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Full text of "Diccionario histórico, genealógico y heráldico de las familias ilustres de la monarquía española .."

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DICaOUBIO 

mSTÓRIGO;  GENEALÓGICO  Y  HERÁLDICO. 

DE  L\S  FAMILIAS  ILUSTRES 

DE  LA 

MONARQUÍA  ESPAÑOLA. 

COMPRENDE 
IrfM  orígenes  de  los  apellidos  ó  linajes  de  las  familias  de  esta 
Hoclon:  sus  cnsos-solnres ,  varones  ilustres  que  las  han  engran- 
deoido  con  sus  virtudes  y  hazaíias ;  entronques  y  genealogías: 
do  varias  ramas  esparcidas  por  la  Península  ó  Islas  adyacentes 
■lu  Títulos,  Mayorazgos,  Vinculaciones >  Capollanías,  Memorias 
y  otros  Fundaciones ;  condecoraciones  que  hayan  gozado  ó  gocen 
nu  individuos,  con  sus  invenciones,  escritos,  obras  y  sus  Escudos 

de  Armas. 

ESCRITO  POR  D.  LUIS  VILAR  Y  PASCUAL, 

Cmaisla  Brj  de  Armas  de  S.  H.  C.  la  Reina  Mra.  Sra.  Doña  Isabel  II  (Q.  D.  G.), 

Galialier»  de  la  ínclila  orden  Militar  de  San  Jnan  de  Jerusalen, 

Dipuladu  c  Individuo  de  varios  cuerpos  cienlíGcos  y  literarios,  etc.,  ele. 


TOMO   I. 


MADUÍI).— 18:í9. 

lUrnENTA  DF.  I).  V.  S.VXCllK/.  Á    CAIU'.O  DE  Ar,lT!¡;TIN  E.'^PINOSA, 

PLAZrKLA   DEL  CoNDK   DE  MIRANDA,   NL'M.  5. 


Eftia  obra  es  propiedad  do  so  antor,  quien 
perseguirá  ante  la  ley  al  que  la  reimprima. 


r7ci,;3ira  v  I'  Susentcpa. 


*s 


SEÑORA, 


A  la  sagrada  protección  de  V.  II.  se  acojen  los  primeros  pasos  de  mis 
dfsfelos,  les  primeros  esbozos  de  mi  pluma,  solicitando  en  sn  sombra 
el  abrigo  que  les  promete  sn  Grandeza. 

Asunto  es,  que  debe  amparar  Tnestra  magnanimidad,  porque  es  de 
virtudes  y  bazafias  de  las  Casas  de  estos  Reinos,  en  donde  Vuestra  Va- 
jesta  es  Primera,  Reina  y  Protectora.  En  ellos  quedaron  heredadas  las 
familias  desde  sn  conquista,  y  en  ellos  se  eonserran  hasta  hoy,  unas 
abandonando  su  primer  lustre,  otras  conserráudole  y  otras  aumentándole. 

En  lo  antiguo  fué  conocido  su  esplendor  escribiendo  sus  ascendien- 
tes en  las  hojas  de  sus  aceros,  teñidos  en  sangre  de  los  enemigos  de 
estas  Coronas,  las  proezas  que  les  labraron  fama;  pero  con  los  duros 
fragantes  de  los  tiempos,  como  naie  fiada  á  inciertos  rumbos  en  el  pro- 
celoso mar  de  las  Inquietudes  comunes,  padeció  temporales  muy  recios; 
y  yá  después  de  tantas  tormentosas  borrascas  de  la  caprichosa  fortuna, 
con  la  última  y  propicia  tabla  de  su  naufragio  representada  en  el  Dic- 
cionario Histórico,  Genealógico  y  Heráldico  de  las  familias  ilustres  de 
esta  Monarquía,  que  he  escrito  con  grandes  pinceladas  para  afíYar  en 
parte  las  muertas  tintas  de  tan  grande  lienzo,  tomando  luz  las  sombras 
ron  los  claros  de  sus  lineas,  besa  la  blanda  y  apacible  arena  del  agrada- 
ble puerto,  Trono  de.V.  II. 

A  V.  M.  suplico  se  digne  recibir,  por  seña  de  mi  oficio  y  detorion,  la 
pequenez  de  mí  ofrenda,  reyerente  humildad  de  roto,  que  no  deslustra 
la  Majestad  del  Trono. 

Dios  guarde  á  V.  H.  y  Real  Familia  para  el  bien  de  mi  amada  Patria. 

SEÑORA: 
a    £.    01.    f.    Je,    V.    J 


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BXGIO.  SR.  CABALLERIZO  MAYOR  DE  S.  H. 


láí  lioMor  ie  hallinie  ilirieMio  á  8. 1.  á  It  ériei  ie  T.  LyCtMieira  ei 

■i  esÜBicioM  Ub  profondo  ree^Bocimieito,  qae  ansioiamente  rendidOy 

detetka  «cuioMei  en  que  BaBifesUr  mi  gratitad,  ofreciéndole  y  dedicái- 

dolé  los  mai  obioqiiosoí  reipetoi,  como  i  quien  mai  so  desTela  y  so 

adelanta  i  todos  por  la  exaltación  de  la  lonarqnia  y  de  la  Patria,  lero- 

ciendo  V.  I.  lu  mayores  eonianxu  de  los  Regios  Sokeruos  de  ella,  en 

el  espado  de  tiempo,  qne  con  nnlTorsal  aceptación  desempeia  los  encargos 

de  mayor  magnitnd,  y  con  singnlarídad  do  la  li^estad  Catdlica  de  la 

Reina  llnestra  Señora ;  á  sns  Reales  Pies  espero  se  ponga  este  Diccionario 

por  la  interposición  do  f .  I.,  á  qnien  Dios  gnarde  on  sn  mayor  grandeu. — 
IUdrídl3deMayodel85l. 


§ 


DON  PABLO  Li-VERGIIB  T  DDRD. 

Caballero  de  la  íDcIila  orden  militar  de  San  Juan  de 
Jerusalen ,  Cronista  Rey  de  Armas  de  número  mas  an- 
tiguo de  S.  H.  C.  la  Señora  Dona  Isabel  II  (q.  D.  g.), 
Reina  de  las  Españas,  etc.,  etc. 


Habiendo  examinado  el  Diccionario  Histórico  Genealó' 
gico  y  Heráldico  escrito  por  D.  Luis  Vilar  y  Pascual, 
Caballero  de  la  ínclita  orden  Militar  de  San  Juan  de  Jeru- 
salen, Diputado  de  la  Academia  Española  de  Arqueología, 
individuo  de  varios  cuerpos  científicos  y  literarios,  Cro- 
nista Rey  de  Armas  de  número  de  la  Reina  Nuestra  Señora 
(q.  D.  g.),  nuestro  compañero;  y  encontrado  en  él  las  mas 
singulares  noticias  de  Historia  y  hechos  memorables  de 
las  familias  que  honran  y  enaltecen  dignamente  á  nuestra 
Patria,  tan  fecunda  en  hazañas  nobles  y  generosos  ejem- 
plos; cuyo  Diccionario,  digno  d(»  ser  codiciado  por  toda 
persona  ilustrada,  dá  á  su  autor  un  título  mas  de  estima- 
ción pública,  colocándole  á  la  altura  que  su  perseverancia 
y  acierto  en  los  ímprobos  trabajos  que  en  él  ha  ejecutado, 
ha  sabido  conquistarse  tan  merecidamente: 

CERTIFICO:  Que  cuanto  contiene  la  referida  obra,  se 
halla  arreglado  y  conforme  con  los  registros,  minutas, 
historias,  libros  de  Armería,  árboles  genealógicos,  parti- 
das de  bautismo,  casamiento  y  óbito,  testamentos,  ejecuto- 
rias, fundaciones  y  otros  documentos  heráldicos  impresos 
y  manuscritos  que  existen  en  nuestro  Real  archivo  y  en 
el  de  la  Biblioteca  Nacional  de  esta  Corte.  Y  para  que 
conste  firmo  la  presente  en  Madrid  á  13  de  Mayo  de  4859. 


^opto  Jla-vetaii¿. 


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RETES  DE  ARMAS, 


iSuccedieron  los  Reyes  de  Armas  á  los  antiguos  Faciales  Romanos^ 
que  eran  los  que  publicaban  las  guerras  y  las  paces  en  los  ejécitos; 
rargo  que  tenían  entre  los  Griegos  los  Caduceatores,  y  entre  lo* 
Cartagineses  los  Clarines. 

Julio  César  instituyó  estas  Dignidades  que  se  daban  á  doce  Ca- 
balleros antiguos  que  llevaban  en  las  vestiduras  las  insignias  del 
Príncipe,  como  boy  se  usa,  y  ningunas  armas  ofensivas,  porque 
éstos  no  peleaban,  pero  si  advertían  y  notaban  los  hechos  valerosos 
de  los  soldados  para  que  después  se  les  diese  el  premio  á  los  bene- 
méritos. Dióles  nombre  de  Héroes. 

Cario  Magno  perfeccionó  estos  cargos  y  del  nombre  Héroes  les 
llamó  Heraldos. 

Introdujéronse  en  la  mayor  parte  del  los  Reinos  de  Europa  para 
que  sirviesen  de  intérpretes  de  sus  Soberanos  y  cumpliesen  con  las 
obligaciones  que  hoy  tienen,  y  son  las  siguientes: 

Escribir  de  todas  las  Familias  nobles  de  las  provincias  del  Reino, 
apuntando  los  matrimonios  é  hijos  que  cada  uno  tenga,  haciendo  de 
ello  árboles  genealógicos  y  entronques,  para  lo  cual  se  les  confirió 
la  privativa  Real  facultad. 

Hacer  que  cada  cual  traiga  las  Armas  que  le  pertenezcan  do 
derecho. 

Estudiar  la  Armería,  de  manera  que  entiendan  las  causas  por  que 
se  dieron  á  cada  familia,  y  las  puedan  esplicar  cuando  se  les  pida 
declaración,  certificación  ó  Real  despacho;  sentándolo  todo  en  su 
libro  de  minutas. 

Poner  en  memoria  todos  los  hechos  de  Armas  que  en  el  Reino 
pasen  y  asimismo  los  mensajes,  recados,  viajes'y  fiestas,  especificando 
los  actos  de  cada  cosa  como  en  verdad  pasaren. 

Asistir  en  las  inauguraciones  de  los  Reyes,  actos  de  Cortes,  en- 


tradas  solemnes  de  ciudades,  y  en  los  ejércitos  cuando  los  Principes 
se  hallan  en  ellos. 

Acompañar  en  los  actos  públicos  á  aquellos  á  quienes  los  Reyes 
dan  nuevos  Títulos. 

Asistir  á  la  comida  de  los  Soberanos  y  cuando  van  á  fuera  de  la 
Corle ;  y  finalmente  en  los  entierros  y  exequias  de  las  Personas 
Reales. 

Por  todo  lo  cual  juran  servir  bien  y  fielmente  toda  su  vida  d 
SS.  MM.,  que  en  cualquier  manera  ó  tiempo  que  sientan  daño  ó  pro- 
vecho del  Monarca,  que  á  su  Oficio  toque  y  pertenezca  lo  revelarán 
y  dirán  á  su  propia  Persona  ó  á  quien  por  ella  les  fuese  mandado; 
que  en  todos  los  actos  harán  verdaderas  y  fieles  relaciones  y  testi- 
monio, sin  quitar,  acrecentar,  ni  menguar  cosa  alguna  por  prome- 
timiento, dádiva,  ni  respeto,  lo  mismo  que  á  la  honra,  loor  y  fama 
de  cualquier  persona;  y  que  si  recibiesen  algún  bien  ú  honra  de  un 
Príncipe,  R,ey  ó  Señor  á  quien  por  S.  M.  fueren  enviados  se  lo 
manifestarán:  y  últimamente,  que  guardarán  la  justicia  y  derecho 
que  en  el  regimiento  de  Armas  de  cada  individuo  toque  y  corres- 
ponda. 

Estos  Oficios  los  han  concedido  las  Majestades  casi  siempre  por 
oposición. 

Derechos  y  obligaciones  que  han  sido  renovados  por  multitud 
de  Decretos  y  ejecutotríados  por  Sentencias  de  la  Audiencia  de  esta 
Corte,  y  jse  dejan  ver  en  los  juramentos  que  prestan  al  tomar  pose- 
sión del  Oficio. 


PROLOGO 


AuifQUE  la  naturaleza  do  hizo  distinción  algana  entre  los  mor- 
tales,  y  á  todos  los  sujetó  á  las  estrecheces  del  nacer,  á  las 
penalidades  del  tivír  y  á  las  amarguras  del  acabar,  todavía 
les  dejó  camino,  aunque  estrecho,  para  que  ellos  mismos  se 
labrasen  la  distinción  entre  sus  semejantes.  La  inmortalidad, 
las  altas  ideas,  las  acciones  heroicas,  los  universales  benefí- 
eios  hacia  el  Criador  y  hacia  la  criatura ,  que  son  los  únicos 
medios  con  que  las  almas  grandes  y  escelentes  se  han  hecho 
distinguir  de  las  débiles  y  comunes ;  y  como  aquella  separa- 
ción de  las  cosas  vulgares  y  práctica  de  las  sublimes  labra  es- 
timación en  los  iguales,  reverencia  en  los  Imperios  y  amor 
entre  los  hombres;  este  respeto,  esta  estimación  y  amor,  que 
con  las  virtudes  dejaron  hereditarias  en  su  posteridad ,  in- 
mortalizando su  nombre,  constituyó  la  nobleza,  que  es  ú 
cuanto  puede  llegar  la  humana  ambición  y  lo  que  en  todos 
tiempos  dispuso  de  los  Supremos  Imperios ,  elevadas  digni- 
dades y  grandes  honores,  con  que  entre  los  otros  hombres 
resplandecían  con  las  virtudes  propias  y  hereditarias. 

¿Quién  ha  sido  mas  humilde  que  Jesucristo?  Sin  embar- 
go, nos  dio  á  entender  quién  era,  comenzando  su  historia  y 
genealogía  por  la  Real  Sangre  de  David ,  á  quien  se  la  traen 
los  Evangelistas  desde  Adán  hasta  Abraham ,  y  desde  éste 
hasta  nuestro  Redentor  por  cuarenta  y  dos  generaciones,  co- 
mo se  ve  en  diferentes  lugares  do  la  Sagrada  Escritura.  San 
Lucas,  dice  de  San  Juan  Evangelista  su  descendencia,  y 


—  12  — 

trac  la  de  San  José  desde  la  Casa  Real  de  David.  Eusebío  Cesa- 
ríense  trata  de  la  Nobleza  de  Gregorio  Nacianzeno  y  Basilio, 
y  lo  mismo  refleren  San  Gerónimo,  San  Nicolás,  San  Am- 
brosio y  San  Vicente:  pues  si  los  Santos  Evangelistas  y  Doc- 
tores de  la  Iglesia  tratan  por  cosa  acertada  y  conveniente  las 
genealogías,  y  las  tuvieron  por  materia  tan  importante;  no 
solo  es  justo  sino  obligación  forzosa  que  fodosindaguen  las  de 
sus  familias,  y  que  no  sea  España  en  esto  menos  que  las  de- 
mas  naciones,  que  tienen  condecoradas  sus  familias  con  ha- 
zañas insignes  de  sus  valerosos  Capitanes.  Es  cierto  que  dis- 
culpa á  esta  Monarquía  las  turbaciones  y  guerras  sangrientas 
que  ha  tenido  desde  su  primitiva  población,  dominada  tantos 
siglos  por  Fenicios,  Cartagineses,  Romanos,  Godos,  Sarra- 
cenos y  otros  infinitos  dueños  y  Soberanos  estranjeros,  usur- 
padores y  naturales,  hasta  que  empezó  á  respirar  mas  tran- 
quila con  el  dichoso  enlace  de  los  Señores  Reyes  Católicos 
D.  Fernando  y  Doña  Isabel,  de  gloriosa  memoria,  en  quie- 
nes se  unieron  los  Reinos  de  Aragón  y  Castilla  y  acabaron  de 
conquistar  en  el  año  1492  toda  la  Península ,  desalojando  el 
poder  Mahometano  que  la  ocupó  desde  el  714,  que  la  inun- 
daron á  consecuencia  de  la  cruel  derrota  del  infeliz  y  úl- 
timo Rey  Godo  D.  Rodrigo  en  la  batalla  de  Guadalete,  con- 
seguida por  la  traición  del  Conde  D.  Julián,  que  originó 
tantos  daños  é  interminable  esclavitud,  que  obligaron  á  sus 
individuos  á  tener  por  mas  necesario  el  manejo  de  la  espada 
que  el  de  la  pluma,  siendo  preciso  sentir  esta  desidia  lastimo- 
sa, que  tan  en  olvido  dejó  sepultados,  no  solo  los  mas  glorio- 
sos sucesos  de  esta  Católica  Corona,  sino  aun  muchos  de  los 
héroes  que  los  ejecutaron;  de  que  dimana  la  variedad  que 
envuelven  en  sí  las  mas  envejecidas  memorias  de  la  Historia, 
do  las  genealogías  en  general  y  de  los  apellidos  en  particu- 
lar ;  siendo  un  mar  de  inaccesibles  dificultados  la  averiguación 
cierta  del  origen  de  los  linajes,  que  por  su  mucha  antigüedad 
se  oculta  á  los  genios  mas  linces  para  hacer  relación  seguida 
de  sus  legítimos  descendientes,  concordando  la  serie  de  las 
sucesiones  y  los  enlaces  con  otras  familias;  pero  ya  de  hoy  en 


—  15  — 

adelante  no  debe  admitirse  tal  pretestoy  conviene  que  la  no- 
bleza  de  esta  Nación  se  dilate  por  todo  el  Orbe  en  historias  y 
genealogías. 

GoDsta,  que  la  nobleza ,  tomó  nombre  del  verbo  anoscen- 
dOf  que  es  lo  mismo  que  decir  de  notorio;  así  como  de  ignoto^ 
que  quiere  detir  oscuro  y  no  conocido  linaje ,  le  tomaron  los 
que  no  la  tienen;  por  lo  que  los  Nobles  se  llaman  de  claro 
linaje,  y  los  que  no  lo  son,  de  oscuro.  Virgilio  Valero  Máximo 
Plinio,  en  la  epístola  que  escribió  á  Rufino  y  Lucano,  los 
llamó  elarissima  proles;  y  Tácito ,  de  claros  Padres  j  y  de  este 
modo  otros  muchos  escritores,  que  los  han  cognominado  es- 
pléndidos, altos,  sublimes,  insignes,  ínclitos  é  ilustres.  Ti- 
raquello  dice,  que  la  Nobleza  es  dignidad  escelente,  y  Bartulo 
discurre  largamente  si  una  y  otra  es  una  misma  cosa ,  y  con- 
cluye que  no;  pero  que  entre  nosotros  fué  iovenlada  á  seme- 
janza de  la  que  asiste  á  Dios,  porque  en  su  presencia  es  no- 
ble aquel  á  quien  asiste  y  comunica  su  gracia;  y  entre 
nosotros,  lo  es  á  quien  el  Príncipe  ó  la  I^y  favorecen  ó  en- 
noblecen. 

Los  hombres  valerosos  por  sus  virtudes,  riquezas,  cien- 
da  ,  industria ,  elocuencia ,  ó  por  hazañas  hechas  en  la  guer- 
ra ó  en  la  administración  de  la  república ,  ó  por  sus  grandes 
dignidades,  vinieron  á  conseguir  una  estimación  ó  ventaja 
sobre  los  otros,  que  admirados  de  sus  virtudes  los  diferencia- 
ron délos  demás,  pareciéndoles  casi  divinos,  y  como  tales  los 
honraban  levantándoles  estatuas,  y  dándoles  título  y  nom- 
bre de  notusy  que  significa  ser  conocidos  por  buenos  y  vale- 
rosos. 

La  Nobleza  es  un  resplandor  ilustre  y  conocimiento  claro, 
que  por  sus  virtudes  dieron  de  sí  algunas  cosas  animadas  ó 
inanimadas ,  con  que  de  su  naturaleza  son  mas  estimadas:  y 
aunque  esta  definición  es  genérica,  comprende  las  cuatro 
partes  principales  en  que  se  divide  la  Nobleza ,  que  son: 

1.^  La  sobrenatural  é  teológica,  que  es  la  que  tiene  el 
hombre  que  está  en  gracia  de  Dios,  y  guarda  sus  preceptos 
divinos  y  eclesiásticos,  de  que  tratan  los  Teólogos;  como  nos 


tienc.  Mayor  número  de  Santos  hay  en  la  Iglesia  de  Dios  de 
linaje  noble  que  del  plebeyo,  porque  la  virtud  de  los  ante- 
pasados, de  donde  procedieron,  les  llevó  á  conservarla  y 
aumentarla  con  la  propia,  pero  también  el  ánimo  virtuoso  y 
generoso  se  puede  hallar  no  solo  en  los  caballeros,  sino  en  los 
plebeyos,  y  aun  en  los  esclavos;  como  asevera  Séneca,  y  se 
verifica  en  Décio  Quinto,  de  quien  dice  Tito  Livio,  que  era 
patrón  de  una  armada,  hombre  de  bajo  linaje,  mas,  esclare- 
cido por  sus  esforzadas  hazañas  y  gloria  militar.  Yintidio  Baso, 
subió  por  sus  virtudes  y  hazañas  á  Cónsul;  fué  natural  del 
pueblo  de  Asculo,  del  cual  triunfó  el  padre  del  gran  Pompeyo 
y  le  trajo  cautivo  siendo  muchacho,  y  después  mancebo  dejó 
de  ser  arriero  por  ir  á  la  guerra  con  Julio  César,  y  llegó  á  ser 
grande  amigo  de  Marco  Antonio:  eligiéronle  Tribuno  del  pue* 
blo;  después  fué  Pretor,  en  cuyo  tiempo  le  juzgaron  por  ene- 
migo, pero  como  la  fortuna  le  guardaba,  restituyó  su  dignidad 
y  fué  Pontífice  y  Cónsul,  Valentiniano  y  Valente,  Emperado- 
res, hijos  de  Graciano,  soguero  de  la  ciudad  de  Cimbales  de 
Hungría,  lo  fueron  porque  este  se  aplicó  á  la  Milicia,   y  su 
virtud  le  puso  en  estado  do  conseguir  su  elección.  Justino, 
primer  Emperador  de  Constantinopla  subió  de  pastor.  Publio 
Herbio  Pertinaz,  por  ser  bueno,  llegó  á  esta  misma  dignidad, 
siendo  de  baja  y  oscura  línea;  pues  su  padre  fué  esclavo  y  él 
mercader,  luego  preceptor  de  gramática,  abogado,  soldado  y 
Emperador.  Tulio  Máximo,  de  pastor  pasó  á  soldado,  de  sol- 
dado á  Emperador,  año  237.  Severo  alcanzó  esta  dignidad  de 
oficio  en  oficio.  Décio,  Emperador,  fué  de  los  mas  ínfimos  hom- 
bres de  Dalmacia.  Diocleciano  también  fué  de  humilde  naci- 
miento. El  gran  Tamorlan,  Rey  de  Persia,  que  murió  en  1430, 
de  soldado  y  antes  pastor,  vino  ¿  ser  el  mayor  Rey  que  hubo 
en  su  tiempo  en  el  mundo.  Omiche  ú  Oroix,  cognominado 
Barbarroja,  Rey  de  Argel,  fué  hijo  de  un  ollero:  Aradin  su 
succesor,  el  Rey  Abdelmon  y  Mahomat  Aben  Alhamar,  primer 
Rey  moro  de  Granada,  fueron  pastor,  cavador  y  soldado. 
Otros  muchos  subieron  á  la  grandeza  del  Imperio  por  virtud, 
y  sus  vicios  los  bajaron  despeñados,  como  Miguel  Calafates, 


—  i7  — 

Emperador  de  Constantinopla,  Gesalarico,  Rey  de  los  Godos, 
AgatoeleSy  hijo  de  un  aceitero  de  Sicilia,  que  fué  General 
afio  475  de  la  fundación  de  Roma  y  por  tirano  fué  desterrado; 
el  Emperador  Commodo  Antonino,  hijo  y  nieto  de  Empera- 
dores buenos,  fué  malo  y  murió  aborrecido;  el  Rey  Egica,  su 
bijo  y  sucesor  Wiciza,  y  D.  Rodrigo  por  sus  desórdenes  y  vi- 
cios perdieron  la  vida,  el  Reino  y  á  España;  y  D.  Pelayo  la 
empezó  ¿  recuperar  recobrando  el  Reino  y  la  dignidad,  sin 
embargo ,  todos  ellos  eran  Godos  y  de  sangre  generosa.  No 
atendiendo  el  noble  á  propias  acciones  honestas  y  entregán- 
dose á  las  torpes,  echa  borrones  en  las  imágenes  y  memoria 
de  sus  antepalados  con  tanto  mayor  oprobio  y  mancilla,  cuanto 
ellos  fueron  mas  ilustres,  por  lo  que  dice  Aldana,  que  pierden 
la  noblesa;  lo  que  corroboran  Marco  Aurelio  al  decir:  el  hom- 
bre con  la  virtud  se  hace  mas  que  hombre,  y  con  el  vicio 
menos  que  hombre:  Erasmo;  ninguna  cosa  tanto  ofende  al 
bueno  como  el  vicio:  Fray  Diego  de  Estela;  el  vicio  pierde  la 
honra:  Manuel  de  Faria;  nunca  fué  bajo  de  linaje  quien  eje-» 
cuto  grandes  obras,  ni  grande  el  que  las  tuvo  viles:  Tiraquello; 
degeneran  los  hombres  con  los  vicios  y  se  hacen  menores,  y 
la  virtud  levanta  y  adquiere  nobleza:  culpando  Salustio,  ca- 
ballero romano,  á  Cicerón  de  que  no  tenia  nobleza,  le  res- 
pondió: yo  por  mis  letras,  valor  y  virtud  he  ennoblecido  á 
mis  pasados;  pero  tú  con  tus  vicios  has  afrentado  y  oscurecido 
á  los  tuyos:  y  Marcial  le  dijo;  el  ingenio,  el  fausto  y  aparien-» 
eias  y  el  linaje  de  donde  te  jactas,  son  de  caballero,-  mas  lo 
demás  que  tienes,  es  de  plebeyo:  Mario,  según  afirma  Salustio, 
se  preciaba  diciendo:  mi  nobleza  es  nueva;  pero  estimo  mas 
h^ria  engendrado,  que  corrompido  habiéndola  recibido  de 
otro.  A  Sócrates  le  fué  dicho  que  era  hijo  de  un  zapatero,  y 
él  muy  agudamente  contestó  al  baldón:  mi  linaje  comienza  en 
mí,  pero  el  tuyo  acaba  en  tí;  y  Séneca  dijo:  las  personas  en 
quienes  la  virtud  falta,  aunque  se  conozcan  por  los  Escudos  y 
hazañas  de  sus  mayores,  son  mas  notadas  que  nobles.  Las  ri- 
quezas hacen  y  realzan  los  linajes,  porque,  como  dijeron: 
Alano;  el  dinero  vence,  el  dinero  reina  y  el  dinero  impera  en 

TOMO  I.  2 


f 


—  <8  — 

todas  las  cosas;  PlatoB,  las  riquezas  hallarán  amigos  y  honores: 
Horacio  9  la  hacienda  como  rica  dá  linaje  y  hermosura:  San 
Gerónimo  y  Aristóteles,  la  nobleza  del  mundo  no  es  otra  cosa 
que  inveteradas  riquezas  y  virtud;  Bartulo,  la  nobleza  es  una 
posesión  antigua  de  dineros  y  hacienda,  acompañada  de  buen 
regimiento  y  costumbres:  Marco  Aurelio,  en  los  tiempos  pasa-* 
dos  no  tenian  por  honrados  sino  á  los  mas  virtuosos»  ni  por 
infames  sino  á  los  viciosos;  pero  después  que  entraron  en  el 
mundo  estos  pronombres,  mió  y  tuyo,  anejaron  á  las  riquezas 
la  honra  y  á  la  pobreza  la  infamia.  Como  los  tiempos  ysils 
injurias  tengan  jurisdicción  en  la  nobleza,  eosa  como  las  de- 
más sujeta  á  los  caprichos  de  la  fortuna,  y  que  tiene  su  prin- 
cipio, incremento,  estado,  decadencia,  fin  ó  muerte,  no  que-» 
dando  muchas  veces  memoria,  reliquia  ni  vestigio  de  la  qu6 
fué  mas  celebrada,  y  en  especial  de  la  hidalguía  y  caballería 
antigua,  en  donde  por  haberse  transferido  los  nobles  de  unos 
lugares  á  otros,  y  por  razón  de  los  incendios  de  archivos  y 
poco  cuidado  de  los  cinco  libros,  se  han  perdido  tantos  privile^ 
gios  feudales  y  de  hidalguía,  y  con  ello  y  la  decadencia  de 
bienes  hasta  la  memoria  de  los  primeros  que  la  ganaron,  ocul- 
tándose el  privilegio  entre  las  densas  nieblas  que  soele  echar 
el  tiempo  sobre  los  acontecimientos  humanos,  solo  qnedó  por 
una  singular  casualidad  y  fortuna  á  estas  familias  It  posesión- 
inmemorial,  en  que  siempre  estuvieron  de  su  hidalguía^  man- 
teniendo á  sus  padres',  abuelos  y  antecesores  el  goce  y  fueros 
de  su  nobleza  y  el  escudo  de  sus  armas  sobre  las  puertas  prin- 
cipales de  sus  casas;  lo  cual  es  bastante,  porque  nuestros  Reyes, 
con  el  prudente  fin  de  que  los  descendientes  no  quedasen 
privados  de  la  gloria  que  adquirieron  sus  mayores  en  servicio 
de  la  Patria,  establecieron  leyes,  ordenando  y  mandando,  sean 
declarados  por  hijos-dalgo  los  que,  aunque  no  conserven  el 
privilegio,  probaren  haber  estado  en  posesión  de  tales,  ellos, 
sus  padres  y  abuelos  por  espacio  de  20  años  y  de  tanto  tiempo 
acá,  que  memoria  de  hombres  no  sea  en  contrario;  como  lo 
confirma  la  ley  7/  y  8.*,  título  11,  libro  II  de  la  Recopilación; 
y  asimismo  conceden  las  leyes  de  nuestros  Soberanos,  qu^ 


■> 


intentando  solo  el  amparo  de  posesión  baste  á  conseguirse  con 
las  mismas  tres  personas  «acreditándola»  y  por  los  mismos  20 
afios,  como  lo  espresa  bien  patente  dicba  ley  8.^,  bien  que  en 
tal  caso  debia  quedar  reservado  el  juicio  de  propiedad.  Para 
la  decisión  de  estas  causas  instituyeron  antiguamente  los  Reyes 
de  Castilla  dos  Jueces  ó  Alcaldes  de  hijos-dalgo,  que  fueron  en 
su  origen  el  Marqués  de  Poza  y  D.  Luis  Castillo  de  Albornoz, 
los  cuales  ponian  sustitutos  cuando  no  residian  en  la  Corte; 
mas  después  se  crearon  en  las  Chancillerias  y  Audiencias  las 
Salas  de  Hijos-dalgo,  que  conociesen  de  los  de  sangre  y  de  los 
que  pretenden  probar  su  hidalguía  por  medio  de  la  posesión 
y  del  Solar  conocido  y  así  á  ellas  tocaba  y  pertenecia  el  conoci- 
miento de  semejantes  causas  en  grado  de  apelación;  asimismo 
de  las  mercedes  ó  privilegios  de  hidalguía ,  de  cuyo  valor, 
subsistencia  y  legitimidad  decidian  los  Oidores;  pero  si  la 
cuestión  era  de  hecho  puramente,  por  ejemplo  :  si  el  preten- 
diente debia  gozar  en  ciertos  casos,  podian  decidirlo  los  infe^ 
rieres,  esto  es,  las  justicias  de  los  pueblos;  en  una  palabra,  si 
se  trataba  del  privilegio  tocaba  á  la  Real  Sala,  si  del  privile- 
giado á  la  justicia  del  pueblo.  Esto  es  lo  conforme  á  la  ley  1.^ 
y  siguientes^  título  11.  libro  II  de  la  nueva  Real  Recopila- 
ción. 

Y  4.*  La  política  y  civil,  que  es  una  calidad  concedi- 
da por  el  Príncipe,  en  virtud  de  la  cual  se  aventaja  á  los  bue- 
nos hombres  plebeyos,  aquel  á  quien  se  le  concede;  y  ninguno, 
como  dice  la  ley  de  Partida ,  se  la  puede  tomar  por  su  autori- 
dad, pues  solo  el  Príncipe,  que  no  reconoce  superior  en  lo 
temporal ,  es  quien  la  puede  conceder. 

Entre  estas  dos  últimas  clases  de  Nobles,  los  de  privilegio 
nunca  se  han  reputado  con  igualdad  á  los  de  sangre ,  pues  á 
éstos  se  les  ha  dado  siempre  mayor  realce  por  su  antigüedad  en 
practicar  la  virtud:  llámanse  de  privilegio,  aquellos  que  lo  ex- 
hiben para  acreditar  su  hidalguía ;  y  de  sangre,  los  que  la 
prueban  por  el  Solar  ó  por  los  correspondientes  actos  de  pose- 
sión ,  de  donde  la  ley  22 ,  título  11 ,  libro  II  de  la  Novísima 
Recopilación)  hizo  esta  distinción ;  pero  no  por  esto  deja  de 


—  20  — 

suponerse  que  los  ascendientes  de  los  de  sangre  hayan  obtenido 
privilegio,  pues  en  su  defecto  jamás  hubieran  podido  prescri- 
bir contra  el  Real  Fisco,  antes  bien,  todas  las  pruebas  se  redu- 
cen á  inducir  presunción  de  que  lo  consiguieron,  suponiendo 
titulo  la  inmemorial ,  y  creyéndose  que  realmente  precedió 
alguna  gracia  de  los  Reyes,  ó  espresa  ó  tácita,  por  lo  menos á 
favor  de  los  progenitores  del  que  ganó  Ejecutoria.  Esto  lo  con- 
firma el  sabio  Rey  D.  Alfonso,  diciendo:  «cuanto  dende  ade- 
víante  mas  de  lueñe  vienen  los  hombres  de  buen  linaje,  tanto 
»mas  crecen  en  su  honra  é  en  su  fídalguía.»  Partida  2.%  títu- 
lo 21.  De  forma,  que  los  hombres  de  inmemorial  y  de  sangre 
merecen  ciertamente  mucho  aprecio  y  respeto;  pues  como  dice 
aquel  Rey:  como  quier  que  el  linaje  es  noble  cosa,  la  bondad 
pasa  é  vence;  mas  quien  las  há  ambas,  éste  puede  ser  dicho  en 
verdad  Ricohome ;  ley  6.*,  titulo  9.°,  partida  2.*  La  ley  2»% 
titulo  21,  partida  2.*,  dice  también :  «é  como  quíer  que  estos 
que  lo  ganan  por  sabiduría  ó  por  bondad,  son  por  derecho  Ha* 
mados  Nobles  é  gentiles;  mayormente  lo  son  aquellos  que  lo 
han  por  linaje  antiguamente  ó  fac^n  buena  vida.» 

Sin  embargo,  de  todas  las  opiniones  antiguas,  de  que  por 
Casas  solariegas,  por  entonces,  se  entendieron  los  Palacios, 
que  los  Ricos-hombres  tenian  y  sostenían  en  despoblados ,  á 
causa  de  haberse  retirado  cuando  las  guerras  á  las  montañas, 
y  otros  que  posteriormente  afirman,  que  también  se  debe  en- 
tender por  casa  solariega  la  de  los  Señores  y  Caballeros  nobles, 
que  después  restituyeron  sus  casas  ó  Palacios  á  los  pueblos, 
y  las  sustentan  en  el  dia ;  se  entiende  casa  solariega  aquella 
que  los  Hijos-dalgp  han  mantenido  siempre  con  sus  Armas  á 
las  puertas,  en  señal  de  la  antigiíedad  de  su  nobleza,  y  en  esta 
clase  de  Nobles  nunca  falta  la  posesión  ,  pues  la  sustentación 
de  las  Armas  en  sus  puertas  principales  es  la  mayor  notoriedad 
de  no  haber  declinado  de  ella;  y  aunque  los  hijos  de  una  mis- 
ma casa  casen  en  otros  pueblos,  y  uno  solo  lleve  por  herencia 
esta,  y  los  demás  solo  un  dote  á  proporción  del  caudal,  no  por 
ésto  quebrantan  la  inmemorial  de  sus  padres  y  abuelos,  ni 
pierden  el  acto  posesorioi  ni  el  de  propiedad,  y  no  se  debe  en- 


-  21  — 
tender  solicitan  posesión  porque  acudan  ante  la  justicia  del 
pueblo  adonde  transfirieron  su  vecindad,  y  pidan  con  instru* 
montosy  que  en  aquel  pueblo  se  les  incorpore  y  guarden 
las  consideraciones  de  tales  Caballeros  Hijos-dalgo,  pues  por  la 
notoriedad  consta  la  hidalguía ;  por  consecuencia ,  es  un  am- 
paro que  se  solicita  de  ella,  no  necesitándose  mas  acto  que 
este  reconocimiento  y  fijar  sus  armas.  Así  que,  cuando  se  de- 
tentaba ya  de  la  posesión  jurídica  de  alguñ  infanzouy  por  no- 
toriedad pública  y  la  inmemorial ,  se  admitia  querella  á  éste 
contra  el  atentador,  y  siempre  las  Audiencias  mandaban  á  costa 
del  culpado  reponer  y  restituir  en  la  posesión  al  infanzón,  y 
emplazaban  al  juicio  de  propiedad. 

En  todas  las  naciones  cultas  y  políticas  del  mundo  es  cos- 
tumbre muy  antigua  escribir  las  genealogías  de  los  varones 
insignes,  que  por  sus  elevados  méritos  merecieron  llegar  á  la 
regia  dignidad;  y  no  hay  familia  opulenta,  que  para  conservar 
sus  derechos  y  propiedades,  no  tenga  bien  aclarada  y  probada 
sn  generación.  Registremos  las  historias  y  hallaremos ,  que 
entre  los  Chinos  hay  22  familias  que  han  obtenido  el  Imperio, 
cuyas  genealogías  conservan  muy  aclaradas,  desde  Fo-hi,  fun- 
dador de  él,  que  comenzó  2952  años  antes  de  Jesucristo.  Los 
asiáticos,  africanos  y  europeos,  han  cuidado  en  todos  tiempos 
de  escribir  las  de  los  Emperadores ,  Reyes ,  grandes  Sefiores, 
parientes  de  ellos  y  de  todos  los  memorables  sugetos  que  se 
han  distinguido  del  pueblo,  y  han  gobernado  las  repúblicas  y 
los  Reinos.  En  la  América  hallaron  la  misma  costumbre  los 
descubridores  españoles  en  todos  aquellos  pueblos  mas  cultos 
que  dominaban  á  los  demás,  particularmente  los  Peruanos, 
cuyos  Incas  ó  Emperadores  cuidaron  mucho  de  sus  genealo- 
gías desde  Maneo-Capach,  que  fundó  la  ciudad  del  Cuzco  en 
ii25:  y  nótese,  que  aquellas  familias  se  han  mantenido  opu- 
lentas por  muchos  siglos,  porque  han  tenido  mas  bien  justifi* 
cadas  sus  genealogías;  y  por  el  contrario ,  se  ven  desposeídos 
de  sus  propiedades  y  ricas  pertenencias,  aquellos  ignorantes 
de  este  precioso  estudio,  que  lo  juzgan  por  fanático  y  ridículo, 
sin  que  siquiera  sepan  distinguir  las  genealogías  y  hechos  ve- 


—  22  — 

lidíeos  de  los  fabulosos.  Obsérvase  que  todas  las  genealogías 
que  se  hallan  escritas,  son  de  las  familias  roas  ilustres;  que  en 
ellas  se  nota  un  particular  esmero  en  la  averiguación  de  sus 
mas  remotos  orígenes,  y  en  preconizarlos  hechos  memorables 
de  sus  causantes;  las  dignidades  y  riquezas  que  por  ellos  ad- 
quirieron, y  cuanto  puede  resultar  en  honor  y  gloría  del  suc- 
oesor.  Pero  por  mas  que  maldigan  los  hombres  abatidos  y  de 
bajos  principios,  que  semejantes  papeles  se  oponen  á  la  sólida 
virtud,  ¿  las  rectas  máximas  del  cristianismo,  y  ¿  las  ¡deas  de 
libertad,  serán  confundidos  de  su  error,  si  leen  que  el  libro 
mas  antiguo  de  que  hay  noticia,  y  prímero  que  escribió  Moi- 
sés en  caracteres  alfabóticos,  fué  el  Génesis,  donde  se  relacio- 
nan las  escelencias  y  dignidades  con  que  Dios  adornó  al  pri- 
mer hombre ,  haciéndole  á  su  imagen  y  semejanza ,  duefio  y 
señor  de  la  tierra  y  heredero  de  su  Reino;  la  creación  del  uni- 
verso, la  genealogía  de  los  Patriarcas ,  el  Diluvio ,  un  catálogo 
de  los  descendientes  de  Noé  hasta  Abraham ,  la  vida  de  este 
Patriarca,  de  Isaac  su  hijo,  de  Jacob  su  nieto,  y  de  Josef  su 
biznieto ;  y  la  historia  de  todos  los  descendientes  de  Jacob, 
hasta  la  muerte  de  Josef,  que  componen  2390  años.  Este  mis- 
mo libro  fué  el  que  Esdras  tradujo  en  letras  hebreas^  y  colocó 
el  prímero  en  la  Sagrada  Biblia,  que  se  ha  venerado  y  gobier- 
na la  Iglesia  Católica,  y  de  los^mismo  libros  Sagrados  y  Santos 
Evangelistas,  resultan  bien  probadas  las  sucesiones  de  todos 
los  antiguos  Patriarcas ,  Profetas  y  hombres  memorables  por 
sus  virtudes,  hazañas,  riquezas  y  dignidades  que  disfrutaron, 
y  principalmente  hallarán  el  mejor  modelo  en  el  libro  de  la 
generación  de  Jesucristo ,  en  el  cual  unánimes  los  sagrados 
Cronistas  buscaron  el  mayor  honor  del  mundo  para  tan  divi- 
na progenie  diciendo:  «Líber  generationis  Jesucrísti  filü  Da- 
vid:» esto  es,  descendiente  del  segundo  Rey  que  gobernó  el 
pueblo  escogido  de  Dios;  y  después  á  fin  de  darle  la  mayor  an- 
tigüedad, la  principian  desde  Abraham,  porque  éste  fué  el  Pa- 
dre de  los  creyentes,  á  quien  prometió  el  Señor,  que  su  suc- 
oesion  seria  la  dichosa,  pues  habia  de  proceder  de  ella  el  Me- 
sías» y  que  sería  su  generación  mas  dilatada  que  las  estrellas 


del  CMo  «Q  premio  de  su  grande  fé»  según  todo  se  veriDcó  en 
el  pueblo  que  ret»ultó  de  los  Israelitas,  hebreos  ó  judíos;  y  «n- 
ire  estos  fueron  las  genealogías  muy  exactas  y  sagradas  para 
no  meiclar  unas  tribus  ó  familias  con  otras;  siendo  eseIuido$ 
de  los  de  Leví,  que  era  la  de  los  Sacerdotes,  aquellas  que  de&r 
pues  de  la  cautividad  que  padecieron  en  Babilonia  no  pudie*- 
rea  probar  sus  entronques;  por  estas  razones  los  cristianos  acoiv 
daron  en  el  Santo  Concilio,  de  Trente  que  hubiese  en  las  paiw 
roquias  los  cinco  libros,  donde  se  sientan  las  genealogías  de 
loft  bautizados,  confirmados,  casados  y  muertos;  y  no  se  ad* 
0Üte  á  Ordenes  Sacras  al  que  por  lo  menos  no  prueba  su  Um-^ 
píexa  de  sangre. 

Hijos-dalgo  es  el  fundamento  de  toda  nobleta ,  es  como  el 
esmalte  en  el  oro,  que  no  le  dá  mas  valor,  sino  mas  adorno  y 
hermosura;  y  es  tan  escelente  este  nombre,  que  en  él  com- 
prenden las  leyes  á  los  Duques,  Marqueses,  €ondes ,  Vizcon^ 
des.  Barones  y  Grandes  del  Reino;  y  así  en  los  interrogatorios 
de  probanzas  de  la  orden  Militar  de  Santiago  se  hace  la  cuarta 
pregunta  de,  si  sus  padres  y  abuelos  paternos  y  matemos  son 
tenidos  por  Hijos-dalgo,  según  costumbre  y  fuero  de  Espaüa; 
y  no  pide  mas  circunstancias,  que  no  ejercer  oficios  viles  ni 
reprobados,  ni  haber  sido  castigados  con  nota  de  infamia  ó 
ser  ilegitimes;  y  la  orden  de  Alcántara,  en  la  quinta  pregun- 
ta, espresa  lo  mismo  como  la  de  Calatrava  y  otras.  Todas  las 
dignidades  de  la  Nobleza  de  España ,  desde  el  Rey  abajo,  se 
fundan  en  la  hidalguía ;  pues  en  ella  está  mas  en  su  centro  la 
virtud  de  que  se  deriva  la  nobleza.  Los  Clérigos  y  Religiosos 
por  su  estado,  son  nobles:  las  mujeres  del  estado  pechero,  que 
casan  con  hidalgos  la  adquieren,  y  por  el  contrario,  la  hijo- 
dalgo que  casa  con  villano,  durante  el  matrimonio  la  pierde. 

Esta  superioridad  de  algunos  aventajados  á  los  demás,  pa* 
ra  demostración  de  mayoría ,  introdujo  un  antenombre,  que 
los  significase,  siendo  el  Don  en  España;  que  significa  Señor, 
desde  el  tiempo  de  los  Romanos;  Monseñor  en  Italia,  Mosen 
en  Cataluña,  Mizer  en  Valencia  y  Monsieur  en  Francia;  po- 
niendo eatas  distinciones,  pronombre,  nombre,  cognombre, 


é 


—  S4  — 

agnombre  ó  renombre;  ei  primero  es  el  Don  y  sus  equivalen^ 
tes;  el  segundo  ef  nombre  propio;  ei  tercero  el  apellido^  que 
para  mayor  distinción  se  introdujo ,  siendo  el  mas  usado  en 
los  primeros  tiempos  el  patronímico,  derivado  del  nombre 
propio  que  tuvo  el  padre,  de  donde  vienen  Peres  de  Pedro, 
Alvares  de  Alvaro ,  González  de  Gonzalo ,  Fernandez  de  Per* 
nando,  Martínez  de  Martín,  etc.;  el  cuarto  es  el  alcufia,  ad* 
quírido  de  acciones  ó  sefiales  naturales,  ó  hazafias,  ó  quedé 
el  pueblo ;  como  el  de  Cerda,  porque  nació  con  una  el  origi* 
nario;  Cabezón  porque  tuvo  gran  cabeza;  Acuña,  por  las  ha* 
zafias  de  las  Cufias  en  la  conquista  de  Lisboa;  Córdova,  por  ser 
ganadores  de  ella,  etc.:  otros  apellidos  se  adquirieron  por  la 
naturaleza  ó  Sefiorio  de  lugar. 

La  Regia  Magostad  no  es  una  quimera  fundada  sobra  la 
estupidez  humana  en  provecho  de  algunos  seres  privilegiados* 
Aunque  no  sea  mas  que  por  respeto  así  propios,  todos  los  homr 
bres  sensatos  tienen  la  conciencia  de  esa  veneración  que  exi^ 
gen  las  Dignidades  instituidas  en  las  diversas  sociedades  de 
que  hacen  parte;  el  mismo  Dios  parece  haber  querido  rodear 
estas  distinciones  terrestres  con  una  aureola  sagrada,  cuan-^ 
do  á  través  de  los  siglos  nos  muestra  constantemente,  que  los 
pueblos,  á  los  cuales  ha  concedido  la  mas  larga  duración  de 
orden  y  de  poder,  son  los  que  han  proclamado  la  estimación  y 
el  respeto  para  con  la  grande  ó  indispensable  gerarquía  sociaíi» 
cuyo  primer  grado  debe  presentarse  continuamente  á  los  ojos 
de  la  multitud  rodeado  de  brillantez  y  majestad,  ya  sea  Reyt 
Emperador  ó  Patricio  quien  en  él  se  halle  elevado.  Esta  es  la 
causa  porque  á  cualquiera  clase  que  uno  pertenezca,  no  pue* 
de  penetrar  en  el  Palacio  de  los  Reyes  sin  esperimentar  una 
emoción  involuntaria ,  que  aun  el  mas  fanático  partidario  de 
la  igualdad,  es  tan  impotente  á  reprimir,  como  loes  el  incré- 
dulo ó  impío  cuando  al  traspasar  el  umbral  de  la  antigua  Gasa 
del  Señor  levanta  los  ojos,  los  pasea  por  la  vasta  profundidad 
de  los  Santos  lugares,  y  luego  los  baja  á  la  tierra  aturdido  de 
la  pequenez  de  su  ser  bajo  el  arco  aéreo  de  la  nave  gótica. 

Las  Dignidades  son  de  dos  clases:  de  naturaleza,  que  es  mas 


-SB- 

Bobie,  cuanto  mas  se  aproiima  á  la  Sangre  Real;  y  de  adqui- 
sieioD  por  méritos  personales.  Gradúense  las  Dignidades  por 
al  orden  siguiente: 

Emperadores  y  Reyes:  según  la  ley,  son  los  mas  nobles 
hombres  en  honra  y  poder.  El  título  de  Emfierador  es  menos 
antiguo  que  el  de  Rey ,  el  cual  se  introdujo  por  los  Romanos 
para  Capitán  general  de  los  ejércitos,  y  después  se  apropió  la 
superioridad  del  gobierno  político ,  señoreando  lo  uno  y  otro 
y  se  hizo  Estado  Soberano ,  el  primero  de  lo  temporal;  signi- 
ficando guardador,  así  como  el  de  Rey  es  la  primera  dignidad 
del  Reino,  de  que  tomó  nombre  su  estado,  concediéndole  las 
repúblicas  esta  jurisdicción  y  autoridad.  i 

Principe,  que  quiere  decir  primero  ó  principal,  fué  el  pri- 
mero en  Castilla ,  con  sefialamiento  del  Estado  de  Asturias, 
continuado  en  los  sucesores  el  Rey  D.  Juan  I  de  Castilla  por 
capitulación  de  su  casamiento  en  vida  de  su  padre  D.  Enrique; 
y  en  Portugal  el  Rey  D.  Alonso,  hijo  de  D.  Duarte,  á  imitación 
de  lo  que  se  usaba  en  Inglaterra  con  el  primogénito  y  usaron 
jos  Reinos  de  Aragón  y  Navarra.  Vulgarmente  se  suele  llamar 
en  común.  Príncipes  á  los  Reyes  y  otros  señores,  aunque  tam- 
bién hay  títulos  con  este  nombre,  como  el  de  Príncipe  de  Es- 
quilache,  de  Melito,  de  Astillano  y  otros  que  se  usan  mucho 
en  Italia. 

Infantes  sen  los  demás  hijos  de  los  Reyes;  siendo  solo  nom- 
bre sin  Estado. 

La  clase  de  los  Grandes  ó  magnates  es  la  de  los  Condes  y 
Ricos-hombres  antiguos,  que  fueron  los  primeros  Títulos  y 
Dignidades  instituidas  por  los  Reyes ,  pues  la  de  Duques  y 
Marqueses  lo  fué  por  el  Rey  D.  Enrique  II,  como  cons- 
ta por  la  ley  de  D.  Alonso  el  Sabio,  en  que  ordena  se  con- 
firmen las  donaciones  y  privilegios  Reales,  llamados  Ro- 
dados, por  los  Prelados,  Condes  y  Ricos-hombres,  Alférez  y 
Mayordomo  mayor.  Entre  los  honores  de  esta  dignidad  de  la 
Grandeza  ó  Rica-hombría,  es  uno  el  de  cubrirse  en  presencia 
de  los  Reyes.  En  tiempo  deD.  Felipe  I  de  España  vinieron 
acompañándole  algunos  títulos  de  Flandes  y  de  Alemania,  en 


0 


donde  nadie  se  cuhria  delante  de  las  personas  Reales,  y  sen- 
tidos de  esta  desigualdad,  los  de  España  por  hacer  lisonja  á  su 
Rey  se  descubrieron,  y  muerto  éste  volvieron  á  su  costumbre 
en  presencia  de  U  Reina  dod9  Juana,  basta  que  en  15S0,  en 
la  eoronacioii  del  Emperador  Garlos  V  en  Aquisgran ,  volvió 
¿  haber  el  mismo  sentimiento  por  parte  de;  los  Títulos  estran* 
jeros,  y  el  Emperador  pidió  á  Jos  espadóles  que  dejasen  de 
cubrirse:  acabada  la  Dieta  mandó  cubrir,  á  algunos  que  por 
tener  casas  y  estados  aventajados  y  ser  á  la  vez  cabezas  de  los 
Knajes  y  familias  mas  ilustres,  les  honró  tratándoles  con  tíMilo 
de  Primo  y  á  otros  de  Pariente ;  lo  cual  se  ha  conservado  en 
práctica  de  los  Reyes  D.  Felipe  11,  III  y  IV:  después  de  las 
Personas  Reales  es  la  mayor  dignidad :  confirmaban  los  prí 
vUegiosy  mercedes  que  tos  Reyes  daban,  firmando  ellos  y  loe 
Prelados  alrededor  del  sello  Real,  por  lo  que  los  que  llevaban 
esta  solemnidad  se  llamaban  Rodados.  Estos  Ricos-hombres, 
llamados  boy  Grandes  del  Reino,  se  les  debe  dar  precisamente* 
Seftona,  y  por  cortesia  Escetencia ,  según  la  ley. 

Duque ,  se  deriva  de  Dnco ,  ducis  por  guiar,  ó  de  Dux, 
que  significa  Capitán,  ya  sea  general  ú  ordinario:  esto  es, 
Caudillos  que  conducen  huestes.  Era  el  Capitán  general  que, 
en  ausencia  del  Rey ,  gobernaba  el  ejército ,  y  préseme  éste 
llevaba  el  Estandarte  Real,  como  á  su  Alférez:  ahora  es  Estado 
y. Señorío  con  succesiop;  la  primera  dignidad  de  los  títulos  y 
no  oficio,  porque  cuando  lo  era  se  introdujo  por  los  Ropaa- 
Bos,  y  según  Mariana,  habían  de  ser  Capitanes  generales  en 
alguna  ciudad  ó  comarca,  y  batiai^  moneda  para  el  sueldo  de 
sus  gentes,  de  lo  que  procedió  llamarse  en  España  el  escudo 
ducado.  Dio  este  título  el  Rey  de  Aragón  á  su  hijo  menor  e! 
Infante  D.  Femando  en  14  de  marzo  de  1390. 

En  Alemania  hay  Archiduques,  que  es  mas  que  Duque, 
por  lo  que  llaman  al  primogénito  Archiduque  y  á  los  segun- 
dos. Duques;  pues  la  palabra  Archos  significa  Príncipe. 

Conde,  se  tomó  de  Comes  ó  compañero,  por  la  compañía 
que  haeian  al  Rey  en  el  gobierno  ó  guerra :  antiguamente  se 
usaba  dar  este  título  á  los  Gobernadores  principales  de  pro- 


-37  — 

vineia, siendo  el  primero  que  lo  verificó,  el  Emperador  Róma- 
Bo  Antonino  Vero  el  Filósofo  ^  en  el  año  139 ,  y  el  Emperador 
Dioeleeiano  los  iatrodujo  en  España  en  el  de  330.  Hoy  es  dig- 
nidad de  título  y  no  oficio,  y  se  concede  por  despacho  del 
Rey»  siendo  sus  Estados  y  nombre  hereditarios.  En  tiempo  de 
los  primeros  Reyes  de  España,  después  de  su  restauración  de 
los  Moros,  usaron  sus  hijos  y  nietos  de  los  títulos  de  Infantes 
y  Condes  para  denotar  la  cercanía  á  la  Persona  Real.  Los  Go- 
dos tuvieron  Condes  palatinos,  que  eran  los  que  tenían  los 
Oficios  de  Palacio,  y  hoy  se  conservan  en  el  estranjero. 

Vixoonde,  es  grado  menor  que  Conde,  aunque  equiparado 
con  fuerza  ó  veces  de  Conde,  por  lo  que  dice  la  ley,  que  qaie- 
redecir  tanto  como  Oficial,  que  tiene  lugar  de  Conde,  gober- 
nando su  Estado  y  administrando  justicia,  y  eran  los  primogé- 
nitos de  los  Condes  como  mayorazgos,  que  esperaban  las  veces 
paternas,  quetenian  en  sus  ausencias:,  consignándoles  porción 
en  el  Estado  de  sus  padres,  para  que  gozasen  de  ella  hasta  que 
heredasen,  á  semejanza  de  los  Romanos,  que,  el  que  liabia  de 
ser  Emperador,  era  César  en  vida  de  su  padre;  hasta  el  pre- 
sente se  ha  tenido  por  título  necesario  para  ascender  á  Conde  ó 
Marqués. 

Condestable,  significa  compañero  permanente;  era  Capitán 
general  y  justicia  mayor  de  Ejército,  Título  y  Grande  en  Casti- 
lla donde  se  introdujo  á  imitación  de  Francia  en  1382  fior 
merced  del  Rey  D.  Juan  I.  de  Castilla,  á  favor  de  D.  Alonso 
de  Aragón,  Conde  de  Denia  y  Marqués  de  Villena;  el  cual  suc- 
cedió  en  lugar  del  antiguo  oficio  de  Alférez  del  Rey. 

Almirante,  es  también  Titular  y  Grande  y  era  en  la  mar  el 
mismo  oficio  que  Condestable  en  tierra,  como  dice  la  ley. 

Adelantado,  era  Título  y  Grande,  oficio  de  jurisdicción,  ca- 
beza de  Gobierno  y  Capitán  general,  yj  significa  hombre  ante- 
puesto ó  preferido,  según  la  ley. 

Marqués  se  denomina  de  Marchia  ó  Marca,  que  es  límite  6 
provincia  junto  al  mar  ó  á  reinos  estraños;  y  se  daba  su  Go- 
bierno político  y  militar  con  este  nombre,  equivalente  á  Capi- 
tán de  Frontera. 


t 


—  28  — 

Garlo-Magno,  el  afio  778  en  la  Dieta  de  Gerbna,  viéndose  ya 
dueño  desde  esta  Ciudad  á  Narbona,  á  fin  de  dar  asiento  y 
gobierno  á  lo  conquistado,  dividió  la  Gatalulla  en  nueve  partos 
que  apellidó  Condados,  estableciendo  en  cada  Condado  y  bajo 
su  sujeción  un  Vizcondado,  una  nobleza  y  una  Yalvesoría.  De 
modo  que  en  Cataluña  habia  de  primitiva  creación  constitu- 
yendo parte  de  la  mas  gloriosa  nobleza  titular,  nueve  Condes, 
nueve  Vizcondes,  nueve  Nobles  y  nueve  Valvesores.  Todos  es^ 
tos  títulos,  lo  mismo  que  los  de  Carlanes  ó  Catanes  y  otros  que 
en  aquellos  tiempos  espresaban  los  distintos  grados  superiores 
de  la  Milicia,  son  conocidos  hoy  con  el  nombre  de  Barones, 
que  se  interpreta  por  hombre  fuerte  y  valeroso,  que  lo  ha  mos- 
trado en  guerras,  en  cuya  acepción  ya  en  los  tiempos  de  su 
creación  venian  comprendidos,  al  par  que  hoy  con  la  palabra 
Jefes  se  espresan  las  distintas  graduaciones  de  Brigadieres, 
Coroneles,  Comandantes  etc.,  de  modo  que  ya  entonces  se  ITa« 
maba  indistintamente  ó  Vizconde  ó  Barón  ó  Noble  ó  Valvesor 
ó  Carian  al  que  poseía  alguno  de  aquellos  títulos,  equivalen- 
tes al  delnfanzonen  Castilla,  que  es  el  de  los  Caballeros Hijo^ 
dalgo,  Señores  de  vasallos  ó  de  Casas  fuertes,  que  eran  como 
caudillos  y  cabezas  de  compañías  de  Infantes,  que  ahora  se 
entiende  por  el  pariente  mayor  del  linaje  noble,  y  su  casa  so- 
lariega se  llama  infanzonada.  Los  Carlanes  ó  Catanes  erairi  Ca- 
pitanes y  los  Valvesores  ó  Valvasores  eran  t^orteros  del  Palacio 
Real  por  derecho. 

Potestad,  era,  en  lo  antiguo  justicia  Mayor  y  ejercían  po- 
derío en  grandes  Castillos,  y  eran  escogidos  para  Regidores  de 
las  Villas. 

Vicarios,  llamaban  á  aquellos  oficiales,  que  fincaban  por 
Adelantados  en  lugar  de  los  Emperadores,  Reyes  ó  Grandes 
Señores  en  las  Provincias  ó  Condados. 

Merinos,  es  lo  mismo  que  después  Adelantados,  ahora  Go- 
bernadores, por  lo  que  se  daba  á  los  Ricos-hombres,  y  tenian 
gobierno,  y  confirmaban  privilegios ,  como  los  Alféreces  de 
Rey  y  los  Mayordomos,  que  eran  personas  de  cuenta,  que  te- 
nian los  Reyes  para  recoger  las  rentas  en  cada  Provincia. 


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—  29  — 

Mariscal,  es  también  título  y  oficio  de  Maese  de  Campo;  se 
introdujo  por  el  Rey  D.Juan  el  I.  de  Castilla  en  1383,  y  le 
dio  á  D.  Femando  Alvarez  de  Toledo  y  á  D.  Pedro  Ruiz  Sar- 
miento; á  ellos  pertenecía  señalar  y  repartirlas  estancias  de  la 
gente  del  ejército  según  costumbre  de  España;  oficio  que  entre 
los  Romanos  se  llamaba  Tribuno  de  soldados.  Este  nombre 
viene  de  Marscalco,  que  en  alemán  significa,  hombre  amaes- 
trado en  cuidar  caballos,  y  de  Scale  viene  la  de  Senescal,  que 
significa  hombre  que  gobierna  bien  la  familia.  Alférez  ma- 
yor. Condestable  y  ahora  Capitán  general,  aunque  no  es  títu- 
lo ni  Grande,  tiene  Escelencia,  como  el  Maestre  de  Campo,  el 
Brigadier  y  el  Coronel  Señoría. 

Hijos-dalgo  notorios  de  Casa  y  Solar  conocido,  son  los  que 
tienen  su  nobleza  por  posesión,  antigüedad  y  origen  cierto  de 
linaje,  derivado  de  padres  á  hijos,  conservando  la  antigua 
memoria  en  herencia  transferida  de  la  virtud  y  valor  de  sua 
mayores,  lo  cual  se  halla  introducido  desde  el  principio  del 
mundo  por  el  derecho  de  las  gentes;  han  tenido  libertad  y 
franqueza  hasta  el  presente  reinado  desde  el  tiempo  del  Rey 
Don  Sancho  de  Leen,  llamado  el  Gordo,  año  9K5.  Dícese  de 
Gasa  y  Solar  conocido,  por  la  certidumbre  del  origen  dé  su  no- 
bleza, manifestada  en  la  memoria  ó  tradición  inmemorial  de 
la  raix  ó  cimiento  del  linaje  de  donde  proc/cde,  que  por  mas 
conocido  tuvo  solar  y  casa  señalada  en  que  habitaron  susmas 
antiguos;  y  la  palabra  notorios^  denota  ser  cosa  recibida  de 
todos  por  tradición  sin  contrariedad,  ó  por  juicio  de  Juez 
competente:  se  dice  también  de  devengar  500  sueldos  á  fuero 
de  España,  parque  el  Rey  D.  Ramiro,  cuando  ganó  á  los  Mo- 
ros la  insigne  batalla  de  Clavijo,  hizo  esta  merced  á  los  hijos- 
dalgo, que  le  ayudaron  á  defender  el  Pecho  y  tributo  de  las 
doncellas  y  SOO  sueldos  de  oro  porcada  una  anualmente  (lla- 
mado el  pecho  del  Burdel)«  De  esto  procedió  el  fuero,  que  el 
que  matase  á  hijo-dalgo  pagase  500  sueldos  por  el  homicidio, 
lo  mismo  que  el  que  le  hiriese  ó  deshonrase,  ley  65  y  131. 
Apellidanse  co^  otros  nombi*es  como  el  de  Infanzones,  Gen- 
tiles-hombres y  Escuderos,  que  es  un  mismo  significado  sin 


—  30  — 

alterar  su  eseocia,  porque  Noble  absolumente  lo  es  aquel  á 
quien  el  Rey  ennobleció  y  sus  descendientes. 

En  la  restauraciou  de  España,  los  Españoles,  que  se  habían 
recogido  á  las  montañas  de  Vizcaya,  Burgos,  Asturias,  Galicia 
Navarra,  Cataluña,  Aragón  y  montes  Pirineos,  adonde  con  la 
aspereza  de  la  tierra,  y  con  algunos  fuertes  que  se  edificaron, 
se  defendieron  valerosamente  de  los  Árabes,  y  visto  que  había 
muerto  el  Rey  D.  Rodrigo,  alzaron  por  su  Rey  y  Señor  natu- 
ral al  Infante  D.  Pelayo  para  que  los  acaudillase,  año  714;  en 
los  Pirineos  á  D.  García  Giménez  y  en  Cataluña  en  la  Cueva  de 
Pavón  á  D.  Garcia  Ifiíguez,  Caballeros  principales  de  los  Go- 
dos; cada  uno,  por  su  parte,  comenzóla  restauración,  hacien- 
do Casas  fuertes,  adonde  se  recogían,  y  de  donde  podian  hacer 
daño  á  sus  enemigos;  las  cuales  son  los  verdaderos  y  antiguos 
solares  de  la  Nobleza  de  España,  y  á  los  caudillos  de  ellas  los 
llamaron  Infanzones,  y  éstos  y  sus  descendientes  eran  los  No* 
bles.  Desde  ellas  ganaban  tierras  y  despojos,  con  que  se  hicie*- 
ron  ricos  y  poderosos,  pero  se  hacían  de  estimar,  tanto  el  pri* 
mogénito,  que  heredaba  el  cargo  y  casa,  como  los  segundos  y 
demás  descendientes;  aunque  fueren  pobres  se  llamaban  Iii* 
fanzones;  igual  que  sucedió  en  tiempo  del  Conde  Fernán  Gon- 
zález, y  que  tienen  en  Vizcaya,  Aragón  y  Cataluña;  pero  siendo 
pobres  les  llamaban  Escuderos,  porque  servían  á  los  Rico»- 
hombres  llevándoles  las  armas  y  el  Escudo;  y  lo  mismo  es 
Gentil-hombre  porque  así  se  nombran  en  la  Casa  Real  y  en  las 
de  los  Señores  los  criados  de  estimación.  No  solo  se  tienen  por 
casas  solariegas  aquellas  primitivas,  sino  las  fundadas  después 
en  otras  partes  por  haberse  trasplantado  en  ellas  ramas  de  aque- 
llas, ó  dádoles  origen  hechos  famosos,  ó  serlo  sus  fundado- 
res ú  otras  causas.  En  Navarra  se  intitulan  Palacios,  en  Ara-* 
gon  casales  y  en  otras  partes  otros  nombres. 

En  la  procreación  consiste  permanecer  la  naturaleza  bu- 
mana,  que  es  uno  de  los  dos  preceptos  del  Santo  Sacramento 
del  matrimonio,  instituido  por  Dios  en  nuestros  primeros  pa- 
dres Adán  y  Eva,  dicióndoles,  creced,  multiplicad  y  llenad  la 
tierra:  del  matrimonio  sale  el  linaje,  porque  él  es  la  unión  del 


> 


—  51  — 

hombre  y  la  mujer,  hecha  con  la  intención  de  vivir  «iempre 
en  uno. 

Los  espafioles  antiguos,  desde  el  tiempo  de  Túbal,  tenían 
por  costumbre  y  solemnidad  pedir  á  Dios  fecundidez  en  los 
matrimonios,  según  Noé  lo  habia  enseñado  á  sus  hijos.  Los 
Cartagineses  usaban  invocar  el  favor  divino,  y  hacian  sacri-í- 
ficios  á  su  Diosa  Venus,  á  la  cual  invocaban,  enlazando  los 
recien  casados  con  una  toca  larga,  como  lo  usamos  en  las 
velaciones,  al  varón  por  los  hombros,  porque  se  le  pone  en 
ellos  la  carga  del  matrimonio,  y  á  la  mujer  sobre  la  cabeza^ 
denotando  la  superioridad  del  marido,  que  es  suya,  y  que  á 
su  sombra  ha  de  guardar  su  honra.  Los  antiguos  Romanos 
hacian  tocar  con  la  mano  agua  y  fuego  á  los  desposados,  por-* 
que  el  agua  limpia,  y  el  fuego  afina,  y  á  la  novia  la  entrega-* 
ban  una  rueca,  dando  á  entender  debia  ejercitarse  en  las 
faenas  domésticas,  y  por  estimación  de  su  honestidad  se  in* 
trodujeron  las  arras  y  la  esponsalia  largitas,  como  por  dote 
que  dá  el  marido  á  la  mujer,  y  el  que  ella  lleva  es  para  su8<> 
tentar  las  cargas  del  matrimonio.  Los  Hetruscos  no  daban  ni 
recibían  dote,  solo  enviaban  un  anillo  de  hierro  á  la  novia  ofi 
seftal  de  parsimonia.  Por  Decreto  antiguo  no  se  podian  casar 
las  viudas  en  el  primer  año  de  su  viudez,  y  tenian  penas 
por  ello,  hasta  que  lo  reformaron  las  leyes  3.*  y  4.'  título  1.^ 
libro  V  de  la  Recopilación.  Lamech  fué  el  primero«que  se 
casó  dos  veces;  y  el  primer  divorcio  por  repudio  fué  el  de 
Carvilio  Ruga,  que  dejó  á  su  mujer  por  estéril,  y  lo  admitió 
el  Senado  Romano  año  3729  de  la  creación.  En  el  de  225  áé 
Cristo,  prohibió  el  Pontífice  Calixto  los  matrimonios  entre 
parientes. 

Los  Babilonios  juntaban  á  las  doncellas  en  lugar  público  y 
dia  señalado ,  y  las  graduaban  por  su  hermosura ,  y  el  que 
mas  precio  daba  se  llevaba  la  mas  hermosa  para  mujer.  Igual 
hacían  los  antiguos  Venecianos ,  aunque  estos  por  la  que  era 
de  mediano  parecer  ni  daban  ni  recibían.  En  Francia  habia 
costumbre  de  dar  el  padre  un  convite  á  muchos  mancebos  para 
que  escojiesen  entre  sus  hijas,  y  era  aceptado  aquel,  á  quien 


—  89  — 

primero  daba  aguamanos  la  doneella.  El  mal  casamiento  nan« 
ca  se  acaba  de  llorar ,  y  jamás  será  bien  casado  el  que  despre- 
cia á  su  suegro;  y  e)  refrán  castellano  dice,  caáar  y  encompa- 
drar ha  de  ser  con  igual.  El  que  casa  y  toma  parientes  mas 
honrados  que  él,  señores  toma  á  quien  servir,  según  Lucio 
Floro.  El  pobre  que  se  casa  con  mujer  rica,  no  recibe  mujer 
sino  señora ,  según  Eurípides.  Dice  la  ley:  «aquella  con  quien 
casases  tenga  en  sí  cuatro  cosas;  primera,  que  venga  de  buen 
Unaje;  segunda,  que  sea  hermosa;  tercera,  que  sea  de  bue- 
nas costumbres;  y  cuarta,  que  sea  rica,  porque  cuanto  de  me- 
jor linajo  fuere,  tanto  será  él  mas  honrado,  y  por  lo  mismo 
loe  hijos  que  de  ella  hubiese:  cuanto  mas  hermosa,  mas  la  ama- 
rá, y  mejor  parecerán  entre  los  otros  hombres;  cuanto  de  me- 
jores costumbres  sea,  tanto  mayores  placeres  recibirá  de  ella, 
y  mejor  guardará  su  honra  y  la  de  su  marido;  y  cuanto  mas 
rica,  mayor  comodidad  y  mas  llevaderas  las  cargas  del  matri- 
monio«  «Platón  dijo:  solo  la  hermosura  es  digna  de  aer  amada. 
EUodoro;  la  hermosura  es  un  don  de  naturaleza,  que  tiene 
gran  fuerza  de  atraer  á  sí  los  coraiones  y  benevolencias  de  los 
que.  la  miran.  Aristóteles;  que  conmueve  mas  que  elocuentes 
escritos.  Séneca,  que  es  una  honra  muda.  Lucio  Floro ;  el  que 
se  casa  con  mujer  de  buen  parecer,  toma  cuidado,  y  el  que  con 
fea  lleva  tormento.  Bion;  si  el  hombre  casare  con  fea,  tendrá 
perpetro  dolor,  y  si  con  hermosa  será  insufrible  y  común.  Mar- 
co Aurelio;  á  gran  trabajo  se  ofrece  el  que  con  mujer  hermosa 
86  casa,  pues  la  ha  de  sufrir  su  soberbia,  gastos  y  locura.  Armi-» 
aio;  gran  filósofoi  no  quiso  casar  en  su  mocedad,  y  pregun- 
tado por  qué ,  contestó ,  porque  si  es  fea ,  téngola  de  aborre- 
cer; si  rica,  de  sufrir;  si  pobre,  de  mantener;  si  hermosa,  de 
guardar;  y  cuando  era  viejo  y  ciego,  del  demasiado  estudio, 
casó  por  regalo,  y  tuvo  una  bija  de  quien  descendieron  los 
Amilcares  Gartegineses,  competidores  de  los  Scipiones  Ro- 
manos. El  jurisconsulto  Estoveo  sienta,  que  la  mujer  se  dice 
de  amolicie,  que  es  blandura  del  entendimiento,  y  por  ello  dá 
siempre  testimonio  vario  y  mudable;  que  es  un  mal  perpetuo 
y  aecesario  en  el  mundo.  Mimo  Públio,  que  es  para  casa  sa- 


lud  y  ilafto.  Tubenal,  so  hay  cosa  mas  iosufríble  ni  intolera- 
tile  que  la  mujer  rica;  y  que  la  primera  pregunta  de  los  ca- 
samientos es  lo  hacienda ,  y  la  postrera  las  costumbres.  Plau- 
to;  que  iolamenlB  sujeta  al  marido  la  que  siu  dote  se  recibo, 
Earípides;  que  la  desposado  sin  dote  nunca  tiene  libertad  de 
hablar.  Tito  Livio:  si  á  la  mujer  haces  igual,  mayor  la  haces. 
Aristóteles:  generalmente  la  mujer  tiene  mas 'piedad  que  el 
hombre,  pero  mayor  envidia,  mas  malicia,  y  ongafia  con  mas 
facilidad.  Mas  todo  elio  no  debe  agraviar  á  las  que  no  les  toca, 
cuya  estimación  y  loa  sobrepuja  i  todo,  porque  Gaya  Celia  y  Ta- 
tosio  fueron  enltoma  dechado  de  buenos  casados  en  tiempo  dol 
fteyTarquinoPrisco,quedandoporejemplo  éntrelos  Romanos, 
ignal  que  TaSaquil  y  Servia  Tulio';  y  basta  para  su  alabaaia 
la  ocasión  qne  dieron  las  Romanas  pera  que  se  las  concediese 
el  poder  ir  en  catTosas  y  que  fueses  loadas  en  su  muerte  co- 
mo los  varones.  La  majer  es  parte  yTacton  entera  del  hom- 
bre, segnn  Virgilio.  San  Crisóstomo:  la  mujer  fuá  formada 
solo  para  el  servicio  y  regalo  del  hombre  después  de  la  gene- 
ración. Si  el  mundo  estuviese  sin  mujer,  fuera  árbol  sin  boja, 
prado  sId  yerba,  fuente  sin  agua,  y  ciudad  sin  gente.  Eun'pK 
dej:  en  las  deegraoias  de  fortuna  y  enfermedades,  es  ja  mujer 
para  su  mando  uña  cosa  suavísima.  Penélopa  fué  tan  recogi- 
da; qUe  guardó  lealtad  á  sü  esposo  Ulises,  sin  saber  en  mas  de 
veinte  aios  si  tn''  la  guerra  era  muefl»  ó  vivo,  y  pedida  de 
mnchos  ea  casamiento  ha  entretuvo  hasta  la  llegada  de  su  ma* 
rido.  la  valerosa  Pastbea^  viendo  al  suyo  atravesado  de  una 
lanzo  y  muerte  «ft  la  guerra,  se  lavó- ton  la  sangre  de  la  he- 
rida, y  se  diú' tturáteoott  bl  propia  lajiia.  Porcia  Romana, 
bija  de  Horco  Porcib,  tuvo  iiatioia  de  la. muerte  de  su  marido 
Bruto  en  la  gnfem  de.FarsaIÍB,  y  habiéndole  quitbdo  todo  gé- 
nero de  amas  (Jará  que  no  pudiese  suieidarte  por  su  dolor, 
muirá  comiendo  ascuas  de  fuego.  La  valerosa  mujer  Tébana, 
viando'qae  Abitaialech  se  bahin  apoderado  de  la  Ciudad,  es- 
peró llegase  á  quemar  la  puerta  de  la  torre  donde  estaban  re- 
cojidos,  y  tirando  una  teja  le  hirió  la  cabeza ,  de  que  murió 
y  puso  al  ejéroitoea buida,  d^ndo  Ubre  la  Ciudad.  Teniendo 


-34- 

ios  Laoemones  presos  muchos  nobles  de  los  Minos,  y  senten- 
dados  á  muerte,  sus  mujeres  con  ruegos,  lágrimas  y  dones 
consiguieron  de  las  guardas  poderlos  visitar,  y  trocando  los 
vestidos  los  libraron ,  quedándose  ellas  en  la  prisión,  y  por  tan 
singular  fineza  las  perdonaron  con  sus  maridos,  honrándolas 
con  grandes  privilegios.  Igual  acción  hizo  Doña  Sancha,  mu* 
jerdel  Conde  Fernán  González,  Señor  de  Castilla,  hermana 
del  Rey  D.  García  de  Navarra.  Muchas  han  adelantado  á  los 
varones,  pues  Pánphila,  bija  deLatheo,  en  la  Isla  de  Theo, 
inventó  el  tejer,  la  Reina  Céresel  arar,  sembrar,  trillar,  mo- 
le^ el  trigo  y  amasarle.  Semíramis,  Reina  de  Babilonia,  cuya 
ciudad  cercó  de  ladrillo,  inventó  las  medias  para  los  hom- 
bres, é  hizo  grandiosos  edificios.  La  valerosa  Pantasilea  in- 
ventó la  acha  de  armas  y  usó  de  ella  en  las  guerras.  Phenisa 
inventó  la  ballesta  y  las  xaras.  La  fama  de  Roma  y  Grecia  se 
poso  en  competencia ,  nombrando  doce  mujeres  Romanas  y 
otras  doce  Griegas,  las  mas  sabias;  y  puestas  en  discusión,  las 
Griegas,  por  su  elocuencia  quedaron  por  mas  sabias,  pruden- 
tes y  hermosas.  Cornificia  hablaba  en  verso  como  el  mas  des- 
pierto y  locuaz  en  prosa.  La  Griega  Areta  leyó  muchos  años 
filosofía,  haciéndose  lugar  entre  los  mas  principales  filósofos. 
Delvora  fué  doctísima  y  valerosa  en  armas.  Istrinia,  Reina  de 
los  Scitas ,  enseñó  á  su  hijo  Silen  las  letras  griegas  y  latinas  y 
otras  ciencias.  Temistoclea,  hermana  de  Pitágoras,  escribió 
muchas  sentencias,  y  tuvo  grandes  opiniones,  de  que  se  apro- 
vechaba su  hermano  en  lecciones  públicas.  Manto,  que  dio 
nombre  á  la  Ciudad  de  Mantua,  fué  gran  baticinadora  y  es- 
darecida  en  letras.  Hipocralia,  discipula  de  Mirtido,  escribió 
cinco  libros  de  epigramas,  y  venció  en  público  certamen  cinco 
veces  á  Píndaro,  príncipe  de  los  Úricos.  Pola  Argentina,  mu- 
jer de  Lucano ,  le  ayndó  en  la  enmienda  de  los  tres  libros  de 
laFarsalia,  y  con  elegancia  acababa  muchos  versos,  que  su 
marido  comenzaba  sin  acertar  á  concluirlos.  Diotinia  y  Aspa- 
sía  fueron  tan  escelentes  en  filosofía ,  que  Sócrates  se  llamaba 
su  discípulo.  Eudoxa,  mujer  de  Teodoro  Júnior,  á  mas  de  ser 
hermosa  y  honestísima  en  estremo ,  fué  tan  señalada  en  letras, 


—  35  — 

que  dejó  escrito  un  libro  de  admirables  consejos  y  singulares 
doctrinas.  Théono,  natural  de  Mesopotania  ó  Creta,  de  profe- 
sión pitagórea,  mujer  de  Brutino  Grotomata,  trató  de  la  vir- 
tudy  y  escribió  sobre  la  filosofía  versos  y  apogtemas  en  mucha 
suma.  Zenobia,  Reina  de  los  Palmirenos,  escribió  un  Epito- 
me de  la  historia  oriental  y  Alejandrina,  y  fué  maestra  de  sus 
hijos  los  Principes  Hereniano  y  Thimolao,  y  armada  á  caballo 
animaba  ¿  sus  soldados ,  orando  elegantísimamente ;  gobernó 
el  Imperio  en  la  Siria,  muerto  su  marido  Odenato,  y  venció  y 
«prisionó  á  Sapor,  Rey  de  Persia.  Aspasia ,  mujer  de  Milesia, 
leyó  públicamente  filosofía  y  retórica,  y  fué  graduada  de  maes- 
tra, y  después  casó  con  el  famoso^Perícles.  Abigail  tuvo  tantas 
letras  y  discreción,  que  supo  aplacar  laira  del  Rey  David  con- 
tra Naval,  su  marido,  y  viuda  casó  con  el  Rey.  Delvora  fuédoc- 
t/sima  y  valerosa  en  armas,  y  rigió  mucho  tiempo  el  pueblo 
de  Dios,  consiguiendo  grandes  y  famosas  victorias:  según  la 
Sagrada  Escritura  ó  historias,  dejando  de  relatar  otras  infinitas. 
También  hay  casamiento  clandestino,  que  es  el  que  se  ha- 
ce sin  la  solemnidad  dispuesta  por  la  Santa  Madre  Iglesia ,  y 
es  de  tres  maneras:  1.^.  cuando  lo  hacen  encubiertamente  sin 
testigos  de  ello,  por  cuya  razón  no  se  puede  probar:  2.*,  cuan- 
do lo  hacen  ante  alguno ,  mas  no  piden  la  novia  al  padre  ó 
madre  ó  parientes ,  que  la  tienen  en  guarda,  ni  les  dan  sus 
arras  ante  ellos,  ni  hacen  las  honras  que  manda  la  Iglesia; 
y  3.^,  cuando  no  lo  hacen  saber  en  la  Parroquia  á  que  perte- 
necen, que  es  con  amonestaciones  y  concurrencia  de  Cura;  y 
la  ley  3.*,  título  3.^,  partida  4.*,  pone  por  pena,  que  no  sean 
sus  hijos  tenidos  por  legítimos. 

Los  hijos  legítimos  tienen  mas  estimación ,  porque  son 
ciertos  y  mas  conocidos  que  otros  que  nacen  de  mujeres, 
que  no  se  pueden  guardar ,  y  hasta  por  naturaleza  deben  ser 
mas  ricos  y  mas  esforzados,  porque  no  caen  en  vergüenza  ,  y 
porque  los  parientes  y  los  demás  los  honran  y  los  adelantan 
mas;  y  según  la  ley  2.^,  título  13,  partida  4.*,  pueden  recibir 
dignidades ,  Ordenes  Sagradas  y  demás  honras  seglares ;  he- 
redan á  sus  padres,  abuelos  y  otros  parientes ,  lo  que  no  pue- 


--se- 
den hacer  los  que  no  son  legítimos.  Los  hijos  que  fueren  na- 
cidos de  alguna  mujer  casada,  durante  el  matrimonio  de  ella 
y  su  marido,  son  tenidos  por  legítimos.  Las  hijos  que  nacieren 
de  alguna  mujer  casada  con  hombre  que  tuviesen  otra  mujer, 
son  legítimos  si  ella  no  lo  sabia,  asimismo  son  legítimos  los 
legitimados  por  el  Rey,  pero  aunque  éstos  suceden  á  los  pa- 
rientes en  las  honras,  no  suceden  á  sus  padres  ni  madres,  ni 
otros  ascendientes  ex-testamento,  ni  abintestato^  teniendo  ios 
tales  hijos  ó  nietos  legítimos  ó  legitimados  por  subsecuente 
matrimonio,  salvo  en  el  quinto  de  los  bienes,  si  ellos  los  de- 
jaren, como  lo  pueden  hac^r ,  á  cualquiera  estraño.  Los  hijos 
que  no  son  legítimos  sé  hacen  legítimos  por  el  bautismo,  pero 
po  tiene  lugar  esta  ley  si  no  fueren  legitimados  por  carta  o 
privilegio  de  tal.  En  lo  antiguo  llamaban  bastardos  á  los  hijos 
'ilegítimos,  aunque  fuesen  naturales,  hasta  que  por  la  ley  11 
•  de  Toro,  se  distinguió  esplicando,  que  hijo  natural  es  el  naci- 
.dode  padre  y  madre  solteros,  aptos  para  contraer  matrimonio, 
y  quedo  en  uso  entenderse  .por  bastardos  los  hijos  ilegítimos 
de  padre  ó  madre,  casados  con  diferente  persona  de  la  que  en- 
gendró el  hijo.  Es  legítimo  el  hijo  cuando  su  padre  lo  llama 
así  en  su  testamento,  nombrando  la  madreen  quien  le  hubo, 
ó  le  dejare  por  su  heredero,  no  habiendo  otros  hijos  legítimos, 
ai  el  Rey  confirmase  la  merced  que  le  hizo  su  padre.  Asimis- 
n\o  se  legitima  el  hijo  cuando  al  padre,  ante  Escribano  públi- 
co y  testigos,  hizo  carta  en  que  lo  llama  su  hijo,  y  de  quien  le 
Jiubo;  pero  no  debe  decir  que  sea  hijo  natural,  porque  no  se- 
.ria  válida  la  legitimación,  y  los  hermanos  de  padre  y  madre 
de  este  legitimado,  lo  son  también,  aunque  no  se  nombren 
en  aquel  documento.  Si  una  hija  natural  casaré  con  algún  Ofi- 
cial público  de  alguna  Ciudad  ó  Villa,  por  este  hecho  queda 
legitimada.  Solo  el  Rey  ó  quien  de  él  tenga  poder,  puede  legi- 
l\m¡^T  á  los  ilegítimos.  Los  legitimados  que  nacieren  de  daña- 
da unión  no  gozan  de  hidalguía;  y  la  Ley  12,  titulo  2.^,  li- 
bro 6,^  de  la  Recopilación,  escluye  á  todos  los  legitimados  de 
gozar  hidalguía;  Bastardos  son  todos  los  que  nacieren  fuera  de 
casamiento,  perolosque  nacieren  de  parientes  dentro  del  cuar- 


N 


—  37  - 

logrado,  ó  si  Jos  padres  óalguoo  de  ellos  fuere  de  Religión, 
se  llamaQ  iocestuosos.  Si  la  mujer  de  quien  naciere  algún  hijo 
fuere  pública,  ó  que  viviese  en  la  mancebía ,  se  llamará  man- 
ecres  y  será  espúreo.  Son  hijos  bastardos ,  cuando  los  padres, 
(MI  tiempo  que  fueron  concebidos,  se  podrían  casar  sin  dis- 
pensación, aunque  no  viviese  la  madre  en  la  casa  del  padr^ 
Los  hijos  naturales,  que  llaman  bastardos,  pueden  gozar  de  la 
nobleza  de  sus  padres,  escepto  los  espúreos  6  incestuosos.  Si 
la  madre  no  hubiese  hijos  legítimos,  su  hijo  bastardo  ó  espú-< 
reo  la  sucede  ex-testamento  y  abíntestato,  salvo  si  los  tales  hi- 
jos de  parte  de  la  madre  fueren  de  dañada  y  punible  unión,  en 
cuyo  caso,  aunque  la  madre  les  puede  dejar  en  su  testamento 
en  vida  ó  en  muerte  hasta  la  quinta  parte  de  su  hacienda,  para 
que  puedan  hacer  de  ella  lo  que  quieran,  no  la  suceden  los 
tales  espúreos,  ni  por  testamento  ni  abíntestato.  Union  carnal 
llamada  dañada  y  punible,  es  la  de  la  mujer  que  por  ella  in- 
curre en  pena  de  muerte  natural,  ó  cuando  el  adúltero   es 
clérigo,  ó  ella  monja  profesa.  Espúreos,  en  latin,  quiere  decir, 
hijos  que  nacen  de  mujeres  barraganas,  que  son  las  que  tie- 
nen algunos  fuera  de  sus  casas,  y  que  á  mas  se  entregan  á  otros, 
y  propiamente  son  aquellos  que  se  ignoran  sus  padres,  aun- 
que también  lo  son,  los  que  tienen  padre  cierto,  pero  no  pue- 
den honestamente  nombrarle,  como  son  los  de  pariente  cerca- 
no de  la  madre  y  los  de  Fraile  ó  Clérigo.  Fornecidos  son  li- 
mados los  que  nacen  de  adulterio,  ó  son  habidos  en  parienta 
ó  mujer  de  orden.  Incestuosos  son  los  que  tiene  los  hombres 
en  sus  parientas  hasta  el  cuarto  grado  ó  en  cuñadas  ó  en  reli- 
giosas. Natus  ex  damnato  coitu,  es  el  que  nació  de  mujer  re- 
ligiosa, que  es  unión  dañada  por  sentencia  de  ley.  Nothos,  son 
los  que,  aparece  han  nacido  de  marido  que  tiene  á  la  mujer 
en  su  casa  ,  sin  serlo.  Manceres  son  los  que  nacen  de  mujer 
prostituta,  y  significa  en  latin  pecado  infernal. 

En  las  Cortes  que^  celebró  en  Tarragona  el  Em^Kírador 
Adriano,  se  acordó,  que  el  padre  (|ue  tuviese  un  hijo,  fuese 
para  la  guerra;  si  dos,  el  segundo  para  las  ciencias;  si  tres,  eJ 
tercero  so  ocupase  en  servir  á  la  república. 


—  38  — 

Hombre,  se  dijo  de  humo,  que  significa  tierra,  y  según 
San  Agustín,  es  el  mayor  ornamento  de  ella,  y  uno  de  \o9 
grandes  milagros  que  hay  en  el  mundo,  y  por  las  leyes,  es  Isr 
mas  digna  entre  todas  las  criaturas.  Dios  le  distinguió  por 
grados,  porque  unos  nacen  mayores  y  otros  menores,  en  dis- 
tintos sentidos,  y  el  título  6,  partida  1/  espresa:  habiendo 
mayores  y  menores  conozcan  los  menores  á  los  mayores  por 
mejoría,  esto  es,  ó  por  dignidad  ó  por  parentesco.  Hay  paren- 
tesco natural  ó  de  consanguinidad,  que  es  el  de  padres,  her- 
manos, tios,  sobrinos,  y  primos;  y  de  afinidad  que  es  el  de 
padrastro,  madrastra  ó  entenados,  yerno,  nuera,  suegros  y 
eafiados.  Es  como  un  cuidado  de  los  padres  acaudalar  méritos 
para  dejarlos  en  herencia  á  sus  hijos.  Los  bienes  de  fortuna 
son  nobleza;  muchos  buenos  amigos  riqueza,  y  muchos  hijos 
y  nietos,  buena  edad  y  vejez.  Según  D.  Francisco  Petrarca, 
los  hijos  son  el  principal  don  de  felicidad,  la  riqueza  y  des- 
canso de  los  padres.  Entre  los  hijos,  el  mayor  ó  primogénito 
hace  cabeza  y  sustitución  de  padreen  su  falta.  Solón,  Licurgo, 
Prometeo  y  Numa  Pompilio  mandaron  en  sus  leyes,  que  todos 
honrasen  á  los  mayores  y  mas  viejos;  costumbre  recibida  en 
todas  las  repúblicas  del  mundo.  Eschiles,  filósofo,  en  una  ora- 
ción que  hizo  á  los  Rodos,  dijo:  Que  todas  las  Islas  Baleares 
no  tenian  mas  que  siete  leyes:  adorar  á  Dios;  apiadarse  de  los 
pobres;  honrar  á  los  viejos,  obedecer  á  los  Príncipes;  resistir 
á  los  tiranos;  dar  muerte  á  los  ladrones,  y  no  peregrinar  por 
pueblos  ajenos.  En  Roma  los  viejos,  llamados  veteranos,  tenian 
cinco  privilegios:  siendo  pobre,  sustentarse  del  horario  pú- 
blico; poderse  sentar  en  los  templos;  ponerse  anillos  en  los 
dedos;  comer  á  puerta  cerrada  y  usar  de  la  vestidura  hasta  los 
pies;  lo  que  duró  hasta  la  muerte  del  dictador  Quinto  Cinci- 
nato;  y  se  gozaba  de  estas  escepciones,  desde  los  47  afios  en 
adelante.  Licurgo  mandó  se  honrasen  mas  los  hombres  canos; 
Solón,  los  de  mas  hijos;  el  Rey  Prometeo,  los  que  administrasen 
justicia  en  las  repúblicas;  el  Rey  Dridamo  los  Sacerdotes; 
Brias,  Rey  de  los  Argibos,  á  los  filósofos;  Numa  Pompilio  á 
los  que  hubiesen  vencido  famosa  batalla;  y  Anacharzo  al  que 


-39  - 

en  tiempo  de  paz  aconsejase  á  la  república,  y  en  la  guerra  la 
defendiese.  Entre  los  Lacedemonios  y  Romanos  era  ley,  que 
los  que  generosamente  vivieren  y  por  la  repútítica  murieren 
fuesen  muy  loados  y  tenidos  por  bienaventurados.  Tales,  uno 
de  los  siete  sabios  de  Grecia,  daba  gracias  á  Dios  de  que  le 
hubiese  hecho  hombre  y  no  bestia;  varón  y  no  hembra,  griego 
y  no  bárbaro.  San  Pedro  estableció  en  el  año  44  de  Cristo, 
que  los  hombres  se  cortasen  el  cabello  y  se  diferenciasen  de 
las  mujeres  en  e)  traje.  Plinio  refiere,  que  hasta  el  año  454  de 
la  fundación  de  Roma,  llevaban  los  de  ella  el  cabello  largo,  y 
que  el  primero  que  usó  quitarse  la  barba  diariamente  fué 
Africano  y  después  César  Augusto;  y  D.  Pedro  Fernandez  de 
Villegas  dice:  que  las  mujeres  traen  el  cabello  largo  en  señal 
de  servidumbre  ó  sujeción  á  sus  maridos. 

El  que  mucho  debe  á  su  sangre  trae  siempre  aquella  obli- 
gación sobre  sí,  y  no  se  le  representa  posible  faltar  á  ella,  según 
San  Gerónimo;  á  los  que  no  son  nobles  el  temor  los  confunde, 
según  D.  Pedro  Fernandez  de  Villegas.  La  fama  es  lo  mas 
precioso  del  mundo,  y  según  la  ley,  es  el  buen  estado  del  hom- 
bre, que  vive  rectamente  con  buenas  costumbres,  sin  tener 
en  sí  mancilla  ni  difamación,  porque  la  infamia  es  peor  que 
la  muerte,  y  se  cae  en  esta  por  hacer  pleito  homenaje  de  dar 
ó  cumplir  una  promesa  y  desdecirse  en  juicio  ó  por  corte  de 
la  cosa,  porque  los  vicios  pierden  la  dignidad  humana  y  solo 
los  de  buena  fama  deben  ocupar  dignidades  y  oficios  preemi- 
nentes, y  conseguir  nobleza,  aumento  de  ella  ó  equiparación, 
según  el  ejercicio  y  escepciones  que  se  les  hayan  concedido; 
pues  por  ellos  ó  por  heroicos  hechos  se  introdujo  en  los  pue- 
blos y  repúblicas  la  nobleza,  apropiando  estimación  y  mayoría; 
primeramente  á  los  Príncipes  porque  los  amparasen  y  guar- 
dasen manteniéndolos  en  paz  y  justicia;  á  los  sabios,  porque 
enseñaban  quitando  la  ignorancia  y  porque  con  su  consejo  se 
gobierna  y  administra  justicia;  á  los  militares  por  defensores; 
y  es  de  quienes  procede  la  mayor  parte  do  los  nobles  linajes. 
La  virtud  vence  las  cosas,  y  la  fortuna  sigue  á  la  virtud;  así 
lo  enseñó  Dios,  diciendo:  escojí  de  vuestras  Tribus,  varones 


—  40  — 

sabios  y  nobles,  é  hícelos  Príncipes,  Gobernadores  y  Capita- 
nes, lesucrísto  en  sn  Apostolado  eligió  mayor  número  de 
nobles,  pues  de  los  doce  lo  eran  siete,  San  Pablo,  San  Bar«¿ 
tolomé ,  San  Tadeo ,  los  dos  Santiagos ,  San  Juan  y  San 
Simón. 


,  I 


1 1 1 


ICA  HASTA  LOS  CUARTOS  ABUELOS. 


M\K\  MATKI 

na  iLiaiiro  y  cualro  ahucie 

ny  alji]i;l;i  y  Irrs  abuelos  varones. 

na.pi'ijuniia  al)uela  y  dos  abuelos ' 

nn  sc^'iinila  abuela  y  ilos  abuelos  varones 

unli'<i  UTccras  abuelas  y  cuatro  abuelos  varones, 
dio  cuartas  abuelas 


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Los   G3   DEL  ÁRBOL. 


DEIU*  gs  maravilloso  el  numero  de  personas . 
distintos  que  ¿  '^  "'^"'^'^  ''^'''^'■ 
■ ,  no  casándose  GÉNERO  HUMANO. 


PATERNA. 

.marido  del.. 
.marido  del., 
.marido  del. . 
.marido  del. . 
.marido  del., 
.mugerdel... 
.marido  del. , 
..marido  del., 
-marido  del.. 
..mugerdel... 
.mando  del., 
.marido  del.. 
..mugerdel... 
..marido  del.. 
..marido  del, . 

.  .mugerdel 

..mando  del.., 
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^.mugerdel 

,. marido  del. . . 

..mugerdel 

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..mugerdel 

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SUMAS 

CONT0I1I.OS 

LAS  EDADES 

F 

— :.ulaíbo  lorio. 

De  M  aoot. 

DO  Í5  ifiO!, 

Do  30  ODOI. 

1 

1,843 

1,843 

1,843 

3 

1,823 

1,818 

1,813 

7 

1,803 

1,793 

1,783 

lis 

1,783 

1,768 

1,763 

31 

1,763 

1,743 

1,723 

,             63 

1,743 

1,718 

1,693 

í           127 
'            255 

1,723 

1,693 

1,663 

1,703 

1,668 

1,633 

,             611 

1,083 

1,643 

1,603 

'         1,023 
f         2,047 
',        4,0115 

1,063 

1,618 

1,.573 

1,643 

1,.5113 

1,543 

1,623 

1,568 

1,.5I3 

1          8,191 
1!       16,,383 
;,       32,767 
i!       6.'Í,S3S 
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i  4.1114,303 
fi  8.388,007 
236.777,218 
f53.o51,'i3l 
557.108,8113 

¿56.870,1)11 
;53.711.823 

1,003 

I,5i3 

1,483 

1,583 

1,518 

1,453 

1,663 

1,493 

1,423 

1,543 

1,468 

1,393 

1,523 

1,443 

1,363 

1,603 

1,418 

l,.3.33 

1,483 

1,393 

1,.303 

1,463 

1,.368 

1,273 

1,443 

1,343 

1,243 

1,423 

1,318 

1,213 

1,403 

1,293 

1,183 

1,383 

1,208 

1,153 

1,363 

1,243 

1,123 

1,343 

1,218 

1,093 

1,323 

1,193 

1,063 

1,303 
1,283 

1,168 
1,143 

1,0.33 
1.0O3 

1,263 

1,118 

973 

»S7.18.3,I147 

1,243 

1,093 

943 

??)4.1J07,21).3 

1,223 

1,068 

913 

44 

tporcmnes 


ABos  620.  AS»  776,  Afios930. 


-43  — 

Por  esta  demostración  se  verá  lo  imposible  de  encontrar  e) 
guarismo  á  que  ascenderían,  dando  á  cada  uno  de  los  que  en 
este  estado  se  encuentran  por  uno  solo,  varios  hijos ,  sobri- 
nos, primos,  etc.,  y  ninguno  por  ignorante  quesea  puede  des- 
conocer que  su  sangre  corre  mezclada  hasta  lo  infinito  sin 
advertirse;  por  lo  cual  á  nadie  es  dado  afirmar  ni  negar  pa- 
rentesco con  las  mas  altas  familas  ü  oscuras  prosapias,  pues 
sin  pasar  de  los  octavos  abuelos  se  puede  formar  dilatadísima 
^nealogía  con  los  linajes  en  ellos  contenidos. 

La  mayor  dignidad  es  la  Pontificia,  y  como  tal  ennoblece 
el  linaje  del  que  llega  aserio;  y  si  lo  es,  lo  ilustra.  Cardenales 
son  los  que  asisten  al  Pontífice  y  le  eligen  representando  el 
Clero ;  y  lomaron  el  noimbre  de  Cárdines,  que  es  el  eje  de  la 
rueda.  Entre  las  dignidades  eclesiásticas  hay  el  nombre  de 
Patriarca,  que  se  interpreta  Caudillo  de  Padres:  el  de  Arzo- 
bispo, Príncipe  de  Obispos;  el  de  Obispo,  Superintendente. 
Otra  dignidad  es  la  de  Abades  Mitrales,  Cabezas  dje  Iglesias 
con  jurisdicción  de  Obispo ,  en  parte ,  á  que  se  siguen  otras 
de  las  Iglesias  Metropolitanas  y  Catedrales,  como  el  Dean,  que 
quiere  decir  caudillo  de  diez:  Arcediano ,  que  significa  cau- 
dillo de  Evangelistas,  y  es  Vicario  del  Obispo:  Chantre,  que 
es  como  cantor  ó  maestro  de  música,  lo  mismo  que  Capiscol  ó 
Primicerio :  Tesorero,  que  es  el  que  guarda  las  cosas  sagra- 
dras  y  bienes  de  la  Iglesia  como  Sacristán  mayor:  Maestres- 
cuela ,  que  es  Regente  de  Estudios  y  Escuelas  y  lo  propio  sig- 
nifica Canceller.  A  estos  se  siguen  los.Canónigos,  que  son  Se- 
maneros de  las  misas  cantadas,  lo  mismo  que  de  Evangelios  y 
Epístolas  los  Racioneros  y  medios  Racioneros:  Arcipreste  es 
caudillo  de  Prestes ,  y  Preste  quiere  decir  viejo  en  preeminen- 
cia de  puesto  y  honra ,  porque  en  lo  antiguo  llamaban  viejos 
á  los  que  tenian  lugar  honrado  y  habian  de  hacer  las  cosas  de 
importancia,  cuyo  nombre  daban  también  á  los  Sacerdotes  en 
significación  de  caudillos  sagrados.  Clérigo  se  interpreta,  esco- 
gido en  suerte  de  Dios,  y  Diácono,  servicial;  y  Sub-diácono, 
menor  en  Ordenes  que  ésto.  Aristóteles  enseña ,  que  entre  los 
Oficios  y  dignidades,  de  que  han  de  constar  las  repúblicas  para 


—  u  — 

conservarse  en  paz  y  buen  gobierno;  el  principal  y  de  mas  au- 
toridad ha  de  ser  el  del  Sacerdocio. 

El  derecho  llama  ilustres  á  los  Consejeros  del  Rey  y  á  los 
que  en  oficios  honrosos  asisten  al  lado  de  los  Reyes  y  Prín- 
cipes. 

Dijeron;  Erasmo:  mucha  mas  gloria  y  fama  es  edificar  y 
levantar  una  ciudad  y  república,  que  destruirla  ni  conquis- 
tarla. Aristóteles:  la  policía  de  la  república  consiste  en  man* 
dar  y  sujetar  con  orden  los  que  la  rigen  y  mandan.  San  Grí- 
sóstomo ;  entonces  se  alentará  y  esforzará  todo  el  cuerpo  de  la 
república  en  la  firmeza  de  su  fuerza,  cuando  cada  cosa  tenga 
situado  su  lugar  y  asiento,  y  hubiese  en  los  oficios  un  justo 
repartimiento,  y  no  una  confusión  dudosa.  Plinio:  no  hay  or- 
nato mas  firme  para  todas  las  repúblicas,  que  la  muchedumbre 
de  ciudadanos  honrados.  Dos  cosas  ennoblecen  y  engrandecen 
una  república  bien  compuesta  y  acabada;  las  letras  y  las  ar- 
mas; porque  las  letras  descubren  el  valor  del  alma,  y  las  ar- 
mas arguyen  la  perfección  del  cuerpo,  y  para  estar  bien  or- 
denada la  república  ha  de  tener  religión,  bastimentos,  armas, 
artes  y  dinero,  y  las  armas  para  usarlas  en  las  ocurrencias,  en 
la  necesidad  y  en  su  defensa;  porque  la  vida  de  los  hombres  es 
guerra ,  como  dijo  Job. 

El  hombre  sabio  no  debe  tener  apetito  sino  voluntad;  no 
temor,  sino  cautela;  no  deleite,  sino  gozo;  no  ha  de  adquirir 
si  no  es  con  razón;  ni  prevenirse  si  no  es  con  sosiego;  ni  ale- 
grarse si  no  es  con  lo  honesto;  ni  entristecerse  si  no  es  por  la 
culpa;  ni  perturbarse  como  dice  David;  y  así  sucede  que  el 
sabio  suple  con  el  ingenio,  lo  que  le  falta  de  caudal;  como  el 
necio  suple  con  malicia,  lo  que  le  falta  de  discreción.  Es  sabio 
el  que  sabe  querer  lo  bueno,  no  el  que  acierta  á  definir  lo 
oscuro;  el  que  modera  sus  afectos ,  no  el  que  alarga  discursos 
el  que  sujeta  sus  pasiones  naturales  á  las  de  la  razón  y  justicia, 
no  el  que  se  deja  llevar  y  vencer  de  los  actos  voluntarios;  el 
que  se  humilla  y  mortifica  por  no  «aer  en  desgracia,  no  el 
que  movido  de  amor  propio  se  ensalza  y  alaba  con  desprecio 
de  otros;  el  pobre  de  espíritu  que  se  contenta  con  lasuerte  que 


—  45  — 

Dios  le  ofreció,  libre  de  apetencias  mundanas,  no  el  apibi- 
cioso  y  codicioso,  cuyo  ánimo  nunca  se  sacia;  el  que  mas 
quiere  sufrir  las  asperezas  del  camino  de  la  mortificación  por 
no  tropezar  en  el  de  la  perdición,  no  el  que  gasta  sus  días  en 
deleites  y  placeres  mundanos;  el  que  recompensa  las  injurias 
y  calumnias  con  beneficios  y  buenas  obras,  nó  el  vengativo, 
que  con  su  ánimo  dailado,  ciego  de  sus  pasiones,  solicita  la 
venganza  y  raina  de  otros:  el  que  con  amor  y  temor  de  Dios 
gobierna  sus  pasiones  y  operaciones  internas  y  estemas;  nó  el 
que  con  maliciosa  intención  pronuncia  con  los  labios  lo  con- 
trario á  lo  que  tiene  concebido  en  su  dañado  corazón;  el  que 
habiendo  caido,  se  levanta,  purificando  su  conciencia;  nó 
el  obstinado  en  vicios,  ni  el  que  solo  sirve  á  su  cuerpo;  el 
que  solicita  la  paz,  unión  y  quietud  así  propia  como  común; 
no  el  sedicioso  que  turba  los  ánimos  moviéndolos  á  iras:  el 
que  tiene  mas  horror  á  la  culpa  que  á  la  muerte;  no  el  vicioso 
que  temerariamente  atrepella  leyes  divinas  y  humanas:  el  que 
se  desnuda  para  vestir  al  pobre  necesitado;  no  el  que  se  viste 
y  alimenta  con  sudor  ajeno :  el  que  tiene  la  voluntad  resignada 
en  la  Divina;  no  el  que  obra  movido  de  sus  pasiones:  el  que 
habiendo  vivido  bien  libra  sus  esperanzas  de  la  eterna  felici- 
dad en  la  infinita  misericordia;  no  el  que  instigado  y  tentado 
del  espíritu  de  soberbia  se  justifica  y  santifica  despreciando  k 
los  demás:  el  que  tiene  siempre  la  memoria  de  la  muerte  y  la 
miseria  de  su  ser;  no  el  que  según  sus  obras  y  proceder  se 
olvida  que  es  mortal:  el  que  confiesa  sus  culpas  y  faltas  y  calla 
las  ajenas ;  no  el  que  censurando  se  constituye  juez  inicuo 
en  el  obrar  de  los  otros:  el  que  no  satisfecho  su  ánimo  con  ser 
virtuoso,  procura  con  su  buen  ejemplo  y  doctrina  lo  sean 
otros;  no  el  que  causando  escándalos  y  ruinas  en  los  espíritus 
es  causa  de  la  perdición  de  otros:  el  que  cierra  los  ojos  y 
oidos  para  el  mal  y  los  abre  para  el  bien;  no  el  que  con  ma- 
liciosa curiosidad  solicita  saber  cosas  que  mas  dañan  que 
aprovechan:  el  que  con  especial  cuidado,  como  materia  que 
tanto  importa,  procura  la  pureza  del  corazón  y  conciencia, 
que  es  el  único  y  eficaz  remedio  para  endulzar  las  amarguras 


—  46  — 

y  suavizar  las  penalidades  de  este  mundo  mientras  miiitamos 
en  él;  no  el  que  sumerjido  en  las  delicias  mundanas  se  olvida 
del  fín  para  que  fué  criado;  y  finalmente  el  bueno  porque 
teme  el  vicio,  no  el  malo,  que  teme  la  muerte. 

Las  riquezas  no  son  malas,  pero  su  uso  vicioso  trae  con- 
sigo impedimentos  para  la  paz  y  sosiego  del  ánimo;  porque 
pretendidas  inquietan,  divierten  y  turban  los  sentidos;  y  se- 
gún Casiodoro,  se  adquieren  con  trabajo,  se  poseen  con  sobre- 
^hos  y  cuidados  y  se  pierden  con  aflicción  y  lágrimas.  Es 
engaño  pensar  que  el  mas  rico  es  mas  dichoso,  porque  cuanto 
más  tenga,  más  necesita,  y  no  le  falta  menos;  y  al  pobre  solo 
le  falta  lo  que  ha  menester  naturaleza;  por  lo  que  las  riquezas 
corporales  están  llenas  de  pobreza,  y  es  menester  guardarse 
de  la  hidrópica  sed  de  riquezas,  como  de  las  dulzuras  de  las 
Sirenas,  que  vienen  adormeciendo:  y  estar  alerta  como  el 
cocodrilo,  que,  cuando  piensan  sus  contrarios  que  duermo, 
vela  para  defenderse  y  despedazarlos;  y  armarse  como  Hiéne* 
mon,  enemigo  intestino  del  áspid,  que  se  previene  para  casti- 
garsu  osadía  y  atrevimiento;  guardarse  del  aire  de  todas  las  in- 
teligencias^ astucias  y  seguridades  que  prometen  las  demasia- 
das, riquezas,  pues  son  éstas  ásperos  puntosos  erizos,  qíie 
tiéiien  disposición  para  dilatar  sus  partos,  pero  son  contra  sí, 
porque  sus^  hijuelos  crecen  sus  púas  y  les  cosen  las  entrañas. 
Y  verdaderamente  las  riquezas  son  mas  fiera  servidumbre  en 
el  mundo  que  la  de  los  ídolos  de  Marco  Craso;  y  no  se  es- 
tingue la  avaricia,  sino  se.  aumenta  con  las  cosas  deseadas; 
por  lo  que,  según  el  Psalmo  61,  no  debe  ponerse  el  corazón  en 
las  riquezas.  Dejar  grandes  riquezas  á  los  parientes  ó  hijos  es 
aojarles  mucho  que  perder  y  con  que  se  pierdan;  el  padre  ó 
pariente  que  afane  por  adquirir  hacienda/ descuidando  que 
adquieran  sus  hijos  ó  parientes  virtud,  mientras  mas  dichoso 
hombre  fuere,  será  mas  desdichado  padre  ó  pariente;  porque 
mas  se  deja  á  un  hijo  ó  pariente  con  las  buenas  costumbres, 
que  con  grandes  herencias;  y  mas  vale  sepa  el  hijo  ó  pariente 
adquirir  hacienda,  que  gastar  la  adquirida;  aquello  causa  la 
virtud,  esto  las  riquezas:  si  ellos  fueren  buenos,  jdo  les  faltará 


r^ 


—  47  — 

lo  necesario;  si  malos,  con  las  riquezas  serán  peores:  mas  vale 
sor  pobre  y  huraildo ,  que  rico  y  soberbio.  El  docto  Pedro 
líejía  aborreció  á  los  codiciosos  y  los  tuvo  gor  viciosos,  malos 
pagadores,  tramposos,  mentirosos,  eDgaña*(}ores,  usurarios, 
perjuros,  robadores,  tiranos,  traidores  y  cobardes;  para  niu^ 
guno  buenos  y  para  si  malos.  La  fortuna  y  riquezas  no  signen 
á  los  hombres  sabios  sioó  á  los  ignorantes,  como  siente  Arís^ 
totolos  diciendo;  en  dónde  hay  mucho  entendimiento  y  razón 
está  escasa  la  fortuna;  y  al  contrario,  en  donde  hay  mucha 
fortuna  alli  hay  menos  entendimiento.  Dicev  San  Ambrosio^ 
ninguno  si  no  es  rico  se  juzga  digno  de  honra,  pucs^  no  hay 
mas  razón  en  muchos  sino  sus  mismas  pasiones  y  afectosl 
Esta  doctrina  es  de  hombres  doctos  y  timoratos  y  muy  útil 
para  el  acierto  de  las  operaciones  mundanas. 

En  todos  tiempos  ha  sido  grande  el  número  de  las  gentes 
que  honraron  y  celebraron  las  letras  y  las  virtudes  heroicas, 
dando  por  esta  razón  una  inmortal  honra  y  fama  á  los  que  al- 
oanzaroaestas  virtudes.  Adlante  lasconsigaió  por  la.astrologia; 
Aníjon  y  Therpaadro,  por  la  música;  Licabon,  por  los  juegos 
gimnicos;  Belerophonte,  por  la  muerte  que  dio  con  poderosa 
mano  en  los  montes  de  Licia  á  la  espantosa  Chimera;  los  Ceii» 
tauro^,por  la  militar  disciplina;  Cadmo^  por  las  letras  que 
halló  cnando  buscaba  á  su  hermana  Europa  y  mató  la  serpien- 
te, de  .cuya  dentadura  sacó  la  invención  de  los  caracteres,  qué 
ios  poetas  fingieron  que  eran  hombres  armados,  en  que  se 
trasfdrmaron  los  dientes;  aun(|ue  las  letras,  en  la  corriente 
opinión,  fuoron  halladas  por  Mercurio  ó  por  los  Fénices,.  de 
quienes  las  tomó  Cadmo  y  las  llevó  á  Grecia ;  trasladándolas 
después  los  Dárdanos  á  Italia,  ó  por  los  Asirios  ó  por  los  He- 
breos, como  dicen  muchos  do  los  sagrados  escritores.  La 
ciencia  es  para  pobres  riqueza,  para  ricos  primor,  para  víe* 
jos  deleites,  y  para  Príncipes  y  Señores,  ornamento.  El  Em- 
perador Alejandro  Severo  hizo  óptimas  leyes»  favoreció  á  los 
Cristianos  y  tenia  grandes  Jurisconsultos.  Alejandro  Magno  es- 
timó mucho  a  Aristóteles ,  y  sintió  que  hubiese  publicado  su 
fiiosofia,  diciendo:  que  se  preciaba  mas  de  la  ciicncia,  que  no 


—  48  — 

de  ser  hombre  de  armas:  envidió  á  Homero  y  no  á  Aquiles; 
y  decía,  que  mas  obligación  tenia  á  Aristóteles,  que  á  su  mis- 
mo padre.  Julio  César  estimó  mucho  á  Marco  Tulio,  y  referia: 
que  mas  obligación  tenia  el  pueblo  Romano  á  éste  que  á  to- 
dos sus  Capitanes.  Pompeyo,  habiendo  vencido  en  batalla  ¿ 
Mitridates,  volviendo  á  Roma,  supo  que  Posidonio,  filósofo, 
estaba  enfermo  y  lo  fué  á  visitar  sin  insignias  Imperiales.  Sci' 
pión,  africano,  mandó  que  la  estatua  de  Quinto  Ennio  fuese 
puesta  en  su  sepulcro,  para  gloriarse  de  haber  tenido  amistad 
con  aquel  sabio.  Dionisio  Tirano  de  Sicilia,  recibió  á  Platón, 
enviándole  una  nave  adornada  en  la  forma  que  usaban  para 
las  cosas  sagradas,  y  cuando  llegó  al  puerto  salió  á  recibirle 
en  una  carroza  de  cuatro  caballos  blancos,  haciéndole  entrar 
en  ella  y  poniéndose  Dionisio  por  cochero.  Los  Reyes  de  Egip- 
to y  Macedonia  enviaron  Embajadores  con  la  Armada  rogando 
á  Menandro,  poeta,  fuese  i  visitarlos.  £1  pueblo  Romano  hon- 
raba mucho  á  Virgilio,  y  cuando  subia  al  teatro  para  recitar 
sus  versos,  se  levantaba  aquel  y  hacia  la  reverencia  que  acos- 
tumbraba al  Emperador,  y  celebraba  todos  sus  años  el  dia  de 
su  nacimiento.  Artagerges,  Rey  de  Persia ,  entendida  la  fama 
de  Hipócrates ,  le  convidó  con  su  corte  y  con  todo  el  oro  y 
plata  que  quisiese  y  el  primer  lugar  junto  á  él  sobre  todos  los 
otros.  Settimio  Severo,  que  con  fuerza  de  armas  conquistó  el 
Importo  Romano,  se  dolió  y  quejó  con  el  Senado,  porque  ha- 
bía favorecido  á  Albino ,  su  competidor,  con  el  titulo  de  lite- 
rato, pareciéndole  que  esto  solo  le  hacia  mas  digno  del  Impe- 
rio. Alfonso,  Rey  de  Aragón,  dijo,  que  por  la  ciencia  daría  to- 
dos sus  siete  Reinos  y  riquezas.  Ludovico  de  Turíngia  Lant- 
grave,  siendo  elegido  Emperador,  no  aceptó  por  conocer  que 
no  era  literato  ^  y  sí  valiente  guerrero.  Trajano ,  cuando  entró 
triunfante  en  Roma,  quiso  llevar  en  carro  triunfal  á  Dion, 
sofista,  para  hacerle  partícipe  de  su  gloria.  Constantino  el  Du- 
que Emperador,  solia  decir,  que  quisiera  mas  ser  ilustre  por 
la  gloria  de  las  letras,  que  por  el  Señorío  del  Imperio.  León, 
Emperador  Griego ,  fué  muy  liberal  en  hacer  mercedes  á  los 
literatos,  y  diciéndole  que  aquellos  gastos  seria  mejor  reser- 


—  49  — 

varios  para  los  soldados,  contestó:  Ojalá  en  mis  tiempos  su- 
ceda que  los  estipendios  de  los  soldados  se  tomen  para  los  Doc- 
tores de  las  artes.  Hieren ,  Rey  de  Siracusa ,  fué  tan  liberal 
con  los  literatos,  que  á  Arquímides,  poeta,  por  un  epigrama 
que  hiio,  le  mandó  dar  mil  fanegas  de  trigo.  También  los 
honraba  mucho  Segismundo,  Emperador,  aunque  fuesen  de 
baja  suerte,  y  decia,  que  la  misma  naturaleza  habia  querido 
fuesen  superiores  á  los  demás.  Teodosio ,  Emperador ,  hizo 
tanta  estimación  de  las  letras,  que  al  hacer  á  sus  hijos  disci- 
pulos de  Arsenio,  le  dijo:  si  tales  se  conozcan,  que  compon- 
gan las  cx)stumbres  á  la  disciplina  y  á  las  leyes  de  Dios ,  les 
entregaré  el  Imperio,  pero  sino  será  mas  útil  que  vivan  pri- 
vados, que  sin  alguna  doctrina  imperen  con  peligro.  Car- 
los IV,  entrando  un  dia  en  una  escuela  de  Praga ,  y  estando 
cuatro  horas  oyendo  la  disputa  de  los  literatos ;  al  avisarle 
que  era  tiempo  de  cenar,  respondió:  de  ninguna  forma  tengo 
tiempo,  porque  mi  cena  es  esta.  Roberto,  Rey  de  Ñápeles,  dijo 
á  Petrarca:  te  juro  que  me  son  mas  amables  las  letras  que  el 
Reino;  y  si  hubiera  de  carecer  de  uno  ú  otro,  escojeria  per- 
der la  mitad  de  la  diadema.  Alciato  hace  un  emblema  de  que 
la  elocuencia  es  mas  fuerte  que  la  fortaleza.  Salomón  fué  vi- 
sitado de  muchas  gentes  por  oir  su  sabiduría.  Quintiliano 
amonesta  á  inquirir  de  continuo  nuevas  cosas,  y  Séneca  dice 
á  Lucilo,  que  la  perfecta  sabiduría  hace  bienaventurada  la 
vida. 

Por  masque  se  quieran  sublimar  las  armas ,  y  decir  de  su 
grandeza:  se  quedará  escasa  la  mas  delicada  pluma;  publiquen 
pues  los  Israelitas  con  Moisés  esas  alabanzas  en  aquel  cántico 
del  Éxodo,  que  después  de  haber  pasado  el  mar  Rojo ,  libres 
ya  de  Faraón  y  su  ejército,  celebraron  icón  fiestas  y  bailes,  cati- 
tando  y  dando  repetidas  gracias  á  Dios;  y  luego  empezaron  á 
conturbarse  los  Príncipes  de  Edon;  los  fuertes  de  Moab,  des- 
mayaron los  Gananeos  y  á  todos  llegó  el  pavor.  Publiquen 
también  las  hermosas  todas  de  Israel  la  grandeza  de  las  ar- 
mas, saliendo  á  recibir  con  adufes  y  otros  músicos  instrumen- 
tos, cantando:  mil  mató  Saúl,  y  David  diez  mil;  haciendo  co- 


—  SO- 
TOS y  baUes  á  este  PríDcipe  triunfante  con  la  victoria  que  al- 
caníó  del  soberbio  gigante  Goliat.  La  Milicia  templa  el  orbe, 
dá  y  quita  Reinos  y  vida»;  ninguna  república  ó  estado  ñore- 
ció  sin  ella,  ni  se  perpetuó.  De  los  tres  grados  de  honra  que  se 
adquieren  por  armas,  letras  ó  riquezas,  debe  ser  el  segundo 
el  que  se  adquiere  por  armas,  pues  la  fortaleza  con  que  se  ga- 
na es  también  virtud  del  alma  como  la  sabiduría,  y  el  tercero 
y  mas  inferior  es  el  de  las  riquezas ;  pues^  son  bienes  de  fortu-^ 
na  qiie  no  hacen  mejora  su  poseedor.  Dios  mismo  quiere  la 
gloria  de  las  armas ,  pues  se  ha  nombrado  Dios  de  los  ejérci- 
tos, como  parece  de  la  Santa  Escritura ,  la  cual  nos  dá  á  en- 
tender que  es  tan  noble  la  profesión  militar,  siendo  bien  go- 
bernada; que  la  elocuencia,  letras  y  artes,  tan  estimadas  de 
los  hombres,  están  defendidas  de  la  virtud  militar.  La  pobreza 
engendra  humildad,  la  humildad  riqueza,  la  riqueza  soberbia^ 
ia  saberbia  guerra  y  de  ésta  nace  la  paz ;  como  del  trabajo  el 
descanso.  La  primera  baialla  campal  que  hubo  en  España  fud 
junto  á  Tarifa,  en  que  venció  el  Rey  de  Egipto  Osirís  Dionisie 
y  sus  egipcios,  á  Déalós  Gerion,  africano.  Los  de  Caria  fueron 
los  primeros  que  por  sueldo  se  encontraron  en  guerras  ajenas,  y 
los  primeros  españoles  que  recibieron  salario  de  munición  dé 
Romanos,  fueron  en  tiempo  de  los  Scipiones,  y  usaban  por 
añilas  palos  con  punías  tostadas.  Palámides,hijo  de  Neauplío, 
Rey  de  Nigroponte,  in Ventó  en  el  cerco  de  Troya,  ordenar  ei 
ejército  por  hileras,  numerar  los  soldados,  dar  señal  para  la 
batalla  y  píoner  centinelas  nocturnos;  y  en  la  misina guerra  in- 
trodujo Sinon  las  atalayas:  inventó  las  treguas  Licaon ,  y  las 
alién^  ó  confederaciones  Teseo:  Hércules  fué  el  prihiero  que 
trajo  corazas  de  piel  de  León  para  defensa:  nías  ^e  1300  años 
anles  del  nacimiento  de  Cristo,  fué  Licinio  Caooel  primero 
que  en  España  hizo  forjar  <en  fraguas,  y  labrar  armas  de  hW- 
ro,  de  petos,  brazaletes,  armaduras  de  cabeza,  cuchillos,  espa- 
das, puntas  de  l^nza  y  ótrds  defensivas  y  ofeñéivaís:  algunos 
atribuyen  á  Comba,  hija  de  Assopo,  la  invención  de  las  armas 
de  metal:  Zoy lo  labró  coseletes:  los  Cares  inventaron  las  ca- 
ñas de  piernas  y  los  penachos  antes  qué  los  Tártaros:  Miadas, 


—  51  — 

Mesenio  la  cota  de  malla  y  loriga:  los  Etolios  las  lanzas:  la  es- 
pada ,  asta 9  capacete,  almete  ó  morrión,  los  Lacedemonios: 
Pretoy  Acrasio,  batallando  entre  sí,  hallaron  los  escudos:  los 
de  Caria  pusieron  en  ellos  embrazaduras  de  cuero,  é  inventa- 
ron llevarlos  con  alguna  señal  ó  pintura  para  conocerse;  como 
los  franceses  llevaban  la  banda  blanca  y  los  espafioles  la  roja: 
Pantasilea,  Reina  de  las  amazonas,  inventó  la  aéha  de  armas, 
el  martillo  y  las  segures,  y  pelear  con  ellos:  los  dardos  arroja- 
dizos con  amientes ,  Etolio,  hijo  de  Marte :  Tireno  las  lanzas, 
ginetas,  astas  voladoras  y  el  pilo  ó  dardo,  que  arrojaban  los 
guerreros  de  á  pié:  Piseo  el  venablo:  los  Cretenses  la  ballesta 
de  tomo:  Siros  ó  Dionisio  la  catapulta  ó  mantas  para  arrojar 
grandes  piedras,  á  modo  de  trabucos:  los  Fenicios  otros  inge 
nios  arrojadizos,  la  ballesta  común  y  hondas;  aunque  algunos 
dicen,  que  las  hondas  fueron  invención  de  los  isleños  de  Ma- 
llorca y  Menorca ,  que  usaron  tanto  de  ellas,  que  negaban  la 
comida  á  sus  hijos  si  no  la  derribaban  con  sus  tiros :  las  fle- 
chas, saetas  y  arco  para  tirarlas,  fueron  invención  de  Saites  ó 
Siten,  hijo  de  Júpiter;  yPerseo  las  introdujo  en  su  tierra:  Ar- 
quimedes  Siracnsano,  fué  inventor  de  las  máquinas  de  guer- 
ra: los  Asirlos  del  escorpión  ó  ballesta  de  garrucha:  Epeo  llevó 
á  Troya  los  cameros  de  combatir  muros:  Piseo  Toscano  inven- 
tó la  trompeta:  Midas  la  cometa,  en  Frigia:  el  uso  de  la  artí- 
lleria  y  pólvora  se  aplica  á  Arquímedes,  que  usó  de  ello  en  la 
guerra  céntralos  Romanos:  otros  dicen  fueron  los  Chhios, 
otros  que  un  alemán  y  otros  que  un  fraile  germano,  grande  fíló- 
8ofo  y  alquimista,  que  estando  moliendo  salitre  y  azufre  cayó 
en  el  mortero  una  centella,  que  convirtió  la  materia  en  exha- 
lación, con  cvyo  motivo  se  dio  á  perfeccionarlo:  las  armas  de 
fuego  las  inventó  Bertoldo  de  Alemania,  y  la  primera  vez  que 
86  usó  de  artillería  y  pólvora  fué  en  el  año  1366,  en  la  guerra 
entre  Venecianos  y  Genoveses,  según  otros ;  llamándose  los 
eañones  bombardas,  introduciendo  después  los  arcabuces,  que 
antease  llamaban  espingardas,  que  significa  rempujar,  mosque- 
tes, escopetas  largas  y  cortas ,  pistolas ,  pistoletes  y  carabinas, 
cafiOB  entero,  medio  cañón,  coarto  cañón ,  culebrina ,  media 

TOMO  I.  4 


—  52  - 

culebrina,  mortero,  petardo,  trabuco ,  esmeril ,  falconete,  sa- 
cre, pedrero:  las  escopetas  de  pedernal  son  invención  de  los 
alemanes:  el  Conde  Pedro  Navarro  fué  el  gran  maestro  de  mi- 
nar con  pólvora:  desde  el  tiempo  de  Salomón  y  de  Faraón  se 
usa  andar  á  caballo,  siendo  en  Tesalia  donde  primero  se  doma- 
ron ,  y  el  andar  en  ellos  y  correrlos  fué  invención  de  Velero- 
fonte:  de  Peletronio  el  freno,  silla  y  demás  jaeces:  de  los  Tésa- 
los el  pelear  á  caballo,  de  que  se  compuso  la  fábula  de  los  cen- 
tauros en  el  monte  Pelion  de  Tesalia:  de  los  de  Frigia  el  carro 
de  dos  caballos:  de  Erictonio  el  de  cuatro.  El  Rey  Gécrope  fué 
el  primero  que  hizo  pueblo  cercado ,  llamándose  por  él  Ge- 
cropia  la  fortaleza  de  Atenas :  las  torres  fueron  invención  de 
los  Cíclopes  ó  ios  Tirintios ,  y  las  murallas  de  Tráson :  la  pri-' 
mera  población  del  mundo  la  hizo  Cain ,  llamándole  Enochia, 
y  la  primera  ciudad  fué  Argos,  fundada  por  Foroneo ,  ó  Dios 
Polis  de  los  Egipcios,  ó  Siciona,  ó  Licosuria  en  Arcadia:  el 
primero  que  labró  barro  para  formar  casas  fué  Dóxio ,  apren- 
diéndolo de  las  golondrinas  cuando  hacían  sus  nidos:  los  pri- 
meros que  en  Atenas  edificaron  casas  de  adobes  fueron  Eu- 
riato  é  Hiperbio,  hermanos,  porque  antes  moraba  la  gente  en 
cuevas  ó  chozas  de  ramas  de  árboles:  Cinira  dio  principio  á  las 
tejas:  Cadmo  formó  las  canteras;  en  Tebas  ó  Fenicia;  los  de  Ca- 
ria instituyeron  los  almacenes  para  guardar  los  pertrechos  de 
guerra. 

La  primera  nao  que  flotó  las  ondas  del  mar  fué  el  arca 
de  Noé  y  Neptuno  enseñó  á  los  Atenienses  á  navegar;  los 
Sidones  fueron  los  primeros  que  navegaron  con  dos  maderos 
atados  uno  con  otro,  los  cuales  halló  en  el  mar  rojo,  entre 
unas  islas  el  Rey  Eritro,  y  dicen  fué  invención  de  los  Misos 
y  Troyanos  en  el  Hesponto  cuando  pasaron  contra  los  Traces. 
Plinio  cuenta :  que  en  el  Océano  británico  se  hacian  en  su 
tiempo  bajeles  de  Sarmientos,  cubiertos  de  cuero,  y  en  el  Nilo 
de  papel,  juncos  y  cañas.  Florian  de  Ocampo  dice:  que  en  el 
afio  256  antes  de  Cristo,  los  Españoles  Sileros  navegaban  en 
barcas  de  cuero,  cosidas  con  correas,  y  en  algunos  esquifes 
de  un  madero  socavado  todo  de  un  lefio,  regidos  por  pocos 


-»5  — 

hombres;  y  ¿  este  estilo  son  las  canoas  que  tienen  los  Indios 
y  se  usan  en  la  navegación  del  rio  grande  de  la  Magdalena  y 
otros.  Muchos  son  los  nombres  de  los  bajeles  chicos,  medianos 
y  grandes,  pues  hay  batel,  chalupa,  bote,  hotequin,  lancha^ 
barca,  falúa,  faluca,  góndora  chata,  barco  largo,  barco,  mas- 
telero, taratana,  carabela,  carabelón,  zabrá,  pinaza,  gabarra, 
fusta,  bergantin,  sUipote,  fragata,  urca,  convoy,  carraca,  cara- 
muzal,  patache,  galeoncete,  galeón,  nao,  navio,  navio  de  alto 
bordo,  galera,  galeota,  galeaza,  balandra,  saetia,  mahona,  go- 
londra,  garbo,  charrúa,  boyante,  champan,  piragua,  balsa, 
canoa,  curiana,  cárabos,  carrazones  etc.  Fanat,  hijo  de  Du- 
deni,  hizo  navios  para  ir  á  buscar  tierras  donde  poblar;  Danao 
trajo  de  Egipto  la  primera  nao  á  Grecia,  dándole  su  nombre; 
el  primero  que  navegó  en  nao  larga  ,fué  Sason,  ó  Páralo ,  ó 
Samira  SafiTo  de  Semiramis,  ó  Eglon:  el  bajel  de  dos  órdenes 
de  remos  fué  inventado  por  los  Eritreos;  y  de  tres  por  Ami- 
nodes  Corinto;  de  cuatro  por  los  Cartagineses,  de  cinco  por 
Nesicton  Salomino;  de  seis  por  Xenágoras  Siracusio;  de  siete 
hasta  diez  por  Nesigton;  y  de  once  y  doce  por  Alejandro  el 
Magno;  Prolomeo  acrecentó  hasta  quince;  Demetrio  Antigonio 
hasta  treinta,  Ptolomeo  Filadelfo  hasta  cuarenta  y  Ptolemeo 
Filopator  hasta  sesenta.  Inventaron  los  remos  los  Copés  y  su 
anchura  los  Píateos:  Hipo  natural  de  Tiro  la  nao  para  llevar 
carga;  los  Cirinenses  el  Lemba,  bajel  pequeño;  los  Fenices  la 
cimba,  barca  chica  descubierta;  los  Rodos  las  celoses,  barcas 
cubiertas;  los  de  Chipre  los  cercurones  ó  navios  ligeros;  la 
nao  paracoiiducir  caballos  los  Samios,  ó  Pericles  Ateniense; 
las  naos  largas  y  cubiertas  los  Tásios;  las  velas  de  marear 
Icaro;  el  árl)0l,  entena  y  jarcias  Dédalo:  el  timón  Tifo,  á 
imitación  del  Milano,  que  con  su  propia  cola,  torciéndola  á 
una  ú  otra  parte,  gobierna  su  vuelo;  las  áncoras  los  Copes,  ó 
Toscanos  de  Italia,  ó  el  Filósofo  Anacarsis;  y  Eupalamio  la 
hizo  de  dos  dientes;  Anac^masis  los  tirrenos  y  los  garños,  ó 
arpeo  paraaferrar  un  navio  con  otro  cuando  abordan  peleando; 
los  Fenices  hallaron  la  cuenta  de  las  estrellas  en  la  navegación, 
y  regirse  por  el  Norte;  Fabio  Napolitano  la  aguja  de  marear 


en  el  año  1250,  aunque  hay  quien  dice  la  habia  antes  con 
diferente  forma  y  nombre  de  bersoria:  los  Portugueses  com- 
pusieron la  carta  de  marear,  y  el  astrolabio,  de  que  usaban  los 
antiguos  para  conocer  el  movimiento  de  las  estrellas.  La  pri- 
mera bandera  que  hubo  en  el  mundo  fué  la  camisa  de  Nem- 
brot  en  la  guerra  contra  sus  hermanos:  los  Romanos  traian 
primero  un  manojo  de  paja  ó  heno  atado  en  un  asta  por  ban- 
dera, y  también  una  mano  enastada,  por  lo  que  se  dio  el 
nombre  de  manipúlanos  á  los  Alféreces;  después  usaron  unas 
bandas  en  la  asta  de  donde  se  tomó  el  nombre  de  banderas,  y 
haciéndolas  mas  anchas  pintaban  en  ellas  dragones,  lobos  y 
otros  animales,  y  por  instrucción  de  Mario  trageron  en  la 
insignia  superior  y  general  una  águila,  de  donde  provino 
llamar,  al  que  la  llevaba,  aquilifer^  después  Alférez,  quedando 
el  águila  por  señal  de  Imperio,  y  conservarse  en  él  con  dos 
cabezas,  porque  comprendia  á  oriente  y  occidente,  ó  porque 
tenia  superioridad  en  las  jurisdicciones  temporal  y  eclesiás- 
tica, pues  aun  en  la  cristiandad  confirmaba  los  primeros  Pon- 
lífices.  El  Emperador  Constantino  Magno  puso  en  sus  ban- 
deras el  lábaro  ó  cruz  de  Cristo,  y  desde  entonces  hay  esta 
costumbre  cristiana.  Del  sueldo  que  se  dá  por  paga  y  satis- 
facción de  su  ejercicio  al  que  ejerce  lo  militar,  se  nombra 
soldado,  el  cual  si  no  es  noble  de  linaje  por  ello  no  lo  tiene, 
á  pesar  de  ser  ocupación  honrosa,  pero  por  sus  hazañas  la 
consiguen,  y  es  mas  fundarla  que  heredarla,  porque  ninguna 
obra  de  virtud  merece  mas  alabanza-  y  premio,  ni  á  nadie  se 
debe  mayor  reconocimiento,  que  al  que,  meoiiipfettnando  su 
vida,  la  espone  en  servicio  de  su  Rey  y  Patria,  telOi  <íyi  tierra 
eomoenmar.  > 

La  República  Romana,  célebre  por  su  singular  disposición 
j  gobierno,  con  prudente  acierto  ordenó  varias  cosas,  que  han 
servido  á  otras  naciones  de  norma  para  loables  institutos,  y 
entre  ellos  el  de  la  caballería,  que  tomó  nombre  de  andar  á  ca- 
ballo, y  de  ella  el  de  Caballero,  según  la  ley;  principió  este  gre- 
mio de  caballeria  para  la  defensa  propia  y  ofensa  ajena ,  esco- 
giendo hombres  fuertes  y  aguerridos,  entresacándolos  de  los 


--  55  — 

oficiales  eomuneá,  hasta  ^ue  la  esperiencia  enseñó  no  ser  á 
propósito  semejantes  personas  según  la  ley,  y  los  reformaron, 
eligiéndolos  de  la  nobleza;  de  mil  se  escojía  uno,  de  que  vino 
el  nombre  de  milicia,  y  milites  á  los  soldados.  A  esta  imita- 
ción se  introdujo  en  España  la  caballería  de  espuela  dorada, 

• 

que  se  daba  á  Hijos-dalgo  y  no  la  podian  tener  los  que  no  lo 
fuesen,  y  los  alistaban  en  el  libro  y  padrón  de-  caballeros 
según  la  ley,  y  era  tan  gran  dignidad,  que  los  Emperadores  y 
Reyes  no  podian  ser  consagrados  ni  coronados  basta  ser  he- 
chos caballeros,  y  no  se  podia  dar  á  mujer,  ni  religioso,  ni  al 
impedido,  ni  al  mercader  al  pormenor,  ni  al  que  no  tuviese 
hidalguía,  ni  al  pobre,  pues  es  imposible  que  los  criados  en 
miseria,  si  no  tienen  gran  sobra  de  virtud  natural,  puedan  ha- 
cer bondad,  ni  tener  quietud,  ni  regir  sus  oficios  como  deben 
conforme  á  los  dichos  de  Homero.  Juraban  los  caballeros  i.^ 
DO  recelar  de  morir  por  su  ley,  si  fuere  menester;  2.^  por  su 
Rey;  3.^  por  su  Patria;  y  cuando  esto  habian  jurado  se  les 
daba  una  pescozada  para  que  viniesen  en  memoria  de  su  jura- 
mento, diciendo:  Dios  le  guia  á  su  servicio  y  le  deje  cumplir 
lo  que  prometió;  con  la  espada  en  la  mano  diestra  desenvainada 
y  descubierta  la  cabeza,  en  señal  de  no  haber  cometido  ver- 
güenza, ni  miedo,  y  después  la  besaban  en  señal  de  fé,  de 
paz  y  hermandad  entre  los  demás  caballeros;  y  antes  de  esto 
le  calzaban  las  espuelas  ante  sus  padrinos.  Si  degeneraba  al- 
guno de  ellos,  y  se  hacia  indigno  por  su  mal  obrar,  era  de- 
gradado. Egi^iaballería  de  espuela  dorada  se  incorporó  á  las 
que  seí4ÍmBeron  de  San  luán  de  Jerusalen,  Santiago,  Ca- 
latrava,  T3(tfinra,  Montesa,  Cristo  y  otras  órdenes  Militares, 
ÍRstitutos  trien  notorios  y  de  calificación  de  hidalguía.  Hay 
tres  diferienclas  ó  estados  en  estas  órdenes,  Caballeros,  Freiles 
y  Monjas.  En  el  primero  entraban  los  Comendadores,  llama- 
dos así  porque  teoian  encomiendas,  que  les  daban  renta  para 
Bustentarse:  los  Freiles  eran  eclesiásticos  y  probaban  ser 
cristianos  viejos  en  Unas,  y  lo  mismo  que  los  caballeros  en 
otras;  y  las  Comendadoras  ó  Monjas  hacian  las  pruebas  que 
loe  eaballérM.  Tienen  las  órdenes  Militares  Consejo  supremo 


—  56- 

de  por  sí,  para  todo  lo  que  les  toca,  con  jurisdicción  en  que 
ponen  Ministros,  y  el  Rey  de  España  es  Administrador  per- 
petuo de  las  órdenes  Militares,  con  lo  que  se  estinguió  el  Título 
de  Maestres,  que  tenian  antes  por  cabeza. 


TRATADO  DEL  BLASÓN. 


El  Hijo-dalgo  de  cuatro  costados  ó  abolengos  trae  timbre 
en  su  escudo  de  armas,  y  aunque  estas  testifican  la  nobleza  de 
su  dueño,  no  las  há  menester  el  Hidalgo  para  serlo,  porque 
ellas  no  dan  nobleza,  sino  proceden  de  ésta,  aunque  sea  con- 
secuencia de  nobleza  usar  de  ellas,  siendo  propias.  Tuvieron 
origen  de  las  antiguas  estatuas  que  ponian  en  las  sobrevistas 
y  armas  de  vestir,  para  ser  conocidos  por  estas  señales  en  el 
conflicto  de  la  batalla,  pues  traian  cubierto  el  rostro  con  las 
celadas;  y  las  llamaron  divisas  porque  con  ellas  se  divisaban 
y  conocían,  se  dividían  y  diferenciaban  unas  familias  de  otras, 
siendo  su  común  nombre  Escudo  de  Armas,  y  heráldicamente 
armerías  por  la  costumbre  de  pintarlas  en  los  paveses  y  es- 
cudos. 

Cuatro  son  los  ñnes  porque  se  usaron,  tomaron  y  traen  los 
Nobles  los  Escudos  de  Armas:  1.^  por  prodigio  ó  agüero  de 
que  hicieron  gran  caso  los  Gentiles;  2.^  para  ser  los  hombres 
conocidos  y  diferenciados  de  otros;  3.^  por  sefiál  de  Nobleza 
ó  virtud,  como  las  trajeron  los  15000  Caballerot  que  escogió 
Poncio,  Emperador  de  Samnites,  contra  los  Romanos  entie 
60,000  á  los  cuales  dio  escudos  pintados  de  oro  y  plata,  y 
sobreseñales  ricas,  yelmos,  inventivas,  cimeras  ó  timbres  para 
ser  conocidos,  y  fueron  llamados  la  Compañía  Lincea,  ios 
cuales,  según  Tito  Livio,  fueron  los  primeros  que  usaron 
timbres;  y  4.^  por  representación  de  algún  acto  glorioso,  como 
traer  un  Rey  .preso  en  un  escudo,  según  usa  la  Casa  de  Cór- 
dova,  que  pinta  al  Rey  Chico  de  Granada  á  quien  prendió. 


—  57  — 

Jacob  cerca  del  fin  de  sus  días,  como  Príncipe  de  sus  hijos, 
consideró  la  condición  y  calidad  de  cada  uno,  y  les  dio  ó  in- 
ventó las  armas;  al  mayor  ondas  de  agua ;  á  Judas  el  León,  y 
otras  á  los  demás.  En  tiempo  de  Moisés  y  Abaron,  les  fué 
mandado  traerlas  en  banderas  y  pendones»  Héctor,  en  la  guer- 
ra Troyana,  trajo  tres  leones  rojos  en  escudo  de  oro.  Josu^  fué 
el  primero  que  tuvo  en  su  sepulcro  escudos  y  armas  de  sus 
proexas,  pues  dándole  los  suyos  sepultura  sobre  el  Monte  Ga- 
gas, pintaron  un  sol  y  un  monte:  á  Eneas  pusieron  armas, 
señal  y  bandera  sobre  su  sepultura;  y  en  aquella  época  los 
espafioles  tomaron  de  los  griegos  el  llevar  luto  por  los  difuntos 
y  colgar  sobre  su  sepulcro  la  cota  y  el  pendón;  así  como  cor- 
tarse los  cabellos  los  parientes,  amigos  y  allegados.  Hércules 
traia  por  armas  ó  insignia  una  piel  de  León  con  crueles  col- 
millos y  uñas  de  oro,  y  Jason  el  Vellocino  dorado,  que  ganó 
en  la  Isla  de  Coicos,  que  representa  el  Toisón. 

Nadie  puede  usar  de  las  armas  ajenas  porque  es  hacer  in- 
justicia á  su  dueño,  y  se  espone  á  que  se  las  quite  según  de- 
recho. Solo  el  que  tiene  título  puede  usar  corona  en  su  es- 
cudo, como  lo  espresa  la  ley;  así  como  de  los  Prelados  mi- 
trales  arriba  ponen  el  capelo  ó  sombrero  con  sus  cordones  y 
borlas.  Las  armas  son  los  astros  que  resplandecen  en  el  firma- 
mento de  la  historia,  con  geroglíficos  ó  emblemas  que  en 
breve  demostración  manifiestan  los  gloriosos  hechos  de  las  fa- 
milias,  conmoviendo  á  los  succesores  á  ejecutarlos,  de  lo  que 
dimanó  entre  los  Egipcios  la  inmemorial  costumbre  de  colgar 
en  los  atrios  y  pórticos  de  sus  antiguos  palacios  las  alas  del 
buitre;  entre  los  Arcadas  el  establecimiento  de  que  los  Patri- 
cios llevasen  en  el  pecho  un  marco  de  oro  sellado  para  dis- 
tinguirse de  la  multitud  plebeya;  y  entre  los  Romanos  la  in- 
vención de  dar  á  los  soldados  escudos  en  blanco  para  que,  se- 
gún las  operaciones  que  cada  uno  ejecutase,  pudiese  escribir 
en  ellos  sus  progresos  y  hazañas :  á  su  imitación  nuestros  an*- 
tiguos  Monarcas  confirieron  ú  sus  nobles  vasallos  escudos  en 
la  misma  forma,  por  sí  ó  por  sus  Reyes  de  Armas ,  para  que 
en  ellos  quedasen  rubricados  sus  altos  renombres  é  ilustrada 


-«8  — 

su  inmemorial  gloria,  y  se  conociese  por  sus  figuras,  metales 
y  colores  el  lustre,  calidad  y  esplendor  de  ~las  familias,  que 
representan ,  viniendo  por  ellas  en  conocimiento  de  sus  haza- 
ñas y  virtudes. 

Fijáronse  sus  principales  reglas  y  preceptos  en  el  siglo  XI, 
á  cuyo  fin  se  instituyeron  los  oficios  de  Reyes  de  Armas,  que 
son  los  que  tienen  los  registros  de  las  casas  ilustres  y  quienes 
examinaban  los  testimonios,  vestidos  y  armas,  y  prohiben 
usar  de  ellas  á  quien  no  está  facultado;  y  se  perfeccionaron 
en  esta  época  las  armerías  con  motivo  de  los  Torneos  de  Ale- 
mania del  siglo  X,  con  términos,  preceptos  y  reglas  ciertas  y 
determinadas,  caracterizándose  sus  figuras  por  símbolos  de 
nobleza,  trasferibles  de  padres  á  hijos,  y  aumentándose  con 
las  de  alianzas.  En  |el  Escudo  de  armas,  ni  interior  ni  este- 
nórmente  debe  haber  nada  supositicio  ni  arbitrable,  sino 
todo  propio  y  sujeto  á  los  preceptos  del  Blasón ;  y  habiendo 
alguna  usurpación  de  los  Escudos  de  los  Soberanos  se  idcur- 
re  en  el  crimen  de  lesa  Majestad,  y  en  el  de  falsario  si  fuere 
de  ojtros  nobles.  Por  ello  son  necesarios  los  Cronistas  Reyes 
de  Armas  para  evitar  estos  abusos  con  las  demás  comisiones 
que  tienen  á  su  cuidado ,  y  organizar  los  Escudos  de  armas  de 
los  Caballeros,  que  por  tan  precisos  se  han  conservado  en  todo 
el  mundo ;  no  habiendo  Soberano  que  no  los  tenga  con  esta 
denominación  ó  la  de  Heraldos ,  ú  Oficiales  para  arreglar  las 
armas,  genealogías  y  entronques  de  la  nobleza  de  sus  Reinos, 
Estados  y  Señoríos.  La  voz  Heraldo  se  deriva  de  las  alemanas 
Heer,  que  significa  armado,  y  Aid  que  se  interpreta  oficial, 
lo  cual  hoy  se  llama  Cronista  Rey  de  Armas. 

El  Blasón  es  el  arte,  que,  con  términos  y  voces  propias  de 
él,  enseña  en  la  inteligencia  del  Escudo  de  armas  la  de  los  es- 
maltes, figuras  y  ornamentos,  el  orden  de  componerlos  con 
reglas  y  preceptos  ciertos ,  por  lo  que  daremos  una  idea  con 
que  se  llegue  á  comprender,  pues  no  es  decente  á  personas 
de  calidad  y  distinción  ignorar  las  reglas  de  las  armerías,  el 
linaje  de  donde  descienden,  al  menos  hasta  su  cuarto  grado» 
sus  armas ,  las  del  Bey ,  el  conocimiento  de  los  colores ,  el 


"^ 


-T-ÍÍ9~ 

método  de  blasonar  y  los  preceptos  generales,  primera  cosa 
que  debo  saber  el  que  se  precia  de  Caballero. 

Estos  principios  generales  del  Blasón  consisten  en  el  cam- 
po ,  esmaltes  y  figuras  con  su  postura  y  disposición  en  el  tim- 
bre y  ornamentos  esteriores,  y  modo  de  blasonaries  por  orden 
con  términos  propios  del  arte ;  fundamentos  que  formarán  el 
cuerpo  de  la  idea  para  hacerla  comprender  con  mayor  breve- 
dad. Estos  términos  son  de  dos  especies;  unos  que  son  pro^ 
píos  de  los  esmaltes  y  de  las  figuras  de  que  se  componen  las 
armerías,  y  otros  de  que  se  sirve  para  esplicar  la  postura  y 
formas  diferentes  de  sus  piezas:  ó  lo  que  es  lo  mismo,  unos 
de  los  sugetos  y  otros  de  sus  atributos.  Los  de  los  sugetos,  hay 
unos  comunes  como  los  de  las  águilas,  leones,  grifos  y  gene- 
ralmente de  los  de  la  mayor  parte  de  las  cosas  naturales  y  ar- 
tificíales que  su  denominación  es  notoria;  y  los  otros  de  los 
jftributos  que  han  retenido  en  el  Blasón  los  nombres  antiguos, 
que  por  no  usarse,  para  ser  conocidos,  se  necesita  una  inter- 
pretación particular  que  espondremos  en  el  siguiente 


DICaONARIO  DE  ATRffiUTOS. 


A. 


AccoLAoo,  tiene  cuatro  sentidos;  el  primero  se  toma  por 
dos  cosas  que  están  asidas  ó  puestas  de  lado,  unidas,  que  es 
la  forma  en  que  las  mujeres  unen  sus  escudos  con  los  de  sus 
maridos ,  j  viene  este  uso  por  representación  de  alianza ,  que 
es  como  se  entiende  también  la  unión  de  dos  Reinos ;  igual 
pueden  ser  aecoladas  las  figuras  cuando  se  tocan  por  sus  flan- 
cos ,  y  para  decirse  así  no  ha  de  estar  llena  el  escudo  de  ellas, 
porque  entottoes  muda  enteramente  el  sentido :  el  segundo  es 


—  60  — 

cuando  quiere  decirse  guarnecido  de  collar,  como  un  león  ú 
otro  animal  que  lleve  collar  ó  corona  al  cuello ;  pero  no  se  en- 
tenderá en  las  aves,  porque  entonces  se  llamará  colietado;  el 
tercero  se  dice  á  un  árbol,  crqz  ó  columna  que  estén  rodea- 
dos de  hiedra,  sarmiento  ó  culebra ;  y  el  cuarto  sirve  para  las 
llaves,  bastones,  maias,  espadas,  banderas,  etc.,  que  se  po- 
nen en  sotuer  detrás  del  Escudo.  Véase  lámina  1.*,  núme- 
ros 1,  2,  3  y  4* 

Acompañado,  se  dice  cuando  al  rededor  de  una  pieía  prin- 
cipal se  bailan  otras  piezas  que  las  acompafian  y  rodean.  Lá- 
mina l.%núm.  5. 

Acornado  ,  se  dice  de  todos  los  animales  que  llevan  cuer- 
nos, siempre  que  sean  de  otro  esmalte  que  lo  restante  de  su 
cuerpo.  Lám.  1.*,  núm.  6. 

Acostada,  se  dice  la  pieza  de  alguna  longitud,  puesta  en 
palo  ó  en  banda,  cuando  tienen  otras  á  sus  costados  en  el 
propio  sentido.  Guando  los  billetes  están  derecbos  se  dice 
acompafiados,  y  lo  mismo  de  otras  figuras,  cuya  situación 
puede  ser  indiferente,  siendo  menester  declararlo  como  su 
número,  principalmente  habiendo  seis,  porque  pueden  tam- 
bién estar  puestos  en  orla.  Cuando  las  piezas  son  redondas 
como  tonillos,  hozantes,  rosas  y  anilletes,  se  puede  usar  in- 
diferentemente del  término  acostado  6  acompañado.  Lám.  1.', 
núm.  7. 

Acrupido  ,  se  dice  de  los  animales»  silvestres  que  se  ven 
en  la  postura  de  las  liebres,  conejos,  etc,  encogidos,  que  es 
su  postura  ordinaria,  cuando  ni  corren  ni  andan.  Lám.  1.*, 
núm.  8. 

Agolado,  se  dice  del  caballo  puesto  sobre  sus  ancas  y 
otros  animales;  de  dos  cañones  ó  mas  sobre  sus  cureñas  con 
las  bocas  afuera ,  como  los  que  lleva  el  General  de  Artillería 
al  pié  del  Escudo  por  marca  de  dignidad.  Lámina  !•%  nú- 
mero 9. 

Adiestrada,  se  dice  de  la  pieza  á  cuya  derecha  se  pone 
otra  ú  otras.  Lám.  1.%  núm.  10. 

Adiuraoo  »  se  dice  de  las  aberturas  del  jefoi  de  cualquien^ 


—  64  — 

figara  que  gean ,  redonda,- cuadrada ,  etc. ,  tocando  con  ellas 
al  estremo  del  Escudo.  Lo  mismo  se  entiende  de  las  ventanas 
de  una  casa  ó  torre  cuando  son  de  diferente  color;  pero  cuan- 
do por  dichas  aberturas  se  viere  distintamente  el  campo  ó  las 
figuras  que  estén  debajo,  se  dice  abiertas,  esceptuándose  de 
esta  regla  los  macles,  rustres  y  rosetas  de  las  espuelas,  que 
aunque  tienen  abertura  en  Armería  no  son  adjurados*..  Lámi- 
na 1.%  núm.  11. 

Afrontados  ,  se  dice  de  dos  cosas  que  están  puestas  de 
frente  como  dos  animales  que  se  miran  uno  al  otro.  Lám.  1.*, 
núm.  12. 

Ajbdrezado  ,  se  dice  del  Escudo  y  de  las  piexas  principa- 
les y  aun  de  algunos  animales,  cuando  se  componen  de  pie- 
zas cuadradas,  alternativas,  en  forma  de  ajedrez,  y  ba  de 
tener  por  lo  menos  20  cuadros,  porque  si  hay  9  se  dice  equi- 
polado,  y  si  quince,  de  15  puntos  de  ajedrez.  Las  bandas,  fa- 
jas y  otras  piezas  de  su  forma ,  deben  tener  por  lo  menos  dos 
hileras  para  decirse  asi\  porque  de  una  sola  se  dirían  compo^ 
nadas.  También  selhmdijaqueladoy  escacado  y  damado.  Lá- 
mina 1.*,  núm.  13. 

Aguzadas,  son  las  piezas  que  sus  cabos  terminan  en  forma 
de  punta.  Lám.  1.%  núm.  14. 

Alado  ,  se  dice  de  las  piezas  que  tienen  alas  contra  natu- 
raleza, entendiéndose  también  de  las  aves  que  las  tienen  de 
diferente  color  que  el  cuerpo.  Lám.  1.',  núm.  15. 

Alzado,  se  dice  de  la  pieza  que  se  coloca  mas  alta  de  la  si- 
tuación ordinaria ,  entendiéndose  al  contrario  del  jefe  y  de  la 
faja  bajadas,  siempre  que  lo  estén  de  su  regular  situación.  Lá- 
mina l.\  núm.  16. 

Almenadas  ó  greneladas,  se  llaman  las  torres,  fajas,  etc., 
que  tienen  almcQas.  Lám.  1.*,  núm.  17. 

Alta,  se  llama  la  espada  con  la  punta  hacia  el  jeje  y  la 
guarnición  abajo,  de  lo  contrario  se  espresará  en  la  forma  que 
estuviere.  Lám.  1.%  núm.  18. 

Angrkladas,  se  llaman  lasborduras,  cruces,  bandas, 
etc.,  que  tienen. dientes  muy  menudos  y  los  lados  son  redon- 


>v 


—  6Í  — 

dos  por  la  parte  iaterior  con  las  puntas  afuera ,  á  diíérencía 
del  endentado  que  son  triangulares  en  ioda  su  forma.  Lámi- 
na i.^,  núm.  19. 

Angulada,  se  dice  á  la  crui  y  al  sotuer,  cuando  tienen 
iguras  largas  con  puntas  que  salen  de  sus  ángulos,  como  la 
de  San  Juan  de  Jerusalen,  que  es  angulada  de  cuatro  flores 
délis.  Lám.  1«%  núm.  20. 

Animada,  se  dice  de  la  cabeza  de  un  caballo  y  desús  ojos 
cuando  parece  estar  en  acción  de  acometer,  como  lo  bace  al 
otr  la  trompeta  y  caja.  Lám.  1.%  núm.  21. 

Antigua  ,  se  dice  de  las  coronas  con  puntas  y  rayos ,  que 
eran  los  adornos  de  las  mujeres  romanas  y  griegas,  y  así  se 
dice ,  bustos  de  reyes  coronados  á  la  antigua ;  lo  mismo  se 
dice  de  los  vestidos ,  edificios  y  nichos  góticos  que  tienen  al- 
gunas ciudades  por  armas.  Lám.  1.*,  núm.  22. 

Apalmada  ,  se  llama  la  mano  abierta  cuando  se  le  ve  la 
palma.  Lám.  1.^,  núm.  23. 

Apareados,  son  los  perros  de  caza  atados  juntos  ó  en  pa- 
rejas y  otras  cosas  en  el  mismo  sentido.  Lám.  1.*,  núm.  24. 

Apuntadas  ó  de  punta,  se  dice  de  dos  cosas  que  se  tocan 
con  sus  puntas,  como  dos  chevrones,  tres  espadas,  etc.  Pue- 
den ser  también  apuntadas  en  corazón;  y  de  la  misma  forma 
tres  flechas.  Lám.  1.*,  núm.  2S. 

Ardiente  ó  ardiendo  ,  se  dice  de  un  carbón  ú  otra  cosa 
ardiendo.  Lám.  1.%  núm.  26. 

