadera  causa  de  este  fenómeno 
es  aun  desconocida.  Piénsase  asimismo  que  será 
muy  difícil  conocerla;  sin  embargo,  el  Sr.  Lacaux 
dice:  «no  hay  porque  desesperar  de  ello :  las 
«ciencias  hacen  diariamente  progresos,  y  muy  re- 
«cienteraente  un  descubrimiento  de  los  mas  intere- 
«santes  nos  ha  hecho  ver  que  existían  relaciones 


430  BItU 

«entre  el  fluido  magnético  y  el  fluido  eléctrico. 
«Para  convencerse  de  ello,  basta  colocar  una  brú- 
«julajunto  al  aparato  de  Volta,  puesto  en  actividad; 
«y  al  instante  en  que  se  unirán,  por  medio  de  con- 
«ductores,  los  dos  polos  de  la  pila,  la  aguja  decli- 
«nará.  Muchos  lisíeos  lian  concluido  de  este  ex- 
«perimento  y  de  algunos  otros  que  de  ellos  pro- 
«ceden  la  identidad  de  los  fluidos  magnético  y 
«eléctrico.  Aunque  su  conclusión  parezca  prema- 
tura, es  siempre  cierto  .que  estos  fluidos  obran  el 
«uno  sobre  el  otro,  lo  que  no  se  dudaba,  aunque 
«fuese  tan  natural  examinarlo  y  tan  fácil  con- 
vencerse de  ello» 

Brújula  marina.  Consiste  en  una  aguja  iman- 
tada que  tiene  la  forma  de  un  prisma  ,  guarneci- 
da en  su  medio  de  una  chapa  de  materia  dura, 
montada  sobre  un  eje,  lastrada  en  el  polo  sud,  pa- 
ra evitar  la  inclinación;  lleva  un  pliego  circular  de 
papel  ó  de  cartón  delgad  >  sobre  el  cual  están  indi- 
cadas las  32  divisiones  de  la  brújula,  ó  rosa  de  los 
vientos.  La  aguja  sobre  su  eje  está  colocada  con 
el  indicador  en  unacaja  circular  de  cobre  cubier- 
ta con  un  vidrio,  y  el  todo  encerrado  en  otra  se- 
gunda caja  de  madera  suspendida  en  dos  ejes,  á 
fin  de  sostener  el  instrumento  en  una  posición 
siempre  horizontal;  la  caja  de  cobre  lleva  en  sus 
paredes  interiores  dos  señales  negras  verticales, 
diámetralmente  opuestas;  una  línea  recta,  tirada 
de  la  una  á  la  otra  parte  y  paralela  al  eje  del  bu- 
que, pasa  por  el  centro  de  la  rosa;  la  señal  de  la 
proa  sirve  de  dirección  al  timonero;  indica  la 
proa.  Tal  es  la  brújula  que  comunmente  se 
emplea  en  la  mar. 

Un  sabioinglés,  el  doctor  Knight,  habiendo  re- 
conocido que  el  paralelipípedo  regular  era  la  forma 
mas  conveniente  para  la  aguja  magnética,  cons- 
truyó una  brújula  con  una  aguja  muy  prolongada, 
muy  estrecha,  y  cuadrada  en  sus  dos  extremos. 
El  pliego  de  cartón  que  lleva  las  divisiones,  ó  el 
indicador,  está  sostenido  por  un  círculo  de  latón 
que  tiene  el  mismo  diámetro  que  ella.  El  Si'.  M' 
Culloch  también  ha  perfeccionado  este  importan- 
te instrumento. 

Háse  observado  con  frecuencia  que  la  aguja  de 
la  brújula  experimentaba  perturbaciones  produ- 
cidas por  la  electricidad  del  hielo  que  la  cubre; 
que  el  mas  ligero  frote  del  dedo  para  quitar  algunos 
vestigios  de  polvo  desarrolla  el  poder  eléctrico 
del  vidrio,  y  que  produce  un  extravío  un  frote  un 
poco  mas  fuerte,  sea  con  el  dedo,  sea  con  un  pe- 
dazo de  estofa,  atrae  uno  de  los  extremos  de  la 
aguja  que  se  pega  á  la  porción  frotada,  y  por 
consiguiente  en  una  dirección  toda  contraria  á 
su  dirección  ordinaria.  Cuando  se  despega,  no 
toma  su  lugar  por  oscilaciones  iguales,  sino  mas 
bien  por  movimientos  tumultuosos  que  parecen 
indicar  que  ella  conserva  algunos  vestigios  de  la 
electricidad  que  el  vidrio  le  ha  comunicado,  y 
solo  hasta  al  cabo  de  un  cuarto  de  hora  entra  to- 
do en  el  orden. 

El  medio  mas  pronto  de  hacer  desaparecer  la 
influencia  eléctrica  es  humedecer  el  vidrio;  la 
sola  aplicación  del  dedo  mojado  basta.  Concíba- 
se, además,  que  la  aguja  de  la  brújula  marina, 


MU 

con  su  indicador  de  cartón,  es  mucho  menos 
sensible  que  la  aguja  desnuda  dé  la  brújula 
común. 

Vitácora.  Elhierro  que  entra  en  la  construc- 
ción de  los  buques  ejerce  una  grande  influencia 
sobre  la  aguja  imantada,  motivo  porque  se  ha 
procurado  encerrar  la  brújula  en  Una  especie  de 
pequeño  armario  de  madera  común,  pintado  al 
óleo,  y  en  la  composición  del  cual  no  entra  nin- 
guna partícula  de  hierro.  Este  pequeño  armario 
es  á  lo  que  se  llama  una  Vitácora. 

La  vitácora  está  colocada  en  medio  de  la  an- 
chura del  buque,  á  la  vista  del  limonero,  á  6  ó  7 
decímetros  adelante  de  lo  aguja  ó  del  caño  del  ti- 
món. Durante  la  noche,  se  coloca  en  ella  una  lám- 
para para  iluminar  la  brújula.  Sobre  uno  de  los 
lados  interiores  ,  se  coloca  la  ampolleta,  ó  reloj 
de  arena  de  media  hora,  que  sirve  para  indicar 
la  hora. 

Comunmente  se  colocan,  á  bordo  de  los  gran- 
des buques,  dos  vitácoras  simples,  teniendo  cui- 
dado de  ponerlas  entre  sí  á  la  distancia  de  17  á 
18  decímetros,  porque  la  esfera  de  actividad  de 
las  agujas  imantadas,  pudiendo  extenderse  á  13 
ó  \  i  decímetros,  si  estuviesen  mas  arrimadas ,  se 
observarían  perturbaciones  en  ambas    brújulas. 

Un  Inglés  llamado  Preston  ha  añadido  ala  vitá- 
cora uña  jaula  cuya  parte  superior  encierra  una 
lámpara  guarnecida  de  un  sistema  de  reflectores 
que  dirigen  sobre  la  brújula  una  luz  viva,  visible 
sin  embargo  por  el  timonero  solo. 

A  lo  que  parece ,  el  Sr.  Wales,  uno  de  los  com- 
pañeros del  capitán  Cook,  fué  el  primero  que 
en  su  segundo  viaje,  percibió  que  el  hierro  del 
navio  tenia  acción  sobre  la  aguja.  Posteriormen- 
te, el  capitán  Flinders  hizo  observaciones  sobre 
el  mismo  objeto,  durante  su  viaje  de  exploración 
de  las  costas  déla  Nueva-Holanda,  y  este-  «abio 
navegante  se  aplicó  asimismo  á  la  indagación  de 
las  correcciones  que  exigía  esta  acción. 

En  la  relación  de  su  viaje,  Flinders  refiere  que 
en  su  propio  navio  (y  el  mismo  hecho  se  presenta 
probablemente  en  todos  los  demás)  la  dirección 
de  la  aguja  variaba  según  se  colocaba  la  brújula 
en  la  popa  ó  la  proa.  Este  fenómeno  procede,  di- 
ce él,  de  que  todo  el  hierro  que  rodea  la  brújula 
se  hace  magnético,  y  que  toda  la  fuerza  de  atrac- 
ción del  metal  se  reúne  en  poderoso  foco  cuyo 
i  polo  sud  se  encuentra  hacia  el  medio  de  la  cu- 
bierta del  navio.  Este  foco  de  atracción  ejerce 
una  influencia  de  tal  modo  marcada  sobre  la  agu- 
ja, que  experimenta  direcciones  muy  diferen- 
tes de  las  que  se  observan  en  tierra:  así  es  que  su 
polo  norte,  en  nuestro  hemisferio,  es  constante- 
mente atraído  hacia  el  foco,  observándose  Jo 
contrario  en  el  hemisferio  austral. 

Partiendo  de  estos  hechos ,  un  físico  inglés,  el 
Sr.  Barlow,  emprendió  una  serie  de  experimen- 
tos con  el  objeto  de  prevenir  estos  extravíos.  Ha- 
biéndose procurado  una  esfera  ó  globo  de  hierro 
de  unos  O  n»,  4  de  diámetro,  observó  que  coló, 
cando  la  brújula  encima  el  polo  norte  de  la  agu- 
ja era  .  atraído ;  pero  que  colocándola  debajo, 
era,  al  contrario,  sobre  el  polo  sud  que  se  ejer- 


BKL 

cía  la  atracción.  Observó,  ademas,  que cuando  la 
a^uja  presentalla  fenómenos  de  inclinación  en  una 
vertical  cualquiera  alrededor  de  la  bola,  esta 
vertical  pasaba  siempre  por  un  punto  en  que  las 
dos  atracciones  estaban  neutralizadas.  Procuró, 
desde  entonces,  determinar  si  los  puntos  en  que 
no  se  manifestaba  atracción  se  hallaban  en  el  mis- 
mo plano,  á  fin  de  deducir  de  ello  exactamente, 
si  el  hecho  existía,  el  grado  de  inclinación  de  es- 
te plano  con  el  horizonte,  puesto  que  evidente- 
mente no  le  era  paralelo,  como  lo  habian  demos- 
trado experimentos  ya  hechos.  Esta  cuestión  fué 
muy  luego  decidida",  porque  el  experimentador 
encontró  que  todos  los  puntos  de  no  atracción  se 
hallan  en  el  mismo  plano,  y  que  la  inclinación  de 
este  plano  con  el  horizontees  de  unos  20  grados 
del  polo  norte  al  polo  sud,  y  á  poca  distancia, 
por  consiguiente,  del  ángulo  de  inclinación  de  la 
aguja.  Trazando  sobre  la  bola  un  círculo  cuyo 
eje  se  encuentre  en  la  dirección  de  la  aguja  in- 
clinada ,  después  alrededor  de  la  misma  bola 
otros  círculos  imaginarios,  de  latitud  y  longitud, 
el  Sr.  Barlovv  obtuvo  una  especie  de  esfera  mag- 
nética que  \e  Indicó  de  una  manera  precisa,  en 
sus  experimentos  subsiguientes,  la  posición  rela- 
tiva del  hierro  y  de  la  brújula. 

Siguiendo  sus  observaciones,  el  Sr.  Barlow  de- 
dujo que  no  solo  una  bola  hueca  de  hierro,  si  que 
también  un  simple  disco  metálico,  son  suficientes 
para  reemplazar  las  acciones  ejercidas  sobre  la 
brújula  por  todas  las  masas  de  hierro  de  un  na- 
vio, cualesquiera  que  sean  su  número  y  su  dis- 
tancia, es  decir  que  si  se  suprimen  todas  estas 
masas  de  hierro,  el  disco,  colocado  conveniente- 
mente, reproduce  los  mismos  extravíos  de  la  brú- 
jula para  todas  las  orientaciones  del  navio.  El 
discoque  empleó  el  Sr.  Barlow  tenia  quince  pul- 
gadas de  diámetro,  y  pesaba  cuatro  libras,  trece 
onzas. 

La  posición  precisa  del  disco  de  corrección  es 
de  las  mas  importantes,  y  se  llega  á  obtenerla 
por  tanteo,  para  cada  navio.  No  podemos  descri- 
bir aquí  las  operaciones  que  sirven  para  determi- 
nar esta  posicioon;  la  suponemos  hallada,  y  vamos 
á  indicar  como  se  consigue  en  este  caso  corregir 
las  observaciones  de  la  brújula.  Se  observa  la  di- 
rección de  la  aguja,  primero  alejando  el  disco,  y 
en  seguida  después  de  haberlo  vuelto  exactamente 
<n  su  lugar;  el  extravío  fuera  del  meridiano  mag- 
nético puede  ser  mirado  como  doble  en  la  segun- 
da observación  de  lo  que  era  en  la  primera;  la 
comparación  de  los  resultados  hace  pues  conocer 
el  extravío  debido  al  hierro  del  navio,  y,  por 
consecuencia ,  la  corrección  que  debe  hacerse  en 
la  primera  observación. 

El  disco  que  empleó  el  Sr.  Barlow  se  compo- 
ponia  de  dos  planchas  circulares  de  palastro, 
uue  pesaban  unas  3  libras  (4  kil.  íiüO)  por  pié  cua- 
drado, v  clavadas  fuertemente  launa  ala  otra.  El 
Sr.  Barfow  piensa,  no  obstante,  que  un  disco  de 
una  sola  pieza,  que  pese  6  libras  (3  kil.)  por  pié 
cuadrado,  es  enteramente  conveniente.  Cuando 
el  disco  es  doble,  se  puede  colocar  entre  las  <los 
hojas  que  lo  componen  un  disco  de  madera  que 


BRL  431 

aumenta  su  grueso,  sin  aumentar  mucho  su  peso; 
un  disco  asi  dispuesto  tiene  mas  fuerza  que  un 
disco  simple,  ó  que  un  disco  compuesto  de  dos 
planchas  en  contacto  inmediato.  Por  lo  demás, 
cualquiera  sea  la  disposición  del  disco ,  tiene 
siempre  en  su  centro  un  tallo  por  medio  del  cual 
se  tija  al  pié  de  la  brújula. 

Variaciones  del  cronómetro.  Parece  que,  se- 
gún una  memoria  interesante  del  Sr.  Fisher  so- 
bre los  errores  de  longitud  procedentes  del  cro- 
nómetro de  mar ,  estos  instrumentos  experi- 
mentan una  modificación  súbita  en  su  curso  des- 
de que  están  colocados  á  bordo.  Este  efecto  fué 
por  largo  tiempo  atribuido  al  movimiento  de  la 
nave;  pero  el  Sr.  Fisher  encontró  su  causa  en  la 
acción  magnética  ejercida  sobre  la  péndola  de 
acero  del  cronómetro  por  el  hierro  que  entra  en 
la  construcción  del  buque.  En  apoyo  de  esta 
opinión,  anuncia  él  haber  observado"  efectos  se- 
mejantes colocando  el  cronómetro  bajo  la  inflen- 
cia  de  ¡manes  colocados  en  diferentes  posiciones, 
relativamente  á  su  péndola.  En  resumen,  dice  el 
Sr.  Fisher  que  parece  que  los  cronómetros  mar- 
chan generalmente  mas  aprisa  á  bordo,  sobre 
todo  si  sus  péndolas  han  recibido  la  polaridad  por 
su  aproximación  á  cualquier  cuerpo  magnético. 
Parece  probable,  en  electo,  que  en  este  caso 
el  movimiento  del  resorte  (péndola)  se  encuentre 
acelarado ,  puesto  que  se  ha  observado  que  los 
cronómetros  en  los  cuales  esta  parte  de  mecanis- 
mo es  de  oro  conservan  mejor  su  regularidad 

Un  oficial  de  la  marina  real  inglesa,  el  capitán 
Scoresby,  ha  imaginado  remediar  á  este  incon- 
veniente, ajustando  al  cronómeto  una  brújula  de 
corrección  En  este  aparato,  la  aguja  magnética, 
colocada  á  cinco  ó  seis  pulgadas  (Om,  13o  á  Om, 
160)  debajo  del  cronómetro  ,  ejerce  sobre  él  una 
influencia  á  corta  diferencia  igual  ala  de  la  tier- 
ra; pero  como  se  halla  en  una  dirección  opuesta, 
tiende  mas  bien  á  neutralizar  que  aumentar  la. 
causa  de  perturbación. 

Brújula  acimutal.  No  es  otra  cosa  que  usa  brú- 
jula común  de  marina  á  la  que  se  han  adaptada 
dos  partes  suplementarias,  por  medio  de  las  cua- 
les se  puede  encontrar  el  acimut,  y  deducir  el 
grado  de  declinación  de  la  aguja  imantada  en  el 
lugar  de  la  observación.  La  primera  parte  pre- 
senta una  abertura  oblonga  atravesada  de  arri- 
ba abajo  y  por  su  medio,  por  un  hilo  que  pasa  en. 
seguida  por  el  centro  de  la  brujida,  y  va  a  lijarse 
debajo  de  la  otra  parte  suplementaria,  que  con- 
siste en  una  hendidura  perpendicular.  La  brúju- 
la, por  lo  demás,  está  dispuesta  de  la  manera  or- 
dinaria, excepto  que  la  caja  presenta,  en  su  pared 
inferior,  dos  lineas  perpendiculares  que  corres- 
ponden al  hilo  mencionado  arriba ,  y  que  sirven 
para  indicar  los  grados  N.  ó  S.  de  acimut  de  la 
aguja,  al  observar  el  sol. 

Hay  un  aparato  mas  sencillo  y  mas  cómodo  pa- 
ra verificar  y  medir  de  una  manera  absoluta  las 
variaciones  de  declinación,  que  en  general  son 
poco  extendidas,  que  consiste  en  una  aguja  pris- 
mática muy  larga,  suspendida  de  un  hilo  sin  tor- 
sión, y  encerrada  en  una  larga  caja  que  se  diri- 


432 


BRÜ 


ge  según  el  meridiano  magnético;  esta  caja  no 
(1oj;i  á  la  aguja  mas  espacio  que  el  necesario  pa- 
ra que  pueda  describir  sus  oscilaciones.  Cada  ex- 
tremo del  imán  lleva  un  nonio,  que  se  mueve 
directamente  sobre  de  un  pequeño  arco  dividido 
lijo.  Por  medio  de  lentes  y  de  anteojos  conve- 
nientemente colocados,  se  puede  observar  la  mar- 
cha del  cero  de  cada  ñoñez  sobre  el  eje  fijo 
correspondiente,  y  asi  valuar,  con  grande  exac- 
titud, las  variaciones  de  posición  del  eje  de  la 
aguja. 

La  inclinación  se  observa  por  medio  de  un  apa- 
rato en  el  que  la  aguja  se  mueve  alrededor  de 
un  eje  horizontal ,  fijado  perpendicularmente  en 
el  centro  del  limbo  vertical;  este  limbo  puede  ser 
colocado  en  los  diversos  acimuts,  volviéndolo  al- 
rededor de  un  eje  vertical,  y  su  rotación  está 
medida  en  otro  limbo  horizontal  y  fijo.  Para  cada 
acimut,  la  aguja  hace  un  ángulo  particular  con  el 
horizonte;  se  hace  girar  el  limbo  móvil  hasta  que 
laaguja  se  ponga  vertical;  el  limbo  entonces  es 
perpendicular  al  meridiano  magnético ,  y  basta 
pues  hacerle  girar  de  un  cuadrante,  para  que  se 
ponga  paralelo  con  este  meridiano,  y  que  se  pue- 
da observar  directamente  la  inclinación  de  la 
aguja. 

BRÜNSFELSIA,  Buunspelsia.  Género 
de  plantas  de  la  familia  de  las  solonáceas,  y  de 
la  didinamia  angiospermia.  La  Brünsfelsia  pe 
América  (Brünsfelsia  americana,  L.),  arbusto  de 
las  Antillas  ,  es  notable  por  sus  bayas  mas  grue- 
sas que  una  nuez,  de  un  sabor  primero  acerbo, 
de  un  color  rojo  naranjado,  y  de  un  gusto  vinoso 
en  su  madurez;  cocidas,  se  disminuye  el  sabor 
acerbo,  el  principio  azucarado  se  desarrolla,  y  en 
las  Antillas  se  hace  con  ellas  un  jarabe,  que  se 
da  en  la  debilidad  de  los  intestinos,  después  de 
las  diarreas  rebeldes. 

BRITSOUTECIA,  Broüssonetia.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  urtíceas,  y  déla  dioe- 
cia  tetrandia,  establecido  por  Ventenat. 

Brusonecia  que  lleva  papel,  Mo- 
rera del  papel  (Broüssonetia  papyñfera, 
Vent.;  Morus  papyñfera,  L.).  Hermosísimo  árbol 
de  las  islas  del  mar  del  sud,  de  la  China  y  del  Ja- 
pon,  conocido  en  Europa  y  cultivado  en  los  jardi- 
nes desde  mediados  del  último  siglo;  en  Taiti  se 
le  llama  Aonta,  y  en  la  China,  Tchu-kou.  Es 
lactescente,  de  hojas  alternas,  escabrosas  por  en- 
cima, vellosas  por  debajo,  las  mas  jóvenes  1 — 2 
— 3 — 'ó  lobadas)  Jas  adultas  ovales  subredon- 
deadas,  indivisas.  Las  flores  masculinas  en  espi- 
gas aovado-prolongadas,  acompañadas  cada  cual 
de  una  escama,  y  que  constan  de  un  periantio 
gimotépalo  con  cuatro  divisiones  y  de  cuatro 
estambres  de  anteras  globulosas;  las  flores  feme- 
ninas en  espigas  globulosas,  con  una  escama  en 
su  base  y  que  presentau  un  perigonio  aorzado  en 
el  cual  está  encerrado  el  ovario,  provisto  de  un 
estigma  capilar.  Después  de  la  fecundación,  las 
paredes  del  cáliz  se  vuelven  sarnosas,  pasan  del 
color  verde  al  rojo  subido,  y  envuelven  la  peque- 
ña aquena,  que  es  la  semilla 
Con  la  corteza  de  este  árbol  se  fabricantejidos 


BRÜ 

de  que  se  hacen  taparabos,  capas  y  otros  ves- 
tidos, en  la  Polinesia.  Por  medio  del  riego  ó  la 
maceracion  con  una  agua  alcalina  lasramitas  se 
despojan  de  su  parte(leñosa,  y  los  hilos  que  después 
se  obtienen  son  bastante  parecidos  á  los  del  cáña- 
mo. Las  telas  de  brusonecia  son  notables  por  su 
suavidad  y  frescura  ,  y  loman  perfectamente  los 
colores  mas  brillantes  y  delicados.  Con  la  parte 
filamentosa  de  esta  corteza  en  China  y  sobre  to- 
do en  el  Japón  se  hace  papel  de  todas  cali- 
dades. 

Brusonecia  de  tintes,  Morera  de 
tintes  (fíroussonetia  linctoria ,  Kmú;  Morus 
tinctoria,  L.).  Árbol  que  crece  en  el  Brasil,  en  la 
Jamaica,  en  Cuba  y  en  Méjico.  Su  leño,  llama- 
do Leño  amarillo  de  los  tintoreros,  que  nos  llega 
de  Cuba  y  de  Tampico,  se  presenta  en  troncos  á 
veces  muy  gruesos,  mondados  por  el  hacha,  de 
un  moreno  amarillento  al  exterior,  de  un  amari- 
llo vivo  y  oscuro  al  interior,  de  una  libra  bastan- 
te grosera;  comunica  al  agua  un  hermoso  tinte 
amarillo  que  se  debilita  con  los  ácidos,  pasa  á 
rojo  naranjado  con  los  álcalis,  y  se  cambia  en 
verde  con  el  sulfato  de  hierro.  Algunos  dan  equi- 
vocadamente á  este  leño  el  nombre  de  Fustete  En 
el  Brasil  se  llama  al  árbol  Tatai-Iba. 

Conócese  el  Leño  amarillo  de  Para,  que  es  de 
un  amarillo  canario,  de  una  textura  mas  fina  y 
mas  compacta  que  el  precedente,  y  que  toma  un 
pulimento  satinado.  Según  Guibourl,  es  posible 
quesea  producido  por  el  Tatai-Iba  del  Brasil, 
cuyo  leño,  según Marcgraff,  sirve  para  la  tintura 
en  amarillo;  pero  en  Europa  es  empleado  sobre 
todo  para  la  ebanistería  y  la  taracea,  y  se  le  da 
comunmente  el  nombre  de  Nogal  de  la  Guadalu- 
pe, nombre  que  pertenece  á  un  leño  de  otro  ár- 
bol, que  parece.haber  gozado  de  algún  favor,  pe- 
ro que  no  se  encuentra  en  el  comercio. 

BRUXAJVELI.  Árbol  de  la  India  cuya 
corteza ,  de  un  olor  fuerte ,  es  empleada  como 
astringente,  diurética,  etc.;  sus  raíces  son  pres- 
critas con  feliz  resultado  contra  la  gota.  El  zumo 
del  árbol ,  mezclado  con  manteca,  es  usado  con- 
tra los  diviesos.  Se  supone  que  este  árbol  perte- 
nece á  la  familia  de  las  rubiáceas. 

BU 

BUBOI ,  Bubón.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  umbelíferas ,  y  de  la  pentandria  di- 
gínia  de  Linneo  ,  que  contiene  algunas  especies 
del  Cabo ,  muchas  de  las  cuales  son  cultivadas  en 
los  jardines  de  Europa.  Los  bubones  son  arbus- 
tos muy  lampiños,  que  segregan  una  goma  resi- 
nosa ,  de  tallos  cilindricos,  que  llevan  hojas  bi- 
ternatisecadas,  glaucas,  de  segmentos  dentados  ó 
pinnalilidos,  y  de  pecíolos  envainantes;  de  flo- 
res de  un  amarillo  verdoso  en  umbelas  compues- 
tas, multiradiadas,  de  involucro  y  de  involticri- 
llos  de  muchas  hojuelas  lineares;  fruto  aorzado, 
estriado,  y  velloso  en  algunas  especies. 

Bubón  Oálbano  (Bubón  Galbanum,  L.; 
Sclinum  Galbanum,  Spreng.).  Este  sub-arbuslo 
creceen  Etiopia.  Sustallos  cilindricos,  ramosos  y 
lampiños ,  están  guarnecidos  de  hojas  alternas, 
tres  veces  aladas;  su  largo  pecíolo  es  membra- 


BUB 

noso  y  dilatado  en  su  base;  sus  llores  presentan 
granaos  umbelas  amarillas  en  la  parte  superior 
de  las  ramificaciones. 

Esta  planta  es  la  que ,  según  los  autores,  da  la 
sustancia  gomo-resinosa  llamada  Gálbano  ,  que 
se  obtiene  cortando  el  cuello  de  la  raíz  ó  los  ra- 
mos ,  y  recogiendo  el  zumo  que  se  concreta  en 
el  punto  corlado,  y  que  adhiere  de  tal  modo  que 
con  él  se  arrastran  fragmentos  de  leño;  también 
sale  expontáneamente  de  las  articulaciones  del 
tallo  durante  los  fuertes  calores  del  verano. 

En  el  comercio  se  conocen  dos  especies  de  Gál- 
bano. Gálbano  blando  v  Gálbano  seco:  el  pri- 
mero es  atribuido  á  la  planta  que  nos  ocupa;  el 
segundo  se  supone  proceder  del  Gálbano  oficinal. 

Ciw.iuNo  blando.  En  el  comercio  se  encuen- 
tra bajo  dos  formas,  en  lágrimas  y  en  masas. 

Gálbano  en  lágrimas.  Se  presenta  en  pédaci- 
tos  blandos,  oque  se  reblandecen  en  los  dedos; 
amarillos,  barnizados  y  pegajosos  al  exterior,  lo 
que  es  causa  de  que  las  lágrimas  mas  puras  y 
mas  secas  se  aglutinen  siempre  en  una  sola  masaj- 
es amarillo  y  traslúcido  al  interior ,  y  ofrece  una 
fractura  granada  y  como  aceitosa ;  tiene  un  olor 
fuerte,  tenaz,  particular  y  ligeramente  fétido;  su 
sabor  es  acre  y  amargo. 

Gálbano  enmasas.  Solo  difiere  del  primero  en 
que,  estando  mas  cargado  de  aceite  volátil ,  sus 
lagrimas  se  han  reunido  en  una  sola  masa,  en  la 
que  se  las  distingue  aun.  El  fondo  de  la  masa, 
comunmente  mas  oscuro  y  que  se  pone  moreno  con 
el  tiempo,  está  además  ensuciado  con  impurezas. 
En  resumen ,  en  lágrimas  ó  en  masas,  este  gál- 
bano es  siempre  blando,  pegajoso  y  como  barni- 
zadq. 

Se  distingue  fácilmente  este  gálbano  de  la  go- 
ma amoniaco  en  las  lágrimas  de  que  se  compone 
sea  en  lágrimas  aisladas  ,  sea  en  masa.  Las  lá- 
grimas de  la  goma  amoniaco  son  sólidas ,  duras, 
y  se  reblandecen  mucho  mas  difícilmente,  son 
del  todo  blancas ,  lechosas ,  opacas  al  interior ,  y 
ofrecen  una  fractura  lisa,  y  su  olores  también  me- 
nos fuerte  y  diferente. 

Este  gálbano  tendría  mas  semejanza  con  el  sa- 
gapeno ,  del  que  se  distingue  en  su  olor  y  sabor, 
que  son  en  verdad  fuertes  y  desagrables ,  pero 

3ue  ninguna  relación  tienen  con  los  de  la  asaféli- 
a,  que  ofrecen  siempre  las  lágrimas  mas  puras 
delsagapeno. 

El  Sr.  Pelletier  ha  encontrado  en  el  gálbano. 
resina,  66,86;  goma,  19,28;  leño  é  impurezas, 
7,52;  aceite  volátil  y  pérdida,  6,3  4;  malato  ácido 
de  cal,  vestigios,  total,  100,00.  Mas  recientemen- 
te, el  Sr.  Meisner  ha  analizado  el  gálbano  (se  su- 
pone ser  el  en  masa,  mientras  se  cree  que  Pelletier 
habría  analizado  el  en  lágrimas) ,  y  ha  obtenido: 
resina,  3,29;  goma,  1,13;  basorina,9;  ácido 
málico,  1 ;  esencia,  17;  restos,  14;  pérdida,  17. 
La  resina  goza  de  una  propiedad  singular: 
cuando  se  calienta  á  una  temperatura  de  120  á 
1 30 grados  centígrados,  entre  otros  productos  da 
un  aceite  de  un  hermoso  color  de  añil,  aceité 
muy  soluble  en  el  alcohol ,  al  que  comunica  su 
color.  Esta  resina  es  insípida  >  se  disuelve  en  el 


M'B  433 

alcohol  fuerte,  elelery  la  esencia  de  trementina; 
los  ácidos  y  los  álcalis  no  la  trasforman  ,  á  menos 
de  ser  bastante  concentrados  para  descomponer 
el  aceite  mismo,  etc. 

Por  la  destilación ,  pues,  á  fuego  desnudo  se 
obtiene  un  aceite  de  gálbano ,  de  un  hermoso 
azul;  pero  obtenido  con  el  agua,  es  incoloro  y 
se  pone  amarillo  envejeciendo.  El  agua  hirviendo 
apenas  disuelve  el  cuarto  de  su  peso  de  gálbano, 
y  aun  la  mayor  parte  se  precipita  por  el  en- 
friamiento; el  vinagre,  que  servia  antiguamente 
para  purificarlo,  y  el  vino  obran  de  la  misma  ma- 
nera; el  alcohol  débil  lo  disuelve  por  entero. 

Gálbano  seco.  Este'gálbano  se  presenta,  como  el 
precedente,  en  láyrimas  ó  en  masas;  pero  es  mu- 
cho mas  seco,  y  sus  lágrimas  ,^que  no  son  ni  pega- 
josas ni  barnizadas,  no  se  reúnen  en  una  sola 
masa;  son  amarillas  al  exterior,  blanquecinas  y 
á  menudo  opacas  al  interior ;  se  distinguen  siem- 
pre de  las  de  la  goma  amoniaco  en  su  poca  con- 
sistencia, y  en  su  fractura  desigual,  que  no  tiene 
el  aspectode  una  leche  endurecida  y  vitrea.  Es- 
te gálbano  tiene  un  olor  aromático  no  desagra- 
dable, aunque  siempre  análogo  al  precedente;  es- 
ti  sujeto  á  contener  trozos  de  tallo  surcados  ,  y 
las  cárpelas  aisladas  de  una  planta  umbelifera, 
que  examinadas  por  el  Sr.  Don,  según  sus  carac- 
teres, piensa  que  la  planta  debe  formar  un  gé- 
nero ¡particular,  vecino  de  los  Siler ,  y  á  la  que 
llama  Galbanum  ofílcinale. 

El  gálbano  obra  sobre  la  economía  animal 
de  la  misma  manera  que  todaslas  resinas  impreg- 
nadas de  aceites  volátiles  que  proceden  de  las 
umbelíferas  :  es  estimulante  y  tónico ;  se  le  pre- 
fiere para  el  uso  interno  á  la  asafétida  y  á  la  go- 
ma amoniaco.  Se  administra  en  forma  de  pildoras 
ó  en  solución,  á  la  dosis  de  10  á  15  granos,  en 
las  enfermedades  nerviosas.  Hace  parte  de  mu- 
chas preparaciones  oficinales,  tales  como  el  dia- 
quilon  gomado ,  el  bálsamo  de  Fioraventi ,  el 
diascordio,  la  triaca,  etc.  Hoy  dia  es  muy  poco 
usado. 

El  gálbano  se  recibe  del  Levante  en  cajas  de 
cien  á  doscientas  libras. 

Bubón  nue  lleva  soma  (Bubón  r/um- 
mifrr,.]j.;  Malaselinum  decipiens).  Esta  especie, 
de  Etiopia ,  da  una  resina  inusitada.  Algunos 
autores  han  creido  que  producía  la  goma  amo- 
niaco. 

Bubón  de  IVIacedonia,  Perejil  de 
Tlacedonia  (fíubon  Macedonicum ,  L  ;  Atha- 
manta  macedónica ,  DC).  Cree*  en  Grecia  y  en 
el  Levante  ,  en  Macedonia,  etc.,  yes  cultiva- 
do en  la  Cochinchina  y  en  algunos  jardines  de 
Europa.  Algunos  autores  piensan  que  es  el  Pc- 
troselintim  de  Plinio  y  de  Dioscorides ,  cuyas  se- 
millas eran  muy  empleadas  en  tiempo  dé  estos 
autores. 

El  fruto  de  esta  planta  es  pequeño  ,  prolongado, 
moreno ,  de  un  olor  fuerte  agradable ,  v  de  un  sa- 
bor muy  aromático.  Examinado  con  eí  lente,  las 
cárpelas  de  que  se  compone  parecen  aisladas,  y 
son  convexas  de  un  lado  ,  complanadas  del  otro, 
de  forma  oval  prolongada,  mas  adelgazada  en 

tomo  i. 


434  BUC 

su  extremo  superior  que  en  el  inferior  ,  lo  que 
le  da  la  forma  de  una  pequeña  carrafa.  El  peri- 
carpio es  rojizo  y  semitrasparente;  los  lados  son 
blancos  y  erizados  de  pelos,  si  bien  á  la  simple 
vista  el  fruto  parece  lampiño.  El  corte  trasversal 
ofrece  una  almendra  semicircular,  que  llena  ente- 
ramente á  un  pericarpio  delgado,  membranoso, 
sin  surcos  marcados.  Este  último  carácter  distin- 
gue el  peregil  de  Macedonia  de  la  alcaravea  y  del 
fruto  del  peregil  vulgar.  Independientemente  de 
que  este  último  es  mas  redondeado  y  menos  mo- 
reno, ofrece  en  el  corte  una  almendra  pentágo- 
na, cuyo  lado  interno  es  mucho  mas  largo  que 
los  otros  cuatro  ,  y  que  cada  ángulo  está  señala- 
do por  el  corte  blanco  de  uno  de  los  lados  del 
fruto.  El  intervalo  entre  cada  lado  está  lleno  por 
un  vasto  receptáculo  de  un  zumo  moreno ,  de  una 
apariencia  melosa. 

Los  frutos  de  esta  planta  pasaban  como  diu- 
réticos, emenagogos,  carminativos,  etc.,  pero 
no  se  usan  ya  al  presente ,  y  tan  solo  entran  en  la 
triaca  y  otros  preparados  antiguos. 

BUCARAS.  Tela  de  mala  calidad ,  de  hi- 
lo ó  de  algodón ,  aderezada  y  cilindrada,  teñida 
de  varios  colores,  que  sirve  para  refuerzos  de 
vestidos  á  los  que  se  quiere  conservar  su  forma 
primitiva  sin  doblarse.  También  sirve  para  cubrir 
las  piezas  de  paños,  sargas  y  géneros  semejantes, 
áíin  de  conservarles  libres  del  polvo  y  del  aire, 
para  que  no  perjudique  al  color. 

SUCCINO,  Buccinum.  Desde  Aristóteles 
habían  los  autores  antiguos  dado  este  nombre  á 
un  sin  número  de  conchas  univalvas  diferen- 
tes. Hoy  dia,  gracias  álos  trabajos  de  los  Sres. 
Lamarck,  de  Férusac,  de  Blainville,  etc.,  de- 
signa un  género  de  moluscos  del  orden  gasto- 
ropodos  pectinobranquios.  Concha  oval  u  oval 
cónica,  abertura  longitudinal  con  escotadura  en 
su  base ,  sin  canal,  columela  no  aplastada  y  dila- 
tada en  su  parte  superior. 

Los  buccinos  están  esparcidos  en  todos  los  ma- 
res; pero  las  especies  délos  países  tropicales  son 
las  mas  numerosas,  y  las  (jue  están  adornadas  de 
colores  mas  vivos.' En  general  son  conchas  de 
mediano  grandor,  y  algunas  aun  no  pueden  ser 
descritas  sino  con  el  auxilio  del  lente. 

El  número  de  especies  de  este  género  se  eleva 
á  mas  de  200 ,  muchas  de  las  cuales  son  de  nues- 
tras costas.  Conócense  mas  de  30  especies  en  el 
estado  fósil ,  pertenecientes  casi  todos  á  los  ter- 
renos paleoterienos. 

Algunos  buccinos  sirven  de  alimento. 

El  Buccmo  ondeado  (Buccinum  undalum,  L.) 
que  habitad  Océano ,  en  donde  se  arrastra  en  la 
superficie  de  las  rocas  sub-marinas,  es  usado 
como  alimento  en  algunas  comarcas  de  la  Europa. 
Según  Aetius  y  Dioscorides,  era  empleado  anti- 
guamente contra  la  cólica ,  la  cardialgía,  etc.,  y 
también ,  según  Nicander ,  como  antídoto  del  pes- 
cado llamado  Dorycnium  por  los  antiguos. 

Su  concha  no  tiene  mas  virtud  cuando  calcina- 
da que  la  de  las  ostras ,  aunque  hubiese  sido 
preconizada  por  Galeno  contraías  parótidas  y  los 
lamparones ,  y  por  otros,  contra  la  alopecia,  etc. 


BLE 

BUElí ,  Bos.  El  buey  es  en  el  idioma  vulgar 
ese  ser  degradado  hasta  el  punto  de  ignorar  su 
fuerza,  que,  privado  de  los  atributos  de  su  sexo 
y  reducido  á  la  mas  dura  esclavitud,  está  conde- 
nado ,  desde  su  nacimiento ,  á  sobrellevar  los 
rudos  trabajos  de  la  labranza ,  para  caer  en  fin 
bajo  la  cuchilla  del  carnicero.  El  naturalista  no 
mira  al  buey  bajo  tan  tristes  relaciones :  su  nom- 
bre, impuesto  á  un  género  de  mamíferos  que  en- 
cierra especies  fuertes  y  valientes  ,  reúne  colec- 
tivamente los  toros ,  los  aurocs,  los  búfalos  y  los 
bisontes ,  es  decir  seres  que  caracterizan  grandes 
fuerzas  y  el  instinto  de  esa  independencia  salvaje 
que  difícilmente  se  doblega  al  estado  doméstico. 

Este  género  comprende  lodos  los  mamíferos 
rumiantes,  bovineos,  cuyas  astas  existentes  en 
ambos  sexos,  son  mas  ó  menos  redondeadas  y 
disminuyen  insensiblemente  hacia  su  extremidad, 
que  se  dirige  mas  ó  menos  adelante;  las  narices 
en  lodos  estos  animales  están  abiertas  sobre  una 
ancha  geta ,  eslo  es,  la  piel  que  las  rodea  es  ma- 
melonada  y  abunda  en  numerosas  glándulas  mu- 
cíparas ,  que  sin  cesar  vierlen  su  produelo  en  la 
superficie  de  aquella;  todos  tienen  en  la  parte 
anterior  del  cuerpo  un  como  repliegue  saliente, 
una  especie  de  cogido  de  la  piel  llamada  papada, 
el  cual  se  extiende  desde  la  garganta  al  abdomen; 
§us  manos  son  inguinales  y  en  número  de  cuatro. 
"■■  Los  bueyes  tienen  la  talla  elevada;  son  los  ma- 
yores animales  de  la  familia ,  y  su  régimen  es 
nervívoro  exclusivamente.  La  elevación  de  su 
talla  y  la  considerable  fuerza  de  que  están  dota- 
dos les  permite  pacer  con  seguridad  sin  temor  al- 
guno ni  á  los  carnívoros  mas  grandes.  Por  esto  al 
presentarse  el  enemigo  no  huyen  como  ías  gace- 
las y  las  cabras ;  al  contrario,  le  esperan  á  pié 
firme,  y  las  mas  de  las  veces  le  dejan  escarmen- 
tado. 

Las  especies  bastante  numerosas  de  este  géne- 
ro son  en  el  dia  unas  fósiles  y  otras  vivientes:  en- 
tre estas  últimas  (que  se  encuentran  esparcidas  por 
casi  todo  el  globo,  tanto  en  Europa,  Asia,  África 
é  Islas  vecinas  al  antiguo  continente,  como  Amé- 
rica) algunas  desde  épocas  mas  ó  menos  remotas 
se  hallan  reducidas  al  estado  doméstico,  y  pres- 
tan al  hombre  servicios  tales  que  muchos  pueblos 
se  encontrarían  indudablemente  privados  de  su 
principal  medio  de  subsistencia ,  si  se  les  despo- 
jase de  estos  animales. 

Los  bueyes  en  el  estado  salvaje  viven  en  los 
bosques ,  en  rebaños  mas  ó  menos  numerosos ;  un 
solo  macho  puede  bastar  para  muchas  hembras, 
y  éstas  no  dan  mas  que  un  hijuelo  por  ventre- 
gada. 

Los  naturalistas  han  dividido  este  género  en  va- 
rios grupos ,  pero  para  nuestro  objeto  bastará  que 
describamos  las  especies  que  contiene. 

Buey  ulmizclailo (Bos  moschatus,  (¡un,1 
Habita  en  las  partes  mas  frías  de  la  América  del 
Norte  ,  en  donde  trepa  por  las  rocas  como 
las  cabras  ;  se  aleja  poco  del  círculo  polar, 
y  vive  por  hatos  de  80  á  100  individuos,  en  cuyas 
asociaciones  no  existen  comunmente  sino  dos  ó 
tres  machos,  lo  que  no  procede  de  que  las  hem- 


BUE 

brus  produzcan  mas  individuos  de  su  sexo  que  del 
otro ,  sino  de  los  combates  á  que  se  entregan  los 
machos  en  el  tiempo  de  su  amores ;  entonces  se 
encuentran  muchos  de  ellos  muertos,  puesto  que  de 
entre  los  jóvenes  toros  que  se  entregan  á  los  place- 
res que  provoca  la  nueva  estación  por  batallas 
sangrientas ,  sobrevive  sino  un  corto  número 
de  vencedores  destinados  á  propagar  la  es- 
pecie. Los  celos  del  buey  almizclado  no  se  ex- 
tienden solamente  á  los  animales  de  su  especie,  to- 
do ser  viviente  le  hace  sombra,  y  se  le  ve  perse- 
guir con  musidos  de  furor  hasta  á  las  aves  que 
se  acercan  á  las  vaquillas. 

£1  buey  almizclado  tiene  las  astas  estrecha- 
mente unidas  en  su  base  ,  largas  de  dos  pies ,  y 
otro  tanto  de  circuito,  y  pesan  hasta  sesenta  li- 
bras; el  pelo  es  de  un  rojo  oscuro,  de  una  gran  fi- 
nura, arrastrando  casi  hasta  tierra,  y  asi  es 
que  el  animal  parece  informe ,  sin  distinción  de 
cabeza  ni  de  cola;  sus  piemas  y  su  cola  son 
muy  cortas;  no  excedede  la  altura  de  un  ciervo, 
y  su  longitud  es  de  unos  seis  pies. 

La  carne  de  los  indiv  iduos  jóvenes  de  esta  es- 
pecie pasa  como  muy  buena,  pero  la  de  los  adul- 
tos no  puede  comerse ;  el  olor  de  almizcle  de  que 
está  penetrada  se  comunica  á  todo ,  v  el  cuchillo 
que  la  destaza  no  pierde  este  olor  sin  el  auxilio 
de  la  piedra  de  ablar.  Sin  embargo ,  los  Indios 
cazan  al  buey  almizclado  para  aprovechar  su 
carne  y  su  piel;  la  primera  ha  sido  muy  útil  á 
tripulaciones  que  carecían  de  provisiones  frescas. 
Buey  Arni  {Bos  krni) .  Esta  especie  de  buey 
de  las  Indias ,  considerada  por  muchos  naturalis- 
tas como  una  simple  variedad  del  búfalo ,  del  que 
únicamente  difiere  en  sus  astas  que  son  excesi- 
vamente largas  (de  4  á  o  pies  cada  una) ,  rugo- 
sas por  su  concavidad  ,  y  aplanadas  por  delante. 
El  arni  es  negro,  carece  de  jiba  y  de  crin.  Pare- 
ce habitar  especialmente  las  altas  montañas  del 
Indostan  y  del  Archipiélago  indiano. 

Buey  Auroe  ó  Uro ,  Buey  bravio 
de  Polonia.  Buey  salvaje  de  la  U- 
tuanla  {Bos  urus ,  Gm.;  Bos  ferus,  L.).  Este 
animal  es  el  mas  fuerte  de  todos  los  bueyes  vi- 
vientes; tiene  hasta  seis  pies  de  altura  en  el  cru- 
cero y  en  la  grupa;  hánse  visto  algunos  cuya  ca- 
beza tenia  dos  pies  seis  pulgadas  de  ancharía ,  y 
cuyos  ojos  estaban  distantes  á  diez  y  ocho  pul- 
gadas el  uno  del  otro;  la  circunferencia  de  los 
cuernos,  en  su  base,  era  de  mas  de  un  pié. 

Fl  uro  es  el  Zebú  de  los  Poloneses,  muy  raro 
hoy  dia,  que  no  se  le  encuentra  mas  que  en  al- 
eónos grandes  bosques  de  la  Prusia  ducal  y  de 
la  Lituania.  Se  separa  poco  de  las  aguas ,  en 
verano  busca  las  umbelíferas  para  su  alimento, 
vive  en  invierno  de  liqúenes  y  de  renuevos  de 
árboles ,  se  entrega  á  grandes  combates  en  la 
estación  de  los  amores,  y  es  eu  esta  época  muy 
peligroso  para  los  cazadores.  Su  fuerza  es  prodi- 
giosa, ningún  obstáculo  le  detiene  en  su  huida 
ó  en  su  acceso  de.  furor ,  y  con  sus  astas  puede 
hacer  pedazos  á  abetos  gruesos  como  el  muslo 
de  un  hombre. 
La  forma  del  auroc  es  singular,  y  su  aspecto 


BUE  435 

tiene  algo  de  mas  salvaje  y  mas  brutal  que  el  de 
sus  congéneros.  La  cabeza  es  ancha;  corta  y  situa- 
da debajo  del  lugar  ordinario;  el  cuerpo  está 
cubierto  de  dos  suertes  de  pelos,  unos  leonados, 
suaves  y  lanudos ,  que  coustiluyen  una  especie 
de  borra  que  puebla  las  partes  inferiores;  los  pe- 
los del  dorso  y  regiones  anteriores  son  mas  lar- 
gos, recios  y  toscos,  y  de  color  prieto;  una  lar- 
ga y  péndula  barba  ondea  delante  de  su  papada; 
las  astas  son  gruesas,  redondas  y  laterales;  la 
frente  es  arqueada  y  las  ramas  están  dispuestas 
en  cuadro.  Las  hembras  de  esta  especie  son  me- 
nores y  menos  fuertes  que  los  machos,  están 
de  vientre  once  meses ,  y  ao  producen  mas  que 
un  becerro. 

El  auroc ,  susceptible  de  alguna  educación  si 
se  le  coje  de  poca  edad,  es  muy  bravio  en  el  esta- 
do de  naturaleza.  Se  le  caza  por  su  carne ,  que 
es  de  buen  comer,  y  también  por  su  vello  y  cue- 
ro ,  que  son  muy  estimados. 

Buey  Bisonte,  Buey  salvaje  de 
América .  Bisonte,  Bisonte  de  Amé- 
rica [Bos  Bison,  L.;  Bos  amerieanus,  Gm.).  Esta 
especie  habita  en  todas  las  regiones  templadas  de 
la  América  septentrional ,  pero  abunda  con  es- 
pecialidad en  las  ricas  praderas  que  circuyen  las 
fuentes  dsl  Misisipí  y  de  sus  rios  tributarios ,  en 
las  que  vive  en  numerosos  rebaños  mezclada  con 
los  ciervos  y  gamos,  paciendo  por  mañana  y  tar- 
de, y  se  retira  durante  el  calor  á  los  sitios  pan- 
tanosos. Tal  es  su  fuerza  y  su  agilidad  que  á 
pesar  de  los  agujeros  profundos  que  el  peso  de 
su  cuerpo  produce  en  el  grueso  de  las  nieves  de 
que  se  cubre,  durante  un  tercio  á  lo  menos  del 
año,  una  parte  de  las  comarcas  que  habita,  estas 
nieves  no  oponen  el  menor  obstáculo  á  su  corri- 
da, y  las  atraviesa  mas  rápidamente  aun  del  que 
lo  hacen  los  naturales  del  país. 

Aunque  este  animal  sea  muy  bravio,  puede  do- 
meñársele cuando  cogido  joven,  y  si  se  le  alimen- 
ta bien  adquiere  una  considerable  alzada  y  el 
peso  dedos  ó  tres  mil  libras.  Se  pretende  que  en 
ciertas  comarcas  de  las  riberas  del  ühio  ,  los  bi- 
sontes ,  sometidos  al  poder  del  hombre ,  viven  en 
algunas  habitaciones,  y  que  si  se  mezclan  con 
la  especie  desde  largo  tiempo  domesticada,  pro- 
ducen con  la  vaca  común  mestizos  fecundos. 

El  bisonte  tiene  las  formas  rechonchas;  la  ca- 
beza corta  y  gorda ;  la  frente ,  cuello  y  espaldi- 
llas están  cubiertas  de  un  pelo  lanudo,  elástico  y 
muy  suave  ,  que  ciertamente  podría  hilarse  con 
provecho  ;  los  pelos  del  cuarto  trasero  son  mas 
cortos  y  mas  negros;  su  cola  es  mediana  y  remata 
en  una  vedija  con  largos  crines;  las  asías  sou  pe- 
queñas, redondeadas,  laterales  y  apartadas. 

Se  hace  la  caza  de  este  animal  por  razontle.-u 
carne  ,  que  es  de  buen  comer,  por  su  cuero,  que 
es  muy  estimado,  y  también  por  otras  diversas 
partes  de  su  cuerpo.  En  la  Luisiana,  la  carne 
íle  bisonte  es  la  principal  que  usan  los  habitantes; 
el  mejor  y  mas  delicado  bocado,  es  la  jiba. 
Apenas  se  matan  sino  vacas ,  porque  la  carne  fe 
los  machos  huele  á  cabrón. 

Buey  Huíalo.  Búfalo  [Bos  Bulahs, 


436  BUE 

L.).  Este  animal  es  originario  del  Asia  meridio- 
nal, donde  se  encuentra  todavía  en  el  estado  sa- 
vaje.  Desde  muy  largo  tiempo  reducido  al  estado 
doméstico,  era  no  obstante  desconocido  délos 
Griegos  y  de  los  Romanos  ,  y  tan  solo  muy  tarde 
fué  introducido  en  Europa,  y  particularmente  en 
Italia,  donde  al  presente  es  muy  común:  en  las 
llanuras  de  la  Lombardia.y  sobre  todo  en  los 
pantanos  Ponlinos,  es  en  donde  los  búfalos  pros- 
peran. Dicese  que  individuos  que  se  han  escapa- 
do lian  reproducido ,  en  diversas  comarcas  del 
remo  de  Ñapóles,  la  raza  salvaje.  Estarazase 
encuentra  igualmente  en  algunas  partes  del  Áfri- 
ca ,  procedentes  también  de  búfalos  domésticos 
vueltos  á  sus  primitivos  hábitos. 

Si  la  especie  que  nos  ocupa  es  una  de  las  me- 
nos favorecidas  de  parle  de  la  talla,  queda  in- 
demnizada por  parte  de  las  fuerzas :  su  pelo  es 
áspero  y  negro ;  su  frente  ancha  y  combada  rom- 
pe todo  lo  que  hiere;  sus  cuernos  negros  y  com- 
pactos están  dispuestos  hacia  atrás.  No  anda  co- 
mo el  buey  común,  ordinariamente  álzala  cabe- 
za, inclina  atrás  los  cuernos,  y  cuando  hace  mal 
es  solo  con  la  frente  ó  las  patas. 

El  natural  bravio  y  brutal  del  búfalo  ,  que 
nunca  pierde  el  sentimiento  de  sus  fuerzas ,  hace 
de  él  un  doméstico  indócil  y  caprichoso;  se  con- 
sigue dominarlo  por  medio  de  un  anillo  de  hier- 
ro que  se  le  pasa  en  la  ventana  de  la  nariz.  El  bú- 
lalo es  magro,  su  cola  está  desnuda,  su  cuerpo 
es  mas  grueso  y  mas  corto  que  el  del  buey ;  su 
piel  es  mas  gruesa ;  se  alimenta  como  el  buey:  su 
voz  es  un  mugido  que  asusta;  le  gusta  revolcarse; 
se  complace  en  permanecer  en  el  agua,  en  la 
que  nada  muy  bien.  En  Italia,  cada  búfalo  tiene 
su  nombre  que  se  le  enseña  cantando ;  se  canta 
también  para  ordenar  la  hembra,  y  en  algunos 
países  y  entre  los  Hotentotes  se  la  introduce  lama- 
no  en  la  vulva  para  inducirla  á  dejarse  ordeñar. 

La  leche  que  da  la  búfala  es  agradable ,  siente 
a  la  nuez  moscada,  y  suministra  un  buen  queso, 
que  se  llama  en  Italia  Huevo  de  búfalo,  porque 
se  le  hace  tomar  la  forma  de  huevos  Esta  leche 
-es  de  tal  modo  abundante  en  ciertos  climas  que, 
según  el  $r.  Távernier,  hay  hembras  que  dan 
por  dia  hasta  once  azumbres. 

La  carne  de  búfalo,  aun  del  animal  joven  v 
cebado,  es  negra,  dura,  glutinosa,  de  mal  gus- 
to, un  poco  almizclada;  sin  embargo  es  algo  pa- 
recida á  la  del  buey,  pero  es  mas  excitante  v  di- 
fícil de  digerir.  En  italiano  la  comen  sino  los" Ju- 
díos y  los  pobres;  en  la  lloraelia  se  ahuma  y  se 
envía  á  Constantinopla,  y  aun  á  Marsella.  Úni- 
camente la  lengua  es  buena  de  comer,  pero  no 
gusta  á  todas  las  personas. 

La  Piel  de  Búfalo  se  soba  con  aceite,  y  con 
ella  se  hacen  cananas  ,  cartucheras,  guantes, co- 
razas y  otros  objetos  que  sirven  para  defensa  de 
los  guerreros.  Una  piel  de  búfalo  es  mas  gruesa  y 
mas  sólida  que  una  piel  de  buey  común;  pesa  de 
«O  a  100  libras,  y  con  frecuencia  mas  aun.  La 
llomelia,  la  Besarabia,  la  Moldavia  v  la  Valaqafa 
expiden  una  gran  cantidad  de  pieles  á  GonstaRti- 
Hopla,  pero  el  Asia  Menor  muv  pocas.  Las  pieles 


BUE 

de  los  machos  tienen  mas  precio  que  las  de  las 
hembras,  porque  son  mas  gruesas,  mas  fuertes  y 
mas  pesadas.  Marsella  recibe  anualmente  de  Cons- 
tantinopla de  5  á  6.000  pieles  de  búfalo.  Las  des- 
tinadas á Marsella  y  á  Anlona  no  se  curten,  y  sí 
tan  solóse  salan. 

El  búfalo  no  tan  solo  suministra  al  comercio  la 
piel,  sino  las  astas,  que  emplean  los  torneros, 
para  hacer  cajas  de  tabaco,  rosarios,  etc.,  y  el 
pelo  que  sirve  para  rehenchir  sillas,  etc.— Y. 
Cuernos ,  Cueros  y  Pieles. 

En  cuanto  á  las  propiedades  medicinales  del 
búfalo,  son  nulas  á  los  ojos  de  los  modernos;  pe- 
ro los  antiguos  médicos  han  recomendado  el  cuer- 
no y  las  uñas  de  este  animal  contra  la  epilepsia; 
el  sebo  y  el  tuétano ,  como  resolutivos  y  fortifi- 
cantes ;  los  excrementos ,  contra  la  ciática ,  la 
orina,  introducida  en  el  conducto  auditivo,  contra 
la  otalgia ,  etc. 

Buey  del  Cabo .  Búfalo  del  Cano 
(Hoscaffer,  Sparm.).  Esta  especie  se  distingue 
en  la  enormidad  de  sus  astas,  cuyas  bases  apla- 
nadas cubren  como  un  casco  todo  el  vértice  de  la 
cabeza  no  dejando  entre  sí  mas  que  un  pequeño 
canal  ensanchado  por  delante.  Este  animal,  ter- 
rible por  su  ferocidad,  vive  en  grandes  rebaños 
desde  el  cabo  de  Buena  Esperanza  hasta  los  con- 
fines de  Guinea ,  frecuenta  los  bosques  mas  som- 
bríos y  de  senderos  estrechos  de  los  cuales  se 
desvía  poco,  derriba  con  furor  cuanto  encuentra 
a  su  paso  ,  y  se  complace  en  lamer  los  cuerpos 
de  los  animales  á  que  ha  dado  muerte  ;  se  com- 
place en  estar  sumergido  en  el  agua ,  en  la  que 
pasa  dias  enteros  no  teniendo  absolutamente  sino 
la  punta  de  la  geta  afuera  áfin  de  poder  respirar; 
sus  mugidos  son  espantosos  y  su  carrera  es  muy 
veloz;  en  las  selvas  acomete  al  hombre  mismo, 
ya  la  manera  del  búfalo  no  puede  resistir  la 
vista  de  lo  que  es  rojo. 

El  buey  del  Cabo  tiene  formas  macizas  y  su  al- 
zada es  considerable ;  la  papada  es  muy  extensa 
y  péndula  ;  su  cuerpo  está  cubierto  de  pelos  de 
una  pulgada  de  largo,  récioscomo  cerdas  y  muy 
apretados ;  sus  orejas  son  un  poco  agachadas  y 
están  cubiertas  por  los  cuernos. 

A  este  terrible  animal  se  le  caza  por  razón  de 
su  carne,  que  es  de  buen  comer  aunque  grosera 
pero  especialmente  se  le  busca  por  razón  del 
cuero,  que  es  excelente. 

Buey  gruñidor ,  Buey  de  cola  de 
caballo ,  Búfalo  de  cola  «le  caballo, 
Vaca  gruñidora  de  Tartaria,  Yack. 
{Ifos  yrunniens ,  Pallas).  Se  le  encuentra  bravio 
en  las  montañas  del  Tibet,  y  busca  los  lagos  mas 
trios,  porque  le  gusta  bañarse  como  el  búlalo. 
Su  carácter  es  irascible  é  indómito;  sin  embarga, 
losTártaros,  ChinosvTibetanos  hansabidoaiiKui- 
sarlo  y  reducirlo  al  estado  doméstico,  haciéndole 
servir  de  besüa  de  carga. 

El  yack  se  distingue  de  todas  sus  congéneros 
en  la  cola  guarnecida  por  todos  lados  con  largas 
cerdas  como  la  del  caballo;  es  semejante  al  bú- 
lalo en  sus  formas,  pero  se  diferencia  de  él,  sin 
embargo,  en  la  lengua  guarnecida  de  papilas,  v  eu 


ME 

las  astas  redonda  s  \  lisas;  tiene  un  gran  cópele 
de  pelos  crespos  sobre  el  vértice  de  la  cabeza;  lo 
general  del  cuerpo  es  lampiño  y  liso  en  eslío, 
mas  áspero  y  poblado  en  invierno ;  su  color  es 
negro;  el  cuello  presenta  una  especie  de  crin,  y  la 
parte  inferior  del  cuerpo  así  como  la  raíz  de 
las  piernas  están  guarnecidas  de  cerdas  enmara- 
ñadas ,  muy  largas  y  péndulas. 

La  leche  que  suministran  las  hembras  de  esta 
especie  es  excelente,  y  sirve  para  preparar  una 
muy  buena  manteca ,  que  se  trasporta  á  lo  lejos 
conservada  en  vejigas.  También  se  utiliza  la  car- 
ne de  yack ,  pero  lo  que  principalmente  se  estima 
es  su  rico  pelo,  en  particular  la  hermosa  cola  de 
que  los  Tibetanos  hacen  aventadores  de  mos- 
cas, y  los  Persas  y  Turcos,  aquellas  divisas <k 
dignidad,  que  equivocadamente  tomamos  por  co- 
las de  caballos. 

Buey  Gur  {Bos  Gaurus).  Especie  bastante 
parecida  al  arni,  descubierta  por  los  naturalistas 
ingleses  en  las  montañas  del  Myn-Pat,  y  descrita 
por  Geoffrov  Saint-Ililaire.  El  gur,  llamado  Gu- 
rin  en  ellndíostan,  tiene  el  cuerpo  lampiño  y  de 
un  negro  bastante  oscuro;  sus  astas  son  corlas, 
macizas,  algo  rugosas  y  muy  encorvadas  hacia 
su  punta.  Es  animal  corajudo,  que  vive  en  reba- 
ños de  15  á  20  individuos  en  las  selvas  interiores 
de  la  india;  aliméntase  de  hojas  y  renuevos.    ..-"• 

Buey  de  la  India,  Zebú  [Bos  indicas). 
Habita  las  regiones  cálidas  del  Asia  y  África, 
pero  especialmente  es  mas  común  en  la  India. 
Los  zebúes  suelen  ser  mochos ;  su  pelo  general- 
mente es  gris  por  encima  y  blanco  por  debajo,  con 
la  cola  terminada  en  un  copete  de  pelos  negros. 
Se  distinguen  muchas  variedades  de  zebúes,  y  se- 
guramente es  la  mas  notable  el  zebú  de  Madagas- 
oar,  que  se  aproxima  á  la  marca  de  nuestro 
buey  y  también  se  le  asemeja  en  las  astas. 

La  generalidad  de  los  autores  miran  al  zebú 
como  una  variedad  del  buey  ordinario,  aunque 
difiera  de  él  enjla'alzada,  que  es  menor,  y  en  una 
ó  dos  j ibas  de  gordura  colocadas  sobre  el  cruce- 
ro. El  sabor  almizcleño  de  su  carne  y  la  jiba  gra- 
sicnta de  su  espalda  son  las  únicas*  diferencias 
que  le  distinguen  del  buey  común. 

Buey  de  momios' blancos  Bos  leuco- 
prymnus).  Especie  descrita  por  Guoy  yGaimand, 
muy  parecida  á  nuestro  buey  doméstico,  y  que  vi- 
ve bravio  en  Java. 

Buey  de  Sylhet,  Iunjcll«Gau  {Bos 
s;iUiPtanus).Y.  Cuvier  ha  descrito,  bajo  estos 
nombres ,  un  buey  que  reconoce  como  nueva  es- 
pecie, difiriendo  principalmente  del  buey  domés- 
tico en  sus  astas  que  se  hallan  implantadas  al  ex- 
tremo de  la  cresta  occipital,  y  separadas  entre  si 
por  un  espacio  tanto  mas  reducido  en  cuanto  ma- 
yor es  la  edad  del  animal ;  un  ligero  bullo  gra- 
sicnto reemplaza  á  la  jiba  de  los  zebúes  ó  bueyes 
de  la  India;  la  cola  remata  en  una  escobilla  de 
largas  cerdas.  El  iungli-gau  macho  y  hembra  se 
distinguen  uno  de  otro  en  el  grueso  de  sus  astas: 
en  cuanto  al  color  es  igual  en  ambos,  esto  es,  ne- 
frru/ro  ,  con  las  pierna<  Mauras ;  la  frente  es  de 
un  gris  ceniciento,  b  mismo  que  una  lista  longi- 


BLE  437 

tudiual  trazada  en  el  crucero;  lo  interior  de  la 
oreja  y  la  parte  inferior  del  cuerpo  están  guarne- 
cidos de  pelos  blanquecinos. 

G.  Cuvier  se  inclina á  considerar  estos  anima- 
les como  raza  bastarda  del  buev  y  del  huíalo. 
Encuentráseles  al  pié  de  las  montañas  del  Sylhet, 
en  la  India,  donde  son  tan  comunes  como  el  bu- 
falo  ;  lo*  indígenas  los  cazan  y  saben  reducirlos  a 
la  domeslicidad. 

Buey  Toro  .  Buey  doméstico,  To- 
ro (Bos  Taums,  L.).  Respecto  á  su  procedencia 
el  Sr.  Bory  de  Saint-Vincent  dice :  «Prescindien- 
do de  los  cuentos  ridículos  que  se  han  referido  so- 
bre el  origen  de  este  animal  antes  de  la  época  en 
que  la  historia  natural  fuese  estudiada  filosófica- 
mente ,  y  dejando  como  inexacto  lodo  lo  que  de 
ello  se  habia  escrito  antes  de  Cuvier,  debemos  a 
este  sabio  el  conocimiento  de  la  verdadera  patria 
de  nuestro  mas  paciente  doméstico.  La  ha  encon- 
trado en  grandes  toros  cuyos  cráneos  fósiles  se 
reconocen  entre  los  hornagueros  de  la  Alemania, 
de  la  Francia  y  de  la  Inglaterra:  estos  grandes 
toros  eran  una  de  las  dos  especies  germánicas 
que  distinguian  ya  los  antiguos  ,  á  los  cuales  lla- 
meban  uro  \  bisonte.  Este  nombre  de  bisonte,  evi- 
dentemente" derivado  de  la  palabra  teutona  que 
designa  la  cabra  de  almizcle ,  habiendo  cambia- 
do de  acepción ,  ha  pasado  á  una  de  las  grandes 
especies  americanas;  el  uro  parece  pues  haber  si- 
do el  gran  toro,  la  cepa  de  nuestra  raza  domés- 
tica, y  noel  auroc;  á  lo  menos  el  Sr.  Desmoulins 
da  excelentes  razones  en  apoyo  de  esta  opinión.» 

«Desde  unos  tres  siglos  la  raza  salvaje  ha  de- 
saparecido de  la  superlicie  de  la  Europa;  pero  la 
doméstica  se  ha  extendido  por  todas  las  parles 
donde  han  penetrado  los  Europeos,  y  cruzándose 
á  veces  con  las  especies  indígenas  de  los  climas 
lejanos  bajo  los  cuales  se  la  habia  expatriado,  o 
bien  experimentado  alteraciones  sensibles,  ha  pro 
ducido  muchas  variedades.  Entre  las  mas  notables 
no  debe  omitirse  citar  esos  grandes  bue\ es  de 
jiba  de  Madagascar,  que  Peunant  compara  al 
camello  por  la  talla  y  la  deformidad.  Estos  anima- 
les son  los  que  se  trasportan  comuninenle  en  las 
islas  de  Francia  y  de  Madagascar,  en  donde  su 
rara  figura  sorprende  á  los  extranjeros.  De  pier- 
nas largas  y  generalmente  blanquecinas,  tienen 
una  protuberancia  movible  en  el  crucero  El  ye- 
bo es  también  un  buey  jibara  de  las  mismas  re- 
giones y  del  África  austral ,  pero  al  contrario  el 
mas  pequeño  de  su  género  y  de  un  natural  muy 
apacible;  empléasele  para  llevar  bagajes,  y  cier- 
tas poblaciones  negras  lo  montan  como  se  hace 
con  el  caballo.» 

Esta  especie  tiene  cuernos  simples,  huecos,  no 
caducos;  comunmente  tiene  el  cuerpo  cubierto  de 
un  pelo  de  color  rojo  de  ladrillo,  á  veces  gris 
manchado  de  negro.  El  macho  adulto  entero  se 
llama  Toro;  el  macho  adulto  y  castrado,  Buey; 
la  hembra,  Vaca;  los  pcqueñuelos,  mientras  ma- 
man ,  Ternero  ó  Ternera ,  y  después,  en  la  edad 
adulta,  Becerro  ó  Becerra. 

El  loro  es  el  verdadero  macho,  que  se  le  suje- 
ta á  la  castración  con  dos  objetos :  I .°  disminuir 


438  BUE 

su  número,  porque  un  solo  macho  puede  bastar 
para  fecundar  á  muchas  hembras ;  2o  porque  sien- 
do el  toro  naturalmente  forzudo,  valiente,  colé- 
rico ,  indomable  y  muy  peligroso ,  se  consigue 
sujetarle,  sin  hacerle  perder  mucho  de  su  fuerza, 
y  privándole  de  la  facultad  de  reproducirá  su  se- 
mejante, aumenta  entonces  de  altura,  grueso  y 
gordura ,  es  mas  útil  para  la  labranza,  y  después 
de  haber  servido  en  ésta  cierto  número  de  años, 
su  carne,  al  cabo  de  algún  tiempo  de  reposo,  es 
mas  sustanciosa  y  mejor. 

lt¡l¡dail  del  buey. 

La  utilidad  del  Buey  ó  toro  castrado ,  para  la 
agricultura  fué  reconocida  desde  los  mas  remotos 
siglos;  y  como  su  existencia  quedó  enlazada  con 
1 1  del  arado ,  se  le  miró  como  un  animal  sagrado, 
hasta  se  le  erigieron  altares  y  aun  se  castigaba 
con  la  última  pena  á  cualquiera  que  criminalmen- 
te, le  quitase  la  vida.  Mientras  se  le  mantuvo  así 
bajo  la  protección  de  la  ley  para  mirar  por  sus 
fuerzas  o  impedir  el  abuso  que  se  pudiese  hacer 
de  ellas,  estuvo  limitada  á  una  longitud  de  cin- 
cuenta varas  la  mayor  extensión  del  surco  que 
debia  abrir  por  una  continuidad  no  interrumpida 
de  esfuerzos  y  movimientos. 

Sobre  laimportancia  que  merecia  el  buey  en  la 
antigüedad, el  Sr.  Bastús  dice :  «Los  Egipcios  fue- 
ron los  primeros  que  rindieron  al  buey  y  á  la  va- 
ca un  culto  del  que  se  conservan  todavía  restos 
en  la  India.  Este  religioso  respeto  pasó  después 
á  los  Griegos,  los  cuales  en  los  primeros  tiempos 
no  inmolaban  sino  toros  cuya  cabeza  no  hu- 
biese todavía  llevado  el  yugo.  En  la  primera  edad 
de  Roma  no  se  mataban  los  bueyes  destinados  á 
la  agricultura.» 

«Los  Lacedemonios  inmolaban  un  buey  á  Mar- 
te cuando  habían  ganado  una  victoria  por  medio 
de  algún  ardid,  y  un  gallo  cuando  habia  sido 
abiertamente  y  sin  el  menor  engaño.» 

«Los  triunfadores  romanos  inmolaban  á  Júpiter 
Capitolino  dos  bueyes  blancos  nacidos  en  la  um- 
bría. Cuando  los  bueyes  destinados  al  sacrificio 
no  eran  enteramente  blancos,  se  acababan  de 
blanquear  con  creta,  llamándoseles  entonces 
cretatus.  Se  ademaban  después  las  puertas  délas 
templos  con  las  cabezas  de  los  bueyes  inmolados, 
y  de  aquí  es  que  se  ven  los  altares  decorados  con 
el  cráneo  de  estos  animales.» 

«Los  Romanos  llamaban  al  buey,  al  toro  y 
álos  becerros  ,  víctimas  mayores.  Eran  las  úni- 
cas á  las  que  se  doraban  los  cuernos  en  los  sa- 
crificios ;  pero  los  Griegos  las  doraban  también 
á  las  otras  víctimas  menores.» 

«Los  pobres  que  no  tenían  medio  para  ofrecer 
un  buey  vivo,  sacrificaban  uno  de  masa  de  ha- 
rina.» 

«Los  pies  de  las  tablas  de  las  trípodes  termi- 
naban comunmente  en  forma  de  pies  de  buey,  pa- 
ra esprimir  la  fuerza  y  la  estabilidad.» 

«Un  buey  con  cara  de  hombre,  ó  solamente  una 
cabeza  con  la  misma,   era  entre  los  paganos  el 


BUE 

símbolo  de  la  agricultura ,  y  el  tipo  del  combate 
de  Hércules  contra  Aqueloó.» 

«Varron  califica  al  buey  de  compañero  del 
hombre  en  la  agricultura.  Columela  dice  que  era 
igual  delito  el  atentar  contra  la  vida  de  un  buey 
que  contra  la  de  un  hombre.  Eliano ,  Plinio,  Va- 
lerio Máximo  y  otros  autores  citan  ejemplos  de 
castigos  impuestos  por  la  muerte  de  bueyes.  La 
fábula  dice  que  los  compañeros  deUlises  perecie- 
ron en  un  naufragio  por  haber  muerto  algunos 
bueyes  del  sol.» 

«Por  el  capítulo  XXV  del  Deuteronomio  se  ve 
que  se  prohibió  al  pueblo  de  Israel  el  poner  bozal 
al  buey  que  les  servia  para  trillar  ó  para  los  de- 
más usos  de  la  labranza,  queriendo  así  el  Señor 
que  el  animal  que  ayuda  al  hombre  en  sus  fatigas 
tenga  alguna  parte  en  el  fruto  de  ellas.» 

«Tres  cabezas  de  buey  sobre  la  estatua  de  Isis 
denotaban  entre  los  Egipcios  los  tres  tiempos 
del  año  oportunos  á  la  agricultura.  Los  Romanos 
ponian  una  cabeza  de  buey  en  sus  edificios  para 
señal  del  trabajo  y  de  la  paciencia.» 

«En  las  medallas  antiguas  el  buey  ó  el  toro 
con  los  cuernos  cargados  de  flores  es  un  símbolo 
délos  sacrificios,  en  los  cuales  estos  animales 
eran  las  víctimas.  Algunas  veces  están  en  actitud 
de  herirse  con  jos  cuernos,  y  denotan  la  guerra 
ó  bien  tos  combates  públicos  de  las  fieras,  pareci- 
dos á  nuestras  corridas  de  toros.» 

«Cuando  los  Romanos  querían  indicar  una  co- 
lonia representaban  dos  bueyes  tirando  un  arado, 
porque  acostumbraban  servirse  de  bueyes  para 
señalar  con  el  arado  el  circuito  que  habia  de  ocu- 
parlanuevapoblacion. Algunas  veces  en  semejan- 
tes casos  se  ven  juntos  un  buey  y  una  vaca.  Estase 
halla  situada  á  la  parte  de  la  ciudad,  y  el  buey  á  la 
parle  exterior  ó  del  campo,  para  denotar  que  el 
cuidado  interno  de  la  casa  corresponde  á  la 
mujer ,  y  que  la  agricultura  y  todas  las  profesio- 
nes activas  son  propias  del  hombre.» 

El  Sr.  de  Buffon  ha  reunido  en  pocas  líneas  to- 
dos los  servicios  que  este  paciente  animal  presta 
al  labrador.  «Sin  el  huey ,  dice ,  pobres  y  ricos 
vivirían  con  mucho  trabajo,  la  tierra  permanece- 
ría inculta,  los  campos  y  aun  las  huertas  queda- 
rían áridos  y  estériles ;  sobre  el  buey  gravitan 
todos  los  trabajos  de  la  labranza;  es  el  criado  mas 
útil  de  la  granja  y  el  sosten  de  la  economía  rural; 
constituye  la  fuerza  entera  de  la  agricultura,  y  si 
en  otro  tiempo  formaba  toda  la  riqueza  de  los 
hombres ,  todavía  sigue  hoy  siendo  la  base  de  la 
opulencia  de  sus  estados,  que  no  puede  prevale- 
cer y  prosperar  sino  por  el  cultivo  de  las  tierras 
y  abundancia  del  ganado ,  pues  los  únicos  bienes 
positivos  son  estos,  y  todos  los  demás  inclusos  el 
oro  y  la  plata,  son  bienes  arbitrarios  y  repre- 
sentaciones, monedas  de  crédito,  sin  mas  valor 
que  el  que  reciben  del  producto  de  las  tierras.» 

•    .    Calidades  del  buey. 

La  alzada  y  aun  la  fuerza  del  buey  varían  con- 
siderablemente dependiendo.de  la  raza  de  que 
éste  procede  y  de  la  abundancia  de  los  pastos 


BLE 

con  que  ha  pasado  sus  primeros  años ,  influyendo 
igualmente  en  ello  el  clima.  Los  bueyes  de  los 
países  muy  cálidos  y  de  los  países  muy  frios  son 
mas  pequeños  que  los  de  las  regiones  templadas . 
Entiéndese  por  razas  modificaciones  sobreveni- 
das en  una  especie  por  efecto  de  una  ó  muchas 
causas,  tales  como  la  influencia  del  alimento,  del 
terreno ,  del  clima ,  de  ciertos  há  bitos ,  del  estado 
doméstico,  y  del  poderjinmenso  del  hombre,  modifi- 
caciones qiic  se  han  hecho  trasmisibles  por  vía 
degeneración  Nos  es  imposible  describir  aquí 
las  diferentes  razas  de  buey  que  se  conocen,  pero 
no  omitiremos  decir  que  no  todas  se  recomiendan 
por  una  misma  aptitud  para  producir  leche,  car- 
ne ,  ó  trabajo ,  que  son  los  principales  productos 
que  dan  las  bestias  bovinas.  Entre  los  antiguos 
decantóse  mucho  la  monstruosa  raza  de  Epiro, 
que  hoy  se  vé  reducida  al  mas  ruin  estado.  En 
nuestros  dias  los  bueyes  mas  corpulentos  existen 
en  Sicilia,  en  la  tierra  de  Labor  ,  provincia  de 
Ñapóles ,  en  la  Polodia ,  en  la  Ucrania  y  en  la  Tar- 
tana .los  mas  fuertes  provienen  de  la  Lngría, 
Dalmacia  y  Carinlia ,  y  también  son  menos  enfer- 
mizos que  los  bueyes  gordos  y  rechonchos  de  la 
Saboya,  Suiza,  valle  de  Aosta  y  Piamonte;  los 
que  suministran  la  carne  mas  delicada  habitan 
los  ricos  valles  de  la  Transilvania. 

Las  buenas  calidades  del  buey  son  independien- 
tes délos  colores  del  pelo;  sea  este  leonado  ó( ne- 
gro, rojo,  gris,  blanco  ó  moteado,  la  bestia  se- 
rá propia  para  todos  los  menesteres  de  la  casa 
rural,  si  es  bien  alimentada,  tenida  en  un  establo 
bien  ventilado  y  espacioso ,  si  es  tratada  con  ca- 
riño y  recibe  del  cultivador  los  cuidados  compe- 
tentes según  los  numerosos  servicios  que  de  ella 
se  exigen.  Lna  señal  segura  de  su  edad  es  el 
lustre  del  pelo ,  espeso  y  suave  al  tacto ;  cuando 
se  le  pone  áspero,  marchito,  herizado  y  claro, 
el  animal  padece  ó  no  es  de  un  temperamento 
fuerte. 

Aunque  generalmente  se  juzgue  lo  contrario, 
el  buey  es  susceptible^  apego,  no  solo  para  con 
el  hombre  que  le  trate  bien ,  sino  con  los  indivi- 
duos de  su  especie  que  se  le  asocien :  su  instinto 
esbasíante  perfecto  para  desarrollar  notables  fa- 
cultades, por  lo  cual  ciertas  hordas  del  mediodía 
del  África  crian  bueyes  para  custodia  de  los  ga- 
nados ;  tampoco  es  tan  perezoso  y  descuidado  co- 
mo á  primera  vista  parece,  y  sabe  salir  de  apuro 
tan  bien  y  quizás  mejor  que  el  caballo. 

El  buey  vive  por  lo  común  quince  años ;  su 
edad  se  conoce  positivamente  por  medio  del  exá- 
men  de  sus  dientes  y  astas.  A  los  dos  años  y  me- 
dio ó  tres  se  le  aplica  á  la  labor  ó  bien  se  le  habi- 
túa á  llevar  los  arreos  del  tiro ;  á  la  edad  de 
cinco  á  diez  años  adquiere  su  mayor  fuerza  ,  y 
es  la  época  de  sus  mas  fatigosos  y  lucrativos 
trabajos ;  á  los  doce  años  deja  el  arado  para  pa- 
sar á  engordarse  y  después  a  la  matanza. 

Si  bien  el  buey  es  menos  propio  para  tirar  car- 
ros que  el  caballo ,  el  burro  y  el  mulo,  y  aunque 
su  paso ,  la  forma  de  su  dorso  y  la  de  los  ríño- 
nes se  opongan  al  tiro ,  se  le  unce ,  y  se  le  obli- 
ga á  trotar  y  aun  á'galopar ,  lo  cual  hace  con  de- 


BL'E  439 

trimcnto  de  sus  fuerzas  y  de  su  vida.  También  es 
un  absurdo  asociarle  al  caballo,  ponerle  collera 
y  hacerle  tirar  únicamente  con  las  astas ,  pues 
conviene  sacar  provecho  de  la  pujanza  de  su 
cerviz  y  espaldas  ,  del  espesor  de  los  huesos  de 
la  cabeza  por  encima  de  la  frente  y  de  la  dispo- 
sición que  naturalmente  muestra  para  servirse  de 
aquella  parte,  tanto  en  el  ataque  como  en  la  de- 
fensa; y  consideradas  asi  sus  disposiciones,  se 
convierten  en  beneficio  del  animal  y  de  los  traba- 
j  os  que  se  trate  de  exigir  de  él. 

Elección  de  los  bueyes. 

La  elección  de  los  bueyes,  sea  que  se  les  des- 
tine á  los  trabajos  de  la  labranza  ó  á  los  de  acar- 
reo, ósea  que  se  reserven  para  engordarlos,  está 
determinada  por  cada  comprador  por  reglas  de- 
ducidas de  su  propia  experiencia  mas  bien  que  por 
las  indicaciones  generales  que  se  encuentran  en 
los  tratados  sobre  los  ganados;  indicaciones  que 
se  aplican  aun  tipo  ideal,  y  que  por  consiguiente 
son  de  poquísima  utilidad. 

En  la  compra  sobre  todo  de  los  bueyes  desti- 
nados para  la  carnicería  es  en  la  que  debe  lomarse 
la  experiencia  por  única  guia.  Antes  de  comprar 
unjbuey,  el  carnicero  debe  valuar  la  cantidad  neta 
de  carne  que  podrá  sacar  de  él.  Para  conseguir- 
lo, examina  atentamente  la  conformación  y  las  di- 
mensiones del  animal ,  y  palpándolo  en  diferen- 
tes partes  del  cuerpo ,  reconoce  el  estado  de  gor- 
dura á  que  ha  llegado  ;  después ,  combinando  es- 
tos datos  con  los  resultados  que  ha  justificado  en 
bueyes  de  la  misma  procedencia  y  a  corta  diferen- 
cia délas  mismas  dimensiones,  llega  á  determi- 
nar con  una  exactitud  muy  suficiente  el  peso  de 
la  carne  neta.  Hay  carniceros  cuyas  valuacio- 
nes discrepan  apenas  de  10  libras  ,  mas  ó  menos 
del  peso  real;  pero  su  número  es  reducido,  ha 
biendo  muchos  otros  cuyas  valuaciones  difieren 
en  grandes  proporciones  del  peso  efectivo. 

Para  facilitar  estos  vahíos,  el  Sr.  Maleo  de  Donv 
basle  ha  publicado  un  proceder  que,  si  pudiese- 
aplicarse  á  todos  los  bueyes,  daria  inmediata- 
mente el  peso  de  su  carne,  "por  la  medida  del  perí- 
metro de  su  tórax. 

El  Sr.  de  Dombasle ,  que  parece  haber  hecho 
numerosas  aplicaciones  de  este  proceder,  lo  ha 
hallado  exacto  ,  y  ha  indicado  como  sigue  los  pe- 
rímetros del  tórax  que  corresponden  á  los  pesos 
de  carne  de  los  bueyes. 


Peso 

de 

rarne. 

Kil. 

ni 

225 
250 


Perímetro:* 

Peso 

del 

de 

tórax 

carne. 

mct.  milim. 

Kil. 

1,820 

2"5 

1,893 

300 

1,965 

325 

1,035 

350 

Perímetros 

del 

tórax. 

met.  milim. 
2,105 

2,no 

2,231 
2,290 


Para  medir  el  perímetro  del  tórax,  se  procede 


440  BUE 

así:  «El  que  opera  se  coloca  junto  á  la  espalda 
«izquierda  del  buey,  y,  teniendo  en  una  mano,  en 
«el  crucero ,  la  extremidad  de  una  medida  no 
«extensible,  dividida  en  centímetros  y  milímetros, 
«pasa  la  otra  extremidad  entre  las  dos  piernas  del 
«buey ,  por  ejemplo  detrás  de  la  pierna  izquier- 
«da  y  delante  de  la  pierna  derecha;  un  ayudan- 
«te,  colocado  del  otro  lado  del  buey,  toma  la 
«medida  de  delante  de  la  pierna  derecha  y  la  da 
«al  primero  que  reúne  ambas  extremidadesen  el 
«crucero ,  entre  las  partes  mas  elevadas  de  los 
«dos  omóplatos:  del  lado  en  que  la  medida  pasa 
«hacia  atrás  de  una  de  las  dos  piernas,  debe  volver 
«inmediatamente  detrás  de  la  espalda,  y  del  la- 
«do  en  que  pasa  hacia  adelante  vuelve"  al  plano 
«de  la  espalda.» 

l,a  medida  así  tomada  es  la  del  tórax.  Para 
obtenerla  exacta ,  el  Sr.  Dombasle  recomienda 
muchas  precauciones:  el  buey  ha  de  estar  colo- 
cado en  una  superficie  horizontal ,  y  ninguna  de 
sus  piernas  no  debe  adelantarse  mas  que  la  otra; 
aproximando  la  medida  á  su  extremidad  que  se 
sostiene  en  el  crucero,  debe  tenerse  cuidado  de 
apretarla  moderadamente;  en  fin  la  operación  de 
la  medición  debe  repetirse  en  sentido  inverso ,  es 
decir  comenzando  por  la  derecha  del  buey,  si  la 
primera  se  ha  empezado  por  la  izquierda. 

Estepooceder,  cuya  aplicación  es  fácil,  habría 
sido  de  grande  utilidad  para  el  comercio  de  bue- 
yes ,  si  su  exactitud  hubiese  sido  comprobada  en 
todos  los  casos;  pero  no  así  ha  sucedido,  porque 
de  las  experiencias  hechas  en  1832 ,  en  los  mata- 
deros de  Paris,  de  orden  del  ministro  de  la  guer- 
ra, se  ha  deducido  que  la  medida  del  tórax  no  po- 
día servir  para  la  valuación  del  pesode  carne 
de  todos  los  bueyes.  He  aquí  los  resultados  de 
estas  experiencias: 


Diferencia  de  cada  resultado  al 
que  le  procede  inmediatamente- 


Peso  real 

Medida  del 

de  carne 

verificado  en 

Tórax. 

la  balanza. 

md.  cent. 

hil. 

2  21 

324 

t,n 

348 

2,28 

236 

2  32 

315 

2,35 

330 

2,36 

3S1 

2,40 

380 

2,42 

315 

De  medida. 


centim. 


1  de  mas 
6     — 
4     — 
3     — 
1     — 


De  peso. 


kilógr. 


24  de  mas. 
22  de  menos 
15  de  menos. 
35  de  mas. 
9  de  menos. 
39  de  mas. 
65  de  menos. 


Lasóla  inspección  de  esta  tabla  basta  para  ha- 
cer ver  que  la  medida  del  tórax  no  puede  servir 
para  apreciar  el  peso  de  carne.  Las  numerosas 
experiencias  hechas  después  de  los  resultados 
que  acabamos  de  presentar,  casi  todas  han  ofre- 
cido los  mismos  disparates,  si  bien  algunas  han 
dado  resultados  que  concordaban  con  las  indica- 
ciones de  la  tabla  del  Sr.  de  Dombasle. 

Se  concede  toda  la  exactitud  a  los  resultados 
obtenidos  ñor  el  Sr.  Dombasle,  pero  se  cree  que  se 
ha  padecido  equivocación  queriendo  generalizar 


BUE 

la  aplicación  de  su  método,  que  puede  ser  exac- 
to para  los  bueyes  de  Lorena,  y  no  serlo  para  los 
de  las  otras  comarcas  y  países  en  que  los  bueyes 
difieren  de  formas  y  dimensiones ,  y  no  tienen 
siempre  el  mismo  peso ,  cuando  por  casualidad 
reúnen  formas  y  dimensiones  semejantes. 

Multiplicación  de  las  bestias  bovinas. 

Antes  de  entrar  en  los  pormenores  de  la  cria 
propiamente  dicha ,  debemos  exponer  algunos 
principios  sobre  el  mejoramiento  de  las  razas, 
que  es,  en  efecto,  la  grande  obra  del  cultivador. 

Hay  dos  maneras  de  mejorar  una  raza  de  bes- 
tias :  la  primera  consiste  en  escoger  en  esta  raza 
los  sugetos  mas  perfectos,  para  emplearlos  en  la 
reproducción  ,  y  así  es  como  la  raza  subsiste ,  se 
consevar  pura  y  se  mejora;  la  segunda  se  reduce 
á  introducir  en  una  raza  de  sangre  extraña  de- 
animales  una  raza  mas  perfecta,  y  entonces  la 
raza  se  ennoblece. 

En  zootecnia  es  un  principio  fundamental  que 
los  padres  y  las  madres  trasmiten  á  sus  produc- 
ciones sus  defectos  y  sus  calidades.  Se  debe  pues 
siempre,  paraobtener  una  buena  raza,  escogerin- 
dividuos  los  mas  perfectos ,  aquellos  que  posean 
al  mas  alto  grado  las  cualidades  que  se  deseen, 
y  que  estén  libres  de  los  defectos  que  se  quisiera 
hacer  desaparecer.  Pero  las  calidades  y  defectos 
no  se  trasmiten  tan  solo  inmediatamente  del  pa- 
dre y  de  la  madre,  sí  que  proceden  con  frecuen- 
cia de  los  antepasados :  cuanto  mas  antigua  y 
bien  establecida  es  una  raza  tanto  mas  difíciles 
son  estos  defectos  de  desarraigar,  pudiendo  re- 
producirse después  de  muchas  generaciones  libres 
ya  de  ellos. 

Si  se  juntan  dos  individuos  de  razas  diferentes 
dominará  en  sus  producciones  el  carácter  de 
aquel  cuya  raza  será  mas  antigua.  Por  esto  la 
constancia,  resultado  de  la  antigüedad ,  es  una 
de  las  calidades  mas  preciosas  de  una  raza.  Los 
Ingleses  piensan  que  tan  solo  con  la  octava  gene- 
ración pueden  establecerse  sólidamente  los  ca- 
racteres de  una  raza,  y  el  Sr.  Marie  advierte 
que  puede  admitirse  esta  opinión  como  una  ver- 
dad absoluta. 

Algunas  personas  dan  importancia  al  color  de 
la  ropa,  cuya  opinión  lleva  su  origen  de  ha- 
ber encontrado  buenas  vacas  de  tal  ó  cual  pelo. 
El  pelo  alazán  ó  castaño  de  diversos  matices  es 
el  mas  común.  Aunque  con  respecto  á  esto  pue- 
dan existir  preocupaciones ,  no  es  menos  cierto 
que  el  color  del  pelo  es  un  índice  del  tempera- 
mento :  así  la  ropa  negra  puede  hacer  suponer 
una  fibra  dura,  mientras  que  una  ropa  clara 
anuncia  una  fibra  blanda  y  una  disposición  á  en- 
gordar. 

Las  calidades  morales  se  trasmiten  como  las 
calidades  físicas,  y  los  perros  nos  ofrecen  de  ello 
pruebas  evidentes. 

Los  machos  se  parecen  comunmente  á  su  ma- 
dre ,  y  las  hembras  á  su  padre. 

Numerosas  experiencias  han  probada  que  en 
las  vacas  la  disposición  á  producir  mas  ó  menos 


BUE 

leche  se  trasmite  de  la  madre  por  el  hijo  á  las 
nietas. 

Se  cree  que  el  macho  tiene  mas  influencia 
sobre  las  partes  anteriores .  y  la  hembra  sobre  las 
posteriores  y  las  extremidades;  que  el  padre 
trasmite  mas  bien  las  formas  y  todo  lo  que  tiene 
relación  con  la  vida  exterior,  y  la  madre  todo  lo 
que  depende  de  la  vida  interior  ó  de  la  nutrición; 
que  la  influencia  de  la  madre  sobrepuja  por  lo 
que  concierne  á  la  facultad  de  aprender,  los  ta- 
lentos y  el  temperamento.  Es  muy  dudoso  que 
un  caballo  padre  ruin  engendre  potros  ruines  co- 
mo él;  pero  una  yegua  que  muerde  y  da  coces 
trasmitirá  verdaderamente  este  vicio  á  sus  potros. 

En  la  cópula  de  los  animales  es  menester  evi- 
tar con  cuidado  un  error  en  el  que  se  ha  con 
demasiada  frecuencia  incurrido,  esto  es,  querer 
mejorar  una  pequeña  raza  con  grandes  machos; 
porque  así  no  se  llena  el  objeto,  pues  es  eviden- 
tísimo que  el  germen  de  un  enorme  toro  suizo, 
por  ejemplo,  depositado  en  el  seno  de  una  pe- 
queña vaca,  no  encontrando  en  él  el  espacio  ne- 
cesario para  su  desarrollo,  solo  podra  dar  un 
ser  imperfecto,  mal  conformado  ó  despropor- 
cionado. 

Los  individuos  destinados  á  la  reproducción  no 
han  de  ser  ni  demasiado  jóvenes  ni  demasiado 
viejos,  debiendo  gozar  de  una  salud  perfecta.  Si 
el  macho  y  la  hembra  son  dos  razas  diferentes,  no 
han  de  presentar  entre  sí  ni  contraste  ni  oposición 
marcada;  porque  en  este  caso  no  resultaría  u ría 
fusión  de  los  caracteres  de  ambas  razas  ,  y  sus 
producciones  ofrecerían  un  mezcla  extraña,  con 
frecuencia  informe,  délos  caracteres  del  padre 
y  de  la  madre. 

El  régimen  y  los  alimentos  deben  ser  también 
análogos  al  destino  que  se  quiera  dar  á  los  ani- 
males. Asi  á  los  animales  destinados  al  trabajo 
desde  su  nacimiento,  se  les  ha  de  procurar  que 
ejerciten  sus  miembros  sometiéndoles  jóvenes  á 
mi  trabajo  proporción adoá  sus  fuerzas;  al  contra- 
rio, los  animales  destinados  al  engordadero  en  el 
establo  deben  hacer  poco  movimiento. 

Las  vacas  lecheras  deben  recibir  su  alimento 
muy  diluido ,  porque  cuanto  mas  beben ,  mas 
abundante  es  la  secreción  de  la  leche;  al  con- 
trario ,  los  animales  destinados  á  la  carnicería  de- 
ben tomar  alimentos  sustanciosos,  que  favorezcan 
la  producción  de  la  carne  y  de  la  gnsa. 

Por  el  régimen  á  que  están  sometidos,  los  in- 
dividuos toman  caracteres  que  pasan  á  sus  pro- 
ducciones y  acaban  por  ser  caracteres  constitu- 
tivos de  la" raza. 

En  los  animales  destinados  á  la  carnicería  se 
procura  dar  mas  volumen  á  las  partes  del  cuer- 
po que  suministran  una  carne  de  mejor  calidad, 
disminuyendo  el  volumen  de  aquellas  que  tienen 
menos  valor.  Asi  es  que  se  escogen  los  animales 
de  cabeza  pequeña ,  cuello  delgado ,  piernas  del- 
gadas y  cortas;  pero  bq  consigue  con  mucha  mas 
seguridad  este  objeto ,  si,  desde  su  nacimiento, 
se  da  á  los  animales  un  alimento  sustancioso  y 
abundante. 

Se  puede  mejorar  una  raza  juntando  individuo'; 
56 


BLE  441 

de  dos  razas  diferentes,  es  decir  por  cruzamien- 
to, ó  trabajando  sobre  una  sola  raza  en  la  (pie 
se  escogen  los  individuos  que  mejor  convengan 
al  objeto  que  se  tiene  presente. 

Multiplicación  al  interior. 

El  método  de  multiplicación  al  interior  es  el 
del  célebre  criador  inglés  fiakewell.  Consiste  en 
juntar  ios  animales  del  grado  de  parentesco  mas 
cercano.  «Este  sistema ,  dice  Sinclair,  puede  ser 
ventajoso  cuando  no  se  lleva  demasiado  lejos;  pero 
la  experiencia  ha  probado  que  no  podia  conti- 
nuarse siguiéndole  con  feliz  resultado.  Aunque 
los  animales  conserven  sus  fuerzas  y  su  hermo- 
sura ,  concluyen  por  ser  mezquinos  é  incapaces 
de  propagar  su  especie.  Es  preferible,  pues,  se- 
guir el  mejoramiento  empleando  individuos  de  la 
misma  raza ,  pero  de  familias  diferentes.» 

Al  lado  de  esta  opinión  de  Sinclair  coloca- 
remos la  de  David  Low.  «La  multiplicación,  dice 
éste,  puede  tener  lugar  sea  por  individuos  unidos 
entre  sí  por  un  muy  cercano  parentesco  ,  tales 
como  los  hermanos  y  las  hermanas,  los  padres 
y  las  madres,  y  sus  descendientes,  ó  bien  jun- 
tando individuos  de  la  misma  raza,  pero  de  fa- 
milias diferentes.» 

,  Por  este  último  proceder  se  obtienen  bestias 
mas  robustas,  sujetas  á  menos  enfermedades. 
Por  el  primero,  se  consigue  producir  mas  pronto 
animales  de  formas  mas  perfectas,  poseyendo  á 
un  roas  alto  grado  la  disposición  de  engordar- 
se ,  y  sobre  todo  se  logra  lijar  en  las  produ- 
ciones  los  caracteres  de  los  ascendientes.  Sábe- 
se que  por  este  medio  ltakewell  y  otros  criadores 
han  conseguido  obtener  la  constancia,  y  dar  á 
sus  bestias  caracteres  propios,  que  se  trasmiten 
con  certeza. 

Estos  criadores,  los  primeros  que  procedieron 
racionalmente  en  la  práctica  de  su  arte,  se  vie- 
ron casi  precisados  á  seguir  este  camino;  si  hubie- 
sen acudido  á  toros  de  otras  familias,  se  habrían 
expuesto,  por  el  uso  de  animales  inferiores,  á  ha- 
cer perder  á  su  raza  una  parle  de  sus  calidades. 

Además,  ha  de  observarse  que  el  ayuntamien 
to  de  individuos  unidos  entre  si  por  uñ  parentes- 
co muy  cercano ,  produce  animales  que  tienen 
mayor" tendencia  á  un  desarrollo  precoz  y  á  en 
gordarse.  Parece  que  en  este  caso  el  desarrollo 
del  animal  adelantándose  á  la  edad  ordinaria, 
los  huesos  y  los  músculos  se  hallan  también  mas 
pronto  formados,  resultando  de  ello  la  disposición 
á  engordarse  joven. 

La  aplicación  de  este  sistema  tiene  sin  embar- 
go sus  límites ,  pues  la  naturaleza ,  para  pres- 
tarse á  nuestras  combinaciones, no  permite  sepa- 
rarse demasiado  de  las  vias  ordinarias.  Conocido 
es  que  si  por  la  unión  de  individuos  cercanos  pa- 
rientes se  disminuye  el  volumen  de  los  huesos,  y 
se  obtiene  mayor  disposición  á  engordarse,  de 
otra  parle  los  productos  son  mas  delicados  y  mas 
sujetos  á  enfermedades :  por  lo  tanto,  si  es  posi- 
ble, hasta  cierto  punto ,  continuar  estas  uniones 
con  muy  buenos  animales,  para  adquirir  con  cer- 
tomo   i. 


«2  BLE 

teza  la  constancia  en  la  trasmisión  de  sus  cali- 
dades ,  yendo  demasiado  lejos  se  fuerza  á  la  na- 
turaleza", y  desde  entonces,  si  la  raza  presenta 
la  ventaja  de  la  precocidad  y  de  la  facilidad  de 
engordarse,  pierde  su  fuerza  y  su  energía  ,  las 
hembras  no  producen  ya  la  cantidad  de  leche 
suficiente  para  alimentar  á  sus  hijuelos  ,  'os  ma- 
chos pierden  sus  calidades  prolílicas,  y  llegan  á 
ser  incapaces  de  perpetuar  su  raza. 

Si  pues  estas  alianzas  interiores  han  tenido  lu- 
gar ya  durante  cierto  tiempo  en  una  familia  de 
ganado ,  no  debe  descuidarse  cambiar  los  ma- 
chos procurándose  individuos  escogidos  de  la 
misma  raza ,  pero  de  otra  familia.  Esta  es  una 
condición  importante  para  asegurar  en  el  porve- 
nir la  salud  del  ganado. 

Cruzamiento. 

Los  cruzamientos  son  alianzas  entre  individuos 
de  una  misma  especie  y  razas  diferentes;  los  pro- 
ductos que  dejellos  resultan,  llamados  Mestizos,son 
fecundos.  Por  este  modo  de  propagación  se  ha 
propuesto  dar  calidades  y  lavar  defectos.  En  nin- 
guna parte  el  arte  del  cruzamiento  ha  sido  llevado 
mas  lejos  que  en  Inglaterra;  David  Low  ha  he- 
cho de  este  importante  cuestión  un  estudio  profun- 
do ,  cuyos  principales  puntos  vamos  á  bosquejar. 

Los  resultados  del  cruzamiento  han  con  fre- 
cuencia burlado  la  esperanza  del  criador ,  sobre 
todo  cuando  el  toro  no  ha  sido  bien  escogido,  y 
cuando  las  dos  razas  que  se  han  unido  presenta- 
ban diferencias  pronunciadas  :  en  este  caso,  los 
productos  del  primer  cruzamiento  son  por  lo 
común  satisfactorios,  pero  sucede  muy  ámenudo 
que  sus  descendientes,  no  solamente  son  inferió- 
íes  ,  si  que  aun  presentan  defectos  que  no  exis- 
tían en  los  troncos  primitivos. 

Las  equivocaciones  provienen  sin  embargo  en 
grande  parte  de  los  cruzamientos  mal  compren- 
didos y  de  la  entera  ignorancia  délos  principios 
que  deben  presidir  á  la  elección  délos  individuos 
de  raza  diferente  que  se  quieren  juntar.  Si  se 
emprende  un  cruzamiento ,  el  macíio  debe  ser 
siempre  de  raza  mas  perfecta  que  la  hembra, 
y  con  esta  condición  el  producto  que  se  obten- 
drá será  siempre  bueno.  Pero  si,  después  del  uso 
de  un  macho  de  raza  muy  perfecta,  se  echa  mano 
de  un  macho  de  raza  inferior,  podrá  acontecer 
miry  bien  que  la  introducción  de  la  sangre  ex- 
traña no  dará  otro  resultado  que  hacer  todavía 
menos  buena  de  lo  que  era  la  raza  que  se  pre- 
tendía mejorar. 

Es  pues  de  regia  que  las  hembras  procedentes 
de  cruzamientos  deben  siempre  ser  cubiertas  por 
machos  de  la  raza  mejorante,  hasta  que  las  cali- 
dades que  se  deseen  obtener  hayan  llegado  á  ser 
constantes  en  las  producciones. 

Por  el  cruzamiento,  los  caracteres  mas  mar- 
cados del  macho ,  en  las  formas  del  cuerpo,  pa- 
san á  sus  producciones,  yes  admirable  cuan 
grande  es  esta  influencia  del  macho  cuando  se 
hace  cubrir  á  una  vaca  común  por  un  buen  toro 
ú%  raza  perfeccionada. 


BLE 

Por  lo  tanto ,  si  un  criador  quiere  mejorar  su 
ganado  por  cruzamiento,  es  menester  que  es 
procure  un  toro  de  raza  mas  perfecta ,  cuyo 
origen  no  sea  dudoso,  y  que  persevere  en  el  uso 
de  tal  toro  hasta  que  haya  conseguido  crear 
una  sub-raza ,  cuyos  caracteres  sean  bien  fijos  y 
constantes.  Ciertamente  hay  numerosos  casos  en 
que  se  obtienen  felices  resultados  de  la  simple 
mezcla  de  una  sangre  mas  perfecta ,  como  esto 
tiene  lugar  con  bestias  que  carecen  de  carácter 
pronunciado  ,  siendo  entonces  una  mejora  la  me- 
nor introducción  de  una  sangre  mas  noble.  Pero 
si  una  raza  posee  ya  buenas  calidades  bien  es- 
tablecidas, apropiadas  á  la  naturaleza  del  terre- 
no y  á  las  circunstancias  locales  ,  entonces  no 
debe  emprenderse  sino  con  la  mayor  circuns- 
pección un  cruzamiento  que  tendría  por  objeto 
mejorar  todavía  esta  raza. 

Edad  de  los  reproductores. 

Es  imposible  determinar  de  una  manera  preci- 
sa la  edad  á  que  el  toro  ó  la  vaquilla  pueden  ser 
admitidos  en  la  reproducion ;  según  el  fin  que  el 
criador  se  propone,  según  que  la  raza  que  pre- 
tende producir  ó  mejorar  será  destinada  á  la  le- 
chería, al  trabajo,  ó  al  engordadero ,  la  edad  de 
la  cópula  podrá  variar  en  ciertos  límites.  En  ge- 
neral, es  malo  admitir  en  la  reproducción  anima- 
les cuyo  crecimiento  todavía  no  ha  terminado; 
pero  estos  inconvientes  no  tienen  la  misma  impor- 
tancia cuando  se  trabaja  únicamente  en  el  sentido 
de  constituir  una  raza  lechera,  ó  cuando  se  desea 
obtener  una  raza  propia  para  el  engordadero.  El 
carácter  linfático  que  distingue  generalmente  á 
los  animales  nacidos  de  padres  demasiado  jóvenes 
es  mas  favorable  que  contrario  á  la  producción  de 
la  grasa ;  y  por  esto  en  ciertas  comarcas  no  es 
raro  ver  toros  y  vaquillas  juntados  desde  la  edad 
de  dos  anos.  Esta  práctica,  que  no  puede  apro- 
barse en  las  circunstancias  particulares  que  aca- 
bamos de  indicar ,  es  viciosa  y  debe  ser  severa- 
mente proscrita  cuando  se  trata  de  la  propaga- 
ción de  una  raza  destinada  á  sostener  duros  tra- 
bajos. En  este  caso ,  dice  Grognier,  los  toros  pa- 
dres no  pueden  emplearse  antes  de  tres  años, 
nudiendo  las  hembras  tener  seis  meses,  ó  tam- 
bién un  año  de  menos.  La  abundancia  y  la  cali- 
dad del  alimento  deben  también  ser  tomados  en 
consideración  cuando  se  trata  de  determinar  la 
edad  á  que  los  jóvenes  animales  serán  admitidos 
en  la  reproducción.  No  cabe  duda  que,  por 
ejemplo ,  si  el  joven  ganado  ha  sido  alimentado 
ricamente ,  si  ha  sido  bien  cuidado  desde  su  na- 
cimiento ,  se  puede  sin  vacilar  dejarle  juntar 
cuando  está  próximo  á  la  edad  de  dos  años.  De 
dos  á  seis  años  es  cuando  los  toros  pueden  ser 
empleados  en  la  reproducción;  pasada  esta  edad, 
son  torpes,  ruines  y  peligrosos. 

Se  reconoce  la  edad  .de  las  bestias  bovinas  en 
los  dientes:  á  la  fin  del  primer  año ,  los  dos  dien- 
tes de  leche  del  medio  caen  y  son  reemplazos  por 
dos  otros  mas  anchos;  al  segundo  año,  los  dos 
siguientes  caen  del  mismo  modo  y  son  igualmente 


BLE 

reemplazados ,  y  asi  consecutivamente;  de  suerte  I 
que  a  los  cuatro  ó  cinco  años  al  animal  le  han  sa- 
lido sus  ocho  dientes.  Entonces  no  puede  recono- 1 
cerse  la  edad  sino  por  el  deterioro  que  se  efectúa 
en  el  mismo  orden  que  la  venida  de  los  dientes. 

Xúmero  de  hembras  que  se  ha  de  dar  á  los  machos. 

Si  el  tiempo  del  zelo  estuviese  igualmente  re- 
partido en  todo  el  año ,  un  solo  loro  podría  bas- 
tar para  sesenta  ó  setenta  vacas ;  pero  si  se  quie- 
re cubrir  todas  las  vacas  á  la  misma  época,  es 
bueno  no  dar  á  un  toro  mas  de  treinta  ó  cuaren- 
ta vacas. 


Zelo. 


Aunque  la  primavera  sea  en  general  la  estación 
de  labrama  para  todos  los  animales,  las  vacas  en- 
tran en  zelo  en  todas  épocas  del  año;  su  momento 
está  determinado  por  el  en  que  paren.  Cuando  las 
vacas  son  bien  alimentadas,  se  las  vé  á  veces  en- 
trar en  zelo  veinte  dias  después  de  haber  parido; 
pero  seria  temible  que,  haciéndolas  cubrir  á  una 
época  tan  cercana  del  parto ,  su  salud  se  alterase 
y  se  disminuyese  sensiblemente  la  producción  de 
la  leche.  En  general ,  no  debe  darse  el  toro 
á  una  vaca  hasta  seis  semanas  después  de 
haber  parido.  Si  la  vaca  desea  al  toro  en  esta 
época,  preciso  es  guardarse  bien  de  rehusár- 
selo, porque  seria  de  temer  que  no  lo  vol- 
viese á  pedir  ya.  Importa  mucho  comprender  fá- 
cilmente cuando  se  manifiestan  los  signos  del 
deseo  de  la  cópula:  estos  signos  son  la  inquie- 
tud, un  modo  de  mirar  descarriado,  gritos  y  bra- 
midos extraordinarios ,  la  disposición  á  saltar 
sobre  las  otras  vacas,  la  disminución  y  algunas 
veces  también  el  agotamiento  de  la  leche ,  etc. 

A  veces  se  pasan  muchas  semanas  siu  que  la 
vaca  muestre  el  deseo  de  la  cóputa:  esta  inape- 
tencia es  debida  lo  mas  comunmente  á  la  debili- 
dad del  animal,  resultado  de  una  mala  alimen- 
tación ,  ó  de  un  exceso  de  gordura.  En  el  primer 
caso  ,  el  único  remedio  que  puede  emplearse  es 
un  alimento  sustancioso;  sal,  avena,  habas  y 
lentejas  añadidas  ala  ración  ordinaria  producen 
los  mejores  efectos.  En  el  segundo  caso  debe  acu- 
dirse  sobre  lodo  al  ejercicio  y  al  trabajo.  Algunos 
labradores  han  vuelto  la  fecundidad  á  sus  vacas 
unciéndolas  al  arado. 

Hay  vacas  que  vuelven  á  estar  en  zelo  mu- 
chas veces  al  ano  sin  jamás  ser  fecundadas  por 
la  unión  con  el  macho.  Esta  depravación  es  lo 
mas  frecuente  sintomática  de  una  afección  de  pe- 
cho, y  el  único  partido  que  se  puede  sacar  de  se- 
mejantes animales  es  deshacerse  de  ellos  lo  mas 
pronto  posible. 

Concepción,    Gestación,  Aborto.  Parto  natural. 

Cuando  tres  semanas  después  de  la  cópula  la 
vaca  no  da  nuevas  señales  de  zelo ,  se  la  puede 
considerar  como  preñada.  Algunas  veces  sin  em- 
bargo la  vaca  que  ha  concebido  entra  todavía  en 


Bl'E  443 

brama,  pero  entonces  comunmente  ho  recibe  ja 
el  toro. 

Las  señales  que  anuncian  el  estado  de  gesta- 
ción no  son  siempre  de  tal  modo  ciertas  que  uno 
no  pueda  engañarse  con  ellas;  con  todo  importa 
mucho  procurar  adquirir  la  certitud  de  que  una 
vaca  está  embarazada.  La  mas  natural  y  la  pri- 
mera de  las  señales  de  gestación  es,  como  lo  he- 
mos indicado ,  la  falta  de  zelo  de  la  vaca  cu  los 
periodos  ordinarios;  además,  ya  á  cinco  meses, 
apoyando  con  la  mano  cerradael  vacío  derecho, 
se  puede  sentir  el  ternero ;  la  disposición  á  en- 
gordarse es  también  un  índice  de  preñez. 

La  duración  de  la  gestacionen  en  la  vaca  es  de 
unos  nueve  meses.  No  siendo  la  gestracion  una 
enfermedad,  debemos  particularmente  limilarnos, 
con  cuidados  higiénicos,  á  precaver  el  aborto  y  á 
hacer  el  parto  menos  penoso.  Sobre  lodo  convie- 
ne procurar  evitar  á  las  hembras  los  esfuerzos, 
las  caídas,  los  trabajos  penosos,  las  coces  ó  den- 
telladas de  los  otros  animales ,  los  saltos  para 
alra\esar  cercados  ú  boj  os  ,  los  golpes  contra 
piedras,  paredes,  árboles,  etc. 

En  general ,  las  bestias  preñadas  exigen  mas 
cuidado  y  vigilancia  que  las  que  no  lo  están. 
Deben  estar  colocadas  en  establos  de  manera  que 
no  estén  incomodadas ;  tanto  como  posible  sea, 
conviene  que  estén  aisladas,  atadas  largo,  y  que 
tengan  mucha  y  buena  pajaza.  Guando  se  las  hace 
salir,  es  menester  seguirlas  de  mas  cerca  y  vi- 
gilarlas mas  que  de  costumbre,  y  cuando  vuel- 
ven á  entrar  en  la  caballeriza,  se  debe  esperar 
algún  tiempo  antes  de  dejarlas  comer  y  beber, 
sobre  todo  cuando  tienen  calor,  que  no  pueden 
resollar,  y  que  el  agua  que  les  está  destinada  pa- 
ra bebida  es  fría.  También  conviene  airear  fre- 
cuentemente el  establo  que  habitan. 

En  las  inmediaciones  del  parto  es  menester  dar 
á  la  vaca  un  alimento  sustancioso,  de  digestión 
fácil  v  de  pequeño  volumen. 

Si  las  vacas  dan  aun  leche  ,  se  dele  procurar 
hacerlas  agolar  unas  seis  semanas  antes  del  ter- 
mino. Hay  sin  embargo  algunas  vacas,  pero  en 
corlo  número,  que  dan  leche  hasta  que  paren,  y 
que  no  se  podria  sin  peligro  cesar  completamen- 
te deordeñarlas.  Algunas  veces  la  tela  se  llena  de 
leche  muchos  dias  antes  que  la  vaca  pare,  y 
entonces  se  debe  ordeñarla  ,  porque  la  perma- 
nencia prolongada  de  la  leche  en  la  teta  podria 
determinar  una  enfermedad  inflamatoria,  ó  á  lo 
menos  contribuir  á  ella. 

Los  abortos  son  mas  frecuentes  en  la  vaca  que 
en  las  otras  hembras  domésticas.  Cualesquiera 
que  sean  las  causas  de  estos  accidentes  ,  sus  sín- 
tomas son  fáciles  de  conocer:  la  vaca  pierde  el 
apetito;  sus  tetas  se  marchitan;  la  rumia  cesa  a 
veces;  la  leche  disminuye;  ella  deja  oir  gemidos 
plañideros ;  el  vientre  cae;  el  pulso  se  pone  duro 
é  intermitente.  Estas  diferentes  señales  aumentan 
de  intensidad  a  medida  que  se  acerca  mas  el 
aborto;  entonces  se  complican  con  inquietud,  pa- 
taleos ,  ligeros  retortijones  y  frecuentes  de\  ec- 
ciones. 

Los  mejores  remedios  que  pueden  emplearse 


414  BLE 

son  lavativas,  bebidas  temperantes,  fomentos  de 
agua  tibia  en  los  ríñones,  fumigaciones  parciales 
bajo  el  vientre  y  bajo  la  nariz ,  y  friegas  suaves. 
La  vaca  debe ,  además ,  tenerse  en  toda  libertad 
y  en  una  tranquilidad  perfecta.  Cuando  entra  en 
convalescencia,  conviene  darle  un  alimento  es- 
cogido, en  corta  cantidad  primero,  y  presentarle 
bebidas  refrescantes ;  es  menester  ,  tanto  como 
posible  sea ,  dejar  pasar  el  primer  zelo  sin  lle- 
varla  al  macho. 

En  el  parto  natural,  cuando  la  vaca  ha  parido 
y  ha  expulsado  la  placenta,  nada  hay  que  hacer 
sino  estregar  la  bestia  y  envolverla  con  una  manta. 

Cuando  el  ternero  debe  mamar  de  su  madre,  se 
lepreseutade  seguida,  álin  de  que  ella  pueda  la- 
merla; si,  al  contrario,  ha  de  habituársele  á 
beber  leche  sin  mamar,  se  le  separa  luego,  pro- 
curando tenerle  caliente. 

Amamantamiento.  Destete. 

El  amamantamiento  puede  hacerse  de  dos  ma- 
neras :  1 .°  dejando  mamar  á  los  jóvenes  terneros: 
2.°  haciéndoles  beber  leche. 

En  el  primer  caso,  luego  que  el  joven  ternero 
puede  sostenerse,  se  le  lleva  hacia  su  madre  y  se 
le  présenla  la  teta,  á  fin  de  que  empiece  á  mamar; 
es  menester  guardarse  mucho  de  ordeñar  la  pri- 
mera leche  llamada  colostro  y  tirarla,  porque 
tiene  propiedades  purgativas  cuyo  efecto  es  es- 
timular el  canal  intestinal  del  recien  nacido ,  y 
desembarazarlo  del  meconio ,  que  podría  serle 
nocivo  si  permanecía  en  los  intestinos. 

Después  que  el  ternero  ha  sido  lamido  por  su 
madre  y  que  ha  mamado  una  primera  vez  ,  se  le 
puede  dejar  junto  á  aquella  ó  hien  colocarlo  en 
otra  parte  del  establo,  de  donde  se  le  lleva  á  su 
madre  dos  ú  tres  veces  al  dia.  El  primer  método, 
sin  contradicción  el  mas  cómodo ,  tiene  no  obs- 
tante algunos  inconvenientes:  el  joven  ternero 
puede  ser  aplastado  por  su  madre  ó  por  la  vaca 
contigua ;  sucede  también  que  el  ternero  mama 
en  exceso  y  se  sobrecarga  de  alimento,  ó  bien 
que  no  mama  bastante,  lo  que  ocasiona  depósitos 
de  leche;  en  este  caso  es  preciso  ordeñar  la  vaca 
perfectamente  luego  después  que  el  ternero  ha 
mamado. 

Muchas  veces,  al  cabo  de  tres  semanas,  la  le- 
che de  la  madre  no  basta  ya  para  alimentar  com- 
pletamente al  ternero :  entonces  se  da  á  éste  una 
bebida  hecha  con  leche,  harina  ó  cabezuela,  y 
se  le  deja  beber  de  ella  á  discreción  en  el  inter- 
valo de  las  comidas  que  hace  en  el  pecho  de  su 
madre.  De  esta  manera  se  le  acostumbra  á  pa- 
sarse de  ésta ,  y  se  le  prepara  al  destete,  que  se 
verifica  efttonces  muy  fácilmente. 

Cuando  en  vez  de  mamar  el  ternero  debe  beber 
leche,  se  le  separa  de  su  madre  luego  que  ha  na- 
cido ;  basta  para  enseñarle  á  beber  introducirle 
en  la  boca  el  dedo  mojado  en  leche  y  sumergirle 
en  seguida  el  hocico  en  este  líquido ,  con  lo  que 
se  habitúa  prontamente  á  beber  solo.  En  los 
primeros  dias  se  da  exclusivamente  al  ternero  la 
leche  da  su  madre ,  pero  poco  á  poco  se  añade  á 


BLE 

ella  harina  con  un  poco  de  agua  tibia ,  y  al  cabo 
de  cuatro  ó  cinco  semanas  el  joven  animal 
puede  sin  inconveniente  alimentarse  de  agua 
blanca,  de  grano  y  también  de  heno.  El  heno 
que  se  dé  al  ternero  debe'  ser  escogido  entre  el 
mejor  y  mas  sucolento  de  que  se  pueda  dispo- 
ner. Al  cabo  de  diez  ó  doce  semanas  pueden  en- 
viarse los  terneros  á  pacer. 

Durante  el  amamantamiento  y  en  el  momento 
del  destete,  los  terneros  están  expuestos  á  la 
diarrea,  enfermedad  que  debe  ser  combatida  desde 
el  primer  instante  Elmejor  medio  queme  haindi- 
caclo  mi  experiencia,  diceThaér,  es  un  extracto  de 
ruibarbo  hecho  con  aguardiente.  Sobre  7  '/¿drac- 
mas  de  ruibarbo  se  ponen  8  onzas  de  aguardiente, 
y~se  les  deja  por  espacio  de  veinte  y  cuatro  horas 
expuestos  á  un  calor  suave,  agitando  la  mezcla  de 
vez  en  cuando,  y  luego  después  se  ultra.  De  esta 
tintura  se  da  al  ternero  enfermo  ,  cada  dia,  dos 
cucharadas. 

El  Sr.  Villeroy  ha  empleado  con  feliz  resultado 
otro  remedio,  que  consiste  en  dos  onzas  de  almen- 
dras amargas  machacadasy  hervidas  en  medio 
litro  de  leche. 

Uso  délas  bestias  bovinas. 

Las  bestias  bovinas,  como  lo  hemos  dicho  al 
principio  de  este  artículo  ,  suministran  al  labra- 
dor,  trabajo,  leche,  ó  carne,  cuyos  tres  géneros 
de  producción  vamos  á  estudiar  sucesivamente.  * 

Bueyes  de  trabajo. 

Casi  todos  los  autores  que  han  hablado  del  uso 
de  los  bueyes  para  el  trabajo  de  los  campos  no 
han  podido  prescindir  de  compararlos  á  los  caba- 
llos y  conceder  á  los  unos  ó  á  los  otros  una  pre- 
ferencia exclusiva.  Nosotros  no  podemos  seguir 
su  ejemplo  por  no  extralimitarnos  de  nuestro  ob- 
jeto ,  y  porque  no  nos  atrevemos  á  formular  re- 
glas lijas  en  una  cuestión  cuya  solución  depen- 
de esencialmente  de  las  circunstancias  en  medio 
de  las  cuales  uno  se  encuentra  colocado. 

Los  honorables  labradores  Sres.  Carlos  y  Fé- 
lix Villeroy ,  que  han  estudiado  detenidamente  la 
cuestión,  han  deducido  de  sus  observaciones  las 
conclusiones  siguientes: 

*  Sabido  es  también  el  uso  que  se  hace  del  macho  entero 
de  esta  especie  para  lidiarlo  en  una  plaza  cer.ada  ,  y  de 
cuya  fiesta  no  hablamos  por  ser  ajena  de  nuestro  objeto,  li- 
mitándonos á  referir  sobre  las  Corrióos  de  turosIo  que  dice 
el  Sr.  Bastús  en  su  Diccionario,  enciclopúlico-.—  «General- 
mente se  supone  que  esta  diversión  propia  de  los  Españoles 
la  tomaron  nuestros  ascendientes  délos  Moros  ,  y  queprin- 
cipiaron  á  formar  parte  de  las  diversiones  públicas' en  el  año 
1110  Por  mas  que  conozcámoslo  bárbaro  de  este  espectá- 
culo ,  y  por  mas  que  muchos  escritores  nacionales  y  extran- 
jeros hayan  declamado  contra  él,  unos  y  otros  sin  embargo 
asisten  con  interés  á  ellos.  Parece  que  todas  las  naciones  aun 
las  mas  civilizadas  han  gustado  de  espectáculos  semejantes: 
los  gladiadores  y  los  combates  de  las  fieras  entre  si  ó  con 
hombres  en  el  circo  entre  los  Romanos .  y  la  riña  á  puñetazos 
délos  Ingleses  son  sin  duda  entretenimientos  tanto  may  bár- 
baros que  nuestras  corridas  de  toros.» 


ULE 
I."  No  exl-le  superioridad  absoluta  ni  para 
los  bueyes  ni  para  los  caballos  ,  pero  los  unos 
ó  los  otros  tienen  una  superioridad  relativa ,  de- 
terminada por  la  posición  y  las  circunstancias  en 
que  se  encuentra  cada  labrador. 

i*  Los  caballos  convienen  mejor  en  los  ter- 
renos pedragosos,  en  las  tierras  ligeras,  y  en 
todas  partes  donde  se  han  de  ejecutar  traspor- 
tes. 

3.°  Los  bueyes  convienen  particularmente  en 
las  tierras  muy  fuertes,  para  el  arado  y  para  todos 
los  trabajos  que  no  se  les  hace  traspasar  los  lími- 
tes del  cortijo  que  cultivan. 

■i.0  El  uso  bien  entendido  de  los  bueyes  y  de 
los  caballos  reunidos  para  un  mismo  laborio'pa- 
rece  presentar  las  mas  grandes  ventajas.  La  pro- 
porción numérica  de  los  unos  y  de  los  otros  está, 
en  este  caso  también ,  determinada  por  la  natu- 
raleza de  los  trabajos  que  se  han  de  ejecutar  y 
por  las  circunstancias  particulares. 

ü.°  Por  mas  evidentes  que  sean  las  ventajas 
que  ofrezcan  los  bueves  para  una  posición  dada, 
si  no  están  en  uso  en  la  comarca,  si  los  mercados 
están  lejanos,  y  sobre  todo  si  existe  en  la  clase  de 
mozos  una  preocupación  decidida  contra  estos  ani- 
males ,  un  labrador  no  debe  introducirlos  sino 
con  la  mas  gran  circunspección. 

6.°  El  labrador  que  se  decida  á  ensayar  el  uso 
de  los  bueyes  debe  tomar  en  consideración  las 
dificultades  que  puede  experimentar  para  reven- 
derlos ;  porque  hay  localidades  donde  oo  podrá 
vender  un  par  de  bueyes  magros,  y  donde  no  es 
fácil  engordarlos  con  provecho. 

El  Sr.  de  Dombasle  establece  que  el  trabajo  de 
los  caballos  es  al  de  los  bueyes  como  4  es  á  ¡i. 
Otros  autores  valúan  el  trabajo  dinámico  de  los 
bueyes á  V»  y  aun  Vt  del  de  los  caballos;  pero 
todas  estas  valuaciones  no  pueden  apreciarse 
sino  en  tanto  que  la  comparación  entre  las  dos 
especies  de  animales  será  hecha  en  condiciones 
idénticas,  y  teniendo  en  consideración  el  alimeuto 
y  los  gastos  de  manutención. 

Según  el  Sr.  Villeroy  ,  en  los  bueyes  para  los 
trabajos  de  la  labranza  deben  buscarse  los  carac- 
teres siguientes :  El  animal ,  bien  conformado  en 
sus  cuatro  miembros  ,  debe  ser  bien  abierto  del 
pecho  y  délas  ancas;  las  piernas,  de  mediana 
altura,  deben  ser  nerviosas  ,  sin  ser  demasiado 
fuertes ;  debe  tener  los  corvejones  anchos ,  la  ca- 
beza de  mediano  grandor,  el  vientre,  ni  grueso 
ni  colgante ,  el  crucero  y  los  ríñones  anchos ,  el 
lomo  rectilíneo  del  crucero  á  la  grupa,  las  ancas 
poco  salientes ,  la  cola  que  se  eleve  un  poco  en- 
cima de  la  grupa,  el  muslo  redondeado,  los 
cuernos  contorneados,  y  los  pies  sólidos.  En  cuan- 
to á  la  marmella  ó  papada  no  debe  ser  demasiado 
grande.  El  buey  de  trabajo  ha  de  ser,  además, 
de  talla  y  de  fuerza  apropiadas  al  terreno  que  es- 
tá destinado  á  cultivar ,  y  debe  ser  dócil ,  ágil  y 
poco  escrupuloso  acerca  del  alimento. 

Como  la  mayor  parte  de  loé  bueyes  de  trabajo 
están  destinados  para  ser  engordados ,  cuando 
han  llegado  á  la  edad  de  ocho  años,  es  bueno 
castrarlos  temprano,  antes  de  seis  meses  por  ejem- 


BIE  ii.3 

pío  ;  si  se  esperase  hasta  dos  anos  ,  seria  de  te 
mer  que  la  carne  llegase  á  ser  demasiado  dura  y 
que  el  engordamiento  fuere  difícil. 

Se  empieza  á  adiestrarlos  bue\es  á  la  edad  de 
dos  años ;  el  trabajo  que  entonces  se  les  exige  es 
poco  considerable  ,  pero  aumenta  progresivamen- 
te ,  y  por  jóvenes  que  sean  se  hacen  útiles  entre 
animales  de  mas  edad.  Cuando  los  bueyes  jóvenes 
son  dóciles  ,  se  les  adiestra  dos  á  dos  de  la  mis- 
ma edad,  colocándolos  entre  dos  yuntas  de  mas 
edad  y  mas  familiarizados  con  el  trabajo.  Rete- 
nidos así  en  todos  los  movimientos  que  estarían 
inducidos  á  hacer  de  lado  ,  adquieren  pronto  el 
hábito  de  marchar  de  frente.  Cuando  accidental- 
mente son  menos  fáciles  de  domesticar,  se  apa- 
rejan con  animales  de  mas  edad,  cuya  resistencia 
maciza  domeña  muy  luego  la  voluntad  del  recien 
venido. 

En  los  cortijos  donde  no  se  emplean  habitual— 
mente  bueyes,  se  acostumbra  á  veces  á  los  bue- 
yes jóvenes  al  tiro ,  colocando  delante  de  ellos 
un  caballo  viejo  dócil. 

Las  jóvenes  yuntas  deben  trabajar  poco,  en  in- 
tervalos frecuentes,  y  ha  de  alimentárselas  lige- 
ramente. 

La  dulzura,  la  paciencia  y  también  las  caricias 
son  los  únicos  medios  que  deben  emplearse  para 
domar  á  los  bueyes  jóvenes.  La  fuerza  y  los  malos 
tratos  solo  servirían  para  exasperarlos  para  siem- 
pre. 

En  los  terrenos  pedragosos  y  duros,  ó  bien 
cuando  los  bueyes  han  de  hacer  acarreos  en  ca- 
minos empedrados,  es  bueno  hacerles  herrar, 
con  cuyo  medio  se  preserva  de  que  se  desgaste 
el  casco  de  sus  pezuñas. 

Las  bestias  bovinas  se  uncen  con  collera  y  con 
yugo.  Con  la  collera  los  animales  son  mas  libres 
y  andan  mas  aprisa  que  con  el  yugo.  Los  yugos 
son  de  dos  especies,  dobles  ó  sencillos  :  bajo  to- 
dos conceptos ,  el  yugo  sencillo  es  preferible  al 
yugo  doble. 

Los  bueyes  naturalmente  andan  con  lentitud, 
V  por  esto  "nunca  debe  conducirse  una  yunta  de 
bueyes  mas  aprisa  que  al  paso  ordinario.  El  tra- 
bajo ,  durante  el  gran  calor ,  es  excesivamente 
penoso  para  los  buejes. 

Cuando  se  alimenta  á  los  bueyes  con  pastos,  se 
cambian  una  ó  dos  veces  por  dia;  es  decir  que, 
mientras  la  mitad  trabaja,  la  otra  mitad  descan- 
sa y  pastura.  Durante  los  grandes  trabajos  se  sue- 
le añadir  avena  concuasada  a  su  ración  ordi- 
naria de  heno  y  raices. 

Los  bueyes  de  trabajo  hacen  buen  servicio  has- 
la  la  edad  de  ocho  ó  nueve  años ,  época  en  que 
se  destinan  al  engordadero. 

Vacos  lecheras. 

No  es  fácil  determinar  la  conformación  de  una 
buena  vaca  lechera ,  porque  las  calidades  lactífe- 
ras se  encuentran  igualmente  en  los  animales 
mejor  conformadas  como  en  los  que  menos  agra- 
dan ala  vista;  sin  embargo,  según  el  Sr.  Ville- 
roy, una  buena  vaca  lechera  tiene  comunmente 


446  BLE 

la  piel  suave  y  pastosa,  muy  suelta;  la  armazón 
huesosa  ligera,  el  pelo  fino,  poca  marmella; 
venas  mamarias  gruesas  y  ondeadas ,  que  se  ex- 
tienden lejos  bajo  del  vientre.  En  general,  cuan 
lo  mas  anchas  son  las  venas  mas  indican  un 
agolpamiento  considerable  de  sangre  en  la  teta. 

En  seguida  del  parto  es  cuando  las  vacas  dan 
la  leche  en  mas  abundancia ,  por  cuyo  motivo  es 
muy  importante  que  se  les  suministre  un  alimento 
abundante  y  de  buena  calidad.  Después  del  cuar- 
to y  también  á  veces  del  quinto  ternero  es  cuan- 
do la  vaca  llega  al  máximo  de  su  producto  de  le- 
che. Después  del  séptimo  ú  octavo  parto ,  la  le- 
che comienza  ordinariamente  á  disminuir. 

El  alimento  tiene  una  influencia  señalada  no 
solo  sobre  la  cantidad,  sí  que  también  sobre  la 
calidad  de  la  leche.  Para  las  vacas  lecheras  es 
iudispensable  un  alimento  abundante ,  pues  una 
vaca  á  la  que  uno  se  contentara  con  suministrar 
los  alimentos  necesarios  para  su  conservación  no 
tardaría  en  perder  su  leche. 

De  ningún  modo  conviene  á  las  vacas  leche- 
ras un  alimento  exclusivamente  seco ,  ni  aun  du- 
rante el  invierno;  sus  alimentos  deben  ser  siem- 
pre un  poco  disluídos ,  y  les  son  provechosas  las 
raíces,  tales  como  patatas  cocidas  zanahorias, 
etc. 

Es  preciso  no  abrevar  las  vacas  con  aguas  cru- 
das y  no  aireadas.  La  temperatura  del  agua  no 
debe  ser  tampoco  demasiado  baja ,  sobre  todo 
para  las  vacas  preñadas. 

Es  bueno  que  las  vacas  sometidas  al  establo  re- 
ciban el  aire  á  lo  menos  dos  veces  al  dia. 

En  las  vacas,  como  en  los  caballos,  la  limpie- 
za contribuye  á  su  salud ,  y  por  esto  es  bueno  que 
sean  almohazadas,  acepilladas  y  lavadas.  Este 
uso  existe  desde  mucho  tiempo  en  Sajonia,  en 
Baviera,  en  Flandes  y  en  Inglaterra ,  y  está  al- 
gún tanto  en  práctica  en  Francia.  Las  piernas  de 
delante  no  deben  ser  almohazadas  sino  hasta  la 
rodilla ;  las  de  detrás  hasta  el  corvejón. La  parte  in- 
ferior de  la  pierna  se  limpia  sencillamente  con  la 
bruza,  porque  esta  parte  es  muy  sensible  en  las 
vacas ,  y  se  estaría  expuesto  á  recibir  coces,  si 
por  ella  se  pasaba  la  almohaza. 

La  teta  sobre  todo  debe  ser  conservada  limpia: 
la  leche  de  las  vacas  desaseadas  tiene  con  fre- 
cuencia un  olor  desagradable,  lo  que  depende 
de  que  los  dedos  húmedos  del  ordeñador  disuel- 
ven una  parte  de  las  porquerías  acumuladas  en 
la  teta,  y  este  líquido  cuela  con  la  leche  durante 
la  operación  de  ordeñar ,  y  la  impregna  de  un  olor 
infecto. 

Se  aconseja  un  baño  para  las  vacas  durante  los 
grandes  calores,  como  muy  útil  y  saludable,  y 
también  se  prescribe  quitar  el  fiemo  de  los  esta- 
blos á  lo  menos  una  vez  al  dia. 

En  la  primavera  y  el  verano,  el  centeno  verde, 
el  trébol,  la  mielga  ,  el  pipirigallo  ,  las  arvejas, 
los  forrajes  verdosos,  en  una  palabra,  deben  for- 
mar la  base  de  su  alimento.  En  el  otoño  se  las 
pueden  dar  diferentes  hojas ,  nabos,  etc.  Una  ra- 
ción diaria  de  dos  onzas  á  lo  menos  de  sal  pro- 
duce siempre  excelentes  efectos. 


BUE 

Nada  mas  sencillo  que  la  alimentación  de  ve- 
rano de  las  vacas  lecheras  en  los  países  de  pas- 
tos, porque  no  hay  otra  cosa  que  hacer ,  por  de- 
cirlo así,  sino  abandonarlas  y  dejarlas  pacer  en  la 
primavera. 

Aunque  se  haya  dicho  que  el  alimento  de  las 
vacas  debe  ser  diluido ,  no  debe  entenderse  por 
esto  que  exclusivamente  han  de  alimentarse  de 
líquidos,  pues  los  alimentos  sólidos  deben  formar 
el  tercio  de  su  ración  total:  así  es  que  uno 
vaca  que  consume  por  dia  30  libras  de  alimentos, 
recibirá 20 libras  de  diluidos  y  lOde  heno,  re- 
toño ó  paja. 

Ciertos  alimentos  tienen  una  influencia  especial 
sobre  la  leche:  así  las  coles,  y  los  nabos  dados 
á  las  vacas  en  excesiva  proporción  comunican 
á  la  leche  un  poco  de  acritud ;  la  buglosa  y  el  al- 
forfón la  coloran  en  azul ;  la  caléndula  de  los 
pantanos  le  da  un  tinte  amarillento  ;  las  plantas 
de  la  familia  de  las  labiadas  le  comunican  algo 
de  su  olor  fuerte  y  aromático.  La  leche  adquiere 
un  gusto  amargo  muy  pronunciado  cuando  las 
vacas  consumen  heno  solamente  ó  mucha  paja  de 
avena,  de  cebada  ó  de  centeno,  ú  hojas  de  alca- 
chofa. 

La  buena  disposición ,  la  ventilación  y  la  salu- 
bridad de  la  habitación  son  condiciones  indis- 
pensables para  la  salud  de  los  animales.  Se  ha 
escrito  tanto  sobre  la  construcción  de  los  establos 
que,  para  satisfacer  á  todas  las  condiciones  im- 
puestas por  los  autores,  seria  á menudo  imposible 
encontrar  un  sitio  conveniente.  El  Sr.  Marie  dice 
que  para  que  un  establo  sea  bueno ,  basta  que 
no  SL>a  húmedo;  que  los  animales  tengan  suficien- 
te espacio  ;  que  el  aire  pueda  renovarse,  y  que 
en  verano  pueda  establecerse  en  el  una  cor- 
riente de  este  elemento ;  que  el  local  sea  en  in- 
vierno caliente ,  y  que  esté  colocado  bastante  in- 
mediat.)  á  las  habitaciones  para  que  sea  fácil 
ejercer  en  éi  una  asidua  vigilancia.  < 

No  es  solo  el  alimento  el  que  influye  en  la  ca- 
lidad y  la  cantidad  de  la  leche;  la  época  de  orde- 
ñarla, el  clima,  el  temperamento  y  el  ejercicio 
tienen  también  una  acción  muy  sensible.  Asi 
cuanto  mas  á  menudo  se  ordeña  una  vaca ,  tanto 
mas  abundante  es  su  leche ,  pero  también  tanto 
menos  cargada  está  de  principios.  Los  países  un 
poco  húmedos  y  templados  dan  una  leche  mas 
abundante.  Las  vacas  en  zelo  dan  una  leche  que 
tiene  un  gusto  particular.  La  leche  de  las  vacas 
que  trabajan  es  menos  abundante  que  la  de  las 
vacas  que  permanecen  constantemente  en  el  es- 
tablo, y  que  hacen  un  ejercicio  menos  activo. 

El  modo  de  ordeñar  exige  grandes  cuidados:  es 
necesario  que  las  vacas  sean  ordeñadas  comple- 
tamente, y  han  de  ordeñarse  sucesivamente  los 
cuatro  pezones,  aun  cuando  uno  de  ellos  no 
diese  ya  leche. 

La  cantidad  de  leche  producida  por  un  animal 
alimentado  con  un  peso  dado  de  forraje  es  muy 
difícil  de  apreciar ,  y  tal  cuestión  no  es  tampoco 
susceptible  de  una  solución  absoluta.  Efectivamen- 
te, si  una  vaca  no  está  suficientemente  alimen- 
tada ,  la  cantidad  de  leche  que  podrán   pro- 


BLE 

(lucir  100  kilogramos  do  heno  ,  será  menor  que  la 
que  podrian  producir  100  kilogramos  del  mismo 
forraje  si  fuesen  mejor  administrados. 

El  Sr.  Maric  ha  tomado  datos  de  muchos  auto- 
res colocados  en  localidades  diferentes  para  esta- 
blecer la  tabla  siguiente: 

Tabla  de  la  cantidad  de  leáie  obtenida  por  100  kilogramos 
de  heno  seco  consumidos. 


Scuwerz, 


Litros. 

Vacas  belgas      .     .  49,55 

..    holandesas 5i,08 


Srhweitzer. 

44,51 

Búrger, 

■    deCaiintia      .     .     . 

42,85 

schwerl. 

«    holandesas.    .          .     . 

42,45 

Dangeville, 

«    déla  gran  raza  de  Berna. 

41.60 

« 

h    de  la  alta  Suiza 

37,30 

u 

«    pequeña  raza  de  Berna    . 

40,15 

« 

•<    de  Bresa.      .     . 

39,60 

Thaér. 

«    de  Prusia 

41,82 

oambasle. 

«    de  Lorena 

38,80 

Schmalz, 

«    de  Sajonia  (Alteinburgo 

37,80 

Medio. 


42,43 


En  Inglaterra ,  según  el  Sr.  Carwen ,  cada  va- 
ca de  una  buena  raza  y  bien  alimentada  produce 
anualmente  3,739  litros  de  leche.  En  la  Glana, 
según  el  Sr.  Villeroy ,  se  calcula  que  una  muy 
buena  vaca,  fresca  y  alimentada  de  trébol  verde, 
debe  dar  en  veranó  24  litros  de  leche  al  día*, 
pero  18  á  20  litros  son  ya  un  buen  producto,  sobre 
todo  si  la  vaca  da  leché  hasta  seis  semanas  antes 
de  parir.  En  el  Holstein  el  producto  medio  para 
todo  el  año  se  eleva  de  2o  á  28  litros  por  dia;  to- 
tal, 7.500  á  10.000  litros  por  año. 

Cebamiento  de  los  bueyes 

El  Sr.  Favre,  autor  de  un  tratado  especial  so- 
bre el  cebamiento  de  la  res  vacuna ,  traza  el  re- 
trato siguiente  de  un  buey  para  cebar, 

«Las  formas  agradabíemente  redondeadas  y 
las  carnes  elásticas  al  tacto;  las  piernas  del- 
gadas ,  mas  bien  cortas  que  largas ;  el  cuerpo 
prolongado ;  los  hijares  llenos ;  un  poco  de  vien- 
tre ;  la  piel  delgada,  suave,  muy  móvil  en  las 
costillas,  con  el  pelo  fino,  corto,  poco  espe- 
so ,  bien  lustroso  y  de  tinte  claro ;  la  cola  del- 
gada ;  las  nalgas  poco  hendidas  y  bien  carnu- 
das ;  los  ríñones  ó  lomos  y  el  crucero  grasos ;  el 
cuello  grueso ,  mas  bieu  *  corto  que  largo;  el  pe- 
cho ensanchado  con  las  espaldas  redondas;  la 
cabeza  larga  y  delgada,  con  los  ojos  salientes  y 
la  mirada  viva,  apacible  y  resuelta;  losas- 
tas  delgadas  y  de  sustancia  una ,  casi  trasparen- 
te ó  de  color  blanquecino  ;  que  la  castración  ha- 
ya tenido  lugar  siendo  de  tela;  que  sea  de  ca- 
rácter sosegado;  que  tenga  buen  apetito,  y  haya 
cumplido  cinco  anos,  de  los  cuales  haya  emplea- 
do dos  en  un  trabajo  ligero.  Tal  es  el  modelo  ideal 
de  un  buey  para  cebar.» 

Los  mejores  animales  para  engordar  son  aque- 
llos que  ,  por  una  cantidad  dada  de  forraje  ,  pro- 


Bl'E  ¡  Í7 

ducen  la  mas  grande  cantidad  de  carne.  ¿Pero  á 
qué  época  de  su  txUtCiwii  un  animal  llega  á  este 
máximo  de  producto?  Esto  es  lo  que  es  baslantc 
difícil  de  determinar.  En  Francia  se  piensa  fe- 
ralmente que  solo  hay  ciertas  ra/as  que  puedan 
engordar  d  virante  su  desarrollo ;  los  Ingleses  son 
de  opinión  controria,  atrihuvendo  la  aptitud  sin- 
gular de  sus  animales  á  engordar  á  que  les  pro- 
digan el  alimento  al  momento  del  destete  ,  y  en- 
tre ellos  es  un  principio  admitido  que  el  ceba- 
miento es  mas  ventajoso  con  los  jóvenes  animales 
Íue  con  bestias  llegadas  ya  á  la  madurez  En 
rancia,  la  generalidad  dé  los  labradores  admi- 
ten que  la  mejor  edad  para  el  cebamiento  de  los 
bueyes  es  de  7  á  8  años. 

Cuando  se  debe  hacer  consumir  á  los  animales 
que  se  ceban  alimentos  de  diferentes  calidades,  es 
de  regla  comenzar  primero  por  los  menos  buenos 
y  dar  en  seguida  progresivamente,  á  medida  que 
el  animal  engorda  y  se  hace  mas  mal  contentadizo, 
alimentos  mas  sustanciosos,  cuya  cantidad  se  au- 
menta de  la  misma  manera  progresivamente.  Esta 
inteligente  progresión  en  la  cantidad  de  alimento 
forma  una  parte  de  la  ciencia  del  cebador. 

Se  estima  la  ración  de  cebamiento  á  10  libras 
de  heno  ó  el  equiv  alenté  para  200  libras  del  peso 
del  animal.  Así  un  buey  que  pesa  vivo  1.000  li- 
bras deberá  recibir  por  dia  50  libras  de  heno. 

En  el  cebamiento  se  emplean  un  gran  número  de 
sustancias  :  el  heno  ,  el  retoño ,  la  mielga  ó  el 
trébol  secos  forman  una  buena  base  del  alimento 
de  los  bueyes  en  el  cebadero ;  pero  conviene  mu- 
cho no  emplear  estos]forrajes  solos ,  si  no  se  quie- 
re prolongar  el  cebamiento  á  costa  de  grandes 
gastos;  es,  pues,  indispensable  añadir  siempre 
a  estos  forrajes  secos  raices  y  granos,  etc.  La 
variedad  en  los  alimentos  es  una  condición  de  fe- 
liz éxito.  También  debe  recordarse  la  grande  uti- 
lidad del  uso  de  la  sal  á  la  dosis  de  2  */,  á  3  on- 
zas por  cabeza  y  por  dia. 

Los  cebadores  no  están  de  acuerdo  acerca  de 
la  manera  de  alimentar  álasbestias  en  el  cebade- 
ro. ¿  Se  les  debe  dar  dos  ó  muchas  comidas?  Esta 
cuestión  no  es  susceptible  de  una  solución  abso- 
luta ,  porque  ambos  métodos  han  conducido  á  re- 
sultados satisfactorios. — La  misma  diversidad  de 
opinión  existe  relativamente  ala  temperatura  con- 
veniente para  el  cebamiento  :  unos  pretenden  que 
el  cebamiento  al  aire  libre  es  el  mas  ventajoso, 
mientras  que  otros  sostienen  que  el  calor  y  la  os- 
curidad de  los  establos  aceleran  mucho  ej  ceba- 
miento; uno  v  otro  sistema  han  dado  resultados 
felices. 

Cualquiera  sea,  por  lo  demás,  el  método  de 
cebamiento  que  se  adopte,  es  indispensable  que 
las  horas  de  las  comidas  una  vez  determinadas 
sean  regularmente  observadas ;  de  otra  manera, 
cuando  llega  la  hora  de  la  comida,  los  animales 
se  agitan ,  se  aflijen ,  y  aprovechan  menos  bien 
su  alimento. 

Tampoco  debe  descuidarse  la  limpia  con  la  al- 
mohaza. 

Cuando  en  medio  del  cebamiento  el  animal  da 
señales  de  plétora ,  es  urgente  practicar  una  san- 


£48  BLE 

gría.  La  plétora  sanguínea  se  reconoce  en  la  mi- 
rada viva,  en  el  ojo  brillante,  en  las  venas  del 
ojo  que  son  muy  rojas  y  redondas,  en  el  interior 
<íe  1 1  boca  que  es  mas  rosado  que  de  ordinario, 
en  el  calor  de  las  astas ,  en  un  poco  de  asma. 

Sa  suspende  el  cebamiento  cuando  el  animal 
cesa  de  aumentar  sensiblemente. 

Se  calcula  que  un  buey  medianamente  graso  da 
en  carne  un  peso  neto  mitad  de  su  pesa  vivo.  En 
Inglaterra  hanse  visto  vaquillas  muy  grasas  dar 
cerca  de  60  %  de  su  peso  vivo.  Para  animales 
bien  cubiertos  de  carne,  cuyo  sistema  muscular 
está  bien  desarrollado,  se  puede  estimar  al  peso 
neto  á  55  %  del  peso  vivo. 

He  aquí  el  cálculo  hecho ,  en  Inglalera ,  de  las 
sustancias  sacadas  de  un  buey  de  Devonshire 
muerto  á  la  edad  de  tres  años  y  diez  mes^s: 


Pesaba  vivo.         -    .     .     .         ... 

Sebo.      .          60,50 

Piel 38,50 

Cabeza  y  lengua.         .     .          ..  17,00 

Corazón ,  hígado  y  pulmones.     .     ,  9,50 

Pies 8,00 

Entrañas  y  sangre       .     .          .     .  76,00 
Carne  de  carnicería  ,  los  cuatro  cuartos.  .     . 


"19,50 


210,50 


Í03.00 


"19;50 


La  carne  de  carnicería  formaba  mas  délos  dos 
tercios  del  peso  del  animal. 

El  cebamiento  de  los  terneros  apenas  ofrece 
ventaja  sino  en  los  alrededores  de  las  grandes 
poblaciones,  en  donde  la  carne  de  ternero  tiene 
un  gran  valor. 

ful  proceder  mas  sencillo  y  el  mejor  para  ce- 
bar los  terneros  es  dejarles  beber  ó  mamar  duran- 
te 8  á  1 0  semanas  leche  á  discreción.  Hase  obser- 
vado que  los  terneros  (pie  bebían  estaban  mas 
frecuentemente  enfermos  que  aquellos  que  ma- 
maban. 

Los  alimentos  tales  como  el  arroz  cocido,  las 
tortas  la  miga  de  patiblanco  en  la  leche  caliente, 
y  los  huevos  dan  tajla  y  peso  á  los  terneros,  pe- 
ro alteran  la  calidad  de  su  carne  y  de  su  grasa. 

He  aquí,  según  el  Sr.  Delafond,  los  caracteres 
que  indican  un  cebamiento  pronto  y  fácil  de  los 
terneros:  Cráneo  ancho  y  grueso;  nariz  redondeada 
y  muy  consistente";  orejas  cortas  y  delgadas;  espal- 
das, lomo  y  ríñones  anchos;  cola  delgada  y  prendi- 
da arriba;  pecho  largo,¡reclondo  y  alto;  región  sub- 
'".sternal  bien  ensanchada;  nalgas  bajadas,  igua- 
les y  separadas  la  una  de  la  otra;  miembros  del- 
gados; articulaciones  de  la  rodilla  y  corvejón  an- 
chas y  gruesas;  piel  suave  y  guarnecida  de  pe- 
los linos  y  espesos;  mirada  viva;  movimientos 
impetuosos. 

Producios  útiles  del  buey. 

Astas.  Se  trabajan  en  hojas  para  hacer  linter- 
nas, peines,  cajas,  mangos  de  cuchillo,  etc.,  y 
sus  raspaduras  suministran,  lo  mismo  que  las 
uñas  ó  cascos,  un  excelente  abono.  En  medicina 


BLE 
las  astas  quemadas  han  sido  prescritas  contra 
el  histérico  y  la  epilepsia.— V.  Cuerno. 

Bazo.  Paracelso  creyó  hallar  en  la  melsa  del 
buey  un  remedio  soberano  contra  la  amenorrea. 
Bilis  ó  Hiél.  Es  un  fluido  viscoso ,  muy  amar- 
go ,  cuyo  color  varia  del  amarillo  verdoso  al  ver- 
de subido.  Sus  elementos,  según  el  Sr.  Thénard, 
son  agua,  diversas  sales,  un  poco  de  óxido  de 
hierro ,  y  sobre  todo  picromel ,  una  materia  ama- 
rilla; ñero  ,  según  Berzelius,  estas  tres  sustancias 
forman  un  solo  principio  «mí  generis,  propio  déla 
bilis. 

Sea  como  fuere,  estas  mismas  sustancias,  me- 
nos cierta  cantidad  de  agua,  constituyen  lo  que 
se  llamaba  en  medicina  Extracto  de  bilis,  mate- 
ria muy  eslimada  antiguamente  como  fundente, 
incisiva,  jabonosa,  anti-ácida,  y  sobre  todo  pa- 
ra suplir  á  la  falta  de  secreción  natural  de  la  bi- 
lis, pero  que,  como  los  amargos,  parece  ejercer 
sobre  las  vías  digestivas  una  acción  solamente  tó- 
nica. Este  extracto  ha  sido  preconizado  contra  un 
sin  número  de  enfermedades ,  en  particular  con- 
tra los  infartos  crónicos  del  hígado  y  de  las  otras 
visceras  abdominales ,  las  afecciones  verminosas, 
el(i. ;  pero  con  frecuencia  asociado  con  diversas 
resinas,  el  diagridio  por  ejemplo,  que  sin  duda 
; podían  reclamar  una  gran  parte  de  los  efectos 
obtenidos.  Este  extracto  se  da  en  bolos  ó  en  pil- 
doras ,  á  dóses  de  4  á6  granos,  unido  á  menudo 
con  otros  extractos,  con  resinas ,  con  limaduras 
de  hierro ,  etc. ;  también  se  le  ha  hecho  entrar  á 
veces,  en  mayor  dosis,  en  algunos  compuestos 
farmacéuticos. 

La  misma  bilis  de  buey  ha  sido  empleada,  en 
iguales  circunstancias,  ala  dosis  de  media  onza 
y  mas,  disuelta  en  vino  generoso,  ó  en  agua  de 
canela ;  se  introducía  en  el  conducto  auricular 
contra  la  sordera,  los  zumbidos  de  oídos,  etc. 
Su  tintura  ha  pasado  como  un  buen  cosmético, 
etc. 

La  hiél  de  vaca,  la  de  ternero  y  la  de  toro  han 
sido  empleadas  á  veces  en  los  mismos  usos ;  pero 
esta  última  ha  sido  particularmente  recomendada 
como  mas  eficaz  sobre  todo  por  ciertos  autores 
antiguos. 

La  hiél  de  buey  es  empleada  por  los  quitaman- 
chas para  quitar  las  manchas  de  grasa  en  los  te- 
jidos que  son  alterables  por  los  álcalis  y  el  jabón, 
porque  en  razón  de  su  ligera  alcalinidad ,  se  mez- 
cla muy  bien  con  los  cuerpos  grasos ,  que  disuel- 
ve en  gran  parte,  ó  que  lleva  á  un  estado  de  ex- 
trema división.  Los  pintores  á  la  aguada  ,  de  mi- 
niatura y¡los  iluminadores  la  usan  igualmente  para 
dar  mas  tono ,  brillantez  y  vivacidad  á  los  colo- 
res ,  que  fija  mas  fácilmente  sobre  los  cuerpos 
pulimentados,  y  que  conserva  mejor  que  las  de- 
más materias  viscosas. 

Como  la  bilis  se  corrompe  con  prontitud ,  sobre 
todo  en  los  tiempos  calientes  y  húmedos,  se  la  re- 
duce á  menudo  á  consistencia  de  extracto,  des- 
pués de  haberla  hecho  hervir  y  espumar,  llamán- 
dosela entonces  Hiél  de  buey  concentrada ,  la  que 
para  usarla  se  deslié  simplemente  en  el  agua.  Pe- 
ro como  el  color  propio  de  la  bilis  altera  mas  ó 


BLE 

menos  ciertos  colores  de  pintura,  tales  como  el 
azul  que  hace  parecer  yerüe  ,  y  el  carmín  que  lo 
debilita,  se  la  descolora  por  medio  de  un  proce- 
der indicado  por  un  Inglés,  el  Sr.  Tomkins.  Para 
esto,  después  de  haberla  hecho  hervir  y  espumar, 
se  reparte  en  dos  frascos,  en  el  uno  de"  lo- 
se añaden  8  onzas  de  alumbre, y  enel  otro  8  onzas 
de  sal  por  mediaazumbre.  Se  deja  pesar  hasta  (pie 
los  líquidos  se  ha\  an  aclarado,  y  luego  se  decan- 
tan, se  mezclan  y  se  dejan  posar  de  nuevo.  Eri  se- 
guida se  liltra,  y  asi  se  obtiene  un  líquido  incoloro 
que  sirve  muy  bien  ,  v  al  que  se  da  el  Dombre  de 
Hiél  de  buey  purifica 

Carne.  Todo  ei  mundo  conoce  el  uso  como  ali- 
mento que  se  hace  de  la  carne  de  buey,  sea  fres- 
si  ,  sea  salada  ó  ahumada.  Sabida  es  laminen  que 
esta  carne,  variable  por  otra  parte  «égun  el  cui- 
dado que  se  ha  puesto  en  la  crianza  de  los  bue- 
yes ,  es  una  de  las  mas  sanas ,  mas  nutritivas  ,  y 
por  consiguiente  mas  restaurativas;  que,  por  in- 
fusión en  el  doble  de  su  peso  de  agua  hirviendo, 
da  lo  que  los  Ingleses  llaman  té  de  buey ,  prefe- 
rible ai  caldo  para  los  individuos  muy  irritables; 
que  da  un  Caldo  muy  útil  en  la  convafesceneia  de 
muchas  enfermedades,  en  las  que  primero  se  ad- 
ministra mas  ó  menos  debilitado,  puro  en  seguida, 
y  (amblen  algunas  veces  reducido  por  li 
Ilición  al  estado  de  Consumado  ó  también  de 
Tablillas.  La  carne  de  ternero  ,  mas  tierna,  mas 
blanca,  en  cierto  modo  menos  animalizada 
cir  menos  rica  en  osmazomo  y  mas  en  gelatina, 
poseeuna  propiedad  laxativa  que  hace ^sir  caldo 
a  menudo  muy  útil  como  alimento  refrescante  y 
medicamentoso  ;  es  mas  fácil  de  digerir  que  la  de 
buey,  pero  no  obstante  es  susceptible  de  causar  á 
veces  en  ciertos  individuos  esas  erupciones  orti- 
gadas que  parecen  depender  de  una  alteración 
particular  de  las  funciones  del  estómago.  En  lío, 
la  caruedevaea,  mucho  menos  estimarla,  es  sin 
embargo  también  de  una  grande  importancia  bro- 
matológica. 

Cartílago  del  corazón.  Es  bastante  parecido 
al  que  tiene  el  ciervo,  y  se  le  llama  ÍIucso  de  cora- 
zón de  buey;  con  frecuencia  se  sustituía  á  aquel, 
y  pasaba  como  cordial  y  bueno  contra  las  palpita- 
ciones. 

Concreciones.  Las  déla  vcj'iguilla  de  la  hiél, 
formadas  sobre  todo  por  la  materia  amarilla  déla 
bilis,  y  conocidas  antiguamente  bajo  los  nombres 
de  Alchrron  lapis  y  de  ¡hzoar  boris ,  han  sido 
empleadas,  reducidas  á  polvo,  como  estornuta- 
torio, propio  para  aclararla  vista,  fortificar  el 
cerebro,  é,  interiormente,  á  la  dosis  de  21  gra- 
nos, contra  la  epilepsia,  la  diarrea,  y  también 
como  alexiteró.  Las  de  los  intestinos ,  forma- 
das de  pelos  entremezclados  y  llamados  Jlnlitn  ó 
Jif/ragopilo  d,e  buey ,  se  dieron  contra  las  hemor- 
ragias y  la  diarrea  á  doble  dosis ,  y  se  emplea- 
ron al  exterior  á  guisa  de  esponja. — V.  Bczoar. 

Cuajo  ó  leche  contenida  en  el  estómago  de  los 
terneros  que  aun  no  han  comido.  Endurecido  al 
humo  en  el  mismo  cuajar,  ha  sido  empleado  para 
coagular  la  leche,  y  también  administrado  no  ha- 
ce muchos  años  por  el  Sr.  M.  E.  Bourlelle  ,  á  la 


BLE 


ÍÍ9 


dosis  de  \i  á  18  p  ruado  aiUe,s  de  la  co- 

mida, para  remediar  i .  !  de  las  diges- 

tiones como  consecuencia  de  largas  enferme- 
dades. 

Estiércol.  La  Boñiaa.  esto  es  el  excremento 
del  ganado  vacuno,  sirvo  (legran  recurso  á  algu- 
nas naciones  impelidas  por  la  necesidad.  En  toda 
la  Rusia,  pues,  en  donde  no  hay  bosques  ni  leu?, 
todo  el  material  que  se  consume  en  las  necesida- 
des domésticas,  es  decir  para  calentar  las  estufas, 
lumbre  dé  cocinas,  etc.,  consiste  en  este  excre- 
mento que  amasan  con  paja  en  forma  de  ladri- 
llos cuadrados  del  espesor  de  tres  dedos  ,  reem- 
plazando asiá  la  leña:  generalmente  la  clace  me- 
diana é  ínfima  de  los  habitantes  es  la  que  lo  usa, 
reduciéndose  á  pocos  los  que  pueden  proveerse 
¡  de  carbón  que  reciben  allí  de  Constanlínnpla,  ó 
de  leña  de  los  mástiles  viejos  de  los  arsenales,  que 
I  los  compran  á  precio  excesivo.  Parece  increihle 
el  comercio  pie  se  hace  de  esta  boñiga  cuya  me- 
nor partida  que  se  vende  por  mayor  sube  á  cua- 
tro ó  cinco  mil  rublos ,  que  corresponden  á  800  ó 
<000  duros.— La  boñiga  de  buey  pasaba  anti- 
guamente como  anodina  y  resolutiva. 

La  boñiga  d'c  vaca  fué  prescrita  en  tiempo  de 
Hipócrates  y  de  Galeno,  bajo  el  nombre  de  ¡iolbi- 
ton,  en  fomento  sóbrela  región  de  la  matriz  y 
en. fumigación  contra  las  afecciones  de  este  ór- 
gano. Se  aplicaba  también  como  anodina  y  reso- 
lutiva en  la  edema,  Ciertos  dolores,  etc.  Con 
ella  se  preparaba  una  agua  destilada  de  JMilpo- 
res ,  que  se  prescribía  contra  la  rabia,  la  gota, 
las  enfermedades  de  las  vías  orinarías ,  etc.,  y  al 
exterior  ,  como  cosmética.  Se  quema  en  los  luga- 
res en  que  la  leña  es  rara  ,  pero  Tournefourt  se 
lamenta  del  mal  olor  que  este  combustible  comu- 
nica á  los  manjares. 

Dioscórides  preconiza  la  boñiga  de  toro  para 
corar  el  descenso  de  la  matriz. 

Grasa.  Con  ella  se  forma  un  sebo  bastante 
bueno  para  hacer  velas,  para  preparar  ciertos 
cueros  ,  y  para  otros  diversos  usos.  En  medicina 
se  la  ha  atribuido  la  propiedad  emoliente. 

Rfesos.  Sirven  para  los  torneros,  cuchilleros, 
armeros  cajeros,  rosarieros,  etc. ,  se  queman  pa- 
ra hacer  carbón  animal,  y  se  emplean  para  ob- 
tener caldo  y  para  otros  usos.  Antiguamente  los 
huesos  de  buey  ,  el  de  la  pierna  en  particular, 
eran  reputados  como  resolutivos,  fortificantes, 
etc. 

Leche  t>e  v\cv.  Conócese  también  la  utilidad 
alimenticia  y  medicamentosa  de  esta  sustancia  y 
de  sus  diversos  productos  de  los  cuales  hablare- 
mos en  otros  artículos. — Y.  Lrchr. 

Orina  pe  vaca,  Debida  en  el  mes  de  mayo,  por 
la  mañana,  á  la  dó-is  de  medio  vaso,  pasaba  aun 
en  opinión  de  F.  íloffman  como  antienquéctica. 

Pelo.  El  de  su  ¿tila,  mas  largo  después  de  ha- 
ber sido  retorcido  como  cuerda  y  hervido  para 
rizarlo,  forma  el  clin  qur  los  lapiceros  y  otros 
artesanos  necesitan:  del  pelo  corto  se  hace  la  bor- 
ra con  que  se  construyen  fas  cojines  ó  sillas  ,  al- 
bardas  y  otros  mueiles. — Y.  Pelo. 

l'r.si  \\.  Las  pesuñas,  casaos  ó  uñas  de  buey 
tomo  i. 


í'¡0  BUE 

son  un  excelente  abono;  sirven  para  hacer  boto- 
nes, y  en  medicina  han  sido  prescritas,  ya  ente- 
ras, ya  quemadas,  contra  el  histérico  y  la  epilep- 
sia. 

Piel.  Curtida,  convertida  en  vaqueta  ó  gamu- 
za, da  excelentes  calzados  y  arreos,  y  es  em- 
pleada en  otros  infinitos  usos;  se  la  sala  en  las 
llanuras  de  Buenos-Aires ,  en  las  pampas  de 
Chile  y  del  Perú,  para  destinarla  á  la  fabricación 
de  sombreros ,  techumbres  de  casa,  boles  para 
pasar  torrentes  ó  los  arroyos  muy  rápidos. — Y. 
Cuero  y  Piel. 

Pies  y  corvejón.  De  estas  partes  del  buey  se 
extrae  una  gelatina  que  se  creía  hemostática.' 

Pulmón  de  ternero.  Ha  sido  empleado  en  co- 
cimiento como  pectoral.  Al  presente  está  muy  en 
uso  un  jarabe  de  pulmón  de  ternera  simple  y  otro 
compuesto,  prescritos  en  las  afecciones  de  pecho. 

Sangre.  Esta  sustancia  es  un  agente  clarifican- 
te muy  precioso  parala  refinación  del  azúcar,  en 
razón  de  la  gran  proporción  de  albúmina  que 
contiene.  Las  fábricas  de  refinación  de  azúcar  de 
Paris  consumen  anualmente  1.100.000  kilogramos 
de  sangre  fresca.  Seca,  sirve  para  clarificar  el 
vino  ,  el  nitro,  etc.  Empléasela  también  aveces 
para  teñir  el  algodón  en  rojo  de  las  Indias ,  no 
en  razón  de  su  materia  colorante,  sino  á causa  de 
su  albúmina.  Su  suero,  mezclado  con  cal  muy 
dividida ,  forma  un  excelente  estuco  para  las  pa- 
redes. En  fin,  se  consumen  cantidades  prodigio- 
sas de  sangre  parala  fabricación  del  azul  de  Pru- 
sia.  Algunos  médicos  hacen  todavía  bañar  las 
partes  dolorosasy  articulaciones  obstruidas  en  la 
sangre  de  los  bueyes  recientemente  matados.  La 
sangre  de  toro,  que  pasaba  como  astringente,  y 
hasta  ha  sido  mirada  como  un  veneno,  estaba  so- 
bre todo  consagrada  á  este  uso. 

Tendones.  Secos,  pulverizados  y  dados  ala 
dosis  de  medio  dracma,  han  sido  considerados 
útiles  contra  las  calenturas  intermitentes. 

Tripas.  Bien  limpias  de  toda  grasa,  sirven  pa- 
ra hacer  unos  moldes  para  batir  el  oro  y  la  plata, 
y  reducirlos  á  hojas  propias  para  los  doradores 
y  á  otros  usos.  En  Cerdeña  de  las  tripas  de  buey 
saladas  se  hace  un  comercio  de  alguna  conside- 
ración ,  destinándolas  á  Marsella  y  sobre  todo  al 
reino  de  Valencia  en  donde  las  emplean  para  las 
sobreasadas. 

Tuétano.  El  meollo  ó  médula  de  buey  goza  de 
la  reputación  de  un  buen  cosmético.  En  esta  ca- 
pital se  prepara  por  algunos  farmacéuticos  un 
jarabe  de  medula  de  vaca  al  que  se  atribuyen 
virtudes  pectorales. 

Finalmente,  conocido  es  el  uso  que  como  co- 
mestible se  hace  de  las  tripas  ó  callos  de  buey  y 
de  v  acá,  igualmente  que  de  sus  sesos,  de  su  hí- 
gado, etc.  El  nervio  que  se  saca  de  la  parte  genital 
del  buey,  se^o  y  preparado  á  modo  de  cerro  de  li- 
no , sirve  para  los  silleros.  Con  los  desperdicios 
de  las  pieles ,  del  cartílago,  de  los  pies  y  de  los 
nervios,  bien  cocidos  en  agua  hasta  que  estén 
del  todo  disueltos ,  se  hace  cola  fuerte.  En  una 
palabra ,  ninguna  parte  hay  de  los  despojos  del 
buey  de  la  cual  la  industria  no  saque  partido. 


BLT 

Según  la  Dirección  general  de  Aduanas  y  Aran- 
celes, la  exportación  al  extranjero  de  ganado  va- 
cuno fué:  en  1849,  5.790  unidades;  en  1850, 
6.866  unidades. 

BiiO\iro.  Piedra  de  sapo  [Bufonus 
lapis) .  Petrificación  así  llamada,  sea  en  razón  de 
su  forma ,  sea  porque  se  ha  creído  que  se  encon- 
traba en  la  cabeza  del  sapo.  Se  ha  dicho  que  era 
el  diente  fósil  del  Anarrico Loro  [Anharrhichas Lu- 
pus ,  L.) ;  pero,  según  Cuvier,  ni  tiene  su  forma 
ni  su  tejido.  Según  otros  ,  los  bufonitos  son  man- 
díbulas del  mismo  animal. 

KUFTAliiWO,  Büphthalmüm.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  compuestas,  tribu 
de  las  asteroídeas  ,  y  de  la  singenesia  poligamia 
frustránea  de  Linneo.  Su  nombre ,  que  significa 
ojo  de  buey ,  procede  de  la  forma  délas  flores. 
Éste  género  comprende  yerbas  y  arbustos  de  ho- 
jas opuestas  ó  alternas,  con  flores  frecuentemen- 
te terminales  :  conócense  mas  de  veinte  espe- 
cies ,  que  crecen  en  las  regiones  del  mediodía. 

El  Buftalmo  con  nojA  de  Sauce  )  Buphthalmum 
salicifolium ,  L.) ,  planta  de  tallo  herbáceo ,  que 
crece  en  nuestro  país ,  es  mirada  como  un  ligero 
narcótico  ,  y  útil,  según  Borda ,  contra  el  vene- 
no de  la  víbora  y  contra  la  rabia;  Pallas  dice  que 
en  su  viaje  á  Persia  observó  que  las  hojas  de 
este  but'taimo  ,  en  este  país ,  eran  sustituidas  al 
té ,  porque  tienen  su  color  y  su  gusto.— Al  Buf- 
talmo de  grandes  hojas  [Buphthalmum  grandi- 
folium),  especie  muy  contigua,  se  le  suponen  las 
mismas  virtudes. 

En  la  Cochinchina  hay  una  especie  llamada 
Buftalmo  de  hortaliza  [Buphthalmum  olcra- 
ceum,  Lour.),  'que  es  alimenticia,  aunque  sus 
hojas  sean  olorosas. 

Hay  varias  especies  que  se  cultivan  como  plan- 
las  de  recreo,  y  el  Buftalmo  espinoso  (Buph- 
thalmun  spinosum ,  L.)  es  muy  común  en  España, 
acostumbrándosele  á  llamar  Ojo  de  buey ,  que  es 
la  traducción  literal  del  nombre  genérico. 

BUITRE,  Yoltüb.  Gran  género  de  aves  de 
rapiña  diurnas,  que  los  metodistas  modernos-han 
repartido  en  muchos  géneros ,  y  de  los  cuales 
han  compuesto  una  familia  natural  bajo  el  nom- 
bre de  Vulturideas.  Esta  familia,  ilevándose 
necesariamente  consigo  lo  característico  del  an- 
tiguo género  Vultur ,  tiene  por  caracteres:  Un 
pico  recto ,  solo  encorvado  en  el  extremo,  mas  ó 
menos  fuerte ,  comprimido  ,  de  mandíbula  supe- 
rior retorcida  en  el  extremo ,  con  la  inferior  rec- 
ta, redondeada  y  ligeramente  inclinada  hacia  la 
punta,  guarnecida  de  una  cera  en  la  base;  nari- 
ces ovalares  ú  oblongas,  agujereadas  oblicuamen- 
te junto  á  la  cera ;  tarsos  robustos,  reticulados  ó 
cubiertos  de  pequeñas  escamas,  desnudos  ó  em- 
plumados; dedos  relativamente  cortos,  armados 
de  uñas  poco  robustas  y  poco  encorvadas;  alas 
puntiagudas ,  muy  largas ,  iguales  ó  que  exce- 
den de  la  cola ,  que  es  generalmente  corta,  igual 
y  compuesta  de  doce  timoneras. 

Los  buitres  se  distinguen  también  en  algunos 
caracteres  particulares  que  nunca  permitirán 
confundirlos  con  las  demás  aves  de  rapiña  diur- 


BU1 

nas.  Tienen  ojos  pequeños  y  á  flor  de  la  cabeza; 
cuerpo  macizo,  robusto  y  prolongado ;  caben 
lo  mas  común  pequeña  re  alivameute  á  la  masa 
del  cuerpo,  y  cuello  delgado  y  largo;  la  una  y  el 
«tro  mas  ó  menos  desnudos  de  plumas ,  y  cubier- 
tos de  un  plumión  corlo,  lanuginoso ;  en  algunas 
especies  su  cabeza  se  cubre  de  carúnculas  car- 
nosas ,  y  en  algunas  otras  la  parte  inferior  del 
cuello  está  adornada  de  una  especie  de  collar  de 
plumas  prolongadas.  Estos  diversos  atributos,  á 
los  cuales  es  menester  juntar  un  porte  inclinado, 
semi-horizontal ,  un  ademan  descuidado  ,  alas 
de  la  cola  que  arrastran  por  tierra,  sea  en  esta- 
do de  reposo,  sea  andando,  dan  á  los  buitres  un 
carácter  del  todo  particular. 

Si  las  relaciones  que  los  antiguos  hicieron  de 
los  buitres  son  lo  mas  comunmente  fabulosas  y 
carecen  de  fundamento ,  las  observaciones  de  los 
modernos ,  demostrándonos  todo  lo  que  estas 
relaciones  tenían  de  exageradas ,  han  al  propio 
tiempo  dejado  muy  pwos  hechos  importantes  en 
la  oscuridad,  de  suerte  que  la  historia  natural  de 
estas  aves  es  de  las  mas  completas  como  es  de 
las  mas  interesantes. 

Los  buitres ,  cuyo  nombre  ha  pasado  á  prover-. 
bial  y  al  lenguaje  figurado,  son  cobardes  y  vo- 
races, y  están  naturalmente  inclinados  á  nutrirse 
mas  bien  de  cuerpos  y  presas  muertas  que  de 
animales  vivos.  Lejos  "de  incomodarse  por  la  cor- 
rupción, parece  que  mas  bien  se  recrean  en  los 
lugares  infectados  y  corrompidos,  listos  hábitos 
de  un  espíritu  depravado ,  si  tal  cabe  expresarse, 
dan  á  los  buitres  una  fisonomía  poco  inteligente. 
Su  cuerpo  despide  un  olor  muy  ingrato ,  y  de  sus 
narices  fluye  sin  cesar  un  humor  viscoso  y  he- 
dioudo.  Cuando  han  comido  bien,  la  parte  "infe- 
rior de  su  esófago  ó  papada  se  distiende  por  las 
materias  alimenticias  hasta  el  extremo  que  se  pa- 
rece á  una  vejiga,  y  en  este  caso  empieza  la  di- 
gestión, hallándose  ellos  en  un  estado  de  reposo, 
en  una  actitud  flegmática  que  contrastan  singular- 
mente con  la  agitación  y  la  voracidad  que  mani- 
fiestan cuando  caen  sobre  una  presa. 

Por  lo  demás  esta  inclinación  de  los  buitres  á 
las  inmundicias  y  los  á  cadáveres  de  toda  especie 
redunda  en  provecho  del  hombre :  así  es  que  en 
ciertos  países ,  éste  los  ha  colocado  bajo  su 
salvaguardia.  Por  ejemplo ,  en  Chile  y  sobre  todo 
en  el  Perú ,  los  Catharthes  urubú  y  aura  viven 
bajo  la  protección  de  las  leyes.  En  algunos  olms 
países  ,  v  probablemente  á  causa  de  los  señala- 
dos servicios  que  prestan,  los  buitres  eran  anti- 
guamente respetados  y  venerados.  Según  refie- 
re Elieno  ,  los  Bárdenos,  pueblos  del  Occidente, 
para  honrar  álos  combatientes  quienes  ,  después 
de  haber  dado  pruebas  de  valor ,  encontraban 
una  muerte  gloriosa  en  el  campo  de  batalla,  los 
Bárdenos ,  decimos,  abandonaban  sus  cadáveres 
á  estas  aves,  que  eran  para  ellos  aves  sagradas. 
Probablemente  también  ,  como  consecuencia 
de  ideas  supersticiosas,  ó  por  reconocimiento, 
los  antiguos  Egipcios,  según  el  mismo  autor,  ha- 
bían consagrado  los  buitres  á  Jubo,  y  adorna- 
bau  cou  sus  plumas  la  cabeza  de  Isis 


BU  451 

Este  instinto,  que  induce  álos  buitres  á  buscar 
los  cadáveres  para  alimentarse,  ha  dado  lugar  á 
preocupaciones  y  errores  tanto  mas  arraigados 
y  difíciles  de  destruir  en  cuanto  datan  de  tiem- 
pos mas  remolos.  Desde  Plinio,  quien,  por  lo 
demás,  no  hacia  sino  registrar  una  opinión  ya 
difundida  de  su  tiempo,  que  encontraba  en  los 
libros  griegos,  no  se  ha  cesado  de  repetir  que 
estas  aves  tenian  un  olfato  muy  sutil  y  percepti- 
ble ;  y  uno  de  los  hechos  mas  antiguamente  cono- 
cidos que  se  habia  invocado  para  sostener  esta 
opinión ,  es  el  relativo  á  la  aparición  de  una  ban- 
dada de  buitres  en  las  llanuras  de  Farsalia,  el 
(lia  siguiente  de  la  batalla  que  en  ella  se  dio.  Se 
cita  también  un  pasaje  de  Ángel  Polilieno  en  que 
se  trata  de  un  comentador  de  Aristóteles  ,  quien 
asegura  que  habiendo  los  Griegos  dado  un  com- 
liate  ,  llegó  de  mas  de  too  leguas  una  bandada 
de  buitres  hambrientos  para  devorar  los  cadáve- 
res. Pero  el  aserto  de  Plinio,  expresado  por  es- 
tas palabras:  Valeant  olfactu  Yulterts ,  no  podría 
ser  considerado  como  prueba  de  la  excelencia 
del  olfato  de  los  buitres  ,  y  el  hecho  de  su  pre- 
sencia en  campos  de  batalla  puede  explicarse 
por  hábito  instintivo  (pie  tienen  estos  rapaces  de 
llegar  á  los  punios  donde  se  encuentran  reunidos 
grandes  masas  de  hombres  ó  de  animales,  seguir 
á  los  ejércitos,  y  á  las  caravanas  en  medio  de  los 
desiertos,  y  frecuentar  particularmente  los  lu- 
gares en  que  la  crianza  de  los  caballos ,  ovejas 
y  razas  bovinas  se  hace  en  grande  escala.  Por  lo 
demás,  esto  es  lo  que  también  habían  observado 
los  antiguos;  pues  este  otro  hecho  se  conciba 
poco  con  la  opinión  que  se  habían  formado  de  la 
extensión  del  olfato  en  las  aves  de  que  se  trata. 
Plinio  que  habia  seguido  las  legiones  romanas, 
dice  positivamente:  «Triduo  antea  volare  eos, 
ubi  cadavera  futura  sunt ,  »  lo  que  hace  suponer 
que  habia  visto.buitres  que  acompañaban  á|los  ejér 
citos.  Elieno  se  expresa  á  corta  diferencia  de  la 
misma  manera ,  y  Horo ,  en  su  libro  de  los  Gero- 
glifico»,  dice  que,  según  los  Egipcios,  no  solo 
son  tres  dias,  sino  siete  dias  antes,  que  los  bui- 
tres designan  ,  con  su  presencia,  lo  inminente 
del  combate. 

La  creencia  en  la  finura  del  olfato  de  los  bui- 
tres es  apoyada  por  el  Sr.  de  Humboldl,  quien  ase- 
gura que  en  el  Perú ,  en  Quito  y  en  la  provincia 
de  Papayan  para  dar  caza  al"  Cóndor  [Vultur 
grypmu) ,  matan  una  vaca  ó  un  caballo ,  y  que  á 
poco  rato  el  olor  del  animal  muerto  atrae"  á  estas 
aves.  Mas  es  preciso  preguntar  si  basta  un  corto 
espacio  de  tiempo  para  que  la  vaca  ó  el  caballo 
puedan  desarrollar  ese  grado  de  putrefacción  ne- 
cesario para  que  haya  emanación  de  moléculas 
pútridas  odoríferas,  pues  en  sentir  de  Humboldl 
estos  buitres  casi  instantáneamente  se  precipitan 
sobre  el  cadáver  del  animal  que  se  les  acaba  de 
sacrificar;  lo  que  solo  puede  creerse  figurando 
se  que  el  cóndor  está  continuamente  de  cenline 
la  en  la  cima  de  los  Andes  acechando  el  instante 
en  que  se  le  abandone  su  presa.  De  esle  modo  se 
concibe  muy  claramente  este  hecho  sin  recurrir 
al  olfato. 


El  Sr.  (le  Gerbo  dice:  «Sin  negar,  completa- 
mente el  sentido  del  olfato  á  los  buitres,  creemos 
no  obstante  que  este  sentido  es  mucho  menos  fino 
de  lo  que  se  supone  ,  y  que  estas  aves  son  guia- 
das, al  buscar  su  alimento,  menos  por  el  olfa- 
to que  por  la  vista.  Esto  es  lo  que  habla  pensado 
Bullón  ,  y  esto  es  lo  que  las  observaciones  de  Le- 
vaillanl  y  d'Auduboa  tienden  á  demostrar.  Le- 
vaillanl  nos  reiiere,  en  su  viaje  en  .lírica,  qiú¡ 
no  podia  conservar  un  mamífero  que  acababa  de 
matar,  y  que  no  podia  hacerlo  trasp  >rtar  de  se- 
guida á  su  campo,  sino  con  la  condición  de  cu- 
brirlo enteramente  de  ramajes.  Siempre  que  des- 
cuidaba esta  precaución ,  estaba  seguro  de  en- 
contrar, algunas  horas  des¡)ues,  al  animal  muer- 
to enteramente  devorado  por  los  buitres.  En  cuan- 
to á  Audubon,  las  numerosas  observaciones  que 
ha  hecho  con  el  objeto  de  resolver  la  cuestión, 
le  condujeron  á  admitir  que  la  vista  es  princi- 
palmente la  que  sirve  á  estas  aves  pira  descu- 
brir á  lo  lejos  su  presa.  Como  están  ordinariamen- 
te reunidas  entre  sí  por  bandadas,  exploran  de 
todos  lados  los  países  encima  de  los  cuales  cier- 
nen ,  y  cuando  una  de  ellas  llega  á  descubrir  uu 
cadáver,  se  precipita  á  él,  y  las  deinis,  adver- 
tidas por  susmovimientos,  llegan  entonces á  ban- 
dadas de  todas  partes.  Esto  explica  el  hecho  de 
la  presencia  de  uu  número  considerable  de  estas 
aves  allá  donde  antes  rio  se  veia  ninguna.) 

Otro  error,  según  Audubou  ,  es  el  (pie  consiste 
en  creer  que  los  buitres  prefieren  la  carne  cor- 
rompida á  la  carne  fresca.  Cuando  ellos  pueden 
escoger ,  preüeren  los  animales  recientemente 
muertos.  Ademis  esta  bien  probado  que  ellos 
atacan  los  mamíferos  vivos  ,  sobre  todo  los  que 
son  jóvenes  y  débiles.  El  Sr.  de  Uumboldl  añade 
que  el  cóndor  se  arroja  no  solo  sobre  el  ciervo 
de  los  Andes,  sobre  la  vicuña  y  el  guanaco . ,  sí 
que  también  sóbrela  vaquilla',  que  rinde  fati- 
gándola, y  que  el  mal  que  en  las  provincias  de 
Quilo,  estas  aves ■  hacen  a!  ganado,  sobre  todo  á 
los  rebaños  de  vacas,  es  muy  considerable.  Au- 
dubou ha  visto  otras  especies  atacar  también  á 
animales  vivientes..  Únicamente  en  vez  de  cazar 
solos,  como  los  rapaces  nobles,  los  buitres  se 
reúnen  muchos  para  vencer  a  un  mamífero. 

De  todas  las  aves  de  rapiña,  los  buitres  son 
los  que  parece  se  elevan  á  la  mas  gratule  altura 
en  los  aires.  Se  la*  vé  algunas  veces,  en  tiempo 
<le  calma  y  sereno,-  reunirse  ,  holgarse ,  cerner, 
describiendo  grandes  círculos  en  regiones  en 
donde  el  ojo  apenas  puede  distinguirlas.  Sin  em- 
bargo su. vuelo  es  lento  y  pesado,  siendo  de  esto 
mismo,  según  Belon  ,  de  lo  que  han  recibido  el 
nombre  que  llevan:  dyúltur,  dice  él,  a  volatu  tar- 
do nomiuatus  pulatur.»  Parece  que  experimentan 
dificultad  entornar  su  vuelo,  y  cuando  quieren 
dejar  la  tierra ,  comienzan  ,  como  para  ensayar- 
se ,  por  hacer  algunos  saltos  ladeados ,  dejándo- 
se caer  muchas  veces;  pero  ,  para  el  hecho,  pro- 
curan tomar  así  una  cantidad  suficiente  de  aire, 
daspuesdelo  que  se  elevan  por  aleteos  lentos  y 
acompasados. 

En  las  grietas  y  las  partes  salientes  de  los  pe- 


Bül 


fiascos  mas  escarpados  y  en  posiciones  lo  mas 
frecuente  inaccesibles  es  en  donde  los  buitres  es- 
tablecen su  nido.  La  misma  pareja  anida  mu- 
chos años  de  seguida  en  el  mismo  punto.  La  pos- 
tura es  ordinariamente  de  dos  huevos.  Los  peque- 
ñuelos  nacen  cubiertos  de  un  plumión  lanuginoso, 
y  por  muy  largo  tiempo  son  alimentados  en  el 
íiido.  El  padre  y  la  madre  no  llevan  en  su  garras 
el  alimento  que  les  destinan ,  sino  que  llenan  de 
el  su  papo  y  lo  vomitan  delante  de  ellos. 

Sacados  muy  jóvenes  del  nido ,  los  buitres  se 
domestican  fácilmente,  se  habitúan  á  la  socie- 
dad del  hombre,  y  concluyen  por  perder  todo 
deseo  de  escaparse ,  á  pesar  de  la  libertad  de 
que  se  les  deja  gozar. 

A  excepción  de  los  servicios  que  los  buitres 
nos  prestan  devorando  las  materias  animales  cu- 
ya putrefacción  podría  viciar  el  aire,  estas  aves 
ño  son,  para  el  hombre,  de  ninguna  utilidad.  Pa- 
rece sin  embargo  que  en  la  época  en  que  vivía 
Belon  eran  buscadas  por  los  habitantes  del  Egip- 
to y  de  las  islas  del  archipiélago  Griego,  quienes 
empleaban  su  plumión  para  hacer  guarniciones 
de  vestidos  ú  otros  objetos  de  utilidad ,  que  el 
ededron  y  el  cisne  sirven  para  confeccionar  en 
nuestros  dias.  En  el  Levante  los  Turcos  y  los 
Griegos  se  sirven,  se  dice,  de  la  grasa  del  buitre 
pardo  como  de  un  excelente  remedio  contra  los 
dolores  reumáticos. 

Los  buitres  habitan  todas  las  comarcas  de  la 
tierra ,  aunque  pretieren  las  regiones  meridiona- 
les á  las  del  norte.  Enciiénlraseles  en  mas  gran 
número  en  Asia  y  en  África  que  .en  las  demás 
partes  del  mundo."  Los  de  los  países  septentrio- 
nales emigran  al  acercarse  el  invierno  hacia 
climas  templados.  Entre  nosotros  durante  la  pri- 
mavera habitan  en  el  Pirineo  y  en  las  montañas 
mas  elevadas. 

Siguiendo  al  Sr.  G.  Gerbe,  tan  solo  nos  ocu- 
paremos aquí  de  los  Buitres  propiamente  dichos, 
de  los  Sarcoramfos  y  de  ios  Percnópleros  ,  que 
son  las  divisiones  que  admite  en  la  familia. 

I.  Buitres  propiamente  dichos.  (Género  Vultfir; 
Maehr.;  Gtjps  y  /E.ijypius ,  Savig.).  Pico  grueso 
y  fuerte;  narices  oblicuamente  agujereadas  por 
encima ;  cabeza  y  cuello  sin  plumas  ,  cubiertos 
de  un  plumión  muy  corto  ;  cera  simple  y  desnu- 
da. Todas  las  especies  de  esta  división  pertene- 
cen al  antiguo  mundo :  la  Europa  posee  dos ;  las 
demás  se  encuentran  en  África  y  en  Asia. 

Buitre  leonado  (Vultur  fulmis,  L. ;  Gyps 
vulgaris,  Sav.).  Es  muy  común  en  las  altas  mon- 
tañas y  en  los  vastos  bosques  de  la  Ungría,  del 
Tirol,"de  los  Pirineos,  del  mediodía  de  la  Espa- 
ña y  de  la  Italia.  Tiene  la  cabeza  y  el  cuello 
guarnecido  de  .un  vello  blanco'  muy  corto;  la 
parte  inferior  de  éste  rodeada  por  muchas  lilas  de 
plumas  delgadas,  de  un  blanco  rosado;  lodo  el 
cuerpo ,  las  alas  y  el  origen  de  la  cola  de  un  par- 
do leonado,  y  las  rameras  y  timoneras  negruz- 
cas. Se  alimenta  de  animales  muertos  ,  de  cor- 
roaos y  despojos  que  va  á  buscara  los  mulada- 
res. \nida  sobre  las  rocas  mas  inaccesibles",  y 
sus  huevos  son  de  mi  gris  blanquecino  señalado 


lili 

con  algunas  manchas  de  blanco  rojizo.  Los  Tur- 
ctíá  en  el  Levante  y  también  los  Griegos  lo  tienen 
eri  grande  aprecio  y  emplean  su  grasa  como  un 
excelente  remedio  contra  los  dolores  reumáticos. 
Antiguamente,  tomado  como  alimento,  pasaba 
comn  útil  contra  la  epilepsia  y  la  jaqueca  ;  se  de- 
cía qoe  su  grasa  era  emoliente  y  resolutiva ;  el 
solo  olor  de  sus  excrementos  sé  creia  abortivo; 
Plinio  y  Galeno  preconizaron  su  hiél  para  aclarar 
la  vista. 

Buitre  pardo ,  Buitre  arlano, 
Buitre  grande ,  Buitre  negro  ( Vui- 
tur einereiu ,  L. ;  Vuitur  níyer ,  Yiell. ).'  Es  muy 
común  en  la  cadena  de  los  Alpes  y  .le  los  Piri- 
neos, eu  Turquía,  en  el  archipiélago  Griego, 
en  las  montañas  de  la  Silesia  y  del  Tirol ,  en  (¡i- 
braltar,  en  Egipto  y  en  una  grao  parte  del  Áfri- 
ca. Tiene  la  piel  del  cuello  desnuda  de  plumas, 
de  color  azulado ,  con  lados  de  esta  parte  del 
cuerpo  guarnecidos  de  plumas  redondas,  y  con 
un  copete  de  plumas  descompuestas  en  el  punto 
de  inserción  de  las  alas;  todo  el  plumaje  es  de  un 
pardo  que  tira  á  negro  y  a  veces  al  leonado;  sus 
hábitos  son  los  del  anterior ;  su  propagación 
desconocida. 

Las  especies  extranjeras  son :  el  Buitre  di:  An- 
gola {Vuitur  angolensis  ,  Latr.),  de  África;. Bui- 
tre de  Egipto  (Vuitur  mgyplius,  Savig,),.del 
norte  de  África;  Buitre  de  Kolrio  (  VviturKol- 
bii,  Daud.),  del  África,  de  la  India  y  de Java; 
Buitre  monge  {Vuitur  monachus ,  Lin.*) ,  de  la  In- 
dia; Buitre  occipital  (Vuitur  occipitulis  ,  Burs- 
chell) ,  de  África  ;  Buitre  real  [Vuitur  pontice- 
rianus,  Lath.) ,  de  Pondicheri. 

11.  Svrcoramfos. (Género Sarcoramphiis,  Dum.; 
Zopilotes,  Flemón.;  Gygapus ,  Yieill.).  Pico 
recto  y  robusto  abultado  hacia  la  extremidad; 
narices  oblongas  situadas  hacia  el  origen  de  la 
cera,  que  está  guarnecida'  alrededor  del  pico  ó 
de  la  base  de .carúnculas  carnosas  muy  gruesas, 
diversamente  cortadas  que  cubren  la  frente  y  la 
cabeza  ;  ésta  y  el  cuello  están  desnudos  ó  guarne- 
cidos solamente  de  pelos  muy  raros ;  pulgar  mas 
corto  que  los  demás  dedos.  Los  sarcoramfos  per- 
tenecen exclusivamente  al  nuevo  mundo.  Ele  ge- 
nero consta  no  mas  que  des  especies. 

Buitre  grifo ,  Cóndor,  Gran  Bui- 
tre de  los  Andes ,  Sareoramfo  Cón- 
dor (Vuitur  rjri/phus,  L.;  Sarcoramphus  rjry- 
phus,  Goldf.).  Oüizás  sea  el  ave  que  se  eleva  a 
mayor  altura ,  pues  á  veces  se  la  vé  cerca  de  la 
<»rilla  del  mar  y  otras  mas  arriba  de  la  cima  del 
Chimborazo  y  del  Pichincha  auna  elevación  per- 
pendicular de  mas  de  ocho  mil  varas.  Su  longitud 
excede  poco  de  cuatro  pies  ,  siendo  de  doce  a 
trece  la  envergadura  de  las  alas.  Es  notable  por 
un  hermoso  collar  compuesto  de  un  espeso  plu- 
mión de  un  blanco  puro  que  contrasta  con  el  ne- 
gro azul  del  plumaje.  Según  Lémery,  la  grasa  de 
cóndor  es  resolutiva  y  nervina. 

Buitre  Papa ,"  I  rubí ,  Rey  de  los 
buitres ,  Sareoramfo  Papa  (  Xirltur 
Papa,  L.;  Sarcorániphui  Pupa,  Dum.  I.  Habita 
una  gran  parle  de  Vi  América  entre  los  dos  tró- 


BÜJ  45S 

picos ,  particularmente  la  meridional ,  como  la 
Guayana,  el  Perú,  el  Brasil  y  el  Paraguay;  ha- 
llase" también  en  Méjico  ,  pero  en  ninguna  parle 
es  muy  común.  Ave  la  mas  hermosa1  de  todas  las 
de  su  grupo,  por  las  carúncul-s  diversamente 
coloradas  que  adornan  su  cabeza  y  cuello  y  por 
la  finura  de  los  matices  de  su  plumaje.  Su  tama- 
ño es  como  el  de  una  oca.  En  su  primera  edad  es 
negruzco,  después  pasa  á  leonado,  y  al  cuarto 
año  presenta  todas  las  parles  superiores  de  un 
color  rojo  claro  con  matices  deeucarnado  y  de  un 
lustre  bonito  como  helado;  las  regiones  inferiores 
son  de  un  blanco  puro  á  veces  manchado  de  rojo, 
el  pecho  igualmente  blanco  y  las  rameras  de  un 
negro  oscuro.  Las  crestas  carnosas  de  la  cabeza 
y  el  cuello  son  de  colores  vivísimos  y  la  carúncu- 
la principal  escaidaó  dentellada  como  la  cresta 
de  un  gallo.  L'na  semejanza  remota  con  la  dia- 
dema real  ha  dado  el  nombre  vulgar  á  esta  es- 
pecie. Se  alimenta  de  cadáveres  y  de  pequeños 
reptiles  que  caza  en  los  lugares  desiertos. 

III.  Percinópteros.  (Género iY«m/»wi,  Savig.; 
Pcrcnoptcrus,  C.  Cuv.J.Pico  prolongado,  delga- 
do, mas  retorcido  en  la  extremidad;  narices 
longitudinales;  cuello  cubierto  de  plumión. 

El  tipo  de  esta  división  es  el  Neofro.nte  perc- 
rtoPTERO,  Buitre  percnóptero  [Neophron  perc- 
■iiopterus,  Savig  ;  Vuitur  perenopterus).  Es  el 
'mas  común  de  las  buitres  eu  un  gran  número  de 
comarcas,  se  encuentra  en  África,  en  Asia,  en 
Europa  ,  en  la  Noruega ,  en  España  ,  en  Grecia, 
en  Cerdeña,  en  Italia,  en  Suiza  y  en  el  medio- 
día de  la  Francia.  Los  Europeos  establecidos  en 
el  Levante  lo  llaman  Polla  de  Faraón.  Esta  ave 
come  loda  suerte  de  inmundicias ,  v  de  ahí  el 
respeto  que  se  mereció  de  los  antiguos  Egipcios, 
y  el  que  aun  hoy  día  se  merece  de  ciertos  Orien- 
iales. 

BUJÍA.  En  otro  tiempo  se  daba  únicamente 
el  nombre  de  Bujía  á  una  vela  de  cera  blanca 
como  de  media  vara  de  largo  ,  y  de  diferente 
grosor,  llamándosela  asi  no  solo  porque  se  fabri- 
caban muchas  en  la  ciudad  de  Bugia  en  la  costa 
de  África,  regencia  de  Argel,  piovimii  de  Cons- 
lantina,  si  que  también  porque  dé  este  país  se  re- 
cibía muchísima  cantidad  de  cera  para  elaborar- 
las. Al  presente  estañen  uso  tros  especies  diferen- 
tes de  bujías  propiamente  dichas:  las  bujías  (¡cer- 
ra, las  bujías  de  espérma  de  Úbllena  y  las  bujías 
esteáricas:  Vamos  á  hablar  sucesivamente  de  cada 
una  de  ellas. 

Bujía  de  cera.  Las  bujías  forman 

la  principal  parlj  de  la  labor  \  comercio  de  los 
cereros,  que  las  distinguen  por  lo  regular  en  bu- 
jías de  mesa  y  en  bajías  hilad 

La  Bujív  de  mesa  es  también  d  pecies: 

la  bujía  amoldada  y  la  bujía  ala  cuchara.  Los  cirios 
se  fabrican  igualmente  á  la  cuchara. 

La  Bujía  amoldada  se  vacia  en  moldes  de  vi- 
drio y  se  fabrica  de  la  misma  manera  que  las  Ño- 
las de  sebo  (V.  esta  palabra'.  Las  inedias  o  tor- 
cidas son  de  algodón,  \  se  tuercen  un  p  ■ 
enceran  primero  -con  cera  blanca  a  fin  de  igua- 
larlas eu  toda  su   longitud  y    no  dejar  escapar 


454  BUJ 

ningún  pelo  que  penetraría  en  el  resto  de  la  bujía. 

Para  obtener  Bujías  diáfanas,  se  toman  partes 
iguales  de  esperma  de  ballena  y  de  hermosa  ce- 
ra blanca;  se  licúa  á  fuego  muy  lento  la  esperma 
de  ballena  ,  y  se  añade  la  cera  poco  á  poco ,  re- 
volviendo siempre ,  y  luego  se  vierte  en  moldes 
de  vidrio,  como  para  la  fabricación  de  las  otras 
bujías. 

Las  Bujías  á  la  cuchara ,  así  como  los  cirios, 
se  hacen  vertiendo  con  una  cuchara  la  cera  li- 
cuada alo  largo  de  las  torcidas  de  algodón  sus- 
pendidas verticalmente.  Se  bañan  así  las  torcidas 
diez  ó  doce  veces  de  seguida  hasta  que  las  ca- 
pas de  cera  lijada  den  el  grueso  deseado.  El  pri- 
mer baño  no  hace  mas  que  empapar  la  torcida, 
el  segundo  comienza  á  cubrirla,  y  los  otros  le  dan 
la  forma  y  el  grosor  necesarios.  Para  los  cirios, 
se  procura  que  cada  baño  que  sigue  al  cuarto,  se 
haga  de  mas  en  mas  hacia  najo,  á  fin  de  que  to- 
men una  figura  cónica.  Antes  que  las  bujías  ó  los 
cirios  estén  enfriados,  se  les  da  una  forma  perfec- 
tamente cilindrica  ó  cónica ,  rodándolos  y  pulién- 
dolos sobre  una  mesa  larga  y  lisa,  por  medio  de 
un  instrumento  llamado  alisador.  En  seguida  so- 
lo falta  suspenderlos  en  cercos,  para  hacerlos  se- 
car y  endurecer. 

La  bujía  de  mesa  se  vende  á  mazos  de  una 
libra  de  16  ó  12  onzas.  Este  mazo  contiene  cier- 
to número  de  bujías,  á  medida  que  ellas  son  más 
«  menos  largas  y  gruesas.  Entran  en  cada  libra, 

4,  5,  6,  8,  10,  12,  y  16,  cuyas  dimensiones  son 
estas:  las  de  4  por  libra,  de  13  pulgadas;  las  de 

5 ,  de  1 1  pulgadas  y  media;  las  de  6,  de  1 1  pul- 
gadas; y  las  de  8 /de  10  y  de  12,  son  de  10 
pulgadas,  sin  comprender  la  mecha  por  la  cual 
alumbran.  En  las  iglesias  de  España,  general- 
mente para  el  culto  divino  ,  hasta  ahora  sigue 
empleándose  la  bujía  de  cera ,  y  que  conside- 
ramos ser  la  mas  á  propósito  por  su  carácter 
grave  y  majestuoso  ;  no  obstante  se  está  ensa- 
yando introducir  el  uso  de  las  bujías  esteáricas. 
En  Francia  se  cuentan  algunos  conventos  que  se 
sirven  de  bujías  y  de  cirios  de  esperma  de  balle- 
na ,  que  no  dejan  de  ser  elegantes,  pero  la  ge- 
neralidad de  las  iglesias  de  la  vecina  nación  con- 
sume cera.  La  bujía  diáfana  es  muy  hermosa, 
siendo  empleada  con  frecuencia  en  los  pala- 
cios y  por  todas  partes  donde  hay  lujo. 

Bujía  hilada.  Así  llamada  porque,  al  fabricar- 
la, se  devana  en  un  torno,  de  la  misma  mane- 
ra que  se  hila  el  alambre.  Su  longitud  es  ilimita- 
da, y,  para  el  uso ,  se  la  rolla  en  espiral,  en  éli- 
ce,'ó  en  ovillo. 

I'ara  fabricarla,  el  obrero  toma  una  mecha  de 
algodón  de  la  longitud  y  grueso  convenientes , 
que  empapa  de  cera  haciéndola  pasar  de  un 
cabo  á  otro  en  un  baño  de  cera  licuada ;  en  se- 
guida pasa  la  mecha  per  los  agujeros  de  una  hi- 
lera que  van  siempre  aumentando  de  diámetro. 
Se  hace  también  pasar  la  mecha  alternativamen- 
te por  el  baño  de  cera  y  por  las  aberturas  demás 
en  mas  grandes  de  la  hilera,  hasta  que  la  bu- 
jía tenga  el  grosor  que  se  desea,  por  la  superposi- 
ción de  las  capas  sucesivas. 


BUJ 

Bujías  de  esperma  de  ballena, 
Bujías  diáfanas.  Se  forman  como  las  ve- 
las de  sebo  amoldadas.  Semezcla  con  la  esper- 
ma de  ballena  purificada  un  3  por  100  de  cera 
perfectamente  blanca ,  á  fin  de  impedir  que  las 
bujías  tomen  una  textura  laminosa  y  quebradiza 
por  el  enfriamiento.  En  el  momento  del  moldeaje 
la  materia  licuada  debe  estar  á  la  temperatura  de 
unos  60°  centígrados.  Como  la  esperma  de  ba- 
ilena,  al  solidilicarse,  experimenta  una  contrac- 
ción considerable ,  casi  siempre  en  este  momen- 
te  se  forma  alrededor  de  la  mecha  un  vacio ,  que 
se  extiende  á  veces  hasta  en  medio  de  la  altura 
de  las  bujías:  este  vacío  se  llena  vertiendo  en  él 
un  poco  de  esperma  de  ballena  antes  del  enfria- 
meinto  completo.  En  seguida  se  sacan  las  bujías 
del  molde,  se  pulen  entre  las  manos,  y  después 
se  ponen  en  mazos. 

Con  frecuencia  se  colora  á  las  bujías  agitando 
la  esperma  de  ballena  licuada  con  pequeñas  can- 
tidades de  materias  colorantes  molidas  al  óleo. 
Estas  materias  son  :  para  el  rojo ,  el  carmin ;  pa- 
ra el  amarillo ,  el  cromato  de  plomo;  y  para  el 
azul ,  el  azul  de  Prusia.  Con  ellas  las  bujías  re- 
ciben muy  hermosos  colores  sin  dañar  á  su  tras- 
parencia y  sin  cambiar  el  color  y  el  brillo  de  su 
llama: 

A  peso  igual  las  bujías  de  esperma  de  ballena 
son  lasque  dan  la  mas  hermosa  llama  y  mas  luz. 

Las  bujías  diáfanas,  como  todas  las  otras,  se 
arreglan  en  mazos,  que  lo  mas  comunmente  con- 
tienen 4 ,  5  ,  6 ,  ú  8  bujías ,  algunas  veces  mas, 
cada  uno  de  16  onzas. 

Las  bujías  de  esperma  de  la  fábrica  de  D.  Pas- 
casio  Lizarbe.  establecida  en  Cascante,  según  la 
Junta  calificadora  de  los  productos  de  la  Indus- 
tria Española,  reunidos  en  la  Exposición  pública 
de  1850,  se  pueden  comparar  á  las  mejores  de  su 
clase ,  aunque  en  sentir  de  la-  misma  no  se  com- 
pongan de  esperma  pura ,  añadiendo  que  ni  po- 
drían de  otro  modo  expenderse  al  ínfimo  precio  de 
7  reales  libra.  Respecto  á  las  que  presentaron  los 
Sres.  Torrens  y  Bruguera ,  procedentes  de  su  fá- 
brica de  San  Martin  de  Proveusals,  manifestó  la 
Junta  que  eran  apreciables  por  su  buena  calidad 
y  por  su  precio  que  no  excede  de  10  reales  libra. 

Estamos  persuadidos  que  las  bujías  de  esperma 
podrían  fabricarse  fácilmente,  de  buena  calidad 
y  con  baratura,  siguiendo  el  método  de  tratamien- 
to previo  de  las  grasas  de  ballena  y  pescado  con 
el  ácido  sulfúrico  y  destilación  subsiguiente,  que 
es  otro  de  los  procederes  empleados  para  la  ela- 
boración de  las  bujías  esteáricas,  sean  de  sus- 
tancias   grasas  animales,  ó  vegetales. 

Bujía  esteárica.  Antes  de  hablar  de  es- 
ta especie  de  bujía  debemos  decir  algo  del  Acido 
esteárico,  descubierto  en  1811  por  el  señor  Che- 
vreul,  y  que  existe  en  combinación  con  la  glice- 
rina  en  las  grasas  animales.  Es  un  cuerpo  blanco, 
cristalino ,  insoluble  en  el  agua  ,  poco  soluble  en 
el  éter  y  en  el  alcohol ,  en  los  que  se  posa  en  for- 
ma de  agujas  nacaradas;  es  insípido é  inodoro;  su 
densidad  es  de  1,01,  y  su  punto  de  licuación  7o° 
centígrados.  Su  composición  es,  según  el  Sr.  Che- 


BU 

vreul ,  carbono ,  77,4200  ;  hidrógeno  ,  12,1312 ; 
oxigeno,  10,1488:  total,  100,oooo.  Forma  con 
las  liases  sales  neutras.y  sales  acidas.  Los  Estea- 
ratos  neutros  alcalinos  se  descomponen  cuando 
se  ensaya  disolverlos  en  una  gran  cantidad  de 
agua ,  en  una  sal  acida  y  en  una  sal  básica.  La 
sol ue ion  alcohólica  de  los  Estearatos  ácidos  en- 
rojece la  tintura  de  tornasol,  qu3  siempre  puede 
volverse  al  color  primitivo  con  la  adición  de  su- 
ficiente cantidad  de  agua.  Todos  los  estearatos 
alcalinos  son  descompuestos  por  los  óxidos  me- 
tálicos, con  los  cuales  el  ácido  sulfúrico  forma 
sales  iusolubles  ,  acidas  ó  neutras.    . 

El  ácido  esteárico  mezclado  con  el  ácido  mar- 
gárico, que  no  difiere  de  él  sino  en  su  punto  de 
licuación  ,  que  es  un  poco  menos  elevado  (  unos 
60°)  y  en  una  mayor  solubilidad  en  el  alcohol, 
sirve  en  la  fabricación  de  las  Bujías  esteáricas , 
Bujías  de  la  Estrella,  Bujías  de  la  Aurora,  etc., 
de  que  vamos  á  ocuparnos. 

La  fabricación  de  las  bujías  esteáricas  ,  que  se 
debe  á  los  Sres.  Gay-Lussac  y  Chevreul,  quie- 
nes la  imaginaron  en  1825,  consiste  en  tras  for- 
mar el  sebo  en  ácidos  crasos  y  en  aislar  los  áci- 
dos esteárico  y  margárico  para  vaciarlos  en  se- 
guida en  moldes  como  se  practica  con  el  sebo  en 
la  fabricación  de  velas  amoldadas ,  y  para  la  es- 
perma  de  ballena  en  la  de  las  bujías  de  esta  sus- 
tancia. Estas  operaciones,  que  son  bastante  com- 
plicadas, pueden  dividirse  del  modo  siguiente  :  , 

1 .°  La  saponificación ,  que  tiene  por  objeto 
cambiar  la  estearina,  la  margarina  y  la  oleína 
del  sebo  en  ácidos  esteárico,  margárico  y 'oléico, 
combinados  con  cal,  á  fin  de  eliminar  la  glicerina; 

2.°  Pulverización  de  los  estearatos,  margara- 
tos  y  oleatos  obtenidos  por  la  operación  prece- 
dente ; 

3.°  Su  descomposición  por  el  ácido  sulfúrico; 

4.°  El  lavado  de  los  ácidos  esteárico  ,  margá- 
rico y  oléico ,  vueltos  libres ,  primero  con  agua 
ligeramente  acidulada,  después  con  agua  pura; 

o.0  Elmoldeaje  y  la  cristalización  de  estos  áci- 
dos; 

6.°  Cortar  las  masas  cristalinas; 

7.*  Prensarlas  en  frió; 

8.°  Prensarlas  en  caliente; 

9.°  La  depuración  délos  ácidos  sólidos,  pri- 
mero con  agua  acidulada,  después  con  agua  pura; 

10.  La  licuación  de  los  ácidos  esteárico  y  mar- 
gárico y  el  moldeaje  de  las  bujías; 

11 .  El  blanqueo  de  las  bujías ; 

12.  Su  pulimento  y  su  colocación  en  paquetes 
ó  mazos. 

La  saponificación  se  ejecuta  en  principio  ,  co- 
mo la  que  tiene  por  objeto  la  fabricación  de  los 
jabones  de  potasa  y  de  sosa :  en  un  cubo  de  ma- 
dera, provisto  de  un  agitador  mecánico  y  calen- 
tado al  vapor ,  por  medio  un  tubo  colocado  en  el 
fondo,  se  introducen  cien  partes  de  sebo  purifi- 
cado y  cien  partes  de  una  leche  de  cal  cáustica  , 
formada  de  doce  partes  de  cal  por  cien  partes  de 
agua.  La  leche  de  cal  no  tarda  en  hervir ;  al  ca- 
bo de  una  hora  de  ebullición  y  de  agitación  ,  el 
jabón  calcáreo  comienza  á  formarse,  y  se  le  vé 


BU  4.;.fi 

sobrenadar  encima  del  agua.  Entonces  se  detie- 
ne el  agitador;  pero  se  continua  aun  la  ebulli- 
ción hasla  que  el  jabón  ,  que  pierde  poco  á  poco 
la  apariencia  de  una  masa  grasosa,  ha  llegado 
áser  duro  y  ha  adquirido  una  fractura  terrosa, 
la  cual  indica  que  es  menester  interceptar  la  cor- 
riente de  vapor.  En  seguida  se  deja  posar  por  es- 
pacio de  algunas  horas ,  después  de  las  cuales  se 
decanta  el  liquido,  que  arrastra  en  disolución  la 
glicerina.  Entonces  se  recoge  el  jabón  de  cal  del 
cubo  ,  y  se  le  pulveriza  para  descomponerlo  en 
segiñdá  con  el  ácido  sulfúrico.  Comunmente  es 
bastante  duro  para  que  no  se  pueda  operar  su  pul- 
verización sino  por  medio  de  cilindros  moledores, 
ó  de  una  muela  vertical.  La  saponificación  es  la 
operación  principal  de  la  fabricación  :  debe  ha- 
cerse con  cal  muy  pura,  libre  sobre  todo  de  hierro, 
el  que  combinándose  con  los  ácidos  sólidos,  les 
daría  un  color  amarillento,  que  seria  en  seguida 
extremamente  difícil  de  quitárselo. 

La  descomposición  con  el  ácido  sulfúrico  se  ha- 
ce en  cubos  de  madera ,  forrados  de  plomo,  de  la 
misma  capacidad  que  el  que  ha  servido  en  la  sa- 
ponificación. En  ellos  se  bate  fuertemente  el  ja- 
bón pulverizado  con  un  poco  de  agua  fría  de  ma- 
nera que  se  produzca  una  papilla  muy  clara,  á 
la  cual  se  añaden  en  seguida  25  kilogramos  de 
ácido  sulfúrico  diluidos  en  100  litros  de  agua  por 
cada  cantidad  de  jabón  calcáreo  procedente  de  la 
saponificación  de  100  kilogramos  de  sebo;  des- 

Eues  se  agita  y  se  deja  posar  alternativamente 
asta  que  el  ácido  sulfúrico,  apoderándose  de  la 
cal,  haya  puesto  los  ácidos  grasos  en  libertad. 
La  reacción  dura  ordinariamente  muebos  días; 
cuando  enteramente  terminada ,  se  introduce  en 
el  cubo  una  corriente  de  vapor  de  agua  ,  que  de- 
termina en  él  la  precipitación  del  sulfato  de  cal 
y  la  licuación  de  los  ácidos  grasos  que  sobrena- 
dan muy  luego  encima  del  liquido.  Se  decantan 
en  otro  cubo  calentado  al  vapor ,  forrado  de  plo- 
mo como  el  precedente  y  provisto  también  de  un 
agitador,  en  el  que  se  lavan  con  una  solución 
muy  diluida  de  ácido  sulfúrico,  para  separarles 
la  poca  cal  que  todavía  contienen.  En  fin,  se  les 
sujeta  á  otro  lavado  con  agua  pura  en  un  tercer 
cubo,  en  todo  semejante  a  los  precedentes  ,  del 

3ue  se  extraen  antes  que  se  hayan  solidifica- 
o,  para  vaciarlos  en  moldes  de" hoja  de  lata, 
en  los  que  se  les  deja  enfriar,  y  de  donde  salen  en 
masas  ó  panes  del  peso  de  "unos  25  kilogra- 
mos. 

Estos  panes  tienen  siempre  un  tinte  amarillen- 
to y  una  apariencia  desagradable,  debida  al  áci- 
do oléico  interpuesto  éntrelas  láminas  cristalinas 
de  los  ácidos  esteárico  y  margárico;  pero  como 
el  ácido  oléico  es  liquido  ,  es  fácil  separarlo  de 
estos  últimos  por  la  presión.  Se  comienza  pues 
por  cortar  los  panes  obtenidos  ,  por  medio  de  un 
cuchillo  mecánico,  en  pequeños  fragmentos  que 
se  introducen  en  seguida  en  sacos  de  jerga ,  para 
someterlos  á  la  acción  de  una  prensa  hidráulica 
vertical.  Esta  primera  presión,  por  mas  podero- 
sa que  sea,  no  basta  sin  embargo  para  separar 
todo  el  ácido  oléico  mezclado  con  los  ácidos  só- 


iiíi  BUJ 

iidp*,  que  presentan  todavía  entonces  un  color 
empañado. 

Es  necesario  pues  introducir  los  panes  al  salir 
de  la  prensa  vertical  en  nuevos  sacos  para  pren- 
sarlos en  una  prensa  hidráulica  en  caliente.  Es- 
ta prensa  es  horizontal,  y  se  llama  prensa  en  ca- 
liente, porque  los  sacos  que  contienen  las  mate- 
rias que  se  han  de  prensar  están  dispuestos  en 
ella  cutre  planchas  metálicas  calentadas  previa- 
mente. Las  condiciones  en  las  cuales  se  hace  es- 
ta segunda  presión  son  las  úuicas  que  puedan  per- 
mitir la  separación  á  corta  diferencia  completa 
del  ácido  oléico. 

Los  ácidos  esteárico  y  margárico  no  son  sin 
embargo  aun  entonces  bastante  puros  para  ser 
empleados.  Falta  todavía  licuarlos  en  el  baño  de 
maría,  filtrarlos  en  mangas  de  lana  y  llevarlos 
en  seguida  en  cubos  de  depuración  calentados  al 
vapor ,  en  donde  se  lavan  primero  en  una  agua 
acidulada  con  ácido  sulfúrico  para  quitarles  los 
últimos  vestigios  de  cal,  y  después  en  agua  pura, 
para  desembrazarles  def  ácido  sulfúrico.  Tan  so- 
lo después  de  esta  última  operación  pueden  ser- 
vir en  la  fabricación  de  las  bujías,  y  no  forman, 
cu  este  término,  sino  los  0,45  del  peso  del  sebo 
que  ha  servido  para  obtenerlos. 

La  fabricación  propiamente  dicha  de  las  bujías 
esteáricas  ha  permanecido  por  muy  largo  tiem- 
po imperfecta.  En  un  principio  solo  muy  difícil- 
mente se  conseguía  impedir  que  tomasen;  en- 
friándose en  los  moldes,  la  textura  cristalina 
particular  de  los  ácidos  esteárico  y  margárico , 
lo  cual  les  daba  un  aspecto  desagradable  y  una 
extrema  fragilidad.  Primero  se  remedió á  este  in- 
conveniente mezclando  con  la  materia  primera 
cierta  canuda;!  de  arsénico,  pero  no  se  pudo  se- 
guir por  largo  tiempo  con  este  medio,  porque  se 
vio  que  era  peligroso  para  la  salud.  En  seguida 
sirvió  con  feliz  resultado  añadir  algunas  partes  de 
cera.  Hoy  día  los  fabricantes  se  limitan  á  calen- 
tar los  mobles  un  poco  mas  del  punto  de  fusión 
de  la  mezc'a  de  los  ácidos  esteárico  y  margárico, 
á  fin  de  poder  vaciarla  cuando  ha  "tomado  uua 
consistencia  pastosa  por  un  principio  de  enfria- 
miento. 

Las  mechas  ó  torcidas  presentaron  también  al- 
gunas dificultades.  Un  primer  inconveniente,  que 
resultaba  deque  se  carbonizaban  á  lo  menos  tan- 
to como  las  délas  velas  de  sebo,  consistía  en  la 
necesidad  de  despabilarlas  á  cada  instante.  Al 
presente  se  evita  este  defecto  por  una  disposición 
muy  sencilla  que  consiste  en  trenzar  las  mechas. 
En  efecto,  por  medio  de  la  tejedura,  la  mecha  se 
desvia  y  se  encorva  ligeramente  á  medida  que  la 
bujía-arde,  de  suerte  que  la  extremidadad  va  á 
consumirse  en  el  blanco  de  la  llama.  Otro  perfec- 
cionamiento, que  solo  data  de  estos  últimos  años, 
consiste  en  impregnar  la  mecha  con  una  disolu- 
ción de  un  poco  de  ácido  bórico,  el  cual,  com- 
binándose con  los  vestigios  de  cal  que  todavía 
quedan  en  los  ácidos  crasos ,  á  pesar  de  todas  las 
precauciones  tomadas  para  purificarlos ,  produ- 
ce un  borato  fusible  que  va  á  quemarse  en  la 
parte  superior  de  la  mecha  bajo  la  forma  de  una 


BUJ 

pcqueíía  perla, la  cual  se  reproduce  á  medida  que 
es  destruida. 

Las  bujías  esteáricas  se  vacían  en  moldes  se- 
mejantes á  los  que  sirven  para  la  fabricación  de 
las  velas  de  sebo  amoldadas.  Su  blanqueo  se  ha- 
te  por  la  exposición  á  la  luz  y  al  recio.  Cuando 
son  blancas,  se  pulimentan  frotándolas  con  un 
pedazo  de  paño  humedecido  en  alcohol  ó  amo- 
níaco. En  seguida  no  falta  mas  que  ponerlas  en 
mazos,  que  constan  de  4 ,  -i ,  6  ,  7  y  8  bujías ,  cu- 
yo peso  total  es  una  libra  castellana. 

Posteriormente  base  perfeccionado  la  fabrica- 
ción de  las  bujías  esteáricas  con  el  método  de  des- 
tilación inventado  en  Inglaterra,  introducido  des- 
pués en  Francia,  y  adoptado  al  presente  por  algu- 
nos de  nuestros  industriales,  para  extraer  la  estea- 
rina tanto  de  las  sustancias  animales  como  de  los 
cuerpos  grasos  vegetales,  y  con  el  que  se  obtie- 
ne el  55  por  100  del  aceite  de  oliva  y  el  70  y  aun 
el  7:2  del  de  palma. 

Las  fábricas  de  bujías  de  estearina  del  país  se 
hallan  ,  por  lo  tanto  ,  al  nivel  de  las  mas  adelan- 
tadas de  la  Europa,  y  sus  directores  procuran 
incesantemante  conciliar  en  los  producíosla  bon- 
dad de  la  fabricación  con  la  baratura.  El  público 
conoce  bien  las  excelentes  bujías  esteáricas  de 
la  Estrella  y  las  de  la  Aurora  ,  las  unas  fabrica- 
das en  Madrid  y  las  otras  en  Gijon  en  los  estable- 
cimientos de  los  Sres.  Bert  y  compañía;  las  bu- 
jías esteáricas  de  la  Palma ,  que  elabora  en  Bar- 
celona el  Sr.  Cabanelbs,  y  las  dichas  Barcelone- 
sas, recomendables  por  su  fina  calidad ,  y  que  fa- 
brican en  esta  capital  los  Sres.  Torrens  y  Bru- 
guera;  v  las  bujías  procedentes  déla  fábrica  de 
la  sociedad  M.  A.  Iíeredia,  establecida  en  San  An- 
drés de  Adra ,  y  las  elaboradas  por  D.  Pascasio 
Lizarbe,  en  Cascante. 

Las  fábricas  de  los  Sres.  Bert  y  compañía  y  del 
Sr.  Cabanellas  se  distinguen  por  sus  méto- 
dos particulares  de  obtener  los  ácidos  sólidos, 
con  el  tratamiento  previo  del  ácido  sulfúrico  y  la 
destilación ,  procedentes  tanto  de  materias  grasas 
animales  como  vegetales:  álos  obtenidos  con  es- 
tas últimas  se  les  acostumbra  dar  el  nombre  de 
Cera  vegetal. 

Los  productos  de  la  fábrica  de  los  Sres.  Bert  y 
compañía  han  sido  favorablemente  juzgados  por 
la  Junta  calificadora  de  los  productos  de  la  In- 
dustria Española  reunidos  en  la  Exposición  públi- 
ca de  1850.  Las  bujías  y  la  estearina  que  elabo- 
ra el  Sr.  Cabanellas  por  un  nuevo  sistema,  que  le 
ha  merecido  privilegio  exclusivo  del  Gobierno,  en 
nada  ceden  á  las  fabricadas  en  los  establecimien- 
tos mas  adelantados  del  extranjero.  Este  indus- 
trial asi  opera  sobre  grasas  animales  como  sobre 
materias  vegetales ,  esto  es  aceite  de  palma ,  de 
oliva  y  otros,  obteniendo  con  estos  últimos  her- 
mosísimas bujías,  cirios  y  blandones,  cuyo  con- 
sumo empieza  á  introducirse  en  algunas  provin- 
cias de  España  para  el  alumbrado  de  las  iglesias 
con  positiva  economía  y  las  muchas  ventajas  que 
en  ellos  han  reconocido  el  Excmo.  Sr.  Cardenal 
Arzobispo  de  Toledo  ,  el  limo.  Obispo  de  Oviedo 
y  otros  prelados  y  eclesiásticos,  según  se  des- 


NJP 
prende  del  número  418  del  periódico  El  Clero  Es- 
ñol.  Las  bujías  obtenidas  del  aceito  de  oliva  son 
de  una  solidez  y  hermosura  sobresalientes. 

El  ácido  oléico,  producto  accesorio  de  la  fabri- 
cación de  las  bujias  esteiricas,  es  utilizado  para 
hacer  jabones  comuues,  tales  como  los  que  Be 
emplean  para  batanar  los  paños,  sirve  para  ado- 
bar los  cueros ,  para  el  alumbrado  y  á  otros  dife- 
rentes usos. 

»1  li  W  V  V.  Planta  enredadera,  de  las  Fili- 
pinas, de  hojas  rojas  ,  que  lleva  bayas  ,  y  cuyos 
caaos  dan  un  zumo  acuoso  insípido  ,"  purgante  á 
la  dosis  de  i  onzas  ,  y  al  que  se  le  supone  la  fa- 
cultad de  expulsar  el  feto  muerto. — Otra  especie, 
de  hojas  verdes,  es  de  tal  violencia  que  no  se  pue- 
de emplear. 

BUJIBU3Í5ÍV.  Planta  de  Guinea,  que  cau- 
sa el  vómito,  tomada  en  cocimiento. 

Bll\(;ALO\.  Especie  de  nopal  de  las  Fi- 
lipinas, cuyas  llores,  llamadas  Piapi,  Apiapi, 
son  comestibles. 

lll  VIO.  Bcnii'm.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  umbelíferas,  tribu  de  las  amminéas, 
y  de  la  pentandria  diginia  deLinneo.  De  las  espe- 
cias conocidas  de  este  género  solo  se  usa  la  si- 
guiente : 

Bunio  Btilbocastano.  Castaña  de 
tierra  ( Bunium  Bulbocastanum,  L.  ;  [Ca- 
rum  Bulbocastanum,  Kock.).  Planta  vivaz,  que 
crece  en  Alemania,  Francia  é  Inglaterra  en  ter- 
renos de  trigo,  habiendo  comarcas  en  donde 
es  tan  abundante  que  su  raíz  puede  servir  á  par- 
te del  alimento  de  los  habitantes.  Las  hojas  son 
parecidas  á  las  del  peregil ,  pero  de  gusto  mas 
débil,  y  pasan  como  vulnerarias  y  astringentes. 
Las  semillas  son  acres  ,  aromáticas  y  análogas  á 
las  de  la  alcarovea,  y  aun  se  suponen  aperitivas, 
pero  no  lieien  uso  terapéutico. 

La  parte  mas  importante  de  esta  planta  es  la 
raíz,  que  consiste  en  un  tubérculo  grueso  como 
una  nuez,  carnoso,  negro  pordetuera,  blanco  por 
dentro,  guarnecido  dé  muchas  fibras,  de  sabor 
dulce  agradable  análogo  al  de  castaña.  Se  co- 
me cruda  ó  cocida. 

BUPEEURO,  Bipleürüm.  Género  deplan- 
tas de  la  familia  de  las  umbelíferas,  tribu  de  las 
amminéas,  y  de  la  pentandria  diginia  de  Linneo. 
Comprende  unas  cincuenta  especies,  mas  de  la 
mitad  cultivadas  en  los  jardines  botánicos,  que 
son  plantas  anuas ,  ó  vivaces  ó  sufrutescentes, 
muy  lampiñas,  esparcidas  en  todas  las  partes  ex- 
tratropicales  del  antiguo  continente ,  en  el  cabo 
de  Buena  Esperanza ,  y  raras  en  la  América  tro- 

Ídcal ;  de  hojas  muy  poquísimas  veces  laciniadas, 
o  mas  comunmente  el  limbo  es  abortivo  y  el  pe- 
cíolo se  cambia  en  un  filodo  muy  entero;  las  flo- 
res son  amarillas ,  en  umbelas  opuestas ,  de  in- 
volucros variados. 

La  semilla  y  la  raiz  del  Bupleuro  arqueado, 
Oreja  de  liebre  [Bupleurum  falcatum ,  L.)  fue- 
ron presentadas  por  los  antiguos  como  útiles  con- 
tra la  mordedura  de  las  serpientes,  y  la  planta, 
que  es  indígena,  se  dice  que  es  detersiva  y  aper- 
tiva.  Se  asegura  que  las  semillas  del  Bdpleoro 
58 


BUR  437 

fructicoso  (Bupleurum  fructicosum ,  L.),  también 
indígeno ,  son  empleadas  en  medicina.  El  Bu- 
I'lki  ko  M  hdj  v  redonda  Bupleurum  rotundifo- 
lium  ,  L.)  y  el  Blplburo  espinoso  [Bupleurum 
spinosum,  L.) ,  comunes  en  España,  antiguamen- 
te se  empleaban  como  detersivos  y  astringentes  al 
exterior  ,  y  como  diuréticos  y  diaforéticos  inte- 
riormente ,  pero  hoy  dia  no  están  su  uso. 

BIJPBESTE,  Blprestis.  Género  de  insec- 
tos coleópteros,  de  la  familia  de  los  servicornios, 
tribu  de  los  brupréstidos,  sección  de  los  pentá- 
meros,  en  el  que  se  encuentran  muchas  especies 
que  expelen,  cuando  se  las  loca,  un  humor 
amarillento  ,  espeso  y  muy  acre,  y  por  lo  que  pa- 
recen poder ,  aunque  imperfectamente  sin  duda, 
suplir  alas  cantáridas.  El  bupreste  délos  anti- 
guos, preconizado  por  Hipócrates,  Plinio,  etc., 
según  Geoffroy ,  es  el  Cárabo  dorado  ó  Cára- 
bo jardinero  (Carabus  auratus ,  L.) ,  una  de  las 
especies  del  género  Cárabo  mas  hermosas  de  Eu- 
ropa ,  y,  según  el  Sr.  Latreille,  el  Meloe  carra- 
h\:is}'[Meloe  proscarabceus,  L.),  que  es  lo  mas  pro- 
bable. 

lint  ATILEO.  Especie  de  muselina  cuya 
urdimbre  es  de  seda  y  la  trama  de  lana.  Lláma- 
se también  Seda  buratilla  una  especie  de  seda 
cjue  produce  la  Persia  y  se  exporta  por  la  vía  de 
burate. 

BURATO.  Estofa  ligera,  medio  seda  y 
medio  lana,  buscada  por  su  larga  duración  y  su 
calidad  intrínseca.  Se  fabrican  buratos  de  grue- 
sos granos,  tejidos  en  forma  de  estameña  ;  bura- 
tos granados  de  pequeños  granos;  buratos  dobles, 
y  buratos  semidobles.  Esta  estofa  es  de  tacto  ás- 
pero, y  sirve  para  alivio  de  lutos  en  verano  y  para 
manteos. 

bit  ii  A  VA.  Estofa  francesa,  especie  de 
sarga  ó  ratina,  bastante  semejante  á  la  fernandi- 
na,  cuya  urdimbre  se  hace  de  filadiz  ú  otra  seda, 
y  la  trama  de  algodón,  de  lana,  de  pelo  de  ca- 
bra, etc.  Hay  buraya  lisa  ,  de  granos,  simple, 
doble  etc.  La  buraya  suiza  es  una  especie  de 
crespón  que  se  fabrica  en  Zurich.  Se  fabrica  bu- 
raya  en  diferentes  puntos  de  Francia,  en  Bérga- 
mo,  Milán,  Genova,  Ñapóles,  etc. 

BIKG  AVHIVA.  Nácar  ó  concha  en  que 
se  cria  un  caracol  marítimo  ,  en  las  Antillas,  del 
género  Nautilo.  Cuando  se  le  ha  quitado  la  capa 
terrosa  exterior ,  tira  al  gris  ceniciento,  al  color 
de  plata,  al  azul  y  al  verde.  Su  hermoso  dibujo 
hace  emplear  las  burgandinas  para  guarnicio- 
nes de  cajas  de  tabaco,  mangos  de  tenedores,  de 
cuchillos,  etc. 

BURIEL.  Estofa  de  lana,  muy  ordinarie  y 
grosera,  que  tiene  un  pelo  largo  y  muy  malo ,  y 
que  se  vende  á  muy  poco  precio;  se  fabrica  lo 
mismo  que  los  paños  y  semejantes  tejidos  que  no 
tienen  cruzado.  El  buriel  sirve  para  vestidos  de 
pobres. 

III  SISERA.  Bursera.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  las  terebintáceas,  y  de  la  decan- 
dria  monoginia  de  Linneo,  que  ofrece  duda  en  la 
nomenclatura  de  sus  especies ,  asi  como  en  el  ori. 
gen  de  los  productos  que  se  las  atribuyen,  ade- 

T0M0  i. 


*oS  BUR 

mas  de  su  grande  afinidad  con  los  géneros  Yaca, 
Amiris,  etc.  Es  una  equivocación  llamar  á  estas 
especies  Gomeros,  puesto  que  no  producen  goma 
sino  resinas,  y  dar  á  éstas  el  nombre  de  Bál- 
samos, porque  en  el  estado  en  que  se  reciben  en 
Europa  no  se  encuentra  en  ellas  ácido  benzoico. 

Burnera  que  lleva  bálsamo  [Bur- 
sbra  balsamifera,  Pers.;  Hedwigia  balsamifera, 
Sw. ;  Tetragastris ,  Goert.).  Este  grande  árbol  de 
las  montañas  de  Santo  Domingo ,  de  la  Jamaica, 
en  donde  se  le  llama  Gomero  de  las  mantauas  ó 
Gomero  rojo,  del  Brasil ,  etc. ,  en  cuyo  pais  se  le 
da  el  nombre  de  Almecegeira ,  trasuda  de  su  se- 
gunda corteza  una  resina  líquida  espesa,  de  color 
rojo  subido,  acre,  amarga,  de  un  olor  fuerte 
terebint>ceo,  etc.,  que  se  designa  bajo  j¿  nom- 
bre de  Bálsamo  azucarero,  y  se  vé  rarísimas 
veces  en  algunos  gabinetes  en  Europa. 

El  análisis  de  esta  resina,  debido  al  Sr.  Bonas- 
tre,  ha  demostrado  que  contiene,  sobre  cien 
parles,  aceite  volátil,  \i;  extracta  muy  amargo, 
2,8;  materia  orgánica  combinada  con  cal,  8; 
sales  de  base  de  potasa  y  de  magnesia,  4;r  esi- 
na,  74;  sub-resina  ó  burserina,  5;  pérdida,  5. 

Esta  resinaes  estimada  como  vulneraria,  y  em- 
pleada en  las  afecciones  de  pecho  como  el  bálsa- 
mo de  la  Meca,  la  resina  elemí,  etc. 

El  nombre  de  Azucarero  de  las  montañas  dado 
aveces  al  árbol ,  procede  de  que ,  según  el  pa- 
dre Labat,  se  hacen  con  su  madera  las  barricas 
para  enviar  azúcar  á  Europa. 

Se  encuentra  en  los  gabinetes  un  aceite  craso, 
rojo  ,  espeso ,  amargo ,  de  un  olor  rancio  desa- 
gradable, que  también  se  llama,  y  mucho  mas 
impropiamente ,  Bálsamo  azucarero  ,  el  que  se 
obtiene,  según  el  padre  Nicholson,  de  las  semi- 
llas de  un  bursera,  quizás  de  éste,  délas  que  los 
cerdos  salvajes  son  muy  golosos ,  lo  que  explica 
el  nombre  de  Bálsamo  de  cerdos  que  se  le  ha  da- 
do á  veces.  Es  posible  que  cuando  íresco  sea 
bueno  para  el  pecho  ,  y  justifique  el  uso  que  se  le 
indica  en  este  caso: 

Bursera  ijue  lleva  goma  [Bursera 
gummi f era ,  L.),  Resuda  espontáneamente  ó  por 
incisión  de  la  corteza  de  este  árbol ,  llamado 
Gomero  blanco,  que  habita  las  Antillas,  una  re- 
sina llamada  Vacnibouópliibou,  que  llegaba  an- 
tiguamente ,  según  se  refiere,  envuelta  en  hojas 
demarauta,peroque  se  envia  al  presente  en  cu- 
betas ó  pequeños  toneles.  Es  crasa,  blanda,  ó  á  lo 
menos  fácil  de  reblandecer,  de  un  verde  negruz- 
co, do  un  olor  desagradable,  algo  aliáceo,  insí- 
pida al  gusto,  insoluole  en  la  boca.  No  está  ana- 
lizada. No  se  usa  hoy  dia  en  Europa ;  se  dice  que 
en  América  se  cree  (fue  es  vulneraria,  porque  ios 
jabalíes  heridos  se  frotan  con  el  árbol  para  cu- 
brir sus  heridas  con  esta  resina,  que  las  cicatriza. 
Aveces  se  sustituye  á  la  resna  elemí  y  ala  tacama- 
ca, fraude  que  no  presenta  grande  inconveniente, 
atendida  la  afinidad  de  estos  producto  resinosos. 

El  Bursera  acuminata ,  W.  da  un  aceite  esen- 
cial concreto,  amarillo.— Del  Bursera  leptophlo- 
cos ,  Mat. ,  vegetal  conocido  en  el  Brasil  bajo  el 
nombre  de  Imburana ,  cuela  de  las  incisiones  de 


BUZ 

su  corteza  una  resina  líquida,  análoga  á  la  tre- 
mentina, que  se  emplea  en  lugar  de  ésta  y  del 
bálsamo  de  copáiba,  en  el  país. 

A  veces  se  confunde  con  las  precedentes  á  una 
resina  líquida  de  la  isla  de  Francia  llamada  Bálsa- 
mo verde  ó  Bálsamo  María,  que  parece  producida 
por  una  especie  del  género  Calofilo. 

BURSfiROA.  Nombre  dado  por  el  Sr. 
Bonastre  á  la  sub-resina  del  bálsamo  de  azucare- 
ro de  montaña;  es  pulverulenta,  insípida,  inodora, 
soluble  en  el  éter ,  insoluble  en  el  alcohol]  frió. 

BUVfiA,  Butea.  Género  de  arbustos  de  la 
familia  de  las  leguminosas  y  de  la  diadelfia  de- 
candria,  que  encierra  dos  magníficas  especies: 
la  primera,  Buteasoberbia  [Butea  superba,  hoxb.) 
tiene  los  ramos  sarmentosos ,  las  hojas  arifolia- 
das,  y  las  flores  en  racimo,  de  color  de  escarlata; 
la  segunda,  Butea  frondosa  [Butea  frondosa, 
Roxb.;  Erychrina  monosperma ,  Lasan.)  no  me- 
nos notable  por  la  hermosura  de  sus  flores, 
difiere  de  la  precedente  en  sus  ramos  vellosos,  en 
sus  hojuelas  con  frecuencia  escotadas  en  su  punta, 
y  en  sus  racimos  de  flores  cortos  y  tomentosos. 
Ambas  son  originarias  de  la  India,  en  la  costa 
Coromandel,  donde  son  bastante  comunes. 

De  sus  cortezas  trasuda  un  zumo  rojo  muy  as- 
tringente, poco  ó  nada  conocido  de  los  Europeos: 
el  d0  la  butea  frondosa,  llamado  Maduga,  es 
friable ,  se  derrite  en  la  boca,  y  ha  sido  tomado 
ya  por  una  laca ,  ya  por  gomo  kino ;  el  zumo  de 
sus  semillas  es  empleado  por  los  médicos  indios 
conio  antielmíntico  ,  contra  la  tenia  y  las  ascá- 
rídás  ,  á  la  dosis  de  una  cucharada  y  media,  dos 
veces  al  dia.  Las  flores  de  este  árbol  sirven  pa- 
ra teñir  en  amarillo. 

B6 U T I  Sil ü í  A .  Sustancia  grasa,  fluida  á  i 9o, 
y  de  olor  de  manteca  que  ha  sido  calentada.  Fué 
descubierta  por  el  Sr.  Chevreul,  en.  1819  ,  en  la 
manteca.  No  tiene  usos. 

BUTOJMO ,  Butomus.  Género  de  la  enean- 
dria  diginia  de  Linneo,  y  de  la  familia  de  las 
butomáceas  :  tiene  por  tipo  una  hermosísima 
planta  muy  común  en  las  orillas  de  nuestros  es- 
tanques y  ríos  ,  y  que  se  designa  bajo  el  nombre 

deBlJTOMO     ÜMEBLAKO,    J UNCO   FLORIDO  [ButOmtlS 

umbelatus ,  L.);  su  tallo  es  delgado  como  un  jun- 
co ,  se  eleva  en  medio  de  una  mazorca  de  hojas 
largas  y  cortantes  á  tres  ó  cuatro  pies  de  altura, 
y  remata  en  una  umbela  de  flores  de  color  de 
rosa  con  un  involucro  de  algunas  hojuelas. 

Las  hojas  de  esta  planta  se  estiman  como  ape- 
ritivas y  útiles  en  las  obstrucciones  ,  según  el  Sr. 
Manli ;  su  raíz  y  sks  semillas  se  dan  contra  las 
mordeduras  de  las  serpientes,  según  Lémery. 

BUTVJflBO.  Planta  de  Malabar  ,  que  ha 
sido  comparada  á  la  eufrasia ,  cuyas  hojas  aro- 
máticas son  empleadas,  machacadas,  en  las  mor- 
deduras de  los  animales  rabiosos.  Su  zumo  se  be- 
be oomo  específico  en  las  calenturas  lipíricas. 

BUZZIR  KHERHOOT.  Nombre  de 
una  semilla  de  Siria  ,  empleada  en  el  Cairo,  prin- 
cipalmente por  los  .ludios ,  como  cosmética;  se- 
gún Forskahl,  taanien  se  toma  interiormente. 


459 


G. 


CAB 

CAÁ.  Esta  palabra ,  que  en  el  Brasil  quiere 
decir  yerba  ,  sirve  sobre  todo  para  designar  el 
té  del  Paraguay  ( Ylex  paraguensis ,  Saint.-Hil.), 
como  para  expresar  la  yerba  por  excelencia: 
Caa-cuys  es  el  nombre  de  la  yerba  too^  ía  en 
capullo,  y  Caa-mena,  el  de  la  hoja  descogida. 
— V  .Acebo  Mate, 

CAÁ- ATA  JA.  Pisón  da  este  nombre  á  una 
pequeña  planta  del  Brasil ,  que  se  cree  ser  una 
Graciola,  y  que  se  usa  como  emenagoga,  diuré- 
tica y  purgante,  en  cocimiento  y  en  polvo  ,  pero 
acorta  dosis,  en  razón  de  su  actividad.  Marc- 
grave  la  llama  Caa-taya. 

CAA-CAMA,  Caa-eaa.  Nombres  bra- 
sileños de  una  escrofularia  vecina  de  nuestra  es- 
crofularia  acuática,  á  la  cual  se  atribuye  la  pro- 
piedad de  quitar  al  sen  su  olor  nauseabundo. — 
V.  Escrofularia. 

CAA-ETOIA Y.  Nombre  brasileño  de  una 
planta  singenesia  de  que  habla  Marcgrave,  veci- 
na por  el  portea  los  senecios:  sus  hojas,  que 
son  calientes  y  acres,  son  empleadas  cocidas  v 
contusas  contra  la  sarna. 

<  A  A  -Gilí  Y  i  VIO.  Nombre  brasileño  de 
un  vegetal  que  parece  ser  un  melostoma,  y  cuyas 
hojas  pulverizadas  se  aplican  sobre  las  úlceras 
para  acelerar  su  cicatrización,  lo  que  su  acción 
excitante  produce,  según  Marcgrave ,  en  muchos 
casos. 

CABAIjIíO,  Eqüüs.  Género  de  mamíferos 
paquidermos  ,  de  la  familia  de  los  solípedos,  que 
se  distingue  por  los  siguientes  caracteres.  Un  so- 
lo dedo  y  un  solo  casco  en  cada  pié ;  sin  uñas  ru- 
dimentarias hacia  atrás ;  en  cada  lado  del  meta- 
carpo y  del  melatarso  estiletes  huesosos  repre- 
sentando dos  dedos  laterales;  tres  incisivos  y  seis 
molares  en  cada  mandíbula  y  en  cada  lado  en 
ambos|sexos.  Los  machos  tienen  además  un  peque- 
ño canino  arriba,  y  á  veces  otro  abajo;  pero  estos 
caninos  no  se  ven  casi  nunca  en  las  hembras. 
Se  podrían  añadir  á  estos  caracteres  bástanle  su 
ticientes  de  por  sí,  la  existencia  de  castañas,  ó 
placas  ovalares  rugosas ,  situadas  cerca  del  car- 
po en  los  miembros  anteriores,  y  encima  del  tar- 
so en  los  miembros  inferiores.  Estas  placas  de 
una  consistencia  córnea  son  simples  produccio- 
nes epidérmicas ,  ó  pelos  aglutinados,  y  no  pue- 
den considerarse  como  callosidades  producidas 
por  el  frote,  porque  éste  no  puede  tener  lugar 
en  las  referidas  partes.  Por  último,  diremos  de 
paso  que  esta  causa  considerada  como  que  pro- 
ducía las  callosidades  en  los  monos  y  los  came- 
llos ,  parece  que  no  tiene  la  influencia  que  la 
han  atribuido  vanos  naturalistas  y  entre  otros  el 
mismo  Buffon. 

Sabemos  que  los  caballos  nunca  padecen  de 
vómitos,  y  el  Sr.  Magendie  ha  descubierto  las  cau- 
sas de  este  hecho  con  el  estudio  detallado  de  su 


CAB 

tubo  digestivo.  El  esófago  se  compone  de  dos 
partes  distintas;  la  parle  superior  es  musculosa 
y  contráctil,  y  la  inferior  simplemente  elástica. 
Esta  parte  termina  en  el  estómago  al  que  se  reúne 
de  una  manera  oblicua  y  formando  una  cardia 
(¡ue  está  constantemente  cerrada  por  medio  de 
libras  muy  fuertes  ,  hasta  el  punto  que ,  aun  des- 
pués de  la  muerte  del  animal ,  es  menester  em- 
plear una  fuerza  muy  grande  para  poder  intro- 
ducir un  dedo  en  ella.  Esto  explica  porque 
las  contracciones  del  estómago,  aun  en  el  caso 
de  estar  ayudadas  por  las  de  los  músculos  abdo- 
minales, no  pueden  determinar  la  asencion  re- 
trógada  de  los  alimentos.  La  abertura  pilórica, 
por  el  contrario,  permanece  siempre  bastante 
abierta,  y  debe  permitir  el  paso  de  los  alimen- 
tos con  mucha  facilidad,  y  en  particular  las  be- 
bidas. El  estómago  es  simple  y  pequeño ;  pero, 
en  cambio,  los  intestinos  son  muy  voluminosos 
y  el  ciego  sobre  todo  es  enorme ,  de  lo  que  se  si- 
gue que  en  los  caballos  la  digestión  debe  ser 
sobre  todo  intestinal. 

Todas  las  especies  del  género  caballo  parecen 
hallarse  bien  dotadas  respecto  á  los  sentidos.  Su 
tacto  general  es  fino,  y  aun  cuando  su  cuerpo  esté 
enteramente  cubierto  "de  pelo  muy  espeso,  se  vé 
que  su  piel  se  contrae  y  se  mueveal  mas  ligero 
tacto  y  en  particular  cuando  este  tiene  lugar  en 
el  vientre. 

La  lengua  es  suave  :  su  labio  superior  es  sus- 
ceptible de  prolongarse  y  de  ejecutar  mo\imien- 
tos  de  bastante  extensión ,  sirviéndose  de  él  los 
caballos  para  recoger  su  comida ,  y  muchas  ve- 
ces parece  que  lo  emplean  para  reconocer  y  pal- 
par ciertos  objetos.  Él  sentido  del  gusto  está  tan 
desarrollado  en  ellos  como  en  los  otros  herbívo- 
ros. La  conca  auditiva ,  cuyas  dimensiones  va- 
rían según  las  especies,  es"  bastante  grande  en 
los  caballos ,  y  su  oido  parece  muy  delicado,  de 
manera  que  ai  menor  ruido  impre\  isto ,  se  les  vé 
detenerse  con  atención,}  mover  su  oreja  hacia  el 
lado  de  donde  viene. 

Su  ojos  son  generalmente  grandes  y  están  si- 
tuados á  flor  de  la  cabeza:  su  pupila  tíeue  la  for- 
ma de  un  paralelógramo  horizontal.  La  vista  es 
excelente,  y  aun  cuando  no  sean  animales  noc- 
turnos, distinguen  claramente  los  objetos  en  ¡a 
oscuridad. 

El  sentido  que  parece  ser  el  mas  exquisito,  v.x 
los  caballos,  es  el  olfato,  aun  cuando  el  aparato 
olfativo  no  presente  en  ellos  un  desarrollo  tan  com- 
pleto como  en  los  carnívoros.  Las  ventanas  de 
la  nariz  son  muy  movibles  y  se  hallan  separadas 
por  un  espacio  liso,  pero  no  glanduloso.  Cuando 
el  animal  quiere  reconocer  un  objeto  que  le  ins- 
pira desconfianza ,  se  vé  que  abre  mucho  las  na- 
rices ,  como  si  no  quisiese  perder  ninguna  de  las 
emanaciones  que  aquel  pueda  exhalar,  y  se  ase- 


460  CAB 

gura  que  en  el  eslado  salvaje  percibe  conelol 
fato  á  sus  enemigos  á  mas  de  una  legua  de  dis- 
tancia. 

Los  órganos  de  la  generación  nada  ofrecen  de 
notable  en  el  género  que  nos  ocupa.  La  verga  es 
grande  y  se  halla  encerrada  en  un  estuche  diri- 
gido hacia  adelante,  y  los  testículos  están  á  la 
parte  de  afuera.  Las  hembras  tienen  cuatro  tetas 
inguinales.  El  preñado  es  de  11  á  12  meses,  y  las 
madres  paren  en  pié,  lo  cual  no  se  observa  sino 
en  un  número  muy  reducido  de  mamífeíos. 

El  género  caballo  se  compone,  en  nuestros 
dias ,  de  seis  especies  que  guardan  mucha  seme- 
janza entre  si.  Sobre  el  cuerpo  de  todas  estas  es- 
pecies se  encuentra  un  pelo  corto  y  liso  en  vera- 
no, y  que  va  creciendo  á  medida  que  va  ade- 
lantando la  estación  fria.  En  todas  ellas,  excep- 
tuando tal  vez  en  el  caballo  propiamente  dicho,  es- 
te pelo  tiende  cá  presentar  unas  franjas  alternativa- 
mente claras  y  oscuras;  sin  embargo  ,  esta  ten- 
dencia es  poco  pronunciada  en  el  asno  y  el  he 
miono,  y  por  el  contrario  es  muy  marcada  en  el 
cuaga ,  en  el  daw ,  y  sobre  todo  en  la  zebra. 
A  estas  diferentes  especies  de  pelaje  correspon- 
den diferencias  de  patria.  Las  especies  de  color 
uniforme  son  asiáticas;  las  especies  de  pelaje 
cebrado  son  africanas.  El  Sr.  Isidoro  Geoffro y  ha 
hecho  observar  que  la  división  del  género  en 
grupos  secundarios  resulta  ser  exactamente  la 
misma,  ya  sea  que  se  funden  en  la  apreciación 
de  los  caracteres  zoológicos,  yaque  se  deduzcan 
de  su  distribución  geográfica ,  tal  al  menos  co- 
mo era  antes  de  haber  sido  alterada  por  la  indus- 
tria humana.  En  efecto,  las  seis  especies  que 
componen  este  género  pertenecen  propiamente  al 
antiguo  continente ,  y  todos  los  caballos  ameri- 
canos ,  domésticos  ó  salvajes ,  proceden  de  in- 
dividuos importados  de  Europa:  por  otra  parte, 
grandes  extensiones  de  terreno  separan  las  loca- 
lidades do  las  cuales  parecen  ser  originarias  las 
especies  asiáticas  y  las  especies  africanas.  Así, 
pues,  parece  que  han  existido  para  el  género  Ca- 
ballo dos  centros  de  creación  ,  esloes,  uno  para 
cada  una  de  estas  dos  partes  del  mundo. 

Al  lado  de  los  caracteres  zoológicos  y  ana- 
lómicos  ,  que  acabamos  de  indicar  como  co- 
munes á todas  las  especies  del  género  Caballo  , 
debemos  señalar  otro,  que  aun  cuando  sacado  de 
un  orden  de  hechos  bien  diferente,  no  nos  parece 
menos  importante.  Queremos  hablar  del  instinto 
que  conduce  á  estos  animales  á  reunirse  en  ban- 
dadas mas  ó  menos  numerosas,  y  á  aceptar  por 
jefe  á  aquel  que  por  su  fuerza,  su  valor  y  hasta 
también  por  su  experiencia,  se  hace  entre  ellos 
digno  de  ocupar  tan  elevado  puesto.  Este  instin- 
to se  manifiesta  con  la  misma  fuerza  en  las  espe- 
cies asiáticas  y  africanas.  En  nuestros  caballos 
domésticos  se  halla  al  parecer  borrado  sin  duda 
porque  le  falta  la  ocasión  de  manifestarse,  y  sin 
embargo  reaparece  con  toda  su  fuerza  cuando 
estos  animales,  escapados  del  imperio  del  hom- 
bre, vuelven  á  encontrar  su  libertad  nativa.  Pe- 
o  entonces  se  manifiesta  un  hecho  que  nos  pa- 
rece  bien  notable,  y  del  cual  trataremos  mas 


CAB 

adelante.  Este  instinto,  aunque  es  el  mismo  en 
el  fondo,  se  presenta  de  una  manera  muy  dife- 
rente en  las  localidades  apartadas.  Mientras  que 
los  tarpones  déla  Tartaria  viven  por  decirlo  así 
en  familias  compuestas  solamente  de  muy  pocos 
miembros,  los  salvajes  descendientes  de  la  ra- 
za española ,  esparcidos  por  las  llanuras  de  la 
América  meridional,  forman  grupos  en  extremo 
numerosos ,  en  los  que  los  individuos  se  cuentan 
por  millares. 

Otra  particularidad  muy  digna  de  atención  es 
que  todas  las  especies  de  caballos  parece  que 
pueden  fecundarse  mutuamente ,  y  engendrar 
mestizos  ó  Mulos.  * 

*  MULO  (Mulus).  El  mulo  es  el  producto  de  la  unión 
del  asno  con  la  yegua ,  ó  del  caballo  con  la  burra.  El  produc- 
to de  la  unión  de  los  dos  primeros  se  llama  mas  particular- 
mente Mulo,  y  el  segundo  Burdégano  ó  Muido.  El  número 
de  los  burdéganos  es  mucho  mas  escaso  que  el  de  los  mulos , 
lo  cual  debe  atribuirse  á  que  su  fuerza  es  mucho  menor  y  á 
que  su  configuración  es  fea.  Los  mulos  son  muy  propios  par- 
ticularmente para  los  países  montañosos.  Su  forma  difiere  po- 
co de  la  del  caballo  ;  solamente  que  su  grupa  no  es  tan  for- 
mada ,  las  orejas  mas  largas ,  las  piernns  mucho  mas  delga- 
das y  muy  musculares  ,  y  el  casco  pequeño ,  pero  bien  for- 
mado. La  seguridad  de  su  marcha  es  muy  conocida  ,  y  solo 
con  estos  animales  se  puede  subir  por  los  senderos  escarpa- 
dos de  las  montañas  elevadas.  El  pelaje  de  los  mulos  es  va- 
riado ,  pero  el  mas  común  es  bayo  oscuro  ó  color  de  ho- 
llín, y  la  mayor  parte  tienen  una  franja  en  el  crucero. 

Este  animal  es  mas  vigoroso  que  el  asno  ;  mas  sobrio ,  mas 
robusto  y  menos  expuesto  alas  enfermedades  que  el  caballo  ; 
el  mulo  no  teme  al  frió  ni  á los  cambios  repentinos  de  tempera- 
tura, resiste  mucho  mas  ala  fatiga  y  aura  mas  tiempo quo 
aquel.  Nunca  se  le  ve  jadear.  Su  educación  y  su  producción, 
lo  mismo  que  los  medios  de  conocer  su  edad  ,  sus  calidades 
ó  sus  defectos ,  en  nada  difieren  de  los  que  se  indican  en  el 
artículo  Caballo.  Únicamente  diremos  que  los  burros  garaño- 
nes difieren  tanto  como  sus  productos. 

En  Francia  ,  el  mulo  es  el  objeto  de  un  vasto  comercio ,  y 
se  cria  ó  se  emplea  casi  en  40  departamentos.  Solo  mencio- 
namos aquí  las  dos  razas  mas  importantes  de  aquel  país ,  y 
que  son  de  algún  mérito.  Estas  razas  son  la  del  Poitou  y  la 
de  Gascuña.  Los  mulos  criados  en  el  primer  punto,  salidos  de 
yeguas  bretonas,  son  de  formas  muy  robustas,  y  su  cuello  es 
corto  pero  muy  fuerte;  los  mulos  de  la  Gascuña  tienen  la  ca- 
beza mas  ligera,  la  oreja  mas  pequeña  y  las  formas  mas  del- 
gadas. 

La  Alemania,  la  Inglaterra ,  la  Bélgica  ,  la  Suiza ,  la  Cer- 
deña,  el  Portugal  y  nuestro  país  pagan  un  tributo  anual  á  la 
Francia  con  la  compra  de  estos  animales.  Este  comercio  no  se 
limita  tan  solo  á  la  Europa  !  la  cesación  del  comercio  de  ne- 
gros ha  obligado  á  los  colonos  americanos  á  recurrir  al  ser- 
vicio de  los  mulos.  En  Nantes  es  en  donde  tiene  lugar  esta 
exportación  ,  siendo  el  objeto  de  un  comercio  de  mucha  im- 
portancia. Los  comisionados  solo  quieren  animales  de  i  á  lá 
años  y  los  pagan  de  850  á  1,100  francos. 

En  España  hay  buenos  mulos ,  y  debe  ser  así  por  una  ra- 
zón natural ,  pues  que  siendo  el  ganado  caballar  del  misino 
modo  que  el  asnal  de  los  mejores  que  se  conocen,  ha  de  serlo 
por  consiguiente  su  resultado. 

Llámase  muía  ó  mulo  de  paso  el  que  está  destinado  para 
andar  á  jornadas  y  con  silla. 

Se  comercia  bastante, con  esta  clase  tan  útil  de  animales , 
pues  que  se  emplean  para  muchos  usos,  como  por  ejemplo, 
para  coches  de  viaje  ,  diligencias  para  dar  movimiento  á  los 
molinos ,  norias  y  otras  máquinas  parecidas  ,  y  para  el  cul- 
tivo de  los  campos.  La  fortaleza  y  el  sufrimiento  de  los  mu- 
los hace  muy  apreciables. 

Los  antiguos  terapeutistus  no  olvidaron  tampoco  el  mulo: 


CAB 

Caballo  Asno  ,  Asno ,  Burro  , 
Jumento  (Eguus  Asinus , ,  L.).  Meaos  bello, 
menos  brillante ,  menos  inteligente  que  el  caba- 
llo, el  Asno  ha  llegado  á  ser  nuestro  servidor 
mucho  después  del  caballo  ,  y  su  tipo  salvaje, 
conocido  de  los  antiguos  bajo  el  nombre  de  Oua- 
gro ,  habita  aun  los  desiertos  del  Asia  en  donde 
los  Tártaros  le  dan  el  nombre  de  Koulan.  El 
onagro  es  del  tamaño  de  un  caballo  de  talla 
mediana;  su  cabeza  es  pesada;  sus  orejas  son 
menos  largas  que  las  de  nuestros  pollinos  comu- 
nes; su  pelaje  es  de  un  gris  oscuro  ;  de  un  ex- 
tremo á  otro  del  cuerpo  sobre  la  linea  dorsal  se 
extiende  una  raya  muy  oscura,  y  el  pelo  que  la 
forma  es  lanoso  y  mas  largo,  aun  durante  el  vera- 
no, pero  en  invierno  esta  especie  de  crin  es  menos 
distinta ,  porque  lodo  el  cuerpo  se  cubre  entonces 
de  un  pelo  semejante;  una  ó  dos  fajas  grises  en 
forma  de  cruz  cortan  esta  linea  longitudinal  á  la 
altura  de  las  espaldas;  los  costados  del  cuello  es- 
tán surcados  de  líneas  formadas  por  montecillos 
de  pelo  levantados  en  sentido  contrario. 

Esta  especie  salvaje  fué  muy  conocida  de  los 
antiguos.  De  ella  se  hace  mención  en  los  libros 
de  Moisés ,  y  aun  este  legislador,  creyéndola  de 
otra  especie  que  el  asno  doméstico  ,  prohibió 
juntarlos.  E4e  animal  figuró  mas  tarde  en  las 
fiestas  suntuosas  que  los  emperadores  daban  al 
pueblo  romano  ,  como  para  recompensarle  de  la 
pérdida  de  su  libertad.  Según  Julio  Constantino, 
el  emperador  Gordiano  mantenía  entre  otros  ani- 
males raros  treinta  asnos  salvajes,  y  Felipe  pre- 
sentó unos  veinte  de  ellos  en  los  juegos  seculares. 
Después  casi  se  había  perdido  ya  este  animal , 
cuando  Pallas  le  volvió  á  encontrar  y  lo  descri- 
bió con  su  exactitud  ordinaria,  en  1773,  época  de 
su  viaje  á  Rusia. 

Parece  que  el  asno  tiene  la  misma  patria  que 
el  caballo;  pero,  salidos  sin  duda  de  un  mismo 
centro  de  creación,  el  uno  fué  llevado  mas  al 
norte  y  el  otro  mas  hacia  al  mediodía.  En  sus 
emigraciones  periódicas,  el  onagro  desciende 
hasta  el  golfo  Pérsico,  y  á  veces  hasta  á  la 
punta  sud  del  Indoslan.  En  cambio,  parece  que 
por  la  parte  del  norte  no  traspasa  nunca  del  4o° 
de  latitud.  En  estos  viajes  sigue  la  misma  lácti- 
ca que  el  caballo.  Reunidos  en  bandas  numero- 
sas atraviesan  los  desiertos  del  Asia  bajo  la  di- 
rección desús  jefes  cuyas  órdenes  ejecutan  con 
una  puntualidad  admirable.  Si  se  ven  atacados 
por  los  lobos ,  forman  un  circulo  en  medio  del 
cual  colocan  los  pollinos  y  los  viejos ,  hiriendo  «i 
sus  enemigos  con  las  patas  delanteras  y  pon 
crueles  mordiscos,  quedando  por  último  siempre 
victoriosos.  Sin  embargo,  el  onagra  encuentra 
en  el  hombre  un  enemigo  mas  temible:  e-tele 
declara  la  guerra  para  mejorar  sus  razas  domés- 
ticas ,  para  apoderarse  de  su  piel  con  la  cual  ha- 
ce la  zapa,  y  para  alimentarse  con  su  carne,  que 

ellos  preconizaron  el  casco,  á  la  dosis  de  12  á  48 granos  , 
contra  la  hemorragia  ;  su  orina  en  fomento  contra  la  gota  y 
los  nBoa  ,  y  en  fin  su  estiéreol  desecado ,  á  la  dosis  de  un 
escrúpulo  a  una  dracma ,  para  remediar  la  disenteria ,  la 
mctiorágia  v  los  dolores  del  Dazo. 


CAB  -¿o  i 

en  Tartaria  pasa  como  uno  de  los  manjares  mas 
delicados.  La  rapidez  de  su  carrera  lo  salva  mu- 
chas veces  de  un  ataque  abierto,  pero  cae  con 
mucha  facilidad  en  los  lazos  que  se  le  tienden, 
y  es  víctima  de  las  emboscadas  que  le  preparan 
los  cazadores. 

Bulfon  dice:  «si  el  caballo  noexist'.ese  el  as- 
no seria  para  nosotros  el  primero  de  los  anima- 
les. Esta  es  la  comparación  que  lo  degrada.  El 
asno  salvaje  y  el  caballo  son  de  la  misma  talla 
cuando  son  libres;  pero  el  onagra  es  mas  fuerte, 
y  mas  ágil.  ¿  Y  porqué  pues  el  uno  ha  de  ser  el 
objeto  de  tantos  cuidados  y  el  otro  de  tanto  des- 
den ?  Sin  duda  esta  deferencia  consiste  en  la  su- 
perioridad intelectual  del  caballo.  Con  todo,  se- 
riamos injustos  si  juzgásemos  el  asno  por  la 
muestra  degenerada  por  las  costumbres  y  por  el 
clima  diferente  que  reina  en  nuestro  país.  Los 
asnos  domésticos  se  crian  en  Persia  con  mucho 
cuidado  y  por  eso  la  especie  es  allí  notablemente 
mejor :  su  talla  iguala  la  de  los  caballos;  sus  for- 
mas se  hacen  esbeltas,  y  su  fisonomía  es  animada 
é  inteligente.  Empleados  en  todos  los  usos  á 
que  nosotros  destinamos  los  caballos,  prestan 
allí  los  mismos  servicios,  y  es  tan  conocida  la 
rapidez  de  los  asnos  de  silla  que  los  Persas  ricos 
pretieren  esta  clase  de  montura  á  cualquier 
pira.» 

El  asno  es  notable  por  la  longitud  despropor- 
cionada de  sus  orejas,  que  han  pasado  á  prover- 
bio, pero  que  equivocadamente  fueron  impues- 
tas por  la  mitología  al  rey  Midas,  por  haber  juz- 
gado mal  en  música;  pues  ninguna  oreja  es 
mas  lina,  mas  sensible,  ni  mejor  organizada  pa- 
ra apreciarlos  menores  sonidos:  su  couformaeion 
eleva  en  ella  el  oído  á  tal  grado  de  desarrollo 
que  la  perfección  de  este  sentido  rompe  to- 
do el  equilibrio  con  los  otros  ,  que  son  obtusos 
y  groseros,  y  de  lo  que  sin  cesar  se  originan  fal- 
sos juicios,  y  se  ocasionan,  en  las  mas  insig- 
nificantes acciones  del  asno,  sin  que  pueda  evi- 
tarlo, esa  especie  de  disparates  llamados  fami- 
liarmente asnadas  cuando  se  observan  en  el 
hombre. 

Según  relación  de  Galeno,  Mecenas  fué  el  pri- 
mero que  puso  en  uso  la  carne  de  este  animal 
entre  los  Romanos.  Los  Persas  comen  esta 
carne  prefiriéndola  á  la  de  la  gaeella ,  gusto  que 
era  también  el  de  sus  antepasados.  Oleario  dice 
que  en  un  gran  festín  dado  en  1656  por  CJba-Ab- 
bas  á  los  embajadores,  se  mataron  treinta  v  dos 
asnos  salvajes,  que  su  carne  era  exquisita  y  ordi- 
nariamente se  reservaba  para  la  mesa  del  monar- 
ca; y  añade  también  que  el  rey  de  Persia  se  com- 
placía en  esta  caza  v  que  enviaba  los  asnos  que 
halda  muerto  á  Ispalian  á  la  cocina  de  su  corte. 
Hipócrales  y  Galeno  miraban  á  esta  carne  como 
indigesta  y  aun  peligrosa,  lo  que  «o  impidió  que 
Plinio  y  otros  preconizasen  su  eficacia  contra  la 
tisis,  las  enfermedades  cutáneas  .  etc. ;  á  lo  me- 
nos parece  que  es  dura  é  insípida.  Con  todo  ha 
servido  con  frecuencia  en  tiempo  de  carestía,  y 
también  se  dice,  que  algunas  veces  se  sustituye 
á  la  de  ternera  en  ciertas  localidades  de  Fran- 


462  CAB 

cia;  por  ultimo,  es  la  base  de  los  salchichones  de 
Bolonia,  buscados  por  los  golosos;  la  del  borri- 
quillo,  sobre  todo  salvaje,  se  asegura  que  es 
mucho  mejor. 

Antiguamente  se  usaban  en  terapéutica  la  san- 
gre, la  hiél,  la  grasa,  el  bazo,  los  riñones,  los 
testículos ,  los  pelos,  los  cascos  y  hasta  la  orina 
y  los  excrementos  de  asno  contra  un  sin  número  de 
enfermedades  ,  tales  como  las  calenturas,  la  ic- 
tericia, la  parálisis,  la  epilepsia.  En  cuanto  á 
las  Tablillas  de  hokiak ,  que  los  Chinos  llaman 
Nyo-kioeo  ó  lloki-hao ,  que  preparan,  según  se 
dice ,  con  la  piel  de  asno ,  no  son  otra  cosa  que 
gelatina  muy  aromatizada.  Con  esta  piel  se  hacen 
tambores. 

El  ejercicio  del  asno  ó  aselacion  ofrece,  con  un 
poco  menos  de  actividad  ,  las  mismas  ventajas 
que  la  equitación  ,  y  particularmente  conviene  á 
las  personas  muy  delicadas  ó  muy  debilitadas,  y 
en  los  casos  en  que  importa  mas  obtener  por  el 
ejercicio  un  cambio  de  aire  ó  de  hábitos  que  un 
sacudimiento  señalado. 

Asna  ,  Burra,  Borrica ,  Pollina  .  Después  de 
lo  expuesto  no  creemos  hacer  mención  de  la. 
hembra  del  asno  sino  respecto  á  las  propiedades 
incontestables  de  su  leche.  Conocida  es  la  repu- 
tación de  que  goza  la  Leche  de  burra  contra  la  ti- 
sis ,  ciertas  irritaciones  intestinales  y  diversas' 
afecciones  nerviosas :  es  muy  semejante  á  la  de 
muger,  aunque  mas  ligera;  contiene  menos  nata 
y  cáseo  que  la  de  vaca,  pero  mas  materia  azu- 
carada ;  es  temperante ,  un  poco  laxante,  etc.  Su 
uso  se  ha  conservado  desde  los  Griegos  hasta 
nosotros.  Es  esencial  escoger  una  burra  joven, 
sana ,  limpia ,  que  haya  parido  de  poco  ,  priva- 
da de  su  borriquillo  y  bien  alimentada.  Esta  le- 
che no  ha  de  dejarse  enfriar,  ni  exponerla  por 
mucho  tiempo  al  aire,  porque  se  altera  muy  lue- 
go. Según  refiere  Juvenal,  Popea,  muger  de 
Nerón,  llevaba  en  su  comitiva  quinientas  bur- 
ras nodrizas  para  bañarse  en  su  leche.— V.  Le- 
che. 

Caballo  Caballo ,  Caballo  vulgar 
(Equus  Caballns ,-'L.)  .Entre  los  animales  que  pue- 
blan la  superficie  del  globo  vse  encuentran  algu- 
nos cuya  vida  se  halla  enteramente  ligada  á  la 
de  la  especie  humana,  como  si  hubiesen  sido 
creados  animales  domésticos.  Podría  decirse  que 
el  Autor  de  todas  las  cosas,  al  poner  el  hombre 
sobre  la  tierra,  quiso  rodearle  de  servidores  des- 
tinados á  asegurarle  su  existencia  y  á  facilitar- 
le la  conquista  del  universo.  Difícil  nos  seria 
poder  decir  cual  es  el  origen  de  nuestros  bueyes, 
y  sillo  en  el  estado  fósil  es  en  el  que  hemos  hallado 
los  restos  de  su  raza  antigua;  en  ninguna  parte 
se  han  encontrado  huellas  auténticas  del  per- 
ro salvaje ;  lo  mismo  sucede  con  el  caballo. 
La  especie  entera  nos  está  sometida ,  y  ha  llega- 
do á  ser  propiedad  nuestra,  y  si  bien  es  verdad  que 
algunos  individuos  escapados  de  esteimperio  han 
propagado  otras  razas  mas  independientes  en  las 
llanuras  del  Asia  y  déla  América,  tampoco  éstas 
han  podido  olvidar  su  vieja  tradición  ,  y  cuando 
el  lazo  escurridizo  del  Caiaco ,  ó  el  lazo  del  Me 


CAB 

jicano  llegan  á  detener  la  ociosa  carrera  de  uno 
de  esos  hijos  de  las  estepas  ó  de  las  pampas  *, 
entonces  no  tarda  en  reconocer  á  su  amo  ,  y  en 
volver  á  tomar  el  yugo  que  sus  padres  sacudie- 
ron momentáneamente.    • 

De  esta  domesticación  completa  del  caballo  se 
deriva  la  extrema  dificultad  de  determinar  su 
patria.  El  honor  de  la  producción  de  este  precio- 
so cuadrúpedo  se  ha  atribuido  mucho  tiempo  á  la 
Arabia.  Tal  vez  sea  Huzard  el  primero  que  se  ha- 
ya pronunciado  contra  una  opinión  consagrada 
por  un  asentimiento  universal ,  y  las  razones  con 
tas  cuales  la  ha  combalido  parecen  decisivas: 
los  libros  de  Moisés  solo  hablan  de  los  caballos 
del  Egipto,  y  ninguna  mención  hacen  de  los  de  la 
Arabia;  Salomón,  según  el  libro  de  los  Beyes, 
lambien  hacia  venir  los  suyos  del  Egipto;  Eze- 
quiel  dice  que  los  Sirios  sacaban  los  suyos  de 
la  Capadocia  ó  de  la  Armenia;  tanto  los  escrito- 
res profanos  como  los  sagrados  están  acordes 
sobre  este  punto.  En  la  numerosa  caballería  di- 
rigida por  Jergesen  la  expedición  que  hizo  con- 
tra la  Grecia  en  nada  figuran  los  Árabes :  éstos 
no  montaban  mas  que  camellos.  Bajo  e!  reinado 
de  Augusto,  Estrabon,  al  hablar  de  la  Arabia, 
dice  que  este  país  produce  toda  especie  de  ani- 
males excepto  caballos.  En  fin ,  en  las  primeras 
guerras  que  señalaron  el  establecimiento  del  Is- 
lamismo en  Arabia,  no  se  ve  figurar  la  caballe- 
ría ni  en  los  ejércitos  de  Mabomelo  ni  en  los  de 
sus  enemigos,  y  en  la  enumeración  de  los  despo- 
jos recogidos  por  el  profeta,  después  de  la  victo- 
ria ,  ninguna  mención  se  hace  del  caballo. 

El  error  combatido  por  Huzard  ,  sin  duda, 
nace  de  que  desde  hace  muchos  años  la  raza 
mas  perfecta  nos  viene  de  la  Arabia.  ¿Pero  de 
qué  manera  se  ha.  formado  allí  esta  raza?  Varios 
testimonios  historíeosnos  dan  lugar  á  sospechar- 
lo. Desde  los  tiempos  de  Arriano ,  y  mucho  antes 
quizás,  se  exportaban  del  Egipto  á  la  Arabia  ca- 
ballos destinados  como  presentes  hechos  á  los 
príncipes  de  este  país.  Mas  tarde,  algunos  empe- 
radores griegos  ,  guiados  por  el  mismo  motivo, 
hicieron  pasar  á  la  Arabia  un  número  bastante 
grande  de  caballos  de  la  Capadocia ,  que  tan 
apreciados  eran  de  los  antiguos.  Por  otra  parle 
también  debe  suponerse  que  las  relaciones  co- 
merciales debiesen  igualmente  traer  caballos  de 
la  Persia  y  de  la  Media ,  en  donde  existe  aun 
una  de  las  razas  mas  eslimadas.  Que  se  tenga 
ahora  en  cuenta  el  cuidado  extremo  que  ponen 
los  Árabes  para  facilitar  la  propagación  y  la 
perfección  de  estos  animales,  y  se  comprenderá 
muy  fácilmente  de  la  manera  que  esta  especie  ha 
podido  multiplicar  en  aquel  país,  tanto  que,  desde 
1272,  Marco  Polo  pudo  ver  embarcar  en  Aden 
un  gran  número  de  caballos  árabes  enviados  á 
buscar  de  todos  los  puntos  de  la  India.  También 
se  comprenderá  sobre  todo  de  la  manera  como  es- 
tos caballos  en  un  intervalo  de  mas  de  mil  años 
han  debido  adquirir  las  preciosas  calidades  que 

*  Estepas,  grandes  llanuras  de  la  Rusia;  Pampas,  llanuras 
de  la  América. 


CAB 

los  colocan  hoy  dia  á  la  cabeza  de  todas  las  razas 
conocidas. 

A  las  consideraciones  históricas  que  preceden 
añadiremos  algunas  oirás  sacadas  de  la  naturale- 
za misma  del  caballo.  Si  este  animal  fuese  real- 
mente originario  de  la  Arabia  ,  luego  de  resti- 
tuido á  su  libertad ,  debería  buscar  con  preferen- 
cia los  pasíes  cálidos;  pues  sabemos  que  todo 
animal  escapado  á  la  influencia  modiücativa  del 
hombre  tiende  á  acercarse  todo  lo  posible  á  las 
primeras  condiciones  de  su  existencia.  Pero  no 
así  sucede:  los  caballos  salvajes  que  habitan 
las  vastas  llanuras  de  la  Tartaria  se  dirigen  ha- 
cia el  norte  durante  el  verano ,  y  cuando  se  ade- 
lantan hacia  el  sud,  jamás  traspasan  mas  allá  de 
los  30°.  En  invierno ,  lejos  de  buscar  los  valles 
en  los  cuales  hallarían  una  especie  de  abrigo 
contra  el  rigor  de  la  estación ,  se  suben  á  las 
montanas  cuyas  nieves  ha  barrido  el  viento  gla- 
cial del  norte. 

Estos  hechos  no  permiten  admitir  aquí  la  opi- 
nión de  Huzard,  quien  parece  inclinado  á  con- 
siderar el  caballo  como  originario  del  centro 
del  África.  Débese  mirar  esta  especie  como 
esencialmente  asiática,  y  nacida,  ya  sea  en  la 
grande  elevación  central  que  ocupa  una  porción 
tan  vasta  de  aquella  parle  deljniundo,  ó  bien  ha- 
cia el  nordeste  de  la  cordillera  del  Caucase 

Sea  como  fuere,  todos  los  caballos  son  hoy  dia 
domésticos ,  y  á  los  que  se  les  da  el  epíteto  im- 
propio de  salvajes,  seles  debe  considerar  tan 
solo  como  una  simple  raza.  Bajo  este  punto  de 
vista  es  como  se  hablará  de  ellos  después.  Pero 
antes  de  entrar  en  estos  detalles ,  daremos  en 
primer  lugar  una  idea  general  de  la  especie  tal 
como  la  tenemos  diariamente  á  nuestra  vista. 

«La  conquista  mas  noble  que  el  hombre  haya 
"hecho  jamás  es  la  de  este  soberbio  y  fogoso 
«animal  que  parte  con  él  las  fatigas  de  la  guer- 
«ra  y  la  gloria  de  los  combales.  Tan  intrépi- 
«do  como  su  dueño ,  el  caballo  vé  el  peligro  y 
«lo  desafia  ;  se  acostumbra  al  ruido  de  las  ar- 
omas y  aun  llega  á  aficionarse  á  este  ruido ,  lo 
«busca  y  se  enardece  con  él ;  el  caballo  partici- 
«pa  también  de  los  placeres  de  su  amo,  y  en  la 
«caza,  en  el  torneo ,  en  la  carrera,  brilla  y  sus 
«ojos  centellean,  pero  tan  dócil  como  valiente, 
«no  se  deja  arrebatar  jamás  por  su  fogosidad,  sa- 
«biendo  reprimir  sus  movimientos. No  tan  solo  ce- 
«de  á  la  mano  que  le  guía,  sino  que  también 
«parece  consultar  sus  deseos  ,  y  obediente 
«siempre  á  las  impresiones  que  de  ella  recibe 
«se  precipita  ,  se  modera,  ó  se  detiene  pa- 
«reciendo  siempre  pronto  á  satisfacerlas ;  es  una 
«criatura  que  renuncia  á  su  ser  para  no  existir 
«mas  que  por  la  voluntad  de  otra,  y  que  hasta  sa 
«be  prevenirla;  que,  por  la  prontitud  y  la  pre- 
«cision  de  sus  movimientos,  la  expresa  y  la  eje- 
«cuta ;  que  siente  tanto  como  se  desea  que  sien- 
ola;  que,  entregándose  sin  reserva,  á  nadase 
«rehusa ,  y  que  sirve  con  todas  sus  fuerzas,  ex- 
cediéndose y  muriendo  para  obedecer  mejor.» 

En  este  retrato  que  hemos  lomado  del  mas  gran 
pintor  que  ha  lenido  la  naturaleza,  el  Sr.  Buffon, 


CAB  m 

sentimos  no  ver  algunos  otros  rasgos  deeste  noble 
animal  consagradosá  otros  servicios  no  menos  no 
cesarios  y  enteramente  mas  útiles.  No  es  solamente 
en  los  azares  peligrosos  de  la  guerra  y  de  la  caza, 
ó  en  medio  de  fiestas  brillantes,  que  el  hombre 
recurre  á  los  servicios  del  caballo.  Tal  vez 
fué  también  el  primero  que  le  ayudó  á  desmontar 
la  tierra  que  lo  alimenta.  El  caballo  es  el  que  se 
encarga  de  trasportar  sus  objetos  pesados;  á  su 
ligereza  y  á  su  fuerza  se  debe  el  haberse  dismi- 
nuido las  distancias,  y  el  haber  establecido  le- 
janas relaciones  que,  sin  él,  serian  imposibles. 
Ila-ta  estos  últimos  tiempos  el  caballo  ha  sido  el 
único  eslabón  entre  los  pueblos  apartados  de  la 
orilla  del  mar,  ó  que  se  hallaban  separados  por 
medio  de  grandes  llanuras  ó  por  largas  cadenas 
de  montanas.  Si  el  genio  inventor  del  hombre 
ha  sabido  hallar,  en  nuestros  dias,  en  el  vapor 
un  medio  mas  pronto  todavía  para  responder  á  su 
impaciencia,  este  no  es  mas  que  un  auxiliar  apli- 
cable á  un  número  reducido  de  casos ,  y  jamás 
las  locomotivas  harán  una  concurrencia  real  al 
caballo,  sino  es  en  un  pequeño  número  de  líneas 
excepcionales. 

En  otro  lugar  examinaremos  las  razas  salva- 
jes y  domésticas,  y  al  mismo  tiempo  ensayaremos 
manifestar  las  modificaciones  que  pueden  produ- 
cir en  las  calidades  físicas  ó  morales  del  caballo 
la  servidumbre  ó  la  libertad,  el  clima  y  los  ali- 
mentos. 

Descripción  del  caballo. 

La  forma  del  caballo  es  tan  generalmente  co- 
nocida que  podemos  dispensarnos  de  describir- 
la, prefiriendo  ocuparnos  con  alguna  extensión 
en  determinados  caracteres  y  en  ciertas  circuns- 
tancias que  pueden  suministrar  muchísima  luz 
para  su  mejor  elección  y  cria.  Con  todo,  en  ge- 
neral,  debemos  decir  que  la  talla  ordinaria  de 
la  especie  es  de  unos  cualro  pies  y  medio  á  cua- 
tro pies  y  diez  pulgadas  de  altura  én  el  crucero; 
Pero  algunas  razas,  como  por  ejemplo  la  de 
risa ,  exceden  de  mucho  de  estas  dimensiones , 
mientras  que  oirás,  tales  como  los  caballos  de 
Córcega,  apenas  alcanzan  los  cualro  pies  y  un 
cuarto;  habiéndolas  todavía  inferiores,  y  exis- 
tiendo una  en  Laponia  que  solo  llega  á  tres  pies 
á  corla  diferencia. 

Sentidos. 

Los  sentidos  del  caballo  son  exquisitos.  La  con- 
formidad de  sus  ojos  le  permite  ver  los  objeto  á 
mucha  distancia  y  en  dirección  horizontal  aun  cuan- 
do esté  paciendo  ,  y  durante  la  noche  puede  tam- 
bién distinguir  los  objetos  mejor  que  el  hombre. 
El  oído  del  caballo  es  muy  delicado  \  tiene  la  fa- 
cultad de  recoger  los  ray os  sonoros",  por  medio 
de  concavidades  auriculares,  grandes  y  movibles. 
Sus  aberturas  nasales  son  anchas,  y  la  forma  «le 
sus  narices  propia  para  percibir  desde  muy  le- 
jos las  parliculas  olorosas.  Su  delicadeza  para 
los  alimentos  es  mayor  que  la  de  las  demás  espe- 


464  CAB 

cies  de  herbívoros,  pues  su  gusto  está  mas  desar- 
rollado; su  labio  superior  se  halla  dotado  de  una 
gran  facilidad  de  movimiento  para  palpar  y  reco- 
ger los  alimentos  Su  piel  es  de  una  sensibilidad 
exquisita,  y  goza  de  la  facultad  de  contraerla  para 
despedir  de  su  cuerpo  los  insectos  perniciosos  ó  in- 
cómodos. 

Voz. 

La  voz  del  caballo ,  á  laque  se  da  el  nombre  de 
relincho,  se  modula  con  las  sensaciones,  los  de- 
seos, y  las  pasiones  del  animal,  y  de  aquí  resul- 
tan cinco  clases  de  relinchos  bien  caracterizados. 

1.°  El  relincho  de  alegría,  en  el  cual  los  soni- 
dos van  subiendo  siempre  á  un  tono  mas  fuerte  y 
mas  agudo  ;  el  animal  brinca ,  cocea ,  pero  sin 
intención  de  dañar. 

2.°  El  relincho  de  deseo,  inspirado  por  el  amor 
sexual  ó  por  el  cariño  a  su  amo ;  entonces  los 
acentos  se  prolongan  y  se  hacen  mas  graves. 

8.°  El  relincho  de  la  cólera,  que  es  corto ,  agu- 
do y  entrecortado ;  el  animal  quiere  cocear ;  si  es 
vigoroso  se  levanta  de  manos  é  hiere,  y  si  es  de 
mala  índole  muerde. 

4.°  El  relincho  del  miedo  es  grave  y  ronco  ;  pa- 
rece que  solo  sale  de  la  nariz,  y  es  también  cor- 
to como  el  de  la  cólera. 

5.°  El  relincho  del  dolor  es  un  gemido,  una  es- 
pecie de  tos  ahogada  cuyos  sonidos  son  graves  y 
sordos,  según  los  movimientos  de  la  la  respiración. 
Cuanto  mas  nobles  son  los  caballos  con  mas  fre- 
cuencia relinchan  de  alegría  y  de  deseo;  los  caba- 
llos capones  y  las  hembras  relinchan  rara  vez  y  nun- 
ca lo  hacen  de  una  manera  ruidosa.  Desde  la  pri- 
mera edad,  el  macho  tiene  la  voz  mas  sonora  que 
la  hembra. 

Dentición. 

La  dentición  es  la  sucesión  de  los  fenómenos 
que  ofrecen  los  dientes  durante;  el  curso  de  la 
vida. 

Los  antiguos  la  habían  observado  en  el  caballo, 
y  como  nosotros  la  juzgaron  bastante  regular 
para  indicar  la  edad  de  este  cuadrúpedo.  Sol- 
ieysel ,  Garsault,  los  dos  L atoase  y  el  mismo 
Bóurgelat  muy  poco  han  añadido  á  los  conoci- 
mientos de  los  antiguos  sobre  este  particular ;  to- 
do lo  que  se  sabe  de  mas  completo  respecto  á 
este  importante  punto  de  hipiátrica  es  debido  en 
gran  parte  á  los  Sres.  Tenon,  de  la  Academia  délas 
ciencias,  á  Pessina,  profesor  de  la  Escuela  de  Mi- 
lán ,  y  á  los  Sres.  Girard  ,  padre  é  hijo ,  profeso- 
res de  Alfort,  quienes  por  medio  de  la  dentición 
nos  han  enseñado  á  conocer  no  solo  la  edad  de  los 
potros  mas  jóvenes ,  sino  también  la  de  los  caba- 
llos viejos. 

Él  caballo  adulto  tiene  40  dientes ,  y  la  yegua 
solamente  36 :  estos  dientes  son  de  tres  especies, 
á saber:  molares  2 4  ;  incisivos  12;  caninos,  4: 
estos  últimos  faltan  casi  siempre  á  las  hembras,  y 
aquellas  que  por  casualidad  los  tienen  se  llaman 
yeguas  machorras. 


CAB 

Los  incisivos  sirven  solamente  para  conocer  la 
edad  del  caballo :  el  cambio  que  se  verifica  en 
los  molares  no  ha  podido  observarse  á  causa  del 
lugar  que  ocupan.  Las  indicaciones  que  pueden 
producir  los  caninos  son  muy  vagas. 

Los  incisivos,  que  son  los  únicos  que  deben  ocu- 
parnos, se  hallan  colocados  en  la  parte  anterior 
de  cada  mandíbula  y  han  recibido  diferentes 
nombres:  sin  embargo,  los  mas  generales  y  los 
únicos  que  nosotros  emplearemos  serán  los  de  pin- 
zas angulares,  pinzas  intermedias,  y  pinzas.  Es- 
tos dientes  en  los  caballos  jóvenes  representan  un 
medio  círculo  regular  ,  que  pierde  su  forma  con 
la  edad. 

El  potro  generalmente  nace  sin  dientes,  y  si  por 
rara  casualidad  alguno  los  ofrece ,  solo  presenta 
dos  molares. 

Las  pinzas  empiezan  á  salir  á  los  6  ú  8  dias 
después  del  nacimiento  del  individuo; — las  pin- 
zas intermedias ,  que  son  los  dientes  que  tiene  el 
caballo  entre  éstas  y  los  caninos,  salen  de  los  30 
á  los  40  dias  ; — y  las  pinzas  angulares  ó  caninos, 
á  los  6  ú  8  meses.  Los  incisivos  de  la  mandíbula 
superior  aparecen  ordinariamente  los  primeros. 

La  aparición  de  los  unos  y  de  los  otros  es  tanto 
mas  precoz  según  la  robustez  de  la  madre  y  de  la 
cria.  Estos  dientes  de  leche  son  mas  blancos,  mas 
pequeños  y  mas  delgados  en  la  parte  de  la  encía 
que  los  que  les  suceden  después ,  presentando 
también  como  aquellos  cavidades  superiores  con 
una  mancha  en  el  centro.  Entre  los  dientes  que  se 
corresponden  en  ambas  mandíbulas  tiene  lugar 
una  frotación  continua  de  la  cual  resulta  el  uso  de 
estos  dientes ,  hasta  que  desaparece  del  todo  la 
cavidad,  y  así  los  dientes  de  leche  llegan  á  desgas- 
tarse y  á  igualarse  lo  mismo  que  los  del  caballo 
adulto. 

La  sucesión  en  los  cambios  que  los  dientes  ex- 
perimentan está  subordinada  á  la  aparición  de  los 
angulares  ,  á  la  época  del  destete  y  al  uso  de  los 
alimentos  fibrosos  masó  menos  duros.  Sin  embar- 
go, en  esto  se  observa  lo  siguiente :  las  pinzas  in- 
teriores de  leche  se  hallan  igualadas  á  los  10  me- 
ses; las  intermedias',  álos  12  meses;  y  las  angu- 
lares, de  los  15  á  los  24  meses. 

A  esta  última  edad ,  las  pinzas  superiores  están 
casi  enteramente  igualadas  ,  y  á  los  dos  años  la 
cavidad  ha  desaparecido  en  los  incisivos  de  am- 
bas mandíbulas. 

Desde  este  momento  empiezan  á  menguar  las 
coronas  que  forman  los  extremos  de  los  incisivos 
de  leche,  empezando  por  las  pinzas,  que  se  ponen 
«amarillentas,  se  descarnan  ,  se  mueven,  y  por 
úlümo  caen  para  hacer  lugar  á  los  dientes  de 
adHlto.  Estos  por  lo  general  asoman  también  8  ó 
15  dias  antes.  Regularmente  se  observa  lo  si- 
guiente: las  pinzas  de  los  adultos  salen  de  los  2  años 
y  medio  á  los  3 ;  las  intermedias,  de  los  3  y  me- 
dio años  á  los  4;  y  los  angulares,  de  4  y  medio  á  los 
o  años. 

De  modo  que  un  potro  de  3  años  debe  tener  4 
incisivos  de  adulto;  un  potro  de  4  años,  8  dien- 
tes del  mismo  género ;  un  potro  de  5  años  no  de- 
be tener  ningún  diente  incisivo  de  leche  ,  y  enton- 


CAIÍ 

ees  han  salido  los  colmillos  empezando  por  lo  re- 
gular los  de  la  mandíbula  inferior,  y  el  animal  to- 
ma el  nombre  tle  Caballo. 

Todos  estos  dientes  son  cóncavos  y  sus  cavida- 
des van  desapareciendo  sucesivamente  en  el 
mismo  orden  que  las  cavidades  de  los  dientes  de 
leche,  empezando  siempre  por  los  déla  mandí- 
bula inferior ,  que  es  la  sola  movible ,  lo  que  con- 
tribuye mas  al  desgaste  de  los  dientes  á  causa  de 
su  frotación.  En  el  uso  de  los  dientes  en  general 
se  ha  observado  lo  siguiente : 

Desaparición  de  la  cavidad  de  las  pinzas  infe- 
riores por  el  uso  de  sus  bordes ,  á  los  6  años ; — 
desaparición  de  la  cavidad  de  las  intermedias ,  á 
los  7  años ; — desaparición  de  la  cavidad  de  los  an- 
gulares, álos  8  anos. 

Entonces  se  dice  vulgarmente  que  el  caballo  ha 
cerrado  y  que  está  fuera  de  edad.  Sin  embargo, 
las  cavidades  de  los  incisivos  de  la  mandíbula  su- 
perior subsisten  aun ,  y  van  desapareciendo  un 
poco  mas  cada  año,  á  corta  diferencia  en  el 
mismo  orden  que  las  de  los  incisivos  de  la  mandí- 
bula inferior. 

La  desaparición  de  la  cavidad  en  las  pinzas  su- 
periores indicará  9  años ;— en  las  intermedias , 
10  años; — en  los  angulares,  de  M  á  12  años. 

Después  de  esta  época  ,  todos  los  incisivos  se 
redondean  y  se  alargan,  poniéndose  amarillentos; 
tanto  de  arriba  como  de  abajo  loman  una  direc- 
ción oblicua  hasta  el  punto  de  formar,  por  su 
continuo  encuentro  ,  un  ángulo  que  se  va  hacien- 
do cada  vez  mas  agudo. 

¿  Hay  algún  medio  para  conocer  la  edad  del 
caballo  pasados  los  doce  años?  Sí,  en  verdad, 
si  debemos  dar  crédito  á  los  profesores  Girard, 
quienes  dicen : 

«  A  trece  años ,  todos  los  incisivos  inferiores  son 
» redondeados,  alargándose  los  lados  de  las  pin- 
azas. 

« A  catorce  años ,  las  pinzas  inferiores  van  to- 
rnando una  forma  triangular,  mientras  que  las 
«intermedias  se  van  alargando  por  los  lados. 

«A  los  quince  años,  las  intermedias  empiezan 
«á  hacerse  triangulares. 

o  A  los  diez  y  seis  años,  las  intermedias  son 
«triangulares,  y  los  angulares  empiezan  á  tomar 
«esta  forma. 

« A  los  diez  y  siete  años ,  completa  triangulari- 
«dad  de  los  incisivos  de  la  mandíbula  inferior. 

« A  los  diez  y  ocho  años ,  se  prolongan  las  par- 
les laterales  de  este  triángulo,  sucesivamente, 
«de  las  pinzas  á  las  intermedias  y  á  los  angulares, 
«de  manera  que  á  los  diez  y  nueve  años  las  pinzas 
«inferiores  son  llanas  por  ambos  lados. 

« A  los  veinte  años ,  las  intermedias  tienen  la 
«misma  forma. 

« A  los  veintiún  años,  aparece  esta  forma  en  los 
«angulares. 

«A  partir  de  esta  época ,  los  incisivos  no  ofre- 
«cen  ya  ningún  carácter  distintivo ,  ni  aun  para 
«guiar  aproximativamente  en  el  cálculo  ilc  la 
«edad: » 

Sucede  á  veces  que  por  un  capricho  de  la  na- 
turaleza no  desaparece  la  cavidad  de  los  incisivos 
59 


CAB 

inferiores  ó  de  alguno  de  entre  ellos.  Los  caba- 
llos que  ofrecen  esta  particularidad  se  llaman  den- 
tirónos ,  y  los  hay  de  muchas  especies. 

En  la  primera  el  caballo  marca  siempre  cuatro 
incisivos ;  en  la  segunda  marca  intermedias  y  an- 
gulares; en  la  tercera,  solamente  angulares"  Los 
dentivanos  se  distinguen  de  los  otros  dientes  por 
la  igualdad  en  la  profundidad  de  las  cavidades, 
las  cuales  en  el  estado  natural  son  mas  ó  menos 
grandes ,  según  la  proximidad  del  momento  en 
que  deben  desaparecer. 

Se  conocerá  con  mucha  facilidad  un  caballo 
denlivano  de  las  pinzas,  si  subsiste  en  éstas  la  ca- 
vidad, después  que  se  haya  borrado  de  los  demás 
dientes  que  debían  conservarla  por  mas  tiempo , 
según  el  orden  de  naturaleza. 

Los  chalanes  que  quieren  engañar  tocante  á  la 
edad  de  los  caballos ,  restablecen  la  cavidad  por 
medio  de  un  buril.  Este  engaño  puede  reconocer- 
se muy  fácilmente  observando  las  señales  del  ins- 
trumento. Sin  embargo  ,  esas  astucias  de  los  cha- 
lanes han  desaparecido  casi  completamente,  por- 
3ue  seles  descubren  con  frecuencia,  y  sobre  lo- 
o  porque  entre  los  marchantes  de  caballerías 
se  encuentran  hoy  pocos  chalanes. 

Pelos  ó  ropajes ;  Marcas  naturales. 

Los  pelos  del  caballo  varían  según  las  parles 
en  que  están  ingeridos.  Los  hay  largos,  tiesos, 
en  forma  de  sedas  alrededor  de  los  labios  y  de  los 
ojos;  mas  largos,  mas  gruesos  en  el  cuello  y  en 
la  cola,  llamados  crines  ;  linos  y  sedosos  en  las 
partes  genitales  de  ambos  sexos;  cortos  y  flexi- 
bles sobre  el  resto  del  cuerpo.  En  los  caballos  de- 
generados el  pelo  se  vuelve  basto ,  grueso  y  en- 
crespado ,  y  á  esto  contribuye  también  la  influen- 
cia del  frió  y  déla  humedad.  Este  pelo  crece  prin- 
cipalmente en  la  cara  inferior  y  posterior  de  las 
extremidades  y  es  conocido  bajo  el  nombre  de  cer- 
nejas; su  color  es  muy  variado,  aun  en  el  mismo  in- 
dividuo, y  estos  colores,  formando  manchas  con 
el  resto  de  la  piel ,  han  recibido  varios  nombres. 

El  color  y  la  forma  délos  pelos  no  son  los  mismos 
en  todas  las  épocas  del  año :  al  principio  del  in- 
vierno éstos  son  mas  claros ,  mas  largos  y  mas 
poblados,  y  en  verano  son  mas  cortos  ,  mas  li- 
nos, mas  lucientes  y  mas  sedosos. 

El  pelo  corto  y  tiuo ,  las  crines  suaves  y  abun- 
dantes», son  señales  de  buena  raza  é  indicios  de 
vigor,  hasta  en  los  caballos  de  tiro.  El  Sr.  Hu- 
zad  padre  ataca  una  preocupación  bastante  gene- 
ralizada ,  cual  es  el  creer  que  los  caballos  de  ti- 
ro son  tanto  mas  vigorosos  cuanto  mas  espesas 
ténganlas  crines,  y  las  piernas  sean  mas  peludas. 
Este  sabio  veterinario;,  para  dar  mas  fuerza  á  su 
opinión,  cita  los  mulos  que,  á  pesar  de  su  fuerza 
extraordinaria ,  tienen  muy  pocas  crines  y  sus 
piernas  están  muy  poco  provistas  de  pelos. 

En  otro  tiempo  se  atribuía  demasiada  influencia 
á  los  colores  del  pelo  sobre  las  calidades  del  ca- 
ballo. No  es  esto  decir  que  no  tenga  ninguna :  la 
mayor  parte  de  los  caballos  rubicanos,  como  lo  ha 
observado  muy  bien  Bourgclat ,  tienen  la  piel  de- 

tomo  i. 


ÍG6  CAB 

lieada,  y  casi  siempre  sehallan  afectados  de  lepra, 
esto  es  de  depilación  natural ,  y  sus  ojos  suelen 
ser  ojizarcos,  es  decir  que  presentan  un  círculo 
blanquizco  alrededor  de  la  pupila,  como  suelen 
tenerlo  los  albinos. 

Se  hace  muy  poco  caso  délos  caballos  blancos, 
porque  dicen  que  este  color  anuncia  una  vejez  pre- 
matura. Lafout  Poutoli  considera  como  un  signo 
desagradable  la  blancura  que  partiendo  de  la 
frente  se  extiende  sobre  una  gran  parte  de  la  ca- 
beza ,  y  aquella  que,  bajo  el  nombre  de  balzana, 
sube  hasta  el  extremo  de  la  pierna:  aunque  estas 
marcas  no  tengan  ninguna  influencia  sobre  las 
calidades,  no  por  eso  son  menos  desagradables 
a  la  vista. 

En  todas  las  razas  se  ha  observado  que  los  co- 
lores bajos  hacia  las  extremidades  del  individuo 
anunciaban  malas  calidades. 

Por  otra  parte,  si  el  color  del  ropaje  fuese  un 
carácter  insignificante,  no  seria  tan  constante  en 
los  caballos  abandonados  á  la  naturaleza,  y  ni 
aun  en  las  especies  ecuestres  civilizadas  el  co- 
lor no  seria  el  atributo  de  algunas  razas,  tal  como 
el  gris  para  los  árabes ,  el  alazán  para  los  limo- 
sinos  ,  y  el  negro  para  los  suizos  y  para  los  del 
Franco-Condado,  etc. 

En  todos  los  casos ,  el  brillo  y  la  armonía  de 
los  colores  del  pelo  concurren  á  la  hermosura  del 
noble  animal,  y  producen  los  medios  principales 
de  señalarlo. 

Jamás  se  dice  que  un  caballo  es  de  tal  color, 
sino  de  tal  ropaje ,  ó  mas  bien  de  tal  pelo. 

Se  llama  pelo  símp/e,  cuando,  independiente- 
mente de  las  marcas  particulares,  el  color  de  las 
hebras  es  uniforme ;  en  el  caso  contrario,  se  lla- 
ma pelo  compuesto. 

Los  pelos  simples  son  los  siguientes  ; 

\ .°  El  blanco ,  ya  sea  plateado ,  ordinario  ó 
descolorido. 

2.°  El  negro,  que  ofrece  tres  colores  distintos, 
á saber:  negro  de  azabache,  luciente;  negro  tinto, 
deslucido,  color  de  hollín , ;  negro  propiamente 
dicho,  color  intermedio  entre  los  otros  dos. 

3.°  El  bayo  (colocado  entre  los  colores  com- 
puestos ,  por  algunos  veterinarios) ,  rojizo ,  mas 
ó  menos  subido,  con  las  crines,  la  cola  y  las  extre- 
midades negras,  se  compone  de  siete  matices ,  á 
saber:  bayo  cereza,  del  color  de  esta  fruta;  ba- 
yo dorado,  de  un  amarillo  de  oro;  bayo  castaño, 
matiz  de  castaña;  bayo  marrón,  matiz  de  cas- 
taña de  India ;  bayo  oscuro  ,  color  negro  mal  te- 
ñido, ditierenciándose  en  que  presenta  manchas 
de  un  rojo  vivo,  alas  que  se  da  el  nombre  de 
manchas  de  fuego  ,  manchas  que  se  ven  en  la  ca- 
beza ,  en  los  costados  y  en  las  ancas;  bayo  vi- 
noso, de  un  matiz  vinoso. 

4.°  El  alazán  solo  difiere  del  bayo  en  que  no 
presenta  el  pelo  de  las  crines  y  de  las  extremida- 
des de  un  color  diferente  del  resto  del  ropaje :  en 
cuanto  á  lo  demás  ofrece  todos  los  matices  del 
bayo. 

De  esto  se  sigue  que  el  alazán  es  un  bayo  cu- 
yas crines  y  extremidades  no  son  negras;  pero 
sucede  á  veces  que  las  extremidades  lo  son,  y  en 


CAB 

este  caso  debe  expresarse  al  señalarlo.  Cuando  el 
alazán  tiene  las  crines  blancas ,  se  añade  we/o  de 
vaca;  los  pelos  negros ,  los  bayos  y  los  alazanes 
salpicados  de  pelos  blancos,  se  llaman  rubicanos, 
y  en  no  teniendo  ningún  peló  de  este  color,  se  les 
da  el  nombre  de  zainos. 
Los  pelos  compuestos  son  : 
i .°  El  gris,  mezela  de  hebras  negras  y  blancas 
en  proporciones  diversas ,  de  la  cual  resultan 
muchas  variedados,  á  saber:  el  gris  sucio,  en  el 
que  domina  el  negro  de  hollín ;  el  tordo ,  de  las 
manchas  blancas  y  negras  entremezcladas ,  á  ve- 
ces con  mucha  elegancia;  el  goteado,  fondo  casi 
blanco  ,  salpicado  de  pequeñas  manchas  negras 
parecidas  amoscas;  el  atigrado,  ó  tizonado ,  en- 
treverado de  manchas  negras  mucho  mas  grandes 
y  hasta  cierto  punto  regulares;  el  manchado ,  que 
presenta  manchas  rojizas;  el  tordillo,  manchas 
claras  sobre  un  gris  de  rala;  el  castaño  claro,  gris 
mas  subido  ,  presentando  manchas  irregulares  y 
algo  mas  grandes;  el  gris  porcelana,  salpicado  de 
manchas  pizarrosas,  lucientes,  como  se  ven  algu- 
nas veces  en  las  porcelanas. 

2.°  El  ruano,  mezcla  de  blanco  sucio  y  de  ne- 
gro de  hollín  y  de  alazán,  ofrece  cinco  varieda- 
des, á  saber :  el  ordinario ,  en  que  las  tres  espe- 
cies de  pelo  están  repartidas  poco  mas  ó  menos 
eri  cantidades  iguales ;  el  claro,  el  pelo  blanco  en 
mayor  proporción  ;  el  oscuro,  predomina  el  pelo 
negro ;  el  vinoso ,  predomina  el  pelo  alazán ;  ca- 
beza demoro,  cabeza  y  extremidades  negras. 

3.°  El  overo ,  mezcla  de  blanco  y  alazán  en  can- 
tidades iguales :  flor  de  melocotón ,  predomina  el 
blanco  sobre  el  alazán ;  isabela ,  predomina  el 
alazán,  y  algunas  veces  los  hay  que  tienen  un  cír- 
culo negro  en  las  extremidades ,  y  entonces  se 
llama  zebrado  ;  rubicon  ,  color  amarillo  claro 
con  gris  blanco ;  pió ,  grandes  franjas  blancas  y 
negras  ,  ó  alazanas  ó  bayas ,  y  de  aqui  el  nombre 
de  pios  negros ,  pios  alazanes ,  y  pios  bayos. 

4.°  El  lobuno,  mezcla  de  blanco  sucio  y  dene- 
gro de  hollín,  que  ofrece  tres  variedades,  á  saber: 
el  ordinario  ,  cuando  los  colores  están  mezcla- 
dos con  igualdad  ;  el  claro,  cuando  domina  el 
blanco  ;  el  oscuro ,  cuando  domina  el  negro. 

Cualquiera  que  sea  el  color  del  ropaje,  puede 
ofrecer  algunas  particularidades  características 
eminentemente  propias  para  señalar  los  caballos, 
y  á  las  cuales  se  las  llama  marcas,  tales  son  : 

1.°  La  estrella,  mancha  blanca  colocada  de- 
bajo de  la  frente  en  un  gran  número  de  caballos. 
Según  las  dimensiones  de  la  estrella  se  les  llama 
bien  marcados  ó  poco  marcados.  Si  la  estrella  se 
prolonga  hacia  la  parte  superior,  se  llama  estrella 
prolongada ;  si  se  presenta  como  una  cinta  á  lo 
largo  de  la  frente,  se  la  da  el  nombre  de  cabeza 
listada;  si  se  prolonga  entre  las  ventanas  de  la 
nariz,  se  nombra  cabeza  listada  prolongada,  y  her- 
miñadd,  cuando  está  salpicada  de  puntos  negros. 
2.°  La  balzana,  mancha  blanca  situada  en  la 
corona  y  que  sube  hacia  alo  largo  de  la  extremi- 
dad: tiene  los  nombres  de  balzana,  balzanita, 
medio  balzana,  cuarto  de  balzana  y  vestigio  de 
balzana. 


CAB 

3.°  Las  espigas  son  remolinos  naturales  de  pe- 
lo sobre  algunas  partes  del  cuerpo :  las  hay  ordi- 
narias y  extraordinarias:  hay  algunas  de  estas 
últimas  á  las  que  se  da  el  nombre  de  espigas  ro- 
manas, que  se  forman  á  16  largo  de  las  crines,  y 
luego  las  tres  espigas  separadas  ó  reunidas  que 
se  forman  en  la  frente. 

4.°  El  lanzazo,  cavidad  natural  que  se  ve  al- 
gunas veces  en  los  caballos  de  raza,  en  las  par- 
es inferiores  y  laterales  del  cuello ,  en  la  parte 
anterior  del  brazo. 

5°  Las  leprosas,  manchas  de  un  rosa  pálido , 
cubiertas  de  un  ligero  vello,  observadas  particular- 
mente alrededor  de  la  boca,,  de  los  ojos  y  del  ano, 
y  que  comunmente  acompañanálos  ojos  ojizarcos 
y  los  ropajes  rubiconcs. 

Andadura. 

Se  entiende  por  andadura,  en  el  caballo  ,  sus 
movimientos  de  progresión  y  su  modo  de  mar- 
char, que  se  distinguen  en  naturales,  artificiales  y 
defectuosas. 

Los  primeros  se  dividen  en  tres ,  á  saber :  paso, 
trote,  y  galope. 

Los  segundos  no  son  mas  que  modificaciones 
de  las  primeras,  determinadas  por  el  arte  de  ha- 
cer mas  cómodos ,  mas  elegantes ,  mas  bonitos  los 
movimientos  del  caballo.  Siendo  esto  cosa  que 
guarda  muy  poco  relación  con  la  economía  rural 
nos  ocuparemos  muy  poco  de  ella.  Sin  embargo,  se 
puede  considerar  como  andadura  artificial  el  paso 
precipitado ,  pues  que  el  paso  del  caballo  aban- 
donado á  sí  mismo  es  muy  lento  :  lo  mismo  suce- 
de con  el  galope  corto  y  el  galope  marcado ,  que 
son  también  el  fruto  de  la  educación. 

Las  andaduras  defectuosas  son ,  el  portante,  el 
sobrepaso  y  el  aubin. 

i.°  El  paso  se  ejecuta  con  lentitud  y  en  cuatro 
tiempos;  se  levanta  una  pierna  de  delante,  á  la 
que  sigue  inmediatamente  otra  de  atrás  del  lado 
opuesto.  Luego  que  éstas  se  hallan  sentadas,  se 
levantan  á  su  vez  una  después  de  otra  las  dos 
restantes  y  se  sientan  en  el  suelo  del  mismo  modo; 
de  estos  cuatro  movimientos,  los  mas  lentos  son 
el  segundo  y  el  último. 

2.°  El  trote  se  ejecuta  en  dos  tiempos  ó  bien 
sean  dos  golpes :  primero  se  levantan  dos  pier- 
nas á  la  vez ,  la  una  anterior  y  la  otra  posterior  y 
de  los  costados  opuestos ;  estas  piernas  se  sien- 
tan á  la  vez ,  y  entonces  se  levantan  las  otras  dos 
para  colocarse  también  en  el  suelo  simultánea- 
mente. En  esta  andadura  las  piernas  se  levantan 
mucho  mas  y  la  progresión  es  al  menos  dos  veces 
mas  rápida  que  en  el  paso. 

3.9  El  galope  se  ejecuta  en  dos  ó  tres  tiempos  : 
por  poco  rápido  que  sea  es  un  salto  hacia  adelan- 
te en  el  cual  las  dos  piernas  anteriores  se  levantan 
á  un  mismo  tiempo ,  y  las  siguen  con  tanta  rapi- 
dez las  piernas  traseras,  que  durante  un  interva- 
lo muy  corto  las  cuatro  juntas  se  hallan  en  el  aire. 

4.°  El  portante  es  una  marcha  bastante  preci- 
pitada que  se  ejecuta  en  dos  tiempos.  En  el  prime- 
ro, dos  piernas  la  una  auterior  y  la  otra  posterior, 


CAB  467 

del  mismo  lado,  parten  para  colocarse  en  el  sue- 
lo al  mismo  tiempo;  en  el  segundo  las  otras  dos 
ejecutan  igual  movimiento.  Esta  marcha  se  con- 
sidera como  defectuosa,  porque  la  ejecutan  mu- 
chas veces  los  caballos  viejos  eslroí>eados  ó  los 
potros  si  se  les  carga  mas  peso  del  regular.  Sin 
embargo ,  este  paso  no  excluye  la  fuerza  ni  el  vi- 
gor ;  hay  caballos  de  paso  de  portante  que  bien 
cargados  marchan  con  tanta  rapidez  y  por  mas 
tiempo  que  otros  caballos  al  trote,  pero  hade  ser 
en  caminos  horizontales.  Como  su  servicio  es  muy 
agradable ,  hay  algunas  personas  que  educan  los 
potros  trabándolos  por  los  pies  laterales,  hacién- 
dolos marchar  de  este  modo ;  esta  marcha  siendo 
al  principio  artificial  se  trasmite  después  por  he- 
rencia. 

5.°  El  sobrepaso  es  una  especie  de  paso  de  por- 
tante entrecortado  en  el  cual  las  dos  piernas  de 
cada  lado,  en  vez  de  partir  y  de  caer  juntas  ,  co- 
mo en  el  portante  franco,  ejecutan  este  movimien- 
to la  una  después  de  la  otra  como  en  el  paso:  en 
esta  marcha  hay  tres  pies  que  casi  están  siempre 
en  el  suelo ,  lo  que  hace  que  la  posición  del  caba- 
llo sea  siempre  muy  segura.  Esta  marcha  seria 
muy  buena  en  un  camino  pedregoso,  si  no  fuese 
casi  siempre  el  resultado  de  la  debilidad  del  ani- 
mal. 

Hay  además  otra  marcha  que  los  Franceses 
llaman  el  paso  Aubin,  en  la  que  el  caballo  galo- 
pa con  las  piernas  de  delante ,  y  trota  con  las 
de  atrás:  esta  es  una  señal  de  debilidad  en  los 
rroones ,  lo  que  se  nota  con  mucha  frecuencia  en 
los  caballos  de  posta  y  diligencias. 

Tales  son  las  andaduras  naturales  ó  adquiridas 
del  enérgico  cuadrúpedo. 

Generación. 

El  caballo  parece  que  siente  la  necesidad  de 
reproducirse  durante  la  primavera,  época  en  que 
la  naturaleza  parece  sacudir  et  entorpecimiento 
en  que  la  sumergen  los  trios  del  invierno.  Enton- 
ces los  machos  llaman  alas  hembras  por  medio  de 
relinchos  graves  y  retumbantes ,  y  estas  les  res- 
ponden, aunque  "con  una  voz  menos  fuerte.  El 
preñado  dura  unos  doce  meses ,  y  la  madre  pa- 
re de  pié.  El  potrillo  nace  cubierto  de  pelo  y  con 
los  ojos  abiertos ,  y  sus  piernas,  aunque  muy  lar- 
gas proporcionalmente,  tienen  la  fuerza  suficien- 
te para  sostenerlo  y  permitirle  marchar.  El  potro 
se  halla  ya  en  estado  de  reproducción  á  los  dos 
años  y  medio  ó  á  los  tres,  y  Jas  hembras  son  aun 
mas  precoces  que  los  machos ;  sin  embargo ,  no 
debe  permitírseles  el  que  se  entreguen  á  los  fati- 
gosos placeres  del  amor  antes  de  los  cuatro  o 
cinco  anos.  Los  potros  que  nacen  de  estas  alian- 
zas tan  prematuras  no  son  nunca  de  mucha  talla 
ni  robustos,  y  sus  padres  al  engendrarlos  se  es- 
tropean con  frecuencia  para  el  resto  de  sus  dias. 
Es  preciso  esperar  á  la  edad  de  cuatro  á  cinco 
anos  para  los  caballos  de  tiro  y  hasta  á  siete  y 
ocho  anos  para  los  caballos  de  raza  pura  espa- 
lóla. 

El  potrillo  mama  cerca  de  un  ano;  pero  asegu- 


468  CAB 

ran  algunos  inteligentes  que  para  tener  caballos 
bien  vigorosos  se  deben  separar  del  lado  de  la 
madre  antes  de  esta  edad.  El  potro  se  halla  ente- 
ramente desarrollado  á  los  cinco  años,  aunque 
hay  algunas  razas  que  parecen  mas  precoces. 
Otras,  por  el  contrario,  son  mas  tardías,  y  en- 
tre estas  últimas  señalaremos  la  raza  francesa 
llamada  limusina.  El  término  medio  de  la  dura- 


CAB 

jes  de  la  Arabia  y  de  la  Libia  eran  pequeños  ,  de 
color  ceniciento,  y  tan  rápidos  en  su  carrera  que 
no  habia  ningún  caballo  doméstico  que  pudiera 
alcanzarlos.  Estaúltima  particularidad  hace  pre- 
sumir que  estos  pretendidos  caballos  son  los  ona- 
gras ó  asnos  salvajes. 

Los  únicos  hechos  auténticos  en  que  se  apoyan 
los  partidarios  cuya  opinión  combate  el  Sr.  de 


uamatia  umosma.  üi  leimmu  iubuiu  uo  ia  urna-   luapaumaiwo  *,«j»  v,,,....~..  ---.--.-  --  ~- 
cion  de  la  vida  del  caballo  es  do  unos  treinta  Quatrefages  ,  son  sacados  de  la  historia  de    os 

««^11^  nna  «iuon    íhrpmíMitp  p,n     os  desiertos 


anos. 

En  cuanto  al  modo  de  engendrar  del  caballo  nos 
es  bastante  conocido.  La  verga  es  bastante  gran- 
de con  respecto  a  su  talla ,  y  se  halla  encerrada 
en  un  estuche  de  piel  que  se  dirige  hacia  ade- 
lante, y  presenta  tíos  rudimentos  de  tetillas  en  el 
prepucio.  La?  dos  tetas  de  las  hembras  son  in- 
guinales y  poco  voluminosas  a  proporción  del 
cuerpo.  Pubertad,  que  en  el  estado  de  domesti- 
eidad,  se  manifiesta  muchas  veces  en  el  primer 
año;  en  el  estado  salvaje  es  mucho  mas  tardía. 
El  ardor  genital,  que  es  muy  fuerte  en  ambos  se- 
xos, se  manifiesta  ordinariamente,  como  lo  hemos 
dicho  ya ,  en  la  primavera. 

Razas  de  caballos. 

RAZAS  LIBRES  Ó  RAZAS  SALVAJES. 


Hemos  dicho  ya  que  el  caballo  no  existe  en  el 
estado  salvaje ,  y  sobre  este  particular  el  Sr.  A. 
de  Quatrefages  es  de  la  opinión  de  aquellos  zoo- 
logislas  que  mas  han  profundizado  la  cuestión. 
Sin  embargo,  hay  algunos  autores  que  han  admi- 
tido la  idea  contraria,  fundándose  en  las  relacio- 
nes de  varios  viajeros  ,  y  en  lo  que  se  sabe  tam- 
bién tocante  á  los  caballos  que  viven  en  libertad 
en  los  desiertos  del  Asia.  Echemos  una  rápida 
ojeada  sobre  el  valor  de  estas  diversas  obje- 
ciones. .','«. 

Herodoto  refiere  que  en  las  orillas  del  Hispa- 
nis  en  la  Escitia  habia  caballos  blancos  salva- 
jes, y  que  en  la  parte  septentrional  de  la  Tracia 
se  encontraban  también  algunos  cuyo  pelo  pasa- 
ba aveces  de  cinco  dedos  de  largo.  Aristóteles 
cita  la  Siria,  Plinio,  el  país  del  Norte,  Estrabon, 
los  Alpes  y  la  España  como  países  que  poseían 
caballos  salvajes.  Todos  estos  testimonios  no  pue- 
den evidentemente  aplicarse  sino  á  razas  análo- 
gas á  las  de  que  hablaremos  en  seguida.  Lo  mis- 
mo debemos  decir  respecto  á  lo  que  Cardan  re- 
fiere de  la  Escocia  y  de  las  Oreadas,  Olcüis,  de 
la  Moscovia,  Dapper,   de  la  Isla  de  Chipre,  y 
Slruys,  de  la  isla  de  May.  En  los  escasos  detalles 
dados  por  estos  autores  se  halla  siempre  algu- 
no de  los  rasgos  característicos  de  los  tarpanes 
ó  caballos  libres  del  Asia,  pero  por  otra  parte 
nada  se  ha  podido  encontrar  en  ellos  que  pueda 
hacer  suponer  que  vieron  caballos  cuya  proce- 
dencia no  fuese  de  las  razas  primitivamente  do- 
mesticadas. 

León  el  Africano  asegura  haber  visto  en  laNu- 
midia  un  potro  salvaje  con  el  pelo  blanco  y  las 
crines  crespadas;  Marmol  ha  consignado  este 
hecho  asegurando  además  que  los  caballos  salva 


caballos  que  viven  libremeute  en  los  desiertos 
del  Asia,  conocidos  con  el  nombre  de  tarpanes. 
Veamos  hasta  que  punto  pueden  ser  apreciadas 
sus  deducciones. 

Estos  tarpanes  se  distinguen  en  los  caracte- 
res siguientes  :  La  cabeza  proporcionalmente  con 
el  resto  del  cuerpo  es  grande ;  la  frente  ovalada 
encima  de  los  ojos  ;  la  faz  recta ;  las  orejas,  mas 
largas  que  las  de  nuestros  caballos  domésticos, 
les  caen  naturalmente  hacia  atrás;  los  contornos 
de  la  boca  y  de  las  narices  guarnecidos  de  pelos 
muv  largos;  sus  miembros  son  mas  fuertes  y  mas 
prolongados,  y  las  crines  les  llegan  un  poco 
mas  abajo  de  la  cruz ;  por  último,  su  pelo,  largo  y 
ondeante  algunas  veces,  nunca  llega  á  ser  com- 
pletamente liso. 

Esta  descripción,  tomada  de  uno  de  los  natura- 
listas que  han  abrazado  la  opinión  que  se  refuta, 
se  parece  bajo  iodos  conceptos  á  la  que  de  Azara 
dio  acerca  de  los  caballos  libres  de  la   Plata. 


En  cuanto  á  éstos  su  origen  es  bien  conocido, 
pues  se  sabe  que  descienden  de  los  caballos  espa- 
ñoles escapados  del  dominio  de  sus  dueños  des- 
pués de  la  conquista  del  TSuevo-Mundo.  En  las 
pampas  de  la  América  del  Sud ,  lo  mismo  que 
en  los  estepas  del  Asia,  el  caballo  entregado  a 
sí  mismo  ha  perdido  una  parle  de  las  elegantes 
formas  que  debia  á  la  educación.  Su  talla  na 
disminuido;  sus  piernas  y  cabeza  han  aumenta- 
do ;  sus  orejas  se  han  vuelto  mas  largas  y  echa- 
das hacia  atrás;  su  pelo  se  ha  vuelto  mas  basto; 
y  una  cosa  bien  estraña  es  que  en  el  ecuador  se 
encuentran  estos  caballos  cubiertos  de  un  pelo 
largo  y  lanoso,  lo  que  parecería  ser  mas  propio 
en  los  climas  frios.  Dos  siglos  á  lo  mas  han  bas- 
tado, pues,  para  producir  en  América  una  raza  ca- 
si enteramente  parecida  á  la  que  en  Europa  se 
considera  como  el  tipo  salvaje  primitivo. 

Otro  hecho  que  no  deja  ninguna  duda  es  que  en 
los  estepas  que  se  extienden  entre  el  Don,  la 
ükrania  y  la  Crimea  se  encuentran  tarpanes  pa- 
recidos enteramente  á  los  otros  ,  y  cuyo  origen 
se  conoce  perfectamente.  Estos  son  los  descen- 
dientes de  algunos  caballos  escapados  del  ejer- 
cito de  Pedro  el  Grande  en  la  época  de  su  expe- 
dición contra  la  ciudad  de  Asoph.  ¿Porque  se 
(pusiera,  dice  el  Sr.  de  Quatrefages,  señalar  un 
origen  diferente  á  razas  que  presentan  en  tono 
los  mismos  caracteres  ? 

Es  verdad  que  algunos  se  apoyan  en  varias  cir- 
cunstancias de  pelajes,  y  aun  mas  en  que  preten- 
den que  los  alzados ,  ó  caballos  emancipados  de 
América,  vuelven  muy  fácilmente  al  estado  do- 
méstico ,  mientras  que  los  tarpanes  son  indoma- 
bles. Estas  dos  aserciones  se  contradicen  igual- 


CAB 
mente  por  las  relaciones  de  los  viajeros.  Sábese 
que  los  Cosacos  y  los  Tártaros  montan  muchas 
veces  esos  pretendidos  caballos  salvajes,  délos 
cuales  se  apoderan  con  la  ayuda  de  lazos  escur- 
ridizos ;  y  por  otra  parte  Bufion  asegura  que  los 
caballos  libres  de  Santo  Domingo  y  de  la  Virgi- 
nia son  muy  ariscos  é  intratables  aun  después  de 
educados. 

En  cuanto  á  las  diferencias  presentadas  por  los 
ropajes  de  estos  caballos,  son  casi  nulas  tanto 
en  el  antiguo  como  en  el  nuevo  continente.  Ni  en 
Asia  ni  en  América  se  encuentra  ningún  caballo 
pió  en  medio  de  esas  hordas  errantes,  y  los  ne- 
gros son  también  muy  raros  en  ambas  parles; 
pero  en  Europa  los  colores  mas  comunes  son  el 
oscuro ,  el  isabela  y  el  gris  de  rata ,  según  Fors- 
ter;  en  América,  el'bayo  castaño,  según,  la  rela- 
ción de  Azara.  Tanto  en  uno  como  en  otro  con- 
tinente se  encuentran,  sin  embargo  ,  de  todos  los 
colores ,  y  esta  poca  fijeza  en  los  matices  del  pe- 
laje, solo  seria  una  prueba  decisiva  en  favor  del 
Sr.  de  Quatrefages,  por  ser  contraria  alo  que  se 
observa  en  todas  las  especies  salvajes. 

La  sola  diferencia  real  que  existe  entre  los 
tarpanes  y  los  alzados  se  observa  en  la  manera 
con  que  aplican  el  instinto  de  asociación  que  les 
es  común.  Los  primeros  viven  en  pequeños  grupos 
de  i  o  á  20 ,  compuestos  siempre  de  un  solo  ma- 
cho. Les  alzados,  por  el  contrario,  se  reúnen  por 
miles.  De  Azara  asegura  que  hay  manadas  que 
pasan  de  diez  mil  individuos.  Parece  muy  fácil 
explicar  lo  que  hay  de  singular  en  este  hecho. 
Los  tarpanes  viven  en  un  país  en  donde  gene- 
ralmente solo  tienen  que  combatir  contra  enemi- 
gos bastante  débiles  :  tan  solo  hay  los  lobos  que 
puedan  hacerles  pasar  algún  peligro,  y  esto  aun 
durante  el  invierno.  En  América  es  muy  diferen- 
te ;  los  caballos  vueltos  á  la  vida  libre  lenian 
que  defenderse  contra  especies  de  gatos  grandes 
mucho  mas  temibles,  y  de  aquí  nacia  la  necesi- 
dad de  reunirse  en  mayor  numero.  Por  otra  par- 
te la  naturaleza  misma  de  aquellos  lugares  se 
prestaba  á  la  vida  en  común  de  esas  hordas  er- 
rantes por  la  vasta  extensión  y  fertilidad  de  las 
llanuras  que  recorrían,  mientras  que,  bajo  este 
respecto  ,  los  páramos  del  norte  de  Asia  sobre 
todo  dejaban  mucln  que  desear.  En  fin ,  las  ob- 
servaciones del  Sr.  Roulni  parecen  demostrar  que 
esas  grandes  manadas  de  alzados  resultan  sola- 
mente de  la  reunión  forzosa  de  familias  parecidas 
á  las  de  los  tarpanes.  Tanto  en  América  como 
enSiberia,  cada  caballo  padre  posee  cierto  nú- 
mero de  yeguas  á  las  cuales  proteje  con  su  valor, 
mientras  que  los  celos  le  hacen  vigilar  sobre  ellas 
continuamente.  Estas  hembras,  durante  el  día,  se 
mezclan  y  se  confunden  para  pacer  en  común; 
ñero  todas  las  lardes  los  machos  reúnen  sus  hem- 
bras, y  entonces  cada  grupo  bajo  la  dirección  de 
su  jefe  busca  el  sitio  que  debe  servirle  de  abri- 
go durante  la  noche.  Este  sitio  suele  ser  siempre 
el  mismo,  á  menos  que  tengan  que  cambiarlo  por 
necesidad. 

En  cuanto  á  lo  demás,  sus  costumbres  son  las 
mismas  cualquiera  scu  el  número  de  los  ca- 


CAB  m 

bailo»  reunidos.  Todos  llevan  una  vida  errante 
en  los  lugares  que  han  elegido  para  sus  pa-t<>- 
Cada  familia  ocupa  una  extensión  proporciona- 
da á  sus  necesidades,  que  considera  como  su  pro- 
piedad y  la  defiende  si  se  acerca  á  ella  alguna  otra 
familia  extranjera.  Cuando  se  concluye  el  forraje, 
los  caballos  se  ponen  en  marcha  bajo  la  direc- 
ción de  sus  jefes.  Este  espectáculo  ha  de  ser 
para  los  viajeros  una  cosa  admirable,  y  deben 
quedarse  sorprendidos  al  ver  una  de  esas  emigra- 
ciones de  mas  de  diez  mil  caballos  atravesando 
libremente  las  llanuras  sin  limites  del  Nuevo 
Mundo ,  y  haciendo  temblar  la  tierra  bajo  sus 
pies.  Precedidos  de  sus  esploradores,  marchan 
formando  una  columna  en  masa  quenada  es  ca- 
paz de  romper.  Esta  columna  se  subdivide  en 
pelotones ,  compuesto  cada  uno  de  un  macho  con 
sus  hembras.  Apenas  la  vanguardia  señala  una 
caravana  ,  ó  un  grueso  de  caballería,  cuando  to- 
dos los  machos  que  sí  encuentran  á  la  cabeza 
se  adelantan  y  practican  su  reconocimiento  con 
la  vista  y  con  "el  olfato.  Después,  á  la  seña  de 
uno  de  los  machos,  la  columna  entera  carga  al 
enemigo  ó  bien  cambia  de  dirección,  invitando  á 
los  caballos  domesticados  á  reunirse  con  ellos  por 
medio  de  relinchos  graves  y  prolongados.  Rara 
vez  esa  llamada  deja  de  ser  oída,  y  al  aproximar- 
se estos  alzados ,  los  viajeros  tienen  que  tomar 
sus  precauciones  para  evitar  que  sus  caballos  se 
les  escapen ,  pues  que  el  menor  descuido  les  ha- 
ria  que  perdiesen  sus  monturas. 

No  es  solamente  en  la  América  del  Sud  en  don- 
de los  caballos  salvajes  se  han  multiplicado  en 
tanta  manera.  También  se  encuentran  en  la  Flo- 
rida, pero  allí  los  habitantes  se  han  visto  obliga- 
dos á  destruirlos  á  fin  de  poder  conservar  sus 
caballos  domésticos,  que  se  dejaban  seducir  muy 
fácilmente  por  aquellos  individuos  emancipados. 

Al  lado  de  estas  razas  que  han  conquistado  to- 
da su  primera  libertad ,  hay  algunas  que  puede 
decirse  que  sirven  de  intermediarias  entre  aque- 
llas y  las  razas  enteramente  sometidas.  En  este 
número  deben  contarse  los  caballos  de  Islandia, 
que  sus  dueños  dejan  pacer  libremente  en  las 
montañas,  volviéndolos  á  coger  cuando  los  nece- 
sitan. También  debemos  hacer  mención  de  esas 
grandes  manadas  que  los  cosacos  del  Don  guian 
sin  guardarlos  álos  desiertos  de  la  Ükrania  y  que 
obedecen  mas  á  los  jefes  (pie  ellos  mismos  se 
han  elegido  que  á  sus  propietarios.  Después 
de  estos  úllimos  pondremos  los  caballos  de  la 
Filandta ,  (pie  pasan  el  verano  en  una  absoluta 
independencia,  viviendo  en  familias  lo  mismo  que 
los  tarpanes,  y  que  á  la  venida  del  invierno  se 
retiran  cada  uño  á  la  casa  de  su  dueño.  En  fin, 
pondremos  también  en  la  misma  categoría  los 
caballos  de  la  Camarga  ó  delta  del  Bhone.  En 
este  pais  creen  que  esta  clase  de  caballos,  (pie  se 
llaman  bárbaros,  proceden  de  loscaballos  bárba- 
ros que  los  Sarracenos  abandonaron  en  aquella 
playa  solitaria,  en  alguna  de  las  invasiones  qtw 
hacían  en  las  costas  de  Francia.  Esta  raza,  deja- 
da en  completa  libertad  ,  ha  degenerado  sin  du- 
da ,  pero  aun  esbaslaulc  hermosa  y  ha  tensor- 


¿70  CAB 

vado  le  mayor  parte  de  las  calidades  que  dis- 
tinguen á  sus  supuestos  padres.  Los  caballos  de 
la  Camarga  tienen  un  pié  muy  seguro,  y  una  vez 
sometidos  son  muy  dóciles  aunque  fogosos;  sin 
embargo,  es  menester  obligarlos á  obedecer des- 
ae  el  primer  día  que  se  les  monta,  ó  de  lo  contra- 
no  se  hacen  indomables. 


RAZA    DOMÉSTICA. 

La  esclavitud  del  caballo ,  según  hemo9  dicho 
parece  datar  de  la  época  misma  en  que  la  espe- 
cie humana  vino  á  tomar  posesión  de  la  tierra 
como  de  una  propiedad  que  el  Criador  habia  pre- 
parado paradla:  ñero  para  entrar  en  posesión 
de  esta  propiedad  la  especie  humana  tenia  que 
vencer  muchos  obstáculos  ,  y  sostener  grandes 
combates.  En  esta  lucha,  su  primer  auxiliar 
fue  sin  duda  el  perro,  y  el  segundo  el  caballo. 
Lo  mismo  que  el  perro ,  el  caballo  debió  servir 
para  muchas  cosas ;  y  su  especie,  prestándose 
con  una  facilidad  maravillosa  á  cada  necesidad 
nueva,  á  cada  capricho  de  su  dueño ,  resultó  de 
esto  un  número  de  razas  casi  infinito.  Antes  de 
entrar  en  pormenores  sobre  esta  materia ,  hare- 
mos algunas  observaciones  generales  acerca  de 
las  modificaciones  que  el  hombre  y  la  naturaleza 
han  hecho  experimentar  al  animal  que  nos  ocupa. 
ir.  Cuvier  se  quejó  de  que  en  la  distinción  de 
jas  diversas  razas  solóse  habían  tenido  presentes 
los  caracteres  físicos  y  anatómicos,  descuidando 
enteramente  las  calidades  morales.  Esta  obser- 
vación nos  parece  muy  justa.  Las  calidades  mo- 
rales del  caballo  varían  tanto  como  el  exterior 
de  su  cuerpo.  El  caballo  es  un  animal  general- 
mente inteligente,  afectuoso  y  dotado  de  mucha 
memoria;  pero  este  conjunto  se  modifica  por  la 
educación  ,  y  por  la  influencia  del  medio  en  don- 
de se  halla  colocado.  En  el  caballo,  lo  mismo  que 
tmel  hombre,  se  encuéntrala  resolución  y  la  pol- 
tronería, la  paciencia  y  la  irascibilidad,  una 
comprensión  clara  ó  embotada.  Así,  pues,  estas 
dilerenciasde  caracteres' se  trasmiten  casi  con 
tanta  seguridad  como  las  formas  y  las  proporcio- 
nes del  cuerpo;  igualmente  caracterizan  las  ra- 
zas. También  Buffon  quiere  q'ne,  al  elegir  los 
caballos  padres,  se  tomen  en  cuenta  sus  vicios 
y  sus  virtudes,  tanto  como  el  vigor  y  la  hermo- 
sura, y  esta  recomendación  nos  parece  de  una 
alta  importancia.  ¿Qué  se  hará  de  un  nuevo  bu- 
céfalo, sino  quiere  sufrir  ni  la  silla  ni  el  harnés, 
y  si  pone  á  cada  instante  en  peligro  la  vida  de 
su  dueño? 

Pero,  para  que  la  inteligencia  v  las  calidades 
efectivas  del  caballo  se  desarrollen  en  toda  su 
extensión  es  necesaria  la  ayuda  del  hombre ;  es 
menester  que  éste  le  trate  como  un  compañero, 
como  un  amigo ,  y  no  como  un  esclavo.  El  caba- 
llo se  embrutece  bajo  el  látigo  de  nuestros  carre- 
teros ,  y  degenera  en  su  parte  moral,  tal  vez 
mas  que  en  la  física.  Este  animal ,  lo  mismo  que 
lodos  los  demás,  necesita  recibir  las  impresiones 
claras  y  precisas.  ¿  Y  cómo  es  posible  que  así 
suceda  cuando  la  idea  del  deber  está  sin  cesar 


CAB 


ligada  á  la  idea  que  el  animal  tiene  del  casti- 
go? No  recibiendo  su  cerebro  mas  que  impresio- 
nes confusas ,  la  asociación  dé  ideas  llega  á  ser 
para  él  una  cosa  imposible,  la  actividad  y  la 
buena  voluntad  ceden  su  puesto  al  desaliento  y 
á  la  pereza ,  y  alguna  vézák  deseo  de  venganza. 
Pero  si  se  saben  aprovechar  las  buenas  disposi- 
ciones que  le  prodigó  la  naturaleza,  si  armado 
el  hombre  de  paciencia  y  de  dulzura  se  dirige  á 
su  inteligencia  y  á  sus  afectuosas  inclinaciones, 
sacará  del  animal  el  mismo  partido,  ó  quizás 
mas  todavía  del  que  los  Árabes  sacan  de  sus  ca- 
ballos. En  prueba  de  cuanto  decimos  aquí  nos 
bastará  recordar  á  nuestros  lectores  las  maravi- 
I  lias  que  tantas  veces  han  presenciado  en  el  circo 
(del  Sr.  Paul. 

El  color  del  pelaje  no  puede  contarse  en  el  nú- 
!  mero  de  los  caracteres  esenciales  de  las  razas. 
Casi  todas  producen  caballos  de  pelos  diferen- 
tes; sin  embargo,  hay  algunas  que  parecen  tener 
marcados  ciertos  colores ,  como  por  ejemplo,  el 
gris  para  los  caballos  bárbaros ,  y  el  bayo  mar- 
ron  o  el  negro  para  los  andaluces.  Los  caballos 
daneses  son  casi  los  únicos  que  presentan  con 
frecuencia  esos  ropajes  de  colores  extraños,  co- 
nocidos bajo  el  nombre  de  ropaje  pió  ó  salpi- 
cado. 

Por  el  contrario,  la  variación  de  la  talla  es  una 
cosa  notable  y  característica  en  muchas  de  las 
razas  caballares.  En  general,  se  puede  decir  que 
las  qué  proceden  de  países  templados  aventajan 
á  las  razas  expuestas  á  un  exceso  de  frió  ó  de  ca- 
lor. Los  caballos  de  mas  talla  que  se  conocen 
se  encuentran  en  Francia ,  en  donde  sirven  para 
tirar  los  barcos  en  algunos  rios:  también  en  In- 
glaterra los  hay  de  mucha  talla,  y  les  llaman  ca- 
ballos de  cerbecero.  Los  caballos  mas  pequeños 
se  ven  en  el  Norte,  en  Irlanda,  y  sobre  todo  en 
las  islas  Shetlant,  en  el  mediodía  ,  en  las  pro- 
vincias meridionales  de  la  China  y  de  la  India. 
Pero  la  influencia  del  frió  y  del  calor ,  si  bien 
disminuye  la  talla,  produce, respecto  á  todo  lo 
demás  ,  efectos  bien  diferentes.  Los  cabadlos  pe- 
queños irlandeses  y  shetlandeses  son  robustos, 
ágiles  y  llenos  de  fuego ;  mientras  que  los  de  lá 
India  y  de  la  China  son  débiles  ,  ruines  y  apenas 
sirven  para  nada. 

La  misma  naturaleza  del  terreno  parece  pro- 
ducir resultados  análogos.  Bajo  una  misma  lati- 
tud los  caballos  montañeses  son  de  una  talla  mas 
pequeña,  pero  esta  desventaja  la  compensan 
casi  siempre  con  el  vigor;  los  caballos  de  las  lla- 
nuras, al  contrario,  alcanzando  mayores  dimen- 
siones, son  siempre  mas  flojos  y  perezosos. 

Estos  contrastes  nos  parece  que  pueden  expli- 
carse por  la  influencia  que  en  los  primeros  debe 
ejercer  el  aire  vivo  y  seco  délas  montañas,  el  ali- 
mento frugal  con  que  muchas  veces  tienen  que 
contentarse ,  y  al  mismo  tiempo  el  ejercicio  vio- 
lento que  traen  consigo  las  dificultades  del  terre- 
no. Pero  los  segundos ,  envueltos  siempre  en 
una  atmósfera  pesada  y  húmeda,  nutridos  de  ve- 
getales acuosos ,  y  no  teniendo  que  hacer  mas 
que  marchas  fáciles ,  deben  resentirse  de  los  efec- 


CAB 

tos  de  un  medio  cuya  iufluencla  se  haec  sentir 
hasta  en  las  plantas. 

Una  temperatura  moderada ,  igualmente  apar- 
tada del  frío  y  del  calor ,  un  país  en  el  cual  el 
Íwtrillo  pueda  ejercitar  sus  nacientes  fuerzas  sin 
aligarse  en  demasía,  una  atmósfera  pura,  un 
régimen  nutritivo ,  sin  ser  estimulante ,  tales  se- 
rán las  condiciones  mas  favorables  á  la  cria  de 
los  caballos.  Los  países  montañosos  presentan 
casi  siempre  estas  ventajas,  y  asi  es  que  general- 
mente vemos  las  razas  mas  hermosas  proceden- 
tes.de  semejantes  localidades  pues  si  fuera  de  ellos 
se  llegan  á  perfeccionar ,  es  solo  á  fuerza  de  cui- 
dados, y  por  cruzamientos  muchas  veces  reite- 
rados con  razas  mas  distinguidas. 

Nos  alejaríamos  demasiado,  de  los  límites  de 
un  artículo  de  diccionario ,  si  quisiésemos  deta- 
llar todas  las  razas  que  ha  producido  la  especie 
del  caballo,  y  por  lo  mismo  solo  indicaremos 
en  pocas  palabras  lo  que  nos  han  dicho  varios 
autores  acerca  de  las  principales  de  entre  ellas. 

Haza  árabe. 

Esta  raza  sin  duda  ninguna  produce  los  prime-, 
ros  caballos  del  mundo;  y  con  todo ,  el  caballo 
árabe  está  muy  lejos  de  producir  el  conjunto  de 
perfecciones  á  las  cuales  atribuimos  la  idea  de 
la  hermosura.  Su  cabeza  es  casi  cuadrada  ,  su 
faz  recta  ó  acanalada ,  su  cuello  derecho  y  tam- 
bién formando  alguna  vez  arco  hacia  atrás.  Pero 
sus  articulaciones  anchas  y  fuertes  sirven  de  pun- 
to de  reunión  entre  músculos  poderosos  que  se 
dibujan  bajo  una  piel  lisa,  de  pelo  muy  fino  y 
corto,  y  que  recorren  en  todas  direcciones  di- 
ferentes vasos  sanguíneos  muy  marcados.  El  pe- 
cho del  caballo  árabe  es  ancho;  sus  piernas  del- 
gadas y  nerviosas,  sus  tendoues  se  destacan  per- 
fectamente del  hueso;  su  pié  es  excelente  y  ter- 
minado por  un  casco  extremadamente  duro.  Este 
conjunto  anuncia  á  un  mismo  tiempo  el  vigor  y 
la  agilidad  :  asi  es  que  no  hay  ningún  caballo 
que  iguale  al  árabe  corriendo  bajo  el  peso  del 
ginete ,  levantando  el  cuello  y  la  cabeza  para 
protegerlo ,  adelantando  en  la  carrera  al  aves- 
ruz  ó  al  antílope,  ó  precipitándose  en  medio  del 
combate.  Tal  vez  es  solo  al  caballo  árabe  á  quien 
se  aplicaen  todasu  extensión  este  bello  pasaje  del 
libro  de  Job ,  cuando  Jehovah  ,  hablando  desde 
el  seno  délas  nubes,  interroga  al  justo  después 
de  caído,  y  le  pinta  todas  las  magnificencias  de 
la  creación. 

«¿Eres  tú  el  que  ha  dado  la  fuerza  al  caballo? 
¿Eres  tú  el  que  le  ha  dado  un  relincho  tan  fuerte 
como  el  trueno  ?» 

«¿Harás  tú  saltar  el  caballo  como  la  langosta? 
El  sonido  magnífico  de  sis  narices  es  aterrador.» 

«El  caballo  hiende  la  tierra  con  su  pié,  se  ale- 
gra con  su  fuerza,  y  marcha  al  encuentro  de  los 
hombres  armados. 

«El  caballo  se  rie  del  miedo,  de  nada  se  asusta 
ni  retrocede  delante  de  la  espada.» 

«El  caballo  no  teme  las  flechas  que  silvan  á  su 


CAB  471 

alrededor ,  ni  el  hierro  luciente  de  tas  lanzas  u 
del  venablo.* 

«El  caballo  azota  la  tierra  lleno  de  emoción  y 
ardor  al  son  del  clarin ,  y  entonces  no  puede  con- 
tenerse.» 

«Al  eco  sonoro  de  la  trompeta,  el  caballo  dice 
Ahí  Ahí  Olfatea  la  batalla  y  conoce  el  grito  del 
triunfo .» 

El  caballo  árabe,  siendo  de  una  sobriedad  ex  (re- 
ma, solo  pide  á  su  dueño  5  ó  6  libras  de  cebada, 
y  algunas  veces  un  poco  de  paja ;  dotado  de  un 
fondo  de  aliento  inagotable ,  hace  habitualmenle 
Í8  ó  20  leguas  cada  día  ó  mas  si  es  menester.  En 
él  todo  anuncia  el  vigor,  la  fuerza  y  la  bondad; 
y  estas  jpreciosas  calidades  que  ha  recibido  de 
sus  padres  las  trasmite  á  su  posteridad .  Todas  las 
razas  se  mejoran  si  pueden  mezclarse  con  e?>ta 
raza  tan  pura,  y  hasta  las  que  le  son  superiores 
tanto  por  su  talla  como  por  su  forma,  se  ennoble- 
cen por  la  mezcla  de  su  sangre  generosa. 

El  caballo  árabe ,  criado  en  la  tienda  común  y 
formando  como  quien  dice  parle  de  la  familia, 
siente  por  su  dueño  el  apego  y  la  lidelidad  del 
perro ,  y  algunas  veces  por  la  seguridad  de  su 
instinto  hasta  se  muestra  émulo  de  este  animal. 
Cuando  un  árabe  cae  del  caballo  y  no  puede  le- 
vantarse, el  animal  se  detiene  al  instante  y  per- 
manece junto  á  él  relinchando  hasta  que  alguno 
se  acerca  y  le  socorre.  Si  alguna  vez  el  ginete 
vencido  por  el  cansancio  se  echa  á  dormir  en  me- 
dio del  desierto,  el  caballo  se  mantiene  tranquilo 
á  su  lado ;  pero  al  aspecto  de  otro  hombre  cual- 

3uiera ,  relincha  y  despierta  al  que  esta  durmien- 
o  bajo  su  vijilancia.  Pero  en  cambio ,  tampoco 
hav  nada  en  el  mundo  que  el  árabe  prefiera  á  su 
caballo ,  ó  por  mejor  decir  á  su  yegua,  pues  por 
ésta  última  es  para  quien  él  'guarda  todo  su  afec- 
to. En  las  relaciones  de  los  viajeros  se  encuentran 
mil  ejemplos  de  esta  adhesión. 

El  Árabe  aprecia  tanto  la  reputación  de  su  ye- 
gua como  su  propio  honor. 

Los  Árabes,  después  de  mucho  trabajo,  han  al- 
canzado producir  y  conservar  la  raza  de  sus  ca- 
ballos admirables.  Su  raza  noble ,  que  llaman  Ko- 
clani,  Kohylc  ó  Kailhun ,  es  para  ellos  el  objeto 
de  cuidados  de  los  cuales  no  podríamos  formarnos 
una  idea.  Cada  caballo  tiene  su  geneologia  me- 
jor conservada  y  mas  auténtica  quizás  que  la  del 
noble  mas  orgulloso.  Los  Árabes  dan  dos  mil  anos 
de  existencia  á  la  raza  Koclani ,  y  pretenden  que 
desciende  de  las  yeguas  de  Salomón.  Si  hay  una 
poca  de  hipérbole  oriental  en  estas  pretensiones , 
es  que  entre  esas  familias  aristocráticas  de  la  es- 
pecie caballar,  las  hay  cuyos  títulos  perfectamen- 
te en  regla  se  remontan  á  mas  ,de  cuatrocientos 
años.  Las  hembras  de  esta  raza  solo  son  cubier- 
tas por  un  caballo  de  la  misma  sangre ,  y  en  pre- 
sencia de  un  testigo  que  permanece  á  su  lado  por 
espacio  de  veinte  dias,  para  asegurarse  que  nin- 
gún caballo  vulgar  se  ha  arrimado  á  ella.  Al  na- 
cimiento del  potro,  se  llama  á este. mismo  testigo 
para  firmar  el  acta  de  nacimiento  ',  la  cual  se  ex- 
pide jurídicamente  á  los  siete  dias  después  del 
parlo. 


472  CAB 

Un  caballo  árabe  antes  de  considerarse  como 
perteneciente  á  esla  raza  noble,  es  menester  que 
haga  sus  pruebas.  El  potro ,  dejado  hasta  enton- 
ces á  toda  su  libertad,  es  conducido  ala  presen- 
cia de  su  dueño.  Este  lo  monta  de  un  brinco  y  lo 
lanza  á  lodo  escape  en  medio  de  las  arenas  y  de 
los  peñascos  del  desierto.  El  Árabe  le  hace  correr 
así  unas  doce  ó  quince  leguas ,  y  después,  ja- 
deante y  cubierto  de  sudor,  le  hace  atravesar  un 
rio  á  nado.  El  animal ,  al  salir  del  baño,  debe  apa- 
recer lleno  de  vigor.  Si  el  potro  resiste  á  esta 
prueba,  su  carácter  se  ha  establecido  definitiva- 
mente, y  es  reconocido  por  un  descendiente  dig- 
no de  la  raza  Kochlani. 

En  Europa  es  muy  difícil  procurarse  caballos 
koclíclani,  y  la  mayor  parte  de  los  que  se  han 
comprado  bajo  este  nombre  pertenecen  en  reali- 
dad á  otras  razas  inferiores.  Sin  embargo,  á  fuer- 
za de  dinero  es  posibles  obtener  algunos  caballos 
padres,  pero  no  sucede  lo  mismo  con  las  yeguas: 
los  árabes  no  se  desprenden  de  ellas  por  ningún 
precio.  Las  yeguas  son  las  únicas  que  trasmiten 
la  nobleza,  y  las  geneologías  se  cuentan  siempre 
por  las  madres.  Se  tiene  mucho  cuidado  en  pre- 
servar á  las  yeguas  de  todo  contacto  impuro,  y  si 
por  casualidad  este  se  verifica  alguna  vez,  el  po- 
tro se  considera  como  perteneciendo  á  la  raza  del 
padre.  Al  contrario ,  algunas  veces  hacen  cubrir 
yeguas  de  una  raza  inferior  por  caballos  koclda- 
ni,  y  entonces  el  potro  se  considera  déla  raza  ma- 
terna. 

Independientemente  de  la  raza  privilegiada,  los 
Árabes  poseen  otras  dos.  Los  Kadischi,  literalmen- 
te caballos  de  raza  desconocida,  corresponden 
á  los  caballos  de  media  sangre.  Estos  caballos  son 
excelentes  y  á  los  cuales  muchas  veces  solo  fal- 
tan los  pergaminos  para  que  tengan  el  mismo  va- 
lor que  los  verdaderos  kochlani.  La  mayor  parte 
de  los  caballos  árabes  que  se  ven  en  Europa  per- 
tenecen álos  kadischi.  La  raza  mas  inferior  tie- 
ce  el  nombre  de  Attechi ;  esta  es  una  clase  de 
caballos  que  no  se  emplean  sino  para  los  mas  co- 
munes servicios.  Probablemente  de  éstos  descien- 
den los  caballos  libres  que  existen  en  varias  par- 
tes silvestres  de  la  Arabia,  ,á  los  cuales  los  habi- 
tantes del  país  persiguen  con  mucho  ardor  como 
una  caza  de  las  mas  apreciables. 

Razas  alemanas 

La  mayor  parte  de  los  soberanos  de  Alemania 
cuíilan  mucho  de  sus  yeguadas  y  cruzan  con  mu- 
cha frecuencia  sus  yeguas  con  caballos  árabes, 
bárbaros ,  ingleses  o  españoles :  así  es  que  los 
productos  son  bastante  hermosos.  El  comercio  de 
caballos  es  muy  considerable  en  Alemania ,  y  los 
Franceses  por  lo  regular  acuden  á  aquel  país  para 
reemplazar  sus  razas  extinguidas.  Lna  gran  par- 
te de  los  caballos  para  la  caballería  francesa  vie- 
nen del  Ilolstein  y  del  Mecklemburgo:  este  último 
pais  produce  muy  buenos  caballos  de  tiro.  Estos 
caballos,  de  mucha  talla  ,  delgados ,  elegantes  y 
sólidos,  provienen  casi  todos  de  yeguas  del  país 
cruzadas  con  caballos  ingleses. 


CAB 


Razas  americanas. 


Por  todas  las  partes  á  donde  se  dirigen  los  pa- 
sos del  hombre,  éste  lleva  tras  sí  los  animales 
que  ha  convertido  en  sus  amigos  ó  en  sus  escla- 
vos. El  hombre  al  tomar  posesión  del  Nuevo  Mun- 
do no  tan  solo  arrojó  de  el  las  razas  humanas  que 
le  disputaban  su  suelo,  sino  que  también  declaró 
la  guerra  á  todos  los  seres  perjudiciales  ó  inútiles, 
reemplazándolos  por  los  que  podían  serle  de  al- 
gún provecho.  Los  caballos ,  desconocidos  á  los 
indígenas  de  América  en  la  época  de  la  conquista, 
y  que  les  causaron  tanto  terror,  son  hoy  mncho 
mas  comunes  en  a  juel  país  que  en  ningún  otro  de 
Europa.  Sobre  la  vasta  extensión  del  nuevo  con- 
tinente se  han  formado  un  sin  número  de  razas 
de  caballos.  Su  primer  origen  varia  tanto  en  los 
caballos  como  en  los  hombres.  El  caballo  del  Ca- 
nadá y  de  la  Luisiana  es  generalmente  de  origen 
francés  lo  mismo  que  su  dueño ,  pero  tanto  el  uno 
como  el  otro  desaparecerán  bien  pronto  envuel- 
tos en  medio  de  esa  inundación  inglesa  que  lo 
cerca  por  todas  partes.  El  resto  déla  América  del 
Norte,  hasta  la  Florida  y  Méjico ,  ha  sido  pobla- 
do por  caballos  ingleses.  En  lin,  á  partir  de  Mé- 
jico basta  el  cabo  de  Hornos ,  casi  lodos  los  ca- 
ballos son  de  sangre  española. 

El  caballo  del  Canadá  se  considera  como  un 
trotador  excelente  y  bajo  este  punto  de  vista  aven- 
taja ala  mayor  parte  de  sus  hermanos  de  origen  in- 
glés. La  Pensilvania  produce  muy  buenos  caba- 
llos de  tiro  ,  y  otros  muy  propios  para  las  cace- 
rías. El  caballo  inglés ,  mas  ó  menos  atravesado, 
se  encuentra  en  todo  el  resto  de  los  Estados-Uni- 
dos. Los  individuos  de  la  clase  superior  habitan 
la  Georgia  y  la  Virginia ,  en  donde  los  propieta- 
rios ricos ,  herederos  del  buen  gusto  de  sus  an- 
tepasados,  se  ocupan  con  mucho  cuidado  de  la 
conservación  de  la  raza. 

Los  caballos  americanos  mas  estimados  son 
los  de  Chile:  se  distinguen  entre  ellos  tres  razas 
distintas  de  las  cuales  hay  una  caracterizada  por 
su  marcha  especial ,  que  "es  el  paso  de  andadura. 
La  raza  superior  lleva  el  nombre  de  Bruzo.  Sus 
movimientos  son  de  una  extrema  elegancia,  y  to- 
dos los  años  se  trasportan  algunos  individuos  á 
Europa  como  objetos  de  curiorisidad.  La  raza  ter- 
cera toca  de  muy  cerca  á  los  alzados,  y  puede 
considerarse  como  representando  en  la  Améri- 
ca del  Sud  los  caballos  medio  salvajes  de  los 
cosacos  del  Don.  El  comercio  de  los  caballos  chi- 
leños es  muy  considerable,  y  se  hace  principal- 
mente en  el  Perú. 

Raza  bárbara  ó  barberisca. 

Esta  raza,  que  parece  descender  de  la  raza  ára- 
be, es  la  que  mas  se  aproxima  á  ella  por  su  vi- 
gor, por  su  largo  resuello  ,  y  por  la  velocidad  de 
su  carrera.  Las  formas  son  mas  agradables  que 
las  del  caballo  árabe,  y  en  particular  el  arco  de 
su  cuello :  esta  raza  se  busca  también  para  el  tra- 
bajo. El  famoso  caballo  conocido  de  los  Ingleses 


CAB 

coa  el  nombre  de  th?.  Uodolphin  arabian ,  perte- 
ik'ii;i  ,i  osla  raza.  Lste  caballo  fué  comprado  en 
l'aris  en  donde  tiraba  la  carreta  de  un  aguador , 
y  de  allí  fué  trasportado  a  Inglaterra  ,  en  cuyo 
Mía  vino  ¡i  ser  el  padre  de  algunos  de  los  mas 
ilustres  corredores,  y  contribuyó  poderosamente á 
realzar  la  raza  inglesa  degenerada.  Los  caballos 
barbaros  vienen  principalmente  de  Marruecos  y 
del  país  de  Fez. 

Raza  de  Don  gola. 

El  reino  de  üongola  y  los  distritos  vecinos,  co- 
locados entre  el  Kgipto  y  la  Abisinia ,  producen 
una  raza  de  caballos  que,  al  decir  de  Bruce,  en 
nada  desmerece  de  las  razas  árabe  y  bárbara.  A 
proporción  tieuon  menos  talla  que  los  caballos 
árabes,  pero  los  igualan  en  inteligencia,  en  ro- 
bustez y  agilidad  y  en  adhesión  hacia  sus  due- 
ños. 

Estos  caballos  se  consideran  como  los  mejores 
del  nordeste  del  África.  Sus  propietarios  pre- 
tenden que  descienden  de  uno  de  los  cir.eo  ca- 
ballos en  los  cuales  Mahometo  y  sus  compa- 
ñeros se  escaparon  de  la  Meca  la  noche  sagra- 
da de  la  Hegira.  Los  caballos  padres  de  esta  ra- 
za son  mas  estimados  que  las  yeguas  ,  y  su  pre- 
cio es  muy  elevado.  Bosman  asegura  haber  vis- 
to uno  que  se  vendió  en  el  Cairo  por  una  suma 
equivalente  á  cinco  mil  duros. 

Razas  espaTwlas. 

Las  provincias  de  España  que  producen  caba- 
llos de  mucho  valor  son  las  Andalucías  y  la  Extre- 
madura. De  ellos  se  conocen  dos  razas  de  las  cuales 
la  una  es  bastante  común  y  propia  para  el  servicio 
de  la  caballería,  y  la  otra,  mucho  mas  rara,  solo 
se  ha  conservado  en  toda  su  pureza  en  la  Carta- 
ja  de  Jerez  y  en  Jas  posesiones  de  algunos  ricos 
propietarios, 

El  reino  deCórdova  produce  también  muy  bue- 
nos caballos,  y  la  feria  de  esta  ciudad  es  lina  de 
las  importantes  de  nuestro  país,  á  la  que  los 
Portugueses  vienen  á  comprar  muchas  yeguas. 
La  exportación  de  caballos  padres  andaluces  es- 
tá prohibida  bajo  penas  muy  severas,  pero  éstas 
no  han  sido  suficientes  para  extinguir  el  contra- 
bando. Los  caballos  asturianos  son  mas  fuertes, 
pero  de  menos  talla ,  y  su  pelo  generalmente  es 
negro  ú  oscuro  muy  subido. 

Razas  francesas. 

Los  mayores  caballos  que  produce  la  Francia 
son  los  llamados  limosinos  y  la  raza  navarina, 
que  ahora  se  procura  mejorar.  Los  caballos  bo- 
lonesesy  los  del  Franco-Condado  son  muy  bus- 
cados como  caballos  de  tiro  y  para  el  servicio  de 
las  diligencias.  La  Aubernia,  el  Poitou  y  la  Bor- 
goña  producen  hacas  de  mucha  fuerza,  que  casi 
igualan  á  los  caballos  de  silla  criados  en  el  Rose- 
llon,  el  Bugey,  etc. 

La  antigua  raza  normanda  ha  dejado  de  cxis- 
60 


CAB  Í7;> 

lir  en  Francia,  y  aquel  país  solo  produce  hoy  ca- 
ballos propios  para  el  tiro  de  coches. 

Los  caballos  de  Córcega  y  de  los  Pirineos,  aun- 
que de  muy  poca  talla,  son  vigorosos  y  su  pié  es 
bastante  seguro. 

Razas  inglesas. 

El  caballo  inglés  propiamente  dicho  es  el  ca- 
ballo de  carrera.  El  origen  de  esta  raza  ,  hoy  dia 
tan  apreciada ,  parece  haber  sido  un  caballo  que 
un  Inglés  compró  en  Francia  por  muy  poco  pre- 
cio, y  con  el  cual  han  mejorado  después  la  raza 
cruzándola  con  caballos  árabes  ó  bárbaros.  Los 
caballos  dichos  de  pura  sangre  son  hijos  de  esta 
clase  de  caballos  padres  unidos  á  una  yegua  cru- 
zada ya  de  árabe  ó  de  bárbaro  en  primer  grado. 

Los  caballos  ingleses  de  carrera  se  parecen 
mucho  á  los  árabes ,  pero  tienen  la  cabeza  mas 
gruesa,  las  orejas  algo  mas  grandes  y  el  cuerpo 
y  el  pelo  un  poco  mas  largo,  y  al  mismo  tiempo 
su  talla  es  también  mas  elevada.  Estos  caballos 
tienen  mucha  fuerza  y  vigor ,  pero  carecen  de 
elegancia :  sabida  es  la  extraordinaria  velocidad 
de  su  carrera,  asegurándose  haber  visto  alguno 
de  ellos  correr  el  espacio  de  80  pies  en  un  segun- 
do, lo  cual  supondría  una  celeridad  de  diez  á  on- 
ce leguas  en  cada  hora. 

Seria  inútil  recordar  á  nuestros  lectores  hasta 
el  extremo  á  donde  llega  el  delirio  que  hay  en 
Inglaterra  por  las  carreras  de  caballos :  la"  po- 
blación entera  acude  á  esas  fiestas  públicas,  y  se 
amontona  alrededor  de  los  hipódromos.  Las  car- 
reras mas  célebres,  que  tienen  lugar  en  New- 
Market ,  en  Epsom  y  en  Ascol-Heath,  duran  algu- 
nos días,  y  en  ellas  se  hacen  apuestas  enormes 
que  absorben  muchas  veces  fortunas  considera- 
bles. 

El  caballo  incomparable,  cuyo  nombre  todo 
sporimnu  pronuncia  con  respeto,  nació  en  4764, 
y  era  nijo  de  Alarsk  y  de  Spilette,  y  se  remonta- 
ba por  su  línea  paterna  hasta  el  famoso  caballo 
Darley  arabian :  á  este  caballo,  célebre  en  los 
anales  déla  historia  caballar  inglesa,  se  le  llama- 
ba Eclipse. 

Independientemente  de  los  caballos  de  carre- 
ra ,  la  Inglaterra  posee  otras  tres  razas  princi- 
pales que  se  alejan  cada  vez  mas  de  la  preceden- 
te. Estas  razas  producen  los  caballos  de  caza, 
los  de  carroza  y  los  de  tiro.  Cualesquiera  que 
sean  los  cruzamientos  que  tengan  lugar  en  estos 
diversos  caballos,  hasta  en  los  individuos  mas 
inferiores ,  se  encuentra  siempre  la  influencia  de 
la  sangre  árabe. 


Razas  indias. 

Por  todas  partes  en  donde  han  podido  penetrar 
los  Ingleses  han  tratado  de  crear  ó  modificar 
las  razas  caballares  mejorándolas  en  cuanto  les 
ha  sido  posible ,  y  sus  esfuerzos,  combinándose 
con  la  influencia  del  país,  han  producido  una  por- 
ción de  variedades  en  la  especie.  Las  vastas 
posesiones  de  los  Ingleses  en  las  Indias  orienla- 
tomo  i. 


474  CAB 

les  se  prestaban  perfectamente  á  esta  clase  de 
experiencias,  y  de  consiguiente  han  sabido apro- 
icharse  de  ellas,  siendo  hoy  va  bástanle  consi- 
derable el  número  de  razas  indianas.  liase  di- 
\o  ya  que  los  caballos  ordinarios  de  los  países 
as  meridionales  eran  pequeños ,  débiles  y  de 
co  servicio.  Al  lado  de  esta  variedad  degenera- 
so  encuentra  una  de  las  mejores  razas  cono- 
as,  taraza  Toorky,  nacida  de  la  unión  de  la 
ta  persiana  con  caballos  turcomanes.  El  ca- 
1  >orky  es  grande,  de  bellas  formas,  gra- 
;i  sus  movimientos,  y  de  una  extrema  do- 
HMád;  hábilmente  manejado ,  se  anima  poco  á 
y  desplega  tanto  vigor  como  velocidad  en 
sü  carrera.  Las  razas  Iranee,  Cozákee,  Mojin- 
niss  y  Tazsee  presentan  también  muy  buenas 
v-íüdades.  En  fin,  en  las  montanas  ,  al  norte  de 
las  posesiones  inglesas,  se  encuentran  pequeños 
Poncys,  que,  por  su  talla,  se  parecen  mucho  á 
los  caballos  ó  jacas  gallegas. 

Raza  persiana. 

Los  caballos  persas  eran  ya  célebres  muchos 
siglos  antes  de  que  fuesen  conocidos  los  caballos 
árabes,  y  tal  vez  en  una  época  en  que  éstos  no 
í  xislian  todavía.  Los  caballos  persas  formaban 
en  otro  tiempo  la  mejor  caballería  del  Oriente, 
y  los  de  raza  pura  eran  tan  estimados.,  que 
los  reyes  los  empleaban  para  hacer  presen- 
tes, como  á  objeto  de  mas  precio.  Cuando  los 
Partos  querían  hacerse  propicios  á  sus  dioses  por 
medio  de  un  sacrificio  solemne ,  inmolaban  á  uno 
de  estos  animales.  Esta  raza  no  ha  degenerado, 
y  aun  en  nuestros  dias  se  considera  como  una  de 
las  mas  perfectas.  El  caballo  persa  se  parece 
bastante  al  árabe ,  al  que  supera  sin  embargo 
por  la  belleza  de  sus  formas  exteriores:  su  cabe- 
za es  mas  fina,  y  su  grupa  mejor  torneada.  Tam- 
bién hay  quien  asegura  que  el  primer  arranque 
del  caballo  persa  es  mas  veloz  que  el  del  árabe, 
pero  si  la  carrera  es  un  poco  larga,  éste  no  tarda 
mucho  en  aventajarle. 

•    liaza  skttlandese  ó  shelta: ;  - 

Entre  las  razas  que  pertecen-al  suelo  del  impe- 
rio británico  debemos  hacer  una  mención  parti- 
cular de  la  raza  que  habita  las  islas  colocadas  al 
norte  de  la  Escocia.  Los  caballos  shetlandeses 
son  unas  verdaderas  miniaturas,  y  entre  ellos  los 
hay  que  apenas  tienen  la  altura  de  un  perro  de 
Terra-Nova.  A  pesar  de  su  talla  pequeña,  estos 
animales  son  muy  robustos,  y  resisten  á  la  fatiga 
de  un  modo  extraordinario.  Se  cita  un  caso  en 
que  uno  de  estos  jaquillos  ,  cuya  altura  no  ex- 
cedía de  dos  pies  y  nueve  pulgadas,  hizo  en  un 
día  una  jornada  de  mas  de  trece  leguas  inglesas, 
llevando  un  ginete  que  pesaba  cerca  de  50  ki- 
logramos. 

Bazas  tártara ,  transihania,  úngara  y  polaca. 

Todas  estas  razas,  que  parecen  descender  de 


CAB 

los  caballos  árabes,  han  conservado  alguna  cosa 
de  su  origen,  y  producen  caballos  sobrios,  ligeros, 
vigorosos  y  buenos  parala  carrera.  Seles  afea  su 
cabeza  demasiado  cuadrada,  su  falta  de  cuerpo, 
y  tener  el  casco  estrecho,  y-  muy  alto  de  talón. 
Sin  embargo ,  esta  última  falta  se  corrige  por 
medio  de  una  herradura  hecha  á  propósito,  que 
en  nada  perjudica  á  la  solidez  de  sus  pies.  Lo 
que  debemos  notar  relativamente  álos  caballos 
polacos  es  que  son  casi  lodos  dentivanos. 

Raza  turca. 

El  caballo  turco  proviene  del  cruzamiento  del 
árabe  y  del  persa.  Su  cuerpo  es  mas  largo  y  la 
grupa  mas; alta  que  la  de  aquel,  pero  lleva  la 
cabeza  del  mismo  modo.  Las  calidades  del  ca- 
ballo turco  se  asemejan  mas  á  las  de  caballo  per- 
sa que  á  las  del  árabe.  La  raza  turca  ha  servido 
á  la  formación  de  la  raza  inglesa. 


Raza  turcomana  ó  circasiana. 


,  El  país  que  se  extiende  al  sud  de  la  Tartaria, 
en  el  norte  del  mar  Caspio,  y  queso  designa 
bajo 'el  nombre  de  Turkistan ,  ha  sido  famoso  en 
todos  tiempos  por  sus  excelentes  razas  de  caba- 
llos. Es  verdad  que  se  les  encuentra  el  defecto 
de  tener  las  piernas  muy  largas ,  y  la  cabeza  de- 
masiado grande,  pero  estos  defectos  se  hallan  mas 
que  compensados  con  sus  excelentes  calidades. 
Estos  caballos  son  á  la  vez  ágiles  y  robustos,  y 
parecen  desafiar  las  fatigas.  Asegúrase  que  se 
han  visto  caballos  de  este  país  hacer  cerca  de 
trescientas  leguas  en  el  espacio  de  once  dias  con- 
secutivos ,  lo  que  da  unas  treinta  leguas  diarias. 
Por  lo  demás,  la  educación  entra  por  mucho  en 
esta  facultad  de  soportar  unas  marchas  tan  largas. 
Los  Turcomanes  educan  sus  caballos,  poco  mas  ó 
menos,  como  los  Árabes  lo  hacen  con  sus  camellos 
de  carrera,  es  decir  que  desde  muy  jóvenes  los 
acostumbran  á  toda  clase  de  fatigas  y  privacio- 
nes. Además,  los  preparan  también  cuando  tienen 
que  hacer  alguna  larga  expedición ,  haciéndoles 
ayunar  y  dándoles  de  beber  muy  poco,  de  manera 
que,  para  que  puedan  resistir  alas  carreras  rápi- 
das y  prolongadas,  los  hacen  enflaquecer.  En  este 
estado  los  caballos  turcomanes  pueden  resistir  un 
galope  sostenido  por  espacio  de  siete  y  ocho  ho- 
ras. 

En  laCircasia,  cada  familia  de  principes  ó  de 
nobles  cria  una  raza  particular  de  caballos,  mar- 
cándolos en  una  de  las  ancas  con  un  signo  parti- 
cular cuando  son  jóvenes.  Aplicar  el  signo  que  dis- 
tingue á  los  descendientes  de  una  raza  ilustre  á 
un  caballo  de  origen  común  ,  es  un  crimen  que 
se  castiga  con  la  muerte.  La  mas  famosa  raza 
circasiana  lleva  el  nombre  de  Shalohh  ,  y  perle- 
nece  á  la  familia  de  los  Sultanes  de  Tau.  Su  sig- 
no distintivo  es  una  herradura  con  una  flecha.  Los 
caballos  shalokh  son  mas  notables  por  su  fuerza 
y  ligereza  que  por  la  hermosura  de  sus  formas. 


CAB 

Cria  caballar  en  España. 

En  la  Memoria  sobre  los  Producios  de  la  Indus- 
tria española  reunidos  én  la  exposición  pública 
de  1850  ,  la  Junta  calificadora,  al  hablar  de  los 
productos  déla  industria  agrícola,  dice:  «Que no 
«han  sido  infructuosos  los  esfuerzos  con  que  el 
«gobierno  ha  procurado  introducir  del  extranjero 
«razas  escogidas  de  caballos  para  mejorar  las 
«nuestras  y  obtener  aquellas  de  que  todavía  ca- 
«recemos  ,  lo  prueban  bien  los  resultados  obteni- 
«dos  en  muchos  de  los  depósitos  del [Estado ,  y 
«particularmente  en  los  de  León  ,  montañas  de 
«Santander  y  Zaragoza,  dónd'j  la  formación  de 
«una  dehesa  potril ,  que  puede  servir  de  modelo, 
«demuestra  ya  cuanto  debemos  prometernos  de 
«esta  clase  de  establecimientos  para  la  restaura- 
«cion  completa  de  la  cria  caballar  ,  y  devolver 
«á  tan  importante  ramo  de  la  industria  pecuaria, 
«su  antigua  y  bien  merecida  nomhradía. 

«Como  una  prueba  de  los  adelantos  en  ella  con- 
«seguidos,  permítase  á  la  Junta  presentar  los  dos 
«siguientes  estados,  que  en  vista  de  los  datos  oli- 
«ciales  remitidos  al  gobierno  por  los  delegados 
«de  la  cria  caballar,  ha  formado  la  Dirección  ge- 
neral de  Agricultura ,  Industria  y  Comercio. 

«Estado  de  los  depósitos  de  caballos  pautes  que 
el  Gobierno  tiene  establecidos  en  varias  provin- 
cias, número  de  sementales  de  que  se  compone 
cada  uno ,  yeguas  que  han  sido  beneficiadas  por 
los  mismos ,  y  producciones  que  han  resultado 
de  la  cubrición  en  el  año  último.» 


Producidles 


CAB 


475 


Número 

de 

caballos  df 

que 

Yeguas 

se  componen. 

((tic  lian 
sido  be- 

Provincias donde 

están  establecidos 

1  m 

-     «i 

neficia- 

los depósitos. 

5  n 

Al 

•5    C3 

T3.S 

¡tí 

s 

o 

das. 

3 

» 

3 

"75 

Badajoz.     .     .     . 

6 

* 

0 

150 
125 

Cácercs.     .     .     . 

n 

» 

1 

1 

25 

Córdova     .    .    . 

4 

» 

4 

100 

Coruña.     .     .    . 

1 

3 

4 

100 

Granada.   .     .     . 

3 

» 

3 

75 

Jaén.    .     .    ,    . 

4 

» 

4 

100 

León 

2 

4 

ü 

150 

Logroño  .  .     .     . 

3 

* 

3 

G 

18 

150 

Madrid.      .     .     ■ 

6 

B 

Málaga.     .     .     . 

5 

* 

B 

12  i 

Orense.      .     .     . 

2  > 

2 

4 

100 

Oviedo.      .     ,    . 

3 

3 

6 

150 

Santander    (santa 

Cruz  delguña) 

6 

1 

1 

1  i.'> 

Id.  (Reinosaj   .     . 

4 

2 

6 

150 

Sevilla.  .     .    ,    . 

10 

" 

JO 

180 

Toledo 

4 

■ 

4 

100 

"Valladolid.      :     . 

1 

1 

3 

50 

Zamora      .     •     , 

2 

Zaragoza 

3 

b 

8 

200 

77 

23 

100 

2,500 

li 

!» 

12 

5 

19 


i:í 

10 


II, 

9 

13  5 

12  20 

15  23 

15  19 

10  19 

8  n 

7 


11 

8  5 

6  " 

8  7 

9  6 
17  13 


«Estadística  de  los  caballos  padres  y  yeguas, 
existentes  en  las  provincias  que  se  expresan, 
con  destino  á  la  reproducción  ,  según  los  datos 
remitidos  por  los  Gobernadores  á  la  Dirección 
general  de  Agricultura,  Industria  y  Comercio.» 


Número  de 

Númcro 

Provincias- 

caballos  pa- 

de 

dres. 

yeguas 

9 

319 

TI 
202 

562 

Badajoz. 

6,000 

3 

3,021 

51 

859 

Cádiz. 

470 

10,904 

13 

in 

Ciudad-Real. 

n 

1,930 

319 

10,551 

» 

2,300 

as 

5,021 

36 

2,377 

16 

!,ilG 

89 

4,756 

Lérida,  . 

16 

529 

» 

50 

500 

Lugo     .     . 

Malaga. . 
Muida.  .     . 

4,696 

80 

4,822 

1 

1,916 

33 

2,869 

Pontevedra. 

13 

760 

48 

2,83o 

Santander.  . 

99 

4,799 

Sevilla.  .     . 

602 

17,501 

Soria.     . 

31 

1,881 

Teruel    .     . 

23 

1,147 

Toledo.  .     . 

13 

1,290 

Valencia 

» 

1,467 

Valladolid 

113 

1,003 

1 

2,135 

1 

3,692 

.  2.Í67 

105,4"" 

231  til 


Elección  de  los  caballos, 
según  los  usos  á  que  se  destinan. 

Según  los  usos  á  <jue  se  destinan  ,  los  eaball 
pueden  dividirse  en  tres  clases.  La  primera  con 
prende  los  que  se  montan ,  la  segunda  los  qi¡ 
tiran  ,  y  la  tercera  los  que  se  montany  tiran  • 
mismo  tiempo. 

Un  buen  caballo  de  montar  agotaría 
mente  sus  fuerzas  si  se  quisiese  hacerle  ti 
tan  solóse  lo  impediría  su  conformación  , 
natural  y  su  andadura  diferentes  que  lo  ha 
propio  para  este  servicio.  Por  el  contrar 
huscaba  un  caballo  de  tiro  para  montar, 
?e  fatigaría  y  aburriría  con  la  dureza  y  I 
de  sus  movimientos 

Entre  los  caballos  destinados  para  tiro  y  p 
montar  se  encuentran  muchos  cuyo  paso  no 
lesta. 

En  todo  caballo  ,  cualquiera  sea  el  servu 
que  se  le  destine,  debe  buscarse  que  sea 


476  CAB 

construcción  sólida,  la  cual  se  manifiesta  por  e 
aplomo  de  las  extremidades  sobre  el  terreno, por 
la  franqueza  y  libertad  de  sus  movimientos,  y  por  el 
vigor  sostenido  en  los  ejercicios  lentos  ó  rápidos. 
Los  músculos  deben  aparecer  bien  pronunciados, 
el  pelo  debe  ser  fino,  las  crines  suaves  y  poco 
abundantes, y  las  cernejas  nulas  ó  rizadas,  aun 
en  los  caballos  de  grueso  tiro. 

Entre  los  caballos  de  silla,  llamados  por  otro 
nombre  caballos  de  mano,  los  hay  que  deben  ser 
linos  y  de  buena  raza  :  estos  son  los  caballos  de 
picadero,  de  carrera,  de  caza;  de  escuadrón  y  los 
caballos  de  regalo.  El  caballo  español  es  el  ti- 
po del  caballo  de  picadero;  el  inglés  el  de  carre- 
ra y  de  caza;  el  normando  y  el  limosin  el  de 
la  caballería  de  ejército.  El  que  se  llama  de  re- 
galo no  es  mas  que  un  animal  de  lujo  y  propio 
para  la  silla. 

Estos  caballos,  tanto  si  son  de  raza  pura  como 
atravesados,  han  de  deber  á  la  educación  y  á  la 
naturaleza,  la  viveza ,  la  agilidad  y  la  elegancia 
de  sus  movimientos.  Deben  tener  la  boca  sensi- 
ble ;  pero  también  es  necesario  observar  que  un 
exceso  de  delicadeza  en  este  órgano  seria  un  gran 
defecto  en  un  caballo  de  guerra,  que  no  debe  desu- 
nirse ni  encabritarse  por  movimientos  irregulares, 
los  cuales  ni  un  buen  ginele  podría  evitar  en  medio 
del  tumulto  de  una  acción.  Éste  caballo  debe  per- 
manecer impasible  en  medio  de  los  objetos  que 
pueden  alarmar  sus  sentidos;  debe  tener  una  gran- 
de aptitud  para  soportar  fatigas  excesivas,  intem- 
peries rigurosas  y  largas  abstinencias;  es  decir, 
que  el  buen  caballo  de  guerra  es  el  árabe  puro. 
¿Pero  cómo  y  áque  precio  puede  éste  obtenerse? 
Si  algún  caballo  árabe  existe  en  Europa  es  no  mas 
que  para  sacar  raza  de  esta  especie,  y  en  efecto, 
sea  el  caballo  que  quiera,  hasta  el  de  tiro,  se 
ennoblece  con  la  sangre  oriental. 

Los  caballos  vencedores  en  las  carreras  son 
mas  bien  caballos  mestizos  de  primera  sangre 
que  no  árabes  puros,  y  estos  animales  tan  admi- 
rables por  su  vigor  y  por  su  fuerza ,  no  son 
los  mas  hermosos  ni  los  quemas  gustan  debajo  de 
un  ginete;  tampoco  son  los  mas  dóciles.  Los  ca- 
ballos de  caza  ocurfañ  el  segundo  orden  en  lo 
cpie  toca  á  la  velocidad  !  estos  caballos  son  muy 
comunes  en  Inglaterra,  y  bastante  raros  en  Es- 
paña y  en  Francia..  El  caballo  de  caza  debe  po- 
seer dos  calidades  para  ser  bueno  :  dócil  y  de  mu- 
cha velocidad ;  es  menester  que  el  ginele  pueda 
lanzarlo  á  todo  escape  y  detenerlo  de  repente  en 
el  momento  que  quiera. 

El  buen  caballo  de  paso  exige  que  sus  movi- 
mientos sean  suaves ,  y  su  carácter  dócil  y  tran- 
quilo ;  es  menester  que  sepa  tener  paciencia  para 
aguardar  á  su  dueño  cuando  éste  lo  deja  atado 
en  cualquiera  parte  para  ir  á  desempeñar  sus  ne- 
gocios. 

El  caballo  de  compavía,  es  decir  de  picador,  de 
criado  ,  lo  mismo  que  el  de  los  viajeros  de  comer- 
cio ,  tiene  mas  necesidad  de  solidez  que  de  ele- 
gancia. 

El  caballo  de  posta  es  menester  que  tenga  muy 
buenas  piernas.  Como  estos  caballos  galopan  ca- 


CAB 

si  siempre  ,  deben  tener  mucha  facilidad  en  sos- 
tener esta  marcha  por  largo  tiempo,  para  que  fa- 
tigue lo  menos  posible  al  ginete. 

El  caballo  de  carga  debe  ofrecer  la  conforma- 
ción del  asno  ó  del  mulo,  exigiéndose  de  él  que 
sea  robusto  sin  ser  pesado.  Su  marcha  natural  es 
el  paso ,  el  cual  debe  ser  largo  y  seguro  ,  sobre 
todo  en  los  malos  caminos. 

En  cuanto  á  los  caballos  de  tiro ,  se  dividen  en 
tres  secciones  :  en  la  primera  se  comprenden  los 
de  coche ,  en  la  segunda  los  de  posta  y  diligen- 
cia, y  en  la  tercera  los  de  carruaje  pesado. 

No  hace  mucho  tiempo  que  se  exigia  para  los 
caballos  de  coche  una  talla  de  cinco  pies  á  lo  me- 
nos; hoy  dia  sirven  ya  los  de  4  pies  y  8  ó  10  pul- 
gadas. 'Se  exige  que  el  caballo  que  se  dedica  á 
este  servicio  no  sea  demasiado  macizo  y  que  su 
forma  sea  elegante.  Debe  ser  alto  de  delante,  sus 
extremidades  han  de  ser  anchas,  sus  corvejones 
bien  limpios  ,  y  los  pies  sobre  todo  de  mucha 
solidez  para  resistir  el  empedrado  de  las  ciuda- 

El  caballo  de  cabriolé,  que  lira  solo,  debe  pare- 
cerse al  caballo  de  coche,  solamente  que  ha  ser 
mas  grande  y  mas  rápido,  pues  que  los  caballos  de 
csla  clase  de  carruaje  van  casi  siempre  al  trote. 

fin  la  segunda  sección  se  cuentan  los  caballos 
de  posta  y  diligencias.  Todos  estos  caballos  de- 
ben ser  fuertes  y  veloces,  puesto  que  siempre 
han  de  marchar  al  trote  ó  al  galope  en  un  cami- 
no horizontal.  Para  estos  caballos  no  se  requiere 
elegancia  en  las  formas  ni  en  la  marcha,  sino 
mucha  solidez  y  agilidad  en  las  extremidades. 

La  tercera  sección  comprende  los  caballos  de 
galera,  de  carro,  es  decir  de  toda  clase  de  car- 
ruaje pesado:  lodos  estos  caballos  marchan  con- 
tinuamente al  paso  corto.  Los  de  lanza  ó  varas 
deben  ser  muy  fuertes ,  porque  en  las  bajadas 
son  los  que  sostienen  todo  el  peso  del  carruaje; 
el  caballo  delantero  debe  ser  inteligente  y  en- 
tender perfectamente  las  voces  de  mando  del 
carretero. 

Servicios  del  caballo, 

sea  para  la  silla  ó  para  el  Uro. 

Consultando  los  monumentos  antiguos,  se  ven 
muchos  mas  caballos  en  tiro  que  montados,  y  en 
vano  buscamos  de  estos  últimos  en  las  representa- 
ciones que  encontramos  entre  las  ruinas  egipcias 
que,  antes  de  los  Griegos  y  de  los  Bomanos,  con- 
taban una  inmensa  antigüedad.  De  esto  se  ha  de- 
ducido, con  razón,  que  el  mas  veloz  de  los  cua- 
drúpedos fué  uncido  á  un  carro  antes  de  llevar 
un  ginele.  Antiguamente  el  caballo  de  tiro  era 
esbelto,  y  el  carro  muy  ligero;  y  siendo  éste  un  ins- 
trumento de  guerra ,  sus  ruedas  estaban  á  veces 
armadas  de  hoces ,  y  por  lo  regular  contenia  un 
guerrero  que  combatía  dentro  de  él,  y  un  escu- 
dero, que  era  el  que  tenia  las  riendas.  Casi  siem- 
pre estos  carros  eran  lirados  por  dos  caballos  velo- 
ces como  el  viento,  y  así  nos  representan  también  á 
los  héroes  del  sitio  de  Troya.  Desde  aquel  tiempo 


LAB 
hasta  ahora  los  caballos  se  lian  empleado  para  el 
uro  y  para  la  silla. 

Hasta  nuestros  días  no  han  sido  clasiticados  los 
caballos,  según  sus  sen  icios  para  la  silla  ó  el 
tiro.  En  el  estado  actual  de  nuestras  costum- 
bres \  de  nuestra  civilización ,  los  caballos  de  ti- 
ro son  de  un  uso  muy  provechoso.  Apenas  se 
nvmt.í  ya  a  caballo  para  viajar,  en  uu  tiempo 
en  que  se  han  establecido  tantos  carruajes  que 
se  hallan  en  continuo  movimiento  hacia  todas 
direcciones.  Además  ,  (pie  el  caballo  se  emplee 
para  la  silla,  ó  para  el  tiro,  los  indicios  de  su 
tuerza  son  la  talla,  la  raza ,  la  edad  ,  la  educa- 
ción, el  uso  ó  el  abuso  anterior  de  los  medios 
musculares. 

Un  buen  caballo  de  silla  que  marcha  al  paso 
debe  llevar  un  peso  al  menos  igual  al  tercio  de 
su  propio  peso,  estoes,  200  libras,  si  su  peso  es 
es  de  600.  Esta  es  la  proporción  ordinaria  entre 
el  peso  de  un  caballo  fuerte  de  silla  y  el  de  un  gi- 
nete,  inclusos  los  arreos  y  la  maleta  de  grupa. 

El  caballo  puede  haber  adquirido  ya  todo  su 
desarrollo,  sin  que  haya  conseguido  obtener  aun 
toda  su  fuerza,  la  que  regularmente  no  se  alcanza 
antes  de  la  edad  de  siete  á  ocho  años ,  y  eu- 
lonces  si  esta  bien  cuidado  no  empezará  á  de- 
clinar antes  de  los  doce  á  los  quince  años. 

Los  caballos  que  han  pasado  sus  primeros  años 
en  toda  la  libertad  de  la  naturaleza,  los  que,  ha- 
biendo sido  criados  en  caballerizas ,  han  podido 
retozar  cada  dia  en  un  buen  patio  y  han  recibido 
i  na  buena  ración  durante  sujuventud,  son  mucho 
mas  fuertes  cuando  han  llegado  á  la  edad  adulta, 
que  los  que  se  han  tenido  trabados  en  las  prade- 
ras, ó  mantenidos  con  paja  y  yerba  en  el  pesebre, 
ó  que  han  permanecido  atados  después  del  des- 
tete. 

Un  ejercicio  moderado  durante  la  época  de  la 
juventud  es  muy  propio  para  aumentar  y  soste- 
ner las  fuerzas  musculares,  lo  mismo  que  un  tra- 
bajo excesivo,  ó  solamente  prematuro,  es  capaz 
á  esta  edad  de  disminuirlas  ó  agotarlas  para  siem- 
pre. 

Hase  también  observado  que  ,  en  igualdad  de 
circunstancias,  el  caballo  entero  es  mas  fuerte 
que  el  caballo  capón,  y  que  éste  tiene  mas  fuerza 
y  es  mas  vigoroso  que  la  yegua. 

El  buen  caballo  de  silla ,  cargado  del  modo  que 
hemos  dicho,  en  un  camino  casi  horizontal,  debe 
hacer  40  leguas  en  siete ú  ocho  horas,  descansan- 
do una  ó  dos  veces.  Si  el  caballo  está  bien  gober- 
nado sostendrá  esta  marcha  sin  fatigarse. 

Si  en  lugar  de  llevar  uu  hombre  ,  está  cargado 
de  un  peso  inanimado ,  si  es  bestia  de  carga,  el 
buen  caballo  puede  llevar  300  libras  inclusa  la 
albarda,  y  andar  de  7  á  8  leguas  diarias  en  un 
camino  horizontal.  El  caballo  naturalmente  es 
mas  ágil  que  fuerte;  ningún  animal  terrestre  lo 
iguala  en  velocidad.  Los  mejores  corredores  in- 
gleses hacen  2,000  toesas'en  menos  de  cinco  mi- 
nutos; la  rapidez  del  viento  no  es  mas  considera- 
ble en  las  grandes  tempestades. 

El  caballo,  termino  medio,  anda  por  minuto: 
A  i ■uen  paso 50  locsas. 


CAB  177 

A  trote  corto loo    loesas 

Al  galope  corto.     ...     160        » 

Consideremos  el  caballo  como  animal  de  tiro, 
que  fué  su  destino  primitivo. 

Un  caballo  robusto,  que  no  podría  resistir  uu 
peso  igual  al  de  su  cuerpo,  arrastra  fácilmente  un 
peso  al  menos  cinco  veces  mayor. 

El  peso  de  un  caballo  de  mediana  fuerza  es  de 
seis  quintales,  y  puede  arrastrar  sobre,  un  suelo 
casi  horizontal ,  25  quintales  de  mercancías,  in- 
cluso el  peso  del  carruaje.  Si  el  caballo  marcha- 
ba al  paso  pausado,  empleando  todas  sus  fuerzas, 
podría  arrastrar  el  doble ;  pero  nunca  se  debe 
emplear  m>>s  que  la  mitad  de  su  fuerza  ó  al  má- 
ximo las  dos  terceras  partes. 

La  generalidad  de  los  carreteros  cargan  de  20 
á  25  quintales  por  caballo.  Los  caballos  de  las 
galeras  cargadas  de  este  modo  marchan  siempre 
al  paso ,  acortándolo  ó  acelerándolo  muy  poco  en 
las  subidas  ó  bajadas. 

Los  caballos  de  las  diligencias  marchan  al  tro- 
te, y  por  lo  regular  doblan  el  camino  De  consi- 
guiente su  velocidad  es  cuádruple  de  la  de  los 
caballos  de  galera.  Los  caballos  de  diligencia  no 
deberían  arrastrar  mas  que  5  quintales  de  peso 
para  cada  uno ,  sin  incluir  la  parte  de  peso  del 
coche. 

Por  lo  demás,  estos  cálculos  deben  someterse  á 
la  naturaleza  de  los  caminos,  lo  mismo  que  á  la 
forma  de  los  carruajes ,  y  tampoco  se  debe  calcu- 
lar el  tiro  de  un  caballo  con  el  de  muchos  reuni- 
dos. 

En  los  tiros  aislados  resulta  una  economía  de 
fuerza  y  ventaja  para  los  animales. 

Está  probado  que  seis  caballos  uncidos  cada 
uno  á  un  coche  ligero ,  arrastran  con  menos  tra- 
bajo un  peso  mas  grande  que  si  estaban  uncidos 
juntos  á  una  galera  pesada. 

Un  caballo  solo,  uncido  aun  carruaje,  tras- 
porta en  géneros ,  3,000  libras : 

2  caballos,     ....    4,600      » 

3  » 6,200      » 

i  » 8,000       » 

He  aquí  lo  que  dice  el  hábil  Thaér  relativamen- 
te á  los  carros  de  la  agricultura: 

«Es  una  verdad  reconocida  que  con  tal  que  los 
carruajes  sean  ligeros,  los  animales  pueden  ar- 
rastrar mucho  mas  peso  y  sostienen  mucho  mas 
la  fatiga ,  cuantos  menos  son  los  que  trabajan 
juntos.  Cuatro  caballos  uncidos  á  dos  carretas 
arrastran  sensiblemente  mas  que  uncidos  juntos 
en  una  sola  carreta,  pero  nunca  tiran  tanto  co- 
mo cuando  cada  uno  de  ellos  arrastra  una  car- 
reta de  dos  ruedas  y  de  buena  construcción. 
Algunas  experiencias  hechas  en  Inglaterra  han 
demostrado  que  cuatro  caballos  uucidos  en  car- 
retas separadas  igualaban  á  ocho  caballos  un- 
cidos á  un  carro  grande.  Esto  se  explica  bien 
por  la  desviación  de  las  diferentes  líneas  del 
tiro  ,  por  el  empleo  desigual  de  las  fuerzas,  por 
la  falta  de  conformidad  absoluta  en  el  movi- 
miento ,  en  el  paso ,  y  por  la  frecuente  acción 
de  sus  Tuerzas  en  sentido  contrario  ,  que  se  veri- 
•  tica  cuando  los  caballos  están    uncidos  en  uu 


478  CAB 

solo  carruaje.  El  caballo  que  obra  solo  puede 
estar  en  la  verdadera  línea  del  Uro  ,  conserva 
un  movimiento  uniforme ,  y  no  tiene  que  obrar 
por  la  emulación ,  forzado  por  la  vivacidad  de  su 
vecino,  ó  sobrecargado  por  su  inacción.» 

Emplee  particular  del  caballo, 

para  los  trabajos  de  agricultura. 

La  costumbre  de  hacer  servir  el  caballo  para 
los  trabajos  de  la  agricultura  no  es  muy  anti- 
gua; ningún  indicio  se  encuentra  sobre  este 
particular  en  los  libros  agronómicos  de  los  au- 
tores griegos  ó  romanos;  el  buey,  por  el  contra- 
rio ,  se  halla  con  mucha  frecuencia  en  ellos  re- 
presentado como  el  precioso  compañero  del  la- 
brador. El  empleo  del  caballo  en  la  agricultura 
empezó  en  el  norte  de  la  Europa,  y  el  país  en 
donde  aun  actualmente  se  ven  mas  caballos  em- 
pleados en  este  servicio  es  la  Alemania.  Su  nú- 
mero se  multiplica  en  todas  partes ,  y  sin  embar- 
go, incluyendo  los  mulos  y  los  asnos,  no  iguala 
al  délos  bueyes  destinados  al  mismo  uso. 

La  ventaja  mas  notable  del  caballo  sobre  el 
buey  en  los  trabajos  campestres  es  la  rapidez 
de  su  marcha.  Esta  superioridad  del  caballo  es 
útil  en  todas  partes  y  en  todos  tiempos,  y  Sobre 
todo  es  necesaria  en  los  terrenos  que  soló  se 
pueden  cultivar  aprovechando  el  corto  interva- 
lo que  separa  la  grande  sequedad  de  h  hume- 
dad excesiva ,  y  para  los  trabajos  que  en  los 
tiempos  variables  exigen  una  gran  prontitud, 
tanto  en  la  siembra  como  en  la  recolección.  La 
marcha  del  caballo  es  susceptible  de  mas  ó  me- 
nos rapidez ,  mientras  que  al  buey  no  se  le  sa- 
ca de  su  paso  natural ;  en  fin ,  en  un  país  esca- 
broso, impracticable  á  la  carreta,  el  caballo  pue- 
de trasportaren  el  lomo  cualquiera  clase  de  peso. 

De  los  datos  quehemos  podido  recoger  del 
trabajo  comparativo  de  los  .dos  agentes  de  la 
cultura ,  resulta  que,  en  un  tiempo  igual  y  en  un 
mismo  terreno  ,  dos  caballos  ó  dos  muías  labran 
un  tercio  mas  de  terreno  que  uri  par  de  bueyes. 

Los  mulos  6  muías  ofrecen  mas  ventajas  que 
el  caballo  én  los  trabajos  agrícolas ,  pues  cjue 
resisten  mucho  masa  las  fatigas»  El  ganado  mular 
es  menos  propenso  á- contraer  enfermedades ; 
pero  también  tiene  la.contra  que  en  la  labran- 
za ,  como  sus  pies  son  mucho  mas  estrechos  que 
los  del  caballo,  se  hunden  mas  en  la  tierra.  El 
mulo  tiene  mas  disposición  que  el  caballo  á  con- 
traer malos  vicios  cuando  se  le  maltrata. 

Sin  embargo ,  se  tienen  muchos  motivos  para 
creer  que  bajo  el  punto  de  vista  de  aptitud  para 
los  trabajos  campestres,  las  ventajas  están  en  fa- 
vor de  los  bueyes ,  aunque  independientemente  de 
estas  consideraciones,  hay  trabajos  que  determi- 
nan el  uso  de  los  caballos. 

Por  otra  parle ,  en  los  tiempos  en  que  los  tra- 
bajos agrícolos  se  hallan  suspendidos ,  se  utilizan 
mas  fácilmente  los  servicios  del  caballo  que  los 
del  buey.  El  caballo  sirve  entonces  para  la  car- 
reta ,  para  tirar  del  modesto  carruaje  de  un  pe- 


CAB 

queño  propietario.  Si  estos  caballos  no  son  de- 
masiado macizos  sirven  también  para  montar. 
Añadiremos  á  esto  que  los  mozos  de  labranza 
tienen  mas  orgullo  en  manejar  el  látigo  que  el 
aguijón,  y  aprecian  mas éí título. de  carretero  que 
el  de  boyero ,  y  este  motivo  tan  fútil  al  parecer 
no  carece  de  importancia  con  respecto  al  re- 
sultado de  los  trabajos  agrícolas  y  al  de  la  higie- 
ne veterinaria. 

Después  de  estas  consideraciones  y  á  pesar  de 
la  grande  economía  que  presenta  la  alimenta- 
ción de  los  hueves  comparada  con  la  de  los 
caballos,  estos  últimos  deben  en  general  ser  pre- 
feridos como  bestias  de  labranza  en  las  explo- 
taciones considerables ,  en  donde  antes  que  todo 
se  cuenta  el  precio  del  tiempo.  Tal  vez  seria  muy 
útil  combinar  la  utilidad  de  las  dos  clases  de 
cuadrúpedos ,  empleándolos  según  las  circunstan- 
cias. A  veces  pueden  uncirse  también  animales 
de  las  dos  especies,  sobre  todo  cuando  los  traba- 
jos no  corren  mucha  prisa. 

Para  sacar  buen  partido  de  los  caballos  desti- 
nados á  los  trabajos  rústicos ,  es  menester  antes 
de  todo  saberlos  escoger.  Deben  buscarse  los  que 
tengan  el  pecho  y  la  grupa  bien  anchos,  poco 
huesoy  muchos  nervios;  que  no  sean  demasiado 
vivos,  sino  dóciles  v  pacientes,  y  que  tengan 
los  cascos  muy  sanos.  En  las  tierras  muy  duras 
deben  emplearse  caballos  grandes  y  pesados, 
los  cuales  para  conservar  sus  fuerzas  necesitan 
"cuidados  particulares  y  una  ración  muy  abun- 
dante. Por  lo  demás,  para  el  servicio  ordinario 
del  arado  conviene  tener  caballos  robustos'  que 
conserven  su  vigor ,  aun  cuando  se  les  cuide  po- 
co, y  solo  se  les  alimente  de  una  manera  re- 
gular. 

Los  labradores  no  deben  mirar  un  pequeño 
ahorro  cuando  compran  un  caballo  para  la  agri- 
cultura. Un  caballo  malo  no  sirve  para  nada,  y  si 
se  le  emplea  en  un  trabajo  mayor  del  que  puede 
resistir  ,  el  labrador  se  expone  á  perderle  muy 
fácilmente. 

Para  la  agricultura  se  pueden  emplear  tam- 
bién potros  jóvenes,  pero  debe  destinárseles  á 
trabajos  ligeros  proporcionados  á  sus  fuerzas, 
como  por  ejemplo  el  restrillar.  Así  se  evita 
el  inconveniente  de  una  educación  tardií. ,  al 
mismo  tiempo  que  con  esto  los  animales  pagan 
los  gastos  de  su  educación ,  pero  de  ninguna 
manera  debe  ocuparse  á  ningún  caballo  en  tra- 
bajos pesados  antes  de  los  cinco  años. 

Los  animales  de  yunta  deben  sor  iguales  en 
talla,  en  fuerza,  en  vigor ,  y  hasta  en  su  natural; 
pues  del  contrario  se  fatigan  mutuamente  y  ha- 
cen poco  trabajo. 

La  fuerza  de  la  yunta  debe  ser  proporcionada 
á  la  naturaleza  del  trabajo  :  el  primer  labrado 
requiere  dos  veces  mas  fuerza  que  el  segundo;  el 
rastrillar  y  el  cubrir  las  simientes  necesitan  muy 
poca  fuerza.  Además ,  la  dureza  de  la  tierra  tam- 
poco es  igual  en  todas  partes ,  ni  en  todas  las  es- 
taciones. 

La  forma  del  arado  exige  también  ,  para  efec- 
tos determinados,  mas  ó  menos  fuerza  de  tracción: 


CAB, 

los  labradores  no  deben  ignorar  esta  diferencia, 
ni  tratar  de  balancearla  con  el  látigo. 

Cuando  la  labranza  tiene  lugar  en  terrenos  pe- 
dragosos  y  atravesados  por  raices  duras,  los  la- 
bradores deben  vigilar  atentamente  que  la  yunta 
no  luche  contra  obstáculos  superiores  á  sus  fuer- 
zas. En  este  caso  los  caballos  de  brío  redoblan 
sus  esfuerzos  inútilmente ,  y  concluyen  por  es- 
tropear ó  romper  el  arado."  Cuando  estos  obstá- 
culos son  insuperables,  deben  salvarse,  y  solo  han 
de  emplearse  los  esfuerzos  del  caballo  cuando 
hay  probabilidad  de  poderlos  vencer. 

Tampoco  deben  uncirse  los  caballos  á  las  mis- 
mas horas  en  todos  tiempos.  Durañtela  estación 
del  calor  el  día  debe  dividirse  en  dos  partes ,  dejan- 
do una  suspensión  de  algunas  horas  antes  del  me- 
diodía. La  primera  parte  del  trabajo  debe  ser  des- 
de las  cuatro  de  la  mañana  alas  ocho,  y  la  otra  de 
las  dos  hasta  las  seis  ó  las  siete  de  la  tarde.  Si  se 
quisiesen  trabajar  mas  horas  deben  tomarse  al- 
gunas de  las  de  la  mañana ,  pero  se  han  de  res- 
petar siempre  las  de  mas  calor.  Así  los  animales 
tienen  suficiente  tiempo  para  comer  y  hacer  par- 
te déla  digestión,  al  mismo  tiempo  que  están  me- 
nos expuestos  ala  influencia  del  calor  canicular 
y  á  las  picaduras  de  los  insectos.  Cuando  la  tem- 
peratura es  fria,  los  caballos  pueden  trabajar 
ocho  horas  y  mas  sin  interrupción,  empezando 
desde  las  ocho  de  la  mañana. 

El  caballo  siente  los  cambios  repentinos  déla  feni- 
peratura  mas  que  el  buey.  Por  lo  mismo  recomen^ 
damos  que  después  de  haber  arado,  se  cubra  el 
cuerpo  del  caballo  con  una  manta  de  lana  ú  otro 
cobertor  cualquiera,  y  que  se  le  conduzca  á  la 
cuadra  de  este  modo  ,  pudiéndole  quitar  la  man- 
ta al  cabo  de  una  ó  dos  horas.  Esle  es  un  me- 
dio fácil  y  barato,  y  puede  evitar  las  fluxiones  de 
pecho ,  los  catarros  y  reumatismos. 

Si  á  estas  precauciones  sacadas  de  la  higiene 
se  añade  una  buena  cuadra  y  un  régimon  alimen- 
ticio conveniente ,  se  prevendrán  casi  todas  las 
enfermedades  á  las  cuales  están  expuestos  los  ca- 
ballos de  labor ;  sus  fuerzas  se  aumentarán ;  su 
longevidad  se  prolongará,  y  se  sacará  mas  par- 
tido del  trabajo.  Así  tal  vez  pueda  resolverse  á 
su  favor  la  cuestión  que  se  ventila  tanto  tiempo 
ha  acerca  de  la  superioridad  de  los  caballos  ó  de 
los  bueyes,  considerados  como  agentes  de  la  cul- 
tura. 

Productos  útiles  del  caballo. 

Carne.  La  carne  de  caballo  estaba  en  uso  en 
muchos  pueblos;  pero  el  Papa  Bonifacio  111  pro- 
hibió su  venta  baio  pena  de  penitencia.  En  Copen- 
hague se  vende  dicha  carne  con  autorización;  los 
Calmucos,  según  refiere  Pallas,  se  alimentan 
de  ella;  Marmol  dice  que  en  Egipto  hay  una  es- 
pecie de  Árabes  que  comen  la  carne  de  caballo 
por  devoción ,  de  modo  que  cuando  se  estropea 
alguno  de  estos  animales,  lo  ceban  para  matar- 
lo ;  los  Camellos  árabes  del  desierto  y  los  pueblos 
de  la  Libia  tienden  lazos  á  los  caballos  para  co- 
mer su  carne,  hallando  muy  delicada  la  de  los 


CAB  479 

jóvenes  individuos ;  en  la  India  se  vende  con  mu- 
cha frecuencia  en  los  mercados  esta  carne,  que 
alli  es  estimada  como  la  de  buey;  los  Turcos  la 
hacen  serv  ir  en  la  alimentación  después  de  haberla 
hecho  secar ,  y  á  veces  se  es  muy  afortunado  pu- 
diendo  procurársela.  Esta  carne,  pues,  usada 
en  todos  los  siglos  y  en  todos  los  países,  y  pre- 
ferida aun  á  la  del  buey  y  de  la  vaca  por  cier- 
tos pueblos ,  ha  sido  empleada  en  tiempos  de  ca- 
restía. Según  el  doctor  Parent-Duchátel,  es  sana 
muy  agradable  al  gusto,  muy  nutritiva,  rica  en 
osmazomo  ,  y  si  ha  parecido  mas  ó  menos  estopo- 
sa  probablemente  es  por  no  haber  sido  suticien- 
temente  manida. 

Leche.  En  cuanto  á  la  leche  de  yegua,  usada 
también  como  alimento,  y  antiguamente  reco- 
mendada contra  la  epilepsia,  la  tisis,  el  asma, 
etc.,  tiene  el  medio,  por  la  consistencia,  entre 
la  de  muger  y  la  de  vaca;  su  nata  no  da  mante- 
ca ,  sometida  á  la  fermentación  da  un  licor  lla- 
mado Koumiss,  que  sirve  de  bebida  á  los  pobres 
de  la  Tartaria. — V.  Leche. 

Sangre.  La  sangre  del  caballo  ,  tomada  al  sa- 
lir de  la  vena ,  sirve  de  bebida  alimenticia  á  los 
Ostiacosde  la  Siberia  asiática,  costumbre  indica- 
da por  los  autores  antiguos  en  muchos  otros  pue- 
blos. 

Ninguno  de  los  otros  fluidos  ó  de  las  diversas 
partes  del  caballo  es  usado  en  medicina ,  y  por 
esto  solo  nos  limitaremos  á  decir  que  las  excres 
cencías  córneas  de  las  extremidades  de  este  ani- 
mal, que  su  estiércol,  quesushezoares  intestinales 
conocidos  bajo  el  nombre  de  Hipólitos ,  y  que  so- 
bre todo  el  Hipomano  (fluido  viscoso  que  destila 
de  la  vulva  de  las  yeguas  en  zelo ,  según  los  unos, 
excrescencia  que  trae  al  nacer  el  potro ,  según 
otros)  han  gozado  particularmente  de  cierto  cré- 
dito en  terapéutica,  habiendo  dado  lugar  á  mu- 
chas fábulas  ó  á  muchos  errores ,  al  presente  con 
razón  olvidados. 

En  las  artes  se  hace  mucho  uso  de  las  Crines, 
de  la  Grasa  ,  de  los  Huesos  y  de  la  Piel  del  uca- 
ballo. — Y.  estas  palabras. 

Terminamos  este  artículo  diciendo  dos  pala- 
bras sobre  el  uso  del  cabalb  como  caballería,  ó 
sobre  la  Equitación,  por  lo  que  respecta  a  la 
medicina.  La  utilidad  de  este  ejercicio  es  incon- 
testable y  ha  sido  justamente  celebrado,  por 
buenos  observadores,  contra  un  sin  numero  de 
enfermedades,  crónicas  sobre  todo,  en  particular 
la  tisis.  Los  repetidos  tráqueos  que  procura  y  cu- 
ya intensidad  varia  según  el  paso  a  que  se  hace 
andar  el  animal,  la  naturaleza  del  terreno  ,  etc.; 
el  aire  libre  y  á  menudo  renovado  que  hace  res- 
pirar; la  influencia  moral  y  la  distracción  que  de 
él  resultan,  excitan  las  funcione* digestivas  y 
la  circulación ,  parecen  aumentar  la  acción  tó- 
nica de  los  órganos,  la  vitalidad,  y  contribuir 
así  muchas  veces,  como  todas  las  clases  de  ejer- 
cicios ,  a  procurar  la  resolución  de  ciertos  in- 
fartos ó  á  la  desaparición  de  las  enfermedades 
ligadas  á  la  sola  atonía  del  sistema.  Con  todo  es 
menester  guardarse  mucho  de  abusar  de  este 
medio.  «El  ejercicio  á  caballo,  diceMontesquieu, 


480  CAlí 

M  muy  bueno  para  ol  pedio,  el  Sr.  Sydhenham 
lo  aconseja  sobre  lodo;  y  nosotros  liemos  tenido 
un  gran  médico  que  pretendía  que  era  tan  buen 
remedio  que  él  murió  á  caballo.» 

Caballo  Cu aga,  Cuaga  (f'r/uus  Qua- 
¿■/w,  Gme!.).  Especie  africana,  cuyo  nombre  pro- 
viene del  timbre  de  su  voz  parecido  al  áhullido 
de  un  perro.  Este  <olipedo  recuerda  bastante  las 
formas  del  caballo  por  la  largueza  de  su  talla,  la 
pequenez  de  su  cabeza  y  de  sus  orejas  ;  sin  em- 
bargo, el  cuaga  tiene  la  cola,  latirá  dorsal  y  las 
barras  trasversales  del  asno.  Por  otra  parte,  los 
distintivos  zebrunos  que  adornan  la  parte  ante- 
rior de  su  cuerpo,  son  por  decirlo  así  el  sello  que 
le  ha  imprimido  el  centro  de  creación  de  don- 
de emana. 

La  talla  del  cuaga  es  la  de  un  caballo  de  me- 
diano tamaño;  su  altura  hasta  el  crucero  es  de 
unos  cuatro  pies.  El  fondo  del  pelaje  en  la  ca- 
beza y  en  el  cuello  es  un  de  oscuro  negruzco ;  el 
lomo,  los  costados  y  los  muslos  son  de  un  os- 
curo claro  que  se  debilita  y  pasa  á  pajizo  hacia 
en  medio  de  los  muslos ;  las*  partes  internas  é  in- 
feriores son  de  un  blanco  bastante  agradable.  So- 
bre el  fondo  oscuro  de  la  cabeza  }  del  cuello  tie- 
ne unas  rayas  de  un  gris  blanquizco  que  tiran  un 
poco  al  color  pajizo:  el  número  y  la  disposición 
de  estas  rayas  parecen  variar  según  la  edad  y 
ios  individuos.  Una  linea  negruzca  se  extiende  á 
lo  largo  del  espinazo  y  se  prolonga  hasta  la  cola 
como  en  el  hemíono.  *La  crin  de  este  animales 
corta  y  tiesa ;  su  color  general  está  cortado  por 
manchas  blancas  correspondientes  alas  rayas  del 
cuello. 

El  cuaga  parece  ser  propio  de  las  partes  mas 
meridionales  del  África;  habita  en  las  mesetas 
de  la  Cafreria ,  en  donde  se  alimenta  de  plantas 
crasas  y  de  una  especie  particular  de  mimosa. 
El  cuaga,  como  los  otros  caballos,  vive  en  fami- 
lias que  se  mezclan  con  frecuencia  con  las  banda- 
das de  zebras.  Los  viajeros  han  dado  al  cuaga  el 
nombre  de  Caballo  del  Cabo,  y  efectivamente  bajo 
todos  conceptos  parece  merecer  este  nombre. 
El  cuaga  se  domestica  fácilmente  i  y  los  colonos 
holandeses,  según  dicen ,  tienen  la  costumbre  de 


criarlos  entre  el  ganado  ordinario  „'  al  qué  delien- 
en  particular  de  lasyenas. 


den  con  valentía,  de  |os  animales  feroces,  y 


La  casa  defieras  de  Museo,  de  París  pose- 
yó por  algún  tiempo  un  cuaga'  macho  .  el  cual 
rinurió  á  la  edad  de  diez  y  ocho  6  veinte  años.  Al 
aspecto  de  los  caballos  y  de  los  asnos,  el  caballo 
cuaga  repetía  varias  veces  su  grito  cuaag.  Tam- 
bién se  probó,  aunque  inútilmente  ,  cruzarlo  con 
una  burra ;  pero  no  debe  tampoco  considerarse 
como  decisivo  el  mal  resultado  de  esta  tentativa 
aislada. 

Caballo  Hemíono,  Hemíono,  VA- 
«fuetal  ó  Dxigguetai  {Equus  Hcmionus, 
Pallas. ).  Aristóteles  y  Eliano  habían  ya  mencio- 
nado este  animal  como  distinto  del  asno  salvaje 
y  del  mulo  mestizo.  Los  modernos  lo  habían  per- 
dido de  vista,  cuando  Meserschmidt  lo  reconoció 
y  lo  comparó  a)  mulo  fecundo  de  Aristóteles.  Pero 


CAB 

Pallas,  en  una  de  sus  bellas  memorias,  fué  el  pri- 
mero que  lo  describió  con  mucho  cuidado,  y  lo 
dio  el  nombre  que  se  le  ha  conservado. 

El  hemíono  merece  completamente  su  nombre 
por  la  semejanza  que  al  mismo  tiempo  ofrece 
con  el  caballo  por  las  partes  anteriores  de  su 
tronco,  y  con  el  asno  por  las  partes  posteriores. 
La  cabeza  presenta  la  misma  mezcla:  por  su  ta- 
maño se  parece  á  la  del  asno ,  y  a  la  del  caballo 
por  su  forma.  Lo  mismo  puede  decirse  de  las 
orejas  que,  un  poco  mas  cortas  que  las  del  asno, 
se  parecen  á  las.dcl  caballo  por  su  corte  y  su  im- 
plantación. TJn  distintivo  que  no  pertenece  á  nin- 
guna de  las  dos  especies  que  nos  sirven  de  com- 
paración, es  la  forma  de  las  narices,  en  el  he- 
míono sus  aberturas  forman  dos  medias  lunas 
cuya  convexidad  esta  vuelta  hacia  afuera. 

El  pelaje  del  hemíono  está  formado  de  un  pe- 
lo liso  y  lustroso.  El  color  es  casi  un  blanco  uni- 
forme en  las  parles  inferiores  é  internas,  y  color 
isabela  en  las  superiores  y  externas.  En  la"  parle 
externa  de  los  miembros  se  observan  unas  bar- 
ras largas  trasversales  de  color  de  isabela  pálido. 
La  crin,  que  empieza  un  poco  delante  de  las  ore- 
jas, se  extiende  hasta  el  crucero,  disminuyendo 
insensiblemente  de  longitud,  y  los  pelos  que  la  for- 
man son  de  color  negruzco  ;  parece  continuarse 
en  una  tira  del  mismo  color  que  se  extiende  alo 
largo  de  la  línea  dorsal ,  se  va  ensanchando  de 
atrás  hacia  adelante,  y,  después  de  haber  pasado 
délas  ancas,  se  estrecha  de  repente  viniendo  á 
terminar  en  una  punta  encima  de  la  cola.  Esta, 
en  su  grande  extensión ,  está  cubierta  de  un  pelo 
tan  liso  como  el  resto  del  cuerpo  ,  menos  en  su 
parte  extrema  que  forma  un  pequeño  plumero 
do  crin. 

El  Hemíono  abunda  mucho  en  el  país  de  Cutch 
V  al  Norte  de  Guzarate.  Siendo  su  carrera  mas 
rápida  que  la  del  mejor  caballo  árabe,  hay  que 
cogerle  por  medio  de  lazos  y  trampas.  Parece  que 
estos  animales  podrían  domesticarse  con  mucha 
facilidad.  El  Sr.  Dussumier  asegura  que  en  Bombay 
se  han  servido  de  ellos  como  caballos  de  tiro  y  de 
silla  La  vivacidad  extrema  que  parece  constituir 
el  fondo  de  estos  solípedos  seria  tal  vez  la  mas 
grande  dificultad  que  habria  que  vencer  para  traer- 
los á  un  estado  de  domeslicidad ;  pero  la  adqui- 
sición de  una  nueva  raza  doméstica  nos  parece 
tener  demasiada  importancia  para  que  se  retro- 
ceda delante  de  algunos  obstáculos.  Los  Tártaros 
cazan  el  hemíono  para  aprovechar  la  carne  y  el 
cuero. 

Caballo  montano  ,  Dauw  ú  Ona- 
gra (  Equus  montanus ,  Burchell).  Esta  especie 
que  ha  sido  la  última  que  se  ha  conocido,  parece 
que  conserv  a  el  medio  entre  la  zebra  y  el  cuaga. 
Por  sus  formas  y  sus  proporciones  se  asemeja 
mas  al  último,  mientras  que  su  pelaje  recuerda 
mas  el  ropaje  característico  de  la  primera. 

La  talla  del  Dauw  es  poco  mas  ó  menos  de  3 
pies  y  4  pulgadas  desde  el  suelo  hasta  el  cruce- 
ro; su  longitud  es  de  4  pies  8  pulgadas.  El  fondo 
del  pelaje  es  de  color  de  isabela  en  las  parles  su- 
periores, y  blanco  en  las  partes  inferiores.  Toda 


CAB 
la  parte  superior  del  cuerpo  está  rayada  con  üs- 
tasuegras  ú  oscuras  trasversas  bácia  adelante  y 
oblicuas  hacia  atrás,  ramificándose  y  reuniéndo- 
se en  particular  eu  medio  del  cuerpo.  La  extre- 
midad del  hocico  es  negra  ,  y  de  este  punto  par- 
ten catorce  rayas,  también  negras,  siete  de  las 
cuales  se  dirigen  hacia  fuera  y  se  reúnen  en  la 
frente  á  un  número  igual  de  líneas  del  mismo  co- 
lor, que  parten  del  vértice  déla  cabeza  forman- 
do un  ángulo  casi  recto,  y  van  á  formar  una  es- 
pecie de  losange  con  las  primeras;  las  otras  se  di- 
rigen oblicuamente  sobre  los  carrillos  y  se  reú- 
nen también,  formando  ángulo  recto,  con  las  lis- 
tas que  suben  de  la  parte  inferior  de  las  mandi- 
ladas. Las  listas  negras  del  cuello  se  prolongan 
sobre  las  crines,  que  sonde  este  modo  blancas 
y  negras  alternativamonte.  La  última  lista  del 
cuello  se  divide  encima  del  brazo  en  un  ángu- 
lo, dentro  del  cual  terminan  tres  ó  cuatro  listas 
mas.  La  cola  es  toda  blanca.  Todo  el  pelaje  es 
corto  y  liso,  menos  las  crines  y  la  cola.  Las  cri- 
nes se  mantienen  tiesas  sin  que  se]  inclinen  á 
ningún  lado  del  cuello,  como  las  del  caballo. 

El  macho  se  diferencia  de  la  hembra  en  que 
es  un  poco  mas  pequeño  y  en  que  sus  listas 
son  de  un  color  mas  claro.  Tanto  el  uno  como  el 
otro  solo  tienen  castañas  en  los  miembros  an(e- 
r  iores. 

El  Dauw,  lo  mismo  que  sus  congéneros,  podría 
someterse  á  nuestro  imperio ,  y  quizás  se  podrían 
sacar  de  él  las  ventajas  que  se  han  obtenido  en 
el  Oriente  de  la  domesticación  del  onagra.  Los 
miembros  del  Dauw  presentan  á  la  vez  todos  los 
distintivos  del  vigor  y  de  la  ligereza. 

El  Dauw  salvaje  habita  el  Cabo  y  sin  duda  una 
extensión  considerable  del  África  montañosa. 

Caballo  Zebra ,  Zebra  (Eguus  Zebra, 
Linn.).  La  Zebra,  por  mas  que  haya  dicho  Buf- 
foa,  no  es  superior  al  caballo  por  la  belleza 
de  sus  formas,  y  bajo  este  respecto  se  parece 
mucho  á  nuestro" asno  doméstico.  Su  talla ,  sin 
embargo,  es  mucho  mas  elevada,  y  la  riqueza 
de  su  piel,  que  todo  el  mundo  conoce,  bastada 
solamente  para  separarlo  de  las  demás  especies 
del  mismo  género.  El  fondo  de  este  pelaje  es 
blanco  con  visos  amarillentos,  pero  este  color 
solo  reina  debajo  del  vientre  y  en  la  parte  supe- 
rior é  interna  de  los  muslos.  En  todas  las  demás 
partes  su  color  está  rayado  por  listas,  cuya 
direcciones  perpendicular  al  eje  de  la  parte  que 
se  observa,  excepto  en  la  frente  en  donde  esta  di- 
rección es  longitudinal.  El  color  de  estas  listas 
es  rojo  en  el  hocico ,  y  en  todas  las  demás  partes 
va  tomando  un  tinte  oscuro  casi  negro.  El  nú- 
mero de  listas  parece  ser  constante  en  ciertas 
partes  del  cuerpo :  se  cuentan  8  en  el  cuello  ,  2 
encima  de  la  espalda,  y  \  2  sobre  el  tronco;  cada 
muslo  presenta  4  de  mas  anchas  que  las  demás, 
las  cuales  diseñan  muy  bien  su  convexidad.  El 
resto  de  los  miembros,"  las  orejas,  etc.  ,  están 
rayados  irregularmente  de  negro  y  blanco,  y  el 
rededor  del  hocico  es  de  un  color  oscuro  ne- 
gruzco. 

El  macho  y  la  hembra  se  asemejan.  Los  potri- 
61 


CAB  481 

líos  nacen  con  los  colores  de  la  especie,  solamen- 
te que  el  oscuro  es  un  poco  mas  bajo. 

La  semejanza  que  existe  entre  la  zebra  y  el 
asno  hizo  creer  por  mucho  tiempo  que  estas  dos 
especies  podrían  cruzarse  y  dar  origen  á  mesti- 
zos. Esta  experiencia  se  intentóla  primera  \ez 
en  Inglaterra  por  lord  Clive ,  quien  para  lograr 
su  objeto  tuvo  que  hacer  pintar  un  asno  simu- 
lando una  zebra.  Nadie  duda  que  la  hembra  que 
sirvió  de  prueba  hubiese  reconocido  una  super- 
chería tan  grosera ,  si  la  naturaleza  no  la  hubie- 
se dispuesto  á  recibir  las  caricias  de  un  animal 
tan  próximo  á  su  especie.  Los  mismos  ensayos 
de  lord  Clive  se  renovaron  en  la  casa  de  fieras 
de  París  sin  tener  que  recurrir  á  ningún  artificio: 
su  unión  con  un  asno  español  de  buena  raza 
produjo  también  buen  efecto,  y  al  cabo  de  un 
año  y  algunos  dias  parió  un  mestizo  que  vive  to- 
davía. Mas  tarde,  se  probó  juntarla  con  un  ca- 
ballo, á  lo  que  la  hembra  se  prestó  sin  dilicultad, 
pero  desgraciadamente  murió  á  los  ocho  meses 
de  su  embarazo ;  el  feto  tenia  las  formas  del  pa- 
dre y  una  parte  del  color  de  la  madre.  Estas  ex- 
periencias parecen  probar  que  todas  las  especies 
de  este  género  pueden  fecundarse  entre  si,  como 
se  ha  dicho  anteriormente. 

La  zebra  ha  sido  considerada  por  mucha  tiem- 
po como  un  animal  indomable.  Buffou  dice,  con 
otros  autores,  que  se  han  conocido  algunos  tiros 
de  coche  formados  por  animales  de  esta  especie, 
pero  esto  ha  sido  desmentido.  Por  lo  que  toca  a 
su  docilidad  se  tiene  un  ejemplo  en  la  hembra  que 
hemos  citado  :  esta  zebra ,  cogida  de  muy  joven, 
habia  pertenecido  al  gobernador  del  Cabo ,  era 
muy  mansa,  y  se  dejaba  conducir  casi  con  tanta 
facilidad  como  un  caballo  bien  enseñados  #  \ 

Aristóteles  y  sus  comentadores  parece  que  no 
conocieron  la  zebra;  sin  embargo,  este  animal 
debe  haber  figurado  en  los  espectáculos  san- 
grientos de  los  circos  romanos.  Felipe  cuenta 
que  Caracalla  mató  en  un  solo  dia  un  elefante,  un 
rinoceronte,  un  tigre  y  un  hipo-tigre.  El  mismo 
autor  nos  dice  en  otra  parte  que  el  prefecto  del 
pretorio,  Plaucio,  famoso  por  sus  latrocinios  ad- 
ministrativos, envió  algunos  centuriones  alas  islas 
del  mar  Eritreo  para  apoderarse  de  los  caballos 
del  sol ,  que  se  parecían  á  los  tigres.  Estas  expre- 
siones solo  pueden  hacer  referencia  á  las  zebras. 
Diodoro  de  Sicilia  parece  que  también  habló  de 
este  animal  en  su  descripción  de  los  países  tro- 
gloditas, aunque  de  una  manera  muy  oscura.  Por 
lo  demás,  no  es  extraño  que  los  Romanos  hubie- 
sen conocido  la  zebra,  pues,  aunque  su  verdadera 
patria  parezca  ser  el  Cabo  de  Buena  Esperanza, 
la  especie  se  extiende  en  casi  toda  el  África 
oriental ,  y  es  muy  común  en  Congo  y  eu  la  Abi- 
sinia. 

CABALLO- VAPOR.  El  señor  Carlos 
Renier  dice:  «que  antes  de  la  invención  de 
las  máquinas  de  vapor,  las  maquinas  de  las 
fábricas  inglesas'  eran  movidas  casi  en  to- 
das parles  por  medio  de  caballos.  Cuando  las 
ventajas  del  vapor  fueron  conocidas,  este  fué  el 
único  motor  que  se  empleó  en  todas  las  partes  en 
tomo  i. 


482  CAB 

donde  no  se  pudo  disponer  de  la  fuerza  de  una 
corriente  de  agua,  y  la  máquina  de  Watt  no 
lardó  en  remplazar  á]todas  las  demás  que  existían 
en  la  época  de  su  invención.  Los  industriales  que 
la  adoptaron  impusieron  naturalmente  á  los  me- 
cánicos á  quienes  se  dirigieron  la  expresa  con- 
dición deque  las  maquinas  que  seles  entregarían 
deberían  efectuar  el  mismo  trabajo  que  el  número 
de  caballos  uncidos  simultáneamente  á  las  má- 
quinas que  debían  emplear.  La  fuerza  del  caballo 
tomada  de  este  modo,  por  cantidad  de  compara- 
ción, en  estas  transacciones,  sirvió  para  valuar 
la  fuerza  de  los  motores;  su  uso  pasó  á  Francia 
al  mismo  tiempo  que  las  máquinas  de  vapor ,  y 
su  adopción  fué  general.  Sin  embargo,  la  fuerza 
del  caballo  es  muy  variable.  Watt  que,  en  sus 
cálculos,  consideraba  la  fuerza  de  los  caballos 
grandes  de  Inglaterra,  temiendo  además  quedar- 
se atrás  en  las  condiciones  que  le  imponían  los 
fabricantes  que  se  dirigían  á  él,  le  dio  un  va'or 
equivalente  á  la  cantidad  de  acción  que  se  nece- 
sita para  levantar  75  kilogramos  á  la  altura  de 
un  metro  en  un  segundo.  Este  valor  es  muy  su- 
perior á  la  fuerza  de  un  animal ,  y  sin  embargo 
na  sido  adoptado  por  el  uso.  Por  otra  parte,  de- 
be tenerse  también  presente  que  el  caballo-vapor 
conservasiempre  una  fuerza  incesante  y  continua, 
mientras  que  los  caballos  solo  pueden  trabajar 
cierto  número  de  horas  cada  dia.  Así  podemos 
decir  que  el  caballo  vapor  es  un  caballo  ficticio, 
una  cantidad  de  convención.  Sin  embargo,  des- 
graciadamente no  ha  sido  aun  legalizada  por  la 
ley  como  las  demás  unidades,  y  asi  es  que  con 
mucha  frecuencia  es  el  origen  de  algunos  plei- 
tos.» 

€JLBELIiO.  Se  dá  este  nombre  á  los  pelos 
que  cubren  el  cráneo  de  la  especie  humana.  En 
el  artículo  Pelo  se  encontrará  todo  lo  que  con- 
cierne á  la  estructura  y  á  la  composición  de  los 
cabellos,  porque  estas  consideraciones  son  co- 
munes al  conjunto  del  sistema  piloso. 

No  tan  solo  los  cabellos  nos  garantizan  la  ca- 
beza de  la  intemperie  de  las  estaciones  ,  sino  que 
constituyen  uno  de  los  mas  bellos  adornos  de  ara- 
bos sexos.  Sabemos  ya  la  importancia  que  cier- 
tos pueblos  atribuyen  á  su  integridad ,  que  en 
muchos  los  cabellos  fueron  el  distintivo  del  poder 
y  que,  al  contrario,  cortándolos,  se  imprimía  á 
los  individuos  sometidos  con  esta  humillación  un 
signo  de  servidumbre  y  de  degradación. 

Los  niños  nacen  con  cabellos  de  longitud  y  de 
color  muy  diferentes ;  en  general  estos  cabellos 
son  finos  y  de  un  color  menos  subido  del  que  to- 
man algunos  años  después.  A  la  edad  de  la 
pubertad  ,  los  cabellos  adquieren  toda  la  hermo- 
sura de  que  son  susceptibles;  en  las  mujeres  to- 
man un  aumento  y  una  longitud  considerables,  la 
cual  les  permite  trenzarlos ,  y  aumentar  con  la 
belleza  del  arte  su  hermosura  natural.  Mas  tar- 
do, empiezan  á  volverse  blancos  principiando  por 
las  sienes,  anunciándonos  el  progreso  de  la  edad, 
hasta  que  en  una  época  mas  adelantada  de  la  vi- 
da sus  vasos  se  obliteran  ,  los  cabellos  enblan- 
quecen,  mueren  y  caen,  dejando  en  descubierto 


CAB 

la  parte  superior  de  la  cabeza.  Entonces  solo 
queda  de  ellos  una  muy  corta  cantidad ,  dispues- 
ta como  una  especie  dé  corona  semicircular  que 
se  extiende  de  una  á  otra  sien.  Este  estado,  co- 
nocido bajo  el  nombre  de  calmcia ,  se  observa  co- 
munmente en  los  hombres,  pues  es  muy  raro  ver 
á  las  mujeres  afeadas  con  este  signo  de  de- 
crepitud. 

El  color  de  los  cabellos  es  muy  variado:  des- 
de el  blando  claro  al  rubio  encendido  los  mati- 
ces son  infinitos,  y  tampoco  son  menos  numerosos 
del  castaño  claro  al  negruzco  subido. 

El  número  de  los  cabellos  presenta  muchas  di- 
ferencias, según  los  individuos :  sin  embargo  pa- 
rece determinado  por  el  color;  así  es  que  Wilhop, 
que  se  ocupó  en  investigar  cuantos  cabellos  en- 
contraría en  una  pulgada  en  cuadro,  contó  790 
blondos,  608  castaños  y  572  negros.  En  efecto, 
los  cabellos  blondos  son  mas  finos  y  mas  suaves 
que  los  negros. 

El  clima  influye  mucho  en  el  desarrollo  del  ca- 
bello. En  Europa  el  color  rubio  domina  en  los 
pueblos  del  norte,  y  el  negro  en  los  del  mediodía; 
en  los  climas  templados  se  observan  los  tintes 
intermedios.  Los  negros  del  África  tienen  cabe- 
llos finos, lanudos,  cortos,  negros  y  crespados. 
En  fin,  las  diversas  razas  y  las  diferentes  tem- 
peraturas presentan  en  la  cabellera  ciertos  carac- 
teres que  los  distinguen. 

Las  diferentes  disposiciones  que  se  ha  dado  á 
la  cabellera  han  variado  lo  mismo  en  los  pueblos 
antiguos  que  en  las  naciones  modernas;  y  aquí 
debemos  hacer  observar  que  estas  modas  pueden 
ejercer  grande  influencia  sobre  la  salud.  Feliz- 
mente se  ha  abandonad.)  la  costumbre  de  mez- 
clar con  los  cabellos  el  polvo  unido  á  las  poma- 
das :  este  peinado  ,  que  se  hacia  con  tanto  tra- 
bajo, y  perdiendo  mucho  tiempo,  no  solo  tenia 
el  inconveniente  de  llenar  la  ropa  de  grasa  y  de 
polvo ,  sino  que  la  capa  espesa  que  formaba  im- 
pedía la  traspiración  del  cráneo,  y  debia  ser  muy 
perjudicial  á  la  salud.  El  género  de  peinado  que 
se  sustituyó  al  precedente,  y  al  que  se  le  dio  el 
nombre  de  Tito ,  reunió  á  las  ventajas  de  la  lim- 
pieza y  de  la  comodidad,  la  de  no  oponerse  á  la 
traspiración  de  la  cabeza.  Hoy  dia  ni  en  nuestío 
país  ni  en  ningún  otro  de  Europa  hay  una  cos- 
tumbre determinada  sobre  el  modo  de  llevar  el 
pelo:  cada  uno  lo  lleva  según  su  gusto,  y  las  dos 
modas  que  mas  prevalecen  son  llevarlo  corto ,  ó 
bien  á  la  romana,  esto  es  corlado  en  forma  cua- 
drada sobre  la  mitad  de  la  nuca,  moda  que  se 
va  destarrando  todos  los  (lias,  para  hacer  lugar  al 
uso  mas  aseado  y  mas  cómodo  del  pelo  corto  *. 

*  «Los  Godos  y  otros  pueblos  septentrionales  tuvieron  en 
grande  aprecio  una  buena  cabellera,  y  ponían  mucho  cuidado 
en  conservarla.  Entre  las  mujeres  era  una  señ;il  de  virgini- 
dad ,  por  lo  que  las  doncellas  llevaban  la  cabeza  desnuda  y 
el  pelo  ondeante ,  al  paso  que  las  casadas  llevaban  la  cabeza 
cubierta.» 

«Los  antiguos  Galos  conservábanlos  cabellos  como  un  sig- 
no distintivo  de  honor  y  de  libertad ,  por  cuya  razón  César 
mandó  cortárselos  luego  de  haberlos  subyugado.  Los  escla- 
vos llevaban  la  cabeza  rapada.» 


CAB 

Los  excesos  de  todos  géneros,  las  pasiones  y 
las  alecciones  del  alma  tienen,  unainlluencia  mar- 
cada sobre  el  cabello ,  y  asi  es  que  los  vemos 
encanecer  ó  caerse  antes  dé  tiempo.  Se  refiere 
que  el  cabello  de  Tomás  Monis,  canciller  de  In- 
glaterra, se  volvió  blanco  en  el  corto  espacio  de 
de  una  noche,  cuando  se  le  anunció  su  sentencia 
de  muerte. 

El  cabello,  lo  mismo  que  las  demás  partes  del 
cuerpo,  no  está  exento  de  alteraciones  morbosas. 
Los  cabellos  son  susceptibles  de  una  enferme- 
dad en  la  que  adquieren,  según  se  dice,  una  gran 
sensibilidad ,  y  presentan  otros  fenómenos  ex- 
traornarios  :  esta  enfermedad  se  llama  plica  po- 
laca. También  presentan  algunos  estados  patoló- 

» Los  eclesiásticos  y  los  que  se  retiraban  del  mundo  se  ha- 
cían cortar  el  cabello",  y  lo  ofrecían  á  Dios  como  prueba  de  su 
esclavitud  espiritual .  /manifestar  asi  que  renunciaban  á  to- 
dos los  honores  mundanos ,  prometiendo  una  absoluta  obe- 
diencia á  los  preceptos  de  Dios  y  á  sus  superiores.» 

»En  otro  tiempo  se  juraba  por  la  cabellera.  lo  mismo  que 
ahora  por  el  honor  ;  y  cuando  se  cortaba  á  cualquiera  era  una 
señal  de  desprecio  y  de  ignominia.» 

»  Los  cómplices  de  una  conjuración  eran  condenados  á  cor- 
tarse mutuamente  sus  cabellos  » 

»A  los  reyes  francos  se  les  dio  el  epíteto  de  cabelludos , 
porque  usaban  una  cabellera  muy  larga.  Anteriormente  la 
usaron  también  los  jóvenes  romanos  que  no  habian  llegado  á 
la  edad  de  la  pubertad.  Los  eunucos  y  los  sacerdotes  de -Ci- 
beles se  dejaban  crecer  también  el  cabello.» 

» Los  antiguos  Francos  se  cortaban  el  cabello  y  se  lo  dejaban, 
solo  crecer  en  la  parte  superior  de  la  cabeza.  Los  príncipes 
de  la  familia  real  eran  los  únicos  que  llevaban  el  cabello  lar- 
go y  flotando  sobre  las  espaldas.  Hay  algunos  autores  que 
dicen  que  se  conocían  por  la  cabellera  los  diferentes  grados 
de  nobleza  de  cada  uno.  Cortar  el  cabello  á  cualquier  Fran- 
co y  sobre  todo  á  un  principe  era  no  solamente  degradarlo 
y  separarlo  de  su  familia .  sino  también  excluirlo  de  la  na- 
ción y  de  la  clase  de  ciudadano  ,  pues  solo  los  esclavos  lle- 
vaban la  cabeza  raída.» 

«Parte  de  estos  usos  parece  que  no  fueron  exclusivos  de  los 
Francos,  pues  en  España  vemos  que  el  coi  lar  el  cabello  á 
un  príncipe  leinhabililaba  también  para  reinar.  Por  esta  ra- 
zon  dice  nuestra  historia  que  Ervigio ,  al  intentar  derribar 
del  trono  á  Wamba.le  dio  una  bebida  soporífera  que  le  pri- 
vó del  sentido  por  algún  tiempo  durante  el  cual  le  hizo  cor- 
tar el  cabello ;  y  que  al  volver  en  sí  Wamba  renunció  la  coro- 
na y  se  retiró  al  monasterio  de  Pampliega  en  donde  murió  el 
año68T.» 