Armado,  se  dice  de  los  animales  perlas  ufias  y  garras  que 
la  naturaleza  les  dio  para  su  defensa:  á'los  dragones  y  grifos, 
k)  mismo  que  á  las  aves ,  cuando  sus  miembros  y  uñas  son 
de  otro  esmalte  que  el  cuerpo  los  compreuJe  el  término  «tem^ 
brado ,  y  lo  mismo  á  las  flechas  y  otras  armas  cuyas  puntas 
correspondientes  á  las  de  hierro  son  de  otro  color  que  la  ma- 
dera, é  igualmente  á  un  soldado  de  á  pié  ó  de  á  caballo  cuan- 
do está  armado.  A  esta  voz  se  añade  mochas  veces  la  de  lam^ 
pasado  j  para  espresar  aquella  las  uñas,  y  esta  la  lengua  de 
los  leones,  cuando  son  de  diferente  esmalte  que  el  cuerpo, 
porque  la  palabra  lenguada  sirve  para  las  águilas,  y  algunos 


—  es- 
usan  de  la  depüadUy  pero  esta  debe  entenderse  por  el  pico. 
Lám.  i.%  núm.  27. 

Abrancados,  se  llaman  los  árboles  y  plantas  que  descu- 
bren sus  raices,  y  también  las  cabezas  y  miembros  de  anima- 
les que  no  estén  bien  cortados,  pareciendo  pieziis  estraidas 
con  violencia.  Lám.  1.%  núm.  28. 

Arbestado,  detenido  ó  parado,  se  dirá  de  un  animal 
puesto  sobre  sus  cuatro  pies,  sin  pasar  uno  delante  del  otro, 
que  entonces  seria  la  postura  de  pasante.  Lám.  i.',  núm.  29. 

Azorantes,  ezorantes  ó  azoradas  ,  se  dice  de  las  aves  que 
solo  abren  las  alas  á  medias  para  tomar  el  viento,  y  cuando 
miran  al  sol,  ó  como  si  estuvieran  asustadas  y  cansadas  ó  en 
acción  de  querer  dar  su  vuelo.  Lám.  1.',  núm.  30. 


Bajadas,  se  dice  de  las  piezas  que  se  ponen  mas  bajas  de 
su  situación  regular,  eqmo  el  jefe  que  ocupa  ordinariamente 
el  tercio  superior  del  Escudo  puede  ser  bajado  á  otro  jefe  de 
concesión,  patronato  ó  religión ;  por  loque  los  comendadores 
y  caballeros  de  la  orden  de  San  luán ,  que  llevan  jelfes  en  sus 
armerías,  los  ponen  debajo  del  jefe  de  su  religión  :  la  faja  es 
bajada  cuando  se  pone  mas  baja  del  tercio  del  centro  del  Escu- 
do que  ocupa  ordinariamente :  el  chevron ,  vuelo  y  alas  de  las 
aves  son  bajados  cuando  en  lugar  de  levantarlas  hacia  el  jefe 
las  bajan  hacia  la  punta.  Lám.  l.'^,  núm.  31. 

Bandados,  se  dice  de  todos  los  escudos  cubiertos  y  llenos 
de  bandas,  en  número  igual  de  metal  qy  de  color,  enten- 
diésdose  tomismo  de  los  jefes,  fajas,  etc.,  y  de  animales  que 
•siúi  bandados.  Guando  no  se  declara  el  número  de  piezas  se 
•iitieBde  seis,  pues  de  lo  contrario  debe  espresarse  el  número 
de  4,  8,  etc.  Lám.  1.*,  núm.  32. 

Barbblados  ó  barbbtados  ,  se  dice  de  los  gallos  y  delfines 
cuando  sas  barbas  son  de  otro  esmalte  que  su  cuerpo.  Lámi- 
na 1.*,  núm.  33. 


—  64  — 

BoRDAj>Oy  se  dice  del  caballo  enjaezado.  Lám.  1.%  nú- 
mero 34. 

Barrado,  se  dice  del  Escudo  que,  en  el  mismo  sentido 
que  el  bandada,  está  cubierto  de  barras.  Lám.  1.',  núm.  3S. 

Bastilladas,  se  dice  de  las  piezas  que  tienen  almenas 
vueltas  abajo.  Lám.  2.',  núm.  1. 

Batallada  ,^  se  dice  de  la  campana  que  tiene  su  lengiíeta 
de  diferente  esmalte.  Lám.  2.',  núm.  2. 

Bbzantbada,  se  dice  de  una  pieza  cargada  de  bezantes. 
Lám.  S^.^  núm.  3. 

Bigarrada  ó  matizada,  se  dice  de  la  mariposa  y  cualquie- 
ra otra  cosa  que  tenga  diversos  colores.  Lám.  2.*,  núm.  4. 

BiLLETADO ,  se  dicc  del  Escudo  y  de  las  piezas  sembradas 
de  billetes.  Lám.  2.',  núm.  5. 

BiszADo ,  se  dice  de  una  pieza  ó  de  un  escudo  lleno  de 
serpientes  ó  culebras.  Lám.  2.*,  núm.  6. 

Bordadas,  se  dice  de  las  cruces,  bandas  y  demás  cosas 
que  tienen  sus  bordes  de  diferente  esmalte,  que  regularmente 
es  un  filetede  la  sesta  parte  de  su  anchura.  Lám.  2.*,  núm  7. 

Bordonada  ,  se  dice  de  una  cruz  buyos  brazos  están  tor- 
neados por  sus  estremds  como  los  bordones  de  los  peregrinos, 
á  lo  que  otros  llaman  pometada.  Lám.  2.',  núm.  8. 

Botonado,  se  dice  del  botón  de  una  rosa  ú  otras  flores 
cuando  es  de  diferente  esmalte  que  su  resto.  Lám.  2.%  nú- 
mero 9. 

Brettesadas,  se  dice  de  las  piezas  creneladas  que  parecen 
con  almenas  por  lo  alto  y  bajo  alternativamente.  Lám.  2.% 
núm.  10. 

Brisadas,  se  dice  de  las  armerías  de  los  cadetes  ó  bijos 
segundos,  donde  hay  alguna  mudanza  por  adición,  diminu- 
ción ó  alteración  de  alguna  pieza  para  distinción  de  las  ramas 
de  los  linajes.  También  se  dice  de  los  chevrones  cuya  punta 
es  disyunta.  Lám.  2.*,  núm.  11. 

Brocuantb  ó  sobrepuesta  ,  se  dice  de  la  pieza  que  está  so- 
bre otra,  como  una  faja  que  aparece  sobre  un  león.  Lám.  2.% 
núm.  12. 


—  65  — 

BuGLKADosÓHBBiLLADOSy  SO  llaman  los  collares  de  un  porro, 
etc.,  que  tengan  hebillas.  Lám.  2.%  núm.  i3. 

BuBLTos  y  se  dice  de  los  crecientes  que  miran  á  la  derecha 
del  Escudo ,  porque  mirando  á  la  siniestra  se  .dicen  contorna- 
dos. Lám.  2.\  núm.  14. 

BüRBiADo ,  se  dice  del  Escudo  lleno  de  fajas  desde  diez, 
doce  ó  mas  en  número  igual ,  y  de  dos  diferentes  esmaltes, 
entendiéndose  burelado  el  número  de  diez  fajas,  pues  pasando 
de  este  se  ha  de  especificar.  Lám.  2.',  núm.  16. 

C. 

Calzado,  se  entiende  cuando  el  Escudo  está  dividido  en 
forma  de  chevron  ranversado,  de  modo  que  llegue  su  punta 
á  lo  bajo  de  la  del  Escudo ,  y  las  piezas  que  le  acompañan  ha- 
cen la  acción  de  calzar,  subiendo  de  lo  bajo  á  lo  alto,  supo- 
niéndose por  campo  el  espacio  que  hay  entre  las  dos  líneas 
de  dichas  piezas.  Lám.  2.%  núm.  i6. 

Cantonada  ,  se  dice  la  cruz  acompañada  en  los  cantones 
del  Escudo  de  algunas  otras  figuras ,  y  lo  mismo  se  entiende 
de  otras  piezas  ó  figuras.  Lám.-  2.'.  núm.  17. 

Cargadas,  se  dice  de  todas  las  piezas  sobre  las*cuales  hay 
otras.  Lám.  2.',  núm.  18. 

Carnación  ,  se  dice  á  todas  las  partes  del  cuerpo  humano, 
en  particular  de  la  cara,  manos  y  pies ,  cuando  se  representan 
al  natural.  Lám.  2.',  núm.  19. 

Castillada,  se  dice  de  una  bordura  y  de  un  lambel  car- 
gado de  castillos.  Lám.  2.',  núm.  20. 

CiNTRAoo,se  dice  del  globo  ó  mundo  imperial,  cercado 
de  un  círculo  y  de  un  medio  círculo  en  forma  de  cinta  que 
pasa  por  medio  de  él.  Lám.  2.',  núm.  21. 

Chappé,  se  dice  del  Escudo,  bajando  las  divisiones  desde 
el  centro  del  jefe  hasta  los  ángulos  diestro  y  siniestro  de  la 
punta,  en  forma  que  se  abre  como  una  capa,  chevron  ó  pa- 
bellón, que  es  lo  contrario  del  calzado.  Lám.  2.%  núm.  22. 


—  66  — 

Chaperonados,  &e  dice  de  los  halcones,  aves  de  rapifia  y 
otros  animales  por  la  caperuza  con  qne  les  cubren  la  cabeza. 
Lám.  2.%  núm.23. 

Chbvblada  ,.  se  dice  de  una  cabeza  que  tiene  los  cabellos 
de  diferente  esmalte.  Lám.  2.',  núm.  24. 

Chbvronado  ,  se  dice  de  una  pieza  ó  de  un  escudo  qne  se 
halla  Heno  de  ellos,  siendo  igual  el  número  de  las  piezas  de 
tnetal  que  las  de  color.  Lám.  2.^,  núm.  25. 

Circulado,  se  dice  de  un  tonel  que  tiene  arcos  ó  círculos 
de  diferente  esmalte.  Lám.  2.',  núm.  26. 

Clarinado,  se  dice  de  un  animal  que  lleva  campanillas  ó 
cencerros.  Lám.  2.',  ñúm.  27.  ' 

Clavado,  se  dice  de  un  collar  de  perro  y  de  las  herradu- 
ras de  un  caballo  cuando  los  clavos  son  de  diferente  esmalte 
que  el  collar  ó  herradura.  Lám.  2.',  núm.  28. 

Clbchada,  se  dice  de  la  redondez  de  los  cabos  de  la  cruz 
cuyos  estremos  acaban  en  forma  de  anillos  de  llave  antigua, 
viéndose  por  la  abertuVa  interior  el  campo  del  Escudo.  Lámi- 
na 2.',  núm.  29. 

Componadas  ,  se  dicen  las  borduras  y  otras  Bguras  com* 
puestas  de  piezas  cuadradas  de  alternativos  esmaltes,  como 
una  hilera  de  tablero  de  ajedrez,  siendo  su  número  regular 
18  compones,  délo  contrario  debe  espresarse.  Lám.  2.',  nú- 
mero 30. 

Contornados,  se  dice  de  los  animales  ó  de  las  cabezas  de 
ellos  vueltas  á  la  siniestra  del  Escudo ;  igual  se  entiende  de  los 
crecientes  que  vuelven  sus  puntas  al  mismo  lado.  Lám.  2.', 
núm.  31. 

Contrae  ANDADO,  CONTRABARRADO  ,  CONTRABRSrBSADO,  CON- 

tracuartblado,  gontrafajado,  contraflorado,  contrapalado, 
CONTRAPOTBNZADO,  ctc. ,  son  píezas  cuyas  barbas,  bandas,  ^c, 
tienen  opuestos  los  metales  de  Jas  nnás  á  los  calores  de  las 
otras;  observándose  en  cuanto  ¿  espresar  el  número  de  las 
piezas  de  que  constaren,  lo  que  se  dice  de  sus  figuras  princi- 
pales. Lám.  2.%  núm.  32. 

Contrapasando  ,  se  dice  de  dos  animales  cuando  el  uno 


-«67  — 

pasa  de  un  lado  y  el  otro  del  otro  y  marchan  encontrados.  Lá- 
mina 2.%  núm.  33. 

Cordado  ,  se  dice  del  laúd ,  arpa  y  otros  instrumentos,  co- 
mo arcos  de  tirar  flechas,  cuando  sus  cuerdas  son  de  diferente 
esmahe.  Lám.  2.*,  núm.  34. 

Coronados  ,  se  dice  de  los  animales  y  otras  cosas  que  lle- 
van coronas.  Lám.  2.%  núm.  35. 

Corriendo  ,  se  dice  de  todo  lo  que  esté  en  esta  postura  y 
acción.  Lám.  3/,  núm.  1. 

Cortado,  se  dice  de  un  escudo  partido  horizontalmente 
en  dos  parte%  iguales,  y  también  de  los  miembros  de  los  ani- 
males cuando  se  hallan  cortados  perfectamente.  Lám.  3.%  nú- 
mero 2. 

Cosido,  se  dice  del  jefe  cuando  es  de  metal  sobre  metal  ó 
de  color  sobre  color.  Lám .  3.*,  núm.  3. 

Cotizado,  se  dice  del  campo  ó  Escudo  lleno  de  bandas  de 
colores  alternados  en  número  de  diez,  porque  pasando  de  este 
ha  de  especificarse.  Lám.  3.%  núm.  4. 

Cramponadas,  se  dice  de  las  piezas  cuyos  estremos  tienen 
una  media  potenza.  Lám.  3.',  núm.  6. 

Crestados, se  dice  de  los  animales  que  llevan  cresta  de 
diferente  esmalte  que  el  cuerpo.  Lám.  3.*,  núm.  6. 

Cruzado,  se  dice  del  globo  imperial,  de  las  banderas  y  otras 
piezas  qne  llevan  cruz.  Lám.  3.*,  núm.  7. 

Cubierta,  se  dice  de  una  torre  que  tiene  techo.  Lám.  3.* 
núm.  8. 

Curvado  ó  corvado,  es  la  la  situación  de  los  delfines  y  de 
los  barbos  que  por  naturaleza  están  curvos.  Lám.  3.^,  nú- 
mero 9. 


Danchado,  ó  endanchado,  ó  dentado,  ó  endentado,  se  lla- 
ma el  jefe,  faja,  palo  y  otras  figuras,  cuando  terminan  en 
puntas  agudas  de  forma  de  dientes.  Lám.  3.*,  núm.  10. 

TOMO  i.  5 


-  68  - 

Dkntbiadas,  se  dice  de  las  cruces  y  otras  figuras  con  dien^ 
tes  menudos,  diferenciándose  de  las  danchadas  en  que  tienen 
los  dientes  mas  menudos  y  cortos,  y  aquellas,  mayores,  mas 
largos  y  cortos.  Lám.  3/,  núm.  11. 

De  espaldas,  se  dice  de  dos  animales  que  se  hallan  ram- 
pantos  de  espaldas  el  uno  al  otro ,  y  mirando  al  flanco  opues- 
to; lo  mismo  se  dice  de  las  llaves,  dallas  ó  guadañas  ,  achas, 
martillos,  etc.,  cuando  sus  palas  ó  dientes  se  hallan  hacia  fue- 
ra mirando  á  distinto  lado  cada  una.  Lám.  3.*,  núm.  12. 

Del  uno  al  otro,  se  dice  de  las  figuras  puestas  sobre  dos 
piezas  de  cualquiera  partición  que  pasaa  el  esmalte  que  tienen 
de  la  una  partición  á  la  otra,  quedando  formada  la  figura  de 
los  dos  colores,  alternados  del  uno  al  otro.  Lám.  3.^,  núm.  13. 

Del  uno  en  bl  otro,  se  dice  del  partido,  cortado,  etc.  cuan- 
do están  cargadas  sus  divisiones  de  muchas  piezas,  que  las  de 
la  una  parte  son  del  esmalte  de  la  otra.  Lám.  3.*,  núm.  14. 

Desmembrado,  se  dice  de  cualquiera  animal  que  tiene  al- 
guno ó  algunos  miembros  cortados,  y  cuando  es  el  de  la  cabe* 
za  se  dice  descabezado.  Lám.  3.^,  núm.  15. 

Despuntadas,  se  dice  de  todas  las  armas  que  tienen  rota 
la  punta.  Lám.  3.^,  núm.  16. 

Dlademada,  se  dice  del  águila  cuando  tiene  un  círculo  al 
rededor  de  la  cabeza.  Lám.  3.^,  núm  17. 

Defensas,  se  llaman  los  dientes  de  los  javalíes  y  otros  ani- 
males cuando  son  de  diferente  esmalte  que  el  cuerpo.  Lámi- 
na 3.*,  núm.  18. 

Diapreadas,  se  dice  de  las  fajas  y  otras  piezas  bigarradas  ó 
matizadas  de  diferentes  colores  en  forma  de  follaje.  Lám.  3.*, 
núm.  19. 

Difamado,  se  dice  de  todo  animal  sin  cola.  Lám.  3.*,  nú- 
mero 20. 

DoNJONNADAs,  sc  dicc  dc  las  torres  y  castillos  que  tienen 
otras  torres  encima,  especialmente  cuando  la  del  medio  es  ma- 
yor que  las  demás.  Lám.  3.*,  núm.  21. 

Dos  Y  UNA,  se  dice  de  la  disposición  ordinaria  de  tres  pie- 
zas, de  las  cuales  hay  dos  en  jefe  y  una  en  punta,  que  es  lo  que 


—  69- 

Uamaban  los  antiguos  triájigulo  mayor.  Lám.  3.%  Dúm.  22. 
Dragonado,  se  llama  el  león  que  termina  en  cola  de  dra- 
gón. Lám.  3.*,  núm.  23. 


Ebrjlncado,  se  llama  un  árbol  que  tiene  cortadas  sus  rai- 
ces. Lám.,  3.*  núm.  24. 

Echado,  se  dice  de  los  animales  cuando  están  en  esta  pos- 
tura. Lám.  3.*,  núm.  25. 

EcoTADOs,  se  dic^  de  los  troncos  y  ramas  de  los  árboles 
cuando  parecen  cortados  los  ramos  menores.  Lám.  3.*,  nú- 
mero 26. 

Elanzado  ,  se  dice  del  ciervo  que  corre.  Lám.  3.*,  nú- 
mero 27. 

El  uno  sobue  el  otro,  se  dice  de  los  animales  que  están 

puestos  encima  uno  de  otro,  dejando  intervalo  entre  ellos. 
Lám.  3.*,  núm.  28. 

Embrazado,  se  dice  de  una  figura  formada  de  dos  líneas 
que  salen  de  los  dos  ángulos,  alto  y  bajo,  diestro  del  escudo  y 
se  juntan  en  el  centro  del  flanco  siniestro,  como  si  fuera  un 
Chevron  echado,  teniendo  lugar  de  campo,  lo  que  está  dentro 
de  las  líneas  y  de  embrazado  las  dos  piezas  que  le  acompañan; 
si  lo  embrazado  estuviere  á  la  diestra  es  menester  especificar- 
lo. Lám.  3.^,  núm.  29. 

Empeünado,  se  dice  de  un  dardo,  flecha  ú  otra  cosa  que 
tiene  sus  alitas  ó  plumillas  al  cabo.  Lám.  3.^,  núm.  30. 

Empietando  ,  se  dice  de  las  aves  de  rapiña  cuando  están 
sobre  su  presa,  teniéndola  asida  con  sus  garras.  Lám.  3.^, 
núm.  31. 

Empulgada,  se  dice  de  una  flecha  que  está  sobre  el  arco  en 
el  punto  donde  se  dispara.  Lám.  3.*,  núm.  32. 

Empuñado,  se  dice  de  un  manojo  de  flechas,  etc.,  cuando 
son  en  número  de  tres  ó  mas,  la  una  en  pal  y  las  otras  en  sa- 
tuer,  juntas  y  cruzadas  en  el  centro  del  Escudo :  igual  se  en- 


—  70  — 

tiende  de  cualquiera  pieza  que  esté  asida  con  la  mano  ó  gar- 
ra de  algún  animal.  Para  que  las  flechas,  dardos,  etc.,  sean 
propiamente  empuñados  han  de  estar  liados  en  medio.  Lámi- 
na 3.*,  núm.  33. 

Emusblados,  se  llaman  los  osos,  camellos  y  otros  animales 
que  tienen  atados  los  ocicos  para  que  no  muerdan  ni  coman. 
Lám.  3.^^,  núm.  34. 

Encajadas  ó  bmanchadas,  se  dice  de  las  particiones  del  es- 
cudo cuyas  piezas  se  encajan  las  unas  con  las  otras  en  forma 
de  triángulos  gruesos  y  largos,  de  la  tercera  parte  de  la  longi- 
tud ó  latitud  del  escudo,  según  el  sentido  en  que  se  coloquen, 
de  partido,  cortado,  etc. ,  pero  siendo  jefe  tienen  la  mitad  de 
pié  y  lo  restante  de  punta,  y  si  fuese  faja  se  forma  de  trián- 
gulos alternados  que  la  llenan  toda:  el  campo  de  la  partición  se 
entiende  por  e)  que  ocupa  la  parte  superior  del  escudo ,  sien- 
do pieza  la  inferior  de  la  punta ;  debiéndose  especiGcar  el  nú- 
mero de  los  triángulos  enteros  y  medios  que  tuvieren  en  pa- 
sando de  uno,  y  asimismo  el  sentido  en  que  se  haym  de  co- 
locar departido,  cortado,  etc.  Lám.  3.*,  núm.  35. 

Encabados  ó  enmangados,  se  dice  de  los  cahos  de  los 
martillos,  etc. ,  que  son  de  diferente  esmalte.  Lám.  4.*,  nú- 
mero i. 

Encendidos,  se  dice  de  los  ojos  de  los  animales  cuando  son 
de  otro  color,  de  una  zarza  encendida,  y  de  una  antorcha 
cuando  la  llama  es  de  otro  esmalte.  Lám.  4.*,  núm.  2. 

Enclavado,  se  dice  de  un  Escudo  partido,  cortado,  etc., 
cuando  una  de  sus  particiones  enclava  en  la  otra  con  una  ó 
mas  piezas  largas  cuadradas,  cuyo  número  se  ha  de  especificar 
pasando  de  una.  Lám.  4.^,  núm.  3. 

Encerrado,  se  dice  del  león  cuando  lo  está  en  un  trechor. 
Lám.  4.%  núm.  4. 

Enfiladas,  se  dice  de  las  coronas ,  anilletes  y  otras  cosas 
redondas  y  abiertas  pasadas  en  banda ,  palo ,  faja ,  lanzas  y 
demás  que  parece  estar  ensartadas.  Lám.  4.*,  núm.  5. 

Englantado  ó  englandado,  se  dice  de  un  roble  cargado  de 
bellotas.  Lám.  4.',  núm.  6. 


rN 


—  71  — 

Engoladas,  se  dice  de  las  bandas  y  demás  piezas  cuyos  es- 
treñios entran  en  las  bocas  de  leones,  leopardos,  dragones,  etc. 
Lám.  4/,  núm.  7. 

Enguighadas,  se  dice  de  las  trompetas  y  otros  instrumen- 
los  cuando  tienen  cordones  que  sirven  para  tenerlas  pendien- 
tes, cuando  no  se  toca  con  ellas ,  siendo  estos  de  diferente  es- 
malte. Lám.  4.*,  núm.  8. 

Ensangrentados,  se  dice  de  los  animales  que  llevan  man- 
chas ó  gotas  de  sangre.  Lám.  4.*,  núm.  9. 

Entado,  se  dice  del  escudo  y  piezas,  cuando  sus  particio- 
nes y  estremos  entran  los  unos  en  los  otros  por  unos  encajes 
redondos  que  parecen  junturas  de  los  huesos  del  cuerpo  hu- 
mano. Lám.  4.*,  núm.  10. 

Entado  en  punta,  es  una  entalladura  que  se  hace  en  la 
punta  del  escudo ,  por  dos  líneas  circulares  que  terminan  en 
el  ombligo  del  escudo ,  y  no  llegan  á  los  dos  ángulos  de  la 
punta  de  él.  Lám.  4.*,  núm.  11. 

Entrelazados  ,  se  dice  de  tres  crecientes ,  anillos  y  otras 
cosas  semejantes  pasados  los  unos  en  los  otros.  Lám.  4.%  nú- 
mero 12. 

Entretenido,  se  llaman  dos  cos^s  tenidas  entre  sí  mismas, 
como  dos  llaves  por  sus  anillos.  Lám.  4.%  núm.  13. 

Equipado,  se  dice  de  un  navio  y  de  cualquiera  embarca- 
ción que  tiene  sus  velas,  jarcias  y  demás  que  le  pertenece. 
Lám.  4.^,  núm.  14. 

Equipolados,  se  dice  de  nueve  cuadrados  de  que  está  lle- 
no el  escudo,  de  los  cuales  cinco  son  de  un  esmalte  y  cuatro 
de  otro  alternativamente.  Lám.  4.",  núm.  15. 

Escamado,  se  dice  perlas  escamas  de  los  peces.  Lám.  4.% 
núm.  16. 

Escorchados,  se  llaman  los  lobos  de  color  gules,  por  re- 
presentar estar  desollados.  Lám.  4.*,  núm.  17. 

Espantado,  se  dice  de  un  caballo  levantado  en  acción  vio- 
lenta y  como  asustado,  en  la  postura  del  león  rampante.  Lá- 
mina 4.%  núm.  18. 

EsPANuiDos,  se  dice  de  los  lirios  cuyos  botones  parecen 


m 


—  72  - 

un  poco  abiertos,  como  las  flores  de  lis  de  Florencia.  Lámi- 
na 4.%  núm.  19.    , 

EsPLAYADA ,  se  dice  del  águila  cuando  tiene  dos  cabezas. 
Algunos  han  confundido  esta  voz  con  la  de  pasmada^  que  es 
cuando  tiene  las  alas  caidas,  y  otros  la  han  entendido  por  las 
alas  estendidas  que  es  la  postura  natural,  sin  necesidad  de  es- 
presar voz  alguna.  Lám.  4.^,  núm.  20. 


F. 


Paludo  ó  rompido  ,  se  dice  de  los  chevrones  que  tienen 
separada  alguna  parte  de  sus  flancos.  Lám.  4.',  núm.  21. 

Falsas,  se  dice  de  las  armenias  que  no  observan  las  reglas 
del  arte,  como  cuando  tienen  color  sobre  color,  ó  metal  sobre 
metal.  Lám.  4.^,  núm.  22. 

Fajado,  se  dice  del  escudo  cubierto  de  seis  fajas  de  metal 
y  color:  lo  mismo  se  entiende  de  cuatro  y  de  ocho  piezas, 
aunque  en  este  caso  se  ha  de  especificar  el  número,  y  en  lle- 
gando á  diez  es  hurelado.  Lám.  4.^,  núm.  23. 

FiBRBZA,  se  dice  de  la  ballena,  cuando  descubre  los  dien- 
tes teniendo  las  aletas  y  la  cola  de  gules.  Lám.  4.*,  núm.  24. 

Fiero,  se  dice  del  león  erizado.  Lám.  4.*,  núm.  25. 

Figurado,  se  dice  del  Sol  que  se  representa  con  cara  bu- 
mana  y  lo  mismo  se  entiende  de  los  tonillos,  vezantes  y  otras 
cosas.  Lám.  4.^,  núm.  26. 

Fijadas,  se  dice  de  las  cruces,  cuyos  pies  terminan  en  pun- 
ta. Lám.  4.*,  núm.  27. 

Flambante,  se  dice  de  los  palos  ondeados  y  punteados  en 
forma  de  llamas.  Lám.  4.*,  núm.  28. 

Flanqueadas,  se  dice  de  una  figura  que  parte  el  escudo 
del  lado  de  los  flancos ,  unas  veces  por  medios  óvalos  y  otras 
por  medios  losanges  que  vienen  desde  el  ángulo  del  jefe  á  el 
de  la  punta  del  mismo  lado ,  de  donde  toman  su  principio. 
Lám.  4,%  núm.  29. 

Floradas,  se  dice  de  las  bandas,  borduras  y  otras  piezas 


^ 


—  73  — 

cuyos  estremos  terminan  en  flores  y  en  hojas  de  trevol,  aun- 
que en  este  casólas  llaman  algunos  trevoladas.  Lám.  4.^,  nú- 
mero 30. 

Florknzadasóflordelizadás,  se  dice  de  las  cruces  cuyos 
brazos  terminan  en  flores  de  lis.  Lám.  4.*,  núm.  31. 

Floridos,  se  dice  de  los  rosales  y  otras  plantas  cargadas  de 
flores.  Lám.  4.*,  núm.  32. 

Flotantes,  se  dice  de  las  embarcaciones,  peces  y  aves 
que  están  sobre  el  agua  en  forma  de  navegar  ó  nadar,  á  dife- 
rencia de  equipados  que  no  necesitan  estar  sobre  agua.  Lámi- 
na 4.*,  núm.  33. 

Franjado,  se  dice  de  los  gonfalones  ó  gonfanones  que 
llevan  franjas  cuyo  esmalte  debe  especificarse.  Lám.  4.^,  nú- 
mero 34. 

Frbtado,  se  dice  del  escudo  y  de  las  piezas  principales  cu- 
biertas de  cotizas  ó  bastones  cruzados  y  entrelazados  en  sotuer 
que  dejan  espacios  vacíos  iguales  en  forma  de  losanjes  y  de 
figura  de  celosía.  Se  compone  de  seis  piezas,  tres  que  vienen 
del  ángulo  diestro  superior  al  inferior  siniestro  y  del  opuesto 
siniestro  del  jefe  al  diestro  de  la  punía,  cruzándose  y  entrela- 
zándose unos  con  otros:  cuando  sean  cotizas  se  ensancharán 
mas  las  listas  y  serán  menores  los  espacios  y  mayores  cuando 
sean  bastonea  por  ser  mas  estrechos  que  las  cotizas.  Lámina 
4.®,  núm.  35. 

Frutado,  se  dice  de  un  árbol  cargado  de  fruto.  Lám.  5.*, 
núm.  1.^ 

Furioso,  se  dice  de  un  toro  levantado  en  sus  pies  en  la  for- 
ma del  león  rampante.  Lám.  5.\  núm.  2. 

Fuselado  ó  fusado,  se  dice  de  un  escudo  ó  pieza  cargada 
de  fusos,  siendo  el  número  regular  de  seis  de  latitud  y  dos  y 
medio  de  longitud.  Lám.  5.^,  núm.  3. 

Fustado,  se  dice  de  un  árbol  cuyo  tronco  es  de  diferente 
color  que  sus  hojas  f  y  de  una  lanza  ó  pica  que  su  asta  es  de 
diterente  esmalte  que  su  hierro.  Lám.  5.^,  núm.  4. 


—  74  — 

G. 

GiBONADo  y  se  dice  de  un  escudo  dividido  en  ocho  girones 
que  son  partes  ó  piezas  triangulares,  cuyas  puntas  se  unen  en 
el  centro  del  escudo.  Se  compone  de  las  divisiones  del  escu- 
do >  partido,  cortado,  tronchado  y  tajado ;  si  hay  mas  ó  menos 
girones  se  debe  especificar.  Lám.  6.*,  núm.  5. 

Grillvtadas,  se  dice  de  las  aves  de  rapiña  coando  llevan 
cascabeles  en  los  pies.  Lám.  6.*,  núm.  6. 

Gru(goladas\  se  dice  de  las  cruces  y  otras  figuras  que  ter- 
minan con  cabezas  de  serpientes.  Lám.  5.^,  núm.  7. 

GuARNBCiDA,  SO  llama  la  espada  que  tiene  la  guarnición 
de  otro  esmalte  que  la  hoja.  Lám.  6.^,  núm.  8. 


Hbrizonado,  se  dice  de  un  gato  encojido  y  erizado.  Lámi- 
na 5.*,  núm.  9. 

Horadadas,  se  llaman  las  piezas  agujereadas  y  pasadas 
descubriendo  el  campo  por  sus  aberturas.  Lám.  6.*,  nú- 
mero 10. 

I. 

luMBLADAs  Ó  GKMBLADAS,  SO  dico  do  las  fajas  compuostas 
de  dos  gemelas ,  é  igual  se  puede  entender  de  las  bandas.  Lá- 
mina 5.*,  núm.  11. 

L. 

Lampasada,  se  dice  por  la  lengua  de  los  animales.  Lámi- 
na 5.*,  núm.  12. 

Lbnguadas,  se  dice  de  las  lenguas  de  las  águilas.  Lámi- 
na 6.*,  núm.  13. 


—  75  — 

Lenguados,  se  llaman  los  leopardos  rampantes.  Lám.  5.', 

núm.  14. 

Lbopardado  ,  se  dice  del  león  pasante.  Lám.  5.*,  núm.  15* 

Lbvaih'ado  ,  se  dice  del  oso  y  otros  animales  terrestres  que 
eslán  en  palo  y  sobre  los  dos  pies.  Lám.  5.*,  núm.  16. 

Liadas,  se  dice  de  las  figuras  atadas  con  una  cinta  ó  cor- 
don.  Lám.  6.*,  núm.  17. 

Lleno  ,  se  dice  del  escudo  de  otro  esmalte  lleno;  enten- 
diéndose lo  mismo  de  las  figuras  que  están  cargadas  de  otras 
de  diferente  color  que  lo  son  ellas  y  el  campo  ocupando  la  ter- 
cera parte  de  su  anchura  por  diferencia  de  las  bordadas  que 
son  de  la  sexta,  y  denlas  cargadas  que  son  de  la  mitad.  Lá 
mina  5.*,  núm.  18. 

LoRRADAs,  se  dice  de  las  aletas  con  que  nadan  los  peces, 
siendo  de  otro  esmalte.  Lám.  6.%  núm.  19. 

LosANjADO,  se  dice  del  escudo  y  piezas  cubiertas  de  losan- 
jes.  Lám.  5.%  núm.  20. 


Malordknadas,  se  dice  de  tres  piezas  puestas  una  en  jefe 
y  dos  paralelas  en  punta ,  que  es  igual  á  lo  que  llamaban  an- 
tiguamente triángulo  menor.  Lám.  6.^,  núm.  21. 

Maltallada  ,  se  dice  de  una  manga  de  casaca  cortada  con 
estravagancia.  Lám.  5.*,  núm.  22. 

Mantelado,  se  dice  del  león  y  otros  animales  que  llevan 
un  mantillo  al  cuello,  y  también  se  entiende  por  el  escudo 
abierto  en  capa  ó  chappé  y  que  algunos  impropiamente  llaman 
terciado  en  mantel.  Lám.  5.*,  núms.  23  y  24. 

Marinos,  se  dice  de  los  leones  y  otros  animales  que  termi- 
nan en  cola  de  pescado.  Lám.  5.*,  núm.  25. 

Masgarado,  se  dice  del  león  que  lleva  máscara.  Lámina 
6.*,  núm.  26. 

Mazonado,  se  dice  de  las  bileras  de  las  piedras  que  for- 
man las  torres,  castillos,  etc.,  de  cantería ,  entendiéndose  este 


r 


—  76  — 

término  por  las  líneas  de  su  división  ó  travazon  con  que  están 
unidas  y  pegadas.  Lám.  5/,  núm.  27. 

Mbdiopajettido,  se  entiende  el  escudo  que  está  partido  de 
dos  armerías  y  que  en  cada  parte  de  la  partición  no  hay  sino 
la  mitad  de  las  piezas  y  figuras  de  una^armería.  Lám.  5.', 
número  28. 

Hembradas,  se  dice  de  las  piezas  de  las  águilas  y  otras 
aves  que  son  de  diferente  esmalte  que  el  cuerpo.  Lám.  5.% 
número  29. 

Monstruosos,  se  llaman  los  animales  que  tienen  cara  hu- 
mana ó  alguna  de  las  otras  partes  de  su  cuerpo  es  de  otros 
animales.  Lám.  5.%  núm.  30. 

Montante,  ó  montando,  se  entiende  de  los  crecientes  que 
tienen  sus  puntas  hacia  el  jefe  del  Escudo,  de  las  abejas, 
mariposas  etc.,  que  vuelan  hádalo  alto.  Lám.  5.',  núm. 31. 

MoRNADo,  se  llama  el  León  que  no  tiene  dientes,  lengua 
ni  garras.  Lám.  5.',  núm.  32. 

Movientes,  se  llaman  las  piezas  que  nacen  ó  salen  del 
jefe  de  los  flancos  y  de  la  punta  del  escudo  como  si  estuvieran 
pegadas  á  ellos  y  que  tiran  hacia  otro  lado.  Lám.  5.',  nú- 
mero 33. 


Naciendo,  se  dice  de  los  animales  que  muestran  la  cabeza, 
el  cuello,  las  dos  manos  y  parte  de  las  espaldas,  representán- 
dose como  saliendo  de  alguna  de  las  estremidades  ó  superficie 
del  escudo.  Las  aves  descubren  la  cabeza,  el  cuello,  pecho  y 
la  mayor  parte  de  sus  alas.  Lám.  5.',  núm.  34. 

Natural  ó  al  natural,  se  dice  de  los  animales,  flores  y 
frutos,  representados  con  el  color  que  ellos  tienen,  por  lo  cual 
no  se  reputan  como  colores  de  armería  los  de  naturaleza,  y 
por  ella  no  repugna  al  arte  ponerlos  sobre  los  suyos.  Lám.  5.*, 
número  35. 

Nebulaoo,  se  dice  de  las  piezas  hechas  en  forma  de  nube, 


—  77- 

mezclándose  las  unas  en  las  otras.  Lámina  6.%  número  1. 

Keryado,  se  dice  del  elecho  y  otras  yerbas,  cuyas  venas 
y  fibras  son  de  diferente  esmalte.  Lám.  6.%  núm.  2. 

NuDADO,  se  dice  de  la  cola  del  león  cuando  tiene  nudos, 
del  bastón  y  de  otras  piezas  que  los  tienen,  ó  los  hacen  con 
su  figura.  Lám.  6.%  núm.  3. 

NuRiDO  ó  NouRiDo,  SO  dico  del  pié  de  las  plantas  cuando 
no  muestran  sus  raices,  y  lo  mismo  de  las  flores  de  lis  óuando 
no  aparece  su  punta  inferior  ó  pié.  Lám.  6.',  núm.  4. 

O. 

Ondadas,  se  dice  de  las  fajas  y  otras  piezas  en  forma  do 
ondas.  Lám.  6.',  núm.  5. 

Orbiados,  se  dice  de  los  delfines  y  de  las  conchas,  que  se 
representan  con  puntas  de  diferente  esmalte.  Lám.  6.*,  nú- 
mero 6. 


p. 


Palado,  se  llama  el  escudo  y  figuras  cargadas  de  palos  en 
número  de  seis,  pues  en  otro  se  ha  de  especificar,  y  en  llegando 
á  diez  es  verjetado.  Lám.  6.',  núm.  7. 

Palizadas,  se  dice  de  las  piezas  en  forma  de  palos,  fajas 
punteadas,  ó  agudas,  encajadas  las  unas  con  las  otras.  Lámina 
6.',  núm.  8. 

Palladas  ó  diaprbadas,  se  entiende  por  las  figuras  carga- 
das de  dibujos  de  lienzos  ó  de  pajas.  Lám.  6.',  núm.  9. 

Papelonado,  se  dice  del  escudo  y  figuras  que  se  represen- 
tan como  escamas  de  pescado,  formadas  de  unos  medios  cír- 
culos que  las  puntas  miran  contra  lo  alto,  y  los  medios  círculos 
contra  lo  bajo,  puestas  en  hileras  las  unas  sobre  las  otras.  Lo 
lleno  de  las  escamas  tiene  lugar  de  campo  y  los  bordes  de 
estas  piezas  se  entienden  por  figura.  Lám.  6.',  núm.  10. 


—  78  — 

Partido,  se  dice  del  escudo  y  otras  piezas  divididas  en 
pal  de  arriba  abajo  en  dos  partes  iguales  perpendicularmen- 
te.  Lám.  6.%  núm.  11. 

Paciendo,  se  dice  de  los  animales  cuando  tienen  la  cabeza 
baja  como  que  pasturan.  Lám.  6.\  núm.  12. 

Pasmado,  se  dice  del  delfín  sin  lengua  con  la  boca  abierta, 
y  también  se  dice  de  las  águilas  que  tienen  las  alas  bajadas. 
Lám.  6.%  núm.  13. 

Pasado  ó  puesto  bn  sotuer,  se  dice  de  las  cosas  puestas 
en  foma  de  cruz  de  San  Andrés.  Lám.  6.',  núm.  14. 

Pasando,  se  dice  de  los  animales  que  parece  que  marcban 
con  la  acción  de  su  natural  movimiento  de  tener  levantada  la 
mano  derecha.  Lám.  6.',  núm.  15. 

Patté,  se  dice  de  las  cruces  cuyos  estremos  se  ensanchan 
uñ  poco.  Lám.  6.',  núm.  16. 

Pendientes,  se  dice  de  tres,  cuatro  ó  cinco  pendientes  de 
los  lámbeles.  Lám.  6.',  núm.  17. 

Perchadas,  se  dice  de  las  aves  puestas  en  ramas.  Lámina 
6.',  núm.  18. 

Picadas,  se  dice  de  las  aves»  cuyo  pico  es  de  diferente  es- 
malte. Lám.  6.',  núm.  19. 

PiÑONADAs,  se  dice  de  las  piezas  que  se  elevan  en  forma 
de  escala  ó  grada  de  una  y  otra  parte  piramidalmente.  Lámina 
6.',  núm  20. 

Plumetado  ó  plumado,  es  igual  que  mosqueado^  maripo^ 
sado^  6  papillonado,  Lám.  6.',  núm.  0. 

Pometadas,  se  dice  de  las  cruces  y  rayos  cuyos  estremos 
terminan  en  forma  de  bolas.  Lám.  6.',  núm.  21. 

PoTENZADAs,  SO  dicc  dc  las  piezas  terminadas  en  T.  Lámina 
6.*,  núm.  22. 

QuARTBLADo,  OS  propiamente  el  escudo  dividido  en  cuatro 
partes  iguales  en  forma  de  cruz,  porque  el  cuartelado  en  sotuer 
puede  equivocarse  con  el  flanqueado.  Lám.  &',  núm.  23. 


—  79  - 

R. 

Ramado,  se  dice  de  las  astas  y  cuernos  de  los  ciervos  y 
gansos  cuyas  puntas  ha  de  especificarse  su  número.  Lámina 
6.%  núm.  24. 

Rampante,  se  dice  de  los  animales  que  se  enderezan  en  la 
postura  de  la  banda,  debiendo  especificarse  esta  voz  en  todos 
los  animales  escepto  el  león,  grifo  y  leopardo  leonado,  que  es 
su  situación  ordinaria,  y  los  caballos,  unicornios,  carneros  y 
otros  que  tienen  su  término  particular.  Lám.  6.*,  núm.  25. 

Rastrillada,  se  dice  la  puerta  que  aparece  en  los  castillos 
como  segunda  puerta,  que  era  un  rastrillo  levadizo,  llamado 
órgano,  en  la  fortificación  antigua,  de  forma  enrejada  con 
puntas  de  hierro  en  lo  bajo.  Lám.  6.*,  núm.  26. 

Rabisante,  se  dice  de  un  lobo  que  está  en  la  postura  del 
león  rampante.  Lám.  6.',  núin.  27. 

Ratonante,  se  dice  de  los  rayos  resplandecientes  que  salen 
de  los  cuerpos  luminosos.  Cuando  en  un  sol  no  lleguen,  ó 
pasen  de  16,  y  en  las  estrellas  de  cinco,  se  debe  especificar  su 
número.  Lám.  6.',  núm.  28. 

Recortadas,  se  llaman  las  piezas  honorables,  cuyos  cabos 
no  llegan  á  los  lados  de  los  escudos,  ni  á  sus  ángulos  ni  flan- 
cos. Lám.  6.%  núm.  29. 

Rbgrucetadas,  se  dice  de  las  cruces  que  tienen  otras  en 
sus  brazos.  Lám.  6.',  núm.  30. 

Rbdondadas,  se  dice  de  algunas  cosas  que  siendo  redondas 
naturalmente,  ó  por  artificio,  se  ponen  ciertos  rasgos  en  ellas 
que  sirven  para  hacer  desaparecer  su  redondez.  Lám.  6.',  nú- 
mero 31. 

Rbsarcelaoas,  se  dice  de  las  figuras  guarnecidas  de  un 
filete  de  distinto  esmalte  que  el  de  la  pieza  y  costea  todos  sus 
estremos  y  no  las  puntas,  separada  de  ellos  la  misma  distancia 
que  tiene  el  filete  de  ancho.  Lám.  6.',  núm.  32. 

RtHRADAs,  se  dice  de  las  bandas,  palos  y  fajas,  que  sola- 


-80- 

mente  muestran  parte  de  su  figura  en  la  situación  donde  to- 
man su  sentido  en  el  escudo.  I^ám.  6.%  núm.  33. 

Rompidos  ,  se  llaman  los  ehevrones  fallidos  y  los  jefes  que 
no  tienen  sino  la  tercera  parte  de  su  anchura  regular.  Lámi- 
na 6.\  núm.  34. 

RuANTB ,  se  dice  del  pavo  real  que  estiende  las  plumas  de 
su  cola.  Lám.  6.^,  núm.  35. 

s. 

Salibndo,  se  dice  de  los  animales  cuando  solo  aparece  la 
cabeía,  parto  de  su  cuello,  la  punta  de  una  mano  y  la  estre- 
midad  de  la  cola  contra  el  jefe ,  á  diferencia  del  naciendo  que 
descubre  hasta  las  espaldas.  También  se  dice  cuando  salen  de 
un  bosque  ó  de  una  casa  y  no  muestran  sino  la  mitad  de  su 
cuerpo,  y  de  la  figura  humana,  aunque  ordinariamente  áésta 
se  la  llama  saliente.  Lám.  7.',  núm.  i. 

Saltante  ó  saltando  ,  se  dice  de  la  cabra  ó  carnero  puesto 
en  la  situación  del  león  rampante.  Lám.  7.%  núm.  2. 

Sembrado  ,  se  dice  cuando  se  halla  el  escudo  cargado  de 
piezas  sin  número ;  y  son  sin  número  cuando  en  las  estremi- 
dades  de  aquel  parecen  la  mitad  ó  parte  de  las  figuras  de  que 
está  lleno.  Lám.  7.^  núm.  3. 

Sentado  ,  se  dice  de  los  animales  que  están  en  esta  postu- 
ra. Lám.  7.%  núm.  4. 

SiLLADo,se  dice  del  caballo  con  silla,  pues  cuando  lleva 
una  cinta  por  medio  del  cuerpo,  de  distinto  esmalte,  se  llama 
cinchado,  lo  mismo  que  de  otros  animales.  Lám.  7/,  nú- 
meros. 

Siniestrado  ,  se  dice  de  una  pieza  que  lleva  otra  á  su  si- 
niestra. Lám.  7.',  núm.  6. 

Sobre  el  todo,  se  dice  de  las  piezas,  como  de  un  escuson 
que  se  halla  puesto  sobre  el  centro  de  un  cuartelaje ,  que  bro- 
chan ó  están  puestas  sobre  otras.  Lám.  7.',  núm.  7. 

Sobre  el  todo  de  el  todo  ,  se  dice  de  un  escudito  que  estíl 


~8^  — 

sobre  otro  escuson  mayor  puesto  en  el  centro  del  cuartelaje 
de  un  escudo,  que  se  halla  ya  sobre  el  todo,  y  siempre  será 
del  tercio  de  la  longitud  y  latitud  del  Escudo  sobre  que  se  so*« 
brepone.  Lám.  7.%  núm.  8. 

Sombreadas,  se  dice  de  las  figuras  trazadas  de  negro.  Lá- 
mina 7.%  núm.  9. 

Sostenida,  se  dice  de  una  pieza  que  tiene  otra  debajo  uni- 
da á  ella.  Lám.  7.%  núm.  10. 

SuRMONTADA,  SO  dicc  dc  uua  pieza  que  tiene  otra  encima; 
y  lo  mismo  de  un  jefe  cuando  la  parte  inferior  de  él  escede  á 
la  superior,  siendo  de  diferente  esmalte.  Lám.  7.*,  núm.  li. 

T. 

Talladas  ,  se  dice  de  las  palmas  y  flores  por  el  tallo  ,  ra- 
mitas  ó  cabos  que  sostienen  la  flor.  Lám.  7.',  núm.  i2. 

Tajado  ,  se  dice  del  escudo  dividido  diagonalmente  de  iz* 
quierda  á  derecha  en  dos  partes  iguales.  Lám.  7.'',  núm.  13. 

Terciado,  se  dice  del  escudo  dividido  en  tres  partes,  en 
largo,  ancho  y  diagonalmente,  con  tal  que  sea  de  tres  distin- 
tos esmaltes.  Lám.  7.',  núm.  14. 

Terrasa,  se  dice  de  la  punta  del  escudo  en  forma  de  una 
lista  estrecha  y  sin  regularidad  que  cubre  las  raices  de  las 
plantas  y  árboles  sobre  que  se  ven  diferentes  figuras ,  y  la 
demuestran  algunos  en  forma  de  campo  lleno  de  yerbas ,  lla- 
mándola al  natural  cuando  no  es  de  los  esmaltes  propios  de 
armería.  Lám.  7.',  núm.  15. 

Timbrado  ,  se  dice  de  un  escudo  adornado  de  un  casco  ó 
celada  que  está  puesto  esteriormente  sobre  la  parte  superior 
del  escudo ;  y  se  debe  entender  timbrado  todo  lo  que  se  pone 
sobre  el  escudo^  sea  yelmo^  cimera^  corona^  etc.^  que  sirva 
de  ornamento  al  Escudo  de  armas.  Lám.  1/,  núm.  16. 

ToRTiLLAifTB^  SO  dico  dc  la  culebra^  gibre,  víbora  ó  ser- 
piente que  hace  vueltas  y  ondas  con  la  cola.  Lám.  1»',  nú- 
mero 17. 


-82- 

Trazado  9  se  dice  de  las  figuras  que  están  sobre  el  primer 
dibujo  ó  líneas  para  la  formación  ó  idea  de  dicha  figura.  Lá* 
mina  7.%  núm.  18. 

Trellisado,  es  lo  mismo  que  el  {retado  ó  enrejado,  con 
la  diferencia  que  está  siempre  clavado  en  el  centro  donde  se 
sobreponen  y  cruzan  los  bastones  ó  listas  que  se  atraviesan  en 
sotuer.  Lám.  l.\  núm.  19. 

Trbs^  dos  t  una  ,  se  dice  de  seis  piezas  dispuestas ,  tres 
en  jefe  en  una  misma  línea^  dos  en  faja  y  una  en  punta.  Lá- 
mina 1.*,  núm.  20. 

Tronchado^  se  dice  el  escudo  dividido  verticalmente  en 
dos  partes  iguales,  como  si  viniera  una  línea  del  ángulo  dies- 
tro del  jefe  al  siniestro  de  la  punta.  Lám.  7.'^  núm.  2i. 


V. 


Vacias^  se  dice  de  las  cruces  y  otras  piezas  abiertas  que 
por  medio  de  ellas  se  ve  el  campo  del  Escudo.  Lám.  7.'^  nú- 
mero 22. 

Vbrado  ,  se  dice  del  escudo  y  de  las  piezas  cargadas  de 
veros  que  son  de  otro  esmalte  que  de  azur  y  plata.  Lám.  7.% 
núm.  23. 

Vbrgbtado^  se  dice  del  escudo  lleno  de  diez  palos  en  igual 
número  de  metal  y  color.  Lám.  7.*^  núm.  24. 

Ybstido  ,  se  dice  del  espacio  que  deja  un  gran  losange  que 
toca  á  los  cuatro  flancos  del  escudo^  y  también  de  las  figuras 
humanas  que  tienen  algún  ropaje.  Lám.  7.',  núm.  25. 

ViLKNADO;  se  dice  del  león  ú  otro  animal  cuando  se  deja 
ver  el  sexo  y  es  de  otro  esmalte  que  el  cuerpo.  Lám.  7.% 
núm.  26. 

ViROLADO,  se  llama  á  las  moldurítas  de  las  hebillas^  de  los 
hierros ,  de  los  anillos  de  las  cornetas  que  parecen  en  sus 
estremos  con  una  guarnición  de  diferente  esmalte.  Lám.  7.% 
núm.  27. 

Vibradas  ,  se  dice  de  las  fajas  y  otras  piezas  que  tienen  su 


—  85  — 

figura  en  ondas  cuadradas  de  una  parte,  y  otra  á  modo  de 
gradas.  Lám.  7.%  núm.  28. 


U 


Uñado,  se  dice  de  las  uñas  de  los  animales  que  tienen  ios 
pies  hendidos  como  los  de  los  ciervos,  bueyes^  etc.^  y  que  son 
de  diferente  esmalte  que  el  cuerpo^  así  como  las  de  las  aves 
se  llaman  membradas  y  las  de  los  leones  armadas.  Lám.  1/, 
Dúm.  29. 

DE  LA  FORMA  Y  CAMPO 

M  LOS   ESCUDOS  T   DIFERENCIAS  ENTRE    LAS    NACIONES. 


Lo  que  en  las  armerías  parece  fondo  ó  plano,  donde  se 
representan  ó  colocan  las  piezas  ó  figuras,  se  llama  Escudo, 
que  realmente  no  es  otra  cosa  que  el  campo  ó  espacio  conte- 
nido entre  sus  líneas  estremas,  de  cualquier  forma  que  resul- 
te y  sea  su  figura,  denominada  por  muchos  adarga,  broquel, 
tarja,  rodela,  etc.  Su  uso  viene  de  la  antigua  arma  defensiva 
que  la  gente  de  guerra  traia  al  brazo  izquierdo  para  resguar- 
darse de  los  golpes  de  lanza,  sobre  el  cual  pintaban  cifras  y 
figuras,  según  la  costumbre  de  cada  pais,  como  la  parte  mat 
vista  de  todos,  quedando  por  fin  en  las  armerías  para  espresar 
las  honras  y  hechos  que  comprenden.  Al  principio  se  hacian 
de  madera  de  sauce,  de  fresno,  de  álamo,  de  higuera,  de 
corcho  y  de  mimbres  entretejidos;  su  forma  en  la  antigüedad 
era  redonda,  de  tres  pies  de  diámetro;  el  escudo  de  los  latinos 
estaba  hecho  de  cueros  de  buey;  la  adarga  era  mas  larga  que 
ancha  y  después  la  hicieron  convexa,  y  era  de  pié  y  medio 
de  ancho  y  cuatro  de  largo,  cubierta  de  pieles  de  buey  y  plan- 
chas de  hierro.  El  escudo  de  las  amazonas  era  en  forma  de 
luna.  La  forma  de  los  escudos  puede  ser  infinita  como  la 

TOMO  I.  6 


r. 


—  84  — 

invención  de  los  hombres,  pero  entre  los  españoles  es  costum- 
bre traerlo  cuadrilongo,  redondeado  por  lo  bajo  ó  con  punta, 
en  medio  de  la  base.  Los  franceses  lo  usaron  antiguamente 
cuadrado,  y  boy  en  punta  como  los  españoles.  Los  alemanes 
los  tenian  enganchados  ó  agujereados  al  lado  diestro,  donde 
afianzaban  ó  sujetaban  la  lanza,  y  de  otras  hechuras.  Los  ita- 
lianos se  sirven  del  círculo  y  del  óvalo  á  imitación  de  los  ro- 
manos, y  por  símbolo  de  su  imperio  universal.  Los  eclesiás- 
ticos usan  la  figura  circular.  Las  doncellas  lo  traen  en  forma 
de  lonsaje,  que  es  la  de  un  rombo,  puesto  sobre  uno  de  sus 
ángulos,  de  modo  que  los  agudos  correspondan  á  lo  alto  y 
bajo,  y  los  obtusos  á  los  lados.  Las  ciudades  y  villas  lo  han 
usado  en  el  mismo  sentido.  Las  viudas  le  pueden  tomar  tam- 
bién para  hacer  ver  que  vuelven  á  la  misma  libertad  que  las 
solteras.  Las  casadas  acolan  sus  escudos  con  los  de  sus  mari- 
dos, y  estos  los  de  sus  mujeres,  poniendo  los  de  estas  á  la 
siniestra  y  los  suyos  á  la  diestra.  Las  abadesas,  prioras  y  otra 
cualquiera  suerte  de  señoras  los  han  de  traer  como  doncellas. 
Lámina  7.',  números  30,  31, 32,  33  y  34. 

PROPORCIÓN,  PUNTOS  Y  PARTES 

PRINCIPALES  DEL  ESCUDO  T  LUGAR  QUE  EN  ÉL  TIENEN  LAS  FIGURAS. 


La  proporción  del  Escudo  consiste  en  su  longitud  y  latitud. 
La  longitud  es  la  distancia  que  se  considera  desde  lo  alto  del 
jefe  á  lo  bajo  de  la  punta,  comprendida  en  seis  partes  ó  dimen- 
siones iguales:  la  latitud  es  la  capacidad  que  tiene  de  un  lado 
á  otro,  dividida  en  cinco  partes  de  las  seis  iguales  de  su  lon- 
gitud: Lám.  7.'  núm.  35,  esceptuánse  los  escudos  circulares 
y  otros  irregulares,  que  no  pueden  guardar  esta  precisión,  por 
lo  cual  no  debieran  usarse,  por  no  caer  en  estos  inconvenien- 
tes, y  para  evitar  la  licencia  que  los  grabadores  y  dibujantes 
se  toman,  poniendo,  por  su  ignorancia,  algunos  adornos,  que 
no  redundan  en  mucho  honor  del  sugeto  que  los  trac,  y  fal- 


—  85  — 

lando  á  la  ley  inviolable  de  las  armerías,  de  que  no  debe  ha- 
ber en  el  Escudo  de  armas  interior  ni  esteriormente  punto, 
línea  ni  ornamento,  que  no  tenga  su  significado  y  representa- 
ción. Los  puntos  y  lugares  principales  del  escudo  son  nueve 
tres  que  pertenecen  al  jefe  del  escudo,  representan  la  cabeza 
del  hombre  y  significan  el  entendimiento,  el  juicio  y  la  me- 
moria, marcados  con  las  letras  a,  6,  c.  Lám.  8/,  núm.  1:  uno 
que  corresponde  al  cuello  del  hombre  llamado  punto  do  honor, 
letra  d;  otro  llamado  centro,  medio,  abismo  ó  corazón  del 
escudo  en  representación  del  del  hombre,  de  donde  dimana 
el  valor,  letra  e;  otro  conocido  por  ombligo  del  escudo,  y 
significa  el  estómago  del  hombre  por  ser  por  donde  recibe  el 
cuerpo  humano  el  primer  alimento  en  el  vientre  de  la  madre 
representando  en  armería  la  memoria  que  se  ha  de  tener 
delante  de  la  virtud,  manteniéndose  contra  los  vicios,  letra  /; 
y  los  restantes  corresponden  á  la  punta  del  escudo  en  represen- 
tación de  las  piernas  del  hombre  y  símbolo  de  la  constancia  y 
firmeza  que  debe  tenerse  contra  las  adversidades  de  la  fortuna, 
letras  ^,  ft,  t.  De  la  representación  de  estos  puntos  resultan 
otros  que  sirven  para  la  situación  de  las  piezas  y  se  denominan 
centro  del  escudo,  cantón  diestro  del  jefe,  centro  del  jefe,  cantón 
siniestro  del  jefe,  flanco  diestro  del  escudo,  flanco  siniestro 
del  escudo,  punta  del  escudo,  cantón  diestro  de  la  punta, 
cantón  siniestro  de  la  punta,  diestra  y  siniestra  del  escudo. 
Así  que  cuando  solo  haya  una  figura  que  colocar  en  el  escudo 
ocupará  el  medio  por  ser  su  postura  natural  y  las  demás  se 
espresará  el  punto  donde  se  hayan  de  colocar  con  su  deno- 
minación. Las  divisiones  del  escudo  son  aquellas  partes  que 
separadas  con  líneas  las  constituyen  independientes  unas  de 
otras  formando  distintas  particiones,  que  son  de  tres  especies; 
primera,  por  partes  iguales,  que  son  las  que  dividen  en  mutuas 
{>articiones  de  recíproca  igualdad  y  proporción  entre  sí,  como 
son  partido  lám.  6.',  núm.  9;  cortado,  lám.  3.*,  núm  2;  tron- 
chado, lám.  7.',  núm.  19;  tajado,  lám.  7/,  núm.  11;  terciado, 
lám.  7.'  núm.  12;  cuartelado  en  cruz,  lám.  6.',  núm.  21;  y 
sotuer,  lám.  8.',  núm.  2;  y  gironado,  lám.  5.',  núm.  4;  par- 


—  86  — 

tido  es  cuando  una  línea  recta  perpendicular  divide  el  escudo 
en  despartes  iguales;  cortado  se  hace  con  una  línea  horizontal, 
que  pase  por  medio  del  escudo,  formando  dos  partes  iguales; 
tronchado  se  hace  con  una  línea  diagonal  tirada  del  ángulo 
diestro  del  jefe  al  siniestro  de  la  junta;  tajado  es  al  contrario 
del  tronchado,  del  ángulo  siniestro  del  jefe  al  diestro  de  la 
punta;  terciado  es  cuando  dos  líneas  parten  ó  cortan  el  escudo 
en  tres  partes  iguales;  cuartelado  en  cruz,  es  cuando  las  dos 
líneas  perpendicular  y  horizontal  cruzan  y  dividen  el  escudo 
en  cuatro  partes  iguales;  en  sotuer  se  hace  con  las  dos  líneas 
diagonal  y  vertical  cruzadas  en  aspa,  y  gi roñado  es  el  escudo 
dividido  con  las  cuatro  líneas  perpendicular  hofizontal,  diago- 
nal y  vertical.  Segunda:  por  partes  iniguales,  que  son  piezas 
ó  particiones,  que  se  colocan  en  el  escudo  sin  tener  igualdad 
en  él,  ni  con  las  demás  divisiones  regulares,  llamándose  por 
su  disminutezé  inigualdad,  chappé,  lám.  2.',  núm.  22;  cal- 
zado, lám.  2.',  núm.  i6;  embrazado,  lám.  3.*,  núm.  29;  en- 
cajado, lám.  3.*,  núm.  35;  enclavado,  lám.  4.',  núm.  3; 
adiestrado,  lám.  1.',  núm.  10;  y  siniestrado,  lám.  7.*,  nú- 
mero 4;  de  cuyas  piezas  se  ha  dado  noticia  en  el  Diccionario 
de  los  atributos  de  las  figuras.  Tercera:  por  cuarteles,  que  son 
una  composición  bien  ordenada  de  las  particiones  del  escudo 
«n  que  se  colocan  las  diversas  alianzas  de  las  casas  ilustres  de 
donde  un  noble  desciende,  sirviendo  para  espresar  en  olios  las 
armas  que  cada  uno  de  estas  tiene,  que  pueden  ser  de  alianzas 
de  patronato,  de  concesión,  de  dignidad  y  de  pretensión.  Alian- 
zas son  las  divisiones  en  que  se  representan  las  armas  de  las 
familias  nobles  con  que  un  caballero  está  coligado  haciéndose 
las  particiones  según  el  número  de  los  cuarteles  correspondien- 
tes á  las  alianzas  que  deban  ponerse  con  orden  y  simetría,  de 
donde  viene  á  formarse  el  pendón  genealógico  que  es  el  gran 
escude  lleno  de  otros  pequeños  que  en  sus  repartimientos 
figuran  las  armas  de  cuantas  alianzas  un  noble  tiene  depen- 
dencia. El  escudo  partido  se  practica  en  las  armerías  para 
colocar  las  armas  del  padre  á  la  derecha  y  de  la  madre  á  la 
siniestra,  lo  mismo  que  el  cortado,  tronchado  y  tajado.  Tam- 


—  87- 

blen  sirve  para  este  objeto  el  cuartelado  en  cruz,  puet  se 
colocan  en  el  1.^  y  4.^  cuartel  las  armas  principales  de  la 
casa  que  son  las  del  padre  y  en  el  segundo  y  tercero  las  de  la 
alianza  que  son  las  de  la  madre.  El  terciado  sirve  para  tres 
alianzas,  poniendo  en  el  primer  cuartel  las  armas  de  la  casa, 
en  el  segundo  la  alianza  de  madre  y  en  el  tercero  la  última; 
siendo  el  de  cuatro  cuarteles  en  cruz  ó  en  sotuer  el  propio 
para  el  de  cuatro  alianzas,  poniendo  en  el  primero  las  del 
padre,  en  el  segundo  las  de  la  madre,  en  el  tercero  las  de  la 
abuela  paterna  y  en  el  cuarto  las  de  la  materna;  para  cinco 
alianzas  el  mejor  y  mas  hermoso  escudo  es  el  cuartelado  en 
cruz  con  escuson  sobre  el  todo,  el  cual  debe  tener  el  tercio  de 
lo  largo  y  ancho  del  escudo  principal,  colocándose  en  él  las 
armas  de  familia  y  en  los  demás  las  de  alianzas  por  su  orden, 
lúm.  8/,  núm.  3.  Cuando  el  escudo  esté  lleno  de  seis  cuarte- 
les se  dice  partido  de  uno  y  cortado  de  dos  rasgos,  que  hacen 
seis  escudos,  siendo  el  i.°,  2.°  y  3.°  los  tres  superiores  y  el  4.**, 
5.^  y  6.°  los  inferiores,  todos  por  su  orden  de  derecha  á 
izquierda.  Lám.  8.',  núm.  4.  El  de  siete  cuarteles,  se  dice 
partido  de  uno,  cortado  de  dos  y  escuson  sobre  el  todo,  lá- 
mina 8.',  núm.  5.  Para  ocho  cuarteles  se  dice  partido  de  tres, 
cortado  de  uno,  ó  bien  cuatro  cuarteles  sotenidos  de  otros 
cuatro,  observando  dicho  orden  en  la  colocación  de  las  alian- 
zas, poniendo  en  el  1.^  las  de  padre,  en  el  2.^  las  de  ma- 
dre, en  el  3.^  las  de  abuela  paterna,  en  el  4.^  las  de  la  ma- 
terna, en  el  5.^  ó  sea  i.^  de  los  cuatro  sotenidos  las  de  la 
bisabuela  paterna  de  primer  grado;  en  el  6.^  las  de  la  bisa- 
buela paterna  de  segundo  grado;  en  el  7.^  las  de  la  bisabuela 
materna  de  primer  grado,  y  en  el  8.^  las  de  la  bisabuela 
materna  de  segundo  grado;  y  en  los  demás  se  observará  esta 
misma  regla,  siguiendo  el  orden  de  tatarabuelos,  choznos  y 
otros  grados  hasta  el  número  que  se  desee,  y  se  seguirá  di- 
ciendo: el  de  9  cuarteles,  partido  de  tres  y  cortado  de  uno 
con  escuson  sobre  el  todo;  el  de  10  cuarteles  partido  de  cuatro 
rasgos  y  cortado  de  uno,  ú  bien  cinco  sostenidos  de  otros  cinco; 
el  de  It  como  el  anterior  con  escuson  sobre  el  todo;  el  de 


—  88- 

18  partido  de  tres,  cortado  de  dos;  el  de  16  partido  de  tres 
cortado  de  otros  tantos  ó  cuartelado  y  contracuartelado;  el 
de  24  partido  de  cuatro  rasgos  y  cortado  de  tres;  el  de  32 
partido  de  siete  y  cortado  de  tres,  siendo  siempre  el  primer 
cuartel  el  de  la  casa  principal  y  el  resto  los  de  alianzas,  y  se 
reputa  como  primer  cuartel  en  los  que  llevan  escuson  éste. 
El  mismo  orden  sirve  para  la  coordinación  de  los  patronatos, 
concesiones,  dignidades  y  pretensiones,  siendo  las  divisiones 
de  cuarteles  espresadas  las  que  se  usan,  pues  de  mas  número 
es  confusión. 

METALES,  COLORES  Y  FORROS. 


Estos  son  la  materia  y  ornato  de  las  armerías,  y  sus  tér- 
minos vulgares  y  propios  para  los  esmaltes  de  armería,  son: 
Amarillo,  en  armería  oro;  para  los  títulos  topacio,  para  )os 
Soberanos  Sol.  Blanco,  en  armería  plata;  para  los  títulos  per- 
la, para  los  Soberanos  Luna.  Rojo,  en  armería  gules;  para  loa 
titulos  rubí,  para  Soberanos  Marte.  Azul,  en  armería  azur;  pa- 
ra titulo  Záfiro;  para  Soberanos  Júpiter.  Negro,  en  armería  sa- 
ble; para  títulos  diamante,  para  Soberanos  Saturno.  Verde,  eo 
armería  sinople;  para  titulos  esmeralda,  para  Soberanos  Venus. 
Violeta,  en  armería  púrpura;  para  titulos  amatista,  para  Sobe- 
ranos Mercurio.  El  Padre  Silvestre  Petrasanta  inventó  el  uso 
de  las  lineas  y  puntos  con  que  se  distinguen  en  los  grabados 
los  colores,  siendo  ley  inviolable  en  todas  las  naciones,  no 
haber  mas  que  estos  dos  metales  y  cinco  colores,  á  escepcion 
de  los  ingleses  que  añaden  el  leonado,  anaranjado  y  sanguí- 
neo, y  en  todas  partes  se  llaman  los  siete  colores  con  la  voz 
genérica  esmalte.  También  se  toman  por  esmalte  los  forros 
que  son  dos,  llamados  arminios^  que  se  componen  de  plata  y 
negro,  y  veros  que  se  componen  de  plata  y  azur;  y  sus  dife- 
rencias que  son,  contra-arminios,  contra-veros,  veros  en  pun- 
ta, verados,  contraverados  y  verados  en  punta.  Y  últimamen- 
te, se  toman  por  esmalte  las  figuras  al  natural. 


-89- 

El  oro,  que  se  caracteriza  con  puntos,  simboliza  de  las 
piedras  preciosas  el  topacio,  de  los  planetas  el  Sol,  de  los  sig- 
nos Leo ,  de  los  elementos  el  fuego ,  de  los  dias  de  la  semana 
el  Domingo,  de  los  meses  el  de  Julio,  de  los  árboles  el  ciprés, 
de  las  flores  el  girasol ,  de  las  aves  el  gallo ,  de  los  cuadrú- 
pedos el  león,  de  los  peces  el  delfin,  de  las  virtudes  la  justi- 
cia, benignidad  y  clemencia,  de  las  calidades  mundanas  la 
nobleza,  caballería,  riquezas,  generosidad,  esplendor,  sobera- 
nía, amor,  pureza,  salud,  solidez,  gravedad,  alegría,  pros- 
peridad, eternidad,  poder  y  constancia.  Los  que  le  usan  en 
sus  armas ,  tienen  obligación  de  hacer  bien  ú  los  pobres,  de- 
fender á  sus  Reyes  y  pelear  por  ellos  y  la  patria  hasta  derra- 
mar la  úitimagota  de  su  sangre.  Lám.  8.%  núm.  6. 

La  plata,  que  se  representa  dejando  el  campo  liso  del 
escudo,  cuartel  ó  pieza,  simboliza  de  las  piedras  la  perla,  de 
los  planetas  la  luna,  de  los  signos  Cáncer,  de  los  elementos 
el  agua ,  de  los  dias  de  la  semana  el  lunes ,  de  los  meses  Enero 
y  Febrero,  de  los  árboles  la  palma,  de  las  flores  la  azucena,  de 
las  aves  la  paloma ,  de  los  cuadrúpedos  el  arminio,  délas  vir- 
tudes la  humildad ,  inocencia,  felicidad ,  pureza,  templanza  y 
verdad,  de  las  calidades  mundanas  la  hermosura,  franqueza, 
limpieza,  integridad,  elocuencia  y  vencimiento,  sin  sangre, 
de  los  enemigos.  Los  que  traen  este  metal  en  sus  armas,  están 
obligados  á  defender  á  las  doncellas  y  amparar  á  los  huérfanos. 
Lám.  8.',  núm.  7. 

El  gules,  que  se  representa  por  líneas  sutiles  perpendicu- 
lares ó  en  pal,  simboliza  de  las  piedras  el  rubí,  de  los  plane- 
tas Marte,  de  los  signos  Aries  y  Escorpión  ,  de  los  elementos 
el  fuego,  de  la  semana  el  martes,  délos  meses  Marzo  y  Octu- 
bre, de  los  metales  el  cobre,  de  los  árboles  el  cedro,  de  las 
flores  el  clavel ,  de  las  aves  el  pelícano ,  de  las  virtudes  la  ca- 
ridad, de  las  calidades  mundanas  la  valentía,  nobleza,  mag- 
nanimidad, valor,  atrevimiento,  alegría,  victoria,  ardid,  ge- 
nerosidad, honor,  furor  y  vencimiento  con  sangre.  Los  que 
usan  este  color  tienen  obligación  de  socorrer  á  los  oprimidos 
con  injusticia.  Lám.  S.'*,  núm.  8. 


—  90  — 

El  azur,  se. espresa  con  líneas  horizontales,  simboliza  de 
las  piedras  el  záfiro,  de  los  planetas  Venus,  de  los  signos  Tau- 
ro y  Libra,  de  los  elementos  el  aire ,  de  los  metales  el  acero, 
de  la  semana  el  viernes,  de  los  meses  Abril  y  Setiembre,  de 
los  árboles  el  álamo ,  de  las  flores  la  violeta ,  de  las  aves  el 
pabon,  de  los  cuadrúpedos  el  camaleón,  de  las  virtudes  la 
justicia,  de  las  calidades  la  alabanza,  hermosura,  dulzura, 
nobleza,  perseverancia,  vigilancia,  recreación,  celo  y  lealtad. 
Los  que  usan  este  color  en  armería ,  están  obligados  á  socor- 
rer á  los  fieles  servidores  de  los  Príncipes  que  se  hallan  sin  re- 
muneración de  sus  servicios.  Lám.  8.',  núm.  9. 

El  sable,  se  representa  por  lineas  perpendiculares  yhorí- 
zontales;  simboliza  de  las  piedras  el  diamante,  de  los  planeta, 
Saturno,  de  los  signos  Tauro  y  Virgo,  de  los  elementos  la 
tierra,  de  la  semana  el  sábado,  de  los  meses  Diciembre,  de  los 
metálese]  plomo  y  hierro,  de  los  árboles  el  olivó  y  pinp,  de 
las  aves  la  águila,  de  las  virtudes  la  prudencia,  de  los  acci- 
dentes el  duelo,  la  aflicción,  dolor,  sabiduría,  ciencia,  grave- 
dad, honestidad,  firmeza,  obediencia,  memoria,  ventaja, 
muerte,  silencio  y  secreto.  Tienen  obligación  los  que  le  usan 
de  socorrer  á  las  viudas,  huérfanos,  eclesiásticos  y  gente  de 
letras.  Lám.  8.*,  núm.  10. 

El  siNOPLB,  que  se  representa  por  lineas  diagonales  ó  en 
banda,  simboliza  de  las  piedras  la  esmeralda,  de  los  planeta» 
Mercurio,  de  los  elementos  la  tierra,  de  la  semana  el  miérco- 
les, de  los  meses  Mayo,  de  los  metales  el  azogue ,  de  los  árbo- 
les el  laurel,  de  las  flores  la  siempreviva,  de  las  aves  el  papa- 
gayo, de  las  virtudes  la  esperanza,  de  las  calidades  la  honras 
cortesía^  abundancia,  amistad,  campo,  posesión,  servicio  y 
respeto.  Los  que  traen  este  color  en  sus  armas  están  obliga- 
dos á  socorrer  á  los  paisanos  y  labradores,  huérfanos  y  pobres. 
Lám.  8.*,  núm.  il. 

La  púrpura,  se  representa  por  líneas  verticales  ó  en  barra, 
y  simboliza  de  las  piedres  el  amatisto,  de  los  planetas  Júpiter, 
de  los  elementos  el  aire,  de  la  semana  el  jueves,  de  los  meses 
Febrero  y  Noviembre,  de  los  metales  el  estaño,  de  los  árboles 


—  Ol- 
la Sabina ,  de  las  flores  el  lirio»  de  los  signos  Sagitario  y  Pis- 
cis, de  los  cuadrúpedos  el  león,  de  los  peces  la  ballena,  de  las 
virtudes  la  templanza  y  devoción,  de  las  calidades  la  nobleza, 
grandeza,  soberania,  gravedad,  recompensa  de  honor,  abun- 
dancia, tranquilidad,  riqueza,  dignidad,  autoridad  y  liberali- 
dad: Los  que  traen  este  color  en  sus  armas,  han  de  defender  á 
los  eclesiásticos  y  religiosos.  Lám.  8/,  núm.  12. 

Los  ARMiKios  se  toman  por  el  campo  blanco  sembrado  de 
manchuelas  negras,  como  mosquitas,  significan  en  Armería  la 
inclinación  divagante  que  tienen  los  hombres  á  ir  por  mar  y 
tierra,  y  representa  la  pureza,  pues  Fernando  Y,  Rey  de  Ara- 
gón, cuando  echó  de  la  Calabria  al  Duque  de  Lorena,  descu- 
bierta la  conspiración  del  Príncipe  de  Resana  su  pariente,  con 
que  quedó  posesor  del  Reino  de  Ñapóles ,  instituyó  en  1483 
un  orden  de  Caballería  del  Arminio  ,  dando  á  los  Caballeros 
de  él  un  collar  de  oro  con  un  arminio  pendiente,  y  por  divisa 
el  epígrafe:  «Malo  morí  quam  faedari,»  para  mostrarles,  que 
primero  se  debe  morir  que  vivir  sin  honra.  También  dio  mo- 
tivo para  tenerse  por  dignidad  el  traerlos  por  forros  en  sus 
vestidos  los  Gobernadores  y  personas  de  representación.  Cuan- 
do se  blasona  un  Escudo  se  dirá ,  trae  de  arminios,  y  se  po- 
nen 7,  11  y  hasta  16.  Lám  8.*,  núm.  13. 

CoNTRAARMiNios,  se  dicc,  cuaudo  el  campo  es  de  sable,  y 
las  mosquinas  de  plata.  Lám.  8.',  núm.  14. 

Vbros,  son  unas  fígunas  como  copas  ó  vasos,  representadas 
en  forma  de  campanitas  que  siempre  son  de  plata  y  azur. 
Se  traen  en  representación  de  haber  administrado  justicia  con 
fortaleza  y  verdad :  significan  dignidad,  y  se  tienen  también 
por  el  orden  de  la  Caballería  que  instituyó  Carlos  Martel  en 
señal  de  la  Victoria  que  tuvo  en  África  contra  Abderramen, 
en  la  que  habiéndose  encontrado  un  gran  botin  de  pieles  de 
un  animal  como  una  gineta,  que  se  halla  en  África,  y  tiene  su 
piel  blanca  por  el  vientre  y  cenicienta  por  la  espalda ,  las  pu- 
sieron aquellos  en  sus  armas,  que  continúan  hoy  sus  suceso- 
res. Su  disposición  ordinaria  es  hallarse  un  Escudo  cargado 
de  cuatro  hasta  seis  hileras  de  ellos,  y  habiendo  mas  se  dice: 


—  92  — 

veros  menudos,  y  menos,  veros  grandes.  Para  serpropiamenle 
veros,  han  de  ser  de  plata  y  azur,  y  opuesta  la  base  de  la  figura 
del  metal  á  la  base  de  la  figura  del  color.  Lám.  8.%núm.  15. 

Contraveros,  se  entiende  cuando  en  estas  figuras  se  halla 
la  base  de  la  del  metal  puesta  contra  la  base  del  metal ,  y  las 
bases  de  las  del  color  con  las  bases  de  las  del  color.  Lám.  8.*, 
núm.  16. 

Veros  en  punta,  serán  cuando  las  puntas  de  unas  piezas  se 
ponen  opuestas  á  las  bases  de  las  otras.  Lám.  8.' ,  núm.  17. 

Vbrados,  se  dice  cuando  los  veros  son  de  otro  metal  y  co- 
lor que  no  sea  plata  y  azur.  Lám.  7.^,  núm.  21. 

Contraverados,  es  cuando  no  siendo  los  veros  de  plata  y 
azur,  guardan  la  disposición  de  los  contraveros.  Lám.  8.^,  nú* 
mero  18. 

Vbrados  en  punta  ,  son  los  que  en  la  propia  inteligencia 
de  no  ser  de  plata  y  azur,  siguen  el  orden  de  los  veros  en  pun- 
ta. Lám.  8.%  núm.  19. 

FIGURAS  DE  ARMERÍA. 


Las  figuras  de  las  armerías,  son  aquellas  piezas,  alhajas  y 
muebles  con  que  se  carga  el  Escudo  interiormente,  que  es  la 
forma  y  acción  que  dan  el  ser  á  todo  el  compuesto  artificial 
del  Blasón.  Sírvense  las  armerías  de  tantas  figuras  cuantas  se 
incluyen  en  lo  sublunar  y  celeste  y  en  la  fantasía  de  los  hom- 
bres, desde  lo  artificioso  á  lo  quimérico,  por  lo  que  se  distin- 
guen y  entienden  genérica  y  especiticamente  en  cuatro  espe- 
cies: propias,  naturales,  artificiales  y  quiméricas. 

Las  propias  de  Armería  ó  heráldicas ,  y  las  mas  esenciales 
del  Blasón,  son  las  que  representan  las  mismas  armas  que  los 
Caballeros  traian  para  su  uso  y  defensa ,  del  mismo  modo  que 
las  señales  délas  heridas  que  sacaban  en  las  funciones  de  guer- 
ra, así  en  las  personas  como  en  sus  Escudos ;  se  entienden 
también  de  cuatro  suertes  para  comprenderse  con  mas  facili- 


—  93  — 

dad;  en  particiones  del  Escudo,  en  piezas  honorableS|  en  dis- 
mínnidas  y  en  seantes.  Las  figuras  propias,  que  son  particio- 
nes del  escudo ,  están  comprendidas  en  las  divisiones, })artt¿o, 
cortado^  tronchado,  tajado^  terciado,  cuartelado,  etc.  Las  pie- 
zas honorables,  llamadas  así  por  ser  las  primeras  que  se  usa- 
ron en  Armería,  como  símbolos  de  nobleza  y  señales  de  honor, 
y  que  ocupan  los  lugares  mas  honorables  del  escudo,  denotan 
¡os  ornamentos  mas  necesarios  en  los  nobles  y  Caballeros,  da- 
dos en  señal  de  las  heridas  que  sacaban  de  las  funciones,  por 
que  antes,  después  de  las  batallas,  las  Cronistas  Reyes  de  Ar- 
mas, presentaban  al  Rey  ó  General  del  ejército,  aquel  comba- 
tiento  que  se  habia  distinguido  contra  los  enemigos,  y  que  por 
su  esfuerzo  y  valor  habia  contribuido  mas  á  la  victoria ;  en 
su  consecuencia,  el  Rey  por  premio  de  su  virtud  le  ennoble- 
cía, poniéndole  sobre  su  Escudo  alguna  de  estas  piezas,  ó  au- 
mentándolas, si  las  tenia,  para  su  gloria.  Las  piezas  honorables 
principales  son  aquellas  figuras  simples,  que  no  dependiendo 
de  otras,  tienen  primer  lugar,  y  se  ven  solas  muchas  veces  en 
armería.  Disminuidas,  son  aquellas  que  resultan  como  parte 
ó  diminución  de  éstas.  Y  seantes,  las  que  rara  vez  ó  nunca  se 
ven  como  no  sean  juntas,  en  cuyo  sentido  se  entenderán  tam- 
bién por  su  denominación  las  naturales,  artificiales  y  quimé- 
ricas, por  el  orden  siguiente: 

Jkfb,  aunque  se  entiende  en  Armería  por  la  línea  mas  alta 
del  Escudo,  es  una  pieza  honorable ,  que  tiene  el  primero  y 
mas  alto  lugar  junto  al  borde  del  escudo,  tirado  de  un  flanco 
áotro  y  ocupando  la  tercera  parte  de  su  latitud  ó  longitud; 
simboliza  el  casco  del  Caballero;  el  círculo  y  corona  de  aquel, 
que  debe  ser  honrado;  es  siempre  de  diferente  esmalte  que  el 
campo.  Lám.  8/,  núm.  20. 

Palo,  se  pone  perpendicular  en  medio  de  donde  parte  el 
escudo,  colocado  desde  lo  alto  del  Jefe  ala  punta  del  escudo; 
es  de  la  tercera  parte  de  lo  ancho  ó  de  lo  largo  de  éste,  cuando 
se  halla  solo;  simboliza  la  lanza  del  Caballero,  denotando  ha- 
ber sido  el  primero  que  rompió  la  estacada  de  los  enemigos  en 
plaza  6  en  campaña.  Lám.  S.'*,  núm.  21. 


—  94  — 

FuAy  M  coloca  horizontalmente  donde  corta  el  escudo, 
desde  an  flanco  á  otro;  es  de  un  tercio  de  latitud  ó  longitud  y 
sepera  el  jefe  de  la  punta ;  representa  la  coraza  del  Caballero 
armado,  la  pretina  y  el  ceñidor  y  se  trae  en  representación  de 
las  heridas  que  sacaban  de  las  batallas, en  el  cuerpo,  y  por 
traer  tefiida  de  sangre  de  los  enemigos  la  coraza  ó  el  ceñidor. 
Lám.  8.%  núm.  22. 

La  cruz,  que  cuando  está  sola  en  el  escudo,  ocupa  un 
tercio ,  y  cuando  acompañada  se  estrecha  un  poco  para  dar  si- 
metría á  todo  lo  demás,  se  compone  del  palo  y  faja,  llamándose 
ordinariamente  cruz  plana;  representa  la  espada  del  Caballe- 
ro, y  se  daba  al  combatiente  que  la  sacaba  teñida  de  sangre. 
Del  tiempo  de  las  Cruzadas  quedaron  algunas  familias  con  la 
cruz  por  armas,  pintándola  los  españoles  roja ,  los  franceses 
blanca,  los  italianos  azul,  los  alemanes  negra,  los  sajones  ver- 
de, los  ingleses  de  oro  y  alguna  vez  roja.  Lám.  8.%  núm.  23. 

La  banda  ,  atraviesa  diagonalmente  el  escudo  ;  tiene  un 
tercio  de  lo  ancho  y  largo  de  aquel,  y  significa  el  tahalí  del 
Caballero  y  la  banda,  quetraia  atravesada  del  hombro  diestro 
á  el  costado  siniestro,  que  es  la  situación  en  que  se  coloca  en 
el  escudo ,  habiéndola  puesto  por  armas  muchos  de  los  que 
fueron  á  las  Cruzadas,  con  el  color  del  uso  de  sus  Naciones: 
se  trae  por  acción  de  guerra  y  por  divisa  de  la  Caballería  de 
la  Banda,  que  D.  Alonso  XI,  Rey  de  Castilla  y  de  León,  ins- 
tituyó en  1330,  trayéndola  algunos  por  armas  después  que  se 
estinguió  el  orden ;  y  el  representarlas  con  cabezas  de  drago- 
nes que  la  tragan,  que  es  banda  engolada,  significa  fortaleza 
de  Caballeros  guerreros ,  usándose  en  España  por  la  bataUa 
del  Salado  que  ganó  contra  los  Moros  dicho  Rey  en  los  cam- 
pos junto  á  Tarifa,  á  30  de  Octubre  de  1340.  Lám.  8.**,  nú- 
mero 24. 

La  barra  ó  gontrabanda  ,  es  del  mismo  ancho  y  forma 
que  la  banda,  sin  otra  diferencia  y  significado  que  situarse  al 
contrario  verticalmente  y  servir  comunmente  para  los  hijos  na- 
turales. Lám.  8.*,  núm.  25. 

El  sotuer  ,  aspa  ó  cruz  de  San  Andrés ,  ocupa  también  un 


—  95  — 

tercio  y  su  anebura  y  forma  es  como  si  se  compusiera  de  la 
banda  y  barra  cruzadas.  Esta  especie  de  cruz  de  Borgofia  re* 
presenta  el  estandarte  ó  guión  del  caballero ;  se  trae  por  la  ba* 
talla  de  Baeía  ganada  contra  los  moros  dia  de  San  Andrés  del 
ño  i227.  Lám.  8/,  núm.  26. 

El  CHEVRON  y  es  en  forma  de  un  medio  sotuer,  alargándose 
su  punta  hasta  el  centro  del  jefe,  quedando  como  un  compás 
medio  abierto:  tiene  también  el  tercio  del  alto  ó  largo  del  Es* 
eudo;  representa  las  botas  y  espuelas  del  caballero,  y  es  sím- 
bolo de  protección,  conservación,  constancia  y  firmeza.  Lá- 
mina 8.*,  núm.  27. 

Labordüra,  de  anchura  de  la  mitad  de  la  banda,  que  es 
la  sesta  parte  de  la  latitud  del  escudo,  rodea  toda  su  circuu-« 
ferencia  sin  dejar  intervalo  alguno  entre  ella  y  los  estremos 
de  él,  viniendo  á  quedar  como  un  ribete  ó  borde:  es  símbolo 
do  protección,  de  favor  y  recompensa,  sirviendo  de  reparo  á 
aquellos  que  quieren  los  Príncipes  asegurar  en  su  favor,  y  an- 
tiguamente representaba  la  cota  de  armas  del  Caballero.  Lámi- 
na 8.*,  núm.  28. 

La  orla,  que  tiene  forma  de  un  filete  y  se  pone  dentro  de! 
escudo ,  aunque  separada  de  sus  estremos  otra  tanta  distancia 
cuanto  ella  tiene  de  ancho,  que  es  la  duodécima  parte  déla 
latitud  del  escudo ,  no  se  diferencia  en  otra  cosa  de  la  borda- 
ra sino  en  la  situación  y  proporción.  Lám.  8.**,  núm.  29. 

La  perla,  se  compone  de  tres  cotizas  movientes  de  los  dos 
ángulos  del  jefe  y  de  la  punta,  que  se  juntan  en  el  centro  ó 
corazón  del  escudo  en  forma  de  una  Y  griega:  se  daba  por 
premio  de  la  carrera  á  caballo.  L^m.  8.%  núm.  30. 

La  campaña,  es  una  figura  que  ocupa  la  tercera  parte  baja 
del  escudo,  y  se  tiene  por  una  especie  de  rebatimiento.  Lá- 
mina 8.%  núm.  31. 

El  gibon  ,  se  forma  en  figura  triangular  con  una  punta  lar- 
ga como  si  fuera  un  pedazo  de  tela  cortado  en  triángulo  irre- 
gular. Tuvo  su  origen  en  D.  Rodrigo  Garcia  de  Cisneros,  por- 
que en  una  batalla  contra  los  moros ,  habiéndole*  muerto  al 
Rey  D*  Alonso  su  caballo ,  dándole  éste  caballero  el  suyo  le 


—  96- 

eortó  tres  girones  de  la  sobrevesta  al  tiempo  de  montar  el  Rey 
en  él  f  que  puso  después  en  memoria  por  armas  y  acrecentó 
el  mismo  Rey  con  el  castillo  y  león  de  las  Reales,  dejando  por 
bordura  los  15  puntos  de  agedrez  de  oro  y  gules  por  no  perder 
las  antiguas  de  su  casa:  ocupa  la  octava  parte  del  escudo,  y 
de  cualquier  lugar  que  salga  acaba  en  abismo.  Lám.  8.*,  nú- 
mero 32. 

La  piul,  que  algunos  llaman  punta  ranversada,  es  de  con- 
traria situación  de  la  punta ,  naciendo  del  jefe  del  escudo,  de 
los  dos  tercios  de  su  anchura,  bajando  en  diminución  hasta 
su  punta,  sin  tocaren  ella.  Lám.  8.%  núm.  33. 

El  trbghor,  es  una  orla  estrecha,  de  la  mitad  de  su  an- 
chura, correspondiente  á  la  cuarta  parte  de  la  latitud  de  la 
bordura  y  la  2i.*  del  escudo:  los  hay  simples  y  dobles;  algu- 
nes  veces  floronados,  otras  contrafloronados  y  también  florde- 
Usados.  Lám.  8.*,  núm.  34. 

El  cantón  ,  es  una  parte  del  escudo  sin  proporción  fija, 
pues  debe  ser  el  cuartel  disminuido  de  un  tercio:  se  plaza  al 
ángulo  diestro  del  Escudo ,  y  también  al  siniestro,  y  ordina- 
riamente se  toma  por  marca  de  bastardía.  Lám.  8.*,  núm.  35. 

Franco-cuartel,  ó  cuartel  de  honor,  es  el  primer  cuartel 
del  escudo  ó  el  cantón  diestro  del  jefe,  un  poco  menor  que  el 
verdadero  cuartel  del  cuartelajo ,  y  sirve  de  brisura ;  debien- 
do ser  de  diferente  esmalte  que  el  campo.  Lám.  9.',  núm.  1. 

El  escuson,  es  un  pequefto  escudito  que  carga  á  otro  ma- 
yor, que  cuando  está  solo  en  el  centro  de  éste  se  dice  en  abis- 
mo, pero  cuando  carga  á  otros  escudos  se  dice  sobre  el  todo. 
Su  proporción  es  del  tercio  de  la  longitud  y  latitud  del  escudo 
mayor,  pero  solo  se  entiende  por  pieza  honorable  cuando  está 
solo  en  el  escudo,  porque  si  hay  otras  particiones  sirve  para 
poner  en  él  las  principales  armas  de  la  casa,  siempre  que  ei 
mayor  esté  lleno  de  alianzas;  asi  es  que,  al  verle,  se  entiende 
que  las  que  incluye  son  las  del  nombre  ó  título  de  aquella  fa- 
milia ,  y  las  otras  sus  alianzas.  Lám.  9.\  núm.  2. 

La  punta,  ó  parte  mas  baja  del  escudo ,  dicha  asi  porque 
todo  escudo  debe  estar  hecho  en  punta,  ó  considerarla  para  la 


-97- 

inteligencia  de  sus  puntos  principales,  es  también  figura  del 
Blasón ,  montante  de  lo  bajo  á  lo  alto  del  escudo ,  mas  estre- 
cha que  el  chappé:  es  triangular,  de  las  dos  terceras  partes  de 
la  latitud  déla  punta  que  sale  de  ella,  saliendo  en  diminución 
proporcionada  hasta  el  jefe  sin  llegar  al  estremo  del  escudo. 
Lám.  9.%  núm.  3. 

El  ulmbbl,  es  una  especie  de  brisura,  las  mas  noble  de  to- 
das las  que  se  practican  para  diferenciar  las  armas  de  los  hijos 
segundos  de  una  casa;  su  forma  es  de  un  filete  de  la  9/  parte 
de  la  latitud  del  jefe,  con  tres  pendientes  en  forma  de  cufia 
de  carpintero,  que  unidos  á  él  sin  separación  de  líneas  caen 
dos  tantos  mas  que  tiene  el  filete  de  ancho,  puestos  dos  en  sus 
cabos  y  una  en  medio;  siendo  su  situación  ordinaria  en  medio 
de  lo  largo  del  jefe,  sin  llegar  á  los  bordes  del  escudo ;  pero 
cuando  tiene  cuatro ,  cinco  ó  seis  pendientes,  que  es  el  mayor 
número  que  se  encuentra,  es  menester  especificarlo:  significa 
la  cinta  con  lazos  que  traia  al  cuello  la  juventud,  como  hoy 
las  corbatas,  sirviendo  para  distinguirse  de  sus  padres:  para 
no  estar  en  su  situación  se  ha  de  especificar.  Lám.  9.*,  núm.  4. 


ATRIBUTOS 


DE  LAS  PIEZAS  HONORABLES  PRINCIPALES. 


Cuando  el  jefe  es  de  metal  ó  de  color,  como  el  campo,  se 
dice  cosido^  para  salvar  con  esta  voz  la  contra-regla  de  poner 
metal  sobre  metal  ó  color  sobre  color,  y  se  entenderá  mejor 
la  voz  cosido  non  un  perfil  de  otro  esmalte  que  divida  el  jefe 
del  campo.  Lám.  3.",  núm.  5. 

El  jefb  PALO,  es  cuando  unido  al  jefe  y  sin  separación  de 
línea  baja  un  palo  hasta  la  punta,  haciendo  de  las  dos  una 
figura,  en  forma  de  T,  toda  de  un  metal  ó  de  un  color.  Lámi- 
na 9.%  núm.  6. 


-98- 

El  jgfs  CHEVRON,  son  estas  dos  figuras  juntas  sin  división 

de  líneas  y  de  un  mismo  esmalte.  Lám.  9.%  núm.  7. 

Jefe  barra,  es  una  figura  compuesta  de  las  dos  con  las 

condiciones  dichas  en  la  anterior.  Lám.  9.*,  núm.  8. 

Jefe  sostenido,  se  dice  cuando  de  las  tres  partes  de  lo  an- 
cho del  jefe  sostiene  á  las  dos  altas  la  una  de  abajo  de  distinto 
esmalte  que  lo  es  el  jefe  y  el  campo.  Lám.  9.*,  núm.  9. 

Jefe  surmontado,  es  cuando  la  tercera  parte  mas  alta  del 
jefe  es  de  otro  esmalte  que  el  resto.  Lám.  9.*,  núm.  10. 

Jefe  estrecho,  es  cuando  el  jefe  tiene  solo  dos  tercios  de 
su  anchura  ordinaria.  Lám.  9.*,  núm.  11. 

Cuando  hay  mas  de  un  palo  es  necesario  estrecharlos  á 
proporción,  de  modo  que  sean  iguales  los  palos  á  los  interva- 
los que  queden  de  campo;  cuando  el  número  de  ellos  de  co- 
color  es  igual  al  de  los  intervalos  que  forma  el  campo  de  me- 
tal se  dice  palado,  y  por  la  diferencia  que  hay  en  esto  es  me- 
nester espresar  el  número  de  unas  y  otras  piezas;  siendo  el 
número  de  palos  impar,  se  dice  de  tal  esmalte  y  tantos  palos. 
Lám.  9.',  núm.  12. 

Cuando  el  escudo  es  cortado  y  los  medios  palos  del  jefe 
de  metal  ó  de  color  se  ven  opuestos  á  los  de  color  ó  metal  de 
la  punta,  se  dice  palado  y  contrapalado  de  tantas  piezas.  Lá- 
mina 9.*,  núm.  13. 

Palo  cargado  ó  sobrecargado,  es  cuando  sobre  un  palo  de 
color  se  carga  otro  de  metal  ó  viceversa.  Lám.  9.*,  núm.  14. 

Cuando  el  número  de  fajas  de  metal  y  de  color  de  que  se 
encuentre  lleno  un  escudo  es  impar,  se  necesita  espresar  su 
número.  Lám.  9.%  núm.  15. 

Cuando  un  Escudo  *está  lleno  de  pequeñas  cruces,  se  dice 
sembrado  de  crucetas.  Lám.  9.*,  núm.  16. 

La  cruz  recortada,  se  diferencia  de  la  común  en  la  lon- 
gitud, porque  aquella  toca  en  los  estremos  y  ésta  no  llega  con 
los  suyos  á  ellos,  quedándose  en  medio  separada  de  sus  bor- 
des. Lám.  9.%  núm.  17. 

Cruz  bordada,  se  llama  la  rodeada  por  toda  su  circunfe- 
rencia de  un  fílete  de  metal  ó  color  distinto  del  que  ella  tiene, 


—  99- 

de  la  sesta  parte  de  su  anchura  ordinaria.  Lám.  9.",  nú- 
mero 18. 

La  cruzpotenzada,  forma  en  sus  estremos  una  potenza 
ó  figura  de  la  letra  T.  Lám.  9/,  núm.  19. 

En  las  bandas  se  hallan  los  mismos  atributos  que  en  las 
fajas. 

Los  sotueres  y  se  cargan  y  adornan  del  propio  modo  que  las 
cruces. 

También  se  encuentran  muchos  chevrones  como  fajas, 
bandas,  etc.,  y  por  eso  se  ha  de  especificar  su  número:  cuan- 
do se  halla  alguno  mas  bajo  de  la  situación  ordinaria,  se  dice 
bajado:  todos  los  que  tienen  sus  puntas  en  el  corazón  del  es- 
cudo y  se  oponen  el  uno  al  otro,  estando  el  uno  vuelto,  se  di- 
cen apuntados.  Lám.  9.',  núm.  20. 

Ghbvron  bchado  ,  es  aquel  cuya  punta  mira  al  flanco  dies- 
tro del  escudo ,  sostenido  sobre  una  de  sus  piernas,  en  lugar 
de  tener  su  punta  á  la  parte  del  jefe,  y  cuando  la  punta  está 
vuelta  al  flanco  siniestro  del  escudo,  se  dice  echado  contor- 
nado. Lám.  9.',  núm.  SI. 

Ghbvronado,  se  dice  cuando  el  escudo  está  lleno  de  ellos 
en  número  igual  de  metal  y  color.  Lám.  2.*,  núm  25. 

Chkvronado  y  contrachevronado,  es  cuando  el  escudo  es- 
tá partido  y  el  color  está  opuesto  al  metal,  y  éste  al  color.  Lá- 
mina 9.*,  núm.  22. 

El  chkvron  brisado  ó  rajado  es  el  mas  natural  de  todos 
y  el  menos  usado.  Lám.  9.%  núm.  23. 

Chevron  rompido,  es  el  que  tiene  alguna  de  sus  piernas 
rotas,  estoes,  separado  en  dos.  Lám.  6.',  núm.  32. 

La  bordura  simplb,  es  toda  de  un  color  ó  metal,  y  se  po- 
ne en  los  Escudos  por  brisura:  como  figura  se  puede  compo- 
nar,  puntear,  dentar,  cargar,  agedrezar,  etc. 

Cuando  el  escudo  tiene  tres  orlas  está  lleno,  y  se  especi- 
fica su  número.  Lám.  9.%  núm.  24. 

La  campaña,  cuando  se  dice  cortada  en  faja  y  sobre  ella 
iiáeia  la  punta  en  potenzas  de  azur,  por  unos  se  dice  bajo  bar- 
ra, y  por  otros  campaña  potenzada.  Lám.  9.*,  núm.  25. 

TOMO  I.  7 


# 


—  100  — 

Del  cantón,  cuartel  y  e;^cuson,  se  entenderá  lo  de  las  pie- 
zas antedichas. 

Sabido  lo  que  es  pila,  y  no  ignorando  lo  que  sea  punta, 
consiste  la  inteligencia  de  sus  atributos  en  la  situación  y  sen- 
tido en  que  se  ponen  en  flanco,  en  banda,  en  barra  ó  en  fa- 
ja ,  tanto  solas  como  en  cualquier  número  que  sean. 

Los  lámbeles  pueden  ser  de  cuatro  y  cinco  pendientQs ,  y 
cargados  de  otras  piezas. 

Las  piezas  disminuidas  se  llaman  asi  por  ser  diminuciones 
de  las  principales  honorables,  y  son : 

CoMBLÉ,  que  es  un  jefe  disminuido  de  las  dos  terceras  par- 
tes de  su  anchura  ordinaria. 

La  YBRGErA  ó  VERGUETA ,  quc  cs  uu  palo  disminuido  de  la 
tercera  parte  de  su  anchura. 

La  divisa,  que  se  entiende  en  tres  sentidos:  i.^  por  la 
sefial  ó  divisa  que  tomaban  los  Capitanes  para  distinguirse  de 
los  soldados;  2.^  por  el  lema  ó  mote  en  que  se  manifiesta  el 
designio  particular  que  uno  tiene ;  y  3.^  la  división  y  par^ 
ticion  de  la  faja  reducida  á  un  tercio  de  su  anchura  or- 
dinaria. 

ELTBANGLé,  que  es  una  sesta  parte  de  la  anchura  de  la 
faja  y  de  una  mitad  de  la  divisa. 

Lasbürelas,  que  son  fajas  disminuidas  en  dos  terceras 
partes  con  estas  dos  diferencias,  que  sean  en  número  par  y 
que  con  ollas  llene  el  escudo  de  10  piezas  con  lt\s  que  tiene 
en  lugar  de  campo,  y  en  este  caso  se  dirá  barelado. 

Las  gemelas,  que  son  una  especie  de  fajas  dobles  de  la 
cuarta  parte  de  su  anchura ,  llamándose  asi  por  ponerse  dos 
juntas  y  en  pareja  con  una  distancia  que  las  separa  igual  á  la 
latitud  de  ellas,  y  se  plazan  en  el  mismo  lugar  de  la  faja,  ha- 
biendo solo  unas. 

Las  tercias,  son  fajas  en  divisa  de  la  sesta  parte  de  su 
anchura  y  se  ponen  de  tres  en  tres,  formando  una  sola  faja  y 
ocupando  su  lugar  ordinario ,  ó  el  de  la  banda  si  se  ponen  en 
este  sentido ,  y  si  hay  mas  se  proporcionan  á  igual  distancia 
con  el  campo. 


—  101  — 

La.  estrecha,  es  una  cruz  disminuida  en  la  mitad  de  su 
anchura. 

El  FasTBy  que  se  ve  ordinariamente  en  banda,  en  faja,  en 
cruz  y  en  orla,  no  contiene  en  su  anchura  mas  que  la  octava 
parte  de  la  latitud  de  la  orla;  su  representación  es  señal  de 
bastardía. 

La  FiLiERA,  es  un  diminutivo  de  la  bordura  de  las  tres 
partes  de  su  anchura,  puesta  en  la  misma  situación;  cuando 
esta  fuere  angrelada  se  dice  simplemente  angrelura. 

El  flanquis,  es  un  sotuer  que  no  tiene  sino  el  tercio  de 
su  anchura. 

El  estáte,  es  un  chevron  disminuido  en  un  tercio  de  su 
anchura. 

La  GonzA,  es  una  banda  disminuida  en  la  mitad,  de  la 
misma  situación  de  la  pieza  principal,  y  cuando  es  marca  de 
bastardía  se  pone  en  barra. 

El  bastón,  es  la  mitad  de  la  anchura  de  la  cotiza  y  unas 
veces  tira  de  una  estremidad  á  la  otra  del  escudo,  otras 
se  queda  en  medio  de  él  como  una  piececita  cortada  ó  encojida 
sin  salir  sus  cabos  del  centro  del  escudo,  ni  estenderse  sus 
puntas  sino  á  una  quinta  parte  de  la  longitud  que  tiene  la 
banda  ó  la  barra. 

La  traversa,  que  es  una  especie  de  filete  de  la  mitad  de 
la  anchura  del  bastón ,  sirve  ordinariamente  para  los  bastar- 
dos colocada  en  la  situación  de  barra. 

Las  seantes,  particiones  llenan  el  escudo  á  distancias  igua- 
les, en  cuya  inteligencia  puede  tomarse  el  fajado,  palado,  ban- 
dado, cuartelado,  verado,  plumetadoyotroscon  las  siguientes: 

Puntos  equipolados,  se  dice  á  nueve  cuadros  en  forma  de 
tablero  de  agedrez,  cinco  de  un  esmalte  y  cuatro  de  otro, 
alternados,  blasonándose  los  segundos  con  la  voz  equipolados. 
Lám.  9.',  núm.  26. 

Agedrez,  representa  un  campo  de  batalla,  por  lo  que  se 
trae  por  armas  por  haber  espuesto  la  vida  en  las  batallas;  tiene 
diferentes  nombres;  jaqueles,  escaques,  tablero,  damas  y 
agedrez,  y  son  las  piezas  compuestas  de  los  cuadros  de  este 


f 


—  402  — 

juego,  que  son  los  unos  de  metal  y  los  otros  de  color  alternados; 
para  que  el  escudo  sea  agedrezado  La  de  tener  seis  órdenes  ó 
hileras  de  estas  piezas,  ó  por  lo  menos  han  de  pasar  de  15  y 
se  blasonará  primero  el  metal  ó  color  que  debe  tener  el  primer 
cuadro  y  en  seguida  el  del  segundo,  y  de  no  tener  las  seis 
hileras  de  cuadros  es  menester  espresar  su  número,  lo  mismo 
que  en  las  piezas  que  se  compongan  de  estos  cuadrados. 
Lám.  9.*,  núm.  27. 

Encajes,  se  dice  de  las  piezas  del  escudo  partido,  cortado, 
tajado  y  tronchado,  donde  sus  particiones  formadas  de  largos 
triángulos  piramidales  de  color  y  metal  ocupan  por  lo  regular 
el  tercio  de  la  longitud  ó  latitud  del  escudo,  y  se  encajan  las 
uñasen  las  otras.  Lám.  9.',  núm.  28. 

Los  FBETEs,  se  componeu  de  seis  cotizas,  tres  en  banda  y 
tres  en  barra;  que  enlazadas  las  unas  en  las  otras  dejan  unos 
intervalos  como  losanjcs  de  diferente  esmalte,  que  tienen  lugar 
de  campo.  Lám.  9.',  núm.  29. 

El  losanje,  es  una  figura  cuadrangular  puesta  de  punta  en 
forma  de  rombo,  un  poco  mas  larga,  en  altura  que  en  anchura, 
eon  la  proporción  de  que  habiendo  en  un  escudo  siete  losanjes 
en  longitud,  debe  haber  cinco  en  latitud;  representa  la  ala- 
banza de  hechos  y  acciones  memorables,  por  lo  que  algunos 
le  llaman  lisonja;  cuando  el  escudo  está  lleno  de  ellos,  ó  bien 
las  otras  piezas,  se  dice  losan  jado.  Lám.  9.',  núm.  30. 

Los  Fusos,  se  ponen  de  punta,  son  largos  y  agudos ,  en  lo 
alto  y  bajo  obtusos  y  casi  redondos  por  los  lados,  en  lo  cual 
86  diferiencian  de  los  losanjes;  cuando  el  escudo  está  lleno  de 
ellos,  sin  número  determinado,  con  iguales  piezas  de  metal  y 
color,  se  dice  fusado  ó  fnselado;  es  símbolo  de  rectitud,  de 
prudencia  y  de  equidad.  Lám.  9.*,  núm.  31. 

Los  MACLBs,  son  cuadrados,  parecidos  á  los  losanjes  y  de  la 
misma  forma,  con  la  diferiencia  de  estar  vacies  por  dentro, 
siguiendo  la  figura  que  tienen  esteriormente,  á  modo  de  ma- 
llas de  coraza,  de  red  de  pesca  ó  de  caza,  diferenciándose  de  los 

RusTROs,  en  que  éstos  tienen  su  abertura  interior  redonda. 
Lám.  9.*,  números  32  y  33. 


—  103  — 

Los  BiLUETBSy  son  cuadríioDgos  con  sus  cuatro  ángulos 
.rectos;  son  señales  de  franqueza  y  esencíon  de  derechos:  se 
tienen  por  símbolo  de  sabiduría,  bondad,  constancia  y  equi- 
dad. Lám.  9.',  núm.  34. 

Los  ANiLLETEs,  son  rcdoudos  en  forma  de  anillos;  repre- 
sentan la  franqueza,  nobleza,  secreto,  amor  y  fuerza.  Lámina 
9.',  núm.  3S. 

Los  TOBTiLLos,  son  rcdondos  llanos  y  llenos,  diferencián- 
dose de  los  hozantes  en  que  éstos  son  de  metal  y  aquellos  de 
color,  que  es  el  orden  de  blasonarlos.  Lám.  10,  números  1  y  2. 
Algunos  los  llaman  en  general  róeles.  Su  origen  es  del  orden 
de  Caballería  de  la  tabla  redonda  que  Artus,  rey  do  Inglaterra, 
instituyó  en  el  año  1200,  dando  á  Ganasio  el  fuerte,  un  escudo 
de  oro  y  trece  tortillos  gules  y  á  Pérsides,  el  gentil,  de  plata 
y  seis  tortillos  de  azur,  de  donde  lo  tomaron  los  españoles. 
También  tienen  estas  figuras  sus  atributos,  pues  hay  tortillos 
de  color  y  de  metal,  partidos,  cortados  y  tronchados  ó  del  uno 
al  otro,  que  se  llaman  tortillos  bezantes  cuya  forma  se  ha  de 
especificar.  Los  bezantes  los  ponen  en  sus  escudos  los  que 
fueron  á  la  conquista  de  la  tierra  Santa,  dejándolos  á  la  pos- 
teridad por  señal  de  haber  estado  en  la  Palestina  y  derramado 
su  sangre  por  la  Religión  cristiana.  Hay  bezantes  tortillos  que 
tienen  en  primer  lugar  el  metal;  significan  estas  figuras  for- 
tuna y  eternidad 

El  papelonado,  ó  mariposado  se  representa  en  forma  de 
escamas  de  pescado,  ó  medios  círculos,  con  los  cabos  contra 
el  jefe  y  la  circunferencia  hacia  la  punta ,  puestas  por  orden 
las  unas  sobre  las  otras,  así  como  se  ven  las  pizarras  y  azulejos 
con  que  se  cubren  las  casas,  torres  y  chapiteles;  lo  lleno  de  estas 
figuras  tiene  lugar  do  campo,  y  los  bordes  de  las  piezas,  de 
ornamento  ó  figura.  Lám.  6.*,  núm.  8. 

Figuras  naturales,  son  los  astros,  metéoros,  elementos, 
minerales,  plantas,  cuadrúpedos,  aves,  peces,  reptiles,  insectos 
y  figuras  humanas,  con  algunas  de  sus  partes.  En  los  astros 
se  puede  incluir  el  Sol,  la  Luna,  las  estrellas,  los  cometas, 
arco-iris,  etc. 


—  404  — 

El  sol,  se  demuestra  con  doce  rayos,  mitad  derechos, 
mitad  ondeados;  y  habiendo  mas  ó  menos  se  ha  de  especificar 
su  número;  representa  la  unidad,  verdad,  claridad,  gracia, 
majestad,  abundancia,  riquezas,  liberalidad  y  benevolencia. 
Lám.  10,  núm.  «1. 

La  luna,  y  el  creciente  se  tiene  por  señal  de  poder  y  de 
nobleza,  representándose  ordinariamente  con  las  puntas  hacia 
el  jefe,  que  se  llama  creciente  montante;  hállanse  en  diferen- 
tes situaciones  que  se  espresarán,  como  cuando  se  hallen  cuatro 
juntas  por  sus  puntas  formando  círculo  se  llama  luneK  En 
1268  se  instituyó  en  Mesina  de  Sicilia  un  orden  de  Caballería 
de  la  Luna  ó  del  creciente,  por  Carlos  de  Anjou,  hermano  de 
San  Luis,  Rey  de  Francia.  Lám.  10,  núm.  4. 

Las  estrellas^  se  diferencian  de  las  rosetas  ó  rodetes  de 
las  espuelas  en  que  estas  tienen  su  abertura  redonda  por  el 
centro  y  las  estrellas  están  cerradas;  ordinariamente  tienen 
cinco  rayos  ó  puntas  derechas,  y  en  pasando  de  este  número 
se  debe  espeoifícar.  En  1352  se  estableció  en  París  por  el  Rey 
D.  Juan  un  orden  de  Caballería  de  la  Estrella  para  atraer  á 
los  grandes  señores  de  aquella  curte,  que  estaban  malconten- 
tos por  haber  degollado  en  la  cárcel  al  condestable  Raould, 
último  Conde  de  Euson :  ésta  figura  es  imagen  de  la  fecun- 
didad, grandeza,  majestad,  paz,  prudencia,  por  lo  que  se 
persuadieron  los  platónicos  que  las  almas  de  los  héroes  eran 
las  estrellas  que  brillaban  en  el  firmamento ,  donde  volvian 
después  que  morian,  manifestando  desde  allí  las  acciones 
generosas  que  habian  hecho  en  esta  vida.  Lám.  10,  núme- 
ros 5  v  0. 

Diferéncianse  de  las  estrellas  los  cometas  en  que  los  rayos 
han  de  ser  ondeados,  ó  tenor  alguna  cola,  y  siendo  rayos 
erizados  han  de  contar  el  número  de  8  y  sino  de  16.  Lám.  10, 
núm.  7. 

Las  nubes,  son  símbolo  de  liberalidad. 

Los  ELEMENTOS,  sc  reprcseutau  en  Armería  al  natural 
como  la  tierra,  montañas,  rocas,  colinas;  pero  es  menester 
espresar  en  éstas  las  puntas  que  tuvieren. 


^ 


—  105  — 

En  las  aguas  y  ondas  se  observan  algunos  rasgos  pequeños 
para  marcarlas. 

También  se  observa  lo  mismo  en  el  aire^  nubes  ^  rayos  y 
fuego^  significando  éste,  en  Armería^  haber  adquirido  gloria 
combatiendo  con  ardor  por  el  honor  de  su  Príncipe  y  patria. 

La  sjojücándra,  significa  constancia  en  la  adversidad.  Lá- 
mina iO^  núm.  8. 

Los  ARBOLAS^  se  conocen  y  nombran  por  su  fruto^  aunque 
los  que  no  le  tienen  se  llaman  simplemente  árboles :  su  situa- 
ción es  en  pal;  pero  si  estos  y  las  plantas  tuviesen  otra  se  es- 
presará^  igualmente  que  la  que  tuvieren  las  ramas  y  su  nú- 
mero por  hallarse  muchas  veces  cruzadas  y  enlazadas.  Se  pin- 
tan al  natural  como  los  frutos  y  flores^  espresando  el  color^ 
si  fuese  distinto,  y  el  número  de  hojas  que  le  acompañan;  to- 
das las  flores  y  frutos  se  dicen  sostenidos  para  esplicar  la  rama, 
tallo  ó  cabo  de  donde  penden.  Lám.  10^  núm.  9. 

Lá  bosx^  tiene  hojas  sin  número ;  pero  cuando  tiene  cinco 
se  luce  de  quinqué  folio;  hallándose  el  Escudo  lleno  de  flores 
se  dice  sembrado,  y  siendo  solo  una  parte  de  él  se  dice  mati- 
zado: significan  los  árboles  lealtad  y  fidelidad ,  teniendo  ade- 
más cada  uno  su  especiaf  moralidad,  pues  el  pino  simboliza 
perseverancia  y  fecundidad:  la  palma  victoria,  justicia  y 
constancia :  el  manzano  fecundidad  y  amor.  Lám.  10,  nú- 
mero iO. 

El  LEÓN,  simboliza  vigilancia,  autoridad,  dominio,  mo- 
narquía, majestad,  y  denota  también  al  Príncipe  clemente 
que  perdona  á  los  que  se  le  humillan  y  destruye  á  los  que  se 
le  resisten;  su  postura  natural  es  rampante,  que  es  con  las 
manos  levantadas,  la  diestra  alta ,  la  siniestra  un  poco  mas 
baja,  con  la  cabeza  de  perfil,  la  boca  abierta,  sacando  la  len- 
gua mostrando  sus  presas,  viéndosele  solo  un  ojo  y  una  oreja. 
Lám.  10^  núm.  11.  Cuando  hay  mas  de  cuatro  leones  en  un 
escudo  basta  16,  se  dice  sin  número  de  leoncillos. 

Ellbopardo,  siempre  se  coloca  pasante  con  la  cabeza  de 
frente  y  caída  la  borla  de  la  punta  de  la  cola  afuera :  repre- 
senta los  valerosos  y  esforzados  guerreros  que  ejecutan  alguna 


—  <06  — 

I 

atrevida  empresa  con  fuerza^  valor  y  prontitud;  y  también  de- 
notan victoria  obtenida  sobre  los  ingleses.  Lám.  iO^  núm.  12. 

La  PANTERA,  simboliza  braveza^  ligereza  y  variedad.  Lá- 
mina 10^  núm.  13. 

Los  GRIFOS^  son  animales  imaginarios,  la  mitad  águila  y 
la  mitad  león  por  denotar  la  fuerza,  junto  con  la  prontitud  y 
ardiente  vigilancia  en  guardar  las  cosas  de  su  encargo.  Lá- 
mina 10,  núm.  14. 

El  ciervo >  es  símbolo  de  prontitud,  ligereza,  temor  y  re- 
celo: cuando  se  vieren  menos  de  13  puntas  en  sus  astas  es 
menester  especificarlo;  cuando  corre  y  está  contornado  es  ge- 
roglífico  de  uno  que ,  habiendo  perdido  todo  lo  que  tiene ,  se 
escapa  prontamente:  su  situación  natural  es  de  perfil;  si  fuese 
de  otro  color  que  el  natural  se  dirá,  ramado  de  tal  esmalte. 
Lám.  10,  núm.  15. 

El  unicornio  ,  es  semejante  al  caballo,  con  cabeza  de  cier- 
vo, las  uñas  de  elefante,  la  barba  larga  como  cabra,  el  pelo 
mas  largo  que  el  del  caballo,  y  un  cuerno  enroscado,  largo 
y  agudo  én  medio  de  la  frente ;  su  acción  ordinaria  es  pasante: 
es  símbolo  de  la  fuerza  y  velocidad,  y  se  compara  á  los  esfor- 
zados guerreros  que  quieren  antes  morir  que  caer  en  manos 
de  sus  enemigos.  Lám.  10,  núm.  16. 

El  JAVALÍ,  muestra  solo  un  ojo  y  una  oreja,  represen- 
tándose pasante,  de  color  sable,  con  dos  grandes  colmillos; 
es  símbolo  de  furor  impío  y  guerrero.  Lámina  10,  nú- 
mero 17. 

El  lobo  ,  es  geroglífico  del  hombre  de  guerra ,  devorador 
de  los  enemigos  con  vencimiento  y  despojos:  también  se 
compara  á  los  tiranos  que  usurpan  y  chupan  la  sustancia  de 
sus  vasallos.  Lám.  10,  núm.  18. 

El  oso,  cuya  hembra  es  mas  cruel  que  el  macho,  repre- 
senta al  hombre  magnánimo  y  generoso.  Lám.  10,  núm.  19. 

La  ZORRA ,  denota  aquellos  que  tienen  mas  espíritu  y  con- 
ducta para  gobernar  á  otros.  Lám.  10,  núm.  SO. 

El  CABALLO,  es  símbolo  de  la  guerra,  osadía,  ligereza,  im- 
perio y  mando.  Lám.  10,  núm.  21. 


—  107  - 

El  camello,  es  geroglíGco  del  trabajo  y  riqueza.  Lám.  10, 
núm.  22. 

El  BUEY,  es  símbolo  de  trabajo,  abstinencia  y  fertilidad:  su  pos- 
tura, como  la  del  toro  y  vaca,  debe  ser  pasante:  entre  el  buey  y  el 
toro  no  hay  diferencia;  porque  se  represen  tan  con  el  hocico  gordo 
y  corto  y  una  guedeja  de  pelo  entre  las  astas;  pero  la  vaca  no  tie- 
ne esta  guedeja  y  el  hocico  es  largo.  Lám.  10,  núms.  23  y  24. 

Elcarkero,  es  símbolo  de  guerra  y  atrevimiento,  porque 
es  el  animal  de  que  se  sirvieron  los  antiguos  para  declarar  la 
guerra  ásus  enemigos,  arrojándolo  en  sus  fronteras.  Es  sím- 
bolo de  blandura,  bondad,  candor,  inocencia,  paz  y  abun- 
dancia. Lám.  10,  núm.  25. 

La  cabra,  es  símbolo  de  lujuria  y  deshonestidad ,  y  se  trae 
por  armas  en  señal  de  haber  sujetado  á  algún  perverso  ene- 
migo: su  situación  es  pasante.  Lám.  10,  núm.  26. 

El  perro,  denota  haber  hecho  servicios  señalados  á  los 
Príncipes ,  no  solo  con  valor  y  fidelidad  sino  también  con  ce- 
leridad y  prontitud:  su  diversidad  en  armería  consiste  prin- 
cipalmente en  su  postura;  unos  pasantes,  otros  corriendo, 
echados,  sentados,  levantados  y  rampantes,  y  habiendo  dos 
se  afrontan  ordinariamente  y  los  mas  se  comprenden  con  la 
palabra  lebrel.  Lám.  10,  núm.  27. 

El  gato,  es  animal  lunar,  como  el  león  lo  es  solar,  por 
lo  que  le  relumbran  y  centellean  los  ojos  en  la  oscuridad,  cre- 
ciéndoles y  menguándoles  su  pupila  á  imitación  que  lo  hace 
la  luna ,  según  la  luz  que  recibe  del  sol :  es  símbolo  de  la  li- 
bertad, porque  no  puede  estar  encerrado  sin  desesperarse: 
pónense  en  armería  mostrando  siempre  los  dos  ojos  y  las  dos 
orejas  como  los  leopardos.  Lám.  10,  núm.  28. 

La  liebre  t  el  conejo  tienen  significación  de  vigilancia, 
cuidado,  temor,  fecundidad  y  soledad.  Lám.  10,  núm.  29. 

El  elefante,  es  el  mayor  de  los  cuadrúpedos  y  nunca 
dobla  sus  rodillas,  por  lo  que  representa  la  Majestad  del  Rey, 
que  solo  á  Dios  se  arrodilla:  se  toma  por  geroglífico  de  la  dul- 
zura de  un  Imperio  justo  y  bien  arreglado,  y  significa  en  fe- 
nicio, César.  Lám.  10,  núm.  30. 


/! 


—  108  — 

Ujn  niño  y  cuando  se  representa  surmontando  algún  ani- 
mal, manifiesta  el  entendimiento,  la  razón  y  el  espíritu  del 
hombre,  que  tiene  dominio  sobre  todas  las  cosas  de  la  tierra. 
Lámina  iO,  núm.  31. 

£s  Ley  heráldica  que  todos  los  animales  deben  mirar 
siempre  á  la  derecha  del  Escudo  ,  á  no  ser  por  alguna  parti- 
cularidad, que  se  especiGcará;  deben  representarse  en  su  ma- 
yor perfección  y  naturalidad;  los  feroces  en  su  mayor  feroci- 
dad, los  domésticos  en  su  mayor  domesticidad  ,  etc.,  y  todos 
con  la  mano  derecha  delante. 

Las  aves  en  general  se  pueden  hacer  servir  de  símbolo  á 
la  vida  contemplativa  y  activa,  porque  entre  ellas  hay  unas 
que  aman  la  sociedad  humana  á  otras  que  la  aborrecen  por 
su  natural  feroz;  denotan  generalmente  la  libertad,  porque  la 
prefieren  á  todo,  la  ligereza  y  el  temor;  en  armería  se  repu- 
tan mas  nobles  las  aves  de  rapiña  y  feroces  que  las  domésti- 
cas, y  sobre  todas  la  águila. 

La  águila  no  debi$  darse  por  las  Majestades  ni  por  sus 
Reyes  de  Armas  en  su  nombre ,  sin  gran  conocimiento  de 
causa,  y  solo  á  aquellos  que  escedan  en  valor,  en  generosidad 
y  en  braveza  á  los  demás,  á  aquellos  que  habiendo  hecho  ser- 
vicios señalados  á  los  Reyes  y  á  la  Patria,  pueden  merecer  por 
favor  singular  y  concesión  honorable  esta  gloriosa  señal  en 
recompensa  de  sus  trabajos,  y  en  proporción  á  los  servicios 
hechos;  se  puede  dar  á  unos  la  águila  entera,  á  otros  la  águila 
naciendo  y  á  algunos  la  cabeza  sola,  etc.;  tráense  también  por 
haber  deshecho  tropas  imperiales ,  ó  haberse  señalado  en  los 
combates  contra  aquellos  que  las  traen  en  sus  banderas,  ó 
haberlas  ganado,  sirviendo  de  trofeo  al  victorioso;  hay  águilas 
coronadas ,  otras  membradas  y  picadas  de  diferente  esmalte 
que  el  cuerpo,  y  otras  con  cabeza  humana  y  de  lobo ,  que  se 
llaman  moostruosas;  ordinariamente  es  sin  corona  y  de  un  solo 
esmalte,  las  alas  estendidas  y  levantadas,  con  la  cola  esparci- 
da; cuando  trae  cabeza  de  mujer  es  la  figura  que  los  poetas 
fingen  ser  arpía,  y  cuando  se  representa  desplumada,  simbo- 
liza el  hombre  que  ha  perdido  sus  bienes  y  todos  sus  cargos: 


—  109  — 

gi  hay  muchas  en  un  Escudo ,  con  pico  y  piernas  de  diferente 
esmalte  que  el  cuerpo,  se  dicen  aguiletas;  y  si  hay  mas  de  16, 
se  dice  sembrado  de  aguiletas,  y  si  se  pierden  la  mitad  en  sus 
bordes,  llámanse  sin  número;  si  se  hallan  sin  picos  ni  pies 
son  aguilones ,  que  denotan  imperiales  rendidos  y  desarma- 
dos. Lám.  10,  núm.  32. 

El  GALLO,  es  símbolo  de  combate,  orgullo,  generosidad, 
vigilancia ,  majestad  y  victoria ,  porque  ama  mas  el  morir  que 
apartarse  do  la  pelea  que  emprende.  Lámina  10,  núme- 
ro 33. 

La  grulla,  es  símbolo  de  vigilancia  y  prudencia;  para 
hacer  una  divisa  se  pinta  una  grulla  con  un  pié  levantado,  te- 
niendo una  piedra  y  estas  palabras.  VigilanticB  cusios.  Lámi- 
na 10,  núm.  34. 

La  cigüeña,  manifiesta  piedad,  caridad  y  agradecimiento. 
Lám.  10,  núm.  35, 

El  cuervo  ,  patentiza  la  constancia  y  larga  vida ,  y  puede 
tomarse  por  el  soldado  sangriento.  Lam.  11,  núm.  1. 

La  paloma,  denota  pureza,  limpieza,  fidelidad  y  amor. 
Lám.  11,  núm.  2. 

El  algaraban  ,  es  símbolo  de  soledad  ó  vida  contempla-* 
ttva.  Lám.  11,  núm  3. 

El  PAVO  REAL,  representa  orgullo  y  fantasía.  Lám.  11, 
Dúm.  4. 

La  golondrina,  representa  el  adulador  disimulado,  in-* 
grato  y  falso,  que  acompaña  mientras  dura  el  buen  tiempo  y 
desampara  en  la  adversidad.  Lám.  11,  núm.  5. 

El  buho,  es  señal  de  desgracia,  infelicidad,  miseria  y 
muerte.  Lám.  11,  núm.  6. 

La  lechuza,  significa  prudencia  y  sabiduria.  Lám.  11, 
núm.  7. 

El  murciélago  ,  manifiesta  vigilancia,  pero  con  aborreci-- 
miento  de  la  verdad.  Lám.  11 ,  núm.  8. 

La  cohujada,  es  geroglífico  de  fertilidad  y  abundancia, 
Lám.  11,  núm.  9. 

Las  MiRLKFAs,  son  pequeñas  aves  puestas  de  perfil,  con 


—  lió- 
las alas  plegadas ,  sin  pico  ni  pies ,  simbolizando  otros  tantos 
enemigos  vencidos.  Lám.  11,  núm.  10. 

Las  MARIPOSAS,  significan  inconstancia  y  amor.  Lám.  11, 
núm.  11. 

Las  abbjas,  se  toman  por  señal  de  la  obediencia  que  los 
pueblos  deben  tener  al  Jefe  del  Estado,  y  se  comparan  al 
hombre  bueno  y  económico  que  se  provee  en  buen  tiempo 
para  que  no  le  falte  en  el  malo.  Lám.  11,  num.  12. 

Las  moscas  ó  tábanos,  representan  la  importunidad ,  la 
poca  vergüenza  y  el  ningún  raparo.  Lám.  11,  núm.  13. 

Las  diferencias  de  los  insectos  consiste  solo  en  el  esmalte, 
cuando  no  son  al  natural ,  y  entonces  se  dicen  matizados. 

Los  reptiles  no  tienen  mas  de  particular  que  el  símbolo  y 
la  postura  que  les  corresponda  de  frente ,  espaldas ,  mordien- 
do su  cola,  en  pal,  en  faja,  en  banda,  etc. 

Los  CARACOLES,  significau  tardanza  y  comodidad,  á  causa 
de  llevar  consigo  la  casa ,  que  es  toda  su  conveniencia.  Lá- 
mina 11,  núm.  14. 

Las  serpientes  t  víboras,  representan  ingratitud  y  pru- 
dencia, y  mordiéndose  la  cola  la  eternidad.  Lám.  11,  nú- 
mero 15. 

El  caduceo  ,  es  geroglífico  de  paz  y  reconciliación.  Lámi- 
na 11,  núm.  16. 

El  dragón,  se  tiene  por  vigilancia  y  custodia  segura.  Lá- 
mina 11,  núm.  17. 

Los  LAGARTOS,  sou  fidelidad  y  afición.  Lám.  11,  núm.  18. 

El  delfín,  se  toma  por  la  clemencia,  sabiduría  y  pruden- 
cia de  un  Príncipe  que  ama  estraordinariamente  á  su  pais, 
tanto  que  no  sabría  apartarse  de  él  sin  morir :  se  tiene  por  el 
rey  de  los  peces;  su  diferencia  consiste  en  la  situación  y  dis- 
posición de  palo,  faja,  banda,  etc.,  y  en  la  de  los  ojos  en- 
cendidos, espejados  ó  al  natural:  ordinariamente  se  pone 
curvo  y  mirando  á  la  diestra,  y  si  está  al  contrario  se  dice 
contornado;  si  mira  á  la  punta,  echado,  y  si  al  jefe  vuelto:  hay 
dos  suertes  de  delfines,  vivos  y  pasmados;  al  vivo  se  le  ve 
un  ojo,  los  dientes,  las  barbetas,  cresta  y  orejas  de  diferente 


\ 


-  IH  — 

esmalte ;  y  al  pasmado  se  le  ve  todo  de  un  esmalte  sin  ojos  ni 
dientes.  Lám.  11,  núm.  19. 

Las  truchas,  denotan  guerreros  que  superan  todos  los 
obstáculos  hasta  conseguir  su  empresa ,  por  ser  peces  que  na- 
dan contra  la  corriente  de  los  torrentes  mas  impetuosos.  Lá- 
mina 11,  núm.  20. 

La  langosta  ,  representa  la  prontitud  retardada  por  pru- 
dencia con  el  epígrafe:  Festina  lente.  Lám.  11,  núm.  21. 

La  tortuga,  figura  la  pereza  y  guardia  de  lá  virginidad. 
Lám.  11,  núm.  22. 

Las  sirenas  y  TRrroNES ,  son  el  signo  de  la  elocuencia  y 
eficaz  fuerza  de  persuasión.  Lám.  11,  núm.  23. 

Las  figuras  humanas  se  hallan  unas  veces  en  cuerpos  en- 
teros, en  bustos  y  por  partes,  en  representación  de  santos,  de 
hombres  armados,  de  mujeres,  do  niños,  de  color  y  de  me- 
tal ó  de  carnación  y  otras  veces  en  forma  de  Royes ,  de  ánge- 
les, etc. ;  su  colocación  es  de  frente  y  de  perfil ,  voces  que  se 
espresarán.  Los  brazos  y  las  manos  si  son  siniestros  se  espe- 
cifican ,  y  si  estas  tuviesen  los  dedos  hacia  abajo ,  se  dice 
vueltos:  los  brazos  son  armados,  desnudos  ó  vestidos , arran- 
cados,  vueltos  ó  empuñados,  según  el  sentido  en  que  estén. 
Las  cabezas  de  moro  son  siempre  de  sable  y  puestas  de  perfil^ 
con  una  venda  que  las  ciñe  por  la  frente,  que  se  espresa  con 
el  término  tortilladay  especificándose  cuando  concurran  otras 
circunstancias  de  adorno,  forma,  situación  y  disposición,  así 
estas  como  los  cuerpos  enteros  y  sus  partes.  La  cabeza  de  Ar- 
gos significa  vigilancia.  La  mano  abierta  simboliza  liberalidad 
y  largueza ,  y  cerrada  lo  contrario ;  y  los  cinco  dedos,  de  que 
ella  se  compone,  representan  las  cinco  virtudes  que  son  ne- 
cesarias al  hombre  para  perfeccionar  sus  obras.  Dos  manos 
derechas  juntas  están  consagradas  á  la  fé ,  concordia  y  fideli- 
dad. Las  piernas  marcan  firmeza  y  constancia ,  y  los  pies, 
largos  viajes. 

Las  figuras  artificiales  se  sacan  de  las  artes  por  lo  que  son 
obras  ó  instrumentos.  Las  artes  son  de  dos  especies,  liberales 
y  mecánicas:  las  liberales  son  las  que  participan  mas  del  en- 


—  119  — 

tendimiento  que  del  trabajo ,  y  se  cuentan  generalmente  sie- 
te: gramática  ,  retórica,  lógica,  aritmética,  música,  geome- 
tría y  astronomía.  Las  mecánicas  se  ocupan  en  obras  esterio- 
res  de  afán  y  fatiga,  principalmente  á  las  manufacturas,  que 
contemplan  las  necesidades  ó  comodidades  de  la  vida,  con- 
tándose agricultura,  caza,  guerra,  arquitectura,  cirugía  y 
medicina,  arte  de  tejer,  platería,  diamantería  y  náutica.  De 
todas  sus  figuras  y  otras  de  ceremonias  sagradas  y  civiles  usa 
el  blasón. 

La  campana,  que  fué  inventada  en  la  ciudad  de  Ñola,  de 
Italia,  según  Polidoro  y  otros,  para  poner  en  las  atalayas  y 
avisar  la  venida  de  los  enemigos,  significa  doctrina  y  predi- 
cación, y  con  ella  se  denota  á  los  hipócritas  y  aduladores  que 
cantan  y  publican  las  alabanzas  de  aquellos  que  les  son  favo- 
rables en  su  prosperidad,  y  después  les  cargan  de  imposturas 
y  falsedades  en  su  desgracia  y  adversidad.  Lám.  11,  núm.  24. 

La  lanza,  denota  fuerza  con  prudencia.  Lám.  11,  nú- 
mero 2S. 

La  clava,  que  fué  el  primer  instrumento  ofensivo  de 
guerra ,  es  símbolo  de  virtud  y  de  autoridad  soberana.  Lámi- 
na 11,  núm.  26. 

La  ESPADA,  es  índice  de  guerra,  crueldad,  justicia  y  po- 
der. Lám.  11,  núm.  27. 

Los  INSTRUMENTOS  DE  MÚSICA ,  sou  gcroglífico  de  coucordia, 
amor,  alabanza,  gracia,  prosperidad  y  alegria.  Lámina  11, 
núm.  28. 

Los  de  caza  y  guerra  indican  valor  y  ardimiento. 

La  trompeta,  patentiza  fama.  Lám.  11,  núm.  29. 

Los  CASTILLOS,  cuseñan  grandeza,  elevación  ,  asilo  y  sal- 
vaguardia. Lám.  11,  núm.  30. 

Las  torres,  que  flanquean  las  murallas  de  las  villas  y  cas- 
tillos representan  constancia,  magnanimidad  y  generosidad. 
Los  Reyes,  y  sus  Reyes  de  Armas,  acostumbran  dar  las  tor- 
res y  castillos  por  armas  á  los  que  las  ganan  por  fuerza ,  por 
asalto  ó  por  haber  sido  el  primero  á  subir  sobre  la  brecha  y 
muralla ,  y  ú  los  que  las  hacen  fabricar  y  defienden  con  valor. 


—  445  — 

ú  que  lo  hayan  ganado  en  batalla  á  algún  enemigo  que  lo  tra- 
jese en  sus  estandartes  sirviendo  de  trofeo  al  vencedor.  Lámi- 
na ii,  núm.  31. 

El  puente,  es  señal  de  alianza,  porque  por  medio  de  él 
se  juntan  ó  unen  las  distancias.  Lám.  il,  núm.  32. 

Las  murallas  ó  muros,  ocupan  todo  lo  ancho  del  escudo, 
y  no  ocupándole,  parte  de  muro  ,  debiéndose  espresar  el  nú- 
mero desús  almenas;  hallándose  en  aguase  á'xce  plantado  y  y 
estando  sobre  cualquiera  otra  pieza,  sostenido.  Lám.  11,  nú- 
mero 33. 

Las  llaves,  significan  reposo,  tranquilidad,  seguridad  y 
honestidad  bien  guardada;  su  Inventor  fué  Jano.  Lám.  11, 
núm.  34. 

Los  MAZOS,  indican  guerra,  igual  que  los  martillos.  Lá- 
mina 11,  núm.  35. 

:  Las  calderas,  antiguamente  eran  marca  de  rico-hombre 
en  Espada,  teniendo  su  origen  del  pendón  y  calderas  que  da- 
ban los  Reyes  por  insignia  á  aquellos  Caballeros  que  hacían 
Ricos-hombres  Grandes  del  Reino;  diferéncianse  solo  en  los 
esmaltes  y  forma  de  las  piezas  de  que  se  cargan.  Lám.  12, 
núm.  1. 

Los  toneles,  marcan  abundancia  y  riqueza.  Lám.  12,  nú- 
mero 2. 

La  áncora,  presenta  esperanza,  seguridad,  confianza, 
prudencia  y  constancia.  Lám.  12,  núm.  3. 

La  guadaña,  representa  el  tiempo  que  consume  todas  las 
cosas.  Lám.  12,  núm.  4. 

El  compás  ,  es  símbolo  de  la  equidad ,  sabiduría  y  pruden- 
cia. Lám.  12,  núm.  5. 

Las  CADENAS,  hacen  ver  servidumbre,  cautiverio,  amor, 
templanza  y  castidad ,  y  la  mayor  parte  de  las  familias  espa- 
ñolas que  las  usan  lo  hacen  en  memoria  de  haberse  hallado  sus 
ascendientes  en  la  batalla  de  las  Navas  de  Tolosa,  en  Sierra- 
Morena,  el  año  1212,  y  roto  el  palenque  de  Miramomelin, 
guarnecido  de  gruesas  estacas  y  cadenas  muy  fuertes.  Lámi 
na  12,  núm.  6. 


—  Ii6  - 

f 

La  naval,  era  la  segunda,  y  se  hacia  de  un  circulo  de  oro 
relevado  de  proas  y  popas  de  navio  y  de  galera^  del  mismo 
metal ,  y  se  concedía  á  los  jefes  y  soldados  marinos  que  abor- 
daban  los  navios  enemigos  y  eran  los  primeros  á  entrar  en 
ellos  con  jipada  en  mano. 

La  vallar  ó  castrense,  que  era  también  de  oro  relevada 
de  palos  y  estacas,  la  daban  los  generales  de  ejército  á  los  ca- 
pitanes y  soldados  que  derrotaban  al  enemigo  y  franqueaban 
los  primeros  el  paso  en  sus  palizadas. 

La  mural  ,  que  era  un  círculo  de  oro  relevado  con  alme- 
nas y  torres  de  lo  propio,  se  daba  al  primero  que  montaba  la 
muralla  de  una  ciudad  ó  castillo  sitiado  y  ponia  el  estandarte 
sobre  ella. 

La  cívica,  hecha  de  ramos  de  encina,  servia  para  honrar 
al  ciudadano  que  habia  conservado  la  vida  de  otro  en  batalla 
ó  sitio  de  alguna  ciudad. 

La  TRIUNFAL,  formada  de  hojas  de  laurel,  símbolo  de  vic- 
toria ,  se  daba  al  General  del  ejército  que  vencía  á  algún  pu- 
jante enemigo. 

La  gramínea  ú  obsidional,  compuesta  de  grama  y  otras 
yerbas  del  canipo,  donde  estaba  el  enemigo,  se  daba  al  Ge- 
neral que  obligaba  al  contrario  á  levantair  el  sitio  que  tenia 
sobre  alguna  phza,  villa  ó  ciudad. 

La  olímpica,  hecha  de  cogollos  de  olivo,  se  concedía  á  los 
que  por  su  capacidad  y  saber  manejaban  los  encargos  de  la 
paz  y  concordia  entre  dos  enemigos  á  satisfacción  del  pueblo! 

Después  de  la  ruina  y  decadencia  del  Imperio  Romano,  de 
la  observación  de  estas  y  otras  coronas  y  á  su  imitación ,  vino 
el  uso  de  coronarse  los  Soberanos,  poniéndolas  también  sobre 
sus  Escudos  de  Armas  por  indicación  de  dignidad ,  poder, 
soberanía ,  autoridad  é  imperio. 

La  de  los  Reyes  de  España  es  formada  de  un  círculo  de 
oro,  enriquecido  de  piedras  preciosas  con  ocho  florones  seme- 
jantes á  las  hojas  de  apio,  entrepuestos  de  una  perla,  levan- 
tados, cubiertos  de  otras  tantas  diademas,  cargadas  de  per- 
las, cerradas  por  lo  alto ,  y  sobre  ellas,  unido  á  la  parte  que 


—  117  - 

se  juntaD,  un  globo  de  oro  centrado  y  cruzado  de  una  cruz 
llana  de  lo  mismo,  á  causa  del  título  de  Rey  católico.  £1  pri- 
mero que  se  coronó ,  usando  de  cetro  y  vestiduras  reales,  fué 
el  Rey  godo  Leovigildo,  en  el  año  574,  teniendo  su  corte  en 
Sevilla,  aunque  sin  tantas  circunstancias  lo  habia  sido  en  la 
misma  ciudad  Teudio ,  Rey  ostrogodo ,  el  548,  por  la  Reina 
Teudctusa.  D.  Alonso  VIII,  con  la  autoridad  del  Papa  Ino- 
cencio II,  se  coronó  Emperador  de  España,  dando  por  ello  el 
título  y  corona  imperial  á  la  ciudad  de  Toledo.  Lám.  13,  núm.  1 . 

El  Príncipe  de  Asturias  trae  la  misma  corona  cerrada,  con 
ia  diferencia  de  poner  solo  cuatro  diademas.  Lám.  13,  nú- 
mero 2. 

Los  Infantes  usan  la  misma  corona,  pero  sin  diadema  al- 
guna. Lám.  13,  núm.  3. 

Los  Duques,  que  son  Grandes,  traen  la  corona  toda  de 
oro,  engastado  el  círculo  de  pedrerías  y  perlas,  realzado  de 
ocho  florones  semejantes  á  las  hojas  de  apio  ó  de  perejil.  A 
esta  corona  debe  siempre  acompañar  el  manto  forrado  de  ar- 
minios  propio  de  esta  dignidad.  Lám.  13,  núm.  4. 

Los  Duques  sin  grandeza,  los  Generales  de  Ejército  y  Ar- 
mada y  los  Ministros  de  la  Corona ,  mientras  lo  son ,  aunque 
pueden  traer  la  misma  corona  deben  diferenciarse  en  que  sea 
de  plata.  Lámina  anterior. 

Los  Marqueses  traen  sobre  sus  armas ,  y  no  en  otra  parte, 
las  coronas  de  oro  realzadas  de  cuatro  florones  con  doce  per- 
Im,  puestas  entre  los  florones  de  tres  en  tres,  y  sobre  pe- 
queñas puntas  que  las  levantan  del  círculo,  engastado  de  pie- 
dras y  perlas^  aunque  antiguamente  la  usaban  también  de 
otra  hechura.  Lám.  13,  núms.  5  y  6. 

Los  Condes  traen  también  solo  sobre  sus  Escudos  de  Ar- 
mas coronas  de  oro,  guarnecido  su  circulo  de  pedrería  y  real- 
zado de  18  gruesas  perlas.  En  otras  partes ,  como  Alemania, 
ponen  las  18  perlas  de  tres  en  tres.  Lám.  13,  núm.  7. 

Los  Vizcondes  no  tienen  sino  un  círculo  de  oro  puro  ó  co- 
rona esmaltada  y  relevada  de  cuatro  perlas  gruesas  sosteni- 
das de  puntas  de  oro.  Lám.  13,  núm.  8. 


á 


—  118  — 

Los  Barones  tienen  un  círculo  de  oro  esmaltado  y  rodeado 
en  banda  de  un  brazalete  doble  ó  filete  de  perlas  comunes. 
Lám.  13,  núm.  9. 

Como  las  coronas  se  ponen ,  como  los  escudos  ,  de  frente, 
por  esto  no  parece  sino  la  mitad  de  su  adorno ;  y  así  de  las 
coronas  de  Rey  con  ocho  diademas  no  se  ven  sino  tres  y  dos 
medias ;  en  la  del  Príncipe  de  Asturias  una  entera  y  dos  me- 
dias ;  en  la  de  Duque  tres  florones  y  [dos  medios ,  y  en  la  de 
Conde  nueve  perlas. 

Las  Reinas,  Princesas  y  otras  Damas  tienen  el  derecho  y 
privilegio  de  ponerlas  mismas  coronas  en  sus  armas  que  usan 
los  maridos  en  las  suyas  por  sus  títulos.  Esta  es  la  regulari- 
dad que  se  observa  en  todo  el  mundo ,  á  escepcion  de  algunos 
vanidosos  ó  ignorantes  que  traen  en  sus  armas  indiferente- 
mente cualquiera  corona,  creyendo  consiste  en  la  voluntad 
del  grabador  ó  pintor^  ó  en  el  arbitrio  del  que  las  usurpa ,  por 
lo  que  se  les  hace  presente  que  hay  leyes  que  prohiben  á  toda 
suerte  de  personas  el  uso  de  las  coronas  si  no  son  Duques, 
Marqueses,  Condes,  Vizcondes  ó  Barones,  ó  tienen  privilegio 
especial  de  los  Reyes ,  quienes  facultan  la  denuncia  é  impo- 
nen el  castigo. 

Los  morteros  son  la  insignia  y  señal  de  la  justicia ,  por  lo 
que  los  traen  los  Chancilleres,  Oidores,  Regentes  y  Presiden- 
tes, aunque  con  alguna  diferencia. 

El  Chanciller  le  trae  redondo  de  tela  de  oro ,  bordado  de 
lo  mismo^  la  vuelta  levantada  y  forrada  de  arminios,  que  po- 
nen sobre  la  celada  y  aun  por  cimera  de  las  armas  como  los 
Oidores.  Lám.  i3,  núm.  iÓ. 

Los  Regentes  ó  ^primeros  Presidentes  le  traen  de  tercio- 
pelo negro  guarnecido  de  dos  grandes  galones  de  oro  en  los 
dos  bordes  alto  y  bajo,  que  ponen  de  la  propia  forma  sobre  el 
timbre.  Lám.  13,  núm.  11. 

Los  Presidentes  de  Sala  ó  Chancillerias  ordinarias  le  traen 
de  terciopelo  negro  con  un  galón  de  oro  al  borde  de  abajo. 
Lám.  13,  núm.  12. 

El  Pontífice  pone  la  tiara  Papal ,  que  es  una  mitra  ó  bo- 


—  119  — 

nete  piramidal  ovado,  cerrado  y  levantado,  con  dos  listas 
pendientes,  franjadas  al  cabo,  sembradas  de  crucetas  y  pues- 
tas una  á  cada  lado^  ceñido  de  tres  coronas  ducales,  cimado 
de  un  mundo  ó  globo  de  oro  centrado  y  cruzado  de  lo  mismo. 
Lám.  13,  núm.  13. 

La  corona  imperial  es  de  oro ,  como  la  de  los  Reyes ,  con 
ocbo  florones  y  un  bonete  de  escarlata  en  forma  de  mitra,  con 
dos  listas  franjadas  al  cabo ,  pendientes  una  á  cada  lado,  abier- 
to, elevado  y  mantenido  de  dos  diademas  de  oro  cargadas  de 
perlas^  una  á  cada  lado  de  la  abertura,  y  saliendo  del  me- 
dio de  ella  otra  diadema  de  lo  mismo,  que  sostiene  un 
globo  centrado  y  cruzado  de  una  cruz  de  oro.  Lám.  13,  nú- 
mero 14  > 

Los  Reyes  de  Inglaterra  traen  una  corona  de  oro  realzada 
de  cuatro  flores  de  lis ,  por  imaginaria  pretensión  al  reino  de 
Francia,  entrepuestas  con  cuatro  cruces  patees,  a  causa  del 
título  que  se  les  dio  de  defensores  de  la  fé ,  que  ban  perdido 
por  haberse  separado  de  la  religión  católica ,  cubierta  de  ocho 
diademas  cargadas  de  perlas,  y  sobre  el  lugar  donde  se  jun- 
tan sus  puntas  un  globo  de  oro  cruzado  de  una  cruz  como  las 
otras.  Lám.  13,  núm.  15. 

Los  Electores  del  Imperio  tienen  un  bonete  de  grana,  la 
vuelta  levantada,  con  ocho  puntas  circulares  de  arminios,  dia- 
demado de  un  medio  círculo,  cargado  de  perlas,  cimado  do 
un  globo  centrado  y  surmontado  de  una  cruz  de  oro;  el  mis- 
mo que  toman  otros  Soberanos  y  Príncipes  de  Alemania.  Lá- 
mina 13,  núm.  16. 

El  Emperador  de  los  Turcos ,  llamado  Gran  Señor,  no  usa 
de  corona  de  oro  sobre  su  cabeza  y  menos  sobre  el  Escudo  de 
Armas,  pero  trae  un  gran  turbante  vacio  por  dentro  y  cu- 
bierto por  fuera  de  una  tela  blanca  de  algodón,  redondeado 
por  medio  de  un  hilo  de  alambre  arqueado,  adornados  los  dos 
lados  de  una  riquísima  joya  de  diamantes  y  carbunclos,  de 
donde  salen  dos  plumajes  de  garza  y  penden  gruesas  perlas  y 
algunas  veces  crecientes  ó  medias  lunas,  que  son  las  armas  de 
su  Imperio,  teniendo  dos  cadenas  de  oro  y  pedrería  que  pa- 


—  420  — 

san  de  un  lado  á  otro  por  delante  del  turbante.  Lám.  13,  nú- 
mero 17. 

Los  Bajaes  y  otros  Señores  traen  un  turbante  de  diferente 
forma  que  hace  cada  uno  á  su  fantasía. 

La  celada  es  la  primera  pieza  de  las  armas ,  así  como  la 
cabeza  lo  es  del  cuerpo  humano ,  para  cuya  defensa  fué  insti- 
tuida: tiene  otros  nombres  como  yelmo,  casco  ó  morrión* 
Del  uso  de  traerlas  en  la  guerra  para  adorno  y  defensa  vino  el 
ponerlas  sobre  los  escudos  por  timbre.  Su  inteligencia  con- 
siste en  la  materia ,  forma  y  situación.  La  materia  de  las  ce- 
ladas de  los  Reyes  es  de  oro ;  la  de  los  Príncipes ,  Grandes  y 
Duques^  Marqueses,  Condes,  Vizcondes  y  Barones,  Condes- 
tables, Almirantes,  Generales  de  ejército.  Gobernadores  de 
provincia,  Chancilleres,  Regentes,  Presidentes  y  Caballeros 
antiguos  con  jurisdicción,  son  de  plata  perGladade  oro.  La  de 
de  los  Caballeros  particulares  y  Nobles ,  do  acero  bruñido.  La 
forma  de  las  coladas  consiste  en  tener  toda  la  visera  abierta  y 
levantada,  enteramente  caida  con  una  pequeña  abertura  y 
cubierta  con  rejillas  ó  grilletas ,  que  son  las  barretas  que  se 
ponen  en  la  abertura,  que  aunque  cubre  y  defiende  el  rostro 
no  embaraza  enteraraenle  la  vista.  La  situación  de  la  celada 
es  estar  de  frente,  terciada  ó  de  perfil  mirando  al  lado  dies- 
tro ,  porque  vuelta  ó  contornada  al  siniestro  es  señal  de  bas- 
tardía. 

Nuestros  Reyes  la  traen  de  oro,  grabada,  forrada  de  ter- 
ciopelo carmesí  y  puesta  de  frente,  la  visera  abierta  sin  grille- 
tas  ,  surmonlada  de  la  corona  Real  y  pendiente  del  cuello  el 
Toisón,  como  Jefe  y  Soberano  do  esta  orden.  De  la  misma 
forma  la  traen  los  demás  Emperadores  y  Reyes,  diferencián- 
dose en  su  corona  peculiar  y  sin  Toisón.  Lám.  13,  núm.  18. 

Los  Príncipes  y  Duques  la  traen  también  de  oro,  forrada 
de  gules  y  puesta  de  frente,  coronada  de  la  peculiar  suya  y 
sin  visera ,  pero  no  tan  abierta  como  la  de  los  Reyes  y  Empe- 
radores. Lám.  13,  núm.  19. 

Los  Príncipes  y  Duques  sin  Grandeza,  los  Condestables, 
Almirantes ,  Generales  de  ejército ,  Gobernadores  de  provin- 


—  ISi  — 

cia,  GhanoUleres  y  otros  cargos  elevados  la  deben  traer  de 
plata ,  la  visera  levantada  y  bordura  clavadas  de  oro ,  forrada 
de  gules,  puesta  de  frente,  con  nueve  rejillas  y  surinontada 
de  la  corona  particular  de  su  título  ó  dignidad.  Lúm.  13,  nú-, 
mero  20. 

Los  Marqueses  la  traen  de  plata  con  siete  rejillas,  puesta 
de  frente,  la  bordura  y  grilletas  clavadas  de  oro,  forrada  de 
gules  y  surmontada  de  su  corona.  Lámina  13 ,  núme- 
ro 21. 

Los  Condes,  Regentes  y  otras  dignidades  la  traen  de  pla- 
ta ,  terciada ,  mostrando  siete  rejillas  de  la  visera ,  estas  y  la 
bordura  claveteadas  de  oro ,  forrada  de  gules  y  surmontada 
de  la  corona  de  este  título.  Lám.  13,  núm.  22. 

Los  Vitcondes  la  traen  de  plata,  terciada ,  con  siete  reji- 
llas, claveteadas  de  oro  como  la  bordura,  forrada  de  gules  y 
coronada  de  la  de  su  título.  Lám.  13,  núm.  23. 

Los  Barones  la  traen  de  plata  bruñida,  terciada,  con  cinco 
rejillas,  claveteadas  como  la  bordura  de  oro,  forrada  de  gules 
y  surmontada  de  su  corona.  Lám.  13,  núm.  24. 

Los  antiguos  Hijos-dalgo,  empleados  y  militares  que  tie- 
nen encargo  de  embajada  ó  negocios  importantes,  y  los  que 
tienen  alguna  jurisdicción ,  la  traen  de  plata  bruñida ,  tercia- 
da, mostrando  cinco  rejillas,  clavadas  como  la  bordura  do 
oro,  forrada  de  gules,  surmontada  de  un  burelete  de  los  es- 
maltes de  su  blasón.  Lám.  13,  núm.  25. 

Los  Regentes  que  no  sean  nobles  por  su  casa  usarán  de  la 
anterior. 

Los  Nobles  de  tres  líneas  paternas  y  maternas  la  traen  de 
acero  bruñido,  puesta  de  perfil ,  la  visera  abierta  y  levantada 
con  tres  rejillas,  clavadas  como  la  bordura  de  oro  y  forrada 
de  gules  Lám.  13,  núm.  20. 

Los  Escuderos  y  nuevos  Nobles ,  sea  por  armas ,  oficios  ó 
riqueza  como  los  primoros  de  su  familia,  la  traen  de  hierro, 
puesta  de  perfil,  con  la  bordura  clavada  de  oro,  sin  rejillas, 
solo  un  poco  abierta  la  visera,  dando  á  entender  con  esto,  que 
siendo  el  primer  noble  de  su  linaje  no  tiene  que  ver  las  ac- 


—  «9  — 

ciones  de  otro  y  sí  corresponderle  obedecer  con  sileneio.  Lá- 
mina 13,  núm.  27. 

Los  Bastardos  traen  sus  celadas  como  los  nuevos  nobles, 
pero  mirando  á  la  siniestra.  Lám.  13,  núm.  28. 

Representa  esta  figura  generosos  pensamientos. 

La  cimera  es  una  pieza  de  armería  que  se  pone  sobre  lo 
alto  de  la  celada.  Sácase  ordinariamente  de  las  figuras  de  las 
armerías  principales  del  escudo ,  con  tal  que  no  sean  las  ho- 
norables del  blasón  y  otras  que  no  tienen  consistencia  por 
ellas  mismas,  como  las  cintas,  riberas,  aguas,  etc. ;  también 
se  loman  para  espresar  alguna  acción  señalada  ú  otra  cosa 
muy  considerable  para  el  propio  individuo  que  la  usa ,  para 
su  familia  ó  su  pais  ó  por  concesión  de  los  Soberanos. 

Los  lambrequines  son  aquellos  penachos  que  salen  por  de- 
trás del  yelmo  y  penden  en  su  circunferencia  por  los  dos  la- 
dos; unos  parecen  en  forma  de  hojas  entrelazadas  y  otros  son 
compuestos  de  plumas  naturales  que  se  reputan  por  menos 
honorables  porque  aquellos  son  emblema  de  antigua  nobleza 
y  estos  de  nueva.  Por  lo  regular  son  de  los  colores  de  los 
campos  de  los  escudos  y  de  las  figuras. 

Los  Cardenales  traen  sombrero  forrado  de  gules ,  guarne- 
cido de  cordones  de  seda  del  mismo  color,  entrelazados  el  uno 
en  el  otro  y  pendientes  á  los  dos  lados,  cada  uno  liado  en  la- 
zos de  15  borlas,  terminando  en  cinco  y  ordenadas  1,  2,  3, 
4,  5;  el  cual  dio  el  Papa  Inocencio  IV  en  la  promoción  que 
hizo  en  el  primer  Concilio  de  León,  que  fué  el  13  de  los 
generales  en  el  año  1245,  en  la  persecución  del  Emperador 
Friderico  II,  y  el  primero  á  quien  lo  concedió  fué  á  Alban. 
Los  Cardenales  que  son  Patriarcas ,  Arzobispos  primados  ó 
que  han  tenido  legacía  en  algunas  provincias,  ponen  bajo 
del  sombrero  forrado  de  gules  y  detrás  del  escudo  de  sus  ar- 
mas una  cruz  doble  de  dos  traversas  trevolada  de  oro.  Lámi- 
na 13,  núm.  29. 

Los  Patriarcas  que  no  son  Cardenales  timbran  sus  escudos 
de  una  cruz  doble  trevolada  de  oro  y  un  sombrero  forrado  de 
sinople  con  10  borlas  á  cada  lado,  1, 2, 3,  acabando  en  cua- 


—  123  - 

tro.  Los  Arzobispos  primados  timl)ran  del  mismo  modo.  Lá- 
mina 13,  Dúm.  30. 

Los  no  primados  timbran  de  un  sombrero  forrado  de  si- 
nople  con  sus  cordones  entrelezados  de  seda  del  propio  color 
y  pendientes  con  diez  borlas  de  cada  lado  y  una  cruz  sinople 
de  una  traversa ,  trevolada  de  oro,  puesta  bajo  del  sombrero 
en  pal,  detrás  del  escudo.  Lám.  13,  núm.  31. 

Los  Obispos  ponen  el  sombrero  forrado  de  sinople  con 
cordones  de  seda  del  mismo  color  entrelazados ,  pero  con  seis 
borlas  en  cada  lado  ordenadas,  1,2,  3,  y  una  mitra  puesta 
en  el  lado  diestro  del  escudo,  de  frente,  con  sus  ínfulas  ó 
listas  blancas  y  el  báculo  pastoral  do  oro  á  la  izquierda.  Los 
que  tienen  título  timbran  con  su  corona  á  mas.  Lám.  13,  nú- 
mero 32. 

Los  Abades  mitrados  timbran  sus  escudos  bajo  de  un 
sombrero  negro  con  sus  cordones  de  lo  mismo,  entrelazados 
con  tres  borlas  del  propio  color  orJonadas,  1  y  2,  de  la  mi- 
tra y  báculo  pastora] ,  la  mitra  á  la  derecha ,  terciada  á  la  si- 
niestra, y  el  báculo  á  la  izquierda  vuelto  adentro;  pero  si  tie- 
nen jurisdicción  ponen  el  báculo  hacia  fuera  del  escudo  y  la 
mitra  terciada ;  y  como  estos  tienen  tres  borlas  los  Obispos 
usan  seis.  Lám.  13,  núm.  33. 

Los  Abades  religiosos  traen  el  mismo  timbre  que  los  mi- 
trados ,  con  la  diferencia  de  poner  el  sudario  por  marca  de  su 
regularidad,  que  es  un  pequeño  tafetán  blanco  atado  al  bácu- 
lo. Lám.  13,  núm.  34. 

Los  Abades  religiosos,  de  abadías  reales,  no  ponen  el  su- 
dario. 

Los  Abades  que  no  tienen  derecho  de  traer  mitra  ponen 
solamente  til  báculo  con  el  sudario  vuelto  á  la  diestra ,  cu- 
bierto del  sombrero  negro  con  sus  cordones  de  seda  del  mis- 
mo color,  entrelazados  con  tres  borlas  dispuestas  en  dos  ór- 
denes, 1  y  2.  Lám.  13,  núm.  3o. 

Los  Protonotarios  tienen  por  timbre  el  sombrero  negro 
con  cordones  y  tres  borlas  en  la  misma  forma  que  los  Abades, 
ú  igualmente  los  Deanes  no  mitrados,  los  Arcedianos,  los  Sa- 


_  124  — 

crístanesque  son  dignidad,  los  Camareros  y  Canónigos  de 
Iglesias  metropolitanas  y  catedrales. 

Los  Priores  ponen  detrás  del  escodo  un  báculo  pastoral 
de  plata,  en  pal ,  hecho  en  forma  de  un  bordón  de  peregrino 
y  rodean  el  escudo  de  un  rosario  de  sable.  Lám.  Ift,  núm.  i. 

Los  Chantres  ponen  el  bastón  que  tienen  en  su  Iglesia. 
Lám.  14,  núm.  2^ 

Las  Abadesas  con  derecho  á  báculo  timbran  el  escudo  con 
él ,  poniéndole  en  pal ,  vuelto  á  la  derecha  detrás  de  su  escu- 
do, que  es  en  losanje,  rodeado  de  un  rosario  negro.  Lám.  14, 
núm.  3. 

Los  Caballeros  de  San  Juan  de  Jerusalen  ponen  por  señal 
de  su  religión  detrás  del  escudo  la  cruz  del  orden ,  con  un 
rosario  de  coral  ó  de  oro  que  rodea  el  escudo ,  entrelezaodo 
con  él  las  puntas  de  la  cruz  y  añadiendo  al  escudo  de  sus  ar- 
mas un  jefe  de  gules  con  la  cruz  de  plata ,  que  son  las  armas 
del  orden.  Lám.  14,  núm.  4.  Sus  Comendadores  ponian  de- 
trás del  escudo  en  pal  una  espada,  la  punta  alta  y  la  guarni- 
ción de  oro  en  lo  bajo;  y  el  Gran  Maestre  timbraba  su  escudo 
de  una  corona  de  Príncipe,  que  fué  dada  por  el  Papa  Grego- 
rio XIII  á  Hugues  de  Loubens  de  Vcrdallc,  en  Francia,  el 
año  1582,  y  en  lugar  de  poner  las  armas  de  la  religión  en  jefo 
las  cuartelaba  con  las  suyas :  antes  de  esta  concesión  ponian 
solo  al  rededor  el  rosario,  como  los  demás  Caballeros ,  y  acosr- 
taban  el  escudo  de  dos  manos  armadas  que  sallan  de  una 
nube ,  teniendo  cada  una  una  espada  flamboyante  con  estas 
palabras:  «Por  la  fé.» 

£1  manto  ducal,  ó  especie  de  capa  de  escarlata  puesta  en 
forma  de  tapiz,  es  la  verdadera  cota  de  armas  donde  los  gran- 
des Señores  espresaban  sus  armas ,  y  se  diferencia  del  mante- 
lete en  que  este  es  mas  estrecho  y  corto ,  poniéndose  antigua- 
mente sobre  el  yelmo  por  los  Caballeros  Hijos-dalgo  y  nobles 
particulares,  y  el  manto  era  para  cubrir  el  cuerpo  y  armas  de 
su  defensa  los  Príncipes  y  grandes  Señores ,  siendo  admitido 
su  uso  en  armería  desde  há  poco  menos  de  200  años.  Lámi- 
na 14y  núm.  5. 


—  125  - 

Los  oficios  de  la  Casa  Real  tienen  cada  uno  su  señal  ó  ge- 
roglíQco ,  que  los  representa  poniéndose  por  ornamento  este- 
rtor del  Escudo  de  Armas  de  aquel  que  lo  ejerce.  El  Mayor- 
domo mayor  trae  por  marca  de  su  cargo  dos  bastones  guarne- 
cidos de  plata  sobredorada ,  terminados  los  cabos  de  lo  alto 
de  dos  coronas  reales,  puestos  en  sotuer  detrás  del  Escudo  de 
sus  Armas.  Lám.  14,  núm.  6;  y  el  Camarero  mayor  dos  lla- 
ves de  oro  con  los  anillos  bajos  terminados  de  la  corona  real, 
que  pone  en  sotuer  detrás  del  Escudo  de  sus  Armas  como  los 
Gentiles-hombres.  Lám.  14,  núm.  7. 

Consisten  los  títulos  de  las  Reinas,  Princesas  v  otras  Da- 
mas  casadas,  en  poner  á  las  coronas  de  su  dignidad  adornos 
de  palmas  verdes  ó  ramos  de  laurel  ó  mirto ,  que  es  el  sím- 
bolo del  amor  conyugal.  Lám.  14,  núm.  8. 

Los  de  las  viudas,  poniendo  en  lugar  de  palmas  cordones 
de  seda  blanca  y  negro,  nudados  ó  entrelazados  en  cuatro 
partes,  atados  ú  los  círculos  de  las  coronas  y  rodeando  el  es- 
cudo enteramente.  Lám.  14,  núm.  9. 

Y  las  doncellas  traen  el  escudo  en  losanje  con  el  timbre 
de  su  dignidad  y  las  armas  puras  de  su  varonía  ó  estado.  Lá- 
mina 14,  núm.  10. 

Las  Damas  ilustres  que  no  tengan  por  sí  ni  por  sus  mari- 
dos coronas ,  podrán  poner  los  ornamentos  esteriores  que  las 
otras,  como  se  ha  dicho  para  las  solteras  y  casadas,  mas  las 
viudas  timbran  su  escudo  de  una  cinta  entrelazada  en  cuatro 
partes  eñ  señal  de  libertad.  Lám.  14,  núm,  11.  A  este  sexo 
no  es  permitido  poner  yelmo. 

Los  Generales  de  marina  cifran  su  representación  por  dos 
áncoras  puestas  en  sotuer  detrás  del  escudo,  encabadas  de  las 
armas  reales  de  España,  con  corona  y  manto  ducal ,  y  los  ofi- 
ciales con  las  áncoras  lisas  hacia  fuera  y  bajo  del  escudo.  Lá- 
mina 14,  Qúms.  12  y  13. 

Los  Generales  de  ejército  ponen  dos  bastones  de  gules  y 
de  plata  en  sotuer,  detrás  del  escudo,  el  primero  marcado  de 
Castilla  de  oro  á  la  diestra,  y  el  segundo  de  Leones  gules 
á  la  siniestra,  con  manto  y  corona  ducal,  como  los  anti- 


—  196  — 

guos  Condestables  y  Almirantes.   Lámina   14,  número   14. 

Los  Generales  de  artillería  ponen  dos  cañones  sobre  sus 
afustes  ó  cureñas  de  espalda  con  las  bocas  hacia  fuera  y  bajo 
del  escudo.  Lám.  14,  núm.  15. 

Todos  los  Jefes  del  ejército  pintan  el  distintivo  de  su  arma 
en  la  forma  de  las  bocas  ó  puntas  hacia  fuera  y  bajo  del  es- 
cudo. Lám.  14,  núm.  16. 

Los  ornamentos  que  las  armerías  toman  de  las  órdenes  de 
Caballería  no  son  hereditarios,  como  no  lo  son  tampoco  los 
eclesiásticos,  civiles  ni  militares,  ni  trascienden  á  los  hijos 
por  ser  timbre  personal  que  honra  solo  á  aquellos  que  se  lo 
han  sabido  merecer.  La  forma  de  ponerse  las  encomiendas 
en  los  escudos  es  unas  veces  rodeándolas  con  una  cinta  y  la 
encomienda  pendiente  al  cabo  en  una  medalla ,  y  otras  veces 
colocar  la  misma  encomienda  detrás  del  escudo,  puesta  en 
pal ,  saliendo  sus  estremos  por  el  jefe,  flancos  y  punta  del  es- 
cudo que  es  lo  mas  practicado  en  España.  Lám.  14,  núm.  17. 

Los  órdenes  que  tienen  collar  le  ponen  en  sus  escudos, 
rodeando  su  circunferencia  con  ellos;  es  reglamento  del  Or- 
den del  Toisón  que  sus  Caballeros  no  hayan  de  traer  collares 
ni  encomiendas  do  otras  órdenes  sin  previo  permiso  del  Jefe 
y  Soberano  de  él,  á  escepcion  de  los  Emperadores,  Reyes  y 
Duques  que  fuesen  Jefes  de  otros.  Cuando  un  Caballero  es  de 
mas  de  un  orden  á  un  mismo  tiempo ,  pondrá  el  collar  del 
mas  antiguo  arrimado  al  escudo,  y  á  la  parte  de  afuera  el  que 
fuere  menos.  Lám.  14,  núm.  18. 

Bandera  es  una  insignia  un  tercio  mas  larga  que  ancha, 
y  la  Real  dos  veces  mas  larga  que  ancha.  Lám.  14,  núme- 
ros. 19  y  20.  El  ginon  ó  estandarte  de  caballería  es  cuadrado 
y  pequeño.  Lám.  14,  núm.  21.  El  cabdal  es  otra  insignia  casi 
cuadrada  con  tres  zarpas  ó  puntas  redondas  al  cabo,  que  usa- 
ban los  Señores  que  traian  mas  de  100  caballos  de  vasallos  su- 
yos, las  villas,  ciudades  y  los  órdenes  de  caballería.  Lám.  14, 
núm.  22.  El  pendón  es  un  tercio  mas  largo  que  ancho  y  re- 
dondo por  el  pendiente.  Lám.  14,  núm.  23.  El  estandarte  es 
dos  voces  y  media  mas  largo  que  ancho,  abierto  hasta  mas  de 


—  427  - 

la  mitad,  de  donde  salen  dos  puntas  derechas  disminuidas  y 
sesgadas  por  la  punta.  Lám.  14,  núm.  24.  El  confalon«es  tres 
veces  mas  largo  que  ancho ,  ocupando  el  cuerpo  de  esta  in- 
signia una  parte  entera  y  las  dos  puntas  ondadas  en  disminu- 
ción. Lám.  14,  núm.  !25.  Pendón  se  llama  á  la  figura  dos 
veces  mas  larga  que  ancha,  cortada  en  diminución  hasta  su 
punta  aguda ,  con  algún  sesgo  encima.  Lám.  14,  núm.  26. 
Tráense  en  representación  y  señal  de  cargos  y  empleos  perso- 
nales de  guerra,  que  no  trascienden  á  otros  fuera  de  los  que 
los  ejercen.  El  General  de  infantería  pone  por  timbre  seis 
banderas  de  los  colores  de  España.  El  de  caballería  seis  estan- 
dartes y  cuatro  cornetas.  El  de  artillería  seis  banderas.  Los 
Brigadieres  cuatro,  y  los  Coroneles  dos.  También  las  tienen 
algunas  familias  por  haberlas  ganado  sus  ascendientes  á  los 
enemigos,  así  como  otros  diferentes  adornos  y  trofeos  de  guer- 
ra que  usan  por  concesión  y  privilegio  de  los  Reyes. 

Los  tenantes  y  soportes  son  ciertas  figuras  de  ángeles, 
hombres  y  animales,  que  se  ponen  como  adorno  á  los  lados 
del  escudo  esteriormente,  ó  bien  detrás  de  él  apoyándole  con 
las  manos  ó  garras  como  sosteniéndole.  Llámanse  tenantes  las 
figuras  de  ángeles,  niños,  doncellas,  religiosos,  hombres  ar- 
mados, centauros,  salvajes,  sirenas,  Apolos,  Hércules,  Pa- 
las, moros  y  turcos.  Los  soportes  son  figuras  de  animales  cua- 
drúpedos, aves  ó  reptiles,  en  actitud  de  guardar  el  escudo, 
con  una  postura  fiera ,  á  diferencia  de  los  tenantes  que  parece 
tienen  simplemente  el  escudo^  Lám.  14,  núms.  27  y  28.  Para 
el  que  tiene  derecho  á  ponerlos  se  sacan  ordinariamente  de 
las  figuras  que  componen  las  armerías,  aunque  alguna  vez  son 
enteramente  diferentes  y  por  concesión.  Los  Obispos,  Arzo- 
bispos, Patriarcas  y  Cardenales,  por  su  poder  espiritual,  pue- 
den tomar  ángeles  por  tenantes,  lo  que  no  es  permitido  á  los 
Grandes  Señores  seculares  ni  á  los  Nobles,  sin  especial  con- 
cesión, por  ser  estos  propios  de  los  Soberanos. 

Divisa  se  dice  generalmente  en  el  blasón  á  las  cifras,  em- 
presas, caracteres  y  epígrafes  de  pocas  palabras,  que  por  alu- 
sión con  los  nombres  de  las  personas  ó  por  figuras,  hacen  co- 


—  128  — 

nocer  la  nobleza,  las  partes  ó  los  empleos  que  las  distinguen; 
puedes  reducirse  á  dos  especies;  perfecta,  que  es  compuesta 
de  alma  y  cuerpo ,  esto  es,  que  consiste  en  ciertas  cifras  ó  figu- 
ras acompañadas  de  palabras  convenientes,  cortas  y  espresi- 
vas  de  la  pasión  dominante  de  aquel  que  las  trae :  de  modo 
que  la  figura  en  este  caso  es  el  cuerpo,  y  las  palabras  el  alma; 
tí  imperfecta,  que  significa  la  pasión  del  héroe,  pero  sola- 
mente por  figuras  ó  palabras  separadas.  Colócase  ordinaria- 
mente separada  de  las  armas  y  también  en  una  lista  estrecha 
y  ondeada  que  sale  de  la  cimera.  No  es  como  las  armas  de  fa- 
milia que  se  continúan  de  padres  á  hijos ,  por  ser  del  designio 
de  cada  particular,  pudiendo  usar  cada  persona  muchas  ala  vez. 
Lám.  14,  núm.29.  Hay  algunas  familias  y  corporaciones  que 
traen  divisas  con  alma  y  sin  cuerpo ,  como  la  casa  de  Borbon 
que  tiene  la  palabra  ^esperanza;»  los  Reyes  de  Inglaterra 
•Dios  y  mi  derecho;»  los  Caballeros  del  orden  de  San  Miguel 
mlnmensi  tremor  occeani;»  los  de  Sancti  Spiritus  •Duce  et 
auspice  ;•  los  del  Toisón  de  Oro  9iPretium  non  vile  laborum;» 
ios  de  la  Jarretiere  mHonny  soit  qui  mal  y  peusa;»  los  Señores 
de  Campo  Tejar  tíServire  Deo  regnare  esi;»  los  de  Sierra-Brava 
•Veritas  vincit,»  Otras  tienen  cuerpo  y  alma  como  el  orden 
del  Puerco-Espin,  instituida  por  Carlos,  Duque  de  Orleans, 
padre  de  Luis  XII ,  que  tenia  por  cuerpo  de  su  divisa  un 
puerco-es  pin ,  y  por  alma  estas  palabras:  mCóminus  et  émi^ 
nu$;w  Enrique  IV  el  Grande,  Rey  de  Francia,  una  espada 
por  cuerpo  de  su  divisa,  y  por  alma  ^Raptum  diadema  repo^ 
nit;*  y  Luis  XIV  ponia  un  sol  y  las  palabras  ^^Nec  pluribus 
impar.»  Los  Hurtados  de  Mendoza  ponen  un  globo  centrado 
y  cruzado ,  surmontado  de  una  mano  que  le  tiene  asido ,  y 
otra  moviente  del  lado  diestro  con  una  espada  que  le  atraviesa 
en  barra ,  saliendo  la  punta  por  lo  alto  de  la  siniestra  y  las 
palabras  en  faja  •Non  suffiscit  orbis;*  esta  divisa  la  tiene  de- 
bajo de  la  punta  del  escudo,  y  en  lo  alto  fuera  de  él,  •Gloria 
non  moritur.9 

La  voz  de  guerra,  que  algunos  llaman  grito,  se  compone 
de  una  ó  dos  palabras,  que  son  aquellas  de  que  los  Soberanos 


—  i29  — 

I 

y  Príncipes  se  vnlen  en  sus  ejércitos  para  unir  las  tropas  en  la 
confusión  y  hacerse  conocer  entre  ellas.  Hay  cuatro  especies: 
1.^  cuando  no  se  dice  otra  cosa  sino  el  nombre  de  la  casa  6 
del  señorío  del  jefe  de  los  soldados:  2.*  cuando  se  compone 
<]e  términos  de  demostración,  presagio,  ayuda  ó  asistencia  di* 
vina  por  medio  de  la  invocación  de  algún  santo:  3.^  la  que  se 
inventa  á  fantasía  y  servia  de  contraseña  para  los  desafíos;  y 
4/  la  que  se  usa  á  manera  de  contraseña ,  que  se  da  antes  de 
la  función  por  el  General  del  ejército  ó  por  el  que  conduce  la 
empresa ,  sirviéndose  de  la  primera  palabra  de  su  fantasía  por 
inclinación  ó  devoción,  principalmente  de  noche,  á  fín  de  co- 
nocer los  amigos  y  enemigos,  como  se  usa  hoy  en  los  ejércitos 
y  plazas  para  las  rondas,  reconocimiento  de  guardias  y  pues- 
tos avanzados.  Su  colocación  es  como  la  divisa  en  un  listón 
volante  ondeado  por  adorno  esterior  de  las  armerías.  Lám.  44, 
núm.  30. 

El  pabellón  es  un  ornamento  esterior  de  las  armas  que  in* 
cluye  y  cubre  el  escudo  de  los  Soberanos,  que  no  dependen 
sino  de  Dios  y  de  su  espada,  y  solo  á ellos  pertenece  el  dere- 
cho de  traerle.  Gompónese  de  dos  partes;  cumbre,  que  es  el 
sombrero,  y  cortinas  que  hacen  la  falda  y  son  el  manto.  Los 
Reyes  electivos  y  los  Duques,  aunque  Soberanos  porque  de- 
penden de  otro  Príncipe,  quitan  la  cumbre.  L¿'im.  44,  nú- 
mero 34. 

DIFERENCIAS  DE  LAS  ARMERÍAS. 


Ordinariamente  se  numeran  nueve  especies  de  armerías. 
Armas  de  dominio,  que  son  aquellas  que  tienen  los  Sobera- 
nos siempre  de  un  mismo  modo  por  las  tierras ,  señoríos  y 
Reinos  que  poseen  por  ser  anejas  á  sus  Estados.  El  modo  de 
ordenar  en  cuartelaje  estas  armas  es  poner  las  de  los  Reinos 
en  primer  lugar;  en  segundo  las  de  los  Archiducados;  en  ter- 
cero las  de  los  Ducados;  en  cuarto  las  de  los  Marquesados;  en 


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—  430  — 

quinto  las  de  los  Condados,  y  seguidamonto  las  de  ios  Vízcon- 
dados,  Baronías,  etc.,  colocando  en  Jefe  las  de  los  primeros, 
y  por  su  orden  las  de  los  demás  hasta  la  punta ,  observando 
lasque  se  hallaren  con  mas  órnenos  proximidad  al  parentesco 
para  la  preferencia  de  lugar.  Cuando  las  armas  que  se  hubie- 
ren de  cuartelar  recaen  en  algún  titulo  particular,  aunque 
sea  menor  en  dignidad  á  los  otros ,  se  ponen  lá^  de  éste  sobre 
el  todo  por  preferirse  el  tronco  de  su  familia  y  casa.  En  esta 
clase  se  comprenden  las  armas  de  sustitución,  que  son  las  que 
por  algunas  cláusulas  testamentarias  tienen  los  legatarios  y 
sucesores  obligación  de  traer  con  ciertas  condiciones.  En  esta 
nación  hay  muchos  ejemplares  de  mayorazgos  y  fundaciones 
con  condición  de  haber  de  traer  las  armas  del  fundador,  en 
lo  que  cumplirá  el  sucesor  con  traerlas  partidas  en  lassuyas, 
ú  ordenándolas  en  cuartelaje,  poniéndolas  en  el  segundo  lu- 
gar inmediatas  y  seguidamente  con  aquellas  que  llevan  la  línea 
masculina  ó  femenina  en  quien  recae  la  sucesión  ó  herencia  de 
aquel  legado  con  preferencia  á  todas  las  demás.  También  hay 
instituciones  que  declaran  y  mandan  traer  á  los  herederos  las 
armas  del  fundador  sin  mixto  de  otras,  lo  cual  debe  onion- 
dersc  sobre  el  todo,  porque  no  se  puede  embarazar,  prohibir 
ni  precisar  á  traer  solamente  un  cuartel  sin  las  otras  alianzas, 
pretensiones,  derechos,  etc. ,  á  no  ser  que  el  institutor  de- 
clare que  el  que  hubiese  de  suceder  en  tal  herencia  ó  mayo- 
razgo ha  de  usar  únicamente  de  sus  armas  y  no  de  otras  dis- 
puestas ni  ordenadas  con  las  suyas.  Las  armas  de  alianza  son 
las  que  las  familias  ilustres  toman  por  los  casamientos  aña- 
diendo á  las  propias  las  de  las  otras  familias  con  quien  han 
emparentado.  Se  ordenan  como  las  armas  de  dominio  y  como 
queda  demostrado.  Las  de  comunidad  son  las  que  usan  las 
repúblicas,  provincias,  reinos,  villas,  iglesias,  academias, 
capítulos,  compañías,  congregaciones,  etc.  Estas  se  distin- 
guen en  dos  especies,  eclesiásticas  y  seculares;  las  eulesiásti- 
oas  son  los  capítulos,  las  parroquias,  las  diócesis,  los  monas- 
terios, las  órdenes  de  religiosos,  las  congregaciones,  los  se- 
minarios, las  cofradías,  etc.  Los  seculares  son  los  reinos,  las 


—  134  — 

repúblicas,  las  provincias,  las  villas,  universidades,  acade- 
mias, colegios,  artes,  oficios,  compañías  de  comercio,  cuer- 
pos de  mercaderes,  etc. ;  estas,  la  mayor  parte,  son  solo  mar- 
cas de  distinción  para  hacerse  conocer  y  diferenciar  entre  sí, 
y  no  propiamente  armas,  pues  no  son  señales  de  nobleza.  Las 
de  concesión  ó  adopción  son  las  que  los  Príncipes  dan  y  per- 
miten traer  en  todo  ó  en  parte  de  sus  mismos  escudos  á  los 
vasallos  y  personas  que  quieren  honrar  por  sus  servicios  y 
otros  motivos  reservados  al  Soberano.  Las  cuartelan  muchos  con 
las  de  su  casa,  aunque  lo  mas  regular  es  colocarlas  en  Jefe  ó  en 
un  franco  cuartel.  Las  de  dignidad  se  hacen  conocer  por  el 
cargo,  empleo  ó  ejercicio  que  tienen,  eclesiástico,  civil  ó  mi- 
litar ,  que  generalmente  son  ornamentos  esteriores  del  escudo 
que  se  añaden  á  los  de  familia.  Las  de  patronato  son  las  que 
los  patronos  ponen  por  las  tierras  ó  jurisdicción  que  poseen^ 
por  obligación  de  alguna  fundación  ó  en  memoria  del  insti- 
tutor, que  ajustan  alas  suyas,  como  lo  hacen  los  eclesiásti- 
cos y  gobernadores  de  provincia,  ó  las  cuartelan  con  las  su- 
yas propias ,  ó  las  ordenan  en  Jefe.  Las  de  sucesión  son  las 
que  los^  herederos  ó  legatarios  toman  por  las  cláusulas  testa- 
mentarias con  los  derechos  de  sus  predecesores',  poniéndose 
según  fué  la  voluntad  del  testador ;  pero  cuando  no  hubiere 
éste  se  cuartelan  en  el  lugar  correspondiente  como  las  armas 
de  sustitución.  Las  de  pretensión,  son  aquellas  de  los  reinos, 
principados,  dominios  y  jurisdicciones  sobre  que  algún  señor 
tiene  derecho  ó  pretensión,  aunque  lejana,  que  aumentan  á 
las  suyas,  aunque  no  los  posean  ó  no  sean  dueños  de  ellos. 
Y  las  de  familia  son  los  blasones  con  que  se  distingue  una 
casa  de  otra,  dividiéndose  en  ocho  diferencias:  paWant^^,  que 
86  llaman  así  por  la  conformidad,  similitud  ó  alusión  que 
tienen  con  el  nombre  de  la  persona  que  las  trae :  arbitrarias^ 
que  son  las  que  se  toman  por  capricho  y  fantasía  de  algunos 
que,  habiendo  hecho  fortuna,  so  las  atribuyen  como  les  pa- 
rece, sin  habérselas  sabido  merecer,  por  lo  que  no  son  signos 
de  honor  ni  de  virtud ,  y  solo  sirven  para  admirar  su  orgu- 
llo :  verdaderas  ó  legitimas^  que  son  compuestas  y  ordenadas, 

TOMO  I.  O 


0 


—  132  — 

según  las  leyes  del  arte  heráldico  siguiendo  el  uso  de  la  na- 
ción :  falsas  ó  irregulares^  que  son  contrarias  á  las  proceden- 
tes, que  no  guardan  las  reglas  del  arte,  como  cuando  hay 
metal  sobre  metal  y  color  sobre  color :  puras  y  llanas ,  que  son 
las  que  no  tienen  mas  piezas  del  blasón  que  aquellas  que  pn^ 
cisamente  deben  tener,  siendo  las  roas  simples  y  menos  con- 
fusas, como  en  las  que  se  re  solo  una  crui,  un  castillo,  etc., 
y  son  las  que  propiamente  se  deben  traer ,  pues  esplican  la 
varonía  del  tjue  las  usa ,  porque  le  conocen  y  debe  hacerse 
conocer,  sin  confundir  las  de  sus  alianzas  que  le  son  casi  es- 
trafias :  brisadas^  son  aquellas  á  que  se  añade  alguna  brisura, 
esto  es ,  alguna  pieza  del  blasón  con  que  se  altera  la  simplici- 
dad de  ellas  para  diferenciárselos  hijos  segunios:  cargadas^ 
son  las  armas  á  que  se  carga  ó  añade  alguna  pieza  ó  figura 
por  merced  ó  premio  de  algún  hecho  señalado :  difamadas^ 
infamadas  ó  descargadas^  que  son  las  armas  que  se  les  quita  y 
corta  alguna  pieza,  ó  parte  de  ella,  por  castigo,  nota,  bajeza 
ó  infamia  de  aquel  que  las  trae.  Su  origen  dimanó  de  la  cos- 
tumbre antigua  de  publicar  por  infame  en  todas  partes  la  per- 
sona del  Caballero  convencido  de  algún  delito  que  le  deshon- 
raba ,  como  el  de  falsario,  mentiroso»  adúltero,  ladrón,  trai^ 
dor  y  crimen  de  lesa  majestad. 

BRISÜRAS. 


Son  las  ideas  con  que  se  distinguen  las  armas  de  los  hijos 
entre  sí,  de  modo  que  por  la  nueva  adición  de  estas  piezas  se 
conozcan  las  armas  del  hijo  segundo  con  alguna  diferencia  de 
las  del  primogénito,  y  las  del  tercero  con  las  que  debe  tener 
el  segundo:  y  estas  piezas,  que  hacen  la  distinción  y  diferencia 
«n  las  armas  puras  y  llanas  de  una  casa  y  familia  entre  los 
hermanos  y  otros  descendientes,  se  llaman  brisuras.  El  orden 
mas  regular  de  servirse  de  ellas  es:  para  los  hijos  segundos 
el  Umbela  para  los  terceros  la  bordura  ;  para  los  cuartos  la 


—  433  — 

orla ;  para  los  quintos  el  bastón ;  para  los  sestos  la  cotiza  y  y 
asi  sucesivamente  con  estrellas,  crecientes,  soles,  animales, 
etc.  A  estas  brisuras  simples  para  los  hijos  y  hermanos  de 
una  casa  se  añaden  las  sobre  brisuras,  brisuras  dobles  ó  car- 
gadas, que  toman  y  ajustan  los  hijos  de  estas  en  esta  forma: 
el  que  pone  por  brisura  un  lambel  simple  de  tres  pendientes, 
supuesto  que  su  hijo  primogénito  traiga  las  armas  del  propio 
modo  que  su  padre;  el  segundo  las  pone  con  alguna  diferen- 
cia aumentando  los  pendientes  á  cuatro,  y  el  tercero  á  cinco; 
después  de  esto  por  sobre  brisura  cargan  el  lambel  de  alguna 
figura.  La  primera  sobre  brisura  de  la  borduraes  hacerla  an- 
grelada ;  la  segunda  cargarla  de  bezantes  ó  tortillos;  la  tercera 
componada;  y  últimamente,  se  carga  de  diferentes  figuras  lo 
mismo  que  en  las  demás  brisuras.  Solo  ha  sido  práctica  el  bri* 
sar  las  armas  en  las  casas  Reales  de  España  y  Francia. 


LEYES  HERÁLDICAS 

Y  SUS  KSCEPCIONES. 


Las  leyes  heráldicas  se  hallan  practicadas  en  todas  las  na- 
ciones del  mundo ;  aunque  son  reglas  y  preceptos  del  blasón 
todas  las  que  se  han  dado,  la  principal  y  mas  célebre  ó  invio- 
lable de  él  es  que  no  se  ponga  metal  sobre  metal  ni  color  so- 
bre color;  y  como  no  hay  regla  sin  escepcion,  tiene  ésta  en- 
tre los  heraldos  seis  escepciones  ó  casos  estraordinarios  de 
privilegio:  primero,  cuandolas  armas  son  de  inquirir,  que  son 
las  esquisitas  ó  estraordinarias  donde  se  hallan  figuras  de 
color  sobre  campo  de  color,  y  sobre  campo  de  metal  figuras 
de  metal,  que  dan  motivo  á  inquirir  y  saber  la  razón  por  qué 
están  de  tal  forma  sin  incurrir  en  defecto  contra  el  arte:  se- 
gunda, cuando  los  jefes  de  color  se  hallan  puertos  sobre  cam- 
pos de  color,  y  para  salvar  esto  que  seria  falsedad  se  llama 
Jefe  cosidoy  aunque  en  este  caso  lo  mejor  es  dividir  oí  campo 


I 


—  134  — 

del  Jefe  con  un  perfíl  de  otro  esmalte:  lo  mismo  se  entiende 
también  de  la  faja,  banda,  chevron,  etc.:  tercera,  aunque 
el  color  de  púrpura  ó  violado  se  toma  ordinariamente  por  co- 
lor, bay  armasen  que  se  emplea  por  metal ,  por  lo  que  no  se 
encuentra  falsedad  en  poner  colores  y  metales  sobre  la  púr- 
pura y  viceversa,  por  ser  privilegiado  este  color,  lo  mismo 
que  los  arminiosy  veros,  que  unas  veces  se  bailan  sobre  me- 
tal y  otras  sobre  color,  porque  unos  y  otros  se  componen 
juntamente  de  metal  y  color  :  cuarta ,  igualmente  lo  son  to- 
das las  figuras  bumanas  y  sus  partes  con  el  color  de  carnación, 
los  animales,  plantas  y  frutos  con  su  color  natural  sin  incur- 
rir en  faldedad  contra  el  arte :  sesta,  las  brisuras  de  la  mayor 
parte  de  los  Soberanos,  y  especialmente  de  los  Príncipes  de 
sangre  y  otras  familias  de  España  y  Francia  que  se  encuen- 
tran metal  sobre  metal  y  color  sobre  color. 

Es  regla  universal  en  armería  usar  de  los  términos  pro- 
pios del  arte,  á  escepcion  de  los  que  son  particulares  en  cada 
país  á  algunas  piezas  y  figuras,  y  otros  comunes  y  vulgares 
que  están  dispensados  en  el  blasón. 

Es  regla  general  que  todas  las  figuras  propias  de  armería 
han  de  estar  en  la  situación  y  lugar  que  les  corresponde ,  siri 
poderse  alterar  en  nada  ni  en  parle  de  su  sentido  ordinario 
y  regular,  sino  en  los  casos  porque  so  esceptúan  y  quedan 
esplicados  en  las  dicciones  y  atributos;  pero  las  figuras  natu- 
rales, artificiales  y  quiméricas  han  de  colocarse  en  el  escudo 
de  forma  que,  teniendo  por  punto  general  su  centro,  lleve 
el  campo  de  él  el  de  la  partición  ó  el  de  la  pieza  que  hubiere 
d»  ocupar  sin  tocar  en  los  estremos.  Esceptúanse  también  los 
lambrequines  que  por  alguna  concesión  singular  de  los  So- 
beranos se  dan  á  algún  Caballero,  de  otros  colores  que  del 
eampo  y  figuras  de  su  escudo  por  alguna  acción  seña- 
lada. 

También  es  regla  inviolable  que  todas  las  cimeras  de  figu- 
ras humanas,  animales,  aves,  etc.,  deben  ponerse  de  lado 
mirando  á  la  diestra,  á  escepcion  de  las  de  los  Príncipes  y 
Soberanos  <[ue  se  plazan  de  frente ,  y  las  de  los  bastardos  que 


—  135  — 

miran  á  la  siniestra.  En  estos  siete  preceptos  se  comprende 
universal  mente  lo  mas  necesario  para  la  composición  de  las 
armerías. 

El  método  y  orden  de  blasonar  los  escudos ,  sus  piezas, 
figuras,  timbre  y  ornamentos  esleriores  se  entenderá  y  apren- 
derá por  los  ejemplos  que  se  hallarán  al  organizar  las  armas 
de  los  apellidos  y  ramas  que  comprenderá  este  Diccionario 
liistórico,  genealógico  y  heráldico. 


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mSTÓRIGO.   GENEALÓGICO   T    HERÁLDICO. 


DE  US  FAMILIAS  ILUSTRES 


DI  LA 


monarquía  ESPAftOLA, 


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DICCIONARIO. 


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BORBON 


fíespues  de  la  dominación  Romana ,  en  el  año  4ü5,  e^i- 
Iró  la  de  los  Francos  en  las  Galias ,  apoderándose  de 
ellas  y  dándolas  por  nombre  el  suyo  propio ,  y  fue 
su  primer  Rey  Faramundo^  sucediéudole  los  que  es- 
presamos en  la  siguiente  tabla: 


1."    Faramündo,  primer  Rey  de  Francia,  falleció  año  42o. 
2.°     Clodjo,  su  hijo,  que  reinó  23  años. 
3.°    MoKOVEO,  su  hijo,  reinó  10  años. 
4.°    CuiLDERico,  su  hijo,  cuarto  Rey  de  Francia,  26  años. 
5.°     Clodoveo,  su  hijo ,  primer  Rey  cristiano  de  Francia, 
reinó  30  años  y  falleció  el  514. 

Childeberto  ,  Rey  de  París. 

Glotario,  Rey  de  Soisons. 


ovco. 


o  í  Clodomiro,  Rey  de  Orleans. )  ....      , 
ITeodorico,  Rey  de  Metz.      J      ^ 
7.°    Glotario,  solo  Rey  de  Francia,  reinó  hasta  594. 
Ghereberto,  Rey  de  París. 
Sigisberto,  Rey  de  Metz. 


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—  140  — 

,,  „  íChilpekico,  Rey  deSoisons. )  „..      ,  ,  „      m  .    • 
8."  I  ^  ti      j    r^  1  >  Hijos  del  Rey  Clolano. 

(Gentran,  Rey  de  Orleans.     j      '  ■' 

9.^  Chilperico,  solo  Rey  de  Francia,  reinó  hasta  588. 

10.  Clotario  II,  hijo  de  Chilperico,  reinó  hasta  632. 

11.  Dagobbrto  i,  hijo  de  Chilperico,  hasta  646. 

12.  Clodoveo  II,  hijo  de  Dagoberto,  hasta  664. 

13.  Clotario  III,  hijo  de  Clodoveo,  hasta  669. 

14.  Childerigo  II,  hijo  y  hermano  de  Clotario,  hasta  679. 

15.  Teodorigo,  hermano  de  los  anteriores,  hasta  689. 

16.  Clodoveo  III,  hijo  de  Teodorico,  hasta  693. 

17.  Childebebto  II,  hijo  y  hermano  de  Clodoveo,  has- 
ta 710. 

18.  Dagoberto  II,  hijo  de  Childerico,  hasta  715. 

19.  Chilperico  II,  hijo  de  Dagoberto,  hasta  720. 

20.  Teodorico  I,  hijo  de  Dagoberto,  hasta  739. 
CARLOS  Martel,  Príncipe  de  los  Franceses,  41  años. 

21.  Chilperico  III,  hijo  de  Teodorico,  llamado  el  Desfor- 
tunado, último  de  la  primera  línea  de  los  Reyes  Francos, 
hasta  751. 


DESCENDENCIA  DE  PIPINO. 


22.  PiPiNO,  Rey  de  Francia,  hijo  de  Carlos  Martel,  reinó 
52  años. 

23.  Carlos  el  Grande,  hijo  de  Pipino,  reinó  47,  falle- 
ció el  814. 

24.  Luis  I,  su  hijo,  reinó  26. 

25.  Carlos  el  Calvo,  su  hijo,  reinó  hasta  877. 

26.  Luis  II,  su  hijo,  reinó  dos  años. 

27.  Luis  III,  su  hijo,  y  Carlo-Magno,  hermano  bastardo, 
cinco  años. 

28.  Carlos  el  Grueso,  hijo  de  Luis  II,  reinó  hasta  888. 

29.  Odón,  hijo  de  Roberto ,  Conde  de  Anvers,  reinó  11 

años. 
:]0.     Carlos  el  Simple,  hijo  de  Luis  11,  falleció  el  929. 


—  141  — 

31.  RoDULFO,  Rey  de  Borgoña,  reinó  siete  años,  falleció 
el  936. 

32.  Luis  IV,  hijo  de  Carlos  el  Simple,  reinó  18,  falleció 
el  954. 

33.  LoTÁRio,  hijo  de  Luis  IV,  reinó  hasta  986. 

34.  Luis  V,  su  hijo,  reinó  hasta  987. 

DESCENDENCIA  DE  HUGO  CAFETO. 


35.  Hugo  Cafeto,  Conde  de  París,  por  el  favor  de  los 
Franceses  ascendió  al  trono  Real  de  Francia,  falleció  el  998. 

36.  Roberto,  su  hijo,  reinó  hasta  1032. 

37.  Enhico  i,  reinó  hasta  1060. 

38.  Felipe  I,  hijo  de  Roberto,  reinó  hasta  1109. 

39.  Luis  EL  Grueso,  sesto  del  nombre,  hijo  de  Roberto, 
reinó  hasta  1137. 

40.  Luis  el  Joven,  séptimo  del  nombre,  hijo  de  Felipe  I, 
reinó  hasta  1180. 

41 .  Felipe  Augusto,  segundo  del  nombre,  hijo  de  Luis  VI, 
reinó  hasta  1223. 

42.  Luis  VIII,  hijo  de  Felipe  Augusto,  reinó  hasta  1226. 

43.  San  Luis,  noveno  del  nombre,  Rey  de  Francia,  su 
hijo,  reinó  hasta  1270. 

44.  Felipe  III,  su  hijo,  reinó  hasta  1285. 

45.  Felipe  IV  el  Hermoso,  su  hijo,  reinó  hasta  1314. 

46.  Luis  X  Hütin,  Rey  de  Francia  y  Navarra,  su  hijo,  rei- 
nó hasta  1316. 

47.  Felipe  V  el  Luengo,  su  hermano,  reinó  hasta  1321. 

48.  Carlos  IV,  su  hermano,  reinó  hasta  1327. 

DESCENDENCIA  DE  VALOIS. 


W.     Felipe  de  Valois,  sesto  del  nombre,  segundo  nielo  do. 
San  Luis,  reinó  hasta  1350. 


1^ 


—  U2  — 

50.  JuuANo  I,  su  hijo,  reinó  hasta  136'¿. 

51.  Carlos  V,  su  hijo,  reinó  hasta  1380. 
5!¿.     Carlos  VI,  su  hijo,  reinó  hasta  1422. 

53.  Carlos  VII,  su  hijo,  reinó  hasta  1401. 

54.  Luis  XI,  su  hijo,  reinó  hasta  1483. 

55.  Carlos  VIII,  su  hijo,  reinó  hastó  1498. 

SUCESIÓN  DE  ORLEANS. 


56.     Luis  XII,  hijo  de  Carlos  de  Orleans  y  segundo  nieto 
de  Carlos  V,  reinó  hasta  1515. 

SUCESIÓN  DE  ANGULEMA. 


57.  Francisco  I,  hijo  de  Carlos,  Conde  de  Angulema  y 
tercer  nieto  del  Rey  Carlos  V,  reinó  hasta  1547. 

58.  Enrico  II,  su  hijo ,  reinó  hasta  1559. 

59.  Francisco  II,  su  hijo,  reinó  hasta  1560. 

60.  Carlos  IX,  su  hermano,  reinó  hasta  1574. 

61.  Enrico  III,  Rey  de  Polonia,  su  hermano,  reinó  has- 
la  1589. 

DESCENDENCIA  DE  LA  AUGUSTA  CASA  DE  BORDÓN. 


62.  Enrico  IV,  hijo  de  Antonio  de  Borbon,  Rey  de  Na- 
varra y  noveno  nieto  de  San  Luis,  reinó  hasta  1610. 

63.  Luis  XIII,  su  hijo,  reinó  hasta  1643. 

64.  Luis  XIV  EL  Grande,  su  hijo,  reinó  hasta  1715. 

65.  Luis  XV,  su  segundo  nieto,  reinó  hasta  1734. 


—  143  — 

REAL  ÁRBOL  DE  LA  DESCENDENCIA  DEL  PROGENITOR 

DE  LA  AUGUSTA  CASA  DE  BORBON,  REINANTE  EN  ESPAÑA. 


Ansegio  y  Vega,  Príncipes  de  Brabante,  año  658. 
PiPiNo  11,  cuarto  Príncipe  de  Brabante. 
Carlos  Martel,  Príncipe  de  los  Franceses. 
PiPiNO,  Rey  de  Francia. 
Carlo-Magno,  Emperador  y  Rey  de  Francia. 

UVIDIQUINDIO   I. 
UVIDIQUINDIO  II. 
UviDIQUINDIO   III. 

Roberto  el  Grande. 

Roberto  II. 

Hugo  el  Grande,  que  casó  con  Helvida ,  liija  de  En- 
rique I  de  Borgoña,  Emperador,  viudo  de  Isabel  de  Ingla- 
terra. 

Hugo  Capoto,  Conde  de  París. 

Roberto,  Rey  de  Francia. 

Enrique  I,  Rey  de  Francia. 

Felipe  I,  Rev  de  Francia. 

Luis  el  Grueso,  seslo  del  nombre,  Rey  de  Francia. 

Felipe  Augusto,  segundo  del  nombre,  Rey  de  Francia. 

Luis  VIH,  Rey  de  Francia. 

San  Luis,  Rey  do  Francia  en  1270. 

Roberto,  Señor  do  la  casa  de  Borbon,  Conde  de  Clcr- 
mont,  etc. 

Luis  de  Borrón,  primer  Duque  de  Borbon. 

Jacqües  de  Borbon,  Conde  de  la  Marcbe,  Condestable  de 
Francia,  etc. 

Juan  de  Borrón,  Conde  de  la  Marche. 

Luis  de  Borbon,  Conde  de  Vandoma. 

Juan  de  Borbon,  segundo  conde  de  Vandoma. 

Francisco  de  Borbon,  tercer  Conde  de  Vandoma. 


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mSTÓRIGO.   GENEALÓGICO   T    HERÁLDICO. 


DE  LAS  FAHILUS  ILUSTRES 


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monarquía  ESPAftOLA. 


_  148  — 

venal  del  orbe,  entrando  en  España  224  años  antes  de  Cristo, 
nos  enseñaron  escribir  en  cifra,  las  ferias,  los  timbres  en  las 
armas,  los  sellos^  raparse  con  navaja,  los  baños,  las  cajas  en 
la  guerra,  alistar  hombres  á  sueldo,  las  banderas^  trompetas, 
y  para  tener  las  mujeres  en  clausura  ponerlas  chapines,  cos- 
tumbre que  observaron  las  españolas  y  ahora  sirven  de  gala 
en  paseo.  Tuvieron  estos  largos  tiempos  guerras  sangrientas 
con  los  Cartagineses  hasta  que 

Julio  César,  hijo  de  Lucio  Vergento  y  de  Aurelia,  su  es- 
posa^ sujetó  del  todo  á  España,  año  46,  ganando  1076  plazas, 
é  introduciendo  en  ella  el  comunicarse  los  amigos  por  bille- 
tes, las  cabelleras  postizas,  correr  toros  á  caballo^  celebrar 
Cortes  y  el  oficio  de  Reyes  de  Armas^  que  después  perfeccionó 
Carlo-Magno;  imperó  cuatro  años  y  medio,  al  fin  de  los  cua- 
les le  quitaron  la  vida  en  el  Senado  con  23  puñaladas  su  hijo 
natural  Bruto,  que  le  hubo  de  Servilla,  y  Casio  en  15  de 
Marzo  del  año  42  antes  de  Cristo^  siendo  de  56  años,  quienes 
le  persuadieron  antes  que  despidiese  la  guardia  española  de 
que  se  servia  por  su  fidelidad  á  imitación  de  Marco  Perpena 
y  Longino  nuestros  gobernadores.  Este  Príncipe  habia  muer- 
to 1.192,000  enemigos  en  52  batallas  campales,  ganadas  por 
su  persona,  y  desde  entonces,  como  los  Equites  gente  clarí- 
sima en  nobleza  romana  que  peleaba  á  caballo,  se  llamaron  en 
España  Caballeros  los  caliGcados  en  linaje. 

Octaviano  Augusto,  que  significa  cosa  divinaj  hijo  de  Oc- 
tavio^ Pretor  de  Macedonia,  y  de  Accia  esposa  suya^  hija  de 
Marco  Accio  Balbo  y  de  Julia,  hermana  de  Julio  César,  fué  el 
primero  que  formó  chancillería  en  su  palacio  y  vino  á  apaci- 
guar á  los  valerosos  Cántabros  el  año  26  antes  de  Cristo.  Es- 
tuvo en  esta  empresa  cinco  años;  fundó  algunas  ciudades ,  en 
la  de  Tarragona  estableció  el  edicto  que  refiere  San  Lucas  para 
registrar  las  cabezas  de  familias  de  su  monarquía;  tuvo  el  im- 
perio de  Roma  y  señorío  de  España,  como  también  los  suce- 
sores hasta  Arcadio  y  Honorio,  56  años,  y  á  los  42  de  su  impe- 
rio, 38  de  la  era  suya,  que  nuestros  españoles  en  las  compu- 
taciones usaban,  nació  de  la  Virgen  Santísima  Cristo,  Reden- 


—  149  — 

tor  del  linaje  humano,  en  la  ciudad  de  Belén ,  dos  leguas  de 
Jerusalen,  á  la  media  noche,  antes  de  amanecer  el  domingo 
25  de  diciembre,  año  del  mundo  creado  3961,  del  diluvio 
general  2305,  de  la  venida  deTubal  á  España  2163,  y  de  la 
reedificación  de  Roma  por  Rómulo  y  Remo  752:  murió  el  18 
de  setiembre  del  año  15  del  nacimiento  de  Cristo,  de  edad  de 
76  años. 

Tiberio  César,  hijo  adoptivo  de  Octaviano,  por  serlo  legí- 
timo de  su  esposa  Libia,  casó  con  Julia,  hija  del  mismo  Octa- 
viano ;  ordenó  no  se  hablase  á  los  Príncipes  sino  por  memo- 
riales; imperó  23  años ,  murió  el  de  38,  habiendo  espelido  de 
Roma  á  los  judies  y  gitanos.  En  su  tiempo  vino  el  apóstol 
Santiago  á  predicar  la  fó  en  España  y  fundó  el  primer  templo 
de  la  ley  de  gracia  que  es  el  Pilar  de  Zaragoza. 

Cayo  Cah'gula,  llamado  así  por  cierto  género  de  calzado 
de  que  usaba,  sobrino  de  Tiberio,  hijo  de  Germánico  y  de  su 
mujer  Agripina,  tan  dado  á  glotonería  que  gastó  en  una  cena 
el  tributo  de  tres  provincias:  imperó  tres  años  y  diez  meses, 
murió  el  de  42. 

Claudio,  tio  de  Calígula ,  usó  del  oficio  de  Maestre  sala, 
para  que  gustando  primero  de  ios  manjares  se  asegurase  la 
salud  y  vida  del  Príncipe;  de  quien  se  originó  en  España:  im- 
peró 14  años  y  murió  el  de  56. 

Nerón,  yerno  y  sobrino  de  Claudio^  por  estar  casado  con 
Otavia  su  hija,  siéndolo  él  de  Julia  Agrípina,  de  nación  ga- 
llega, esposa  del  mismo  Claudio  y  de  Domicio  Nerón  su  prí- 
mer  marido,  con  quien  le  engendró:  Nerón,  en  lengua  Sabi- 
na, significa  hombre  fuerte:  imperó  14  años  y  murió  el  de  70 
en  quien  acabó  la  linea  y  prosapia  de  los  Césares. 

Sergio  Galva,  imperó  un  año  y  murió  el  de  71. 

Otón  Silvio,  de  la  antiquísima  familia  de  Silvia  y  proge- 
nitor de  ella  en  España,  derivada  del  troyano  Eneas,  Rey  de 
los  latinos:  imperó  cuatro  meses  y  murió  en  el  mismo  71. 

Vitelio,  imperó  ocho  meses  y  murió  el  de  72. 

Vespasiano ,  grande  amigo  de  los  Españoles,  pues  les  con- 
cedió el  privilegio  de  naturales;  llamado  Lacio  Itálico,  para 


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—  iHO" 

qae  fuesen  tenidos  y  reputados  como  nacidos  en  Italia:  eligiú 
por  Ministros  á  los  mas  ancianos  y  sabios,  diciendo  que  de  los 
▼iejos  podridos  salian  los  sanos  consejos,  y  desús  cuerpos  ei^ 
fermos  la  salud  á  la  república :  imperó  mueve  afios  y  mari6 
el  de  81. 

Tito,  su  hijo,  solía  decir  que  mas  quería  consenrar  h  vida 
de  \xj\  vasallo  que  ganar  una  ciudad:  imperó  dos  años  y  mu- 
rió el  de  83. 

Domiciano,  hermano  segundo  de  Tito,  Príncipe  descui- 
dado que  prohibió  á  los  Españoles  plantar  viñas  porque  |io 
faltasen  tierras  donde  sembrar  y  apacentar  los  ganados :  era 
gran  cazador  de  moscas  en  su  palacio,  ejercicio  ocasionado 
por  su  ociosidad ;  imperó  15  años  y  murió  el  de  88. 

Nerva,  español,  imperó  año  y  medio  y  murió  el  de  l(Xh 

Trajano,  natural  de  la  villa  de  Pedraza  en  Castilla  la  Vieja, 
aunque  otros  quieren  de  Cádiz  y  algunos  de  Itálica,  cerca  de 
Sevilla,  hijo  adoptivo  de  Nerva ,  solia  decir  que  mejor  era  á 
los  Monarcas  y  grandes  Señores  vivir  en  pobres  posadas  que 
de  sudores  ajenos ,  labrar  casas  ricas  y  también  estar  mas 
obligados  á  mantener  lo  que  prometen  que  procurar  lo  que 
deseen  ;  imperó  19  años  y  medio  y  murió  el  de  119. 

Adriano,  hijo  de  Domicia  Paulina,  natural  de  Cádiz,  y  so- 
brino de  Trajano,  Príncipe  magnánimo,  en  particular  con  los 
soldados  que  le  servian ,  pues  les  premiaba  antes  de  las  em- 
presas, y  decia:  primero  que  comiences  á  pelear  te  lo  quiero 
agradecer,  que  ai  fin  mas  haces  en  arriesgar  por  mí  la  vida 
que  yo  en  darte  parte  de  mi  hacienda.  Fué  el  primero  que 
instituyó  Fisco  Real;  imperó  21  y  murió  el  140. 

Marco  Antonio,  Pió,  renombre  que  le  dieron  sus  acciones, 
mandó  en  el  año  180  dejasen  los  Españoles  todos  los  idiomas 
que  usaban  y  hablasen  solo  el  Romano,  levantando  por  ello 
escuelas,  de  donde  vino  llamarse  Romance  nuestro  idioma  cas- 
tellano; obedecieron  el  decreto,  escepto  la  Cantabria  que  cobh 
prendía  la  montaña  de  Burgos,  señorío  de  Vizcaya,  reino  de 
Navarra  con  las  provincias  de  Álava ,  Guipúzcoa  y  la  Rioja: 
fuá  este  Príncipe  hijo  adoptivo  de  Adriano;  imperó  S3  aloe  y 


murió  el  de  163,  dejando  introducidos  los  correos  y  postas^  á 
que  dio  principio  Pirro,  Rey  de  los  Ipirotas. 

Marco  Aurelio ,  insigne  filósofo,  yerno  de  Marco  Antonio, 
Pió,  casado  con  su  hija  Faustina^  y  Lucio  Gommodo  Yero 
Antonio,  su  yerno ^  imperaron  juntos  diez  años:  después  el 
primero  siguió  solo  19  años  y  murió  el  de  182,  y  estando  ne- 
cesitado de  dinero  y  apurado  con  guerras,  por  no  gravar  mas 
al  pueblo,  mandó  hacer  almoneda  pública  de  todas  las  joyas 
y  recámara  de  la  Emperatriz  su  mujer,  acción  digna  de  un 
Príncipe  tan  sabio  como  él. 

Gommodo  Antonio,  hijo  de  Marco  Aurelio,  imperó  12  años 
y  ocho  meses,  murió  el  de  194. 

Publico  Pertinaz,  notable  avariento,  imperó  tres  meses  y 
murió  el  de  195. 

Juliano,  imperó  siete  meses,  murió  el  mismo  año. 

Séptimo  Severo,  imperó  18  años  y  diez  meses,  murió  el 
da  24  3. 

Basiano  Antonio  Caracala  y  su  hermana  Jeta,  hijos 
de  Severo,  imperaron  juntos  algún  tiempo,  y  muerta  ésta, 
por  su  hermano,  imperó  él  solo  seis  años  y  murió  el  de  .219. 

Marcaino,  imperó  un  año  y  murió  el  de  220. 

Antonino  Eliogábalo,  hijo  de  Basiano,  fué  el  primero  que 
usó  vestido  entero  de  seda.  Fué  torpe,  pródigo  y  vicioso ;  im- 
peró cuatro  años  y  murió  el  de  224. 

Alejandro  Severo,  su  primo  y  sucesor,  tenia  por  perdido 
el  dia  que  no  se  ejercitaba  en  la  lección  de  los  libros;  imperó 
13  años  y  murió  el  de  237 ,  dejando  establecido  que  los  No- 
menclátores, que  eran  los  genealogistas  Reyes  de  Armas,  asis- 
tiesen cerca  déla  persona  del  Príncipe  para  informarle  do  la 
calidad,  nobleza  y  servicios  de  los  que  aspiraban  á  premios: 
que  las  mujeres  de  mal  vivir  no  pudiesen  andar  en  coche  y 
no  se  vendiesen  oficios  do  la  república,  porque  dccia  que  el 
que  compra  la  justicia  es  fuerza  que  la  venda. 

Julio  Maximino  imperó  tres  años  y  murió  el  de  240. 

Popiano,  natural  de  Cádiz,  y  Balbino,  imperaron  dos  afios 
y  miurieroA  el  242. 


-152  — 

Gordiano,  muy  honrador  de  las  buenas  letras,  imperó 
cinco  años  y  murió  el  de  247. 

Filipo,  primer  Emperador  cristiano  y  feliz  anuncio  para 
los  de  este  nombre  en  España,  imperó  cinco  años  y  murió  el 
de  252. 

Décio ,  gallego  por  parte  de  madre,  imperó  dos  años  y  mor 
rió  el  de  254. 

Galo,  imperó  dos  años  y  murió  el  de  256. 

Emiliano,  imperó  cuatro  meses  y  murió  el  mismo  año. 

Valeriano,  imperó  cuatro  años ;  prendióle  el  Rey  Sapor  de 
Persia  el  de  260,  y  fué  el  primero  que  puso  corona  imperial 
en  su  cabeza. 

Galieno,  hijo  de  Valeriano,  imperó  11  años;  murió  el 
de  271. 

Claudio  II,  imperó  dos  años  y  murió  el  de  273. 

Quintilio,  hermano  de  Claudio,  imperó  17  días. 

Aureliano,  imperó  seis  años  y  murió  el  de  279,  sin  haber 
consentido  ¿  su  mujer  traer  vestido  tejido  de  seda  y  oro. 

Tácito,  imperó  seis  meses. 

Florian,  su  hermano,  imperó  dos  meses;  murió  el  mismo 
año  279. 

Probo ,  concedió  á  los  españoles  plantar  vifias^  imperó  seis 
años  y  cuatro  meses;  murió  el  de  285. 

Caro,  imperó  dos  años  y  murió  el  de  287. 

Carino  y  Numeriano,  hermanos,  hijos  de  Caro,  imperaron 
un  año;  murió  Carino  el  de  288. 

Diocleciano,  hijo  de  un  Escribano,  y  Maximiano,  impera- 
ron juntos  19  años[;  dejaron  el  Imperio  el  de  307,  en  cuyo 
tiempo  se  hallaron  en  España  los  primeros  Condes,  y  lo  fué 
Severo  Romano. 

Constancio  Cloro  y  Galerio ,  hijo  de  Claudia,  sobrina  del 
Emperador  Claudio  II,  imperaron  cinco  años;  murió  Galeno 
el  de  312. 

El  esclarecido  Constantino  Magno,  hijo  de  Constancio 
Cloro  y  déla  Emperatriz  Sanu  Elena,  su  esposa,  junto  con 
Maxencio  y  Marco  Licinio,  imperaron  algún  tiempo  perma- 


—  453  — 

neciendo  Constantino  30  años;  bautizóle  el  de  324  San  Silves- 
tre, Papa.  En  este  Príncipe  la  cristiandad  halló  público  pro- 
tector y  floreció  gloriosamente  con  su  amparo :  repartió  en  el 
año  335  los  Arzobispados  de  España  en  seis,  y  los  Obispados 
en  62:  murió  el  de  342  lleno  de  triunfos  y  victorias  y  dejando 
dividido  el  Imperio  en  Constantino,  Constancio  y  Constante, 
hijos  suyos. 

A  Constantino  dejó  España,  Francia  y  las  provincias  occi- 
dentales. A  Constancio  Italia,  África  y  las  islas  confinantes. 
Yá  Constante  Tracia,  cuya  metrópoli  es  la  famosa  ciudad  de 
Constantinopla,  con  las  provincias  orientales  de  la  Asia  me- 
nor, Mesopotania  y  Egipto:  imperaron  los  tres  juntos  algunos 
años,  y  permaneció  Constancio  solo  21  años  y  murió  el  de  364. 

Juliano,  apóstata,  cuñado  y  sucesor  de  Constancio  por  ha- 
ber casado  con  su  hermana  Elena,  prohibió  á  los  cristianos 
la  poesía,  imperó  dos  años  y  murió  el  de  366. 

Ibbiano,  imperó  ocho  meses  y  murió  al  año  siguiente  de 
glotonería;  fin  igual  al  que  tuvo  Valentiniano  su  sucesor. 

Valentiniano  y  Valente,  hermanos,  hijos  de  Graciano,  po- 
bre soguero,  natural  de  Panonia,  hoy  Hungría,  imperaron  11 
años;  después  Valente  solo  15,  y  murió  el  de  382;  en  cuyo 
tiempo  instituyó  en  España  Colegios  y  Seminarios,  Audencio, 
Arzobispo  de  Toledo,  y  campanas  en  las  iglesias  el  Obispo 
San  Paulino,  natural  de  Barcelona. 

Graciano  y  Valentiniano II,  hermanos,  hijos  de  Valenti- 
niano I,  imperaron  cinco  años. 

Teodosin ,  español ,  hijo  de  Teodosio  y  de  su  mujer  Ter- 
mancia,  linaje  del  gran  Emperador  Trajano,  cuyo  nombre 
significa  en  Griego  dado  de  Dios ,  nació  en  la  villa  de  Coca, 
Obispado  de  Segovia:  imperó  10  años  y  murió  el  de  397,  de- 
jando ordenado  que  no  se  casasen  primos,  y  que  en  sus  ejér- 
citos solo  ocupasen  puestos  los  católicos. 

Arcadio  y  Honorio ,  hijos  suyos  y  de  la  Emperatriz  Placi- 
dia  su  esposa,  le  sucedieron  y  prohibieron  la  entrada  de  es- 
tranjeros,  principalmente  mercaderes,  fundándose  en  que 
además  de  traer  consigo  los  vicios  de  su  patria,  abren  las  puor- 


—  454  — 

tas  ¿  la  ruina  de  las  provincias  que  los  admiten.  En  este  tiem- 
po vinieron  contra  el  Imperio  Romano  los  Godos ,  Vándalos, 
Alanos,  Suevos,  Silingos  y  Hunnos,  gentes  septentrionales  de 
la  Scitia  de  Europa;  y  porque  de  estos  resultó  reinar  los  Go- 
dos en  España,  mostraremos  su  origen. 

Mogog,  hijo  segundo  de  Jafet,  menor  hijo  de  Noó,  fué  el 
primero  que  pobló  la  Gotia,  llamada  por  otro  nomhre  Escan* 
dinavia,  en  el  mar  septentrional,  año  después  del  diluvio  88, 
que  es  del  mundo  criado  1745;  y  fueron  sucediéndose  Beri- 
con  Gadárico,  llamado  el  Magno,  hijo  del  Rey  Balto  de  la  Sci- 
tia que  pobló  á  Dácia;  Filimer,  Zalmogen,  gran  filósofo,  Ta- 
nauso,  Harpedon^  Telefo,  que  casó  con  Laodice,  hermana 
del  Rey  Priamo  de  Troya,  Anciro,  Pagudila,  cuya  hija  Medum 
fué  esposa  del  Rey  Filipo  de  Macedonia,  Sitalco,  Borbista, 
Eumosico,  Dorpaneo,  Harpaneo,  Ostrogota,  Guida,  Geberíg, 
Hermcnerico,  Fredigerno  y  su  hijo  Atanarico,en  cuyo  tiempo 
recibieron  la  fé  de  Cristo  por  la  predicación  del  Santo  Obispo 
Gudila,  de  la  misma  nación,  inventor  de  las  letras  góticas; 
pero  duró  poco  por  haberles  enviado  el  Emperador  Valente 
arrianos^  secta  que  siguieron  hasta  el  tiempo  del  cristianísimo 
Rey  Recaredo.  Y  últimamente  reinó  entre  ellos  Radagayso  y 
Alarico  que  destruyó  á  Roma:  reinó  año  410  y  dominó  á  Ita- 
lia, por  cuya  muerte  eligieron  los  Godos  á  Ataúlfo,  cuñado 
suyo  ó  hermano  según  otros  quieren,  primer  Rey  de  esta  na- 
ción en  España ,  provincia  que  el  Emperador  Honorio  le  re- 
nunció, casando  con  su  media  hermana  Gala  Placidia^  y  que- 
dó absoluto  señor  de  ella,  en  donde  entró  año  416,  y  dio  prin- 
cipio al  tronco  de  nuestras  genealogías  reales. 

Ataúlfo,  primer  Rey  Godo  en  España,  entró  á  poseerla 
siendo  sumo  PunliTice  Inocencio  I,  imperando  en  Roma  Ho- 
norio; en  Constantinopla  Teodosio  II;  gobernándola  Francia, 
con  título  de  Duque  de  Franconia,  Marcomiro,  á  quien  tam- 
bién llaman  Merobeo,  padre  de  Faramundo,  primer  Rey  de 
aquella  corona.  Puso  Ataúlfo  su  corte  en  Barcelona,  goxando 


á  Cataluña,  la  Aquitania  y  la  Narbona;  casó  con  Gala  Placidia, 
siendo  viuda  de  Euquerio,  hijo  de  Stilicon,  pero  sin  sucesión: 
matáronle  los  suyos  en  la  misma  ciudad ,  junto  con  seis  hijos 
que  tenia  de  antes  de  casarse  con  Gala^  siendo  caudillo  de 
tan  enorme  conjuración  un  enano  llamado  Bemulfo,  en  2  de 
agosto  de  417,  habiendo  reinado  s«)is,  y  uno  solo  en  Espafia: 
está  sepultado  cerca  de  la  iglesia  mayor  en  cuyo  epitafio  se 
veian  las  armas  que  él  y  sus  sucesores  trajeron ,  compuestas 
de  un  escudo  cuartelado,  en  el  1.^  una  corona  de  oro  en  cam- 
po gules;  2.°,  tres  fajas  de  sable  en  campo  de  oro;  3.^,  un 
león  gules  en  campo  de  plata,  y  4.^,  otro  león  gules  en  campo 
de  oro. 

míos  DEL  BEY  ATAÚLFO  Y  SU  ESPOSA  GALA  PÍACmU. 

Teodosio,  llamado  así  por  su  abuelo  materno,  murió  niño, 
y  yace  en  un  oratorio  cerca  de  Barcelona.  Atailda  que  casó 
con  Jofre  de  Rocaberti,  de  quienes  descienden  los  Vizcondes 
de  Rocaberti ,  Condes  de  Peralada  y  Marqueses  de  Auglesola. 

2." 

Segerico,  sucedió  al  Rey  Ataúlfo;  fué  Príncipe  escelente  y 
valeroso,  aunque  cojo;  á  los  pocos  meses  de  reinar  le  mataron 
los  suyos,  año  417,  por  intentar  paces  con  los  Romanos^  obli- 
gado de  la  Reina  viuda  Gala  que  las  deseaba  como  católica; 
fué  sepultado  en  su  corte  de  Barcelona. 

HU06  DEL  REY  SEGERICO. 

Jeserico. 

Hunerico. 

Gudamundo.  ].  Padecieron  con  su  padre  muerte  alevosa. 

Trasamundo. 

Hilderico. 

r 

Walia,  en  idioma  címbrico,  poderoso ,  sucedió  en  la  co- 
rona á  Segerico;  envió  á  la  Reina  Gala  Placidia  á  su  hermano 


—  456- 

el  Emperador  Honorio,  que  la  casó  con  el  Conde  Constancio 
y  le  híxo  sucesor  en  el  Imperio  Romano.  Hecha  después  tre- 
gua por  Walia  y  Honorio  para  echar  de  España  á  los  Vánda- 
los, Suevos  y  Alanos,  quedaron  sujetos  á  los  Romanos.  Reinó 
Walia  tres  años  y  murió  el  de  420  en  la  ciudad  de  Tolosa, 
adonde  había  pasado  la  corte,  que  permaneció  poco  tiempo* 

Teodoredo,  según  otros  Teodorico,  fué  deudo  mas  cercano 
de  Ataúlfo,  por  cuyo  derecho  sucedió  á  Walia.  Era  del  claro 
linaje  délos  Baltos  en  la  Goüa,  procedido  de  Balto,  Rey  suyo, 
de  quien  se  deriva  la  familia  de  Valdés  en  España:  reinó  31 
años  y  murió  atropellado  de  los  suyos  en  una  sangrienta  ba- 
talla, la  mayor  que  se  aGrma  haber  visto  en  el  orbe^  porque 
pasaban  de  un  millón  los  combatientes^  y  se  dio  entre  Attila, 
Rey  de  los  Hunnos,  llamado  el  azote  de  Dios^  y  nuestro  Teo- 
doredo en  los  compos  catalánicos  cerca  de  Tolosa,  ciudad  de 
Francia,  año  451. 

HIJOS  DE  TEODOREDO. 

Friderico,  que  quiere  decir  en  Godo ,  Principe  amigo 
de  paz. 

Reccinero. 

Himerico. 

Tuvo  á  mas  dos  hijas  cuyos  nombres  se  ignoran ;  la  una 
casó  con  el  Rey  Ricciario,  de  los  Suevos  de  Galicia.  La  pri- 
mera de  ellas  recibió  la  fé  de  Cristo.  La  otra  casó  con  Hume- 
rico,  hijo  y  sucesor  del  Rey  Genserico  de  los  Vándalos  en  An- 
dalucía. 

5; 

Turismundo,  en  gótico  hombre  elocuente ,  sucedió  en  la 
corona  al  Rey  Teodoredo  su  padre:  venció  en  batalla  al  cruel 
Attila,  y  después  fué  muerto  en  Tolosa  ó  Narbona  de  Francia 
por  sus  hermanos  Teodorico  y  Eurico,  año  454^  habiendo  rei-- 
nado  tres. 


—  187  — 

6; 

Teodorieo  sucedió  á  su  hermano  Turismundo:  fué  el  pri- 
mero que  tuvo  poder  para  conquistar  tierras  en  España,  favo- 
recido del  Emperador  Valen tiniano:  fué  muy  dado  al  Gobier- 
no^ despachando  las  partes  con  brevedad  y  justicia.  Venció 
entre  Astorga  y  León  á  su  cufiado  Ricciario,  Rey  de  ]os  Sue- 
vos en  Galicia,  y  le  cortó  la  cabeza;  pero  habiendo  Teodorieo 
reinado  13  años,  le  mató  el  de  467  su  hermano  Eurico. 

HIJA  DEL  REY  TEODORICO. 

Se  ignora  su  nombre  y  se  sabe  casó  con  Remismundo, 
Re}  Suevo  de  Galicia  que  dejó  la  fé  católica  á  instancia  de 
aquella  y  se  hizo  arriano. 

r 

Eurico,  hijo  de  Teodoredo,  mató  á  su  hermano  Teodorieo 
y  se  quedó  con  la  corona:  casó  con  Sisenanda;  conquistó  mu- 
chas tierras  en  la  provincia  Tarraconense  y  las  ciudades  de 
Pamplona  y  Zaragoza;  en  Francia,  Arles,  Marsella  y  algunas 
en  Lusitania:  fué  el  primero  que  dio  leyes  escritas  á  sus  Go- 
dos, imitando  á  Semíramis  que  las  estableció  para  los  Asirlos; 
como  Minos  á  los  Cretenses;  Solón  á  los  Atenienses ;  Licurgo 
á  los  Lacedemonios;  Foroneo  á  los  Argibos;  Mercurio  Trime- 
gistro  á  los  Egipcios;  Asclepio  á  los  Rodos,  y  Numa  Pompilio 
á  los  Romanos;  nación  que  echó  de  España  después  de  ha- 
berla poseído  tantos  siglos:  reinó  16  años  y  murió  en  Arles 
el  de  483,  donde  está  sepultado. 

su  mjo 

Benudo,  de  quien  desciende  la  familia  de  Biedma  tan  ilus- 
tre en  España. 

8; 

Alarico,  sucedió  en  el  reino  á  su  padre  Eurico;  casó  con 
Teudetusa  ó  Amalasinta,  hija  del  Rey  Teodorieo  do  los  Ostro- 


—  158  — 

godos  de  Italia,  muy  docta  en  letras  griegas  y  latinas.  Tuvo 
guerra  con  Clodoveo,  primer  Rey  de  Francia ,  que  recibió  el 
bautismo  de  mano  de  San  Remigio ,  Obispo  de  Rems^  el  año 
499,  por  quien  fué  vencido  y  muerto  en  los  campos  bogladen- 
sesy  afio  503,  habiendo  reinado  23 ,  y  mandado  publicar  el 
Código  Teodosiano  recopilado  en  suma. 

Gesalarico,  hijo  bastardo  del  Rey  Alarico,  á  quien  sucedió, 
aunque  algunos  dicen  ser  su  hermano.  Tuvo  sangrientas 
guerras  con  Gundivaldo,  Rey  de  Rorgofia,  por  otro  nombre 
Java:  reinó  cuatro  años  y  murió  el  de  510,  pasando  el  rio 
Druencia  de  Francia. 

iO. 

AmalaricOy  que  en  Godo  signiGca  Principe  demuchos  ami- 
goSf  hijo  de  Alarico,  sucedió  á  su  hermano  bastardo  Gesalari- 
cOy  y  por  paces  que  hizo  con  los  Franceses  tomó  por  esposa  á 
Clotilda,  hija  del  Rey  Clodoveo,  con  quien  hubo  en  dote  los 
estados  de  Tolosa  y  otras  tierras  de  aquella  corona ;  pero 
siendo  católica  y  él  arriano,  tratándola  mal,  vinieron  sus  her* 
manos  con  el  Rey  Cbildiverto  y  entraron  en  Rarcelona,  donde 
resídia  Amalarico,  y  le  mataron  el  año  531,  habiendo  reinado 
21 ,  de  los  cuales  16  lo  hizo  su  abuelo  materno  Teodorico  Os- 
trogodo por  ser  niño.  Está  la  Reina  Clotilda  sepultada  en  la 
iglesia  de  Santa  Genoveva  de  París.  En  este  tiempo ,  y  año 
517,  se  comenzaron  en  España  las  letanías,  confirmadas  des* 
pues  en  636. 

11. 

Teudio ,  de  los  Ostrogodos,  en  nuestro  lenguaje  Godos 
orientales  como  Visigodos  occidentales,  fué  deudo  de  la  Reina 
Teudetusa,  que  le  mandó  venir  de  Italia  y  sucedió  en  la  co- 
rona á  Amalarico.  En  535  tuvo  principio  en  España  la  com- 
purgación por  el  hierro  ardiendo  al  que  se  le  imputaba  algún 
delito  sin  prueba  bastante.  Viniendo  los  Reyes  Childiverto  y 


—  159- 

sa  hermano  Glotario  con  ejército  numeroso  de  Franceses  des* 
fruyeron  la  provincia  Tarraconense  á  cuya  defensa  salió  nues- 
tro Príncipe ,  acompañado  de  su  gran  capitán  Teudiselo  y 
auxiliados  del  mártir  San  Vicente,  y  en  breve  espacio  fué  re- 
chazado el  enemigo.  Reinó  17  años,  y  le  mató  un  hombre  fin- 
giéndose loco  el  de  548,  por  haber  mandado  ahogar  en  un 
baño  á  la  Reina  Tcudetusa  que  le  habia  dado  la  regia  dig* 
ni  dad. 

12. 

Teudiselo,  Capitán  general  de  Teudio,  á  quien  sucedió  en 
la  corona,  fué  hijo  de  una  hermana  de  Totila,  Rey  de  los  Os- 
trogodos de  Italia,  y  por  haberse  depravado  en  vicios  desho- 
nestos mató  á  muchos  ',Godo3  de  España  para  quedarse  con 
sus  mujeres  y  haciendas:  los  deshonrados  aspiraron  á  liber- 
tad, dándole  muerte  en  Sevilla,  donde  tenia  su  corte,  el  año 
S49,  habiendo  solo  reinado  un  año. 

i3. 

Agila,  movió  guerra  á  Córdoba  porque  no  le  obedecía,  y 
habiendo  sido  muerto  y  desbaratado,  un  hijo  suyo  huyó  á  Mé- 
rida,  en  cuya  ciudad  le  mataron  sus  vasallos  el  año  554*,  ha- 
biendo reinado  cinco  años. 

u. 

Atanagildo,  Capitán  del  Rey  Agila ,  á  quien  sucedió,  casó 
con  Gominda,  francesa,  según  otros  española  toledana:  se 
ocupó  en  echar  de  sus  reinos  á  los  Romanos  que  él  mismo 
habia  introducido  en  ellos;  fundó  en  la  ciudad  de  Toledo  el 
monasterio  Agállense ,  orden  de  San  Benito,  donde  murió» 
año  567,  después  de  reinar  13  años. 

sus   HIJOS 

Gosuinda,  muy  católica  Princesa,  que  casó  con  Chilperíco, 
Rey  de  Soisonsen  Francia. 

Brunichilda,  también  católica,  que  casó  con  Segiberto 


# 


—  160  — 

Rey  de  Austracia,  hoy  Lorena,  hermano  de  ChilpericOy  hijos 
del  Rey  Clotarico  de  Francia  y  de  la  Reina  Gondeaca,  Prin- 
cesa de  Turingia,  nietos  de  Clodoveo,  primer  Rey  cristiano 
de  aquella  corona  y  de  la  Reina  Clotilda  su  mujer,  Princesa 
de  Borgoña.  Procrearon  á  Childiverto,  Rey  de  Austracia,  que 
de  su  esposa  Feliba  ó  Faldubrada,  hija  del  Rey  Leovigildo, 
Godo  de  España,  tuvo  á  Teodoberto,  Rey  de  Austracia,  el 
cual  engendró  en  su  consorte  Teudechilda,  Princesa  de  Tu- 
ringia,  á  Segiberto  el  Desheredado,  Rey  de  Austracia,  que 
casó  con  Eugeltruda,  hija  de  Herimberto,  Duque  deFranco- 
nia,  y  fueron  padres  de  Segiberto,  Duque  de  Alemania  y  pri- 
mer Conde  de  Habsburg  que ,  en  Luitverga ,  Duquesa  de 
Suevia,  su  mujer,  procreó  á  Otovero,  Conde  de  Habsburg, 
que  casó  con  Blesinda,  Condesa  de  Salma,  y  fueron  padres  de 
Roperto,  Conde  de  Habsburg,  que  casó  con  Hermentruda, 
Condesa  de  Gems  en  Saboya,  y  engendraron  á  Otoverto, 
Conde  de  Habsburg,  que  en  Rosina  su  esposa  tuvo  á  Ram* 
perto.  Conde  de  Habsburg,  que  casó  con  Alisa,  Condesado 
Bouro,  y  de  ellos  nació  Guntramo,  Conde  de  Habsburg,  que 
en  Rosinda,  Condesa  de  Borgoña,  su  consorte,  hubo  á  Leu- 
tardo,  Conde  de  Habsburg,  el  cual  casando  con  Berta ,  Prin- 
cesa de  Lotaringia,  procrearon  á  Luitfrido,  Conde  de  Habs- 
burg, que  en  su  mujer  Bribada,  Duquesa  de  Suevia,  tuvo  á 
Hunifredo,  sucesor  de  los  estados,  marido  de  Anastasia,  Mar- 
quesa de  Ransperg,  de  quienes  nació  Guntramo,  Conde  de 
Habsburg,  que  casó  con  Luit^rada,  Condesa  de  Brigancia,  y 
fueron  padres  de  Betzon ,  Conde  de  Habsburg ,  que  en  su 
esposa  Udahalda,  Condesa  de  Ibisperg ,  engendró  á  Rapten, 
Conde  de  Habsburg,  que  casó  con  Ida,  Princesa  de  Lotarin- 
gia, y  nació  de  este  consorcio  Uvernero,  Conde  de  Habsburg, 
que  casó  con  Hildegarda,  Condesa  de  Ferreta,  de  quienes  fué 
hijo  Otón,  su  sucesor,  que  en  su  consorte  Ida,  Condesa  de 
Homber,  tuvo  á  Uverneto,  Conde  de  Habsburg,  que  procreó 
en  Gertruda,  Baronesa  de  Star  Komberg,  su  mujer,  á  Alberto, 
Conde  de  Habsburg,  que  casó  con  Ida,  Condesa  de  PíTulen- 
doríTy  Brigamia;  nació  de  ellos  Rodulfo,  Conde  de  Habs- 


—  161  — 

burgy  que  casó  con  Inés,  Condesa  de  Stauffen,  cuyo  hijo  fué 
Alberto,  Conde  de  Habsburg,  que  en  su  esposa  Heduvige, 
Condesa  de  Kimburg,  engendró  al  esclarecido  Príncipe  Ro- 
dulfo,  primer  Emperador  de  la  gran  casa  de  Austria,  que  casó 
con  Ana,  Condesa  de  Hohemberg,  padres  de  Alberto,  primer 
Duque  de  Austria,  Emperador  de  Alemania,  que  tuvo  en  Isa- 
bel su  consorte,  Duquesa  de  Carintia ,  Condesa  de  Tirol  y  de 
Goricia,  á  Alberto,  Duque  de  Austria,  marido  de  Juana,  Con- 
desa de  Porreta,  de  los  cuales  nació  Leopoldo,  Duque  de 
Austria  y  de  Stiria,  que  casó  con  Yírida  ó  Verde,  Princesa 
de  Hilan,  y  fueron  padres  de  Ernesto,  Duque  de  Austria, 
que  casó  con  Cimburga  de  Mosovia,  de  cuyo  matrimonio  na- 
ció Federico,  tercero  del  nombre,  Emperador  de  Alemania, 
que  en  su  mujer  doña  Leonor,  Infanta  de  Portugal,  hija  del 
Rey  D.  Duarte,  procreó  al  Emperador  Maximiliano  I,  que 
casó  con  Mme.  María  Carolina,  Duquesa  de  BorgoQa  Bra- 
bante, Condesa  dePlandes,  etc.,  y  tuvieron  por  hijo  á  Feli- 
pe I,  Archiduque  de  Austria  y  demás  estados  de  su  madre, 
Rey  de  Castilla ,  padre  del  Emperador  Carlos  V,  que  lo  fué 
de  Felipe  II,  y  éste  de  Felipe  III,  de  quien  fué  hijo  D.  Feli- 
pe IV,  y  de  éste  Carlos  II. 

OTROS  UUOS  DEL  REY  ATANAtiUJ)0  Y  DE  SU  ESPOSA  GOSUINDA. 

Esteban,  que  casó  con  Lucía,  hermana  de  San  Euge- 
nio, tercero  del  nombre.  Arzobispo  de  Toledo,  y  procrearon 
al  glorioso  San  Ildefonso,  Arzobispo  también  de  aquella  ciu- 
dad en  donde  nació  el  año  609. 

Ofilon,  que  casó  con  Evancia,  hermana  de  San  Eugenio, 
y  nació  de  ellos  Ofílon,  tronco  y  progenitor  de  la  gran  casa 
de  los  Toledos. 

Liuva,  sucedió  en  el  reino  de  España  á  Atanagildo;  hizo 
compañero  en  el  Gobierno  á  Leovigildo^  hermano  suyo,  no 
hijo  como  algunos  quieren,  dándole  la  Citerior  y  quedándose 


^ 


-  168  — 

con  hGalíi  Narbonense,  y  habiendo  reinado  cinco  años,  mu- 
rió el  de  572  en  Narbona. 

16. 

LeoTigildOy  sucedió  en  la  corona  á  su  hermano ,  fué  el 
primero  de  nuestros  Reyes  Godos  que  se  mandó  llamar  Se- 
ftor.  y  usó  vestidura  de  púrpura  con  cetro  y  corona  real;  fué 
Príncipe  de  altos  pensamientos,  pues  procuró  deshacer  el  se- 
ñorío de  los  Suevos  y  Romanos  que  aun  permanecía  en  Es- 
paña: hitóles  guerra  y  ganó  muchos  pueblos.  Enmendando  las 
Wyes  góticas  promulgó  otras  de  nuevo:  trasladó  su  corte  de 
Sevilla  á  Toledo,  y  desde  entonces  se  nombra  ciudad  Real. 
Casó  dos  veces:  la  primera  con  Teodora,  hija  de  Severíano, 
Gobernador,  Duque  y  Capitán  general  de  la  provincia  de 
Cartagena .  y  hermana  de  los  Santos  Isidoro  y  Leandro,  Ar- 
zobispos de  Sevilla,  Fulgencio,  prelado  de  Cartagena  y  Ecija, 
y  de  Santa  Florentina  monja.  La  segunda  con  la  Reina  Go- 
minda,  viuda  del  Rey  Atanagildo:  reinó  cuatro  años  en  com- 
pañía de  su  hermano  Liuva,  y  solo,  hasta  14,  muriendo  cató- 
lico en  Toledo  el  de  586.  En  su  tiempo  y  año  575  vino  de 
.Vfrica  á  Espña  Donato  con  70  compañeros  y  estableció  eo 
ella  la  vida  monástica. 

iiiK>>  DE  si:  nuxEB  ]Linuxo?ao. 

San  Hermenedldo.  que  casó  año  579  con  la  Princesa  In- 
gunda .  hija  del  Rey  Se^bi»lo  de  Austracia  y  de  su  esposa 
Bruniobilda«  que  («mi  Sin  Leandro  redujo  á  su  esposo  Her- 
uiene^lJ.^  a  ii  te  cal. tica*  v  tomó  en  el  bautismo  el  nombre 
de  JudLU «  de  que  re$iilu>  aprisMoarle  su  padre  Leovigildo  en 
una  torre  ie  Sevilla «  Joade  coa  ásperos  cilicios  y  rigurosas 
renUeacias  se  armo  pan  construir  la  corona  del  martirio 
en  II  de  airil  de  3^  Dejó  un  hijo  nombrado  Teodorico 
que  iriuno  de  certa  edad  en  Constantinopla.  y  su  madre  In- 
¿ua  ii  en  P;i¿entt>K  ciudad  de  Sicilia.  La  cabeza  de  este  ilus- 
ire  aartir  tiie  ciíi^ida  por  el  Rey  D.  Felipe  II  el  año  1585 
•0  ej  KimI  cvwi^e«U>  del  Es4n>riiL 


'^ 


-  163  — 

Feliba  ó  Faldubrada ,  que  casó  con  Childeverto,  Rey  de 
Austracia^  de  quienes  procede  la  casa  de  Austria. 

fiREYE  NOTICIA  DE  LOS  REYES  SUEYOS 

QUE  RCINAKON  EN  GALICIA,  Y  SU  CRONOLOGÍA. 


1.°  Hermerico  ó  Hermeneríco,  era  Rey  de  los  Suevos 
cuando  en  411  entraron  en  España  y  ocuparon  parte  de  ella^ 
principalmente  á  Galicia:  reinó  32  años  y  murió  el  443,  en 
cuyo  tiempo  cuenta  San  Isidro  y  Paulo  Orosio  hubo  tan  gran- 
de hambre  y  pestilencia  en  España,  que  los  hombres  se  co- 
mian  unos  á  otros. 

2.^    Rechila,  su  hijo,  reinó  siete  años  y  murió  el  de  450. 

3.*^  Recciario,  su  hijo,  fué  el  primero  de  los  Suevos  que 
recibió  la  fó  do  Cristo,  dejando  la  secta  arriana;  casó  con 
hija  de  Teodoredo,  Rey  Godo  de  España:  reinó  nueve  años  y 
murió  el  de  459  por  orden  de  su  cuñado  el  Rey  Turismundo. 

4.^  Maldra  ó  Masdra,  fué  electo  Rey  de  los  Suevos;  era 
hijo  de  Mafíla,  linaje  real :  reinó  tres  años  y  murió  el  de  462. 
Luego  los  de  esta  nación  en  discordia  colocaron  por  Príncipes 
suyos  á  Frauta  y  á  Rechismundo  que  acabaron  en  breve. 

5.°  Fumario,  sucedió  en  la  corona  Sueva  por  elección, 
y  hallándose  algunos  de  los  suyos  malcontentos  levantaron 
otro  llamado  Remismuudo,  hijo  de  Maldra:  reinó  dos  años  y 
murió  en  batalla  vencido  por  Remismundo  en  464. 

6.^  Remismundo,  sucedió  y  dejó  la  fé  de  Cristo,  volvien- 
do á  la  secta  arriana  inducido  de  un  hereje  Jlamado  Ayace  ó 
Yax;  casó  con  hija  de  Teodorico,  Rey  Godo  de  España;  dejó 
por  hijo  al  Infante  Sardamiro  que  casó  con  una  gran  señora 
llamada  Salerna,  de  quienes  desciende  el  noble  linaje  de  Sar-  . 
miento. 

7.^  Teodomiro,  comenzó  á  reinar  año  558,  dejó  el  arria- 
nismo  y  se  convirtió  al  catolicismo  por  la  predicación  de  San 
Martin,  Obispo  de  Dume  Mondoñedo  y  Arzobispo  de  Braga, 
primer  capellán  mayor  suyo ,  quien  instituyó  en  España,  año 

TOMO  I.  4  4 


—  164  - 

562,  capilla  on  su  real  palacio :  reinó  12  años  y  murió  el 
de  570. 

8.°  Miro  ó  Artamiro,  sucedió  á  Teodomiro  su  padre;  casó 
con  Sisigunda:  reinó  13  años  y  murió  el  de  583  en  la  batalla 
que  se  dio  entre  el  Rey  Leovigildo  y  el  santo  Príncipe  Herme- 
negildo su  hijo.  Proceden  de  él  las  familias  de  Altamirano  y 
Arias. 

9.^  EvoricOy  hijo  y  sucesor  de  Miro,  fué  desgraciado, 
pues  se  levantó  contra  él  Andeca,  deudo  suyo,  que  estaba  ca- 
sado con  la  Reina  Sisigunda  su  madre ^  obligándole  á  entrar 
monje  en  el  convento  de  Dume;  pero  llegada  tan  abominable 
acción  á  noticia  del  Rey  Leovigildo,  vino  con  numeroso  ejér- 
cito contra  el  tirano  Andeca,  prendióle  y  cortándole  el  cabello 
por  ignominia,  que  era  la  mayor  que  entonces  se  usaba,  le 
hizo  inhábil  para  la  corona;  y  según  afirman  algunos  le  ordenó 
de  sacerdote  y  le  envió  á  la  ciudad  de  Beja  en  Portugal  á  pa- 
sar el  resto  de  su  vida;  con  lo  cual  el  reino  Suevo  de  Galicia, 
que  duró  174  años,  se  juntó  al  Godo  y  quedó  toda  España 
obediente  á  esta  nación  en  585.  Tuvieron  estos  Reyes  Suevos 
algún  tiempo  su  corte  en  la  ciudad  de  Lugo  y  otro  en  la  de 
Braga,  trayendo  por  armas  en  campo  de  oro  un  dragón  sino- 
pie,  de  quienes  procede  la  familia  de  Dragón  en  Portugal,  que 
usa  la  misma  insignia. 

17. 

Flavio  Recaredo ,  sucedió  en  la  corona  gótica  á  su  padre 
Leovigildo,  fué  hijo  del  primer  matrimonio  y  nació  en  Sevilla 
en  566;  casó  dos  veces;  la  primera  con  Bada^  hija  de  Artur, 
Rey  de  Inglaterra,  uno  de  los  nueve  que  celebra  la  fama,  aun. 
que  otros  quieren  lo  fuese  de  Fonta  Yalerico ,  Conde  de  los 
Patrimonios  en  Galicia,  de  nación  godo,  progenitor  de  los 
Valladares.  La  segunda  con  Ciodosinde,  hija  de  Segiberto, 
Rey  de  Francia,  Dejó  este  Príncipe  totalmente  la  secta  de  Ar- 
rio, y  obedeció  á  la  Iglesia  romana  en  el  tercer  concilio  tole- 
dano de  8  de  mayo  do  489,  por  donde  mereció  que  el  conci- 
lio y  el  Papa  Pelagio  II,  como  otros  San  Gregorio  Magno,  le 


^ 


—  465  - 

diesen  el  renombre  de  Católico ,  cristianísimo  y  padre  de  la 
patria.  En  el  mismo  año  dio  principio  Recaredo  á  enviar  á  dar 
la  obediencia  al  Pontífice  recien  electo,  estableciendo  también 
que  ningún  infiel  militase  bajo  las  banderas  reales.  En  su 
tiempo  hallamos  mas  clara  noticia  de  dignidades  seglares, 
principalmente  Duques  que  batian  moneda  en  sus  tierras^  lla- 
mada ducado.  Instituyó  en  España  el  Camarero  mayor,  nom- 
brando el  primero  á  Armengundo  con  nombre  de  cubiculario. 
Después  de  célebres  victorias  que  ganó  á  Romanos  y  France- 
ses en  15  años  de  reinado,  murió  en  Toledo  el  de  601,  y  está 
sepultado  en  Santa  Leocadia  de  la  Vega.  En  este  reinado  se 
tomó  el  uso  en  España  de  hacer  el  señal  de  la  cruz  albostezar, 
y  decir  Jesús  ó  Dios  te  ayude  al  estornudar,  por  ser  gran  peste 
que  se  desarrolló  en  Roma. 

HIJO  DE  RECAREDO  DEL  PRIHER  MATRIMOMO. 

Geila,  á  quien  amó  en  estremo  el  Rey  Flavio  Suintila,  su 
hermano,  entregándole  el  gobierno  y  guarda  de  su  persona; 
pero  desatento  pasándose  al  bando  de  Sisenando,  sobrino  y 
enemigo  suyo,  acabó  miserablemente. 

18- 

Liuva ,  segundo  del  nombre,  sucedió  á  Flavio  Recaredo  su 
padre;  era  hijo  del  primer  matrimonio  y  no  bastardo  como  al- 
gunos dicen;  estuvo  dotado  de  gran  cristiandad,  prudencia  y 
hermosura,  siendo  muy  amado  de  sus  vasallos,  pero  por  la 
ambición  de  reinar  le  mató  el  Conde  Witerico ,  natural  de  la 
ciudad  de  Mérida  en  Estremadura,  personaje  de  opulento  es- 
tado en  603. 

HIJO  DEL  REY  LIUVA. 

Pedro,  joven  de  heroicas  acciones,  de  donde  descienden 
los  Reyes  de  España  por  línea  de  D.  Alonso  I  el  Católico. 

19. 

Witerico,  sucedió  en  el  cetro  y  se  aventajó  en  las  guerras 


0 


—  166  — 

contra  Romanos;  masía  omnipotencia  divina  que  no  deja  bien 
sin  premio  ni  mal  sin  castigo^  permitióle  matasen  los  suyos  en 
un  banquete  en  610,  séptimo  año  de  su  reinado ,  sepultando 
su  cuerpo  vilmente  después  de  arrastrado  muchas  veces. 

HUA  DE  wrrERico. 

Hermemberga,  que  casó  con  Teodoríco,  Rey  de  Borgofta, 
nieto  de  la  Reina  Brunichilda,  hija  del  Rey  Atanagildo. 

20. 

Flavio  Gundemaro,  sucedió  á  Witerico;  fué  deudo  del  Rey 
Recaredo,  católico  Príncipe;  casó  con  Ilduara,  ilustre  se- 
ñora de  Galicia.  Después  de  grandes  victorias  que  ganó  á  los 
gascones  Franceses,  y  dos  años  de  reinado,  murió  en  Toledo 
el  de  612,  dejando  establecida  ley  que  no  se  sacasen  de  la 
Iglesia  los  delincuentes  que  á  ella  se  acogiesen. 

SI 

Sisebuto^  sucedió  en  la  corona  al  Rey  Flavio  Gundemara; 
fué  muy  celoso  de  la  religión  cristiana ,  y  persuadido  por  el 
Emperador  Heraclio  espeliese  de  su  reino  los  judíos  en  613, 
salieron  de  España  90.000  y  quedaron  en  ella  bautizados 
30.000.  Tuvo  insignes  victorias  de  los  Romanos ,  echándolo» 
fuera  de  su  corona:  dióse  á  la  historia  y  compuso  algunas 
obras ;  edificó  en  Toledo  la  iglesia  de  Santa  Leocodia ,  dond« 
murió  en  621,  habiendo  reinado  ocho  años  y  medio,  y  allí 
está  sepultado  en  la  de  la  Vega. 

HUA  DE  SISEBUrO. 

Teodora,  que  casó  con  el  Rey  Flavio  Suintila. 

22. 

Recaredo,  segundo  de  este  nombre,  sucedió  á  su  padre  Si- 
sebuto:  reinó  tres  meses. 


—  167  — 

23- 

Flavio  Suintila,  hijo  del  Rey  Recaredo  I,  del  segundo  ma- 
irimonio,  sucedió  á  Recaredo  11;  tuvo  renombre  de  padre  de 
los  pobres,  y  ocupóse  en  espeler  de  su  reino  á  los  Romanos 
con  lo  que  quedó  absoluto  Rey  de  España:  casó  con  Teodora, 
hija  de  Sísebuto,  y  murió  en  Toledo  en  631 ,  décimo  de  su 
reinado. 

HIJOS  DE  FIAVK)  SUINTIIA  DEtEGmMO  KATRIMONIO. 

Reehimiro,  que  reinó  en  compañía  de  su  padre  y  falleció 
el  mismo  año  que  él:  Sisenando  Chintila  y  Flavio  Chinda- 
suindo. 

24. 

Sisenando,  sucedió  á  Suintila  su  padre  y  Rechimiro  su 
hermano;  reformó  las  leyes  godas  que  habia  en  sus  reinos 
desde  el  año  468,  recopilándolas  en  el  libro  llamado  Fuero 
Juzgo  que  es  fuero  de  los  Jueces.  Congregó  concilio  nacional 
en  Toledo  el  año  634 ,  decretándose  que  el  Misal  y  Breviario 
de  España  fuese  uno ;  que  á  ningún  judio  obligasen  á  bau- 
tizarse por  fuerza,  y  que  se  castigasen  los  falsarios  y  ladrones 
con  azotes  y  raparles  la  cabeza  en  señal  de  perpetua  infamia. 
Murió  en  Toledo  el  año  635,  cuarto  de  su  reinado. 

25. 

Chintila,  sucedió  á  su  hermano  Sisenando;  no  tuvo  guer- 
ras porque  todo  lo  compuso  con  prudencia,  única  madre  de 
los  buenos  aciertos,  y  murió  en  Toledo  á  los  tres  años  de  su 
reinado  en  638. 

26.      • 

Tulga,  hijo  de  Chintila  á  quien  sucedió:  era  en  virtudes 
viejo  y  en  acciones  heroico;  administró  justicia  y  ostentó  li- 
beralidad haciendo  á  sus  vasallos  magníficas  mercedes :  á  los 
buenos  para  que  fuesen  mejoresiy  á  los  malos  para  que  no 


f. 


—  168  - 

fuesen  peores:  reinó  dos  años  y  murió  el  de  640:  está  sepulta- 
do en  Toledo  en  la  iglesia  de  Santa  Leocadia  de  la  Vega. 

^- 

Flavio  Ghindasvinto,  sucedió  á  Tulga  su  sobrino ;  fué  hijo 
de  Flavio  Suintila  y  de  Teodora ;  mantUTo  en  tranquilidad  sos 
reinos  por  medio  de  fíeles  gobernadores.  Congregó  concilio  en 
Toledo  en  646,  estableciendo  en  él  viniesen  los  Obispos  mas 
cercanos  por  meses  á  acompañar  la  persona  Real  en  la  corte. 
Casó  con  Rensiberga,  hija  de  Erancio,  hermano  de  San  Eu- 
geniOf  Arxobispo  de  Toledo,  donde  murió  en  650,  décimo  año 
de  su  reinado.  Fué  sepultado  con  su  esposa  en  el  monasterio 
de  San  Roman^  entre  Toro  y  Tordesillas,  fundación  suya. 

HUOS  De  ESTE  XATRIMOMO. 

Flavio  Recesvinto,  que  le  sucedió  en  la  corona. 

Teodof redo ,  Duque  de  Córdoba ,  que  casó  en  la  misma 
ciudad  con  Rezolina ,  señora  de  la  real  sangre  goda ,  y  de  ella 
luvo  i  Rodrigo,  último  Rey  de  esta  nación ;  á  Luz,  esposa  de 
Favila,  su  tio,  y  á  Grates,  Caballero  que  vivió  en  Alcántara  de 
Estremadura.  Sacaron  á  Teodofredo  los  ojos  por  mandato  del 
Rey  Witiza  en  701. 

Favila,  que  en  Godo  significa  centella^  casó  con  su  sobrina 
LuZ;.  de  quienes  nacieron  el  preclarísimo  Infante  D.  Pelayo, 
glorioso  restaurador  de  España;  doña  Teresa  que  casó  con 
Sorre  Ferrandez^  tronco  de  la  ilustre  casa  de  Sotomayor,  her- 
mano de  Arias  Ferrandez  de  Saavedra,  progenitor  de  los 
Saavedras;  D.  Leyica,  á  quien  mató  desgraciajlamentesu  ayo, 
dicho  Sorr«  Ferrandez  de  Sotomayor,  tirando  á  un  pájaro; 
doña  Recilona  á  quien  el  moro  Muza  deshonró  con  palabra  de 
esposo,  y  doña  Mana  qué  casó  con  Teodorico^  gran  Caballero 
Godo,  de  quienes  procede  la  familia  Montenegro.  Fué  muerto 
Favila  por  el  Rey  Witiza  en  la  ciudad  de  Tuy  en  705,  y  le 
$«»pultait>n  cerca  del  rio  Orbego,  en  un  lugar  llamado  Doce- 
mauos  y  después  Palacios. 

Glasttinda  Flavia^  que  casó  con  Ardebasto ,  Conde  en  Es- 


-  169  — 

paña,  de  nación  griego,  de  los  cuales  nació  el  Rey  Fiavio  Her- 
vigio,  siendo  viudo  de  Tavira  Ferrandez^  hija  de  Froila  Fer- 
randez,  progenitores  de  los  Temez,  gran  casa  de  Córdoba.  Viu- 
da Glasainda  Flavia  casó  de  segundas  nupcias  con  Casúnaldo, 
Caballero  Godo. 

28. 

Fiavio  Recesvinto,  sucedió  á  Fiavio  Chindasvinto  su  pa- 
dre, y  enmendó  las  antiguas  leyes  godas.  En  el  concilio  de 
Mérida  se  estableció  que  en  la  misa  se  haga  la  rogativa  por  el 
Rey  de  España,  Principe  y  ejércitos,  que  empieza :  Ei  fámu- 
los tuos  etc.  Tuvo  una  feliz  victoria  de  los  Gascones  que  en- 
traban en  sus  tierras:  reinó  22  años  y  murió  el  de  672,  sien- 
do sepultado  en  la  Iglesia  de  Santa  Leocadia  de  Toledo. 

29- 

Wamba,  Caballero  de  la  real  sangre  goda,  natural  de  Ida- 
ña,  ciudad  de  Portugal,  sucedió  por  elección  á  Fiavio  Reces- 
vinto,  fué  coronado  en  Toledo  y  ungido  en  la  iglesia  de  San 
Pedro  y  San  Pablo  de  Quirico  su  Arzobispo,  á  la  cual  enno- 
bleció y  cercó  de  segunda  muralla.  Reforfnó  el  clero  y  tuva 
felices  victorias,  principalmente  la  de  270  velas  de  moros  que 
venían  contra  España  en  675.  Hizo  nueva  división  de  Arzo- 
bispados y  Obispados.  Conjuráronse  contra  él  muchos  mag- 
nates, siendo  el  caudillo  Paulo,  natural  de  Grecia:  vencióles 
en  Nimes,  ciudad  de  Francia,  en  673,  y  usando  de  su  acos- 
tumbrada clemencia  les  perdonó,  cortándoles  solamente  el 
cabello  largo,  entonces  insignia  de  nobleza,  como  permaneció 
haata  reinar  en  Castilla  el  Emperador  Carlos  Y.  Traia  por  ar- 
mas una  v^cia  y  en  ella  dos  caracoles,  significando  la  renun- 
cia que  voluntariamente  hizo  en  618  de  la  pompa  majestuosa 
del  mundo,  tomando  el  hábito  de  monje  Benito  en  la  villa  de 
Pampliega,  donde  vivió  religioso  siete  años  después  de  haber 
reinado  nueve.  Su  cuerpo  fué  trasladado  á  la  iglesia  de  Santa 
Leocadia  de  Toledo. 


50. 

Flavio  Hervigioy  hijo  del  Conde  Ardebasto  y  de  Glasuinda 
Flavia,  hija  del  Rey  Chlndasvinto,  sucedió  en  la 'corona.  En 
el  concilio  toledano  de  682  se  estableció  perteneciese  á  su  Ar- 
zobispo la  provisión  de  los  Obispados  de  España  y  de  la  Ga- 
lia  Narbonense  que  vacasen  estando  el  Rey  ausente.  Dio  prin- 
cipio en  su  reino  el  oficio  de  Merinos  ó  Jueces  mayores,  de 
donde  vinieron  á  llamarse  Merindades  sus  j  urisdicciones.  Tam- 
bién se  ordenó  entonces  que  estando  algún  Godo  enfermo  lla- 
mase al  médico  y  concertase  con  él  para  curarse;  si  lo  conse- 
guía cumpliese  puntualmente  lo  prometido,  y  si  muriese,  el 
médico  pagase  las  medicinas.  Murió  en  Toledo  en  687,  siendo 
casado  con  Luivigotona  y  habiendo  reinado  seis  años:  ambos 
yacen  en  Toledo. 

51. 

Cigílona  sucedió  en  el  reino  á  su  padre  Flavio  Hervigio  y 
casó  con  Flavio  Egica,  sobrino  del  Rey  Wamba,  hijo  de  Arí- 
berga  su  hermana.  Fué  este  Príncipe  cristianísimo:  Ireinó  14 
años  y  murió  en  Toledo  el  de  701,  donde  se  halla  sepultado. 
Dejó  recopilado  nuevamente  el  Fuero  Juzgo.  En  691 ,  cele- 
brándose concilio  en  la  ciudad  de  2^ragoza,  se  estableció  que 
las  Reinas  viudas  de  España  entrasen  en  religión. 

HUOS  ESTE  MATRIMONIO. 

Oppas,  Arzobispo  de  Sevilla  é  intruso  de  Toledo,  fué  preso 
en  una  batalla  por  el  Rey  D.  Pelayo,  y  atado  á  la  cola  de  cua- 
tro caballos  fué  despezado  en  728. 

Fandina  que  casó  con  D.  Julián,  Conde  de  Ceuta^  Señor 
de  Espartaría,  que  es  Cartagena,  Consuegra,  Algecira  y  otras 
tierras  en  Lusitania ,  era  de  nación  romana ,  de  cuyo  matri- 
monio nació  Florinda,  llamada  después  por  los  moros  Cava, 
que  en  su  lengua  significa  mala  hembra,  riiina  de  España. 
Mandó  Muza  en  718  cortar  la  cabeza  al  Conde  D.  Julián,  ape- 
drear á  su  mujer  y  á  un  hijo;  prendiéronle  en  la  villa  de 


k 


—  i7i  — 
Loarte,   donde  está   sepultado  como   consta   del  epitafio. 

32. 

Witiza,  hijo  de  Flavio  Egica  y  de  la  Reina  Cigilona,  á 
quienes  sucedió,  mató  á  Favila,  Duque  de  Cantabria ,  padre 
de  D.  Pelayo,  por  querer  tener  amores  con  su  esposa  Luz,  de 
tan  inviolable  castidad ;  hizo  sacar  los  ojos  al  Duque  Teodo- 
fredo,  y  después  que  fué  Rey  su  hijo  Rodrigo  dio  la  misma 
pena  cruel  á  Witiza,  que  murió  miserablemente  prisionero  en 
Córdoba  en  711,  habiendo  reinado  10  años,  cuatro  de  ellos 
en  compañía  de  su  padre:  yace  en  Toledo. 

HIJOS  DE  wmzA. 

Evan  ó  Evanco^  á  quien  el  Rey  D.  Rodrigo  desterró  de 
España  en  711,  yéndose  á  África,  donde  le  amparó  Recila, 
Conde  y  Gobernador  de  Tánger,  gran  amigo  de  su  padre  Wi- 
tiza. Vino  en  ayuda  de  los  moros  por  capitán  de  un  grueso 
escuadrón  en  714:  murió  en  la  Península  por  orden  de  Muza 
en  718. 

Sisebuto,  que  acompañó  á  su  hermano  Evan  en  su  acción 
y  muerte. 

33. 

Rodrigo,  que  en  Godo  significa  poderoso  en  gente  y  beli- 
cosOj  hijo  de Teodofredo,  Duque  de  Córdoba,  y  de  su  mujer 
Recilona,  sucedió  á  Witiza;  tuvo  por  confesor  y  capellán  á  Lay- 
mundo  Ortega,  escritor  de  las  antigüedades  Lusitanas,  natu- 
ral de  la  ciudad  dé  Dejar,  y  también  á  Leonesindo,  Obispo 
del  Padrón  en  Galicia,  y  ¿  D.  Servando,  Obispo  de  Orense, 
que  escribió  los  sucesos  de  su  tiempo  y  el  origen  de  algunos 
linajes;  casó  D.  Rodrigo  con  Egilona,  Africana,  hija  del  Rey 
Hahomet  Abhenhedin,  la  cual  se  volvió  cristiana.  Deshonró  á 
Florinda  Cava,  dama  de  Palacio,  hija  del  Conde  D.  Julián, 
quién  viéndose  afrentado  introdujo  los  moros  en  España,  ha- 
ciendo de  un  singular  delito  una  pena  general.  Salió  á  la  de- 
fensa D.  Rodrigo  con  un  ejército  de  130,000  infantes  y 


—  172  — 

23,000  caballos  contra  los  moros  en  número  de  180,000  de  ¿ 
pié  y  40,000  de  á  caballo,  como  dice  el  moro  Abalacin,  dando 
en  las  riberas  del  rio  Guadalete,  cerca  de  Jerez  de  la  Fronte- 
ra, la  sangrienta  batalla  de  11  de  noviembre  de  714^  que  doró 
ocho  dias.  Ultrajada  la  fortuna  de  los  Godos,  los  que  queda- 
ron se  retiraron  á  Galicia,  Asturias^  montañas  de  Burgos,  Pi- 
rineos, Francia,  Italia  y  Alemania,  haciéndose  los  moros  alH 
solutos  señores  de  nuestra  católica  Península  española.  Huyó 
el  infeliz  Rey  en  su  caballo  Orelia,  que  le  presentaron  de  Fe- 
nicia, dejando  la  carroza  ó  litera  de  marfil,  y  pasóá  Portu- 
gal, donde  murió  con  tres  años  de  reinado:  yace  en  la  ciudad 
de  Viseo,  según  lo  declara  el  epitafio  que  allí  se  descubrió  el 
año  848,  reinando  en  León  D.  Ramiro  I,  que  dice:  «Aquí  yace 
Rodrigo,  último  Rey  de  los  Godos.»  Introdujeron  los  Árabes 
en  España  el  vestirse  de  seda,  la  adarga,  juegos  de  cañas,  sor- 
tijas, hacer  el  copete,  levantar  los  bigotes  y  decir  por  cortesía 
beso  la  mano,  todo  invención  de  Mahoma. 

HIJOS  DE  DON  RODRIGO. 

Egilona,  llamada  así  como  su  madre,  que  casó  con  Abde- 
laciz,  hijo  de  Muza,  concediéndola  viviese  en  la  ley  de  Cristo 
que  él  también  recibió,  y  por  ella  le  martirizaron  en  716. 

54. 

D.  Pelayo,  hijo  de  Favila,  Duque  de  Cantabria,  y  de  la 
castísima  matrona  Luz,  su  mujer  y  sobrina:  nació  en  Toledo; 
le  crió  en  la  villa  de  Alcántara,  Grafes^  su  tio,  y  vivió  algún 
tiempo  en  la  ciudad  de  Tuy ;  fué  Capitán  de  la  guardia  del 
Rey  Wítiza;  hizo  romería  á  Jerusalen  en  709,  acompañado  de 
un  Caballero  llamado  Ceballos,  y  vuelto  á  España  le  eligieron 
los  nobles  Godos  en  Covadonga,  montaña  de  Enseba,  sobre  el 
valle  de  Cangas,  cerca  del  lugar  de  Riera  en  Asturias  de  Ovie- 
do el  año  718,  por  Rey,  siendo  sumo  Pontífice  Gregorio  II, 
imperando  en  Constantinopla  León  III,  reinando  en  Lombar- 
día  Luitprando,.en  Francia  Dagoberto  II.  Honraron  á  Pelayo 
sus  vasallos  con  el  título  de  Don,  permitido  hasta  entonces 


-í 


—  173  — 

soloá  los  santos;  casó  con  doña  Gaudiosa,  cuarta  nieta  de 
OGlon,  hermano  de  Esteban,  padres  de  San  Ildefonso,  Arzo- 
bispo de  Toledo:  el  Obispo  D.  Servando,  sa  cronista  y  con- 
fesor, la  llama  Gaudrosa  Ferrandez,  y  afirma  ser  hija  de  Tra- 
samando  Ferrandez,  Conde  de  los  Patrimonios  de  Galicia, 
cargo  que  ^/Orresponde  á  Presidente  de  Hacienda:  después  de 
milagrosas  y  célebres  victorias  contra  mahometanos,  murió 
D.  Pelayo  en  Cangas  á  18  de  setiembre  de  737,  habiendo  rei- 
nado 19  años :  está  sepultado  con  su  esposa  en  la  iglesia  de 
Santa  Haría  de  Covadonga,  fundación  suya:  ganó  la  ciudad 
de  León  en  722,  y  tomó  por  armas  las  que  usaba  aquella  ciu- 
dad desde  el  tiempo  de  los  Romanos ,  á  saber:  león  rapante 
purpúreo  en  campo  de  plata,  que  son  las  Reales  de  España,  y 
antes  traia  una  cruzMe  plata  en  campo  azul.  De  sus  heroicas 
empresas  deriva  la  antigüedad  del  Consejo  de  guerra. 

HUADEDON  PELAYO  Y  DONA  6AUDI0SA. 

Doña  Falauila  Pelaez,  que  casó  con  Esveriañez  Mesia,  Ca- 
pitán general  del  Rey  su  suegro.  Señor  de  67  lugares  y  cinco 
villas  en  los  reinos  de  León  y  Galicia:  fundaron  el  convento 
de  San  Clemente,  orden  Benita^  junto  á  Melgar,  en  732, 
y  de  ellos  proceden  las  familias  de  Mesia,  Ovalle,  Parada  y 
Tabeada. 

35. 

D.  Favila,  que  en  Godo  significa  centella  j  sucedió  en  la 
corona  á  sus  padres  Pelayo  y  Gaudiosa;  casó  con  doña  Froi- 
liuva,  que  es  lo  mismo  que  Froila  López,  señora  dotada  como 
su  esposo  de  singulares  prendas  en  lo  católico,  en  lo  atento  y 
en  el  amor  de  sus  vasallos.  Así  como  el  Emperador  Adriano 
en  la  caza  se  quebró  una  pierna^  el  Infante  D.  Sancho,  hijo  de 
D.  Fernando  II  de  León,  acabó  la  vida  en  manos  de  un  oso; 
el  Rey  D.  Felipe  el  Hermoso  de  Francia  en  las  de  un  javalí; 
el  Rey  D.  Juan  I  de  Aragón  en  las  de  lobos,  y  el  Rey  D.  Dio- 
nis  de  Portugal  escapó  milagrosamente  de  las  de  un  oso:  don 
Favila  fué  muerto  por  uno  en  739,  habiendo  reinado  dos 


—  474  — 

años  y  medio,  y  está  sepultado  con  su  esposa  en  Santa  Cruz 
de  Cangas  que  fundaron,  sin  dejar  sucesión. 

36. 

Doña  Hermenesenda ,  hija  mayor  del  Rey  D.  Pelayo  y 
doña  Gaudiosa,  sucedió  en  el  cetro  á  su  hermano  *D.  Favila: 
casó  en  738  con  D.  Alfonso  I,  que  en  Godo  significa /ie/, 
amado  y  favorecido^  hijo  de  Pedro,  Duque  de  Cantabria, 
nieto  de  Recaredo,  segundo  nieto  de  Pedro  y  tercer  nieto  del 
Rey  Liuva  11^  hijo  del  famoso  Rey  Flavio  Recaredo  I.  Venció 
D.  Alfonso  á  los  moros  en  34  batallas  campales;  fué  tan  reli- 
gioso que  se  llamó  el  Católico  por  concesión  del  Sumo  Pontí- 
fice Zacarías  I  de  745.  Murió  en  757  en  Cangas,  siendo  de  64 
años  y  habiendo  reinado  18:  está  sepultado  con  su  esposa  en 
la  iglesia  dé  Santa  María  de  Covadonga. 

IIIJOS  DE  ESTE  MATRIMONIO. 

El  Infante  D.  Wimarano,  muy  esforzado  y  virtuoso,  pa- 
dre del  Rey  D.  Bermudo  I,  llamado  el  Diácont» :  matóle  en 
766  su  hermano  el  Rey  D.  Fruela. 

57. 

D.  Fruela,  hijo  de  D.  Alonso  el  Católico  y  doña  Herme- 
nesenda ú  c[uienes  sucedió:  casó  con  doña  Mencía  ó  Momera- 
na,  hija  de  Eudon  11,  Señor  do  Vizcaya,  hijo  de  Andeca,  pri- 
mer Señor  de  aquel  Estado.  Prohibió  este  Principe  el  uso  de 
casarse  los  clérigos  que  introdujo  el  Rey  Godo  Witiza.  Consi- 
guió una  gran  victoria  de  moros  en  762,  donde  murieron 
54,000,  por  cuya  causa  empezó  en  España  la  costumbre  de 
no  comer  carne  los  sábados  y  solo  grosura  en  Castilla:  reinó 
11  años  y  le  mató  su  hermano  D.  Aurelio,  vengando  á  Wi- 
marano, en  Cangas  el  año  768:  está  sepultado  con  su  esposa 
en  la  catedral  de  Oviedo. 

HIJOS  DE  ESTE  MATTIMONIO. 

D.  Alonso  11,  llamado  el  Casto. 


—  175- 

Dofta  Gimena  que  casó  clandestinamente  con  D.  Sancho 
Diazy  Conde  de  Saldafia,  uno  de  los  grandes  señores  del  Rei- 
no, de  quienes  nació  en  León  en  794  el  célebre  Bernardo, 
cognominado  del  Carpió  por  un  castillo  que  con  este  nombre 
labró  entre  Salamanca  y  Alba  de  Termes;  permanente  doma- 
dor valeroso  de  la  nación  Gálica,  terror ,  espanto  y  miedo  de 
la  morisma.  Escribe  el  Rey  D.  Alonso  el  Sabio  que  casó  en 
Francia  con  Mad.  Calinda,  bija  del  Conde  Alarcos,  de  quien 
tuvo  por  hijos  á  Cáliz  Calindez,  llamado  de  otros  Willelmo, 
y  á  doña  Calinda  Bernardo,  tronco  de  las  familias  Bernardos 
de  Quirósy  Saldañas.  Murió  el  Conde  D.  Sancho  Diaz  en  el 
castillo  de  Luna,  prisión  en  que  el  Rey  D.  Alonso  el  Casto,  su 
cuñado,  le  tenia,  y  doña  Gimena  en  el  convento  de  Santa 
Ana  de  Oviedo.  Acabó  Éernardo  del  Carpió  la  veloz  carrera 
de  su  vida  coronado  de  inmortal  fama  en  876,  de  edad  de  82 
años,  y  está  sepultado  en  el  monasterio  de  Aguilar  de  Campó. 

HUOS  DE  DON  FRUELA  FUEeA  DE  MATRIMONIO. 

El  Conde  D.  Ramón,  á  quien  otros  nombran  Yeremundo, 
que  es  Bermudp,  que  se  interpreta  Príncipe  bien  razonado, 
'  cuyos  hijos  fueron  D.  Rodrigo  Romaes  y  doña  Juana  Romaes. 
D.  Rodrigo  tronco  ilustre  de  los  Fajardos  y  Lugos:  de  aque- 
llos proceden  los  Marqueses  de  los  Velez  con  otros  títulos  y 
Caballeros.  De  los  Lugos  descienden  los  adelantados  de  Cana- 
rias, los  Señores  de  Villalba  de  Adaja  y  D.  Juan  de  Lugo  Qui- 
roga,  Cardenal  de  la  iglesia  romana  con  título  de  Santa  Bal- 
bina,  y  pasando  un  romano  á  Portugal  produjo  por  varonía  á 
D.  Gaspar  de  Seijas  Yasconcellos  y  Lugo,  del  orden  militar 
de  Cristo,  Contador  de  la  mayor  de  cuentas  de  aquel  Reino. 
Doña  Juana  Romaes,  casó  con  el  Conde  D.  Mendo  Rausona,  * 
hermano  de  Desiderio,  último  Rey  de  los  L'ongobardos  de  Ita- 
lia. De  este  matrimonio  nació  el  Conde  D.  Fruela  Méndez 
que  en  su  esposa  doña  Grísodora,  hija  del  Conde  D.  Alvaro 
de  Asturias,  hubo  al  Conde  D.  Bermudo  Froyaz  que  engen- 
dró en  su  consorte  doña  Aldonza  Rodríguez,  hija  del  Conde 
Monterroso  D.  Rodrigo  Romaes  al  valeroso  Conde  D.  Fruela^ 


—  176  — 

ó  Froyaz  Bermuez,  progenitor  por  varonía  de  la  ilustre  casa 
de  Córdoba  y  de  la  familia  de  los  Pereyras  en  Portugal. 


D.  Aurelio,  hijo  del  Rey  D.  Alonso  el  Católico  y  de  doña 
Hermenesenda,  sucedió  á  su  hermano  D.  Fruela,  y  habiendo 
reinado  seis  años  murió  sin  hijos  en  Yanguas  el  de  764»  donde 
está  sepultado  en  la  iglesia  de  San  Miguel. 

39. 

Doña  Adósinda  ó  Usenda,  hija  del  Rey  D.  Alonso  el  Cató- 
lico y  de  doña  Hermenesenda,  sucedió  en  el  Reino  ¿  su  her- 
mano y  casó  con  D.  Silo,  derivado  de  la  real  sangre  Goda, 
que  hizo  paces  con  los  moros  y  guerra  á  Galicia,  á  la  que 
venció  en  el  puerto  de  Cebreros,  cerca  de  Samos.  Dieron 
principio  en  774,  año  primero  dé  su  gobierno,  á  la  dignidad 
suprema  de  Ricos-hombres,  desde  cuyo  tiempo  comenzaron 
á'  confirmar  los  privilegios  reales,  junto  con  los  prelados.  Las 
insignias  y  armas  de  los  Ricos-hombres  eran  un  pendón  y  cal- 
dera de  oro  en  campo  gules,  mostrando  con  la  primera  tener 
facultad  de  levantar  gente  para  la  guerra ,  y  con  la  segunda 
ser  poderosos  para  sustentarla.  Duró  esta  dignidad  733  años, 
hasta  el  Rey  católico  D.  Fernando  V  que  en  1516  le  mudó  el 
nombre  en  el  de  Grandes  de  España,  dejando  desde  entonces 
de  confirmar  los  privilegios :  reinó  D.  Silo  nueve  años  y  mu- 
rió el  de  783  en  Oviedo,  donde  está  sepultado  con  su  esposa 
en  el  convento  de  San  Juan  de  Pravia  que  fundaron. 

HUO  DE  ESTE  MATRIMOMO. 

D.  Adelgasto  ó  Aldelgaster,  que  casó  con  doña  Brunilda 
de  Cantabria,  y  fundaron  el  convento  de  Santa  María  de  Oca- 
ña  de  monjes  Benitos  en  el  concejo  de  Tineo,  año  781,  donde 
están  sepultados,  dejando  entre  otros  hijos  progenitores  de 
ilustres  casas,  á  doña  Brunilda,  que  casó  con  Arias  Lucido  de 
Saavedra,  Señor  de  la  casa  de  Saavedra,  tronco  de  los  Condes 
de  Castellá,  Villalonso,  Marqueses  de  Rivas  y  Malagon. 


—  <77-- 

40. 

A  D.  Silo  y  á  doña  Adosinda  sucedió  en  el  Reino  don 
Alonso  Ily  llamado  el  Casto,  sobrino  de  la  Reina  por  ser  hijo 
del  Rey  D.  Fruela  su  hermano ,  teniendo  á  la  corona  mas  de- 
recho que  fortuna,  pues  fué  despojado  por  Mauregato,  hijo 
bastardo  del  Rey  D.  Alonso  I  el  Católico  y  de  Sisaldra  su  es- 
clava, quien  para  conservarse  se  confederó  con  Abderramen, 
primero  del  nombre,  Rey  de  Córdoba  en  783,  ofreciéndole 
cien  doncellas  en  tributo  cada  año ,  la  mitad  nobles ,  ó  qui- 
nientos sueldos  de  oro  por  cada  una  que  faltase,  moneda  que 
valia  cada  una  400  maravedís  de  los  nuestros.  Fué  casado  con 
hija  de  D.  Alonso  de  Braga :  reinó  cinco  años  y  medio  y 
murió  el  de  788  en  Pavia ,  donde  está  sepultado ,  sin  dejar 
sucesión. 

41.      . 

D.  Bermudo,  que  signiGca  bien  razonado^  primero  del 
nombre,  á  quien  llaman  el  Diácono  por  haberse  ordenado  de 
Evangelio,  fué  hijo  del  infante  D.  Wimarano  que  lo  era  del 
Rey  D.  Alonso  I  el  Católico,  sucedió  en  la  corona  á  Mauregato^ 
y  casó  con  la  ilustre  señora  doña  Usenda  y  se  apartó  de  ella 
en  791,  reconociendo  la  obligación  á  las  órdenes  sacras  que 
tenia,  y  pasó  lo  restante  de  la  vida  religiosamente,  habiendo 
reinado  seis  años  y  medio  y  renunciado  el  cetro  á  D.  Alonso 
el  Casto  su  primo  hermano,  y  murió  en  795.  Sepultáronle 
en  el  monasterio  de  San  Juan  de  Corias,  cerca  de  Tineo,  y 
después  fué  trasladado  á  la  catedral  de  Oviedo  con  su  esposa. 
En  791,  1.^  de  mayo,  dia  de  San  Felipe  y  Santiago,  acaeció 
aquella  tan  celebrada  hazaña  de  los  cinco  Caballeros  hermanos^ 
llamados  Pedro,  Sancho,  Ferrando,  Sueiro  y  Alonso,  del  li- 
naje de  losFerrandez  de  Temez,  tronco  de  la  .casa  de  Córdo- 
ba, los  cuales,  habiéndoseles  quebrado  las  espadas,  con  ramos 
de  higuera  defendieron  á  30  doncellas  que  los  Moros  llevaban 
de  tributo  en  Petoburdelo,  sitio  entre  las  ciudades  de  la  Co- 
ruña  y  Betanzos,  yendo  entre  ellas  Sancha  y  Homerana,  her- 


é 


—  478- 

manas  suyas,  por  cuya  acción  tomaron  el  apellido  Figueroa, 
y  por  armas  cinco  hojas  de  higuera  sinoples  en  campo  de  oro, 
quedando  progenitores  délas  nobles  familias  deFigueroa,  Fi- 
güera  y  Figueredo. 

HUOS  DEL  ANTERIOR  MATRIMONIO. 

Ramiro,  primero  del  nombre,  que  sucedió  en  la  corona  á 
D.  Alonso  el  Casto^  su  tío. 

D.  García,  que  reinó  con  su  hermano  D.  Ramiro  I. 

Doña  Cristiana,  que  está  sepultada  con  los  Reyes  sus 
padres. 

Dofla  Teresa  Bermudez,  que  casó  con  Gonzalo  Ovequez 
Mesia,  donde  se  propaga  este  linaje. 

hUo  de  bermudo  fuera  de  matrimonio. 
D.  Ñuño,  de  quien  desciende  la  familia  de  Bastardo. 

42. 

D.  Alonso II,  llamado  el  Casto,  nació  en  7S8,  y  después 
del  despojo  de  Mauregato  sucedió  á  su  primo  hermano  don 
Bermudo  I.  Tomó  título  de  Rey  de  Oviedo,  dejando  el  de 
León,  Asturias  y  Gijon:  casó  con  Mad.  Berta  ó  Bretinalda, 
hermana  del  Emperador  Cario  Magno ,  Rey  de  Francia,  de 
quien  no  tuvo  sucesión.  En  835  se  halló  en  Compostela  el 
cuerpo  de  nuestro  glorioso  patrón  Santiago.  Venció  en  800  la 
famosa  batalla  de  Roncesvalles  con  el  valor  de  su  sobrino  Ber^ 
nardo  del  Carpió,  y  otras  muchas  contra  los  moros.  En  el 
año  800  se  originó  el  condado  de  Castilla ,  siendo  el  primer 
Conde  D.  Rodrigo.  Estableció  D.  Alonso  que  en  juicio  y  por 
justicia  pidan  los  Reyes  á  sus  vasallos  lo  que  les  pertenece  y 
los  vasallos  á  los  Reyes:  reinó  48  años  y  medio  y  murió  el  de 
843,  de  85  años,  y  está  sepultado  con  su  esposa  en  Santa  Hab- 
ría de  Recasto^  iglesia  de  Oviedo  que  fundó. 

45. 

D.  Ramiro  I,  que  en  Godo  significa  Principe  que  se  acón-- 


seja^  hijo  del  Rey  D.  Bermudo  I  y  doña  Usenda,  sucedió  en 
la  corona  á  D.  Alonso  el  Casto  su  tío;  casó  con  doña  Urraca, 
por  otro  nombre  Paterna;  ganó  á  los  moros  la  batalla  de  Cla- 
vijo  en  los  campos  de  Albelda,  pueblo  dos  leguas  de  Logro- 
ño, en  que  murieron  60,000  moros,  libertando  á  España  del 
odioso  tributo  de  las  cien  doncellas,  que  en  61  años  que  duró 
contribuyó  con  6,100:  suceso  que  aconteció  en  25  de  mayo 
8i4.  En  esta  memoria  fundó  el  Rey  D.  Ramiro  la  cofradia  de 
la  Espada  de  Santiago  en  Galicia  para  asegurar  de  ladrones 
el  camino  á  los  peregrinos  que  visitaban  su  cuerpo ,  señalando 
13  Caballeros  en  memoria  de  Cristo  y  sus  doce  Apóstoles,  y  lo 
fueron  Velasco ,  Arias  Noguerol,  Gundicino,  Ferrandez  de 
Boan,  Ñuño  Pérez  de  Andrade,  Guillelmo  Gundimaro,  nieto 
de]  Rey  D.  Ramiro,  Diego  López  de  Lemos,  Gonzalo  Pérez  de 
Figueroa,  Ñuño  de  Biedma,  Rodrigo  de  Roíanos,  Ferrando 
Sánchez  de  Ulloa ,  Pelayo  de  Rivadeneira,  Odoario  Osores  de 
Anaya,  Adulfo  Arias  y  Ero  de  Tabeada,  origen  de  la  orden 
militar  de  Santiago,  que  después  aprobó  y  dio  regla  el  Papa 
Alejandro  III  en  1175,  en  la  cual  hubo  42  Maestres,  hasta  que 
la  incorporaron  á  su  real  persona  los  Reyes  católicos  D.  Fer- 
nando y  doña  Isabel  en  1494,  siendo  el  1.^  D.  Pedro  Fer- 
nandez Fuente  Encalada;  2.^  D.  Fernán  Diaz;  3.^  D.  Sancho 
Fernandez  de  Lemos;  4.^  D.  Gonzalo  Rodríguez;  6.®  D.  Gon- 
calo  Ordoñez;  6.°  D.  Suero  Rodriguean;  7.°  D.  Sancho  Ro- 
dríguez; 8.^  D.  Fernando  González  de  Marañon;  9.®  D.  Pedro 
Arias;  10,  D.  Pedro  González  de  Aragón;  11,  D.  Garci  Gon- 
zález de  Gandamio,  á  quien  llaman  D.  Garci  Sanz;  12,  D.  Fer- 
nán Pérez  Coci;  13,  D.  Podro  Alonso,  hijo  natural  del  Rey  don 
Alonso  X  de  León;  14,  D.  Pedro  González  Mengo;  15,  D.  Ro- 
drigo Iñiguez;  16, el  famosoD.  Payo  Pérez  Correo,  lusitano;  17, 
Gonzalo RuizGiron;  18, D.  Pedro Muñiz;  19,D.  Gonzalo  Mar- 
tel;  20,  D.  Pedro  FernandezMata;  21,  D.  Juan  Osores;  22,  don 
Diego  Muñiz;  23,  D.  Garci  Fernandez  de  Trujillo,  portugués; 
24,  D.  Vasco  Rodríguez  de  Coronado,  apellido  corrompido  en 
Cornado;  25^  D.  Vasco  López  de  Lemos;  26,  D.  Alonso  Mén- 
dez de  Guzman;  27,  D.  Fadrique,  hijo  natural  del  Rey  don 

TOMO  I.  42 


-.  180  — 

Alonso  XII;  28,  D.  García  Alvarez  de  Toledo;  20,D.GonEalo 
Mesia  de  Virues;  30,0.  Fernando  Osores;  31,  D.  Pedro  Fer- 
nandez Cabeza  de  Vaca;  32,  D.  Pedro  Muñizde  Godoy,  que  lo 
habia  sido  de  Galatrava;  33,  D.  Garci  Fernandez  de  Villagar- 
cía;  34,  D.  Lorenzo  Suarez  de  Figueroa ,  progenitor  délos 
Duques  de  Feria;  38,  el  Infante  de  Aragón  D.  Enrique,  hijo 
del  Rey  D.  Femando  I  de  aquella  corona;  36,  D.  Alvaro  de 
Luna,  Condestable  de  Castilla,  Conde  de  Santisteban ;  37,  el 
Infante  D.  Alonso,  hijo  del  Rey  D.  Juan  II  de  Castilla;  38,  don 
Beltran  de  la  Cueva,  Conde  de  Ledesma^  tronco  de  los  Du- 
ques de  Alburquerque.  Entró  segunda  vez  el  Infante  D.  Alon- 
so por  mano  del  Papa  Paulo  II,  á  súplica  de  la  orden;  39,  don 
Juan  Fernandez  Pacheco,  Marqués  de  Yillena^  de  quien  pro- 
ceden grandes  casas  en  España;  por  su  muerte  hubo  grandes 
disensiones  y  parcialidades  sobre  la  elección  de  Maestre  cuan- 
do renunció  la  dignidad  en  su  hijo  el  Marqués  Diego  López 
Pacheco  con  consentimiento  de  la  mayor  parte  de  los  13  y 
del  Rey  D.  Enrique  IV^  quedando  en  número  40.  Luego  se 
levantaron  competencias  eligiendo  el  Prior  de  San  Marcos  de 
León  y  los  13  á  D.  Alonso  de  Cárdenas,  Comendador  mayor; 
por  otra  parte  el  convento  de  Uclés  en  Castilla  declaró  Maes- 
tre á  D.  Rodrigo  Manrique,  primer  Conde  de  Paredes,  por  lo 
que  á  un  mismo  tiempo  se  hallaron  dos  Maestres,  llenando  el 
número  de  42.  Permaneciendo  D.  Alonso  de  Cárdenas  por 
capítulo  general  en  la  vida  de  Azuaga  en  1477.  Tiene  este  or- 
den 99  encomiendas  que  rentan  300,000  ducados.  Después 
que  el  Rey  D.  Ramiro  I  consiguió  célebres  victorias,  murió 
en  Oviedo  en  880:  reinó  siete  años,  quedando  sepultado  con 
su  esposa  en  la  iglesia  catedral  de  Santa  María. 

HIJOS  DEL  REY  DON  IL\llimO  I. 

D.  García,  que  yace  con  sus  padres. 
Doña  Ildonicia,  qne  nació  ciiiga. 
Doña  Hermenesenda^  que  casó  con  Gurban,  hijo  de  Neo- 
meno,  Duque  de  la  menor  Bretaña ,  que  vino  á  España  en 


—  181  — 

834,  quedando  progenitores  de  la  gran  casa  de  Guzman,  aun- 
que otros  la  derivan  del  Rey  Gundimaro,  godo. 

u. 

D.  Ordeño,  primer  hijo  de  los  Reyes  D.  Ramiro  y  doña 
Urraca  á  quienes  sucedió:  casó -con  Munia  Dona  ó  doña  Nu- 
ña,  adquirió  célebres  victorias  de  los  moros ,  haciendo  sus 
vasallos á  los  Reyes  de  Toledo,  Zaragoza  y  Huesca:  reinó  12 
años  y  murió  de  gota  en  la  ciudad  de  Oviedo  en  862^  donde 
está  sepultado  con  sus  padres  y  esposa  en  la  iglesia  catedral 
de  Santa  Haría. 

HIJOS  DEL  REY  DON  ORDONO  I. 

D.  Bermudo,  á  quien  su  hermano  el  Rey  D.  Alonso  III 
hizo  sacar  los  ojos  por  sospechas  que  tuvo  de  que  se  conjuraba 
contra  él,  pena  que  se  usaba  en  aquel  tiempo. 

D.  Ñuño  Fernandez,  compañero  de  su  hermano  en  el 
castigo,  fué  padre  de  doña  Jimena  Fernandez  ó  Hunia,  es- 
posa de  D.  Gonzalo  Nuñez,  Gobernador  de  Castilla^  hijo  del 
celebrado  juez  Ñuño  Rasura,  de  cuyo  matrimonio  nació  el 
valeroso  Conde  Fernán  González,  gloria  y  honor  de  España. 

D.  Oduario,  que  padeció  la  misma  pena  que  sus  her- 
manos. 

D.  Fruela,  que  también  le  sacaron  los  ojos. 

Doña  Aragonta  ó  Urraca,  que  casó  con  D.  Sancho  Abarca, 
Rey  de  Navarra. 

45. 

D.  Alonso  ni,  llamado  el  Magno,  cognomen  que  adquirió 
por  sus  h*)róicas  acciones  en  17  batallas  campales  ganadas  á 
los  moros,  como  también  el  título  de  Católico,  nuevamente 
confirmado  por  el  Papa  Juan  VIII  en  880.  Sucedió  en  la 
corona  á  sus  padres  D.  Ordeño  I  y  Munia  Dona :  nació  en  la 
ciudad  de  Compostela  en  860;  casó  con  Madama  Amelina,  des- 
pués llamada  doña  Jimena,  de  la  casa  real  de  Francia.  Ayu- 
dóle en  sus  empresas  militares  d  valiente  Bernardo  del  Car- 


# 


—  182- 

pío»  que  falleció  en  este  tiempo:  reioó  48  años  y  morió  en 
Zamora  el  de  910  á  la  edad  de  60,  y  está  sepultado  con  su  es^ 
posa  en  la  catedral  de  Santa  María  de  Oviedo. 

HUOS  DE  ESTE  MATRIMONIO. 

D.  Bernardo^  que  murió  niño  y  reposa  en  la  santa  iglesia 
de  Astorga. 

D.  Ramiro,  casó  con  doña  Urraca,  de  quienes  nació  don 
Alonso,  que  llamaron  Nieto  por  serlo  del  Rey  D.  Alonso  III, 
tronco  de  la  familia  de  Nieto. 

D.  Gonzalo,  á  quien  el  Rey  D.  Alonso  el  Sabio  de  Castilla 
llama  D.  Gregorio,  fué  Arcediano  de  Oviedo,  donde  yace. 

46. 

D.  García^  que  en  godo  significa  Principe  de  graciosa  9if- 
la,  sucedió  ¿  sus  padres  D.  Alonso  III  y  doña  Jimena;  casó 
con  doña  Nuña,  hija  del  Conde  D.  Ñuño  Fernandez  de  Ama- 
ya;  ganó  de  los  Moros  algunas  victorias,  y  murió  en  Zamora 
sin  sucesión  en  913^  habiendo  reinado  tres  años  y  quedando 
sepultado  en  la  catedral  de  Oviedo. 

i7, 

D.  Ordeño  II,  bijo  de  los  Reyes  D.  Alonso  III  y  doña  Ji- 
mena, sucedió  á  su  hermano  D.  García;  casó  tres  teees:  1.*, 
con  MuniaDona  ó  doña  Elvira,  hija  do  Bermudo  Gatoñex, 
hijo  del  Conde  D.  Gaton,  poblador  de  Astorga,  Señor  del 
Vierzo,  y  de  su  mujer  doña  Egilona;  2.*,  con  doña  Aragonta, 
natural  de  Galicia,  que  repudió,  y  3.*,  con  la  Infanta  doña 
Sancha,  hija  de  D.  García  Iñiguez,  Rey  de  Navarra.  Tomó 
título  de  Rey  de  León ,  dejando  el  de  Oviedo  y  Galicia ;  ad- 
quirió felices  victorias  de  los  moros,  pero  oscureció  su  fama 
la  muerte  que  mandó  dar  á  los  Condes  de  Castilla  D.  Diega 
Porcelos,  D.  Ñuño  Fernandez,  D.  Femando  Anzures,  D.  Al- 
mondarez,  tronco  de  los  de  este  apellido,  y  á  su  hijo  D.  Diego. 
Reinó  nueve  años  y  medio,  y  murió  en  Zamora  de  40  años  de 


—  183  — 

edad  el  de  923:  hállase  sepultado  en  la  catedral  de  León,  fá- 
brica suya,  con  la  Reina  doña  Elvira  su  primera  esposa. 

HIJOS  DEL  REY  DON  ORDONO  Y  DONA  ELVIRA. 

D.  Alonso  IV,  que  vino  á  suceder  en  el  Reino. 
D.  Ramiro  II,  que  también  sucedió. 
D.  García. 
D.  Sancbo. 

Doña  Jimena,  que  casó  con  Tello  de  Heneses,  de  quienes 
procede  este  ilustre  linaje. 

48. 

D.  Fruela,  segundo  del  nombre,  llamado  por  sus  severas 
acciones  el  Cruel ,  hijo  de  D.  Alonso  III  y  doña  Jimena,  su- 
cedió á  su  hermano  D.  Ordeño  II  por  quedar  sus  hijos  de 
poca  edad.  €asó  dos  veces,  la  primera  con  doña  Monílo  Gi- 
ménez, y  la  segunda  con  doña  Urraca.  En  este  tiempo,  ha- 
llándose los  castellanos  sin  sus  Condes  por  haberlos  maerto 
el  Rey  D.  Ordeño  II,  eligieron  por  jueces  y  caudillos  á  los 
celebrados  Ñuño  Rasura  y  Lain  Flavio  Calvo;  á  aquel  para  la 
administración  de  justicia,  y  á  éste  para  lo  tocante  á  la  guerra. 
D.  Fruela  reinó  un  año  y  murió  de  lepra  á  los  40  de  edad  en 
León  el  de  924:  yace  en  la  catedral  de  aquella  ciudad. 

HUOS  DE  DON  FRUELA  II. 

D.  Alonso,  á  quien  el  Rey  D.  Ramiro  II  hizo  sacar  los  ojos 
en  930. 

D.  Ordofio^  que  casó  con  la  Infanta  doña  Cristina,  bija  del 
Rey  D.  Bermudo  II,  á  quien  también  hizo  sacar  los  ojos  el 
Rey  D.  Ramiro;  está  sepultado  en  San  Isidoro  de  León ;  de 
ellos  procede  gran  nobleza  por  línea  de  D.  Peranzures  su  ter- 
cer nieto.  Señor  de  Valladolid,  Rico-home  dé  Castilla. 

D.  Ramiro  que  llevó  la  misma  pena  que  sus  hermanos,  y 
así  ciegos  los  puso  en  el  monasterio  de  San  Julián,  cerca  de 
León,  y  están  sepultados  en  el|real  convento  de  San  Isidoro  de 
aquella  ciudad. 


ú 


—  t84- 

HUOS  DE  DON  FRUELA  U  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Fruela,  de  quien  fué  hijo  D.  Pelayo  el  DiácoDO,  que 
casó  con  doña  Aldonza  Ordoñez,  nieta  del  Rey  D.  Bermu- 
do  Ily  y  fueron  padres  de  dofta  Teresa  Ordofiez^  Condesa  de 
Carrion,  madre  de  sus  Condes. 

D.  Aznar. 

D.  Ñuño  Fruela,  tronco  de  la  familia  de  Prado. 

49. 

D.  Alonso  IV,  hijo  de  los  Reyes  D.  Ordeño  II  y  doña  El- 
vira, su  primera  esposa,  sucedió  ¿  D.  Fruela  II,  tio  suyo;  casó 
con  doña  Urraca  Giménez,  bija  de  D.  Sancho  Abarca,  Rey 
de  Navarra ,  y  después  de  algunas  victorias  contra  moros, 
ayudado  del  valeroso  Conde  de  Castilla  Fernán  González,  re- 
nunció la  corona  en  D.  Ramiro  su  hermano,  y  se  entró  monje 
Benito  en  el  convento  de  Sabagun  en  927.  Después,  querien- 
do volver  al  gobierno,  le  mandó  sacar  los  ojos  Ramiro  en 
930,  y  murió  religioso  ¿  los  dos  años,  habiendo  reinado  seis 
y  medio,  y  está  sepultado  con  su  esposa  en  San  Isidoro  de 
León. 

HIJOS  DE  DON  ALONSO  IV. 

D.  Ordeño,  llamado  el  Malo,  de  quien  descienden  los  de 
este  apellido,  casó  con  la  Reina  doña  Urraca,  hija  del  Conde 
Fernán  González,  que  habia  repudiado  el  Rey  D.  Ordeño  III; 
quiso  coronarse  Rey  en  956  en  competencia  del  Bey  D.  San- 
cho I,  pero  no  prevaleció  y  murió  miserablemente  entre  los 
moros  cerca  de  Córdoba:  su  esposa  entró  religiosa  de  San 
Benito  en  el  convento  de  Santa  María  de  Lara ,  donde  está 
sepultada;  fué  hija  suya  doña  Velasquita,  mujer  del  Rey  don 
Bennudo  II,  de  qaien  derivan  los  del  linaje  de  Ordoñez,  aun- 
que otros  quieren  de  D.  Ordeño ,  hijo  bastardo  del  Rey  don 
Bermudo  11. 

D.  Alonso,  que  murió  niño  y  yace  con  sus  padres. 


^ 


—  185  — 

50, 

D.  Ramiro  11^  hijo  del  Rey  D.  Ordoño  II  y  su  primera 
esposa  doña  Elvira,  sucedió  en  la  corona  á  su  hermano  don 
Alonso  IV;  casó  dos  veces:  la  primera  con  doña  Urraca,  la  se- 
gunda con  doña  Teresa,  hija  de  D.  Sancho  Abarca,  Rey  de 
Navarra:  ganó  en  compañía  del  Conde  Fernán  González  mu- 
chas victorias  ¿  los  moros.  En  este  tiempo  tuvo  principio  no 
pagar  pechos  los  Hijos-dalgo  de  estos  reinos:  reinó  19  años  y 
murió  el  de  980  en  León,  con  gran  humildad, «repitiendo  lad 
palabras  de  Job :  «Desnudo  nací  de  mi  madre  y  desnudo  vol- 
veré á  la  tierra.»  Fué  sepultado  con  sus  dos  consortes  en  el 
convento  de  San  Isidoro  de  León ,  que  era  de  Canónigos  re- 
glares de  San  Agustin. 

iflJOS  DE  su  PRIMER  MATRIMONIO. 

D.  Sancho. 
D.  Bermudo. 

HUOS  DEL  SEGUNDO  MATRIMONIO. 

Doña  Elvira,  religiosa  en  el  monasterio  de  San  Salvador 
de  León,  para  que  lo  fundó  su  padre,  fué  sepultada  en  Oviedo. 
Doña  Aldonza,  que  es  lo  mismo  que  Alfonsa. 
D.  Audonio. 

HIJOS  DE  DON  RAMmO  11  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Alboazar  Ramirez,  que  casó  con  doña  Elena  Godinez, 
hija  de  D.  Godiño  de  las  Asturias^  en  quien  tuvo  dos  hijos, 
D.  Trastamiro  y  D.  Hermegio,  de  los  cuales  proceden  las  fa- 
milias de  Acuñas  y  Amayas.  Descienden  también  de  D.  Her- 
migio  los  Taboras  y  Tebes:  casó  este  caballero  con  doña  Dor- 
dia  Osores,  biznieta  del  Rey  D.  Ramiro  III  de  León,  de  cuyo 
matrimonio  nació  entre  otros  hijos  doña  Toda  Hermiguez 
Alboazar,  esposa  de  D.  Egas  Muñiz^  el  Gaseo,  hijo  de  D.  Mu- 
ñino  Viegas,  y  procrearon  á  D.  Hermigio  Viegas  ,  padre  de* 


f 


-  186  — 

D.  Muniño  Hermigoez,  que  casó  con  doña  Minaña,  llamada 
por  algunos  doña  Ouroana ,  de  los  cuales  nació  el  fiel  D.  Egas 
Muñiz^  que  casó  primera  vez  con  doña  Mayor  Paez  de  Silva» 
hija  de  Payo  Gutiérrez  de  Silva,  y  engendraron  á  D.  Lorenzo 
Viegas  y  á  doña  Leonor  Viegas ,  consorte  de  D.  Gonzalo  Mén- 
dez de  Amaya,  el  Lidiador:  casó  segunda  vez  D.  Egas  Mufiic 
con  doña  Teresa  Alonso,  hija  del  Conde  D.  Alonso  de  Astu- 
rias, y  de  ella  tuvo  á  D.  Alonso  Viegas ,  D.  Sueiro  Viegas, 
D.  Pedro  Viegas,  D.  Remigio  Viegas,  D.  Rodrigo  Viegas,  don 
Gonzalo  Viegas,  segundo  maestre  de  Avis,  doña  Urraca  Vie- 
gas, doña  Elvira  Viegas  y  doña  Dordia  ó  Dorotea  Viegas ,  do 
quienes  proceden  ilustres  familias  en  Portugal,  principal- 
mente los  Coellüs,  Ataides,  Albarengas,  Soverosas,  Almeidas 
y  Resendes. 

Doña  Ortega  Ramírez,  que  casó  con  Gustios  González,  her- 
mano del  célebre  Juez  de  Castilla  Ñuño  Rasura:  nació  de  ellos 
Gonzalo  Gustios,  Señor  de  Salas,  Lara  y  Barbadillo,  que  pro- 
creó  en  su  esposa  doña  Sancha  Velazquez  á  los  siete  Infantes 
de  Lara,  llamados  Diego,  Martin,  Suero,  Fernando,  Rui,  Gus- 
tios y  Gonzalo  González  y  Lara,  Ricos-homes  del  Rey  D.  Ber- 
mudo  IL  También  tuvo  Gonzalo  Gustios  por  hijo  en  Elicena, 
hermana  de  Isen,  segundo  del  nombre.  Rey  de  Córdoba,  lla- 
mado Almanzor ,  que  en  árabe  significa  defensor  de  su  Ify, 
como  el  de  Miramomelin ,  Príncipe  de  los  creyentes;  al  fa- 
moso Mudarra  González  de  Lara,  progenitor  de  los  Manriques 
de  Lara. 

51. 

D.  Ordeño  IH,  llamado  el  Fiero  por  sus  terribles  hechos, 
hijo  y  sucesor  de  D.  Ramiro  II  del  primer  matrimonio,  casó 
dos  veces:  la  primera  con  doña  Urraca^  hija  del  Conde  de 
Castilla  Fernán  González,  que  repudió;  la  segunda  con  doña 
Elvira.  Apaciguó  á  los  gallegos  y  adquirió  algunas  victorias 
de  los  moros  en  cinco  años  de  reinado ,  y  murió  en  Zamora 
el  de  955,  siendo  sepultado  con  su  segunda  esposa  en  San 
Isidoro  de  León. 


-  187  — 

HIJOS  DE  DON  ORDONO  IH  DEL  SEGUNDO  MATRIMONIO. 

D.  Bermudo  II,  que  sacedió  en  el  reino. 
Dofia  Teresa,  monja  en  el  monasterio  de  San  Julián  de 
León,  donde  yace. 

52. 

D.  Sancho  I,  llamado  el  Gordo  por  serlo  en  estremo,  fué 
hijo  de  D.  Ramiro  II  y  doña  Teresa  su  segunda  esposa;  suce- 
dió á  su  hermano  D.  Ordeño  III:  casó  con  doña  Teresa ,  hija 
de  Assur  Fernandez,  Conde  de  Monzón;  confirmó  nueva- 
mente el  no  pagar  pechos  los  Hijos-dalgo  en  966.  Se  libertó 
Castilla  de  la  sujeción  á  los  Reyes  de  León  por  no  poder  sa- 
tisfacer D.  Sancho  al  Conde  Fernán  González  un  caballo  y  un 
azor  que  le  habia  vendido  en  precio  escesivo,  y  desde  enton* 
ees  quedó  el  absoluto  gobierno  á  sus  Condes.  Rindió  el  Rey 
á  los  gallegos  y  al  Infante  D.  Ordeño  el  Malo.  Por  orden  del 
Conde  D.  Gonzalo,  á  quien  este  Príncipe  habia  perdonado  sus 
desatenciones  y  hecho  copiosas  mercedes ,  le  dieron  veneno 
en  una  manzana,  y  murió  junto  á  León  en  967,  habiendo  rei- 
nado 12  años,  y  está  sepultado  con  su  esposa  en  San  Isidoro 
de  aquella  ciudad. 

HIJOS  DE  DON  SANCHO  I. 

D.  Felipe,  que  está  sepultado  en  el  convento  de  Santa 
Clara  de  la  villa  de  Allarizen  Galicia. 

Doña  María. 

Doña  Urraca,  que  casó  con  el  Conde  Nepociano  Diaz. 

Doña  Hermenesenda,  en  quien  su  hermano  D.  Ramiro  lll 
tuvo  un  hijo  llamado  D.  Sancho  Velloso. 

5d. 

D.  Ramiro  III,  hijo  de  los  Reyes  D.  Sancho  I  y  doña  Te- 
resa, á  quienes  sucedió  á  la  edad  de  seis  años;  nació  en  961: 
casó  con  doña  Urraca  y  no  tuvo  sucesión.  Ganó  la  célebr® 
victoria  de  los  Normandos  que  entraban  en  Galicia,  destru- 


0 


—  188  — 

yendo  la  tierra:  reinó  15  años  y  murió  en  León  en  982,  y  fué 
sepultado  con  su  esposa  en  San  Isidoro  de  aquella  ciudad. 

HIJOS  DE  DON  It^MlROni  FUEAA  DE  MATRIMOMO. 

Doña  Hermesenda,  monja. 

D.  Sancho,  llamado  Belloso  porque  nació  cubierto  de 
bello:  casó  con  doña  Huñiza  de  Froyaz ,  hermana  del  famoso 
D.  Rodrigo  Froyaz,  Conde  de  Trastamara  en  Galicia,  y  tuvie- 
ron por  hijo  á  D.  Rodrigo  Belloso,  Señor  de  Cabrera  y  Ri- 
vera en  aquel  Reino^  de  quien  proceden  las  familias  de  Ri- 
verasy  Vasconcelos,  Velosos,  Vellos^  Albelos  y  Machados. 

54. 

D.  Bermudo  II,  llamado  el  Gotoso  por  serlo,  hijo  del  Rey 
D.  Ordeño  III  y  de  doña  Elvira  su  segunda  esposa,  sucedió 
en  la  corona  á  D.  Ramiro  III,  su  primo  hermano;  casó  dos 
veces:  la  primera  con  doña  Velasquita,  hija  de  la  Reina  doña 
Urraca  y  de  su  segundo  esposo  el  Infante  D.  Ordeño  el  Malo; 
la  segunda  con  doña  Elvira.  Mandó  recopilar  las  leyes  de  los 
Godos  y  que  se  guardasen  los  sagrados  cánones.  Destruyóle 
muchas  tierras  Almanzor,  Rey  de  Córdoba,  principalmente  la 
ciudad  de  León,  donde  Bermudo  tenia  su  corte,  y  por  esta 
causa  la  pasó  ¿  Oviedo,  donde  permaneció  hasta  1020  que  su 
hijo  D.  Alonso  V  la  volvió  á  León.  En  986  mataron  á  los  siete 
Infantes  de  Lara,  entregados  con  notable  traición  de  su  tio 
Rui  Velazquez  á  los  moros:  vengó  tan  grande  alevosía  Mu- 
darra  González,  medio  hermano  de  aquellos,  acción  que  su 
madrastra  doña  Sancha  Velazquez  remuneró  legitimándole, 
metiéndole  por  la  manga  de  una  camisa  ancha  y  sacándole 
por  el  cabezón  y  dándole  el  beso  de  paz  en  el  rostro;  y  así  con 
tan  estraña  ceremonia  quedó  heredero  del  Elstado.  Reinó  don 
Bermudo  17  años,  y  murió  en  el  de  999  en  Villabuena  del 
Vierzo,  siendo  sepultado  junto  á  sus  dos  consortes  en  el  real 
convento  de  San  Isidoro  de  León. 


—  i89  — 

HIJA  DE  DON  BERMUDO II  DEL  PRIMER  BLVTRIMONIO. 

Doña  Cristina  que  casó  con  el  Infante  D.  Ordoño,  hijo  del 
Rey  D.  Fruela  II,  de  quienes  nació  entre  otros  doña  Aldonza 
Ordoñez,  esposa  de  D.  Pelayo  el  Diácono,  nieto  de  D.  Fruela  II, 
y  procrearon  á  doña  Teresa  Ordoñez,  mujer  de  D.  Gómez 
Díaz,  que  otros  llaman  D.  Gonzalo  Gómez,  Conde  de  Carrion, 
Saldaña  y  Santa  Marta^  padres  de  los  memorables  Condes  de 
Carrion  D.  Diego  y  D.  Femando  González^  yernos  del  Cid: 
fundó  la  Infanta  doña  Cristina  el  convento  de  San  Salvador  de 
Comeliana,  donde  está  sepultada. 

HIJAS  DEL  SEGUNDO  MATRIMONIO. 

Doña  Teresa,  á  quien  el  Rey  D.  Alonso  V,  su  hermano, 
casó  con  Abdalá,  Rey  moro  de  Toledo  en  1012;  y  como  por 
milagro  escapase  de  sus  bárbaras  manos,  entró  monja  en  el 
convento  de  San  Pelayo  de  Oviedo,  orden  Benita.  Celébrase 
su  memoria  en  25  de  abril:  murió  en  1039  en  dicho  convento, 
donde  yace. 

Doña  Sancha,  monja  también  con  su  hermana,  donde  se 
halla  sepultada. 

HIJOS  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Ordoño,  que  casó  con  doña  Fronilda,  hija  de  D.  Pelayo 
el  Diácono,  de  quienes  [nacieron  muchos  hijos  progenitores 
de  nobles  familias. 

D.  Gonzalo,  tronco  del  linaje  Carvajal,  como  lo  afirma  el 
Rey  D.  Enrique  IV  en  la  cédula  de  título  que  ofreció  dar 
de  Conde  de  Jodar  en  1454  á  Diaz  Sánchez  de  Carvajal,  que 
existia  original  en  poder  de  D.  Miguel  de  Carvajal,  Marqués 
de  Jodar,  del  Consejo  real  de  Castilla. 

Doña  Elvira. 

Doña  Yelasquíta. 

55. 

D.  Alonso  V,  hijo  y  sucesor  de  D.  Bennudo  II  y  dofia  El- 


—  190  — 

vira  su  segunda  esposa:  nació  en  996  y  casó  con  doña  Elvira 
González^  hija  del  Conde  D.  Melendo  González,  de  nación  ga- 
llego, Sr.  del  Vierzo,  y  de  doña  Mayor  su  mujer:  reformó  las 
leyes  antiguas  de  sus  progenitores  y  dio  fueros  antiguos  á  la 
ciudad  de  León,  adonde  volvió  la  corte  en  1020.  Sitió  á  los 
moros  en  Viseo,  ciudad  de  la  corona  lusitana,  y  tirándole  de 
dentro  una  saeta  fué  muerto  en  1028,  habiendo  reinado  29 
años,  y  teniendo  de  edad  32,  habiendo  sido  sepultado  con  su 
padre  y  esposa  en  San  Isidoro  de  León. 