«Bajo  la  primera  raza  de  los  reyes  franceses,  cuando  se  sa- 
ludaba á  alguna  persona  de  consideración,  no  se  le  podía  ha- 
cer un  obsequio  mas  fino  y  respetuoso  que  arrancarse  un  ca- 
bello y  presentárselo ;  con  cuya  acción  se  le  manifestaba  ser 
su  mas  rendido  esclavo  .  pues  que  un  hombre  al  pasar  del  es- 
tado libre  al  de  la  esclavitud  se  cortaba  el  cabello  y  lo  presen- 
taba á  su  amo  ó  señor. » 

»En  el  siglovm,  los  señores  dedistincion  de  Francia  hacían 
cortar  los  primeros  cabellos  de  sus  hijo?  por  aquellas  perso- 
nas de  mayor  respeto ,  las  que  por  esta  ceremonia  eran  con- 
sideradas como  padrinos  de  los  mismos  » 

»Diodoro  de  Sicilia  dice  que  Osiris  hizo  el  juramento  de  no 
rasurarse  la  cabeza  hasta  que  estuviese  de  vuelta  á  su-  pa- 
tria. Y  este ,  añade ,  es  el  origen  del  uso  constante  entre  los 
Egipcios  de  no  cortarse  los  cabellos  ni  la  barba  desde  el  día 
que  salen  de  su  país.  De  esto  se  puede  deducir  .que  los  Egip- 
cios se  pelaban  habitualmente  la  cabeza  ,  como  usan  toda- 
vía muchos  Orientales.  Erodoto  lo  asegura  positivamente  de 
los  sacerdotes  de  aquella  nación ;  y  añade  que  no  solo  se  ra- 
paban toda  la  cabeza  ,  sino  también  las  demás  paites  del  cuer- 
po, temiendo  profanar  el  culto  de  los  dioses  con  alguna  su- 


CAB  US 

gicos  bastante  notables :  caen  á  consecuencia  de 
enfermedades  graves,  tales  como  la  tina,  el  ti- 
fus, las  erupciones  cutáneas  que  han  afectado 
principalmente  la  cabeza  ,  las  cefalalgias  violen- 
tas y  pertinaces  ,  etc. ,  etc. ;  y  si  bien  la  mayor 
parte  de  las  veces  vuelven  á  nacer,  son  mas  finos, 
mas  claros  y  mas  flojos  que  los  anteriores ,  y  has- 
ta después  de  mucho  tiempo  no  vuelven  á  su  esta- 
do primitivo.  Para  esto  es  muy  útil  afeitarlos  con 
frecuencia  durante  algún  tiempo,  y  luego  que  ya 
han  crecido  mas  espesos  untarlos  con  alguna  po- 
mada grasienta. 

Con  frecuencia,  después  de  largas  enfermeda- 
des, los  cabellos  quedan  aplastados  formando 
una  especie  de  fieltro  ,  que  sirve  de  asilo  á  una 

ciedad  oculta  ó  con  la  presencia  de  algún  insecto  nacido  entro 
el  pelo.» 

»En  cuantoá  las  mujeres  egipcias,  parece  que  conservaban 
su  cabellera ,  la  que  cortaban  en  forma  cuadrada  sobre-  el 
cuello  y  cubrían  con  una  especie  de  gorro  muy  grande.» 

»Los  Egipcios  acostumbraban  también  á  ofrecer  su  cabel!<> 
á  los  dioses  cuando  salían  de  alguna  enfermedad  peligrosa.» 

» Los  Judíos  estaban  sujetos  á  ciertas  reglas  particulares  so- 
bre el  modo  de  llevar  el  pelo.  No  se  les  permitía  el  cortarlo  en 
redondo,  porque  los  árabes  ,  los  amonitas  ,  los  moabitas,  les 
idumeos  y  pueblos  del  Dedan ,  etc.  lo  llevaban  de  esta  ma- 
nera en  forma  de  corona ,  á  imitación  de  Baco.  En  cierta? 
ocasiones  se  les  permitía  cortarse  el  cabello  como  en  caso  de 
lepra ,  ú  otras  enfermedades ,  en  el  luto  ó  en  tiempo  de  pe- 
nitencia.» 

«Entre  los  Griegos  los  jóv  enesde  ambos  sexos  no  se  cort;- 
San  el  cabello  hasta  la  época  en  que  entraban  en  la  adoles 
cencía.  Las  jóvenes  se  lo  cortaban  la  víspera  de  su  matrimo- 
nio ,  y  por  lo  regular  lo  ofrecían  á  Diana  ó  á  las  Parcas.  Los 
jóvenes  trecenios  de  ambos  sexos  consagraban  sus  cabellos  á 
Ipolito  ,  el  cual  habia  muerto  soltero  ;  los  jóvenes  de  Mega- 
ra  dedicaban  su  primera  cabellera  á  Ifinoe  hija  de  Alca  - 
too  ,  que  murió  virgen,  los  de  Siciona  á  Egea  ,  los  déla  is- 
la de  Délos  á  Ecaergeo  y  á  su  hermana  Opi ,  los  de  Argos  y 
de  Atenas  á  Minerva  ,  etc.» 

» Los  jóvenes  griegos  consagraban  por  lo  común  sus  prime- 
ros cabellos  á  Apolo  ó  á  Esculapio  y  á  veces  á  Baco.  Teseo 
loé  el  primero  que  ofreció  su  cabellera  al  dios  de  Delfos  ,  cu- 
yo ejemplo  fué  seguido  por  todos  los  jóvenes  distinguidos  de 
Atenas  Los  Asirios  teman  una  costumbre  semejante  .ofre- 
ciendo los  jóvenes  sus  cabellos,  y  los  mayores  en  edad  la 
barba.  Los  pobres  la  consagraban  á  veces  á  Hércules,  ó  á 
cualquier  otro  dios  adorado  en  Atenas.» 

«Enlos  primeros  tiempos  este  uso  no  era  constante  ,  y  ve- 
mos á  varios  héroes  consagrar  su  primera  cabellera  pía-  un 
voto  particular  á  las  deidades  que  habían  tenido  un  especial 
cuidado  de  su  infancia,  y  muchas  veces  á  los  dioses  cíe  les 
ríos.  Así  es  que  Aquiles  prometió  la  suya  al  rio  Sperehiosi 
volvía  sano  y  salvo  de  la  guerra  de  Troya ;  pero  hahiendo  des- 
pués sabido  que  debía  parecer  en  aquel  sitio  ,  dice  Homero 
que  se  cortólos  cabellos  y  los  echó  sobre  la  pira  de  su  ami- 
go Patroclo.  Memnon  ofreció  la  suya  al  Ifflo.» 

»Este  uso  de  los  (¡riegos  fué  imitado  por  los  jóvenes  roma- 
nos ,  los  cuales  orrec  ian  su  primera  barba  y  cabellera  á  al- 
guna deidad.  Dion  lo  cuenta  de  Augusto,  y  Suetonio  re- 
prueba á  Calígula  el  haber  admitido  esta  ceremonia  ratijgioM. 
J 11  venal  habla  de  las  fiestas  y  convites  que  se  hadan  en  se- 
mejantes casos.» 

Muí  has  veces  se  contentaban  los  jóvenes  con  atar  los  pri- 
meros cabellos  á  la  estatua  de  la  divinidad  á  la  cual  los  ha- 
bian consagrado  ;  y  Pausanias  dice  que  la  estatua  de  Igia 
estaba  casi  enteramente  cubierta  con  las  cabelleras  que  ha- 
bían colgado  ó  atado  en  ella  las  mujeres  de  Siciona.» 

«Solamente  las  bacantes  entre  las  mujeres  griegas  eran  la; 
que  llevaban  el  cabello  ondeante  y  sin  ningún  freno.  Las  mu 


484  C¿B 

multitud  de  insectos  parásitos.  Entonces  se  ha 
observado  mas  de  una  vez  que  afeitando  la 
cabeza  resultan  accidentes  muy  graves  ,  y  es 
cierto  que  si  en  este  caso  no  se  toman  todas  las 
precauciones  necesarias  para  preservarse  del 
írio,  su  impresión  puede  producir  una  modifica- 
ción nociva  en  la  traspiración  cutánea ,  y  dar 
lugar  á  accidentes ,  que  no  deben  temerse  si  se 
tiene  cuidado  de  cubrirse  bien  la  cabeza,  y  fa- 
vorecer su  traspiración. 

Generalmente  las  nodrizas  creen  que  deben 
respetarse  las  costras  mucosas  que  cubren  la  ca- 
beza de  los  niños ,  y  esto  es  un  error.  Estas  cos- 
tras abandonadas  á  sí  mismas,  se  aumentan 
siempre,  determinando  un  rezumo  purulento  y 
fétido  de  la  piel  del  cráneo,  y  ocasionando  úlceras 

chachas  se  lo  ataban  sobre  la  frente  ó  detrás  de  la  cabeza, 
pero  las  mujeres  casadas  se  lo  anudaban  ordinariamente 
sobre  la  nuca  en  una  sola  trenza  que  ondeaba  sobre  los 
hombros  » 

»Los  diegos  creían  que  los  dioses  infernales  cortaban  un 
cabello  á  los  moríales  en  el  instante  en  que  las  Parcas  cor- 
taban también  el  estambre  de  su  vida.  Así  es  que  la  muer- 
te en  Eurípides  aparece  armada  de  una  espada  en  actitud  de 
cortar  el  fatal  cabello  de  la  generosa  Alceste  para  hacer  una 
víctima  consagrada  á  los  dioses  infernales.  Macrobio  recono- 
ce una  imitación  semejante  de  este  pasaje  de  Eurípides  en 
Virgilio ,  lo  que  indica  el  uso  que  había  entre  los  Griegos  de 
cortarlos  ('¿.bellos  álos  moribundos.» 

«Los  Griegos  acostumbraban  acortarse  los  cabellos  como 
señal  de  lulo,  y  para  dar  una  prueba  de  dolor  exterior.  Los 
Itomanos  adoptaron  este  uso  de  los  Griegos ;  y  Dionisio  de 
Alicarnaso  cuenta  que  lasvírgines  y  matronas  romanas  que 
asistieron  á  los  funerales  de  la  hija  de  Virginio  echaron  sobre 
el  lecho  fúnebre  de  aquella  virtuosa  y  desgraciada  romana 
sus  cabellos  y  la  venda  de  que  se  servia  para  atárselos.» 

«Entre  los  Romanos  vemos  que  los  acusados  de  grandes  de- 
litos y  los  que  recurrían  al  pueblo  contra  algún  opresor  se 
dejaban  crecer  la  barba  y  los  cabellos  en  señal  de  dolor ,  los 
que  se  corlaban  el  día  en  que  eran  absueltos  ó  que  habían 
obtenido  justicia.» 

«Los  filólogos  están  discordes  acerca  de!  modo  como  lleva- 
ban el  cabello  los  esclavos.  Algunos  creyeron  que  se  les  cor- 
taban todos  los  cabellos  ,  fundados  en  aquel  proverbio  griego 
de  Suidas  :  tu  eres  esclavo,  y  tienes  cabellera  ?  al  paso  que 
otros  creen  que  tamtycn  se  rapaba  la  cabeza  á  los  que  de 
esclavos  pasaban  al  oslado  libre  ,  antes  de  darles  el  gorro  de 
la  libertad  llamado  ¡rilcw.  Esta  última  costumbre  era  fun- 
dada en  la  religiosa  ofrenda  que  hacían  de  sus  cabellos  á  los 
dioses  en  reconocimiento  de  haber  mejorado  su  suerte.» 

«Los  vencedores  acostumbraban  hacer  rapar  la  cabeza  á 
los  prisioneros  en  señal  de  esclavitud'.» 

«Por  la  historia  vemos  que  las  damas  de  Cartago  se  corta- 
ron sus  cabellos  para  hacer  cuerdas  que  faltaban  para  mo- 
ra mover  las  máquinas  de  guerra  ;  y  las  matronas  romanas 
hicieron  el  mismo  sacrificio  en  honor  de  su  patrja  y  de  su 
libertad  en  otro  apuro  semejante» 

«Los  antiguos  se  servían  de  un  hierro  caliente  llamado  ca- 
lamistrum  para  rizarse  los  cabellos.  Entre  los  Griegos  y  Roma- 
nos solo  seguían  este  uso  las  mujeres  casadas  y  las  jóvenes. 
Pero  entre  los  Frigios  y  entre  los  pueblos  mas  celebres  por  sus 
costumbres  afeminadas ,  esta  moda  era  común  á  ambos  se- 
xos. Los  Sicambrios  y  los  Germanos  formaban  un  solo  nudo 
en  su  larga  cabellera ,  el  cual  era  según  el  testimonio  de  Tá- 
cito su  atribulo  característico.  Este  modo  de  anudar  el  cabe- 
llo pasó  á  ser  un  proverbio  ,  y  Marcial  lo  indica  con  las  pa- 
labras nodus  rheni.  Los  Armenios,  los  Sarracenos  y  algunos 
otros  pueblos  del  Asia  se  ataban  los  cabellos  con  varias  ven- 
das ó  cintas  en  rededor  de  la  cabeza  formando  una  especie 
de  mitra.  Los  Partos  v  los  Persa:-  llevaban  largas  cabelleras 


CAB 

que  pueden  tener  malas  consecuencias.  Cuando 
estas  úlceras  existen  se  deben  emplear  lodos  los 
medios  de  aseo  posibles ,  hacer  corlar  el  cabello 
si  es  necesario ,  cubrir  la  cabeza  conveniente- 
mente ,  y  abrir  un  íontículo  en  uno  de  los  bra- 
zos para  suplir  á  la  supuración  que  se  hacia  en 
el  cráneo. 

Seria  muy  fácil  citar  numerosos  ejemplos  en 
los  cuales  el  cabello  ha  presentado  fenómenos 
singulares,  sea  cayéndose  en  algunas  horas  ,  ó 
bien  tomando  una  longitud  desmesurada,  y  al- 
guna vez  ofreciendo  colores  diferentes  en  un 
mismo  individuo ,  etc. ,  etc.  Preferimos  pasar  en 
silencio  estos  fenómenos  ,  para  presentar  sola- 
mente algunos  casos  en  los  cuales  su  modifica- 
ción ha  parecido  convertirse  en  un  medio  cura- 
ondeantes  ,  como  lo  vemos  en  algunas  de  sus  medallas.  Los 
Árabes  ,  los  Abanditas  y  los  Misios,  lo  mismo  que  los  Curetos 
y  los  Etólios  ,  se  cortaban  el  cabello  por  delante  para  que  los 
enemigos  no  los  pudiesen  coger  por  él  en  los  combates.  Les 
Galos,  según  dice  Diodoro  de  Sicilia,  llevaban  una  larga  cabe  - 
llera  que  lavaban  muy  á menudo  con  agua  y  cal.  Los  Atenien- 
ses que  mi  itaban  en  la  caballería  se  dejaban  crecer  el  cabe- 
llo ;  y  lo  mismo  hacían  todos  los  Lacedemonios ,  tanto  solda- 
dos como  ciudadanos.» 

»Los  Medas  y  los  Asirios,  según  Erodoto  ,  y  después  de 
ellos  los  Persas  los  llevaban  ensortijados  en  la  parte  de  de- 
lante, y  tendidos  por  los  lados  sobre  los  hombros.  Los  Numí- 
das  los  usaban  ensortijados  en  la  parte  superior  de  la  cabeza 
hasta  abajo.  Las  mujeres  atenienses  y  los  hombres  afemi- 
nados de  la  misma  ciudad  rizaban  y  perfumaban  sus  cabellos 
cubriéndolos  con  una  especie  de  polvo  amarillo.  Lucio  Vero, 
hermano  del  emperador  Marco  Aurelio,  echaba  sobre  los  su- 
yos polvos  de  oro.» 

«En  el  bajo  imperio ,  los  hombres  no  se  adornaban  menos 
que  las  mujeres  ,  pues  al  igual  de  éstas  se  ataviaban  con  di- 
jes de  oro  y  piedras  preciosas  que  ponían  sobre  sus  cabellos.» 

«Los  sabios  y  filósofos  de  Atenas  y  Roma  reprendieron  con 
mucha  frecuencia  la  costumbre  de  rizarse  el  pelo  ,  y  derla 
marón  altamente  contra  los  hombres  que  se  desdoraban  con 
este  lujo  afeminado.  Thucidides  mismo  no  qneria  que  tos 
jóvenes  se  rizasen  el  cabello  ,  ni  lo  llevasen  alzado  sobre  la 
frente  formando  un  nudo  ,  como  lo  usaban  las'vírjencs  ó  don- 
cellas. Cicerón,  en  su  arenga  pronunciada  después  de  su 
vuelta  al  Senado,  señaló  á  Pisón  como  un  hombre  entregado 
al  vicio  con  las  palabras  cincinnatum  ganconcm,  libutino  de 
los  cabellos  ensortijados.» 

» Los  antiguos  conocían  también  el  uso  de  las  pe'ucas  ó  ca- 
belleras postizas  ,  y  los  Romanos  las  llamaban  yaleri  y  (jale- 
riculi.  Se  adornaban  aveces  con  otra  especie  de  pellica  lla- 
mada corymbio,  que  imitaba  el  tocado  de  las  vírjenes.» 

«No  solamente  se  servían  de  pelucas  para  ocultar  la  falla 
del  cabello  ,  sino  también  para  presentarse  con  cabellos  de 
color  diferente  para  disfrazarse.  Calígula  llevaba  una  peluca 
y  una  larga  túnica  para  frecuentar  los  lupanares ,  y  Mesali- 
na,  la  infame  esposa  de  Claudio,  ocultaba  bajo  una  peluca  ni 
bia  su  negra  cabellera,  cuando  pasaba  las  noches  en  las  ca- 
sas de  poostitucion  » 

«Las  pelucas  eran  en  Roma  muy  apreciadas  ,  y  las  lleva- 
ban allí  de  la  Germania  y  de  los  países  septentrionales  de  Eu- 
ropa.» 

«Se  dice  que  el  arte  de  teñir  el  pelo  fué  inventado  por  Me- 
dea.» 

»En  España  ,  como  en  las  demás  naciones,  ha  sufrido  mil 
variaciones  el  modo  de  llevar  el  cabello:  últimamente  por 
una  Real  cédula  del  año  1808  ,  se  mandó  que  todos  los  em- 
pleados en  el  servicio  de  S.  M.  se  cortasen  el  cabello,  quehas- 
ta  entonces  se  habia  usado  largo ,  cuya  moda  tan  úlíl  como 
económica  fué  generalmente  seguida  por  todas  las  clases  del 
Estado.»  {Basttis,  Dice,  enciélop.)» 


CAB 
livo.  Se  Ice  cu  Morgagni  que  Vulsalva  hizo 
sanar  un  maniático  :i  aunándole  afeitarla  cabeza. 
Gfimaud  aiirma  que  varias  jaquecas  pertinaces 
han  cesado  con  la  precaución  de  hacer  mu>  ac> 
tivo  el  cocimiento  del  cabello,  cortándolo"  con 
mucha  frecuencia.  Los  autores  contienen  un  gran 
numero  de  casos  análogos,  los  cuales  prue'ianque 
si  los  cabellos  se  hallan  tan  solo  dotados  de  un 
débil  grado  de  vida,  tienen  sin  embargo  bastante 
influencia  sobre  nuestra  economía  para  merecer 
toda  la  atención  del  medico. 

Este  producto  natural  y  particular  á  la  raza  hu- 
mana ha  venido  á  ser  para  el  hombre  un  arln  ti- 
lo (I e  comercio  de  bastante  importancia.  El  pei- 
nado parece  haber  sido  en  todos  los  países  el 
primer  adorno  de  las  mujeres;  el  arle  de  pci - 
narse  fué  llevado  por  los  antiguos  hasta  el  extre- 
mo, y  tanto  en  Grecia  como  en  Roma  las  muje- 
res suplían  su  falla  de  cabello  con  cabello  posti- 
zo. La  invención  de  las  pelucas  también  se  re- 
monta á  una  grande  antigüedad  :  Thicrs  supone 
que  se  hace  mención  vade  ellas  en  el  veis.  \  i  del 
cap.  ni  de  las  profesias  de  Isaías  ;  oíros  hacen 
remontar  su  antigüedad  al  tiempo  de  David,  de 
cuya  uso  suponen  se  hace  mención  en  el  ver.  t3 
del  cap.  xix  del  libro  de  los  Reyes.  Antes  de  la 
invención  de  las  pelucas ,  se  cosían  cabellos  alr 
rededor  de  los  casquetes  (pie  llevaban  los  hom- 
bres  para  preservarse  del  frío  y  para  ocultar  la 
calvicia. 

El  comercio  de  cabello  al  presente  ha  tomado 
una  grande  importancia,  habiendo  mercaderes 
que  lo  venden  al  por  mayor  á  los  peluqueros. 
Aquellos  lo  compran  en  bruto  ,  es  decir,  tal  cual 
está  después  de  haberlo  corlado;  luego  lo  su- 
jetan á  todas  las  preparaciones  necesarias  para 
hacerlo  propio  al  uso,  preparaciones  que  aun- 
que apenas  se  reduzcan  sino  á  limpiarlo,  no  de- 
jan de  ser  bastante  numerosas  y  complica- 
das. Los  que  preparan  el  cabello  tienen  6  ú  8 
especies  de  cardas  diferentes,  compuestas  de 
púas  de  acero  mas  ó  menos  gruesas,  ó  mas  ó  me- 
nos largas ,  bastante  parecidas  á  los  rastrillos 
que  sirven  para  peinar  el  cáñamo ;  hay  algunas 
que  están  cubiertas  de  una  especie  de  casquetes 
guarnecidos  á  veces  de  puntas  de  acero ,  y  otras 
de  cepillos.  Durante  el  curso  de  las  diversas  ope- 
raciones ,  los  cabellos  se  van  igualando,  y  cuan- 
do se  encuentran  algunas  hebras  de  color  dife- 
rente, se  van  separando  con  mucho  cuidado.  Los 
cabellos  que  no  tienen  al  menos  de  \'á  á  17  pul- 
gadas de  largo  se  deben  rizar,  y  para  esto  se  ro- 
llan en  moldes  de  unas  3  pulgadas  de  longitud , 
cubriéndolos  después  con  papel  fuertemente  ata- 
do con  bramante.  Con  estos  paquetitos  se  forma 
una  especie  de  rosario  atándolos  uno  Irás  otro , 
y  se  hacen  hervir;  luego  se  ponen  á  secar  lo 
mas  pronto  posible  ,  v  no  se  desenvuelven 
hasta  después  de  haberlos  tenido  algún  tiempo 
dentro  de  estufas.  Los  cabellos  rubios  y  los  blan- 
cos, que  son  los  mas  caros  y  los  mas  delicados, 
se  secan  exponiéndolos  al  sol  en  la  hora  de  su 
mayor  fuerza. 

Para  que  se  pueda  hacer  un  buen  uso  del  ea- 


CAB  48/i 

bello,  debe  haber  crecido  al  abrigo  del  aire,  y 
no  haber  sHo  nunca  crespado.  Así  un  pelo  (pie  no 
haya  sido  {demasiado  peinado  es  el  mejor,  y  por 
eso  el  pelo  de  las  mujeres  campesinas  es  él  que 
circula  mas  en  el  comercio.  El  cabello  del  Norte, 
siendo  mas  suave  y  mas  fino,  es  mas  apreciado, 
pero  el  del  Mediodía  es  mejor  para  rizar. 

El  comercio  de  cabello  se  ha  hecho  conside- 
rable en  Europa  desde  que  la  moda  ha  impues- 
to casi  una  necesidad  de  usar  pelucas  y  dejar 
un  adorno  natural ,  cómodo  y  de  ningún  gasto, 
para  tomar  otro  (pie  tiene  precisamente  todas  las 
calidades  opuestas.  La  Francia  empezó  á  intro- 
ducir en  la  España  esla  moda  ;  allí  se  cuentan 
casi  por  millones  los  que  consumen  cabellos  del 
reino  y  se  proveen  del  extranjero.  Son  inmen- 
sas las  sumas  del  valor  á  que  suben  las  expor- 
taciones de  las  pelucas  que  se  hacen  en  Francia, 
y  sobre  lodo  en  Paris  ,  para  proveer  á  las  nacio- 
nes vecinas  que  las  aprecian  bastante. 

Se  llaman  cabellos  vivos  los  que  se  cortan  de 
la  cabeza  de  los  vivientes  y  aun  de  los  difuntos; 
se  llaman  cabellos  muertos  los  que  han  caído  por 
alguna  enfermedad,  ó  los  que  se  han  arrancado 
peinándose.  Los  peluqueros  usan  de  unos  y  otros, 
aunque  los  primeros  se  supongan  sin  compara- 
ción mejores  que  los  segundos. 

Vauquelin,  que  ha  analizado  los  cabellos,  se 
ha  convencido  de  que  los  diversos  colores  (pie 
ofrecen  son  debidos  á  la  presencia  ó  la  ausencia 
de  un  aceite  colorado.  Así,  los  cabellos  negros 
son  colorados  por  un  aceite  negro  bituminoso  y 
un  poco  de  sulfuro  de  hierro  ;  los  rojos ,  por  un 
aceite  rojo ;  los  rubios ,  por  un  aceite  aun  menos 
colorado;  los  blancos  no  Contienen  ni  aceite  co- 
lorado ni  sulfuro  de  hierro.  Los  cabellos  rojos, 
rubios  y  blancos  contienen  un  exceso  de  azufre 
que  les  da  la  propiedad  de  ennegrecerse  con  los 
óxidos  y  las  sales  metálicas,  sobretodo  los  de  plo- 
mo y  de  piala.  Todas  las  composiciones,  tanto 
liquidas  como  sólidas,  vendidas  por  los  peluque- 
ros para  teñir  las  patillas,  la  barba  y  los  cabe- 
llos encierran  nitrato  de  plata,  albayalde  ó  mi- 
nio, asociados  siempre  con  un  poco  de  álcali.  La 
materia  que  ennegrece  es  ,  pues  ,  sulfuro  de  pla- 
ta ó  sulfuro  de  plomo  (pie  se  forma  alrededor  y 
en  el  tejido  córneo  de  los  cabellos. 

El  comercio  de  cabello  en  España  es  muy  in- 
significante; porque  las  mujeres  en  nuestro  país 
no  tienen  la  costumbre  de  cortárselo,  como  suce- 
de con  las  de  algunas  otras  partes  de  Europa. 
Las  Españolas  tienen  un  grande  apego  á  su  cabe- 
llo, porque  constituye  uno  de  sus  principales 
adornos ;  además  que  el  cabello  de  nuestro  país 
es  de  muy  mala  calidad  á  causa  de  la  costumbre 
que  tienen  las  mujeres  de  llevar  siempre  la  ca- 
beza descubierta  ,  en  particular  nuestras  campe- 
sinas. 

La  recopilación  del  cabello  puede  decirse  que 
se  hace  en  Francia,  Alemania,  Suiza,  parle  de 
la  (irán  Bretaña  y  en  Italia.  Las  mujeres  de  es- 
tos países  y  en  particular  las  de  la  clase  pobre 
comercian  con  su  cabello,  y  como  se  lo  dejan 
crecer  cou  el  objeto  de  venderlo  cuando  es  bas- 


486  CAB 

tante  largo,  se  lo  cuidan  con  mucho  esmero,  lle- 
vándola cabeza  siempre  cubierta  ,  para  que  des- 
pués tenga  mas  valor.  El  clima  del  Norte  es  tam- 
bién mas  favorable  al  cabello  que  el  del  Medio- 
día. 

Este  producto  mujeril  ha  hecho  que  una  por- 
ción de  especuladores  recorran  todos  los  años  es- 
tos países  para  comerciar  con  este  articulo.  Ellos 
mismos  hacen  el  ajuste  de  la  cabellera  de  una 
mujer ,  la  cual  cortan  después  de  haber  conve- 
nido en  el  precio.  Luego  de  hecha  la  recolec- 
ción ,  el  cabello  pasa  á  las  capitales  en  donde  se 
limpia  y  se  prepara  para  la  expendicion. 

Paris  es  el  punto  de  centralización  de  este  ra- 
mo de  industria ,  y  puede  decirse  que  surte  á  to- 
da la  Europa,  salvo  muy  raras  excepciones.  No- 
sotros nos  proveemos  de  este  artículo  en  Francia, 
y  también  nos  llega  de  Alemania  y  de  Suiza  en 
cantidad  bastante  considerable.  Por  lo  que  toca 
á  la  España  las  únicas  provincias  que  producen 
algún  cabello  son  Aragón  y  Navarra;  sin  em- 
bargo su  cantidad  es  muy  pequeña. 

Con  respecto  á  la  preparación  del  cabello  na- 
da tenemos  que  aprender  de  los  extranjeros.  Es- 
ta industria  se  halla  muy  adelantada  en  las  prin- 
cipales ciudades  de  España,  y  Barcelona  puede 
competir  bajojtodos  conceptos  tocante  á  la  confec- 
ción de  pelucas  con  las  mejores  fábricas  de  Paris. 

CABIAIi.  Se  da  este  nombre  á  una  prepa- 
ración de  huevos  de  varios  pescados  salados, 
pero  mas  particularmente  los  del  esturión  ,  que, 
para  ello  son  mas  estimados  que  los  de  los  car- 
pos y  de  algunos  otros  ciprinos. 

El  cabial  se  prepara  sobre  todo  en  Rusia  de  la 
manera  siguiente:  en  los  parajes  de  la  pesca  del 
esturión,  en  particular,  que  empieza  en  noviem- 
bre ,  ponen  unas  pipas  en  pié  quitándolas  el 
fondo  superior ,  y  colocando  en  su  lugar  un  ta- 
miz de  alambre  muy  fino,  en  el  cual  estregan 
los  huevos  del  pescado  en  el  momento  que  se 
los  extraen ;  dé  este  modo  se  sepera  el  tejido  ce- 
lular ,  y  caen  dentro  los  granitos  ó  parenquima, 
que  forman  su  masa,  sobre  los  cuales  (reunida 
ya  una  porción)  echan  encima  sal  fina  ,  y  con- 
tinúan sucesivamente  esta  operación  hasta  que 
la  pipa  está  llena;  vuelven  después  á  poner  la 
tapaá  cada  pipa,  la  que  dejan  expuesta  al  sol. 
Los  granitos ,  que  al  principio  de  dicha  opera- 
ción, eran  de  color  de  plomo,  se  vuelven  de 
negro  rojizo ,  cuando  el  cabial  está  en  estado  de 
poder  entrar  en  el  comercio. 

El  cabial  forma  una  masa  lo  mas  comunmente 
bastante  análoga  al  jabón  verde  de  Hamburgo 
por  el  color  y  por  la  consistencia;  su  olores  pe- 
netrante y  un  poco  amoniacal ;  su  sabor  es  acre 
y  picante. 

Se  preparan ,  en  Rusia  sobre  todo  de  donde 
se  exportan  muy  grandes  cantidades ,  diferentes 
especies  de  cabiales  y  por  diversos  procedimien- 
tos con  huevos  de  varios  otros  pescados  ,  como 
los  de  carpa  ,  por  ejemplo,  que  dan  un  Ca- 
bial rojo,  según  lo  observa  Belon ,  con  los  de 
sollo,  brema,  salmón,  etc. 

Hay  otra  especie  de  cabial ,  llamado  Cabial 


CAB 

prensado ,  porque,  después  de  haber  puesto  los 
huevos  en  una  fuerte  salmuera  y  haberlos  hecho 
secar,  se  echan  en  un  tonel  en  donde  se  com- 
primen fuertemente. 

Los  huevos  de  esturión  escabechados  forman 
un  ramo  de  comercio  considerable:  la  sola  ciudad 
de  Astracán  en  las  riberas  del  mar  Caspio  ex- 
porta muchos  centenares  de  toneles  de  ellos. 
Fueron  Italianos  los  primeros  que  trajeron  de 
Constantinopla  en  Francia  y  en  Inglaterra  esta 
sustancia  alimenticia  bajo  la  denominación  de  Ca- 
viale.  La  Rusia  hace  exclusivamente  hoy  día 
el  comercio  del  cabial  en  el  Volga  y  en  los  rios 
que  en  él  desaguan.  Se  observan  en  los  mer- 
cados de  San  Pétersburgo  masas  tan  volumino- 
sas de  cabial  que  parecen  al  primer  aspecto 
grandes  masas  de  nieve  cubiertas  de  un  poco  de 
polvo. 

El  cabial  es  muy  buscado  en  la  Rusia ,  la 
Turquía,  una  parte  de  la  Alemania  y  de  la  Ita- 
lia, pero  este  manjar  apenas  es  conocida  en 
Francia  ni  en  España. 

Según  el  obispo  de  Senez,  Sr.  Beaujeu  ,  los 
Rusos  aprendieron  de  los  Griegos  la  manera  de 
hacer  el  cabial;  porqne,  dice  él,  se  ama  menos 
el  aceite  de  España;  el  vino  de  Alemania  y  la 
manteca  de  Flandes  de  lo  que  seestimael  cabial 
en  Grecia. 

El  cabial  se  come  con  pan  ,  y  también  sirve  de 
condimento  para  los  alimentos.  Es  de  un  gran 
j-ecurso  para  los  Moscovitas  en  razón  de  sus  tres 
cuaresmas.  Parece  contribuir  á  la  frecuencia  de 
las  enfermedades  cutineas  y  del  escorbuto  entre 
los  habitanies  de  las  orillas  del  Báltico ,  y,  como 
todas  las  salazones,  no  puede  ser  sino  contra- 
rio á  los  individuos  de  estómago  irritable ,  cuya 
constitución  es  seca  ,que  están  dispuestos  á  las 
enfermedades  inflamatorias  y  nerviosas,  ó  que 
padecen  afecciones  orgánicas. 

El  cabial  ha  sido  recomendado  como  medica- 
mento. Papón  refiere  que  en  el  Levante  hase 
aplicado  sobre  los  bubones  pestilenciales;  pero 
particularmente  ha  sido  empleado  en  los  casos 
de  apépsia,  de  dispepsia ,  de  agenesia ,  etc.,  so- 
bre todo  en  los  viejos  y  en  los  países  calientes. 
Debe  sin  duda  á  la  sal ,  de  que  está  impregnado, 
la  acción  eminentemente  estimulante  de  que 
goza;  pero  se  concibe  que  pueda  ser,  en  razón 
de  su  misma  acritud,  con  mucha  frecuencia  mas 
nocivo  que  útil. 

CABLE.  Maroma  muy  gruesa  y  larga  por 
lo  regular  de  cáñamo ,.  que  servia  para  tener  asi- 
da el  ancla  principal  de  la  nave ,  antes  de  inven- 
tarse las  cadeoas  de  hierro  para  el  mismo  uso. 
De  consiguiente  se  distinguen  dos  especies  de 
cables,  los  de  cuerda  y  los  de  hierro.  El  uso  de 
estos  últimos,  si  bien  adoptado  desde  una  época 
muy  reciente,se  hace  cada  dia  mas  general. 

Los  cables  de  cuerda  se  fabrican  con  la  mate- 
ria textil  mas  común  de  cada  país :  en  Europa  ge- 
neralmente se  emplea  el  cáñamo,  excepto  en  al- 
gunas partes  de  las  costas  del  Mediterráneo  en 
donde  emplean  el  esparto ;  casi  en  todo  el  Orien- 
te se  sirven  de  la  corteza  fibrosa  de  la  nuez  de 


CAB 
coco  á  la  cual  dan  el  nombre  de  queir  (y  en  in- 
glés coir) ,  y  en  las  tosías  del  mar  Rojo  los  fabri- 
can con  los  (¡lamentos  de  las  hojas  de  palmera. 
Los  cables  de  cáñamo  constan  de  tres  cuerdas 
reunidas  en  una  y  torcidas  en  sentido  contrario  á 
su  primera  torsión;  para  ser  buenos  deben  hacer- 
se con  las  primeras  hebras  del  cánamo.  La  impor- 
tancia de  los  cables ,  de  los  cuales  depende  la 
seguridad  de  los  buques  y  de  sus  tripulaciones, 
exige  que  se  fabriquen  con  el  mas  gran  cuida- 
do, y  la  mayor  parte  de  las  potencias  maritimas 
han  "publicado  ordenanzas  muy  severas  respecto 
á  su  construcción.  Las  principales  disposiciones 
prescritas  en  Inglaterra  se  hallan  contenidas  en 
un  decreto  del  parlamento,  expedido  en  el  25° 
año  del  reinado  de  Jorge  III  (1785). 

Para  hacer  un  cable,  después  de  haber  forma- 
do los  ramales  (del  modo  que  se  explicará  en  el 
artículo  Cordelería) ,  se  sirven  de  palos  que  al 
principio  se  pasan  entre  los  ramales ,  y  después 
entre  los  torzales  de  que  se  forma  el  cable ,  para 
que  unos  y  otros  rueden  mejor  y  se  entrelacen 
con  mas  regularidad ;  al  mismo  tiempo ,  para 
impedir  que  no  se  entorchen  al  hilarlos,  se  sus- 
pende á  la  extremidad  de  cada  torzal  y  de  cada 
ramal  un  peso  de  plomo  ó  de  piedra.  Cuando  el 
cable  está  hecho  y  torcido  como  se  debe,  se; 
destuercen  tres  ó  "cuatro  vueltas  para  que  lo  i 
restante  quede  mejor. 

Los  cables  demasiado  torcidos  se  rompen  con 
facilidad.  El  número  de  hilos  de  que  se  compone 
cada  especie  de  cables  guarda  siempre  propor- 
ción con  su  longitud  y  diámetro ,  y  por  éste  pue- 
de calcularse  su  peso  y  su  valor. 

Un  cable  de  tres  pulgadas  de  circunferencia, 
que  corresponde  á  una  de  diámetro ,  se  compone 
de  48  hilos  regulares,  y  sobre  este  cálculo  se  han 
formado  las  dos  tablas  que  el  Sr.  Aubin  ha  in- 
cluido en  su  Diccionario  de  Marina ,  para  hacer 
conocer  una  y  otra  operación ,  y  que  creemos  útil 
insertarlas  en  éste  con  la  instrucción  práctica, 
para  conocimiento  de  las  personas  que  se  dedican 
al  comercio  marítimo,  que  arman  buques  por 
su  cuenta .  que  los  fletan ,  y  que  aseguran  ó  em- 
plean su  dinero  en  cambios  maritimos. 

Tabla  del  número  de  hilos  de  que  deben  componerse  los  ca- 
bles en  proporción  de  su  circunferencia  desde  3  á  20  pul- 
gadas, y  desde  48  hasta  1943  hilos.. 


Pulgadas. 


s 
I 

10 

11 


iiibs. 

48 

77 

121 

114 

238 

311 
393 
485 

.".98 


Pulgadas. 
12 
13 
14 
15 
16 

h 

18 
19 
«0 


Hilos. 

699 

821 

952 

1693 

1244 

1404 

1574 

1754 

1943 


CAB  487 

rencia  y  ver  cuantos  hilos  debe  tener  á  propor- 
ción de  ella;  después  se  multiplica  por  cuatro  el 
número  de  los  hilos;  cada  hilo  de  la  longitud  ne- 
cesaria para  hilar  el  cable  de  la  dimensión  de- 
terminada, debe  pesar  casi  4  libras,  y  el  producto 
de  la  multiplicación  dará  á  conocer  aproxima- 
damente el  peso  del  cable  ;  asi  es  que  un  cable 
de  20  pulgadas  de  circunferencia ,  que  como  se 
ha  visto  en  la  tabla  anterior  debe  tener  1943 
hilos,  pesará  1772  libras,  y  esto  debe  entenderse 
de  un  cable  nuevo  que  no  ha  sido  aun  embreado. 

Tabla  para  valuar  el  peso  de  un  cable  jwr  su  circunferencia . 


Pbso. 

Peso. 

Pulgadas. 

litros 

Pulgadas. 

Libras 

3 

192 

12 

2"96 

4 

308 

13 

3284 

rj 

484 

14 

3808 

6 

696 

15 

4372 

1 

95Í 

16 

4976 

8 

1244 

11 

5616 

9 

1592 

18 

6296 

10 

1940 

19 

7016 

11 

2392 

20 

7772 

Para  encontrar  por  medio  de  esta  tabla  el  pe- 
so que  puede  tener  un  cable  de  cierta  longitud 
determinada,  de  110  á  120  brazas  de  largo  ,  es 
preciso  medir  el  grueso  del  cable  por  su  circunfe- 


Por  las  dos  tablas  precedentes  se  puede  tam- 
bién conocer  cuantos  hilos  se  necesitan  para 
cada  ramal  según  el  espesor  que  se  le  quiere 
dar:  por  ejemplo,  por  un  cable  compuesto  de 
tres  ramales,  que  se  quiera  hacer  de  18  pulga- 
das de  circunferencia,  se  pondrán  550  hilos  en 
cada  ramal ,  teniendo  presente  que  si  se  quiere 
hacer  un  poco  mas  apretado  de  lo  regular,  sal- 
drá mas  corto  y  mas  delgado;  y  al  contrario,  si 
se  quiere  hacer  mas  flojo,  saldrá  ma>  corto  y 
mas  grueso. 

La  adopción  de  las  cadenas  de  hierro  para 
servir  en  vez  de  los  cables  ha  sido  muy  impor- 
tante para  la  marina,  siendo  debida  en  gran 
parle  á  los  esfuerzos  del  capitán  Samuel  Broun, 
de  la  marina  real  Inglesa  ,  quien  solicitó  un  pri- 
vilegio de  invención  para  la  construcción  de  la 
especie  particular  de  cadenas  que  él  propuso  pa- 
ra sustituir  á  los  cables.  Si  alguna  cosa  debe  ad- 
mirarnos es  que  se  haya  tardado  tanto  tiempo 
en  recurrir  á  este  expediente.'  Hace  ya  «algunos 
siglos  que  se  empleaban  unas  cadenas  llamadas 
cadenas  de  fondeadlas  cuales  se  amarraban  á  los 
cables  sumergiéndolas  con  ellos  á  algunas  bra- 
zas debajo  del  nivel  del  agua,  para  precaverse  de 
que  el  enemigo  pudiese  corlarlos;  pero  no  se  ha- 
bía atinado  en  hacer  cables  todos  de  cadenas  de 
hierro.  En  los  fondeaderos  pedragososy  enlrelos 
corales  los  cables  de  cuerdas  se  deshilan  muy 
pronto  y  están  expuestos  á  romperse  al  cabo  de 
pocas  semanas  ,  y  á  veces  de  pocos  días.  En  la 
relación  del  viaje  de  Bougainville  se  encuentra 
un  ejemplo  de  esto.  Este  hábil  navegante  perdió 
seis  anclas  en  el  espacio  de  nueve  dias;  «Lo  que 
no  nos  hubiese  sucedido,  dice,  si  hubiésemos 
estado  provistos  de  algunas  cadenas  de  hierro. 
Esta  es  una  precaución  que  los  navegantes  no 
deben  olvidar  nunca,  y  mucho  mas  cuando  em- 
prenden semejantes  viajes.»  Este  libro  fué  pu- 
blicado en  1771 ,  y  sin  embargo  hasta  cuarenta 


488  CAÍ 

años  después  no  se  trato  do  poner  en  práctica 
aquella  preciosa  recomendación. 

Hay  diversos  modos  de  construir  los  cables  de 
hierro,  que  no  indicaremos,  porque  no  tratamos  de 
hablar  aquí  de  los  pormenores  de  está  fabricación 
nidcscribirlas  diferentes  especies  de  cadenas  que 
se  emplean  ¡i  manera  de  cables.  Solamente  dire- 
mos que  antes  de  hacerlas  servir  se  prueba  su  so- 
lidez por  medio  de  una  máquina  que  los  hace  re- 
sistir un  esfuerzo  mucho  mas  considerable  que  la 
fuerza  absoluta  de  los  cables  que  están  destina- 
das á  remplazar.  Por  este  medio  los  constructo- 
res se  aseguran  de  que  no  existe  en  la  cadena 
ningún  eslabón  defectuoso  ,  y  es  una  cosa  suma- 
mente rara  el  romperse  ningún  cable  de  hierro 
mientras  que  funcione.  El  gran  peso  de  esta  espe- 
cie de  cables  contribuye  junto  con  su  propia  solidez 
á  impedir  que  se  rompan,  porque  el  peso  se  opo- 
ne constantemente  á  su  perfecta  tensión,  y  atrae 
el  buque  en  sentido  contrario  de  la  fuerza  impul- 
siva (viento  ó  corriente)  que  obra  sobre  él.  Los 
cables  de  hierro,  de  distancia  en  distancia,  tie- 
nen un  mallon  de  tornillo  que  se  saca  con  facili- 
dad, y  permite  al  buque  separarse  de  su  ancla  en 
menos  tiempo  del  que  se  necesitada  para  cortar 
un  cable  de  cuerda. 

Los  cables  de  hierro,  como  lo  dejamos  dicho 
arriba,  son  mucho  mas  fuertes  que  los  decá-, 
ñamo ,  y  en  cuanto  á  su  duración  no  admite 
comparación  ninguna,  así  no  debemos  admirar- 
nos del  rápido  abandono  de  los  cables  de  cuer- 
da. La  marina  militar  y  la  generalidad  de  la  ma- 
rina mercante  inglesas  emplean  ya  no  masque 
cables  de  hierro.  En  Francia  no  se  está  todavía 
tan  adelantado :  de  cinco  ó  seis  cables  de  cuerda 
entregados  á  los  grandes  buques  de  guerra,  tres 
solamente  han  sido  remplazados  por  dos  cadenas 
de  hierro  ;  los  buques  mercantes ,  y  en  particu- 
lar los  de  gran  porte  ,  que  emprenden  largos 
viajes,  casi  todos  usan  cables  de  hierro. 

En  España,  lo  mismo  que  en  las  demás  nacio- 
nes marítimas,  los  cables  de  hierro  han  sustituido 
á  los  de  cuerda ,  y  nuestra  marina  de  guerra,  y 
casi  toda  la  mercante  ya  no  usan  mas  que  ca- 
denas, que,  en  general,  nos  vienen  de  Inglaterra, 
pues  como  aquella  nación  posee  un  sin  número  de 
fundiciones  y  sus  hierros  son  muy  abundantes, 
puede  dar  este  producto  mucho  mas  barato  que 
ningún  otro  país  de  Europa. 

Las  dos  principales  fábricas  de  jarcias  de 
nuestro  país,  en  las  cuales  se  hilaban  los  mejo- 
res cables,  son  las  de  D.  Severo  Soler  y  D.  Juan 
Calvez,  establecidas  en  la  Barceloneta.  Estos  es- 
tablecimientos proveían  de  cables  á  todos  los 
puntos  marítimos  de  España  y  Ultramar,  y  á  los 
buques  tanto  mercantes  como  de  la  armada.  Hoy 
dia  esta  industria  ha  decaído  completamente  y 
apenas  se  fabrica  un  cab'e  de  cáñamo  desde 
que  la  marina  ha  adoptado  las  cadenas  de  hierro. 

Las  fábricas  de  los  señores  Soler  y  Calvez  pue- 
den competir  bajo  todos  conceptos  con  las  del 
extranjero,  y  además  tienen  la  ventaja  deque 
nuestros  cáñamos  siendo  de  mejor  calidad  que  los 
de  los  otros  países  para  la  fabricación  de  toda 


CAB 

clase  de  jarcias,  resulta  que  los  cables  espa- 
ñoles son  de  mucha  mas  duración ,  que  los  ex- 
tranjeros. 

No  hay  buque  mercante  por  inferior  que  sea 
que  no  tenga  tres  cables,  es  decir,  el  cable 
maestro,  que  sirve  para  el  ancla  llamada  espe-  . 
rauta ,  el  cable  regular,  y  el  cable  pequeño.  La 
longitud  mas  regular  de  estos  cables  es  de  UO  á 
120  brazas. 

Los  cables  tanto  de  hierro  como  de  cáñamo  sir- 
ven también  para  levantar  pesos  muy  conside- 
rables, por  medio  de  grúas,  cabrias,  ruedas, 
etc.  Se  llaman  cables  por  lo  regular  las  cuer- 
das que  tienen  hasta  tres  pulgadas  de  circunfe- 
rencia. 

En  término  de  marina  cable  significa  una  me- 
dida de  UO  brazas  en  razón  de  su  longitud;  así 
es  que  cuando  se  dice  que  un  buque  está  fondea- 
do al  ó  3  cables  de  tierra,  debe  entenderse  que 
está  ala  distancia  de  240  á  300  brazas  de  ella 

Según  la  Dirección  general  de  Aduanas  y 
Aranceles,  en  1850,  la  importación  de.  cables  de 
cadenas  de  hierro  fué: 


De  Inglaterra  . 
Francia.  .  . 
Otros  puntos. 


Total. 


11.23T  quintales. 

1,015        » 
1.022         » 


16.334 


CABRA.,  Capra.  Género  de  mamíferos  ru- 
miantes con  cuernos,  fundado  en  los  caracteres 
siguientes:  treinta  y  dos  dientes  distribuidos  en'/8 
incisivos,  °%o  caninos  y  6-6  |  6-6  molares;  cuer- 
nos dirigidos  hacia  arriba  y  atrás,  comprimidos 
trasvcrsalmente,  que  pueden  existir  en  losdos  se- 
xos y  que  se  encorvan  en  derlas  variedades 
domésticas;  intervalo  de  las  narices  desnudo ;ore- 
jas  levantadas  y  medianas  (largas  y  pendientesen 
algunas  razas  domésticas) ;  falla  de  lacrimales  y 
de  surcos  sub-orbitarios ;  lengua  fina  al  tactor- 
cuerpo  bastante  esbelto;  piernas  robustas;  falta 
de  poros  inguinales ,  y  tan  solo  brochas  en  las 
-muñecas;  mamas  en  número  de  dos;  cola  corta. 
Su  pelaje  está  compuesto  de  pelos  de  dos  espe- 
cies ,  unos  muy  tinos  y  suaves  ocultos  por  los 
otros,  que  son  mas  largos  y  lisos.  El  labio  inferior 
con  frecuencia  está  guarnecido  de  una  barba ,  y 
algunas  veces  también  de  dos  apéndices  cutá- 
neos parecidos  á  unas  glándulas  que  cuelgan  de- 
bajo del  cuello. 

Las  cabras  guardan  muchísima  relación  con  los 
carneros ,  y  del  cruzamiento  de  las  diferentes  es- 
pecies de  "que  se  componen  ambos  géneros  han 
resultado  algunos  mestizos  jefes  de  las  razas  per- 
petuadas, que  ocasionan  una  confusión  inmensa 
en  las  historia  de  estos  animales. 

Buffon ,  queriendo  reunir  en  un  tipo  primitivo  no 
tan  solo  las  cabras  conocidas  en  su  tiempo  sino 
la  mayor  parte  de  los  antílopes  y  carneros,  aca- 
bó de  confundir  la  materia.  Imaginándose  que 
los  cuernos  de  la  hembra  del  revezo  se  parecen 
á  los  de  la  gamuza,  lo  que  tampoco  es  exacto, 
sentó  por  principio  quó  la  permanencia  de  las 


CAB 

formas  ilc  la  hembra  constituía  la  especie;  que, 
al  contrario ,  los  machos  sujetos  á  toda  clase  de 
degeneraciones,  podían  producir  una  infinitad 
de  razas  y  variedades;  que  asi,  en  la  especie 
cabra,  el  revezo  representábala  variedad  mas- 
culina como  permanente  y  la  gamuza  la  varie- 
dad femenina.  El  sabio  y  e.vacto  Pallas,  uno  de 
los  mas  grandes  zoologistas  que  lian  existido, 
pero  mucho  menos  conocido  que  el  Sr.  Bullón, 
pulverizó  todas  eslas  extravagantes  paradojas. 
Lo  mismo  aquí  que  en  la  historia  del  buey  y  del 
caballo  es  necesario  abandonar  al  gran  escritor 
para  consultar  á  la  naturaleza.  En  ella  encontra- 
remos cuatro  ó  cinco  especies  de  cabras  bien 
marcadas,  de  las  cuales  dos  ó  tres  fueron  el  ori- 

f;cu  de  las  distintas  variedades  constantes  que 
os  hombres  se  han  apropiado. 

Todas  las  cabras  en  el  estado  salvaje  habitan 
las  montañas  mas  elevadas,  viviendo  en  los  limi- 
tes de  las  nieves  eternas.  Reducidos  á  la  domes- 
ticidad  ,  estos  animales  conservan  una  inclina- 
ción decidida  por  los  lugares  escabrosos  cubier- 
tos de  arbustos,  en  los  cuales  trepan  y  saltan  con 
una  sorprendente  agilidad.  Su  carácter  domi- 
nante es  el  de  la  independencia,  y  al  reunirse  con 
el  hombre  no  se  han  convertido  en  sus  esclavas 
tímidas :  su  petulancia  y  su  orgullo  natural  ce- 
den al  afecto  y  á  las  caricias,  y  nada  pueden 
sobre  ellas  la  fuerza  y  la  violencia.  La  educación 
desarrolla  su  inteligencia  á  igual  grado  que  la 
del  perro,  y  muchas  veces  se  ha  conliado  la  niñez 
del  hombre  á  buenas  nodrizas  escogidas  entre  las 
cabras  domésticas ,  las  cuales  no  solo  se  han  ali- 
cionado  á  las  criaturas ,  sí  que  hasta  se  preten- 
de que  llegaron  á  comunicarlas  parte  de  su  ca- 
rácter inquieto  y  dulce  al  mismo  tiempo.  Así 
los  poetas  que  nos  describieron,  en  las  bu- 
cólicas, las  costumbres  de  los  pastores  colocan 
a  estos  animales,  con  respecto  á  las  afecciones  y 
á  la  intimidad  de  sus  héroes  agrestes,  en  un 
punto  mucho  mas  adelantado  que  á  ningún  otro 
individuo  del  rebaño. 

Las  cabras  en  el  estado  salvaje  se  reúnen  en 
rebaños  numerosos,  y  como  los  caballos  mar- 
chan conducidas  por  un  macho  viejo,  llabitan  en 
Europa ,  Asia ,  África  y  hasta  se  ha  observado 
una  especie  en  América;  se  alimentan  de  jerbas 
y  cogollos,  y  paren  dos  individuos  cada  vez. 

Cabrat  silvestres.- 

Cabra  Egagro,  Cabra  de  bezoar 
•rieutal .  Cabra  salvaje  ,  Kicaicr» 
( Capta  JEgaqrus,  L.).  Según  dice  Cuvier  ,  esta 
cabra  es  el  origen  de  todas  nuestras  cabras  do- 
mésticas, y  asi  es  que  Taveroier  que  la  observó  en 
sus  viajes  la  llamó  Cabra  salvaje.  Esta  especie 
se  distingue  en  sus  cuernos  corlantes  en  su  par- 
te anterior,  muy  largos  en  el  macho,  cortos  y  á 
veces  nulos  en  la  hembra ;  estos  cuernos  son  de 
un  color  ceniciento  oscuro,  y  todo  el  animal  es 
de  un  gris  rosado  con  un  linea  dorsal  negra  que 
termina  en  el  extremo  de  la  cola. 

Esta  cabra  habita  principalmente  en  el  Cauca- 
ba 


CAB  489 

so,  en  laPersia  y  en  los  montes  Himalaya  que 
coronan  una  de  las  regiones  mas  elevadas  del 
Asia.  Los  bezoares  que  en  otro  tiempo  gozaron 
de  tanta  reputación  en  medicina ,  se  sacaban 
verosímilmente  de  muchos  animales ,  pero  pare- 
ce que  los  mas  apreciados  procedían  del  egagro, 
el  cual  es  probablemente  el  Paseng  de  los  Per- 
sas. Casi  podría  creerse  que  antiguamente  vivieron 
algunos  egagros  en  los  Pirineos,  y  que  dejaron 
por  descendientes  una  variedad  de  cabras  de  mu- 
cha talla  de  las  cuales  se  encuentran  todavía  al- 
gunos individuos  en  la  mayor  parle  de  los  reba- 
ños sirviendo  de  guías,  que  son  muy  queridos 
del  pastor.  Estos  guías,  que  todos  hemos  tenido 
ocasión  de  observar,  no  dejan  de  admirar  siem- 
pre por  su  marcha  majestuosa ,  el  orgullo  de 
su  mirada,  la  belleza  de  sus  proporciones,  la 
enormidad  de  sus  cuernos  en  ambos  sexos,  y 
cierto  aire  de  confianza  que  les  caracteriza  sin 
quitarles  nada  de  su  aspecto  dulce  y  atractivo. 
Estas  cabras,  según  dicen,  existen  aun  en  la 
Suiza. 

El  egagro  es  el  que  sobre  todo  producía  anti- 
guamente los  bezoares  orientales.  — V.  Bezoar. 

Cabra  Carnuza,  Cabra  montes , 
Carnuza,  Kevezo  (  Capra  Jbex,  L. ).  Esta 
«especie  habita  las  grandes  cordilleras  de  las 
montañas  del  antiguo  continente,  hallándose  tam- 
bién en  los  Alpes ,  en  los  Pirineos,  en  los  Apeni- 
nos, en  el  Tirol  y  Jura,  en  las  montañas  Je  la 
Siberia,  y  quizás  en  la  cordillera  del  Líbano ,  en 
el  Tauro  y  en  algunas  montañas  del  norte  del 
África.  Se  reúnen  en  pequeños  rábanos  compues- 
tos de  un  solo  macho  y  muchas  hembras  que  per- 
manecen unidas  hasta"  la  época  del  parto^  ó  sea 
hasta  el  abril ;  la  cópula  se  verifica  en  otoño,  y  Ja 
gestación  dura  unos  ciento  sesenta  días.  Tienen 
cuernos  negruzcos  dirigidos  oblicuamente  hacia 
atrás  y  hacia  los  lados  describiendo  una  curva 
bastante  regular  ;  su  cabeza  es  bastante  corta  lo 
mismo  que  la  cola ;  los  ojos  de  un  grandor  media- 
no, vivos  y  centellantes;  las  piernas  secas  y  delga- 
das; el  pelo  un  tanto  vario  según  las  estaciones, 
siendo  en  general  de  un  gris  leonado  en  las  par- 
tes superiores,  y  de  un  blanco  sucio  en  las  de 
debajo ;  una  faja  negra  corre  á  lo  largo  del  espi- 
nazo hasta  el  borde  de  la  cola ,  siendo  visible  so- 
bre todo  en  invierno  en  cuya  estación  disminuye 
el  color  pardo  del  cuerpo ;  la  barba  es  de  un  ne- 
gro narduzco.  Las  dimensiones  tomadas  de  un  in- 
dividuo macho  procedente  de  Suiza  dieron  desde 
el  extremo  del  hocico  hasta  la  base  de  la  cola  una 
longitud  de  cuatro  pies  seis  pulgadas,  y  otras 
seis  pulgadas  la  cola.  No  obstante  ser  muy  aman- 
tes de  la  libertad,  son  muy  susceptibles  de  domes- 
ticarse cuando  cogidas  jóvenes.  Pueden  copu- 
lar con  nuestras  cabras  y  producir  individuos 
mestizos,  (pie  conservan  ordinariamente  los  co- 
lores del  padre  y  los  cuernos  de  la  madre.  Esta 
mezcla  se  verifica  á  veces  entre  los  individuos 
salvajes  y  las  cabras  que  están  paciendo  en  las 
montañas  que  aquellos  frecuentan. 

Nada  hay  comparable  á  la  ligereza  de  este  ani- 
mal. Huyendo  al  través  de  los  precipicios,  diri- 
tomo  i. 


490  CAB 

ge  todos  sus  movimientos  con  una  exactitud  in- 
creíble, y  con  ia  rapidez  del  rayo.  Es  de  un  vi- 
gor tan  flexible  que  por  medio  de  un  descanso 
repentino  puede  romper  los  saltos  rectilíneos  ó 
parabólicos  con  los  cuales  roza  las  puntas  de  gra- 
nito mas  agudas  y  hasta  los  ventisqueros.  Brin- 
cando de  un  pico  á  otro  ,  le  basta  una  punta  en 
donde  pueda  juntar  los  cuatro  pies  ,  para  caer  á 
plomo  de  una  altura  de  veinte  metros  y  permane- 
cer en  equilibro  ó  arrojarse  instantáneamente 
sobre  otros  picos  inferiores  ó  mas  elevados.  Ol- 
fatea el  cazador  mucho  antes  de  verle ,  y  cuando 
éste ,  instruido  por  la  experiencia  de  las  sendas 
del  revezo,  cree  haberlo  acorralado  contra  un 
punto  cualquiera,  en  donde  no  hay  ni  hielo  ,  ni 
pico  de  roca,  aun  así  el  cazador  queda  burlado, 
porque  su  victima  con  la  cabeza  entre  las  piernas 
<le  delante  se  precipita  al  abismo,  presentando 
siempre  las  puntas  desús  cuernos  a  la  caída  pa- 
ra amortiguar  el  golpe.  Otras  veces  temiendo  la 
caída  se  dirige  de  repente  hacia  al  cazador  con  la 
velocidad  de  una  flecha,  lo  derriba,  y  se  le  escapa. 

La  carne  de  esta  especie  es  poco  usada  ,  en  ra- 
zón de  su  olor  fuerte  y  de  su  saber  montesino, 
pero  fortiiiea  mucho  á  los  cazadores  que  pueden 
comerla. 

La  sangre  de  revezo  se  empleó  durante  mucho 
tiempo  en  medicina:  los  cazadores  Suizos  la  reco- 
gían para  venderla  «á  los  boticarios;  su  uso  se  ba- 
ila hoy  abandonado  lo  mismo  que  el  del  bezoar  del 
egagro. 

Se  mira  como  una  variedad  de  esta  especie  la 
Cabra,  db  Siberia  (Ibex  alpium  sibericarum,  de 
Pallas)  j  la  cual  cuando  sea  mejor  conocida  pre- 
sentará sin  duda  caracteres  sulicienles  para  cons- 
tituir una  nueva  especie. 

El  Cáucaso  produce  otra  especie  de  revezo  ó 
/  cabra  salvage,  Cabra  del  Cáucaso  {Capra  cau- 
cásica), cuyos  cuernos  presentan  la  singularidad 
que,  siempre  de  tres  caras,  forman  una  curva 
dexeinte  y  ocho  pulgadas  en  el  macho,  y  son 
derechos  y  no  pasan  nunca  de  la  longitud  de  las 
orejas  en  la  hembra.  La  talla  y  las  (lemas  propor- 
cionas son  á  corla  diferencia  como  las  del  revezo; 
las  partes  superiores  del  cuerpo  de  un  pardo  in- 
tenso ,  con  las  inferiores  blancas;  la  cabeza  agri- 
sada, y  la  circunferencia  de  la  boca  negra. 

El  señor  Federico  Cu\ier  describe,  bajo  el  nom- 
bre de  Cabra  be  íNúbia  ( Capra  nnbiana  ),  una  es- 
pecie que  habita  en  Núbia  -y  Arabia,  y  que  se 
distingue  en  los  cuernos  delgados,  de  dos  pies 
y  medio  de  longitud  /comprimidos  hacia  dentro, 
redondeados  por  defuera  y  que  presentan  de  doce 
a  trece  nudos.  Sus  formas"  son  mas  graciosas  que 
las  del  Ibex,  y  también  es  mas  ligera;  su  color 
leonado  claro  mezclado  de  pardo  ,  principalmen- 
te sobre  los  flancos,  espaldas  y  miembros  ante- 
riores ;  línea  dorsal  y  cola  negruzcas,  y  la  bar- 
ba enteramente  negra. 

Cabras  domésticas. 

Estos  animales  se  hallan  en  el  diaen  lodos  los 
puntos  de  la  tierra,  aunque  en  ciertos  lugares 


CAB 

presentan  diferencias  bastante  notables  para  que 
se  las  haya  mirado  como  formando  parte  de  mu- 
chas variedades  distintas,  de  que  pronto  nos 
ocuparemos,  debiendo  decir  primeramente  algu- 
na cosa  de  la  Cabra  coman,  que  es  la  mejor  co- 
nocida de  todas  las  demás  y  la  que  nos  interesa 
de  un  modo  mas  directo. 

Esta  especie  se  halla  en  toda  Europa  como  tam- 
bién en  algunas  partes  del  nuevo  continente  en 
donde  se  han  establecido  losEuropeos.  Pareceque 
ya  fué  reducida  á  la  domesticidad  desde  los  pri- 
meros tiempos  de  la  civilización ,  y  no  obstante 
esto  ha  perdido  poco  de  sus  facultades,  y  hasta 
ha  conservado  en  todas  partes  su  carácter  va- 
gabundo y  caprichoso.  Ama  mucho  la  soledad  y 
le  gusta  trepar  por  los  lugares  escarpados.  «Tie- 
»ne  de  la  naturaleza,  según  dice  Buflbn,  mas 
«juicio  y  mas  recursos  que  la  oveja ;  a  i  ve  guslo- 
»sa  con  el  hombre  y  se  familiariza  con  él  muy 
«fácilmente;  es  sensible  á  las  caricias  y  capaz 
»dc  cobrar  afecto;  es  también  mas  fuerte  ,  mas 
«ligera,  mas  ágil  y  menos  tímida  que  la  oveja.  » 
Solo  á  fuerza  de  mucho  trabajo  se  puede  reunir  á 
las  cabras  y  conducirlas  en  rebaños,  y  lo  mas  que 
un  hombre  puede  guiar  en  uno  de  éstos  son  cin- 
cuenta. Cuando  se  las  conduce  mezcladas  entre 
carneros  marchan  siempre  ala  cabezadel  rebaño, 
y  si  se  las  deja,  solo  por  inclinación,  lo  dirigen 
hacia  los  sitios  elevados  por  los  cuales  trepan 
con  facilidad. 

Los  machos  son  muy  fogosos  en  la  época  de  los 
amores,  en  cuya  ocasión  se  baten  entre  sí  con 
mucha  obstinación ,  sin  que  casi  nunca  se  les 
vea  atacar  á  ninguna  hembra.  Esta  puede  en- 
gendrar á  la  edad  de  diez  y  nueve  ó  veinte 
meses,  pero  los  frutos  de  estas  uniones  precoces 
son  débiles  y  defectuosos,  por  lo  que  es  mejor 
esperar  que  linos  y  otros  hayan  alcanzado  los  dos 
años.  El  macho  es  ya  viejo  á  los  cuatro  ó  cinco 
años,  y  así  cuando  se  quieren  tener  individuos  pa- 
rala generación  deben  escogerse  jóvenes,  es  decir 
de  unos  dos  años  á  corla  diferencia;  su  talla  debe 
ser  grande,  el  cuello  corto  y  carnoso,  su  cabeza  li- 
gera, el  pelo  negro,  espeso  y  suave,  y  su  bar- 
ba larga  y  bien  poblada.  Las  hembras  regu- 
larmente entran  en  zelo  en  los  meses  de  setiem- 
bre, octubre  ó  no\iembre;  entre  ellas  apenas  hay 
elección,  haciéndolas  cubrir  átodas;  su  gestación 
dura  cinco  meses,  y  á  principios  del  sexto  pa- 
ren dos  pequeñuelos ,  á  veces  uno,  y  hay  oca- 
siones en  que  paren  tres  y  cuatro  ,  aunque  esto 
sucede  muy  rara  vez.  Los  cabritos  maman  cinco 
ó  seis  semanas.  Jamás  se  conservan  todos;  unos 
se  comen  durante  su  lactancia ,  los  otros  se  cas- 
tran ,  y  los  que  salen  mas  robustos  se  conservan 
para  padres.  Los  cabritos  castrados  se  mezclan 
con  las  cabras  y  machos  viejos  que  ya  están  fuera 
de  servicio  y  que  sirven  para  engordar.  Aun  cuan- 
do las  mas  de  las  veces  se  comen  mientras  son  muy 
jóvenes ,  su  carne  nunca  es  tan  buena  como  la 
del  carnero,  á  no  ser  en  los  climas  calientes  en 
que  la  carne  de  ésle  es  sosa  y  de  mal  gusto.  El 
olor  fuerte  del  cabrito  no  procede  de  su  carne  si- 
no de  su  piel. 


CAB 

En  las  comarcas  calientes  no  so  tienen  pesebres 
liara  estos  animales,  pero  entre  nosotros  no  po- 
drían resistir  al  rigor  del  invierno  en  algunas 
provincias,  y  por  lo  misino  tienen  que  recogerá 
en  un  lugar"  cubierto.  No  obstante,  son  mas  ro- 
bustos v  menos  susceptibles  <jue  los  carneros,  de 
modo  que  pueden  hacerse  salir  algunas  horas 
aun  en  los  dias  de  frió.  En  la  primavera  no 
tienen  necesidad  de  pajaza  ,  pero  nunca  debe  fal- 
tarles en  invierno,  porque  la  humedad  les  perju- 
dica considerablemente. 

El  macho  cabrio  se  une  con  la  oveja  y  con 
la  gamuza:  el  producto  de  l*  primera  de 
e-tas  uniones,  que  es  el  solo,  cumieido  ,  es 
un  hídrido  inlecundo,  y  en  cuanto  a  la  segunda 
como  nunca  se  ha  visto  verificada  ,  hasta  se  du- 
da de  que  realmente  ha\a  tenido  lugar  jamás. 
Huflbn  consideraba  á  las  cabras  domésticas  como 
pertenecientes  á  la  misma  especie  que  las  mon- 
tesas  y  la  gamuza ,  pero  todo  el  mundo  sabe  en 
el  dia  que  ésta  es  un  animal  del  todo  diferente, 
formando  parte  de  un  género  distinto ,  y  que  el 
otro,  aunque  del  mismo  género,  difieresin  embar- 
co de  estos  animales  como  también  del  egagro, 
que  es  un  tipo  salvaje ,  por  caracteres  bien  mar- 
cados. 

Los  países  en  los  cuales  estos  animales  ofrecen 
mas  ventajas  son  aquellos  cuya  configuración 
del  suelo  es  quebrada,  y  en  donde  se  hallan 
muchos  terrenos  incultos.  En  los  países  fértiles 
y  cultivados,  se  les  considera  como  una  plaga; 
íiav  varios  parajes  en  donde  no  se  les  permite 
salir  al  campo  sino  en  trailla  ó  bozal ,  pues  sj 
carácter  vivo  y  caprichoso  se  aviene  muy  mal 
con  los  hábitos  del  gran  cultivo;  es  imposible 
hacerlas  pacer  en  rebano  y  reunidas  como  los  car- 
neros, pues  siempre  se  dispersan,  dañan  á  laseo- 
sechas,  destruyen  los  valladea  cuyos  brotes  tier- 
nos comen,  y  matan  los  árboles  haciendo  saltar 
su  corteza  con  los  dientes  ó  con  los  cuernos. 

Si  se  quieren  criar  cabras  sin  tener  que  sufrir 
los  inconvenientes  que  acabamos  de  señalar,  es 
menester  adoptar  el  régimen  de  criarlas  en  esta- 
blos á  lo  que  se  avienen  con  mucha  facilidad. 

Con  todo ,  es  menester  reconocer  que  en  los 
países  cultivados,  salvo  muy  raras  excepcio- 
nes ,  las  cabras  deben  ceder  el  lugar  a  las  otras 
especies  domésticas.  Si  bien  los  cuidados  del 
hombre  parecen  ser  muy  poco  necesarios  á  estos 
animales,  tambieu  es  cierto  que  sus  productos  uo 
le  son  muy  ventajosos. 

Varios  agrónomos  distinguen  cuatro  razas  en 
las  cabras  domésticas,  caracterizadas  por  la  lon- 
gitud v  el  color  de  su  pelo;  mas  es  probable  que 
estas  pretendidas  razas  sean  simples  variedades 
que  podrían  reducirse  ádos,  las  de  pelo  largo,  y 
las  de  pelo  raso,  á  méuos  que  la  naturaleza  del 
pelo  sea  tan  solo  debida  á  la  costumbre  de  tener 
el  animal  al  aire  libre  ó  en  apriscos  demasiado 
calientes.  Es  constante  que  nuestra  cabra  .  so- 
bre todo  si  vive  en  las  provincias  del  mediodía, 
naturalmente  se  cubre  de  pelos  mas  largos  y 
espesos  al  aproximarse  el  invierno.  1 


CAB  491 

habiendo  alcanzado  su  entero  desarrollo  á  prime- 
ros de  febrero  ó  marzo,  desde  cuya  época  ha>i  i 
el  abril  y  mayo  empieza  á  caer.  El  cuello,  el 
vientre  y  las  partes  anteriores  son  especialmen- 
te los  parajes  en  que  abunda;  su  grosor ,  textura 
y  resistencia  tienen  mucha  semejanza  con  el  her- 
moso vello  de  la  cabra  de  Cachemira,  y  como 
ésta  es  susceptible  de  trabajarse,  con  el  bien 
entendido  que  siendo  mas  corto  se  emplea  para 
chalecos,  sombreros  ligeros  y  para  la  trama  de 
los  chales.  Mas ,  debe  saberse  que  el  animal  pa- 
dece si  se  le  quita  el  vello  durante  los  meses  <!e 
noviembre  y  diciembre ,  debiendo  aguardarse 
para  hacer  ésta  especie  de  esquileo  los  meses  <!e 
marzo  ,  abril  y  mayo.  Las  cabras  blancas  dan 
mavor  cantidad  de  "pelo  que  las  negras;  las  jó- 
venes dan  poco  y  su  cantidad  disminuye  sensi- 
blemente á  proporción  que  el  individuo  envejece, 
no  debiendo  creerse  lo  que  se  dice  de  que  su  can- 
tidad es  mas  abundante  cuanto  mas  se  peine  la 
calna. 

Este  animal  come  impunente  todas  las  plantas 
venenosas  que  dejan  los  otros  animales  dormírt- 
eos; se  contenta  con  una  comida  grosera,  pero 
está  expuesto  á  padecer  enfermedades. 

Las  cabras  son  de  fácil  manutención  y  dan 
bastante  producto :  su  estiércol  es  mas  caliente 
que  el  de  las  ovejas ,  y  su  carne,  aunque  inferior 
a  la  de  éstas,  no  por  ésto  deja  de  ser  buen  ali- 
mento; su  leche  es  sana  y  abundante,  y  los  médi- 
cos la  ordenan  muchas  veces  á  las  personas  cu- 
yo estómago  se  halla  en  mal  estado.  Aunque  es- 
ta leche  no  sea  bastante  grasa  para  que  permití 
extraer  buena  manteca,  sirve  con  lodo  para  fa- 
bricar quesos  muy  sabrosos.  Las  cabras  n 
permiten  mamar  á  sus  pequeñuelossino  tai 
á  los  de  otras  especies,  y,  como  es  sabido,  no  es 
raro  encontrar  niños  que  no  han  recibido  otro 
alimento  que  la  leche  de  estos  animales. 

El  pelo  de  las  cabras  sin  hilar  lo  emplean  los 
tintoreros  para  fabricar  lo  que  llaman  rojo  de  bor- 
ra, como  lo  es  igualmente  en  laconleceion  de  som- 
breros; pero  cuando  este  pelo  está  hilado  sir\e 
para  hacer  varios  tejidos.  La  piel  que  conserxa 
el  vellón  se  emplea  en  algunos  países  para  hacer 
vestidos,  y  cuando  se  le  ha  quitado  este  vellón 
pasa  a  las  "manos  de  los  zurradores  que  la  tra- 
bajan de  diversos  modos,  para  hacer  pergamino, 
marroquin,  cuero  para  calzados  etc.  El  sebo  de 
cabras  tiene  los  mismos  usos  que  el  de  carne- 
i  ros,  y  antiguamente  se  reputaba  dolado  de  diver- 
sas virtudes. 

El  Sr.  Loeuilliet  distingue  entre  las  cabras  do- 
mésticas ,  las  tres  razas  siguientes :  la  cabra  co- 
mún; la  cabracachemira  y  la  cabra  de  Angola.  * 

*  Según  el  Sr.  Desmarest ,  además  de  las  razas  <¡ue 
describimos,  resoltan  las  variedades  siguiente?:  adtirliendo 
desde  luego  que  ti  nías  pueden  cruzarse  entre  sí  dando  pio- 
íhu  tos  fecundos. 

Cvbkv  i>k  Coi.ovreiv  [Capra  columbiana,  Desm...  Esla  ¡r/i- 
rece  formar   una  especie  distinta,  pero  ni  está  bien    co- 
nocida ,  ni  se  sabe  de  cierto  si  debe  permanecer  en 
I  ñero ;  es  la  Aupicupra  americana  de  Desmarest,  que  habita 


doso  guarnece  y  protege  alus  pelos   nacientes  1  en  algunas  partes  de  la  America  septentrional.  Esta 


492  CAB 

Cabra  Cabrón,  Cabrío,  Cabrón, 
Cabra  común,  Macho  cabrío  (Vapra 
II ir  cus ,  L.).  Esta  variedad  se  encuentra  en  toda 
Europa  y  en  todos  los  países  mas  lejanos  adon- 
de han  ido  los  Europeos  á establecerse ,  parecien- 
do que  solo  ha  sufrido  ligeras  modificaciones.  El 
macho  se  llama  Cabrón  ó  Macho  cabrío,  la  hem- 
bra Cabra,  y  los  individuos  no  adultos  Cabritos, 
prescindiendo  de  su  sexo.  El  macho  por  la  parle 
de  delante  tiene  dos  pies  y  dos  pulgadas  de 
altura;  su  longitud  desde  la  punta  del  hocico 
hasta  el  ano  es  de  cuatro  pies  á  corta  diferencia; 
las  orejas  rectas  y  largas  de  cinco  pulgadas; 
los  cuernos  muy  largos  comprimidos  y  arrugados 

es  algo  mayor  que  la  oveja  con  la  cual  tiene  algunos  puntos 
de  semejanza ;  sus  cuernos  son  negros  ,  de  cuatro  a  cinco 
pulgadas  de  largo  y  encorvados  hacia  atrás ,  teniendo  una 
pulgada  de  diámetro  en  la  base ;  el  cuerpo  está  cubierto  de 
pelos  largos ,  sedosos ,  amarillentos  y  mas  suaves  que  los  de 
la  cabra  ordinaria. 

CABRA  EGAGRO  CARNERUNA  ,  CABRA  DE  NEPOL  (  CapTü 

(egagra  arieiina ,  Desm. )  Esta  cabra ,  que  ha  sido  figura- 
da y  descrita  en  la  hermosa  obra  de  Cuvier  ,  habita  en  la  lu- 
dia al  pié  de  los  montes  Ilimalayos. 

Cabra  egagra  enana  ,  Cabra  enana.  {Capra  agagra  de- 
prcssa,  Erxlebcn ) .  Cabra  enana  ó  de  cuernos  rebajados  de 
liuRun.  La  altura  del  macho  en  el  crucero  es  de  veinte  y  dos 
ulgadas ,  y  la  de  la  hembra  solo  de  diez  y  ocho ;  son  natu- 
pralcs  del  África  de  donde  han  sido  trasportadas  á  la  América 
y  á  otras  partes ,  con  lo  que  han  experimentado  diferentes 
alteraciones ,  habiendo  disminuido  mucho  su  talla. 

Cabra  egagro  de  Juda,  Cabra  de  Judv  o  Juida  de  Bu- 
ffon  [Capra  (egagra  reversa) .  Se  halla  en  Juda  en  el  Áfri- 
ca. El  macho  presenta  bastante  similitud  con  la  cabra  sin 
cuernos,  aunque  es  mas  pequeño  y  de  menos  eleva- 
ción sobre  sus  piernas  ;  sus  cuernos  blanquecinos ,  gran- 
des y  muy  aplanados ,  se  apartan  de  la  cabeza  divergiendo  y 
torciendo  una  vez  y  media  sobre  sí  mismos ;  el  pelo  sedoso 
de  su  cuerpo  es  bastante  largo  y  fino ,  y  las  mas  veces  de 
color  blanco  ;  su  polo  lanoso  es  extremadamente  fino  y  sua- 
ve. De  la  parte  posterior  de  la  cabeza  hasta  la  cola  se  ex- 
tiende una  especie  de  melena  Lrmada  de  pelos  mas  largos. 

Cabra  dgujro  Membrina,  Cvbrv  Membrina  (  Capra  ¿ega- 
gra Membrina,  Gm.).  Estaraza  es  poco  conocida  ;  tiene  su 
nombre  de  la  montaña  Mambrea  ó  Manrea  situada  en  la  par- 
te meridional  de  la  Palestina  en  las  cercanías  del  Hcbron ,  y 
se  cree  que  existe  también  en  todo  el  bajo  Egipto  y  en  las 
Indias  orientales. 

Cabra  egagro  sin  cuernos  [Capra  wgagra  acera  ,  Desm.) 
El  cabrón  sin  cuernos  dé  Cuvier  pertenece  á  esta  varie- 
dad :  frente  derecha  con  la  protuberancia  quo  forma  el  nú- 
cleo de  los  cuernos  en  las  otras  razas  apenas  visible  y  en  es- 
tado depuro  rudimento;  orejas  derechas  como  en  las  ante- 
riores ,  y  el  cuerpo  cubierto  de  pelo  muy  largo  y  sedoso , 
son  los  distintivos  de  esta  variedad  que  abunda  mucho  en 
España.  Nótese  que  en  todas  las  otras  razas  existen  ciertos 
individuos  enteramente  faltos  de  cuernos  en  los  dos  sexos  , 
mas  no  pueden  confundirse  con  los  de  que  tratamos  por  los 
otros  caracteres  que  acabamos  de  exponer. 

Cabra  déla  Tebupa  ,  Cabra  del  alto  Egipto  [Capra 
thébaica  ,  Desm. ).  Según  Cuvier,  el  macho  que  es  de  esta- 
tura mediana,  tiene  la  testera  excesivamente  bombada  yse- 
parada  de  la  frente  por  una  hondura  ;  la  mandíbula  inferior 
alargada  de  modo  que  excede  de  mucho  á  la  superior ;  las 
orejas  muy  largas  y  planas ,  y  carece  de  cuernos ,  ó  los  tiene 
muy  pequeños. 

Cuvier  ha  reunido  y  colocado  en  el  mismo  género  con  el 
nombre  de  Cabra  montes  con  melenas  de  África  un  animal  de 
este  continente  que  algunos  autores  consideran  como  un  an- 
tílope. 


CAB 

trasversalmente,  sin  que  describan  un  arco  re- 
gular ,  sino  que  al  principio  suben  en  línea  rec- 
ta sobre  el  extremo  de  la  cabeza  y  luego  se  en- 
corvan de  lado  hacia  atrás.  Las  hembras  á  las 
cuales  se  ha  reservado  mas  particularmente  el 
nombre  de  cabras,  solo  se  diferencian  del  macho 
en  su  menor  talla,  en  los  cuernos  mas  pe- 
queños, menos  comprimidos  y  mas  regularmen- 
te arqueados  hacia  atrás  en  su  longitud,  fallando 
á  veces  enteramente  en  algunos  individuos.  Por 
otra  parte  tienen  también  el  pelaje  compuesto 
de  dos  especies  de  pelos,  unos  largos,  exteriores, 
menos  recios  que  las  crines  del  caballo  á  las 
cuales  se  parecen ,  formando  mechones  pendien- 
tes ,  y  otros  mas  cortos  bástanle  claros  y  menos 
finos,  ocultos  por  los  primeros.  Su  color  ordi- 
nario varia  del  negro  al  blanco ,  siendo  algunas 
veces  pardo ,  amarillento  ó  enteramente  leona- 
do. Ciertas  razas  presentan  debajo  del  cuello  unas 
prolongaciones  de  la  piel  ó  borlitas  que  se  tras- 
miten por  medio  de  la  generación.  Los  cuernos 
varian  en  número;  por  lo  regular  tienen  dos, 
pero  á  veces  se  encuentran  cuatro  y  hasta  cinco, 
pudiendo  por  una  rara  contraposición  desapare- 
cen enteramente  en  otros  individuos. 

El  poder  prolífico  del  macho  es  admirable:  en 
un  dia  puede  sallar  veinte  y  cinco ,  ó  treinta  ca- 
bras con  la  mayor  facilidad.  Con  el  objeto  de  no 
agotar  sus  fuerzas  y  obtener  mayores  productos, 
no  se  le  deben  hacer  saltar  mas  que  ciento  cin- 
cuenta ó  doscientas  hembras  durante  toda  la 
estación  del  zelo  de  las  cabras.  Este  período 
comprende  unas  seis  semanas  del  mes  de  octu- 
bre y  de  noviembre.  Durante  este  tiempo  para 
que  el  macho  pueda  conservar  sus  fuerzas  se  le 
ría  avena ,  y  hay  quien  les  da  también  un  poco 
de  vino. 

Teniendo  la  cabra  al  lado  del  macho,  puede 
entrar  en  zelo  en  lodos  los  meses  del  año;  pero 
su  fecundidad  es  mas  segura  cuando  se  aguarda 
para  su  unión  la  época  natural  de  los  zelos , 
que  se  manifiestan  en  octubre ,  y  como  la  gesta- 
ción de  la  cabra ,  lo  mismo  que  la  de  la  oveja , 
dura  cinco  meses,  resulta  que  el  parto  se  verifi- 
ca en  marzo ,  época  en  la  cual  se  puede  empe- 
zar á  dar  algún  poco  de  yerba  nueva  a  las  bes- 
tias cuando  acaban  de  parir. 

Salvo  las  hembras  que  se  dejan  para  la  cria , 
todos  los  demás  cabritos  se  matan  para  el  con- 
sumo al  cabo  de  tres  semanas. 

Las  cabras  conservan  su  leche  durante  seis  ó 
siete  meses,  y  las  hay  que  pueden  dar  tres  ó 
cuatro  libras  diarias  ,  haciendo  dos  extracciones 
al  dia.  Los  machos  castrados  empiezan  á  engor- 
darse para  la  matanza  á  la  edad  de  un  año  y 
medio. 

Las  cabras  reciben  los  mismos  alimentos  que 
las  ovejas:  forrajes  artificiales,  raíces,  salvado, 
etc.;  comen  con  gusto  él  orujo,  y  las  hojas  de  vid, 
casi  en  todas  partes  sin  uso,  se  recogen  duran- 
fe  el  tiempo  de  la  vendimia  y  se  reservan  para 
el  invierno.  Eslas  hojas  se  conservan  en  cubas 
colocándolas  por  capas  fuertemente  comprimi- 
das; cuando  la  cuba  está  llena  se  mantiene;;  las 


CAB 

hojas  apiladas  y  apretadas  por  medio  de  plan- 
chas cargadas  de  piedras  ,  después  se  esparce 
ñor  encima  una  poca  de  agua,  a  iin  de  sustraer 
la  masa  al  contacto  inmediato  del  aire.  Estas  ho- 
jas por  si  solas  forman  un  alimento  insuficiente , 
pero  mezcladas  con  otras  sustancias  alimenticias 
sirven  de  gran  recurso. 

El  Sr.  Loeuilliet  dice  que  la  producción  de 
la  leche  se  ha  observado  algunas  veces  en  el  ma- 
cho de  la  cabra,  y  no  hace  mucho  que  en  el  Mu- 
seo de  historia  natural  de  Paris  se  vio  un  macho 
que  gozaba  de  lodos  los  atributos  de  su  sexo,  y  que 
además  estaba  provisto  de  un  par  de  tetas  cons- 
tituidas y  desarrolladas  como  las  de  una  cabra. 
La  leche  que  este  macho  producía  con  abundan- 
cia tenia  todos  los  caracteres  de  la  leche  ordi- 
naria. 

Este  hecho ,  á  la  verdad  excepcional ,  pero 
que  ya  se  ha  visto  otras  veces ,  no  solamente  en 
el  macho  cabrío  sino  también  en  machos  de 
otras  especies,  indica  que  la  secreción  de  la  le- 
che depende  esencialmente  de  la  existencia  y 
del  desarrollo  del  órgano  que  la  produce;  de 
modo  que  para  provocar  esta  secreción  en  las 
hembras ,  no  seria  indispensable  ni  la  concepción 
ni  la  reproducción  de  la  especie.  En  apoyo  deesta 
observación  citaremos  una  práctica  singular  muy 
antigua,  y  cuyo  conocimiento  nos  hasido  conser- 
vado por  Aristóteles.  Esta  práctica  tiene  por  objeto 
determinarla  secreción  déla  leche  en  las  cabras 
machorras.  Consiste  en  producir  una  excitación  en 
la  región  mamaria ,  golpeando  la  ubre  con  un 
manojo  de  ortigas  cuatro  ó  cinco  veces  al  día 
por  espacio  de  una  semana ;  entonces  las  san- 
gre afluye,  las  tetas  se  hinchan , y  apretándolas 
de  cuando  en  cuando  con  la  mano  ,  se  obtiene  al 
principio  un  licor  sanguíneo  que  va  tomando  po- 
co á  poco  los  caracteres  de  la  leche.  Esta  secre- 
ción ,  entretenida  por  la  ordenación  y  un  alimen- 
to proporcionado,  no  experimenta  ninguna  inter- 
rupción ,  como  sucede  con  las  cabras  que  se  ha- 
cen cubrir  todos  los  años. 

Aun  hoy  dia  en  algunas  partes  se  conserva  la 
costumbre  de  encerrar  un  macho  cabrío  en  las 
cuadras  ó  establos  para  que  absorba  los  aires  da- 
ñinos ó  impuros  que  podrían  causar  á  los  reba- 
ños enfermedades  funestas.  Este  no  es  mas  que 
el  papel  que  desempeñaba  el  cabrio  emisario  de 
la  Biblia. 

No  es  positivo  que  la  presencia  de  este  animal 
produzca  el  útil  efecto  que  de  él  se  espera ;  pero 
es  bien  cierto  que  el  cabrío  particularmente  en 
el  tiempo  de  su  brama  exhala  un  mal  olor  que  le 
es  característico ,  mas  propio  para  producir  que 
neutralizar  el  aire  maligno  cuyos  efectos  se  te- 
men. 

La  carne  de  Macho  cabrío  es  morena,  dura , 
y  de  un  olor  fuerte  y  desagradable,  difícil  de  di- 
gerir, muy  corroborante  por  otra  parte  para  aque- 
llos que  pueden  resistirla;  particularmente  está 
en  uso  entre  los  Escoceses  y  los  habitantes  del 
país  de  Gales  ,  quienes  salan  y  ahuman  los  mus- 
los de  este  animal.  La  de  los  machos  cabrios  cas- 
trados ha  sido  con  mas  frecuencia  usada ,  y  en 


CAB  493 

efecto  merece  la  preferencia.  Gesner  babla  de 
un  manjar  llamado  Klobwurst ,  que  los  alemanes 
preparan  con  su  hígado. 

Las  propiedades  médicas  atribuidas  por  los  an- 
tiguos á  casi  todas  las  partes  de  este  cuadrúpe- 
do ,  han  sido  desmentidas  por  la  práctica  y  las 
luces  de  la  ciencia.  Según  ellos ,  la  sangre"  era 
tan  activa  que  se  la  creia  capaz  de  disolver  el 
diamante,  y  con  mucha  mayor  razón  moler  la 
piedra  en  la  vejiga ,  y  curar  un  sin  número  de 
enfermedades  ,  entre  "otras  la  pleuresía;  su  grasa 
era  recomendada  en  muchísimos  casos  é  intro- 
ducida en  varios  remedios  nervinos ;  á  su  mé- 
dula, su  hiél ,  sus  excrementos ,  su  orina ,  su  hí- 
gado ,  la  ceniza  de  los  pelos,  sus  concreciones 
biliares,  etc.,  se  les  atribuían  virtudes  especia- 
les. 

El  uso  alimenticio  del  Cabrito  está  mucho  mas 
extendido  que  el  del  macho  cabrío:  la  carne  de 
este  animal,  la  de  los  individuos  hembras  sobre 
todo,  ó  machos  castrados  ,  es  tierna,  delicada, 
agradable  al  gusto,  fácil  de  digerir ,  análoga  en 
fin  ala  de  cordero.  El  cabrito  era  uno  de  los  man- 
jares favoritos  de  los  antiguos  y  sobre  lodo  de  los 
pastores;  en  los  festines  de  que  babla  la  Biblia  se 
veia  siempre  á  su  carne  hacer|el  adorno  de  las  me- 
sas. Se  hacia  servir  también  en  los  sacrificios.  Ate- 
neo da  un  lugar  al  cabrito  en  su  descripción  de 
los  festines  de  la  Grecia :  los  mas  estimados  eran 
los  de  los  valles  aromáticos  del  Ática  y  de  Sici- 
lia; según  Juvenal ,  los  de  Tívoli  y  de  la  campi- 
ña de  Roma  eran  muy  buscados. 

La  carne  de  Cabra  es  poco  estimada,  aun- 
que los  antiguos  la  hayan  usado,  y  sea  emplea- 
da á  veces  por  los  modernos ,  y  que  proceden- 
te de  un  animal  bien  cebado  sea  bastante  sa- 
brosa. Plinio  observa  que  el  uso  de  esta  carne 
disponía  á  las  calenturas,  y  Hipócrates  dice  que 
la  epilepsia  era  mas  común  en  la  Libia,  en  donde  el 
principal  alimento  de  los  habitantes  era  la  carne 
de  cabra;  los  antiguos  querían  que  los  sacerdo- 
tes se  abstuviesen  de  comerla. 

La  leche  de  cabra  es  muy  usada,  y  merece 
serlo  por  su  abundancia  como  por  sus  calidades: 
menos  serosa  que  la  lecha  de  burra ,  menos  es- 
pesa que  la  de  vaca ,  parece  tener  el  medio  en- 
tre las  dos;  su  sabor  es  agradable,  y,  aunque 
produzca  una  manteca  incolora  y  poco  sápida, 
sirve  en  algunas  -localidades  para  formar  exce- 
lentes quesos. Hase  preconizado  su  digestibilidad, 
superior  en  efecto  á  la  de  la  leche  de  vaca  para 
algunos  estómagos ;  su  utilidad  en  las  enferme- 
dades de  pecho ,  en  los  niños  sobre  todo ,  reco- 
miendan alimentar  entonces  al  animal  de  plantas 
dulces  y  salubres.  Unos  la  han  considerado  como 
ligeramente  astringente,  otros  como  propia  pa- 
ra dar  á  los  niños  que  la  usan  una  actividad  par- 
ticular. El  suero  de  cabra  es  también ,  según  so 
dice,  mas  aperitivo  que  el  de  vaca,  y  por  es- 
to ha  sido  preconizado  contra  la  gota,  el  escor- 
buto y  las  obstrucciones.  Algunas  veces  se  ha 
querido  hacer  medicamentosa  la  leche  de  cabra, 
alimentando  al  animal  de  plantas  particulares, 
dándole  purgantes  ,  practicaudo  s^bre  él  fric- 


194  CVB 

cioncs  mercuriales  ó  haciendo  otros  ensayos,  que 
merecen  lijar  la. atención  de  los  prácticos. 

En  cnanto  á  las  propiedades  medicamentosas 
atribuidas  taml)ien  por  los  antiguos  á  la  sangre  , 
á  la  grasa,  etc. ,  de  la  cabra,  son  las  mismas 
que  las  del  macho  cabrío,  cotí  un  poco  menos 
de  energía. 

Cabra  Ggaffi'O  «le  Angara,  Cabra 
«le  Angora  iCnpra,  sEtjagra  angorensis,  Geni) 
Se  encuentra  en  las  cercanías  de  la  ciudad  de 
Angora  en  el  Asia  menor.  Su  largo  pelo  sirve  de 
materia  primera  para  la  fabricación  de  los  teji- 
dos conocidos  con  el  nombre  de  camelotes  ,  sien- 
do comunmente  de  color  blanquecino,  rizado  y 
contorneado  á  manera  de  tirabuzón. 

Esta  cabra  no  se  peina  sino  que  se  esquila 
completamente.  Su  pelo,  si  bien  es  mucho  menos 
lino  <pie  el  vello  de  la  cabra  de  cachemira,  es 
muy  buscado  en  todo  el  Oriente. 

La  cabra  de  Angora  originaria  de  la  Turquía 
asiática  parece  susceptible  de  conservarse  sin 
alteración  en  nuestro  pais. 

El  Sr.  Polomieau  habia  creído  (fue  esta  raza 
cruzada  con  la  cabra  de  cachemira  produciría 
mestizos  cuyo  vello  seria  mas  abundante  que  el 
de  la  raza  de  Cachemira,  y  mas  uno  que  el  de  la 
cabra  de  Angora.  Los  experimentos  que  el  señor 
Polomieau  hizo  sobre  este  particular  coronaron 
su  pre\ision.  El  vello  producido  por  un  animal 
salido  de  un  primer  cruzamiento  cachemira  y  an- 
gora  tenia  doble  longitud  ,•  y  mucha  mas  elasti- 
cidad que  el  de  cachemira  puro.  Según  el  señor 
Ternaiix,  este  nuevo  producto,  en  razón  de  sus 
calidades  especiales,  hubiera  podido  servir  pa- 
ra la  fabricación  de  los  tejidos  mas  superiores 
(¡ue  se  han  conocido  hasta  el  día.  Desgraciada- 
mente este  experimento  fuá  abandonado  ,  y  los 
últimos  resultados  nos  son  desconocidos. 

Cabra  Egag'ro  que  ala  lana .  Ca- 
bra «le  Cacl&emira  ( Capri,  jEgagra  laní- 
gera, Desm.).  Sus  cuernos,  rectos  y  muy  aplana- 
dos, están  torcidos  cu  espiral  y  son  divergentes,  y 
sus  orejas  son  anchas  y  coleantes.  Su  hermoso 
pelo  sedoso  forma  en  gran  parte  los  tejidos  de 
Cachemira,  en  los  cuales  parece  que  se  mezcla 
el  pelo  de  camello.  Se  ha  observado  que  en 
el  acto  de  la  cópula  el  macho  no  despide  el  me- 
nor olor.  ■  J  . 

La  cabra  de  Cachemira  se'Uama  también  Ca- 
bra del  Tibet,  porque  se  cree  que  la  raza  se 
ha  formado  en  este  pais  frío  y  elevado ,  y  en  don- 
de se  encuentran  numerosos  rebaños  ele  su  es- 
pecie. No  solamente  existe  en  el  Tibet  en  la 
pendiente  septentrional  de  los  montes  llimalaya, 
sino  que  se  encuentra  también  en  los  estepas  de 
la  Tartaria,  entre  los  Kirghis  del  Oural ,  los  Kal" 
mucos ,  etc. 

Lleva  el  nombre  de  cachemira,  que  es  el  que  se 
le  ha  conservado,  no  porque  osle  animal  exista 
en  la  provincia  de  este  nombre ,  sino  porque  esta 
raza  produce  el  vello  que  se  emplea  en  la  fabri- 
cación de  los  tejidos  y  telas  llamadas  cachemira. 
Se  la  llama  cabra  de  Cachemira,  lo  mismo  quede- 
c irnos  camero  merino. 


CAC 

Si  el  uso  de  los  chai -s  de  cachemira  dala  tan 
solo  de  la  época  de  la  expedición  de  Bonaparte  al 
Egipto,  el  origen  de  la  primera  materia  emplea- 
da para  la  fabricación  de  estos  preciosos  tejidos 
no  fué  bien  conocida  en  Francia  hasta  el  año 
1819,  en  que  el  Sr.  Ternaux  célebre  fabricante 
introdujo  en  su  país  un  gran  rebaño  de  cabras  de 
Cachemira. 

Esta  raza  es  de  una  talla  mediana  y  sobre  todo 
se  distingue  en  la  naturaleza  de  su  pelaje.  El 
ropaje  es  generalmente  blanco,  compuesto  de  dos 
clases  de  pelo :  él  uno  recto,  largo  y  tieso;  y 
debajo  de  éste'  hay  otro  mas  corto  ,  pero  mas  tino 
y  sedoso.  Con  este  segundo  pelo ,  que  se  llama 
vello,  se  fabrican  los  verdaderos  chales  de  la 
India. 

El  vello  destinado  á  proteger  los  animales 
contra  el  frió  nace  en  setiembre  y  cae  en  abril. 
En  esta  época  es  cuando  el  vello  se  recoge  pei- 
nando los  animales  con  escarpidor  de  púas  muy 
largas.  Cada  bestia  se  peina  tres  ó  cuatro  veces 
en  el  espacio  de  ocho  ó  diez  dias.  Las  mejores 
cabras  producen  de  200  á  250  gramos  de  vello. 

CAI8ISI  DOS.  Nombre  de  un  excelente  pes- 
cado de  la  isla  de  Tenerife. 

CABlSIUiA.  Pescado  de  los  mares  do 
América  ,  bueno  para,  comer. 

CABRO.  Nombre  de  un  grueso  gusano  ó 
larva  de  la  Nueva-Gália  de!  Sud ,  que  se  encuen- 
tra en  la  madera  carcomida,  y  sirve,  á  pesar 
de  su  olor  insoportable,  de  principal  alimento  á 
muchas  poblaciones  acostumbradas  á  vivir  de  in- 
sectos, los  cuales  han  recibido  el  nombre  de  Ca- 
bro-gal. 

CACAIiSA,  cacalia.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  sinantéreas,  sección  de  las  co- 
rimbíferas  de  Jussieu,  y  de  la  singenesia  poliga- 
mia igual  de  Linneo.  Los  caracteres  que  se  le 
reconocen  son  involucro  cilindrico  ,  oblongo , 
simple  ó  revestido  de  pequeñas  escamas  en  su 
base;  llósculos tubulosos  y  hermafroditos;  recep- 
táculo desnudo ,  aquenas  terminadas  en  un  vila- 
no de  pelos  simples. 

Este  género  esta  esparcido  en  casi  todas  las 
partes  del  mundo  ,  pero  cada  una  de  las  especies 
no  se  encuentra  sino  en  un  distrito  bastante  li- 
mitado. El  Sr.  De  Candolle  lo  ha  dividido  en  va- 
rios géneros ,  colocados  en  la  tribu  de  las  sina- 
cionideas.  En  Europa  solo  se  encuentran  cuatro 
especies: 

Cacalia  «le  los  Alpes  (  Cacalia  alpina, 
L.).  Se  encuentra  con  bastante  frecuencia  en  los 
lugares  pedregosos  ,  húmedos  y  sombríos  de  los 
Pirineos,  de  los  Alpes,  del  Delíinado  ,  de  la  Sa- 
boya  y  en  los  Vosges.  Casi  enteramente  lisa,  con 
tallo  simple;  hojas  separadas,  pecioladas ,  te- 
nues, cordiformes  y  dentadas;  llores  en  cor- 
rimbo  irregular ;  brácteas  lineares ;  involucro  li- 
so ,  de  color  rojizo  que  contiene  de  3  á  •  llores 
purpurinas  dos  veces  mas  largas  que  el  involu- 
cro. 

Cacalia  con  hoja  blanca  {Cacalia 
leucophyla,  Wild. ;  Cacalia  tomentosa,  1L;  Ca- 
calia hybrida,  Will. ,  Dauph. }.  Crece  en  los  lu- 


caí: 

gares  peilragosos  del  Dellinado,  de  la  Provcnza, 
\  en  los  Alpes  de  la  Saboya.  Tallo  simple  y  de 
*0  a  lo  pulgadas  de  altura;-  hojas  pecioladas"  ca- 
si en  forma  de  riñon  ,  rodeadas  de  dentellones 
mas  angostos  y  aproximados  que  en  la  ospecie 
anterior ;  llores  en  conmbo  redondeado  y  recio, 
cada  involócro  encierra  de  \'á  á  20  flores.  Un 
veHo  algodonoso  reviste  toda  la  superficie  de  la 
planta. 

Cacalia  pctasita  í  Cacalia  petasita , 
Lam. ;  Cacalia  hirsuta,  Wild.;  Cacalia  alliaria; 
(roñan;  Cacalia  tomentosa,  Aust.).  Esta  espe- 
cie es  intermedia  entre  las  dos  precedentes  ,  y 
de  ella  se  distinguen  dos  variedades:  en  la  una 
el  peciolo  de  las  hojas  está  en  su. base  dilatado 
en  un  ancho  apéndice  redondeado  ;  en  la  otra  el 
p  'ciólo  esti  desnudo. 

Cacalia  sarracena  ( Cacalia  sarracé- 
nica, L.;  Senecio cacaliaster,  Lam.).  Esta  planta 
se  «asemeja  á  la  yerba  cana :  su  tallo,  de  la  ele- 
vación de  una  vara,  es  sencillo  liso  y  anguloso; 
sus  hojas  son  numerosas ,  lanceoladas ,  puntia- 
gudas, un  poco  descubiertas,  dentadas  en  sus 
bordes  ,  casi  enteramente  lisas,  de  6  á  7  pulga- 
das de  largo,  y  dedos  á  tres  de  ancho;  flores 
de  un  amarillo*  muy  pálido,  y  en  corimbo  termi- 
nal. 

En  la  Co .:hinchina  y  en  la  China  se  emplea  en 
cataplasma,  como  emoliente  y  resolutiva  ,  la  Ca- 
calia bulbosa  [Cacalia  bulbosa,  LourJ.  La  C\- 
CAüm  de  Klein  [Cacalia  Kleinia  ,  L. )  ,  que  tie- 
ne él  porte  de  una  euforbia  carnosa ,  crece  en  las 
Canarias,  en  la  India  etc. ,  y  en  este  último  pais 
se  da  el  polvo  y  el  cocimiento  de  sus  hojas  contra 
la  lepra  y  el  reumatismo.  Forskal  dice  que  en 
Arabia  los* tallos  de  su  Cvcalia  olorosa  (Caca- 
lia  ociara),  puestos  sobre  las  ascuas  ,  dan  un  va- 
por agradable ,  útil  en  la  viruela ,  y  que  los  de 
su  Cacalia  colgante  [Cacalia  péndula},  llamada 
Kaad,  calentadas  también  sobre  las  ascuas,  dan 
un  zumo  empleado  contra  los  dolores  de  orejas. 
La  Cacalia  inclinada  (  Cacalia  procumbens, 
Lour.)  es  comestible  en  China,  etc.  Rédio  ase- 
gura que  el  cocimiento  de  la  Cacalia  de  hoja  de 
Cerraja  (  Cacalia  sonchifolia  ,  L.  ) ,  que  á  veces 
se  cultiva  en  los  jardines  en  razón  de  sus  hermo- 
sas hojas  de  color  de  sangre,  es  mirada  como 
antifebril ,  y  que  se  usa  su  zumo  mezclado  con 
azucaren  las  enfermedades  intestinales.  En  nues- 
tros jardines  se  cultiva  con  frecuencia  y  mucha 
facilidad  la  Cacalia  Ficoide  (  Cacalia  Ficoides  , 
L. ) ,  de  tallo  perenne  y  carnoso,  hojas  oblongas , 
algo  comprimidas  ,  adelgazadas  de  uno  á  otro 
extremo,  muy  jugosas  y  con  poquísimas  libras. 
Llámase  vulgarmente  Balsamo,  porque  el  vulgo 
aplica  sus  hojas  machacadas  para  curar  las  he- 
ridas. 

CACAO.  Fruto  de  las  especies  del  género 
Teobroma,  perteneciente  á  la  familia  déla  bitne- 
rienas  De  Candolle,  bitneriáceas  de  Brown ,  y 
malváceas  de  Jussieu,  y  de  la  poliadelfia  decan- 
dria  de  Linneo. 

El  género  -Teobroma  (  Theboroma )  compren- 
de árboles  que  todos  crecen  en  la  América  ecua- 


CAC  495 

torial,  en  medio  de  bosques  que  los  protegen 
contra  la  violencia  de  los  vientos;  su  aspecto 
agradable  tiene  mucha  analogía  con  el  de  nues- 
tros cerezos.  Sus  hojas  {jeneralmente  son  gran 
des ,  muy  enteras  ,  algunas  Veces  dentadas ,  pro- 
\i>las  de  pequeñas  estipulas  caducas.  Sus  flores, 
tan  pronto  solitarias  como  agrupadas,  nacen  en 
los  sobacos  de  las  hojas,  ya  sea  en  el  tronco  ó  en 
los  gruesos  ramos;  de  estas  flores  se  ven  algunas 
descogidas  en  todos  tiempos  del  año,  pero  su  epo 
ca  na  [orales  en  las  inmediaciones  de  los  solsticios. 
Mucho  antes  del  descubrimiento  de  la  América 
por  los  Europeos  ,  los  Indios  habían  cultivado  es- 
te árbol.  Los  Caraibes  lo  llamaban  Cacao,  y  los 
Mejicanos  Cacalioaquailt ;  estos  últimos  daban 
el  nombre  de  Cacahoatla\  fruto,  y  sabían  ya  tos- 
tarlo para  preparar  una  bebida  que  llamaban 
Cliacolatl,  del  que  nosotros  hemos  hecho  Chocola- 
te. Linneo  bautizó  á  este  género  con  el  nombre  de 
Theobroma,  que  significa  alimento  divino  ó  manjar 
de  los  dioses,  para  expresar  la  importancia  de 
las  semillas  que  sus  especies  producen. 

Hay  muchas  especies  de  Teobromas,  que  to- 
das producen  semillas  que  tienen  las  mismas 
propiedades,  y  sirven  por  consiguiente  para  ha- 
cer chocolate :  solamente  su  calidad  es  la  que  di- 
fiere algún  tanto,  de  donde  resulta  que ,  en  el  co- 
mercio ,  se  acostumbra  bastante  á  mezclarlas. 
Todas  estas  semillas  contienen  un  aceite  que  se 
espesa  naturalmente  y  que  toma  entonces  el  nom- 
bre de  Manteca  de  cacao,  eu  razón  de  su  seme- 
janza con  la  verdadera  manteca,  tanto  por  su 
color  como  por  su  consistencia. 

El  Sr.  Boitard  dice  que  no  cree  que  el  cacao 
del  comercio  pertenezca  únicamente  á  la  sola 
especie  Teobroma  Cacao ,  como  pretende  el  autor 
del  Diccionario  clásico  de  historia  natural ,  aña- 
diendo que  tiene  la  certidumbre  de  que  cana  es- 
pecie produce  semillas  de  calidades  diferen- 
tes. * 

Según  el  Sr.  Boitard  ,  cultívansc  en  las  Antillas  y  en 
algunas  partes  de  la  América  continental ,  ademas  del  Teo- 
broma Cacao ,  las  siguientes  espedes  : 

Teobromv  bicolor  ,  Cvcvo  Bicoi.nu  (  Teobroma  bicolor , 
Humb.  y  BonpI.>.  Árbol  do  10  á  12  pies  ron  ramos  exten- 
didos; pecíolos  de  una  pulgada  de  largo;  hojas  de  un  pié 
de  longitud.  oWongas  ú  ovales-oblongas .  acuminadas,  un 
poco  sinuoladas  .  do  siete  pezones ,  venios  en  la  parte  su- 
perior ,  blanquizcas  en  Ja  parte  inferior,  oblicuamente  cor- 
diformes en  sn  base ;  estípulas  cortas,  lanceodas-subuladas. 
Flor  pequeña  de  color  do  púrpura  oscuro  en  cimas  axila- 
res \  solitarias.  Fruto  de  seis  pulgadas  de  largo,  leñoso  , 
oval -globuloso,  pentágono,  sedoso  y  r>, 

Esta  especie  por  si  sota  forma  bosques  inmensos  en  los 
valles  de  Colombia  y  del  Brasil ,  en  donde  los  Indios  la  co- 
nocen con  el  nombre  de  Racar>.  También  se  cultiva  al  pié 
de  los  Añiles  de  ouidin,  aunque  su  semilla,  una  tercera 
parte  déla  cual  se  mezcla  en  el  cacao  común,  no  sea  de 
una  calidad  muy  excelente.  La  pulpa  amarilla  que  la  rodea 
tiene  un  sabor  agradable,  y  con  la  corteza  leñosa  del  fruto 
se  construyen  vasitos  y  otros  utensilios  de  ajuar. 

Teobroma  peí  \  Gtnm  [Theobroma  guianensis,  Wflld.l 
Árbol  de  15  pies  ,  con  los  ramos  cortos  é  inclinados.  Hojas 
cortamente  pecioladas  ,  de  8  pulgadas  de  largo  ,  oblongas  , 
acuminadas ,  sinuoladas-dcnticuladas ,  lisas  por  la  parte, 
superior ,  y  algodonosas  por  la  parte  inferior ;  estípulas  pe- 


496  CAC 

Los  teobromas  solo  pueden  cultivarse  en  Euro- 
pa en  invernadero  muy  cálido,  y  como  objeto  de 
curiosidad  ó  de  estudio  botánico ,  y  en  este  caso 
se  les  puede  conservar  tratándolos  de  la  misma 
manera  que  al  árbol  del  café. 

Estos  arboles  es  menester  cultivarlos  en  las 
colonias  en  una  buena  tierra  ,  que  sea  ligera,  ni 
demasiado  seca  ni  demasiado  húmeda,  y  en  una 
exposición  al  abrigo  de  los  grandes  vientos.  A 
esta  clase  de  árboles  se  les  destinan  ordinariamen- 
te los  terrenos  nuevamente  desmontados,  y  en 
sus  intervalos  se  plantan  bananas ,  con  el  objeto 
de  resguardarles  contra  los  ardores  del  sol  du- 
rante su  juventud.  Se  les  dan  labores  tan  profun- 
das como  se  puede;  deben  ser  sembrados  espacio- 
samente ,  porque  su  raíz  principal  conviene  que 
entre  verticalmenle  en  la  tierra,  lo  cual  les  es  ab- 
solutamente necesario  para  resistir  á  los  fuertes 
huracanes,  y  alas  grandes  sequedades  que  afli- 
gen los  países  intertropicales ,  únicos  en  que  esta 
especie  de  árboles  pueden  cultivarse  con  utilidad. 
Para  sembrarlos  deben  enterrarse  sus  simientes 
luego  de  cogidas,  porque  pierden  su  virtud  ger- 
minativa al  cabo  de  algunos  dias.  Se  pueden 
sembrar  en  criadero  si  se  quiere ;  pero  en  este 
caso  es  menester  depositar  la  semilla  en  unas 
pequeñas  canastas  de  juncos ,  las  cuales  se  tie- 
nen enterradas  á  la  sombra  hasta  que  la  planta 
haya  llegado  á  ocho  ó  diez  pulgadas  de  alto,  que 

quenas  y  caducas.  Flor  amarillenta ,  en  hacecillos  caulina- 
res  y  rameales.  Fruto  cubierto  de  un  vello  rojo ,  ovoideo 
que  ofrece  cinco  ángulos.  Simiente  globulosa ,  comprimida , 
rojiza. 

Los  Caraibes  dan  el  nombre  de  Cacao  á  esta  especie  que 
crece  en  los  bosques  pantanosos  de  la  Guiana.  Sus  almen- 
dras frescas  son  excelentes  para  comer ,  y  en  el  comercio 
se  encuentran  á  menudo  mezcladas  cen  las  del  cacao  co  - 
inun.  La  pulpa  del  fruto  es  blanca ,  derritible ,  vinosa  , 
agradable ,  y  de  ella,  por  medio  de  la  destilación,  se  puede 
obtener  un  licor  espirituoso. 

Teobroma  silvestre  ( Theobroma  syheslris,  "Willd. ).  Ár- 
bol de  15  pies,  algunas  veces  multicaulo  ,  de  ramos  irregu- 
lares. Hojas  cortamente  pecioladas ,  de  8  pulgadas  de  lon- 
gitud ,  muy.  enteras ,  oblongas ,  acuminadas ,  redondeadas 
en  su  base,  lisas  por  la  parte  superior  , y  algodonosas  por 
la  inferior ;  estípulas  oblongas ,  puntiagudas  Flores  amari- 
llentas ,  en  hacecillos  caulinares  y  rameales.  Fruto  ovoideo, 
algodonoso  de  vello  rojizo,  no  anguloso,  largo  de  5  pulga- 
das; pulpa  blanca,  gelatinosa.  Semillas  ovales  ,  comprimi- 
das y  rojizas. 

Este  árbol  crece  en  los  bosque»  húmedos  de  la  Guiana  ,  y 
sus  almendras  son  buenas  para  comer ,  aunque  rara  vez 
se  hallen  en  el  comercio. 

Las  otras  especies  de  teobromas  son  todavía  poco  «mo- 
ndas ,  y  sus  frutos  rara  vez  se  envian  á  Europa.  Tales  son 
por  ejemplo  :  Teobroma,  blanquizco  ( Theobroma  subinca- 
na  ,  Mart. )  ,  encontrado  en  los  bosques  de  las  riberas  de  las 
Amazonas  ¡  —  Teobroma  elegante  ( Theobroma  speciosa  , 
Mart. ) ,  del  Brasil ,  de  flores  dos  veces  mayores  que  las  de 
la  especie  común ;  —  Teobroma  de  fruto  pequeño  ( Theo- 
bronuí  microcarpa ,  Mart. ) ,  notable  por  su  fruto  que  no  ex- 
cede del  tamaño  de  una  ciruela  ;  crece  en  las  riberas  del 
Kio-Negro ;  —  Teobroma  de  hojas  estrechas  ( Theobroma 
(itujudifolia  ,  D.  C. ) ,  de  Méjico;  — Teobroma  dh  hojas  ova- 
iiís  ( Theobroma  owtifolia  ,  D.  C  ) ,  que  crece  igualmente 
eu  Méjico  ,  y  es  el  que  produce  probablemente  el  excelente 
cacao  conocido  bajo  el  nombre  de  Cacao  de  Soconusco. 


CAC 

entonces  se  separan  las  canastas  para  trasladarlas 
en  el  lugar ,  en  donde  después  de  haberse  podri- 
do, lo  que  no  tarda  mucho  en  suceder,  el  teo- 
broma puede  extender  libremente  sus  raíces  en 
tierra. 

Cuando  se  siembra  el  tresbolillo  ,  se  dejan  en- 
tre árbol  y  árbol  una  distancia  de  8  ó  1 0  pies,  se- 
gún el  sistema  del  Sr.  Tussac ,  y  de  20  á  30  pies, 
según  el  Sr.  Bosc.  Esta  diferencia  tan  notable 
resulla  probablemente  de  que  estos  dos  naturalis- 
tas han  visto  cultivar  dos  especies  diferentes  de 
teobromas.  En  fin,  de  todos  modos  es  convenien- 
te sembrar  tres  ó  cinco  semillas  en  cada  lugar, 
porque  si  hay  algunas  que  no  nazcan  por  efecto  de 
la  sequedad ,  ó  porque  sean  devoradas  por  las 
ralas,  al  menos  nacerá  siempre  una  y  con  esto  no 
quedará  ningún  lugar  vacío.  Cuando  han  nacido 
dos  ó  mas  plantas  en  un  mismo  sitio,  y  éstas  son 
ya  de  alguna  resistencia  se  deja  la  mas  vigorosa 
y  se  arrancan  las  demás.  En  estos  campos  se  dan 
á  lo  menos  dos  rendas  durante  el  curso  de  los 
ó  tres  primeros  años.  A  los  dos  años,  los  jóve- 
nes teobromas  alcanzan  una  altura  de  2  ó  4  pies, 
y  á  los  tres  años  empiezan  á  florecer;  pero  no  dan 
cosechas  importantes  hasta  á  los  cinco  años ,  y 
se  conservan  en  buen  estado  de  producción 
por  espacio  de  veinte  y  cinco  y  treinta  años.  Los 
cuidados  que  exigen  durante  éste  tiempo  consis- 
ten en  descoparlos  de  manera  que  se  mantengan 
á  una  altura  de  diez  á  quince  pies  para  facilitar 
la  cosecha  del  fruto,  en  darles  una  renda  anual, 
y  en  defenderlos  contra  la  invasión  de  las  yerbas 
perniciosas. 

La  cosecha  principal  del  cacao  tiene  lugar  en 
diciembre ,  pero  también  se  hace  otra  en  junio 
aunque  mucho  mas  pequeña.  Cada  árbol  puede 
dar  de  dos  á  tres  libras  de  almendras  secas.  Tan 
luego  como  se  cogen  los  frutos ,  se  abren  para 
sacar  las  semillas,  que  se  colocan  en  grandes 
cajones  de  madera  en  forma  de  canoas ,  se  cu- 
bren con  hojas  de  banano  ó  de  caña  de  India, 
sobre  las  cuales  se  colocan  unas  planchas  carga- 
das de  piedras.  En  este  estado  se  dejan  fermen- 
tar cuatro  ó  cinco  dias ,  durante  los  cuales  se 
tiene  el  cuidado  de  removerlas  todas  las  maña- 
ñas;  después,  cuando  ya  han  adquirido  un  color 
rojizo ,  se  ponen  á  secar  al  sol ,  y  están  á  pun- 
to de  ser  vendidas.  Un  teobroma  bien  conserva- 
do es  de  un  excelente  producto  ,  en  razón  á 
que  sus  gastos  se  cubren  con  el  cultivo  de  las 
plantas,  batatas,  bananos,  que  se  cultivan  en 
sus  intervalos,  y  á  que  su  cosecha  falta  muy  ra- 
ra vez. 

Teobroma  Cacao  ,  Cacao  común  ,  Cacao  cul- 
tivado (Theobroma  Cacao,  L.).  Este  árbol  crece 
expontáneamente  baja  la  Zona  tórrida ,  en  las 
diversas  partes  de  la  América,  y  principalmente 
de  las  Guianas ,  en  Méjico  ,  en  la  costa  de  Cara- 
cas. 

El  cacao  es  un  árbol  que  poco  mas  ó  menos 
presenta  el  aspecto  de  un  cerezo  de  talla  media- 
na. La  corteza  de  su  tronco  es  de  un  color  de 
canela  mas  ó  manos  subido,  según  la  edad  del 
árbol.  Las  hojas  alternas  y  pecioladas,  grandes, 


CAC 

lisas,  colgantes ,  vetadas  por  debajo,  del  mismo 
color  por  ambos  lados,  que  se  renuevan  sin  cesar, 
de  modo  que  el  árbol  nunca  carece  de  ellas.  Esti- 
pulas lineares  y  caducas.  Flores  rojizas,  peque- 
ñas, numerosas,  reunidas  en  pequeños  haceci- 
llos colocados  un  poco  debajo  de  la  axila  de  las 
hojas  ó  que  nacen  eu  el  tronco  y  los  gruesos  ra- 
mos ;  estas  id  limas  son  las  únicas  que  producen 
los  frutos,  las  primeras  son  ordinariamente  es- 
tériles. En  todos  tiempos  esta  también  cargado  de 
flores,  pero  particularmente  en los dos solsticios; 
esto  y  el  color  purpurino  de  las"  hojas  nacientes 
forma  un  agradable  contraste  con  el  verde  subi- 
do de  las  mas  grandes,  que  algunas  veces  tienen 
de  12  «i  20  pulgadas  de  longitud  sobre  3  ó  4  de 
anchura. 

El  fruto  del  teobroma  es  una  gruesa  cápsula  co- 
riácea, que  tiene  á  corta  diferencia  la  forma 
de  un  pepino.  Su  superficie  es  escabrosa  y  mar- 
cada con  ocho  ó  diez  estrias ,  y  tiene  una  consis- 
tencia bastante  dura  para  exigir  que  se  la  rompa. 
El  interior  está  dividido  en  cinco  celdillas  llenas 
de  una  pulpa  gelatinosa  y  acida  que  envuelve  las 
almendras  ó  semillas  pegadas  á  una  placenta  co- 
mún ó  central.  Estas  almendras  son  en  número 
de  25  á  40,  colocadas  de  plano,  y  simétricamen- 
te dispuestas  las  unas  sobre  las  "otras.  La  pulpa 
jue  las  rodea,  rosada  y  que  se  deshace  en  la  bo- 
ca ,  suministra  un  refresco  delicioso á  las  señoras 
criollas.  Las  almendras ,  ó  el  verdadero  Cacao, 
son  un  poco  mas  gruesas  que  una  aceituna,  car- 
nosas, un  poco  violetas  >  lisas.  La  cascara  es 
primero  verde,  y  pasa  en  seguida  á  un  verde 
pálido ,  casi  blanco,  cuando  empieza  á  madurar; 
llegada  á  su  madurez  completa  es  de  un  rojo 
oscuro  ó  rojo  subido  sembrado  de  pequeños  pun- 
tos amarillos,  ó  simplemente  amarilla. 

Países  de  cultiyo  del  teobroma. 

En  la  América  septentrional  solo  se  encuentra 
el  teobroma  en  la  punta  de  la  Florida,  bañada  por 
el  golfo  de  Méjico,  y  en  la  parte  meridional  de  la 
Luisiana  y  de  la  Georgia.  Todas  las  llanuras  ba- 
jas y  de  regadío  de  Méjico  le  convienen,  pero  su 
cultivo  sC  halla  muy  descuidado  en  estas  comar- 
cas. Los  primitivos  pueblos  de  este  país  tenian  en 
gran  veneración  á  este  árbol ,  y  se  dice  que  era 
entre  ellos  el  objeto  de  un  cultivo  regular,  que 
producía  una  renta  importante.  Sin  embargo,  el 
descubrimiento  de  los  metales  preciosos  distrajo  á 
los  conquistadores  españoles  de  la  agricultura, 
y  hoy  dia  solo  se  encuentran  algunas  plantacio- 
nes regulares  en  la  provincia  de  Tabago,  aun- 
que haya  bosques  naturales  de  teobromas  en  la 
parle  oriental  de  Veracruz ,  y  en  la  bahía  de 
Campeche.  Guatemala  produce  cacaos  de  exce- 
lente calidad  y  eu  grande  abundancia.  La  provin- 
cia de  Soconusco,  á  lo  largo  de  las  orillas  del  mar 
del  Sud ,  comprende  un  espacio  de  34  leguas  de 
tierras  bajas ,  cálidas  y  humedecidas  continua- 
mente por  las  lluvias,  que  produce  inmensas  co- 
sechas de  cacao,  que  se  destinan  á  Méjico  ,  al 
Asia  y  á  la  España.  En  este  país  un  cultivo  ¡n- 
63 


CAC  497 

teligente  podría  obtener  el  mejor  cacao  del  mun- 
do. Las  costas  del  golfo  de  Honduras  producen 
en  la  actualidad  cacaos  muy  estimados  de  los 
cuales  el  mejor  es  el  de  Gualan,  en  las  cercanías 
de  Omoa.  Las  deliciosas  orillas  del  rio  y  del  la- 
go Nicaragua,  los  valles  de  Costa-Rica  y  de  Ve- 
ragua y  los  países  salvajes  que  conducen  al 
istmo  de  Darien  producen  también  cacaos  que 
los  naturales  llevan  en  sus  canoas  á  Panamá, 
cuando  los  monos  no  los  consumen  enteramente. 
En  lin,  la  isla  de  Tabago,  situada  en  la  bahía 
de  Panamá ,  posee  también  el  cacao  en  sus  bri- 
llantes colinas.  Los  pormenores  que  se  tienen  to- 
cante á  los  cacaos  de  la  América  septentrional 
son  muy  incompletos. 

Los  Españoleshicieron  numerosas  plantaciones 
en  la  provincia  de  Cartagena ,  y  hoy  dia  las  ori- 
llas del  río  la  Madaleua  se  hallan  completamente 
plantadas  de  teobromas.  La  provincia  de  Santa 
Marta  los  posee  en  muy  pequeña  cantidad ,  á 
causa  de  los  calores  excesivos  de  la  costa  y  del 
aire  fresco  de  las  montañas.  Solamente  en  los  al- 
rededores de  Ocaña  se  cogen  algunos  cacaos  que 
llevan  el  mismo  nombre.  La  provincia  de  Popa- 
yan  proporciona  este  producto  en  mayor  abun- 
dancia. En  este  territorio ,  que  está  situado  entre 
el  país  de  Choco ,  fué  donde  los  SS.  Humboldt 
y  Bompland  descubrieron  el  teobroma  bicolor, 
que  hemos  descrito  ya.  Los  valles  de  Quito  y  de 
Guayaquil  son  muy  "fértiles ,  pero  su  cacao  gene- 
ralmente tiene  un  gusto  soso  y  desagradable.  Al 
éste  de  la  provincia  de  Santa  Marta,  las  costas 
del  lago  Maracaibo  producen  un  cacao  que  se  co- 
noce con  el  mismo  nombre  del  país.  La  cosía  de 
Caracas  fué  en  otro  tiempo  labrada  por  los  co- 
merciantes de  Asburgo  á  quienes  Carlos  V  ven- 
dió el  monopolio ,  que  pasó  mas  larde  á  manos 
de  los  Holandeses.  El  cacao  de  Caracas  es  uno 
de  los  mejores ,  y  su  perfume  le  valió  desde  hace 
mucho  tiempo  lá  reputación  de  que  goza  en  la 
actualidad;  sin  embargo,  la  cosecha  del  cacao 
de  Caracas  va  menguando  cada  dia  mas,  lo  mis- 
mo que  su  buena  calidad  ,  y  esto  se  atribuye  á  la 
propagación  del  añil,  de  la  cochinilla  y  de  la  caña 
de  azúcar,  que  dan  mas  pronto  utilidades, y  al  con- 
tinuo desmonte  que  lleva  cambios  lisíeos  contrarios 
á  la  producción  del  cacao.  Las  plantaciones  de 
la  Nueva-Andalucia  y  de  la  Nueva-Barcelona 
han  aumentado  considerablemente  desde  algún 
tiempo  á  esta  parte  ,  y  algunos  Irlandeses  y  Fran- 
ceses pobres  han  ido  á  establecerse  con  prove- 
cho en  el  interior  de  la  provincia  de  Sierra  de 
Meapire  en  el  país  salvaje  que  se  extiende  de 
Carupano  hacia  el  golfo  de  Paria ,  por  el  valle 
de  San  Bonifacio. 

Descendiendo  hacia  el  Sud ,  el  cacao  va  de- 
generando hasta  la  línea,  sea  á  causa  de  la  na- 
turaleza de  los  terrenos,  sea  por  la  negligencia 
de  los  colonos.  La  Guiana  española  es  iuculta,  y 
sin  embargo  es  uno  de  los  países  mas  fértiles  de 
la  América  y  de  los  mas  favorables  para  el  teo- 
broma. Los'Holandeses  han  sacado  mucho  par- 
tido de  aquel  pais,  y  desde  el  año  1534,  que  en- 
sayaron el  cultivo  del  cacao  en  Surinam ,  la  co- 
T0M0  i. 


498  CAC 

secha  de  esta  colonia  ha  bastado  al  consumo  de 
la  metrópoli.  Hoy  dia  las  orillas  de  los  ríos  de 
Surinam ,  de  Berberí  y  de  Denamari  se  hallan 
cubiertas  de  plantaciones ,  en  donde  el  teobroma 
se  cria  perfectamente  ,  aun  cuando  el  indo  se 
resienta  algún  tanto  del  país  pantanoso  en  que  se 
cultiva.  Berberí  y  Denamari  pertenecen  ahora 
á  los  Ingleses.  El  teobroma  no  se  cultivó  en  la 
Guiana  francesa  hasta  en  1734 :  las  simientes  que 
sirvieron  para  sus  plantaciones  se  cogieron  en  un 
bosque  de  teobromas  que  se  descubrió  en  el  Yari 
que  va  á  pagar  su  tributo  al  río  délas  Amazonas; 
pero  aunque  el  cultivo  se  ha  ido  después  exten- 
diendo no  ha  producido  nunca  resultados  brillan- 
tes. Los  Portugueses  recogen  el  cacao  de  las  ori- 
llas de  los  ríos  Arawari  y  Macapa,  pero  es  un 
fruto  tan  pequeño  que  parece  que  se  recoge  en  el 
estado  silvestre. 

El  cacao  del  Brasil  en  nada  se  parece  al  de 
Surinam,  al  de  Caracas  y  al  de  Soconusco.  En  vez 
de  ser  irregular,  hinchado,  triangular  ó  de  for- 
ma oval,  es  plano,  prolongado  y  mas  ancho 
de  un  extremo  que  del  otro.  Tal  es  el  de  las  pro- 
vincias de  Para  y  de  Marañon.  Este  tiene  un  sa- 
bor mas  dulce  que  el  de  la  Guiana  y  que  el  de  la 
Trinidad,  pero  posee  menos  aroma.  Se  coge  mu- 
cho cacao  e-n  las  orillas  de  las  Amazonas,  del  río 
de  los  Torentinos  y  de  las  numerosas  corrientes 
que  aumentan  estos  ríos.  En  el  gobierno  de  Mat- 
lo-Grosso  las  orillas  délos  ríos  están  cubiertas  de 

Slantaciones  todavía  muy  bellas;  pero  aunque  en 
eara  y  Fernambuco  se  vean  también  algunas  no 
pueden  compararse  con  las  de  Marañon.  La  ca- 
lidad es  menos  buena  en  las  llanuras  de  Bahía; 
la  almendra  parece  que  no  llega  á  alcanzar  un 
estado  completo  de  madurez,  En  fin,  en  las  par- 
tes bajas  del  Brasil  se  cultiva  aun  el  cacao  con 
algún  provecho ;  pero  ya  no  se  le  encuentra  pa- 
sado de  esta  latitud. 

La  Europa  recibe  muy  pocos  cacaos  del  Pe- 
rú, no  obstante  hallárselas  llanuras  de  Mojos  cu- 
biertas de.teobromas.  En  aquel  país  se  hace  su- 
frir á  la  simiente  una  pequeña  inmersión  en  agua 
salada  para  preservarla  de  la  picadura  de  los 
insectos.  En  Guanaco  y  las  costas  marítimas  de 
Jaén,  de  Trujillo  y  de  Lima  se  hacen  cosechas 
considerables,  sirviendo  una  gran  parle  de  estos 
productos  para  abastecer  á  las  islas  del  mar  del 
Sud  ,  las  Indias  y  el  Japón. 

El  terreno  de  las  Antillas  nunca  ha  producido 
cacaos  que  pudiesen  competir  con  los  de  Cara- 
cas y  los  de  Soconusco ,  sea  á  causa  de  la  posi- 
ción de  estas  islas ,  ó  por  la  falta  de  habilidad  de 
los  colonos.  La  primera  plantación  se  hizo  en  la 
isla  de  Santo  Domingo :  la  parte  occidental  de  la 
isla,  ocupada  por  los  Franceses,  fué  bastante  pro- 
ductiva durante  un  largo  período  del  siglo  XVI, 
pero  hoy  dia  solo  produce  una  muy  corta  canti- 
dad de  cacao. 

La  Jamaica  hizo  en  otro  tiempo  un  comercio 
muy  importante  en  cacao.  Este  cultivo  fué  suce- 
sivamente abandonado  y  vuelto  á  tomar  después 
de  1665 ,  cuando  pasó  bajo  el  dominio  de  los  In- 
gleses. Hoy  dia  este  cultivo  se  halla  de  nuevo 


CAC 

abandonado.  Cuba  exporta  algunos  cacaos,  pe- 
ro no  parece  que  el  teobroma  haya  sido  el  obje- 
to de  un  cultivo  especial  en  esta  isla,  porque  en 
todos  tiempos  la  ha  abastecido  el  puerto  de  Ve- 
racruz.  Puerto-Rico  se  halla  en  el  mismo  caso 
desde  el  siglo  XYI,  época  en  que  esta  produc- 
ción fué  por  algún  tiempo  bastante  considera- 
ble. Santa  Cruz,  una  de  las  islas  Inglesas,  se 
halla  en  el  caso  contrario ;  allí  se  ha  cultivado 
siempre  el  cacao  y  ha  producido  muy  bue- 
nosr  esultados.  Guadalupe,  en  1770,  contaba 
500,000  pies  de  plantación,  pero  hoy  no  quedan 
mas  que  un  corto  número  de  plantaciones  regu- 
lares. 

La  Dominica  parece  muy  favorable  al  teobro- 
ma, y  sin  embargo  la  plantación  es  muy  peque- 
ña. En  la  Martinica  es  donde  sepretendeque  se 
encontró  este  fruto  indígeno,  y  llevado  de  allí  á 
la  Guadalupe,  sus  plantaciones" fueron  destruidas 
por  un  fuerte  huracán.  En  1727  y  1775  vol- 
vían ¿existir  1 .400,000  pies  de  plantío  de  teobro- 
ma que,  juntos  con  los  de  Santo  Domingo,  bas- 
taban al  consumo  do  toda  la  Francia.  Hoy  dia 
este  producto  es  muy  escaso.  Generalmente  en 
todas  las  colonias  ,  la  caña  de  azúcar  y  el  café 
han  invadido  sucesivamente  las  tierras  del  cacao, 
y  este  árbol  solo  se  ve.en  los  países  en  que  no 
pueden  cultivarse  los  primeros.  En  la  Trinidad 
es  en  donde  el  teobroma  es  el  objeto  de  un  cul- 
tivo especial.  La  almendra  de  la  Trinidad  se  pa- 
rece mucho  á  la  de  Caracas,  pero  desgraciada- 
mente no  posee  sus  propiedades.  Las  primeras 
plantaciones  las  hicieron  los  Españoles  y  su  ca- 
cao era  mas  buscado  que  el  de  Caracas.  Un 
viento  norte  hizo  perecer  los  árboles  en  1  737, 
y  por  mucho  tiempo  los  habitantes  no  se  ocupa- 
ron de  este  cultivo.  Parece  que  en  1790,  un 
marinero  catalán  hizo  nuevas  plantaciones,  que 
en  1807  fueron  explotadas  por  el  cirujano  ma- 
yor de  la  guarnición  de  Cu  maná ,  produciéndole 
500,000  libras  de  renta.  Después  los  Ingleses, 
nuestros  maestros  en  el  arte  de  colonizar  y  de 
fertilizar  un  país ,  han  vuelto*  á  restituir  su  an- 
tigua nombradía  al  cacao  de  la  Trinidad. 

El  cacao  trasplantado  á  las  islas  del  antiguo 
continente  dio  buenos  resultados  en  las  Filipinas. 
Manila  produce  una  cantidad  considerable  de  es- 
te fruto  del  que  abastece  á  los  mercados  de  la 
India.  El  cacao  se  trasporta  allí  en  pasta.  Los  Es- 
pañoles han  llevado  también  el  teobroma  á  las 
islas  Canarias,  y  los  Franceses  lo  han  aclimatado 
á  la  isla  de  Francia ,  pero  los  productos  no  son 
de  muy  buena  calidad. 

En  Europa  el  teobroma  no  puede  ser  mas  que 
un  objeto  de  curiosidad  ;  su  cultivo  exige  mucho 
cuidado,  y  es  menester  plantarlo  en  invernaderos 
muy  cálidos.  Por  mas  que  se  haga  no  puede 
obtenerse  de  simientes ,  pues  estos  árboles  no 
dan  ningún  fruto  en  nuestros  climas,  y  además 
las  semillas  exóticas  cuando  llegan  a  nuestro 
país  han  perdido  ya  toda,su  virtud  germinalriz. 
Sin  embargo ,  si  la  Europa  no  puede  ver  aclima- 
tado en  ella  este  útil  vejetal ,  ¿  porqué  no  se  ha- 
cen experimentos  en  las  fértiles  costas  del  Asia, 


CAC 

ó  ea  los  terrenos  húmedos  de  la  Nueva  Holanda, 
\  demás  paises  cuyo  clima  debe  serle  favorable? 

Cultivo  del  teobroma. 

El  teobroma  exige  una  temperatura  que  no  ba- 
je do  J3°  ni  exceda  del  2lJu,  y  por  lo  mismo  el 
clima  de  la  zona  tórrida  es  el  único  que  le  con- 
dene. Este  árbol  necesita  una  atmosfera  húmeda, 
DO  cielo  nebuloso,  y  abundantes  lluvias.  Los 
vientos  le  despojan  desús  llores  y  perjudican  su 
desarrollo.  Su  raíz  principal  requiere  ü  ó  tí  pies 
de  (ierra  franca,  ligera  y  sustanciosa  ,  y  así  es 
«H¡e  la  tierra  virjen  es  la  "única  que  le  convie- 
ne. Los  cacaotales,  que  tienen -por lo  regular 
200  toesas  cuadradas  ,  están  cercados  por  el  eri- 
trina, el  bananero  y  el  limonero,  que  los  de- 
fienden contra  el  viento  y  los  anímales.  Los  teo- 
bromas se  plantan  alineados  y  con  la  mayor  si- 
metría posible.  La  yuca  protege  su  infancia,  y 
sus  primeras  ramas  crecen  á  la  sombra  de  las 
grandes  hojas  del  banano.  Los  jóvenes  teobromas 
adquieren  cierto  desarrollo  en  los  criaderos ,  y 
solo  se  trasplantan  al  cacaotal  cuando  su  dureza 
puede  preservarlos  de  los  insectos  destructores. 
El  cacao  se  siembra  en  noviembre  ,  y  nace  á  los 
quince  dias  después.  Cuando,  la  planta  tiene  15 
ó  iS  pulgadas  de  altura,  se  trasplanta  con  su 
misma  gleba  ;  y  á  los  t5  meses  después,  la  raíz 
de  la  yuca  se  arranca  para  la  fabricación  déla  ta- 
pioca, remplazándola  por  individuos  jóvenes  de 
la  misma  especie.  Los  otros  intervalos  producen 
pepinos,  melones,  batatas  y  otras  plantas  de 
hortaliza.  A  los  dos  años ,  los"  árboles  tienen  una 
altura  de  3  ó  4  pies,  y  las  primeras  flores  em- 
piezan á  nacer  á  los  dos  años  y  medio.  En  esta 
época  los  rayos  del  sol  no  pueden  ya  atravesar 
por  entre  el  follaje,  y  solo  se  dejan  ya  los  gran- 
des vejetales  cuya  s'ombra  es  necesaria.  Desde 
este  momento  la  conservación  del  cacaotal  es 
muy  fácil,  y  empieza  la  cosecha. 

Cosecha  del  caeao. 

La  cosecha  del  cacao  tiene  lugar  todo  el  año. 
Sin  embargo,  hay  dos  recolecciones  principales, 
launa  en  junio  y  la  otra  á  últimos  de  diciembre. 
Es  menester  que  la  madurez  sea  completa,  porque 
bastan  algunos  granos  verdes  para  echar  á  perder 
la  calidad  de  toda  una  cosecha  con  su  sabor  agrio, 
amargo  y  ácido.  Seconoce  que  el  fruto  está  maduro 
cuando  la  cascara  presenta  un  color  rojo  ó  ama- 
rillo subido,  y  solo  conserva  algo  de  verde  en  la 
parte  inferior.  Un  negro  derriba  el  fruto  con  una 
horquilla;  otro  que  marcha  detrás  de  él  recoge 
todo  el  fruto  que  cae.  Las  mujeres,  los  muchachos 
y  los  negros  menos  hábiles  desgranan  los  frutos 
con  una  espátula  de  madera ,  después  de  haber- 
los abierto  con  un  instrumento  cortante.  Esta  ope- 
ración se  ejecuta  al  pié  del  árbol  ó  en  la  choza, 
según  el  tiempo. 

Las  almendras  ,  al  salir  de  la  cascara  ,  se  e- 
cbari  en  un  hoyo,  se  cubren  con  arena  lina  y  se 
abandonan  á  aba  ligera  fermentación.  Esto  es  lo 


CAC  499 

que  se  llama  el  terraje.  Esta  operación  e.xiue 
cuidados  muy  asiduos  ,  y  de  vez  en  cuando  Ya 
masa  debe  removerse  para  que  la  fermentación 
no  llegue  á  ser  demasiado  fuerte.  Al  cabo  de  tres 
ó  cuatro  dias,  las  almendras  están  despojadas 
de  la  pulpa  que  las  cubría ,  han  perdido  una  par- 
le de  su  humedad  ,  y  entonces  se  exponen  al  sol 
sobre  glacis  preparados  al  efecto ,  ó  sobre  es- 
teras de  junco.  El  cacao  permanece  expuesto 
así  hasta  que  se  ha  secado  completamente,  lo 
que  se  conoce  si  las  almendras  se  abren  cuando 
se  aprietan  con  la  mano,  ó  bien  si  cuando  se  fro- 
tan unas  contra  otras  su  corteza  hace  ruido.  Los 
cacaos  enterrados  adquieren  con  frecuencia  un 
olor  y  un  sabor  de  moho  muy  desagradables, 
que  ordinariamente  desaparecen  con  una  ligera 
torrefacción.  Sin  embargo,  es  mejor  preferir  las 
almendras  sanas  que  no  presentan  este  incon- 
veniente. El  terraje  quita  al  cacao  una  porción 
de  su  acritud  y  de  su  amargor  naturales,  oscu- 
rece su  color  ,'  lo  hace  mas  ligero,  y  quitándole 
la  facultad  de  germinar,  contribuye  ásu  conser- 
vación. 

Terminadas  todas  estas  preparacones,  se  me- 
te el  cacao  en  sacos  ó  bien  en  grandes  chozas  de 
madera,  elevadas  algún  tanto  del  suelo,  ydis- 
puestas  de  manera  que  el  aire  pueda  penetrar  en 
ellas.  Concluida  la  cosecha,  los  colonos  se 
apresuran  á  venderla ,  porque,  á  pesar  de  todas 
las  precauciones,  el  cacao  se  vé  bien  pronto  ata- 
cado ,  en  particular  en  los  países  cálidos ,  por  la 
polillti  del  chocolate. 

En  Maracaybo,  en  las  orillas  déla  Madalena, 
no  se  empléala  operación  del  terraje ,  el  cacao 
se  despoja  sencillamente  de  su  pulpa  y  se  pone 
á  secar  al  sol.  En  las  colonias  se  emplean  proce- 
dimientos muy  variados.  En  algunas  partes  se  le 
hace  sufrir  una  ligera  fermentación  en  los  hoyos, 
sin  enterrarlo ;  en  otras  no  hacen  mas  que  poner- 
lo á  secar  al  sol,  ó  bien  lo  colocan  en  artesas  de 
madera  sin  quitártela  pulpa.  En  este  caso  se  ope- 
ra una  fermentación  particular  (pie  vuelve  roja  la 
película  ,  y  da  al  cacao  un  gusto  parecido  al  de 
la  hez  de  vino,  que  conserva  aun  después  de  ha- 
berlo expuesto  al  aire. 

'         Análisis  del  cacao. 

Una  de  las  partes  mas  notables  contenidas  en 
la  almendra  del  cacao  es  la  manteca  ó  materia 
grasa  (V.  Aceite  (Je  cacao),  que  su  solubilidad 
en  el  alcohol  permite  separar  de  los  demás  prin- 
cipios de  que  consta  esta  semilla. 

20  partes  de  cacao  Soconusco,  sin  película, 
dan  8  parles  de  manteca;  20  de  cacao  de  Mara- 
ñon,  9  partes;  y  20  de  cacao  déla  Martinica,  tO 
parles.  En  los  demás  cacaos  la  materia  man- 
tecosa, aunque  idéntica ,  varia  en  la  misma  pro- 
porción. 

El  cacao  contiene  también  un  principio  amar- 
go y  soluble  en  el  agua  y  en  el  alcohol.  Este 
ultimo  disuelve  al  mismo  iíempo  una  resina  olo- 
rosa á  la  míe  el  cacao  debe  probablemente  su 
perfume.  Esle  produelo  no  es  el  mismo  en  todos 


500  CAX 

los  cacaos  ;  en  los  de  Caracas  es  de  un  rubio  do- 
rado y  de  un  sabor  amargo  y  agradable ;  en  los 
de  la  Martinica  tiene  un  color  de  viólela  negruz- 
co y  un  gusto  áspero  y  desagradable. 

Los  reactivos  indican  también  en  todas  las  es- 
pecies de  cacao  la  presencia  del  taniuo,  déla  goma 
y  del  almidón.  No  obstante,  la  substancia  astrin- 
gente, eltanino,  se  encuentra  en  cantidad  conside- 
rable en  el  cacao  de  las  Antillas,  de  Cayena,  de  Ba- 
hía y  de  Marañon,  mientrasque  escasamente  apa- 
rece en  los  cacaos  de  Soconusco,  de  Caracas,  de 
la  Madalena  y  de  Maracaybo. 

Variedades  comerciales  de  cacao. 

Conócense  en  el  comercio  un  gran  número  de 
variedades  de  cacao,  á  las  cuales  se  las  da  el 
nombre  del  país  de  que  proceden.  Los  cacaos 
mas  comunmente  enviados  á  Europa  son  los  si- 
guientes : 

De  Guatemala  :  los  cacaos  de  la  Madalena,  de 
Maracaybo ,  de  Guayaquil,  de  Santa  Marta  ó  de 
Ocaña,  de  Caracas,  de  Demerary,  de  Berbice, 
de  Surinam  ,  de  Sinamari,  de  Cayena,  de  Ara- 
wari  y  de  Macapa  ■ 

Del  Brasil:  los  cacaos  de  Para,  de  Marañou 
do  Bahía; 

De  las  Antillas :  los  cacaos  de  Cuba,  de  Haití, 
de  la  Jamaica ,  de  Santa  Cruz ,  de  la  Guadalu- 
pe ,  de  la  Martinica,  de  Santa  Lucía  y  de  la  Tri- 
nidad ; 

Del  África :  el  cacao  de  la  isla  de  Borbon. 

Todas  estas  variedades  pueden  dividirse  en 
siete  clases: 

Primera  clase :  Soconusco  ,  Macaraybo,  Ma- 
dalena. 

Segunda:  Caracas,  Trinidad,  Ocaña. 

Tercera:  Guayaquil. 

Citarla:  Surinam,  Demarari,  Berbice,  Sina- 
mari ,  Arawari,  Macapa. 

Quinta :  Marañon ,  Para. 

Sexta:  Antillas,  Cayena,  Bahía. 

Séptima:  Borbon. 

Primera  dase. 
Soconusco.  Macaraybo.  Madalena. 

Cacao  de  Soconusco.  Muy  maduro.  Es  uno  de 
los  mas  largos  ( con  frecuencia  tiene  una  pulga- 
da ),  pero  á  veces  también  es  grueso,  y  no  tiene 
mas  qu  7  á  8  líneas  de  largo  sobre  otro  tanto  de 
ancho.  Con  todo,  largo  ó  corto,  este  cacao  es 
uno  de  los  mas  llenos ;  su  película  es  parduzca , 
lina  y  poco  adherente;  su  carne  sana,  de  un  mo- 
reno claro  ,  y  se  rompe  con  facilidad ;  es  poco 
aromático;  molido  ,  da  una  pasta  fina  y  agra- 
dable.—  Embalaje:  zurrones  de  cuero  ó  sacos 
de  piel,  las  mas  veces  de  búfalo ,  que  pesan  50 
kilóg.  No  contiene  polvo  ni  cuerpos  extraños. 

Cacao  de  Macauaybo.  Análogo  al  precedente 
y  al  de  Caracas.  Menos  maduro.  Granos  mas  pe- 
queños y  mas  magros;  película  algunas  veces 
gris  oscuro,   pero  con  mas  frecuencia  de  un 


CAC 
rojo  vivo  y  violado ,  delgada  y  poco  adherente ; 
su  carne,  casi  roja,  pero  blanquizca  en  los  gra- 
nos que  no  están  maduros;  pasta  de  un  bello 
encarnado  oscuro,  y  á  menudo  de  un  sabor  agra- 
dable.— Embaí. :  sacos  de  cuero ,  de  cáñamo  ó 
de  hilo  de  pita,  de  peso  de  unos  50  kilóg. 

Cacao  de  la  Madalena.  Muy  maduro.  Carac- 
teres iguales  al  de  Soconusco ,  pero  mas  peque- 
ño y  redondeado ;  pasta  mucho  menos  fina. 

Segunda  clase. 

Caracas.  Trinidad.  Ocaña. 

Cacao  de  Caracas.  Muy  maduro.  Granos  de 
un  óvalo  regular,  ó  que  figuran  un  triángulo 
prolongado  de  ángulos  redondos;  muy  nutrido; 
película  algo  gruesa,  cubierta  de  una  tierra  ad- 
herente, escamosa  y  micácea;  carne  de  un  os- 
curo claro,  pero  nunca  negro  ó  violáceo;  algunas 
almendras  despiden  un  ligero  olor  de  almizcle 
al  romperlas;  pasta  de  hermoso  color;  sabor 
de  un  aroma  particular,  característico  para  los 
inteligentes. 

Estos  son  los  caracteres  de  los  buenos  cacaos 
de  Caracas,  obtenidos  en  haciendas  bien  situa- 
das entre  Coro  y  Cumóná.  Pero  también  se  reciben 
cacaos  de  Caracas  mas  magros ,  mezclados  con 
algunos  granos  imperfectamente  maduros,  cuya 
carne,  casi  blanca,  tiene  un  sabor  ácido  y  desa- 
gradable. Embaí.:  Los  cacaos  de  Caracas  nos 
\iencn  regularmente  en  sacos  de  cáñamo  de  unos 
55  kilog.  Estos  cacaos  están  siempre  cargados  de 
polvo,  piedrecillas  y  pedazos  de  cascara. 

Cacao  de  la  Trinidad.  Menos  maduro  que  el 
de  Caracas.  Granos  poco  mas  ó  menos  de  la  mis- 
ma forma,  generalmente  mas  planos;  película 
cargada  de  tierra  gris  ó  rojiza  ,  pero  no  micá- 
cea; carne  casi  siempre  negruzca  ó  violácea  en 
los  granos  imperfectamente  maduros ,  rara  vez  de 
un  moreno  claro;  sabor  acerbo,  parecidoá  ahu- 
mado. Embaí. :  sacos  de  cáñamo  de  25  kilog., 
cargados,  como  los  precedentes,  de  polvo  y  de 
cuerpos  extraños. 

Cacao  de  Ocaña.  Granos  generalmente  llenos 
y  de  la  misma  forma  que  el  de  Caracas;  mu- 
chos de  ellos,  imperfectamente  maduros,  son  du- 
ros de  romper  ,  y  presentan  una  carne  azulada; 
película  raramente  micácea;  pasta  de  un  hermo- 
so moreno  claro  ;  sabor  fuerte,  poco  agradable. 
Embaí.:  sacos  de  cáñamo  de  75  kilog.;  menos 
cargado  de  polvo  y  de  pedazos  de  cascara  que 
los  precedentes. 

Tercera  clase. 
Guayaquil. 

Cacao  de  Guayaquil.  Muy  maduro.  Granos 
anchos,  planos,  casi  redondos  en  las  extremi- 
dades ,  pero  mas  delgados  del  lado  del  germen; 
película  gris;  carne  negruzca,  con  frecuencia 
averiada ;  sabor  desabrido  que  hace  la  pasta  im- 
propia para  el  chocolate  fino.  Embaí. :  sacos  de 


CAC 

cáñamo  grueso ,  de  algodón  ó  de  hilaza,  de  peso 
irregular. 

Cuarta  clase. 
Surinam.  Demerari.  Berbice.  Sinamari.  Arawari.  Macapa. 

Cacao  de  Sorinam.  Algunos  granos  análogos 
al  Soconusco  por  la  dimensión  y  las  formas  re- 
dondeadas, y  otros  planos  como  el  de  Guayaquil, 
ó  formando  un  triángulo  equilátero;  película  de 
tierra  gris  ó  pajiza;  carne  de  un  moreno  oscuro; 
sabor  amargo,  aroma  poco  agradable;  proscrito 
de  las  buenas  fábricas.  Embaí. :  sacos  de  cána- 
mo ó  toneles  poco  cargados  de  polvo. 

Cacao  de  Demerari.  Granos  mas  pequeños, 
mezclados  de  granos  ovales,  planos  en  las 
extremidades ;  sabor  áspero  ;  película  negruzca 
como  si  se  hubiesen  metido  en  un  horno  (es  pro- 
bable que  se  emplee  este  medio  para  destruir  el 
germen);  calidad  análoga  al  de  Surinam.  Embaí.: 
sacos  de  cáñamo  ó  barriles  de  peso  irregular, 
poco  cargados  de  polvo. 

Cac\o  de  Berbice.  Granos  análogos  al  de  De- 
merari por  la  forma  y  la  película;  sabor  dulce  al- 
gunas veces,  pero  con  frecuencia  caracterizado 
por  un  gusto  de  cuero  muy  desagradable.  Em- 
baí.: el  mismo. 

Cacvo  de  Sinamari.  Granos  análogos  al  de  De- 
merari por  la  forma,  la  película  y  el  sabor.  Em- 
baí.: el  mismo. 

Cacao  de  Arawari.  Granos  análogos  al  de  De- 
merari por  la  forma  y  la  película;  sabor  duloe,  pe- 
ro soso.  Embaí.:  el  mismo. 

Cacao  de  Macapa.  Granos  mas  pequeños  que  los 
precedentes,  mezclados  también  con  granos  ovales 
y  planos  en  las  extremidades;  sabor  desabrido 
como  el  de  Arawari. 

Quinta  dase. 

Maraüon.  Para. 

Cacao  de  Marañon.  Granos  bastante  largos, 
ligeramente  planos  y  redondeados  del  lado 
del  germen ,  y  puntiagudos  del  otro ;  película 
gris  rojiza,  ó  de  un  rojo  mezclado  con  negro, 
poco  adherenle ;  carae  de  un  moreno  claro  en  los 
granos  maduros ,  violeta  ó  de  un  verde  subido 
en  los  que  no  lo  son;  sabor  dulce  en  los  granos 
maduros,  acerbo  y  herbáceo  en  los  que  no  lo  es- 
tán enteramente.  Embaí.:  sacos  de  cáñamo,  de 
algodón  y  de  hilaza  que  pesan  25  kilóg. ,  carga- 
dos rara  vez  de  polvo ,  y  nunca  de  cuerpos  ex- 
traños. 

Cacao  de  Para.  Caracteres  análogos.  Granos* 
generalmente  mas  fuertes  y  mas  largos.  Embaí.: 
el  mismo;  las  mas  veces  sacos  de  hilaza. 

Sexta  clase. 

Antillas.  Cayena.  Bahía. 

Cacao  de  Haití.  El  mas  fácil  de  conocer  de  los 


CAC  «01 

cacaos  de  las  Antillas,  que  generalmente  son  difí- 
ciles de  caracterizar.  Granos  regulares  análogos 
al  dcMarañon,  aunque  mas  pequeños;  película  co- 
munmente terrosa,  algunas  veces  negra  y  ave- 
riada por  una  fermentación  demasiado  larga;  sa- 
bor dulce,  pero  débil.  Embaí.:  sacos  de  hilaza 
y  barriles  de  peso  irregular. 

Cacao  de  Sania  Cruz,  (¡ranos  mas  grandes. 
Propiedades  análogas.  Embaí.:  sacos  de  cáñamo 
ó  barriles  de  peso  irregular. 

Cacao  de  la  Jamaica.  Maduro.  Granos  de  todas 
formas,  algunas  veces  redondeados,  con  mucha 
frecuencia  magros  y  deprimidos;  película  gris; 
carne  violeta  ó  verde  subido  ,  rara  vez  de  un  mo- 
reno claro;  sabor  áspero.  Embaí. :  el  mismo. 

Cacao  de  la  Guadalupe.  Granos  análogos  al  de 
Jamaica  por  la  película,  la  carne  y  el  sabor.  Em- 
baí. :  el  mismo. 

Cacao  de  Santa  Lucia.  Como  el  de  Jamaica  y  el 
de  la  Guadalupe. 

Cacao  de  la  Martinica  y  de  Cuba.  Análogo  por 
la  forma  al  de  la  Jamaica ;  película  rojo  encendi- 
do (fermentado  con  la  pulpa) ; raras  veces  madu- 
ro ;  sabor  verde  ó  parecido  á  la  hez  del  vino. 
Embaí. :  el  mismo.    . 

Cvcao  de  Cayena.  Granos  análogos  á  los  délos 
cacaos  de  las  Antillas  que  acabamos  de  examinar. 
Algunas  veces  han  sido  enterrados.  Su  sabor  es 
casi  siempre  de  un  amargor  desagradable  ,  y  re- 
cuerda el  gusto  de  ahumado.  Embaí.:  el  mismo. 

Cacao  de  Bahía.  Poco  maduro.  Se  pretende 
que  el  teobroma  de  Bahía  es  un  plantel  de  Cara- 
cas degenerado.  Las  granos  del  cacao  de  Bahía 
son  algunas  veces  redondeados;  sin  embargo,  ge- 
neralmente son  planos  é  irregulares  como  los 
de  los  cacaos  de  las  Antillas.  Película  velada,  li- 
sa, rojo  claro  y  mate;  carne  de  un  verde  oscu- 
ro ó  rojo  pizarroso ;  pasta  negra;  sabor  acerbo  y 
amargo.  Embaí.:  en  general,  sacos  de  algodón. 

Séptima  clase. 

Borbon.    ' 

Cacao  de  Borbon.  Maduro.  Granos  redondos  ó 
regulares ,  pero  pequeños;;  película  de  un  ro- 
jo oscuro,  tina,  poco  adherenle,  resquebrajada; 
carne  de  un  hermoso,  encarnado  violáceo;  sabor 
vinoso  y  poco  agradable.  Embaí. i  doble  estera 
de  junco. 

Tales  son  los  caracteres  principales  que  pueden 
servir  para  hacer  conocer  de  una  manera  general 
las  variedades  de  cacaos  mas  comunes  en  el  co- 
mercio. Con  todo,  no  es  menester  liarse  entera- 
mente en  ellos  ,  porque  las  mejoras  introducidas 
en  ciertos  cultivos  y  la  influencia  de  la  estación 
deben  anualmente  traer  nuevas  diferencias.  Sin 
embargo,  en  tesis  general,  si  bien  el  precio  de 
los  cacaos  es  muy  variable ,  puede  decirse  que 
los  cacaos  de  Caracas,  de  la  Madalena  y  de  Soco- 
nusco valen  siempre  cualro  veces  mas  que  los 
de  Marañon,  de  las  Antillas,  de  Cayena  \  de 
Guayaquil ,  y  el  duplo  que  los  cacaos  "de  Ucaúa 
v  de  la  Trinidad. 


502  CAG 

Historia  comercial  del  cacao. 

En  la  época  de  la  conquista ,  tos  Mejicanos  se 
servían  de  los  granos  de  cacao  como  moneda, 
y  su  aristocracia  era  la  única  que  comía  con  algu- 
na abundancia  los  alimentos  preparados  con  el 
cacao.  Montezuma  tenia  en  su  casa  monto- 
res  considerables  de  estos  granos,  porque  sus 
subditos  le  pagaban  las  contribuciones  con  mo- 
neda de  esta  clase.  El  Sr.  de  Humboldt  ha  escri- 
to que,  en  1802 ,  el  cacao  hacia  aun  las  veces 
de  moneda;  seis  granos  representaban  la  canti- 
dad de  cuatro  maravedises  poco  mas  ó  menos. 

Los  primeros  cacaos  llegaron  á  Europa  hacia 
la  mitad  del  siglo  XVI,  viniendo  de  los  puertos 
de  Méjico  y  del  Perú;  varios  \  ¡ajeros  trajeron  al- 
gunos quintales  como  objeto  de  curiosidad.  Pe- 
ro el  verdadero  comercio  de  este  producto  solo 
data  de  la  época  en  que  su  cultivo  se  estableció 
un  poco  en  grande  en  la  provinciade  Caracas,  es 
decir,  desde  el  principio  del  siglo  XVIII.  La  Es- 
pana  se  acostumbró  muy  temprano  á  hacer  de  este 
producto  un  objeto  de  consumo  indispensable,  y  , 
conforme  á  los  principios  económicos  (pie  por  tan- 
to tiempo  ha  profesado  ,  quiso  impedir  que  pasa- 
se á  manos  extranjeras  un  produelo  del  que  es- 
peraba tan  grandes  resultados.  La  exportación 
para  los  países  fuera  de  la  metrópoli  fué  entera- 
mente prohibida.  El  contrabando,  como  siempre 
fué  en  ayuda  de  los  colonos,  y  los  habitantes  de 
Tierra  Firme,  encontrando  mas  ventajas  en  tratar 
con  los  Holandeses  y  los  Ingleses  que  les  pa- 
gaban perfectamente ,  supieron  evitar  las  perse- 
cuciones de  las  aduanas  españolas.  Amsterdam 
se  convirtió  en  depósito  de  los  cacaos  de  Caracas, 
y  de  1706  á  1722  no  entró  en  ningún  puerto  es- 
pañol un  solo  buque  de  este  país.  Así  sucedía  que 
los  dueños  de  la  América  tenian  que  acudir  á 
los  mercados  extranjeros,  haciendo  gastos  enor- 
mes, para  proveerse  de  cacaos.  En  1728,  Felipe 
V  vendió  el  monopolio  exclusivo  de  este  comercio 
para  Caracas  y  Cumaná  á  una  compañía  de  viz- 
caínos ,  conocida  bajo  el  nombre  de  Compañía 
(¡uipuzcoana  de  las  Cavaras.  Los  buques  de  es- 
la  compañía  tenian  el  derecho  de  abastecer  á  Ca- 
racas, Cumaná,  la  Margarita  y  la  Trinidad,  y 
de  exportar  a.  Veracru?;  todos  los  cacaos  que  no 
podia  importar  á  España.  La  metrópoli  no  tardó 
en  recobrar  las  ventajas  que  bahía  perdido ,  y  en 
1763  entraban  enla Península  110.500  quintales. 
El  precio  había  bajado  de  80  á  40  duros  la  fane- 
ga, y  bastaron  muy  pocos  años  para  que  este 
producto  se  propagase  por  toda  la  Europa  y  en 
casi  todos  los  puntos  del  globo.  Mas  tarde  este 
comercio  se  vio  restringido  con  motivo  de  la 
guerra  con  los  Ingleses  y  por  las  preocupaciones 
de  la  administración ,  y  las  importaciones  del  ca- 
cao fueron  disminuyendo  hasta  á  últimos  del  si^lo 
pasado.  Algunos  años  después  este  comercio  vol- 
vió á  adquirir  cierto  vigor. 

La  exportación  de  la  Colombia,  sin  contar  las 
Guaianas  francesa,  inglesa,  holandesa  y  portu- 
guesa, se  calcula  que  es  anualmente  de  1 1 .000,000 


CAC 
dekilóg.de  cacao;  la  España  consume  4.000,000, 
y  además  recibe  mucha  cantidad.de  Guayaauil; 
Méjico,  que  prefiere  los  cacaos  de  la  Madaíena 
y  de  Maracaybo  ,  consume  3.000,000  ;  otros 
2. 000, 000  se  esparcen  por  la  Antillas,  y  el  resto 
se  trasporta  á  las  Filipinas  ó  á  los  diferentes 
puertos  de  Europa.  Los  cacaos  de  Tabago  no  sa- 
len de  Méjico  ;  los  de  Guatemala  van  el  mar  del 
Sud ,  y  la  Europa  solo  recibe  muy  corta  cantidad . 
Los  cacaos  de  las  Antillas  y  de  las  colonias  de 
la  Guiana  se  emplean  generalmente  en  la  madre 
patria. 

Los  primeros  cacaos  que  se  consumieron  en 
Francia  fueron  délas  colonias  Españolas,  pero 
hoy  dia  esta  nación  consume  una  cantidad  nota- 
ble de  cacao  de  Caracas,  de  Maracaybo  y  de  So- 
conusco. También  admite  los  de  las  Guianas 
holandesas  y  portuguesas,  los  de  la  Trinidad,  de 
Guayaquil  y  sobre  todo  los  del  Brasil,  etc. 

En  1806  ,*  el  Sr.  Humboldt  estimaba  el  consu- 
mo del  cacao  en  Europa  á  23.000,000  delibras, 
de  las  cuales  se  suponía  que  la  España  consumía 
de  6  á  9  millones. 

En  Inglaterra  se  consume  muy  poco  cacao, 
y  esta  particularidad  debe  atribuirse  mucho  mas 
á  los  enormes  derechos  que  pesan  sobre  este  ar- 
tículo que  á  falta  de  gusto  en  la  nación  por  es- 
te género.  En  1829  el  cacao  empleado  para  el 
consumo  doméslióo  en  Inglaterra  solo  ascendía 
á  393,715  libras. 

Comercio  del  cacao  en  España. 

El  comercio  del  cacao  en  nuestra  nación  es 
sumamente  considerable ,  y  podemos  asegurar, 
sin  miedo  de  ser  exagerados,  que  al  presente 
consumimos  nosotros  solos  casi  tanto  como  to- 
do el  resto  de  Europa.  El  cacao  nos  llega  direc- 
tamente de  los  puntos  de  producción,  y  el  que  tie- 
ne mayor  consumo  es  el  de  Caracas,  el  Carúpano*, 
y  el  de  Guayaquil.  Además,  recibimos  también, 
aunque  en  menor  cantidad,  los  de  Maracaybo, 
de  la  Trinidad  ,  de  Marañon  ,  de  Tabago  y  de 
Cuba. 

Como  lo  hemos  dicho  ya  en  otra  parle,  el  me- 
jor de  todos  los  cacaos  es  el  Soconusco.  En  Es- 
paña se  importa  también  de  éste ,  aunque  en  una 
cantidad  muy  escasa,  pues  su  precio  elevado  solo 
permite  que  "lo  usen  las  clases  mas  ricas  de  nues- 
tro país. 

Los  cacaos  Caracas  y  Carúpano  nos  llegan 
en  sacos  de  cáñamo,  cuyo  peso  es  de  unas  MO 
libras  castellanas,  que  equivalen  auna  fanega.  El 
de  Guayaquil  viene  del  punto  de  producción  á 
granel ,"  y  luego  de  llegado  á  los  puertos  españo- 
les se  coloca  en  sacos  de  cáñamo,  de  peso  de  lo 
á  I  í  arrobas  catalanas.  El  embalaje  del  cacao 
de  los  demás  puntos  que  hemos  nombrado  se  hace 
indistintamente  en  sacos  de  cáñamo  ó  de  pita,  y 
su  peso  está  sujeto  á  muchas  variaciones. 

*  Por  cacao  Carúpano  debe  cntenderso  una  segunda  ca- 
lidad de  cacao  de  Caracas  ,  que  se  nos  importa  tic  la  ciu- 
dad y  puerto  do  Carúpano  ,  provincia  de  Cumaná. 


C.\C 

En  cnanto  ¡i  las  taras  de  los  cacaos,  la  del 
Guayaquil  es  de  3  lib.  y  el  2  p.g  de  polvo.  La 
de  los  demás  son  i  lib.  de  tara  y  el  "i  p.§  tam- 
bién de  polvo. 

Según  la  balanza  de  la  Dirección  general  de 
Aduanas  y  Aranceles,  la  importation  de  cacao  en 
la  península  en  los  años  de  1848,  4<J  y  50  fué 
la  siguiente: 


Ca- 
caos. 


Piín/os  de 
producción. 


1818. 
Libras. 


1819. 

Libras 


1850. 
Libras. 


'  De  la  K.  de  Ve- 
nezuela.       .     4.G10.071  4.49»,800  5.975,100 

De  Puerto  Rico.    1.681,809  1.577,958  1.59», 500 

Posesiones  In- 
glesas    .    .       887,947  1.071,901 

De  \  arios  pini- 
tos     .     .     .  33,437      100,51"      360,700 


Total. 


'De  la  R.    del 
Ecuador. 

i  Isla  da  Coba 

1  Puerto  Rico. 
Estados -Uñados 

l  R.    de  Vene- 
zuela.    .     . 

De  varios  pun- 
tos.   .     .     . 

Total.    .     . 


6.013,324  7.146,836  7  934,300 


4  161,411  4.589,332  5.345,100 
;;.;2,i61      825,387      151,100 
&6",4SS 

487,100 

402,000 

492.800 

i  713,873   5.Í01.174   0.938,100 


Según  la  Balanza  de  la  I.  Junta  de  Comercio  de 
osla  ciudad,  el  movimiento  mercantil  en  el  puer- 
to de  Barcelona  en  el  año  de  1849  fué  el  si- 
guiente : 

Importación. 

Puntos  de  Producción.  Libras.      Reales.  Mis. 

Cacao.  Caracas 41,977  272,850  17 

Id.  Campano 60.935  304,673  ■ 

Id.  Guayaquil 300,156  750,390  » 

Id  Trinidad.            ...  52,622  171,021  17 

Id.  Caracas  del  extranjero.  451,352  2.933,788  « 


907,042    t.lSt,1tB 


Exportación. 

Cacao  Caracas  al  reino.  .  .         622;038  4.043,247 
Id.      Id.     al  extranjero.    .      13,873       90,171  17 

035,911  Í.133.Í21  17 


Usos  del  cacao. 

Los  usos  principales  é  importantísimos  del  ca- 
cao son  para  preparar  el  chocolate  (V.esta  pa 
labra) ,  y  para  extraer  su  aceite ,  de  que  hemos 
ya  hablado  en  su  lugar  correspondiente. 

La  almendra  de  cacao  es  nutritiva  ,  repara  las 


CAC  503 

fuerzas ,  y  conviene  sobre  lodo  á  los  viejos,  por- 
que, bajo  un  pequeño  volumen ,  contiene  uni- 
dlas materias  alimenticias;  es  calmante  y  útil  en 
las  afecciones  crónicas  del  pecho.  Comido  crudo 
es  un  alimento  grosero,  que  inspisa  la  sangre  y 
los  humores,  pesa  sobre  ciertos  estómagos  \  pue- 
de producir  obstrucciones. 

La  corteza  de  las  semillas  de  cacao,  separa- 
da por  la  testación ,  es  empleada  por  algunas 
personasen  cocimiento  como  béchiea,  etc.,  y 
sirve  para  ¡reparar  una  bebida  que,  azucarada, 
es  bastante  agradable. 

En  lis  Antillas  se  [trepara  un  dulce  excelente 
y  superior  á  los  mejores  de  Europa,  con  el  ca- 
cao cogido  antes  de  su  madurez  ,  esto  es,  antes 
deque  la  membrana  del  fruto  empiece  á  ser  de  co- 
lor amarillo.  La  preparación  del  Cacao  confitado 
nada  tiene  de  particular;  se  trata  el  cacao  con 
agua  ,  y  después  se  mete  en  azúcar  clarificado , 
y  se  le  "añaden  corteza  de  limón  y  canela  en  pe- 
dacitos  muy  menudos.  Se  deja  así  por  24  horas  ; 
luego  se  hace  pasar  cinco  ó  seis  veces ,  por  es- 
le  espacio  de  tiempo ,  por  nuevo  azúcar  clarifica- 
do progresivamente  mas  consistente ,  y  por  ulti- 
mo se  mete  en  otro  jarabe  de  mayor  consisten- 
cia ,  en  el  cual  se  pone  almizcle  y  ámbar  ú  otros 
perfumes  según  el  gusto,  quedando  asi  termina- 
da la  operación.  Pueden  hacerse  almendras  con- 
fitadas en  seco,  enjugándolas  bien,  metiéndolas 
en  un  jarabe  de  mucha  consistencia ,  y  secándolas 
en  una  estufa. 

CA€EKA§.  Raíz  de  las  Indias,  que  tiene , 
cuando  seca,  el  gusto  de  la  castaña,  y  es  comes- 
tible; pero  que  fresca  tiene  mal  gusto*  y  no  pue- 
de comerse. 

C'AC'HIDEjCachris.  Cénero  de  plantas 
delafamilia  de  las  umbelíferas  y  de  la  pentandria 
diginia  de  Linneo.  Todas  las  "especies  de  este 
género,  á  excepción  de  una,  habitan  en  la  Sitie- 
ría, en  las  partes  orientales  y  meridionales  de 
Europa ,  y  en  las  costas  septentrionales  de 
África. 

La  Cácride  de  fritos  lisos  (  Cachrys  kevi- 
gata,  Lamk.)  crece  en  las  cercanías  de  Mon- 
peller  y  en  otros  puntos  de  Francia  y  en  Es- 
paña. 

La  raíz  de  la  CÁCRinF.  o  don  tá  loica  [  Carlu-ys 
odontalgica,  Pallas),  que  crece  en  las  estepas  del 
Yolga,  es  usada  como  silagogo,  contra  los  ma- 
les de  dientes  y  las  tluxíones  de  la  boca. 

CACTO,  Cacti s.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  caí  teas  ó  nopaleas  ,  de  la  icosan- 
dria  monoginia  de  Linneo,  que  contiene  un  nú- 
mero considerable  de  especies  extrañas  natura- 
les de  América,  muchas  de  ellas  cultivadas  en 
nuestros  jardines  como  plantas  de  adorno,  ya 
dentro  de  invernáculos  en  la  mayor  parte  de  Eu- 
ropa, ya  al  aire  libre  en  los  distritos  meridiona- 
les de  España,  Portugal,  Italia ,  etc. 

Este  genero  ha  sido  elevado  por  los  modernos 
á  familia,  une  De  Candolle  distribuye  en  siete 
géneros:  Mamilaria,  Melocacto,  Khuxnocncto , 
Cirio,  Opuncia,  Perestjuia  y  Itipsáltde.  Noso- 
tros indicaremos  aqui  las  especies  que  tengan 


504  CAC 

algún  uso  bajo  el  antiguo  nombre  de  Cacto,  mas 
conocido  de  los  prácticos  que  estos  géneros  mo- 
dernos. 

Cacto  Bleo  {Cactus  Meo,  Kunth.).  Sirve  en 
la  América  del  sud  para  puriücar  el  agua  en  la 
cual  se  le  deslié  después  de  haberlo  machacado. 

Cacto  Opuncia,  Higuera  de  In- 
dias, Higuera  de  uaia,  Higuera 
chumba  (Cactus  Opuntia,  L. ).  Especie 
de  la  América  y  de  la  India,  cultivada  en  Es- 
paña ,  en  Italia ,  en  Portugal,  en  donde  crece 
en  los  peñascos,  en  los  paredes  viejas,  etc. 
Esta  planta  no  presenta  tallo  distinto ;  produce 
como  especies  de  hojas  que  se  suceden  las 
unas  á  las  otras,  y  cuya  separación  está  seña- 
lada por  angostamientos ,  de  los  cuales  se  eleva 
cada  hoja  lateralmente  y  en  una  posición  per- 
perpendicular  al  horizonte.  Estas  hojas  son  gran- 
des y  ovales  ,  tienen  la  forma  de  una  raque- 
ta, son  largas  de  12  á  U  pulgadas  ,  an- 
chas de  unas  seis  pulgadas  ,  y  gruesas  de  una 
pulgada,  carnosas  y  espinosas.  El  fruto  nace  en  el 
extremo  de  la  hoja :  es  grueso  como  una  pera  , 
ó  como  un  grueso  higo,  cubierto  con  una  corte- 
za gruesa  como  la  de  la  naranja,  siempre  verde, 
herizado  de  espinas  de  espacio  en  espacio  ,  ter- 
minado por  una  corona  caliciosa  ,  fuerte, 
espinosa  y  astringente.  Este  fruto  está  lleno 
en  su  interior  de  pequeños  granos  ó  semillas 
muy  duras ,  del  grosor  del  cilantro  ,  y  de  un  zu- 
mo rojo    como  escarlata,  de  un  sabor  dulce.  ■ 

El  fruto  de  esta  planta ,  llamado  Higo  de  In- 
dia, se  come  cuando  maduro;  tienen  la  carne 
de  un  amarillo  naranjado,  y  bastante  fácil  de 
digerir;  la  cantidad  de  zumos  acídulos,  rojos  y 
azucarados  que  contiene  lo  hacen  refrescante 
y  temperante.  Se  observa  que  las  orinas  de  los 
sujetos  que  comen  estos  frutos  en  demasía  se  co- 
loran enrojo,  sin  causar  otro  inconveniente,  lo 
que  se  ha  indicado  ya  para  la  remolacha. 

Las  hojas  de  este  cacto ,  de  que  se  hacen  se- 
tos, conúehen  un  zumo  dicho  emoliente  por  los 
unos,  y  vejigante  por  los  otros,  y  así  es  que  és- 
tos recomiendan  su  uso  contra  la  gota ,  de  la  que 
se  hace  un  específico,  la  odontalgia  ,  la  otalgia, 
la  pleuresía  ,  etc.  También  se  emplean  para  ex- 
tirpar de  raíz  los  callos,  lo  que  la  naturaleza 
carnosa  de  su  tejido  hace  Creíble ,  porque 
su  humedad  sostenida  por  espacio  de  muchos  días 
procura  la  caída  de  estas  producciones  tan  do- 
lorosas.  El  Sr.  Descourlils  pretende  que  al  inte- 
rior algunas  golas  de  zumo  de  tuna  purgan  vio- 
lentamente y  expulsan  los  gusanos.  l)e  las  semi- 
llas se  extrae  una  harina  blanca  de  la  que,  en 
América ,  se  hace  una  papilla  y  también  una  es- 
pecie de  pan. 

Cacto Pereskia  (Cactus  Pereshia  ,  L.). 
Sus  frutos  son  pequeños ,  semejantes  á  los  del 
grosellero,  lo  que  le  ha  hecho  llamar  Grosellero 
de  América ,  pero  no  se  usa  mucho. 

Cacto  decercas  (Cactus  sepium,1  Kunth.). 
Eos  frutos  de  esta  especie,  que  crece  al  pié  del 
Chimborazo ,  son  empleados  con  feliz  éxito  en 
las  calenturas  biliosas  por  los  indígenas. 


CAC. 

El  Cacto  que  lleva  Cochinilla  (Cactus  cocci- 
nilifer,  L.)  y  el  cacto  Tuna  (Cactus  Tuna ,L.) 
llamados  Nopal,  se  cultivan  en  varios  distritos 
meridionales  de  España ,  para  obtener  la  cochi- 
nilla que  vive  sobre  ellos.  Los  frutos  del  cacto 
luna  son  muy  estimados  en  Chile;  en  esta  especie 
se  ha  observado  una  goma  que  se  eree  ser  la  lla- 
mada Basora. — V.  esta  palabra. 

CACHALOTE,  Physeter.  Género  de 
cetáceos  macrocéfalos,  que  viven  en  todos  los 
mares  bajo  todas  las  zonas ,  aunque  parecen  es- 
coger con  preferencia  las  regiones  tropicales. 
Puede  caracterizarse  de  la  manera  siguiente: 
cabeza  enorme,  bruscamente  truncada  hacia  de- 
lante, que  forma  el  tercio  ó  el  cuarto  de  la  lon- 
gitud total  de  sú  cuerpo;  dientes  rudimentarios  ó 
nulos  en  la  mandíbula  superior,  y  muy  desarro- 
llados y  en  número  variable  en  la  mandíbula  in- 
ferior. 

Todos  los  datos  recogidos  hasta  aquí  para  fi- 
jar el  número  de  especies  de  este  género  no 
ofrecen  el  grado  de  certeza  correspondiente  al 
objeto ,  como  se  vé  por  lo  muy  discordes  que 
han  estado  sobre  este  punto  los  autores  sistemá- 
ticos. Sibbald  fué  el  primero  que  tuvo  la  idea  de 
reunir  todos  los  cetáceo?  cuya  mandíbula  infe- 
rior es  la  única  que  está  armada  de  dientes,  des- 
cribiendo cuatro  especies,  una  de  las  cuales  no 
tiene  evidentemente  ninguno  de  los  caracteres 
del  género  Cachalote  y  sin  duda  debe  ser  un 
Beluga,  llai  y  Artedi  no  hicieron  mas  que  co- 
piar á  Sibbald.  Brisson  reconoció  siete  especies 
de  cachalotes.  Linneo  admitió  cuatro  en  su  gé- 
nero Physeter.  Bonaterre  creyó  que  podia  carac- 
terizar seis.  Lacépéde  admitió  ocho  a  las  cuales 
Desmarets  añadió  otra,  establecida  según  los 
dibujos  chinos.  Estos  dos  últimos  autores  dividie- 
ron el  género  Cachalote  en  tres  sub-géneros: 
los  Cachalotes  propiamente  dichos,  los  Fisales 
y  los  Fiséteres. 

G.  Cuvier,  en  sus  investigaciones  sobre  los 
huesos  fósiles ,  se  vio  en  en  el  caso  de  hacer  un 
estudio  severo  de  todos  los  materiales  esparcidos 
que  acabamos  de  indicar.  Para  determinar  las 
especies  perdidas,  era  menester  tener  un  exacto 
conocimiento  de  las  existentes.  El  resultado  de 
este  examen  fué  que  todas  las  especies  admitidas 
hasta  entonces  se  reducían  á  una  sola  bien  de- 
terminada, el  Cachalote  macrocéfalo,  que,  según 
parece,  se  encuentra  en  todos  los  mares  árticos. 
Algunas  diferencias  que  presentaron  á  este  sabio 
mandíbulas  procedentes  de  cachalotes  cogidos  en 
los  mares  antarticos,  le  condujeron  á  sospechar 
que  éstos  podían  formar  una  especie  distinta;  pe- 
ro no  se  creyó  con  fuerzas  suficientes  para  ca- 
racterizarlo. Federico  Cuvier  y  Lesson  admitie- 
ron enteramente  las  conclusiones  de  G.  Cuvier, 
que  son  adoptadas  igualmente  por  los  mas  dis- 
tinguidos naturalistas  :  de  consiguiente  también 
nosotros  reuniremos  en  la  historia  del  Cachalote 
macrocéfalo  todo  lo  que  se  sabe  de  mas  positivo 
sobre  la  organización  y  las  costumbres  de  estos 
animales. 

Cachalote    mocrocéfalo ,  Cacha- 


CAC 
lote  coman  (Physuter  macrocrphalus ,  L.; 
Cátodo  a  mueroo'phalus ,  Laeep.).  Es  una  de  esos 
mamíferos  gigantea  cuya  enorme  misa  requería 
oslar  sostenida  en  medio  de  una  densidad  consi- 
derable para  que  fuesen  mas  fáciles  sus  movi- 
mientos. El  único  animal  que  le  excedo  en  lalla 
es  la  ballena.  Hay  quien  asegura  que  se  han  en- 
contrado cachalotes  hasta  de  .vi  pies  de  longitud: 
DO  es  raro  verlos  de  70  pies  de  largo,  y  cuyo 
máximo  de  circunferencia  es  de  '61  pies.  El  ca- 
chalote tiene  una  cabeza  enorme  (pie  forma  po- 
co mas  ó  menos  la  tercera  parlé  de  la  longitud 
de  su  cuerpo  :  es  bastante  parecida  á  un  grueso 
cilindro  ligeramente  comprimido,  \  está  cortada 
bruscamente  por  delante;  en  la  parte  inferior  se 
llalla  la  boca,  cuv a  mandíbula  inferior  esta  casi 
enteramente  oculta  por  la  superior,  que  la  exce- 
de (¡e  todos  lados.  Esta  cabeza  monstruosa  se 
une  sin  ninguna  apariencia  de  cuello  á  un  cuer- 
po macizo ,  cónico  y  terminado  por  una  ancha 
aleta  caudal.  Sobre"  el  dorso  se  ve  un  numero 
variado  de  protuberancias  carnosas  que  repre- 
sentan la  aleta  dorsal.  Las  aletas  pectorale- o  los 
brazos  ocupan  su  lugar  'ordinario,  y  su  exten- 
sión, si  bienes  batíante  considerable ,  parece 
poco  proporcionada  a  la  masa  que  deben  poner 
eu  movimiento.  La  piel  que  cabré  este  cetáceo  es 
í-uave  como  la  seda  ;  en  las  partes  superiores  del 
cuerpo  su  color  es  negruzco  ó  de  un  azul  pizar- 
roso, mezclado  muchas  veces  con  \ ¡sos  grises  ó 
verdosos,  y  salpicado  de  blanco;  el  vientre  es 
siempre  de  color  blanquizco. 

Muy  pocas  cosas  se  saben  acerca  de  los  órga- 
nos de  los  sentidos  de  los  cachalotes.  Como  en 
los  demás  cetáceos ,  en  ellos  el  tacto  ha  de  ser 
muy  obtuso  en  razón  de  la  espesa  capa  de  grasa 
que  cubre  su  piel.  Los  ojos,  muy  pequeños  á 

Iiroporcion ,  se  hallan  situados  muy  atrás  del 
iocico  en  una  ligera  prominencia:  su  color  se 
dice  que  es  amarillento,  y  algunos  pelos  cortos  y 
tiesos  que  los  rodean  pueden  considerarse 
como  que  sirven  de  cejas  ó  pestañas.  La  ore- 
ja solo  se  distingue  exterionnenle  por  una  es- 
trecha abertura  que  sirve  de  orificio  exter- 
na alconducto  auditivo.  Las  narices  reunidas 
en  una  sola  abertura  semicircular,  agujereadas 
en  la  parte  superior  y  anterior  del  hocic»,  sirven 
de  espiráeulo  y  sobre  todo  de  orilicio  extre- 
mo al  aparato  respiratorio.  De  lodos  los  ór- 
gano; sensitivos,  la  lengua  es  la  única  que 
parece  destinada  á  desempeñar  una  función 
bien  desarrollada :  es  gruesa,  carnosa ,  cubierta 
de  tegumentos  delicados,  y  susceptible  de  movi- 
mientos de  extensión  y  contracción  muy  gran- 
des. 

Las  dos  mandíbulas  están  armadas  de  dientes, 
pero  estos  órganos  permanecen  rudimentarios  o 
desaparecen  enteramente  en  la  mandíbula  supe- 
rior; en  la  inferior,  por  el  contrario,  llegan  ;¿ 
adquirir  nn  desarrollo  considerable  ;  su  numero 
y  su  forma  son  muy  variables.  En  la  juventud, 
estos  (líenles  están  desprovistos  de  ratee 
cónicos  y  ligeramente  encorvados  hacia  atrá  •; 
mas  tarde  adquieren  raíz,  pasan  á  ser  ovoideos  v 
"     6i 


CAC  505 

se  enderezan  casi  enteramente.  El  mayor  núme- 
ro de  ellos  que  se  ha  podido  observar  es  oí  ¡  un 
individuo  de  TOpiésdc  longitud  tenia  52,  mientras 
que  otro  de  49  pies  presentó  tan  solo  36,  de  loque 
se  conjetura  que  los  dientes  se  multiplican  á  me- 
dida que  aumenta  la  talla  del  animal.  Por  lo  de- 
más, parece  que  estos  dientes  sirven  únicamente 
para  sujetar  la  presa  que  el  cachalote  ha  hecho , 
y ,  al  cerrarse  la  boca,  son  recibidos  en  cavida- 
des formadas  en  las  encías  de  la  mandíbula  mi- 
perior. 

Se  poseen  muy  escasas  noticias  anatómicas 
sobre  los  cachalotes  para  entrar  en  pormenores, 
que  por  otra  parte  nos  alejarían  de  nuestro  obr 
jeto. 

Los  Cachalotes  recorren  ordinariamente  los 
mares  reunidos  en  bandadas,  algunas  veces  nu- 
merosas ,  que  reconocen  por  jefe  un  macho  que 
nada  un  j)oco  adelante  de  los  demás,  pronto  á 
dar  la  señal  para  huir  ó  combatir.  La  señal  en  es- 
te caso  dicen  que  es  un  grito  fuerte  y  retumban- 
te parecido  al  sonido  de  uua  cam¡>ana. 

Nada  se  sabe  de  positivo  acerca  de  la  propor- 
ción de  los  machos  y  de  las  hembras  que  compo- 
nen estas  hordas  errantes,  ni  tampoco  lo  relati- 
vo á  la  cópula  de  ambos  sexos  y  á  la  duración 
de  la  gestación.  El  núm  to  de  los  pequeñuelos 
parece  ser  de  uno  ó  dos  en  cada  parto  ,  y  al  na- 
cer han  adquirido  ya  la  cuarta  parte  de  la  talla 
á  que  deben  llegar  después.  Parece  que  las  ma- 
dres tienen  mucho  apego  a  sus  crias,  y  si  so 
presenta  im  peligro  huyen  con  ellas  0  se  prepa- 
ran á  defenderlas.  Este*  amor  las  ciega  hasta  el 
extremo  que  aseguran  que  si  el  pequeño  llega 
alguna  vez  á  encallarse ,  la  madre  sufre  la  mis- 
ma suerte  de  resultas  de  los  esfuerzos  que  hace 
para  salvarlo. 

Compréndese  fácilmente  que  la  conservación 
de  cuerpos  organizados  tan  considerables  debe 
exigir  una  gran  cantidad  de  alimento,  y  por  lo  mis- 
mo nada  extraño  es  que  los  cachalotes  sean  muy 
voraces.  Todo  es  bueno  para  ellos,  pescados, 
moluscos  ,  crustáceos:  asegurase  <iue  persiguen 
también  á  los  tiburones  y  a  las  ballenas  jóvenes 
con  tal  encarnizamiento  que  obligan  á  estos  ani- 
males á  arrojarse vn  las  playas,  en  las  que  algu- 
nas veces  se  enchufan  también  ellos  mismos,  ar- 
rastrados por  el  anhelo  de  la  caza.  Las  focas  es- 
tán igualmente  expuestas  á  sus  ataques,  y  hasta 
el  hombre  mismo  no- se  vé  libre  de  ellos.  Los 
pescadores  de  Islandia  aseguran  que  muchas 
.'síos  animales  agarran  con  la  boca  los 
barcos  ligeros  de  que  se  sirven  los  pueblos  del 
Norte,  los  vuelcan  y  devoran  la  tripulaciones. 

Al  Sr.  Beale  es  á  quien  se  deben  algunos 
pormenores  interesantes  respecto  de  las  costum- 
bres de  los  cachalotes  del  mar  del  Sud.  Este  ci- 
rujano ha  encontrado  muchas  veces  en  sus  viajes 
bandadas  de  2  ó  300  cachalotes ,  los  ha  \  isto 
batirse  entre  si  con  furor,  y  lanzarse  unos  con- 
tra otros  procurando  cogerse  por  la  mandíbula 
inferior.  En  el  estado  de  reposo  su  respiración 
es  muv  regular,  y  el  chorro  de  agua  que  salo 
por  el  "espiráeulo  casi  no  es  mas  que  vapor ;  cuan- 

TOMOI. 


SOG  CAG 

do  el  animal  está  enfurecido ,  esle  chorro  sale  con 
Aiolencia  hacia  adelante,  y  las  aspiraciones  se 
suceden  con  mas  frecuencia.  El  mismo  señor 
lieale  dice  que  estos  animales  pueden  aguantar 
una  hora  y  veinte  minutos  sin  respirar.  En  tiem- 
po ordinario  el  cachalote  hace  «unas  dos  leguas 
por  hora,  pero  puede  doblar  esta  velocidad.  En- 
tonces se  le  vé  subir  y  bajar  rápidamente  su  in- 
mensa cola,  y  el  cuerpo  según  su  movimiento  se 
descubre  y  se  sumerge  alternativamente  en  las 
olas.  A  cada  impulso  se  eleva  de  este  modo  25  ó 
30  pies  encima  del  agua ,  y  hay  veces  que  se  lan- 
za enteramente  fuera  del  mar.  Estos  hechos  cor- 
roboran del  todo  lo  que  IMinio  dijo  de  los  Fisé- 
teres  del  mar  de  las  Gálias. 


Pesca  del  cachalote. 


Los  Americanos  de  los  Estados-Unidos  fueron 
lospi  ui.er».  s  que  se  dedicaron  á  la  pesca  de  este 
animal,  y  aun  en  la  actualidad  conservan  en  es- 
ta industria  la  superioridad.  Hace  ya  unos  cin- 
cuenta años ,  cuando  apenas  se  conocia  en  Eu- 
ropa la  esperma  de  ballena  fuera  del  círculo  de 
las  boticas,  que  en  los  estados  de  New-Uam- 
pshire,  Massachussetts ,  Rhode-Island  y  Connet- 
ticut,  en  la  Nueva-Inglaterra,  el  pueblo  casi  ge- 
neralmente alumbraba  sus  casas  con  bujías  de 
esperma  de  ballena  imperfectamente  purilicada, 
que  no  salian  mas  caras  que  las  velas  de  se- 
bo :hoy  día  en  Inglaterra ,  Francia  y  España  es- 
ta sustancia  es  un  artículo  de  lujo ,  pues  los  pro- 
cedimientos de  depuración,  y  coloración  de  la 
adipocira  han  llegado  á  obtener  el  ultimo  gra- 
do de  perfección. 

El  sitio  que  prefieren  los  Americanos  para  la 
pesca  del  cachalote  son  las  islas  Molucas  en  don- 
de encuentran  pocos  rivales  :  sin  embargo  ,  tam- 
bién parece  que  acuden  allí  algunos  pescadores 
franceses.  Los  cachalotes  se  hallan  en  grandísi- 
mo número  en  el  mar  situado  entre  el  archipié- 
lago de  las  Molucas ,  la  isla  Timor ,  la  de  Ti- 
mor-Laout ,  las  islas  de  Arou ,  y  la  Australia  sep- 
tentrional. 

Se  asegura  que  los  buques  que  se  ocupan  en 
la  pesca  del  cachalote  en  los  mares  que  hemos 
nombrado,  emplean  anualmenle  al  menos  3,200 
hombres,  los  cuales  suponen  de  120  á  140  bu- 
ques con  una  tripulación  de  23  á  27  hombres  co- 
mo término  medio,  y  que  el  producto  de  esta  pes- 
ca se  calcula  de  un  valor  total  de  5  millones  de 
<lollars  (ICO millones  de  reales)  cada  año. 

El  capitán  Freycinet,  en  la  relación  de  su  via- 
je ,  da  á  conocer  muchos  pormenores  inte- 
resantes sobre  este  género  de  industria :  ha- 
biendo pasado  una  porción  de  dias  de  calma  al 
lado  de  un  buque  ballenero,  se  encontró  que  el 
capitán  de  éste  era  un  hombre  tan  comunicativo 
como  inteligente,  y  obtuvo  de  él  varios  pormeno- 
res de  utilidad. 

Tanto  en  las  islas  Molucas  como  en  el  gran 
Océano  hay  unos  80  buques  ingleses ,  y  sobre 
100  americanos  ocupados  en  la  pesca  del  cacha- 1 


CAC 

lote.  El  capitán  Haumat  cruzaba  regularmente 
por  los  alrededores  de  Célebes  y  de  Timor ;  para 
completar  su  cargamento  necesitaba  unos  20  me- 
ses en  los  cuales  debia  pescar  de  85  á  100  ca- 
chalotes. Los  que  habia  cogido  de  mas  talla  no 
habían  pasado  nunca  de  64  pies  de  longitud.  En 
cetáceo  de  esta  dimensión  puede  dar  too  barri- 
les ( cada  uno  de  125  litios)  de  aceite  y  24  de 
adipocira.  Las  hembras  de  estos  animales  son 
siempre  mas  pequeñas  que  los  machos,  y  gene- 
ralmente no  dan  mas  que  unos  18  barriles  de 
adipocira. 

La  operación  de  harponear  el  cachalote  no  de- 
ja de  ser  difícil  y  exige  tanta  habilidad  como 
práctica,  y  asi  es  que  un  buen  harponero  es  un 
nombre  muy  buscado.  Rara  vez  se  hiere  al  ani- 
mal desde  el  mismo  buque  ballenero,  sino  que 
para  esta  operación  es  preciso  trasladarse  con 
preferencia  á  bordo  de  embarcaciones  ligeras , 
dotadas  de  una  marcha  superior,  á  las  que  dan 
el  nombre  de  balleneras ;  cada  buque  pescador 
lleva  á  su  bordo  muchas  de  estas  embarcaciones, 
que  cada  una  tiene  siete  avirones  de  los  cuales 
uno  sirve  de  timón.  Los  útiles  que  corres- 
ponden á  cada  una  de  estas  barquitas  son  : 
dos  harpones  colocados  en  una  horquilla  con 
su  sondalesa correspondiente;  otros  tres  deposi- 
tados en  sus  estuches  sobre  las  banquetas ;  una 
lanza  colocada  sobre  la  barandilla ,  y  dos  tone- 
les de  reserva ;  una  hacha ,  un  cuchillo  ,  una 
boya  con  su  señal;  una  ó  dos  sondalesas  de 
dos  pulgadas  y  media  de  circunferencia  rolladas 
dentro  de  una  cuba  ancha,  un  bidón  y  un  game- 
lote. 

El  harponéo  del  cachalote  difiere  algún  tanto 
del  de  la  ballena  franca,  y  por  lo  mismo  creemos 
deber  dar  los  siguientes  pormenores. 

Los  balleneros  se  esfuerzan  desde  luego  en  pa- 
sar junto  al  animal  en  la  dirección  de  la  cabeza 
á  la  cola ;  el  harponero  se  coloca  á  la  proa  de  la 
barca,  los  avirones  están  todos  levantados,  el 
patrón  ó  timonero  preparado.  El  harponero  toma 
el  primer  harpon  de  los  que  están  sobre  la  hor- 
quilla, calcula  la  distancia,  manda  el  movimien- 
to que  ha  de  hacer  la  barca ,  y,  fijando  la  vista 
en  el  punto  que  quiere  herir,  arroja  en  seguida 
el  hierro  con  toda  la  fuerza  de  su  brazo.  El  har- 
pon se  dirige  regularmente  á  los  alrededores  de 
la  aleta  pectoral.  El  momento  de  herir  el  cachalo- 
te es  muy  peligroso,  pues  apenas  el  cetáceo  sien- 
te el  pinchazo  se  agita  con  furor,  y  se  ha  visto  mas 
de  una  vez  que  de  un  coletazo  ha  arrrojado  por 
los  aires  á  la  barca  junto  con  los  pobres  pesca- 
dores cuya  destreza  y  prontitud  no  han  podido 
garantirles  contra  este  choque  violento. 

Puede  suceder  que  el  cachalote  esté  tan  bien 
tocado  que  se  vuelva  tripa  arriba  enseguida,  que- 
dando  muerto  del  golpe.  Sin  embargo  ,  la  mayor 
parle  de  las  veces  queda  tan  solo  herido,  y  enton- 
ces sigue  nadando  á  la  superficie  del  agua  arras- 
trando tras  sí  el  ballenero  al  que  se  halla  atado 
por  medio  de  la  cuerda  fijada  al  mortífero  instru- 
mento .-  en  este  caso  el  pescador  coge  el  según- 


GÁG 

do  harpon  ,  y  lo  arroja  lo  mismo  que  el  primero. 
Pero  si  sucede  lo  que  se  ve  con  frecuencia  que 
el  cachalote  se  sumerja  verlicalmenle,  es  menes- 
ter en  este  raso  que  la  cuerda  ceda  con  rapidez 
para  (|ue  el  impulso  dado  por  el  cetáceo  no  pue- 
da comprometerá  la  embarcación.  Si  la  cuerda 
Negase  á  enredarse,  seria  menester  corlarla  con 
mucha  prontitud  ,  y  la  misma  maniobra  seria  in- 
dispensable si  la  cuerda  saliéndose  del  punto  en 
que  debe  estar  en  el  extremo  de  la  barca  se  atra- 
\  osase  en  uno  de  los  costados ,  pues  que  a  la  me- 
nor omisión  baria  volcar  la  barca. 

Casi  siempre  se  tienen  dos  sondalesas  atadas 
la  una  al  extremo  de  la  otra  ,  formando  una  lo  .- 
gilud  total  de  480  brazas  ,  y  cuando  sucede  que 
esta  no  basta  para  seguir  al  animal  que  huye  he- 
rido, es  necesario  soltar  el  cabo.  Esta  eireuns- 
l  incia  se  ha  calculado  ya  y  previsto  de  antema- 
no: entonces  se  ala  al  "extremo  la  boya  con  su 
bandera  que  sirve  de  señal  y  se  lanza  al  agua. 
Asi  el  barco  puede  después  encontrarle  con  mas 
facilidad. 

Cuando  se  puede  juzgar  que  tendrá  lugar  el 
caso  explicado  en  el  párrafo  anterior,  lo  que  se 
conoce  por  la  rapidez  con  que  el  animal  se  su- 
mérgele trata  de  fatigarlo  soltándole  poca  cuer- 
da para  obligarle  á  hacer  mucha  fuerza  ,  hasta  el 
extremo  de  que  la  proa  de  la  embarcación  ,  por 
encima  de  la  cual  pasa  la  cuerda,  esté  casi  á 
flor  de  agua. 

Cuando  la  cuerda  está  poco  tirante  se  tiene  al 
mismo  cuidado  en  irla  cobrando ,  como  también 
en  mojarla  cuando  se  suelta  muy  aprisa  ,  pues 
de  no  hacerlo  podría  inflamarse  con  facilidad. 

El  cetáceo  debilitado  no  tarda  en  subir  á  la 
superlicie  para  respirar,  y  habiéndose  cobrado 
la  cuerda  a  medida  que  va  subiendo,  resulta  que 
el  buque  se  encuentra  muy  cerca  del  animal.  El 
harponero  se  arma  en  seguida  con  su  lanza  y  lo 
hiere  con  repetidos  golpes  en  la  cabeza  ,  ó  me- 
jor en  la  región  del  corazón  ,  hasta  que  le  dá  el 
golpe  mortal.  Entonces  se  vé  luego  que  el  ani- 
mal empieza  á  arrojar  sangre  por  el  espiráculo, 
señal  cierta  de  su  próxima  muerte  :  el  cetáceo 
se  echa  sobre  el  costado ;  los  mo\itnientos  pre- 
cipitados de  la  aleta  lateral  indican  que  solo  le 
queda  un  resto  muy  escaso  de  existencia  ;  en  fin, 
luego  que  ha  exhalado  el  último  aliento,  se  le 
remolca  al  lado  del  buque  en  donde  con  la  ayu- 
da de  las  garruchas  del  palo  mayor  se  le  suspen- 
de en  el  aire ,  de  modo  que  pueda  irse  volviendo 
fácilmente  á  medida  que  se  le  despoja  de  su 
grasa. 

Varios  hombres  colocados  en  galerías  volantes, 
situadas  al  exterior  del  buque,  empiezan  a  des- 
tazar el  animal  por  zonas  circulares  valiéndose 
de  grandes  cuchillos  ;  la  manteca  se  va  cortan- 
do á  pedazos  de  forma  prismática,  que  una  per- 
sona destinada  al  efecto  va  clavando  en  una 
horquilla  de  mango  largo,  y  arrojándolos  sobre 
el  puente  de  la  embarcación.  Eslos  pedazos  se 
cortan  en  seguida  encima  de  un  pilón  para  ser 
echados  en  las  calderas,  y  luego  que  han  dado 
todo  el  aceite  que  contenían,  el  residuo  se  ulili- 


CAC  507 

za  como  combustible  ,  ácuyo  uso  sirven  tambiea 
los  huesos. 

A  medida  que  se  va  extrayendo  la  esperma  do 
ballena  ó  la  adipocira  de  la  cabeza  del  cacha- 
lote ,  se  coloca  en  grandes  cajas  de  cobre  esta- 
ñado, para  que  pueda  hacerse  derrilir  mas  fá- 
cilmente ,  y  conservarse  después  en  vasos  del 
mismo  metal  siTimados  al  fondo  del  buque. 

En  el  JSorth  avurican  review  hemos  encontra- 
do documentos  muy  recientes,  y  que  se  tienen 
por  muy  exactos,  acerca  de  la  pesca  que  hemos 
descrito  ,  y  que  completan  el  cuadro  de  la  pes- 
ca americana.  Los  Estados-Unidos  de  la  América 
Septentrional  se  han  colocado  desde  hace  mucho 
tiempo  á  la  cabeza  de  las  naciones  balleneras. 
Las  primeras  tentativas  se  hicieron  á  bordo  de 
barcos  sin  puente,  en  las  costas  del  cabo  de  Cod 
y  de  Nauluck.it.  Luego  que  se  señalaba  una  ba- 
llena los  pescadores  salían  al  mar,  costumbre 
que  se  conserva  aun  en  algunas  partes;  sin  em- 
bargo, estas  débiles  embarcaciones  no  tardaron 
en  convertirse  en  sloops,  que  se  atrevieron  á  pe- 
netrar en  el  Norte,  hasta  en  los  estrechos  de  Be- 
lle-Isle,  y  al  Sud  en  el  mar  de  las  Indias  occi- 
dentales."El  sloop  se  trasformó  á  su  vez  en  ber- 
gantín, y  fué  á  esplorar  las  costas  del  África.  Los 
aventureros  pasaron  al  Ecuador  para  buscar  su 
presa  en  las  costas  del  Brasil  y  de  la  Patagonia. 
Bien  pronto  las  dificultades  que  ofrecía  el  doblar 
el  cabo  de  Hornos  abrió  á  los  buques  ameiicanos 
la  vía  del  Océano  pacífico.  Ahora  se  ven  en  to- 
dos los  puntos  occidentales  de  la  América  meri- 
dional, y  mas  de  cien  buques  se  dirigen  todos  los 
anos  á  las  islas  Uaouui ;  también  surcan  en  todas 
direcciones  el  Océano  pacífico  hasta  las  costas 
del  Japón.  Algunas  veces  regresan  doblando 
el  cabo  de  Buena  Esperanza ,  dando  así  la 
vuelta  al  globo.  Este  viaje  generalmente  dura 
tres  anos. 

Según  dice  el  autor  americano  ,  se  distinguen 
naturalmente  dos  clases  de  pesca:  la  una  dedica- 
da á  la  ballena  franca ,  y  la  otra  á  los  cachalo- 
les.  Esta  última  emplea  250  buques;  el  término 
medio  de  la  duración  de  sus  viajes  es  de  30  me- 
ses. La  pesca  de  la  ballena  ocupa  150  buques;  el 
término  medio  de  los  viajes  de  éstos  es  de  10 
meses. 

Los  cachaloteros  se  dirigen  generalmente  alas 
costas  de  África  y  de  las  islas  Azores  ;  los  ver- 
daderos balleneros  ,  por  el  contrario,  se  dirigen 
á  las  aguas  del  Brasl,  y  de  la  Patagonia.  Los  pes- 
cadores de  las  costas  de  la  Groenlandia  se  llevan 
en  seguida  la  grasa  á  su  país,  y  alli  extraen  el 
aceite,  mientras  que  los  percadores  americanos 
hacen  esta  operación  á  bordo  de  sus  embarcacio- 
nes. El  aceite  en  el  momento  de  su  extracción, 
nada  tiene  de  fétido  ni  de  nauseabundo ,  y  los 
marineros  lo  empleau  para  freír. 

Una  gran  cantidad  del  espermaceti  se  consu- 
me en  los  Estados-Unidos  en  las  fabricas  de 
bujías  diáfanas,  que  hoy  día  se  cuentan  en  nu- 
mero de  mas  de  60 ,  que  elaboran  mas  de  30 
mil  quintales  de  bujías.  En  cuanto  al  aceite  de 
ballena,  la  mayor  parte  se  exporta  para  el  ñor- 


(508  CAC 

te  de  Europa  ,  en  donde  se  emplea  principalmen- 
te en  el  alumbrado  y  en  la  preparación  de  los 
cueros,  fabricación  de  jabón  inglés,  ele,  ote. 

Hace  años  se  abrió  para  los  Ingleses  una  nue- 
va carrera  en  la  pesca  de  la  ballena.  Los  habi- 
tantes de  la  Nueva-Gales  del  Sud  (Australia)  se 
dedican  á  ella  desdo  hace  algún  tiempo  con  mu- 
cho ardor  y  provecho.  El  puerto  de  Sidney  cuen- 
ta muchos  'balleneros ,  y  como  este  país  está  colo- 
cado al  alcance  délas  mejoresestaciones,  sus  pes- 
cadores puedenhacer  tres  viajes,  mientras  que  los 
Ingleses  de  Europa  y  los  Americanos  de  los  Es- 
tados Unidos  hacen  solamente  dos :  en  cincuen- 
ta dias  llegan  á  los  puntos  á  donde  sus  concur- 
rentes no  pueden  presentarse  sino  después  de  sie- 
te meses  de  navegación. 

Los  Franceses  toman  una  parte  muy  limitada 
en  la  especulación  de  la  industria  ballenera,  y  sin 
embargo  la  nación  francesa  hace  un  consumo  muy 
importante  de  los  productos  de  esta  pesca.  La 
adipocira  purificada  por  medio  de  procedimien- 
tos perfeccionados,  sobretodo  en  Paris, trashu- 
mada en  bujías  diáfanas  ,  amoldadas  y  coloradas 
con  elegancia,  constituyen  hoy  una  de  las  nece- 
sidades del  lujo,  y  uno'de  los'goces  de  laclase 
rica. 

Hemos  vista  ya  que  la  industria  ballenera  de 
los  Vascos  ,  tan  floreciente  en  otros  tiempos,  se 
vio  desde  1700  casi  reducida  á  la  nulidad. 

Algunos  esfuerzos  tentados  después  por  el  go- 
bierno francés  para  resucitar  esta  industria  fue- 
ron del  todo  infructuosos  ,  ya  porque  dejaron  de 
ser  secundados  por  la  voluntad  nacional ,  ó  bien 
por  falta  de  propensión  en  el  comercio  francés; 
sin  embargo,  en  1784,  el  rey  Luis  XYI  quiso  im- 
primirle un  movimiento  de*  emulación,  y  en  el 
puerto  de  Denqoerque  mandó  equipar  ás*us  ex- 
pensas seis  balleneros,  que  hizo  tripular  por  ma- 
rinos prácticos,  alistados  con  gastos  enormes  en 
Nantuckct  en  los  Estados-luidos.  La  especulación 
produjo  buenos  resultados  y  por  un  momento  pa- 
reció que  el  ejemplo  iba  á  ser  imitadoporlos  co- 
piantes del  poder.  En  1790  la  Francia  contaba 
unos  40  balleneros,  pero  las  guerras  de  la  re- 
volución no  tardaron  en  coftáí  el  vuelo  que  esta 
industria  había  empezado  á totear. 

Después  del  restablecimiento  de  la  paz,  en  1814, 
el  gobierno  déla  rama  directa  de  los  Borbones 
concibió  algunos  proyectos  lauda!  les  relativa- 
mente ajos  recursos  qiíepodia  ofrecer  á  la  Fran- 
cia lainduslria  ballenera,  tanto  como  alimento  del 
comercio  como  también  como  medio  de  formar 
marinos  atrevidos  y  experimentados.  Los  deseos  de 
aquel  gobierno  se  vieron  lustrados ,  y  nos  seria 
difícil,  sin  embargo,  el  indicarlas  causas  que 
contribuyeron  á  este  mal  resultado. 

Producios  ñliles  del  cachalote. 

Además  del  Ámbar  gris,  del  cual  hemos  halla- 
do ya  en  su  correspondiente  lugar,  hay  íaEsper- 
ma  de  ballena  que  el  cachalote" produce  en  abun- 
dancia ,  y  que  tan  buscada  es  en  el  comercio  pa- 
ra  la  fabricación  de  bujías.  La  grasa  de  este 


CAC 

cetáceo  sirve  para  hacer  aceite  ,  y  cada  uno  de 
éstos  animales  da  hasta  la  cantidad  100  barriles. 
La  carne  del  gran  cachalote  es  de  un  color  ro- 
jo muy  subido,  dura,  y  entrelazada  de  tendones, 
(¡e  ligamentos  y  de  libras  groseras ;  aun  asi  es 
un  alimento  muy  apreciado  de  los  Groenlandeses, 
quienes  la  comen  haciéndola  antes  secar  al  hu- 
mo ;  éstos  también  se  flimentan  con  los  intestinos 
del  mismo  animal.  Su  lengua  ofrece  á  los  marinos 
una  comida  muy  sabrosa;  su  aceite,  análogo  al 
de  la  ballena,  se  emplea  para  los  mismos  usos 
que  éste;  sus  tendones  y  sus  aponcvrosis  pro- 
ducen fmalrm  nte  una  especie  de  ictiocola,  y  lo 
mismo  que  sus  dientes  y  sus  huesos  se  utilizan 
para  diversos  usos  económicos  en  los  pueblos  del 
Norle. 

EsrF.RK.v  pe  Balitea,  Ui.anco  pe  baiif.na, 
Adipocira  ,  Cetina.  Materia  grasa ,  de  naturaleza, 
particular ,  que  existe  en  el  estado  de  disolución 
en  un  aceite  que  se  halla  interpuesto  entre  las 
membranas  del  cerebro  de  diversas  especies  de 
cachalote,  y  que  también  se  encuentra,  pero  en 
menor  cantidad  ,  en  el  aceite  de  ballena. 

El  nombre  de  Esptrma  de  ballena  es  impropio, 
puesto  que  esta  sustancia  no  es  un  producto  de 
ios  órganos  de  la  generación  ;  el  de  Blanco  de 
ballena  también  es  inexacto,  porque  no  es  pro- 
ducto de  la  ballena  sino  del  cachalote ;  el  de 
Adipocria,  que  le  dióFourcroy ,  no  le  correspon- 
de, porque  pertenece  á  la  grasa  de  los  cadáve- 
res; el  de  Cetina,  que  le  impuso  Chevreul ,  to- 
mado de  la  palabra  cetáceo ,  es  el  que  mas  le  cor- 
responde, porque  recuerda  su  origen. 

Las  cavidades  del  cráneo  que  contienen  el 
blanco  liquido  se  comunican  con  un  canal  raqui- 
dieno  cuyas  ramificaciones  se  distribuyen  por 
todas  laspartes  del  cuerpo.  El  aceite  que  se  saca 
se  solidifica  un  poco  después  por  el  enfriamiento,  y 
se  somete  á  la  prensa  para  separar  la  parte  liqui- 
da interpuesta.  La  parte  sólida  ,  que  es  el  blanco 
de  ballena,  se  hace  derritir  á  fuego  lento,  y  se 
pone  después  á  enfriar  para  que  vuelva  á  crista- 
lizarse de  nuevo. 

La  esperma  de  ballena  existe  también  en  el 
aceite  de  ballena  y  rn  el  de  algunos  otros  pe- 
ces, aunque  en  menor  cantidad.  También  con  el 
tiempo  se  desprende  del  aceite  de  estos  ultimes 
algún  poco  de  esperma  de  ballena. 

Esla  materia  cuando  es  pura  se  presenta  en 
masas  mas  ó  menos  considerables,  trasparentes, 
de  una  blancura  brillante  y  nacarada,  aceitosas  al 
lacio ,  un  poco  flexibles  "bajo  el  dedo ,  y  que  se 
dividen  en  cortezas  delgadas  trasparentes  y  mi- 
cáceas bajo  una  presión  mas  fuerte;  su  peso  es- 
pecífico es  de  0,934.  Se  licúa  muy  fácilmente  al 
fuego  ,  y  se  congela  á  una  temperatura  de  44  á 
49  grados  centígrados,  y  arde  con  una  llama 
muy  brillante;  es  insoluble  en  el  agua  y  solu- 
ble al  contrario  en  los  aceites  fijos  y  volátiles, 
el  alcohol  y  el  éter.  El  éter  frió  disuelve  0,20  de 
su  peso,  según  el  Sr.  Poullav;  el  alcohol  do  40 
grados  trio  disuelve  solamente*  0,(H39,  y  el  mismo 
•alcohol  hiniendp  6,(1833  ¡  según  el  Sr. Chevreul, 
el  alcohol  mas  rectificado  no  disuelve  sino  0,0 í. 


CAC 

El  blanco  de  ballena  calentado  en  una  retorta 
se  volatiliza  y  se  descompone  en  parte.  Según 
los  SS.  Pelletier  v  Caventou,  no  es  alterable  por 
elácido  nítrico.  Se  saponifica  con  la  potasa  caus- 
tica ,  aunque  difícilmente:  se  forman  oleato  y 
margarato  potásicos  sin  glicerina;  cuando  se 
descompone  el  jabón  por  un  acido,  (pie  se  satu- 
ran los  ácidos  oléico  y  margárico  con  la  barita, 
y  que  se  trata  al  jabón  baritico  con  el  alcohol  ó 
el  éter  trios,  se  disuelve  un  cuerpo  graso,  neutro 
y  cristalizaba  (pie  forma  los  0,40  del  blanco  de 
ballena"  empleado.  El  Sr.  Cbevreul  hadado  áeste 
ciierpo  el  nombre  de  Etnl,  porque  está  formado, 
(.orno  el  éter  y  el  alcohol,  de  carburo  dihídrico  y 
agua,  aunque  las  proporciones  son  diferentes. 

Esta  sustancia  tiene  una  composición  diferente 
de  la  de  los  aceites  y  de  las  grasas.  Según  el  Sr 
Chevreu!,  se  compone  de  tres  principios  particu- 
lares :  un  aceite  fluido  á  +  '8°,  un  principio  co- 
lorante amarillo  ,  y  una  materia  grasa  sólida  que 
constituye  su  mayor  parte,  y  á  la  que  se  ha  da- 
do el  nombre  de  cetina ,  de  la  palabra  griega 
ketos,  ballena. 

Para  obtener  la  cetina  pura,  se  trata  el  blanco 
de  ballena  con  espíritu  de  vino  concentrado  é 
hirviendo,  que  la  disuelve  completamente.  Por  el 
enfriamiento  ,  la  cetina  se  precipita  en  forma  de 
láminas  cristalinas,  que  basta  disolverlas  por 
segunda  vez  en  el  mismo  vehículo  para  privarlas 
del  aceite  fluido  que  las  acompaña. 

Para  extraer  el  blanco  de  ballena  de  las  mate- 
rias grasas  con  las  cuales  está  mezclado  en  el 
cuerpo  de  los  cetáceos  que  lo  producen ,  se  co- 
mienza por  filtrar  la  mezcla  aceitosa  en  grandes 
sacos.  Por  esta  primera  operación  se  obtiene,  de 
una  parte ,  un  'aceite  de  ballena  que  se  puede 
volver  muy  fluido  por  'a  rectificación,  y  que  por 
esto  mismo  es  muy  precioso  para  untar  las  má- 
quinas delicadas,  V  para  el  alumbrado,  y  de  la 
otra  un  residuo  solido  que  contiene  todo  el  blan- 
co de  ballena.  En  seguida  se  introduce  este  resi- 
duo en  otros  sacos  que  se  colocan  los  unos  al  lado 
de  los  otros  entre  las  planchas  de  una  prensa  hi- 
dráulica horizontal  en  caliente:  la  presión  y  el 
calor  hacen  salir  de  dios  uní  cantidad  bastante 
grande  de  aceite.  Sin  embargo,  los  panes  asi 
obtenidos  todavia  están  formados  de  blanco  im- 
puro muv  colorado  para  poder  ser  empleado  en 
la  fabricación  de  bujías.  Para  puriücarlo,  se 
aprovecha  la  propiedad  que  tiene  de  no  sapo- 
nificarse con  los  álcalis,  y  se  le  hace  digerir  en 
una  disolución  calentada  de  carbonato  de  potasa. 
Esta  sal  descompone  las  materias  extrañas  que 
quedan  en  los  panes  al  salir  de  la  prensa;  se 
forman  espumas  jabonosos  y  negruzcas  que  van 
á  parar  á  la  superficie  del  baño  y  de  la  que  se 
separan  por  medio  de  una  espumadera.  En  se- 
guida se  renueva  la  operación  con  una  nueva  di- 
solución de  potasa,  tantas  veces  como  ésta  es 
necesaria  para  llevar  la  materia  licuada  á  una 
limpieza  perfecta'.  Finalmente ,  se  lava  con  agua 
hirviendo  v  se  trasiega  en  cristalizadores  en  los 
que  el  blanco  de  ballena  loma,  enfriándose  ,  la 


CAC  G09 

blancura  que  siempre  presenta  el  que  se  encuen- 
tra en  panes  en  el  comercio. 