HUOS  DE  DON  ALONSO  V  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Ñuño  Alvarez  de  Amaya,  á  quien  debe  llamarse  don 
Rodrigo  Alvarez,  Conde  y  Gobernador  de  Asturias,  Señor  de 
Gijon,  que  casó  con  doña  Gontroda  Gutiérrez,  hijo  de  D.  Gu- 
tiérrez, de  la  casa  de  Castro,  cuyos  hijos  fueron,  entre  otros^ 
D.  Rubio,  tronca  de  la  familia  de  Salcedo,  y  doña  Teresa  Nu- 
ñez,  esposa  de  D.  Diego  Lainez,  de  quienes  nació  en  Vivar, 
pueblo  dos  leguas  de  Burgos,  el  año  1026  el  invencible  Cid 
Rui  Diaz  de  Vivar  y  doña  Tiello  Diaz,  quo  casó  con  D.  Lope 
Díaz  el  Rubio,  12.^  Señor  de  Vizcaya. 

Doña  Gimena  Alfonso,  que  casó  con  el  Conde  D.  Gómez 
Lozano,  á  quien  otros  nombran  D*  Diego  Rodríguez,  padres 
de  doña  Gimena  Gómez  Diaz,  esposa  del  valeroso  Cid  su  so- 
brino^ con  quien  yace  en  San  Pedro  de  Cárdena. 

56. 

D.  Bermudo  III^  sucedió  en  la  corona  á  sus  padres  don 
Alonso  V  y  doña  Elvira.  Nació  en  1017  y  casó  con  doña  Te- 
resa Urraca,  hija  del  Conde  D.  Sancho  García  de  Castilla, 
nieto  del  Conde  Fernán  González.  Desposó  D.  Bermudo  á  su 
hermana  doña  Sancha,  viuda  del  Conde  D.  García,  con  don 
Fernando,  Infante  de  Navarra,  y  queriendo  cobrar  algunas 
tierras  hizo  guerra  á  su  cuñado,  dándose  la  batalla  junto  á  las 
Riberas  de  Carrion ,  donde  murió  D.  Bermudo,  vencido  por 
D.  Fernando  en  1037  á  los  20  de  edad  y  nueve  de  reinado,  y 
fué  sepultado  con  su  consorte  en  San  Isidoro  de  León.  En 


■N 


-191  — 

su  tiempo  tomó  principio  el  llamarse  Infantes  los  hijos  de  los 
Reyes. 

HUOS  DE  DON  BERHTÜDO  m. 

El  Infante  D.  Alonso  que  murió  nifio^  y  vino  á  heredar 
el  reino  de  León  su  tia  doña  Sancha. 

CONDES  Y  JUECES  DE  CASTILLA. 

Habiéndose  juntadopor  primera  yez  los  Reinos  de  León,  As- 
turias y  Galicia,  con  el  de  Castilla,  daremos  cuenta  desús  Con- 
des y  Jueces,  que  tuvieron  principio  en  tiempo  del  Rey  don 
Alonso*  el  Casto  el  año  800,  siendo  el  primer  Conde  D.  Ro- 
drigo Frolaz ,  y  llegó  su  gobierno  basta  el  tiempo  de  los  Reyes 
D.  Ramiro  I  y  D.  Ordoüo  I:  era  hijo  de  D.  Fruela,  Duque  de 
Cantabria,  hermano  del  Rey  D.  Alonso  I  el  Católico,  hijos  de 
Pedro^  Duque  de  Cantabria,  descendiente  del  Rey  Flavio 
Recaredo  1.  En  la  muerte  del  Conde  D.  Rodrigo  se  originaron 
en  Castilla  la  Vieja  las  behetrías^  que  eran  casas  solariegas  ó 
heredamientos  propios,  libres  de  tributo  y  vasallaje:  tuvo  don 
Rodrigo  por  hijo  y  sucesor  en  el  Condado  de  Castilla  á  D.  Die- 
go Porcelos,  progenitor  de  las  familias  de  Porcel  en  Castilla  y 
Leitons  en  Portugal;  casó  con  doña  Gustia  Sulles,  y  procrea- 
ron á  doña  Sulabella,  esposa  de  Ñuño  Belchides,  hermano  de 
Roldan,  hijos  de  Milon,  Conde  de  Angleria^  y  sobrinos  del 
Emperador  Cario  Magno,  como  hijos  de  su  hermana  Mad.  Ber- 
ta ó  Bretinalda,  esposa  que  habia  sido  del  Rey  D.  Alonso  II 
el  Casto.  De  Ñuño  Belchides  y  doña  Sulabella^  nació  Ñuño 
Rasura,  Juez  de  Castilla,  en  compañía  para  lo  militar  de  Lain 
Flavio  Calvo,  de  nación  romano,  su  yerno,  por  estar  casado 
con  doña  Teresa  Nuñez  Bella,  hija  suya,  de  quienes  descien^ 
den  los  Castros,  Mendozas,  Haros  y  Orozcos:  de  este  matri- 
monio tuvieron  á  Fernán  Lainez,  padre  de  Lain  Fernandez,  y 
este  de  Ñuño  Lainez,  que  engendró  en  doña  Egilona  su  con- 
sorte, á  Lain  Nuñez,  de  quien  fué  hijo  Diego  Lainez,  que  casó 
con  doña  Teresa  Nuñez,  hija  de  D.  Rodrigo  Alvarez  ó  D.  Ñu- 
ño Aivarez  de  Amaya,  hijo  del  Rey  D.  Alonso  V  de  León,  de 


§ 


—  492  — 

cuyo  consorcio  nació  Rui  Díaz  el  Cid,  vos  que  en  árabe  signi- 
fica campeador  y  vencedor  y  casó  con  doña  Gimena  Gómez 
Diaz,  su  tia,  hija  del  Conde  D.  Gómez  Lozano,  según  otros 
D.  Diego  Rodríguez,  y  tuvo  en  ella  tres  hijos,  D.  Diego  Ro- 
dríguez, á  quien  mataron  los  moros  en  vida  de  su  padre  en 
la  batalla  de  Consuegra  el  año  1081,  doña  Elvira  y  doña  Sol, 
esposas,  la  primera  de  D.  Diego  González  y  la  segunda  de  don 
Fernando  González,  Condes  deCarrion;  después  casaron  doña 
Sol  con  el  Infante  D.  Pedro,  hijo  del  Rey  D.  Pedro  I  de  Ara- 
gón, sin  sucesión,  y  doña  Elvira  con  D.  Ramiro  Sánchez,  In- 
fante de  Navarra,  hijo  heredero  del  Rey  D.  Sancho  Y,  lla- 
mado García,  y  procrearon  á  D.  García  Ramirez,  séptimo  del 
nombre.  Rey  de  Navarra,  padre  de  la  Infanta  doña  Rlanca, 
que  casó  con  el  Rey  D.  Sancho  III  de  Castilla,  y  así  entró  en 
esta  corona  la  sangre  del  Cid. 

Tuvo  D.  Ñuño  Rasura,  Juez  de  Castilla,  en  su  mujerdofia 
Teuda  Urraques,  hija  de  Teudio  ó  Tendió,  adelantado  de 
Leon^  por  hijo  á  D.  Gonzalo  Nuñez,  que  le  sucedió  en  el  go- 
bierno de  Castilla,  y  casó  con  doña  Gimena  Fernandez,  hija 
de  D.  Ñuño  Fernandez,  hijo  del  Rey  D.  Ordeño  I  de  León,  y 
procrearon  entre  otros  hijos,  de  quienes  proceden  muy  nobles 
familias  como  la  de  Contreras,  al  famoso  Conde  Fernán  Gon- 
zález, que  murió  en  Rurgos  el  año  970,  habiendo  ganado  á  ios 
moros 46  batallas  campales,  y  siendo  sepultado  en  el  convento 
de  San  Pedro  de  Arlanza,  orden  de  San  Renito,  fundación 
suya ;  fué  casado  dos  veces,  la  prímera  con  doña  Urraca^  de 
quien  tuvo  á  la  Reina  doña  Urraca,  esposa  de  D.  Ordeño  III; 
la  segunda  con  doña  Sancha,  tipo  de  lealtad  y  amor  para  los 
casados.  Infanta  de  Navarra ,  hija  legítima  del  Rey  D.  Sancho 
Abarca,  y  fueron  padres  de  D.  Garci  Fernandez,  que  le  suce- 
dió en  el  Condado  de  Castilla ,  y  c^ó  segunda  vez  con  ma- 
dama Sancha  Oña,  hija  de  un  Conde  de  Francia,  llamada  por 
algunos  doña  Aba,  y  engendraron  á  D.  Sancho  García,  Conde 
de  Castilla,  que  en  1013  concedió  á  su  muy  leal  mayordomo 
Sancho  Pelayez,  natural  de  Espinosa  de  los  Monteros,  que  él 
y  los  demás  de  aquella  villa  guardasen  de  noche  la  persona 


—  195  — 

real.  Tuvo  el  Conde  D.  Sancho  García  en  doña  Urraca  su  con- 
sorte^ per  hijos,  á  D.  García,  á  doña  Nuña  y  ¿  la  Reina  doña 
Teresa  Urraca,  mujer  de  D.  Bermudo  III.  Sucedió  D.  García 
en  el  Condado  de  Castilla  á  su  padre,  y  yendo  á  casarse  con 
doña  Sancha,  hermana  de  D.  Bermudo  III  en  1029,  le  mata- 
ron en  León  D.  Rodrigo  Vola,  D.  Diego  Vela  y  D.  Iñigo  Vela, 
hijos  del  Conde  de  Nájera  D.  Vela,  tronco  de  la  familia  Vela, 
quienes  después  pagaron  su  delito^  y  heredó  el  Condado  su 
hermana  doña  Nuña,  á  quien  equivocadamente  llaman  algu- 
nos Fluirá,  que  estaba  casada  con  D.  Sancho  el  Magno,  Rey 
de  Navarra,  progenitor  de  cuantos  Príncipes  cristianos  habia 
en  1675  en  toda  Europa:  sucedió  á  su  madre  D.  Fernando, 
hijo  segundo,  primer  Rey  de  Castilla  y  del  nombre,  que  por 
casar  con  doña  Sancha,  esposa  del  Conde  D.  García  el  muer- 
to, y  hermana  del  Rey  D.  Bermudo  III  de  León,  le  heredó  en 
el  año  1037,  y  es  la  primera  vez  que  se  unieron  los  Reinos  de 
Castilla  y  León. 

57. 

Doña  Sancha,  que  significa  e$tahleciday  hija  de  losljeyes 
D.  Alonso  V  y  doña  Elvira,  viuda  de  D.  García,  Conde  de 
Castilla,  sucedió  á  su  hermano  el  Rey  D.  Bermudo  III  en  la 
corona  de  León :  casó  en  1032  con  el  Infante  D.  Fernando^ 
cuyo  nombre  en  idioma  Godo  significa  defensor  de  la  religión^ 
y  en  Turco  paz  de  la  tierra^  hijo  segundo  del  Rey  D.  Sancho 
el  Magno  de  Navarra,  y  de  doña  Nuña  su  mujer.  Condesa 
propietaria  de  Castilla ,  biznieta  del  Conde  Fernán  González; 
y  así  tomó  legítimamente  título  de  Rey  de  Castilla  por  la  ma- 
dre, y  gozó  el  de  León  por  su  consorte :  estaban  los  Reyes 
Femando  y  Sancho  en  séptimo  grado  de  parentesco,  como 
sestos  nietos  del  Rey  D.  Ordeño  I.  Pusieron  estos  Príncipes 
el  año  1037  en  el  escudo  de  sus  armas,  á  la  derecha  por  varo- 
nía el  castillo  de  oro  en  campo  gules,  insignia  de  Castilla,  y 
á  la  izquierda  el  león  rampante  de  púrpura  en  campo  de  plata, 
propias  del  reino  de  León.  En  1038  instituyeron  los  privile- 
gios rodados.  Diéronle  á  D.  Femando  sus  gloriosos  progresos 


I 


-194  — 

el  renombre  de  Magno  y  Emperador  de  Espafia :  consiguió  fe^ 
lices  victorias  de  los  moros,  ganándoles  muchas  tierras,  para 
cuyas  empresas  vendió  la  esclarecida  Reina  doña  Sancha  sus 
vestidos  y  joyas,  por  no  imponer  nuevos  pechos  á  sus  vasallos 
como  algunos  Ministros  le  aconsejaban,  diciendo  con  el  Rey 
Teodorico,  «que  cuando  la  precisa  necesidad  obligare  á  echar 
tributos  habian  de  caer  sobre  la  seda  y  no  sobre  el  sayal.»  De- 
claróse en  su  tiempo  que  Espafia  no  estaba  sujeta  al  Imperio, 
y  habiendo  Fernando  dividido  entre  sus  hijos  los  reinos  here- 
dados y  adquiridos  con  30  años  de  reinado ,  murió  en  León 
el  de  1067,  contando  60  de  edad,  donde  está  sepultado  en  San 
Isidoro,  junto  á  la  Reina  su  carísima  esposa,  que  falleció  en 
1067  monja. 

HIJOS  DE  ESTE  MATRDIONIO. 

D.  García,  hijo  tercero,  nació  en  1036;  le  dejó  su  padre  el 
reino  de  Galicia  y  la  parte  conquistada  de  Portugal,  que  des- 
pués le  tomó  el  Rey  D.  Sancho,  su  hermano  mayor,  en  1071, 
y  le  prendió  en  el  castillo  de  Luna,  habiendo  reinado  cuatro 
años,  y  allí  estuvo  hasta  que  murió  sin  sucesión  el  de  1061 
y  fué  sepultado  en  San  Isidoro  de  León. 

Doña  Urraca,  que  nació  en  1032,  á  quien  el  Rey  su  padre 
dejó  la  ciudad  de  Zamora  y  la  mitad  del  infantado  de  León» 
voz  usada  en  aquel  tiempo  para  significar  el  estado  que  se 
daba  á  los  hijos  menores  de  los  Reyes:  murió  en  1103,  y  yace 
en  San  Isidoro  de  León,  en  cuyo  sepulcro  se  intitula  Reina  de 
Zamora. 

Doña  Elvira,  que  nació  en  1034,  á  quien  su  padre  dejó  la 
otra  mitad  del  infantado  de  León  y  la  ciudad  de  Toro ,  casó 
con  el  Conde  D.  García  de  Cabra  y  Nájera,  tronco  de  la  fami- 
lia de  Albornoz:  murió  en  1101  y  fué  sepultada  con  su  her- 
mana en  San  Isidoro  de  León. 

HUOS  DE  DON  FERNANDO  FUERA  DE  HATRIMONIO. 

D.  Fernando,  á  quien  sacó  de  pila  el  Papa  Yictor  II ,  fué 
Cardenal  de  la  santa  iglesia  romana  y  legado  en  España.  Le 


üí  —  193  — 

tuvo  el  Rey  D.  Fernando  en  hija  de  D.  Ramón ,  gran  Señor 
de  Saboya,  que  el  Cid  prendió  en  batalla,  dejándola  el  padre 
en  rehenes  hasta  efectuar  las.  paces  entre  D.  Fernando  y  En- 
rique 11,  Emperador  de  Alemania,  que  en  1055  pretendia  le 
feudatase  Espafia,  mas  quedó  exenta  y  sus  Príncipes  no  reco- 
nocen en  lo  temporal  superior  á  ninguno  del  mundo. 

D.  Martin ,  llamado  por  otros  D.  Muniño  Fernandez  de 
Toro,  padre  de  doña  Gontrode  ó  Galamuñiz,  esposa  del  Conde 
D.  Gómez  Echigaz,  de  quienes  nacieron  doña  Sancha  Gómez, 
que  casó  con  el  Conde  de  Celanova  en  Galicia  y  D.  Egas  Gó- 
mez de  Sosa,  progenitor  de  esta  familia. 

58. 

D.  Sancho  11,  llamado  el  Valiente,  hijo  mayor  varón  de 
los  Reyes  D.  Fernando  I  y  doña  Sancha,  nació  en  1033  y  su- 
cedió á  sus  padres  en  el  reino  de  Castilla  hasta  el  rio  Pisuer- 
ga  con  la  Estremadura  y  la  parte  de  Navarra  hacia  el  rio 
Ebro,  que  había  ganado  Fernando  al  Rey  D.  Sancho  García 
su  sobrino,  quedando  á  D.  Alonso  YI,  segundo  hermano  suyo, 
el  reino  de  León  y  las  Asturias,  conforme  la  partición  que  se 
hizo:  casó  D.  Sancho  con  doña  Rlanca,  hija  de  D.  Garci  Sán- 
chez, sesto  del  nombre.  Rey  de  Navarra,  habiendo  algunos 
que  la  llaman  Alberta  y  que  fué  francesa.  Después  de  despojar 
al  hermano  menor,  D.  García,  de  su  Galicia  y  compeler  á  don 
Alonso  entrase  fraile  Benito  en  Saagun  en  1071,  por  usur- 
parle también  lo  que  era  suyo ,  movió  con  el  mismo  intente 
guerra  á  sus  hermanos,  en  particular  á  doña  Urraca,  á  quiei 
sitió  en  su  ciudad  de  Zamora,  hasta  que  Bellido  Dolfos,  hjo 
de  Adolfo,  el  que  mató  al  Conde  D.  Ñuño  y  á  su  mismo  paire 
ahogándole  en  el  j\o  Duero,  lo  atravesó  con  un  venaMo  á 
traición  el  año  1073,  á  la  edad  de  40,  al  sesto  y  medio  Je  su 
reinado;  fué  sepultado  en  el  convento  de  San  Salvador  de 
Gña,  orden  de  San  Benito. 

59. 

I).  Alfonso,  sesto  del  nombre ,  hijo  segundo  de  los  Reyes 

TOMO  I.  ^3 


-m-  .^    ,.. 

D.  Fernando  I  el  Magno  y  doña  Sancha^  nacÍM^en  la  ciudad 
de  Compostela  el  año  1035;  sucedió  en  la  corona  de  Castilla 
á  D.  Sancho  su  hermano  mayor,  á  la  que  juntó  la  de  LieoB, 
Galicia  y  parte  de  Portugal,  titulándose  Emperador  de  España; 
llamáronle  de  la  mano  horadada  por  su  gran^eralidad:  casó 
seis  veces;  la  primera  con  doña  Inés,  hija  de  la  antigua  casa 
de  los  Alvaroi  de  Asturias;  segunda,  con  madama  Beatriz, 
francesa;  tercera ,  con  madama  Constanza,  hija  de  Roberto, 
Duque  de  Borgofta;  cuarta,  con  madama  Isabel  ó  Berta,  hija 
del  Rey  de  Francia  Felipe  I;  quinta,  con  Zaida ,  que  quiere 
decir  Señora,  que  se  bautizó  con  el  nombre  Isabel ,  hija  de 
Ahenhamet,  Rey  de  Sevilla,  trayendo  muchas  tierras  en  dote; 
y  sesta  con  Isabela,  hija  del  Emperador  de  Alemania.  Mandó 
D.  Alonso  en  1085  se  contasen  en  España  los  caminos  por  le- 
guas, que  hasta  entonces  era  por  millas.  También  mandó  en 
1001  que  las  escrituras  se  hiciesen  en  latin.  Introdujo  en  1066 
con  gran  repugnancia  el  oficio  romano  á  instancia  del  Papa 
Gregorio  VII,  dejando  el  gótico  ó  muzárabe  en  seis  antiguas 
parroquias  de  Toledo,  y  entonces  se  originó  el  refrán,  alié  tan 
liyn  dandi  fuiaren  Rejfes.  En  1100  principió  á  correrse  en 
España  toros  en  las  fiestas  públicas,  sobre  lo  cual  el  Papa 
Pie  V  en  1567  hizo  una  constitución  contra  quien  los  corre  y 
ve  correr:  después  Clemente  Vil  en  1596  lo  permitió  con  cier- 
tas limitaciones.  Prohibió  D.  Alonso  los  baños,  que  desde  los 
Romanos  se  usaban,  por  parecerle  aflojaban  las  fuerzas  á  los 
^ue  peleaban.  Ganó  á  los  moros  célebres  victorias,  ciudades  y 
{ueblos,  principalmente  la  imperial  de  Toledo  en  lOBS,  y  bi 
cqronada  villa  de  Madrid  dos  años  antes,  poniendo  en  aquella 
poi  primer  Alcaide,  que  en  árabe  significa  Cofittm  y  gum-da 
dd  msíiUOf  al  ÍAvencible  Cid  Rui  Diaz  de  Vivar,  que  en  este 
tien^  acabó  su  vida  en  Valencia  á  10  de  julio  de  109S,  sien- 
do de  73  años,  y  habiendo  vencido  79  batallas  con  su  decan* 
tado  caballo  Babieca,  que  le  sirvió  40  años,  permaneeienda 
sus  dos  espadas,  la  colada,  en  la  real  armería  de  Madrid,  y  la 
tizona  vinculada  en  el  mayorazgo  de  los  Marqueses  de  Falces 
en  Navarra:  fué  sepultado  con  su  esposa  doña  Gimena  en  San 


—  i97  — 

Pedro  de  Cárdena.  Reinó  D.  Alonso  35  años,  y  murió  en  To- 
ledo el  de  1108,  de  edad  de  73,  y  yace  en  el  real  convento  de 
Saagun  con  cuatro  de  sus  consortes,  y  las  Isabelas  en  San 
Isidoro  de  León. 

HIJOS  DE  DON  ALONSO  VI  DEL  CUARTO  HATAIMONIO. 

Doña  Sancha,  que  casó  con  el  héroe  D.  Rodrigo  González 
de  Cisneros,  después  llamado  Girón  por  la  memorable  acción 
que  con  el  Rey  su  suegro  usó,  siendo  tronco  de  la  familia  de 
Girón;  murió  en  1141  y  está  sepultado  en  la  santa  iglesia  de 
Falencia. 

Doña  Elvira,  que  casó  con  Rogerio,  Rey  de  Ñápeles  y  Si- 
cilia, en  quien  tuvo  real  descendencia  de  grandes  Príncipes, 
y  yace  con  su  padre  en  Saagun. 

HUO  DEL  QUINTO  MATRIMONIO. 

D.  Sancho,  que  murió  en  la  batalla  de  Uclés,  de  11  años, 
el  de  1100,  en  compañía  de  su  ayo  D.  García,  Conde  de  Cabra 
y  Nájera:  fué  sepultado  con  su  padre. 

HUOS  FUERA  DE  MATRIMONIO  BN  DONA  GIMENA  NUNEZ  DB 
OCZMAN,  HUA  DELGONDE  DON  ALVARO  DÍAZ  DE  GUZMAN,  BIGQ- 
HOME  DE  CASTILLA,    SESTO    SEÑOR  DE     LA    CASA   DB    GUZMAH 

Y  PROGENITOR  DE   ELLA. 

Doña  Elvira  Alonso  de  Guzman,  que  casó  con  D.  RamoSi 
Conde  de  Tolosa  y  San  Gil,  uno  de  los  poderosos  señores  de 
Francia,  que  murió  en  la  ciudad  de  Trípoli  de  Suria,  andando 
en  las  guerras  de  la  Tierra  Santa  en  1101,  cuaivdo  se  unieron 
los  Príncipes  cristianos  de  Europa  para  tan  gloriosa  empresa, 
llevando  por  Capitán  general  á  Gudifredo  de  Bullón,  Duque  de 
Lotharingia,  con  600,000  infantes  y  60,000  caballos,  en  cuyo 
tiempo  dio  principio  el  hermitaño  Pedro  Francés,  motivador 
de  esta  santa  liga,  al  rezo  por  cuentas:  dejaron  doña  Elvira  y 
D.  Ramón  por  hijos  á  D.  Beltran,  que  hizo  grandes  hazañas 
en  aquella  espedicion,  padre  de  Ponce,  Conde  de  Trípoli,  que 


—  198  — 

casó  con  madama  Cecilia ,  hija  del  Rey  Felipe  I  de  Francia, 
viuda  que  era  de  Tancredo,  Príncipe  de  Antioquía,  y  pro- 
crearon á  Raimundo,  que  casó  con  Odierna,  hija  de  Baldui- 
no  11  Rey  de  Jerusalen.  Otro  hijo  de  doña  Elvira  y  D.  Ra- 
món fué  D.  Alonso  Jordán,  apellido  que  le  dio  el  rio  Jordán 
donde  le  bautizaron:  sucedió  á  su  padre  en  el  condado  de  To- 
losa  y  San  Gil,  cuyo  hijo  fué  el  Conde  D.  Ramón,  y  de  él 
otro  del  mismo  nombre,  y  de  este  otro  Ramón,  padre  de  ma- 
dama Juana,  Condesa  de  Tolosa  y  Poitiers,  esposa  del  Conde 
Alonso,  hermano  del  Rey  San  Luis,  quienes  por  no  dejar  hi- 
jos pasaron  sus  Estados  á  la  corona  real  de  Francia. 

Doña  Teresa  Alfonso  de  Guzraan,  que  casó  con  D.  Enri- 
que, hijo  de  Enrique  y  su  esposa  Sibila,  nieto  de  Roberto, 
Duque  de  Borgoña,  y  de  Elia  de  Semer,  y  viznieto  del  cris- 
tianísimo Rey  de  Francia  Roberto  el  Deseado,  y  de  madama 
Constanza.  Dióle  el  Rey  D.  Alonso  su  padre  en  dote  las  tier- 
ras que  tenia  en  Portugal^  con  título  de  condado,  de  que  tomó 
posesión  en  1090^  gobernando  la  nave  de  San  Pedro,  Urba- 
no 11;  imperando  en  Occidente  Enrique  IV;  en  Oriente  Alexio 
Cogneno;  reinando  en  Francia  Felipe  I;  en  Inglaterra  Guillel-  ' 
mo  II;  en  Escocia  Malcolmo  III;  en  Polonia  Uladislao;  en 
Hungría  Colomano;  en  Navarra  y  Aragón  D.  Sancho  Ramírez; 
siendo  Conde  de  Barcelona  D.  Ramón  Arnaldo  -Berenguer.  Y 
así  quedaron  tronco  y  progenitores  de  los  Reyes  lusitanos. 
Murió  doña  Teresa  en  1.°  de  noviembre  de  4130,  y  fué  sepul- 
tada en  la  catedral  de  Braga  con  su  esposo  D.  Enrique,  que 
falleció  en  Astorga  en  illií,  teniendo  77  de  edad  y  22  de  go- 
bierno, habiendo  ganado  á  los  moros  17  batallas  campales,  y 
siendo  sus  armas  una  cruz  azur  en  campo  de  plata. 

HIJOS  DE  LOS  CONDES  DE  PORTUGAL  DONA  TERESA  Y  DON  ENRIQUE. 

D.  Alonso  Enriquez,  primer  Rey  de  Portugal. 

Dofia  Sancha  Enriquez,  que  casó  con  D.  Fernán  Méndez, 
gran  Señor  en  Traslosmontes,  de  quien  no  tuvo  sucesión;  ha- 
bía sido  casado  primera  vez  con  doña  Teresa  Suarez,  hija  de 


—  199  - 

Sueiro  Méndez  de  Amaya  el  Bueno,  y  quedó  progenitor  de 
ilustres  linajes. 

Doña  Teresa  Enriquez. 

Doña  Urraca  Enriquez,  hija  mayor:  casó  con  D.  Bermudo 
Pirez  ó  Pérez,  Conde  de  Trastamaraen  Galicia,  hijo  del  Conde 
D.  Pedro  Fernandez  de  Trava,  de  quien  procede  la  familia 
de  Lima. 

HIJO  DE  DON  ENRIQUE  FUERA  DE  MATWMONIO. 

D.  Pedro  Alonso,  primer  maestre  del  orden  militar  de  Avis, 
quien  en  1165,  al  fin  de  su  vida,  tomó  el  hábito  de  San  Ber- 
nardo en  el  real  convento  de  Alcobaza,  donde  está  sepultado. 

CRONOLOGÍA  DE  LOS  REYES  LUSITANOS. 

FILIACIÓN  DE  LOS  DB  CASTILLA. 

1.^  D.  Alonso  Enriquez,  primer  Rey  lusitano:  nació  en 
la  villa  de  Guimaraens  el  año  {09\;  se  coronó  Rey  el  de  1139, 
después  de  haber  ganado  la  milagrosa  batalla  del  campo  de 
Crique  á  cinco  régulos  moros  que  conduelan  cien  hombres 
porcada  uno  de  los  de  D.  Alonso  Enriquez,  en  25  de  julio, 
dia  de  Santiago  del  mismo  año  1139,  y  entonces  organizó  sus 
armas  con  cinco  quinas  azures  en  campo  de  plata,  y  en  cada 
una  cinco  dineros  del  propio  metal ,  que  con  las  cinco  gran- 
des hacen  30,  en  memoria  de  Ios30  dineros  en  que  Judas  vendió 
á  Cristo.  Confirmáronle  el  título  de  Rey  Inocencio  11,  Sumo 
Pontífice  en  1142,  y  Alejandro  III  en  1179;  casó  con  doña  Mafal- 
da,híjalegítima  de  Amadeo,  segundo  Conde  deMoriana  y  pri- 
mero de  Saboya:  reinó  40  años,  sin  contar  nueve  que  antes  ha- 
bia  gobernado:  vivió  9 1  y  murió  el  de  1185  en  Coimbra,  donde 
está  sepultado  con  su  esposa  en  el  conventode  Santa  Cruz  de  Ca- 
nónigos reglares  de  San  Agustin,  que  fundó,  con  mas  149  tem- 
plos y  monasterios  á  su  costa.  Ganó  á  los  moros  la  ciudad  de 
Lisboa  en  25  de  octubre  de  1147,  y  mandó  á  su  confesor  Juan 
Camelo  escribiese  un  nobiliario  de  los  Caballeros  que  valere- 


—  ÍOO  — 

sámente  le  ayudaron  en  las  empresas  militares  para  memoria 
de  su  posteridad.  Instituyó  la  orden  militar  de  Avisen  1147, 
aprobada  el  de  1162  por  poder  que  para  ello  dio  el  Obispo  de 
Ostia,  legado  en  España  del  Papa  Alejandro  III,  á  fray  Juan 
Cerita,  Abad  de  San  Juan  de  Taroca,  y  fué  su  primer  Maestre 
D.  Pedro  Alonso,  hermano  del  Rey ;  2.^,  D.  Gonzalo  Viegas; 
3.°,  D.  Fernán  Diañez;  4.^,  D.  Fernán  Ruiz  Montero;  8.®, 
D.  Martin  Fernandez;  6.*^,  D.  Simón  Suarez;  7.°,  D.  Egas 
Martinez;  8.^,  D.  Juan  Pirez;  9.^,  D.  Lorenzo  Alonso;  10,  don 
García  Pirez;  11,  D.  Gil  Martinez  de  Otero,  que  después  fué 
primer  Maestre  de  la  orden  de  Cristo;  12,  D.  Vasco  Alonso; 
13,  D.  Gil  Pirez;  14,  D.  Alonso  Méndez;  15,  D.  Gonzalo  Baz; 
16,  D.  Esteban  González  Leitan;  17,  D.  Juan  Ruiz  Pimentel; 
18,  D.  Juan  Alonso  de  Acosta;  19,  D.  Diego  García;  20,  don 
Martín  de  Avelar;  21,  D.  Juan,  hijo  natural  del  Rey  D.  Pedro, 
que  vino  á  ser  Rey  de  Portugal;  22,  D.  Fernán  Ruiz  de  Si- 
qucira.  Luego  hubo  Gobernadores  lo  mismo  que  Maestres,  y 
siguen  23;  el  Infante  D.  Fernando,  hijo  del  Rey  D.  Juan  el  I; 
24,  el  Condestable  D.  Pedro,  hijo  del  Rey  D.  Juan  el  I;  25,  el 
Rey  D.  Juan  II,  siendo  Príncipe;  26,  su  hijo  el  Príncipe  don 
Alonso;  27  y  último,  D.  Jorge  de  Alcaustre,  hijo  natural  del 
Rey  D.  Juan  II,  en  cuyo  tiempo  unió  este  maestrazgo  á  su  co- 
rona el  Rey  D.  Manuel  por  concesión  apostólica.  Tiene  la  or- 
den de  Avis  73  encomiendas,  que  rentan  67,350  ducados  de 
plata.  Creó  D.  Alonso  Enriquez  en  Portugal  el  año  1184  la 
dignidad  de  Almirante,  nombrando  el  1.^  á  D.  Fuas  Roufino, 
y  después  en  tiempo  del  Rey  D.  Díonis  lo  fué;  2.^,  Ñuño 
Fernandez  Cogomino;  3.^,  Esteban  Vaez  de  Barbuda;  4.^, 
Manuel  Pezaño,  genovés;  5.°,  Carlos  Pezaño,  reinando  don 
Alonso  IV;  6.**,  Bartolomé  Pezaño,  por  el  Rey  D.  Pedro;  7.^ 
Lanzarote  Pezaño  en  el  mismo  reinado;  8.^,  D.  Juan  Alonso 
Tellode  Meneses,  Conde  de  Barcclos,  hermano  de  la  Reina 
doña  Leonor  Tellez  de  Meneses  en  el  reinado  de  D.  Femando 
su  cuñado;  9.^,  Manuel  Peñazo  en  el  del  Rey  D.  Juan  I;  10, 
Carlos  Peñazo  en  el  mismo  reinado;  11,  D.  Pedro  de  Meneses, 
Conde  de  Villarreal;  12,  Rui  de  Meló,  por  el  Rey  D.  Alón- 


—  801  — 

so  V;  13^  Pedro  de  Alburquerque;  14,  Lope  Vax  de  Acebedo, 
reinando  D.  Juan  II;  18,  Antonio  de  Acebedo,  en  el  de  don 
Manuel;  16,  D.  Lope  de  Acebedo,  por  el  Rey  D.  Joan  III;  17, 
Antonio  de  Acebedo,  reinando  D.  Sebastian;  18;  D.  Juan  de 
Acebedo,  en  tiempo  del  Rey  D.  Felipe  11;  19,  D.  Lope  de 
Acebedo,  en  los  de  D.  Felipe  III  y  IV;  SO,  D.  Juan  de  Ace- 
bedo, hasta  el  año  1640. 

HIJOS  DEL  REY  DON  ALONSO   ENRIQUEZ. 

D.  Sancho,  que  le  sucedió  en  la  corona. 

Doña  Mafalda,  cuyo  matrimonio  se  contrató  con  D.  Alon- 
so II  de  Aragón  en  1160. 

D.  Enrique ,  que  murió  niño. 

Doña  Sancha. 

Doña  Urraca,  primera  esposa  de  su  primo  segundo  D.  Fer- 
nando, Rey  de  León,  con  quien  casó  en  1169. 

Doña  Teresa,  que  casó  en  1184  con  Felipe  I,  Conde  de 
Flandes ,  la  cual  murió  en  1218  ahogada  en  un  lago  junto  á 
Fumes,  hoy  llamado  harranco  de  la  Reina,  en  aquellos  Esta- 
dos ,  y  fué  sepultada  en  el  monasterio  de  Claraval  en  Bor- 
goña. 

D.  Juan,  que  murió  de  corta  edad. 

HUOS  FUERA   DE  ILiTRIMONIO. 

D.  Femando  Alonso,  Alférez  de  la  casa  real. 

D.  Pedro  Alonso,  Maestre  del  orden  militar  de  San  Juan 
de  Rodas,  que  murió  en  1.^  de  marzo  de  1207,  y  está  sepul- 
tado en  San  taren  en  la  iglesia  de  San  Juan. 

Doña  Teresa  Alonso ,  (¡ue  casó  dos  veces;  la  primera  con 
D.  Sancho  Nuñez  de  Barbosa,  progenitor  de  este  linaje,  hijo 
de  D.  Ñuño,  Conde  de  Celanova  en  Galicia,  hermano  de  San 
Rosendo,  hijos  los  dos  del  Conde  D.  Gutierre  Arias  Méndez; 
la  segunda  con  D.  Fernando  Martínez  el  Bravo,  Señor  de 
Braganza. 

Doña  Urraca  Alonso,  que  casó  con  Pedro  Alonso  Viegas, 
nieto  del  famoso  D.  Egas  Muñiz. 


-  202  — 

2.^  D.  Sancho  I,  llamado  el  Poblador,  hijo  del  Rey  don 
AloDSO  Enriquez  y  doña  Mafalda,  nació  en  la  ciudad  de  Coim- 
bra  en  1154:  casó  con  doüa  Aldonza  Berenguer,  parientes 
en  quinto  grado,  hija  de  D.  Ramón  Berenguer,  último  Conde 
de  Barcelona,  y  de  doña  Petronila  su  esposa,  Reina  propieta- 
ria de  Aragón:  reinó  26  años,  vivió  58,  y  murió  el  de  1212  en 
Coimbra,  donde  está  sepultado  en  el  convento  de  Santa  Cruz 
con  su  consorte,  que  falleció  en  1198. 

HIJOS  DEL  REY  DON  SANCHO  I. 

D.  Alonso,  que  le  sucedió  en  el  cetro. 

D.  Fernando,  que  nació  en  1180,  y  casó  en  1211  con  ma- 
dama Juana,  Condesa  de  Flandcs,  hija  única  heredera  de 
Baldovino,  Emperador  de  Cunstantinopla:  murió  en  1233  sin 
sucesión,  y  fué  sepultado  con  su  esposa  en  el  monasterio  de 
Market,  en  los  Paises  Bajos. 

D.  Pedro,  Conde  de  Urgel  en  Cataluña,  Señor  del  reino 
de  Mallorca'y  ciudad  de  Segorve  en  Valencia,  nació  en  1187, 
y  en  el  de,.1248i  ayudó  al  Santo  Rey  D.  Fernando  de  Castilla 
en  la  conquista  de  Sevilla:  casó  en  1231  con  Aurembiax,  hija 
de  Armengol,  Conde  de  Urgel,  de  quien  no  tuvo  sucesión: 
murió  en  Mallorca  en  1258,  donde  estuvo  sepultado  en  la  sa- 
cristía del  convento  de  San  Francisco,  que  se  prendió  fuego, 
quemándose  su  túmulo  de  alabastro  con  los  huesos  del  In- 
fante. Dejó  fuera  de  matrimonio  por  hijos  á  D.  Rodrigo,  su- 
gelo  eminente  en  letras,  y  á  D.  Fernando. 

D.  Enrique,  que  nació  en  1189  y  murió  de  poca  edad, 
siendo  sepultado  en  Santa  Cruz  de  Coimbra. 

D.  Raimundo,  que  murió  niño  y  yace  con  su  hermano. 

Doña  Teresa,  que  casó  en  1190  con  el  Rey  D.  Alonso  X 
de  León,  su  primo  hermano;  murió  el  de  1250,  siendo  sepul- 
tada en  el  monasterio  de  Lorban,  orden  de  San  Bernardo, 
donde  entró  religiosa,  reformándolo  y  dolándolo  de  copiosas 
rentas,  casa  real  dos  leguas  de  la  ciudad  de  Coimbra. 

Doña  Mafalda,  que  casó  en  1215  con  el  Rey  D.  Enrique  I 
de  Castilla,  era  prima  tercera  del  Rey  D.  Alonso  IX,  padre  de 


—  203  — 

su  esposo  Enrique;  murió  en  1256,  y  fué  sepultada  en  el  mo- 
nasterio do  Aroca,  orden  de  San  Bernardo,  el  cual  reformó 
siendo  religiosa. 

Doña  Sancha,  que  murió  en  1229  y  yace  en  el  canvento 
de  Lorban ,  y  fundó  el  de  San  Francisco  de  Alenquer  en 
Portugal. 

Doña  Blanca,  Señora  de  la  ciudad  de  Guadalajara  en 
Castilla,  murió  sin  casar  en  1240,  y  fué  sepultada  en  Santa 
Cruz  deCoimbra. 

Doña  Berenguela,  que  falleció  de  poca  edad  y  yace  con  su 
hermana  doña  Blanca. 

UIJOS    DR  DON  SANCHO  I  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Martin  Sánchez,  Conde  de  Trastamara  en  Galicia,  Ade- 
lantado del  Reino  de  León,  que  casó  con  doña  Ello  ú  Olalla 
Pérez  de  Castro,  hija  de  D.  Pedro  Fernandez  de  Castro,  y  no 
tuvo  sucesión ;  fué  sepultado  en  Consinos,  tierra  de  Campos. 

Doña  Urraca  Sánchez,  que  casó  con  Lorenzo  Suarez. 

Doña  Teresa  Sánchez],  esposa  de  D.  Alonso  Tellez  de  Me- 
neses,  poblador  de  la  villa  de  Alburquerque  en  Estremadura, 
de  quien  proceden  las  familias  de  Tellez,  Meneses  y  Albur- 
querqucs. 

D.  Gil  Sánchez,  que  murió  en  1236  y  reposa  en  Santa 
Cruz  do  Coimbra. 

Doña  Constanza  Sánchez,  que  falleció  en  1269  y  yace  con 
su  hermano  Oj*^^ 

ü.  Rui  SaMCiie?,  que  murió  en  1245  y  fué  sepultado  en 
el  monasterio  do  Grijo,  cerca  de  la  ciudad  de  Oporto. 

D.  Nuuo  Sánchez. 

Doña  Mayor  Sánchez. 

3.°  D.  Alonso  11,  hijo  del  Rey  D.  Sancho  I  y  de  doña  Al- 
donza,  nació  en  Coimbra  en  1185,  y  casó  con  doña  Urraca, 
hija  deD.  Alonso  IX  de  Castilla,  su  prima  tercera:  reinó  12 
años,  vivió  38  y  murió  el  do  1223:  fué  sepultado  con  su  es- 
posa en  el  real  convento  de  Alcobaza.  Creó  el  oficio  de  repos- 
tero mayor  en  su  real  casa  en  1217,  nombrando  el  primero 


( 


—  204  - 

á  D.  Pedro  García.  En  su  tiempo  floreció  San  Antonio,  lla- 
mado en  el  siglo  Femando  Martinezde  Bullón,  hijo  de  Mar- 
tin de  Bullón,  ilustre  casa  de  Francia,  cuyo  linaje,  corrom- 
pido en  Portugal,  se  dice  Bulloens,  y  de  su  mujer  doña  Te- 
resa Tavera,  el  cual  nació  en  Lisboa  en  1195,  y  falleció  en  la 
ciudad  de  Padua  el  viernes  13  de  junio  de  1231,  á  los  36 
años  de  edad,  21  de  religión  y  11  de  Canónigo  reglar  de  San 
Agustin  y  10  de  fraile  Francisco;  cuya  lengua  permanece  en- 
tera; canonizóle  en  1232  el  Papa  Gregorio  IX,  dejando  intro- 
ducida la  disciplina  por  penitencia  en  las  procesiones  de  Se- 
mana Santa  como  hoy  se  observa. 

IlUOS  DEL  REY  DON  ALONSO  H. 

D.  Sancho,  que  le  sucedió  en  la  corona. 

D.  Alonso,  que  sucedió  á  su  hermano. 

D.  Fernando,  llamado  de  Serpa,  que  casó  en  Castilla  con 
doña  Sancha  Fernandez  Manrique  de  Lara,  hija  de  D.  Fer- 
nando Pérez  Manrique  de  Lara:  murió  en  1246,  y  fué  sepul- 
tado en  Alcobaza^  dejando  por  hija  á  doña  Leonor,  que  otros 
llaman  Berenguela,  que  casó  con  el  Rey  de  Dacia  y  Dina- 
marca Baldemaro  IIL 

Doña  Leonor,  que  nació  en  1211  y  casó  en  1229  con  Bal- 
demaro  II,  Rey  de  Dacia  y  Dinamarca,  y  murió  sin  sucesión. 

HUOS  DE  DON  ALONSO  II  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Juan  Alonso,  que  falleció  en  1234  ÍT^posa  en  Al- 
cobaza.  ^*/ 

D.  Fernando,  que  murió  niño  vn  ISbzy  yace  con  su 
hermano. 

Doña  Blanca,  hija  mayor,  nació  en  1259.  Señora  de  las 
villas  de  Montemayor,  el  viejo  Campomayor,  como  también 
del  convento  de  Lorban ,  y  pasando  á  Castilla  en  12B3,  fué  ¿ 
los  tres  años  Señora  y  décima  Abadesa  del  real  monasterio 
de  las  Huelgas  de  Burgos,  donde  está  sepultada. 

Doña  Sancha,  que  nació  en  1264  y  fué  enterrada  en  Al- 
cobaza. 


—  205  — 

Doña  María ,  que  nació  en  1265  y  reposa  donde  doña 
Sancha. 

Doña  Constanza ,  que  murió  en  Sevilla  y  fué  sepultada 
donde  las  anteriores. 

4.^  D.Sancho  II,  llamado  Capelo  por  el  hábito  seráfico 
que  trajo  siendo  niño,  por  devoción  de  San  Antonio,  hijo  ma- 
yor del  Rey  D.  Alonso  II  y  de  la  Reina  doña  Urraca,  nació  en 
Coimbra  en  1%7,  y  casó  dos  veces;  primera  con  doña  Men- 
cía  López  de  Haro^  su  prima  tercera,  hija  de  D.  Lope  Diaz  de 
Haro,  Señor  de  Vizcaya,  y  nieta  del  Rey  D.  Alonso  X  de  León, 
viuda  que  era  de  D.  Alvaro  Pérez  de  Castro,  hijo  de  D.  Pe- 
dro Fernandez  de  Castro,  nieto  de  D.  Fernando  Ruiz  de  Cas- 
tro y  doña  Estefanía  su  mujer,  hija  del  Rey  D.  Alonso  VIII 
de  Castilla,  y  segunda  vez  con  doña  Urraca  Alonso,  que  viuda 
volvió  á  casar  con  D.  Pedro  Yañez  Gago,  de  la  familia  de  los 
Sosas,  de  quien  no  tuvo  sucesión:  reinó  22  años,  viifló  39  y 
murió  espulsado  en  Toledo  por  su  flojedad  el  de  1246,  siendo 
sepultado  en  su  santa  iglesia,  y  doña  Mencía  en  el  convento 
de  Santa  María  de  la  ciudad  de  Nájera,  sin  dejar  hijos. 

HIJOS  DE  DON  ALONSO  m  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Alonso  Dionis,  Mayordomo  de  la  Reina  Santa  Isabel, 
6U  cuñada,  casó  con  doña  María  Paez  Ribera  y  Sosa,  hija  de 
D.  Pedro  Yañez  de  Portel  y  de  doña  Constanza  Méndez  de 
Sosa  su  mujer^  descendientes  del  Conde  de  Castilla  D.  Diego 
Porcelos  y  de  D.  Martin  Fernandez  de  Toro,  hijo  del  Rey  don 
Fernando  I  el  Magno:  de  este  matrimonio  procede  por  varonía 
la  familia  de  Sosa  ó  Sousa  en  Portugal  y  Castilla:  fué  sepul- 
tado en  la  capilla  de  San  Martin,  convento  de  monjas  de  la 
Concepción  Francisca  de  Toledo,  de  quien  era  descendiente 
en  4675  D.  Bernardo  de  Sosa,  patrón  de  esta  casa. 

D.  Gil  Alonso,  que  yace  en  la  iglesia  de  San  Blas  de  Lis- 
boa, donde  era  Bailio  de  la  orden  de  San  Juan. 

D.  Fernando  Alonso,  Caballero  de  la  militar  orden  del 
Templo,  sepultado  en  la  misma  iglesia  con  su  hermano. 


—  206  — 

D.  Rodrigo  Alonso,  Prior  de  la  colegial  de  Alcazaba  en 
Santarcn,  que  murió  en  i 302  y  está  allí  sepultado. 

D.  Martin  Alonso  Chichorro,  que  casó  en  la  familia  de  los 
Sosas,  y  de  él  procede  la  de  Chichorro. 

Doña  Leonor  Alonso,  que  casó  dos  veces;  primera  con 
Esteban  Yañez,  hijo  de  D.  Juan  García  de  Sosa,  llamado  Pin- 
to, progenitor  de  este  apellido,  y  la  segunda  con  el  Conde  don 
Gonzalo  García  de  Sosa,  alférez  mayor  del  Rey,  tio  del  primer 
esposo  y  hermano  de  su  padre,  sin  sucesión:  fué  sepultada  en 
el  monasterio  de  Santaron,  que  fundó,  y  siendo  viuda  fué  su 
religiosa. 

Doña  Urraca  Alonso,  que  casó  con  D.  Sancho  II,  y  segun- 
da vez  con  D.  Pedro  Yañez  Gago. 

5.^  D.  Alonso  III,  hijo  segundo  de  los  Reyes  D.  Alonso  II 
y  doña  Urraca,  sucedió  á  su  hermano  D.  Sancho  II:  nació  en 
CoimbAí  en  1209  y  caso  dos  veces;  la  primera,  en  1235  con 
madama  Matilde,  Condesa  de  Boloña  y  Danmartin^  viuda  que 
era  de  Felipe  el  Crespo,  hijo  de  Felipe  Augusto,  Rey  de  Fran- 
cia, y  de  María,  hija  del  Dui^ue  de  Moravia:  murió  Matilde 
en  125^;  y  la  segunda  con  su  sobrina  doña  Beatriz  de  Guz* 
man,  hija  natural  del  Rey  D.  Alonso  el  Sabio  de  Castilla:  rei- 
nó 32  años,  vivió  70  y  murió  el  de  1279  en  Lisboa,  y  fué  se- 
pultado con  su  segunda  consorte  en  Alcobaza.  Añadió  este 
Príncipe  por  orla  de  sus  armas  castillos  de  oro  en  campo  gu- 
les, insignia  del  reino  de  Algarbe  que  trajo  doña  Beatriz  en 
dote,  y  acabándole  de  conquistar  so  tituló  Rey  de  Portugal  y 
del  Algarbe;  después  se  redujeron  los  castillos  á  siete  como 
hoy  están. 

HIJOS  DE  DON  ALONSO  III  DEL  SEGUNDO  MATRIMONIO. 

D.  Dionis,  que  le  sucedió  en  la  corona  y  fué  el  primer 
hijo  primogénito  de  los  Reyes  de  Portugal  que  tuvo  casa 
aparte,  puesta  por  su  padreen  1278,  teniendo  16  años  y  me- 
dio de  edad,  y  le  señaló  16,000  ducados  de  renta. 

D.  Alonso,  Señor  de  la  ciudad  de  Portalegre  y  otras  villas, 
nació  en  1263,  y  casó  con  doña  Violante  su  tia,  hija  del  In- 


—  207  — 

fante  D.  Manuel.  Fué  sepultado  en  el  monasterio  de  Santo 
Domingo  de  Lisboa:  tuvieron  un  hijo  y  tres  hijas;  D.  Alonso, 
Señor  de  Leiria,  doña  Constanza  ó  Isabel,  doña  María  y  doña 
Beatriz,  que  casaron  en  Castilla  y  dejaron  ilustre  descen- 
dencia. 

D.  Vicente,  que  nació  el  dia  del  mártir  de  su  nombre  en 
1268,  y  murió  de  corta  edad  y  fué  sepultado  en  Alcobaza. 

D.  Juan  Méndez  de  Briteiros  que  tuvo  gran  sucesión. 

Doña  Leonor,  monja  en  Santa  Clara  de  Santaren  ,  donde 
yace. 

6.°  D.  Dionis,  Príncipe  magnánimo  en  la  remuneración 
de  servicios  y  severo  en  el  castigo  de  los  delitos,  hijo  de  los 
Reyes  D.  Alonso  III  y  doña  Beatriz  de  Guzman  su  segunda 
esposa:  nació  en  Lisboa,  dia  de  San  Dionisio  Areopagita,  9 
de  octubre  de  1261 ;  casó  el  de  1282  el  24  de  junio  en  la 
iglesia  de  San  Bartolomé  de  Troncoso  con  doña  Isabel ,  una 
de  las  grandes  Santas  que  tiene  la  católica  corona  de  España, 
canonizada  en  1625  por  la  santidad  de  Urbano  YIII ,  hija 
del  Rey  D.  Pedro  III  de  Aragón  y  de  la  Reina  su  esposa  doña 
Constanza,  hija  de  Manfredo,  Rey  de  Sicilia.  En  1284  anuló 
muchas  donaciones  y  escesivas  mercedes  que  engañado  había 
hecho,  diciendo:  «Lo  que  se  da  injustamente,  justamente  se 
puede  quitar.»  Fundó  en  1290  la  universidad  de  Coimbra: 
reinó  46  años,  vivió  64  y  murió  el  de  1325  en  Santaren^ 
siendo  sepultado  en  el  monasterio  de  Odivelas,  orden  de  San 
Bernardo^  dos  leguas  de  Lisboa,  fábrica  suya,  el  año  1295;  y 
la  Reina  en  Santa  Clara  de  Coimbra,  habiendo  muerto  en  Ec- 
tremon  á  4  de  julio  de  1336,  siendo  de  65  edad  y  permane- 
ciendo basta  hoy  su  cuerpo  entero.  Dio  principio  al  oficio  de 
Limosnero  mayor,  nombrando  á  fray  Martin,  y  mandó  que 
en  su  palacio  de  Lisboa  hubiese  capilla  real  á  donde  cada  dia 
se  rezasen  las  horas  canónicas.  Compuso  los  primeros  versos 
en  idioma  portugués  é  hizo  labrar  corona  y  cetro  de  finísimo 
oro  sacado  del  rio  Tajo.  Instituyó  la  orden  militar  do  Cristo 
en  1320,  confirmada  por  el  Sumo  Pontífice  Juan  XXII,  siendo 
su  primer  Maestro  D.  Gil  Martinez  de  Otero,  que  lo  era  de 


—  208  - 

Avis;2.^  D.  Juan  Lorenzo;  3.^,  D.  Martin  González  Leitan; 
4.^y  D.  Esteban  González  Leitan,  su  hermano;  5.^,  D.  Rodri- 
go Yañez;  6.*^,  D.  Ñuño  Rodríguez,  por  otro  nombre  D.  Ñuño 
Freiré  de  Andrade,  ayo  del  Rey  D.  Juan  el  I;  7.®,  D.  Lope 
Diaz  de  Sosa,  sobrino  de  la  Reina  doña  Leonor  Tellez  de 
Meneses,  mujer  del  Rey  D.  Fernando;  8.^^  el  Infante  don 
Enrique^  hijo  de  D.  Juan  I;  9.*^,  el  Infante  D.  Fernando,  hijo 
del  Rey  D.  Duarte;  10,  D.  Diego,  Duque  de  Viseo,  hijo  de 
este  Infante,  á  quien  el  Rey  D.  Juan  II,  su  cuñado^  mató  en 
Setubal  en  1485;  11  y  último,  D.  Manuel,  Duque  de  Beja, 
después  Rey,  que  unió  el  maestrazgo  á  su  corona  por  conce- 
sión apostólica:  tiene  el  orden  454  encomiendas,  que  rentan 
250,000  ducados  de  plata.  Separó  en  1290  la  orden  militar 
de  Santiago  en  Portugal  de  la  de  Castilla  con  bula  del  Sumo 
PontíOce  Nicolao  lY,  dada  en  Aquileya  en  17  de  setiembre, 
hasta  cuyo  tiempo  obedecieron  los  Caballeros  de  ella  en  Portu- 
gal á  los  Maestres  de  Uclés,  desde  el  reinado  de  D.  Alonso 
Enriquez  que  la  principió  en  su  Reino,  y  así  eligió  D.  Dionis 
Maestres,  siendo  el  1.^  D.  Juan  Fernandez;  2.^,  D.  Lorenzo 
Yañez  Atcaforado;  3.^,  D.  Pedro  Estazo,  á  quien  llaman  Es- 
cacho; 4.**,  D.  García  P¡rez;5.°,  D.  Vasco  Moreno;  6.°,  D.  Gil 
Fernandez  Carballo;  7.*^,  D.  Esteban  González  de  Meira;  8.^^ 
D.  Fernando  Alonso  de  Alburquerque,  viznieto  del  Rey  don 
Dionis;  9.^  Men  Rodríguez  de  Vasconcelos;  10,  el  Infante  don 
Juan,  hijo  de  D.  Juan  I;  11,  D.  Diego,  hijo  de  este  Infante; 
12,  el  Infante  D.  Fernando,  hijo  de  D.  Duarte;  13,  D.  Juan^ 
su  hijo;  14,  el  Príncipe  D.  Juan,  hijo  y  sucesor  del  Rey  don 
Alonso  V;  15,  el  Príncipe  D.  Alonso,  hijo  de  D.  Juan  II;  16 
y  último,  D.  Jorge  de  Alencastre,  hijo  natural  del  mismo  don 
Juan,  en  cuyo  tiempo  unió  el  maestrazgo  á  su  corona  el  Rey 
D.  Manuel :  tiene  en  Portugal  60  encomiendas  que  rentan 
120,000  ducados  de  plata ,  dejando  instituida  la  dignidad  de 
Príor  mayor  en  la  villa  de  Pálmela ,  cabeza  de  este  orden, 
siendo  el  1.^  D.  Juan  de  Braga,  en  tiempo  del  Infante,  y 
Maestre  D.  Fernando;  2.^,  D.  Mendo  Alfonso  de  Lamide;  3.^, 
D.  Antonio  Prieto;  4.^,  D.  Juan  de  Olmedo,  confesor  de  la 


—  209  — 

Reina  doña  Catalina,  esposa  de  D.  Juan  III;  S.^,  D.  Diego  da 
Govea,  que  era  prefecto  en  París  cuando  se  fundó  la  compa- 
ñía de  Jesús;  6.^,  D.  Diego  Manuel  de  Aragón ,  por  cuya 
muerte  estuvo  algunos  años  vacante  y  volvió  á  renovarse  en 
D.  Jorge  de  Melo^  Obispo  de  Miranda  y  Coimbra,  que  fué  el 
7.^,  y  el  8.°  D.  Diego  Lobo,  basta  el  año  1640. 

HIJOS  DE  DON  DIONIS  Y  SANTA  ISABEL. 

D.  Alonso,  que  le  sucedió  en  la  corona  y  siguió  contra  su 
padre  los  pasos  de  D.  Sancho  su  tio,  después  Rey  de  Castilla, 
cuarto  del  nombre^  en  cuyas  revueltas  suelen  andar  la  codicia 
y  ambición  sin  freno,  las  leyes  sin  ejecución,  las  virtudes  sin 
premio  y  las  atrocidades  sin  castigo. 

Doña  Constanza,  que  nació  en  Santaren  en  i288  y  casó 
en  1302  con  el  Rey  D.  Fernando  lY  de  Castilla  su  tío.  Murió 
en  1313  y  yace  en  Yalladolid. 

HIJOS  FUERA  DE  UATRIMONIO. 

D.  Alonso  Sánchez,  Mayordomo  mayor  del  Rey  su  padre, 
que  casó  con  doña  Teresa  Martínez  de  Alburquerque,  Señora 
de  aquella  villa,  bija  de  D.  Juan  Alonso  de  Meneses  y  Albur- 
querque, de  quienes  descienden  los  Alburquerques.  Ambos 
están  sepultados  en  el  convento  de  Santa  Clara  de  Villa  Do 
Conde  en  Portugal,  fundación  suya. 

D.  Pedro  Alonso,  á  quien  el  Rey  su  padre  hizo  en  1324 
Conde  de  Barcelós,  á  quien  la  nobleza  de  España  debe  la  me- 
moria de  sus  ilustres  Hnajes;  gozó  el  oOcio  de  Alférez  mayor 
del  Reino,  y  casó  dos  veces;  la  primera  con  doña  Blanca  Pé- 
rez, hija  de  D.  Pedro  Yañez  de  Portel  y  de  doña  Constanza 
Méndez  de  Sosa;  la  segunda  con  doña  María  Giménez  Coro- 
nel, aragonesa^  que  vino  á  Portugal  por  dama  de  la  Reina 
Santa  Isabel,  y  de  ninguna  tuvo  sucesión.  Murió  en  1355  y 
fué  sepultado  en  el  convento  de  San  Juan  de  Taronca,  orden 
del  Cister,  el  primero  de  esta  religión  que  se  fundó  en  Portu- 
gal. Fué  su  madre  doña  Gracia  Franco. 


—  210  — 

D.  Juan  Alonso,  Señor  do  muchas  villas^  que  casó  con 
Juana  Ponce  de  León,  de  la  casa  de  los  Duques  de  Arcos. 

D.  Fernando  Sánchez,  que  eslá  sepultado  en  Santo  Do- 
mingo de  Santaren,  y  fué  casado  con  doña  Froila  Yañez  de 
Briteros,  hija  de  D.  Juan  Rodríguez  de  Enteros  y  de  su  mujer 
doña  Guiomar  Gil,  sin  sucesión. 

Doña  María,  que  casó  con  D.  Juan  de  la  Cerda,  viznieto  de 
D.  Alonso  el  Súbio  de  Castilla. 

Doña  María,  monja  en  el  convento  de  Odivelas,  donde 
está  sepultada. 

D.  Fernando  Alonso. 
7."  D.  Alonso  IV,  llamado  el  Bravo,  hijo  y  sucesor  de  don 
Dionis  y  Santa  Isabel,  nació  en  Coimbra  en  1290,  y  casó  con 
doña  Beatriz  su  tia,  hija  del  Rey  D.  Sancho  IV  de  Castilla: 
reinó  31  años,  vivió  67,  murió  el  de  1357  en  Lisboa,  y  fué 
sepultado  con  su  mujer  en  la  capilla  mayor  de  la  catedral  de 
aquella  ciudad. 

HIJOS  DE  DON  ALONSO  IV. 

D.  Alonso,  que  nació  en  la  villa  de  Pénela,  donde  murió 
de  poca  edad ,  y  fué  sepultado  en  el  convento  de  Santo  Do-* 
mingo  de  Santaren. 

D.  Dionis,  que  nació  en  Santaren  y  murió  de  un  año, 
siendo  sepultado  en  Alcobaza. 

D.  Juan,  que  acabó  de  pocos  años  y  reposa  en  Odivelas 
junto  ¿  su  abuelo  D.  Dionis. 

Doña  María,  que  casó  en  la  villa  de  Alfayates  en  1328  con 
el  Rey  D.  Alonso  XII  de  Castilla,  su  primo  hermano,  y  fue- 
ron padres  del  Rey  D.  Pedro  de  aquella  corona:  murió  en 
1357  en  la  ciudad  de  Evora,  y  fué  sepultado  en  la  catedral  de 
Sevilla. 

D.  Pedro,  que  sucedió  en  el  reino  de  Portugal. 

Doña  Leonor,  que  casó  con  su  primo  segundo  el  Rey  don 
Pedro  IV  de  Aragón  en  1348,  y  murió  muy  joven,  dejando 
por  hija  á  doña  Beatriz,  que  falleció  doncella  en  Portugal  y 
yace  con  la  Reina  su  abuela,  doña  Beatriz,  en  la  catedral  de 


—  2H  — 

Lisboa ,  y  doña  Leonor  en  el  Convento  de  Poblete ,  orden  del 
Gister  en  Cataluña,  con  el  Rey  D.  Pedro  su  esposo. 

8.^  D.  Pedro,  llamado  por  su  rectitud  el  Justiciero,  de 
que  él  se  preciaba  diciendo  con  Salomón,  «con  la  justicia  se 
establecen  los  reinos,  sin  ella  se  pierden»  fué  hijo  y  sucesor 
de  D.  Alonso  IV  y  doña  Beatriz;  nació  en  Coimbra,  en  13Í0. 
Fué  Príncipe  que  nunca  por  la  fácil  se  le  perdió  el  respeto, 
ni  por  lo  severo  el  amor;  casó  con  doña  Constanza  Manuel  su 
tia,  en  1334,  hija  de  D.  Juan  Manuel,  nieto  de  San  Fernando, 
Rey  de  Castilla;  casó  segunda  vez  en  vida  de  su  padre ,  clan- 
destinamente en  1354  con  su  sobrina  la  hermosísima  doña 
Inés  de  Castro  llamada  Cuello  de  Garza ,  hija  de  D.  Pedro 
Fernandez  de  Castro  y  de  la  Guerra;  Gran  Señor  en  Galicia; 
nieto  del  Rey  D.  Sancho  lY,  de  Castilla:  reinó  10  años  y  6 
meses,  vivió  47,  murió  el  de  1367  en  la  Villa  de  Estremoz,  y 
fué  sepultado  en  Alcobaza  con  su  segunda  esposa,  y  la  prime- 
ra yace  en  San  Francisco  de  Santaren. 

HIJOS  DE  DON  peono  DEL  PRIMER  MATRIMOMIO. 

D.  Luis,  que  murió  de  ocho  dias  y  fué  sepultado  en  la 
Catedral  de  Lisboa. 

D.  Fernando,  que  le  sucedió  en  la  Corona  Lusitana. 

Doña  María,  que  casó  con  el  Infante  D.  Fernando,  Mar- 
qués de  Tortosa ,  su  primo  segundo,  hijo  de  D.  Alonso  IV  de 
Aragón,  y  de  su  segunda  esposa  doña  Leonor,  Infanta  de 
Castilla ,  hija  del  Rey  D.  Fernando  IV;  de  parto  de  doña  Ma- 
ría falleció  su  madre  la  Reina  doña  Constanza,  y  el  Infante 
D.  Fernando  murió  en  Castellón  de  la  Plana  en  1363. 

HIJOS  DE  DON  PEDRO  DEL  SEGUNDO  MATRIMONIO. 

D.  Alonso,  que  murió  joven. 

D.  Dionís,  que  casó  con  doña  Juana  de  Castilla,  su  so- 
brina, hija  natural  de  D.  Enrique  II ,  de  quien  proceden  los 
Condes  de  Villar  Don  Pardo;  fué  sepultado  con  su  consorte  en 
la  Sacristía  de  Guadalupe. 

D.  Juan,  que  casó  primera  vez  en  1377  con  doña  Tellez 

TOMO  1.  44 


—  215  — 

de  Meneses,  hermana  de  la  Reina  dofia  Leonor,  y  viuda  que 
era,  con  un  hijo  llamado  D.  Lope  Diaz  de  Sosa ,  Maestre  del 
orden  de  Cristo,  de  D.  Alonso  Diaz  de  Sosa;  de  ella  tuvo  á 
D.  Fernando  de  Eza,  tronco  de  la  familia  de  £za  en  Portugal, 
dividida  en  diferentes  mayorazgos,  siendo  uno  de  ellos  el  que 
posee  la  Marquesa  doña  María  de  Noroña  y  de  Eza,  esposa  de 
D.  Juan  Suarez  de  Alarcon ,  Conde  de  Torres-Bedras  y  Mar- 
qués do  Trocifal.  La  segunda  vez  casó  en  Castilla  en  1378, 
con  doña  Constanza  su  sobrina,  llamada  la  Rica-hembra,  hija 
natural  de  D.  Enrique  II,  á  quien  D.  Juan  I  su  cuñado, 
en  i387  hizo  Duque  de  Valencia  de  Campos,  y  de  ellos  proce- 
den sus  Condes  incorporados  en  la  Casa  de  los  Duques  de  Ná- 
jera ;  fué  sepultado  en  el  Monasterio  de  San  Esteban  de  Sa- 
lamanca. 

Doña  Beatriz,  que  casó  en  1373  con  su  primo  segundo 
D.  Sancho,  Conde  de  Alburquerque,  hijo  de  D.  Alonso  XII 
de  Castilla. 

HIJOS  DE  DON  PEDRO  FUERA  DE  MATRIMONIO   KN  DONA  TERESA  GIL 

LORENZO  DE  ANDRADE. 

D.  Juan,  21  Maestre  de  Avis,  que  sucedió  en  la  Corona 
á  D.  Fernando  su  medio  hermano:  fué  criado  por  un  Caballe- 
ro de  Lisboa  llamado  Lorenzo  Martínez  de  la  Plaza. 

9.°  D.  Fernando,  hijo  del  Rey  D.  Pedro  á  quien  sucedió  y 
de  doña  Constanza  Manuel  su  primera  esposa;  nació  en  Coim- 
bra  en  1340;  casó  el  de  1372  con  doña  Leonor  Tellez  de  Me- 
neses,  hermosa,  prudente  y  sagaz  dama,  hija  de  D.  Martin 
Alonso  Tello  de  Meneses,  y  de  su  mujer  doña  Aldonza  de  Vas- 
concelos.  Fué  doña  Leonor  esposa  de  D.  Juan  Lorenzo  de 
Acuña,  Señor  del  Mayorazgo  de  Pombeiro:  reinó  16  años, 
vivió  43  y  6  meses;  murió  el  de  1383  en  Lisboa,  y  está  sepul- 
tado en  el  Monasterio  de  San  Francisco  de  Santaren  con  su 
madre,  y  doña  Leonor  yace  en  el  Convento  de  la  Merced,  que 
fundó  en  Valladolid  en  1384.  Creó  en  1382  la  dignidad  de 
Condestable  en  Portugal ;  siendo  el  1.^  D.  Alvaro  PireK 
do  Castro,  Conde  de  Arroyólos,  hermano  de  la  Reina  doña 
Inés  de  Castro  y  tronco  de  los  Condes  de  Monsanto;  2.^,  el 


^213  — 

gran  D.Nuño  Alvarcz  Pereira,  Conde  de  Arroyólos,  Oren  y 
Barcelos  por  el  Rey  D.  Juan  I;  3.^,  el  Infante  D.  Juan ,  hijo 
de  esle  Rey;  4.°,  D.  Pedro,  Gobernador  de'  la  orden  de 
Avís ,  su  sobrino ,  bijo  del  Infante  D.  Pedro  en  tiempo  de  su 
Regencia;  5.^,  el  Infante  D.  Fernando ,  bijo  del  Rey  don 
Duarte,  reinando  D.  Alonso  V  su  bermano;  6.^,  D.  Juan, 
bijo  de  D.  Fernando,  Duque  de  Viseo  ;  7.**,  D.  Juan,  Mar- 
qués de  Montemayor  en  Portugal,  hijo  de  D.  Fernando  II, 
Duque  de  Braganza  por  D.  Alonso  V;  8.^,  D.  Alonso,  bijo  de 
D.  Diego,  Duque  de  Yiseo^  reinando  D.  Manuel  su  tio;  9.^,  el 
Infante  D.  Luis,  bijo  del  Rey  D.  Manuel ;  10,  D.  Duarte,  hijo 
del  Infante  D.  Duarte,  por  el  Rey  D.  Sebastian;  11,  D.Juan, 
sesto  Duque  de  Braganza  en  tiempo  del  Cardenal  y  Rey  don 
Enrique;  12,  D.  Teodosio,  segundo  del  nombre  y  7.°  Duque 
de  Braganza  por  Merced  de  Felipe  II ;  13,  D.  Juan  II,  su  bijo, 
8.^  Duque.  También  creó  la  dignidad  de  Mariscal,  en  el  mis- 
mo año  de  1382;  siendo  el  1.^  Gonzalo  Vázquez  de  Acebedo, 
primo  segundo  de  la  Reina  doña  Leonor  Tellez;  2.'^,  Alvaro 
Pereira,  en  tiempo  de  D.  Juan  II;  3.^,  D.  Alvaro  González, 
Camelo ,  en  la  misma  época;  4.^,  Gonzalo  Yaz  Coutino  en  los 
reinados  de  D.  Duarte  y  D.  Alonso  V,  el  cual  fué  después 
Conde  de  Marialba;  6.^,  D.  Fernando  Coutino  en  tiempo  del 
Rey  D.  Alonso  V;  7.°,  D.  Fernando  Coutino,  en  los  de  don 
Juan  II  y  D.  Manuel;  8.^,  D.  Alvaro  Coutino,  reinando  don 
Manuel  y  D.  Juan  III;  9.^,  D.  Fernando  Coutino,  por  merced 
del  Rey  D.  Sebastian;  10,  D.  Fernando  Coutino,  que  murió 
en  la  VíHa  de  Piñel  en  1636. 

HIJOS  DEL  REY  DON  FERNANDO. 

Doña  Beatriz,  que  nació  en  Coimbra  en  1372,  y  fué  des- 
posada en  Lisboa,  siendo  de  9  años  el  de  1381,  con  Eduardo, 
su  sobrino,  que  tenia  5  de  edad,  hijo  de  Eduardo  Aimon, 
Duque  de  Yorcb  y  Conde  de  Cambrix,  en  Inglaterra ,  y  de  su 
mujer  doña  Isabel,  bija  del  Rey  D.  Pedro  de  Castilla ;  después 
casó  en  1383  en  Badajoz  con  el  Rey  D.  Juan  I  de  Castilla,  su 
tio  y  primo  segundo,  y  ambos  fueron  sepultados  en  la  Capilla 


/ 


—  Su- 
de los  Reyes  sucesores  de  Toledo,  y  dos  hijos  que  murieron 
en  tierna  edad. 

HIJOS  DE  DON  FERNANDO  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

Doña  Isabel,  que  nació  en  1362  y  casó  en  4373  con  su 
primo  tercero  D.  Alonso  Enriques  de  Castilla  y  Noroña,  hijo 
del  Rey  D.  Enrique  IL 

40.°  D.  Juan  I,  llamado  de  buena  memoria,  por  la  que 
dejó  vinculada  en  mercedes  á  sus  Vasallos,  hijo  natural  del  Rey 
D.  Pedro;  nació  en  Lisboa  en  1357,  casó  en  1387  con  doña 
Felipa,  hija  de  D.  Juan  de  Gante,  Duque  de  Alencastre  en  In- 
glaterra, y  de  su  primera  esposa  doña  Blanca.  Era  Juan  de 
Gante,  hijo  del  Rey  Eduardo  III;  ganó  D.  Juan  la  Ciudad  de 
Ceuta  en  África ,  en  14  de  Agosto  de  1415,  y  en  el  mismo  esta- 
bleció en  Portugal,  á  imitación  de  Castilla,  se  dejase  la  era  de 
César  y  se  contase  por  el  nacimiento  de  Cristo.  Fué  el  primor 
Rey  que  usó  comer  públicamente  en  las  mas  solemnes  festivi- 
dades :  reinó  48  años,  vivió  76,  y  murió  el  de  1433,  donde 
habia  nacido  y  fué  sepultado  con  su  consorte  en  el  Real  con- 
vento de  Santo  Domingo  déla  Batalla,  fábrica  suya,  y  su  es- 
posa habia  fallecido  á  10  de  Junio  de  1415,  en  edad  de  64 
años. 

UUOS  DEL  REY  DON  JUAN  I. 

Doña  Blanca,  que  nació  en  Lisboa  y  murió  de  8  meses  ^ 
habiéndosela  sepultado  en  su  Catedral;  D.  Alonso,  que  nació 
en  Santaren  en  1390,  murió  de  10  años  y  fué  sepultado  en  la 
Santa  Iglesia  de  Braga. 

D.  Duarte,  que  sucedió  en  la  Corona. 

D.  Pedro,  que  en  cuatro  años  peregrinó  mucha  parte  del 
mundo ,  para  ver  la  variedad  de  sus  gentes,  Grandes  de  sus 
pueblos  y  Gobierno  de  sus  Príncipes;  murió  en  Lisboa  en 
139i;  fué  Duque  de  Coimbra  y  Señor  de  muchas  tierras,  ca- 
só con  doña  Isabel,  hija  de  D.  Jaime,  Conde  de  Urgel  y  de  su 
esposa  la  Infanta  doña  Isabel ,  bija  del  Rey  D.  Pedro  IV  de 
Aragón;  fué  muerto  en  la  batalla  de  Alfarrobera  en  1449, 


N 


—  515- 

siendo  Gobernador  de  Portugal  por  el  Rey  D.  Alonso  V  su  so- 
brino y  yerno;  yace  en  el  convento  de  la  Batalla,  y  dejó  por  hi- 
jos á  D.  Pedro,  Condestable  de  Portugal  y  Gobernador  de  la  ór- 
dende  Avís,  á  quien  los  Catalanes  alzaron  por  Rey  de  Aragón 
y  Conde  de  Barcelona  en  1464,  contra  el  Rey  D.Juan  II  su  le- 
gítimo Señor,  y  con  este  título  murió  en  1466 ;  á  D.  Juan  Rey 
de  Chipre  por  casamiento  con  Carlota ,  hija  heredera  del  Rey 
de  aquella  Isla ,  el  cual  está  sepultado  en  Borgoña ;  á  doña 
Isabel,  esposa  de  su  primo  hermano  el  Rey  D.  Alonso  V  con 
quien  casó  en  1448  y  murió  el  de  1456;  á  doña  Felipa,  que 
vivió  religiosa  en  el  convento  de  Odivelas,  donde  yace,  des- 
pués de  haber  traducido  en  lengua  portuguesa  el  libro  del 
primer  Patriarca  de  Venecia  San  Lorenzo  Justiniano ;  ¿  doña 
Beatriz  que  casó  en  Borgoña  con  Adolfo,  Señor  de  Rebastein, 
hijo  del  Duque  de  Cleves  y  á  D.  Jaime,  Cardenal  del  título 
de  San  Eustaquio,  Arzobispo  de  Lisboa ,  que  murió  en  Flo- 
rencia y  está  sepultado  en  la  Iglesia  de  San  Miniato. 

D.  Enrique,  Duque  de  Viseo  y  Maestre  de  la  orden  de 
Cristo,  ¿  quien  deben  su  origen  las  grandes  navegaciones  de 
España  á  que  dio  principio  en  1420  descubriendo  la  Isla  de 
la  Madera  con  otras  en  la  costa  de  África ,  fué  famoso  Cosmó- 
grafo é  insigne  matemático ;  nació  en  la  Ciudad  de  Oporto  en 
1394 ,  y  murió  sin  conocer  mujer  el  de  1460  y  fué  sepultado 
en  el  convento  de  la  Batalla  que  fundó  su  padre. 

D.  Juan ,  Condestable  de  Portugal  y  Maestre  de  Santiago 
en  aquella  Corona,  nació  en  Santaren  en  1400;  casó  con  doña 
Isabel  su  sobrina ,  hija  do  D.  Alonso,  primer  Duque  de  Bra- 
ganza  su  medio  hermano,  murió  en  1444  y  yace  en  el  con- 
vento de  la  Batalla.  De  ellos  se  derivan  muchos  Reyes  por  lí- 
nea de  su  hija  doña  Isabel,  Reina  de  Castilla,  segunda  esposa 
del  Rey  D.  Juan  II,  con  quien  casó  en  1447;  murió  el  de  1496 
y  fué  sepultado  en  el  convento  de  Miraflores  de  Burgos,  or- 
den Cartuja  ,  donde  fué  tnisladado  en  1505.  D.  Fernando, 
llamado  comunmente  el  Santo,  Maestre  de  Avis,  nació  en 
Santaren  en  1402  y  murió  cautivo  en  Fez,  ciudad  de  África 
en  1443^  hállase  su  cuerpo  en  el  real  convento  de  la  Batalla. 


i 


—  «6- 

Dona  Isabel ,  que  nació  en  la  ciudad  de  Evora  en  4397  y 
casó  el  de  1429  con  Felipe  II  del  nombre ,  Duque  de  Bor- 
goña  y  Conde  de  Flandes,  de  cuyo  matrimonio  nació  Car- 
los II,  llamado  el  Bravo,  sucesor  en  los  Estados,  que  casó  se- 
gunda vez  con  madama  Isabel  de  Borbon,  bija  de  Carlos,  Du- 
que de  Borbon  y  padres  de  madama  María  Catalina,  única 
heredera  suya,  esposa  del  Emperador  Maximiliano  I,  de  quie- 
nes nació  Felipe  I,  Archiduque  de  Austria,  Rey  de  Castilla  etc. 
Están  sepultados  en  el  convento  de  Digeon,  ciudad  del  Duca- 
do de  Borgoña.  Instituyó  el  Duque  Felipe  en  1429  y  dia  de 
sus  bodas  la  ínclita  orden  militar  del  Toisón  de  Oro,  en  San 
Bertín  de  Tomer;  es  su  insignia  una  cadena  de  oro  eslabona- 
da con  pedernales  dando  fuego  y  pendiente  la  piel  de  un  cor- 
derino en  memoria  del  vellocino  de  Gedeon.  Tiene  por  patrón 
al  Apóstol  San  Andrés,  cuya  festividad  celebran  los  caballeros 
tres  dias,  vistiéndose  el  primero  de  colorado  en  señal  del  mar- 
tirio con  que  se  gana  el  cielo ;  el  segundo  de  negro  para  rogar 
por  los  difuntos,  y  el  tercero  de  blanco  en  honor  y  reveren- 
cia de  la  Madre  de  Dios.  Fué  el  primer  Maestre  el  mismo  Du- 
que Felipe;  el  2.°,  Carlos  el  Bravo,  su  hijo  y  sucesor;  3.®, 
Maximiliano,  primero  del  nombre.  Emperador  de  Alemania 
su  yerno;  4.^,  Felipe  I,  Archiduque  de  Austria,  su  hijo  y  Rey 
do  Castilla;  5.°,  el  Emperador  Carlos  V,  hijo  suyo;  6.®,  el 
Roy  D.  Felipe  II ;  7.°,  el  Rey  D.  Felipe  III;  8.%  el  Rey  don 
Felipe  IV;  9.°,  el  Rey  D.  Carlos  II,  etc. 


HIJOS  DB  D.  JUAN  I  FUERA  DE  MATRIMONIO  EN  DONA  INÉS 
PIREZ,  QUE  DESPUÉS  FUÉ  COMENDADORA  EN  EL  CONVENTO 
DE   SANTOS   DE   LISBOA^    ORDEN    DE   SANTIAGO,    RECLUSIÓN  DE 

DAMAS   MALOGRADAS. 


Doña  Beatriz,  que  casó  con  Tomás^  Conde  de  Arondel  y 
Soria,  ó  Borja,  según  otros,  en  Inglaterra,  sobrino  del  Rey 
Eduardo. 


—  217  — 

D.  Alonso^  que  nació  en  la  ciudad  de  Leiria ;  fué  ei  pri- 
mer Duque  de  Braganza ,  título  que  le  dio  el  Infante  D.  Pe- 
dro su  medio  hermano^  siendo  Gobernador  de  Portugal  en 
4442;  la  primera  dignidad  Ducal  que  hubo  en  aquel  reino. 
Casó  con  doña  Beatriz  Pereira,  hija  única  del  gran  Condesta- 
ble D.  Ñuño  Alvarez  Pereira  y  de  su  esposa  doña  Leonor  de 
Alvin^  la  cual  trajo  en  dote  el  Condado  de  Barcelos,  Villas  de 
Pefiafíel,  Basto,  Guimaraens,  Montalegre,  Castillo  de  Picana, 
Pórtelo,  Barroso  y  otras  muchas  quintas  entre  Duero  y  Miño, 
con  la  villa  de  Chaves ,  adonde  murió  el  Duque  y  fué  sepu- 
tado  en  1461 ,  y  la  Duquesa  en  el  convento  del  Carmen  de 
Lisboa,  fundación  de  su  padro.  Fué  casado  también  el  Duque 
segunda  vez  con  doña  Constanza  de  Noroña,  hija  de  D.  Alon- 
so Enriquez  de  Noroña,  Conde  de  Gijon,  hijo  del  Rey  don 
Enrique  11  de  Castilla ,  sin  sucesión.  De  la  primera  tuvo  dos 
hijos  y  una  hija ;  á  D.  Alonso,  Conde  de  Oren  y  Marqués  de 
Valencia  de  Miño  el  primer  Marqués  de  Portugal,  que  murió 
en  vida  de  su  padre  en  1460,  por  lo  que  no  gozó  el  Ducado  de 
Braganza,  á  D.  Fernando,  segundo  Duque  de  aquel  Estado  y 
á  doña  Isabel,  esposa  del  Infante  D.  Juan  su  tio. 

11.^  D.  Duarte,  llamado  así  en  memoria  del  Roy  Eduar- 
do III  de  Inglaterra  su  bisabuelo  materno ;  fué  hijo  y  sucesor 
do  I).  Juan  I  y  doña  Felipa;  nació  en  la  ciudad  de  Visco  en 
1391 ,  casó  con  doña  Leonor,  hija  de  D.  Fernando  II  de  Ara- 
gón ,  Infante  de  Castilla:  reinó  5  años,  vivió  47,  murió  el  de 
1438  en  Tomar^  y  fué  sepultado  con  su  esposa,  que  murió 
en  Castilla,  en  el  convento  de  la  Batalla. 

IIUOS  DEL  REY  DON  DUARTE. 

D.  Alonso  V,  que  sucedió  en  la  Corona,  y  fué  el  primero 
que  en  Portugal  se  llamó  Principe,  antes  de  reinar  en  1433 
D.  Femando,  Condestable  de  Portugal,  Duque  de  Viseo, 
Maestre  de  las  órdenes  de  Cristo  y  Santiago ;  nació  en  1433, 
casó  con  doña  Beatriz  su  prima  hermana,  hija  del  Infante  don 
Juan  su  tio,  de  quienes  nacieron  entre  otros  el  Rey  D.  Ma- 
nuel, la  Reina  doña  Leonor,  esposa  del  Rey  D.  Juan  II  su 


—  218  — 

primo  9  COI  quien  casó  eo  1&72  y  murió  d  de  1525  llena  de 
virtudes ,  que  son  norte  de  los  cuidados  públicos ,  conserva- 
ción délos  Estados,  orden  de  los  Imperios  y  alma  de  las  ac- 
ciones de  los  Príncipes ;  D.  Diego,  Duque  de  Viseo ,  y  Maestre 
de  la  orden  de  Cristo ,  ¿  quien  mató  á  puñaladas  el  Rey  don 
Juan  II  so  cuñado,  en  la  Villa  de  Setubal,  año  1485  y  doña 
Isabel,  Duqnesa  de  Braganza,  mujer  del  Duque  D.  Fernan- 
do, segondo  dd  nombre,  el  degollado  por  el  Rey  D«  Jaan  su  cu- 
ñado, en  Evora  á  22  de  Junio  de  1&83.  Fué  sepultado  D.  Fer- 
nando en  el  Monasterio  de  la  Concepción  de  la  Ciudad  de 
Beja,  de  edad  de  37  años. 

Doña  Felipa ,  que  murió  de  peste  á  la  edad  de  12  años  en 
Lisboa. 

Doña  LfConor,  que  casó  en  1451  con  el  Emperador  de  Ale- 
mania Federico  III,  y  fneron  padres  del  Emperador  Maximi- 
liano I,  y  este  de  Felipe  I,  Rey  de  Castilla.  Murió  en  1467. 

Doña  Catalina,  que  murió  en  1460  y  yace  en  el  Convento 
de  San  Eloy  de  Lisboa. 

Doña  Juana,  que  nació  postuma  en  1438 ,  y  casó  en  1455 
con  el  Rey  D.  Enrique  IV  de  Castilla,  su  primo  segundo; 
murió  en  1475,  de  37  años  de  edad,  y  fué  sepultada  en  el 
Convento  de  San  Francisco  de  Madrid. 

HUO    FUERA  DE  MATRIIIOXIÓ. 

D.  Juan  Manuel,  Obispo  de  Ceuta  y  La  Guarda^  Capellán 
Mayor  del  Rey  D.  Alonso  V,  su  medio  hermano.  De  este  pre- 
lado procede  en  Portugal  la  familia  de  Manuel. 

12.°  D.  Alonso  V ,  llamado  el  Africano  por  sus  heroicas 
conquistas  en  aquella  parte  del  mundo,  hijo  y  sucesor  de  don 
Duarte  y  doña  Leonor,  nació  en  la  Villa  de  Cintra  en  1432- 
Consumió  en  Portugal  la  suprema  dignidad  de  Ricos-homes» 
y  cieó  las  de  Marqués,  Vizconde  y  Barón;  casó  con  doña  Isa- 
bel su  prima,  hija  del  Infante  D.  Pedro  su  tio:  reinó  43  años, 
vivió  49,  murió  en  1481,  donde  nació  y  está  sepultado  con 
su  esposa  en  el  Real  convento  de  la  Batalla,  dejando  mandado 
se  cstribiese  la  historia  portuguesa  en  latin. 


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UUOS  DE  DON  ALONSO  V. 

D.  Juan,  que  nació  en  Cintra  en  1482  y  murió  niño. 

Doña  Juana,  que  nació  en  1454  y  fué  monja  en  el  Monas- 
terio Dominico  de  la  Villa  de  Aveiro ,  donde  falleció  en  1490, 
de  edad  de  36  años,  y  allí  está  sepultada. 

D.  Juan ,  que  sucedió  en  la  Corona. 
13.^  D.  Juan  II,  llamado  Príncipe  perfecto,  porque  jamás 
se  halló  en  su  boca  mentira ,  ni  en  su  corazón  doblez,  virtud 
rara  en  la  soberanía,  hijo  de  los  Reyes  D.  Alonso  Y  y  doña 
Isabel.  Nació  en  Lisboa,  en  1455;  casó  con  doña  Leonor,  sa 
prima,  hija  del  Infante  D.  Fernando,  Duque  de  Viseo.  Acabó 
de  organizar  el  Escudo  de  las  Armas  Reales  de  Portugal  en  la 
forma  que  hoy  se  ven.  Fué  el  primero  que  usó  la  forma  de 
molde  para  la  brevedad  del  despacho ,  y  se  intituló  Señor  de 
Guinea  por  haber  ganado  aquellas  tierras.  Reinó  14  años* 
vivió  40  y  murió  el  de  1495  en  la  Villa  Albor  del  Algarbe, 
con  sospechas  de  veneno.  Fué  sepultado  en  el  Convento  de  la 
Batalla  y  su  esposa  en  el  Monasterio  de  la  Madre  de  Dios  de 
Lisboa,  fundación  suya,  como  la  Cofradía  y  hermandad  de  la 
Misericordia,  que  instituyó  después  de  viuda  en  1498  por  con- 
sejo de  su  confesor  Fray  Miguel  de  Contreras,  Trinitario. 

HIJO   DE  DON  JUAN  n. 

D.  Alonso,  que  nació  en  Lisboa  en  1475,  y  casó  en  1490 
con  la  Princesa  doña  Isabel  su  tia,  hija  de  los  Reyes  Católicos 
D.  Femando  y  doña  Isabel ;  murió  de  una  caida  de  caballo 
en  Santaren,  á  orilla  del  rio  Tajo  en  1491 ,  á  los  S6  años  de 
edad,  sin  sucesión,  y  fué  sepultado  en  el  Convento  de  la  Ba- 
talla. 


—  920  — 

HIJO    DE   DON   JUAN  II  FUERA  DE  MATRIMONIO     EN    DONA    ANA 

DE  MENDOZA  ,    HIJA   DE  NUNO   HURTADO    DE    MENDOZA  Y  DONA 

LEONOR   DE  SILVA,    LA   CUAL   FUÉ    DESPUÉS   COMENDADORA  EN 

EL   CONVENTO    DE   SANTOS   DE   LISBOA. 

1).  Jorgo  do  Alencastro ,  que  nació  en  1481 ,  fué  Maestre 
de  las  órdenes  de  Avís  y  Santiago ,  á  quien  el  Rey  D.  Manuel 
su  tio  hizo  en  1500  Duque  de  Coimbra,  Señor  de  Torres-No- 
vas, Aveiro,  Montemayor  el  viejo  y  todas  las  demás  tierras 
que  poseía  el  Infante  D.  Pedro  su  bisabuelo :  casó  con  doña 
Beatriz  de  Villena,  |h¡ja  de  D.  Alvaro  de  Portugal,  hijo  del 
s«;gundo  Duque  de  Braganza  D.  Femando,  de  quien  tuvo  á 
D.  Juan  de  Alencastre,  primer  Duque  de  Aveiro  y  Marqués 
de  Torres-Novas;  á  D.  Alonso  de  Alencastre ,  Comendador 
mayor  de  Santiago;  á  D.  Luís  de  Alencastre,  Comedador  Ma- 
yor de  Avís;  á  D.  Jaime  de  Alencastre,  Obispo  de  Ceuta;  á 
doña  Elena  de  Alencastre,  Comendadora  en  el  monasterio  de 
Santos  de  Lisboa,  á  doña  María  y  á  doña  Isabel  de  Alencastrpy 
monjas  en  San  Juan  de  Setubal.  A  mas  tuvo  el  Duque  don 
Jorgo  por  hijos  fuera  do  matrimonio  á  fray  Jorge  de  Alencas- 
tre, religioso  de  San  Gerónimo,  á  D.  Juan  de  Alencastre, 
Prior  de  Avís,  á  D.  fray  Antonio  de  Alencastre,  Provincial  de 
San  Agustín  y  Obispo  do  Lciria.  El  D.  Juan  de  Alencastre, 
hijo  primogénito  del  Duque  D.  Jorge,  fué  primer  Marqués  de 
Torres-Novas  por  merced  del  Kcy  D.  Manuel,  y  primer  Duque 
de  Aveiro  por  el  Rey  D.  Juan  III:  casó  con  doña  Juana  de 
Mcneses,  hija  de  D.  Pedro  de  Meneses,  tercer  Marqués  de  Vi- 
llareal ,  Conde  de  Alcoitin ,  Capitán  general  de  Ceuta,  de  cu- 
yo matrimonio  nacieron  D.  Jorge  de  Alencastre,  sucesor  en 
la  casa  y  D.  Pedro  Dionis  de  Alencastre.  D.  Jorge  de  Alencas- 
tre segundo  del  nombre.  Duque  de  Aveiro,  casó  con  doña 
Magdalena  Girón,  dama  de  la  Reina  doña  Isabel,  tercera  es- 
posa de  Felipe  H ,  é  hija  de  D.  Juan  Tellez  Girón,  cuarto  Con- 
de de  Ureña,  Señor  de  Osuna  y  Peñafiel,  los  cuales  procrea- 
ron á  doña  Juliana  de  Alencastre,  tercera  Duquesa  de  Aveiro, 


—  221  — 

que  casó  con  D.  Alvaro  do  Alencastro  su  tio^  hijo  de  D.  Alon- 
so de  Alencastre,  Comendador  mayor  de  Santiago,  hijo  que 
era  de  D.  Jorge,  Duque  de  Coimbra.  De  este  consorcio  nacie- 
ron D.  Jorge  de  Alencastre,  sucesor,  doña  Isabel,  que  murió 
niña^  doña  Magdalena,  esposa  de  D.  Dionis,  Conde  de  Faro, 
doña  Violante,  que  falleció  de  poca  edad,  doña  María,  mon- 
ja en  la  Madre  de  Dios^  doña  Inés,  que  acabó  en  la  infancia, 
D.  Alonso  de  Alencastre,  primer  Marqués  de  Puerto  Seguro, 
y  primer  Duque  de  Ábranles,  Comendador  mayor  de  Santia- 
go en  Portugal ,  del  Consejo  de  Guerra ,  que  casó  con  doña 
Ana  de  Sande,  segunda  Marquesa  de  Valdefuentcs ,  que  mu- 
rió á  26  de  Enero  1649,  y  el  Duque  á  28  de  Marzo  1654,  de- 
jando por  hijos  á  D.  Agustín  de  Alencastre  y  Sande,  segun- 
do Duque  de  Ábranles,  Marqués  de  Puerto  Seguro  y  tercero 
de  Valdefucntes ,  y  á  doña  María  de  Sande  y  Alencastre,  que 
casó  en  22  de  Octubre  1654  con  D.  Pedro  de  Leiva  y  de  la  Cer- 
da ,  hijo  primogénito  de  los  Condes  do  Baños,  Marqueses  do 
Leiba  y  Ladrada.  Los  demás  hijos  de  doña  Juliana  y  D.  Al- 
varo, terceros  Duques  de  Aveiro,  fueron  D.  Luis  de  Alencas- 
tre, del  orden  de  Santiago,  que  en  10  de  Setiembre  de  1651 
casó  en  Madrid  con  doña  Teresa  María  de  Saavedrn,  Marquesa 
de  Malagon;  D.  Juan  de  Alencastre,  que  en  la  orden  de  Santo 
Domingo  se  llamó  fray  Jacinto;  doña  Luisa  de  Alencastre^ 
D.  Manuel,  doña  Beatriz^  Priora  en  San  Juan  de  Setubal  do- 
ña Violante,  que  casó  con  D.  Lorenzo  Pirez  de  Castro,  ter- 
cer Conde  de  Basto,  doña  María,  que  casó  con  D.  Manrique 
de  Silva,  Conde  de  Porlalegre  y  primer  Marqués  de  Gouvea, 
D.  Pedro ,  clérigo  y  D.  Antonio  de  Alencastre.  D.  Jorge  de 
Alencastre,  tercero  de  este  nombre  y  cuarto  Duque  de  Aveiro, 
casó  primera  vez  con  doña  Ana  de  Oria ,  hija  del  Príncipe  de 
Oria,  y  segunda  con  doña  Ana  María  Manrique  de  Cárdenas 
y  Lara,  hija  de  D.  Bcrnardino  de  Cárdenas,  tercer  Duque 
de  Maqueda,  y  procrearon  á  D.  Raimundo  de  Alencastre « 
quinto  Duque  de  Aveiro ,  á  D.  Juan  y  á  doña  María.  £1  don 
Alonso  de  Alencastre,  Comendador  mayor  de  Santiago,  hijo 
segundo  de  D.  Jorge,  Duque  de  Coimbra,  casó  con  dofia 


# 


—  222- 

Violante  Enriquez,  hija  de  D.  Juan  Courinto,  Conde  de  Re- 
dondo, de  quien  tuvo  á  D.  Jorge,  que  murió  en  África  con 
el  Rey  D.  Sebastian ;  á  D.  Juan,  religioso  Agustino,  á  D.  Al- 
varo ,  tercer  Duque  de  Aveiro  por  casamiento  con  doña  Ju- 
liana de  Alencastre,  Duquesa  propietaria  su  sobrina;  á  D.  Ma- 
nuel de  Alencastre,  Comendador  mayor  de  Santiago  y  Gober- 
nador de  Algarbe;  á  dona  Beatriz,  comendadora  de  Santos 
en  Lisboa;  á  doña  Felipa  y  á  doña  Ana  Haría,  monjas  en  San 
Juan  de  Setubal:  también  tuvo  fuera  de  matrimonio  á  D.  Ge- 
rónimo de  Alencastre,  Prior  de  Torres-Novas,  que  tuvo  mu- 
chos hijos.  D.  Luis,  Comendador  mayor  de  Avis,  hijo  tercero 
deD.  Jorge,  Duque  de  Coimbra^  casó  con  doña  Magdalena 
de  Granada ,  hija  del  Infante  D.  Juan  de  Granada,  y  procrea- 
ron á  D.  Luis  de  Alencastre ,  Comendador  mayor  de  Avís ,  á 
D.  Juan  de  Alencastre ,  Comendador  de  Coruche;  en  el  mis- 
mo orden  ,  á  doña  Magdalena,  esposa  de  D.  Juan  de  Silvey- 
ra,  hijo  heredero  de  D.  Diego  Silveyra,  segundo  Conde  de 
Sortella,  Señor  de  Goyo,  Guarda  mayor  del  Rey  D.  Sebas- 
tian ;  á  doña  María  Alencastre^  que  casó  con  D.  Juan  Gon- 
zález de  Cámara^  Conde  de  la  Galleta;  á  doña  Beatriz,  segunda 
esposa  de  D.  Teodosio,  quinto  Duque  de  Braganza,  y  á  doña 
Ana,  comendadora  en  Santos  de  Lisboa.  El  D.  Luis  de  Alen- 
castre, hijo  del  primer  D.  Luis,  heredó  la  casa  de  su  padre 
y  fué  Viador  mayor  de  la  Real  Hacienda ;  casó  con  doña  Fe- 
lipa de  Meneses,  hija  de  D.  Diego  de  Silveyra,  segundo  Con- 
de de  Sortella ,  de  quienes  nacieron  D.  Francisco  de  Alen- 
castre, Comendador  mayor  de  Avís^  mayordomo  de  la  Reina 
esposa  de  Felipe  IV  y  primer  Conde  de  Alcañede  por  merced 
de  esta  Majestad  de  1653 ;  casó  con  doña  Felipa  de  Mendoza 
y  Vasconcelos,  hija  de  Manuel  de  Vasconcelos,  Regidor  de 
la  Gasa  de  Suplicación  y  Consejero  de  Estado  en  el  de  Portu- 
gal,  y  de  doña  Lucía  de  Vil  lena,  su  primera  mujer,  cuyo  hi- 
jo primogénito  fué  D.  Pedro  de  Alencastre ,  que  casó  con  do- 
ña Magdalena  de  Alencastre,  sa  prima  segunda ,  hija  y  suce- 
sora  de  D.  Luis  de  Silveyra  y  doña  María  de  Villena ,  Condes 
dt  Sortella.  Fueron  también  hijos  del  Viador  D.  Luis  de 


-  Í23  — 

Alencastre  y  doña  Felipa  de  Meneses,  doña  Magdalena,  con- 
sorte de  D.  Juan  Lobo,  Barón  de  Albito  y  D.  Juan  de  Alen- 
castre, que  casó  con  doña  Paula  de  Silva,  hija  de  Lorenzo  Pí- 
rez  de  Tabora,  de  quien  hubo  larga  sucesión. 

14.^  D.  Manuel,  que  en  hebreo  significa  Dios  con  nosotros^ 
hijo  del  Infante  D.  Fernando,  hijo  del  Rey  D.  Duarte ,  sucedió 
á  su  primo  y  cuñado  D.  Juan  II;  nació  en  la  Villa  de  Alconche- 
te  en  1469,  supo  hacerse  tan  amado  de  sus  vasallos  como  temi- 
do de  sus  enemigos:  casó  tres  veces,  la  primera  con  doña  Isabel, 
hija  mayor  de  los  Reyes  Católicos  D.  Fernando  V  y  doña  Isa- 
bel, que  estaba  viuda  del  Príncipe  D.  Alonso;  la  segunda,  con 
doña  María,  hermana  de  la  primera,  que  eran  por  línea  pa- 
terna sus  primas  segundas  y  por  la  materna  sobrinas;  la  ter- 
cera, con  doña  Leonor  su  sobrina  segunda,  hermana  del  Em- 
perador Carlos  V.  Reinó  26  años,  vivió  52,  murió  el  de  1521 
en  Lisboa^  y  fué  sepultado  en  la  fábrica  de  Belén ,  Convento 
de  San  Gerónimo,  que  fundó  en  1500,  con  la  Reina  doña  Ma- 
ría, su  segunda  esposa.  Mandó  escribir  las  historias  de  sus  an- 
tepasados, honrando  con  grandes  premios  á  los  Cronistas 
Reyes  de  Armas.  Eximió  en  1498  á  los  Eclesiásticos  de  pagar 
sisas  y  derechos  reales  ,  y  en  el  de  1504  á  los  Caballeros  de 
la  orden  de  Cristo  y  sus  criados.  Dio  en  1497  principio  al  fe- 
liz descubrimiento  y  heroica  conquista  de  la  India  Oriental, 
siendo  su  instrumento  el  famoso  Argonauta  D.  Vasco  de  Gama, 
progenitor  de  los  Condes  de  Vidigueira,  ú  quien  el  celo  de  la 
Religión  Católica  concedió  siempre  victoriosos  trofeos,  hacien- 
do los  Lusitanos  28  Reyes  Tributarios  suyos ,  en  cuyo  tiempo 
hallaron  el  astrolabio  los  maestros  Rodrigo  y  José,  Médicos  del 
Rey  D.  Juan  II ;  fué  el  primer  Vírey  D.  Francisco  de  Almeida, 
hijo  de  D.  Lope  de  Almeida ,  primer  Conde  de  Abrantes ,  en- 
viado en  1505;  2.^,  Alonso  de  Alburqnerque,  á  quien  sus 
memorables  hechos  dieron  nombre  de  Grande;  3.^,  Lope  Soa- 
rez  de  Albergaría;  4.^,  Diego  López  de  Siqueyra;  5.*^,  don 
Duarte  de  Meneses,  hijo  heredero  de  D.  Juan  de  Meneses^ 
primer  Conde  de  Taronca ;  6.^,  D.  Vasco  de  Gama ,  Conde  de 
Vidigueira,  Almirante  del  mar  índico;  7.°,  D.  Enrique  de 


A 


—  5i4  — 

Meneses;  8.^,  Lope  Yaz  de  Sampayo;  0.^,  Ñuño  de  Aeufta/ 
hijo  del  Valeroso  Tristan  de  Acuña ;  10,  D.  García  de  Noro- 
fia;  11,  D.  Estébaa  de  Gama,  hijo  del  Conde  D.  Vasco  de  Ga- 
ma 2.^;  12,  Martin  Alonso  de  Sosa;  13,  D.  Juan  de  Castro,  tan 
célebre  por  empeñar  los  pelos  de  su  barba  para  gastos  del  Go- 
bierno, que  se  hallaba  necesitado  en  veinte  mil  pardaos,  mo- 
neda que  vale  cada  una  siete  rs.  y  medio  de  plata;  14,  García  de 
Saa;  15,  Jorge  Cabral ;  16,  D.  Alonso  de  Noroña,  hijo  de  don 
Fernando  de  Noroña  y  Meneses,  segundo  Marqués  de  Villareal; 
17,  D.  Pedro  Mascareñas;  18,  Francisco  Bárrelo;  19,  don 
Constantino  de  Braganza,  hijo  de  D.  Jaime ,  cuarto  Duque  de 
aquel  Estado ;  20,  D.  Francisco  Cobrinto,  Conde  de  Redon- 
do; 21,  Juan  de  Mendoza;  22,  D.  Antón  de  Noroña ,  hermano 
del  Marqués  de  Villareal ;  23,  D.  Luis  de  Ataide;  24,  D.  Anto- 
nio de  Noroña;  25,  Antonio  Nuñiz Bárrelo;  26,  Rui  Lorenzo 
de  Tabora;  27,  D.  Diego  de  Meneses;  28,  D.  Luis  de  Ataide, 
Conde  de  Atonguia ;  29,  Fernán  Tellez  de  Meneses ;  30,  don 
Francisco  Mascareñas,  Conde  de  Santa  Cruz,  el  primer  Virey 
después  de  unido  Portugal  á  Castilla,  que  envió  el  Rey  D.  Fe- 
lipe II  en  1580 ;  31,  D.  Duarte  de  Meneses,  Conde  de  Taronca; 
32,  Manuel  de  Sosa  Cobrinto;  33,  Matias  de  Alburquerque; 
34,  D.  Francisco  de  Gama,  Conde  de  Vidigueira;  35,  Aires  de 
Saldaña ;  36 ,  D.  Martin  Alonso  de  Castro,  hermano  del  Con- 
de de  Monsanto  ;  37,  D.  Alejo  de  Meneses,  siendo  Arzobispo 
de  Goa,  que  gobernó  desde  que  su  antecesor  fué  al  mar  del 
Sur ,  y  entró ;  38,  Andrés  Hurtado  de  Mendoza ;  39,  Rui  Lo- 
renzo de  Tabora;  40,  D.  Gerónimo  de  Acebedo;  41,  D.  Fran- 
cisco Cobrinto,  Conde  de  Redondo;  42,  Fernando  de  Albur- 
querque, 43,  por  segunda  vez  D.  Francisco  de  Gama,  Conde 
Vidigueira ,  y  saliendo  entregó  el  Gobierno  á  D.  Fray  Luis  de 
Brito  y  Meneses,  Obispo  de  Cochin,  que  es  el  44,  y  por  su 
muerte  sucedieron  en  el  cargo:  45,  D.  Lorenzo  de  Acuña, 
Capitán  de  la  Ciudad;  46,  Gonzalo  Pinto  de  Fonseca,  Chan- 
ciller mayor  de  aquel  Imperio ;  47 ,  Ñuño  Alvarez  Botello, 
General  de  la  Armada  de  alto  bordo  ;  48,  D.  Miguel  de 
Noroña,  tercer  Conde  de  Linares,  Caballero  del  orden  de 


—  225  — 

Avís,  General  de  las  galeras  de  España;  49,  Pedro  de  Sil-' 
va;  50,  Antonio  Tellez  de  Menescs;  51 ,  Juan  de  Silva  Tello 
de  Meneses,  primer  Conde  de  Averas,  enviado  en  4640 
por  D.  Felipe  lY.  También  mandó  el  Rey  1>.  Manuel  en  1500 
descubrir  la  tierra  de  Santa  Cruz,  llamada  comunmente  e) 
Brasil,  por  medio  del  celebrado  Pedro  Al varez  Gabral. 

HIJO  DE  DON  MANUEL  DEL  PRIMER  MATRIMONIO. 

D.  Miguel,  que  en  hebreo  significa  quien  como  Dios  y  na- 
ció en  la  ciudad  de  Zaragoza  de  Aragón  á  24  de  Agosto  de 
1498,  heredero  de  los  Reinos  de  Portugal  y  Castilla ;  pero  la 
muerte  le  cogió  en  flor  de  22  meses  en  Granada,  donde  yace 
con  sus  abuelos  maternos. 

HUOS  DEL  SEGUNDO  MATRIMONIO. 

D.  Juan,  que  sucedió  en  la  corona  lusitana. 

Doña  Isabel,  que  nació  en  Lisboa  en  1503  y  casó  en  1526 
en  Sevilla  con  el  Emperador  Carlos  V,  su  primo  hermano,  do 
cuyo  feliz  consorcio  nació  D.  Felipe  II:  murió  en  Toledo  á  1.^ 
de  mayo  de  1539  y  yace  en  el  Escorial. 

Doña  Beatriz,  que  nació  en  Lisboa  en  1504,  y  casó  en 
1521  con  Carlos,  Duque  de  Saboya,  Rey  de  Chipre,  Príncipe 
del  Piamonte,  de  quienes  nació  el  Duque  Emanuel  Filiberto, 
que  en  su  esposa  madama  Margarita,  hija  del  Rey  de  Francia 
Francisco  de  Valois,  tuvo  á  Carlos  Emanuel^  Duque  de  Sa- 
boya, que  casó  en  1585  con  la  Infanta  doña  Catalina,  hija 
del  Rey  D.  Felipe  II,  cuyos  hijos  se  verán  después.  Murió 
doña  Beatriz  en  1537  y  fué  sepultada  en  la  ciudad  de  Niza. 

D.  Luis,  Prior  de  Ocrato,  Duque  de  Bejay  Condestable  de 
Portugal,  nació  en  la  villa  de  Abrantes  en  1505:  obró  gran- 
des hazañas  en  la  jornada  de  África  en  1535,  en  compañía 
del  Emperador  Carlos  V  su  primo  y  cuñado :  falleció  soltero 
en  1555  y  yace  en  el  real  convento  de  Belén.  Fué  su  hijo 
natural  D.  Antonio^  Caballero  del  hábito  de  San  Juan  y  Prior 
de  Ocrato:  murió  en  París  á  25  de  Agosto  de  1595  y  está  se- 


—  826  — 

paitado  en  San  Francisco,  dejando  entre  otros  h¡]o5  á  D.  Ma- 
nuel de  Portugal,  que  casó  en  Holanda  con  Emilia  de  Nasao, 
hija  de  Guillermo  de  Nasao,  Príncipe  de  Orange,  y  de  su  se- 
gunda esposa  Ana  de  Sajonia ,  hija  única  del  Elector  y  Duque 
de  Sajonia,  cuyo  hijo  fué  D.  Luis  de  Portugal ,  á  quien  don 
Felipe  IV  hizo  merced  en  1653  en  remuneración  de  sus  ser- 
vicios de  Gentil-hombre  de  su  Cámara,  del  Consejo  de  Guer- 
ra, Marqués  de  la  villa  de  Troncóse  y  tratamiento  de  Grande; 
casó  con  doña  Ana  María  Capeche  Galeota,  hija  de  Juan  Bau- 
tista Capeche  Galeota  y  doña  Diana  de  Spínelo,  Príncipe  do 
Monteleon  en  Ñápeles;  fueron  sus  hijos  D.  Manuel  Eugenio 
de  Portugal,  que  nació  en  1633,  y  D.  Fernando  Alejandro  de 
Portugal,  que  nació  en  1634,  que  sirvió  en  1652  con  una  pica 
en  el  sitio  de  Rocroy  y  en  Arras,  de  los  estados  de  Flandes, 
por  capitán  de  caballos  corazas  españolas ,  consiguiendo  por 
sus  méritos  el  título  de  Conde  de  Sindin,  villa  en  Portugal, 
que  se  le  dio  en  fin  de  febrero  de  1656. 

D.  Fernando,  que  nació  en  Abrantes  en  1507  y  casó  con 
Guiomar  Coutino,  hija  de  D.  Francisco  Coutino,  Conde  de 
Marialba:  fué  muy  aficionado  á  la  historia  y  á  honrar  á  sus 
profesores,  y  murió  en  153&  siendo  sepultado  en  Belén. 

D.  Alonso,  Obispo  de  Viseo,  Cardenal  de  la  iglesia  romana 
creada  por  el  Papa  León  X  en  1516,  del  título  de  Santa  Lu- 
cía, Abad  de  Alcobaza  y  Arzobispo  de  Lisboa,  nació  en  Evora 
en  1509;  fué  gran  protector  de  las  letras:  falleció  en  1531  y 
yace  en  Belén,  dejando  introducido  se  escribiesen  en  las  par- 
roquias los  nombres  de  los  bautizados  y  casados. 

D.  Enrique,  Cardenal^  que  sucedió  en  el  Reino  por 
muerte  de  su  sobrino  D.  Sebastian. 

D.  Duarte,  que  nació  en  Lisboa  en  1515  y  casó  el  de  1536 
con  doña  Isabel,  hija  de  D.  Jaime,  cuarto  Duque  de  Bragan- 
xa:  murió  en  1540  y  fué  sepultado  en  Belén,  dejando  por  hi- 
jos á  doña  María,  Duquesa  de  Parma,  á  doña  Catalina,  Du- 
quesa de  Braganza  y  á  D.  Duarte,  Duque  de  Guimaraens, 
Condestable  de  Portugal,  que  nació  postumo  y  murió  sin  su- 
cesión. 


—  227  — 

Doña  María,  que  nació  en  1516,  falleció  niña  y  yace  con 
sus  padres  y  hermanos  en  Belén. 

D.  Antonio ,  que  nació  en  Lisboa  en  1817 :  murió  en  el 
mismo  y  reposa  en  Belén,  de  cuyo  parto  murió  la  Reina  doña 
María  su  madre. 

HUOS  DEL  TERCER  MATIMONIO. 

D.  Carlos,  que  nació  en  Evora  en  15%:  falleció  de  pocos 
meses  y  está  sepultado  en  Belén. 

Doña  María,  que  nació  en  Lisboa  en  1521 :  murió  el  de 
1578  sin  tomar  estado,  y  yace  en  el  monasterio  de  Nuestra 
Señora  de  la  Luz,  junto  á  Lisboa. 

15.^  D»  Juan  III,  hijo  de  D.  Manuel^  á  quien  sucedió,  y 
de  doña  María  su  segunda  esposa:  nació  en  Lisboa  en  1502; 
casó  con  doña  Catalina  su  prima  hermana,  hija  de  los  Reyes 
de  Castilla  D.  Felipe  I  y  de  doña  Juana:  reinó  35  años^  vivió 
55  y  murió  en  1557  donde  nació,  y  fué  sepultado  con  su  es- 
posa en  Belén.  Introdujo  en  su  Reino  la  inquisición  por  in- 
dustria de  Juan  Pérez  de  Saavedra ,  cuya  conRrmacion  le 
concedió  el  Sumo  Pontífice  Paulo  III  en  1536,  y  segunda  vez 
en  1547,  siendo  primer  inquisidor  general  D.  Diego  de  Silva, 
Obispo  de  Ceuta;  2.°,  el  Cardenal  D.  Enrique,  hijo  del  Rey 
D.  Manu<)l  hasta  1578,  en  cuyo  tiempo,  en  1557,  se  puso  el 
Santo  Oficio  en  la  ciudad  arzobispal  de  Goa,  cabeza  de  la  In- 
dia oriental;  3.^,  D.  Manuel  de  Meneses,  Obispo  de  Lamego 
y  Coimbra,  que  murió  en  África  con  el  Rey  D.  Sebastian; 
4.^,  Jorge  de  Almeida,  Obispo  de  Coimbra,  Arzobispo  de  Lis- 
boa y  Abad  de  Alcobaza,  hijo  de  D.  Lope  de  Almeida,  pri- 
mer Conde  de  Abrantes  que  ejerció  la  inquisiduría  general 
hasta  1586;  5.°,  el  Cardenal  Alberto,  primer  Virey  de  Por- 
tugal, que  lo  dejó  en  1596;  6.°,  D.  Antonio  de  Matos  y  No- 
roña,  Obispo  de  Elva;  7.^,  D.  Jorge  de  Atayde,  Capellán 
mayor  y  Obispo  de  Viseo;  8.^,  D.  Alejandro,  Prior  de  la  co- 
legial de  Guimaraens,  Arzobispo  de  Evora,  hijo  de  D.  Juan, 
Duque  de  Braganza ,  que  tomó  el  cargo  en  1602  y  le  tuvo 
hasta  1605;  9.^,  D.  Pedro  del  Castillo,  Prior  en  la  Iglesia  de 

TOMO  I.  45 


I 


San  Andrés  <ie  b  rilb  de  Celorko^  después  Obispo  d« 
Prest JeDte  de  plació,  Vlrev  j  Capelbn  mayor ,  qse  faé 
quisidor  general  II  año»  hasta  1616;  iO,  D.  Feriando  Marü- 
nex  Mascareñas,  Obispo  de  Algarfae:  II,  D.  Francisco  de  Cas- 
tro, Obispo  de  La  Goarda  desde  1630  basta  qne  norió  el  ie 
1^3.  Trasladó  la  Universidad  qne  D.  Dionis  babia  fondado 
en  Lisboa  á  la  ciudad  de  Coimbra  en  1553,  siendo  so  primer 
Rector  D.  García  de  Almeida:  ±\  el  Obispo  de  Angra;  S."*, 
fray  Diego  de  Morca,  religioso  de  San  Gerónimo,  ajo  de  don 
Doarte,  bijo  natural  de  D.  Jnan  ITI;  4.^,  el  doctor  Alonso  de 
Prado,  catedrático  de  Tísperas  en  teología;  5.%  D.  Manuel  de 
Meneses,  Obispo  é  Inquisidor  general;  6.^,  Martin  Gomales 
de  Cámara;  7.^,  D.  Jorge  de  Almeida.  Anobispo  é  Inquisidor 
general;  8.^,  D.  Aires  de  Silva,  Obispo  de  Oporto:  9.^,  don 
Gerónimo  de  Meneses,  prelado  de  aqnella  catedral;  10,  don 
Ñuño  de  Noroña,  Obbpo  de  Viseo  y  La  Guarda,  bijo  del 
Conde  de  Mira;  II,  D.  Femando  Martínei  Masca  retías^  Obis- 
po Inquisidor  general;  i%  D.  Antonio  de  Mendos,  Presi- 
dente de  Conciencia  que  es  órdenes;  13,  D.  Alonso  Hurtado 
de  Mendon,  Presidente  de  aquel  tribunal.  Obispo  de  La 
Guarda,  Coimbra,  Anobispo  de  Braga,  Lisboa  t  gobernador 
del  Reino;  14,  D.  Francisco  de  Castro,  después  Obispo  Inqvi- 
sidor  general;  15,  D.  Juan  Cootino,  Obbpo  de  Lamegn  y  Ar- 
xobispo  de  ETora;  16,  Vasco  de  Sosa,  bijo  del  primer  Conde 
de  Miranda;  17,  D.  Francisco  de  Meneses;  18,  D.  Francisco 
de  Brito  j  Meneses;  19,  D.  AWaro  de  Acosta,  después  Cape- 
llán mayor;  99,  D.  Manoel  de  Saldafla  basu  el  afio  1610. 

HII06  DO.  nCT  D0>'  A'.Oi  lU. 

D.  Alonso,  qne  nació  en  b  villa  de  Almeirín  en  I6S6,  y 
murió  mbOy  siendo  sepultado  en  Belén. 

Dolía  María,  qne  nació  en  Coimbra  en  I5S7,  y  casó  en 
1543  con  su  primo  bermano  D.  Felipe  IL  Rey  de  España:  h^ 
lleció  de  parto  en  1545  y  fué  sepuluda  en  el  Escorial. 

Dofta  babel,  qne  nació  en  Lisboa  en  I5S9:  murió  nífa  y 
yace  en  Belén. 


—  229  — 

Doüa  Beatriz,  que  nació  en  Lisboa  en  1S30:  murió  niña  y 
reposa  en  el  convento  de  Santa  María  de  Espiñeiro  en  Evora« 

D.  Manuel,  que  nació  en  la  villa  de  Eloito  en  1531,  y  fa- 
lleció ¿  los  tres  años,  siendo  sepultado  en  Belén. 

D.  Felipe,  que  nació  en  Evora  en  1533:  murióen  el  de  39 
y  reposa  en  Belén. 

D.  Dionis,  que  nació  en  Evora  en  1535:  murió  en  el  57 
y  está  sepultado  en  Belén. 

El  Príncipe  D.  Juan,  que  nació  en  Evora  en  1537:  casó 
en  el  57  con  doña  Juana,  su  prima  hermana,  hija  del  Empe- 
rador Cárlois  Y,  de  quienes  nació  el  Bey  D.  Sebastian:  murió 
en  1554  y  yace  en  el  real  convento  de  Belén. 

D.  Antonio,  que  nació  en  Lisboa  en  1539  y  á  los  pocos 
meses  fué  sepultado  en  Belén. 

HIJOS  DE  DON  JUAN  III  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Manuel,  que  murió  niño  y  está  sepultado  en  Alcobaza. 

D.  Duarte,  que  nació  en  1521^  fué  Obispo  de  La  Guarda 
y  Arzobispo  de  Braga :  falleció  en  1543  y  está  enterrado  en 
Belén. 

16.^  D.  Sebastian,  ki]o  del  Príncipe  D.  Juan  y  doña  Juana, 
hija  del  Emperador  Carlos  V:  nació  postumo  en  Lisboa  á  20 
de  enero  de  1554;. sucedió  en  edad  de  tres  años  en  Ja  corona 
á  su  abuelo  paterno  el  Rey  D.  Juan  III:  reinó  21  años,  vivió 
24,  murió  en  África  á  4  de  Agosto  de  1578  en  la  batalla  de  AI- 
cazarquivir,  Uevando  18,000  combatientes,  y  el  enemigo 
150,000  moros,  pereciendo  en  ella  de  aquellos  9,000  y  de  es- 
tos 35,000.  Tiene  su  sepultura  en  Belén ;  fué  el  primer  Prín- 
ci[>e  que  en  su  Reino  se  acompañó  con  guarda,  usó  de  corona 
cerrada,  formó  Consejo  de  Estado  y  se  llamó  Majestad. 

17.^  D.  Eorique/hijo  del  Rey  D.  Manuel  y  su  segunda  es- 
posa doña  María,  nació  en  Lisboa  en  1512;  fué  Cardenal  de  la 
iglesia  romana,  con  título  de  los  Santos  Cuatro  coronados, 
creado  por  el  SumoTontíQce  Paulo  III  en  1546,  Arzobispo  de 
Braga,  Evora,  Lisbpa,  segundo  Inquisidor  general,  Abad  de 
Alcobaza  y  fondador  de  la  Universidad  de  Evora  en  1559. 


—  230  — 

Sucedió  á  su  sobrino  D.  Sebastian:  reinó  año  y  medio,  fivió 
68  y  falleció  en  1560  en  la  villa  de  Almeitin;  fué  sepultado 
con  sus  podres  en  Belén ,  y  por  su  muerte  heredó  la  corona 
lusitana  la  Majestad  de  D.  Felipe  II  su  sobrino,  hijo  de  la 
Emperatriz  doña  Isabel  su  hermana  mayor. 

60. 

Doña  Urraca ,  hija  del  Rey  D.  Alonso  VI  de  Castilla  y 
León  y  de  madama  Constanza^  su  tercera  esposa,  á  quienes 
sucedió  en  la  corona:  casó  primera  vez  con  D.  Ramón,  Conde 
de  Galicia,  condado  que  llevó  en  dote,  hijo  de  Guillelmo»  se- 
gundo Conde  de  Borgoña,  de  cuyo  consorcio  nacieron  el  Em- 
perador D.  Alonso  VIII  y  la  Infanta  doña  Sancha.  Muerto  don 
Ramón  en  1107  y  sepultado  en  la  ciudad  de  Gompostela,  pasó 
doña  Urraca  á  segundas  bodas  en  1108  con  el  Rey  D.  Alonso, 
nominado  el  Batallador,  primero  del  nombre  en  Aragón  y 
Navarra  y  séptimo  en  Castilla,  primo  segundo  de  la  Reina  su 
consorte,  como  biznietos  de  D.  Sancho  el  mayor  de  Navarra; 
pero  apartóse  de  ella  en  la  ciudad  de  Soria,  habiendo  rei- 
nado doña  Urraca  15  años:  renunció  el  cetro  en  D.  Alonso 
su  hijo,  el  afio  1123,  y  murió  en  León  el  de  1126  á  los  40  de 
edad,  donde  yace  en  San  Isidoro.  D.  Alonso,  su  marido, 
acabó  desgraciadamente  peleando  contra  moros  en  la  batalla 
de  Fraga  en  1134,  siendo  de  61  de  edad,  después  de  haber 
ganado  con  gloria  29  victorias,  y  por  suceder  su  infausto  fin 
en  martes  llaman  desde  entonces  á  este  dia  aciago :  reinó  en 
Castilla  15  afios^  suponiendo  que  hasta  lá  muerte  de  doña 
Urraca  se  intituló  Rey,  fueron  18.  Su  sepultura  está  en  el  real 
convento  de  Monte  Aragón. 

HUA  DE  DOr^A  ÜBRACA  DEL  PRIMER  MATRIMONIO. 

Doña  Sancha^  Señora  de  las  villas  de  Bolafios,  Castrover- 
de  y  Olmedo,  que  dio  á  la  Santa  iglesia  de  Toledo  la  de  De- 
hesa de  Mazarabedas,  riberas  de  Guadarrama;  intitulóse  Rei- 
na por  el  Emperador  su  hermano:  está  sepultada  en  Santiago 
de  Galicia  desde  1197;  fué  á  la  Tierra  Santa  peregrinando 


^ 


—  231  — 

siete  afioSy  algunos  de  ellos  sirvió  á  los  pobres  en  el  hospital 
de  Jenisaten,  y  ¿  la  vuelta  á  España  tomó  en  Roma  la  bendi- 
ción del  Sumo  Pontífice  Inocencio  II,  y  en  Francia  la  de  San 
Bernardo^  que  visitó  en  su  convento  de  Claraval. 

HIJO  OR  DOÑA  URRACA. 

D.  Fernando,  llamado  Hurtado^  progenitor  de  esta  familiai 
que  casó  con  doña  Guiomar  Alonso  de  Rosende,  Señora  en 
Portugal,  y  procrearon  dos  hijos,  doña  Leonor  Hurtado,  es- 
posa de  D.  Diego  López  de  Mendoza,  en  quien  se  juntaron  los 
dos  apellidos  Hurtado  y  Mendoza,  que  han  producido  en  Cas- 
tilla tan  grandes  casas  titulares,  y  D.  Alonso  Hurtado,  tronco 
de  ellos  en  Portugal.  Fué  padre  de  D.  Fernando  Hurlado,  don 
Gómez  González  Salvadores,  nombrado  Campde  Spina,  Conde 
de  la  Bureba  ep  Castilla  y  su  Rico-bome. 

61 

D.  Alonso  YIII,  hijo  y  sucesor  de  doña  Urraca  y  de  su 
primer  marido  el  Conde  D«  Ramón:  nació  en  Toledo  en  1106; 
pasó  la  niñez  en  la  ciudad  de  Avila,  que  desde  entonces  se 
nombró  Avila  del  Rey.  Fué  intitulado  Emperador  de  España 
por  autoridad  del  Sumo  Pontifico  Inocencio  11,  coronándose 
á  imitación  de  los  de  Alemania,  primera  vez  en  Toledo  con 
la  unción  y  pomo  de  oro  en  1135;  segunda  en  León  con  la 
corona  de  plata,  y  tercera  en  Santiago  con  la  de  oro,  ocasio^ 
nado  deque  ios  demás  Reyes  y  Príncipes  de  España  cristia- 
nos y  moros  le  pagaban  tributo  y  vasallaje:  casó  dos  veces,  la 
primera  con  doña  Berenguela,  hija  de  D.  Ramón  Berenguer, 
Conde  de  Barcelona;  la  segunda  con  doña  Rica ,  hija  de  La- 
dislao, Duque  de  Polonia.  Creó  en  1135  en  sus  reinos  los 
oficios  de  Chanciller  y  notario  mayor,  siendo  el  primer  Chan- 
ciller Hugo.  Instituyó  también  el  de  Capellán  Mayor,  eligien- 
do á  D.  Diego  Geimirez,  primer  Arzobispo  de  Santiago  en 
1141,  en  cuyos  sucesores  permanecía  en  1675,  sirviéndola  en 
la  corte  su  teniente  desde  el  Rey  D.  Felipe  II  que  lo  impetró 
del  Papa  Pió  V.  En  este  tiempo  tuvo  origen  la  orden  militar 


# 


—  252  — 

de  San  Juan  por  Gerardo,  Caballero  francés,  que  aprobó  y  dio 
regla  el  Sumo  Pontífice  Eugenio  III  en  1445,  siendo  primer 
Maestre  el  mismo  Gerardo;  2.®,  fray  Ramón  de  Podio;  3.^, 
Eugenio  deBalven;  4.**,  Arnaldo  deCorps;  5.*^,  Gilberto  As- 
sali;  6.°,  Gastón;  7.**,  Goberto;  8.^  Rugerio  deMolins;  9.^, 
Garverio  de  Ñapóles  de  Suria;  10,  Hermengario  de  Aps;  11, 
Gofredo  de  Duisou;  12,  D.  (Pedro  Alonso,  hijo  ilegítimo  del 
primer  Rey  lusitano  D.  Alonso  Enriquez;  13^  Gofredo  Lerat; 
14,  Guaríno  de  Monteagudo;  15,  BertrandoTejo;  16,  Gerino; 
17,  Beltran  de  Comps;  18,  Pedro  Villabride;  19,  Guillelmo  de 
Castelnovo;  20,  Hugo  Rebello;  21,  Nicolás  Lorgue;22,  Juan 
de  Villers;  23,  Odón  de  Pinos,  catalán;  24,  Guillelmo  Villa- 
reto;  25,  Poleo  de  Villareto;  26,  Mauricio  de  Pagnach;  27, 
Deodato  de  Gozano;  28,  Pedro  Coreliano;  29,  Rugerio  de  Pi- 
nos; 30,  Ramón  Berenguer,  ambos  catalanes;  31,  Roberto  Ju- 
liaco;  32,  D.  Juan  Feniandez  de  Heredia,  aragonés;  33,  Ri- 
cardo Caracciolo,  napolitano,  Prior  de  Capua,  hecho  por  el 
Papa  Urbano  VI,  pero  no  siendo  obedecido  de  la  religión  eli- 
gieron de  ella  á  Fíliberto  de  Nisiaco;  34,  Antonio  Flubiano; 
35,  Juan  de  Lastrich,  el  primero  que  gozó  título  de  gran 
Maestre;  36,  Jaime  de  Milli;  37,  Pedro  Raimundo  Zacosta, 
aragonés;  38,  Juan  Bautista  Ursino ;  39,  Pedro  Dauboison; 
40,  Amórico  de  Amboisen;  41,  Guido  de  Blancafort;  42,  Fa- 
bricio  Garreto;  43,  Felipe  Villers;  44,  Pieríno  de  Ponte;  45, 
Desiderio  de  Tollón  ó  Santa  Jalla;  46,  Juan  de  Omedes,  ara- 
gonés; 47^  Claudio  de  la  Senglc;  48,  Juan  de  la  Valeta;  49, 
Pedro  de  Monte;  50,  Juan  Levesque  de  la  Casiere;  51,  Hugo 
de  Loubenx  Verdala;  52,  Martin  Garcés,  aragonés;  53, 
Alonso  de  Viñacourt,  54,  D.  Luis  Méndez  de  Vasconcelos, 
portugués;  55,  D.  Antonio  Francisco  de  Paula;  56,  D.  Juan 
Paulo  de  Lascaris  de  Castillar,  piamontés,  Príncipe  del  Goz- 
zo.  Poseia  este  orden  en  Espafia  134  encomiendas  que  renta- 
ban 250,134  ducados;  tuvo  su  primer  asiento  en  la  isla  de 
Rodas,  hasta  1322  que  la  ganó  el  gran  turco  Solimán,  dán- 
dole luego  el  Emperador  Carlos  V  la  de  Malta,  por  lo  que  re- 
conocieron á  los  Rpyt's  de  España^  dando  cada  uno  un  halcón 


^ 


-235- 

y  dos  aso  res.  Después  que  el  Emperador  D.  Alonso  VIII  ganó 
felices  victorias  y  repartió  los  reinos  entre  sus  hijos,  con  34 
años  de  imperio  y  reinado,  murió  en  Freineda  de  Sierra  Mo- 
rena en  1157  á  los  51  de  edad,  y  fué  sepultado  en  la  capilla 
mayor  de  la  santa  iglesia  de  Toledo,  y  su  primera  esposa  en 
Santiago  de  Galicia.  Organizó  el  escudo  de  sus  armas  en  cua- 
tro cuarteles;  en  el  primero  y  cuarto  puso  el  castillo  de  oro  en 
campo  gules,  y  en  el  segundo  y  tercero  el  león  purpúreo  ram- 
pante  en  campo  de  plata. 

UUOS  DEL  REY  EMPER.\D0H  DON  ALONSO  .Vni  DEL  PRIMER  BLVTmMONIO. 


D.  Fernando  II ,  liíjo  segundo  del  Emperador  D.  Alon- 
so VIII  y  de  doña  Berenguela:  sucedió  en  los  reinos  de  León 
y  Galicia  que  le  cupieron  en  la  partición  que  le  hizo  su  pa- 
dre; casó  tres  veces:  la  primera  con  doña  Urraca,  su  prima  se- 
gunda, hija  del  Rey  D.  Alonso  Enriquez  de  Portugal;  la  se- 
gunda con  doña  Teresa  de  Lara,  hija  del  Conde  D.  Ñuño  de 
Lara,y  la  tercera  con  doña  Urraca  López,  hija  de  D.  Lope 
DiazdeHaro,  Señor  de  Vizcaya:  reinó  31  años;  murió  el  de 
1188  en  Benavente,  villa  de  Castilla  la  Vieja,  á  los  52  de  edad^ 
y  está  sepultado  en  la  ciudad  de  Santiago;  su  segunda  esposa 
en  San  Isidoro  de  León,  y  la  tercera  en  Santa  María  de  Ná- 
jera;  y  de  la  primera  tuvo  por  hijoá  D.  Alonso^  que  le  sucedió 
en  los  reinos  de  León  y  Galicia ;  de  la  tercera  ú  D.  Sancho, 
Señor  de  Aguilar  de  Campo  y  otras  villas^  á  quien  mató  un 
oso  andando  á  caza;  á  D.  García,  que  murió  en  1184  y  fué  se- 
pultado en  San  Isidoro  de  Lcon,  y  á  D.  Fernando,  que  falle- 
ció en  1187 y  yace  con  su  hermano.  Fundó  D.Fernando  II 
en  1177  la  orden  de  San  Juan  del  Pereíro,  pueblo  y  hermita 
distante  una  legua  de  la  villa  de  Almeida  en  Portugal,  y  tres 
á  la  raya  de  Castilla,  llamada  después  esta  milicia  de  Alcán- 
tara, que  confirmó  el  propio  año  Alejandro  III,  Sumo  Pontí- 
fice ,  siendo  su  primor  maestre  D.  Gómez  Fernandez  de  Bar- 
riento;  2.%D.  Benito  Suarez  de  Coronado;  3.°,D.  Ñuño  Fer- 


^ 


-854  — 

nandei;  4.^,  D.  Diego  Sánchez;  5.^,  D.  Arias  Pérez  Gallego; 
6.*^,  D.  Pedro  Yañez;  7.°,  D.  Garci  Fernandez  Barraníes;  8.®, 
D.  Fernán  Paez,  portugués;  9.^,  D.  Fernán  Pérez,  gallego; 
10^  D.  Gonzalo  Pérez;  11,  D.  Rui  Vázquez;  12,  D.  Sueiro  Pé- 
rez Maldonado;  13^  D.  Rui  Pérez  Maldonado  su  hermano;  14» 
D.  Fernán  López;  15,  D.  Sueiro  López;  10^  D.  Gonzalo  Nu- 
ñez  de  Oviedo;  il,  D.  Nuflo  Chamizo;  i8,  D.  Pedro  Alonso 
Pantoja;  19,  D.  Fernán  Pérez  Poves  de  León;  20,  D.  Diego 
Gutiérrez  de  Zaballos;  21,  D.  Sueiro  Martinez,  asturiano;  22, 
D.  Gutiérrez  Goraez  de  Toledo;  23,  D.  Martin  López  de  Cor* 
doba;  24^  D.  Melen  Suarez;  25,  C.  Rui  Diaz  de  Vega;  26,  don 
Diego  Martinez;  27,  D.  Diego  Gómez;  28,  D.  Gonzalo  Nufiez 
de  Guzman;29^  D.  Martin  Yañez  de  Barbuda^  portugués; 
30^  D.  Fernán  Rodríguez  de  Villalobos;  31,  el  Infiínte  don 
Sancho,  hijo  de  D.  Femando  I  de  Aragón;  32^  D.  Juan  de 
Sotomayor;  33^  D.  Gutiérrez  de  Sotomayor;  34,  D.  Gómez  de 
Cáceres  y  Solís;  35,  D.  Alonso  de  Honroy;  36,  D.  Francisco 
de  Solís;  37,  D.  Juan  de  Zúñiga  Pimentel,  hijo  de  D.  Alvaro 
de  Zúñiga,  Duque  de  Arévalo  y  después  de  Plasencia,  proge- 
nitor de  los  de  Bejar,  hasta  1494  que  incorporaron  el  maes- 
trazgo los  Reyes  católicos  en  su  corona.  Tenia  esta  orden  38 
encomiendas  que  rentaban  248,114  ducados. 

HUOS  DE  DON  SANCHO  VIH  DEL  PRIMER  MATRIMONIO. 

D.  Alonso,  que  murió  niño. 

D.  García,  que  falleció  de  poca  edad  en  1145  y  fué  sepul- 
tado en  el  monasterio  de  Oña,  orden  de  San  Benito. 

Doña  Isabel,  que  casó  en  1152  con  el  cristianísimo  Rey 
de  Francia  Luis  Vil,  y  de  dos  hijos  que  tuvieron  fué  uno 
madama  Adelodi,  esposa  del  Conde  de  Pontino,  de  quienes 
nació  madama  María,  consorte  de  Simón,  Conde  de  Poitiers, 
y  procrearon  á  la  Reina  doña  Juana,  segunda  mujer  del  santo 
Rey  D.  Fernando  III  de  Castilla:  yace  doña  Isabel  con  D.  Luís 
su  marido  en  el  monasterio  de  Barbello. 

Doña  Sancha  Reacia,  que  casó  con  el  Rey  de  Navarra  don 
Sancho  VII,  llamado  el  Sabio  en  1162,  y  tuvieron  feliz  des- 


—  235  — 

cendencia  de  muchas  coronas  en  Europa:  murió  doña  Sancha 
en  1179,  y  fué  sepultada  en  la  catedral  de  Pamplona,  templo 
enriquecido  con  buena  parte  de  la  corona  de  espinas  del  Re- 
dentor, preciosa  reliquia  que  le  dio  el  glorioso  Rey  San  Luis. 

HUOS  DE  DON  ALFONSO  VHI  DEL  SEGUNDO  MATIUMONIO. 

Doña  Sancha^  que  casó  en  1174  con  el  Rey  D.  Alonso  II 
do  Aragón,  llamado  el  Casto,  do  quienes  nació  el  Rey  don 
Pedro  11  el  Católico,  padre  del  ínclito  Rey  D.  Jaime  I  el  Con- 
quistador. 

D.  Fernando,  que  fué  enterrado  en  San  Clemente,  monas- 
terio de  la  ciudad  de  Toledo. 

HUOS  DE  DON  ALONSO  Vm  FUERA  DE  MATmMONia 

D.  Ñuño. 

Doña  Estefanía,  que  casó  con  D.  Femando  Ruiz  de  Cas- 
tro el  Castellano,  dándole  en  dote  D.  Fernando  II  su  cuñado 
la  mitad  del  Infantado  de  León.  Matóla  inocentemente  su  ma- 
rido en  1180.  Está  sepultada  en  San  Isidoro  de  León,  dejando 
por  descendencia  la  casa  de  Castro. 

Doña  Urraca,  que  casó  primera  vez  con  D.  García  Ramí- 
rez, séptimo  del  nombre.  Rey  de  Navarra  en  1144:  murió  en 
1151  y  fué  sepultada  en  la  Santa  Iglesia  de  Palencia,  cuyo 
cuerpo  se  halló  entero,  después  de  381  años  que  estaba  enter- 
rado, en  1532:  fué  casada  segunda  vez  con  Alvaro  Rodríguez 
de  Asturias,  de  quienes  procede  la  familia  de  los  Alvarez  de 
Asturias. 

63. 

D.  Sancho  III,  llamado  el  Deseado  por  sus  virtudes,  pues 
era  el  escudo  de  los  nobles,  padre  de  los  huérfanos,  defensor 
de  las  viudas  y  tutor  de  los  desamparados:  nació  en  Burgos 
en  1136;  sucedió  al  Emperador  D.  Alonso  YIII,  su  padre,  en 
el  Reino  de  Castilla;  era  hijo  mayor  del  primer  matrimonio: 
casó  con  doña  Blanca,  hija  de  D.  García  Ramírez,  séptimo 
del  nombre,  Rey  do  Navarra,  nieta  del  Cid,  por  donde  entró 


—  236  — 

su  sangre  cd  la  real  de  Castilla.  Deshizo  el  oficio  de  merioos, 
queriendo  él  mismo  oir  los  pleitos  para  despacharlos  en  justi- 
cia,  virtud  que  hace  seguros  los  imperios,  dichosos  los  subdi- 
tos, ricas  las  repúblicas,  perfectas  las  costumbres;  y  faltando 
no  hay  constancia  en  el  que  manda  ni  seguridad  en   el  que 
obedece.  Instituyó  la  orden  militar  de  Calatrava  en  1158,  que 
aprobó  el  Sumo  PontíGce  Alejandro  III  en  1164,  siendo  su 
primer  maestre  D.  García;  2.^,  Fernando  Escaza;  3.^,  D.  Mar- 
tin Pérez  Siones;  4.^,  D.  Ñuño  Pérez  de  Quiñones;  5.^,  don 
Martin  Martinez;  6.^,  D.  Rui  Diaz  de  Yanguas;  7.^,  D.  RodrL 
go  Garcés;  8.^,  D.  Martin  Fernandez  de  Quintana;  9.^,  don 
Gonzalo  Yañez  de  Novoa;  10,  D.  Martin  Ruiz;  11,  D.  Gómez 
Manrique;  12,  D.  Fernando  Ordoñez;  13,  D.  Pedro  Yañez; 
14,  D.  Juan  González,  IS,  D.  Rui  Pérez  Ponce;  16,  D.  Diego 
López  de  Sansoles;  17,  D.  Garci  López  de  Padilla;  18,  don 
Juan  Nuñez  de  Prado;  19,  D.  Diego  García  de  Padilla;  20, 
D.  Martin  López  de  Córdoba;  21,  D.  Pedro  Muüiz  de  Godoy; 
22,  D.  Pedro  Alvarez  Pereira,  hermano  del  gran  Condestable 
de  Portugal  D.  Ñuño;  23,  D.  Gonzalo  Nuñez  de  Guzman;  24, 
D.  Enrique  de  Aragón  y  Viliena,  el  astrólogo  memorable,  hijo 
de  D.  Pedro  de  Aragón  y  nieto  del  Rey  D.  Enrique  II  de  Cas- 
tilla; 25,  D.  Luís  González  de  Guzman,  tronco  de  los  Mar- 
queses del  Algaba;  26,  D.  Fernando  de  Padilla;  27,  D.  Alonso 
de  Aragón,  hijo  ilegítimo  de  D.  Juan  II,  Rey  de  Aragón  y 
Navarra,  fué  después  primer  Duque  de  Villahermosa  y  Conde 
de  Ribagorza;  28,  D.  Pedro  Girón;  29,  D.  Rodrigo  Tellez  Gi- 
rón su  hijo;  30  y  último,  D.  Garci  López  de  Padilla,  hasta 
1494  en  que  los  Reyes  católicos  incorporaron  el  maestrazgo  á 
su  corona.  Tenia  esta  orden  51  encomiendas  que  rentaban 
135,000  ducados.  Reinó  un  año;  murió  en  Toledo  el  de  1 158, 
siendo  de  23  de  edad,  y  fué  sepultado  en  su  santa  iglesia,  y 
doña  Blanca  en  el  monasterio  de  Santa  María  la  Real   de 
Nájera. 

,HUO  DE  DON  SANCHO  ni. 

D.  García,  que  murió  niño  en  1156,  y  su  madre  de  su  parto. 


—  237  — 

64. 

D.  Alonso  IX,  llamado  el  Bueno,  porque  vivió  en  el  amor 
desús  vasallos,  que  es  la  suma  felicidad  de  un  Príncipe:  nació 
en  li5S;  sucedió  en  el  Reino  de  Castilla  á  sus  padres  don 
Sancho  III  y  doña  Blanca;  casó  con  doña  Leonor,  hija  del  Rey 
D.  Enrique  II  de  Inglaterra.  Unió  á  su  corona  la  provincia 
de  Guipúzcoa  en  1200.  Ganó  á  Mahomat  Miramomelin,  Rey 
de  Marruecos,  y  á  otros  30  régulos  la  batalla  de  las  Navas  de 
Tolosa  en  Andalucia  á  16  de  Junio  de  1^12,  donde  mandó  to- 
mase por  armas  la  cruz  gules  en  campo  de  plata  á  D.  Sancho 
González  de  Reínoso,  tronco  de  este  linaje,  de  quien  procedió 
el  Illmo.  Sr.  D.  Diego  de  Arce  Reinoso^  Inquisidor  general  de 
España ;  é  igual  gracia  hizo  al  famoso  Martin  López  de  Me- 
drano,  que  la  puso  de  plata  sobre  campo  gules,  de  quien  di- 
manó entre  otras  ramas  la  de  D.  García  de  Medrano^  Señor 
de  la  casa  fuerte  de  San  Gregorio,  Regente  de  Sevilla,  del  su- 
premo Consejo  de  Castilla  y  Presidente  de  Sala  de  Alcaldes 
de  Corte ,  Ministro  grande  en  todo.  En  esta  batalla  mataron 
los  cristianos  200,000  moros  y  cautivaron  i85,0U0  á  costa 
de  25^000  cristianos.  Fundó  D.  Alonso  la  universidad  de  Pa- 
tencia en  1200,  que  después  trasladó  su  nieto  D.  Fernando  el 
Santo  ¿  Salamanca.  Hizo  merced  en  1180  á  D.  Gonzalo  Pé- 
rez, Arzobispo  de  Toledo,  del  oficio  de  Chanciller  mayor  de 
Castilla:  confirmóle  en  1212  al  Arzobispo  D.  Rodrigo  Gimé- 
nez de  Rada  y  á  sus  sucesores.  Reinó  56  años;  murió  en  Gu- 
tierre Muñoz,  aldea  de  Arévalo,  el  de  12í4,  de  59  de  edad,  y 
está  sepultado  con  su  esposa  en  ol  real  convento  de  las  Huel-^ 
gas  de  Burgos,  que  fundaron  en  ii87  según  aparece  de  su 
privilegio. 

HUOS  DE  DON  ALONSO  IX. 

D.  Sancho,  que  murió  niño. 

D.  Fernando,  que  nació  en  Cuenca  en  1189  y  murió  en 
Madrid  en  1211 ,  y  yace  con  sus  padres. 


/ 


—  238  — 

Doña  Blanca,  hija  segunda,  casó  en  1201  con  el  Rey  de 
Francia  Luis  VIII,  de  cuyo  matrimonio  nació  en  1214  el  glo- 
rioso San  Luis,  noveno  rey  de  aquella  corona,  quedando  dofia 
Blanca  en  línea  délos  Duques  de  Vandoma,  duodécima  abuela 
materna  de  la  Serma.  Infanta  de  España  doña  María  Teresa 
de  Austria,  por  este  orden:  es  hija  de  la  gloriosa  Reina  doña 
Isabel  de  Borbon  y  D.  Felipe  IV,  nieta  de  Enrique  IV,  Rey 
de  Francia  y  de  madama  Haría  de  Médicis:  segunda  nieta  de 
Antonio  de  Borbon,  segundo  Duque  de  Vandoma,  y  de  ma- 
dama Juana  de  Labrit  su  esposa:  tercera  nieta  de  Carlos  de 
Borbon,  primer  Duque  de  Vandoma,  Par  de  Francia,  y  de 
María  Francisca  de  Alenzon  y  Lorena  su  mujer:  cuarta  nieta 
de  Francisco  de  Borbon,  primero  del  nombre,  tercer  Conde 
de  Vandoma,  y  de  madama  María  de  Luxemburg  su  con- 
sorte, Condesa  de  Sampol:  quinta  nieta  de  Juan  de  Borbon, 
segundo  del  nombre  y  segundo  Conde  de  Vandoma,  y  d^  ma- 
dama Isabel  de  Beavan:  sesta  nieta  de  Luis  de  Borbon  II,  pri- 
mer Conde  de  Vandoma  y  de  madama  Juana  de  Laval^  su 
mujer:  séptima  nieta  de  Juan  de  Borbon,  Conde  de  la  Marca» 
y  de  madama  Catalina,  Señora  del  estado  de  Vandoma,  pro- 
(*>edido  de  los  antiguos  Duques  de  Normandía:  octava  nieta  de 
Jaques  de  Borbon,  Conde  de  Pontien,  Marca  y  Caraloes,  gran 
Condestable  de  Francia,  y  de  madama  Juana  de  Sampol  su 
esposa:  novena  nieta  de  Luis  de  Borbon,  Conde  de  Claramont, 
primer  Duque  de  Borbon,  y  de  madama  María  de  Hainante: 
décima  nieta  de  Roberto  de  Francia,  Conde  de  Claramont  y 
Caraloes,  y  de  madama  Beatriz,  Señora  del  estado  de  Borbon: 
undécima  nieta  de  San  Luis,  Rey  de  Francia,  y  de  madama 
Margarita  de  Ailes,  Condesa  de  la  Provenía;  y  duodécima  nie- 
ta de  la  Infanta  de  Castilla  y  Reina  de  Francia  doña  Blanca, 
que  murió  en  1252  y  está  sepultada  en  el  real  monasterio  de 
San  Dionis  de  París  con  su  esposo.  Por  sus  raras  virtudes 
quedó  en  Francia  la  costumbre  de  llamar  á  las  Reinas  viudas, 
blancas  y  madres. 

Doña  Urraca,  hija  tercera  de  D.  Alonso  IX  y  doña  Leonor: 
casó  en  1206  con  el  Rey  de  Portugal  D.  Alonso  II,  su  primo 


—  239  - 

tercero:  murió  en  1220  á  3  de  noviembre,  y  está  sepultada 
con  su  esposo  en  Alcobaza. 

Doña  Mafalda ,  que  falleció  niña  en  Salamanca ,  donde 
yace. 

Doña  Constanza,  primera  Abadesa  de  las  Huelgas  de  Bur- 
gos, donde  está  sepultada. 

Doña  Sancha,  que  murió  niña. 

Doña  Leonor,  que  casó  en  1221  con  D.  Jaime  I  de  Ara- 
gón el  Conquistador,  y  yace  en  las  Huelgas  con  sus  padres. 

D.  Alonso,  progenitor  de  la  familia  de  los  Tenorios. 

D.  Juan  Alonso,  tronco  de  la  familia  de  Benavides. 

65. 

D.  Enrique^  primero  de  este  nombro^  que  en  turco  signi- 
fica Principe  mañoso;  sucedió  en  el  Reino  de  Castilla  á  sus 
padres  D.  Alonso  IX  y  doña  Leonor:  nació  en  1203;  casó  con 
doña  Mafalda^  prima  tercera  del  Rey  su  padre ,  hija  de  don 
Sancho  I,  Rey  de  Portugal:  murió  desgraciadamente  en  la 
ciudad  de  Falencia  del  golpe  de  una  teja  que  le  cayó  en  la 
cabeza  en  1217,  á  los  14  de  edad^  y  fué  sepultado  en  las  Huel- 
gas de  Burgos,  y  su  esposa  on  el  monasterio  de  Aroca,  sin  su- 
cesión. 

66. 

Doña  Berenguela,  hija  mayor  de  D.  Alonso  IX  y  doña 
Leonor,  sucedió  en  la  corona  de  Castilla  á  su  hermano  don 
Enrique  I:  nació  en  la  ciudad  de  Segovia  en  1181;  casó  con 
el  Rey  D.  Alonso  de  León,  décimo  del  nombre,  tio  suyo,  por 
ser  primo  hermano  de  su  padre,  hijo  que  era  de  D.  Fernan- 
do II  y  su  esposa  doña  Urraca,  á  quien  sucedió  en  1188.  Fué 
D.Alonso  casado  antes  con  la  Infanta  doña  Teresa,  su  prima 
hermana,  hija  de  D.  Sancho  I  de  Portugal,  de  quien  se  apartó 
en  1199,  teniendo  ya  en  ella  á  los  Infantes  D.  Femando,  que 
murió  en  1214,  y  fué  sepultado  en  Santiago  de  Galicia;  doña 
Sancha  Alonso,  monja  en  el  convento  de  Santa  Eufemia  de 
Cozollos,  del  Obispado  de  Palencia,  que  murió  en  1270  de  80 


/ 


—  240  - 

años  de  edad,  en  opinión  de  santa ,  cuyo  cuerpo  incorrupto 
trasladó  el  Rey  D.  Felipe  IIl  en  1608  al  monasterio  de  Santa 
Fé  la  real  de  Toledo;  y  D.  Dulce,  sin  sucesión,  que  acompañó 
á  su  madre  cuando  volvió  á  Portugal. 

HIJOS  DE  DON  ALONSO  X  DE  LEÓN  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Fernando  Alonso,  Dean  de  Santiago. 

D.  Rodrigo  Alonso^  Adelantado  mayor  de  la  frontera,  que 
casó  con  doña  Inés  Rodríguez,  hija  de  D.  Rodrigo  Fernandez 
de  Balduema. 

D.  Pedro  Alonso,  13  Maestre  de  Santiago,  que  murió  con 
sucesión  en  1228. 

Doña  Teresa  Alonso,  que  casó  con  D.  Ñuño  González  de 
Lara,  llamado  el  Buenoi  Señor  de  esta  casa. 

Doña  Aldonza  Alonso^  esposa  del  Conde  D.  Pedro  Ponce 
de  Minerva,  progenitora  de  la  ilustre  familia  de  los  Ponces  de 
León  Duques  de  Arcos. 

Doña  Urraca  Alonso ,  que  casó  con  D.  Lope  Díaz  de  Haro, 
Señor  de  Vizcaya,  tronco  de  la  gran  casa  de  Haro,  Marqueses 
del  Carpió,  padres  de  doña  MencíaLopéz  de  Haro,  Reina  con- 
sorte de  D.  Sancho  II  de  Portugal,  su  primo  tercero. 

D.  Martin  Alonso,  que  casó  con  doña  Sancha  González  de 
Orbanea,  y  segunda  vez  con  doña  María  Méndez  Girón,  hija 
de  D.  Gonzalo  Ruiz  Girón,  cabeza  y  pariente  mayor  de  los  fa- 
mosos Girones,  Duques  de  Osuna:  fué  sepultado  en  el  monas- 
terio de  Sancti  Spiritus  de  Salamanca. 

Doña  ¡Urraca  Alonso,  mujer  de  D.  Pedro  Nuñez  de  Guzr 
man,  Adelantado  mayor  de  Castilla,  sin  sucesión. 

D.  Ñuño  de  León,  que  casó  con  doña  Gomótrica  del  Águi- 
la, de  quienes  descienden  los  de  este  apellido  en  la  ciudad  de 
Avila,  Señores  del  mayorazgo  de  Villaviciosa  y  otros  Caballe- 
ros de  Castilla:  murió  D.  Alonso  X  de  León  en  Villanueva  de 
Sarria,  en  Galicia,  en  1230,  habiendo  reinado  42  años,  y  fué 
sepultado  con  su  padre  en  la  catedral  de  Santiago:  su  primera 
esposa  doña  Teresa  en  el  convento  de  Lorban;  y  la  segunda, 
doña  Berenguela,  Reina  de  Castilla,  en  las  Hnelgas  de  Bur- 


—  241  — 

gos  en  1244 ,  habiendo  fallecido  en  Toledo  á  los  63  afios  de 
edad. 

HIJOS  DE  DONA  BERENGCELA  Y  SU  ESPOSO  DON  ALONSO  DE  LEÓN. 

D.  Fernando  III,  que  heredó  entrambas  coronas  de  Casti- 
lla y  León. 

D.  Alonso,  Señor  de  Molina,  que  casó  cuatro  veces,  la 
tercera  con  doña  Mayor  Alonso  de  Meneses,  hija  de  D.  Alonso 
Tellez  de  Meneses  el  de  Córdoba,  de  cuyo  consorcio  nació  la 
Reina  doña  María,  esposa  de  D.  Sancho  IV  de  Castilla  su  so- 
brino, con  quien  casó  en  1282  y  falleció  en  1322:  murió  don 
Alonso  en  Salamanca  en  1272,  y  está  sepultado  en  el  con- 
vento de  Calatrava. 

Doña  Constanza,  monja  délas  Huelgas  de  Burgos,  donde 
yace. 

Doña  Berenguela,  que  oasó  en  1223  con  su  deudo  Juan, 
Conde  de  Breña,  Rey  de  Jerusalen  por  el  primer  matrimonio 
con  su  Reina  Violante,  de  la  cual  engendró  á  doña  Violante, 
única  heredera  que  casó  con  el  Emperador  Federico  11,  Rey 
de  Ñapóles  y  Sicilia,  aportando  en  dote  el  título  de  Reina  de 
Jerusalen,  en  cuya  nieta  doña  Constanza,  esposa  del  Rey  don 
Pedro  III  de  Aragón,  entró  en  aquella  corona  y  de  allí  en  la 
de  Castilla.  Los  hijos  que  tuvo  doña  Berenguela  del  Rey 
Juan  Breña,  fueron  el  Conde  Alonso,  Luis,  Conde  de  Bel- 
monte  en  Francia,  Juan,  Conde  de  Monforte  y  Marta,  Empe- 
ratriz de  Constantinopla,  mujer  del  Emperador  Valduino  II. 

Doña  Leonor,  que  murió  en  1210  y  está  sepultada  en  San 
Isidoro  de  León. 

67. 

D.  Femando  III,  llamado  por  sus  virtudes  el  Santo^  nació 
en  un  monte  entre  las  ciudades  de  Salamanca  y  Zamora  en 
1201;  sucedió  en  la  corona  de  Castilla  á  doña  Berenguela  su 
madre,  que  la  renunció  en  1217,  y  en  el  de  30  en  la  de  León 
y  Galicia  á  su  padre  D.  Alonso,  y  así  se  juntaron  estas  coro- 
nas sin  haberse  dividido  mas :  instituyó  en  1231  la  dignidad 


/ 


—  242  — 

de  Adelantado  de  Castilla,  cargo  de  justicia,  cuya  residencia 
tomaba  á  las  demás:  casó  dos  veces,  la  primera  en  Burgos  con 
doña  Beatriz,  hija  de  Felipe,  Emperador  de  Alemania^  Duque 
de  Suecia,  y  de  la  Emperatriz  Irene,  hija  del  Emperador  Isa- 
cío  Angelo  de  Constantinopla;  la  segunda  con  doña  Juana, 
hija  de  Simón,  Conde  de  Poitiers  en  Francia.  Dio  principio 
en  1242  á  la  piadosa  y  devota  acción  de  lavar  los  pies,  dar  de 
cenar  y  servir  á  la  mesa  á  12  pobres  el  Jueves  Santo.  Tras- 
ladó en  1240  la  universidad  de  Falencia  á  Salamanca.  Fundó 
el  real  y  supremo  Consejo  de  Castilla  en  1246,  siendo  mas 
antiguo  que  el  Parlamento  de  París  46  años:  compúsole  de  12 
oidores,  insignes  en  letras  y  venerables  en  virtudes,  con  los 
tres  requisitos  de  amor  á  la  república,  sabiduría  en  el  gobier- 
no y  valor  para  la  ejecución  de  las  leyes  y  pragmáticas,  com- 
prendiéndose en  este  docto  Senado  la  Sala  de  los  Alcaldes  de 
Casa  y  Corte.  En  él  pedían  justicia  15,760  poblaciones:  no 
tuvo  Presidente  hasta  el  año  1402  en  que  D.  Enrique  III 
constituyó  por  primero  á  su  maestro  D.  Diego  de  Anaya  Mal- 
donado,  fundador  del  gran  colegio  mayor  de  San  Bartolomé 
en  la  universidad  de  Salamanca  su  patria ,  y  Obispo  suyo  de 
Orense,  Tuy  y  Cuenca,  Arzobispo  de  Sevilla,  Embajador  al 
concilio  Constanciense  y  de  Francia;  fué  el  2.^,  D.  Sancho 
de  Rojas,  Obispo  de  Astorga,  Palencia  y  Arzobispo  de  Toledo; 
3.^,  D.  Iñigo  Manrique,  Obispo  de  Oviedo  y  Arzobispo  de 
Sevilla;  4.^,  el  Príncipe  D.  Juan,  hijo  primogénito  de  los  Re- 
yes católicos  D.  Fernando  y  doña  Isabel;  5.^,  D.  Juan  de  Cas<> 
tilla.  Obispo  de  Astorga  y  Salamanca;  6.^,  D.  Alvaro  de  Por- 
tugal, tio  de  la  Reina  católica,  Señor  de  la  villa  de  Teutugal, 
séptimo  Regidor  de  la  casa  llamada  en  Portugal  Suplicación, 
15  Chanciller  mayor  de  aquef  reino.  Contador  mayor.  Al- 
caide de  Sevilla  y  Andujar^  progenitor  de  los  Marqueses  de 
Ferreira  y  otros  títulos,  hijo  de  D.  Femando  I,  segundo  Du- 
que de  Braganza,  y  de  doña  Juana  de  Castro;  7.^,  D.  Juan 
Daza,  Obispo  de  Oviedo,  Cartagena  y  Córdoba;  8.^,  D.  Alonso 
Suarez  Yaltodano  de  la  Fuente  el  Saz,  Obispo  de  Mondo&edo, 
Lugo  y  Jaén;  9.^,  D.  Antonio  de  Rojas,  Obispo  de  Palencia  y 


—  243  — 

Arzobispo  de  Granada,  maestro  del  Emperador  Femando  I, 
hermano  de  Carlos  V;  iO,  D.  Juan  Tavera,  Arzobispo  de  To^ 
ledo,  sesto  Inquisidor  general  de  España  y  Cardenal  de  la 
santa  iglesia  romana;  11,  D.  Antonio  de  Fonseca^  Prior  de 
RoncesTalles,  Regente  del  Consejo  real  de  Navarra,  Patriarca 
de  bs  Indias  y  Obispo  de  Pamplona;  12,  D.  Fernando  de  Val- 
dés.  Obispo  de  Elna  en  Cataluña,  de  Orense,  Oviedo,  León  y 
Siguenza,  del  Consejo  de  Estado,  octavo  Inquisidor  general  y 
Anobispo  de  Sevilla;  13,  Juan  de  Vega,  Señor  de  Grajal,  Vi-» 
rey  de  Navarra  y  de  Sicilia;  14^  D.  Luis  Hurtado  de  Mendoza, 
tercer  Conde  de  Tendilla,  segundo  Marqués  de  Mondejar,  Vi- 
rey  de  Navarra,  Presidente  de  Indias;  15,  el  doctor  Juan  Ro- 
dríguez de  Figueroa,  Presidente  de  Ordenes^  del  Consejo  de 
Estado,  Comendador  de  Villanueva  de  Alcaraz  en  el  orden 
de  Santiago;  16,  el  Cardenal  D.  Diego  de  Espinosa ,  Obispo 
de  Sigñenza,  del  Consejo  de  Estado,  noveno  Inquisidor  ge- 
neral; 17,  el  doctísimo  D.  Diego  de  Covarrubias  y  Leiva, 
Obispo  de  Ciudad-Rodrigo  y  Segovia,  del  Consejo  de  Estado, 
á  quien  los  italianos  y  franceses  llaman  Bartulo  Español;  18, 
D.  Antonio  Mouriño  de  Pazos,  Obispo  de  Avila  y  Córdoba; 
19,  D.  Francisco  Zapata  de  Cisneros,  Comendador  de  Gua- 
dalcanal  y  13  en  la  orden  de  Santiago,  primer  Conde  de  Bara- 
jas, de  quien  descienden  los  demás.  Mayordomo  mayor  de  la 
Reina  doña  Ana  de  Austria,  cuarta  esposa  deD.  Felipell,  Ayo 
de  los  Príncipes  de  España,  sus  hijos,  del  Consejo  de  Estado, 
y  Presidente  de  órdenes;  30,  Rodrigo  Vázquez  de  Arce  del  Con- 
sejo de  Estado;  21,  D.Juan  deZúñiga  Avellaneda  y  Cárdenas, 
sesto  Conde  de  Miranda,  Comendador  de  la  Membrilla  y  13 
en  la  orden  de  Santiago,  Virey  del  príncipado  de  Cataluña  y 
Ñapóles,  de  los  Consejos  de  Estado  y  Guerra ,  Presidetato  de 
Italia  y  primer  Duque  de  Peñaranda,  de  quien  proceden  los 
demás;  22,  D.  Juan  Bautista  de  Acebedo,  Patriarca  de  las  In- 
dias, Obispo  de  Valladolid,  16  Inquisidor  general;  23,  don 
Pedro  Manso  de  Zúfiiga,  Presidente  de  Valladolid  y  Patriarca 
de  las  Indias;  24,  D.  Juan  de  Acuña,  primer  Marqués  de 
Valle  de  Cerrato,  Presidente  de  Hacienda  y  de  Indias,  hijo  del 
lOMO  I.  46 


i 


—  244  — 

Conde  de  Buendía;  V&,  D.  Femando  de  Acebedo,  Anobiip* 
de  Burgos,  del  CoDsejo  de  Estado,  hermano  del  Presidevte 
D.  Juan  Bautista  de  Aeebedo;  26^  D.  Francisco  de  Gontrensy 
Comendador  mayor  de  León  y  i3  en  la  orden  de  Santíag»^ 
del  Consejo  de  Estado;  27,  el  Cardenal  D.  Gabriel  Trejo, 
Obispo  de  Málaga;  28,  D.  Juan  Santos  de  San  Pedro,  Arzc^- 
bispo  de  Granada;  29,  D.  Fernando  de  Valdés^  también  Ap- 
zobispo  de  Granada;  30,  D.  Diego  de  Gastejon  y  Fonseca^ 
Obispo  de  Lugo  y  después  de  Tarazona  en  Aragón;  31,  don 
Juan  Cht^  macero  Carrillo  y  Sotomayor,  Caballero  del  orden 
de  Santiago,  Embajador  estraurdinarío  en  Roma  y  primer 
Conde  de  Guaro;  32,  el  Illmo.  Sr.  D.  Diego  de  Riafio  y  Gam- 
boa, del  hábito  de  Santiago,  Presidente  que  fué  de  la  real 
Chancillería  de  Valladoiid,  del  Consejo  que  se  formó  en  Caá* 
tabria  y  Comisario  general  de  h  Santa  Cruzada^  Conquistó  el 
Rey  D.  Fernando  casi  toda  la  Andalucia  de  los  tnoros,  prinoi- 
palmente  la  ciudad  de  Sevilla  en  1248,  y  estando  sobre  ella  en 
1246  creó  la  dignidad  de  Almirante,  que  en  árabe  significa 
Capitán  general  con  mero  y  misto  imperio  eü  su  jurisdic- 
ción, siendo  el  primero  Ramón  Bonifaz,  natural  de  Burgos  y 
tronco  de  este  apellido;  2.^,  D.  Rui  López  de  Mendoza,  por 
el  Rey  D.  Alonso  el  Sabio;  3.'',  Pedro  Martínez  de  Fé;  4.^ 
D.  Pedro  Laso  de  la  Vega,  Señor  de  la  casa  de  la  Vega  en  Aa* 
turias  de  SantUlana,  progenitor  de  los  Boques  del  Infantado; 
5.^,  D.  Payo  Gómez  Cherina,  reinando  D.  Sancho  IV;  6.^, 
D.  Pedro  Diaz  de  Castafieda^  de  quien  descienden  los  Duques 
de  Frías,  Condes  de  Haro  y  Señores  de  Hormaza,  hijo  de 
Diego  Gómez  de  Castañeda,  Rico-home  de  Castilla;  7.^,  don 
Nufio  Diaz  de  Castañeda,  hermano  del  Almirante  D.  Pedro; 
^.^,  Micer  Benito  Zacarías,  genovós;  9.^,  D.  Juan  Mate  de 
Luna,  por  el  Rey  D.  Fernando  IV;  10,  D.  Fernán  Pérez  Mai-* 
mon;  11,  D.  Alonso  Fernandez  de  Montemolin;  12,  D.  Alvaro 
Paes;  13,  D.  Diego  García  de  Toledo;  14,  D*  Diego  Gutierres 
de  Ceballos;  15,  Gilberto,  Vizconde  de  Castelhó,  Gabaliero 
estranjero;  16^  D.  Alonso  Jefre  Tenorio,  por  el  ReyD.  Alon- 
so XII;  17,  D.  Alonso  Ortiz  Calderón,  Prior  del  orden  de  San 


—  245  — 

Juan;  18^  Micer  Egidio  Bocanegra,  hermano  del  primer  Du-<> 
que  de  Genova^  de  quien  vienen  los  Condes  de  Palma;  19^ 
Micer  Ambrosio  Bocanegra  Fiesco,  su  hijo^  por  merced  del 
Rey  ID.  Enrique  II;  20,  D.  Fernán  Sánchez  de  Tobar,  qué 
llegó  basta  el  tiempo  del  Rey  D.  Juan  I;2i,  D.  Juan  Fernán- 
des  de  Tobar,  su  hijo,  de  quien  derivan  los  Marqueses  dé 
Berlánga  y  otros  señores;  22,  D.  Alvaro  Pérez  de  Guzman, 
Señor  de  Gibraleon,  reinando  D.  Enrique  III,  su  sobrino^  de 
quien  vienen  los  Duques  de  Bejar,  Condes  de  Miranda^  des- 
pués Duques  de  Peñaranda;  23^  D.  Diego  Hurtado  de  Men- 
doza«  hijo  deD.  Pedro  González  de  Mendoza,  mayordomo  del 
Rey  D.  Juan  I;  24,  D.  Rui  Diaz  de  Mendoza,  hijo  segundo  de 
D.  Juan  Hurtado  de  Mendoza,  Señor  de  Mendivil ;  25,  don 
Alonso  Enriquez,  por  merced  del  Rey  D.  Enrique  III,  su  so- 
brino^ Señor  de  Medina  de  Rioseco  y  otras  tierras,  hijo  de 
B.  Fadrique,  Maestre  de  Santiago,  hijo  del  Rey  D.  Alonso  XII; 
26,  D.  Fadrique  Enriquez,  su  hijo,  reinando  D.  Juan  II,  y 
fué  padre  de  doña  Juana  Enriquez  de  Córdoba,  madre  del 
Rey  católico  D.  Fernando  V;  27,  D.  Alonso  Enriquez,  hijo  de 
dicho  Almirante  D.  Fadrique,  de  segundo  matrimonio,  por 
merced  de  D.  Enrique  IV;  28,  D.  Fadrique  Enriquez,  por  el 
católico  D.  Femando  V  su  primo;  29,  D.  Fernando  Enriquez, 
que  sucedió  en  esta  dignidad  á  su  hermano  en  tiempo  dj  Car- 
los V,  y  fué  primer  Duque  de  Medina  de  Rioseco;  30,  su  hijo 
D.  Luis  Enriquez;  31,  su  hijo  D.  Luis,  en  tiempo  de  Fe- 
lipe II;  32,  su  hijo  D.  Luis;  33,  D.  Juan  Alonso  Enriquez 
de  Cabrera  su  bijo.  Duque  de  Medina  de  Rioseco,  Conde  do 
Módica  en  Sicilia^  su  Virey,  y  de  Ñapóles,  Mayordomo  mayor 
del  Rey  D«  Felipe  IV,  su  Gentil-hombre  de  Cámara,  Comen-^ 
dador  de  Piedrabuena  en  la  orden  de  Alcántara;  34,  el  esce-* 
lentísimo  Sr.  D.  Juan  Gaspar  Enriquez  de  Cabrera^  su  hijo^  de 
la  misma  orden,  que  suc^ió  á  su  padre  en  los  grandes  esta- 
dos por  merced  de  D.  Felipe  IV,  y  fué  casado  con  doña  Men- 
cía  de  Toledo,  hija  de  D.  Fadrique  de  Toledo  y  de  doña  El- 
vira Ponce  de  León,  primeros  Marqueses  de  Villanueva  de  la 
Valduefia,  con  sucesión.  Y  últimamente^  dejando D.  Fernanda 


—  846  — 

el  Santo  esublecida  la  Santa  Hermandad  vieja  en  1249  y  tre- 
molado sus  victoriosas  banderas  en  mas  de  1,000  pueblos,  con 
35  afios  de  reinado,  murió  en  1252  á  la  edad  de  81  en  Sevi- 
lla^ en  cuya  santa  iglesia  yace  consu  primera  esposa,  y  alganos 
quieren  qne  también  con  la  segunda.  Mabomad  Aben  Alamar, 
Rey  moro  de  Granada,  mientras  vivió,  todos  los  años  envió  100 
moros  vestidos  de  negro  con  100  antorcbas  de  cera  blanca 
para  qne  asistiesen  á  las  exequias  de  tan  esclarecido  Príncipe. 

HUOS  DE  DON  FEANANDO  DEL  PRIMER  MATRIMONIO. 

D.  Fadrique,  que  casó  con  la  Infanta  Malespina,  hija  del 
déspota  de  Romanía:  mandóle  matar  su  hermano  el  Rey  don 
Alonso  en  el  castillo  de  Burgos,  donde  le  tenia  preso  en  1277, 
y  está  ¿epultado  en  el  convento  de  la  Santísima  Trinidad, 
dejando  por  hi]a  á  doña  Beatriz,  segunda  esposa  de  D.  Simen 
Ruiz  de  Haro,  Señor  de  los  Cameros,  la  cual  yace  en  la  villa 
deSahagun,  y  no  tuvo  sucesión. 

D.  Fernando,  que  murió  niño  en  1242,  y  está  sepultado 
en  el  monasterio  de  Santa  Fó  la  Real  de  Toledo. 

D.  Enrique,  que  casó  con  doña  Juana  Nuñez  de  Lara, 
llamada  la  Palomina,  hija  de  D.  Juan  Nuñez  de  Lara,  Señor 
de  esta  casa,  cuya  señora  pasó  á  segundas  bodas  con  D.  Fer- 
nando de  la  Cerda,  hijo  del  Infante  D.  Fernando  de  la  Cerda, 
de  quienes  hay  ilustre  descendencia;  fué  el  Infante  Señor  de 
Vizcaya,  Villar  de  Atienza,  Berlanga ,  Talayera ,  Almazan, 
Grormaz,  Roa,  Medellin,  Dueñas  y  Ciudad  de  Ecija,  Cobema- 
dor  de  estos  Reinos,  ayo  y  tutor  del  Rey  D.  Femando  IV  su 
sobrino,  y  Adelantado  mayor  de  Andalucía:  murió  en  su  villa 
de  Roa  en  1305,  y  fué  sepultado  en  San  Francisco  de  Valla» 
dolid,  derivando  de  él  los  Enriquez,  Señores  de  Villalba  en 
tierra  de  Salamanca. 

D.  Felipe,  que  se  crió  en  casa^  de  D.  Rodrigo  Giménez, 
Arzobispo  de  Toledo,  y  gozó  algunos  beneficios  eclesiásticos, 
entre  eUos  Abad  de  Valladolid;  fué  electo  Arzobispo  de  Sevi- 
lla, que  renunció,  y  casó  en  1354  con  doña  Cristiana,  hija 
del  Rey  de  Dacia,  Noruega  y  Dinamarca.  Dióle  el  Rey  don 


^ 


-247  — 

Alonso  su  hermano,  Yaldecorneja  con  las  cuatro  villas,  Pie- 
dtahita,  el  Barco,  Dávila,  Almiron  y  Horcajada :  murió  en 
Sevilla,  siendo  sepultado  en  el  convento  de  San  Felices  de 
Amaya  en  Burgos  con  su  consorte;  fué  casado  segunda  vez 
con  doña  Leonor  Rodríguez  de  Castro,  hija  de  D.  Rui  Fer- 
nandez de  Castro ,  de  quien  no  tuvo  sucesión,  y  fué  sepultado 
con  su  esposa. 

D.  Sancho,  Canónigo  de  Toledo,  su  Arzobispo,  habién- 
dolo sido  aiites  de  Sevilla,  Chanciller  mayor  de  Castilla:  mu- 
rió en  1962  en  la  batalla  que  tuvo  contra  los  moros  cerca  de 
Hartos,  yendo  á  socorrer  á  Jerez,  y  yace  en  la  Santa  Iglesia 
de  Toledo. 

D.  Manuel,  Señor  de  Agreda,  Escalona,  Santa  Olalla, 
Guellar  y  Peflafiel:  casó  segunda  vez  con  doña  Beatriz,  hija 
de  Amadeo,  tercer  Conde  de  Saboya,  de  quienes  desciende  la 
familiii  de  los  Manueles;  fué  su  hijo  D.  Juan  Manuel,  padre 
de  doña  Constanza  Manuel ,  Reina  de  Portugal,  que  casó  en 
1334  con  el  Rey  D.  Pedro  de  aquella  corona,  y  de  doña  Juana 
Manuel,  Reina  de  Castilla,  consorte  de  D.  Enrique  II:  hállase 
sepultado  el  Infante  con  su  hijo  en  el  convento  de  Santo  Do- 
mingo de  Peñafiel. 

Doña  Leonor,  que  murió  niña. 

Doña  Berenguela,  monja  en  las  Huelgas  de  Burgos,  donde 
entró  en  1242  y  allí  yace. 

Doña  María,  que  falleció  en  1272  y  fué  sepultada  en  San 
Isidoro  de  León. 

UUOS  DE  DON  FERNANDO  III  DEL  SEGUNDO  MATRIMONIO. 

D.  Fernando  Alonso,  Arcediano  en  la  Santa  Iglesia  de  Sa- 
lamanca, en  cuya  capilla  mayor  está  sepultado. 

D.  Juan,  Señor  de  Marchena. 

Doña  Leonor,  que  casó  en  1256  con  Eduardo,  primogé- 
nito de  Enrique  III,  Rey  de  Inglaterra,  para  cuyo  matrimonio 
le  intituló  su  padre  Príncipe  de  Gales,  y  se  continuó  en  los 
sucesores. 


-148- 

D.  Luis,  cuyo  oombre  le  (lieroii  en  memoria  de  su  lio  San 
Luis,  Rey  de  Francia. 

60. 

D.  Alonao  XI,  hijo  y  sucesor  del  santo  Rey  D.  Feman- 
do III  y  de  su  primera  esposa  doña  Beatriz;  nadó  en  Toledo 
en  1221;  casó  con  la  Infanta  doña  Violante,  hija  de  D.  Jai- 
me I  de  Aragón  y  de  su  mujer  doña  Violante ;  llámanle  con 
justa  razón  el  Sabio  por  haber  sido  dado  á  las  ciencias,  en 
particular  á  la  historia;  compuso  la  general  de  España,  flore- 
ció en  laastrología,  pues  halló  éimotuitrepidatiafMS  del  nono 
cielo  cristalino;  ordenó  las  tablas  astronómicas,  que  por  él  se 
llamaron  Alfonsinas,  cuyo  original  peñnanece  en  la  santa 
iglesia  de  Sevilla;  rehizo  las  leyes  de  las  siete  partidas;  mandó 
traducir  en  español  muchos  libros,  promulgando  en  1260 qu« 
todas  las  escrituras  y  privilegios  que  hasta  entonces  se  hacían 
en  latin,  se  escribiesen  en  castellano.  En  1253  se  tituló  Rey 
de  Toledo.  En  1266  acabó  de  unir  el  reino  de  Murcia  al  de 
Castilla.  En  1254,  sitando  los  bienes  de  los  prelados  difuntos 
de  la  real  corona ,  mandó  quedasen  para  los  sucesores.  En 
1255  estableció  que  cuando  hubiese  duda  en  la  inteligencia 
lie  algún  vocablo  antiguo  de  nuestro  idioma  castellano,  se  re- 
curriese á  la  ciudad  de  Toledo  como  á  centro  donde  se  habla 
mejor  la  lengua.  En  1257  fué  electo  Emperador  de  Alemania. 
En  1267  dio  en  Burgos  150  quintales  de  plata  á  la  Emperatriz 
de  Constantinopla  Marta  su  prima  hermana,  sin  que  ella  le 
hubiese  pedido  mas  que  50  para  rescatar  al  Emperador  Bal- 
duino  II  su  marido,  que  estaba  preso  en  poder  del  Soldán  de 
Egipto.  En  1274  impetró  del  Pontífice  los  diezmos  de  las  igle- 
sias, llamadas  tercias.  En  1282  le  hizo  guerra  á  su  propio  hijo 
D.  Sancho,  llamado  el  Bravo,  para  cuya  defensa  empeñó  don 
Alonso  al  Rey  de  Marruecos  en  60,000  doblas  de  oro  la  co- 
rona de  su  cabeza:  reinó  32  años;  murió  en  Sevilla  el  de  12S4 
.i  la  edad  de  63,  en  cuya  catedral  yace  sepultado,  y  las  entra- 
ñas en  la  de  Murcia ,  mandando  ospresamente  en  su  testa- 
mento, otorgado  en  Sevillo  á  1."  de  Noviembre  do  i283,  que 


—  2*9  — 

no  se  Í6  diese  sepultura  hasta  que  fuesen  pagadas  sus  deudes 
y  satisfechos  sus  vasallos ,  por  no  ser  justo  que  el  cuerpo 
estuviese  en  descanso  cuando  el  alma  estuviese  en  pena. 
Cumpliólo  todo  puntualmente  la  piadosa  Reina  doña  Vio- 
lante. 

HIJOS  DE  DON   ALOiNSO  EL  SABIO. 

D.  Fernando,  que  murió  niño. 

El  Infante  D.  Fernando,  llamado  de  la  Cerda  por  haher 
nacido  en  Í2B4  con  un  pelo  largo  en  el  pecho,  progenitor  de 
los  de  este  apellido  de  que  son  descendientes  los  Duques  de 
Medinaceli;  casó  con  su  tia  madama  Blanca,  prima  segunda 
de  su  padre,  hija  de  San  Luis,  Rey  de  Francia,  y  de  madama 
Margarita,  Condesa  de  la  Provenza,  cuyas  bodas  se  celebrarop 
en  Burgos  en  i268,  las  mas  magestuosas  que  se  han  visto  en 
Europa,  habiéndose  hallado  presentes  á  mas  de  los  Rfeyes,  Fe- 
lipe, Príncipe  de  Francia,  hermano  de  la  desposada;  Eduardo, 
Príncipe  de  Inglaterra;  el  Rey  D.  Jaime  I  de  Aragón  y  su  hijo 
D.Pedro,  sucesor;  Mahomat,  Rey  de  Granada;  Guillermo, 
Marqués  de  Monferrato;  Marta,  Emperatriz  de  Constantino- 
pla;  los  Infantes  D.  Sancho,  D.  Fadrique,  D.  Manuel  y  don 
Felipe,  hermanos  de  D.  Alonso  el  Sabio  y  tios  del  desposado: 
los  Infantes  D.  Pedro,  D.  Juan  y  D.  Jaime  sus  hermanos,  y 
el  Infante  D.  Alonso,  Señor  de  Molina,  con  todas  las  dignida- 
des eclesiásticas  y  seglares  que  es  posible  juntarse.  De  este 
consorcio  nacieron  D.  Alonso  y  D.  Fernando  de  la  Cerda. 
Murió  el  Infante  en  vida  de  su  padre,  estando  en  Ciudad 
Real  en  1275  do  edad  de  21  años,   y  fué  sepultado  en  hs 
Huelgas  de  Burgos.  D.  Juan,  que  casó  en  Burgos  en  1281  con 
doña  Margarita,  hija  de  Ludovico,  Marqués  de  Monferrato, 
dándole  el  Rey  D.  Alonso,  su  padre,  en  dote  la  villa  de  Va- 
lencia de  Campos:  casó  segunda  vez  en  1287  con  doña  María 
Diaz  de  Haro,  Señora  de  Vizcaya ,  hija  de  D.  Lope  Diaz  de 
Haro,  de  quien  tuvo  á  D.  Juan,  Señor  de  Vizcaya,  propagador 
de  los  demás  de  aquel  estado,  y  ú  D.  Lope  de  Haro,  tronco 
de  principales  casas  en  España;  fué  también  el  Infante  don 


0 


Juaoy  Sefior  de  las  villas  de  Oroposa,  Santiago  de  la  Puebla» 
Paredes  de  Nava,  Rioseco  y  Castro  Nufio,  tutor  del  Rey  doa 
Eemondo  IV  su  sobrino,  y  de  su  hijo  el  Rey  D.  Alonso  XII. 
Murió  en  la  Vega  de  Granada,  en  1319,  repentinamente  al  ver 
muerto  á  su  sobrino  el  Infante  D.  Pedro:  fué  sepultado  en  la 
catedral  de  Burgos,  y  de  él  procede  el  apellido  de  Valencia 
por  línea  de  D.  Alonso  su  hijo,  que  tuvo  del  primer  matri- 
monio. 

D.  Pedro,  Sefior  de  laa  Villas  de  Ledesma ,  Alba,  Salva- 
tierra ,  Miranda  del  Castañar ,  Galisteo ,  Granadilla  y  en  Por* 
tugal ,  Castel-Rodrígo ,  Alfayates  y  Sabugal :  casó  en  1S81 
con  Madama  Margarita,  hija  del  Sefior  de  Norbona ,  en  Fran- 
cia, de  cuyo  matrimonio  nació  D.  Sancho,  llamado  de  Paz^ 
Tronco  de  los  de  este  linaje,  que  murió  en  1.^  de  Octubre 
de  1311,  y  yace  en  el  Convento  de  San  Francisco  de  Sala- 
manca; otro  hijo  fué  Sancho  Peh,  que  falleció  en  135Í,  y  re- 
posa con  su  hermano  sin  sucesión.  Murió  el  Infante  en  1S83^ 
y  fué  sepultado  en  la  Capilla  Mayor  de  San  Francisco  de  Va^ 
lladolid. 

D.  Jaime,  Sefior  de  los  Cameros,  casó  con  hija  de 
Guillermo,  Marqués  de  Monferrato,  y  murió  sin  suce» 
sion. 

Dofia  BercDguela,  Sefiora  de  la  Ciudad  de  Guadalajara  y 
su  tierra :  nació  en  1253,  á  quien  el  Soldán  del  Cayro  pidió 
por  mujer,  recibiendo  los  Embajadores  por  contestación  de 
la  Infanta:  «No  es  razón  que  siendo  yo  cristiana,  bija  legítima 
del  Rey  de  Castilla,  tenga  por  marido  á  un  Moro.»  Yace  en  el 
Real  Convento  de  Santo  Domingo  de  Madrid. 

Dofia  Beatriz,  que  casó  con  Guillermo,  Marqués  de  Mon- 
ferrato. 

Dofia  Violante,  esposa  de  D.  Diego  López  de  Haro,  Adelan- 
tado Mayor  de  la  Frontera ,  de  quien  tuvo  ú  D.  Lope  Diaz  de 
Uaro,  Señor  de  Ordufia,  Balmaseda,  Miranda ,  Villalba  y 
Santa  Olalla ;  á  D.  Fernando  Diaz  do  Haro  y  dofia  María  de 
Ilaro,  consorte  de  D.  Juan  Nuñez  de  Lara,  Sefior  de  la  casa 
de  Lara. 


—  251  — 

DoDa  Isabel. 
Dolia  Leonor. 

BUOS  DE  DON  ALONSO  EL  SABIO  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Alonso  Fernandez,  llamado  Niño,  casó  con  doña  Blan- 
ca Alonso  f  Sefiora  de  Molina,  hija  del  Infante  D.  Alonso, 
Sefior  de  aquel  Estado ,  y  procrearon  á  dofia  Isabel  ,<  consorte 
de  D.  Juan  Nufiez  de  Lara,  sin  sucesión.  Dejó  dofia  Blanca 
Alonso  el  sefiorío  de  Molina  á  su  hermana  la  Reina  dofia 
María,  mujer  del  Rey  D.  Sancho  IV  de  Castilla. 

D.  Martin  Alonso,  á  quien  su  padre  dejó  en  el  testamen- 
to 40  mil  maravedises,  moneda  considerable  en  aquel  tiempo, 
el  cual  después  fué  Abad  de  Valladolid. 

Dofia  Beatriz  de  Guzman ,  apellido  de  su  madre  dofia  Ma- 
ría ó  Mayor  Guillen  de  Guzman ;  casó  en  1253  con  su  tío  el 
Rey  D.  Alonso,  tercero  de  Portugal ,  llevando  en  dote  algunas 
tierras  de  Algarbe ;  fué  sepultada  con  su  esposo  en  Alcobaza* 

Dofia  Urraca,  á  quien  su  padre  dejó  muy  encargada  á  su 
hermana  dofia  Beatriz,  Reina  de  Portugal,  y  dio  en  dote  para 
su  casamiento  200  mil  maravedises. 

D.  Rodrigo  Alfonso,  que  confirmó  muchos  privilegios  del 
Rey  su  padre. 

69. 

D.  Sancho  IV,  llamado  el  Bravo ,  nació  en  1265  y  sucedió 
á  sus  padres  D.  Alonso  el  Sabio  y  dofia  Violante ;  casó  con 
dofia  María,  su  tia ,  hija  del  Infante  D.  Alonso,  Sefior  de  Mo- 
lina, hijo  del  Rey  D.  Alonso  X  de  León;  por  cuyo  matrimo- 
nio incorporó  á  su  Corona  el  Sefiorío  de  Molina ,  y  se  tituló 
como  sus  descendientes  Sefior  de  ella.  Fundó  la  Capilla  de  los 
Reyes  viejos  en  la  Santa  Iglesia  de  Toledo,  donde  murió 
en  1295,  á  los  11  afios  de  reinado  y  30  edad :  fue  sepultado 
junto  al  altar  mayor,  y  su  consorte  en  el  Convento  de  las 
Huelgas  de  Valladolid,  fábrica  suya,  en  1320.  En  el  último 
afio  de  su  reinado ,  que  fué  el  de  1295,  se  introdujo  en  Cas- 


f 


tilla  la  Sisa,  tributo  que  en  1312  quitó  la  Reina  doña  CoDatao- 
xa,  madre  de  D.  Alonso  XII,  para  hacer  á  este  mas-amabla 
de  sus  vasallos. 

HUOS  DFX  REY  DON  SANCHO  IV. 

D.  Alonso  y  que  nació  en   Valladolid  en  1287;  murió 
en  1291  y  fué  sepultado  en  el  Convento  de  San  Salvador 

de  Oña. 

D.  Enrique^  que  murió  de  corta  edad,  y  yace  con  su  her- 
mano. 

D.  Pedro,  que  nació  en  Valladolid  en  1290 ;  fué  Mayordo- 
mo mayor  de  D.  Fernando  IV,  su  hermano ;  tutor  y  ayo  de 
D.  Alonso  XII,  su  sobrino,  Seíor  de  los  Cameros,  villas  de 
Almazan,  Berlanga,  Monteagudo,  Deza,  Peña  de  Alcáxar, 
Velamaian,  Peñaranda ,  Alcocer,  Cifuentes  y  Viana:  casó  con 
doña  María,  hija  de  D.  Jaime,  segundo  de  Aragón,  ei  que 
en  1317  instituyó  la  orden  militar  de  Montesa  en  el  Reino  de 
Valencia,  aprobada  por  el  Papa  Juan  XXII,  siendo  su  primer 
Maestre  Guillen  de  Eril;  2.^,  Arnaldo  de  Soler;  3.^,  Pedro  do 
Thous;  4.^,  Alberto  de  Thous;  5.^^  Berenguer  March;  6.^,  Ra- 
món de  Corbera;  7.^,  Gilleu  de  Monsoriu;  8.^.,  Luis  Despuig; 
9.^,  D.  Felipe  de  Navarra  y  Aragón  ,  hijo  de  D.  Carlos,  Prín- 
cipe de  Viana ,  hijo  del  Rey  D.  Juan  II  de  Aragón  y  Navarra; 
10,  D.  Felipe  Boíl ;  11,  D.  Francisco  Sanz;  12^  D.  Bernardo 
Despuig;  13,  D.  Francisco  Lanzol  de  Romaní;  14,  D.  Pedro 
Luis  Garceran  de  Borja,  primer  Marqués  de  Navarras ,  hijo 
de  D.  Juan  de  Borja,  tercer  Duque  de  Gandía,  en  cuyo  tiem- 
po, año  de  1590^  unió  esta  dignidad  á  su  Corona  D.  Felipe  I|. 
Tenia  este  orden  13  Encomiendas,  que  rentaban  23  mil  du* 
cados  de  plata.  Murió  este  Infante  en  la  Vega  de  Granada 
en  1319,  de  29  años  de  edad,  repentinamente ,  por  el  dolor 
que  le  causó  el  no  poder  concertar  su  ejército  que  habia  entra- 
do en  ella  contra  moros;  fué  sepultado  en  las  Huelgas  de  Bur- 
gos, y  fué  su  hija  heredera  en  los  estados  doña  Blanca. 

D.  Felipe,  Señor  de  Cabrera  y  Rivera  en  Galicia :  nació  en 
Sevilla,  año  1292;  casó  con  doña  Margarita,  y  murió  en  Ma- 


—  555- 

drid,  a&o  de  1324,  siendo  sepultado  eo  las  Huelgas  de  Burgos. 

Doña  Isabel,  que  nació  en  la  Ciudad  de  Toro  en  1283 :  casó 
con  el  Rey  D.  Jaime  II  de  Aragón  en  1291,  y  se  deshico  el 
matrimonio  por  no  haber  dispensado  el  Papa  el  parentesco  en 
que  se  hallaban,  y  asi,  casó  segunda  vez  la  Infanta  en  1310 
con  Juan,  Duque  de  Bretaña  y  no  tuvo  sucesión. 

Doña  Beatriz ,  que  nació  en  Toro  el  año  de  1293 :  c^só  el 
de  1297,  siendo  niña,  y  se  celebró  el  matrimonio  en  1306, 
con  el  Rey  D.  Alonso  IV  de  Portugal,  su  sobrino,  con  quien 
/está  sepultada  en  la  Catedral  de  Lisboa. 

HUOS  DE  DON  SANCHO  IV  FUERA  DE  MATBIMONIO. 

D.  Alonso  Sánchez,  que  casó  con  doña  María  Diaz  de  Sal- 
cedo, hija  de  D.  Diego  López  de  Salcedo,  sin  sucesión. 

Doña  Violante  Sánchez,  Señora  de  las  villas  de  Ucero  y 
Trasnedo,  en  Baldesgueba,  que  llevó  en  dote  cuando  casó  con 
D.  Fernán  Ruiz  de  Castro,  Señor  de  Monforte  de  Lemos, 
descendiente  de  D.  Fernando  Ruiz  de  Castro, el  Castellano,  y 
desu  esposa  doña  Estefanía,  hija  de  D.  Alonso  VIII,  Emperador 
de  España:  después  de  viuda  se  entró  Monja  en  1387  en  el  Mo- 
nasterío  de  Sancti  Spiritus  en  Salamanca,  donde  yace;  dejando 
por  hijo  á  D.  Pedro  Fernandez  de  Castro,  llamado  de  la  Guer- 
ra por  la  inclinación  que  tenia  á  las  armas ,  quien  en  su  espo- 
sa doña  Isabel  Ponce  de  León,  procreó  á  doña  Juana  de  Castro, 
Reina  de  Castilla,  tercera  consorte  de  D.  Pedro,  y  á  D.  Fernan- 
do Ruiz  de  Castro ,  que  casó  primera  vez  con  doña  Juana,  hija 
de  D.  Alonso  XII,  sin  sucesión,  y  segunda  con  doña  Leonor  ó 
doña  Isabel  Enriquez,  do  quienes  nació  doña  Isabel  de  Castro, 
sucesora  en  el  Estado  de  Lemos,  que  casó  con  D.  Pedro  Enri- 
quez, segundo  condestable  de  Castilla,  Conde  de  Trastamara, 
nieto  de  D.  Alonso  XII,  de  los  cuales  procede  la  casa  de  Castro, 
Condes  de  Lemos.  Tuvo  también  el  D.  Pedro  Fernandez  de 
Castro  y  de  la  Guerra,  fuera  de  matrimonio  ,  en  doña  Aldonza 
Lorenzo  de  Valladares,  á  doña  Inés  de  Castro ,  segunda  esposa 
del  Rey  D.  Podro  de  Portiigíil,  su  tio,  con  quien  casó  en  13{>4; 


—  ÍM  — 

á  D.  Alvaro  Pirex  de  Castro,  primer  Condestable  de  Portugal, 
tronco  de  los  Condes  de  Monsanto  en  aquel  Reino. 

Dolía  Teresa  Sanchex,  que  casó  con  D.  Juan  Alonso  de  Me- 
neses  y  Alburquerque ,  Señor  de  aquel  Estado^  y  por  algunas 
diferencias  se  pasó  á  Portugal ,  donde  el  Rey  Don  Dionis  le 
hiio  Conde  de  Barcelos  y  su  Mayordomo  mayor ;  y  al  fin ,  vol- 
vió á  gozar  sus  tierras  en  Castilla :  pasó  á  segundas  bodas  con 
D.  Rui  Gil  de  Villalobos,  dejando  noble  descendencia. 

70. 

D.  Femando  IV ,  llamado  el  Emplazado ,  hijo  y  sucesor 
de  D.  Sancho  IV  el  Bravo ,  y  dofia  María :  nació  en  Sevilla, 
en  1285;  casó  con  doña  Constanza  ,  su  sobrina,  bija  de  don 
Dionis  y  Santa  Isabel,  Reyes  de  Portugal.  Estableció  en  las 
Cortes  de  Valladolid,  en  1307,  que  el  Consejo  Real  de  Castilla 
tuviese  consulta  con  el  Rey  todos  los  viernes  del  año  por  la 
tarde.  El  de  13(M,  se  compusieron  las  diferencias  con  los  In- 
fantes Cerdas.  En  1310,  fueron  concedidos  por  el  Pontífice 
nuevamente  los  diezmos  ó  tercias  á  los  Reyes  de  Castilla,  y  se 
acabaron  las  leyes  del  estilo.  En  el  mismo  año  halló  la  aguja 
de  marear  Flavio  Amalsitano,  natural  de  Amaifi,  Ciudad  de 
Ñapóles.  Llevado  este  Rey  de  las  informaciones  de  los  ému- 
los de  Juan  Alonso  de  Carbajal  y  Pedro  Alonso  de  Carbajal, 
hermanos ,  sobre  la  muerte  de  D.  Juan  Alonso  de  Benavides^ 
persuadiéndole  ser  estos  los  agresores,  mandó  echarlos  desde 
la  Peña  de  Martes :  mas  siendo  los  Carvajales  inocentes  ape- 
laron de  la  sentencia  para  el  supremo  tribunal  de  Dios,  dejando 
emplazado  al  Rey  dentro  de  30  dias ,  y  en  el  último,  estando 
en  la  Ciudad  de  Jaén,  murió  repentinamente,  en  1312, á 
los  27  años  de  edad  y  17  de  reinado,  siendo  sepultado  en  la 
Catedral,  y  la  Reina  en  Valladolid. 

HIJA  DE  DON  FERNANDO  IV. 

Doña  Leonor,  que  nació  en  1307;  casó  en  1329  con  el 
Rey  D.  Alonso  IV  de  Aragón  el  Piadoso ,  de  quienes  nació  el 


—  355  — 

Infante  D.  Fernando,  Marqués  de  Tortosa ,  que  casó  con  su 
prima  segunda  la  Infanta  doña  María,  hija  del  Rey  D.  Pedro 
de  Portugal  y  la  cual  después  de  viuda  fué  abadesa  de  las 
Huelgas  de  Burgos,  y  fué  sepultada  en  el  coro  del  Real  con- 
vento de  Santo  Domingo  de  Madrid. 

71. 

D.  Alonso  XII ,  hijo  de  D.  Fernando  IV  y  doña  Constan- 
la,  á  quienes  sucedió  siendo  de  un  año;  porque  nació  en  Sa- 
lamanca en  1311,  fueron  sus  tutores  su  abuela  doña  Mario 
con  los  Infantes  D.  Juan,  D.  Pedro  y  D.  Felipe  sus  tios.  Ca- 
só con  doña  María  su  prima  hermana ,  hija  de  D.  Alonso  IV 
de  Portugal,  que  con  su  persona  y  socorro  formando  un 
ejército  de  14,000  caballos  y  25,000  infantes,  ganaron  la  me- 
morable batalla  del  Salado  junto  á  Tarifa  á  los  Reyes  Moros 
Josef  Abenhamet  de  Granada  y  Alí  Alboacen  de  Marruecos, 
que  traian  60,000  caballos  y  600,000  infantes  en  30  de  Octu- 
bre de  1330,  en  la  que  murieron  400,000  árabes.  Unió  á  su 
corona  do  Castilla  la  provincia  de  Álava  en  1332.  El  de  1330 
instituyó  la  orden  militar  de  la  Banda,  que  se  estinguió  rei- 
nando Enrique  IV.  Mandó  hacer  el  libro  del  Becerro  por  estar 
escrito  en  sus  pieles  >  el  cual  acabó  su  hijo  el  Rey  D.  Pedro  y 
permanece  en  el  archivo  de  Simancas  y  trata  solo  de  las  Ve- 
hetrias  que  habia  en  las  16  merindades  de  Castilla ,  con  los 
tributos  reales  que  pagaban.  En  1341  formó  la  junta  de  apo- 
sento de  Corte.  En  1342  introdujo  el  derecho  real  de  alca- 
bala ,  así  llamado  porque  pidiendo  para  las  guerras  ayuda  á 
sus  reinos  dijo ,  «dadme  al  que  ,valga.»  En  1346  fundó  la 
Universidad  de  Valladolid,  confirmada  por  el  Papa  Clemen- 
te VI.  En  1343  se  vio  en  España  la  primera  pólvora  y  artille- 
ría cuando  conquistó  las  Algeciras,  introducida  por  un  Tu- 
desco. En  1349  en  las  Cortes  que  celebró  en  la  Villa  de  Al- 
calá de  Henares,  tuvo  origen  diferiencia  entre  Burgos  y  To- 
ledo sobre  hablar  primero  en  ellas.  En  las  de  Burgos  de 
1314  estableció  hubiese  apelación  de  todos  los  tribunales  al 
Real  Consejo  de  Castilla,  y  que  este  existiese  en  la  Corte.  En 


--  556  — 

1336  mudó  el  oficio  de  Almojarife  en  Tesorero.  En  i340  creó 
el  cargo  de  Alcaide  de  los  donceles ,  que  era  guarda  de  los 
pajes  del  Rey ,  y  le  dio  á  Alfonso  Hernández  de  Córdoba ,  Se- 
fior  de  Gafiete.  En  1328  hizo  en  Burgos  nueva  creación  de 
Condes  en  Castilla,  cuyo  título  dio  dé  Trastamara ,  Lemos  f 
Sarria  á  D.  Alvaro  NuQez  Osorio ,  su  desgraciado  valido,  ma- 
yordomo mayor,  Adelantado  y  Pertiguero  mayor  en  tierra  de 
Santiago,  voz  gallega  que  significa  defensor^  Alférez  y  ius- 
titia ,  usando  de  las  ceremonias  siguientes  para  intitularle. 
Sentóse  el  Rey  en  su  Estrado  público  y  poniéndole  la  mesa 
con  sopas  mojadas  en  vino  dióle  una  de  ellas  y  dijo :  «tomad 
Conde:»  D.  Alvaro  con  otra  contestó;  «tomad  Rey:»  lo  que 
verificaron  tres  veces:  luego  el  pueblo  prorumpió  en  altas  vo- 
ces: Evad  al  Conde ^  que  es  lo  mismo  que  levantad^  mirad  al 
Cande  y  festejadle:  dándole  al  mismo  tiempo  el  Rey  Pendón 
y  Caldera,  insignia  de  Rico-home.  Reinó  38  afios  y  murió 
de  landre,  peste  general  que  duró  tres  años,  estando  sobref 
Gibraltar  en  1390  á  la  edad  de  39  y  fué  sepultado  en  la  Ca- 
tedral de  Córdoba  con  su  padre  y  la  Reina  doña  María  su  es- 
posa en  la  cnpijla  de  los  Reyes  de  Sevilla. 

HUO  DE  DON  ALONSO  XII. 

D.  Femando,  que  nació  etí  Valladolid  en  1332  y  murió 
al  siguiente,  siendo  sepultado  con  su  padre. 

HUOS  DE  DON  ALONSO  XII  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Pedro,  llamado  de  Aguilar  por  el  sefiorío  de  esta  villa-; 
nació  en  Vallodolid  en  1330,  murió  en  Guadalajara  en  1338, 
y  está  sepultado  en  la  Santa  iglesia  de  Toledo  á  la  izquierda 
del  altar  mayor. 

D.  Sancho  el  Mudo,  Señor  de  Ledesma,  Bejar,  GaKsteo, 
Montemayor  y  Granadilla :  nació  en  Valladolid  en  1331 ,  y 
yace  en  Ledesma. 

D.  Fadrique ,  que  nació  en  Sevilla  junto  con  el  Rey  dotf 
Enrique  su  hermano  en  1332 ,  fué  27  Maestre  dé  Santiago 
electo  en  1342 ,  tuvo  dos  hijos  y  una  hija ,  D.  Pedro ,  don 


-187  - 

Alonso  y  dofia  Leonor  ó  I^bel  Enriques:  el  D.  Pedro.  Enri- 
qaex ,  fué  segundo  Condestable  de  Castilla ;  casó  con  dofta 
Isabel  de  Castro,  hija  heredera  de  D.  Fernán  Ruis  de  Castro; 
Señor  de  Monforte  de  Lemos ,  de  cuyo  matrimonio  nació  en- 
tre otros  su  primogénito  D.  Fadríque  de  Castilla  y  Castro, 
Duque  de  Arjona  y  Conde  de  Trastamara »  que  por  su  muer- 
te en  1430,  y  no  dejar  hijos  legítimos,  le  sucedió  en  el  estado 
su  hermana  dofia  Beatriz  de  Castro ,  esposa  de  D.  Pedro  Al- 
varez  Osorio,  primeros  Condes  de  Lemos  y  tronco  de  esta  gran 
«asa.  Murió  el  Condestable  D.  Pedro  en  1400,  y  yace  en  San 
Francisco  de  la  Ciudad  de  Lugo.  El  D.  Alonso  Enriques,  hi- 
jo segundo ,  fué  25  Almirante  de  Castilla  por  merced  de  doii 
Enrique  III  su  sobrino;  casó  con  doña  Juana  de  Mendoza, 
llamada  la  Rica-hembra ,  hija  de  D.  Pedro  González  de  Men- 
doza ,  Señor  de  la  casa  de  Mendoza ,  Hita  y  Buitragó ,  y  pro- 
crearon 11  hijos,  á  D.  Fadrique,  36  Almirante  de  Castilla,  á 
D.  Enrique  Enriquez,  de  quien  vienen  los  Condes  de  Alba 
de  Liste ,  los  Marqueses  de  Alcañices  y  los  de  Valderrábano; 
á  dofia  Leonor  Enriquez,  que  casó  con  D.  Rodrigo  Alonso 
Pimentel,  segundo  Conde  deBenavente,  de  quienes  descien- 
den los  Condes  de  Benavente,  Marqueses  de  Tabara  y  los  de 
Diana ;  á  dofia  Beatriz  Enriquez ,  consorte  de  D.  Pedro  Por- 
tocarrero,  Sefior  de  Moguer,  de  quienes  se  derivan  los  Du- 
ques de  Escalona ,  Condes  de  la  Puebla  de  Montalvan  y  Mar- 
queses de  Villanueva  de  Barcarrota ;  á  dofia  Aldonza  Enri- 
quez, esposa  de D.  Rodrigo  Alvarez  Osorio,  Sefior  de  Cabre- 
ra y  Rivera ,  tronco  de  los  Condes  de  Lemos ;  á  dofia  Isabel 
Enriquez,  que  casó  con  D.  Juan  Ramírez  de  Arellano,  Se- 
fior de  los  Cameros,  de  los  cuales  se  originan  los  Condes  de 
Aguilar;  á  dofia  Inés  Enriquez,  mujer  de  D.  Juan  Hurtado 
de  Mendoza ,  Sefior  de  Almazan,  de  quien  proceden  sus  Mar- 
queses; i  dofia  Constanza  Enriquez,  que  casó  con  D.  Juan 
de  Tobar ,  Señor  de  Berlanga ,  de  donde  vienen  sus  Marque- 
ses, Condestable  de  Castilla ;  á  doña  Blanca  Enriquez,  espo- 
sa de  Pedro  Nuñez  de  Herrera ,  Sefior  de  Pedraza ,  con  ilus- 
tre sucesión;  i  dofia  Mencía  Enriquez,  que  casó  con  don 


á 


—  S»8  — 

Juan  Fernandex  Manrique,  segundo  Conde  de  Castafieda,  y 
de  ellos  vienen  los  Marqueses  de  Aguijar,  y  á  dofia  María 
Enriques,  consorte  de  D.  Juan  de  Rojas,  cuarto  Señor  de 
Monzón  y  Cabía,  de  quienes  se  derivan  los  Marqueses  de  Po- 
za: falleció  D.  Alonso  Enriquez,  Almirante  en  la  villa  de 
Guadalupe  en  1429,  á  los  78  de  edad  y  está  sepultado  con 
su  mujer  en  Falencia.  Y  últimamente,  do6a  Leonor  ó  Isabel 
Enriquez ,  casó  con  D.  Diego  Pérez  Sarmiento,  Señor  de  Sa- 
linas de  Anaya,  Mariscal  de  Castilla,  llevando  su  reposteria 
mayor  en  dote,  de  cuyo  consorcio  proceden  los  Condes  de 
Salinas.  Murió  el  Maestre  D.  Fadrique  por  orden  del  Rey  don 
Pedro  su  medio  hermano  en  135S  de  edad  de  20  y  está  se- 
pultado en  la  Santa  Iglesia  de  Sevilla. 

D.  Fernando ,  Señor  de  Ledesma  y  de  Alburqnerque ;  na- 
ció en  1334 ,  estuvo  desposado  con  doña  María  Ponce  de 
León,  hija  de  D.  Pedro  Ponce  de  Leoni  Señor  de  Marchena  y 
de  su  mujer  doña  Beatriz  de  Lauria ,  segunda  nieta  de  don 
Jaime  I  de  Aragón,  de  quien  no  tuvo  sucesión. 

D.  Tello,  que  nació  en  1337 ,  casó  el  de  63  con  doña  Jua- 
na de  Haro  y  Lara,  hija  de  D.  Juan  Nufiez  de  Lara  y  de  do- 
fia María  Diaz  de  Haro  su  mujer.  Señores  de  Vizcaya,  por 
cuyo  matrimonio  gozó  D.  Tello  aquel  estado  junto  con  el  Coa- 
dado  de  Castañeda ,  merced  de  D.  Enrique  II  su  hermano. 
Murió  en  la  villa  de  Medellin  en  1370 ,  y  está  sepultado  en 
San  Francisco  de  Palencia;  habiendo  dejado  seis  hijos  legiti- 
mados. D.  Juan  de  Castilla ,  Señor  de  Aguilar  de  Campó  y 
Castañeda ,  de  quien  vienen  los  Marqueses  de  Aguilar ,  dofia 
Juana  de  Castilla,  primera  esposa  de  D.  Juan  Alonso  de  Ha- 
ro y  Baeza,  progenitor  de  los  Marqueses  del  Carpió;  doña 
María  de  Castilla ,  Señora  de  Olmeda ,  de  la  Cuesta  de  Cuen- 
ca, que  casó  con  D.  Juan  Hurtado  de  Mendoza,  Señor  de 
Mendivil ,  de  quienes  se  derivan  los  Marqueses  de  Almazan  y 
Cañete,  Condes  de  Castro^  Lodosa,  Ribadavia  y  Orgaz;  doña 
Isabel  de  Castilla,  consorte  de  D.  Pedro  Velez  de  Guevara, 
Señor  de  Oñate ,  tronco  de  sus  Condes ;  doña  Constanza  de 
Castilla ,  que  casó  con  D.  Juan  de  Albornoz,  Señor  de  Moya, 


—  259  — 

Torraiba  y  Beteta;  doña  Elvira,  mujer  de  D.  Juan  Fernandez 
de  Tobar,  21  Almirante  do  Castilla,  de  quienes  hay  ilustre 
descendencia. 

D.  Sancho,  que  nació  en  1339;  casó  el  de  1373  con  su 
prima  segunda  doña  Beatriz,  hija  del  Rey  D.  Pedro  de  Por- 
tugal y  de  su  segunda  esposa  doña  Inés  de  Castro.  Hizole  don 
Enrique  II ,  su  hermano  ,  Conde  de  Alburquerque  ;  mu- 
rió en  Burgos  en  1374 ,  dejando  por  hija  á  doña  Leonor  Ae 
Castilla,  llamada  también  Rica-hembra,  que  casó  en  1393  con 
su  sobrino  el  Infante  D.  Fernando,  después  Rey  de  Aragón, 
hijo  de  D.  Juan  I  de  Castilla ;  fué  sepultado  en  las  Huelgas 
de  Burgos. 

D.  Juan,  que  nació  en  13i2,  á  quien  su  padre  dio  Jerez 
de  los  Caballeros,  hoy  ciudad,  que  después  le  quitó  él  Rey 
D.  Pedro,  su  medio  hermano,  poniéndole  preso  en  el  Alcázar 
de  Carmena,  donde  murió  por  su  mandado  en  1360  y  yace 
en  la  Catedral  de  Astorga. 

D.  Pedro,  que  nació  en  1346  y  acompañó  á  su  hermano 
D.  Juan  en  la  prisión,  muerte  y  sepultura  en  1360. 

Doña  Juana,  que  casó  con  Fernán  Ruiz  de  Castro,  Señor 
de  Honforte  de  Lemos,  hermano  de  las  Reinas  de  Castilla  y 
Portugal  doña  Juana  y  doña  Inés  de  Castro.  Se  deshizo  este 
matrimonio  por  ser  primos  y  hallarse  sin  dispensa  y  sin  hi-^ 
jos.  Pasó  doña  Juana  á  segundas  nupcias  en  1366  con  don 
Felipe  de  Castro,  Rico-home  de  Aragón,  Señor  de  las  Baro- 
nías de  Castro  y  Peralta ,  descendiente  de  D.  Jaime  L 

72. 

.  O.  Pedro,  que  en  griego  significa  piedra^  llamado  coman- 
mente  el  Cruel ,  y  propiamente  el  Justiciero ,  hijo  y  sucesor 
do  D»  Alonso  XII  y  doña  María;  nació  en  Burgos  en  1333, 
casó  tres  veces ,  la  primera  con  doña  Haría  de  Padilla ,  hija 
de  D.  Juan  García  de  Padilla ,  Señor  de  Villagera ;  segunda 
eco  doña  Blanca  de  Borbon  ,  hija  de  Pedro,  Duque  de  Bor- 
boD,  de  la  real  casa  de  Francia;  la  tercera  con  doña  Juana  de 

tOMO  I.  17 


—  260  — 

Casero,  hija  de  D.  Pedro  Fernandez  de  Castro  y  ile  la  Guerra, 
y  de  su  mujer  doña  Isabel  Ponce  de  León.  Dolía  Jvaoa  de 
Castro  era  viuda  de  D.  Diego  López  de  Haro ,  Señor  de  Via- 
caya,  y  biznieta  de  D.  Sancho  IV  de  Castilla,  como  su  mari- 
do el  Rey  D.  Pedro,  por  lo  que  eran  primos  segundos.  Mu- 
rió este  desgraciado  Principe  á  manos  de  D.  Enrique,  su  me- 
dio hermano,  en  Montiel,  año  1369,  á  los  35  de  edad  y  19 
de  reinado ;  fué  sepultado  en  el  convento  de  monjas  de  San- 
to Domingo  de  Madrid ;  doña  Mana  de  Padilla,  en  la  Catedral 
de  Sevilla ;  doña  Blanca  de  Borbon ,  en  San  Francisco  de  Je- 
rez de  la  Frontera,  y  doña  Juana  de  Castro,  en  Santiago  de 
Galicia. 

HIJOS  DE  IK»N  PEDRO  V  DONV  MARÍA  DE  PADILLA. 

D.  Alonso,  que  nació  en  la  Villa  de  Tordesillas  en  1359, 
fué  jurado  sucesor  de  estos  Reinos  en  1362,  en  las  Cortes 
que  se  celebraron  en  Sevilla  y  murió  el  63. 

Doña  Beatriz ,  llamada  por  algunos  Blanca ;  nació  en  Cór- 
doba en  1353 ,  fué  también  jurada  para  suceder  la  Corona; 
la  dio  su  padre  las  villas  de  Montalban,  Capilla,  Burguillos, 
Juncos  y  Mondejar,  y  trató  de  casarla  con  D.  Femando ,  hijo 
primogénito  de  D.  Pedro  de  Portugal ,  y  no  teniendo  efecto, 
entró  monja  en  Santa  Clara  de  Tordesillas ,  fundación  saya, 
donde  fué  sepultada. 

Doña  Constanza,  que  nació  en  la  Villa  de  Castrojeríi  en 
1354;  casó  con  Juan  de  Gante,  Duque  de  Aleneastre,  hijo 
del  Rey  Eduardo  III  de  Inglaterra ,  que  estaba  viudo  de  la 
Duquesa  doña  Blanca.  Tuvo  este  consorcio  entre  otros  hijos  á 
doña  Catalina,  ¡esposa  en  1388  del  Rey  D.  Enrique  III  de 
Castilla  su  primo  segundo  y  muró  en  1418. 

Doña  Isabel,  que  nació  en  Morales,  pueblo  cerca  de  la 
•Ciudad  de  Toro  en  1355;  casó  en  Inglaterra  con  Eduardo  Ai- 
mon.  Duque  de  Joreh,  Conde  de  Cambrix,  hermano  de 
Juan  de  Gante ,  Duque  de  Alencastre ,  de  los  enales  nació  su 
primogénito  Eduardo,  sucesor  en  e!  Estado  ,  qtte  se  desposó 
'en  Lisboa  en  1381  con  la  Infanla  doña  Beatriz,  su  tia,  hija  del 


—  261- 

Rey  D.  Fernando  de  Portugal ,  y  se  deshizo  á  los  pocos  meses 
el  matrimonio. 

HUOS  DE  DON  PEDRO  Y  DONA  JUANA  DE  CASTRO. 

D.  Juan  de  Castilla,  que  estuvo  preso  muchos  años  en  la 
Ciudad  de  Soria  por  mandado  de  su  primo  y  tio  D.  Juan  I 
y  D.  Enrique  II ,  y  teniendo  su  Alcaide  D.  Beltran  de  Eril 
una  hija  llamada  doña  Elvira  de  Eril,  rendido  el  Infante  á  la 
belleza  de  esta  dama  se  casó  con  ella ,  y  quedaron  progenito- 
res de  la  familia  de  los  Castillas.  Fuá  sepultado  en  el  real  con- 
vento de  Santo  Domingo  de  Madrid. 

HIJOS  DE  DON  PEDRO  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Sancho ,  que  nació  en  la  Villa  de  Almazan  en  1363  es- 
tuvo preso  en  muchas  partes  por  mandado  de  D.  Enrique  II, 
su  tio ,  y  acabó  su  penosa  vida  en  Curiel,  y  yace  en  Santo  Do- 
mingo el  Real  de  Toledo. 

D.  Diego,  que  estuvo  en  prisión  S5  años,  hasta  que  el 
Rey  D.  Juan  II  de  Castills  su  sobrino,  le  dio  por  cárcel  la 
Villa  de  Coca  en  143^,  donde  murió,  y  está  sepultado  con 
su  hermano  D.  Sancho,  dejando  dos  hijos,  á  D.  Pedro  ,  que 
casó  con  doña  Beatriz  de  Fonseca,  hermana  de  D.  Alonso  de 
Fonseca,  Arzobispo  de  Sevilla ,  de  quienes  hay  descendencia 
allí  y  en  Guadalajara ;  á  doña  María,  esposa  de  Gómez  Carri- 
llo de  Acuña,  camarero  del  Rey  D.  Juan  II,  hijo  de  Lope 
Vázquez  de  Acuña,  y  procrearon  á  D.  Alonso  de  Castilla,  que 
casó  con  doña  Leonor  de  Toledo,  Señora  de  Pinto,  de  quie- 
nes proceden  los  Marqueses  de  Caracena ,  Condes  de  la  Go- 
mera y  otros  títulos. 

Doña  María ,  monja  y  Priora  en  el  monasterio  de  Santo 
Domingo  el  Real  de  Toledo,  donde  murió  en  1424  y  está  se- 
pultada. 

75. 

i).  Enrique  II,  llamado  el  de  las  mercedes,  hijo  de  don 
Alonso  XII  y  de  doña  Leonor  Nuñez  de  Guzman,  viuda;  nació 


—  262  - 

en  Sevilla  junto  con  el  maestre  D.  Fadrique,  de  un  parto  en 
i332:  crióle  D.  Rodrigo  Alvarcz  de  Asturias,  Rico-homede 
Castilla,  que  por  no  tener  hijos  le  dejó  su  opulento  estado,  y 
matando  al  Rey  D.  Pedro,  su  medio  hermano,  le  sucedió  en 
la  corona:  casó  con  doña  Juana  Manuel,  tia  del  Rey  don 
Alonso  su  padre,  hija  de  D.  Juan  Manuel,  Sefior  de  Villena, 
hijo  del  Infante  D.  Blanuel,  que  lo  era  del  santo  Rey  don 
Fernando  iil.  Fundó  la  capilla  délos  Reyes  nuevos  en  la  igle- 
sia de  Toledo.  Hizo  nueva  creación  de  Marqueses  en  sus  rei- 
nos en  i3C(í,  tres  antes  que  heredara,  y  de  Duques  en  1371 
y  79.  Estableció  que  los  confesores  de  sus  descendientes  fue- 
sen de  la  orden  de  Santo  Domingo,  por  ser  doña  Leonor  Nu- 
ñez  li  Guzman,  su  madre,  de  la  antigua  casa  del  esclarecido 
fundador,  añadiendo  D.  Felipe  III  al  confesor  una  plaza  en 
el  Consejo  supremo  de  la  general  inquisición.  Reinó  10  años; 
murió  en  la  ciudad  de  Santo  Domingo  de  la  Calzada  el  de 
1379,  ú  los  46  de  edad,  de  veneno,  que  un  moro  le  dio  en 
unos  borceguíes,  instado  por  Mahomat,  Rey  de  Granada,  y 
fué  sepultado  con  la  Reina  doña  Juana,  que  murió  en  1381, 
en  su  nueva  capilla  de  Toledo. 

HUA  DE  DON  ENHIOCE  II. 

Doña  Leonor,  que  casó  con  Carlos  III  el  Noble,  Rey  de 
Navarra  en  1375,  y  murió  en  1416  en  Pamplona,  en  cuya  ca- 
tedral yace  con  su  esposo,  de  quien  hay  larga  sucesión. 

Otro  liijo  varón  dejó,  cuyo  nombre  se  ignora,  que  fué  se- 
pultado en  el  convento  de  la  Trinidad  de  Valladolid. 

HIJOS  DE  DON  ENRIQUE  II  PUBRA  DE  MATHIMONIO. 

D.  Fadrique  de  Castilla,  á  quien  su  padre  hizo  Duque  de 
Benaveate  en  1379,  cuya  hija  fué  doña  Leonor  de  Castilla, 
mujer  de  D.  Pedro  Maniique  de  Lara,  Adelantado  mayor  de 
León,  Señor  de  Amusco  y  Treviño,  progenitores  de  los  Du- 
ques de  Nájera  y  otras  casas  titulares  de  España.  Murió  preso 
en  iix  fortaleza  de  Almodovar  del  Rio,  cerca  de  Córdoba. 


-  Í63  - 

D.  Enrique,  que  gozó  título  de  Conde  de  Cabra  y  de  Du- 
que de  Medina  Sidonia. 

Doña  Haría  de  Castilla,  que  casó  con  D.  Diego  Hurtado 
de  Mendoza,  Señor  de  la  casa  de  Mendoza  y  de  la  Vega,  estado 
de  Hita  y  Buitrago,  Almirante  de  Castilla,  llevando  en  doto 
las  YÍllasde  Cogolludo,  Tendilla,  Torralba  y  Loranza,  cerca 
de  Guadalajara,  en  cuya  ciudad  murió  y  están  sepultados  sin 
sucesión. 

Doña  Constanza  de  Castilla,  llamada  Rica-hembra,  que 
casó  con  su  tio  D.  Juan,  primo  hermano  de  Enrique  H  su 
padre^  hijo  que  era  del  Rey  D.  Pedro  de  Portugal  y  de  doña 
Inés  de  Castro.  Hízole  su  cuñado  el  Rey  D.  Juan  I  de  Castilla 
en  1387  Duque  de  Valencia  de  Campos,  de  quien  descienden 
sus  Condes,  incorporados  á  los  Duques  de  Nájera. 

Doña  Leonor  de  Castilla ,  que  se  trató  de  casar  con  don 
Alonso  de  Aragón,  hijo  de  D.  Alonso,  Marqués  de  Villena, 
primer  Condestable  de  Castilla. 

Doña  Juana  de  Castilla,  que  casó  en  1378  con  D.  Pedro 
de  Aragón,  hijo  de  dicho  Marqués  de  Villena,  de  quienes  na- 
ció el  célebre  D.  Enrique  de  Aragón  y  Villena,  gran  matemá- 
tico y  astrólogo.  Conde  de  Cangas  de  Tineo,  24  maestre  de 
Calatrava  y  Señor  de  Hiniesta,  que  casó  con  doña  María  de 
Albornoz  y  murió  sin  sucesión  á  15  de  Diciembre  de  1434, 
siendo  sepultado  en  San  Francisco  de  Madrid.  Casó  después 
doña  Juana  con  el  Infante  D.  Dionis,  su  tio,  hijo  del  Rey  don 
Pedro  de  Portugal  y  de  doña  Inés  de  Castro,  de  quienes  des- 
cienden los  Condes  de  Villar  Don  Pardo. 

D.  Alonso  Enriquez  de  Castilla  y  Noroña^  de  quien  proce- 
den los  de  Noroña  de  casas  titulares  de  España:  nació  en 
1385,  le  hizo  su  padre  Conde  de  Gijon  y  Noroña,  en  Asturias 
de  Oviedo  y  le  casó  en  1373  con  doña  Isabel  su  prima  tercera, 
hija  natural  del  Rey  D.  Fernando  de  Portugal,  ofreciéndole 
en  dote  la  ciudad  de  Viseo,  villas  de  Linares  y  Celorico. 
Perdió  D.  Alonso  sus  estados  en  1395  por  inobediente  á  su 
medio  hermano  D.  Juan  I  y  á  su  sobrino  D.  Enrique  III: 
después  de  algún  tiempo  de  prisión  se  pasó  á  Francia, 


—  264  — 

donde   murió    en   la   villa   de  Marans ,   como   su  esposa. 

Doña  Inés,  monja  en  Santa  Clara  de  Toledo,  donde  yace. 

Doña  Isabel ,  religiosa  en  aquel  monasterio ,  y  sepultada 
con  su  hermana. 

Doña  Beatriz  de  Castilla,  á  quien  algunos  llaman  doña 
Juana;  casó  en  1369  con  D.  Juan  Alonso  de  Guzman,  tercer 
Señor  de  San  Lucar,  llevando  en  dote  la  villa  de  Niebla  con 
título  de  condado,  de  quienos  descienden  los  Duques  de  Me- 
dina Sidonia  y  Condes  de  Olivares. 

D.  Pedro  de  Castilla,  que  murió  desgraciadamente  á  los 
siete  años,  cayendo  de  los  brazos  de  su  ama  en  el  real  Alcázar 
de  Segovia  en  1366,  en  cuya  catedral  está  sepultado. 

7*. 

D.  Juan  I,  que  significa  gracia  del  Senor^  hijo  y  sucesor 
de  D.  Enrique  II  y  de  doña  Juana  Manuel:  nació  en  Epila, 
villa  de  Aragón,  en  1358,  y  casó  dos  veces;  la  primera  con 
doña  Leonor,  hija  de  1).  Pedro  IV  de  Aragbn  y  de  doña  Leo- 
nor de  Sicilia;  la  segunda  con  doña  Beatriz,  su  sobrina  y  pri- 
ma segunda,  hija  del  Rey  D.  Fernando  de  Portugal  y  de  doña 
Leonor  Tellez  de  Meneses.  Unió  á  su  corona  de  Castilla  el  se- 
ñorío de  Vizcaya  en  1369^  por  derecho  de  su  madre  doña 
Juana  Manuel,  y  así  le  juraron  debajo  del  árbol  de  Guernica 
en  1371 ,  titulándose  como  sus  descendientes  Señor  de  Viz^- 
caya.  En  1380,  en  las  Cortes  de  Soria,  mandó  que  anduviesen 
las  mujeres  mundanas  ú  diferencia  de  las  honestas  con  un 
pedazo  de  paño  de  tres  dedos  de  ancho  sobre  el  tocado.  Para 
las  guerras  que  tuvo  en  Portugal  estando  en  Ciudad-Rodrigo, 
creó  la  dignidad  de  Condestable  en  1382,  lo  mismo  que  Justi- 
cia mayor  y  Capitán  general  de  los  ejércitos.  Fué  el  primero 
D.  Alonso  de  Aragón,  Marqués  de  Villena,  Conde  de  Denla  y 
Ribagorza,  hijo  del  Infante  D.  Pedro,  que  lo  era  de  D.  Jaime  U 
de  Aragón;  2.°,  D.  Pedro  Ecriquez,  Conde  de  Trastamara, 
hijo  del  maestre  D.  Fadriquo  y  nieto  de  Alfonso  XII  de  Cas- 
tilla, por  merced  do  D.  Enrique  III,  su  sobrino;  3.^,  D.  Luis 
López  Davales,  Conde  do  Rivadco,  Adelantado  mayor  de  Mur- 


N 


^265  - 

cía,  irobco  en  Italia  de  los  Príncipes  de  Fraocavila ,  Montr 
sarchio.  Marqueses  del  Guasto,  comunmente  Basto,  Arpeya  y 
de  Pescara,  Condes  de  Monriso,  Duques  de  Robino;  4.^,  don 
Alvaro  de  Luna,  maestre  de  Santiago  que  lo  gozó  en  tiempo 
de  D.  Juan  II;  5.^,  D.  Miguel  Lucas  de  Iranzo,  reinando  don 
Enrique  IV;  6.^,  D.  Pedro  Fernandez  de  Velasco,  Conde  dé 
Haro;  7.^,  su  hijo  D.  Bcrnardino  Fernandez  de  Velasco,  por 
merced  de  los  Reyes  católicos;  8.^,  su  hermano  D.  Iñigo  Fer- 
nandez de  Vdasco,  por  merced  de  doña  Juana;  9.^,  su  hijo 
D.  Pedro  Fernandez  do  Velasco,  en  tiempo  de  Carlos  V;  10, 
D.  Iñigo  Fernandez  de  Velasco,  sobrino  del  noveno  Condes- 
table D.  Pedro,  como  hijo  de  su  hermano  D.  Juan  de  Velasco 
y  Tobar,  Marqués  de  Bcrlanga,  reinando  D.  Felipe  II;  11,  don 
Juan  Fernandez  de  Velasco,  su  hijo;  12,  su  hijo  D.  Bemar- 
dino  Fernandez  de  Velasco,  Duque  de  Frías,  Marqués  de  Ber- 
langa.  Conde  de  Haro,  Virey  de  Aragón  y  Gobernador  de 
Milán;  13,  su  hijo  y  sucesor  el  Excmo.  Sr.  D.  Iñigo  Fernan- 
dez de  Velasco  y  Tobar,  por  merced  de  Felipe  IV,  el  cual  fué 
casado  con  doña  Josefa  de  Córdoba  y  Figueroa,  hija  del  Mar- 
qués de  Priego,  Duque  de  Fería ,  con  sucesión.  En  Aragón 
liabia  instituido  esta  dignidad  en  1379  D.  Pedro  IV,  nom- 
brando el  primero  á  su  hijo  y  sucesor  el  Infante  D.  Martin,  y 
luego  estuvo  en  los  Duques  de  Cardona.  En  Navarra  la  esta- 
bleció en  1455  D.  Juan  11,  siendo  el  primero  Mosen  Pierres 
de  Peralta,  hijo  del  infante  D.  Pedro,  que  lo  fué  de  D.  Car- 
los II  de  aquel  Reino,  y  después  pasó  á  la  casa  de  los  Duques 
de  Alba.  También  creó  D.  Juan  I  de  Castilla  en  1382  el  cargo 
do  mariscal,  que  era  justicia  en  los  reales  ejércitos,  para  pro- 
veer de  agua  y  leña  el  campo,  siendo  el  primero  D.  Femando 
Alvarez  de  Toledo,  Señor  de  Valdecomeja,  progenitor  de  los 
Duques  do  Alba;  después  lo  dieron  los  Reyes  á  diferentes  Ca- 
balleros, llamándose  unos  Mariscales  de  Castilla,  otros  de 
León  y  algunos  de  Andalucía,  conforme  por  donde  se  hacia 
la  guerra.  En  1388  en  las  Cortes  de  la  villa  de  Briviesca,  se 
originó  en  Castilla  llamarse  los  primogénitos  de  los  Reyes 
Príncipes  de  Asturias,  siendo  el  prímero  D.  Enrique  III,  hijo 


~56«  - 

y  sucesor  de  D.  Juan  I,  que  para  mayor  celebridad  de  su  ea- 
Sarniento  con  doña  Catalina  de  Inglaterra  en  Patencia ,  á  imi- 
tación de  los  Príncipes  de  Gales^  se  intituló  de  Asturias  con 
esta  ceremonia.  Le  sentó  el  Rey  su  padre  en  rico  trono,  pú- 
sole un  manto  de  púrpura,  sombrero  en  la  cabeza,  y  en  la 
mano  derecha  una  vara  de  oro  y  le  dio  la  paz  en  el  rostro;  fué 
^1  2.^,  D.  Juan  su  hijo  y  sucesor,  jurado  en  Valladolid  en 
1405;  3.^,  la  Princesa  doña  Catalina,  hija  mayor  de  D.  Juan  II 
en  Toledo  á  falta  de  varón,  en  1423;  4.^,  doña  Leonor^  bija 
segunda  de  D.  Juan  11^  en  Burgos  el  año  1424;  5.^,  el  Prin- 
cipe D.  Enrique,  después  Rey,  cuarto  del  nombre,  jurado  en 
Valladolid  en  1425  y  segunda  vez  en  1432;  6.^^  doña  Juana, 
en  Madrid  año  1462,  y  segunda  vez  en  1470  en  el  valle  de 
Lozoya,  cercano  ú  la  cartuja  del  Paular;  7.^^  D.  Alonso,  hijo 
de  D.  Juan  II,  en  1464  en  el  Campo  de  Cabezón,  dos  leguas 
de  Valladolid;  8.^^  doña  Isabel  la  Católica,  su  hermana,  en  la 
venta  de  los  Toros  de  Guisando  en  1468;  9.^,  doña  Isabel,  su 
hija  mayor  y  de  D.  Fernando  V,  en  Madrigal  en  1476;  10,  el 
Príncipe  D.  Juan,  su  hermano,  en  Toledo  año  1480;  11,  el 
Príncipe  D.  Miguel,  hijo  del  Rey  D.  Manuel  de  Portugal  y  de 
doña  Isabel,  hija  dolos  Reyes  Católicos,  en  la  villa  de  Ocafia 
año  1499;  12,  doña  Juana,  hija  segunda  délos  Reyes  Católi- 
cos, en  Toledo  año  1502;  13,  D.  Carlos,  su  hijo  y  sucesor, 
jurado  en  los  estados  de  Flandes  en  1516;  14,  D.  Felipe  II, 
en  Madrid  año  1528;  15,  el  Príncipe  D.  Carlos,  su  hijo^  en 
Toledo  en  1560;  16,  D.  Fernando  su  hermano,  en  Madrid 
año  1573;  D.  Diego,  otro  hijo  de  D.  Felipe  II,  en  Madrid  afio 
1580;  18,  D.  Felipe  III,  en  Madrid  año  1584,  el  cual  fué  el 
primer  Príncipe  jurado  por  toda  España;  19,  la  majestad  de 
I).  Felipe  IV,  en  Madrid  1606;  20,  su  hijo  D.  Baltasar  Carlos, 
en  Madrid  1632.  Mandó  el  Rey  D.  Juan  en  las  Cortes  de  Se- 
govia  de  1383  se  dejase  la  era  de  César  y  se  contasen  los  años 
del  nacimiento  de  Cristo,  escediendo  aquella  á  esta  38  años. 
En  1387  estableció  que  si  el  Rey,  Príncipe  heredero,  Infantes 
ó  cualesquier  vasallos  católicos  encontraran  en  la  calle  al  San- 
tísimo Sacramento,  tuviesen  obligación  de  acompañarle  hasta 


—  567  — 

la  iglesia  de  donde  hubiese  salido»  sin  escusa  alguna:  reinó  11 
años;  murió  en  Alcalá  de  Henares  cayendo  de  un  caballo  en 
1390,  á  los  32  de  edad,  siendo  sepultado  con  sus  mujeres  en 
la  capilla  de  los  Reyes  nuevos  de  Toledo. 

HIJOS  DE  DON  JUAN  I  Y  DONA  LEONOR. 

D.  Femando,  hijo  segundo,  llamado  el  Infante  de  Ante- 
quera,  Rey  de  Aragón,  primero  del  nombre,  electo  en  1412: 
nació  en  la  villa  de  Medina  del  Campo  en  1380;  casó  en  Ma- 
drid el  de  1393  con  dofia  Leonor  de  Castilla,  la  Rica-hembra 
su  tia,  hija  de  D.  Sancho,  que  lo  fué  de  D.  Alonso  XII,  de 
cuyo  tálamo  salieron  aquellos  cinco  tan  celebrados  Infantes; 
el  primero  D.  Alonso  V  el  sabio  y  magnánimo,  que  sucedió 
en  la  corona  á  su  padre,  y  en  la  de  Ñapóles  por  donación  de 
su  Reina  dofia  Juana  líen  1420,  que  acabó  de  conquistaren 
1422;  el  2.^,  D.  Juan,  segundo  del  nombre.  Rey  de  Aragón 
y  Navarra,  que  nació  en  Medina  del  Campo  en  1397,  y  casó 
primera  vez  con  dofia  Blanca,  hija  heredera  de  Carlos  III,  Rey 
de  Navarra,  y  de  doña  Leonor,  hija  de  D.  Enrique  II  de  Cas- 
tilla, en  Pamplona  el  afio  1420,  de  quien  tuvo  tres  hijos,  al 
Príncipe  D.  Carlos,  que  nació  en  Pefiaftel  en  1421,  autor  de 
la  Historia  y  nobleza  de  Navarra  que  se  halla  manuscrita:  fa- 
lleció el  de  1461,  dejando  hijos  naturales  á  doña  Blanca, 
primera  esposa  de  D.  Enrique  lY  de  Castilla,  su  primo  se- 
gundo, que  nació  en  1425  y  casó  en  Alfaro  en  1437,  y  á  dofia 
Leonor^  Reina  de  Navarra,  mujer  de  D.  Gastón,  Conde  de 
Fox,  ios  cuales  procrearon  á  D.  Gastón,  D.  Juan  y  doña  Ca- 
talina, Condesa  de  Candalla;  el  D.  Gastón,  hijo  mayor,  Prín- 
cipe de  Viana,  casó  con  madama  Magdalena,  hija  de  Car- 
los VII,  Rey  de  Francia  ,  de  cuyo  consorcio  nacieron  D.  Fran- 
cés ó  Francisco  Febo,  Rey  de  Navarra,  y  de  doña  Catalina, 
Reina  también  de  aquella  corona,  que  casó  con  Juan  de  La- 
brid,  Príncipe  deBearne,  padres  de  Enrique  de  Labrid^  su- 
cesor en  el  estado  de  Bearne,  que  en  su  mujer  madama  Mar- 
garita, Infanta  de  Francia,  engendró  á  madama  Juana  de  La- 


I 


—  268  — 

brid,  esposa  de  Antonio  de  Borbon,  segundo  Doque  de  Vao- 
doma,  cuyo  hijo  fué  Enrique  de  Borbon,  Príncipe  de  Bearne, 
Conde  de  Fox,  Duque  de  Vandoma,  Rey  de  Francia^  coarto 
del  nombre,  abuelo  materno  de  la  Infanta  de  España  doña 
María  Teresa  de  Austria:  D.  Juan  de  Fox,  hijo  segundo  de 
doña  Leonor  y  de  D.  Gastón  de  Fox,  casó  con  madama  María, 
hija  de  Carlos,  Duque  de  Orleans,  hermano  de  Luis  XII,  Rey 
de  Francia,  padres  de  madama  Germán,  segunda  esposa  del 
Rey  católico  Fernando  V.  Casó  segunda  vez  el  Rey  D.Juan  II 
de  Aragón  y  de  Navarra  con  doña  Juana  Enriques  de  Córdoba, 
hija  de  D.  Fadrique  Enriquez,  26  Almirante  de  Castilla^  de 
cuyo  matrimonio  nació  el  católico  D.  Femando  V.  Murió  el 
Rey  D.  Juan  su  padre,  año  1479,  y  fué  sepultado  en  Poblóte 
con  su  segunda  esposa  que  falleció  en  1469.  El  tercer  Infante 
D.  Enrique,  35  maestre  de  Santiago,  que  casó  con  su  prima 
doña  Catalina,  hija  de  D.  Enrique  III,  y  no  tuvo  sucesión,  y 
segunda  vez  con  doña  Beatriz  Pimentel ,  hija  de  D.  Rodrigo 
Alonso  Pimentel,  segundo  Conde  de  Benavente,  y  procrea- 
ron á  D.  Enrique,  llamado  el  Infante  Fortuna,  Duque  de  Se- 
gorve,  progenitor  do  ilustres  casas  de  España:  fué  el  cuarto 
Infante  D.  Sancho,  31  maestre  de  Alcántara;  y  el  quinto  don 
Pedro,  Conde  de  Alburquerque,  que  murió  desgraciadamen- 
te en  Italia,  estando  con  su  hermano  el  Rey  D«  Alonso  V  en 
la  conquista  de  Ñapóles  de  1438.  Tuvieron  también  D.  Fer- 
nando I  y  doña  Leonor  dos  hijas,  doña  María,  que  casó  con 
su  primo  hermano  D.  Juan  II  de  Castilla,  y  doña  Leonor, 
consorte  del  Rey  D.  Duarte  de  Portugal,  con  quien  desposó 
en  1428,  padres  del  Rey  D.  Alonso  V,  lusitano,  del  Infante 
D.  Fernando,  cuyo  hijo  fué  el  Rey  D.  Manuel^  de  doña  Juana, 
segunda  esposa  de  D.  Enrique  IV  de  Castilla  y  de  doña  Leo- 
nor, Emperatriz  de  Alemania,  mujer  de  Federico  III,  de 
quien  se  propagó  la  cesárea  casa  de  Austria.  Murió  D.  Fer- 
nando I  de  Aragón,  Infante  de  Castilla ,  en  1416,  y  está  se- 
pultado en  el  real  convento  de  Poblete,  en  Cataluña,  y  su  mu- 
jer en  el  de  San  Juan  de  Dueñas,  cercado  Medina  del  Campo, 
y  falleció  en  1435. 


-  íed- 
DoñaMaria,  quemuriónifia,  y  su  madre  Leonor  de  parto 
en  la  villa  de  Cuellar  en  1382. 

HIJO  DEL  REY  DON  JUAN  I  DEL  SEGUNDO  MATRIMOmO. 

D.  Miguel,  qut)  murió  de  poca  edad  en  1385. 

75. 

P.  Enrique  III,  insigne  en  Religión  y  Justicia,  templado 
en  las  felicidades,  pacífico  en  las  adversidades  y  sereno  en  to- 
da fortuna ,  pudiendo  servir  de  espejo  á  los  mayores  Monar- 
cas del  mundo.  Viniendo  un  dia  de  1407  de  caza  en  Burgos 
y  no  hallando  que  comer,  empeño  su  gabán  para  comprar 
una  espalda  de  carnero;  fué  hijo  primogénito  y  sucesor  de 
D.  Juan  I  y  doSa  Leonor  su  primera  esposa;  nació  en  Burgos 
en  1379 ;  casó  con  doña  Catalina  su  prima  segunda ,  hija  de 
Joan  de  Gante ,  Duque  de  Alencastre  en  Inglaterra  y  de  doña 
Constanza,  hija  de  D.  Pedro  de  Castilla.  Instituyó  en  1390, 
primer  año  de  su  reinado,  la  Sala  de  mil  y  quinientas  en  el 
Consejo  Real  de  Castilla.  En  1400  se  vio  en  España  el  primer 
relox  puesto  en  la  torre  Giralda  de  Sevilla,  asistiendo  S.  A. 
á  edta  novedad.  El  de  1403  se  perfeccionó  el  uso  de  la  piedra 
imán  tan  útil  á  la  navegación.  En  1396  dio  principio  ala  jus- 
ticia que  llaman  Carregidor.  En  1405  en  las  Cortes  de  Toro 
mandó  tragesen  los  judies  por  señal  un  pedazo  de  paño  rojo 
en  el  hombro  derecho ,  de  tres  dedos  de  ancho.  En  1407  otro 
azul  algo  mayor  en  forma  de  luna  menguante  á  los  moros. 
Fué  tan  deseoso  de  acertar  en  su  gobierno ,  que  para  saber  e' 
de  los  mejores  Príncipes  enviaba  Embajadores,  como  lo  hizo 
en  1397  al  Gran  Tamurbech,  comunmente  llamado  Tamorlan, 
diciendo  que  mas  temia  las  maldiciones  del  pueblo  que  las 
armas  de  sus  enemigos.  Reinó  16  años,  murió  en  Toledo  el 
de  1407,  á  los  27  de  edad,  de  continuos  achaques,  por  lo  que 
fué  llamado  el  Enfermo;  fué  sepultado  con  su  consorte ,  que 
falleció  en  Valladoliden  1418,  en  la  capilla  de  los  Reyes  nue' 
vos  de  aquella  ciudad. 


—  570- 

HUOS  DEL  REY  DON  ENRIQUE  UI. 

Doña  María ,  que  nació  en  Segovia  en  1401 ,  casó  el  df 
1415  con  el  Rey  D.  Alonso  V  de  Aragón ,  su  primo  hermanoy 
que  conquistó  el  Reino  de  Ñapóles ;  murió  en  la  Ciudad  de 
Valencia,  sin  sucesión  en  14S8,  y  fué  sepultada  en  el  Real 
convento  de  Poblete. 

Doña  Catalina,  que  nació  en  1406;  casó  en  14S0  con  el 
infante  D.  Enrique ,  su  primo  hermano,  35  Maestre  de  San- 
tiago^ hermano  de  D.  Alonso  V ,  hijo  de  D.  Femando  I  de 
Aragón;  murió  sin  sucesión  en  1440. 

76. 

D.  Juan  II,  hijo  primogénito  de  D.  Enrique  III  y  dolt 
Catalina,  nació  en  la  Ciudad  de  Toro  en  1405,  sucedió  asas 
Padres,  en  1407  desde  cuyo  tiempo  se  acostumbra  en  Castilla 
levantar  pendones  en  la  Corte  y^pueblos  del  Reino,  jurando 
y  haciendo  pleito  hoinenaje  al  nuevo  Príncipe  con  estas  pa- 
labras: Castilla,  Castilla,  Castilla  por  el  Rey  etc.,  casó  dos 
veces,  la  primera  con  doña  María  su  prima  hermana,  hija  de 
D.  Fernando  I  de  Aragón,  su  tío;  la  segunda  con  doña  Isa- 
bel ,  hija  del  Infante  D.  Juan  y  de  su  esposa  doña  Isabel,  hi- 
ja de  D.  Alonso ,  primer  Duque  de  Rraganza  ;  el  Infante  don 
Juan  era  hijo  de  D.  Juan  I  de  Portugal.  Ganó  D.  Juan  II  de 
Castilla  la  batalla  de  Olmedo  en  1445,  fué  muy  aficionado  á 
la  Historia,  poesía  y  filosofía,  manda.ido  traducir  muchos  li- 
bros en  Romance.  En  1415  se  comenzaron  á  conquistar  las 
siete  Islas  Canarias  por  Mr.  Juan  Retancourt ,  francés,  y  se 
llamó  Rey  de  ellas,  que  en  tiempo  de  los  Reyes  Católicos afto 
1494  acabó  de  sujetarlas  D.  Alonso  de  Lugo,  en  cuya  remu- 
neración le  dieron  título  de  Adelantado  mayor  de  ellas.  En 
1429  hizo  el  Rey  bendecir  las  banderas  para  la  guerra  contra 
moros,  costumbre  que  hasta  hoy  se  observa.  Murió  en  5  de 
Abril  de  1418  en  Francia  San  Vicente  Ferrer ,  valenciano, 
religioso  dominico,  dejando  introducida  en  España  la  devo- 


—  271  — 

ta  costumbre  de  la  salutación  angélica  en  los  sermones,  y  qu« 
los  disciplinantes  llevasen  la  túnica  blanca  y  el  rostro  cubier- 
to en  las  procesiones.  Eu  1442  puso  su  Alteza  en  Valladolid 
la  Chancilleria ,  siendo  su  primer  Presidente  D.  Alonso  de 
Fonseca  y  Acebedo,  Arzobispo  de  Sevilla  y  Santiago ;  2.^,  don 
Diego  Pérez  de  Villamuriel ,  Obispo  de  Mondofiedo ;  3.^,  don 
Juan  Ruiz  de  Medina,  Obispo  de  Astorga,  Badajoz,  Cartage- 
na y  Segovia;4.^,  D.  Diego Ramirez  de  Villaescusa,  Obispo  de 
Málaga  y  Cuenca;  5.^,  D.  Pedro  González  Manso ,  Obispo  de 
Guadix,  Tuy,  Badajoz  y  Osma ;  6.^,  D.  Sebastian  Ramirez 
de  Fuen  Leal ,  Obispo  de  Santo  Domingo  en  las  Indias  y  de 
Cuevas;  7.^,  D.  Miguel  Muñoz,  Obispo  de  Tuy  y  de  Cuenca; 
8.^,  D.  Diego  de  Alcalá  Esquivel ,  Obispo  de  Astorga  y  Avila; 
9.^,  D.  Francisco  Tcllo  de  Sandoval ,  Maestro  del  Príncipe 
D.  Carlos,  hijo  de  D.  Felipe  II,  después  Obispo  de  Osma, 
Plasencia  y  Presidente  de  Indias;  10,  D*  Cristóbal  Fernandez 
Valtodano ,  Obispo  de  Palencia  y  Arzobispo  de  Santiago;  11, 
D.  Alonso  de  Santiliana ;  12,  D.  Fernando  de  Vega  y  Fonse- 
ca, Obispo  de  Córdoba,  Presidente  de  Hacienda  é  Indias;  13, 
D.  Juan  Zapata  de  Cárdenas,  Obispo  de  Palencia;  14,  don 
Pedro  Deza  Cardenal ;  15,  D.  Gerónimo  de  Roda ;  16,  don 
Francisco  Fernandez  de  Liébana ,  de  los  Consejos  Reales  de 
Castilla  y  Cámara;  17,  D.  Pedro  Vaca  de  Castro  y  Quiñones, 
Arzobispo  de  Granada  y  Sevilla ;  18,  D.  Pedro  Junco  de  Po- 
sada y  Valdés,  .Obispo  de  Salamanca;  19,  D.  Gerónimo  del 
Corral ,  del  Consejo  Real  de  Castilla ;  20,  D.  Alonso  de  Ana- 
ya,  del  Consejo  Real;  21,  D.  Pedro  Manso  de  Zúñiga,  Pa- 
triarca de  las  Indias  y  Presidente  de  Castilla  ;  22,  D.  Pedro 
de  Zamora ,  Obispo  de  Calahorra ;  23,  D.  Baltasar  de  Loren- 
zana ;  24,  D.  Juan  de  San  Vicente ;  25,  D.  Francisco  Márquez 
de  Gaceta ,  Obispo  de  Avila ;  26,  D.  Juan  de  Torres  Osorio, 
Obispo  de  Oviedo  y  Valladolid ;  27,  D.  Juan  Quéipo  de  Lla- 
no, Auditor  de  la  Rota  Romana,  Obispo  de  Pamplona,  Virey 
de  Navarra  y  Prelado  de  Jaén ;  28^  el  Illmo.  Señor  D.  Diego 
de  Riaño  y  Gamboa ,  del  hábito  de  Santiago ,  Comisario  Ge- 
neral do  Cruzada,  Presidente  de  Castilla ;  29,  D.  Pedro  Gas- 


—  Í72  — 

rillo  de  Acufia,  Auditor  de  la  Rota  Romana,  Obispo  de  Sala- 
manca y  Arzobispo  de  Santiago ;  30^  D.  Juan  de  Carvajal  y 
Sande,  Presidente  de  Hacienda;  31,  D.  Tomás  Rodríguez  de 
Monroy,  del  Consejo  de  la  Inquisición ;  32,  D.  Antonio  de 
Pina  y  Hermosa,  también  del  Consejo  de  la  Suprema.  En 
1452  tuvo  principio  la  moneda  forera  y  la  cria  de  seda  en  Es- 
paña, principalmente  en  el  Reino  de  Murcia;  poco  después 
entró  en  Castilla  el  arte  de  la  Imprenta,  inventada  en  Magun- 
cia en  1451  por  Juan  Gutemberg,  pero  no  floreció  hasta  el 
tiempo  del  Cardenal  D.  Fray  Francisco  Jiménez  de  Cisneros, 
Inquisidor  General  y  Arzobispo  de  Toledo,  que  honró  mucho 
á  sus  Profesores.  Murió  D.  Juan  11  en  Yalladolid  en  1454  te- 
niendo 49  de  edad  y  47  de  reinado;  fué  sepuUado  con  su  se- 
gunda esposa  en  el  Convento  de  la  Cartuja  de  Miraflores,  me- 
dia legua  de  Burgos,  que  el  fundó  en  1441,  y  la  primera  es- 
posa yace  en  el  Santuario  de  Guadalupe,  la  cual  mandó  á  don 
Alonso  de  Madrigal,  Obispo  de  Avila,  llamado  el  Tostado,  es- 
cribiese un  libro  para  saber  confesar,  y  fué  la  primera  Suma 
que  hubo  en  Espafla ;  con  ella  yace  su  hijo  el  Rey  D.  Enri- 
que IV. 

HUOS  DE  DON  JUAN  O  DEL  PRIHER  MATRIMONIO. 

Dofia  Catalina,  que  nació  en  la  villa  de  Illescas  en  1422: 
fué  jurada  por  sucesora  de  estos  Reinos  á  falta  de  varón,  en 
Teledo  en  1423,  y  murió  en  Madrigal  en  el  de  24. 

Doña  Leonor,  que  nació  en  Yalladolid  en  1423 ,  y  fué 
también  jurada  como  su  hermana  en  Burgos,  afto  1424,  y  mu- 
rió niña. 

HIJO  DE  DON  JUAN  I!  DEL  SEGUNDO  MATRIMONIO. 

D.  Alonso,  que  nació  en  la  villa  de  Tordesillas  en  1453: 
fué  jurado  Príncipe  en  el  Campo  de  Cabezón,  dos  leguas  de 
Yalladolid,  en  1464.  Levantóse  contra  su  hermano  mayor  don 
Enrique  lY  en  1462,  y  tuvo  tres  años  título  de  Rey,  gozó  el 
maestrazgo  de  Santiago,  y  murió  en  Cardefiosa,  cerca  de  Avi- 
la, en  1468,  ahogado  con  una  espina  de  trucha,  y  según  otros 


—  275  — 

envenenado .  fué  sepultado  con  su  padre  en  la  Cartuja  de  M i- 
raflores  de  Burgos. 

D.  Enrique  lY^  hijo  y  sucesor  de  D.  Juan  II  y  de  su  es- 
posa doña  Haría,  nació  en  Valladolid  en  1425  y  casó  dos  Te- 
ces; la  primera  en  1437  con  doña  Blanca,  su  prima  segunda, 
hijo  de  D.  Juan  II  de  Aragón  y  Navarra,  que  por  sentencia 
del  Sumo  Pontífice  Nicolao  V,  se  apartaron  en  1453;  la  se- 
gunda en  1455  con  doña  Juana,  su  prima  segunda,  hija  de 
D.  Duarte  de  Portugal.  Venció  otra  batalla  de  Olmedo  á  los 
que  seguian  la  voz  de  D.  Alonso,  su  hermano  menor  en  1467. 
En  1462  restauró  la  ciudad  de  Gibraltar  y  se  llamó  Rey  de 
ella.  Reinó  20  años;  murió  el  de  1474  en  Madrid ,  combalido 
de  desgracias,  teniendo  49  de  edad;  fué  sepultado  con  su  ma- 
dre doña  María  en  el  convento  de  Guadalupe;  sn  primera  es- 
posa daña  Blanca  en  San  Francisco  de  Lesear,  ciudad  en 
Beame  de  Francia,  y  la  segunda  en  San  Francisco  de  Madrid . 

UUA  DE  DON  ENRIQUE  IV  DEL  SEGUNDO  MATRIMONIO. 

Doña  Juana,  llamada  la  escelente  Señora,  nació  en  Ma- 
drid en  1462;  fué  jurada  el  propio  año,  y  segunda  vez  en 
1470  en  el  valle  de  Lozoya:  estuvo  desposada  con  Carlos,  Du^ 
que  Guiena,  hijo  tercero  de  Carlos  YII,  Rey  de  Francia,  y  mu- 
riendo el  Duque  no  tuvo  efecto:  fué  religiosa  en  el  unmas- 
terio  de  Santa  Clara  de  Coimbra,  donde  profesó  en  15  de  Se- 
tiembre de  1480,  y  donde  acabó  sus  dias  y  fué  sepultada. 

78. 

Doña  Isabel,  que  en  hebreo  significa  ahxmianciaj  hija  de  don 
Juan  II  y  de  doña  Isabel,  Portuguesa,  su  segunda  esposa,  stH 
eedió  ásu  hermano  D.  Enrique  IV:  naeióen  Madridó  Madrigal 
á  23  de  Abril  4451 ,  y  fué  jurada  Princesa  en  los  Toros  de  6oi- 
sandoen  1468;  dí^  el  69  en  Valladolid  ál8de  Octubre  con  su 
primo  segundo  D.  Femando  V  de  Castilla,  Rey  que  era  de  Si- 


—  974  — 

cilia  y  Príncipe  de  Aragón»  hijo  de  D.  Juan  11  de  aquella  coro- 
na^ que  por  su  muerte  heredó  en  1479,  y  de  su  segunda  esposa 
doña  Juana  Enriquez  de  Córdoba.  El  Papa  Alejandro  VI  les 
concedió  nuevamente  en  1496  el  título  de  católicos.  Adquirie- 
ron de  la  Santa  Sede  Apostólica  la  presentación  de  las. iglesias 
catedrales  en  sus  reinos  en  1482,  con  que  los  Sumos  Pontífi- 
ces el  de  1497  comenzaron  en  España  á  gozar  las  vacantes  de 
los  Arzobispados,  Obispados  y  Espolios  de  los  prelados  difun- 
tos, así  muebles  como  raices,  lo  cual  confirmó  Adriano  VI  en 
1623  al  Emperador  Carlos  V.  En  1478  instituyeron  el  oficio 
de  la  Inquisición  persuadidos  del  gran  Cardenal  de  España 
D.  Pedro  González  de  Mendoza,  Arzobispo  de  Toledo,  que 
aprobó  el  Sumo  Pontífice  Sisto  IV,  estableciendo  en  1483  su 
Consejo  de  la  suprema,  y  fué  el  primer  Inquisidor  general 
fray  Tomás  de  Torquemada.  Fundaron  los  Reyes  Católicos  en 
1476  la  justicia  de  la  Santa  Hermandad  nueva,  para  asegurar 
los  caminos  de  salteadores  y  asesinos  con  industria  de  D.  Juan 
de  Ortega,  su  Sacristán  mayor,  primer  Obispo  de  Almería, 
después  de  restaurada,  y  de  Alonso  de  Quintanilla,  Contador 
mayor  de  estos  Príncipes,  adviertiendo  que  la  Santa  Herman- 
dad vieja  la  estableció  el  santo  Rey  D.  Fernando  III  en  1249, 
y  la  confirmó  Enrique  IV  el  de  1466.  Ordenaron  el  Consejo 
de  la  Mesta  en  1501  para  lo  tocante  á  los  ganaderos,  cuyas  le- 
yes y  privilegios  se  recopilaron  el  de  1609.  En  1478  incorpo- 
raron así  el  Marquesado  de  Orietan  y  Condado  de  Goziano  en 
Cerdeña,  poniéndolos  entre  sus  títulos  reales.  En  1483,  por 
la  gran  falta  de  dinero,  hicieron  moneda  de  cartón ,  teniendo 
en  una  parte  sus  nombres  y  en  la  otra  el  valor  que  después 
pagaron  puntualmente.  En  1B03  pusieron  en  Sevilla  la  casa 
de  la  contratación.  Unieron  ¿  su  real  corona  la  administra- 
ción perpetua  de  los  tres  maestrazgos  Santiago^  Calatrava  y 
Alcántara,  concesión  de  Alejandro  VI,  Sumo  Pontífice  en 
1494,  confirmada  por  Adriano  VI  al  Emperador  Carlos  V  en 
1523,  aunque  la  corona  de  Castilla  recayese  en  hembra,  dando 
principio  al  real  Consejo  de  órdenes  en  1489,  y  fué  su  primer 
Presidente  D.  Garci  Fernandez  Manrique,  tercer  Conde  de 


—  173  — 

Osorno,  Comendador  de  Honreal,  13  en  la  ófden  de  Santiago, 
de  los  Consejos  de  Estado  y  Guerra;  2.^,  D.  Fernando  de 
Vega,  Comendador  mayor  de  Castilla  en  la  orden  de  Santia- 
go; 3.^,  D.  Diego  Hurtado  de  Mendoza,  Conde  de  Melito, 
Duque  de  Francavila,  Yirey  de  Valencia;  4.^,  D.  Pedro  de 
Córdoba,  Señor  de  la  Zubia,  hijo  deD.  Diego  Fernandez  de 
Córdoba,  tercer  Conde  de  Cabra;  5.^,  el  doctor  Juan  Rodrí- 
guez de  Figueroa,  Comendador  de  Villanueva  de  Alcaráz  en 
la  orden  de  Santiago,  del  Consejo  de  Estado,  Presidente  de 
Castilla;  6.^,  D.  Francisco  Zapata  de  Cisneros^  Comendador 
de  Guadalcanal  en  la  orden  de  Santiago,  primer  Conde  de 
Barajas,  Mayordomo  mayor  de  dofia  Ana  de  Austria,  del  Con- 
sejo de  Estado  y  Presidente  de  Castilla;  7.^,  D.  Francisco 
Hurtado  de  Mendoza,  cuarto  Conde  de  Monteagudo,  primer 
Marqués  de  Almazan,  Embajador  de  Alemania,  Virey  de  Na- 
varra, del  Consejo  de  Estado  y  Guerra,  Comendador  de  Veas 
en  la  orden  de  Santiago;  8.^,  D.  Martin  de  Córdoba,  Comen- 
dador de  Hornachos  y  Socuéllamos  en  la  orden  de  Santiago, 
Virey  de  Navarra  y  Marqués  de  Cortes;  9.^,  D.  Antonio  de 
Padilla  y  Meneses,  Presidente  de  Indias,  10,  D.  Iñigo  de  Cár- 
denas Zapata,  Señor  de  la  villa  de  Loeches,  Comendador  del 
Corral  de  Almaguer  en  la  orden  de  Santiago,  Oidor  del  real 
Consejo  de  Castilla;  11,  D.  Juan  Idiaguez,  Comendador  ma- 
yor de  León,  del  Consejo  de  Estado,  Embajador  de  Genova  y 
Mayordomo  de  la  Reina  doña  Margarita  de  Austria;  12,  don 
Luis  Carrillo  de  Toledo,  primer  Marqués  de  Caracena^  Go- 
bernador de  Galicia,  Virey  de  Valencia,  Comendador  de  Mo- 
nzón en  la  orden  de  Santiago ,  de  los  Consejos  de  Estado  y 
Guerra;  13,  el  Gobernador  D.  Alonso  de  Cabrera,  del  hábito  de 
Galatrava,  délos  Consejos  de  Castilla  y  Cámara;  14,  D.  Enri- 
que Ramón  Fóich  de  Aragón,  Córdoba  y  Cardona,  del  or- 
den de  Santiago,  Duque  de  Segorve  y  Cardona,  Marqués  de 
Pallas  y  Gomares,  Conde  de  Ampurias  y  de  Prades,  Condes* 
tabie  de  Aragón,  Alcaide  de  los  donceles,  del  Consejo  de  Es- 
tado y  Virey  de  Cataluña;  15,  D.  Enrique  Dávila  y  Guzman, 
primer  Marqués  de  Pobar,  Embajador  á  Flandes,  capitán  de 

TOMO  I.  18 


—  276  — 

la  guarda  española,  del  orden  y  clavero  de  Alcántara,  Genlil- 
hombre  de  cámara;  16,  el  Gobernador  D.  Juan  de  Chaves  y 
Mendoza,  dci  orden  de  Santiago^  de  los  Consejos  de  Castilla  y 
Cámara,  primer  Conde  de  la  Calzada,  17,  D.  Iftigo  Velez  de 
Guevara,  Señor  de  Salínillas.  Embajador  en  Saboya  y  Ale* 
manía,  del  Consejo  de  Estado,  quinto  Conde  de  Oñate,  Co- 
mendador de  Carrizosa  en  la  orden  de  Santiago;  i 8,  D.  An* 
tonio  de  Toledo  Dávila  y  Zúfiiga,  tercer  Marqués  de  Miravel, 
Comendador  de  Castilserás  en  la  orden  de  Calatrava ,  Gentil- 
hombre de  Cámara ,  mayordomo  de  Felipe  III ,  Embajador  á 
Francia,  del  Consejo  de  Estado,  ayo  del  Príncipe  D.  Baltasar 
Cirios;  19,  D.  Gaspar  de  Bracamente  y  Guzman,  Conde  ter- 
cero de  Peñaranda,  Comendador  de  Daimiel  en  la  orden  de 
Calatrava,  de  los  Consejos  de  Castilla,  Cámara  y  Estado,  ple- 
nipotenciario de  las  paces  entre  España  y  Holanda,  Presidente 
de  Indias;  20,  D.  Antonio  Sancho  Dávila  y  Toledo,  tercer 
Marqués  de  Veleda,  Comendador  de  Manzanares  en  la  orden 
de  €alatrava,  grande  de  España,  del  Consejo  de  Estado,  Go- 
bernador y  Capitán  general  del  estado  de  Milán;  21^  el  Go- 
bernador del  Consejo  de  órdenes  el  Excmo.  Sr.  D.  Enrique 
Enríquez  de  Guzman,  Pimentel  y  Toledo,  quinto  Marqués  de 
Tavara,  Conde  de  Villada^  Gentil-hombre  de  Cámara  del  Con- 
sejo de  Guerra,  Comendador  de  Sancti  Spirítus  en  la  orden 
de  Alcántara,  Vi  rey  de  Afagon  y  Navarra,  Gobernador  de 
Sicilia  y  Capitán  general  de  Castilla  la  Vieja.  En  1492^  por 
mandato  do  los  Reyes  católicos ,  dio  principio  al  descubrí«- 
miento  de  las  Indias  oecidentaleá  el  caballero  genovés  Cristó- 
bal Colombo,  corrompido  en  España  en  Colon ,  progenitor  de 
los  Duques  de  Veraguas,  Marqueses  de  Jamaica,  hijo  de  Do- 
mingo Colombo,  nieto  de  Lanza  Colombo,  segundo  nieto  de 
Emeríco  Colombo,  tercer  nieto  de  Ferrarío  Colombo,  Señor 
del  castillo  de  Cúzaro;  y  guiado  de  los  papeles  que  le  dejó  en 
la  isla  de  la  Madera  Rodrigo  Faleiro,  peritísimo  marino  y 
gran  cosmógrafo  portugués,  salió  este  famoso  argonauta, 
viernes  al  amanecer,  3  de  Agosto,  llevando  120  compañeros 
en  tres  navios  del  puerto  de  Palos  de  Moguer,  junto  á  la  eosta 


—  277  — 

del  Algarhe,  aprestados  con  solo  16,000  ducados;  que  sobre 
las  joyas  de  la  Reina  católica  dio  Luis  de  San  Ángel,  escri- 
bano de  Raciones,  los  cuales  navegando  1 ,800  leguas  descu- 
brieron entre  otras  islas  la  Española.  Después  fueron  los  pri- 
meros que  predicaron,  levantaron  altares,  pusieron  cruces  é 
imágenes,  bautizaron  y  Celebraron  misa  en  la  nueva  España 
fray  Juan  Pérez,  religioso  Francisco,  guardián  de  la  Rábida, 
y  fray  Bartolomé  de  Olmedo,  Mercenario:  en  el  Perú  fray  An- 
tonio Bravo  y  fray  Juan  de  las  Varillas,  de  la  misma  orden; 
resaltando  el  nombre  de  América  á  aquella  cuarta  parte  del 
mundo  de  AmérícoVespucbi,  Florentino,  piloto  de  Colon;  y 
de  vuelta  sus  compañeros  y  algunos  indios  pegaron  el  mal  de 
bubón  á  las  damas  sevillanas;  se  propagó  á  Ñápeles  y  á  Fran- 
cia, de  donde  se  estendió  el  contagio  á  las  demás  provincias 
del  orbe:  y  trayendo  cantidad  de  oro  á  España  enviaron  los 
Príncipes  un  pedazo  de  20,000  escudos  á  la  santa  iglesia  de 
Toledo,  de  que  se  hizo  su  custodia^  y  otro  tanto  al  Sumo  Pon- 
tífice Alejandro  VI,  que  en  1493  le  dio  la  investidura  del  rico 
imperio  occidental,  cogiendo  por  primicias  de  solo  la  Nueva 
España  la  iglesia  en  18  años  primitivos  diez  millones  de  in- 
dios bautizados.  En  1811  principió  el  católico  Fernando  el 
real  Consejo  de  las  Indias,  que  confirmó  y  puso  en  perfección 
Garlos  V  en  1824:  ocasionado  de  los  descubrimientos  y  con- 
quistas conseguidas  por  los  héroes  D.  Fernando  Cortés  de 
Mónroy,  Marqués  del  Valle  de  Guajaca ,  y  D.  Francisco  Pi- 
zarro,  Marqués  de  las  Charcas  y  Atavillos^  á  quienes  concedió 
entre  otras  mercedes  se^llamasen  Don,  prerogativa  honorifíca 
y  tan  estimada  en  aquel  siglo  como  abatida  en  el  nuestro. 
Fué  su  primer  Presidente  Ü.  Juan  Rodriguez  de  Fonseca, 
Obispo  dePalencia.  En  1492,  por  edicto  promulgado  en  Gra- 
nada á  30  de  Marzo  y  en  Guadalajara  á  29  de  Abril,  hicieron 
los  Reyes  general  espulsion  de  los  judios  habitantes  en  sus 
reinos  que  no  se  quisieron  bautizar,  de  los  cuales  salieron  en 
los  meses  de  Junio,  Julio  y  Agosto  170,000  casas  en  que  ha- 
bla 800,000  personas,  derramándose  por  Asia,  África  y  Eu- 
ropa. En  1802  y  8,  echaron  también  á  los  moros.  En  este 


-  278  — 

tiempo  ftoreció  Gonzalo  Fernandez  de  Córdoba,  que  por  sus 
hechos  adquirió  el  nombre  de  Gran  Capitán ,  fué  Duque  de 
Sesa,  Torranova,  San  Angelo,  Marqués  de  Vitonto  y  Condes 
table  de  Ñapóles^  cuyo  reino  conquistó  para  su  Príncipe  en 
i503,  y  lo  cogió  la  muerte  en  Granada  á  2  de  Diciembre  de 
Í515  á  los  62  años  de  edad:  fué  sepultado  en  San  Gerónimo 
de  aquella  ciudad.  En  1509  á  16  de  Mayo  ganó  el  Arzobispo 
de  Toledo  y  Cardenal  D.  Fray  Francisco  Jiménez  de  Cisneros 
á  Oran,  el  cual  fundó  la  universidad  de  Alcalá  de  Henares  en 
1499,  en  cuyos  cimientos,  á  imitación  de  los  romanos,  puso 
monedas  de  plata  y  oro  con  su  nombre  grabado  para  memoria 
de  los  siglos  venideros.  En  el  mismo  año  se  ganaron  Bujía  y 
Trípoli.  En  1492  comenzaron  en  Castilla  las  compaiiías  á  re- 
presentar públicamente  comedias  por  Juan  de  la  Encina, 
poeta  gracioso,  festejando  con  ellas  á  D.  Fadrique  Enriquez, 
Almirante  de  Castilla,  y  á  D.  Iñigo  López  de  Mendoza,  se- 
gundo Duque  del  Infantado:  luego  Pedro  Navarro,  toledano 
inventó  los  teatros,  y  Cosme  de  Oviedo  los  carteles.  En  el 
mismo  tiempo  mandaron  los  Reyes  valiese  el  real  de  cobre  34 
maravedís,  y  se  vieron  en  España  las  primeras  escopetas.  En 
1504  ordenaron  la  guardia  española  para  sus  personas,  cuyo 
primer  Capitán  fué  Gonzalo  de  Ayora,  cordobés,  que  perfec- 
cionó en  Castilla  la  dbcíplina  militar.  En  1504  tomaron  la 
plaza  de  Mazalquivir  en  África.  En  1482  levantaron  la  uni- 
versidad de  Avila,  encargando  la  obra  á  su  confesor  fray  To- 
más de  Torqucmada,  Inquisidor  general,  y  se  concluyó  el  de 
95.  En  1494  á  14  de  Diciembre  formaron  en  Ciudad-Real  la 
Chancillería  que  en  1505  se  trasladó  i  Granada ,  siendo  el 
primer  Presidente  D.  Iñigo  Manrique,  después  Obispo  de 
Córdoba.  En  1496  señalaron  asientos  ¿  los  Cardenales,  Pre- 
lados, Embajadores  y  Grandes  de  España  en  su  real  capilla, 
que  perfeccionó  D.  Felipe  II.  Siendo  confesor  de  la  Reina 
católica  D.  Fray  Hernando  de  Talavera,  del  orden  de  San  Ge- 
rónimo, primer  Arzobispo  de  Granada;  introdujo  que  el  con- 
fesor de  los  Reyes  cuando  les  oyese  en  confesión  estuviese 
sentado,  pues  antes  estaban  ambos  de  rodilas  arrimados  á  un 


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banco.  En  1494  estando  sus  Altezas  en  Madrid  el  19  de  No- 
viembre formaron  el  sacro ,  real  y  supremo  Consejo  de  Ara- 
gón y  de  toda  la  corona,  que  confirmó  Carlos  V  en  1522,  y 
segunda  vez  en  1543,  eligiendo  el  católico  Rey  por  su  primer 
Vice-chanciller  á  Alfonso  de.la  Caballería,  aragonés.  Murió  do- 
ña Isabel  en  la  villa  de  Medina  del  Campo  á  26  de  Noviembre 
de  1504,  habiendo  reinado  30  años,  teniendo  de  edad  53:  fué 
la  mas  valerosa  matrona,  prudente  Princesa  y  religiosa  Reina 
que  hasta  su  tiempo  gozó  Europa.  Está  sepultada  en  la  real 
capilla  de  Granada  fábrica  suya.  Casó  segunda  vez  el  Rey  ca- 
tólico en  1606  con  madama  Germana,  hija  de  D.  Juan  de  Fox, 
Vizconde  y  Señor  de  Narbona,  y  de  su  esposa  madama  María, 
hija  de  Carlos,  Duque  de  Orleans,  hermano  de  Luis  XII  de 
Francia.  Era  D.  Juan  de  Fox  hijo  del  Conde  D.  Gastón  y  de 
doña  Leonor,  Reina  de  Navarra,  liija  del  Rey  D.  Juan  11^ 
por  lo  que  era  Germana  sobrina  segunda  de  Fernando,  la 
cual  introdujo  en  Castilla  las  meriendas.  Estinguió  D.  Fer- 
nando, gran  maestro  de  los  políticos,  la  dignidad  suprema  de 
Rico&-homes,  mudándola  en  grandes  de  España.  Reinó  41 
años  y  pagó  la  común  deuda  de  naturaleza  en  Madrigalejo, 
aldea  de  Trujillo  en  Estremadura,  asistido  de  su  confesor  fray 
Tomás  de  Matienzo,  dominico,  en  23  de  Enero  de  1516,  é  la 
edad  de  63  y  medio,  y  habia  nacido  en  Sos,  villa  de  Aragón 
á  10  de  Marzo  de  1452:  fué  sepultado  con  su  primera  consorte 
«n  Granada,  dejando  unidos  á  la  corona  de  Castilla  los  rei- 
nos y  estados  de  Aragón,  Cataluña,  Rosellon,  Cerdeña,  Va- 
lencia, Mallorca,  Sicilia,  Ñapóles,  Jerusalen,  Atenas,  Neopa- 
tria  y  Granada  que  conquistaron  en  1492,  incorporando  el  de 
Navarra  en  11  de  Junio  de  1515  en  las  cortes  generales  de 
Burgos  por  investidura  de  Julio  II,  Pontífice  máximo,  con  lo 
que  añadieron  al  escudo  general  de  sus  armas  en  el  cuartel 
alto  de  la  izquierda  las  cuatro  barras  gules  sobre  oro,  de  Ca- 
taluña y  Aragón,  las  mismas  en  sotuer  con  dos  águilas  sables 
en  campo  de  plata  coronadas  de  oro,  que  son  de  Sicilia:  por 
Ñápeles  una  cruz  de  oro  en  campo  de  plata  que  parte  el  es- 
cudo en  cuatro;  á  cada  ángulo  otra,  y  son  las  de  Jerusalen: 


# 


—  i80- 

por  Navarra,  en  campo  gules  cadena  de  oro  y  enmedio  una 
esmeralda,  y  por  Granada  su  granada  si nople  abierta  con  gra- 
nos gules  en  campo  de  plata.  Pasó  dofia  Germana  á  segun- 
das bodas  en  1519  con  el  Marqués  de  Brandemburgo,  y  -á  ter- 
ceras por  orden  del  Emperador  Carlos  V  en  1S22  con  don 
Fernando  de  Aragón,  Duque  de  Calabria,  hijo  de  D.  Fadrí- 
que,  Rey  de  Ñapóles. 

HUOSDE  DON  FERNANDO  Y  DONA  ISABEL. 

El  Príncipe  D.  Juan,  que  nació  en  Sevilla  en  1478,  fué 
Presidente  de  Castilla  y  casó  en  1497  en  Burgos  con  madama 
Margarita,  su  sobrina,  bija  del  Emperador  Maximiliano  I  y  de 
la  Emperatriz  madama  María  Carolina,  Duquesa  de  Borgofia^ 
Brabante  y  Condesa  de  Flaodes.  Pusieron  al  Príncipe  D.  Juan 
sus  padres  en  1496  casa  aparte,  dándole  por  pajes  muchos 
hijos  de  grandes  señores:  murió  sin  sucesión  en  Salamanca  el 
mismo  de  sus  bodas,  y  yace  sepultado  en  Santo  Tomás  de 
Avila,  convento  dominico,  vistiendo  todos  sus  vasallos  de  ne- 
gro en  señal  de  luto  y  sentimiento,  pnes  hasta  entonces  se 
habia  usado  jerga  blanca:  casó  después  Margarita  con  Fili- 
berto  II,  Duque  de  Saboya,  y  falleció  en  Molina  en.  1530,  ha- 
biendo sido  Gobernadora  en  los  estados  de  Flandes  por  el  Em- 
perador Carlos  V  su  primo. 

Doña  Isabel,  que  nació  en  la  villa  de  Dueñas  en  1470; 
casó  en  1490  con  el  Príncipe  D.  Alonso,  primogénito  de  don 
Juan  II  de  Portugal,  que  murió  cayendo  de  un  caballo  en  la 
villa  de  Santaren,  riberas  del  Tajo,  sin  sucesión:  casó  se- 
gunda vez  la  Princesa  en  1497  con  D.  Manuel,  Rey  lusitano, 
su  primo  segundo  por  linea  paterna,  y  por  la  materna  su  tio: 
murió  en  Zaragoza  de  parto  del  Príncipe  D.  Miguel  en  1498, 
y  fué  sepultada  en  el  coro  de  las  monjas  de  Santa  Isabel  la 
real  de  Toledo. 

Doña  María,  que  nació  en  Córdoba  en  1482;  casó  en  1500 
con  el  Rey  D.  Manuel,  su  cuñado,  de  quienes  nació  entre 
otros  hijos  el  Rey  D.  Juan  III  y  la  Emperatriz  doña  Isabel: 


—  281  — 

murió  en  Lisboa  de  parto  en  1517  y  yaC/e  con  su  esposo  en 
Belén. 

Doña  Catalina,  que  nació  en  Alcalá  de  Henares  en  14SB; 
casó  en  1801  con  Artur,  Príncipe  de  Gales,  primogénito  de 
Enrique  Vil,  Rey  de  Inglaterra,  con  quien  estuvo  solo  cinco 
meses;  casó  dofta  Catalina  segunda  vez  con  su  cuñado  D.  En* 
rique  VIII  de  aquella  corona,  á  24  de  Junio  de  1S09,  de  los 
cuales  nació  doña  Haría,  heredera  propietaria  de  Inglaterra, 
que  casó  en  1554  con  el  Rey  D.  Felipe  II  su  sobrino  y  falleció 
en  1558  sin  sucesión.  Murió  doña  Catalina  en  Cimbaton  del 
condado  de  Bedfordia  en  1535,  y  fué  sepultada  en  el  Burgo 
de  San  Pedro,  monasterio  Benito. 

HUO  DE  DON  FERNANDO  EL  CATÓLICO  Y  DE  MADAMA  GERMANA 

SU  SECUNDA  ESPOSA. 

D.  Juan,  Principe  de  Gerona,  que  nació  en  Valladolíd  en 
1500  y  murió  de  pocas  horas,  siendo  sepultado  en  el  monas- 
terio real  de  Poblete. 

HIJOS  DE  DON  FERNANDO  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Alonso  de  Aragón,  Arzobispo  de  Zaragoza,  que  nació 
en  1469  y  murió  el  de  15S0.  Fué  sepultado  en  su  catedral, 
dejando  por  hijos  á  D.  Fernando  de  Aragón,  también  Arzo- 
bispo de  Zaragoza,  de  quien  hay  gran  descendencia;  á  do&t 
Ana  de  Aragón,  esposa  de  Juan  Alonso  de  Guzman,  sesto 
Duque  de  Medina  Sidonia;  y  á  doña  Juana  de  Aragón,  que 
casó  con  D.  Juan  de  Borjn,  tercer  Duque  de  Gandía,  de  los 
cuales  nació  D.  Francisco  de  Borja  y  Aragón,  cuarto  Duque 
de  Gandía,  fundador  d6  su  universidad  con  bulas  apostólicas 
en  1549  y  con  privilegio  real  de  1550  donde  se  graduó;  casó 
con  doña  Leonor  de  Castro,  portuguesa,  dama  de  la  Empera- 
tríz  doña  Isabel;  después  de  ser  Virey  en  Cataluña,  Mayordo- 
mo mayor,  Caballero  y  13  de  la  orden  de  Santiago,  entró  re- 
ligioso en  la  compañía  de  Jesús  on  1540,  y  murió  en  1572  á 
los  62  de  edad,  canonizándole  la  Santidad  de  Clemente  X.  Tu- 
vieron en  este  consorcio  entre  otros  hijos  al  primogénito  don 


I 


—  asa- 
Carlos  de  Borja  y  Aragón,  quinto  Duqoe  de  Gandía,  de  qoíen 
proceden  los  demás,  y  á  D.  Juan  de  Borja  y  Aragón,  Comeii- 
dador  de  Azuaga  y  13  en  la  orden  de  Santiago,  Embajador  en 
Alemania,  Mayordomo  mayor  de  la  Emperatriz  doña  Maríai 
del  Consejo  de  Estado,  primer  Conde  de  Ficallo  en  Portugal, 
padre  de  D.  Francisco  de  Borja  y  Aragón,  Conde  de  Mayai- 
de,  Príncipe  de  Esquiladle,  Gentil-hombre  de  la  cámara  de 
Felipe  III,  Comendador  de  ^Azuaga  en  la  orden  de  Santiago 
y  Virey  del  Perú;  de  D.  Carlos  de  Aragón  y  Boija,  Duque  de 
Villahermosa,  del  Consejo  de  Estado  de  Portugal ,  Caballero 
del  orden  militar  de  Cristo;  y  de  D.  Fernando  de  Borja,  Go* 
mendador  mayor  de  Montesa,  Virey  de  Aragón  y  Valencia, 
Gentil-hombre  de  cámara  mas  antiguo  de  D.  Felipe  IV,  Sumi- 
ller de  corps  del  Príncipe  D.  Baltasar  Carlos  y  Caballerizo  ma- 
yor de  doña  Mariana  de  Austria.  Todos  tres  tuvieron  sucesión. 

Doña  María-  de  Aragón,  monja  en  el  monasterio  de  San 
Agustin  de  Madrigal ,  donde  fué  Priora  en  1530  y  está  se- 
pultada. 

Doña  Juana  de  Aragón,  que  casó  con  D.  Bernardino  Fer- 
nandez de  Velasco,  Condestable  de  Castilla,  llamado  el  Gran- 
de, y  procrearon  á  doña  Juliana  Angela  de  Velasco  y  Aragón, 
esposa  do  D.  Pedro  Fernandez  de  Velasco,  Condestable  de 
Castilla,  suprimo,  sin  sucesión ;  yaco  con  su  marido  en  el 
convento  de  Santa  Clara  de  Medina  de  Pomar. 

Doña  María  do  Aragón,  monja  y  Priora  como  su  hermana 
en  Madrigal,  año  1547,  donde  está  sepultada. 

79. 

4 

Doña  Juana,  hija  segunda  de  los  Reyes  católicos  D.  Fer- 
nando y  doña  Isabel,  les  sucedió  en  estos  reinos  de  España; 
nació  en  Toledo  en  6  de  Noviembre  de  1479;  fué  jurada  allí 
mismo  en  1502;  casó  en  1496  con  D.  Felipe^  llamado  el  Her- 
moso, primero  del  nombre,  Rey  de  Castilla,  su  sobrino,  por 
ser  prima  segunda  de  su  padre  el  Emperador  Maximiliano  I: 
era  su  madre  la  Emperatriz  madama  María  Carolina,  Duquesa 


-283  — 

de  Borgofia,  Bravante  y  Condesa  deFlandcs.  Nació  D.  Felipe 
en  22  de  Enero  de  1478,  cuyo  nombre  en  griego  dice  helicoso. 
En  1406,  año  de  sus  bodas,  puso  la  casa  real  de  Castilla  a! 
uso  de  Borgofia,  dando  también  principio  á  la  guarda  de  Ar- 
cheros  de  la  cuchilla:  reinó  este  Príncipe  dos  años;  murió  en 
Burgos  i  2S  de  Setiembre  de  1506,  teniendo  28  de  edad,  y  le 
sepultaron  en  la  real  capilla  de  Granada.  Por  ser  D.  Felipe 
Archiduque  de  Austria,  Duque  de  Borgofia,  Bravante,  Lu- 
cenburg,  Lorena,  Linzburg  y  Gueldres,  Conde  de  Flandes, 
Artois  y  Tirol^  Marqués  del  sacro  imperio  y  otros  muchos  es- 
tados, añadió  al  escudo  de  las  armas  reales  de  España  en  ^u 
derecha  una  faja  de  plata  sobre  gules,  insignia  de  la  casa  de 
Austria;  por  la  de  Borgofia,  abajo  tres  bandas  azures  y  tres  de 
oro,  orlado  de  gules;  á  la  izquierda  flores  de  lis  doradas  en 
campo  azur  con  orla  de  escaques  de  gules  y  plata,  que  son 
del  condado  de  Artois;  por  el  ducado  de  Bravante,  abajo  un 
león  de  oro  sobre  sable;  las  del  condado  de  Flandes,  otro  león 
sable  en  campo  de  oro,  puesto  en  la  mitad  derecha  de  un  es- 
cudete que  está  enmedio  y  en  la  izquierda  un  águila  gules  co- 
ronada de  oro  sobro  plata  por  el  condado  de  Tirol.  En  1509 
instituyó  doña  Juana,  ya  viuda,  con  su  padre  D.  Femando  V 
que  gobernaba  por  ella,  el  Consejo  de  la  Santa  Cruzada,  con- 
cedida por  Panlo  11;  siendo  el  primer  Comisario  general  don 
Francisco  de  Córdoba  y  Mendoza,  Arcediano  de  Pedroche» 
Obispo  de  Oviedo^  Zamora  y  Palencia,  hijo  do  D.  Diego  Fer- 
nandez de  Córdoba ,  segundo  Conde  de  Cabra:  murió  doña 
Juana  en  la  villa  de  Tordesillas  á  4  de  Abril  de  1555  á  los  75 
años  y  medio  de  edad  y  50  de  reinado:  yace  con  sus  padres  y 
esposo  en  Granada. 

HIJOS  DE  DON  FEUPE  Y  DONA  JUANA. 

D.  Fernando,  hijo  segundo.  Archiduque  de  Austria;  na- 
ció en  Alcalá  de  Henares  en  1503.  Fué  electo  Rey  de  romanos 
en  Aquisgran  á  11  de  Enero  de  1531,  después  Emperador  de 
Alemania,  en  quien  lo  renunció  su  hermano  mayor  Carlos  V 
en  1556;  casó  en  1521  con  madama  Ana  Elisabet^  heredera 


f 


—  884  — 

propietaria  de  Bohemia  y  Hungría»  hija  del  Rey  Uladislao  y 
y  de  madama  Ana  su  tercera  esposa ,  hija  de  Vascon ,  Sefior 
de  la  casa  de  Candalla  en  Francia,  y  fué  Rey  de  aquellas 
dos  coronas.  Era  madama  Ana  hija  do  la  Infanta  doña  Cata- 
lina, Condesa  de  Candalla,  hija  de  dofia  Leonor,  Reina  de 
Navarra ,  media  hermana  del  católico  Rey  D.  Fernando  V. 
Tuvieron  los  Emperadores  D.  Fernando  y  madama  Ana  Eli- 
sabet  quince  hijos;  1.^,  á  la  Archiduquesa  Isabel,  que  nadó 
en  1526,  casó  con  Sigismundo  Augusto,  Rey  de  Polonia,  y 
murió  sin  hijos  en  1545;  2.*^,  Maximiliano  II,  que  sucedió  á 
sus  padres  en  el  Imperio,  reino  de  Bohemia  y  Hungría,  nació 
en  Viena  á  1.°  de  Agosto  de  1527,  y  casó  en  15&8  con  la  In- 
fanta doña  Haría,  su  prima  hermana,  hija  de  Carlos  V,  y  mu- 
rió en  Ratisbona  á  12  de  Octubre  de  1576,  teniendo  60  años 
de  edad  y  12  de  imperio;  3.^,  la  Archiduquesa  Ana,quenacíó 
en  Praga,  corte  de  Bohemia  en  1528,  y  casó  en  1546  con  Al- 
berto III,  quinto  Duque  deBaviera,  de  quienes  nacieron  entre 
otros  hijos  en  Monaco,  cabeza  de  aquel  estado,  María,  esposa 
del  Archiduque  Carlos  su  tio,  y  Guillermo  II,  Duque  de  Ba- 
viera,  que  casó  con  Renea  de  Lorena,  hija  de  Francisco,  Du- 
que de  Lorena  y  de  su  mujer  Cristerna,  nieta  del  Rey  D.  Fe- 
lipe I,  y  tuvieron  á  Maximiliano,  Duque  de  Baviera  y  á  la 
Emperatriz  Mariana,  primera  esposa  de  Ferdinando  II;  4.^, 
el  Archiduque  Fernando,  llamado  el  Viejo,  que  nació  en 
Lintz,  castillo  de  Austria ,  sobre  el  rio  Onaso  en  1529 ;  casó 
dos  veces,  la  primera  con  Felipa,  natural  de  Augusta,  y  la  se- 
gunda con  Ana  Gonzaga,  hija  del  Duque  de  Mantua,  dejando 
sucesión  de  la  primera;  5.^,  la  Archiduquesa  María,  que  nació 
en  Praga  en  1530  y  casó  con  Guillermo,  Duque  do  Juliers  y 
eleves;  murió  el  de  1584  con  posteridad;  6.^,  la  Archiduque- 
sa Magdalena,  que  nació  en  Inspruch  en  1532  y  murió  reli- 
giosa en  1590;  7.^,  la  Archiduquesa  Catalina,  que  nació  en 
Viena  en  1533;  casó  en  1549  con  Francisco  Gonzaga,  Duque 
de  Mantua,  y  viuda  contrajo  segundas  bodas  en  1551  con  Si- 
gismundo Augusto,  Rey  de  Polonia,  su  cuñado,  y  muríóen 
1572;  8.^^  la  Archiduquesa  Leonor,  que  nació  en  1534  y  casó 


—  285  — 

coD  Guillermo  Gonzaga,  tercer  Duque  do  Mantua  y  Honfer* 
rato,  de  quienes  hay  sucesión;  9.^,  la  Archiduquesa  Margari- 
ta, que  nació  en  Inspruch  en  1536  y  murió  en  el  de  67;  10, 
el  Archiduque  Juan,  que  nació  en  Praga  el  año  1538  y  falle- 
ció al  siguiente;  11,  la  Archiduquesa  Bárbara,  que  nació  en 
Viena  en  1539,  casó  en  el  65  con  Alonso  II,  Duque  de  Ferra- 
ra^ y  murió  en  157¿;  12,  el  Archiduque  Carlos,  Duque  de 
Stitia,  Carintia,  Carmola  y  Conde  de  Goricia,  nació  en  Viena 
en  1540;  casó  con  su  sobrina  María  de  Baviera,  hija  de  Al- 
berto III,  quinto  Duque  de  Baviera,  y  de  la  Archiduquesa 
Ana  su  hermana,  y  murió  en  1590  y  su  esposa  en  1608;  13, 
la  Archiduquesa  Úrsula,  que  nació  en  Neustat  en  1541  y  fa- 
lleció de  dos  años;  14,  la  Archiduquesa  Elena,  que  nació  en 
Viena  en  1543  y  murió  religiosa  en  el  convento  de  Hala  en 
1574;  15,  la  Archiduquesa  Juana,  que  nació  en  Praga  en 
1547,  de  cuyo  parto  murió  la  Emperatriz  madama  Ana  Eli- 
sabet  su  madre;  casó  la  Archiduquesa  Juana  con  Francisco  de 
Médicis,  Duque  de  Florencia,  segundo  gran  Duque  de  Tos- 
cana,  hijo  de  Cosme  de  Médicis,  segundo  Duque  de  Florencia  y 
primer  gran  Duque  de  Toscana,  cuyo  título  le  dio  el  Papa 
Pío  V  en  1568,  y  de  la  Duquesa  su  consorte  doña  Leonor  do 
Toledo,  hija  de  D.  Pedro  de  Toledo,  segundo  Marqués  de  Vi- 
llafranca,  hijo  de  D.  Fadrique  Alvarez  de  Toledo,  segundo 
Duque  de  Alba;  murió  la  Archiduquesa  Juana  de  parteen 
1587,  dejando  por  hija  ala  cristianísima  Reina  de  Francia  ma- 
dama María  de  Médicis,  que  casó  en  1600  con  Enrique  IV,  Rey 
deaquella  corona,  padres  de  cinco  hijos;  el  1.°  el  cristianísimo 
Rey  Luis  XIII,  que  nació  en  27  de  Setiembre  de  1601,  y  fué 
su  hijo  Luis  XV;  2.^  Mr.  Gastón  Juan  Bautista  do  Borbon, 
Duque  de  Orleans,  que  nació  en  25  de  Abril  de  1608  y  casó 
dos  veces;  la  primera  con  madama  María  de  Borbon,  Duquesa 
de  Montpensier;'la  segunda  con  madama  Margarita,  hermana 
de  Carlos,  Duque  de  Lorena,  con  sucesión;  3.^,  doña  Isabel 
de  Borbon,  Reina  de  España,  que  nació  á  22  de  Noviembre 
de  1602;  4.^,  madama  Cristina  de  Borbon,  Duquesa  de  Sa- 
boya,  esposa  del  Duque  Victor  Amadeo,  que  ndció  en  10  de 


f 


—  ase- 
Febrero  de  1606 ,  S.^y  madama  Enríela  de  Borbon ,  que 
nació  el  25  de  Noviembre  de  1609  y  casó  con  Carlos  Siuard, 
Rey  de  la  Gran  Breta&a,  cuyo  horrible  fin  vio  la  plaia  de  Lon- 
dres el  martes  9  de  Febrero  á  las  dos  de  la  tarde  de  1649  á 
los  48  afios  y  medio  de  edad,  porque  nació  i  19  de  Setiembre 
de  1600,  dejando  por  hijos  á  Carlos  II,  sucesor;  á  Earíco,  Du- 
que de  Glogester;  á  Jacobo,  Duque  de  York;  á  María,  Prín- 
cesa  de  Orange;  á  Elisabet  y  á  Enrieta  María  Estnard:  manó 
madama  María  de  Médicis  en  Ja  ciudad  de  Colonia  en  16&2, 
y  el  Emperador  D.  Femando  I  en  Viena  á  25  de  Julio  de 
1564,  al  séptimo  de  imperio  y  61  de  edad,  habiendo  sido  se- 
pultado con  su  esposa  en  la  ciudad  de  Praga.  Fueron  hijos  del 
Archiduque  Carlos  y  María  de  Baviera,  1.^,  el  Archiduque 
Fernando,  que  nació  en  Luzenburg  en  1572  y  muríó  el  mis- 
mo; 2.^,  la  Archiduquesa  Ana,  que  nació  en  Gratz,  metrópoli 
de  Stiría  en  1573,  y  casó  de  18  con  Sigismundo  III,  Rey  de 
Polonia  y  Suecía,  Duque  de  Lituania^  falleciendo  el  de  1508, 
de  quienes  nació  en  Cracovia,  corte  de  Polonia  en  1595  Ula- 
dislao  Sigismundo,  cuarto  del  nombre.  Rey  de  aquella  coro- 
na^ que  murió  en  1648,  casado  con  Cecilia  Renata  Augusta, 
hija  del  Emperador  Ferdinando  II;  3.^,  María  Cristerna,  que 
nació  en  1574;  casó  con  Sigismundo  Batoti,  Príncipe  deTra- 
silvania,  y  después  de  viuda  en  1613  se  entró  monja  en  el 
convento  de  Hala  del  condado  de  Tirol;  4.°,  Catalina  Renato, 
que  nació  en  1576  y  murió  en  opinión  de  santa  en  1592;  5.^, 
Isabel,  que  nació  en  1577  y  falleció  niña  al  siguiente;  6.^, 
Ferdinando  II  el  Magnánimo,  que  nació  en  Gratz  en  1578  y 
casó  dos  veces;  la  primera  con  Mariana  de  Baviera  su  prima, 
hija  do  Guillermo  II,  Duque  de  Baviera,  y  de  su  esposa  Re- 
nca de  Lorena:  muríó  la  Emperatriz  en  1616,  de  cuyo  con* 
sorcio  tuvieron  al  Emperador  Ferdinando  ÜI,  que  nació  en  13 
de  Julio  de  1608;  á  Cecilia  RenaU  Augusta  que  nació  en  10  de 
Julio  de  1611,  fué  Reina  de  Polonia,  esposa  de  Uladislao  Si- 
gismundo IV,  la  cual  muríó  en  1644;  á  Maríana^  Duquesa  de 
Baviera,  que  nació  ¿  13  de  Enero  de  1610  y  casó  con  el  Du-* 
(|ue  Maximiliano;  al  Archiduque  Leopoldo  Guillermo,  que 


—  287  — 

nació  en  6  de  Enero  de  1614  y  fué  Gobernador  de  los  estados 
de  Flandes;  casó  segunda  vez  Ferdinando  II  con  Leonor  6on- 
zaga.  Princesa  de  Mantua  en  1621,  sin  hijos.  Murió  el  César 
en  su  corte  de  Viena  á  15  de  Febrero  de  1637  á  los  59  años 
de  edad  y  18  de  imperio,  y  su  segunda  esposa  en  1655;  7/, 
el  Archiduque  Carlos^  que  nació  en  1579  y  falleció  el  siguien- 
te; 8.^9  Gregoria  Maximiliana,  que  nació  en  1581  y  murió  en 
6197,  estando  contratada  de  casar  con  el  Rey  D.  Felipe  III; 
9.^,  Leonor,  que  nació  en  1582  y  entró  religiosa  con  su  her- 
mana María  Cristernas;  10,  Maximiliano  Ernesto,  Archidu- 
que, que  nació  en  1583  y  murió  en  1616,  dejando  por  hijo 
natural  ¿  D.  Carlos  de  Austria ,  que  vino  á  España  en  1638; 
11,  la  Reina  de  Espafia  doña  Margarita  de  Austria,  espejo  de 
santidad,  que  nació  en  Gratzia  noche  de  Navidad  de  158&,  y 
casó  en  el  99  con  el  Rey  D.  Felipe  HI,  su  primo  segundo,  mu- 
riendo en  3  de  Octubre  de  1611  en  el  Escorial  á  los  26  años 
nueve  meses  y  ocho  días  de  edad;  12,  el  Archiduque  LeopoK 
do,  que  significa  pies  de  León,  nació  en  Gratz  en  1586;  fué 
Obispo  de  Passan  y  Argentina,  que  renunció  en  1625,  que- 
dando Landgrave  do  Alsacia;  casó  con  Claudia  de  Médicis, 
hija  de  Fernando  de  Médicis,  Duque  de  Florencia,  gran  Du- 
que de  Toscana  y  de  su  esposa  Cristina  de  Lorena  Esta  va 
Claudia  de  Médicis,  viuda  de  Federico  de  la  Róbere,  Príncipe 
de  la  casa  de  Urbino.  Tuvieron  Leopoldo  y  Claudia  por  hijos 
á  Fernando  Carlos,  que  nació  en  1628  y  se  desposó  con  Ana 
de  Médicis^  Princesa  de  Toscana,  hermana  del  gran  Duque 
Fernando  II,  á  doña  Isabel  Clara  Eugenia,  que  nació  en  1629 
y  casó  con  Carlos  III  Gonzaga,  Duque  de  Mantua;  á  Sigismun- 
do^ Abad  del  Parco  en  Sicilia,  que  nació  en  1631 ,  y  á  María 
Leopoldina,  que  nació  en  1632  y  casó  el  de  1648  con  el  Em- 
perador Ferdinando  III,  muriendo  de  parto  en  su  corte  de 
Viena  ¿  7de  Agosto  de  16&9:  falleció  el  Archiduque  Leopoldo 
en  17  de  Setiembre  de  1632;  13,  María  Magdalena,  que  nació 
en  1587:  casó  con  Cosme  de  Médicis,  gran  Duque  de  Tosca- 
na, y  murió  en  1631  dejando  entre  otros  hijos  á  Fernando  II, 
gran  Duque,  casado  con  Victoria  de  la  Róbere,  Princesa  de 


/ 


—  288  — 

Urbino;  14,  Constanza ,  que  nació  en  1S88 ;  casó  con  Sigis- 
mundo III,  Rey  de  Polonia  su  cufiado,  y  murió  en  1631,  cuyo 
hijo  fué  Juan  Casimiro,  que  nació  en  1609,  en  el  43  entró 
religioso  de  la  compafiía  de  Jesús  en  Roma;  y  en  el  49  lo  eli- 
gieron Rey  de  Polonia  y  le  coronaron  en  la  ciudad  de  Versa- 
bia;  15,  el  Archiduque  Carlos,  que  nació  postumo  en  1500; 
en  el  1618  fué  Obispo  de  Brigia  y  Uratislan  en  Sicilia,  maes- 
tre de  la  orden  Teutónica,  y  viniendo  á  España  en  1624  á  los 
pocos  dias  murió  en  Madrid  y  fué  sepultado  en  el  Escorial. 

Doña  Leonor,  que  nació  en  los  estados  de  Flandes  en 
1499;  casó  el  de  1518  con  el  Rey  D.  Manuel  de  Portugal,  su 
tío  segundo,  y  viuda  casó  segunda  vez  en  1526  con  el  Rey  de 
Francia  Francisco  I,  el  cual  falleciendo  en  1547  sin  sucesión^ 
volvió  doña  Leonor  á  España  con  el  Emperador  Carlos  V  su 
hermano,  y  murió  en  Badajoz  én  1558  y  yace  en  el  Escorial. 

Doña  Isabel,  que  nació  en  Flandes  en  1501 ;  casó  con 
Cristerno  II,  Rey  de  Dinamarca,  Suecia  y  Noruega:  murió  en 
la  ciudad  de  Gante  en  1525  donde  yace:  fueron  sus  hijos 
Juan,  Duque  de  Alsacia;  Dorotea,  esposa  de  Federico,  Conde 
Palatino,  elector  del  Imperio;  y  Cristerna  que  casó  en  1530 
con  Francisco  María  Esforcia,  Duque  de  Milán,  restituyén- 
dole el  Emperador  Carlos  V  aquel  ducado  cuando  casó  con 
su  sobrina,  pero  en  1535  murió  el  Duque,  en  quien  se  acabó 
la  linea  de  la  casa  de  Esforcia,  y  por  no  dejar  hijos  le  sucedió 
Carlos  V,  quedando  unido  á  la  corona  de  España.  Pasó  á  se- 
gundas bodas  Crislerna  en  1536  con  Francisco,  Duque  de 
Lorena,  de  quienes  nació  Renea,  esposa  de  Guillermo  II, 
Duque  de  Baviera ,  padres  de  Maximiliano ,  Duque  de  Ba- 
viera. 

Doña  María,  que  nació  en  Flandes  en  1505;  casó  el  21  con 
Luis,  Rey  de  Bohemia  y  Hungría,  que  murió  peleando  contra 
turcos,  cerca  de  la  ciudad  de  Buda  en  1526  sin  dejar  hijos: 
estando  viuda  doña  María  fué  Gobernadora  de  los  estados  dé 
Flandes  por  su  hermano  Carlos  V,  y  falleció  en  Cigales,  dos 
leguas  de  Valladolid  en  1558,  siendo  sepultada  en  el  Es^ 
corial. 


—  Í89  — 

Doña  Catalina,  que  nació  postuma  en  la  villa  de  Torque- 
roada  en  1507  y  casó  el  de  24  con  el  Rey  D.  Juan  III  de  Por- 
tugal, su  primo  hermano^  de  quienes  nacieron  entre  otros 
hijos  el  Príncipe  D.  Juan,  padre  del  Rey  D.  Sebastian  y  doña 
María,  primera  esposa  de  D.  Felipe  II,  primo  hermano  suyo: 
murió  doña  Catalina  en  Lisboa  en  1577  y  yace  con  su  esposo 
en  Belén. 

80. 

El  invicto  y  augusto  Emperador  Carlos  V,  que  en  armenio 
significa  poderoso^  gloria  de  la  casa  de  Austria  y  honor  de 
España,  hijo  primogénito  de  D.  Felipe  I  y  doña  Juana;  nació 
en  la  ciudad  de  Gante,  metrópoli  del  condado  de  Flandes,  á 
S4  de  Febrero  de  1500;  sucedió  en  la  corona  de  España  á  su 
madre  y  abuelo  materno  D.  Femando  V,  de  que  tomó  pose- 
sión viniendo  de  Flandes  en  1517,  y  por  muerte  del  paterno 
Maximiliano  I,  fué  electo  Emperador  de  Alemania  en  1519; 
casó  en  Sevilla  el  año  1526  ron  la  Princesa  doña  Isabel^  su 
prima  hermana^  hija  mayor  del  Rey  D.  Manuel  de  Portugal 
7  de  su  segunda  esposa  doña  María.  En  1519  se  alteró  parte 
de  Castilla  con  voz  de  comunidad,  guerra  civil  que  encendió 
la  ambición  de  Juan  de  Padilla,  D.  Antonio  de  Acuña,  Obispo 
de  Zamora  y  Juan  Bravo,  y  duró  cerca  de  tres  años ;  pero  al 
fin  el  de  1521  en  la  batalla  de  Villalar  de  23  de  Abril  venció 
Cariosa  los  sediciosos,  aquietó  los  subditos  y  castigó  á  los 
atrevidos.  En  1518  fundó  con  su  madre  doña  Juana  el  Con- 
sejo de  Cámara  de  Castilla  que  perfeccionaron  en  1523.  En  el 
de  25  tuvo  César  aquella  célebre  victoria  de  Pavía,  donde 
quedó  presó  Francisco  I,  Rey  de  Francia.  En  1527  sucedió 
el  saqueo  de  Roma ,  acaudillando  el  ejército  Carlos  de  Bor- 
bon.  En  1520  originó  el  Emperador  el  que  se  cubriesen  los 
grandes  de  España  delante  de  su  Rey,  llamándolos  desde  en- 
tonces primos, y  á  los  demás  títulos,  parientes,  con  distinción 
en  la  cobertura,  pues  los  de  primera  clase  hablan  cubiertos, 
los  de  segunda  oyen  cubiertos  y  bablan  descubiertos,  y  los  de 
tercera  no  hablan  ni  oyen  cubiertos,  pero  arrimándose  i  la 


-  890  — 

pared  se  cubren  y  od  las  demás  fuoeiones.  En  1818  creó  el 
correo  mayor,  haciendo  merced  de  él  á  la  casa  de  Tasis,  Con- 
des de  Vílíamediana,  que  pasó  ¿  la  de  los  Condes  de  Ofiate. 
En  1519  estableció  que  los  católicos  Reyes  se  llamasen  Majes- 
tad, pues  antes  no  les  daban  mas  de  Alteza.  En  el  mismo  afto 
introdujo  la  guarda  tudesca.  En  1526  fundó  el  Consejo  de 
Estado  donde  solo  preside  el  Rey  como  en  la  Guerra:  en  1527 
dio  principio  á  la  secretaría  de  las  lenguas.  Fué  coronado  pri- 
mera vez  en  Aquisgran  en  1521  con  la  corona  de  plata  dorada 
por  Alemania;  segunda  en  Bolonia  con  la  de  hierro  en  1530, 
como  Rey  de  Lombardia,  y  tercera  allí  mismo  el  propio  afio 
con  la  de  oro,  que  es  la  de  Emperador  romano,  por  mano  del 
Sumo  Pontífice  Clemente  VIL  En  1531  levantó  en  la  ciudad 
de  Granada  su  universidad.  Continuando  ios  descubrimien- 
tos y  conquistas  de  las  Indias  con  el  estrecho  de  Magallanes, 
instituyó  el  Emperador  la  dignidad  de  sus  Gobernadores  y 
Vireyes,  siendo  el  primero  de  la  nueva  España  D.  Femando 
Cortés  de  Monroy,  Marqués  del  valle  de  Guajaca  en  1529.  Del 
Perú  fué  el  primero  D.  Francisco  Pizarro,  Marqués  de  las 
Charcas  y  Atavillos  en  1529.  Hizo  el  Emperador  jomada  á 
Túnez  y  ganó  la  Goleta  en  1535,  libertando  20,000  esclavos 
cristianos.  En  1541  pasó  á  Argel  con  poderosa  armada  sin 
conseguir  su  intento.  En  1546  comenzaron  los  luteranos  de 
Alemania  á  hacer  la  guerra,  siendo  sus  protestantes  cabezas 
Juan  Federico,  Duque  de  Sajonia  y  Felipe,  Landgrave  de 
Hesse.  El  mismo  afto  se  vio  en  Espafia  el  primer  coche;  y  don 
Luis  de  Castelví,  valenciano,  inventó  enfriar  las  bebidas  con 
nieve  y  los  pozos  para  conservarla.  En  1545  formó  el  César 
la  junta  de  Obras  y  bosques  reales.  Trajo  en  el  propio  tiempo 
á  Castilla  un  flamenco  el  uso  de  prensar  las  sedas.  En  1555 
dio  principio  al  Consejo  de  Italia,  separándole  del  de  Aragón, 
que  acabó  de  perfeccionar  D.  Felipe  II  en  1579,  y  fué  su  pri- 
mer Presidente  D.  Diego  Hurtado  de  Mendoza  y  de  la  Cerda, 
Príncipe  de  Helito,  Duque  de  Francavila,  del  Consejo  de  Es- 
tado y  Guerra,  Virey  de  Aragón  y  Principado  de  Catalulia  y 
Comendador  de  Guadalcanal  en  la  orden  de  Santiago.  Con 


—  agi- 
tas gloriosas  victorias  y  memorobles  proezas  y  triunfos  que  ad- 
quirió D.  Garlos  con  muerte  de  500,000  enemigos,  mereció 
que  el  Sumo  Pontífice  Paulo  III  en  4547  le  concediese  los  re- 
nombres de  Máximo,  Augusto,  Invictísimo,  Germánico,  Jus- 
tísimo y  verdaderamente  católieo.  Adornó  sus  imperiales  ar- 
mas eon  las  dos  columnas  de  Hércules,  y  quitándoles  el  non 
fijó  el  plus  uitrüy  empresa  que  le  dispuso  D.  Luis  Marliano  su 
médico,  dándole  en  remuneración  el  Obispado  de  Tuy,  y  i 
la  merced  añadió  el  Emperador  estas  palabras:  «Mas  os  daré^ 
que  merece  mvcho  el  plus  ultra  que  me  distes,»  como  lo  hizo 
en  la  presentación  del  de  Ciudad-Rodrigo.  Hallándose  el  Cé- 
sar en  Bruselas,  estados  de  Flan  des,  renunció  á  16  de  Enero 
de  1556  los  Reinos  en  su  hijo  primogénito  D.  Felipe  II  y  á 
17  del  mismo  mes  el  Imperio  en  D.  Fernando,  su  hermano, 
Rey  de  Bohemia  y  Hungría^  electo  de  Romanos,  y  se  retiró  al 
convento  de  Yuste,  orden  de  San  Gerónimo,  fundado  en  1410 
en  la  vega  de  Plaseneia  á  siete  leguas  de  la  ciudad,  quedando 
con  solo  doce  criados  y  un  caballo,  donde  en  21  de  Setiem- 
bre de  1558  á  los  dos  de  soledad  religiosa,  42  de  reinado  en 
España,  38  de  imperio  en  Alemania  y  58  de  edad  menos  siete 
meses,  murió  y  fué  sepultado  coa  la  Emperatriz  su  esposa  en 
el  panteón  del  Escorial. 

HUOS  DE  CARLOS  V  Y  DE  DONA  ISABEL. 

D.  Femando,  que  murió  niño  y  yace  con  sus  padres. 

D.  Juan,  que  falleció  de  poca  edad  y  reposa  allí. 

Doña  María,  que  nació  en  Madrid  á  21  de  Junio  de  1528, 
y  casó  en  el  48  con  su  primo  hermano  el  Emperador  Maximi- 
liano II,  hijo  mayor  del  Emperador  D.  Femando  I,  Rey  de 
Bohemia  y  Hungría^  y  de  su  esposa  madama  Ana  Elisabet, 
Reina  propietaria  de  aquella  corona.  Muerto  Maximiliano  vino 
la  Emperatriz  doña  María  á  España  en  1581  en  compañía  de 
su  hija  doña  Margarita  y  el  de  1584  se  retiraron  al  real  con- 
vento de  las  Descalzas  de  Madrid,  donde  á  26  de  Febrero  de 
1603  entregó  el  alma  al  Criador,  teniendo  74  años  de  edad, 
ocho  meses  y  cinco  días,  y  allí  está  sepultadai  Tuvieron  María 
lOMO  I.  49 


—  IM  — 

y  MaximilUno  16  hijos;  1.^,  i  la  Arcliidaqaett  dolía  Ana  de 
Austria ,  que  nació  en  Cigaies,  dos  leguas  de  Valladolid  en 
i.'^deNoTieaibrede  Í5l9;casóelde70en  Udndad  deSe- 
goTÍa  con  su  tio  D.  Felipe  II,  de  quienes  nadó  el  monarca  Fdi* 
pe  ni;  murió  doña  Ana  en  Badajos  á  96  de  Odubre  de  1580. 
y  fué  sepultada  en  el  Escorial;  S.*,  d  Archiduque  Femando, 
que  nadó  en  Cigales  á  38  de  Mano  de  1551  y  murió  en  Si 
de  Julio  de  1552;  3.^,  el  Archiduque  Rodulfo,  que  nadó  en 
Yiena  á  18  de  Julio  de  1552.  Se  crió  en  la  corte  de  su  tio  Fe' 
lipe  n ;  sucedió  á  so  padre  Maximiliano  en  d  Imperio  d  afto 
1576,  con  nombre  de  Rodolfo  D,  y  en  el  Reino  de  Hungría, 
coronándose  en  la  ciudad  de  Poionio  á  25  de  Setiembre  de 
1572;  en  Praga  de  Bohemia  á  21  dd  mismo  mes  de  1573,  y 
Rey  de  Romanos  á  1.^  de  Noviembre  del  propio  año.  Rechaió 
su  poder  varías  veces  al  del  gran  torco  Amurates,  recuperando 
muchas  ciudades,  matando  en  solo  dos  ocasiones  20,000  bar. 
baros,  ganándoles  30  piezas  de  artfliería  gruesa,  y  maj^r  nú- 
mero de  la  menor,  y  venció  otros  enemigos  acaudillando  sus 
ejércitos  el  Archiduque  Maximiliano  su  hermano.  Muríó  en 
Praga  á  31  de  Diciembre  de  1612,  habiendo  imperado  36 
afios.  Dejó  por  hijos  naturales  á  D.  Julio  César  de  Austria;  á 
D.  Matias  de  Austria;  á  D.  Garios  de  Austría;  á  dofia  Carolina 
de  Austría,  esposa  de  Francisco  Tomás  de  Oiselay,  Conde  de 
Cantecroy,  caballero  del  Toisón  de  Oro,  y  á  dofia  Ana  Doro- 
tea, á  quien  dio  título  de  Marquesa  de  Austría,  que  trocó  por 
el  sayal  de  San  Frandsco  en  las  Descaías  Reales  de  Madríd, 
habiendo  naddo  en  Alemania  en  1611,  y  tomó  d  hábito  en 
1624  y  profesó  en  18  de  Setiembre  de  1628;  4.®,  el  Archidu- 
que Ernesto,  que  nació  en  Viena  á  16  de  Junio  de  1553,  y  se 
crío  con  su  hermano  Rodolfo  en  Espafia,  siendo  reputado  por 
santo.  Gobernó  los  archiducados  de  Austría ,  Stiria  y  loa  es- 
tados de  Flandes;  muríó  en  Bruselas  á  SK)  de  Febrero  de 
1555;  5.®,  la  Arebiduquesa  Isabel,  que  nació  en  Viena  á  5  de 
Junio  de  1554;  casó  con  Garlos  IX,  Rey  de  Francia,  de  quien 
hubo  á  María  Isabda,  que  falleció  en  1578,  y  viuda  se  volvió 
á  Viena,  donde  muríó  religiosa  Francisca  en  el  convento  de 


-  Í93  — 

Santa  Clara  en  1592;  6.^,  la  Archiduquesa  María,  que  nació 
en  Viena  ¿  27  de  Julio  de  15S5  y  murió  en  1B86;  7.^,  el  Ar- 
chiduque Matías,  que  nació  en  Viena  ¿  24  de  Febrero  de 
1857  y  se  coronó  por  Rey  de  Bohemia  y  Hungría  en  1608,  y 
casó  en  el  12  con  la  Archiduquesa  Ana  Catalina  de  Austria, 
hija  del  Archiduque  Fernando  el  Viejo;  sucedió  en  el  Impe- 
rio á  su  hermano  Rodulfo,  luego,  que  murió  por  elección  en 
la  ciudad  de  Francfort:  envióle  ¿^  Viena  el  gran  turco  con  su 
Embajador  Archisutechaya  en  1515  un  magnífico  presente 
de  seis  caballos  con  riquísimos  aderezos ,  otros  tantos  perros 
de  casa,  un  tapete  de  inestimable  precio  guarnecido  de  perlas 
y  joyas,  algunos  penachos  de  airón  engastados  en  perlas,  dos 
cogines  á  la  usanza  de  Turquía,  seis  vasos  de  piedra  beza  lle- 
nos de  almizcle,  ámbar  y  bálsamos,  pidiendo  paz  y  amistad: 
murió  su  esposa  la  Emperatriz  Ana  Catalina  en  1618  y  el 
Emperador  Matías  en  Viena  á  20  de  Marzo  de  1619;  habiendo 
imperado  siete  afios  sin  dejar  sucesión;  8.^,  el  Archiduque 
Maximiliano,  que  nació  en  Neustat  de  Austria  á  18  de  Octu- 
bre de  1558;  vino  á  España  con  hábito  de  peregrino  á  visitar 
el  cuerpo  de  Santíago  y  á  su  madre  la  Emperatriz  doña  María 
MI  las  Descalzas  Reales  de  Madrid;  volvió  á  Alemania  y  fué 
maestre  de  la  orden  militar  Teutónica;  defendió  el  Imperio 
con  gran  valor  contra  el  Gran  Turco,  venciendo  célebres  victo, 
rias,  lo  que  movió  á  los  polacos  á  elegirle  por  su  Rey  cuando  mu- 
rió Estófano:  se  retíró  Maximiliano  á  los  úUimos  años  de  su 
vida  á  hacer  la  vida  contemplatíva,  y  murió  en  1619;  9.^,  el 
Archiduque  Alberto,  que  nació  en  Neustat  á  13  de  Noviem- 
bre de  1559  y  s»)  crió  en  la  corte  de  su  tío  el  Rey  D.  Feli- 
pe II;  fuó  Caballero  del  Toisón  de  Oro,  Prior  de  Ocrato  en 
Portugal,  quinto  inquisidor  general  de  aquel  Reino  y  su  pri- 
mer Virey,  Cardenal  de  la  Iglesia  romana  con  título  de  Santa 
Cruz  en  Jerusalen,  creado  por  el  Sumo  Pontífice  Gregorio  XIII 
en  1577,  y  electo  Arzobispo  de  Toledo ;  y  en  1598,  renun- 
ciando el  capelo  casó  al  siguiente  año  con  la  Infanta  doña  Isa- 
bel su  prima  hermana,  hija  de  su  tio  Fdipe  JI  y  de  la  Reina 
doña  Isabel  de  la  Paz,  su  tercera  consorte,  llevando  en  dota 


-594  - 

los  estados  de  Flandes,  donde  raurió  el  Arebiduqoe  en  Bru- 
selas á  i5  de  Jtilio  de  Idil,  y  le  depositaron  en  ia  iglesia  dt 
Santa  Gáduia,  sin  sucesión  v  con  lo  qoe  volvieron  aquellos 
Paises-Béjos  á  la  corona  de  Es(Miña  por  fallecimiento  de  la  In- 
fanta SB  esposa  en  Bruselas  a  1.^  de  Diciembre  de  1633,  en 
edad  de  67  a&os;  10,  el  Archiduque  Wenceslao»  que  nació  en 
Neustat  á  9  de'  Marto  de  1561 ;  se  crió  en  Espada  y  foé  gran 
Prior  en  la  orden  militar  de  San  Jnan  de  Castilla  y  León: 
murió  en  Madrid  á  21  de  Setiembre  de  1578  y  fué  sepultado 
en  el  Escorial;  11^  el  Archiduque  Federico,  que  nació  en 
1562  y  murió  al  siguiente  año;  12,  el  Archiduque  Federico  i!, 
qoe  nació  en  1563  y  acabó  en  la  cuna;  13,  la  Archiduquesa 
María,  que  nadó  el  afio  1564  y  falleció  de  diei;  i4,  el  Archi- 
duque Carlos,  qoe  nació  en  1565  y  i  los  pocos  meses  pasó  á 
la  inmortalidad;  la  Archiduquesa  Margarita  que  nació  en 
Viena  á  25  de  Enero  de  1567;  vino  á  España  con  la  Empera- 
triz su  madre  en  1581,  y  entró  religiosa  en  el  convento  délas 
Descalzas  de  Madrid  á  los  17  de  edad  con  nombre  de  sor  Mar- 
garita de  la  Cruz;  profesó  en  25  de  Marzo  de  1585,  donde 
acabó  santamente  en  5  de  Julio  de  1633,  donde  está  sepultada» 
de  cuya  y  singulares  virtudes  escribió  é  imprimió  nn  libro  su 
confesor  fray  Juan  de  Palma;  16,  la  Archiduquesa  Leonor, 
que  nació  en  Viena  i  31  de  Octubre  de  1568,  y  murió  en  la 
ciudad  de  Praga  el  79. 