El  blanco  de  ballena  puro  y  bien  preparado  no 
debe  dejar  ningún  vestigio  de  aceite  sobre  el  pa- 
pel en  que  se  le  frote,  y  en  el  estado  de  licuación 
debe  ser  de  una  limpieza  perfecta.  Debe  escoger- 
se lo  mas  reciente  posible,  puesto  que  se  enran- 
cia muy  fácilmente ;  ha  de  conservársele aJ  abri- 
go del'aire  y  de  la  luz.  La  esperma  de  ballena 
que  es  rancia,  amarilla,  ó  de  un  blanco  deslu- 
cido, y  en  este  caso  falsüxada  con  lacera,  debe 
desecharse.  Según  el  Sr.  Chevalier,  se  la  puede 
descolorar  por  medio  del  carbón. 

El  blanco  de  ballena  se  usaba  mucho  en  otro 
tiempo  como  calmante  ,  emoliente  y  pecto- 
ral ,  en  las  inflamaciones  del  pecho  y  de  los 
intestinos,  en  el  cólico  nefrítico,  y*  también 
como  vulnerario,  balsámico,  etc.,  contra  las  con- 
tusiones y  caídas.  Se  administraba  á  la  dosis  de 
un  escrúpulo  á  la  de  una  ó  dos  dracmas  en  los 
Iones,  en  las  pociones,  á  las  cuales  se  incorpo- 
raba por  medio  de  una  yema  de  huevo;  hoy  dia 
apenas  se  usa  al  interior  y  parece  inerte.  Al  ex- 
terior aun  se  emplea  algunas  veces  en  forma  de 
cerato  ,  pomada  ,  linimiento,  etc. ,  pero  ya  se  le 
considera  igual  á  la  cera  ó  á  otro  cuerpo  gra- 
sicnto ;  hacia  parle  de  la  Pomada  de  la  Sultana, 
y  otras  composiciones,  que  se  usaban  sobretodo 
para  untar  las  pecas  de  la  viruela,  los  pezones , 
etc.,  ó  como  rimples cosméticos. 

Si  el  uso  del  blanco  de  ballena  en  farmacia  an- 
tiguamente muy  extendido,  al  presente  se  halla 
tan  circunscrito,  á  lo  menos  al  interior,  cada 
dia  va  ganando  terreno  en  las  artes.  Sabido  es 
el  gran  consumo  que  de  esta  sustancia  se  hace 
para  la  fabricación  de  bujias  (Y.  Bnjias  de  es- 
perma de  ballena),  las  cuales  entre  otras  venta- 
jas reúnen  la  de  que  no  se  experimenta  ningu- 
na quemadura  cuando  esta  materia  cae  en  li- 
cuación sobre  la  piel,  y  que  si  por  accidente  llega 
á-caer  sobre  la  ropa  ,  luego  de  haberse  enfriado  , 
lo  que  no  tarda  en  suceder ,  basta  frotar  un  poco 
el  lugar  donde  ha  caído  la  materia,  para  que 
ésta  se  desprenda  enteramente  "sin  que  deje  la 
menor  señal. 

El  blanco  de  ballena;  independientemente  del 
alumbrado,  se  emplea  en  una  porción  de  usos 
sin  hablar  de  la  medicina:  en  Inglaterra  hacen 
con  él  pastillas  que,  azucaradas  y  perfumadas,  son 
de  un  uso  agradable  y  sano.  Entra  en  la  fabrica- 
ción de  las  perlas  falsas,  á  la  manera  de  la  esen- 
cia llamada  de  Oriente-.  Sirve  en  la  preparación 
de  algunas  telas  tinas,  y  para  la  fabricación  de  las 
pastillas  de  colores  para  la  aguada.  La  propiedad 
de  que  goza  de  no  ponerse  amarillo  con  el  tiem- 
po, como  sucede  con  la  cera,  ofrecerá  algún  dia 
un  recurso  precioso  para  el  moldeaje  de  piezas 
anatómicas. 

En  18í9 ,  la  importación  de  esperma  de  balle- 
na en  Barcelona  fué:  43  libras  del  reino,  valor 
de  556  rs.  mi.,  y  3¡6  libras  del  extranjero,  \alor 
de  i.2¿8 rs.  vn.  La  exportación  al  reino,  t.iiü 
libras,  valor  de  17,100  rs.  vn. 


510  CAC 

CACHEMIRA.  La  cachemira  ó  vellón  de 
las  cabras  del  Tibet  proviene  del  valle  de  Cache- 
mira. Su  único  punió  de  entrada  en  Europa  es  la 
Rusia,  á  donde  llega  en  grandes  caravanas,  y 
después  se  vende  en  los  mercados  de  Macarief  y 
de  Moscou.  El  precio  medio  á  que  se  compra  en 
los  años  abundantes  es  de  7  á  9  francos  el  kilo- 
gramo ,  y  en  los  años  poco  productivos ,  como  lo 
íueron  los  de  1 835  y  1 836,  cuesta  á  1 0  ó  á  I  1  fran- 
cos el  kilogramo.  Est¿  vellón  es  el  que  se  emplea 
para  la  biladura  de  cachemira. 

Hablando  de  los  chales  de  cachemira,  el  Sr. 
Bernier  dice:  «Estos  chales  son  unas  piezas  de 
«ropa  de  I  ana  y  %  de  longitud  y  1  ana  de  an- 
«cho  poco  mas  o  menos,  orladas  por  ambos  ex- 
tremos con  una  especie  de  bordadora  hecha  al 
» telar,  de  un  pié  de  ancharía.  Los  Mogoles  y  los 
"Indios  de  ambos  sexos  los  usan  para  la  "cabe- 
»za  durante  el  invierno,  cruzándolos  por  encima 
»del  hombro  izquierdo,  á  manera  de  capa.  Es- 
otos  chales  se  fabrican  de  dos  especies,  los  unos 
»de  lana  del  país,  que  es  mas  una  y  mas  delica- 
da que  la  de  España;  los  otros  son  de  una  lana 
»ú  mas  bien  de  una  especie  de  pelo  que  se  llama 
»louz,  que  se  cria  en  el  pecho  de  una  cabra  sal- 
«vaje  del  Gran-Tibet.  Estos  últimos  son  mucho 
"mascaros  que  los  otros,  pero  no  hay  castor 
»que  sea  mas  suave  ni  mas  delicado  que  esta  es- 
«pecie  de  estofa.» 

Forster  dice  lamhien  que  la  lana  que  se  em- 
plea allí  para  la  fabricación  de  los  chales  no  es 
una  producción  indígena,  pues  se  recibe  de  va- 
rias comarcas  del  Tibet,  que  no  indica;  hoy 
dia  se  sabe  ya  que  dicha  lana  procede  de  cabras 
del  Ourna  DesaóOundes,  país  elevado  y  frío  del 
Bcqueño-Tibet,  cuya  capital  es  Ghertok.  Esta 
lana  la  compran  los  mercaderes  de  Ladak  ,  ciu- 
dad situada  al  nordeste  de  Ghertok ,  quienes 
después  revenden  la  mayor  parte  á  los  Cachcmi- 
rianos.y  la  sobrante  á los  fabricantes  de  Pendjab. 

«Esta  lana,  añade  Forster.  es  naturalmente  de 
»un  gris  oscuro,  pero  en  Cachemira  la  blan- 
«quean  con  una  preparación  de  harina  de  arroz  , 
»y  después  Uñen  los  hilos  del  color  que  creen 
«mas  á  propósito  para  la  venta.  La  pieza  se  lava 
» una  vez  después  de  tejida.  La  bordadora,  que 
» ordinariamente  está  cargada  de  figuras  y  ahi- 
«garrada  de  diferentes  colores,  se  pega  después 
«que  el  chai  ha  salido  del  telar,  pero  con  unacos- 
»tura  imperceptible.  El  precio  de  fábrica  de  un 
«chai  ordinario  es  de  20  francos,  y  los  hay  de 
«40  ó  50  ,  según  la  calidad.  Yo  vi  mío  por  el 
» cual  se  pagaron  1 00  francos  al  fabricante ;  las 
«flores  aumentan  mucho  su  precio,  y  cuando  se 
«oye  decir  que  se  han  dado  a  un  tejedor  hasta 
«200  francos  por  un  chai ,  se  puede  estar  bien  se- 
»guro  que  los  adornos  han  absorvido  la  mitad  de 
«la  suma. »  El  Sr.  Bernier  ha  hablado  de  chales 
de  300  francos. 

Este  viajero  no  entra  en  pormenores  acerca  del 
número  dé  telares  empleados  allí  en  la  fabrica- 
ción de  los  chales.  Forster  dice  que,  según  el  tes- 
timonio de  los  Cachcmirianos  ,  se  contaban  en  la 
provincia  40,000  fábricas  de  chales,  y  que  en 


CAC 

1783  nohabia mas  queunas  16,000.  Noticias  llega- 
das á  Europa  muy  recientemente  hacen  conocer 
que  existen  actualmente  30,000  telares,  y  que  to- 
dos los  años  salen  de  Cachemira  100,000  chales. 

Hace  34  años  que  esta  industria  fué  creada  en 
Francia,  y  establecida  en  Paris  ,  en  donde  aun 
se  explota  en  la  actualidad  ,  y  si  alguna  pequeña 
parte  de  esta  industria  se  ha  extendido  fuera  de 
la  capital  ha  sido  solo  con  el  objeto  de  economi- 
zar las  manos.  La  fabricación  del  hilo,  compren- 
didas todas  las  preparaciones  de  la  materia  é  bi- 
ladura, ocupa  unos  4,000  obreros. 

Los  hilos  buenos  se  conocen  en  la  regularidad 
de  su  grosor  y  en  su  fuerza  :  la  primera  calidad 
difiere  dé  la  segunda  en  la  limpieza  y  la  pureza 
de  la  materia. 

El  hilo  de  cachemira  se  emplea  para  los  teji- 
dos, para  lo  chales  espolinados  de  la  India,  y  los 
chales  de  cachemira  franceses ;  todos  estos  teji- 
dos se  hacen  de  cachemira  pura. 

Los  tejidos  de  cachemira  se  hacen  en  piezas 
de  24  á  25  anas.  Algunos  años  airas  se  fabri- 
caban anualmente  unas  2,500  piezas,  las  cuales 
consumían  unas  25,000  lib.  de  hilo;  pero  esta 
fabricación  ha  ¡do  después  decayendo  todos  los 
días.  Estos  tejidos  eran  pedidos  por  los  comer- 
ciantes de  la  ciudad  de  Lion,  donde,  después  de 
adornados  con  bordaduras  ,  se  exportaban  á  la 
Alemania  y  sobre  todo  á  la  Polonia  ;  sin  embar- 
gólas últimas  guerras  de  esta  nación  han  hecho 
cesar  casi  enteramente  este  comercio.  Si  el  poco 
consumo  que  se  hacia  en  Francia  de  este  produc- 
to ha  contribuido  también  mucho  á  su  decaden- 
cia, se  debe  atribuir  en  gran  parte  á  los  fabrican- 
tes que  ,  durante  los  primeros  años  ,  presentaron 
tejidus  de  muy  mala  calidad.  Hoy  dia  estafabri- 
cacion  se  ha  perfeccionado  mucho,  y  su  expor- 
tación ha  aumentado  algún  tanto. 

En  Francia  el  precio  medio  de  estos  tejidos  es  de: 

24  á  25  francos  la  ana.  tejido  cruzado  ,  anchura  ,  5/4 

29  á  30  francos       *     Id  »  »  6/4 

El  precio  del  hilo  empleado  en  esta  fabricación 
es  de  34  á  38  francos  la  libra. 

La  fabricación  de  los  chales  de  cachemira  ocu- 
pa unos  3,600  obreros ,  repartidos  en  600  tela- 
res ,  á  6  obreros  por  telar ;  el  precio  medio  á 
que  se  pagan  estos  obreros  es  á  razón  de  4  fran- 
cos diarios,  que  eleva  á  un  total  las  hechuras  pa- 
gadas al  año,  á  una  suma  de  .  .  fr.  4.147,200. 

Cada  telar  fabrica  unos  5  chales 
al  mes ;  y  los  600  telares  fabrican, 
según  este  cálculo ,  36,000  chales 
por  año ,  cuyo  valor  medio  es  de 
300  francos  cada  uno. 

La  materia  que  se  emplea  para 
esta  fabricación  es  : 
36,000  chales  de  1  lib.  y    4  onz.  de  ur-i 
dimbre  y  trama  , 

45.000  lib.  á  30  fr.   .     1.350,000  fr. 
36.000  chales  de  4  lib.  4  onz.  de  recama- 
do, 

153,000  lib.  á  12  fr.  .     1.836,000  fr. 

La  importancia  de   la  fabricación  actual 
de  chales  es  pues  de  .     .     .     . 


3.186,000  fr 


"7.333.200  fr. 


CAC 

El  precio  de  tos  chulés ,  trabajo  francos ,  ra- 
na de  W  IV.  basta  309  y  too  fr. ,  y  el  de  los  cha- 
les  espolinados,  trabajo  de  la  India,  de  400  á 
1.000,  según  la  riqueza  de  los  dibujos. 

También  se  latinean  una  clase  de  chales  lla- 
mados cachemiras  indios,  que  se  vende  como  ca- 
chemira mas  común,  pero  en  ellos  entra  muy  po- 
ca (le  esta  materia.  El  urdimbre  es  de  borra  de  ¡ 
seda,  el  recamado  de  lana,  y  únicamente  la 
trama  es  de  cachemira. 

El  consumo  anual  de  hilo  de  cachemira  para 
la  fabricación  de  chales  es  como  aijui  arriba,  de 
unas  i:; ,ooo  libras  en  urdimbre  y  trama,  153,000 
libras  en  recamado. 

El  precio  de  los  hilos  propios  para  este  uso  es 
de: 

35  á  60  fr. ,  la  lib  para  el  urdimbre ,  se^un  su  calidad. 

30  á  3t;  fr. ,  para  la  trama  de  I."  calidad 

SO  á  i3  fr. ,  para  la  trama  de  2.*  calidad. 

li  á  li  fr. ,  para  el  recamado. 

Después  de  la  creación  de  la  fabricación  de  los 
chales  en  Francia,  este  pais  no  ha  tenido  (pie 
temer  la  concurrencia  de  ningún  otro  pueblo  de 
Europa;  únicamente  los  Ingleses  establecieron 
después  algunas  fábricas,  pero  sus  productos  son 
inferiores,  ha. dendo  tan  solo  conseguido  fabricar 
los  chales  de  calidad  común  llamados  indios. 
Los  Ingleses  importan  los  hilos  de  Francia,  aun- 
que en  corta  cantidad  ,  en  razón  de  que  esta  fa- 
bricación es  de  poca  importancia  entre  ellos. 

Los  tejidos  y  los  chales  de  cachemira  france- 
ses ,  adera  is  de  la  venta  que  se  hace  de  ellos  al 
interior,  se  exportan  á  Inglaterra,  Alemania,  Ita- 
lia ,  Rusia  y  España. 

La  hiladora  de  cachemira,  que  dio  lugar  á  la 
creación  de  las  fábricasde  tejidos  y  de  chales  de 
cachemiras,  fué  creada  en  Francia  en  1813,  por 
la  casa  Uiodenlaog,  habiendo  hasta  en  1823  he- 
cho muy  rápidos  progresos.  Desde  1823  a  !827 
fué  adelantando  siempre,  y  en  esta  ultima  fecha 
se  consideró  que  esta  industria  habia  alcanzado 
su  mayor  grado  de  perfección  ,  así  es  que  desde 
entonces,  ha  permanecido  estacionaria.  Después 
ya  no  se  ha  buscado  mas  que  el  medio  de  reba- 
jar los  precios ,  y  por  una  serie  de  economías  su- 
cesivas se  ha  podido  obtener  el  hilo  de  cache- 
mira de  2.a  calidad  al  mismo  precio  que  el  hilo 
de  lana  de  merino,  de  manera  que  muchos  de 
los  artículos  que  hoy  se  fabrican  con  esta  mate- 
ria ,  se  hallan,  por  su  precio ,  al  alcance  de  las 
clases  inferiores  de  la  sociedad. 

La  Inglaterra  quiso  establecer  algunas  fábricas 
de  hilados  de  este  género ,  pero  tuvo  que  aban- 
donar el  proyecto  á  causa  de  los  cuidados  minu- 
ciosos del  trabajo  preparatorio,  que  solo  puede 
hacerse  á  ia  mano ,  porque  siendo  en  aquel  país 
los  jornales  muy  subidos,  les  ocasionaban  gastos 
extraordinarios. 

La  Rusia  hace  algunos  años  trata  de  introducir 
en  su  territorio  esta  industria,  y  á  fuerza  de  mu- 
chos gastos  ha  comprado  algunas  máquinas  fran- 
cesas y  ha  logrado  también  atraerse  algunos  obre- 
ros de  este  país  ofreciéndoles  grandes  ventajas. 


CAC  611 

Para  favorecer  mas  el  establecimiento  do  estas  fá- 
bricas ha  prohibido  enteramente  la  entrada  á  los 
tejidos  franceses,  lo  cual  ha  disminuido  casi 
una  mitad  de  la  exportación  que  la  Francia  ha- 
cia al  Norte.  Si  los  ensayos  de  la  Rusia  tienen 
buen  resultados  sufrirán  mucho  perjuicio  las  fá- 
bricas francesas,  porque  siendo  aquella  nación 
la  que  recibe  directamente  la  materia  primera, 
los  fabricantes  franceses  solo  podrían  obtenerla 
aprecios  muy  elevados ,  y  además  porque  los 
jornales  se  pagan  en  Rusia  mucho  menos  que  en 
Francia.  Este  pais  ,  no  pudiendo  hacer  ya  ningu- 
na reducción  en  el  precio,  no  podría  sostener  la 
concurrencia  déla  Rusia  sin  establecer  derechos 
muy  fuertes  sobre  las  materias  peinadas  ó  hiladas 
procedentes  de  este  país.  No  hay  ninguna  otra 
industria  en  Francia  que  sea  mas  acreedora  á 
esta  protección ,  porque  recaería  en  beneficio  de 
la  clase  trabajadora. 

La  cachemira  que  importa  la  España  viene  de 
la  India  ó  de  la  China  ,  y  de  Paris. 

La  cachemira  de  la  India  es  la  mejor  que  se 
conoce.  Sus  magníficos  pañuelos  y  chales  alfom- 
brados son  los  que  mas  usan  las  señoras  de  nues- 
tra alta  sociedad.  Si  bien  los  Franceses  han  hecho 
grandes  esfuerzos  para  imitar  los  verdaderos 
chales  de  cachemira  ,  están  muy  lejos  de  alcan- 
zar el  grado  de  perfección  y  buen  gusto  de  los 
fabricantes  de  aquel  país.  El  género  verdadero  de 
cachemira  saliendo  del  telar  ,  sin  ninguna  clase 
de  apresto,  deja  la  tela  muy  esponjosa,  pres- 
tándose con  esto  mas  fácilmente  á  todas  las  for- 
mas á  que  quiere  sujetarla  un  talle  elegante.  Los 
pañuelos  bordados  en  el  valle  de  Cachemira  con- 
servan sin  cortar  la  basta  que  la  alfombra  forma 
en  el  revés. 

De  Francia  importamos  también  pañuelos  y 
chales  de  género  de  cachemira,  aunque  en  me- 
nor cantidad.  En  Paris  se  fabrican  de  toda  clase 
de  colores  ,  pero  el  que  mas  se  usa  en  nuestro 
pais  es  el  negro,  para  los  pañuelos  de  capucha. 
De  Francia  recibimos  igualmente  algunos  chales 
y  pañuelos  alfombrados,  y  entre  ellos  los  hay  de 
un  valor  muy  crecido. 

CACHI.  Árbol  espinoso  de  Malabar,  cuyo 
fruto  ,  llamado  Ciccarar  contiene  una  pulpa  azu- 
carada y  almendras  buenas  para  comer. 

CACHIRI.  En  Cayenase  llama  asiá  un  li- 
cor fermentado  preparado  con  el  cocimiento  de  la 
raiz  de  yuca  raspada.  Este  licor  llega  á  ser  vino- 
so ,  tiene  el  gusto  de  la  perada ,  emborracha ,  y 
es  diurético. 

CACHUNIIE.  Pasta  muy  agradable  al 
gusto ,  que  corrige  el  mal  olor  del  alíenlo.  Está 
compuesta  de  cateen,  de  bango,  de  cálamo  y  de 
masquhjui  ó  tierra  arcillosa  y  harinosa.  Los  pue- 
blos de  Malabar ,  los  Chinos"  y  sobre  todo  los  Ja- 
poneses lo  mascan  siempre  y  lo  ofrecen  á  las 
personas  que  van  á  visitarles,  asi  como  lo  hacen 
ios  Indios  con  el  betel  (V.  Areca  Catecú).  El  ca- 
chunde  que  se  prepara  en  Paris  está  confecciona- 
do según  la  formula  de  Zaculus  Lusitanus;  tam- 
bién se  emplea  como  estomático.  Esta  pasta  se 
vende  á  peso  de  oro  en  los  serrallos  de  la  India, 


512  CAD 

en  donde  se  da  grandísimo  precio  á  todo  lo  que 
puede  aumentar  los  goces  físicos. 

CADAB4 ,  Caraba.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  las  caparidáceas ,  tribu  d3  las  ca- 
parídeas,  formado  por  Forskal.  Contiene  unas 
ocho  especies ,  que  crecen  en  Asia  y  en  África, 
que  son  sub-arbustos  lampiños  ó  cubiertos  de  una 
pubescencia  glandulosa,  de  hojas  alternas ,  sim- 
ples ó  trifolioladas ,  de  llores  axilares  y  solita- 
rias. Los  ramos  tiernos  de  la  Capaba  harinosa 
(Cadaba  farinosa,  Forsk.)  son  empleados  en 
polvo  ó  machacados ,  como  aulivenosos  en  Ara- 
bia, en  donde  crece  este  vegetal. 

CÁDIZ.  Especie  de  jerguilla  cruzada  y  apa- 
ñada que  teñida  de  diferentes  colores  sirve  para 
vestidos  de  invierno.  Eslaclase  de  ropa  fué  muy 
buscada  en  otro  tiempo,  y  la  teñida  de  negro  se 
vendia  en  gran  cantidad  á  los  curas;  hoy  dia  su 
espendicion  ha  disminuido  considerablemente. 
Las  fábricas  francesas  de  Montalban ,  Castres , 
Alby,  Arles,  Si.  Flour  y  Tarascón  producen  es- 
te articulo  de  diferentes  calidades  y  longitudes  ; 
su  anchura  ordinaria  es  de  unos  tres  palmos.  Los 
cadiz  finos  cuya  urdimbre  se  hace  con  la  lana  de 
Aragón ,  y  la  trama  con  la  llamada  soria  sego- 
viana ,  tienen  el  grano  muy  lino;  se  les  tunde 
dos  veces ,  y  se  les  distiugue  bajo  el  nombre  de 
Cádiz  raso. 

Los  Cadiz  de  Montalban  teñidos  ordinariamen- 
te de  color  negro  ó  escarlata,  y  los  de  Uagneres 
y  Castres  erau  los  mas  estimados  por  su  cali- 
dad excelente,  y  por  su  larga  duración. 

CADMIO.  Metal  particular ,  descubierto 
en  1818  por  Hermann  de  Magdebourg ,  y  casi 
al  mism  ■•>  tiempo  por  Stronoyer ,  eu  un  óxido  ama- 
rillo de  zinc  ,  y  que  existe  en  corta  cantidad  en 
ea  oirás  minas  del  mismo  metal. 

Se  encuentra  el  cadmio  en  el  estad;)  de  sulfu- 
ro en  las  blendas,  y  en  el  estado  de  carbonato 
en  las  calaminas.  La  blenda  de  Prziuran  en  Bo- 
hemia y  la  blenda  pardd  radiada  contienen  de  2 
á  3  por  ciento' de  sulfuro  de  cadmio;  pero  en 
donde  sobre  todo  se  le  encuentra  es  en  las  cad- 
mías (productos  déla  sublimación  de  las  minis 
de  zinc  ).  Para  extraerlo ,  se  trata  la  cadmia  con 
el  ácido  clorhídrico ,  y ,  después  de  haber  aña- 
dido agua  á  la  mezcla,  se  hace  pasar  en  la  di- 
solución una  corriente  dé  ácido  sullihídrico.  El 
primer  precipitado  puede  contener  cobre,  y  el 
último  puede  contener  zinc. 

Para  obtener  el  cadmio  puro,  se  fracciona  el 
precipitado  de  manera  que  no  se  conserve  sino 
la  porción  que  se  ha  posado  entre  el  primer  y  el 
último  poso.  Para  separar  el  cadmio  del  cobre  ó 
del  zinc,  se  redisuelve  el  precipitado  (sulfuro) 
con  agua  regia,  y  se  trata  la  disolución  con  car- 
bonato de  amoniaco,  cuyo  exceso  redisuelve  el 
zinc  y  el  cobr } ,  y  deja  el  cadmio  ( óxido  de  cad- 
mio) intacto.  En  seguida  es  fácil  redisolver  el 
óvulo  de  cadmio  por  medio  del  carbón;  como 
el  cadmio  es  muy  volátil  ,  se  puede  recibirle  en 
tubos  ó  recipientes,  donde  se  condensa  en  forma 
cristalina. 

El  cadmio  tiene  el  color  y  el  brillo  del  estaño; 


CAF 

su  fractura  es  fibrosa ;  es  susceptible  de  crista- 
lizar en  octaedro*  regulares ;  fundido  y  enfriado 
lentamente,  presenta,  como  el  antimonio,  en  su 
superficie  la  apariencia  de  hojas  de  helécho;  es 
maleable  y  dúctil,  un  poco  menos  blando  que  el 
estaño ;  cuando  se  dobla  deja  oir  un  ruido  como 
el  éste,  mancha  la  piel  como  el  plomo ;  el  peso 
específico  del  cadmio  batido  es  de  8,69;  es  mas 
fusible  y  mas  volátil  que  el  zinc ;  se  funde  mucho 
antes  del  calor  rojo,  y  se  volatiliza  á  370°;  sus 
vapores  son  inodoros.  Es  poco  alterable  al  aire 
seco;  pero  en  el  aire  húmedo  su  superficie  se 
empana  y  se  cubre  al  cabo  de  algún  tiempo  de 
una  ligera  película  gris  como  el  zinc;  calentado 
al  soplete  al  aire  libre,  se  inflama  fácilmente  y 
arde  con  una  llama  blanca  que  despide  un  humo 
amarillo  parduzco  inodoro ,  que  posa  óxido  de 
cadmio;  los  ácidos  azólico  y  sulfúrico  lo  atacan 
y  lo  disuelven  en  frió,  el  último  con  desprendi- 
miento de  hidrógeno;  se  combina  directamente 
con  el  cloro ,  el  azufre ,  el  fósforo  y  el  arsénico; 
se  puede  alear  con  un  gran  número  de  metales 
los  cuales  le  abandonan  á  una  temperatura  un 
poco  elevada. 

Este  metal  disuelto  en  caliente  en  el  ácido  ní- 
trico puro  forma  una  disolución  incolora  y  tras- 
parente que  precipita  en  copos  blancos  con  la 
potasa,  sosa  y  amoníaco;  de  este  modo  se  aisla  el 
óxido  en  estado  de  hidrato  insoluble  en  un  exceso 
de  potasa  y  sosa,  pero  que  se  redisuelve  con  faci- 
lidad en  un  exceso  de  amoníaco ;  el  ácido hidrosul- 
fúrico  y  los  hidrosulfatos  ocasionan  en  ella  un  pre- 
cipitado amarillo  naranjado  insoluble  en  el  amo- 
níaco; el  cianuro  de  hierro  y  de  potasio  lo  produ- 
ce blanco;  el  yoduro  de  potasio  y  el  cromato  de 
potasa  no  la  precipitan  cuando  el  metal  es  puro; 
por  último,  una  lámina  de  zinc  pulimentada  y  su- 
mergida en  esta  disolución  precipita  el  cadmio  en 
en  estado  metálico  en  forma  de  hojas  dendríticas 
que  se  pegan  al  zinc 

El  cadmio  hasta  ahora  no  ha  recibido  uso  al- 
guno artístico  por  la  poca  cantidad  en  que  pue- 
de obtenerse ,  siendo  probable  que  representaría 
un  papel  importante  por  su  maleabilidad  y  sus 
otras  propiedades  si  pudiera  obtenerse  en  mayor 
cantidad.  El  único  preparado  que  se  usa  de  este 
metal  es  el  sulfato,  que  se  prescribe  contra  cier- 
tas oftalmas. 

CADOO.  Planta  de  Sumatra,  que  parece 
pertenecer  al  género  Piper ,  y  que,  según  refiere 
Marsden,  se  quema  en  las  casas  para  preservar 
a  los  niños  recién  nacidos  de  los  maleficios. 

CAFJB,  Coffea.  Género  de  la  familia  de  las 
rubiáceas,  y  de  la  penlandria  monoginia  de  Lin- 
nco ,  compuesto  de  arbustos ,  lodos  exóticos  y  de 
las  comarcas  intertropicales.  Sus  caracteres  ge- 
néricos son :  flores  en  pedúnculos  axilares;  estilo 
de  estigma  bifido;  5 estambres,  raras  veces  4; 
corola  tubulosa,  por  lo  común  de  5  divisiones, 
teniendo  á  veces  de  4  á  7 ;  limbo  del  cáliz  muy 
corto,  casi  globuloso,  adherente  al  ovario.  Este 
último  pasa  á  ser  un  fruto  cerasiforme,  dedos 
celdillas  monospernas;  los  dos  cuescos  cartilagi- 
nosos encierran  cada  uno  una  se:ni!la  convexa 


CAF 

del  lado  eiterno  ,  plana  y  con  un  6urco  longitu- 
dinal profundo  del  lado  interno.  Las  hojas  son 
opuestas,  cortamente  pecioladas,  y  las  estipulas 
solitarias  y  enteras. 

Si  bien  se  hace  mención  de  30  á  3o  especies  de 
este  género,  no  se  conocen  mas  de  t2  á  4  o  que 
estén  bien  determinadas.  Ina  sola  ha  llegado  á 
ser  célebre  por  su  utilidad ,  porque  produce  el 
Café  del  comercio ,  y  es  la  que  vamos  á  descri- 
bir. 

Café  de  Arabia,  Café  cultivado 
{Coffea  arábica,  L.).  Árbol  que  se  cria  espontá- 
neamente eu  los  lugares  secos  y  pedregosos  de 
la  Abisinia  y  de  la  Arabia  Feliz,  de  cuyas  co- 
marcas fué  trasportado  á  las  Indias  y  á  la  Amé- 
rica ecuatorial.  Hermoso  vegetal  siempre  \erde, 
que  crece  con  mucha  rapidez,  y  que  á  veces 
liega  á  adquirir  una  altura  de  1 5  á  25  pies,  al  paso 
que  su  tronco, recto,  no  excede  de 3  á  4  pulgadas 
de  diámetro.  Su  raiz  principal  es  vertical.  Su  cor- 
teza, fina  y  cubierta  de  una  epidermis  blanquizca, 
se  resquebraja  secándose.  Su  madera  es  bastan- 
te dura.  Los  ramos  inferiores  son  ordinariamente 
simples  y  se  extienden  mas  horizontalmente  que 
los  superiores.  Unos  y  otros  están  en  todo  tiem- 
po cargados  de  hojas  parecidas  á  las  del  laurel 
común ,  pero  no  obstante  menos  secas ,  menos 
gruesas ,  y  comunmente  mas  largas  y  mas  pun- 
tiagudas en  su  extremo  ,  lisas  y  relucientes  por 
encima ,  pálidas  por  debajo ,  y  sostenidas  por 
pecíolos  muy  cortos.  De  la  axila  de  la  ma\  or  par- 
te de  las  hojas  parten  cuatro  ó  cinco  grupos  pe- 
queños de  Hores  de  un  solo  pétalo,  blancas,  aná- 
logas á  las  del  jazmin  de  España,  y  que ,  como 
éstas,  difunden  un  olor  dulce  y  agradable.  Estas 
flores  duran  muy  poco  y  son  remplazadas  por  una 
baya  ó  cereza  masó  menos  redonda  u  oval,  for- 
mada de  una  pulpa  amarillenta  que  sirve  de  cu- 
bierta á  dos  pequeñas  habas  ó  semillas ,  unidas 
la  una  con  la  otra  por  su  lado  plano,  y  rodeadas 
cada  una  de  una  membrana  particular  y  coriácea. 
Esta3  semillas  constituyen  el  Café  del"  comercio. 

Cultivo  del  café. 

Fsle  árbol  se  aclimata  bien  en  todos  los  países 
situados  entre  lo»  trópicos  ó  muy  inmediatos  á 
ellos,  tales  son  la  Isla  de  Francia  "y  la  deliorbon, 
las  (iuianas  francesa  y  holandesa,"  todas  las  An- 
tillas, y  en  particular  la  Arabia,  que  desde  mu- 
cho tiempo  nos  en\  ia  el  mejor  café  conocido.  Las 
mas  grandes  plantaciones  de  este  país  se  encuen- 
tran en  el  reino  de  Yemen  ,  hacia  las  comarcas 
de  Aden  y  de  Moca,  por  lo  común  en  medio-de 
las  laderas  de  las  montañas  .  entre  el  Irio  de 
la  cima  y  el  calor  excesivo  de  la  llanura.  Cuando 
el  árbol  del  café  se  halla  en  la  llanura  está  ga- 
rantido del  ardor  del  sol,  que  secaría  su  fruto,  por 
otro  árbol,  que  ordinariamente  es  un  álamo,  que 
le  proteje  con  sus  hojas.  Los  pies  del  café  buscan 
el  agua,  y  I09  Árabes  conducen  á  los  hoyos  que 
hacen  para  plantarlos  la  de  los  manantiales  ve- 
cinos, cuya  circulación  sé  facilita  en  ellos  por 
medio  de  una  gran  cantidad  de  piedras. 
65 


CAF  3t3 

En  otros  países  se  forman  los  cafetales  sem- 
brando la  cereza  en  semillero,  ó  mejor  enel  mis- 
mo terreno  si  el  pais  es  lluvioso.  Para  los  puntos 
situados  al  lado  de  acá  del  ecuador,  como  la  Mar- 
tinica y  Sto  Domiugo ,  la  mejor  estación  es  el 
equiuoxio  de  otoño,  y  para  la  Isla  de  Francia  y 
la  de  liorbon,  que  están  al  otro  lado,  el  de  marzo. 
Si  se  siembra  en  semillero ,  se  trasplanta  el  in- 
vierno próximo. 

Es  bueno  que  los  cafetales  puedan  regarse  por 
filtración  ó  por  medio  de  canales  ó  acequias.  Ya 
sea  que  se  crie  el  café  de  semilla,  ó  trasplantán- 
dolo, no  debe  cultivarse  en  el  mismo  campo  si- 
no maiz,  guisantes,  u  otras  plantas  análogas,  y  ca- 
da año  se  hacen  siembras  para  remplazar  á  los  in- 
dividuosque  continuamente  matan  los  ardores  del 
sol,  los  vientos  fuertes  y  los  huracanes.  Para  po- 
nerlos á  cubierto  de  la  violencia  de  los  vientos,  es 
menester  descabezarlos,  y  esta  operación  no  deja 
de  tener  tal  vez  influeucia  sobre  la  naturaleza  de 
la  haba.  Estos  arboles  empiezan  á  producir  álos 
4  ó  5  años,  y  frulilicau  por  espacio  de  unos  30 
ó  40  años.  Cuando  son  ya  demasiado  viejos,  se 
pueden  rejuvenecer  podándolos. 

Los  árboles  del  calé  florecen  todo  el  año,  si 
bien  cuando  se  presentan  mas  cargados  de  flores 
es  durante  la,  primavera  y  el  otoño.  Los  frutos 
maduran  cuatro  meses  después  de  abiertas  las 
flores  que  los  han  producido,  y  se  cogen  con  la 
mano  á  medida  que  van  madurando  ,  y  asi  es 
que  la  cosecha  dura  todo  el  año. 

Cosecha  del  café. 

En  la  ArabiaFeliz  la  cosecha  principal  se  ha- 
ce en  mayo.  Se  extienden  piezas  de  lienzo  al  pié 
de  los  árboles,  á  los  que  se  sacude  con  el  objeto 
de  lograr  que  caigan  tedos  los  frutos  maduros,  los 
cuales  se  trasladan  sobre  esteras  de  junco  ex- 
puestas al  sol  para  que  sufran  uua  completa  de- 
secación. Después  se  les  despoja  de  su  cubierta 
haciéndolos  pasar  bajo  un  cilindro  de  piedra 
ó  madera  bastante  pesado :  las  dos  semillas  se 
separan ,  y  luego  se  las  agita  en  grandes  cubas 
para  mondarlas,  y  se  las  hace  secar  de  nuevo. 

En  los  demás  países  que  producen  el  café  la 
cosecha  se  hace  ,á  la  mano.  La  mayor  parte  del 
tiempo  los  negros  ejecutan  esta  operación  cogien- 
do uno  á  uno  los  frutos  que  presentan  un  color 
rojo  subido.  Las  frecuentes  lluvias  en  esta  épo- 
ca producen  una  porción  de  víctimas  enlre  es- 
tos seres  desgraciados  de  la  especie  humana. 
Para  separar  la  pulpa  de  la  haba,  se  exponen  las 
frutos  al  sol  ó  al  aire  por  espacio  de  algunos  dias 
en  una  era  enladrillada  ó  enlosada  dispuesta  en 
una  pendiente  conveniente  para  que  la  humedad 
pueda  evaporarse  rápidamente.  Es  muy  impor- 
tante que  los  frutos  no  permanezcan  mucho 
tiempo  amontonados,  porque  de  lo  contrarióse 
favorecería  la  fermentación,  y  un  aceite  volátil  en- 
gendrado en  la  pulpa  penetraría  luego  hasta  la  ha- 
ba á  través  de  su  cubierta  coriácea,  comunicán- 
dola un  sabor  agrio  y  un  olor  desagradable.  La 
desecación  tiene  lugar  algunas  veces  eu  una  c¡>- 

tomo  i 


Mi  CAF 

tufa,  que  no  es  menester  sea  muy  grande  supues- 
to la  cosecha  no  se  hace  de  una  vez.  Este  pro- 
cedimiento se  usa  particularmente  en  los  paí- 
se  lluviosos.  Así  se  evita  la  fermentación,  y  la 
desecación  es  mas  pronta  y  mas  completa  ,  al 
mismo  tiempo  que  es  mas  fácil  y  menos  dispen- 
diosa. Esta  primera  desecación  facilita  la  sepa- 
ración de  la  pulpa ,  que  tiene  lugar  por  medio  de 
molinos.  Separada  esta  pulpa,  se  lavan  las  habas  y 
se  ponen  á  secar  de  nuevo,  para  privarlas  en  se- 
guida de  su  cubierta  coriácea;  se  machacan  y  se 
aechan,  y  últimam  snte  se  someten  á  otra  deseca- 
ción, sea  al  aire  ó  en  la  estufa.  En  este  estado  la 
semilla  ha  perdido  todo  su  verdor  y  se  puede  me- 
terla en  sacos.  Cuando  al  salir  del  molino  ó  del 
majadero  los  cafés  no  están  bien  secos,  contraen 
un  olor  que  disminuve  su  buena  calidad.  Los  sacos 
se  colocan  en  seguida  los  unos  sobre  los  otros  api- 
lados en  un  local  seco  y  aireado  ,  y  se  debe  pro- 
curar alejarlos  de  todas  las  emanaciones  capa- 
ces de  comunicar  un  olor  extraño,  susceptible 
de  alterar  el  perfume  del  café.  Esta  ultima  precau- 
sion  es  casi  imposible  en  nn  buque  en  donde  el 
café  viaja  con  frecuencia  mezclado  con  otras  mu- 
ehas  producciones  exóticas  muy  odoríferas. 

En  ciertas  localidades  también  se  hace  macerar 
los  frutos  en  el  agua  por  espacio  de  24  á  48  ho- 
ras antes  de  hacerlos  secar,  etc. ,  etc.;  pero  el 
mejor  método  es  el  qje  se  llama  raspar,  que 
consiste  en  hacer  pasar  nuevamente  los  frutos 
cogidos  bajo  una  muela  que  forma  una  especie  de 
raspa ,  y  que  separa  el  grano  de  su  pulpa  sin 
tocar  la  película  delgada  que  le  sirve  de  cubier- 
ta inmediata.  En  seguida  se  exponentos  granos  al 
sol-para  secarlos,  y  entonces  toman  un  color  ver- 
átfá.d ,  resultando  el  café  que  en  el  comercio  se  co- 
noce bajo  el  nombre  de  Café  fino  verde. 

Aunque  el  café  sea  originario  de  los  países  cá- 
lidos, algunos  naturalistas  han  creído  queselepo- 
ciria  introducir  en  las  partes  meridionales  de  la  Eu- 
ropa, y  para  ello  basta  que  en  invierno  el  termó- 
metro no  baje  á  mas  de  1 5  ó  1 6  grados  centígrados. 
En  Pisa  se  han  hecho  ensayos  por  espacio  de  mas 
de  30  anos  ,  y  hoy  dia  una  gran  cantidad  de  pies 
dan  fruto  en  los  jardines  de  algunos  horticultores 
italianos. 

Variedades  comerciales  de  café. 

La  haba  del  café  tal  como  la  recibe  el  comer- 
cio se  halla  despojada  de  su  cascara,  con  pelícu- 
la ,  ó  desnuda,  generalmente  oval ,  de  volumen 
variable,  convexa  de  un  lado,  plana  del  otro, 
con  un  surco  profundo  en  su  longitud,  algunas  ve- 
ces torcida  y  un  poco  rollada;  su  color  es  á  veces 
amarillento,  otras  gris  ó  verdoso;  su  consistencia 
es  dura,  córnea  ,  elástica ,  cartilaginosa,  y  así  es 
que  ofrecería  alguna  dificultad  si  tuviera  que  pul- 
verizarse por  medio  de  un  pilón,  antes  de  tostarla; 
stl  sabor  mucilaginoso  y  su  olor  .herbáceo  se 
asemejan  al  del  trigo,  si  bien  este  último  esta 
caracerizado  por  un  aroma  particular. 

Los  cale-;  llevan  el  nombre  de  los  países  que 
los  producen.  Regularmente  se  clasifican  por  el 


CAF 

orden  siguiente ,  en  razón  de  sus  calidades  supe- 
riores: Moca,  Martinica,  lino  verde,  Guadalu- 
pe, primera  calidad  ,  Jiorbon ,  llalli ,  Cayena, 
Cuba  ,  Guayra,  Ceilan,  Puerto  Rico,  Mayaguas, 
Brasil ,  Java,  Sumatra,  Jamaica  y  Manila. 

El  café  lino  verde  de  la  Martinica  rivaliza  con 
el  café  de  Moca,  pero  se  le  coloca  en  el  segun- 
do lugar  á  causa  déla  debilidad  de  su  aroma.  El 
café  de  Santo  Domingo  es  siempre  uniforme.  Por 
lo  demás,  recordaremos  aquí  lo  que  dijimos  ya 
délos  cacaos ,  y  que  repetiremos  en  muchos 
oíros  productos,  á  saber  que  es  difícil  y  muchas 
veces  imposible  el  clasificar  todas  las  cosechas; 
porque  si  bien  los  caracteres  que  vamos  á  dar  son 
generalmente  exactos,  lasolalectura  de  este  artí- 
culo no  será  suficiente  para  el  (pie  querrá  cono- 
cer todos  los  cafés,  pues  que  para  esto  son  in- 
dispensables un  largo  hábito  y  sentidos  muy  deli- 
cados. 

Café  de  Moca.  Es  el  mas  caro  y  mas  estima- 
do. Habas  en  general  pequeñas,  casi  redondas, 
con  bastante  película;  su  tamaño  lo  mismo  que 
su  forma  son  diferentes  ,  las  unas  anchas  y  com- 
planadas, otras  pequeñas  y  redondeadas ,  y  las 
hay  también  rolladas.  Las  semillas  de  café  de  Mo- 
ca, que  son  redondeadas,  se  encontraban  solas 
dentro  de  la  cascara,  y  adquirieron  esta  forma 
en  razón  de  faltarles  el  otro  grano  que  debia 
formar  la  otra  mitad  del  fruto.  El  cafe  de  Moca 
presenta  un  color  amarillo  ó  verdoso,  un  perfume 
muy  pronunciado ,  y  un  sabor  agradable ,  mas 
sensible  que  en  las  demás  especies.  Algunas  ha- 
bas están  dentro  de  su  cascara,  otras  son  entera- 
mente negras;  con  este  motivo  es  muy  bueno  saber 
que  los  árboles  viejos ,  en  lug|ir  de  producir  dos 
semillas,  solo  dan  una  casi  redondeada,  y  que  es- 
te café  se  vende  muy  á  menudo  en  Francia  por 
café  de  Moca.  El  consumidor  deberá,  pues,  aña- 
dir á  los  caracteres  físicos  que  preceden,  el  olor 
y  el  sabor  del  infuso;  pero  no  debe  perder  de 
vista  que  esta  apreciación  exige  un  paladar  muy 
exquisito,  que  no  todos  poseen  y  que  solo  se  ad- 
quiere por  una  larga  practica.  Embalaje:  El  café 
de  Mócanos  llega  en  balas  y  medias  balas  de  jun- 
co, de  forma  y  tamaño  variables,  cubiertas  con  un 
tejido  de  cortezas  de  árbol,  atadas  con  cuerdas 
gruesas  de  junco.  Generalmente  las  balas  pesan 
144  kilóg. ,  y  las  medias  balas  78  kilóg.  El  ca- 
fé por  lo  regular  se  halla  cargado  de  piedras 
y  polvo.  El  que  se  recibe  directamente  del  país 
por  mar  es  mas  limpio,  el  grano  es  menos  ma- 
duro ,  y  el  embalaje  se  presenta  en  mejor  estado 
que  el  de  las  balas  que  vienen  de  Egipto. 

Café  du  la  Martínica.  Es  el  primero  después 
del  café  de  Moca  en  razón  de  su  gusto  exquisi- 
to. Habas  mas  voluminosas,  mas  prolongadas, 
y  redondeadas  en  sus  extremidades;  de  color 
verde  claro,  algunas  veces  un  poco  subido;  ca- 
si siempre  conserva  una  película  gris  y  platea- 
da que  se  desprende  por  la  torrefacción;  surco 
longitudinal  bieu  marcado,  sobre  todo  hacia  la 
mitad  de  su  longitud;  algunas  veces  contornea- 
do ;  elor  agradable  y  franco;  sabor  parecido  al 
del  trigo.— Embaí.:  barriles  y  sacos  de  cánamo 


CAF 

basto ,  de  poso  irregular. 

Generalmente  se  distinguen  tres  variedades: 
el  Martinica  fino  verde  ,  el  Martinica  fino  ama- 
rillo y  el  Martinica  ordinario. 

Capí  de  la  Gi  unía  i'K.  liabas  duras  y  prolon- 

Í^adas,  regulares,  lucientes,  raramente  pelicu- 
adas,  de  un  verde  mas  ó  menos  aplomado,  y  lim- 
pias.—  Embaí.:  como  el  precedente. 

C\fé  de  Borbon.  Tiene  mucha  analogía  con  el 
café  de  Moca,  del  que  parece  originario.  Las  ha- 
bas son  pequeñas,  de  formas  diferentes,  la  ma- 
yor parle,  redondeadas  y  de  color  amarillo  ó  ver- 
de; su  perfume  es  agradable,  pero  débil,  aunque 
un  paladar  medianamente  versado  puede  reco- 
nocerlo. Se  distinguen  muchas  suertes  de  este 
café,  porque  viene  ordinariamente  en  remesas 
compuestas  de  habas  regulares  entre  sí  por  la 
forma  y  el  color,  y  se  acostumbra  á  clasificarlas 
del  modo  siguiente  ¡  Borbon  fino  verde:  Habas  pe- 
queñas, redondeadas,  de  poca  película,  poco 
surcadas,  perfume  dulce  y  agradable;  colorínas 
verde. — Borbon  fino  amarillo-.  Los  mismos  carac- 
teres ,  pero  color  mas  amarillo. — Borbon  ordina- 
rio: Habas  mas  duras,  menos  redondeadas,  ir- 
regulares, tan  pronto  verdes  como  amarillas; 
perfume  menos  agradable. 

Hace  unos  veinte  y  tres  años  que  el  comercio 
francés  ha  introducido  una  variedad  particular 
de  café  de  Borbon  (pie  tiene  el  olor  del  té.  Las 
habas  son  prolongadas  y  puntiagudas  en  forma 
de  nabinas  ,  cubiertas  de  una  película  ad Itéren- 
te ,  y  parecidas  por  el  color  a  los  otros  cafés  de 
Borbon.  Es  probable  que  este  olor  característico 
sea  debido  a  cultivarse  los  árboles  del  café  junto 
á  plantas  de  té. 

Embaí. :  los  cafés  de  Borbon  van  repuestos  en 
doble  saco  de  junco  y  en  balas  ,  de  25  á  50  ki- 
logramos. 

El  cafe  de  Borbon  es  producido  por  una  varie- 
dad del  Coffea  arábica  úd  Linneo;  pero  también 
en  la  isla  Borbon  se  ha  encontrado  un  café  re- 
dondeado por  una  extremidad,  y  prolongado  por 
la  otra ,  ai  que  se  ha  dado  el  "nombre  de  Café 
marrón ,  que  el  comercio  no  ha  aprovechado  en 
razón  desús  males  calidades.  Lamark  dióal  ár- 
bol que  lo  produce  el  nombre  de  Coffea  maurita- 
nia. 

Café  de  Haití.  Análogo  al  de  la  Martinica, 
aunque  poco  buscado,  si  bien  mas  grueso,  mas 
prolongado  ,  y  sobre  todo  caracterizado  por  sus 
dos  extremidades  que  terminan  en  punta.  Las  ha- 
bas son  muy  irregulares  entre  sí ,  raras  veces 
peliculadas,  algunas  con  película  rojiza,  pe- 
ro generalmente  de  un  verde  claro  y  don  fre- 
cuencia blanquizco  ;  sabor  ligeramente  ácido. 
Esta  variedad  se  presenta  á  menudo  cargada  de 

triedras  y  de  habas  uegras. — Embaí. :  como  el  de 
a  Martinica 

Café  de  Cayena.  Habas  mal  conformadas, 
anchas  y  aplastadas ;  película  blanquizca,  que  en 
algunas  se  extiende  hasta  el  lado  plauo  y  pro- 
duce un  reflejo  plateado.  Estas  habas  general- 
monte  son  de  un  verde  negruzco  apagado. — Em- 
baí.: barriles  y  sacos  de  cáñamo. 


CAF  H5 

Café  db  Cuba.  Habas  pequeñas  ,  bastante  re- 
gulares entre  si  ,  con  muchas  de  ellas  encorva- 
das por  la  causa  de  que  hemos  hablado  en  el  ca- 
fé de  Moca,  divididas  por  el  surco  en  dos  partes 
desiguales;  en  general  son  muy  limpias,  \  hay 
algunas  cubiertas  de  una  película  rojiza  muy  an- 
herente; su  color  es  tan  proulo  verde  claro,"  co- 
mo verde  amarillo. — Embaí. :  barriles  ,  bocoyea 
y  sacos  de  lienzo. 

Café  de  la  Guayra.  Caracteres  bastante  pa- 
recidos á  los  del  café  de  Cuba  ,  si  bien  es  de  ca- 
lidad mas  inferior.  Embaí. :  sacos  de  lienzo. 

café  db  Ceil\n.  Habas  irregulares  en  su  for- 
ma, algunas  de  color  amarillo  claro,  otras  de 
un  verdoso  subido,  y  algunas  veces  negro;  olor 
y  sabor  débiles. 

Café  de  Puerto  Rico.  Habas  bastante  pareci- 
das á  las  del  cale  de  la  Martinica  ,  pero  iigera-r 
mente  encorvadas,  mas  cortas  y  menos  pelicula- 
das; ol  r  y  sabor  menos  agradables.  El  Café  de 
Muyagiiés  presenta  los  mismos  caracteres. — Em- 
baí.: sacos  de  pita  y  bocoyes. 

Café  del  Brasil*  Habas*  irregulares  en  su  for- 
ma: las  pequeñas  tienen  alguna  analogía  con  las 
del  cafe  de  Moca  ,  y  las  grandes  se  parecen 
á  las  del  café  de  Borbon  ordinario.  Las  unas  y 
las  otras  son  de  un  amarillo  mas  subiio  que  las 
del  café  de  Moca ;  la  película  es  poco  abundante, 
pajiza  y  brillante. 

El  que  viene  de  Rio-Janeiro  se  presenta  en  habas 
bastante  gruesas,  regulares,  poco  prolongadas, 
ya  amarillas,  ya  verdes,  de  poca  película  y  de 
un  olor fuerte.— Embaí.:  como  el  precedente' 

Café  de  Jwa.  Habas  duras,  prolongadas  y 
de  un  amarillo  oscuro ,  algunas  \  eces  claro  ó  ver- 
doso, y  cubiertas  de  su  película;  muy  olorosas. 
Esta  variedad  contiene  con  frecuencia  algunas  se- 
millas negras  y  hechas  pedazos.  Embaí.:  (feble 
tela  de  Gunny";  peso  variable. 

Café  de  Sumatra.  Habas  generalmente  duras 
y  prolongadas ,  peliculadas,  algo  complanadas  , 
de  color  amarillo,  moreno,  rojizo  y  negro,  muy 
olorosas,  y  de  sabor  caracterizado  por  su  amargor. 
— Embaí. :  tela  de  Gunny,  algunas  veces  simples 
esteras  de  juico;  peso  variable. 

Los  árboles  que  producen  estas  dos  variedades 
deben  de  tener  el  mismo  origen. 

Café  de  la  Jamaica.  Habas  en  general  muy 
duras,  algunas  veces  contorneadas,  sin  película", 
de  color  verde  claro,  y  de  un  olor  agradali! 
tante  pronunciado. — Embaí.:  balas,  sacos  de  cá- 
ñamo. 

Café  azul  de  la  Jamaica.  Los  Ingleses  han  da- 
do este  nombre  á  una  variedad  de  habas  de  la 
Jamaica,  notables  por  su  color  amarillo  aplo- 
madooscuro.  Hace  muy  pocos  años  que  este  café 
se  vende  en  Inglaterra',  y  también  parece  q 
consume  algún  tanto  en  l- rancia. 

Cafe  de  Mvnila.  Habas  medianas,  pelicula- 
das, de  un  gris  que  tira  a  verdoso  y  dedébil  olor. 
Espeto  conocido  en  el  comercio. —  l'.mbal.:  este- 
ra doble  de  junco,  de  forma  prolongada,  y  alad?, 
con  junquillo. 

Estos  caracteres  tienden  continuamente  á  va- 


516  CAF 

riar  con  los  nuevos  procedimientos  de  cultivo. 
Sin  embargo,  los  cafés  americanos  no  admiten 
mejora  sensible  en  su  bondad.  Seria  muy  curioso 
indagar  si  la  superioridad  del  café  de  Moca  es  de- 
bida al  clima,  si  es  el  resultado  exclusivo  del  sue- 
lo de  la  Arabia  ,  ó  de  ambas  causas  reunidas.  Lo 
que  hay  de  positivo  es  que  la  codicia  del  colono 
europeo  ha  contribuido  poderosamente  á  hacer  de- 
generar el  calé  trasplantado  á  las  Antillas  ,  pues- 
to que  se  ha  ocupado  muy  poco  de  la  calidad,  y  el 
constan  te  objeto  de  sus  esfuerzos  ha  sido  aumentar 
el  volumen  y  peso  de  la  haba.  Así  es  que  la  cose- 
cha se  hace  demasiado  pronto  y  las  semillas  no  se 
secan  bien  ,  de  manera  que  es  imposible  que  su 
aroma  pueda  desarrollarse.  El  café  de  América 
tiene  ,  sin  conlradicion ,  una  duración  mucho  me- 
nos considerable;  es  mas  esponjoso,  y  se  im- 
pregna mas  fácilmente  de  los  olores  de  los  cuer- 
pos que  le  rodean.  Hay  personas  inteligentes  que 
distinguen  perfectamente  el  gusto  de  ciertos  cuer- 
pos que  los  capitanes  no  han  tenido  la  precau- 
ción de  alejar  al  tiempo  de  cargar  sus  buques: 
cítañse  varios  cargamentos  que  por  este  motivo 
han  conservado  el  olor  de  la  canela  ó  de  la  pi- 
mienta, etc.;  hasta  el  azúcar  le  comunica  un  sa- 
bor dulce  que  nada  tiene  de  desagradable.  Sin 
duda  este  debe  ser  el  motivo  porque  el  café  de 
Borbon  siente  un  poco  al  té. 

En  general ,  cuando  se  compra  café,  es  menes- 
ter elegirlo  fresco ,  duro ,  seco  ,  difícil  de  rom- 
perse con  los  dientes,  sonoro  y  sano,  en  semillas 
lisas  ,  de  tamaño  mediano  ,  y  lo  mas  limpio  po- 
sible, fragante  y  despojado  de  todo  olor  extraño. 

Análisis  del  café. 

Se  poseen  pocos  documentos  ciertos  sobre  la 
verdadera  composición  química  del  café,,  y  ni 
tampoco  se  sabe  positivamente  á  que  principios 
debe  atribuirse  su  acción  sobre  la  economía  ani- 
mal. De  las  indagaciones  mas  recientes  del  se- 
ñor Cadet-Gassicourt  resulta  que  él  café  contie- 
ne: t.°  un  mucilago  abundante;  2;°  mucho-ácHo 
gálico;  3.°  una  resina;  4.°  un  aceite  esencial 
concreto  ;  5.°  albúmina ;  6.°  un  principio  aromá- 
tico volátil.  Según  Chenevix  ,  la  torrefacción  le 
añade  un  principio  nuevo,  el  lanino.  Los  SS.  Ro- 
biquet  y  Pellelier  han  reconocido  que  contiene 
una  corta  cantidad  de  aceite  concreto  ,  goma  ó 
mucilago,  albúmina  vegetal,  un  aceite  blanco  , 
dulce  é  inodoro,  un  principio  amargo,  una  sus- 
tancia óleo-resinosa  muy  acre ,  y  últimamente 
un  cuerpo  cristalizabie  que  se  presenta  en  largos 
filamentos  sedosos  ,  análogos  á  los  del  amianto. 
La  cafeína,  pues  este  es  el  nombre  que  harecibido 
este  cuerpo ,  se  licúa  á  un  :alor  lento  ,  y  se  subli- 
ma en  largas  agujas ;  el  agua  y  el  alcohol  la  di- 
suelven con  facilidad,  y  es  insolublc  en  el  éter. 
Debe  notarse  que,  después  de  la  urea  y  del  ácido 
úrico  ,  la  cafeína  es,  entre  todas  las  sustancias 
orgánicas  analizadas,  la  que  contiene  mas  ázoe, 
pues  que  sobre  100  partes  contiene  29. 


CAF 

■  Falsificación  del  café. 

En  Francia  en  los  últimos  años  delimperio, 
cuando  se  buscó  en  los  productos  de  su  suelo 
succedáneos  á  las  materias  alimenticias,  que  el 
hábito  hacia  indispensable  á  la  generalidad  de 
la  población,  no  se  oh  ido  al  café.  Pero  no  se 
fué  afortunado  en  dar  con  el  verdadero  medio ; 
pues  si  se  consiguió  fácilmente  dar  á  muchas 
sustancias  vegetales  quemadas  el  aspecto  de  es- 
te polvo  tan  estimado ,  no  pudo  encontrarse  ma- 
teria que  reuniese  á  sus  caracteres  exteriores  el 
aroma  y  el  sabor  deliciosos  que  hacen  del  infuso 
de  la  liaba  de  Arabia  una  bebida  de  predilec- 
ción para  todas  las  clases  de  la  sociedad.  Todas 
las  sustancias,  sucesivamente  empleadas,  no  se 
parecen  al  café  sino  por  el  amargor  y  el  gusto 
de  empireuma,  exceptólas  semillas  de  brusco, 
cuya  aroma,  desarrollada  por  la  tostacion,  es 
lañ  exactamente  la  del  café ,  que  muchas  per- 
sonas pueden  equivocarse  con  ella.  Verdad  es 
que  su  infuso  es  mucho  menos  soso,  porque  ca- 
rece del  todo  de  materia  amarga;  pero  añadién- 
dosela artificialmente  ,  se  podría  obtener  de  este 
licor  una  bebida  agradable. 

Sucesivamente  se  ha  ensayado  un  sin  número 
de  semillas,  entre  otras  las  de  los  cereales,  de  gla- 
díolo ,  de  garbanzos ,  de  hiniesta,  de  judías  ;  las 
bellotas  de  encina,  las  castañas;  las  raíces  de  za- 
nahoria, de  helécho,  de  achicoria  y  de  remolacha. 
Estasúltimas  sustancias  son  las  únicas  quesecon- 
linua  empleando  en  la  vecina  nación ,  y  en  Ingla- 
terra se  prepara  mucho  café  de  centeno  tostado. 
Con  frecuencia  el  café  tostado  y  molido  que  se 
vende  en  las  especierías  está  mezclado  con  mas  ó 
menos  cantidad  de  achicoria.  Para  reconocer  este 
fraude,  que  afortunadamente  no  puede  dañar  á 
la  salud,  el  Sr.  Coulier  ha  dado  el  siguiente 
proceder:  póngase  un  poco  de  café  sospechoso 
en  un  tubo  lleno  hasta  la  mitad  de  agua  fria.  Si 
el  agua  ,  después  de  algunos  minutos ,  queda  diá- 
fana é  incolora,  y  el  polvo  permanece  en  la  su- 
perficie ,  el  café  podrá  ser  considerado  como  bue- 
no y-  puro.  Pero  si  el  agua  se  colora  sensible- 
mente en  amarillo  ó  moreno,  y  el  polvo  deja  pre- 
cipitar granos  rojizos  que  se  disuelvan  poco  á 
poco  en  el  líquido  que  atraviesan,  evidentemente 
el  café  contiene  achicoria,  y  contendrá  tanto  mas 
en  cuanto  mas  se  colorará  el  agua. 

Si  el  calé  contiene  centeno  tostado  ú  otra  se- 
milla mas  ó  menos  feculenta,  se  examina  desco- 
lorando el  infuso  del  café  sospechoso  con  carbón 
animal ,  y  luego  tratándolo  con  tintura  de  yodo, 
que  comunica  al  líquido  un  color  mas  ó  menos 
azulado  ,  si  en  realidad  existe  el  fraude. 
Circula  á  veces  en  el  comercio  café  averiado* 

*  El  café  averiado  puede  utilizarse.  Bizio  de  Venceia  ma- 
nifestó en  1819  que  el  café  proporcionaba  un  hermosísi- 
mo color  verde  esmeralda  de  que  se  carecía  en  la  pintura, 
é  inalterable  á  los  diversos  agentes  químicos  ,  y  aun  á  la  in- 
fluencia  corrosiva  de  la  luz  y  de  la  humedad.  Hecho  el  co- 
cimiento del  eafé  como  de  ordinario  se  acostumbra  ,  se  em- 
plea la  sosa  para  obtener  un  elegante  precipitado  verde. 


CAF 

con  el  agua  del  mar,  que  es  preciso  saber  distin- 
guir del  de  buena  calidad.  Las  semillas  del  cafó 
así  alterado  p<  n  de  un  color  moreno  negruzco  al 
exterior  y  verdoso  al  interior;  huelen  á  moho;  su 
sabor  es  jabonoso  y  muy  distinto  del  café  do 
buena  calidad.  Las  semillas  tostadas  no  son  acei- 
tosas y  brillantes,  sino  mas  hien  secas  y  mates, 
no  despiden  el  olor  suave  y  balsámico  del  café 
bueno  ,  sino  uno  parecido  al  extracta  de  regaliz, 
cuyo  color  también  presentan. 

El  cocimiento  ó  infuso  de  café  averiado  sin 
tostar  es  muy  espeso,  cuela  con  dificultad,  es 
inodoro  é  insípido;  si  se  deja  en  la  boca  por  algún 
tiempo  se  percibe  un  gusto  de  jabón;  conserva 
su  color  parduzco  aun  después  de  muchos  dias; 
con  la  potasa  cáustica  no  experimenta  cambio 
sensible,  y  solo  después  de  mucho  tiempo  preci- 
pita algunos  copos  ligeros ;  con  el  agua  de  cal  no 
sufre  cambio  alguno ;  con  el  acetato  de  plomo  da 
un  precipitado  agrisado;  con  el  nitrato  merou- 
rioso  da  un  precipitado  blanco  vedijoso;  por  últi- 
mo, no  puede  extraerse  de  él  la  menor  partícula 
de  cafeína  ,  por  ser,  á  lo  que  parece ,  uno  de  los 
principios  que  pivmero  se  descompone  al  averiar- 
se el  café. 

El  cocimiento  ó  infuso  de  café  no  averiado 
tiene  un  sabor  débilmente  amargo  y  herbáceo, 
un  olor  algo  aromático  ,  y  su  color,  que  primero 
es  de  un  hermoso  amarillo  dorado  ,  al  cabo  de 
doce  horas  se  pone  verde  quedando  el  líquido 
perfectamente  trasparente  ;  con  la  potasa  cáus- 
tica toma  un  color  de  naranja  ó  de  goma  gula , 
y  luego  se  enturbia  ligeranente;  con  el  agua  de 
cal  toma  un  color  amarillo  intenso  ;  con  el  aceta- 
to de  plomo  da  un  precipitado  vedijoso  abundan- 
te de  un  hermoso  amarillo ;  con  el  nitrato  mercu- 
rioso  forma  un  precipitado  amarillo  vedijoso ; 
finalmente,  de  él  puede  extraerse  cafeína. 

Por  la  comparación  de  ambos  cocimientos  y  la 
manera  con  que  en  ellos  obran  los  reactivos  pue- 
de distinguirse  muy  bien  el  café  de  buena  cali- 
dad del  café  averiado. 

Preparación  del  café. 

Los  Árabes  hacen  secar  la  pulpa  para  emplear- 
la en  bebida  teiforme,  y  se  dice  que  entre  ellos  for- 
ma un  objeto  de  comercio.  Esta  bebida  es  bastante 
agradable  y  refrescante,  y  es  lo  que  se  llama  Ca- 
fé á  la  sultana,  nombre  que  sirve  también  en 
Europa  para  designar  el  cocimiento  ligero  de  se- 
millas sin  tostar,  que,  tomado  con  un  poco  de 
azúcar  ,  fortifica  el  estómago  y  restablece  el  ape- 
tito. En  algunas  partes  del  Asia  Meridional  se  ha- 
ce macerar  la  pulpa  en  toneles  llenos  de  agua  , 
para  obtener  una  especie  de  vino  que,  por  medio 
de  la  destilación,  da  un  licor  espirituoso  muy 
agradable. 

En  cuanto  á  la  haba ,  todo  el  mundo  sabe  que 
se  somete  á  una  torrefacción  ,  que  se  muele  para 
convertirla  en  polvo ,  y  que  sobre  este  polvo  se 
vierte  agua  caliente  para  obtener  un  infuso  que 
sirve  de  bebida  intelectual,  expresión  con  que  se 
le  designa  hoy  dia. 


CAF  617 

La  lerrefaccion  destruye  la  crudeza  y  separa 
la  parte  acuosa  de  su  mucílago ,  facilita  la  acción 
del  molino,  y  desenvuelve  ese  conjunto  de  esen- 
cias cuya  reunión  constituye  lo  que  se  llama  el 
ramillete.   Sin  embargo,    un  calor  demasiado 
fuerte  destruye  los  principios  que  conviene  con- 
servarle, \  los  sustituye  por  otros  acres  y  astringen- 
tes (pie  nada  tienen  de  común  con  la  ambrosia  que 
el  aficionado  inteligente  saborea  con  tanto  placer. 
Existe,  pues,  un  punto  que  no  puede  indicarse, 
pero  que  la  experiencia  enseña  á  conocer :  co- 
munmente el  olor  que  embalsama  la  atmósfera 
es  el  que  advierte  (pie  debe  suspenderse  la  ac- 
ción del  calórico.  Hase  calculado  que  una  buena 
tostacion  no  debía  hacer  perder  sino  16  á  20  p.§ 
al  café.  La  torrefacción  se  hace  ordinariamen- 
te en  un  cilindro  de  hierro  ;   los  vasos  de  barro 
barnizado  pueden  ser  perjudiciales  en  razón  del 
esmalte  que  de  ellos  sede-prende  y  que  se  mezcla 
con  el  café.  Terminada  la  torrefacción,  ciertas  per- 
sonas tratan  de  conservar  el  calor  al  café  envol- 
viéndolo en  una  servilleta  ó  en  un  papel:  estoesun 
error,  porque  si  bien  el  calor  se  conserva,  desapa- 
recen lodos  los  aceites.  Lo  mejor  que  puede  hacer- 
se es  echar  el  café  encima  de  una  piedra  ó  en 
una  vasija  bien  friaparaque  la  exhalación  del  aro- 
ma se  contenga  lo  mas  pronto  posible.  Tampoco 
debe  molerse  el  calé  antes  de  haberse  enfriado 
completamente,  porque  llenaría  de  pasta  la  nuez 
del  molino.   Cuando  se  prepara  el  infuso  ,  debe 
evitarse  también  un  calor  demasiado  fuerte,  por- 
que en  este  caso  el  agua  disuelve  el  principio  re- 
sinoideo  acre   y  amargo  ,   y  además   la    gran 
cantidad    de  vapores  que   se  forman   arrastra 
las  partes  volátiles  y  disipa  el  perfume  tan  bus- 
cado de  los  aficionados.  Por  lo  tanto  se  acostum- 
bra aechar  el  agua  bien  hirviendo  en  la  cafetera; 
pero  las  paredes  de  la  vasija  pbsorven  luego  el 
exceso  del  calórico.  Cuando  se  tiene  tiempo  sufi- 
ciente, basta  operar  lentamente  la  tiltracion  en 
frío  ,  y   calentar  la  disolución  antes  de  bebería, 
y  parece  que  este  proceder  une  los  principios  sa- 
brosos. Es  un  craso  error  echar  agua  caliente  so- 
bre el  bagazo  cuando  se  quiere  separarle  lo  que 
ha  podido  retener ;  la  disolución  que  ,se  obtiene 
es  muy  subida  de  color,  pero  tiene  un  gusto  de- 
testable. El  infuso  del  calé  tostado  y  pulverizado, 
en  proporción  de  media  onza  por  ocho  onzas  de 
agua  hirviendo  (una  taza)  ,  es  da  un   rojo  oscuro 
subido,  visto  á  contraluz;  a  la  luz,   ofrece  un 
tinte  de  un  amarillo  de  oro;  su  aroma  es  de  las 
mas  suaves,  si  la  operación  ha  tenido  ldgar  en 
vasos  cerrados. 

Para  que  la  fragrancia  no  se  pierda,  no  se  ha 
de  tostar  ni  moler  el  café  hasta  algunas  horas 
antes  de  preparar  el  infuso.  En  estos  últimos 
tiempos  se  ha  ensayado  el  medio  de  cubrir  las 
habas  tostadas  con  una  ligera  capa  de  azú- 
car para  impedir  la  evaporación  del  perfu- 
me :  este  procedimiento  parece  haber  dado  bue- 
nos resultados  aunque  no  sea  generalmente  adop- 
tado. 

Algunos  destiladores  preparan  un  infuso  con- 
centrado, y  lo  venden  bajo  el  nombre  genérico 


518  CAF 

de  Esencia  de  café  de  Moca  *.  Esta  preparación 
no  deja  de  ser  útil  en  los  viajes  ó  en  el  campo; 
pero  con  todo  no  ha  obtenido  aun  el  asentimiento 
de  los  verdaderos  inteligentes. 

Para  hacer  el  infuso  de  cafe,  generalmente  se 
emplean  cafeteras  de  plata,  de  hoja  de  lata,  ó  de 
barro.  Los  ricos  lo  toman  hecho  en  cafeteras  de 
piala ;  á  las  personas  que  no  lo  sean  se  les  acon- 
ja  que  usen  cafeteras  de  barro,  porque  la  hoja 
de  lata  comunica  en  general  un  sabor  de  tinta,  en 
razón  de  vina  pequeña  cantidad  de  hierro  que  di- 
suelve el  tanino  del  café. 

Todavía  hay  algunas  personas  que  sujetan  el 
café  á  la  ebullición,  que  evapora  su  perfume  mas 
exquisito,  leda  un  color  mas  negro  y  cierto 
amargor,  y  lo  deja  además  siempre  mas  espeso; 
igualmente  hay  sujetos  que,  á  imitación  de  los 
Turcos  y  de  los  Árabes  ,  dejan  el  bagazo  bebién- 
dolo  con  la  parte  líquida;  por  último  ,  hay  quien 
acostumbra  á  echar  una  pieza  de  cobre  en  el  ca- 
lé durante  la  ebullición  con  objeto  de  clarificarlo, 
lo  que  es  una  práctica  perjudicial  que  debe  pros- 
cribirse. 

De  nuestros  dias  hanse  inventado  muchas  ca- 
feteras-filtros, por  medio  de  las  cuales  se  prepa- 
ran los  infusos  de  café,  aparatos  que  son  tanto 
mejores  en  cuanto  se  alejan  de  la  ebullición,  pues- 
to que  el  mejor  método  de  preparación  del  café 
es  nacerlo  con  agua  casi  fria  por  el  sistema  de 
lixiviación.  La  mezcla  de  la  leche,  ron  ú  otras 
sustancias  en  el  café,  aunque  introducida  por 
la  moda,  disminuye  considerablemente,  ó  altera 
del  todo,  las  excelentes  calidades  de  esta  bebida. 

Los  Árabes  del  desierto  ,  los  beduinos  de  las 
cercanías  de  Argel ,  son  aun  al  presente  mas 
hábiles  que  nosotros  en  la  preparación  del  calé. 
Sentados  en  círculo  alrededor  de  una  peque- 
ña hoguera  de  boñigas  de  camello  secas,  hacen 
tostar  la  haba  de  bunn  en  una  sartén  agujereada. 
Luego  que  la  preciosa  semilla  ha  tomado  el  color 
oscuro  dorado,  que  es  la  señal  cierta  de  una 
torrefacción  suficiente ,  la  muelen   en  caliente 

*  El  Sr.  Desehamps  d'Avallon  da  la  siguiente  fórmula 
de  la  Esencia  de  cafe:—« Tómese  café  tostado  y  pulveriza- 
do, 600  gramos.  Háganse  liervir  en  una  cucúrbita  4,000  gr. 
de  agua ,  añádase  el  café,  móntese  el  aparato  y  destílese 
para  obtener  600  gr.  de  producto.'» 

«Desmóntese  el  aparato,  échese  el  residuo  en  un  vaso, 
déjese  posar,  decántese;  hágase  hervir  el  bagazo  con  4,000 
gr.  de  agua ,  déjese  posar ,  decántese ,  y  evapórese  el  lí- 
quido para  obtener  500  gr  de  licor  concentrado.— Déjese 
enfriar ,  mézclese  el  producto  de  la  destilación  y  fíltrese  pa- 
ra obtener  1.000  gramos.» 

«Dos  cucharadas  de  café  por  taza  de  agua  hirviendo.— 
Esta  esencia  se  conserva  cuando  los  frascos  están  llenos; 
pero  es  preferible  tratarlos  por  el  método  de  Appert.» 

En  esta  ciudad  el  Sr.  D.  José  Tuero  prepira  un  extrac- 
to llamado  Sustancia  de  café  concentrada.  Con  una  cucha- 
rada de  este  extracto  desleído  en  agua  ó  leche  hirviendo 
basta  pa  ra  obtener  una  taza  del  mejor  café  ,  y  en  verdad  esta 
bebida  así  obtenida  tiene  un  sabor  y  un  aroma  exquisitos. 

La  sustancia  de  café  concentrada  es  de  una  utilidad  mani- 
fiesta para  los  viajeros  ,  supuesto  conserva  sus  propiedades 
por  tiempo  dilatado.  Creemos  muy  merecido  el  privilegio 
exclusivo  de  invención  que  S.  M.  ha  concedido  al  S.  D.  José 
Tuero ,  por  el  procedimiento  de  elaboración  de  este  extracto. 


CAF 

entre  dos  piedras  lisas,  convirtiéndola  en  un  polvo 
impalpable.  El  agua  hierve  en  el  ibrick;  el  mas 
joven  de  la  reunión  opera  inmediatamente  la  mez- 
cla, y  cuando  la  lia  agitado  suficientemente, 
lava  distribuyendo  á  sus  compañeros,  y  el  be- 
duino, puesto  en  chiquillas  sobre  su  estera  ó  so- 
bre su  tapiz  de  piel  de  camello,  saborea  á  pe- 
queños sorbos,  sin  azúcar,  sin  leche,  ni  ningu- 
na otra  mezcla  que  disminuya  ó  dulcifique  su 
amargor ,  aquella  bebida  hirviendo  cargada  del 
polvo  fino  y  mas  cálida  por  su  aroma  (pie  por  el 
luego  que  ña  servido  á  su  preparación.  Como  el 
perfume  es  el  principal  y  mas  precioso  mérito  del 
café,  el  Árabe  sentiría  perder  un  átomo  de  él,  te- 
niendo que  aguardar  á  que  el  infuso  reposase  un 
instante. 

Nosotros  tenemos  el  paladar  demasiada  delica- 
do y  ia  lengua  demasiado  sensible  para  acomo- 
darnos con  un  licor  tan  espeso  como  el  pisto 
lacedemonio.  Pero  lo  que  hay  de  notable  en  la 
práctica  de  los  Árabes  es  la"  ausencia  de  todo 
intervalo  entre  la  torrefacción  y  la  infusión.  Esta 
transición  súbita  de  una  á  otra  puede  solamente 
conservar  al  licor  todo  su  aroma  y  toda  su  sua- 
vidad ;  porque  el  café,  puesto  en  infusión  luego 
de  tostado,no  se  evapora  durante  su  enfriamiento. 
El  gastrónomo  francés  mas  distinguido  de  nuestra 
época  ,  el  Sr .  Cussy ,  aprecia  en  el  mas  alto  gra- 
do el  mérito  de  esta  practica  de  los  Árabes,  que 
ha  perfeccionado  del  modo  siguiente:  Toma  ca- 
fé en  polvo  recientemente  tostado,  y  hace  el  in- 
fuso con  agua  en  la  que  ha  hecho  hervir 
por  espacio  de  diez  minutos  un  puñado  de  café 
de  la  Martinica  tino  verde,  que  sin  tostar  exhala 
un  delicado  perfume  que  no  se  encuentra  en  las 
demás  especies. 

Cada  uno  en  su  casa  podria  reunir  perfectamen- 
te las  condiciones  que  acabamos  de  mencionar: 
tostar  el  café  y  hacer  inmediatamente  el  infuso; 
en  lugar  de  servirse  de  agua  pura,  emplear  un 
cocimienlo  de  café  de  la  Martinica  fino  verde; 
pero  lo  que  no  podria  hacerse,  sin  una  prodigali- 
dad ruinosa ,  es  operará  la  vez  sobre  una  canti- 
dad bastante  considerable  para  que  cada  laza 
tuviese  toda  la  aroma  que  le  es  posible  concen- 
trar. En  toda  operación  que  tiene  por  objeto  la  ex- 
tracción de  principios  análogos  reunidos  en  ele- 
mentos diversos,  importa  mucho  obrar  sobre  ma- 
sas abundantes  de  la  primera  materia.  La  atrac- 
ción entre  las  moléculas  similares  se  ejerce  con 
tanta  mas  energía  en  cuanto  estas  moléculas  son 
mas  multiplicadas.  Si  se  tiene  café  de  primera 
calidad  convenientemente  y  recien  tostado,  y 
se  prepara  una  pequeña  dosis  de  infuso  ,  (los 
tazas  por  ejemplo,  el  licor  será  menos  puro,  me- 
nos suave  y~  menos  cargado  de  principios  aro- 
máticos, que  si  se  preparan  veinte  tazas  de  una 
vez. 

Ilislona  de  la  introducción  del  café  en  Europa. 

Ignoramos  la  época  precisa  en  que  se  comenzó 
i  á  tostar  los  granos  del  calé  para  hacer  con  ellos 
I  un  cocimiento ,  aunque  hay  motivo  para  suponer 


CAF 

que  el  descubrimiento  de  las  propiedades  de  es- 
ta bebida  no  se  remonta  mucho  mas  allá  de  la 
primera  parte  del  siglo  XV ;  porque  los  autores 
antiguos  ninguna  mención  lucieron  del  café  ,  ni 
los  modernos  lian  diebo  nada  de  el  antes  del  si- 
glo XVI.  Se  cree  que  Leonardo  Hauwolf ,  médico 
alemán ,  fué  el  primero  que  habló  alguna  cosa  del 
café  en  un  libro  que  publicó  en  1573,  si  bien  in- 
currió en  muchas  inexactitudes.  Quien  hizo  una 
descripción  perfecta  del  café  fué  Próspero  Albino, 
que  halda  residido  en  Egipto  como  médico  del 
cónsul  de  Venecia,  en  sus  obras  publicadas  en 
1591  \  \o'M. 

Tomamos  los  siguientes  pormenores  del  Sr.  Du 
Tour,  Diclionnd'hist.  Matar,  de  Dttterv.  «El  café, 
dice  Rainal,  en  su  Historia  filosófica  y  política  , 
procede  originariamente  de  la  Alta  Etiopia ,  en 
donde  se  conoce  desde  tiempo  inmemorial,  y 
en  cuyopais  se  culti\a  aun  con  provecho.  El  Sr. 
Lagrénce  de  Méziere,  uno  de  los  agentes  mas 
ilustrados  que  la  Francia  ha  tenido  en  la  India, 
poseyó  frutos  de  este  café,  de  los  que  hizo  uso 
con  mucha  frecuencia,  y  los  encontró  un  poco 
mas  gruesos ,  mas  largos  y  menos  verdes,  y  ca- 
si tan  aromáticos  como  los  que  se  empezaron  á  co- 
ger en  la  Arabia  á  últimos  del  siglo  XVI.» 

o  El  uso  del  café  nos  ha  sido  trasmitido  por  los 
Orientales.  Los  unos  dicen  que  la  primera  expe- 
riencia se  debe  á  la  vigilancia  del  superior  de  un 
monasterio  quien  ,  queriendo  sacar  a  sus  herma- 
nos del  entorpecimiento  á  que  les  tenia  sumergi- 
dos el  sueño  en  los  olicios  del  coro  durante  la  no- 
che, les  hizo  beber  infuso  de  café,  por  la  relación 
que  le  habían  hecho  acerca  de  los  efectos  que 
este  fruto  producía  á  los  machos  cabrios  que  lo 
habían  comido.  Otros  pretenden  que  un  Mollach 
(  doctor  musulmán),  llamado  Chadely,  fué  el  pri 
mer  Árabe  que  lomó  café  con  el  objeto  de  li- 
brarse de  un  entorpecimiento  continuo  que  no  le 
permitía  hacer  sus  oraciones  nocturnas.  Los  Der 
vis  (sacerdotes  turcos)  le  imitaron,  y  su  ejemplo 
fué  seguido  por  las  gentes  de  la  ley."  Muy  luego 
se  advertió  que  esta  bebida  alegraba  el  "espíritu 
y  disipaba  la  pesadez  del  estomago ,  y  entonces 
la  adoptaron  hasta  aquellos  que  no  tenian  necesi- 
dad de  estar  despiertos.  Este  uso,  de  las  orillas 
del  mar  Rojo  pasó  á  Medina,  á  la  Meca,  y  los 
peregrinos  lo  llevaron  á  todos  los  países  maho- 
metanos. En  fin  ,  se  lee  en  un  manuscrito  árabe, 
que  se  halla  en  la  biblioteca  real ,  que  el  café, 
aunque  originario  de  la  Arabia  Feliz ,  se  usaba 
en  el  África  y  en  la  Persia  mucho  tiempo  antes 

aue  los  Árabes  hubiesen  hecho  de  él  una  bebida, 
acia  mediados  del  siglo  XV  el  mufti  de  Aden, 
ciudad  déla  Arabia,  viajando  por  la  Persia,  vio 
que  empleaban  este  licor ,  y  ,  á  su  regreso .  lo 
hizo  conocer  en  su  país.  De"  Aden  el  uso  del  ca- 
fé se  extendió  á  todos  los  lugares  sometidos  á  la 
ley  de  Mahoma.» 

»En  muchas  cindadesde  estos  países  se  imagi- 
nó el  medio  de  establecer  casas  públicas  en  don- 
de se  distribuía  el  café.  En  Persia  estas  casas 
se  convirtieron,  como  ha  sucedido  entre  noso- 
tros ,  en  un  honroso  asilo  para  las  gantes  deso- 


CAF  619 

cupadas,  y  en  un  lugar  de  descanso  para  los 
hombres  atareados.  Los  políticos  hablaban  en 
ellas  de  noticias ,  los  poetas  leian  allí  sus  versos 
y  los  mollachs  recitaban  sus  sermones.  Las  cosas 
u.)  se  pasaron  tan  tranquilamente  en  Constanlino- 
pla,  pues  apenas  se  abrieron  los  cafés  cuando 
fueron  frecuentados  con  furor.  A  consecuencia  de 
las  representaciones  del  muflí,  el  gobierno,  ba- 
jo el  reinado  de  Amurat  111,  hizo  cerrar  estos  lu- 
gares públicos,  y  solo  toleró  el  uso  de  este  licor 
en  el  interior  de  "las  familias.  Lna  inclinación  de- 
cidida triunfó  de  esta  severidad  :  se  continuó  be- 
biendo café  publicamente,  y  se  aumentaron  los 
lugares  en  que  se  distribuía.  Durante  la  guerra 
de  Candía  y  bajo  la  menor  edad  de  Mahomelo  IV, 
el  gran  visir  Koprolí  lo  suprimió  nuevamente; 
pero  esta  precaución  fué  tan  iuulil  como  las  pre- 
cedentes.» 

»A1  principio  del  siglo  XVI,  el  café  produjo 
igualmente  desórdenes  en  el  Cairo.  El  año  1523 
ó  930  de  la  hegira,  Abdallah,  Ibrahim,  chaique 
déla  ley,  predicó  fuertemente  contra  esta  bebi- 
da en  la  mezquita  de  Hassassanie;  las  cabezas 
se  calentaron  y  los  partidos  vinieron  á  las  manos; 
pero  el  cheik-él-fielet  ;el  gobernador  de  la  ciu- 
dad) reunió  á  los  doctores  déla  ley,  y,  después  de 
haber  escuchado  con  paciencia  una  larga  discu- 
sión ,  hizo  servir  café  á  todo  el  mundo  y  levantó 
la  sesión  sin  proferir  una  palabra.  Esta  medida 
restableció  la  tranquilidad.  Así  es  como  el  uso 
del  café,  adoptado  umversalmente  en  Oriente, 
se  perpetuó  en  aquel  país  á  pesar  de  la  violencia 
de  las  leyes  y  de  la  austeridad  déla  religión,  que 
se  habían  reunido  para  proscribirlo.  Los  Turcos 
tienen  un  intendente  particular  que  ellos  llaman 
kavnjhi ,  es  decir,  oficial  del  café,  y  en  el  serra- 
llo hay  varios  kaveghis,  (pie  cada  uno  de  ellos 
preside  á  20  o  30  battayis  ó  empleados  encarga- 
dos de  preparar  este  licor  agradable.» 

»E1  cafe  había  empezado  á  acreditarse  en  Cons- 
tantinopla,  bajo  el  reinado  de  Soliman-el-Gran- 
de,  en  1554.  En  1645  se  comenzó  á  establecer 
cafés  públicos  en  Italia  y  en  España,  en  1052  en 
Londres,  en  1671  en  Marsella,  en  1672  en  Pa- 
rís. Los  habitantes  del  Forte  se  acostumbraron  á 
esta  bebida  ,  y  la  prefirieron  á  sus  licores.  Por 
último  toda  la  Europa  tomó  café.  Era  imposible 
que  un  gusto  que  se  habia  hecho  tan  general  no 
hiciese  nacer  en  los  Europeos  el  deseo  de  poseer 
el  árbol  que  producia  este  grano  precioso.  Las 
potencias  marítimas  de  esta  parte  del  mundo  te- 
nian colonias  establecidas  entre  los  Trópicos,  y 
trataron  de  trasportar  allí  el  café;  pero  era  me- 
eslerirlo  á  buscar  a  su  país  natal,  es  decir  á  la 
Arabia,  pues  que  este  era  el  punto  de  donde  venia 
ent  mees  todo  el  café  que  se  expendía  en  el  co- 
mercio. Esta  empresa  estaba  reservada  á  una  na- 
ción conocida  por  su  industria  :  los  Holandeses 
fueron  los  primeros  que  trasportaron  este  árbol 
de  .Moca  á  Batavia  y  de  Batavia  á  Amsterdam.» 

El  Sr.  Mac-Culloch  cuenta  de  la  manera  si- 
guiente la  introducción  del  café  en  Londres,  y 
las  dificultades  que  tuvieron  los  Holandeses  para 
procurarse  las  primeras  plantas  de  café.  «El  pri- 


río  caf 

mer  establecimiento  al  que  se  (lió  el  nombre  de 
café  se  abrió  en  Londres  en  1652.  Un  negocian- 
te llamado  Edwards,  que  comerciaba  con  la  Tur- 
quía ,  habiendo  traído  del  Levante  algunos  sacos 
de  café,  y  llevado  consigo  un  criado  griego  que 
sabia  prepararlo ,  vio  luego  su  casa  asaltada  por 
una  multitud  de  gentes ,  quienes,  bajo  pretesto 
de  visitarle,  iban  tan  solo  para  gustar  aquella 
nueva  especie  de  licor.  Para  satisfacer  á  sus  ami- 
gos, que  seliacian  mas  numerosos  cada  dia,  y 
librarse  al  mismo  tiempo  del  embarazo  que  le 
causaban,  dio  permiso  á  su  criado  para  que  se 
estableciera  á  donde  quisiese  para  hacer  café  y 
venderlo  públicamente.  A  consecuencia  de  este 
permiso  ,  el  Griego  abrió  un  calé  en  el  mismo  si- 
tio en  donde  se  halla  hoy  el  calé  de  Virginia 
(  Virginia  cofl'ee-housc).  El  célebre  café  de  Gar- 
raway,  en  el  que  se  hacen  tantas  ventas  en  al- 
moneda pública,  fué  el  primero  que  se  abrió  des- 
pués del  grande  incendio  de  1666.  Por  un  decre- 
to publicado  eu  167o,  Carlos  II  ensayó  suprimir 
los  calés,  bajo  elpreleslo  de  que  eran  lugares  que 
servían  de  reunión  álos  malcontentos  que  inven- 
taban y  propalaban  falsas  noticias,  para  desacre- 
ditar al  gobierno  del  rey  y  turbar  el  reposo  públi- 
co de  la  nación.  Habiendo  sido  consultados  los 
doce  jueces  respecto  á  la  legalidad  de  esta  medi- 
da, declararon  que  la  venta  al  por  menor  del  co- 
cimiento de  calé  podia  ser  un  tráfico  inocente ; 
pero  que,  como  se  usaba  para  alimentar  la  sedi- 
ción, propalar  mentiras  y  calumniar  á  perso- 
najes elevados  ,  podia  también  llegar  á  ser  una 
cosa  perjudicial  y  que  convendría  prohibir.» 

Entre  las  proscripciones  del  café  por  muchos 
soberanos  es  curioso  saber  que  en  el  pais  de 
Hildburgansen,  situado  sobre  el  Werre  en  Franco- 
nía,  por  decreto  de  4  de  enero  de  1825,  se  prohi- 
bió tomar  café.  Los  que  lo  bebían  estaban  sujetos 
á  una  mulla  de  seis  marcos  de  plata;  los  que  co- 
merciaban con  él  en  grano  debían  pagar  104 
francos,  y  en  licor,  seis  marcos,  y  á  los  q¡  e 
hacían  el  contrabando  se  les  castigaba  con  sa- 
carles por  dos  horas  á  la  vergüenza. 

Los  príncipes  -árabes,  para  conservar  el  mono- 
polio del  cale  ,  habían  prohibido  bajo  pena  de  la 
¡vida  la  exportación  de  una  sola  planta  de  café; 
prohibición  por  otra  parte, difícil  de  llevar  á  ca- 
bo, en  razón  de  que  esta*  planta  solo  se  encuen- 
tra á  25  leguas  de  Moca  ,  único  puerto  en  el  que 
•se  permitía  entrar  á  los  buques  europeos.  Se  di- 
<-e  también  que  los  Árabes  llevaban  su  precaución 
hasta  el  extremo  de  esterilizar  las  semillas  de  ca- 
íé  por  medio  de  cierto  grado  de  torrefacción 
que  las  hacían  sufrir  antes  de  que  circulasen  en 
el  comercio.  A  pesar  de  todos  sus  esfuerzos,  los 
Holandeses  consiguieron  procurarse  ,  bien  sea 
plantase  semillas  fecundas,  y  naturalizaron  el 
café  en  las  cercanías  de  Batavia. 

Producción  y  consumo  del  café, 

Según  Mac-Culloch,  las  cantidades  de  café 
exportadas  anualmente  de  los  diferentes  países 
que  lo  producen  son  poco  mas  ó  menos  las  si- 


CAF 

guientes :  de  Moca ,  Hodeida  y  otros  puertos  de 
la  Arabia,  10,000  toneladas;  de  Java,  18,000; 
de  Sumatra  y  demás  puntos  del  Archipiélago  In- 
dianos, 8,000;  del  Brasil  y  de  las  antiguas  pose- 
siones españoles  de  la  América  del  Sud,  42,000 ; 
de  Santo  Domingo  ,  20,000  ;  de  Cuba  y  de  Puer- 
to-Rico ,  25,000;  de  las  colonias  inglesas  eu  las 
Indias  occidentales,  H,000;  de  las  antiguas  co- 
lonias holandesas,  5,000;  de  las  colonias  fran- 
cesas ,  500 ,  y  de  la  Isla  Borbon  ,  8,000 :  total , 
147,000  toneladas. 

El  consumo  se  valúa  del  modo  siguiente:  Gran- 
Bretaña,  M',500  toneladas;  Holanda  y  Bélgica, 
40,500;  Alemania  y  Estados  de  las  costas  del 
Báltico,  32,000  ;  Francia,  España,  Italia,  Tur- 
quía, Europa,  Levante,  etc.,  35,000;  América, 
20,500. 

Comercio  del  café  en  España. 

El  café  que  se  usa  en  España  se  recibe  directa- 
mente de  los  puntos  de  producción,  que  son  la  Is- 
la de  Cuba,  Puerto  Rico,  Mayagües  y  Guayra. 

El  calé  que  tiene  mas  eslima  y  es  mas  preferido 
en  el  comercio  es  el  de  Puerto  Rico  y  el  de  Maya- 
gües, por  ser  de  mejor  calidad.  Se  importa  tam- 
bién en  nuestro  país  el  café  de  Moca,  aunque  en 
muy  corta  cantidad,  pues  el  precio  elevado  de 
esle  producto  solo  permite  su  uso  á  las  clases 
mas  acomodadas  de  la  sociedad. 

El  embalaje  del  café  de  la  Isla  de  Cuba  es 
sacos  de  pita  y  bocoyes;  el  peso  de  los  sacos 
es  de  unas  7  arrobas  castellanas,  y  la  tara  es  3  li- 
bras y  2  p%  de  polvo.  Los  bocoyes  pesan  32 
arrobas,  y  la  tara  esdei  arrobasy  2  p%  depolvo. 

El  calé  de  Puerto  Rico  viene  en  barriles  y  bo- 
coyes :  el  peso  de  los  primeros  es  de  8  arrobas 
castellanas,  y  la  tara  es  de  1  arroba  y  2  p%  de  pol- 
vo; el  peso  de  los  segundos  es  de  36  arrobas,  y 
la  tara  de  4  arrobas  y  2  p%  de  polvo. 

El  embalaje  del  café  de  la  Guayra  y  Maya- 
gües consiste  en  sacos  de  lienzo ;  su  peso  es  de 
unas  4  arrobas  castellanas,  y  la  tara  es  de  2  libras 
y  2  p%  de  polvo. 

Según  la  Balanza  de  la  Dirección  General  de 
Aduanas  y  Aranceles,  la  importación  y  exporta- 
ción de  café  en  España  en  los  años  de  1848  ,  49 
y  50,  fué  la  siguiente: 


t 


IMPORTACIÓN. 


Años. 


Puntos  de  producción.      1848.     1849.      185C 


O        I 

M 

<?       V 


De  la  Isla  de  Cuba. 
De  Puerto-Rico. 
De  otros  puntos. 


8,139  12,281 

6,484     5,208 

59        186 


5,512 

5,260 

153 


Total       .      .     .     14,682  17,6-5   10,925 
EXPORTACIÓN. 


í 


A  Francia. 
,V  Gibraltar. 
A  otros  puntos. 

Total.     . 


5.886 

19,334 

745 


25,965       » 


CAF 

En  18i9  ,  la  importación  y  exportación  del  ca- 
fé en  el  puerto  de  Barcelona  ,  según  la  Balanza 
formada  por  laM.  I.  Junta  de  Comercio,  fué  co- 
mo sigue  : 


Importación  de  las  provin- 
cias de  Ultramar.     .     . 

Exportación  al  reino.  .     . 
Id.  al   extranjero. 

Total.     .     . 


Libras.  Reales. 

241,344  482,688 

144,862  289,724 

1 .313,1  Kl  ». 627,420 

1.458,372  2.917.144 


Usos  del  café. 

Propiedades  alimenticias.  Los  habitantes  de 
diversas  comarcas  del  África  emplean  el  café  co- 
mo alimento  en  sus  expediciones  militares :  tues- 
tan la  haba,  la  pulverizan,  y  mezclan  el  polvo 
con  grasa  para  darle  consistencia;  unacortacan- 
tidad  de  esta  preparación  les  basta  para  susten- 
tarse durante  marchas  de  muchos  dias.  Este  uso 
es  muy  antiguo  entre  ellos,  siendo  presumible 
(pie  sea  debido  á  individuos  de  aquellos  pueblos, 
restos  de  la  antigua  Etiopia,  el  conocimiento  del 
café.  La  calidad  nutritiva  del  café  está  comproba- 
da también  por  la  experiencia  de  los  soldados 
franceses  en  la  memorable  expedición  de  Egipto 
en  1 790 ,  cuando  tenían  que  resistir  fuertes  fati- 
gas ó  penetrar  en  los  desiertos  que  cruzan  el  va- 
lle del  Nilo,  quienes  preferían  á  sus  raciones  el 
café  en  granos  tostados  ó  moiidos,  por  sustentar- 
les mejor,  según  se  dice. 

Mucho  se  ha  hablado  y  se  ha  escrito  en  pro  y 
en  contra  del  infuso  de  café.  Jacobo  I ,  rey  dé 
Inglaterra ,  escribió  en  contra.  El  abate  Nisseno 
se  envanecía  de  haber  probado  que  esta  semilla 
había  sido  traída  á  Europa  por  el  demonio.  Le- 
mery  y  Heguel  creían  que  su  uso  hacia  impoten- 
te, y  se  dice  asimismo  que  este  último,  que  era  muy 
alicionado  á  tomar  calé,  aconsejabasu  uso  á  todo 
el  mundo  bajo  el  punto  de  vista  religioso.  Bespec- 
lo  a  esto,  Heguet  refiere  que  una  sultana  persa, 
muy  descontenta  de  los  servicios  que  le  presta- 
ba "un  sofi ,  vio  un  dia  á  un  caballo  que  llevaban 
á  castrar,  y  que  preguntando  lo  que  iban  á  ha- 
cer al  pobre  animal,  le  dijeron  que,  estando  de- 
masiado enamorado  ,  iban  á  destruir  radical- 
mente la  causa  de  sus  arrebatos.  Entonces,  con- 
testó la  sultana:  hacedle  tomar  café,  y  así  uo  ten- 
dréis que  hacerle  ningún  daño. 

El  Sr.  Aulagnier  dice  :  «la  facultad  estimu- 
lante del  café  acelera  el  curso  de  la  sangre,  au- 
menta los  movimientos  orgánicos,  multiplica  la 
energía  del  alma,  aleja  el  sueño  á  las  personas 
que  no  lo  loman  habitualmente  ,  facilita  la  tras- 
piración, y  por  último  esta  facultad  excitan- 
te hace  qne  las  gentes  de  letras  busquen  esla  be- 
bida ,  por  lo  que  se  la  ha  dado  el  nombre  de 
bebida  espiritual.  Su  uso  produce  una  constitu- 
ción nerviosa,  vuelve  á  las  personas  pálidas,  del- 
gadas y  flacas,  afecta  al  sistema  muscular  vá 
66 


CAF  551 

veces  ocasiona  el  temblor.  Sobre  todo  es  menes- 
ter prohibir  su  uso  á  los  niños ,  puesto  que  casi 
siempre  impide  el  desarrollo  del  cuerpo  y  enve- 
jece antes  de  tiempo.  Brillal-Savarin  dice  que 
en  Londres  se  vio  á  un  hombre  á  quien  el  uso 
inmoderado  del  café  habia  vuelto  idiota.  Tomado 
con  moderación  el  café  puede  ser  útil  á  las  perso- 
nas gordas,  á  los  temperamentos  flemáticos  y  pitui- 
tosos, y  aciertos  ancianos, en  laestacionhúmeda; 
pero  perjudica  alas  personas  flacas é  irritables,  á 
los  melancólicos,  á  los  hipocondríacos,  y  sobre 
todo  á  lasmugeres;  puede  ocasionar  hemorra- 
gias, almorranas,  erisipelas  y  otras  enfermeda- 
des cutáneas,  etc.  Bayle  le  ha  visto  producir  el 
mismo  efecto  que  el  emético.  Supuesto  que  su  uso 
es  perjudicial  en  muchas  circunstancias,  debe 
consultarse  siempre  la  experiencia;  en  efecto, 
para  dar  un  ejemplo  de  esto,  puede  citarse  el  doc- 
tor Fotergill ,  dolado  de  una  sensibilidad  tan  ex- 
tremada que  no  podia  tomar  té  sin  sentirse  mo- 
lestado ,  y  hacia  un  uso  moderado  y  útil  del  café. 
Voltaire,  hombre  muy  flaco  como  todo  el  mundo 
sabe,  se  dice  que  lomaba  seis  tazas  de  café  dia- 
riamente, si  bien  es  verdad  que  su  muerte  se  atri- 
buye á  una  inflamación  producida  por  esta  bebi- 
da. Delille  lomaba  diariamente  su  café,  que  se 
habia  convertido  en  su  Hipocrene.» 

El  infuso  de  cafe,  bien  hecho  y  conveniente- 
mente azucarado,  esuna  bebida  en  extremo  agra- 
dable y  de  un  sabor  exquisito.  Tan  luego  como 
penetra  en  el  estómago  produce  en  él  un  calor 
suave  ,  que  comunica  el  bienestar  á  todo  el 
cuerpo.  Este  infuso  es  eminentemente  digestivo  y 
estomático,  acelera  la  circulación,  desenvuelve 
las  facultades  intelectuales,  favorece  la  traspira- 
ción y  las  secreciones,  conduce  y  excita  á  la  ale- 
gría y  á  las  agudezas  del  espíritu,  inclina  á  los 
sentimientos  benévolos,  da  fuerza  y  agilidad.  Es- 
ta es  la  bebida  favorita  de  los  Orientales ,  que 
tan  amigos  son  délos  goces  de  los  sentidos,  y 
quienes  la  toman  por  decirlo  asi  durante  todo 
el  dia  ;  es  también  la  bebida  de  los  literatos,  de 
los  artistas,  y  sobre  lodo  de  los  poetas,  en  tér- 
minos que  uno  de  ellos,  Delille,  la  ha  inmor- 
talizado con  estos  versos :  Es  el  licor  mas  ca- 
ro al  poeta,  etc.  El  café,  tomado  después  de  las 
grandes  comidas,  de  las  cuales  es  su  comple- 
mento indispensable,  facilita  la  digestión,  amor- 
ligua  los  vapores  del  vino,  é  impide  la  embria- 
guez y  sus  consecuencias.  El  café  es  sobre  todo 
conveniente  en  los  países  húmedos,  nebulosos, 
templados,  etc.,  y  es  mas  útil á los  viejos  que  á 
la  juventud ,  á  los  hombres  mas  que  á  las  mu- 
geres. 

El  café  tiene  una  propiedad  muy  notable ,  con- 
siderada por  unos  como  perjudicial ,  y  deseada 
por  otros,  esto  es  la  de  alejar  el  sueño,  á  lo  me- 
nos durante  seis  ú  ocho  horas  después  de  haber- 
lo bebido  á  continuación  de  comidas  lijeras,  á 
los  sugetos  que  no  lo  toman  habitualmente.  Hay 
personas  que  aprovechan  esta  propiedad  para  de- 
dicarse á  los  trabajos  mentales ,  sin  verse  postra- 
dos por  el  sueño ,  y  es  menester  convenir  en  que 
es  un  agente  precioso  en  este  caso,  pues  procura 
tomo  i. 


82*  CAF 

con  mas  claridad  de  ideas  un  estado  de  quietud 
¡que  concurre  á  facilitar  el  trabajo.  Hanse  visto 
sabios  y  literatos,  entre  los  cuales  se  citan  Fonte- 
nelle  y'Voltaire,  que  lo  tomaban  muchas  veces  al 
día  para  fecundizar  su  memoria,  sin  que  por 
esto  experimentasen  ningún  accidente,  á  pesar 
de  los  temores  que  se  queria  inspirarles  sobre 
el  café,  y  que  hicieron  decir  al  primero  que  era 
ciertamente  un  veneno  lento.  Los  inteligentes 
toman  el  café  sin  azúcar ,  otros  pretenden  que 
él  azúcar  dobla  su  aroma. 

Si  el  infuso  de  calé,  tomado  después  de  la  co- 
mida, hace  la  digestión  mas  pronta  y  mas  fácil, 
haie  observado  que  su  uso ,  antes  de  la  comida, 
quila  el  apetito. 

Hay  muchas  personas  que  tienen  la  costumbre 
de  desayunarse  con  café  y  leche  ;  las  mugeres 
.generalmente  pretieren  este  alimento  á  cualquier 
otro.  Efectivamente,  es  un  alimento  agradable  al 
paladar  y  al  olfato,  acelera  la  digestión,  favo- 
cere  las  evacuaciones,  y  algunas  veces  produce 
el  efecto  de  un  laxante.  En  ciertos  países,  en- 
tre las  clases  inferiores  es  un  alimento  predilecto, 
y  las  mugeres  de  esta  clase  con  tal  que  tengan  su 
café  poco  les  importan  las  comidas  del  resto  del 
dia. 

El  café  se  emplea  también  para  otros  usos  ali- 
menticios además  de  los  de  que  acabamos  de  ha- 
blar: con  él  se  preparan  cremas,  sorbetes,  licores, 
pastillas,  etc.,  etc. 

Finalmente ,  el  Sr.  Guérin  dice  que  nada  hay 
comparable  al  café;  es  el  néctar  soñado  por  la 
brillante  antigüedad ,  la  llama  celestial  que  re- 
Juce  en  la  frente  de  los  grandes  hombres  y  les 
asegura  la  inmortalidad.  Beber  café  es,  según  la 
expresión  de  un  poeta,  beber  un  rayo  de  sol,  dar 
-al  alma  una  vida  real,  una  vida  de  dicha  y  ama- 
bles ilusiones.  «Al  beberte,  divino  café,  dice  un 
^célebre  autor ,  amo  á  mis  semejantes  ,  adoro  á 
«las  mugeres,  se  me  renuevan  los  dias  de  felici- 
«dad ,  de  juventud  y  placeres ,  respiro  los  suaves 
>«per fumes  de  las  flores,  siéntome  rodeado  del 
«cariñoso  hálito  de  los  Céfiros,  y  saboreo  los  fru- 
stos mas  exquisitos:  la  naturaleza  me  parece  mas 
«hermosa  y  grande ,  y  la  carga  déla  vida  menos 
«pesada:  veo  aproximarse  su  término  con  mas 
«serenidad.;  y  en  fin  triplicas  á  mis  ojos  la  dicha 
«de  ser  padre.» 

Propiedades  medicas.  En  los  países  en  donde 
se  cultiva  el  haba  del  Yemen  se  hace  una  mul- 
titud de  usos  terapéuticos  del  café ,  administrán- 
dolo en  un  sin  numero  de  enfermedades  y  desór- 
denes particulares  de  la  salud.  En  las  colonias  de 
América  se  emplea  en  muchísimos  casos ,  sir- 
viendo diariamente  como  remedio  doméstico.  En 
Europa  se  usa  muy  poco  como  medicamento  ,  y 
quizás  sea  esto  un. error,  puesto  que  el  café  es 
en  realidad  un  excitante  cefático  y  estomático 
cuya  administración  puede  ser  útil  mas  de  una 
vez. 

Uno  de  los  efectos  mas  constantes  del  café ,  so- 
bre todo  en  las  personas  que  no  hacen  uso 
habitual  de  esta  bebida,  es  aumentar  la  secreción 
urinaria. 


CAF 

En  las  cefalalgias  pasajeras  se  recomienda  el 
uso  del  café  en  infuso  acuoso  ,  con  azúcar  ó  sin 
él ,  y  á  veces  hace  desaparecer  el  mal  con  mu- 
cha prontitud ,  si  bien  es  verdad  que  con  fre- 
cuencia se  requiere  continuar  el  uso  del  medica- 
mento para  llegar  á  este  término.  El  infuso  de 
café  no  es  menos  saludable  en  las  jaquecas  li- 
geras y  no  constitucionales ,  como  pueden  lla- 
marse las  inveteradas  ,  largas ,  y  tan  frecuentes 
en  ciertas  personas  y  en  ciertas  familias. 

La  propiedad  que  tiene  el  café  de  obrar  sobre 
el  cerebro  ,  de  excitarlo,  y  de  provocar  en  él 
una  fuerza  intelectual  mas  manifiesta ,  ha  hecho 
aconsejar  su  infuso ,  administrado  á  dóses  reite- 
radas en  las  afecciones  soporosas,  en  el  embo- 
tamiento de  los  sentidos,  su  colapsoy  su  debili- 
dad ;  también  por  la  misma  razón  se  prescribo 
á  los  melancólicos  ,  á  los  hipocondríacos,  etc., 
fuera  de  las  horas  de  las  comidas,  varias  veces  al 
dia,  y  como  medicamento. 

Igualmente  ha  sido  prescrito  el  café  como  tó- 
nico pasajero  en  las  calenturas  continuas  de  ca- 
rácter adinámico  ó  atáxico.  Sus  felices  resulta- 
dos en  las  calenturas  intermitentes  son  aun  mas 
seguros  que  en  las  continuas. 

Las  Egipcias,  según  Próspero  Alpino,  toman  el 
cafó  como  emenagogo;  Lanzoni  lo  ha  utilizado 
contraías  diarreas  pertinaces.  Se  ha  observado 
ser  muy  útil  á  las  mugeres  sujetas  á  accesos  bis-' 
téricos,  y  ha  sido  muy  preconizado  en  el  asma 
esencial',  de  accesos  periódicos  y  nocturnos.  El 
doctor  Amali  recomienda  el  vapor  del  café  en 
torrefacción  contra  la  oftalmía  crónica,  al  mis- 
mo tiempo  que  prescribe  lavar  los  ojos  con  el  co- 
cimiento de  café  crudo. 

Los  principios  constituyentes  del  café  han  he- 
cho creer  á  varios  médicos  y  químicos  que  po- 
dría ser  útil  en  ciertos  casos  de  envenenamiento: 
la  propiedad  que  tiene  de  hacer  cesar  la  ac- 
ción embriagadora  de  los  alcohólicos,  ha  dado 
lugar  á  emplearlo  para  combatir  la  del  opio.  Según 
el  Sr.  Orfila,  parece  que,  á  pesar  de  que  el  café  no 
descomponga  el  opio  en  el  estómago,  disminuye 
sus  accidentes ,  y  hasta  los  hace  cesar  si  son  po- 
co intensos.  El  Sr.  Bégin  aconseja  también  su 
uso  en  los  envenenamientos  producidos  por  el 
opio  ,  por  las  setas,  y  otros  venenos  narcóticos, 
cuando  hay  sopor ,  en  el  asfixia  por  el  carbón  , 
etc.  También  está  indicado  en  el  envenenamiento 
ocasionado  por  el  ácido  hidrociánico ,  aunque  se- 
gún el  Sr.  Orfila  sin  efecto. 

Ya  que  hemos  hablado  de  la  utilidad  del  café, 
debemos  también  señalar  sus  desventajas  en  cier- 
tas constituciones  y  enfermedades.  El  Sr.  Mérat  di- 
ce :»  las  acusaciones  que  se  han  hecho  á  esta  be- 
bida han  sido  exageradas  por  algunos  médicos  y 
en  particular  por  Eloy.  Se  acusa  al  café,  en  su  ca- 
lidad de  excitante,  de  enardecer  y  agitar  la  sangre; 
de  producir  vértigos,  palpitaciones,  agitación  ner- 
viosa y  temblores;  de  provocar  las  almorranas,  la 
apoplegía,  etc. ;  de  no. convenir  á  los  temperamen- 
tos sanguíneos,  biliosos,  nerviosos,  á  las  personas 
flacas,  etc. ;  de  que  está  contra-indicado  en  las 
enfermedades  de  irritación,  y  sobre  todo  en  las 


CAF 

afecciones  inflamatorias,  ele.  Todos  los  inconve- 
nientes que  ofrecen  los  excitantes  puede  ofre- 
cerlos efectivamente  el  café  ;  pero  le  creemos 
mas  bien  propio  para  disipar  la  tendencia  á  la 
apoplegia  que  á  causarla ,  porque  contribuye  á 
fortificar  el  cerebro,  impide  las  congestiones  san- 

Í;uineas  que  podrían  formarse  en  él,  por  la  ace- 
eracion  que  produce  en  la  circulación  cerebral, 
y  la  aleja  sobre  todo  en  su  calidad  de  digestivo 
por  excelencia,  porque  el  embarazo  en  las  fun- 
ciones del  estómago  es  una  de  las  causas  mas 
frecuentes  de  esta  enfermedad.» 

«Hase  dicho  que  el  café  producía  la  esterilidad, 
y  también  en  el  Oriente  se  le  ha  hecho  esta  acusa- 
ción ,  que  creemos  tan  infundada  como  las  prece- 
dentes ,  á  pesar  de  toda  la  autoridad  de  Hecquet, 
de  Simón  Pauli,  etc.,  porque  no  vemos  que  los 
Holandeses,  que  toman  el  café  en  muy  gran 
cantidad ,  sean  menos  fecundos  que  los  demás 
Europeos.» 

Según  algunos  autores,  el  café  despierta  los  do- 
lores de  la  gota,  y  creen  que  los  sugetos  que  pa- 
decen esta  enfermedad  deben  abstenerse  de  él , 
como  igualmente  las  personas  de  temperamento 
nervioso ,  ó  las  que  se  vean  atacadas  de  flegma- 
sías crónicas.— El  fundador  de  la  homeopatía, 
Hahnemann ,  proscribe  el  café  ,  comparándolo  á 
los  mas  violentos  venenos.-El  Sr.  Chaumeton  cree 
que  no  debería  usarse  el  café  sino  como  medica- 
mento. Esta  opinión  parece  demasiado  severa ; 
f>orque  hay  temperamentos  y  estados  de  salud  en 
os  cuales  ño  tan  solo  no  es  nocivo  sino  que  puede 
ser  muy  útil.  Así,  no  rechazemos  tan  agradable  y 
deliciosa  bebida,  y  hagamos  un  uso  prudente  y 
conveniente  de  ella,  tanto  en  el  estado  de  salud 
como  en  el  de  enfermedad. 

CAFEOfA.  Principio  inmediato  de  los  ve- 
getales que  existe  en  el  café  no  tostado  ni  ave- 
riado, del  que  se  extrae  por  diversos  procederes 
indicados  por  los  SS.  Robiquet ,  Pelletier  y  Ga- 
rot.  La  cafeína,  anunciada  en  4819  por  F.Run- 
ge,  de  Berlín,  caracterizada  en  1821  por  el  Sr 
Robiquet,  es  crislalizable ,  poco  soluble  en  el 
agua  fria,  bastante  soluble  en  el  agua  hirviendo 
y  en  el  alcohol,  fusible  y  volátil;  precipita  en 
verde  las  soluciones  ferruginosas;  no  es  alcalina, 
como  lo  había  creído  al  principio  el  Sr.  Pelletier; 
contiene  mas  ázoe  que  ningún  otro  principio  veje- 
tai,  sin  que  sea  por  otra  parte  putrescible,  etc. 
Se  ignora  si  entra  por  algo  en  las  propiedades 
económicas  y  médicas  del  café,  lo  que  es  proba- 
ble suceda.— V.  Café. 

tUFOMElKO.  Instrumento  inventado 
por  Cadet  de  Vauxy  perfeccionado  por  Chevalier, 
para  medir  el  peso  específico  del  café.  Es  una 
especie  de  areómetro,  en  que  los  grados  sobre  0 
indican  la  fuerza  del  café  á  una  temperatura  de 
00  grados,  y  los  de  debajo  0  están  destinados  pa- 
ra pesar  en  frío  á  unos  10°.  Media  onza  de  café, 
mitad  Moca  y  mitad  Martinica,  basta  para  me- 
dia taza  de  excelente  café ,  que  pesa  en  frío  4 
grados  7/«  debajo  cero ,  y  á  75  de  Réaumur, 
4  %  sobre  cero. 
CAFFA.  Nombre  dado  á  ciertos  tejidos  de  al- 


CAI  8*8 

godon  pintados  de  varios  colores,  que  se  fabrican 
en  las  Indias  orientales ,  y  cuya  dimensión  es  de- 
sigual. Su  comercio  tiene  lugar  en  Bengala. 

CAGGO  W.  Árbol  de  Guinea  ,  cuyo  coci- 
miento sirve  para  limpiar  la  boca  y  curar  el  mal 
de  dientes. 

CAIMAS,  Alligvtor.  Género  de  reptiles, 
del  orden  saurios  ,  familia  cocodrilios ,  que  se 
distinguen  en  su  hocico  ancho  y  obtuso,  en  sus 
pies  semipalmeados  sin  dentelladuras ,  y  sobro 
todo  en  la  disposición  de  sus  dientes,  que  son  de- 
siguales en  magnitud  y  volumen,  y  los  de  laman- 
dibula  inferior  dirigidos  todos  hacia  dentro  y  cu- 
biertos por  el  borde  de  la  superior  ;  pero  lo  que 
especialmente  caracteriza  á  este  género  esque  el 
primero  y  cuartp  dientes  inferiores  durante  el  re- 
poso se  alojan  en  unos  hoyos  que  les  correspon- 
den en  la  otra  mandíbula. " 

Todos  las  caimanes  son  americanos,  y  en  aque- 
llas regiones  son  llamados  también  Jácaros ,  Ja- 
caretingos  y  Cocodrilos.  En  otro  tiempo  eran  tan 
comunes  los  caimanes  en  los  rios  grandes  de 
América  que  el  célebre  viajero  Bartram  encon- 
tró bandadas  de  estos  reptiles  bastante  conside- 
rables para  detener  la  corriente  del  agua  é  im- 
pedir la  navegación  ;  pero ,  rechazados  á  Ios- 
bosques  del  centro  por  el  cultivo  de  las  provin- 
cias del  litoral  é  incomodados  por  las  continuas 
comunicaciones  del  comercio  interior,  ya  no  se 
propagan  con  tanta  facilidad  ,  van  siendo  todos 
los  dias  mas  raros ,  y  al  parecer  los  que  van  re- 
produciéndose en  la  "actualidad  no  alcanzan  de 
mucho  á  las  jigantes  proporciones  que  en  otro 
tiempo  tuvieron. 

Los  naturales  del  país  les  temen  poco  y  se  de- 
dican gustosos  á  su  caza ,  que  se  efectúa  á  fusi- 
lazos. Los  caimanes  afortunadamente  no  son  muy 
carniceros;  se  alimentan  de  peces,  y  solo  por 
casualidad  comen  carne  humana ;  elhombre  no 
ha  de  temerlos  sino  en  setiembre  y  octubre,  épo- 
ca en  que  ellos  persiguen  á  las  hembras.  Estas 
ponen  en  la  orilla  setenta  ó  mas  huevos  que  el 
calor  del  sol  hace  salir;  el  macho  y  la  hembra 
velan  para  que  nadie  se  los  lleve,  y  tan  solo  en- 
tonces atacan  con  furia  á  los  pasajeros. 

La  carne  de  caimán  algunas  veces  es  comida, 
á  pesar  del  olor  almizclado  que  le  es  propio  y 
que  nunca  pierde  enteramente  por  la  cocción", 
siendo  la  cola  el  pedazo  preferido.  Los  negros 
comen  con  gusto  los  huevos  de  caimán,  que  son 
del  grosor  de  un  huevo  mediano  de  avestruz, 
redondos  en  las  extremidades  y  cubiertos  de  una 
cascara  blanca  y  gruesa.  Los  Indianos  otomacos 
y  guamos  aprecian  mucho  la  carne  de  este  rep- 
til ,  sobre  todo  durante  el  invierno  ó  cuando  los 
rios  son  demasiado  altos  para  pescar  en  ellos;  los 
Indios  la  llaman  babilla,  y  es  tanto  de  su  gusto 
que  poco  caso  hacen  de  la"  de  pescados ;  los  sal- 
vajes de  la  Gniana,  que  comen  con  placer  la 
verga  de  estos  reptiles,  que  huele  fuertemente  á 
almizcle,  despiden  un  olor  de  caimán  que  los  ha- 
ce creer  feroces ;  ha  de  observarse  que  esta  car- 
ne ocasiona  erupciones  cutáneas  muy  incómoda* 
y  a  mtnmlo  incurables.  También  se  hace  un  co* 


sai  caj 

mercio  considerable  de  los  dientas  de  estos  ani- 
males, vendiéndolos  muy  caros,  porque  estos 
pueblos  creen  que  tienen  una  virtud  específica 
contra  el  veneno. 

Se  dice  que  los  negros  hacen  mucho  aprecio 
de  la  grasa  de  caimán  empleada  en  fricciones 
para  combatir  los  dolores  reumáticos  y  los  es- 
guinces ,  confundiendo  sin  duda  en  su  amor  por 
lo  extraordinario  la  acción  del  medio  princi- 
pal ,  es  decir  del  frote  con  la  del  agente  auxiliar, 
error  harto  común  en  la  medicina  popular. 
Lémery  dice  que  en  el  estómago  de  estos  repti- 
les se  encuentra  una  porción  de  casquijo  y  de  pe- 
queñas piedras  de  rio  ,  empleadas  como  amuleto 
puestas  sobre  las  sienes  en  las  cuartanas. 

Los  Sres.  Spix ,  Duméril  y  Bíbron  elevan  á 
cinco  el  número  de  las  especies  de  caimanes : 

Caimán  anteojiíuo  (Alligator  selerops ,  Dum. 
y  Bibr. ;  Crocodilus  selerops ,  Schn. ).  Cuvier  ci- 
ta un  individuo  largo  de  4,  62.  De  la  América 
meridional  (Brasil,  C-uiana  y  Paraguay).  La  hem- 
bra pone  hasta  60  huevos.  Adulto,  raras  veces 
ataca  al  hombre ,  y  su  alimento  habitual  consiste 
en  peces,  palos  y  otros  animales  acuáticos. 

Caimán  cinocéfalo  (Alligator  cynocephalus , 
Dum.  y  Bibr.;  Alligator  fissipes,  Sp.).  Largo  de 
2  á  3  metros.  Especie  de  la  América  meridional, 
principalmente  del  Brasil. 

Caimán  de  hocico  de  sollo  (Alligator  lucius, 
Cuv.;  Crocodilus  mississipiensis,  Daud.).  Según 
Barlon,  tiene  hasta  7  metros  de  longitud.  De  la 
América  septentrional,  y  en  particular  del  Mis- 
sissipí  y  de  los  rios  que  en  él  desaguan;  también 
se  encuentra  en  los  lagos  y  pantanos  en  la  Lui- 
siana,  en  la  Carolina  y  hasta  el  32°  de  latitud 
norte. 

Caimán  de  párpados  huesosos  Alligator  pal- 
pebrosus,  Cuv.;  Crocodilus  trigonatús,  Schn.). 
Su  longitud  es  de  1,20  y  mas.  Vive  en  la  Améri- 
ca meridional,  y  de  él  se  distinguen  dos  varieda- 
des. 

Caimán  de  puntos  negros  (Alligator  punctu- 
latus  ,  Dum.  y  Bibr.;  Jacarelinga  punctulatus , 
Sp.).  Largo  de  unos  dos  metros.  Encuéntrasele 
en  el  Brasil  y  existe  también  en  Colombia. 

CAJA.  Pieza  de  madera,  ó  de  metal,  que 
sirve  para  meter  dentro  alguna  cosa;  se  cubre 
con  una  lapa  suelta  para  poder  trasportar  mer- 
cancías, sin  malograrse.  Tiene  muchos  usos  y  es 
de  varias  formas ,  figuras  y  tamaños. 

Una  caja  embalada  es  una  caja  llena  de  mer- 
cancías, que  se  ha  cercado  de  paja,  y  cubierto 
de  una  arpillera ,  ó  tejido  de  estopa  muy  basto, 
cosido  con  puntadas  grandes  con  hilo  bramante, 
y  atada  exteriormente  con  cuerda  en  varias  par- 
tes. 

Una  caja  encordelada  es  la  que  no  tiene  emba- 
laje, y  únicamente  está  atada  por  encima  con 
una  cuerda  de  distancia  en  distancia ,  para  im- 
pedir que  las  tablas  puedan  apartarse  unas  de 
otras. 

Los  comerciantes  y  mercaderes,  queenvian  gé- 
neros al  extranjero ,  deben  cuidar  de  que  las  mer- 
cancías estén  bien  colocadas  en  las  cajas,  y  éstas 


CAJ 

bien  embaladas  ó  encordeladas ,  pues  que  la  fal- 
ta de  esta  precaución  les  causa  á  menudo  pér- 
didas considerables.  Cuando  se  dice  que  una  ca- 
ja ha  sido  atada  con  bramante  v  plomada ,  debe 
entenderse  que  los  oficiales  o  dependientes  de  la 
Aduana  la  han  hecho  embalar  y  encordelar  en 
su  presencia ,  después  de  haber  cobrado  los  de- 
rechos de  los  géneros  contenidos  en  ella,  y  que 
han  hecho  anudar  un  bramante  alrededor  del 
nudo  de  la  cuerda  en  el  cual  han  pasado  un  plo- 
mo que  está  marcado  por  encima  y  por  debajo 
con  los  cuños  de  la  Aduana. 

Con  el  nombre  de  Caja  se  significa  también 
una  especie  de  cofre  de  hierro,  ó  de  madera  de 
encina,  guarnecido  de  buenas  barras  de  hierro 
de  una  ó  mas  cerraduras  y  de  resortes,  los  cua- 
les son  desconocidos  á  todos  menos  al  dueño.  En 
esta  especie  de  caja  los  comerciantes  y  banque- 
ros ponen  su  dinero  efectivo  y  los  principales 
efectos  de  poco  volumen ,  tales  son  las  letras  y 
billetes  de  cambio,  los  rieles  ó  tejos  de  oro, 
barras  de  plata,  pedrería  ,  etc. — V.  Arcas. 

En  el  comercio  de  la  quincallería  se  da  el  nom- 
bre de  Cajas  á  las  construidas  de  madera  de 
pinabete,  extremadamente  ligeras ,  sobre  un  pié 
de  largo  y  dos  ó  tres  dedos  de  ancho  ,  en  las 
cuales  se  envían  las  cerdas  de  javalí  de  que  se 
sirven  los  silleros,  guarnicioneros,  cordoneros, 
zapateros  y  demás  que  trabajan  y  cosen  el 
cuero. 

En  Francia  se  llaman  Cajas  de  madera  blanca, 
dichas  de  Spa,  á  unas  cajas  de  formas  y  usos 
muy  variados,  asimismo  que  á  muchos  otros  ob- 
jetos de  capricho,  tales  como  veladores,  cestilos 
de  labor,  abanicos  de  chimenea,  libritos  de  me- 
moria, carteras ,  cestas,  sillas,  sillones,  espejos, 
etc. ,  etc.,  que  se  fabricaron  primitivamente  en 
Spa ,  de  donde  les  viene  su  nombre ;  pero  hace 
ya  muchos  años  que  Paris  se  ha  convenido  en  el 
principal  sitio  de  esta  fabricación.  Hay  tres  espe- 
cies de  árboles  que  producen  la  madera  propia 
para  este  género  de  trabajo :  el  acebo  de  hojas 
grandes,  el  sicómoro  y  el  castaño  de  India.  Este 
último  es  el  mas  usado,  y  el  consumo  que  de  el 
se  hace  en  Paris  es  tan  considerable  que,  después 
de  haber  sido  la  clase  de  madera  mas  desprecia- 
da ,  ha  llegado  á  ser  la  mas  cara  de  todas  las 
maderas  francesas. 

En  Paris  se  cuenlan  muchas  fábricas  de  este 
género,  y  el  número  de  obreros  empleados  entre 
hombres  y  mugeres  se  valúa  á  500.  Sus  produc- 
tos ascienden  poco  mas  ó  menos  á  2.000,000,  do 
los  cuales  las  dos  terceras  partes  se  destinan  ala 
exportación. 

La  fabricador,  de  Spa  ha  permanecido  esta- 
cionaria, pues  en  Paris  se  trabaja  mucho  mejor; 
los  dibujos  son  mas  bellos ,  y  las  formas  de  mas 
buen  gusto.  Todos  los  países  han  pedido  y  piden 
aun  hoy  las  maderas  pintadas  :  el  Norte  prefiere 
las  pinturas  de  flores  y  paisajes ;  el  ¡Mediodía 
busca  los  dibujos  hechos  sobre  las  maderas  gri- 
ses ó  negras. 

La  Inglaterra  fabrica  también  algunos  artícu- 
los de  madera  blanca  pintada,  entre  oíroslas  Ca- 


CAJ 

jas  de  tabaco,  llamadas  de  Escocia,  que  se  ha- 
cen de  sicómoro. 

Cajas  de  tabaco.  El" consumo  casi  universal 
del  tabaco  ha  hecho  de  las  cajas  de  rapé  el  obje- 
to de  una  industria  importante.  Se  fabrican  de 
toda  clase  de  formas  y  de  una  variedad  inunda 
de  materias;  el  oro ,  la  plata ,  la  platina,  el  mar- 
fil ,  el  marisco ,  las  maderas  mas  preciosas ,  y  en 
particular  el  boj ,  el  cartón  amoldado,  el  asta,  etc. 
son  las  materias  mas  generalmente  empleadas. 

La  fabricación  de  cajas  de  tabaco  de  oro  ,  de 
plata  y  platina  ocupa  especialmente  en  Paris  cier- 
to número  de  ohreros;  el  exquisito  trabajo,  el 
buen  gusto  y  la  elegancia  de  las  formas ,  inde- 
pendientemente del  precio  de  la  materia  primera, 
las  convierten  en  objetos  preciosos  buscados  pol- 
los consumidores  opulentos  de  todos  los  países. 
Las  cajas  de  tabaco  de  plata  de  Francia  son  en 
gran  numero  exportadas  á  España,  Italia  ,  Por- 
tugal y  a  los  países  de  Lltramar ,  principalmente 
al  Brasil,  en  donde  se  las  prefiere  á  las  que  se 
hacen  del  todo  doradas.  Debemos  decir,  sin  em- 
bargo, que  la  baratura  contribuye  particularmen- 
te á  la  venta  de  estas  cajas  ,  que  son  inferiores 
á  las  inglesas  y  alemanas.  El  número  de  cajas 
blancas  que  se  fabrica  en  Paris  se  puede  esti- 
mar á  2,000  á  2.500  docenas,  entre  las  cuales  se 
comprende  también  un  género  de  cajas  muy  co- 
munes, pero  de  plata,  llamadas  vulgarmente  Ca- 
jas de  tabaco  de  lavanderas. 

Hace  unos  veinte  años  que  se  ha  introducido 
en  Francia  una  nueva  fabricación  de  cajas  de  ta- 
baco de  plata,  délas  que  la  Rusia  era  la  única 
que  proveía  exclusivamente  á  toda  la  Europa  ; 
estas  son  las  cajas  llamadas  ahumadas.  Los  se- 
ñores Mention  y  Wagner  fueron  los  que  intro- 
dujeron esta  industria  en  Francia  en  donde  ha 
adquirido  después  un  aumento  considerable,  ele- 
vándose desde  500  a  700  docenas  las  cajas  de 
esta  especie  que  actualmente  se  fabrican  en  di- 
cho país. 

La  fabricación  de  cajas  de  tabaco  de  oro,  que 
es  muy  esmerada  en  Paris,  ha  perdido  mucha 
parle,  de  su  importancia  desde  1830.  Tres  ó  cua- 
tro fabricas  se  dedican  especialmente  a  la  fabri- 
cación de  cajas  labradas  al  torno  y  grabadas  pa- 
ra el  consumo  interior  como  para  la  exportación. 
Ginebra  es  la  única  ciudad  que  fabrica  cajas  es- 
maltadas que  se  exportan  á  Turquía  y  demás  paí- 
ses del  Oriente.  La  pequeña  ciudad  de  Hanao  fa- 
brica todas  las  cajas  de  tabaco  de  oro  y  plata  pa- 
ra la  Alemania ,  y  se  puede  decir  que  por  sí  sola 
abastece  á  casi  todas  las  corles  de  Alemania  y  has- 
ta la  Rusia. 

Paris  fabrica  lo  que  se  hace  do  mas  selecto 
respecto  á  cajas  de  boj  y  de  concha  engastadas 
de  nácar  ó  de  marfil :  la  perfección  del  traba- 
jo nada  deja  que  desear ,  sea  por  la  confección  de 
las  charnelas,  ó  sea  por  el  partido  que  se  sabe  sa- 
car de  la  madera,  y  últimamente  por  la  elegancia 
de  las  formas  ;  los  precios,  muy  elevados  en  otro 
tiempo,  son  en  la  actualidad  muy  moderados.  Sin 
embargo,  las  cajas  fabricadas  en  San  Claudio, 
por  la  baratura  de  su  precio,  dan  lugar  á  un  co- 


CAJ  525 

mercio  mucho  mas  considerable.  Los  productos 
de  esta  industriosa  localidad  han  sido  perfecciona- 
dos de  una  manera  visible;  San  Claudio  imita  per- 
fectamente á  los  modelos  de  Parí*,  y  basta  es  difí- 
cil a  la  mayoría  de  los  compradores  apreciar  la 
distancia  que  separa  sus  productos  de  los  de  la  ca- 
pital. No  hay  en  Francia  una  feria  en  donde  no 
figuren  en  primera  línea  las  cajas  de  tabaco  de 
San  Claudio  ,  ni  pueblo  por  pequeño  que  sea  en 
donde  no  formen  parte  del  surtido  del  comercio 
al  por  menor. 

Sarreguemines  (en  la  Moselle )  es  para  las  ca- 
jas de  cartón  barnizadas  lo  que  San  Claudio  pa- 
ra las  de  boj.  La  primera  fábrica  fué  establecida 
en  1776  por  un  molinero  de  Nassau;  desde  en- 
tonces esta  industria  ha  ido  siempre  en  aumento, 
y  hoy  día  no  se  valúa  á  menos  de  150,000  do- 
cenas la  cantidad  de  estas  cajas  que  el  distrito  de 
Sarreguemines  entrega  al  comercio  interior  y  ex- 
terior. 

Brunswick,  en  el  reino  de  Eanover,  hace  mu- 
cho tiempo  que  goza  de  celebridad  por  las  cajas 
de  tabaco  hechas  de  cartón  fino  barnizado.  Efec- 
tivamente, son  muy  buscadas  por  los  inteligen- 
tes ,  á  pesar  de  sus  precios  generalmente  ele- 
vados ,  y  ha  de  confesarse  que  su  confección  es 
muy  superior  á  las  de  Sarreguemines.  Comun- 
mente adornan  sus  tapa;»  figuras  ejecutadas  con 
mucho  talento. 

Oberslein  (en  Oldenburgo)  fabrica  también 
cajas  de  cartón  barnizado  de  charnelas,  ador- 
nadas con  un  cerco  de  cobre  Manheim.  Esta  ciu- 
dad suministra  además  al  comercio  cajas  de  ta- 
baco deágata. 

Paris  fabrica  en  masas  considerables  cajas  de 
estaño,  redondas,  cuadradas,  ú  ovales,  con 
una  tapa  rústicamente  grabada.  El  Seuegal  ha- 
ce algunos  pedidos  de  estas  cajas,  pero  la  ma- 
yor parte  de  ellas  no  salen  de  Francia. 

En  los  alrededores  de  Estrasburgo  se  fabrica 
una  especie  de  caja  de  tabaco  muy  común  de 
madera  de  abedul ,  cuya  expendicion  es  inmen- 
sa. Esta  caja,  de  forma  oval  y  elevada,  y  de 
mucha  sencillez,  se  pagaba  aun  hace  poco  tiem- 
po á  60  Ir.  la  gruesa  ;  hoy  dia,  el  precio  ha  des- 
cendido á  i  fr  50  cent.  Se  ha  encontrado  el  me- 
dio de  adornar  estas  cajas  cubriéndolas  con  ¡ta- 
ja de  diferentes  eclores,  trabajo  que  se  hace  en 
los  alrededores  de  Paris. 

De  algunos  años  á  esta  parte  se  ha  introduci- 
do en  el  comercio  un  nuevo  género  de  cajas  de 
tabaco  de  madera,  llamadas  Cajas  de  Escocia. 
Tomamos  del  Sr.  Mac-Culloch  los  siguientes 
pormenores  respecto  á  esta  nueva  industria ,  por 
considerarlos  bastante  curiosos. 

«Estas  cajas,  dice,  que  son  de  madera  ,  pin- 
gadas y  barnizadas  admirablemente,  hace  un  os 
»60  años  que  poriprimera  vez  fueron  fabricada*  en 
»el  pueblo  Laurencekirk,  en  el  Kiecardinesbire. 
»E1  inventor  era  un  hombre  impedido  que  casi  no 
«podía  moverse  de  un  sitio  ;  en  vez  de  cortinas, 
»su  cama  estaba  rodeada  de  bancos  y  aparatos 
«destinados  á  recibir  útiles ,  para  la'  inventton 
»y  el  uso  délos  cuales  manifestaba  una  habilidad 


S26  CAJ 

«particular.  Este  hombre  no  quiso  tomar  el  privi- 
legio de  invención,  y  confió  su  secreto  á  un  car- 
«pintero  del  mismo  pueblo  ,  quien  en  pocos  años 
» hizo  una  fortuna  considerable,  mientras  que  el 
» pobre  inventor  murió,  como  habia  siempre  vivi- 
»do  ,  en  la  mayor  indigencia.  La  gran  dificultad 
»de  la  fabricación  consiste  en  la  formación  de  la 
«charnela  ,  que,  en  una  caja  de  valor  debe  ser 
»  hecha  con  tal  delicadeza  que  apenas  sea  visible. 
«Para  ejecutar  este  trabajo  son  necesarios  útiles 
«particulares,  y  aun  cuando  el  tiempo  y  la  expe- 
«riencia  los  han  perfeccionado  mucho ,  el  miste- 
«terioconque  se  preparan  se  observa  aun  con 
«tanto  cuidado  que  se  prohibe  rigurosamente  á 
«los  obreros  de  un  taller  que  se  comuniquen  con 
«los  que  trabajan  en  otro.» 

«A  principios  del  siglo  actual ,  un  individuo 
«muy  ingenioso  del  pueblo  de  Cumnock,  en 
«Agrohire ,  llamado  Crawford ,  habiendo  visto 
«una  caja  de  tabaco  de  Laurencekirk,  consiguió, 
«después  de  diferentes  ensayos,  y  con  la  ayuda 
«deún  relojero  del  mismo  pueblo  que  le  hizo  los 
«útiles,  producir  cajas  parecidas.  Con  este  buen 
«resultado,  notan  solo  hizo  su  fortuna  particular, 
«sino  que  creó  un  nuevo  manantial  de  riqueza 
«para  su  parroquia  natal  y  para  toda  la  provin- 
«cia.  Durante  mucho  tiempo  las  cajas  de  Lauren- 
«cekirk  fueron  las  mas  buscadas  ;  pero  el  señor 
«Crawford  y  sus  vecinos  de  Cumnock  no  sola- 
» mente  imitaron  su  fabricación  sino  que  introdu- 
«jeron  en  ella  mejoras,  de  modo  que  al  cabo  de 
«algunos  años  por  cada  caja  que  se  hacia  en  el 
«norte,  probablemente  se  construían  veinte  en  el 
«sud.Én  1826  el  comercio  de  Cumnock  estaba 
«repartido  entre  ocho  fabricantes  que  ocupaban 
«mas  de  cien  personas.  Los  pedidos  igualaban 
«entonces  álos  productos,  y  se  ha  calculado  que 
«esta  industria  producia  anualmente  de  7á  800 
«libras  esterlinas,  suma  considerable  para  un  gé- 
«nero  de  industria  en  apariencia  insignificante,  y 
«que  consiste  casi  exclusivamente  en  el  precio  de 
«la  ejecución.  El  valor  de  la  madera,  para  una 
«caja  de  tamaño  ordinario,  noexcededeun  dine- 
»ro;  la  pintura  y  el  barniz  2  dineros,y  si  bien  re- 
«sulta  alguna  pérdida  escogiendo  la  madera  del 
«mejor  color,  sin  embargo  el  valor  total  de  la 
«materia  en  bruto  se  obtiene  á  mucho  menos  de 
})1A  P-o  de  la  suma  que  ella  produce.» 

En  España  podrían  fabricarse  cajas  de  tabaco 
con  tanto  gusto  y  perfección  como  las  que  se  ha- 
cen en  el  extranjero  ;  pero  todos  los  españoles 
que  han  emprendido  este  género  de  industria  han 
tenido  que  abandonarla ,  porque  no  les  ha  sido 
posible  establecer  la  concurrencia  respecto  álos 
precios  con  los  productos  importados  de  fuera 
reino.  Las  primeras  materias  resultan  mas  caras 
que  las  cajas  fabricadas  que  nos  llegan  del  ex- 
tranjero. 

Respecto  á  cajas  de  tabaco  de  plata,  tarjete- 
ros, petacas,  monederos  y  demás  objetos  de  es- 
ta especie,  nuestros  plateros  saben  construirlos 
con  toda  perfección  ,  sin  que  nada  dejen  que  de- 
sear ya  por  sus  bien  acabados  grabados  y  cince- 
lados ,  ya  por  su  exquisito  gusto  y  elegancia  que 


CAL 

los  caracteriza ,  sin  embargo  esta  fabricación  no 
tiene  importancia,  estando  limitado  a  los  pedidos 
que  hacen  algunos  particulares. 

C AX.  Se  designan  bajo  este  nombre  en  el  co- 
mercio muchos  productos  que  contienen  diversas 
proporciones  de  cal  pura  :  ésta  es  un  compues- 
to de  256  de  calcio  y  100  de  oxígeno  ,  conocido 
en  los  laboratorios  con  el  nombre  de  Protóxi- 
do  de  calcio. 

La  cal  mas  ó  menos  impura  se  extrae  del  car- 
bonato de  cal ,  y  se  halla  contenida  en  un  sin  nú- 
mero de  materias  muy  abundante  en  la  naturale- 
za :  en  el  estado  de  sulfato  de  cal  cristalizado 
constituye  el  yeso  crudo  y  el  alabastro  yesoso:  es- 
tos sulfa'tos  secados  convenientemente,  forman  los 
diferentes  alabastros  cocidos;  disuellos,  forman 
el  sulfato  de  las  aguas  seknilosas.  Combinada  con 
el  ácido  fosfórico,  la  cal  forma  esa  sal  neutra  insolu- 
ble  llamada  fosfato  de  cal,  que  compone  la  mayor 
parle  de  la  materia  incombustible  de  los  huesos. 
Las  tierras  salitrosas  encierran  nitrato  ó  acetato 
del  cal.  En  diferentes  partes  de  las  plantas  se 
encuentra  la  cal  en  los  estados  que  dejamos 
mencionados,  y  además  combinada  con  los  áci- 
dos oxálico,  málico,  tártrico,  etc., con  los  cua- 
les constituye  otras  tantas  sales. 

Lamateriaprimera  de  que  mas  generalmen- 
te se  extrae  la  cal  es  una  combinación  de  esta 
sustancia  con  el  ácido  carbónico ,  que  se  encuen- 
tra, mas  ó  menos  compacta ,  en  grande  abun- 
dancia en  la  naturaleza;  la  creta,  el  alabastro 
calcáreo,  los  mármoles,  diversas  rocas,  y  en  al- 
gunas localidades  las  conchas  de  ostra  ofrecen 
las  principales  variedades  usuales  de  cal  carbo- 
natada. 

La  cal  que  produce  el  mármol  blanco  es  la  mas 
pura ,  y  en  los  laboratorios  de  química  es  emplea- 
da algunas  veces  en  ciertas  fabricaciones  de  pro- 
ductos químicos:  esta  cal  es  susceptible  de  produ- 
cir, en  igualdad  de  peso,  mucho  mas  efecto  en  la 
agricultura  y  en  las  artes  químicas.  Así,  pues,  pa- 
ra todas  estas  operaciones  y  á  falta  de  pedazos  de 
mármol  y  de  alabastro ,  que  solo  se  encuen- 
tran en  cantidad  notable  en  los  alrededo- 
res de  las  canteras,  deben  buscarse  las  pie- 
dras calcáreas  que  contengan  menos  cantidad 
de  materias  extrañas  (arena  ,  sílice  ,  alúmi- 
na ,  magnesia  )  y  que  puedan  dar  la  cal  mas 
pura  llamada  cal  qrasa ,  que  es  aquella  cuyo  vo- 
lumen aumenta  mas  por  la  extinción.  Esta  cal  se 
obtiene  empleando,  sea  la  piedra  calcárea  muy 
compacta  que  llega  á  contener  cerca  de  0.98  de 
carbonato  de  cal,  sea  los  fragmentos  de  otra  pie- 
dra muy  dura  que  contiene  0,97;  mientras  que 
la  piedra  blanda  ,  que  solo  da  en  el  análisis  0,78 
de  carbonato  de  cal,  lo  mismo  que  otra  porción 
de  calcáreos  naturales  impuros  y  en  particular 
los  que  contienen  fuertes  proporciones  de  car- 
bonato de  magnesia,  producen  cal  floja.  La  cal 
hidráulica  es  muy  útil  para  las  construcciones, 
pero  mucho  menos  buena  para  la  agricultura  en 
la  que  en  parle  agota  su  acción,  porque,  obrando 
sobre  sus  propios  elementos,  forma  pelrilicacio- 
nes  ó  silicatos  de  cal  y  de  alúmina  sólidos,  pero 


CAL 

sensiblemente  inertes  en  los  terrenos,  6  que  no 
piule»  servir  sino  como  materia  arenosa. 

Nos  ocuparemos  aquí  de  las  principales  varie- 
dades de  cales  comerciales  vendidas  bajo  los 
nombres  de  cal  grasa,  cal  floja,  cal  hidráulica, 
cal  hidráulica  artittcial  y  cimento  romano.  En 
el  estado  de  pureza  la  cal  es  blanca  y  sólida;  su 
peso  de  2,3  (el  agua  en  volumen  igual  pesa  1 );  su 
sabor  es  acre,  cáustico,  urinoso;  es  poco  so- 
luble en  el  agua;  según  Dalton,  es  mas  soluble 
en  el  agua  fría  que  en  el  agua  caliente ,  pues 
una  parte  de  cal  exige  para  disolverse  778  de 
aguaá-H5°  y  1270  á  +100°;  es  infusible  al 
fuego  de  nuestros  hornos  ;  la  solución  acuosa  y 
saturada  de  cal  á  la  temperatura  ordinaria  lle- 
va el  nombre  de  Agua  de  cal  en  los  laboratorios 
y  las  boticas;  puede  obtenérsela  cristalizada  en 
hexaedros  en  el  estado  de  hidrato,  que  contiene 
o,í'.'i  fie  agua  combinada. 

Calcinada  al  soplete,  la  cal  no  experimenta  ni 
fusión  ni  alteración  ,  pero  despide  una  luz  blan- 
ca y  viva.  Humedecida  con  un  poco  de  agua ,  se 
reduce  á  polvo  que  desleído  en  el  mismo  liqnido  se 
disuelve  en  parte.  Lasolucion  acuosa  de  cal  tiene 
un  sabor  acre  y  obra  á  la  manera  de  los  álcalis 
sobre  los  papeles  reactivos  colorados:  la  solu- 
ción de  ácido  carbónico  y  la  de  los  carbonates 
alcalinos  producen  en  ella  pricepitados  blancos 
vedijosos;  el  ácido  sulfúrico  no  cambia  su  as- 

Íiecto  visiblemente  ,  pero  el  ácido  oxálico  y 
a  solución  de  los  oxalatos  forman  en  ella  un 
Ítrecipitado  blanco  pulverulento  del  todo  inso- 
uble.  La  cal  desleída  en  el  agua  se  disuelve 
poco  á  poco  sin  efervescencia  en  los  ácidos  ní- 
trico é  hidroclórico. 

La  cal  es  susceptible  de  combinarse  con  un 
gran  número  de  cuerpos,  singularmente  con  los 
ácidos,  formando  sales,  de  las  cuales  hablare- 
mos en  su  correspondiente  lugar. 

Cuando  la  calcinación  de  la  piedra  calcárea  ha 
sido  bien  dirigida ,  la  cal  grasa  obtenida  tiene  la 
propiedad  de  absorver  el  agua  con  mucha  ener- 
gía ,  y  de  combinarse  con  ella  en  proporciones 
lijas :  esta  unión  da  lugar  á  un  aumento  de  tem- 
peratura, que  se  eleva  á  mas  de  150°  cuando  se 
dirige  de  un  modo  conveniente  la  adición  del 
.agua ;  en  efecto,  durante  la  extinción  pueden 
encenderse  pajuelas  azufradas  si  se  sumergen  un 
instante  en  uno  de  los  pedazos  que  se  abren  al 
tiempo  de  hidratarse. 

El  volumen  de  cada  partícula  de  cal ,  aumen- 
tando por  esta  hidratacion  ,  rompe  toda  la  masa 
.que  se  pone  pulverulenta.  Esta  reacción  es  útil 
en  la  mayor  parte  de  las  aplicaciones  para  re- 
ducir la  cal  á  polvo  sumamente  lino  ó  á  pas- 
ta ,  sin  que  tenga  que  emplearse  ninguna  fuerza 
mecánica. 

Para  obtener  estos  resultados,  basta  sumergir 
la  cal  en  el  agua,  aüadir  después  nueva  cantidad 
de  este  líquido  á  medida  que  la  absorción  se  veri- 
fica, y  que  el  calor  desarrollado  vaporiza  una 
parte  del  mismo;  la  cal  hidratada  permanece 
pulverulenta  si  no  se  emplea  mas  que  la  porción 
de  agua  que  pueda  completar  su  hidratacion. 


CAL  627 

Para  obtenerla  en  pasta ,  se  vierte  una  cantidad 
de  agua  suficiente  á  la  fin  de  la  operación  ;  re- 
gularmente siempre  algunos  fragmentos  de  cal 
se  resisten  á  apagarse. 

Se  designan  bajo  el  nombre  impropio  de  biz- 
cochos esos  pedazos  de  calizo  que  no  habiendo 
sido  suficientemente  cocidos  han  perdido  muy 
poco  ó  nada  de  ácido  carbónico.  No  pueden  ya 
ser  convertidos  sino  muy  difícilmente  en  cal,  Ha- 
biendo perdido  antes  de  ser  descompuestos  toda 
la  cantidad  de  agua  que  contenían ,  y  cuya  va- 
porización, á  una  temperatura  muy  elevada,  ha- 
bría favorecido  el  desprendimiento  del  ácido  car- 
bónico. 

Sise  ha  llevado  demasiado  lejos  la  calcinación, 
se  puede  mezclar  la  cal  con  la  de  las  piedras  que 
contienen  proporciones  notables  de  sílice  y  alú- 
mina. Estas  tres  materias  se  unen  y  forman  una 
especie  de  vidrio  grosero  ( silicato  de  alúmina 
y  tic  cal )  que  no  tiene  ninguna  de  las  propieda- 
des útiles  de  la  cal,  y  que  se  llama  también  biz- 
cocho ,  aunque  con  mas  fundamento  ;  los  consu- 
midores tienen  el  derecho  de  devolver  al  calero 
estas  dos  especies  de  bizcochos  ,  para  que  se  los 
cambie  por  una  cantidad  igual  de  cal  viva  buena. 

La  cal  floja ,  al  unirse  con  el  agua ,  presenta 
los  mismos  fenómeoos  que  la  cal  grasa,  pero  con 
menos  intensidad;  se  calienta  menos,  se  deslié 
con  mas  lentitud ,  aumenta  menos  de  volumen  y 
produce  una  pasta  poco  pegajosa.  Esta  cal  re- 
sulta del  tratamiento  de  los  calcáreos  abun- 
dantes en  carbonato  de  magnesia,  que,  por 
ejemplo ,  lo  contienen  sobre  20  ó  30  p.§ .  No  te- 
niendo la  magnesia  la  propiedad  de  formar  pas- 
ta ,  disminuye  de  consiguiente  á  proporción  la 
tenacidad  que  podria  producir  la  cal  pura. 

Las  cales  grasas  ó  flojas ,  en  pasta  y  coloca- 
das debajo  del  agua,  se  conservan  en  este  es- 
tado todo  el  tiempo  que  se  quiera.  Pero  si  se 
las  expone  al  aire  húmedo ,  poco  á  poco  absor- 
ven  su  ácido  carbónico,  y  concluyen  finalmen- 
te por  adquirir  una  dureza  considerable. 

Esto  explica  la  solidificación  de  las  argamasas 
compuestas  de  arena  y  cal  grasa;  el  cimento  ha, 
ce  mas  dura  y  mas  pronta  su  solidilicacion- 
pero  porque  entonces  se  forman  silicatos  como 
para  las  argamasas  hidráulicas. 

Los  usos  de  las  cales  grasas  son  numerosos  ó 
importantes,  no  solo  para  las  construcciones, 
sino  también  para  la  agricultura,  para  la  enca- 
ladura de  los  granos  y  el  abono  de  las  tierras; 
en  las  artes  industriales  para  produeir  los  álca- 
lis cáusticos,  fabricar  los  jabones,  los  ácidos 
grasos  propios  para  el  alumbrado;  para  prepa- 
rar la  cola  ,  el  amoniaco  ,  el  cloruro  de  cal ,  los 
fondos  de  los  papeles  pintados;  para  depilar  las 
pieles ;  para  depurar  el  zumo  de  las  remolachas, 
volver  salubre  al  aire  de  las  bodegas  y  sumide- 
ros, conservar  el  hierro,  blanquear  y  desinfec- 
tar las  paredes  de  ras  caballerías ,  ele  ,  etc. 

Los  usos  medicinales  de  la  cai  son  menos  im- 
portantes ,  pero  pueden  dar  lugar  á  accidentes 
contra  los  cuales  se  debe  de  estar  prevenido.  Al 
interior ,  á  la  dosis  de  algunas  dracmas ,  dada  á 


)m  CAL 

los  perros,  es  un  veneno  irritante,  que>  rio 
obstante ,  el  Sr.  ürfila  coloca  en  el  número  de 
los  menos  activos:  este  género  de  accidentes, 
no  observados  en  el  hombre ,  parece  que  recla- 
man el  uso  de  bebidas  diluyenles,  muy  ligera- 
mente aciduladas  con  el  vinagre ,  y  en  seguida 
los  antiflogísticos. 

A  pesar  de  su  causticidad ,  la  cal  hace  parte 
del  masticatorio  indiano  conocido  bajo  el  nom- 
bre de  Betel  ( V.  esta  palabra)  ;  constituye  tam- 
bién el  especifico  antifebril  de  Croll ,  empleado 
antiguamente  á  la  dosis  de  24  á  36  granos  an- 
tes del  acceso  de  las  calenturas  intermitentes  ; 
ha  sido  recomendada  contra  la  papera ,  etc.  Al 
exterior,  la  cal  obra  como  escarótica,  pero  se 
le  prefiere  generalmente  hoy  dia  la  potasa  cáus- 
tica; mezclada  con  otras  sustancias  tiene  diver- 
sas aplicaciones  médicas. 

El  agua  de  cal,  como  la  cal  misma,  no  pue- 
de ser  asociada  con  los  ácidos ,  con  diversas  sa- 
les { sulfatos  solubles ,  borraj ,  tártaro  eméti- 
co ,  etc. ) ,  ni  tampoco  con  ciertos  cocimientos , 
sin  cambiar  de  naturaleza  y  ser  por  consiguien- 
te un  medicamento  infiel.  Puédesela  administrar 
como  neutralizante  en  los  casos  de  envenena- 
mientos por  los  ácidos ,  ha  sido  recomendada  en 
el  envenamiento  por  el  arsénico ,  y  llunge  pre- 
tende que  es  el  antídoto  de  la  belladona.  Entra  en 
muchas  composiciones  oficinales,  y  se  usa  en 
diferentes  casos  al  interior  y  al  exterior. 

La  cal  viva  se  vende  á  pedazos  al  peso ;  los 
fragmentos  sueltos  se  venden  aparte  bajo  el 
nombre  de  polvo.  La  cal  extinguida  al  aire ,  aun 
después  de  pasado  mucho  tiempo ,  es  útil  para 
abonar  las  tierras  cultivadas. 

Cal  hidráulica.  Esta  especie  de  cal  no  se  des- 
hace cuando  se  moja;  reducida  á  polvo ,  absor- 
ve  el  agua  sin  producir  mucho  calor  y  sin  au- 
mentar sensiblemente  de  volumen,  forma  una 
pasta  que,  puesta  en  el  agua,  se  endurece  pron- 
tamente ,  y  que  no  adquiriría  ninguna  tenacidad 
expuesta  al  aire  seco.  La  cal  solo  es  hidráulica 
cuando  forma  parle  de  ella  arcilla  muy  lina  y  en- 
tra en  su  composición  en  una  cantidad  notable  ; 
así  es  que  un  10  p.§  de  arcilla,  la  hace  media- 
namente hidráulica ,  y  que  para  serlo  fuertemen- 
te es  menester  que  contenga  de  18  á  30  p.g. 
Esto  es  lo  que  prueban  los  diversos  análisis  de- 
bidos al  Sr.  Berthier. 

Cal  hidráulica  artificial.  Se  prepara  exce- 
lente cal  hidráulica  calcinando  mezclas  conve- 
nientes de  creta  y  de  arcilla;  para  esto  se  emplean 
4  partes  de  creta  y  una  parteen  volumen  de  ar- 
cilla. Esta  cal  aumenta  dos  terceras  parles  de  su 
volumen  por  la  extinción  ordinaria  ,  y  se  di- 
suelve completamente  en  los  ácidos. 

Cimento  romano.  El  cimento  romano  es  un 
producto  de  la  calcinación  de  ciertos  calcáreos 
arcillosos,  que  constituye  una  excelente  cal  hi- 
dráulica. Después  de  haber  sido  amasada  en 
pista  un  poco  consistente,  adquiere  en  un  cuar- 
to de  hora,  lanto  bajo  del  agua  como  al  aire,  una 
gran  solidez  que  se  aumenta  prontamente  con  el 
lempo ,  de  modo  que  al  cabo  de  algunos  dias 


CAL 

adquiere  la  dureza  de  las  mejores  piedras  calcá- 
reas. Descubierta  primeramente  en  Inglaterra,  la 
piedra  de  cimento  fué  observada  en  Francia  en 
varios  puntos  ,  y  entre  ellos  el  cimento  de  Poui- 
lly  parece  ser  mejor  que  el  cimento  inglés, 
siendo  al  presente  objeto  de  una  considerable 
explotación.  Pueden  reproducirse  artificialmente 
los  amentos  hidráulicos  ( llamados  también  ye- 
so-cimento ) ,  porque  sus  calidades  dependen  al 
mismo  tiempo  de  la  composición  química  de  las 
piedras  y  de  la  agregación  compacta  de  sus 
partículas. 

Hace  algunos  años  que  el  uso  de  las  cales 
hidráulicas  ha  introducido  grandes  mejoras  en 
la  construcción  de  canales  ,  y  en  los  diver- 
sos cimientos  sumergidos  ó  excesivamente  hú- 
medos. Se  sabe  que  el  cimento  de  Parker  ha 
permitido  emprender  y  llevar  á  cabo  una  de  las 
empresas  mas  colosales  que  los  hombres  hayan 
creído  poder  realizar.  Nos  referimos  á  esas  vas- 
tas galerías  construidas  bajo  la  dirección  del 
Sr.  iírunel ,  ingeniero  francés,  que  atraviesan  el 
Támesis  por  debajo  de  Londres.  Si  no  se  hu- 
biese podido  disponer  de  una  materia  plástica 
capaz  de  solidificarse  y  cimentar  fuertemente  los 
materiales,  á  pesar  de  la  presencia,  del  roce  y  de 
la  presión  de  las  aguas,  hubiera  sido  imposible 
empezar  tales  trabajos. 

Muchas  aplicaciones  poco  conocidas  todavía 
de  los  cimentos  hidráulicos  prometen  para  el 
porvenir  una  mayor  extensión  al  comercio  de 
estos  útiles  productos. 

El  cimento  romano  se  vende  en  polvo  coloca- 
do en  barriles  bien  tapados;  importa  mucho  pre- 
servarlo del  contacto  del  agua  y  aun  de  la  hu- 
medad antes  de  emplearlo.  Se  recibe  de  Francia, 
y  también  al  presente  se  prepara  en  nuestro  país. 

CAIiA,  Calla.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  aroídeas,  y  de  la  ginandria  polian- 
dria de  Linneo ,  compuesto  de  cuatro  o  cinco 
especies ,  plantas  herbáceas  de  tallos  rastreros, 
con  hojas  enteras  y  alternas ,  que  viven  en  ter- 
renos pantanosos  del  antiguo  y  nuevo  continente. 
En  general ,  su  aspecto  es  triste ,  su  olor  fétido 
y  su  jugo  acre  y  venenoso. 

CaBa  de  Etiopia  [Calla  cethiopica ,  L.). 
Planta  elegante  y  odorífera  que  adorna  nuestros 
jardines  en  parajes  húmedos  y  dentro  de  los  es- 
tanques ,  por  lo  que  ha  sido  "llamada  impropia- 
mente Lirio  de  agua.  Sus  hojas  asaetadas,  gran- 
des, de  un  verde  hermoso,  circuyen  la  base  de 
un  tallo  de  dos  ó  tres  pies  ,  á  cuyo  extremo  se 
halla  una  espata  blanca  llamada  vulgarmente 
flor,  que  contiene  los  órganos  de  la  fructifica- 
ción. Tiene  raices  tan  acres  que,  machacadas  y 
aplicadas  á  la  epidermis,  producen  ampollas;  sin 
embargo,  Sparmann  dice  que  en  el  cabo  de  Bue- 
na Esperanza,  donde  crece  esta  planta  vivaz,  los 
javalies  comen  sus  raíces. 

Cala  palustre  (Calla  palustris ,  L.). 
Pequeña  planta  común  en  el  norte  de  Europa  y 
que  se  halla  en  los  pantanos  de  nuestras  monta- 
ñas mas  altas.  Su  raíz  es  gruesa  y  carnosa,  y  con- 
tiene una  fécula  abundante  y  nutritiva ,  cuando 


CAL 
por  modio  de  la  loción  ha  perdido  su  acritud  na- 
tural. Esta  raíz,  de  un  sabor  quemante,  podrid 

ser  empicada  como  vejigante  á  semejanza  de  las 
raices  fie  los  aros;  sin  embargo  ,  cuando  las 
montanas  están  cubiertas  fie  nieve  los  osos  la  de- 
sentierran para  alimentarse  con  ella. 

CAIjABACEKA,  Cucúrbita.  Género  de 
plantas  que  da  su  nombre  á  una  familia  natural, 
las  cucurbitáceas,  y  de  la  monneciasingenesia.  de 
Lita  neo.  Sus  especies  son  plañías  herbáceas  anua- 
les, de  tallo  fistuloso,  rastreras  ó  enredaderas,  con 
frecuencia  provistas  de  zarcillos,  y  de  hojas  de 
forma  variable,  cubiertas  lo  mismo  que  todo  el 
resto  déla  planta,  excepto  los  frutos,  de  pelos 
cortos  y  tiesos.  Las  (lores  axilares ,  y  muchas 
veces  solitarias,  son  amarillas  ó  blancas,  en 
forma  de  embudo  mas  ó  menos  ancho.  Su  fruto, 
uno  de  los  mas  voluminosos  que  se  conocen,  afec- 
ta las  formas  mas  variadas.  Estas  plantas,  origi- 
narias de  los  paites  cálidos  del  globo  ,  perú  cu- 
ya \crdadera  patria  es  desconocida,  se  hallan 
hoy  -día  esparcidas  por  todas  partes  y  ocupan  un 
lugar  importante  en  el  cultivo  pantanoso. 

En  general,  las  diferentes  especies  de  calaba- 
ceras temen  al  frió,  pues  una  pequeña  helada  las 
lastima  y  las  hace  perecer ,  en  particular  cuan- 
do son  tiernas,  y  asi  es  que  exigen  mas  cuidado 
en  la  situaeion  del  norte  que  en  la  del  mediodía. 
La  mayor  parte  de  los  horticultores  lamentan  la 
degeneración  de  estas  plantas ,  que  alrihuvcn  al 
clima  y  naturaleza  del  terreno,  siendo  así  que  la 
principal  falta  está  de  su  parle,  porque  saben 
ellos  que  los  calabacerales  se  deterioran  junto  á 
melonares.  La  mezcla  de  los  polvos  fecundan- 
tes ,  de  que  el  viento  se  apodera  y  que  agita 
alrededor  de  las  plantas,  perjudica  extraordina- 
riamente á  las  producciones  regulares  de  los  gé- 
neros ,  y  por  lo  mismo  conviene  tenerlos  separa- 
das de  modo  que  sea  bastante  considerable  la 
distancia  que  medie  entre  ellos. 

Las  calabaceras  se  cultivan  en  grande  á  cam- 
pa  a  ierto  en  muchos  parajes  bajo  el  triple  as- 
pecto de  plantas  de  hortaliza,  de  alimento  para 
el  ganado  y  de  abono  para  las  tierras.  Por  ser 
este  cultivo  antiquísimo,  puesto  que  estaba  ya  en 
uso  entre  los  Egipcios  y  después  entre  los  Ju- 
díos ,  por  cuyo  conducto  fué  introducido  en  Eu- 
ropa ,  juzgamos  oportuno  exponer  sumariamente 

I  is  datos  principales  en  que  se  apoya. 

Después  de  una   cosecha  de  trigo,  se  dan  á 

I I  tierra  las  mismas  labores  que  á  la  que  se  des- 
tma  parala  siembra  de  cáñamo;  se  abona  con 
estiércol  del  m&s  fresco  y  se  siembran  las  pepi- 
tas á  últimos  de  abril  ó  ¿principios  de  mayo.  Se 
quitan  del  mediólos  individuos  débiles,  j^trar- 
(iando  los  pies,  que  se  dejan  a  la  distancia  de 
una  \ara,  y  se  calzan  con  la  tierra  guardada 
al  efecto.  Moj  luego  las  plantas  cubren  el  terre- 
no can  una  magnifica  alfombra  verde,  sembra- 
da de  hermosos  frutos.  Si  la  estación  es  favora- 
ble ,  las  calabaceras,  que  no  son  delicadas  en 
la  elección  delterrctto,  dan  cosechas  de  un  pro- 
ducto inapreciable.  Sus  frutos  enormes  parecen 
tocarse  á  veces,  cuando  inmediatos  á  la  madu- 

67 


CAL  539 

reí :  en  los  primeros  días  de  setiembre  se  qui- 
tan las  hojas ;  que  sirven  para  alimento  del  ga- 
nado de  cuernos  mayor ,  siendo  en  esta  época 
un  recurso  preciosísimo  por  escasear  la  yerba. 

Desde  mediados  de  setiembre  principia  la  re- 
colección ,  que  dura  hasta  las  heladas,  varian- 
do mas  ó  menos  ci  tiempo  de  comenzarla  según 
la  latitud  del  clima.  Se  corta  el  fruto  ,  se  sepa- 
ran con  cuidado  las  semillas  y  se  hacen  secar- 
la pulpa  cruda  se  da  para  comer  á  las  vacas  de 
las  cuales  se  desea  obtener  una  leche  buena  y 
abundante;  también  se  da á  los  cerdos,  pero 
en  general  se  prefiere  presentársela  cocida  eu 
cuyo  estado  la  comen  con  frenesí,  habiéndose 
observado  que  su  uso,  por  poco  que  se  conti- 
núe, los  hace  crecer  considerablemente. 

Las  calabazas  son  por  otra  parte  de  un  recur- 
so inmenso  para  la  manutención  de  lodos  los  hom- 
bres que  moran  en  las  quintas,  y  hasta  con  ellas 
se.  preparan  manjares  mas  biendestinados  á  sa- 
tisfacer el  gusto  que  á  llenar  la  primera  necesi- 
dad de  la  vida ,  tales  son  las  mermeladas  de 
sabor  bastante  esquisito,  etc.  Como  se  tenga  á 
cubierto  de  las  heladas,  la  pulpa  de  estas  cucurbi- 
táceas se  conserva  por  largo  tiempo;  dada  a  las 
aves  de  corral,  particularmente  á  los  ánades, 
los  sumerge  en  un  estado  de  estupor  ó  de  com- 
pleta embriaguez ,  produciendo  igual  efecto  sus 
semillas.  Estas  ,  descortezadas  ó  mondadas  y 
sujetas  á  la  prensa,  dan  un  aceite  abundante  y  dé 
grande  utilidad  ,  el  cual ,  cuando  ha  sido  extraí- 
do en  trio  por  la  primera  presión  ,  de  ningún 
modo  dele  despreciarse  ,  pues  aunque  su  color 
extremadamente  verdoso  repugne  á  ciertos  sU- 
gelos,  se  le  admite  gustosamente  en  la  mesa  en 
ciertos  países  en  vez  del  de  olivas  por  el  gusto 
agradable  que  tiene.  Puede  obtenérsele  blanco, 
limpio  y  muy  delicado,  separando  la  película 
verde  que  cubre  la  almendra;  pero  como  es- 
ta operación  exige  bastante  tiempo  y  pacien- 
cia ,  tan  solo  puede  practicarse  trabajando  so- 
bre pequeñas  cantidades.  La  segunda  presión  se 
hace  en  caliente ,  y  como  el  aceite  es  muy  in- 
ferior al  obtenido  en  la  primera ,  se  le  deslina  pa- 
ra el  alumbrado;  arde  bien,  produce  una  luz 
viva,  dura  mas  tiempo  que  los  aceites  ordinarios 
y  produce  poco  humo,  y  hasta  se  emplea  tam- 
bién para  freír,  sobre  lodo  los  pescados.  El  ba- 
gazo ó  residuo  de  la  expresión  sirve  para  en- 
gordar á  los  bueyes  ,  vacas  y  cerdos. 

Algunos  propietarios  queman  las  hojas  secas 
de  calabacera  sobre  los  mismos  lugares  ó  bien 
las  destinan  para  pajaza,  pero  en  ambos  casos  es 
importante  separar  los  tallos  y  las  raíces;  si  que- 
dasen las  plantas  enteras  serv'irian  de  guarida  a 
una  multitud  de  insectos  que  indudablemente  per- 
judicarían al  trigo  que  sucede  a  la  siembra  de  las 
calabaceras.  Olías  veces  cuando  el  cultivo  de 
estas  plantases  muy  extenso,  se  recogen  con  cui- 
dado sus  hojas ,  se  estratifican  con  estiércol  or- 
dinario ,  v  ,  pasados  quince  dias,  puede  ya  ser- 
\  ir  lodo  para  el  abono  de  las  tierras.  Algunos 
agricultores  cultivan  las  calabaceras  entré  el 
maíz ,  y  en  este  cultivo  mas  en  pequeño  el  fruto 
TOMO  i. 


530  CAL 

les  sirve  para  los  mismos  usos  que  cuando  las 
cultivan  eu  grande  ,  esto  es  para  engordar  a 
los  cerdos  ,  sea  que  se  les  dé  la  carne  sola,  ó 
junto  con  las  semillas,  ó  bien  éstas  separadas  ó 
mezcladas  con  otros  granos. 

Las  principales  especies  de  este  género  son 
las  siguientes : 

Calabacera  común ,  Calabacera 
Pepo  (Cucúrbita  Pepo ,  L.).  Especie  polifor- 
ma,  de  hojas  acorazonadas  obtusas,  casi  de  cin- 
co lóbulos ;  flores  amarillas  y  en  forma  de  embu- 
do ;  frutos  á  veces  redondos  y  otros  oblongos , 
y  no  es  raro  obtenerlos  muy  gruesos.  En  la 
variedad  mas  cultivada  este  fruto  es  rojo ,  mu- 
coso y  de  tiras  verdes,  complanado  y  termina- 
do en  una  enorme  excrecencia  dividida  en  cua- 
tro, y  que  ofrece  bastante  bien  la  figura  de  un 
turbante. Lapulpade  esta calabazaes mas  densa, 
mas  lina  y  de  sabor  mas  agradable  que  la  de  la 
especie  siguiente.  Las  semillas  son  semejantes 
a  las  de  la  especie  calabacera  grande. 

De  esta  especie  proceden  los  Calabacinos  ó 
frutos  tiernos  que  se  comen  en  nuestro  país ,  des- 
de mediados  de  la  primavera,  y  cuyo  sabor  mas 
ó  menos  apreciable  depende  del  cultivo,  de  la 
calidad  del  terreno  y  de  la  variedad  de  que  se 
ha  sacado  la  semilla.  A  la  misma  especie  corres- 
ponden las  semillas  usadas  en  las  boticas  para 
preparar  emulsiones  refrescantes  con  el  nombre 
de  Semillas  de  calabaza,  y  consideradas  como 
una  de  las  especies  de  semillas  frias. 

Calabacera  grande  [Cucúrbita  máxi- 
ma ,  Duch. ) .  Tallos  rastreros  y  muy  largos ;  ho- 
jas muy  anchas  en  figura  de  corazón  redondea- 
do ,  blandas  y  cubiertas  de  pelos  casi  sin  la  me- 
nor aspereza;  flores  amarillas  muy  grandes  y 
colocadas  en  la  axila  de  las  hojas;  frutos  de  una 
magnitud  enorme,  esféricos,  complanados  y  hasta 
ahondados  en  ambos  polos,  de  piel  fina,  y  con  la 
carne  consistente  y  fácil  de  deshacerse  ;  semillas 
gruesas ,  de  5  a  6  líneas  de  largo  sobre  3  ó  4  de 
diámetro,  complanadas,  oblongas,  cubiertas  de 
una  corteza  leñosa  ó  coriácea ,  gris ,  guarneci- 
das en  su  alrededor  de  una  especie  de  cordón; 
la  almendra  de  estas  semillas  es  dulce  y  agra- 
dable. 

S^  conocen  tres  variedades  de  esta  espe- 
cie: CUabaza  lisa,  amarilla  ó  bordeada;  Ca- 
labaza verde  de  pizarra,  y  Calabaza  verde  pe- 
queña. 

La  calabaza  es  uno  de  los  mas  grandes  recur- 
sos para  el  alimento  del  hombre,  en  razón  de  la 
bondad  de  su  carne;  se  cuece  en  agua  ó  eu  leche; 
con  ella  se  hacen  sopas,  se  guisa,  y  en  ciertos 
parajes  se  hace  una  especie  de  uvate  con  vino 
«lulce,  que  se  conserva  para  los  niños,  etc.  En 
algunos  puntos  es  tan  abundante  este  fruto ,  que 
-con  él  se  alimentan  los  ganados ,  las  vacas ,  los 
cerdos,  etc.  Con  las  almendras  de  las  semillas 
se  hacen  emulsiones  refrescantes,  que  se  dan  en 
los  romadizos,  los  calores  de  pecho  ,  etc.,  etc., 
y  de  ellas  puede  extraerse  un  aceite,  que  se  em- 
plea para  comer  y  para  el  alumbrado ,  en  los 
países  ea  que  se  cultiva  esta  especie  en  grande, 


CAL 

y  se  le  llama  Aceite  de  tierra  ,  para  distinguirlo 
del  aceite  de  nuez. 

Calabacera  Fraseo ,  Calabacera 
blanca  .  Calabacera  larga  ,  Cala- 
bacera de  pierna  de  pobre,  Cala- 
bacera vinatera  [Cucúrbita  lagenaria,L.; 
Lagenaria  vulgaris,  l>.  C).  Esta  especie ,  origi- 
naria de  la  Arabia,  de  la  India,  etc.,  solóse 
cultiva  en  las  huertas  por  la  corteza  de  sus  frutos, 
muy  angostados  siempre  en  su  parte  superior,  de 
los  cuales  se  hacen  vasos  y  botellas  de  formas 
diversas.  Según  las  variedades  cultivadas,  se  les 
designa  bajo  el  nombre  de  Calabacino  de  vino, 
Pera  de  pólvora,  Calabaza  Frasco,  Calabacin  de 
los  soldados.  Trompeta,  ele  Tallo  trepador  y 
surcado;  hojas  redondeadas,  lanuginosas  ,  (Je 
un  \erde  pálido,  enteramente  pegajosas  y  aro- 
máticas; flores  blancas  muy  abiertas,  que  en  su 
limbo  forman  una  estrella  ó  rueda;  frutos  de  cas- 
cara dura ,  crustácea ,  de  ligura  sumamente  va- 
riada, de  pulpa  esponjosa,  al  principio  de  un 
verde  pálido,  después  blanca  y  de  un  amarillo 
sucio  en  la  época  de  la  maduración  completa;  se- 
millas de  color  gris ,  cuya  piel  es  mas  gruesa 
que  la  almendra,  y  escotadas  en  su  extremo.  Su 
carne  es  amarga  y  purgante;  con  todo  parece 
que  los  Egipcios  pueden  comerla  después  de  co- 
cida, lo  que  probablemente  le  quita  su  amargor. 

De  esta  especie  se  distinguen  tres  variedades: 

Calabaza  ancha  [Cucúrbita  latior).  Cascara 
dura,  hinchada,  casi  sin  extrangulacíon  y  poco 
prolongada. 

Calabaza  Frasco  ,  Calabaza  vinatera  ,  Ca- 
labacin de  los  Peregrinos  ,  Calabacín  dé  los 
Soldados  [Cucúrbita  lagenaria).  Afecta  la  figura 
de  una  botella  estrangu'ada  en  su  parle  superior, 
y  terminada  por  un  abultamiento  la  mitad  mas  pe- 
queño que  el  vientre ,  y  muchas  veces  está  seña- 
lada con  manchas  oscuras  muy  irregulares. 

Calabaza  larga,  Calabaza  porruda  ,  Calaba- 
za Trompeta  [Cucúrbita  longior).  Con  frecuencia 
encorvada  á  manera  de  media  tuna ,  ó  bien  hin- 
chada en  las  dos  extremidades  como  un  mazo; 
varia  de  grosor;  su  cascara  es  menos  dura,  y  su 
pulpa  mas  carnosa  que  en  sus  congéneras."  Se 
come  en  el  mediodía  de  Europa  y  de  América, 
pero  para  esto  debe  cogerse  antes  de  su  comple- 
ta sazón.  El  nombre  de  trompeta  procede  del  uso 
á  que  la  destinan  los  negros,  haciéndola  servir 
como  instrumento  de  música :  la  vacian,  y  dan- 
do golpes  contra  su  boca  con  la  palma  de  la  ma- 
no produce  un  sonido  agrio. 

Todas  estas  variedades  de  calabaza  sirven  á 
los  viajeros  y  á  los  jornaleros  ú  operarios  para 
contener  el  vino  ó  el  aguardiente,  y  á  los  jardine- 
ros para  encerrar  en  ellas  las  semillas  en  lasque 
se  conservan  muy  bien,  y  además  se  las  emplea 
para  diferentes  utensilios  bastante  cómodos.  Su 
carne  se  habia  usado  como  medicamento,  en  la 
preparación  de  varios  aceites  y  ungüentos,  con  el 
nombre  de  Cucúrbita  longa. 

Calabacera  Zandía,  Badia,  lie- 
Ion  de  agua,  Melón  de  la  India  , 
Pepón,  Sandía,  Zandía  (Cucúrbita  Ci- 


CAL 
frulus,  L.).  Esla  especie  crece  en  el  Levante,  el 
Kgiptoy  la  India;  se  cultiva  en  España,  en  Italia, 
y  en  general  en  los  paises  calientes  marítimos, 
porque  se  complace  en  el  aire  del  mar.  Su  fruto, 
que  0B  la  parle  empleada,  es  redondo,  carnoso 
con  corteza  dura,  unida,  lisa,  verde  oscuro, 
jaspeada  y  con  manchas  verdes  ó  blancas;  la  car- 
ne, semejante  á  la  de  pepino,  consistente,  blanca 
ó  rojiza,  de  sabor  dulce  agradable,  encierra  una 
sustancia  medular  en  laque  se  hallan  semillas 
oblongas,  anchas,  complanadas,  arrugadas,  ne- 
gras, rojas,  de  corteza  dura,  que  contienen  una 
almendra  blanca,  emulsiva,  de  sabor  dulce  agra- 
dable. 

Estos  frutos  se  comen  á  guisa  de  refresco  en 
los  países  calientes.  Tournefourt  dice  que  en 
lodo  el  Levante  se  hace  un  gran  consumo  de 
ellos,  que  engordan  y  nunca  hacen  mal;  Molina 
asegura  que  en  Chile  hay  una  variedad  cuya 
corteza  es  delgada  como  papel;  en  el  Senegál, 
en  donde  se  les  da  el  nombre  de  Pompions ,  los 
hay  que  pesan  hasla  60 libras;  en  Italia,  en  don- 
de se  comen  muchos,  se  prefieren  los  de  carne 
roja.  Sus  semillas  son  contadas  en  el  número  de 
las  cuatro  frias. 

Cultivanse  otras  especies  de  calabacera  en 
nuestros  huertos  y  jardines  como  plantas  que  dan 
frutos  mas  ó  menos  bonitos  ó  de  figuras  extra- 
vagantes. Entre  ellas  citaremos :  Calabacera 
Melopeto,  Calabacera  de  bonetillos,  Boneti- 
llo de  elector  (Cucurbita  Mclopepo,  L.) :  de 
frutos  grandes  algo  deprimidos  y  casi  redondos, 
con  cuatro  ó  cinco  muñones  como  tetas;  su  car- 
ne es  comestible. — Calabacera  de  naranjas  (Cu- 
curbita  auranlia) :  de  frutos  lisos  del  tamaño  y 
color  de  una  naranja.— Calabacera  de  huevos 
(Cucurbita  ovifera) :  de  frutos  lisos  de  color  ver- 
doso ó  amarillento,  de  la  magnitud  y  figura  de 
un  huevo  de  gallina.— Calabacera  de  verru- 
gas (Cucúrbita  verrucosa) :  de  frutus  pequeños 
casi  esféricos,  de  corteza  dura  y  llena  de  verru- 
gas. 

<  %  I, A  DIO.  Caladiüm.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  lasaroídeas.— V.  Aro. 

CAL  A  GUALA.,  Calaliuala.  Según 
Ruiz,  uno  de  l  >s  autores  de  la  Flora  Peruviana, 
la  verdadera  calaguala  es  el  tallo  de  un  helécho 
del  Perú ,  que  él  lía  descrito  bajo  el  nombre  de 
Polipodio  Calaguala  (Polypodium  Calayuala) ; 
pero  hasta  en  aquella  misma  comarca  se  le  sus- 
tituye el  rizoma  de  otros  dos  heléchos,  que  son  el 
Polipodio  de  hoja  crasa  (Polypodium  crassifo- 
lium,  L.)  y  el  Acróstico  Huacsaro  (Acrosticum 
Huacsaro ,  Ruiz).  Según  Ruiz,  la  verdadera  cala- 
guala,  en  su  estado  natural,  es  un  rizoma  cilin- 
drico, algo  comprimido,  delgado,  horizontal,  ras- 
trero y  flexible,  cubierto  en  su  superficie  inferior 
de  largas  fibras  ramosas,  de  un  gris  oscuro,  y 
que  llevan  en  su  cara  superior  hojas  dispuestas 
en  hileras  alternas.  Es  de  un  color  ceniciento  al 
exterior  ,  y  en  toda  su  longitud  está  cubierto  de 
largas  escamas;  el  interior  es  de  un  verde  cla- 
ro ,  lleno  de  muchas  fibras  pequeñas.  Des- 
pués de  seco  y  de  haber  perdido  las  escamas,  es 


CAL  Í334 

de  un  gris  oscuro  al  exterior ,  mientras  que  el 
interior  es  pajizo  ,  compacto  y  ofrece  cierta  se- 
mejanza con  la  caña  de  azúcar.  El  gusto,  que  es 
dulce  al  principio,  después  es  de  un  amargor 
muy  desagradable  ,  con  una  ligera  viscosidad; 
por  ultimo,  la  raíz,  del  todo  mascada,  ofrece  una 
especie  de  olor  de  aceite  rancio. 

El  Sr.  Guibourt  dice  que ,  según  esta  des- 
cripción de  Ruiz,  puede  asegurar  que  nunca  ha 
visto  la  verdadera  calaguala.  Por  lo  demás,  se 
cree  generalmente  que  la  calaguala  recibida  en 
Europa  es  producida  por  el  Aspidio  coriáceo 
(Aspidium  coriaceum,  Swartz)  con  el  cual  se 
confunde  el  Polipodio  en  forma  de  Adianto  (Po- 
lypodium adianti  forme ,  Forster),  y  según  esto 
se  supone  que  viene  igualmente  de  las  Antillas, 
Isla  Borbon  ,  Nueva  Holanda  y  Nueva  Zelandia. 
Sea  lo  que  fuere  respecto  de"  esla  opinión,  he 
aquí  la  descripción  de  las  raices  de  calaguala 
conocidas  en  el  comercio,  absten iéndonos  de  se- 
ñalarlas ningún  origen. 

Primera  especie.  Rizoma  rojo  oscuro  al  exte- 
rior ,  y  de  un  grosor  variable  desde  el  de  una 
pluma  pequeña  hasta  el  del  dedo;  es  flexuoso, 
ó  contorneado  por  la  desecación;  complanado  y 
marcado  de  arrugas  profundas  longitudinales"; 
su  superficie  es  lisa  y  reluciente  en  todas  las  par- 
tes proeminenles  expuestas  á  la  frotación,  mien- 
tras que  los  surcos  están  llenos  de  escamas  li- 
nas y  rojizas.  La  cara  inferior  se  reconoce  por 
puntas  punzantes  ,  poco  aparentes,  que  provie- 
nen de  las  raicillas,  y  la  cara  superior  tiene  as- 
tillas baslanle  fuertes,  duras  y  leñosas,  for- 
madas por  la  parte  inferior  del  pecíolo  de  las  ho- 
jas. Estas  astillas  no  parten  del  medio  de  la  cara 
superior  ,  sino  que  están  dispuestas  alternativa- 
mente de  un  lado  y  de  otro,  sin  que  sigan  una  re- 
gularidad constante.  El  interior  del  rizoma  es  de 
un  rojo  pálido  y  rosado  como  la  raíz  de  bisar- 
la. Su  sabor  es  dulce,  sin  ninguna  astringencia 
ni  amargor;  su  consistencia  es  bastante  floja  , 
y  se  aplasta  fácilmente  con  los  dientes.  Los  in- 
sectos lo  pican  muy  luego  ,  y  el  yodo  demues- 
tra en  él  la  presencia  del  almidón.  En  resumen, 
esla  especie  de  calaguala  tiene  la  forma  de  uua 
raíz  gruesa  de  polipoclo  común. 

Set/unda  especie.  Rizoma  oscuro  al  exterior , 
del  grosor  de  una  pluma  regular,  largo,  dere- 
cho ó  algo  arqueado,  cilindrico  y  que  ofrece  en 
un  lado  un  nervio  longitudinal  que  da  nacimien- 
to á  una  porción  de  raicillas ,  de  las  cuales  solo 
quedan  puntas  leñosas  y  punzantes.  Todo  el  res- 
to de  la  superficie  está  cubierto  de  largas  fibras 
leñosas,  cilindricas,  tiesas  ,  duras  y  punzantes , 
inclinadas  ó  levantadas  á  lo  largo  del  rizoma 
común:  estas  fibras  son  evidentemente  la  par- 
te inferior  del  peciolo  de  las  hojas.  El  inte- 
rior del  rizoma  es  rojizo,  muy  duro  y  difícil  de 
romper  con  los  dientes;  su  fractura  es  compacta, 
luciente  y  como  llena  de  un  zumo  desecado.  Su 
sabor  es  astringente ,  sin  ningún  amargor. 

Se  considera  como  perteneciente  á  esla  espe- 
cie un  rizoma  que  ofrece  la  misma  forma  ci- 
lindrica, la  misma  nervosidad  saliente  inferior 


53  í  CAL 

cargada  de  raicillas,  y  la  misma  disposición  de 
los  peciolos  sobre  todo  el  reslo  de  la  superficie 
del  rizoma.  Sin  embargo  ,  esla  especie  es  aun 
mas  dura  y  mas  compacta,  y  los  pecíolos  están 
reducidos  al  estado  de  tubérculos  prolongados 
w>  aislados  del  rizoma.  Tiene  el  mismo  sabor  as- 
tringente, desprovisto  de  amargor. 

Tercera  especie.  Rizoma  pequeño  ,  del  grosor 
de  una  pluma,  de  un  gris  rojizo  al  exterior,  que 
ofrece  una  superficie  inferior  plana  ,  desigual , 
surcada  en  forma  de  canal  y  cubierta  de  puntas 
radiculares.  La  superficie  superior  es  bombada  , 
medio  cilindrica,  herizada  de  tubérculos  cortos, 
encorvados,  inclinados  contra  el  rizoma,  ó  for-, 
inamlo  con  frecuencia  con  él  un  ángulo  muy1 
marcado;  el  interior  es  compacto,  negruzco", 
duro  de  romper  con  los  dientes,  y  de  un  sabor 
muy  astringente.  Todas  estas  raices  carecen  de 
amargor. 

El  Sr.  Vauquelin  ha  sometido  al  análisis  quí- 
mico el  rizoma  de  caiaguala  (probablemente  la 
primera  especie),  y  de  ella  lia  obtenido  los  prin- 
cipios siguientes,  por  el  orden  de  su  mayor  can- 
tidad :  materia  leñosa,  materia  gomosa',  resina 
roja,  acre  y  amarga;  materia  azucarada,  ma- 
teria amilácea,  materia  colorante  particular, 
acido  málico,  muriato  de  potasa  ,  cal  y  sílice. 

La  caiaguala  se  usaba  en  la  mediciua  de  los 
pueblos  de  la  América  meridional.  También  es- 
taba indicada  en  la  de  los  Españoles  desde  174-3, 
como  se  vé  en  la  Farmacopea  de  Madrid  de 
aquella  fecha,  pero  no  fué  introducida  en  la  Ma- 
teria médica  europea  hasta  después  de  la  conclu- 
sión del  último  siglo. 

Los  habitantes  de  los  lugares  fríos  ó  húme- 
dos en  donde  se  cria  la  caiaguala ,  la  emplean 
como  sudorífico ,  en  cocimiento  á  la  dosis  de  dos 
dracmas  á  una  onza,  y  á  la  de  media  á  una 
dracma  en  polvo,  en  el  tratamiento  de  los  reu- 
matismos, de  la  sífilis,  y  también  como  astringen- 
te, porque,  según  lo  observa  el  Sr.  De  Candolie, 
esta  calidad  está  mas  desarrollada  en  este  helécho 
que  en  ningún  otro.  Se  prescribe  también  como 
resolutivo  aplicada  en  cocimiento  sobre  las  con- 
tusiones. En  Europa ,  Gelmetti  la  ha  preconizado 
contra  varias  enfermedades  y  particularmente 
contra  la  pleuresía.  En  179!,  Carmiuati,  que  la 
sometió  á  varias  experiencias,  no  la  encontró' 
calidades  muy  diferentes  de  las  de  nuestros  he- 
Jechos  indígenos,  y  estuvo  muy  lejos  de  acordar- 
le las  virtudes  que  le  concedían  los  médicos  es- 
pañoles contra  un  sin  número  de  enfermedades 
agudas  ó  crónicas.  Solamente  le  pareció  que 
provocaba  la  expulsión  de  las  orinas,  pero  aun 
osto  de  una  manera  poco  señalada,  lo  que  ex- 
plica la  poca  ventaja  que  se  saca  de  la  adminis- 
tración de  este  vegetal  en  las  hidropesías ,  á  pe- 
sar de  la  opinión  de  ¡os  médicos  de  liorna.  ttuiz 
pretende  explicar  la  diferencia  que  existe  entre 
los  resultados  obtenidos  por  estos  dos  facultati- 
vos, diciendo  que  Gelmetti  empleó  la  verdadera 
caiaguala  y  Carminati  la  falsa. 

CAItAüNLlCO  é  Lagting.  Es  una  es- 
tofa de  lana  cruzada  y  sólida ,  que  se  fabrica  en 


CAL 

Inglaterra,  en  Fraucia  y  en  Alemania ,  lustrosa 
como  el  raso,  lisa,  blanca,  y  en  general  de  lo^ 
dos  los  colores  reclamados  por  la  moda ,  y  á  ve- 
ces mezclada,  rayada,  adornada  de  flores  y  la- 
brada. Distínguense  dos  clases  de  lasling,  á  sa- 
ber : 

1 .°  El  lasling  cruzado,  liso  y  de  un  solo  color , 
ó  el  lastmg  rayado  y  de  varios  colores.  Esta  cla- 
se, según  la  "calidad,  se-  subdivíde  todavía  en 
dos  especies,  de  las  cuales  hay  una  llamada  (puo- 
sa, que  consta  de  1 2 á  1.600  "hilos,  finos  ó  fuer- 
tes de  trama  sencilla;  la  otra,  que  se  llama,  liaa- 
ra,  solo  difiere  de  la  primera  en  que  consta  de 
■1.030  hilos,  de  consiguiente  1/11  menos  que  la 
gruesa.  Las  dos  últimas  especies  están  tejidas 
con  hilo  de  color;  algunas  veces  no  se  impri- 
man hasta  después  de  tejidos,  y  entonces  se  les 
da  cierto  lustre ,  por  el  que  se  les  concede  el 
nombre  de  Damasco  de  lana.  Esta  estofa  se  usa 
mucho  para  hacer  batas,  vestidos  de  verano  y 
pantalones.  El  lasling  rayado  tan  solo  se  distin- 
gue del  liso  en  sus  rayas,  que  se  le  hacen  des- 
pués de  tejido.  Generalmente  se  hace  un  cru- 
zado que  corta  todas  las  líneas  longitudinales 
formando  ángulo  recto;  oirás  veces  se  hace  pa- 
ra cada  raya  un  cruzado  particular  formando  una 
serie  de  cuadros  pequeños. 

2.°  El  lasling  floreado  es  un  damasco  de  lana 
cuyo  fondo  recibe  un  cruzado  fuerte  sobre  el 
cual ,  como  en  el  raso ,  los  dibujos  se  ven  por  un 
lado,  mientras  que  del  otro  no  se  percibe  mas  que 
el  urdimbre.  Estos  laslings  floreados  solo  se  em- 
plean para  muebles,  pero  con  menos  frecuencia 
que  los  laslings  lisos.  La  haz  de  los  calamacos- 
debe  ser  tiesa  y  lustrosa;  este  lustre  se  o  ¡tiene 
por  medio  del  agua  de  goma ,  y  estirando  los 
hilos  todo  lo  quesea  posible.  En  algunas  fábricas 
se  entremezcla  el  hilo,  la  lana  y  hasta  la  seda, 
por  cuyo  medio  se  da  á  la  estofa  un  brillo  que 
lo  hace  parecer  á  la  seda.  Los  Ingleses  se  distin- 
guen particularmente  bajo  este  respecto,  produ- 
ciendo calamacos  de  esta  naturaleza  en  gran 
cantidad,  que  venden  á  piezas  de  32  yardsde 
longitud  sobre  Va  yanl  de  ancho;  el  lasling  Ho- 
rcado ó  adamascado  es  de  >!  pulgadas  inglesas 
de  anchura  y  la  pieza  tiene  40  yards  de  longilud. 
En  Francia  las  ciudades  que  producen  los  mejo 
res  calamacos  son  Amiens,  Ueims,  Chalóos  Li- 
la y  Tournay  ;  la  piezas  tienen  media  ana  de 
ancho  sobre  25  á  27  anas  de  largo.  Enlre  \o<  ca- 
lamacos de  Alemania  se  da  la  preferencia  á  los 
de  Sajonia,  que  se  colocan  casi  al  mismo  nivel 
de  los  de  Inglaterra;  tienen  Yt  á  7/s  anas  de  an- 
cho (  medida  de  Leipsick)  y  las  piezas  son  de  40, 
oO,  60,  70  y  hasta  100  añas  de  largo  ;  pero  la 
primera  clase  no  tiene  sino  30  anas  de  longilud 
sobre  7/s  de  anchura. 

Los  laslings  fabricados  en  Prusia  ,  en  par- 
ticular los  de  Magdeburgoy  de  Berlín,  son  muy 
poco  estimados.  En  Linz  en  la  Alia  Austria  se  fa- 
brican calamacos  de  hilo  (u.°  3  i) ;  la  pieza  pesa 
678  libras,  tiene  34  anas  de  Yiena  y  Vs.de  an- 
cho; las  labradas  ó  lloreadas  son  de  8  libras  y 
de  36  anas,  anchura  igual  á  las  precedentes ;  a 


CAL 

los  ia»lings  rojos  y  floreados  se  les  da  el  nombre 
de  Durantes.  La  Bohemia  fabrica  también  mu- 
chas de  oslas  estofas. 

El  calamaco  se  emplea  lo  mas  generalmente  para 
pantalones  de  hombre,  algunas  veces  también  pa- 
ra redingotes,  pero  siempre  como  vestido  de  vera- 
ii).  La  sequedad  y  la  tiesura  de  su  tejido,  á  pesar  de 
la  materia  de  que  se  compone,  lo  hacen  muy  con- 
veniente en  las  estaciones  mas  calidas  del  año. 
La  pasamanería  se  sirve  de  él  para  cubrir  bolo- 
nes, y  también  se  emplea  para  colgaduras,  como 
anexo  al  damasco  de  lana. 

CAIiAJIIIflíA.  Se  ha  dado  el  nombre  de 
Calaminas  ó  Piedras  calaminares  á  masas  com- 
pactas, concrecionadas  ó  terrosas  ,  con  frecuen- 
cia celulares,  como  carcomidas  y  formadas  en 
gran  paite  de  silicato  de  zinc  ,  mezclado  á  me- 
nudo con  carbonato  del  mismo  metal.  Estas 
piedras  constituyen  el  mineral  de  zinc  el  mas 
importante  por  la  abundancia  de  sus  capas  y 
por  la  facilidad  de  su  explotación;  presénlansé 
en  montones  considerables  en  medio  de  los  cal- 
cáreos de  sedimentos  secundarios,  desde  el  ter- 
reno ullero  hasta  á  los  jurásicos.  Los  puntos  prin- 
cipales en  donde  abunda  la  calamina  se  encuen- 
tran en  la  Alta  Silesia,  en  los  países  de  Lim'mrgo 
ydeJuliers,  en  los  alrededores  de  Aix-la-Chape- 
lle,  en  laCarintia,  y  en  Derbyshire  en  Inglaterra, 
y  en  España  la  tenemos  en  las  vertientes  de  la 
Sierramorena,  particularmente  en  Alcaraz. 

Esta  sustancia  mineral ,  que  antiguamente  se 
usaba  como  medicamento  muy  estimado,  hoy  día 
sirve  no  mas  que  para  la  extracción  del  zinc  y 
la  preparación  de  sus  diferentes  aleaciones. 
Guando  pura,  es  blanca  gris  ó  amarillenta,  mas 
dura  que  la  fluorina,  y  su  peso  especítico  es  3,42, 
cristaliza  en  tablas  modificadas  de  varios  modos  y 
derivadas  de  un  prisma  recto  romboidal  cuya  al- 
tura v  las  diagonales  de  las  bases  están  en  la 
proporción  de  los  números  7,  ti  y  12;  se  halla 
a  veces  en  eslaláctiea,  fibrosa,  lamelar,  compac- 
ta v  terrea.  Al  fuego  del  soplete  desprende  agua, 
se  bincha,  pera  «o  se  funde  ni  se  reduce  por  sí 
sola;  su  (¡¡solución  en  los  ácidos  forma  una  jalea, 
y  se  compone  de  silicato  de  zinc  v  de  agua.  Es 
uno  de  los  minerales  que  se  electrizan  mejor  pol- 
la acción  del  luego. 

.  Las  variedades  compacta  y  terrea  suelen  estar 
mezcladas  con  limonita  que  allera  sus  caracte- 
res, dándole  un  color  amarillo  ó  rojizo.  Hay  una 
variedad  mezclada  con  malaquita  ó  carbonato  de 
cobre  ,  que  es  de  color  verde,  y  se  llama  Mina 
(h  latón ,  porque  puede  servir  directamente  para 
la  preparación  de  esta  aleación. 

t'lliiUO,  Cm.amus.  Género  de  plantas  de 
la  familia  délos  palmeros,  tribu  de  las  lepidaca- 
riéasde  Martius,  establecido  por  Linneay  adop- 
tado por  casi  todos  los  botánicos.  Se  compone  de 
un  numero  bastante  grande  de  especies  de  un  por- 
te del  todo  particular,  y  que  crecen  en  las  regio 
nes  tropicales  del  antiguo  continente.  Con  fre- 
cuencia sus  tallos,  delgados,  nacen  eu  mazorcas 
y  se  elevan  á  una  grande  altura,  sea  directam  in- 
te; sea  ap  >\  andose  ó  extendiéndose  sobre  el  tron- 


CAL  533 

co  de  otros  vegetales  leñosos.  Sus  hojas  son  al- 
ternas y  separadas;  su  pecíolo  común  es  largo, 
tortuoso  ,  algunas  veces  desprovisto  de  hojuelas, 
y  enroscado  en  forma  de  zarcillo  ó  pendiente  y 
derecho.  Su  espádice,  primero  terminal,  se  con- 
vierte  en  lateral  por  la  prolongación  de  la  punta 
de  la  cima  del  tallo  ,  ramoso  é  ineomplda- 
menle  envuelto  en  una  espata  envainante.  Las 
extremidades  de  los  ramos  del  espádice  son  al- 
gunas veces  desnudas  y  prolongadas  en  formado 
cuerdas.  Sus  llores,  bailante  pequeñas,  son 
dísticas  hacia  la  parle  superior  de  las  ramifica- 
ciones de  la  panícula.  Estas  flores  son  dioicas  ó 
polígamas,  dispuestas  en  espigas  ó  candedas  mas 
ó  menos  prolongadas,  acompañadas  en  su  base 
de  una  vaina  que  hace  las  veces  de  espata;  cada 
flor  va  acompañada  de  una  6  muchas  bracleas 
cóncavas  ó  cupuliformes.  En  las  llores  masculi- 
nas el  cáliz  exteriores  mas  corlo  y  tiene  tres 
dientes  mas  ó  menos  profundos.  El  cáliz  interior, 
mas  grande,  está  formado  de  tres  sépalos,  acu- 
nas veces  casi  distintos  hasta  su  base.  Los  seis 
estambres  tienen  sus  filamentos  monadelfos  en 
la  base,  sus  anteras introrsas  y  asaetadas;  el  pis- 
tilo es  rudimentario.  El  cáliz  es  el  mismo  en  las 
llores  femeninas;  el  ovario  es  de  tres  celdillas 
monospermas,  terminadas  por  tres  estigmas  sé- 
siles. El  fruto  es  una  baya  monosperma  cubierta 
de  escamas  imbricadas  y  vueltas  al  revés. 

Los  calamos  pertenecen  al  Asia  y  al  África 
intertropicales,  )  se  distinguen  en  su  tronco  muy 
delgado,  qirb  ordinariamente  se  extiende  sobre 
los  árboles,  como  sucede  con  las  enredaderas  co- 
munes ,  y  llegan  á  obtener  algunas  veces  una 
longitud  lancorme  que  varios  autores  han  di- 
cho que  los  hay  que  han  alcanzado  basta  360 
varas;  este  tronco  forma  internodios  de  distan- 
cia en  distancia,  cada  uno  de  los  cuales  lleva 
una  hoja  aplomada  en  una  larga  vaina  que  se 
prolonga  con  frecuencia  en  forma  de  zarcillo,  ó 
permanece  reducida  eu  forma  de  filamento  del- 
gado y  derecho. 

En  los  países  en  donde  crecen  naturalmente, 
los  cálamos  hacen  á  veces  los  bosques  casi 
impenetrables,  en  razón  de  su  largos  tallos,  qt.e 
parecen  cuerdas  extremadamente  resistentes,  ex- 
tendidos de  un  árbol  á  otro  ,  serpenteando  por  el 
sucio ,  por  encima  de  los  zarzales  ,  y  sobre  todo 
a  causa  de  las  fuertes  espinas  de  que  están  lie- 
rizados.  Eslos  mismos  tallos  son  los  que  se  em- 
plean para  diversos  usos  ,  sea  para  cañas  para 
bastones,  los  cuales  son  muy  buscados,  a  veces 
de  un  precio  bástanle  elevado,  y  ordinariamente 
designados  bajo  el  nombre  de  Juncos,  Juncos  de 
la  ludia,  etc.;  sea  parala  confección  de  láti- 
gos y  cuerdas  de  mucha  resistencia.  Divididos 
eu  tiras  delgadas  sirven  para  guarnecer  sillas  y 
sillones;  ademas,  se  emplean  en  el  mismo  país 
de  donde  nacen  en  la  confección  de  una  mul- 
titud de  objetos,  tales  como  canastillos,  i 
etc. ,  para  los  cuales  en  Europa  sirven  los  mim- 
bres. Por  estos  diversos  motivos ,  dichos  tallos 
forman  el  objeto  de  un  comercio  bastante  impor- 
tante y  su  consumo  es  tan  grande  eu  diversas  u- 


534  CAL 

r-alides,  que  parece  raro  que  no  se  hayan  ya  des- 
truido ciertas  especies. 

Las  principales  especies  del  género  cálamo  son 
las  siguientes: 

Cálamo  de  cañas  {Calamus  Rotang , 
Willd.).Es[)ecie  de  la  India  ,  que  ,  según  Box- 
burgh,  produce  las  cañas  conocidas  con  el  nombre 
vulgar  de  Juncos  de  la  India.  Su  tronco  es  muy 
largo,  su  grosor  de  unas  cinco  lineas  ó  poco  mas, 
compuesto  de  internodios  cuya  longitud  es  de  un 
pié  y  medio  á  una  vara  ;  sus  hojas  terminan 
en  u n  largo  zarcillo  tortuoso,  y  su  vaina  está  arma- 
da de  espinas  derechas  y  fuertes;  sus  hojuelas  li- 
neales lanceolada*,  provistas  en  su  borde  de  pe- 
queñas espinas.  Su  inflorescencia  es  colgante. 

Se  exportan  muchos  de  estos  cálamos  á  Ben- 
gala, á  Europa  y  sobre  todo  á  la  China.  Cuan- 
do se  quieren  emplear  para  hacer  bastones ,  se 
escogen  largo <  y  de  color  amarillo  claro,  de  pa- 
co grueso,  flexibles,  y  no  sujetos  á  romperse. 
Se  compran  por  haces,  que  deben  contener  ca- 
da uno  100  cálamos,  los  cuales  tienen  sus  ex- 
tremos atados  juntos  ,  y  después  átalos  por  el 
medio.  Los  que  son  negros,  cortos  ó  que  han 
perdido  su  brillantez  se  desechan.  Cnando  se 
cargan  como  faidaje,  regularmente  están  exen- 
tos de  pago. 

Los  mejores  cálamos,  según  dice  el  Sr.  Cravv- 
furd,  crecen  expontáneamente  en  las  islas  Bor- 
neo, Sumatra  y  en  la  península  Malesa.  Los  su- 
periores vienen  del  país  de  los  raloks  en  la  isla 
Sumatra. 

Cálamo  da  cuerdas  (  Calamus  ru- 
dentum ,  Lour.).  Crece  en  las  Molucas  ,  en  las 
islas  de  la  Sonda  y  en  la  Cochinchina,  de  donde 
el  comercio  exporta  anualmente  cantidades  con- 
siderables. Es  una  de  las  especies  mas  grandes 
del  género.  Se  asegura  que  su  tallo  alcanza  hasta 
á360  varas  de  longitud  sobre  un  grosor  de  media 
pulgada  1. acia  la  mitad  y  de  I  á2  pulg.  en  su  par- 
te inferior  ;  sus  internodios  tienen  á  veces  hasta 
dos  varas  de  largo.  Estos  tall  <s  forman  cables 
naturales,  de  tal  modo  fuertes  que  hay  quien  di- 
ce que  pueden  servir  para  coger  los  elefantes 
salvajes.  Comunmente  se  emplean  para  hacer 
cuerdas  y  cables.  También  producen  cañas  fuer- 
tes y  hermosas. 

Cálamo  Hexi1>Se  (  Calanms  viminalis , 
Willd.)  De  las  idas  de  la  Sonda:  es  todavía  mas 
delgado  qre  el  precedente,  y  se  hace  un  grande 
uso  de  él  para  trabajos  de  cestería. 

Cálamo  de  látigos  (Calamus  egucstris, 
Willd.).  Especie  de  las  islas  de  la  Sonda,  de  las 
Molucas  y  de  las  Filipinas,  cuyo  tallo  adquiere 
70  y  80  varas  de  longitud  sobre  media  pulgada  á 
lo  mas  de  diámetro  ,  y  con  internodios  de  una 
pulgada  de  largo.  Su  gran  flexibilidad  y  su  elas- 
ticidad lo  hacen  emplear  con  frecuencia  para  lá- 
tigos y  como  mimbres. 

Cálamo  Sangre  de  Drago  [Calamus 
Draco ,  Willd.).  Produce  cañas  muy  lindas;  sus 
internodios  tienen  í  ó  5  pulgadas  de  longitud. 
Esta  especie  produce  también  una  de  las  sus- 
tancias   resinosas    rojas    confundidas    bajo  la 


CAL 

denominación  de  Sangre  de  Drago.—  V.  esta  pa- 
labra. 

CÁLAMO  AROMÁTICO  (Calamus 
aromatices ,  de  las  boticas).  Todos  los  aubres 
antiguos  han  hablado  de  una  sustancia  vegetal 
de  este  nombre,  que  empleaban  con  mucha 
frecuencia.  El  cálamo,  en  la  antigüedad,  era  un 
medicamento  vulgar  ,  como  se  ve  en  los  escritos 
de  Teofrasto,  de  Hipócrates ,  de  Galeno ,  de  Plu- 
tarco, de  Pünio  ,  etc.,  y  consislia  en  tallos  ó 
raices  rojizas ,  nudosas ,  quebradizas ,  ahueca- 
das ,  llenas  de  médula,  viscosas  después  de  mas- 
cadas, de  sabor  amargo  y  astringente.  La  plan- 
ta perfumaba  el  aire  de  los  lugares  en  donde 
crecía ,  tales  como  las  Indias,  la  Arabia,  etc. 
Los  antiguos  hacían  entrar  esta  raíz  en  los  em- 
plastros, los  ungüentos,  etc. ,  y  la  atribuían  pro- 
piedades cordiales,  estomáticas,  anliespasmódi- 
cas,  etc.  Los  Árabes  se  sirvieron  también  de  ella 
en  su  práctica  ;  Serapio  y  Avicena  la  prescribie- 
ron, indicando  las  calidades  que  le  son  propias. 
Pero  como  los  antiguos  no  liguraban  las  plan- 
tas, y  sus  descripciones  eran  casi  siempre  in- 
suficientes ,  los  modernos  no  han  podido  recono- 
cer su  verdadero  Cálamo  aromático.  La  confusión 
ha  procedido  sobre  todo  de  que  ha  sido  insensi- 
blemente sustituido  por  una  raíz  que  parece 
poseer  sus  propiedades,  que  se  la  asemeja  mu- 
cho por  sus  caracteres  y  á  la  cual  se  ha  dado 
también  su  nombre,  el  Acoro  cálamo  ,  L.  (V.  esta 
palabra) ,  sin  que  se  haya  tratado  de  indagar  sus 
diferencias  hasta  muy  tarde.  Pero  no  conociendo 
con  precisión  la  raíz  de  los  antiguos,  esta  di- 
ferencia ni»  ha  podido  establecerse,  y  ha  sido 
preciso  quedarse  en  el  campo  tan  vasto  y  estéril 
de  las  conjeturas. 

Los  Sres  Mérat  y  De  Lcns,  dicen ;  «en  cuanto 
«á  nosotros  si  nos  viésemos  obligados  á  dar  nues- 
«tro  parecer  locante  al  origen  del  Cálamo  aro- 
«málico  de  los  antiguos,  estaríamos  inclinados 
«á  pensar  quelal  vez  eselseguado  Cálamo  verus 
«indicado  en  el  üortus  malabaricus ,  bajo  el  nom- 
«brede  Vacmhu.  Es  mas  grande  en  todas  sus 
«parles  que  el  Acoro  cálamo  de  Europa,  y  debe 
«ser  mas  aromático  ,  viniendo  de  climas  nías  cá- 
«lidos  y  siendo  mas  vigoroso.  Se  le  considera 
«únicamente  como  una  variedad  del  Acoro  cála- 
«mo,  L  ,  que  por  olra  parle  podría  bien  ser  el 
(■^verdadero  cálamo  de los  antiguos,  ó  á  lo  menos 
«la  planta  que  mas  se  le  asemeja  entre  las  varias 
«que  se  han  indicado.» 

Besulla,  pues,  de  lo  expuesto  que  en  el  estado 
actual  de  la  ciencia  no  se  conoce  positivamenle 
el  Cálamo  aromático  de  los  antiguos,  que  tal  vez 
no  es  distinto  del  Acoro  cálamo  ,  L. ,  que  hoy  dia 
se  designa  bajo  el  primer  nombre ,  y  que  pasa 
por  él  en  el  comercio  sin  inconveniente.  La  raíz 
que  se  vende  con  el  nombre  de  Cálamo  aromáti- 
co viene  de  la  India,  mientras  que  el  Acoio  ver- 
dadero de  los  mercaderes ,  que  es  la  misma  plan- 
ta, crece  en  Europa,  y»  es  enviada  de  Polonia, 
etc. ,  y  podría  cultivarse  en  nuestro  país. 

CALANCARDS.  Tela  pintada  de  las  In- 
dias ,  de  4/4  á  6/4  de  ana  de  Biabante  de  ancho, 


CAL 
y  21  anas  de  longitud;  se  imprima  y  se  acaba 
de  pialar  en  las  fabricas  de  algodón  de  Inglater- 
ra, de  la  Alemania  y  de  la  Suiza.  También  se 
pintan  muebos  calaneards  en  Italia,  en  Pím  y 
Luca,  y  se  expenden  después  al  Levante  por  Se- 
nigaglia,  Aneona  y  Liorna. 

(Mlill'li'l.  Nombre  de  ciertas  concre- 
ciones vegetales  á  las  cuales  los  habitantes  de 
las  Islas  Malesas  atribuían  grandes  propiedades, 
y  que  llevaban  como  amuletos.  Rumfio  dice  que 
se  encuentran  en  el  interior  de  algunos  cocos , 
ó  frutos  del  Calapa  ,  y  también  en  el  tronco  de 
los  cocoteros. 

CALCEUOA'IA.  Dábase  antiguamente  es- 
te nombre  á  una  piedra  muy  apreciada  y  usada 
para  objetos  de  lujo,  que  se  recibía  de  una  ciu- 
dad del  mismo  nombre  en  el  Asia  menor.  La 
identidad  dé  composición  lo  ha  extendido  á  otros 
minerales  que  distan  mucho  de  tener  igual  gra- 
do de  belle/.a.  Se  aplica  en  el  dia  á  la  sub- espe- 
cie de  Cuarzo  mas  bien  litoideo  que  vidrioso  , 
que  difiere  de  la  hialina  por  una  mayor  tenaci- 
dad, por  carecer  de  doble  refracción  y  porque 
se  blanquea  por  la  acción  del  fuego  ,  aunque  sin 
fundirse.  Presenta  gran  copia  de  variedades, 
algunas  de  ellas  reconocidas  como  especies  por 
los  V  medaños.  Raras  veces  se  halla  cristaliza- 
da en  romboedros;  se  encuentra  en  capas,  con 
superficies  arriñouadas  ó  arracimadas ,  eslalác- 
tilica.  incrustante ,  compacta,  preudomórlica, 
etc.  Cuando  compacta,  trasluciente  y  de  textura 
concheada  ,  se  llama  Pedernal;  cuando  astillosa, 
semiltasluciente  y  de  lustre  algo  graso,  Querati- 
ta  ó  Piedra  córnea  ;  cuando  opaca,  á  causa  de 
su  mezcla  con  los  hidratos  de  hierro  ,  y  suscep- 
tible <le  buen  pulimento,  Jaspe,  de  cuyos  obje- 
tos se  hablará  en  sus  artículos  respectivos.  Las 
variedades  de  colores  pálidos  ,  de  trasparencia 
nebulosa  y  muchadure/.a,consei  varón  especial- 
mente el  nombre  de  Calcedonia:  así  se  encuen- 
tra en  muchos  puntos  de  la  península,  como  en 
Vallecas,  cerca  de  Madrid,  y  en  la  montaña  de 
Monjui  inmediata  á  líarcelona;  su  uso  debe  li- 
mitarse á  servir  para  sacar  lumbre,  fabricar  vi- 
drio, loza  y  demis  á  que  se  destina  el  cuarzo. 
Las  variedades  que  á  la  misma  trasparencia  y 
dureza  reúnen  colores  y  dibujos  bonitos  y  mucha 
susceptibilidad  de  pulimentos,  se  destinan  con 
diversos  nombres  para  sellos ,  camafeos ,  copas , 
cajas  de  tabaco  y  hasta  zócalos  y  capiteles  de  co- 
lumnas. Las  variedades  rojizas  o  amarillentas  se 
llaman  Sardónicas;  las  rojas,  Carniolus  ó  Corne- 
rinas; las  azules,  Safirinas  ;  las  de  color  verde 
oscuro,  Plasmas ;  las  de  verde  manzana,  Crisn- 
vasas,  que  son  coloradas  por  el  óxido  de  níquel; 
Jas  compuestas  de  capas  de  diversos  matices  ó 
grados  de  trasparencia,  Ónices,  etc.  Por  tin,  la 
mezcla  de  la  calcedonia  trasparente  con  jaspe  ú 
otras  variedades  opacas  forma  las  Ágatas,  de 
que  ya  se  ha  hablado. 

Antiguamente  se  atribuía  á  la  calcedonia  la 
facultad  de  disipar  la  bilis,  ahuyentarla  melan- 
colía, detener  las  hemorragias,  la  diarrea,  etc. 


CAL  535 

Su  dosis,  reducida  á  polvo  fino ,  era  de  I 2  gra- 
nos á  una  dracma. 

CALCEOLARIA,  Calceolaria.  Géne- 
ro de  plantas  muy  notable  de  la  familia  de  las  es- 
croto lariüceas,  tribu  de  las  verbaeéas,  y  de  la 
diandria  monoginia ,  establecido  por  el  padre 
Feuillé ,  y  que  contiene  á  lo  menos  unas  sesenta 
especies  indígenas  de  Chile  y  del  Perú. 

Las  calceolarias  son  ptantas  amias,  sufrucli- 
cosas  ó  fructicosas ,  acaules  o  canecentes,  de 
hojas  opuestas  ó  temadas  ,  raramente  alternas , 
muy  enteras  ,  dentadas,  aserradas,  algunas  ve- 
ces aplumadas,  tomentosas,  sedosas  ó  afelpa- 
das; di  pedúnculos  uuimuiti ¡orales  alares,  axi- 
lares, en  conmbos  terminales  ;  de  llores  amari- 
llas, blancas  ó  purpureas. 

En  los  jardines  de  Europa  se  cultivan  como 
unas  veinte  especies  de  calceolarias,  en  donde 
varias  de  entre  ellas  han  producido  un  número 
considerable  de  hermosas  variedades  que  son  la 
delicia  de  los  aficionados.  Eu  efect  i ,  las  llores 
de  estas  variedades,  muy  superiores  en  belleza 
y  en  tamaño  a  las  del  i  ¡)  o  ,  presentan  lodos  los 
grados  del  color  amarillo  ,  blanco  y  purpúreo, 
y  tienen  además  hacia  la  parte  inferior  de  la  co- 
rola largas  manchas  ó  una  multitud  de  puntos 
pequeños  de  color  diferente  cuyo  efecto  es  suma- 
mente agradable. 