La  Princesa  dofia  Juana  ^  que  nació  en  Madrid  el  dia  de 
San  Juan  Bautista,  24  de  Junio  de  1535,  casó  el  53  con  sn 
primo  hermano  el  Príncipe  D.  Juan ,  hijo  y  sucesor  del  Rey 
D.  Juan  III  de  Poitugal ,  de  cuyo  consorcio  nació  elRey  don 
Sebastian :  vuelta  dona  Juana  viuda  á  Castilla,  mnríó  en  d  Es- 
corial en  1573 ,  y  yace  en  el  Real  Convento  de  las  DesGalttt 
Franciscas  de  esta  Corte,  fundación  suya  en  1550,  con  nom- 
bre de  la  Madre  dd  Dios  de  la  Consolación. 

HUOS  Dl^  CARLOS  V  FUERA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Jnan  de  Austria,  qne  nació  en  Batisbona ,  patria  de  su 
madre,  Ciiidad  déla  Suevia,  confinante  á  Baviera  interior; 


tn  1545  nombróle  su  hen|iam)(  di  Rej  D.  Felipe  II  General 
eo  la  guerra  eoDtru  los  rebeldes,  inoriscps  do.  Gram^da,  y  en  la 
batalla  naval  de  Lepanto,  entne  Aci^ya  y  la  S^prea,,  ganada  á  7 
Octubre  i57i  en  que  murieron  39,000  iurcos^  28  capitanes 
y  su  General  Alí ,  cautivando  también  8^000;  y  dando  liber- 
tad á  iS  cristianos  y  7,000* eselavos!  de  cadena;  se  tomaron 
180  galeras  del  enemigo,  echaron  á  fondo  ^,  quemaron  otras 
20,  sin  el  rico  despojo  que  se  adqtuÁr¡ó«  Traia  D.  Juan  en  su 
bandera  una  cruz  y  la  siguiente  letra :  «Con  esta  señal  vencí 
turcos,  y  con  esta  venceré  herejes» ;  después  fué  Gobernador 
Je  los  Estados  de  Flandes,  donde  niurió  cerca  de  Namur  en 
1578,  á  \6s  33  afios  de  edad  y  fué  sepultado  en  el  Escorial, 
dejando  por  hijas  á  do&a  Ana  de  Austria,  Religiosa  en  el  Mo- 
nasterio de  Santa  María  en  la  Villa  de  Madrigal,  de  donde  pa- 
só al  de  Nuestra  Se&ora  de  Gracia  en  Avila,  y  últimamente  fué 
Abadesa  de  las  Huelgas  en  Burgos  en  1610,  donde  yace;  á  do- 
fia  Juana  de  Austria ,  espora  de  D.  Francisco  Branciforte, 
Príncipe  de  Botera  en  Sicilia  y  de  Piedra  Porcia,  Marqués  de 
Militello,  Grande  de  Espafia,  padre  de  doña  Margarita  de  Aus- 
tria Branciforte,  Princesa  de  Botera,  y  den^s  estados  que 
casó  con  Federico  Golona,  Príncipe  de  Baliano,  Grande  de 
España,  Condestable  de  Ñapóles,  Virey  de  Valencia  y  Capitán 
General  de  Cataluña,  que  murió  en  Tarragona  en  1641. 

Doña  Margarita,  que  casó  en  1535  con  Alejandrp  de  Me- 
diéis, sobrino  del  Sumo  Pontífice  Clemente  VII,  dándole  el 
Emperador  su  padre  en  dote  el  estado  de  Florencia,  con  títu- 
lo de  Duque ;  matáronle  sin  deja^  sucesión  en  1537,  y  en  el 
i38  casó  segvi^nda  ye^  I^largarita  ^on  el  Duque  Oef avio  Farnesio, 
hijo  y  sucesor  de  Pedroi  Lui^,  parpcsioj^prípíi^r  Duque  de 
Parma  y  Plasencia,  hijo  del  Papa  Paulo  líl,  que  le  dio  el  tí- 
tulo en  1545.  Nació  de  Margarita  y  Oxjtavio,  Alejandro  Far- 
nesio, Duque  de  Parma  y  Plasencia ,  Gobernador  de  Flandes 
por  el  Rey  D.  Felipe  II  su  tío;  casó  <;on  doi^a  María  hija  del 
Infante  D.  Duarte,  que  lo  era  do  D,  Manuel  de  Portugal  y 
procrearon  á  Ranucio  Farnesio,  sucesor  en  los  Estados ,  que 
casó  con  Margarita  Aldobrandina,  ipa^hres  de  Eduardo  Farnesio, 


r 


_  J96  — 

Duque  de  Parma  y  Fluencia,  que  tuvo  en  su  espou  dofia 
Margarita  de  Médicis  y  Austria ,  Prineeaa  de  Toscana,  al  Du- 
que Renació  Famesio.  Murió  dolía  Margarita  en  1886,  y  fué 
sepultada  en. la  ciudad  de  Parma. 

D.  Piramo  Conrado  de  Austria. 

Dofia  Juana  de  Austria,  que  murió  de  siete  afios  en  1830, 
siendo  novicia  en  el  Monasterio  de  Santa  María  de  la  Villa  de 
Madrigal,  donde  está  sepultada. 

81. 

D.  Felipe  II,  hijo  y  sucesor  del  Gran  César  Carlos  Y  y  de 
su  consorte  dofia  Isabel ;  nació  en  Valladolid  en  21  de  Mayo 
de  1S27 :  fué  jurado  Príncipe  en  el  Real  Convento  de  San  Ge- 
rónimo de  Madrid  en  1828;  pusiéronles  sus  padres  en  1848 
casa  Real  aparte  al  uso  de  Borgofia;  casó  cuatro  veces:  la  pri- 
mera con  dofia  María,  su  prima  hermana ,  hija  del  Rey  don 
Juan  II!  de  Portugal;  segunda,  con  dofia  María,  tia  suya,  hija 
del  Rey  Enrique  VIII  de  Inglaterra;  tercera,  con  dofia  Isabel 
de  la  Paz,  llamada  así  por  la  que  trajo  ¿  esta  Corona,  hija  de 
Enrique  II,  Rey  de  Francia,  y  de  Madama  Catalina  de  Médicis; 
cuarta,  con  dofia  Ana  de  Austria  su  sobrina,  hija  de  su  herma- 
na la  Emperatriz  dofia  María  y  del  Emperador  Maximilia- 
no II.  En  1886,  primer  afio  de  su  reinado,  formó  la  Real 
Audiencia  de  Sevilla;  en  1887  á  10  de  Agosto  ganó  la  victoria 
de  San  Quintín,  prendiendo  al  Condestable  de  Francia,  en 
que  murieron  6,000  enemigos;  se  rescataron  2,000  personajes 
y  4,000  peones,  en  cuya  memoria  fundó  en  1863  la  octava 
Maravilla  del  Escorial,  Convento  de  San  Gerónimo,  vocación 
de  aquel  glorioso  mártir  espafiol,  é  costa  de  28  millones,  eli- 
giéndolo por  depósito  magestuoso  de  sus  ínclitos  progeni- 
tores. En  1864  se  recuperó  por  el  valor  de  D.  García  de  To- 
ledo Osorio,  cuarto  Marqués  de  Villafranca  y  primer  Duque  de 
Fernandina  el  Pefion  de  Veles,  Castillo  en  las  Marinas  de 
Afríc4i,  que  habia  edificado  el  Conde  Pedro  Navarro:  en  1868 
fe  revelaron  los  moros  de  Granada  y  fueron  siete  veces  ven- 
cidos por  el  valeroso  D.  Ifiigo  López  de  Mendoza,  tercer 


—  297  — 

Marqués  de  Mondejar,  á  quienes  acabó  de  sujetar  el  famoso 
D.  Juan  de  Austria.  En  1662  ordenó  D.  Felipe  II  la  Milicia 
de  Castilla.  Un  Marqués  italiano  para  encubrir  los  lamparo- 
nes introdujo  en  este  tiempo  los  cuellos  llamados  primero  por 
él,  Narquesotar,  y  se  usaron  en  España  hasta  1622  que  se  in- 
ventaron las  golillas.  En  1566  dio  principio  al  Real  Archivo 
de  Simancas.  En  1S60  se  le  concedió  la  primera  vez  el  subsi- 
dio; en  1563  el  escusado  y  también  en  1571.  En  1567  se  co- 
menzó á  comulgar  á  los  que  mueren  por  justicia.  En  1569  se 
fundaron  capillas  en  las  cárceles.  En  1673  ganó  el  Reino  de 
Túnez.  En  1579  mandó  que  sus  consejeros  trajesen  garnacha 
y  barba  larga  para  representar  la  gran  autoridad  de  su  puesto 
á  imitación  de  los  Senadores  Romanos.  En  1577  estancó  los 
naipes^  azogue,  solimán  y  salinas.  En  1588  acabó  de  perfeccio- 
nar el  Consejo  de  Cámara  de  Castilla.  En  1572  el  Sumo  Pon- 
tífice Pío  y  confirmó  la  dignidad  Patriarcal  de  las  Indias  Occi- 
dentales, ad  honoren  y  que  residiese  en  España,  la  cual  con- 
cedió el  Papa  Clemente  VII  en  1524  á  Carlos  Y,  siendo  el 
primer  Patriarca  D.  Esteban  Gabriel  Merino,  Cardenal  y  Obis- 
po de  Jaén.  En  1566  se  descubrieron  las  Islas  que  de  su  nom- 
bre se  llaman  Filipinas.  En  1583  hizo  en  Segoviala  fábrica  de 
moneda  que  puede  labrar  cada  dia  30,000  ducados  de  plata. 
En  1580  unió  legítimamente  Portugal  á  la  Corona  de  Castilla; 
y  en  1582  instituyó  el  Consejo  de  Estado  de  aquel  Reino,  que 
existia  en  la  Corte,  con  lo  que  acabó  de  organizar  el  Real  Es- 
cudo de  España  poniendo  en  medio  las  cinco  quinas  azules  so- 
bre plata  orladas  de  siete  castillos  dorados  en  campo  gules, 
insignia  del  Reino  del  Algarbe,  timbrado  el  escudo  de  Corona 
cerrada  Imperial  y  adornado  con  el  Toisón.  En  el  mismo  año 
reformó  Gregorio  XIII  el  cómputo  eclesiástico  y  Calendario 
Romano.  Por  este  tiempo  empezó  Castilla  con  su  lealtad  á  ha- 
cer á  Su  Magcstad  el  servicio  de  los  millones.  Reinó  42  años, 
murió  en  el  Escorial  á  13  de  Setiembre  de  1598  á  la  edad  de 
71  años,  donde  está  sepultado  con  la  primera,  tercera  y  cuarta 
consortes,  y  la  segunda  en  el  Monasterio  de  San  Pedro  y  San 
Pablo  de  Londres,  la  cual  murió  en  1558. 


-298- 

HUO  DE  DON  FEUPK  II  DEL  PRIMKR  MATRIMONIO. 

D.  Carlos,  que  nació  eu  Valladolid  en  1548  y  murió  reclu- 
so en  Madrid  en  1568  después  de  haber  sido  jurado  Príncipe 
en  Toledo  en  1560,  y  fué  sepulado  en  el  Escorial. 

HIJOS  DE  DON  FEUPE  II  DEL  TECRER  MATRIMONIO. 

Doña  Isabel,  que  nació  en  Balsain,  bosque  y  casa  de  recreo 
junto  á  Segovia  en  1566;  casó  en  1599  con  su  prímo  hermano 
el  Archiduque  Alberto,  Caballero  del  Toisón  de  oro^  hijo  de| 
Emperador  Maximiliano  II  y  de  doña  María,  llevando  en  dote 
los  Estados  de  Flandes.  Murió  en  Bruselas  á  1.^  de  Diciembre 
de  1633  ú  la  edad  de  67  años,  sin  sucesión,  y  asi  volvieron 
aquellos  paises  á  la  Corona  Real,  y  están  sepultados  en  Santa 
Gudela  de  Bruselas. 

Doña  Catalina,  que  nació  en  Madrid  el  año  1567;  casó  en 
1585  con  Cirios  Emanucl ,  Duque  de  Saboya  y  procrearon 
nueve  hijos:  1.^,  á  Felipe  Emanuel,  Príncipe  del  Plamon- 
te,  que  nació  en  Turin  en  1586,  y  murió  en  Valladolid  en  1605 
y  yace  en  el   Escorial ;   2.^,   Victor  Amadeo ,  que  nació  en 
ISS7 ;  fué  Prior  de  Ocraio  en  Portugal  y  casó  en  1616  con 
madama  Cristina  de  Borbon,  hija  de  Enrique  IV,  Rey  de 
Francia;  sucedió  á  sus  padres  en  el  Ducado  de  Saboya,  y  mu- 
riócn  1637,  dejando  entre  otros  hijos  á  Carlos  Francisco  Ema- 
nuel, Duque  de  Saboya,  y  á  Luisa  María ,  esposa  de  su  tío 
Mauricio,  Cardenal  que  habia  sido:  3.^,  Emanuel  Friiberto, 
Gran  Prior  de  San  Juan  en  Castilla  y  León,  que  nació  en  1568, 
falleció  en  1625,  y  está  sepultado  en  el  Escorial;  4.^,  doña 
Margarita,  que  nació  en  1589;  casó  en  1608  con  Francisco 
Gonzaga,  segundo  Duque  de  Mantua,  que  murió  en  1612;  vi- 
no Margarita  á  Españn  el  de  1635,  y  gobernó  cinco  años  el 
Reino  de  Portugal;  volvió  á  Madrid,  y  al  partir  para  su  estado 
la  cogió  la  muerte  en  la  villa  de  Miranda  de  Ebro  cerca  de  Vic- 
toria á  18  de  Junio  de  16^i5,  y  la  depositaron  en  el  Real  Con- 
vento de  las  Huelgas  de  Burgos  en  el  siguiente  2  de  Julio,  al 
lado  izquierdo  de  los  Reyes  D.  Alonso  IX  y  doña  Leonor,  sus 


fuodadores,  en  el  Coro.  Tuvieron  Margarita  y  Francisco  Gon- 
zaga  por  hija  á  María  Gonzaga>  Duquesa  de  Mantua ,  que  casó 
con  Carlos  H  Gonzaga,  hijo  mayor  de  Carlos  I  Gonzaga  de 
CleveSy  Duque  de  Nivers,  en  Francia,  de  cuyo  matrimonio 
nacieron  Carlos  III  Gonzaga,  Duque  de  Mantua  y  Nivers,  que 
casó  en  1649  con  doña  Isabel  Clara  Eugenia ,  Archiduquesa 
de  Austria  y  do&a  Leonor  Gonzaga  que  casó  en  (651  con  el 
Emperador  Ferdinando  III;  5.°,  doña  Isahel,  que  nació  en 
1591;  casó  en  1608  con  Alonso  de  Este,  cuarto  del  nombre. 
Duque  de  Módena  y  Regio,  que  entró  religioso  capuchino  en 
1629  en  el  Convento  cerca  de  Módena,  fundación  suya,  don- 
de murió  en  1644,  dejando  por  hijo  y  sucesor  á  su  primogé- 
nito el  Duque  Francisco  de  Este,  que  estuvo  en  Madrid  en 
1638,  y  fué  padrino  á  7  de  Octubre  de  la  Infanta  de  España 
doña  María  Teresa  de  Austria,  con  madama  María  de  Bor- 
bon,  Princesa  de  Carinan;  casó  el  Duque  Francisco  dos  ve- 
tes: primero,  con  María  Farnesio  Aldobrandina,  Princesa  de 
Parma,  de  quien  hubo  sucesión;  y  segunda,  en  1654  con  doña 
Lucrecia  Barbarino,  hija  de  D,  Tadeo  Barbarino,  sobrino  del 
Papa  Urbano  VIII.  Murió  la  Duquesa  de  Módena  doña  Isabel 
on  1626;  6.*^,  Mauricio,  que  nació  en  1593,  Cardenal  de  la 
Santa  Iglesia  Romana,  que  después  coa  dispensación  del  Papa 
Urbano  VIII  casó  con  su  sobrina  Luisa  María;  7.^,  doña  Ma- 
ría, que  nació  en  1594;  8.^,  doña  Catalina,  que  nació  en  1595; 
9.^,  Tornas^  que  nació  en  1596,  y  casó  en  1624  con  madama 
María  de  Borbon,  Princesa  de  Carinan,  hija  de  Carlos  de  Bor- 
bon,  segundo  Conde  de  Souson,  Par  de  Francia  y  de  su  Real 
Sangre,  cuyos  hijos  fueron  el  Príncipe  Enmanuel  Filiberto 
Amadeo,  Luisa  Cristina,  Josef  Emanuel  Juan  y  Eugenio 
Mauricio.  Murió  doña  Catalina,  Duquesa  de  Saboya ,  en  su 
corte  de  Turin  el  año  1597,  y  el  Duque  su  esposo  el  de  1630* 

HIJOS  DE  DOÑ  FELIPE  11  DEL  CUARTO  MATRIMONIO. 

D.  Fernando,  que  nació  en  Madrid  en  1571  ;,fuó  jurado 
Príncipe  aquí  en  el  73^  y  murió  en  el  78  siendo  sepultado  cn 
el  Escorial. 


—  300  — 

D.  Carlos  Lorenzo ,  que  nació  en  la  villa  de  Galapagar  en 
1573;  murió  en  Madrid  el  74,  y  yace  con  su  hermano  y 
padres. 

D.  Diego,  que  nació  en  Madrid  en  1575;  fué  jurado  Prín- 
cipe en  la  misma  villa  en  1580,  y  murió  el  82,  reposando  en 
el  Escorial. 

Dofia  María,  que  nació  en  Madrid  en  1580,  y  falleció  el 
83,  siendo  sepultada  en  el  Escorial. 

82. 

D.  Felipe  el  Piadoso,  tercero  del  nombre,  hijo  y  sucesor  de 
D.  Felipe  11  y  doña  Ana  de  Austria,  su  cuarta  esposa  y  sobrina; 
nació  en  Madrid  el  14  de  Abril  de  1578.  Fué  jurado  Príncipe 
en  Portugal  el  año  1583;  en  Madrid  por  Castilla  y  León  el  de 
1584;  en  Aragón ,  Cataluña  y  Valencia  el  de  1585  y  en  Na- 
varra el  de  86;  fué  el  primer  Príncipe  jurado  por  toda  España 
y  dignamente  aplaudido  del  Orbe  por  sus  raras  costumbres, 
acciones  y  perfección:  casó  en  1599  con  su  prima  segunda 
doña  Margarita  de  Austria^  cuyo  nombre  significa  Union  y 
Conformidad^  hija  de  los  Archiduques  Carlos  y  María.  En 
1806  reformó  la  Contaduría  Mayor  de  Hacienda,  y  le  dio  tí- 
tulo de  Consejo,  siendo  de  aquella  su  primer  Presidente  el  Li- 
cenciado D.  Juan  de  Ovando,  por  meroed  del  Rey  D.  Feli- 
pe II  en  1574,  que  después  lo  fué  de  Indias.  En  1610  unió  á 
su  corona  la  fortaleza  de  Larache,  Plaza  en  África ,  por  con- 
cierto con  Muley  Xeque.  En  1601  trasladó  la  Corte  de  Madrid 
á  Valladolid,  y  viceversa  en  1606;  en  1610  y  11  espolió  de 
España  como  último  restaurador  900,000  moriscos,  permi- 
tiéndoles llevar  sus  bienes,  muebles,  y  los  raices  quedasen  á 
los  señores  en  cuyos  lugares  vivian  de  Cataluña,  Valencia  y 
Aragón  y  en  los  demás  se  aplicasen  al  Fisco.  En  1608  fundó 
la  Universidad  de  Pamplona,  Metrópoli  del  Reino  de  Navarra. 
En  1614  ganó  la  Mámora,  y  habiendo  recobrado  las  Is- 
las Malucas,  adquirido  el  Marquesado  del  Final  en  1602, 
y  descubierto  el  estrecho  de  San    Vicente  en  1619,  con 


—  301  — 

32  años  de  reinado,  á  la  edad  de  43  murió  en  Madrid  á  31 
de  Marzo  de  1621 ,  diciendo :  «Que  deseaba  se  hallasen  pre- 
sentes todos  los  Príncipes  del  mundo  para  que  viesen  el  des- 
engafio  de  lo  que  son ,  y  en  lo  que  paraban  sus  coronas.» 
Cual  otro  Rey  Antígono,  que  aunque  Gentil,  conociendo  esta 
verdad,  cuando  le  pusieron  el  cetro  en  la  mano  y  diadema  en 
la  cabeza,  esclamó :  «Oh  corona  mas  hermosa  que  dichosa,  si 
los  Monarcas  de  la  tierra  que  tanto  te  procuran  y  tan  á  su  cos- 
ta te  codician,  advirtiesen  los  trabajos ,  calamidades  y  mise- 
rias que  te  acompañan  en  la  vida^  y  el  peligro  que  causas  al 
partir  de  ella,  no  solo  no  te  desearían ,  mas  aun ,  del  suelo  si 
te  viesen  no  te  levantarían.»  Están  D.  Felipe  III  y  doña  Mar- 
garita de  Austria  sepultados  en  su  célebre  fábrica  del  Es- 
corial. 

HIJOS  DE  ESTOS  REYES 

La  Infanta  dofía  Ana,  que  en  hebreo  significa  graciosa^ 
nació  en  la  Ciudad  de  Yalladolid  á  22  de  Setiembre  de  1601, 
casó  el  15  con  el  cristianísimo  Rey  de  Francia  Luis  XIII ,  su 
primo  segundo  y  tercero ,  hijo  de  Enrique  IV  y  madama  Ma- 
ría de  Médicís ,  Reyes  de  aquella  corona ,  de  cuyo  consorcio 
nació  en  15  Setiembre  1638  su  primogénito  el  Rey  Luis  XIV, 
coronado  en  1651 ,  y  casado  con  doQa  María  Teresa.de  Aus- 
tria ,  hija  de  los  Reyes  Católicos  D.  Felipe  IV  y  dofta  Isabel 
de  Borbon^  con  sucesión,  y  Enrique  de  Borbon,  Duque  de 
Anjou.  Murió  su  padre  Luis  XIII  en  el  palacio  de  San  Ger- 
mán de  París  á  14  de  Mayo  de  1643,  teniendo  44  aflos  de 
edad  ,  y  de  reinado  33^  y  fué  sepultado  en  San  Dionis. 

Dofia  María,  resplandeciente  lucero  de  Alemania,  que  eso 
signiGca  en  hebreo  y  en  ciriaco.  Señora ,  nació  en  Valladolid 
á  18  de  Agosto  de  1606:  casó  en  1631  con  su  primo  herma- 
no Ferdinando  III,  Rey  de  Bohemia  y  Hungría,  hijo  del  Em- 
perador Ferdinando  II,  que  fué  electo  Rey  de  Romanos  en  22 
de  Diciembre  de  1636,  y  55  dias  después  murió  el  padre; 
ganó  la  batalla  de  Norlingen  en  7  de  Setiembre  de  1634  en 
compañía  de  su  prímo  el  Infante  Cardenal  D.  Fernando,  des- 


—  302  — 

haciendo  las  belicosas  tropas  de  Gustavo  Adolfo  el  Bravo,  Rey 
de  Suecia.  De  este  matrimonio  nació  Ferdinand^,  Rey  de  Bo- 
hemia y  Hungría  en  8  de  Setiembre  de  1633 ,  electo  de  Ro^ 
manos  el  de  1653,  y  en  la  Ciudad  de.  Viena  á  9  de  Julio  de 
1654.  Doña  Mariana ,  Reina  de  España ,  nació  en  22  de  Di- 
ciembre de  1634 ;  casó  en  1640  con  D.  Felipe  IV,. su  lio.  £1 
Archiduque  Leopoldo  Ignacio  de  Austria;  nació  en  1637, 
fué  coronado  Rey  de  Hungría  en  1655.  Murió >doña  María 
la  Emperatriz  en  Lintz  á  13  de  Mayo  de  1646.  .        i 

El  Infante  D.  Garlos  nació  en  Madrid  en  14  de  Setiembre 
de  1607,  falleció  en  30  de  Julio  de  1632  y  fué  sepuiudo  en 
el  Escorial. 

El  Infante  D.  Fernando,  nació  en  el  Escorial  en  17  de 
Mayo  de  1609:  fué  creado  Cardenal  por  el  Sumo  Pontífice 
Paulo  Y  en  29  de  Julio  de  1619;  con  el  título  de  Santa  Ma- 
ría en  Pórtico,  Prior  de  Ocrato,  Abad  de  Alcobaza  en  Portu- 
gal ,  Arzobispo  de  Toledo ,  Gobernador  de  los  estados  de 
Flandes  ;  murió  en  Bruselas  á  9  de  Noviembre  de  1641,  ha- 
biendo gobernado  siete  años,  y  yace  en  el  Escorial,  dejando 
por  hija  á  doña  Mariana  de  Austria,  que  nació  en  1641  y 
vivió  en  el  Real  Convento  de  las  Descalzas  de  Madrid. 

La  Infanta  doña  Margarita ,  que  nació  en  la  Villa  de  Le- 
rena  ú  24  de  Mayo  de  1610  y  murió  el  17 ,  siendo  sepultada 
en  el  Escorial. 

El  Infante  D.  Alonso,  á  quien  llamaron  el  Caro,  porque 
de  su  parto  falleció  la  Reina  Margarita  su  madre.  Nació  en  el 
Escorial  á  22  de  Setiembre  de  1611 ,  y  murió  bí  siguiente, 
siendo  sepultado  con  sus  hermanos.  i.  -, 


85. 


D.  Felipe  IV,  hijo  primogénito  y  sucesor  de  D.  Felipe  III 
y  doña  Margarita.  Nació  en  la  Ciudad  de  Valladolid  á  8  de 
Abril  de  1605 ;  por  sus  gloriosas  acciones  tuvo  el  nombre  de 
Grande.  En  1607  á  13  de  Enero  le  juraron  en  San  Geróni- 


■^ 


—  303  — 

nio  de  Madrid  1«6  Rernos'de  España  por  sucesor  de  esta  Mo- 
narquía. Oasóeti  la  Ciudad  de  Burgos  á  18  de  Oetubre  dé 
4600  con  doña  Isabel  de  Borbon,  su  prima  segunda  y  térce^ 
ra^  Ivermana  del  Rey  de  Francia ,  hija  de  los  cristianísimos 
Reyea  Enrique  IV  y  María  de  Médicis,  asistiendo  D.  Fernan- 
do áe  Acebedo,  Arzobispo  de  aquella  catedral,  del  Consejo  de 
Estado  y  Presidente  de  Castilla;  la  cual  murió  en  Madrid  á  6 
de  Octubi^  dé^^-i644,  siendo  su  cadáver  llevado  al  Panteón 
del  Escorial.  Pasó  O.  Felipe  IV  á  segundas  bodas  con  la  kr- 
chiduqbesa  dofia  Mariana  de  Austria^  su  sobrina,  hija  del 
Emperador  Ferdinando  HI,  su  primo,  y  de  la  Emperatriz 
do&a  María,  su  hermana,  cuyo  matrimonio  se  celebró  en  la 
Villa  dé  Nav^lcarnefo,  á  5  leguas  de  Madrid,  en  7  de  Octubre 
de  1649,  en-presencia  de  D.  Baltasar  de  Moscoso  y  Sandoval, 
Cardenal  y  Arzobispo  de  Toledo.  En  1624  se  descubrió  el 
Gran  Catayo  y  Reinos  de  Tibet  en  la  India  oriental,  confí- 
nanle  á  ta  China  hacia  la  parte  septentrional.  El  mismo  año 
instituyó  et  Bey  las  Juntas  de  Almirantazgo  y  Minas,  y  la 
grande  de  competencias  en  1626.  Instituyó  la  dignidad  dé 
Guarda-^sellos  con  su  secretaría  para  el  despacho  de  los  Esta- 
dos de  Ftandes,  siendo  el  último  fray  Iñigo  de  Brizuela,  Be- 
licoso dominico,  confesor  del  Archiduque  Alberto ,  á  quien 
S.  M.  dio  este  cargo  y  el  obispado  de  Segovia  en  16^.  En 
1628  formó  de  louevo  el  Consejo  de  Flandes  y  Borgofia,  cuyo 
primer  Presidente  fué  D.  Diego  Felipe  de  Gutiman  Mesía,  Co- 
mendador mayor  de  León /primer  Marqués  de  Leganés, 
Grande  de  Espafla,  de  los  Consejos  de  Estado  y  Guerra ,  Go- 
bernado^ de  Milán  ^  Gentil-hombre  de  Cámara ,  Capitán  ge« 
seral  de  la  Artillería  de  España,  Teniente  general  del  Rey, 
Maestre  de  Campo,  General  de  sus  ejércilos,  Virey  y  Capi- 
tán |;enerál  del  Principado  de  Cataluña;  y  el  2.^,  el  Excmo. 
Señor  D.  Fáipe  Spínola,  Marqués  de  los  Balbases,  Grande 
de  España,  de  los  Consejos  de  Estado  y  Guerra,  Comendador 
mayor  de  Castilla  en  la  orden  de  Santiago.  En  1631  se  esta* 
bleció  pagar  la  media  anata.  En  163K  en  25 de  Junio,  rom. 
«pió  la' par  Francia  con  3spaña.  En  1639  á  10  de  Marzo,  eri- 


—  504  — 

gió  Felipe  IV  su  real  capilla  de  Palaeio  en  parroqniv.  Eo 
1641  maedó  recopilar,  y  se  ¡mprimieron  en  tree  tonos  las  le- 
yes y  pragmáticas  de  estos  Reinos.  En  1653  modo  k  forma 
de  la  comisión  de  millones ,  en  qoe  se  administraba»  los  ser- 
iricios  qae  se  concedian ,  haciendo  la  sala  aparte  del  Consej» 
supremo  de  Castilla,  coyo  primer  Presidente  fué  D.  Juan  Gi- 
ménez de  Góngora ,  caballero  del  orden  de  Alcántara  ,  de  los 
Consejos  Real  y  de  Cámara.  Faé  escesivamente  aficionado  4 
la  poesía  y  á  las  representaciones  cómicas ,  lo  que  se  mani- 
fiesta en  el  gusto  que  supieron  dar  á  este  género  Lope  do 
Vega,  Calderón  y  otros,  por  lo  que  puso  para  prepararlas  y 
mejorarlas  muy  buenos  medios,  fundando  en  Madrid  en 
1625  en  el  colegio  de  Jesuítas,  que  se  llamó  Imperial ,  estu^ 
dios  escogidos  y  no  acostumbrados  á  usarse  en  las  Universidad 
des ,  fuera  de  los  comunes  que  se  ensefieban  en  ellas,  sien* 
dm  ano  de  ellos  la  cátedra  de  erudición ,  para  ker  la  pulo 
que  llaman  crítica,  é  instruir  á  los  jóvenes  en  las  antigüeda- 
des. Otra  de  la  Re  Militan,  para  interpretar  á  Polibio  y  Ve- 
genio  ,  y  conocer  la  disciplina  militar  antigua :  y  otra  de  bis- 
toña  cronológica,  para  leer  el  cómputo  de  los  tiempos,  la  his- 
toria universal  y  particular.  Estableciéronse  también  cátedras 
de  lengua  Griega,  Hebrea,  Caldaica  y  Siriaca ,  y  otra  de  Es- 
critura Santa,  otras  de  filosofía,  para  esplicar  la  dé  Aristóte- 
les en  todos  sus  ramos,  lógica,  física ,  Di  miu  §t  tntmlv  ie 
CíbIo  dé  Meí$ori$;  de  ánima  y  la  metafísica;  los  libros  éticos, 
políticos  y  económicos  del  mismo ;  las  partes  é  historia  natu- 
ral de  los  animales ,  aves ,  plantas ,  piedras  y  minerales;  agre- 
gándose á  esto  la  cátedra  de  historia  literaria  de  toda  la  filo- 
sofía ó  historia  filosófica^  de  sus  Sectas  y  opiniones  de  los  filó- 
sofos antiguos;  dos  cátedras  de  nutemáticas,  una  para  h 
geometría,  geografía,  hidrografía  y  gnomónioa,  y  otra  para  la 
esfera,  astronomía  y  perspectiva ;  componiendo  todo  seis  cá- 
tedras de  estudios  menores  hasta  retórica,  y  16  de  estadios 
mayores  desde  lógica ,  con  lo  que  se  deja  ver  la  instrucción 
que  habia  entonces  en  Espafis  ó  lo  que  qaeria  mejorarse.  Bi 
ingenio  de  Lope  de  Vega  celebró  este  Establecimiento  con  on 


—  505  — 

elegante  poema ,  y  el  siguiente  epigrama  que  so  halla  á  su 
puerta  las  demuestra  todas  con  la  mayor  concisión. 

D.    0.    M. 

Natura  Calo  elementis  moribus 
Iteipub.  helio,  paci  tempori  facundia 
Philipus  MagnuslVhisp.  el  Ind.  Rex 
Divite  manu  ditiori  animo, 
M.DCXXV. 

HU06  DE  DON  FEUPE  IV  DEL  PRIMER  MATRIMONIO. 

La  Infanta  doña  Margarita  María,  que  nació  en  Madrid  el 
14  de  Agosto  de  1621 ,  y  murió  á  las  cuarenta  horas,  habién- 
dola sepultado  en  el  Escorial. 

La  Infanta  dofia  Margarita  Haría  Catalina ,  que  nació  en 
Madrid  el  25  de  Noviembre  de  1623^  y  con  29  de  edad  mu- 
rió y  reposa  con  su  hermana.  En  esta  ocasión  hizo  dofta  Isa- 
bel de  Borbon,  su  madre,  testamento,  y  entre  otras  cosas  ins- 
tituia  una  Iglesia  Colegial  en  la  corte  de  Patronazgo  Real,  con 
renta  de  60,000  ducados,  y  ofreciéndole  para  su  fábrica  la 
villa  de  Madrid  150,000  ducados,  contestó  estas  palabras:  «Ad- 
mito el  servicio  como  no  sea  de  sisas  ni  tributos  cargados  á 
mis  vasallos.»  Palabras  dignas  de  escribirse  en  letras  de  oro. 

La  Infanta  doña  María,  que  nació  en  Madrid  el  21  de  No- 
viembre de  1625,  y  antes  del  año  murió  y  fué  sepultada  en  el 
Escorial. 

El  Infante  D.  Baltasar  Carlos,  que  significa  Tesoro,  nació 
en  Madrid  el  17  de  Octubre  de  1629,  y  en  1632  el  17  de 
Marzo  fué  jurado  Príncipe  en  el  Convento  Je  San  Gerónimo, 
y  murió  á  los  17  años  menos  8  dias  en  Zaragoza  el  9  de  Octu- 
bre de  1646,  siendo  sepultado  en  el  Escorial. 

La  Infanta  doña  Mariana  Antonia ,  que  nació  en  Madrid 
el  17  de  Enero  de  1635,  y  murió  en  6  de  Diciembre  del  36, 
sepultada  en  el  Escorial. 

La  Infanta  doña  María  Teresa  de  Austria ,  que  nació  en 


-306  — 

Madrid  en  30  de  Setiembre  de  i638;  casó  coa  Luis  XIV,  Rey 
de  Francia,  de  quien  tuvo  al  Delfin. 

HUOS  DE  DON  FELIPE  IV  Y  DONA  ÜARUNA  DE  AUSTRIA. 

La  Infanta  doña  Margarita  María,  que  nació  en  Madrid  el 
12  de  Julio  de  1651 ;  casó  con  el  Emperador  Leopoldo  I ,  en 
18  de  Diciembre  de  1663,  y  salió  de  Madrid  para  su  Imperio 
en  28  de  Abril  de  1666,  y  dejando  una  bija  murió  en  166, 
antes  de  cumplir  los  22  de  edad. 

La  Infanta  doña  María  Ambrosia  de  la  Concepción,  que  na- 
ció en  Madrid  el  7  de  Diciembre  de  1655,  y  murió  á  los  trece 
dias^  siendo  sepultada  en  el  Escorial. 

£1  Príncipe  D.  Felipe  Próspero,  que  nació  en  Madrid  el 
27  de  Noviembre  de  1657,  y  murió  en  30  de  Octubre  de  1661. 

D.  Fernando,  que  murió  niño  y  yace  en  el  Escorial. 

D.  Carlos  II,  que  nació  en  6  de  Noviembre  de  1661,  y 
heredó  estos  reinos  de  su  padre  en  17  de  Setiembre  de  1665, 
quedando  en  tutela  de  su  madre  doña  Mariana  de  Austria,  y 
pasando  á  su  cuarto  en  14  de  Abril  de  1675,  se  le  puso  casa 
aparte. 

HIJO  DE  DON  FEUPE IV  FllEilA  DE  MATRIMONIO. 

D.  Juan  de  Austria,  que  nació  en  Madrid  el  7  de  Abril  de 
1629^  Gran  Prior  de  la  orden  militar  de  San  Juan  de  Casulla 
y  León,  Virey  que  fué  de  Sicilia,  su  único  pacificador ,  Capi- 
tán general  en  la  espugnacion  de  Portolongon  y  en  la  reduc- 
ción de  Ñapóles,  Virey  y  Capitán  general  en  el  Principado 
de  Cataluña,  á  quien  se  rindió  Barcelona  en  13  de  Octubre  de 
1652  y  en  el  siguiente  socorrió  su  valor  á  la  ciudad  de  Gero- 
na derrotando  al  ejército  francés;  en  1655  recuperó  la  de  Sol- 
sona  y  fué  á  gobernar  los  Estados  de  Flandes. 

D.  Carlos  II,  llamado  el  Hechizado  por  la  credulidad  del 
vulgo  en  que  esta  era  su  enfermedad  efecto  de  filtros  supers- 
ticiosos cuando  acaso  fué  solo  de  ja  violencia  ó  inoportunidad 


—  307  - 

de  las  medicinas,  que  nació  en  6  de  Noviembre  de  1661  ^  y 
heredó  estos  reinos  en  17  de  Setiembre  de  1665  de  su  padre 
D.  Felipe  IV,  que  en  su  testamento  dispuso  quedase  por  go- 
bernadora y  tutora  de  su  hijo  y  Reino,  su  segunda  esposa  do- 
fia  Mariana  de  Austria,  nombrando  una  juntado  Estado  que 
había  de  presidir  la  Reina,  compuesta  del  Presidente  de  Cas- 
tilla el  Conde  de  Castrillo,  del  Yice-Chanciller  de  Aragón  don 
Cristóbal  Crespi,  del  Arzobispo  de  Toledo  el  Cardenal  San- 
doval,  del  Inquisidor  general,  el  Cardenal  D.  Pascual  de  Ara- 
gón, de  un  Grande  de  España  el  Marqués  de  Aytona ,  y  un 
Consejero  de  Estado  D.  Gaspar  de  Bracamente  y  Guzman, 
Conde  de  Peñaranda.  A  Gnes  de  1675  cumplió  D.  Carlos  11 
14  años,  y  empuñó  el  cetro,  tomando  España  con  esto  vigor; 
hizo  paces  con  Francia  en  17  de  Setiembre  de  1678  en  Ni- 
mega,  ofreciendo  restituir  el  Rey  Luis  XIV  de  aquella  Nación 
las  plazas  de  que  se  habia  apoderado  de  Charleroy,  Binch, 
Ath,  Oudenarde  y  Contray,  el  Ducado  de  Limburgo,  el  pais 
de  la  parte  de  allá  del  Mosa  ó  Gante,  Rodenhus,  Lerve  y  San 
Guilaín  en  Flandes,  y  algunas  otras  en  Cataluña,  reserván- 
dose el  Franco  Condado,  Besanzon,  Valencienes,  Bauhain, 
Conde,  Cam^ray,  Aire,  Sant-Omer,  Ipres,  Warwich  y  otras 
ciudades  y  plazas.  Casó  en  30  de  Agosto  de  1679  con  la  Prin- 
cesa María  Luisa ,  sobrina  de  Luis  XIV,  hija  del  Príncipe 
Felipe,  Duque  de  Orleans,  su  hermano,  que  murió  sin  suce- 
sión en  12  de  Febrero  de  1689,  y  fué  sepultada  en  el  Panteón 
de  San  Lorenzo.  Contrajo  segundas  bodas  D.  Carlos  II  con 
doña  Mariana  de  Neoburg,  hija  del  Conde  Elector  Palatino 
del  Rhin  Felipe  Guillermo  y  de  su  esposa  Isabel  Amalia ;  he- 
chos los  desposorios  por  poderes  pasó  á  Flandes^  enbarcóse 
en  Flesinga  el  27  de  Enero  de  1690,  y  desembarcó  en  el 
Ferrol  en  6  de  Abril,',  recibiéndola  D.  Carlos  en  Valladolid, 
donde  se  renovaron  las  ceremonias  del  matrimonio  en  4  de 
Mayo)  del  mismo  año  y  entraron  en  Madrid  el  22.  En  Abril 
del  iño^anterior^volvió  á  declarar  la  guerra  el  francés  á  Es- 
paña: originándose  esto  de  las  revoluciones  de  Inglaterra  con- 
tra Jacobo  II,  á  quien  desposeído  del  Reino  en  1688  protegía 
TOMO  I.  tío 


—  308  - 

Luis  'XIV  contra  el  Principo  de  Orange  Statlionder  de  Holan- 
da, que  fué  declarado  Rey  de  la  Gran  Bretaña  en  1689,  en 
nombre  de  Guillermo  III.  No  podía  lograr  el  francés  su  em- 
presa sin  dividir  las  fuerzas  de  los  aliados  del  Imperio ,  que 
se  habian  prevenido  desde  la  liga  de  Augsburg,  firmada  en 
1686.  En  el  Congreso  de  Riswick  se  hizo  el  tratado  en  20  de 
Setiembre  de  1697  entre  los  Plenipotenciarios  de  Francia  y 
España,  volviendo  á  ésta  las  plazas  de  Barcelona,  Gerona, 
Rosas  y  Bclver  con  otras  de  Cataluña,  en  el  estado  en  que 
habian  sido  tomadas;  en  Flandes  á  Luxemburgo,  Chini, 
Charleroy,  Courtray,  Mons  y  Ath,  con  reserva  déla  provin- 
cia de  Henao.  Murió  la  Reina  madre  doña  Mariana  de  Aus- 
tria en  16  de  Mayo  de  1689  retirada  del  gobierno.  Hizo  don 
Carlos  su  testamento  en  3  de  Octubre  de  1700,  llamando  en 
primer  lugar,  por  no  tener  sucesión,  al  Duque  de  Anjou,  y  en 
su  defecto  á  su  hermano  menor  el  Duque  de  Berri ,  y  en  se- 
gundo lugar,  si  alguno  de  ellos  sucediese  á  la  corona  de  Fran- 
cia y  la  prefiriese  á  la  de  España,  al  Archiduque  Carlos,  y  en 
otro  c^so  por  las  mismas  circunstancias  de  sucesión  al  Im- 
perio, al  Duque  de  Saboya.  Aproximábase  á  la  muerte  el  Rey 
por  la  violencia  de  su  enfermedad  de  cámara»,  por  lo  que 
nombró  por  Gobernador  de  sus  Reinos  al  Cardenal  Portocar- 
rero.  Arzobispo  de  Toledo ^  durante  su  enfermedad  ó  hasta 
que  en  su  muerte  se  abriese  su  testamento ;  y  falleció  en  1.^ 
de  Noviembre  de  1700,  siendo  sepultado  en  el  Panteón  del 
Escorial. 

85, 

D.  Felipe  V,  Duque  de  Anjou,  sucedió  por  testamento  á 
D.  Carlos  II  en  el  Reino  de  España  á  los  16  años;  fué  hijo 
segundo  del  Delfin  de  Francia  D.  Luis  de  Borbon  y  de  su 
esposa  la  Princesa  Mariana  Victoria  de  Baviera;  nació  en 
Yersalles  á  19  de  Diciembre  de  1683 ,  y  aclamado  en  24  de 
Noviembre  de  1700  en  Madrid  y  sucesivamente  en  toda  Espa- 
ña^ reconociéndole  por  tal  todas  las  Potencias  de  Europa,  es- 
cepto  el  Emperador  Leopoldo,  que  ereia  tener  mejor  derecho, 


—  309  — 

llegó  D.  Felipe  á  Madrid  en  18  de  Febrero  de  1701,  bizo  la 
entrada  pública  en  14  de  Abril  y  se  celebró  su  jura  por  el 
Reino  en  8  de  Mayo  en  la  Real  Iglesia  de  San  Gerónimo^  aun- 
que mandó  se  escusasen  los  gastos  lo  posible.  Dedicóse  sin 
pérdida  de  tiempo  á  las  cosas  de  gobierno  y  arregló  los  empleos 
y  oGcios  de  Palacio  sin  casi  mudar  los  individuos .  Casó  en 
1702  con  doña  María  Luisa  Gabriela  de  Saboya,  hija  de  Víc- 
tor Amadeo,  segundo  del  nombre,  14  Duque  de  Saboya,  pri- 
mer Rey  de  Sicilia  y  de  Cerdeña,  y  de  la  Reina  Ana  María 
de  Borbon. 

Dejó  D.  Felipe  por  Gobernador  de  estos  Reinos  al  Carde- 
nal Portocarrero ,  y  se  embarcó  para  Ñapóles  en  8  de  Abril 
de  1702  en  una  armada  de  ocho  navios  de  guerra  de  gran 
porte,  adonde  llegó  con  felicidad  el  17,  y  recibió  el  jura- 
mento de  fidelidad  de  aquel  Reino;  de  allí  pasó  á  Milán  don- 
de le  hicieron  los  correspondientes  rendimientos;  de  aquí 
marchó  á  Cremona  donde  llegó  en  3  de  Julio,  y  en  21  dispu- 
so dirigirse  contra  las  armas  del  Emperador  que  ocupaban  el 
rio  Tezon  para  impedir  el  paso  de  las  del  Rey;  pero  adelantán- 
dose el  Duque  de  Vandoma,  General  de  su  ejercito,  las  desba- 
rató matando  á  muchos  y  ahuyentando  el  resto,  llegando  el 
Rey  á  animarlos  con  su  presencia  y  á  apoderarse  del  botin 
que  dejaron ,  entregándose  la  Ciudad  de  Reggio.  El  ejército 
alemán,  mandado  por  el  Príncipe  Eugenio  de  Saboya,  pasó  el 
Pó  V  se  previno  para  dar  batalla,  en  que  fué  rechazado  con 
pérdida  de  6,000  hombres  en  15  de  Agosto  de  1702 ;  rindió- 
se después  el  castillo  de  Lúzara  y  puso  D.  Felipe  sitio  á  la 
Plaza  de  Guastala,  que  después  de  una  vigorosa  resistencia 
se  entregó  capitulando  en  8  de  Setiembre  ;  regresó  á  Madrid 
en  17  de  Enero  de  1703  entre  innumerables  aplausos  y  acla- 
maciones. Proclamóse  en  Yiena  por  Rey  de  España  entre  sus 
partidarios  el  Archiduque  Carlos,  á  quien  el  Emperador  dio 
corte  y  forma  de  comitiva  Real ,  y  partió  á  Holanda  á  tentar 
su  obediencia  y  prevenirse  de  armas  y  gente  para  venir  de 
allí  á  Portugal,  y  tocando  en  Inglaterra,  le  sirvieron  con  tro- 
pas y  naves  con  que  vino  á  Lisboa ,  donde  desembarcó  con 


—  310  — 

8y()(X)  ingleses  en  Marzo  de  1704.  Salió  D.  Felipe  6  campaAa 
con  18,000  hombres  de  ú  pié  y  8,000  de  á  caballo  españoles  y 
francosos,  dirigiéndose  á  Salvatierra,  Plaza  de  Portugal  en  I» 
Frontera,  que  se  rindió  coa  otras  muchas,  volviendo  el  Rey 
á  Madrid.  Habiendo  poca  defensa  en  Gibraltar,  el  Almirante 
Rooch,  inglés,  se  apoderó  de  aquella  Plaza  que  no  pudieron 
recobrar  los  españoles.  En  22  de  Agosto  de  1705  se  presentó 
el  Archiduque  con  su  armada  inglesa  á  vista  de  Barcelona,  y 
trayendo  á  su  reconocimiento  á  Figueras  y  Gerona,  rindió  h 
Barcelona;  movió  hacia  Aragón,  rindiéndosele  toda  esta  coro- 
na escepto  algunas  principales  Pinzas:  el  Marqués  de  las  Mi- 
nas, General  portugués,  entró  en  Madrid  en  Junio  de  1706 
haciendo  de  Rey  por  el  Archiduque,  creando  tribunales  y 
dando  empleos.  Los  moros  tomaron  Oran,  y  Cartagena  por  In- 
gleses. Todo  fué  calamidad  hasta  que  vino  un  socorro  á  don 
Felipe  de  15,000  franceses,  que  se  incorporó  con  sus  tropas 
en  Sopetran.  El  Duque  de  Bervik  recuperó  á  Madrid,  don- 
de se  restituyeron  los  tribunales  y  la  Reina ,  y  redujo  á  obe- 
diencia muchos  pueblos  de  Valencia.  Rindióse  al  ejército  Aus> 
triaco  Milán  con  el  Marquesado  del  Final.  El  Marqués  de  las 
Minas,  General  del  ejército  portugués,  Gallobay  del  inglés  y  el 
Conde  Donna  holandés,  buscaban  al  español  para  darle  batalla. 
El  Duque  de  Bervik  dispuso  su  ejército  ocupando  el  centro, 
su  derecha  el  Duque  de  Pópuli  y  su  izquierda  el  Señor  de  la 
Barre,  francés,  y  presentó  combate  en  que  venció  ¿  los  ene- 
migos en  las  llanuras  de  Almansa,  desbaratándoles  18,000 
hombres  con  solo  la  pérdida  de  2,500  por  su  parte ,  á  fines 
de  Abril  de  1707;  en  cuya  memoria  se  erigió  en  aquel  para- 
je un  obelisco  de  piedra,  que  refiere  el  suceso  y  permanece; 
no  siendo  menor  la  que  hay  en  el  Santuario  de  Atocha  en 
esta  corte  al  que  se  trajeron  100  estandartes  de  diferentes  po- 
tentados del  ejército  aliado.  Premió  el  Rey  al  Duque  de  Ber- 
vik con  el  título  de  Duque  de  Liria  y  la  grandeza  de  España. 
Incorporóse  á  nuestro  ejército  el  Duque  de  Orleans,  en- 
tró en  Valencia  y  se  rindió  toda  la  frontera  escepto  Alcira,  Al- 
coy  y  Játiva:  puso  á  esta  sitio  el  Duque  de  Bervick  y  el  caba- 


—  311  — 

llero  Asfell,  francés,  y  pereció  anles  de  rendirse,  por  lo  que 
el  Rey  le  dio  después  el  nombre  de  San  Felipe;  con  poco  rae- 
nos  estrago  se  sujetaron  Alcoy  y  Alcira.  El  Duque  de  Orleans 
pasó  á  Aragón  que  volvió  al  reconocimiento.  Perdióse  el  Reino 
de  Ñapóles  á  pesar  de  los  esfuerzos  de  los  fieles  defensores. 
Nació  en  23  de  Agosto  de  1707  el  Príncipe  de  Asturias  don 
Luis  Fernando,  esperanza  de  la  sucesión  del  Reino,  con  cuyo 
motivo  D.  Felipe  perdonó  á  algunos  personajes  desterrados. 
£1  Duque  de  Osuna  tomó  á  Moya  ;  el  Duque  de  Bay  y  des- 
pués el  Conde  de  Aguilar,  recobraron  á  Ciudad-Rodrigo, 
contribuyendo  la  ciudad  de  Salamanca  con  gente  y  dinero. 
Rindióse  Lérida  al  Duque  de  Orleans  y  al  de  Bervick.  Aragón 
y  Valencia  recibieron  reducción  en  los  fueros  para  que  fuesen 
mas  uniformes  las  leyes  del  Reino.  Los  ingleses  dieron  mayor 
socorro  al  Archiduque  Carlos  en  defensa  de  Barcelona,  donde 
vivia  con  el  aparato  real  y  acababa  de  celebrar  bodas  con  la 
Princesa  Isabel  Cristina  de  Brunswick  en  Agosto  de  1708. 
Estrechaba  D.  Felipe  á  los  catalanes  ganándoles  á  Tortosa, 
y  en  Valencia  á  Denia  y  Alicante:  á  los  portugueses  en  su 
frontera  dándoles  la  batalla  de  la  Gudiña.  Partió  D.  Felipe  en 
Setiembre  de  1709  para  ponerse  á  la  cabeza  de  su  ejército  de 
Cataluña,  y  dispuso  con  acuerdo  de  su  abuelo  quedase  un 
cuerpo  de  12,000  franceses  al  sueldo  de  España,  y  se  retirasen 
los  demás  á  Francia.  En  Mayo  de  1710  volvió  D.  Felipe  en 
persona  á  buscar  al  enemigo  en  Balaguer:  malograda  esta  ac- 
ción ocupó  el  Archiduque  á  Zaragoza  y  la  mayor  parte  de 
Aragón,  pasando  á  Castilla,  y  retirándose  D.  Felipe  con  los 
tribunales  y  la  mayor  parte  de  los  Grandes  y  habitantes  á  Va- 
lladolid,  llegando  aquel  á  Madrid,  que  halló  sin  gente  y  sin 
afecto.  Interceptábanle  los  víveres  por  las  cercanías  D.  Feli- 
ciano Bracamente  y  D.  José  Vallejo  con  sus  partidas  de  ca- 
ballería. El  Duque  de  Noalles,  enviado  por  el  Rey  de  Francia 
con  15,000  hombres,  se  apostó  á  la  raya  de  Cataluña,  por 
cayo  peligro  se  fué  el  Archiduque  á  ella  con  su  ejército:  vino 
D.  Felipe  á  Madrid,  de  donde  partió  á  perseguir  al  enemigo 
enviando  delante  al  Duque  de  Vandoma ,  á  quien  había  Un- 


—  312  — 

mado  de  Francia,  y  logrando  interceptar  en  Brihuega  la  parte 
de  ejército  que  componian  los  ingleses  mandados  por  el  Ge 
neral  Stanhop,  fortiGcóse  este  en  la  villa  que  sitiaron  los  es- 
pañoles, y  después  de  mucha  resistencia  se  entregó  con  4,000 
prisioneros  en  9  de  Diciembre:  al  dia  siguiente  llegó  el  Gene- 
ral Staremberg,  á  quien  acometió  el  ejército  español,  que  te- 
niendo á  la  vista  á  D.  Felipe, dio  á  conocer  su  valor,  distin- 
guiéndose el  Conde  de  Aguilar,  el  de  San  Esteban  de  Gormaz 
y  su  hermano  el  Marqués  de  Moya,  el  Marqués  de  Valdeca- 
ñas,  Bracamonte,  Vallejo,  D.  José  Améiagay  el  Conde  de 
Mahoni,  dándole  la  célebre  batalla  de  Brihuega  y  campo  de 
Yillaviciosa,  con  que  se  dio  tín  al  año  1710  y  casi  á  todo  el 
ejército  del  Archiduque  Carlos.  Volvió  la  Reina  á  Madrid  con 
los  tribunales,  que  desde  Valladolid  se  habían  pasado  á  Vi- 
toria. El  Presidente  de  Castilla  D.  Francisco  Ronquillo  des- 
terró á  los  afectos  al  Archiduque,  y  el  Rey  perdonó  ala  plebe. 
Desde  el  campo  de  Yillaviciosa  partió  D.  Felipe  con  su  ejército 
á  Zarogoza  y  estrechó  á  Cataluña,  ganando  á  Gerona  en  Fe- 
brero de  1711.  En  27  de  Setiembre  partió  para  Alemania  el 
Archiduque  Carlos  con  motivo  de  ser  llamado  al  Imperio  por 
su  hermano  el  Emperador  José  I,  que  había  fallecido,  dejando 
á  su  esposa  Isabel  Cristina  por  Gobernadora  de  los  barcelone- 
ses. Murieron  en  Francia  varias  personas  de  la  Real  Familia^ 
y  por  su  falta  se  temía  viniese  á  recaer  aquella  corona  en  el 
Rey  D.  Felipe,  porque  este  tenia  ya  dos  hijos  varones  para 
suceder  en  España;  el  uno  el  Príncipe  de  Asturias  D.  Luis,  y 
v,[  otro  el  Infante  D.  Felipe,  que  nació  en  Madrid  á  6  de  Ju- 
nio de  1712;  y  así^  queriendo  proceder  al  ajuste  de  la  paz,  pe- 
dían los  contrarios  que  D.  Felipe  hiciese  renuncia  de  preten- 
sión alguna  á  la  corona  de  Francia  si  llegaba  á  faltar  Luis  XIV 
ó  un  biznieto  niño  que  solo  quedaba  por  sucesor,  y  después 
se  llamó  Luis  XV.  Convocó  D.  Felipe  Cortes  de  todo  el  Reino 
para  hacer  aquella  renuncia  y  tratar  de  mudar  el  orden  de 
sucesión  ú  la  corona  de  España,  lo  cual  se  veríGoó  de  común 
conser.timiento  do  todo  el  Reino  junto  en  Cortes,  derogando 
el  urden  de  sucesión  en  las  hembras,  habiendo  varones  en  al- 


—  315  — 

guna  de  ambas  líneas,  recta  ó  trasversal,  no  interrumpida, 
pero  con  condición  de  que  el  sucesor  varón  fuese  nacido  y 
criado  en  España,  y  en  defecto  de  Príncipes  españoles,  la 
hembra  mas  próxima  al  último  Rey,  lo  cual  se  publicó  por 
pragmática  sanción  en  fuerza  de  ley.  Para  proceder  á  la  paz, 
fué  pedido  por  D.  Felipe  y  las  demás  potencias  beligerantes 
al  Emperador  que  evacuase  la  Cataluña,  Mallorca  é  Ibiza,  y 
así  salió  de  Barcelona  la  Emperatriz  Isabel  Cristina  en  19  de 
de  Marzo  de  1713,  y  poco  después  las  tropas  alemanas.  Fué 
reconocida  la  Reina  Ana  por  legítima  en  Inglaterra,  y  D.  Fe- 
lipe por  legítimo  en  España  y  la  sucesión  establecida  de  cada 
uno  en  su  Reino;  que  aquella  no  auxiliase  á  Austria  contra 
D.  Felipe,  ni  este  contra  la  Inglaterra  á  b  familia  católica  de 
Jacobo  Estuardo.  Arregláronse  varios  puntos  de  comercio 
conforme  á  lo  establecido  por  Carlos  II  de  España,  y  el  asiento 
de  negros  para  Indias  quedó  por  los  ingleses,  escluidos  los  de 
cualquiera  otra  potencia.  Firmóse  esta  paz  en  Uti*ech  á  13  de 
Julio  de  1713.  Entregó  España  á  Sicilia  para  el  Duque  de 
Saboya,  y  le  restituyó  el  francés  á  Niza,  Yillafranca  y  la  Sa- 
boya.  Quedaron  por  el  Emperador  Flandes,  el  ducado  de 
Milán,  Ñapóles  y  Cerdeña.  En  23  de  Setiembre  de  1713  na- 
ció el  Infante  D.  Fernando,  de  cuyo  parto  quedó  tan  débil  la 
Reina  que  murió  en  14  de  Febrero  de  1714  á  los  26  de  edad» 
y  fué  sepultada  en  el  panteón  del  Escorial.  Casó  D.  Felipe  en 
segundas  nupcias  con  doña  Isabel  Farnesio  y  Neoburg  Ba- 
viera,  bija  dó  los  Príncipes  de  Parma  Odoardo  Farnese  y  Do- 
rotea Sofía  de  Neoburg  Baviera  en  25  de  Diciembre  de  1714. 
Suprimió  los  Presidentes  de  las  Salas  del  Consejo  Real ,  y  se 
redujo  al  antiguo  método  de  gobierno.  Concluyóse  entre  Es- 
paña y  Portugal,  en  la  misma  ciudad  de  Utrech  á  6  de  Fe- 
brero de  1715,  la  paz  restituyéndose  recíprocamente  algunas 
plazas  de  nuestra  frontera  y  varios  territorios  en  América.  En 
20  de  Enero  de  1716  nació  de  este  segundo  matrimonio  don 
Carlos  Sebastian ,  después  Rey  de  E:^paña  con  el  nombre  de 
D.  Carlos  III.  Faltando  el  Duque  de  Saboya  á  varios  pactos 
por  los  cuales  D.  Felipe  le  habia  cedido  la  Sicilia,  resolvió 


—  Su- 
este formar  una  espedicion  contra  esta  isla  y  la  Cerde&a,  á 
consejo  del  abate  Aiberoni^  haciendo  un  desembarco  en  Cer- 
deña,  que  se  había  prevenido  en  20  de  Agosto  de  i  717,  con 
el  cual  se  redujo  toda  la  isla  á  la  obediencia  del  Rey.  En  Junio 
de  1718  salió  de  los  puertos  de  España  una  armada  com- 
puesta de  20  navios  de  guerra  con  gente,  municiones  y  víve- 
res, y  pasando  por  la  Cerdeña  á  tomar  algunas  tropas  dio 
fondo  on  ol  golfo  de  Salento  de  Sicilia,  desembarcando  el  1.° 
de  Julio  y  ganando  por  tierra  algunas  plazas  fuertes.  En  esto 
declaró  Francia  la  guerra  á  España  por  las  desavenencias  de 
la  regencia  del  Rey  niño  Luis  XV,  que  habia  tomado  el  Duque 
de  Orleans  por  disposición  de  Luis  XIV  al  tiempo  de  morir  en 
1715.  Nombró  D.  Felipe  para  dirigir  la  armada  que  habia  de 
libertar  á  Ceuta  del  cerco  de  los  moros  al  Marqués  de  Ledé,  á 
quien  habla  concedido  la  grandeza  de  Espafia,el  cual  acome- 
tió al  enemigo  en  sus  mismas  trincheras,  que  destruyó,  le 
ahuyentó  y  se  apoderó  de  29  cañones,  cuatro  morleros,  mu- 
chas municiones  y  víveres  y  tres  estandartes  que  presentó 
luego  D.  Folipí*  en  persona  en  el  santuario  de  Atocha,  y  uno 
que  envió  al  Papa  que  ensalzó  su  celo.  Se  dispusieron  dos 
bodas  entre  España  y  Francia.  Habian  muerto  dos  Infantes 
llamados  Felipes,  hijos  de  la  primera  Reina  doña  María  Luisa 
Saboya,  y  quedaba  de  esta  el  sucesor  á  la  corona,  jurado  ya 
Príncipe  de  Asturias,  D.  Luis  Fernando,  de  edad  de  13  años, 
y  el  Infante  D.  Fernando  de  ocho.  De  la  segunda  Reina  doña 
Isabel  Farnesio,  teníamos  al  Infante  D.  Carlos,  de  edad  de 
cuatro  años,  para  quitan  se  pretendía  la  soberanía  de  Parma; 
la  Infanta  doika  María  Ana  Victoria,  que  habia  nacido  en  31 
de  Marzo  de  1718,  y  al  Infante  D.  Felipe^  nacido  en  15  de 
Marzo  de  1720.  El  Regente  de  Francia,  Duque  de  Orieans, 
restituidas  á  España  las  plazas  tomadas  en  la  frontera,  pensó 
on  desposar  al  joven  Luis  XV,  de  edad  de  11  años,  con  la  In- 
fanta doña  María  Ana  Victoria,  de  cuatro,  pero  que  se  llevase 
allá  para  educarla  á  su  usanza  hasta  la  edad  suficiente  para  el 
matrimonio:  de  la  misma  manera  que  una  hija  segunda  df^ 
Duque  de  Orlean¿^  habia  de  venir  á  España  para  el  Infante 


■x 


~  315  — 

D.  Carlos;  asimismo  se  dispuso  casar  al  PríDcipe  de  Asturias 
D.  Luis  con  la  hija  mayor  de  aquel  Duque,  doña  Isabel  de 
Orleans;  aquel  de  14  a&os  y  e^ta  de  12;  tratados  que  fueron 
convenidos,  pero  no  consumados.  Mandó  construir  el  Rey  don 
Felipe,  próximo  á  Balsain,  un  sitio  de  recreo  con  un  templo 
dedicado  á  San  Ildefonso,  de  donde  tomó  después  su  nom- 
bre, el  cual  disfrutaba  como  retiro  para  hallar  descanso  de  sus 
penosas  fatigas  y  quebrantada  salud.  Enmendó  los  abusos  y 
usurpaciones  de  las  rentas  reales ;  arregló  la  tropa  de  la  casa 
real;  suprimió  la  de  la  cuchilla  ó  de  Borgona,  que  era  la 
guardia  real  que  había  creado  Carlos  V,  cuyo  capitán  era  de 
la  nobleza  de  Borgona;  dejó  la  de  Alabarderos,  y  formó  cua- 
tro compañías  de  á  caballo  de  á  200  hombres  cada  una,  nobles 
y  veteranos,  llamados  guardias  de  Corpa:  estas  fueron  dos  de 
españoles,  una  de  walones  y  flamancos  y  otra  de  italianos. 
Formó  dos  regimientos  de  guardias  de  infantería  española  y 
walona  de  á  3,000  hombres  cada  uno,  y  sucesivamente  los 
regimientos  Cantabria,  Asturias,  el  Fijo  de  Ceuta,  el  de  Na- 
varra, el  de  Milán,  los  de  Hibernia  y  Ultonia,  el  de  Aragón  y 
Bravante,  y  los  de  caballería  de  la  Reina,  del  Príncipe,  de  Al- 
garbe,  Calatrava,  Santiago,  Montcsa,  los  dragones  de  Sagun- 
tOy  Numancia,  Lusitania,  milicias  urbanas^  cuerpos  de  arti- 
lleros, ingenieros  y  compañías  de  guardias  marinas,  con  lo  que 
promovió  la  disciplina  militar  y  dio  mas  fomento  al  comercio  y 
navegación.  Formó  la  academia  médica  en  Sevilla;  estableció 
otra  en  Madrid  y  el  teatro  anatómico.  Espidió  varias  órdenes 
de  reforma  á  las  universidades,  y  encargó  seesplicasen  las  le- 
yes del  Reino  en  ellas;  prohibió  en  1716  con  severísimas  pe- 
na^ la  bárbara  costumbre  de  los  duelos.  Satisfecho  de  haber 
cumplido  sus  obligaciones  con  sus  vasallos,  confiado  en  que 
les  dejaba  un  Rey  en  su  hijo  primogénito  heredero  de  sus  vir- 
tudes, renunció  el  cetro  en  Luis  I  á  principios  de  Enero  de 
1724,  retirándose  á  los  39  años  de  edad  con  su  amada  esposa 
doña  Isabel  Farnesio,  á  vivir  como  particular  y  consagrado  á 
Dios,  á  su  sitio  de  San  Ildefonso. 


—  ole- 
se- 

D.  Luis  I,  que  nació  en  25  de  Agosto  de  i707;  fué  jurado 
Príncipe  de  Asturias  en  7  de  Abril  de  1709:  casó  á  los  14afio8 
do  edad  con  la  Princesa  de  Montpensier  Luisa  Isabela,  bija 
del  Duque  de  Orleans,  y  reinó  por  renuncia  de  su  padre  Feli- 
pe Vy  hecha  en  iO  de  Enero  de  4724,  en  la  cual  instituyó  una 
junta  de  consulta  compuesta  del  Marqués  de  Mirabal,  Gober- 
nador de  la  presidencia  de  Castilla,  el  Anobispo  de  Toledo,  el 
Inquisidor  general ,  el  Obispo  de  Pamplona,  el  Marqués  de 
Valero,  el  de  Ledé,  el  Conde  Santisteban  del  Puerto  y  D.  Mi- 
guel Francisco  Guerra.  Hizo  economías  y  arreglo  en  la  admi- 
nistración de  la  real  Hacienda.  Murió  de  viruelas  malignas 
en  31  de  Agosto  de  1724,  y  fué  enterrado  en  el  panteón  del 
Escorial,  volviéndose  su  esposa  á  Francia.  Volvió  á  reinar  don 
Felipe  V  su  padre,  á  instancia  del  Marqués  de  Mirabal  y  del 
Consejo  real,  como  también  de  la  Reina  su  esposa  y  otros  per- 
sonajes, atentos  á  la  menor  edad  del  Príncipe  Fernando.  In- 
tentó Francia  que  la  joven  viuda  casase  con  el  Príncipe,  que 
fué  jurado  tal  y  sucesor  de  los  reinos  en  24  de  Noviembre  del 
mismo  año,  y  no  teniendo  efecto  la  proposición  se  apresuró 
la  devolución  recíproca  de  las  dos  reales  esposas  tratadas;  aque- 
lla á  la  Infanta  doña  María  Ana  Victoria ,  que  tenia  allí  para 
el  Rey  Luis  XV,  y  España  á  la  Princesa  de  Beaujeulois,  hija 
menor  del  Duque  de  Orleans,  que  estaba  aquí  para  el  Infante 
D.  Carlos.  Procurando  D.  Felipe  la  paz  que  tanto  se  dilataba 
en  Cambray,  se  le  brindó  á  ello  el  barón  de  Riperdá,  que  ba- 
bia  sido  enviado  de  la  república  de  Holanda,  y  héchose  cató- 
lico estaba  en  España  siendo  Intendente  de  la  real  fábrica  de 
paños  de  Guadalajara.  El  Barón  fué  á  Viena  por  rodeos,  trató 
con  el  Prínci[»e  Eugenio,  su  antiguo  amigo,  sin  que  nadie 
mas  que  el  Secretario  de  Estado  D.  Juan  de  Orendain  tuvieso 
noticia  del  asunto,  y  logró  la  paz  sin  la  mediación  de  las  po- 
tencias, llamándose  el  tratado  de  Viena,  firmado  en  aquella 
corte  á  30  de  Abril  de  1725,  siendo  sus  principales  artículos 
la  ratificación  de  la  paz  de  IJtrcch  y  del  tratado  de  Londres  de 


-517- 

1718,  y  accesión  del  Rey  de  España  é  él  en  1722  en  cuanto  ú 
la  cesión  do  los  estados  de  Italia  y  Flandes  y  renuncia  á  la 
corona  de  Francia;  que  el  Emperador  por  su  parte  cedia  á  la 
pretensión  de  España  y  reconocía  á  D.  Felipe  como  legítimo 
Rey  de  ella;  que  D.  Felipe  cedia  el  derecho  de  reversión  al 
Reino  de  Sicilia,  pero  no  el  de  Cerdeña;  que  los  hijos  varones 
y  demás  descendientes  masculinos  de  la  Reina  doña  Isabel 
Farnesio,  como  heredera  próxima  á  los  estados  de  Toscana^ 
Parma  y  Plasencia,  sucediesen  por  su  orden  á  ellos ,  y  que  el 
Infante  D.  Carlos  pasase  á  tomar  posesión  cuando  llegase  el 
caso  de  la  sucesión  conforme  á  la  eventual  investidura  que  ya 
habia  dado  el  Emperador,  quedando  puerto  franco  el  de  la 
ciudad  de  Liorna,  cediendo  D.  Felipe  al  sucesor  de  la  Tos- 
cana  el  puerto  Longon  y  las  posesiones  del  Elba.  Además  se 
convino  en  un  perdón  general  de  los  subditos  de  uno  y  otro 
que  hubiesen  seguido  sus  partidos  durante  la  disputa  del  Reino 
de  España,  en  la  reintegración  de  sus  bienes  ó  derechos,  con- 
servación de  empleos  y  dignidades  y  libertad  para  volverse 
cada  uno  á  su  patria.  Arreglaron  varios  artículos  de  comercio, 
y  últimamente  ofreció  el  Emperador  por  convenio  aparte 
no  estorbar  la  restitución  de  Gibraltar  y  Mahon  á  España.  Do 
resulta  de  este  tratado  premió  el  Rey  á  D.  Juan  de  Otendain 
con  el  título  de  Marqués  de  la  Paz,  y  al  Barón  de  Riperdá  con 
el  de  Duque  y  la  secretaría  del  despacho  de  Estado  que  habia 
obtenido  el  Marqués  de  Grimaldo  de  los  Negocios  estr^njeros, 
á  la  cual  se  agregaron  después  las  de  Marina,  Indias,  Guerra 
y  Hacienda.  El  Duque  de  Riperdá  fué  autor  del  aumento  del 
valor  en  la  moneda,  de  la  supresión  de  varias  pensiones  y  re- 
forma de  oficinas.  Estableció  en  Vizcaya  el  Rey  D.  Felipe  la 
compañía  que  llamaron  de  Caracas  en  1728,  y  para  mayor 
amistad  y  alianza  con  Portugal  se  concluyeron  dos  bodas,  una 
del  Príncipe  de  Asturias  D.  Fernando,  de  edad  de  16  años, 
con  doña  María  Bárbara,  Infanta  de  Portugal^  de  18,  y  otra 
de  D.  Jost^,  Príncipe  del  Brasil,  con  doña  María  Ana  Victoria^ 
Infanta  de  España,  de  11  años^  que  se  ejecutaron  en  19  do 
Enero  de  1726.  Muerto  Antonio  Farnesio,  Duque  de  Parma 


—  sis- 
en 20  de  Enero  de  1731,  el  Conde  de  Stampa,  Ministro  de| 
Emperador  en  Parma ,  tomó  posesión  de  aquel  Ducado  en 
nombre  del  Infante  D.  Carlos,  Nacieron  la  Infanta  dofia  María 
Teresa  en  11  de  Julio  de  1726;  A  Infante  D.  Luis  Antonio 
Jaime  en  25  de  Julio  de  1727  en  Madrid,  y  en  Sevilla  la  In- 
fanta doña  Haría  Antonia  Fernanda  á  17  de  Noviembre  de 
1729.  En  15  de  Junio  de  17.32  salió  de  Alicante  una  armada 
de  12  navios  de  guerra,  y  el  convoy  necesario  con  26,000 
hombres  ni  mando  del  Conde  de  Montemar,  que  desembarcó 
el  29  en  el  paraje  llamado  de  las  Aguadas ,  cercano  á  Mazal- 
quivir,  donde  halló  bastante  resistencia  de  moros^  y  mayor  di- 
ficultad al  mover  sus  tropas  hacia  Oran,  cuyo  Bey  y  moros, 
asombrados  del  armamento  que  veian  delante  de  Argel  y  de 
aquella  plaza,  huyeron;  ocasión  que  fué  oportuna  para  apo- 
derarse con  presteza  de  la  plaza,  que  quedó  con  buena  guar- 
nición al  cargo  del  Marqués  de  Santa  Cruz,  y  el  Conde  de 
Montemar  recibió  en  premio  el  Toisón  de  Oro.  Teniendo  no- 
ticia el  Rey  D.  Felipe  de  que  Riperdá  habin  sido  recibido  por 
el  marroquí  en  su  reino,  se  le  declaró  traidor,  despojándolo 
de  sus  títulos.  El  Infante  Duque  D.  Carlos,  apenas  encontró 
resistencia  ni  en  el  pasaje  por  el  estado  eclesiástico  ni  en  la 
entrada  del  Reino  de  Ñapóles,  ni  en  la  ocupación  de  esta  ca- 
pital, pues  todo  lohabia  facilitado  el  Conde  de  Montemar,  Co- 
mandante del  ejército,  el  cual,  después  de  asegurado  el  Rey 
en  Ñapóles,  desbarató  las  tropas  imperiales  que  se  habian  he- 
cho fuertes  en  Bitonto.  El  Infante  Duque,  que  iba  con  carác- 
ter de  General,  se  quedó  con  el  de  Rey  por  cesión  de  su  pa- 
dre D.  Felipe  en  Mayo  de  1734,  premiando  este  á  Montemar 
con  el  título  de  Duque  de  Bitonto  y  la  grandeza  de  Espafia* 
Reconocido  D.  Carlos  por  el  Emperador  le  cedió  los  estados 
de  Parma  y  Plasencia.  Fué  declarado  Rey  de  Polonia  Fede- 
rico Augusto  III,  elector  de  Sajonia,  padre  de  María  Amalia, 
que  casó  después  con  el  Rey  de  Ñapóles  y  Sicilia.  Celebróse 
casi  á  un  tiempo  las  bodas  del  Infante  do  Espafia  D.  Felipe 
con  madama  Luisa  Isabel ,  primogénita  del  Rey  de  Francia 
Luis  XV,  y  la  paz  con  Viena,  aquellas  en  26  de  Agosto  de  1739, 


—  3i9  — 

y  esta  en  13  de  Julio:  murió  el  Rey  D.  Felipo  en  9  de  Julio 
de  1746,  dejando  de  dofia  Isabel  Farnesío  tres  hijos  varones 
y  otras  tantas  hembras;  á  D.  Carlos,  Rey  de  Ñapóles  y  de  Si- 
cilia; al  Infante  D.  Felipe,  General  de  la  guerra  de  Italia;  al 
Infante  D.  Luis  Antonio  Jaime,  Cardenal  Arzobispo  de  To- 
ledo; ádoña  María  Ana  Victoria,  Reina  de  Portugal;  á  dofia 
María  Ana  Teresa,  que  murió  en  Versalles,  casada  con  el  Del- 
fín de  Francia,  y  á  doQa  María  Antonia  Fernanda,  que  casó 
con  el  heredero  de  Cerdcña,  y  fué  sepultada  en  la  colegiata 
de  San  Ildefonso,  fundación  suya.  Empezó  la  Academia  déla 
Historia  en  1738:  en  su  tiempo  se  vieron  dos  Academias  mé- 
dicas y  las  de  Buenas  letras  de  Sevilla  y  Barcelona ,  y  la  de  las 
tres  Nobles  Arles  de  pintura,  escultura  y  arquitectura  hubie- 
ran recibido  este  honor  de  su  mano  si  no  se  hubieran  cortado 
sus  días  por  la  muerte:  el  real  Seminario  de  Nobles  y  la  Biblio- 
teca real  fueron  hijas  de  su  amor  al  bien  público,  á  la  no- 
bleza y  á  la  instrucción.  En  1734  proTnulgó  una  severísimn 
pragmática  contra  los  ladrones. 

« 

87. 

D.  Fernando  VI,  hijo  de  D.  Felipo  V,  y  de  su  primera 
esposa  dofia  María  Luisa  de  Saboya :  fué  proclamado  Rey  en 
sucesión  á  su  padre  en  10  de  Agosto  de  1746  á  los  34  de 
edad;  casó  con  doña  María  Bárbara  de  Portugal.  Firmóse  la 
paz  entre  Viena ,  Cerdeña,  París  y  Madrid  en  Aquisgran  en 
18  de  Octubre  de  i 748,  y  sus  ratificaciones  se  hicieron  por 
las  respectivas  potencias  interesadas  en  Noviembre,  tomando 
posesión  de  los  estados  de  Parma,  Plasencia  y  Guastala  en 
fines  de  Enero  y  mes  de  Febrero  de  1749  las  tropas  españo- 
las. Escogió  D.  Fernando  para  su  ministro  de  Estado  á  don 
José  Carvajal  y  Lancaster ,  Gobernador  que  era  del  Consejo 
de  Indias,  y  haciéndole  Decano  del  Consejo  de  Estado  le  en- 
cargó su  celo  para  promover  la  felicidad  de  la  Monarquía. 
Mandó  se  pagasen  por  entero  los  sueldos  de  los  individuos 
de  planta  y  número  de  ejército,  marina,  del  ministerio  y  de 


—  320  — 

las  Casas  y  Caballerizas  Reales;  que  se  estinguiese  la  mitad  de 
los  trece  reales  del  sobreprecio  de  la  sal ;  que  se  suspendiese 
por  cuatro  años  la  renta  del  servicio  y  montazgo ;  que  la  mi- 
tad de  los  arbitrios  de  su  Real  Hacienda  se  aplicase  á  la  cons- 
trucción de  cuarteles  para  la  residencia  y  tránsito  de  la  tro- 
pa ;  que  se  satisfaciesen  los  débitos  que  se  causaren  en  el 
tiempo  que  reinaba,  y  se  procurasen  fondos  posibles  para  es- 
tinguir  los  que  fuesen  justos  del  reinado  anterior.  Quitó  el 
arrendamiento  de  sus  Rentas  Reales ,  y  las  volvió  á  la  Admi- 
nistración de  su  cuenta  con  el  ánimo  de  establecer  una  única 
contribución,  y  perdonó  muchos  débitos  de  tributos  anterio- 
res; determinó  que  las  Intendencias  y  Corregimientos  fuesen 
trienales ;  creó  otras  de  provincia  con  el  mismo  término  y 
constituyendo  igual  orden  en  los  Gobiernos  políticos  y  mili- 
tares. Mandó  publicar  una  ordenanza  á  los  Tribunales,  Ma- 
gistrados y  dependientes  de  oGcio  de  ellos,  sobre  el  modo 
de  invertir  y  beneGciar  las  penas  de  Cámara,  y  otra  á  los 
Intendentes  y  Magistrados  de  provincia  sobre  plantíos,  con- 
servación y  cortas  de  los  montes,  dehesas  y  cotos  de  cada 
jurisdicción.  A  fines  de  1749  se  ajustó  el  matrimonio  de  la 
Infanta  doña  María  Antonia  Fernanda,  con  el  primogénito 
del  Rey  de  Cerdcña,  Duque  de  Saboya.  Repartia  mucho 
á  los  pobres  y  con  particular  atención  á  los  enfermos  del 
Real  Hospital  de  esta  Corte;  estableció  un  Colegio  de  ci- 
rujía  en  Cádiz;  formó  la  Academia  de  buenas  letras  de  Sevi- 
lla ,  á  que  dio  principio  D.  Luis  Germán ,  individuo  de  la  de 
Historia  de  Madrid,  cuyo  objeto  era  promover  la  enciclope- 
dia ó  erudición  universal  en  las  antigüedades  y  letras  huma- 
nas, la  cual  admitió  bajo  su  real  protección  en  18  de  Junio 
de  1752.  Cinco  dias  antes  se  abrió  la  real  Academia  de  las 
tres  Nobles  Artes,  pintura ,  escultura  y  arquitectura,  á  que 
su  padre,  D.  Felipe  V  habia  dado  principio  aprobando  un  pro- 
yecto de  estudio  pública  de  estas  artes  en  13  de  Julio  de 
1744,  bajo  la  dirección  de  una  junta  que  formó  con  el  título 
de  preparatoria.   Concedió  D.    Fernando  en  1780  12,500 
pesos  para  su  subsistencia ;  la  erigió  en  real  Academia  con 


—  521  — 

el  título  de  San  Fernando  en  12  de  Abril  de  1752,  nombran- 
do por  protector  de  ella  á  su  Ministro  de  Estado,  y  después 
envió  pensionados  á  París  y  Roma ,  manteniendo  varios  jóve- 
nes para  el  grabado  y  sellos  en  aquella ,  y  en  ésta  una  acade- 
mia ó  colegio  con  el  título  de  San  Lucas,  para  pintura,  escul- 
tura y  arquitectura.  Concedió  D.  Fernando  al  Proto-medica- 
to  el  uso  de  su  real  quinta,  llamada  de  Migas  Calientes,  para 
que  en  ella  se  formase  un  jardin  de  plantas^  para  el  adelanto 
de  la  botánica  é  historia  natural^  dotándole  con  liberalidad, 
nombrando  por  Intendente  de  él  á  su  primer  médico  Presi- 
dente del  Proto-medicato ,  que  lo  era  el  doctor  D.  José  Su- 
flol:  reformó  el  arte  militar  y  dio  escelentes  órdenes  para  la 
cria  de  caballos  y  las  remontas  del  ejército.  Con  su  real  per- 
miso se  estableció  en  Barcelona  una  compaQía  de  comercio 
para  las  islas  de  Santo  Domingo,  Puerto  Rico,  Margarita  y 
otras  en  1755,  y  dos  años  después  á  la  compañía  de  la  Nave- 
gación del  Tajo^  formada  á  representación  de  D.  Carlos  Si- 
món Pontero,  Alcalde  de  Corte;  concedió  varias  franquicias 
para  promover  tan  importante  empresa  ;  avivó  las  fábricas  de 
paños  de  Guadalajara,  Segovia  y  la  nueva  que  hizo  en  San 
Fernando,  y  dispensó  protección  á  las  de  otros  particulares  en 
Alcoy  y  Cataluña ;  las  de  sedas  de  Valencia  ,  Estremadura  y 
Granada  y  la  de  lienzos  de  León  ;  dio  principio  á  los  caminos 
públicos ,  allanó  los  montes  de  Guadarrama  para  dar  paso  á 
las  Castillas  y  se  hizo  el  magníGco  camino  de  Santader,  á  cu- 
ya Ciudad  dio  Obispo ,  é  hizo  un  concordato  con  la  corte  de 
Roma  por  el  que  reconoció  Benedicto  XIV  el  indisputable  de- 
recho del  Patronato  Real ,  conviniendo  á  principios  de  1753 
en  que  escepto  52  nombramientos  absolutos  que  reservó  á  la 
Silla  Romana  de  varias  dignidades ,  prebendas  y  beneficios 
eclesiásticos,  quedase  en  todo  lo  demás  el  Rey  de  España  en  el 
derecho  y  posesión  del  Real  Patronato,  y  sin  la  carga  de  pen- 
siones ni  cédulas  baucarias  y  otras  que  hasta  entonces  habian 
acostumbrado ,  contribuyendo  el  Rey  D.  Fernando  con  algu- 
nas sumas  por  una  vez  ,  como  en  recompensa  de  lo  mucho 
de  que  se  desprendia  la  Silla  Romana.  Levantó  el  edificio  de 


—  322  — 

In  Visitación  ú  de  las  Salesas ,  fundado  por  la  Reina  dolía 
María  Bárbara  su  esposa  ;  quiso  que  hubiese  en  él  un  orden 
monástico  de  la  Beata  que  entonces  era  Juana  Fremiot  ó  del 
Instituto  de  San  Francisco  de  Sales,  un  colegio  de  enseñan- 
za para  niñas  nobles  de  estos  Reinos,  una  casa  de  oración  y 
un  panteón  para  que  eq  él  fuesen  los  dos  esposos  sepultados. 
Lo  empezó  en  1750  y  se  concluyó  en  siete  años,  consagróse 
su  Iglesia  en  25  de  Setiembre  de  1757.  En  20  de  Julio  de 
1758  enfermó  doña  María  Bárbara  y  murió  en  27  de  Agosto 
1758,  siendo  sepultada  en  el  monasterio  de  la  Visitación.  Esta 
muerte  entristeció  tanto  á  D.  Fernando  que  enfermó  y  mu- 
río  en  10  de  Agosto  del  siguiente  año  á  los  45  de  edad  y  13 
de  reinado,  y  fué  sepultado  con  su  esposa. 

88. 

D.  Carlos  III,  hijo  del  Rey  D.  Felipe  V  y  de  su  segunda 
esposa  la  Princesa  doña  Isabel  Farnesio:  nació  á  20  de  Enero 
de  1716  y  casó  con  la  Princesa  doña  María  Amalia  de  Sajonia, 
hija  de  Augusto  III,  Rey  de  Polonia  y  de  la  Archiduquesa  pri- 
mogénita del  Emperador  José  I  en  19  de  Junio  de  1738.  Creó 
el  Rey  la  orden  de  San  Genaro,  declarándose  Gran  Maestre 
de  ella  en  Nápoics,  y  nombró  varios  oQcios  de  su  instituto :  hi- 
zo Caballeros  á  ^us  dos  hermanos  los  Infantes  de  España  don 
Felipe  y  D.  Luis  y  al  Príncipe  real  de  Polonia,  hermano  de  su 
consorte.  Dio  sus  insignias  á  varios  Cardenales,  Arzobispos, 
Príncipes,  Duques,  Títulos  y  hombres  ilustres  de  Ñapóles  y 
España,  y  reservó  seis  nombramientos  á  elección  de  su  padre 
D.  Felipe  V.  Tuvo  este  feliz  matrimonio  por  hijos  á  doña  Ma- 
ría Isabel ,  que  nació  en  6  de  Setiembre  de  1740;  á  doña  Ma- 
ría Josefa  Antonia,  que  nació  en  20  de  Enero  de  1742;  á  do- 
ña María  Isabel ,  que  nació  en  19  de  Abril  de  1743 ,  las  cua- 
les vivieron  poco  tiempo;  á  doña  María  Josefa,  nacida  en  Gae- 
ta  el  16  de  Julio  de  1744 ;  á  doña  María  Luisa ,  que  nació  en 
Ñápeles  á  12  de  Noviembre  de  1745 ;  la  primera  Infanta  de 
España,  y  la  segunda   Emperatriz  viuda  de  Alemania;  en 


—  323  — 

1747  naoíó  el  Príncipe  Duque  de  Calabria  D.  Felipe,  quien 
quedando  débil  por  enfermedades  de  la  niüíez  no  pudo  después 
reinar  y  entró  en  todos  sus  derechos  su  hermano  D.  Gár* 
|08  IV.  Rey  de  Es(iaña,  que  nació  en  12  de  Noviembre  de 
1748,  pasando  la  sucesión  de  Nápoics  á  D.  Fernando,  naci- 
do en  12  de  Enero  de  1751.  Habiendo  muerto  en  10  de  Agos- 
to de  1750  D.  Fernando  VI,  á  cuya  sucesión  era  llamado  el 
Rey  D.  Carlos  de  Ñapóles  por  legitimo  derecho,  le  fué  preci- 
so pensar  en  venir  ¿  ocupar  el  Solio  de  España  dejando  en  el 
ínterin  con  poder  especial  por  Gobernadora  á  la  Reina  madre 
dofia  Isabel  Farnesio.  Fue  proclamado  Rey  de  las  Españas  y 
de  las  Indias  D.  Carlos  IH  en  11  de  Setiembre  de  1759,  quien 
hizo  cesión  y  renuncia  del  Reino  de  las  dos  Sicilias  en  su  hijo 
tercero  el  Infante  D.  Femando ,  declarándole  por  emancipa- 
do Rey  y  sucesor  del  Reino  y  de  sus  bienes  por  medio  de  un 
real  decreto  espedido  en  6  de  Octubre  de  dicho  afio,  prece- 
diendo un  consulta  del  Consejo  de  Estado  y  un  examen  de 
la  indisposición  absoluta  de  reinar  por  enfermedad  de  su  pri* 
nrogénito  D.  Felipe,  por  lo  que  se  reconoció  la  primogenitu- 
ra  en  el  segundo  Infante  D.  Carlos  Antonio ,  destinado  para 
Príncipe  de  Asturias  y  sucesor  de  las  Españas ;  y  por  cuanto 
el  Rey  joven  de  Ñápeles  se  hallaba  en  la  menor  edad ,  formó 
un  Consejo  de  Regencia  bajo  cuya  tutela  y  gobierno  se  dirí-^ 
giese  el  Reino  basta  su  mayoría ,  que  habia  de  ser  en  cum» 
plíendo  los  16  años.  £1  dia  9  de  Octubre  salió  de  Ñápeles  con 
so  amable  esposa  la  Reina  doña  María  Amalia  de  Sajonta ,  y 
de  sus  hijos  el  Principe  de  Asturias  D.  Carlos,  los  Infantes 
D.  Gabrid,  que  casó  en  Marso  de  1785  con  dofia  María  Ana 
Victoria,  muerta  en  2  de  Noviembre  del  88,  hermana  de  don 
Joan,  heredero  de  Portugal,  de  quienes  fué  hijo  el  lobnte 
D.  Pedro  de  Portugal ,  que  nació  en  18  de  Junio  de  1786  y 
D.  Garlos  José  que  nació  en  26  de  Octubre  de  1788  y  murió 
60  9  de  Noviembre  de  1768,  y  su  padre  en  23  del  mismo 
mes  y  año;  y  D.  Francisco  Javier,  el  Infante  D.  Antonio  y 
I»  Infantas  dofia  María  Josefa  y  dofia  María  Luisa.  Siguióles 
el  pueblo  con  las  lágrimas  en  los  ojos  hasta  perderlos  de  vista  ^ 

TOMO  I.  Ü4 


—  324  — 

recordando  las  virtudes  de  un  Rey  (fue  habiendo  subyugado 
su  Reino  con  las  armas ,  conquistó  los  corazones  de  sus  ha* 
Mtantes  con  beneficios,  elevando  el  Reino  á  un  estado  respe- 
table. Desembarcó  en  Rarcclona  el  17  del  mismo  mes  y  entri 
en  Madrid  el  9  de  Noviembre  por  la  tarde  entre  vivas  y  acla- 
maciones. Empezó  á  arreglar  su  Palacio  y  gabinete,  haoiende 
poca  mutación  en  el  Ministerio  que  ocupaban  los  mismos  del 
anterior  reinado :  el  de  Estado  y  Guerra ,  D.  Ricardo  Wal, 
d  de  Gracia  y  Justicia,  el  Marqués  del  Campo  de  Villar,  y  el 
de  Hacienda ,  el  Conde  de  Valparaíso ,  á  quien  nombró  para 
Ja  Embajada  de  Polonia  y  le  sucedió  el  Marques  de  Esquila- 
che.  Perdonó  en  1760  á  los  Reinos  de  la  corona  de  Castilla 
4odo  lo  que  estuviesen  debiendo  á  la  Real  Hacienda  por  la  con- 
tribución de  rentas  provinciales  y  su  equivalente  hasta  fin  de 
4758,  estendiendo  después  este  favor  hasta  perdonar  mas  de 
3  millones  y  medio  de  reales  de  que  eran  deudores  á  U  mis- 
ma varios  pueblos  y  particulares  de  Valencia,  Mallorca,  An- 
dalucía ,  Mancha ,  Toledo  y  Estremadnra ,  por  los  préstamos 
de  granos  y  dinero  para  poder  subsistir  y  sembrar  en  1748  y 
seis  afios  calamitosos  siguientes.  Consignó  para  pagar  las 
deudas  de  su  padre  Felipe  10.000,000  de  reales  al  año,  y 
50.000,000  de  contado  para  distribuirlos  entre  los  interesados, 
y  mandó  que  todos  los  créditos  pertenecientes  á  los  cinco 
reinados  anteriores  que  estuviesen  reconocidos  por  la  Junta 
de  descargosfuesen  tratados  en  la  Contaduría  general  de  va- 
lores y  socorridos  en  la  Tesorería  general  con  un  10  por  100, 
y  sucesivamente  con  la  prorata  que  fuesen  percibiendo  los 
acreedores  respectivos.  Restableció  los  dos  regimientos  de  rea- 
les guardias  ospaftolas  y  walonas  al  pié  (y  fuerza  que  tenían 
antes  de  su  última  reducción,  é  hizo  ana  gran  promoeiMí  ge- 
neral de  todo  el  ejército  al  celebrar  su  entrada  pública  de  13 
de  Julio  de  1760;  facilitó  la  correspondencia  en  lo  interior 
del  Reino  y  con  los  países  estranjeros  doblando  los  dras  de 
estafeta:  mandó  que  conforme  al  articulo  8.^  del  Concordato 
de  1737  contribuyese  el  estado  eclesiástico  del  Reino  de  todos 
los  bienes  adquiridos  desde  entonces ,  y  procuró  se  redi- 


—  325- 
miasen  los  capitales  de  la  Real  Casa  de  aposento.  Murió  doña 
María  Amalia  el  27  de  Setiembre  de  1760,  á  los  36  de  edad»  y 
fué  sepultada  en  el  panteón  del  Escorial.  Mandó  hacer  cloa- 
oas  para  la  limpieza  de  la  Villa  de  Madrid ,  conductos  y  yer-> 
tederos  de  las  aguas ,  encargando  la  dirección  de  estas  obras 
á  SD  primer  arquitecto  ingeniero  D.  Francisco  Sabatini,  y 
estableció  las  postas  y  correos  por  todos  los  dominios  de  Amó^ 
rica;  alcanzó  del  Papa  Clemente  XIII  indulto  para  que  en  esr> 
tos  dominios  se  pudiese  comer  de  carne  en  la  cuaresma,  escep- 
to  algunos  dias,  lo  cual  se  continúa,  y  logró  por  este  medio 
que  no  saliesen  muchos  millones  de  España.  A  fines  de  1663 
estableció  la  lotería  á  beneficio  de  los  Hospitales ,  Hospicios 
y  otras  obras  pías:  fomentó  bajo  la  dirección  del  inspector 
D.  Juan  Pablo  Cañáis  la  granza  ó  rubia,  para  los  tintes  só- 
lidos de  lanas  y  la  trasmutación  de  los  mordientes  aplicados 
á  las  telas  de  algodón  ó  indianas ,  nombrándole  al  año  si- 
guiente director  general  de  los  tintes  de  España.  Casó  su 
hija  la  Infanta  doña  María  Luisa  con  el  Archiduque  Pedro 
J^poldo,  después  Gran  Dupue  de  Toscana  y  Emperador 
de  Alemania  en  1 4  de  Febrero  de  1764.  Casó  el  Príncipe 
de  Asturias  D.  Carlos  con  la  Princesa  doña  María  Luisa,  hija 
del  Serenísimo  Infante  D.  Felipe,  Duque  de  Parma,  en  la 
noche  del  2  de  Setiembre  de  1765.  Hizo  el  Rey  D.  Cariosa 
Madrid  plaza  de  armas  y  nombró  Presidente  del  Consejo 
de  Castilla  al  Conde  de  Aranda ,  Capitán  general  d^  Valen- 
cia. Espidió  á  principios  de  1777  una  instrucción  circular  á 
todos  los  Corregidores,  en  que  restableciendo  la  antigua  cor- 
respondencia con  los  respectivos  Ministros  del  Consejo  de 
Castilla,  les  mandó  que  informasen  del  estado  de  cada  uno 
ellos,  y  velasen  con  el  mayor  cuidado  sobre  todos  los  puntos 
de  Gobierno ,  como  procurar  que  no  se  usurpase  la  Jurisdic- 
cipn.  Real;  que  se  evitasen  escándalos  graves  y  la  dilación  de 
lea  causas  criminales;  deteniendo  sin  necesidad  á  los  reos  en 
las  cárceles.;  ver  si  se  administraban  bien  los  pósitos ,  los  pro- 
pieey  arbitrios;  los  hospitales,  casas  de  misericordia  y  de 
eapAsitos  y  demás  obras  pías  sobre  que  tenian  también  enr 


~3Í6  — 

«argo  los  Prelados  Eclesiásticos,  comoUmbieo  ,  que  los  Bd* 
ligiosos  de  las  órdenes  no  fueren  por  si  grangeros,  ni  e^ 
tuviesen  fuera  de  clausura ,  ni  hubiese  escesos  en  gastos  de 
cofradías,  ajenos  del  verdadero  eullo;  el  cuidado  de  los  moo* 
les  y  plantíos,  y  que  hubiese  semilleros  para  repartir  i  los 
vecinos  para  la  plantación  de  árboles ;  observar  los  sitios  des- 
poblados para  poblarlos,  los  caminos  y  puentes  descompue»- 
los  para  componerlos;  cuidar  del  aseo,  limpiesa  y  arreglo  de 
aranceles  en  las  ventas  y  posadas  de  tránsito ;  si  se  recogían 
los  vagos  y  mendigos;  si  estaban  en  buen  estado  las  pesque* 
rías  y  se  guardaban  las  correspondientes  vedas  sobre  este  pun* 
to  ;  en  fin,  si  babia  alguna  industria  ó  maniobra  arruinada 
para  repararla ;  á  todo  lo  cual  se  agregaba  el  establecimiento 
de  Diputados  y  personeros  del  Común  para  el  abasto  del  pue- 
blo y  mayor  vigilancia  en  el  gobierno.  A  propuesta  del  Con- 
de de  Aranda,  estableció  la  dístribocion  del  pueblo  de  Madrid 
en  8  cuarteles  y  68  barrios^  poniendo  el  cargo  de  cada  eoartel 
á  Qo  Alcalde  de  Corle ,  y  el  de  cada  barrio  á  nn  Alcalde  d« 
barrio,  que  lo  debía  ser  lodos  los  afios  un  honrado  vecino^ 
elegido  por  los  mismos  habitantes  de  él :  vista  la  utilidad  de 
esto ,  mandó  después  se  estendiese  á  todas  las  ciudades  donde 
hubiera  Audiencias  ó  Chancillerías.  Alcanió  del  Papa  la  re» 
dueeion  de  Asilos  para  evitar  la  fuga  de  los  delincuentes  é 
impanidad  de  ios  delitos:  consiguió  del  Papa  Clemente  XIII 
que  se  venerase  en  todos  sus  Reinos  como  patrona  princi- 
pal de  ellos  á  la  Santísima  Virgen  en  el  Misterio  de  la  Con* 
cepcion  Inmaculada,  y  estableció  una  nueva  orden  eoa  el 
título  de  real   y  distinguida  de  Carlos  III,  dedicada  á  h 
Purísima  Concepción  para  tenerla  propicia  en  su  gobierno, 
y  premiar  con  este  distintivo  á  los  vasallos  de  mérito.  La 
fundó  en  177!  con  motivo  del  feliz  alumbramieolo  de  la  Prin- 
cesa dofia  María  Luisa,  en  que  dio  á  luz  al  Infante  D^  Cir- 
ios Clemente  en  19  de  Setiembro  de  aquel  aflo,  y  mandó  qne 
los  gastos  que  hubiesen  de  causar  las  fiestas  públicas,  cea 
este  motivo,  se  empleasen  en  dotes  de  doncellas  pobres  pen 
eaurse  y  prevenine  de  aperos ,  yvntas  é  instnunenioe  pira 


—  327  — 

ÜM  artes  y  labranza.  Hizo  romper  y  repartir  las  tierras  bal- 
días: concedió  varias  exeaoiones  á  los  labradores ,  promo* 
yió  las  fábricas ,  protegió  el  comercio,  habilitó  puertos,  con- 
cedió franquicias  á  los  que  plantificaban  alguna  industria, 
cuyos  ramos  puso  al  cuidado  y  celo  de  la  junta  general  de 
comercio  y  moneda:  ganó  de  los  ingleses á  Menorca  en  19 
de  Agosto  de  1781 ,  para  cuya  espedicion  había  nombrado 
al  Teniente  General  Duque  de  Crillon,  Comandante  de  laa 
tropas  de  tierra,  y  al  Brigadier  D.  Buenaventura  Horenn 
de  las  de  mar,  capitulando  el  fuerte- castillo  de  San  Felipe  & 
principios  de  Febrero  de  1782,  paro  quedando  la  guami*^ 
cion  prisionera  de  guerra:  autorizó  el  Banco  Nacional  de  San 
Carlos  y  creó  Montes  pios  en  Granada  para  socorrer  á  las  viu* 
das  é  hijos  de  los  operarios  y  empleados  en  las  fábricas  d« 
lonas  y  lienzos;  en  Málaga  y  Alcira  pam  auxiliar  á  loseo-^ 
secheros  y  premiar  á  los  que  mas  se  aventajasen  en  algún 
ramo  de  agricultura  ó  industria:  erigió  Diputaciones  de  Ca- 
ridad para  que  de  limosnas  formasen  escuelas  de  educaeion 
y  labor  para  las  ñiflas :  derogó  varias  leyes  en  la  parte  con- 
traria á  que  los  hijos  ilegítimos  pudiesen  dedicarse  á  oficios 
honrados,  y  declaró  por  hábiles  para  cualquier  servicio  en 
la  Milicia  ó  en  el  Estado  á  los  individuos  que  llamaban  de 
la  calle  en  Palma  de  Mallorca :  erigió  Montes  píos  para  la 
mayor  parte  de  los  cuerpos  del  ejército;  Consulados  en  los 
puertos  de  Espafia  donde  no  los  hubiese;  restableció  la  an- 
tigua compañía  de  la  India  oriental  y  se  formaron  otras  de 
seguros  marítimos  y  terrestres :  creó  el  tribunal  de  la  Rota; 
prohibió  toda  manda  y  herencia  dejada  á  los  confesores  para 
sus  personas,  iglesias  ó  comunidades;  renovó  la  ley  nacio- 
nal de  que  los  hijos  para  casarse  obtuviesen  el  consenti- 
miento paterno:  trasladó  el  estudio  de  la  botánica  de  Mi- 
gas Calientes  al  jardin  botánico ,  junto  al  paseo  del  Prado; 
estableció  el  colegio  real  de  anatomía  y  cirugía  de  Madrid 
con  el  título  de  San  Carlos;  formó  una  superintendencia 
general  de  caminos  y  canales ,  correos  y  postas ,  á  cargo  del 
primer  Secretario  de  Estado  y  del  despacho  universal  qnt 


—  oi8- 

entonces  era  el  Conde  de  Floñdablanca :  en  fio  ^  fué  padre 
del  vasallo;  murió  á  los72afiosde  edad  y  Í9  de  reinado  en 
España  en  13  de  Diciembre  de  1788,  y  fué  sepultado  en  el 
panteón  del  Escorial. 

D.  Garlos  IV,  primogénito  de  D.  Carlos  HI,  que  del  ma- 
trimonio que  contrajo  con  dofia  María  Luisa  tUTO  por  hijos  al 
primogénito  Infante  D.  Carlos  Clemente,  que  nieló  en  19  de 
Setiembre  de  1771  y  murió  en  6  de  Marzo  de  1774;  la  Infanta 
dofia  Carlota  Joaquina,  que  nació  en  22  de  Abril  de  1775  y 
casó  con  el  Príncipe  heredero  de  la  corona  de  Portugal  don 
Juan,  luego  sesto  Rey  del  nombre;  dofia  María  Luisa,  que  na- 
•ió  en  11  de  Setiembre  de  1777  y  murió  en  2  de  Julio  de 
1782;  dofia  María  Amalia,  que  nació  en  10  de  Enero  de  1779; 
D.  Carlos  Eusebio,  que  nació  en  5  de  Marzo  de  1780  y 
murió  en  11  de  Junio  del  83;  dofia  María  Luisa  Vi- 
centa, que  nació  en  6  de  Julio  de  1782  y  casó  con  Luis, 
Rey  de  Etruria;  dofia  María  Isabel,  mujer  del  Rey  de 
Ñapóles  Francisco  I,  que  murió  en  15  de  Enero  de  1781; 
los  Infantes  gemelos  D.  Carlos  y  D.  Felipe,  que  nacieron  en  5 
de  Setiembre  de  1783,  y  murió  D.  Felipe  en  18  de  Octubre  y 
D.  Carlos  en  11  de  Noviembre  de  1784;  el  Príncipe  D.  Fer- 
nando, que  sucedió  en  el  trono,  que  nació  en  14  de  Octubre 
de  1784;  D.  Carlos  María  Isidro,  que  nació  en  29  de  Marzo  de 
1788,  y  el  Infante  D.  Francisco,  que  nació  en  10  de  Marzo  de 
1794,  viudo  de  la  InfanU  dofia  María  Luisa  CarloU,  hermana 
del  Reí  de  Ñapóles  D.  Femando  II,  padres  de  D.  [Francisco 
de  Asís  María,  que  nació  en  13  de  Mayo  de  1822,  que  casó 
con  dofia  Isabel  II  (Q.  D.  G.),  Reina  católica  de  Espafia,  su  pri* 
ma hermana,  y  fué  declarado  Rey  en  10  de  Octubre  de  1846; 
de  D.  Enrique  María  Femando,  Duque  de  Sevilla,  Infante  de 
Espafia,  que  nació  en  17  de  Abril  de  1823;  de  doña  Isabel 
Feraandina,  Infanta  de  Espafia,  que  nació  en  18  de  Mayo  de 
1821;  de  dofia  Luisa  Teresa,  InfanU  de  Espafia,  que  nació  en 
11  de  Junio  de  1824;  de  dofia  Josefa  Fernanda  Luisa,  Infanta 


—  329  — 

de  Es{Miña;  que  nació  en  26  de  Mayo  de  1827;  de  doAa  Haríu 
Cristina,  Infanta  de  España,  que  nació  en  5  de  Junio  de  1833, 
y  de  dofla  Amalia  Felipa  Pilar,  Infanta  de  España,  que  nació 
en  12  de  Octubre  de  1834,  casada  en  26  de  Agosto  de  1856 
con  Adalberto  Guillermo,  Príncipe  de  Baviera.  Ciñó  la  coro- 
na en  1789,  dejándole  su  padre  por  Ministro  á  Floridablanca, 
Consejero  antiguo,  probo,  ilustrado  y  el  único  capaz  sin  duda 
de  apartar  á  la  nación  de  las  desdichas  en  que  fué  precipitada 
por  el  favorito  su  sucesor  D.  Manuel  Godoy,  Príncipe  de  la 
Paz,  é  invasión  francesa.  Desórdenes  que  dieron  lugar  al  de- 
creto de  18  de  Marzo  de  1808,  y  á  la  abdicación  el  19  en  fa- 
vor de  su  primogénito  D.  Fernando,  terminando  su  reinado 
de  19  años,  consistiendo  su  desgracia  en  haber  tenido  un  fa- 
vorito y  haber  vivido  en  una  era  sembrada  de  espinas  y  peli- 
gros. Tenia  sana  índole  é  intención  recta,  pero  creyó  que 
cualquiera  podia  dirigir  el  timón  del  Estado ,  y  le  abandonó 
en  manos  de  su  mujer  y  su  privado. 

90. 

D.  Fernando  VII  subió  al  trono  en  1808,  siendo  sus  actos 
de  generosidad  y  política.  Restituyó  su  libertad,  títulos  y  ho- 
nores á  algunos  sugetos  distinguidos  que  sufrían  el  destierro: 
con  este  motivo  volvieron  á  la  corte  el  Canónigo  Escoizquiz, 
el  Conde  de  Cabarrús,  D.  Mariano  Luis  Urquijo,  el  ilustre 
D.  Gaspar  Melchor  de  Jovellanos  y  los  Duques  del  Infantado 
y  Santa  Goloma.  Destituyó  á  los  Consejeros  de  su  padre  Soler 
y  Marqués  de  Caballero,  reemplazándoles  con  los  Sres.  Azau- 
la,  Felitt  y  Pezuela.  El  Ministro  de  Estado  Ceballos,  pariente 
del  Príncipe  de  la  Paz,  presentó  su  dimisión,  que  no  le  admi- 
tió el  Rey  por  probo  é  ilustrado,  asegurándole  en  su  destine 
y  dándole  muestras  de  benevolencia  y  fina  amistad.  Seguro^ 
de  que  un  Rey  debe  conquistar  ó  afianzar  el  amor  de  sus  va- 
sallos con  beneficios  positivos  y  mejoras  palpables,  suprimió 
algunos  impuestos  y  abolió  la  superintendencia  general  de 
policía:  con  tal  obrar  se  hizo  digno  de  una  especie  de  culto  y' 


—  330  — 

adoración,  y  iu  nombre  corría  de  boca  en  boca  con  traaportea 
de  júbilo.  En  23  de  Marzo  de  1808  penetró  en  Madrid  el  gran 
Duque  de  Berg,  Joaquín  Morat,  cufiado  del  Emperador  Na- 
poleón, seguido  de  loi  cuerpos  de  ]a  guardia  imperial,  alojio* 
dose  en  el  palacio  del  Buen  Retiro,  mientras  el  general  Duponl 
se  internaba  en  el  corazón  de  Castilla,  y  un  poderoso  ejército 
denominado  de  los  Pirineos  occidentales  á  las  órdenes  del  Ma* 
riscal  Bessieres  traspasaba  el  término  natural  que  separa á  Es- 
paña de  Francia,  apoderándose  tranqnilamente  del  Norte  de  la 
Península  y  amenazando  caer  sobre  las  feraces  llannras  de  Cas- 
tilla. Esta  inmensa  aglomeración  de  fuerzas  áa  objeto  ni  tín 
aparente  empezó  ¿  azorar  Ibs  ánimos.  El  Rey  entró  en  Madrid 
el  día  21,  y  poco  después  fué  llevado  con  engaños  á  Bayona 
de  Francia,  quedando  bajo  la  férula  del  Emperador.  La  inso- 
lencia, orgullo  y  engaños  de  los  enmascarados  opresores  llegó 
á  su  colmo,  dando  logar  ú  las  escenas  tan  sabidas  de  todos 
del  2  de  Mayo  é  inmortalidad  de  D.  Luis  Daoiz  y  D.  Pedro 
Yelarde  con  otros  muchos  mártires.  El  principado  de  Astu- 
rios,  tan  ilustre  en  todas  las  épocas  de  nuestra  historia,  fué 
quien  lanzó  el  primero  el  grito  do  independencia  y  estermínio 
de  los  usurpadores.  El  juez  D.  José  Busto  y  ios  Condes  de 
Peñalva  y  Toreno  alentaron  á  los  patriotas.  El  Marqués,  da 
Santa  Cruz  ds  Marcenado,  que  presidia  la  junta  que  se  eele« 
bró  en  la  sala  de  la  junta  provincial,  se  levanió  y  etdamó: 
«No  pretendo,  señores,  cambiar  la  resolución  de  los  demás, 
pero  en  cuanto  á  mi  sé  decir  que  en  cualquier  ponto  en  don* 
de  se  levante  un  hombre  contra  Napoleón ,  tomaré  un  fusil  é 
iré  á  colocarme  á  su  lado.»  Valientes  palabras  que  acabaron 
con  la  irresolución.  Los  esforzados  asturianos  se  reunían  sia 
recato  en  casa  del  Canónigo  D.  Ramón  de  Llano  Ponte »  alma 
del  movimiento.  Este  y  D.  Manuel  Miranda  oonsintieron  en 
constituirse  jetes  de  la  multitud,  y  el  juez  Busto  escitaba  á  loa 
alcaldes  subalteraos  para  que  eomprometiesea  á  sus  subordi- 
nados á  concurrir  á  la  defensa  de  la  causa  naeional.  El  24  al 
toque  de  oraciones  entraron  por  las  puertas  de  Oviedo  aam^ 
rosos  grupos  de  paisanos  y  recibieron  órdenes  de  Ponte  LUno. 


—  3SI  — 

A  las  doee  de  la  noche  tocaron  las  campanas  ¿  rebato;  divídense 
los  asturianos  en  grandes  grupos,  el  mayor  se  dirige  ala  casa 
de  armas,  donde  se  apoderado  100,000  fusiles;  otro  va  á  la  del 
Comandante  La  Llave,  mientras  otros  avisan  á  los  miembros 
de  la  junta,  que  se  reúnen  con  precipitación,  é  instalada  nom- 
bra por  su  Presidente  al  Marqués  de  Santa  Cruz,  dicta  me- 
didas, organiza  un  ejército  de  18,000  hombres,  solicita  apoyo 
de  Inglaterra  por  medio  de  D.  Antonio  Ángel  de  la  Vega  y 
Conde  de  Toreno,  que  se  les  da,  enviando  armas,  municiones, 
vestuarios  y  demás  pertrechos  de  guerra  con  el  Mayor  Gene- 
ral Sir  Tomás  Oyer.  En  30  de  Mayo  siguió  al  principado  as- 
turiano en  el  grito  de  independencia  la  Coruña ;  nombróse 
una  junta  compuesta  de  los  Diputados  pertenecientes  á  las 
siete  provincias;  creó  esta  un  ejército  de  40,000  plazas,  que 
puso  al  cargo  del  General  Filangieri,  y  muerto  este  alevosa- 
mente, al  del  Coronel  Blake^  á  quien  invistió  de  Teniente  Ge - 
neral.  Pronuncióse  Santander  el  26  de  Mayo,  eligiendo  Pre- 
sidente de  su  junta  á  su  Obispo  Menendez  de  Luarca.  León 
alzó  la  bandera  de  la  independencia  el  1.^  de  Junio,  y  puso  á 
su  cabeza  á  D.  Antonio  Valdés;  siguió  Valladoiid ,  Logrofio, 
Ciudad-Rodrigo,  Vera  y  todas  las  poblaciones  situadas  al  Este 
de  la  Península.  El  alcalde  de  Hóstoles,  comprometido  por 
D.  Juan  Pérez  Villamil,  secretario  del  Almirantazgo,  firmó  la 
siguiente  proclama :  «í^a  patria  está  en  peligro ;  Madrid  pe- 
rece víctima  déla  perfidia  francesa;  espafioles,  acudid  á  sal- 
varle.» Apenas  se  recibió  en  Sevilla  coligóse  el  paisanaje  con 
los  soldados  del  regimiento  de  Olivenza  y  procedió  á  la  insta- 
lación de  una  junta  presidida  por  D.  Francisco  Saavedra,  an- 
tiguo Ministro  de  Hacienda,  cuya  corporación  tomó  su  origen, 
voz  y  título  de  suprema,  y  mandó  poner  sobre  las  armas  i 
lodos  los  varones  de  16  á  45  años,  y  sondeó  el  espíritu  de  las 
divisiones  espafiolas  acantonadas  en  Cádiz  y  en  el  Campo  de 
San  Roque,  enviando  comisionados  á  ambos  puntos;  acaudi- 
llábanlas respectivamente  el  Marqués  del  Socorro  y  el  General 
D.  Francisco  Javier  Castaños;  este  babia  entablado  inteligen- 
cias con  el  Gobernador  de  Gibraltar  á  fin  de  alune  epn  sqí 


—  352  — 

tercios  contra  las  liuestes  invasoras.  Muerto  el  Marqués  del 
Socorro^  sucedió  en  la  capitauía  general  D.  Tomás  Morla^  que 
intimó  al  Almirante  francés  Rosilly  la  entrega  de  su  escuadra, 
que  se  rindió.  Inglaterra  ofreció  á  la  junta  de  Sevilla  5;0ü0 
hombres  de  línea  bajo  la  conducta  del  General  Spencer.  La 
junta  formó  un  cuerpo  de  ejército  con  las  tropas  de  Cádiz  y 
San  Roque,  confiando  su  mando  al  General  Castaños.  Siguie- 
ron la  corriente  Granada,  Málaga  y  Jaén,  dando  el  mando  de 
las  tropas  granadinas  á  D.  Teodoro  Reding,  y  enviando  Gra- 
nada por  comisionado  á  Gibraltar  para  solicitar  víveres  y  ar- 
mas al  joven  D.  Francisco  Martínez  de  la  Rosa.  En  Badajoz 
fué  muerto  el  Gobernador  Conde  del  Fresno:  creóse  una  jun- 
ta y  se  confirieron  los  mandos  civil  y  militar  á  Amaneio  y 
Galluzo:  Cartagena  y  Murcia  secundaron  el  movimiento  en  22 
y  24  de  Mayo,  nombrando  esta  una  junta  compuesta  de  16 
individuos,  entre  los  que  se  contaba  el  Conde  de  Floridablan- 
ca,  y  puso  el  mando  militar  en  manos  del  Coronel  D.  Pedro 
González  de  Llamas.  Siguió  Valencia,  pero  con  un  cortejo  es- 
pantoso de  horrores  á  que  echaremos  un  velo  por  demasiado 
sabidos.  Valencia  carecia  de  municiones  y  pertrechos,  que  la 
suministró  abundantes  Cartagena ,  y  sus  tropas  se  dividieron 
en  dos  columnas,  una  en  número  de  8,000  hombres,  que  á 
las  órdenes  de  D.  Pedro  Adorno  se  apostó  en  las  Cabrillas;  y 
otra,  que  á  las  órdenes  del  Conde  de  Cervellon  tomó  la  ruta 
de  Almansa.  Sacudieron  también  el  yugo  los  zaragozanos: 
depusieron  al  Capitán  General  Gulitelmí,  y  dieron  interina- 
mente el  mando  superior  al  General  Morí ,  que  después  pa- 
usaron á  manos  deD.  José  Palafóx  y  Mela,  á  quien  fueron  ¿ 
buscar  al  castillo  de  Alfranca,  donde  se  encontraba,  levan- 
tándole al  puesto  de  Capitán  General.  Este  organizó  cuerpos 
de  paisanos,  poniendo  á  su  frente  jefes  resueltos  y  proporcio- 
nándoles armas  en  abundancia. 

Alzóse  Lérida  contra  el  usurpador^  y  á  sus  ecos  centesta- 
ron  Tortosa,  Villafranca  de  Paoadés  y  todas  las  poblaciones 
subalternas  no  ocupadas  por  los  franceses^  y  la  inmortal  •Ge- 
rona. Mostróse  España  grande  y  Aiagestuosa  á  los  ojos  de  la 


-  233  - 

Eoropa  y  del  mundo.  Entretanto  so  verificó  el  i7  de  Junio  el 
reconocimiento  de  la  Dinastía  Napoleónica  en  la  persona  del 
Rey  José,  hermano  de  Napoleón ,  por  las  Cortes  que  se  re- 
unieron en  15  de  Junio  en  Bayona,  y  la  aprobación  de  un  Có- 
digo Constitucional  el  30,  jurando  el  7  de  Julio  dicho  José, 
que  cometió  el  ministerio  de  Estado  á  D.  Mariano  Luis  Urqui- 
jo;  el  de  Negocios  estranjeros  á  D.  Pedro  Cevallos;  el  de  Gra- 
cia y  Justicia ,  á  Peñuela  ,  y  el  de  la  Guerra  á  Ofarril ;  el  de 
Indias  á  Azanza;  el  de  Marina  á  Mazarredo,  y  el  de  Hacien- 
da al  Conde  de  Cabarrús;  y  al  Ilustre  D.  Melchor  Gaspar  de 
Jovellanos  qniso  encomendar  el  ministerio  del  Interior,  que 
rechazó  respondiendo  á  los  ministros,  al  Emperador  y  al  nue- 
vo Roy,  que  cuando  la  causa  do  la  Patria  fuese  tan  desespera- 
da como  ellos  se  pensaban,  seria  siempre  la  causa  del  honor 
y  de  la  lealtad  y  la  que  á  todo  trance  debía  preciarse  de  seguir 
todo  buen  español.  Retirándose  Dupont  de  Córdoba,  y  acan- 
tonado en  Andujar,  las  divisiones  andaluzas  que  guiaban  los 
Generales  Castaños,  Reding,  Lapeña  y  Compigni,su  total 
27,000  infantes  y  2,000  caballos,  alcanzaron  para  dar  frente  á 
Dupont,  que  auxiliado  por  los  Generales  Yedel,Gobert  y 
Liger-Velair  y  sostenido  por  numerosos  cuerpos  de  tropas* 
veteranas,  se  proponía  á  su  vez  desafiar  á  su  enemigo.  La  van 
guardia  de  nuestro  ejército,  mandada  por  Reding  ,  encontró 
en  las  inmediaciones  de  Bailen  al  enemigo ,  y  se  travo  la  ac- 
ción ,  y  después  de  doce  horas  de  mortífera  lucha ,  se  vieron 
imposibilitadas  las  legiones  Imperiales  de  manejar  las  armas. 
Ajustóse  un  armisticio ,  y  después  se  concluyó  un  tratado  por 
el  cual  depusieron  las  armas  17,000  franceses,  habiendo  teni* 
do  además  3,000  muertos,  recogiendo  el  vencedor  las  águilas 
y  artillería  en  las  cercanías  de  Bailen  el  17  de  Julio  de  1806, 
cimiento  de  nuestra  gloria  y  fianza  de  nuestro  porvenir.  Lle- 
gada á  Madrid  la  nueva  de  este  acontecimiento,  se  apresuró 
José  á  trasladarse  al  litoral  del  Ebr(9  á  Burgos.  Enlazábase  con 
este  triunfo  otro  de  mayores  proporeíones;  el  sitio  de  Zarago- 
za que  atrojo  sobre  sí  los  ojos  de  toda  la  España ;  hubo  asal- 
toS|  bombardeos,  salidas  y  cncuentro^^  y  después*. de  dos  me- 


—  534- 

ses  do  oereOy  eo  15de  Agosto,  quedaroo  hnmillados  los  fna- 
cescs  retiráadose  aceleradamente  con  el  baldón  del  vencí» 
miento,  ]a  pérdida  de  3,000  de  sos  mejores  soldados,  y  aa 
principal  Geoerel  herido.  Cuando  los  sitiados  se  bailaban  en 
la  situación  mas  crítica,  y  ios  franceses  babian  logrado  des» 
pues  de  cien  encamisados  combates  apoderarse  del  Hospital  y 
del  Convento  de  Santa  Engracia ,  ediGcios  fuertes  y  de  consi* 
deraciou,  Lefebre  Desnuets  intimó  á  los  xaragoianos  la  rendi- 
ción con  este  mensaje.ssCuartel  general  de  Santa  Engracia. 
BcPaz  y  Capitulacion.s=EI  joven  Palafox  respondió  sin  vací- 
lar.oiCuartel  general  de  Zaragoza.esGuerra  ¿  cuchillo.  En  la 
puerta  del  Portillo  había  una  batería  espafiola  rodeada  de  ca-^ 
d¿ veres,  nadie  se  atrevia  ¿  acercarse  á  aquel  recinto  de  la 
muerte;  observólo  la  joven  Agustina  de  Zaragoza  y  conocien- 
do ser  aquel  punto  de  la  mayor  importancia,  se  acercó  silen* 
cíosa,  tomó  una  mecha,  la  aplicó  á  un  cafion ,  y  permaneció 
impávida  y  serena;  á  su  ejemplo  corren  muchos  á  su  lado,  y 
disputan  al  francés  aquel  sitio  con  gloria  y  ventaja.  Casi  si- 
multáneo escarmiento  recibian  los  estranjeros  en  Catalufia. 
Arribó  á  las  costas  de  Portugal  una  escuadra  británica  que 
conducía  á  bordo  divisiones  in^>lesas  regidas  por  el  Teniente 
general  Sir  Arturo  Welesley.  Apenas  pisó  el  bretón  el  territo- 
rio Lusitano,  empesó  á  cubrirse  de  honrosos  laureles;  Culeaa- 
beyra  fué  el  primer  teatro  de  sus  haxafias,  donde  quedó  der» 
rotado  el  imperial  belaborde.  Junot ,  noticioso  de  este  suceso, 
recogió  todas  las  fuerzas  francesas  del  territorio  portugués,  y 
presentó  batalla  el  t  de  Agosto  en  las  inmediaciones  de  Tor» 
ras  Yedras,  donde  fué  arrollado  y  apeló  i  las  capitulaciones, 
eonviniendo  en  el  tratado  de  Cintra,  ajustado  en  Lisboa  el  SO 
de  Agoito  en  que  las  legiones  francesas  debían  evaeuar  el 
Portugal  y  dirigirse  á  su  país.  En  este  estado  se  formó  la  Jun^ 
la  central  suprema  gubernativa  del  Reino ,  compuesta  de  vein- 
te  y  cuatro  individuos  nombrados  por  las  Juntas  de  Provioeia, 
que  se  ¡nsuló  en  Aranjuea  el  37  de  Octubre  y  tuvo  por  Praai* 
dente  á  D.  Joaé  Molüno,  Conde  de  Floridablanea,y  aatm 
sus  BÚembroa  á  D.  Gaspar  Melebor  de  Jovellanoe ,  á  D.  Anlo- 


--  SS5~ 

nío  Valdés  y  á  D.  Lorento  Calvo  de  Roías.  La  junta  central 
<|ue  había  paudo  ¿  Sevilla^  y  era  el  verdadero  gobierno  de  la 
Ñaeioa  á  qoien  éste  acataba,  diotaba  disposiciones  noy  opon- 
tonasi  ona  de  ellas  la  oelebraeion  y  otorgamiento  de  un  tra- 
tado de  amistad  y  aliania  con  la  Gran  Bretafia ,  por  el  cual 
reeonocia  ésta  los  derechos  al  Trono  de  Fernando  VH  y  su 
dinastía,  prometía  ayudarnos  á  todo  trance  en  la  lucha  con  la 
Francia.  Después  de  muchos  desastres  cundió  el  entusiasmo,  y 
por  todas  partes  se  levantaron  nuevos  Adalides.  En  las  már- 
genes del  Hiño,  los  Abades  de  Couto  y  Valladares  con  don 
Martin  de  la  Carrera^  en  el  Norte  de  la  Península ,  se  presen- 
taron los  guerrilleros  Porlier,  el  Empecinado  y  los  Clérigos 
Merino  y  Echavarria.  Estos  empeñaban  escaramuzas,  hacían 
sorpresas,  huian  para  reaparecer  de  improviso  é  incomodaban 
tanto  á  los  franceses,  con  sus  rápidas  maniobras  é  impetuosi- 
dad en  las  refriegas,  que  hasta  llegaron  á  esquivar  su  encuen* 
tro.  El  ejército  aliado  de  españoles  é  ingleses,  en  fuerza  de 
U,000  peones  y  9,000  ginetes ,  acaudillado  por  los  Generales 
Cuesta  y  Welesley  ocupaba  estensa  línea  en  el  diámetro  de 
Talayera  de  la  Reina  y  aguardaba  colocado  en  sus  posiciones 
la  llegada  del  francés  conducido  por  el  Rey  José,  auxiliado  de 
los  Maríscales  Jourdan  y  Victor,  el  cual  dio  frente  á  los  Con- 
federados el  Í7  de  Julio  de  1809 ;  perdieron  en  esta  batalla 
los  franceses  vencidos  7,389  hombres ,  entre  ellos  dos  Gene- 
rales y  17  cañones;  6,268  los  ingleses  y  1,200  los  españoles, 
recibiendo  por  este  triunfo  los  Generales  Cuesta  y  Welesley 
distinciones  y  mercedes.  El  inglés  el  titulo  de  Lord  Vizconde 
Wellington  de  Talavera,  y  la  dignidad  de  Par.  Entre  los 
guerrilleros  á  quienes  sus  hazañas  alzaron  una  justa  celebrí* 
dad,  se  contaban,  además  de  los  ya  mencionados,  Cuevillas, 
el  Clérigo  Tapia,  D.  Juan  Gómez  y  el  joven  Mina ;  los  cuales 
llegaron  á  reunir  bajo  su  mando  algunos  miles  de  soldados  de 
intrepidez  y  audacia  inimitables ,  obteniendo  el  título  de  Ge- 
nerales. Convino  la  Junta  Central  en  la  formación  de  la  eje- 
eotlva,  compuesta  de  cinco  indi^dnos  reelegibles  en  parte  de 
dos  en  dos  meses,  cabiéndolea  los  nuevos  cargos  al  Marqués  d* 


—  336  — 

la  Romana^  á  los  Generales  Riquelme  y  Caro,  á  D.  Sebastian  de 
Lozano ,  á  D*  José  García  de  Latorre  y  al  Marqués  de  Villel, 
cuya  junta  principió  á  funcionar  en  1.^  de  Noviembre,  fijan- 
do la  Central  la  convocación  de  Cortes  para  1.^  de  Enero  ds 
1810.  £1  Duque  del  Parque ,  caudillo  de  nue^ro  ejército  del 
centro,  atacó  en  8  de  Octubre,  cerca  de  Tamames,  al  General 
Marchant,  desbaratándole  y  acosándole  hasta  los  muros  de  Sa- 
lamanca. La  Junta  Central  abandonó  Sevilla  y  se  dirigió  á  la 
Isla  de  León ;  Sevilla  desacató  su  autoridad  y  creó  otra  com- 
puesta del  Marqués  de  la  Romana ,  del  Conde  del  Montijo,  y 
de  D.  Francisco  Palafox.  Los  reveses  de  la  fortuna  obligaron 
á  suceder  en  el  supremo  régimen  á  una  Regencia,  compuesta 
de  cinco  individuos,  siendo  llamados  á  desempeñar  este  cargo 
los  Obispos  de  Santander  y  Orense,  los  Generales  Escaño  y 
Castaños,  y  D.  Miguel  Lardízabal  Uribe.  Este  gobierno  empe- 
zó á  funcionar  el  31  de  Enero  de  i 810.  Reunidas  las  Cortes 
en  2i  de  Setiembre  de  1810^  eligieron  por  Presidente  á  don 
Ramón  Lázaro  de  Doy ,  y  Secretarios  á  D.  Evaristo  Pérez  de 
Castro  y  á  D.  Manueh Lujan:  en  el  mismo  dia  se  constituye- 
ron en  Cortes  generales,  reconocieron  la  legitimidad  de  Fer- 
nando VII,  y  declararon  nula  y  de  ningún  efecto  la  renuncia 
que  habia  hecho  de  sus  derechos  en  Bayona;  acataron  la  reli- 
gión católica;  confirmaron  á  la  Regencia  en  el  desempeño  del 
poder  ejecutivo,  y  espresaron  la  responsabilidad  de  esta;  pro  • 
clamaron  la  soberanía  popular  delegada  en  las  Cortes  por  la 
elección  de  sus  miembros;  prohibieron  que  ningún  Diputado 
recibiese  gracia  ó  empleo.  El  Duque  de  Orleans  acudió  á  las 
Cortes  solicitando  el  mando  de  nuestro  ejército  en  Cataluña; 
pero  los  Diputados  desestimaron  esta  pretensión.  Nuestras  co- 
lonias quebrantaron  los  lazos  que  las  unian  con  la  metrópoU 
y  se  erigieron  en  libres  y  soberanas ,  grito  que  alzándose  en 
el  recinto  de  Caracas  vino  á  perderse  en  las  márgenes  del  Rio 
de  la  Plata.  En  estas  circunstancias  renunciaron  la  Regencia 
sus  miembros  y  se  redujo  el  número  de  estos  á  tres,  confi- 
riendo su  cargo  al  General  D.  Joaquín  Bloque,  á  D.  Gabriel 
Ciscar,  jefe  de  escuadra,  y  á  D.  Pedro  Agar,  capitán  d^  fra- 


-  337  — 

gnta.  El  Paraguay  y  Tacuman  siguioron  el  ejemplo  de  Cara^ 
cas.  Dióse  nueva  orgaoizacion  á  los  ejércitos,  dividiendo  las 
mas  de  las  provincias  en  seis  distritos  militares.  Hormiguea- 
ban las  guerrillas  en  toda  la  Península,  siendo  en  mas  crecido 
número  en  Castilla  y  la  Mancha,  regidas  entre  otros,  además 
de  los  dichos,  por  D.  Eugenio  Velasco,  D.  Manuel  Hernán- 
dez, llamado  el  Abuelo,  el  clérigo  Viljacampa,  el  médico  Pa- 
larea,  D.  Juan  Abril  Martínez  de  San  Martin  y  D.  Juan  Abad, 
conocido  por  Chaleco.  En  Asturias  y  Galicia  peleaban  nues- 
tras tropas,  que  acaudillaba  D.  Nicolás  Maby  y  luego  el  Ge- 
neral Castaños,  quien  introdujo  la  disciplina  que  le  faltaba. 
£1  estruendo  de  las  armas  correspondia  de  uno  á  otro  polo  de 
la  Península,  y  Europa  entera  se  aprestaba  á  contemplar  acon- 
tecimientos mayores  y  decisivos;  así  es  que  el  Czar  Alejandro 
allegaba  tropas,  aumentaba  recursos  y  conquistaba  alianzas 
para  lidiar  de  nuevo  contra  Napoleón.  En  este  tiempo  sucum- 
bieron cerca  de  20,000  personas  en  el  período  de  seis  meses 
en  Madrid  de  hambre.  Entre  tanto  Wellington,  á  la  cabeza  de 
un  ejército  de  47,000  hombres  cayó  sobre  las  márgenes  del 
Termes,  cruzó  este  rio  y  se  posesionó  de  Salamanca ;  el  Ma- 
riscal Marmont  vino  á  las  manos  con  los  anglo-portugueses 
en  el  sitio  denominado  los  Arapiles,  y  quedó  destruido  por 
aquellos,  por  cuyo  hecho  concedieron  las  Cortes  al  General 
inglés  el  Toisón  de  Oro.  De  sus  resultas  salió  de  Madrid  José 
en  27  de  Junio.  El  30  penetró  en  esta  población  el  caudillo 
británico  y  se  confirió  el  cargo  de  Gobernador  á  D.  Carlos 
España.  Soult  abandonó  con  sus  tropas  imperiales  á  Granada 
y  tomó  la  ruta  de  Murcia.  Suchet  reconcentró  sus  fuerzas  en 
Valencia  y  desbarató  al  General  D.  José  0*Donnell.  El  Empe- 
cinado triunfó  en  Guadalajara:  Porlier  y  Mendizabal  se  seño- 
rearon de  Bilbao:  el  Coronel  británico  Sterret  se  hizo  dueño 
de  Sevilla ,  y  el  alemán  Schepeller  de  Córdoba.  Las  Cortes 
abolieron  la  inquisición,  prohibiendo  su  restablecimiento  en 
lo  sucesivo.  Nombróse  nueva  Regencia,  recayéndola  elección 
y  voto  de  la  Cámara  en  D.  Joaquín  Mosquera  y  Figueroa, 
Consejero  de  Indias,  en  los  Tenientes  Generales  Duque  del 


—  338  — 

Infanudo,  D.  Joan  María  de  VUlavíoeDciOi  y  Conde  de  la 
Bisbal,  y  D.  Ignacio  Rodrigaes  de  Rivas ,  miembro  también 
del  Consejo;  el  la  Bisbal  renunció  el  poco  tiempo  y  le  sustitn* 
yó  D.  Juan  Peres  de  Villamii.  El  Duque  de  Ciudad-Rodríge 
atravesó  el  Tormes,  y  apoderándose  de  Salamanca,  Toro  y 
Zamora,  fué  á  acampar  en  las  inmediaciones  de  Vitoria,  donde 
le  aguardaba  el  grueso  de  los  ejércitos  regidos  por  José  qne 
había  salido  de  Madrid  el  17  de  Marzo;  dióse  allí  sangrienta 
balalla  el  21  de  Junio,  quedando  vencedor  el  ejército  confe* 
derado,  perdiendo  los  imperiales  9,000  hombres  entremuer- 
tos, heridos  y  prisioneros,  y  los  aliados  5,000.  Siguiendo  el 
alcance  á  los  lugilivos  los  lanzaron  de  la  frontera  con  el  intru* 
80  á  su  cabeza.  Adquirieron  en  estas  jornadas  nombre  inmor- 
tal los  Geperales  españoles  Girón,  LfOnga  y  Morillo;  Suchet 
sufrió  derrota  en  Castalia,  y  poco  después  Durant  y  Mina  des- 
bandaron las  tropas  del  General  Paris  y  se  apoderaron  de  Za- 
ragoza. Constituyóse  otra  Regencia  compuesta  de  tres  miem- 
bros que  fueron  D.  Pedro  Agar,  D.  Gabriel  Ciscar  y  el  Arzo- 
bispo de  Toledo  D.  Luis  de  Borbon,  la  cual  se  trasladó  ¿  Ma- 
drid en  Enero  de  1814.  Wellington  derrotó  en  la  batalla  de 
Hortez  al  Mariscal  Solt,  que  perdió  12,000  hombres.  Fué  der- 
rotado Napoleón  en  Rusia  y  se  vio  en  la  precisión  de  abdicar 
la  corona  y  aceptar  la  sentencia  de  sus  enemigos  que  le  con- 
denaba á  permanecer  confinado  en  la  isla  de  Elba.  Las  hues- 
tes confederadas  entraron  en  la  capital  de  Francia  el  31  de 
Marzo  de  1814,  y  el  Conde  de-  Provenza ,  Luis  Estanislao, 
ciñó  sus  sienes  con  la  diadema  de  sus  mayores  teñida  ya  en 
la  sangre  de  un  descendiente  de  los  Capelos.  La  aurora  del  18 
de  Abril  alumbró  el  último  dia  de  la  guerra  de  la  Indepen- 
dencia. Fernando  VII,  exento  de  su  esclavitud,  dejó  ¿  sus  es- 
paldas el  Pirineo  y  pisó  de  nuevo  el  territorio  peninsular, 
haciendo  su  entrada  en  Madrid  el  13,  en  medio  de  las  mas 
fervientes  aclamaciones.  Organizó  el  Gabinete,  restableció  el 
abolido  Consejo  dé  Castilla,  dio  vida  al  suprimido  tribunal  de 
ia  inquisición,  restituyéronse  é  los  regulares  los  bienes  de  que 
se  les  habia  privado.  Desde  la  insurrección  de  Caracas  habían 


--  339  — 

levantado  un  estunJarttí  sedicioso  Buenos  Aires,  el  Perú,  Co- 
chabamba.  Cuíco,  Chiles,  Quito,  Nueva  Granada,  Venezuela 
y  otras  muchas  provincias.  Sabedor  D.  Fernando  á  su  llegada 
á  Espafia  de  las  ocurrencias  de  estos  países,  se  dirigió  A  ellos 
por  medio  de  una  circular  que  el  Ministro  de  la  Gobernación 
de  Ultramar  remitió  á  aquellas  autoridades,  habiéndoles  como 
un  padre  que  reconviene  á  un  hijo  díscolo,  lo  cual  hizo  re- 
nacer el  afecto  á  la  Metrópoli  en  unos ,  y  la  calma  y  postra- 
ción en  otros.  Evadiéndose  Napoleón  de  la  isla  de  Elba,  hizo 
sn  desembarco  cerca  de  Antivo  el  1.^  de  Marzo  de  1815,  le- 
vantándose la  Francia  á  su  favor.  Todas  las  naciones  agolpa- 
ban ejércitos  á  las  fronteras  de  Francia.  Luis  XVIIÍ,  viendo 
su  causa  perdida,  huyó  precipitadamente  á  Gaeta,  dejando  á 
merced  del  contrario  el  trono  de  sus  mayores.  Napoleón  por 
su  parte  no  perdía  momentos  en  reunir  todos  los  recursos  do 
que  creia  sacar  algún  partido  para  ir  en  busca  del  enemigo; 
106,000  era  el  total  de  las  fuerzas  del  ejército  francés;  el  de 
los  aliados  ascendia  á  214,600.  El  16  de  Junio  fué  el  primer 
encuentro  de  ambos  combatientes,  en  el  cual  quedó  derrotada 
la  izquierda  de  los  aliados  mandada  por  el  General  Blucher, 
dejando  en  poder  del  enemigo  40  cañones ,  seis  banderas  y 
muchísimos  prisioneros  con  22,000  muertos.  Decidióse  Na- 
poleón á  atacar  el  17  á  W*)llington  ,  que  mandaba  la  derecha, 
mas  consideró  que  las  fuerzas  de  este  eran  superiores  á  las 
suyas,  y  se  detuvo  hasta  el  18  que  llegase  Grouchi,  que  iba  en 
persecución  de  Blucher.  Cayó  el  parte  que  mandaba  á  este 
con  aquella  orden  en  manos  de  unas  partidas  sueltas  de  alia- 
dos que  vagaban  por  aquellas  inmediaciones.  Napoleón  con 
60,000  franceses  y  240  cañones  atacó  á  los  ingleses  en  los 
campos  de  Wat4^rlóo;  pero  en  vez  de  Grouchi  acudió  Blucher 
con  30,000  hombres  á  reforzar  los  90,000  que  componían  el 
ejército  de  Weltin^on:  entró  la  confusión  á  los  franceses; 
Soult  dijo  á  Napoleón:  huid,  señor,  que  harto  felices  son  ya 
nuestros  contrarios.  Marchó  á  París  y  después  de  ponerse 
bajo  la  protección  do  la  Inglaterra  fué  conducido  á  la  isla  de 
Santa  Elena,  donde  murió.  Por  decreto  de  29  de  Mayo  de 

TOMO  I.  SS 


—  340  — 

1B15  restableció  la  compañía  de  Jesús.  Casó  D.  Fernando 
con  doña  María  Isabel  de  Braganza,  y  su  hermano  D.  Garlo» 
con  doña  María  Francisca  de  Asts,  hijas  ambas  de  D.  Juan^ 
Príncipe  del  Brasil  y  Regente  de  Portugal  en  28  de  Setiem- 
bre de  1816.  Murió  el  Infante  D.  Antonio  de  pulmonía  en  20 
de  Abril  de  1817  á  los  61  años  de  edad.  En  30  de  Mayo  de 
1817  estableció  á  propuesta  de  D.  Martin  Garay,  Ministro  de 
Hacienda,  una  «nuevay  general  contribución,  insertándose  en 
el  decreto  cuatro  bulas  pontificias  que  autorizaban  la  imposi-» 
cion  de  subsidios  eclesiásticos:  murió  la  Reina  doña  Isabel  el 
26  de  Diciembre  de  1818.  En  1819  fallecieron  D.  Garlos  IV 
y  doña  María  Luisa,  esta  en  Roma  el  2  de  Enero  y  aquel  en 
Ñapóles  el  19  del  mismo;  sus  cuerpos  fueron  trasladados  al 
panteón  del  Escorial.  En  11  de  Junio  tuvieron  lugar  las  bodas 
del  Infante  D.  Francisco  con  doña  Luisa  Garlota ,  hija  del 
Duque  de  Galabria,  heredero  del  Reino  de  las  Dos  Sicilias,  y 
de  doña  María  Isabel,  hermana  de  Fernando,  cuyos  contratos 
matrimoniales  se  otorgaron  en  Madrid  á  12  de  Octubre  de  1818. 
Eligió  el  Rey  D.  Fernando  para  esposa  á  doña  María  Josefa 
Amalia  de  Sajonia,  hija  del  Príncipe  Maximiliano^  verificán- 
dose el  otorgamiento  de  la  escritura  de  contratos  matrimonia- 
les el  14  de  Setiembre  de  1819,  y  el  21  ala  venida  de  la  Reina 
se  efectuaron  los  esponsales  y  celebraron  las  velaciones.  Decre- 
ti;  gracias  y  exenciones  á  los  que  se  dedicasen  á  la  construc- 
ción de  canales  de  riego  y  al  rompimiento  de  terrenos  incultos. 
Habia  D.  Fejrnando  calmado  la  sedición  en  la  mayor  parte  de 
los  dominios  de  las  colonias  americanas  á  su  vuelta  á  España; 
pero  todos  los  medios  para  apagar  la  insurrección,  cuando 
esta  con  energía  volvió  á  levantar  su  cabeza,  fueron  inútiles. 
Creó  D.  Femando  la  célebre  orden  americana  de  Isabel  la 
Católica  para  premiar  á  los  que  se  distinguían  con  las  armas 
en  la  maneen  aquellas  colonias,  para  los  jefes  de  las  juntas  y 
secretaría  del  despacho  universal  de  Indias,  y  para  tener  afec- 
tos á  sus  derechos  ó  sistema  á  los  naturales  de  aquellas.  Esta 
fué  su  creación  que  después  ha  venido  á  hacerse  tan  comnn. 
Emancipóse  casi  todo  el  vireinato  de  Garacas  con  la  victoria 


—  541  — 

de  Carabobo:  igual  suene  cupo  á  Quilo  en  1822  á  consecuen- 
cia de  la  batalla  de  Piduincha,  y  Méjico  alcanzó  su  completa 
independencia  en  este  año  por  la  ambición  del  Coronel  do^ 
Agustin  Itúrbide.  Acabóse  la  dominación  española  en  el  nue- 
vo mundo  con  la  batalla  de  Ayacucho  dada  en  9  de  Diciem- 
bre de  1824.  Murió  la  Reina  doña  María  Josefa  Amalia  en  17 
de  Mayo  de  1829:  casó  en  terceras  nupcias  con  doña  María 
Cristina  de  Borbon^  hija  de  los  Reyes  de  Ñapóles,  en  Madrid 
á  11  de  Noviembre  del  mismo  año.  Restableció  la  pragmática 
sanción  de  1789,  derogatoria  del  auto  acordado  en  1713,  que 
introdujo  en  España  la  sucesión  agnaticia.  En  24  de  Julio  del 
mismo  año  1830  mandó  la  observancia  del  nuevo  Código  de 
comercio  en  todos  sus  dominios:  celebró  en  el  mismo  un  con- 
venio con  el  Gran  Señor  por  el  que  permilia  este,  mediante  el 
pago  de  cierto  derecho  por  el  tránsito  del  canal  de  Constanti- 
nopla,  comerciar  ú  los  buques  mercantes  españoles.  En  este 
año  hubo  la  lucha  entre  el  pueblo  francés  y  su  Monarca,  que 
terminó  con  las  armas,  siendo  tres  dias  suficientes  para  deci- 
dirse la  contienda,  quedando  la  dinastía  Borbónica  confun- 
dida entre  sus  ruinas,  sobre  las  que  se  levantó  la  nueva  rama 
de  Orleans.  En  10  de  Octubre  de  1830  nació  doña  María  Isa- 
bel Luisa,  que  á  la  sazón  ocupa  el  trono  de  San  Fernando^  y 
en  30  de  Enero  de  1832  nació  doña  María  Luisa  Fernanda, 
Infanta  de  España,  casada  en  10  de  Octubre  de  184G  con  An- 
tonio María  Felipe  Luis  de  Orleans,  Duque  de  Montpensier, 
que  nació  en  31  de  Julio  de  1824,  de  cuyo  matrimonio  son 
hijos  María  Isabel  Francisca  de  Asís,  Infanta  de  España,  que 
nació  en  21  do  Setiembre  de  1848,  doña  María  Amalia 
Luisa  Enriqueta,  Infanta  de  España,  que  nació  en  28  de 
Agosto  de  18ol;  doña  María  Cristina  Francisca  do  Paula,  In- 
fanta de  España,  que  nació  en  29  de  Octubre  de  1852;  y  doña 
María  de  Regla,  Infanta  de  España,  que  nació  en  8  de  Octu- 
bre de  1856.  Puso  el  Rey  en  manos  de  su  esposa,  durante  su 
convalecencia,  las  riendas  del  Estado:  concedióse  un  indulto 
á  los  que  yacian  en  las  prisiones;  ordenóse  para  el  18  de  Oc- 
tubre la  apertura  de  las  universidades,  y  ahriéronse  las  pucr- 


—  342  — 

tas  de  la  patria  para  los  que  gemían  en  la  emigración.  Los  de- 
fensores de  D.  Carlos  acudieron  á  la  guerra,  y  D.  Femando, 
que  había  vuelto  á  encargarse  del  régimen  de  la  nación,  man* 
dó  pasase  su  hermano  D.  Garlos  i  Portugal  con  simulado 
pretesto.  Creyó  oportuno  jurará  la  tierna,  Isabel  como  Prin- 
cesa de  Asturias,  lo  que  se  celebró  en  20  de  Junio  de  1833  en 
el  monasterio  de  San  Gerónimo  del  Prado.  Un  fuerte  ataque 
de  aplopegía  en  la  tarde  del  29  de  Setiembre  puso  fin  á  la  vida 
del  Monarca  á  los  49  años  de  edad  y  24  de  so  reinado,  nom- 
brando en  su  última  disposición  tutora  y  curadora  de  sus  bi- 
jas y  Gobernadora  del  Reino ,  durante  la  menor  edad  de  la 
Reina,  á  su  esposa  doña  María  Cristina  de  Borbon.  Fué  se- 
pultado en  el  panteón  del  Escorial. 

91. 

Doña  Isabel  II  (Q.  D.  G.),  Reina  católica  de  España,  nació 
en  Madrid  en  10  de  Octubre  de  1830;  fué  proclamada  en  29 
de  Setiembre  de  1833,  y  casada  en  10  de  Octubre  de  1846 
con  D.  Francisco  de  Asis  María,  Infante  de  España,  que  na- 
ció en  13  de  Mayo  de  1822,  y  fué  declarado  Rey  en  10  de  Oc- 
tubre de  1846,  de  cuyo  ilustre  y  feliz  enlace  nació  el  escelso 
D.  Alfonso  Francisco  Pelayo  Fernando  Pío  Juan  de  María  de 
la  Concepción  Gregorio,  Príncipe  de  Asturias,  en  28  de  No- 
viembre  de  1857,  y  doña  María  Isabel  Francisca  de  Asis  Críe- 
lina  Francisca  de  Paula  Dominga,  Infanta  de  España,  en  20 
de  Diciembre  de  1851. 


DICCIONARIO 

HISTÓRICO,    GENEALÓGICO  Y    HERÁLDICO. 

ABAD 


O  ABADES. 


Jl  ARTE  concisa  es  de  la  Corona  y  Monarquía  de  España, 
el  M.  N.  y  M.  L.  Señorío  de  Vizcaya ,  pues  en  todos 
siglos  fué  el  corazón  de  la  dilatada  provincia  de  Canta- 
bria, que  comenzando  desde  el  Oriente,  por  la  parte  de 
los  obispados  de  Bayona  y  Burdeos,  se  estendia  por  la 
del  Poniente  por  mar  y  tierra ,  hasta  frisar  en  Galicia, 
en  cuyo  cantábrico  distrito  estaban  las  provincias  de 
Guipúzcoa,  Vizcaya  y  sus  Encartaciones,  provincia  de 
Álava,  territorio  de  Ayala,  la  Rioja,  Merindad  y  provincia 
de  Bureba,  gran  parte  de  Castilla  la  Vieja,  á  los  que 
los  muy  antiguos  llamaron  Baceos,  y  las  montañas  de 
Asturias  de  Santillana  y  Oviedo,  cuyas  peñas  besa  el 
Océano. 

Todas  las  gloriosas  memorias  de  estas  provincias,  es- 
parcidas en  tantos  anales  de  las  edades,  se  deben  al 
mencionado  M.  N.  y  M.  L.  Señorío  de  Vizcaya,  por 
haber  conservado  en  todos  siglos  el  valor  y  proezas  de 
sus  mayores,  y  la  antigua  nobleza  y  fidelidad  insepara- 
ble, cuyas  prendas,  sin  desautorizar  la  veneración  que 
se  debe  á  las  demás  provincias ,  merecen  inmortales 
aplausos  en  las  historias. 


—  344  — 

Fué  el  M.  N.  y  M.  L.  Senorio  de  Vizcaya  el  qae 
con  su  geDte  poso  eo  espanto  y  admiración  á  todo  el 
mundo ,  porque  ni  los  fuertísimos  Wándalos ,  Suevos, 
Alanos  y  Godos,  ni  los  Romanos  con  todo  su  poder,  ni 
después  los  moros  ni  nación  alguna  le  pudo  penetrar  ni 
vencer;  causa  porque  la  nobleza,  fidelidad,  esplendor 
y  gloria,  que  en  los  principios,  gozó  en  general  toda 
España,  por  haber  sido  pobbda  por  los  descendientes 
(le  Tubal,  nielo  del  Patriarca  Noé ;  obscurecida  y  perdi- 
da después  con  las  avenidas  de  bárbaras  gentes  estra- 
ñas,  que  la  invadieron,  turbaron  y  entraron  con  muchas 
jiuerras,  siempre  se  conservó  indemne  en  el  M.  N.  y 
M.  L.  Senorio  de  Vizcaya,  por  la  fortaleza  y  constancia 
de  sus  esforzados  héroes,  que  hicieron  invicta  resisten- 
cia, y  no  les  tocó  esta  peste  é  inundación,  por  lo  qne 
todos  los  vizcainos  desde  su  principio  no  son  hidalgos 
por  privilegios  de  señores  Reyes,  sino  que  ab  inilio  por 
serlo  su  sangre,  lo  son,  que  es  mas  que  hijos*dalgo. 

Hicieron  tanto  aprecio  los  valerosos  vizcainos  de  so 
primera  sangre,  que  es  digno  de  atención;  pueshabien* 
do  sucedido  la  infeliz  pérdida  de  esta  Monarquía,  por  su 
último  Rey  Godo  D.  Rodrigo  el  año  714,  por  la  que  los 
moros,  victoriosos  llegaron  á  subyugarla;  el  haberse 
mantenido  los  citados  vizcainos  hasta  el  de  919  libres 
do  saje.!Íon  á  ningún  Principe ,  gobernándose  ellos  por 
si  solos ,  defendiendo  á  sus  tres  provincias  de  las  inva- 
siones enemigas  y  dando  ayuda  á  los  Reyes  cristianos  de 
Asturias  y  Navarra ,  como  lo  refiere  la  historia  vieja,  que 
hizo  recopilar  el  Rey  Teobaldo  de  Navarra,  donde  dice: 
que  los  vizcainos  desde  la  pérdida  de  España,  sustenta- 
ron la  guerra  con  los  moros  fronterizos  de  Navarra  y 
Álava  198,  sin  ayuda  de  otras  gentes,  hasta  que  después 
empezó  á  guerrear  por  los  años  912  el  gran  Iñigo  Aris- 


—  345- 

ta,  primer  Rey  de  Navarra,  en  qaien  se  confederaron 
y  juntaron  los  vizcaínos,  y  se  continuó  la  guerra,  ganan- 
do y  restaurando  las  tierras  perdidas,  echando  de  ellas 
á  los  moros ;  y  no  solo  en  el  intermedio  de  este  tiempo 
defendieron  los  referidos  sus  provincias ,  sino  que  tam- 
bién ayudaron  al  Infante  D.  Pelayo  y  i  sus  sucesores  en 
sus  conquistas ;  redundando  de  esto ,  gozar  aquella  no- 
bilísima nación  la  gloría  de  ser  los  primeros  recup^ 
radores  de  esta  católica  Monarquía. 

Fundaron  los  ilustrisimos  vizcaínos  sus  casas  solares, 
que  hoy  son  de  mucha  antigüedad,  cuya  gloria  deben 
sus  descendientes  á  los  ínclitos  progenitores:  consér- 
vanla  aquellos  para  dar  ii  entender  lo  que  decia  Tulio: 
que^e  debía  mas  al  conservador,  que  al  que  fundaba  ó 
erigía:  manteniéndola  con  tan  incomparable  fortaleza, 
que  ni  la  mas  leve  afección  de  nación  estraña  ha  hecho 
asiento  en  ellas,  preservándolas  del  contagio,  que  pu- 
diera afearlas  en  un  solo  átamo,  que  no  fuese  de  su  no- 
bleza y  cristiana  religión,  después  que  esta  alumbró  á 
aquella  región,  sirviendo  las  soberbias  peñas  y  enrisca- 
dos escollos  donde  están  fundadas,  de  recias  y  fuertes 
conchas  para  conservarlas ,  y  que  no  sean  ofendidas  ni 
abstraídas  del  lugar  donde  fueron  formadas  en  su  primi- 
tivo ser. 

Estas  ilustres  casas  y  solares,  las  mas ,  se  conocen 
por  palacios,  que  es  tanto  como  decir,  casas  Infanzonas, 
ó  libres  por  sus  propias  hazañas  y  sangre;  siendo  de  ad- 
mirar que  antiguamente,  con  estar  abstraídos  estos  pala- 
cios de  la  jurisdicción  de  los  Reyes  de  Navarra ,  tenían 
llamamiento  y  voto  en  las  Cortes  de  dicho  reino,  como 
consta  de  antiguas  memorias ;  evidenciándose  de  lo  re- 
ferido la  gran  autoridad  que  se  supieron  merecer  estas 
insignes  casas,  de  las  cuales  el  mayor  blasón  es  conocer-* 


-  346  - 

se  por  deadas  onas  de  las  otras »  ¿  interesadas  en  qoos 
mismos  triunfos,  qae  tienen  tan  afianzados  y  perpetuados 
en  la  propagación  de  su  antiguo  idioma ,  primitifos  tn* 
jes,  originarias  leyes  y  costumbres,  que  no  bao  bastado 
para  interrumpir  tanta  diversidad  de  naciones  que  bao 
dominado  esta  Monarquía. 