Las  hojas  de  la  Calceolaria  pinnada  (Calceo- 
laria pinuata,  L.j  son  purgautes,  y  sise  admi- 
nistran a  alta  dosis  provocan  el  vómito. 

CALCIO.  Cuerpo  combustible  simple  me- 
tálico descubierto  por  H.  Davy,  á  últimos  de  1807, 
sometiendo  á  la  pila  galvánica  una  sal  calcárea 
cubierta  de  mercurio  y  destilando  la  amalgama 
que  de  ello  resulta.  El  calcio  que,  por  su  combi- 
nación con  el  oxígeno,  constituye  la  Cal ,  no 
existe  en  el  estado  nativo ;  no  se  le  encuentra  si- 
no en  el  estado  de  óxido,  unido  casi  siempre  con 
otros  óxidos  ó  con  ácidos. 

Este  metal  es  de  un  blanco  de  plata ,  sólido, 
mucho  mas  pesado  que  el  agua;  calentado  al  ai- 
re, arde  y  produce  un  óxido  que  es  la  Cal  viva; 
tratado  por  el  agua ,  la  descompone  dando  hi- 
drógeno y  pasando  al  estado  de  óxido;  se  com- 
bina con  el  oxígeno  en  dos  proporciones.  El  cal- 
cio no  tiene  ningún  uso  ni  en  las  artes  ni  en  la 
medicina. 

CÁLCULOS.  Se  designa  bajo  este  nom- 
bre ,  en  las  ciencias  médicas,  á  las  concreciones 
que  se  forman  en  ciertas  cavidades  de  la  eco- 
nomía animal ;  distinguiéndose  un  gran  número 
de  ellas  según  las  diferentes  parles  en  donde  se 
han  formado.  Los  cale,  los  biliares  ,  intestinales, 
urinarios  ó  vesicales  son  los  principales. 

Calcólos  bilures.  B$t>¿  cálculos  ,  según 
que  existen  en  la  vej  i  guilla  de  la  hiél ,  el  hí- 
gado ó  el  canal  coledoquio,se  distinguen  bajo  los 
nombres  de  cálculos  císticos  ,  hepáticos  y  ¡tépa- 
lo -císticos ;  en  la  especie  humana  ordinariamen- 
te se  forman  de  algunos  elementos  de  la  bilis 
que  se  han  separado  á  consecuencia  de  afeccio- 
nes particulares ,  y  aun  á  veces  no  son  otra 
cosa  que  la  misma  bilis  inpisada  y  aglomerada. 


636  CAL 

Su  forma  es  variable,  pero  en  genera!  eliposoide; 
son  blancos,  pajizos  ó  negruzcos;  lisos  y  suaves 
al  tacto,  compuestos  de  capas  concéntricas;  á 
veces  son  cristalizados  y  presentan  láminas  con- 
céntricas y  cristalinas  dispuestas  en  radios  que 
parten  de  un  centro  común. 

Su  composición,  en  la  especie  humana,  es 
susceptible  de  variar :  generalmente  constan  de 
0,88  á  0,94  de  colesterina,  y  de  0,12  áo,06 
<!e  materia  colorante  amarilla  de  la  bilis;  algunas 
veces  estos  principies  están  mezclados  con  una 
cantidad  mas  ó  menos  grande  de  bilis  no  alte- 
rada. 

La  determinación  de  la  naturaleza  de  los  ele- 
mentos contenidos  en  estos  cálculo-  y  su  propor- 
ción es  una  operación  bastante  sencilía :  consiste 
en  tratar  varias  veces  consecutivas  estos  c¡lcu- 
los  pulverizados  y  secados  con  alcohol  de  88°  hir- 
viendo y  en  filtrar  la  solución  caliente ;  por  el  en- 
friamiento, casi  la  totalidad  de  la  colesterina  se 
precipita  en  grandes  láminas  blancas  y  nacara- 
das, y  se  recoge  sobre  un  filtro  pesado.  El  resi- 
duo agotado  por  el  alcohol  ofrece  la  materia  ama- 
rilla biliar  que  tiene  el  carácter  de  disolverse  en 
la  solución  de  potasa  cáustica.  Para  asegurarse 
que  no  contiene  sales  calcáreas  insolubles,  es 
útil  quemar  una  porción  de  ella  en  un  crisol  de 
platino  y  examinar  la  ceniza  que  puede  produ- 
cir. 

En  algunos  animales  domésticos,  tales  como 
el  caballo  ,  el  buey  y  la  vaca ,  se  encuentran  con 
frecuencia  cálculos  biliares  bastante  volumino- 
sos ;  estos  productos  casi  siempre  están  compues- 
tos de  materia  amarilla  biliar  y  de  un  poco  de 
bilis  inspisada.  En  el  cerdo  se  ha  tenido  ocasión 
de  encontrar  un  poco  de  colesterina  y  de  resina 
biliar  en  el  número  de  los  elementos  de  las  cál- 
culos biliares  hallados  en  este  animal. 

Cálculos  intestinales.  Algunas  veces  se  en- 
cuentran cálculos  en  las  vías  digestivas;  en  el 
hombre  con  mucha  frecuencia  son  de  la  misma 
naturaleza  que  los  cálculos  biliares,  y  provienen 
sin  duda  de  la  vesícula  de  donde  han  salido  por 
causas  desconocidas. 

En  los  animales  se  encuentran  con  frecuencia 
cálculos  intestinales  que  tienen  una  composición 
diferente.  Estos  cálculos  fueion  conocidos  de 
los  químicos  antiguos  bajo  el  nombre  de  Hezoa- 
res,  y  de  ellos  se  han  reconocido  siete  especies, 
compuestas,  á  saber:  1  .a  especie ,  fosfato  ácido 
de  cal,  fosfato  de  magnesia  y  moco  animal ;  2.a 
especie,  fosfata  de  magnesia  y  moco;  3.a  espe- 
cie, fosfato  amoníaco-magnesiano  y  moco;  4.a 
ispecic,  de  la  misma  naturaleza  que  tos  cálculos 
biliares:  5.a  especie,  materia  resinosa  verde  y 
bilis;  6.a  especie,  fragmentos  de  boletos  aglu- 
tinados con  el  moco  y  cubiertos  de- una  corte- 
za de  fosfato  amoníaco-magnesiano  ;  7.a  especie, 
polos  cuajados  y  cubiertos  de  moco.  Los  que  com- 
ponen esta  especie  se  designan  bajo  el  nombre 
<¡e  lüjagropilos,  y  se  encuentran  con  frecuencia  en 
la  especie  bovina  y  ovina. 

Cvlculos  salivales.  Se  forman  con  bastante 
frecuencia  ea-Jas  parótidas  ó  las  sublinguales  y 


CAL 

los- conductos  de  la  saliva:  son  blancos  ,  mas  ó 
menos  duros ,  de  forma  ovoidea  y  elipsoídea  mas 
ó  menos  prolongada ;  algunos  son  cilindroides  , 
presentan  capas  concéntricas  en  medio  de  las 
cuales  se  encuentra  á  veces  un  cuerpo  extraño 
por  núcleo,  sobre  todo  en  los  que  se  han  desar- 
rollado en  las  canales  salivales. 

En  el  hombre  estos  cálculos  se  componen  de 
fosfato  de  cal,  de  una  corta  cantidad  de  carbo- 
nato de  cal  y  de  moco  salival.  En  los  animales 
herbívoros  eí  carbonato  de  cal  es  el  que  predo- 
mina en  estos  cálculos.  Tenemos  á  la  vista  varios 
cálculos  salivales  procedentes  de  asnos  (  extraí- 
dos los  unos  en  181S  por  el  difunto  [).  José 
Bréjs,  y  los  otros  en  1842  y. 1844  por  D.  José  Brés 
y  Aragonés,  ambos  señores  distinguidos  albéita- 
resdela  ciudad  de  Manresa),  que  ofrecen  los 
caracteres  expuestos ,  entre  los  cuales  se  dis- 
tinguen dos  de  íigura  ovoidea,  el  uno  que  pesa 
6  onzas  y  el  etro  una  libra. 

Cálculos  renales.  Presentan  muchos  de  los 
elementos  de  los  cálculos  que  se  forman  en  la 
vejiga. 

Cálculos  urinarios,  uretrales  y  vesicales. 
Los  cálculos  vesicales ,  así  llamados  porque  se 
encuentran  en  la  vejiga,  se  hallan  algunas  ve- 
ces en  las  uréteras  ,  y  raramente  en  el  canal  de 
la  uretra :  tan  pronto  son  pequeños  y  multipli- 
cados, como  aislados  y  bastante  voluminosos  pa- 
ra dilatar  la  vejiga ,  ordinariamente  su  forma  es 
la  de  un  esferoide  ó  de  un  ovoide  mas  ó  menos 
achatado;  su  color  es  variable,  son  blancos  ó 
blancos  amarillentos,  amarillentos  claros  ,  ó 
amarillentos  oscuros,  algunas  veces  de  superfi- 
cie negruzca;  generalmente  están  formados  de 
capas  sucesivas  en  el  centro  de  las  cuales  se 
encuentra  un  núcleo. 

Las  sustancias  que  hasta  hoy  dia  se  han  hallado 
en  los  cálculosvesicales  animales  son:  el  ácido  úri- 
co, el  urato  de  amoníaco,  el  fosfato  de  cal,  el  fos- 
fato amoníaeo-magnesiano,  eloxalato  de  callaras 
veces ,  el  óxido  cístico  ó  cistina  ,  el  óxido  xan- 
tico  ó  xantina,  la  fibrina  y  la  sílice. 

Estas  diversas  sustancias,  en  particular  las 
cinco  primeras,  se  hallan  mezcladas  en  diferen- 
tes proporciones  y  constituyen  cálculos  mislos. 
Su  composición  los  ha  hecho  dividir  en  varias 
especies  por  Fourcroy  y  Vauquelin. 

1.a  Cálculos  de  ácido  úrico  puro.  Su  color 
es  amarillo  rojizo,  su  superficie  lisa  y  lustrosa  ; 
son  compactos  y  formados  de  capas  concéntricas. 
Calentados  al  sóplele  sobre  un  carbón  ó  sobre 
una  hoja  de  platino,  se  carbonizan,  despidien- 
do un  humo  y  un  olor  amoniacal  empireum  ili- 
co,  y  dejan  un  residuo  negro  que  arde  casi  en- 
teramente cuaiidose  le  exp  ¡ne  á  la  llama  exterior, 
Estos  cálculos  son  enteramente  solubles  en  una 
solución  de  potasa  cáustica,  sin  difundir  ningún 
olor  de  amoníaco  ;  la  solución  alcalina  saturada 
con  los  ácidos  deja  precipitar  el  ácido  úrico  en 
el  estado  de  hidrato,  bajo  for.r.a  de  copos  blancos 
abundantes,  susceptibles  de  redisolverse  en  una 
gran  cantidad  de  agua.  Si  se  calienta  sobre  una 
hoja  delgada  de  vidrio  ó  de  plalino  una  corta 


CAL 

cantidad  do  estos  cálculos  con  ácido  nítrico,  hay 
disolución  con  efervescencia ,  y  cuando  se  acaba 
de  socar  con  precaución  el  producto  de  la  diso- 
lución, toma,  por  medio  de  un  calor  lento,  un  her- 
moso color  encarnado ;  este  color  del  residuo  se 
desarrolla  todavía  con  mas  intensidad  cuando  se 
moja  la  materia  con  algunas  gotas  de  amoniaco 
débil.  Los  cálculos  de  ácido  úrico  mezclado  con 
fosfato  terroso  dejan  un  residuo,  cuando  se  cal- 
cinan al  contacto  del  aire,  ó  cuando  se  les  trata 
con  la  solución  de  potasa. 

2.°  Cálculos  de  urato  de  amoniaco.  El  color  de 
estos  cálculos  es  de  un  gris  ceniciento.  Bajo  la 
acción  del  soplete  se  conducen  como  los  de  áci- 
do úrico,  y  dejan  con  frecuencia  un  residuo  blan- 
quizco de  carbonato  de  sosa,  que  proviene  del 
urato  de  sosa  que  á  veces  contiene;),  según  el 
Sr.  Berzélius.  Una  solución  de  potasa  cáustica 
los  disuelve  enteramente,  pero  durante  su  disolu- 
ción despiden  un  olor  fuerte  de  amoniaco. 

3.°  Cálculos  de  fosfato  de  cal.  Estos  cálculos 
son  blancos ,  algunas  vecps  friables  y  mas  ó  me- 
nos duros.  Calcinados  al  soplete  se  ennegrecen 
sin  formar  ampollas,  despiden  un  olor  empireu- 
matico  animal  debido  al  moco  que  contienen,  y 
concluyen  por  emblanquecerse  sin  fundirse,  en  un 
fuego  violento.  El  residuo  de  la  calcinación  se  hin- 
cha al  fuego  con  la  sosa,  sin  vitrificarse;  fundi- 
do con  el  ácido  bórico  y  el  hierro,  produce  un 
glóbulo  quebradizo  de  fosfuro  de  hierro.  Los  áci- 
dos nítrico  é  hidroclórico  disuelven  enteramente 
estos  cálculos  sin  efervescencia;  la  disolución 
acida  se  precipita  en  copos  blancos  gelatinosos 
con  el  amoníaco.  El  ácido  sulfúrico  produce  con 
ellos  un  magma  blanco  de  sulfato  de  cal  poco 
solubleenel  agua,  y  lostrasforma  en  bifosfato  de 
cal  muy  soluble.  Las  soluciones  alcalinas  no  tie- 
nen acción  sobre  estos  cálculos. 

4.°  Cálculos  de  fosfato  amoniaco-magnesiano. 
Tienen  un  color  blanco  de  creta  y  presentan  ca- 
pas laminosas  medio  trasparentes  y  de  un  aspec- 
to cristalino.  Calentados  al  soplete  sobre  una  ho- 
ja de  platino ,  estos  cálculos  despiden  un  olor 
fuerte  de  amoníaco,  se  ennegrecen,  se  hinchan, 
se  emblanquecen  en  parte,  y  se  funden  después 
en  un  glóbulo  blanco  gris  i  esto  les  ha  hecho  dar 
el  nombre  de  cálculos  fusibles.  Tratados  con  el 
ácido  sulfúrico  diluido  en  agua,  se  disuelven  en- 
teramente, y  la  disolución  lorma  con  el  amonía- 
co un  precipitado  blanco  cristalino;  los  ácidos 
nítrico  é  hidroclórico  obran  de  la  misma  manera. 
Las  soluciones  de  potasa  y  de  sosa  puestas  en  ebu- 
llición con  estos  cálculos  pulverizados  los  des- 
componen con  desprendimiento  de  amoniaco,,  y 
dejan  magnesia  por  residuo 

5.°  Cálculos  de  oxalalo  de  cal.  Su  color  es  de 
un  pardo  subido;  su  superficie  es  desigual  y  pa- 
recida á  los  tubérculos  aglomerados  de  las" mo- 
ras ,  lo  que  les  ha  hecho  dar  el  nombre  impropio 
de  Cálculos  de  mora.  Cuando  se  les  calienta  despi- 
den un  olor  mineral  y  se  ponen  mates  al  mismo 
tiempo  que  su  color  se  debilita.  Después  de  una 
ignición  moderada  dejan  un  residuo  blanco  que 
se  disuelve  con  viva  efervescencia  en  el  ácido 
68 


CAL  937 

nítrico:  si  la  calcinación  ha  tenido  lugar  sobre 
carbón  queda  cal  viva  que  se  deslié  con  algunas 
golas  de  agua,  y  da  una  solución  que  obra  á  la 
manera  de  los  álcalis  sobre  el  papel  de  tornasol 
enrojecido  y  el  jarabe  de  violetas.  Estos  cálculos 
son  insolubles  en  los  ácidos  diluidos  en  agua,  des- 
compuestos por  medio  del  calor  por  las  solucio- 
nes de  carbonatos  de  potasa  ó  de  sosa,  que  los 
trasforman  en  oxalatos  solubles  y  en  carbonato 
de  cal  insoluble. 

6.°  Cálculos  de  óxido  cístico  ódecistina.  Los 
cálculos  de  esta  especie,  aunque  muy  raros,  se 
presentan  en  una  masa  de  un  amarillo  sucio, 
traslúcida  ó  irregularmente  cristalizada;  su  su- 
perficie es  lisa  con  un  aspecto  cristalino  ,  y  su 
fractura  es  luciente  y  como  grasienta.  Calentados 
al  soplete  sobre  una  boja  de  platino,  no  se  fun- 
den, se  inflaman  fácilmente  y  arden  con  una  llama 
verde  azulada,  y  despiden  un  olor  característico 
acre  y  ácido,  un  poco  análogo  al  del  cianógeno. 
El  residuo  carbonoso  arde  á  un  calor  elevado  y 
deja  un  ligero  residuo  blanco  formado  de  fosfa- 
to de  cal.  Estos  cálculos  tienen  además  la  pro- 
piedad de  disolverse  en  todos  los  ácidos  debilita- 
dos y  en  las  soluciones  alcalinas ;  forman  con 
los  primeros  combinaciones  que  cristalizan  por 
evaporación  en  agujas  blancas  divergentes.  La 
cistina,  que  forma  la  base  de  estos  cálculos  ,  se 
precipita  enteramente  de  las  soluciones  alcalinas 
cuando  éstas  se  saturan  por  los  ácidos.  La  acción 
del  ácido  nítrico  en  caliente  la  destruye,  y  re- 
sulta por  la  evaporación  una  masa  de  un  oscuro 
ceniciento  ,  sin  producción  de  color  rojizo,  como 
con  el  ácido  úrico. 

7.°  Cálculos  de  ácido  xántico  ó  de  xantina. 
Son  de  color  de  canela  oscuro,  y  de  forma  oblon- 
ga y  redondeada;  decrepitan  al  soplete,  arden  de- 
jando un  poco  de  ceniza  y  despiden  un  olor  dife- 
rente del  óxido  cístico  y  del  ácido  úrico,  según 
doctor  el  Marcet.  Bajo  muchos  puntos,  el  óxido 
xántico  que  forma  estos  cálculos  se  parece  al  áci- 
do úrico,  pero  se  distingue  de  él  esencialmente  en 
que  su  disolución  en  el  ácido  nítrico  deja,  des- 
pués de  la  evaporación  á  sequedad,  un  residuo 
amarillo^  lo  que  le  ha  hecho  dar  el  nombre  que 
lleva. 

8.°  Cálculos  siliciosos.  Calentados  á  parte,  se 
ennegrecen  por  la  materia  orgánica  que  contie- 
nen, dan  por  residuo  una  ceniza  infusible,  algu- 
nas veces  escoriácea  ,  que  tratada  con  una  cor- 
ta cantidad  de  sosa,  se  funde  v  se  trasforma  en 
un  vidrio  trasparente.  Estos  cálculos  son  también 
muy  raros. 

Los  cálculos  vesicales  de  los  animales  varían 
según  laespecie  de  animal.  En  los  del  perro  se  ha 
encontrado  la  mayor  parte  de  los  elementos  que 
se  encuentran  en  lo.«  cálculos  urinarios  del  hom- 
bre; pero  los  cálculos  délos  animales  herviboros 
solo  están  compuestos  de  carbonato  de  cal ,  que 
forma  su  parte  esencial,  de  un  poco  de  carbonato 
de  magnesia  y  de  una  muy  corta  cantidad  de  fos- 
fato de  cal.  So  pueden  reconocer  fácilmenta 
en  la  efervescencia  espumosa  muy  viva  que  pro- 
ducen disolviéndose  en  el  ácido  nítrico  ó  hidro- 

TOMO    I. 


í>38  CAL 

dórico;  en  el  raotio  concretado  en  cepos  quo  ge 
separa  de  ellos,  y  en  el  precipitado  poco  volu- 
minoso de  fosfato  de  cal  que  produce  el  amonia- 
co ,  mientras  que  el  oxalato  de  amoníaco  y  el 
carbonato  de  potasa  producen  en  ellos  precipi- 
tados abundantes. 

©AUMEKA.  El  uso  de  las  calderas  es  en 
extremo  frecuente  en  todas  las  artes  útiles:  sir- 
ven para  la  cocción  de  las  drogas,  de  la  cer- 
veza, etc.,  y  parala  evaporación,  como  en  las 
máquinas  de  vapor  ,  los  caloríferos ,  la  destila- 
ción, etc.  Sus  formas,  que  varian  según  el  uso 
á  que  se  las  destina ,  deben  ser  siempre  tales 
que  proporcionen  el  mejor  empleo  del  combusti- 
ble con  la  mayor  comodidad  del  servicio.  Para 
aprovechar  bien  la  acción  del  combustible  se  «Je- 
be dar  á  las  calderas  la  mayor  extensión  posible 
á  su  parte  expuesta  al  fuego. 

Las  calderas  son  cilindros  abiertos  por  la  par- 
lo superior  para  la  cocción  do  los  alimentos,  y 
casquetes  esféricos  para  la  fabricación  de  la  cer- 
veza. Para  las  máquinas  de  vapor,  es  ya  un  solo 
cilindro,  ya  un  cilindro  mas  grueso  que  comuni- 
ca con  uno  ó  varios  otros  mucho  mas  pequeños, 
ya  un  solo  cilindro  que  contiene  en  su  interior 
uno  ó  muchos  que  sirven  de  fogón,  ya  por  úl- 
mo  es  un  cubo,  como  en  los  grandes  aparatos 
de  buque. 

Las  calderas  de  las  primeras  máquinas  de  va- 
por eran  esféricas.  Esta  forma  érala  mas  venta- 
josa con  respecto  á  la  solidez,  pero,  como  es  la 
que  ofrece  menos  extensión  de  paredes ,  es  tam- 
bién la  que  presenta  una  superficie  mas  reducida 
á  la  acción  del  fuego;  y,  dislando  mucho  este  in- 
conveniente de  ser  compensado  por  la  ventaja  de 
una  mayor  solidez  ,  se  renunció  á  él  ,  tan 
luego  como  se  supo  cuan  importante  es  que 
la  caldera  presente  la  mayor  superficie  posible 
a  la  lumbre.  Entonces  se  la  dio  la  forma  de 
un  prisma  cuya  sección  perpendicular  al  eje 
es  una  superficie,  limitada  inferior  y  lateralmen- 
te por  curvas  cóncavas  ,  y  en  la  parle  superior 
por  un  arco  de  círculo  convexo.  Walt  díó  á 
este  prisma  el  nombre  de  Caldera  de  sepulcro. 
El  fogón  está  debajo :  la  llama  recorre  toda  la 
longitud  de  la  superficie  inferior;  en  seguida 
retrocede  siguiendo  un  conducto  para  ir  á  calen- 
tar las  superficies  laterales  de  derecha  é  izquier- 
da antes  de  pasar  á  la  chimeuea.  La  caldera  pre- 
senta de  este  modo  una  superficie  muy  extensa 
ala  lumbre,  puesto  que  está  expuesta  ala  llama 
por  tres  de  sus  lados  ,  los  cuales  son  cóncavos , 
porque  se  ha  observado  que  la  llama  calienta 
mucho  mas  uua  superficie  cóncava  que  una  su- 
perficie convexa. 

Esta  caldera,  que  es  bastante  sólida  para  las 
máquinas  de  baja  presión,  no  lo  seria  lo  suficiente 
para  las  máquinas  de  alta  presión.  Así  es  que  en 
la  época  de  la  aparición  de  estas  últimas  máqui- 
nas, se  ideó  una  tercera  forma  de  caldera,  que 
consiste  en  un  gran  cilindro  unido  por  medio  de 
lubuluras  á  otros  cilindros  mas  pequeños.  El  ci- 
lindro mayor,  al  que  se  daespecialmente  el  nom- 
bre de  culdera,  sirve  para  depósito  de  agua  y  de 


CAL 


vapor;  los  otro3  están  destinados  á  la  producción 
del  vapor ,  que  por  esta  razón  se  les  da  el  nom- 
bre de  hervidores,  y  son  los  que  están  siempre 
expuestos  á  la  llama  mas  ardiente  del  fogón.  El 
número  de  estos  últimos  varia  según  la  fuerza  de 
la  máquina  :  en  las  máquinas  pequeñas  no  hay 
mas  que  uno,  y  en  las  grandes  hay  casi  siempre 
dos,  y  algunas  veces  tres ;  las  máquinas  de  bu- 
ques "tienen  hasta  cuatro,  cinco  y  seis.  Estos 
cilindros  están  colocados  paralelamente  á  la  cal- 
dera ,  la  cual  esa  veces  un  poco  mas  larga  que 
ellos,  según  la  forma  que  se  da  al  fogón.  En  estos 
últimos  tiempos  hanse  construido  algunos  apa- 
ratos en  los  que  los  cilindros  son  perpendicula- 
res á  la  caldera;  pero  esta  ha  sido  una  innova- 
ción muy  desgraciada,  contraria  á  los  principios, 
y  que  solo  puede  dar  malos  resultados.  Las  tu- 
buluras  que  unen  los  cilindros  hervidores  á  la 
caldera  deben  ser  siempre  bastante  grandes,  so- 
bre todo  cuando  son  únicas  ,  para  que  el  paso 
del  vapor  y  del  agua  pueda  efectuarse  con  li- 
bertad. Sin  esto,  podria  suceder,  en  caso  de  una 
evaporación  rápida ,  que  el  agua  de  la  caldera 
no  pudiese  penetraren  el  conduelo  á  causa  de 
la  corriente  del  vapor  que  sale  de  él,  lo  que  in- 
faliblemente daria  lugar  á  muy  graves  accideni- 
tes. 

Para  las  máquinas  de  alta  presión  se  babia 
ideado  otra  forma  de  caldera ,  esto  es  un  gran, 
cilindro  que  contenia  el  agua  para  evaporar,  con 
un  cilindro  interior  que  servia  de  fogón.  Sin  em- 
bargo, tuvo  que  abandonarse  esta  invención,  por- 
que siendo  luego  el  calor,  despedido  por  el  fogón,, 
absorvido  por  el  agua  que  lo  rodeaba,  ya  no  que- 
daba el  suficiente  para  hacer  arder  el  combusti- 
ble de  manera  que  produjese  toda  la  cantidad  de 
calor  que  podia  dar. 

También  se  ensayó  emplear,  en  vez  de  calde- 
ra, un  tubo  serpentino  en  el  fogón  ;  pero  la  eva- 
poración era  demasiado  enérgica,  al  mismo  tiem- 
po que  el  agua  no  podia  llegar  á  él  con  bastante 
rapidez  para  reemplazar  la  que  continuamente 
se  vaporizaba ,  de  lo  que  resultaba  que  el  tubo 
era  destruido  en  poco  tiempo. 

Las  calderas  de  las  locomotivas  tienen  una  dis- 
posición del  todo  particular  ,  son  cilindros  que 
contienen  un  gran  número  de  tubos  de  pequeño 
diámetro,  por  los  cuales  pasan  los  productos  de 
la  combustión,  para  llegar  del  fogón  ala  chime- 
nea. Estos  tubos  presentan  una  superficie  muy 
extensa  y  muy  eficaz  á  la  acción  del  fuego. 

Las  calderas  de  buques,  para  las  máquinas  de 
baja  presión ,  tienen  sus  fogones  interiores  de 
manera  que  conserven  bastante  calor  para  que 
el  combustible  arda  eu  ellos  bien.  Los  pro- 
ductos de  la  combustión  llegan  á  la  chimenea 
por  medio  de  conductos  que  dan  varias  vueltas  á 
la  caldera  ,  y  en  los  cuales  pierden  todo  el  calor 
de  que  pueden  desprenderse  sin  que  de  ello  re- 
sulte inconveniente. 

Las  calderas  de  máquinas  de  vapor  hánse  cons- 
truido de  cobre,  por  espacio  de  muchos  años. 
El  precio  costoso  de  este  metal  obligó  ensa- 
yar el  hierro  colado,  que  ha  sido  empleado  du- 


CAL 

ranlo  algún  tiempo ;  sin  embargo  ,  fué  necesario 
abandonar  este  metal  en  razón  de  su  fragilidad, 
y  de  su  facilidad  en  quemarse  y  henderse  en  los 
cambios  demasiado  repentinos  de  temperatura,  y 
por  último  por  la  poca  seguridad  que  ofrecía. 
Era,  e.:  e.eet¡,  muy  difícil  que  una  caldera  fun- 
dida en  una  ó  dos  piezas  tuviese  un  espesor 
igual  en  todas  sus  parles ,  y  sucedía  con  frecuen- 
cia que  en  algunos  puntos  tenia  muchos  centí- 
metros de  espesor ,  mientras  que  en  otros  solo 
tenia  el  de  dos  ó  tres  milímetros.  Ahora  todas  las 
calderas  se  construyen  de  palastro  escogi- 
do ,  y  de  algunos  anos  á  esta  parte  han  lle- 
gado á  un  grado  de  perfección  extraordinario. 
Están  compuestas  de  un  gran  número  de  piezas, 
unidas  entre  si  por  medio  de  clavos  perfecta- 
mente remachados,  de  modo  que  nunca  dejan 
rezumar  el  agua  á  no  ser  á  causa  de  algún  gol- 
pe fuerte  ú  otro  accidente.  Estas  planchas  se  cor- 
tan con  cizallas,  y  los  agujeros  en  los  cuales  se 
remachan  los  clavos  se  hacen  con  un  sacaboca- 
dos movido  por  una  máquina  de  vapor.  Algunos 
constructores  remachan  también  los  clavos  con 
máquina. 

Las  calderas  para  la  cocción  de  la  cerveza, 
de  las  drogas  y  de  los  alimentos  se  hacen  siem- 
pre de  cobre.  Ciertas  artes  en  las  que  hay  precisión 
de  tratar  ácidos  y  sobresales,  que  atacarían 
prontamente  al  cobre  y  al  hierro,  exigen  calde- 
ras de  plomo,  pero  se  comprende  con  que  precau- 
ción deben  ser  calentadas  estas  calderas  para  que 
no  llegen  á  fundirse,  sobre  todo  cuando  se  forman 
posos  insolubles  en  las  paredes  expuestas  á  la 
acción  de  la  lumbre. 

Las  calderas  de  evaporación  están  sujetas  á 
posos  que  se  incrustan  en  sus  paredes ,  en  las 
que  forman  una  corteza  que  es  muy  mal  conducto- 
ra del  calórico  y  disminuye  considerablemente  la 
producción  de  vapor.  Estos  posos  son  mas  ó  me- 
nos abundantes  ,  segen  está  mas  ó  menos  carga- 
da de  materias  extrañas  el  agua  que  aliméntala 
caldera:  el  agua  de  rio  los  da  en  menos  cantidad 
que  el  agua  de  pozos ,  la  de  los  pozos  situados  en 
terrenos  yesosos  los  produce  en  mucha  abundan- 
cia ,  y  el  agua  de  mar  es  la  que  los  forma  en 
mavor  cantidad  que  todas  lasd¿más. 

Hanse  empleado  muchos  medios  para  reme- 
diar á  este  inconveniente.  El  mas  conocido  con- 
sistía en  echar  en  la  caldera  raspaduras  de  pa- 
tatas, ó  arcilla  plástica ;  pero  este  medio  no 
dejaba  de  presentar  también  sus  inconvenien- 
tes. En  efecto,  las  patatas  tenian  que  renovarse 
con  mucha  frecuenca,  lo  que  á  la  fin  era  muy  cos- 
toso, y  la  arcilla,  de  la  que  algunas  partículas 
eran  inevitablemente  arrastradas  dentro  de  la 
máquina  por  el  vapor ,  usaba  rápidamente  los 
cajones  y  el  cilindro.  Abandonados  ambos  mé  • 
lodos,  al  presente  se  acostumbra  á  vaciar  par- 
te de  la  caldera  cuando  el  agua  que  contiene 
está  saturada  de  la  materia  extraña  que  forma 
los  posos  ,  pues  éstos  únicamente  se  forman 
cuando  el  agua  se  halla  en  este  estado.  No  es 
tampoco  indiferente  sacar  el  agui  de  cualquier 
parte    de  la  caldera ,  pues  principalmente  en 


CAL  839 

el  punto  donde  ella  está  agitada  por  la  ebullición  es 
en  el  que  está  mas  cargada  de  estas  materias .  y 
por  lo  mismo  se  deben  colocar  en  aquel  sitio  los 
tubos  para  extraerla.  El  agua  sale  por  sí  misma 
de  la  caldera  con  la  sola  presión  del  vapor. 

Las  calderas  de  evaporación  ,  teniendo  que  re- 
sistir á  la  presión  á  veces  muy  considerable  del 
vapor,  están  sujetas  á  hacer  explosión,  acci- 
dente terrible  que  destruye  cuanto  se  halla  á  su 
alrededor.  Para  preservarse  de  este  accidente, 
se  establece  en  sus  paredes  un  manómetro  que  , 
indicando  la  presión  del  vapor,  avisa  al  fogo- 
nista  que  urge  disminuir  el  fuego  cuando  es  de- 
masiado elevada  la  presión  del  vapor;y  al  mis- 
mo tiempo  se  colocan  tres  válvulas  de  seguri- 
dad por  las  cuales  se  escapa  el  vapor  cuando  su 
presión  traspasa  los  límites  marcados.  Dos  dees- 
tas  válvulas  suben  ó  bajan  según  es,  ó  nó,  dema- 
siada elevada  la  presión.  Una  de  ellas  está  cerrada 
con  llave,  fuera  del  alcance  del  fogonista,  á  quien 
se  priva  también  de  la  facultad  de  cargarla  para 
hacerla  menos  sensible.  La  tercera  es  una  plan- 
cha de  metal ,  mucho  mas  débil  que  las  paredes 
de  la  caldera,  como  por  ejemplo,  una  plancha 
de  plomo  que  se  reviente ,  ó  una  plancha  de  me- 
tal sumamente  fusible,  que  se  funda  á  la  tempe- 
ratura correspondiente  á  la  presión  de  la  que  no 
se  quiere  pasar. 

El  uso  del  manómetro  ,  alegrado  de  perfección 
á  que  ha  llegado  en  nuestros  dias  ,  y  de  las  tres  . 
válvulas  de  que  acabamos  de  hablar,  ha  des- 
minuido  mucho  el  número  de  explosiones.  Sin 
embargo,  este  accidente  se  repite  aun  do  voz 
en  cuando ,  y  entonces  solo  puede  atribuirse  á 
una  producción  instantánea  de  vapor  de  tal  ma- 
nera abundante  que  no  bastan  á  darla  salida 
las  aberturas  de  las  tres  válvulas.  Esta  produc- 
ción brusca  y  abundante  de  vapor  no  puede  ex- 
plicarse tampoco  de  otro  modo  sino  admitiendo 
que  habiendo  llegado  á  fallar  el  agua  en  la  cal- 
aera  ,  se  ha)  a  calentado  una  parte  de  su  pared 
hasta  al  rojo,  y  que  subiendo  entonces  la  cor- 
riente de  agua  se  haya  puesto  en  contacto 
con  la  parte  de  la  caldera  enrojecida.  Se  ha 
pretendido  que  las  explosiones  eran  causadas 
por  la  detonación  de  una  mezcla  de  gas  hidró- 
geno y  de  gas  oxígeno  que  se  hacia  en  la  cal- 
dera; pero  esta  opinión  ha  sido  considera- 
da enteramente  como  errónea  ,  puesto  que 
es  imposible  que  se  encuentre  en  la  caldera  la 
cantidad  de  aire  atmosférico  necesario  para  la 
inflamación  de  la  mezela ,  aun  suponiendo  que 
ésta  pudiese  tener  lugar ,  lo  que  no  es  creíble. 

CALDERERÍA.  Et  arte  del  calderero 
se  divide  en  tres  secciones  ejercidas  por  obreros 
diferentes ,  do  las  cuales  vanios  á  ocuparnos  su- 
cesivamente. 

<.•  El  Calderero  propiamente  dicho  fabrica 
los  diversos  utensilios  de  cocina  ó  de  fábrica  que 
se  hacen  de  cobre,  de  latón,  ó  de  palastro. 

El  cobre  rojo,  por  su  gran  maleabilidad,  se 
trabaja  con  mucha  facilidad ,  lo  que  lo  hace  muy 
propio  para  las  obra*  de  calderería.  Este  metal 
se  suelda  muy  bien,  y  bajo  el  cmbulidor  toma.- 


540  CAL 

todas  las  formas  que  se  le  quieren  dar  sin  agrie- 
tarse. Pero  antes  de  empezarlo  á  trabajar ,  de- 
be sufrir  una  operación  preliminar:  este  melal  al 
salir  de  la  fundición ,  seria  demasiado  blando  y 
estaría  muy  expuesto  á  perder  su  forma  á  menos 
que  se  le  diera  un  grande  espesor,  lo  que  seria 
un  obstáculo  para  el  uso.  El  obrero  se  vé  pues 
obligado  a  templarlo  ó  á  batirlo  en  frió  con  un 
martillo  sobre  un  yunque  ó  bigornia  hasta  que 
ha  conseguido  darle  la  forma  y  el  espesor  conve- 
nientes, al  mismo  tiempo  que  una  gran  consis- 
tencia. 

Lo  mas  difícil  que  hay  en  el  arte  del  caldere- 
ro es  el  modelar ;  es  menester  que  el  obrero  de 
una  plancha  de  cobre  forme  un  vaso  hueco  ,  sin 
ninguna  soldadura,  como,  por  ejemplo,  una  ca- 
fetera ó  una  bola.  Hay  caldereros  tan  hábiles  que 
hacen  una  bola  perfectamente  esférica  ,  en 
la  que  no  se  vé  mas  que  un  agujero  por  el  cual 
entra  la  bigornia.  Su  manera  de  operar  es  la  si- 
guiente :  después  de  haber  corlado  una  plancha 
hasta  dejarla  redonda,  lavan  ahuecando  pican- 
do en  el  medio  de  ella  encima  de  un  tas  con  un 
martillo  que  tiene  la  cabeza  redonda  ;  luego  que 
el  cobre  ha  adquirido  suficiente  dureza,  lo  hacen 
enrojecer  al  fuego  y  lo  dejan  enfriar,  á  lo  que 
ellos  llaman  recocer ,  y  esta  operación  la  repiten 
tantas  veces  como  lacreen  necesaria;  después 
colocan  la  concavidad  de  la  plancha  sobre  una  bi- 
gornia redonda,  y  martillean  por  la  parte  exte- 
rior para  extender  el  cobre  de  manera  que  se 
vaya  redondeando  cada  vez  mas ,  pero  sin  tocar 
los  bordes  de  la  abertura,  á  no  ser  al  último,  y 
esto  aun  ligeramente.  De  este  modo  se  va  for- 
mando la  bola  insensiblemente,  y  el  orificio  se  es- 
trecha hasta  que  no  queda  mas"  que  el  espacio 
necesario  para  el  paso  de  la  bigornia. 

Cuando  los  utensilios  se  componen  de  mas  de 
una  pieza ,  se  remachan  ó  soldán  sus  diversas 
partes;  las  calderas  grandes  ,  por  ejemplo  , 
se  hacen  de  muchas  planchas  de  cobre  re- 
machadas, ó  clavadas  las  unas  con  las  otras  por 
sus  bordes,  con  una  ó  mas  seríes  de  clavos. 
Los  caldereros  cortan  las  piezas  de  cobre  ó 
de  palastro  ,  las  encorvan  y  las  taladran  en 
írio  por  medio  de  máquinas  particulares.  Las 
planchas  que  se  emplean  tienen  de  dos  á 
tres  milímetros  para  las  calderas  pequeñas, y  de 
diez  á  doce  para  las  grandes ,  y  particularmente 
para  las  de  las  máquinas  de  vapor  de  alta  pre- 
sión. 

En  otras  circunstancias ,  el  calderero  une  las 
diversas  piezas  de  un  vaso  por  medio  de  la  sol- 
dadura ;  aproxima  los  dos  lados ,  los  cubre  de 
borraj  mojado ,  y  coloca  en  toda  la  extensión 
granos  de  soldadura  fuerte ;  lo  pasa  después  por 
un  fuego  bien  ardiente ,  la  soldadura  se  funde, 
y  Ja  pieza  se  queda  pegada  con  tan  tanta  solidez 
como  si  fuese  hecha  á  golpe  de  martillo.  Los  cal- 
dereros estañan  á  veces  los  útiles  de  cocina. 

2.°  Caldereros  planadores.  Se  ocupan  en  apla- 
nar ,  pulimentar  y  bruñir  las  planchas  de  cobre 
.  rojo  que  sirven  para  los  grabadores.  Esle  traba- 
jo se  compone  de  muchas  operaciones  sucesi- 


CAL 

vas  por  las  cuales  6e  consigue  dar  alas  hojas  de 
cobre  un  pulido  perfecto. 

La  plancha,  después  de  bien  aplanada  y  de  ha- 
berle dado  un  espesor  proporcionado,  ya  sea 
con  el  martillo  ó  con  el  castillejo,  se  pulimenta  pri- 
mero con  la  piedra  pómez,  y  después  con  el  carbón 
humedecido  con  agua  ligeramente  acidulada  con 
el  ácido  nítrico;  por  último,  el  obrero  acaba  el 
pulimento  bruñendo  la  superficie ,  y  ayudando 
la  acción  de  la  herramienta  con  algunas  gotas 
de  aceite  común,  que  esparce  á  propósito  sobre 
la  plancha. 

3.°  Los  caldereros  constructores  de  instrumen- 
tos de  música  y  de  acústica  fabrican  de  latón  ,  y 
rara  vez  de  cobre ,  los  instrumentos  de  música 
de  viento  ó  de  percusión. 

La  gran  dificultad  de  esle  trabajo  consiste  en 
hacer  los  instrumentos  lo  mas  ligeros  posible,  lo 
que  se  consigue  forjando  el  latón  con  el  martillo, 
hasta  quelfse  pone  casi  tan  delgado  como  una 
hoja  de^  papel.  Tómese  por  ejemplo  la  bocina. 
Para  formar  su  tubo ,  el  obrero  corla  las  hojas  de 
latón  á  la  medida  del  molde  y  las  sóida  según  su 
longitud.  Para  contornear  estos  tubos  ,  se  llenan 
de  plomo  fundido  y  se  encorvan  en  seguida  por 
medio  de  un  mazo  de  madera.  Después  de  estose 
vacia  el  plomo  exponiendo  el  instrumento  al  ca- 
lor. Las  mismas  operaciones  se  repiten  para  las 
trompetas  y  demás  instrumentos  de  esta  clase. 

CALDO.  Según  Berzélius,  es  una  disolución 
producida  por  una  ligera  y  larga  ebullición  de  la 
carne  en  el  agua,  lo  que  verifica  un  cambio  tal 
que  los  líquidos  de  que  se  halla  impregnada  se 
coagulan,  dejando  entre  las  fibras  carnosas  la 
albúmina  y  la  materia  colorante  que  contiene, 
mientras  que  los  principios  solubles  en  el  agua 
pasan  al  caldo.  El  sabor  particular  del  caldo  es 
debido  á  la  zornidina  que  tiene  en  disolución.  Por 
la  extracción  de  esta  última,  la  carne  pierde 
mucho  de  su  sabor,  tanto  mas  en  cuanto  la  coc- 
ción dura  mas  largo  tiempo. 

El  caldo  es  tanto  menos  consumado  en  cuan- 
to contiene  mas  agua;  el  que  es  craso  fati- 
ga al  estómago,  causa  acedías  y  no  alimenta. 
Los  caldos  difieren  entre  sí  según  la  proporción  y 
la  naturaleza  de  la  carne  que  se  emplea  para  ha- 
cerlos, resultando  de  ahí  mas  órnenos  nutriti- 
vos, calientes,  refrescantes,  irritantes,  etc.  Se 
hace  caldo  de  pollo ,  de  ternera ,  de  limazas  ,  de 
caracoles,  de  yerbas;,  etc.,  y  también  se  preparan 
caldos  fuertes*  flacos ,  gelatinosos ,  etc. 

Para  que  el  caldo  sea  bueno  ,  el  agua  que  se 
emplea  debe  calentarse  lentamente,  la  ebullición 
ha  de  ser  larga  y  apenas  debe  percibirse,  á  fin 
de  que  las  partes  que  se  disuelven  en  el  agua 
puedan  reunirse  íntimamente.  Los  antiguos  ha- 
cían uso  del  caldo  preparado  con  la  carne  mus- 
cular de  los  animales  adultos.  Sin  indagar  el 
principio  á  que  el  caldo  debe  sus  propiedades 
sabrosas  y  aromáticas,  esle  principio  fué  reco- 
nocido sucesivamente  por  Thuvenel,  Thénard, 
Parmenlier  v  Cadet  de  Gassicourt.  Haciendo 
obrar  el  alcohol  sobre  caldo  concentrado  prepa- 
rado con  taparte  muscular  del  buey,  eslos  quí- 


CAk  CAL  541 

micos  consideraron  el  extracto  seco  quo  obtu- .  pertmenta  cierto  endurecimiento ,  seria  demasia- 
vieron  de  él  como  la  verdadera  causa  del  sabor   do  coriácea. 


Ídel  aroma  de  las  carnes.  Sobro  todo  el  Sr.  | 
hénard,  al  analizar  la  carne  muscular  del 
buey,  separó  de  ella  el  principio  extractivo  y  sa- 
broso en  un  estado  de  mayor  pureza ,  y  lo  desig- 
nó bajo  el  nombre  de  Osmazoma,  principio  que 
Parmanlier  considera  como  la  materia  extractiva 
que  forma  la  base  esencial  del  buen  caldo. 

La  gelatina  que  se  saca  de  los  huesos  es  nu- 
tritiva ,  pero  no  contiene  osmazoma.  Los  caldos 
de  tortuga  y  de  rana  son  analépticos.  Los  cal- 
dos generalmente  convienen  á  todo  el  mundo, 
no  solamente  por  la  costumbre  que  se  tiene 
de  tomarlos,  sino  porque  nutren  y  alimentan 
bien. 

Los  Músculos,  que  dan  á  los  animales  la  facul- 
tad de  moverse  por  medio  de  las  contracciones 
que  experimentan,  son  conocidos  en  el  lenguaje 
vulgar  bajo  el  nombre  de  Carne  Muy  desarro- 
llados en  los  animales  que  tienen  un  estomago, 
se  hallan  colocados  inmediatamente  debajo  de 
la  piel ,  y  cubren  ó  circuyen  los  huesos ,  consti- 
tuyen la  mayor  parte  de  la  masa  del  cuerpo,  y 
forman,  como"  sabemos  ,  el  alimento  mas  habitual 
del  hombre. 

Hace  mas  de  un  siglo  que  los  químicos  em- 
pezaron á  ocuparse  de  la  composición  de  los  mús- 
culos. Hoy  dia,  gracias  á  los  trabajos  de  Bérzelius, 
deTlienardy  de  Chevreul,  se  sabe  que  tienen  por 
base  la  fibrina,  asociada  á  cortas  cantidades  de 
albúmina,  de  tejido  celular  convertible  en  gelati- 
na, grasa,  materias  extractivas  y  muy  sabrosas, 
ácido  libre,  y  diferentes  sales  ,  "particularmen- 
te fosfatos  y  sal  marina. 

Cada  dia,  en  las  cocinas,  se  hace  en  parte, 
aunque  groseramente,  el  análisis  de  la  carne, 
cuando  se  prepara  el  caldo  ó  lo  que  vulgarmen- 
te se  llama  el  Puchero.  No  será  una  cosa  desti- 
tuida de  interés  explicar  los  fenómenos  que  acom- 
pañan á  esta  operación. 

La  carne ,  en  contacto  con  el  agua  fria  ,  le  ce- 
de una  parte  de  la  albúmina  y  de  las  materias 
extractivas,  una  parte  de  las  sales ,  el  ácido  y  la 
materia  colorante  de  la  sangre  de  que  se  baila 
impregnada;  además  el  agua  adquiere  un  color 
encarnado.  Luego  que  la  temperatura  del  liquido 
se  eleva  y  llega  á  la  ebullición  ,  la  albúmina  y  la 
materia  colorante  de  la  sángrese  coagulan  y  van 
a  nadar  á  la  superficie  del  liquido  en  forma  de 
copos  llamados  espuma,  y  que  se  tiene  cuida- 
do de  separar.  Al  mismo  tiempo  la  grasa  se  li- 
cúa y  forma  ojos  sobre  el  caldo,  que  se  enri- 
quece mas  y  mas  de  principios  nutritivos  disol- 
viendo la  gelatina  que  procede  de  la  acción  del 
,agua  hirviendo  sobre  el  tejido  celular. 

Cuando  la  carne  ha  hervido  por  espacio  de  seis 
ó  siete  horas ,  la  fibrina  no  retiene  casi  ya  sus- 
tancias solubles,  y  solamente  entre  sus  fibras 
quedan  interpuestas  partes  grasicntas,  gelatino- 
sas y  albuminosas,  que  concurren  á  ablandar  la 
carne  cocida,  ó  el  Cocido,  y  á  hacerla  mas  nutri- 
tiva y  ma*  agradable.  Sin  ía  interposición  de  es- 
las  materias,  la  fibrina,  que  por  la  cocción  ex- 


El  caldo  encierra ,  pues,  albúmina  cocida ,  ge- 
latina ,  un  poco  de  ácido  ,  las  materias  extracti- 
vas de  la  carne  que  sobre  todo  contribuyen  á  su 
sabor  y  á  darle  color ,  principios  \  oh  liles  po- 
co conocidos  y  resultantes  de  una  ligera  altera- 
ción déla  carne,  las  sales  naturales  de  esta  úl- 
tima, y  además  la  sal  común  y  las  materias  sa- 
brosas y  fragrantés  que  producen  las  verduras, 
que  siempre  se  añaden  al  puchero  para  aumen- 
tar su  sabor  y  hacerlo  mas  agradable. 

El  caldo  mejor  preparado  solo  contiene  una 
cantidad  muy  corta  de  principios  alimenticios  y 
aromáticos  ,  pues  que ,  según  el  Sr.  Chevreul , 
la  proporción  de  las  materias  solubles  no  excede 
de  7  adarmes  por  media  azumbre.  La  gelatina, 
después  del  agua,  es  la  sustancia  mas  abundante, 
y  por  esto  cuando  se  concentra  el  caldo  se  con- 
vierte  en  ialetina. 

El  Sr.  Chevreul  ha  reconocido  que  no  es  indi- 
ferente poner  la  carne  en  el  agua  Iria  y  hacer 
que  esta  última  llegue  lentamente  á  la  ebullición, 
o  echar  inmediatamente  la  carne  en  el  agua 
hirviendo.  En  el  primer  caso  ,  se  obtiene  un  cal- 
do tan  sabroso  como  es  posible,  porque  todos  los 
principios  de  la  carne  se  disuelven  sucesivamen- 
te en  el  líquido.  En  el  segundo  ,  al  contrario ,  el 
caldo  es  mas  flojo  é  inferior  bajo  todos  con- 
ceptos, porque  la  albúmina  y  la  materia  coloran- 
te de  la  sangre  encontrándose  inmediatamente 
coaguladas  en  el  interior  de  la  carne ,  por  la 
temperatura  elevada  del  liquido  ,  forman  enton- 
ces una  especie  de  cubierta  compacta  que  sirve 
de  obstáculo  á  la  libre  saudade  los  jugos  de  la 
carne. 

La  naturaleza  del  agua  que  se  emplea  para  es- 
la  operación  tiene  igualmente,  según  el  mismo 
químico,  una  influencia  marcada  sobre  la  cocción 
de  la  carne  y  las  calidades  del  caldo.  Una  corta 
cantidad  de  sal  común  no  vuelve  á  la  carne  mas 
tierna,  pero  le  da  mas  sabor,  al  mismo  tiempo 
que  aumenta  también  el  sabor  y  el  aroma  del  cal- 
do; su  acción  es  todavía  mas  marcada  sobre  las 
verduras  ,  á  las  cuales  vuelve  mas  tiernas  y  mas 
sabrosas.  La  carne  cocida  en  agua  de  pozo, 
que  siempre  contiene  mas  ó  menos  cantidad  de 
sulfato  de  cal ,  es  mas  dura,  menos  sabrosa ,  y  el 
caldo  que  produce  esip:ualmente  menos  fragranté 
y  menos  sabroso.  Las  verduras  se  endurecen  tam- 
bién en  estas  aguas  calcáreas,  y  por  lo  mismo  no 
deben  emplearse. 

En  fin  ,  la  naturaleza  de  los  vasos  no  deja  de 
tener  influencia  sóbrela  bondad  del  puchero.  La 
experiencia  ha  demostrado  quelas  ollas  de  barro, 
empleadas  en  las  cocinas  ,  son  preferibles  á  las 
de  cobre.  Esto  consiste  en  que,  por  su  propiedad 
poco  conductora  ,  las  primeras  están  menos  ex- 
puestas que  las  segundas  á  las  impresiones  de- 
masiado vivas  del  fu^go,  y  que  conservan  con 
mas  regularidad  la  temperatura  del  liquido  ,  que 
debe  mantenerse  tanto  como  sea  posible  á  un 
grado  de  calor  próximo  á  la  ebullición. 
En  Francia  mas  de  las  dos  terceras  partes  de 


Ut  CAL 

la  carne  de  los  bueyes  vendidos  en  la  carnicería 
no  se  consumen  sino  después  de  haber  servido 
para  hacer  caldo. 

Este  enorme  consumo  de  caldo  por  todas  las 
clases,  y  la  casi  imposibilidad  de  conservarlo, 
de  un  dia  para  otro,  sin  recurrir  á  minuciosas 
precauciones,  ha  dado  origen  á  una  nueva  in- 
dustria que  se  ocupa  exclusivamente  de  la  pre- 
paración y  venta  del  caldo.  El  primer  estableci- 
miento planteado  con  este  objeto  es  el  único  que 
opera  aun  hoy  dia  en  grande  escala;  se  le  co- 
noce bajo  el  nombre  de  Compañía  holandesa,  v 
está  situado  en  el  Petit-Monlrouge,  pero  tiene 
muchos  depósitos  en  Paris,  y  despacha  á  domi- 
cilio ,  con  tal  que  sea  en  cantidad  algo  conside- 
rable. La  Compañía  holandesa  es  la  que  proveía 
de  caldo  a  la  Cámara  de  los  pares  y  á  la  Cáma- 
ra de  los  diputados;  también  ha  hecho  varias 
contratas  para  abastecer  á  algunos  hospicios.  El 
establecimiento  consume  anualmente  unos  1.200 
bueyes,  que  cada  uno  da  350  kilogramos  de  car- 
ne; cada  kilogramo  produce  dos  litros  de  caldo; 
la  carne  cocida,  residuo  de  la  operación  ,  se  ex- 
pende fácilmente  sea  en  el  interior  ó  exterior  de 
la  capital. 

Si  bien  se  han  abierto  en  Paris  otros  grandes 
establecimientos  á  imitación  del  de  la  Compañía 
holandesa  no  han  podido  sostenerse;  sin  embar- 
go, cada  dia  se  ven  aparecer  otros  establecimien- 
tos pequeños  cuv  o  numero  crece  rápidamente. 

Los  caldos  se  pueden  distinguir  en  alimenticio» 
y  en  medicinales  ,  según  el  objeto  que  se  lleva  al 
administrarlos;  pero  todos  los  caldos  animales 
son  mas  ó  menos  nutritivos  y  pasan  como  analép- 
ticos. Se  dan  como  tales ,  puros  ó  mezclados  con 
agua,  y  suficientemente  separados  de  la  grasa,  en 
la  convalescencia  de  las  enfermedades  agudas,  y 
también  en  el  curso  de  otras  dolencias.  Estos  cal- 
dos contienen  esencialmente  gelatina  ,  un  poco 
de  osmazoma  y  sales.  Los  antiguos  los  usaban 
mucho  menos  que  nosotros  en  el  primer  caso, 
remplazándolos  por  su  tisana  ó  cocimiento  de 
cebada  diversamente  preparado.  El  caldo  de 
buey  ,  bien  gordo  y  caliente  ,  tomado  á  la  dosis 
de  media  azumbre,  está  recomendado  como  la- 
xante por  algunos  autores;  frió  y  completamente 
libre  de  grasa  puede  ser  mas  fácilmente  digeri- 
do por  los  estómagos  irritables.  El  pueblo  lo  aso- 
cia con  frecuencia  al  vino  como  medio  fortifican- 
te. También  ,  como  alimenticio,  se  administra  en 
lavativas  cuando  está  obstruida  toda  otra  via. 

Caldo  en  pastillas.  La  concentración  del 
caldo  de  carne  hasta  que,  por  el  enfriamien- 
to, toma  la  consistencia  de  una  jaletina  sólida 
que  se  lleva  á  un  estado  de  sequedad  casi  com- 
pleto por  una  evaporación  lenta,  y  exponiéndola 
á  una  corriente  de  aire  caliente,  no  ha  sido  du- 
rante mucho  tiempo  mas  que  una  operación  cu- 
linaria que  solo  se  practicaba  en  algunos  estable- 
cimientos. Estas  pastillas,  que  solo  seobtenian  em- 
pleando una  cantidad  enorme  de  carnes  escogidas 
de  aves  caseras  y  de  caza ,  resultaban  muy  ca- 
ras sin  que  por  eso  fuesen  mejores  ,  tenían  siem- 
pre un  guato  empircumálico  poco  agradable,  re- 


CAL 

sullado  inevitable  de  la  largra  ebullición  que  se 
hacia  sufrir  al  caldo  para  concentrarlo  al  grado 
conveniente. 

Después  que  la  preparación  de  las  pastillas  de 
caldo  ha  pasado  á  ser  el  objeto  de  una  industria 
especial ,  se  han  empleado  procederes  mas  eco- 
nómicos ,  cuyos  resultados  dejan  muy  poco  que 
desear.  Se  prepara  el  caldo  por  el  método  co- 
mún ,  esto  es  por  medio  de  una  ebullición  larga  y 
lenta,  sin  que  se  empleen  otras  partes  de  las  car- 
ne que  aquellas  que  la  experiencia  ha  hecho  co- 
nocer como  las  mas  abundantes  en  principios  so- 
lubles. Después  de  hecho  el  caldo,  se  desengra- 
sa completamente  ,  se  clarifica  ,  y  se  somete  á 
una  evaporación  rápida  haciéndolo  correr  en  ca- 
pas muy  delgadas  sobre  superficies  metálicas  ca- 
lentarlas por  debajo  y  ligeramente  inclinadas.  El 
curso  que  hace  el  caldo  por  la  superficie  de  estas 
planchas,  que  presentan  una  grande  extensión, 
se  prolonga  todavía  mas  por  medio  de  divisiones 
que  no  le  permiten  llegar  al  último  del  plano  in- 
clinado sino  después  de  haber  recorrido  un  largo 
espacio  haciendo  zetas.  Cuando  la  operación  ha 
sido  bien  conducida ,  el  caldo  se  encuentra  sufi- 
cientemente concentrado  con  solo  pasar  una  vez 
por  el  plano.  Entonces  se  dejaenfriar  y  adquiérela 
consistencia  de  una  jaletina  muy  consistente,  que 
se  lleva  á  un  estado  de  semi-sequedad  expo- 
niéndola á  la  acción  de  una  corriente  de  aire  de 
temperatura  poco  elevada.  Las  pastillas  obteni- 
das por  este  medio  están  libres  de  todo  gusto  em- 
pireumático,  y  como  no  se  las  deja  secar  com- 
pletamente ,  se  disuelven  con  mucha  facilidad  en 
un  volumen  de  agua  necesario  para  reducirlas 
al  estado  de  caldo. 

Las  pastillas  de  cabio  bien  preparadas  son  de 
un  uso  muy  conveniente  en  los  viajes  largos.  La 
marina  hace  de  ellas  un  gran  consumo,  y  á  su 
usóse  debe  atribuir  en  gran  parte  la  desapari- 
ción casi  total  de  la  terrible  enfermedad  del  es- 
corbuto, que  diezmaba  en  otro  tiempo  las  tripula- 
ciones de  los  buques  empleados  en  las  largas  na- 
vegaciones. Desgraciadamente,  las  pastillas  de 
caldo  se  venden  todavía  á  un  precio  muy  eleva- 
do para  que  el  consumo  sea  tan  extenso  como  lo 
sena  sin  esta  circunstancia.  Varios  paisesdela 
Alemania,  y  sobre  todo  de  la  América  meridio- 
nal, -podrían  proveernos  de  pastillas  aprecios 
mas  inferiores  de  los  que  hoy  restringen  su  con- 
sumo. 

Caldo-Galleta.  Un  vecino  deGalveston,  ciu- 
dad de  los  Estados  Unidos ,  llamado  Gail  Borden, 
ha  establecido  una  fábrica  de  galleta-carne,  ali- 
mento que  promete  grandes  resultados,  abaste- 
ciendo con  ella  á  los  ejércitos  en  campaña,  á  las 
plazas  fuertes,  hospitales,  buques,  etc.,  etc.  El 
mérito  esencial  de  este  invento  estriba  en  que  en 
un  peso  dado  quede  tanta  sustancia  alimenticia 
concentrada  como  la  que  tiene  un  quíntuplo  de  car- 
ne fresca.  Sm  preparación  consiste  en  la  mas  in- 
tima amalgama  de  la  parte  jugosa  de  la  carne  con 
harina  de  trigo.  El  consumo  diario  de  cuatro  on- 
zas es  mas  que  suficiente  para  alimentar  perfec- 
tamente á  un  hombre,  pudiéndose  abstener,  con  el 


CAL 

uso  de  esta  galleta,  de  cualquier  otro  alimento , 
si  á  ella  se  agrega  un  poco  de  sal.  Una  circuns- 
tancia recomendable  de  esta  sustancia  es  que 
puede  conservarse  mucho  tiempo  sin  echarse  á 

(terder,  pues  resulta,  según  el  informe  dado  por 
a  Junta  de  Sanidad ,  que  la  galleta  en  cuestión, 
aun  después  del  trascurso  de  diez  y  seis  meses 
desde  su  confección,  todavía  se  hallaba  en  esta- 
do normal.  En  menos  de  diez  minutos  se  prepara 
una  sopa  excelente ,  y  solo  hay  que  agregar  en 
este  caso,  y  como  ya  hemos  indicado  ,  un  poco 
de  sal.  Diez  libras  de  esta  galleta,  que  un  cami- 
nante puede  conducir  muy  fácilmente ,  le  sirven 
de  sustento  cuando  menos  por  un  mes. 

Este  alimento  se  preparado  la  manera  siguien- 
te :  se  tomarán  las  parles  sustanciosas  de  car- 
ne de  vaca  ó  de  otras  reses  recien  muertas, 
dejándolas  cocer  bastante  tiempo,  á  fin  de  poder 
de-pues  quitarla  los  huesos  y  separar  las  par- 
tes nerviosas  ;  se  dejará  evaporar  enteramente  el 
agua  que  ha  disuelto  las  sustancias,  hasta  que 
se  vaya  condensando ;  se  echará  al  propio  tiem- 

Ko  la  harina,  y  se  amasará  todo  perfectamente, 
espues  se  extiende  la  masa  con  un  cilindro  ó  ro- 
dillo sobre  una  mesa ,  y  se  corta  en  forma  de  ga- 
lletas, que  se  introducen  en  el  horno  para  dejarlas 
cocer  á  un  calor  moderado  ,  obteniéndose  una 
galleta  muy  parecida  á  la  ordinaria ,  tan  seca  y 
vidriosa. 

La  galleta  de  carne  se  conserva  en  todos  los 
climas,  y  ya  la  usan  las  tropas  del  ejército  de 
la  Union  en  las  fronteras  S.  O.  y  del  Sur.  Sirve 
también  para  coudimenlar  otras  viandas,  legum- 
bres ,  arroz,  etc.,  etc.  La  parte  material  de  con- 
centrar las  sustancias  de  la  carne  de  vaca  es  co- 
sa conocida  hace  ya  mucho  tiempo  ;  pero  el  se- 
ñor Borden  es  el  primero  que  ensayó  el  ligarlas 
con  harina  y  formar  asi  una  masa  compacta»  El 
análisis  químico  ha  demostrado  que  la  gelatina 
por  sí  sola  no  basta  para  alimentar  al  hombre; 
pero  la  nueva  galleta  es  mas  que  suficiente  para 
su  sustento ,  puesto  que  contiene  todas  las  parles 
nutritivas  de  la  carne  fresca. 

El  Sr.  Borden  eligió  á  Tejas  como  punto  prin- 
cipal de  su  fabricación ,  puesto  que  allí  puede 
comprar  las  reses  vacunas  á  un  precio  muy  có- 
modo por  abundar  mucho  éstas  en  aquel  país. 

En  las  expediciones  marítimas  se  ha  conserva- 
do esta  galleta  hasta  diez  y  ocho  meses,  haciendo 
la  travesía  por  el  cabo  de  Hornos  hasta  la  Califor- 
nia y  la  China,  volviendo  al  punto  de  partida  per- 
fectamente conservada.  El  motivo  principal  de 
esto  será  que  la  galleta-carne  no  tiene  parte  al- 
guna grasienta ,  la  que  por  lo  regular  promueve 
Ja  descomposición  y  enmohecimiento ,  pues  el 
bien  calculado  procedimiento  del  Sr.  Borden  ha- 
ce que  desaparezcen  enteramente  al  cocerse  las 
carnes,  sin  que  tenga  ningún  agregado  que  ejerza 
una  influencia  química,  conservando  siempre  las 
calidades  de  la  carne  recién  muerta.  La  nueva 
galleta  hace  el  servicio  de  carne  y  pan  á  la  vez, 
teniendo  de  consiguiente  un  doble  efecto  alimen- 
ticio, y  aun  se  cree  que  su  uso  por  mar  hasta 
servirá  de  preservativo  contra  el  escorbuto. 


CAL  U43 

Considerables  son  las  cantidades  que  de  este 
alimentóse  van  confeccionando  ya  en  Tejas,  eli- 
giéndose al  efecto  la  carne  de  mas  calidad.  La 
administración  central  militar  délos  Estados-Uni- 
dos ha  hecho  de  él  grandes  pedidos,  lo  que  prueba 
bien  (pie  csle  nuevo  ramo  de  industria,  no  tan 
solo  ha  salido  definitivamente  de  la  esfera  de 
meros  ensayos  ,  sino  que  se  baila  abocada  á  re- 
cibir un  gran  fomento  y  desarrollo. 

©AliENIHJIiA ,"  Cvlkndula.  (leñero  de 
plantas  de  la  familia  de  las  compuestas,  tribu  de 
las  cinaréas,  y  de  la  smgenesia  poligamia  nece- 
saria. El  grupo  genérico  ,  eslable?ido  bajo  este 
nombre  por  Linneo ,  ha  sido  desmembrado  en 
estos  últimos  tiempos,  pasando  las  especies  se- 
paradas á  los  peñeres  Triptfrix,  Less. ,  Bla- 
#(«"»,  Cass.,  y  Dimorpliothcca,  Vaill. 

En  sus  reducidos  limites,  el  género  Caléndula 
se  compone  de  plantas  herbáceas,  propias  de 
la  región  Mediterránea  y  de  la  Europa  central, 
de  hojas  semibrazadores  ,  ásperas  al  tacto, 
enteras,  de  cabezuelas  de  llores  amarillas  termi- 
nales y  solitarias ,  cuyo  involucro  está  formado 
de  hojuelas  lanceoladas  lineares ,  y  en  las  cua- 
les las  flores  del  radio  son  femeninas  y  fértiles, 
mientras  que  las  del  disco  son  masculinas.  A 
las  flores  del  radio  suceden  aquenas  combadas 
hacia  adentro  terminadas  en  pico,  y  herizadas 
de  puntas  en  su  lado  convexo.  La  especie  mas 
notable  de  este  género  es  la  siguiente:  f 

Caléndula  oficinal,  Caléndula 
de  Jardín,  Flamenquilla,  Mara- 
villa, Maravilla  oficinal  (  Caléndula 
officinalis,  L.).  Planta  anua  del  mediodía  de  la 
Europa,  en  donde  crece  en  los  campos  arcillosos 
y  en  las  viñas.  Su  tallo  ,  derecho  ,  ligeramente 
anguloso  y  ramoso  ,  se  eleva  de  7  á  i  I  pulga- 
das ;  susbojas  son  sésiles ,  oblongas,  bastan- 
te largas,  carnosas,  blandas,  vellosas  y  blan- 
quecinas ;  sus  flores  nacen  en  las  sumidades  de 
los  tallos,  son  hermosas  ,  grandes,  redondas, 
radiadas  y  de  un  bello  color  amarillo  naranja- 
do; sus  frutos  son  cápsulas  que  contienen  cada 
una  una  semilla  larguita. 

La  caléndula  se  encuentra  en  todos  los  jardi- 
nes y  da,  por  el  cultivo,  algunas  variedades 
mucho  mas  bellas  que  el  tipo.  Todas  sus  partes 
exhalan  un  olor  fuerte  y  poco  agradable,  y  su  sa- 
bor es  amargo  y  algo  acre.  Obra  como  estimu- 
lante, y  por  espacio  de  mucho  tiempo  se  ha  he- 
cho un"  grande  uso  de  mis  sumidades  floridas  en 
los  casos  de  amenorrea  ;  también  lia  sido  em- 
pleada como  antiespasmódica  ,  antifebril,  an- 
tiescrofulosa, etc.  Hoy  apenas  es  usada  á  no  ser 
en  la  medicina  casera.  Algunas  veces  sus  coro- 
las líguladas  sirven  para  falsificar  el  azafrán. 

La  Caléndula  abvensk  ,  Caléndula  de  sem- 
brados, Calen noLA silvestre  (Caléndula  arven- 
sis,  L.),  especie,  que  crece  en  las  viñas  y  en  los 
ribazos  de  los  campos,  es  mas  pequeña  en  todas 
sus  partes  que  la  caléndula  oficinal ,  pero  sus 
propiedades  parecen  ser  las  mismas,  y  como  so- 
lamente se  emplean  las  flores ,  y  éstas  son  mas 
grandes  en  la  última,  se  las  prefiere  en  farma- 


844  CAL 

cía.  La  caléndula  arvense  está  dotada  de  un  olor 
fuerte  y  desagradable,  y  es  una  plaga  para  el 
cultivador,  porque  se  multiplica  al  infinito ,  y  á 
pesar  de  los  esfuerzos  para  exterminarla ,  á  cuyo 
electo  es  preciso  enterrarla  completamente  en 
diversas  épocas  del  año,  no  se  extirpa  de  las  vi- 
ñas sino  á  fuerza  de  frecuentes  pruebas. 

La  Caléndula  pluvial  [Caléndula  pluvialis, 
L.) ,  especie  vivaz ,  de  flores  blancas,  del  Cabo, 
que  se  cultiva  en  algunos  jardines,  es  notable 
por  las  propiedades  que  tienen  sus  llores  de  cer- 
rarse cuando  amenaza  lluvia. 

CAI¿ICAltPA,  Callicarpa.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  verbenáceas,  tribu 
de  las  egiíiléas,  déla  tetrandia  monoginia  de 
Linneo,  que  encierra  arbustos  indígenos  del  Asia 
y  déla  Nueva-Holanda  tropicales,  bastante  ra- 
ros en  América  y  mas  acá  del  Ecuador,  cu- 
biertos de  una  pubescencia  ramosa  y  estrellada, 
lürfurácea;  de  hojas  opuestas,  simples;  de  flo- 
res pequeñas  blancas  ó  purpúreas ,  dispuestas 
en  cimas  axilares  ,  dicótomas.  Cultivanse  de 
ellas  una  docena  de  especies  en  los  invernaderos 
calientes  de  Europa ,  en  donde  las  mas  conocidas 
son  la  Calicarpa  de  hojas  largas  y  la  Calicarpa 
purpúrea. 

Según  Humboldt,  las  flores  de  la  Calicarpa 
puntiaguda  {Callicarpa  acuminata,  Kunth)  son 
empleadas  para  purgar  y  provocar  el  sudor,  por 
los  habitantes  de  la  Nueva-Granada ,  vecinos  de 
Honda,  donde  crece  este  arbusto. 

Según  Ainslie ,  los  Javaneses  emplean  como 
emoliente  la  Calicarpa  lanuda  [Callicarpa  la- 
nata,  Vahl.),  que  crece  en  la  India;  los  Cinga- 
leses  mascan  su  corteza  cuando  no  tienen  hojas 
de  betel,  y  los  Maleses  colocan  este  vegetal 
entre  los  diuréticos. 

€AIiIC?U.  Tela  delgada  de  seda ,  que  tomó 
el  nombre  de  la  provincia  de  Calicut  en  la  India 
oriental,  en  donde  se  tejia. 

CAIilGONO,  Calligonüm.  Género  de  la 
familia  de  las  poligonáeeas-eupoligonéas,  y  de 
la  poliandria  diginia,  al  que  se  refieren  como  si- 
nónimos secciónanos  los  géneros  Callyphysa, 
Eiseh  y  Mey,  y  Pterococcus ,  Pall.  Contiene  al- 
gunas plantas  que  crecen  en  el  Levante  y  el  Asia 
inedia,  de  un  aspecto  singular,  y  de  las  cuales 
tres  son  cultivadas  en  algunos  jardines.  Los  ca- 
ligouos  son  arbustos  áfilos, de  ramos  dicótomos, 
articulados;  cada  articulación  está  ceñida  de 
una  vaina  membranaceada,  corta,  oblicuamen- 
te truncada,  que  reemplaza  á  las  hojas.  Las  llo- 
res, de  un  verde  blanquecino,  son  pedunculadas 
y  salen  de  las  vainas. 

El  Calígono  como  Polígono  [Calligonüm  poly- 
gonoides ,  Pallas;  Pallasia  caspica ,  L.),  pe- 
queño arbusto  sin  hojas,  de  los  arenales  de  la  Si- 
beria ,  exsuda  de  su  raíz  ,  cuando  se  la  corta, 
una  goma  clara  ,  viscosa  ,  análoga  á  la  goma 
alquitira ,  que  se  hincha  en  el  agua  y  se  tras- 
forma  en  un  mucílago  de  color  amarillo  oscuro. 
Esta  raíz  contiene  un  principio  colorante  amari- 
llo ,  análogo  al  de  las  especies  del  género  Rui- 
barbo, género  que  pertenece,  como  el  Cahgono, 


CAL 

á  la  familia  de  las  poligonáceas.  Los  Calmucos 
hacen  fumigaciones  secas  con  el  leño  de  este 
vegetal  echado  sobre  las  ascuas ,  para  curar  los 
males  de  ojos;  también,  según  Pallas,  comen  sus 
frutos,  que  son  un  poco  ácidos ,  para  calmar  su 
sed. 

CAIáMI.  Nombre  dado  á  ciertas  telas  pinta- 
das que  se  fabrican  en  los  estados  del  Gran- 
Mogol. 

CAIíMUCO.  Estofa  de  lana.  Bajo  este  nom- 
bre se  comprenden :  1 .°  una  estofa  de  lana  ó  me- 
dio paño  liso,  rayado,  ó  de  dibujo,  fabricado 
en  Francia ,  en  Carcaso:ia  ,  Tolosa  y  Castres.  Lo 
hay  de  dos  especies  :  anchos,  de  orillas  blancas, 
5/4  de  ancho,  17  ó  18  anas  de  largo;  y  estrechos, 
de  orillos  negros  ,  que  tienen  7/12  de  ancho,  y 
34  á  38  anas  de  largo. 

2.°  Lna  especie  de  estofa  de  lana,  de  largos 
pelos,  ligeramente  tejida  de  hilo  grueso,  pero 
fuertemente  batanada  y  teñida  de  diversos  co- 
lores. Hace  algún  tiempo  que  esta  especie  tiene 
bastante  salida,  empleándola  para  vestido  do 
invierno.  Generalmente  se  comprenden  en  esta 
especie  las  Castorinas  .comunes  (V.  esta  pala- 
bra). Las  fábricas  inglesas  de  Leeds,  Halifax  , 
Nonvieh,  etc.  lo  producen  de  granos  y  sin 
granos  de  s/k  hasta  ñ/K  de  yard  de  ancho 
y  24  á  28  yards  de  largo  ,  y  le  dan  por 
medio  de  una  máquina  particular  [glossing  ma- 
chine )  un  lustre  muy  hermoso.  Los  calmucos 
franceses  no  llegan  á  la  calidad  inglesa  por  el 
aderezo  y  el  lustre  del  pelo  :  en  Beauvais,  Lila, 
Alby,  y  Monpeller  se  hacen  calmucos  de  7/8  á 
9/8  de  ancho  y  20  á  24  anas  de  largo.  En  la  Sa- 
jorna las  fábricas  de  Neastads  sobre  el  Orla, 
Cremmitzschan,  d'OEderan,  Oschatz,  Bosswein 
y  Bischofswerden  producen  calmucos  de  s/k  á9/4 
de  ancho  que  igualan  á  los  de  Inglaterra  por  su 
buena  calidad  y  su  duración.  Los  calmucos  de 
Bohemia,  que  tienen  yg  á  */K  de  ancho  y  30  á  40 
anas  de  largo ,  y  no  se  fabrican,  como  en  Sajo- 
rna, sino  de  granos,  son  igualmente  de  buena 
calidad. 

La  fabricación  de  los  calmucos  en  España  ha 
disminuido  considerablemente  de  algunos  años 
á  esta  parte ,  en  razón  del  escaso  uso  que  se  ha- 
ce de  esta  estofa  de  lana,  limitado  casi  entera- 
mente para  vestidos  de  navegantes  ,  y  aun  éstos 
dan  la  preferencia  á  los  panos  pardos  de  Aragón 
y  Cataluña ,  sobre  todo  á  los  de  las  villas  de  Cen- 
tellas é  Igualada  en  estas  últimas  provincias, 
muy  celebrados  por  la  firmeza  de  su  tejido,  bue- 
na confección  y  larga  duración. 

Cuando  los  calmucos  españoles  eran  solicita- 
dos, generalmente  no  se  hacían  mas  que  de  una 
sola  calidad  y  la  clase  de  lana  que  se  escogía  era 
regular.  Su  ancharía  era  constantemente  de  V* 
medida  castellana,  el  tiro  de  las  piezas  de  40 
varas  término  medio ,  y  los  colores  preferidos  el 
verde  y  el  marrón.  No  obstante,  se  hacían  tam- 
bién calmucos  azules,  negros,  pardos,  etc.  En 
general  el  pelo  de  dichos  calmucos  era  bastan- 
te largo  y  lustroso ,  pero  no  llegaba  de  mucho  al 
que  distingue  á  los  calmucos  ingleses.  Término 


CAL 

m\\\o,  el  precio  de  estos  calmucos  era  de  40 
rs.  \n.  la  cana  La  fabricación  catalana  estaba 
reducida  casi  exclusivamente  en  la  ciudad  de 
Vich. 

CANÓFILO  ,  Caloi'hu.i.im.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  clusiaceas-gutileras , 
tipo  de  la  tribu  de  las  caloüléas,  \  de  la  polian- 
dria monoginia  de  Linneo,  que"  contiene  unas 
doce  especies,  todavía  poco  conocidas- 

Los  calofilos  son  árboles  que  crecen  en  las  re- 
giones tropicales  del  globo:  sus  bojasson  opuestas 
sin  estipulas,  pecioladas,  coriáceas,  muy  ente- 
ras ,  lucientes  ,  y  muy  notables  porque  su  nervio 
longitudinal  esta  dividido  en  dos  mitades  iguales 
de  cuyas  partes  laterales  nacen  innumerables 
nerviosidades  paralelas  muy  aproximadas  y  que 
s¡>  dirigen  á  los  bordes;  las  llores,  ordinariamen- 
te blancas,  en  muebo  número,  á  veces  bastante 
hermosas  y  olorosas, están  agrupadas  en  las  axi- 
las de  las  hojas  superiores,  donde  están  sosteni- 
das por  pedúnculos  biflorales  que  reunidos  forman 
una  panoja  terminal;  el  fruto  es  una  drupa  globu- 
losa ó  aovada  que  encierra  un  solo  cuesco  dentro 
del  cual  se  encuentra  una  semilla  de  la  misma 
forma. 

En  Europa  se  cultivan  muchas  especies  de  es- 
te género  en  invernaderos  calientes,  en  particu- 
lar el  Calofilo  Inofilo  (Galopín/ llum  Inoplryllum, 
L. ) ,  el  Calofilo  Tacamaca  (Valophyllum  Taca- 
mahaca,  Willd- )  ,  el  Calofilo  admirable  ( Va- 
lophyllum  spectabile  ,  Willd.  )  ,  el  Calofilo 
Calaba  (  Valophyllum  Valaba,  Jacq.  )  y  el 
Calofilo  bastardo  (  Valophyllum  spurium  , 
Chois.) 

El  Sr.  De  Candolle  dice  que  las  especies  de 
este  género  apenas  son  distintas,  y  el  Sr.  Mérat 
piensa  que  absolutamente  no  lo  son,  y  bajo  el 
punto  de  vista  médico  sobre  todo  cree  que  se 
debe  referir  á  la  especie  siguiente  todo  lo  que  se 
ha  dicho  respecto  al  Calofilo  Calaba,  W.  y  al  Ca- 
lofilo Tacamaca  ,  W.,  que  no  son,  según  él ,  sino 
variedades  ó  mejor  sinómimos ;  lo  que  explica  la 
confusión  que  se  observa  en  los  autores,  quedan 
uno  de  estos  nombres  indiferentemeule  al  mis- 
mo vegetal. 

Calofilo  Inofilo  (  Valophyllum  Inophy- 
llum  ,  L. ).  Árbol  grande  que  crece  naturalmen- 
te en  lugares  estériles  y  arenosos  de  las  Indias 
orientales  é  islas  australes  de  África.  Su  tronco 
es  recto.  Su  corteza,  negruzca  y  resquebrajada, 
destila,  por  medio  de  incisiones ,  una  materia 
viscosa,  resinosa,  verde,  que  se  solidifica,  y  es 
designada  bajo  el  nombre  de  Goma  ó  Resina  de 
Tacamaca;  Martius  dice  que  en  el  Brasil  se  ob- 
tiene también  esta  materia  haciendo  calentar  li- 
geramente la  corteza.  (V.  Tacamaca ).  Las  ra- 
mas tiernas  de  este  árbol  son  cuadradas ,  y  sus 
hojas  opuestas,  aovadas  al  revés,  obtusas,  en- 
teras, lustrosas  y  con  nervios  paralólos  muy  re- 
pesos. Las  llores  son  ordinariamente  blancas, 
odoríferas,  y  situadas  en  las  axilas  de  las  hojas 
¿superiores  en  racimos  opuestos. 

El  fruto  de  esta  especie,  que  tiene  el  grueso 
de  una  pequeña  ciruela ,  es  una  drupa  leñosa  . 
69 


CAL  545 

cuyas  semillas  son  amargas ,  y  de  las  cuales  los 
Indios,  que  las  comen  a  veces,  asi  como  los  ha- 
bitantes de  las  islas  Filipinas  ,  extraen  un  aceite 
verdoso,  ligero,  de  olor  desagradable,  que  ha 
sida  recomendado,  aplicado  al  exterior,  en  las 
afecciones  reumáticas  y  gotosas ;  también  se  di- 
ce que  se  le  mezcla  con  el  aceite  de  ricino  que 
se  en\  ia  de  América ;  empléasele  para  la  pintu- 
ra, el  alumbrado ,  etc.  En  Taiti ,  en  donde  al  ár- 
bol se  lellama  Toumuuou,  las  mugeres  ponen  las 
nueces  del  toumanou  en  sus  vestidos  para  perfu- 
marlos, y  también  se  usan  para  emborrachará  los 
peces.  De  este  vegetal  se  extrae  un  principio 
textil  poco  empleado. 

La  madera  de  este  árbol ,  de  hermoso  grano 
y  de  mucha  dureza  ,  es  buscada  para  las 
construcciones  navales  ó  civiles  ,  la  carrete- 
ría ,  etc. 

Utro  producto  del  calofilo  es  el  llamado  Bál- 
samo verde ,  Bálsamo  María,  Bálsamo  de  Vola- 
ba, que  exsuda  del  tronco  ,  de  los  ramos  y  has- 
ta de  las  hojas.  Primero  blanco ,  pasa  después 
al  verde  oscuro;  es  espeso,  tenaz,  permanece  li- 
quido cuando  la  temperatura  está  á  20  grados,  y  se 
endurece  debajo  de  ella;  según  el  Sr.  Deseouriilz, 
fesco,  da  ácido  benzoico  y  difunde  un  olor  sua- 
ve semejante  al  del  limón.  En  las  Antillas  sirve 
en  vez  del  bálsamo  de  Tolú;  en  la  India  se  apli- 
ca á  las  llagas  para  impedir  la  cangrena ,  etc. 
Créese  que  este  bálsamo  en  el  estado  liquido  es 
no  mas  que  resina  llamada  Tacamaca. 

CALOJtlF£UO.  Peí  esta  palabra  se  de- 
signan generalmente  los  diversos  aparatos  pro- 
pios para  calentar  con  masó  menos  economía  el 
interior  de  las  habitaciones,  de  las  estafas,  de 
los  enjugadores ,  de  los  invernaderos,  y  de  los 
grandes  establecimientos  públicos. 

Los  diferentes  modos  de  calentar  por  medio  de 
aparatos  especiales  pueden  reducirse  á  dos  sis- 
temas: en  el  uno  debe  renovarse  el  aire  que  se 
calienta,  y  en  el  otro  se  ha  de  mantener  a  una 
temperatura  dada  una  masa  de  aire  determina- 
da que  no  se  renueva  sensiblemente. 

La  economía  en  el  modo  de  calentar  las  habi- 
taciones es  una  cosa  muy  importante,  no  solo  pa- 
ra los  particulares  sí  que  también  en  interés  de 
imanación  entera.  Se  puede  reconocer  esta  ver- 
dad recordando  que  solamente  en  la  ciudad  de 
Taris  se  consumen  anualmente  1 .100,000  eslerios 
de  lefia,  cuyo  valor  asciende  á  16.500,000  fran- 
cos ;  que  el  consumo  de  combustible  de  todas 
clases  excede  del  valor  de  41.000,000,  y  el  de 
toda  la  Francia  llega  á  500.000,000  de  francos  ; 
por  último ,  que  la  primera  base  de  la  prosperi- 
dad de  la  Gran  Bretaña  es  la  abundancia  y  la  ca- 
lidad de  su  combustible;  que  la  misma  América 
septentrional,  á  pesar  de  su  inmensa  riqueza 
en  leña ,  busca  y  realiza  mejores  condiciones  aun 
bajo  este  respecto  en  la  explotación  de  sus  mi- 
nas de  villa. 

Tomamos  de  los  escritos  del  Sr.  Payen  las  no- 
li ii>  sobre  caloríferos  que  creemos  necesarias 
para  nuestro  objeto. 

«La  importancia  del  asuntónos  determina  áre- 

tomo  i. 


546  CAL 

cordar  los  principios  sobre  el  modo  de  calentar 
las  habitaciones  y  de  los  lugares  cerrados  habi- 
tados.» 

«Si  el  volumen  total  de  aire  en  una  sala  de  reu- 
ní m  ícese,  igual  á  1 ,000  metros  cúbicos,  y  se  qui- 
si  jra  operar  una  renovación  de  320  metros  cúbi- 
cos por  hora,  se  tendria  que  calentar  cada  hora 
una  cantidad  de  aire  de  320  multiplicada  por  l.k. 
3  (  peso  de  un  metro  cúbico  de  aire  de  á  109) ;  ó 
í  1¡6  kllóírramos  cuyo  calor  específico  equivale  al 
¡fi  los  o,25  de  este  peso  de  agua,  es  decir  de 
.  A  kilogramos  de  agua ;  luego ,  estos  104  kilo- 
gramos de  agua,  calentados  á  20° ,  equivalen  á 
20  veces  104=2,080  unidades ,  siendo  la  unidad 
del  calor  un  kilogramo  de  agua  elevado  á  1  gra- 
fio centesimal.  Se  puede  añadir  por  la  absorción 
cíe  las  paredes  cerca  de  '*/«  de  la  masa  de  aire 
multiplicado  por  la  diferencia  de  temperatura;  ó 
l ,000  metros  cúbicos  de  aire,  que  pesan  i, 300 
I.  ¡logramos  equivalentes  á   325  kilogramos  de 
agua,  délos  cuales  el  5ü=65que,  multiplicados 
por  20  (diferencia  de  temperatura),  dan  1,300 
unidades  ;  añadiendo  esta  cantidad  á  las  2,080 , 
se  tendrá  en  total  3,380  unidades  de  calor  pa- 
i   producir.    Luego  ,  1  kilogramo   de  carbón 
de  piedra  produce  por    su  combustión   7,050 
unidades  de  calor.  Entonces  si  se  divide  3,380 
¡,050,  se  tendrá  0,479,  es  decir  que  479 
i  .unos  de  carbón  de  piedra  por  hora  bastarían 
para  calentar  á20°  una  sala  de  1,000  metros  cú- 
sos  cuyo  aire  se  renovaría  casi  del  %  de  todo 
■  Uo  volumen  en  el  mismo  tiempo;  si  no  obstante 
se  podía  obtener,  en  la  aplicación,  el  máximo 
>  del  calor  que  produce  el  carbón  de  piedra 
por  su  combustión ,  suponiendo  que  se  pudiera 
conseguir  utilizar  su  73,  se  vé  que  se  necesita- 
ran 1,437  gram.,  esto  es,  un  poco  menos  de  1 
iólógramo  y,  por  hora.» 
«Examinemos  hasta  que  punto  las  diversas  cons- 
ciines  pirotécnicas  y  los  diferentes  modos  de 
üeirtarse  acercan  á  esté  límite  aproximativo 
¿e  la  teoría.'» 

«Estos procedimientos  pueden  dividirse  en  tres 
grupos :  1.°  los  caloríferos  de  aire;  2.°  los  calo- 
teros de  agua;  3.°  los  caloríferos  de  vapor.  En- 
c  los  primeros  su  encuentran  las  construecio- 
eoeralmente  mas  usadas,  las  estufas  y  las 
¡neás:  oslas  últimas,  tal  como  se  construían 
Harneóte,  son  en  verdad  las  mas  viciosas 
.,,  en  efecto,  apenas  utilizan  0,02  del  ca- 
)  r  ;¡i<e  produce  el  combustible  que  arde  en  ellas, 
5  parecen  haber  sido  construidas,  según  la  expre- 
se Frankün,  con  el  objeto  de  utilizar  la 
enor  cantidad  posible  de  calor.» 
«ül  Sr.  llummfort  mejoró  la  construcción  de  las 
chimeneas  estrechando  las  aberturas,  de  modo 
que  la  cantidad  de  aire  arrastrada  en  la  corrien- 
te que  determina  el  aire  quemado  fuese  mucho 
menos  considerable ;  también  la  cantidad  deca- 
er utilizada  ha  llegado  á  ser  mas  que  duplicada 
<   spi;es  de  haber  adoptado  diversas  construccio- 
nes ingeniosas.  Las  chimeneas  de  fogón  suspen- 
da! >  han  realizado  una  parle  mas  grande  del 
efecto  de  los  combustibles,  aproximándose  bajo 


CAL 

este  respecto  á  las  chimeneas  del  Sr.  Desarnod, 
sin  ocupar  mucho  puesto  en  las  habitacio- 
nes.» 

«Las  chimeneas  de  hierro  colado  de  Desarnod 
realizan  todavía  una  proporción  mayor  del  ca- 
lor de  los  combustibles.  Por  lo  demás,  estos  apa- 
ratos pueden  considerarse  como  estufas,  pues- 
to que  se  hallan  del  todo  en  el  interior  de  los 
cuartos  ,  y  á  veces  separados  enteramente  de  la 
chimenea  con  la  que  comunican  por  medio  de 
tubos  que  cruzan  la  habitación.» 

«Si  la  longitud  de  los  tubos  fuese  bastante  gran- 
de para  que  el  humo  saliese  constantemente  de 
ellos  debajo  de.  100°,  el  calor  utilizado  equi- 
valdría casi  0,9  del  producido  por  la  combus- 
tión en  estos  caloríferos.  El  único  punto  de  seme- 
janza que  tienen  con  las  chimeneas  propiamente 
dichas  es  que;  como  ellas,  dejan  ver  el  fuego, 
y  la  costumbre  que  de  esto  se  tiene  en  muchos 
países,  ha  hecho  de  esta  vista,  como  quien  dice, 
una  necesidad  ;  por  lo  menos  es  un  antojo  tan 
generalmente  extendido  que  las  mejores  cons- 
trucciones pirotécnicas  tendrán  tal  vez  que  su- 
jetarse siempre  á  él.  En  muchas  habitaciones 
agradables ,  hechas  á  la  moderna,  un  calorífero 
situado  en  un  sótano  envia  á  las  escaleras  y  á 
todos  los  cuartos  una  corriente  de  aire  caliente, 
lo  que  no  impide  conservar  en  muchas  habitacio- 
nes, y  sobre  todo  en  los  salones,  chimeneas 
abiertas  en  las  cuales  se  puede  ver  la  lumbre. 
Las  estufas  de  Suecia ,  de  Rusia  y  de  otros  paí- 
ses septentrionales  son  verdaderos  caloríferos 
aplicados  á  casas  enteras.» 

«Por  medio  de  las  chimeneas  de  Desarnod  pue- 
de procurarse  en  el  interior  de  las  habitaciones 
una  renovación  de  aire  continuo ,  condición  de 
salubridad  muy  útil.» 

«Estas  chimeneas,  cuyo  usoseha  generalizado 
en  Francia,  son  bastante  conocidas.  En  otras 
diversas  construcciones  pirotécnicas  que  se  po- 
drían llamar  como  ellas  chimeneas-estufas,  se 
adapta  ordinariamente  también  una  plancha  ver- 
tical escurridiza,  destinada  á  regularizar  ó  su- 
primir la  entrada  del  aire,  y  para  excitar  una 
combustión  viva  sobre  un  punto,  cuando  se  ha 
empezado  á  encender  la  lumbre;  es  movida  por  un 
cilindro  oculto  en  la  masonería,  en  el  que  se  fi- 
jan las  dos  cadenas  que  la  suspenden,  y  el  mo- 
vimiento es  comunicado  al  cilindro  por  una  pe- 
queña manecilla  exterior  que  se  para  cuando  se 
quiere  en  los  dientes  de  un  círculo  lijo.» 

«Por  medio  de  esta  construcción  se  aprovecha 
una  parte  del  calor  que  las  paredes  del  fogón  ab- 
sorben; se  consigue  también  realizar  una  eco- 
nomía notable  colocando  en  los  cuerpos  de  las 
chimeneas ,  bajo  del  hogar ,  alrededor  y  encima 
del  fogón ,  tubos  ó  dobles  cubiertas  entre  las 
cuales  el  aire  se  introduce  y  gana  sucesivamente 
las  partes  elevadas  calentándose  y  haciéndose 
mas  ligero;  por  último,  llega á  la  habitación  por 
una  salida  que  se  le  dispone  junto  al  techo.  Las 
chimeneas  de  Cureaudeau  son  de  una  construcción 
análoga  á  las  Desarnod,  y  constituyen  como  ellas 
caloríferos  ocultos.  Si  se  comparan,  respecto  del 


C.VL 
efecto  útil  que  pueden  producir ,  las  construc- 
ciones y  aparatos  de  calentamiento  indicados 
mas  arriba  se  encuentran  los  siguientes  resul- 
tados relativos  á  un  cuarto  que  tenga  100  me- 
tros cúbicos  de  aire  poco  mas  ó  menos.  La  pri- 
mera columna  indica  en  grados  centesimales  la 
temperatura  áque  el  aire  ha  subido  por  la  com- 
bustión de  2  kilog.  de  lena,  equivalentes  á  I  ki- 
log.  de  ulla;  la  segunda  columna  marca  el  peso 
del  combustible  que  es  menester  emplear  en  ca- 
da sistema  para  obtener  la  misma  temperatura; 
las  demás  construcciones  arriba  mencionadas 
producen  resultados  intermedios  entre  ellas,  á 
saber: 

Chimeneas  antiguas.        .     .     0",  296    100 
Chimeneas  de  Rumfort      .  0o,  150      39 

Chimeneas  de  Desarnod.  .     .     0o,  950      90 
Esturas  do  Cureaudeau.   .     .     Io,  426      10  "75 
Estufa  de  Desarnod  (de  hierro  co- 
lado y  de  palastro)     .     .     .  1*.  81J    15  15 

«Caloríferos  de  corrientes  de  aire  Las  cons- 
trucciones así  denominadas  sirven  en  general 
para  calentar  el  interior  de  los  talleres ,  almace- 
nes, estufas  y  enjugadores,  etc.» 

«Cuando  es  útil  renovar  el  aire  al  mismo  tiem- 
po que  se  va  calentando  constantemente,  lo  que 
regularmente  liene  lugar  en  los  teatros,  los  hos- 
pitales y  los  talleres,  por  ejemplo  ,  es  conve- 
niente, en  cuanto  sea  posible,  disponer  las  co- 
sas de  manera  que  el  aire  exterior  se  introduzca 
pasando  primero  por  la  superficie  de  los  tubos 
que  conducen  á  fuera  los  productos  de  la  combus- 
tión; de  modo  que  el  aire  mas  frió,  en  contacto 
con  las  superficies  que  contienen  el  humo,  lo 
despoje  del  calor  con  tanta  mas  energía  cuanto 
mas  fuerte  es  la  diferencia  de  la  temperatura. 
Este  aire  se  calienta  después  gradualmente  mas 
y  mas  á  medida  que  se  aproxima  al  lugar  de  la 
combustión,  cerca  del  cual  entra  en  el  espacio  que 
debe  calentar.  En  todos  los  casos  es  menester 
multiplicar  lo  mas  poshle  las  superficies  conduc- 
toras en  contacto  con  el  aire  que  se  ha  de  calen- 
tar.» 

«Cuando  en  el  lugar  que  se  ha  de  calentar  es 
inútil  renovar  el  aire,  la  embocadura  de  la  do- 
ble cubierta,  en  vez  de  comunicar  c:mel  aire  ex- 
terior, está  dispuesta  en  el  interior.  La  corrien- 
te de  aire  caliente  tiene  lugar  en  el  mismo  senti- 
do, y  se  establece  en  el  aposento  una  circulación 
de  aire  que  conduce  continuamente  á  la  doble 
cubierta  el  aire  cuya  temperatura  es  mas  baja ,  y 
esparce  en  el  interior  del  cuarto  el  calor  recogi- 
do de  todas  las  superficies  calentadas  por  los 
productos  de  la  combustión.» 

«El  tubo  y  la  doble  cubierta  podrían  estar  colo- 
cados debajo  del  enladrillado  en  toda  su  longitud, 
aun  suponiendo  que  diesen  muchas  vueltas  alre- 
dedor de  la  pieza  que  se  quiere  calentar.  Esta 
disposición  seria  además  muy  cómoda ,  pues  que 
los  conductores  del  calor  no  ocupan  entonces  nin- 
gún puesto.  También  es  bueno  que  la  combus- 
tión sea  alimentada  por  el,  ajre  exterior  y  que  el 
servicio  del  fogón  se  haga  á  fuera ,  pues  con  esto 
se  evita  la  pérdida  de  calor  que  tendría  lugar  si 


CAL  Í5Í7 

se  tuviesen  que  abrir  las  puertas  de  la  estufa  pa 
ra  arreglar  la  lumbre.» 

«Calorífero  de  agua.  Este  modo  de  calentar  es 
análogo  al  precedente;  tiene  lugar  por  la  circu- 
lación del  agua  que ,  como  el  aire,  conde.' 
el  calor,  pero  puede  servirle  de  vehículo  por  su 
movilidad.  Puede  formarse  fielmente  una  i<.  a 
del  aparato  propio  para  producir  este  efecto  ¡  se 
aplica  ala  parte  superior  de  una  caldera  corrada 
un  tubo  que  se  eleva  á  cierta  altura,  vuelve  á  ba- 
jar en  seguida,  haciendo  muchas  sinuosidades  en 
declive  ligero,  hasta  que  se  encuentra  •'•  ' 
ra  del  fondo  de  la  caldera  á  la  cual  va  á  adapta 
se  en  la  parte  mas  baja  y  la  que  recibe  menos  i  a 
lor  del  combustible.  En  el  punto  mas  elevado  dei 
tubo  se  coloca  otro  tubo  vertical  destinado  pá- 
ra  servir  de  salida  al  vapor  que  podría  formar- 
se, si  se  elevaba  demasiado  la  temperatura; 
también  sirve  al  desprendimiento  del  aire  qv\, 
hay  dentro  del  agua  .y  que  el  calor  expeje;    . 
abertura  sirve  igualmente,  para  llenar  lodo  el :.,' 
rato  de  agua  de  vez  en  cuando  á  fin  de  re: 
plazar  las  pérdidas,  y  últimamente este  conducto 
sirve  de  tubo  de  seguridad.» 

«Este  calorífero  no  puede  emplearse  con  ta* 
ta  utilidad  como  los  descritos   anteriormente 
cuando  se  trata  de  producir  grandes  masas  de 
aire  caliente.  En  efecto,  el  paso  del  calor  al  Ira 
vés  de  las  superficies  metálicas  está  en  razón  d* 
la  diferencia  de  temperatura  y  de  la  cantrd; 
de  superficies  calentadoras:  luego  aquí  la  ten 
peratura  del  agua,  sin  presión  en  los  condu 
debe  estar  siempre  debajo  de  1 00°  hasta  en  los 
mismos  puntos  en  donde  ella  está  mas  cal": 
y  ser  menor  aun  en  los  demás,  mientras  que   le 
temperatura  de  los  conductos  calentados 
tamente  por  los  productos  de  la  combustión  en 
los  caloríferos  de  aire  puede  ser  mucho  n 
rada;  pero  los  caloríferos  de  agua  sen   p 
bles,  y  empiezan  también  á  preferirle 
los  demás,  para  calentar  los  invernadero 
otras  aplicaciones  en  las  que  importa  i 
obtener  fácilmente  una    temperatura  soa 
muy  regular.  Se  concibe  que  la  gran  capa 
del  agua,  que  es  casi  3.200  veces  ma\or  qne 
la  del  aire  en  volumen  igual,  presenta  ¡as  ma- 
yores garantías  con  respecto  á  esto,   hasta  el 
punto  que  puede  dejarse  de  hacer  luego  en  un 
calorífero  semejante ,  durante  8  ó  10  horas  ,  sin 
que  la  temperatura  de  un  invernadero  baje  mas 
de  1  ó  3  grados ,   al   paso   que  relativamente  á 
una  estufa  ordinaria,  una  interrupción  igual, 
que  puede  tener  logar  accidentalmente  ,   po- 
dría ,  en  igualdad  de  circunstancias,   dejar  re- 
ducir de  20  ó  25°  la  temperatura  interior  y  helar 
las  plantas.» 

Nos  falta  hablar  de  los  caloríferos  de  vapor; 
pero  como  esta  expresión  no  está  en  uso ,  al 
articulo  Vapor  se  dirá  algo  de  los  medios  de 
producir  y  de  utilizar  e^le  agente  de  cal  ti 
miento  y  "de  trasmisión  del  peder  mecánfe o ,  y 
por  consiguiente  de  la  riqueza  pública  y  de  la- 
fuerza  de  las , naciones. 

CüLORIMGXKO.  Nombre  bajo  eique 


548  CAL 

se  distinguen  los  utensilios  de  fisica  propios  para 
medir  las  cantidades  de  calor  producidas  por 
los  combustibles ,  asim  ismo  que  las  cantidades 
de  calor  necesarias  sea  para  elevar  diferentes 
cuerpos  á  un  mismo  número  de  grados  de  tem- 
peratura, sea  para  produdir  ciertos  electos,  ta- 
les como  la  fusión  del  plomo,  la  vaporización 
del  agua,  la  destilación  del  alcohol ,  la  concen- 
tración de  los  jarabes,  del  ácido  sulfúrico  ,  etc., 
etc.» 

En  fin  ,  sirven  también  las  indicaciones  obte- 
nidas con  estos  instrumentos  para  calcular  las 
cantidades  de  agua  que  se  han  de  emplear  cuan- 
do se  quiere  refrescar  otros  líquidos  y  conden- 
sar vapores.  Los  dos  calorímetros  mas  usados  son 
los  de  Rumfort  y  de  Lavoisier  y  Laplace.  Por 
medio  del  primero  se  sabe  la  elevación  de  la 
temperatura  de  una  masa  de  agua  dada  en  cier- 
tas circunstancias  y  por  materias  conocidas.  Así 
es  como  se  vé  que  un  kil.de  carbón  de  leña  bueno, 
cuando  arde,  produce  suficiente  calor  para  calen- 
tar 77kil.de  agua,  de  OálOO0;  1  kil.de hidrógeno 
calentaría  230  kil. ;  1  kil.  de  ulla  de  primera  ca- 
lidad, 70  kil. ;  1  kil.  de  leña  seca  ó  de  buena 
turba ,  cerca  de  36  ¡i  38,  etc.  Después  de  estos 
resultados  de  experiencias  precisas,  se  sabe  tam- 
bién cual  es  la  pérdida  de  calor  experimentado 
en  los  diferentes  aparatos  de  calentamientos. 

El  calorímetro  de  Lavoisier  y  de  Laplace  está, 
como  el  primero,  construido  de  hoja  de  lata  ó  de 
cobre  estañado;  se  compone  de  varias  cubiertas 
concéntricas  entre  las  cuales  se  coloca  hielo  á 
0 ,  y  la  cantidad  de  éste  derretido  en  agua,  que 
se  recoje ,  indica  la  cantidad  de  calor  despren- 
dido por  la  sustancia  que  se  habia  puesto  en  el 
centro  del  vaso  interior  y  que  estaba  así  rodeada 
de  hielo.  Se  pueden  comparar  muy  fácilmente 
los  resultados  de  este  calorímetro  con  las  indi- 
caciones que  el  primero  produce:  basta  recordar 
que  para  derretir  ó  reducir  á  agua,  un  kil.  de 
hielo  ,  se  necesita  tanto  calor  como  para  calen- 
tar un  kil.de  agua  desde  0o  hasta  7S°. 

CUTA,  Caltha.  Género  de  plantas  de  la 
familia  de  las  ranunculáceas,  tribu  de  las  ranun- 
culéas,  y  de  la  poliandria  poliginia  de  Linneo. 
Encierra  unas  veinte  especies,  esparcidas  en  los 
sitios  pantanosos  y  sombríos  de  la  Europa  y  de 
la  América  boreal;  también  se  encuentran  algu- 
nas en  la  extremidad  mas  austral  de  este  últi- 
mo continente,  y  en  las  partes  montañosas  del 
Asia  central.  Las  caltas  son  plantas  herbáceas, 
vivaces,  de  tallos  cilindricos,  guarnecidos  de 
hojas  enteras  ó  lobadas,  de  pecíolos  envainantes 
en  la  base;  sus  floras  son  bástanle  grandes, 
amarillas,  terminales  y  ex-iovolucradas. 

El  género  Calla  ha  sido  dividido  por  Don  y 
De  Candolle  en  tres  subgéneros:  Nirbisia,  Don; 
Psychrophila,  DC;  Populago,  DC. — Tournefort 
y  varios  autores  daban  el  nombre  de  Calta  á  un 
género  de  plantas  de  la  familia  de  la  sinantó- 
rcas ,  conocido  hoy  con  el  nombre  de  Caléndula. 

Calta  i»K!iia«4rc  ,  Wes*!»a.  centella 
(  Caltha  paluslris ,  L.  ).  Especie  indígena,  muy 
común  en  toda  la  Europa  ea   los  paútenos  y 


CAM 

prados  húmedos  ,  en  donde  florece  en  la  pri- 
mavera. Sus  grandes  y  hermosas  flores  pro- 
ducen un  bello  efecto  por  sn  color  amarillo  de  oro 
extremadamente  brillante ,  que  resalta  sobre 
el  verde  subido  y  luciente  de  sus  grandes  hojas 
redondeadas.  Esta  planta,  antiguamente  emplea- 
da en  medicina  bajo  el  nombre  de  Popalago,  con- 
tiene un  principio  acre  y  hasta  vejigante,  y  se  ad- 
ministraba como  purgante  y  antiescorbútica.  Hoy 
dia  apenas  tiene  uso  en  la  terapéutica,  pero  de 
poco  tiempo  á  esta  parta  básela  introducido  en  los 
jardines  ,  en  los  que  ha  producido  diversas 
variedades  ,  entre  lascualeshay  una  que  pre- 
senta flores  llenas.  El  Sr.  Loiseleur-Deslong- 
champs  dice  que  en  el  Norte  sus  capullos  con- 
fitados en  vinagre  hacen  las  veces  de  alcaparras; 
pero  añade  que  este  condimento  debe  ser  poco 
saludable.  Una  prueba  de  la  causticidad  de  esta 
planta  es  que,  entre  nuestros  animales  domés- 
ticos ,  las  cabras  y  los  carneros  son  los  únicos 
que  la  comen  ,  y  no  sin  cierta  repugnancia. 

La  Caltha  bisma,  Hamilt.,  de  los  montes  Hima- 
layos,  en  el  Nepol,  ofrece  raíces  de  un  amar- 
gor extremado ,  y  se  usa  como  antifebril.  La 
Caltha  codua  ,  Hamilt.,  de  los  mismos  lugares, 
tiene  raíces  tan  enérgicas  que  con  ellas  se 
envenenan  las  flechas ,  lo  que  la  ha  hecho  lla- 
mar ílerba  toxicaría  por  los  Europeos.  La  Caltha 
nirbisia,  Hamilt. ,  otra  especie  indiana,  se  em- 
plea todavía  en  la  medicina  de  los  pueblos  de  es- 
tos países  lejanos. 

CAMAFEOS.  Pequeños  objetos  grabados 
siempre  en  relieve  sobre'  piedras  dtras  y  sobre 
conchas  ,  destinados  generalmente  á  ser  monta- 
das enjoyas  de  diversas  formas  y  colores,  se- 
gún las  exigencias  de  la  moda.  Se  distinguen 
muchas  especies  de  camafeos :  los  de  piedras  da- 
ras,  hechos  de  ónices ,  sardónicas ,  ágatas  de 
Alemania  y  ágatas  orientales  *,  y  los  Camafeos 
falsos,  hechos  con  una  composición  de  esmalte 
fundido  para  imitar  alas  piedras  duras.  Roma  es  el 
centro  de  la  fabricación  de  los  camafeos  tinos,  y  sus 
artistas  son  sin  contradicción  los  primeros  de  Eu- 
ropa. Treinta  obreros  fabrican  anualmente  en 
aquella  ciudad  por  valor  de  250. OjOO  á  300.000 
reales  de  camafeos  de  piedras  duras,  y  oíros 
óchenla  obreros  especiales,  por  valor  de  300.000 
á  4.500.000  reales  de  camafeos  de  concha.  Paris, 
que  solo  posee  una  docena  de  obreros,  entrega 
anualmente  al  comercio  hermosos  camafeos  tra- 
bajados en  sus  fábricas  por  el  valor  de  unos  38.000 
reales  (piedras  duras),  y  95.000  reales  (con- 
chas orientales). 

Los  precios  de  estos  productos  son  bajos  ó  muy 
elevados,  en  razón  de  la  belleza  de  las  materias 
primeras,  de  su  rareza,  de  lo  acabado  del  tra- 
bajo, y  sobre  todo  del  capricho  de  la  moda.  Los 
precios  aproximativos  de  estos  objetes  son  los 
siguientes: 

*  Antiguamente  se  hacían  los  camafeos  de  piedras  de 
Occidente;  pero  en  el  diarara  ve/  se  ven  de  estos  cania- 
eos  en  el  comercio  ,  que  son  en  todo  inferiores  á  ios  cama- 
feos de  piedras  Orientales. 


CAM 

Camafeos  do  piedras  duras,  desde,  20  rs.  taita  3,800reales, 
y  mas. 
Camafeos    de  conchas.         .    l  rs.     á    "60      » 
id.  falsos.    ...»><       .        40      » 

De  todos  los  camafeos,  el  de  piedra  oriental 
os  el  dkis  preferido  y  el  que  se  vende  mas  caro. 
liorna  fabrica  muy  bien,  vende  barato  y  bacelas 
mayores  exportaciones  para  Londres,  Paria  y 
Nueva  Yorck.  Los  camafeos  mas  propios  parala 
exportación  son  los  de  concha  ,  los  cuales  se  en- 
vuelven con  cuidado  en  papel  de  seda. 

CA9IBAYES.  Telas  de  algodón  que  se  fa- 
brican en  Bengala  ,  Madras  y  demás  lugares  de 
la  costado  Coromandel.  Su  largo  y  ancho,  parti- 
cularmente de  las  comunes,  es  de  15  cobres  so- 
bre dos  ,  valuando  el  cabrea  17  V»  pulgadas. 
Son  propias  para  el  comercio  de  las  Manillas,  á 
donde  los  Ingleses  de  Madras  envían  muchas. 

CAMBIANTE.  Tejido  de  lana  que  imita 
al  camelote ,  que  se  fabrica  en  Lila;  es  de  varias 
calidades;  su  ancho  suele  ser  de  *A,  y  Vh»  ° 
media  ana  menos  V3.  Cada  pieza  consta  regular- 
mente de  27  varas  castellanas. 

Se  llama  también  Cambiante  a  un  tafetán  que 
tiene  la  seda  del  urdimbre  de  un  color  y  Ja  de  la 
trama  de  otro,  de  modo  que  sus  colores  varían 
conforme  su  posición  al  reflejo  de  la  luz. 

C.ljflB  BASÓLA.  Se  da  generalmente  es- 
te nombre  á  todas  las  estofas  fuertes  de  algodón, 
tejidas  en  forma  de  tela,  y  que  tienen  la  aparien- 
cia de  las  telas  de  Camhray.  La  Francia  importa- 
ba en  otro  tiempo  de  las  Indias  mas  de  20  clases 
de  este  género,  de  longitud  y  anchura  diferentes, 
y  las  enviaba  enseguida  á  varias  partes  de  Eu- 
ropa. Sin  embargo,  se  comprenden  mas  parti- 
cularmente bajo  este  nombre  ciertas  estofas  blan- 
cas de  algodón  que  varias  comarcas  del  Asia,  de 
laPersia,  del  Egipto  y  de  la  Nalolia  suministran 
al  comercio  por  Esmirna,  el  Cairo  y  Alejandría. 
En  Esmirna,  en  donde  se  expende  este  artículo 
en  gran  cantidad  ,  se  distingue  en  dos  es- 
pecies: las  que  vienen  de  la  Persia  conservan  el 
nombre  de  Cambrasinas ;  alas  que  llegan  déla 
Meca,  que  son  de  color  amarillento,  pero  mas 
linas  tpie  las  de  Persia,  selas  llama M amudis;  las 
piezas  tienen  ordinariamente  20  anas  de  largo  y 
%  de  ancho.  Las  fábricas  inglesas  y  francesas 
loman  para  el  urdimbre  hilo  n.°  40 ,  y  n.°  60  pa- 
ra la  trama ,  y  hacen  cambrasinas  superiores  á 
las  de  las  Indias  y  á  las  del  Levante.  Las  cam- 
brasinas de  Escocia,  particularmente  las  de  Perth, 
tienen  de  3S  á  54  pulgadas  inglesas  de,  ancho  y 
i 2  yarda  de  largo;  la  diferencia  de  los  números 
marca  su  erado  de  finara.  Las  cambrasinas  fran- 
cesas de  Iluan  ,  de  San  Quintín  ,  de  Troces,  de 
Tarara  y.  «le  Roubaix  tienen  %  á  V«  de  ancho 
y  de  2 i  á  60  anas  de  largo.  En  Austria  y  en  Bo- 
hemia se  hacen  de  Ví,  de  ancho  y  24  anas  de 
largo.  Las  fábricas  suizas  de  Saint  Galles  pro- 
ducen este  artículo  de  */4  á  */*  ('e  ancho  y  12 
anas  de  largo.  Las  que  se  sacan  de  la  Sajorna, 
dePlauen,  Lengenfeld,  Falkinstein,  presentan  6/i 
á  \\de  ancho. 

C/AJIIELIA,  Camellia.  G.  J.Kamel,  misio- 


CAM  540 

nista  alemán  establecido  en  la  isla  de  Lnzon  ,  la 
mayor  de  las  Filipinas  ,  fué  ipiien  en  17 íO  hizo 
llegar  á  Europa  el  primer  individuo  de  este  her- 
moso género  de  la  familia  de  las  cameliéas  y  de 
la  monadellia  poliandria.  Llamado  en  un  princi- 
pio Rosa  dd  Japón  y  de  la  China,  por  proceder 
de  los  l)os(|ues  de  estos  países,  es  cultivado  en 
todos  los  jardines  por  la  semejanza  desús  hermo- 
sas llores  con  las  de  la  rosa  de  los  valles  y  mejor 
aun  con  la  del  árbol  que  nos  proporciona  el  té. 

Un  cáliz  recargado  o  ceñido  de  brácteas  y  sé- 
palos accesorios  ;  estambres  unidos  por  su  base 
en  uno  ó  muchos  cuerpos;  anteras  elipsoideas; 
cápsula  que  se  abre  por  las  suturas  dorsales  de 
los  carpelos  y  deja  un  eje  libre  de  tres  caras, 
he  ahí  los  caracteres  que  distinguen  á  este  gé- 
nero. 

La  camelia  en  su  país  es  im  árbol  de  regular 
altura  ,  y  si  entre  nosotros  aun  se  conserva  ar- 
busto, debe  esperarse  que  cuando  se  haya  me- 
jor aclimatado  rivalizará  en  elevación  con  el  ar- 
rayan y  el  laurel.  Dos  son  las  especies  mas  nota- 
bles que  se  conocen:  la  Camelia  del  Japón  y  la 
Camelia  sesawjna  ,  que  ambas  cuentan  muchas 
variedades,  variedades  que  han  aumentado  de 
tal  modo  desde  la  época  de  su  introducción  en 
Europa,  que  en  la  actualidad,  según  indican  va- 
rios catálogos,  pasa  de  1 .500  el  número  de  el  las,  y 
todavia  sigue  aumentándose  todos  los  dias  por 
medio  de  experimentos  continuos. 

Camelia  del  «Tapo»  (  Camellia  japó- 
nica, L.).  Arbusto  siempre  verde,  de  once  á  ca- 
torce pies  de  altura ,  cargado  de  un  gran  nu- 
mero de  ramos  de  corteza  parduzca  ,  adornados 
en  fodos  tiempos  de  hojas  aovadas,  lisas,  de  un 
verde  lustroso,  oscuras  por  encima  y  amarillen- 
tas por  debajo.  Las  flores',  de  un  rojo  vivo,  solita- 
rias ó  reunidas  en  número  de  dos  hasta  seis  en 
el  extremo  de  los  ramos,  permanecen  abiertas 
desde  abril  hasta  octubre,  son  inodoras  y  se  con- 
servan por  bastante  tiempo  después  de  cogidas, 
aunque  si  las  alcanza  una  lluvia,  fuerte  duran  poco 
y  se  marchitan  fácilmente;  para  evitar  este  incon- 
veniente, los  aficionados,  deseosos  de  prolongar 
la  lozanía  délas  camelias  ,  tienen  el  cuidado  de 
cubrir  las  plantas  en  la  época  de  la  floración  , 
tan  luego  como  observan  que  la  lluvia  amenaza. 
A  las  flores  sucede  una  cápsula  cónica  aovada, 
con  tres  surcos  y  un  numero  igual  de  celdillas, 
cada  una  de  las  cuales  contiene  dos  semillas  ala- 
das y  de  color  pardo  claro. 

Entre  las  variedades  que  se  encuentran  en  los 
jardines  de  Europa  deben  citarse  i  la  tajá  doble  , 
de  color  el  mas  brillante  y  que  se  propaga  por 
injerto  de  hendidura;— la  blanca  doble,  de  llores 
ambas  muy  copudas  y  magnificas  cuando  están 
enteramente  abiertas ,  pero  propensas  a  caer  an- 
tes de  haber  perdido  su  frescura  ; — la  axilar  , 
cuyas  flores  de  un  blanco  tr  asparan  te  a  nada  se 
las  puede  comparar  mejor  que  á  un  pedazo  de 
muselina  mojado ;  sus  estambres  son  numerosos, 
sus  filamentos  encorvados  en  figura  de  S,  de  un 
rojo  de  carne  un  poco  intenso,  y  las  anteras  que 
los  terminan  gruesas  y  azafranadas ;  cuando  los 


550  CAM 

pétalos  se  desprenden  del  cáliz  están  todos  pren- 
didos á  un  rudimento  de  anillos  sobre  el  que  se 
fijan  igualmente  los  estambres,  que  se  caen  en- 
tonces juntos  con  la  corola;  sus  hojas  son  espar- 
cidas ,  reunidas  las  mas  veces  en  rosetas  en  el 
extremo  de  los  ramos,  las  jóvenes  enteras  y  las 
otras  con  los  bordes  dentados  á  manera  de  sier- 
ra;—la  amarilla,  llamada  por  algunos  buff, 
lleva  llores  amarillas  dobles; — la  amazorcada , 
hermosa  variedad  de  flores  menores  que  las  otras, 
porque  no  siendo  constantemente  llenas  conser- 
van algunos  estambres,  y  compensa  esla  falta  por 
el  encanto  de  su  corola  en  la  que  el  carmín  mas 
fresco  se  enlaza  con  el  blanco  puro  de  leche  ,  for- 
mando zonas  irregulares  ó  bien  manchas  que 
afectan  toda  especie  de  figuras ;  esta  variedad  de 
difícil  conservación  ,  aunque  se  acuda  á  los  aco- 
dos y  al  ingerto,  está  expuesta  á  perder  sus  ma- 
tices dando  flores  puramente  rojas; — la  medio 
doble,  que  es  muy  hermosa  y  dura  mas  tiempo  que 
las  dobles;  sus  flores  son  blancas  y  á  veces  de 
un  rojo  sumamente  vivo.  En  el  día  prueba  muy 
bien  la  multiplicación  de  estas  variedades  por 
acodos,  pero  solo  deben  quitarse  las  hojas  de  la 
porción  de  tallo  que  debe  enterrarse;  se  cortan 
con  precaución  ,  y  se  hacen  incisiones  en  el  tallo 
sobre  uno  de  sus  nudos. 

Todos  los  diseños  chinescos  representan  esta 
Camelia,  que  llaman  Tsubakki,  y  sus  numerosas 
variedades.  En  el  Japón  las  semillas  proporcio- 
nan un  aceite  muy  fino  y  de  buen  gusto. 

Camelia  sesangua  ( Camellia  sasan- 
kica,  Koemrther).  Tiene  la  flor  blanca,  pequeña  y 
parecida  á  la  del  té;  es  aromática  y  algu- 
nas veces  se  pone  en  las  cajas  del  te  para 
aumentar  su  aroma.  Las  flores,  mas  estrechas  que 
las  de  la  especie  anterior  y  secadas  á  la  sombra, 
según  refiere  Thunberg,  proporcionan  al  tocador 
de  las  damas  japonesas  una  agua  suave  en  la  que 
también  se  hace  infundir  el  té.  El  aceite  de  sus 
semillas  iguala  al  de  la  aceituna  y  es  el  objeto  de 
un  ramo  de  comercio  en  la  China.  Esta  especie 
posee  igualmente  muchas  variedades,  y  entre  ellas 
una  de  flores  rosadas  muy  dobles  que  aparecen 
en  marzo  ó  abril. 

Las  hojas  de  esta  especie  son  á  veces  emplea- 
das en  lugar  de  las  del  té ,  sustitución  que  no 
Eresenta  ningún  inconveniente  manifiesto,  y  que 
acedar  á  esta  especie,  cuyas  hojas  son  aromá- 
ticas ,  mientras  que  son  inodoras  en  la  camelia 
del  Japón,  el  nombre  de  Camelia  Té. 

C US EliOP ARDO  ,  Camelopardalis. 
Género  de  mamíferos  rumiantes  que  parece  cons1 
tar  de  una  sola  especie  originaria  de  África,  hoy 
dia  muy  bien  conocida  bajo  el  nombre  de: 

Camelopardo  Girafa,  Girafa  [Ca- 
melopardalis Girafa,  L.).  Por  las  particulari- 
dades notables  que  presenta  este  animal,  por  su 
forma  elegante  y  bizarra,  por  sus  bellos  ador- 
nos ,  por  su  marcha  singular ,  su  elevada  talla , 
su  dulzura,  etc. ,  es  natural  que  este  cuadrúpedo 
haya  llamado  siempre  la  atención  de  los  hombres, 
y  por  lo  mismo  que  haya  sido  señalado  desde  la 
mas  remota  antigüedad. 


CAM 

La  girafa  está  representada  en  varios  monu- 
mentos antiguos;  se  la  vé  figurar  en  los  templos 
del  Egipto  y  de  la  Núbia ,  y  puede  observársela 
en  el  celebre  mosaico  de  Palestrina. 

Se  cree  que  el  animal  designado  por  Moisés 
en  el  Dcutcronomio ,  bajo  el  nombre  de  Zemer  no 
es  otra  cosa  que  la  gírala ;  sin  embargo  ,  Bochart 
hace  de  ella  una  especie  del  género  antílope. 

Una  multitud  de  autores  posteriores  al  escritor 
sagrado  han  mencionado  ó  descrita  la  girafa , 
como  vamos  á  exponerlo. 

Agatarquides  ,  que  vivia  un  siglo  antes  de  Je- 
sucristo, parece  ser  el  primer  geógrafo  que  se- 
ñaló la  girafa ,  y  dijo  que  este  animal ,  el  Came- 
lopardalis de  los  Griegos,  habitaba  en  el  país 
de  los  Trogloditas;  mas  tarde,  Artemidoro  dijo 
también  algunas  palabras  de  ella  en  su  Descrip- 
ción de  la  tierra;  después,  Estrabon  y  Solino  se 
ocuparon  á  su  vez  de  este  cuadrúpedo ,  y  por  úl- 
timo León  el  Africano  lo  describe  bastante  bien, 
en  su  Descripción  del  África  ( 1550).  Los  geó- 
grafos, después  de  esta  época,  nada  de  nuevo 
dicen  acerca  del  animal  que  nos  ocupa  ;  sin  em- 
bargo, Malte-Brun  y  Carlos  Riller  Jo  mencionan 
en  sus  escritos. 

Gran  numero  de  viajeros  han  estudiado  la  gi- 
rafa :  Cosmas  Indicopleusto  (525  de  nuestra  era) 
dice  que  este  animal  se  encuentra  en  Etiopia, 
y  si  este  hecho,  confirmado  igualmente  por  gran 
número  de  autores/era  verdadero  en  aquella  épo- 
ca ,  no  sucede  lo  mismo  en  nuestros  dias,  pues 
en  la  Etiopia  no  se  encuentran  ya  girafas.  Mar- 
co Polo  cita  este  animal  como  habitante  de  la  is- 
la de  Zanzíbar,  diciendo:  «Los  habitantes  del 
país  poseen  también  una  especie  de  animal  que 
ellos  llaman  grafía  :  tiene  el  cuello  largo  de  tres 
pasos,  las  piernas  de  delante  mucho  mas  largas 
que  las  de  atrás,  la  cabeza  pequeña,  y  todo  el 
cuerpo  es  de  varios  colores,  como  blanco ,  rojo  y 
salpicado.  Este  animal  es  de  carácter  apacible  y 
no  hace  daño  anadie.  «Todavía  pueden  citarse 
entre  los  viajeros  que  hablaron  de  la  girafa,  en  la 
edad  media,  á  Bernardo  de  Breydenbachy  á 
Baumgarten;  en  la  época  del  renacimiento,  á 
Tevet,  Marmol,  Baudier,  Villamont  y  Gerónimo 
Lobo,  y  por  último  en  una  época  mas  reciente, 
Levaillant,  Carteret  y  los  SS.  Belzoni,  Mollieu, 
Ruppell,  Cailliaud,  Ed.  Combes  y  Tonisier,  el 
capitán  Laplace,  etc. ,  que  dan  numerosos  por- 
menores, en  particular  sobre  las  costumbres  de 
este  animal. 

La  historia,  ocupada  incesantemente  en  ano- 
tar los  hechos  dignos  de  ser  trasmitidos  al  re- 
cuerdo de  los  hombres  ,  no  podía  pasar  en  silen- 
cio la  primera  aparición  de  la  girafa  en  un  país 
diferente  del  que  habita  actualmente.  Ateneo 
dice  que  Tolomeo  Filadelfo  presentó  por  prime- 
ra vez  este  animal  á  los  habitantes  de  Alejandría 
en  aquella  pompa  triunfal  que  se  ha  hecho  tan 
célebre  por  su  riqueza  y  su  magnificencia.  Se- 
gún lo  refiere  Diodoro  de  Sicilia ,  Plinio  y  Dion 
Casio,  los  Róñanos  no  habían  visto  todavía  la 
girafa,  cuando  en  los  juegos  del  circo  que  se 
celebraron  en  el  año  45  antes  de  Jesucristo ,  et 


CAM 
dictador  Juüo  César  hizo  aparecer  esle  animal  á 
los  ojos  del  pueblo.  Desde  Julio  César  hasla  á 
Felipe,  sucesor  de  Gordiano  III ,  el  Cameloparda- 
tis  reapareció  de  vez  en  cuando  en  Roma;  en  una 
fiesta  \iéronse  reunidos  diez  de  estos  animales 
en  el  circo,  y  Aureliano  présenlo  igualmente  mu- 
chos. Los  emperadores  de  Constanlinopla  lu\ie- 
ron  ocasión  de  conocer  muy  temprano  al  carne- 
lopardalis  :  siete  animales  de  esta  especie 
se  vieron  en  aquella  ciudad :  el  primero  fué 
descrito  por  Filostorgio ;  otros  dos  habían  sido 
enviados  de  la  India  al  emperador  Anastasio: 
mas  tarde,  Miguel  Paleólogo  recibió  uno  como 
regalo  del  rey  de  Etiopia;  el  quinto  es  aquel  del 
que  Uarbeck  estudió  los  huesos ;  el  sexto  fué 
conducido  cuando  las  fiestas  espléndidas  celebra- 
das con  motivo  de  la  circuncisión  de  Mahomet 
III ;  el  séptimo,  en  fin,  fué  enviado  en  1822,  por 
el  pacha  de  Egipto.  Hasta  en  1827,  la  Europa 
cristiana  solo  habia  podido  ver  tres  girafas  vivas: 
la  primera  fué  enviada  al  emperador  Federico 
II,  por  el  sultán  de  Egipto,  y  es  la  que  tan  im- 
perfectamente describió  Alberto  el  Grande,  bajo 
los  dos  nombres  de  Oraflus  y  de  Anabula;  la  se  • 
gunda  fué  ofrecida  por  el  sultán  Bibars  á  Manfre- 
do,  hijo  natural  del  mismo  Federico  11;  en  fin, 
la  tercera,  cuya  imagen  se  ve  todavía  en  la- 
pinturas  al  fresco  que  adornan  al  palacio  de  Pog- 
gio-Cajano,  fué  dada,  en  1486,  á  Lorenzo  de 
Médicis,  por  el  Sultán  de  Egipto :  esta  es  la  que 
ha  sido  indicada  por  Angelo  Policiano  y  por  An- 
tonio Caslanzi.  En  1826  Ismail  Pacha  envió  á 
Europa  tres  grandes  girafas :  la  una  la  ofreció  á 
Carlos  X,  la  otra  al  emperador  de  Austria,  y  la 
tercera  al  rey  de  Inglaterra  :  el  primero  de  estos 
animales  fué  "el  único  que  pudo  llegar  á  Europa, 
y,  después  de  haber  pasado  el  invierno  en  Mar- 
sella ,  llegó  á  Paris  en  junio  de  4827  ;  este  es  el 
animal  que  por  espacio  de  unos  veinte  años 
llamó  un  sin  número  de  curióos  á  la  casa  de 
fieras  del  Museo  de  París ,  y  que  vivió  has- 
ta enero  de  1845.  En  1836,  después  de  haber 
experimentado  muchas  fatigas  y  exponerse á  mil 
peligros,  el  Sr.Tibaut  tuvo  bastante  suerte  pa- 
ra conducir  á  Inglaterra  cinco  girafas  que  habia 
cogido  en  el  Darlour  y  en  el  Kordafan ;  dos  de 
ellas  se  unieron  en  Londres  y  produjeron  el  in- 
dividuo mas  pequeño  que  vivé  todavía  en  los  jar- 
dines de  la  Sociedad  zoológica.  Lna  girafa  viva 
fué  conducida  á  Francia  en  1 844,  pero  murió  en  To 
losa;  sus  restos  adquiridos  por  el  Consejomunici- 
pal  de  esta  ciudad,  han  sido  para  los  SS.  Joly 
y  Lavocat  un  objeto  de  estudios  tan  curio- 
sos como  interesantes.  En  1846  ,  el  doctor 
Clot-Bey  hizo  un  donativo  á  la  casa  de  fieras 
del  Museo  de  historia  natural  de  Paris  ,  de  una 
girafa  macho ,  y  hace  poco  tiempo  que  el  señor 
JJourdon  Gramont,  gobernador  del  Senegal,  en- 
vió igualmente  al  mismo  establecimiento  una  jo- 
ven girafa  hembra,  que  llegó  en  1847.  Por  ul- 
timo, en  febrero  de  este  año,  1853 ,  se  han  re- 
cibido en  Marsella  tres  girafas  destinadas  á  la 
casa  de  fieras  de  Paris. 
l'n  animal  tan  extraordinario  como  la  girafa 


CAM  551 

no  podía  menos  de  llamar  la  atención  de  todos 
los  hombres  eminentes  en  las  letras  y  en  las 
ciencias.  La  girafa  ha  inspirado  á  varios  poe- 
tas y  en  particular  á  Horacio  ,  Opiano  ,  Her- 
ncus  ,  etc.  Muchos  literatos  han  hablado  tam- 
bién del  Camelopardulis  y  han  hecho  varias 
descripciones  de  este  animal.  Algunos  zoologistas 
han  estudiado  la  girafa.  Aristóteles  parece  ha- 
berla conocido  y  la  ha  mencionado  en  sus  escri- 
tos. Plinio  solo  dejó  de  ella  no  mas  que  una 
descripción  incompleta,  y  después  otros  muchos 
autores  se  han  ocupado  de  esle  animal  con  mas 
ó  menos  acierto.  Entre  los  anatómicos  que  han 
estudiado  la  girafa  deben  citarse  á  los  SS.  Go- 
dofredo ,  Sainl-Hilaire ,  Cuvier,  Joly,  etc.  Los 
paleontologistas  de  estos  últimos  tiempos  han  se- 
ñalado también  la  girafa  en  el  seno  de  la  tierra. 
El  Sr.  Duvernoy  el  primero  ha  revelado  la  anti- 
gua existencia  de  este  animal  en  Francia,  mien- 
tras que  casi  al  mismo  tiempo  los  SS.  Causey  y 
Falconer  hacían  un  descubrimiento  análogo  en 
los  montes  Himalayos. 

La  girafa  constituye  un  género  particular  de 
rumiantes ,  que  ha  recibido  de  los  autores  el 
nombre  de  Camelopardalis  y  que  está  principal- 
mente caracterizado  por  la  existencia  permanen- 
te,  y  en  ambos  sexos,  de  cuernos  cónicos  ,  cu- 
biertos siempre  de  una  piel  velluda  y  continua 
con  la  de  la  cabeza  ;  estos  cuernos  "ofrecen  en 
los  individuos  jóvenes  un  núcleo  huesoso  entera- 
mente distinto  de  los  demás  huesos  del  cráneo; 
en  medio  de  la  frente  presentan  un  tubérculo  ó 
tercer  cuerno,  mas  corto,  pero  mas  ancho  que 
los  otros  dos ,  y  como  ellos  simplemente  articu- 
lado en  la  edad  juvenil  con  los  huesos  de  la 
frente.  Además  de  estos  caracteres  principales, 
el  género  girafa  presenta  también  los  siguientes: 
treinta  y  dos  dientes;  una  cabeza  prolongada, 
con  labios  y  lengua  muy  movibles,  sin  morro  ó 
espacio  desnudo  alrededor  de  las  narices;  cue- 
llo muy  largo;  tronco  levantado  hacia  delante 
y  mu\  elevado  sobre  las  piernas;  dos  dedos  en 
cada  pié,  sin  espolones  ni  aun  rudimentarios,  etc. 

Esle  género ,  como  hemos  dicho,  no  encierra 
mas  que  una  sola  especie  en  el  estado  viviente, 
que  es  la  que  nos  ocupa  ,  y  que  ha  recibido  de 
los  autores  una  multitud  "de  nombres,  que  no 
creemos  oportuno  mencionar.  La  girafa  tiene 
una  cabeza  pequeña  sostenida  por  un  cuello 
sumamente  largo,  piernas  altas  y  despropor- 
cionadas, un  tronco  muy  corlo,  y  últimamente 
un  ropaje  muy  elegante*  El  fondo  del  pelaje  es 
blanco  gris ;  sobre  este  fondo  se  encuentran  es- 
parcidas gran  número  de  manchas  de  color  os- 
curo leonado  ,  ordinariamente  romboidales,  pe- 
ro á  veces  bastante  irregulares.  La  parte  in- 
ferior de  las  cuatro  extremidades  ,  su  parte  in- 
terna y  la  parte  inferior  del  vientre  son  de 
color  blanco;  la  cabeza  ofrece  lambien  este 
matiz  con  manchas  parduzcas ;  la  frente  es 
oscura :  con  la  edad,  todas  estas  manchas  se 
vuelven  mas  oscuras,  pero  siempre  lo  son  menos 
en  las  hembras  que  en  los  machos,  y  éstos  se 
distinguen  además  en  su  talla  mas  elevada  y  sus 


5Ü2  CAM 

cuernos  un  poco  mas  largos.  Su  cola,  bástanle 
delgada  y  corta  en  proporción  déla  talla  del 
animal ,  está  terminada  por  un  copo  de  pelo  ás- 
pero ó  crines  negras,  y  el  resto  de  ella  es  oscu- 
ra en  toda  su  extensión  y  guarnecida,  como  lo 
demás  del  cuerpo  ,  de  pelos  lisos  y  muy  linos. 

La  girafa  no  come  la  yerba  de  los  prados,  si- 
no que,  al  contrario,  parece  hallarse  destinada  á 
alimentarse  de  las  hojas  de  los  árboles  que  cre- 
cen en  los  lugares  de  regadío  y  fértiles  que  ro- 
dean el  desierto,  lugares  que  este  animal  habita 
en  las  orillas  de  los  grandes  bosques.  En  Europa 
lashojas  que  mas  pretiere  la  gírala  son  las  del  al- 
berieoquero  silvestre,  de  las  acacias  y  sobre  todo 
de  las  sensitivas.  La  forma  de  la  gírala,  su  cue- 
llo largo  ,  la  conformación  particular  de  su  ca- 
beza que  le  permite  levantarla  de  una  manera  no- 
table, etc.,  parecen  indicar  perfectamente  que 
debe  por  necesidad  vivir  de  un  alimento  seme- 
jante. Además,  todo  el  mundo  ha  podido  obser- 
var que  las  girafas  en  los  parques  del  Museo  de 
París  no  hacían  caso  de  los  vegetales  que  tenían 
á  sus  pies ,  mientras  que  manifestaban  una  incli- 
nación á  despojar  las  ramas  de  los  árboles  en  la 
parte  mas  elevada  á  que  podían  alcanzar. 

A  la  girafa  cautiva  se  la  puede  alimentar  con 
leche  de  vaca  ó  de  camello  con  una  mezcla  de 
granos  de  maíz  ,  de  cebada  y  de  habas  molidas, 
y  también  con  manzanas,  zanahorias,  etc. 

La  girafa  marcha  al  paso  de  andadura,  es  de- 
cir que  en  lugar  de  adelantar  alternativamente  el 
pié  derecho  de  un  lado  y  el  izquierdo  del  otro  , 
levanta  casi  á  un  tiempo  los  dos  pies  del  mismo 
costado.  El  paso  de  andadura  es  una  consecuen- 
cia necesaria  de  la  conformación  exterior  de  la 
girafa.  en  efecto,  la  gran  longitud  de  los  miem- 
bros ,  y  el  corto  espacio  que  separa  los  pies  an- 
teriores de  los  posteriores  no  permiten  el  modo 
de  progresión  por  pares  diagonales  que  tiene  lu- 
gar en  la  generalidad  de  los  mamíferos  de  cuer- 
po menos  corto ;  á  cada  instante  el  pié  trasero  hu- 
biera chocado  con  el  miembro  anterior  lateral- 
mente correspondiente,  si  las  extremidades  no 
hubiesen  sido  puestas  en  movimiento  por  pares 
laterales.  Otras  particularidades  orgánicas  agre- 
gadas todavía  á  la  que  acabamos  de  señalar,  ha- 
cen que  el  modo  de  progresión  de  la  girafa  sea 
bastante  grande ;  y  en  esto  están  acordes  los  via- 
jeros .',  pues  dicen  que  la  carrera  de  este  animal 
es  al  menos  tan  veloz  como  la  del  caballo;  sin 
embargo,  añaden  que  cuando  este  cuadrúpedo 
corre ,  su  marcha  parece  ridicula,  y  de  esto  ha- 
brán podido  convencerse  todos  los  que  hayan 
tenido  ocasión  de  ver  alguna  vez  perseguirse  una 
á  otra  las  dos  girafas  que  existían  en  el  Museo 
de  París.  Los  enemigos  mas  temibles  que  tienen 
las  girafas  son  los  leones,  de  los  cuates  pueden 
solo  libertarse  por  la  rapidez  de  la  carrera. 

Dulces  y  tímidas,  las  girafas  marchan  en  gru- 
pos de  cinco,  seis,  ó  siete  individuos,  y  rara 
vez  en  mayor  numero.  Se  ignora  si  los  machos 
y  las  hembras  forman  parejas  en  el  momento  de 
sus  amores,  ó  si  los  machos  poseen  varias  hem- 
bras á  la  vez,  que  es  lo  mas  probable,  según  se 


CAM 

dice.  Sea  de  esto  lo  que  fuere,  parece  que, 
semejantes  con  respecto  á  esto  á  casi  todas  las 
especies  de  ciervos ,  con  los  cuales  tienen  nu- 
merosas relaciones ,  los  machos  de  las  girafas  se 
balen  entre  sí  furiosamentey  se  disputan  á  cor- 
nadas la  posesión  de  las  hembras,  según  ha  po- 
dido observarse  en  Londres. 

Ignórase  la  duración  de  la  vida  de  la  gi- 
rafa ;  pero  es  de  presumir  que  debe  ser  bastante 
considerable,  tanto  mas  en  cuanto  la  girafa 
que  ha  producido  en  Londres  dos  hijuelos,  tenia 
aun  en  esta  época  algunos  dientes  de  primera 
edad.  Además  pueden  verse  en  algunos  gabine- 
tes de  anatomía  comparada  cabezas  que,  por  su 
osificación  casi  en  una  sola  pieza  ,  parecen  haber 
pertenecido á  animales  que  habrían  vivido  largo 
tiempo. 

Encuéntranse  girafas  en  una  gran  parte  del 
África ,  desde  el  Kordofan  ,  éntrela  Abisinia  y  el 
Alto  Egipto  ,  hasta  el  Senegal  y  la  Cabrería :  pa- 
rece probable  que  estos  animales  en  otro  tiempo 
han  habitado  elSaid,  pero  este  hecho  no  se  ha- 
lla demostrado,  y  hasta  es  negado  por  algunos 
naturalistas.  Se  las  encuentra  principalmente  en 
los  grandes  bosques  de  la  Núbia,  de  la  Abisinia, 
de  la  Senegambia  y  en  los  de  los  alrededores 
del  cabo  de  Buena  Esperanza. 

Los  Hotentotes  cazan  la  girafa  y  la  matan  con 
flechas  envenenadas,  comen  su  carne  y  hacen 
gran  caso  del  tuétano  de  sus  huesos.  Con  la  piel, 
que  es  bastante  gruesa  ,  aquellos  salvajes  fabri- 
can vasos  para  conservar  ci  agua,  y  los  caballeros 
Abisinios  la  emplean  para  hacer  caparazones  y 
hasta  escudos.  En  íin,  los  negros  se  sirven  de 
las  crines  de  girafa  para  atar  los  anillos  de  hier- 
ro ó  de  cobre  con  que  se  ardornan  y  que  les  sir- 
ven también  de  una  especie  de  talismán. 

Las  girafas  adultas  huyen  tan  luego  como  des- 
cubren al  hombre,  y  así  es  que  las  únicas  que  pue- 
den cogerse  vivas  son  las  jóvenes,  en  particular 
aquellas  que  todavía  maman  ;  sucede  con  fre- 
cuencia que  queriendo  desprenderse  de  los  la- 
zos que  las  retienen  luego  de  cogidas,  se  rompen 
algún  miembro  ó  bien  se  desnucan.  Con  todo, 
se  las  coge  bastante  á  menudo,  y  ya  hemos  in- 
dicado el  número  de  las  que  han  sido  conducidos  á 
las  casas  de  fieras  europeas. 

Varios  naturalistas  se  han  preguntado  cual  era 
la  utilidad  de  la  girafa  en  la  armonía  zoológica  , 
para  que  servia  este  animal ,  y  el  mismo  Jiufon 
se  ha  hecho  también  igual  pregunta  sin  haberla 
resuello  de  una  manera  satisfactoria.  Dejemos 
que  respondan  á  esta  pregunta  los  SS.  Et.  Geof- 
froy  y  Saint-Hilaire:  «Como  las  miras  intencio- 
nales han  quedado  siempre  en  el  dominio  de  los 
impenetrables  designios  de  la  Providencia,  vale 
mas  preguntar  bajo  que  puntos  de  vista  nuestros 
esfuerzos  de  dominación  sobre  los  seres  han  colo- 
cado con  respecto  á  nosotros  la  girafa.  Loque  hay 
de  positivo  es  que  los  pueblos  de  las  partes  cen- 
trales del  África  disputan*  la  girafa  al  león;  que 
encuentran  en  su  persecución  las  mismas  venta- 
jas, en  su  posesión  la  misma  utilidad,  que  la  con- 
!  sideran  como  un  excelente  y  sdbre  lodo  como 


CAM 
un  abundante  objeto  de  caza.  La  girafa  para  los 
060106  de  África  es  lo  mismo  que  las  bestias  sal- 
vajes de  nuestros  bosques  páralos  europeos.  Bu- 
fón ha  dicho  que  los  ciervos  pueblan,  embellecen 
y  animan  nuestros  solos,  y  que  sirven  para  el 
recreo  y  la  diversión  de  los  grandes  de  la  tierra. 
¿Porqué  no  puede  decirse  lo  mismo  de  la  gira- 
la?  Kxisle  entre  unos  y  otros  animales  una  per- 
fecta analogía  ,  excepto  que  los  bosques  son 
los  lugares  que  sirven  de  refugio  á  nuestros  ani- 
males silvestres  y  los  desiertos  los  que  ocultan  á 
las  gíralas  y  los  antílopes.  Sin  duda  seria  una  co- 
sa inútil  explicar  cómo  y  porqué  la  naturaleza 
de  las  cosas  lo  ha  decidido  así. 

Lémery  dice  que  los  cuernos  y  las  uñas  de  este 
animal  son  buenos  coutra  la  epilepsia,  la  diar- 
rea y  para  resistir  al  veneno,  lo  que  se  ha  di- 
cho de  los  cuernos  y  de  las  uñas  de  la  mayor  parle 
de  los  cuadrúpedos,  y  lo  que  no  parece  verda- 
dero de  ninguno. 

CAMELOTE.  Estofa  de  pura  lana,  sólida, 
gruesa,  fabricadaordinariameute, en  la  Nalolia, 
en  Angora  y  en  Islanos,  con  el  peio  de  las  ca- 
bras del  país. 

Los  camelotes  de  Angora  se  expenden  aun  en 
gran  cantidad  en  todas  las  ciudades  de  la  Tur- 
quía, y  de  allí  pasan  ala  Persia  y  al  interior  de 
Asia ,  pero  raras  veces  se  envía  este  producto  á 
Europa. 

Estos  tejidos  están  generalmente  tenidos  en  pie- 
za, no  obstaute  se  les  encuentra  teñidos  en  lana, 
lisos,  ó  decolores  mezclados,  como  gris  de  hierro, 
etc.  Estos  camelotes  exceden  ,  por  el  lustre ,  los 
•  olores  y  la  duración ,  á  las  mejores  estofas  de 
seda.  En  vano  se  ha  ensayado  en  las  diferentes 
fábricas  europeas  imitar  á  los  camelotes  de  Ango- 
ra ;  ha  sido  preciso  combinar  otras  materias,  ta- 
les como  la  seda ,  el  pelo  de  cabra ,  el  algodón, 
el  lino,  que  se  han  mezclado  de  diferentes  mane- 
ras, y  de  ahí  diversas  especies  de  tejidos,  y  los 
diversos  nombres  bajo  los  cuales  han  sido  presen- 
tados al  comercio. 

Los  camelotes  son  mas  ó  menos  anchos  y  las 
piezas  mas  ó  menos  largas,  según  sus  diferentes 
calidades  y  los  parajes  donde  se  fabrican.  Se  hacen 
de  todos  colores:  unos  son  de  pelo  de  cabra,  tanto 
en  el  urdimbre  como  en  la  trama;  otros  tienen 
la  trama  de  pelo,  y  el  urdimbre  una  mitad  de  pe- 
lo y  la  otra  mitad  de  seda;  en  otros  la  trama  y  el 
urdimbre  son  enteramente  de  lana ,  y  finalmente 
Jos  hay  cuva  trama  es  de  lana  y  el  urdimbre  de 
hilo. 

En  algunos  el  hilo,  tanto  del  urdimbre  como  de 
la  trama,  ha  sido  teñido  antes  de  ponerlo  al  telar; 
otros  son  teñidos  en  pieza;  los  hay  de  jaspeados, 
de  rayados,  de  ondeados,  y  también  estampados 
ó  pintados  en  la  parte  superior. 

Los  camelotes  se  usan  diferentemente  segun 
sus  distintas  especies  y  calidades;  algunos  se  em- 
plean para  vestidos  de  ambos  sexos  ,  cortinajes 
de  cama,  etc. ,  y  otros  para  casullas,  adornos  de 
altares  y  demás  ornamenta  s  de  iglesia. 

Hay  también  camelotes  de  seda  de  diferentes 
colores,  como  rojos,  carmesíes,  encarnados, 
70 


CAM 


S53 


violados,  etc.,  que  se  fabrican  en  Yenecia,  Flo- 
rencia, Milán ,  Ñapóles  y  Luca,  pero  no  son  pro- 
piamente mas  que  tafetanes  y  labis  (tafetanes 
de  aguas)  con  el  nombre  de  camelóles. 

Los  camelóles  ondeados  de  Verona,  que  se  lla- 
man.también  tabis  de  Verona,  realmente  son  de 
esta  última  especie. 

En  Lila  se  fabrican  muchos  camelotes  que  se 
tifien  de  di\  ersos  colores,  después  de  fabricados  en 
blanco,  y  luego  se  pasan  por  la  prensa  caliente, 
para  ponerlos  mas  compactos  y  darles  el  lustre 
que  les  hermosea.  Lila  y  otros  parajes  de  Flan- 
des  trabajan  uu  crecido  número  de  camelóles 
muy  estrechos  y  delgados 

Los  camelóles  de  Arras,  por  lo  regular,  son 
ordinarios,  y  su  grano  redondo  es  mas  parecido  al 
del  barragan  que  al  del  camelote  ordinario;  lama- 
yor  parte  se  fabrican  en  blanco  y  después  se  les 
Uñe  de  diferentes  colores,  y  seles  pasa  por  la 
calandria.  En  Amiens  se  hacen  muchos  camelo- 
tes de  diferentes  nombres  y  calidades.  Los  de- 
primera  clase,  que  son  los  mas  eslimados,  se 
llaman  camelotes  de  construcción  de  Bruselas, 
por  la  semejanza  que  tienen  con  los  de  esta  ciu- 
dad, ya  por  sus  tejidos,  ya  por  sus  dimensiones, 
ó  bien  por  el  material  de  que  están  compuestos. 
Los  segundos  son  como  pequeños  barraganes  es- 
trechos enteramente  de  lana,  que  algunas  veces 
se  les  llama  camelotes  de  hilo  retorcido,  y  otras  de 
grano  grande.  Los  terceros  tienen  el  nombre  de 
camelotes  Quinetes ,  porque  el  hilo  de  la  trama 
es  único  y  muy  retorcido;  son  enteramente  de 
lana,  anchos  de  media  ana  y  largos  de  21;  por 
lo  regular  son  fabricados  en  blanco  y  después  te- 
ñidos de  diversos  colores,  y  pasados  últimamente 
por  la  prensa  y  calandria  para  lustrarlos.  A  los 
cuartos  se  les  llama  camelotes  rayados,  porque 
tienen  rayas  de  colores  que  van  á  lo  largo  de  la 
pieza;  también  se  les  pasa  por  la  prensa  caliente 
como  \os  quinetes.  Se  fabrican  asimismo  otros  pe 

aueüos  camelotes  de  hilo  y  de  lana  de  media  ana 
e  ancho,  pero  muy  pocos. 
Los  camelóles  de  Bruselas  son  jaspeados ,  sin 
rayas  ni  dibujos,  de  35  á  40  anas  de  largo  so- 
bre una  anchura  de  s/g:  los  unos  son  todos  de  pelo, 
tanto  en  el  urdimbre  como  en  la  trama;  los  otros 
cuva  trama  es  de  pelo  y  el  urdimbre  mitad  de 
peío  del  color  de  la  trama  y  la  otra  mitad  de  di 
ferenle  color,  lo  que  forma  el  jaspeado  ,  es  dedi- 
que cada  hilo  del  urdimbre  está  formado  dedos, 
uno  de  pelo  y  otro  de  seda  bien  retorcidos.  Los 
camelotes  de  Bruselas  regularmente  eslán  pa- 
sados por  la  calandria,  y  son  superiores  en  cali- 
dad y  hermosnra  á  todos  los  demás. 

Se  llama  camelotes  estampados  á  ciertos  ca- 
melotes de  Qn  solo  color  en  los  que  se  han  im- 
preso diferentes  flores  y  ramajes,  ó  bien  figuras, 
por  medio  de  hierros  calientes;  estos  hierros 
constituyen  una  especie  de  moldes  que juntamen 
te  con  la  estofa  se  hacen  pasar  bajo  una  prensa. 
Se  llaman  camelotes  ondeados  los  que  tienen 
ondas,  lo  mismo  que  los  tabis,  formadas  con 
la  fuerza  de  la  calandria  bajo  la  cual  se  hacen 
pasar  muchas  vecos. 

tomo  i. 


m  CAM 

Se  llaman  camelóles  de  agua  los  que,  después 
de  fabricados,  han  recibido  un  aderezo  en  el 
agua,  y  que  se  han  pasado  luego  por  la  prensa 
en  caliente,  cuya  operación  los  vuelve  muy  lus- 
trosos. 

Los  que  fabrican  camelotes  y  los  mercaderes 
que  los  venden  deben  tener  cuidado  de  no  per- 
mitir que  tomen  malos  pliegues,  pues  es  muy  di- 
fícil quitárselos  cuando  los  han  recibido. 

De  todas  las  estofas  de  este  género  fabricadas 
en  Europa,  los  verdaderos  camelotes  de  Bruse- 
las y  de  Leida  son  hasta  el  presente  los  mas  her- 
mosos y  de  mejor  calidad.  Los  camelotes  ingle- 
ses de  las  fábricas  de  Norwich ,  Exeter,  Uali- 
fax  y  Sommersett  rivalizan  con  todo  hoy  dia  con 
los  de  los  Paises-Baios.  Los  mas  finos  están  tam- 
bién hechos  de  pelo  de  cabra  ó  lana  peinada 
mezclada  con  seda;  tienen  ordinariamente  */k 
do  yard  de  ancho,  y  las  piezas  66  yards  de 
largo.  Los  camelotes  de  Amiens  y  de  Rubaix, 
fabricados  al  estilo  de  Bruselas,  son  de  una  ca- 
lidad superior,  y  apenas  ceden  á  los  de  losPai- 
ses-Bajos.  En  España  no  se  fabrica  camelo- 
tes, si  bien  esta  estofa  es  algún  tanto  usada 
para  vestidos  de  verano,  bajo  el  nombre  de  Or- 
le ans. 

CiOIELIiO,  Camelus.  Los  animales  com- 
prendidos bajo  esta  denominación  general  forman 
uno  de  esos  grupos  que,  por  la  especie  de  am- 
bigüedad de  sus  caracteres,  embarazan  con  fre- 
•cuencia  á  los  naturalistas  clasificadores.  En  los 
métodos  mas  generalmente  adoptados  hoy  dia,  y 
en  los  cuales  los  mamíferos  están  clasificados 
según  las  consideraciones  sacadas  de  los  órga- 
nos de  la  locomoción  y  de  la  masticación,  es 
bástante  difícil  determinar  el  puesto  que  deben 
naturalmente  ocupar  los  camellos;  y  agregándo- 
los al  orden  de  los  ruminantes,  se  destruye  evi- 
dentemente la  armonía  de  un  grupo  por  oirá  parte 
muy  natural.  En  efecto,  exceptuando  la  función 
fisiológica  de  laruminacion  y  el  aparato  orgáni- 
co necesario  para  llenarla,  los  camellos  no  po- 
seen ninguno  de  los  caracteres  señalados  á  este 
orden.  Verdad  es  que  sus  pies  están  hendidos, 
pero  sus  dedos  no  están  cubiertos  de  ese  casco 
que  en  los  ruminantes  de  cuernos  se  aplana  al 
lado  interno,  en  términos  que  les  valeelnombre  de 
animales  de  pies  hendidos.  La  dentición  presen- 
ta aun  caracteres  mas  diferenciales:  todos  tie- 
nen dos  caninos  en  ambas  mandíbulas,  y  algu- 
nos incisivos  en  la  mandíbula  superior ;  en  fin  , 
el  aparato  mismo  de  la  ruminacion  presenta  dis- 
posiciones orgánicas  especiales.  Unido  á  los  «er- 
vilillos,  el  gran  género  de  los  camellos  puede  ser 
considerado  como  estableciendo ,  bajo  ciertos 
respectos,  el  tránsito  de  los  paquidermos  á  los 
ruminantes.  El  Sr.  A.  de  Quatrefages  lo  divide 
en  dos  subgéneros,  á  saber:  los  Camellos  propia- 
mente dichos  y  las  Lamas. 

Camellos  propiamente  dichos  ( Camelus). 

Los  caracteres  de  este  grupo  pueden  reasumir- 
se asi:  mandíbulas  que  llevan  caninos  arriba  y 


CAM 

abajo  ;  dos  incisivos  en  la  mandíbula  superior, 
y  seis  en  la  inferior ;  doce  molares  arriba,  y  diez 
abajo.  Pies  hendidos,  guarnecidos  por  debajo  de 
una  especie  de  suela  que  llega  hasta  la  extremi- 
dad de  los  dedos.  Gibas  ó  lupias  adiposas  en  el 
dorso.  ' 

Los  pies  de  los  camellos  son  hendidos  como  los 
de  los  demás  rumiantes,  es  decir,  que  solo 
quedan  dos  dedos  á  cada  uno  de  ellos;  pero  es- 
tos dedos  no  están  cubiertos  de  casco,  y  llevan 
solamente  sobre  la  última  falange  una  uña  bas- 
tante corla  y  retorcida.  Lo  que  distingue  sobre 
todo  estos  órganos  de  la  locomoción  es  una  es- 
pecie de  suela  de  naturaleza  córnea,  que,  partien- 
do de  la  parte  posterior,  proteje  los  dedos  casi  en 
toda  su  extensión ,  de  modo  que ,  vistor  por  de- 
bajo ,  parece  que  no  están  separados  sino  en  su 
extremidad. 

£1  aparato  digestivo  ,  en  sus  disposiciones  ge- 
nerales, es  parecido  al  que  se  vé  en  los  otros  ru- 
miantes: en  él  se  encuentran  los  cuatro  estómagos 
característicos;  pero  el  vientre  presenta  una  parti- 
cularidad digna  de  ser  mencionada ,  y  consiste 
en  que  parece  dividido  en  dos  bolsas  bien  distin- 
tas. La  una  de  ellas  en  nada  diliere  de  la  que 
se  observa  en  los  animales  de  este  grupo;  la  otra, 
al  contrario,  presenta  especies  de  celdillas  cú- 
bicas dispuestas  de  una  manera  bastante  regular. 
Esta  es  la  porción  del  vientre  á  la  que  algunos 
anatomistas  han  dado  el  nombre  de  depósito  ó 
de  quinto  estómago. 

Otro  carácter  del  género  que  nos  ocupa  con- 
siste, como  todos  saben, |en  excrescencias  ó  gibas 
colocadas  sobre  el  lomo,  y  cuyo  número  varia 
de  una  á  dos.  Estas  gibas  son  especies  de  lupias 
adiposas,  en  cuyo  interior  no  se  encuentra  ni 
músculos  ni  huesos,  y  la  columna-vertebral  no 
experimenta  ningún  extravío  en  los  puntos  que 
con  ellas  corresponden. 

A  estos  signos  distintivos  se  agregan  otros  de 
menor  importancia,  pero  cuyo  conjunto  dá  á  los 
animales  que  nos  ocupan  un  aspecto  general  del 
lodo  particular.  Su  cabeza,  pequeña  y  fuertemen- 
te arqueada,  parece  terminada  por  un  labio  su- 
perior partido  por  el  medio,  y  cuyas  dos  mitades, 
susceptibles  de  movimientos  muy  variados,  pue- 
den moverse  separadamente.  Parece  que  en  esle 
órgano  reside  sobre  todo  el  sentido  del  tacto ,  y 
los  camellos  lo  emplean  evidentemente  para  pal- 
par los  objetos  que  se  les  presentan ,  y  las  sensa- 
ciones que  adquieren  por  este  medio  parecen  ser 
bastante  delicadas. 

Los  ojos  de  los  camellos  son  salientes  y  empa- 
ñados, lo  que  dá  á  su  fisonomía  nn  aire  de  es- 
tupidez: estos  ojos  están  por  lo  demás,  como  los 
de  los  otros  rumiantes,  protegidos  por  una  do- 
ble pupila,  cuya  abertura  es  oblonga  y  horizon- 
tal. Estos  animales  están  desprovistos  de  lagri- 
males ,  y  el  sentido  de  la  vista  parece  eslar  en 
ellos  muy  desarrollado. 

Aunque  las  concas  de  las  orejas  sean  poco 
desarrolladas,  el  oído  del  camello  es  muy  deli- 
cado, y  esle  mamífero  al  mas  leve  ruido  se  des- 
pierta y  se  pone  á escuchar  con  atención. 


CAM 
Las  aberturas  de  la  nariz  están  bastante  separa- 
das de  la  extremidad  del  hocico  ,  y  forman  en  la 
piel  dos  simples  bendiduras  que  él  animal  abre 
y  cierra  cuando  quiere.  Tampoco  se  encuentra 
alrededor  de  ellas  ningún  vestigio  de  esc  cuer- 
po glanduloso  que  forma  el  hocico  fie  los  demás 
ruminales,  y  que  adquiere  en  el  buey  un  desar- 
rollo tan  considerable.  Se  carece  de  "pormenores 
mas  precisos  sobre  al  aparato  olfativo;  pero  las 
sensaciones  que  recibe  parecen  desarrolladas, 
porque  el  camello  le  debe  el  poder  descubrir  «-i 
distancias,  con  frecuencia  considerables,  los  ma- 
nantiales tan  raros  en  los  países  que  él  habita. 
La  lengua  es,  como  en  nuestros  ruminanles , 
muy  larga,  blanda,  muy  movible  y  cubierta  de 
una  membrana  mucosa,  lisa  y  suave  al  tacto.  A 
pesar  de  la  sobriedad  proverbial  del  camello  ,  el 
sentido  del  paladar  está  lejos  de  ser  en  él  tan  ob- 
tuso como  podría  creerse.  Si,  en  sus  largos  y  pe- 
nosos viajes  á  través  del  desierto,  el  camello  sa- 
be contentarse  de  yerbas  groseras  y  secas  que  se 
encuentran  en  estos  lugares  desolados ,  también 
sabe  cuando  llega  la  ocasión  escoger  el  mejor 
forraje ,  y  para  él ,  lo  mismo  que  para  muchos 
otros  animales,  la  sal  es  una  golosina  que  bus- 
ca con  avidez. 

Para  completar  lo  que  resta  decir  sobre  los 
caracteres  exteriores  de  los  camellos,  añadire- 
mos que  la  cabeza  está  colocada  sobre  un  cuello 
largo  y  delgado  ,  que  parte  de  un  cuerpo  cuya 
masa  poc»  agraciada  parece  en  demasía  consi- 
derable para  las  piernas  que  la  soportan.  Esta 
falta  de  proporciones  es  en  particular  muy  nota- 
ble en  la  parte  posterior.  El  pelaje,  cuyo  espe- 
sor y  color  varían  según  las  razas,  se  compone 
de  pelos  lanosos,  mezclados  con  algunas  sedas; 
es  siempre  mas  largo  y  mas  abundante  en  la  ca- 
beza, en  las  gibas  y  en  los  muslo-;,  circunstancias 
que  aumentan  todavía  la  extraíieza  que  los  ca- 
mellos presentan  á  primera  vista.  Añádase  á  es- 
to una  marcha  embarazosa,  movimientos  que 
parecen  siempre  ejecutados  con  torpeza,  y  ten- 
dremos una  idea  del  triste  exterior  de  uno  de 
los  animales  mas  útiles. 

Los  camellos  tienen  la  verga  dirigida  hacia 
atrás,  y  los  machos  y  las  hembras  orinan  de  la 
misma  manera;  pero,  durante  la  erección,  el 
órgano  genital  se  levanta  y  se  inclina  hacia 
adelante.  El  acto  de  la  cópula  se  verifica  con  mu- 
cha dificultad.  Según  ciertos  autores  antiguos, 
estos  animales  pueden  reproducirse  á  la  edad  de 
tres  años;  sin  embargo  esta  opinión  se  tiene  por 
poco  fundada,  porque  entonces  solo  se  hallan  á 
la  mitad  de  su  crecimiento.  El  preñado  en  las 
hembras  dura  doce  meses  ,  y  el  pequeño  mama 
durante  un  año.  Cuando  se  quieren  obtener  ani- 
males vigorosos,  se  deja  á  los  camellos  jóvenes 
mamar  y  pacer  libremente  hasta  la  edad  de  cua- 
tro años ;  solo  en  esta  edad  se  debe  empezar  á 
cargarlos  y  hacerlos  trabajar  ,  pues  de  lo  con- 
trario es  exponerse  á  hacer  degenerar  la  especie. 
Este  resultado  es  ya  muy  manifiesto  en  la  India, 
en  donde  las  grandes  expediciones  de  los  Ingle- 
ses, necesitando  uu  número  inmenso  de  estos  ani- 


CAM  555 

males,  tuvieren  que  ponerlos  al  trabajo  demasia- 
do jóvenes,  de  lo  que  resultó  que  la  mayor  parto 
sucumbieron  por  no  poder  resistir  á  la  fatiga,  y 
hoy  dia  es  bastante  dificil  procurarse  estos  cua- 
drúpedos en  todo  el  territorio  de  las  posesiones 
británicas. 

El  oro  y  la  seda,  ha  dicho  Buffon  ,  no  son  las 
verdaderas  riquezas  del  Oriente;  el  camello  es  eL 
tesoro  del  Asia.  Estas  palabras  del  naturalista 
francés  son  del  todo  ciertas.  El  camello  es  para 
los  habitantes  de  los  paises  en  donde  se  multi- 
plica, loque  el  rengífero  para  los  Lapones:  los 
alimenta  con  su  leche  mas  abundante  y  que  du- 
ra mas  largo  tiempo  que  la  de  la  vaca ,  y  con  su 
carne  ,  que  la  de  los  camellos  jóvenes,  se  dice,  es 
tan  buena  como  la  del  becerro;  su  pelo,  mas  lar- 
go y  mas  sua\  e ,  en  algunas  razas  ,  que  nuestras 
mejores  lanas,  les  sirve'  para  vestirse.  El  Árabe, 
en  sus  largos  viajes  por  medio  del  desierto,  em- 
plea el  estiércol  de  sus  camellos  como  pajaza 
para  sus  bestias  de  carga,  como  combustible 
para  preparar  sus  alimentos,  y  de  sus  excremen- 
tos saca  la  sal  amoniaco,  que  "durante siglos,  ha 
sido  el  único  que  la  ha  suministrado  á  la  indus- 
tria. 

El  camello  es  sobre  todo  útil  á  su  propietario 
como  bestia  de  carga.  Solo  él  ha  podido  hacer 
habitables  estos  países  áridos  en  donde  el  Árabe, 
en  todos  tiempos ,  ha  encontrado  un  asilo  para 
su  independencia  salvaje,  y  solo  él  ha  podido  po- 
W'T  en  contacto  por  medio  del  comercio  á  es- 
tos pueblos  separados  unos  de  otros  por  océanos 
de  arena;  por  esto  los  orientales,  en  su  lenguaje 
figurado,  han  llamado  al  camello  el  Navio  del 
desierto.  Estas  ventajas  las  debe  á  dos  circuns- 
tancias principales  :  la  conformación  de  sus  pies 
y  la  sobriedad  extremada  á  ¡que  sus  dueños  lo 
acostumbran.  La  suela  ancha  y  plana  que  la  nalu- 
raleza  ha  extendido  bajo  suscledosle  permite  mar- 
char sin  hundirse  en  las  arenas  movibles  en  las- 
que el  elefante  quedaría  como  sepultado ,  y  do 
las  cuales  el  caballo  no  podría  salir  sin  hacer 
esfuerzos  continuos  y  superiores  á  sus  fuerzas. 
Esta  conformación  del  camello,  tan  perfectamente 
acomoda  á  un  servicio  especial,  lo  hace  poco 
propio  para  marchar  sobre  un  terreno  resbaladi^ 
zo  ,  en  las  praderas  ó  en  las  sendas  pedrego- 
sas. 

La  sobriedad  del  camello  es  proverbial  en  Orien- 
te ,  pero  es  menester  añadir  que  esta  es  una  ca- 
lidad en  gran  parte  adquirida.  Bajo  este  concep- 
to, los  camellos  criados  para  vivir  en  los  de- 
siertos de  la  Arabia  y  del  África  son  muy  supe- 
riores á  los  que  habitan  los  lugares  mas  "favore- 
cidos de  la  naturaleza.  Los  que  están  encargados 
de  criarlos  los  adiestran  desde  muy  jóvenes .- 
luego  de  terminado  su  crecimiento,  empiezan  á 
regular  sus  comidas,  retrasándolas  algunas  ho- 
ras cada  dia  ,  al  mismo  tiempo  que  se  disminu- 
ye gradualmente  su  alimento,  y  seles  acostumbra 
principalmente  á  pasar  sin  beber;  por  medio 
de  esta  educación,  se  les  pone  en  estado  de  re- 
sistir auna  abstinencia  verdaderamente  difícil  <\n 
comprender.  L'n  camello  con  una  carga  de  ocho- 


586  CAM 

cíenlas  á  mil  libras  :  y  que  tiene  que  andar  de 
diez  á  doce  leguas  bajo  los  rayos  de  un  sol  abra- 
sador, á  veces  no  toma  otro  alimento  que  un 
puñado  de  grano,  algunos  dátiles  ó  una  bola  de 
pan  de  maíz.  Muchas  veces  está  ocho  ó  diez 
(lias  sin  beber;  pero  si  después  de  este  tiempo 
pasa  cerca  de  alguna  balsa  de  agua,  la  huele 
aunque  esté  á  media  hora  de  distancia,  y  ,  do- 
blando en  seguida  el  paso ,  corre  á  beber  para 
apagar  la  sed  que  ha  sufrido  y  á  prevenirse  pa- 
ra la  que  tiene  que  sufrir. 

Esta  facultad  del  camello  de  pasar  sin  beber 
un  tiempo  tan  considerable,  en  medio  de  condi- 
ciones tan  propias  para  hacerle  sentir  la  sed,  ha 
sido  generalmente  atribuida  á  que  este  animal 
guardaba  en  el  depósito  una  provisión  de  agua 
que  se  mantenía  en  él  sin  experimentar  altera- 
ción. En  efecto ,  en  cualquiera  época  que  se  abra 
el  cuerpo  de  uno  de  estos  animales,  se  encuentra 
en  esta  parle  del  vientre  cierta  cantidad  de  este 
liquido  casi  puro,  acumulado  en  las  celdillas  de 
que  hemos  hablado.  Mas  de  una  vez  ha  sucedido 
que  viajeros  perdidos  en  medio  de  los  arenales 
del  desierto  han  recurrido  á  este  medio  para 
procurarse  agua ,  y  han  logrado  así  conservar 
su  vida  sacrificando  la  de  cierto  número  de  sus 
camellos;  pero  parece  poco  probable  que  no 
haya  en  aquellas  celdillas  mas  que  una  simple 
conservación.  El  Sr.  de  Quatrefages  opina  que 
lo  mas  razonable  y  lo  mas  acorde  con  la  gene- 
ralidad de  los  hechos  es  considerar  la  presen- 
cia del  agua  en  estos  depósitos  comp  debida  á 
una  verdadera  secreción.  Este  fenómeno  no  ten- 
dría desde  entonces  nada  de  mas  extraordinario 
que  la  secreción  del  aire  en  la  vejiga  natatoria 
de  algunos  peces,  ó  mas  bien  que  la  secreción 
del  agua  en  la  urna  de  las  Ncpentcs. 

Parece  que  los  camellos  no  se  limitan  sola- 
mente á  hacer  provisiomde  agua  en  sus  horas  de 
abundancia.  Diríase  que,  destinados  por  la  na- 
turaleza para  atravesar  largos  dias  de  abstinen- 
cia, han  recibido  igualmente  el  don  de  reservar 
cierta  cantidad  de  alimentos  sólidos  que  el  orga- 
nismo sabe  volver  á  encontrar  cuando  la  necesi- 
dad se  hace  sentir.  Las  lupias  grasientasó  gibas 
que  tienen  en  el  lomo  parecen  al  menos  repre- 
sentar este  papel  importante.  Cuando  el  camello 
está  privado  por  algún  tiempo  de  su  ración  ordi- 
naria, estas  eminencias  disminuyen  visiblemente, 
y  después  de  un  largo  y  penosa  viaje ,  solo  se 
encuentra  en  su  lugar  una  especie  de  bolsa  for- 
mada por  la  piel,  y  que  permanece  caída  á  lo 
largo  del  dorso  ;  el  euerpo  todo  se  enflaquece  al 
mismo  tiempo  y  las  fuerzas  disminuyen  con  ra- 
pidez. Para  que  estos  animales  puedan  prestar 
todos  los  servicios  que  de  ellos  se  pueden  espe- 
rar, necesitan  tener  cierto  grado  de  gordura. 
Así  los  mercaderes  que  hacen  el  viaje  de 
Berbería  á  Etiopia  se  ponen  en  camino  llevando 
camellos  gordos  y  propios  para  resistir  cargas 
considerables;  á  su  regreso,  estos  mismos  ca- 
mellos han  enflaquecido  excesivamente  y  easi 
han  perdido  sus  fuerzas;  entonces  los  dueños  los 
venden  á  cualquier  precio  á  Árabes  que  los 


CAM 

hacen  engordar  ,  y  con  la  gordura  vuelven  á  ad- 
quirir todo  su  vigor. 

Los  camellos  pertenecen  al  antiguo  continente, 
y  se  encuentran  sobre  lodo  en  África  y  en  Asia. 
De  las  dos  especies  que  se  conocen ,  la  una  pa- 
rece preferir  los  climas  templados,  y,  según  se 
dice  ,  se  la  encuentra  haslaenlas  orilla» del  lago 
Baikal.  La  otra,  por  el  contrario,  se  aclimata  en 
todos  los  países  cálidos.  Este  género  ocupa  en  la 
porción  oriental  del  antiguo  continente  una  zo- 
na de  tres  á  cuatrocientas  leguas  de  ancho ,  y 
que  se  extiende  desde  la  Berbería  hasta  la  China. 
En  el  mediodía,  estos  animales ,  que  parecen  te- 
mer la  zona  tórrida ,  se  detienen  en  el  punto  en 
donde  empieza  á  encontrarse  el  elefante.  Por  lo 
demás  ,  la  madre  patria  de  los  camellos,  lo  mis- 
mo que  la  del  perro  y  la  del  caballo,  es  comple- 
tamente desconocida.  Este  género  sometido  en- 
teramente al  hombre  parece  multiplicarse  consi- 
go mismo,  y  los  pocos  camellos  salvajes  que  se 
encuentran  en  el  mediodía  de  la  Tartaria  deben 
evidentemente  su  origen  á  individuos  que  han  si- 
do dejados  en  libertad  ,  á  consecuencia  de  las 
opiniones  religiosas  de  algunas  de  las  hordas  me- 
dio salvajes  que  recorren  estos  desiertos. 

Se  comprende  que  animales  tan  completamen- 
te domésticos  deben  haber  sido  profundamente 
modificados,  y  así  es  que  existe  un  gran  núme- 
ro de  razas  que  varian  de  pelaje ,  de  talla  y  de 
proporción.  Los  camellos  del  Turquestan,  según 
se  dice  ,  tienen  hasta  siete  pies  y  medio  del  sue- 
lo al  crucero,  y  ,  según  el  padre  Halde,  en  la 
China  los  hay  cuya  talla  no  excede  de  la  del  as- 
no. Esto  hace  que  los  autores  estén  indecisos 
acerca  de  si  deben  ó  no  atribuir  lodas  estas  va- 
riedades á  una  sola  raza  primitiva.  Bufón,  fun- 
dándose en  que  todas  estas  razas  pueden  cruzar- 
se entre  sí  y  dar  productos  fecundos ,  no  ad- 
mite mas  que  una  especie;  pero,  en  la  historia 
de  este  animal,  este  ilustrado  naturalista  ha 
quizás  concedido  demasiado  á  la  intluencia  de  la 
domesticación.  Por  esto  ,  Bufón  atribuye  única- 
mente á  la  educación  la  manera  con  que  los  ca- 
mellos se  ponen  en  cluquillas  para  descansar  , 
y  también  considera  el  desarrollo  de  las  callosi- 
dades que  tienen  en  las  rodillas  y  en  el  esternón, 
como  marcas  de  la  esclavitud  hereditaria  á  la 
que  la  especie  ha  sido  sometida  en  todos  tiem- 
pos. Linneo  ,  por  el  contrario  ,  y  con  él  la  ma- 
yor parte  de  los  naturalistas  de  nuestros  dias, 
admiten  dos  especies  distintas  de  camellos  carac- 
terizadas por  el  número  de  gibas. 

Camello  de  la  Bactriana,  Camello 
de  dos  gibas,  Camello  turco,  Ca- 
mello [üamelus  bactrianus  ,  L.)-  Esta  espe- 
cie es  lamas  grande  de  las  dos,  y  parece  ha- 
ber experimentado  menos  variaciones  que  la  de 
que  hablaremos  después.  Tiene  de  seis  á  siete 
pies  de  altura  hasta  el  erncero  ,  y  algunas  veces 
mas.  En  general ,  el  color  del  pelaje  es  castaño 
oscuro,  mas  ó  menos  subido.  Su  pelo  es  liso  ca- 
si en  lodo  el  cuerpo ,  pero  se  alarga  y  adquiere 
una  especie  de  rizado  sobre  las  gibas  y  sobre  el 
cuello ;  debajo  de  esta  misma  parle  forma  largos 


CAM 

mechones  que  cuelgan  como  otras  tantas  cerne-  i 
jas,  y  cercan  alas  piernas  de  delante  espesos  | 
manguitos. 

Poco  hay  que  añadir  á  lo  que  se  ha  dicho  al 
hablar  délos  camellos  en  general.  Sin  embargo, 
en  el  Jardin  de  Plantas  de  Paris  se  hicieron  va- 
rias observaciones  interesantes  sobre  dos  indi- 
viduos machos  que  vivieron  muchos  años  en 
aquel  establecimiento.  Estos  animales  entraban 
en  zelo  á  últimos  de  otoño,  y  este  estado  se  anun- 
ciaba con  sudores  de  un  olor  fuerte  y  desagrada- 
ble, por  un  derramamiento  fétido  que  producía 
un  órgano  glanduloso  situado  detrás  de  la  cabeza, 
y  por  la  pérdida  del  apetito.  Dejaban  casi  entera- 
mente de  comer ,  y  como  el  zelo  duraba  cerca 
de  cuatro  meses,  enflaquecían  mucho,  y  sus  gibas 
se  deshacían  quedando  reducidas  á  un  pedazo  de 
pellejo  aplastado  sobre  sí  mismo.  A  continuación 
del  zelo  venia  la  muda,  que  hacia  caer  lodo  el  pe- 
lo, el  que  no  volvía  á  nacer  hasta  después  de  dos 
meses.  Sobre  el  mes  de  junio  era  cuando  el  pelo 
había  recobrado  toda  su  longitud,  de  modo  que 
estos  animales  se  hallaban  en  cierto  modo  des- 
nudos todo  el  invierno ,  y  solo  volvían  á  ad- 
quirir su  vellón  en  el  verano. 

El  camello  era  conocido  de  los  antiguos ,  qui- 
nes ,  ya  en  tiempo  de  Aristóteles ,  le  llamaban 
Camello  de  la  Bactriana.  Se  le  cria  principal- 
mente en  los  climas  templados,  siendo  este  el  que 
llega  hasta  las  orillas  del  lago  Baikal ;  se  ali- 
menta son  las  sumidades  del  abedul  y  otros  ar- 
bustos de  aquellos  sitios  solitarios  que  le  sirven 
de  pasto  durante  el  invierno  ;  las  hojas  del  boj, 
según  se  dice,  son  para  estos  animales  un  ali- 
mento mortal.  Esta  es  la  especie,  por  decirlo 
asi ,  únicamente  empleada  en  la  Tartaria,  tn  el 
Tibet  y  en  las  provincias  septentrionales  de  la 
Persa,  y  la  que  resiste  mejor  á  los  inviernos  mas 
rigurosos.  Los  dos  individuos  machos  que  han 
vivido  en  el  Jardin  de  Plantas  de  Paris  habían 
sido  empleados  en  Holanda  como  bestias  de  ti- 
ro. A  algunos  de  estos  animales  se  les  ha  visto  re- 
producirse en  Polonia.  El  gran  duque  de  Tosea- 
na  introdujo  camellos  en  su  Estada  en  don- 
de se  multiplicaron  bastante  bien,  y  hoy  día  sir- 
ven como  bestias  de  carga  para  él  laborío  de 
sus  propiedades. 

Camello  Dromedario  ,  Camello 
de  una  giba,  Dromedario  {Camelus 
Dromedarius,  L.).  Esta  especie  se  distingue  fá- 
cilmente de  la  precedente  en  que  solo  tiene  una 
giba  colocada  en  medio  del  dorso.  Por  lo  demás, 
sus  formas  son  mas  ligeras  y  menos  macizas  que 
las  del  camello.  Esta  especie  esparcida  en  una 
superficie  mayor  del  globo,  y  entre  naciones  cu\  as 
costumbres  y  género  de  vida  difieren  mucho  mas, 
ha  sufrido  numerosas  modificaciones,  y  por  lo  mis- 
mo se  está  muy  léjosde  conocer  exactamente  todas 
sus  variedades.  Las  diversas  razas  de  que  hablan 
los  viajeros  difieren  considerablemente  en  la  talla, 
en  las  proporciones,  en  el  color  y  naturaleza  del 
pelaje.  Las.  hay  que  están  casi  desnudas  ,  otras 
enteramente  cubiertas  de  pelos  largos  y  sedosos. 
Los  matices  que  estos  pelos  presentan  varían  des- 


CAM  657 

de  el  oscuro  muy  subido  hasta  el  blanco.  Para 
algunos  de  estos  "animales  la  muda  es  completa 
como  en  el  camello ;  en  otros  se  hace  poco  á  po- 
co y  de  una  manera  parcial.  Lo  que  hay  de  mas 
notable  es  que  estas  variaciones  alcanzan  hasta 
á  las  funciones  que  ordinariamente  se  escapan  do 
un  modo  completo  al  imperio  del  hom!  re.  Asi.  cf 
zelo  se  ha  manifestada  en  épocas  muy  diferentes 
entre  individuos  que  pertenecían  á  tres  razas  «lis- 
tintas  y  que  han  podido  ser  observados  con  cui- 
dado en  el  Jardin  de  Plantas  fie  Paris.  En  un  dro- 
medario tr.  ido  de  Argel  este  estado  empezó  en 
febrero,  y  en  otros  dos  individuos  venidos  el  uno 
de  Egipto  y  el  otro  de  Turquía  no  se  manifestó  el 
zelo  hasta  él  mes  de  mayo. 

El  dromedario  habita*  el  mediodía  de  los  paí- 
ses en  donde  se  encuentra  el  camello,  y  parece 
que  resiste  mejor  al  calor  que  al  frió.  Los  Ingle- 
ses lo  han  introducido  hasta  en  las  Antillas;  ha 
sido  trasportado  en  las  islas  Canarias  ,  y  en 
nuestra  península  podría  tal  vez  aclimatarse  la 
raza  africana  en  las  provincias  meridionales,  lo 
que  seria  de  grande  utilidad.  El  dromedario  se 
emplea  exclusivamente  en  los  viajes  que  se  ha- 
cen á  través  del  desierto ,  y  bajo  este  concepto, 
se  distinguen  dos  razas  principales,  que  tal  vez 
solo  difieren  á  consecuencia  de  nna  educación 
que  ha  empezado  muy  temprano.  En  la  primera 
raza,  destinada  á  conducir  peso,  se  prefiere, 
sobre  todo  la  fuerza  del  animal,  y  esta  calidad  es 
sacrificada  á  su  ligereza.  En  la  segunda,  por  el 
contrario ,  se  ha  desarrollado  esta  última  calidad 
todo  lo  que  ha  sido  posible.  Los  dromedarios  cor- 
redores tienen  formas  mas  esbeltas,  y  su  talla  es 
también  algo  mas  pequeña  que  la  ríe  los  drome- 
darios de  carga;  pero  la  rapidez  de  su  marcha 
en  medio  de  los  arenales  ardientes  de  los  deber- 
los tiene  algo  de  admirable.  Asegúrase  que  estos 
animales  cruzan  sin  detenerse  un  espacio  de  4() 
á  50  leguas  en  un  día.  Durante  estas  marchas 
forzadas,  sus  conductores  no  cesan  decantar, 
pues  pretenden  que  el  dromedario  es  muy  aman- 
te de  la  música  y  que  este  es  el  mejor  medio  de 
mantener  sus  fuerzas. 

La  leche  de  las  hembras  del  camello  es  muy 
apreciada  para  la  extracción  de  la  manteca  y  la 
confección  de  quesos;  es  el  alimento  ordinario 
de  los  Árabes,  quienes  ,  según  Próspero  Alpino  , 
la  emplean  además,  como  nosotros  la  leche  de 
vaca,  en  el  tratamiento  de  diversas  enfermeda- 
des. 

La  carne  de  los  camellos  jóvenes  no  es  menos 
buena  que  la  de  vaca  ;  la  de  los  adultos  también 
se  come,  pues  no  obstante  de  ser  mas  dura  que 
la  de  aquellos,  no  por  esto  es  desagradable;  la 
leugua  sobre  todo  es  manjar  delicado.  Moisés  pu- 
so la  carne  de  camello  en  el  número  de  las  im- 
puras y  vedó  su  uso  á  los  Hebreos;  los  Persas , 
al  contrario,  la  servían  en  las  mesas  mas  ri- 
cas; los  Griegos ,  en  la  de  los  rey  es ,  y ,  entre  los 
Romanos  ,  Heliogábalo  la  hizo  servir" en  muchos 
festines  junio  con  la  carne  de  avestruz. 

liase  recomendado  la  grasa  de  estos  animales 
como  emoliente;  su  sangre,  contra  la  disenle- 


658  CAM 

ría,  y,  en  fomento  sobre  el  epigastrio,  como 
cmenagoga ;  sn  hiél ,  incorporada  con  miel ,  con- 
tra la  esquinancia ;  sus  sesos ,  contra  la  epilep- 
sia; los  pelos  de  sn  cola,  llevados  como  amule- 
to, contra  las  cuartanas ;  su  orina  para  limpiar 
los  dientes;  su  excremento  como  vulnerario,  de- 
tersivo y  resolutivo,  etc.;  el  hollin  procedente  de 
la  combustión  de  este  excremento  servia  anti- 
guamente, como  hemos  indicado,  en  la  prepara- 
ción de  la  sal  amoníaco. 

El  pelo  de  camello  es  un  artículo  de  comercio: 
en  el  Oriente  se  emplea  en  la  fabricación  de  di- 
versos tejidos  para  vestidos,  y  en  la  de  tapices 
y  redes ;  en  Europa  sirve  para  fabricar  pinceles 
linos,  y  se  le  emplea  también  en  la  fabricación 
de  sombreros,  principalmente  en  Francia.  El  pe- 
lo de  camello  mas  estimado  procede  de  la  Persia, 
y  de  el  se  distinguen  tres  calidades  ¡  el  negro , 
el  rojo  y  el  gris.  El  primero  es  el  mas  caro ,  y 
el  gris  no  vale  por  lo  común  sino  la  mitad  del 
precio  del  rojo.  Se  exportan  grandes  cantidades 
de  pelo  de  camello  de  los  puertos  de  Esmima, 
Constantinopla  y  Alexandría.— V.  Pelo. 

Lamas  ó  Llamas  ( Auchenia ,  Illig.  )• 

Las  lamas  en  el  Nuevo  Mundo  representan  los 
camellos,  cuyos  principales  caracteres  poseen. 
Habíase  creído  que  su  vientre  no  presentaba  el 
bulto  particular  designado  bajo  el  nombre  de 
depósito;  pero  el  Sr.  Duvernoy  ha  demostrado 
lo  contrario,  y  además  ha  reconocido  que,  aun 
en  su  primera  edad ,  el  vientre  ofrecía  ya  una  ex- 
tensión muy  superior  á  la  de  los  otro's  estóma- 
gos, lo  que,  en  los  rumiantes  ordinarios,  solo 
se  manifiesta  en  los  adultos. 

Las  lamas  se  distinguen  de  los  camellos  en  la 
ausencia  de  gibas  sobre  el  dorso,  y  en  la  sepa- 
ración completa  de  los  dedos.  Por  otra  parte,  sus 
formas  son  mas  esbeltas,  y  se  aproximan  masa 
esas  justas  proporciones,  délas  cuales  resulta  pa- 
ra nosotros  un  conjunto  gracioso.  Su  talla  es  me- 
nor que  la  de  los  camellos,  y  con  respecto  á  esto 
entran  en  la  ley  general  propuesta  por  el  i'ustre 
Lufon. 

El  número  de  las  especies  que  debe  incluir  el 
género  Lama  está  lejos  de  haberse  fijado  de  una 
manera  exacta.  El  desacuerdo  que  reina  entre 
los  naturalistas  sobre  este  particular  consiste  sin 
duda  en  la  domesticación  sufrida  por  una  ó  va- 
rias de  estas  especies  y  en  la  diversidad  de  las 
razas  á  que  ella  ha  dado  lugar. 

Camello  Alpaca ,  Alpaca .  Paco 
[Camelus  Paco,  Cuv.).  Esta  especie,  que  los  via- 
jeros solo  han  indicado  de  una  manera  vaga,  ha 
sido  considerada  por  algunos  naturalistas  como 
una  simple  variedad  de  la  lama;  pero  ,  se- 
gún las  indagaciones  y  las  observaciones  de  Cu- 
vier,  parece  ser  una  especie  bien  distinta.  La  al- 
paca no  tiene  mas  que  unos  t;es  pies  de  altura 
basta  el  crucero ,  sobre  una  longitud  de  trespiés 
y  seis  pulgadas.  Carece  de  callosidades;  pero 
uno  de  los  caracteres  que  le  hacen  reconocer  á 
primera  vista  es  la  abundancia  y  la  longitud  de 


CAM 

los  pelos  lanosos  que  cubren  los  lados  de  su  cue- 
llo y  de  todo  su  cuerpo,  mientras  que  la  frente  solo 
está  cubierta  de  pelos  lisos  y  casi  todos  sedosos, 
y  que  el  interior  délos  muslos  y  el  vientre  per- 
manecen casi  desnudos.  La  lana  de  la  alpaca 
reúne  á  su  finura,  que  casi  iguala  á  la  délos  teji- 
dos de  Cachemira,  una  longitud  mucho  mas 
considerable,  y  no  cabe  duda  que  si  se  conseguía 
naturalizar  este  animal,  la  industria  hallaría  en 
su  vellón  un  ramo  importante  de  comercio. 

Este  camello,  que  se  encuentra  en  las  mas  al- 
tas montañas  del  Perú,  lleva  cargas  menos  pesa- 
das que  la  lama  ,  raras  veces  resiste  mas  allá  de 
GO  á80  libras.  Su  andadura  es  una  especie  de  ga- 
lope pequeño;  se  defiende  con  valentía  a  coces  ; 
pasa  por  ser  muy  testarudo,  pero  tiene  un  natural 
dulce  ,  parece  sensible  á  las  caricias  y  se  domes- 
tica fácilmente.  Su  carne,  aunque  buena,  es  in- 
ferior á  la  de  vicuña. 

Camello  Araucano  .  Araucano  , 
Carnero  de  Chile ,  Carnero  tlel  Pe- 
rú {Camelus  Araucanas,  Gmél.).  Su  altura 
es  á  corta  diferencia  de  cuatro  pies  y  su  longi- 
tud de  seis ;  la  cola  corta  y  enderezada  está 
guarnecida  de  sedas  bastante  largas;  existen  in- 
dividuos blancos,  individuos  pardos  ó  cenicientos, 
y  también  individuos  negros.  Los  habitantes  de 
Chile  lo  empleaban  como  su  única  bestia  de  carga, 
antes  que  la  Europa  les  hubiese  dado  caballos , 
asnos  y  en  consecuencia  mulos;  para  gobernar 
el  araucano  se  le  pasaba  una  cuerda  en  la  oreja, 
que  es  redonda,  floja-y  colgante.  La  carne  de 
este  animal  es  excelente  y  pasa  como  preferible, 
sobre  todo  en  la  juventud,  á  la  de  todas  las  de- 
más especies  del  mismo  género. 

Camello  Huanaco,  Huanaco  [Ca- 
melus Iluanacus,  Gmél.).  Apenas  se  encuentra 
sino  fuera  del  trópico  meridional,  siempre  en 
las  mas  altas  montañas  ,  á  lo  largo  de  las 
cuales  penetra  basta  las  Tierras-Magallánicas. 
Es  de  la  talla  de  un  caballo  pequeño,  alo  menos 
tan  grande  como  la  lama ,  en  consecuencia  doble 
á  corta  diferencia  que  la  vicuña;  vive  como  ésta 
cerca  de  las  nieves  permanentes,  por  rebaños 
considerables ;  vésele  descender  en  la  primavera 
en  número  de  seis  á  ochocientos  á  los  valles  in- 
feriores. Su  dorso  es  abovedado,  por  lo  que  al 
primer  aspecto  se  le  creería  provisto  de  una  giba 
semejante  á  la  del  camello  del  antiguo  mundo;  la 
extremidad  del  hocico  es  negra,  la  oreja  dere- 
cha, la  cola  corta  y  semejante  á  la  del  ciervo,  el 
pelo  de  color  leonado  en  el  dorso  y  blanquecino 
bajo  del  vientre. 

Camello  Lama ,  Guanaco.  Lama 
[Camelus  Larma ,  L.).  La  lama  era  la  sola  bestia 
de  carga  empleada  por  los  habitantes  del  Perú, 
en  la  época  del  descubrimiento  de  la  América, 
y  este  animal ,  como  muchos  otros,  cuya  utili- 
dad para  el  hombre  es  de  cada  momento,  no 
existia  en  el  estado  salvaje.  Por  lo  menos,  el  Sr. 
de  Humboldt  piensa  que  los  que  se  encuentran 
libres  y  errantes  en  las  gargantas  de  las  cor- 
dilleras son  los  descendientes  de  individuos 
domésticos.   A  consecuencia   de   esta  csclavi- 


C.VM 

lud  de  la  especie  culera  ,  se  habían  estable- 
cido varias  razas  distintas ,  cuyes  caracteres  es- 
peeilicos  se  comprende  cuan  difícil  es  apreciarlos 
con  precisión,  Por  lo  tanto  puédese  decir  de 
una  manera  general  (pie  la  talla  de  la  lama  es 
poco  mas  o  menos  la  de  un  caballo  pequeño:  tie- 
ne cuatro  pies  de  altura  hasta  el  crucero  v  cin- 
co de  longitud;  su  cabeza  es  pequeña  v  bien  co- 
locada ;  presenta  algunas  callosidades  en  el  es- 
ternón ,  en  las  rodillas  y  en  los  carpos;  su  pelo 
varia  de  color,  de  longitud  y  de  espesur,  domi- 
nando siempre  los  matices  oscuros,  y  es  mas 
largo  y  mas  rizado  en  el  cuerpo  qué  en  la 
cabeza,  en  el  cuello  y  en  la  piernas. 

El  uso  de  la  lama  cómo  bestia  de  carga  es  me- 
nos frecuente  desde  la  introducción  de  los  caba- 
llos en  la  América  del  Sud.  Sin  embargo,  se  em- 
plea todavía  para  trasportar  objetos  de  peso  pol- 
los senderos  escarpados  de  las  Cordilleras,  en 
que  la  seguridad  de  su  pié  '  la  hace  muy  propia 
para  este  servicio.  La  lama  lleva  unas  150  libras, 
pero  su  marcha  es  lenta ,  y  cuando  se  quiere 
obligarla  á  acelerar  el  paso ,  se  tiende  en  el  suelo 
como  resuelta  á  dejarse  malar  antes  que  mover- 
se Eo  el  servicio  de  las  minas  del  Potosi  llega- 
ron «i  emplearse  hasta  300.000  lamas.  Esta  espe- 
cie no  obstante  es  preciosa  por  mas  de  un  título. 
La  carne  de  las  mas  jóvenes  es  excelente  para  co 
mer,  y  se  pretende  qi  e  se  comia  no  ha  mucho  tiem- 
po en  el  Perú  anualmente  la  de  mas  de  tres  millo- 
nes de  individuos  ,  sin  que  no  obstante  la  raza 
pareciese  haber  disminuido;  su  piel  produce  un 
cuero  muy  estimado,  v  su  pelo  sirve  para  fabricar 
varias  estofas. 

Camello  Ticuna,  Vicuña  (Camelus 
t  i(unna,L.;  Camelas  Yicugna ,  Gmél.).  Ks  la 
especie  mas  pequeña  del  género  <¡ue  nos  ocupa; 
pero  tal  \ez  seria  la  mas  ulitsi  el  hombre,  en  lu- 
gar de  cazarla  como  bestia  salvaje  v  de  destruir- 
la poco  á  poco,  buscase  el  modo  "de  someterla 
á  su  imperio,  como  lo  ha  hecho  con  la  lama.  Su 
rico  vellón  ,  que,  por  la  linura  y  suavidad,  aven- 
taja á  todas  las  lanas  conocidas ,  le  recompensa- 
ria  ampliamente  sus  cuidados.  Desgraciadamen- 
te ,  la  codicia  y  la  pereza  de  los  habitantes  del 
Nuevo  Mundo  han  opuesto  hasta  hoy  á  la  reali- 
zación de  estos  proyectos 'obstáculos  insupera- 
bles. Para  apoderarse  de  la  piel  de  este  animal 
precioso,  que  es  el  objeto  de  un  tráfico  bastante 
considerable,  lo  persiguen  hasta  en  las  cúspides 
mas  escarpadas  de  los  Andesen  donde  se  refugia, 
y  su  número  disminuye  cada  dia.  Los  Peruvianos 
impróvidos  les  hacen  una  cruda  guerra  para  des- 
pojarles de  su  rico  vestido  ,  cazando  anualmen- 
te hasta  80.000  de  estos  animales. 

La  vicuña  es  bastante  parecida  á  la  lama  ,  pero 
sus  formas  generales  son  mas  esbeltas  y  mas  ele- 
gantes: sus  piernas  mas  largas  y  mas  delgadas; 
su  cabera,  mas  corla  y  su  frente'  mas  ancha,  está 
adornada  de  dos  grandes  ojos  negros,  que  le 
dan  un  aire  de  inteligencia  y  vivacidad  admira- 
bles. El  color  de  la  mayor  parte  de  su  cuerpo  es 
oscuro  ligeramente  avinado,  y  el  resto  es  de  color 
isabela;  la  garganta  es  amarillenta;  el  pecho,  la 


CAM  859 

parte  inferior  del  \ienlre  y  el  interior  de  los  mus- 
ios son  blancos.  La  lana  que  le  cuelga  debajo  del 
pecho  tiene  hasta  tres  pulgadas  de  larga,  y  en  ge- 
neral la  lana  ó  mejor  la  seda  que  cubre  a  la  v  ¡cuña 
ofrece  un  vellón  conocido  y  al  que  ninguna  lana, 
aun  la  de  Cachemira,  podría  ser  comparada.  Este 
animal  parece  ser  menos  sociable  que  la  lama;  sin 
embargo  ,  habituado  como  ella  a  w\ir  en  reba- 
ños tiene  las  mismas  necesidades  y  los  mismos 
hábitos ,  y  puede  asegurarse  que  haciendo  algu- 
nos esfuerzos  se  conseguiría  también  domesti- 
carle. 

Las  vicuñas  se  encuentran  en  la  parte  de  la  Cor- 
dillera que  pertenece  á  las  provincias  de  Copia- 
po  y  de  Coquimbo;  viven  en  rebaños  en  las  mon- 
tañas mas  elevadas ,  en  medio  de  los  hiebs  y  de 
las  nieves,  huyeudo de  los  hombres.  Su  carne 
es  una  excelente  caza,  preferible  á  la  carnj  de 
ternero.  En  cada  choza  de  Patagones  hay  perros 
que  sirven  para  cazar  á  las  vicuñas:  cí  pueblo 
come  la  carne  de  este  animal  herbida,  pero,  el 
hígado,  los  pulmones  y  los  sesos  los  comen  cru- 
dos ,  y  la  sangre  la  chupan  caliente. 

tÁSICHAHIA,  Cameraria.  Género  de 
la  familia  de  las  apocineas ,  y  de  la  peutandria 
monoginia  de  Linneo,  formado  de  muchas  espe- 
cies indígenas  de  la  América  tropical ,  árboles  ó 
arbustos  notables  por  la  elegancia  del  porte  >  la 
belleza  de  las  llores,  que  son  blancas,  amarillas 
ó  naranjadas ,  dispuestas  en  colimbos  axilares  y 
terminales.  Cuatro  especies  se  cultivan  en  los 
invernaderos  calientes  en  Europa. 

La  Cameraria  de  hojas  anchas  [Carnerario, 
latifolia,  L.)  tiene  el  zumo  tan  venenoso  que  los 
naturales  de  las  Antillas  y  de  la  América  meri- 
dional ,  en  donde  crece ,  mojan  con  él  la  punta  de 
sus  flechas  para  matar  álos  monos,  cuando  van  á 
su  caza ,  pero  no  obstante  la  carne  de  estos  ani- 
males es  buena  para  comer. 

tAJIEKOPE  ,  Cuamíkops.  Género  de 
palmeros  establecido  por  Linneo,  notable  porque 
encierra  las  especies  de  esta  familia  que  se 
extienden  mas  hacia  el  polo  boreal ,  á  lo  menos 
en  el  antiguo  continente;  eu  América  el  géne- 
ro Sabal  extiende  quizas  su  límite  algo  mas  le- 
jos. 

Los  cameropes  son  en  general  palmeros  de  pe- 
queña dimen.-ion  ,  que  raras  veces  llegan  á  la  al- 
tura de  4á  ü  varas,  y  con  frecuencia  también  ape- 
nas se  les  ohserv  a  un  tallo  distinto  sobre  el  suelo. 

Este  género  se  reconoce  en  sus  llores  que 
constan  de  una  espala  monodia  de  laque  parle  un 
espádice  ramoso;  en  el  cáliz  formado  de  tres  es- 
camas coriáceas ,  levantadas  ,  redondeadas,  pe- 
ro un  poco  agudas  en  el  extremo  de  tres  peíalos 
algo  aovados ;  en  seis  estambres  reunidos  en  una 
copa  por  su  base,  con  antenas  acorazonadas  dé 
dos  celdillas;  en  que  en  el  fondo  de  la  copa  de  los 
estambres  hay  tres  ovarios  cada  uno  con  un  estilo 
y  un  estigma  de  surcos  glandulosos,  de  los  cea- 
fes  dos  abortan  por  lo  común,  y  el  (pie  queda,  pa- 
recido á  un  segmento  de  un  hueso  ,  es  decir  pla- 
no sobre  las  dos  superficies  y  convexo  por  laotra, 
es  orbicular  y  de  un  hucveeillo. 


860  CAM 

Las  especies  de  este  género  son  poco  conoci- 
das, y  muchas  bastante  dudosas,  excepto  la  si- 
guiente: 

Camerope  bajo  ,  Palmito  (Chamw- 
raps  Immilis  ,  L.).  Especie  de  las  riberas  del  Me- 
diterráneo ,  muy  abundante  en  las  partes  mas  ca- 
lientes de  esta  región,  rara  ó  no  encontrándo- 
sela en  sus  partes  del  norte,  en  Francia,  por 
ejemplo.  Efectivamente,  no  se  la  vé  sino  mas  allá 
del  Var,  en  Italia,  y  en  grande  abundancia  en 
España  desde  Cataluña  basta  Portugal.  Como  se 
ha  indicado  ,  es  un  palmero  muy  bajito  y  íiun 
muchas  veces  sin  tallo;  sus  hojas  profundamen- 
te dijitadas  y  sostenidas  sobre  un  peciolo  ó  has- 
til  espinoso ,  que  hacen  el  efecto  de  un  ancho 
abanico  plantado  en  tierra ,  de  donde  le  viene 
el  nombre  de  Palmero  de  abanico ,  que  tambien- 
se  le  ha  dado  ;  sus  llores  deben  en  general  ser 
completas  y  hermafroditas,  y  si  algunos  pies  so- 
lo llevan  llores  masculinas  es  efecto  de  un  abor- 
to accidental ;  los  frutos  son  bayas  monosper- 
mas. 

Aunque  los  frutos  del  camerope  lleguen  á  ma- 
durar en  Europa,  tan  solo  en  África  es  en  donde  se 
puede  comer  su  pulpa  sucolenta,  mezclada  con 
muchos  lilamentos,  que  ellos  ofrecen.  Los  Ari- 
bes se  alimentan  también  de  los  renuevos  tiernos 
de  este  vegetal.  De  las  frondes  del  camerope  se 
ha  cen  escobas  y  varios  otros  artículos  dichos  de 
palma. 

En  Argel ,  el  tallo  de  esta  especie  se  eleva  con 
frecuencia  á  mayor  altura,  llegando  á  tener  al- 
gunas varas,  sea  por  la  influencia  del  clima,  sea 
porque  exista  en  este  país  una  variedad  dis- 
tinta. 

En  América  ,  el  Camerope  Puerco  espín  (Cha- 
mmrops Instrix)  representa,  en  la Goorgia  y  la 
Florida,  nuestra  especie  europea  ,  y  se  hace  ob- 
servar por  las  largas  espinas  negras  endereza- 
das, que  acompañan  las  bases  de  las  hojas.  Fi- 
nalmente, algunas  especies  muy  imperfecamente 
conocidas  crecen  en  la  China,  en  el  Japón,  en  el 
Nepol  y  en  Méjico. 

CAÜIPAWUI4A.  9  Campánula.  Género  de 
la  familia  de  las  campanuláceas ,  tribu  de  las 
campanuleadas ,  y  de  la  pentandria  moaoginia 
de  Linneo.  Plantas  herbáceas ,  ó  también  sub- 
arbustos anuales,  bieunales  ó  vivaces,  de  ho- 
jas lisas  ó  vellosas  y  estrechas  ó  auchas,  sé- 
siles ó  pccioladas,  y  de  llores  lo  mas  comun- 
mente azules ,  algunas  veces  blancas ,  violetas 
ó  amarillas,  y  dispuestas  en  espigas,  en  paní- 
culas, ó  solitarias  en  el  eje  de  las  hojas.  Estas 
plantas  ,  de  las  cuales  poseemos  un  gran  núme- 
ro de  especies ,  crecen  en  las  partes  templadas 
del  antiguo  continente ;  pero  vense  también  has- 
ta bajo  del  polo ,  y  apenas  descienden  bajo  de 
30  grados  de  latitud.  Prefieren  sobre  todo  las 
comarcas  montañosas. 

El  número  de  especies  de  campánulas,  tal  como 
el  género  ha  sido  circunscrito  por  De  Candolle, 
e¡hoydiade  182;  pero  la  mayor  parte  son  no 
mas  que  plantas  de  colección,  es  decir,  de»  puro 
interés  botánico.  Unas  40  especies  sirven  para 


CAM 

el  ornato  de  nuestros  jardines ,  y  algunas  poca» 
son  comestibles. 

Las  campánulas  crecen  bien  en  todos  terrenos, 
pero  con  preferencia  se  complacen  en  las  tierras 
bastante  ligeras,  algo  calientes  y  en  lugares 
abiertos,  pues  si  sor»  sombríos  se  ahilan.  Tienen 
la  propiedad  de  propagarse  por  sus  raices  corta- 
das á  pedazos  ó  por  esquejes,  y  de  ahí  el  gran  nú- 
mero de  variedades  mas  ó  menos  hermosas  que  se 
observan.  La  siembra  de  sus  semillas,  muy  dimi- 
nutas, promete  las  mas  bellas  adquisiciones;  pe- 
ro debe  procurarse  sobre  todo  emplearlas  lue- 
go de  su  perfecta  sazón,  que  tiene  lugar  desde 
agosto  hasta  noviembre. 

Las  especies  comestibles  son: 

Campánula  Espejo,  Canónigos 
[Campánula Speculum,L.).  Es  notable  por  su  co- 
rola en  figura  de  rueda  y  su  cápsula  prismática, 
lo  que  habia  inducido  á  los  botánicos  á  hacer  de 
ella  un  género  separado.  Sus  raices  y  sus  hojas 
se  comen  en  ensalada. 

Campánula  Kapúnculo,Kaponce 
a  Rapónchigo  (Campánula  Ilapunculus,L.) . 
Planta  bienal,  lechosa  como  todas  las  campánu- 
las, y  cuya  raíz  es  una  especie  de  rábano  pe- 
queño dulce  y  de  sabor  agradable.  Sus  hojas 
tiernas  se  comen  en  ensalada  ó  cocidas  y  sazona- 
da«.  Sébizius  dice  que  es  estomática  y  exci- 
tante ,  pero  comida  cruda  es  de  diifcil  diges- 
tión. 

Campánula  Tr aquello,  Campá- 
nula Ifedalera  (Campánula  Trachelium , 
L. ).  Las  hojas  y  las  raíces  de  esta  especie  se  co- 
men en  ensalada ,  y  en  medicina  son  reputadas 
como  astringentes  é  incisivas.  El  Sr.  Guérin  di- 
ce :  «el  uso  que  de  esta  especíese  hacia  en  Fran- 
cia en  los  siglos  doce  y  trece,  en  que  un  rami- 
llele  de  sus  tallos  guarnecidos  con  sus  floresaxi- 
lares  de  color  vario  entre  el  azul,  violeta  y  blan- 
co ,  atado  al  extremo  de  un  bastón  largo,  ser- 
via de  garantía  y  autorizaba  al  que  lo  llevaba 
para  golpear  á  sus  vecinos,  declararse  enemigo 
de  todo  transeúnte  y  entregarse  á  atrocidades 
de  todo  género,  fué  la  causa  de  su  proscripción 
por  muchos  años.  Se  la  echó  de  los  jardines,  y  se 
exterminaba  en  los  prados,  en  los  valles ,  en  los 
lugares  sombríos  donde  crece  con  preferencia , 
y  únicamente  después  de  trascurridos  tres  siglos 
se  ha  admitido  de  nuevo  como  adorno.  Mas  aun- 
que fácilmente  se  doble  y  presente  las  varieda- 
des de  un  blanco  puro  muy  hermoso,  es  menos 
estimada  de  los  aficionados  que  las  otras  espe- 
cies.» 

Las  raíces  y  las  hojas  de  la  Campánula  de  ho- 
jas de  Azucena  (Campánula  HUifolia,  L.)  y  de 
la  Campánula  de  hojas  de  Melocotón  (Campá- 
nula perasi folia  ,  L. )  son  también  comestibles. 

Entre  las  especies  cultivadas  en  los  jardines  , 
se  distinguen  : 

Campánula  algodonosa  ( Campánula  tomento- 
sa^.). Hermosa  especie  bienal,  notable  por  sus 
tallos  y  hojas  liradas  cubiertas  de  un  vello  muy 
espeso  ,  blanquecino  ,  y  por  el  brillo  y  disposi- 
ción en  panoja  de  sus  llores  de  color  violado  y 


CAN 

de  corola  casi  en  forma  de  embudo  ,  con  lubo 
largo,  cilindrico  ,  que  se  abre  á  principios  de  la 
primavera. 

Campánula  dorada  (  Campánula  áurea ,  L. ). 
De  llores  de  un  hermoso  color  de  oro  dispuestas 
en  panoja  piramidal ,  que  se  abren  en  verano  des- 
pidiendo en  todo  su  alrededor  un  vivo  reflejo  (pie 
realza  mas  y  mas  el  verde  fresco  de  sus  hojas 
bastante  largas  y  el  agrisado  de  sus  tallos  pro- 
longados. 

Campánula  de  flores  grandes  [Campánula 
grandiflora  ,  L.).  Vegeta  bien  al  campo  libre; 
de  raiz  vivaz  y  (pie  arroja  muchos  tallos ,  que 
difícilmente  se  sostienen  por  el  peso  de  sus  ho- 
jas ;  sus  flores  son  azules  y  muy  grandes. 

Campánula  de  hojas  redondas  [Campánula  ro- 
tundifolia,L.).  Natural  en  Jos  bosque*;  de  tallos 
de  unos  dos  pies  y  medio  de  largo,  terminados 
por  una  flor  grande  ,  blanca. 

Campánula  de  Media,  Campanilla  Violeta 
marítima  (  Campánula  médium,  L. ).  Se  encuen- 
tra espontánea  en  Alemania  é  Italia;  sus  nume- 
rosas llores  afectan  la  figura  de  una  campana 
prolongada  con  los  bordes  vueltos  hacia  dentro, 
y  á  las  cuales  en  nuestros  jardines  se  las  da  el 
nombre  de  Moletas  marianas. 

Campánula  del  monte  Ceñís  f  Campánula  ce- 
nisin  ,  L.).  Especie  rastrera,  de  llores  azules, 
cuyos  tallos  arrojan  hojas  radicales  dispuestas  en 
figura  de  rueda  sobre  la  tierra. 

CVMI'ÁNll.A  PERFOLIADV,  CAMPANILLA  DE  VlRGl- 

NIA  Campánula  per  folíala ,  L).  De  tallos  bajos 
y  cargados  de  llores  violadas,  pequeñas,  unidas 
íres  ó  cuatro  en  un  solo  pedúnculo. 

Campánula  piramidal  [Campánula  pyramidalis, 
I,).  Tiene  hasta  siete  y  once  pies  de -elevación  y 
se  adorna  desde  la  base  de  ramilletes  laterales 
de  flores  azules  ,  grandes,  abiertas  desde  el  mes 
de  julio,  y  que  duran  hasta  octubre  v  noviembre. 
CAIUPíKTI  AAESI A  ,  Campomanesia.  Gé- 
nero de  la  familia  de  las  mirtáceas  ,  tribu  de  las 
mirtéas,  formado  por  Ruiz  y  Pavón  para  reempla- 
zar algunas  plantas  de  la  América  tropical.  Son 
árboles  de  hojas  opuestas ,  estipuladas ,  peciola- 
das,  muy  enteras;  de  flores  blancas  bibractea- 
das,  en  pedúnculos  reunidos  en  las  axilas  folia- 
res. 

La  Campomanesia  de  hojas  lineares  [Campo- 
manesia lineari folia ,  Ruiz  y  Pavón) ,  árbol  que 
crece  en  el  Perú,  en  donde  se  cultiva  en  los  jar- 
dines, tiene  sus  frutos  del  grosor  de  una  pequeña 
manzana,  de  color  amarillo,  y  de  un  sabor  muy 
agradable.  Estos  frutos  son  comestibles. 

CAMARINA,  Canaiuna.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  campanuláceas,  y  de  la 
hexandria  monoginia,  formado  por  Jussieu  á  ex- 
pensas de  la  Campánula  canariensis  de  Linneo, 
y  que  encierra  hoy  dia  tres  especies,  de  las  cua- 
les dos,  algo  dudosas  quizás,  son  arbustos,  el  uno 
do  la  China  y  el  otro  de  las  Canarias. 

El  tipo  del  género,  la  Canarina  Cvmpánula  [Ca- 
narina  Campánula,  Juss.)  es  buscada  en  nuestros 
jardines  por  la  belleza  de  sus  flores;  es  una  plan- 
ta herbácea  vivaz,  que  se  eleva  á  la  altura  de 
71 


CAN  561 

una  vara.  Sus  renuevos  son  empleados  como  ali- 
mento en  las  islas  Canarias,  donde  crece  este  ve- 
getal. 

CANARIO,  Canariüm.  G-énero  de  la  fami- 
lia de  las  terebintáceas ,  y  de  la  dioccia  pentan- 
dria.  que  enciera  una  docena  de  plantas  propias 
del  Asia  tropical,  y  de  las  cuales  muchas  produ- 
cen una  especie  dé  resina.  Soirárboles  de  hojas 
alternas,  imparipennadas  ,  de  hojuelas  opuestas 
coriáceas,  muy  enteras,  y  las  superiores  provis- 
tas en  la  base  de  dos  estipulas  grandes.  Las  flo- 
res ,  ordinariamente  blancas,  están  dispuestas  en 
paniculas  terminales,  bracleadas.  Muchas  espe- 
cies de  este  género  son  cultivadas  en  inverna- 
deros calientes  en  Europa. 

Canario  eomnn  (Canariüm  commune,  L.) . 
Árbol  de  las  Molucas,  en  donde  es  conocido  bajo  el 
nombre  de  Canari.  Sus  frutos,  llamados  Nuez  de 
Canari,  contienen  una  almendra  muy  dulce,  bue- 
na para  comer  cruda,  y  de  la  que  se  hace  un  gran 
consumo  y  también  una  especie  de  pan.  Estos  fru- 
tos se  hacen  secar  como  provisión  en  Amboina; 
sin  embargo,  Rumbo  observa  que  si  se  comen 
en  exceso,  pueden  producir  disenterías.  De  estas 
almendras  se  extrae  un  aceite  muy  bueno  para 
comer  cuando  fresco,  y  que  sirve  para  el  alum- 
brado cuando  añejo.  La  corteza  de  este  vegetal, 
que  se  planta  para  servir  de  abrigo  á  los  árboles 
de  la  nuez  moscada,  deja  sudar,  si  se  la  taladra 
junto  á  su  base,  una  especie  de  trementina  ama- 
rillenta, espesa,  tenaz,  que  se  solidifica  perdien- 
do su  aceite  esencial,  y  entonces  forma  una  es- 
pecie de  resina,  que  no  difiere  ú&\3i  Resina  délas 
Molucas,  y  que  Horsfiel  dice  que  tiene  las  mismas 
virtudes  que  el  bálsamo  de  copáiba. 

El  Canario  que  lleva  bálsamo  [Canariumbal- 
samifcrum,yf.),  árbol  también  de  las  Molucas, 
exsuda  una  resina  designada  bajo  el  nombre  de 
Resina  de  las  Molucas,  que  no  parece  diferir  de 
la  que  produce  la  especie  anterior. 

CANDELA  ó  VEIj A  DE  SERO.  La 
candela  mas  generalmente  usada  está  compuesta 
de  una  mecha  de  hilos  de  algodón  y  de  sebo  de 
buey,  licuado  fresco,  bien  recocido  y  purificado. 
La  fabricación  de  las  candelas  es  un  género  de 
industria  de  los  mas  importantes,  que  induce  ca- 
da dia  á  nuevos  experimentos,  y  en  la  que  se  han 
obtenido  mejoras  notables,  de  las  cuales  vamos  á 
ocuparnos. 

Nadie  ignora  que  las  candelas  son  fabricadas 
con  la  grasa  de  los  animales,  después  que  esta 
grasa,  que  se  llama  sebo,  ha  sido  licuada  y  puri 
ncada.  Sin  detenernos  en  los  medios  de  operar 
esta  purificación,  pasaremos  á  ocuparnos  de  la 
fabricación,  que  constituye  el  principal  objeto  de 
este  articulo,  y  de  los  descubrimientos  por  medio 
de  los  cuales  se  ha  conseguido  perfeccionarla. 

Cuando  se  desean  obtener  buenas  candelas, 
no  debe  emplearse  sino  el  sebo  de  carnero  ó  de 
oveja,  el  de)buey  ó  el  de  vaca,  en  cantidades  igua- 
les de  cada  uno,  pues  lodasías demás  grasas, en 
general,  son  impropias. 

El  candeíero  toma  sebo  en  rama,  lo  corta  á 
pedazos  pequeños,  separando  la  piel  y  la  carne 

tomo  i 


661  CAN 

que  contiene;  lo  hace  licuar  á  fuego  lento  en  una 
caldera  de  cobre  ó  de  hierro  colado,  meneándolo 
continuamente  con  un  palo  á  fin  de  evitar  que 
se  queme  ó  se  ennegrezca  ;  procura  espumarlo 
bien  ,  y  en  seguida  lo  vierte  en  el  barril  ó  cu- 
beta, al  través  de  un  tamiz  de  crin  muy  espeso, 
y  tapa  el  barril  después  de  lleno. 

Si  bien  el  barril  es  por  lo  común  de  madera  , 
los  buenos  fabricantes  lo  usan  de  hierro  fundido 
ó  de  palastro;  lo  meten  dentro  de  otro  vaso  de  la 
misma  hechura  que  sea  una  pulgada  mas  grande 
en  todo  su  alrededor  ;  llenan  este  intervalo  de 
agua  que  tienen  ya  preparada  á  un  grado  de  ca- 
lor conveniente ,  por  medio  de  un  pequeño  fo- 
gón colocado  debajo,  á  fin  de  que  el  sebo  no  se 
fije  ;  algunos  fabricantes  mantienen  el  sebo  en  li- 
cuación con  vapor  de  agua  hirviendo.  A  la  dis- 
tancia de  algunas  pulgadas  del  fondo  hay  una 
cantimplora,  por  la  cual  se  trasiega  el  sebo,  des- 
pués que  ha  posado  en  el  fondo  todas  las  mate- 
rias impuras. 

Varios  fabricantes,  después  de  haber  hecho  li- 
cuar el  sebo  una  primera  vez,  lo  purifican  vol- 
viéndolo á  licuar  con  agua,  y  echándole  algunos 
puñados  de  sal  ó  de  alumbre  concuasado,  á  ve- 
ces también  un  poco  de  tártaro,  y  separando, 
con  una  espumadera ,  las  impurezas  que  van  á 
formar  una  espuma  en  la  superficie  del  baño.  Se 
saca  en  seguida  el  sebo  purificado  y  se  le  hace 
enfriar  lentamente  en  un  cesto  muy  espeso,  en 
donde  se  escurre.  Antes  de  emplearlo,  se  le  vuel- 
ve á  licuar  otra  vez  á  una  temperatura  muy  ba- 
ja, ó  en  el  baño  de  maría,  y  se  le  conserva  li- 
cuado antes  de  hacerlo  servir  hasta  que  todas 
las  partes  acuosas  que  todavía  contiene  estén 
completamente  volatilizadas.  Sino  se  tomaba  esta 
precaución,  las  candelas  que  se  harian  se  derre- 
tirían fácilmente  y  arderían  chisporroteando. 

Otros  purifican  el  sebo  haciéndolo  licuar  con 
el  ácido  nítrico  muy  diluido,  que  disuelve  com- 
pletamente las  películas  membranosas ,  de  suerte 
que  en  él  no  queda  ningún  grumo;  pero  este  pro- 
cedimiento es  muy  costoso.  Según  el  Sr.  d'  Arcet, 
el  ácido  nítrico  puede  ser  ventajosamente  reem- 
plazado por  el  ácido  sulfúrico;  peroeluso  de  este 
último  ácido  exige  las  mas  grandes  precauciones, 
y  dá,  sino  se  tiene  cuidado,  candelas  de  un  blan- 
co menos  perfecto  y  que  se  corren  con  mucha  fa- 
cilidad. 

Las  candelas  se  hacen  de  dos  maneras  dife- 
rentes: con  molde,  ó  bien  por  sumersión. 

La  preparación  de  las  mechas  es  una  cosa 
importante,  pues  de  ellas  depende  en  gran  parte 
el  buen  alumbrado.  El  algodón  mas  propio  para 
mechas  es  el  hilado  á  la  mecánica ,  porque  es  el 
que  está  mas  limpio  de  granos,  de  nudos  y  otras 
suciedades  que  hacen  correr  las  candelas;  pero 
debe  ser  de  una  fuerza  igual  y  ligeramente  tor- 
cido. Este  hilo  se  aspa  en  madejas ,  se  lava  con 
vinagre,  y  después  se  hace  secar  á  la  sombra, 
teniendo  cuidado  de  ponerlo  al  abrigo  del  polvo. 
Se  aspa  el  hilo  sobre  una  tabla  lisa,  de  quince 
pulgadas  de  anchura  sobre  una  longuitud  inde- 
terminada y  cuyos  dos  bordes  laterales  son  redon- 


CAN 

deados,  y  el  uno  de  ellos  tiene  además  un  encaje  de 
tres  lineas  de  profundidad  ei  toda  su  longitud.  Se 
colocan  encima  montones  de  nueve  hilos,  ha- 
ciendo girar  la  tabla  sobre  dos  gorrones  por  me- 
dio de  un  manubrio  y  de  un  contador;  se  sujeta  ca- 
da montón  con  un  hilo  en  el  lado  de  la  tabla  que 
no  tiene  encaje,  y  en  seguida  se  pasa  un  instru- 
mento cortante  por  dentro  del  encaje  y  se  cortan 
los  hilos;  cada  pequeño  montón  forma  una  me- 
cha ,  que  se  tuerce  ligeramente  para  que  forme 
como  un  pequeño  cordón,  y  quede  ya  en  esta 
do  de  usarse. 

La  fabricación  de  las  candelas  amoldadas  es 
extremadamente  sencilla:  en  los  moldes,  que  por 
lo  común  están  hechos  de  una  aleación  de 
una  parte  de  estaño  sobre  dos  partes  de  plomo,  se 
distingue  el  cuerpo  del  molde,  cilindro  hueco  cui- 
dadosamente pulido  en  el  interior  y  abierto  por 
ambos  cabos,  y  'el  sombrero  del  molde,  pequeño 
cono  que  presenta  una  abertura  en  su  cúspide 
para  dejar  pasar  la  mecha;  estas  dos  partes  es- 
tán soldadas  junta»  y  ofrecen  entonces  la  forma 
de  una  candela.  Una  docena  de  estos  moldes  es- 
tán lijados  verticalmenle  en  la  mesa  de  vaciar, 
de  modo  que  su  extremidad  abierta  esté  colocada 
hacia  arriba,  y  al  nivel  del  fondo  de  un  conduc- 
to dispuesto  en  esta  nesa. 

Cuando  se  quiere  colocar  las  mechas  en  los 
moldes,  se  atraviesa  » \  extremidad  de  la  mecha 
con  un  pedacilo  de  mulera  ó  de  alambre  que 
apoya  de  parte  á  parte  *n  los  bordes  del  molde, 
de  modo  que  la  meche  cuelga  dentro  del  ci- 
lindro y  sale  por  el  agüero  de  la  parte  infe- 
rior. Se  coje  la  punta  d<.  la  mecha  que  sale 
por  este  agujero  ,  se  tira  Cq  manera  que  que- 
de bien  tendida  y  se  mantixne  en  este  esta- 
do con  un  palito  que  se  pasap^r  el  agujero  y 
que  hace  el  oficio  de  cuña.  Se  vé  q.'e  la  parte  del 
molde  que  está  hacia  abajo  forma  la  punta  de  la 
candela,  y  por  lo  mismo  que  la  mecha  debe  salir 
una  pulgada  larga. 

El  sebo  debe  estar  licuado,  pero  no  demasiado 
caliente,  porque  del  contrario  saltaría,  y  las  can- 
delas no  podrían  sacarse  fácilmenle  délos  moldes. 
Se  vierte  el  sebo  en  un  bote  de  hoja  de  lata  que 
tiene  un  pico,  y  se  le  deja  enfriar  hasta  que  se 
forma  una  película  en  el  borde.  Entonces  se  lle- 
nan sucesivamente  todos  los  moldes. 

Algunos  fabricantes  amoldan  las  candelas  por 
compresión,  por  medio  de  una  bomba  de  com- 
presión, y,  según  se  dice,  esto  les  dá  mas  solidez 
y  la  propiedad  de  correrse  menos  cuando  arden. 

La  fabricación  de  las  candelas  á  la  cuchara 
consiste  en  sumergir  verticalmente  muchas  ve- 
ces las  mechas  dentro  del  sebo  licuado,  hasta  que 
la  candela  haya  adquirido  el  grosor  que  se  desea. 
Primero  se  da  á  las  mechas  la  rigidez  conve- 
niente sumergiéndolas  por  algunos  instantes  en 
un  baño  de  sebo,  y  después  extendiéndolas  ó 
frontándolas  entre  las  manos  ó  sobre  una  mesa. 
Encima  de  la  caldera  en  que  se  ha  hecho  licuar 
el  sebo  hay  un  bastidor  circular  suspendido  con 
una  cuerda  que  pasa  por  una  garrucha  fijada  en 
el  techo,  y  equilibrada  por  un  contrapeso  que 


CAN 

sirve  para  hacerla  maniobrar.  Se  suspenden  las 
mechas  en  el  bastidor  y  empujándolo  ligeramente 
se  las  hace  bajar  hasta  sumergirse  en  el  baño  de 
sebo,  licuado  á  una  temperatura  tan  baja  como 
es  posible.  Luego  de  cubiertas  con  una  capa 
de  un  espesor  suficiente,  se  hace  subir  otra 
vez  el  bastidor  por  el  efecto  del  contrapeso,  y  se 
dejan  enfriar  las  candelas  al  aire  durante  un 
tiempo  suficiente,  para  que,  por  unanueva  sumer- 
sión en  el  baño,  puedan  cubrirse  de  otra  capa  de 
sebo.  Se  continua  asi  hasta  que  las  candelas  han 
obtenido  el  grosor  que  se  quiere. 

Añadiendo  al  sebo  fécula  tíe  castaña  de  la  In- 
dia, en  las  proporciones  siguientes:  dos  partes  de 
castaña  de  Indias ,  bien  mondadas,  una  parle  de 
aceite  de  oliva  y  nueve  partes  de  sebo,  se  ob- 
tiene una  candela-bujía  que  produce  una  luz 
brillante,  que  no  da  humo  ni  se  corre,  aun  cuan- 
do la  mecha  sea  corta,  y  que  despide  un  olor  agra- 
dable. Se  machacan  bien  las  castañas,  se  las  aña- 
de poco  á  poco  el  aceite,  y  se  agita  fuertemente 
hasta  que  el  todo  sea  liquido;  entonces  se  vierte 
con  cuidado  en  la  caldera  que  contiene  el  sebo 
en  licuación,  se  menea  aprisa  para  que  estas  sus- 
tancias se  mezclen  bien,  y  se  vierte  en  seguida  en 
los  moldes. 

La  adición  de  una  corta  cantidad  de  cera  al 
sebo  aumenta  la  consistencia  de  la  candela  y  la 
hace  de  un  uso  mas  agradable,  llevando  entonces 
el  nombre  de  Candela  económica.  Algunas  veces, 
en  logar  de  licuar  el  sebo  con  la  cera,  se  licúa  esta 
última  sustancia  separadamente  y  se  introduce  en 
el  molde  de  la  candela,  el  que  se"  hace  rodar  en 
seguida  horizonlalmente,  hasta  que  las  paredes 
estén  cubiertas  de  cera;  se  llena  el  vacío  de  la 
manera  ordinaria,  esto  es,  con  una  mecha  y  sebo 
licuado,  y  se  obtiene  asi  una  candela  enteramen- 
te cubierta  de  cera,  cuyo  aspecto  es  agradable  y 
el  precio  poco  subido. 

Las  candelas  se  hacen  blanquear  exponiéndo- 
las al  aire  libre,  al  rocío  y  al  sereno,  en  sitios 
que  estén  al  abrigo  del  sol. 

La  candela  fabricada  en  invierno  es  de  mejor 
uso  que  la  fabricada  en  verano.  Esta  diferencia 
es  debida  principalmente  á  los  sebos  que,  provi- 
niendo de  animales  alimentados  de  heno,  son 
mas  duros  y  de  mejor  calidad  que  en  la  estación 
de  los  pastos ;  por  otra  parte,  siendo  la  fabrica- 
ción mas  difícil  durante  los  grandes  calores ,  pues 
que  los  operarios  se  ven  obligados  á  emplear  con 
frecuencia  el  vapor  para  separar  el  sebo  del  mol- 
de, las  candelas  son  blandas ,  sin  consistencia, 
sujetas  á  correrse  y  de  mas  corta  duración. 

París,  que  es  para  la  Francia  el  principal  sitio 
de  fabricación,  entrega  al  comercio,  en  invier- 
no, mas  de  200.000  libras  de  candelas  por  sema- 
na ;  en  verano  la  fabricación  es  mucho  menor. 

En  Rusia  se  fabrican  también  muchas  candelas 
de  buena  calidad  en  los  alrededores  de  Arcángel 
y  de  Pelcrsburgo.  Esta  última  ciudad  solamente 
expende  anualmente  mas  de  800.000  libras  á  Lu- 
berek,  Dantzig,  Hamburgo,  Amslerdam,  Suecia 
y  otros  países.  El  color  blanco  de  las  candelas 
•roviene  sobre  todo  de  la  buena  calidad  de 


CAN  663 

los  sebos,  pues  solo  aprovechan  los  del  ganado 
muy  joven. 

Las  candelas  de  Irlanda  son  también  muy  es- 
timadas, v  la  ciudad  de  Cork  hace  un  comercio 
considerable  de  este  producto  con  la  América. 

Las  mejores  candelas  son  aquellas  cuyo  sebo 
es  duro  y  blanco  tanto  en  el  interior  como  en  la 
superficie ,  y  cuya  mecha  ,  aunque  bien  torcida, 
está  bien  impregnada  de  sebo  (calidad  que  se 
obtiene  vertiendo  en  el  molde  el  sebo  convenien- 
temente caliente).  Las  candelas  cuyo  sebo  ha  sí- 
do  vertido  hirviendo  en  el  molde  son  menos" 
blancas  y  menos  unidas,  pero  son  de  un  uso  me- 
jor. Algunos  fabricantes  de  mala  fé  venden  como 
de  primera  calidad  candelas  de  grasa  de  cer- 
do y  otras ,  que  han  hecho  blanquear  superficial- 
mente exponiéndolas  al  aire  libre  y  al  rocío ;  pe- 
ro se  conoce  fácilmente  el  fraude  oliéndolas  6 
quebrándolas ,  pues  son  amarillas  en  el  interior, 
tienen  poca  consistencia,  y  conservan  un  olor 
fétido  como  de  sebo  averiado. 

Las  candelas  adquieren  buenas  calidades  con- 
servándolas en  un  local  seco  y  bien  aireado;  pe- 
ro al  cabo  de  un  año  se  ponen  amarillas  y  so 
vuelven  harinosas. 

En  España  se  fabrican  velas  de  sebo  en  canti- 
dades considerables;  pero,  en  nuestro  país,  coma 
en  todos  los  demás,  esta  industria  ha  decaído  des- 
de que  se  han  descubierto  las  bujías  y  otras  cla- 
ses de  alumbrado  de  que  tanto  uso  se  hace  de  al- 
gunos a  esta  parte. 

Las  velas  de  sebo  son  todas  de  una  misma  ca- 
lidad; el  método  que  se  sigue  para  su  fabricación 
es  el  que  hemos  descrito  ya  al  hablar  de  las  velas 
hechas  con  molde.  Para  la  exportación,  se  em- 
plean pequeños  cajones  de  madera,  y  el  modo  de 
colocar  en  ellos  las  velas  es  el  siguiente  :  se  po- 
ne en  el  fondo  del  cajón  un  pliego  de  papel  de  es- 
traza, después  se  colocaencima  del  papel  una  ca- 
pa de  velas,  una  al  lado  de  otra;  sobre  esta  capa 
de  velas  otro  pliego  de  papel,  y  después  otra  ca- 
pa do  velas,  y  así  sucesivamente  hasta  que  está 
lleno.  El  peso  de  cada  cajón  es  de  una  arroba; 
también  se  venden  por  libras  ó  por  velas  sueltas. 
El  termino  medio  de  su  precio  es  de  4o  á  44  y  48 
rs.  la  arroba;  la  libra  se  vende  regularmente  á  t 
rs.  En  Barcelona  se  cuentan  hoy  dia  doce  fábri- 
cas de  velas  de  sebo. 

CANFJLA,  Canella.  Género  de  la  fami- 
lia de  las  meliáceas,  de  las  gutiferas  según  otros 
autores ,  y  de  la  dodecandria  monogínia.  Fué  de- 
signado por  Linneo  bajo  el  nombre  de  Wintera- 
nia,  lo  que  establecía  una  confusión  con  el 
nombre  del  árbol  que  produce  la  corteza  de  W'in- 
ter,  Drimgs  Winteri,  L.  Murray  ha  preferido, 
con  razón,  dejarle  el  de  Canela  alba,  que  le  die- 
ron los  autores  antiguos. 

Canela  blanca ,  Falsa  corteza  de 
Wlnter  (Canela  alba,  Murray;  Wintcrania 
Canella  ,  L.).  Este  árbol  de  las  Antillas  y  otros 
lugares  de  la  América  meridional,  que  se  cultiva 
en  algunos  invernaderos,  es  bien  distinto  del  que 
produce  la  corteza  de  Winter,  que  habita  el  es- 
trecho de  Magallanes,  y  que  Forüer  ha  hecho 


564  CAN 

conocer  mas  detalladamente  de  lo  que  lo  lucieron 
los  naturalistas  que  le  precedieron. 

La  corteza  del  primero  de  estos  vegetales  es  la 
que  se  usa  bajo  el  nombre  de  Canela  blanca.  Se 
extrae  de  las  ramas,  se  hace  secar  á  la  sombra, 
y  después  se  en*ia  al  comercio  en  barriles  ó 
cajas. 

Esta  corteza  se  presenta  en  pedazos  rollados, 
de  muchos  pies  de  longitud,  de  6  á  18  líneas  de 
diámetro  y  de  1  á2  líneas  de  grueso.  Algunas  ve- 
ces también  se  reciben  pedazos  procedentes  del 
tronco,  que  son  mas  anchos,  mas  gruesos  y  están 
cubiertos  de  una  epidermis  fungosa,  rojiza,  res- 
quebrajada, á  menudo  de  un  blanco  de  creta  en 
el  exterior. 

La  corteza  común  es  raspada,  de  un  amarillo 
naranjado  pálido  y  como  cenicienta  al  exterior;  su 
fractura  es  granosa,  blanquecina  y  como  jaspeada; 
su  superlicie  interior  parece  cubierta  de  una  pe- 
lícula mucho  mas  blanca  que  todo  el  resto;  tiene 
un  sabor  amargo,  aromático  y  picante,-  y  su  olor 
es  muy  agradable,  semejante  al  de  un  clavo  de 
especia  mezclado  con  el  de  nuez  moscada;  su  pol- 
vo es  blanco;  da  un  aceite  volátil  en  la  destila- 
ción. 

La  canela  blanca  es  con  frecuencia  sustituida 
en  el  comercio  con  la  corteza  de  Winter ,  y  por 
esto  algunos  autores  le  han  dado  el  nombre  de 
Falsa  corteza  de  Winter.  Estas  cortezas  son  fá- 
ciles de  distinguir ,  porque  la  verdadera  corteza 
de  Winter  se  presenta  en  pedazos  mas  gruesos  y 
mas  rugosos  que  la  falsa;  su  seperíicie  está 
mas  sembrada  de  manchas  rojas  elípticas,  y  tiene 
xm  color  rojizo;  su  fractura  es  menos  limpia,  el 
olor  análogo  al  déla  albahaca,  su  sabor  acre  y 
abrasador,  etc. 

En  el  análisis  químico  da  resina,  aceite  vo- 
látil ,  una  materia  extractiva  y  una  materia  co- 
lorante, goma,  almidón,  albúmina,  acetatos  de 
potasa  y  de  cal ,  hidroclorato  de  potasa,  hidroclo- 
rato de  magnesia,  etc. 

En  las  Antillas,  el  pueblo  se  sirve  de  esta  cor- 
teza como  especias;  se  la  emplea  en  las  salsas  y 
se  confita.  En  la  Martinica ,  con  las  bayas  del 
árbol  se  prepara  un  licor  de  me.sa  estimado.  Se- 
gún Sloaue  y  Brown,  con  el  aceite  del  tronco  de 
esta  corteza  se  falsifica  el  aceite  de  clavo  de  es- 
pecia. Destilada  con  el  alcohol,  se  le  quita  su  co- 
lor empireumálico. 

En  medicina,  se  prescribe  la  canela  blanca 
como  tónico,  cordial,  estomático,  antiescorbú- 
tico, etc.  Bajo  estos  conceptos,  goza  con  poca  di- 
ferencia de  las  propiedades  de  la  corteza  de 
Winter ,  aunque  Murray  la  considera  como  su- 
perior á  ésta;  por  lo  demás,  se  las  emplea  casi 
indiferentemente  la  una  por  la  otra. 

CATHEIjIIIíA.  Sustancia  azucarada  parti- 
cular ,  encontrada  en  la  canela  blanca  por  los 
Sres.  Petroz  y  Robinet,  muy  semejante  á  la  ma- 
nita,  pero  que  arde  difundiendo  un  olor  balsá- 
mico. 

OiiinREJO,  Cáncer.  Género  de  anima- 
les articulados,  carnívoros,  formado  por  Linneo, 
dividido  hoy  en  tres  órdenes  (crustáceos  decá- 


CAN 

podos ,  estomápodos  y  amfipodos) ,  fundados  en 
la  disposición  de  la  cabeza ,  de  los  ojos  y  de  las 
branquias,  y  subdivididos  en  varias  familias  y 
en  un  gran  número  de  géneros  muy  naturales, 
pero  que  su  poca  importancia  y  su  analogía,  ba- 
jo el  punto  de  vista  que  nos  ocupa,  nos  deciden 
ár.o  separar. 

Todas  las  especies  de  las  cuales  vamos  á  ha- 
blar están  comprendidas  en  el  primer  orden  del 
Sr.  Cuvier  (crustáceos  decápodos) ;  viven  en  el 
agua  dulce  ó  salada ,  se  encuentran  con  frecuen- 
cia en  las  playas,  y  pueden  ser  conservadas  mu- 
cho tiempo  en  medios  simplemente, húmedos ;  sus 
miembros  ,  mutilados  ó  destruidos ,  se  regene- 
ran con  facilidad.  Están  provistas.de  una  con- 
cha calcárea  cuya  dureza  se  asemeja  ala  de  la 
excreción  que  se  deposita  entre  la  dermis  y  la 
epidermis  de  estos  animales,  es  decir,  en  loqueen 
el  hombre  se  llama  el  tejido  mucoso.  En  el  tiempo 
de  la  muda  á  la  cual  están  sujetas,  hacia  la  fin 
de  la  primavera ,  el  estómago  de  muchas  de  en- 
tre ellas  ofrece  en  su  espesor  dos  cuerpos  calcá- 
reos, casi  hemisféricos,  llamados  comunmente 
Ojos  de  cangrejo ,  y  que,  desapareciendo  des- 
pués, parecen  por  consiguiente  destinados  á  pro- 
ducir la  materia  propia  para  la  renovación  del  ca- 
rapacho. 

La  pesca  de  los  cangrejos  se  hace  de  varias 
maneras:  en  primer  lugar,  con  una  red  que  se 
suspende  por  la  noche  debajo  de  un  pedazo  de 
carne  corrompida  ,  y  así  los  cangrejos  son  atraí- 
dos á  veces  en  gran  número  por  el  cebo.  También 
otras  veces  se  pone  la  carne  dentro  de  un  fogote 
espeso  que  se  retira  del  agua  luego  que  los  can- 
grejos han  penetrado  en  él  por  entre  las  brancas 
menudas  del  haz  de  leña.  Varias  personas  em- 
plean varillas  hendidas  en  cuya  hendidura  ponen 
el  cebo  y  las  dejan  en  los  lugares  en  donde 
abundan  estos  animales,  los  que  no  tardan  en 
hacer  presa  en  el  cebo  :  entonces  se  retiran  con 
prontitud  las  varillas,  se  hace  pasar  un  cesto  de- 
bajo de  cada  una  de  ellas ,  y  el  cangrejo  al,  ver- 
se fuera  del  agua  suelta  la  presa,  y  cae  dentro 
del  cesto.  Cázanse  igualmente  los  cangrejos  con 
la  mano  cuando  están  metidos  en  su  agujeros,  y 
también  los  pescan  á  la  lumbrera. 
.  Todas  estas  especies  son  alimenticias;  tienen 
el  carapacho  de  diversos  colores ,  pero  ordina- 
riamente rojo  después  de  cocidas  ;  su.carne  es 
blanca,  rica  en  gelatina,  mas  ó  menos  delicada  y 
nutritiva,  pero  en  las  grandes  especies  sobretodo", 
dura,  fibrosa  y  de  difícil  digestión.  Esta  carne 
pasa  por  afrodisiaca,  y  es  mas  sabrosa  en  la 
época  en  que  la  hembra  lleva  los  huevos. 

Generalmente  estos  animales  se  comen  coci- 
dos en  agua  de  mar  ó  en  agua  salada,  y  á  veces 
sazonados  con  diversas  sustancias  estimulantes; 
pero  este  alimento  solo  conviene  á  los  individuos 
sanos  cuyo  estómago  goza  de  robustez.  Sin  em- 
bargo, los  caldos  y  las  sustancias  que  con  ellos 
se  preparan  pueden  ser  administrados  con  venta- 
ja en  la  convalescencia  de  las  enfermedades,  ó  á 
los  individuos  debilitados,  si  bien  perjudican  á 
los  hombres  pletóricos,  irritables,  etc. 


CAN 

Estos  crustáceos  pasaban  en  otro  tiempo  como 
refrescantes,  calmantes*  depurativos,  diaforéti- 
cos, y  también  como  útiles  contra  el  cáncer,  pro- 
piedades menos  ciertas  que  la  erupción  ortigosa 
que  son  susceptibles  de  producir  en  ciertas  cir- 
cunstancias poco  determinadas,  y  (pie  ha  hecho 
atribuir,  injustamente  por  otra  parle  ,  al  peque- 
ño crustáceo  Cáncer  pinnotheres ,  L.,  que  se  en- 
cuentra con  frecuencia  en  las  almejas,  la  facul- 
tad (pie  éstas  tienen  de  hacer  nacer  este  mismo 
genero  de  accidente.  Las  principales  especies 
alimenticias  ó  medicinales  de  este  género  son  las 
siguientes. 

Cangrejo  Bacantes,  Cangrejo  v  til 
gar  (Cáncer  Mo?nas,  L.;  Carcinus Mimas,  Fabr.). 
Esta  especie,  llamada  particularmente  Cangrejo 
de  mar ,  y  también  Cangrejo  rabioso  ,  por  el  co- 
lor rojo  que  toma  cuando  se  cuece ,  es  muy  co- 
mún y  apreciado  eu  nuestras  costas.  Su  talla  es 
mediana  ,  y  su  color  de  un  gris  verdoso  unifor- 
me. 

Cangrejo  Bernardo,  Paguro  Ber- 
nardo ,  Ermitaño  Bernardo  (  Cán- 
cer Bernhardus  ,  L. ;  Pagurus  Bernhardus  , 
Fabr. ).  Abunda  en  nuestras  costas;  vive  como 
todos  los  paguros  entre  la  concha  de  algún  mo- 
lusco en  la  que  resguarda  su  cuerpo,  que  es  muy 
blando,  sacando  solo  su  cabeza  y  pinzas,  y 
cambiando  de  habitación  á  medida  que  lo  exige 
su  crecimiento.  A  causa  de  esta  habitación  pres- 
tada, se  llama  á  las  especies  de  paguros  Ilermi- 
taños,  Soldados  ,  Diógenes,  etc. 

La  carne  del  Hermitaño  Bernardo  castaño,  se- 
gún Seba,  es  muy  buena  para  comer,  sobre  todo 
sus  entrañas,-  Linneo  asegura,  al  contrario  ,  que 
no  se  puede  comer  este  crustáceo  sino  después 
de  haberle  separado  las  víceras;  antiguamente 
pasaba  como  aperitivo  y  bueno  contra  la  piedra. 
Cangrejo  Cangrejo,  Cangrejo  co- 
mún ,  Cangrejo  de  rio  (  Cáncer  Asta- 
cus  ,  I,.;  Asiacus  fluviatilis,  Fabr.).  Animal  bien 
conocido,  de  un  pardo  oscuro,  que  abunda  en 
Europa  en  las  orillas  de  los  riachuelos,  de  los  ar- 
royosy  á  veces  en  las  de  los  lagos ,  en  donde 
vive  escondido  en  agujeros  ó  debajo  de  las  pie- 
dras. Esta  es  una  de  las  especies  mas  buscadas 
y  de,  las  mas  delicadas ,  sobre  todo  en  marzo  y 
abril,  época  en  que  está  provista  de  sus  huevos, 
que  son  muy  buenos.  Los  cangrejos  de  las  aguas 
corrientes  son  mas  estimados  que'  los  de  las 
aguas  estancadas. 

Al  mpie  el  cangrejo  sea  de  fácil  digestión ,  es 
susceptible,  como  muchasolras materias  alimen- 
liri  is ,  de  producir  una  erupción  ortigosa.  Se  ci- 
ta también  el  ejemplo  de  una  señora  en  quien  su 
uso  nunca  dejaba  de  provocar  estornudos  repeti- 
dos v  como  convulsivos. 

La  facultad  restaurativa  de  este  crustáceo  es 
cierta,  y  puede  uti'izarse  en  medicina.  Antigua- 
mente se  le  atribuían  varias  virtudes  que  la 
experiencia  no  ha  justificado:  se  le  habia  pre- 
conizado contra,  la  anafrodisía,  el  asma,  la 
tíaifl  pulmonar  Jas  afecciones  cutáneas  crónicas, 
las. obstrucciones,  las  enfermedades  de  langui- 


CAN  5C5 

dez  y  aun  el  cáncer.  El  cocimiento  ó  caldo  de  es- 
tos animales  estaba  muy  en  boga  ,  aunque  no  era 
la  única  forma  bajo  la  cual  se  administraban; 
reducidos  apasta,  eran  aplicados  á  la  frente  en 
las  enfermedades  cerebrales,  y  á  los  lomos  en  las 
afecciones  calculosas;  secados  y  pul\ erizados, 
eran  recomendados  contra  las  úlceras  de  los  rí- 
ñones y  de  la  vejiga  y  también  contra  la  rabia; 
su  jugo  era  apreciado  en  gargarismo  en  la  es- 
quinancia ,  en  linimiento  contra  la  quemadura, 
y  en  poción  para  pre\  enir  los  abortos;  sus  huevos, 
según  decía  Alberto  el  Grande,  podían  reme- 
diar las  heridas  causadas  por  las  serpientes  ve- 
nenisas;  su  carapacho  ,  por  último,  simple  ab- 
sorvenle  sin  duda  ,  entraba  en  un  sinnúmero  de 
medicamentos  compuestos.  Pero  á  lo  que  sobre 
todo  se  concedía  una  gran  confianza  era  á  los 
pretendidos  Ojos  de  cangrejo  ,  es  decir  á  las  con- 
creciones calcáreas  de  su  estómago  ,  rosadas,  á 
veces  azuladas  en  el  estado  fresco  y  blancas 
después. 

Los  ojos  de  cangrejo,  formados  de  capas  con- 
céntricas sobrepuestas,  convexos  de  un  lado  y 
huecos  del  otro  con  un  borde  saliente  en  su  al- 
rededor ,  á  lo  que  sin  duda  es  debido  el  nombre 
vulgar  que  llevan,  están  compuestos  de  carbona- 
to de  cal  amasado  por  medio  de  un  moco  ani- 
mal. En  el  comercio  han  circulado  á  vecís  ojos 
de  cangrejo  falsos,  muy  fáciles  derecouocer,  ja 
porque  no  ofrecen  exactamente  su  textura  lanú- 
nosa,  unida  á  su  aspecto  brillante  algo  parecido 
á  la  porcelana  sin  tener  su  trasparencia  ,  ya  por 
que  los  verdaderos  se  disuelven  en  el  vinagre  y 
dejan  en  su  lugar  una  materia  gelatinosa  que 
conserva  su  forma. 

Los  mejores  ojos  de  cangrejo  nos  venían  de 
Astracán  sobre  el  mar  Caspio.  Para  procurárse- 
les ?>e  ponen  los  cangrejos  a  pudrir  en  montones, 
ó  mejor  se  machacan  groseramente  y  se  agitan 
en  el  agua,  á  fin  de  separar  de  ellos  las  piedras 
que  caen  al  fondo,  y  en  seguida  se  lavan  y  se  ha- 
cen secar. 

Antiguamente  la  medicina  empleaba  los  llama- 
dos Ojos  de  cangrejo  como  absorvenles  y  los  hacia 
entrar  en  muchos  compuestos  farmacéuticos. 

Cangrejo  Gámmaro  ,  Cabro  jo. 
Cangrejo  de  mar  (  Cáncer  (¡ammarus  ,. 
L.;  Astacus  marinas,  Desin.  y  Fabr.  .  Cubierta 
terminada  en  la  parle  anterior  por  un  pico  con 
tres  dientes  en  cada  lado  y  uno  de  doble  en  su 
liase  superior  ;  pinzas  muy  gruesas,  desiguales, 
la  una  o\  alada  con  dientes  "tuertes  y  (¡e-mocha- 
dos, la  otra  mas  pequeña ,  prolongadas,  con 
dientes  pequeños  y  numerosos;  bordes  de  los  seg- 
mentos del  abdomen  obtusos;  color  pardo  verdosa 
con  los  bilitos  de  las  antenas  rojizos.  Esta  especie, 
que  casi  tiene  un  pie  \  medio  de  largo  ,  se  en- 
cuentra en  las  costas  del  Océano  y  Mediterráneo. 
En  la  época  de  la  puesta,  que  se  verifica  a  me- 
diados del  verano,  permanece  en  los  lugares  lle- 
nos de  peñascos  á  una  profundidad  poco  consi- 
derable. Su  carne  es  muy  estimada. 

Los  cabrajos  son  muy  buscados  por  su  carne, 
blanca ,  consistente  y  "sabrosa ,  mas  difícil  de 


866  CAN 

digerir,  no  obstante,  que  la  de  la  mayor  par- 
te de  los  otros  crustáceos :  ha  sido  preconizada 
contra  la  cardialgía,  la  disenteria,  el  lumba- 
go ,  la  cefalalgia,  etc.  La  naturaleza  indigesta 
de  la  carne  de  estos  animales  parece  mas  propia 
para  producir  que  no  para  curar  estas  enferme- 
dades. 

Cangrejo  Paguro  [Cáncer  Pagurus,  L). 
Presentad  articulo  basilar  de  las  antenas  exte- 
riores en  tigura  de  una  lámina  terminada  por  un 
diente  saliente  y  hacia  delante ,  que  forma  por  la 
parte  inferior  la  esquina  interna  de  las  cavida- 
des oculares.  Esta  especie,  de  un  color  rosado 
y  plana  por  encima,  tiene  los  bordes  laterales 
de  su  cubierta  divididos  por  cortas  hendiduras; 
la  frente  tiene  tres  dientes,  y  los  dedos  son  ne- 
gros con  gruesos  tubérculos  romos  en  el.lado 
tnlerno.  Adquiere  cerca  de  un  pié  de  ancho, 
llegando  á  pesar  en  este  caso  hasta  cinco  li- 
bras: es  mas  frecuente  en  las  costas  bañadas 
por  el  Océano  que  en  las  del  Mediterráneo. 
Su  carne  es  bastante  apreciada :  antiguamente 
pasaba  como  refrescante.  Sus  patas  tuvieron  en 
otro  tiempo  crédito  como  medicamento  heroico; 
entraban  en  la  composición  de  los  preparados  de 
mas  estima  con  el  nombre  de  Kelai  ó  Chela:  can- 
crorum. 

Cangrejo  púber,  Almohaza  co- 
mún (¿anccr  púber,  L.;  Porlunus  púber). 
Especie  de  nuestros  mares,  cuya  carne  es  muy 
delicada.  El  Cangrejo  arrugado  ,  Pequeña  Al- 
mohaza (Cáncer  corrugatus ,  L.;  Porlunus  cor- 
rugatus,  Fabr.)  es  también  propio  de  nuestros 
mares ,  si  bien  se  le  encuentra  con  menos  fre- 
cuencia. Ambos  nadan  con  soltura,  por  cuyo 
motivo  han  sido  llamados  Cangrejos  nadadores. 

Cangrejo  ruricola  (  Cáncer  ruricola, 
L.;  Gecarcinus  ruricola).  Natural  de  América, 
en  donde  se  le  llama  Cangrejo  de  tierra  y 
Langosta  pequeña  de  tierra.  El  carapacho  de  es- 
ta especie  es  de  un  rojo  de  sangre,  y  marcado 
con  una  señal  en  forma  de  II.  Su  carne  es  muy 
estimada  en  las  colonias ,  pero  con  frecuencia 
envenenada,  lo  que  se  atribuye  al  fruto  del 
manzanillo.  Los  negros  emplean  contra  el  reu- 
matismo el  aceite  que  suda  de  las  visceras  del 
hígado  y  de  los  intestinos  de  este  pequeño  can- 
grejo cuando  se  pone  sobre  las  ascuas. 

Cangrejo  tic  rio  ( Cáncer  [luvialilis , 
Belon.).  Vive  en  el  agua  dulce,  tiene  el  carapa- 
cho amarillento;  es  común  en  las  islas  peque- 
ñas de  la  Italia  meridional.  Se  dice  que  los  mon- 
ges  griegos  lo  comen  crudo. 

Creemos  oportuno,  después  de  los  cangrejos, 
hacer  la  indicación  de  los  crustáceos  conocidos 
con  los  nombres  de  Longostas  y  Langostinos. 

Langosta,  Palinurus.  Este  género  de  crustá- 
ceos, que  pertenece  al  orden  de  los  decápodos 
macruros,  de  la  familia  de  los  macruros  y  de  la 
tribu  de  los  languslienos,  fué  establecido  por  Eá* 
bricio  y  adoptado  por  todos  los  carcinologistas. 

Los  individuos  de  este  género  se  distinguen 
por  su  gran  talla  y  por  la  dureza  de  su  con- 
cha, v  en  cuanto  á  sus  formas  v  á  sus  costumbres 


CAN 
marítimas  son  muy  parecidas  á  las  de  los  pagu- 
ros. Habitan  principalmente  las  costas  pedrego- 
sas de  los  mares  calientes  ó  templados:  conócen- 
se  de  ellas  unas  diez  especies  cuya  carne  es  muy 
estimada.  Las  langostas  mueren  mas  pronto  fue- 
ra del  agua  que  los  paguros,  y  así  es  que  debe  te- 
nerse la  precaución  de  hacerlas  hervir  en  la  mis- 
ma orilla  del  mar  antes  de  enviarlas  al  interior. 

Langosta  común  (Palinurus  vulgaris,  Latr.;  Pa- 
linurus quadricornis,  Fabr.).  Esta  especie,  que 
puede  ser  considerada  como  el  tipo  del  género, 
es  muy  común  en  los  parajes  pedregosos  de  nues- 
tros mares.  Los  Griegos  la  llamaban  Karabos,  y 
los  latinos  Locusta.  Su  longuitud  llega  á  ser  al- 
gunas veces  de  15  á20  pulg.,  y  hay  algunas  que 
pesan  hasta  16  libras.;  su  color  es  oscuro  violado 
manchado  de  amarillo,  si  bien  parece  que  toma 
á  veces  un  tinte  verdoso;  su  alimento  consiste  en 
peces  y  otros  animales  marítimos. 

Las  langostas  á  fines  de  otoño  ó  principios  de 
invierno  abandonan  nuestras  costas,  ganando  la 
alta  mar  para  ir  á  esconderse  en  las  hendiduras 
de  los  peñascos  en  las  mayorss  profundidades. 
Los  pescadores  cogen  estos  crustáceos  usando 
por  cebo  masas  de  pulpos  asados,  peces  peque- 
ños, etc.,  metidos  en  un  cesto  que  de  noche  se 
deja  en  el  fondo  de  los  parajes  á  donde  se  reti- 
ran estos  animales.  A  la  mañana  siguiente  se  ex- 
traen los  cestos  del  agua,  y  dentro  de  ellos  se  en- 
cuentran cogidas  las  langostas  que  han  sido  atraí- 
das por  el  cebo. 

La  carne  de  langosta  es  sabrosa  y  sustanciosa 
y  reputada  como  estimulante:  la  de  la  hembra  es 
mas  eslimada  antes  y  después  de  la  puesta,  que 
tiene  lugar  desde  mayo  hasta  agosto;  después  de 
esta  época  se  prefiere  la  del  macho.  Su  uso  ha 
producido  á  veces  erupciones  cutáneas. 

Langostinos  ó  Salicotes.  Familia  de  crustá- 
ceos del  orden  de  los  decápodos  macruros,  crea- 
do por  Latreille,  que  comprende  especies  en  las 
cuales  el  cuerpo  es  en  general  comprimido  late- 
ralmente, el  abdomen  muy  grande,  los  tegumen- 
tos simplemente  córneos;  las  patas  delgadas  y 
largas;  la  alela  caudal  grande  y  bien  formada, 
y  las  agallas  poco  numerosas,  compuestas  de  lá- 
minas horizontales. 

Esta  familia  se  divide  en  cuatro  tribus,  que 
corresponden  á  los  antiguos  géneros  Crangon,  Al- 
feo  Palemón  y  Penéo. 

Langostino  común  ó  Salicote,  Palemón  Es- 
quilla  ,  Cámaro  ó  Camarón  común  (Pelamon 
S(juUla,Fabr.;  Cáncer  Sgmlla,l,.).  Especie  de  pe- 
queño crustáceo  cuyo  cuerpo  es  prolongado,  la 
cola  alo  menos  tan  larga  como  el  tronco-,  sus  pri- 
meras patas  terminadas  en  pinzas;  análogo  en  su 
forma  al  cangrejo  común,  si  bien  no  excede  2  pul* 
gadasymedia  á  3  de  longitud,  y  además  se  dis- 
tingue por  una  mancha  de  rojo  vivo  situada  en 
medio  de  la  concha.  Su  carne  tiene  un  sabor 
agradable,  y  según  Lemery  es  demás  fácil  diges- 
tión que  la  de  los  oíros  cangrejos  de  mar.  También 
abunda  mucho  en  nuestras  costas. 

Langostino  franco,  Crangon  a  ui.gvr,  Cardón 
(Crangon  ri<lQaris,Ys\v\\;.  Especie  de  unaá.Uoa 


CAS 

pulgadas,  de  un  verde  glauco  muy  pálido  y  salpi- 
cado de  gris,  que  por  la  cocción  pasa  «aun  rojo 
claro.  Vive  cu  nuestras  costas  y  es  muy  común  en 
las  de  la  Mancha  y  en  las  del  Océano,  en  donde  se 
hace  de  ella,  asi  como  en  París,  un  gran  consumo. 

Langostino  bel  Levante,  Penéo  sircado(/V 
neus  surcatus,  Lam.).  Llega  á  tener  hasta  8  ó  40 
Migadas  de  longitud.  Es  común  en  las  costas  de 
España,  de  Italia  y  del  mediodía  de  la  Francia. 
Se  come  fresco  ó  se  sala  para  expedirlo  á  todo 
el  Levante,  en  donde  es  también  muy  abundante  y 
por  lo  mismo  muy  buscado. 

Langostino  de'Provenza  [Xika  edulis,  Risso). 
Crustáceo  largo  de  una  pulgada  y  media,  de  un 
rojo  de  carne  salpicado  de  amarillo,  que  es  para 
los  habitantes  de  Niza  lo  que  elsalicote  es  para  los 
del  litoral  del  Océano. 

Langostino  de  sierra,  Palemón  de  sierra,  Ca- 
marón de  sierra  [Palemón  serratas,  Leacb.).  Ani- 
mal de  un  rojo  pálido,  largo  de  tres  ó  cuatro  pul- 
gad  as,  análogo  por  su  form  a  al  cangrejo  común,  y 
(jue  se  encuentra  en  nuestras  costas  y  en  las  de  la 
Mancha. 

CAXOíAUíA.  Ray  llama  asi  auna  serpiente 
venenosa  de  América,  larga  de  2  pies,  cuja  car- 
ne es  usada  como  alimento.  Lémery  dice  que  era 
mirada  como  propia  para  resistir  al  veneno. 

CAHTIQUI.  Especie  de  lienzo  delgado  que 
se  hace  de  algodón  y  viene  de  la  India. 

CAHíQUES.  Especie  de  tela  de  algodón  que 
se  fabrica  en  la  China,  y  que  es  empleada  por  los 
habitantes  de  este  pais  para  hacer  camisas. 

CIXTAKIDIXA.  Es  el  nombre  del  prin- 
cipio activo  de  las  cantáridas,  descubierto  en  ,  8 1 0 
por  el  Sr.Robiquet.  Esta  sustancia  blanca,  en  lá- 
minas micáceas,  volátil,  insolubleen  el  agua  y  en 
el  alcohol  frió,  soluble  en  el  alcohol  caliente,  en  el 
éter  y  en  los  acedes,  goza  de  una  acción  veji- 
gante eu  extremo  enérgica.  A  esta  solubilidad  en 
el  aceite  los  emplastos  vejigantes,  hechos  con 
las  cantáridas ,  deben  la  facultad  que  tienen  de 
obrar  sobre  lap;el  á  través  de  un  papel,  como 
lo  indicó  el  Sr.  Mérat ,  y  de  esta  misma  propiedad 
depende  la  acciou  perjudicial  que  ejerce  el  acei- 
te administrado  en  el  envenenamiento  produci- 
do por  las  cantáridas.  Créese  que  otros  insectos 
tienen  tambieu  del  mismo  principio  su  acción  ve- 
jigante. El  Sr.  Robiquct  efectivamente  lo  ha  ex- 
traído recientemente  del  milabro  de  la  achicoria. 

CA]¥A,  Arundo.  Género  de  la  familia  de  las 
gramíneas,  y  de  la  triandria  diginia  de  Linneo, 
que,  según  Kunth ,  contiene  veinte  y  dos  especies 
de  las  cuales  mas  de  la  mitad  son  inciertas. 

Caña  de  arenales  (A  rundo  Calanuujros- 
l¡$,  L.).  Se  dice  que  en  Rusia  el  infuso  de  esta 
planta  es  considerado  como  durélico  entre  la 
gente  del  pueblo,  según  una  relación  hecha  á  la 
Sociedad  de  física  y  de  medicina  de  Moscou 
por  Trínio.  Nosotros  poseemos  esta  especie  en 
mucha  abundancia,  lo  que  permitiría  verificar 
este  aserto. 

Caña  Bambusa  [Arundo  Bambos,  L.). — 
V.  Bambusa. 

Caña  de  céreas,  Cañavera,  Carri- 


CAfl  567 

zo  [Arundo  Pltrarjmites,  L.J.  Planta  indígena 
que  crece  en  abundancia  en  los  estanques  y  en 
las  márgenes  de  los  ríos  y  de  las  aguas  muertas 
ó  cenagosas.  Apoyada,  en  sus  raices  largas,  ras- 
treras y  dulces,  que  son  reputadas  como  diuréti- 
cas y  sudoriticas,  dá  una  caña  derecha,  de  siete 
y  mas  pies  de  elevación,  guarnecida  de  hojas  lan- 
ceoladas, lineares,  planas  ó  por  mejor  decir  de  li- 
gura  de  cintas  ,  cortantes,  terminadas  por  una 
punta  muy  larga  en  la  juventud,  (pie  primero  se 
dan  como  forraje  á  las  cabras,  caballos  y  vacas, 
y  cuando  enteramente  desarrolladas  se  echan  á 
sus  pies,  para  formar  pajaza  y  aumentar  la  ma- 
sa de  estiércol.  Una  panoja  Hoja,  plumosa,  an- 
cha y  copuda,  compuesta  de  llores  parduzcas 
abiertas  en  agosto  y  setiembre,  termina  el  extre- 
mo de  la  caña.  Cortadas  estas  panojas  antes  de 
la  floración  sirven  de  pequeñas  escobas  para  loa 
aposentos,  y  si  se  espera  que  estén  en  una  flora- 
ción completa  los  tintoreros  sacan  de  ellas  un  co- 
lor verde  bastante  hermoso. 

Las  cañas  enteras  ó  partidas  en  tirillas  sirvie- 
ron en  la  construcción  de  los  muros  de  la  anti- 
gua Babilonia,  poniendo  una  capa  de  ellas  por 
cada  treinta  de  ladrillos,  afín  de  darles  una  so- 
lidez mayor  y  mas  duradera;  en  el  dia  sirven  pa- 
ra fabricar  esteras  con  que  se  ponen  á  cubierto 
de  la  lluvia  varios  objetos,  y  entre  los  horticul- 
tores para  cerrar  sus  planteles  resguardando  la 
plantas  tiernas  del  ímpetu  de  los  vientos,  del  ar- 
dor del  sol  y  de  todas  las  otras  intemperies. 

Caña  leñosa,  Caña  eomuu  [Arundo 
Donax,  L.) .  Especie  indígena,  que  crece  en  los 
lugares  húmedos  y  se  eleva  á  dieí  ó  doce  pies: 
sus  tallos,  nudosos  y  huecos,  sirven  para  hacer 
instrumentos  de  viento;  sus  hojas  son  anchas  de 
dos  pulgadas,  largas  de  dos  pies,  lisas,  un  poco 
ásperas  sobre  los  bordes;  sus  llores  forman  una 
hermosa  panícula,  purpurina  y  un  poco  densa; 
sus  raíces  son  largas,  duras,  carnosas,  de  un  sa- 
bor ligeramente  azucarado,  cuando  jóvenes,  y  mas 
adelantadas  y  sobre  todo  secas  son  insípidas,  es- 
ponjosas, ligera*  y  grises. 

Segun  el  Sr.  Ch"evalier,la  raiz  de  caña  no  con- 
tiene fécula,  lo  que  es  muy  .notable,  pero  sí  una 
materia  resinosa  amarga  aromática  análoga  á  la 
que  se  obtiene  de  la  vainilla,  aunque  la  caña  sea 
inodora;  si  la  raiz  es  vieja  no  se  la  encuentra  azú- 
car, mientras  que  si  es  joven  lo  contiene  en  bas- 
tante cantidad  para  que  se  le  pueda  reconocer 
por  el  sabor. 

Las  r.iices  de  caña  se  usan  como  diuréticas  y 
aperitivas  particularmente  para  hacer  retirar  la 
leche.  Son  harto  conocidos  los  usos  de  esta  her- 
mosa gramínea  de  las  provincias  meridionales 
para  entretenernos  en  referirlos;  todo  el  mundo 
sabe  que  ella  es  el  material  exclusivo  para  la 
construcción  de  las  tiendas  de  campaña  de  varios 
pueblos  que  se  hallan  en  el  primer  grado  de  la 
civilización  y  de  otros  mas  adelantados;  que  en 
las  cercas  vivas  quecon  su  plantío  arrecia  el  hor- 
telano encuentra  un  guarda  de  su  propiedad  y  un 
producto  que  disminuye  los  gastos  continuos  de 
su  quinta,  cortándolas  á  proporción  que  adquie- 


568  CAN 

ren  su  habitual  magnitud  para  destinarlas  á  la 
fabricación  de  cestos,  etc.,  y  en  finque  en  la 
misma  la  inocente  niñez  encuentra  un  objeto  de 
diversión  haciéndola  servir  de  armazón  para  las 
cometas,  birlochas,  etc.,  que  echa  á  volar  por 
los  aires. 

Los  renuevos  de  esta  gramínea  se  comen  como 
los  espárragos. 

CAÑACORO  ó  Caña  ,  Canna.  Primer 
género  de  la  primera  clase  y  primer  orden  del 
sistema  de  Linneo,  que  corresponde  á  las  plantas 
monocQtiledones ,  familia  de  las  exitaminéas  por 
algunos,  tipo  según  otros  de  la  familia  de  las 
casmáicas.  Abraza  una  porción  de  especies  vi- 
vaces ,  naturales  de  países  cálidos,  provistas  de 
ríñones  perennes  y  gruesos  con  raíces  librosas 
casi  cilindricas;  tallos  rectos,  sencillos  de  dos  á 
tres  varas  de  alto  ;  hojas  aovadas  mas  ó  menos 
oblongas ,  envainantes  ,  arrolladas  sobre  si  mis- 
mas á  manera  de  cucurucho  antes  de  su  desco- 
gimiento ;  flores  vivamente  coloradas ,  dispues- 
tas en  espigas  claras  en  el  remate  de  los  tallos, 
con  el  cáliz  adherente  de  color  y  compuesto  de 
tres  sépalos,  corola  de  seis  pétalos  soldados  en 
su  base ,  con  un  filamento  pectaloídeo  ,  una  sola 
antera  oblonga  y  lateral ,  un  pistilo  de  cuatro  car- 
pelos con  un  estilo  petaliforme  y  un  estigma 
truncado;  cápsulas  oblongas  que  se  abren  en 
tres  ventallas  con  varias  semillas  casi  esféricas  y 
redondas. 

La  hermosura  de  estos  vegetales  y  la  facilidad 
de  su  cultivo  ,  sobre  todo  en  terrenos  ligeros  y 
bien  regados  en  estío ,  los  ha  hecho  admitir  en 
nuestros  jardines;  la  parte  que  sobresale  déla 
tierra  perece  á  la  entrada  de  invierno,  pero  per- 
sisten los  rizomas  que  arrojan  con  facilidad  nue- 
vos tallos  en  marzo  ó  abril,  y  florecen  desde  ju- 
nio á  setiembre  ú  octubre.  Se  multiplica  por  se- 
millas ó  por  pedazos  de  rizomas  que  se  plantan 
en  otoño. 

Este  género  contiene  unas  quince  á  veinte  es- 
pecies, algunas  cultivadas  como  plantas  de  or- 
nato, en  razón  de  sus  hojas  y  de  sus  flores. 

Cañacoro  de  Indias  ,  Caña  de 
cuentas  ,  Caña  de  Indias  ,  Caña- 
coro [Canna  indica  ,  L.  ). Planta  muy  bonita, 
que  presenta  un  aspecto  agradable  por  sus  hojas 
grandes  aovadas  y  de  un  verde  hermoso,  y  por 
sus  flores  vistosas  de  claro  rojo  ó  amarillento. 
Era  en  otro  tiempo  objeto  de  cultivo  por  mayor 
en  el  pueblo  de  Vilasar  á  tres  leguas  de  Barcelo- 
na en  la  costa  de  Levante,  y  se  hacia  comercio 
de  sus  semillas  negras,  duras,  y  globosas  para 
cuentas  de  rosario  ;  dichas  semillas  tenían  en  el 
país  el  nombre  de  Sabonetas  ó  Marietas.  Su  flor 
se  ha  llamado  á  veces  Flor  del  cangrejo,  á  causa 
de  cierta  semejanza  que  antes  de  abrirse  tiene 
en  color  y  figura  con  los  bracillos  de  dicho  ani- 
mal. 

Las  raíces,  que  son  muy  gruesas,  esponjosas, 
nudosas,  y  que  pueden  utilizarse  como  alimento, 
son  usadas  en  cataplasmas  en  los  abeesos  y  los 
tumores,  como  emolientes;  en  el  Brasil  son  muy 
empleadas  como  diuréticas  en  la  gonorrea.  Las 


CAN 

semillas  de  cañacoro  son  negras,  de  forma  de  gui- 
sante, muy  duras,  y  sirven  de  bala  de  fusil;  d  j 
ellas  se  extrae  un  bello  color  rojo,  y,  como  se  ha 
dicho,  sirven  á  veces  para  hacer  rosarios;  la  car- 
ne de  los  palomos  que  las  comen  se  vuelve 
amarga. 

Esta  especie  no  es  la  que  produce  los  basto- 
nes dichos  cañas  de  India. 

La  Cañacoro  garza  (Canna  glauca,  L.),  ori- 
ginaria de  los  terrenos  fangosos  de  la  Carolina, 
tiene  las  hojas  lanceoladas,  sin  nervios  y  de  un 
verde  bonito;  las  llores  son  de  un  amarillo  pálido, 
y  su  talla  es  igual  á  la  especie  anterior.  La  Ca- 
ñacoro de  hoja  estrecha  (Canna  angustí  folia, 
L.),  natural  de  la  América,  tiene  las  hojas  lan- 
ceoaladas,  las  flores  amarillas,  y  todas  las  par- 
tes mas  pequeñas  que  la  cañacoro  de  Indias. 

CÁÑAMO  ,  Cannabis.  L'na  sola  especie 
abundantemente  cultivada  en  toda  Europa  com- 
pone este  género  de  la  familia  de  las  urticáceas 
y  de  la  dioecia  pentandria.  Si  debía  darse  crédi- 
to á  la  mayor  parte  de  botánicos  y  agricultores, 
el  cáñamo  seria  originario  del  Asia  superior;  pe- 
ro no  puede  dudarse  de  que  se  halla  exponláneo 
en  las  dos  regiones  casi  polares  del  antiguo  he- 
misferio y  que  existe  igualmente  en  el  norte  de 
Europa  y  a  la  otra  parte  de  las  grandes  mon- 
tañas de  Nueva  Holanda.  Su  nombre  primitivo 
Kanab  es  celta;  el  de  Cans-jara,  que  se  le  da  en- 
tre los  pueblos  indios,  ya  acompañado  del  epíte- 
to Kalengi  ó  del  de  Tsjeru,  uno  y  otro  que  hacen 
referencia  á  la  elevación  de  su  tallo  ,  es  una  prue- 
ba incontestable,  en  sentir  de  Herodoto,  de  que  lo 
recibieron  de  los  Escitas  ó  Germanos,  que  llama- 
ban al  cáñamo  Hauf.  Mientras  que  los  habitantes 
del  Norte,  sobre  todo  los  Escandinavos,  emplea- 
ban este  vegetal  en  la  fabricación  de  sus  telas 
para  vestidos  y  para  el  velamen  de  sus  bajeles, 
los  pueblos  del  Oriente  lo  buscaban  únicamente 
para  procurarse  cierto  grado  de  embriaguez,  que 
íes  rehusan  sus  plantas  indígenas.  Solo  muy  tar- 
de las  naciones  ribereñas  del  Mediterráneo  la 
emplearon  bajo  el  primer  aspecto;  no  era  cono- 
cido de  los  Egipcios;  el  libro  de  los  Judíos,  laMi- 
chna,  habla  de  ella  como  de  un  uso  reciente,  y  los 
Turcos  no  la  han  propagado  en  los  países  "que 
han  ido  invadiendo  sino  como  planta  embriagan- 
te, empleando  sobre  lodo  sus  hojas  muy  aromáti- 
cas del  pié  macho,  y  las  flores  del  hembra  con 
el  nombre  de  Hachich,  que  quiere  decir  planta 
por  excelencia. 

Cáñamo  de  la  India,  Bange  [Can- 
nabis  indica ,  Lam.).  Esta  planta  señalada  por  el 
Sr.  Lamarck,  tiene  sus  hojas  alternas,  y,  según 
el  mismo,  poruña  organización  de  tejido  diferente, 
solo  es  considerada  por,la  mayor  parte  de  botáni- 
cos como  una  variedad  de  nuestro  cáñamo  común. 
Sea  como  fuere,  en  la  India  este  vegetal  es  emplea- 
do diariamente  como  un  excitante  venéreo,  y  para 
procurarse  sueños  agradables.  Sus  hojas  semas- 
can,  se  fuman  á  modo  de  tabaco,  ó  se  mezclan 
con  el  tabaco  mismo:  con  ellas  sé  prepara  un  li- 
cor embriagador  y 'narcótico,  llamado  Haschsch, 
Bangic;  y  también  á  dicho  objeto  se  las  incorpora 


CAS 
con  el  opio,  la  areca  y  el  azúcar.  El  Sr.  Ainslie 
dice  que  en  la  India  se  prescriben  las  hojas  de  cá- 
ñamo conlra  la  diarrea,  y  que  se  emplea  su  infuso 
aceitoso  aplicado  sobre  las  almorranas  dolorosas. 

Los  negros  del  Brasil  fuman  el  cáñamo,  lo  mis- 
mo que  los  Mahometanos  de  la  India  y  los  Marra- 
tas;  lo  toman  en  pildoras  y  en  cocimiento,  para 
procurarse  sueños  agradables ,  que  les  hacen  ol- 
vidar su  triste  condición;  pero  si  lo  usan  en  de- 
masía, caen,  según  Marcio,  en  una  especie  de  es- 
tupor acompañado  de  accidentes  nerviosos.  En 
U  India,  el  delirio  producido  por  el  abuso  del  cá- 
ñamo llega  hasta  al  furor  y  al  asesinato.  Los  Ho- 
tentotes,  dice  Sparmann,  solo  cultivan  el  cáña- 
mo para  fumarlo  con  el  mismo  lio. 

Cáñamo  sativo  {Cannabis  sativa,  L.j. 
Plañía  anua  cuyo  tallo,  hueco y  estriado,  se  eleva, 
según  el  clima  y  la  fertilidad  del  suelo,  desde  una 
á  cuatro  varas  de  altura ;  es  ramoso  cuando  cre- 
ce aisladamente,  pero  queda  simple  en  el  cultivo 
ordinario  ,  en  el  que,  por  medio  de  una  sembra- 
dura espesa,  se  aproximan  las  plantas  las  unas  á 
Isa  otras  de  intento.  Las  hojas  inferiores  son  opues- 
tas, y  las  superiores  alternas;  las  unas  y  las  otras 
son  incisas,  vellosas  y  pecioladas. 

El  cáñamo  es  dioico,  es  decir  que  ambos  sexos 
se  presentan  habitualmente  sobre  pies  separados. 
Las  flores,  de  color  verdoso,  están  dispuestas  las 
masculinas  en  racimos  terminales  en  la  sumidad  de 
tallo,  y  las  femeninas  en  espigas  juntas  situadas 
en  la  axila  de  las  hojas  superiores.  El  fruto  es 
una  pequeña  cápsula  esférica ,  bivalva  ,  indehis- 
cente,  unilocular  y  monosperma. 

Los  pies  femeninos ,  encargados  de  madurar 
las  simientes,  viven  mas  tiempo  y  se  hacen  mas 
grandes  que  los  pies  masculinos,  que  se  secan 
después  de  la  fecundación.  Esta  diferencia  es  tal 
que  los  habitantes  de  las  campiñas  han  general- 
mente invertido  los  nombres  que  corresponden  á 
los  dos  sexos,  en  razón  de  la  preocupación  que 
atribuye  casi  siempre  al  sexo  masculino  la  supe- 
rioridad de  talla  y  de  fuerza. 

Todas  las  partes  del  cáñamo  exhalan  un  olor 
penetrante  y  narcótico.  Basta  dormirse  ó  descan- 
sar en  un  cañamar  para  experimentar,  al  cabo  de 
poco  tiempo ,  vértigos  y  una  especie  de  embria- 
guez. 

Cultivo  del  cáñamo. 

El  cáñamo ,  como  la  generalidad  de  los  vege- 
tales que  so»  para  el  hombre  de  una  grande  uti- 
lidad ,  puede  obtenerse  en  latitudes  diversas  y 
bajo  climas  diferentes :  vegeta  muy  bien  en  Ita- 
lia, en  Grecia  y  en  los  países  mas  calidos  de  Eu- 
ropa, y,  aunque  teme  mucho  al  frió,  se  le  obtie- 
ne en'Rusia  hasta  el  68°  paralelo.  Como  nace, 
crece  y  madura  en  el  espacio  de  3  á  4  ni> 
encuentra  en  casi  todos  los  países  una  estación 
en  que  la  suma  de  calor  permite  llenar  al  cáña- 
mo todas  las  fases  de  su  vegetación. 

Sin  embargo ,  en  condiciones  climatéricas 
opuestas ,  presenta  caracteres  variados,  subordi- 
nados á  las  influencias  locales.  El  cáñamo  del 


CAS  S69 

Piamonte,  que  llega  á  tener  hasta  3  y  i  varas 
de  altura  en  su  patria  ,  se  achica  sucesivamente 
cuando  se  le  cultiva  en  un  terreno  poco  fértil  y 
bajo  un  clima  menos  favorable.  Los  vientos  ejer- 
cen una  influencia  marcada  sobre  la  calidad  de 
la  materia  filamentosa:  el  cultivado  en  ventorre- 
ros produce  una  hebra  grosera,  mientras  que  el 
que  crece  en  terrenos  abrigados  da  una  hebra 
mucho  mas  lina. 

Al  contrario  del  lino,  que  no  puede  volver  á 
crecer  con  buen  resultado  en  el  mismo  terreno 
sino  en  intervalos  mas  ó  menos  largos ,  el  cáña- 
mo goza  de  la  propiedad,  bastante  rara,  de  po- 
der ser  cultiv  ado  cada  año  en  el  mismo  terreno 
sin  degenerar;  y  de  ahí  es  que  los  pequeños  culti- 
vadores tienen  ordinariamente  un  campo,  el  mas 
fértil  de  su  labranza,  al  que  llaman  cañamar,  y 
en  el  que  cogen  cáñamo  todos  los  años. 

En  los  países  en  donde  la  tierra  es  general- 
mente fecunda  y  bien  cultivada,  el  cáñamo  hace 
parte  de  la  rotación;  cada  uno  de  los  terrenos  de 
una  propiedad  lo  produce  á  su  vez,  sin  que  existe 
ningún  terreno  especial  únicamente  destinado  a 
su  cultivo. 

Esta  planta  vegeta  muy  bien  en  toda  tierra  ri- 
ca, profunda,  floja  y  fresca.  Una  arcilla  pegajosa 
y  poco  profunda  nó  le  es  conveniente,"  y  se  com- 
place eu  un  terreno  arenoso;  pero  no  da  ningún 
resultado  en  un  terreno  seco  y  pedregoso. 

El  vigor  y  la  bondad  del  cáñamo  parecen  de- 
pender en  gran  parte  de  la  profundidad  de  tierra 
vegetal  liviana,  y  asi  las  tierras  que  se  quieren 
someter  al  cultivo  de  esta  planta  son  con  frecuen- 
cia cavadas  á  una  profundidad  de  1  á  i  y  medio 
pié. 

El  cáñamo  es  muy  aniquilador,  pues,  exceptuan- 
do las  coles,  ninguna  otra  planta  incluso  el  tabaco 
merece  ser  estercolada  con  mas  abundancia;  se 
considera  que  si  el  cáñamo  crece  todos  los  años 
en  un  mismo  terreno,  se  debe  poner  cada  año 
20  varas  cúbicas  por  dos  y  media  fanegas  de  es- 
tiércol bastante  descompuesto,  para  formar  una 
masa  homogénea  en  la  que  uo  se  reconoza  nin- 
gún vestigio  de  basura. 

Es  muv  útil  estercolar  antes  del  invierno,  á  fin 
de  que  el  abono  pueda  ser,  por  las  diversas  ac- 
ciones que  preceden  á  la  siembra ,  intimamente 
mezclado  con  la  tierra;  con  esto  el  crecimiento 
del  cáñamo  sera  mas  igual  y  mas  regular,  y  ade- 
más el  estiércol  tendrá  el  tiempo  suficiente  para 
descomponerse  y  podrá  suministrar  á  la  planta 
jugos  nutritivos  en  cantidad  bastante  para  satis- 
facer  á  su  rápido  desarrollo. 

Los  abonos  muy  activos,  tales  como  la  palomi- 
na, él  mantillo  dé  estiércol  seco,  etc.  convienen 
particularmente  al  cáñamo  y  pueden  ser  emplea- 
dos poco  antes  de  la  siembra. 

La  simiente  de  cáñamo,  llamada  Cañamón, 
se  enrancia  muy  pronto,  y  entonces  no  pue- 
de germinar.  Para  la  siembra  ,  debe  usarse 
siempre  simiente  de  la  última  cosecha.  El  gra- 
no negro  ha  experimentado  una  fermentación 
siempre  perjudicial  al  germen  ,  el  blanco  ha- 
abortado,  y  el  verde  es  poco  maduro.  La  buena  si 

tomo  i- 


570  CAN 

miente  es  gris,  luciente  y  pesada,  .y  su  almendra 
tiene  un  sabor  de  avellana.  La  siembra  debe  ha- 
cerse, en  la  primera  quincena  de  mayo,  época  en 
que  no  han  de  temerse  las  ¿Mimas  heladas. 

Para  sembrar  el  cáñamo  se  esparce  Ja  semilla 
al  vuelo  sobre  un  terreno  fresco,  después  de  una 
lluvia,  para  asegurarse  de  su  pronta  germinación. 
La  cantidad  de  grano  que  se  emplea  varia  según 
el  objeto  que  se  desea  obtener.  Si  se  quiere  po- 
seer una  hebra  muy  fina  es  menester  hacer  la 
siembra  muy  espesa,  y  entonces  las  plantas,  estre- 
chadas de  todos  lados ,  se  vén  forzadas  á  elevar- 
se; los  tallos  dilgados  y  largos  producen  he- 
bras finas  y  delicadas  propias  para  -la  fabrica- 
ción de  hermosas  telas.  Si,  al  contrario,  se  desea 
una  gran  cantidad  de  hebra  para  emplearla  en  Ja 
fabricación  decuerdas,  se  disminuye  la  cantidad 
de  sumiente,  pues  las  plantas  claras  se  cubiende 
libras  mas  gruesas,  mas  fuertes  y  mas  propias  pa- 
ra este  objeto.  intimamente,  si  la  siembra  se  na- 
ce con  el  fin  de  obtener  grano,  debe  sembrarse 
muy  claro. 

inmediatamente  después  de  «la  siembra  debe 
cubrirse  ligeramente  el  grano  con  el  rastrillo.  En 
circunstancias  favorables,  es  decir  .en  «tiempo 
húmedo  y  templado,  el  cáñamo  nace  muy  pronto; 
pero  luego  que  aparece  es  menester  Jiacer 
guardar  el  cañamar  durante  algunos  dias,  para 
alejar  de  él  á  las  aves  granívoras,  en  particular 
ú  los  palomos,  que  acuden  á  arrancar  las  plantas 
para  comerse  el  grano  que  sale  pegado  con  ellas. 

Una  escarda  solo  es  útil  cuando  el  primer  de- 
sarrollo de  la  planta  se  vé  embarazado,  pues  el 
cáñamo  se  protege  bastante  bien  por  si  mismo. 
Desde  el  principio  del  crecimiento  cubre  per- 
fectamente el  suelo  y  se  opone  á  la  producción  de 
toda  vegetación  extraña  á  la  suya.  Esta  Cir- 
cunstancia permite  en  un  mismo  terreno  hacer 
suceder  al  cáñamo  una  cosecha  de  trigo.  En  al- 
gunos paises,  en  las  tierras  ricas,  le  hacen  su- 
ceder el  lino,  que  exige  una  tierra  perfectamen- 
te limpia.  La  sucesión  inversa  no  seria  racional, 
porque  el  lino  permite  que  el  suelo  se  infecte  de 
malas  yerbas  ,  mientras  que  el  cáñamo  las  impi- 
de crecer. 

Si  el  cáñamo  nace  demasiado  espeso ,  se  pue- 
den entresacar  algunos  pies.  Aquí  debe  manifes- 
tarse que  en  la  juventud  de  la  planta  se  pueden  ya 
distinguir  los  pies  masculinos  de  los  pies  femeni- 
nos ;  los  primeros  que,  con  el  tiempo  son  aventa- 
jados por  los  segundos,  presentan  desde  un  prin- 
cipio cierta  superioridad  de  talla  y  de  vigor,  y  co- 
mo producen  la  hebra  mas  estimada,  se  les  puede 
reconocer,  y  destruir  con  preferencia  los  pies  fe- 
meninos ,  si  se  juzga  conveniente. 

Por  cada  fanega  de  tierra  se  pueden  recoger 
desde  9  hasta  25  y  30  arb.  de  hebra;  el  produc- 
to en  granos  es  de  U  á  16  fanegas. 

La  mayor  parle  de  los  insectos  son  rechaza- 
dos por  el  olor  fuerte  del  cáñamo  ;  sin  embargo, 
una  oruga,  por  lo  demás  bastante  rara,  vive  en 
el  interior  de  su  tallo  y  lo  hace  morir. 

El  cáñamo  mata  á  las  plantas  adventicias;  pero 
en  su  juventud  él  está  expuesto  á  los  extragos  de 


CA5¡ 

dos  parásitas:  la  cuscuta  y  el  orobanque.  Esta  úl- 
tima, que  se  la  \é  salir  de  la  tierra  bajo  la  forma  de 
un  espárrago,  vive  de  la  raíz  del  cáñamo,  absorve 
sus  jugos  y  hace  perecer  la  planta.  La  cuscuta 
produce  tallos  delgados,  provistos  de  chupadores 
por  medio  de  los  cuales  se  ingiere  en  las  parles 
aéreas  del  cáñamo  y  agota  su  savia.  Es  menester 
destruir  estas  dos  plantas  dañinas  tan  luego  como 
aparecen ,  á  fin  de  evitar  su  propagación. 

Por  último,  debe  observarse  que  el  cultivo  del 
cáñamo,  por  interesante  y  productivo  quesea,  exi- 
ge demasiado  trabajo  para  que  á  un  cultivador  le 
sea  provechoso  entregarse  á  él  en  grand&escala,  á 
menos  que  no  se  encuentre  en  posición  de  poder 
vender  el  producto  en  el  mismo  lugar  á  industria- 
les que  se  encarguen  del  trabajo  ulterior.  Ade- 
más téngase  presente  que  la  producción  del  cá- 
ñamo solo  puede  sostenerse  con  ventaja  por  cul- 
tivadores que  posean  tierras  muy  fértiles  y  abo- 
nos abundantes. 

•     Cosecha  del  cáñamo. 

La  cosecha  del  cáñamo  puede  hacerse  de  tres 
maneras  diferentes  : 

l£  Se  puede  arrancar  ó  segar  el  cáñamo 
masculino  y  femenino  antes  de  Ja  madurez  délos 
granos  y  luego  que  las  llores  masculinas  han  es- 
parcido su  polvo  fecundante;  por  este  método  se 
sacrifica  el  grano  para  obtener  una  hebra  de  la 
mejor  calidad. 

2.a  En  otros  países  se  recoge  todo  á  la  vez, 
pero  siempre  despuesde  lamadurez  de  los  granos, 
y  entonces  se  obtienen  dos  productos;  sin  embar- 
góla hebra  es  de  una  calidad  inferior,ylasemilla, 
imperfectamente  desarrollada,  no  es  propia  pa- 
ra la  reproducción. 

3.a  En  fin,  en  muchos  puntos  la  cosecha  se 
hace  en  dos  tiempos:  se  arranca  el  cáñamo  mas- 
culino luego  que  ha  pasado  la  florescencia,  y  se 
dejael  femenino  en  pié  hasta  que  sus  granos  lian 
madurado.  De  esta  manera  se  obtiene  una  hebra 
hermosa  en  la  primera  mitad  déla  cosecha  ,  y  el 
grano,  que  se  recoge  en  seguida,  es  mas  perfecto 
y  mas  abundante  que  si  se  hubiesen  conservado 
todas  las  plantas;  pero  se  necesita  un  número  de 
jornales  mas  considerable. 

Cada  uno  de  estos  métodos  ofrece  ventajas  é 
inconvenientes;  cada  uno  de  ellos  puede  ser  adop- 
tado, según  que  se  desee  obtener  grano  ó  hebra 
de  alto  precio.  El  último  es  usado  particularmente 
por  aquellos  que  cultivan  el  cáñamo  en  pequeña 
extensión.  En  los  países  en  donde  se  practican  los 
primeros  métodos  solo  se  emplea  comosimiente 
el  grano  recogido  de  los  pies  sembrados  en  cam- 
pos de  patatas,  maíz,  habichueUs,  etc.  Estos  pies 
aislados  se  ramifican  mucho  y  producen  gran 
cantidad  de  grano,  bien  preferible  para  la  siem- 
bra al  que  ha  sido  producido  por  plantas  apreta- 
das entre  sí,  como  sucede  cuando  se  cultiva  el  cá- 
ñamo solo  por  sus  materias  filamentosas. 

Cuando  se  quiere  coger  el  cáñamo  según  el  ter- 
cer método,  se  arrancan  primero  los  pies  masculi- 
nos, y  después  se  atan  en  manojos  de  unas  7  pul- 


CAN 
gados  de  diámetro  para  llevarlos  en  seguida  á  la 
alborea.  El  escogimiento  de  los  pies  masculinos 
exige  unos  1 2  jornales  de  trabajo  para  cada  dos 
fanegas  de  tierra.  La  cosecha  de  los  pies  feme- 
ninos se  hace  dos  veces  mas  pronto ;  luego  que 
el  grano  empieza  á  entrar  en  madurez,  se 
arrancan  á  su  vez  para  evitar  los  estragos  que 
producen  los  pájaros,  disponiéndolos  en  manojos 
del  mismo  tamaño  que  los  precedentes. 

Se  ahuecan  en  el  campo  hoyas  circufares  de  un 
pié  de  profundidad  sobre  t  ó  2  varas  de  diáme- 
tro ,  en  las  que  se  colocan-  los  manojos  derechos 
los  unos  contra  los  otros;  ai  pié  de  esta  especie 
de  pila  ,  se  dispone  en  escarpa  la  tierra  extraída 
de  la  hoya  ,  para  alejar  las  aguas  pluviales;  en 
fin,  se  cubren  las  sumidades  de  los  montones 
con  un  sombrero  de  paja,  para  proteger  el  ca- 
ñamón contra  la  lluvia  y  los  gorriones.  Por  este 
medio  la  plantase  conserva  fresca  y  acaba  len- 
tamente de  madurar  sus  granos.  Algunas  veces 
los  manojos  de  cáñamo  son  colocados  en  la  hoya 
con  la  punía  hacia  abajo,  y  esto  se  hace  con  el 
objeto  de  destruir  la  capa  viscosa  que  impregna 
la  parte  superior  del  fallo  y  que  impkle  al  grano 
salir  libremente  de  su  cubierta. 

Al  cabo  de  quince  dias  ó  tres  semanas  se  des- 
hacen las  pilas.  La  trilla  se  ejecuta,  no  con  el' 
trillo  que  aplastaría  los  grano?,  sino  golpeando 
los  tallos  sobre  un  tonel  r  al  principio  ligeramen- 
te ,  para  hacer  caer  los  granos  mas  maduros 
y  reservarlos  para  simiente;  los  que  quedan  en 
la  espiga  son  después  sacudidos  mas  fuerte- 
mente y  destinados  á  otros  usos.  Los  cañamo- 
nes se  aechan  ro  mismo  que  el  trigo,  y  se  con- 
servan en  el  granero,  tomando  las  mismas  pre- 
cauciones que  para  los  demás  granos  oleagi- 
nosos. 

Una  vez  el  cáñamo  se  halla  desembarazado  de 
su  grano  se  somete  al  enriamiento. 

Las  fibras  corticales  que  contienen'  ki  hebra 
están  adheridas  entre  si  á  la  parle  leñosa  del  ta- 
llo, que  se  llama  Cañamiza,  por  medio  de  una 
sustancia  gomosa  y  resinosa.  El  enriamiento,  pues, 
tiene  por  objeto  la* descomposición  de  esta  sustan- 
cia, por  medio  de  una  fermentación  que  puede 
determinarse  de  diversas  maneras,  y  de  las  cua- 
les indicaremos  cuatro: 

<.*    Sumergiendo  el  cáñamo  en  el  agua; 

2.a  Exponiéndolo  en  un  prado  segador  á  la 
acción  de  las  lluvias  y  del  roció; 

3.*  Enterrándolo  en  un  hoyo,  sin  el  intermer 
dio  del  agua; 

4.a  Extendiéndolo,  en  invierno ,  sobre  un  ter- 
reno labrado  al  través  de  los  surcos,  en  er  mo- 
mento en  que  deben  caer  las  primeras  nieves. 

Las  dos  últimas  maneras  de  enriar  el  cáñamo 
son  imperfectas  v  poco  usadas. 

En  el  articulo  tino  se  tratará  circunstanciada- 
mente del  enriamiento  al  rocío.  Para  el  cáñamo, 
lo  mas  generalmente  se  emplea  el  enriamiento 
por  medio  del  agua. 

Todas  las  aguas  no  son  igualmente  convenien- 
li1-  para  esta  operación.  Una  agua  fria  y  cor- 
rioute  no  favorécela  fermentación  queesncee-; 


CAN  571 

saría  obtener:  para  ello  lo  mejor  es  una  balsa  de 
agua  estancada,  si  bien  al  cabo  se  ensucia  y  colo- 
ra al  cáñamo ,  y  por  otra  parle  también  se  cor- 
rompe y  despide  miasmas  pútridas  (pie  infectan 
al  aire  "y  convierten  insalubres  las  cercanías.  No 
debe  enriarse  el  cánamo  en  un  estanque  que 
contenga  peces,  porque  estos  animales  se  em- 
briagarían muy  luego  y  después  perecerían  in- 
faliblemente á  medida"  que  el  oxigeno  del  aire 
contenido  en-ef  agua  seria  absorvido  por  la  fer- 
mentación. 

La  mejor  alberca  es  la- que  está  atravesada  por 
un  chorrito  de  agua,  que  corra  continuamente 
por  la  superficie.  En  un  agua  terrosa  es  imposi- 
ble obtener  una  hebra  de  bella  apariencia. 

A  fin  de  que  el  enriamiento  se  haga  con  igual- 
dad es  necesario  ajustar  los  tallos  de  cáñamo 
según  su  madurez,  sus  dimensiones  y  su  esta- 
do de  desecación.  La  fermentación  es  tanto  mas 
lenta  en  cuanto  el  cáñamo  es  mas  grueso,  ma» 
maduro  y  mas  seco.  La  duración  del  enriamien- 
to depende  también  de  la  temperatura  del  aire  y 
de  la  calidad  de  las  aguas ;  en  las  aguas  dulces 
marcha  rápidamente;  en  las  aguas  crudas  y  sé- 
lenitosas  es  lenta  é  imperfecta.  Como  término 
medio  ,  dura  de  4  á  5  dias  en  los  meses  de  ju- 
lio y  agosto  ,  de  fr  á  8  en  setiembre,  y  de  D  á  15 
en  octubre. 

Después  de  haber  juntado  y  sumergido  los  ma- 
nojos de  cáñamo  en  el  agua ,  se  cubre  el  todo 
con  un  zarzo  encima  del  cual  se  ponen  piedras 
hasta  que  la  masa  quede  cubierta  de  3  ó  4  pul- 
gadas de  agua. 

Cuando  se  quiere  reconocer  si  el  cáñamo  está 
enriado  se  extraen  algunas  hebras;  si  se  rom- 
pen bien  sin  doblarse ,  si  la  hebra  se  separa  coiv 
facilidad  de  la  cañamiza  cerca  déla  sumidad,  el 
enriamiento  está  terminado ,  y  entonces  es  preci- 
so retirar  el  cáñamo  del  agua.  Para  hacerlo  se- 
car, se  desatan  los  manojos  extendiéndolos  en  ei 
suelo ,  ó  mejor  aun  arrimándolos  á  lo  largo  de 
los  vallados,  paredes,  etc.  Háse  observado  que 
en  un  tiempo  seco  y  bajo  un  cielo  despejado,  ios 
filamentos  adquieren  blancura,  y  al  contrario  que 
se  ennegrecen  en  un  tiempo  húmedo  y  bajo  la  in- 
fluencia de  una  luz  difusa.  Al  cabo  de  algunos 
dias,  luego  que  el  cáñamo  está  seco,  se  reco- 
ge y  se  conserva  basta  el  momento  de  extraer 
la  hebra.  Antes  de  proceder  á  esta  última  opera- 
ción ,  que  comunmente  se  ejecuta  en  invierno  ,  es 
necesario  tostar  el  cáñamo  por  medio  de  fuego 
puesto  dentro  de  una  caja  de  estaño.  Con.  mucha 
frecuencia  se  mete  en  un  horno  calentado  á65° 
poco  mas  ó  menos,  quees  la  temperatura  que 
queda  en  el  horno  después  de  hora  y  media  do 
haber  sacado  el  pan,  y  en  donde  debe  permane- 
cer por  espacio  de  diez  y  ocho  horas. 

Para  obléner  la  hebra  se  emplean  dos  proce- 
dimientos :  quebrantarlo  y  agramarlo.  El  prime- 
ro consiste  en  romper  el  "cáñamo  con  la  mano  y 
en  separar  la  hebra  pasando  el  dedo  entre  la  ca- 
ñamiza y  la  corteza;  por  este  medio  ,  las  hebras 
son  mas  largas  y  mas  fuertes  ,  ñero  el  trabajo  es 
lento.  Esta  operación  es  aplicada  parlicularmen- 


573    #  CAN 

te  al  cáñamo  femenino ,  cuyas  hebras  volumino- 
sas se  prestan  mal  ala  acción  déla  agramadera. 

Se  llama  agramadera  una  especie  de  banco 
sostenido  sobre  cuatro  pies,  hecho  de  una  alfa- 
jia  de  unas  7  pulgadas  de  cuadrado  y  de  t  y,  vara 
de  longitud.  Esta  pieza  de  madera  está  ahuecada 
hasta  10  pulgadas  de  cada  una  de  sus  ex- 
tremidades con  dos  grandes  muescas  longitudi- 
nales que  atraviesan  el  espesor  entero  de  la  al- 
r'ajía.  Las  dos  muescas  dejan  en  la  pieza  de 
madera  tres  lengüetas  corladas  en  bisel  agudo 
en  su  parte  superior.  Sobre  esta  pieza  se  añade 
otra  de  madera  de  la  misma  longitud  que  la  pri- 
mera, ambas  están  reunidas  en  una  de  sus  extre- 
midades por  una  clavija  de  madera  que  les  sirve 
de  eje;  el  extremo  opuesto  de  la  pieza  superior 
está  terminado  por  una  manecilla.  Esta  pieza  tie- 
ne en  su  longitud  dos  lengüetas  en  forma  de  ho- 
jas de  cuchillo  que  corresponden  á  las  muescas 
de  la  pieza  inferior. 

Para  agramar,  el  obrero  agarra  con  la  mano 
izquierda  un  manojo  de  cáñamo  colocándolo  en- 
tre las  dos  quijadas  de  la  agramadera;  levantan- 
do y  bajando  alternativamente  la  quijada  supe- 
rior, cuya  manecilla  tiene  agarrada  con  la  ma- 
no derecha,  rompe  la  parte  leñosa  del  cáñamo; 
después,  tirando  el  manojo  de  entre  las  dos  qui- 
jadas, obliga  á  separar  la  cañamiza  de  la  hila- 
za. Luego  que  el  manojo  ha  sido  preparado  de  es- 
fe  modo  hasta  la  mitad,  lo  coge  por  el  lado  agra- 
mado y  hace  la  misma  operación  con  la  mitad 
restante.  Cuando  el  cáñamo  es  duro,  se  contunde 
antes  de  agramarlo,  esto  es  se  chafan  las  hebras 
sobre  un  tajo  por  medio  de  un  mazo  de  madera 
que  pese  4  ó  6  libras. 

Después  de  haber  agramado  ó  quebrantado  el 
cáñamo,  la/  hebra  se  arregla  en  paquetes  para 
ser  vendida.  La  hebra  de  buena  calidad  debe 
ofrecer  un  color  blondo  de  perla,  y  un  olor  fran- 
co y  aromático  .que  caracteriza  al  cáñamo ; 
el  que  tiene  el  color  verde  rojizo,  oscuro  subido, 
y  que  exhala  un  olor  de  moho  ha  perdido  lodo 
su  nervio  y  solo  es  propio  para  obras  de  desecho. 

Los  pies  de  cáñamo  mas  estimados  para  la  pro- 
ducción de  la  hebra  son  aquellos  que,  recogidos 
poco  tiempo  después  que  el  macho  ha  despedido 
su  polvo  seminal,  alcanzan  sin  excederla  dema- 
siado la  altura  de  2  varas  y  el  volumen  de  un  ca- 
non grueso  de  pluma;  menores  de  1  V,  vara,  pier- 
den de  su  valor;  mas  gruesos,  la  hebra  es  basta 
y  deja  de  ser  buscada  para  la  fabricación  de  te- 
las. 

Especies  comerciales  de  cáñamo.    ' 

Después  de  preparado  el  cáñamo  por  los  dos 
métodos  que  dejamos  expuestos,  la  hebra  se  ha- 
lía  ya  dispuesta  para  circular  en  el  comercio^  La 
hebra  extraída  quebrantando  el  cáñamo  es  gene- 
ralmente mas  fuerte  y  mas  nervuda  que  la  obte- 
nida agramándolo,  porque  resulta  mas  entera  y 
menos  dividida;  pero  para  darle  el  mismo  grado 
de  finura  que  tiene  la  del  cáñamo  agramado  es 
menester  que  sufra  mucho  mas  desperdicio.  Se- 


CAN 

gun  si  ha  sido  ó  no  rastrillado,  se  leda  el  nombre 
de  Cáñamo  rastrillado,  ó  Cáñamo  en  bruto.  La» 
calidades  que  distinguen  el  cáñamo  en  el  estado 
bruto  son  las  siguientes:  la  hebra  es  de  longitud 
mediana ,  esto  es  de  4  á  5  pies,  grasa,  traspa- 
rente, limpia  de  cañamiza  y  resistente  Es  me- 
nester que  los  manojos  estén  compuestos  de  he- 
bras iguales  entre  si,  v  que  las  cabezas  no 
estén  forradas  de  estopa.  En  cuanto  á  los  Cáña- 
mos rastrillados,  lacalidad  puede  variar  al  in- 
finito, según  el  grado  de  finura  que  se  les  hada- 
do. En  ambos  estados  el  color  depende  de  la  na. 
luraleza  del  terreno,  del  grado  de  madurez  de  la 
planta,  y  de  las  aguas  en  las  cuales  se  ha  ope- 
rado el  enriamiento.  Al  hablar  de  los  principales 
cáñamos  que  se  encuentran  en  el  comercio  ten- 
dremos ocasión  de  tratar  nuevamente  de  las  ca- 
lidades generales  de  la  especie,  y  describirlas 
calidades  particulares  de  cada  variedad. 

Hemos  dicho  ya  otra  vez  que  el  color  del  cá- 
ñamo no  era  el  "único  carácter  para  determinar 
su  bondad;  el  olor  de  este  producto  merece  qui-  • 
zas  llamar  mas  la  atención  del  comerciante,  pues 
por  él  se  reconoce  si  el  cáñamo  es  fresco  ó  si  no 
tiene  mas  de  un  año.  Esta  frescura  lo  hace  pro- 
pio para  la  fabricación  de  cuerdas,  y  nada  pier- 
de de  su  peso  cuando  se  le  trabaja.  Los  fardos 
de!:en  estar  colocados  en  almacenes  secos,  eleva- 
dos del  suelo,  y  en  los  que  circule  bien  el  aire; 
así  que  se  advierte  humedad  ó  fermentación,  es 
menester  exponerlos  al  aire  y  hacerlos  secar, 
poniéndoles  extendidos. 

El  Cáñamo  crudo,  Cáñamo  en  masa,  es  el  que 
no  ha  recibido  ninguna  preparación;  Cáñamo  lim- 
pio ó  ¿áñamo  rastrillado  son  los  nombres  que  se 
dan  al  cáñamo  preparado.  Además  se  subdividen 
todavía  en  varias  calidades  y  nombres  distintos, 
según  al  uso  para  los  cuales  son  propios. 

Generalmente,  en  el  comercio  del  cáñamo  to- 
do depende  del  país  de  donde  procede,  y  por  lo 
mismo  vamos  á  hacer  su  descripción  geográfica. 

Cáñamo  de  España.  Algunas  provincias  de  Es- 
paña producen  cáñamos  tan  buenos  como  los  me- 
jores del  extranjero,  y  la  única  ventaja  que  és- 
tos tienen  sobre  los  de  nuestro  país  es  que  se 
presentan  en  los  mercados  mas  bien  rastrillados 
y  desembarazados  de  cañamizas.  Nuestros  agri- 
cultores generalmente  dejan  el  cáñamo  poco  lim- 
pio. 

Cáñam')  de  Cataluña.  En  cuanto  á  las  cosechas 
de  alguna  consideración  que  se  hacen  en  Catalu- 
ña puede  decirse  que  están  reducidas  al  llano  de 
Barcelona  y  á  la  provincia  de  Lérida. Estos  cáña- 
mos, según  sus  calidades,  se  destinan  á  diferen- 
tes usos;  los  de  Cornelia ,  de  San  Juan  de  Espí  y 
del  Hospitalet,  que  son  los  mejores,  tanto  por  su 
consistencia  como  por  su  color  hermoso  v  finu- 
ra, están  destinados  á  la  fabricación  de  telas;  los 
de  la  parte  de  S.  Andrés  de  Palomar,  S.  Mari», 
Horta  y  toda  la  cosía  de  levae,  son  mas  bastos 
y  mas  flojos,  y  regularmente  se  destinan  á  la  fa- 
bricación de  alpargatas;  últimamente,  los  cáña- 
mos del  Valles  son  los  mas  útiles  para  la  jarcia 
de  las  embarcaciones,  porque  su  calidad  aspen 


CAS 

y  seca  los  bace  muy  á  propósito  para  recibir 
él  alquitrán,  que  conservan  mejor  que  ningún 
otro. 

Toda  la  parte  del  Urgel  bañada  por  el  Segrc,  y 
sobre  todo  Lérida,  produce  abundantes  cosechas 
de  cáñamo,  si  bien  su  calidad  es  inferior  á  los 
cáñamos  del  llano  de  Barcelona. En  el  campo  de 
Tarragona  se  cultiva  también  el  cáñamo,  aunque 
no  en  grande  escala  ;  las  mejores  cosechas  y  las 
calidades  mas  buenas  de  aquella  parte  se  hacen 
en  Altafulla,  Torredembarra,  etc. 

Tanto  en  Cataluña  como  en  las  demás  provin- 
cias de  España  hay  pocos  puntos  en  donde  se  de- 
je de  cultivar  este  "producto;  sin  embargo,  la  in- 
significancia de  sus  cosechas,  reducidas  al  uso 
de  las  mismas  localidades ,  hace  que  no  podamos 
hacer  mención  de  sus  cáñamos  en  este  articulo, 
puesto  que  nuestro  objeto  es  solo  describirlos  de 
aquellas  provincias  y  puntos  cuyas  cosechas  es- 
tán destinadas  al  comercio  interior,  y  que  por 
lo  mismo  deben  ser  conocidos. 

Cáñamo  de  Granada.  Toda  la  vega  de  Grana- 
da produce  cáñamos  de  muy  buena  calidad,  de 
mucha  consistencia  y  hermoso  color;  el  gobierno 
generalmente  se  provee  de  ellos  en  dicha  vega 
para  la  fabricación  de  jarcias  y  demás  efectos  na- 
vales de  sus  arsenales. 

Cáñamo  de  falencia.  Es  el  mejor  que  se  coge 
en  toda  España;  su  finura,  su  hermoso  color  blan- 
co y  su  longuitud  lo  hacen  muy  propio  para  la 
fabricación  de  telas  finas.  Las  cósechasde  Valen- 
cia son  abundantes.  El  cáñamo  de  la  parle  de 
Castellón  de  la  Plana,  si  bien  es  bastante  bueno, 
es  sin  embargo  muy  inferior  al  de  Valencia ;  ge- 
neralmente se  le  destina  á  la  fabricación  de  al- 
pargatas y  bramantes. 

En  Aragón  y  Navarra  se  culliva  también  cá- 
ñamo, y  el  de  mejor  calidad  se  emplea  para  la 
fabricación  de  telas  gruesas  ,  sirviendo  el  de 
calidad  inferior  para  hacer  alpargatas  y  cuer- 
das. 

Para  la  corla  fabricación  de  las  telas  finas  que 
se  hacen  en  España  se  emplean  generalmente  los 
hilos- extranjeros,  porque  son  los  masa  propó- 
sito. 

Todo  el  cáñamo  que  produce  nuestra  nación  no 
es  suficiente  todavía  al  consumo  de  su  interior,  y 
esto  hace  que  nos  veamos  obligados  á  recurrir  al 
extranjero  para  suplir  la  falta  (pie  experimenta- 
mos de  este  producto.  El  cáñamo  que  importamos 
viene  casi  todo  de  Italia,  y  es  de  muy  buena  ca- 
lidad. Las  ciudades  de  aquel  país  que  mas  cáña- 
mo exportan  para  España  son  Genova  y  Liorna, 
de  donde  proceden  los  mejores,  y  después  Ancona 
v  Ferrara,  cuyo  producto  es  mas  inferior.  Su  emba- 
laje consiste  en  una  tela  rayada  blanca  y  azul 
muy  ordinaria,  atada  con  una"cucrda,y  por  cada 
bala  se  abonan  seis  libras  de  tara.   . 

Sejrun  la  Dirección  General  de  Aduanas,  la 
cantidad  de  cáñamo  importado  en  España , 
de  varios  puntos  del  extranjero,  en  los  años 
de  1848  y  49,  es  la  que  se  vé  en  el  estado  si- 
guiente : 


CAN 


573 


Años. 


Puntos  d«  doTklc  procede.        1848  1849 

De  Toswwa 3.(>~í  8,443  "H 

De  Cerdeíia.  ,     .     .     .     .     1,835  8  165  .£ 

De  oí ros  puntos    ....       113  t,961  ©r 

Según  la  Balanza  mercantil  formada  por  la 
M.  1.  Junta  de  Comercio  de  esta  ciudad  ,  en  el 
año  de  1849,  entraron  en  el  puerto  de  Barcelona 
21,980  arrobas  de  cáñamo  en  rama,  \alor  de 
1.186,920  reales  vellón. 

Cáñamo  de  Alemania.  Los  cáñamos  en  este 
pais  son  el  objeto  de  ud  comercio  importante ,  so- 
bre todo  por  su  exportación  á  Francia  y  á  Suiza. 
La  primera  clase  ,  llamado  Cáñamo  de  zapa- 
tero, se  distingue  por  su  blancura.  La  2.*  clase, 
Cáñamo  para  hilar,  es  menos  blanca  que  la 
primera.  l"rancfort-sur-Maine,  Mancbeim,  Fri- 
burgo  y  Brisgaulo  producen  en  su  mayor  parte; 
en  las  otras  provincias  alemanas  se  exporta  me- 
nos cáñamo ,  porque  se  trabaja  en  el  mismo  país. 
En  el  Imperio  de  Austria  el  cáñamo  esclavón 
es  preferido  á  todos  los  demás.  Presburg»  (  en 
Engría)  produce  un  cáñamo  excelente .  pero  no 
no  es  bastante  largo.  La  Carinlia,  laEsliria  y  la 
Crioula,  sobre  todo  estos  últimos  países,  expor- 
tan este  producto  en  mucha  abundancia  para  el 
Levanta  La  Galicia  y  la  Momia  envían  sus  cá- 
ñamos inferiores  á  Silesia,  á  los  puertos  del  Bál- 
tico y  á  Viena. 

Cáñamo  de  la  América  del  Sed.  Los  países  si- 
tuados en  las  orillas  del  Orinoco  dan ,  bajo  el 
nombre  de  Pita,  una  especie  de  cáñamo  que  es 
mas  largo  y  mas  blanco  que  el  europeo ,  y  que 
no  se  pudre  en  el  agua,  pero  no  se  sabe  con 
certeza  si  este  cáñamo  proviene  ó  no  de  otra 
planta.  Algunos  viajeros  dicen  que  procede  de  las 
hebras  de  las  hojas  del  aloe  americano,  cuyas 
hojas  dan  también  hilo  para  coser,  y  se  emplean 
para  hacer  cuerdas.  En  Ñapóles  ven  España  sir- 
\en  las  hebras  del  aloe  para  hacer  puntillas, 
medias ,  guantes ,  tapices  etc. 

Cáñamo  m  Bélgica.  Es  de  mediana  calidad, 
y  se  exporta  para  los  puertos  holandeses.  La  Bél- 
gica recibe  cañamones  de  la  Curlandia  y  de  la 
Livoiiia. 

CÁÑAMO  DEL  DlCADO  DE  B.ADEN    V  DEL   P.ALATr- 

nado  DEfc  Biiin.  Eslos  cáñamos  son  de  un  color 
pajizo,  largos  de  'ó  á  8  pies,  secos,  y  se  con- 
servan perfectamente  en  el  agua.  La  mavor  par- 
te son  comprados  por  los  mercaderes  de"  Estras- 
burgo, quienes  los  venden  después  por  cáñamos 
de  Alsacia. 

Cáñamo  de  los  Estados-Unidos.  En  otro  tiem- 
po este  país  se  proveía  de  cáñamos  en  los  puertos 
del  B  Utico;  pero  hace  unos  cuarenta  años  que  el 
cultivo  de  esta  planta  ha  hecho  grandes  progresos 
en  los  Estados-Unidos ,  de  manera  que  en  lugar 
de  importación ,  hoy  día  es  cuestión  de  exporta- 
ción. Hay  mas  todavía,  y  es  que  las  clases  de 
cáñamo  de  Massachusets  son  aun  mas  estimadas 
que  las  primeras  calidades  del  de  Rusia. 

Cáñamo  de  Francia.  En  este  país  se  cultiva 


f&  can 

el  cánamo  en  varios  de  sus  departamentos ;  pero 
aunque  su  cosecha  en  general  sea  bastante 
abundante,  no  por  eso  deja  de  importar  este 
producto  de  otras  naciones  en  cantidad  conside- 
rable. Los  cáfiamos  mas  conocidos  de  nuestros 
vecinos  de  la  otra  parte  de  los  Pirineos  son  los 
siguientes: 

Cáñamo  de  Alsacia.  La  Alsacia  produce  cáña- 
mos de  mucha  resistencia,  y  los  hay  de  un  color 
pajizo,  y  otros  de  color  gris.  Los  Quebrantados 
son  largos  de  4  á  8  pies ,  duros ,  tienen  partes 
muy  anchas ,  y  son  difíciles  de  trabajar.  Los 
agramados  son  mas  suaves,  pero  están  car- 
gados de  cañamizas.  En  las  cercanías  de  Estras- 
burgo se  rastrilla  una  gran  cantidad  de  cáñamo 
que  no  basta  «á  los  pedidos  del  interior.  Como  el 
cánamo  de  Alsacia  se  conserva  muy  liien  en  el 
agua,  independientemente  de  los  otros  usos  á 
que  se  hace  servir ,  es  empleado  con  ventaja  pá- 
ralos sedales  y  redes  de  pescar. 

Cáñamo  de  Anjou.  El  cáñamo  es  un  objeto  de 
cultivo  muy  importante  en  la  provincia  de  An- 
jou. Se  extrae  por  medio  déla  agramadera  ó  bien 
quebrantándolo:  tiene  de  4  á  6  pies  de  largo,  y 
generalmente  su  colores  de  un  claro  agradable. 
Los  cáñamos  mas  eslimados  son  los  de  las  cer- 
canías de  Angers. 

Cáñamo  de  Borgoña.  Los  cáñamos  de  esta 
provincia  son  mas  groseros  que  los  de  Champa- 
ña ,  si  bien  en  fuerza  son  iguales.  Las  prime- 
ras calidades ,  llamadas  Cáñamos  de  color ,  pue- 
den ser  comparados  á  los  hermosos  cáñamos  de 
Trojes  de  segunda  clase.  Las  calidades  inferio- 
res, designadas  bajo  el  nombre  de  Cáñamos  de 
merdus,  son  de  wn  verde  oscuro,  ásperos  al  tac- 
to y  por  lo  regular  cortos.  Las  cercanías  de 
>  illeaux ,  de  Semur  y  el  Valle  de  Epoisse  pro- 
ducen los  mejores  cáñamos  de  Borgoña.  En  los 
alrededores  de  Chálons-sur-Saóne  se  cogen  cá- 
ñamos que  tienen  hasta  tu  pies  de  longitud ,  que 
son  muy  fuertes,  bastos,  leñosos  y  de  color  ver- 
de oscuro,  y  los  cuales  se  emplean  para  hacer 
cuerdas ,  preferidas  en  la  marina. 

Cáñamo  de  Champaña,  Son  de  muy  buena  cali- 
dad, de  longitud  mediana,  gruesos  y  fuertes;  pero 
liase  observado  que  de  algunos  años  á  esta  par- 
te estos  cáñamos  han  degenerado.  Se  les  distin- 
gue por  las  denominaciones  siguientes :  cáñamo 
fino  femenino ,  cáñamo  medio  fino ,  primero  me- 
diano ,  segundo  mediano ,  y  marino.  Las  tres 
primeras  calidades  son  de  color  blondo ,  y  las 
otras  dos  de  color  verde  mas  ó  menos  oscuro. 
Las  tres  primeras  clases  de  cáñamos  de  Cham- 
paña se  emplean  para  hacer  cerros  é  hilos  bra- 
mantes linos,  y  las  dos  últimas  sirven  en  la  fa- 
bricación de  bramantes  gruesos  y  cordajes  de 
marina. 

Cáñamo  de  Picardía.  Los  cáñamos  de  Picardía 
son  de  varias  calidades,  y  los  mas  propios  para 
la  fabricación  de  bramantes.  Como  seria  exten- 
dernos demasiado  hablar  de  cada  variedad  en 
particular ,  solo  indicaremos  un  corto  número  de 
ellos.  En  losalrededores  de  La  Fere  y  de  Chauny 
se  cogen  hermosos  cáñamos,  que  son  largos,  de 


CAN 
un  blanco  dorado  y.  que  tienen  mucha  tenuiííhrJi. 
pero  en  general  carecen  de  fuerza.  Las  cerca- 
nías de  Abbeville  producen  cáñamos  que  nada 
dejan  que  desear  ,  y  que  generalmente  se  des- 
tinan para  el  consumo  del  interior.  Los  de  ca- 
lidad mediana  é  inferior  son  tiernos  ,  algodona- 
dos y  decolor  verde  ceniciento,  y  además  tienen- 
el  gran  defecto  de  estar  cubiertos  de  estopa  y  de 
desperdicios  en  la  cabeza.  Estos  cáñamos  se  des- 
tinan á  la  fabricación  de  lelas  comunes  y  cuerda. 

Cáñamo  de  furena.  Los  cáñamos  de  esta  pro- 
vincia se  llaman  también  Cáñamos  del  Loira,  y 
bajo  esfe  nómbrese  comprenden  generalmente* 
los  deSaumur ,  Bourgueil,  Cfiinon,  islas  de  Bre- 
liemond  y  de  San  Martin.  Estos  cáñamos  son 
largos,  fuertes  y  de  hermoso  color.  Según  que 
son  agramados  ó  quebrantados,  difieren  desús 
caracteres  :  los  quebrantados  tienen  grandes- 
pies;  los  agramados  presentan  la  punta  rojiza  y 
cargada  de  cañamizas. 

Cáñamo  de  Holanda.  Aunque  la  Holanda  ex- 
porte muchos  cáñamos,  no  es  porque  este  pro- 
ducto se  cultive  en  el  país,  sino  por  las  grandes- 
compras  que  hace  anualmente  á  los  paises  del 
Norte. 

La  Inglaterra  y  la  Irlanda  producen  muy  po- 
co cáñamo  y  lo  reciben  del  exterior  por  valor  de 
mas  de 2,000,000  de  rs.  al  año. 

Cáñamos  de  Italia.  Los  cáñamos  de  Italia  son» 
de  un  blanco  hermoso,  largos  y  secos,  y  tienen- 
su  salida  en  las  provincias  meridionales  de  la- 
Francia. 

Cáñamo  de  Bolonia .  Es  el  mas  estimado  en  ra- 
zón de  su  suavidad,  de  su  pureza  y  de  su  solidez: 
se  subdivide  en  londrina  \  .a,  para  tela  fina,  y  en 
londrina  2.a  (tela  ordinaria);  dagomene  1.a, "2.a, 
3.a;  en  fin,  laúltimaclase,  scarto,  es  el  desecho  de' 
las  primeras.  Cesena  produce  da  gargiole,  Fer- 
rara y  Lugo  da  gomenc. 

Cáñamo  de  Ñapóles.  Solo  hay  la  provincia  Ter- 
ra-di  Savaro  y  la  isla  de  Sicilia  que  produzcan  cá- 
ñamo ,  una  parle  del  cual  es  exportado  á  la 
Francia  meridional  y  á  España.  El  trasporte  se- 
hace  eu  cestas. 

Cáñamo  de  Prusia.  Las  ciudades  situadas-  so- 
bre el  Báltico  son  las  que  hacen  el  comercio  mas- 
importante  de  este  producto  ,  que  lo  reciben 
de  las  provincias  prusianas  de  la  Polonia,  de  la 
Galicia  y  de  la  Lituania.  Kcenigsberg  entra  por 
mucho  en  esta  exportación,  y  su  cáñamo  es  muy 
estimado;  se  le  clasifica  en  cinco  suertes.  La  pri- 
mera, que  es  muy  buscada,  va  á  Holanda,  á  Es- 
cocia y  á  algunos  puertos  franceses.  El  puerto 
de  Prusia  que  exporta  mas  cáñamo  es  Danlzig. 

Cáñamo  de  Rusia.  Los  cáñamos  de  Rusia  y  de 
Lituania  de  primera  calidad  son  de  un  tinte  roji- 
zo, compuestos  de  hebra  de  5  á  6  pies  de  lon- 
gitud, suaves,  sin  pies  y  de  una  fuerza  media- 
na; los  de  calidad  ordinaria  son  de  color  ver- 
doso, y  compuestos  de  hebras  menos  largas  y 
algodonosas;  en  fin,  los  de  baja  calidad  son  dé 
un  verde  rojizo,  formados  de  hebras  cuya  longi- 
tud no  excede  de  3  pies,  y  esláu  mezcladas 
cáñamo  muerto.- 


JLns  nombres  bajo  los  cuales  se  designan  las 
•{Uveras  especies  ile  cáñamo  de  Rusia  son  los  si- 
guientes: La  1.a  clase  se  llama  limpio ;  la  2.a, 
nytschot  ó  ausschuss,  y  la  3.a,  paií. 

Los  cáñamos  de  Liluania  se  designan  por  las 
denominaciones  siguientes:  la  1.a  clase  limpio  ó 
recht;  la  2.a,  cortado;  la 3.a,  schuken;  la  4.a,  paw. 

La  2.a  clase  de  Riga  vale  lo  mismo  que  la  1.a  de 
Petersburgo.  El  cáñamo  de  Pernof  es  de  calidad 
inferior.  El  de  Kanisberg  es  con  frecuencia  pre- 
ferible al  de  Riga.  La  i  .a  clase  de  Memel  equiva- 
le á  la  3.a  de  Kanisberg. 

La  mayor  parle  del  comercio  de  la  Rusia  con- 
siste en  el  cáñamo,  puesto  que  se  cultiva  en  to- 
das las  provincias  hasta  el  66°  lat.  N.,  pero  par- 
ticularmente en  la  región  media.  La  Rusia  Rlan- 
ca  y  la  Ucrania  producen  la  mejor  clase  de  cá- 
ñamos. El  gobierno  da  mucha  importancia  á  que 
este  artículo  entre  en  el  comercio  en  el  estado 
mas  perfecto.  La  Inglaterra,  la  Holanda  ,  Ham- 
burgo  y  la  Italia  compran  casi  exclusivamente  el 
cáñamo  limpio;  la  2.a  y  3.a  clase  va  sobre  todo  á 
Portugal,  Italia,  Suecia,  Dinamarca,  Lubeck 
y  á  los  puertos  del  Ráltico.  Después  de  San 
Petersburgo,  Riga  es  la  ciudad  que  hace  mas  ne- 
gocios de  esta  especie  y  sobre  todo  se  cuida  mu- 
cho de  la  parte  de  la  limpia  del  cáñamo.  El  cáña- 
mo Iivoniano  propiamente  dicho  es  el  menos  es- 
timado. 

Isos  del  cáñamo. 

Empleado  desde  la  mas  remota  antigüedad  en 
la  confección  de  toda  clase  de  cuerdas,  el  cáña- 
mo no  ha  podido  obtenerse  sino  hasta  en  los 
tiempos  modernos  en  bastante  buena  calidad  pa- 
ra hacer  tela.  El  hilo  que  se  obtenía  del  cáñamo, 
aun  en  tiempo  de  Oliverio  de  Serres,  era  muy 
grueso,  y  la  historia  cita  como  una  rareza  las  dos 
camisas  de  tela  de  cáñamo  que  poseia  Catalina 
deMédicis. 

En  Europa  el  cáñamo  es  tan  solo  utilizado  co- 
mo planta  textil  y  oleaginosa.  Como  sustancia  tex- 
til, se  extraen  las  hebras  que  cubren  sustállos  y 
sirven  para  fabricar  hilo  ,  tela  ,  etc.  A  estas 
hebras  así  preparadas  es  á  lo  que  se  llama 
Cáñamo,  y  al  tallo  limpio  de  ellas,  Cañamiza, 
que  solo  puede  utilizársele  para  hacer  pajuelas, 
pues  si  bien  se  puede  emplear  el  carbón  ligero 
que  produce  para  hacer  pólvora,  su  preparación 
es  difícil  por  causa  de  la  rapidez  de  su  incinera- 
ción. Como  sustancia  oleaginosa,  sirven  las  se- 
millas ,  llamadas  Cañamones,  para  preparar  un 
aceite  fijo  de  mucho  uso  en  algunos  países. — V. 
A  ceite  de  cañamones. 

Las  semillas  de  cáñamo  ó  cañamones  son  muy 
buscadas  por  las  aves";  se  dan  a  las  gallinas  con 
lo  que  se  consigue  que  sus  puestas  sean  mas  abun- 
dantes y  mas  precoces ;  en  medicina  sirven  para 
hacer  emulsiones  reputadas  como  euienagogas  y 
calmantes.que  se  dan  en  la  gonorrea ,  las  ñores 
blancas,  etc.,  y  con  ellas  se  hacen  también  cata- 
plasmas resolutivas;  el  bagazo  que  queda  después 
«Je  la  extracción  del  aceite  sirve  para  cebar  los 


CAQ  ó73 

cerdos,  y  se  mezcla  con  la  carne  cortada  que  se- 
da á  los  becaligos  criados  enjaula;  finalmente, 
en  el  Norte  el  cañamón  mondado  se  mezcla  i  ve- 
ces con  ciertos  alimentos. 

Las  hojas  de  cáñamo,  cuyo  cocimiento  es  amar- 
go, son  resolutivas  en  cataplasma.  En  Europa,  no 
se  usa  el  cáñamo  como  lo  hacen  los  Orientales 
para  procurarse  sueños  agradables  y  una  em- 
briaguez que  no  deja  de  tener  sus  encantos  para 
estos  pueblos  voluptuosos.  El  Sr.  Mérat  dice : 
«aunque  Lamarck  pretenda  que  nuestra  especie 
no  goce  de  esta  propiedad  como  la  de  la  India, 
puede  creerse,  por  su  olor  fuerte,  por  su  amar- 
gor, y  sobre  todo  por  su  gran  semejanza  con  aque- 
lla, que  la  posee  igualmente,  sino  que  tal  vez 
nuestro  clima  menos  cálido  hace  esta  propiedad 
menos  pronunciada;  seria  curioso  ensayarlo,  y 
ella  podria  encontrar  algún  uso  terapéutico  en  la 
morosidad,  en  la  hipocondría,  en  el  esplín  ,  etc. 
Nada  seguramente  seria  mas  fácil,  y  podríamos 
añadir  quizás  un  medicamento  precioso  á  nues- 
tra materia  médica.  Podrían  prescribirse  las  ho- 
jas de  cáñamo  en  pildoras,  á  la  dosis  de  2  á  4 
granos  cada  noche ,  salvo  aumentarla  después 
gradualmente.» 

CAPRARIA,  Capraria.  Género  de  la  fa- 
milia de  las  escrofulariáceas,  tribu  de  las  gra- 
cioléas,  y  de  la  didinamia  angiospermia  de  Lin- 
neo.  Su  nombre  procede  de  que  las  cabras  bus- 
can con  afán  algunas  de  sus  especies.  Estas  son 
plantas  vivaces  o  arbustos,  indígenos  la  mayor 
parte  de  América,  y  algunos  crecen  en  las  Indias 
orientales,  en  Egipto  y  en  el  Cabo;  su  número  no 
excede  de  una  docena,  dos  ó  tres  de  ellos  culti- 
vados en  los  jardines  de  Europa.  Así  solo  nos  ocu- 
paremos de  la  especie  siguiente  : 

Capraria  de  dos  flores  ,  Té  de 
América ,  Té  de  Mégieo ,  Té  de 
la  Martinica  ,  etc.  (  Capraria  biflora  , 
L. ).  Pequeño  arbusto,  que  en  Mégico  lleva 
también  el  nombre  de  Fregosa  ,  de  tallo  y  ra- 
mos cubiertos  de  púas;  las  hojas  son  pinnadas, 
y  las  hojuelas  unas  enteras  y  otras  de  dos  ó  tres 
lóbulos;  las  flores  nacen  á  pares  en  las  axilas  de 
las  hojas  y  están  sostenidas  por  pedúnculos  de 
longitud  igual  á  la  de  las  corolas,  y  presentan  to- 
das las  diversas  posiciones  de  una  campana  en 
reposo  ó  echada  al  vuelo.  En  general  el  porte  de 
esta  planta  es  muy  elegante:  su>  hojas  despiden 
un  olor  agradable,  y  con  su  infuso  los  Megioa- 
nos  se  proporcionan  una  bebida  que  en  nada  cede 
al  infuso  de  té  de  la  China. 

CAQUIJLE,  Cami.k.  Género  de  la  familia 
de  las  cruciferas,  tipo  de  la  tribu  de  las  caquili- 
néas,  y  de  la  tetradinamia  silicuosa  de  Linneo, 
compuesto  de  cierto  Damero  de  especies,  plantas 
herbáceas,  anuas,  que  crecen  en  Europa  y  en 
America  de  la  parte  de  acá  del  trópico  de  cán- 
cer. La  mas  notable  es  la  siguíenle  : 

Caquile  marítima  ('ahile  marítima, 
Scop.).  Encuénlrasela  abundantemente  en  varios 
puntos  de  las  costas  europeas  del  Océano  v  Me- 
diterráneo. Tiene  un  tallo  muy  difuso,  de  ia  altura 
de  13  ó  I  i  pulgadas,  guarnecido  de  hojas  aladas. 


576  CAR 

pinnalifidas,  y  ramilletes  de  flores  rojizas,  algu- 
nas veces  blancas,  descogidas  en  junio,  á  los  cua- 
les suceden  silicuas  Inarticuladas  cuyas  celdillas 
encierran  no  mas  que  una  sola  semilla.  Esta  plan- 
ta carnosa,  que  en  ciertas  localidades  se  quema 
para  extraer  la  sosa,  se  dice  que  es  aperitiva,  diu- 
rética y  propia  para  disolver  la  piedra. 

CARA ,  Citara.  Género  de  la  criptogamia 
de  Linneo,  que  forma  el  tipo  de  una  familia 
natural.  Las  plantas  que  lo  componen  han 
sido  divididas  en  dos  grupos:  las  cubiertas  de 
una  costra  calcárea  quedan  en  este  género  ;  las 
desprovistas  de  ella  forman  el  género  Nitella 
de  Agardh. 

La  costra  calcárea  de  las  verdaderas  Caras  es 
cristalizada,  aunque  formando  una  cubierta  or- 
gánica; goza  de  la  doble  refracción  y  de  la  pola- 
rización, asi  como  de  la  propiedad  de  ser  fosl'o- 
recente  én  la  oscuridad,  según  Brewster.  Esta 
capa  calcárea  hace  á  estas  especies  propias  para 
limpiar  la  vajilla  ,  de  lo  que  se  las  llama  en  algu- 
nos países  Yerba  paro  fregar. 

Las  especies  trasparentes  están  privadas  de  es- 
ta capa,  y  dejan  ver  con  el  microscopio  y  también 
con  el  lente  en  el  Chara  ulvoides  de  Amici  una 
especie  de  circulación  muy  curiosa,  que  se  per- 
cibe también  en  las  de  costra  cuando  se  las  des- 
poja de  ésta,  y  que  se  vé  en  algunas  otras  plan- 
tas acuáticas  trasparentes,  tales  como  el  Vallis- 
neria  spiralis,  el  Caulinia  fragilis,  W,  el  Hy- 
drocharis  Morsus-ranx,  L.,  etc. 

Estas  plantas  tienen  el  fruto  contorneado  en 
forma  de  barrilitoen  su  madurez,  y  encuéntrasele 
a  veces  en  el  estado  fósil,  procedente  de  especies 
mas  gruesas  que  las  existentes  actualmente  en  la 
naturaleza. 

Ciertas  carastionen  un  olor  fétido  que  difunden 
en  las  localidades  acuáticas  en  donde  son  abun- 
dantes; crece.,  con  rapidez  sobre  todo  las  espe- 
cies de  costra,  y  su  atmósfera  tiene,  según  se  di- 
ce, el  mismo  resultado  sobre  la  salud  de  los  tísi- 
cos que  el  de  los  confervas. 

El  análisis  químico  ha  demostrado  en  la  Cara 
vulgar  (Chara  vtdgaris,  L.)  un  principio  animal. 

CÁRABO,  Carabus.  Género  de  insectos 
coleópteros  pentámeros,  de  la  familia  de  los  creó- 
íagos,  que  comprende  individuos  de  talla  media- 
na, es  decir  de  6  á  15  lineas,  propios  de  las  re- 
giones templadas  de  todos  los  continentes.  Mu- 
chas de  sus  especies  han  sido  indicadas  por  mé- 
dicos italianos  como  odontálgicos ,  entre  ellos  el 
Cárabo  de  color  de  orín  (Carabus  ferrugineus, 
Fabr.)  y  el  Cárabo  de  cabeza  dorada  [Carabus 
chrysocephalus,  Rossi).  Dícese  que  basta,  para 
curar  el  mal,  chafar  entre  los  dedos  á  estos  pe- 
queños insectos  y  friccionar  inmediatamente  con 
ellos  el  diente  enfermo  y  las  encías  dolorosas. 
Otras  especies  eran  antiguamente  recomendadas 
como  propias  para  reemplazar  á  las  cantáridas, 
tal  es  el  Cárabo  dorado  ó  jardinero  (Carabus  au- 
ratus,  L.).  El  Cárabo  jabonero  Carabus  sapona- 
rius,  Oliv.)  es  empleado  en  el  Senegal,  machaca- 
do con  aceite  de  coco,  para  la  confección  de  una 
especie  de  jabón. 


CAR 

CARACOL,  HELrx.  Género  de  moluscos 
gasterópodos,  del  orden  de  los  pulmonados  ter- 
restres testáceos,  muy  rico  en  especies.  Los  G'a- 
racoles  (Cochleoe,  de  las  boticas),  animales  her- 
mafrqditos,  aunque  inhábiles  para  reproducirse 
por  sí  solos,  están  dolados,  como  lo  han  probado 
una  multitud  de  experiencias,  de  la  facultad  de  re- 
generar diversas  parles  de  su  cuerpo  hasta  los 
ojos  y  la  boca.Viven,  en  la  superficie  del  terreno, 
de  hojas,  de  frutos,  de  yerbas  tiernas,  de  raíces 
sucolentas,  y  asi  es  que  causan  con  frecuencia  en 
nuestras  huertas  muy  grandes  estragos.  Todos 
son  terrestres,  no  salen  sino  de  noche  ó  en  tiem- 
pos de  lluvias;  á  la  entrada  del  invierno  se  me- 
ten dentro  de  tierra  ó  se  retiran  bajo  piedras,  y 
cierran  entonces  la  abertura  de  su  concha  con  un 
tapa  calcárea,  llamada  epifragma,  que  no  sedes- 
pega  hasta  á  la  primavera  siguiente,  permane- 
ciendo así  durante  muchas  meses  en  una  especie 
de  letargo  invernal. 

Un  gran  número  de  caracoles  han  sido  emplea- 
dos y  lo  son  todavía  en  algunas  localidades,  sea 
como  alimento,  sea  también  como  medicamento. 
Las  especies  mas  comunes  son  : 

Caracol  de  las  arboledas  (Iíelix  arbustorum, 
L.).  Muy  común  en  los  árboles. 

Caracol  de  boca  negra,  Melanostomo  (Iíelix 
melanostoma,  Drap.).  Especie  del  Egipto,  pecu- 
liar sobre  lodo  del  mediodía,  que  se  encuentra  des- 
pués de  las  grandes  lluvias,  y  se  coge  en  abun- 
dandancia  especialmente  al  pié  de  los  almendros. 

Caracol  de  los  bosques  [Iíelix  nemoralis,  L.). 
Especie  que  se  halla  con  frecuencia  en  nues- 
tro país  en  los  lugares  mas  septentrionales,  y  es 
muy  vecina  del  Caracol  silvestre  (Helix  sylva- 
lica,  L.J,  que  se  encuentra  con  mas  abundancia 
en  los  mismos  lugares.  Ambas  presentan  nume- 
rosas variedades. 

Caracol  d.e  las  huertas  (Helix  hortensis,  L.). 
Especie  muy  vecina  y  parecida  al  caracol  de  los 
bosques. 

Caracol  comoNátice  (Iíelix  naticoides,  Chem- 
nitz).  Especie  que  liene  la  concha  ovoidea  y  se 
complace  en  los  terrenos  áridos  en  el  mediodía  de 
la  Francia,  en  Italia,  en  España,  en  el  norle  de 
África  y  especialmente  en  Berbería.  Según  el  Sr. 
de  Ferussac  y  Cuvier,  es  la  Pomatia  de  Dioscó- 
rides  y  de  Plinio,  y  quizás  el  Cocalia  de  Aristóte- 
les. Se  dice  que  de  lodos  los  moluscos  es  el  mas 
delicado  y  el  mas  fácil  de  digerir. 

Caracol  de  Pisa  (Helix  pisana,  Müll.).  Exis- 
te en  las  viñas  y  las  huertas  en  Italia,  en  el  me- 
diodía de  Francia  y  en  España. 

Caracol  salpicado,  Caracol  de  los  setos 
(Helix  aspersa,  Müll.).  Especie  cuya  concha  es 
imperforada,  muy  voluminoso,  y  común  en  el  me- 
diodía de  Francia  y  en  España. 

Caracol  taraceado  (Helix  vermimlata.  Müll.) . 
Propio  de  la  Italia  ,  del  mediodía  de  la  Francia 
y  de  la  España. 

Caracol  variable  (Helix  variabilis,  Drap.). 
Común  en  las  orillas  de  los  caminos  de  la  Francia 
meridional  y  en  España. 

Caracol  de  las  viñas,  Caracol  viñero  [Helix 


CAR 

Pomaíia,  L.).  r>ta  es  la  especie  mas  usada,  á  lo 
menos  eutre  nosotros,  en  razón  de  ser  muy  co- 
mim  y  de  su  volumen,  pues  llega  á  tener  dos 
pulgadasde  diámetro;  su  concha  es  globosa,  per- 
forada, hinchada,  de  color  leonado,  rosado  ó  ama- 
rillo sucio,  y  señalada  con  estrías  longitudinales 
muy  aparentes  y  desiguales;  su  espira  está  com- 
puesta de  cuatro  vueltas,  la  última  de  las  cuales 
es  desmesuradamente  grande  respecto  á  las  otras 
y  presenta  dos,  tres  y  hasta  cuatro  fajas  de  un 
pardo  claro  con  dos'ú  tres  de  blanquecinas  en 
el  intervalo.  Esta  especie  habita  en  toda  la  Euro- 
pa, especialmente  en  las  huertas,  los  verjeles,  y 
sobre  todo  en  las  viñas. 

Según  Plinio,  los  Romanoshacian  un  consumo 
considerable  de  caracoles;  los  criaban  en  cerca- 
dos dispuestos  al  efecto,  los  separaban  por  espe- 
cies á  tin  de  poder  distinguir  sus  diferentes  gus- 
tos, y  los  alimentaban  con  harina  de  trigo  y  vino 
cocido  para  hacerles  engordar.  Se  dice  que  los 
recibían  de  la  Cerdeña,  de  la  isla  de  Chio,  de  la 
Sicilia,  de  los  Alpes,  de  la  Liguria  y  del  África, 
y  que  los  mejores  les  llegaban  de  la  isla  de  Asti- 
palea,  la  mas  grande  de  la  Iliria,  y  que  también 
eran  muy  eslimados  los  de  las  islas  Baleares  y  de 
Caprea.  Aun  hoy  dia  los  habitantes  de  la  Silesia 
alimentan  los  caracoles  con  ciertas  plantas  para 
darles  mejor  gusto.  En  muchas  huertas  de  Bruns- 
wich  se  guardan  en  especies  de  hoyas  cuadra- 
das, cuyos  lados  están  cubiertos  de  plantas  y  la 
abertura  tapada  con  un  enrejado  de  alambre, 
los  caracoles  recogidos  durante  el  verano  para 
comerlos  en  invierno.  Daigue,  en  su  singular  tra- 
tado de  looO,  dice  «que  antiguamente  eran  bo- 
beados regalados  y  carne  exquisita  y  muy  apete- 
«cida  de  muchos  nobles  romanos,  y  qué  Fluvio 
«Lupino  encontró  la  manera  de  engordarlos;  que 
•>los  mas  buenos  son  los  de  Cerdeña,  Libia,  Si- 
» cilia,  Astipela  v  los  de  Liguria.» 

Al  presente,  el  uso  alimenticio  de  los  caracoles 
está  lejos  de  ser  tan  general  como  era  en  otros 
tiempos.  Si  algunas  personas  los  comen  con  pla- 
cer, la  mayor  parte  ven  en  ellos  un  plato  repug- 
nante, soso,  viscoso,  á  veces  coriáceo,  y  casi 
siempre  difícil  de  digerir,  y  del  que  no  puede  ha- 
cerse uso,  sea  hervido,  sea  frito,  sino  fuertemen- 
te sazonado,  después  de  haber  limpiado  bien  el 
animal  muchas  veces  con  agua.  Sin  embargo,  en 
España  la  clase  baja  del  pueblo  hace  un  gran 
consumo  de  estos  animales  en  ciertas  épocas  del 
año  y  los  sazona  de  varios  modos,  pero  gene- 
ralmente acompañados  de  salsas  muy  picantes, 
ó  con  el  ajiaceite.  La  temporada  mejor  para  co- 
mer los  caracoles  es  el  agosto  y  setiembre.  Cier- 
tos pueblos  los  ha&en  acecinar,  es  decir  secar  al 
humo,  lo  que  en  muy  poco  debe  disminuir  sus  in- 
convenientes. 

Lémery  quiere  que  se  dé  la  preferencia  á  los 
caracoles  de  las  montañas,  alimentados  de  plantas 
aromáticas;  otros  han  recomendado  los  de  las 
viñas,  tomados  al  momento  de  brotar  las  cepas. 
A  pesar  de  que  la  experieucia  no  haya  decidido 
de  una  manera  absoluta  sobre  el  valor  de  estos 
preceptos,  hay  algunos  hechos  que  parecen  pro- 
73 


CAR  577 

bar  que  la  especie  de  alimento  del  animal  puede 
influir  en  sus  calidades  alimenticias,  y  por  consi- 
guiente medicinales.  Cltanse  ejemplos  de  enve- 
nenamientos causados  por  caracoles  cogidos  jun- 
to á  la  cicuta  y  á  la  belladona. 

Los  caracoles  se  comen  de  distintas  maneras; 
pero  siempre  son  un  alimento  de  muy  difícil  diges- 
tión para  casi  todos  los  estómagos.  Los  Argelinos 
tienen  como  una  mancha  comer  caracoles,  porque 
para  ellos  estos  animales  son  sagrados. 

Antiguamente  los  caracoles  eran  muy  emplea- 
dos en  terapéutica.  Al  presente  la  materia  muci- 
laginosa  que  contienen  en  abundancia,  y  la  corta 
cantidad  de  azufre  de  que  constan,  los  ha  hecho 
de  nuevo  usar  por  los'  médicos  modernos  en  las 
afecciones  pulmonares,  en  forma  de  caldo,  coci- 
miento ,  jarabe  ,  pasta  ,  etc.  La  aplicación  exte- 
rior de  los  caracoles  apenas  es  usada  hoy  dia  ex- 
cepto en  la  Pomada  de  caracoles,  que  aun  se  pre- 
para en  calidad  de  calmante;  pero  antiguamente 
estos  animales  formaban  parte  de  un  sin  número 
de  preparaciones.  La  baba  de  caracoles  habia  si- 
do indicada  como  eficaz  contra  las  enfermedades 
de  la  piel ,  y  también  para  remediar  la  caida 
de  las  pestañas  en  los  niños ;  el  humor  que  ellos 
suministran  cuando  se  les  agujerea  con  un  ins- 
trumento mereció  grandes  elogios,  extendido 
sobre  la  almohadilla  ó  pelota  de  un  braguero, 
para  curar  las  hernias,  diciendo  el  Sr.  G.  Ta- 
renne  que  dos  ó  trescientos  caracoles  bastaban 
para  procurar  en  algunos  meses  una  curación 
perfecta.  Las  pequeñas  concreciones  de  los  pal- 
pos de  estos  moluscos  pasaban  también  como 
propias  para  facilitar  la  salida  de  los  dientes,  y 
para  remediar  sus  caries.  Las  cenizas,  en  lin, 
producidas  por  la  calcinación  del  animal,  eran 
empleadas  á  veces ,  incorporadas  con  miel,  para 
hacer  desaparecer  las  manchas  del  rostro,  ó, 
tomadas  al  interior  en  sopa,  para  remediar  las 
hernias.  En  cuanto  á  su  concha ,  tampoco  fué  ol- 
vidada :  reducida  á  polvo  y  administrada  á  la  do- 
sis de  20  á  30  granos  ,  servia  como  diurético 
en  varias  enfermedades;  calcinada,  esto  es  re- 
ducida al  estado  de  cal ,  era  preconizada  contra 
la  caída  del  recto,  etc. 

CARACTERES  DE  IMPRENTA. 
El  carácter  de  imprenta  ó  letra  ,  como  es  sabido, 
es  el  instrumento  hecho  de  plomo  mezclado  con 
antimonio,  que  por  un  extremo  tiene  relevada 
la  señal  de  una  letra  de  abecedario  ú  otra  cifra 
y  sirve  para  imprimir. 

La  aleación  de  estos  caracteres,  que  difiere 
según  su  grosor ,  está  compuesta  de  plomo  ,  de 
régulo  de  antimonio  y  de  estaño ;  los  pequeños 
( cuerpos  5  v  G  )  deben  contener  proporcioual- 
menle  mas  regulo  que  los  grandes,  y  su  aleación 
ordinaria  esta  formado  de  15  kilog.  de  régulo  , 
5  kilóg.  de  estaño  y  50  kilóg.  de  plomo.  En  la 
aleación  de  los  caracteres  medianos  (  cuerpos  9, 
10,  1  I )  puede  suprimirse  el  eslaño  ,  y  entonces 
la  mezcla  debe  ser  de  14  kilóg.  de  régulo  y  50 
kilóg.  de  plomo.  En  fin,  la  materia  de  los  gran- 
des cuerpos  («4,16,  20)  esta  admitida  y  se 
compone  d«  7  kilóg.  de  regulo  y  50  de  plomo. 

tomo  i. 


178  CAR 

Estas  diferentes  cantidades  do  régulo  son  impor- 
tantes bajo  muchos  conceptos :  por  una  parte  dan 
Ja  posibilidad  de  fundir,  y,  por  Ja  otra,  aseguran 
á  los  caracteres  una  duración  mas  larga,  pues 
su  resistencia  á  la  presión  es  debida  á  la  acción 
del  régulo.  Pero  la  exactitud  de  la  aleación  que 
acabamos  de  indicar  no  es  siempre  seguida ,  y 
tocante  á  esto  se  comete  mas  de  una  infidelidad 
por  el  fabricante ,  debida  á  que  el  régulo  es  mu- 
cho mas  caro  que  el  plomo.  El  comprador  debe 
dar  siempre  á  los  caracteres  un  valor  relativo  á 
la  bondad  de  su  materia. 

Del  Manual  de  la  Tipografía  Española,  escri- 
to por  el  Sr.  D.  Antonio  Serra  y  Oliveres,  en  el 
que  con  tanta  inteligencia  se  trata  el  arte  de  la 
Imprenta,  tomamos  los  párrafos  siguientes,  que 
podran  dar  a  nuestros  lectores  una  idea  exacta 
de  cuanto'  encierra  la  palabra  con  la  cual  ha  em- 
pezado este  articulo. 

«El  grabador  corta  sobre  el  acero  los  punzo- 
nes en  relieve ,  representando  cada  uno ,  una 
letra  del  alfabeto.  Estos  punzones  una  vez  aca- 
bados y  templados ,  los  marcan  en  una  pieza  de 
cobre ,  de  lo  cual  resulla  lo  que  llamamos  ma- 
trices ,  á  causa  de  representar  la  letra  vaciada. 
Después  de  puesta  y  bien  encerrada  dentro  de 
un  molde  por  el  fundidor  con  una  porción  do 
metal  derritido ,  compuesto  de  plomo  y,  régulo 
de  antimonio,  á  lo  cual  algunas  veces  añaden 
eslaño  y  cobre ,  queda  formado  en  la  superficie 
de  uno  de  los  extremos ,  un  paralelipípedo  que 
se  llama  tipo  ó  letra.  Esta  presenta  en  relieve  un 
signo  de  alfabeto  puesto  al  revés ,  para  que  en 
la  impresión  salga  el  derecho.» 

«Estos  paralelipipedos  puestos  de  pié  tienen 
lastres  dimensiones  geométricas  ,  la  longitud, 
latitud  y  profundidad ,  que  tipográlicamente  se 
llaman  cuerpo,  grueso,  y  altura.  Además  hay  la 
parle  superior  e inferior,  llamándose  oyóla  pri- 
Liera.  y  pie  la  segunda.» 

El  cuerpo  es  la  distancia  que  hay  en  el  inter- 
valo tomado  entre  dos  líneas ,  desde  bajo  la  le- 
tra de  la  primera  línea  sobre  de  la  segunda ;  las 
que  tienen  cabeza  ó  cola  como  la  d  y  la  p  ocupan 
las  dos  terceras  partes  del  cuerpo  ,  en  caracte- 
res regulares,  y  la  otra  que  queda  se  reparte  la 
mitad  arriba  y  ía  otra  mitad  abajo.» 

«El  grueso  es  la  diferencia  que  hay  entre  las 
letras  delgadas  y  las  que  no  lo  son;  así  la  m  es 
mas  gruesa  que  la  n.» 

«La  altura  es  la  distancia  tomada  desde  el 
pié  de  la  letra  hasta  su  ojo.  Es  variable  en  todos 
los  caracteres,  y  consiste  en  diez  lineas  y  media, 
entendiéndose  que  hablamos  de  los  de  la  altura 
deParis,  que  es  generalmente  la  adoptada  en 
Eso?ña.  La  de  los  espacios  y  cuadrados  suele  ser 
decidió  líneas  y  media.» 
__  «indispensablemente  los  fundidores  deben 
añadir  á  estos  tipos  ó  letras ,  otras  piececillas 
llamadas  espacios,  medios  cuadratines,  cuadra- 
tines y  cuadrados. 

Los  espacios  están  fundidos  según  el  mismo 
cuerpo  de  la  letra  á  que  pertenecen ,  pero  de  dos 
lineas  menos  de  altura;  su  grueso  es  según  el 


CAR 

cuerpo  ,  pero  siempre  debe  haber  de  tres  á  cua- 
tro clases  diferentes.  Sirven  para  separar  las  pa- 
labras ,  espaciar  las  letras  cuando  se  quiere  ha- 
cer la  linea  mas  ó  menos  ancha  y  justificar  las 
líneas.  Las  medidas  del  grueso  que  se  debería 
dar  á  los  espacios,  mayormente  de  los  caracte- 
res mas  comunes,  habrían  de  ser  fijas  y  en  todas 
las  fundiciones  las  mismas.» 

«El  medio  cuadratín  tiene  la  mitad  del  grueso 
del  cuerpo  en  que  está  fundido;  sirve  para  sepa- 
rar las  palabras  de  las  letras  mayúsculas,  para 
cuando  se  empieza  aparte  con  artículo,  para  colo- 
car entre  la  cifra  y  la  letra  que  sigue,  para  varias 
composiciones  llenas  de  puntos,  para  estados,  etc. 

«El  cuadratín  es  un  cuadrado  que  tiene  la  fuer- 
za de  cuerpo  igual  por  todos  lados;  sirve  para 
sangrar  la  línea  que  empieza  aparte,  para  com- 
posiciones de  puntos,  y  completar  las  líneas  blan- 
cas junto  con  los  cuadrados.» 

«Los  cuadrados  están  fundidos  á  la  misma  al- 
tura que  los  espacios,  medios  cuadratines  y  cua- 
dratines; los  hay  de  cuadratín  y  medio,  de  dos 
cuadratines,  de  dos  y  medio,  etc.,  y  sirven  para 
hacer  lineas  blancas,  para  acabar  una  línea  cuan- 
do la  letra  no  llena  la  justificación,  para  estados, 
lineas  de  pié,  folios,  etc.  Todas  las  proporciones 
son  invariables  en  cuanto  á  las  del  grueso  de  los 
cuadrados,  y  son  relativas  á  la  fuerza  del  cuer- 
po del  cual  está  fundido  el  carácter.» 

«Las  proporciones  exigen  la  mas  rigurosa 
igualdad  que  decirse  pueda;  de  consiguiente  el 
fundidor  debe  emplear  lodo  su  conato  en  la  fiel 
ejecución  á  fin  de  que  el  cajista  no  tenga  que  va- 
lerse de  medios  que  no  son  del  arte  para  justifi- 
car; en  una  palabra  debe,  estar  del  todo  perfecto, 
pues  de  lo  contrario  hace  perder  mucho  tiempo  al 
cajista,  mayormente  en  ciertos  estados  yremien- 
dos,  y  luego  después  le  es  casi  imposible  justifi- 
carlo conforme  se  debe.» 

«Una  imprenta  está  compuesta  de  caracteres 
y  prensas  con  los  demás  utensilios  necesarios  que 
le  corresponden.» 

«Se  comprende  bajo  la  denominación  de  carác- 
ter todos  los  signos  tipográficos  que  sirven  para 
la  impresión  de  una  ó  muchas  obras.» 

«Cada  carácter  se  compone  de  redondo  y  cur- 
siva. El  ojo  del  redondo  es  perpendicular,  el  del 
cursivo  inclinado» 

«Los  caracteres  caligráficos ,  comunmente  lla- 
mados de  escritura ,  tales  como  la  bastarda ,  la 
bordelesa,  la  americana  ,  la  inglesa  ,  etc.  ,  son 
igualmente  oblicuos  ó  inclinados.  Los  rondos  y 
góticos,  perpendiculares. 

«Los  caracteres  se  distinguen  de  dos  modos, 
por  la  antigua  y  por  la  moderna  nomenclatura.» 

«La  antigua  nomenclatura  es  la  que  dala  toda- 
vía desde  el  origeu  de  la  Tipografía,  conocida 
bajo  el  nombre  de  breviario,  entredós,  cicero,  etc. 
Estos  nombres  fueron  sacados  generalmente  de 
pbras,  y  apropiados  álos  caracteres  por  llamarse 
así  las  obras  en  que  por  primera  ver  se  impri- 
mieron con  ellos,  y  á  fin  de  distinguirlos  unos  de 
otros.  No  cabe  duda  ninguna  de  que  los  nombres 
primitivos  de  los  caracteres  pueden  considerarse, 


% 


cu 

en  gran  parte,  como  puramente  convencionales. 
Estas  denominaciones  usan  todavía  en  la  mayor 
parte  de  las  imprentas  de  España,  no  obstante' de 
que  son  tan  sencillas  y  ventajosas  las  de  la  nueva 
nomenclatura.» 

«Por  lo  tanto,  ya  que  tenemos  un  método  mu- 
cho mejor,  mas  simple  y  sencillo  que  el  de  la  an- 
tigua nomenclatura,  debemos  todos  desde  luego 
adoptarlo.  Kste  sistema  es  el  de  los  puntos  tipo- 
gráficos (*),  que  hace  años  está  adoptado  en  va- 
rias naciones.  Su  medida  es  tija  é  invariable,  ba- 
sada en  el  pié  de  rey  francés,  y  cada  punto  tipo- 
gráfico es  una  sexta  parle  de  una  linea  de  dicho 
pié.  Resulta,  pues,  que 


CAR  57  9 

C  puntos  tipográficos  equivalen  á  1  linca  del  pié  de  rey. 
12      »  »  «  2        »  » 

18      »  »  o  3  ó  un  cuarto  de  pulg.* 

36      »  »  »  media  pulg?.da. 

~2      »  »         "        »  una  pulgada. 

«Debemos  ahora  demostrar  uno  y  otro  sistema. 
Para  éste  objeto  pondremos  un  estado  en  que  se 
vean  al  golpe  los  nombres  de  los  caracteres  de 
la  antigua  nomenclatura,  para  compararlos  con 
los  de  la  moderna,  que,  al  mismo  tiempo  que  los 
designa  de  una  manera  precisa,  redúcelas  com- 
binaciones mas  complicadas  del  parangouaje  a 
una  simple  regla  de  aritmética.» 


_ 


Nombres  de  los  caracteres  de  la  antigua  no- 
menclatura. 


Diamante       .... 

Perla 

Parisiena  ... 
Nomparell      ... 
Miñona  ó  Glosilla.     .     . 
Gallarda  .    -.     .     .     . 

Breviario 

Filosofía  o  Entredós  .  . 
Lectura  chica  ó  Cicero  . 
Lectura  ó  Cicero  ,  . 
Atanasia  ó  San  Agustín. 

Testo 

Testo  gordo     .     . 
Parangona  chico. 


Proporciones  entre  diversos  carac- 
teres. 


Medio  Nomparell 

Medio  Nomparell  y  un  punto.     . 
Medio  Nomparell  y  medio  Perla. 
Dos  Diamantes.  .     .  .     . 

Un  Diamante  y  un  Perla     .     . 
Dos  Perlas.         .     .     .     .     . 

Un  Perla  y  un  Parisiena.     .     . 

Dos  Parisienas    ... 

Un  Nomparell  y  un  Parisiena    . 

Dos  Nomparell? 

Un  Nomparell  y  un  Glosilla .     . 
Dos  Glosillas  ...  .     . 

Dos  Gallardas 

Dos  Breviarios  .     . 


Gran  Parangón '■   Dos  Entredós  . 


Palestina 

Canon  chico  .  , 

Trimegista     .  . 
Graa  Canon   . 
Doble  Canon  chico 

Doble  Canon  .  . 

Triple  Canon  .  . 

Gran  Nomparell  . 

Gran  Diamante  . 


Dos  Ciceros  chicos    .     .     . 
Dos  Atanasias.  _      .... 
Dos  Doble-Breviarios.     .     .     . 

Sií-!e  Nomparells 

O;  fio  Nomparells  y  un  Perla     . 
Nueve  Nomparells  y  medio  Perla 

Seis  Ciceros 

Nueve  Ciceros  y  un  Glosilla 
Once  Ciceros  y  "un  Nonparell 


Comparacio- 
nes de  la 
moderna 


3  puntos 

4  a 


5 

6 

7 

8 

9 

10 

11 

12 

13 

li 

16 

18 

20 

■5*2 

26 
32 
4í 
52 
56 
72 
115 
138 


«Además  hay  varios  caracteres  intermedios  co- 
mo los  del  siete  y  medio,  ele,  pero  están  casi 
abolidos  por  la  generalidad,  y  por  los  impreso- 
res de  mas  nota  de  Paris  hace  ya  muchos  años 
que  están  totalmente  abolidos;  porque  ademas  de 
no  ofrecer  ventaja  ninguna  estos  caracteres,  reú- 
nen el  inconveniente  de  que  con  mucha  facilidad 
entorpecen  el  orden  de  una  imprenta,  por  la  sen- 
cilla razón  délas  mezclas  de  unos  caracteres  con 
otros,  causando  el  desarreglo  del  establee  ¡mien- 
to, y  mucho  mas  si  este  es  grande.  Por  lo  tanto 
no  creo  sean  útiles  á  ningún  establecimiento,  y 
mucho  menos  á  los  intereses  del  impresor.» 

«Los  caracteres  de  un  mismo  cuerpo,  pero  de 
ojo  diferente,  se  distinguen  con  las  denominacio- 
nes de  o/o  pequeño,  ojo  regular,  y  ojo  gordo,  reu- 
niendo ademas  otros  caracteres  como  los  chu- 
pados ú  holandeses,  los  poéticos,  etc.» 

(*)  Francisco  Antonio  Didot,  tipógrafo  francés,  fue  el  que 
en  l"8i  sustituyó  este  sistema  al  antiguo. 


«Todos  los  caratéres  se  pueden  fundir  á  un 
cuerpo  mayor,  es  decir  que  los  de  seis  se  pueden 
fundir  al  cuerpo  sieteú  ocho,  los  del  siete  al  ocho 
ó  nueve,  y  asi  consecutivamente.  En  este  caso  se 
ahorra  ef  poner  interlíneas,  porque  las  mismas 
letras  llevan  ya  el  espacio  equivalente  á  un  i  ó  dos 
puntos.  Este  sistema  no  lo  creo  útil  de  ninguna 
manera,  y  por  otra  parte,  considerándolo  bajo 
su  verdadero  resultado,  lo  encuentro  mas  bien 
dispendioso  que  económico.» 

'«Cada  carácter  común  ú  ordinario  tiene  tres 
clases  de  letras,  á  saber:  mayúsculas  ó  versales, 
minúsculas  y  versalitas.  Las  primeras  se  distin- 
guen además  con  el  nombre  de  caja  alta,  y  !as 
segundas  con  el  de  caja  baja,  habiéndoseles  dado 
est  enombre  por  la  posición  que  ocupan  en  !a  caja» 

«Las  letras  déla  caja  baja  generalmente  son  las 
quesejemplean  en  el  texto  de  unaobra  cualquiera, 
y  porconsiguienlelasquesirven  con  frecuencia.» 

«Las  de  la  caja  alta  ó  mayúsculas,  además 
del  oficio  que  desempeñan  eu  el  texto,  sirven  pa- 


aso  car 

ra  las  portadas,  títulos,  remiendos,  etc.;  todas 
ellas  casi  exceden  de  la  mitad  del  cuerpo  de  la 
letra ,  y  su  lineacion  está  formada  por  el  pié.» 

«Las  versalitas  tienen  la  forma  de  la?  mayús- 
culas y  casi  el  grueso  de  las  minúsculas.» 

«Las  letras  voladas  ó  superiores  sirven  como 
signo  de  abreviatura.  Las  mas  usuales  son  las  ** 
y  00.  Seria  de  desear  que  se  añadieran  al  menos 
para  las  abreviaturas  de  las  casillas  de  los  re- 
miendos la  T  y  •.» 

«Las  letras  de  dos  puntos  ó  titulares  tienen  la 
forma  de  las  versales  ó  mayúsculas,  y  se  llaman 
así  porque  tienen  dos  veces  la  fuerza  del  cuerpo 
del  carácter  cuyo  nombre  llevan.  Según  el  nue- 
vo sistema  de  los  puntos  tipográficos,  esta  deno- 
minación no  debe  usarse,  pues  bastará  llamar- 
las versales  mayores  ó  titulares  de  tantos  ó  cuan- 
tos puntos.» 

«Las  letras  de  adorno  se  llaman  así  por  con- 
tener una  porción  de  dibujos  y  floreos,  las  cua- 
les están  fundidas  á  diversos  cuerpos,  y,  á  ex- 
cepción de  ciertos  casos,  se  pueden  emplearen 
lugar  de  las  versales  mayores  ó  titulares.» 

«Todas  las  letras,  sin  excepción,  tienen  una  se- 
ñal ó  escotadura  á  dos  ó  tres  líneas  antes  de  lle- 
gar al  pié.  Dicha  señal  se  conoce  con  la  denomi- 
nación de  eran,  y  sirve  de  guia  para  componer 
y  para  no  confundir  las  fundiciones,  etc.  Muchas 
.fundiciones  llevan  dos  y  tres  cranes,  con  el  fin 
de  que  no  se  confundan  unas  con  otras,  y  no 
hay  duda  ningtna  de  que  es  el  mejor  sistema, 
porque  además  de  serventajoso  para  el  impresor, 
porque  cuantos  mas  cranes  tiene  una  fundición 
menos  pesa  ella ,  es  también  ventajoso  para  el 
oficial ,  porque  con  mucha  mas  facilidad  distin- 
gue por  donde  se  debe  coger  la  tetra  y  colocarla 
en  el  componedor,  no  siendo  además  tan  suscep- 
tible de  equivocaciones  como  si  todas  las  fundi- 
ciones tuvieran  un  eran  solo.» 

«El  eran  á  la  española  se  dice  de  las  fundicio- 
nes que  lo  lenian  de  la  parte  de  afuera  del  com- 
ponedor ;  estas  fundiciones  se  han  abolido  ente- 
ramente, y  como  nos  servimos  de  los  moldes  y 
matrices  francesas  para  la  elaboración  de  la 
letra ,  los  fundidores  han  colocado  el  eran  á  la 
parte  opuesta ,  y  se  llama  eran  á  la  franc&sa.» 

«La  eaja  es  un  cajón  compuesto  de  varias  di- 
visiones I lamadascfljfVí incestos  sirven  cada.uno 
para  cuando  se  echa  la  letra,  y  tener  las  suertes 
separadas  unas  de  otras  ,  no  pudiendo  ninguna 
de  ellas  ocupar  otro  lugar  mas  que  el  que  le  ha 
sido  destinado ;  en  ella  se  distribuye  y  se  compo- 
ne. Hay  dos  clases  de  cajas  ordinarias :  la  prime- 
ra ,  que  data  desde  la  invención  de  la  imprenta , 
está  dividida  en  dos  piezas  ,  llamadas  caja  alta 
y  caja  baja;  en  la  coja  alta  se  colocan  las  ma- 
yúsculas,  versalitas  ,  acentos,  signos,  etc. ,  y 
en  la  caja  baja  están  las  minúsculas,  espacios, 
cuadrados,  etc.  La  segunda  es  la  caja  moderna 
compuesta  de  una  sola  pieza,  conteniendo  menos 
cajetines  que  la  antigua ,  y  están  mas  proporcio- 
nados á  la  cantidad  de  letras  que  deben  conté 
ncr;  tiene  una  separación  que  distingue  la  baja 
de  la  ulta.  Las  cajas  estas  uo  contienen  versali- 


CAR 

tas,  y  en  su  lugar  están  todas  centralizadas  en 
una  sola  para  cada  carácter.» 

«La  póliza  de  un  carácter  es  la  lista  de  todas 
las  letras  que  enlran  en  una  fundición  pedida  , 
con  la  indicación  de  la  cantidad  respectiva  de 
cada  suerte  de  letras ,  por  un  peso  general  y  de- 
terminado.» 

«Las  interlíneas  son  unas  hojas  delgadas  de 
metal  que  se  colocan  entre  linea  y  línea  ,  á  fin 
deque  sea  mas  clara  y  hermosa  la  impresión. 
Están  fundidas  al  grueso  y  largo  que  se  quiere. 
En  llegando  á  seis  puntos  se  llama  regleta ,  pues 
ya  no  se  emplea  para  ponerla  entre  linea  y  línea.» 

«Hay  además  varias  clases  de  espacios  que  ha- 
cen el  oficio  de  interlíneas.  Sirven  para  interli- 
near les  columnitas  de  los  estados,  etc.» 

«Las  imposiciones  sirven  para  llenar  los  blan- 
cos en  los  remiendos ,  para  dar  los  blancos  á  un 
molde ,  lo  que  llaman  hacer  la  imposición,  etc.» 

«Las  regletas  forman  parte  de  las  imposicio- 
nes ,  tienen  una  fuerza  de  cuerpo  de  seis  y  áo 
doce  puntos,  y  las  imposiciones  de  diez  y  ocho, 
veinte  y  cuatro  ,  treinta,  treinta  y  seis,  cuarenta 
y  ocho,  setenta  y  dos  ,  noventa  y  seis  y  ciento 
veinte.  La  longitud  de  ellas  sigue  la  misma  es- 
cala progresiva.» 

Caracteres  de  música.  Lo»  caracte- 
res de  música  ,  en  otro  tiempo  tan  imperfectos , 
han  sido  mejorados  de  algunos  años  á  esta  parle. 
Varios  sistemas,  los  unos  conteniendo  las  cinco 
rayas  paralelas  entre  las  cuales  se  escribe  la  mú- 
sica, los  otros  imprimiéndolas  después  por  el  cli- 
saje ,  son  empleados  con  resultados  satisfacto- 
rios. Sin  embargo  ,aun  dejan  que  desear  alguna 
mas  economía,  y  luego  que  se  haya  obtenido,  las 
planchas  de  estaño  serán  ventajosamente  rem- 
plazadas. 

El  valor  de  los  caracteres  está  basado  en  la 
belleza  del  grabado  y  la  materia  de  que  están 
compuestos ;  en  su  peso  ,  relativo  al  número  de 
signos  que  produce  i  kilóg. ,  y  por  último,  en 
la  precisión  de  su  fabricación. 

Caracteres  para  dorar,  para  los  en- 
cuadernadores. No  hace  mucho  tiempo  aun  que 
estos  caracteres  eran  grabados,  pero  en  el  dia 
es  un  ramo  de  industria  adquirido  por  la  fundi- 
ción de  caracteres.  Si  bien  reciente,  esta  indus- 
tria se  halla  ya  bastante  perfeccionada :  desde 
que  se  consiguió  fundir  estas  letras ,  se  obtuvie- 
ron incalculables  ventajas:  la  perfección, pues  el 
grabado  traía  consigo  desigualdades  que  no  po- 
dían remediarse  grabando  muchas  letras  de  la 
misma  forma,  mientras  la  fundición,  al  contrario, 
tiene  el  mérito  de  presentar  todas  las  letras  exac- 
tamente parecidas,  pues  que  lodas  derivan  del 
mismo  punzón;  la  rapidez,  porque  un  obrero  fun- 
didor produce,  él  solo,  mas  letras  que  seis  graba- 
dores juntos ;  la  economía  se  desprende  natural- 
mente de  este  gran  resultado.  Como  los  caracteres 
de  los  encuadernadores  requieren  ser  calentados 
para  el  dorado,  es  indispensable  queestén  forma- 
dos de  un  metal  mucho  mas  duro  que  el  de  que 
se  componen  los  caracteres  de  imprenta,  tal  es  el 
cobre  de  que  están  hechos. 


CAR 

Caracteres  movibles,  para  inscripcio- 
nes. De  pocos  años  á  esta  parle  se  hacen  carac- 
teres movibles  de  barro  cocido  que  reciben  y 
conservan  muy  bien  los  colores  y  el  dorado.  Tie- 
nen sobre  los  de  zinc  ó  cobre  la  ventaja  de  resis- 
tir mucho  tiemno  ala  influencia  del  aire  y  de  la 
humedad  ,  y  resultan  mas  baratos. 

C1B1JPA,  Carapa.  Género  de  plantas  de 
la  familia  de  lasmeliáceas,  y  de  la  octandria  mo- 
noginia,  establecido  por  Aublet,  en  virtud  de  un 
árbol  de  la  Guiana,  en  donde  lleva  vulgarmen- 
te este  nombre. 

Carapa  de  la  li nimia  ( Carapa  guia- 
nensis ,  Aubl. ).  Grande  árbol  de  hojas  alternas , 
atadas  sin  impar,  de  flores  polígamas  por  abor- 
to dispuestas  en  racimos  axilares  ,  de  fruto  glo- 
buloso, grueso,  correoso  ,  que  tiene  muchas  se- 
millas. 

Los  frutos  de  este  vegetal  encierran  almendras 
amargas  con  que  se  alimenta  á  los  cerdos ,  sin  que 
comuniquen  su  amargor  á  la  carne  de  estos  ani- 
males; de  ellas  se  extrae  un  aceite  amargo,  ino- 
doro, espeso,  de  color  oscuro,  bueno  para  arder, 
amarillo  cuando  se  recibe  en  Europa,  y  con  el  cual 
los  indígenas  se  untan  el  cuerpo,  los  cabellos  , 
etc.  ,  mezclado  con  achiote,  para  preservarse  de 
que  les  piquen  los  másticos ,  los  aradores,  etc. 
Aublet  pretende  que  este  aceite  les  preserva  tam- 
bién de  la  humedad  de  las  lluvias  frecuentes  de 
este  clima ;  con  él  se  frotan  los  muebles  para  im- 
pedir que  sean  atacados  de  los  gusanos ,  pero 
no  puede  hacerse  uso  de  él  al  interior  en  razón 
de  su  extremo  amargor. 

Según  Boullay,  el  principio  amargo  del  acei- 
1e  ,  que  parece  ser  venenoso,  se  hace  desapa- 
recer por  repetidas  lociones  con  agua  hirviendo, 
)  se  disminuye  mucho  con  los  ácidos. 

La  corteza  del  carapa  es  febrífuga.  Los  Sres. 
Pélroz  y  Robinet,  que  la  han  analizado,  dicen 
que  está  compuesta  de  una  materia  alcalina 
(principio  amargo  )  ,  materia  roja  insoluble  (ro- 
jo cincónico  ¡ ,  materia  roja  soluble,  materia  gra- 
sa verde,  una  sal  de  cal,  y  ácido  químico.  El 
Sr.  Cadet  habia  observado  en  ella,  además  del 
principio  amargo  ,  mucha  estearina  ,  ácido  oléi- 
«o  y  magnesia. 

Además  de  la  especie  de  la  Guiana,  se  en- 
cuentra otra  Carapa  en  el  Sencgal  y  en  Guinea  , 
en  donde  lleva  vulgarmente  el  nombre  de  Touluu- 
»»«  ,  y  se  asemeja  muchísimo  á  la  primera. 

CARAPAIA.  John  Mawe  habla  bajo 
este  nombre  de  un  insecto  análogo  á  la  garrapata 
•le  los  carneros,  que  infecta  las  inmediaciones 
de  lá  mina  de  oro  de  Carapala;  se  agarra  á  cual- 
quier parte  del  cuerpo,  mete  su  cabeza  bajo  la 
pie!,  y  chupa  la  sangre  hasta  el  punto  de  adqui- 
rir el  tamaño  de  una  pequeña  haba;  cuando  se 
le  arranca  con  violencia  deja  una  úlcera  á  veces 
muy  difícil  de  curar;  lo  mejor  es  hacerle  pere- 
cercon  el  láudano  y  esperar  con  paciencia  á  que 
caiga  por  sí  mismo. 

(  AKAPKIii.  Graminia  del  Perú  cuyo 
cocimiento  causa  una  esperie  de  delirio  ;  los  na- 
turales del  pais  lo  hacen  beber  á  sus  hijos,  co- 


CAH  58! 

locando  al  lado  de  éstos  diversos  útiles  ó  instru- 
mentos, y  según  los  (pie  ellos  escogen  queda  re- 
velado el*  estado  que  unieren  lomar,  l'rezicr,  mío 
dá  estos  pormenores,  llama  á  la  planta  Carapuilo. 

CABBOIt.  Dase  este  nombre  al  residuo  ne- 
gro, poroso  y  friable  que  producen  las  sustancias 
orgánicas  cuando  se  las  descompone  por  el  fue- 
go al  abrigo  del  aire.  Este  producto  extraído  de 
los  vegetales  está  esencialmente  formado  de  car- 
bono, de  un  poco  de  hidrógeno  y  de  las  materias 
salinas  fijas  contenidas  en  las  sustancias  con  las 
cuales  se  ha  preparado;  en  cuanto  al  carbón  ob- 
tenido de  las  materias  animales  encierra  además 
una  corla  cantidad  de  ázoe. 

El  nombre  de  Carbón  hase  extendido  á  ciertos 
minerales  combustibles,  que  se  encuentran  ocul- 
tos en  el  seno  de  la  tierra  ,  y  que  solo  tienen  de 
común  con  el  carbonjordinario  que,  como  él,  con- 
tienen carbono,  pero  en  un  estado  de  mezcla  con 
diversas  sustancias  minerales  y  bituminosas.  Es- 
tos son  los  productos  que  constituyen  las  diferen- 
tes tillas  ó  carbones  de  piedra. — V.  Illa. 
r  Carbón  de  leña,  Carbón  vegetal, 
ó  Carbón  propiamente  dicho.  Es  el  residuo 
que  dejan  todas  las  materias  vegetales  después 
que  han  experimentado,  por  la  acción  riel  fuego, 
una  descomposición  completa  de  sus  principios 
volátiles.  Del  análisis  resulla  que  el  carbón  es- 
tá compuesto  de  una  materia  combustible,  de 
sustancias  salinas  y  de  tierras.  La  materia 
combustible,  ó  el  carbono  propiamente  dicho, 
forma  generalmente  mas  de  tres  cuarlas  par- 
tes de  la  masa.  El  carbón  es  negro  ,  quebradi- 
zo, sonoro  y  poco  sólido  ;  conserva  la  lorma  de! 
vegetal  que  lo  ha  producido  ,  cuando  este  último 
ofrece  cierto  grado  de  consistencia;  pero  las  plan- 
tas tiernas  pierden  en  la  carbonización  su  tejido 
orgánico,  y  dan  un  carbón  friable  (pie  no  presen- 
ta forma  de  vegetal  descompuesto  ;á  una  tempe- 
ratura debajo  del  rojo  oscuro  arde  al  aire  y  deja 
una  porción  de  ceniza  cuya  naturaleza  varia  con 
la  especie  de  carbón.  Todas  las  especies  de  le- 
ña producen  carbones  mas  ó  menos  abundantes, 
según  la  solidez  y  la  forma  de  su  textura  ;  asi  en 
el  comercio  los  carbones  están  clasificados  poco 
mas  ó  menos  en  el  mismo  orden  que  las  leñas  que 
los  han  producido.  Los  carbones  de  leña  dura  son 
generalmente  mas  estimados  que  los  de  leña  tier- 
na, aunque  estos  últimos  obtengan  la  preferencia 
en  ciertos  talleres  para  el  trabajo  de  los  metales. 

El  calor  que  este  combustible  produce  está  en 
razón  directa  de  su  densidad:  por  esta  razón  en 
volúmenes  iguales  los  carbones  de  leña  duros  dan 
mas  calor  que  los  carbones  de  leña  blandos;  pe- 
ro á  peso  igual,  los  efectos  calóricos  son  poco 
diferentes. 

Los  carbones  preparados  con  las  diversas  le- 
ñas contienen  proporciones  muy  variables  de  car- 
bón puro  ó  carbono,  de  materias  volátiles  y  de 
cenizas.  En  general,  según  el  Sr  Berlhier,  la  can- 
tidad de  carbón  varia  de  0,820  á  0/J03;  la  de  las 
materias  volátiles,  deOJaO  á0,07.'>;  y  la  de  las  ce- 
nizas, de  0,010  á  0,066.  La  cantidad  de  materias  \o- 
laliles  que  un  caler  graduado  y  ele\  ado  puede  ex- 


582  C¿VR 

traer  de  lo¿  carbones  de  leña  puede  ser  fácilmen- 
te valuada  calcinándolos  en  vasos  cerrados;  la 
proporción  del  carbono  puro,  haciéndolos  arder 
por  el  deutóxido  de  cobre  en  el  aparato  para  el 
análisis  de  las  materias  orgánicas;  en  iin,  la 
proporción  de  las  cenizas  y  su  naturaleza  se  re- 
conoce sin  dificultad  por  la  inceneracion  en  un 
crisol  descubierto. 

Aunque  quebradizo  y  aun  friable,  el  carbón 
es  bastante  duro,  puesto  que  se  le  emplea  para 
pulir  ciertos  metales ,  como  el  cobre  y  el  bron- 
ce, etc. 

Su  densidad  es  doble  de  la  del  agua.  Sin  em- 
bargo, en  su  estado  ordinario  sobrenana  á  este 
líquido  :  pero  este  efecto  es  de  corta  duración , 
pues  no  tarda  en  precipitarse  al  fondo  ;  en  el  pri- 
mer caso  contiene  en  sus  poros  mucho  aire,  que 
pierde  á  medida  que  el  agua  penetra  en  cada 
uno  de  ellos. 

El  carbón  es  tan  pronto  mal  como  buen  con- 
ductor del  calórico.  Es  mal  conductor  en  su  es- 
tado ordinario,  es  decir,  cuando  no  ha  sido 
fuertemente  calentado  ;  y,  al  contrario  ,  es  buen 
conductor  ,  cuando  ha  sido  preparado  á  una  al- 
ta temperatura.  En  razón  de  la  primera  de  estas 
propiedades  se  rodean  de  polvo  de  carbón  los 
vasos  en  los  cuales  se  quiere  conservar  un 
líquido  por  mas  largo  tiempo  caliente,  los  con- 
ductos por  donde  circula  el  vapor  del  agua, 
etc. 

La  misma  diferencia  presenta  respecto  al  flui- 
do eléctrico.  En  su  estado  ordinario  conduce 
mal  la  electricidad,  mientras  que  es  buen  con- 
ductor cuando  ha  sido  fuertemente  calcinado. 
Por  esto,  cuando  se  trata  de  emplearlo  como 
cuerpo  conductor  en  la  construcción  de  los  pa- 
ráramos, es  menester  tener  siempre  la  precau- 
ción de  someterlo  á  una  calcinación  suficiente  pa- 
ra darle  esta  facultad. 

Pero  una  de  las  propiedades  mas  curiosas  del 
carbón  6*  mi  duda  ninguna  la  descubierta  por 
el  italiano  Fontana,  esto  es  la  de  absorver  los 
gases  sin  hacerles  experimentar  alteración,  cuan- 
do recientemente  preparado.  El  carbón  compar- 
te este  carácter  con  todos  los  cuerpos  porosos , 
pero  ninguno  lo  posee  como  él  en  tan  alto  gra- 
do. La  absorción  de  las  gases  por  el  carbón  es 
tanto  mas  pronunciada  ,  cuanto  mas  baja  es  la 
temperatura  y  mas  denso  es  en  sí  este  cuerpo. 
En  todos  los  casos ,  la  naturaleza  de  los  gases 
influye  mucho  sobre  esta  propiedad  ,  pues  mien- 
tras que  los  unos  son  rápida  y  abundantemen- 
te absorvidos  por  el  carbón,  oíroslo  son  ape- 
nas en  las  mismas  circunstancias.  Hay  algu- 
nos de  los  cuales  el  carbón  absorve  40,  5o,  65, 
83  y  hasta  90  veces  su  propio  volumen.  El  gas 
amoníaco  ofrece  esta  última  cifra  de  absorción. 

Esta  propiedad  del  carbón  explica  el  rápido 
aumento  de  peso  que  experimenta  este  cuerpo 
abandonado  al  aire  atmosférico  ,  y  sobre  todo  al 
aire  húmedo.  En  siete  dias  el  carbón  de  abeto 
aumenta  en  peso  de  13  p.g  ,  el  de  haya  de 
16  p.g  ,  el  de  encina  de  16  Va  p.g  ,  el  de  aca- 
yoiba de  18  p.g .  La  absorciones  sobre  todo  muy 


CAR 

rápida  en  las  primeras  veinte  y  cuatro  horas,  y  la 
mayor  parte  consiste  en  agua. 

De  esto  se  sigue  que  los  carbones  de  leña  ordi- 
narios, que  los  mercaderes  tienen  gran  cuidado  de 
depositar  en  parajes  húmedos,  contienen  siempre, 
en  detrimento  del  consumidor,  una  humedad  que 
aumenta  inútilmente  su  peso,  y  que  perjudica  no- 
tablemente al  desarrollo  del  calor,  pues  que  es 
menester  emplear  por  el  contrario  una  porción 
considerable  de  este  combustible  solo  para  vapo- 
rizar esta  humedad.  Contiene  habitualmente  de  8 
á  la  p.g  de  agua,  de  modo  que,  cuando  secom- 
pra  una  cantidad  de  carbón  que  debe  pesar  50  so- 
lo se  tienen  en  realidad  de  44  á  46  de  carbón  seco. 
Pero  estos  carbones  podrían  contener  mucha  mas 
agua  todavía,  si  por  casualidad  seles  hubiese  mo- 
jado, pues  absorven  una  cantidad  considerable  de 
aquel  líquido. Por  lo  tanto  el  que  compra  carbón  de- 
be asegurarse  siempre  del  estado  higrométrico  de 
este  producto,  pues  de  no  hacerlo  así  se  expone  á 
una  pérdida  bastante  grande. 

La  propiedad  absorvente  del  carbón  y  la  utili- 
dad que  se  puede  sacar  de  esta  sustancia,  em- 
pleándola en  los  cimientos  de  los  edificios  que  se 
construyen  en  parajes  húmed<  s,  es  conocida  des- 
de mucho  tiempo,  puesto  que,  según  Diógenes 
Laercio,  el  arquitecto  Teodoro  propuso  emplear 
el  carbón  en  los  cimientos  del  templo  de  Diana,  á 
Efeso,  á  fin  de  que  el  aguano  pudiese  penetrar 
nunca  en  ellos.  Hace  pues  2500  años  que  esta 
propiedad  del  carbón  es  conocida,  y  sin  embargo 
rara  vez  en  nuestros  tiempos  modernos  se  hace 
uso  de  esta  aplicación. 

También  en  razón  de  esta  propiedad  absorven- 
te defos  gases,  el  carbón  es  muy  propio  para  qui- 
tar á  los  líquidos  y  á  las  materias  orgánicas  blan- 
das los  olores  mas  ó  manos  infectos  que  despi- 
den. Si  se  cerca  de  pedacitos  de  carbón,  ó  de  cis- 
co, el  pescado,  á  las  aves  ó  la  carne  que  empiezan 
á  corromperse, — si  se  hace  hervir  en  el  agua  por 
espacio  de  algunos  minutos  y  con  un  poco  de  car- 
bón en  polvo  un  pedazo  de  carne  infecta, — si  se 
filtra  sobre  este  mismo  polvo  agua  corrompida  de 
los  charcos,  de  las  balsas,  agua  cargada  de  esen- 
cias, agua  hervida  con  coles  ú  otros  vegetales 
aromáticos,  se  notará  bien  pronto  que  el  pescado, 
las  aves,  la  carne  y  el  agua  habrán  perdido  to- 
do mal  olor. 

Pero  el  carbón  no  es  tan  solo  un  excelente  de- 
sinfectante, sí  que  obra  también  como  un  buen 
antiséptico,  es  decir  que  impide  la  putrefacción. 
En  efecto,  encerrando  carnes  en  polvo  de  carbón 
bien  calcinado,  se  puede  conservarlas  mucho 
tiempo  exentas  de  toda  alteración.  Cuando  se 
quiere  trasportar  muy  lejos  sustancias  animales, 
como  carnes,  caza,  pescado,  el  medio  menos  cos- 
toso y  el  mas  eficaz  para  impedir  que  se  alteren, 
consiste  en  envolverlas  en  carbón  pulverizado. 
Este  polvo  en  estos  casos  es  doblemente  eficaz, 
porque  por  una  parte  impide  el  contacto  del  aire, 
y  por  otra  absorve  la  humedad  y  los  productos  de 
la  putrefacion  tan  luego  como  ésta  empieza. 

A  esta  propiedad  de  hacer  desaparecer  com- 
pletamente los  olores  fétidos  de  las  sustancias 


CAR 

con  las  cuales  está  en  contacto  ,  el  carbón  reú- 
ne otra  no  menos  curiosa,  cuyo  descubrimien- 
to pertenece  al  Sr.  Lowitz.  Se  apodera  con  una 
rapidez  casi  milagrosa  de  los  colores  de  casi  to- 
dos los  líquidos  vegetales  y  animales.  Los  ju- 
gos de  las  plantas ,  los  cocimientos  de  sustan- 
cias tinlorias  ,  los  vinos  tintos,  los  vinagres  ,  los 
jarabes  oscuros ,  agitados  por  algunos  instantes 
con  polvo  de  carbón,  ó  filtrados  sobre  una  ca- 
■  pa  de  este  polvo,  pierden  completamente,  su 
principio  colorante,  y  se  vuelven  tan  claros  y 
tata  incoloros  como  el  agua.  El  carbón  de  hueso 
es  el  que  sobre  todo  ofrece  esta  propiedad  desco- 
lorante en  mas  alto  grado.  La  experiencia  ha  en- 
soñado á  los  químicos  que  el  carbón  es  tanto  mas 
propio  para  la  descoloracion,  en  cuanto  se  en- 
cuentra en  mayor  estado  de  porosidad  y  de  di- 
visión, y  esta  es  la  razón  porque  el  negro  animal, 
que  encierra  tantas  sustancias  minerales  que 
extienden  mas  su  superficie  y  atenúan  sus  mo- 
lerlas ,  tiene  una  fuerza  descolorante  mu- 
cho mas  considerable  que  el  carbón  de  leña, 
en  el  que  existen  apenas  algunos  centesimos 
de  cenizas.  (V.  Carbón  animal.)  Durante  mu- 
cho tiempo  se  ha  creído  erróneamente  que  es- 
tos carbones  obraban  sobre  los  colores  descom- 
poniéndolos. La  descoloracion  es  el  resultado  de 
una  verdadera  combinación  de  las  materias  co- 
lorantes con  el  carbón ,  y  lo  que  lo  prueba  es 
que  se  puede,  en  ciertas  circunstancias ,  hacer 
aparecer  y  desaparecer  los  colores  absorvidos. 

Preparación  del  carbón. 

El  uso  del  carbón  de  leña  data  de  la  mas  remo- 
ta antigüedad.  Teofraslo,  que  escribió  un  número 
tan  prodigioso  do  obras  sobre  todas  las  cosas  md  - 
rales  y  físicas,  dejó  algunas  páginas  muy  curiosas 
sobre  los  carbones  de  leña,  y  dice  :  «que  los  me- 
jores que  se  empleaban  en  su  tiempo  eran  los  de 
encina  y  de  madroño  ;  que  los  forjadores  de  plata 
preferían  para  su  trabajo  al  carbón  de  pi- 
no y  de  otros  arboles  resinosos,  y  que  los  forja- 
dores de  hierro  solo  hacían  uso  del  carbón  de 
nogal,  en  el  que  habían  reconocido  la  propiedad 
de  hacer  el  metal  mas  dulce  y  mis  aleable.»  Pli- 
nto el  naturaliza  da  también  algunos  pormenores 
sobre  el  mismo  objeto:  según  él,  la  leña  tierna  y 
verde  produce  el  mejor  carbón ,  y  también  des- 
cribe la  manera  como  se  opera  la  carbonización: 
« se  amontona,  dice,  una  porción  de  troncos  de 
árboles  jóvenes,  en  forma  de  pirámide;  se  cubre 
esta  pita,  de  arcilla,  y  después  de  haberlr.  pren- 
dido fuego,  se  abre  uñ  agujero  en  lo  alto  de  la  pi- 
rámide para  que  penetre  el  aire  y  puedan  salir 
por  él  los  vapores  y  el  humo.» 

Es  curioso  observar  que  este  procedimiento  , 
que  se  remonta  á  mas  de  1 800  años,  es  semejante 
a  uno  de  los  que  vamos  á  exponer. 

Los  diferentes  métodos  de  preparación  del  car- 
bón de  leña  pueden  dividirse  en  dos  grandes  cla- 
ses. Launa  comprende  el  procedimiento  de  las 
pilas,  cualquiera  que  sea  su  disposición  ó  los 
perfeccionamientos  que  en  este  método  se  hayan 


CAR  583 

hecho.  En  estos  procedimientos  una  parte  de  la 
leña  misma  de  pila  arde  ,  para  operar  la  desti- 
lación del  resto  ,  y  todos  los  productos  de  la  des- 
composición, ácido  piroliñoso  y  brea,  se  pierden. 
La  otra  clase  comprende  tres  métodos  ó  disposi- 
ciones distintas,  que  todas  permiten  recoger  los 
productos  de  la  destilación  :  la  primera  consiste 
igualmente  en  colocar  en  pila  la  leña  que  se  quie- 
re carbonizar,  y  en  rodear  esta  pila  por  me- 
dio de  una  cubierta  tronco-cónica  que  permite 
recogerlas  partes  volátiles:  una  porción  de  la  leña 
misma  de  la  pila  arde  para  destilar  la  otra;— el 
segundo  método  es  la  carbonización  en  vaso  cer- 
rado; la  leña  es  entonces  colocada  en  una  cubier- 
ta per  lo  común  metálica,  y  calentada  exterior- 
mente, — en  fin,  el  tercero  es  lamlden  una  desti- 
lación en  un  aparato  especial ;  pero  difiere  del 
precedente  en  que  el  calor  necesario  para  la  car- 
bonización es  producido  por  un  combustible  co- 
locado exteriormenle  en  varios  hogares  particu- 
lares, y  en  que  los  productos  gaseosos  de  esta 
combustión  son  conducidos  á  la  masa  de  leña  que 
se  quiere  reducir  á  carbón,  y  que  operan  su  des- 
tilación. 

Procedimiento  déla  numera  clase.  En  el  pro- 
cedimiento de  las  pilas,  la  elección  y  la  disposi- 
ción del  lugar  de  carbonización  es  uña  operación 
importante  y  delicada.  Debe  escogerse  tanto  co- 
mo sea  posible  un  sitio  en  el  que  el  acarreo  de. 
la  leña  y  la  cargazón  délos  carbones  sean  fáci- 
les; en  donde  el  agua  no  esté  distante;  en  donde 
la  pila  se  encuentre  sobre  todo  al  abrigo  de  las 
corrientes  de  aire  ;  en  fin,  en  donde  el  terreno 
no  sea  demasiado  húmedo  ni  demasiado  seco, 
demasiado  compacto  ni  demasiado  ligero.  Todas 
estas  condiciones  Taras  veces  se  encuentran  reu- 
nidas; pero. la  habilidad  del  obrero  suple  á  las 
que  fallan,  y  debe  saber  sacar  partido  de  los  re- 
cursos que  se  le  dan. 

En  un  bosque,  regularmente  cortado,  se  eligen 
los  puntos  que  han  servido  ya  otras  veces  ,  pues 
no  es  conveniente  multiplicar  estos  punios  sin 
necesidad.  Estas  carboneras  ú  hogares  antiguos 
son  preferidos  por  los  carboneros  ,  porque  la  ca- 
pa superior  del  suelo  reúne  una  constitución  con- 
veniente, qué  resulta  de  una  mezcla  de  tierra  y 
de  polvo  de  carbón,  que  proviene  de  la  operación 
precedente. 

Para  formar  la  pila  ,  los  trabajadores  fijan  en 
el  centro  del  hogar  una  estaca  larga  en  cuya  ba- 
se disponen  algunos  brazados  de  ramaje  menudo, 
vardascas,  virutas  y  tizones;  después  colocan 
la  leña,  sea  de  punta,  inclinándola  un  poco  con- 
tra el  eje  central ,  y  sobreponiendo  dos  ó  tres  cá- 
sea formando  desde  luego  en  el  centro 
una  pequeña  pila  de  leña  de  punta  en  dos  ó  tres 
altos  y  disponiendo  en  seguida  los  troncos  en  ca- 
pas horizontales,  colocándolos  en  la  dirección  de 
los  radios  del  círculo  que  sirve  de  base  á  la  pila. 
Es  esencial  poner  la  leña  todo  lo  apretada  (pie  sea 
posible,  y  llenar  los  vacíos  (pie  quedan  entre  los 
troncos  con  leña  menuda.  Tambu-n  se  debe  de 
tener  cuidado  de  poner  la  leña  mas  dura  en  el 
centro  de  la  pila,  y  la  mas  tierna  en  la  parte  de 


584  CAtt 

afuera  y  en  la  superior,  en  donde  el  calor  es 
menos  fuerte.  Toda  la  pila  se  cubre  después  de 
ramujos,  ramajes ,  musgo  y  otros  vegetales  me- 
nudos que  abundan  en  los  bosques.  Encima  de 
esta  capase  pone  otra  cubierta  de  cinco  ó  seis 
centímetros  de  tierra  y  de  arena ;  esta  mezcla  de- 
be ser  bastante  consistente  para  que  pueda  ad- 
herirse á  los  ramujos  y  ramajes  que  están  de- 
bajo, pero  debe  evitarse  que  no  se  resquebraje 
demasiado  por  la  acción  del  fuego.  Mientras  se 
forma  la  pila ,  se  quita  la  estaca  central ,  y  el 
lugar  que  ocupaba  forma  una  chimenea  "que 
sirve  para  encender  el  fuego  ;  además  se  dispo- 
nen alrededor  y  en  la  base  de  la  pila  conductos 
para  recibir  el  aire,  conductos  que  permanecen 
abiertos  durante  todo  el  tiempo  de  la  carboniza- 
ción. 

Luego  de  formada  la  pila  ,  se  echan  algunos 
carbones  encendidos  por  la  chimenea,  que  se 
deja  abierta  durante  algún  tiempo,  alinde  que 
elceutrpdela  masa  pueda  entrar  en  ignición: 
esta  combustión  produce  un  vacío  que  el  carbo- 
nero debe  tener  mucho  cuidado  en  llenar,  echan- 
do constantemente  leña  en  la  cbimenea.  Cuando 
la  combustión  es  bastante  activa  en  el  interior, 
se  lapa  esta  abertura  enteramente.  Poco  después 
se  empiezan  á  abrir  en  la  cnbi  ;rta,  á  partir  de  la 
cúspide,  agujeros  para  dar  salida  á  los  productos 
de  la  carbonización;  la  abunlancia  y  el  color 
del  humo  que  la  masa  despide  permiten  juzgar 
de  los  progresos  de  la  operación  en  esta  parte  de 
la  pila;  cuando  el  humo  se  vuelve  azul  claro  y 
poco  abundante,  el  carbonero  abre  nuevos con- 
cuctos,  todos  en  un  mismo  plano  horizontal 
á  veinte  ó  treinta  centímetros  debajo  de  los 
precedentes,  que  cesan  entonces  de  funcionar 
y  se  cierran.  Asi  se  continua  hasta  que  los  con- 
ducios de  salida  hayan  llegado  á  poca  distancia 
de  los  de  admisión  del  aire.  Entonces  se  cierran 
lodos  los  orificios ,  y  se  cubre  la  pila  con  una 
capa  de  tierra  húmeda,  que  se  rocía  en  caso 
de  necesidad;  se  deja  enfriar  durante  veinte  y 
cuatro  horas;  después,  se  quita  la  cubierta,  y  se 
.saca  el  carbón  extendiéndolo  en  el  suelo  en  ca- 
pas delgadas  para  que  se  enfrie  completamente. 

En  esta  manera  de  conducir  la  operación ,  la 
carbonización  se  opera  de  arriba  á  bajo  y  del 
centro  á  la  circunferencia ;  puede  verificarse  , 
demoliendo  una  pila  en  parte  carbonizada,  y  en- 
tonces se  vé  que  el  carbón  producido  constituye 
un  tronco  de  cono  inverso  en  medio  de  la  pila, 
y  que  el  ángulo  de  este  tronco  de  cono  aumenta 
progresivamente  á  medida  que  la  carbonización 
adelanta.  El  aire  necesario  para  la  combustión 
atraviesa  un  espesor  poco  considerable  de  car- 
bón producido  que  se  amontona  ;  circula  espe- 
cialmente entre  este  carbón  ya  formado  y  la  le- 
ña no  carbonizada  que  no  tiene  ningún  apoyo, 
allá  en  donde  los  mas  grandes  vacíos  se  produ- 
cen á  consecuencia  de  la  contracción  que  tiene 
lugar  en  toda  la  porción  carbonizada.  La  habili- 
dad del  carbonero  consiste,  pues,  en  dirigir 
bien  los  conductos  de  manera  que  se  obtenga  un 
hundimiento  progresivo  y  bien  regular  de  toda  la 


CAR 

pila,  y  en  preservarla  de  las  fuertes  corrientes  de 
aire  por  medio  de  abrigos,  hechos  de  esteras  de 
paja,  ó  zarzos  confeccionados  con  ramas  menu- 
das ,  dispuestos  convenientemente. 

En  algunos  bosques  se  opera  en  grandes  pi- 
las que  contienen  de  i 00  á  1B0  estenos*,  en 
otros ,  en  pilas  de  40  á  50  eslerios ,  y  algunas 
veces  en  pdas  pequeñas  de  28,  30  ó  35  estetios. 
Las  grandes  pilas  deberian  dar  teóricamente  un 
producto  mas  considerable  de  carbón  y  un  resul- 
tado definitivo  mas  ventajoso ,  porque  deberia 
haber  en  ellas  menos  leña  quemada  en  pura 
pérdida,  y  debe  encontrarse  también  una  dis- 
minución en  los  gastos  de  las  manos.  Pero  es 
mucho  mas  difícil  dirigir  la  operación  con  gran- 
des masas  que  con  pequeñas;  si  el  carbonero  no 
es  muy  hábil  y  no  ejerce  la  mas  activa  vigilan- 
cia, ó  si  reinan  vientos  fuertes,  se  obtiene  un 
carbón  de  calidad  inferior  y  con  frecuencia  una 
cantidad  menos  considerable  que  con  las  pilas 
pequeñas.  Así ,  casi  en  todas  partes,  actualmen- 
te se  dá  la  preferencia  á  las  últimas. 

Perfeccionamiento  del  Sr.  Marcos  liull.  Como 
en  el  procedimiento  de  las  pilas  es  necesario 
siempre  que  cierta  cantidad  de  leña  de  la  misma 
pila  sea  sacrificada  para  producir  la  temperatu- 
ra indispensable  á  la  carbonización  de  la  masa, 
el  Sr.  Marcos  Bull  ha  concebido  la  idea  ingenio- 
sa de  hacer  alimentar  la  combustión  con  mate- 
rias de  menos  valor  que  la  leña  y  el  carbón.  El 
perfeccionamiento  del  Sr.  Bull  consiste  en  lle- 
nar los  vacíos  dejados  en  la  formación  de  las 
pilas  con  carbón  menudo  y  ceniza  de  carbón  de 
tierra;  cuando  se  usa  este  medio,  muy  reco- 
mendable, se  debe  poner  poco  de  este  polvo  en 
las  partes  internas  ,  mayor  cantidad  en  las  me- 
dias, mas  todavía  en  las"  externas.  Se  concibe 
que  las  porciones  colocadas  exteriormente  se  es- 
currirán y  penetrarán  siempre  al  interior  por 
los  movimientos  comunicados  á  la  leña  en  todas 
las  partes  de  la  pila.  Este  procedimiento  se  ha 
empleado  con  ventaja,  desde  1 827,  en  el  homo  de 
Elend,  y  da  una  cantidad  mas  considerable,  un 
carbón  de  muy  buena  calidad ,  brillante  y  lim- 
pia al  tocarlo. 

Perfeccionamiento  del  Sr.  Bruñe.  El  Sr.  Bru- 
ñe, habiendo  reconocido  que  una  de  las  principa- 
les causas  que  motivaban  la  pérdida  de  carbón 
consistía  en  los  muchos  vacíos  que  pueden  exis- 
tir en  el  centro  de  las  pilas ,  ha  buscado  el  modo 
de  evitar  este  grave  inconveniente  con  suprimir 
la  chimenea  central ,  y  determinando  la  inflama- 
ción del  corazón  de  la  pila  por  medio  de  una  plan- 
cha de  palastro  calentada  al  rojo  por  debajo. 

Se  practica  en  el  centro  del  hogar  un  vacioque 
presente  la  forma  de  un  cono  truncado  de  0m,  oO 
de  profundidad  ,  y  de  lm,  33  de  diámetro  en  su 
base  superior.  La*s,paredes  de  este  cono  son  de 
ladrillo;  tres  conductos  de  0m,  12  de  lado,  tam- 
bién de  ladrillo,  parten  de  esta  caldera  y  van  á 
desembocar  al  aire  libre  fuera  del  espacio  desti- 

*  Esteno.  Nueva  medida  para  la  leíia  ,  que  equivale  á 
un  metro  cúbico. 


CAR 

nado  á  l.i  pila.  La  caldera  se  llena  de  lefia  me- 
nuda y  de  tizones,  y  se  cubro  después  con  una 
plancha  de  palastro.  Entonces  se  levanta  la  pila 
sobre  un  diámetro  de  9  metros  poco  mas  ó  me- 
nos, con  leña  de  O», 67  de  longitud,  formando 
tres  pisos  y  sobre  toda  la  parte  que  correspon- 
de á  la  proyecciou  de  la  caldera  se  coloca  en 
el  primer  piso  una  capa  de  tierra  y  de  ceniza 
de  carbón  de  piedra;  este  polvo,  así  colocado, 
sirve  para  ensanchar  el  espacio  en  que  empieza  la 
combustión  ,  para  extenderse  después  á  toda 
la  masa  de  leña.  Cuando  la  pila  está  entera- 
mente concluida,  se  prende  fuego  al  combusti- 
ble de  la  caldera,  y  se  abren  los  conductos  del  pié 
sin  necesidad  de  cubrir  la  parte  superior  de 
la  pila  en  los  primeros  momentos.  Cuando  el  fue- 
go está  bien  encendido  ,  se  cierran  los  tres  con- 
ductos que  comunican  con  la  caldera;  se  cubre 
con  cuidado  la  pila  y  se  conduce  la  operación 
como  de  ordinario ,  abriendo  algupos  agujeros  á 
partir  desde  la  cúspide  de  la  pila. 

El  Sr.  L.  C.  Caillat  dice:  «Cualesquiera que 
sean  las  ventajas  de  este  procedimiento,  es  du- 
doso que  pueda  seguirse  en  los  bosques  ,  en 
donde  el  sitio  de  carbonización  se  varia  conti- 
nuamente. El  establecimiento  de  una  caldera  de 
ladrillo  y  de  conductos  subterráneos  que  termi- 
nasen en  ella  seria  un  estorbo  para  el  carbone- 
ro ,  necesitaría  un  gasto  digno  de  atención ,  y 
además  parece  que  en  tierras  arcillosas,  muy 
húmedas, es  difícil  encender  convenientemente  la 
pila  por  medio  del  fuego  que  se  hace  en  la  calde- 
ra.» 

Carbonización  en  pilas  rectangulares.  En  algu- 
nas comarcas,  particularmente  en  los  países  mon- 
tañosos y  sobre  todo  para  las  leñas  resinosas,  se 
se  carboniza  en  pilas  dispuestas  rectangular- 
mente.  Estas  pilas  se  colocan  por  lo  común  sobre 
una  área  ligeramente  inclinada;  su  anchura  varia 
entre  dos  y  tres  metros,  y  su  longitud  es  el  máxi- 
mo de  l  i  a  1 3  metros.  Se  clavan  algunas  estacas 
en  tierra  verticalmente  al  rededor  de  la  área,  á 
o», 50  la  una  de  la  otra  poco  mas  ó  menos;  plan- 
chas arrimadas  contra  estas  estacas  sirven  para 
sostener  lacubieita  de  ceniza  de  carbón  de  tier- 
ra que  circuye  lateralmente  las  caras  verticales 
de  la  pila.  Le  elevación  de  esta  masa  de  leña  acu- 
mulada vá  en  aumento  desde  la  parte  anterior,  en 
donde  no  es  mas  que  de  O01, 60  ,  hasta  la  poste- 
rior, en  donde  tiene  de  4  á  o  metros.  La  cara  su- 
perior es,  pues,  un  plano  inclinado  al  horizonte. 
Esta  cara  está  igualmente  cubierta  de  ceniza  de 
carbón  de  tierra,  ó  de  tierra  y  de  césped.  La  par- 
le posterior  de  la  pila,  que  se  llama  cabeza,  se 
sostiene  por  medio  de  puntales  de  madera.  Los 
troncos  están  colocados  trasversalmente,  los  mas 
gruesos  á  la  parte  inferior  y  de  manera  que  de- 
jen los  menos  vacíos  posibles;  la  ceniza  de  carbón 
de  tierra  humedecida  se  amontona  fuertemente  á 
los  lados  á  medida  que  se  levanta  la  pila. 

El  fuego  se  enciende  por  la  parte  anterior  por 
medio  de  carbón  y  de  leña  menuda  ,  y  cuando  se 
vé  salir  el  humo  á  través  de  la  cubierta,  se  cier- 
ra la  abertura  por  donde  se  ha  encendido  el  fue- 
74 


CAR  585 

go.  y  se  abren  en  la  cubierta  tres  ó  cuatro  con- 
ductos en  el  sentido  de  )a  anchura  de  la  pila,  que 
sirven  para  dejar  salir  el  humo.  Cuando  é>te, 
que  al  principio  era  negro  y  espeso ,  se  vuelve 
azulado  y  ligero,  entonces  se  nacen  otros  conduc- 
ios, un  poco  mas  distantes,  hacia  arriba  y  sobre 
los  costados,  continuando  así  hasta  que  se  ha  lle- 
gado á  la  cabeza. 

Se  puede  empezar  á  sacar  el  carbón,  cuando  la 
carbonización  se  extiende  á  dos  ó  tres  metros  de 
distancia,  y  así  se  ha  desecho  ya  la  mitad  de  la  pi- 
la cuando  la  cabeza  se  encuentra  en  plena  car- 
bonización. Los  carbones  sacados  se  enfrian  con 
un  poco  de  agua. 

Otro  método  ó  disposición,  que  debe  también 
entrar  en  esta  primera  clase ,  es  el  en  que  se 
opera  en  hoyos  abiertos  en  el  suelo  en  los  cua- 
les la  leña  está  dispuesta  trasversalmente  y 
que  tienen  dispuestos  algunas  aberturas  de  uñ 
modo  conveniente  para  dejar  penetrar  solamente 
el  aire  indispensable  para  la  carbonización. 

Los  Sres.  Turcks  hermanos,  doctores  en  medi- 
cina, han  recibido,  á  últimos  de  i  845,  un  pri- 
vilegio, por  un  procedimiento  de  carbonización 
perfeccionado ,  que  se  ejecuta  en  hoyos  practi- 
cados en  el  suelo.  La  disposición  de  la  leña  y  de 
los  conductos  es  tal  que  el  aire  no  puede  obrar  so- 
bre el  carbón  producido,  y  que  alimenta  solamen- 
te la  combustión  necesaria  para  operar  la  desti- 
lación de  la  leña.  Según  varios  experimentos  bas- 
tante numerosos,  hechos  en  grande  en  Francia  y 
hasta  en  condiciones  desfavorables,  este  procedi- 
miento de  carbonización  presentó  resultados  ven- 
tajosos, tanto  en  la  cantidad  como  en  la  calidad 
superior  del  carbón  obtenido. 

Procedimientos  de  la  segunda  clase.  Los  tres 
principales  métodos  ó  disposiciones  sobre  los  cua- 
les nos  proponemos  dar  algunos  pormenores  en 
este  articulo,  permiten,  como  lo  hemos  ya  indica- 
do, recoger  los  productos  déla  destilación. 

El  primero  es  del  Sr.  Foucault.  La  construc- 
ción de  la  pila  se  efectúa  como  de  ordinario,  so- 
lamente que  se  adapta  á  ella  una  cubierta  cónica, 
móvil  y  ligera,  pero  bien  cerrada,  que  proporcio- 
na el  medio  de  recoger  el  ácido  piroleñoso  y  la 
brea. 

Para  construir  un  abrigo  ó  cubierta  cónica  de 
\0  metros  de  diámetro  en  la  base,  de  3", 30 
de  diámetro  en  la  cúspide  ,  y  de  2m,75  á  3 
metros  de  altura,  se  forman  bastidores  de  lefia  de 
S  centímetros  de  cuadrado,  dándoles  4  metros  de 
longitud,  I  metro  de  anchura  en  un  extremo  y 
0n,33  en  el  otro;  estos  bastidores  tienen  la  forma 
de  trapecios.  Se  guarnecen  con  un  zarzo  de 
mimbres  y  con  ramas  menudas,  y  se  enyesan 
con  una  argamasa  hecha  de  tierra  arcillosa  y  de 
yerbas  picadas.  Estos  bastidores  tienen  tres  ma- 
necillas en  cada  lado  ,  lo  que  permite  cogerlos , 
colocarlos  mas  fácilmente,  y  sobre  todo  sujetarlos 
pasando  chavetas  ó  clavijas  de  madera  en  dos 
manecillas  contiguas.  L'na  tapadera  plana  de  3m, 
30  de  diámetro  y  de  treinta  lados,  formada  de 
planchas  bien  unidas  y  sostenidas  por  cuatro  tra- 
vesanos) forma  la  cúspide  del  fragmento  de  co- 

tomo  i. 


586  CAR 

no.  Esta  tapadera  ó  cubierta  está  provista  de  dos 
•ventanas  destinadas  á  permitir  el  paso  ai  vapor 
del  agua  y  al  humo  al  principio  de  la  operación, 
pero  se  cierran  tan  luego  como  el  ácido  pirole- 
iioso  empieza  á  destilar.  Esta  tapadera  lleva  ade- 
más en  el  centro  unaabertura triangular  que  reci- 
be un  conducto,  formado  de  tres  planchas  ligadas 
juntas ,  y  destinado  á  conducir  los  gases  y  líqui- 
dos á  una  serie  de  toneles  de  condensación ,  co- 
locados en  el  suelo  mismo  en  donde  está  estable- 
cida la  pila;  estas  planchas  y  conductos  llegan  á 
ser  propiamente  incombustibles  por  la  absorción 
del  ácido  piroleñoso.  En  íin,  en  uno  délos  zarzos 
hay  una  puerta  que  se  abre  y  cierra  cuando  se 
quiere ,  y  que  sirve  para  visitar  y  arreglar  el 
luego. 

Este  procedimiento  es  sencillo ;  el  estableci- 
miento del  apaiato  es  poco  dispendioso,  y  todas 
sus  partes  son  bastante  ligeras  y  se  pueden 
trasportar  fácilmente  y  con  poco  gasto  á  diferen- 
tes puntos  de  un  bosque.  Bajo  estos  diversos  res- 
pectos este  medio  de  carbonización  debe  ser  ven- 
tajoso. 

2.°  La  segunda  disposición  es  el  proceder  de 
destilación  en  vasos  cerrados ,  tal  como  se  ejecu- 
ta en  las  fábricas  de  ácido  piroleñoso,  esto  es  una 
verdadera  destilación  en  grande  por  medio  de 
vasos  cerrados  de  hierro.  En  esta  operación  se 
recogen  y  utilizan  todos  los  productos  de  la  des- 
composición de  la  leña;  se  obtiene  el  carbón  só- 
lido en  la  parte  del  aparato  en  donde  la  leña  ha- 
hia  sido  cotocada;  los  líquidos,  ácido  y  brea, 
son  condensados  en  otra  parte,  y  los  gases  com- 
bustibles, carburos  de  hidrógeno  y  óxido  de  car- 
bono, conducidos  debajo  del  hogar,  son  quema- 
dos y,  por  el  calor  que  producen,  concurren  á  ter- 
minar la  destilación ,  de  manera  que  solo  hay 
necesidad  de  cargar  de  combustible  el  rejado 
del  hogar  al  principio  de  cada  operación. 

Los  vasos  ó  retortas  en  los  cuales  se  opera  la  des- 
tilación son  á  veces  de  hierro  colado  y  dispues- 
tos horizontalmente  dentro  de  hornillos  hechos  de 
ladrillo,  como  en  la  Gran-Bretaña ,  en  Glascow 
y  Manchester ;  otras  veces,  son  cajas  ó  cilindros 
de  palastro  grueso,  colocados  en  una  posición 
vertical  dentro  de  hornos  de  ladrillo ,  como  en  los 
alrededores  de  Paris.En  este  último  caso ,  la  dis- 
posición es  tal  que  se  cargan  de  leña  estos  cilin- 
dros ó  cajas  fuera  del  hornillo  en  el  que  se  colo- 
can en  seguida  para  la  operación,  y  cuando 
ésta  está  terminada ,  se  sacan  para  remplazados 
por  nuevas  cajas  cargadas  de  antemano.  Estos 
movimientos  se  ejecutan  por  medio  de  una  grúa, 
y  de  esta  manera  la  destilación  no  se  vé  nunca 
interrumpida,  y  el  carbón  se  enfria  fuera  del 
contacto  del  aire.  En  ocho  horas  se  destila  me- 
dio decasterio  de  leña  y  se  obtienen  de  28  á 
30  partes  de  carbón  en  peso  por  100  partes  de 
leña  secada  al  aire. 

La  complicación  de  estos  aparatos  de  destila- 
ción ,  que  hacen  que  el  establecimiento  sea  cos- 
toso ,  por  la  poca  expendicion  ó  el  poco  valor  de 
los  productos  obtenidos,  y  los  gastos  para  la  con- 
ducción de  la  leña  que  no  pueden  compensar  siem- 


CAR 

pre  la  venta  de  los  ácidos  y  de  la  brea ,  son  otras 
tantas  causas  que  han  impedido  que  se  exten- 
diese el  uso  de  este  procedimiento. 

Por  lo  demás ,  si  se  obtiene  en  realidad  mas 
carbón  por  este  método  que  por  los  otros,  cuan- 
do la  operación  es  bien  conducida  y  la  tem- 
peratura no  es  demasiado  elevada  al  principio , 
por  otra  parte ,  este  carbón  es  poco  denso ,  poco 
consistente,  ligero  y  se  reduce  á  polvo  mas  fácil- 
mente. En  Francia  este  carbón  ha  tomadosu  lugar 
en  el  comercio  después  del  obtenido  por  otro  cual- 
quier método,  y  su  poder  calorífico  es  también 
menor.  Sin  embargo,  sus  propiedades  especia- 
les lo  hacen  emplear  en  la  fabricación  de  la  pól- 
vora ,  y  como  es  mas  fácilmente  inflamable  que 
los  demás ,  es  buscado  para  ciertas  operaciones 
de  laboratorio  y  para  las  cocinas. 

3.°  En  fin ,  el  tercer  procedimiento  es  el  del 
Sr.  Schwartz  ,  que  ha  sido  ensayado  en  Suecia, 
en  Brefven.  El  Sr. Schwartz  lo  emplea  sobre  lodo 
para  las  leñas  resinosas.  El  aparato  consiste  en 
un  enorme  horno  de  169  metros  cúbicos  de  capa- 
cidad que  tiene  la  forma  de  una  cuna  gótica, 
cerrada  en  sus  dos  extremidades  por  paredes  ver- 
ticales ,  perpendiculares  á  su  eje.  El  suelo  inte- 
rior ,  elevado  en  el  centro  del  horno }  forma  dos 
pendientes  que  van  hacia  los  dos  lados,  y  estos 
planos  inclinados  presentan  en  su  medio  regueras 
que  sirven  para  facilitar  el  corrimiento  del  liqui- 
do á  los  tubos  de  hierro  colado.  Delante  y  detrás 
están  adaptados  dos  pequeños  hornos  que  sirven 
de  calentadores;  su  bóveda  está  dispuesta  de  ma- 
nera que  pueda  rechazar  la  llama ,  de  suerte 
que  el  aire  es  completamente  despojado  de  su 
oxígeno  al  pasar  á  través  de  estos  hornos ,  para 
penetrar  en  la  masa  de  la  leña  en  carbonización; 
á  los  dos  lados,  en  las  paredes  verticales,  se  en- 
cuentran en  diferentes  alturas  aberturas  para 
introducir  la  leña  y  sacar  el  carbón.  Este  hor- 
no está  unido,  por  medio  de  tubos  de  hier- 
ro colado,  á  unas  cajas  cuadradas  de  madera 
que  sirven  de  condensadores  y  de  depósitos  y 
que  asimismo  están  unidas  por  ambos  lados ,  por 
tubos  de  hierro  colado ,  á  una  chimenea  de 
atracción.  El  todo  está  dispuesto  rectangular  - 
mente  en  plano  horizontal. 

Las  paredes  del  horno  están  hechas  de  arena  y 
arcilla,  sin  que  en  ellas  se  encuentre  cal,  porque 
seria  atacada  por  el  ácido  piroleñoso.  La  bóveda 
se  resquebraja  con  frecuencia,  pero  se  tapan  con 
cuidado  todas  las  grietas  que  en  ella  se  forman. 

El  horno  se  carga  introduciendo  primero  los 
troncos  mas  gruesos,  después  los  medianos,  y  por 
último  los  mas  pequeños,  apretándolos  tanto  co- 
mo sea  posible  hasta  á  la  bóveda,  pero  junto  á  las 
aberturas  la  leña  se  pone  menos  apiñada  para  fa- 
cilitar la  circulación  del  aire  y  de  los  gases.  Para 
alimentar  los  fogones  se  emplea  leña  menuda, 
porque  produce  mas  llama  y  arde  con  mas  pron- 
titud. 

Luego  que  el  horno  está  bien  lleno  y  las  aber- 
turas tapiadas,  se  prende  fuego  á  los  hornillos ,  y 
se  propaga  ala  masa.  Al  mismo  tiempo  se  tiene 
cuidado  de  encender  un  fuego  de  virutas  ó  de 


CAR 

vardascas  en  la  base  de  la  chimenea  de  atrac- 
ción, para  establecer  y  facilitar  bien  la  cor- 
riente de  gas  y  de  vapores  á  través  de  los  tu- 
bos y  de  las  cajas.  Tres  operarios,  que  se  relevan 
cada  ocho  horas,  vigilan  la  operación.  Cuando 
la  brea  y  el  ácido  dejan  de  correr,  lo  que  se  co- 
noce por  la  temperatura  mas  baja  que  ofrecen  los 
tubos  de  hierro  colado,  la  carbonización  está  ter- 
minada. Entonces  se  cierran  todas  las  aberturas; 
se  deja  enfriar  por  espacio  de  dos  dias,  y  se  echan 
algunos  cubos  de  agua  por  dos  pequeños  orificios 
practicados  en  la  bóveda,  y  que  han  permaneci- 
do perfectamente  cerrados  hasta  aquel  momento. 
Esta  operación  se  renueva  cuatro  días  después,  y 
por  último  so,  destapa  la  abertura  central  que  ha 
servido  para  introducir  la  lefia  en  el  horno.  El  en- 
friamento  no  es  completo  hasta  les  veinte  y  un 
dias;  para  cargar  el  horno  solo  se  necesitan  dos 
dias,  y  otros  dos  para  la  carbonización  propia- 
mente dicha. 

El  mayor  inconveniente  que  ofrece  el  uso  de 
este  aparato  es  el  tiempo  considerable  que  se 
necesita  para  el  enfriamiento  completo  del  horno 
y  del  carbón.  Se  pueden  carbonizar  de  una  vez 
ciento  veinte  y  siete  esterios  de  leña ,  que  dan 
ochenta  y  dos  metros  cúbicos  de  carbón,  acido 
y  brea  j  se  consumen  para  obtener  este  resulta- 
do trece  esterios  de  leña  ó  su  equivalente  en 
fogotes. 

Comercio  del  carbón. 

Por  lo  que  pueden  interesar  á  las  personas  que 
se  dedican  al  comercio  del  carbón  al  por  mayor, 
creemos  oportuno  copiarlos  siguientes  datosy"  no- 
ticias que  tomamos  de  un  escrito  del  Sr.  Andraud. 

«La  friabilidad  del  carbón  es,  en  efecto,  tan 
grande  que  algunas  veces  en  el  trasporte  de  es- 
ta mercancía  al  almacén  resulta  un  desperdicio 
de  ¿i  p.  0/°  ó  de  un  saco  por  cada  veinte. 

«Debemos  insistir  sobre  este  punto  y  hacer  ob- 
servar cuan  esencial  es  para  las  personas  que  se 
dedican  á  las  operaciones  comerciales  sobre  los 
carbones,  saber  apreciar  la  pérdida  que  experi- 
menta esta  mercancía  por  la  facilidad  con  que  se 
desmenuza  en  los  diversos  cambios  de  lugar. 
Además  mil  circunstancias  pueden  hacer  este 
desperdicio  mas  ó  menos  considerable :  una  car- 
bomzacion  operada  en  tiempo  muy  seco  ó  muy 
húmedo,  una  cocción  demasiado  precipitada,  ó  de- 
masiado lenta,  la  leña  cortada  demasiado  joven 
ó  demasiado  vieja ,  y  colocada  en  el  horno  con 
corteza  ó  sin  ella,  y  la  naturaleza  misma  del  ter- 
reno queha  producido  la  leña, — todo  contri  huye  á 
hacer  el  carbón  débil,  quebradizo  y  friable,  sin 
que  titubeemos  en  decir  que  esta  es  la  primera  cau- 

Altura.  Circunferencia. 

1".  Saco=l  m  ,  12  c.  X  l  m»  38  c. 

2.  Saco=-l  ,18  X  1       .  3* 

S.°  Saco— 1  ,50  X  1        ,38 

i.°  Saco=l  ,  25  X  1        .38 

5.°  Saco—1  ,  11  XI       »  *i 

«.°  Saco-1  ,  20  XI       ,32 


CAR  887 

sa  de  los  cálculos  equivocados  que  sorprenden  á 
los  especuladores  sin  experiencia.  Por  lo  tanto 
creemos  útil  dar  aquí  las  mermas  experimentadas 
en  los  carbones  de  leña.» 

«Una  cantidad  de  1,000  sacos  produce  ordina- 
riamente después  del  almacenaje  y  de  lamedicion: 

En  carbón 800  sacos    f 

En  cisco 100  i    9S0  saco». 

En  polvo 50  I 

«Asi  se.  vé  que  50  sacos  han  desaparecido  to- 
talmente. También  es  menester  tener  en  cuenta 
el  menor  precio  del  cisco  y  sobre  todo  del  polvo 
que  se  paga  muy  poco.  Los  carbones  del  lona, 
considerados  como  los  mejores,  no  suelen  produ- 
cir un  desperdicio  tan  considerable,  pero  los  do 
la  Mame  y  algunos  otros  rios  los  exceden  algu- 
nas veces.» 

«De  esta  frigílidad  extremada  de  los  carbones 
resulta  que  cuando  se  efectúa  la  venta  de  esta 
mercancía,  se  evita  todo  lo  posible  hacer  uso  do 
las  medidas  de  capacidad ,  y  se  toma  razón  de  las 
cantidades  compradas  ó  vendidas  valuándolas 
en  medidas  cúbicas.» 

«Esta  operación  se  practica  del  modo  siguiente: 

«El  carbón  de  leña  se  vende  comunmente  en  sa- 
cos ó  en  barcos.  Hablamos  aquí  de  las  ventas  ai 
por  mayor,  pues  las  que  se  hacen  al  por  menor 
son  siempre  por  hectolitros.» 

«Los  sacos  que  componen  un  cargamento  en 
carro  ó  en  barco  son  ordinariamente  do  la  mis- 
ma capacidad;  sin  embargo,  como  pueden  no  ser 
llenados  con  la  misma  exactitud,  y  también  lo» 
puede  haber,  por  excepción,  mas  pequeños  ó  mas 
grandes  que  los  otros,  se  podría  hacer  un  cal- 
culo falso  apreciando  la  capacidad  de  todos 
los  sacos  tomando  el  cubo  de  uno  solo.  Para 
evitar  este  inconveniente,  se  cubica  el  décimo  de 
los  sacos  tomados  al  acaso,  se  añaden  los  diver- 
sos productos  de  estas  operaciones,  y  después  sb 
divide  el  total  obtenido  por  el  número  de  sacos 
cubicados;  el  resultado  de  esta  operación  dá  el 
térmido  medio  de  la  capacidad  de  los  sacos.  En 
fin,  multiplicando  este  medio  por  ol  número  do 
sacos,  se  tendrá  la  medida  cubica  de  la  totali- 
dad del  cargamento.') 

«Lamedidacúbica  de  un  saco  se  obtiene  mul- 
tiplicando la  altura  por  la  base,  y  el  valor  de  la 
base  resulta  por  la  multiplicacionde  la  circunfe- 
rencia del  saco  por  la  sexta  parle  de  ella  mis- 
ma. Por  ejemplo  ,  una  carreta  lleva  C0  sacos  do 
carbón,  ¿cuál  es  el  contenido  del  cargamento  to- 
tal? Tomaremos  al  acaso  seis  sacos,  de  los  cua- 
les mediremos  la  altura  y  la  circunferencia  ,  v, 
haciendo  aplicación  de  los  cálculos  arriba  indi- 
cados, formaremos  la  tabla  siguiente: 

t  /r,  de  la  circunf.  mct.  cúb 
X  0  m  ,  23  c— 0  m,  36c.=>180  lit. 
X  0  ,  22  "O  ,  3Í  =1-0 
X  0  ,  23  =0  ,38  =180 
X  0  ,23—0  ,40  =200 
X  0  ,  U  =0  ,40  =200 
X  »       ,  22     =0       ,35     -=1-5 

Total  de  los  6  sacos  1,1 15  lit- 
cura  sexta  parte  es.  .      185  » 


388  CAR 

«Así  la  capacidad  media  de  los  sacos  será  de 
185  litros,  y  si  se  multiplica  este  medio  185  por 
GO,  número  de  sacos ,  se  tendrá  11,100  litros  por 
la  capacidad  total  del  cargamento.  Sabemos  que 
un  saco  de  carbón  equivale  á  2  hectolitros  ó  200 
litros,  dividiendo,  pues,  11,000  por  200,  se  en- 
contrará que  la  carreta  lleva  55  sacos  y  medio.» 

«¿Se  trata  de  tomar  la  medida  cúbica  de  un 
barco?  los  cálculos,  que  no  son  iguales,  no  ofre- 
cen por  esto  mayores  dificultades.» 

«El  casco  de  un  barco  de  carbón  de  leña,  car- 
gado regularmente,  es  representado  por  la  figu- 
ra siguiente  : 


«Es  fácil  reconocer  que  este  casco  está  figu- 
rado en  el  sentido  de  la  latitud  del  barco  visto 
en  escorzo,  y  se  puede  juzgar  con  la  inspección  de 
esta  figura  que  la  masa  total  del  cargamento  se 
divide  en  tres  partes  bastante  regulares,  cuyos  es- 
pesores están  representado  por  A,  B  y  C.  Las  dos 
primeras  son  casi  paralelógramas ;  la  tercera  es 
un  trapecio.  Se  obtendrá  fácilmente  el  valor  de 
estas  tres  superficies  multiplicando  las  anchuras 
medias  ,ab,cd,  ef,  por  las  alturas  gh  ,  ij ,  hl. 
La  suma  de  estas  tres  superficies ,  ó  lo  que  es 
lo  mismo  la  superficie  entera  del  casco  que  he- 
mos figurado ,  multiplicada  por  la  longitud  del 
cargamento ,  dará  la  capacidad  total  del  bar- 
co. Debemos  advertir  que  los  vacíos  practica- 
dos en  el  espesor  del  cargamento  no  deben  ser 
contados  en  esta  capacidad.» 

«Una  operación  en  cifras  hará  mas  claro  el  mé- 
todo de  sacar  la  medida  cúbica  que  indicamos.» 
«Supongamos  que  después  de  haber  medido 
con  exactitud  las  dimensiones  de  las  figuras  A , 
B ,  C,  se  haya  encontrado: 

Anchuras.  Alturas. 

a,  b  •=  5  ni,  90  c.  g,  h=lm,  20  c 

c,  d  ■=  5     ,  50  h,  i  =  1     ,  60 

e,  f  —2     ,  90  i,  j  —  1     ,  10 

«Se  tendrá  fácilmente  el  valor  de  las  tres  su- 
perficies después  de  haber  multiplicado  el  térmi- 
no medio  de  la  anchura  de  cada  una  por  su  al- 
tura. 

Así: 
Fig.  A  será  igual  á  S  ni,  90  c.Xt  m,  20  ó  7  m,  08  c.  cds. 
Fig.  B  será  igual  á  S       80    X1        60  ó  8       80      id. 
Fig.  C  será  igual  á  2       90    X1        1°  ó  3      23      id. 

Tot.  por  las  3  superfs.  ó  el  casco  general:    19ra   1 1 c.  cua. 
«Y  multiplicando  esta  suma   19  m,  H  c.  por  la 
longitud  del  cargamento,  que  suponemos  ser  de 
>  23  metros,  se  dirá: 

ilasa  total  del  cargamento=*&,Tl  m,  75  v  cúbicos. 


CAR 

«Luego  sabemos  que  un  metro  cúbico  de  car- 
bón equivale  á  5  sacos- multiplicando  entonces 
477  -,75  c-  por  5  se  tendrá  : 

Capacidad  total  del  6arco=2, 388  sacos  3/'.- 
«Solo  falta  ahora  hacer  el  desfalco  de  los  va- 
cíos producidos  por  los  camarotes  y  otras  cavi- 
dades. Estos  vacíos  se  cubican  como  la  masa  to- 
tal ,  multiplicando  por  cada  uno  las  tres  dimen- 
siones, longitud,  anchura  y  altura. 

«La  operación  cuyo  ejemplo  acabamos  de  dar 
no  exige  mas  de  una  hora  de  trabajo ,  sin  que 
cause  ningún  perjuicio  á  la  mercancía.  Si  en  la 
ignorancia  de  estos  cálculos,  ó  por  no  tener  á  su 
disposición  un  medidor  del  comercio ,  se  recur- 
riese al  uso  del  hectolitro,  serian  necesarios  cua- 
tro ó  cinco  dias  de  medición;  de  aquí  resultarían 
gastos  considerables  y  una  merma  en  mercancías 
que  puede  valuarse  de  300  á  400  francos.» 

«Como  el  carbón  de  leña  se  encuentra,  en  ra- 
zón de  su  friabilidad ,  en  una  posición  excepcio- 
nal, por  este  motivo  hemos  creido  deber  insistir 
sobre  la  necesidad  de  familiarse  con  las  operacio- 
nes de  tomar  las  medidas  cúbicas  ,  y  hemos  en- 
trado en  algunos  pormenores  acerca  de  este  asun- 
to. Por  lo  demás,  creemos  que  esta  teoría  de  la 
medición  de  los  carbones  de  leña  no  se  encuen- 
tra en  ninguna  parte,  y  que  solo  es  conocida  por 
los  medidores  de  profesión,  ó  cuando  mas  de  un 
corto  número  de  comerciantes.» 

»Las  diversas  calidades  de  carbón  se  aprecian 
por  su  densidad  y  su  peso ;  los  mas  duros  son 
ios  mas  eslimados.  El  peso  de  los  carbones  guar- 
da relación ,  salvo  algunas  cortas  diferencias, 
con  el  peso  de  las  leñas  que  los  han  producido. 
Así,  pues,  resulta  que  los  carbones,  considera- 
dos bajo  el  punto  de  vista  de  su  peso  y  de  su  fuer- 
za calórica,  deben  ser  ser  clasificados  del  modo 
siguiente: 

El  carbón  de  encina  pesa     .     .     45  kilóg.  el  saco. 

«  mojera.     ...     44     a 

«  fresno.      ...     40     « 

«  olmo 39     « 

«  haya 38     « 

«  abedul.     .     .     .    3T     « 

«  pino 35     « 

«  tilo.      ....     33     « 

«  pobo 30     « 

La  grande  utilidad  de  este  combustible  hace 
que  su  comercio  sea  tan  considerable  en  España 
como  lo  es  en  las  demás  naciones  de  Europa.  El 
carbón  de  leña  llega  á  nuestros  puertos  en  bar- 
cos á  granel;  después  se  desembarca. y  se  le  co- 
loca en  serones  que  pesan  cada  uno  de  5  á  6  ar- 
robas. El  que  se  envia  á  las  ciudades  ó  pueblos 
del  interior  es  conducido  en  carros  ó  en  machos; 
una  carretada  se  compone  de  16  serones,  y  una 
carga  de  caballería  mayor  de  tres. 