Vizcaya,  una  de  las  tres  provincias  exentas,  entendi- 
da comunmente  por  el  Señorío,  esti  situada  entre  la  de 
Guipúzcoa ,  la  de  Álava  y  montañas  de  Laredo  y  siete 
Merindades  de  Castilla  la  Vieja;  sus  últimos  términos 
por  esta  parte  fueron  y  son  las  Encartaciones  y  logares 
adheridos  á  ellas;  por  la  de  Laredo,  los  de  Limpias  y 
CoHndres,  con  quienes  confinan  bicia  la  costa  del  mar; 
por  la  de  las  Merindades  de  Castilla,  el  valle  de  Carran- 
za y  villa  de  la  Nestosa,  fundada  en  el  territorio  de  ellas 
y  una  de  las  de  Vizcaya ;  y  por  el  Norte  el  mar  Océaao 
cantábrico:  constituian  el  todo  de  esta  provincia  diferen- 
tes partidos  ó  merindades,  anteiglesias,  repúblicas.  Ta- 
lles y  concejos,  compuestos  de  casas  y  caseríos  apartados 
unos  de  otros,  sin  que  tuviesen  en  los  primitivos  tiempos 
villas  muradas  ó  cercadas,  por  cuya  razón  se  llamó  tierra 
llana,  tanto  la  del  condado  como  la  de  las  Encartaciones: 
sus  naturales  imitaban  á  los  Sichenistas  en  juntarse  al  pié 
de  un  árbol  para  elegir  Señor  que  los  gobernase,  á  di- 
ferencia, que  estos  lo  hacian  cerca  de  una  encina,  como 
refiere  el  sagrado  testo ,  y  aquellos  bajo  de  un  roble: 
vivian  como  lacedemonios  por  no  tener  leyes  escritas  y 
conservar  en  la  memoria  sus  usos  y  costumbres,  los  qmt 
justificaban  para  la  determinación  de  sus  dudas,  ocurren- 
cias y  discordias:  tenian  sus  hermandades  para  defen- 
derse reciprocamente  de  los  malhechores  y  facinerosos, 
y  los  iban  persiguiendo  de  una  república  á  otra  basta 
echarlos  fuera  de  Vizcaya  según  sus  leyes. 


-«347  — 

El  CoQíIado  Je  Vizcaya  se  compone  de  72  anteigle- 
sias y  21  villas ,  ciudad  y  merindad  de  Durango ,  con 
voz  y  voto  activo  y  pasivo  en  las  juntas  generales  de 
Guernica,  según  el  fuero  nuevo  de  Vizcaya;  habiéndose 
incorporado  la  merindad  de  Durango  á  dicho  Condado  á 
principios  del  reinado  de  D.  Alonso  el  Noble  ó  Bueno  de 
Castilla,  ó  desde  D.  Diego  López  de  Haro,  15  Señor  de 
Vizcaya,  y  desde  entonces  hasta  ahora  ha  tenido  en  sus 
juntas  voz  y  voto  para  el  gobierno  general  y  demás  asun- 
tos á  ¿I  anejos. 

Las  Encartaciones  están  situadas  en  medio  de  las  vi- 
llas de  Hinestrosa,  hoy  Nestosa,  Balmaseda  y  Portugalc- 
te ,  anteiglesia  de  Varacaldo,  que  en  lo  antiguo  fué  de 
ellas  y  se  agregó  después  á  las  otras  del  Condado ,  cu- 
yos cuatro  estremos  son  de  Vizcaya,  y  por  consecuen- 
cia lo  son  las  Encartaciones:  compónense  estas  de  nueve 
valles  ó  repúblicas,  que  son  Carranza,  Trucios,  Arcen- 
tales,  Gordojuela,  Zalla,  antiguamente  Salcedo,  Sopuer- 
ta,  Galdames,  Soroorostro  y  Güeñez,  en  que  está  inclu- 
so el  concejo  de  Santurce ,  y  comprende  en  si  las  tres 
villas  de  Nestosa,  Balmaseda  y  Portugalete,  situadas  en 
los  valles  de  Carranza ,  Zalla  y  Somorostro. 

El  nombre  de  Encartaciones  que  hace  dudar  tanto  y 
en  si  son  parte  principal  de  Vizcaya  ó  adheridos ,  como 
vulgarmente  se  quiere  entender,  le  tomaron  desde  que 
en  tiempo  del  Rey  D.  Alonso  el  Casto,  que  reinó  desde 
el  año  762  hasta  el  850,  su  sobrino  el  Conde  D.  Flabio, 
comunmente  llamado  D.  Rubio  por  algunas  diferiencias 
que  tuvo  con  el  Rey ,  huyó  de  la  Corte  y  se  retiró  á  Viz- 
caya ,  la  cual  antes  y  después  de  la  muerte  del  Rey  don 
Rodrigo  estaba  en  su  libertad  y  de  por  si  sin  reconocer 
á  los  Reyes  de  León  ;  y  contentándose  D.  Rubio  con  el 
valle  de  Salcedo,  hoy  concejo  de  Zalla,  hizo  casa  en  Aran- 


—  348  — 

guti,  lugar  situado  en  la  comprensión  de  dicho  concejo; 
y  habiendo  procedido  el  Rey  conlra  su  sobrino  en  re- 
beldía á  él  y  á  los  demás  leoneses  de  su  facción  que  le 
hablan  acompañado,  los  llamó  por  ediclos  y  como  aban- 
nitos  los  encartó :  este  nombre  latino  significa  en  nues- 
tro castellano  encartado;  y  de  aquí  se  deriva  el  nombre 
de  Encartaciones,  que  tomaron  aquellos  nue?e  ?alles  por 
haber  mantenido  y  defendido  bajo  su  asilo  y  protección 
á  los  que  á  ellos  se  acogieron  y  refugiaron,  anteponién- 
dole por  memoria  de  esta  gloria  á  su  antigua  denomina- 
ción de  Señorío  de  Vizcaya. 

Sirva  de  justificación  para  lo  espresado  el  conoci- 
miento que  tuvo  el  César  D»  Carlos  Y  de  Alemania  y  pri- 
mero de  España  de  la  preservada  nobleza  del  referida 
Señorío  de  Vizcaya»  pues  deseando  que  permaneciese 
siempre  como  hasta  aquel  tiempo,  sin  mezcla  de  otra 
sangre  que  bajase  ni  minorase  los  quilates  subidos  de 
aquel  acendrado  valor,  mandó  por  su  Real  cédula  dada 
en  Valladolid  á  13  de  Julio  de  1527,  que  en  la  citada 
parte  no  se  admitiese  por  vecino  ni  se  diese  domicilio,  ¿ 
quien  primero  no  probase  y  verificase  ser  hijo-dalgo 
notorio  de  sangre,  en  confirmación  del  acuerdo  que  el 
mismo  año  hizo  el  espresado  Señorío  en  su  junta  gene- 
ral, que  celebró  en  la  villa  de  Cestona,  sobre  la  misma 
prohibición  de  vecindad  á  todas  las  personas  que  en  e' 
término  de  seis  meses  no  justificasen  concurrir  en  ellas 
las  mencionadas  calidades,  cuyos  requisitos  ó  ¡lustres 
dictámenes  no  solo  afirman  su  antigua  nobleza,  sino  que 
la  realzan  y  dan  dignísima  estimación  á  sus  familias  y 
casas  solariegas;  y  entre  las  interesadas  en  tanta  anti- 
güedad, origen  tan  ilustre  y  progresos  tan  señalados,  se 
halla  la  del  noble  linaje  de  Abad  ó  Abades  que  todo  es 
uno,  sita  en  el  valle  de  Gordejuela  de  las  Encartaciones 


—  349- 

dc  dicho  Señorío,  donde  sus  hijos  tienen  su  casa  solar  y 
son  descendientes  de  Castro  Abad,  como  asimismo  funda- 
dores de  los  solares  secúndanos  de  Treviño ,  en  la  ante- 
iglesia de  Marín,  llamada  Santa  María,  que  está  en  el  vallo 
real  de  Leniz  de  aquella  provincia,  del  de  la  anteiglesia 
de  Dima  en  la  villa  de  Guevara  y  del  de  las  montañas  de 
Burgos  en  el  lugar  de  Huermeces,  de  donde  fué  doña 
Melchora  Abad,  que  casó  con  D.  Francisco  Pérez,  ambos 
naturales  do  Escaray  y  so  aldea  de  Turiza,  padres  de  don 
Andrés  Pérez  Abad ,  natural  de  dicha  villa  de  Escaray, 
provincia  y  arzobispado  de  Burgos,  el  cual  casó  con 
doña  Sinforosa  de  Urizarna,  y  procrearon  al  Excmo.  se- 
ñor D.  Julián  Aquilino  Pérez  Urizarna,  caballero  gran 
cruz  de  la  orden  americana  de  Isabel  la  Católica  y  de  la 
Real  y  distinguida  de  Carlos  III,  Consejero  real  de  agri- 
cultura. Señores  del  Reino  y  Diputado  del  cuerpo  co- 
legiado de  hijos-dalgo  de  Madrid.  El  D.  Andrés  Pérez 
Abad  y  sus  hermanos  ganaron  real  ejecutoria  en  la  Chan- 
ctlleria  de  Valladolid  á  23  de  Febrero  de  1808,  refren- 
dada por  D.  Manuel  de  Estrada  y  mandada  escribir  por 
D.  Pedro  de  Zarandona  y  Balboa,  secretario  de  la  cámara 
de  S.  M,  por  mandado  y  acuerdo  del  señor  juez  mayor  de 
Vizcaya,  obedecida  y  cumplimentada  en  la  villa  de  Es- 
caray  á  25  de  Abril  de  dicho  año  y  publicada  en  l.'^  de 
Mayo  siguiente,  hallándose  congregado  el  Ayuntamiento 
y  vecinos  según  costumbre ,  quedando  copia  por  testi- 
monio en  el  archivo  del  mismo  el  dia  dos,  según  certi- 
ficó el  escribano  D.  Basilio  de  Mata. 

D.  Martin  Fernandez  Abad ,  llamado  de  Calagurra, 
descendiente  de  esta  casa  y  tronco,  pasó  á  la  conquista 
de  Aurelia,  cuyos  términos  confinaban  con  los  complu- 
tenses por  Perales,  Tielmes  y  Caravana,  donde  era  y  es 
raya  el  rio  Tajuña ;  y  con  los  Oretanos  á  la  parte  de  Gua- 


—  350  - 

danía,  por  entro  Ocaña  y  Villarubia,  donde  fundó  rama 
y  fueron  heredados  sus  nietos  D.  Martin  Fernandez  Abad, 
Señor  áe  Castellanos,  población  en  lo  que  ahora  se  dice 
Vega  de  Colmenar,  que  con  otros  puso  en  riego  las  tier- 
ras de  Aranjuez,  y  D.  Sancho  Abad  en  Ocana.  Tuvo  por 
hijos  D.  Martin,  á  D.  Fcrnand:>,  Comendador  mayor  y 
á  D.  Rodrigo,  padre  de  D.  Gonzalo,  doña  Estefanía  y 
doña  Sancha.  Tuvo  también  por  primo  á  D.  Martin  Abad, 
primer  Chanciller  de  Castilla,  de  los  Ricos-hombres,  el 
cual  fué  padre  de  D.  Fernán  y  D.  Juan  Abad.  Igualmen- 
te fué  su  hermano  D.  Martin ,  Rico-hombre  de  Castilla 
en  1167,  y  sobrinos  D.  Fernando  Martinez  de  Fita,  Al- 
caide de  Toledo ,  Comendador  mayor  del  Reino  y  lla- 
mado Vice-maestre  en  1^04,  y  D.  García  Martinez  de 
Cerezo  que  fué  mayordomo  de  la  Reina  doña  Leonor, 
sucesor  de  sus  primos  D.  Martin  González  de  Contreras 
y  doña  Marta  Gutiérrez.  Pobló  D.  Pedro  las  seis  leguas 
de  Vega  del  Tajo,  desde  la  junta  con  Jarama  hasta  Albo- 
her,  que  después  se  llamó  Villamanrique,  cuya  iglesia  se 
titula  Nuestra  Señora  de  Alboher:  esto  y  donde  están 
Chinchón,  Colmenar  y  Belmonte  ó  Pozuelo  de  Belmon- 
te  comprendia  la  rinconada  de  Perales.  D.  Martin  Abad, 
sobrino  de  D.  Pedro,  era  mirado  por  el  Rey  como  pa- 
riente, por  ser  hermano  de  su  tia  la  Infanta  doña  Este- 
fanía ,  y  quiso  que  entre  los  dos  fuese  puesta  la  prime- 
ra piedra  para  la  fundación  del  convento  Cisterciense. 

Dicho  D.  Marlin  pasó  á  Aragón,  donde  fundó  en  el 
valle  de  Tena,  montañas  de  Jaca,  casa  solariega,  cuyos 
descendientes  fundaron  otras  secundarias  que  espresare- 
mos á  continuación. 

Palmerio  Abad,  fundó  la  de  Sicilia  en  tiempo  del 
Rey  D.  Pedro  III  de  Aragón,  aunque  hay  autores  que 
dicen  vienen  los  de  Italia  de  los  Tróvanos.  Fueron  se- 


^ 


—  351  — 

ñalados  los  servicios  que  prestó  su  descendiente  el  capi- 
tán D.  Pedro  Abad,  que  murió  en  Ñapóles  habiendo 
ocupado  distinguidos  empleos  del  real  servicio. 

Sirvió  en  las  conquistas  del  Reino  de  Valencia  con 
gran  satisfacción  de  D.  Jaime  I  de  Aragón,  llamado  el 
Batallador.  D.  Pedro  Abad,  capitaneando  un  tercio  de 
tropas  con  que  contribuyó  á  ellas  el  Abad  y  monjes  del 
monasterio  de  Ripoll:  adquirió  tantos  haberes  que  le 
hicieron  opulento.  Fué  de  los  ganadores  de  la  villa  de 
Alcoy  en  1355,  donde  quedó  heredado,  estendiéndose 
sus  descendientes  á  la  villa  de  Muro,  de  quienes  proce- 
de el  hacendado  D.  José  Abad,  padre  de  D.  Santiago  y 
D.  Pascual  Abad:  á  la  ciudad  de  Játiva  donde  poseía  el 
mayorazgo  de  esta  casa  D.  Antonio  Abad,  hermano  del 
antedicho  D.  José,  que  le  heredó  por  no  tener  hijos;  á 
EIda  y  Novelda  en  cuya  última  población  tienen  su  capi- 
lla y  entierro  con  un  beneficio  que  se  ha  de  proveer  en 
los  de  este  linaje  y  calle  que  se  llama  de  los  Abades  en 
memoria  de  haber  sido  los  principales  que  la  poblaron. 

Gonzalo  Abad  fundó  la  rama  de  las  Asturias,  pasan- 
do sus  descendientes  al  Burgo  llamándose  González  Abad. 

De  la  casa  troncal  procede  también  la  rama  de  Gra- 
nada junto  á  Guadix,  y  la  de  Escobar,  de  la  que  fué  do- 
ña María  Abad,  que  casó  con  D.  Pedro  Francisco,  padres 
de  D.  Santiago  Francisco ,  casado  con  doña  Catalina  de 
Vega,  padres  de  D.  Manuel  Francisco  de  Vega,  que  casó 
en  Madrid  con  doña  Maria  Diez  de  Abastos ,  natural  de 
esta  villa,  padres  de  D.  Blas  Francisco  y  D.  Juan  Fran- 
cisco Abad,  bautizados  en  la  iglesia  parroquial  de  San  Gi- 
nés.  De  esta  misma  casa  fué  fray  Matías  Abad,  religio- 
so de  San  Francisco  de  la  ciudad  de  Cartagena,  en  cuya 
capilla  mayor  se  conservan  sus  huesos  con  reverencia, 
por  haber  sido  martirizado  por  los  indios  del  Choco 


-3»9  — 

caando  cnlró  á  su  redacción  espiritaral  en  San  Fran- 
cisco de  Atrato ,  distrito  de  la  ciudad  de  Anlioqnia  en 
1650;  era  nataral  de  Santander  en  la  villa  de  Cueto 
del  Arzobispado  de  Burgos,  hijo  legitimo  de  Toribio 
Abad  y  de  Catalina  de  la  Higuera. 

Igualmente  salió  de  esta  casa  troncal  D.  Tomás  Abad, 
que  casó  con  doña  María  Pérez  Cordero,  y  fué  padre 
en  la  ciudad  de  Mariquita  de  Nueva  Granada ,  de  doña 
Tomasa  Abad ,  que  casó  con  el  Capitán  D.  Sebastian 
Pretel,  padres  de  doña  Ana  Maria,  que  casó  con  don 
Sebastian  de  Paslrana,  padres  de  doña  Tomasa  Pastra- 
na.  Su  hermano  D.Juan  Abad,  que  casó  con  doña  Ma- 
ría Félix  Valienle  también  pasó  á  aquellas  conquistas, 
y  fueron  padres  de  dona  Luisa  Abad,  que  casó  en  Ci- 
mite  con  D.  Juan  García  Cabrejo,  avecindándose  en  Santa 
Fé,  donde  murió  en  1652,  dejando  por  hijos  á  doña 
Juana,  mujer  de  D.  José  Salgado;  á  doña  Beatriz,  mon- 
ja de  Santa  Clara ;  á  D.  Juan ;  á  D.  Pedro,  y  á  don 
Luis,  de  quienes  hay  allí  sucesión. 

De  la  casa  de  Granada  y  Córdoba,  que  es  una  mis- 
ma, y  de  su  villa  de  Montero,  salió  también  á  aquellas 
conquistas  Pedro  de  Abad ,  que  casó  con  doña  Fran- 
cisca Orliz,  el  cual  fué  hijo  legítimo  deD.  Pedro  Abad 
y  de  doña  Maria  Sánchez  \a  Molina ,  y  engendró  á  Juan 
y  Francisco  Abad  ,  según  su  testamento  de  1612  en 
el  que  declara  tener  también  por  hijo  nataral  á  Pedro 
Gregorio  ,  y  de  ellos  descienden  los  de  allí. 

ARMAS  de  las  casas  solares  del  tronco    de  este  ape- 
llido en  Vizcaya  y  toda  Cantabria. — En  campo  gales  un 
castillo  de  oro  con  puertas  y  ventanas  azures,  bordara 
de  oro  Y  con  letras  do  azur  este  mote:  «Castro  Abad, n 
las  mismas  que  conservan   los  de  Aragón  y  Asturias. 

Los  de  las  montañas  de  Jaca  y  lugar  de  Barca  Po- 


-553  - 

llera  traen  en  campo  a^or  tres  estrellas  de  oro  en  trián- 
gulo menor  con  ocho  puntas  cada  una,  y  sobre  la  alta 
menguante  de  oro. 

Los  de  Valencia  y  el  Puig  que  son  unos  mismos,  traen 
en  campo  azur  un  perro  al  natural ,  según  les  conce- 
dió D.  Jaime  I. 

Los  de  Alcoy ,  Muro,  Jitíva,  Elda  y  Novelda  con  los 
de  Andalucía  y  América,  usan  en  campo  azur  un  león 
rampante  de  oro ,  surmontado  de  tres  medias  lunas  de 
plata,  puntas  abajo,  la  de  en  medio  mas  alta. 

Los  de  las  dos  Sicilias  tienen  escudo  azur  con  una 
garra  de  león  de  oro  entre  tres  estrellas  del  mismo  me- 
tal, una  á  cada  lado  y  otra  en  jefe. 

Grupos  son  de  esta  casa  troncal  y  sus  ramas  el  Illmo. 
Señor  D.  Celestino  Mas  y  Abad,  Diputado  á  Cortes  por 
el  séptimo  distrito  de  Barcelona,  y  Gobernador  de  la 
provincia  de  Alicante;  el  Illmo.  Señor  D.  Pedro  Abades 
y  Soto,  Diputado  á  Cortes  por  Lérida  y  oficial  segundo 
primero  de  la  Secretaría  de  Estado  y  del  Despacho  Uni- 
versal de  la  Guerra ;  el  Illmo.  Señor  D.  José  Freiré  de 
Andrade  y  Abad,  Marqués  de  San  Marcial,  creado  en 
1834;  el  Illmo  Señor  D.  Teótimo  Abad  y  Escudero,  Ba- 
rón de  la  Torre  de  Arias,  titulo  creado  en  1790;  don 
José  Ayuso  y  Abad, -segundo  Comandante  ,  Teniente  Co- 
ronel graduado  del  segundo  batallón  que  se  creó  en  31 
de  Marzo  de  1837  del  regimiento  de  Cuba  número  7; 
D.  Manuel  Abad,  Capitán  de  fragata  desde  1854,  y  Co- 
mandante de  la  provincia  de  Tortosa ;  D.  Fidel  Abad  y 
Manchero,  segundo  Comandante  del  primer  batallón  de 
Luchana  número  28,  y  Teniente  Coronel  graduado. 


AB  ALOS , 


IVALOS.    DáTUOS    O   DÁBALOS. 


U«  Rui  López  de  Haro ,  tercer  Seíiur  ue  la  Guardia, 
tuvo  por  hijos,  de  sa  mujer  doña  Sancha  Jufre  Tenorio 
á  D.  Lope  Ruiz  y  ¿  D.  Sancho  Ruis  de  Baeza,  de  quien 
procede  esta  casa  y  familia  de  Abalos,  el  cual  fué  Caba- 
llero de  la  Banda  y  casó  con  doña  Mencia  Dábalos ,  Se- 
ñora de  esta  casa,  cuya  antigüedad  es  de  las  mas  ilustres, 
porque  siendo  Procónsul  en  España  por  el  Senado  Ro- 
mano Marco  Atilio  Régulo  dedicó  un  padrón  eo  Cala- 
borra  á  Sancho  Dibalos  Calagurritano;  la  cual  fué  hija 
de  D.  Lope  Fernandez  Dábalos,  Alcaide  de  Ubeda,  y  la 
varonía  de  este  Caballero  provenia  también  de  la  de  los 
Señores  de  Vizcaya  por  D.  García  Iñiguez,  progenitor 
de  las  primeras  sucesiones  de  esta  casa  de  Avales,  hijo 
de  D.  Iñigo  López,  séptimo  Señor  de  Vizcaya,  y  Conde 
por  la  gracia  de  Dios,  y  Señor  también  de  Durango  y 
Nájcra ,  y  de  su  mujer  doña  Toda  Ortiz.  D.  Sancho  y 
doña  Mencia  tuvieron  por  hijo  y  sucesor  á  D.  Rui  López 
Dábalos,  Señor  de  esta  casa,  padre  de  D.  Diego  López 
Dábalos,  que  lo  fué  de  D.  Rui  López  Dábalos,  á  quien 
el  Rey  D.  Enrique  111  »lió  el  mayor  valimiento,  siendo  su 
Camarero  mayor ,  Adelantado  mayor  de  Murcia ,  Conde 
de  Rivadeo,  Señor  de  las  villas  de  Colmenar,  Arenas,  La- 
brada, Castil  de  Sayuela,  Candeleda,  Arcos,  Arjona,  la 
Higuera  y  otras,  y  Gran  Condestable  de  Castilla;  celebró 
tres  matrimonios:  el  primero  con  doña  María  Gutiérrez 
de  Fontecha,  de  quien  tuvo  por  hijos  á  D.  Pedro,  don 
Diego  y  doña  María  Dábalos;  el  segundo  con  doña  Elvira 


—  355  — 

de  Guevara,  hija  de  D.  Pedro  Velez  de  Guevara ,  Señor 
de  Oñate,  y  de  sa  esposa  doña  Maria  de  Ayala,  de  cuyo 
segundo  matrimonio  fueron  hijos  D.  Bellrany  D.  Hernan- 
do» doña  Mencia»  que  casó  con  D.  Gutierre  Manrique, 
primer  Conde  de  Osorno,  y  doña  Constanza  Dábalos,  que 
casó  con  D.  Luis  Maza ;  el  tercero  con  doña  Constanza 
de  Tobar,  hija  de  D.  Sancho  Fernandez  de  Tobar,  Guar- 
da mayor  de  dicho  Rey  D.  Enrique,  y  de  su  mujer  doña 
Teresa  de  Toledo,  y  de  esta  tercera  unión  fueron  hijos 
D.  Iñigo  Dábalos,  D.  Alonso,  que  no  tuvo  sucesión,  y 
D.  Rodrigo  Dábalos,  que  siguió  la  parcialidad  del  Infan- 
te D.  Enrique  de  Aragón,  por  lo  que  perdió  sus  bienes, 
y  habiendo  casado  en  Toledo  con  doña  Mencia  Carrillo, 
tuvo  por  hijos  á  D.  Pedro  Carrillo  Dábalos,  á  doña  Ma- 
rta y  doña  Juana  Dábalos.  También  fueron  hijos  del 
Condestable  D.  Iñigo  y  doña  Leonor  Dábalos.  Fué  el 
Condestable  de  los  héroes  mas  esclarecidos  de  esta  na- 
ción; pero  derribado  del  valimiento  y  empobrecido  por 
la  fortuna,  le  fué  preciso  huir  de  la  saña  de  sus  contra-, 
rios,  retirándose  á  Aragón  con  algunos  de  sus  hijos.  Don 
Pedro  López  Dábalos,  primogénito  del  primer  matrimo- 
nio del  Condestable,  fué  Adelantado  mayor  de  Murcia; 
casó  con  doña  Maria  de  Orozco ,  Señora  de  Tamajon  y 
Manzaneque,  hija  del  Maestre  D.  Lorenzo  Suarez  de  Fi- 
gueroa,  y  de  su  segunda  mujer  doña  Maria  de  Orozco, 
Señora  de  Santa  Olalla,  y  tuvo  por  hijos  á  Rui  López  Dá- 
balos, Regidor  de  Toledo,  y  á  Lorenzo  Dábalos,  Cama- 
rero mayor  del  Infante  D.  Enrique  de  Aragón,  descen- 
diendo por  hembra  de  esta  linea  los  Condes  de  Oropesa 
y  otros.  D.  Diego  López  Dábalos,  segundo  génito  del 
primer  matrimonio  del  Condestable,  casó  en  Toledo  con 
doña  Leonor  de  Ayala,  hija  de  D.  Pedro  López  de  Ayala, 
primer  Señor  de  Fuensalida ,  y  de  su  consorte  doña  El- 

TOMO  I.  23 


—  3S6  — 

vira  de  Castañeda,  y  tavo  por  hijos  i  D.  Rui  López  Dá- 
balos, á  D.  Pedro  Lopee  de  Avala ,  á  Fernán  Pérez  j  á 
Iñigo  López  Dábalos  y  Avala ,  Regidor  de  Toledo,  que 
casó  con  doña  Mencia  Romero  y  fueron  padres  de  doD 
Diego  López  Dábalos,  cuya  mujer  fué  doña  Leonor  Car- 
rillo :  de  estos  hijos  el  D.  Rui  López  Dábalos  casó  con 
doña  María  de  Ayala,  hija  de  D.  Diego  López  de  Ayala, 
Señor  de  Cebolla,  y  tuvo  por  hijo  á  D.  Diego  López  Dá- 
balos, llamado  el  Chiquito,  que  casó  con  dona  Catalina 
de  Aponte,  hija  de  D.  Diego  López  de  Aponte  y  de  su 
esposa  doña  Marquesa  de  Rivera,  y  tuvo  varios  hijos  que 
no  dejaron  sucesión,  y  á  doña  Mencia  Dábalos,  que  le» 
heredó  y  casó  con  Vasco  de  Acuña,  13  de  Santiago, 
nieto  de  Lope  Vázquez  de  Acuña,  Duque  de  Huete.  Don 
Beltran  Dábalos,  primogénito  del  segundo  matrimonio 
del  Condestable ,  cuando  las  persecuciones  de  su  padre 
se  pasó  al  reino  de  Ñapóles,  donde  casado  ilustremente 
tuvo  por  hijo  á  D.  Juan  de  Guevara  y  Avales,  Conde  de 
Potencia,  de  quien  descienden  los  señores  de  este  Esta- 
do. D.  Hernando  Dábalos,  hijo  segundo  del  Condestable 
y  de  doña  Elvira  de  Guevara,  casó  en  Toledo  con  doña 
María  Carrillo  yPalomeque,  hija  de  Alonso  Carrillo  y  de 
doña  Maria  Palomeque,  y  tuvo  por  hijos  áD.  Alonso  Dá. 
balos  y  á  D.  Ruiz  López  Dábalos,  que  casó  con  doña 
Teresa  de  Guevara,  hija  de  D.  Juan  Carrillo  de  Toledo, 
Adelantado  de  Cazorla,  y  de  doña  Teresa  de  Guevara,  y 
tuvo  por  hijos  á  D.  Fernando,  que  no  tuvo  sucesión,  y 
á  D.  Pedro  Velez  de  Guevara  y  Dábalos,  que  antepuso 
el  apellido  materno  y  casó  con  doña  Constanza  de  Ayala 
Dábalos,  hija  de  D.  Diego  López  Dábalos,  Comendador 
de  Mora,  y  de  doña  Isabel  Zapata,  quienes  fundaron  el 
mayorazgo  y  patronato  de  la  capilla  mayor  de  Santa  Fé 
la  real  de  Toledo,  en  que  sucedió  sn  hija  doña  Geróuima 


—  557  — 

de  Abalos,  que  casó  con  D.  Hernando  de  Rivadeneira, 
Mariscal  de  Castilla,  cuya  hija  y  sucesora  fué  doña  Fran- 
cisca, que  casó  con  D.  Juan  Pacheco,  sucedíéndola  su 
hija  doña  Ana  Pacheco ,  mujer  de  D.  Antonio  de  Luna, 
Señor  del  Carrascal,  y  por  su  muerte  se  dividió  entre 
D.  Martín  Ruiz  de  Alarcon  y  la  Condesa  de  Villalba,  por 
auto  del  Consejo  de  i  de  Junio  de  1646;  y  de  su  matri- 
monio fué  hijo  D.  Rui  López  Dábalos,  Caballero  de  San- 
tiago, castellano  de  Plasencia  en  Lombardia  y  Mayordo- 
mo de  la  Reina  doña  Ana  de  Austria ;  casó  con  doña 
Blanca  de  Herrera  Enriquez,  hija  de  D.  Luis  y  do  doña 
María  de  Castilla,  y  de  esta  unión  fué  hijo,  entre  otros, 
D.  Pedro  Dábalos,  Señor  de  los  bienes  de  esta  linea.  Ca- 
ballero de  Santiago  y  castellano  de  Plasencia,  de  cuya 
línea  descienden  los  Señores  de   Ceuti.  D.  Iñigo  López 
Dábalos,  primogénito  del  Condestable  y  de  su  tercera 
esposa,  pasó  á  Aragón  cuando  la  declinación  de  la   for- 
tuna de  su  padre,  donde  sirvió  al  Rey  D.  Alonso  el  Mag- 
nánimo, acompañándole  en  1442  á  la  conquista  de  Ña- 
póles contra  los  del  partido  de  Anjou ,  por  cuyos  servi- 
cios el  Rey  le  creó  gran  Camarlengo  de  aquel  Reino,  y 
le  hizo  merced  de  muchos  de  sus  lugares;  casó  con  doña 
Antonia  de  Aquino,  hermana  de  D.  Francisco  de  Aquino, 
segundo  Marqués  de  Pescara,  hijos  ambos  de  Berardo 
Gaspar  de  Aquino,  primer  Marqués  de  Pescara,  Conde 
de  Loreto,  y  de  su  mujer  doña  Beatriz,  y  de  esta  unión 
tuvo  por  hijos  á  doña  Constanza,  doña  Hipólita,   doña 
Beatriz,  D.  Federico,  D.  Iñigo  y  D.  Alonso:  el  D.  Iñigo 
fué   creado  primer  Marqués   del  Basto,  y  aunque  casó 
con  doña  Laura  de  San  Severino  no  dejó  sucesión:  don 
Alonso  fué  cuarto  Marqués  de  Pescara,  y  segundo  de  los 
Dábalos,  y  en  sucesión  á  su  padre  gran  Camarlengo  del 
reiao  de  Ñapóles;  casó  con  doña  Hipólita,  ó  según  otros 


—  358- 

doña  Diana  de  Cardona,  j  faeron  sus  hijos  D.  Alonso, 
D.  Iñigo  y  D.  Fernando  Francisco,  que  como  primogé- 
nito fué  quinto  Marqués  de  Pescara  y  uno  de  los  mas 
gloriosos  Capitanes  de  su  siglo,  siendo  el  principal  ins- 
trumento de  las  mayores  victorias  que  consiguió  en  Italia 
el  Emperador  D.  Carlos  Y,  coronándolas  todas  con  el 
desprecio  que  hizo  de  la  Monarquía  de  Ñipóles  i  que  le 
querían  encumbrar  los  potentados  de  Italia,  y  aunque 
casó  con  doña  Victoria  Colona  no  dejó  sucesión.  Don 
Alonso  Dábalos,  hijo  segundo  de  D.  Alonso,  el  cuarto 
Marqués  de  Pescara,  sucedió  á  su  hermano  D.  Fernando, 
y  habiendo  muerto  sin  sucesión  su  tío  D.  Iñigo  Dába- 
los fué  también  Marqués  del  Basto  y  Capitán  general  en 
Italia  por  el  Emperador  D.  Carlos  V  y  Gobernador  del 
estado  de  Milán;  casó  con  Layinia  de  la  Róbere,  bija  de 
Guido  Ubaldo,  Duque  de  Ursino,  y  de  su  mujer  Victoria 
Farnese,  y  fueron  padres  de  D.  Fernando  Francisco,  que 
murió  sin  heredar,  y  de  doña  Isabel  Dábalos,  en  quien 
recayó  la  sucesión  de  esta  casa,  cortándose  la  varonía. 
D.  Iñigo  Dábalos ,  hijo  tercero  del  cuarto  Marqués  de 
Pescara  D.  Alonso ,  fué  gran  Camarlengo  del  reino  de 
Ñapóles,  Caballero  del  Toisón  de  Oro,  y  casó  con  su  so- 
brina doña  Isabel  Dábalos,  hija  de  su  hermano  D.  Alon- 
so, por  lo  que  fué  séptimo  Marqués  de  Pescara,  y  tuvo 
por  hijos  á  D.  Alonso,  que  sucedió  á  sus  padres  y  fué  oc- 
tavo Marqués  de  Pescara;  pero  habiendo  fallecido  sin 
sucesión  recayo  en  su  hermano  segundo  y  á  D.  Diego 
Dábalos,  noveno  Marqués  de  Pescara  y  del  Basto,  gran 
Camarlengo  del  reino  de  Ñapóles,  que  casó  con  dona 
Francisca  Carrafa,  hija  de  D.  Gerónimo,  segundo  Prin- 
cipe de  la  Róncela,  y  habiendo  fallecido  en  1667  dejó 
por  hijos  á  D.  Fernando  Francisco  y  áD.  César  Dábalos: 
el  D.  Fernando  Francisco  fué  10  Marqués  de  Pescara  y 


j  —  359  _ 

del  Basto,  y  habiendo  casado  con  doña  Isabel  de  los  Co- 
bos Sarmiento,  hija  de  D.  Manuel  de  los  Cobos,  cuarto 
Marqués  de  Camarasa,  falleció  en  1672,  dejando  por  hijo 
único  á  D.  Diego  Francisco  Dábalos,  1 1  Marqués  de  Pes- 
cara y  del  Basto,  que  falleció  de  tiernos  años  en  1687. 
Sucedióle  su  tio  D.  César  Dábalos,  12  Marqués  de  Pes- 
cara y  del  Basto,  Principe  de  Isernia  y  Grande  de  Espa- 
ña, que  casó  con  doña  Hipólita  Dábalos,  hija  de  D.  Juan 
Dábalos,  Principe  de  Troya,  y  de  su  mujer  y  prima  her- 
mana doña  Julia  Dábalos,  la  cual  tuyo  por  padres  á  don 
Andrés  Dábalos,  Principe  de  Montesarcho,  y  á  doña  Juana 
de  Guevara ,  siendo  una  misma  la  varonia  de  los  Princi- 
pes de  Troya  y  de  los  de  Montesarcho  que  la  de  los  Mar- 
queses de  Pescara. 

Los  de  Murcia  y  Andalucía  tienen  su  descendencia 
de  San  Félix  Dábalos  de  Navarra,  donde  fueron  natura- 
les y  heredados.  Siendo  su  primer  Señor  Guillermo  Ava- 
len., descendiente  de  la  casa  real  de  Inglaterra ,  por  el 
año  901 ,  en  el  reinado  de  D.  Sancho  Abarca ,  al  cual 
hizo  merced  de  la  Sonsierra  de  Navarra ,  donde  fundó 
este  la  casa  y  palacio  Dábalos  como  asimismo  en  Lesa- 
ca,  donde  posee  el  palacio  solar  deZabaleta  D.  Juan  José 
Dábalos  y  Lebrija.  En  1162  eran  personas  de  mucha 
cuenta  del  Reino  de  Navarra ,  D.  Gimeno  Dábalos,  don 
Juan  Martínez  Dábalos,  D.  Sancho  Martínez  Dábalos  y 
D.  Garci  Nuñez  Dábalos ,  hermanos ;  el  D.  Gimeno  hizo 
donación  á  San  Millan  de  la  Cogulla  de  toda  la  parte  que 
tenia  en  la  villa  de  San  Félix  Dábalos.  Entre  los  que  sa- 
lieron de  Navarra  con  su  Rey  D.  Carlos  II,  para  socorrer 
al  Rey  D.  Juan  I  en  las  guerras  de  Portugal,  se  halla 
D.  Diego  López  Dábalos ,  Alcaide  de  San  Vicente  de  Na- 
varra ;  siendo  su  origen  de  un  Infante  de  aquel  Reino, 
de  quien  también  descienden  los  Señores  de  la  casa  de 


—  360  — 

Tosantos;  de  modo  que  de  Navarra  pasaron  á  Castilla, 
de  Castilla  al  Reino  de  Aragón ,  de  este  al  de  Murcia ,  y 
de  aqoi  á  los  de  Andalucia.  Pero  Gómez  Dábalos  fué 
teniente  de  Adelantado  de  Alfonso  lañez  Fajardo,  el  pri- 
mero en  1382  ,  después  fué  D.  Rui  López  Dábalos, 
Condestable  de  Castilla  ,  Adelantado  mayor  de  Murcia 
en  1396,  y  nombró  por  su  Teniente  á  su  hermano  Lope 
Pérez  Dábalos,  el  cual  casó  con  doña  Mencía  de  Cerva- 
tos, Señora  de  la  aldea  del  Javali,  que  fué  quien  hizo  la 
noria  que  hoy  existe,  con  otra  aldea  de  su  nombre.  Dia 
Gómez  Dábalos,  Lope  Rui  Dábalos,  Pero  Gómez  Dába- 
los, Pero  López  Dábalos  y  Murtin  López  Dábalos  fueron 
Alcaldes,  Alguaciles  mayores  y  Procuradores  á  Cortes. 
En  1443  fué  D.  Sancho  Dábalos,  Comendador  de  Lor- 
qui  y  Señor  de  Cepti,  del  Hábito  de  Santiago,  de  cuya 
encomienda  le  hizo  merced  el  Rev  D.  Juan  II,  en  la 
villa  de  Arévalo  á  10  de  Mayo;  fué  Regidor  de  Murcia,  y 
por  carta  del  Rey,  su  fecha  en  la  villa  de  Escalona  .á  6 
de  Julio  de  1445  se  manda  que  le  acudan  con  los  dere- 
chos del  regimiento  ,  aunque  no  residiese  en  Murcia; 
murió  en  el  mismo  mes,  y  el  16  de  él  se  hizo  merced 
del  regimiento  á  su  hijo  Pedro.  En  1374,  á  20  de  Agos- 
to, fué  pronunciada  sentencia  de  revista  en  favor  de  don 
Juan  y  D.  Gabriel  de  Abalos,  vecinos  de  Murcia ,  sobre 
el  pleito  de  su  hidalguía,  de  qne  ganaron  ejecutoria  en 
la  Real  Chancilleria  de  Granada ,  j  entre  las  pruebas 
de  preeminencias,  se  halla  la  de  que  su  padre  D.  Pedro 
de  Avales  fué  de  la  orden  de  Santiago  como  su  abuelo 
D.  Diego,  y  que  su  hermano  D.  Gaspar  de  Abalos  fué  Ar- 
zobispo de  Granada,  y  después  de  Santiago,  que  eran  dea- 
dos  dentro  del  cuarto  grado  de  la  casa  de  los  Vclez,  de 
suerte  que  D.  Juan,  D.  Gaspar,  D.  Gabriel  y  doña  Catalina 
Dábalos  tuvieron  por  padre  á  D.  Pedro  Dábalos,  Caballé- 


-  361  — 

ro  de  la  orden  de  Santiago,  casado  con  doña  Ana  de 
Agüero,  y  por  abuelo  á  D.  Diego,  de  la  orden  de  Santia- 
go, casado  con  doña  Aldonza  Fajardo,  y  por  bisabuelo  á 
D.  Pedro  Dábalos ,  y  por  rebisabuelo  á  D.  Sancbo  Dá- 
balos, del  hábito  de  Santiago,  Comendador  de  Lorqui,  y 
por  cuarto  abuelo  á  Lope  Rui  Dábalos.  El  Rey  D.  Juan  11 
hizo  merced  á  la  ciudad  de  Murcia  de  los  oficios  de  Regi- 
dores y  Jurados  perpetuos,  su  data  en  la  ciudad  de  Tole- 
do á  14  de  Marzo  de  1424.  Entre  los  primeros  Regido- 
res perpetuos  qiie  lodos  eran  IG,  lo  fueron  Pero  Gómez 
Dábalos  y  Lope  Ruiz  Dábalos.  D.  Juan  Dábalos ,  Mayo- 
razgo y  Señor  de  la  villa  de  Cepti;  casó  con  doña  Fran- 
cisca Fernandez  de  Córdoba,  descendiente  de  los  Duques 
de  Sesa.  D.  Gaspar  de  Agüero  y  Dábalos ,  poseedor  del 
Mayorazgo  de  Agüero,  ca^ó  con  doña  Beatriz  de  Benavi- 
des,  hija  deD.  Juan,  Señor  de  Javalquinto  y  de  doña  Ma- 
ría Bazao,  hermenadel  Marqués  de  Santa  Cruz.  D.  Gabriel 
Dábalos,  Mayorazgo  y  Señor  de  Alborea ,  casó  primera 
vez  con  doña  Luisa  Fajardo,  hija  del  Señor  de  Montalegre, 
y  segunda  con  doña  Catalina  de  Ayala,  de  quien  tuvo  á 
D.  Gabriel  Dábalos,  que  casó  con  doña  Violante  Rocamora 
y  Maza,  hija  de  D.  Juan  Rocamora,  Señor  de  la  Granja, 
y  á  D.  Diego  Abalos;  doña  Catalina  Dábalos,  casó  con 
D.  Juan  Fajardo,  hijo  deD.  Pedro  Fajardo,  primer 
Marqués  de  los  Velez. 

El  Capitán  D.  Juan  Bautista  Dábalos  pasó  á  las  con- 
quistas de  América;  casó  con  doña  Alaria  del  Campo,  y 
tuvo  entre  otros  hijos  á  D.  Ciprian  de  Abalos,  Encomen- 
dero de  Támbia,  en  el  distrito  de  Nuestra  Señora  de 
Alta  Gracia  de  los  Sutagaos,  el  cual  casó  en  1614  con 
doña  Agustina  de  Menses  que  murió  en  28  de  Julio 
de  1666  en  la  ciudad  de  Santa  Fé  llena  de  virtudes, 
quedando  fundada  una  rama  de  esta  familia.  D.  Fer- 


—  362  — 

nando  VI  hizo  merced  de  titulo  de  Coode  de  casa  Dá- 
balos á  D.  Joan  Dibalos  y  Ribera,  vecino  de  la  ciudad  de 
Lima,  por  Real  cédula  espedida  eo  3  de  Agosto  de  1744, 
declarándole  libre  perpetuamente  de  lanzas  y  medias 
anatas:  por  haber  fallecido  sin  sucesión  entró  en  su  goce 
su  sobrino  D.  Manuel  Gallegos  y  Dábalos,  el  cual  casé 
con  doña  María  de  la  Concepción  Castillo,  hija  de  los 
Marqueses  de  Casa  Castillo,  y  tuvo  entre  otros  hijos  á 
D.José  Vicente  Gallegos,  que  como  primogénito  sucedió 
á  su  padre  en  el  titulo ,  mudando  su  residencia  á  estos 
Reinos  á  los  que  pasó  también  su  madre ,  que  volvió  á 
casar  con  D.  Fernando  de  Rojas,  Regidor  de  Lima,  Ca- 
ballero del  orden  de  Santiago,  de  quien  hay  muchos  hi- 
jos. El  Rey  D.  Carlos  II  hizo  merced  de  titulo  de  Conde 
de  Santa  Ana  de  las  Torres  á  D.  Nicolás  Dábalos  y  Ribe- 
ra ,  vecino  de  la  ciudad  de  Lima  por  su  Real  Decreto 
de  98  de  Mayo  de  1684,  el  cual  casó  con  doña  Luisa 
Mendoza  y  Fernandez  de  Córdoba ,  y  tuvo  á  doña  Maria 
Venancia  Dábalos,  que  como  hija  única  heredó  el  titulo, 
y  casó  con  D.  José  Gregorio  Ceballos,  Caballero  del 
orden  de  Santiago ,  Oidor  de  Lima  y  Gobernador  de 
Gaancavélica,  y  fueron  padres  de  su  sucesora  doña  Jose- 
fa Ceballos,  que  casó  con  su  primo  D.  José  Damián  de 
Ceballos,  Oidor  de  Lima,  de  cuyo  enlace  nació  D.  Juan 
José  de  Ceballos,  cuarto  Conde  de  las  Torres ,  del  orden 
de  Calatrava,  Mayordomo  de  Semana  de  los  Señores 
Reyes  D.  Fernando  VI  y  D.  Carlos  111,  del  Consejo  de 
Hacienda,  que  casó  en  Lima  con  doña  Brianda  de  Saave- 
dra  y  Cabrera,  novena  Señora  de  la  villa  de  la  Atalaya, 
y  tuvieron  á  D.  Juan  Ceballos,  que  sucedió  en  el  titulo 
y  Mayorazgo  de  esta  casa ,  y  por  su  muerte  debia  entrar 
en  su  goce  su  hermano  D.  Nicolás ,  pero  se  disputa  en 
aquella  audiencia  su  capacidad. 


-463  - 

ARMAS  de  la  casa  troncal  y  palacio  de  Navarra.— Es- 
cudo jaquelado  de  plata  y  gules. 

Las  demás  ramas  traen  las  que  concedió  el  Rey  don 
Enrique  III  al  Condestable  de  Castilla  D.  Rui  López  Dá- 
balos, que  son  Escudo  campo  azur  con  castillo  de  oro 
y  bordura  con  las  antiguas  de  su  linaje  de  jaqueles  de 
oro  y  gules;  diferenciándose  los  de  Aragón  y  Valencia  en 
que  los  jaqueles  son  de  plata  y  gules. 

Forman  Grupo  de  estas  casas  el  Ilustre  Señor  D.  Ge- 
rónimo Moreno  Ruiz  Davales ,  Marqués  del  Vado,  titulo 
creado  en  1690;  el  Ilustre  Señor  D.  Prudencio  Saenz 
Avales,  Oidor  de  la  Sala  primera  de  la  audiencia  de  Va- 
lladolíd ;  D.  Escolástico  Saenz  y  Abales ,  teniente  Coro- 
nel graduado  primer  Comandante  del  Batallón  de  Logro- 
ño número  13,  de  milicias  provinciales;  El  Excmo.  Señor 
D.  Ildefonso  Avales,  Caballero  Gran  Cruz  de  la  Real 
orden  Americana  de  Isabel  la  Católica. 


ABELLANEDA 


o  AV£LLABíEnA. 


ll«  Lope  Díaz  de  Haro,  10  Señor  de  Vizcaya ,  de  sa 
mujer  doña  Aldonza  Ruiz  de  Castro  tuvo  por  el  quinto 
de  sus  hijos  á  D.  Martín  López  de  Haro,  que  casó  con 
doña  Urraca  de  Avellaneda ,  Señora  de  esta  casa  y  villa 
de  Avellaneda,  en  la  Rioja,  y  murió  en  1174,  dejando 
por  hijo  á  D.  Lope  Martínez,  segundo  Señor  de  la  casa 
de  Avellaneda,  cuyo  solar  y  Señorío  sirvió  de  apellido  á 
sus  descendientes:  este  se  halló  en  la  batalla  de  las  Na- 
vas de  Tolosa  en  1212  y  en  1227  en  la  conquista  de  Bae- 
za;  fué  casado  con  doña  Elvira  González  de  Aza,  hija  de 
D.  Gonzalo  Gómez  de  Aza  y  Roa;  y  de  su  esposa  doña 
Leonor  González  Girón ,  de  cuyo  matrimonio  tuvo  por 
hijo  á  D.  Diego  López  de  Avellaneda ,  que  se  halló  en 
1248  en  la  conquista  de  Sevilla ,  y  casó  con  doña  Toda 
de  Guzman,  hija  de  D.  Diego  de  Guzman  y  su  consorte 
doña  Toda  de  Guzman ,  Señores  de  Izcar  ,  el  cual  falle- 
ció en  1280  dejando  de  este  matrimonio  á  D.  Lope  Diaz 
de  Avellaneda ,  Señor  de  esta  casa ,  que  casó  con  doña 
Aldonza  Diaz  de  Fuente  Almejir ,  sesta  Señora  de  la  casa 
de  Fuente  Almejir,  hija  de  D.  Diego  González  de  Fuen- 
te Almejir,  quinto  Señor,  y  de  doña  Marquesa  de  Villa- 
lobos ,  y  fueron  padres  de  D.  Diego  López  de  Avellane- 
da, quinto  Señor  de  esta  casa,  que  murió  en  la  Vega  de 
Granada  en  1319,  habiendo  sido  casado  con  doña  María 
de  Ochoa ,  Señora  de  esta  casa ,  de  la  que  tuvo  por  hijo 
á  Ochoa  Martinez  de  Avellaneda,  sesto  Señor  de  esta  casa, 


—  365  — 

que  casó  con  doña  María  de  Aza ,  hermana  de  D.  Fer- 
nan  Rodríguez  de  Aza ,  como  hijos  de  Alvaro  Rodríguez 
de  Aza  y  de  doña  Constanza  de  Villalobos ,  y  fueron  sus 
hijos  D.  Pedro  González  de  Avellaneda ,  Comendador  y 
Alférez  mayor  de  la  orden  de  Santiago ;  D.  Lope  Ochoa 
de  Avellaneda,  Señor  de  Gumiel  de  Mercado,  de  quien 
descienden  los  Condes  de  Castrillo  y  otros ,  doña  Men- 
cia  de  Avellaneda ,  mujer  de  D.  Pedro  Nuñez  de  Guz- 
man,  Señor  de  Gumiel  de  Izan,  y  á  D.  Juan  González 
de  Avellaneda,  séptimo  Señor  de  esta  casa  y  también  de 
de  la  Aza  por  merced  del  Rey  D.*  Enrique  II  de  1571,  el 
cual  fué  Caudillo  mayor  de  los  escuderos  del  Rey  y  Alférez 
mayor  de  D.  Enrique  111:  fundó  Mayorazgo  del  Estado 
de  Peñaranda  en  1395  y  fué  casado  con  doña  Leonor  de 
Rocafull,  hija  de  D.  Juan  de  Rocafull  y  de  doña  Juana 
de  Luna,  Señores  de  la  casa  de  Rocafull,  que  trae  su 
origen  de  la  de  los  Condes  de  Mompeller,  de  cuyo  ma- 
trimonio tuvo  entre  otros  hijos  al  primogénito  D.  Pedro 
Nuñez  de  Avellaneda,  octavo  Señor  de  esta  casa  v  Alfe- 
rez  mayor  de  Castilla ,  el  cual  murió  en  1415  después  de 
haber  sido  casado  con  doña  Aldonza  de  Guzman ,  her- 
mana de  Fernán  Pérez  de  Guzman,  Señor  de  Batres, 
ambos  hijos  de  D.  Pedro  Suarez  de  Guzman,  Rico-hom- 
bre ,  Señor  de  Batres ,  y  de  doña  Elvira  de  Ayala  ;  de  su 
matrimonio  fué  hijo  único  D.  Juan  de  Avellaneda,  nove- 
no Señor  de  esta  casa,  que  falleció  en  1426  habiendo 
sido  casado  con  doña  Constanza  de  Arellano,  hija  de  don 
Carlos  de  Arellano,  Señor  de  los  Cameros,  y  de  doña 
Constanza  Sarmiento  de  Villamayor,  de  cuya  unión  que- 
dó embarazada  doña  Constanza ,  dando  á  luz  postuma 
á  doña  Aldonza  de  Avellaneda,  10  Señora  de  esta  casa 
y  sucesora  en  las  demás  de  su  padre ,  la  cual  casó  con 
D.  Diego  de  Zúñiga ,  primer  Conde  de  Miranda ,  en  cu- 


—  366  — 

yos  descendientes  se  conserva  la  primogenílura  y  Esta- 
dos de  la  casa  de  Avellaneda. 

D.  Francisco  de  Zúñiga  Avellaneda,  tercer  Conde  de 
Miranda,  caballero  del  Toisón,  casó  con  doña  Maria  de 
Cárdenas ,  y  faerun  padres  de  D.  Francisco  de  Zúñiga 
Abellaneda,  cuarto  Conde  de  Miranda,  que  casó  con 
doña  Maria  de  Bazan,  Vizcondesa  de  Valdnerna,  y  tuvie- 
ron por  hijo  á  D.  Juan  de  Zúñiga  Abellaneda,  primer 
Duque  de  Peñaranda ,  Virey  de  Ñapóles ,  Presidente  de 
Castilla  y  del  Consejo  de  Estado,  el  cual  casó  con  doña 
Maria  de  Zúñiga  Abellaneda ,  sesta  Condesa  de  Miranda, 
como  hija  de  D.  Pedro  de  Zúñiga  Abellaneda,  quinto 
Conde  de  Miranda ,  hijo  del  cuarto  Conde  D.  Francisco 
de  Zúñiga ,  y  fueron  padres  de  D.  Diego  de  Zúñiga,  sép- 
timo Conde  de  Miranda,  Duque  de  Peñaranda  y  Gentil- 
hombre de  la  Cámara ,  que  casó  con  doña  Francisca  de 
Sandoval ,  hija  de  D.  Francisco  de  Rojas  y  Sandoval, 
cuarto  Duque  de  Lerma ,  y  de  Doña  Catalina  de  la  Cer- 
da, hija  de  D.  Juan  de  la  Cerda  ,  cuarto  Duque  de  Me- 
dinaceli,  y  fueron  padres  de  D.  Francisco  de  Zúñiga 
Abellaneda ,  octavo  Conde  de  Miranda  y  Duque  de  Pe- 
ñaranda ,  el  cual  casó  con  doña  Ana  Enriquez  de  Acebe- 
do ,  Marquesa  de  Mirallo  y  Valdunquillo,  y  hubieron  por 
hijo  á  D.  Isidro  de  Zúñiga  Abellaneda,  Conde  de  Miran- 
da y  Duque  de  Peñaranda. 

D.  Pedro  de  Abellaneda,  cuarto  Conde  de  Aguilar, 
casó  con  doña  Ana  Ramírez  de  Arellano  su  sobrina,  Con- 
desa propietaria,  y  fueron  padres  de  D.  Felipe,  quinto 
Conde  de  Aguilar,  que  contrajo  matrimonio  con  doña 
Maria  de  Zúñiga  ,  y  hubo  de  ella  por  hijo  á  D.  Felipe, 
Conde  de  Aguilar,  que  casó  con  doña  Juana  Manrique, 
hija  del  sesto  Conde  de  Paredes  D.  Enrique,  y  fueron 
padres  de  D.  Juan ,  Conde  de  Aguilar ,  Grande  de  Cas- 


-  367  — 

tilla  en  1640,  Comendador  de  Aledo  en  la  orden  de 
Santiago,  Gentil-hombre  de  Cámara,  Gobernador  de 
Tarragona  y  Lngar  Teniente  General  de  la  caballería  de 
España,  quien  casó  con  doña  María  de  Mendoza, según* 
da  Marquesa  de  la  Hinojosa ,  y  tuvo  por  hijo  á  D.  Juan 
Domingo,  Conde  de  Aguilar,  Marqués  de  la  Hinojosa, 
Señor  de  los  Cameros ,  que  enlazó  con  doña  Mariana  de 
Guevara,  hermana  de  la  Condesa  de  Oñate,  y  fué  hija 
doña  María  de  Abellaneda,  Condesa  de  Aguilar,  Marque- 
sa de  la  Hinojosa ,  que  enlazó  con  D.  Rodrigo  Manrique, 
segundo  Conde  de  Frigiliana ,  padres  de  D.  Iñigo  de  la 
Cruz ,  Conde  de  Aguilar. 

D.  Pedro  Ortiz  de  Zúñiga,  Señor  de  Valencina,  casó 
con  doña  Mayor  de  Avellaneda ,  de  quien  tuvo  por  hijo 
á  D.  Alonso  Ortiz  de  Zúñiga  Abellaneda,  24  de  Sevilla  y 
suprior  de  Cortes,  Señor  de  Valencina,  el  cual  casó 
con  doña  Constanza  Ponce  de  León,  que  le  dio  á  luz  á 
D.  Luis  Ponce  de  León,  24  de  Sevilla,  Corregidor  de 
Avila  y  Salamanca,  Señor  de  Valencina,  que  de  su  es- 
posa doña  María  Ortiz  de  Sandoval ,  tuvo  á  D.  Pedro, 
Señor  de  Valencina,  que  casó  con  doña  Ana  de  Guzman, 
y  fueron  padres  de  D.  Luis  Ortiz  de  Zúñiga  Abellaneda 
Ponce  de  León  y  Sandoval,  primer  Marqués  de  Valenci- 
na de  Alcor,  Vizconde  de  Alquería  y  caballero  de  Cala- 
trava,  quien  contrajo  matrimonio  con  doña  Mencia  Or- 
tiz de  Sandoval,  Señora  de  Alquería,  y  procrearon  á 
D.  Alonso  Ortiz  de  Zúñiga  Avellaneda ,  Marqués  de  Va- 
lencina, caballero  de  Calatrava. 

D.  Juan  Ortiz  de  Zúñiga ,  hijo  del  Comendador  de 
Azuaga,  Señor  de  Valencina,  casó  con  doña  Juana  do 
Avellaneda  y  Sandoval ,  y  fueron  padres  de  D.  Diego 
Ortiz  de  Avellaneda ,  marido  de  doña  Leonor  de  Men- 
doza ,  padres  de  doña  Juana  Ortiz  de  Avellaneda ,  es- 


—  368  — 

posa  de  D.  Joan  Grimaldo,  caballero  de  Santiago,  de 
quien  dio  á  laz  á  doña  Ana  de  Zúñiga  Abellaneda  y  Grí- 
maído ,  Camarera  mayor  de  la  Emperatriz  doña  Marta 
y  esposa  de  D.  Egas  Benegas  Girón ,  caballero  de  San- 
tiago y  del  Consejo  de  Ordenes,  y  fueron  padres  de 
D.  Juan  Girón  Benegas,  Señor  del  Yerbe,  Comenda- 
dor de  Pozo  Rubio ,  Aposentador  mayor  del  Real  Con- 
sejo de  Ordenes  y  Gentil-hombre  de  Cámara  del  Em- 
perador, quien  casó  con  doña  Catalina  Benegas,  hija 
del  primer  Conde  de  Luque,  y  fueron  padres  de  don 
Gaspar  Girón  Benegas,  Señor  del  Yerbe,  Comendador 
de  Pozo  Rubio,  Aposentador  mayor  de  S.  M.  y  Gen* 
til-hombre  de  la  Cámara  del  Emperador. 

Otra  rama  de  esta  familia  es  la  de  los  Marqueses 
de  Ontiyeros  por  D.  Luis  Bañuelos  Carrillo,  que  casó 
con  doña  Mencia  de  Avellaneda ,  padre  de  D.  Luis  de 
Bañuelos  Abellaneda,  marido  de  doña  María  de  Yas- 
concelos  su  segunda  mujer .  y  padre  de  D.  Antonio  de 
Bañuelos  Abellaneda,  Corregidor  de  Salamanca  y  Jaén, 
esposo  de  doña  Teresa  Muñiz  de  Godoy ,  su  prima  se- 
gunda ,  padres  de  D.  Luis  de  Bañuelos  Avellaneda,  ca- 
ballero de  Calatrava,  casado  con  doña  Maria  de  Peña- 
losa  y  Yivero ,  de  quien  tuvo  á  D.  Manuel  de  Bañue- 
los Abellaneda  y  Yivero,  caballero  de  Santiago,  del 
Consejo  de  Guerra ,  Mayordomo  de  la  Reina  madre  y 
Almirante  General  de  la  Armada  Real ,  primer  Marqués 
de  Ontiveros,  quien  casó  con  doña  Maria  deSandovaí, 
Señora  de  Ontiveros ,  y  fueron  padres  de  doña  María  de 
Bañuelos  Avellaneda  y  Sandoval ,  segunda  Marquesa  de 
Ontiveros,  que  casó  con  D.  Fernando  de  Cárcamo  y 
del  Conde  de  Canalejas,  Adelantado  de  la  Florida. 

Otra  rama  formaron  D.  Juan  de  Acuña  y  doña 
Constanza  de  Abellaneda ,  padres  de  D.  Lope  de  Acuña 


—  369  — 

Abellaneda  y  Portugal,  General  de  la  caballeria  de  Plan- 
des,  casado  con  doña  Isabel  de  Lompre,  de  quien  tuvo 
á  doña  Constanza  de  Acuña,  que  casó  con  su  primo  don 
Diego  Sarmiento  de  Acuña,  primer  Conde  de  Gondomar, 
Embajador  de  Inglaterra,  padres  de  D.  Lope  Sarmiento 
de  Acuña  Abellaneda,  que  casó  con  doña  Aldonza  de 
Sotomayor,  Señora  de  los  Cuartos  de  Pedro  Carrillos, 
padres  de  D.  Diego  Sarmiento  Acuña  Abellaneda ,  se- 
gundo Conde  de  Gondomar,  Señor  de  los  Cuartos  y  Go^ 
bemador  perpetuo  de  Bayona ,  casado  con  doña  María 
Francisca  de  Toledo  y  Noboa,  Marquesa  de  Bélvis,  á 
quien  D.  Felipe  IV  hizo  Marquesa  de  Montalbo ,  y  fue- 
ron sus  bijos  D.  Pedro  de  Toledo ,  tercer  Conde  de 
Gondomar,  del  Consejo  Real,  casado  con  doña  Josefa  de 
Vargas  y  Eraso,  heredera  de  las  casas  del  Puerto  y  Hu- 
manes; García  de  Toledo  Sarmiento  y  Acuña  Avellaneda» 
Marqués  de  Montalbo,  Capitán  Teniente  de  la  guardia  de 
Corps  y  D.  Antonio  de  Toledo,  Oidor  de  Granada. 

Asimismo  formaron  rama  D.  Luis  Carrillo  y  doña 
María  Abellaneda,  padres  de  doña  Maria  Carrillo  Abella- 
neda, que  casó  con  D.  Gonzalo  de  Saavedra,  24  de  Cór- 
doba, de  quien  procreó  á  D.  Martin  de  Saavedra  Carri- 
llo Abellaneda,  24  de  Córdoba,  marido  de  doña  Francis- 
ca de  Torreblanca ,  de  quien  hubo  á  Gonzalo  el  Tuer- 
to, 24  de  Córdoba  ,  casado  con  doña  Juana  Galindo  de 
Guzman,  de  cuyo  matrimonio  fué  hijo  D.  Martin,  24  de 
Córdoba,  Gentil-hombre  de  Boca  del  Principe  Filiberto, 
Barón  de  Prado,  Señor  de  las  villas  de  Carrocino  y 
Acosta,  Presidente  y  Capitán  del  nuevo  Reino  de  Grana- 
da ,  el  cual  casó  con  doña  Luisa  de  Guevara  Manrique» 
hermana  de  la  Condesa  de  Escalante ,  y  fueron  padres 
de  D.  Martin  Domingo,  Conde  de  Tahalú,  de  doña  Fran- 
cisca de  Saavedra  Carrillo  de  Avellaneda  y  Guevara,  que 


—  370  — 

casó  con  D.  García  tle  Cárdenas,  Conde  de  la  Puebla  del 
Maestre  y  de  dona  Marta ,  que  casó  con  D.  Luis  de  Se- 
queira  y  Sotomayor,  Caballero  de  la  orden  de  Santiago^ 
faijo  del  Conde  de  Priego.  De  los  mismos  D.  Luis  Car- 
rillo Y  doña  Maria  de  Abellaneda ,  fn¿  hija  doña  Maria 
Carrillo  de  Abellaneda,  esposa  de  D.  Gonzalo  de  Saave- 
dra,  padres  de  D.  Martin  de  Saavedra  y  Carrillo  de  Abe- 
llaneda, qne  contrajo  matrimonio  con  doña  Francisca  de 
Torreblanca,  tuvieron  por  hija  á  doña  Leonor  Godoy, 
la  cnal  casó  D.  Gerónimo  de  Gnzman,  de  qiiíen  tiiTO  por 
hija  á  doña  Inés  de  Gnzman,  segunda  esposa  deD.  Alón* 
so  de  Acebedo,  padres  de  D.  Gerónimo  de  Acebedo,  Ca- 
ballero de  la  orden  de  Santiago,  94  de  Córdoba,  que 
casó  con  doña  N.  de  Cárdenas ,  bija  de  D.  Jnan  de  Clr* 
denas.  Caballero  de  Calatrava,  34  de  Córdoba  y  de  doña 
María  Lazo  de  la  Vega. 

Formó  otra  rama  D.  Bernardino  de  Abellaneda ,  Se- 
ñor de  Valverde  y  Castrillo,  y  sn  esposa  doña  Isabel  Del- 
gadillo  de  Abellaneda ,  Señora  de  la  casa  de  Delgadillo, 
padres  de  D.  Juan  Gonzalo  de  Abellaneda,  Señor  de  Val- 
verde  y  Castrillo ,  marido  de  doña  Francisca  de  Leyba 
y  padre  de  D.  Bernardino  Abellaneda  Delgadillo,  primer 
Conde  de  Castrillo,  que  casó  con  doña  Maria  Vela  de 
Acuña,  de  quien  tuvo  á  D.  Juan  de  Abellaneda  Delgadi- 
llo, Caballero  de  Calatrava,  consorte  de  doña  Inés  Por- 
tocarrero,  de  quien  hubo  por  hija  á  doña  Juana  de  Ave- 
llaneda, hermana  de  la  Condesa  de  Castrillo  doña  Maria 
de  Avellaneda,  mujer  de  D.  García  de  Avellaneda,  Conde 
de  Castrillo,  Presidente  de  Castilla  y  Gobernador  de  Es- 
paña, padre  de  D.  Gaspar  Manuel  de  Avellaneda,  que 
pasó  1665  de  Capitán  de  los  guardas  á  la  recuperación 
del  Reino  de  Portugal,  donde  en  la  batalla  de  Villavicio- 
sa  quedó  prisionero ,  y  de  las  heridas  que  recibió  murió 


—  371  - 

sin  dejar  sacesion ,  aunque  fué  casado  con  doña  Leonor 
Moscoso  y  Mendoza,  hija  de  ios  Marqueses  de  Almazan, 
y  mujer  de  D.  Miguel  de  Navarra,  cuarto  Marqués  de 
Cortes ,  Mariscal  de  Navarra ,  quienes  fueron  padres  de 
D.  Juan  Manuel  de  Navarra  y  Abellaneda ,  Marqués  de 
Cortes,  Mariscal  de  Navarra,  que  casó  con  doña  Juana 
de  Abellaneda  y  Haro  su  prima  hermana,  tercera  Condesa 
deOastrillo. 

La  rama  de  las  Américas  la  formó  el  Capitán  Juan 
de  Abellaneda  Temiño,  descubridor,  conquistador  y  po- 
blador del  nuevo  Reino  de  Granada  con  el  General  don 
Nicolás  Federman;  fué  Alcalde  ordinario  de  la  ciudad 
de  Santa  Fé  en  los  años  1549,  50  y  86,  y  en  el  de  4554 
fundó  la  ciudad  de  San  Juan  de  los  Llanos,  habiendo  pa- 
cificado los  Indios  de  su  provincia ;  fué  natural  de  Villa- 
fría,  é  hijo  legitimo  de  Hernando  de  Abellaneda  Temi- 
ño  y  de  María  Dia2  de  Montoya ;  casó  primero  con  doña 
Quiteria  de  Alda,  natural  de  Sevilla,  de  cuyo  matrimo- 
nio quedó  por  hija  doña  Dorotea  de  Abellaneda ,  que 
heredó  á  su  abuela  doña  Beatriz  de  Alda ,  y  segunda 
vez  con  doña  Ana  López  de  Carrion,  de  quien  tuvo  á 
doñq  Gracia  Abellaneda  Temiño,  que  casó  con  don 
Juan  García  de  Valdés,  Regidor  de  la  ciudad  de  Ibague, 
á  quien  dejó  el  suegro  el  mérito  de  sus  servicios  por 
codicilio  de  17  de  Marzo  de  1588,  ante  Pedro  Sarmiento, 
escribano. 

De  la  rama  establecida  en  Aranda  de  Duero  ,  del 
obispado  de  Osma ,  fué  doña  Isabel  de*  Avellaneda,  que 
casó  con  D.  Martín  Vázquez  de  Acuña ,  padres  de  don 
Pedro  de  Acuña  y  Avellaneda,  Oidor  de  Valladolid ,  del 
Consejo  de  órdenes  y  de  la  suprema  inquisición  y  Obis- 
po de  Astorga,  prenutado  por  el  Emperador  en  1549,  y 
sin  tomar  posesión  de  la  presidencia  de  Castilla  para  que 

TOMO  I.  ^A 


-372  — 

fué  nombrado ,  murió  en  la  yílla  de  Aranda  en  34  de 
Setiembre  de  1555. 

Los  de  la  Mancha,  Cataluña  y  Madrid»  descienden  de 
D.  Francisco  Javier  de  Avellaneda  Sandoval  y  Rojas, 
segundo  Marqués  de  Valdecañas,  el  cual  nadó  en  9  de 
Julio  de  1701  y  fué  bautizado  en  la  parroquia  de  San 
Martin  de  esta  Corte  el  16  del  mismo ;  fué  bíjo  de  dos 
Melchor  de  Avellaneda,  primer  Marqués  de  Valdecañas, 
Teniente  General  de  los  ejércitos  de  D.  Felipe  Y,  nata- 
ral  del  Campo  de  Criptana  y  de  dona  Lieonor  de  Lucena  y 
Vintimilla,  natural  de  Málaga.  En  1705  le  hizo  S.  M.  me. 
ced  por  decreto  de  36  de  Noviembre  del  hábito  de  Santia- 
go, gozando  la  encomienda  de  Viveras  en  la  de  Calatrava. 
En  1733,  con  el  grado  de  Brigadier,  pasó  con  su  regi- 
miento de  Vitoria  á  la  plaza  de  Ceuta  ,  donde  hizo  una 
salida  en  17  de  Octubre,  desbaratando  las  trincheras  de 
los  moros,  haciéndose  dueños  del  campo ;  pasó  luego  á 
la  de  Oran ,  donde  en  31  de  Noviembre  hizo  otra  salida 
con  el  Marqués  de  Santa  Cruz  de  Marcenado,  Goberna- 
dor de  aquella  plaza,  y  después  de  un  porfiado  combate 
de  seis  horas,  se  declaró  la  victoria  por  los  cristianos,  pero 
con  la  muerte  del  Gobernador  y  prisión  del  Marqués, 
que  fué  llevado  á  Argel,  donde  estovo  cautivo  cinco  anos, 
hasta  que  le  rescataron  los  Religiosos  Mercenarios,  con- 
tribuyendo el  Marquesa  este  fin  con  19,800  pesos,  y  vuel- 
to á  esta  Corte  en  16  de  Marzo  de  1738  le  nombró 
S.  M.  Mariscal  de  Campo  y  después  Teniente  General  é 
Inspector  de  la  infantería  española  é  italiana,  con  cuyos 
empleos  falleció  en  la  ciudad  de  Barcelona  el  6  de  Mayo 
de  17*7. 

Las  ARMAS  de  este  linaje  son  en  camp)o  de  oro,  dos 
lobos  andantes,  sables  cebados ;  bordura  gules  con  ocho 
aspas  de  oro.  Los  Condes  de  Miranda,  los  Duques  de 


^373  — 

Peñaranda  y  los  Marqueses  de  Baneza',  úDÍcamenle  dife- 
rencian el  escudo  en  ser  su  campo  de  piala. 

Grupos.  El  muy  Ilustre  Señor  D.  Pedro  Soldado  y 
Abellaneda ,  Marqués  de  Torremayor ,  tilulo  creado 
en  1691,  Marqués  de  Coprani  de  Valdecañas,  creado 
en  1703  y  Conde  del  Peñón  de  la  Vega,  creado  en  1709, 
la  Señora  doña  Gertrudis  Gómez  de  Avellaneda,  bien  co- 
nocida en  el  mundo  literario,  D.  Manuel  Gómez  de  Abe- 
llaneda, Caballero  de  la  indita  orden  Militar  de  San 
Juan  de  Jerusalen,  D.  José  Gómez  de  Avellaneda,  Cón- 
sul en  Malta. 


ABELLA, 


ATRLLA  .  ABELLO  O  A¥ELLO. 


JjiL  apellido  ó  denomíoacioii  de  Avella  y  la  Baronía  de 
ésXdi  familia  proviene  desde  los  antiquísimos  pobladores 
de  las  montañas  de  Asturias ,  que  del  nombre  de  unos^ 
pueblos  de  Italia,  asi  llamados,  donde  estuvieron  los 
Tróvanos  antes  de  venir  á  España,  conservaron  esta  de- 
nominación y  apellido  y  de  ello  hace  mención  Plinio, 
Calepino  y  otros  autores.  De  esta  familia  han  salido  va- 
rias ramas  á  avecindarse  en  distintas  partes  de  España, 
produciendo  héroes  insignes  en  armas  y  letras  que  ilus- 
traron la  claridad  de  su  origen,  entre  los  cuales  no  es  de 
olvidar  la  memoria  de  tres  hermanos  que  florecieron  en 
Aragón  por  los  años  1500  y  siguientes:  estos  fueron  doD 
Bernardo  Avella,  D.  Fray  Fcrrer  Avella  y  D.  Berenguel 
Avella:  este  fué  creado  Cardenal  el  año  1309  con  el 
nombre  de  Cardenal  de  Rodas,  y  habiendo  venido  á  Es- 
paña por  legado  Apostólico,  se  halló  en  Barcelona  el 
referido  año ,  á  tiempo  que  con  asistencia  de  su  herma- 
no D.  Fray  Ferrcr  de  Avella,  de  la  orden  de  Santo  Do- 
mingo y  Obispo  de  Barcelona,  electo  por  la  Santidad  de! 
Papa  Juan  XXll,  se  celebró  á  10  de  Abril  la  traslación 
del  cuerpo  de  la  gloriosa  mártir  Santa  Eulalia,  con  asis- 
tencia del  Rey  D.  Pedro  IV  de  Aragón  y  de  la  principal 
nobleza  de  su  Reino. 

D.  Berenguel  Avella,  hermano  de  estos  dos  Prela- 
dos ,  fué  General  de  las  armas  del  mismo  Rey  D.  Pe- 
dro IV  de  Aragón,  cuya  confianza  desempeñó  con  el  ma* 


—  375  — 

yor  acierto  y  valor,  sosegando  las  alteraciones  de  los 
aragoneses  y  catalanes.  La  antigua  grandeza  de  los  po- 
seedores de  este  solar  y  sus  bienes,  decayó  mucho  en  el 
reinado  de  D.  Enrique  II,  por  haber  seguido  el. partido 
de  su  legitimo  Rey  D.  Pedro ,  por  cuya  infeliz  trajedia 
padeció  esta  familia  los  rigores  del  sucesor  D.  Enrique, 
confiscándole  los  bienes  que  poseia  y  conservando  en  lo 
sucesivo  algunos  escasos  medios  con  respecto  á  su  anti- 
gua opulencia :  y  el  primero  que  después  de  estas  con- 
tiendas se  restituyó  á  su  antiguo  domicilio  y  se  avecindó 
en  Luarca,  fué  Gómez  Arias  Avella  de  Luarca ,  Señor  de 
la  casa  y  solar  de  los  Avellas,  el  cual  fué  padre  D.  Pe- 
dro Avella  de  Luarca ,  que  casó  con  Catalina  Menend^z 
de  Posada,  padres  de  Juan  Fernandez  de  Avella  y  Posa- 
da, Señor  del  solar  de  los  Avellas,  que  contrajo  matri- 
monio con  doña  María  Gutiérrez  de  Bánces ,  en  quien 
procreó  al  Capitán  Pedro  Avella  de  Luarca ,  Señor  de 
esta  casa  y  solar,  el  cual  casó  con  doña  Catalina  Fer- 
nandez Avello  y  Rayón,  Señora  propietaria  de  la  casa  dé 
los  Avcllos,  torre  y  solar  de  Brieves,  hija  de  Fernando 
Rayón  de  Luarca  y  de  su  mujer  Teresa  Menendez  Avello, 
á  quien  perteneció  la  torre  y  solar  delosAvellos  en  Brie- 
ves, por  ser  hija  y  heredera  de  Lope  García  Avello,  nie- 
ta de  Guillen  García  Avello  y  biznieta  de  Guillen  García 
Avello  el  viejo,  todos  Señores  de  la  torre  y  solar  de  los 
Avcllos,  sito  en  el  lugar  de  Brieves  en  el  mismo  Concejo 
de  Valdés,  y  por  este  matrimonio  del  Capitán  Pedro 
Avella  con  Catalina  Fernandez  Avello,  se  unieron  los  dos 
distintos  solares  de  Avellas  y  Avellos,  que  hoy  poseen 
sus  descendientes  en  calidad  de  vinculo,  por  haberle 
fundado  por  su  testamento  Teresa  Menendez  Avello  el 
ano  4577  á  favor  de  su  nieto  Juan  Fernandez  Avella,  hijo 
de  los  anteriores,  Señor  ae  esta  casa,  que  casó  con  daña 


—  376  — 

Maria  Alvarez  Faerles  de  Sierra,  bija  de  Domingo  Fuer- 
tes de  Sierra,  Señor  de  la  casa  de  Fuertes  de  Aodés  j  de 
su  mujer  Leonor  Rodrigues  de  Paredes,  j  fueron  padres 
de  Pedro  de  Avella  de  Luarca  y  Sierra,  Señor  de  la  casa 
y  solar  de  los  Avellas,  Regidor  perpetuo  del  Concejo  de 
Valdés ,  el  cual  casó  con  doña  Teresa  Menendez  de  la 
Rúa,  y  fueron  padres  de  doña  Maria  AWarez  A?ella  Fuer- 
tes,  esposa  de  D.  Pedro  Trelles  Villamil,  de  D.  Pedro 
Avella  Fuertes  y  Sierra  y  de  Alonso  Menendez  A?ella  de 
la  Rúa,  que  siguió  el  estado  eclesiástico  y  fué  cura  de 
Goaña  y  comisario  del  Santo  oficio. 

El  D.  Pedro  Avella  Fuertes  fué  sucesor  en  la  casa  y 
solar  de  su  familia.  Regidor  perpetuo  del  Concejo  de  Val- 
dés, y  casó  con  doña  Maria  Menendez  de  Coronas  Villa 
de  Moros,  hija  de  D.  Francisco  Garcia  de  Coronas  Villa 
de  Moros  y  de  doña  Leonor  Alfonso  de  Miramontes,  de 
este  matrimonio  fueron  hijos  D.  Domingo  Avella  Fuer- 
tes ,  que  sucedió  en  los  Mayorazgos  de  esta  casa ;  don 
Pedro  Avella  Fuertes,  que  siguió  el  estado  eclesiástico  y 
fué  cura  de  San  Esteban  de  Teinás,  doña  Leonor  Avella 
Fuertes,  que  casó  con  D.  Diego  Snarez  Villa  de  Moros, 
Señor  de  esta  casa ,  de  quienes  hay  larga  sucesión,  y 
doña  Maria  Avella  Fuertes,  que  casó  con  D.  Lope  Gonzá- 
lez Villa  de  Moros  de  Luarca  y  dejaron  mucha  sucesión. 

El  D.  Domingo ,  poseedor  de  los  Mayorazgos  de  su 
casa.  Regidor  perpetuo  del  Concejo  de  Valdés,  casó  con 
doña  Inés  de  Llano  Navia  y  Valdés ,  hija  de  D.  Luis  de 
Llano  y  Valdés,  y  de  su  mujer  doña  Maria  de  Navia,  Se- 
ñores de  la  casa  Tebongo ,  en  el  Concejo  de  Cangas  y  de 
la  antigüedad  de  la  casa  de  Llano ,  y  tuvieron  por  hijos 
á  D.  Pedro  Avella  Fuertes,  que  sucedió  en  la  casa;  á  don 
Alonso  de  Avella  Fuertes ,  caballero  de  la  orden  de  Al- 
cántara, Oidor  de  Méjico,  Vilftador  de  la  Audiencia  de 


—  377  — 

Manilty  Capitán  General  interino  de  Filipinas ;  á  D.  Luis 
y  D.  Domingo  de  ATella  Fuertes ,  qoe  siguieron  el  esta- 
do eclesiástico;  i  doña  María  y  á  doña  Elvira,  religiosa 
en  el  Monasterio  de  San  Pelayo  de  Oviedo. 

D.  Pedro,  sucesor  en  los  Mayorazgos  y  Regidor 
perpétao  del  Concejo  de  Valdés ,  casó  con  doña  Leonor 
Meneodez  Lnarca  y  Tineo ,  hija  de  D.  Lope  Menendez 
Loarca  y  Tineo,  y  de  so  mujer  doña  Antonia  de  Arango 
y  Valdés;  de  este  matrimonio  Tueron  hijos  D.  Francisco, 
D.  Domingo,  D.  Pedro,  D.  Alonso,  D.  Juan,  doña  Fran- 
cisca y  doña  Antonia  de  Avella  Fuertes :  estas  dos  seño- 
ras se  bailaban  en  1760  monjas  en  Santa  Clara  de  Riva- 
deo;  el  D.  Pedro  falleció  en  lo  mas  florido  de  su  edad; 
D.  Alonso  fué  colegial  en  el  Mayor  de  Coenca  de  la  Uni- 
versidad de  Salamanca,  Canónigo  de  la  santa  iglesia  de 
Osma,  Provisor  y  Vicario  general  de  su  obispado ;  don 
Juan  Gerónimo  fué  colegial  en  el  Mayor  de  Santa  Cruz 
de  Valladolid  y  falleció  en  su  flor. 

D.  Francisco  como  primogénito  fué  sucesor  en  las 
casas  y  Mayorazgos  de  sos  padres ,  y  casó  de  primer  ma- 
trimonio con  hija  de  los  Señores  de  la  casa  de  Tebongo, 
de  quien  no  tuvo  sucesión ,  y  segunda  vez  casó  con  doña 
María  Lorenza  Castrillon ,  hija  y  heredera  de  D.  Pedro 
Alvarez  Castrillon,  y  de  su  mujer  doña  Josefa  Antonia 
Menendez  Valdés,  de  cuya  unión  dejó  por  hijas  á  doña 
Juana  María ;  doña  María  Elena  y  doña  Antonia  Marfa 
de  Avella  Fuertes;  la  doña  Juana  fué  sucesora  en  algu- 
nas de  las  casas  y  Mayorazgos  que  poseyó  su  padre,  y  en 
17ti9  era  casada  con  D.  Joan  Matías  Menendez  Luarca 
y  Tineo,  Señor  de  la  casa  de  Setienes  y  sus  agregados, 
y  fueron  sos  hijos  D.  Matías,  D.  José,  doña  María,  doña 
Isabel  y  doña  Ana  Menendez  de  Luarca  Avella  Fuertes. 

Doña  María  Elena  casó  con  D.  Diego  Vicente  Castri  - 


-578  — 

llon ,  hijo  y  sucesor  de  D»  Diego  Castrillon  y  de  dona 
Ana  María  Meneodez  de  Luarca,  y  son  sns  hijos  D.  Joan, 
D.  Ramón  y  D.  Gregorio  Castrillon  y  Avella. 

D.  Domingo  Antonio ,  hijo  segundo  de  D.  Pedro  y 
doña  Leonor  Meoendez,  casó  en  la  villa  de  Navia  con 
sn  prima  doña  María  Jacinta  Fuertes  de  Sierra,  hija 
de  D.  José  Domingo  y  de  su  mujer  primera  doña  Jose- 
fa Antonia  Menendez  de  Navia,  y  de  esta  unión  tufo  por 
hijos  á  D.  Domingo  Jacinto ,  á  D.  Vicente ,  á  D.  Juan  y 
otros  que  no  tomaron  estado,  á  escepcion  de  dos  hijas 
que  fueron  religiosas.  En  el  año  1759  D«  Domingo  Ja- 
cinto Avella  casó  con  doña  Mana  Lorenza  Castrillon  Me» 
nendez»  viuda  que  habia  quedado  de  D.  Francisco  Ave- 
lla, su  tio ,  de  cuyo  matrimonio  tuvo  cuatro  hijos,  don 
Manuel,  D.  Matías,  doña  María  Jacinta  y  doña  María 
Agustina  Avella  Fuertes. 

D.  Manuel  como  primogénito  sucedió  á  su  padre  en 
las  casas  y  Mayorazgos  de  sus  ascendientes  que  pedían 
Baronía,  que  poseyó  hasta  há  pocos  años. 

Doña  María  Alvarez  Avella,  que  se  nombró,  fué  ca- 
sada de  primer  matrimonio  con  Sao  Juan  García  Villa  de 
Moros,  y  de  segundo ,  como  se  ha  dicho,  con  D.  Pedro 
de  Trelles  Villámil,  y  de  él  tuvo  por  hijo  único  i  don 
Pedro  de  Trelles  Villamíl  y  Avella,  que  casó  con  doña  Ma- 
ría Avello  Villa  de  Moros  Florez,  de  cuya  unión  nacieron 
tres  hijos,  que  fueron  D.  José  Manuel,  D.  Pedro  Fran- 
cisco y  D.  Juan  José,  de  los  cuales  el  D.  Pedro  Francis' 
co  de  Trelles  pasó  á  los  Reinos  de  la  América ,  en  don- 
de falleció  el  año  1738  sin  haber  tomado  estado;  don 
Juan  José  pasó  á  los  mismos  Reinos  y  casó  en  Puerto 
Principe  con  doña  Mariana  de  Moya ,  hija  del  Capitán 
D.  Diego  de  Moya  y  de  su  mujer  doña  Francisca  Najarro, 
y  tuvo  de  este  matrimonio  i  D.  Pedro,  D.  Juan,  doña 


—  579  — 

María  de  los  Angeles  y  dona  Isabel  Maria  de  Trelles  Vi- 
liamil  y  Villa  de  Moros ,  de  los  cuales,  D.  Pedro  pasó 
al  servicio  de  S.  M.  á  España;  D.  Juan  residió  en  Méjico; 
doña  Isabel  fue  religiosa  capuchina  en  Méjico,  y  doña 
Maria  de  los  Angeles  casó  alli  con  D.  Alvaro  de  Ocio  y 
Ocampo  9  bijo  de  D.  Agustín  Julián  de  Ocio  y  Ocampo, 
Regidor  de  Santa  Fé,  y  de  doña  María  Evarista  Sánchez 
de  el  Cueto ,  y  tienen  sucesión. 

D.  José  Manuel ,  primogénito  entre  sus  hermanos, 
fué  poseedor  de  la  casa  de  sus  padres,  y  habiendo  servido 
á  S.  M.  de  cadete  de  sus  Reales  Guardias  y  obtenido 
repelidas  veces  los  empleos  honprificos  de  república  y 
otros  del  Real  servicio,  :uvo  por  hijo  á  D.  José  Genaro 
Trelles,  que  en  1760  se  halló  sirviendo  á  la  Reina  Msidre 
en  su  Secretaria  de  Estado. 

Rui  García  Abella  Cienfuegos  fué  Señor  del  lugar  de 
Valtravieso,  y  casó  con  Maria  Rasanta  Rico  Villa  de 
Moros,  y  fueron  sus  hijos  Lope  Abella,  Gonzalo  García 
Abella,  que  murió  en  Indias  y  dejó  4,000  pesos  para 
fundar  la  capellanía  de  San  Roque  en  la  villa  de  Luarca, 
Alonso  López  Abella  y  Maria  Rasanta  Abella ,  que  no 
dejaron  sucesión* 

Lope  Abella  Rico,  el  primogénito  de  estos  hermanos, 
casó  con  Catalina  Suarez  Castrillon,  y  fueron  sus  hijos 
Rodrigo  García  Abella  y  Pedro  García  Abella,  doña  Maria 
y  doña  Leonor  Abella,  Doña  Maria  Rasanta  casó  con 
Lope  González  Pico  y  doña  Leonor  con  Antonio  Villa  de 
Moros  Rico,  de  quienes  hay  sucesión. 

NOTIGU    DE    LA    FAMILIA   Y    BARONÍA   DE   ABBLLO. 

El  linaje  y  familia  de  los  Abellos  en  el  Concejo  de 
Valdés,  cuya  cabeza  es  la  villa  de  Luarca,  es  uno  de  los 


«  S80  — 

cuatro  solares  anlígaos  de  aquella  jurisdicciou.  Su  solar 
fué  en  los  prmcipios  en  el  lugar  que  llaman  San  Félix, 
de  aquella  jurisdicción,  y  después  por  mayor  comodidad 
de  los  Señores  de  esla  casa ,  pasaron  su  habitación  al 
lugar  de  Brieves  de  la  misma  jurisdicción,  donde  hoy  se 
conserra  una  torre  ruinosa,  cuadrada,  de  bástanle  robus- 
tez. En  el  archivo  de  la  yilla  de  Luarca  por  las  mutacio- 
nes que  padeció  con  las  ¡nvasiones  de  los  Normandos  y 
otros  accidentes,  solo  se  conser? a  memoria  de  que  en  los 
reinados  de  D.  Enrique  U  y  D.  Juan  I  era  Señor  y  pa- 
riente mayor  de  esta  casa  y  familia  Lope  García  Abollo, 
el  cual  concurrió  por  el  Concejo  de  Valdés  á  la  Junta 
que  se  celebró  el  año  1378  para  oponerse  al  reparti- 
miento, que  á  favor  del  Conde  de  Gijon  D.  Alonso, 
intentó  hacer  Gonzalo  Suarez  de  Arguelles,  y  ya  antes 
reinando  D.  Alonso  el  Sabio,  hay  memoria  de  Guillen 
García  Abollo,  Señor  de  esta  casa ,  que  contrajo  matri- 
monio con  María  Garda  Rico,  hija  de  Fernán  González 
Rico  y  de  su  mujer  Toda  Garda  de  Paredes. 

Fernando  Garda  Abollo,  llamado  el  viejo ,  Señor  de 
esta  casa,  el  cual  vivió  en  el  lugar  de  San  Félix,  donde  se 
conservan  fragmentos  del  antiguo  solar  de  esta  familia, 
y  tuvo  'alli  muchos  bienes  como  en  Bríeves  y  otros  de 
aquella  inmediación,  según  consta  de  su  testamento,  que 
otorgó  en  la  villa  de  Tineo  ante  Rui  Garda,  escribano, 
en  27  de  Setiembre  de  1531,  y  la  partición  de  sus  bienes 
se  hizo  en  la  Pola  de  Luarca  en  1536  y  resulta  haber 
sus  hijos  Lope  Garda  Abollo,  Guillen  Garda  Abollo, 
Diego  Garda  Abello  y  Fernando  Garda  Abello  :  Lope 
Garda  Abello,  el  primero  ,  casó  con  Beatriz  de  Miranda, 
y  por  su  testamento  otorgado  en  1547  ante  Suero  Pelaez 
de  Cañero,  escribano,  hace  mejora  y  funda  vinculo  i 
favor  de  su  hijo  Fernando  Garda  Abello ;  y  además  de 


-38!  — 

cfttc  lO¥0  por  hija  á  Teresa  Menendez  Abello ,  á  qaiea 
correspondió  en  la  partición  de  bienes  la  torre  y  solar 
de  Brieves  con  otros  mas,  y  esta  casó  con  Fernando 
RayoQ  de  las  Alas,  de  quien  tavo  i  Catalina  Fernandez 
Abello,  heredera  de  la  torre  y  solar  de  Brieves;  y  el  ma- 
trimonio de  esta  Señora  con  Pedro  Abolla  de  Lnarca»  y 
h  sucesión  de  ¿I  qaeda  citada.  Dicho  Fernando  García 
Abello  casó  con  doña  Leonor  de  Quirós ,  y  fneron  sns 
hijos  Lope,  que  signe  la  linea,  Pedro  y  Fernando  García 
Abello,  y  de  este  Pedro ,  son  descendientes  los  Abellos 
que  se  conservan  en  el  lugar  de  Gadavedo.  El  Lope  Gar- 
da Abello  casó  con  doña  Inés  Alvarez  de  Albuerne,  y 
de  esta  unión  fué  hijo  y  sucesor  D.  Lope  Garda  Abello, 
cuyo  matrimonio  con  doña  Mariana  Abello  produjo  á 
D.  Lope  Abello,  y  este  casó  con  doña  María  Abello  y 
Valdés,  i  quienes  sucedió  su  hijo  D.  Lope  Abello  y  Val- 
dés,  que  casó  con  doña  Lucia  Rico  Villa  de  Moros  según 
queda  dicho,  y  fué  su  sucesor  D.  Lope  Abello  y  Valdés, 
que  casó  con  doña  Menda  de  Llano  y  Miranda ,  quienes 
tuvieron  por  hijo  á  D.  Lope  Abello  y  Valdés,  poseedor 
en  1760  de  esta  linea  en  Trevies,  y  se  hallaba  casado  con 
doña  María  de  Miranda  Abello,  de  quien  hay  sucesión. 

El  Guillen  Garda  Abello ,  i  jquien  llamaron  e\  Mozo, 
á  distinción  de  su  padre,  heredó  diferentes  bienes  de  los 
de  esta  casa  en  el  lugar  de  Carcedo  y  otras  partes,  y  tuvo 
de  su  matrimonio  por  hijo  á  Fernando  Garda  Abello, 
que  sucedió  en  los  bienes  de  esta  linea ,  y  de  su  matri- 
monio dejó  por  hijo  y  sucesor  i  Lope  Garda  Abello ,  á 
quien  llamaron  de  Carcedo,  por  haber  vivido  en  el  lugar 
de  este  nombre,  y  casó  con  Inés  Fernandez  Villa  de  Mo- 
ros y  Salas,  hija  segunda  del  Señor  de  la  casa  de  Villa  de 
Moros,  y  de  su  mujer  Inés  Fernandez  de  Salas  y  Valdés, 
que  son  los  ascendientes  de  la  Baronía  principal  de  la  fa- 


-383  — 

miiia  de  Villa  de  Moros,  y  por  este  matrimonio  le  tocaron 
á  Lope  diferentes  bienes  de  la  casa  de  Villa  de  Moros  en 
el  lagar  de  este  nombre  y  sus  cercanías,  y  dejaron  por 
hijo  y  sucesor  á  Diego  Fernandez  Abello  Villa  de  Moros, 
el  cual  fabricó  nuera  casa  y  solar  inmediato  á  la  torre 
antigua  de  Villa  de  Moros,  como  consta  del  vinculo  que 
fundó ,  y  como  los  sucesores  en  este  solar  y  torre,  des- 
cendientes de  la  linea  primogénita  y  Baronía  vivían  au- 
sentes, Diego  Fernandez  Abello  y  los  sucesores  en  este 
solar  secundario  se  hicieron  dueños  del  primitivo  solar 
y  torre  de  esta  familia,  contigua  á  la  nuevamente  funda- 
da :  casó  con  dona  Catalina  Rodríguez  Villanueva  y  Ma- 
lleza,  hija  de  Lope  Rodríguez  Villanueva,  Señor  de  es- 
ta casa,  y  de  su  mujer  doña  Catalina  Rodríguez  Malleza, 
de  cuyo  matrimonio  fueron  hijos  D.  Lope,  que  no  dejó 
sucesión,  D.  Alonso  que  fué  eclesiástico,  D.  Diego  que 
tampoco  dejó  sucesión ,  D.  Fernando  por  quien  se  con- 
tinúa la  linea,  doña  Catalina  Abello,  que  casó  con  don 
Juan  Garcia  de  Paredes,  Señor  de  esta  casa,  de  cuya 
sucesión  se  ha  hablado,  y  doña  Inés  Abello,  que  casó 
con  D.  Lope  Abello  y  Valdés,  Señor  de  la  casa  de  los 
Abellos  en  Castañedo,  y  de  esta  unión  fueron  hijos  don 
Juan  Amonio,  D.  Lope,  D.  Diego,  otro  D.  Lope,  don 
Francisco  v  D.  Andrés  Abello  y  Valdés. 

D.  Juan  Antonio,  como  primogénito,  fué  sucesor  en 
los  Mayorazgos  de  esta  linea  y  celebró  cuatro  matrimo- 
nios, del  último  de  los  cuales  tuvo  á  D.  Juan  Antonio,  i 
don  Félix  y  á  otros;  D.  Juan  Antonio  el  padre  vivió  mas 
de  100  años,  y  conoció  propagada  su  descendencia. 

D.  Fernando  Garcia  Abello  Villa  de  Moros  sucedió  á 
sus  padres  en  los  Mayorazgos  de  su  casa,  y  casó  con  doña 
Catalina  Florez,  en  quien  tuvo  por  hijos  á  D.  Alonso 
que  continúa  la  sucesión  ,  i  doña  Catalina,  á  doña  Ma- 


—  385  - 

riana,  á  dona  Inés,  doña  Águeda  y  doña  Maria;  doña 
Mariana  y  doña  Inés  casaron  con  D.  Diego  y  D.  Lope 
Soarez  Villa  de  Moros,  hermanos;  doña  Águeda  fué  mon- 
ja en  Santa  Clara  de  Rivadeo;  doña  María  fue  segunda 
mujer  deD.  Pedro  Trelles  VíUamil  y  Abella,  do  quienes 
se  ha  tratado ,  y  de  este  matrimonio  fueron  hijos  don 
José  Manuel,  D.  Pedro  Francisco  y  D.  Juan  José;  don 
Pedro,  hijo  segundo,  pasó  á  la  América  y  falleció  eo  Mé- 
jico el  ano  1737  sin  haber  tomado  estado;  D.  Juan,  hijo 
tercero ,  pasó  también  á  América ,  donde  casó  con  doña 
Mariana  de  Moya ,  y  teniendo  su  residencia  en  Méjico, 
falleció  en  aquella  ciudad  el  I.*"  de  Marzo  de  1755,  de- 
jando de  su  matrimonio  á  D.  Pedro  Antonio,  D.  Juan 
Francisco,  doña  Maria  de  los  Angeles  y  doña  Isabel  Ma- 
ría Trelles  Villamil  y  Villa  de  Moros.  El  primogénito 
D.  José  Manuel,  autor  de  Asturias  Ilustrada,  en  doña 
Manuela  Marín  de  Contreras,  su  esposa,  tuvo  por  hijo 
á  D.  José  Genaro,  que  en  1760  tuvo  á  su  cuidado  los 
papeles  del  bolsillo  secreto  de  S.  M.  la  Reina  viuda, 
por  hallat^e  sirviendo  en  su  Secretaría. 

D.  Alonso  Abello  Villa  de  Moros  fué  en  sucesión  á 
su  padre ,  Señor  de  los  Mayorazgos  de  esta  linea ,  Ca- 
pitán de  Milicias  del  Partido  de  Cadavedo  y  Juez  por  el 
ISstado  Noble  del  Concejo  de  Valdés ,  pero  habiendo  fa- 
llecido sin  tomar  estado,  se  cortó  esta  linea  y  Baronía  y 
pasó  la  sucesión  de  esta  casa  á  su  hermana  doña  Catalina. 

D.  Juan  Abello  Castrillon  y  su  esposa  doña  Francis- 
ca Alvarez  Castrillon,  (ueron  ps^dres  de  D.  Juan  Abello 
Castrillon ,  Obispo  que  fué  de  Oviedo ,  y  de  D.  Arias 
Abello  Castrillon ,  que  casó  con  doña  Maria  Rico  Villa 
de  Moros ,  y  de  su  matrimonio  tuvo  á  D.  Juan  Abello 
Castrillon,  Regidor  perpetua  del  Concejo -de  Valdés, 
marido  de  doña  Francisca  Villa  de  Moros,  y  á  doña 


-384  — 

Isabel  Abelio  Castrillon,  qoe  casó  en  Gastropól  con  don 
Gaspar  de  Acebedo,  con  sacesíon. 

D.  Lacas  Abelio  casó  con  doña  Josefa  Rico  y  dejó 
sQcesion. 

Estas  son  las  ramas  que  han  salido  á  a? ecindarse  en 
distintas  partes  de  España,  produciendo  héroes  insignes 
en  armas  y  letras  que  ilustraron  é  ilustran  la  claridad 
de  su  origen. 

Aunque  las  familias  de  Abellas  y  Abellos  fueron  en- 
tre si  distintas  en  sus  principios ,  después  por  enlaces 
y  hereccias  se  juntaron,  como  queda  espuesto ,  y  usa- 
ron casi  de  las  mismas  armas ,  con  solo  la  diferencia  de 
aumentar  ó  disminuir  figuras. 

Las  ARMAS  de  la  familia  de  Abolla,  mas  antiguas,  se 
organizan  de  un  escudo  campo  sinople ,  árbol  al  natu- 
ral, y  una  colmena  con  abejas  volando  al  rededor  del 
irbol,  y  una  podadera  puesta  sobre  la  colmena. 

Las  de  los  Abellos  primitiTas  se  componen  de  escu- 
do campo  sinople ,  con  una  colmena  ó  receptéculo  de 
abejas,  que  en  Asturias  llaman  Truevano,  algunas  de 
ellas  esparcidas  por  el  campo ,  y  al  otro  lado  un  cas- 
taño con  ramas  sinoples,  asaltando  la  colmena  un  oso 
y  un  hombre  armado  en  acción  de  herirle  con  la  lanea, 
todo  al  natural ;  con  lo  cual  no  se  falta  á  las  reglas  he- 
ráldicas, pues  es  una  de  las  escepciones. 

Los  Abellas  de  Barcelona  se  distinguen  con  cuatro 
palos  centelleantes  de  sable  eu  campo  de  oro,  que  son 
las  que  les  concedió  D.  Pedro  IV  de  Aragón. 

Los  de  Aragón  suelen  mudar  los  palos  por  tres  abe- 
jas sables ;  otros  pintan  en  plata  tres  fajas  ondeadas  de 
sable ;  otros  los  palos  ondeados. 

Y  los  que  se  llaman  Abillas  usan  escudo  fajado  de 
plata  y  sable. 


-385- 

Estas  ramas  y  casas  hao  pnnlw^ído  el  distinguido 
Grupo  siguiente:  Excino.  é  Itlmo/Sefiór'D.  Pablo  Gar- 
da Abella ,  Arzobispo  de  Valencia  y  Gran  Cruz  de  la 
Real  y  distinguida  orden  de  Carlos  III;  D.  Venancio 
Abella,  Tesorero  General  de  Hacienda  en  la  Isla  de 
Cuba ;  D.  Tomás  Abello ,  Vice-cónsul  de  Portugal  en  Sa- 
lón ;  D.  Manuel  Abello  Valdés ,  Juez  de  primera  instan- 
cia de  Córdoba ;  D.  Manuel  Arias  y  Abella ,  Teniente 
Coronel  graduado,  primer  Comandante  del  batallón  ses- 
to  de  reserva ,  Granada ;  D.  José  de  Abella  y  Conde,  Co- 
ronel del  cuerpo  de  artíUeria ;  D.  Pedro  Abello ,  Coro- 
nel de  ingenieros;  D.  Venancio  Abella  y  Casariego, 
Caballero  de  la  indita  orden  militar  de  San  Juan  de 
Jerusalen. 


ABENDAftO 


O  ayesdaSo. 


ü«  Garci  Sánchez,  tercer  Señor  del  valle  de  Orozco 
y  de  Zurbano ,  y  su  mnjer  doña  Aldonza  Iñigúez  de  Men- 
doza tuvieron  por  uno  de  sus  hijos  á  D.  Sancho  Garcia, 
que  heredó  el  Señorío  dé  Zurbano  y  pobló  allí,  casan- 
do con  la  Señora  del  solar  de  Avendaño ,  de  la  cual  dejó 
entre  otros  hijos  á  D.  Pedro  Sánchez  que  heredó  el  so- 
lar de  Avendaño ,  titulándose  él  y  sus  descendientes  de 
este  apellido ;  aunque  algunos  escritores  tienen  á  este 
Pedro ,  progenitor  de  la  casa  de  Avendaño  por  yerno  y 
no  por  hijo  de  D.  Sancho  Garda ,  dejaron  por  hijo  y 
sucesor  á  Juan  Pérez  de  Abendaño,  que  casó  con  hija  y 
heredera  de  Pedro  Orliz,  Señor  de  Aramayona,  descen- 
diente de  los  Reyes  de  Navarra ,  y  tuvo  por  hijo  á  Pedro 
Ortiz  de  Avendaño,  que  pobló  en  Urquizu  y  dejó  este 
solar  á  sus  descendientes ;  casó  con  hija  de  D.  Pedro 
Ortiz  de  Gualiqui,  de  quien  tuvo  á  Hurtado  García  de 
Abendaño  y  á  Martin  Ruiz  de  Abendaño,  heredero  del 
solar  de  Urquizu,  el  cual  vivió  reinando  D.  Alfonso  XI, 
y  casó  con  doña  Mencia  de  Guevara,  habiendo  sido  sus 
hijos  Juan  de  Avendaño  á  quien  llamaron  el  Malo^  y  he- 
redó la  casa  de  Urquizu,  habiendo  tenido  sus  compe- 
tencias con  el  Conde  D.  Tello,  Señor  de  Vizcaya,  her- 
mano del  Rey  D.  Enrique  II ,  por  lo  que  perdió  la  vida 
en  1356 ;  y  Juan  de  San  Juan  de  Abendaño ,  que  quedó 
por  la  muerte  violenta  que  padeció  su  hermano,  here- 
dero de  la  casa  de  Urquizu,  llamándose  de  San  Juan 


—  587  — 

por  haber  nacido  en  San  Juan  de  la  Pena  en  ocasión  que 
sus  padres  se  hallaban  allí  retirados  con  motivo  de  los 
bandos  que  seguian  contra  otros  caballeros  sus  compa- 
triotas ;  fué  Ballestero  mayor  de  D.  Enrique  II  y  primer 
Señor  de  Villareal  por  merced  de  este  Monarca  de  1571 , 
y  habiendo  casado  con  doña  Mayor  González  de  Tobar, 
dejó  por  hijo  y  sucesor  á  Martin  Ruiz  de  Avendaño ,  Se- 
ñor de  la  casa  de  Urquizu,  y  segundo  de  Villareal  de 
Álava ;  casó  con  doña  Maria  López  de  Gamboa ,  Señora 
de  la  casa  de  Olazo ,  hija  y  heredera  de  Juan  López  de 
Gamboa ,  Señor  de  la  casa  de  Olazo  y  de  los  patronatos 
á  ella  agregados ,  y  nieta  de  Rui  Pérez  de  Gamboa ,  que 
murió  en  1550,  biznieta  de  Fernando  Yañez  de  Gamboa, 
Señor  de  esta  casa  y  de  la  de  Olazo ,  que  falleció  en  1295, 
y  tercera  de  Juan  López  de  Gamboa,  Señor  de  esta  casa 
en  Guipúzcoa,  una  de  las  que  tenían  el  distintivo  deju< 
rar  Príncipe  de  Castilla,  y  este  fué  á  quien  el  Rey  don 
Alonso  el  Sabio  en  1267  hizo  merced  del  Patronato  de 
San  Bartolomé  de  Olazo  y  de  otras  iglesias.  Murió  Mar- 
tin en  el  sitio  de  Antequera  de  1410:  de  este  matrimo- 
nio fueron  hijos  Fernando  de  Gamboa  y  Juan  de  Aben- 
daño,  Señor  de  Urquizu  y  tercero. de  Villareal  de  Álava, 
el  cual  casó  con  doña  Teresa  Manrique,  hija  de  D.  Gó- 
mez Manrique,  Señor  de  Santa  Gadea,  Adelantado  ma- 
yor de  Castilla,  y  de  doña  Sancha  de  Rojas;  murió  Juan 
llamado  el  Viejo  en  1456;  fueron  padres  de  Martin  Ruiz 
de  Abendaño,  que  dio  Baronía  á  la  casa  de  Villela,  do 
Juan  de  Abendaño,  de  doña  Maria  de  Abendaño,  de  doña 
Sancha  de  Abendaño  que  casó  con  Martin  Ruiz  de  Artea- 
ga.  Señor  de  esta  casa ,  procedida  de  la  misma  Baronía 
de  Abendaño,  y  á  Pedro  de  Abendaño ,  Señor  de  Urqui- 
zu, y  cuarto  de  Villareal  de  Álava,  Doncel  del  Rey  don 
Juan  II  y  su  Ballestero  mayor,  el   cual  casó  con  doña 

TOMO   I.  25 


-388  - 

Inés  de  Mendoza,  hija  de  Juan  Hortado  de  Mendoza,  Se- 
ñor de  Mendivil ,  y  de  doña  Maria  de  Rojas ,  j  foeron 
padres  de  D.  Joan  de  Abendaño  el  Mozo,  que  murió 
antes  que  su  padre ,  violentamente  á  manos  de  los  Oñe- 
cinos  en  los  bandos  que  segnia  su  casa ;  era  casado  con 
doña  Beatriz  de  Ulloa,  hijo  de  Pedro  de  Ulloa,  Señor 
de  Villarbarba,  y  de  doña  Isabel  Quijada,  de  quien  dejó 
por  hijos  á  doña  Leonor  de  Abendaño  y  á  D.  Pedro  de 
Abendaño,  quinto  Señor  de  Villareal  de  Álava  y  de  la 
casa  de  Urquizu,  el  cual  casó  con  doña  Aldonza  de  Ve- 
lasco,  hija  de  D.  Juan  de  Velasco,  primer  Conde  de  Si- 
ruela,  y  de  doña  Isabel  Manrique,  y  habiendo  fallecido 
en  1500,  dejó  de  este  matrimonio  por  hija  y  heredera  á 
doña  Francisca  de  Abendaño,  sesta  Señora  de  Villareal 
de  Álava  y  de  la  casa  de  Urquizu,  la  cual  falleció  sin  dejar 
sucesión.  Dichos  D.  Martin  Ruiz  de  Abendaño  y  doña 
Maria  López  de  Gamboa  tuvieron  por  hijo  segundo  á 
Fernando  de  Gamboa,  que  usó  el  apellido  materno  y 
gozó  los  Patronatos  de  la  casa  de  Olazo ,  que  le  fueron 
confirmados  en  1417;  casó  con  doña  Maria  Ortiz  de  Irae- 
ta ,  y  dejó  por  hijo  y  sucesor  á  Martin  Ruiz  de  Gamboa» 
Señor  de  la  casa  y  Patronatos  de  Olazo,  el  cual  casó  con 
doña  Juana  de  Butrón,  de  cuyo  consorcio  nació  Juan 
López  de  Gamboa ,  Señor  de  la  casa  de  Olazo  y  sus  Pa- 
tronatos; casó  con  doña  Leonor  de  Abendaño ,  hija  de 
Juan  de  Abendaño,  Señor  de  Villareal,  y  de  doña  Bea- 
triz de  Ulloa ;  estuvo  prisionero  en  Francia  y  costó  sq 
rescate  200  doblas  de  oro,  y  de  este  matrimonio  quedó 
por  hijo  y  sucesor  Martin  Ruiz  de  Abendaño  y  Gamboa, 
Señor  de  ambas  casas  y  séptimo  de  Villareal  de  Álava, 
por  haber  heredado  á  su  prima  doña  Francisca;  casó  dos 
veces,  la  segunda  con  doña  Isabel  de  Velasco,  hija  de 
D.  Bernardino  de  Velasco,  tercer  Conde  de  Haro,  y  de 


—  389- 

dona  Clara  de  Orense;  sirvió  al  Emperador  D.  Carlos  V 
en  la  guerra  contra  los  Comuneros,  y  tuvo  por  hijo  á 
D.  Prudencio  de  AvenJaño  y  Gamboa,  Señor  de  esta  casa 
y  octavo  de  Villareal  de  Álava ,  el  cual  casó  con  dona 
Luisa  de  Beaumont  y  Navarra,  hija  de  D.  Francés  de  Beau- 
mont  y  de  doña  Beatriz  Icart,  nieta  de  D.  Juan  de  Beau- 
mont y  doña  Luisa  de  Ortubia,  cuyoD.  Juan  era  hijo  se> 
gundo  deD.  Luis  de  Beaumont,  Conde  de  Lerin,  Con- 
destable de  Navarra ,  y  la  doña  Luisa  de  Ortubia  fué 
hija  de  D.  Juan  de  Monreal,  Señor  de  la  casa  de  Or- 
tubia, y  nieta  de  MoscnJuan  de  Monreal,  Señor  de  los 
Palacios  de  Arazuri  y  otras  grandes  casas  de  Navarra; 
y  aunque  fué  casado  segunda  vez  con  doña  María  de 
Mendoza,  no  tuvo  sucesión  de  esta ,  y  si  de  la  primera 
á  doña  María  de  Avendaño  y  á  D.  Diego  de  Avendaño 
y  Gamboa,  Señor  de  ambas  casas  y  noveno  de  Villa- 
real  de  Álava,  el  cual  casó  con  doña  Luisa  Sarmiento, 
dama  de  la  Princesa  de  Portugal ,  y  tuvo  por  hijos  á 
D.  Francés  de  Avendaño  y  á  doña  Isabel  Angela  de  Aven- 
daño,  que  falleció  sin  sucesión  aunque  casó  con  don 
Martin  de  Zabala,  de  la  orden  de  Santiago,  pasando  la 
de  las  casas  de  Avendaño  y  Gamboa  con  el  Señorío  de 
Villareal,  á  doña  María  de  Avendaño  y  Gamboa,  su  her- 
mana ,  que  se  hallaba  casada  con  D.  Antonio  de  Gue- 
vara, sesto  Conde  de  Escalante,  en  cuyos  descendien- 
tes se  conservan  estos  Estados.  El  segundo  hijo  de  Pe- 
dro Ortiz  de  Avendaño,  el  que  pobló  en  Urquizu,  fué 
Hurtado  García  de  Avendaño ,  que  fué  heredado  en  el 
sotar  de  Arteaga  y  en  los  de  Mogica  y  Aramazona,  y  tuvo 
tres  hijos  que  fueron  Pedro  Ortiz,  Portun  García  y  Juan 
Galindez,  y  doña  María  de  Avendaño,  que  casó  con 
Ochoa  Ortiz  de  Zamudio;  el  primero  de  los  hijos  falle- 
ció sin  sucesión;  el  segundo  fué  heredado  en  Arteaga, 


—  390  — 

y  el  tercero  pobló  el  solar  de  Mogica.  El  Portan  ó  Hur- 
tado García  de  Avendaño  dejó  á  sus  descendientes  el 
apellido  de  Arteaga,  habiendo  sido  muerto  en  Villa- 
real  por  orden  del  Rey  D.  Pedro ,  dejando  por  hijo  i 
Martin  Ruiz  de  Arteaga ,  de  quien  sigue  este  linaje. 

Tuvo  D.  Prudencio  á  mas  hijos  naturales,  á  don 
Martin  de  Avendaño,  Señor  de  la  casa  de  Arandia,  por 
haber  casado  con  doña  María  de  Arandia,  y  de  ellos 
nació  D.  Martin  de  Avendaño  y  Arandia;  á  doña  Marta 
de  Avendaño,  que  casó  con  el  Contador  Lejalde,  y  á 
D.  Juan  de  Avendaño,  que  casó  con  doña  María  de  Bil- 
bao, y  nieta  de  Sancho  de  Bilbao,  de  quien  tuvo  por 
hijos  á  D.  Martin ,  doña  Isabel ,  mujer  de  D.  Iñigo  de 
Velasco ,  y  doña  Magdalena ,  que  casó  con  D.  Diego  de 
Riaño,  Regidor  de  Burgos,  padres  de  D.  Juan  Alonso, 
del  orden  de  San  Juan;  Fray  Martin,  predicador  del  Rey 
y  General  de  la  orden  de  San  Benito;  D.  Antonio  de  la 
orden  de  Calatrava;  D.  Pedro  de  la  de  San  Juan ;  D.  Mi- 
guel, que  murió  en  el  ejército  de  Flandes;  doña  Mag- 
dalena ,  mujer  de  D.  Diego  de  Sanzoles ,  caballero  de 
Calatrava,  abuelos  maternos  de  doña  Antonia  Enriquez, 
Señora  de  Rioseco  y  Tapia ,  mujer  de  D.  Fernando  de 
Tobar,  primer  Marques  de  Valverde,  Señor  de  la  tier- 
ra de  la  Reina,  D.  Diego,  13  de  Santiago,  Arcediano 
de  Cuenca,  Obispo  de  Jaén,  Presidente  de  Castilla^ 
Comisario  General  de  Cruzada ,  primer  Conde  de  Villa- 
riezo,  y  D.  Francisco  que  fué  el  primogénito,  caballero 
de  Santiago,  Regidor  de  Burgos,  Corregidor  de  Jerez 
de  la  Frontera  y  Gobernador  de  la  Habana,  del  cual  y 
de  su  mujer  dona  María  de  Meneses ,  nació  D.  Diego 
Luis  de  Riaño  y  Gamboa,  segundo  Conde  de  Villariezo, 
Señor  de  Viliagonzalo ,  Villayuda  y  Castañares ,  Regidor 
de  Burgos ,  de  la  orden  de  Santiago  y  Consejo  de  Ha- 


—  391  — 

cieoda ,  cuyos  hijos  y  de  su  mujer  doña  Maria  Magda- 
lena de  Gaceta,  fueron  D.  Manuel,  Caballero  de  San- 
tiago ,  D.  Diego ,  doña  Magdalena ,  mujer  de  D.  Beni- 
to de  Salamanca ,  Señor  de  Berberana ,  y  D.  Antonio 
José,  tercer  Conde  de  Villariezo,  Vizconde  de  Villa- 
gonzalo,  caballero  de  Santiago,  Regidor  de  Burgos,  que 
casó  con  doña  Mariana  de  la  Cerda ,  hija  de  D.  Fran- 
cisco de  la  Cerda,  Señor  de  las  villas  de  Pioz,  Alanzon 
y  los  Yelmos ,  caballero  de  Santiago ,  y  de  doña  Lucía 
de  Brizuela  y  Arteaga  su  mujer. 

Doña  Leonor  de  Avendaño  casó  con  D.  Juan  de 
Zamudio,  Señor  de  esta  casa,  y  fueron  padres  de  don 
Ordoño  de  Zamudio  Avendaño,  consorte  de  doña  Ana 
Osorio ,  de  quien  tuvo  á  doña  Leonor  de  Zamudio  Aven- 
daño  ,  Señora  de  la  casa  de  Zamudio,  que  casó  con  don 
Francisco  de  Noboa ,  General  de  la  flota ,  de  quien  tu- 
yo á  doña  Catalina  de  Noboa  Zamudio  Avendaño,  Mar- 
quesa de  Bélvis,  esposa  de  D.  Pedro  de  Toledo,  primer 
Marqués  de  Mancera,  Virey  del  Perú,  padres  de  doña 
María  Francisco  de  Toledo  y  Noboa,  Marquesa  de  Bél- 
vis, á  quien  D.  Felipe  IV  hizo  Marquesa  de  Montalvo. 

D.  Marlin  Ruiz  de  Avendaño,  Señor  de  Viilarcal  y 
Urquizu ,  Ballestero  mayor  de  Vizcaya ,  casó  coniífloña 
Isabel  de  Velasco ,  de  quien  tuvo  por  hijo  á  D.  Pruden- 
cio de  Avendaño,  Señor  de  esta  casa,  de  la  de  Villareal  y 
Urquizu,  que  casó  con  doña  Luisa  de  Beaumont  y  Na- 
varra ,  y  fueron  padres  de  doña  María  de  Avendaño  y 
Gamboa,  que  heredó  á  su  padre  y  casó  con  D.  Antonio 
de  Guevara,  Conde  de  Tahalú,  Señor  de  Escalante,  Co- 
mendador de  Mure  y  Benacuze  en  Santiago,  padres  de 
D.  Pedro  de  Guevara  y  Avendaño,  Caballero  de  Alcán- 
tara, hermano  de  D.  Luis,  primer  Conde  de  Escalante, 
el  cual  casó  con  doña  Francisca  de  Mendoza ,  de  quien 


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tuvo  á  doña  Luisa  de  Guevara  Abeodaño,  bermana  de  la 
Condesa  de  Escalante,  y  casó  con  D.  Martin  de  Saave- 
dra,  24  de  Córdoba,  Barón  de  Prado,  Señor  de  las  villas 
de  Carrocino  y  Acosta,  Presidente  y  Capitán  del  noevo 
Reino  de  Granada,  padres  de  D.  Martin  Domingo,  Conde 
de  Tahalú  de  dona  Francisca,  que  casó  con  D.  García  de 
Cárdenas,  Conde  de  la  Puebla  del  Maestre  y  de  doña 
Maria  de  Saavedra,  que  casó  con  D.  Luis  Sequeira,  Ca- 
ballero del  orden  de  Santiago,  bijo  del  Conde  de 
Priego. 

D.  Pedro  Avendano,  bijo  segando  detesta  casa,  casó 
con  doña  Mayor  de  Villela,  Señora  de  esta  cssa  en  Mqq- 
guia  de  Vizcaya,  y  fueron  padres  de  D.  Ruiz  de  Avenda- 
no Villela ,  Señor  de  esta  casa,  que  casó  con  doña  Maria 
Manrique  de  Padilla ,  de  quien  tuvo  á  D.  Pedro  Avenda- 
no de  Villela,  Caballero  del  orden  de  Santiago,  esposo 
de  doña  Constanza  de  Munguia ,  padres  de  D.  Pedro, 
Caballero  de  Santiago ,  hermano  mayor  de  D.  Juan  de 
Villela ,  Presidente  de  Indias  y  marido  de  doña  Isabel 
Zorrilla  de  Arce,  de  quien  tuvo  á  D.  Pedro  Avendano  de 
Villela ,  Caballero  de  Santiago,  Conde  de  Lencés,  Mayor- 
domo de  la  Reina  Madre ,  asistente  de  Sevilla ,  Gentil- 
hombre de  Boca  y  Señor  de  las  casas  de  Villela  y  Arce, 
que  casó  con  doña  Isabel  Idiaguez  de  Álava,  cuarta  Con- 
desa de  Tripiana,  padres  de  D.  Antonio  de  Villela  y 
Álava,  de  doña  Luisa  Teresa,  Dama  do  la  Reina  Madre, 
casada  con  D.  García  de  Toledo,  Marqués  de  Montalvo. 

La  rama  de  este  linaje  en  Navarra  desciende  del 
mencionado  D.  Francés  de  Avendano  y  Sarmiento ,  Se- 
ñor de  los  palacios  de  Arazuri  en  la  Cendea  de  Olza,  de 
la  ciudad  de  Pamplona  y  de  Montalvan  en  el  Valle  de 
Yerri,  de  la  ciudad  de  Estella.  Fray  Sebastian  de  Avenda- 
no, religioso  de  San  Francisco,  faé  Prefecto  de  la  orden, 


—  393  — 

Secretario  del  General  en  Roma  y  grande  Orador;  es- 
cribió el  SpectUum  Spiriluale  de  Humance  vitas  miseriis^ 
de  Mms  monis  effeclibusj  el  difuse  de  Exellentis  purga- 
torii :  en  Roma  1642,  en  folio. 

D.  Juan  de  Avendaño,  conquistador  de  Cubagua, 
Quito  y  Gobernación  de  Popayan  y  del  nuevo  Reino  de 
Granada,  donde  entró  por  Alférez  dea  caballo  del  Gene- 
ral D.  Sebastian  de  Benalcazar ,  y  se  halló  en  la  funda- 
ción de  la  ciudad  de  Tunja,  en  cuyo  distrito  fué  Enco- 
mendero de  Tuta,  Gameza  y  Saliva  ,  que  tenia  por  pri- 
mera repartición  y  continuó  con  titulo  del  Adelantado, 
D.  Alonso  Luis  de  Lugo  de  7  de  Junio  de  1544 ,  en  que 
se  dice  csoís  persona  híjo-dalgo.»  Fundó  la  rama  de 
esta  casa  que  existe  en  las  Américas ;  le  sucedió  su  hijo 
legitimo  D.  Juan  de  Avendaño ,  Capitán  de  infantería 
del  número  de  la  ciudad  de  Tunja  su  patria,  á  quien 
sucedió  su  hijo  D.  Francisco  de  Avendaño  Maldonado, 
que  dejó  por  hijo  á  otro  D.  Juan  de  Avendaño,  padre  de 
doña  Maria ,  D.  Miguel,  D.  Alonso  María,  doña  Ana, 
doña  Elvira  y  doña  Leonor,  monja  de  Santa  Clara  en 
Tunja,  todos  con  posesión  en  la  misma  Encomienda,  has- 
la  4  de  Noviembre  de  1662  que  se  proveyó  en  D.Fer- 
nando de  Vargas. 

D.  José  García  Avendaño  pasó  á  residir  en  Alcázar 
de  San  Juan ,  donde  casó  con  doña  Francisca  Martinez 
Cabeza  de  Vaca,  y  tuvieron  por  hijos  á  D.  Inocencio  Gar- 
cía Avendaño,  Presbítero,  bautizado  en  Alcázar  de  San 
Juan  á  7  de  Enero  de  1749  y  á  doña  Francisca  María 
Josefa  García  Avendaño,  bautizada  en  la  misma  villa 
á  18  de  Agosto  de  1751 ,  la  cual  casó  con  D.  Cipriano 
Rioja,  natural  de  Alcázar  de  San  Juan ,  y  de  esta  unión 
fué  hijo  D.  José  Sabas  de  Rioja  y  Avendaño,  bautizado 
en  Alcázar  á  9  de  Diciembre  de  1780.  También  fué  de 


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esta  casa  D.  Alonso  Giménez  Avendaño ,  que  casó  con 
doña  Claudia  Rubalcaba  y  D.  Vicente  Avendaño,  qoe 
contrajo  matrimonio  con  doña  Josefa  Caballero  y  murió 
en  1 1  de  Febrero  de  1787. 

Las  ARMAS  de  la  casa  troncal  de  Vizcaya  que  es  la 
misma  de  Galicia,  de  donde  fueron  sin  razón  desterrados 
sus  hijos,  se  componen  por  este  motivo  de  un  escudo 
campo  de  oro  con  banda  sable  que  atraviesa  el  escudo. 

Los  de  Navarra ,  Mancha  y  otras  partes  usan  escudo 
sinople  con  una  camisa  de  plata  pasada  de  tres  flechas 
de  oro,  una  en  banda,  otra  en  palo  y  otra  en  punta. 

Los  de  América  tomaron  escudo  partido,  á  la  dere* 
cha  en  plata  banda  sable,  á  la  izquierda  cortado,  en  lo 
alto  en  plata  tres  panelas  sinoples  y  en  lo  bajo  en  plata 
un  lobo  al  natural  enrejado. 

De  esta  casa  es  el  llustrísimo  D.  Joaquin  Avendaño, 
Cónsul  de  S.  M.  en  Portland  de  los  Estados-Unidos  de 
América. 


ABREÜ 


AVREÜ.  EVRED,  EVREDI  O  EBRIO. 


HisTA  ilustrisima  casa  tavo  su  origen  de  la  villa  de  Evreux 
de  la  alta  Normandia,  que  es  Obispado  sufragáneo  de 
Rouen  y  tenia  antiguamente  sus  Condes   particulares; 
Roberto,  Arzobispo  de  Rouen,  hijo  segundo  de  Ricar- 
do primero  del  nombre,  Duque  de  Normandia,  fué  Con- 
de de  Evreux  y  murió  en  el  año  1307.  Después  de  los 
dias  de  Guillermo,  Conde  de  Evreu,  que  falleció  sin  hijos, 
Enrique  I,  Rey  de  Inglaterra  se  apoderó  de  este  Condado, 
que  se  rindió  á  Amadeo  de  Monlfort,  tercero  del  nombre, 
que  era  legítimo  heredero  como  hijo  de  Agnes  de  Evreu 
que  lo  fué  de  Ricardo,  Conde  de  Evreu.  Amadeo  de  Mont- 
fort,  quinto  del  nombre,  vendió  el  Condado  de  Evreux 
al  Rey  Felipe  Augusto  en  el  año  1200.  El  Rey  Felipe,  el 
Largo,  erigió  el  Condado  de  Evreux  en  dignidad  de  Par 
el  mes  de  Enero  de  1316  en  favor  de  Luis  de  Francia, 
hijo  segundo  del  Rey  Felipe  el  Atrevido ,  y  también  fué 
concedido  por  otras  letras  del  mes  de  Enero  de  1326  á 
Felipe  su  hijo  el  Condado  de  Evreux  y  Reino  de  Navara. 
Carlos  de  Evreu,  tercero  del  nombre.  Rey  de  Navarra, 
su  hijo  pequeño,  cedió  el  9  de  Junio  de  1404  al  Rey 
Carlos  VI  en  permuta  del  Ducado  de  Nemours  dicho 
Condado,  con  lo  que  quedó  abolida  esta  dignidad  de  Par, 
Carlos  VII  en  Enero  de  1426  dio  este  Condado  para  te- 
nerla en  dignidad  de  Par  á  Juan  Stuart,  Conde  de  Arley, 
Señor  de  Aubigní,  Condestable  de  las  armas  de  Escocia, 
qutt  estuvo  al  servicio  de  Francia  basta  1429.  El  Rey 


—  396  — 

Carlos  IX  le  erigió  Ducado  y  dignidad  de  Par  en  Octubre 
de  1560  á  favor  de  Francisco  de  Francia ,  Duque  de 
Alenzon  su  hermano ,  y  muerto  este  Principe  sin  hijos 
en  1584  se  unió  á  la  Corona.  Después  fué  dado  sin  dig- 
nidad de  Par  el  20  de  Marzo  de  1651  á  la  casa  de  Boui- 
llon  en  compensación  del  principado  de  Sedan.  De  la 
casa  Real  de  este  Reino  descendió  por  Baronía  Gonzalo 
Rodríguez  de  Evreux,  que  fué  uno  de  los  caballeros  es- 
cogidos que  acompañaron  al  Conde  D.  Enrique  de  Por- 
tugal y  salieron  de  Galicia  en  donde  tenia  su  asiento. 

En  una  escritura  de  donación  que  hizo  la  Reina  doña 
Urraca  á  la  Iglesia  de  Tuy,  entre  otros  bienes  y  haciendas 
que  la  dá,  espresa  lo  siguiente:  «concedo  asimismo  á  la 
dicha  Silla  la  heredad  que  fué  de  VascoNuñezde  Abreu; 
doy  enteramente  do  quiera  que  fuese  hallada  en  cual- 
quier territorio  asi  en  Limia  como  en  Portugal  y  en  el 
valle  del  Rio  Vesi,  hoy  Valde  Vez,  la  cual  Yo  Urraca  se 
la  doy  y  dono:  y  esta  heredad  me  la  dio  el  dicho  Vasco 
Nuñez  de  Abreu  de  su  libre  voluntad  porque  yo  le  avudé 
siempre  en  todo  lo  que  él  me  dijo  y  de  la  manera  que  él 
me  la  dio,  Yo  Urraca  la  doy  y  concedo,  etc.»  Su  data  es 
en  13  de  Enero  de  1071,  con  lo  cual  se  nota  la  antigüe- 
dad de  esta  familia  en  Galicia ,  y  que  siendo  entonces 
poseedores  de  Jurisdicciones  y  Señoríos,  precisamente 
serian  de  lo.s  primeros  personajes  del  Reino. 

Fué  el  antiguo  solar  de  esta  familia  la  torre  de  Abreu 
que  está  en  el  lugar  de  Coto  de  su  mismo  nombre ,  en 
la  provincia  de  entre  Duero  y  Miño,  montaña  y  feligre- 
gresla  de  San  Pedro  de  Monrufe,  cerca  de  las  tillas  de 
Valladares,  que  es  la  comarca  en  donde  estaban  hereda- 
dos la  mayor  parte  de  los  Señores  y  Ricos-hombres  de 
Portugal. 

El  referido  Gonzalo  Rodríguez  de  Abren  fué  uno  de 


-397  — 

los  mayores  Señores  que  bubo  en  Portugal  y  en  la  Corte 
del  Rey  D.  Alonso  Enríquez ;  obtuvo  el  empleo  de  su 
Mayordomo  mayor  y  por  consiguiente  la  dignidad  de 
Rico-hombre,  habiendo  dejado  ilustrisimas  sucesiones 
que  en  todos  tiempos  han  dado  pruebas  nada  equivocas 
de  su  valor  y  lealtad.  Fué  su  hijo  otro  Gonzalo  Rodríguez 
de  Abren,  Rico-hombre  del  Rey  D.  Sancho,  hijo  y  suce- 
sor de  D.  Alonso  II,  el  cual  se  halló  en  la  toma  de  Elvas 
el  año  122S;  casó  con  doña  Mencia  Rodríguez  Fafes, 
hija  de  Rui  Fafes  y  de  su  mujer  doña  Teresa  Pérez  Alca- 
forado,  hija  esta  de  la  casa  de  Aguilar,  biznieta  de  Fafes 
Luz,  Alférez  mayor  4^1  Conde  D.  Enrique,  el  cual  fué 
nieto  del  Conde  D.  Fafes  Sarracin  de  Lañoso,  que  falle- 
ció con  otros  caballeros  en  la  batalla  de  Aguas  Mayas, 
los  cuales  tuvieron  dilatada  y  gloriosa  descendencia  de 
padres  á  hijos,  enlazándose  á  casas  las  mas  nobles  de  Por- 
tugal y  Castilla,  entre  las  cuales  merecen  memoria  el  casa- 
miento de  D.  Lope  Feijó  de  Abreu,  hijo  segundo  de  don 
Francisco  de  Abreu  Feijó,  Señor  de  Villar  de  Cas  y  de  sq 
mujer  doña  Isabel  de  Sotomayor ,  con  doña  Sancha  de 
Ulloa  y  Noboa,  hija  de  D.  Alonso  López  de  Lemas  y  de 
doña  Elvira  de  Noboa,  nieta  de  D.  Pedro  Yañez  de  No- 
boa y  de  doña  Juana  Diaz  de  Cadórniga ,  hija  esta  de 
D.  Alonso  Diaz  de  Cadórniga ,  Regidor  de  Orense  y  úl- 
timo Alcaide  del  castillo  de  Castel-Ramiro ,  de  quien 
proceden  casi  todas  las  casas  de  caballeros  que  hay  en 
Orense  y  otros  pueblos  de  Galicia ,  repartidas  por  el 
resto  de  las  provincias  de  España:  doña  Margarita  de 
Abren,  hija  de  Payo  Rodrigez  de  Araujo,  llamado  asi  en 
Portugal  y  Galicia ,  casó  con  D.  Diego  Sotomayor,  Con- 
de de  Camuña:  D.  Luis  de  Abreu  floreció  en  el  reinado 
de  D.  Enrique  IV  de  Castilla  y  resistió  valerosamente  á 
los  que  se  oponian  á  todo  dominio  de  Señores  en  Gali-« 


—  398  — 

cia,  en  la  villa  de  Allariz:  D.  Lope  Gómez  de  Abren, 
Señor  de  Agrá  ,  casó  con  doña  Teresa  Yañez  de  Mos- 
coso  y  Montenegro,  de  la  sangre  de  los  Marqueses  de 
Astorga,  Condes  de  Altamira,  hija  de  Payo  Sorrez  de 
Montenegro,  Señor  de  Mourente:  D.  Rodrigo  de  Soto- 
mayor  celebró  sus  bodas  con  doña  Margarita  de  Abreu, 
hija  del  caballero  de  Aranjo:  D.  Fernando  Yañez,  Se- 
ñor de  la  casa  de  Solomayor,  hijo  de  D.  Fernando  y  de 
doña  Teresa  de  Sotomayor,  parientes,  casó  con  doña 
María  de  Abren  y  Noroña ,  hija  de  Lope  Gómez  de 
Abreu. 

Siguiendo  los  héroes  y  descendencias  de  este  linaje 
se  halla  á  D.  Francisco  de  Abreu,  que  floreció  en  tiempo 
de  D.  Felipe  II,  aprobando  el  derecho  que  este  Monar- 
ca tenia  á  la  Corona  de  Portugal:  á  Pedro  Gómez  de 
Abreu ,  que  sustentó  el  partido  de  la  Reina  doña  Leonor 
y  del  Rey  D.  Alonso  el  V  contra  el  Infante  D.  Pe- 
dro, su  tío,  llamado  el  Regente:  á  Vasco  Gómez  de 
Abreu  y  á  Diego  Gómez,  su  hijo,  que  fueron  en  su  tiem- 
po de  los  mas  poderosos  Señores  del  Reino  de  Portugal, 
perdiendo  la  mayor  parte  de  sus  Estados  por  seguir  el 
partido  de  D.  Juan  el  I  de  Castilla  ,  á  quien  toca- 
ba la  Corona  por  su  mujer  la  Reina  doña  Beatriz:  la 
misma  suerte  esperiraenló  Diego  Gómez  de  Abreu  por 
su  lealtad  al  Rey  D.  Alonso  el  IV  contra  el  Infante  don 
Pedro,  su  hijo,  perdiendo  su  casa  y  haciendas:  á  Lope 
González  de  Abreu,  que  fué  muerto  en  la  batalla  que 
dieron  los  rebeldes  que  seguian  el  partido  del  Infante 
D.  Alonso  contra  su  padre,  entre  Duero  y  Miño  el  año  de 
1319,  cuya  muerte  fué  muy  sentida  del  Rey:  á  Pedro  Gó- 
mez de  Abreu,  que  imitando  á  dichos  sus  abuelos  y  ascen- 
dientes ,  fué  ejemplo  de  lealtad  con  su  Rey  D.  Felipe  IV, 
el  Grande ,  siendo  el  primero  que  pasó  de  Portugal  i 


—  399  — 

Castilla  por  los  a5o3  1641  ea  apoyo  y  aclamación  d< 
este  Monarca  que  le  honró  mucho,  mandando  al  Conde 
de  Lemus,  D.  Francisco  de  Castro,  pariente  suyo,  y  á 
otros  caballeros  de  su  Corte  le  fuesen  á  recibir  para 
conducirle  á  su  Real  presencia  á  la  que  llegó  con  sa 
mujer,  una  hija  y  ocho  hijos,  los  cuales  armados  de 
capas  y  espadas  se  ofrecieron  á  S.  M.  para  servirle  y 
morir  en  su  servicio ;  premió  el  Rey  estas  acciones  con 
el  titulo  que  le  concedió  de  Conde  de  Regalados,  para 
si,  sus  hijos  y  sucesores,  cuya  honra  disfrutó  muy  poco 
tiempo,  pues  falleció  al  siguiente  año  de  1642,  habiendo 
sido  su  cuerpo  depositado  en  San  Antonio  de  los  Portu- 
gueses de  esta  Corte ;  estuvo  casado  este  Gran  caballero 
con  doña  Ana  de  Brito  y  Castro,  que  descendía  por  Ba- 
ronía de  los  Reyes  de  Navarra  y  por  otras  líneas  de  los 
de  Portugal  y  Castilla,  hija  única  y  heredera  de  D.  Gas- 
par de  Araujo  y  Castro,  Señor  de  Vegia  y  de  su  mujer 
doña  María  de  Puga  y  Quiñones:  dejaron  entre  los  refe- 
ridos hijos  á  D.  León  de  Abreu,  segundo  Conde  de  Re- 
galados, que  murió  en  las  guerras  de  Cataluña  con  otros 
de  sus  hermanos,  habiendo  heredado  el  titulo  D.  Fran- 
cisco de  Abreu,  que  casó  en  esta  Corte  con  doña  Juana 
de  Sandoval,  hija  del  Conde  de  Saldaña  D.  Gómez  y  her- 
mana de  padre  de  D.  Iñigo  de  Mendoza,  Duque  del  Infan* 
do,  y  de  padre  y  madre  de  Diego  Gómez  de  Sandoval, 
Duque  y  Conde  de  Lerma,  de  cuyas  grandes  sucesiones 
se  pudieran  escribir  dilatadísimos  volúmenes,  relacio- 
nando méritos  y  servicios  particulares  del  citado  Pedro 
Gómez  de  Abreu,  primer  Conde  de  Regalados.  Fueron 
Señores  de  esta  casa,  no  solo  de  Regalados  sino  de  otros 
muchos  lugares,  castillos  y  fortalezas  de  que  se  conser- 
vaban aun  algunos  Señoríos  há  pocos  años. 

Es  de  notar  que  en  los  tiempos  de  los  Señores  Reyes 


—  400  — 

D.  Alonso  y  D.  Dionis  de  Portugal ,  había  mochos  per- 
sonajes de  esta  familia  con  los  primeros  cargos,  que  tam- 
bién poseyeron  y  gozaron  en  los  reinados  de  D.  Pedro  y 
D.  Fernando:  fueron  dueños  de  más  de  16,000  tasalios» 
según  consta  de  Ioh  libros  de  las  Chancilierias  de  los 
Reyes,  en  las  villas  y  logares  de  Regalados,  Valladares, 
San  Fins,  Robea,  la  Pela  y  Rarbeita ;  en  las  villas  de 
Castel  de  Vides,  Monforte  con  sus  tierras  y  de  diez  Alear- 
dias  Mayores  de  villas ,  que  tuvieron  en  sus  tiempos 
diversos  caballeros  del  apellido  de  Abreu ,  como  son 
Melgaro  ,  la  Pela,  Monzón,  El  vas,  Castel  de  Víde, 
Alter  de  Chau  ,  Monforte,  Miranda,  Campo  Mayor  y 
Siempre  Novia,  dejando  todos  estos  sugetos  honradas  su- 
cesiones. 

D.  Gaspar  Gómez  de  Abreu  fué  del  Consejo  deS.  M. 
en  el  de  Estado  de  Portugal ,  Fiscal  del  de  Hacienda ,  v 
Juez  del  de  los  caballeros  de  las  tres  órdenes  militares 
de  aquella  Corona :  Pedro  Gómez  de  Abreu  murió  en 
en  Flandes,  valeroso  Capitán:  Lope  Gómez  de  Abren 
sirvió  también  en  Flandes:  doñaCasimira  de  Abreu,  na- 
tural de  Toledo ,  casó  con  D.  Rodrigo  Valladares  y  tu- 
vieron por  hija  á  doña  Isabel  de  Valladares,  esposa  de 
D.  Francisco  de  Tiesa  jr  Rojas,  hijos-da!go  en  Toledo  y 
la  Puebla  de  Montalban,  de  donde  fueron  ambos  natu- 
rales y  vecinos ,  y  este  ejerció  los  oficios  honoríficos  de 
República,  dejando  por  hijo  i  D.  Juan  de  Tiesa  y  Rojas, 
natural  de  la  villa  de  la  Puebla  de  Montalban  y  vecino  de 
Toledo ,  el  cual  hizo  información  en  la  ciudad  de  Tole- 
do de  la  hidalguía  de  esta  filiación;  de  su  mujer  doña 
Ana  María  Moreno  Juárez  de  Segovia,  y  de  ser  padres 
de  D.  Joan  de  Rojas  Moreno ,  qoe  se  hallaba  en  Cádiz 
próximo  á  embarcarse  para  Indias,  el  cual  fué  bautiza- 
do en  San  Nicolás  de  Toledo  á  13  de  Febrero  de  1693, 


—  401  — 

y  oblttvo  varios  empleos  honorificos,  y  entre  ellos  el  de 
24  del  ¡lastre  cabildo  de  la  ciudad  de  la  Paz. 

Doña  Violante  de  Abren ,  casó  con  D.  Gonzalo  Díaz 
Marmolejo,  24  de  Sevilla,  y  fueron  padres  de  doña  Bea- 
triz, que  casó  con  D.  Pedro  de  Céspedes,  y  tuvieron 
por  hija  á  doña  Gregoria,  mujer  de  D.  Francisco  de  Men- 
chaca ,  Comendador  de  Torres  y  Cañamares  en  la  órdeo 
de  Santiago ,  del  Consejo  y  Cámara  de  D.  Carlos  V  y  de 
la  Inquisición,  padres  de  D.  Juan  de  Menchaca  de  Abren, 
del  Consejo  de  Hacienda  y  Contador  Mayor,  Comenda- 
dor de  Torres  y  Cuñamares  en  Santiago ,  casado  con  do- 
ña Ana  Enriquez  de  Guzman ,  de  cuya  unión  fué  hija 
doña  Gregoria,  mujer  de  D.  Antonio  de  Monroy,  Alférez 
mayor  de  plaza,  de  quien  tuvo  por  hijo  á  D.  Juan  de 
Monroy,  primer  Marqués  de  Monroy,  del  Consejo  de 
Guerra,  Gobernador  de  Málaga  y  Mayordomo  de  la  Reina* 

Doña  Felipa  de  Abren  casó  con  D.  Bartolomé  de 
Pavia,  ayo  y  camarero  del  Rey  D.  Juan  el  III,  Alcaide 
mayor  de  Belén ,  y  fueron  padres  de  doña  Violante  de 
Abreu,  esposa  deD.  Antonio  de  Acuña,  Señor  déla  casa 
de  Asentar,  de  cuyo  matrimonio  fué  hijo  D.  Luis  de 
Acuña  Abreu,  Señor  de  Asentar,  Barreyto  y  Señorin, 
marido  de  doña  Arcángela  de  Tabora  en  primeras 
nupcias,  de  quienes  fué  hijo  D.  Pedro  de  Acuña,  que 
sucedió  á  su  padre  en  los  Señoríos ,  y  de  su  consorcio 
con  doña  Elvira  de  Villena  tuvo  por  hijo  á  D.  Lope  de 
Acuña,  primer  Conde  de  Asentar,  del  Consejo  de  Guer- 
ra y  Castilla ,  casado  con  doña  Violante  de  Meneses,  en 
la  que  hubo  á  D.  Pedro  de  Acuña ,  primer  Marqués  de 
Asentar,  Maestre  de  Campo  y  General  de  Flandes,  quien 
unido  en  matrimonio  con  doña  Francisca,  hermana  del 
tercer  Marqués  de  Vedmar,  tuvo  á  doña  Manuela  de 
Acuña,  segunda  Marquesa  de  Asentar. 


—  402  — 

D.  Pedro  Gómez  de  Abren,  Señor  de  Regalados  y 
Valladares,  casó  cou  doña  Ginebra  de  Magallanes,  y  ta- 
vieron  por  hijo  á  D.  León,  el  de  Abren  de  Lima,  Señor 
de  Regalados  y  Valladares ,  y  Alcaide  mayor  de  la  Pela, 
que  contrajo  matrimonio  con  doña  María  de  Noroña  en 
segandas  nupcias,  de  quien  tuvo  por  hijo  á  D.  Lope  Gó- 
mez de  Abreu ,  Señor  de  Agrá ,  Comendador  de  Sexas  y 
Canelas  en  la  orden  de  Cristo ,  marido  de  doña  Teresa 
de  Moscoso,  padres  de  doña  María  de  Abreu  y  Noroña, 
Señora  de  Agrá,  esposa  de  D.  Fernán  Yañcz  de  Soloma- 
yor.  Señor  de  esta  casa.  Vizconde  de  Crecente  el  año 
4627,  en  quien  hubo  por  hija  á  doña  Francisca  Luisa  de 
Sotomayor  de  Abreu,  Vizcondesa  de  Crecente,  Señora 
de  la  casa  de  Sotomayor,  que  casó  en  el  año  i 639  con 
D.  Juan  Fernandez  de  Lima,  primer  Marqués  de  Teno- 
rio y  de  los  Arcos,  Vizconde  de  Villanueva  de  Cerveyra 
y  General  de  la  caballleria  de  Galicia,  y  fueron  padres 
de  D.  Femando  Yañez  de  Sotomayor,  segundo  Marqués 
de  Tenorio,  y  segundo  Conde  de  Crecente,  Vizconde  de 
Villanueva  de  Cerveyra ,  marido  de  doña  Catalina  de 
Chaves,  hija  de  D.  Juan  de  Chaves  y  Sotomayor ,  del 
hábito  de  Alcántara,  y  de  doña  Ana  de  Chaves,  hermana 
del  segundo  Conde  de  la  Calzada. 

D.  Bartolomé  Cerezo  de  Abreu  casó  con  doña  Jua- 
na Vendo  de  Quirós,  y  fueron  padres  entre  otros  hijos 
de  doña  Isabel  Cerezo  de  Abreu,  mujer  del  licenciado 
D.  Juan  Ibañez  de  Ibarra,  Presidente  de  Santo  Domin- 
go, de  quienes  fué  hijo  D.  Cristóbal  Pérez  de  Ibarra, 
Señor  de  esta  casa ,  cónyuge  de  doña  Magdalena  de  Ma- 
llea,  en  quien  hubo  por  hijo  á  D.  Juan  de  Ibarra,  Se- 
cretario de  Hacienda  é  Indias ,  Comendador  de  Morata- 
les  en  la  orden  de  Calatrava ,  y  del  Consejo  de  Cámara  é 
Indias ,  que  casado  con  doña  Catalina  de  Aguilera  y  Ro- 


> 


—  403  — 

jas,  Señora  del  Congosto,  tuvo  de  ella  á  D.  Francisco  de 
Aguilera  Ibarra,  caballero  deCalatrava,  Comendador  de 
Tala  en  Indias ,  Señor  del  Congosto ,  marido  de  doña 
Antonia  de  Basto  Cepeda  y  Alderete,  y  padres  del  Conde 
de  Mora. 

D.  Leonel  de  Abreu,  Señor  de  Regalados,  Vallada* 
res  y  la  Pela,  ca.^ó  con  doña  Leonor  de  Noroña,  herma- 
na del  cuarto  Vizconde  de  Villanueva ,  y  tuvieron  por 
hijo  á  D.  Francisco  de  Abreu,  Señor  de  Regalados,  que 
de  su  consorte  doña  Francisca  de  Silva  tuvo  entre  otros 
hijos  á  D.  León  de  Abreu,  Señor  de  Regalados  y  Valla- 
dares, Alcaide  mayor  déla  Lapa,  que  casó  con  doña 
Inés  de  Lima ,  y  fué  padre  de  D.  Pedro  Gómez  de  Abreu, 
el  primer  Conde  de  Regalados  y  Señor  de  Valladares, 
esposo  de  doña  Ana  de  Brito  y  Castro,  como  se  ha  dicho. 
Señora  de  Beja,  padres  entre  otros  muchos  de  D.  Fran- 
cisco de  Abren,  Conde  de  Regalados,  que  murió  sin  su- 
cesión, casado  con  doña  Maria  de  Sandoval  y  Rojas,  que 
era  viuda  del  Conde  de  Orgaz  y  hermana  del  quinto  Du- 
que de  Lerma  y  de  Juan  Gómez  de  Abreu ,  Conde  de  Re- 
galados, y  de  doña  Inés  Maria  de  Abreu,  dama  de  la  Rei- 
na doña  Isabel,  y  en  1795  Señora  de  honor  de  la  Reina 
doña  Mariana  de  Austria  y  Condesa  de  Regalados,  mujer 
de  D.  Jorge  Sanz  de  Villarragut,  primer  Marqués  de 
Llaneras,  segundo  Conde  de  Olocau,  Comendador  de 
Villafamés  y  Burriana  en  la  orden  de  Montesa ,  de  quien 
tttvo  por  hijos  á  D.  José  Sanz  de  Villarragut,  tercer  Con- 
de de  Olocau,  segundo  Marqués  de  Llaneras,  caballe- 
ro de  la  orden  de  Montesa,  que  sirvió  en  Cataluña  con 
una  compañía  de  caballos;  á  doña  Inés,  Condesa  de  Re- 
galados, por  haber  casado  con  su  tio  Juan  Gómez  de 
de  Abreu,  sin  sucesión ,  y  á  doña  Margarita,  dama  de  la 
Reina  madre  y  Marquesa  de  Llaneras  para  casar  como 

TOMO  I.  26 


—  404  — 

casó  con  D.  Isidro  Tomás  de  Chiriboga  y  Mendoza,  Mar- 
qués de  Valmediano  y  Gentil-hombre  de  Cámara. 

El  D.  Fernando  de  Abren,  Señor  del  Mayorazgo  de 
la  Siempre  Novia,  tnvo  entre  otros  hijos  á  doña  Mayor 
de  Abren,  qnc  casó  con  D.  Fernando  de  Silva,  Alcai- 
de mayor  de  Alterdocham  y  de  ellos  nació  único  don 
Pedro  de  Silva  y  Abren ,  que  vendió  las  tierras  que  po* 
seia  en  Castilla  ,  y  vivió  en  Evora ,  en  cuyo  distrito  es- 
taba su  Mayorazgo ;  fué  Mayordomo  mayor  de  la  Infan- 
ta doña  Isabel ,  Duquesa  de  Guimarans ,  mujer  del  In- 
fante D.   Duarte  de  Portugal,  hermano  del  Rey  don 
Juan  ill,  casó  con  doña  Isabel  de  Abreu,  hija  de  Rui 
de  Abreu ,  Alcaide  mayor  de  Elvas ,  y  de  doña  Catalina 
Teixeyra,  su  tercera  mujer,  hija  de  Juan  Teixeyra  Lobo, 
Chanciller  mayor  de  Portugal.  Rui  de  Abreu  fué  hijo 
de  Martin  de  Abreu  y  de  doña  Beatriz  de  Silva ,  nieto 
de  Micer  Antón  Pezaña  y  de  doña  Juana  de  Ahreu,  biz- 
nieto de  Micer  Lanzarote  Pezaña,  Almirante  de  Portu- 
gal, Señor  de  Odemira,  y  de  doña  Catalina  su  mujer, 
y  rebizníeto  de  Micer  Manuel  Pezaña ,  Almirante  de  Por- 
tugal por  el  Rey  D.  Dionis,   que  le  trajo  de  Genova 
para  servir  este  puesto,  haciéndole  merced  de  las  ca- 
sas y  coto  de  la  Pedriña  y  de  las  rentas  de  Alguis  y  Sa- 
caben.  De  este  matrimonio  tuvo  D.  Pedro  sieto  hijos,  i 
saber :  Fernando  de  Silva ,  que  heredó  su  casa ;  Rui 
Telles  de  Silva ;  Juan  de  Silva  de  Meneses ,  que  pasó  á 
servir  á  la  India,  y  en  1550  le  nombró  el  Goberna* 
dor  Jorge  Cabral  Capitán  de  una  de  las  cuatro  Fustas 
que  envió  á  tomar  jnoticia  de  los  Rumes  y  después  eo 
Ghembe  murió  peleando;  doña  Blanca  de  Meneses  Abreo, 
que  casó  con  D.  Antonio  do  Silva  Meneses,  su  primo, 
hijo  de  los  Alcaides  mayores  de  Campo  Mayor  y  General 
de  diversas  armadas  en  la  India,  cuyos  hijos  se  verán  al 


-  405  — 

tratar  de  esta  casa;  doña  Catalina  de  Meneses  Abreu, 
que  casó  con  Vicente  Pegado,  Capitán  de  Sofala;  doña 
Felipa  de  Meneses  Abren,  que  casó  con  Manuel  de  Abreu, 
su  primo  hernoiano,  Comendador  de  la  orden  de  Cristo, 
Señor  del  Mayonizgo  de  Alcarapiña,hijo  de  Bartolomé  d» 
Sousa  de  Abreu,  y  nieto  de  Rui  de  Abreu,  Alcaide  mayor 
de  Elvas;  de  este  matrimonio  nacieron  Fernando  de  Sousa 
de  Abreu,  Comendador  de  la  orden  de  Cristo,  que  no 
dejó  sucesión;  Juan  González  de  Abreu,  religioso  de  la 
Piedad; Sebastian  de  Abreu,  que  murió  en  la  India;  Pedro 
de  Silya,  que  murió  de  corta  edad ;  dos  hijas,  monjas  en 
Santo  Domingo  de  Elvas,  y  doña  Beatriz  de  Meneses,  que 
casó  con  D.  Francisco  Manuel ,  Comendador  de  Moreira 
en  la  orden  de  Cristo.  La  cuarta  hija  de  Pedro  de  Silva, 
doña  Francisca  de  Meneses,  casó  con  Juan  de  Gama  de 
Acebedo,  y  fué  su  hija  única  doña  Violante  de  Silva, 
mujer  de  su  primo  hermano  D.  Pedro  de  Silva,  como 
se  veri  cuando  tratemos  de  su  linaje,  y  la  quinta  y  sesta 
fueron  doña  Ana  y  doña  Gniomar. 

D.  Miguel  de  Silva,  Comendador  de  Mazaan  en  la 
orden  de  Cristo,  casó  en  Yelves  con  doña  Isabel  de 
Abreu ,  hija  de  Alvaro  Pezaña  de  Abreu  y  de  doña  Lucia 
de  Abreu  de  Vasconcelos,  hija  de  Manuel  de  Abreu  de 
Vasconcelos ,  y  fueron  sus  hijos  D.  Fernando  de  Silva 
Abreu,  que  sucedió  en  la  casa;  D.  Alvaro,  que  casó  tres 
veces,  una  de  ellas  con  doña  Beatriz  de  Silva ,  hija  de 
Sancho  Sánchez  Mascarcñas  y  de  doña  Isabel  de  Silva, 
pero  no  tuvo  sucesión  de  ninguno  de  estos  matrimonios 
y  procreó  fuera  de  ellos  á  Rui  de  Silva,  Religioso  de  la 
Compañía  de  Jesús  y  á  Fray  Miguel  de  Silva,  Carmelita 
de  la  Observancia  ;  doña  Luisa  de  Silva ,  mujer  de  Mel- 
chor Pinto  Pereira,  Señor  de  la  Quinta  de  Borjardin, 
junto  á  Porto,  hermano  del  Doctor  Francisco  Vaz-Pinto, 


—  406  — 

Dean  de  Porto  y  Chanciller  mayor  de  Portugal ,  de  quie- 
nes hay  sucesión;  doña  María  de  Silva,  Monja  de  Santo 
Domingo  de  Elvas ;  doña  Leonor  Enriqnez ,  cuarta  mu- 
jer de  Pedro  de  Meló  de  Castro,  Alcaide  mayor  de  On- 
teyro. 

Doña  Isabel  de  Abreu  casó  con  D.  Juan  Enriquez, 
hijo  tercero  de  D*  Enrique  Enriquez  y  de  doña  Felipa 
de  Noroña,  su  primera  mujer,  Señores  de  las  Alcazobas 
y  fueron  padres  de  D.  Alonso  Enriquez  Abreu  y  D.  León 
Enriquez  Abreu ,  clérigo  de  la  Compañía  de  Jesús  ,  lla- 
mado comunmente  el  Apóstol.  El  D.  Alonso  tuvo  mucha 
sucesión,  que  parte  de  ella  siguió  el  linaje  paterno  y 
parte  el  materno. 

La  casa  de  la  villa  de  Evreui  en  la  alta  Normandia 
trae  Escudo  sembrado  de  Francia  con  banda  compona- 
da  de  plata  y  gules. 

Los  descendientes  de  la  casa  solar  de  la  torre  de 
Abreu,  sita  en  el  lugar  y  Coto  de  su  nombre  en  la  pro- 
vincia de  entre  Duero  y  Miño ,  que  son  los  mismos  de 
Italia,  de  Galicia,  Aragón,  Cataluña,  Andalucía,  América 
y  demás  provincias  y  dominios  de  España  por  donde  se 
han  estendido;  tienen  Escudo  campo  gules  y  en  él  cinco 
cotos  ó  alas  de  águila,  de  oro,  puestos  en  sotuer,  y  por 
timbre  otra  ala  estendida  del  mismo  metal. 

De  esta  casa  es  el  Señor  D.  Francisco  Abreu  y  del 
Monte,  Coronel  graduado,  primer  Comandante  del  quinto 
Batallón  de  reserva  del  regimiento  de  Lugo. 


ACEBEDO 


O  AGEYEDO. 