No  siendo  suficiente  para  el  consumo  de  nues- 
tro país  el  carbón  que  producen  nuestras  provin- 
cias, tenemos  que  importarlo  del  extranjero  en 
cantidades  numerosas ,  lo  que  parece  extraño  si 
atendemos  á  la  abundancia  de  leña  que  hay  en 
España.  No  sabemos  si  la  escasez  de  este  com- 
bustible en  nuestro  país,  cuando  tan  abundante 
es  en  ella  materia  que  lo  produce,  consiste  en  que 


CAR 

hay  pocos  que  se  dediquen  á  este  género  de  in- 
dustria, ó  en  la  dificultad  de  trasportarlo  á  las 
provincias  que  carecen  de  la  primera  materia, 
desde  los  puntos  en  que  por  sus  inmensos  bosques 
v  abundancia  de  leña  podrían  prestarse  á  la  fa- 
bricación del  carbón  en  grande  escala. 

Según  la  Dirección  general  de  Aduanas,  las 
cantidades  de  carbón  importadas  en  los  años  de 
1848,  49  y  50  son  las  siguientes: 

Años. 

Puntos  de  procedencia.     1848.        1849.       1850. 


Estados  Pontificios      .  81,711. 

Toscana 84,132. 

De  otros  puntos.   .     .  1,329. 

Portugal.     .         .     .  » 


112,122  -74,190.-2 

138,583  81.658.  e 

89,315  <§, 

•  3,442. 


Total. 


113,118.   340,020.    159,280. 


Según  la  Balanza  mercantil  de  la  I.  Junta  de 
Comercio,  en  1849 ,  el  movimiento  comercial  de 
carbón  en  el  puerto  de  esta  ciudad  fué : 

Import.  del  extranjero  132,192  ars,  valor  de  528,7f>8  rs.  vn. 
Export.  al  reino.  .   .   .         104qs l,664rs.vn. 

usos  del  carbón. 

No  hay  ningún  objeto  de  fabricación  que  reci- 
ba en  las  ciencias,  en  las  artes  y  oficios,  y  en 
los  usos  domésticos,  mas  diversas  aplicaciones 
que  el  carbón  de  leña  :  la  historia  de  este  com- 
bustible presenta  un  fenómeno  muy  raro  :  depo- 
sitario del  fuego  que  lo  crea  todo,  y  que  lo  des- 
truye todo  ,  cuántos  secretos  no  se  han  exigido 
a  esta  sustancia  misteriosa!  No  hay  otra  materia 
que  haya  sido  mas  atormenlada  por  la  alquimia : 
la  cantidad  consumida  por  los  que  se  han  dedi- 
cado á  buscar  la  piedra  filosofales  incalculable: 
millares  de  hombres  han  perdido  en  esta  tarea 
la  salud,  la  fortuna  y  la  razón,  y  yendo  en  pos  de 
esta  quimera  es  como,  en  una  explosión,  fué  des- 
cubierta la  pólvora  tan  funesta  á  los  hombres.  Aquí 
se  nospresenta  una  comparación  de  la  que  no  pre- 
tendemos deducir  consecuencias :  por  espacio  de 
diez  siglos,  tiempo  de  ignorancia,  pero  de  espe- 
ranzas excesivas,  ved  ahí  una  multitud  de  locos 
que  piden  al  carbón  oro  ,  diamantes,  el  poder  y 
la  vida.  Hoy  día ,  época  de  luces  ,  pero  de  desa- 
liento ,  ¿  qué  es  lo  que  se  pide  al  carbón?  un  hu- 
mo ,  el  olvido ,  la  muerte.  El  suicidio ,  otra  locu 
ra ,  quiere  experimentar  esta  materia  ásu  modo, 
y  arrancarle  los  secretos  de  la  nada. 

Por  esto  no  es  menester  que  nuestro  siglo  se 
glorie  de  haber  inventado  la  asfixia  por  el  gas 
carbónico;  los  anales  acreditan  que  este  medio  de 
destrucción  era  ya  conocido  hace  mas  de  1 500 
años.  El  procónsul  Juliano  ,  que  mandaba  enton- 
ces en  las  Galias,  y  que  después  fué  emperador, 
refiere  el  hecho  siguiente:  «Como  el  frió  amen- 
taba y  se  hacia  cada  dia  mas  violento  ,  permi- 
tí á  las  gentes  de  mi  casa  que  hiciesen  lumbre  ; 
les  mandé  que  encendieran  carbón  para  calentar 
mi  cuarto  y  secar  la  humedad  de  sus  pare- 
des ;  pero  los  vapores    que  este  combustible 


CAR  «89 

desprendió  no  dejaron  de  llenarme  la  cabeza, 
me  sentí  enteramente  atontado,  y  temia sufocar 
me.  Salí  por  consejo  de  los  médicos,  y  después 
de  haber  tomado  el  aire ,  me  sentí  aliviado  y 
pasé  bien  la  noche;  al  dia  siguiente  me  hallé  cu- 
rado y  en  estado  de  obrar  como  de  ordinario.» 

Además  de  las  propiedades  que  hemos  indi- 
cado ,  el  carbón  como  antiséptico  es  útil  en  los 
embalsamamientos,  utilidad  ya  conocida  de  los 
Egipcios  entre  quienes  los  pobres  usaban  este 
medio  de  conservación  indicado  por  Mezler ,  y 
demostrado  muchas  veces  por  el  Sr.  Brachet. 

Sus  usos  como  combustible  son  bastante  co- 
nocidos para  que  tengamos  necesidad  de  refe- 
rirlos ,  pero  los  accidentes  funestos  á  que  pue- 
de dar  lugar ,  merecen  lijar  un  instante  nues- 
tra atención.  El  carbón  encendido  produ- 
ce, en  efecto ,  además  de  un  poco  de  vapor 
acuoso ,  hidrógeno  carbonado  y  ácido  carbónico, 
mezcla  gaseosa  é  incolora  que  apaga  los  cuer- 
pos en  combustión ,  precipita  el  agua  de  cal ,  en- 
rojece el  tornasol ,  y  mezclado  con  el  aire ,  aun 
en  débil  proporción ,  ejerce  sobre  el  hombre  una 
acción  verdaderamente  deletérea.  Esta  mezcla 
varia  en  los  diversos  períodos  de  la  combustión: 
al  principio ,  se  dice  que  contiene  sobre  188  par- 
tes en  volumen ,  38  de  aire  atmosférico ,  98  de 
ázoe ,  26  de  gas  hidrógeno  carbonado ,  y  otro 
tanto  de  ácido  carbónico  ;  pero,  después,  cuan- 
do el  carbón  está  perfectamente  inflamado  ,  ya 
no  se  forma  hidrógeno  carbonado ,  y  el  gas  ofre- 
ce, sobre  174  partes,  81  de  aire  atmosférico, 
73  de  ázoe  y  20  de  ácido  carbónico;  resultados 
que  por  lo  demás  requerirían  tal  vez  un  nuevo 
examen. 

Sea  como  quiera ,  lo  cierto  es  que  á  esta  mez- 
cla (  concurriendo  ordinariamete  con  la  rarefac- 
ción misma  del  aire  ,  que  disminuye  bajo  un  vo- 
lumen dado  la  cantidad  de  oxígeno  y  hace  menos 
vi\ a  la  corriente  que  tiende  siempre  á  estable- 
cerse hacia  las  salidas)  son  debidas  la  mayor 
parte  de  las  asfixias  accidentales  ó  premeditadas. 
Indagaciones  recientes,  debidas  al  Sr.  C.  P.  Co- 
llard  de  Martigny  que  confirman  las  conclusiones 
á  las  cuales  había  sido  conducido  el  Sr.  Altumo- 
nelli ,  después  de  sus  ensayos  fisiológicos  sobre 
la  acción  del  gas  de  la  Gruta  del  Perro,  cerca  de 
Ñapóles,  han  probado  que  la  acción  de  estos 
gases ,  v  en  particular  del  ácido  carbónico  , 
por  sí  sola  parece  producir  la  asfixia  que  el  as- 
cua del  carbón  común  es  susceptible  de  producir, 
aunque  por  mucho  tiempo  se  haya  admitido  lo 
contrario  ;  han  probado,  repetimos ,  que  esta  ac- 
eion  no  era  puramente  negativa;  que  no  habia 
solamente  suspensión  de  la  respiración  por  falta 
de  oxigeno,  como  lo  creia  N\slen,  sino  acción 
directo  y  deletérea  sobre  los  nervios  y  sobre  el 
cerebro  ,  aun  cuando  el  tras  esté  solo  en  contacto 
con  el  órgano  cutáneo  v  de  lo  que  resultan  una 
congestión  hacia  este  ultimo  órgano  y  los  sínto- 
mas que  caracterizan  la  asfixia,  es  decir,  el  color 
rojo  y  la  hinchazón  de  la  cara,  el  orgasmo  de  las 
venas,  la  pesadez  de  la  cabeza,  el  zumbido  de  los 
oídos,  la  turbaciondela  vista,  la  propensión  al  sue- 


«90  CAR 

fío,  la  disminución  y  por  último  la  abolición  de  las 
Tuerzas,  la  suspensión  de  la  respiración  y  de  la  cir- 
culación, la  calorificación  que  se  conserva  mucho 
tiempo  intacta;  algunas  veces,  en  fin,  delirio  ó  con- 
vulsiones ,  sobre  todo  cuando  la  asfixia  tiene  lu- 
gar en  un  local  poco  estrecho ,  es  decir ,  que  el 
aire  es  menos  fuertemente  viciado. 

Los  socorros  que  reclama  este  accidente  con- 
sisten ,  como  se  sabe,  en  trasportar  el  enfermo  al 
aire  libre,  sin  temor  del  frió,  en  practicar  por 
todo  el  cuerpo  aspersiones  de  agua  con  vinagre, 
fricciones  con  licores  espirituosos ,  en  introducir 
con  precaución  aire  puro  en  los  pulmones,  y 
por  poco  que  los  síntomas  persistan ,  en  probar 
la  sangría,  ó  aplicar  ventosas  profundamente  es- 
carificadas en  la  parte  posterior  é  inferior  del 
cuello,  como  lo  ha  hecho,  con  muy  buen  resul- 
tado ,  el  Sr  Chardon  hijo.  Estos  medios  deben  ser 
empleados  con  perseverancia,  pues  aunque  sean 
ineficaces  por  algunas  horas ,  mientras  que  el 
calor  del  cuerpo  se  conserva  no  prueban  su  inu- 
tilidad. Cuando  el  enfermo  ha  recobrado  su  cono- 
cimiento, se  le  coloca  en  una  cama  caliente,  se  le 
dá  una  bebida  íintiespasmódica,  á  veces  un  poco 
devino  generoso,  y  so  procura  que  se  conser- 
ve por  largo  tiempo  la  ventilación.  Los  pediluvios 
calientes .  los  derivativos,  son  con  frecuencia  úti- 
les ,  sea  durante  el  accidente,  ó  bien  para  reme- 
diar sus  consecuencias.  El  emético,  por  el  con- 
trario, ha  parecido  generalmente  perjudicial.  El 
Sr.  Collard  de  Martigny  ha  propuesto  la  acción 
de  una  corriente  galvánica  inmediatamente  di- 
rigida sobre  el  diafragma,  por  medio  de  una 
aguja  delgada. 

Para  el  uso  terapéutico,  el  carbón  se  purifica 
y  se  prepara  haciéndole  hervir  en  agua  cargada 
de  l/„  de  ácido  nítrico ,  lavándolo  y  secándolo, 
calcinándolo  fuertemente  y  pulverizando  el  resi- 
duo ,  que  en  seguida  debe  reponerse  en  vasos 
bien  cerrados ,  porque  absorve  la  humedad  y 
los  gases  atmosféricos. 

En  medicina  ,  el  carbón  es  poco  empleado  al 
interior,  no  obstante  ha  sido  elogiado  por  un 
gran  número  de  prácticos,  y  en  muchos  casos  di- 
ferentes sus  usos  para  el  exterior  son  mas  fre- 
cuentes. 

Administrado  al  interior,  el  polvo  de  carbón 
produce,  según  el  Sr.  Brachet,  un  calor  marca- 
do con  un  sentimiento  de  bienestar  que  dura  al- 
gunos instantes  y  al  que  sigue  un  ligero  aumento 
de  calor  general.  Esta  influencia  sobre  las  víasdi- 
gestivas  podría  explicar  los  felices  resultados  que 
se  han  obtenido  déla  administración  del  carbón 
en  los  casos  de  dispepsia,  de  cardialgía,  y  de  pi- 
rosis con  fetidez  del  aliento.  Se  ha  sido  recomen- 
dado contra  el  escorbuto  ,  las  diarreas  rebeldes, 
y  la  disentería  llegada  á  su  último  periodo;  lía- 
sele empleado  en  la  calentura  héctica,  y  en  la  ca- 
lentura tifoidea  acompañada  de  putridez;  en  fin, 
se  han  citado  varios  casos  de  curación  de  calen- 
turas intermitentes  por  medio  del  polvo  de  car- 
bón, administrado  por  dracmas  de  hora  en  hora 
durante  la  apirexía. 

Aplicado  al  exterior ,  el  carbón  puede  obrar 


CAR 

de  dos  maneras:  t.°  absorviendo  los  gases  pú- 
tridos y  oponiéndose  á  los  progresos  de  la  pu- 
trefacción; 2.°  estimulando  mecánicamente  las 
superficies  ulceradas  en  donde  languidece  la  ac- 
ción vital.  Así  es  que  se  emplea  para  combatir 
las  úlceras  reputadas  incurables  acompañadas  de 
olor  fétido,  las  úlceras  cangrenosas.la  cangrena 
propiamente  dicha,  la  podredumbre  de  hospital. 
Se  hace  un  uso  muy  frecuente  del  carbón  porfi- 
rizado como  dentífrico,  siendo  útil  como  cuerpo 
inerte,  puesto  que  por  su  acción  destruye  el 
mal  olor,  sea  que  provenga  de  los  dientes,  ó  bien 
del  estómago.  El  Sr.  Brachet  pretende  que  el 
carbón  retarda  la  caries  de  los  dientes. 

Al  interior ,  se  prescribe  el  carbón  de  haya 
bien  calcinado  reducido  á  polvo  muy  fino.  Las 
dosis  á  las  cuales  se  administra  varían  de  una 
dracma  á  una  onza  poco  mas  ó  menos.  Burdin  lo 
ha  visto  tomar  á  la  dosis  de  una  libra  diaria  sin 
producir  otro  efecto  que  colorar  de  negro  los  ex- 
crementos. Chevalier  lo  asocia  con  partes  igua- 
les de  azúcar  y  tres  veces  su  peso  de  chocolate, 
y  por  medio  de  un  mucílago  de  goma  alquitira, 
hace  pastillas  <h  carbón  de  18  granos  para 
combatir  la  fetidez  del  aliento. 

Carbón  rojo  ó  Leña  tostada.  En  Francia  se 
emplea  en  lugar  de  carbón,  en  algunos  hornos 
de  fundición  del  departamente  de  los  Ardenes, 
un  combustible  intermedio  entre  la  leña  y  el  car- 
bón, y  que  se  conoce  bajo  la  denominación  de 
Carbón  rojo.  Este  combustible  fué  preparado  en 
su  origen  tostando  la  leña,  colocada  en  cilindros 
de  hierro  colado,  por  medio  de  la  llama  y  del 
calor  perdido  que  sale  por  la  boca  de  los  hornos 
de  fundición ;  de  este  modo  se  hacia  perder  á  la 
leña  de  30  á  50  por  100  de  su  peso.  Mas  tarde  el 
Sr.  Echement  ensayó  el  medio  de  practicar  esta 
torrefacción  en  el  bosque ,  empleando  un  proce- 
dimiento particular,  que  consiste  en  arrojar  en 
medio  de  la  masa  de  leña  que  se  ha  de  tostar  los 
productos  de  la  combustión  de  leña  menuda  ó  ra- 
maje, operada  en  un  hogar  aparte  de  la  pila, 
por  medio  de  una  corriente  de  aire  forzada.  Por 
este  método  se  obtuvo  carbón  rojo  ,  pero  tostado 
con  desigualdad.  En  el  uso  de  este  combustible 
se  ha  encontrado  economía  bajo  muchos  concep- 
tos: así  es  que  se  ha  reconocido  que  sejnecesita- 
ba  menos  leña  para  obtener  un  quintal  de  hier- 
ro colado  ,  tranformándola  en  carbón  rojo ,  que 
convirtiéndola  en  carbón  ordinario  por  el  proce- 
dimiento de  los  bosques  :  pero  la  economía  re- 
sulta balanceada  por  el  aumento  de  precio  del 
trasporte,  puesto  que  toda  la  leña  debe  ser  con- 
ducida ala  fábrica,  cuando  se  quiere  hacer  servir 
el  calor  perdido  de  los  hornos  de  fundición. 

El  uso  del  carbón  rojo  ha  sido  ensayado  en  va- 
rios establecimientos,  en  Maucourt  (Meuse)  y 
en  algunos  otros  países  ,  pero  aun  se  halla  poco 
generalizado. 

Además  del  carbón  de  leña  propiamente  di- 
cho ,  cuyos  métodos  de  preparación  hemos  indi- 
cado, carbón  que  es  empleado  en  las  cocinas  , 
en  los  laboratorios,  en  un  gran  número  de  indus- 
trias, para  obtener  calor,   especialmente  en  las 


CAR 

fabricas  metalúrgicas ,  V  sobre  todo  en  la  fabri- 
cación del  hierro ,  existen  todavía  en  el  comer- 
cio diversos  carbones  vegetales,  ó  negros  vege- 
tales. 

Pueden  distinguirse  :  1 .°  el  Negro  de  alberchi- 
go,  que  se  obtiene  por  la  calcinacinacion  en  va- 
sos cerrados  de  la  parte  leñosa  de  los  cuescos 
de albérchigo j  2.°  los  Carbones  de  sauce  y  de 
bonetero,  con  los  cuales  se  hacen  lápices;  3.° 
el  Carbón  de  cañamiza,  y  el  de  frángula  ,  que 
entran  en  la  fabricación"  de  la  pólvora ;  4.°  el 
Negro  ó  Carbón  de  corcho,  obtenido  por  la  cal- 
cinación en  vaso  cerrado  de  los  tapones  ó  peda- 
zos de  corcho;  o.°,  en  fin,  el  Negro  de  humo  ó  Ne- 
<jro  ligero,  que  es  también  un  carbón  vegetal ,  y 
el  mas  puro  de  lodos  cuando  calcinado ,  pues 
entonces  no  contiene  sensiblemente  partes  inor- 
gánicas. 

Negro  de  humo.  Es  una  variedad  de  carbón 
vegetal  diferente  por  su  forma  del  carbón  de  le- 
ña. Se  obtiene  condensando  dentro  de  cuartos 
de  ladrillo ,  situados  unos  tras  de  otros ,  ó  en  sa- 
cos grandes,  en  número  de  30  á  50  ,  el  humo  que 
proviene  de  la  combustión  imperfecta  de  las  ma- 
terias resinosas,  bituminosas ,  ó  grasas.  Este  hu- 
mo ,  al  enfriarse ,  posa  un  carbón  muy  fino  y  li- 
gero ,  de  un  negro  subido  ,  que  se  recoge  en  el 
suelo  de  los  cuartos  ,  ó  en  el  interior  de  los  sa- 
cos. Antiguamente  este  carbón  se  fabricaba  ex- 
clusivamente con  la  resina  común  del  pino.  Des- 
de algunos  años  á  esta  parle  se  utilizan  con  buen 
éxito  los  residuos  de  las  breas  vegelales,  betu- 
nes, residuos  de  aceite  ó  de  grasa,  etc. 

Esta  especie  de  carbón  es  menos  pura  que  el 
carbón  vegetal  ordinario ;  apenas  contiene  mas 
de  80  p.  •/„  de  carbono,  y  el  resto  consiste  en 
materias  salinas  y  en  partes  aceitosas  ó  resino- 
sas, arrastradas  "con  él  durante  la  combustión. 
Tal  como  sale  de  los  cuartos  ó  de  los  sacos,  se 
emplea  en  la  pintura  de  edificios,  y  en  la  prepa- 
ración de  la  tinta  de  imprenta ;  pero  para  ciertas 
aplicaciones,  como  por  ejemplo  ,  la  composición 
de  la  tinta  litográfica,  es  menester  despojarlo 
de  sus  partes  oleosas  ó  resinosas  ,  y  para  esto  se 
somete  á  una  fuerte  calcinación  en  pequeños 
cilindros  de  palastro.  El  negro  molido  enseguida 
al  agua  ó  al  óleo ,  da  un  color  muy  intenso  y  de 
buena  calidad. 

Con  el  negro  de  humo  mas  fino  ,  mezclado  con 
V»  de  su  peso  de  arcilla ,  se  preparan  los  lápi- 
ces negros  empleados  para  el  dibujo.  Esta  mez- 
cla, después  de  haber  adquirido  la  consistencia 
de  pasta ,  se  pasa  por  la  hilera  ó  se  comprime  eri- 
tre  moldes  que  tienen  la  forma  de  una  pirámide 
cuadrangular  truncada. 

Carbón  animal.  liase  dado  el  nombre  de 
Carbón  animal  ó  Carbón  de  huesos,  y  algunas  ve- 
ces el  de  Negro  animal,  al  producto  que  se  obtiene 
por  la  calcinación  en  vasos  cerrados  de  las  ma- 
terias animales,  y  mas  particularmente  de  los 
huesos. 

Para  preparar  el  carbón  animal  existen  dos 
métodos  ó  disposiciones  de  aparato,  según  que  se 
quiera  recoger  los  productos  amoniacales ,  ó  que 


GAB  591 

solamente  se  trate  de  obtener  el  negro  animal. 

En  el  primer  caso,  el  aparato  en  donde  se  caí- 
cinan  los  huesos  se  compone  de  siete  á  nueve 
cilindros  de  hierro  colado,  de  0B,iO  de  diáme- 
tro. \  de  lm, 50  de  largo,  colocados  horizontal- 
mente  en  dos  lilas  en  un  horno  hecho  de  ladri- 
llos. La  extremidad  anterior  de  los  cilindros  esta, 
provista  de  planchas  de  hierro  colado  que  se  li- 
jan por  medio  de  pernos;  la  extremidad  posterior 
se  estrecha  para  formar  un  cuello  de  un  decíme- 
tro de  diámetro,  al  cual  están  unidos  tubos  de 
plomo  encorvados  en  ángulo  recto;  estos  tubo* 
se  dirigen  áotro  cilindro  grande  de  hierro  colado, 
colocado  en  el  suelo  ,  también  horizontalmenle  , 
pero  en  una  dirección  tras\  ersal  que  guarde  rela- 
ción con  la  de  los  cilindros  superiores,  fcste  gran 
cilindro  sirve  de  condensador  para  los  productos- 
de  la  destilación,  y  de  él  parte  un  tubo  que  con- 
duce estos  productos  dentro  de  una  caja  dispues- 
ta debajo  del  suelo.  Los  líquidos  se  reúnen  en  to 
parte  inferior  de  esta  caja,  y  los  gases  en  su  par- 
te superior.  Estos  gases  se  escapan  por  dos  con- 
ductos provistos  de  llaves  de  fuente;  el  uno  de 
ellos  puede  llevarlos  fuera  del  taller,  el  otro  los 
conduce  al  hogar,  bajo  la  reja  del  horno.  Cuando 
se  quiere  operar,  se  ponen  los  huesos  secos  en 
los  cilindros,  que  se  cierran  por  medio  de  sus 
planchas,  embarrándolas  con  hiten,  para  que  no- 
salga  gas  por  la  parte  anterior;  después  se  ca- 
lienta el  aparato  con  el  combustible  que  se  ha- 
brá colocado  sobre  del  rejado  del  horno.  Enton- 
ces se  abre  la  llave  de  fuente  del  tubo  que  con- 
duce los  gases  fuera  del  taller,  y  cuando  los  pro- 
ductos gaseosos  que  se  forman" han  arrojado  to- 
do el  aire  del  aparato,  cuando  salen  en  abundan- 
cia, se  abre  la  otra  llave  de  fuente  del  tubo  que 
los  conduce  debajo  del  hogar  y  se  cierra  la  pri- 
mera. La  mayor  parte  de  estos  gases  arden,  y, 
por  la  elevación  de  temperatura  que  producen, 
la  carbonización  de  los  huesos  se  acaba.  Se  co- 
noce que  la  calcinación  ha  llegado  á  su  término 
cuando  los  tubos  de  plomo  empiezan  á  enfriarse, 
lo  que  prueba  que  ya  no  pasa  por  ellos  ningún 
producto  gaseoso  ni  liquido. 

Cuando  la  operación  se  halla  terminada,  se 
deja  enfriar  el  aparato  por  espacio  de  dos  horas; 
enseguida  se  quitan  las  planchas  anteriores  de  los 
cilindros,  se  recibe  el  carbón  producido  engran- 
des vasos  de  palastro  que  se  cierran  hermética- 
mente y  se  deja  enfriar  completamente;  después 
se  cargan  otra  vez  los  cilindros  con  nuevos  hue- 
sos y  se  repite  la  misma  operación. 

Cuando  en  la  calcinación  de  los  huesos  solo  se 
,  tiene  por  objeto  producir  carbón  animal,  se  em- 
plean también  cilindros  de  hierro  colado  cerra- 
dos por  un  extremo,  pero  solamente  de  O-, 60  de. 
largo,  sobre  0-,25  de  diámetro.  Se  colocan  los 
huesos  en  estos  cilindros  ,  que  se  apilan  \er- 
ticalmente  dentro  del  horno ,  cada  uno  de  ellos 
cerrando  ,  pero  no  herméticamente  ,  aquel  so 
bre  el  cual  se  apoya.  Se  calienta  el  horno  ,  cu- 
ya puerta  se  tiene'cuidado  de  cerrar ,  y  cuan- 
do la  temperatura  ha  llegado  al  rojo  ,  se  de- 
ja de  poner  combustible  sobre  el  rejado;  los  ga- 


592  CAR 

ses  y  oíros  productos  combustibles  que  se  des- 
prenden de  todas  partes  arden  al  rededor  de  las 
pilas  de  cilindros  y,  por  la  temperatura  que  de- 
sarrollan, la  calcinación  ó  destilación  de  la  masa 
de  los  huesos  empleados  continúa  y  se  termina. 
En  todos  los  casos,  cuando  el  carbón  de  hueso  así 
obtenido  está  suficientemente  enfriado,  se  pulve- 
riza entre  dos  muelas,  ó  bien  entre  cilindros 
guarnecidos  de  dientes  ó  estrías,  y  después  se 
tamiza. 

El  carbón  animal  contiene  siempre  una  muy 
grande  proporción  de  materias  inorgánicas,  sa- 
linas ú  otras.  El  carbón  de  hueso  del  comercio  no 
contiene  menos  de  90  por  %  de  ellas,  y  bajo  es- 
te respecto  es  muy  diferente  del  carbón  animal. 

Este  carbón  goza  de  propiedades  descoloran- 
tes que  lo  hacen  emplear  en  grande  en  las  artes. 
El  que  se  obtiene  por  la  calcinación  de  las  mate- 
rias animales  con  la  potasa ,  en  la  preparación 
del  azul  de  Prusia,  descolora  mas  que  el  carbón 
<Ie  huesos.  Este  último,  sin  embargo,  es  mas  ge- 
neralmente empleado,  porque  se  puede  obtener 
mas  fácilmente  y  en  mayor  cantidad 

Con  todo,  el  poder  descolorante  del  carbón  ani- 
mal varia  según  la  preparación  que  se  le  ha  he- 
cho sufrir,  como  lo  ha  probado  el  Sr.  Bussy,  y 
como  lo  demuestra  un  extracto  del  estado  que 
publicó,  y  que  consignamos  aquí. 


Cantidad  de  carbón  em- 
pkado  1  gramo. 


Disolución  sulfúrica  de 
añil  al  milésimo  desco- 
lorado. 


Carbón  de  hueso  bruto.     .  ...      32 

Carbón  de  hueso  lavado 
con  el  ácido  hidroclórico.     ....      60 

Carbón  de  hueso  calcinado 

con  la  potasa  y  lavado  des- 
pués  l.iSO 

Carbón  de  sangre  calcina- 
do con  potasa 1.600 

El  color  animal  que  descolora  mas  es  reputa- 
do el  mejor.  Algunos  fabricantes  se  sirven  del  vi- 
no para  probar  la  fuerza  de  esta  acción;  pero  se 
concibe  que  si  se  emplean  vinos  mas  ó  menos  tin- 
tos, los  resultados  que  se  obtienen  son  falsos.  El 
Sr.  Payen  ha  hecho  conocer  la  construcción  de 
un  aparato  destinado  á  experimentar  el  valor  de 
los  negros,  al  cual  ha  dado  el  nombre  de  Descolo- 
rímetro. 

VA  carbón  animal  es  con  frecuencia  falsificado; 
se  le  añade  carbón  vegetal ,  carbón  de  turba  y 
carbón  de  esquita.  Se  puede  reconocer  esta  fal- 
sificación calcinando  100  partes  de  carbón  ani- 
mal bien  desecado,  que  debe  dejar  un  residuo 
que  pese  80,  80,50,  residuo  que  debe  estar  for- 
mado de  una  corta  cantidad  de  carbonato  de  cal  y 
de  una  gran  cantidad  de  fosfato  de  cal ,  y  en  fin 
de  vestigios  de  sílice  y  de  óxidos  de  hierro  y  de 
manganeso. 

Para  el  uso  de  los  laboratorios  de  química,  se 
purifica  el  carbón  animal  haciéndolo  digerir  en 
agua  acidulada  con  el  ácido  hidroclórico  para  di- 
solver todo  el  carbonato  y  el  fosfato  de  cal  que 


CAR 

contiene.  Este  carbón  asi  lavado  es  puro  cuando 
después  de  calcinado  al  aire  arde  sin  dejar  resi- 
duo; su  fuerza  descolorante  es  casi  doble  del  que 
dú  ha  sido  lavado.  Por  la  loción  acida,  el  carbón 
de  hueso  se  reduce  á  cerca  de  la  tercera  parte  de 
su  peso. 

Este  carbón  es  especialmente  utilizado  en  las 
fábricas  de  refinación  de  azúcar,  para  la  descolo- 
ración  de  los  jarabes;  sirve  para  pulimentar  las 
armas;  goza  de  la  propiedad  de  desinfectar  las 
aguas  pútridas  é  impide  que  se  corrompan  las  es- 
tancadas, y,  después  de  haber  servido  en  las  fá- 
bricas de  refinación  de  azúcar,  se  emplea  como 
abono  en  las  tierras.  (V.  Abono.) 

Por  último  hay  otro  carbón  de  origen  animal 
empleado  bajo  el  nombre  ácNegro  de  marfil.  Este 
carbón,  que  sirve  como  color,  se  obtiene  por  la 
carbonización  de  los  desperdicios  de  los  dien- 
tes de  elefante.  El  negro  obtenido  con  los 
huesos  de  pió  de  carnero  bien  calcinados  se  le 
asemeja  bastante  en  el  aspecto;  pero  el  negro  de 
marfil  tiene  el  color  mas  intenso  y  mas  puro.  Es- 
tos negros  deben  su  color  á  los  10  ó  12  centesi- 
mos de  carbono  que  contienen,  pues  que  el  fosfa- 
to y  el  carbonato  decaí,  y  las  otras  sales,  que 
forman  los  88  ó  90,centésimos  de  su  peso,  son 
blancas.  Estos  negros  son  empleados  en  la  pin- 
tura al  agua  y  al  oleo,  para  los  papeles  pintados, 
y  para  el  lustre  del  calzado. 

El  carbón  animal  pocos  años  hace  venia  casi 
todo  del  extranjero;  pero  desde  que  se  ha  esta- 
blecido en  el  término  de  S.  Martin  de  Provensals 
la  fábrica  délos  Sres.  Castanys  y  Degollada,  es 
tanta  la  producción  y  tan  barato  dicho  género  que, 
aun  sin  pago  de  derechos,  el  cnrbon  animal  ex- 
tranjero no  puede  competir  con  el  del  país.  Los 
señores  directores  de  este  establecimiento  no  se 
han  limitado  solamente  á  la  fabricación  del  car- 
bón animal  común,  sino  que  se  han  dedicado  tam- 
bién á  prepararlo  para  toda  clase  de  profesiones. 
Lo  expenden  en  grano  de  diferentes  dimensio- 
nes y  pulverizado  para  la  descoloracion  y  blan- 
queo de  Jos  azúcares ;  en  polvo  sutilísimo* para  la 
pintura,  y  lavado  al  ácido  para  la  descoloracion 
de  los  ácidos  y  sales.  Como  el  consumo  de  este 
producto  en  España  no  excede  de  1200  quintales 
anuales,  el  establecimiento  del  cual  nos  ocupamos 
puede  abastecer  al  mercado  de  toda  la  península 
solo  con  que  trabaje  unos  dos  meses  cada  año. 

CARBONATO.  Género  de  sales  formadas 
por  la  unión  del  ácido  carbónico  con  los  óxidos 
metálicos.  Se  conocen  tres  variedades  de  este 
género  en  las  cuales  las  cantidades  de  ácido  car- 
bónico existen  entre  ellas  en  las  proporciones 
*  >  '  Y»  Y  2,  á  saber :  los  Carbonatos  neutros,  los 
Sesquicarbonatos  y  los  Bicarbonatos. 

Todos  los  carbonatos  neutros  son  insolubles  en 
el  agua,  á  excepción  de  tres,  que  son  los  carbo- 
natos de  amoníaco ,  de  potasa  y  de  sosa.  Un  ex- 
ceso de  ácido  carbónico  convierte  á  varios  carbo- 
natos neutros  solubles  en  el  agua. 

Expuestos  á  la  acción  del  fuego ,  los  carbona- 
tos neutros  son  descompuestos ,  menos  los  de 
base  de  barita,  de  potasa  y  de  sosa;  pero  los  bi- 


CAR 

carbonates  de  estas  bases  abandonan  la  mitad  de 
su  ácido  y  vuelven  otra  vez  al  estado  de  carbo- 
nates neutros  indescomponibles  por  el  calórico. 
Los  carbonates  en  cualquier  estado  de  satura- 
ción que  se  eucuentren  son  descompuestos,  ala 
temperatura  ordinaria,  por  todos  los  ácidos  mi- 
nerales, principalmente  por  los  que  se  hallan  en 
solución  en  el  agua;  producen  con  ellos  una 
efervescencia  mas  ó  menos  viva ,  sin  vapor  sen- 
sible ,  debida  al  desprendimiento  del  gas  ácido 
carbónico. 

Los  carbonates  soluble?  en  el  agua.,  cuando 
disueltos ,  presentan  independientemente  de  esta 
propiedad  la  de  precipitar  en  copos  blancos  las 
soluciones  de  cal ,  de  barita  y  de  cstronciana, 
como  también  la  solución  de  sulfato  de  magnesia, 
produciendo  cabornatos  insolubles,  que  los  áci- 
dos nítrico  é  hidroclórico  redisuelven  con  efer- 
vescencia. 

Los  sesquicarbonatos  y  los  bicarbonatos  di- 
sueltos  en  el  agua  se  conducen  como  los  carbo- 
nates neutros  con  el  agua  de  cal  y  de  barita  ;  sin 
embargo,  los  bicarbonatos  son  fáciles  de  distin- 
guir en  que  en  frió  no  forman  ningún  precipitado 
con  la  solución  de  sulfato  de  magnesia,  pero  ca- 
lentando el  licor  hay  una  ligera  efervescencia  con 
precipitación  de  sesquicarbonato  de  magnesia. 

Los  sesquicarbonatos  no  pueden  ser  reconoci- 
dos á  priori  de  los  carbonates  neutros,  y  enton- 
ces es  necesario,  para  distinguirlos  de  estes  últi- 
mos ,  determinar  la  relación  del  ácido  con  la 
base. 

Carbonato  de  amoníaco.  Sesqui- 
carbonato de  amoníaco,  Sesu.ui- 
carbonato  amónico  ,  Sub-carbo- 
nato  de  amoníaco.  Esta  sal,  designada 
antiguamente  bajo  los  nombres  de  Álcali  volátil 
concreto,  Sal  volátil  de  Inglaterra  y  Sal  volátil 
de  asta  de  ciervo,  se  prepara  en  los  laboratorios 
por  la  calcinación  de  una  mezcla  de  sal  amonía- 
co concreta.  Recientemente  obtenida,  está  com- 
puesta de  28,9  amoniaco,  de  55,9  ácido  carbóni- 
co y  de  15,2  agua;  total  100  partes  en  peso.  No 
existe  en  la  naturaleza ,  pero  se  forma  expontá- 
neamente  en  las  materias  animales  en  putrefac- 
ción. 

El  sesquicarbonato  de  amoníaco  se  encuentra 
en  el  comercio  bajo  la  forma  de  una  masa  blan- 
ca, de  media  pulgada  á  una  pulgada  de  espesor, 
traslúcida,  de  un  grano  cristalino  y  apretado,  de  un 
olor  muy  pronunciado  de  amoníaco ,  y  un  sabor 
acre  y  picante;  enverdece  mucho  el  jarabe  de  vio- 
letas; es  tan  volátil  que  se  evapora  poco  á  poco  al 
aire  libre,  aunque  seaá  la  temperatura  ordina- 
ria; expuesta  al  aire  pierde  desde  luego  una 
porción  de  amoníaco ,  absorve  vapor  de  agua,  y 
pasa  al  estado  de  bicarbonato ;  el  agua  fria  di- 
suelve la  mitad  de  su  peso ,  pero  por  la  ebullición 
esta  sal  se  separa  fácilmente  del  agua  en  razón 
de  su  gran  volatilidad. 

Echado  sobre  las  ascuas  el  sesquicarbonato  de 

amoníaco  se  evapora  sin  residuo  exhalando  un 

olor  fuerte  de  amoniaco.  Disuelto  en  el  agua  fria, 

su  solución  vuelve  al  color  azul  el  papel  de  tor- 

75 


CAR  M3 

nasol  enrojecido ,  produce  efervescencia  con  to- 
dos los  ácidos,  precipita  el  agua  de  cal  y  la  solu- 
ción de  sulfato  de  magnesia  en  copos  blancos,  y 
forma  con  el  bicloruro  de  platino  un  precipitado 
amarillo  anaranjado.  Triturado  con  una  solución 
de  potasa  cáustica  ó  un  poco  de  cal  desleída  en 
el  agua,  despide  un  fuerte  olor  de  amoníaco.  El 
sesquicarbonato  es  tanto  mas  estimado  cuanto 
mas  blanco  es  su  color,  y  queso  presenta  en  frag- 
mentos mas  gruesos,  libre  de  olor  de  empireuma. 
Abandonado  al  aire,  como  hemos  dicho,  no  tarda 
en  exhalarse  enteramente  en  vapor,  después  do 
haber  perdido  en  primer  lugar  una  parte  de  su 
amoniaco  (74  del  volúmem  de  éste)  y  después  va- 
por de  agua  (1  vol),  lo  que  le  constituye  en  el  es- 
tado de  Bicarbonato:  de  ahí  es  que  se  encuentran 
juntas  estas  dos  sales  en  diversas  proporciones, 
según  que  hace  mas  ó  menos  tiempo  que  está  pre- 
parado. Si  se  añade  al  agua  calentada  á  80°  car- 
bonato de  amoniaco  hasta  que  no  pueda  disol- 
ver mas  ,  y  se  deja  enfriar  la  solución  ,  se  po- 
san cristales  granados,  abundantes,  de  carbo- 
nato, conocido  bajo  esta  forma  en  las  boticas  con 
el  nombre  de  Sal  volátil  de  Inglaterra ,  que,  re- 
puesta en  frasquitos  esmerilados ,  se  usa  para 
nacer  respirar  el  vapor  que  exhala  á  las  personas 
dispuestas  á  caer  en  desmayos.  El  carbonato  de 
amoníaco  se  expide  ordinariamente  en  vasos  de 
asperón  ó  de  vidrio,  herméticamente  tapados  y 
lacrados  ó  embetunados  con  una  almáciga  resi- 
nosa. 

En  los  laboratorios ,  la  solución  de  esta  sal  es 
empleada  en  el  análisis  mineral  para  separar  la 
glucina  y  la  itria  de  la  alúmina,  y  el  protóxido  de 
zinc  del  protóxido  de  cadmio ;  pues  un  exceso 
de  esta  sal  goza  de  la  propiedad  de  redisolver 
por  la  agitación  los  carbonates  de  gluciuia  ,  de 
itria  y  de  zinc.  Para  separar  estes  óxidos,  basta, 
después  de  haber  filtrado  el  líquido,  hacerlo 
hervir  para  volatilizar  el  exceso  de  carbonato  de 
amoníaco  que  los  tenia  en  disolución. 

El  carbonato  de  amoniaco  puede  también  ser- 
vir con  ventaja  para  descomponer  y  separar  cier- 
tas sale»  metálicas  mezcladas  con  sales  de/ 
base  de  potasa  ó  de  sosa  que  no  son  descompues- 
tas por  él;  pues  siendo  todas  las  sales  amoniacales 
volátiles  ó  descomponibles  por  el  calor,  evaporan 
do  á  sequedad  la  solución  en  que  ha  sido  hecha 
esta  descomposición  y  calcinando  al  rojo  el  resi- 
duo, se  obtendrá  así  la  sal  de  base  de  potasa  ó  de 
sosa. 

El  carbonato  de  amoniaco  ordinario  sirve  para 
quitar  las  manchas  de  ácido,  y  los  quitamanchas, 
usándolo  con  este  objeto  ,  nó  tienen  que  temer 
los  efectos  persistentes  que  resultarían  del  uso 
de  los  álcalis  fijos.  Su  solución  puede  emplear- 
se para  aumentar  el  espíritu  del  tabaco,  cuya  ca- 
lidad á  veces  mejora  mucho.  En  Inglaterra ,  so- 
bre todo,  se  consume  una  cantidad  bastante  gran 
de  esta  sal  para  hacer  levantar  en  el  horno  la * 
pastas  de  ciertos  panes  de  lujo  y  de  varias  pa^ 
telerias ;  aplicación  que  no  puede  tener  ningur. 
inconveniente,  en  cuanto  á  la  salubridad  delasiis- 
tancia  alimenticia,  y  que  puede,  al  contrario,  me- 

tomo  i. 


m  CAR 

jurarla  cuando  una  reacción  espontánea  la  ha  da- 
do un  carácter  ácido.  También  se  emplea  en  In- 
glaterra el  carbonato  de  amoníaco  en  la  prepara- 
ción de  las  cenizas  azules. 

En  medicina  el  carbonato  de  amoníaco  goza  de 
las  mismas  propiedades  que  el  amoníaco,  sola- 
mente que  las  del  primero  son  mucho  menos  enér- 
gicas. Chaussier  lo  empleaba  para  el  uso  exterior 
como  el  amoníaco;  produce  la  rubefacción,  y  tam- 
bién puede  determinar  flictenas.  Se  hace  respirar 
en  los  síncopes,  para  provocar  la  membrana  pi- 
tuitosa, y  en  este  caso  presenta  menos  inconve- 
nientes que  el  amoníaco. 

Administrado  á  alta  dosis,  el  carbonato  de  amo- 
níaco obra  á  la  manera  de  los  venenos  irritantes: 
es  un  estimulante  enérgico,  que,  como  el  amonía- 
co, es  administrado  como  diaforético.  Se  prescri- 
be, en  Inglaterra,  en  las  convulsiones  de  los  niños 
producidas  por  el  trabajo  de  la  dentición,  sobre  to- 
do cuando  hay  acédia  en  las  primeras  vías,  y  tam- 
bién ha  sido  administrado  en  algunos  casos  de  angi- 
nas; en  suma,  es  un  medicamento  enérgico  que  me- 
rece la  atención  délos  prácticos,  y  que  puede  dar- 
se álos  adultos  á  la  dosis  de  6  á  24  granos  al  dia, 
en  poción  ó  en  pildoras. 

La  Sal  volátil  de  asta  de  ciervo  ó  Carbonato 
de  amoníaco  cmpireumático  no  es  mas  que  car- 
bonato de  amoníaco  mezclado  con  aceite  empi- 
reumático;  obtiénese  destilando,  en  un  aparato  con- 
veniente, asta  de  ciervo  en  pequeños  fragmentos. 
No  está  ya  en  uso. 

El  Espíritu  volátil  de  asta  de  ciervo  y  el  Es- 
píritu de  seda  cruda  son  líquidos  que  contienen 
carbonato,  acetato,  hidrocianato  de  amoníaco  y 
aceite  cmpireumático.  Obtiéneseles  por  la  desti- 
lación del  asta  de  ciervo  ó  de  la  seda.  Forma  la 
base  de  otras  varias  composiciones  farmacéuticas. 

Carbonato  (Bi)  de  amoníaco,  Bi- 
carbonato amónico.  Se  prepara  es- 
ta sal  haciendo  pasar  una  corriente  de  gas  ácido 
carbónico  en  una  solución  de  la  sal  precedente. 
Es  blanca,  inodora,  de  sabor  un  poco  picante,  pe- 
ro que  nada  tiene  de  alcalino  ;  es  menos  solu- 
ble en  el  agua  fria  que  el  sesquicarbonato;  su  so- 
lución calentada  se  descompone  en  gas  ácido 
carbónico  y  en  sesquicarbonato;  expuesta  al  aire 
se  volatiliza  poco  á  poco;  está  compuesta  de  21,6 
de  amoníaco  ,  de  55,8  de  ácido,  y  de  22,6  de 
agua;  total  100  partes. 

Apenas  es  usado  á  no  ser  como  reactivo  en  ra- 
zón de  su  precio;  empléasele  en  los  laboratorios 
como  los  otros  bicarbonatos  de  base  de  potasa  y 
de  sosa. 

Carbonato  de  barita,  Carbonato 
barítieo.  Esta  sal  se  encuentra  en  la  naturale- 
za en  las  vetas  metálicas,  sobre  todo  en  las  mi- 
nas de  plomo,  constituyendo  una  especie  que  los 
mineralogistas  han  designado  bajo  el  nombre  de 
Witerita,  y  también  ha  sido  llamada  Barolila  y 
Espato  pesado  y  aereado,  une  se  presenta  en  ma- 
sas concrecionadas,  radiadas  al  interior,  particu- 
larmente en  Anglesarck  y  en  Hanckshire  en  Ingla- 
terra, y  en  la  Alta  Siria  cerca  de  Neuberg.  Es 
blanco,  opaco,  duro  y  pesado  ;  su  peso  especilico 


CAR 

es  de  4,33;  su  composición  química  es  de  77,66 
de  barita  y  de  22,  34  de  ácido  carbónico  por  100 
parles. 

En  los  laboratorios  se  prepara  por  doble  des- 
composición, tratando,  por  ejemplo,  el  nitrato  de 
barita  con  el  carbonato  de  amoníaco.  El  carbonato 
de  barita  artificial  se  presenta  en  torma  de  un  polvo 
blanco  anhidro,  excesivamente  poco  soluble  en  el 
agua,  pues  este  líquido  no  puede  disolver  sino 
1/4300  de  su  peso  á  la  temperatura  ordinaria,  y 
1/2300  á  +100.°  Es  indescomponible  por  el  calor 
solo,  pero  los  ácidos  lo  descomponen  fácilmente  en 
presencia  del  agua.  Calentado  al  soplete  sobre 
una  lámina  de  platino,  esta  sal  se  funde  con  facili- 
dad y  se  convierte  por  la  fusión  en  un  vidrio  limpio 
que  toma ,  enlriándose ,  el  aspecto  de  un  esmal- 
te blanco;  sobre  el  carbón  concluye  por  experi- 
mentar una  viva  efervescencia,  salpica  y  se  des- 
compone dejando  barita  cáustica. 

Los  ácidos  nítrico  é  hidroclórico  debilitados  lo 
disuelven  con  efervescencia.  Esta  disolución  di- 
luida en  agua  precipita  abundantemente  con  el 
ácido  sulfúrico  y  las  soluciones  de  los  sulfatos;  el 
ácido  hidrosulfürico,  el  cianuro  de  hierro  y  de 
potasio  y  el  amoníaco  no  producen  en  ella  ningún 
efecto.  Esta  disolución  presenta  además  con  los 
reactivos  todos  los  fenómenos  que  se  observan  con 
las  sales  solubles  de  barita. 

El  carbonato  de  barita  natural ,  en  Inglaterra, 
sirve,  reducido  á  polvo  impalpable,  para  matar  los 
ratones;  en  los  laboratorios  se  emplea  para  pre- 
parar las  sales  solubles  de  barita ,  á  cuyo  electo 
basta ,  por  ejemplo,  tratarlo  con  el  ácido  nítrico, 
ó  con  el  ácido  hidroclórico  bastante  debilitados 
para  que  las  sales  formadas  se  disuelvan.  Se 
consigue  mas  fácilmente  atacar  al  carbonato  de 
barita,  calcinándolo  previamente. 

El  carbonato  de  barita  artificial  es  empleado 
con  ventaja  en  el  análisis  de  los  minerales  ó  pie- 
dras que  contienen  álcalis  :  á  este  efecto  se  mez- 
cla el  mineral  reducido  á  polvo  fino  con  cinco  ó 
seis  veces  su  peso  de  esta  sal ,  y  se  hace  enroje- 
cer fuertemente  la  mezcla  por  espacio  de  una 
hora  ú  hora  y  media  en  un  crisol  de  platino  cu- 
bierto. Después  de  la  calcinación  se  deslié  la  ma- 
sa en  el  agua  destilada  y  se  disuelve  en  el  ácido 
hidroclórico.  La  disolución  se  evapora  á  seque- 
dad, y  para  separar  el  ácido  silícico ,  se  redi- 
suelve  en  el  agua  y  se  precipita  primero  la  bari- 
ta con  el  ácido  sulfúrico  destilado  ;  en  cuanto  á 
las  otras  sustancias  que  son  disueltas  se  precipi- 
tan con  una  disolución  de  sesquicarbonato  de  amo- 
níaco. El  álcali  que  existe  en  el  mineral  perma-» 
nece  en  el  estado  de  sal  en  disolución  con  la  sal 
amoniacal  que  se  ha  formado  ,  la  que  en  segui- 
da se  .separa  por  Aolatilizacion  del  líquido  y 
calcinación  del  residuo. 

Carbonato  de  eal .  Carbonato  cal- 
cico. El  carbonato  de  cal  es  el  mas  abundan- 
te de  lodos  los  cuerpos  que  existen  en  la  super- 
ficie del  globo;  pertenece  átodoslos  terrenos;  la 
naturaleza  lo  ha  trabajado  en  todos  los  tiempos 
y  lo  ha  modificado  de  una  infinidad  de  maneras. 
Se  encuentra  regularmente  cristalizado  en  rom- 


CAR 

bokfes  voluminosos,  traslúcidos  ,  ó  cristales  oc- 
taédicos,  conocidos  bajo  el  nombre  de  Aragonita; 
pero  su  composición  química  es  indénticamente 
la  misma  bajo  estas  dos  formas. 

El  carbonato  decaí  ha  recibido  diferentes  nom- 
bres ,  sogun  las  principales  formas  bajo  las  cua- 
les se  encuentra :  así  se  le  llama  Espato ,  cuan- 
do está  cristalizado  en  cristales  aislados;  Már- 
mol, cristalizado  confusamente  en  masas  suscep- 
tibles de  pulimento  ;  Piedra  de  edificar ,  ó  Pie- 
dra de  cal ,  cuando  existe  en  masas  duras ,  de 
fractura  deslucida,  terrosa,  no  pulimentables  : 
Creta,  en  masas  mas  puras,  enteramente  blan- 
cas, mas  tiernas  y  mas  friables,  y  A labastro, 
cuando  se  presenta'bajo  la  forma  de  estalactitas 
ó  de  concreciones  traslúcidas,  que  han  crecido 
en  cavidades  subterráneas ,  por  la  inflltracion 
de  las  aguas  que  están  cargadas  de  él. 

Se  encuentra  tamicen  disuelto  en  corta  canti- 
dad en  la  mayor  parte  de  las  aguas  de  manan- 
tiales y  de  cisternas  á  favor  de  un  pequeño  ex- 
ceso de  ácido  carbónico ;  forma  en  parte  la  base 
del  esqueleto  de  los  animales ,  del  coral ,  del 
nácar,  de  las  cascaras  de  huevos,  del  carapa- 
cho délos  moluscos,  de  diversas  concreciones, 
como  ojos  de  cangrejos,  hueso  de  jibia,  etc., 
en  los  cuales  se  encuentra  con  frecuencia  asocia- 
do con  el  fosfato  de  cal ,  con  el  fosfato  de  mag- 
nesia y  con  una  materia  animal. 

El  carbonato  de  cal  natural  difiere  mucho  por 
sus  diferentes  caracteres  físicos  del  carbonato  pre- 

K arado  artificialmente.  Con  todo,  es  blanco,  insolu- 
le  en  el  agua,  y  descomponible  al  calor  rojo,  en 
cuyo  caso  deja"  cal  viva  por  residuo;  el  agua 
saturada  de  ácido  carbónico  puede  disolverlo , 
y  esta  disolución  se  descompone  ó  por  expo- 
niéndola al  aire,  ó  calentándola.  Está  compues- 
to de  43,61  de  ácido  carbónico  y  de  56,39 
de  cal. 

Las  diferentes  variedades  de  carbonato  de  cal 
calcinadas  al  soplete  sobre  carbón  se  vuel- 
ven cáusticas  y  brillan  con  un  resplandor  vivo 
particular  luego  que  el  desprendimiento  de  ácido 
carbónico  ha  terminado ;  el  residuo  blanco  se  ca- 
lienta con  el  agua,  se  apaga,  y  su  solución  acuo- 
sa obra  como  un  álcali  sobre  el  papel  de  torna- 
sol enrojecido. 

El  ácido  nítrico  y  el  ácido  hidroclórico  hacen 
una  viva  efervescencia  con  el  carbonato  de  cal, 
descomponiéndolo  y  disolviéndolo  enteramente. 
La  disolución  no  precipita  con  el  amoníaco,  pero 
el  ácido  sulfúrico  produce  en  ella,  cuando  con- 
centrada, un  precipitado  blanco,  mientras  que 
el  mismo  ácido  deja  de  precipitarla  ,  cuando 
diluida  en  una  gran  cantidad  de  agua.  El  oxa- 
lato  de  amoníaco,  mezclado  con  la  disolución 
neutralizada  con  el  amoníaco  produce  en. ella  un 
precipitado  blanco  pulverulento  ,  aun  cuando  la 
disolución  sea  muy  diluida  en  agua. 

El  carbonato  de  cal  es  un  simple  absorvente 
poco  usado  hoy  dia,  pero  cuyas  diversas  varie- 
dades, indicadas  en  sus  respectivos  artículos, 
han  gozado  en  otro  tiempo  de  algún  crédito  con- 
tra diversas  afecciones.  Así  es  que  la  Ostcocela, 


CAR  595 

en  razón  de  la  forma  fistulosa  que  presenta ,  ha 
pasado  como  útil  en  el  tratamiento  de  las  fractu- 
ras de  los  huesos  largos  ;  que  el  A  (jarico  mine- 
ral ,  á  causa  de  su  blancura ,  era  considerado  co- 
mo galactóforo;  que  la  Greta  ha  sido  recomen- 
dada por  Cleghorn  contra  las  úlceras  que  suce- 
den á  las  quemaduras,  y  que,  unida  al  bolo  de 
Armenia  ,  al  alumbre,  etc. ,  ha  sido,  bajo  el  nom- 
bre de  Ormskirck,  recomendada  como  anti-lisico 
por  Hilldormskirck,  virtud  que  la  experiencia 
desgraciadamente  no  ha  confirmado  ;  que  el  Ihl- 
mintholitus  belemnitas  ha  sido  empleado  como 
amuleto  contra  diversas  enfermedades;  que  se 
ha  supuesto  á  estas  sustancias,  como  en  general 
á  todas  las  materias  insolubles ,  terrosas,  iner- 
tes ,  virtudes  alexifármacas;  que  la  realidad  no 
ha  confirmado.  El  sub-carbonato  de  cal,  en  fin, 
precipitado  por  el  sub-carbonalo  de  potasa  del 
acetato  de  cal ,  fué  empleado  antiguamente  bajo 
los  nombres  de  Magisterios  de  coral ,  de  nácar 
de  perlas ,  de  ojos  de  cangrejos,  etc. ,  y  entraba 
también  en  diversas  preparaciones  farmacéuticas 
oficinales,  celebradas  como  absorventes,  anti-li- 
sicasj,  alexiteras,  etc. 

Por  último,  el  carbonato  de  cal  tiene  muchos 
usos  entre  los  cuales  el  mas  importante,  sin  con- 
tradicción, es  servir  para  obtener  la  caí,  tan  in- 
dispensable para  la  construcción  de  nuestros  edi- 
ficios En  los  laboratorios  ,  muchas  de  sus  va- 
riedades son  empleadas  para  obtener  el  gas  áci- 
do carbónico. 

Carbonato  de  cobre .  ©ewtocar- 
bonato  de  robre  bibásieo  ,  Carbo- 
nato blní briro.  Esta  sal  en  el  estado  básico 
é  hidratado  constituye  dos  variedades  mineraics: 
la  una  apezonada  ,  de  un  bello  color  verde  ,  es 
llamada  Malaquita  ;  la  otra  ,  en  cristales  de  un 
hermoso  azul  subido,  es  designada  bajo  los  nom- 
bres de  Azul  de  cobre,  Azul  de  montana. 

El  deutocarbonato  de  cobre  bibásico,  obtenido 
por  precipitación  de  una  sal  de  deutóxido  de  co- 
bre con  un  carbonato  alcalino,  se  presenta  bajo 
la  forma  de  un  polvo  azulado ,  insoluble  en  el 
agua,  que  se  vuelve  oscuro  con  el  agua  hirviendo 
y  pierde  su  agua  de  combinación.  Esta  sal  bibá- 
sica  está  compuesta,  según  el  señor  Rerzélius,  de: 
ácido  carbónico  ,  19,95;  deutóxido  de  cobre, 
7 1, sí;  agua,  8,21;  total,  100. 

Calentados  al  soplete,  los  diferentes  carhona- 
tos  de  cobre  primero  se  ennegrecen  y  se  redu- 
cen en  la  llama  interior,  pero  luego  que  la  insu- 
flación cesa,  la  superficie  roja  del  cobre  se  reó- 
xida  al  aire  y  se  pone  negra  u  oscura.  Fundi- 
dos al  fuego  de  oxidación  con  el  borraj,  dan  \m 
hermoso  vidrio  verde  que  se  vuelve  incoloro  al 
fuego  de  reducción,  pero  que  toma,  solidificándo- 
se, un  tinte  rojo  y  opaco. 

Kl  ácido  nítrico  disuelve  con  efervescencia  el 
carbonato  de  cobre  produciendo  una  disolución 
de  un  bello  color  azul.  Esta  disolución  precipita 
en  copos  azul  celeste  con  la  potasa;  el  amoniaco 
vertido  con  precaución  forma  en  ella  un  precipi- 
tado blanco  azulado,  que  se  redisuelve  entera- 
mente en  un  exceso  de  amoníaco  dando  un  bello 


596  CAR 

color  azul  subido;  el  cianuro  de  hierro  y  de  po- 
tasio ocasionan  en  {ella  un  precipitado  rojo  hez 
de  vino;  en  fin,  una  lámina  de  hierro  pulimenta- 
da separa  de  ella  el  cobre  en  el  estado  metálico. 

La  Malaquita  (V.  esta  palabra)  se  encuentra 
en  varios  puntos  de  Aragón;  una  de  las  mas  be- 
llas calidades  procede  de  Siberia,  y  sirve  parala 
confección  de  joyas,  vasos  de  lujo,  y  también  me- 
sas de  bastante  dimensión  y  ricamente  decora- 
das con  bronces  y  dorados. 

El  Azul  de  cobre,  de  que  hemos  hablado  ya  en 
su  lugar  correspondiente ,  se  encuentra  en  mu- 
chos puntos  de  España,  particularmente  en  Li- 
nares. 

Carbonato  de  hierro,  Carbonato 
ferroso ,  Protoearbonato  de  hier- 
ro. Esta  sal  conocida  de  los  mineralogitas  con 
el  nombre  de  Siderosa,  y  llamada  también  Mi- 
na de  acero,  Esferosiderita,  etc.,  se  encuentra 
en  la  naturaleza  cristalizada  en  romboedros  pa- 
recidos á  los  del  carbonato  de  cal ,  distinguién- 
dose de  ella  dos  variedades  principales :  el  Hier- 
ro  carbonatado  cristalino,  Hierro  espático,  y 
el  Hierro  carbonatado  compacto  ó  arcilloso. 

El  primero  es  de  un  blanco  amarillento  y  na- 
carado ,  que  al  aire  pasa  al  rojo  oscuro;  el  se- 
gundo es  gris  ó  gris  negruzco,  de  fractura  grano- 
sa Encuéntrasele  en  terrenos  ulleros  calizos  y  en 
las  arcillas;  abunda  en  las  montañas  que  forman 
fas  faldas  meridionales  de  los  Pirineos  en  Cata- 
luña y  Vizcaya  en  donde  se  beneficia  desde  mu- 
chos aiios  para  obtener  el  hierro.  (V.  A  cero  y 
Hierro.)  La  mayor  parte  de  las  aguas  minerales 
ferruginosas  contienen  pequeñas  cantidades  de 
esta  sal  disuellas  por  un  exceso  de  ácido  carbó- 
nico. 

El  protoearbonato  de  hierro  se  prepara  en  los 
laboratorios  descomponiendo  una  sal  de  prolóxi- 
do  de  hierro  con  un  carbonato  neutro  alcalino, 
que  se  posa  en  el  estado  de  hidrato  en  forma  de 
copos  blancos  azulados  los  cuales  expuestos  al  ai- 
re no  tardan  en  ponerse  verdes  y  después  amari- 
llos. Esta  sal,  absorviendo  oxígeno,  pierde  parte 
de  su  ácido  carbónico.  Está  compuesta  de  acido 
carbónico,  38, 53;  protóxido  de  hierro,  61,47; 
total,  100. 

Expuesto  á  un  calor  suave  ,  el  carbonato  de 
hierro  natural  se  ennegrece,  y  deja  por  residuo 
deutóxido  de  hierro  atraible  por  el  imán.  Trata- 
do con  el  ácido  hidroclórico  ó  sulfúrico  débil  se 
disuelve  con  una  ligera  efervesencia:  la  disolu- 
ción es  incolora  ó  apenas  colorada  ;  los  álcalis 
producen  en  ejlaun  precipitado  blanco  azulado, 
que  se  pone  moreno  y  pasa  á  amarillo  de  ocre 
con  la  solución  de  cloro;  el  cianuro  de  hierro  y 
de  potasio  forma  un  precipitado  blanco  azulado 
que  toma  un  tinte  azul  oscuro  con  la  adición  del 
cloro. 

El  protoearbonato  de  bierro  no  es  empleado  en 
el  estado  de  aislamiento  ;  sin  embargo  ,  varias 
preparaciones  le  deben  sus  propiedades.  Esta  sal 
tiene  en  los  usos  medicinales  ventajas  que  no  se 
encuentran  en  tan  alto  grado  en  las  otros  prepa- 
rados ferruginosos.  NTo  tiene  ,  como  los  óxidos  de 


CAR 

hierro ,  una  cohesión  fuerte  ó  afinidades  débiles 
que  ponen  obstáculos  á  su  disolución.  El  óxido  al 
mínimo  que  contiene  es  una  base  poderosa,  y  el 
ácido  carbónico  que  le  está  asociado  puede  ser 
desalojado  sin  dificultad  por  los  ácidos  contenidos 
en  las  vías  digestivas.  Esta  descomposición  fácil 
le  dá  igualmente  una  ventaja  sobre  las  otras  sales 
de  hierro  insolubles;  no  hay  cuidado  que  atraviese 
el  canal  digestivo  sin  producir  efecto.  Por  otra 
parte ,  es  con  frecuencia  preferible  á  las  sales 
mas  solubles;  pues  su  disolución  en  los  ácidos 
del  estómago  es  lenta  y  graduada,  y  deja  poco 
que  temer  la  impresión  siempre  desagradable  y  á 
veces  peligrosa  que  prodúcela  disolución  estíp- 
tica de  las  sales  ferruginosas.  La  base  de  las  pil- 
doras de  Blaud  como  la  de  las  de  Valletesel  pro- 
toearbonato de  hierro,  obtenido  por  doble  des- 
composición. 

El  Azafrán  de  Marte  aperitivo ,  llamado  asi- 
mismo Oxido  de  hierro  oscuro  hidratado  y  Sub- 
carbonato  de  peróxido  de  hierro,  debe  ser  con- 
siderado como  una  mezcla  de  carbonato  de  hier- 
ro y  de  hidrato  de  peróxido  de  hierro. Es  un  pol- 
vo amarillo  rojizo,  inodoro  y  de  un  sabor  ligera- 
mente estíptico;  tratado  con  los  ácidos,  da  lugar 
á  un  desprendimiento  de  ácido  carbónico.  En 
otro  tiempo  se  preparaba  el  azafrán  de  Marte 
aperitivo  haciendo  enmohecer  limaduras  de  hier- 
ro al  aire  húmedo.  Para  obtenerlo,  se  loma  sulfato 
de  hierro  cristalizado  y  purificado  \  o  p.,y  carbona- 
to de  sosa,  18  p.;  se  hacen  disolver  estas  sales  se- 
paradamente; se  filtran  las  disoluciones;  se  vierte 
á  pequeñas  porciones  la  disolución  de  carbonato 
de  sosa  en  la  de  sulfato  de  hierro;  se  agita  la  mez- 
cla para  favorecer  la  reacción,  y  con  esto  se  forma 
sulfato  de  sosa  soluble  y  un  precipitado  blan- 
co de  carbonato  de  protóxido  de  hierro;  se  lava 
con  mucha  agua  por  decantación  en  frío ,  con  la 
precaución  de  agitar  frecuentemente  el  precipi- 
tado para  hacerle  absorverel  oxigeno  del  aire;  á 
consecuencia  de  esta  absorción,  su  color  blanco 
pasa  sucesivamente  á  un  oscuro  verdoso  y  des- 
pués á  un  amarillo  rojizo.  Esta  trasformaciou  se 
puede  apresurar  dividiendo  el  precipitado  so- 
bre lienzos  y  dejándolo  expuesto  ,  mientras  que 
es  húmedo  ,  á  la  acción  del  aire;  el  precipitado 
bien  lavado  se  seca  después  á  la  temperatu- 
ra ordinaria.  Sise  calienta  en  un  crisol  á  la  tem- 
peratura rojo  oscura  el  azafrán  de  Marte  aperi- 
tivo, de  manera  que  se  desprenda  el  agua  y  el  áci- 
do carbónico  que  contiene,  se  obtendrá  la  pre- 
paración designada  con  el  nombre  de  Azafrán  de 
Marte  astringente. 

El  azafrán  de  marte  aperitivo  es  una  de  las 
preparaciones  ferruginosas  mas  usadas.  Se  admi- 
nistra en  los  casos  que  hemos  indicado,  á  la  dosis 
de  6  granos  á  2  dracmas  al  día.  Se  le  ha  reco- 
mendado, sobre  todo  en  Inglaterra,  como  antipe- 
riódico en  el  tic  doloroso  dje  la  cara  y  otras  ne- 
vrálgias  intermitentes,  lo  que  puede  ser  exacto, 
según  Bouchardat,  cuando  las  nevrálgias  tien- 
den á  un  estado  clorótico.  Los  antiguo»  lo  pre- 
conizaban en  las  caquexias  escrofulosas  ó  can- 
cerosas, etc. 


CAR 

Carbonato  de  magnesia,  Carbo- 
nato magnésico .  Hitlro-carbona- 
*o  magnésico  ,  Magnesia  blanca  . 
ftlaarnesia  inglesa  ,  Sub-carbona- 
to  de  magnesia.  I io  la  naturaleza  se  en- 
cuentra esta  sal  en  forma  de  una  masa  blanca , 
de  fractura  terrosa  ,  conocida  bajo  los  nom- 
bres de  Magnesita  ;  existe  también  mezclada 
en  diferentes  proporciones  con  el  carbonato  de 
cal ,  constituyendo  entonces  el  Calizo  magnesia- 
no  ,  variedad  á  la  que  pertenece  particularmente 
la  Dolomía.  En  el  estado  de  pureza  es  muy  rara, 
y  parece  que  solo  se  la  encuentra  en  la  Estiria 
superior;  laque  se  encuentra  en  Moravia  y  en 
el  Piamonle  está  mezclada  con  sílice. 

Por  lo  común,  se  obtiene  artificialmente  el 
carbonato  de  magnesia  puro  precipitando  en  ca- 
liente sea  una  solución  de  sulfato  de  magnesia 
con  una  solución  de  carbonato  de  potasa  neutro  , 
lavando  y  secando  en  seguida  el  precipitado  ob- 
tenido ,  sea  operando  sobre  las  aguas  de  manan- 
tial que  contienen  esta  sal. 

El  carbonato  de  magnesia  se  presenta  en  el  co- 
mercio en  forma  de  masas  cúbicas  ó  pequeños 
paralelipipedos  muy  blancos  y  muy  ligeros,  ó  en 
forma  de  un  polvo  blanco;  es  suave  al  tacto,  insí- 
pido, inodoro,  inalterable  al  aire,  y  completa- 
mente insolible  en  el  agua;  enverdece  el  jarabe 
de  violetas;  expuesto  á  un  calor  rojo  se  descom- 
pone, pierde  á  la  vez  el  agua  y  el  ácido  carbó- 
nico que  contiene,  y  deja  su  óxido  en  el  estado  de 
pureza. 

Esta  sal  contiene  19,48  p.°/0  de  agua  :  anhidra 
está  compuesta  de  51,59  de  ácido  carbónico  y 
48,41  de  magnesia;  total  100.  El  ácido  sulfúrico 
diluido  en  agua  lo  disuelve  enteramente  con  una 
viva  efervescencia.  Su  disolución  acida  no  es 
precipitada  con  el  amoniaco,  pero  sí  por  la  solu- 
ción de  potasa  cáustica,  que  produce  en  ella  un 
precipitado  blanco  gelatinoso  insoluble  en  un  ex- 
ceso de  este  álcali.  La  solución  de  bicarbonato 
de  potasa  ó  de  sosa  añadida  á  esta  disolución  no 
forma  precipitado  en  frió;  pero  calentando  esta 
mezcla,  el  liquido  se  enturbia,  y  se  produce  un 
precipitado  blanco  pulverulento  de  carbonato  neu- 
tro de  magnesia. 

El  carbonato  de  magnesia  se  recibe  de  Ingla- 
terra en  cajas  del  peso  de  30  á  35  kilóg.  netos,  y 
también  de  la  Suiza  y  de  Alemania  en  cajas  del 
peso  de  60  á  70  kilóg.;  pero  este  último  es  menos 
estimado  en  razón  de  su  peso  y  porque  su  color 
es  menos  blanco;  la  inferioridad  de  este  produc- 
to depende  de  que  las  aguas  magnesia  ñas  de  que 
se  obtiene  contienen  sullatos  de  cal  y  de  hierro. 

El  carbonato  de  magnesia  que  se  encuentra  en 
el  comercio,  á  veces  se  halla  mezclado  con  car- 
bonato de  cal  que  se  le  ha  añadido  de  intento,  ó 
que  procede  de  la  precipitación  de  las  aguas  que 
contienen  á  la  vez  sales  de  magnesia,  ó  decaí. 
Para  reconocer  la  presencia  de  esta  sal,  se  em- 
plea sea  su  conversión  en  hidrocloratos  y  la  cal- 
cinación, sea  el  ácido  sulfúrico.  En  este  último 
caso  se  opera  de  la  manera  siguiente:  se  deslié 
en  el  agua  pura  el  carbonato  de  magnesia  y  se  le 


CAR  597 

eclm  ácido  sulfúrico  diluido  en  agua  basta  que  no 
haga  efervescencia;  se  añade  un  exceso  de  acido, 
se  hace  calentar,  se  filtra  el  líquido,  se  hace  eva- 
porar en  un  crisol  y  se  calcina;  en  seguida  se 
vuehe  á  tratar  el  producto  de  la  calcinación  con 
una  corta  cantidad  de  agua  destilada  mezclada 
con  alcohol,  que  disuelve  el  sulfato  de  magnesia  y 
deja  el  sulfato  de  cal.  Si  el  carbonato  de  magnesia 
ensayado  contenia  carbonato  de  cal,  la  cantidad 
de  sulfato  de  cal  obtenida  de  esta  operación  per- 
mite establecer  la  proporción  en  la  cual  existia  la 
mezcla.  Si  el  carbonato  de  magnesia  ha  sido  mal 
lavado  puede  retener  sales  de  potasa  ó  de  sosa, 
cuya  presencia  puede  reconocerse  por  una  loción 
de  agua  destilada  hirviendo.  Si  esta  sal  contiene 
sílice,  se  puede  reconocer  la  presencia  de  este 
producto  disolviendo  el  carbonato  de  magnesia  en 
un  ácido  diluido,  que  disuelve  el  carbonato,  y  no 
disuelve  la  sílice.  Algunos  autores  han  dicho  que 
á  este  carbonato  se  le  mezcla  también  almidón 
y  fécula,  fraude  muy  fácil  de  descubrir  por  me- 
dio de  la  tintura  alcohólica  de  yodo  que  dá  la- 
gar á  un  color  azul,  lo  que  no  sucede  con  el  car- 
bonato de  magnesia  puro.  J.  F.  Gmelin  refiere  ha- 
ber encontrado  en  el  carbonato  de  magnesia  ma- 
terias yesosas  ó  aluminosas,  y  Host  de  Colonia 
dice  que  ha  encontrado  en  él  sélenio  ó  ácido  se- 
lénico. 

Los  usos  medicinales  del  carbonato  de  magne- 
sia son  los  mismos  que  los  de  la  magnesia  pura, 
y  absorviendo  los  ácidos  del  estómago  se  pro- 
duce un  desprendimiento  de  ácido  carbónico  que 
es  á  veces  útil  en  ciertas  afecciones  gastrointes- 
tinales. Adminístrasele  lo  mas  frecuente  como  an- 
tácido  á  la  dosis  de  6  granos  á  \  dracma.  En  far- 
macia es  frecuentemente  empleado  para  la  pre- 
paración de  la  magnesia,  y  para  imitar  ciertas 
aguas  minerales  acídulas,  el  agua  magnesiana, 
por  ejemplo,  y  entra  en  muchas  fórmulas  medici- 
nales. 

En  algunas  farmacopeas  se  da  también  al  car- 
bonato de  magnesia  el  nombre  de  Leche  de  tierra, 
y  es  preciso  no  confundirlo  con  la  Magnesia 
blanca  del  nitro,  Carbonato  de  magnesia  común  , 
que  es  alo  que  se  llama  generalmente  Leche  de  tier- 
ra. Esta  sustancia,  pues,  es  mas  posada  que  el 
verdadero  carbonato,  es  muy  compacta  y  contie- 
ne mucha  cantidad  de  carbonato  de  cal.  Obtiéne- 
se  precipitando,  por  medio  de  un  carbonato  alca- 
lino, las  aguas  madres  que  se  recogen  en  las  sa- 
litrerías después  de  cristalizado  el  nitro,  en  las 
cuales  existen  cloruros  de  calcio  y  de  magnesio. 

A  veces  se  vende  yeso  blanco  en  vez  de  leche 
de  tierra,  lo  que  se  reconoce  porque  el  ácido  hi- 
droclórico  no  disuelve  el  yeso.  Con  frecuencia  la 
leche  de  tierra  está  mezclada  con  mucha  creta  ó 
con  arcilla  blanca,  cuyos  fraudes  se  reconocen  el 
primero  por  la  excesiva  proporción  de  sulfato  de 
cal  insoluble  que  queda  tratando  la  materia  con 
ácido  sulfúrico  débil,  y  el  segundo  porque  trata- 
da la  materia  en  suspensión  en  agua  con  una  cor- 
riente de  ácido  carbónico  ó  con  un  exceso  de  bi- 
carbonato sódico,  queda  un  residuo  que,  disuelto 
en  un  ácido,  forma  un  líquido  estíptico. 


o98  CAR 

La  leche  de  tierra  se  administra  hasta  la  dosis 
de  una  onza  como  purgante,  y  á  la  de  una  dracma 
como  absorvente,  y  participa  de  las  propiedades 
de  los  carbonalos  de  cal  y  de  magnesia. 

Carbonato  (Mí)  de  magnesia,  Bi- 
carbonato magnésico.  Esta  sal  existe  en 
solución  en  ciertas  aguas  minerales.  Obtiénese- 
la  disolviendo  en  el  ácido  carbónico  el  carbonato 
neutro  desleído  en  el  agua;  es  imposible  obtener- 
la cristalizada,  porque  se  descompone  aun  en  el 
aire,  perdiendo  la  mitad  de  su  ácido  carbónico. 

El  bicarbonato  de  magnesia  es  el  que  forma 
la  base  del  agua  magnesiana  gaseosa  que  hemos 
indicado,  la  cual  contiene  en  general  mas  ácido 
carbónico  aun  del  que  es  necesario  para  consti- 
tuir esta  sal,  que  no  puede  existir  en  el  estado  só- 
lido, porque  la  evaporación  la  descompone  en 
gas  que  se  desprende  y  en  carbonato  neutro.  Tana- 
bien  es  este  bicarbonato  el  que  queda  en  el  liqui- 
do cuando  se  precipita  sulfato  de  magnesia  con 
un  carbonato  alcalino,  y  que  produce  muy  luego 
descomponiéndose  al  aire  cristales  de  carbonato 
de  magnesia  neutro. 

Carbonato  de  magnesia  neutro. 
Este  carbonato,  descubierto  por  Butini,  puede  ob- 
tenerse de  muchas  maneras,  principalmente  ha- 
ciendo pasar  una  corriente  de  ácido  carbónico  á 
través  de  un  exceso  de  magnesia  blanca  des- 
leída en  el  agua,  fdtrando  en  seguida,  y  evapo- 
rando lentamente  la  solución.  Fourcroyy  el  se- 
fior  Thomson  lo  han  considerado  equivocada- 
mente como  un  bicarbonato.  Esta  sal  es  blanca, 
de  sabor  débilmente  alcalino, enverdece  el  jarabe 
de  violeta,  cristaliza  en  prismas  hexágonos,  de- 
crepita en  el  fuego ,  que  lo  descompone  ,  eflo- 
rece lentamente  al  aire,  es  poco  soluble  en  el 
agua ,  pero  mas  en  frió  que  en  caliente.  Una 
ebullición  prolongada  descompone  en  parte  esta 
solución  y  precipita  de  ella  magnesia  blanca.  El 
doctor  A.  Meyier  considera  esta  sal  como  prefe- 
rible ala  magnesia  en  el  tratamiento  de  las  en- 
fermedades gotosas,  en  las  acedías  de  estómago, 
etc. ,  pero  es  poco  usada ,  y  no  se  encuentra  en 
las  boticas.  Por  lo  demás,  el  agua  magnesiana 
saturada,  de  que  hemos  hablado  en  el  artículo 
precedente,  es  una  simple  disolución  arliíicial  de 
esta  sal  en  el  agua,  sin  adición  de  ácido  carbó- 
nico. 

Carbonato  de  plomo,  Carbonato 
plónibico  ,  Protocarbonato  «le  plo- 
mo, Sub-protocarbonato  de  plomo, 
Albayalde,  Blanquete,  Cerusa.  Es- 
te carbonato  se  encuentra  en  la  naturaleza  mez- 
clado con  algunos  minerales  de  plomo  y  de  zinc, 
sin  que  constituya  depósitos  abundantes,  ya  cris- 
talizado en  prismas  tetraedros  ó  en  agujas  blan- 
cas con  reflejo  nacarado,  ya  presentándose  en 
masa  amorfa.  En  España  se  encuentra  mezclado 
con  la  galena  ,  particularmente  en  Oyarzun  y  en 
Linares. 

El  albayalde  era  conocido  de  los  Griegos  y  de 
los  Romanos;  Teofraslo  Creció  y  Dioscórides des- 
cribieron su  preparación  ,  y  Plinio  asegura  que 
el  que  se  fabricaba  en  Rodas  era  principalmente 


CAR 

estimado.  Después  de  la  caida  del  imperio  Roma- 
no parece  que  esta  sal  fué  primero  fabricada  en 
Venecia,  mas  tarde  en  Krems,  en  seguida  en 
Holanda,  en  Inglaterra  y  en  muchas  otras  partes 
de  Alemania.  Desde  unos  cuarenta  años  há  se 
prepara  en  Francia,  y  algún  tiempo  después  esta 
industria  se  propagó  en  nuestro  pais 

La  mayor  parte  de  la  cerusa  del  comercio  está 
fabricada  por  el  proceder  holandés,  que  consiste 
en  someter  planchas  de  plomo  á  la  acción  del 
aire  cargado  de  vapores  ácidos  y  de  cierta  canti- 
dad de  ácido  carbónico;  el  plomo  se  oxida  pri- 
mero, y  después  se  trasforma  en  carbonato.  Para 
obtener  este  resultado  se  introducen  en  vasos  de 
asperón  que  contienen  una  corta  cantidad  de  vi- 
nagre de  baja  calidad,  planchas  de  plomo  delga- 
das, rolladas  en  forma  de  espiral  y  puestas  verti- 
calmente  sobre  el  realce  que  presenta  la  parte  in- 
terior del  vaso.  Estos  vasos  son  colocados  en  ho- 
yos rectangulares  de  ladrillo  sobre  una  capa  de 
estiércol  de  caballo.  Se  cubren  con  planchas  de 
pb,mo ,  después  con  travesanos  de  leña,  que  re- 
ciben una  nueva  capa  de  estiércol ,  en  la  cual  se 
enlierra  otra  cama  de  vasos,  que  contienen,  como 
los  precedentes,  vinagre  y  planchas  de  plomo  ro- 
lladas; así  se  van  disponiendo  alternativamente, 
hasta  á  una  altura  de  5  á  6  metros ,  capas  de  es- 
tiércol y  fdas  de  vasos. 

La  fermentación  del  estiércol  eleva  gradual- 
mente la  temperatura  ;  el  vinagre  produce  vapo- 
res que  bajo  la  influencia  del  aire,  que  penetra 
por  aberturas  que  se  han  hecho  á  propósito  en 
los  ángulos  de  los  hoyos,  y  ácido  carbónico  que 
resulta  de  la  descomposición  de  las  materias  or- 
gánicas ,  opera  la  trasformacion  del  metal  en 
carbonato ;  después  de  treinta  á  treinta  y  cinco 
dias  las  hojas  de  plomo  se  encuentran  casi  ente- 
ramente trasformadas  en  cerusa.  La  escamas  de 
blanco  de  plomo  se  desprenden  golpeando  el  me- 
tal que  cubren  :  la  cerusa,  después  de  haber  si- 
do trasformada  en  una  pasta  blanda  y  homogé- 
nea ,  moliéndola  con  agua  ,  es  introducida  en  va- 
sos de  tierra  porosa,  y  luego  secada  al  aire  y 
á  la  estufa  graduando  la  temperatura  de  man&ra 
que  la  masa  no  se  resquebraje. 

La  mayor  parte  de  estas  operaciones  exponen 
á  enfermedades  graves  á  las  operarios  que 
las  ejecutan.  Desde  algunos  años  varios  fabri- 
cantes han  hecho  desaparecer  estas  causas  de  in- 
salubridad, practicando  por  medios  mecánicos  y 
en  espacios  herméticamente  cerrados  las  manipu- 
laciones que  exigían  un  trabajo  manual  y  que  de- 
jaban desprenderen  el  aire  polvillos  venenosos  de 
albayalde.  Los  SS.  Th.  Lefevre  y  compañía,  de 
Lila  ,  han  dado  el  ejemplo  de  estos  perfecciona- 
mientos ,  que  la  humanidad  imponía  desde  mu- 
cho tiempo  á  los  fabricantes  de  cerusa ,  antes 
que  su  interés  personal  fuese  estimulado  por  la 
rivalidad  del  blanco  de  zinc,  nuevo  producto, 
que  aspira  á  remplazar  á  la  cerusa  y  que  cuen- 
ta en  el  número  de  sus  ventajas  la  mas  intere- 
sante de  todas ,  cual  es  el  no  ser  en  ninguna 
manera  perjudicial  á  la  salud  de  los  operarios 
que  la  fabrican  ó  la  usan. 


CAR 

Hay  otro  procedimiento  para  obtener  este  pro- 
ducto, fundado  en  la  propiedad  que  posee  alsub- 
acetato  de  plomo  de  ser  descompuesto  por  el  áci- 
do carbónico.  Se  satura  una  solución  de  acetato 
neutro  de  plomo  ó  de  sal  de  Sarurno  del  comer- 
cio con  litargirio,  y  se  hace  pasar  por  ella  una 
corriente  de  gas  ácido  carbónico  hasta  que,  ya 
no  se  forma  mas  precipitado.  Este  precipitado 
es  el  carbonato  de  plomo;  se  lava  y  se  hace  se- 
car. El  liquido,  vuelto  por  el  ácido  carbónico  al 
estado  de  acetato  neutro,  es  otra  vez  saturado 
de  litargirio  y  precipitado  con  el  ácido  carbóni- 
co. El  carbonato  obtenido  por  este  procedimien- 
to lleva  en  el  comercio  el  nombre  de  Cerusa  de 
Clichy,  y  es  comparado  á  los  mas  bellos  blancos 
ds  Krems. 

El  carbonato  de  plomo  es  anhidro,  blanco, 
pulverulento  ,  insípido  ,  insoluble,  pi'ro  un  poco 
soluble  en  el  agua  saturada  de  ácido  carbónico  ; 
véndese  en  forma  de  panes  cónicos  del  peso  de 
1  á  V»  kilogramo ;  expuesto  á  la  acción  del  ca- 
lor, se  descompone  dejando  protóxido  de  plomo, 
que  se  funde  á  un  calor  rojo  oscuro.  Está  forma- 
do de :  ácido  carbónico,  16,48;  protóxido  de  plo- 
mo, 83,52;  total,  100. 

Esta  sal  calentada  ligeramente  al  soplete  so- 
bre carbón,  pierde  inmediatamente  su  color 
blanco  y  se  vuelve  amarillo,  y  el  carbonato  na- 
tural decrepita  al  mismo  tiempo.  Si  se  continúa 
calentándola  á  la  llama  exterior ,  se  funde  en  una 
perla  trasparente  que  se  vuelve  lechosa  solidifi- 
cándose; al  fuego  de  reducción,  el  óxido  se  redu- 
ce con  efervescencia,  y  se  obtiene  un  pequeño 
glóbulo  de  plomo.  Puesta  sobre  un  carbón  incan- 
descente ,  esta  sal  presenta  en  parte  los  fenóme- 
nos arriba  descritos,  activando  sobre  lodo  la 
combustión  del  carbón  por  la  insuflación  con  la 
boca. 

Tratado  con  el  ácido  nítrico  puro  diluido  en 
agua ,  el  carbonato  de  plomo  se  disuelve  con 
efervescencia  dando  una  disolución  incolora,  de 
un  sabor  azucarado  y  estíptico.  Esta  disolución 
precipita  en  blanco  con  los  álcalis,  el  ácido  sul- 
fúrico y  los  carbonatos  alcalinos;  en  negro  con  el 
ácido  hidrosulfúrico;  en  amarillo  dorado  con  el 
yoduro  de  potasio;  una  lámina  de  zinc  precipita 
de  ella  el  plomo  al  estado  metálico  bajo  la  forma 
de  pequeñas  láminas  brillantes. 

Calcinando  el  albayale  con  precaución  en  los 
mismo  hornos  y  en  los  mismos  vasos  de  palas- 
tro que  se  emplean  para  la  preparación  del  mi- 
nio ordinario,  se  obtiene  una  variedad  de  minio 
de  un  rojo  menos  vivo,  designado  en  el  comer- 
cio bajo  el  nombre  de  Mina  anaranjada.  Prepara- 
do asi,  el  minio  retiene  siempre  de  4  á  5  centesi- 
mos de  carbonato  de  plomo ,  que  parecen  ser  la 
causa  de  las  diferencias  notables  que  existen  en- 
tre este  producto  y  el  minio  preparado  con  el  li- 
targirio. La  mina  anaranjada,  en  efecto,  se  di- 
vide mucho  mejor  que  este  último  con  la  cola, 
no  se  agruma,  y  ni  se  endurece  por  esta  mezcla, 
como  sucede  con  el  minio  puro.  También  es  la 
sola  especie  de  minio  que  conviene  mejor  para 
la  fabricación  de  los  papeles  de  tapiceria.  Esta 


CAR  B99 

mina  anaranjada  se  prepara  casi  exclusivamen- 
te en  Clichy,  cerca  de  Paris,  y  su  precio  es  mu- 
cho mas  elevado  que  el  del  minio  rojo. 

El  carbonato  de  plumo  comercial  rara  vez  <  s 
puro.  Contiene  ordinariamente  sulfato  de  barita, 
algunas  veces  sulfato  de  plomo,  y  también  se  ha 
encontrado  en  él  creta,  pero  accidentalmente. 
Esta  última  sustancia  lo  desaprecia  por  sus  ca- 
racteres exteriores  :  el  color  que  se  vuelve  lige- 
ramente leonado,  y  el  peso  específico  que  dismi- 
nuye. Por  lo  demás,  puede  reconocerse  la  creta 
! carbonato  de  cal)  tratando  la  mezrlacon  los  áci- 
dos nítrico  ó  acético,  que  la  disuelven  con  el  carbo- 
nato de  plomo:  se  precipita  déla  solucionado  el 
plomo  por  medio  de  un  sulfuro  de  sodio  ó  de  pota- 
sio, se  filtra  y  después  se  precipita  del  líquido 
claro  la  cal  por  el  oxalato  de  amoniaco. 

El  sulfato  de  barita  no  se  disuelve  en  los  áci- 
dos ,  y  por  esto  es  muy  fácil  reconocer  su  pre- 
sencia y  determinar  su  cantidad.  En  cuanto  al 
sulfato  de  plomo,  puede  ser  eslimado  aproxima- 
tivamente por  el  mismo  medio.  Puesto  que  es 
muy  poco  soluble  en  los  ácidos ,  se  le  distingui- 
rá fácilmente  del  sulfato  de  barita  triturándo- 
lo varias  veces  consecutivas  cou  carbonato  de 
amoníaco ,  que  convertirá  todo  el  sulfato  de 
plomo  en  carbonato  de  plomo ,  y  este  último  pre- 
sentara todos  los  caracteres  del  albayalde,  y 
particularmente  el  de  convertirse  en  litargirio 
por  la  calcinación  al  aire,  ó  el  de  disolverse  en 
el  ácido  acético ,  y  de  ser  precipitado  de  él  en 
negro  por  el  hidrógeno  sulfurado  ó  los  sulfuros 
«alcalinos. 

La  adición  del  sulfato  de  barita  á  la  cerusa  no 
es  un  fraude:  las  proporciones  mas  ó  menos  gran- 
des en  que  se  mezclan  así  sirven  para  distinguir 
muchas  variedades  de  cerusa  bien  conocidas  en 
el  comercio  ,  como  para  que  sea  posible  á  los  fa- 
bricantes vender  este  producto  al  bajo  precio  que 
exigen  ciertas  aplicaciones  de  colores  menos  fi- 
nos. Los  fabricantes  de  Alemania  preparan  las 
variedades  siguientes. 

\  .a  Blanco  de  Krems.  Carbonato  de  plomo  pu- 
ro y  de  la  mas  bella  calidad.  Se  conoce  también 
en  Francia  bajo  este  nombre  y  los  de  Blanco  de 
plata  ó  Cerusa  pura,  1  .a  calidad; 

2.a  Blanco  de  Venccia.  Mezcla  en  peso  igual 
de  sulfato  de  barita  y  de  carbonato  de  plomo; 

3.a  Blanco  de  Uam'buryo.  Mezcla  de  dos  par- 
tes de  sulfato  de  barita  con  una  parte  de  carbo- 
nato de  plomo; 

4.a  Blanco  de  Holanda.  Mezcla  de  tres  partes 
de  sulfato  de  barita  y  de  una  parte  de  carbona- 
to de  plomo. 

La  cerusa  común  está  siempre  mezclada  con 
una  pequeña  cantidad  de  carbón  ó  de  añil .  es- 
ta adición  lleva  por  objeto  quitarle  su  reflejo 
amarillento  desagradable,  para  darle  un  matiz 
que  tire  al  azulado,  que  gusta  mas.  La  cerusa  tfe 
Holanda  es  ordinariamente  un  poco  tomada  por 
el  sulfuro  de  plomo. 

L'n  modo  de  ensayar  las  cerusas,  que  los  pin- 
tores emplean  con  muy  buen  resoltado,  consiste 
en  medir  la  superficie  de  barniz  ó  de  madera 


600  CAR 

lisa  que  puede  cubrir  uu  peso  dado  de  cerusa 
desleída  en  el  aceite  :  en  condiciones  iguales  , 
la  cerusa  que  cubre  mas  merece  la  preferencia 
que  le  conceden ,  y  ,  en  efecto  ,  á  precio  igual , 
permite  pintar  una  superficie  mayor,  es  decir, 
hacer  mas  trabajo  con  igual  cantidad  de  ella. 

He  aquí  los  principales  caracteres  que  distin- 
guen exteriormente  las  diversas  calidades  de  ce- 
rusas comerciales. 

El  Blanco  de  plata  se  presenta  en  pequeño  pa- 
nes rectangulares,  del  peso  de  250  gramos  poco 
mas  ó  menos,  envueltos  en  papel  que  lleva  el  nom- 
bre del  fabricante;  su  pasta  es  fina  y  compacta, 
de  un  blanco  muy  puro,  y  su  fractura  es  limpia. 
Este  blanco  es  empleado  para  los  cuadros,  las  de- 
coraciones de  lujo,  y  en  general  para  las  pinturas 
linas.  Se  embala  en  cajas  de  unos  1 00  kilóg. ,  ó  en 
panes  envueltos  en  papel  y  de  toda  clase  de  pe- 
so para  el  por  menor. 

La  Cerusa  propiamente  dicha  está  dispuesta  en 
panes  cónicos,  del  peso  de  I  á  1  1/t,  kilóg.,  en- 
vueltos en  papel  atado  con  un  hilo,  y  en  este  es- 
tado pasa  al  comercio  en  barriles  nuevos.  La 
cerusa  se  emplea  en  la  pintura  de  edificios,  fon- 
dos de  cuadros,  etc. 

La  Cerusa  de  Holanda  ofrece  una  pasta  muy 
apretada,  compacta,  de  un  blanco  mate  cerúleo; 
su  fractura  es  limpia;  se  divide  en  pequeños  frag- 
mentos escamosos  ,  suaves  al  tacto  ;  cubre  bien  , 
Las  cerusas  de  Francia,  hechas  por  el  procedi- 
miento holandés,  son  en  todo  parecidas  á  estas  úl- 
timas ó  al  menos  se  las  asemejan  mucho.  Se  emba- 
la en  barriles  nuevos  que  contienen  400  á  500 
kilóg.  y  en  cajones  de  250  á  800  kilóg. 

La  Ccruza  de  Clichy  se  distingue  en  una  pasta 
mas  ó  menos  tina  y  apretada,  ordinariamente  de  un 
blanco  mate;  fractura  irregular,  y  su  interior  me- 
nos suave  al  tacto;  los  pintores  la  encuentran  mas 
blanca,  pero  aseguran  que  en  general  cubre  un 
poco  menos;  por  otra  parte,  se  la  encuentra  de 
diferentes  variedades  y  de  precios  diferentes.  Se 
embala  en  cajas  ó  barriles,  etc.,  de  diversos  pe- 
sos, ordinariamente  comprendidos  entre  600  y 
200  kilóg. 

Cerusa  de  Lila.  Su  pasta  es  muy  compacta  y 
su  blancura  intermedia  entre  la  de  Holanda  y  la 
de  Clichy;  su  fractura  es  limpia;  se  rompe  con  es- 
tallido formando  ángulos  agudos.  Se  expende  en 
embalajes  parecidos  á  los  de  Holanda. 

Albayalde  de  España.  Se  prepara  directamen- 
te por  medio  déla  acción  del  ácido  acético  sobre 
el  plomo,  y  también  utilizando  el  orujo.  En  Alme- 
ría, Valencia,  San  Fernando  y  Cataluña  hay  va- 
rias fábricas  de  este  producto,  conociéndose  en 
Barcelona  las  de  losSres.  Torres,  Viñas  y  Valles, 
y  en  los  suburbios  de  la  misma  la  del  Sr.  Draper. 
Término  medio ,  cada  uno  de  estos  estableci- 
mientos elabora  de  400  á  500  quintales  de  car- 
bonato de  plomo ,  al  año ,  con  cuyas  cantidades 
hay  lo  suficiente  para  el  consumo  peí  país,  sin 
necesidad  de  importación  de  cerusa  del  extranje- 
ro. El  albayalde  español,  de  todas  calidades, 
desde  el  mas  inferior  al  mas  superior',  circula  en 
el  comercio  en  forma  de  panes  de  una  libra,  poco 


CAR 

masó  menos  .  envueltos  en  papel  azul,  y  repues- 
tos en  cajas  del  peso  de  unas  8  arrobas* 

La  fabricación  y  sobre  todo  el  envase  de  la  ce- 
rusa dan  lugar  á  envenenamientos  con  frecuen- 
cia mortales;  así  la  Autoridad  administrativa  en 
Francia  trató,  hace  algunos  años,  de  prohibir  que 
se  hiciesen  los  panes  de  cerusa  en  las  fábricas,  á 
fin  de  disminuir  la  frecuencia  de  los  accidentes 
graves.  No  tan  solo  los  envenenamientos  eni  las 
manipulaciones  del  carbonato  de  plomo  en  el 
agua  prueban  la  absorción  de  este  compuesto, 
sino  aun  una  experiencia  directa  hace  este  efec- 
mas  evidente:  verdaderamente,  las  partes  de  los 
miembros  sumergidas  durante  el  trabajo,  después 
de  haber  sido  fuertemente  lavadas  y  metidas  des- 
pués en  una  solución  de  hidrógeno  sulfurado  ó 
sulfuro  alcalino,  se  vuelven  de  un  color  oscuro  su- 
bido hasta  á  una  profundidad  notable. 

El  medio  que  parece  haber  sido  mas  eficaz  pa- 
ra prevenir  y  aun  curar  la  afección  especial  que 
estas  manipulaciones  ocasionan,  y  que  se  llama 
vulgarmente  cólico  de  plomo  ,  cólico  de  los  pin- 
tores, etc.,  consiste  en  el  uso  de  una  limonada 
sulfúrica  solamente  acídula.  Al  Sr.  Gendrin,  doc- 
tor en  medicina,  se  deben  una  multitud  de  inte- 
resantes observaciones  respecto  á  esto. 

El  uso  de  la  cerusa  da  lugar  á  enfermedades 
análogas,  pero  mucho  mas  raras,  y  !que  pueden 
ser  prevenidas  ó  cuidadas  por  los  mismos  medios. 
Asimismo  es  malsano  habitar  aposentos  cuyas 
maderas  hayan  sido  recientemente  pintadas  con 
este  color  al  óleo. 

El  albayalde  es  la  sola  sustancia  que  se  emplea 
para  pintar  de  blanco  las  maderas  y  los  muebles, 
porque  tiene  las  ventajas  de  mezclarse  perfecta- 
mente con  el  aceite,  de  conservar  su  color,  de  ex- 
tenderse fácilmente  bajo  el  pincel,  de  cubrir  bien 
las  superficies  que  se  quieren  barnizar,  y  deponer- 
se menos  amarillo  con  el  tiempo  que  los  otros  colo- 
res blancos.  Sin  embargo,  tiene  el  grave  inconve- 
niente de  oscurecerse  por  el  contacto  de  las  ema- 
naciones sulfurosas.  Se  usa  también  mucho  para 
extender  los  otros  colores  y  darles  cuerpo. 

Desde  hace  algún  tiempo  se  dá  á  las  tarjetas 
de  visita  la  apariencia  del  esmalte  ó  porcelana, 
cubriéndolas  con  una  capa  de  cerusa  y  sometién- 
dolas á  la  frotación  de  un  cilindro  de  acero  bru- 
ñido ,con  lo  que  se  las  da  un  lustre  muy  vivo.  Si  el 
pape]  que  está  cubierto  de  esta  capa  de  cerusa, 
se  enciende  en  una  bujía ,  arde  dejando  caer 
globulillos  de  plomo  reducido,  que  se  pueden 
recojer  sobre  una  hoja  de  papel  blanco;  esta  ex- 
periencia, que  es  casi  un  juego  de  niños,  ofrece 
uno  de  los  buenos  caracteres  del  carbonato  de 
plomo. 

El  carbonato  de  plomo  en  medicina  solo  se  usa 
al  exterior :  entra  en  algunas  preparaciones 
aconsejadas  como  astringentes  ó  desecantes,  ó 
para  combatir  las  nevrálgias;  ha  sido  empleado 
para  favorecer  la  cicatrización  de  las  úlceras, 
aun  cancerosas ,  reprimir  las  excrecencias,  su- 
primir no  sin  peligro  los  sudores  de  los  pies  ,  y 
también  se  ha  usado  como  blanco  de  afeite,  aun- 
que tenga  el  inconveniente  de  arrugar,  secar  y 


CAR 
poner  amarilla  l.i  piel ,  ennegrecerla  en  contacto 
•  le  los  vapores  hidrosuífurosos ,  etc.  Pallas  refie- 
re que  las  mujeres  del  pueblo ,  en  Rusia  v  en  Si- 
beria,  emplean  el  albayalde  para  prevenir  la  con- 
cepción suprimieudo  las  reglas,  pero  que  es  me- 
nester reiterar  cada  mes  su  uso,  uso  culpable 
abandonado  ya,  según  el  Sr.  Levral-Perrotton. 
Esta  sal  es  venenosa  tomada  al  interior  Para  el 
uso  farmacéutico  debe  procurarse  que  el  carbo- 
nato de  plumo  sea  puro. 

Carbonato  de  potasa ,  Carbona- 
to potásico,  Su  I»  -carbonato  de  po- 
tasa. Esta  sal ,  antiguamente  llamada  Álcali 
<l ulafieado ,  Álcali  fijo  del  tártaro ,  Álcali  vege- 
tal, Nitro  fijo  por  el  carbón,  Sal  de  tártaro,  ha- 
ce parte  constituyente  de  las  cenizas  de  los  ve- 
getales en  las  cuales  está  mezclada  con  diver- 
sas sales  alcalinas,  y  también  sí  encuentra  en 
mas  ó  menos  cantidad  en  las  diferentes  potasas 
del  comercio  á  las  cuales  dá  sus  principales  pro- 
piedades. 

Este  carbonato  solo  puede  obtenerse  puro  cal- 
cinando bajo  el  color  rojo  bicarbonato  de  potasa, 
que  luego  se  redisuelve  en  el  agua  y  se  evapora; 
pero  nunca  se  emplea  en  este  estado  de  pureza. 
El  que  se  usa  se  obtiene  por  diferentes  procedi- 
mientos :  \ .°  se  calienta  tártaro  ó  bitartrato  de 
potasa  en  una  caldera  de  hierro  colado  enrojeci- 
da hasta  que  cese  de  despedir  humo ;  se  disuel- 
ve el  residuo  en  el  agua  fria ,  se  filtra  y  se  eva- 
pora á  sequedad  en  una  bacía  de  plata  La  pro- 
ducción del  carbonato  de  potasa  en  esta  opera- 
cion  es  debida  á  la  descomposición  del  acido 
tartárico;  una  parte  del  carbono  se  une  con  una 
porción  de  oxígeno  para  formar  ácido  carbó- 
nico que  queda  unido  á  la  potasa.  El  producto  es 
conocido  con  el  nombre  de  Sal  de  tártaro. — 2.° 
Se  echa  carbón  en  polvo  en  nitrato  de  potasa 
fundido  hasta  que  cese  la  deflagración ,  se  ca- 
lienta fuertemeute,  se  disuelve  en  el  agua,  se  fil- 
tra y  se  evapora.  Este  es  un  mal  procedimiento, 
porque  si  bien  el  carbón  descompone-el  acido  ní- 
trico, desprende  los  óxidos  de  ázoe  y  se  cambia 
en  ácido  carbónico  que  queda  unido  al  álcali, 
también  hay  siempre  nitrato  de  potasa  que  es- 
capa á  una  descomposición  completa  y  que  se  en- 
cuentra en  el  estado  de  nitrito  de  potasa.  El  pro- 
ducto que  asi  se  obtenía  era  conocido  bajo  el  nom- 
bre de  Nitro  fijo  por  los  carbones. —  3.*  Se 
echa  en  una  caldera  de  hierro  colado  cuyo  fon- 
do empiece  á  enrojecer  uu.a  mezcla  pulverulen- 
ta de  \  p.  de  nitro  y  3  p.  de  crémor  tártaro  ; 
hay  uua  viva  deflagración ;  se  disuelve  el  pro- 
ducto en  el  agua,  se  evapora  á  sequedad  y  se 
«■alíenla  al  rojo.  Este  es  carbonato  de  potasa 
casi  puro  ,  conocido  antiguamente,  bajo  los 
nombres  de  Nitro  fijo  por  el  tártaro  ó  Al- 
cali  extemporáneo.  Guibourt  ha  demostrado  que 
si  se  calentaba  demasiado  vivamente  esta  mez- 
cla ,  podría  formarse  ,  á  expensas  del  oxigeno 
del  ácido  tartárico  y  del  ázoe  del  ácido  nítrico, 
cianuro  de  potasio. — í.°  Se  purifican  las  potasas 

del  comercio,  producidas  por  la  lijiviacion  de 
las  cenizas  de  las  plantas  y  que  varían  en  su 
■76 


CAR  601 

composición  según  los  vegetales  que  las  han  pro- 
ducido y  según  las  precauciones  que  se  han  em- 
pleado en  su  preparación:  en  el  comercio  se 
las  dá  el  nombre  del  país  que  las  ha  producido; 
se  conocen  las  Potasas  de  América  y  de  Rusia, 
que  son  las  que  contienen  mas  cantidad  de  ál- 
cali real ;  todas  ellas  contienen  además,  entre 
otras  sales,  sulfato  y  nitrato  de  potasa.  Para 
purificarlas,  se  ponen  pedazos  de  potasa  en  em- 
budos de  vidrio  guarnecidos  de  fragmentos  de 
vidrio ,  y  colocados  en  la  cueva :  el  carbonato 
atrae  la  humedad ,  y  se  escurre  abandonando  en 
parle  las  sales  extrañas ;  entonces  se  evapora  á 
sequedad  el  líquido  en  una  bacía  de  plata. 

Él  carbonato  de  potasa  es  sólido,  blanco,  ino- 
doro ,  de  un  sabor  acre ,  pero  no  caustico;  tiene 
una  reacción  alcalina  sobre  el  jarabe  de  violetas 
y  el  papel  de  tornasol  enrojecido  por  los  ácidos; 
calentado  se  funde  un  poco  sobre  el  calor  rojo 
sin  que  experimente  ninguna  alteración  por  este 
agente;  expuesto  al  aire  atrae  su  vapor  de  agua, 
y  se  convierte  en  un  líquido  oleaginoso,  designa- 
do en  otro  liempo  bajo  el  nombre  de  Aceite  de 
tártaro  por  deliquio;  es  muy  soluble  en  el 
agua,  pero  insoluole- en  el  alcohol  puro;  su  solu- 
ción acuosa  concentrada  basta  1,620  de  densi- 
dad lo  deja  cristalizar  al  abrigo  del  aire  en  largas 
tablas  romboidales  ,  que  contienen  20  por  cien- 
to de  agua. 

El  carbonato  de  potasa  anhidro  se  compone  de 
31,82  de  acido  carbónico  y  68, i 8  de  protóxido 
de  potasio;  total  100. 

Esta  sal  en  el  estado  de  pureza  es  fácil  de  dis- 
tinguir en  la  efervescencia  viva  que  produce 
con  todos  los  ácidos,  y  en  los  precipitados  que  for- 
ma su  solución  con  el  agua  de  cal  y  el  agua  de 
barita,  precipitados  que  seredisuelven  con  efer- 
vescencia en  los  ácidos  nítrico  y  sulfúrico.  La  so- 
lución de  carbonato  de  potasa  puro,  saturada  con 
el  ácido  nítrico,  no  se  enturbia  ni  con  el  nitrato 
de  barita  ni  con  el  nitrato  de  plata;  el  bicloruro 
de  platino  forma  en  ella  un  precipitado  amarillo 
anaranjado,  y  la  solución  de  ácido  tartárico  un 
precipitado  blanco  cristalino. 

Dase  el  nombre  de  Potasa  á  dos  productos 
muy  diferentes:  l.°  al  protóxido  de  potasio  hi- 
dratado (V.  estapalabra);  2.°á  los  productos  solu- 
bles resultantes  de  la  calcinación  de  los  vegeta- 
les y  de  la  lijiviacion  de  las  ceuizas. 

La  Potasa  del  comercio  es,  pues,  el  carbonato 
de  potasa  impuro  que  prov  iene  de  la  lijiviacion  de 
las  cenizas  de  los  vegetales  terrestres  (V.  Ceni- 
za). Estas  contienen,  en  efecto,  además  del  car- 
bonato de  potasa,  cloruros  y  sulfatos  de  potasa  y 
de  sosa,  que  se  separan  por  el  agua  de  los  com- 
puestos insolubles  con  los  cuales  se  encuentran 
mezclados,  y  que  consisten  ordinariamente  en 
carbonatos  y  en  fosfatos  de  cal  y  de  magnesia  y 
en  silicato  de  alúmina.  La  disolución  evaporada 
y  calcinada  da  el  Salino  ó  la  Potasa  impura  del 
comercio. 

Las  cantidades  de  potasa  que  se  obtienen  por 
inciueracion  de  los  vegetales  varían  según  el 
suelo,  la  edad  de  las  plantas  y  las  especies  ve- 

T01IO  i. 


rm  car 

getales:  las  partes  jóvenes  producen  mayor  can- 
tidad qae  las  viejas,y  así  las  ramas,  á  peso  igual, 
dan  mas  cenizas  que  los  tallos,  y  las  plantasher- 
báceas  mas  que  las  plantas  leñosas.  La  leña  deja 
por  término  medio  de  dos  á  tres  por  ciento  de  ce- 
niza, que  producen  por  la  lijiviacion  diez  por 
ciento  de  su  peso  de  salino.  Las  hojas  dan  hasta 
seis  y  siete  por  ciento  de  cenizas.  En  los  países 
cubiertos  de  bosques,  en  América,  en  Rusia  y  en 
Toscana,  se  incineran  las  diversas  partes  de  los 
árboles,  y  á  veces  los  árboles  enteros,  para  ex- 
traer la  potasa  de  sus  cenizas.  Las  cenizas  de  los 
vegetales  que  crecen  á  una  gran  distancia  de 
la  orilla  del  mar  son  las  únicas  empleadas  parala 
fabricación  de  este  producto;  las  plantas  herbá- 
ceas, como   acabamos  de  indicar ,  lo  producen 


Sulfato  do  potasa.  . 
Cloruro  de  potasio  . 

«—i  ser 

Agua  higroscópica  . 
Sustancias  insoluoles 


Toscana. 


13,47 
0,95 

14,10 
3,00 
7,28 
1,20 


Todas  las  potasas  brutas  son ,  como  se  vé  por 
el  anterior  estado,  muy  impuras:  se  procede  á 
su  depuración  tratándolas  con  una  corta  cantidad 
de  agua,  que  disuelve  el  carbonato  de  potasa  y 
deja  la  mayor  parle  de  las  otras  sales,  singular- 
mente al  sulfato  de  potasa ,  que  son  menos  so- 
lubles ;  se  evapora  la  disolución  y  se  calcina  el 
residuo  en  un  horno  de  reverbero.  En  este  esta- 
do se  introduce  la  potasa  en  la  composición  del 
vidrio  de  Bohemia  y  del  cristal.  El  sulfato  de  po- 
tasa es  vendido  á  los  fabricantes  de  alumbre, 
ó  bien  es  tratado  con  una  mezcla  de  carbón  y  de 
ereta,  con  el  objeto  de  trasformarlo  en  carbona- 
to, según  el  procedimiento  empleado  para  la  fa- 
bricación de  la  sosa  artificial.  La  potasa  depura- 
da contiene  también  cloruros  y  sulfatos  alcalinos 
en  pequeña  cantidad. 

En  el  comercio  se  distinguen  diversas  especies 
de  potasa:  la  Potasa  de  América,  dicha  Perla- 
sa;  la  Potasa  de  España  ;  la  Potasa  de  Polonia; 
la  Potasa  de  Riga;  la  Potasa  de  Rusia,  dicha  de 
San  Petersburgo;  la  Potasa  de  Toscana,  blanca, 
gris  y  azul;  la  Potasa  de  los  vosges. 

La  potasa  de  América  se  presenta  en  pedazos 
de  gran  dureza ,  y  cuya  fractura  es  limpia  y  di- 
fícil :  estos  pedazos  varían  por  su  color  ;  los  hay 
que  son  de  un  blanco  mate,  otros  de  color  gris, 
verde,  rojo  y  rojo  violáceo.  Esta  potasa  es  muy 
alcalina  ,  atrae  prontamente  la  humedad  del  ai- 
re,  y  se  Irasforma  en  una  pasta  amarillenta  que 
saponifica  la  superficie  de  la  piel ,  si  se  la  tiene 
entre  los  dedos. 

Esta  potasa ,  según  su  estado  de  pureza  ,  se 
divide  en  t.a,  2.a  y  3.a  calidad.  liase  dado  á  es- 
tas calidades  caracteres  que  resultan  de  su  co- 
lor, y  de  su  modo  de  conducirse  al  aire;  pe- 


CAR 

en  mucha  mayor  cantidad  que  los  grandes  vege- 
tales, y  los  arbustos  mas  que  los  árboles.  Esta  fa- 
bricación tiene  principalmente  lugar,  desde  el  des- 
monte de  una  gran  parte  de  la  Europa,  en  los 
E-tados-Unidos  de  América,  la  Rusia  y  la  Polo- 
nia, cuyos  vastos  bosques  prometen  una  inagota- 
ble producción  de  cenizas.  Las  potasas,  en  razón 
de  su  composición  muy  variable,  se  compran  se- 
gún su  contenido  en  álcali,  que  se  determina  por 
medio  del  alcalímetro. 

La  siguiente  tabla,  debida  al  Dr.  Eug.  Peligot, 
contiene  la  composición  en  centesimos  de  las  prin- 
cipales potasas  comerciales,  composición  que  va- 
ria, por  otra  parte,  en  ciertos  límites  para  cada 
muestra. 


Rusia. 


América. 

Be  las  mela- 
sas  de  remola- 

Roja. 

Perlasa. 

Vosges. 

chas. 

15,32 

14,38 

38,84 

2,98 

8,15 

3,64 

9,16 

19,69 

68,07 

71,38 

38,63 

53,90 

5,85 

2,31 

4,17 

23,17 

» 

4,56 

5,34 

t 

2,64 

2,73 

3,86 

0,26 

14,11 

2,09 

69,61 

3,09 

8,82 
2,28 


ro  el  comerciante  no  debe  fiarse  en  estos  ca- 
racteres, sino  en  la  prueba  alcalimétrica  y  ver 
cuantos  grados  la  potasa  puede  dar.  Según  su 
riqueza  en  álcali,  las  potasas  de  América  han  si- 
do clasificadas  de  la  manera  siguiente : 

Ia  calidad  ,  potasa  que  dá  de  54  á  58 

2  a        »  »  de  48  á  52 

3  a        »  »  de  25  á  42 
Embalaje.  La  potasa  de  América  se  expide  en 

barriles  de  madera  de  encina  de  15  á  16  aros, 
y  del  peso  de  200  á  300  kilogramos ,  y  las  mas 
veces  de  250  kilogramos. 

La  Potasa  perlasa  ha  sido  también  dividida 
en  tres  calidades  ,  en  razón  de  su  riqueza  alca- 
limétrica: 

La  1.a  calidad  dá  de  55  á  60 
La  2.a        »  de  35  á45 

La  3.a        »  de  25 

La  potasa  perlasa  se  presenta  en  pedazos  irre- 
gulares ,  desiguales ,  algunas  veces  de  color 
blanco  y  otras  veces  azulada  ;  es  menos  cáustica 
que  la  potasa  de  América  ,  y  se  reduce  á  polvo 
con  bastante  facilidad. — Emb.:  esta  potasa  se  ex- 
pide en  barriles  de  madera  de  encina  de  1 4  ó 
16  aros  ,  y  del  peso  de  180  á230  kilogramos. 

La  Potasa  de  España  se  fabrica  en  la  provin- 
cia de  Lorca  y  en  la  de  Gerona ,  en  Palamós , 
pero  no  en  cantidades  suficientes  para  el  con- 
sumo. Es  bastante  impura  y  muy  inferior  á  la  de 
Toscana;  por  lo  regular  se  dá  la  preferencia  á  la 
que  procede  de  Palamós.  Emb.:  barriles  de  pesos 
diferentes. 

La  Potasa  de  Polonia  es  de  forma  granulosa; 
en  los  dedos  produce  el  efecto  del  asperón  gro- 
seramente pulverizado;  su  colores  blanco,  que 
tira  algunas  veces  al  azul ,  y  présenla  una  ri- 


CAR 
atleta  alcalimélrica  de  5o  a  6o\  Embaí.,  se  expi- 
de en  barriles  parecidos  á  los  que  sirven  para 
contener  la  potasa  de  Rusia ,  pero  que  tienen  con 
lodo  menos  barriga  en  su  medio,  y  su  forma  es 
mas  cilindrica. 

Potasa  de  Riga.  Está  en  pequeños  granos  re- 
dondos, pulverulentos ,  bastante  duro* ,  de  un 
blanco  generalmente  azulado;  absorve  pronta- 
mente la  humedad  del  aire  y  se  convierte  en  un 
líquido:  su  riqueza  alcalimélrica  es  de  35  a  50°. 
Emb. :  el  mismo  que  para  la  potasa  de  Rusia. 

La  Potasa  de  Rusia  ,  dicha  de  San  Peters- 
burgo  y  que  viene  de  Casan ,  se  presenta  en  pe- 
dazos irregulares ,  lucientes  ,  lisos  v  de  un  blan- 


co azulado  ;  en  el  álcali  metro  dá  de  52  á  56°. 
Emb. :  se  expide  en  barriles  de  madera  de  ála- 
mo blanco,  de  4  pies  6  pulgadas  de  longilud, 
que  tienen  16  aros,  y  pesan  de  350  á  360  ki- 
logramos. 

Potasa  de  Tose  ana.  Se  presenta  en  peque- 
ñas masas  irregulares,  á  veces  en  polvo  mezcla- 
do con  pedacitos  compactos,  que  son  el  resulta- 
do de  la  calcinación.  Cuando  la  potasa  es  de 
buena  calidad,  no  contiene  ni  parte  carbonosa 
ni  marrones,  esto  es,  porciones  de  salino  que  no 
han  sufrido  la  calcinación.  Emb.:  barriles  de  ma- 
dera de  encina ,  de  6  aros  plano*  formados  de  la 
misma  madera,  que  sobre  uno  de  los  fondos  llevan 
la  palabra  potasa  ,  y  cuyo  peso  es  de  300  á  500 
kilogramos. 

La  potasa  de  Toscana  está  dividida  en  blanca, 
gris  y  azul.  Estas  potasas  difieren  poco  entre  sí 
respecto  á  su  valor  alcalimétrico :  la  I  .a  dá  de 
50  á  55°,  la  2.a  de  53  á  60°,  y  la  3.a  de  50  á  55°. 
A  veces  se  expide  de  Toscana  una  potasa  viole- 
ta, que  es  mas  rica,  y  dá  de  60  á  63°. 

La  Potasa  de  los  Yosges  es  poco  estimada 
en  razón  de  su  impureza ;  se  encuentra  con  fre- 
cuencia mezclada  con  otras  potasas. 

El  producto  conocido  bajo  el  nombre  de  Ceni- 
zas graveladas  es  también  una  calidad  de  potasa 
fabricada  en  lodos  los  países  de  viñedos  por  la  in- 
cineración de  las  heces  del  vino;  pero  esta  potasa 
es  mucho  menos  pura  y  con  frecuencia  se  la  mez- 
clan diverso*  productos  de  cenizas  de  sarmiento. 
Se  presentan  bajo  la  forma  de  una  materia  agru- 
mada gris,  que  se  vuelve  blanca  y  mas  volumi- 
nosa por  la  absorción  de'una  primera  cantidad  de 
humedad.  Hay  algunas  potasas  graveladas  bas- 
tante ricas  y  que  han  dado  en  el  alcalimetro 
60°;  pero  este  producto,  que  casi  siempre  es  pre- 
parado con  poco  cuidado,  está  con  frecuencia 
mezclado  con  una  materia  negruzca ,  con  partes 
terrosas  y  sustancias  extrañas  que  desnaturalizan 
y  alteran  su  pureza  y  su  valor.  Antiguamente  las 
cenizas  graveladas  eran  empleadas  como  de- 
pilatorio, y  también  al  interior  á  la  dosis  de  6 
á  20  granos  como  el  sub-carbonato  de  potasa 
mismo. 

La  potasa  es  en  gran  parte ,  como  se  ha  ya  di- 
cho, un  producto  impuro.  Al  Sr.  Yauquelin,  que 
se  ha  ocupado  en  el  análisis  de  este  compuesto, 
se  debe  la  siguiente  tabla  de  la  composición  de 
seis  potasas  del  comercio. 


CAÍ 

l 

603 

Nombres 

S» 

Sulfato 

o 

o  e> 

Acido 

de  las 

—  - 

Potasa 

de 

P  •  J 

•§2 

carbó- 

potasas. 

r2  í* 

real 

potasa. 

3  ¿ 

s  2 

—    m 

nico  y 

5  c 

~D    .  . 

—     - 

agua. 

4 

857 

P.  de  America.. 

115! 

0  0,140 
112 

151 

SO 

s 

119 

P.  de  Rusia.. 

1132 

ó  0,6"o 
154 

M 

5 

56 

S54 

1152 

ó  0,656 
120 

80 

i 

6 

308 

P.  de  Troves... 

1152 

ó  0,626 
603 

163 

44 

24 

19» 

P.  de  Dantzick. 

1152 

ó  0,524 

152 

14 

19 

304 

1        444 

P.  de  los  Vosges. 

1152 1 

ó  0,385 

148 

510 

34 

Yauquelin  entiende  aquí  por  potasa  real  toda 
la  potasa  libre  ó  carbonatada  que  existe  en  las 
potasas  del  comercio,  llevada  al  estado  que  los 
químicos  llaman  Potasa  purificada  al  alcohol. 
Según  el  Sr  de  Arcet ,  esta  potasa  solo  contiene 
en  sí  0,73  de  potasa  real.  Seria  menester,  pues , 
para  encontrar  verdaderamente  la  proporción  de 
álcali  puro  ó  anhidro  contenido  en  las  potasas 
del  comercio,  multiplicar  los  números  dados  por 
Yauquelin  por  0,73 ;  pero  se  puede  observar 
que  la  potasa  anhidra  no  es  de  ningún  uso  en 
las  artes,  ni  aun  puede,  por  ningún  procedimien- 
to ,  ser  extraída  directamente  de  la  potasa  ordi- 
naria. De  ahí  es  que  el  Sr.  Guibourt  dice  que  es 
igual  tomar  por  expresión  de  la  riqueza  de  las 
potasas  la  cantidad  de  hidrato  de  potasa  ó  de 
potasa  al  alcohol  que  se  obtiene  de  ella  fácil- 
mente ,  y  cuyos  efectos  en  las  artes  pueden  ser 
sometidos  á  un  cálculo  tan  exacto  como  los  de 
la  potasa  anhidra. 

Desde  algunos  años  una  gran  parte  de  la  sal 
de  tártaro  que  circula  en  el  comercio  no  es  otra 
cosa  que  potasa  perlasa  purificada  por  una  solu- 
ción en  el  agua  y  concentración  del  líquido  hasta 
cristalización  confusa,  y  asi  es  que  contiene 
mucho  sulfuro  y  cloruro"  de  potasio.  Se  la  re- 
conoce desleyéndola  en  una  corta  cantidad  de- 
agua fría ,  que  disuelve  el  carbonato  y  deja  las 
otras  sales  bajo  forma  pulverulenta.  También  so 
puede  juzgar  de  ella  por  la  abundancia  de  preci- 
pitados que  forma  ladisolucion  completade  lafal- 
sa  sal  de  tártaro  (  previamente  saturada  de  ácido 
nítrico  )  en  las  de  nitratos  de  barita  y  de  plata. 
Pero  bajo  cualesquiera  forma  que  se  presenten 
las  potasas  del  comercio  el  único  medio  para  re- 
conocer su  verdadero  valor  es  determinar  su  grado 
de  alcalinidad,  lo  que  se  consigue  muy  bien  por 
medio  del  Alcalimetro áts  Descroizilles,  cuyopro- 

W.IMETUO.  Instrumento  inventado,  en  1804,  por 
el  Sr.  Dctcroizilles  mayor,  para  apreciar  la»  cantidades  de 
álcali  contenidas  en  las  potasas  y  moa  del  comercio. 

Este  instrumento  está  randado  en  el  principio  que  las  can- 
tidades de  álcali  puro  ó  de  carbonato  que  contienen  las  po- 
tasas y  sosas  del  comercio  son  proporcionadas  á  las  canti- 
dades de  ácido  que  eiigen  para  su  saturación. 

El  alcalimetro  consiste  en  una  probeta  de  vidrio  de  25 
centímetros  de  altura  ,  sobre  1  de  diámetro  interior .  apo- 
yada sobre  un  pie  ,  de  manera  que  pueda  sostenerse  veili- 
calmente ;  su  borde  superior  esta  dJblado  bacía  fuera  j  ter- 
minado por  un  pequeño  pico. 


60i  CAR 

cedimiento  está  al  alcance  de  cualquiera.  He  aquí 

algunos  resultados  alcalimétricos  obtenidos  por 

el  mismo  Descroizilles. 

l'erlasa  de  América  ,  primera  calidad.    .  60  á  63  grados. 

Potasa  cáustica,  en  masas    rojizas    de 

América,  primera  calidad 60  á  63 

Perlasa  de  América,  segunda  calidad.     .  50  á  55 

Potasa  cáustica,  en  masas  grises,  de  Amé- 
rica, segunda  calidad 50  á  55 

Potasa  blanca  de  Rusia 52  á  58 

Potasa  blanca  de  Dantzich 45  á  52 

Potasa  azul  de  Dantzich.   .         .    ,    .  55  á  52 

Independientemente  de  la  cantidad  de  álcali 
real  contenido  en  las  potasas  del  comercio,  im- 
porta mucho  al  consumidor  no  comprarlas  dema- 
siado sucias  con  materias  extrañas ,  materias  á 
menudo  coloradas,  y  que  por  otra  parte  su  exce- 
siva proporción  es  casi  siempre  nociva.  Otra  es- 
pecie do  fidelidad,  contraía  cual  el  fabricante 
debe  estar  muy  prevenido,  es  la  sustitución  de 
la  sosa  ala  potasa.  Esta  mezcla  fraudulenta  no 
deja  de  ser  muy  frecuente  hoy  dia,  y  puede  cau- 
sar la  pérdida  de  una  fábrica;  la  enorme  diferen- 

Este  tubo  está  dividido  ,  á  partir  de  arriba,  en  "72  partes 
ó  grados  do  los  cuales  cada  uno  contiene  medio  gramo  de 
agua  destilada ,  y  representa  una  capacidad  de  medio  mili- 
litro. Se  llena  este  tubo  basta  0  de  un  licor  ácido  que  lleva 
el  nombre  de  licor  alcalimétrico  y  que  está  compuesto  Me  9 
partes  de  agua  destilada  y  1  parte  de  ácido  sulfúrico 
de  66°. 

Ensayo  alcalimélrico  de  las  potasas.  Para  ensayar  una  po- 
tasa del  comercio,  se  empieza  pesando  con  cuidado  logra- 
mos de  ella  ,  y  luego  se  colocan  en  un  vaso  común  con  me- 
dio decilitro  de  agua  destilada  y  se  agita  la  mezcla  con  un 
tubo  de  vidrio,  ó  con  un  palito,  para  facilitar  la  disolución,  la 
que  terminada,  se  añade  de  nuevo  en  el  vaso  medio  decilitro 
de  agua  para  completar  el  volumen  de  un  decilitro,  y  después 
de  haberlo  mezclado  bien  ,  se  deja  posar.  Claro  ya  el  licor, 
se  mide  exactamente  medio  decilitro  y  se  vierte  en  una  eva- 
poradera  de  porcelana  ó  en  un  vaso  común. 

Se  coge  en  seguida  con  la  mano  izquierda  el  alcalíme- 
tro  lleno  de  licor  de  prueba  ,  é  inclinándolo  ligeramente  se 
hace  caer  á  gotas  precipitadas  el  licor  ácido  en  la  solución 
de  potasa  ,  teniendo  cuidado  de  agitar  durante  este  tiempo 
la  misma  solución  con  una  pequeña  varita  de  vidrio  ó  de 
madera  para  facilitar  el  desprendimiento  del  gas  ácido  car- 
bónico. Cuando  se  vé  disminuir  la  efervescencia  ,  es  menes- 
ter añadircon  precaución  el  licor  ácido  gota  á  gota  ,  agitar 
continuamente  ,  y  ensayar  si  se  acerca  al  punto  de  satura- 
ción. Se  reconoce  fácilmente  este  punto  disponiendo  en  un 
plato  varias  gotas  de  jarabe  de  violeta  ó  de  tintura  de  tor- 
nasol ,  y  después  ,  con  la  extremidad  del  tubo  de  vidrio, 
se  lleva  a  ellas  una  gota  de  la  solución  que  se  quiere 
ensayar  y  se  mezclan  todas  las  gotas.  Las  gotas  de  jarabe 
toman  un  tinte  verde  si  la  potasa  no  está  enteramente  satu- 
rada, ó  bien  tiran  á  violeta  si  se  ha  alcanzado  el  punto  de  sa- 
turación, ó  al  rojosi  se  hapasado  mas  allá  deeste  pirnto;  en  es- 
te último  caso  la  tintura  de  tornasol  toma  un  tinte  rojo.  Se  cono- 
ce que  la  saturación  es  completa,  ensayandode  vez  en  cuando 
por  medio  de  pequeñas  tiras  de  papel  azul  de  tornasol  enro- 
jecido con  un  poco  de  ácido  acético.  Estos  papeles  reacti- 
vos son  muy  útiles  para  asegurarse  del  punto  de  saturación 
de  la  solución  ,  pues  las  mas  pequeñas  cantidades  de  álcali 
libre  azulean  el  papel  rojo  ,  y  las  mas  pequeñas  cantidades 
de  ácido  en  exceso  enrojecen  el  papel  azul.  Cuando  el  pa- 
pel de  tornasol  se  ha  enrojecido  ligeramente  y  su  color  per- 
siste al  aire  ,  es  cuando  se  deja  de  añadir  licor  ácido.  En- 
tonces su  vuelve  á  colocar  el  alcalímetro  en  su  posición 
vertical ,  y  se  observa  en  la  escala  graduada  cual  es  el  ni- 


CAR 

cia  en  los  precios  respectivos  de  los  dos  álcalis 
induce  á  ella  á  los  comerciantes  de  mala  lé.  En 
el  subearbonato  de  potasa  del  comercióse  intro- 
ducen sales  de  sosa  desecadas,  y  por  desgracia 
el  ensayo  alcalimétrico  no  descubre  este  fraude. 
Los  falsificadores,  mejor  instruidos,  han  también 
probado  volver  cáustica  á  la  sosa  con  la  cal ,  an- 
tes de  mezclarla  con  la  potasa,  á  fin  de  que,  co- 
mo ésta,  atraiga  la  humedad  del  aire  y  sea  mas 
fácilmente  confundida  con  ella  He  aquí  un  medio 
cierto  y  bastante  fácil  de  combatir  la  mala  fé. 
Tómese"  cierta  cantidad  del  álcali  sospechoso;  há- 
gase disolver  en  7  ú  8  veces  su  pe^o  de  agua;  fil- 
tiese  la  disolución  y  satúrese  con  ácido  sulfúrico 
débil.  Cuando  por  medio  del  papel  de  tornasol, 
se  esté  seguro  de  que  el  líquido  es  bien  neutro, 
se  hace  evaporar  hasta  que  se  forme  una  pelícu- 
la en  la  superficie,  y  en  seguida  se  coloca  el  va- 
so en  un  lugar  fresco.  Si  hay  sosa,  se  formarán 
al  cabo  de  veintí  y  cuatro  horas  gruesos  cristales 
muy  diferentes  de  los  del  sulfato  de  potasa,  por- 
que éstos  son  cortos,  en  pirámides  de  seis  caras, 

vel  del  licor  de  prueba.  La  división  á  que  corresponde  in- 
dica el  grado  alcalimétrico  de  la  potasa  que  se  examina. 

Para  operar  con  mas  exactitud,  se  puede  también  hacer 
una  serie  de  pequeñas  tiras  de  papel  azul  desde  el  momen  - 
to  en  que  empiezan  á  tomar  el  tinte  de  violeta  subido  has- 
ta ¡el  en  que  se  vuelven  al  rojo  claro ,  y  numerar  cada 
vez  con  una  pluma  sobre  uno  de  los  extremos  que  se  su- 
mergen en  la  solución  el  número  que  marca  el  nivel  del  li- 
cor en  el  alcalímetro.  Entonces  se  elige  el  tinte  que  es  de  co- 
lor violeta  rojizo  y  se  mira  á  que  grado  de  color  de  la  es- 
cala corresponde;  admitamos  por  ejemplo  que  esta  cifra 
sea  60°,  se  concluye  que  la  potasa  está  á  60  grados  ,  es  de- 
cir ,  que  para  su  saturación  se  han  necesitado  60/100  de  su 
peso  de  acido  sulfúrico. 

Se  vé,  efectivamente,  después  de  lo  que  hemos  dicho 
mas  arriba  sobre  la  composición  del  licor  ácido  ,  que  cada 
grado  de  alcalímetro  contiene  medio  gramo  de  licor  de  prue- 
ba que  representa  medio  decigramo  ó  J  ,10  de  su  peso  de 
ácido  sulfúrico  de  66° ;  y  como  la  saturación  esta  hecha 
sobre  medio  decilitro  de  solución  que  contiene  5  gramos  ó 
cien  medio  decigramos  de  potasa  de  prueba ,  cada  grado  del 
alcalímetro  contiene  en  ácido  sulfúrico  uu  centesimo  del  pe- 
so de  la  potasa. 

Conociendo  la  cantidad  de  ácido  sulfúrico  de  66°  para  la 
saturación  exacta  de  |la  potasa  del  comercio  que  se  ensa- 
ya, es  fácil  conocer  sea  ;la  cantidad  de  potasa  pura  ,  sea 
la  del  carbonato  que  contiene  ;  pues  ,  por  la  composición 
del  ácido  sulfúrico  de  66°  y  la  del  sulfato  de  potasa,  se 
encuentra  que  cada  grado  del  alcalímetro  debe  corresponder 
á  0  gr,048,  de  potasa  pura  y  á  0  gr,070T  de  carbonato  de 
potasa  ;  bastará  ,  pues  ,  multiplicar  el  número  de  grados  ob- 
tenido en  el  ensayo  de  una  potasa  titulada  por  0,048,  para 
tener  la  cantidad  real  de  potasa  pura  contenida  en  5  gramos, 
ó. por  0  gr,0"0T  para  tener  la  proporción  de  carbonato  de 
potasa  pura.  Así  60°><0  gr, 048  representan  2gr,880  de  po- 
tasa pura  en  la  cantidad  de  potasa  ensayada,  que  es  de  5 
gramos,  lo  que  hace  5*7,60  por  ciento. 

Ensayos  alcalimétricos  de  las  sosas  Se  sigue  absolutamente 
el  mismo  proceder  para  hacer  el  ensayo  de  las  sosas  natura- 
les y  artificiales,  ó  de  las  sales  de  sosa  del  comercio ;  solamen- 
te es  menester  multiplicar  los  grados  alcalimétricos  encontra- 
dos por  el  método  arriba  expuesto  por  0  gr,032"J,  para  dedu- 
cir la  cantidad  absoluta  de  sosa  pura  ,  ó  por  u  gr,0558para 
conocer  la  proporción  correspondiente  de  carbonato  de  sosa. 

obsérvese  que  en  el  ensayo  de  las  sosas  naturales  y  ar- 
iüciales  que  contienen  casi  las  dos  terceras  partes  de  su 


CAR 
no  se  alteran  al  aire  caliente  seco,  mientras  que 
los  cristales  de  sosa  son  largos  prismas  estriados, 
casi  siempre  voluminosos,  y  que  se  eflorecen 
prontamente,  y  se  cubren  de  ún  polvo  blanco  des- 
pués de  haber  sido  escurridos  completamente. 

La  potasa,  como  se  vé  por  lo  que  acaba  de  de- 
cirse, nos  es  casi  toda  suministrada  por  el  ex- 
tranjero, y  las  cantidades  importadas  son  con- 
siderables, en  particular  de  la  Toscana.  La  tara 
de  las  potasas  extranjeras  es  de  tO  p.V0. 

Los  grandes  bosques  que  cubren  el  suelo  de 
algtmas  provincias  de  nuestro  pais  podrían  pro- 
ducir abundantemente  el  producto  de  que  trata- 
mos, no  tan  solo  para  atender  á  las  necesidades 
de  nuestro  consumo  interior  sino  hasta  para  ha- 
cer de  él  un  artículo  de  exportación.  Es  muy  sen- 
sible que  en  España  los  poseedores  de  grandes 
bosques  no  hayan  pensado  utilizar  una  infini- 
dad de  materias ,  que  permanecen  abandona- 
das y  que  se  consumen  al  fin  inútilmente  en  los 
mismos  terrenos,  en  la  fabricación  de  un  produc- 
to que  pudiera  proporcionarles  ventajas  en  gran 
manera  lucrati\as. 

peso  do  materias  insolubles,  es  esencial  moler  y  pulverizar 
M  un  almirez  de  hierro  colado  la  muestra  que  se  quiere  en- 
sacar. Después  de  haber  pesado  10  gramos  de  ella,  se 
machacan  en  un  mortero  ecuando  al  mismo  tiempo  un  deci- 
litro de  agua  á  pequeñas  ¡ton  iones  .  decantando  cada  vez 
el  liquido  enturbiado ,  y  continuando  así  hasta  que  to- 
lla la  sosa  haya  sido  bien '. desleída.  Entonces  se  vierte  el  li- 
con  en  un  vaso,  y.  después  de  haberlo  dejado  posar,  se  toma 
exactamente  la  mitad  y  se  satura  como  en  el  ensayo  con 
la  potasa.  Es  importante  en  el  ensayo  de  las  sosas  arti- 
ficiales no  emplear  mas  que  agua  friíí,  atendido  á  que  en- 
i  ierran  una  gran  cantidad  de  sulfuro  de  calcio  que  es  so- 
luble  en  caliente,  y  que.  obrando  sobre  el  carbonato  de  sosa. 
pr<  dut  iría  sulfuro  de  sodio  y  carbonato  de  cal ,  de  manera 
que  el  resultado  que  se  obtendría  seria  erróneo. 

Otro  origen  de  error  se  encuentra  en  la  presencia  del 
sulfuro  de  sodio  y  del  sulfato  de  sosa  en  las  sosas  del  comer- 
cio. Siendo  estos  compuestos  descompuestos  y  saturados  por 
cierta  cantidad  de  ácido  sulrúrico  elevarán  otro  tanto  el  gra- 
do de  la  sosa  en  perjuicio  del  comprador.  Para  obviar  estos 
inconvenientes ,  que  hacen  entonces  que  el  ensayo  sea  in- 
cierto ,  los  señores  Gay-Lussac  y  Welter,  en  1820,  perfec- 
cionaron este  procedimiento.  Su  método  consiste  ei  calci- 
nar al  rojo,  en  un  crisol  de  platino  ,  10  gramos  de  la  sal 
de  sosa  que  se  ensaya  con  2  ó  3  gramos  de  clorato  de  po- 
tasa. Por  la  acción  del  calórico  el  oxígeno  del  clorato  tras- 
forma  el  sulfuro  y  el  sulfilo  en  sulfato,  pasando  el  mismo  al 
estado  de  cloruró;  se  redisuelve  en  el  agua  el  residuo  de  la 
calcinai  ion  y  se  opera  la  saturación  de  la  manera  ordinaria. 

El  ensayo  de  las  sosas  brutas  no  presenta  mas  dificulta- 
des que  el  de  las  sales  de  sosa.  Después  de  haber  disuclto 
sus  putea  solubles  en  el  agua  fria  ,  se  dehe  añadir  un  poco 
de  clorato  de  potasa  á  la  solución  ,  se  evapora  en  seguida 
á  sequedad  fn  una  evaporadera  de  platino,  v  se  calcina  al 
rojo  como  precedentemente.  Entre  las  materias  extrañas  que 
pueden  alterar  el  titulo  de  las  sales  de  Mea  se  dehe  ci- 
tar también  el  hiposulfito  de  sosa,  que  por  lo  demás  solo  se 
presenta  muy  raramente  y  sobre  todo  en  las  sosas  de  mala 
fabricación.  En  este  caso  .  que  será  fácil  reconocer  por  el 
olor  de  ácido  sulfuroso  que  exhalara  la  solución  .  y  en  el 
color  amarillento  y  lo  turbio  que  Be  manifestará  cuando  se 
Merte  en  ella  el  ácido  sulfúrico,  no  será  menester  calci- 
narlas con  clorato  de  potasa,  (mes  el  ácido  que  se  formará 
en  esta  circunstancia  saturará  m,w  asea  de  la  que  habia 
en  combinación  con  el  ácido  hiposul'uroso ,  y  por  cunsi- 


CAR  60o 

El  carbonato  de  potasa  puro  es  muy  empleado, 
en  los  laboratorios  químicos,  en  un  gran  núme- 
ro de  análisis  minerales  para  descomponer  mu- 
chas sales  metálicas  y  separar  sus  óxidos. 

La  potasa  del  comercio  sirve ,  como  mate- 
ria primera  ,  en  un  sin  número  de  industrias 
3uímicas:  las  fábricas  de  vidrio  y  de  cristal;  las 
e  nitro  y  de  alumbre ,  de  prusiato  de  potasa, 
de  clorato"  de  potasa,  de  jahon  blando,  etc. ,  con- 
sumen cantidades  considerables  de  carbonato  de 
potasa.  Hoy  dia  esta  sal  e:>  reemplazada  por  el 
carbonato  de  sosa  (salde  sosa  ó  sosa  artificial) 
en  algunas  otras  industrias,  porque  el  precio  de 
las  sales  de  sosa  es  mucho  menos  subido  que  el 
de  la  potasa. 

En  medicina,  el  carbonato  de  potasa  adminis- 
trado al  interior  á  alta  dosis,  en  el  estado  sólido 
ó  en  disolución  concentrada ,  es  un  veneno  cor- 
rosno  muy  enérgico.  Boy  dia  se  le  emplea  muy 
poco  al  interior ,  á  causa  de  la  irritación  que  pro- 
duce; se  prefiere  el  uso  del  bicarbonato  de  sosa 
(V.  esta  palabra!,  que  presenta  todassus  ventajas 
sin  tener  sus  inconvenientes.  Si  se  quisiera  hacer 

guíente  el  título  real  de  sosa  será  juzgado  demasiado  débil. 
Otra  de  las  precauciones  que  losSres.  Gay-Lussac  y  Wel- 
ter indican  en  sus  observaciones  sobre  el  ensayo  de  las  so- 
sas .  es  colorar  de  azul  la  solución  de  sosa  con  cierta  can- 
tidad de  un  fuerte  infuso  de  tornasol ,  y  colocarla  en  un 
bocal  bastante  grande  para  que  no  baga  mas  que  una  c?pa 
|  de  3  á  4  centímetros  de  espesor;  poniendo  este  vaso  sobre 
¡  una  hoja  de  papel  blanco ,  se  pueden  apreciar  bien  los  cam- 
¡  bios  de  color.  El  ácido  carbónico  de  la  sosa  desalojado  por 
i  el  ácido  sulfúrico  no  se  manifiesta  desde  luego  ,  porque  se 
combina  con  la  porción  de  carbonato  de  sosa  no  descom- 
puesta, y  forma  un  bicarbonato  La  efervescencia  no  empieza 
a  manifestarse  sino  cuando  se  ba  saturado  poco  mas  ó  me- 
nos la  mitad  del  carbonato  ,  y  ordinariamente  el  color  del 
tornasol  no  cambia  durante  la  formación  del  bicarbonato, 
:  pero  luego  de  producido  y  que  el  ácido  que  se  añade  poco 
a  poco  la  descompone  ,  el  color  azul  del  tornasol  tira  al  rojo 
y  la  efervescencia  se  manifiesta.  Entonces  se  añade  con  cui 
dado  el  ácido  sulfúrico  por  quintos  ó  por  decimos  de  me- 
dida haciendo  ,  á  cada  adición,  una  señal  sobre  del  papel 
de  tornasol  con  la  varita  de  vidrio  que  sirve  para  agitar 
la  solución.  Estas  operaciones  se  reiteran  hasta  que  la  ulti- 
ma señal  sobre  el  papel  de  tornasol  sea  decididamente  roja, 
y  aun  hasta  que  se  haya  pasado  mas  allá  de  la  saturación  . 
en  seguida  se  separan  otros  tantos  quintos  ó  decimos  de 
grado  cuantos  sean  las  señales  rojas ,  menos  una  y  enton- 
liene  el  verdadero  título  de  la  sosa. 
El  procedimiento  del  señor  Descroizilles  es  todavía  segui- 
do en  el  ensayo  de  los  álcalis  .  si  bien  se  añaden  a  el 
las  modificaciones  debidas  á  las  observaciones  de  los  señores 
Gay-Lussac  y  Welter.  Un  nuevo  perfeccionamiento  se  le  ha 
añadido,  sin  embargo  .  desde  hace  algunos  años  ,  debido 
también  al  señor  Gay-Lussac:  este  químico  aconseja  con 
razón  que  se  emplee  el  ácido  sulfúrico  destilado  de  1,842 
de  densidad  ,  en  lugar  del  árido  sulfúrico  del  comercio,  que 
es  siempre  impuro  ,  para  componer  el  licor  de  prueba  ;  el 
señor  Gav-I.ussac  lo  forma  de  999  gramos  de  agua  y  100 
de  ácido  sulfúrico.  El  alcalinictro  es  una  probeta  graduada 
en  ion  partes  que  contienen  exactamente  8  gramos  de  áci- 
do sulfúrico  en  peso.  Esta  cantidad  de  ácido,  temada  por  uni- 
dad ,  es  menester  para  saturar  3gr.is."  de  sosa  pura  ó 
4  gr  80"  de  potasa.  Operando,  pues  .  constantemente  en 
ultimo*,  o  (le  sosa  o  de  potasa  del  co- 
mercio .  se  mide  la  liquen  de  estos  álcalis  por  la  fracción 
de  5  gramos  de  ácido  que  exigen  para  su  saturación. 


606  CAR 

uso  de  él,  seria  menester  emplearlo  á  la  dosis  de 
3  á  24  granos  por  media  azumbre  de  tisana  de 
malvavisco.  Todavía  sirve  á  veces  para  hacer  pedi- 
luvios alcalinos  á  la  dosis  de  4  onzas.  Antiguamen- 
te se  hacia  mucho  uso  del  carbonato  de  potasa  en 
diferentes  afecciones,  atribuyéndole  virtudes  es- 
peciales, según  el  vegetal  ola  planta  de  que  se 
obtenía. 

Potasa  artificial.  En  Francia  se  prepara  una 
Potasa  artificial  llamada  Potasa  de  América  fac- 
ticia, que  equivocadamente  se  ha  supuesto  ser  el 
resultado  de  la  combinación  del  sulfato,  del  car- 
bonato y  del  cloruro  de  potasio  colorado  por  óxi- 
dos metálicos.  El  producto  vendido  bajo  este 
nombre,  y  que  comunmente  se  presenta  en  peda- 
zos bastante  gruesos,  muy  duros,  de  un  blanco 
sucio  y  lechoso  al  exterior,  de  un  tinte  rojizo  al 
interior,  se  obtiene  haciendo  fundir,  en  una  cal- 
dera de  hierro  colado,  una  mezcla  de  sosa  cáus- 
tica, de  cloruro  de  sodio  y  de  sulfato  de  potasa, 
cuyas  proporciones  varían  según  el  título  á  que 
se  quiere  obtener  este  producto.  Para  darla  el 
tinte  rojo  de  la  potasa  de  América  se  la  añade  1  á 
V,  por  too  de  óxido  de  cobre.  Se  introduce  la 
mezcla  en  la  caldera;  se  calienta  al  punto  de  ha- 
cerla entrar  en  fusión:  cuando  está  en  este  estado 
se  la  añade  el  óxido  de  cobre,  y  con  una  espátula 
se  menea  la  mezcla  para  hacerla  bien  homogénea, 
y  para  facilitar  su  fusión  se  tapa  la  caldera  con 
una  tapadera.  Después  de  fundida  la  materia,  se 
vierte  en  calderas  de  hierro  colado,  la  mitad  mas 
pequeñas  que  la  en  que  se  ha  operado  la  fusión, 
cuya  operación  se  practica  con  una  cuchara  de 
hierro  colado;  cuando  la  potasa  facticia  está  tra- 
segada, se  la  deja  enfriar  para  desprenderla  de  la 
caldera,  lo  que  se  ejecuta  fácilmente  volviendo 
la  caldera  boca  abajo  y  golpeando  ligeramente 
sobre  su  culo;  en  seguida  se  rompe  á  pedazos  pa- 
ra encerrarla  en  barriles  y  entregarla  al  comercio. 

La  potasa  facticia,  asi  designada  en  el  comer- 
cio, no  es  en  realidad  sino  la  sosa  cáustica  mez- 
clada con  sales  extrañas.  Algunos  fabricantes  la 
preparan  fundiendo  juntamente  88  partes  de 
sal  común  con  15  partes  de  potasa  cáustica, 
y  la  coloran  igualmente  con  el  óxido  de  co- 
bre. Preparada  de  este  modo  ,  se  presenta 
bajo  la  forma  de  una  masa  compacta,  muy  du- 
ra, de  un  color  rojo  mas  ó  menos  subido;  atrae 
fuertemente  la  humedad  del  aire;  su  sabor  es 
muy  cáustico;  puesta  en  contacto  con  la  piel,  la 
destruye  prontamente. 

La  fabricación  de  esta  falsa  potasa  ha  sido  ven- 
tajosa para  los  Franceses  en  cuanto  les  ha  permi- 
tido sustituir,  en  muchísimos  usos,  la  sosa,  que 
es  uno  de  los  productos  de  su  industria,  á  la  po- 
tasa, que  es  un  producto  exótico.  Pero  las  pota- 
sas facticias  vendidas  en  el  comercio  no  son  to- 
das de  igual  calidad  y  valor;  porque  á  veces  se  las 
mezclan  sales  de  sosa,  sales  de  varech,  etc.,  y 
por  esto  es  preciso  analizarlas  por  medio  del  al- 
calímelro  para  reconocer  cuanta  sosa  real  con- 
tienen. Las  potasas  facticias  no  deben  confundir- 
se con  las  potasas:  hay  arles  en  las  que  ha  de  em- 
plearse especialmente  uno  de  estos  productos, 


CAR 

que  puede  reconocérseles,  sea  por  el  cloruro  de 
platino,  que  da  un  precipitado  con  la  solución  de 
potasa,  y  que  no  lo  da  con  la  solución  de  sosa,  sea 
por  el  ácido  sulfúrico,  que  da  con  la  sosa  una  sal 
que  cristaliza  en  gruesos  prismas  estriados,  mien- 
tras que  el  sulfato  de  potasa  no  da  sino  pequeños 
cristales  granados.  El  consumo  de  la  potasa  fac- 
ticia en  Francia  es  considerable. 

Carbonato  (  Ifi  )  de  potasa,  Bi- 
carbonato potásico ,  Carbonato  de 
potasa  saturado.  Prepárase  haciendo  pa- 
sar gas  ácido  carbónico  lavado  en  una  solución 
de  carbonato  de  potasa  que  marque  25°  en  el 
areómetro  ;  la  absorción  del  ácido  carbónico  dá 
origen  al  bicarbonato,  que,  siendo  menos  solu- 
ble que  el  carbonato ,  se  precipita  bajo  la  forma 
de  cristales  voluminosos.  Según  Wohler ,  la  ab- 
sorción del  ácido  carbónico  es  mucho  mas  rápi- 
da si  se  hace  llegar  sobre  tártaro  bruto  calcina- 
do en  un  crisol  cerrado ,  y  después  humedecido. 
Es  menester  enfriar  durante  la  absorción  ;  se  di- 
suelve en  el  agua  á  40° ;  se  filtra,  y  el  bicarbo- 
nato se  posa  por  el  enfriamiento. 

Esta  sal  es  blanca ,  de  un  sabor  ligeramente 
alcalino,  nada  acre;  cristaliza  en  prismas  te- 
traedros romboidales  terminados  por  sumidades 
diedras ,  pero  las  mas  veces  en  masa  confusa; 
enverdece  un  poco  el  jarabe;  el  aireño  le  hace 
experimentar  ninguna  alteración;  el  calórico  le 
hace  perder  8,97  por  ciento  de  agua  de  cristali- 
zación y  la  mitad  del  ácido  carbónico  que,contie- 
ne  ;  se  disuelve  en  cuatro  partes  de  agua  fria  ; 
su  solución  acuosa  calentada  abandona  un  cuar- 
to del  ácido  carbónico  que  contiene  ,  y  la  sal  se 
encuentra  trasformada  en  sesquicarbonato. 

El  bicarbonato  de  potasa  está  formado  de  áci- 
do carbónico ,  48,28  ;  protóxido  de  potasio  , 
51,72;  total,  100,  00. 

Esta  sal  presenta  con  los  reactivos  la  mayor 
parte  de  los  caracteres  del  carbonato  neutro , 
pero  se  distingue  de  él  en  que  su  solución  acuo- 
sa desprende  ácido  carbónico  por  el  calor  y  en 
que  no  precipita  la  solucian  de  sulfato  de  mag- 
nesia en  frió  ;  por  otra  parte,  se  ha  dicho  ya  que 
el  infuso  de  agallas  concentrado  puesto  en  una 
solución  diluida  de  este  bicarbonato  no  se  colora 
de  verde  sino  al  cabo  de  muchas  horas,  mientras 
que  adquiere  este'  color  en  algunos  minutos  con 
el  carbonato  neutro. 

En  medicina  esta  sal  es  muy  poco  empleada , 
y  sin  embargo  merecería  serlo ,  pues  se  puede 
obtener  fácilmente  al  estado  de  pureza  ;  á  ella  se 
prefiere  el  Bicarbonato  de  sosa  (Y.  esta  palabra), 
que  posee  las  mismas  propiedades. 

Carbonato  de  sosa ,  Carbonato 
sódico,  Sub-carbonato  de  sosa, 
Sal  de  sosa,  Álcali  mineral.  Esta  sal, 
que  existe  naturalmente  en  solución  en  el  agua 
de  muchos  lagos  del  Egipto ,  de  la  Ungría  y  de 
la  América,  es  conocida  desde  mucho  tiempo  con 
el  nombre  de  Anatron.  Encuéntr ásela  también 
en  muchas  aguas  minerales  y  en  las  cenizas  de 
todos  los  vegetales  que  crecen  en  las  orillas  del 
mar. 


CAR 

Antiguamente  el  carbonato  de  sosa  no  so  pro- 
ducía sino  en  Francia  y  sobre  todo  en  España  ; 
extraíase  de  ciertas  plantas  del  género  Salsola  , 
que  crecen  naturalmente  en  la  orilla  del  mar  y 
que  se  cultivan  con  muclio  cuidado  para  esta  fa- 
bricación. Estas  plantas  se  corlan  en  lieÉnpo  útil, 
después  se  secan,  y  luego  se  queman  al  aire 
libre  en  hoyos  de  forma  cónica  hechos  al  efec- 
to. Esta  combustión  tiene  la  propiedad  de  trasfor- 
mar  el  oxalato  de  sosa  que  estas  plantas  contie- 
nen ,  en  bastante  cantidad  ,  en  carbonato  de  so- 
sa.  Concluida  la  operación  ,  se  encuentra  en  el 
fondo  de  los  hoyos  una  masa  vidriosa  ,  que  pro- 
viene de  las  cenizas  que  han  sido  fundidas  por  el 
calor  de  la  combustión  ,  pero  que  el  enfriamiento 
ha  solidificado.  Esta  materia,  que  es  muy  dura 
y  de  color  pizarroso,  es  una  mezcla  de  carbona- 
to y  de  sulfato  de  sosa ,  de  sulfuro  de  sodio,  de 
sal  marina,  de  carbonato  de  cal,  de  sílice ,  de 
óxido  de  hierro  y  de  carbón.  A  esta  materia  se  la 
conoce  bajo  el  nombre  de  Sosa  bruta,  y  sirve 
para  fabricar  la  sal  de  sosa,  resultado  al  cual  se 
llega  por  medio  de  una  loción  metódica  y  de  la 
evaporación  de  la  lejía  obtenida. 

Las  sosas  brutas  mas  estimadas  son  las  de  Ali- 
cante, Málaga  y  Cartagena,  que  contien-n  de  i'ó  a 
30  p.°/0  de  carbonato  de  sosa  seco;  las  de  Francia 
ordinariamente  solo  contienen  de  14  á  15  p.%> 
excepto  una  especie  que  se  obtiene  en  las  cer- 
canías de  Aigues-Mortes ,  conocida  con  el  nom- 
bre de  Blanqueta,  que  no  mas  contiene  de  3  á  8 

Hasta  la  época  de  la  revolución  francesa  no  se 
conoció  otro  medio  de  obtener  la  sosa  que  el  que 
acabamos  de  explicar ,  y  como  las  costas  tle 
Francia  no  producían  la  suficiente  para  llenar  las 
necesidades  de  aquel  país,  resultaba  que  los 
Franceses  se  veian  obligados  á  importar  grandes 
cantidades  de  este  producto  de  España.  Pero 
las  relaciones  comerciales  entre  ambos  países  no 
lardaron  en  verse  imlerrumpidas  á  consecuencia 
de  la  guerra,  y  entonces  el  comité  de  salud  pú- 
blica ,  con  el  objeto  de  satisfacer  á  las  necesida- 
des de  la*  fábricas  francesas ,  hizo  un  llamamien- 
to á  los  químicos  de  su  nación  ,  invitándoles  á 
buscar  un  procedimiento  por  medio  del  cual  se 
pudiese  fabricar  la  sosa  con  materias  primeras 
de  aquel  país.  Este  llamamiento  fué  oido  :  vein- 
te y  cinco  ó  treinta  procedimientos  fueron  pro- 
puestos y  ensayados,  y  sin  embargo  entre  tocios 
solo  hubo  uno  que  fuese  adaptado.  Este ,  que  es 
el  que  se  sigue  aun  en  el  dia,  y  con  corta  dife- 
rencia del  mismo  modo  que  fué  inventado,  es  de- 
bido á  un  cirujano  llamado  Leblanc,  cuya  idea 
le  habia  sido  comunicada  por  el  químico  Delamé- 
therie,  quien  en  sus  lecciones  del  Colegio  de 
Francia,  á  las  cuales  babia  asistido  Leblanc  , 
aconsejaba  que  se  tratase  la  sal  marina  con  el 
ácido  sulfúrico  ,  y  el  sulfato  obtenido  con  el  car- 
bón. Leblanc  ensayó  primero  este  procedimien- 
to ,  pero  no  habiéndole  dado  el  resultado  que  se 
prometía,  tuvo  la  idea  de  añadir  carbonato  de 
cal,  y  por  último  consiguió  su  objeto.  El  procedi- 
miento comprende,  pues,  dos  operaciones  prin- 


CAR  C07 

cipales :  la  producción  del  sulfato  de  sosa ,  y  la 
Irasformacion  del  sulfato  en  carbonato  de  sosa. 

La  primera  consiste ,  como  se  acaba  de  decir, 
en  hacer  obrar  el  ácido  sulfúrico  sóbrela  sal  co- 
mún por  medio  del  calor.  Por  la  reacción,  el 
agua  del  ácido  sulfúrico  se  encuentra  descom- 
puesta ;   su  hidrógeno  se  comhina  con  el  cloro 
del  sodio  ,    mientras  su  oxigeno  se  dirige  sobre 
el  sodio,  y  la  sosa  formada  combinándose  con  el 
ácido  sulfúrico,  hay  producción  de  sulfato  de 
sosa  ,  entretanto  qué  el  ácido  hidroclórico  sedes- 
prende.  Esta  operación  se  hace  con  dos  especies 
de  aparatos ,  según  que  se  quiere  recoger  ó  nó 
el  ácido  hidroclórico,  que  es  á  veces  un  produc- 
to sin  valor,  en  razón  de  que  la  abundancia  que 
de  él  producen  algunas  fábricas  excede  de  mu- 
cho el  consumo  de  la  industria  local.  En  el  pri- 
mer caso  los  aparatos  se  componen  de  vasos  pro- 
ductores y  de  vasos  condensadores,  formando  en 
grande  un  verdadero  aparato  de  Wolf :  los  vasos 
productores  son  cilindros  de  hierro  colado ,  co- 
locados horizontalmente  de  dos  en  dos  en  un 
mismo  horno.  Estos  cilindros,  en  los  cuales  se 
pone,  para  exponerla  al  calor,  la  mezcla  de  sal 
marina  y  de  ácido  sulfúrico,  tienen  sobre  l  ■,6o" 
de  longitud,  0m,60  de  diámetro  interior  y  O^OS, 
de  espesor;  sus  dos  extremidades  están  tapadas 
por  discos  semejantes  á  los  fondos  de  los  cilin- 
dros de  las  maquinas  de  vapor;  el  de  la  extre- 
midad anterior  es  móvil,  á  fin  de  que  se  le  pue- 
da sacar  para  introducir  la  mezcla  y  extraer  los 
residuos  ;   el  otro  está  fijo  permanentemente, 
pero  tiene  un  agujero  al  cual  está  unido  un  tubo 
de  desprendimiento  que  permite  la  salida  al  áci- 
do hidroclórico  gaseoso  y  lo  conduce  á  los  vasos 
condensadores.  Estos  se  componen  de  otras  lau- 
tas series  de  vasos  de  asperón  como  cilindros 
productores  hay,  y  que  todos  son  de  dos  tubulu- 
ras,  y  están  líenos  de  agua  hasta  la  mitad,   y 
se  corresponden  entre  si  los  de  una  misma  serie 
por  medio  de  alargaderas  dispuestas  con  relación 
á  dos  vasos  sucesivos ,  como  los  tubos  de  co- 
municación del  aparato  de  Wolf.  El  primer  va- 
so á  partir  de  los  cilindros  está  destinado  á  la 
purificación  del  ácido,  el  que  se  desprende  poco 
á  poco  luego  que  la  reacción  ha  empezado,  pero 
al  llegar  á  los  vasos  de  condensación  encuentra 
en  ellos  agua  á  una  temperatura  mas  baja  que 
la  suya,  y  se  disuelve  rápidamente.  Cuando  ya 
no  se  desprende  nada ,  aunque  la  temperatura  de 
los  cilindros  esté  al  rojo  oscuro,  se  destapan  es- 
tos últimos,  y  se  saca  ;de  ellos  el  sulfato  de  sosa 
que  se  ha  formado. 

Cuando  no  se  quiere  recoger  el  ácido  hidroclóri- 
co ,  el  sulfato  de  sosa  se  hace  en  un  homo  de  re- 
verbero ordinario,  pero  calentado  por  el  calor 
perdido  de  otro  horno  de  reverbero  que  sirve  pa- 
ra la  producción  de  la  sosa,  y  que ,  con  este  mo- 
tivo tiene  necesidad  de  sercáleutado  mas  fuerte- 
mente; es  de  una  forma  elpilica  y  su  bó\eda 
muy  baja ,  y  su  suelo  debe  ser  de  asperón  ,  para 
resistir  mejor  á  la  acción  enérgica  del  ácido  sul- 
fúrico. Este  último  se  le  introduce  por  medio  de 
una  abertura  practicada  en  la  bóveda  del  horno, 


608  CAR 

y  luego  de  producido  el  sulfato  de  sosa  se  sa- 
ca por  una  puerta  lateral  y  se  recibe  en  el  sue- 
lo del  taller.  Se  vé  que  con  este  aparato  el  áci- 
do hidroclórico  es  arrastrado  dentro  lacliimenea 
de  atracción  ,  pero  no  se  puede  sin  embargo  de- 
jarlo esparcir  en  el  aire,  porque  causaría  en  los 
alrededores  perjuicios  considerables  á  de  la  salud 
los  habitantes  ,  a  la  vegetación  ,  á  la  cual  destru- 
ye, y  basta  á  las  habitaciones,  porque  las  dete- 
riora. Así,  pues,  es  de  toda  necesidad  condensar- 
lo, y  esto  se  consigue  haciendo  pasarlos  vapores, 
á  su  salida  del  horno,  primero  á  un  cuarto  grande 
lleno  de  pedazos  de  carbonato,  y  después  á  una 
larga  galería,  hecha  de  morrillos  déla  misma 
materia ,  desde  donde  pasan  en  seguida  á  la  chi- 
menea ,  á  la  que  son  llamados  por  una  atracción 
enérgica:  el  ácido  hidroclórico,  que  ataca  el  car- 
bonato de  cal  para  formar  cloruro  de  calcio , 
hace  que  aquella  parte  de  la  cual  es  menester 
desembarazarse  sea  absorvida  por  los  pedazos  y 
los  morrillos  de  cal  entre  los  que  se  hace  cir- 
cular ;  de  esta  manera  solo  llega  una  corta  can- 
tidad de  ácido  hidroclórico  á  la  chimenea  de 
atracción,  la  que  se  encuentra  también  preserva- 
da ,  por  esta  disposición,  da  una  destrucción  rápida. 

Cualesquiera  que  sean  las  disposiciones  del 
aparato  empleado  para  producir  el  sulfato  de  so- 
sa, luego  de  obtenida  esta  sal  se  mezcla  con  cre- 
ta y  carbón,  en  la  proporción  de  cien  partes  de 
sulfato,  cien  de  cal  y  cincuenta  y  cinco  de  carbón, 
y  después  de  haberlo  molido  lodo  junto,  se  intro- 
duce en  el  horno  de  sosa,  cuyo  suelo  debe  pro- 
curarse que  constantemente  esté  á  la  temperatura 
roja.  La  mezcla,  que  se  agita  cada  cuarto  de  ho- 
ra, al  cabo  de  algunos  instantes  se  vuelve  pas- 
tosa ,  y  por  último  entra  en  fusión.  Entonces  se 
desprenden  de  la  masa  una  multitud  de  burbujas 
de  óxido  de  carbono,  de  ácido  hidro sulfúrico 
y  de  hidrógeno  carbonado ,  que  se  encienden  al 
contacto  del  aire.  La  reducción  se  halla  termi- 
nada cuando  este  desprendimiento  cesa,  y  en- 
tonces se  tiene  en  el  horno  una  mezcla  de  car- 
bonato de  sosa  y  de  sulfuro  de  cal,  que  se  desig- 
na bajo  el  nombre  de  Sosa  bruta  artificial.  Esta 
mezcla  se  saca  del  horno  por  medio  de  un  hur- 
gón de  hierro,  y  se  la  reemplaza  por  nuevas  ma- 
terias, continuando  así  sin  interrupción. 

La  forma  del  horno  de  sosa  es  de  la  mas  alta 
importancia  para  el  buen  resultado  de  la  ope- 
ración: así  Leblanc,  que  siempre  la  había  dirigido 
bien  en  sus  ensayos  de  laboratorio ,  no  pudo 
jamás  conseguir  hacer  sosa  en  grande.  Esto  de- 
pendía de  la  forma  rectangular  de  sus  hornos , 
forma  que  no  permitía  al  calor  del  hogar  espar- 
cirse igualmente  sobre  todas  las  materias  some- 
tidas á  la  reacción.  Pero  bien  pronto  Darcet  hi- 
jo imaginó  dar  á  los  hornos  la  forma  elíptica  , 
que  ha  sido  desde  entonces  la  empleada ,  con 
la  que  obtuvo  un  feliz  resultado.  Los  hornos 
de  sosa  generalmente  se  calientan  con  carbón 
de  piedra. 

La  refinación  de  la  sosa  bruta,  que  da  por  pro- 
ducto la  Sal  de  sosa ,  es  una  operación  bas- 
tante sencilla  que  recuerda  enteramente  las  últi- 


CAR 

mas  operaciones  de  la  fabricación  de  la  sosa 
natural  :  consiste  en  lijiviar  la  sosa  tal  como 
se  ha  sacado  del  horno,  en  concentrarla  solu- 
ción ,  en  secar  y  en  fin  en  calcinar  el  pro- 
ducto salino  obtenido.  La  sola  dificultad  que 
ofrece  procede  de  la  naturaleza  plástica  de  bis 
materias  extrañas  que  contiene  la  sosa  bruta,  y 
que  se  opone  á  la  penetración  del  agua  durante  la 
lijiviacion.  Esta  última  operación  se  hace  de  tres 
maneras  diferentes:  la  primera  consiste  en 
pulverizar  la  sosa ,  y  en  desleerla  en  cuatro  ve- 
ces su  peso  de  agua,  en  la  que  se  la  deja  posar 
durante  hora  y  media,  y  en  decantar  en  segui- 
da el  líquido  que  sobrenada  ,  en  el  cual  se  des- 
lié nueva  cantidad  de  sosa,  mientras  que  el  ba- 
gazo se  trata  segunda  vez  con  el  agua  pura, 
y  así  se  continúa  hasta  que  se  hayan  obteni- 
do disoluciones  saturadas.  El  segundo  método  es 
una  simple  filtración.  El  tercero,  que  es  cono- 
cido bajo  el  nombre  de  procedimiento  de  doble 
desalojamiento ,  es  el  mas  ventajoso  de  los  tres  , 
y  consiste  en  colocar  ocho  ó  diez  vasos  de  pa- 
lastro en  gradas  ,  los  unos  encima  de  los  otros, 
dispuestos  de  manera  que  un  líquido ,  que  cae 
de  un  depósito  superior  en  el  primer  vaso,  los 
llene  lodos  sucesivamente,  y  cuele,  luego  que  to- 
dos estén  llenos,  en  un  depósito  inferior.  A  es- 
te efecto  la  parte  inferior  de  cada  vaso  está  pro- 
vista de  un  tubo  encorvado  para  ir  á  desembo- 
car encima  del  vaso  que  se  encuentra  inmediata- 
mente debajo  de  él  y  que  alimenta  sin  poderse 
vaciar,  porque  este  último  solo  se  encuentra  al- 
gunos centímetros  mas  bajo.  En  cada  uno  de  es- 
tos vasos  se  introduce  un  cesto  de  palastro,  cu- 
yo fondo  tiene  una  porción  de  agujeros  en  los 
cuales  se  pone  la  sosa  bruta.  En  lin  ,  encima  de 
los  vasos  se  encuentra  un  pequeño  camino  de 
hierro  con  un  carretón  al  cual  está  fijada  una 
garrucha ,  que  sirve  para  trasportar  los  cestos 
de  un  vaso  inferior  á  un  vaso  superior.  Cuando 
se  deja  correr  agua  del  depósito  superior ,  esta 
agua  cae  en  el  cesto  del  primer  vaso ,  atrave- 
sando la  sosa  que  contiene,  después  en  el  del  se- 
gundo ,  así  consecutivamente  ,  de  modo  que  ca- 
da vez  se  vá  cargando  mas  de  carbonato  de  sosa, 
hasta  el  punto  que  se  encuentra  ya  saturada  di; 
este  carbonato  cuando  llega  al  depósito  inferior. 
Pero  á  medida  que  el  bagazo  va  siendo  menos 
rico ,  se  le  hace  subir  de  manera  que  se  le  pre- 
sente agua  mas  y  mas  pura,  y  asi  se  consigue  se- 
pararle lodo  el  carbonato  de  sosa  que  la  sosa  bru- 
ta contiene. 

Cualquiera  que  sea  el  método  de  lijiviacion 
empleado,  la  disolución  decantada  pasa  sucesi- 
vamente dentro  de  varias  calderas  en  gradas, 
calentadas  por  un  mismo  fogón,  en  el  que  se  la 
concentra  hasta  que  marque  30*  en  el  areó- 
metro ,  y  entonces  se  vierte  lentamente  sobre 
el  suelo  de  un  horno  de  reverbero,  en  donde 
se  evapora  dejando  allí  la  sal  de  sosa  ,  la  que  se 
calcina  en  seguida  al  rojo,  sin  cambiarla  de  hor- 
no ,  para  quemar  algunas  materias  orgánicas 
que  la  ensuciarian.  La  sal  de  sosa  puede  enton- 
ces ser  entregada  al  comercio :  contiene  de  60  á 


CAR 

•so  por  *  00  de  álcali ;  sin  embargo,  en  este  esta- 
do no  es  propia  para  todos  los  usos,  purque  no  es 
loila\ia  bastante  pura,  y  sobre  todo  porque  esta 
mezclada  con  cierta  cantidad  de  sosa  caustica, 
que  algunas  veces  es  perjudicial.  De  esto  resulta 
que  con  frecuencia  hay  precisión  de  someterla  á 
una  última  operación,  que  constituye  la  fabrica- 
ción de  los  Cristales  de  sosa. 

La  sal  de  sosa  que  se  emplea  para  esta  fabrica- 
ción debe  ser  muy  rica  en  álcali.  Se  empieza  por 
exponerla  al  aire  en  capas  delgadas,  que  se  re- 
mueven de  vez  en  cuando,  á  fin  ele  hacerla  a¡>- 
sorver  todo  el  ácido  carbónico  necesario  para  la 
trasformaciou  de  la  sosa  cáustica  que  contiene 
en  carbonato;  después  se  disuelve  en  agua  muy 
caliente ,  de  modo  que  se  obtenga  una  disolu- 
ción que  marque  30°  en  el  areómetro  de  Beauíae; 
Juego  de  obtenido  este  grado  de  saturación ,  se 
añade  á  la  disolución  medio  milésimo  de  cal  viva 
desleída;  esta  cal  tiene  por  objeto  producir  en  la 
disolución  una  especie  de  clarificación,  y  en 
efecto  se  forma  en  el  instante  mismo  carbonato 
de  cal,  que,  precintándose,  arrastra  las  materias 
extrañas  al  fondo  de  la  caldera.  Cuando  la  tem- 
peratura ha  descendido  á  60°  poco  mas  ó  menos, 
se  trasiega  el  liquido  á  unos  cristalizadores,  en 
donde  deja  bien  pronto  posar  cristales  de  sosa, 
que  se  recogen  después  de  dos  ó  tres  dias ;  pero 
antes  se  hacen  colar  las  aguas  madres  que  que- 
dan en  los  cristalizadores  ,  para  que  los  cristales 
puedan  escurrirse  bien.  Solo  falta  después  secar 
eslos  cristales  en  una  estufa  y  embalarlos  en  to- 
neles bien  cerrados  ,  condición  indispensable 
para  impedir  su  eflorescencia. 

El  carbonato  neutro  de  sosa  se  presenta  cris- 
talizado en  prismas  romboidales  ,  ó  en  pirámi- 
des cuadranglares  de  sumidades  truncadas  y 
aplicadas  base  por  base  ;  tiene  un  sabor  acre  y 
alcalino;  enverdece  fuertemente  el  jarabe  y  vuel- 
ve al  color  azul  el  papel  de  tornasol  enrojecido; 
expuesto  al  aire  ,  se  eflorece  y  se  reduce  á  polvo 
perdiendo  una  parte  de  su  agua  de  cristalización; 
al  fuego,  se  funde  fácilmente  en  esta  agua  de 
combinación,  se  hincha,  se  seca  en  seguida,  y 
experimenta  á  una  temperatura  roja  la  fusión  íg- 
nea sin  alterarse.  • 

Esta  sal  cristalizada  contiene  62,9  de  agua;  se- 
cada, está  formada  de  ácido  carbónico,  41, 42; 
protóxido  de  sodio  58,58;  total,  100,00. 

El  carbonato  de  sosa  puro  cristalizado  echado 
sobre  las  ascuas  ,  se  funde  luego  ,  se  abotaga, 
y  se  saca  después  en  una  masa  blanca  friable. 
Su  solución  acuosa  obra  á  la  manera  de  los  ál- 
calis sobre  los  reactivos  colorados,  bace  viva 
efervescencia  con  todos  los  ácidos,  precipita  las 
soluciones  de  cal  y  de  barita  en  copos  blancos 
lo  mismo  que  sus  sales,  y  los  precipitados  se 
redisuelven  enteramente  con  efervescencia  porlos 
ácidos  nítrico  é  hidroclórico.  El  nitrato  de  plata 
produce  un  precipitado  blanco  en  la  solu- 
ción de  esta  sal  pura,  pero  el  precipitado  es  tam- 
bién redisuelto  en  totalidad  por  el  ácido  nítrico 
puro.  En  fin,  el  carbonato  de  sosa  no  puede  ser 
confundido  cou  el  carbonato  de  potasa ,  porque 


CAR  609 

su  solución  concentrada  no  forma  precipitado 
ni  con  el  bicloruro  de  platino  ni  con  la  solución 
de  ácido  tartárico  añadida  en  exceso. 

Si  bien  antiguamente  se  conocia  el  protóxido 
de  sodio,  se  le  designaba  con  la  palabra  Sosa,  y 
en  el  comercióse  da  también  el  nombre  de  Sosa  al 
producto  de  la  incineración  de  las  plantas  que 
crecen  en  las  orillas  del  mar.  Este  producto  está 
formado  en  diferentes  proporciones  de  Carbona- 
to de  sosa,  mezclado  con  cloruro  de  sodio,  sulfa- 
to de  sosa  y  silicato  de  sosa.  Su  titulo  y  su  valor 
comercial, "establecidos  en  las  cantidades  de 
carbonato  de  sosa  que  contiene,  pueden  ser  de- 
terminados por  uno  de  los  medios  señalados  en 
el  articulo  Alcalimetro. — V.  Carbonato  de  potasa. 

Parece  que  los  Sarracenos  establecidos  en  Es- 
paña fueron  los  primeros  que  introdujeron  en 
Europa  la  fabricación  de  la  barrilla.  Daban  á  la 
planta  que  la  produce  el  nombre  de  kali ,  y  este 
nombre  precedido  del  artículo  árabe  al ,  dio  ori- 
gen á  la  denominación  química  de  álcali. 

En  eljcomercio,  en  general,  se  conocen  las  va- 
ciedades de  sosa  siguientes: 

Sosa  ó  Barrilla  de  España.  Se  extrae  de  mu- 
chas plantas,  entre  ellas  la  Salsola  sativa  [Salso- 
la sativa,  L.j,  la  Salsola  Kali  [Salsola  Kali,  L.), 
la  Salsola  Sosa  [Salsola  Soda)  y  la  Salsola  Tra- 
go {Salsola  Tragus,  L.). 

Sosa  ó  Barrilla  de  Alicante.  Es  seca,  pesada, 
compacta,  inodora  y  de  color  gris  ceniciento  ;  se 
presenta  en  masas  mas  o  menos  gruesas;  contiene 
en  su  interior  fragmentos  de  carbón  que  no  han 
sido  incinerados;  ofrece  cavidades  y  puntos  bri- 
llantes que  han  sido  designados  bajo  el  nombre 
de  ojos  de  perdiz ;  su  sabor  es  dulce ;  marca  or- 
dinariamente de  55  á  60° ;  contiene  de  25  á  40 
centesimos  de  carbonato  de  sosa. 

Esta  especie  se  divide  en  tres  variedades:  So- 
sa de  Alicante  dulce,  Barrilla  dulce  ó  de  primera 
calidad,  que  es  de  color  ceniciento  y  se  presenta 
en  masas  bastante  bien  fundidas,  de  fractura  pa- 
recida a  la  de  las  escorias  de  azufre;  es  la  mejor 
y  se  emplea  en  la  fabricación  del  cristal.  Barri- 
lla mezcla ,  de  color  negruzco  interiormente,  lle- 
na de  hinchazones,  muy  dura  y  de  fractura  lisa; 
empleada  por  los  jaboneros  y  los  blanqueadores 
de  algodón.  Barrilla  en  pilón,  que  contiene  mu- 
cha sal  marina  y  muchos  carbones  ligeros  que 
sobrenadan  en  el  agua  cuando  se  la  disuelve  ; 
se  obtiene  de  plantas  recogidas  sin  atender  á  su 
calidad.  Embaí. :  en  balones  de  esparto,  á  veces 
cubiertos  de  un  lienzo  y  que  pesan  de  500  á  600 
kilogramos. 

Sosa  ó  Barrilla  de  Cartagena.  Se  presenta  en 
masas  irregulares  ,  pesadas,  de  un  gris  cenicien- 
to, sembradas  en  el  interior  de  puntos  blancos; 
á  veces  se  observan  en  las  masas  partes  verdo- 
sas ó  negras  que  se  consideran  como  un  defecto 
en  la  calidad.  Esta  sosa  tiene  mucha  analogía  con 
la  precedente ,  pero  es  mas  compacta  y  su  cali- 
dad inferior,  pues  por  lo  común  solo  marca  de  20 
á  32°.  Embaí. :  semejante  á  los  empleados  para 
las  sosas  de  Alicante ,  pero  que  no  pesan  sino 
400  á  500  kilóg. 

tomo  i. 


610  CAR 

Sosa  ó  Barrilla  de  Catalana.  En  el  término 
del  pueblo  del  Prat  de  Llobregat,  á  dos  leguas  de 
Barcelona ,  se  obtiene  gran  cantidad  de  excelen- 
te sosa ,  de  mejor  calidad  y  mas  rica  que  la  de 
Alicante. 

Sosa  ó  barrilla  de  Tenerife.  En  masas  irregu- 
lares ,  escabrosas  ,  de  color  gris  muy  oscuro ,  si 
bien  algunos  pedazos  son  de  un  blanco  mate  y  á 
veces  amarillo  verdoso;  marca  de  28  á  30.°  Em- 
baí. :  á  granel. 

Según  la  Dirección  general  de  Aduanas ,  la 
cantidad  de  barrilla  exportada  al  extranjero  en 
los  años  de  4848  y  49  es  como  sigue: 

Años. 


Punios  de  exportación.  1 848 . 

A  Inglaterra 5,860 

A  Cerdeña 1/725 

A  otros  puntos 1,199 

Total.     ,    .  8,184 


1849. 

13,256  « 

16,680  g 

4,526  .£ 


34,562 


Sosa,  de  Francia.  Es  mucho  menos  estimada 
que  la  de  España  y  se  divide  en  tres  suertes ,  que 
son  : 

Sosa  de  Narbona  ó  Salicor.  Obtenida  sobre  to- 
do de  la  Salicornia  anua  de  L. ,  y  que  contiene 
de  14  á  15  centesimos  de  carbonato  de  sosa. 

Sosa  de  Aigucmortesó Blanqueta,  quese extrae 
de  todas  las  plantas  saladas  que  crecen  natural- 
mente entre  Frontignan  y  Aiguemortes;  solo  con- 
tiene de  3  á  8  centesimos  de  carbonato  alcalino. 

Sosa  de  Normandia  ó  Sosa  de  Varec ,  que  se 
extrae  de  los  fucos  que  crecen  abundantemente 
en  las  costas  del  Océano.  Apenas  contiene  car- 
bonato de  sosa.  En  las  aguas  madres  de  esta  sosa 
descubrió  el  yodo  el  Sr.  Courtois,  salitrero  de 
Paris.  La  sosa  de  Yarec  bruta  está  en  pedazos 
pesados,  irregulares,  escabrosos,  sembrados  de 
muchos  agujeros  y  cargados  de  láminas  blanque- 
cinas análogas  á  la  cera  blanca;  es  de  las  mas 
pobres  y  solo  marca  de  3  á  5o.  Embaí. :  á  gra- 
nel. La  sosa  de  Varec  refinada  se  presenta  bajo 
el  aspecto  de  una  materia  salina ,  de  un  blanco 
mate,  compuesta  en  su  mayor  parte  de  sal  marina; 
marca  de  2  á  3°.  Embaí. :  en  barricas  de  ma- 
dera blanca  que  llevan  16  aros  y  pesan  de  500  á 
550  kilóg. 

Sosa  facticia,  Sosa  artificial.  Esta  sosa  que 
se  fabrica  en  grande  en  los  alrededores  de  París, 
de  Rúan ,  de  Aix ,  de  Marsella  y  en  Dieuze , 
presenta  pedazos  mas  ó  menos  voluminosos ,  es- 
cabrosos ,  pesados ,  mas  ó  menos  compactos  y 
agujereados.  Estas  masas  tienen  un  color  violá- 
ceo ,  y  contienen  fragmentos  del  carbón  que  se 
ha  empleado  en  la  descomposición  del  sulfato  de 
sosa.  Esta  sosa  facticia  varia  según  las  fábricas, 
y  ordinariamente  marca  de  18  á  35°. 

El  Sí".  D.  Jaime  Arbós  y  compañía  ha  estable- 
cido, de  poco  tiempo  á  esta  parte,  una  fábrica  de 
sosa  facticia  en  el  pueblo  de  San  Martin  de  Pro- 
vensals ,  junto  á  Barcelona ,  que  elabora  unos 

quintales  diarios  de  este  producto. 

La  sosa  del  comercio  es  tanto  mejor  cuanto 


CAR 

mas  álcali  contiene,  y  su  valor  se  reconoce  satu- 
rándola con  el  ácido  sulfúrico  de  10.°  Este  pro- 
ceder se  funda  en  los  resultados  del  Sr.  Yauquelin, 
quien  ha  reconocido  que  5  gramos  desub-car- 
bonato  de  sosa  puro  y  seco  exigen  para  la  satura- 
ción 49  gramos  47  centigramos  de  ácido  dé  !0.°; 
5  gramos  de  una  sal  de  sosa  que  solo  exigiesen 
24  gramos  73  centigramos  ,  deberían  pues  ser 
considerados  como  formados  de  sal  de  sosa  im- 
pura y  que  no  contendría  mas  que  la  mitad  de  su 
peso  de  carbonato  de  sosa  puro  ,  por  que  el  res- 
to estaría  formado  de  sales  extrañas.  También  se 
emplea  para  reconocer  la  pureza  de  las  sales,  el 
alcalimetrodeDescroizilles;  pero  á pesar  de  loútil 
que  puede  ser  este  instrumento  presenta  en  su  uso 
grandes  dificultades  para  los  negociantes,  en  ra- 
zón de  la  extrema  aproximación  de  los  grados. 
Pero  el  Sr.  Chevalier  ha  hecho  sobre  el  mismo 
principio  un  alcalímetro  de  grados  mas  anchos, 
que  presenta  mas  ventajas  para  el  ensayo  de  las 
sosas  y  de  las  potasas.  El  solo  mérito  de  esta  mo- 
dificación consiste  en  la  mayor  facilidad  que  ofre- 
ce de  distinguir  el  punto  de  saturación ,  cuya 
facilidad  depende  de  que  el  ácido  está  mez- 
clado con  una  cantidad  mas  grande  de  agua,  y 
ocupa  mas  espacio  en  el  tubo. 

Los  SS.  Gay-Lussac  y  Welter  han  propues- 
to una  mejora  para  el  ensayo  de  las  sosas.  Obser- 
vando que  casi  todas  contienen  sulíito  de  so- 
sa que  se  descompone  en  parte  con  el  carbona- 
to, antes  que  su  descomposición  pueda  ser  indi- 
cada por  el  tornasol  (lo  que  tiende  á  hacer  esti- 
mar el  título  de  las  sosas  demasiado  alto) ,  estos 
señores  aconsejan  calentar  previamente  estas  so- 
sas en  un  evaporadera  de  platino  con  un  poco  de 
clorato  de  potasa:  por  este  medio  el  sulfito  de  so- 
sa se  cambia  en  sulfato  neutro,  y  el  clorato  en 
cloruro  igualmente  neutro,  no  pudiendo  conducir 
ni  el  uno  ni  el  otro  ninguna  causa  de  error  en  el 
ensayo  alcalimétrico,  que  se  hace  entonces  de  la 
manera  ordinaria. 

La  misma  mejora  se  aplica  alas  sosas  que  con- 
tienen sulfuro  de  sodio,  el  cual  se  cambia  tam- 
bién en  sulfato  neutro  por  la  acción  del  clorato 
de  potasa;  pero  no  conviene  para  lasque  contie- 
nen hiposulfito  ,  pues  esta  sal  se  cambia  en 
bi- sulfato  por  la  combustión  completa  del  azufre 
que  contiene,  aunque  felizmente  su  presencia  es 
rara  en  las  sosas  del  comercio,  y  casi  no  se  en- 
cuentra sino  en  las  sosas  mas  inferiores. 

Sal  de  sosa,  Sub-carbonato  de  sosa.  Esta  sal 
es  blanca,  cristalizable,  esflorescente,  soluble  en 
el  agua;  la  solución  tiene  un  sabor  alcalino  ori- 
noso.  Esta  sal  se  obtiene  por  la  lijiviacion  de  las 
sosas,  y  particularmente  de  la  sosa  facticia. 
Embaí:  se  expende  en  barricas  de  madera  cuyas 
duelas  son  Jas  unas  de  madera  de  encina,  las  otras 
de  madera  blanca,  unidas  por  16  aros;  estas  bar- 
ricas pesan  de  4  á  500  kilogramos. 

La  sal  de  sosa  se  divide  en  dos  especies:  1  .a  La 
Sal  de  sosa  cáustica,  que  se  presenta  bajo  la  for- 
ma de  una  masa  pulverulenta,  de  un  sabor  parti- 
cular, urinoso;  su  color  es  de  un  blanco  mate;  á 
vece?  se  encuentran  en  ella  porciones  ó  masas 


CAR 

irregulares  que  tienen  un  color  amarillento.  Esta 
sal  marca  de  '60  á  60.°— á .*  La  Sal  de  sosa  no  cáus- 
tica. Esta  sal,  que  es  mas  pura  y  que  ha  sido  re- 
limada, es  también  de  color  blanco;  pero  se  en- 
cuentran en  ella  algunos  pedazos  irregulares  y  de 
un  blanco  muy  puro.  En  el  ensayo  marca  de 
50  á  60°. 

Cvkbonatode  sosa,  Cristales  pe  sosa.  Este 
producto  se  obtiene  disolviendo  en  el  agua  sal 
de  sosa  y  evaporando  la  solución. 

Los  cristales  de  sosa  expuestos  al  aire  soneflo- 
recentes ;  su  color  es  blanco;  si  se  rompen  se  vé 
que  su  interior  es  vidrioso  y  trasparente.  Los  que 
se  encuentran  en  el  comercio  están  en  pedazos 
quebrados,  de  formas  diversas;  también  se  en- 
cuentran en  él  cristales  enteros,  que  en  este  coso 
presentan  la  forma  de  prismas  romboidales,  for- 
mados de  dos  pirámides  cuadranglares  apli- 
cadas base  por  base  ,  y  de  sumidades  trun- 
cadas. Este  carbonato  marca  de  36  ó  36.°  Embaí  -. 
barriles  y  balas  de  forma  y  pesos  diversos,  se- 
gún el  pedido  del  consumidor. 

El  carbonato  de  sosa  sirve  para  lavar  el  lien- 
zo y  para  blanquear  casi  todos  los  tejidos,  en  ra- 
zón de  la  propiedad  que  tieneu  los  álcalis  y  las 
sales  alcalinas  de  disolver  las  materias  orgánicas 
grasas  ó  colorantes  que  ensucian  las  estofas;  es 
indispensable  en  la  fabricación  de  los  jabones  du- 
ros, cuya  base,  como  se  sabe,  es  la  sosa;  es  em- 
pleado én  la  fabricación  del  vidrio,  en  la  de  los  clo- 
ruros desinfectantes ,  en  la  del  borraj,  y  en  los  ta- 
lleres de  tintura  para  la  disolución  de  cierto  nú- 
mero de  materias  colorantes,  etc.  En  los  laborato- 
rios dequímica  sirve  para  los  mismos  usos  que  el 
carbonato  de  potasa. 

El  carbonato  de  sosa  es  un  poco  menos  cáus- 
tico que  el  de  potasa ;  sin  embargo,  en  medicina, 
cuando  se  trata  de  administrar  al  interior  prepa- 
raciones alcalinas,  se  prefiere  con  razón  el  bicar 
bonato  de  sosa.El  carbonato  de  sosa  neutro  es,  al 
contrario,  muy  empleado  para  el  uso  externo, 
siendo  un  agente  precioso  para  combatir  muchas 
enfermedades  de  la  piel,  herpes  rebeldes ,  infar- 
tos escrofulosos,  etc. 

Carbonato  (Bi  )  de  sosa  ,  Biear- 
bonato  sódico,  Carbonato  de  sosa 
saturado.  Esta  sal  se  encuentra  en  solución 
en  la  mayor  parte  de  las  aguas  minerales  gaseo- 
sas y  particularmente  en  las  aguas  de  Yichv  y  de 
Mont-d'-Or.  Preparase  artificialmente  sobrina  tu- 
rando de  ácido  carbónico  la  solución  concentrada 
de  carbonato  de  sosa  neutro. 

El  bicarbonato  de  sosa  cristaliza  en  prismas  rec- 
tangulares de  cuatro  caras;  su  sabor  es  débilmente 
alcalino;  es  soluble  en  13  parles  de  agua  fría;  su 
solución  obra  á  la  manera  de  los'  álcalis  sobre  la 
tintara  de  tornasol  enrojecida,  y  calentada  se  des- 
compone con  desprendimiento  de  una  parte  del 
ácido  carbónico,  y  la  sal  se  trasforma  en  sesqui- 
carbonato  de  sosa.  Esta  sal  hidratada  contiene 
10,74  de  agua  por  400  ;  anhidra  está  formada  de 
58,48  de  ácido  carbónico  y  41, G»  de  protóxido 
de  sodio;  total  ,  100,00 
El  bicarbonato  de  sosa  puesto  en  las  ascuas  no 


CAU  611 

se  funde,  se  vuelve  opaco  perdiendo  sa  agua  de 
cristalización.  Su  solución  acuosa  se  conduce  co- 
mo la  del  carbonato  neutro ,  excepto  que  no  pre- 
cipita en  frió  las  sales  de  magnesia,  y  que,  como 
la  del  bicarbonato  de  potasa,  deja  desprender  una 
parte  del  ácido  carbónico  cuando  se  lleva  á  la 
ebullición. 

El  bicarbonato  de  sosa  es  empleado  como 
reactivo  en  los  mismo  usos  que  el  bicarbonato 
de  potasa.  En  los  ensayos  docimásticos  sirve 
de  fundente,  ya  solo,  ya  mezclado  con  la  mi- 
tad de  su  peso  de  borraj ;  este  flujo  compuesto 
obra  favorablemente  sobre  el  óxido  que  se  quie- 
re reducir ,  al  mismo  tiempo  que  hace  fundir  las 
materias  exlraiias  no  reductibles  por  el  carbón. 
Esta  sal  sirve  para  obteuer  el  ácido  carbónico  en 
la  fabricación  de  las  aguas  gaseosas  artificiales 
y  en  la  de  las  pastillas  de  Darcet  conocidas  bajo 
el  nombre  de  Pastillas  Vichy ;  también  se  em- 
plea en  tintura  á  causa  de  la  débil  reacción  alca- 
lina para  neutralizar  ciertos  ácidos ,  particular- 
mente el  de  la  granza. 

En  medicina  el  bicarbonato  de  sosa  es  una  sal 
muy  frecuentemente  empleada  hoy  dia,y  en 
efecto  debe  preferírsela  siempre  que  se  trate  de 
administrar  al  interior  sustancias  alcalinas:  es 
absorvida  por  la  economía,  penetra  en  la  sangre 
y  puede  con  frecuencia  modificar  sus  propiedades 
de  una  manera  útil,  porque  su  acción  es  rápida 
y  enérgica.  Bajo  este  punto  de  vista  base  acon- 
sejado en  los  envenenamientos  por  los  ácidos 
cuando  se  sospecha  que  son  absorvidos  y  que 
pueden  causar  la  muerte  por  coagulación  de  la 
sangre;  también  ha  sido  prescrito  con  el  fin  do 
modificar  la  sangre  en  el  tratamiento  del  cólera 
asiático.  El  bicarbonato  de  sosa  es  rápidamente 
e. ¡minado  de  la  sangre  por  losórganos  secretorios, 
y  por  esto  se  le  encuentra  muy  luego  en  las  ori- 
nas y  en  la  leche,  y  se  comprende  con  facilidad 
los  servicios  que  podrá  prestar  este  agente  cuan- 
do será  útil  modificar  así  los  líquidos  segregados. 
También  obra  aumentando  la  cantidad  de  orina, 
y  por  esto  se  le  coloca  entre  las  sustancias  din*- 
félicas. 

La  administración  de  esta  sal  no  va  acompa- 
ñada ni  de  aceleración  de  la  circulación  ni  de 
aumento  de  calor; nunca  provoca  ni  la  diaforesis 
ni  el  finjo  de  las  reglas.  Es  empleada  en  el  tra- 
tamiento de  las  afecciones  calculosas  cuando  de- 
penden de  la  superabundancia  de  ácido  úrico; 
pero  en  este  caso ,  en  que  el  bicarbonato  de  sosa, 
obra  de  una  manera  matemática,  es  menester 
asegurarse  para  dirigir  su  administración,  por 
medio  del  papel  reactivo,  del  estado  ácido  ó  al- 
calino de  las  orinas.  El  bicarbonato  de  sosapuede 
ser  también  liíil  en  las  afecciones  gotosas  cuando 
la  economía  se  halla  igualmente  bajo  la  influen- 
cia de  la  producción  de  ácido  úrico. 

Se  prescribe  continuamente  hov  día  el  carbo- 
nato de  sosa,  según  el  consejo  del  señor  Darcet, 
para  facilitar  la  digestión  y  restablecer  en  poco 
tiempo  las  funciones  del  estómago ,  sobre  todo 
cuando  están  alteradas  por  la  formación  de  una 
gran  cantidad  de  ácido-,  lo  que  sucede  con  fie- 


612  CAR 

cuencia  á  los  literatos  y  á  las  personas  demasiado 
sedentarias.  El  bicarbonato  de  sosa  es  el  que  da 
sus  principales  propiedades  á  las  aguas  minera- 
les alcalinas,  etc. 

Carbonato  (Sesqui )  de  sosa,  Seis- 
quicarlionato  sódico.  Esta  sal,  á  la  que 
los  antiguos  dieron  el  nombre  de  Anatron,  y  que 
se  encuentra  en  disolución  en  las  aguas  de  mu- 
chos lagos  del  Egipto,  delal'ngría,  del  Asia,  de 
la  P/ersia ,  del  Tibet ,  y  de  Venezuela,  no  es  otra 
cosa  que  §esquicarbonato  de  sosa.  Cuando  los 
lagos  se  secan  durante  la  estación  de  los  calores, 
el  anatron  se  manifiesta  en  eflorescencias  blan- 
cas en  el  fondo  de  los  mismos.  Esta  sal  se  recoge 
también  en  Egipto  y  en  el  interior  del  África,  y 
se  recibe  en  Marsella  en  masas  de  un  blanco 
amarillento,  de  apariencia  salina  y  de  un  sabor 
á  la  vez  salado  y  alcalino. 

El  anatron  se  presenta  en  una  masa  sólida  es- 
triada, muy  dura  é  inalterable  al  aire,  aunque 
contiene  28*,  8  por  ciento  de  agua  de  cristalización. 
Klaproth,  que  ha  analizado  el  anatron  de  África, 
lo  ha  encontrado  compuesto  de  sosa  37 ,  ácido 
carbónico  38,  agua  22,50, yde  sulfato  de  sosa2, 50 
SI  Sr.  Chevaílier  ha  examinado  sesquicarbonatos 
de  sosa  procedentes  de  Egipto  que  contenían  gran- 
des cantidades  de  sal  común.  El  examen  del  ana- 
tron ,  para  conocer  su  valor  real  y  la  sosa  que 
contiene,  puede  verificarse  por  el  ácido  sulfú- 
rico ,  como  se  hace  para  las  sosas  y  para  las  po- 
tasas. 

Este  anatron  era  antiguamente  mucho  mas  em- 
pleado de  lo  que  lo  es  hoy  dia.  Los  antiguos,  que 
no  conocían  otro  carbonato  de  sosa,  lo  aplicaban 
á  la  fabricación  del  vidrio  y  de  las  lejías;  sirve 
aun  en  Marsella  en  la  fabricación  del  jabón  duro; 
en  Egipto  se  mezcla  con  el  tabaco  en  polvo  para 
darle  mas  fuerza,  y  cuando  el  arte  de  los  embal- 
samamientos era  ejercido  en  este  pais  el  anatron 
servia  para  salar  los  cadáveres  y  asi  ayudar  á  su 
conservación  ;  los  Indianos  de  Venezuela  lo  mas- 
can con  tabaco  para  excitar  la  salivación. 

Carbonato  de  zinc,  §ubearbona- 
to  de  zinc.  En  el  estado  nativo  ,  siempre  im- 
puro, es  una  de  las  especies  de  Calamina  (V.  es- 
ta palabra).  El  dejas  boticas  resulta  de  la  descom- 
posición de  una  solución  diluida  de  sulfato  de 
zinc  por  medio  de  un  exceso  de  subearbonato 
de  sosa :  el  precipitado  que  se  forma,  lavado  con 
cuidado,  secado  ala  estufa,  pulverizado  y  pues- 
to en  trociscos  ,  era  llamado  en  otro  tiempo  Zinc 
precipitado  ó  Magisterio  de  zinc ,  y  asimilado, 
equivocadamente  al  óxido  de  zinc.  Calcinado, 
como  se  prescribe  en  algunas  farmacopeas,  se 
vuelve  pálido,  pero  no  está  todavía  reducido  al 
estado  de  óxido  puro.  Esta  sal  insoluble  ha  sido 
recomendada,  en  forma  de  pomada ,  como  dese- 
cante, y  en  polvo ,  á  la  dosis  de  8  á  10  granos, 
como  vermífugo,  y  también  como  anti-epiléptico; 
sin  embargo,  hoy  dia  no  tiene  ningún  uso. 

CARBONO.  Cuerpo  simple,  sólido,  que  se 
presenta  sea  bajo  la  forma  de  polvo  negro ,  sin 
cristalización  determinada,  sea  bajo  la  forma  na- 
tural de  uu  mineral  (irradia),  sea  bajo  la  forma 


CAR 

cristalina  (octaedro  ó  dodecaedro)  que  constituye 
el  diamante  {Uimorfia).  El  Sr.  Berzelius  le  ha  da- 
do recientemente  el  nombre  de  Alotropía,  por  la 
propiedad  que  tiene  un  mismo  cuerpo  de  afectar 
muchos  estados  diferentes. 

La  densidad  del  carbono  en  el  estado  de  dia- 
mante es  3,55,  y  en  el  estado  pulverulento,  2,1. 
El  carbono  es  insípido,  inodoro  y  enteramente 
insoluble  en  el  agua,  y  completamente  infusible  y 
lijo.  El  carbono  cristalizado,  que  puede  presentar 
colores  variados,  refracta  fuertemente  la  luz:  su 
índice  de  refracción  es  2,439.  Newton  coloca,  en 
la  lista  de  los  cuerpos  que  refractan  la  luz,  el 
diamante  al  ludo  de  las  resinas,  es  decir  al  lado 
de  los  cuerpos  mas  ricos  en  carbono;  de  modo 
que ,  aunque  por  otra  vía ,  estaba  próximo  á 
descubrir  que  el  diamante  es  carbono.  Al  estado 
poroso  ó  pulverulento  el  carbono  es  tan  mal  con- 
ductor de  la  electricidad ,  que  puede  empleárse- 
le como  cuerpo  aislante;  al  estado  de  diamante 
conduce  bastante  bien  la  electricidad.  . 

El  carbono  se  combina  directamente  con  el  oxí- 
geno por  medio  del  calor,  produciendo  ácido  car- 
bónico ú  óxido  de  carbono.  Cuando  el  carbono  es- 
tá en  exceso  con  respecto  al  oxígeno ,  se  pro- 
duce óxido  de  carbono;  en  caso  contrario,  se  for- 
ma ácido  carbónico.  Conbinándose  con  el  hidró- 
geno, el  carbono  dá  hidrógeno  protocarbonado, 
hidrogeno  bicarbonado  y  una  multitud  de  otros 
carburos  de  hidrógeno,  en  general,  olorosos  como 
los  aceites  esenciales.  El  carbono  se  combina, 
por  vía  indirecta,  con  el  ázoe  (cianógeno),  y  con 
cierto  número  de  metales,  tales  como  el  hierro, 
el  zinc  \  el  cobre.  Eslasúltimas  combinaciones  no 
están  en  proporciones  rigurosamente  definidas. 
La  fijeza,  la  infusibilidad  y  la  propiedad  que  tie- 
ne el  carbono  de  producir,  "durante  su  combustión 
con  el  oxígeno ,  ácido  carbónico  que  representa 
exactamente  el  volumen  de  oxígeno  absorvido, 
no  permiten  confundirlo  con  ningún  otro  cuerpo. 

El  carbono  se  encuentra  puro ,  bajo  el  nombre 
de  Diamante,  en  las  Indias  occidentales  y  en  di- 
ferentes distritos  del  Brasil.  La  Ulla,  el  Grafito, 
la  Antracita  y  el  Liilito  son  carbono  mezclado  con 
algunas  sustancias  extrañas ;  en  el  estado  de 
combinación  constituye  la  materia  fundamental 
de  todos  los  cuerpos  orgánicos.  El  carbono  se 
obtiene  por  diversos  medios:  \  °  Cuando  se  que- 
man resinas  en  un  sitio  en  donde  el  acceso  del 
aire  es  incompleto,  se  obtiene  una  gran  cantidad 
de  negro  de  humo,  que,  condensado  en  un  crisol 
y  calcinado  al  rojo,  da  un  residuo  negro  muy  di- 
vidido ,  que  es  carbono  casi  puro.  2.°  Recogien- 
do el  ácico  carbónico  que  se  desprende  de  los 
carbones  en  combustión,  y  descomponiéndolo  por 
medio  del  potasio,  se  obtiene  carbono  perfecta- 
mente puro  ;  pero  este  procedimiento  es  dema- 
siado costoso  para  ser  generalmente  empleado. 
3.°  Haciendo  llegar  dentro  de  un  tubo  de  porce- 
lana calentado  al  rojo  vapores  de  aceite  de  tre- 
mentina ó  de  espíritu  devino,  se  obtiene  car- 
bono puro  ,  dotado  de  un  brillo  metálico. 

Cualquiera  sea  el  estado  bajo  el  cual  se  consi- 
dere el  carbono ,  sus  propiedades  químicas  son 


CAR 

idénticas :  arde  al  aire  ó  en  el  gas  oxigeno  á  una 
temperatura  mas  ó  menos  elevada  ,  variable  se- 
gún su  densidad  y  su  dureza ,  y  se  trasforma  en- 
teramente en  gas  ácido  carbónico  sin  dejar  resi- 
duo si  es  puro.  El  gas  que  resulta  de  esta  combina- 
ción representa  en  suma  el  peso  del  carbono  que- 
mado y  el  de  la  cantidad  de  oxigeno  que  la  ha  de- 
terminado. 

CARBURO.  Nombre  dado  á  los  diferen- 
tes cuerpos  artificiales  que  produce  el  carbono 
con  algunos  metales  ó  algún  cuerpo  simple.  El 
carburo  de  hierro  y  el  carburo  de  azufre  son  los 
únicos  que  merecen  ocupar  un  lugar  en  esta 
obra.  Páralos  primeros,  Y.  Aceroy  Plomb(i<i¡na. 

Carburo  de  azufre  ,  Alcohol  «le 
azufre,  Hi-sulfuro  de  carbono,  Li- 
cor fumante  «le  Lampadio.  Sulfi- 
do  carbónico,  y  mejor  Sulfuro  de  car- 
bono. E>ta  compuesto  de  dos  átomos  de  azufre 
y  de  un  átomo  de  carbono.  Este  cuerpo  fué  des- 
cubierto por  Lampadio ;  para  obtenerlo ,  se  hacia 
pasar  azufre  en  vapores  sobre  carbón  calentado 
al  rojo.  Es  un  liquido  trasparente,  sin  color,  de 
un  olor  fuerte  y  penetrante,  de  un  sabor  acre  y 
quemante;  hierve  á  45° ;  el  calor  mas  elevado  no 
lo  descompone;  el  agua  no  tiene  acción  sobre  él;  se 
disuelve  muy  bien  en  el  alcohol  y  en  el  éter;  por 
el  contacto  del  oxígeno  y  de  un  cuerpo  en  igni- 
ción, se  inflama  y  produce  ácido  sulfuroso  y 
ácido  carbónico. 

En  medicina,  este  carburo  es  un  excitante  de 
los  mas  enérgicos,  que  parece  obrar  sobre  la  piel 
y  sobre  el  sistema  uterino.  Su  acción  se  manifies- 
ta lentamente  y  se  prolonga  durante  muchos  (lias. 
A  veces  la  traspiración  cutánea  no  aumenta  bas- 
ta después  de  haber  empleado  esla  sustancia  tres 
ó  cuatro  dias,  y  senotan  todavía  eructos  sulfuro- 
sos ocho  dias  después  que  se  ha  cesado  en  su  uso. 
Este  medicamento  ha  sido  preconizado  en  Alema- 
nia contra  la  gota  y  las  afecciones  reumáticas  no 
acompañadas  de  calentura;  también  goza  de 
propiedades  emenagogas  muy  pronunciadas,  y  en 
este  caso  se  le  asocia  con  el  y(  do.  Al  interior ,  se 
emplea  el  sulfuro  de  carbono  á  la  dosis  de  3  go- 
tas, dos  veces  al  día,  en  una  taza  de  cocimiento 
de  harina  de  avena. 

CARDA.  Instrumento  ó  mas  bien  peine  que 
se  compone  de  un  pedazo  de  becerrillo  poblado 
de  puntas  de  alambre  mas  ó  menos  gruesas  y  mas 
ó  menos  espesas  según  los  números,  que  se  ele- 
van desde  el  8  hasta  28  ó  30.  Las  cardas  sirven 
en  las  fábricas  para  preparar  la  lana,  la  seda,  el 
algodón  y  la  cachemira  antes  de  hilarlas.  Distín- 
guense  dos  especies  de  cardas. 

I.*  Las  Cardas  de  mano,  compuestas  de  nna 
tira  de  cuero  poblada  de  puntas  y  afianzada  sobre 
una  plancha  de  madera  de  4  a  5  pulgadas  de 
ancho  y  de  8  á  tO  di  largo,  provista  de  un  mango 
igualmente  de  madera. 

2.a  Las  Cardas  de  cinta ,  hechas,  como  las 
primeras,  de  cuero  de  becerro  ó  de  vaca  de  la 
mejor  calidad  y  de  puntas  de  alambre  de  diferen- 
tes tamaños,  están  destinadas  para  ser  emplea- 
das en  tiras  de  todas  longitudes  no  montadas  so- 


CAR  613 

bre  madera.  Estas  cintas  de  cardas  son  hechas 
casi  todas  á  la  mecánica  sobre  una  anchura  de 
19  á  20  lineas,  y  se  venden  por  pies  desde  4  á  6 
reales  y  y»  el  pié.  El  precio  de  las  cintas  varía 
en  razón  de  su  guarnición  mas  ó  menos  espesa. 

Hoy  dia  los  principales  lugares  de  fabricación 
de  cardas  en  Francia  son  Rúan  que  fabrica  una 
cantidad  considerable  de  ellas ,  y  después  París; 
pero  hay  también  fabricas  de  cardas  en  varios 
departamentos.  La  Inglaterra  fabrica  igualmente 
cardas  en  gran  cantidad  para  sus  numerosas  ma- 
nufacturas y  parala  exportación;  pero,  en  el 
comercio,  seda  en  el  dia  la  preferencia  á  lascar- 
das  francesas.  Antes  de  expenderlas,  se  rollan 
las  cintas,  y  se  sobreponen  las  cardas  afianzadas. 
puntas  cotí  puntas,  embalándolas  con  cuidado 
por  cintas,  por  docenas  ó  por  pares. 

Existe  en  Barcelona  una  magnífica  fábrica  de 
cardas  que  surte  de  sus  productos  á  casi  todos  los 
establecimientos  de  lanas  y  de  algodón  de  Espa- 
ña. Esta  fábrica,  que  pertenece  á  I).  Gregorio 
Deu  ,  tiene  varios  depósitos  de  este  articulo  en 
todas  las  provincias  donde  se  ejerce  la  fabrica- 
ción ,  siendo  los  principales  los  de  Bejar,  Carta- 
gena, Alcoy,  Escaray  ,  Isla  de  Mallorca,  etc. 

En  la  fábrica  del  Sr.  Deu  se  elaboran  tres  es- 
pecies de  cardas  ,  según  su  forma  y  la  materia 
en  que  están  lijadas  las  puntas  de  alambre.  La 
primera  especie  tiene  las  puntas  fijadas  sobre 
grandes  tiras  de  cuero,  que  previamente  han  su- 
frido algunas  operaciones,  para  darlas  la  debida 
consistencia  y  quitarlas  su  elasticidad.  La  longi- 
tud de  estas  liras  es  de  126  pies,  y  su  tochura 
de  23  lineas  ;  las  hay  también  de  133  pies  de 
largo  y  de  18  lineas  de  ancho  :  estas  últimas  son 
las  que  generalmente  se  emplean  para  cubrir 
los  grandes  tambores  en  las  fábricas  de  paño  y 
de  hilados  de  algodón.  La  segunda  especie  de 
cardas  difiere  de  la  primera  en  que  la  tira  que 
recibe  las  puntas  de  alambre  se  compone  de  le- 
las pegadas  entre  sí  con  un  betún  de  goma 
elástica.  Finalmente,  la  tercera  esta  formada  de 
una  tira  compuesta  de  una  calidad  de  bayeta 
pegada  á  una  tela,  llamada  de  paten,  en  laque 
están  lijadas  las  puntas.  Además  de  las  cardas  de 
tiras  ó  cintas,  hay  otras  conocidas  con  el  nombre 
de  placas,  cuya  longitud  es  de  unos  tres  palmos 
sobre  uno  de  anchura. 

También  en  la  España  Industrial  y  en  otros  es- 
tablecimientos de  esta  ciudad  se  fabrican  car- 
das, si  bien  en  reducido  numero. 

En  España  se  importan  algunas  cardas  do 
Rancia  é  Inglaterra  ,  pero  en  corta  cantidad.  En 
cuanto  á  su  exportación  ,  el  Portugal  se  provee 
de  este  artículo  en  los  depósitos  que  el  Sr.  Deu 
tiene  establecidos  en  las  provincias  mas  contiguas 
á  sus  fronteras. 

Las  cardas  de  cinta  se  venden  por  pies  fran- 
ceses; las  placas  por  piezas  sueltas.  El  embalaje 
de  las  primeras  consiste  en  cajones  de  madera  en 
los  cuales  se  meten  las  cintas  bien  reliadas,  pro- 
curando impedirlas  todo  movimiento  con  el  ob- 
jeto de  que  sus  puntas  no  se  tuerzan.  Las  placas 
se  colocan  también  en  cajones  de  madera  en  pa- 


6U  CAR 

quetesde  19  piezas,  que  son  lasque  generalmen- 
te se  necesitan  para  cubrir  un  tambor. 

€AKDA]?1IM,  Cardamine.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  cruciferas  y  de  la 
lelradinamia  silicuosa,  que  encierra  un  gran  núme- 
ro de  especies,  unas  75,  esparcidas  en  todas  las 
comarcas  de  la  tierra,  pero  principalmente  en  el 
norte  del  antiguo  continente.  Sen  plantas  herhá- 
ceas,  anuas,  bienales  ó  vivaces  ,  con  frecuencia 
sermentosas  en  la  base ,  de  flores  azules  ó  rosa- 
das, de  hojas  pecioladas  ya  sencillas  é  indivisas 
ya  lobadas  ó  pinnatísectas ,  y  muchas  veces  es- 
tas dos  figuras  fundamentales  de  las  hojas  se  ob- 
servan sobre  unos  mismos  individuos.  Las  car- 
daminas participan  ,  pero  á  un  débil  grado  ,  de 
las  calidades  generales  de  las  cruciferas;  se  en- 
cuentran en  los  lugares  húmedos,  los  prados, 
los  bosques,  etc .,  y  muchas  de  sus  especies  se  cul- 
livan  en  los  jardines  botánicos,  pero  las  que  me- 
recen fijar  nuestra  atención  son  las  siguentes: 

Cardamina  Celidonia  (  Cardamine 
Chelidonia,  L.).  El  Sr.  Pujade,  médico  de  Arles,, 
ha  referido  dos  observaciones  en  favor  de  las 
propiedades  antiescorbúticas  de  esta  especie; 
pero  al  extracto  acuoso  de  la  planta  asociaba 
partes  iguales  de  extracto  de  centaura  y  de  ácido 
sulfúrico. 

Cardamina  de  lo»  prados ,  Ber- 
ro elefante,  Mastuerzo  de  los  pra- 
dos (Cardamine  pratensis,L.  ).  Esta  planta 
vivaz  es  muy  común  en  las  orillas  de  los  arroyos 
y  de  las  fuentes,  y  en  los  prados  húmedos.  Su 
tallo  es  vertical  y  de  un  pié  de  elevación ,  hojoso 
y  terminado  por  "llores  purpúreas  bastantes  gran- 
des ,  dispuestas  en  corimbo  y  sostenidas  por  un 
largo  pedúnculo. 

Si  ha  de  creerse  al  poeta  Castel ,  la  aparición 
de  esta  planta  en  los  prados  es  una  época  muy 
interesante  para  los  pescadores ,  pues  asegura 
que  luego  que  empieza  á  elevarse  los  salmones, 
saltando  á  despecho  de  la  bravura  del  mar,  fran- 
quean las  barreras  y  remontan  por  los  rios. 

El  berro  elegante  sirve  como  yerba  de  pasto , 
como  planta  de  adorno  y  como  simple   hortaliza, 

Euesto  que  sus  hojas  pueden  comerse  como  el 
erro  común,  al  que  remplazan  como  anties- 
corbútico. Es  un  buen  succedáneo  de  la  codea- 
ría, porque,  según  el  análisis  del  Sr.  Vogel,  dá 
exactamente  los  mismos  productos  que  ésta  des- 
tilada con  el  agua  ó  el  alcohol. 

CAKDIOÓBIJCARIIO,  Cardium.  Gé- 
nero de  moluscos  del  orden  de  los  acéfalos  testá- 
ceos, que  debe  su  nombre  á  la  figura  de  corazón 
de  su  concha,  de  lo  que  se  les  llama  Corazones. 
Habitan  todos  los  mares  y  particularmente  el 
Océano,  junto  á  las  playas  del  cual  viven  enterra- 
dos en  la  arena.  Entre  sus  numerosas  especies 
solo  dos  son  particularmente  usadas  como  ali- 
mento, á  saber:  el  Bucaudo  comestible  (Cardium 
edule,  L. )  esparcido  en  todas  partes,  y  que  es 
del  volumen  al  menos  de  una  nuez  gruesa ,  y 
el  Bucaudo  rústico  (Cardium  rusticum ,  L ),  pro- 

{>io  en  las  costas  de  las  Üos-Sicilias.  Estos  anima- 
es  son  poco  delicados  al  gusto  y  medianamente 


CAR 

eslimados,  pero  su  abundancia  los  hace  precio- 
sos para  las  clases  indigentes  de  los  países  ma- 
rítimos. En  Sicilia  se  sazona  el  bucardo  rústico 
con  aceite ,  migaja  de  pan ,  pimienta  y  yerbas 
i  romí  liéis 

V  \  «  DIOSPERlfl O  ,  Cardiospermum  , 
Genero  de  plantas  de  la  familia  de  las  sapindáceas 
y  de  la  oclandria  triginia ,  que  contiene  unas 
veinte  especies.  Son  plantas  herbáceas,  anuas, 
vivaces  ó  apenas  fructicosas,  enredaderas  ó  muy 
raras  veces  derechas,  conocidas  en  la  América 
tropical,  raras  en  África,  y  de  las  cuales  solo  una 
parece  cosmopolita  en  todas  las  regiones  tropi- 
cales. Las  hojas  de  estas  plantas  son  alternas, 
Internadas  ó  mas  raramente  sobrede  compues- 
tas, y  pecioladas;  las  hojuelas  dentadas,  insertas, 
con  frecuencia  marcadas  de  puntos  ó  pequeñas 
rayas  pelúcidas,  y  sin  estípulas;  las  flores  mascu- 
linas y  hermafroditas  en  el  mismo  pié,  ó  dioicas, 
dispuestas  en  racimos  ó  en  panículas  axilares. 
Cultívanse  algunos  cardiospermos  en  los  jardi- 
nes como  plantas  de  adorno. 

Cardiospermo  Yerna  mora  ( Car- 
diospermum  Halicacabum,  L.|.  Planta  anua  y  en- 
redadera ,  que  crece  en  la  India  y  en  las  Antillas. 
El  cocimiento  de  su  raíz  es  mucilaginoso  y  un  poco 
nauseoso;  hásele  creído  lilontriptico,  pero  esta 
virtud  no  ha  sido  confirmada  por  experiencias  po- 
sitivas. Las  hojas  de  esta  planta  en  Malabar  sirven 
como  aperitivas  y  se  dan  en  las  enfermedades  del 
pulmón,  á  la  dosis  de  media  onza  en  medio  azum- 
bre de  agua.  Los  Indianos  beben  el  cocimiento  de 
sus  frutos  en  los  dolores  artríticos,  y  aplican  el 
bagazo  á  la  parle  dolorosa. 

CARDO ,  Carduus.  Género  de  la  familia 
de  las  sinanléreas ,  tribu  de  las  cinarocél'alas  de 
Jussieu,  y  déla  singenesia  poligamia  igual,  que 
contiene  yerbas  derechas ,  simples,  monocéfalas, 
de  hojas  caulinares ,  pinatilobadas  ó  enteras,  de 
cabezuelas  subglobulosas  ú  oblongas,  derechas  y 
que  se  inclinan  con  mucha  frecuencia  después  de 
la  florescencia,  de  flores  purpúreas  y  á  veces 
blancas. 

Solo  hay  unas  cincuenta  especies  de  cardos, 
desde  que  sucesivamente  se  ha  reformado  el  gé- 
nero de  las  plantas  que  momentáneamente  se  le 
habían  reunido  ,  y  que  han  sido  distribuidas  en- 
tre los  géneros  vecinos.  Estas  plantas  son  indí- 
genas de  casi  todas  las  partes  de  Europa ,  del 
Asia  Menor ,  del  Asia  central,  del  África  septen- 
trional ,  y  sobre  todo  parece  se  complacen  en 
los  sitios  montuosos.  Son  plantas  espinosas  muy 
abundantes,  cuyas  flores  son  buscadas  por  las  abe- 
jas. El  aspecto  desagradable  de  su  tallo  espinoso 
no  ha  impedido  que  algunas  especies  de  este  gé- 
nero hayan  sido  introducidas  en  los  jardines  co- 
mo plantas  de  ornato.  Entre  éstas  deben  citarse 
el  Cardo  como  Acanto  (Carduus  acantoides,  L.), 
el  Cardo  como  Helenio  (Carduus  helenioidc,L.), 
el  Cardo  de  dos  espinas  (  Carduus  diacantha  , 
L. )  el  Cardo  lampinoso  (Carduus  eriophorus,  L.). 

Los  cardos  demasiado  multiplicados  se  pose- 
sionan con  frecuencia  de  los  mejores  terrenos , 
en  los  que  sus  raices  profundizan  mucho  con  de- 


CAR 

sespero  del  labrador.  El  Caído  sin  tallo  [Car- 
ditus  acaulis,  L.),  sobre  todo,  perjudica  á  los  pas- 
tos haciendo  desertar  de  ellos  á  ios  ganados  que 
no  pueden  frecuentarlos  sin  exponerse  á  recibir 
continuas  heridas.  No  debe  esperarse  que  se  con- 
siga su  destrucción  cortando  el  pié  entre  dos 
tierras ,  pues  las  raíces  que  quedan  no  lardan 
en  echar  nuevos  tallos  :  tan  solo  por  un  cultivo 
bien  dirigido  y  continuado  que  por  muchos  años 
consecutivos  podrá  alcanzarse  este  resultado. 

Cardo  de  Casabona  ( üarduus  Cas- 
sabonoc,  L. ).  Esta  hermosa  planta,  que  crece  en 
Italia  en  donde  su  gran  cantidad  de  espinas  le  ha 
valido  el  nombre  de  Poliacantha  ,  se  cultiva  en 
algunos  jardines.  El  cocimiento  de  su  raíz  es  ape- 
ritivo y  sudorilico,  y  se  dice  que  sus  flores  tie- 
nen la  propiedad  de  cuajar  la  leche. 

Cardo  de  María  ,  Cardo  de  l'aeg- 
tra  Señora,  Cardo  lechero,  Cardo 
plateado  [Carduus  marianus ,  L.).  Espe- 
cie vivaz  ,  que  crece  en  los  lugares  cultivados. 
Su  tallo  se  eleva  á  la  altura  de  tres  ó  cuatro 
pies,  y  es  del  grosor  de  un  dedo,  ramoso ,  blan- 
quecino y  lanuginoso  ;  sus  hojas  son  largas,  an- 
chas, puntiagudas,  espinosas,  punzantes  y  man- 
chadas de  puntos  blancos  como  la  leche;  sus  su- 
midades están  cargadas  de  cabezuelas  armadas 
de  puntas  duras  y  muy  agudas  ,  cada  una  de  las 
cuales  sostiene  un  ramillete  de  flósculos  ensancha- 
dos por  arriba,  cortados  en  liras,  y  de  color  pur- 
purino; á  esta  flor  suceden  semillas  parecidas  á 
lasdel  cártamo;  su  raíz  es  larga,  gruesa,  y  bue- 
na para  comer. 

Esta  planta,  que  se  encuentra  á  cada  paso  jun- 
to á  las  poblaciones,  ha  sido  introducida  en  algu- 
nos jardines  de  recreo  en  los  cuales,  en  las  hen- 
diduras de  las  rocas  sobre  la  vertiente  de  los  co- 
llados, presenta  sus  rosetas  de  hojas  verdes  sem- 
bradas de  venas  anchas  y  blancas,  pero  convie- 
ne arrimársele  con  precaución  en  razón  de  las 
heridas  que  causan  sus  espinas  robustas. 

El  labrador  córtalos  cardos  cuando  medio  flo- 
ridos para  darlos  al  ganado  que  los  come  con 
apetito,  ó  para  quemarlos ,  ya  sea  para  calen- 
tar los  hornos,  ya  también  para  la  extracción  de 
la  potasa  que  contienen. 

Los  Italianos  comen  las  raíces  de  esta  planta  á 
guisa  de  alcachofa ,  cuyo  sabor  y  propiedades 
alimenticias  tienen  á  corta  diferencia  ;  en  varios 
paises  de  la  Europa  sus  renuevos  se  comen  en 
ensalada ;  sus  tallos  se  aprestan  como  las  espi- 
nacas, después  de  haberlos  sazonado  con  aceite  y 
sal;  también  sus  hojas  tiernas ,  despojadas  de  sus 
bordes  espinosos,  son  alimenticias  en  algunos  paí- 
ses. 

Toda  la  planta  tiene  un  sabor  amargo.  En  me- 
dicina se  considera  como  febrífuga,  sudorífica  y 
fundente.  Se  emplea  el  jugo  de  sus  hojas  frescas 
y  el  cocimiento  de  sus  raíces  en  las  calenturas 
intermitentes,  en  la  hidropesía,  en  la  ictericia, 
el  reumatismo,  etc.  Sus  semillas  son  oleaginosas, 
y  su  emulsión  ha  sido  prescrita  en  las  flores  blan- 
cas, y  presentada  por  Lindans  como  un  preser- 
vativo de  la  rabia. 


CAH  S16 

CARICA  ó  PAPAYERO,  Carica.  Gé- 
nero de  plantas  de  la  familia  de  las  papayaceas, 
y  de  la  dioecia  decandria  de  Linneo.  Las  especies 
de  que  se  compone  son  árboles  de  la  América  tro- 
pical, de  jugo  lechoso,  que  tienen  una  apariencia 
bástente  análoga  á  la  de  un  palmero,  en  razón  de 
su  tronco  en  columna  simple,  terminado  por  un 
ramillete  de  hojas  alternas  y  reunidas,  largamente 
pecioladas  y  palmeadas.  Sus  llores  son  unisexua- 
les, casi  todas  dioicas,  sostenidas  por  pedúnculos 
multiflores  para  las  masculinas,  y  paucillores  para 
las  femeninas.  A  estas  últimas  "flores  sucede  un 
fruto  carnoso,  pulposo,  ovoideo,  que  contiene 
muchísimas  semillas  Este  género  cuenta  entre 
otras  una  especie  muy  curiosa,  sobre  la  que  cre- 
emos útil  detenernos. 

Carica  Papayero,  Papayero  cul- 
tivado (Canco  Papaya,  L.).  Este  árbol  tiene 
un  tronco  recto  y  sin  ramos  hasta  á  unos  10  me- 
tros de  su  altura,  cilindrico  ó  un  poco  engrosado 
en  su  base ,  cubierto  de  una  corteza  parduzca, 
bastante  unida  ,  marcada  por  intervalos  de  cica- 
trices producidas  por  la  caída  de  las  hojas.  Estas 
están  extendidas,  provistas  de  un  pecíolo  largo  de 
3-6  decímetros  y  cilindricas,  palmeadas,  de  7  ló- 
bulos oblongos,"  generalmente  sinuados,  ó  la- 
ciniados, y  agudos  en  la  sumidad,  lampiñas  en  am- 
bas caras,  de  las  cuales  la  superior  es  de  un  ver- 
de subido,  y  la  inferior  es  mucho  mas  pálido  , 
marcada  de  una  redecilla  de  venas  proeminen- 
tes.  Sus  flores  masculinas  forman  racimos  al- 
go compuestos,  axilares;  su  corola  es  larga  de 
3  á  4  centímetros,  de  un  blanco  amarillento, 
de  un  tejido  espeso  y  casi  coriáceo ;  las  flores  fe- 
meninas, llevadas  casi  siempre  por  pies  dife- 
rentes, forman  pequeños  racimos  axilares,  sim- 
ples y  paucillores;  su  corola  amarillenta  está  di- 
vidida muy  profundamente  en  5  segmentos  oblon- 
gos, un  poco  extendidos,  ó  es  de  5  petalos  dis- 
tintos. A  medida  que  su  ovario  engruesa  y  se 
desarrolla ,  las  hojas,  en  cuyo  axila  se  encontra- 
ban las  flores,  se  desprenden  de  tal  modo  que  el 
fruto  ,  que  en  su  madurez  forma  una  baya  ovoi- 
dea, de  o  costillas  pronunciadas,  larga"  de  12  á 
15  centrímetros,  se  manifiesta  colgante  sobre  una 
porción  del  tronco  enteramente  desnudo.  Este 
fruto  es  de  color  amarillo  anaranjado  deslucido; 
su  carne  es  consistente  ,  de  color  mas  pálido  (pie; 
el  de  la  superlicie  exlerna;  tiene  una  gran  ca- 
vidad que  contiene  numerosas  semillas. 

Los  autores  se  expresan  de  diversas  maneras 
relativamente  al  fruto  del  papayero:  los  unos,  co- 
mo P.  Browne,  le  atribuyen  un  sabor  dulce  muy 
agradable  ,  mientras  que  otros ,  tales  como  Sloa- 
ne,  aseguran  que  es  siempre  bastante  mediano 
aun  después  haber  sido  sazonado  con  azúcar. 
La  manera  mas  habitual  de  prepararlo  consiste 
en  cortarlo  á  tajadas  (pie  se  (tejan  macerar  en  el 
agua  hasta  que  todo  el  jugo  lechoso  haya  desapa- 
recido; en  seguida  se  hacen  hervir  estás  tajadas, 
6  bien  se  cuecen  en  el  horno. 

En  medicina  el  papayero  no  carece  de  interés: 
el  jugo  lechoso  de  su  fruto  aun  verde  obra  como 
un  excelente  vermífugo;  además,   Descourtilz 


016  CAR 

lo  dá  como  un  buen  cosmético  muy  eficaz  contra 
las  pecas  de  la  piel.  Pero  el  hecho  mas  notable  en 
la  historia  de  las  propiedades  del  papayero  es  el 
relativo  á  la  composición  de  su  jugo  lechoso  y  á 
su  acción  sobre  las  carnes.  En  efecto,  el  análisis 
ha  hecho  reconocer  en  este  jugo  la  existencia  de 
la  fibrina,  y  de  aquí  viene  el  olor  amoniacal  que 
exhala  cuando  se  le  quema.  Además ,  el  agua 
mezclada  con  este  jugo  tiene  la  propiedad  singu- 
lar de  poner  tiernas  en  pocos  minutos  las  carnes 
que  se  sumergen  en  ella ;  proceder  usado  dia- 
riamente en  los  países  tropicales.  La  existencia 
de  esta  singular  propiedad  ha  sido  reconocida  y 
probada  por  varios  observadores ,  entre  otros 
el  doctor  Holder,  quien  :lice  que  el  jugo  lechoso 
del  papayero  obra  separando  y  desagregando  las 
libras  musculares.  Las  exhalaciones  mismas  del 
árbol  obran  de  una  manera  análoga ,  y  por  este 
motivo  los  habitantes  de  los  países  en  donde  se 
cullivajesle  vegetal  suspenden  en  su  partcsuperior 
las  carnes,  las  aves,  etc. ,  que  quieren  hacer 
volver  tiernas.  La  carne  preparada  de  esta  mane- 
ra ó  por  inmersión  en  el  jugo  diluido  con  agua,  si 
bien  se  vuelve  muy  tierna,  está  sujeta  a  pasarse  y 
a  descomponerse  muy  pronto.  También  »eha  ob- 
servado que  los  cerdos  alimentados  con  el  froto 
del  papayero  son  absolutamente  impropios  para 
la  salazón. 

La  patria  del  papayero  es  difícil  dedeterminar. 
Willdenow  lo  considera  como  indígena  en  la  In- 
dia de  donde  fué  importado  en  América  ;  al  con- 
trario, Rnmlio  dice  (pie  fué  llevado  á  la  India  por 
los  Portugueses.  El  Sr.  R.  Brown,  apoyándose  en 
<pie  todas  las  otras  especies  del  mismo  género  son 
americanas,  adopta  una  opinión  parecida  á  la  de 
Rumlio;  la  generalidad  de  los  autores  reconocen 
boy  dia  esta  manera  de  ver.  Sea  de  esto  lo  que 
fuere,  este  árbol  se  encuentra  en  la  actualidad 
cultivado  en  la  mayor  parte  de  los  países  cálidos 
del  globo. 

€AKI€Eó€lllRIZO,  Carf.x.  Género 
extremadamente  numeroso  de  la  familia  de  las 
ciperáceas  y  de  la  tribu  de  las  cancéas  á  la  cual 
da  su  nombre,  y  déla  immoecia  triandriaen  el  sis- 
tema sexual. Es  uno  de  los  grup>s  genéricos  mas 
considerables  que  existen  entre  los  fanerógamos: 
on  efecto,  el  Sr.  M.  Kunth  describe  unas  439  espe- 
cies. Sin  embargo,  á  pesar  de  su  importancia  numé- 
rica, el  género  cárice  no  tiene  casi  importancia  di- 
recta, pues  las  especies  que  lo  componen  son,  sal- 
vo un  corto  número  de  excepciones,  enteramente 
inútiles  y  basta  perjudiciales.  En  verdad  estas  plan- 
tas, quecrecen  la  mayor  parle  en  lugares  hume- 
dos  y  pantanosos,  en  las  orillas  de  los  charcos 
llenos  de  agua,  etc. ,  solo  dan  un  forraje  muy 
basto,  poco  alimenticio,  sobre  todo  después  de  lá 
florescencia  y  en  el  estado  seco.  Cuando  fres- 
cas, apenas  hay  ganado  que  quiera  comerlas  y 
son  perjudiciales  á  los  carneros. Desde  luego  pue- 
de concebirse  con  que  cuidado  se  trata  de  impe- 
dir que  invadan  los  prados  cuyos  pastos  son  tan- 
to mas  malos  cuanta  mayor  cantidad  de  estas 
plantas  se  encuentra  en  ellos. 

Los  carices  son  vegetales  herbáceos  provistos 


CAR 

con  frecuencia  de  un  rizoma  subterráneo  m  as  ó 
menos  desarrollado  y  muchas  veces  puntiagudo. 

Los  carices  crecen ,  como  hemos  dicho  ,  en  las 
partes  húmedas  y  pantanosas,  y  aveces  también 
en  los  lugares  secos  y  aun  arenosos  de  las  regiones 
templadas  y  frias  del  hemisferio  boreal ;  son 
numerosas  en  la  zona  intertropical,  en  donde  se 
elevan  en  las  montañas  y  desaparecen  casi  de  las 
sitios  bajos  y  cálidos;  son  también  poco  nume- 
rosas en  los  países  extralropicales  del  hemisferio 
austral.  Sus  usos  son  muy  limitados:  no  pudién- 
dolas utilizar  como  heno,  se  recogen  para  em- 
plearlas como  pajaza  y  estiércol.  Lasjgrandes  es- 
pecies sirven  para  la  confección  de  estera»  y  de 
tejidos  de  paja  grosera. 

Cárice  de  los  arenales ,  Zarza- 
parrilla de  Alemania  (Carex  arenaria, 
L.).  Esta  planta  crece  eh  las  arenas  de  las  orillas 
del  mar  en  Holanda,  en  Alemania  y  oíros  puntos. 
Arroja  rizomas  ó  tallos  subterráneos  puntiagudos 
y  muy  largos,  utilizados  sobre  todo  en  Ho- 
landa porque  dan  solidez  á  los  médanos.  Estos 
rizomas  usados  en  particular  en  Alemania  son  los 
que  llevan  el  nombre  de  Zarzaparrilla  de  Ale- 
mania i  son  del  grueso  de  la  grama,  nudosos  y 
articulados  como  estay  cubiertos  de  fibras  del- 
gadas, restos  de  las  escamas  foliáceas  que  par- 
len de  cada  nudo;  son  rojizos  por  defuera,  blan- 
quecinos y  fibrosos  por  dentro,  de  sabor  dul- 
ce un  poco  desagradable  y  análogo  al  del  helé- 
cho. Este  rizoma  es  usado  en  la  sífilis  y  en  las 
afecciones  reumáticas.  De  la  misma  manera  se 
emplean  las  raíces  del  Cárice  tomentoso  {Carcx 
hirta,  L.) ,  y  Linneo  observó  que  los  Laponesse 
cubrían  las  piernas  y  las  manos  con  las  hojas  de 
estas  plantas,  y  que,  á  pesar  del  frió  excesivo  de 
este  país ,  nunca  tenían  sabañones. 

C1KIOCAK,  Caryocar.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  sapindáceas,  y  de  la  po- 
liandria letraginia,  que  contiene  unas  siete  espe- 
cies, árboles  muy  notables  de  la  America  tropical, 
de  ramos  opuestos  ,  articulados ,  que  llevan  ho- 
jas opuestas,  pecioladas,  palmeadas -trifoliadas; 
las  llores  terminales  y  dispuestas  en  racimos ;  las 
almendras  encerradas  en  las  nueces  son  comesti- 
bles ,  y  las  de  algunas  especies  ,  por  ejemplo 
el  Cariocar  que  lleva  manteca  (Caryocar  bu- 
tyraceum ),  dan  un  aceite  muy  abundante ,  craso, 
espeso ,  mantecoso ,  que  se  emplea  con  frecuen- 
cia en  Cayena  á  guisa  de  manteca. 

En  los  invernaderos  de  Europa  se  cultivan  al- 
gunos de  estos  árboles  ,  de  los  cuales  el  mas  ele- 
gante es  el  Cariocar  que  lleva  nueces  (  Caryo- 
car nuciferum,  L. ;  Pekea  butyrosa,  Aub.),  her- 
moso y  grande  árbol,  cuyas  flores,  de  color 
de  púrpura  muy  oscuro  y  casi  negro  ,  no  tienen 
menos  de  U  á  15  centímetros  de  altura  sobre  un 
diámetro  proporcionado;  sus  filamentos estamina- 
lesson  muy  numerosos,  y  su  bello  color  amarillo 
resalta  con  el  tinte  subido  oscuro  de  los  pétalos  cu- 
yos bordes  inferiores  y  superiores  son  no  obstante 
de  un  rojo  de  cochinilla  vivo.  Su  fruto  es  una  dru- 
pa del  volumen  de  la  cabeza  de  un  niño,  que  con- 
tiene una  almendra  agradable  al  paladar ,  y  de 


CAR 

la  que  se  extrae  un  aceite  dulce  y  comestible;  de- 
bajo la  cortezade  este  fruto  se  encuentre  una  capa 
de  una  sustancia  grasa  de  la  que  los  (¿alibis  se  sir- 
ven para  preparar  sus  alimentos  á  modo  de  man- 
teca. Los  Cariocar  tomentoso  (Caryocar  tomen- 
tosum  ,  W. )  y  Cariocar  lampiño  ( Caryocar  gla- 
brum,  Pers. )  se  hallan  en  el  mismo  caso. 

CARIOTA^  Cariota.  Género  de  palmeros 
del  Asia  ecuatorial,  establecido  bajo  este  nombre 
por  Linneo,  y  que  por  espacio  de  mucho  tiempo 
no  ha  contado  mas  que  con  una  sola  especie  muy 
esparcida  en  en  los  jardines  botánicos,  el  Cariota 
urens,  planta  no  mí'nos  notable  por  sus  hojas  que 
por  sus  otros  caracteres. 

El  tronco  es  simple,  largo  y  liso.  Las  hojas,  bas- 
tante espaciadas,  dejan  cicatrices  anulares  en 
el  tronco;  son  bi-ó-tripennadas,  y  las  hojuelas, 
cuneiformes,  triangulares,  oblicuamente  trunca- 
das, son  dentadas  y  laceradas  en  su  borde  termi- 
nal. Los. espádices  son  muy  grandes,  colgantes  y 
nacen  entre  las  hojas.  El  fruto ,  del  grosor  de  una 
ciruela,  es  una  baya  de  dos  semillas  ,y  con  fre- 
cuencia una  sola;  cada  semilla,  medio  esférica , 
tiene  un  perisperma  córneo;  el  embrión  está  co- 
locado en  el  lado  externo  y  convexo  de  la  semi- 
lla. 

Durante  mucho  tiempo  solo  se  ha  conocido  una 
especie  de  este  género  ,  la  Cariota  que  abrasa 
(Cariota  urens,  L.j,  que  debe  este  nombre  espe- 
cifico á  la  sensación  quemante  que  causa  la  car- 
ne de  su  fruto,  cuando  se  la  quiere  comer.  Déla 
raiz  de  este  vegetal  se  puede  extraer  sagú.  Se 
confundían  con  esta  especie  la  Caryota  rumphiana 
Mart.  y  la  Caryota  soholifera,  Wall.,  a  las  cuales 
se  deben  tanbien  añadir  la  Caryota  initis  de 
Loureiro ,  y  tres  especies  nuevas  de  Java,  des- 
critas por  el  Sr.  Blume.  Todas  son  del  Asia  ecuato  - 
rial,  y  presentan  el  mismo  porte  y  el  mismofollaje 
que  la  Caryota  urens. 

CARISA,  Carissa.  Género  de  la  familia 
de  las  apocíneas,  tribu  de  las  cariséas,  y  de  la 
penlandria  monoginea  de  Linneo.  Encierra  ar- 
bustos lactescentes,  espinosos  en  la  mayor  parle 
de  la  las  especies,  inermes  en  dos  especies  sola- 
mente, que  tienen  hojas  opuestas  en  ramos  comun- 
mente dicótomos,  y  llores  dispuestas  en  colim- 
bos ó  en  panículas.  Son  plantas  que  crecen  en  las 
Indias  y  en  el  África  austral,  de  las  cuales  se 
conocen  una  veintena  de  especies,  cinco  cultiva- 
das cu  los  jardines  de  Europa. 

4uri»a  Carandas,  talar  ,  Caran- 
das [Carissa  Carandas,  L.).  Este  arbusto  de  la 
India,  naturalizado  en  Borbon,  se  reconoce  en 
sus  flores  semejantes  á  las  del  jazmín.  Sus  frutos 
verdes  se  confitan  con  vinagre  ;  maduros  tienen 
el  volumen  de  una  nuez  y  contienen  un  zumo  es- 

Keso ,  viscoso  y  lechoso ;  cómense  con  sal,  y  tam- 
ien  con  ellos  se  hacen  buenas  confitaran; 
Carisa  comestible   (Carissa    edulis, 
Vahl. ;  Anthura  edulis,  Forsk.).  En  la  Núbia  y  la 
Arabia,  en  donde  crece  este  arbusto,  se  comen  los 
renuevos  cocidos,  y  también  las  bayas  negras  y 
del  grosor  de  un  guisante. 
Carisa  Jilopicron  (Carissa  Xylopicron, 
78 


CAR  617 

Du  Pctit-Thouars) .  El  leño  de  este  pequefio  árbol, 
que  crece  en  Jlorbon,  en  donde  es  llamado  Made- 
ra amarga,  es  de  color  amarillo  y  muy  amargo; 
con  él  se  fabrican  obras  de  torno  y  se  nacen  cu- 
biletes en  los  cuales  se  pone  vino  que  toma  amar- 
gor y  es  estomático. 

CARLA.  Tela  de  las  Indias,  que  se  fabri- 
ca en  un  pueblo  del  mismo  nombre,  distante  una 
legua  de  Cananór,  cerca  de  Pondichery,  en  don- 
de la  Compañía  de  Indias  tiene  su  priicipal  esta- 
blecimiento. 

CARLINA,  Carlina.  Género  do  la  familia 
de  las  sinanléreas,  tribu  (!c  las  cinaréas,  y  de  la 
singenesia  poligamia  igual.  Sus  caracteres  gené- 
ricos son:  involucro  compuesto  de  dos  maneras 
de  hojuelas ;  las  exteriores  espinosas  y  recorta- 
das ,  de  forma  y  color  análogos  á  las  hojas;  las 
interiores  mucho  mas  largas,  lustrosas  y  blan- 
cas ó  de  color;  flores  hermalroditas;  pajillas 
membranosas  en  el  receptáculo;  aquenas  coro- 
nadas de  un  vilano  plumoso  y  erizadas  de  pelos 
rojos,  que  forman  como  un  vilano  exterior.  Esto 
genero  comprende  unas  quince  especies,  todas  in- 
dígenas de  los  países  montañosos  de  la  Europa, 
del  África  y  del  Asia  septentrional.  El  nombre  do 
este  género  es  tomado  del  de  Carlomagno ,  bajo 
cuyo  reinado  se  dice  que  fué  empleada  la  espe- 
cie oficinal  con  feliz  resultado  contra  la  peste  que 
diezmaba  su  ejército. 

Carlina  sin  tallo  ,  Angélica  Car- 
lina, Cartlo  dorado,  Carlina,  Car- 
lina oficinal  {Carlina  acaulis,L.).  Planta 
indígena  que  crece  en  los  Pirineos.  Se  conocen 
dos  especies  de  carlina  oficinal,  llamadas,  se- 
gún Lemery ,  la  una  Carlina  ó  Camaleón  blanco, 
y  la  otra ,  Carlina  ó  Camaleón  negro. 

La  carlina  ó  Camaleón  blanco  es  una  planta 
que  arroja  de  su  raíz  hojas  grandes,  largas,  an- 
chas ,  profundamente  corladas ,  guarnecidas  de 
puntas  ásperas  y  punzantes,  como  las  de  los  car- 
dos y  alcachofas.  Estas  hojas  están  extendidas  en 
el  suelo,  y  sale  de  ellas ,  sin  ninguna  apariencia 
de  tallo,  una  cabezuela  bastante  ancha,  orbicu- 
lar, cercada  de  un  doble  involucro  espinoso, 
cuyo  interior  está  formado  de  escamas  simples  , 
lineares,  radiantes,  blancas  ó  purpúreas,  que 
dan  á  la  cabezuela  la  apariencia  de  una  flor  ra- 
diada. A  estas  flores  suceden  semillas  oblon- 
gas, guarnecidas  de  pelos  blancos  que  represen- 
tan un  pincel.  La  raíz  de  esta  planta  es  derecha, 
penetrante ,  larga  de  unos  dos  pies  ,  gruesa  co- 
mo el  dedo  pulgar ,  de  color  oscuro  por  defuera, 
blanca  por  dentro  ,  de  un  olor  fuerte  y  aromáti- 
co ,  de  un  gusto  acre  ,  aromático  no  desagrada- 
ble: según  Geoffroy,  su  superficie  se  presenta 
ordinariamente  como  roída  y  agujereada.  Esta 
variedad,  según  Guibourt,  es  muy  rara,  y  proba- 
blemente no  produce  la  raíz  de  carlina" del  co- 
mercio 

La  carlina  ó  Camaleón  negro  difiere  de  la  pre- 
cedente en  que  su  cabezuela  es  .menos  volumino- 
sa y  sostenida  solo  en  la  extremidad  de  un  tallo, 
(pie  se  eleva  de  entre  las  hojas  á  la  altura  poco 
mas  ó  menos  de  un  pié  ;  su  raiz  as  comanmeatv 

tomo  i. 


6!  8  CAR 

medio  abierta,  según  Lemery ,  carácter  notable 
que  no  se  observa  én  muebas  raices  de  la  mis- 
ma familia. 

La  raiz  de  carlina,  tal  como  se  encuentra  en  el 
comercio,  es  larga  de  5  á6  pulgadas,  gruesa  co- 
mo el  dedo  pequeño,  de  color  gris,  simpre  par- 
tida longitudinalmente  ó  como  roída  de  un  lado, 
de  un  olor  y  sabor  mixtos  de  énula  y  de  barda- 
na ,  que  algunas  personas  comparan  á  los  del 
bongo  comestible.  Debe  escogerse  recientemen- 
te secada,  gruesa,  bien  nutrida,  morena  y  arru- 
gada al  exterior ,  de  olor  aromático  y  de"  sabor 
agradable. 

Los  SS.  Mérat  y  De  Lens  dicen  que  es  difícil 
saber  si  la  carlina  (  Camaleón  )  de  los  antiguos 
es  la  nuestra  ;  pero  el  Sr.  Guibourt  afirma  quo 
es  un  error  creerlas  iguales,  puesto  que  el  botáni- 
co Pedro  Belon  ha  encontrado  en  la  isla  de  Creta 
el  verdadero  Camaleón  blanco  de  los  antiguos, 
que  es  el  Atráctil  que  lleva  goma  (Atractylis 
gummi  f era  ,  L. )  ,  de  que  hemos  hablado  ,  y  en 
la  isla  de  Lemnos  el  verdadero  Camaleón  negro, 
que  es  el  Cártamo  corimboso  ( Carthamus  co- 
rymbosus,  L. ). — V.  esta  palabra. 

La  raiz  de  carlina  gozó  de  gran  reputación 
contra  las  enfermedades  pestilenciales  malignas, 
en  razón  de  las  propiedades  sudoríficas  que  se  le 
concedían  ,  por  lo  que  en  todas  las  epidemias  era 
costumbre  llevarla  consigo  y  mascarla  con  fre- 
cuencia los  que  querían  preservarse  de  la  enfer- 
medad dominante.  Hoy  dia  se  hace  muy  poco  uso 
de  esta  raiz,  que  se  considera  aun  como  diurética 
y  se  administra  en  la  hipocondría ,  en  forma  do 
conserva  ó  de  cocimiento,  y  se  dá  á  la  dosis  de 
2  dracmas  á  una  onza.  Entra  también  en  varias 
preparaciones  farmacéuticas.  En  ciertos  países  se 
comen  los  receptáculos  de  carlina,  que  se  creen 
tónicos  y  afrodisiacos,  del  mismo  modo  que  las 
alcachofas.  El  Sr.  Chancel  tuvo  la  idea  de  hacer 
confitar  en  azúcar  la  parte  carnosa  de  la  planta,  y 
la  preconizó  como  excitante  y  restaurativa  y  pro- 
pia para  figurar  en  los  postres. 

En  Paris  se  usa  la  especie  Carlina  vulgar 
( Carlina  vulgaris ,  L. ) ,  que  crece  en  las  cerca- 
nías de  aquella  capital,  y  es  muy  ci,mun  en  los 
lugares  secos  y  pedragosos  y  en  las  orillas  de  los 
caminos. 

CAKjTIIUT.  Nombre  dado  á  un  color  rojo 
muy  hermoso  que  se  extrae  de  la  cochinilla  por 
u:i  procedimiento  que  los  fabricantes  guardan  se- 
creto. Sábese  que  en  general  consiste  en  disol- 
ver las  sustancias  solubles  de  la  cochinilla  en  una 
agua  alcalina,  que,  según  los  experimentos  de 
Berlhollet ,  tiene  la  propiedad  de  volver  el  color 
mas  vivo  y  de  precipitarlo  en  seguida  por  el 
alumbre. 

Según  los  SS.  Pelletier  y  Caventou  ,  considé- 
rase este  producto  como  una  combinación  de  la 
sustancia  colorante  [carmina)  y  de  una  materia 
animal,  la  una  y  la  otra  contenidas  en  la  cochi- 
nilla, y  unidas  después  con  un  ácido  añadido  du- 
rante su  preparación. 

El  carmín  se  presenta  en  forma  de  un  polvo 
niuy.  ligero,  inodoro,  insípido,  que  se  carboniza 


CAR 

sobre  una  lámina  de  platino  calentada  difundien- 
do un  olor  de  asta  quemada.  El  agua  no  tiene 
acción  sobre  él ,  pero  el  amoníaco  líquido  lo  di- 
suelve en  totalidad  sin  dejar  mas  que  un  débil  re- 
siduo de  alúmina  que  se  le  ha  mezclado  durante 
su  preparación.  Esta  acción  disolvente  que  el 
amoníaco  ejerce  sobre  el  carmín  puro  permite 
distinguir  las  diversas  calidades  de  este  producto 
que  se  venden  en  el  comercio. 

Los  mercaderes  de  colores  venden  diferentes 
suertes  de  carmin  que  se  distinguen  por  núme- 
ros y  que  son  de  un  valor  relativo  á  su  grado 
de  pureza :  las  principales  diferencias  depen- 
den de  la  proporción  de  alúmina  que  se  aña- 
de en  la  precipitación  ,  ó  bien  de  cierta  cantida- 
de  bermellón  que  se  lais  mezcla.  En  el  primer  ca- 
so el  matiz  es  mas  débil ;  en  el  segundo  es  menos 
vivo  aunque  mas  oscuro. 

Es  fácil  determinar  la  proporción  de  las  sus- 
tancias extrañas  mezcladas  ensayando  disolverle 
en  el  amoniaco.  En  general,  todo"  lo  que  hace  im- 
puro al  carmin  queda  insoluble,  y  así  es  que  puede 
eslimarse  su  proporción  haciendo  secar  el  resi- 
duo adentras  que  toda  la  cantidad  de  carmin 
puru  contenida  en  el  producto  ensayado  se  disuel- 
ve en  el  amoníaco. 

El  carmin  es  uno  de  los  colores  mas  finos  y 
mas  empleados  en  la  miniatura ,  se  consume  en 
mucha  cantidad  para  la  coloración  de  las  llores 
artificiales,  y  los  confiteros  y  los  farmacéuticos  lo 
usan  para  dar  color  á  diversas  preparacio- 
nes. Basta  para  este  uso  mezclarlo  con  las  sus- 
tancias que  se  deseen  colorar  ;  pero  cuando  se 
quiere  emplear  para  teñir,  se  disuelve  primera- 
mente en  el  amoníaco ,  cuyo  exceso  se  deja  en 
seguida  disipar  por  una  evaporación  expontáuea, 
y  cuando  la  solución  es  ya  inodora,  está  en  dis- 
posición de  servir. 

Comunmente  se  envuelve  el  carmin  en  papel  fi- 
no ,  ó  bien  se  encierra  sea  en  cajas  ó  bien  en 
vasos  de  vidrio. 

Los  bagazos  de  cochinilla  medio  agotados  de 
los  cuales  se  ha  extraído  una  parte  de  la  mate- 
ria colorante  para  obtener  el  carmin ,  se  venden 
también  para  preparar  lacas  menos  finas,  para 
teñir  de  encarnado  las  cuerdas  armónicas  y  otros 
varios  objetos. 

CARMINA.  Nombre  adoptado  para  desig- 
nar el  principio  colorante  puro  de  la  cochinilla  y 
de  algunos  otros  insectos  del  mismo  género. 

La  carmina  en  su  estado  de  pureza  es  de  un  ro- 
jo purpúreo  muy  brillante;  adhiere  con  fuerza  á 
las  paredes  de  los  vasos  en  los  cuales  se  ha  pe- 
gado ;  su  aspecto  es  granoso  y  como  cristalino  ; 
es  inalterable  al  aire,  calentada,  se  funde  á + 
50°  y  se  descompone  como  las  materias  orgánicas 
no  azoadas. 

La  carmina  calcinada  sobre  una  lámina  de  pla- 
tino se  abotaga  y  se  carboniza  despidiendo  un 
humo  picante  empireumático  y  ácido ,  y  el  car- 
bón que  deja  arde  sin  residuo ;  el  agua  y  el  alco- 
hol la  disuelven  aun  en  frió  tomando  un  bello  co- 
lor rojo  que  tira  á  carmesí. 
La  solución  acuosa  loma  un  color  rojo  vivo  en 


CAR 

presencia  de  una  corta  cantidad  de  un  ácido  mi- 
neral débil ,  y  rojo  amarillento  con  una  mayor 
proporción;  los  álcalis,  la  barita  y  la  eslronciana 
nace»  pasar  su  color  al  violeta  carmesí;  el  agua 
de  cal  produce  en  ella  un  precipitado  violeta;  el 
protocloruro  do  estaño  da  origen  á  un  precipitado 
violeta ,  mientras  (pie  el  deutoeloruro  hace  volver 
solamente  al  rojo  escarlata  el  color  de  esta  solu- 
ción; en  fin,  el  acetato  de  plomo  y  la  solución  de 
protonitrato  de  mercurio  producen  en  ella  preci- 
pitados violetas. 

CARNAZA*  Desperdicios  de  los  cueros  de 
bueyes,  vacas,  terneras  ,  carneros  ,  etc. ,  que 
sirven  para  hacer  la  cola  fuerte.  Las  orejas  de 
éstos  animales  se  encuentra  en  gran  numero 
entre  éstos  desperdicios,  pudiendo  casi  decirse 
que  en  su  mayor  paite  c<  nsisle  en  orejas. 

CARNE.  Nombre  con  que  se  expresa  la  par- 
te blanda  y  mollar  del  cuerpo  de  los  animales,  y 
también  la  parte  mollar  de  la  fruta:  así  se  dice 
carne  de  ternero,  carne  de  cerdo,  carne  de 
pescado,  carne  de  melocotón,  carne  de  melón, 
etc.  Sin  embargo,  se  da  particularmente  el  nom- 
dc  Carne  á  los  músculos  de  los  cuadrúpedos,  de 
las  aves,  etc.,  que  sirven  para  la  alimentación  del 
hombre ,  que  es  en  el  sentido  en  que  lo  tomamos 
en  este  articulo. 

Todas  las  partes  musculosas  de  los  animales, 
llamadas  Carne,  tienen  por  base  la  fibrina  unida 
con  una  sustancia  gelatinosa  conocida  bajo  el 
nombre  de  osmazoma  ,  y  con  frecuencia  también 
grasa.  La  fibrina  se  asimila  fácilmente  y  alimenta 
con  prontitud;  en  la  carne  de  los  animales  jóvenes 
tiene  menos  consistencia  y  su  unión  con  la  gelati- 
na contribuye  á  hacer  mas  fácil  su  digestión.  Las 
carnes  que",  por  la  ebullición,  han  perdido  toda 
su  parte  gelatinosa  son  diííciles  de  dividir  y  de 
ser  digeridas,  tales  son  las  de  ternera,  etc.  En 
el  animal  recien  nacido  la  carne  es  viscosa  y 
pegajosa,  pero  adquiere  consistencia  con  la  edad". 
Para  suplirá  la  edad,  se  puede,  por  medio  de  un 
cocimiento  concentrado,  obtener  un  jugo  mas 
consistente  que  el  que  las  carnes  mismas  pare- 
cen contener. 

El  efecto  de  las  carnes  no  acabadas  de  hacer 
es  pesar  sobre  el  estómago  y  relajar  el  vientre, 
motivo  porque  muchas  personas  no  pueden  comer 
ternera  sin  sentirse  incomodadas  ó  purgadas;  pero 
no  obstante  estas  mismas  personas  la  mayor 
parte  de  las  veces  no  se  sienten  molestadas  por 
su  gelatina,  lo  cual  depende  de  la  idiosincrasia. 
Las  carnes  mas  favorables  son  aquellas  cuya  parte 
gelatinosa  ha  perdido  su  viscosidad  y  que,  sin 
embargo  su  fibrina  no  ha  adquirido  demasiada 
solidez. 

En  muchos  países,  como  en  las  regiones  sep- 
tentrionales del  globo,  la  carne  forma  el  alimen- 
to casi  exclusivo  de  los  habitantes.  Hansc  divi- 
dido las  carnes  en  dos  clases,  bajo  las  denomi- 
naciones de  carne  blanca  y  carne  negra,  En  la 
primera  están  comprendidos  los  animales  domés- 
ticos, tales  como  el  buey,  la  ternera,  el  came- 
ro, el  cerdo,  las  aves  de  corral,  gallinas,  pa- 
vos, etc.  En  la  segunda ,  los  animales  silvestres, 


CAR  ,'619 

como  el  gamo,  eleiervo,  la  liebre,  el  javalí,  y  en- 
tre las  aves  ,  la  perdiz,  la  becada,  etc. 

En  cuanto  á  la  carne  de  los  pescados,  se  dis- 
tinguen solamente  los  pescados  de  mar  y  los  do 
auna  dulce.  Hay  carnes  frescas  que  pueden  guar- 
darse unas  mas  que  otras  :  así,  por  ejemplo,  el 
buey  y  el  carnero  pueden  conservarse  por  bas- 
tante tiempo  á  una  temperatura  de  cero,  y  de  tres 
á cuatro  días  ó  masa  una  temperatura  de  diez 
grados  sobre  cero;  la  ternera  no  puede  guardar- 
se sino  dos  días  á  esta  última  temperatura.  Las 
aves  grasas  se  conservan  mucho  menos  tiempo 
que  las  flacas.  El  pescado  de  aguadulce  debe  ser 
comido  poco  tiempo  después  de  sacado  del  agua, 
si  bien  el  de  mar  puede  conservarse  mucho  mas 
tiempo  cuando  la  temperatura  no  es  demasiado  ele- 
vada. En  los  países  templados  la  carne  es  en  gene- 
ral excelente:  en  los  países  calientes  es  compacta, 
seca  y  de  difícil  digestión.  Es  densa  y  compacta 
en  los  animales  carnívoros;  tierna  y  delicada  en 
los  herbívoros  y  frugívoros;  blanca  y  grasa  en  los 
animales  sedentarios;  fuerte  y  magra  en  los  que 
hacen  mucho  ejercicio;  gelatinosa  en  los  animales 
jóvenes;  dura  y  fibrosa  en  los  que  son  ya  viejos. 

La  carne  ,  así  como  las  sustancias  vegetales, 
puede  volverse  nocivas  cuando  se  guarda  de- 
masiado tiempo.  Nadie  ig-nora  que  las  sustan- 
cias animales  tienen  una  disposición  particular 
á  la  putrefacción,  laque,  llevada  demasiado  lejos, 
hace  que  la  carne  repugne  al  gusto  y  perjudi- 
que á  la  salud.  Nunca  deben  comerse  los  animales 
enfermos  ?ni  los  que  mueren  naturalmente.  La  ley 
que  prohibía  á  los  Judíos  hacer  uso  de  la  carne 
de  los  animales  muertos  por  si  mismos  no  tenia 
otro  objeto  que  la  conservación  de  la  salud.  La 
química  no  ha  llegado  auna  distinguir  de  una  ma- 
nera cierta  la  carne  de  un  animal  que  ha  pereci- 
do de  enfermedad  de  la  de  un  animal  sano  y  quo 
ha  sido  muerto.  Los  carniceros  dan  un  aspecto 
agradable  á  la  carne  magra,  soplando  en  el  te- 
jido celular,  medio  poco  limpio  y  peligroso. 

Puede  ser  útil  saber  cual  es  la  reducción  en 
peso  de  las  carnes  después  de  cocidas.  Pare- 
ce que  el  buey  pierde  menos  que  las  otras  car- 
nes: cuatro  libras  de  buey  pierden  por  la  ebulli- 
ción una  libra,  y  asadas,  una  libra  y  cinco  onzas. 
Cuatro  libras  de  carnero  pierden  por  la  ebullición 
catorce  onzas;  asadas,  una  libra  y  seis  onzas, 
y  cocidas  al  homo  una  libra  y  cuatro  onzas. 

El  calor  y  la  humedad  son  dos  agentes  podero- 
sos de  putrefacción.  La  carne  expuesta  enci- 
ma del  hielo  permanece  en  el  estado  de  fres- 
cora  en  quo  estaba  cuando  fué  sorprendida 
por  la  helada.  Si  se  la  hace  sufrir  una  lige- 
ra desecación  al  fuego  ó  al  humo  ,  puede  con- 
servarse tluranle  unos  diez  dias,  pero  se  altera 
su  sabor .  Los  Lapones  se  sirven  de  este  medio 
para  consonar  su  carne,  lo  mismo  que  sus  pes- 
cados; pero  si  quieren  conservarlos  Indefinida- 
mente llevan  mas  lejos  la  desecación.  Despuesde 
haberla  polvoreada  con  sal  y  haber  hecho  pene- 
trar esta  sal  en  el  interior  por  medio  de  fuertes 
comprensiones,  el  buey  de  ilamburgo  se  expone 
al  humo.  I 


«20  CAR 

Los  Mahometanos  y  los  Africanos  conservan 
las  carnes  cociéndolas  durante  un  cuarto  de  hora 
con  manteca  licuada;  no  las  salan  ni  las  sazonan 
sino  cuando  quieren  usarlas  ;  las  dejan  enfriar, 
las  ponen  en  vasos  de  tierra  que  llenan  de  mante- 
ca y  que  cierran  herméticamente,  teniendo  cuida- 
do, cada  vez  que  sacan  un  pedazo  de  uno  de  los 
vasos,  de  cubrir  bien  de  manteca  lo  restante.  El 
aceite  de  oliva  y  la  salmuera  también  sirven  para 
conservar  la  carne.  Según  el  procedimiento  si- 
guiente, debido  á  Chaplal ,  se  conservan  bien  du- 
rante- algunos  dias  las  sustancias  animales  en 
medio  de  les  calores  excesivos  del  verano  y  se 
preservan  de  la  tendencia  natural  que  tienen  á  la 
putrefacción.  Este  procedimiento  es  como  sigue: 
déjanse  macerar  en  cantidad  proporcionada  de 
leche  cuajada  carnes  de  todas  especies,  que 
conservan  no  solamente  todas  sus  caracteres,  sí 
que  se  vuelven  mas  fáciles  de  cocer;  su  sabor  es 
también  mas  delicado  y  son  de  mas  fácil  diges- 
tión. Esta  práctica,  adoptada  en  los  departamen- 
tos del  Alto  y  Bajo-Rhin ,  ofrece  á  los  habitantes 
de  las  pequeñas  poblaciones  rurales,  en  donde 
los  carniceros  solo  matan  una  ó  dos  veces  por  se- 
mana, la  ventaja  de  poder  comer  la  carne  en  su 
estado  de  frescura.  Cuando  se  quiere  que  la  car- 
ne se  ponga  tierna  prontamente,  se  envuelve  en 
un  lienzo  blanco,  se  expone  la  noche  antes  a  un 
calor  suave  y  continuo,  como  por  ejemplo  en  el 
hogar  de  la  chimenea.  Este  mismo  procedimiento 
sirve  para  volver  tiernas  las  aves. 

Las  preparaciones  de  las  carnes  pueden  redu- 
cirse ádos  principales:  la  cocción  por  la  vía  seca 
y  por  la  vía  húmeda ;  pero  hay  una  preparación 
preliminar,  llamada  manir,  que  consiste  en  ha- 
cerlas perder  algunos  gases  por  una  fuerte 
fermentación,  cuyos  grados  varian  según  la  es- 
pecie de  carne  y  según  el  gusto  de  las  personas 
que  las  han  de  comer. 

El  uso  alimenticio  de  la  carne  montesina,  esto 
gs  la  carne  y  la  grasa  de  los  ciervos  y  demás 
animales  silvestres,  tiene  sus  ventajas,  como  en 
general  el  de  las  carnes  negras  azoadas  y  ricas 
en  osmazoma,  es  decir  que  nutre,  fortifica  y  ex- 
cita ;  pero  está  sujeto  á  inconvenientes  en  los  in- 
dividuos fuertes,  sanguíneos é  irritables,  de  ma- 
rera que  al  cabo  algún  tiempo  experimentan  un 
calor  íebril ,  náuseas  y  una  especie  de  embarazo 
gástrico,  que  solo  ceden  á  beneficio  de  un  cam- 
bio de  régimen  y  al  uso  de  los  diluyentes,  de  los 
vegetales ,  etc.  También  se  ha  acusado  á  la  car- 
ne de  venado  de  disponer  á  las  afecciones  pútri- 
das.— Y.  Alimento  y  Casa. 

Terminamos  este  artículo  diciendo  que  hace  ya 
mucho  tiempo  que  en  Francia  se  utilizan  los  diver- 
sos despojos  de  los  animales  muertos  ó  degolla- 
dos, viejos  ó  enfermos.  Uno  de  sus  productos 
mas  abundantes ,  la  carne  cocida  ó  secada  se 
vende  en  pedazos  menudos  ó  en  polvo  embala- 
dos en  s.tcos  ó  barriles.  Bajo  la  forma  pulverulen- 
;  constituye  el  mas  rico  de  los  abonos  conoci- 
dos .- 6.'»0  á  700  kilóg.  bastan  para  estercolar  un 
campo  de  un  hectárea  de  extensión.  Es  muy  con- 
wnieut»  mezclarla  too  ín  volumen  igual  de  tier- 


CAR 

ra  antes  de  emplearla,  á  fin  de  repartirla  con  mas 
igualdad  en  el  terreno,  ó  mejor  en  los  surcos  ú 
hovitos  que  reciben  las  semillas  olas  plantas. 

La  carne  muscular  seca  se  vende  también  á  los 
fabricantes  de  azul  de  Prusia  y  de  sales  amonia- 
cales. Ha  sido  empleada  con  buen  resultado  para 
hacer  mas  nutritivas ,  para  los  animales,  las  pa- 
tatas y  otras  raíces  carnosas  ó  tuberculosas  co- 
cidas ,  añadiéndola  á  éstas  en  la  proporción  de  2 
á  5  por  ciento. 

Por  este  medio  se  ha  conseguido  engordar  rá- 
pidamente cerdos  de  diversas  razas ,  y  también 
dándoles  exclusivamente  carne  muscular  recien- 
temente cocida  al  vapor  y  sin  secar.  La  carne  do 
los  animales  así  alimentados  se  ha  encontra- 
do de  una  calidad  superior ,  mas  tierna,  de  me- 
jor gusto,  fresca  ó  salada,  que  la  de  las  mismas 
razas  alimentadas  como  de  ordinario. 

V  A  JUO  Sil  XM ,  Carolinea.  Género  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  esterculiáceas,  tribu  (¡e 
las  bombáceas,  y  déla  monodelfia  poliandria, 
establecido  por  Linneo  hijo  y  convertido  después 
por  Aublel  en. el  género  Paquiria  (Pachiria).  Las 
paquirias  son  árboles  originarios  de  la  América 
tropical,  de  hojas  alternas,  largamente peciola- 
das,  compuestas  de  3  á  9  hojuelas  y  provistas  de 
2  estípulas  ;  sus  flores  son  muy  grandes,  solita- 
rias, axilares,  uniflores,  2-5-  bracleadas;  los  cá- 
lices son  glandulosos  en  la  base;  los  pélalos  son 
tomentosos,  amarillentos  ó  verdosos  exteriormen- 
te  ,  blancos  ó  rojos  en  el  interior. 

Este  género  solo  encierra  un  corto  número  de 
especies,  y  las  principales  son:  La  Paquima 
acuática,  Carolinea  rRiNcirE  [Pachiria  acuáti- 
ca; Carolinea  princeps,  L.  H.;  Pachiria  nili- 
da,  Kuntb.),  árbol  de  6  y  '/,  metros  de  alto,  y 
de  bello  aspecto.  Es  originario  delaGuiana  y  se 
encuentra  en  las  orillas  del  mar  hasta  sobre  las 
riberas  del  Pimichim  en  el  Alto-Orinoco,  en  don- 
de lleva  el  nombre  de  Teobroma  salvaje,  á  cau- 
sa del  aspecto  de  su  fruto.  Los  Galibis  se  alimen- 
tan con  sus  semillas  cocidas  al  rescoldo .  La  Pa- 
quiria elegante  (Pachiria  insignis ;  Bomba x 
grandiflorum,  Cavan. ) ,  cuyas  corolas  tienen  un 
diámetro  de  35  centímetros",  son  sobremanera 
notables  por  su  belleza  y  su  elegancia.  Este  ár- 
bol llega  á  tener  también  grandes  dimensiones; 
es  originario  de  Santa  Cruz,  y  crece  en  la  Mar- 
tínica,  en  Tabago,en  el  Brasil,  etc.;  en  las 
Antillas  se  le  llama  vulgarmente  Castaño  de  las 
costas  de  España.  Esta  especie  fué  introducida 
en  los  invernaderos  de  Francia  en  1796,  y  una  ra- 
ma de  esta  planta  floreció  por  la  primera  vez  en 
Louvain,  en  1823. 

CARRI,  Carry  ó  üarry.  Nombres  do 
un  condimento  indiano,  compuesto  de  pimienta 
en  polvo  y  de  otras  especias,  y  al  que  se  añade 
también  cúrcuma,  esquenanto,  etc.  Los  habitan- 
tes del  país  lo  ponen  en  el  arroz ,  y  sabido  es  que 
en  Calcuta  este  cereal  constituye  su  único  ali- 
mento, sazonado  con  carri  y  cocido  en  el  agua  del 
Ganges. 

CÁRTAJ9IO ,  Carthamus.  Género  de  la  fa- 
milia de  las  sinanléreas,  tribu  de  las  cinareas 


CAK 
cailameas,  y  de  la  singenesia  poligamia  igual, 
formado  porTournefort,  y  que  encierra  poete 
especies.  Los  cariamos  son  plantas  herbáceas 
anuas  ó  bienales ,  que  crecen  en  Oriente ,  y  son 
cultivadas  lanío  por  su  utilidad  como  para  el 
adorno  de  los  jardines.  Sus  raices  son  fibrosas; 
sus  tallos  ramificados;  sus  hojas  lampinas,  lan- 
ceoladas, dentadas,  ciliadas  ó  espinosas;  sus 
flores  (cabezuelas)  son  de  un  color  amarillo  de 
azafrán  ,  y  cuando  envejecen  pasan  al  anaran- 
jado oscuro. 

Cártamo  Corimboso  [Carthamus  co- 
rymbosus,L.;  Cardopatium  corymbosum,L.;  ¡tro- 
lera corymbosa^.).  Planta  que  crece  en  la  isla 
de  Lemnos ,  cuyo  tallo,  que  es  derecho  y  alto  de  un 
pié,  lleva  cerca  de  súbase  grandes  hojas  ninnali- 
I  das  \  o>pinosas,  y  forma  en  la  sumidad  un  co- 
rmibo muy  apiñado  de  numerosas  cabezuelas  sé- 
siles, compuestas  de  flores  blancas.  Su  raiz,  que 
encierra  un  zumo  muy  acre  y  cáustico,  es  muy 
parecida  á  la  raíz  de  carlina,  habiendo  recono- 
cido en  ella  el  botánico  Pedro  Belon  al  Camaleón 
negro  de  los  antiguos.— V.  Carlina. 

Cártamo  lanudo  ,  Cardo  bendito 
de  los  Parisienses  ( Carthamus  lanatus, 
L. ).  Este  vegetal  ,  de  sabor  amargo  ,  que  crece 
en  los  lugares  cultivado?  en  los  alrededores  de  Pa- 
rís, ha  sido  prescrito  como  sudorífico,  febrífugo 
y  antielminlico.  Fourcroy  opina  que  esta  planta 
tiene  las  mismas  propiedades  que  el  verdadero 
cardo  bendito  (  Centaurea  benedicta,  L.). 

Cártamo  de  tintes,  Cártamo,  Ala- 
zor, Azafrán  romí  (Carthamus  tinctorius, 
L.).  Esta  planta  anua ,  originaria  de  la  India, 
se  hace  notar  por  sus  bellas  flures  de  un  rojo  de 
azafrán.  Es  cultivada  en  el  Levante,  sobre  lodo 
en  Egipto,  en  España  ,  etc.,  para  el  comercio. 
La  que  se  cultiva  en  Caracas  es  superior  á  la  de 
España  por  su  calidad  tintoria;  sin  embargo  ,  el 
Egipto  es  el  país  que  la  produce  con  mas  abun- 
dancia para  la  Europa. 

Esta  planta  ofrece  un  tallo  único,  que  llega  á  te- 
ner unos  dos  pies  de  altura  ,  derecho  ,  redondo, 
duro,  leñoso,  y  que  se  divide  hacia  su  sumi- 
dad en  muchos  ramos ;  sus  hojas  son  oblongas  , 
medianamente  largas,  puntiagudas,  vetadas, 
guarnecidas  en  lodo  el  rededor  de  sus  bordes  de 
pequeñas  espinas ;  sus  sumidades  sostienen  ca- 
bezuelas escamosas,  gruesas  como  avellanas, 
blanquecinas,  guarnecidas  cada  una  de  un  ca- 
pitel de  hojas.  Estas  cabezuelas  se  descogen  pre- 
sentando cada  una  un  ramillete  de  flores  con  mu- 
chos flósculos  cortados  en  tirillas,  de  color  rojo 
semejante  al  del  azafrán  :  á  estas  flores  suceden 
semillas  oblongas  ,  un  poco  mas  grandes  que 
granos  de  cebada,  lisas,  blancas,  lucientes,  cu- 
biertas de  una  corteza  dura,  y  llenas  de  un  meo- 
llo blanco  ,  dulce  y  aceitoso."  Su  raíz  es  anua  v 
menuda. 

En  la  primavera ,  después  tic  las  ultimas  hela- 
das ,  se  siembran  las  semillas  de  cártamo  á  AO 
cenlimetros  de  distancia  en  todos  sentidos.  La 
tierra  debe  ser  ligera  ,  mas  bien  seca  qoe  baña- 
da y  expuesta  al  mediodía  ;  durante  la  juventud 


CAR  6*1 

de  la  planta  es  preciso  procurar  que  la  tierra  sea 
li\  iana  y  eslé  limpia  de  plantas  adventicias.  La  co- 
secha empieza  en  la  época  déla  florescencia  y  se 
prolonga  durante  todo  el  tiempo  deldescogimíen- 
todc  las  (lores,  es  decir,  que  dura  por  espacio  de 
un  mes  y  mas.  A  veces  se  cortan  las  cabezuelas  de 
las  flores  para  extraer  mas  fácilmente  los  pélalos; 
pero  con  frecuencia  se  arrancan  los  flósculos  en 
el  pié,  dejando á  los  ovarios  para  que  se  desarro- 
llen y  den  frutos.  Sea  el  que  fuere  el  método  que 
se  siga,  la  cosecha  debe  tener  lugar  por  la  ma- 
ñana después  del  rocío  y  en  un  tiempo  se- 
co ,  pues  la  humedad,  haciendo  ennegrecer  el 
cártamo,  altera  la  materia  colorante.  Luego  de 
cogidos,  los  flósculos  se  ponen  á  secar sobrezar- 
zos  en  un  lugar  ventilado  pero  cerrado,  pues  la 
acción  de  los  rayos  solares  perjudica  también  á 
la  belleza  del  color.  Terminada  la  desecación  el 
cártamo  se  repone  en  cajas  ósacos,  y  después  se 
entrega  á  la  industria.  Pueden  obtenerse  300  ki- 
logramos de  flósculos  secos  por  hectárea. 

Según  el  análisis  químico,  hecho  por  Dufour, 
las  flores  de  cártamo  contienen  sobre  4,000 par- 
tes: 496  leñoso,  306  extracto,  62  agua,  55 al- 
búmina ,  3í  restos  de  la  plañía,  9  cera,  5  sus- 
tancia colorante  roja  ,  3  resina,  42  arena,  5  alú- 
mina y  magnesia,  y  2  óxido  de  hierro.  Según  el 
Sr.  Payen ,  es  muy  probrable  que  contengan, 
además ,  sales  de  cal  y  de  potasa. 

En  la  flor  del  cártamo  ó  alazor  hay  dos  materias 
colorantes  distintas:  la  una  roja,  iiísoluble  en  el 
agua,  que  es  la  carlamina,  y  la  otra  amarilla  y  so- 
luble. Para  separar  esta  última,  que  empaña  los 
rojos  y  las  rosas  del  alazor,  se  lava  el  cártamo  con 
agua  fria,  prensándolo  por  medio  de  este  líquido, 
después  de  haberlo  encerrado  en  un  saco  de  lela 
hasla  que  no  colore  ya  el  agua,  lo  que  requiere 
mucho  tiempo. 

Para  obtener  la  cartamina,  que  sirve  para  pre- 
parar el  rojo  vegelal,  cuyo  bello  color  rosa  laníos 
sen  icios  presta  á  las  señoras  como  afeite,  se  su- 
mergen en  un  baño  alcalino  de  cártamo  madejas 
de  algodón  sobre  las  cuales  se  precipita  la  mate- 
ria colorante  por  medio  del  zumo  del  limón.  Se 
lava  muchas  veces  el  algodón  para  separar  un 
poco  de  materia  amarilla,  que  queda  en  el  baño,  y 
después  se  moja  en  una  agua  alcalina  para  redi— 
solver  la  carlamina  así  purificada.  Neutralizando 
el  líquido  con  el  zumo  de  limón,  se  aisla  el  color 
posándose  en  copos  ligeros,  lus  cuales  recogí- 
dos  con  cuidado  se  lavan  y  se  hacen  secar  en  un 
plato.  Entonces  se  tienen  escamas  delgadas  de 
un  rojo  oscuro  que,  molidas  en  el  agua  con  talco 
reducido  á  polvo  impalpable,  dan  el  rojo  ref/etal 
quese  hace  secar  en  un  \  aso  de  porcelana.  Como  el 
cártamo  no  dásino  algunos  centesimos  de  su  peso 
de  cartamina  ,  esle  color  puro  se  paga  a  unos 
42,000  reales  el  kilóg. .  lo  que  a  corla  diferencia 
es  el  precio  del  oro;  pero  por  fortuna  i  na  muy 
corta  proporción  de  esta  sustancia  basta  para  cu- 
brir y  teñir  de  un  bellísimo  color  rosa  una  gran 
superficie.  Esle,  color  se  encuentra  bajo  dos  for- 
mas: la  una  es  una  laca  roja  ,  dura  y  compacta, 
preparada  en  Egipto;  la  otra  es  uu  pequeño  car- 


622  CAR 

ton  cubierto  en  China  de  una  materia  colorante 
pura.  Lo  quehay  de  singular  es  que  esa  capa  se- 
cada ofrece  el  color  verde  dorado,  y  el  brillo  de 
loshélitros  de  cantáridas;  el  color  rojo  aparece 
luego  que  se  la  toca  con  agua. 

Sucede  con  frecuencia  (pie  el  cártamo  experi- 
menta durante  los  trasportes  alteraciones  nota- 
bles relativamente  á  su  propiedad  colóranle.  El 
Sr.  Cupert  Kisk  obtuvo  un  privilegio  por  el  me- 
dio de  evitar  este  inconveniente,  tijando  la  ma- 
teria colorante,  en  los  países  en  donde  se  hace  la 
cosecha  del  cártamo  ,  sobre  algodón,  lino  ó  lana, 
á  linde  extraerla  en  seguida  en  Europa.  El  ala- 
zor convenientemente  secado  circula  en  el  co- 
mercio en  cajas  ,  balones  ó  barriles. 

De  los  flósculos  de  cártamo  ,  como  hemos 
dicho,  se  extraen  dos  principios  colorantes:  el 
uno  ,  amarillo  y  soluble  en  el  agua,  no  es  em- 
pleado en  pintura ;  el  otro  rojo  y  soluble  sola- 
mente en  los  álcalis  de  los  cuales  se  precipita 
por  los  ácidos,  no  es  muy  fijo  ,  pero  como  pro- 
duce matices  muy  bellos  los  tintoreros  lo  em- 
plean particularmente  para  las  estofas  de  seda 
y  de  algodón.  En  Oriente  este  mismo  color,  mez- 
clado con  talco  reducido  á  polvo  excesivamen- 
te fino,  constituye  un  afeite  de  que  las  mugeres 
hacen  muchísimo  uso,  y  de  ahí  el  nombre  de  cár- 
tamo que  no  es  mas  que  una  alteración  de  la  pa- 
labra árabe  gortom ,  afeitar. 

Independientemente  de  su  materia  coloran- 
te, las  flores  de  cártamo  poseen  un  olor  y  un 
sabor  que  se  asemejan  un  poco  al  del  azafrán  (Y. 
esta  palabra ) ,  por  cuyo  motivo  se  emplean  con 
frecuencia  para  sofisticar  este  último  producto. 
Por  esta  razón ,  sin  duda ,  el  cártamo  es  designa- 
do en  el  comercio  bajo  los  nombres  de  A  eafran 
romí  y  Azafrán  bastardo ;  pero  como  no  goza 
de  las  propiedades  medicinales  del  azafrán ,  su 
mezcla  con  este  producto  es  un  verdadero  frau- 
de, por  otra  parle  fácil  de  reconocer,  puesto  que 
el  azafrán  ,  en  vez  de  estar  compuesto  de  flósculos 
tubulares  como  el  cártamo,  está  formado  sola- 
mente del  estilo  y  del  estigma  de  la  flor. 

En  la  Jamaica  se  emplean  las  llores  del  cárta- 
mo contra  la  ictericia  y  también  como  purgantes 
á  la  dosis  de  una  dracma ;  con  ellas  se  coloran 
ciertos  platos  y  ciertas  pastas. 

Las  semillas  de  cártamo  contienen  un  aceite 
dulce  empleado  como  alimento  en  el  Levante.  El 
pericarpio  del  fruto  encierra  un  principio  acre 
<pie  ejerce  en  el  hombre  una  acción  purgante  muy 
señalada ,  y  con  todo  la  semilla  sirve  para  en- 
gordar las  aves  de  la  que  no  experimentan  nin- 
gi.n  mal  efecto,  y  los  papagayos  la  comen  con 
tanto  gusto  que  en  Francia  se  la  llama  Semilla 
de  papagayo . 

Él  aceite  de  semillas  de  cártamo,  que  en  la  In- 
dia se  emplea  como  medicamento  externo  para  los 
dolores  reumáticos  ,  las  úlceras  de  mal  carácter, 
etc.,  no  tiene  ningún  uso  en  Europa.  En  Egipto, 
en  (¡onde  también  se  extrae  el  aceite  de  semillas 
de  cártamo,  se  fabrica  con  el  bagazo  que  procede 
de  su  extracción  una  especie  de  chocolate. 

Finalmente,  además  de  sus  flores  y  de  sus  se- 


CAIt 

millas,  la  planta  es  forrajera  para  las  cabras,  ele; 
los  renuevos  tiernos  son  comestibles,  y  las  hojas 
reducidas  á  polvo  coagulan  la  leche. 

(!A.llTíí.\.  Bajo  este  nombre  se  designan 
varios  productos  resultantes  de  la  reunión  de 
pliegos  de  papel  pegados  unos  con  otros ,  ó  re- 
ducidos á  pasta ,  después  amoldados  nuevamen- 
te en  mayor  espesor  y  bajo  diversas  formas, 
y  en  fin  los  pliegos  gruesos  fabricados  directa- 
mente por  medio  de  la  materia  primera  del  pa- 
pel ( trapos  viejos  mas  ó  menos  triturados ). 

Los  cartones  ,  considerados ,  sea  relativamen- 
te á  las  materias  que  entran  en  su  composición  , 
sea  respecto  á  los  procedimientos  de  su  fabrica- 
ción ,  se  distinguen  en  tres  especies  diferentes. 

1.a  Los  cartones  que  se  elaboran  en  las  fábri- 
cas de  papel  con  las  pastas  formadas  de  trapos 
viejos  groseros,  con  frecuencia  de  color,  y  todos 
los  desperdicios  de  la  manufactura  ,  se  llaman 
Garlones  de  primera  moldura.  Esta  especie  de 
cartón  se  fabrica  como  el  papel. 

2.a  Se  fabrican  también  cartones  con  las  recor- 
laduras de  papel  ó  el  papel  viejo,  que  se  ponen  en 
maceracion  en  el  agua  durante  mucho  tiempo  pa- 
ra reblandecerlos  completamente;  después  se  re- 
ducen á  pasta  por  medio  de  un  molino  particular, 
y  por  ultimóse  amolda  de  la  misma  manera  que 
el  cartón  de  primera  moldura  en  las  fabricas  de 
papel,  por  cuya  razón  se  le  llama  Cartón  de  se- 
gunda moldura. 

Esta  segunda  especie  se  emplea  así  como  se 
obtiene  para  diversos  usos  ,  tales  como  las  pre- 
paraciones de  las  fajas  y  rodelas  que  se  inter- 
ponen entre  los  tubos  de  plomo,  hierro  colado  , 
cobre ,  pie ,  cerrados  por  pernos.  Cuando  se 
deslina  para  otros  usos,  como  sombrereras, 
etc.,  se  cubren  ambas  caras  con  papel  blanco  ó 
de  color. 

3.a  Se  forman  ,  finalmente,  cartones  reunien- 
do varios  pliegos  de  papel  pegados  unos  con 
otros ,  á  los  cuales  se  llama  Cartones  de  encola- 
dura ,  pudiendo  servir  de  ejemplo  el  cartón  de 
los  naipes,  puesto  que  se  fabrica  por  este  mismo 
procedimiento.  También  se  emplea  esta  especie 
de  cartón  en  la  fabricación  de  varios  juguetes  y 
otros  objetos  de  gusto  que  se  encuentran  en  el 
comercio.  Para  esta  clase  de  cartones  finos  so- 
lo se  emplea  papel  blanco ,  porque  se  presta  á 
tomar  todas  las  formas  que  se  le  quieren  dar  me- 
jor que  el  cartón  en  el  cual  entra  el  papel  de  es- 
traza. Con  el  objeto  de  economizar  el  precio  del 
papel  aplicable  á  los  cartones  de  este  genero,  se 
procura  obtener  de  las  fábricas  papel  costero,  es 
decir ,  los  pliegos  defectuosos  ó  rolos.  Estos  plie- 
gos sirven  para  rellenar,  pero  se  cubren  siem- 
pre ambos  lados  del  cartón  lino  con  pliegos  en- 
teros. 

Distínguense,  según  sus  usos  especiales  ó  su  ca- 
lidad masó  menos  perfeccionada,  un  número  bas- 
tante grande  tic  variedades  de  cartón.  Así  es  (pie 
se  encuentran  en  el  comercio  el  cartón  porce- 
lana para  planos  y  dibujos,  el  cartón  laminado 
ó  barnizado  ,  el  cartón  grueso  para  litografía  é 
impresión  de  grabado  al  buril,  para  prensas  hi- 


CAR 

ilraulicasy  aderezos,  para  los  telares  de  Jacquart, 
los  callones  para  encuademaciones,  para  gran- 
des carteras ,  marcos ,  etc. 

Los  cartones  se  venden  por  hojas ,  por  piezas 
ó  al  peso;  en  cuanlo  á  los  objetos  de  cartón  hechos 
con  molde  se  venden  por  piezas,  ó  por  docenas. 

Cartón  cuero.  Los  desechos  proceden- 
tes del  trabajo  de  las  piezas  curtidas  han  sido 
empleados  por  el  Sr.  Dufort  para  fabricar  una 
especie  de  cartón  susceptible  de  uliles  aplicacio- 
nes, Estos  desechos,  puestos  en  una  maquina  al 
intento,  se  muelen  y  se  reducen  á  pasta  ;  se  les 
añade  cola  animal ,  y  se  amoldan  en  la  prensa 
para  obtener  objelosde  la  forma  que  se  quiere. 

El  autor  ha  preparado  por  este  medio  carto- 
nes que  mira  como  mas  propios  para  ser  cosidos 
que  los  cartones  comunes ,  y  que  no  costarían 
por  lo  común  sino  a  30  centesimos  la  libra,  y 
que  son  útilísimos  para  cubiertas  de  libros  y  li- 
britos  de  memoria.  Cubiertos  de  un  barniz  de  la- 
ca, pueden  reemplazar  con  ventaja  á  las  pizar- 
ras (le  escribir. 

Cartón  incombustible.  La  propiedad 
de  que  goza  el  amianto  ó  el  asbesto  de  no  que- 
marse y  de  no  fundirse  sino  á  muy  alta  tempera- 
tura, ha  hecho  proponerle  muchas  veces  para  ser 
empleado  en  la  confección  de  papel  ó  de  cartón 
iucombustible.  La  naturaleza  fibrosa  del  amianto 
se  presta  bien  á  la  división  necesaria  para  la 
preparación  del  papel;  pero  esta  sustancia  solo 
podría  ofrecer  una  pasta  sin  consistencia;  sin  em- 
bargo, sise  hacia  entrar  cierta  proporción  de 
ella  en  la  pasta  del  cartón  común  muy  cargada 
de  cola  ,  podríase  disminuir  muy  mucho  su  com- 
bustibilidad y  obtener  al  mismo  tiempo  pliegos 
bastante  sólidos  para  prestarse  á  la  mayor  parle 
de  los  usos  á  los  cuales  se  deslina  el  cartón  de 
arambeles. 

Cartón  de  musgo.  El  musgo,  lavado  con 
cuidado ,  separado  de  toda  materia  extraña  y 
bien  seco,  puede  reducirse  en  pasta  moliéndolo 
como  los  arambeles.  Pliegos  gruesos  fabricados 
con  esta  pasta,  y  reunidos  por  medio  de  una  co- 
la muy  fuerte ,  después  prensados  en  el  castillejo, 
dan  un  cartón  muy  sólido  ,  que  parece  haberse 
empleado  con  ventaja  en  Holanda  para  forrar  los 
navios.  En  Francia  se  concedió  un  privilegio  de 
invención  para  la  fabricación  de  este  cartón. 

Cartón  de  paja,  liase  conseguido  des- 
pués de  muchos  años  blanquear  la  paja  triturada 
y  separar  de  ella  los  nudos ,  de  suerte  que  los 
únicos  obstáculos  que  se  oponían  á  que  se  la  em- 
please en  la  fabricación  de  papel ,  han  sido  ven- 
cidos ;  y  por  esta  razón  ha  sido  posible  fabricar, 
con  méños  gastos  el  cartón  de  paja.  Este  nuevo 
producto  comercial  reúne  todas  las  condiciones 
útiles  ala  buena  calidad,  de  manera  que,  en 
igualdad  de  matiz,  espesor  y  finura,  vale  tanto 
como  el  cartón  ordinario;  pero  el  precio  de  las 
materias  primeras  de  este  último  no  es  aun  bas- 
tante elevado  para  que  la  fabricación  y  el  co- 
mercio de  los  cartones  de  paja  adquieran  en  poco 
tiempo  una  grande  importancia. 
Cartón    piedra.  Se  designan  bajo    es- 


CAR  623 

te  nombre  los  diversos  objetos  amoldados  de 
pasla  de  papel ,  á  los  ipie  se  ha  hecho  tomar  una 
gran  consistencia  y  solidez  por  medio  de  una 
mezcla  de  día  fuerte  y  otros  varios  ingredien- 
tes, qué  son  susceptibles  de  ser  pintados  y  dora- 
dos.— V.  Bajo  relieve. 

El  arte  de  ejecutar  adornos  de  decoraciones 
con  cartón  florecía  en  Francia  en  el  siglo  XM. 
La  perfección  a  que  habia  llegado  en  esta  épo- 
ca la  atestiguan  los  bellos  ciclos  rasos <me  deco- 
raban en  el  Louvre  las  habitaciones  del  re\  En- 
rique II. 

Este  arle  se  perdió  ó  al  menos  quedó  oh  ida- 
do  durante  unos  tres  siglos,  hasta  que  se  le  \io 
reaparecer  en  Francia  en  la  Exposición  de  1806, 
y  los  productos  que  se  ofrecieron  entonces  esta- 
ban preparados  con  la  sustancia  á  que  se  da 
ahora  el  nombre  de  cartón  piedra.  En  1819 
se  notaron  nuevas  aplicaciones  de  eswi  sustancia 
en  la  Exposición  publica  de  los  productos  de  la 
industria;  pero  todavía  no  eran  mas  que  felices 
ensayos.  Estaba  reservado  á  la  Exposición  de 
1821  presentar  este  arle  completamente  realzado, 
apareciendo  con  un  nuevo  brillo  y  con  un  mas 
halagüeño  porvenir. 

Los.  artistas ,  en  la  preparación  del  cartón 
piedra  ,  han  conseguido  amoldar  esla  sustancia 
con  tal  perfección  que  obtienen,  directamente  y 
sin  necesidad  de  retocarlos ,  los  mas  limpios  con- 
tornos y  las  mas  unidas  superficies. 

Bellas  estatuas  que  recuerdan  toda  la  gracia, 
la  finura  y  animación  de  los  originales ;  adornos 
del  mejor  gusto  que  ofrecen  todo  el  relieve  y  el 
efecto  pintoresco  de  la  escultura  ;  candelabros , 
columnas,  entablamentos ,  perfiles  llenos  de  pu- 
reza ,  han  probado  que  el  cartón  piedra  es  sus- 
ceptible en  manos  de  hombres  hábiles  de  repro- 
ducir fielmente  las  inspiraciones  del  estatuario, 
y  prestarse  con  una  facilidad  maravillosa  ala 
ejecución  de  las  concepciones  mas  delicadas  ó  á 
las  mas  grandiosas  que  tiene  la  arquitectura  para 
la  decoración  de  los  interiores  de  los  edificios. 

Causa  admiración  observar  con  que  prontitud 
estos  adornos  variados  cambian  en  decoraciones 
agradables  el  aspecto  de  las  vigas,  techos,  pos- 
tes, y  tantas  otras  irregularidades  como  presentan 
las  habitaciones,  particularmente  entre  los  edi- 
ficios antiguos  y  en  el  interior  de  las  casas  de 
campo. 

La  primera  decoración  de  cartón  piedra  cono- 
cida en  España  fué  la  que,  en  1 841 ,  ü.  José  No- 
vi  construyó  en  Madrid  en  un  teatro  particular 
situado  en  la  carrera  de  S.  Francisco.  Desde 
aquella  fecha  data  el  gusto  que  sucesivamente  se 
ha  ido  dispertando  después  por  los  ornatos  de 
cartón  de  piedra,  cuyo  arte  de  prepararlos  ha 
llegado  á  tal  perfección  que:  hoy  día,  no  tene- 
mos que  envidiar,  en  esta  materia  ,  las  obras  de 
los  extranjeros.  Efectivamente,  los  adelantos  he- 
chos en  este  arte  nada  dejan  (pie  desear  .  solidez 
limpieza,  belleza,  elegancia  y  precisión,  he  aquí 
el  resultado  de  la  aplicación  del  genio  artístico  a 
la  preparación  de  órnalos  con  el  cartón  piedra. 
Entre  oirás,  las  obras  ejecutadas  por  el  Sr.  No- 


624  CAR 

vi ,  á  quien  se  debo  conceder  la  gloria  de  haber 
hecho  renacer,  en  nuestro  país,  la  afición  á  esas 
brillantes  decoraciones  que  asi  nos  recuerdan  los 
felices  pensamientos  del  hábil  estatuario  como  los 
del  inteligente  arquitecto,  atestiguan  lo  que  aca- 
bamos de  exponer.  Las  personas  conocedoras 
han  podido  observar,  en  la  corte  ,  la  lucerna  y 
el  antepecho  de  palcos  del  Museo  Lírico  Matri- 
tense, los  adornos  y  dorados  del  teatro  de  la 
Sociedad  Dramática  del  Genio ,  y  los  del  coliseo 
del  Instituto;  en  Barcelona,  los  ornatos,  dorados 
y  pinturas  del  gran  salón  de  descanso  y  pal- 
cos del  Liceo  de  Isabel  11  ;  los  adornos  del 
teatro  de  la  villa  de  Figueras  y  los  grandes  ara- 
bescos y  bronceados  del  salón  de  la  casa  de  ba- 
ños de  la  Poda  en  Esparraguera.  Todos  estos  aca- 
bados trabajos  son  debidos  á  la  inteligencia  del 
Sr.  Novi ,  quien  por  ellos  ha  alcanzado  una  justa 
celebridad,  mereciendo  que,  en  1842,  el  Museo 
lírico,  literario  y  artístico  de  Madrid  le  distin- 
guiese con  el  título  de  socio  de  mérito  cu  clase  de 
escultor  y  adornista,  habiendo  ya  en  1838,  en 
Real  orden  de  i  i  de  mayo,  recibido  de  S.  M.  la 
Reina  Gobernadora  la  distinción  de  ser  designa- 
do disector  de  la  casa  de  fieras  y  demás  sitios 
reales.  Sabidas  son  la  reputación  que  como  ar- 
tista de  luces  goza  el  Sr.  Novi  en  esta  ciudad,  la 
confianza  que  le  dispensa  el  público  y  las  aten- 
ciones que  de  continuo  recibe  de  los  amantes  de 
las  bellas  artes: 

Cartón  para  techos.  El  cartón  fabrica- 
do con  arambeles  de  lana  y  pasado  por  el  casti- 
llejo ,  después  mojado  en  agua  muy  cargada  de 
caí ,  y  en  seguida  en  el  ácido  sulfúrico  ,  es  muy 
sólido,  y  la  capa  de  cal  que  se  forma  en  su  su- 
perficie lo  preserva  de  la  acción  de  la  lluvia  y 
en  gran  parte  de  la  del  fuego. 

Esta  especie  de  cartón  ha  servido  para  hacer 
techos  ligeros,  que  resisten  por  largo  tiempo  ala 
humedad.  También  se  ha  propuesto  prepararlo, 
al  mismo  uso ,  sumergiendo  papel  fuerte  y  grueso 
en  una  mezcla  de  partes  iguales  de  pez  y  de  brea , 
de  la  cual  se  le  dan  muchas  capas.  Estos  car- 
tones se  clavan  sobre  planchas  fijadas  á  las  vigas 
y  se  cubren  por  medio  de  un  tapón  de  cáñamo 
con  una  mezcla  de  dos  tercios  de  brea  y  un  ter- 
cio de  pez,  á  las  cuales  se  añade  igual  parte  de 
carbón  de  leña  y  de  cal ,  y  se  aplica  muy  ca- 
liente. En  seguida  se  polvorea  la  capa  con  arena 
ó  cenizas  de  fragua,  á  fin  de  volverla  menos  sus- 
ceptible de  agrietarse  ó  de  inflamarse. 

©ASEARÍA,  Casearia.  Genero  de  plan- 
tas de  la  familia  de  las  samidáceas,  que  en- 
cierra unas  cincuenta  especies ,  una  docena  de 
las  cuales  han  sido  introducidas  en  los  jardines 
de  Europa.  Son  árboles  ó  arbustos  que  crecen  en 
las  regiones  tropicales  y  principalmente  en  Amé- 
rica. Redio  dice  que  el  cocimiento  de  las  hojas 
de  la  Casearia  oval  [Casearia  ovata,  Will.; 
Amvinga  ovata,  Lam.)  es  útil  en  baños  contra  los 
dolores  de  las  articulaciones,  y  que  el  zumo  de 
los  frutos  de  este  vegetal  es  un  poderoso  sudorí- 
fico, que  mantiene  el  vientre  libre  y  que  se  em- 
plea en  las  enfermedades  malignas. 


CAR 

©ASEATO.  Género  de  sales  formado  por 
la  combinación  del  ácido  caseico  con  las  bases 
saliíicables.  El  único  que  interesa  es  el  Caseato 
de  amoníaco. — V.  Acido  caseico. 

CASE ÓíA.  Los  Sres.  Mérat  y  De  Lens  die- 
ron este  nombre ,  adoptado  al  presente ,  al  Oxido 
caseoso  de  Proust ,  sustancia  blanca ,  muy  ligera 
grasa  al  tacto,  y  que  se  asemeja  mucho  al  agá- 
rico purgante.  Es  insípida,  inodora,  soluble  en 
el  agua  caliente,  á  la  que  da  un  sabor  de  migaja 
de  pan;  es  poco  soluble  en  el  alcohol, é  insoluble 
en  el  éter ;  expuesta  á  un  calor  lento,  se  descom- 
pone y  se  sublima  en  parte.  Es  la  base  de  los 
quesos  fermentados,  en  los  cuales  se  forma  ex- 
pontáneamenle,  haciéndolos  tanto  mas  quebradi- 
zos cuanto  mas  domina  en  ellos ;  pero  no  de- 
ben á  esta  sustancia  su  calidad  sabrosa  y  las 
propiedades  estimulantes  de  que  gozan  en  tan 
alto  grado,  si  bien,  parece  que  sirve  p«ra  mode- 
rar el  movimiento  de  fermentación  que  no  cesa  de 
operarse  en  ellos ,  y  que ,  haciendo  predominar 
mas  y  mas  sobre  el  cáseo  las  sustancias  salinas, 
tiende  incesantemente  á  su  destrucción.  El  Sr. 
Proust  ha  hecho  observar  que  el  gluten  colocado 
en  las  mismas  circunstancias  que  el  cáseo  da  lu- 
gar á  fenómenos  casi  parecidos,  y  sobre  todo  á 
la  formación  de  la  caseína. 

CÁSEO.  Materia  caseosa  que  forma  uno 
de  los  principios  constituyentes  de  la  leche;  sus- 
tancia azoada,  blanca,  blanda,  insípida,  inodora, 
insoluble  en  el  agua,  á  la  que  sobrenada,  soluble 
en  los  álcalis  y  en  los  ácidos  fuertes.  Se  obtiene 
haciendo  cuajar  leche  desnatada,  y  lavando  con 
mucha  agua  el  coágulo.  El  Sr.  Guibourt  le  ha 
encontrado  muchas  relaciones  con  la  fibrina  de 
la  sangre.  El  cuajo  del  estómago  del  becerro  casi 
no  es  otra  cosa  que  cáseo.  El  cáseo  déla  leche  es 
un  alimento  sano ,  refrescante ,  un  poco  laxante 
cuando  es  fresco  y  unido  con  cierta  porción  de  se- 
rosidad, rico  en  fosfato  de  cal.  Es,  con  la  nata  la 
base  de  todos  los  quesos;  pero  la  fermentación 
cambia  bien  pronto  estos  principios,  y  los  quesos 
cuanto  mas  hechos  son  menos  parle  contienen  d¿ 
esta  serosidad.  La  presencia  del  cáseo  en  la  man- 
teca de  leche  contribuye  en  mucho  ala  alteración 
de  este  alimento, 

CASIA,  Cassia.  Género  de  plantas  de  la  fa- 
milia de  las  leguminosas,  tribu  de  las  cesalpí- 
neas,  y  de  la  decandria  monoginia  de  Linneo, 
que  contiene  al  presente  unas  300  especies  mas 
o  menos  bien  determinadas,  de  las  cuales  unas 
\  00  se  cultivan  en  los  jardines  de  Europa. 

Las  casias ,  consideradas  en  la  forma  de  sus 
legumbres,  en  el  número  de  sus  ventallas,  y  en  su 
naturaleza  seca  ó  pulposa ,  ofrecen  variaciones 
tan  grandes  que  sin  el  vínculo  de  la  flor  se  las 
creería  extrañas  unas  de  otras.  El  cáliz  tiene  cin- 
co divisiones  muy  profundas,  de  color,  y  cae- 
dizas; la  corola  es  pentapétala  con  los  pétalos 
inferiores  mayores;  diez  estambres  distintos,  de 
los  cuales  tres  inferiores,  mas  largos ,  están  pro- 
vistos de  anteras  arqueadas,  los  cuatro  laterales 
las  tienen  cortas,  y  los  tres  superiores  son  pe- 
queños y  de  anteras  estériles;  el  ovario  es  pe- 


CAS 
eiolado.  Todas  las  casias  son  plantas  durmientes, 
esta  i's ,  encogen  sus  hojas  por  la  larde  \   las 
dilatan  cada  mañana  a  ios  primeros   rayos  del 
sol. 

Las  catisi  son  árboles,  arholitos,  atbwtei  0 
yerbas  inermes  ,  esparcidas  en  todos  los  países 
tropicales  y  subtropicales  del  globo.  Sus  hojas 
son  alternas,  abrupli-pennadas;  las  hojuelas  imil- 
liconjugadas  muy  enteras  ,  provistas  de  estipulas 
pcciolares geminadas;  los  pecíolos  lo  mas  ordi- 
nariamente glandulosos;  las  flores  casi  siempre 
amarillas. 

La  generalidad  de  estas  plantas  se  distinguen 
por  calidades  purgantes  que  se  manifiestan  en  to- 
das sus  partes  pero  sobre  lodo  en  los  frutos  ven  las 
hojas.  Las  plantas  (pie  encierran  frutos  purgantes 
deben  esta  propiedad  a  una  pulpa  dulce  que  cor  - 
ca  las  Beatillas ,  y  estos  frutos  tienen  una  configu- 
ración cilindrica,  sin  sutura,  etc.,  particular, 
que  todo  el  mundo  puede  observar  en  una  de  ellas 
la  cañatistula  de  las  boticas :  estas  especies  de 
frutos ,  tan  distintos  de  las  otras  del  mismo  genero 
Casia,  han  sido  separadas  por  Persoon  bajo  el 
nombre  de  Catartocarpo  (  Cathartocarpus,  fru- 
to purgante).  Las  especies  de  hojas  purgan- 
tes son  muy  multiplicadas,  pero  un  cierto  nú- 
mero poseen  esta  propiedad  á  un  grado  mas  mar- 
cado ,  y  se  distinguen  también  por  la  forma  par- 
ticular de  sus  frutos  excesivamente  comprimidos, 
delgados,  como  foliáceos,  un  poco  corvos,  cono- 
cidos bajo  el  nombre  de  Folículos.  Estas  especies 
merecen  ciertamente  ser  consideradas  como  gé- 
nero, como  lo  ha  hecho  Tournefort,  y  de  ellas 
trataremos  bajo  el  nombre  de  Sen  (Senna),  que 
es  de  origen  árabe  (de  Senaar ,  país  en  donde  se 
recogen)  que  llevan  desde  tiempo  inmemorial. 
Vamos  ahora  á  indicar  por  orden  alfabético  las 
otras  especies  que  tienen  algún  uso  medicinal. 

Casia  Aliso  (Vassia  Absus,h.¡.  Peque- 
ña planta  anua  que  crece  en  la  India ,  en  el  inte- 
rior del  África ,  del  Senaar,  de  donde  se  llevan 
las  semillas  á  Egipto  ,  en  cuyo  país  son  conocidas 
bajo  los  nombres  de  Chichim,  Cishmé,  Tche- 
chum,  etc. ,  y  se  emplean  desde  mucho  tiempo 
contra  la  oftalmía.  Al  efecto,  se  lavan  muchas 
veces  estas  semillas  en  agua  friay  se  exponen  al 
sol;  cuando  bien  secas,  se  pulverizan  en  un 
mortero  de  mármol,  se  nasa  el  polvo  por  un  ta- 
miz de  seda,  y  se  le  añade  en  el  momento  de  usar- 
lo su  peso  de  azúcar, y  aveces  cúrcuma.  Cuando 
han  calmado  los  primeros  síntomas  de  la  inflama- 
ción ,  se  introduce,  soplándolo,  una  pequeña 
cantidad  de  este  polvo  entre  los  párpados,  pa- 
ra cuya  operación  el  enfermo  debe  estar  acos- 
tado: bien  pronto  el  calor  local  aumenta,  la 
secreción  de  las  lágrimas  es  mas  abundante,  y 
ordinariamente  después  de  algunas  dó«is  el  mal 
cesa.  El  doctor  Luis  Frank  ha  confirmado  por  su 
propia  experiencia  la  práctica  de  los  médicos 
egipcios.  Estas  semillas  son  negras,  complana- 
das, cordiformes,  de  bordes  oscuros  y  salientes, 
v  de  sabor  amargo.  Esta  planta  se  cultiva  en 
Egipto. 

Casia  alada  (Cassia  alala,  L.).  Este  ar- 
79 


CAS 
bolillo,  de  las  Indias  y  de  la  America  meridional, 
es  usado  contra  las  enlermedadcs  de  la  piel,  so- 
bre lodo  contra  los  herpes  ,  lo  que  le  ha  mereci- 
do el  nombre  de  Carta  licrpe'tica,  que  le  dállum- 
lio  ;  el  de  diada  viene  de  la  forma  de  sus  vai- 
nas que  llevan  una  ala  en  cada  lado,  lo  que  les 
da  el  aspecto  cuadrilátero.  Los  Javanenses  llamar; 
á  este  vegetal  üaum  hipan ,  quo  quiere  decir 
hoja  bronceada,  del  tinte  de  sus  hojas,  las  cua- 
les aplican  molidas  con  un  poca  de  agua  y  zu- 
mo de  limón  sóbrelos  herpes,  para  la  curación 
de  los  cuales  dicen  que  bastan  dos  ó  tres  apli- 
caciones ,  y  los  que  resisten  á  este  medio  son 
declarados  incurables.  Perroquet,  que  ha  visto 
también  esta  especie  empleada  contra  los  herpes 
en  el  mismo  pais,  pretende  que  se  sin  en  de  los 
frutos  machacados  mezclados  con  pólvora  y  con 
\  inagre.  En  ün ,  Wrigtdice  que  son  las  flores  las 
que  se  emplean  también  en  Jamaica ,  de  donde 
se  concluye  que  todas  las  partes  del  vegetal  go- 
zan de  la  propiedad  antiherpélica.  Esta  plante 
seria  pues  una  adquisición  preciosa  para  la  Eu- 
ropa,  y  cuando  menos  podría  importarse, seca. 
Roxbourg  alirma  que  se  emplea  igualmenlcs 
en  la  costa  de  Coromandel ,  contra  los  mordisco, 
venenosos,  los  bubones  y  otros  síntomas  sililíli- 
cos'. 

Casia  como  Aligustre  (Cassia  ligus- 
trina,  L.). — V.  Sen. 

Casia  Jacular  (  Cassia  bacilar is,  L.  II.'. 
— V.  Catartocarpo. 

Casia  del  Brasil  ( Cassia  brasiliana,  L.; 
Cassia  arañáis,  L.H.). — V.  Catartocarpo. 

Casia  Cameerista  o  sea  Pequera» 
eretsa  [Cassia  Chamacrisla,L.).  Sus  aojas 
son  purgantes  y  empleadas  como  tales  en  la 
América  meridional,  en  las  Antillas,  en  donde 
crece  este  sub-arbu.-to ,  según  SclwrplT. 

Casia  engañosa  (  Cassia  decipiens,  Des 
vaux. ). — V.  Sen. 

Casia  Fístula  ,  Cañafístolo  [Cassia 
Fislula  ,  L.  ). — Y.  Catartocarpo. 

Casia  de  dos  flores  { Cassia  biflora  , 
L. ).  SchaBpff  dice  que  esta  especie,  de  la  Ameri- 
ca septentrional ,  es  antisiíilitiea. 

Casia  de  gallinas  [Cassia  gallinaria  , 
Collad.).  Esta  especie  debe  su  nombre  á  que  se 
aplica  la  pulpa  de  sus  hojas  (lo  mismo  que  las  de 
la  Cassia  Sophera)  sobre  las  fracturas  de  los  hue- 
sos de  las  gallinas,  y  que  se  administra  al  inte- 
rior contra  una  enfermedad  de  estos  animales  ; 
sus  hojas  tiernas ,  cocidas  con  la  leche  de  coco, 
son  comestibles. 

Casia  de  lioja  aguda ,  Son  de 
Alejandría.  Sen  de  Palta  (Corrió  oes- 
tifolta,  Delile;  Cassiaoiirninlis.  Pers.). — V.  Sen* 

Casia  de  hoja  angosta  [Cassia  un~ 
gusii folia,  Valh.). — V.  Sen. 

Casia  «le  hoja  obtusa  (  Cassia  oblu- 
sif/iliu,  L.). — Y.  Sin. 

Casia  de  «lava  [Cassia  javanica ,  L.). — 
Y.   Catartocarpo. 

Casia  lanceolada  .  Sen  de  Moka 
[Cassia  lanceolala,  Forskal ). — V.  Sen. 

tomo  i. 


626  CAS 

Casia  «le  Marilandia  ,  Sen  Ame- 

ricano  (Cassia  marylandica ,  L.J. — V.  Sen'. 

Casia  occidental  (Cassia  occidaitlalis, 
L.).Es  también  una  especie  fétida.  Marografí 
asegura  que  en  el  Brasil  su  raíz  es  empleada  co- 
mo contraveneno  y  como  remedio  contra  la  es- 
tranguria.  Pisón  dice  que  el  zumo  de  las  hojas 
se  prescribe  en  lavativas  para  calmar  las  inlla- 
maciones  del  ano  ,  y  que  se  aplica  a  las  piernas 
erisipelatosas. 

Casia  con  orejillas  [Cassia  auricula- 
ta ,  L. ).  Los  médicos  indianos  consideran  las  si- 
mientes de  esta  planta  como  refrescantes  y  ate- 
nuantes, y  las  prescriben  en  elecluario  ;  las  em- 
plean á  la  dosis  de  una  pequeña  cucharada  dos 
veces  al  dia,  y  se  sirven  de  ellas  mezcladas  con  la 
Higuera  racimosa  (Fien*  racimosa,  L. )  en  los 
casos  de  diabetes.  El  polvo  de  las  semillas,  sopla- 
do dentro  de  los  ojos,  es  útil  en  ciertos  períodos 
de  la  oftalmía.  También  se  asegura  que  este  ve- 
getal dáuna  especie  de  goma  arábiga.  Según  el 
señor  Leschenault ,  se  convierte  en  acero  ,  en  al- 
gunos lugares  de  la  India,  el  hierro  rodeándolo 
de  tres  séptimos  de  su  peso  de  esta  planta,  cemen- 
tado entre  dos  crisoles. 

Casia  oriental  (Cassia  orientalis,?ws.). 
Es  la  Casia  de  hoja  aguda  ,  Delile. —  V.  Sen. 

Casia  ovovtula,  Sen  de  Italia,  Sen 
del  Senegal  (  Cassia  obovata ,  Colladon). — 
V.  Se*. 

Casia  puntiaguda  (  Cassia  acuminata, 
W. ;  Cassia  apocouita,  Aub.). — Y.  Catartocarpo. 

Casia  de  seda  [Cassia  sericea,  Sw.). 
El  zumo  de  sus  hojas,  según  Pisón,  calma  la  in- 
llamacion  del  ano,  de  las  piernas,  etc. 

Casia  Sen  {Cassia  Senna,  L.).  Bajo  este 
nombre ,  Linneo  había  reunido  dos  especies  dis- 
tintas: las  Casia ovovada  [Cassia  obovata,  Coll.) 
y  Casia  de  hoja  aguda  ( Cassia  acutifolia ,  De- 
lile.).— V.  Sen. 

Casia  Sofera  [Cassia  Sophcra,  L.) .  Los  Ja- 
vanenses ,  según  Horsfield ,  colocan  esta  planta 
herbácea,  fétida ,  que  crece  en  el  Egipto,  en  la 
China,  en  la  India,  etc.,  entre  los  catárticos;  el  zu- 
mo de  sus  hojas,  así  como  el  de  las  raíces  frescas, 
es  considerado  como  útil  aplicado  sobre  los  her- 
pes, mezclado  con  el  zumo  de  limón.  El  coci- 
miento de  las  hojas  se  dá  en  las  calenturas  sin- 
tomáticas y  en  la  gota;  estas  hojas  cuando  tier- 
nas se  comen  cocidas.  Se  dice  que  las  vainas 
de  esta  Casia,  que  ha  sido  considerada  equivo- 
cadamente como  igual  á  la  Casia  oriental,  son 
empleadas  en  la  isla  de  Francia,  bajo  el  nombre 
de  Semillas  de  cañafistolo,  para  teñir  de  negro  y 
que  se  trasportan  á  Francia  con  el  mismo  objeto: 
añádese  que  cuando  frescas,  estas  vainas  con- 
tienen un  mucílago  viscoso  ,  capaz  de  encolar  la 
porcelana,  etc.;  son  largas  y  gruesas  como  el 
dedo  pequeño,  morenas,  cilindricas,  y  contienen 
semillas  negruzcas.  Según  Bedio,  en  Malabar, 
esta  especie  de  casia  se  emplea  contra  los  encan- 
tamientos mágicos. 

Casia  Ta  jera  [Cassia  Tagera,  L.  )•  Se- 
gún Rcdio,  en  la  India,  las  hojas  dé  esta  especie,, 


CAS 
machacadas,  son  aplicadas  á  las  picaduras  de  las 
abejas  con  provecho,  y  las  semillas  pulveriza- 
das con  azafrán  se  emplean ,  en  forma  de  cata- 
plasma, para  curar  las  pústulas  y  las  úlceras. 

Casia  verdemar  [Cassia  glauca,  Lam.). 
Bedio  dice  que  la  corteza  de  la  raíz  de  esta  espe- 
cie, mezclada  con  leche  y  azafrán  fresco,  es  em- 
pleada en  Malabar  contra  la  gota;  las  hojas, 
machacadas  con  azúcar  y  leche  ,  se  administran 
en  la  gonorrea  virulenta,  y  la  corteza  en  el  dia- 
betes. 

Casia  vellosa  (Cassia  hirsuta,  L.  H.).  Es- 
ta especie  ,  de  tallos  herbáceos ,  que  crece  en  el 
Brasil ,  es  muy  vecina  de  la  Casia  occidental;  su 
raíz  es  empleada  en  el  país  como  febrífugo.  El 
análisis  que  de  ella  han  hecho  los  señores  Cadct 
y  üenry  manifiesta  que  no  contiene  quinina  ni 
cinconina  ,  lo  que  prueba  que  la  propiedad  anti- 
febril puede  existir  independientemente  de  estos 
principios.  El  señor  A.  St.  Ililaire ,  que  ha  traído 
esta  raíz  del  Brasil,  la  llama  Fedegoso ,  y  dice 
que  pertenece  á  la  Casia  Occidental;  Vandelli 
la  llaana  Fedegazo  y  la  reliere  á  la  Casia  vellosa. 

CASIMIR.  Estofa  cruzada,  pura  lana,  fa- 
bricada ordinariamente  con  la  lana  de  los  cor- 
deros de  España,  de  Sajonia  y  de  Francia. 

El  casimir  es  un  artículo  de  mucho  consumo, 
particularmente  el  de  color  negro  liso  para  panta- 
lones. Lo  que  le  da  la  preferencia  sobre  el  paño  es 
el  ser  mas  ligero  é  infinitamente  mas  sólido  y  mas 
elástico.  Esta  propiedad  es  el  resultado  del  cruza- 
do de  su  tejido.  Este  género  es  un  poco  apañado, 
de  manera  que  el  grano  no  está  descubierto.  En 
los  colores  de  capricho,  tales  como  el  gris,  el  de 
gamuza,  el  de  paja,  etc.,  se  encuentra  menos  fuer- 
za ,  mas  flexibilidad  y  mas  ligereza;  el  tejido 
queda  casi  descubierto ,  porque  estos  colores  no 
se  emplean  sino  para  pantalones  de  primavera  ó 
chalecos  de  invierno. 

Los  casimires  ingleses  son  reputados  los  mas 
perfectos,  bajo  el  punto  de  vista  de  la  finura  del 
hilado  y  de  la  regularidad  del  tejido  ;  pero  los 
productos  de  Aix-la-Chapelle  y  de  Sedan  los 
aventajan  en  cuanto  á  la  solidez  y  al  bajo  precio 
en  las  calidades  destinadas  para  pantalones  ,  en 
los  mercados  extranjeros.  Los  casimires  de  Aix- 
la-Chapelle  son  todavía  mas  baratos  que  los  de 
Sedan  ,  aunque  generalmente  son  un  poco  mas 
estrechos  que  estos  últimos,  pero  de  mas  bella 
calidad. 

Este  tejido  se  presta  á  mil  combinaciones  di- 
versas que  se  reproducen  periódicamente  siguien- 
do la  fases  de  la  moda.  El  casimir  es,  pues,  jas- 
peado, rayado,  de  franjas,  de  mezclilla,  etc. 
Estos  resultados  se  obtienen  haciendo  algunos 
cambios  en  los  telares,  sin  que  por  esto  desapa- 
rezca el  principio  del  casimir ,  es  decir,  el  cruza- 
do, pues  no  mas  sufre  algunas  modificaciones. 

El  casimir  es  generalmente  teñido  en  pieza. 
Las  mezclas  de  colores  oscuros  son  las  únicas  te- 
ñidas en  lana. 

La  Inglaterra,  la  Francia,  la  Sajonia  y  la  Pru- 
sia  hacen  exportaciones  considerables  de  casi- 
mires negros.  La  Francia  supera  en  lodos  los  mer- 


CAS 

«  ados  por  sus  casimires  imprimados ,  y  Reims  es 
la  ciudad  que  produce  mayor  cantidad  de  casi- 
mires destinados  i  la  imprimación.  Las  fábricas 
presentan  el  tejido  crudo  al  salir  del  batan ,  y 
Paris  tifie,  imprima,  prepara  y  expende  el  ge- 
nero imprimado. 

La  riqueza  de  los  dibujos,  su  grande  variedad 
y  sobre  todo  la  brillantez  de  los  colores ,  han  da- 
do, por  espacio  de  algunos  años,  a!  articulo  casi- 
mir imprimado  en  Parisuna  grande  importancia 
en  Bélgica,  en  Alemania,  en  Italia,  en  el  Pia- 
monle,  en  España  ,  etc. 

En  Francia  las  exportaciones  de  este  género 
son  remplazadas  actualmente  por  una  especie  de 
pañete  que  se  fabrica  en  Reims,  Beauvais,  Amiens 
y  en  el  Mediodía.  Los  casimires  están  casi  ente- 
ramente abandonados  por  los  extranjeros. 

Los  casimires  de  Francia  tienen  generalmen- 
te i'  10  á  6/8  de  ana  de  ancho,  y  de  30  á  40  anas 
de  largo. 

En  Sajonia  se  ha  imprimado  sobre  casimir  de 
8  á  9/í  de  ana  de  anoho.  Los  casimires  de  esta 
anchura  son  comunmente  empleados  para  j^sli- 
dos  de  primavera ,  lo  que  les  ha  valido  el  nom- 
bre de  paños  de  verano.  Las  islas  del  Levante, 
la  América  y  todos  los  países  cálidos  se  proveen 
considerablemente  de  estos  casimires  anchos  de 
la  Prusía,  Sajonia,  etc. 

La  España  importa  gran  cantidad  de  casimires 
extranjeros.  Los  de  primera  calidad  son  los  de 
Francia  fabricados  en  Sedán,  que  superan  á  todos 
los  demás  que  se  conocen  por  la  hermosura  de 
sus  variados  colores  y  la  finura  de  su  tejido.  Co- 
mo casimires  de  segunda  clase  se  cuentan  los  de 
Bélgica  y  Prusia. 

En  está  ciudad ,  en  los  talleres  de  los  SS.  Bar- 
ran, hánse  fabricado  casimires  de  dimensiones 
iguales  á  los  importados  del  extranjero,  y  cu- 
ya calidad  es  bastante  buena  en  lo  que  toca  al 
tejido,  como  también  por  lo  que  respecta  ala 
imitación  de  los  tintes  de  los  casimires  france- 
ses. Hoy  día  la  fabricación  de  esta  especie  ha  si- 
do casi  abandonada  ó  bien  se  halla  reducida  á 
un  estado  muy  insignificante,  habiendo  sido  reem- 
plazada por  otra  estofa  muy  parecida ,  conoci- 
da también  bajo  el  nombre  de  casimir. 

La  fabricación  de  este  nuevo  casimir  dala  del 
año  1838,  que  fué  ensayada  en  España  por  los 
SS.  barran.  Desde  aquélla  fecha  esta  industria 
ha  ido  siguiendo  las  mejoras  introducidas  por  los 
adelantos  de  la  experiencia  y  de  la  moda.  Ac- 
tualmente esta  estofa  se  fabrica  también  en  algu- 
nos otros  establecimientos.  Estos  tejidos,  cuya 
finura  y  colores  son  de  una  calidad  exquisita  ,  y 
•pie  se  emplean  en  verano  para  chalecos  y  pon- 
talones,  se  exportan  en  cantidad  bastante  consi- 
derable, como  artículos  de  moda,  á Madrid  y  de- 
más capitales  del  reino. 

CIMIAK  ó  t  ASO AllIO.  CA9SU ARIOS. 
Brison  ha  reunido  bajo  este  nombré  dos  espones 
de  aves  del  orden  zancudas  y  familia  de  las  bre- 
vipennas.  Estas  aves,  bastante  contiguas  á  los 
avestruces,  difieren  de  ellos  por  sus  alas  mucho 
mas   cortas    y  totalmente  inútiles  ,  no  solo  pa- 


CAS  6*7 

ra  el  vuelo  sí  que  también  para  contribuir  á  la 
carrera :  sus  pies  tienen  tres  dedos  guarnecidos 
todos  de  uñas  y  dirigidos  adelante ;  sus  plumas 
tienen  barbas  tan  escasamente  guarnecidas  de 
barbillas ,  que  de  lejos  parecen  pelo  ó  crines 
péndulas.  Vieillot  ha  propuesto  para  cada  una  de 
las  especies  de  que  consta  el  grupo  de  los  casoa- 
res un  género  distinto. 

Casoar  con  casco  ó  Emeu,  Ca- 
soar de  las  arrancies  Indias  ( Cns- 
suarius  Emeu,  Latham. ;  Struthio  Cassuarius , 
L.).  Sus  caracteres  son:  pico  recio,  de  dorso 
aquillado  ,  redondeado  y  doblado  en  la  punta  ; 
cabeza  con  casco ;  cuello  desnudo  y  guarnecido 
de  carúnculas  colgantes  parecidas  á  las  del  pa- 
vo; pies  robustos,  carnudos  hasta  en  los  dedos; 
uña  del  dedo  interno  doble  mayor  que  las  otras; 
pennas  alares  reemplazadas  por  ciuco  varetas  sin 
barbas. 

El  emen  es,  después  del  avestruz,  una  de  las 
aves  mas  voluminosas ,  y  su  altura  es  de  unos 
cinco  pies;  su  cuerpo  macizo  está  cubierto  de 
plumas  flojas,  negruzcas,  bastante  análogas  a 
los  pelos  ;  su  cabeza  está  coronada  por  un  casco 
huesoso,  prieto  por  delante  y  amarillo  en  lo  de- 
más. El  resto  de  la  cabeza  ofrece  únicamente  so- 
bre su  piel  de  un  azul  celeste  algunos  pelos  ne- 
gros, principalmente  alrededor  del  orificio  au- 
ditivo ,  que  es  muy  grande.  La  piel'dc  color,  que 
se  continúa  bástala  mitad  del  cuello ,  presenta 
surcos  y  tubérculos  semejantes  á  los  del  pavo  ; 
en  la  parte  anterior  del  cuello  tiene  en  cada  lado 
una  carúncula  delgada,  de  color  rojo  y  ensancha- 
da por  debajo;  el  pico,  pies  y  uñas  son  de  color 
negro.  Elgrito  común  de  esleanimal  es  hu  hu,  pro- 
nunciado débilmente  y  como  con  la  garganta  ;  en 
los  momentos  de  cólera  lo  reemplaza  por  un  zum- 
bido bastante  análogo  al  estrépito  de  un  carruaje 
ó  del  trueno  percibidos  desde  lejos.  El  macho  es 
de  un  carácter  mis  huraño  que  la  hembra  :  ésta 
pone  tres  ó  cuatro  huevos  de  color  blanco  gris 
con  una  multitud  de  puntitos  verdosos,  que  de- 
posita en  la  arena,  empollándolos  solo  por  un  mes 
y  únicamente  de  noche. 

El  casoar  es  estiípido  y  glotón.  Ilabila  las  is- 
las del  Archipiélago  indiano  y  particularmente 
los  bosques  grandes  de  la  isla  de  Ceram :  los 
criados  en  Amboina  no  son  originarios  de  la  isla 
citada,  sino  que  han  sido  llevados  allí  de  las 
islas  gitoadas  mas  al  este.  El  casoar  parece  ser 
bastante  raro ;  en  1597  ,  época  en  que  los  Bobn- 
i  trajeron  de  Java  á  Europa  por  la  pri- 
mera vez,  íes  fué  regalado  como  una  ave,  po- 
co común.  Por  lo  demás  su  marcha  es  extrava- 
gante j  üi'as,  lo  cual  no  le  impHI 
un  excelente  corredor. 

El  casoar  vive  alejarlo  de  las  habitaciones  del 
hombre  y  se  alimenta  de  frutos,  de  huevos,  y 
aun  añaden ,  de  pequeños  animales  que  traga 
sin  dividirlos.  Los  casoares  criados  en  domesti- 
cidad  lomaban  todo  género  de  alimento,  como 
pan,  frutos  y  raíces  de  hortaliza  cortad, 
seramenle.  Beben  con  abundancia  y  consumen 
de  i  á  '6  litros  de  agua  diarios.  Su  carne  es  me- 


ÜÍ8  CAS 

diana ;  su  pluma  ó  mas  bien  la  especie  de  crin 
(jue  cubre  su  piel  no  tiene  ningún  uso. 

Casoar  de  la  Nueva  Holanda, 
Emú  negro  [Cassuarius  Nova}  Hollandice, 
Latham. ;  Dromaius  atcr,  Vieill.).  Sus  caracteres 
son:  pico  recto  de  bordes  muy  deprimidos,  algo 
aquillado  por  encima,  redondeado  en  su  punta  y 
mas  corto  que  en  el  primero;  cabeza  sencilla, 
sin  casco  y  emplumada ;  piernas  carnudas  has- 
ta el  talón ;  uñas  casi  iguales,  algo  obtusas;  re- 
meras y  timoneras  nulas,  sin  varetas  en  su  lugar. 

El  emú  es  mas  grande  que  el  casoar  de  casco ; 
sus  piernas  y  su  cuello  son  mas  largos ,  y  por 
lo  demás  se  le  parece  en  la  vestidura.  Esta  ave, 
común  en  otro  tiempo  en  los  bosques  de  Euca- 
lipto de  la  Nueva  Gales  de  Sur,  en  donde  lleva  el 
nombre  de  Parembaug ,  pero  que  los  desmon- 
tes de  los  colonos  han  desterrado  al  otro  lado 
de  las  montañas  Azules  ,  es  muy  bravo,  y  si  bien 
está  privado  de  la  faculUd  de  volar,  su  carre- 
ra es ,  sin  embargo ,  tan  rápida  que  le  permite 
escapará  la  persecución  de  los  perros  mas  ágiles. 
Su  alimento  consiste,  como  el  del  casoar,  en 
yerbas  y  en  frutos.  Asegúrase  que  la  carne  de 
esta  ave  tiene  el  gusto  de  la  del  buey.  Los  emús 
jóvenes  están  cubiertos  de  plumón,  y  tienen  por 
librea  cuatro  franjas  de  un  rojo  subido  sobre  un 
fondo  blanco  sucio. 

CASGOIiWAIV.  Pequeño  pez ,  no  clasifica- 
do, de  las  Indias  orientales,  un  poco  mas  grue- 
so que  una  anchoa ,  pero  mucho  mejor ,  según 
La  Chcnaye  des  Bois. 

CASTADO,  Castanea.  Género  de  plantas 
de  la  monoecia  poliandria ,  y  de  la  familia  de  las 
cupuüferas  ,  formado  por  Tournefort ,  reunido  en 
seguida  equivocadamente  por  Linneo  al  género 
Haya  (Fagus),  del  que,  en  verdad,  es  muy  conti- 
guo, pero  del  que  difiere  sobre  todo  por  su  in- 
florescencia y  la  naturaleza  de  su  fruto.  En 
el  dia  está  adoptado  por  todos  los  botánicos ,  y 
encierra  doce  ó  quince  especies,  todas  de  un  as- 
pecto elegante ,  y  que  crecen  en  los  lugares  tem- 
plados y  exlratropicalesde  la  Europa,  del  Asia, 
de  la  América  boreal,  en  la  isla  de  Java,  las 
Molucas,  etc.  Son  árboles  ó  grandes  arbustos 
de  hojas  alternas,  muy  enteras  ó  dentadas,  al- 
gunas veces  como  incisas ,  y  cuyas  flores  se 
presentan  al  mismo  tiempo  que  las  hojas.  La  es- 
pecie mas  común  y  asimismo  la  mas  importante 
es  la  siguiente: 

Castaño  vulgar,  Castaño  propia- 
mente dicho  [Castanea  vulgaris,  Lmk. ; 
Castanea  vesca,  Goertn.;  Castanea  sativa,  Mili.; 
Fagus  castanea ,  L.).  El  castaño  común,  único 
que  se  encuentra  en  los  bosques  de  España  y 
también  de  Europa ,  es  un  árbol  de  gran  tamaño, 
notable  por  su  aspecto  majestuoso,  su  bello  fo- 
llaje, las  calidades  de  su  madera  ,y  la  abundan- 
cia y  la  bondad  de  su  fruto.  Sus  raíces,  fuertes  y 
numerosas ,  tienen  todas  una  tendencia  á  diri- 
girse perpendicularmente  y  con  frecuencia  pro- 
fundizan en  la  tierra  hasta  mas  de  un  metro.  Sus 
nejas,  anchas,  dentadas  lanceoladas  y  de  un 
verde  claro  ,  producen  un  espeso  cubierto.  Sus 


CAS 

flores  son  monoicas  y  á  veces  incompletamente 
polígamas  :  las  flores  masculinas  están  dispues- 
tas en  gloméruios,  rodeados  de  escamas,  y  for- 
man candedas  filiformes  interrumpidas,  que  ex- 
halan, en  la  época  de  su  madurez,  un  fuerte  olor 
espermático ;  las  flores  femeninas  están  encerra- 
das en  número  de  una  hasta  cinco  en  un  invo- 
lucro que,  después  de  la  fecundación ,  se  de- 
sarrolla con  el  fruto,  y  forma  esa  cubierta 
fructífera,  e-pesa,  coriácea,  espinosa  al  exterior, 
sedosa  al  interior ,  que  encierra  de  una  á  tres 
castañas  y  que  se  llama  vulgarmente  el  erizo. 
Las  hojas  se  presentan  al  principio  de  la  prima- 
vera, pero  las  flores  no  nacen  hasta  junio  ó  julio; 
la  madurez  del  fruto  tiene  lugar  hacia  la  fin  de 
octubre  ó  á  mediados  de  noviembre. 

El  castaño  es  un  árbol  hermoso  y  grande,  co- 
mún en  los  bosques  de  Europa,  en  donde  es  cono- 
cido desde  los  tiempos  mas  remotos  como  indíge- 
no. Sus  lugares  favoritos  son  las  laderas  de  las 
montañas  que  tienen  una  tierra  arenosa,  grasa  ó 
acuática ,  en  las  partes  que  miran  al  nordeste  y 
al  este;  las  del  sur  así  como  las  del  norte  le  son 
con  frecuencia  funestas. En  las  primeras  su  ve- 
getación temprana  lo  expone  á  las  heladas  de  la 
primavera  ;  en  las  segundas  sufre  por  los  frios 
rigurosos  del  invierno.  Un  clima  cálido  hace  que 
su  madera  sea  mas  sólida  y  su  fruto  de  mejor 
calidad. 

El  castaño  abunda  principalmente  sobre  las 
márgenes  del  Rihn,  en  las  del  Jura,  en  Ñapóles, 
en  los  Pirineos ,  etc. ,  y  en  España,  en  Asturias , 
Estremadura,  Vizcaya,  etc.,  y  en  particular  en 
Cataluña,  donde  este  fruto  es  en  extremo  abundan- 
te, aunque  tal  vez  en  razón  "del  terreno  no  tenga 
las  propiedades  del  de  Ñapóles,  que  cuando  seco 
es  amarillo  y  muy  dulce,  y  se  le  conoce  bajo  el 
nombre  de  Castaña  pilonga. 

El  crecimiento  del  castaño  es  muy  rápido  y 
dura  mucho  tiempo;  sus  dimensiones  á  la  edad 
de  80  á  90  años  son  las  mismas  que  las  de  una 
encina  de  130  á  U0.  Puede  vivir  muchos  siglos 
y  adquirir  dimensiones  colosales,  pero  llegado  á 
cierta  edad,  tiende  siempre  á  ahuecarse,  sin  que 
por  esto  disminuya  ó  se  pierda  la  calidad  de  sus 
frutos.  El  castaño  mas  grande  que  se  conoce  es 
el  de  los  cien  caballos  cerca  del  monte  Etna :  su 
circunferencia  no  baja  de  cincuenta  metros,  y 
la  tradición  del  país  dice  que  una  reina  de  Sicilia 
y  su  séquito,  compuesto  de  cien  caballeros,  pudie- 
ron colocarse  a  la  sombra  de  su  follaje.  El  castaño 
se  reproduce  fácilmente  con  su  semilla;  sus  plan- 
tones son  robustos  desde  su  nacimiento,  pero  no 
prosperan  á  la  sombra.  Para  obtener  de  él  made- 
ra de  carpintería  ó  de  obra  ,  etc. ,  se  corta  á  80 
ó  90  años;  los  de  7  á  10  años  producen  cercos  y 
enrejados;  los  de  10 á  15  sirven  para  rodrigo- 
nes, estacas,  etc.  Desde  15  á  20  años  los  ramos 
de  su  tronco  dan  fruto ,  y  su  vegetación  empieza 
á  menguar  ;  de  manera  que  no  hay  ninguna  ven- 
taja cu  prolongar  mas  allá  la  duración  de  los 
sotos. 

El  cultivo  del  castaño,  desde  el  principio,  re- 
quiere algunos  cuidados.  Multiplícase  con  semi- 


CAS 

llanque  so  siembran  en  el  mismo  lugar  ó  M  se- 
milleros resguardados  de  los  vientos  por  medio 
de  árboles  ó  de  setos  vivos.  Se  le  podria  mul- 
tiplicar, igualmente  por  estaca  ó  por  injerto; 
pero  el  primer  procedimiento  es  demasiado  dis- 
pendioso, y  el  segundo  generalmente  es  emplea- 
do para  conservar  algunas  variedades  preciosas 
me  probablemente  las  semillaa  no  reproducirían. 
Para  los  castaños  destinados  á  los  montes  hue- 
cos, el  terreno  debe  haber  sido  anticipadamente 
preparado  por  varias  labores  sucesivas.  Los  cas- 
taños se  plantan  de  uno  en  uno  al  tresbolillo  y 
en  regueras  trazadas  paralelamente  con  la  re- 
ja del  arado  ó  el  azadón  del  cultivador.  Se 
colocan  á  un  decímetro  de  distancia  uno  á  otro,  y 
se  cubren  con  8  á  10  centímetros  de  tierra.  Dos 
ó  tres  años  después  su  distancia  se  fija  á  un  me- 
tro y  medio,  debiendo  permanecer  cuatro  ó  cinco 
años  en  este  estado.  En  esta  época  el  plantón  ha 
llegado  á  la  altura  de  dos  ó  tres  metros  sobre  un 
diámetro  de  6  centímetros  en  la  base.  Entonces 
se  desplantan  para  ponerlos  definitivamente  en 
el  sitio  en  que  han  de  permanecer,  el  cual  debe 
ser  un  terreno  desmontado  y  preparado  de  ante- 
mano. Al  siguiente  año,  y  después  de  bien  arrai- 
gados, se  injertan  de  canutillo,  teniendo  cuidado 
de  escoger  para  injertos  las  mejores  variedades 
bajo  el  punto  de  vista  alimenticio.  Cuatro,  cinco 
ó  seis  años  después  de  esta  operación  los  jóvenes 
castaños  empiezan  á  fructificar;  cada  año  se  vé 
aumentar  sus  productos,  que  no  cesan  sino  por 
una  causa  accidental,  tal  como  la  caries ,  por 
ejemplo,  enfermedad  ala  que  estos  árboles  están 
muy  sujetos. 

En  cuanto  á  los  castaños  destinados  á  los  bos- 
quecillos  ó  á  los  sotos,  se  pueden  sembrar  mas 
espesos ,  ó  aun  echar  dos  ó  tres  semillas  en  cada 
agujero.  Se  sacha  el  primer  año  ,  y  desde  el  se- 
gundo se  bina  dos  veces  ,  esto  es  ,  en  la  prima- 
vera y  en  el  otoño ;  sobre  el  tercer  año  se  aporca 
la  joven  planta. 

Los  frutos  destinados  á  la  siembra  deben  con- 
servar su  corteza,  y  se  pueden  confiar  á  la  tierra 
desde  el  mes  de  octubre,  si  el  tiempo  es  favorable. 
En  caso  contrario,  se  ponen  a  estratificar  du- 
rante el  invierno,  y  se  siembran  en  febrero  ó  en 
marzo,  teniendo  cuidado  de  no  romper  la  raicilla; 
después  se  cubren  de  tierra  por  medio  de  un  ras- 
trillo sin  púas. 

Cultivado  por  su  fruto,  debe  procurarse  que  el 
castaño  no  exceda  de  cierta  altura ,  y  que  pre- 
sente una  hermosa  copa  redondeada  y  bien  equi- 
librada. Como  las  castañas  se  presentan  siempre 
hacia  la  extremidad  de  las  ramificaciones,  es 
muy  importante  dejar  entre  los  árboles  una  dis- 
tancia bastante  grande  para  que  las  ramas  no  se 
toquen.  Esta  distancia  es  variable,  si  bien  por 
termino  medio  no  debe  bajar  de  8  á  10  metros. 
Cuando  los  castaños  empiezan  á  acoparse,  se  re- 
juvenecen podando  las  ramas  a  algunos  centíme- 
tros del  tronco  para  provocar  la  salida  de  nuevas 
ramificaciones. 

Considerado  como  árbol  frutal ,  el  castaño  pre- 
senta un  gran  número  de  variedades  ,  que  no  se 


CAS  629 

reproducen  sino  por  el  injerto  y  que  difieren  en- 
tre si  en  el  porte ,  la  forma  y  el  color  de  su  fo- 
llaje, y  la  calidad,  la  abundancia,  el  grosor  y  la 
mayor  ó  menor  precocidad  del  fruto.  To<!. 
las  variedades  se  pueden  agrupar  en  dos  razas 
principales:  el  castaño  propiamente  dicho  (cas- 
tanea  vesca  vulgaris)  y  el  castaño  injerto  (casta- 
nea  vesca  macro  carpa).  El  fruto  de  este  ultimo, 
llamado  vulgarmente  Castaña,  difiere  del  de  la 
primera,  llamado  Caslaím  rtgoldanat%ñ*M  for- 
ma mas  redonda  ,  su  sabor  ordinariamente  mas 
agradable  y  en  su  menor  anchura  del  ombligo. 
Seria  muy  "difícil  dar  una  nomenclatura  completa 
y  exacta  de  las  variedades  que  pertenecen  á  la 
una  y  á  la  otra  de  estas  dos  razas,  puesto  qi;e 
todavía  no  han  recibido  nombres  científicos,  y  la 
misma  variedad  lleva  un  nombre  diferente  enea- 
cada  pais  en  donde  es  cultivada. 

La  cosecha  de  las  castañas  tiene  lugar  en  oc- 
tubre ó  en  noviembre.  A  este  fruto  se  le  puede 
conservar  fresco  por  espacio  de  seis  ó  siete  me- 
ses estratificándolo  con  arena,  ó  bien  hacinándolo 
y  guardándolo  después  en  un  granero  á  monto- 
nes poco  gruesos.  En  muchas  localidades  se  pisan 
estos  frutos  después  de  su  desecación  para  des- 
pojarlos de  su  perisperma,  y  asi  se  obtiene  la  cas- 
taña blanca,  que  puede  conservarse  largo  tiem- 
po, y  de  la  cual  se  hace  mucho  uso  cocida  en  el 
agua  ó  en  leche,  y  también  puede  convertír- 
sela en  una  especie  ele  harina,  que,  colocada  en 
vasos  de  asperón ,  se  conserva  dos  y  tres  años,  y 
sirve  para  hacer  papillas  y  galletas  mas  ó  mé- 
nes  agradables. 

Todo  castaño  que  no  ha  sido  injertado  da  cas- 
tañas salvajes,  pequeñas,  en  corto  número  y  ape- 
nas azucaradas.  Las  mejores  son  proporcionadas 
por  los  árboles  cultivados  que  solo  fructifican  ver- 
daderamente una  vez  cada  dos  años. 

El  fruto  del  castaño  es  un  alimento  sano:  está 
compuesto  de  una  gran  cantidad  de  almidón,  de 
una  parte  mas  órnenos  considerable,  según  las  lo- 
calidades ,  de  materia  azucarada,  y  de  una  cortí- 
sima porción  de  gluten.  En  algunos'paises  las  ras- 
tañas  constituyen  en  gran  parte  el  alimento  de  los 
pobres  labradores,  quienes  lasasanó  las  hierven 
y  a  veces  componen  también  con  ellas  una  espocie 
de  pan.  Este  pan  ,  sin  embargo,  es  pesado  y  de 
difícil  digestión,  en  razón  de  la  gran  cantidad  de 
almidón  ipie,  contiene, y  que  no  ofrece,  como  el 
tlel  trigo,  una  parle  bastante  grande  de  gluten; 
defecto,  por  lo  demás,  que  seria  fácil  de  remediar 
si  no  seposeian  ol-ros  vegetales  mas  abundantes  en 
materias  nutritiva •;.  Las  castañas  sirven  también 
para  engordar  el  ganado  al  que  procuran  una 
carne  sucolenta.  Se  mezclan  a  veces  en  el  pan,  y 
asegurase  que  pueden  servir  para  hacer  choco- 
late. 

El  doctor  Grellct  ha  recomendado  la  corteza 
interior  de  la  castaña  contra  la  disenteria.  Tam- 
bién puede  extraerse  deeste  fruto  azúcar  y  fécula. 

Sin  cuse  las  castañas  en  las  mejores  mesa- , 
asadas  o  hervidas,  y  también  se  hacen  con  ellas 
tortas,  mezclándolas  con  azúcar  y  aromas;  sin  em- 
bargo, debemos  decir  quede  cualquiera  manera 


630  CAS 

que  se  compongan,  las  castañas  son  flatulenlas  y 
de  difícil  digestión. 

En  ciertos  países  se  consigue,  por  medio  de  al- 
gunas preparaciones  industriosas,  separar  la  cor- 
teza inmediata  del  fruto,  por  que  si  éste  se  cuece 
con  ella  le  comunica  necesariamente  una  parte  de 
su  astringencia  y  de  su  amargor.  También  en  algu- 
nos parajes  se  desecan  las  castañas  de  manera  que 
se  puedan  conservar  por  algunos  años,  exponién- 
dolas sobre  zarzos  debajo  de  los  cuales  se  mantie- 
ne continuamente  un  fuego  moderado  al  principio, 
y  cuya  intensidad  se  aumenta  después  progresi- 
vamente basta  que  las  castañas  hayan  adquirido 
cierto  grado  de  dureza  que  indica  el  estado  que 
se  desea.  En  seguida  se  meten  en  sacos  mojados, 
que  se  rollan  y  golpeau  poco  á  poco  en  todos  sen- 
tidos para  que*  se  desprenda  la  coreza  de  los  fru- 
tos, los  cuales  se  aechan,  con  lo  que  queda  ter- 
minada la  operación. 

La  Madera,  de  castaño  tiene  muchísima  analo- 
gía con  la  de  la  encina  pedunculada  :  la  disposi- 
ción de  las  hebras  longitudinales,  la  calidad  de 
su  grano  y  el  color  son  poco  mas  ó  menos  los 
mismos  ;  pero  las  irradiaciones  trasversales,  muy 
aparentes  en  la  encina,  son  difíciles  de  observar 
en  el  castaño,  lo  que  basta  siempre  para  distin- 
guirlas. Como  la  encina,  la  madera  de  castaño  es 
propia  parala  carpintería:  expuesta  al  aire  se  vuel- 
ve quebradiza  á  medida  que  envejece;  está  igual- 
mente sujeta  á  ser  carcomida  en  el  interior,  aun- 
que conservando  una  apariencia  exterior  de  so- 
lidez que  engaña  al  ojo  mas  ejercitado.  Pero,  bajo 
el  agua  ó  en  tierra,  dura  siglos  enteros,  y  podría 
ser  ventajosamente  empleada  en  las  estacadas, 
sobre  todo  en  los  conductos  subterráneos.  Poco 
expuesta  á  encogerse  óá  hincharse,  es  igual- 
mente muypropia  en  la  fabricación  de  duelas,  y 
en  Italia  es  preferida,  para  este  uso,  á  la  made- 
ra de  encina. 

En  su  juventud  la  madera  de  castaño  es  muy 
flexible  y  no  existe  otra  mejor  para  hacer  aros; 
mas  tarde  sirve  para  los  enverjados  ,  para  esta- 
cas y  para  rodrigones,  que  duran  mucho  mas  tiem- 
po que  los  de  encina  y  de  toda  otra  madera.  Co- 
mo combustible  el  castaño  es  poco  apreciable: 
chisporrotea  mucho,  arroja  tizones  á  lo  lejos,  se 
cubre  de  cenizas  j  produce  poca  llama;  su  car- 
bón se  apaga  casi  instantáneamente  cuando  se  le 
aisla  al  aire,  lo  que  le  hace  poco  propio  á  los 
usos  económicos,  si  bien,  en  cambio,  parece  muy 
eslimado  en  ciertas  fraguas,  como  por  ejemplo  en 
Vizcaya. 

©ASTAlsrOIíA ,  Brama.  Género  de  peces 
establecido  en  la  familia  de  los  escuamipennes  en- 
tre losaeantopterigios,  en  consideración  alas  esca- 
mas que  cubren  sus  alelas  verticales,  que  constan 
de  un  corto  número  de  radios  espinosos  ocultos  en 
sus  bordes  anteriores;  dientes  á  modo  de  cardas  en 
las  mandíbulas  y  en  los  platinos;  perfil  elevado  ho- 
cico muy  corto,  frente  que  desciende  perpendicu- 
lar; una  dorsal  y  una  anal  bajas,  pero  comenzando 
en  punta  saliente.  El  tipo  déoste  género  es  la  es- 
pecie que  vamos  á  describir. 

Castañola  A&aya  ,  Casiaikola  ( lira- 


CAS 
ma  Rcm,  Schn.;  Sparus  fían  ,  Bloch).  Especie 
común  en  el  Mediterráneo,  y  que  á  veces  se 
eucuentra  también  en  el  Océano.  Su  cuerpo  es  al- 
to y  comprimido  ,  notable  por  su  cabeza  corta  y 
alta  cuyo  perfil  cae  verticalmente ,  lo  que  depen- 
de sobre  todo  de  la  altura  de  las  crestas  occipi- 
tales del  cráneo.  La  boca  está  hendida  oblicua- 
mente. Las  tres  aletas  verticales  son  escamosas 
casi  en  toda  su  superficie.  Las  escamas  del  tron- 
co son  notables  por  su  forma  alta  y  ertrecha,  fi- 
namente estriadas  ó  vetadas  ,  y  prolongadas  en 
punta  aguda  de  su  ángulo  superior  ó  inferior.  El 
color  de  este  pescado  es  de  un  blanco  plateado 
un  poco  oscuro ,  que  tira  á  estaño ;  su  peso  es  de 
5  á  6  kilogramos,  y  algunas  veces  es  largo  de 
0m,8ü  centesimos.  Su  carne,  aunque  blanca  y  flo- 
ja ,  es  de  buen  comer  cuando  el  pez  ha  llegado  á 
su  completo  desarrollo  y  vivido  en  sitio?  pedra- 
gosos,  si  bien  es  siempre  de  difícil  digesion. 

CASTOR,  Castor.  Género  de  mamíferos 
que  se  distingue  de  todos  los  demás  roedores  en 
pies  de  detrás  casi  enteramente  palmeados,  y 
una  cola  aplanada  horizonlalmenle  en  forma  de 
ancha  espátula  cubierta  de  escamas.  El  número 
de  los  dedos  es  de  cinco  en  cada  pié ,  y  el  mas 
largo  es  el  del  medio.  Las  dos  mandíbulas  llevan  en 
cada  lado  cuatro  molares  de  corona  lisa  ,  forma- 
dos de  una  cinta  de  esmalte  que,  en  la  mandíbu- 
la superior ,  se  dobla  de  modo  que  forma  una  es- 
cotadura en  el  borde  interno  y  tres  en  el  externo, 
mientras  que  en  la  mandíbula  inferior  se  encuen- 
tra una  disposición  enteramente  opuesta. 

Castor  Ilífoaro  ,  Castor  ,  Castor 
del  Canadá  {Castor  Fibcr ,  L.).  Esta  espe- 
cie, cuyo  nombre  es  conocido  de  todo  el  mundo, 
forma  por  sí  sola  el  género  del  cual  nos  ocupa- 
mos. Algunos  naturalistas  han  querido  distinguir 
como  especie  particular  los  castores  que  se  en- 
cuentran en  Francia ,  en  Alemania  en  las  orillas 
del  Danubio ,  etc. ;  pero ,  como  se  verá  mas  ade- 
lante, prudente  es  ,  respecto  á  este  asunto,  ate- 
nerse á  la  opinión  admitida  porBuffon,  quien 
confundió  estos  animales  bajo  un  solo  nombre 
específico,  á  pesar  de  la  diferencia  de  países  que 
habitan.  El  señor  A.  de  Qualrefages  describe  esta 
especie  en  los  siguientes  térmiuos  : 

«El  castor  es  uno  de  los  roedores  actualmente 
vivientes  mas  notable  por  la  talla  :  en  general  tie- 
ne dos  pies  de  largo,  sin  contar  la  cola ,  y  su  al- 
tura es  de  un  pié  á  corta  diferencia.  Sus'formas 
son  pesadas  y  recogidas  :  sus  pies  traseros  ,  mu- 
cho mas  largos  que  los  de  delante,  presentan 
además  un  palmeado  diferente  que  los  distingue, 
como  también  una  uña  doble  en  el  antepenúlti- 
mo dedo.  El  pelaje  del  castor  es  bastante  varia- 
ble: los  hay  enteramente  blancos,  y  otros  que 
son  del  todo  negros ;  pero  el  color  mas  general  es 
de  un  rojo  castaño  mas  oscuro  por  encima  que 
por  debajo.  Esta  librea  es  debida  á  pelos  sedosos, 
largos  y  lucientes ,  que  exceden  y  cubren  un  ve- 
llo lino  y  muy  compacto,  impermeable  al  agua, 
de  color  gris  y  como  plateado.» 

«Este  pelaje,  muy  espeso  sobre  lodo  el  resto 
del  cuerpo,  es  mas  raro  en  la  cabeza.  Esta  es  ob- 


CAS 

tusa  y  termina  por  narices  prolongadas  mas  alta 
de  las  mandíbulas,  que  se  mueven  casi  conti- 
nuamente con  rapidez,  en  particular  cuando  el 
animal  está  afectado  por  cualquier  olor  extraor- 
dinario; el  labio  superior  es  partido;  hiparte  ante- 
rior de  la  boca  está  armada  de  incisivos  muy 
fuertes,  planos,  y  de  color  anaranjado  en  su  ca- 
ra externa  ,  blancos  y  triangulares  en  la  interna; 
la  lengua,  muj  poco  extensible,  parece  su-cepli- 
ble  de  aplicarse  bácia  atrás  contra  el  paladar,  y 
llenar  asi  las  funciones  de  un  opérculo.» 

«El  ojo  del  castor  es  muy  pequeño,  asi  como 
la  pupila;  ésta,  cuya  abertura  es  circular ,  se 
cierra  casi  completamente  cuando  el  animal  está 
expuesto  a  una  luz  muy  vjVa  ;  el  tercer  parpado 
es  rudimentario,  y  de  ningún  modo  puede  pre- 
sen ar  el  ojo  del  contado  del  agua.  La  conca  de 
la  orejees  pequeña  y  de  forma  elíptica  ;"cuando 
el  castor  se  zambulle,  la  baja  cuntía  la  cabeza  y 
asi  impide  que  el  liquido  penetre  en  su  conducto 
auditivo.* 

«La  voz  del  castor  consiste  en  una  especie  de 
pequeño  grito  plañidero  ,  que ,  cuando  se  le  in- 
quieta, cambia  en  un  murmullo  sordo  y  en  una 
especie  de  ladrido  débil.» 

«El  orificio  externo  de  los  órganos  de  la  gene- 
ración y  el  de  la  defecación  se  abren  ambos  en 
una  especie  de  bol^a  común  ó  cloaca ,  colocada 
de  tal  manera  debajo  la  cola  que  apenas  se  com- 

Í rende  como  puede  verificarse  la  cópula.. En  cada 
ado  de  esta  bolsa  se  encuentran  dos  pares  de 
glándulas;  las  superiores  segregan  un  humor  un- 
tuoso y  oloroso  particular  conocido  bajo  el  nom- 
bre de  Castóreo  (V.  esta  palabra).  Los  antiguos, 
ven  particular  Eliano,  parece  que  habían  con- 
siderado estos  cuerpos  glandulosos  como  los  tes- 
tículos, lo  que  no  es  asi.  Los  órganos  encargados 
de  preparar  el  licor  fecundante  están  profunda- 
mente metidos  en  las  ingles,  de  donde  salen  qui- 
zás durante  la  época  de  los  amores.» 

«El  castor  se  sirve  de  sus  pies  de  delante  para 
agarrar  y  manejar  los  objetos  con  tanta  destreza 
como  la  ardilla.  Sus  dedos  están  profundamente 
divididos  y  perfectamente  libres,  y  aunque  el 
pulgar  no  sea  oponible  á  los  otros,  estos  encuen- 
tran en  el  acto  de  coger  un  punto  de  apoyo  casi 
equivalente  en  los  tubérculos  carnosos  colocados 
en  la  base  de  lo  que  podría  llamarse  la  palma  de 
las  manos.  Los  pies  de  detrás,  al  contrario,  hacen 
las  veces  de  remos  fuertes  y  robustos,  y  su  cola 
desempeña  perfectamente  las  funciones  de  ti- 
món.» 

«Las  costumbres  de  ese  roedor  son  casi  entera- 
mente acuáticas,  y  liase  exagerado  mucho  cuan- 
do se  ha  dicho  (fue  formaba  el  tránsito  de  los 
mamíferos  terrestres  á  los  animales  acuáticos. 
Nada  en  su  estructura  anatómica  autoriza  esta 
aserción,  asentada  por  autores  que  solo  se  apo- 
yaban en  algunas  apariencias  engañosas,  ó  en 
hechos  erróneos.  La  carne  de  su  cuarto  trasero 
en  nada  absolutamente  se  asemeja  al  gusto  del 
pescado;  y,  en  cuanto  á  las  escamas  que  cubren 
su  cola  injustamente  se  las  ha  comparado  con 
las  de  estos  últimos  animales,  pues  mas  bien 


CAS  631 

se  parecen  á  las  escamas  de  los  lagartos,  :i 
las  que  cubren  la  cola  de  las  ratas  y  de  al- 
gunas musarañas,  y  están  compuestas  de  pelos 
aglutinados.  Tal  vez  pudiéráse  con  mas  justo  mo- 
tivo compararlas  con  las  uñas  del  hombre,  délas 
cuales  solo  difieren  en  que  su  crecimieuto  pare- 
ce ser  limitado.» 

«De  todos  los  mamíferos  conocidos  el  castor 
es  quizás  el  mas  propio  para  darnos  nociones 
precisas  acerca  de  esa  parte  de  su  historia  tan 
difícil  y  tan  oscura  toda\  ía,  que  se  oeupa,  no  de 
su  estructura  anatómica  y  del  juego  de  sus  ór- 
ganos, sino  de  ese  primer  motor  que  determina 
todas  sus  acciones.  La  cuestión  de  la  inteligencia 
considerada  en  seres  que ,  respecto  á  ella ,  nos 
son  tan  inferiores  se  complica  aun  con  la  de  sus 
instintos  tan  variados.  Estamos  plenamente  con- 
vencidos que  este  estudio  seria  de  un  alto  inte- 
rés ,  \  que  seguido  por  un  hombre  capaz  de  com- 
prender toda  su  extensión,  no  dejaría  de  condu- 
cir á  resultados  de  la  mayor  importancia  para  la 
filosofía.  Dia  llegará  sin  eluda  en  que  la  ciencia 
del  hombre  moral  é  intelectual  encontrará  en  la 
Sicología  comparada  una  ayuda  tan  real,  tan  po- 
derosa como  la  ciencia  del  hombre  material 
ha  sacado  de  la  Anatomía  y  la  Fiosxologia  com- 
paradas. Los  límites  de  este  articulóse  oponen  á 
que  desenvolvamos  este  pensamiento ,  y  por  esto 
nos  concretaremos  á  emitir  algunas  proposiciones 
y  á  hacer  su  aplicación  inmediata  en  el  animal 
que  describimos.» 

«Todo  el  mundo  sabe  la  admirable  industria 
que  los  castores  desplegan  en  la  construcción  de 
sus  moradas.  Reunidos  en  número  de  dos  ó  tres- 
cientos hacia  los  meses  de  junio  ó  de  julio ,  em- 
piezan por  escoger  un  lugar  conveniente :  parece 
que  aman  con  preferencia  las  corrientes  de  agua 
bastante  considerables  que  puedan  suportar  la 
conducción  de  los  materiales  que  necesitan  para 
sus  obras.  Toda  elección  supone  una  compara- 
ción ,  y  toda  comparación  lleva  consigo  necesa- 
riamente raciocinio.  Así  pues  los  castores  no  se 
delerminan  solamente  por  ese  ciego  impulso  inte- 
rior que  llamamos  instinto.  Una  vez  escogido  el 
lugar  es  menester  atajar  la  corriente  á  fin  de  ob- 
tener un  nivel  constante;  entonces  es  indispensa- 
ble la  construcción  de  un  dique.  Cada  castor  po- 
ne mano  á  la  obra.  Si  algún  grueso  árbol  se  en- 
cuentra en  la  orilla  del  rio,  sirve  como  si  dije- 
ramos  de  punto  de  apoyo  a  todos  los  trabajos  sub- 
siguientes. Si  sucede  que  el  árbol  sea  mas  grue- 
so que  el  cuerpo  de  un  hombre,  los  castores  lo 
cortan,  por  medio  de  sus  fuertes  incisivos,  á  la  al- 
tura de  un  pie  ó  de  un  pié  y  medio  dei  suelo,  y 
saben  dirigir  su  caula  de  modo  que  quede  atrave- 
sado en  el  rio.  Aquí  nos  parece  también  evidente 
queno  es  solo  el  instinto  el  que  obra.  Una  vez  der- 
ribado el  árbol  lo  despojan  de  sus  ramos  para  que 
quede  igual  de  todas  partes.  Otros  trabajan  dise- 
minades  por  los  alrededores,  siempre  hacia  ar- 
riba del  dique,  cortan  otros  árboles  de  menor 
diámetro,  muclios  de  los  cuales  son  todavía  mas 
gruesos  que  el  muslo,  los  chapodan  en  el  mismo 
lugar ,  los  arrastran  después  al  rio ,  dirigen  su 


63  J  CAS 

conducción,  y  los  llevan  hasta  el  sitio  en  donde 
debes  ser  empleados.  Allí  levantan  esas  esta- 
cas vertiealmente  contra  el  grueso  tronco  de  ár- 
bol de  que  hemos  hablado,  y  mientras  cierto 
numero  de  estos  industriosos  roedores  las  man- 
tienen ei  esta  posición ,  otros  se  zambulles  en  el 
fondo  (iel  agua  en  donde  abren  los  hoyos  destina- 
dos para  recibir  la  extremidad  de  esas  estacas. 
Al  mismo  tiempo  que  una  parte  de  la  familia  es- 
tá asi  ocupada  en  formar  esa  especie  de  cancel 
muy  espeso ,  algunos  castores  traen  ramas  flexi- 
bles y  las  entrelazan  á  las  estacas  verticales. 
Otros  van  á  buscar  tierra,  la  amasan  con  sus 
pies,  la  agitan  con  su  cola,  después  forman  con 
ella  pelotas  (pie  trasportan  con  sus  dientes,  y  con 
las  que  revisten  su  masonería.  De  este  modo 
plantan  muchas  fdas  de  estacas  unas  delante  de 
otras  ,  y  la  obra  toma  finalmente  el  aspecto  de 
un  dique  ligeramente  arqueado  por  la  parte  de 
arriba  de  la  corriente ,  de  diez  á  doce  pies  de  es- 
pesor en  su  base,  de  dos  ó  tres  pies  en  la  coro- 
nilla, y  de  ocho  ó  diez  pies  de  altura  ,  y  aveces 
sobre  cien  de  longitud.» 

«Vése  que  la  formación  de  esta  calzada  supo- 
ne en  los  castores  un  instinto  de  construcción 
muy  desarrollado ,  pero  que  exige  al  mismo  tiem- 
po un  gran  número  de  actos  reflexionados  y  que 
las  circunstancias  modifican.  Lo  que  lo  prueba 
mas  todavía  es  que  cuando  estos  animales  pue- 
den descubrir  un.  lago  que  les  convenga  y  cuyo 
nivel  sea  constante,  se  dispensan  de  todos  estos 
trabajos  gigantescos  ,  y  proceden  inmediata- 
mente á  la  instalación  de  sus  cabanas ,  las  cua- 
les construyen  sobre  estacadas  espesas  cerca  de 
la  orilla  del  mismo.  Su  forma  es  casi  circular,  pe- 
ro su  grandor  varia  desde  cuatro  hasta  ocho  ó 
diez  pies  de  diámetro  interior  según  el  número 
de  habitantes.  Las  paredes,  de  dos  pies  de  espe- 
sor poco  mas  ó  menos,  se  elevan  primero  verti- 
ealmente y  se  cubren  con  una  especie  de  cúpula. 
Casi  siempre  esta  habitación  está  dividida  en  dos 
pisos  :  el  inferior  sirve  de  almacén,  en  el  que  se 
colocan  las  cortezas  y  las  ramas  tiernas  que  sir- 
ven de  provisión  para  el  invierno.  En  esta  parte 
de  la  casa  se  abre  una  puerta  oculta  por  el  agua, 
que  permite  á  los  habitantes  la  huida  zambullén- 
dose. El  piso  superior  está  mas  particularmente 
destinado  para  habitación ,  y  los  castores  lo  tie- 
nen siempre  en  un  estado  de  limpieza  perfecta.» 

«En  la  construcción  de  estas  cabanas,  los  cas- 
tores desenvuelven  la  misma  habilidad  y  la  mis- 
ma mezcla  de  actos  instintivos  y  reflexivos  que 
en  la  construcción  de  sus  diques.  A  juzgar,  pues, 
por  sus  trabajos,  el  castor  debería  ser  un  animal 
muy  inteligente,  y  sin  embargo  está  muy  lejos 
de  serlo.  Entre  estos  animales,  los  que  se  han  po- 
dido criar  en  domeslicidad  han  manifestado 
siempre  muy  poca  inteligencia  en  todo  lo  que  no 
tenia  relación  con  su  instinto  constructor,  y  así 
puede  decirse  que  estos  roedores  son  uno  de  los 
mejores  ejemplos  que  puedan  citarse  en  apoyo 
de  esta  proposición  emitida  por  el  Sr.  Isidoro 
Gcoffroy :  « que  en  los  animales  el  instinto  está 
»en  razón  inversa  de  la  inteligencia .  «Añadamos, 


CAS 

sin  embargo ,  que  solo  debe  entenderse  por  esta 
última  palabra  el  conjunto  de  las  facultades 
necesarias  para  llenar  los  actos  dictados  por  el 
instinto  dominante.» 

«Hase  dicho  que  los  animales  se  dislinguen  del 
hombre  en  que  entre  ellos  los  individuos  solos 
pueden  ser  perfeccionados  sin  que  nada  gane  la 
especie:  hase  admitido  igualmente  que  la  especie 
no  podía  ser  alterada.  Hay  algo  de  demasiado 
absoluto  en  las  ideas  generalmente  esparcidas 
bajo  este  respecto.  Nuestras  razas  domésticas 
ofrecen  un  ejemplo  de  lo  que  puede  una  educa- 
ción prolongada  sobre  razas  enteras,  y  la  tras- 
misión de  los  instintos  adquiridos ,  si  es  permiti- 
do explicarse  así,  es  un  hecho  que  no  puede  ne- 
garse. Los  castores  presentan  un  ejemplo  del 
hecho  contrario,  y  es  que  cuando  ha  llegado  el 
caso  de  poblarse  ún  país  habitado  por  ellos,  ó  que 
se  les  ha  declarado  una  persecución  activa,  se  ha 
visto  bien  pronto  desaparecer  esa  especie  de  ci- 
vilización animal  tan  digna  de  ser  estudiada. 
Una  familia  de  castores  se  dispersa  tan  luego 
como  como  ha  visto  destruidas  sus  cabanas 
y  muertos  un  gran  número  de  sus  miembros, 
y  entonces  cada  uno  de  ellos  ,  en  lugar  de 
buscar  el  medio  de  reunirse  á  sus  semejantes,  se 
habitúa  á  vivir  aisladamente.  En  este  caso  desa- 
parecen esos  trabajos  considerables  que  exigen 
la  asociación  y  el  concurso  de  los  esfuerzos  de  un 
gran  número  ce  operarios.  Hasta  el  instinto 
mismo  parece  cambiar:  de  arquitectos  y  cons- 
tructores que  eran,  estos  animales  se  convierten 
en  cavadores,  y  en  vez  de  construirse  una  caba- 
na cómoda,  se  contentan  con  hacerse  una  larga 
madriguera  que  termine  en  la  orilla  de  algún  rio. 
Entonces  se  les  llama  Castores  de  madriguera,  y 
estos  son  los  que  fueron  conocidos  de  los  anti- 
guos y  que  se  encuentran  todavía  en  Europa.  En 
la  misma  América  del  Norte  es  ya  difícil  encon- 
trar castores  reunidos  en  familias :  el  hombre 
los  ha  casi  todos  dispersado,  y  solo  en  los  de- 
siertos que  se  extienden  al  oeste  de  los  Estados 
Unidos  y  del  Canadá  es  en  donde  se  puede  aun 
admirar  á  estos  animales  desplegando  libremente 
los  instintos  que  han  recibido  de  la  naturaleza.» 

El  Sr.  Bory  de  Saint-Vicentdice:  «El  preñado 
de  las  hembras  de  los  castores  ,  según  se  ase- 
gura ,  dura  cuatro  meses ;  paren  hacia  los  pri- 
meros días  de  marzo ,  y  dan  á  luz  ordinariamen- 
te dos  ó  tres  individuos.  Los  machos  se  alejan 
luego  para  empezar  sus  excursiones  de  primave- 
ra, como  para  gozar  de  sus  primeros  bellos  días, 
regresando  de  vez  en  cuando  á  las  cabanas ,  en 
las  cuales  no  permanecen,  sin  embargo,  en  todo 
el  verano.  Las  madres  quedan  encargadas  de  la 
educación  de  la  familia ,  quien  ,  al  cabo  de  algu- 
nas semanas,  empieza  á  poder  acompañarla  en 
su  paseos  alrededor  de  la  morada  común.  A  la 
vuelta  del  tiempo  en  que  los  castores  tienen  la 
costumbre  de  reunirse  para  construir  ó  para  re- 
parar los  daños  que  un  año  entero  ha  podido  cau- 
sar en  sus  cabanas,  los  jóvenes  aprenden  entonces 
las  prácticas  de  la  arquitectura.» 

«Cada  cabana  tiene  su  almacén  de  subsisten- 


CAS 

cias  proporcionado  al  numero  de  familias  que  la 
habitan,  y  cada  una  de  estas  familias  tiene  dere- 
cho a  una  parte  igual  de  consumo,  sin  que  ja- 
más ningún  vecino  se  propase  a  cometer  la  mas 
mas  mínima  usurpación,  ni  que  ningún  extraño 
sea  admitido  á  participar  de  ellas.  La  mas  per- 
fecta inteligencia  reina  siempre  en  esos  burgos, 
de  los  cuales  algunos  se  componen  de  veinte  á 
veinte  y  cinco  casitas ,  y  de  dos  á  trescientos 
habitantes.  «Por  numerosa  que  sea  esta  sociedad, 
«dice  Buffon,  la  paz  reina  en  ella  sin  alteración, 
«porque  el  trabajo  común  ha  estrechado  su  unión; 
«las  comodidades  que  se  han  procurado,  la  abun- 
dancia de  víveres  que  reúnen  y  consumen  todos 
«jimios  sirven  para  hacerla  duradera;  apetitos 
«moderados,  gustos  sencillos,  y  aversión  á  la 
«carne  y  a  la  sangre  les  alejan  hasta  la  idea  de 
«rapiñay  de  guerra,  y  les  permiten  gozar  de  todos 
«los  bienes  que  el  hombre  solo  sabe  desear.  \  i- 
«viendo  en  una  amistad  reciproca,  los  castores 
«saben  evitar  cualquier  enemigo  exterior,  avi- 
«sándose  por  medio  de  un  fuerte  golpe  con  la  cola 
«dado  en  el  agua ,  cuyo  eco  resuena  en  todas 
das  bóvedas  de  las  habitaciones,  y  entonces  cada 
«uno  toma  el  partido,  ó  de  zambullirse  en  el  lago 
«ó  de  esconderse  en  su  morada,  que  solo  esláex- 
tpuesta  al  luego  del  cielo  o  al  hierro  del  hombre.  El 
«elemento liquido  es  de  tal  modo  necesario  «i  esos 
«aiiinales,  o  mas  bien  les  sirve  de  tanto  placer, 
«que  parece  que  no  pueden  prescindir  de  él;  á 
-  van  bastante  lejos  por  debajo  del  hielo,  y 
«entonces  es  cuando  se  cogen  fácilmente  atacan- 
«do  la  cabana  por  un  lado ,  y  esperándolos  al 
«mismo  tiempo  en  un  agujero  que  se  practica  en 
«el  hielo  á  cierta  distancia,  al  que  se  ven  obliga- 
rlos á  llegar  para  respirar.  La  costumbre  de 
«tener  continuamente  la  cola  y  todas  las  par- 
oles posteriores  del  cuerpo  en  el  agua  parece 
«haber  cambiado  la  naturaleza  de  su  carne, 
(y  así  es  que  la  de  las  paites  anteriores  has- 
«ta  los  ríñones  tiene  la  calidad,  el  gusto  y  la 
«consistencia  de  la  carne  de  los  animales  de  la 
«tierra  y  del  aire,  y  la  de  los  muslos  y  la  cola 
«tiene  el  olor,  el  sabor  y  todas  las  calidades  de 
«la  de  los  pescados.  Esta  cola,  larga,  gruesa  \ 
«bastante  ancha,  es  una  verdadera  parte  de  pes- 
«cado  anexa  al  cuerpo  del  cuadrúpedo.» 

«Es  también  una  preocupación  creer  que  la 
permanencia  del  castor  en  el  agua,  en  laque  está 
habitualmente  sentado  y  metido  hasta  la  mi- 
tad del  cuerpo  ,  haya  podido  modificar  la 
carne  de  sus  partes  posteriores  y  hacerla  una 
carne  de  pescado ,  mientras  que  las  partes  ante- 
riores, que  están  con  mucha  frecuencia  metidas 
también  en  el  agua,  aunque  algo  menos,  no  ha- 
yan lomado  nada  de  esa  calidad  aceitosa  y  se 
ías  juzgue  comparables  á  las  de  cualquier  otro 
animal  de  caza.  Nunca  es  una  vida  acuática  li  que 
da  á  la  carne  de  los  animales  de  los  rios,  de  los 
lagos  y  del  mar  su  consistencia  y  su  gusto  acei- 
toso; es  únicamente  su  icliofagia.  El  castor,  que 
solo  vive  de  sustancias  vegetales,  y  que  se  mue- 
re de  hambre  antes  (pie  atacar  una  presa  cual- 
quiera, no  ha  podido  tomar  un  gusto  de  pesca- 
80 


CAS  633 

do.  Su  carne  no  es  buena,  en  verdad,  y  la  del 
cuarto  trasero  es  peor  que  la  del  delantero  ,  pero 
este  accidente  es  debido  al  olor  particular  (pie  le 
comunica  el  castóreo,  que,  secretándose  hacia 
las  parles  de  la  generación,  debe  tener  por  su 
proximidad  ,  una  influencia  mas  fuerte  sobre  el 
gusto  de  la  carne  de  los  muslos  y  de  los  ríñones 
que  sobre  la  de  la  espalda  y  la  ílel  cuello.» 

El  castor,  como  hemos  "dicho,  se  encuentra 
sobre  todo  en  la  América  del  Norte,  en  donde  se 
hacen  grandes  cacerías  de  eslos  animales;  se  en- 
cuentran también  en  la  parle  septentrional  de  la 
Europa ,  en  Siberia ,  en  la  Eselavonia  y  países 
contiguos.  Su  piel  es  empleada  para  toda  clase 
de  forros ,  y  los  pelos  sirven  á  los  sombrereros. 
En  Rusia,  el  castor  es  llamado  kobry ,  horolki,  y 
kujaika,  y  se  encuentra  en  los  rios  septentriona- 
les del  territorio  de  Beresovv,  en  habitaciones 
aisladas  cerca  de  las  riberas  cubiertas  de  bos- 
ques espesos. 

En  Rusia  se  distinguen  dos  especies  de  castor: 
el  grande  y  el  pequeño.  Los  peleteros  rusos  divi- 
den las  Pieles  de  castor  en  cuatro  clases  llama- 
das siran ,  oby ,  astscliuym  sin  vientre ,  y  jó- 
venes castores  koschloki ,  que  se  veuden  por  pie- 
zas ,  en  un  en  vientres  de  castor,  que  se  reciñen 
en  el  comercio  en  sacos.  Por  lo  demás,  los  cas- 
lores  de  Rusia  son  cada  día  mas  raros  ,  y  casi  no 
se  emplean  en  Europa.  Los  que  se  recogen  son 
trasportados  á  la  China,  donde  se  utilizan  pa- 
ra forros. 

La  caza  de  estos  animales  constituve  un  artí- 
culo importante  de  comercio  para  el  Canadá  ,  la 
bahía  de  Hudson  y  varios  paises  de  la  América 
del  Norte.  Del  Canadá  se  exportan  cada  año  de  9 
á  10,000  pioles,  y  la  bahía  de  lludson  produce  de 
30  á  35,000.  Entradas  en  el  comercio ,  las  pieles 
de  castor  se  clasifican  en  tres  especies:  las  pie- 
les de  invierno,  las  pieles  de  verano  y  deteriora- 
das ,  y  la  piel  de  un  año  ó  la  pequeña  especie 
[cubs). 

Cada  piel  de  castor  encierra  muchas  especies 
de  pelos  :  el  mas  largo,  llamado  cubríala ,  que  es 
groseroy  brillante,  se  arranca,  con  lo  que  se  deja 
al  descubierto  otro  pelo  extremadamente  lino  y  se- 
doso, que  se  cortas  es  empleado  en  la  sombrere- 
ría. El  del  dorso  sirve  exclusivamente  para  los 
sombreros  negros;  el  del  vientre,  que  es  mas  blan- 
co, puede  sen  ir  indistintamente  para  loa  sombre- 
ros negres  y  para  los  grises.  Al  pelo  del  vientre 
se  le  llama  castor  blanco  y  castor  plateado  ,  se- 
gún la  blancura  \  belleza"  de  su  matiz  ,  y  . 
raímente  proviene  de  varias  suertes  de  pieles  de 
los  Estados  Unidos. 

El  principal  comercio  de  pieles  de  castor  se  ha- 
ce en  el  Canadá,  de  donde  se  extraen  casi  todas 
las  que  se  usan,   y  las  cuales  se  distinguen   en 
¡cies  .  a  saber :  castor  nuevo,  seco,  y 
grasicnto. 

El  castor  nuevo ,  que  se  llama  igualmente  cas- 
tor de  invierno  y  moscovita  ,  porgue  se  reserva 
ordinariamente  para  enviarlo  a  Moscovia,  es  el 
castor  que  proviene  de  la  caza  que  los  salvajes 
hacen  durante  el  invierno;  es  el  mejor  y  mas 

TOMO   1. 


634  CAS 

idóneo  para  forros,  porque  no  ha  perdido  nada 
de  su  pelo  en  la  muda. 

Ei  castor  seco,  que  se  denomina  algunas  ve- 
ces castor  flaco,  viene  de  la  caza  del  verano, 
que  es  cuando  este  animal  está  en  la  muda  ,  y 
que  por  esta  razón  ha  perdido  una  parle  de  su 
pelo.  Aunque  inferior  al  primero,  puede  igual- 
mente emplearse  para  forros,  pero  su  uso  mas 
general  es  para  la  fabricación  de  sombreros. 

El  castor  grasicnto  es  el  que  ha  adquirido 
cierto  humor  untuoso  comunicado  por  el  sudor 
que  exhala  el  cuerpo  de  los  salvajes,  que  se  han 
servido  de  él  por  algún  tiempo,  y  aunque  sea  me- 
jor que  el  seco ,  con  lodo  no  se  emplea  mas  que 
para  sombreros. 

Además  de  los  sombreros  y  forros  en  que  se 
emplea  comunmente  el  castor,  se  intentó  (hace 
ya  mucho  tiempo)  destinarlo  á  otras  mercancías. 
En  efecto  se  fabricaron  paños,  franelas,  medias, 
etc. ,  en  las  cuales  entraba  parte  de  pelo  de  cas- 
tor y  parte  de  lana  de  Segovia;  la  novedad 
mantuvo  en  boga  por  algún  tiempo  estos  te- 
jidos1 y  medias  de  castor;  pero  bien  pronto 
la  experiencia  dio  á  conocer  que  se  echaban 
á  perder  mojándose  y  que  se  volvian  secos  y  • 
ros  como  el  fieltro. 

Cuando  se  ha  quitado  el  pelo  al  castor  para 
ser  empleado  en  las  fábricas  de  sombreros,  la 
piel  ó  pellejo  que  queda  es  útil  para  cubrir  co- 
li  es  y  maletas,  para  hacer  cribas,  etc. 

El  Kamtschatka  produce  también  pieles  de 
castor  que  son  muy  finas  y  muy  buscadas.  En 
Londres,  las  pieles  de  castor  se  adquieren  en 
las  ventas  públicas  á  libras  con  2  Va  p.  */o  de  des- 
cuento. 

La  carne  del  castor  es  usada  como  alimento, 
sobre  todo  asada  y  sazonada  con  aromas ;  tiene 
la  consistencia  de  la  del  buey ,  pero  es  grasa, 
dura,  de  un  olor  fuerte,  y  difícil  de  digerir,  y 
J.  Franck  cita  también  un  caso  en  que  provocó 
una  diarrea  que  llegó  á  ser  funesta.  En  el  me- 
diodía de  la  Francia,  sin  embargo,  hacia  fines  del 
siglo  último,  y  antes  de  la  completa  desaparición 
délos  castores,  esta  carne  estuvo  en  moda  por 
algún  tiempo.  Los  cazadores  prefieren  la  parte 
posterior  del  animal:  la  cola  es  la  mas  estimada, 
sin  ser  menos  indigesta,  á  causa  de  su  viscosi- 
dad ,  que  necesita  por  otra  parte  que  sea  muy 
condimentada ;  en  Roma  se  come  en  la  cuares- 
ma, porque  tiene  el  gusto  de  pescado;  Gessner 
dice  que  este  alimento  es  tierno,  dulce,  y  que 
tiene  el  sabor  del  atún  ó  de  la  anguila  ;  Lahontan 
refiere  que  en  el  Canadá  se  estima  mucho  esta 
parte ,  y  el  Padre  Charlevoix  añade  que  no  hay 
otra  carne  mas  ligera,  mas  delicada  y  mas  sa- 
£a,  pero  que,  en  verdad,  cuando  se  la  hace  her- 
vir es  menester  sazonarla,  pero  que  asada  es 
excelente. 

En  medicina,  la  grasa  del  castor,  particular- 
mente la  que  está  contigua  á  las  glándulas  secre- 
torias del  castóreo,  ha  sido  recomendada,  no  so- 
lamente como  emoliente  ó  calmante,  sí  que  tam- 
bién como  útil  en  fricciones  contra  los  dolores, 
la  parálisis ,  ele.  El  aceite  que  se  extrae  de  la 


CAS 

cola  de  este  animal,  empleado  como  cosmético 
por  las  Canadianas ,  ha  sido  considerado  como 
nervino,  antistérico,  anti-epiléptico,  etc.  Itonde- 
let  recomendaba  la  hiél  del  castor  como  afrodisía- 
ca, buena  contra  la  catarata,  y  su  orina  era  seña- 
lada como  alexítera.  Su  sangre,  en  favor  de  la 
cual  J.  Mayer  y  J.  Francke  invocan  su  propia  ex- 
periencia/ha parecido  muy  útil  al  primero  en 
la  epilepsia ,  y  al  segundo  en  las  contusiones  y 
flegmasías  del  pecho.  En  fin,  hasta  sus  pelos  han 
sido  recomendados  para  contener  las  hemorra- 
gias ,  y  hasta  sus  dientes  han  sido  prescritos  en 
amuleto  para  prevenirlos  accidentes  de  la  den- 
tición ,  ó  bien  calcinados  y  dados  al  interior,  pa- 
ra curar  la  esquinancía  y  la  pleuresía;  su  piel 
(preconizada  vapor  Plinio  contra  la  gota,  en  ra- 
zón tal  vez  del  dulce  calor  que  produce,  y  por  J. 
Mayer  para  aumentar  la  memoria) ,  se  ha  creído 
también  muy  poderosa,  aplicada  caliente  al  si- 
lio  del  mal ,  para  remediar  la  atrofia  en  los  ni- 
ños, la  liebre  puerperal  ,  el  delirio,  y  aun 
la  manía,  e;tc. 

CASTÓREO  Sustancia  resinoídea ,  secre- 
tada en  glándulas  situadas  bajo  la  piel  del  abdo- 
men del  Castor  (V.  esta  palabra) ,  entre  el  orí- 
gen  de  la  cola  y  la  parte  posterior  de  los  muslos. 
En  general,  el  comercio  distingue  dos  especies  de 
castóreo. 

H  Castóreo  del  Canadá  es  grasiento  y  casi 
fluido  en  el  animal  viviente,  pero  el  comercio  nos 
lo  presenta  desecado  en  dos  bolsas,  todavía  uni- 
das á  la  manera  de  una  alforja,  muy  arrugadas 
ó  muy  aplastadas ,  y  de  las  cuales  la  una  es  siem- 
pre mas  voluminosa  que  la  otra.  Tiene  además 
un  olor  fuerte  y  hasta  fétido;  un  color  moreno 
negruzco  al  exterior,  oscuro,  leonado  ó  amari- 
llento al  interior ;  una  fractura  resinosa  entre- 
mezclada de  membranas  blanquecinas;  un  sabor 
acre  y  amargo.  Con  frecuencia  también,  en  vez 
de  ser  enteramente  seco,  el  castóreo,  si  es  muy 
fresco,  conserva  cierta  blandura,  y  entonces  su 
olor  y  su  sabor  son  aun  mas  fuertes  ;  pero 
conviene  mucho  no  confundir  esta  fortaleza  con 
la  que  resulta  de  la  alteración  pútrida  que  expe- 
rimenta esta  sustancia  conservada  en  lugares 
húmedos.  Por  esto  siempre  ha  de  escogerse  al 
castóreo  que  sea  seco  ,  sin  que  pretendamos  de- 
cir que  se  escoja  sin  olor,  sino  que  el  que  reúne 
la  sequedad  al  olor  mas  fuerte  es  el  mejor.  Con  el 
alcohol  y  el  éter  dá  tinturas  muy  oscuras,  que  se 
ponen  muy  blancas  con  el  agua,  y  dejan  preci- 
pitar una  materia  resinosa ,  morena ,  olorosa, 
blanda  y  tenaz.  Esta  especie  de  castóreo  .  que 
acabamos  de  describir,  es  el  que  particularmen- 
te lleva  el  nombre  Castóreo  del  Canadá,  el  úni- 
co usado  en  Inglaterra,  en  Francia  y  en  España. 

El  castóreo  del  Canadá  ó  de  América  varia  mu- 
cho en  su  calidad  según  la  edad  del  animal ,  la 
abundancia  y  la  naturaleza  de  su  alimento  ,y  so- 
bre todo,  probablemente,  según  la  época  mas  ó 
menos  lejana  del  tiempo  del  zelo  en  la  cual  el  ani- 
mal ha  sido  muerto.  En  efecto,  tan  pronto  el 
aparato  membranoso  y  glanduloso  que  forma  el 
interior  de  las  bolsas  está  casi  vacío  de  materia 


CAS 

resinoídea  olorosa ,  como  está  enteramente  lleno 
de  ella.  En  el  primer  caso  el  castóreo  seco  pre- 
senta una  fractura  fibrosa,  y  en  el  segundo  la 
ofrece  limpia  y  resinosa,  sin  que  deje  percibir  las 
libras  \  las  membranas  sino  cuando  la  materia 
resinosa  lia  sido  disuella  en  el  alcohol. 

Castóreo  deSiberia.  Cisi  siempre  se  presenta 
en  bolsas  llenas,  redondeadas  ,  mas  anchas  que 
largas,  y  como  formadas  de  dos  bolsas  confun- 
didas en  una  sola.  Este  castóreo  tiene  un  olor  em- 
pircumático  aromático  ,  análogo  al  del  cuero  de 
Rusia  ,  muy  fuerte  y  susceptible  de  grande  ex- 

Íiansion  ,  y  hasta  que  esle  olor  se  ha  disipado, 
os  dodos  (¡ue  lo  han  tocado  no  dejan  sentir  el 
olor  propio  al  castóreo  del  Canadá.  Tiene  una 
consistencia  sólida  ,  casi  seca  y  friable;  esama- 
rillenlo,  arenoso  bajo  eldiente,  y  de  un  sabor  poco 
sensible  al  principio,  pero  después  muy  amargo 
y  aromático.  Forma  con  el  alcohol  una  tintura  ape- 
nas colorada,  no  solamente  porque  contiene  po- 
ca materia  soluble,  sino  porque  carece  del  prin- 
cipio colorante  rojo  del  castóreo  del  Canadá.  Ha- 
ce una  viva  efervescencia  con  los  ácidos,  y  con- 
tiene una  gran  proporción  de  carbonato  de  cal. 
Esta  especie  es  la  que  se  usa  en  Polonia  y  en 
Rusia. 

Ilermann  ,  G.  Neumann,  Cartheuser  ,  Touve- 
nel ,  Haas,  Bouillon-Lagrange,  Laugier,  Bonn, 
Brandes  ,  etc.  han  publicado  análisis  mas  ó  me- 
nos exactos  del  castóreo.  El  último,  el  mas  com- 
pleto de  todos,  lo  presenta  compuesto  por  100 
partes :  de  aceite  volátil ,  tO;  castorina  (V.  es- 
ta palabra),  7;  castorina,  carbonato,  urato  y 
benzoato  de  cal,  3,5;  resinoídea  del  castóreo, 
120;  resinoídea  con  vestigios  de  benzoato  y  de 
urato  de  cal,  16  ;  resinoídea  extraída  por  el  éter, 
1 ;  albúmina  y  vestigios  de  fosfato  de  cal,  0,5: 
osmazoma  con  vestigios  de  sales  de  potasa,  de 
sosa,  y  de  cal,  2,0 ;  resinoídea  obtenida  del  ex- 
tracto acuoso,  4,5;  fosfato  decaí  y  materia  or- 
gánica, I  i;  carbonato  decaí,  33,6;  carbona- 
to de  magnesia ,  4;  sulfato  de  potasa ,  sulfato  y 
fosfato  de  cal ,  2,0;  moco  animal,  IX  ;  la  mis- 
ma sustancia  disuella  ,  5  ;  carbonato  de  amonia- 
co ,  8,2;  materia  animal,  13;  sustancia  mem- 
branosa y  sales,  192;  humedad  y  perdida,  129,1 . 
Cuando  se  abre  una  bolsa  de  castóreo,  se  ob- 
servan en  el  interior  tabiques  membranosos, 
blanquizcos,  que  deben  separarse  cuando  se  de- 
seca el  castóreo  parapulverizarlo;tslos  caracte- 
res de  organización  pueden  hacer  distinguir  fá- 
cilmente el  verdadero  castores  del  falso. 

Por  espacio  de  mucho  tiempo  esle  producto  co- 
mercial se  ha  sostenido  á  un  precio  elevado,  y 
por  esta  razón  ha  estado  sujeto  á  frecuentes  falsi- 
ficaciones. Parmentier  refiere  respectos  estoque, 
visitando  un  día  un  establecimiento  de  droguerías 
en  Marsella  ,  \ió  á  un  hombre  que  amasaba  una 
sustancia  ile  color  oscuro  \  de  una  apariencia  re- 
sinosa la  que  introducía  después  en  pequeñas  ve 
jigas;  preguntándole  entonces  que  era  lo  que 
preparaba,  aquel  hombre  le  respondió  sencilla- 
mente :  llago  castóieo. 
Hace  poco  tiempo  que  los  falsificadores  se  con- 


CAS  635 

tentaban  con  introducir  en  las  bolsas  de  castó- 
reo diversos  cuerpos  extraños  á  fin  de  aumentar 
su  peso;  pero  un  examen  escrupuloso  permitía 
descubrir  luego  la  superchería.  Todavía  se  imi- 
ta el  castóreo,  aunque  se  expenda  á  preciomu- 
cho  mas  barato.  El  castóreo  facticio  puede  re- 
conocerse fácilmente  en  los  caracteres  siguien- 
tes :  las  bolsas  son  mas  voluminosas  y  mas  llenas 
(píelas  del  verdadero  castóreo;  contienen  una 
materia  ya  blanda,  ya  quebradiza,  de  un  color 
rojizo,  semitrasparente,  y  sobre  todo  de  un  dé- 
bil olor ;  da ,  cuando  se  pulveriza,  un  polvo  me- 
nos oscuro  que  el  de  la  sustancia  natural;  la 
materia  es  casi  siempre  enteramente  soluble 
en  el  alcohol  y  en  el  éter ;  en  fin  ,  cuando  se 
abren  las  bolsas,  no  se  eneuenlraen  ellas  uingu-' 
na  apariencia  de  tabiques  membranosos. 

En  Inglaterra  se  hace  también  castóreo  entera- 
mente facticio,  y  en  el  comercio  circula  una  espe- 
cie de  esta  droga  mas  bella  en  apariencia,  pero  po- 
co fragante,  de  un  rojo  hermoso,  sin  tabiques  mem- 
branosos, casi  enteramente  soluble  en  el  éter  y 
en  el  alcohol ,  que  probablemente  no  es  mas  que 
una  grosera  imitación.  El  buen  castóreo  debe  ser 
seco  y  muy  oloroso,  y  estar  encerrado  en  bolsas 
intactas.  Es  menester  conservarlo  al  abrigo  del 
calor.,  de  la  humedad  y  del  aire  ;  demasiado 
añejo,  puede  ,  según  Avicena  Matiolo  ,  llegar 
á  ser  un  veneno  temible ,  hecho  que  si  bien 
es  fácil  de  concebir  ,  todavía  no  ha  sido  com- 
probado. 

El  castóreo  del  Canadá  se  recibe  comunmente 
por  el  comercio  de  la  Inglaterra,  encerrado  en 
pequeños  barriles,  de  unos  25  kilogramos.  El  que 
se  recibe  de  Siberia  llega  en  pequeñas  cajas  muy 
cerradas. 

El  castóreo  es  uno  de  los  antiespasmódicos  mas 
empleados;  Galeno,  Celso  y  Areteo  lo  reco- 
mendaron ya  en  casos  parecidos  á  aquellos  en  que 
en  nuestros  dias  su  acción  es  menos  disputada. 
Obra  de  una  manera  evidente  sobre  el  sistema 
nervioso.  Se  emplea  frecuentemente  y  con  bás- 
tanle ventaja  para  combatir  las  afecciones  espas- 
módicas,  tales  como  el  histérico ,  la  hipocondría, 
las  palpitaciones  nerviosas  ,  el  hipo  convulsivo, 
la  epilepsia  ,  el  asma  nervioso,  la  amenorrea, 
cuando  depende  de  un  estado  e>pasmodico  del 
ulero  ,  que  va  acompañada  de  hinchazones  dolo- 
rosas  >  Ümpamticas  del  vientre ,  en  los  ca- 
que el  útero  congestionado  solo  deja  escapar 
algunas  gotas  de  sangre.  El  castóreo  ha  gozado 
de  gran  reputación  para  anidar  el  acto  del  parlo, 
calmar  la  violencia  de  los  retortijones  y  hacer 
expulsar  la  placenta  detenida.  En  razón  de  su 
acción  estimulante,  es  útil  en  las  calenturas  ti- 
foideas, adinámicas  y  ataxicas,  para  restablecer 
las  fuerza-;  y  combatir  los  accidentes  nerviosos. 
Pero  el  señor  Boucbardat  añade  que  es  un  medi- 
camento con  frecuencia  poco  fiel .  y  que  es 
jos  de  producir  constantemente  el  efecto  que  se 
busca. 

1.1  castóreo  se  administra  en  polvo  ó  en  pildo- 
ras á  la  dosis  de  15  á  30  granos;  con  el  se  pn  - 
paran  una  Untura  alcohólica  y  una  tintura  etérea, 


636  CAS 

y  entra  en  muchos  medicamentos  compuestos. 

©ASTOIIIMTA.  Sustancia  particular,  ni 
acida  ni  alcalina,  descubierta  por  el  señor  Bizio 
y  después  por  el  señor  Brandes.  Cristaliza  en 
prismas  diáfífhos ;  su  sabor  es  metálico  ,  su  olor 
análogo  al  del  castóreo;  es  insoluble  en  el  agua  y 
en  el  alcohol  frió,  pero  se  disuelve  en  el  éter  y 
en  los  aceites  volátiles.  Se  obtiene  tratando  en 
caliente  una  parle  de  castóreo  en  diez  de  alco- 
hol, filtrando  el  liquido  ,  el  cual  posa  poco  á  po- 
co la  castorina  en  forma  de  glóbulos,  y  lavando 
este  precipitado  con  alcohol  frió  para  purificarla. 
La  castorina  contribuye,  con  el  aceite  esencial  y 
la  resina,  á  las  propiedades  del  castóreo. — V. 
Castóreo. 

CASUÁRIDA.,  Casuaiuna.  Género  de 
plantas  de  la  familia  de  las  casuarineas,  y  de  la 
dioecia  monandria  en  el  sistema  sexual,  (pie 
comprende  árboles  ó  arbustos  de  ramos  verlicila- 
dos,  nudoso-articulados,  áfilos,  de  artículos  con- 
tenidos en  una  vaina;  flores  masculinas  en  espi- 
gas ,  y  llores  femeninas  en  cabezuelas  terminales. 

Las  casuarinas ,  notables  por  su  porte,  tienen 
como  centro  geográfico  las  parles  tropicales  de  la 
Nueva  Holanda,  mas  raras  en  las  Indias,  las  islas 
del  Archipiélago  indiano  y  la  Oceánia. 

Estos  árboles,  de  un  aspecto  bastante  triste  y 
que  recuerda  el  porte  de  ciertas  hiniestas,  son 
muy  altos,  tienen  la  madera  dura  y  resistente,  y 
son  útilísimos  en  las  eoustruciones  navales.  Los 
habitantes  del  mar  del  Sud  emplean  la  madera  de 
las  casuarinas  en  la  construcción  de  sus  pira- 
guas y  en  la  fabricación  de  sus  armas.  Estos  son 
los  únicos  árboles  que  permiten  cortar  á  los  na- 
vegantes que  abordan  en  sus  costas.  El  número 
total  de  las  especies  del  género  es  de  20,  de  las 
cuales  Bank  trajo  6  á  Europa  ,  en  1780. 

Las  casuarinas,  confundidas  primero  con  las 
coniferas,  forman  hoy  dia  una  pequeña  familia 
cont  gua  á  las  miricéas  en  razón  de  sus  yemas 
ortotropas. 

©asaiarina  de  hoja  de  eola  de 
caballo,  Fiiao  de  la  India  (  Casuari- 
no  cquiseti folia  ,  L.  H. ) .  Esta  especie  es  la  mas 
común  ,  y  puede  cultivarse  bien  al  aire  libre  y  en 
tierra  liviana  en  el  mediodía  de  la  Europa.  Se 
cultiva  en  Java  como  árbol  de  ornato,  en  donde 
se  le  llama  Tsomoro.  Su  madera  es  muy  com- 
pacta, muy  dura,  y  tiene  venas  rojas  muy  va- 
riadas que  realzan  la  hermosura  del  pulimento 
que  puede  dársela:  los  salvajes  la  emplean  para 
fabricar  armas  y  varios  utensilios  domésticos,  y 
es  muy  apreciable  para  construcciones  navales. 
Su  corteza  está  dotada  de  propiedades  ligeramen- 
te astringentes. 

Los  Indios  miran  como  un  medicamento  tónico 
dotado  de  grandes  virtudes  al  cocimiento  de  la 
corteza  y  de  los  ramos  tiernos  de  la  Casuaiuna 
como  múrice  (  Camarina  muricata  ). 

CASUVIO,  Cassuvium.  Género  de  plantas 
de  la  familia  de  terebintáceas,  y  de  la  decandria 
monoginia  en  el  sistema  sexual. 

Casiivio  que  lleva  f rulo  ,  Aiia- 
eardio  occidental,  Acayoiba  de  fru- 


CAT 

to  [Cassuvium-pomiferum,  Lam.;  Anacardium  oc- 
cidentales.). Crece  en  las  Indias,  en  el  Asia,  en  la 
Guianav  en  la  Jamaica.  Su  fruto  es  de  una  espe- 
cie particular ;  sin  embargo,  se  parece  mas  á  las 
drupas  que  á  las  otras  especies  de  frutas.  Sus  ca- 
racteres físicos  y  las  partes  que  lo  componen  son 
los  siguientes:  tiene  la  forma  de  un  riñon,  es  liso, 
coriáceo  y  de  un  color  de  castaño  algo  gris;  bajo 
la  primera  cubierta  coriácea  se  encuentran  alvéo- 
los que  encierran  un  zumo  aceitoso,  viscoso,  ne- 
gro ,  acre  y  cáustico;  estos  alvéolos  están  limita- 
dos al  interior  por  una  segunda  membrana  coriá- 
cea parecida  á  la  primera,  la  cual  encierra  una 
almendra  de  dos  lóbulos,  blanca,  aceitosa,  dulce, 
buena  para  comer  y  de  un  sabor  agradable.  Esta 
almendra  está  cubierta  inmediatamente  de  una 
película  rojiza. 

Este  fruto  tiene  de  notable  que ,  en  el  estado 
natural ,  está  suspendido  por  su  parte  convexa  á 
un  pedúnculo  muy  dilatado,  carnudo  y  piriforme, 
de  un  sabor  ácido  y  refrescante;  de  suerte  qué 
podria  decirse  que  la  sustancia  que  en  las  otras 
drupas  se  desenvuelve  y  aumenta  alrededor  del 
hueso,  se  ha  detenido  en  ésta  en  el  pedúnculo,  y 
ha  dejado  el  hueso  sin  nada. 

La  nuez  del  acayoiba  no  se  usa  ya  en  medicina. 
Si  los  médicos  quisieran  prescribirla,  se  halla- 
rían en  el  caso  de  no  poder  decir  si  desean  em- 
plear la  cubierta  sola  ó  la  almendra  ,  ó  ambas  á 
la  vez,  visto  las  propiedades  enteramente  opues- 
tas de  esas  dos  partes.  El  zumo  aceitoso  de  la 
cubierta  ha  sido  prescrito  á  veces  para  corroer 
los  callos  y  las  úlceras  antiguas ,  y  para  curar 
los  herpes.    . 

La  almendra  del  casuvio  ,  como  hemos  dicho , 
tiene  un  sabor  muy  agradable,  y  es  un  manjar 
delicioso  cuando  fresca  ,  pero  se  enrancia  con  el 
tiempo  y  entonces  es  nociva  ;  se  come  cruda  con 
sal,  confitada  en  azúcar,  entra  en  el  chocolate, 
etc.  De  esta  almendra,  en  la  Guiana,  se  extrae 
un  aceite  que  se  llama  Aceite  de  cárabe;  tam- 
bién se  extrae  de  ella  un  zumo  que,  después  de 
haber  fermentado,  es  vinoso  y  emborrachador ,  y 
del  cual  por  destilación  se  obtiene  un  alcohol,  y 
también  puede  servir  para  hacer  vinagre  fuerte. 
Para  obtener  las  semillas  despojadas  de  su  corte- 
za, se  ponen  las  nueces  al  fuego  después  de  ha- 
berlas sajado,  como  hacemos  con  las  castañas. 
El  receptáculo  del  fruto  es  igualmente  comesti- 
ble cuando  bien  maduro;  es  pulposo  y  azucara- 
do, se  considera  como  humectante  y  refrescante, 
y  con  él  se  preparan  confituras. 

De  las  rajas  que  se  hacen  en  el  tronco  del  aca- 
yoiba, ó  naturalmente  de  sus  nudos,  se  extrae 
una  goma  bastante  análoga  á  la  de  Arabia,  que 
se  disuelve  mas  difícilmente  en  el  agua ,  a  la 
cual  sustituye  en  el  país.  El  Sr.  Pétroz  dice  que 
un  vaso  frotado  con  una  hoja  de  este  árbol  causa 
la  embriaguez  á  aquellos  que  beben  en  él. 

CATAHTANCE  ,  Catananche.  Genero  de 
la  familia  délas  achicoriáeeas, y  de  la  singenesia 
poligamia  igual,  que  contiene  solamente  ■>  ó  3 
especies,  que  crecen  en  el  centro  y  en  el  medio- 
día de  la  Europa ,  y  se  cultivan  para.adorno  de 


CAT 
los  jardines.  Son  yerbas  vivaces  de  rizoma  pro- 
longado, fibroso  y  ramificado,  lampiñas  6 cu- 
biertas de  polos  ,  ele  hojas  todas  radicales,  linea- 
res ,  lanceoladas  ,  neniadas  ,  muv  enteras  o  in- 
cisas en  el  ápice,  ó  pinnaliíidas  en  la  base  ;  de 
cabezuelas  multiflores  homocarpas,  srandes  y 
azules  violáceas,  ó  pequeñas  y  amarillas,  soli- 
tarias, sostenidas  en  pedum  idos  desnudos  ó  sem- 
brados de  escamas  semejantes  á  los  foliólos  ex- 
ternos del  involucro. 

La  Catan  am:k  chulea  ( Coi  manche  arruten, 
L)  ,  especie  indígena  ,  según  Lamery  ,  es  ape- 
ritiva ,  desecante  y  vulneraria,  pero  en  el  dia  no 
está  e:i  uso. 

La  Cvtanance  pe  Grecia  (Cntananche  grec- 
ciensis,  L.)  servia  á  las  brujas  de  la  Tesalia  para 
componer  no  filtro. 

(MiAKli\A.  Nombre  dado  por  el  señor 
Lassaigne  al  principio  purgante  de  las  hojas  de 
sen  (Y. Sen).  Esta  sustancia  amarilla  rojiza, 
incristalizable ,  üigromélrica ,  de  un  olor  parti- 
cular, de  un  sabor  amargo  nauseoso,  es  muy  so- 
luble en  el  agua  y  el  alcohol,  insoluble  en  el  éter; 
no  contiene  ázoe ;  su  solución  acuosa  precipita  el 
infuso  de  agallas  y  el  sub-acetato  de  plomo,  etc. 
Lassaigne  ha  observado  que  la  catartina  purga  á 
la  dosis  de  algunos  "ranos,  dando  ligeros  cólicos. 
II.  Feneulle,  que  la  na  encontrado  en  los  frutos  ó 
folículos  del  mismo,  y  que  la  ha  ensayado  á  la 
dosis  de  unos  tres  granos,  ha  experimentado  que 
casi  siempre  producía  fuertes  nauseas  y  una  hora 
después  cólicos  seguidos  de  muchas  evacuaciones 
albinas. 

CATARTOCAKPO ,  Cattiartocarpus, 
Género  de  plantas  de  la  familia  de  las  legumino- 
sas, y  de  la  decandria  monoginia,  creado  porfte- 
cker.  Encierra  todas  las  especies  del  género  Ca- 
sia de  Linneo  ,  que,  como  se  dice  comunffi  inte, 
tienen  los  frutos  en  formado  silicua  ,eslo  es,  de 
forma  cilindrica,  largos,  cubiertos  de  una  corte- 
za leñosa  de  una  sola  pieza,  indéhiscen'.e,  y  (pie 
contienen  semillas  cercadas  de  una  pulpa  dulce 
y  purgante  :  este  fruto  lleva  el  nombre  de  Caña- 
fistola.  Estas  especies  forman  árboles  ó  arbustos 
que  crecen  entre  los  trópicos. 

Catarlocarpo  Apocuita  (Catharto- 
carpus  Apocuitu,  N.;  Cassia  Apocouita,  Aublet.). 
Parece  que  su  fruto  es  análogo  al  del  Vatarto- 
enrpo  Fístula ,  Pers. 

Catartocarpo  Arere»  Calharlncnrpus 
Arereh,  N.;  Cassia  Ar^rcA,  Delile).  Kl  Sr.  Caillaud 
ha  encontrado,  en  Meroé ,  esta  especie  inédita, 
que  se  asemeja  mucho  al  Catarlocarpo  Fístula, 
Pers. 

Catarlocarpo  Báculo  f  Cathartncar- 
piu  fíacillns,  Pers. ;  Cassia  baciliaris,  L.  H.). 
Esta  especie  ,  de  Surinam,  lleva  silicuas  análo- 
gas á  las  del  Catarlocarpo  Fístula  ,  Pers. 

Catartocarpo  del  Brasil,  Casia 
del  Brasil ,  C.ruesa  Casia  ÍCatharto- 
carpus  brusiliunus,  Pers.;  Cassia  orandis,  ittq.). 
Esté  árbol  crece  en  el  Brasil:  su  fruto  que  es  mas 
grueso  «pie  el  del  Catartocarpo  Fístula ,  pero  un 
poco  menos  purgante,  según  Marlius ,  hace  algu- 


CAT  637 

nos  años  se  recibe  en  el  comercio,  y  se  vende  á 
veces  en  lugar  del  fruto  de  la  verdadera  cañatis- 
tula. 

Catartocarpo  Vístula,  Cañafis- 
tolo  .  Casia  Fistola  (Calliarlocarpus  Fís- 
tula, Pers.  ;  Cassia  Fístula,  L.).  F.sle  árbol,  que 
se  eleva  á  lo  ó  50  pies,  crece  en  Etiopia  de  don- 
de ha  sido  llevado  á  Egipto,  á  la  ludia  y  a  la 
China  ;  también  parece  (pie  fué  llevado  á  la  Amé- 
rica, aunque  el  padre  Labal  cree  lo  contra- 
rio. 

Kl  cañafistolo,  por  su  aspecto  general,  se  pa- 
rece al  nogal:  su  madera  es  dura,  pesada,  ama- 
rilla-negruzca, casi  negra  en  las  parles  centra- 
les de  los  viejos  troncos;  su  corteza  es  lisa,  de 
un  gris  ceniciento ;  sus  hojas ,  análogas  á  las  del 
fresno,  son  ordinariamente  formadas  de  cinco  ó 
seis  pares  de  hojuelas  opuestas,  ovales,  agudas, 
algo  sinuosos, y  sostenidas  por  peciolos  muv  cor- 
tos; sus  flores  son  grandes,  amarillas,  dispues- 
tas en  racimos  largos,  sueltos,  axilares  y  col- 
gantes. 

Los  frutos  del  cañafíslolo  son  cilindroides,  ca- 
si siempre  rectos,  y  colgantes  por  su  peso  ha- 
cia el  suelo;  cuando  el  viento  los  agita,  chocan 
y  producen  un  ruido  bastante  fuerte.  Estos  frutos, 
vulgarmente  llamados  Caña  fistola  ó  Casia  fístula, 
son  muy  largos ,  de  un  cob  r  negro  ,  con  dos  val- 
vas soldadas  longitudinalmente  por  suturas  que 
presentan  una  banda  lisa  de  un  color  ménns  su- 
bido que  el  de  las  valvas:  están  divididos  interior- 
mente, por  disepim-  nlos  trasversales,  en  una  mul- 
titud de  celdillas  (pie  contienen  cada  una,  una  se- 
milla roja  ,  redondeada  ,  deprimida  y  pulida,  en 
medio  de  una  pulpa  oscura,  dulce  y  azucarada. 

La  cañalíslola  viene  casi  exclusivamente  de  la 
America,  y  particularmente  de  las  islas  déla 
Martinica,  de  la  Dominica  ,  de  S.  Juan  de  Puer- 
to Rico ,  etc.  La  de  la  India  es  hoy  dia  rara  en  el 
comercio ,  en  razón  de  las  dificultades  del  tras- 
porte. 

La  casiafístola  debe  escogerse  llena  y  que  «o 
íuene  ,  es  decir .  que  este  llena  de  pulpa  ,  de  mo- 
do que  las  semillas  no  hagan  tuido  cuando  se  sa- 
cuda la  vaina  Para  conservarla  en  buen  e-lado, 
se  debe  tener  en  un  lugar  fresco,  pero  no  húme- 
do ,  á  lin  de  evitar  de  una  parte  <pio  puede  dese- 
carse ,  y  de  la  otra  que  no  se  altere  enmohecién- 
dose. 

Elpericarpo,  parle  leñosa  de  la  caSafislola,  y 
las  semillas  se  desechan,  sin  embargo  de  poseer 
propiedades  ligeramente  purgantes.  La  pulpa,  la 
única  parte  empleada,  se  extrae  golpeando  so- 
bre las  suturas  de  las  vainas  para  abrirlas  ,  lue- 
go se  raspa  con  una  espátula  ,  y  en  segui- 
da se  separan  las  semillas  y  las  'parles  leño- 
sas por  medio  de  un  tamiz  de  crin.  El  pro- 
ducto asi  obtenido  es  conocido  de  los  farmacéuti- 
cos bajo  el  nombre  de  Cañafistola  mondada;  llá- 
mase Caña  fistola  de  cuescos  i  la  (pie  aun  contiene 
las  semillas.  La  cantidad  de  pulpa  de  cañafistola 
obtenida  es  á  corta  diferencia  igual  á  la  cuarta 
parte  del  peso  de  las  vaina.-  empleadas. 

La  pulpa  de  cañafistola  no  contiene  un  exceso 


638  CAT 

notable  de  ácido  libre  sino  cuando  ha  sido  prepa- 
rada con  vainas  añejas ,  ó  que  lia  permanecido 
por  algun  tiempo  expuesta  al  aire.  El  ácido  acé- 
tico desarrollado  por  la  fermentación  se  combina 
fácilmente  con  el  óxido  de  cobre,  y  por  esto 
es  peligroso  emplear  el  extracto  de  cañafísto- 
Ja  anejo  preparado  en  vasos  de  cobre  ;  por- 
que entonces  encierra  una  cantidad  notable  de 
sales  de  este  metal  que  determinan  cólicos  vio- 
lentos. Por  lo  demás,  se  debe,  tanto  como  sea  po 
sible,  no  emplear  mas  que  la  pulpa  de  la  cañafís- 
tola  recientemente  preprarada. 

El  Sr.  Vauquelin ,  que  analizó  la  cañafístola, 
extrajo  de  una  libra: 

Onzas.    Dracmas. 

Valvas ,    .  5  5 

Disepimenlos 1  i 

Semillas 2  1 

Pulpa.     .......  n  * 

."16  » 

La  pulpa,  tratada  con  el  agua  fria,  dejó  una 
materia  parenquimatosa,  negra  y  azoada*,  que 
seca  pesó  3  dracmas.  El  extracto  dio  por  diver- 
sos procedimientos : 

Onzas.  Dracmas    Granos. 

Azúcar       2  3  » 

Gelatina  (pectina).    ...»  4  » 

Goma »  2  » 

Gluten.       .,....»  i  l 

Materia  extractiva  amarga.   .    »  »  47 

El  Sr.  Henry ,  que  lia  repetido  el  análisis  de  la 
cañafístola,  la  ha  encontrado  compuesta,  sobre 
0  narles:  azúcar,  12,20;  goma,  1,35;  materia 
astringente,  2,65;  gluten,  vestigios;  materia  co- 
lorante, una  cantidad;  agua  y  pérdida,  3,80. 

La  cañafístola ,  que  antiguamente  se  recibía 
del  Levante,  llega  hoy  dia  de  América  casi  en 
totalidad,  y  verdaderamente  no  se  observa  nin- 
guna diferencia  entre  los  productos  del  uno  y  del 
otro  continente.  Viene  embalada  en  barricas,  en 
cajas  ó  en  sacos. 

En  el  comercio  circulan  también  á  veces  dos 
otras  especies  de  cañafístola. 

1.a  La  Pequeña  Cañafístola  de  América,  larga 
de  1  pié  á  18  pulgadas ,  de  unas  6  líneas  de  diá- 
metro, de  un  color  moreno  menos  oscuro  al  ex- 
terior, llena  de  una  pulpa  de  color  leonado,  y 
de  un  gusto  acerbo,  astringente  y  azucarado.  Las 
valvas  que  forman  el  pericarpio  son  mucho  mas 
delgadas  que  en  la  cañafístola  común  ,  y  el  fruto 
esta  adelgazado  en  punta  en  ambas  extremidades, 
mientras  que  la  cañafístola  coman  es  redondea- 
do por  amitos  cabos.  Su  extracto  contiene  menos 
goma  y  sustancia  análoga  al  tanino  que  la  cana- 
fistola  común,  y  además  es  menos  rica  en  prin- 
cipios azucarados.  Esta  especie  es  rara  en  el  co- 
mercio. 

2.a  La  Caiui fistola  del  Brasil,  de  figura  de  sa- 
ble, larga  de  I  l/,  á  i  pies,  ancha  de  1  '/«  á  3 
pulgadas,  partiendo  de  una  sutura  á  otra,  com- 
primida en  el  otro  sentido,  y  que  ofrece  una  su- 
perficie  enteramente  leñosa ,  rugosa  y  marcada 
con  gruesos  nervios.  Una  de  las  dos  suturas  lon- 


CAT 

gitudinales  presenta  dos  costillas  cilindricas 
muy  prominentes ,  y  la  otra  no  presenta  sino  una 
sola ;  los  disepimentos  son  muy  arrimados  y  muy 
numerosos;  la  pulpa  es  amarga  y  desagradable. 
Esta  especie  no  es  usada  en  Europa,  pero  es  em- 
pleada como  purgante  en  América.— V.  Catar- 
tocarpo  del  Brasil. 

Cuando  los  frutos  de  cañafístola  son  jóvenes 
se  confitan  en  azúcar  y  esta  confitura ,  bastante 
agradable,  es  laxante;  los  negros  son  muy  aman- 
tes de  las  cañafíslolas  verdes  y  las  comen  en 
abundancia,  lo  que  les  causa  á  veces  cólicos  y 
retortijones. 

La  pulpa  de  cañafístola  era  antiguamente  de 
un  grande  uso  en  medicina  :  es  un  laxante 
suave  y  agradable  al  gusto,  á  la  dosis  de  2  á  4 
onzas.  Conviene  á  los  viejos  flacos  constipados, 
de  un  temperamento  seco  y  nervioso:  Delille  pre- 
tende que  Voltaire  le  debió  su  longevidad.  Su 
uso  es  útil  en  el  curso  de  una  inflamación  -mn 
do  se  quiere  mantener  el  vientre  libre  ;  á  veces 
dá  lugar  á  cólicos  y  ílutuosidades,  pero  siempre  es 
un  laxante  útil  para  los  niños.  Entra  en  algunos 
convpuestos  farmacéuticos  antiguos,  háse  "pres- 
crito en  gargarismo  ,  en  lavativa  ,  y  también  se 
ha  aplicado  al  exterior  sobre  las  almorranas.  Pa- 
rece que  esta  pulpa  no  conviene  á  los  individuos 
de  una  constitución  mucosa,  grasa,  y  de  intes- 
tinos flatolento» ;  se  aconseja  también  no  admi- 
nistrarla á  los  niños  que  tienen  gusanos  en  las 
debilidades  intestinales. 

La  parte  leñosa  de  las  silicuas  purga  también, 
según  Yallisnieri ,  aunque  por  lo  común  se  la  de- 
secha, por  cuya  razón  se  puede  hervir  con  su 
pulpa  en  las  pociones  purgantes,  los  apozemas, 
etc.  Las  semillas  son  asimismo  purgantes  á  la  do- 
sis de  4  á  6  dracmas,  y  su  cubierta  interna  se 
hincha  y  se  cambia  en  mucílago  espeso  mace- 
rándola en  el  agua. 

Se  pretende  que  los  animales  que  han  ramonea- 
do las  hojas  del  cañafístolo  tienen  la  carne  pur- 
gante; pero  Dujardin  observa  con  razón  que  son 
demasiado  elevadas  para  que  puedan  alcanzarlas. 
A  las  flores  de  este  árbol,  olorosas  cuando  fres- 
cas y  que  se  reconocen  como  laxantes,  se  las 
confita  también  en  azúcar.  Hace  algun  tiempo  se 
anunció  que  las  raíces  del  cañafístolo,  que  son 
ramosas,  lisas  y  bastante  voluminosas,  contienen 
un  principio  amargo  que  se  dice  febrífugo  y  que 
se  emplea  en  las  Antillas  en  vez  de  quina  en  los 
casos  de  infarto  de  las  visceras,  cuando  esta  últi- 
ma deja  de  producir  su  efecto.  El  Sr.  Cavenlou, 
que  ha  hecho  ensayos  sobre  este  principio,  mira- 
do también  como  un  poderoso  diurético,  dice 
que  tiene  la  propiedad  de  formar  combinaciones 
poco  solubles  con  los  ácidos  sulfúrico,  nítrico  y 
muriátíco  ,  lo  que  se  observa  también  en  la  ra- 
barbarina  y  en  la  coloquinlidina. 

Catartocarpo  como  Cañafístolo, 
Cañafístolo  ele  Méjico  (Catharlocaf- 
pus  (¡sluloidis,  N. :  Cassia  jistuloidcs,  Collación). 
Sus  silicuas  son  purgantes; 

Catartocarpo  «le  Java  [Cathartocar- 
pusjavanicus ,  Pers.;  Casia  javanica,  L.).  Se- 


CAU 

gun  Thumherg ,  tiene  silicuas  semejantes  á  la  de 
la  canafislolo  ,  y  participa  de  sus  propiedades. 

(ATKMBEA,  Catesb^a.  Género  de  la  fa- 
milia de  las  rubiáceas,  y  déla  tetrandia  mono- 
f finia,  que  encierra  7  á8  especies  indígenas  de 
as  Antillas,  del  Brasil  y  de  Mégico.  Son  arbus- 
tos lampiños,  provistos  de  espinas  supra-axilares, 
de  hojas  opuestas,  pequeñas  y  ovales,  y  de  flores 
blancas,  axilares  v  solitarias.  Cultivanse  i  ó  o  es- 
de  catesbeas  en  los  invernaderos  de  Eu- 
repa.  Los  frutos  ó  bayas  de  la  Catesbka  espino- 
sa (Catesbíva  ¡pinosa,  L.) ,  que  adquieren  el  vo- 
lumen de  un  buevo  de  gallina,  son  de  una  acidez 
agradable,  y  se  comen  en  las  Antillas  y  paises  en 
donde  crece  este  arbusto. 

CATKIGHOAUAO.  Nombre  de  una  go- 
mo-resina de  la  India,  que  está  en  pequeños  pa- 
nes irregulares,  de  un  gusto  ligeramente  ácido. 
Es  empleada  en  este  país  como  estomacal  v  ióni- 
ca ;  con  ella  se  forma  una  especie  de  electuario, 
añadiendo  diferentes  aromas. 

CAUTCIIUC.  El  cautehue  ,  llamado  vul- 
garmente, aunque  con  impropiedad,  Goma  elásti- 
ca, es  un  producto  particular ,  un  zumo  lechoso 
concreto,  que  trasuda  de  ciertas  plantas  de  la  fami- 
lia de  las  euforbiáceas,  y  mas  particularmente  del 
Yatrofa  elástica  (Jatropha  elástica,  L.;  Hevea 
guianensis,  Aublet;  Siphonia  cautehue,  Schreber, 
Willdenow).  El  Sr.  Condemine  fué  el  primero 
que,  en  I7¿6,  hizo  mención  de  esta  sustancia; 
sin  embargo,  no  fué  traída  de  America  a  Europa 
hasta  fines  del  siglo  pasado. 

EIDeveadelaGuiana  Hevea  guianensis),  con- 
siderado por  mucho  tiempo  como  el  único  árbol 
que  producía  el  cautehue,  ha  sido  bien  descrito 
por  el  Sr.  Aublet.  Crece  en  los  bosques  de  la 
Guiana,  en  la  provincia  de  Quito,  sobre  las  ori- 
llas del  rio  de  las  Amazonas  v  en  Méjico;  su  al- 
tura es  de  quince  á  veinte  metros;  su  tronco,  es- 
camoso y  desprovisto  de  ramos,  está  coronado 
por  una  cabeza  cónica,  formada  de  ramos  en  to- 
das direcciones.  Posteriormente,  háse  encontra- 
do el  cautehue  en  ciertos  árboles  de  las  Indias 
orientales,  tales  como  la  Hkht.ra  de  India  [Fi- 
cus  indica  ),  el  Artocabpo  de  hoja  entesa  (Arto- 
carpus  inte gri folia),  y  mas  recientemente  aun  se 
ha  reconocido  que  existe  en  el  zumo  lechoso  del 
Asclepias  Vencetósigo  (Ascleptas  vincetoxi- 
cum  ,  L.) ,  planta  de  nuestros  climas,  en  el  zumo 
de  la  higuera  ,  en  el  residuo  del  opio,  etc. 

El  cautehue  se  obtiene  haciendo  incisiones  en 
espiral  en  el  tronco  de  los  árboles  que  lo  produ- 
cen ,  y  de  estas  incisiones  destila  un  zumo  blanco 
so,  que  se  concreta  al  aire  en  una  materia 
sem ¡trasparente  \  elástica.  Los  naturales  del  país, 
ó  aquellos  que  la  recogen,  la  aplican,  lo  mas 
ordinariamente  ,  capa  por  capa,  sobre  moldes  de 
tierra,  cuidando  siempre  de  que  la  primera  ca- 
pa esté  seca  antes  de  aplicar  la  segunda.  Cuan- 
do estos  moldes  están  sufi  ientemente  cubiertos, 
se  rompen  para  hacer  salir  de  ellos  los  fragmen- 
tos, por  una  abertura  dispuesta  al  efecto  durante 
la  aplicación  de  las  capas.  Asi  es  como  nos  llega 
el  cautehue,  bajo  la  forma  de  pequeñas  botellas 


CAU  639 

que  llevan  dibujos  diversos  y  que  tienen  un  co- 
lor negruzco  debido  al  sistema  de  desecación 
empleado  por  los  Indios,  quienes  exponen  al 
humo  de  sus  hogares  el  zumo  concretado  sobre 
los  moldes. 

Si  lo  consideramos  en  su  estado  de  pureza,  el 
cautehue  es  una  sustancia  semi-sóltda,  blanca, 
blanda,  muy  elástica}  dotada  de  bástanle  tena- 
cidad para  que  se  la  pueda  hacer  estirar  en  va- 
rios sentidos  sin  romperse.  Es  insípido;  mas  li- 
gero que  el  agua,  no  pesa  sino  o,üo.  Sometido á 
la  acción  de  un  calor  suave  (  bajo  de  tüü°),  se 
ablanda  lo  suficiente  para  soldarse  por  si  mismo; 
a  una  temperatura  superior,  entra  en  fusión,  to- 
ma la  consistencia  de  la  brea  v  queda  en  este  es- 
lado;  un  calor  mas  elevado  todavía  lo  descompo- 
ne á  la  manera  de  las  sustancias  vegetales,  y  en- 
tonces produce  un  aceite  volátil  oloroso  (cautehu- 
cina),  que  goza  de  la  propiedad  de  disolverlo  con 
rapidez,  lis  muy  combustible,  como  lo  indica  su 
composición,  arde  cen  una  llama  amarillenta  y 
despida  humo  negro  sin  olor  desagradable.  El 
cautehue  es  inalterable  al  aire;  resoluble  en  el 
agua,  cualquiera  que  sea  su  temperatura,  en  la 
cual  se  hincha  volviéndose  algo  traslúcido.  Es 
igualmente  insoluble  en  el  alcohol ;  pero,  se  di- 
suelve con  facilidad  en  el  éter  sulfúrico  puro  y 
en  los  aceites  esenciales.  La  solución  elérea,  mez- 
clada con  el  alcohol,  deja  precipitar  el  cautehue 
en  copos  blancos  ,  y  evaporada  al  aire  libre,  lo 
deja  posar  con  todas  sus  propiedades.  Las  solu- 
ciones en  los  aceites  esenciales  se  conducen  &A 
mismo  modo. 

Los  ácidos,  á  la  temperatura  ordinaria,  tienen 
muy  poca  acción  sobre  el  cautehue:  el  acido  sul- 
fúrico, que  solo  lo  carboniza  superficialmente  en 
frió,  lo  descompone  por  medio  del  calor;  el  áci- 
do azótieo  lo  irasforma  en  una  materia  amarilla 
insoluble,  produciendo  ácido  oxálico  en  corla 
cantidad.  Los  álcalis  cáusticos  lo  alteran  mas  ó 
menos  en  sus  propiedades. 

El  cautehue,  según  el  análisis  del  Sr.  Faraday, 
esta  compuesto  de:  carbono,  87-2;  hidrógeno, 

Desde  hace  pocos  años,  hase  traído  á  Europa, 
en  vasos  bien  cerrados,  zumo  lechoso  de  caut- 
ebut.  Este  zumo  se  asemeja  mucho  á  la  leche 
inspisadapor  una  larga  ebullición,  v  elcautenoo 
se  encuentra  en  el  en  suspeí  sion  C<  n  albúmina  ve- 
getal, como  la  manteca  lo  está  en  la  leche  con 
la  materia  caseosa  Para  separar  esta  albúmina, 
basta  diluir  el  zumo  en  tres  o  cuatro  veces  su  vo- 
lumen de  agua;  al  cabo  de  veinte  v  cualr  huras 
el  cautehue  se  encuentra  reunido  eii  la  superficie, 
v  basta  para  obtenerlo  pr.ro  v  aciar  el  \  aso  or  una 
espita  adaptada  a  su  parte  inferior.  La  operación 
marcha  mas  aprisa  .  si  se  añade  al  agua  un  poco 
de  sal  o  de  acido  cloridric 

Se  recibe  en  el  comercio  un  cautehue  negruz- 
co ,  \  otro  que  es  solamente  oscuro;  el  primero 
es  mas  suave,  v  >e  dilata  mejor  se  insu- 

flan las  botellas  que  forma.  Lo  hav  también  de 
una  calidad  roja  con  la  cual  en  el  mismo  país 
se  hacen  brazaletes,  sortijas  etc. 


RÍO  cau 

Los  usos  delcautchuc,  limitados  hace  algunos 
años  á  borrar  el  tapiz ,  á  suavizar  el  papel ,  á  ha- 
cer pelotas  para  jugar,  han  tomado  una  grande 
extensión.  Esta  sustancia  en  los  laboratorios  se 
emplea  para  hacer  tubos  y  recipientes,  se  usa 
en  vez  de  vejiga  para  tapar  irascos,  y  llevada 
al  estado  pastoso,  sirve  de  lúlen;  con  ella  se  con- 
feccionan calzados  impermeables,  entra  en  la  fa- 
bricación de  una  multitud  de  instrumentos  de  ci- 
nijía,  y  se  utiliza  para  hacer  tejidos  impermeables, 
etc.,  etc. 

Para  preparar  tubos  elásticos  se  aprovecha  la 
propiedad  de  (|iie  goza  el  cautchuc  de  soldarse 
pojr  sí  mismo.  Al  electo,  se  corta  una  plancha 
de  canlchuc  de  una  dimensión  conveniente  y  cu- 
yos bordes  se  comprimen  el  uno  sobre  el  otro  pa- 
ra que  se  adhieran  ,  ó  bien  se  corla  una  tirilla 
que  se  rolla  en  espiral  sobre  un  molde.  Eo  am- 
bos casos,  es  menester  tener  cuidado  de  hacer 
un  corte  bien  limpio  y  guardarse  de  tocar  los 
bordes  con  los  dedos  antes  de  unirlos,  pues  de  lo 
contrario  la  soldadura  seria  incompleta.  A  fin  de 
facilitar  el  juego  de4as  tijeras  ó  de  cualquier  otro 
instrumento  empleado,  se  debe  mojar  la  h*j*b  pues, 
sin  esta  precaución,  se  adheriría  al  caulchuc. 

Se  pueden  obtener  recipientes  sumamente  lige- 
ros é  impermeables  al  aire  con  el  cautchuc,  ha- 
ciendo ablandar  en  el  agua  hirviendo  una  botella 
sin  dibujos,  después  alando  el  cuello  de  esta  bo- 
tella al  tubo  de  una  bomba  de  compresión,  y  en 
lin  comprimiendo  el  aire  con  precaución  ;  la  bo- 
tella se  hincha  de  esle  modo  y  loma  una  gran 
dimensión.  Un  segundo  medio,  tal  vez  mejor, 
consiste  en  ablandar  primero  la  botella,  su  id  ur- 


giría en  seguida  por  algún  tiempo  en  el  éter  s«í,  de  armazón  á  estos  instrumento». 


fúrico  ,  y  en  insuflar  en  ella  aire. con  la  boca, 
por  medio  de  un  tubo  lijado  a  su  cuello  ;  obtié- 
nense  de  esta  manera  recipientes  de  tal  manera 
delgados  que,  hinchados  (legas  hidrógeno,  se 
elevan  fácilmente  en  la  atmósfera.  Sin  embargo, 
presentan  el  inconveniente  de  cambiar  el  gas  que 
contienen  con  el  aire  atmosférico,  y  bajo  esle  res- 
pecto, la  disolución  viscosa  de  cautchuc  en  el 
aceite  de  terebintina  es  preferible. 

Hemos  dicho  que  las  sustancias  que  disuelven  el 
cautchuc  son  el  éter  y  los  aceiles  esenciales;  entre 
estos  los  mas  usados  son  la  esencia  de  trementina 
y  el  aceite  votátil  que  procede  de  la  destilación  de 
la  ulla  para  el  alumbrado  de  gas.  Estas  dos  ul- 
timas sustancias  ,  de  un  precio  poco  elevado ,  se- 
rian muy  ventajosas  sino  fuese  tan  difícil  de  vol- 
ver al  cautchuc  que  ha  sido  en  ellas  disuelto 
todas  sus  propiedades :  estas  sustancias  lo  dejan 


CAU 

mucho  tiempo  pegajoso ,  mientras  que  el  éter  lo 
pone  inmediatamente  en  el  estado  conveniente. 
Se  obtiene  la  solución  etérea  de  cautchuc  ha- 
ciendo hinchar  primeramente  en  el  agua  hirvien- 
do esta  sustancia,  cortada  en  tirillas  ,  después 
echándola  en  el  éler ,  en  el  que  adquiere  un  vo- 
lumen considerable  y  se  disuelve  dando  lugar  á 
un  líquido  casi  incoloro  que,  extendido  sobre  un 
objeto  cualquiera,  posa  luego  una  capa  delgada 
y  elástica  de  cautchuc. 

Los  tejidos  dobles  impermeables  de  cautchuc , 
conocidos  en  Francia  bajo  el  nombre  de  Makin- 
tosh ,  que  fué  su  inventor ,  están  formados  de  dos 
tejidos  sobre  los  cuales  se  extiende  por  capas  tan 
delgadas  como  es  posible ,  caulchuc  reducido  al 
estado  pastoso  por  medio  del  aceite  procedente 
de  la  destilación  de  la  ulla ;  se  aplanan  las  capas 
con  el  cilindro ,  y  después  se  aplican  el  uno  con- 
tra el  otro  ambos  dobles. 

Los  tejidos  simples  impermeables  de  cautchuc 
fueron  inventados  por  el  señor  Verdier,  quien 
guarda  secf0to  su  procedimiento  de  disolver  el 
caulchuc.  La  solución  que  obtiene  es  bicolor, 
vtfflteja  que  no  presenta  la  precedente  ;  se  aplica 
en  frió  .  por  medio  de  un  pincel,  sobre  los  te- 
quíenle extendidos  en  bastidores;  en 
seguida  se  jraSlp  bajo  el  cilindro  estos  tejidos  cu- 
biertos  de  barniz. 

La  fabricación  de  los  instrumentos  de  cirujía 
de  caulcíuc,  tales  como  las  sondas,  cánulas,  pe- 
zonera*, etc. ,  está  fundada  en  el  mismo  proce- 
dimiento. Se  aplica,  en  capas  delgadas,  un  baño 
de  cautchuc,  mezclado  con  un  poco  de  aceite  de 
Jinaza  cocido,  sobre  el  tejido  de  seda  que  sirve 


ase  conseguido  reducir  el  cautchuc  á  hilos 
muy  delgados,  hilarlo,  por  decirlo  asi;  de  modo 
(|ue,  asociándolo  con  hilos  de  seda  ó  de  algodón, 
forman  con  él  cordoncillos  delgados  con  los  cua- 
les se  confeccionan  tejidos  elásticos  empleados 
con  ventaja  para  litantes,  ligas,  cinturones,  cor- 
sés y  oíros  objetos  (pie  exigen  una  gran  finura. 
Los  señores  Rattier  y  Guibal  han  hecho  varios 
ensayos  para  fabricar  cuerdas  de  cautchuc.  El  se- 
ñor Claudot-Dumont  ha  conseguido  barnizar  de 
un  solo  lado  los  tejidos,  con  el  cautchuc:  esle 
barniz ,  muy  fino,  recibe  los  colores  y  no  es  pe- 
gajoso como  el  cautchuc  por  sí  solo.  El  mismo  quí- 
mico ha  sabido  también  hacer  el  cuero  impermea- 
ble imbibiéndolo  de  cautchuc  ,  disuelto  en  frió, 
que  se  seca  sin  quedar  pegajoso ,  como  sucede 
cuando  se  emplea  una  solución  aceitosa. 


fin  nr.L  TOMO  PRIMERO. 


Ronquillo  y  Vidal,   José  Oriol 

Diccionario  de  materia 
mercantil 


PLEASE  DO  NOT  REMOVE 
CARDS  OR  SLIPS  FROM  THIS  POCKET 

UNIVERSITY  OF  TORONTO  LIBRARY 


3BEW1