Vm  Melendo  Paez  Bofin  ó  Bofiño ,  hijo  de  D.  Arnaldo 
de  Bayam,  de  su  mujer  doña  Sancha  Paez,  tuvo  dos  hijos, 
el  uno  fué  D.  Ermigo  Méndez,  Rico-hombre  de  Galicia, 
y  el  otro  D.  Pedro  Méndez  que  fué  el  progenitor  de  la 
gran  casa  de  Acebedo,  que  tuvo  sus  Estados  y  casa  solar 
en  Galicia,  tierras  de  Orchse  y  Limia,  donde  aun  se 
conserva  un  lugar  nombrado  San  Jurjo  ó  San  Jorge  de 
Acebedo:  fué  Rico-hombre  del  Emperador  D.  Alon- 
so el  VII,  lo  que  manifiesta  cuanta  serja  la  nobleza  y 
opulencia  de  su  casa  por  aquel  tiempo.  La  denominación 
de  este  apellido  se  tomó  del  pueblo  de  Acebedo ,  funda- 
do mucho  antes  del  reinado  de  dicho  D.  Alonso  en  la 
jurisdicción  de  Lisboa ,  Corte  de  Portugal ;  por  cuyo 
tiempo  ya  eran  los  de  esta  estirpe,  no  solo  nobles  hijos- 
dalgo de  casa  y  solar  infanzonado  sino  Condes  y  Proce- 
res de  Galicia  y  de  la  Corona  Lusitana;  habiendo  fun- 
dado sus  ilustres  descendientes  un  solar  cerca  de  León, 
que  existe,  nombrado  Acebedo,  otro  en  tierra  deSahagun 
y  otro  en  las  inmediaciones  de  Oviedo.  Fueron  sus  des- 
cendientes legítimos  D.  Gómez  Paez  de  Acebedo  y  Vasco 
Paez  de  Acebedo,  hermanos,  que  casaron  el  primero  con 
doña  Constanza  Rodriguez,  y  el  segundo  con  doña  Ma- 
ría Rodriguez,  hermanas;  Esteban  Paez  de  Acebedo  que 
casó  con  la  otra  hermana  doña  Guiomar  Rodriguez;  las 
tres  hijas  de  D.  Rodrigo  Yañez  de  .Vasconcelos  y  de  su 
mujer  doña  Mencia  Rodriguez ;  D.  Lope  Acebedo,  Almí- 


-  408  — 

ranle  de  Portugal,  marido  de  dona  Gaiomar  de  Yillena, 
y  D.  Juan  Rodrigaez  de  Acebedo ,  cónyuge  de  doña  Ma- 
ría de  Eza  y  padres  de  doña  CatalÍDa,  mujer  de  D.  Fer- 
nando de  Miranda,  trinchante  mayor  del  Infante  D.  Fer- 
nando de  Portugal  y  de  doña  Marta,  esposa  de  D.  Alonso 
de  Noroña,  Capitán  general  de  Ceuta  y  Virey  de  la  India; 
cuyas  sucesiones  se  hallan  estendidas  por  Jos  dominios 
de  ambas  Coronas. 

Doña  Francisca  de  Zúñiga  Ulloa  y  Viedma,  segunda 
Condesa  de  Monterey ,  hija  única  y  heredera  del  primer 
Conde  D.  Sancho  Sánchez  de  Ulloa  y  de  su  mujer  primera 
doña  Teresa  de  Zúñiga  y  Viedma  ,  sucedió  en  los  Esta- 
dos de  Viedma,  Ulloa  y  Señorío  de  la  casa  de  Ribera  y 
Pertigueria  mayor  de  Santiago ,  con  lo  cual  fué  una  de 
las  mas  ricas  Señoras  de  su  tiempo  en  los  Reinos  de  Cas- 
tilla y  León  ,  tanto  que  los  Reyes  Católicos  acordaron 
casarla,  para  lo  cual  mandaron  á  Hernando  de  Vega, 
Comendador  mayor  de  León ,  Gobernador  del  Reino  de 
Galicia,  fuese  al  castillo  de  Pórtela,  donde  i  la  sazón  se 
hallaba  aquella  Señora  y  la  trajese  á  su  Real  palacio  de 
Rarcelona  en  donde  se  hallaban  SS.  MM.,  y  verificado, 
sin  embargo  de  las  capitulaciones  que  estaban  hechas 
entre  los  Condes  de  Monterey  y  Renatente  que  la  que- 
rían por  nuera,  la  mandaron  desposar  con  grandes  fies- 
tas y  solemnidad  con  D.  Diego  de  Acevedo ,  hijo  de  don 
Alonso  de  Acetedo  y  de  doña  María  de  Ulloa,  Señora 
de  Cambados,  según  parece  de  una  escritura  que  está  en 
el  archivo  de  la  casa  de  los  Condes  de  Monterey ,  en 
que  se  refiere  que  fué  á  celebrar  su  desposorio  D.  Diego 
de  Acevedo  con  la  Condesa  doña  Francisca  de  Zúñiga  r 
Ulloa,  en  medio  de  dos  parientes  suyos,  que  fueron 
aquel  gran  caballero  Antonio  deFonseca,  Señor  de  Coca 
3  Alaejos,  Comendador  mayor  de  Castilla,  primo  de  don 


—  409  — 

Alonso  de  Fonse^a  y  Acevedo,  su  padre,  y  de  Rodrigo 
de  Ulloa,  Señor  Ide  la  Mota ,  progenitor  de  los  Marque- 
ses de  esta  casa,  pariente  de  doña  María  de  Ulloa ,  su 
madre,  ambos  del  Consejo  de  Estado  de  los  Reyes  Ca- 
tólicos y  muy  grandes  privados  suyos,  por  cuya  contem- 
plación hicieron  este  casamiento  y  entró  en  esta  casa  de 
Z&ñiga,  Ulloa  y  Viedma  la  linea  de  Varón  del  nobilísimo 
y  antiguo  linaje  de  Acevedo,  cuyos  mayores  fueron  ca- 
balleros generosos  y  muy  antiguos  en  los  Reinos  de  Por- 
tugal y  Galicia,  de  donde  pasaron  á  Castilla.  Acrecentó 
el  Conde  D.  Diego  de  Acevedo  á  la  casa  y  Estado  de 
Monterey  los  Mayorazgos  de  Acevedo  y  Fonseca  en 
tierra  de  Salamanca  y  los  lugares  de  Moriningo,  Sando- 
mingo  ,  Buenabarba  ,  Garcigalindo  y  la  villa  de  Bavila- 
fuente,  y  las  casas  principales  que  hoy  poseen  los  Condes 
de  Monterey  en  Salamanca  y  lugar  de  Huerta,  y  en  la 
Estremadura,  Santa  María  de  la  Ribera,  Loriana  y  otros 
muchos  heredamientos,  con  el  entierro  donde  están  se- 
pultados los  Señores  de  esta  casa,  en  el  Monasterio  de  la 
Anunciación  de  la  ciudad  de  Salamanca.  Tuvo  este  ma- 
trimonio por  hijo  único  á  D.  Alonso  de  Acevedo  y  Zúñiga, 
tercer  Conde  de  Monterrey ,  Señor  del  Estado  de  Viedma 
y  Ulloa  y  de  la  casa  de  Ribera,  Pertiguero  mayor  de 
Santiago,  en  sucesión  de  su  padre  y  madre  y  de  los  de- 
más Mayorazgos  de  Acevedo  y  Fonseca ;  sirvió  al  Empe- 
rador D.  Carlos  en  las  vistas  de  Bolonia  con  el  Papa 
Clemente  y  en  el  socorro  de  Viena ,  en  la  retirada  del 
Turco  Solimán  que  fué  la  mas  famosa  jornada  que  hizo 
el  César  y  en  el  socorro  de  Perpiñan,  donde  envió  una 
compañía  de  lanzas  á  su  costa;  tuvo  grandes  diferencias 
con  el  Conde  de  Lemos,  Marqués  de  Sarria,  sobre  la 
Abadía  de  la  Trinidad  de  Orense,  que  el  uno  queria  para 
D.  Dionis ,  su  hijo,  y  el  de  Monterey  para  D.  Alonso  de 


—  410  — 

Fonseca»  el  suyo,  en  las  que  el  Conde  de  Monterey  salió 
con  su  pretensión,  después  de  las  guerras  que  hubo  entre 
ambas  casas;  fué  uno  de  los  Señores  de  estos  Reinos  lla- 
mados por  el  Emperador  á  la  ciudad  de  Gomña  para  dar- 
les cuenta  de  la  elección  del  Cardenal  Adriano,  que 
quedaba  por  Gobernador  de  estos  Reinos  por  su  marcha 
fuera  de  ellos :  fué  Adelantado  de  Cazorla  por  titulo  de 
D.  Alonso  de  Fonseca ,  su  tio,  Arzobispo  que  fué  de  To- 
ledo y  Cazador  mayor  de  la  Reina  doña  Juana  y  del  Em- 
perador D.  Carlos,  como  consta  de  la  venta  de  Mr.  de 
Gebres  al  Marqués  de  Aguilar ;  acrecentó  á  los  Mayo- 
razgos que  heredó  las  villas  de  Verin,  Pozos  y  Ribera; 
fundó  en  su  villa  de  Monterey  un  Colegio  de  la  Compa- 
ñía de  Jesús,  donde  se  mandó  enterrar:  casó  con  doña 
María  Pimentel ,  hija  de  D.  Alonso  Pimentel ,  quinto 
Conde  de  Benavcnte  y  de  doña  Inés  de  Mendoza,  hija  de 
D.  Pedro  de  Mendoza,  Conde  de  Monteagudo  y  de  doña 
Isabel  de  Züñiga,  su  mujer,  y  fueron  sus  hijos  D.  Geró- 
nimo de  Acebedo,  que  sucedió  en  la  casa,  D.  Alonso  de 
Fonseca  y  D.  Diego  de  Acebedo  Pimentel ,  que  sirvió  y 
acompañó  al  Católico  Rey  D.  Felipe  11  siendo  Principe, 
cuando  pasó  á  los  Estados  de  Flandes .  donde  murió  sin 
sucesión:  tuvo  también  D.  Alonso  fuera  de  matrimonio 
tres  hijos,  D.  Alonso  de  Accvedo,  caballero  de  la  orden 
de  San  Juan,  Comendador  de  Bradon,  D.  Diego  de  Zúñi- 
ga.  Capitán  de  lanzas  de  la  compañía  que  envió  su  padre 
al  socorro  de  Perpiñan  y  D.  Juan  de  Fonseca,  Consejero 

en  Indias. 

D.  Gerónimo  de  Accvedo  y  Ziiñiga,  cuarto  Conde  de 
Monterey,  Señor  de  los  Estados  de  Viedma  y  Ulloa  y  de 
la  casa  de  Ribera,  y  Pertiguero  mayor  de  Santiago,  fué 
gran  caballero ,  de  mucho  valor,  virtudes  y  prudencia» 
y  muy  afinado  á  las  letras;  sucedió  á  la  edad  de  37  años» 


—  411  — 

se  halló  en  la  rilla  de  Berlanga  cuando  vino  la  Reina 
doña  Isabel  con  el  Condestable ,  su  cunado  ^  y  en  la  de 
Benavente  á  las  bodas  de  dona  Maria  Pimenlel,  su  prima 
hermana,  hija  del  Conde  de  Benavente,  que  casó  con 
D.  Fadrique  de  Toledo,  Duque  de  Huesca,  hijo  primo- 
génito del  Duque  de  Alba,  yendo  acompañado  de  muchos 
caballeros  del  Reino  de  Galicia  y  ciudad  de  Salamanca, 
con  muy  grandes  aderezos  y  gasto  de  casa ,  como  lo 
tenia  de  costumbre  en  todas  las  ocasiones  que  se  ofrecian 
de  punto  y  honra;  hallóse  en  1543  en  las  bodas  del  Rey 
D.Felipe II, siendo  Principe,  con  doña  María,  Infantado 
Portugal,  hija  del  Rey  D.  Juan  el  III, saliéndolaá recibir 
con  la  ciudad  de  Salamanca,  en  cuya  ciudad  vivió  siem- 
pre muy  retirado  y  en  su  villa  de  Bavilafuente;  pero  con 
el  Católico  D.  Felipe  II  conociese  su  gran  talento,  le 
mandó  que  desde  ella  le  fuese  á  servir  de  Embajador 
estraordinario  al  Concilio  de  Trento  el  año  de  1561,  lo 
cual  no  aceptó  por  razones  particulares :  casó  con  doña 
Inés  de  Velasco  y  Tovar,  hija  de  D.  Juan  de  Velasco  y  To- 
var ,  Marqués  de  Berlanga  y  de  la  Marquesa  doña  Juana 
Henriquez  de  Ribera,  su  mujer,  de  cuyo  matrimonio 
fueron  hijos  D.  Gaspar  de  Acevedo  y  Zúñiga  que  sucedió 
en  la  casa ;  D.  Baltasar  de  Zúñiga  ,  Comendador  mayor 
de  León,  Embajador  en  Roma,  que  sirvió  en  la  jornada 
de  Inglaterra ,  militando  por  la  causa  pública  de  la  Reli- 
gión Católica;  pasó  á  los  Estados  de  Flandes  donde  sir- 
vió al  Católico  Rey  D.  Felipe  III  de  su  Embajador,  y  ha- 
biendo asistido  por  algún  tiempo  en  la  Corte  de  los  Sere- 
nísimos Archiduques,  le  fué  mandado  que  pasase  al  Rei- 
no de  Francia  con  el  mismo  titulo  de  Embajador,  y  de 
alli  á  la  Corte  del  Emperador  Matías ,  donde  se  le  tuvo 
por  de  los  acertados  Ministros  que  ha  tenido  esta  Coro- 
na, y  vuelto  á  España,  el  Católico  D.  Felipe  III,  en  con- 


á 


sideración  á  sus  señalados  servicios  le  honró  en  los  Con- 
sejos de  Estado  y  Guerra ;  fué  Ayo  del  Rey  D.  Felipe  IV» 
y  después  su  Consejero  y  Ministro,  que  con  toda  verdad 
se  puede  contar  entre  los  mejores  por  la  cscelencia  de 
su  piedad  y  templanza :  amó  á  los  profesores  de  buenos 
estudios  y  letras :  casó  con  doña  Francisca  de  Glarut, 
Dama  de  la  Serenísima  Infanta  doña  Isabel ,  hija  de  La- 
moral  de  Clarut,  Barón  de  Maldeguera  y  de  Madama 
Francisca  de  Hones,  Condesa  de  Croia,  y  fueron  sus 
hijos  D.  Gerónimo,  que  murió  niño ,  doña  Margarita  y 
y  otros;  D.  Melchor  de  Fonseca  que  murió  colegial  ma* 
yor  del  Arzobispado  en  Salamanca ;  doña  María  Pimen- 
tel,  que  casó  con  D.  Enrique  de  Guzman,  segundo  Con- 
de de  Olivares,  Embajador  en  Roma,  Virey  de  Ñapó- 
les y  del  Consejo  de  Estado,  de  quien  se  tratará  en  sa 
linaje;  doña  Juana  y  doña  Ana  que  murieron  antes  de 
tener  estado. 

D.  Gaspar  de  Acevedo  y  Zúñiga ,  quinto  Conde  de 
Monterey,  Señor  de  los  Estados  de  Viedma  y  Ulloa,  y 
de  la  casa  de  Ribera ,  Pertiguero  mayor  de  Santiago,  fué 
tan  grande  en  virtud ,  valor  y  letras  como  su  padre;  de 
18  años  vino  i  Madrid  á  besar  la  mano  al  católico  don 
Felipe  II  y  i  ofrcerle  su  persona,  casa  y  estados  para 
la  empresa  de  Portugal ,  que  se  aprestaba  por  la  suce-* 
sion  de  aquel  Reino ,  para  lo  cual  nombró  los  Señores 
que  habían  de  hacer  la  guerra  en  las  fronteras,  tocando 
la  de  Galicia  á  los  Condes  de  Monterey  y  Lemos ,  par- 
tiéndola con  la  ribera  del  Miño ,  y  señalando  al  de  Le- 
mos desde  ella  hasta  el  mar,  y  al  de  Monterey  desde  el 
rio  á  la  raya  de  León,  marcándole  por  sitio  á  Monterey; 
hizo  el  Conde  en  estas  ocasiones  grandísimos  gastos, 
enviando  por  el  Reino  de  Portugal  6,000  infantes  y  300 
caballos ,  todos  de  su  casa  y  vasallos ,  sin  los  que  TÍnic- 


—  413  — 

ron  á  servir  á  sus  órdenes  de  los  demás  Señores  de  Ga- 
licia: tomó  14  lugares  en  el  Reino  de  Portugal;  fué  al 
socorro  de  la  Coruña  cuando  vino  sobre  ella  Francisco 
Draque  con  1,000  infantes  y  100  caballos,  como  apare- 
ce por  privilegio  de  merced  del  Rey  D.  Felipe  11  á  su 
favor  y  el  de  sus  hijos,  fué  nombrado  Virey  y  Capitán 
General  de  Méjico,  para  que  gozasen  los  Reinos  del  nue* 
vo  mundo  de  su  saber,  prudencia  y  cristiandad,  en  cuyo 
tiempo  y  su  industria  tuvo  feliz  suceso  el  descubrimien- 
to y  conquista  de  los  estendidos  y  dilatados  Reinos  del 
nuevo  Méjico,  tan  abundantes  en  riquezas  y  gentes,  para 
lo  cual  hizo  elección  del  valeroso  y  esforzado  caballero 
D*  Juan  de  Oñale,  bien  conocido  por  su  nobleza,  valor 
y  honra  de  Asturias  y  Vizcaya ;  y  por  su  teniente  de  Ga* 
pitan  General  á  D.  Cristóbal  de  Oñate,  su  primogénito; 
y  por  sus  Maestres  de  Campo  á  los  dos  hermanos  don 
Juan  y  D.  Vicente  Zaldivar,  todos  valerosos  por  sus  he* 
chos  dignos  de  eterna  gloria  y  fama:  luego  mandó  S.  M. 
pasase  á  gobernar  los  Reinos  del  Perú,  lo  que  hizo  coa 
tanta  satisfacción  de  sus  vasallos,  que  inmortalizó  sa 
nombre  con  obras  tan  desapasionadas  de  las  riquezas,, 
que  murió  empeñado  y  pobre ,  adquieriendo  en  cambia 
la  gloria  de  su  buen  nombre.  Murió  gobernando  en  los 
años  de  su  edad  de  oro ,  llorado  por  aquellos  vasallos 
coh  lágrimas  públicas:  fué  trasladado  su  cuerpo  y  colo- 
cado en  la  capilla  mayor  del  convento  de  religiosas  de  la 
Concepción  de  Santa  Ursola  de  la  ciudad  de  Salamanca, 
fundación  y  sepultura  común  de  sus  mayores.  Casó 
con  doña  Inés  de  Velasco  y  Aragón  ,  su  prima  hermana, 
hija  de  D.  Iñigo  de  Velasco,  Condestable  de  Castilla ,  y 
de  la  Duquesa  doña  Ana  Angela  de  Aragón ,  su  mujer,  y 
fueron  sus  hijos  D.  Manuel  de  Acebedo,  que  sucedió  en 
la  casa  por  muerte  de  su  hermano  mayor  D.  Gerónimo; 


-414  — 

doña  Inés  de  Zúñiga,  que  casó  con  D.  Gaspar  de  Gqz* 
man,  su  primo  hermauo,  Conde  de  Olivares »  Gentil- 
hombre de  la  Cámara  del  Serenísimo  Principe  D.  Feli- 
pe IV,  y  Samiller  de  Gorps,  á  quien  dio  titulo  de  Gran- 
deza ,  como  se  yerá  en  su  casa  y  apellido ;  doña  María 
de  Aragón ,  qne  murió  antes  de  tomar  estado;  doña  Ca- 
talina de  Fonseca ,  monja  en  Santa  Cruz  de  Valladolid, 
de  la  orden  de  Santiago ,  y  doña  Isabel  de  Zúñiga  y  Fon- 
seca,  Marquesa  de  Tarazona,  que  contrajo  matrimonio 
con  D.  Fernando  de  Ayala  y  Toledo ,  Conde  de  Ayala, 
Señor  de  Villoria,  13  de  Santiago,  Gentil-hombre  de 
Cámara ,  Virey  de  Sicilia  y  del  Consejo  de  Estado ,  pa- 
dres de  doña  Francisca  de  Zúñiga  y  Fonseca,  séptima 
Condesado  Monterey  Ayala  y  Fuentes,  Marquesa  de  Ta- 
razona ,  que  casó  con  D.  Juan  Domingo  de  Haro  y  Guz- 
man,  Gentil-hombre  de  Cámara,  Gobernador  y  Presi- 
dente de  Flandes,  sin  sucesión. 

D.  Manuel  de  Acevedo  y  Zúñiga,  seslo  Conde  de 
Monterey  y  tercero  de  Fuentes,  Señor  de  los  Estados 
de  Viedma  Ulloa  y  de  la  casa  de  Ribera,  Pertiguero  ma- 
yor de  Santiago  desde  4621 ,  fué  caballero  de  la  orden 
de  Santiago  y  resplandecieron  en  él  las  virtudes  y  clara 
sangre  de  sus  mayores;  casó  con  su  prima  hermana  doña 
Leonor  María  de  Guzman ,  hija  de  D.  Enrique  de  Guz- 
man,  segundo  Conde  de  Olivares,  y  de  doña  María  Pi- 
mentel  y  Zúñiga,  su  tia,  hija  del  Conde  D.  Gerónimo 
de  Acebedo ,  su  abuelo ;  sucedió  D.  Manuel  en  el  Con- 
dado de  Fuentes  de  Valdeopero ,  por  muerte  de  la  Con- 
desa Joña  Juana  de  Acevedo,  su  tia.  Señora  de  este 
Estado,  aunque  no  cu  el  título  de  Grandeza  que  tuvo  el 
Conde  D.  Pedro,  su  antecesor,  marido  de  doña  Juana, 
por  haber  sido  personal  por  gracia  y  merced  de  don 
Felipe  III ,  por  cuya  causa  el  católico  D.  Felipe  IV  le 


—  415  — 

honró  con  titulo  de  Grandeza,  y  le  mandó  ir  por  Emba- 
jador estraordinario  á  Roma  á  dar  la  obediencia  á  su 
Santidad,  cuya  jornada  hizo  en  4  de  Noviembre  de  1621 
con  lacido  acompañamiento  ,  y  no  tuvo  sucesión. 

La  Condesa  doña  María  Pimentel ,  hija  de  D.  Geró- 
nimo de  Acevedo  y  Zúñiga ,  cuarto  Conde  de  Monterey, 
y  esposa  de  D.  Enrique  de  Guzman ,  segundo  Conde  de 
Olivares,  Virey  de  Ñapóles,  tuvo  de  este  matrimonio 
por  hija  á  doña  Francisca  de  Guzman ,  hermana  y  here- 
dera del  Conde-duque,  la  cual  casó  con  D.  Diego  López 
de  Haro  y  Solomayor,  quinto  Marqués  del  Carpió,  Gran- 
de de  Castilla,  Caballerizo  mayor  de  D.  Felipe  IV,  Ca- 
pitán de  su  guardia ,  y  fueron  padres  de  D.  Luis  Méndez 
de  Haro ,  Conde-duque  de  Olivares ,  Marqués  del  Car- 
pió, primer  Ministro  de  esta  Monarquía,  marido  de  doña 
Catalina  de  Aragón  y  Cardona,  hija  de  D.  Enrique  de 
Aragón ,  Duque  de  Segorbe  y  de  Cardona ,  y  de  su  es- 
posa doña  Catalina  de  Cardona,  y  fueron  padres  de  don 
Gaspar  do  Haro  y  Guzman,  Marqués  de  Eliche  y  del 
Carpió;  D.  Juan  Domingo,  Conde  de  Monterey;  doña 
Antonia,  Duquesa  de  Medinasidonia,  sin  sucesión;  doña 
Manuela,  Condesa  de  Luna,  sin  sucesión,  y  doña  Ma- 
ría, Duquesa  de  Pastrana;  los  cuales  vivian  por  los 
años  1700. 

D.  Diego  Osorio ,  segundo  Señor  de  Valdunquillo, 
casó  con  doña  Catalina  de  Acevedo,  y  tuvieron  por  hijos 
á  D.  Francisco  Osorio  de  Acevedo ,  torcer  Señor  de  Val- 
dunquillo y  á  doña  Mayor  Osorio  de  Acevedo ;  D.  Fran- 
cisco casó  con  doña  Catalina  de  Ayala  y  Zúñiga ,  y  fue- 
ron padres  de  doña  Catalina  Osorio  de  Acevedo ,  Seño- 
ra de  Valdunquillo,  que  casó  con  su  primo  hermano 
D.  Fernando  de  Valdés  y  Acevedo ,  Señor  de  Mirallo, 
casa  de  Valdés  y  torre  de  Horcajo ,  caballero  de  Santia- 


—  416  — 

go  y  Genlil-hombre  Je  boca,  hijo  de  D.  Fernando  de 
ValdéSy  Señor  de  dichas  casas,  y  de  sa  mujer  doña  Ma- 
yor  Osorio  de  Acevedo,  hija  esta  como  queda  dicho  de 
los  Señores  D.  Diego  Osorio  y  doña  Catalina  de  Aceve- 
do,  y  de  estos  primos  hermanos  fué  hija  doña  Francisca 
Osorio  de  Valdés,  Marquesa  de  Mirallo  y  Valdunquillo, 
esposa  de  D.  Rodrigo  Enríquez ,  hijo  del  séptimo  Almi- 
rante de  Castilla  T>.  Luis  Enríquez,  tercer  Duque  de  Me- 
dina, de  cuya  unión  fueron  hijas,  primero  doña  Ana  En- 
ríquez de  Acevedo,  Marquesa  de  Mirallo  y  Valdunquillo, 
que  del  matrimonio  que  efectuó  con  D.  Francisco  de  Zú- 
ñiga  Avellaneda,  octavo  Conde  de  Miranda  y  Duque  de 
Peñaranda,  tuvo  por  hijo  á  D.  Isidro  de  Zúniga,  Conde 
de  Miranda  y  Duque  de  Peñaranda,  de  quien  se  tratará 
en  su  casa  y  linaje:  segundo,  doña  Manuela  Enríquez, 
esposa  de  D.  Gaspar  de  la  Cueva  y  Benavides,  tercer 
Marqués  de  Vedmar,  Comendador  de  Moratalla,  Gentil- 
hombre de  Cámara ,  y  Mayordomo  de  la  Reina ;  de  cuyo 
consorcio  fueron  hijos  D.  Melchor  de  la  Cueva,  Marqués 
de  Vedmar,  D.  Isidro  de  la  Cueva,  doña  Francisca,  dama 
de  la  Reina  y  doña  María  también  dama ,  que  casó  con 
el  Conde  de  Fuensalida;  y  tercero,  doña  Catalina  En- 
ríquez ,  cónyuge  de  D.  Fernando  Arias  de  Saavedra, 
sesto  Conde  de  Castellá ,  Marqués  de  Malagon,  y  pa- 
dres de  doña  Teresa  María  de  Saavedra,  séptima  Con- 
desa de  Castellá,  Marquesa  de  Malagon,  esposa  de  don 
Baltasar  de  la  Cueva,  caballero  de  Santiago,  de  la  Cá- 
mara del  Rey,  Embajador  de  Alemania  y  Virey  de  Nueva 
España;  los  cuales  cuatro  hermanos  vivian  por  lósanos 
de  1700. 

De  esta  misma  casa  fué  D.  Fernando  de  Acevedo  j 
Vera,  Conde  del  Sacro  Imperio,  caballero  de  Santiago, 
y  Gobernador  de  Cómo,  que  casó  con  la  Condesa  doña 


—  417  — 

Aldonza  de  Vargas,  en  qaien  habo  á  doña  Mariana  de 
Vera  y  Zúñiga,  Condesa  del  Sacro  Imperio,  heredera  de 
la  Roca,  esposa  de  D.  Fernando  Ladrón  de  Guevara, 
caballero  de  Santiago,  del  Consejo  y  Contaduría  mayor 
de  Cuentas,  de  quienes  fué  hijo  D.  Fernando  Ladrón  de 
Guevara,  Conde  de  la  Roca,  Corregidor  de  Trujillo,  es- 
poso de  doña  Antonia  de  Chaves  Zapata,  quienes  tuvie- 
ron eii  sucesión  á  D.  Pedro  de  Benavides,  Conde  de 
Tierra  Brava,  que  vivia  en  1720. 

D.  Luis  de  Acevedo  y  Fonseca ,  Señor  de  Badajoz, 
casó  con  doña  María  Enriqucz  Maldonado,  de  cuya  unión 
fué  hijo  D.  Pedro  de  Acevedo  ,  Corregidor  de  Badajoz, 
que  de  su  mujer  doña  Juana  Ramírez  de  Perea  tuvo  por 
hijo  á  D.  Pedro  Arias  de  Acevedo,  casado  con  doña 
Leonor  de  los  Rios,  por  cuya  unión  fueron  padres  de 
D.  Pedro  Acevedo  de  los  Rios,  caballero  de  Santiago, 
24  de  Córdoba,  que  contrajo  matrimonio  con  doña  Isa- 
bel de  Hoces,  en  quien  tuvo  á  D.  Alonso  de  Acevedo, 
Í4  de  Córdoba ,  que  en  su  segunda  mujer  doña  Inés  de 
Guzman  procreó,  primero,  á  D.  Gerónimo  de  Acevedo, 
caballero  de  la  orden  de  Santiago,  24 de  Córdoba ,  que 
por  los  años  de  1700  estaba  casado  con  hija  de  D.  Juan 
de  Cárdenas  y  Ángulo,  caballero  de  Calatrava  y  24  de 
Córdoba,  y  de  su  mujer  doña  María  Laso  de  la  Vega,  y  se- 
gundo á  doña  Leonor  Maria  de  Acevedo  y  Guzman,  espo- 
sa de  D.  Diego  de  Córdoba  Ponce  de  León,  caballero  de 
Calatrava,  Gobernador  de  Málaga,  Señor  de  la  Campana, 
Alférez  mayor  de  Córdoba ,  padres  de  D.  Luis  Fernan- 
dez de  Córdoba,  Vizconde  de  la  Puebla  de  los  Infantes, 
Señor  de  la  Campana,  Alférez  mayor  de  Córdoba,  casado 
con  doña  Urraca  de  Góngora  y  de  los  Rios,  hija  de  los 
Señores  de  la  Zarza ,  de  D.  Baltasar  Fernandez  de  Cór- 
doba, de  doña  Beatriz,  Marquesa  de  Valencina,  y  de  do- 


-418- 

ña  Catalina ,  Vizcondesa  de  Miranda ,  que  ?ivian  por  los 
años  de  1700. 

D.  Juan  López  de  Acebedo,  Señor  de  Aguiar  y  Pena, 
San  Juan  de  Reis  y  otros  lugares,  casó  con  doña  Lieonor 
Leitam,  y  fueron  padres  de  doña  Beatriz  de  Acebedo, 
que  casó  con  D.  Vasco  Martínez  de  Meló,  hijo  segundo 
de  Martin  Alonso  de  Mcio ,  Guarda  mayor  del  Rey  den 
Juan  el  1 ,  y  de  su  segunda  mujer  doña  Briolanja  de  Soa- 
sa: fuó  Alcaide  mayor  de  la  ciudad  de  Evora  y  de  Cas- 
tello  de  Vide,  y  de  este  matrimonio  fueron  hijos  Fer- 
nando de  Meló  de  Acebedo,  que  continuó  la  linea  como 
se  yerá  en  su  linaje;  Juan ,  Conmcndador  de  Casabcl  en 
la  orden  de  Santiago,  con  sucesión;  doña  Mencia,  qne 
casó  con  Vasco  Fernandez  de  Sampayo,  Alcaide  mayor 
de  la  torre  de  Moncorbo  y  Señor  de  Villallor  y  otros  lu- 
gares. 

Doña  Aldonza  de  Meneses ,  hija  del  primer  Conde 
de  Víllareal,  casó  primero  con  Rui  Nogueira,  Señor  del 
Mayorazgo  de  San  Lorenzo  y  Alcaide  mayor  de  Lis- 
boa, y  después  con  D.  Luis  de  Acebedo,  Veedor  de  la 
hacienda  del  Rey  D.  Alonso  V,  perteneciendo  la  sucesión 
de  este  último  matrimonio  á  los  Condes  de  Penaguiam. 

Doña  Juana  de  Acebedo,  hermana  de  D.  Juan  de 
Acebedo,  Obispo  de  Porto,  y  de  doña  Felipa,  segunda 
Condesa  de  Atouguia ,  hijos  los  tres  de  D.  Luis  González 
Malafaya,  Rico-hombre,  Veedor  de  la  hacienda  del  Rey 
D.  Alonso  V,  y  su  Embajador  en  Roma  para  dar  la  obe- 
diencia al  Pontífice  Caliste  111  y  de  doña  Felipa  de  Ace- 
bedo ,  su  mujer,  hija  de  Lope  Diaz  de  Acebedo  ,  Señor 
de  Aguiar ,  Pena  y  San  Juan  de  Rey  y  de  doña  Juana 
Gómez  de  Silva ,  su  mujer,  hermana  de  Juan  Gómez  de 
Silva,  segundo  Señor  de  la  casa  de  Vagos,  por  cuya  linea 
tenían  Alonso  Tellez  y  doña  Juana  de  Acebedo  parentcs- 


—  419  — 

co  dentro  de  cuarto  arado ,  casó  con  D.  Alonso  Tcllez 
de  Meneses,  tercer  Alcaide  mayor  de  Campo  Mayor  y 
Ouguela,  Capitán  general  de  Alcázar  Ceguer,  cuya  suce- 
sión se  hallará  en  su  linaje. 

Dicho  D.  Lope  Diaz  de  Acebedo  y  su  consorte  doña 
Juana  Gómez  de  Silva  fueron  padres  de  Juan  López  de 
Acebedo ,  Señor  de  Aguiar  y  Pena,  progenitor  de  esta 
casa;  de  Fernán  López  de  Acebedo,  Comendador  mayor 
de  Cristo  y  Embajador  en  Roma  por  el  Rey  D.  Alonso  V, 
de  quien  proceden  los  Castros,  Alcaides  mayores  de 
Melgazo  por  una  hija  suya;  de  Martin  López  de  Acebedo, 
progenitor  de  los  Señores  de  la  Quinta  y  Coto  de  Ace- 
bedo; de  D.  Lope  de  Acebedo,  ascendiente  de  los  Se- 
ñores de  Puente  de  Soto,  Alcaides  mayores  de  Sintra; 
de  Luis  de  Acebedo  ,  Veedor  de  la  hacienda  del  Rev  don 
Alonso  V;  de  doña  Felipa  de  Acebedo,  que  casó  con  Luis 
González  Malafaya,  Rico-hombre,  Veedor  de  la  hacien- 
da del  Rey  D.  Alonso  V  y  su  Embajador  en  Roma ;  de 
doña  Juana  de  Acebedo,  que  casó  con  Martin  Coello,  el 
viejo,  Señor  de  Filgueiras  y  Vieyra,  y  fueron  progeni- 
lores  de  aquella  casa;  y  de  doña  María  Coello,  Señora  de 
Falles,  que  nació  antes  que  sus  hermanas  y  casó  dos 
veces:  la  primera  con  Gonzalo  Arez  de  So  usa ,  Rico- 
hombre de  Portugal ,  Señor  de  Mortagoa,  sin  sucesión, 
y  la  segunda  con  Alvaro  de  Meyra,  Señor  de  Pampillosa, 
de  quien  tuvo  á  doña  Maria  de  Meyra,  Señora  de  Jalles 
y  Pampillosa ,  que  casó  con  Gómez  Martínez  de  Lemos, 
Señor  de  la  Trofa,  cuya  sucesión  se  verá  en  su  linaje. 

D,  Andrés  de  Acebedo  de  Vasconcelos  y  su  mujer 
doña  Beatriz  de  Villena  fueron  padres  de  doña  Juana 
de  Acebedo  de  Vasconcelos,  que  casó  en  Elvas  con  don 
Antonio  de  Silva,  que  sucedió  á  su  padre  en  esta  casa  y 
Mayorazgo,  y  tuvieron  de  su  unión  por  hijos  á  D.  An- 

TOMO  I.  27 


—  po- 
dres (le  Silva,  qae  murió  mozo;á  doña  Isabel  de  Castjo, 
primera  mujer  de  Andrés  de  Acebedo  de  Vas€Dnceloa, 
su  primo,  sin  sucesión,  y  á  doña  Beatriz  que  beredó  la 
casa  y  casó  con  Andrés  de  Silva  ,  su  primo  hermano, 
como  se  verá  en  su  linaje. 

D.  Duarte  de  Acebedo  casó  con  doña  María  de  Silva, 
y  fueron  sus  hijas  doña  Guiomar  de  Acebedo  de  Silva, 
mujer  de  D.  Vasco  Deza,  hijo  de  D.  Juan  Deza,  Alcaide 
mayor  de  Villaviciosa,  y  de  doña  María  de  Meló,  su  mn- 
jer,  con  sucesión ,  y  doña  Blanca  de  Acebedo  de  Silva, 
esposa  de  D.  Diego  de  Miranda,  Comendador  de  Gástelo, 
de  Vide  y  de  Altér  Pedroso,  en  la  orden  de  Avls,  ci^yos 
hijos  fueron  Francisco  de  Miranda ,  Comendador  de  Ca- 
beza de  Vide  y  Alcaide  mayor  de  Allér  Pedroso,  de 
quien  por  hembra  proceden  los  Señores  de  Murza ;  Mar- 
tin Alonso  de  Miranda  Acebedo,  Capitán  mayor  del  Ma- 
labar, de  Dio  y  del  mar  de  la  India,  que  dejó  sucesión; 
Fernán  de  Miranda  Acevedo,  Comendador  de  la  Espada 
de  Elvas,  en  la  orden  de  Santiago,  doña  Ana  Enriqaez 
Acebedo,  que  casó  con  Fernán  de  Mendoza,  Comenda- 
dor de  Serpa;  la  tercera  hija  de  D.  Duarte  de  Acebedo  y 
doña  María  de  Silva,  fué  doña  Isabel,  segunda  mujer  de 
Duarte  Peyxoto,  Señor  de  Peñaficl  de  Sousa,  que  llama- 
ron la  Calzada,  con  sucesión. 

Doña  Juana  Enriquez,  que  tomó  este  nombre  en  me- 
moria de  su  abuela  paterna ,  hermana  de  D.  Fernando 
de  Silva ,  Marqués  de  la  Favara ,  Presidente  y  Capitán 
general  de  la  Sicilia  y  testamentaria  de  su  padre,  que  la 
mandó  el  Casal  de  las  Fingueiras,  casó  con  D.  Francisco 
de  Acevedo  de  Meneses,  Señor  de  la  villa  de  Puente 
de Soro y  Alcaide  mayor  de  Sintra,  hijo  desónzalo  de 
Acevedo,  Señor  de  la  misma  villa  y  Alcaldía  mayor,  y  de 
doña  Leonor  de  Meneses,  su  mujer,  de  la  casa  de  Can- 


—  421  — 

lañede.  AI  mismo  D.  Francisco  de  Acebedo  de  Meneses, 
dejó  nombrado  testamentario  sayo  D.  Francisco  de  Silva, 
su  suegro,  y  asi  tomó  posesión  de  las  villas  de  Chamus- 
ca y  Ulme,  y  de  los  otros  Mayorazgos  por  el  Principe 
Rui  Gómez,  y  en  virtud  de  su  poder  el  año  1567  y  des- 
pués las  gobernó  muchos  años  como  se  lo  había  encar- 
gado su  suegro,  y  no  tuvo  sucesión. 

Los  Señores  de  la  casa  del  Condado  de  Fuentes  de 
Valdeopero  descienden  de  D.  Alonso  de  Acebedo ,  Pa- 
triarca de  Alejandría  y  Arzobispo  de  Santiago,  fiel  Servi- 
dor de  los  Serenísimos  Reyes  Católicos  D.  Fernando  y 
doña  Isabel,  como  lo  mostró  en  Galicia  durante  las  guer- 
ras del  Reino  de  Portugal ,  hasta  el  fin  de  ellas,  es- 
tando la  ciudad  de  Tuy  y  los  de  su  parcialidad  por  el 
Rey  de  Portugal ,  y  entrando  Pedro  de  Mendaña  y 
otros  Capitanes  portugueses  por  el  Reino  de  Galicia 
con  cuatrocientas  lanzas  y  mil  infantes,  poniendo  cerco 
á  Bayona,  que  venció  y  desbarató  á  muchos  de  los  que 
seguían  aquella  opinión,  entre  ellos  á  D.  Alonso  de  Por- 
tugal, Capitán  general  de  aquella  frontera,  al  Conde  de 
Gaminia  y  al  Alcaide  de  Castronuño  que  traian  mas  de 
trescientas  lanzas  y  gran  número  de  infantes,  cercando 
el  castillo  de  Soberoso,  donde  los  destruyó.  Recibió  este 
caballero  las  Hermandades  y  resistiéndolas  el  Reino  de 
Galicia,  le  obligó  á  ello  por  fuerza  de  armas.  Llevó  á  la 
Serenísima  Infanta  doña  Isabel  á  la  ciudad  de  Vitoria, 
donde  estaba  la  Reina  doña  Isabel,  su  madre,  junto  con 
D.  Gómez  Suarez  de  Figueroa ,  Conde  de  Feria »  y  á  la 
Infanta  doña  Catalina  de  Inglaterra  ,  juntamente  con  el 
Conde  de  Cabra  cuando  fué  á  casarse  con  el  Principe  de 
Gales,  hijo  primogénito  y  sucesor  del  Rey  de  Inglaterra; 
y  cuando  los  Reyes  Católicos  fueron  á  la  guerra  y  con- 
quista del  Reino  de  Granada,  quedó  por  Virey  de  Casti- 


-  422  — 

lia  con  el  Condestable  D.  Pedro  Fernandez  de  Yelasco. 
Fué  hijo  de  D.  Diego  González  de  Acebedo,  fiel  ser?i- 
dor  del  Rey  D.  Joan  el  11,  como  lo  mostró  en  la  batalla 
de  Olmedo,  en  que  rindió  á  Suero  de  Quiñones,  según 
parece  por  un  privilegio  dado  á  su  casa ,  en  que  refie- 
re el  Rey  D.  Juan  los  servicios  que  le  ha  hecho  ;  fué 
Contador  mayor  de  Castilla  y  Señor  del  Mayorazgo  de 
Tejado  ,  y  casó  con  doña  Catalina  de  Fonseca,  hija  de 
D.  Juan  Alonso  de  lllloa  y  de  doña  Beatriz  Rodríguez  de 
Fonseca,  su  mujer,  primer  nieto  de  D.  Juan  González 
de  Acebedo,  del  Consejo  del  Rey  D.  Juan  el  11 ,  á  quien 
hizo  señalados  servicios  y  particularmente  al  Infante  don 
Fernando  en  la  elección  de  Rey  de  Aragón ,  al  cual 
asistió ,  pasando  con  el  Rey  á  Aviñon  donde  estaba  la 
Corte  del  Ponlifice  ,  y  siendo  Embajador  particular  al 
Rey  de  Navarra  y  otras  tres  veces  al  Pontífice,  y  de  doña 
Aldonza  Diaz  Maldonado,  su  mujer.  Tuvo  el  Patriarca  de 
Alejandría  y  Arzobispo  de  Santiago ,  D.  Alonso  de  Acer* 
hedo,  por  hijos  en  doña  María  de  Ulloa,  Señora  de  Cam- 
bados ,  hija  de  Lope  Sánchez  de  Ulloa  y  de  doña  Inés 
de  Castro,  su  mujer ,  Señores  de  los  heredamientos  de 
Monteroso  y  lllloa,  á  D.  Diego  de  Acebedo,  que  casó  con 
doña  Francisca  de  Zúñiga  Ulloa  y  Viedma,  Condesa  de 
Monterey  y  á  D.  Alonso  de  Fonseca,  Arzobispo  de  Tole- 
do, primado  do  las  Españas,  gran  Prelado  y  valeroso  ca- 
ballero ,  que  hacia  grandes  mercedes  ordinariamente  i 
los  muchos  caballeros  é  hijos-dalgo  que  le  servían;  gozó 
del  Arzobispado  de  Santiago  por  orden  del  Cardenal 
Adriano,  Gobernador  de  estos  Reinos;  pacificó  á  ios 
Agermanados  de  Valencia ;  siendo  ya  Arzobispo  de  Tole- 
do, le  mandó  el  Emperador  D.  Carlos  cuando  concerló 
casarse  ,  que  juntamente  con  los  Duques  de  Calabria  y 
Medina  Sidonia  fuese  á  la  frontera  del  Reino  de  Portugal 


—  423  — 

á  recibirá  la  Emperatriz  doña  Isabel,  su  mujer,  Infanta 
de  aquellos  Reinos  para  traerla  ¿  la  ciudad  de  Sevilla, 
donde  los  casó  por  sus  manos  y  después  en  Yailadolid 
bautizó  al  Católico  D.  Felipe  II:  en  las  ausencias  que 
bizo  el  César  de  estos  Reinos,  lo  dejó  en  compañía  de  la 
persona  de  la  Emperatriz ,  que  diariamente  le  llamaba 
padre  y  le  veneraba  como  á  tal,  en  cuyas  ocasiones  hizo 
grandes  gastos  sin  faltar  á  sus  obligaciones,  distribuyendo 
grandes  tesoros  en  obras  pías,  entre  las  cuales  figura  el 
Colegio  que  fundó  en  la  ciudad  de  Santiago,  en  las  casas 
que  fueron  de  Lope  Sánchez  de  Ullon,  su  abuelo  mater- 
no, á  imitación  del  de  Alcalá,  con  Universidad  dentro  de 
él  con  muy  buenos  estipendios  para  las  Cátedras  de  arles, 
Teología  y  Medicina,  en  el  cual  ha  habido  personas  emi- 
nentes; dejó  el  patronato  de  esta  obra  á  los  Condes  de 
Monterey  con  voto  en  el  Claustro  y  en  las  Cátedras  que 
se  proveyesen  por  él.  Hizo  mucho  bien  en  la  San- 
ta Iglesia  de  Santiago  ,  adornando  el  claustro,  como  se 
vé  por  los  Escudos  do  sus  Armas  que  tiene  en  diferentes 
partes.  Fundó  en  la  ciudad  de  Salamanca  el  famoso  Co- 
legio, llamado  del  Arzobispo;  mandó  hacer  dentro  de  él 
una  escelente  capilla,  asi  en  fábrica  como  en  servicio 
y  ornamentos ,  donde  se  hacia  una  fiesta  solemne  el  ter- 
cer dia  de  Pascua  del  Espíritu  Santo,  en  acción  de  gra- 
cias á  su  buena  memoria,  por  el  señalado  servicio  que 
bizo  á  aquella  ciudad,  comprando  renta  con  que  perpe- 
tuamente se  pagase  á  los  Reyes  el  valor  del  pecho ,  ali- 
viando de  esta  carga  á  la  gente  pobre,  é  igual  libertad 
dio  á  la  ciudad  de  Santiago.  Hizo  un  Mayorazgo  á  favor 
de  su  hijo  D.  Diego  de  Acevedo  habido  en  doña  Juana 
Pimentel,  consistente  en  la  villa  y  fortaleza  de  Fuen- 
tes, con  otros  heredamientos  en  Castilla  y  algunos  luga- 
res en  el  Arzobispado  de  Santiago  con  la  villa  de  Camba- 


—  424  - 

(los,  y  su  jurisdicción  que  heredó  de  su  madre  dona  Ma- 
ría de  Ulloa  y  de  Lope  Sánchez  de  Ulloa,  su  abuelo,  lla- 
mando á  la  sucesión  de  este  Mayorazgo  en  falta  de  don 
Diego  de  Acebedo  y  sus  descendientes  á  los  de  la  casa 
del  Conde  de  Monterey:  fué  sepultado  en  medio  de  su 
Capilla  del  Colegio  mayor  que  fundó  en  Salamanca. 

Su  hijo  D.  Diego,  poseedor  de  dicho  Mayorazgo,  fué 
caballero  generoso,  que  siguió  al  Emperador  D.  Carlos 
en  diversas  jornadas :  se  halló  en  el  socorro  de  Viena: 
alcanzó  la  gracia  de  D.  Felipe  II ,  siendo  de  los  prime- 
ros cuatro  Mayordomos  que  le  sirvieron  cuando  se  le 
puso  casa,  con  sus  compañeros  el  Marqués  de  las  Navas, 
el  Conde  de  Olivares,  y  D.  Gutierre  López  de  Padilla; 
tuvo  el  cargo  y  título  de  Tesorero  de  la  Corona  de  Ara- 
gón, que  después  sirvieron  los  Condes  de  Chinchón, 
ejercitándole  á  satisfacción  del  Rey  y  de  los  naturales  de 
aquella  Corona:  mandóle  S.  M.  levantar  una  Corone- 
lía para  llevar  á  los  Estados  de  Flandes ,  adonde  pasó 
con  el  Rey,  asi  como  á  Inglaterra;  sirvió  de  Embajador 
e¿^traordinario  en  Roma  y  después  le  proveyó  D.  Feli- 
pe II  por  Virey  y  Capitán  General  de  los  Reinos  del  Pe- 
rú, con  ayuda  de  costa  de  180,000  ducados,  cantidad 
notable  en  aquellos  tiempos;  alcanzó  el  tiempo  del  Em- 
perador D.  Carlos,  y  siendo  Conde  de  Fuentes  fué  al 
socorro  de  Viena ;  llegado  á  Valladolid  el  año  S9,  enfer- 
mó en  las  casas  de  D.  Luis  de  Villa ,  que  son  en  frente 
de  San  Salvador,  donde  murió,  y  fué  sepultado  en  la 
capilla  mayor  de  San  Francisco  de  Salamanca,  entierro 
de  doña  Elvira  de  Acevedo,  su  mujer.  Señora  del  Ma- 
yorazgo de  Tejado  ,  hija  de  D.  Alonso  de  Acebedo  y  de 
doña  Mayor  Dávila ,  su  mujer,  hija  de  Pedro  Dávila, 
primer  Conde  de  Risco,  y  de  doña  Elvira  de  Toledo ,  su 
esposa ,  nieta  de  Luis  do  Acebedo  y  de  doña  Teresa  de 


—  425  — 

Haro,  cónyuges  y  Señores  del  Mayorazgo  de  Tejado,  biz- 
nieta de  Diego  GoDzalez  de  Acebedo  y  de  doña  Catalina 
de  Fonseca,  esposos,  y  de  su  unión  fué  hija  única  y  he- 
redera doña  Juana  de  Acebedo  y  de  Fonseca ,  primera 
Condesa  de  Fuentes,  Señora  de  la  villa  de  Cambados  y 
otros  heredamientos,  la  cual  casó  dos  veces:  la  primera 
con  D.  Francisco  de  Fonseca ,  Señor  de  Coca  y  Alaejos, 
como  queda  dicho;  retirándose  doña  Juana  á  los  tres  años 
de  matrimonio  á  un  convento  con  doña  Elvira,  su  madre, 
poniendo  demanda  á  su  marido  por  inhábil  para  el  ma- 
trimonio, por  cuyo  pleito  se  disolvió  éste:  suplicado 
D.  Felipe  II  por  doña  Juana  para  que  la  mandase 
traer  á  su  Corte  desde  Sancli  Spiritus  de  Salaman- 
ca, mandó  á  un  Alcalde  de  Corte  de  Valladolid  que  la 
acompañase  hasta  entrar  en  Madrid,  y  la  depositase  en 
la  Concepción  Gerónima,  y  después  de  algunos  meses 
se  efectuó  su  segundo  matrimonio  con  D.  Pedro  Enri- 
quez,  hijo  del  Conde  de  Alva  de  Liste,  que  fué  el  nue- 
vo Conde  de  Fuentes,  que  acompañó  al  Rey  D.  Feli- 
pe II  á  las  Cortes  de  Monzón,  tuvo  á  los  Aragoneses  y 
fué  nombrado  por  uno  de  los  dos  caballeros,  por  este 
Principe,  para  tratar  los  negocios  que  se  ofrecieron  en 
ellas,  y  componer  las  diferiencias  que  hubo  con  los  del 
Reino,  de  lo  cual  se  dio  por  bien  servido  del  Conde  en 
esta  ocasión,  y  dentro  de  poco  tiempo  le  envió  á  Turin 
a  visitar  al  Duque  de  Saboya  y  á  su  hija  la  Infanta  doña 
Catalina  y  á  tratar  con  ellos  algunos  negocios  graves,  y 
de  paso  tomó  posesión  de  Capitán  General  de  la  caba- 
llería de  Milán,  de  donde  dando  la  vuelta  á  España,  que 
fué  al  tiempo  que  el  Rey  Católico  mandaba  juntar  aque- 
lla grandiosa  armada  ,  poco  dichosa  ,  que  envió  á  Ingla- 
terra el  año  88,  en  que  perceió  gran  nobleza  de  estos 
Reinos,  sirvió  el  cargo  áe  Capitán  General  del  Reino  de 


—  426  — 

Portugal,  en  que  se  halló  el  año  simiente,  cuando  la 
Reina  de  Inglaterra  quisó  restituir  en  el  Reino  de  Por- 
tugal á  D.  Antonio,  Prior  de  Ocrato,  juntando  una  grue- 
sa armada  que  echase  gente  en  la  costa  de  Portugal, 
lo  cual  sabido  por  el  Conde,  salió  al  encuentro  y  la  de- 
fendió con  valor  y  bizarría.  Después  de  haber  servido 
algunos  años  este  cargo,  le  mandó  D.  Felipe  II  á  servir 
á  los  Estados  de  Flandes  con  grandes  comisiones  y  Ulu- 
lo de  Capitán  General,  para  entrar  en  Francia  conti- 
nuando los  socorros  que  este  Principe  mandaba  hacera 
los  católicos  de  la  Liga  contra  el  Rey  Enrique  IV.  Lle- 
gado á  aquellos  Estados,  halló  que  murió  en  Arras  el 
Duque  de  Parma ,  Gobernador  de  ellos,  sucedióndole 
Ernesto,  Archiduque  de  Austria,  que  al  año  sucumbió  á 
sus  achaques,  dejando  en  su  nombre  al  famoso  Conde 
de  Fuentes  por  Gobernador  y  Capitán  General  de  aque- 
llos Estados,  quien  dispuso  las  cosas  de  los  reales  ejér- 
citos y  de  las  provincias,  de  tal  manera,  que  pudo  en- 
trar en  Francia  y  ganar  en  ella  á  Jatalet,  plaza  princi- 
pal. Puso  después  sitio  á  Durian,  y  llegando  socorro  de 
los  franceses,  les  salió  al  encuentro  venciéndoles  con 
muerte  del  Almirante,  y  volviendo  sobre  la  plaza  la  asal- 
tó y  tomó  por  fuerza;  de  alli  partió  para  Cambray,  que 
al  cabo  de  un  mes  se  le  rindió.  Salió  de  aquellos  Esta- 
dos á  principios  del  ano  9fi,  entregándolos  al  Archidu- 
que Alberto,  y  vuelto  h  estos  Reinos,  fué  recibido  de  la 
Corte  con  mucha  estimación.  D.  Felipe  III  en  premio 
desús  servicios  le  mandó  cubrir  y  le  hizo  de  sus  Conse- 
jos de  Estado  y  Guerra,  y  le  mandó  al  Gobierno  de  Mi- 
lán,  que  gobernó  ron  prudencia  hasta  que  murió  sin 
dejar  sucesión  do  su  mujer  doña  Juana  de  Acevedo,  que 
dejó  de  existir  cuatro  días  después  que  él  en  Madrid, 
sucediéndoles  en  su  casa  y  Condado  de  Fuentes  y  Se- 


—  427  ~ 

ñorio  de  Cambados  D.  Manuel  de  Acebedo  y  Zúñiga, 
sesto  Conde  de  Monterey,  sobrino  de  dona  Juana;  y  en 
el  Mayorazgo  de  Tejado,  que  fué  de  dona  Elvira,  su  ma- 
dre, sucedió  doña  Francisca  Osorio  de  Acebedo ,  Seño- 
ra de  Valdunquillo,  como  queda  escrito. 

De  esla  casa  salieron  á  acompañar  y  servir  al  Señor 
Rey  D.  Fernando  el  Santo  en  sus  conquistas  y  victorias 
de  Andalucía  frey  D.  Pedro  Fernandez  de  Acebedo,  Co- 
mendador de  las  casas  de  Talavera  en  la  orden  de  Cala- 
Irava;  Fernán  Méndez  de  Acebedo,  Comendador  de  Cas- 
trotoraf  en  la  de  Santiaj^o;  frey  Suer  Gómez  de  Acebedo, 
Comendador  en  la  de  Alcántara ;  D.  Alonso  Pérez  de  Ace- 
bedo, Comendador  de  Villarubia  en  la  de  Santiago  en 
tiempo  de  su  Gran  Maestre  D.  Enrique  de  Aragón  y  Muño 
Diaz  de  Acebedo,  que  fue  uno  de  los  300  caballeros  que 
beredó  el  Rev  en  la  frontera  de  las  villas  de  Baeza  v  Ube- 
da  con  sus  tierras  y  castillos,  siendo  los  repartidores 
D.  Gutierre  de  Padiella  ,  D.  Rubio,  D.  Arnalte  y  Garci 
Velez,  de  quien  proceden  los  de  allí. 

En  Asturias  liay  otra  familia  do  Acebedo  que  tiene 
común  origen  con  la  de  Villamil,  cuyo  solar  se  baila  e» 
el  lugar  de  Acebedo  del  Concejo  de  Caslropol,  y  tiene 
su  origen  y  sucesión  en  esta  forma:  Alfonso  Alvarez  de 
Villamil  y  su  mujer  doña  María  de  Ilevia,  tuvieron  por 
el  segundo  de  sus  hijos  (\  I).  Juan  Alvarez,  que  se  llamó 
de  Acebedo  por  haber  sido  heredado  en  el  lugar  de  este 
nombre,  el  cual  casó  con  doña  Mencia  de  Mendoza  v  los 
Cameros,  hija  de  D.  Garci  Sánchez  de  Orozco ,  tercer 
Señor  de  Orozco,  y  de  su  mujer  doña  Aldonza  Iñiguez 
de  Mendoza  y  los  Cameros,  de  cuyo  matrimonio  fué  hi- 
jo y  sucesor  D.  Alonso  AUarez  de  Acebedo,  cu>a  exis- 
tencia y  filiación  consta  de  una  información  ad  pcrpe- 
mam  rci  memortaw,  que  se  hizo  en  Caslropol  con  re- 


—  428  — 

conocimiento  de  instrumentos  el  año  1698,  y  casado 
con  doña  Aldonza  Fernandez  de  Miranda;  fueron  sus  hi- 
jos D.  Bartolomé,  que  sigue  la  linea,  doña  Catalina,  que 
casó  con  su  primo  Lope  Yañez  de  Villamil,  Señor  de 
esta  casa ,  y  doña  Teresa  Alvarez  de  Acebedo,  que  casó 
con  D.  Pelayo  García  de  Villa  de  Moros,  Señor  de  esta 
casa. 

El  D.  Bartolomé,  que  sucedió  en  la  casa  y  bienes  de 
Acebedo,  habiendo  servido  al  Rey  D.  Alonso  XI;  este 
le  concedió  varios  privilegios ,  y  casado  con  doña  Elvira 
Sánchez  de  Coaña,  á  quien  otros  apellidaron  Navia  y  Sier- 
ra, dejó  por  hijo  y  ruccsor  á  D.  Mendo  Fernandez  de 
Acebedo,  que  casó  con  doña  María  Alvarez  de  Trelles, 
y  de  su  segundo  matrimonio  con  doña  Isabel  de  Nava, 
patronos  de  la  capilla  mayor  de  la  iglesia  de  Acebedo; 
fué  su  hijo  D.  Marcos  Fernandez  de  Acebedo,  Señor 
de  esta  casa,  marido  de  doña  María  Alvarez  Castrillon, 
una  de  las  siete  hijas  que  tuvo  D.  Rodrigo  Alvarez  Cas- 
trillon ,  Señor  de  esta  casa,  y  fué  su  hijo  primogénito 
D.  Fernando  Diaz  de  Acebedo,  que  casó  con  Constancia 
López  de  Coaña  y  Villamil ,  y  produjo  esta  unión  á  don 
Suero  Fernandez  de  Acebedo ,  que  fué  el  primero  que 
se  bajó  á  vivir  al  lugar  de  Baúl  en  el  mismo  Concejo  de 
Castropol ,  y  contrajo  matrimonio  con  doña  María  Sua- 
rez  Villamil ,  hija  de  D.  Arias  Fernandez  Villamil ,  fun- 
dador del  vínculo  antiguo  de  aquella  casa ,  quienes  hi- 
cieron también  vínculo  y  mejora  á  favor  de  su  hijo  pri- 
mogénito D.  Suero  Fernandez  de  Acebedo,  llamado  el 
Mozo ,  que  casó  con  doña  Catalina  Suarez  de  Trelles  é 
hizo  agregación  de  vínculo  con  referencia  al  que  habia 
hecho  su  padre  á  su  favor  en  1833,  y  dejó  por  hijo  y 
sucesor  al  doctor  D.  Pedro  Alvarez  de  Acebedo,  quien 
en  los  tiempos  que  reinaba  D.  Felipe  II ,  y  que  por  con- 


—  429  — 

cesión  apostólica  vendió  este  Monarca  vasallos  de  la  igle- 
sia ,  perteneciendo  la  jurisdicción  de  Caslropol  al  Obis- 
po de  Oviedo  y  dispuso  que  los  vecinos  la  tanteasen  y 
redinoiesen  á  su  favor,  y  ordenó  sus  fueros  y  constitu- 
ciones para  su  régimen ,  y  fué  su  primer  Alcalde  mayor; 

celebró  su  matrimonio  con  doña  María  de  Andrade  v 

tí 

Sanjurjo,  hija  de  Fernando  Sanjurjo ,  Señor  de  esta  ca- 
sa en  villa  Sivil,  y  de  su  mujer  Aldonza  Rodríguez  de 
Trelles,  y  de  esta  unión  tuvieron  á  D.  Pedro,  que  con- 
tinúa la  sucesión,  y  tres  hijas,  dos  monjas  en  Santa  Cla- 
ra de  RivadeOy  y  la  otra  llamada  doña  Catalina,  mujer 
del  Capitán  D.  Antonio  López  de  Miranda,  Señor  de  la 
casa  de  el  Pevidal  y  de  otras  que  después  poseyó  la  fa- 
milia de  Miranda  ,  que  vivia  en  Abres,  Concejo  de  Cas- 
tropol. 

El  Licenciado  D.  Pedro  Alvarez  de  Acebedo",  que 
sucedió  en  el  Señorío  de  esta  casa ,  casó  con  doña  María 
Pardo,  hija  de  D.  Juan  Nuñez  Pardo  y  de  su  mujer  do- 
ña María  Valledo  y  Vahamonde,  y  de  este  matrimonio 
fueron  hijos  D.  Pedro  y  D.  Juan  de  Acebedo;  D.  Pedro 
fué  colegial  en  el  Mayor  de  Cuenca,  y  habiendo  entrado 
religioso,  dejó  la  sucesión  á  su  hermano  segundo  don 
Juan,  que  contrajo  matrimonio  con  doña  Catalina  Villa- 
rail  y  Bolaño,  hija  de  D.  Antonio  Pérez  Valderrin  y  de 
doña  María  Villamil  y  Bolaño,  y  de  su  matrimonio  na- 
cieron diferentes  hijos ,  que  muchos  siguieron  el  estado 
religioso,  á  escepcion  de  doña  Catalina,  que  casó  con 
D.  Antonio  Villamil,  Señor  de  esta  casa,  y  de  D.  Grego- 
rio de  Acebedo,  que  sucedió  en  la  de  Acebedo,  y  casó 
con  doña  María  Josefa  Pardo  y  Tabeada ,  hija  primogé- 
nita del  Capitán  D.  Juan  Pardo  de  Cela ,  y  de  su  mujer 
«lona  Antonia  Vallcdor  y  Presno,  que  fué  heredera  do  los 
Mayorazgos  y  bienes  de  sus  padres;  esta  unión  produjo 


—  430  — 

diferentes  hijos,  entre  ellos  D.  Carlos  de  Acebedo,  que 
casó  con  d^ña  María  del  Carmen  Llano  y  Cigaran ,  hija 
única  de  D.  Juan  de  Llano  Osorio,  y  de  su  mujer  doña 
Marta  Nicolasa  de  Cigaran,  de  quienes  son  hijos  D.  Car* 
los  y  doña  Francisca  Javiera  de  Acebedo  y  D.  Gaspar  de 
Acebedo  y  Taboada ,  poseedor  de  estas  casas  y  Mayoraz- 
gos á  ellas  pertenecientes ,  casado  con  doña  Isabel  Abe- 
llo  y  Rico,  hija  de  D.  Arias  Abello  Castrillon,  Regidor 
perpetuo  de  la  villa  de  Luarca ,  y  de  su  mujer  doña  Ma- 
ría Rico,  y  son  sus  hijos  entre  otros  D.  Juan  y  D.  José. 

D.  Alonso  Fernandez  de  Acebedo  y  su  mujer  doña 
Dominga  Rodríguez,  naturales  délos  lugares  de  Gaitoso 
de  Miranda  y  Prismo,  Obispado  de  Oviedo,  Principado 
de  Asturias,  fueron  padres  de  D.  Domingo  de  Acebedo, 
que  nació  en  la  ciudad  de  Segovia,  donde  casó  con  doña 
Tomasa  de  la  Peña,  y  tuvieron  por  hija  á  doña  Teresa 
de  Acebedo,  que  casó  en  Pedrosa  á  4  de  Julio  de  1697 
con  D.  Lucas  Anguiano,  bautizado  en  esta  villa  de  Pe- 
drosa á  18  de  Octubre  de  1674,  y  fueron  padres  de  do- 
ña Teresa  de  Anguiano,  natural  de  dicha  villa,  la  cual 
casó  con  D.  Ignacio  Pedrobueno,  natural  de  Genova,  y 
vecino  de  Madrid,  padres  de  doña  Josefa,  D.  Benigno, 
D.  Manuel,  D.  Andrés  Pedrobueno  Anguiano  y  Acebedo. 

Las  ARMAS  primitivas  de  la  casa  solar  de  Galicia 
trae  Escudo  cuartelado  en  cruz ,  primero  y  cuarto  en 
campo  de  oro,  un  árbol  acebo  sinople;  segundo  y  terce- 
ro en  campo  de  plata,  un  lobo  sable. 

Los  de  Portugal  usan  Escudo  cuartelado,  primero  y 
cuarto  en  pal,  á  la  derecha  en  campo  de  oro,  águila  vo- 
lante, sable,  á  la  siniestra  en  campo  sinople  una 
media  luna  de  plata,  puntas  abajo;  segundo  y  tercero  en 
campo  azur,  cinco  estrellas  de  plata  y  bordura  gules  con 
ocho  aspas  de  oro;  sobre  el  timbre  águila  sable,  volante 


—  431  — 

oon  una  estrella  de  plata  en  el  pecho,  según  se  hallan  en 
la  sala  de  la  Armería  da  Lisboa. 

Los  de  las  montañas  de  Burgos  y  Castilla  traen  Escu- 
do gules  con  un  acebo  sinople,  y  atado  á  él  un  lebrel  de 
oro  y  plata. 

Los  de  Asturias,  Aragón,  Cataluña  y  Valencia,  pintan 
en  campo  de  plata  un  acebo  sinople  con  dos  lebreles  al 
natural  atados  á  él. 

Los  de  Andalucía,  Vizcaya  y  otras  partes ,  traen  las 
primitivas  á  cuarteles  y  bordura  gules  con  ocho  aspas 
de  oro. 

Do  esta  casa  y  ramas  proceden  los  Señores  del  Gru- 
po siguiente:  D.  Antonio  de  Acebedo,  Intendente  hono- 
rario de  provincia,  D.  Juan  Acebedo  y  Pérez,  Coronel 
Secretario  de  la  Inspección  general  del  cuerpo  de  Cara- 
bineros del  Reino;  D.  Estanislao  Acebedo  y  Pérez,  tercer 
jefe  de  la  Comandancia  de  tercera  clase  de  Bilbao  del 
dicho  cuerpo  de  Carabineros;  D.  Manuel  Acebedo  y 
Corio,  caballero  de  la  orden  militar  de  Santiago. 


AGOSTA, 


AGOSTA,  COSTA.  COSTÉ.  COSTILLA  O  ZACOSTA. 


Vray  Mariano  de  la  Ribera  en  su  historia  de  la  Merced 
y  fray  Mateo  Gousan  Court,  en  sus  memorias  de  los  Már- 
tires de  la  Religión  de  Mal ta^  contestes,  afirman  ser  todos 
los  del  epígrafe  un  mismo  apellido,  lo  que  también  cor- 
robora el  genealogisla  Vidal  en  su  primer  tomo  de  apun- 
tamientos originales,  diciendo  se  pronuncia  en  Francés 
Costé  ó  Costilla  ;  en  Italiano,  Latin  y  Portugués,  Costa, 
Acosta  y  Agosta;  en  Lemosin  y  Catalán,  la  Costa  y  enMa- 
llorquin  Zacosta. 

El  bienaventurado  fray  D.  Simón  Costa  triunfó  yale- 
rosamente  en  defensa  de  la  Religión  Católica  contra  los 
enemigos  de  ella  en  la  ciudad  de  Spra,  donde  murió  el 
año  1552  con  las  armas  en  la  mano  contra  los  Turcos; 
fué  natural  de  la  provincia  del  Dclíinado  en  Francia,  hijo 
de  Godofre  Costa,  Escudero  y  Señor  del  lugar  de  Costé  y 
de  Juana  San  Germán  ,  hija  de  Jaime  y  de  Lucia  Castillo 
Nuevo,  originarios  estos  de  la  provincia  del  Llemosin  en 
aquel  Reino.  El  Godofre  fué  hijo  de  Pedro  Costilla, 
llamado  asi  por  Bosio,  y  de  Enriqueta  Bellgard.  El  Pedro 
lo  fué  de  Francisco  Costé ,  originario  de  la  noble  casa 
de  San  Berron  y  de  su  consorte  Marta  Costilla,  hija 
de  Juan  de  Costé,  Señor  del  referido  lugar  de  este  nom- 
bre, de  cuya  descendencia  fué  Oliver  de  Costa,  Religioso 
Mínimo,  llamado  el  Padre  Hilarión  de  Costa,  que  según 
Cousan  Court,  procedió  por  línea  materna  de  una  her- 
mana de  San  Francisca  de  Paula. 

Eí&tc  es  el  origen  del  apellido  Costilla  que  se  estable- 


—  433  — 

ció  en  el  lugar  de  Costella  del  Val  de  Broto,  y  dice  don 
Tomás  Rarairez  de  Monleon  ser  el  mismo  y  de  an  prin- 
cipio, que  el  de  Costa,  como  los  del  lugar  de  Valdcras, 
en  el  Reino  de  León ,  de  quienes  es  la  rama  radical  en 
la  villa  de  Linares,  Bailen,  Andujar,  Jerez  de  la  Fron- 
tera é  inmediaciones  del  Reino  de  Jaén,  advirtiendo  que 
de  la  nominada  villa  de  Linares  por  disputas  que  tuvie- 
ron con  otras  familias  les  fué  preciso  salir  después  de 
haberla  disfrutado  desde  los  tiempos  de  la  conquista  de 
Andalucía  á  que  fué  Alonso  de  Costilla  el  heredado  por 
el  Rev  D.  Alonso  el  Sabio.  De  los  de  Jerez  de  la  Fron- 
tera  procedió  doña  Gerónima  Costilla  y  Gallinato ,  her- 
mana segunda  de  doña  Francisca  de  Costilla ,  y  mujer 
de  D.  Alonso  de  Nuncibay ,  natural  de  esta  misma  ciu- 
dad, el  cual  pasó  á  Indias  de  fundidor  y  ensayador  de 
la  Real  casa  de  Santa  Fé. 

Proviene  este  apellido  de  los  Romanos,  quienes  fun- 
daron diversidad  de  solares  en  Francia,  España  y  Portu- 
gal, en  cuyos  Reinos  están  en  la  posesión  inmemorial  de 
su  hidalguía,  emparentados  con  las  primeras  casas  de 
sus  grandes  é  Infanzones,  con  líneas  muy  calificadas  en 
Estremadura,  Andalucía,  Corona  de  Aragón  y  otras  par- 
tes, siendo  su  troncal  propagador  Pedáneo  Acosta  ó 
Costa,  Cónsul  Romano  y  legado  de  Marco  Bruto  á  varias 
provincias,  conservándose  su  memoria  en  muchas  mo- 
nedas de  oro  y  plata  del  tiempo  del  dominio  de  Julio 
César. 

De  él  fué  descendiente  Martin  Roiz  de  Lemos  de 
Acosta,  Comendador  de  San  Vicente  de  la  Beira  y  su 
mujer  doña  Isabel,  hija  de  Martin  Yaz  da  Costa  y  de 
Margarita  Yaz  da  Costa ,  los  cuales  fueron  padres  de  don 
Alvaro  de  Acosta,  Camarero  mayor  y  Armero  mayor  del 
Rey  D.  Manuel,  fidalgo  de  su  casa,  Embajador  á  Castilla 


—  434  — 

y  Veedor  de  la  hacienda  de  la  Reina  doña  Leonor  de 
Austria,  el  cual  casó  con  doña  Beatriz  de  Payba,  hija  de 
Gil  Yañez  de  Magallanes  el  Caballero,  y  de  doña  Isabel 
de  Payba,  hija  de  D.  Duarte  Alvarez  de  Payba,  los  cua- 
les fueron  padres,  primero  de  D.  Gil  Yañez  de  Acosta, 
Veedor  de  la  hacienda  del  Rey  D.  Sebastian,  de  su  Con- 
sejo de  Estado  y  Embajador  á  Castilla ,  quien  casó  en 
primeras  nupcias  con  doña  María  de  Oleiro,  y  en  segun- 
das con  doña  Juana  de  Silva ,  hija  de  D.  Felipe  de 
Sonsa;  2.%  D.  Manuel  de  Acosta,  clérigo;  3.%  doña 
Ana  de  Acosta,  primera  mujer  de  D.  Fernando  de  Noro- 
ña,  Comendador  de  Villacoba,  en  la  orden  de  Cristo, 
Camarero  mayor  del  Rey  D.  Manuel ;  4.**,  D.  Duarte  de 
Acosta,  Gobernador  del  Brasil,  marido  de  doña  María  de 
Mendoza,  hija  de  D.  Francisco  de  Mendoza,  Capitán  de 
Urmuz ;  y  5.*",  doña  Isabel  de  Acosta  de  Payba ,  esposa 
de  D.  Manuel  de  Sousa  ,  Señor  de  Miranda,  Alcaide  ma- 
yor de  Arronches. 

D.  Gil  Yañez  de  Acosta,  primero  de  los  hijos  de  don 
Alvaro  de  Acosta,  fué  padre,  primero  de  D.  Juan  de 
Acosta,  Alcaide  mayor  de  Castro  Marín,  que  casó  prime- 
ro con  doña  Juana  de  Faria,  hija  de  D.  Luis  de  Faria, 
Comendador  de  Cerracedo ,  y  en  segundas  nupcias  con 
doña  Antonia  de  Meneses,  hija  de  Antonio  Correa;  en 
terceras  con  doña  María  de  Aragón,  hija  de  Ñuño  Ruiz 
Bárrelo,  Señor  de  la  Cuarteyra,  sin  sucesión,  y  de  cuar- 
tas con  doña  Juana  de  Vasconcelos,  hija  de  D.  Luis  Fer- 
nandez de  Vasconcelos  y  de  doña  Blanca  de  Villena,  sin 
sucesión;  2.^,  de  doña  Catalina  de  Acosta,  que  casó  con 
D.  Luis  de  Silva,  hijo  del  Señor  de  Vagos;  3.%  de  don 
Alonso  de  Acosta,  Dean  de  la  Guarda,  que  dejó  sucesión; 
4/,  de  D.  Antonio  de  Acosta,  Señor  del  Mayorazgo  de 
su  padre,  que  casó  con  doña  Margarita  de  Villena,  hija 


—  435  - 

de  Fernán  Tellez,  Señor  de  Uñón ;  5.**,  de  D.  Gil  Yañez 
de  Acosta,  General  de  Ceuta,  Presidente  del  desembargo 
de  palacio  y  del  Consejo  de  Estado ,  el  cual  casó  con 
doña  Margarita  de  Noroña,  hija  de  D.  Rodrigo  Lobo, 
Señor  de  las  Saróedas  ;  6.^  de  doña  Felipa  de  Silva,  que 
casó  con]).  Fernando  Mascareñas,  General  de  Arcila,  Co- 
mendador de  Rosmaniñal ,  y  7.°,  de  doña  Elena  de  Silva, 
que  casó  con  D.  Tomás  de  Noroña ,  Señor  del  Mayoraz- 
go de  su  padre  y  Embajador  á  Francia. 

D.  Duarte  de  Acosta ,  cuarto  hijo  de  D.  Alvaro  de 
Acosta  y  marido  de  doña  María  de  Mendoza,  tuvo  por 
hijos:  1.^  á  D.  Alvaro  de  Acosta,  que  casó  con  doña 
Leonor  de  Sousa,  hija  de  Fernán  Dálvarez  de  Sonsa,  el 
de  la  Bruja ;  2.^  á  D.  Juan ;  3.%  á  D.  Lorenzo  ;  4.%  á 
D.  Francisco  de  Acosta,  Armero  mayor  de  Portugal,  Em- 
bajador á  Marruecos ,  casado  con  doña  Juana  Enriquez, 
hija  de  Gonzalo  Yaz  Pinto ,  Señor  de  Ferreyros  y  Ten- 
daes;  5.^  á  doña  Ana  de  Mendoza,  esposa  de  D.  Anto- 
nio Moñiz  Barrete,  Gobernador  de  la  India,  y  6.^  á 
doña  Margarita  de  Mendoza,  que  casó  con  D.  Duarte  de 
Meló  de  Silva ,  seslo  Señor  de  Povolidc  y  Castroverde, 
que  acompañó  al  Rey  D.  Sebastian  en  la  batatalla  de  Al- 
cázar el  año  1578,  donde  perdió  la  vida. 

Doña  Isabel  de  Acosta  de  Payba,  hija  quinta  de  Al- 
varo de  Acosta,  que  casó  con  D.  Manuel  de  Sousa,  Se- 
ñor de  Sousa  y  Miranda,  del  Consejo  del  Rey  D.  Juan  III, 
Alcaide  mayor  de  Arronches,  tuvo  de  esta  unión  por 
hijos:  1.^,  á  D.  Andrés  de  Sousa,  Señor  de  Miranda, 
cuyo  hijo  Manuel  de  Sousa,  Señor  de  Miranda,  murió 
sin  sucesión ;  2.^,  á  doña  Beatriz  de  Villena ,  que  casó 
con  Fernán  de  Silva,  Señor  y  Comendador  de  Alpallaon, 
Castellano  de  la  torre  de  Belén ,  y  3.^,  á  D.  Alvaro  Diaz 
de  Sousa,  Señor  de  Miranda,  sin  sucesión. 

TOMO  I.  28 


—  436  — 

D.  J«aD  (le  Acosta ,  primogénito  de  D.  Gil  Yanez  de 
Acoftta,  tuvo  de  su  segunda  mujer  doña  Antonia  de  Me* 
nescs  por  hijos:  1.%  á  doña  Juana  de  Silva,  monja  en 
Almoster;  i¡.%  á  D.  Gil  Yañez  de  Acosta,  Alcaide  mayor 
de  Castromarin,  el  cual  casó  con  doña  Francisca  de  Vat- 
concelos  ,  hija  de  D.  Rodrigo  de  Sonsa  j  de  doña  Juana 
de  Vasconcelos;  3.^,  á  D.  Francisco ,  jesuita;  4.%  i  doo 
Aharo;  S.^,  á  doña  María  de  Meneses,  que  casó  con  don 
Gaspar  de  Sonsa ,  Señor  de  Alcubi ,  y  6.**,  á  D.  Felipe, 
que  murió  quemado  en  un  galeón  por  los  holandeses. 

D.  Antonio  de  Acosla ,  Señor  del  Mayorazgo  de  su 
padre,  que  casó  con  doña  Margarita  de  Villena  ,  hija  de 
Fernán  Tellez  de  Meneses,  Señor  de  Uñón,  y  de  doña 
María  de  Castro,  fué  padre:  I."",  de  doña  Maria  de  Acos- 
ta, que  heredó  la  casa  y  casó  con  D.  Juan  Mascareñas, 
hijo  primero  de  D.  Ñuño  Mascareñas,  su  primo  hermano, 
y  2.%  de  doña  Juana  de  Silva,  que  casó  con  D.  Antonio 
de  Saldaña  de  Alburquerque ,  hijo  de  D.  Arias ,  Virey  de 
la  India  y  General  de  Tánger. 

D.  Gil  Yañez  de  Acosta,  General  de  Ceuta,  hijo 
quinto  de  D.  Gil  Yañez  de  Acosta  y  marido  de  doña 
Margarita  de  Noroña ,  tuvo  por  hijos  á  D.  Antonio  de 
Acosta,  fraile  Francisco;  á  D.  Rodrigo  de  Acosta,  Co- 
mendador de  Pernes ,  marido  de  doña  Juana  de  Noroña, 
hija  de  D.  Alvaro  de  Sonsa ,  Capitán  de  guardia  de  Por- 
tugal ,  á  D.  Gil,  á  D.  Alonso;  á  D.  Juan  y  á  doña  Maria, 
que  casó  con  D.  Pedro  de  Alcazoba,  nieto  del  Conde  de 
Idaña. 

Doña  Felipa  de  Silva,  sesta  hija  de  D.  Gil  Yañez  de 
Acosta  y  mujer  de  D.  Fernando  Mascareñas ,  tuvo  por 
hijos:  1.^  ¿  D.  Manuel  Mascareñas,  General  de  Masa- 
gan  y  sucesor  en  la  casa ,  que  casó  con  doña  Pracisca 
de  Atayde ;  S."",  á  doña  Paula  de  Silva,  que  easó  con  don 


-  437  — 

Duarte  de  Acosla,  sa  primo  hermano,  j  3.^,  D.  Loren- 
zo de  Silva,  que  casó  con  D.  Francisco  Carnero,  Señor 
de  la  Isla  del  Principe,  progenitor  de  sus  Condes,  á  don 
Vasco,  D.  Gil  Yanez,  D.  Francisco,  D.  Martin  y  D.  Fe- 
lipe, todos  grandes  soldados  en  la  India,  donde  murie- 
ron, y  doña  María  y  doña  Leonor,  monjas  en  Santa  Ciara 
de  Santarep. 

Doña  Elena  de  SiWa,  séptima  hija  de  D.  Gil  Yanez 
de  Acosta,  y  mujer  de  D.  Tomás  de  Noroña,  Señor  del 
Mayorazgo  de  su  padre  y  Embajador  á  Francia,  tu?o  por 
hijo  á  D.  Marcos  de  Noroña ,  que  casó  con  doña  Maria 
Enriquez ,  hija  de  D.  Francisco  de  Acosta  ,  Armero 
mayor. 

D.  Alvaro  de  Acosta ,  primer  hijo  de  D.  Duarte  de 
Acosta  y  marido  de  doña  Leonor  de  Sonsa ,  fué  padre 
de  D.  Duarte  de  Acosta ,  jesnita ,  y  de  D.  Antonio  de 
Acosta ,  que  casó  con  doña  Mariana  de  Castro ,  hija  de 
D.  Miguel  Tellez  de  Moura ,  sin  sucesión. 

D.  Francisco  de  Acosta,  Armero  mayor  de  Portugal, 
Embajador  á  Marruecos,  hijo  cuarto  de  D.  Duarte  de 
Acosta,  y  esposo  de  doña  Juana  Enriquez,  fué  padre:  1 .% 
de  doña  Violante  Enriquez ,  que  casó  con  D.  Luis  de 
Miranda  Enriquez,  Señor  de  Ferreyros  y  Tendaes;  2.*, 
de  D.  Gonzalo  de  Acosta,  Armero  mayor,  que  casó  se- 
gunda vez  con  doña  Francisca  Coutíño,  hija  de  D.  Pe- 
dro de  Almeida,  Capitán  de  Bazaim;  3."^,  de  D.  Duar- 
te, que  murió  sin  hijos,  y  i."",  de  doña  Maria  Enriques, 
que  casó  con  D.  Marcos  de  Noroña. 

Doña  Margarita  Mendoza,  sesta  hija  de  D.  Duarte  de 
Acosta  y  consorte  de  D.  Duarte  de  Meló  de  Silva,  sesto 
Señor  de  Povolide,  tuvo  por  hijos  á  doña  Inés,  séptima 
Señora  de  Porolide ,  que  casó  con  D.  Simón  de  Acuña 
de  Atayde,  con  ilustre  sucesión ,  y  á  doña  Luisa  de  Silva 


—  Asa- 
que casó  con  D.  GonstaDtino  de  Sáa,  General  de  Ceylan. 

Dona  Beatriz  de  Villena ,  hija  segunda  de  doña  Isa- 
bel de  Payba  y  D.  Manuel  de  Sousa,  y  mujer  de  Fernán 
de  Silva,  Señor  de  Alpallaon,  hubieron  por  hijos  á  doña 
Mencia  de  Villena,  que  casó  con  D.  Enrique  de  Sousa^ 
primer  Conde  de  Miranda,  Alcaide  mayor  de  Arronches, 
Señor  de  Bougapodcntas ,  del  Consejo  de  Estado  y  Go- 
bernador de  la  Chanciileria  de  Oporto ,  y  á  doña  Isabel 
de  Viileoa,  que  casó  con  D.  Antonio  de  Meló,  Alcaide 
mayor  de  Elvas. 

D.  Gil  Yañez  de  Acosta ,  segundo  hijo  de  D.  Juan  de 
Acosta,  y  marido  de  doña  Francisca  de  Vasconcelos,  fue^ 
ron  padres  de  D.  Juan  de  Acosta,  Alcaide  mayor  de  Gas* 
tromarin ,  primer  Conde  de  Soire ,  que  casó  con  doña 
Francisca  de  Noroña,  Marquesa  de  Soire,  hermana  del 
primer  Conde  de  Villayerde  y  de  D.  Pedro  de  Acosta. 

Doña  María  de  Meneses,  quinta  hija  de  D.  Juan  de 
Acosta  y  mujer  de  D.  Gaspar  de  Sonsa ,  Señor  de  AIcu- 
bi,  tuvo  por  hija  á  doña  Margarita  de  Tavora,  mujer  de 
D.  Iñigo ,  primer  Conde  de  Frigiliana. 

Doña  María  de  Acosta ,  hija  primera  de  D.  Antonio 
de  Acosta  y  heredera  de  esta  casa,  que  casó  con  D.  Juan 
Mascareñas,  su  primo  hermano,  fueron  padres:  I.**,  de 
D.  Antonio  de  Mascareñas,  primer  Conde  de  Palma,  Al- 
caide mayor  de  Troncóse  y  Castello  de  Vide,  Comenda- 
dor de  esta  villa  y  de  la  de  Niza  en  la  orden  de  Cristo» 
que  casó  con  doña  María  Tavora ,  dama  de  la  Reina  do- 
ña Isabel  de  Borbon ,  hija  de  D.  Luis  Alvarez  de  Tavo- 
ra ,  primer  Conde  de  San  Juan ,  y  de  su  consorte  doña 
Marta  de  Villena,  y  murió  sin  sucesión ;  S."^,  de  D.  Nu^ 
ño,  Señor  de  Palma,  que  casó  con  doña  Beatriz  da 
Meneses,  hija  de  D.  Francisco  de  Casteloblanco ,  primer 
Conde  de  Sabugal  y  Merino  mayor  de  Portugal ,  y  de  su 


-  459  — 

mujer  y  prima  hermana  doña  Luisa  Coutiño ,  y  fueron 
sus  hijos  D.  Juan,  que  sucedió  en  la  casa,  don  Francis- 
co y  dona  Felipa,  de  quienes  hay  sucesión;  3.**,  D.  Pe- 
dro, que  murió  en  la  India;  4/',  D.  Fernando,  que  mu- 
rió mozo;  5."^,  D.  Francisco,  religioso  en  los  Canónigos 
reglares;  6."*,  D.  Manuel,  Canónigo  en  la  Sania  Iglesia 
de  Coimbra;  T."",  doña  Margarita  de  Villena,  que  casó 
con  D.  Francisco  de  Mascareñas,  su  tio,  del  Consejo 
de  Estado  y  Virey  de  la  India;  8."^,  doña  Juana  de  Cas- 
tro; 9.^,  doña  Estefanía,  monja  en  Santa  Clara  de  Santa- 
ren,  y  10.%  doña  Isabel,  monja  en  la  Esperanza  de  Lisboa. 
El  D.  Juan  de  Mascareñas  de  Acosta  sucedió  en  toda  la  casa 
de  su  padre  y  en  la  del  Conde  de  Sabugal,  su  abuelo,  y 
fué  segundo  Conde  de  Sabugal  y  Merino  mayor  de  Por- 
tugal. Sus  sucesiones  se  verán  en  la  casa  de  Mascareñas. 

Doña  Juana  de  Silva,  hija  segunda  de  D.  Antonio  de 
Acosta  y  mujer  de  D.  Antonio  de  Saldaña  de  Alburquer- 
que,  fueron  padres  de  D.  Arias  de  Saldaña,  de  D.  Juan 
y  de  doña  Margarita  de  Villena. 

D.  Rodrigo  de  Acosta,  Comendador  de  Pernes,  se- 
gundo hijo  de  D.  Gil  Yañez  de  Acosta,  y  marido  de  doña 
Juana  de  Noroña,  tuvo  por  hija  á  doña  María  de  Acosta, 
que  heredó  la  casa  de  sus  padres  y  casó  con  D.  Antonio 
de  Alcazoba ,  Alcaide  mayor  de  Campomayor,  y  su  pri- 
mo hermano. 

D.  Manuel  Mascareñas ,  General  de  Mazagan,  hijo  de 
doña  Felipa  de  Silva  y  de  D.  Fernando  Mascareñas,  y 
consorte  de  doña  Francisca  de  Alayde,  tuvo  en  este  á 
D.  Fernando  Mascareñas,  primer  Conde  de  la  Torre, 
General  de  Ceuta  y  del  Brasil ,  que  casó  con  doña  Ma- 
ría de  Noroña  ,  hija  de  D.  Luis  Lobo  ,  Señor  do  las 
Sarcedas ,  y  á  doña  Magdalena ,  quo  casó  con  D.  An- 
tonio de  Almeida. 


—  440  — 

Dona  Lorenza  de  Silva  y  cuarta  hija  de  dicha  doña 
Felipa  y  D.  Fernando,  y  mujer  de  D.  Francisco  Car- 
nero, Señor  de  la  Isla  del  Príncipe,  tuvo  de  este  á 
D.  Luis  Carnero,  primer  Conde  de  la  Isla  del  Prínci- 
pe ,  que  casó  con  doña  María  de  Faro. 

D.  Marcos  de  Noroña,  primer  hijo  de  doña  Elena 
de  Silva  y  de  D.  Tomás  de  Noroña ,  y  marido  de  do- 
ña María  Enriquez,  tuvo  de  ella  por  hijos:  l.°,á  don 
Tomás  de  Noroña,  tercer  Conde  de  Arcos,  que  casó 
con  doña  Magdalena  de  Borbon ;  %.'',  á  D.  Francisco 
de  Noroña ,  Gobernador  de  Mazagan ,  y  de  San  Gian; 
3.%  á  D.  Gil  Yañez  de  Noroña,  Capitán  de  Chaul,  y 
4.%á  doña  Violante,  que  casó  con  don  Juan  de  Almeida, 
el  Hermoso,  Alcaide  mayor  de  Alcazoba. 

Doña  Violante  Enriquez,  hija  primera  de  D.  Fran- 
cisco de  Acosta  y  mujer  de  D.  Luis  de  Miranda  Enriquez, 
tuvo  por  hijo  á  D.  Enrique  Enriquez  de  Miranda.  Don 
Gonzalo  de  Acosta,  Armero  mayor,  hijo  segundo  de  don 
Francisco  de  Acosta,  de  su  cónyuge  doña  Francisca  Cou- 
tino ,  tuvo  por  hijo  á  D.  Pedro  de  Acosta ,  Armero  ma- 
yor. Comendador  de  San  Vicente  de  la  Veira  en  Avis. 

Doña  Mencia  de  Víllena,  hija  primogéniia  de  doña 
Beatriz  de  Villena  y  D.  Fernán  de  Silva,  de  su  esposo 
D.  Enrique  de  Sonsa ,  primer  Conde  de  Miranda ,  tuvo 
por  hijos:  1.^,  á  D.  Diego  Lope  de  Sonsa,  segundo 
Conde  de  Miranda,  que  casó  con  doña  Leonor  de  Men- 
doza, hija  del  Conde  de  Penaguiaon  ;  %^y  k  doña  Mag- 
dalena de  Villena,  que  casó  con  D«  Lorenzo  Pérez  de 
Carvallo,  Señor  de  la  Azambujeira ;  3.*",  á  doña  María 
de  Silva ,  que  casó  con  D.  Lorenzo  de  Silva ,  Señor  de 
Vagos,  y  4.®,  á  doña  Antonia  de  Villena,  que  casó  con 
D.  Francisco  de  Meló,  primer  Marqués  de  Bellisca,  y 
Gobernador  de  Milán  y  Flandes,  Conde  de  Asumar,  Vi- 


—  441  — 

rey  de  Cataluña  y  Aragón,  y  Gentil^hombre  de  Cámara. 

Doña  Isabel  de  VilleDa,  segunda  bija  de  dicha  doña 
Beatriz  y  D.  Fernán ,  de  su  esposo  D.  Antonio  de  Meló, 
Alcaide  mayor  de  Elvas,  tuvo  por  hija  á  doña  Maria  de 
Villena,  que  casó  con  D.  Sancho  de  la  Cerda,  primer 
Marqués  de  la  Laguna,  del  Consejo  de  Estado,  y  Mayor- 
domo mayor  de  la  Reina. 

D.  Juan  de  Acosta,  primer  Conde  de  Soire,  tuvo  por 
hijo  de  su  mujer  doña  Francisca  de  Noroña  á  D.  Gil 
Yañez  de  Acosta ,  segundo  Conde  de  Soire ,  que  casó 
con  doña  Maria  de  Portugal,  hija  de  los  Condes  de  Avei- 
ras,  y  á  doña  Juliana  de  Noroña,  que  casó  con  D.  Juan 
de  Silva,  tercer  Conde  de  Aveiras. 

Doña  Margarita  de  Tavora ,  dama  de  la  Reina  doña 
Isabel  de  Borbon,  hija  de  doña  Maria  de  Meneses  y  de 
D.  Gaspar  de  Sousa,  Señor  de  Alcubi,  del  Consejo  de 
Estado  de  Portugal,  Gobernador  del  Brasil,  y  esposa  de 
D.  Iñigo  Manrique,  primer  Conde  de  Frigiliana,  Gober- 
nador de  Cádiz,  caballero  de  Alcántara,  Mayordomo  de 
la  Reina,  Alcaide  de  Alcazoba  de  Málaga  ,  tuvo  por  hijo 
á  D.  Rodrigo  Manrique  de  Lara ,  segundo  Conde  en  Fri- 
giliana, Conde  de  Aguilar,  Virey  de  Valencia,  marido 
de  doña  Maria  de  Valbanera  Ramírez  de  Arellano  y  Men- 
doza, 10/  Condesa  de  Aguilar,  de  quienes  se  tratará  en 
la  casa  de  Manrique. 

D.  Ñuño,  Señor  de  Palma,  hijo  segundo  de  doña 
Maria  de  Acesia ,  que  heredó  la  casa,  y  de  D.  Juan  Mas- 
careñas,  de  su  mujer  doña  Beatriz  de  Meneses,  hija  del 
segundo  Conde  de  Sabugal ,  tuvo  por  hijos  á  D.  Juan, 
tercer  Conde  de  Sabugal ,  á  D.  Francisco  y  á  doña  Luisa 
Coutiño ,  que  casó  con  D.  Manuel  Tellez  de  Silva ,  se- 
gundo Conde  de  Villarmayor. 

Doña  Margarita  de  Villena ,  hija  tercera  de  doña  Ma- 


—  442  — 

ría  de  Acosta  y  D.  Juan  Mascareñas,  de  sa  marido  y  tío 
D.  Francisco  Mascareñas,  del  Consejo  de  Estado  y  Virey 
de  la  India ,  tuvo  por  hijo  á  D.  Juan  Mascareñas ,  cuya 
sucesión  se  verá  en  esta  casa. 

D.  Fernando  Mascareñas ,  primer  Conde  de  la  Torre, 
General  de  Ceuta  y  del  Brasil,  primer  hijo  de  D.  Manuel 
Mascareñas  y  doña  Francisca  de  Atayde,  tuvo  de  su  mu- 
jer doña  Maria  de  Noroña  por  hijos  á  D.  Luís  Mascare- 
ñas  ,  Señor  de  la  casa  de  la  Torre ;  á  D.  Juan ,  á  doña 
Francisca ,  dama  de  la  Reina  doña  Mariana  de  Austria; 
á  doña  Eufrasia,  que  casó  con  D.  Francisco  de  Sonsa,  y 
á  doña  Teresa,  Marquesa  de  Nisa,  cuyas  sucesiones  con- 
tinuarán en  la  casa  de  Mascareñas. 

D.  Luis  Carnero ,  primer  Conde  de  la  Isla  del  Prin- 
cipe ,  hijo  do  doña  Lorenza  de  Silva  y  de  D.  Francisco 
Carnero,  de  su  mujer  doña  Maria  de  F^ro,  tuvo  á  don 
Francisco  Carnero ,  segundo  Conde  de  la  Isla  del  Prin- 
cipe. 

D.  Tomás  de  Noroña,  tercer  Conde  de  Arcos,  hijo 
de  D.  Marcos  y  de  doña  Maria  Enriquez,  de  su  mujer 
doña  Magdalena  de  Borbon  tuvo  por  hijos:  1.®,  á  don 
Marcos,  cuarto  Conde  de  Arcos;  2.**,  á  D.  Bernardino; 
3.®,  á  doña  Elena,  Señora  deTaroca,  Condesa  de  Villar- 
mayor;  4.®,  á  doña  Victoria,  Condesa  de  Atouguia  y  Viz- 
condesa de  Ponte  de  Lima ;  S."",  á  doña  Maria  Antonia, 
Condesa  de  Abintes,  y  G."",  á  doña  Antonia,  segunda 
Condesa  de  San  Miguel. 

Doña  Violante ,  hija  cuarta  de  D.  Marcos  de  Noroña 
y  doña  Maria  Enriquez ,  de  su  esposo  D.  Juan  de  Almei- 
da  tuvo  por  hijos  á  D.  Pedro  de  Almeida ,  Virey  de  la 
India ,  á  D.  Luis  y  á  D.  Diego,  Alcaide  mayor  de  San- 
taren. 

D.  Diego  López  de  Sonsa,  segundo  Conde  de  Miran- 


—  U3  — 

da ,  primogénito  de  doña  Mencia  de  Villena  y  de  D.  Ed- 
riqae  de  Sonsa ,  de  su  mujer  doña  Leonor  de  Mendoza 
tuvo  por  hijos  á  D.  Enrique,  tercer  Conde  de  Miranda, 
primer  Marqués  de  Arronches ;  á  D.  Luis  de  Sousa,  Ar- 
zobispo de  Lisboa ,  y  á  doña  Mencia ,  Condesa  de  la  Ri- 
beira  Grande,  cuyas  sucesiones  se  continuarán  en  la  casa 
de  Sonsa. 

Doña  María  de  Silva,  tercera  hija  de  doña  Mencia  de 
Villena  y  de  D.  Enrique  de  Sonsa ,  de  su  esposo  D.  Lo- 
renzo de  Silva ,  Señor  de  Vagos ,  tuvo  por  hijo  á  D.  Luis 
de  Silva  ,  Conde  de  Vagos. 

Doña  Antonia  de  Villena ,  hija  cuarta  de  doña  Men- 
cia y  de  D.  Enrique,  antedichos,  de  su  marido  D.  Fran- 
cisco Meló ,  primer  Marqués  de  Bellisca  y  Gobernador 
de  Flandes,  tuvo  por  hijos:  1.^,  á  D.  Gaspar  Constanti- 
no de  Meló ,  Marqués  de  Bellisca ,  Conde  de  Asumar,  y 
Gentil-hombre  de  Cámara  por  los  años  1700;  2.**,  á  do- 
ña Beatriz  de  Meló,  Marquesa  de  Mora;  S.'',  á  doña 
Mencia ,  Marquesa  de  Flores  Dávila ,  y  4.**,  á  doña  Ma- 
ría Teresa,  Marquesa  de  Navalmorquende ,  cuya  suce- 
sión continúa  en  la  casa  de  Meló. 

D.  Gil  Yañez  de  Acosta ,  segundo  Conde  de  Soira» 
Señor  de  los  Mayorazgos  de  Tregente  y  de  la  Isla  de  San 
Miguel,  Alcaide  mayor  de  Castromarin,  Comendador  de 
Becelga  y  Soure,  en  la  orden  de  Cristo,  casó  en  1671 
con  doña  Maria  de  Portugal. 

D.  Esteban  de  Brito,  Señor  de  los  Mayorazgos  de 
San  Esteban  de  Bejay  San  Esteban  de  Lisboa,  casó  coa 
doña  Isabel  de  Acosta  en  segundas  nupcias ,  y  hubo  en 
ella  á  D.  Lorenzo  de  Brito  Acosta ,  Señor  de  los  Mayo- 
razgos de  su  padre  y  marido  de  doña  Antonia  de  Castro, 
de  quienes  fué  hijo  D.  Luis  de  Brito  Acosta,  sucesor  en 
dichos  Mayorazgos ,  y  marido  de  doña  Inés  de  Lima,  en 


—  444  — 

qaien  procreó  á  D.  Lorenzo  de  Lima  y  Brito,  Vizconde 
d%  Villanaeva  de  Cerveyra,  Señor  de  los  referidos  Mayo* 
razgos,  del  Consejo  de  Estado  y  Presidente  de  palacio, 
cuya  descendencia  se  verá  en  la  casa  de  su  linaje. 

D.  Luis  de  Aco^la^  que  pasó  á  la  conquista  del  nuevo 
Reino  de  Granada,  donde  fué  Regidor  y  Alcalde  por  su 
estado  noble  en  la  ciudad  de  Santa  Fé,  fué  casado  con 
doña  Francisca  de  Silva ,  de  la  que  tuvo  mucha  sucesión 
con  cuantiosos  Mayorazgos;  obtuvo  confirmación  de  su 
nobleza  y  blasón  de  Armas  el  año  1552,  y  de  ella  resulta 
era  hijo  de  D.  Juan  Suarez  de  Acosta  y  de  doña  Marga- 
rita Cardoso,  su  mujer,  nieto  deD.  Luis  Fernandez  de 
Acosta,  segundo  nieto  de  D.  Diego  Fernandez  de  Acosta 
tercero  de  D.  Juan  Fernandez  de  Acosta  y  de  doña  Feli- 
pa Nuñcz,  y  cuarto  de  D.  Fernando  Yañez  de  Acosta, 
hermano  de  D.  Juan  de  Acosta,  Obispo  de  Lamego  y 
Prior  de  Sania  Cruz  de  Coimbra ,  espresando  la  misma 
confirmación  que  Costa  y  Acosta  es  un  mismo  linaje, 
y  que  de  esta  casa  fué  D.  Pedro  de  Acosta  ,  uno  de  aque- 
llos doce  caballeros  que  salieron  contra  otros  tantos  Mí- 
lores  de  Londres  en  duelo;  D.  Simón  de  Acosta  Freyre, 
Señor  de  Pancas,  que  casó  con  doña  María  de  Noroña, 
en  segundas  nupcias,  de  quien  no  tuvo  sucesión;  D.  Félix 
de  Acosta  Hurtado  de  Mendoza ,  Regidor  y  depositario 
general  de  la  Habana,  que  ejecutorió  su  nobleza  ,  y  fué 
padre  de  D  Félix  de  Acosta  Riaza ,  que  obtuvo  los  mis- 
mos destinos,  padre  entre  otros  de  doña  María  Ana  de 
Jesús  de  Acosta,  mujer  de  D.  Juan  de  Sequeira,  segundo 
Conde  de  Lagunillas,  cuya  ascendencia  y  sucesión  se 
escribe  en  esta  casa  de  Sequeira,  y  D.  Rodrigo  Pérez 
da  Costa ,  Regidor  de  la  villa  de  Noya,  Señor  de  Sereijo, 
marido  de  doña  Inés  de  Mendoza,  de  quien  descienden 
los  de  Galicia. 


—  445  — 

D.  Gil  Yañez  de  Costa,  Capitán  general  de  Ceuta, 
del  Consejo  de  Estado  de  Portugal,  Presidente  de  pala- 
cio y  de  la  Cámara  de  Lisboa  ,  que  casó  con  doña  Marga- 
rita de  Noroña ,  hija  de  D.  Rodrigo  Lobo  Coutiño  y  de 
doña  María  de  Noroña,  Señores  de  las  Sarcedas,  y  pro- 
'  genitores  de  los  Condes  do  esta  casa,  tuvo  por  bija  entre 
otros  á  doña  María,  que  casó  con  D.  Pedro  de  Alcazoba, 
noveno  Alcaide  mayor  de  Campo  Mayor  y  Ouguela,  y 
en  sucesión  á  su  madre.  Alcaide  mayor  de  Idaña  la  Nue- 
va y  Comendador  de  las  Idañas,  de  cuyo  matrimonio 
fué  hijo  único  D.  Antonio  de  Alcazoba  y  Costa ,  10.^  Al- 
caide mayor  de  Campo  Mayor  y  Ouguela  y  Comendador 
de  las  Idañas,  el  cual  casó  dos  veces,  la  primera  con 
doña  Maria  de  Acosta  y  Noroña,  su  prima  hermana,  hija 
heredera  de  D.  Rodrigo  de  Acosta,  su  tio,  hermano  de  su 
madre,  que  fué  Comendador  de  Marmeleiro  en  la  orden 
de  Cristo  y  Capitán  mayor  del  mar  de  la  India ,  donde 
murió  peleando  el  año  1633,  y  de  doña  Juana  de  Noroña, 
su  mujer,  quienes  por  no  tener  sucesión  pasó  su  casa  de 
los  Alcazobas  á  su  pariente  D.  Juan  de  Acosta  Fogaza, 
que  casó  con  doña  Maria  de  Meneses,  de  quien  tuvo  á 
D.  Gonzalo  de  Acosta ,  Maestre  de  Campo  del  tercio  de 
infantería  de  Lisboa,  poseedor  de  esta  casa,  y  á  D.  Ma- 
nuel, Gobernador  que  fué  del  rio  Janeiro. 

D.  Diego  de  Acosta ,  natural  de  la  ciudad  del  Puer- 
to de  Santa  María,  originario  de  esta  casa,  se  avecindó 
en  Madrid,  y  de  él  provino  D.  Duarte  de  Acosta,  del 
Consejo  de  Hacienda,  en  el  Tribunal  de  la  Contaduría 
mayor  de  Cuentas ,  según  Real  despacho  autorizado  por 
D.  José  Alfonso  de  Guerra  y  Villegas  á  favor  del  pri- 
mero. 

D.  Pedro  Martin   de  Acosta   fué  natural  de  la  villa 
(le  Escacena  del  Campo,  donde  fué  recibido  noble  y  nom- 


—  446  — 

brado  Alcalde  por  su  estado  de  Caballeros  Hijos-dalgo 
eo  los  años  1697  y  1701,  como  consta  de  testimoDio 
dado  por  AloDSO  González  Gallardo,  escribano  de  cabil- 
do de  aquella  villa ;  casó  con  doña  Leonor  Maria  López 
Romero ,  natural  de  la  ciudad  de  San  Lúcar  la  Mayor,  y 
tuvieron  por  hijo  entre  otros  á  D.  Antonio  Martin  de 
Acosta ,  natural  de  la  ciudad  de  Moguer,  recibido  de  no- 
ble en  dicha  villa  de  Escacena  del  Campo,  y  Regidor  en 
ella  por  su  estado  de  Caballeros  Hijos-dalgo  en  el 
año  17S7 ,  como  resulta  de  testimonio  dado  por  José 
Pérez  Gales,  escribano  de  cabildo  de  aquella  villa,  el 
cual  casó  con  doña  Ana  Roldan  Ponce  de  León,  y  fueron 
padres  entre  otros  de  doña  Josefa  de  Acosta,  que  casó 
con  D.  Fernando  Verdugo,  hijo  de  D.  Juan  Antonio 
Verdugo  y  doña  Juana  Oliver ,  descendientes  de  los  con- 
quistadores de  la  villa  de  Morón;  como  todo  consta  por 
la  ejecutoria  ganada  por  el  D.  Pedro  Martin  de  Acosta 
en  la  Real  Chancilleria  de  Granada  el  año  1615,  y  por 
otra  en  contradictorio  juicio,  en  la  villa  de  Escacena  y 
Paterna  del  Campo  de  5  de  Abril  de  1817,  y  Real  Des-* 
pacho  librado  por  D.  Julián  Zazo  y  Ortega. 

D.  Baltasar  González  de  Acosta  y  su  mujer  dona  Ca- 
talina de  Acosta ,  naturales  de  la  Isla  de  la  Palma,  fueron 
padres  do  D.  Melchor  González  de  Acosta,  natural  de  la 
misma  Isla,  que  casó  en  la  Habana  á  26  de  Noviembre 
de  1S94  con  doña  Anastasia  de  Merlo,  natural  de  ella, 
en  que  fué  enterrada  á  26  de  Setiembre  de  1619,  de- 
jando de  su  unión  entre  otros  hijos  á  doña  Ana  de  Acos- 
ta, bautizada  en  la  Iglesia  mayor  de  la  Habana  el  13  de 
Julio  de  1600  y  casada  con  D.  Martin  de  Morales,  nata- 
ral  de  Jerez  de  la  Frontera,  donde  se  bautizó  en  3  de 
Diciembre  de  1586,  empadronado  en  la  villa  de  Toma- 
res en  1613  como  hijo-dalgo.  Alcalde  ordinario  por  el 


—  447  — 

estado  noble  en  la  villa  de  Gastilleja  en  el  mismo  año; 
el  caal  pasó  á  la  Habana,  donde  fué  Alférez,  fiel  ejecu- 
tor, j  otorgó  su  testamento  ál8  de  Agosto  de  1639  ante 
D.  Francisco  Hidalgo ,  escribano  público ,  y  se  enterró 
en  su  Iglesia  mayor  el  2  de  Setiembre  del  mismo 
ano,  quedando  por  su  hija  doña  Isabel  de  Morales,  bau^ 
tizada  en  dicha  parroquia  mayor  en  31  de  Octubre 
de  1622,  y  casada  con  el  Capitán  D.  Juan  de  Palma; 
otorgó  su  testamento  en  la  misma  á  22  de  Octubre 
de  169S  ante  D.  Francisco  de  Flores  Rubio,  escribano 
público ,  y  se  enterró  en  su  Iglesia  mayor  el  21  de  Agos- 
to de  1698,  dejando  la  sucesión  que  se  verá  en  su 
linaje. 

D.  Diego  Rodríguez  de  Acosta  y  su  esposa  doña  Cus- 
todia de  Pavía  fueron  padres  de  doña  Isabel  de  Acosta, 
que  casó  en  la  Habana  en  20  de  Mayo  de  1603  con  don 
Juan  Pacheco,  natural  de  Ciudad-Rodrigo,  que  pasó  á 
establecerse  á  la  Habana ,  y  testó  en  28  de  Diciembre 
de  164S  ante  Francisco  Hidalgo,  y  se  enterró  en  ella 
el  26  de  Diciembre  de  1647,  y  fueron  padres  deMoña 
Maria  Pacheco  de  Acosta ,  bautizada  en  la  misma  á  28 
de  Marzo  de  1608,  donde  testó  á  18  de  Abríl  de  1673, 
ante  José  de  Ozcoa,  y  casó  el  22  de  Mayo  de  1636  con 
D.  Antonio  Franco,  de  quienes  y  su  sucesión  se  escribe 
en  la  casa  de  Franco. 

De  esta  casa  de  Portugal  provino  D.  Ramón  de  Cos- 
ta ,  que  se  halló  al  servicio  del  Rey  D.  Jaime  I  de  Ara- 
gón en  las  conquistas  del  Reino  de  Valencia,  á  quien 
envió  á  la  Ollería ,  cuyo  puerto  habian  cerrado  los  Mo- 
ros con  multitud  de  piedras  que  él  con  su  compañía  des- 
barató ,  abriendo  paso  para  que  el  ejército  continuase 
las  conquistas,  tomando  dicha  villa  como  sitio  importan- 
te para  desde  ella  ganar  todo  el  valle  de  Albaida ,  como 


—  4i8  — 

se  consiguió,  por  lo  que  aquel  Monarca  le  hizo  grandes 
mercedes,  heredándole  y  concediéndole  nue?as  Armas 
que  usan  sus  descendientes  en  memoria  de  sus  hechos. 

La  rama  de  Mallorca  desciende  de  Mateo  Costa,  que 
en  el  siglo  XIII  poseía  una  grande  hacienda  en  aquella 
Isla,  adonde  pasó  desde  la  casa  solar  del  Val  de  Broto,  j 
fué  jurado  en  1256  y  su  hijo  Bernardo  en  i279,  fué 
Baile  general  de  Mallorca  é  interrino  con  su  hermano 
Mateo  en  el  nombramiento  de  Síndicos,  que  en  iO  de 
Diciembre  del  mismo  año  hizo  D.  Jaime  II  en  la  Iglesia 
de  Santa  Eulalia  de  Palma,  para  que  fuesen  á  prestar 
juramento  al  Rey  D.  Pedro  de  Aragón.  De  él  descendió 
por  linea  recta  de  Varón  D.  Gerónimo  Costa,  que  casó 
con  doña  María  Magdalena  Rada,  Baronesa  de  ViWar,  y 
fueron  padres  de  los  Doctores  en  ambos  derehos  D.  Die- 
go y  D.  Gregorio  Costa,  que  en  13  de  Marzo  de  1659  ob- 
tuvieron confirmación  de  su  antigua  nobleza  y  estendie- 
ron  sus  ramas  i  Sineü,  i  Pollenza,  cuyo  representante 
es  D.  Miguel  Costa  ;  y  á  Mercadal  de  Menorca,  dond»  des- 
de el  siglo  XVII  han  alternado  sus  hijos  en  los  oficios  de 
república  del  Brazo  mayor. 

Otra  casa  hay  de  Costilla  distinta  de  la  que  llevamos 
espuesta ,  la  cual  tuvo  origen  en  la  forma  siguiente : 

Habiendo  casado  en  segundas  nupcias  el  Rey  don 
Alonso  el  VI  de  Castilla  con  Zayda,  hija  del  Rey  Moro  de 
Sevilla,  la  cual  hecha  cristiana  tomó  el  nombre  de  Ma- 
ría, recibió  aquel  Soberano  en  dote  los  lugares  de  Ocaña, 
lluete,  VeleZy  Cuenca  y  otros;  revolucionóse  esta  última, 
y  D.  Alonso  que  viajaba  por  Aragón  tuvo  que  ir  i  ella 
á  sujetar  á  los  revoltosos :  mandaba  los  reales  Fernán 
Ruiz  Minaya,  y  dando  el  asalto  en  23  de  Maya  de  1106, 
Flores  Pardo,  que  acaudillaba  la  gente  de  Zamora,  ven- 
ció una  puerta,  entrando  con  su  gente  en  la  hoy  ciudad 


—  449  — 

de  Cuenca.  Al  ganarla  este  caballero  qnedó  desarmado, 
y  tropezando  con  un  esqueleto  de  caballo  le  tomó  y  se 
defendió  con  él  hasta  que  clavó  una  costilla  en  un  ojo 
al  Jefe  de  los  Moros ,  con  lo  que  huyeron  los  demás,  y 
él  pudo  reunirse  á  los  suyos ;  por  cuya  acción  aquel  So- 
berano le  dio  el  blasón  que  se  dirá ,  para  él  y  sus  des- 
cendientes, llamándole  desde  entonces  Pardo  Costilla  ó 
el  de  las  Costillas.  De  esta  casa  fué  la  abuela  paterna  de 
D.  Bartolomé  de  Tejeda  Diez  Costillas  y  Diez,  natu- 
ral de  la  ciudad  de  Toro,  Obispado  de  Zamora,  y  veci- 
no de  esta  Corte,  Arquitecto  de  la  Real  Academia  de  San 
Fernando,  caballero  de  la  real  y  distinguida  orden  de 
Carlos  III,  Director  de  caminos  vecinales,  Individuo  de 
la  Sociedad  Económica  Matritense,  Arquitecto  Director 
de  la  Sociedad  de  Seguros  Mutuos  de  Incendios  de  Ma- 
drid, y  del  Tribunal  de  Visita  Eclesiástica,  del  Banco 
Nacional  de  San  Fernando,  y  de  otras  corporaciones  y 
casas,  que  casó  con  doña  Antonia  Rodríguez  Fernandez 
Diez  de  Tejeda,  su  pariente  en  cuarto  grado,  natural  de 
Madrid,  en  2  de  Agosto  de  1822,  en  la  parroquial  de  San 
Pedro  el  Real  de  esta  Corte ,  de  cuya  unión  son  hijos 
D.  Antonio ,  D.  Fernando  y  D.  Ecequiel  de  Tejeda  Diez 
y  Rodríguez  Fernandez  Diez. 

D.  Juan  de  Acosta,  casó  con  doña  Inés  García  y 
fueron  padres  de  doña  María  de  Acosta ,  esposa  de  don 
Andrés  Diaz  de  Brito,  natural  del  lugar  de  Buenavista  y 
Breña  en  la  Isla  de  la  de  Palma ,  de  cuya  unión  fué  hijo 
D.  Luis  Diaz  de  Brito,  natural  de  la  Laguna  de  Tenerife, 
el  cual  casó  con  doña  Teresa  Susana  Babo,  y  fueron  pa- 
dres de  D.  Miguel,  natural  de  Calata  en  Constantinopla, 
á  cuyo  favor  se  libró  real  despacho  en  16  de  Diciembre 
de  1844. 

La  casa  solar  de  Galicia  que  hoy  llaman  Costas-Dia- 


—  450  — 

qaez  por  haber  casado  Domingo  Diaquez,  vecino  del  la- 
gar de  Pentes,  Jarisdiccion  de  la  Gudiña  en  el  Obispa- 
do de  Orense,  con  la  hija  de  Joan  de  Costa,  llamada 
Ana  María  de  Costa.  Domingo  era  hijo  de  Diego  Ramirez 
de  Arellano ,  y  este  de  Juan  Ramirez,  que  casó  en  Mora, 
tierra  de  Toledo,  con  Ana  de  Pentes  ó  Pontes,  descen- 
diente de  los  Villarinos  del  lugar  de  Pentes  de  Galicia. 

Las  ARMAS  de  la  casa  solar  de  Francia  y  provincia 
de  Llemosin  se  organizan  de  un  escudo  campo  gules  con 
tres  costillas  de  plata. 

Los  de  la  casa  solar  de  Portugal ,  Mallorca  y  Menor- 
ca, traen  escudo  campo  gules,  seis  costillas,  qué  llaman 
en  Portugués  costas,  de  plata. 

Los  de  la  rama  de  León  usan  escudo  campo  sable 
con  una  cruz  llana  de  plata,  que  forma  cuatro  cuarteles; 
en  el  primero  y  cuarto  dos  saetas  de  oro  puestas  en  so- 
tuer ;  segundo  y  tercero  cinco  costillas  de  plata,  también 
en  sotuer,  aunque  algunos  por  impericia  ponen  en  lu- 
gar de  las  costillas  lunas  de  oro,  y  la  cruz  también  dé 
este  metal. 

Los  de  Val  de  Broto  pintan  escudo  campo  de  oro  con 
un  león  de  su  color,  echado  entre  tres  carrascas  de  si- 
nople ;  orla  azur  con  ocho  estrellas  de  oro. 

Los  de  Valencia  muestran  escudo  campo  de  plata  con 
un  monte  fragoso  al  natural,  y  en  él  un  león  también  al 
natural ,  en  ademan  de  querer  llegar  á  la  cumbre  ^  y  un 
enjambre  de  cuervos  sables  impidiéndole  el  paso,  que 
son  las  que  concedió  D.  Jaime  1  á  D.  Ramón  de  Costa. 

Los  de  Andalucía  forman  su  escudo  de  campo  de  pla- 
ta con  un  árbol  sinople,  y  en  su  copa  cinco  cuervos  sa- 
bles, y  á  su  tronco  una  costilla  de  oro. 

Los  de  Zamora  y  Cuenca  ostentan  escudo  campo  de* 
oro  con  un  pino  sinople ,  recostado  al  tronco  un  espina- 


5r\ 


zo  de  caballo  con  dos  coslillas  al  natural,  que  son  las 
que  concedió  D.  Alonso  VI  á  Pardo  Costillas. 

Los  de  la  villa  de  Escacena  del  Campo  y  los  de  la 
Habana,  escalpen  su  escudo  partido;  á  la  derecha  en 
campo  azar  rueda  de  Santa  Catalina,  de  oro ;  á  la  sinies- 
tra en  campo  gules,  cinco  castillos  de  plata. 

Los  de  Aragón ,  Cataluña  é  Islas  Canarias  ponen  en 
su  escudo  campo  de  oro  una  banda  azur  entre  tres  florea 
de  lis  del  mismo  color,  dos  en  lo  alto  y  una  en  lo 
bajo. 

Los  Costas  del  Grado  tienen  escudo  en  sotuer:  en  el 
alto  y  bajo,  de  gules  en  cada  uno  tres  Uses  de  oro ,  y  en 
los  de  los  flancos,  de  azur,  y  en  cada  uno  un  castillo 
formal  de  plata,  orpasado  sinople,  y  empinante  á  cada 
uno  un  león  de  oro  lampasado  gules. 

Los  Costas-Diaguez  de  Galicia  llevan  escudo  campo 
de  oro  con  banda  azur,  entre  dos  lises  del  mismo  color. 

Y  en  otras  partes  suelen  colocar  en  su  escudo  campo 
de  oro,  una  encina  sinople  con  bellotas  de  oro  y  una 
costilla  atravesada  al  tronco ,  y  en  orla  azur  tres  estrellas 
de  plata  y  tres  rosas  al  natural. 

De  estas  casas  solares  son  los  Señores  del  Grupo  si- 
guiente: D.  Joaquín  Acosta,  caballero  de  la  orden  de 
Santiago;  D.  Antonio  Bernardo  Dacosta  Cabral,  caballe- 
ro gran  cruz  de  la  real  y  distinguida  orden  de  Carlos  III; 
D.  José  Antonio  Costa  Guimaraens,  Vice-Cónsul  de  Mon- 
zón en  Portugal;  Excmo  é  Illmo.  Señor  D.  José  Domin- 
go Costa  y  Borras,  Arzobispo  de  Tarragona,  Senador 
del  Reino  y  caballero  gran  cruz  de  la  real  orden  Ameri- 
cana de  Isabel  la  Católica;  D.  Antonio  Joaquin  Acosta, 
Intendente  honorario  de  Provincia ;  D.  José  Marta  Acos- 
ta y  Bejarano,  Auditor  de  Guerra  honorario;  D.  Fran-^ 
cisco  Acosta  y  Albcar,  Comandante  del  segundo  regi- 

toMO  I.  29 


—  452  — 

miento  de  caballería,  Reina,  segundo  de  lanceros;  lias- 
trísimo  Señor  D.  Salvador  Tavira  y  Acosta ,  caballero  de 
la  orden  de  Santiago,  Conde  de  Montealegre  de  la  Ribe- 
ra ,  creado  en  1830 ;  D.  Manuel  Gómez  Costilla ,  Magis- 
trado de  la  sala  primera  de  la  Audiencia  de  Burgos ;  don 
Pedro  Martinez  Acosta,  Teniente  Fiscal  de  la  Audiencia 
de  Mallorca ;  Illmo.  Señor  D.  Pedro  Pablo  Gómez  y  Cos- 
tilla ,  Regente  de  la  Audiencia  de  Oviedo ;  D.  Norberlo 
Blanco  y  Costilla,  Juez  de  primera  instancia  de  Tuy; 
D.  Esteban  Blanco  Costilla ,  Promotor  Fiscal  de  Zamo- 
ra; D.  Joaquin  Costa  Fernandez,  Censor  de  la  Sociedad 
Económica  de  Murcia;  D.  José  Joaquin  Dacosta  de  Ma- 
cedo,  corresponsal  en  Lisboa  de  la  Real  Academia  espa- 
ñola de  la  Historia ;  D.  Juan  Acosta  y  Mañoz,  primer  Co- 
mandante del  primer  batallón  del  regimiento  de  África, 
número  7;  D.  Francisco  Costa  y  García,  Teniente  Co- 
ronel graduado,  primer  Comandante  del  primer  batallón 
del  regimiento  de  Bailen ,  número  24;  D.  Luis  Cueto  y 
Acosta,  Coronel  graduado,  primer  jefe  déla  Coman- 
dada de  Almería  ;  D.  José  Costa  Herrera  ,  Teniente 
Coronel  y  Sargento  mayor  de  Cádiz ;  D.  Felipe  Tavira  y 
Acosta,  caballero  profeso  de  la  orden  militar  de  Santia- 
go; D.  Pedro  Fernando  de  Tavira  y  Acosta,  caballero  de 
la  misma  orden ;  D.  Francisco  Acosta  y  Albear ,  Coman- 
dante del  regimiento  de  la  Reina,  segundo  de  lanceros 
en  Cuba. 


ALCALDE 


fluAN  Alcalde,  Rico-hombre  de  Castilla ,  y  uno  de  los 
roas  valerosos  Campeones  qne  florecieron  en  los  felices 
reinados  de  los  Señores  D.  Alonso  el  VI  y  D.  Alonso 
el  VII ,  habiendo  sido  su  primario  albergue  en  lo  mas 
enriscado  de  las  montañas  de  Burgos,  en  el  valle  de 
Trasmiera,  dejando  vinculado  á  su  posteridad  su  alto 
renombre  y  las  hazañas  que  ejecutó  en  las  conquistas 
en  que  acompañó  á  dichos  Monarcas  contra  las  agare- 
nas  huestes  qne  infestaban  á  España ;  confirmó  como 
Rico-hombre  en  la  donación  y  privilegio  que  el  Rey  don 
Alonso  VI  hizo  al  monasterio  de  San  Fernando  de  la 
ciudad  de  Toledo  en  la  era  de  1133,  y  en  otro  privile- 
gio que  el  Señor  Rey  D.  Alonso  el  Vil  dio  al  monaste- 
rio de  San  Clemente  de  dicha  ciudad  de  Toledo  á  4  de 
Calendas  de  Diciembre  de  la  era  de  1156.  Asimismo 
consta  por  el  acopiamiento  general  que  hizo  del  Reino 
el  Señor  D.  Alonso  el  Sabio,  que  Juan  Alcalde  era  Señor 
de  los  lugares  de  Quintana  y  Masella,  en  Asturias  de 
Santillana  y  otros  pueblos  del  valle  de  Trasmiera.  Halló- 
se este  héroe  en  la  famosa  conquista  de  Toledo ,  y  ha* 
biéndose  casado  con  doña  Gontroda  González,  tuvo  de 
su  matrimonio  por  hijo  á 

Juan  Yañez  Alcalde,  Rico-hombre,  como  su  padre,  que 
como  tal  confirmó  por  los  años  de  1 1G9  y  1177  en  que 
se  ganó  á  los  moros  la  ciudad  de  Cuenca,  á  cuya  con- 
quista acompañó  al  Rey  D.  Alonso  el  IX;  casó  con  hija 
de  la  casa  de  Alvarado ,  de  Asturias  de  Santillana ,  en 
quien  tuvo  por  hijos  á  Ausejo  Garda  Alcalde ,  de  cuya 
sucesión  se  tratari  después  y  á 


—  454  - 

Fernán  Yañez  Alcalde,  Rico-hombre  de  Castilla,  y  uno 
de  los  que  mas  se  señalaron  en  la  conqaista  de  Caenca, 
en  serficio  del  referido  D.  Alonso  IX  que  la  ganó  á  los 
moros  dia  del  Apósiol  San  Mateo  de  1177;  casó  con 
doña  Toda  Alvarez  Velarde,  hija  de  la  casa  solar  de 
la  villa  de  Santillana ;   procreó  por  sus  hijos  á 

Rui  Fernandez  Alcalde,  á  Gonzalo  Fernandez  Alcalde, 
que  casó  en  Igollo ,  junto  á  Santander,  con  doña  Isabel 
Gómez  de  Oreña  y  á  Juan  Ferdandez  Alcalde,  que  cas6 
en  Reocin  con  doña  Ana  Martinez  de  Cosió ,  y  de  ambos 
hay  ilustres  descendientes  en  las  montañas  de  Burgos. 

Rui  Fernandez  Alcalde,  hijo  primogénito  que  hereda 
de  sus  padres,  junto  con  la  sangre  su  ardor  militar ,  pues 
fué  uno  de  los  héroes  que  mas  se  señalaron  en  servicio 
del  Señor  Rey  D.  Alonso  el  IX,  en  la  milagrosa  batalla 
de  las  Navas;  después  se  halló  con  el  Santo  Rey  D.  Fer- 
nando en  las  conquistas  de  Andalucía ,  señalándose  eoF 
los  de  Córdoba  y  Sevilla,  en  la  que  como  uno  de  los 
Ricos-hombres  fué  heredado  y  tuvo  repartimiento  en 
ambas  ciudades  como  conquistador;  casó  con  doña  María 
Gómez  Quintanilla,  de  cuyo  matrimonio  hubieron  por 
sus  legítimos  hijos  á 

Gonzalo  Ruiz  Alcalde  ,  Ñuño  Ruiz  Alcalde,  Señor 
de  Cojeces,  en  Castilla  la  Vieja ,  y  á  doña  Aldonza  Ruiz 
Alcalde,  que  casando  con  Suero  Martinez  de  Ron,  fue- 
ron progenitores  de  los  demás  Señores  de  la  casa  de 
Ron.  Gonzalo  Ruiz  Alctilde  se  halló  con  su  padre  en  la 
famosa  conquista  de  Sevilla ,  en  la  que  fué  heredado  por 
el  Señor  Rey  D.  Alonso  el  Sabio  en  veinte  aranzadas  de 
olivar,  seis  aranzadas  de  ^iña,  dos  de  huerta  y  seis  yu- 
gadas de  tierra  de  pan  llevar,  y  fué  uno  de  los  doscientos 
caballeros  de  linaje  que  nombró  el  Sibio  Monarca  para 
poblar  aquella  ciudad;  fué  Rico-hombre  de  San  Fernán- 


-  455  — 

do  y  de  su  hijo  D.  Alonso  el  Sabio,  y  casado  con  doña 
Juana  Martínez  de  Ron ,  hermana  de  Saero  Martínez  de 
Ron ;  fueron  sus  hijos 

Lope  González  Alcalde,  Fernando  González  Alcalde, 
que  fué  doncel  del  Rey  D.  Sancho  el  Bravo,  de  quien 
descienden  los  de  este  apellido  en  Estremadura ;  Juan 
González  Alcalde,  que  produjo  la  linea  que  hizo  asiento 
en  San  Vicente  de  la  Barquera,  y  Gómez  González  Al- 
calde, que  tuvo  en  tenencia  á  Jerez  de  la  Frontera;  Lo- 
pe González  Alcalde ,  hijo  primogénito ,  fué  Rico-hom- 
bre del  Rey  D.  Sancho  el  Bravo ,  y  como  tal  fué  uno  de 
los  que  fueron  llevados  en  rehenes  á  poder  de  D.  Juan 
Nuñez  de  Lara ,  en  seguridad  del  contrato  que  dicho  Mo- 
narca hizo  con  él  de  cederle  unos  castillos  el  año  1290; 
fué  uno  de  los  mas  esforzados  caballeros  de  su  tiempo, 
y  casado  con  doña  Angela  Martínez  de  Escobar,  tuvo  de 
•u  unión  por  hijos  á 

Diego  López  Alcalde;  Pedro  López  Alcalde,  pro- 
genitor de  esta  familia  en  tierra  de  Campos,  Fernán 
López  Alcalde,  de  los  que  hicieron  asiento  en  la  ciudad 
de  Jaén  y  Juan  López  Alcalde,  tronco  de  los  de  Lerma 
y  Rioja;  Diego  López  Alcalde,  hijo  primogénito,  fué 
Rico-hombre  del  Rey  D.  Sancho  el  Bravo  y  de  D.  Fer- 
nando el  IV,  á  quienes  sirvió  con  grande  fidelidad  con- 
Ira  D.  Alonso  de  la  Cerda;  fué  casado  con  doña  Mayor 
García  de  Tagle,  hija  de  García  Gómez  de  Tagle,  Se- 
ñor de  Villapresente  y  de  muchos  vasallos  en  tierra  de 
Santillana,  y  de  su  mujer  doña  Teresa  Martínez  de  Ar- 
ce, hija  del  Señor  de  esta  casa;  falleció  en  1327  y  se 
enterró  en  la  Iglesia  colegial  de  Santillana,  y  del  men- 
cionado matrimonio  hubieron  á 

Lope  Diaz  Alcalde;  Ñuño  Díaz  Alcalde,  caballero  de  la 
Banda  y  uno  de  los  que  armó  el  Señor  Rev  D.  Alonso  XI 


—  456  — 

el  día  de  sa  coronacioa  en  la  ciudad  de  Burgos;  Pedro 
Diaz  Alcalde,  progenitor  de  los  que  se  exornan  con  este 
apellido  en  las  ciudades  de  Toro ,  Zamora ,  BenaTenle  y 
Medina  de  Rioseco;  Lope  Diaz  Alcalde  tuvo  el  litólo  de 
Vasallo  del  Rey,  dignidad  que  se  concedia  por  los  Mo- 
narcas i  los  sogetos  de  mas  acendrada  nobleza;  fué  Señor 
de  Villapresente,  fundador  y  poblador  de  la  villa  de  Pa- 
jares, en  la  provincia  de  la  Alcarria,  y  una  de  las  per- 
sonas mas  recomendables  que  hubo  en  el  reinado  del 
Señor  D.  Pedro ,  único  de  este  nombre  entre  los  Reyes 
de  Castilla ,  asi  por  sus  escelen  tes  virtudes  y  esiremado 
valor,  con  las  que  solicitó  adelantar  las  gloriosas  accio- 
nes con  que  sus  progenitores  pudieron  eternizar  su  nom- 
bre, procurando  con  sus  parientes  y  deudos  el  común 
alivio  de  algunos  pueblos  que  llevaban  muy  impacientes 
el  pesado  gobierno  de  aquel  Principe;  pero  padeciendo 
en  aquel  turbulento  tiempo  el  Rey  mas  nocivos  acciden- 
tes de  los  que  podia  presumir  el  mas  leal  afecto,  ni  pen- 
sar el  mas  prudente  juicio  de  cuantos  esclarecidos  varo- 
nes florecieron  en  aquel  tiempo ,  mandó  le  quitasen  la 
vida  en  la  ciudad  de  Sevilla,  pero  avisado  por  la  Reina 
doña  María  de  Padilla,  salió  aceleradamente  de  ella  por 
la  noche  y  al  poco  tiempo  desbocándose  el  caballo  en 
que  iba,  le  arrastró  y  perdió  desastrosamente  la  vida,  por 
cuya  justa  razón  le  llamaron  el  desgraciado  Lope  Díaz 
Alcalde;  fué  casado  con  doña  Maria  Ruiz  de  Villegas, 
hermana  del  Adelantado  mayor  de  Castilla  D.  Pedro  Roiz 
de  Villegas,  á  quien  mató  por  sus  mismas  manos  el  Rey 
D.  Pedro  ;  tuvieron  de  su  matrimonio  á 

Doña  Victoria  López  Alcalde,  de  quien  luego  se  hablará, 
á  D.  Diego  y  á  D.  Fernán  López  Alcalde,  á  quienes  mandó 
también  quitar  la  vida  dicho  D.  Pedro,  porque  seguían 
como  sü  padre  al  Señor  D.  Enrique,  su  hermano,  y  no  ba- 


—  457  — 

biendo  dejado  sacesion,  recayó  toda  la  herencia  y  repre- 
sentación de  la  casa  de  Alcalde  en  la  espresada  doña  Vic- 
toria López  Alcalde  Ruiz  de  Villegas,  la  que  casando  con 
D.  Suero  Alvarez  Alcalde,  llamado  por  algunos  Alvarez 
Carreño,  ¿  quien  por  los  grandes  servicios  de  los  padres 
y  hermanos  de  doña  Victoria,  confirió  el  Señor  Rey  D.  En- 
rique el  empleo  de  Merino  mayor  de  Guipúzcoa  en  6  de 
Octubre  de  1376  y  el  de  1383  el  gobierno  del  principa- 
do de  Asturias,  para  sosegar  los  grandes  alborotos  que 
causó  el  Conde  de  Gijon  y  Noroña  ,  y  siendo  este  caba- 
llero descendiente  legitimo  del  mismo  tronco,  queso 
mencionada  esposa  es  preciso  decir  era  hijo  de  D.  Alva- 
ro Suarez  Alcalde,  que  se  apellidó  Carreño  por  el  anti- 
guo derecho  que  tenia  al  Concejo  de  este  nombre  en 
Asturias,  Señor  de  San  Andrés  en  el  valle  de  Trubia  en 
Asturias  de  Oviedo,  y  del  lugar  de  San  Andrés ,  junto  a 
Guadalajara,  y  de  doña  Ana  Gutiérrez  de  Nevares,  hija 
del  Señor  de  esta  casa  en  Asturias,  nieto  con  la  misma 
legitimidad  de  Suero  Martínez  Alcalde,  Señor  de  San  An- 
drés en  Asturias,  y  del  lugar  de  San  Andrés  en  Guada- 
lajara, que  fué  Rico-hombre  y  camarero  del  Señor  Rey 
D.  Alonso  el  XI,  en  cuyo  palacio  se  habia  criado  siendo 
su  doncel,  y  de  doña  Andrea  Rodríguez  de  Ron,  hija  del 
esclarecido  héroe  Fernán  Nuñez ,  Señor  de  la  casa  de 
Ron,  que  falleció  el  año  1352,  como  lo  aseguran  las  me- 
morias que  dejó  á  la  Iglesia  de  San  Vicente  de  Oviedo; 
biznieto  de  Martin  Suarez  Alcalde,  Riro-hombre  de  Tos 
Señores  Reyes  D.  Sancho  el  Bravo  y  D.  Fernando  el  IV 
j  de  doña  Ana  Fernandez  de  San  Andrés ,  Señora  de  esta 
casa,  en  el  valle  de  Trubia ,  hija  de  Fernán  González  de 
Tibaza  y  de  doña  Mayor  Mnrañez  de  Cienfuegos,  Señores 
que  fueron  de  San  Andrés  en  el  enunciado  principado,  y 
fundadores  del  lugar  que  con  este  nombre  hay  en  tierra 


—  488  — 

de  üuadalajara,  en  donde  fueron  heredados  sos  mayores, 
luego  que  Albar  Fernandez  Minaya  sacó  del  bárbaro  po- 
der de  los  Scrracenos  aquella  ciudad ;  siendo  esta  casa  de 
San  Andrés  la  primera  que  orló  sus  Armas  con  los  sotue- 
res de  la  memorable  batalla  de  Baeza,  las  cuales  se 
componían  de  un  Escudo  campo  gules  con  la  Imagen  del 
Apóstol  San  Andrés  puesta  sobre  el  sotuer  de  oro  y  la 
orla  de  gules  con  los  sotueres  de  oro,  dividida  con  perfi- 
les de  este  metal;  tercer  nieto  de  Suero  García  Alcalde, 
Señor  del  Concejo  de  Carreño,  y  de  doña  Maria  Hermi- 
gniz  Suarez,  hija  de  D.  Hermigio  Méndez  de  Acebedo  y  de 
doña  Examea  Paez  Snarez ,  biznieta  del  celebrado  héroe 
el  Conde  D.  Suero  de  Campos ,  hijo  del  Conde  D.  Men 
González  de  Amaya ;  cuarto  nieto  de  Ausejo  Garda  Alcal- 
de y  de  doña  María  Muñiz,  Señora  del  Concejo  de  Carre- 
ño ,  cuyo  Señorío  motivó  en  algunos  descendientes  suyos 
el  apellido  Carreño ;  este  Ausejo  García  Alcalde  era  hijo 
de  Juan  Yañez  Alcalde  y  nieto  de  Juan  Alcalde,  tronco 
grnoral  de  la  casa  de  Alcalde ;  por  cuyo  casamiento  se 
unieron  las  dos  lineas  principales  de  esta  casa  y  procreó 
esta  unión  á 

D.  Lope  Suarez  Alcalde ;  á  Alvaro  Suarez  Alcalde, 
que  heredó  el  Señorío  de  San  Andrés  en  Asturias ,  como 
hijo  primogénito  y  casado  con  doña  Mencía  de  Ribe- 
ro, y  teniendo  una  hija,  pasó  por  su  casamiento  este  Se- 
ñorío á  la  casa  de  Valdés,  y  á  Francisco  Suarez  Alcalde, 
que  hizo  asiento  en  Salas  de  Valdés.  D.  Lope  Suarez  Al- 
calde, hijo  segundo,  fué  Señor  del  lugar  de  San  Andrés 
en  tierra  de  Guadalajara ,  y  muchas  heredades  en  los 
Yelmos  de  arriba  y  de  abajo  y  en  el  lugar  de  Picazo,  y 
habiéndose  casado  con  doña  María  López  Terreros ,  Se- 
ñora de  üncibay  y  Landaverdc  en  Vizcaya ,  tuvo  por 
hijos  á 


—  459  — 

• 

D.  Hernán  López  Alcalde,  D.  Gonzalo  López  Alcalde, 
que  llamaron  de  Pajares  por  haber  heredado  alli  varios 
bienes  de  sus  progenitores,  y  á  D.  Pedro  López  Alcalde, 
qae  casó  con  doña  Mayor  Pérez  de  Caervo ,  Señora  de 
la  casa  de  Prendes  en  Aslurias.  D.  Hernán  López  Alcal- 
de, qae  foé  Señor  del  lugar  de  San  Andrés  en  tierra  de 
Guadalajara ,  por  los  años  1439  sirvió  al  Señor  Rey  don 
Juan  el  II  en  las  guerras  de  Ronda ,  Setenil  y  Anlequera; 
fué  casado  con  doña  Dorolea  González  de  Bolívar ,  hija 
de  D.  Baltasar  González  de  Bolívar,  castellano  del  cas- 
tillo de  Gogolludo  é  Hita,  y  de  doña  María  de  Guevara» 
nieta  de  D.  Melen  González  de  Bolívar,  Señor  de  esta 
casa  en  Álava ,  y  de  doña  Leonor  Martínez  de  Olabe, 
nieta  materna  de  D.  Cár!os  de  Guevara  y  de  doña  María 
Pecha  y  Valdés,  según  consta  de  las  capitulaciones  ma-  • 
trimoniales  que  se  otorgaron  en  Gogolludo  á  8  de  Febre- 
ro de  1426  ante  Francisco  Gómez  de  Uceda,  escribano 
real;  produjo  este  casamiento  á 

D.  Lope  Hernández  Alcalde  González  de  Bolívar; 
D.  Diego  Hernández  Alcalde,  que  heredó  el  Señorío  de 
Uncibay  y  Landaverde,  que  falleció  sin  sucesión,  por  lo 
que  le  heredó  su  hermano  Fernán  Hernández  Alcalde, 
y  de  él  descienden  los  demás  Señores  de  este  titulo;  doña 
Angela  y  doña  Leonor  Hernández  Alcalde,  cuyos  estados 
se  ignoran.  D.  Lope  Hernández  Alcalde,  que  usó  del 
apellido  de  Carreño  por  el  derecho  que  tenia  á  este  Se- 
ñorío, sirvió  al  Rey  D.  Enrique  IV,  siendo  castellano  del 
castillo  y  fortaleza  de  Tendilla»  de  donde  pasó  á  ser  Al- 
caide de  la  Alhambra  en  el  Campo  de  Montiel,y  tam- 
bién á  los  Señores  Reyes  Católicos  en  las  guerras  de  Por- 
tugal ,  los  que  le  premiaron  sus  servicios  con  el  hábito 
de  Santiago  y  una  encomienda  en  dicha  orden ;  hallóse 
en  la  famosa  conquista  de  Granada;  fué  casado  con  doña 


—  460  — 

Juana  Je  Arroyo,  hermana  de  D.  Gonzalo  de  Arroyo,  Co- 
mendador de  Peña  Usende  en  la  orden  de  Santiago ,  am- 
bos hijos  de  D.  Fernando  González  Arroyo  y  de  doña 
María  Gómez  de  Angalo,  de  cuyo  ilustre  enlace  fueron 
hijos 

D.  Lorenzo  López  Alcalde;  D.  Lope  Soarez  Alcalde, 
caballero  de  la  orden  de  Santiago  y  Comendador  de  Rei- 
na en  la  misma,  que  se  halló  con  so  padre  en  la  con- 
quista de  Granada,  falleció  sin  sucesión;  D.  Francisco 
López  Alcalde,  que  casó  en  Auñon  con  doña  Beatriz  Diaz 
Altamirano,  y  tuvo  dilatada  sucesión,  y  á  doña  Beatriz 
López  Alcalde,  que  casó  en  Guadalajara  con  D.  Gonzalo 
de  Bedoya,  caballero  principal  en  ella,  de  quien  tuvo  su- 
cesión. Don  Lorenzo,  heredó  de  sus  padres  la  hacienda 
que  tenian  en  los  lugares  de  San  Andrés,  Pajares  y  Pi- 
cazo en  tierra  de  Guadalajara,  y  otros  muchos  bienes  en 
la  villa  de  Paredes  de  Nava  en  Castilla  la  Vieja,  donde 
fué  castellano;  sirvió  á  los  Señores  Reyes  Católicos,  y 
después  al  Señor  Emperador  D.  Carlos  V  contra  los  co- 
muneros, por  cuyos  señalados  servicios  obtuvo  el  em- 
pleo de  Capitán  de  caballos  ligeros,  que  dejó  luego  por 
haber  salido  herido  de  una  pierna  en  la  batalla  de  Villa- 
lar;  casó  con  doña  Isabel  de  Reinoso,  hija  de  D.  Fernán 
Yañez  Beltran  y  de  doña  María  de  Reinoso,  su  mujer, 
familias  ilustres  de  Guadalajara,  y  fueron  padres  de 

D.  Toribio  Alcalde,  de  D.  Francisco  Alcalde,  que 
vivió  muchos  años  retirado  en  el  lugar  de  Pajares,  y 
heredó  la  hacienda  del  lugar  de  San  Andrés,  casado  en 
la  ciudad  de  Guadalajara  con  doña  María  Sánchez  de 
Brihuega  ,  hija  de  D.  Melchor  Sánchez  de  Brihuega 
y  de  doña  María  de  Bedoya,  de  cuyo  matrimonio  deja- 
ron sucesión ;  de  D.  Pedro  Alcalde,  que  heredó  de  sos 
padres  la  hacienda  de  Paredes  de  Nava  y  casó  con  doña 


—  401  — 

Ana  Becerra  ,  de  cuya  unión  hubieron  á  D.  Lope, 
D.  Francisco  y  D.  Lorenzo  Alcalde  Becerra,  los  cuales 
litigaron  ejecutoria  contra  el  Concejo,  Justicia  y  Regi- 
miento del  lugar  de  Corrales,  Jurisdicción  de  la  ciu- 
dad de  Zamora  en  la  Real  Chancilleria  de  Valladolid, 
á  6  de  Abril  de  1S58,  y  la  sobrecarlaron  en  6  de 
Agosto  de  1567,  en  la  que  costa  parte  de  la  referida 
filiación  y  la  notoriedad  y  posesión  de  su  nobleza,  don 
Toribio  Alcalde  se  avecindó  en  el  lugar  de  Salcedillo  de 
las  montañas  de  Burgos,  por  tener  alli  sus  parientes, 
que  eran  de  las  familias  de  mas  esplendor;  habiendo 
cada  uno  en  su  tiempo  obtenido  los  oficios  honoríficos 
que  como  á  nobles  Hijos-dalgo  notorios  de  sangre 
les  han  correspondido,  como  consta  por  la  informa- 
ción de  nobleza  hecha  en  dicho  lugar  de  Salcedillo 
en  7  de  Noviembre  de  1769,  con  citación  de  Francisco 
Ruiz,  Regidor  en  él,  y  ante  Miguel  Gutiérrez  Ramírez, 
escribano  de  S.  M.  y  del  número  de  la  villa  de  Aguilar, 
por  comisión  del  Señor  Licenciado  D.  Baltasar  Fernan- 
dez Albaruiz ,  Abogado  de  los  Reales  Consejos ,  Corre- 
gidor y  Justicia  ordinaria  en  dicha  villa  de  Aguilar  y  su 
jurisdicción ;  casó  con  doña  María  Canduela,  vecina,  y 
de  las  principales  familias  del  lugar  de  Salcedillo,  y  de 
su  unión  hubieron  á 

D.  Toribio  Alcalde,  D.  Juan  Alcalde,  que  sirvió 
al  Señor  Rey  D.  Felipe  II  de  Capitán  de  caballos  lige- 
ros, y  con  este  grado  se  halló  en  la  famosa  batalla  do 
San  Quintin  el  año  1557,  y  por  sus  servicios  se  le  dio 
en  tenencia  el  castillo  y  villa  de  Brihuega,  habiendo 
obtenido  pocos  años  antes  el  de  la  villa  de  Pareja, 
como  consta  del  titulo  que  se  le  dio  en  Cuenca  el  8 
de  Noviembre  de  1533;  celebró  primer  matrimonio  con 
doña  Sancha  Hernández  Crespo  de  Belmonte,  natural  de 


—  462  — 

Pareja,  hija  de  D.  Francisco  Hernández  Crespo,  fami- 
liar del  Santo  Oficio  de  la  Inquisición  y  de  doña  Maria 
de  Belmonte,  y  segundas  nupcias  con  doña  María  Fran- 
cisca de  la  Riba  y  Guillarle,  natural  de  Auñon,  como 
consta  de  las  escrituras  matrimoniales  que  se  otorgaron  en 
Auñon  el  15  de  Febrero  de  1556,  y  de  ambos  matrimonios 
dejó  sucesión.  D.  Toribio  Alcalde  casó  en  el  lugar  de  Sal- 
cedillo  el  año  1506  con  doña  Mariana  del  Rio,  Señora  de 
las  mas  nobles  de  aquel  lugar,  como  consta  por  la  fé  de 
su  casamiento,  que  se  halla  presentada  con  el  empadro- 
namiento y  otros  instrumentos  en  la  información  ya  cita- 
da, que  se  dio  en  dicho  lugar  de  Salccdillo,  hija  legiti- 
ma de  D.  Baltasar  del  Rio  y  de  su  mujer  doña  Feliciana 
Alonso,  y  de  dicho  matrimonio  provinieron 

D.  Andrés  Alcalde  del  Rio ,  D.  Lorenzo  Alcalde,  que 
casó  en  Guadalajara  con  doña  Ana  Fernandez  de  Buen- 
dia,  de  quien  tuvo  sucesión,  y  D.  Julián  Alcalde  y  la 
Riva,  que  casó  en  Salmerón  con  doña  Isabel  Vela,  de 
quienes  hubo  sucesión,  que  pasó  á  las  Indias  y  hoy  subsis- 
te en  Méjico  y  en  el  nuevo  Reino  de  Granada.  D.  Andrés 
Alcalde,  nació  en  el  lugar  de  Salcedillo  en  30  de  Noviem- 
bre  de  1507 ,  como  consta  de  su  fé  de  bautismo  presen- 
tada en  la  citada  información;  fué  caballero  Contino  de  la 
Casa  Real ,  y  con  tal  empleo  se  hallaba  el  año  1572,  y 
en  el  de  73  fué  nombrado  por  la  ciudad  de  Guadalajara 
por  uno  de  los  Capitanes  de  las  milicias,  que  de  dicha 
ciudad  y  su  tierra  pasaron  á  la  conquista  de  la  ciudad  y 
Reino  de  Túnez ,  en  cuya  conquista  y  espedicion  cumplió 
con  la  obligación  de  su  sangre;  estuvo  casado  con  doña 
Francisca  Martínez  del  Egido,  Señora  descendiente  deles- 
forzado  Hernán  Sánchez  del  Egido,  llamado  asi  por  haber 
hecho  á  los  moros  una  gran  matanza  cerca  de  la  villa  de 
Cáceres,  el  que  fué  Teniente  de  Alférez  mayor  del  Rey 


—  463  — 

D.  Alonso  IX  y  uno  de  los  principales  conquistadores  dt 
Alcántara  el  año  de  1213 ;  compruébase  este  matrimo- 
nio por  una  escritura  que  se  otorgó  en  el  lugar  de  Paja- 
res, jurisdicción  de  la  villa  de  Brihuega  ,  el  19  de  Junio 
de  1569  ante  Alonso  López,  escribano  de  S.  M.  y  de 
dicha  villa ,  consta  que  ambos  juntos  hicieron  donación 
al  Bachiller  D.  Martin  Alcalde,  su  hijo,  de  diferentes 
tierras,  casas  y  viñas  que  estaban  en  la  población  y  tér- 
mino de  Pajares,  para  que  se  espiritualizasen  y  se  pu- 
diesen ordenar  y  seguir  el  estado  eclesiástico ;  asimismo 
consta  del  testamento  que  esta  Señora  otorgó  en  el  lugar 
de  Castillo,  media  legua  de  Pajares,  ante  Simón  del 
Amo,  escribano  de  S.  M.  y  del  Ayuntamiento  de  dicho 
lugar  en  18  de  Febrero  de  1587,  que  fueron  sus  hijos 
legítimos 

D.  Juan  Alcalde  y  Egido  ,  el  Bachiller  D.  Mar- 
tin Alcalde,  que  fué  Cura  propio  del  lugar  del  Castillo, 
quien  fundó  una  capellanía,  llamando  á  la  obtención  y 
goce  de  ella  á  sus  parientes ,  en  el  año  de  1593,  y  en  25 
de  Octubre  de  1624  un  Mayorazgo  regular,  como  cons- 
ta de  escritura  otrgada  en  dicho  dia  ante  Gerónimo  Pé- 
rez ,  escribano  público  de  la  villa  de  Castil  Mimbre ,  y 
después  de  otros  llamamientos  personales  que  hace  lla- 
ma á  los  hijos  de  su  hermano  D.  Juan  Alcalde,  y  á  sus 
descendientes,  prefiriendo  el  mayor  al  menor  en  la  for- 
ma, como  se  acostumbra  en  las  vacaciones  regulares  de 
otros  Mayorazgos ,  y  el  que  lo  obtuviese  habia  de  usar 
del  apellido  de  Alcalde.  D.  Juan  Alcalde,  fué  Teniente 
de  Alconero  mayor ,  y  nació  en  el  nombrado  lugar  de 
Pajares  el  año  de  1537 ,  y  testó  el  de  1608  ante  Juan  de 
Trigueque ,  escribano ;  y  por  él  consta  haber  estado  ca- 
sado con  doña  Librada  Asenjo,  Señora  Ilustre,  como 
proveniente  de  D.  Francisco  Asenjo ,  que  fué  armado 


—  464  — 

caballero  por  el  Emperailor  D.  Carlos  V  en  la  ciadad  de 
Boloña  el  año  1535,  y  el  prí?¡le^io  de  que  añadiese  á  sos 
armas  que  eran  tres  bandas  de  oro  entre  cinco  ajen- 
jos ó  palmas  sinoples,  una  ágaíla  imperial  sable  en  cam- 
po de  oro;  procrearon  de  sa  matrimonio  por  sos  hijos  h 

D.  Juan  Alcalde  Asenjo,  D.  Andrés  Alcalde  Aseujo, 
que  tiene  sucesión  en  aquella  tierra,  y  D.  Pedro  Alcalde 
Asenjo ,  que  fué  Alcaide  del  castillo  de  Pareja  y  de  la 
Inquisición  de  Cuenca,  en  cuya  ciudad  casó  con  dona 
Juana  de  Arcas ,  de  quien  hay  sucesión  en  Bonache  de 
Alarcon,  Bara  de  Rey,  Sisante  y  oíros  lugaresde  su  Obis- 
pado. El  D.  Juan  Alcalde  Asenjo  nació  en  Pajares  el  año 
1577,  y  casó  en  la  villa  de  Duron  en  1629  con  doña  Ana 
González,  que  nació  en  la  misma  villa  en  1610,  y  era  hija 
legitima  de  D.  Cebrian  González  y  doña  Ana ,  su  mujer, 
como  consta  del  testamento  que  otorgó  ante  Pedro  Rui- 
mayor,  escribano  de  aquella  villa,  y  tuvieron  por  su 
hijo  legitimo  á 

D.  Juan  Alcalde ,  sesto  del  nombre  en  esta  genea- 
logía, que  nació  en  la  villa  de  Duron  el  año  1633,  y 
en  ella  casó  el  de  1657  con  la  ilustre  Señora  doña  Li- 
brada Muñoz ,  natural  de  la  misma  en  que  habia  nacido 
el  año  1633,  hija  legitima  de  D.  Bartolomé  Muñoz,  que 
nació  en  1600  y  se  casó  en  el  de  1622,  nieta  paterna 
de  D.  Gaspar  Muñoz  y  de  doña  Magdalena  Morena,  ca- 
sados en  Duron  el  año  1595,  y  materna  de  D.  Miguel 
Serrano  y  doña  Ursola ,  lodos  naturales  de  Duron,  obis- 
pado de  Sigüenza,  habiendo  por  eslo  casamiento  entrado 
en  la  familia  de  Alcalde  la  ¡lustre  y  antiquísima  sangre 
de  los  Muñoces.  Procreó  este  matrimonio  por  su  hijo 
legitimo  á 

D.  Francisco  Alcalde  Muñoz,  que  nació  en  la  villa  de 
Duron  el  año  1675,  como  parece  de  su  fé  de  bautismo,  y 


-46b  — 

por  la  íle  su  casamiento  consta  haberle  celebrado  en  dicha 
villa  el  año  1700  con  doña  Francisca  Gutiérrez  Marchante, 
hija  legítima  y  de  legitimo  matrimonio  de  D.  Joan  Gu- 
tiérrez, que  murió  en  la  espresada  villa  el  año  1634,  y 
de  doña  Francisca  Marchante,  natural  de  la  villa  de  Alocen, 
en  la  que  nació  el  año  1648,  y  contrajo  matrimonio  el 
de  1679,  niela  paterna  de  D.  Bartolomé  Gutiérrez  y  de 
doña  María  Carrasco,  que  ambos  nacieron  en  Duron,  el 
primero  en  1600  y  la  segunda  en  1609,  y  contrajt^ron  su 
matrimonio  el  de  1625,  biznieta  paterna  de  D.  Gebrian 
Gutiérrez  y  de  doña  Catalina  Noreña,  cuyo  casamiento 
celebraron  en  Duron  el  año  1599 ,  y  la  doña  María  Car- 
rasco, era  hija  de  D.  Juan  Carrasco  y  de  doñaMaria  del 
Olmo,  quienes  casaron  en  la  repetida  villa  el  año  1604, 
nieta  materna  de  D.  Miguel  Marchante  y  de  doña  Ana 
Pérez  de  Salcedo,  naturales  de  Alocen,  que  él  nació 
el  año  1610  y  ella  el  de  17,  donde  casaron  el  de  36, 
biznieta  de  otro  D.  Miguel  Marchante  y  de  doña  Fran- 
cisca Serrano,  y  la  doña  Ana  Pérez,  hija  de  D.  Juan 
Pérez  Salcedo  y  de  doña  Francisca  Dorado ,  todos  veci- 
nos de  la  espresada  villa  de  Alocen.  Dicho  matrimonio 
de  D.  Francisco  Alcalde  Muñoz  y  doña  Francisca  Gutiér- 
rez Marchante,  procreó  k 

D.  Juan  Alcalde  Gutiérrez  Muñoz  y  Marchante,  á  don 
Bernardo  Alcalde,  D.  Antonio,  D.  Francisco,  religioso 
del  orden  de  San  Francisco,  y  doña  Teresa  Alcalde.  El 
D.  Bernardo  casó  en  Duron  con  doña  María  de  Castilla, 
y  hay  sucesión.  La  doña  Teresa  casó  con  D.  Alfonso  Car- 
rasco, y  hay  también  sucesión;  y  el  D.  Juan  nació  en  Du- 
ron de  la  provincia  de  Alcarria  el  9  de  Febrero  de  1707, 
y  pasó  á  las  Indias  y  Reino  del  Perú,  donde  hizo  asiento 
en  la  ciudad  de  Santiago  de  Chile ,  y  en  atención  á  sus 
grandes  servicios  le  dispensó  la  Majestad  del  Señor  don 


—  466  — 

Garlos  111)  titulo  de  Conde,  como  consta  del  original 
firmado  de  su  mano  y  refrendado  de  D.  José  Ignacio  de 
Goyeneche,  su  secretario  de  Gracia  y  Justicia  y  Estado 
de  Castilla,  su  fecha  en  el  Real  Sitio  de  San  Lorenzo  á 
22  de  Octubre  de  1767,  de  cuyo  real  despacho  resulta 
haber  tomado  la  denominación  de  Conde  de  Quinla  Ale- 
gre, y  recaer  en  persona  noble  y  hacendada,  con  la  su- 
perior gracia  de  libre  de  lanzas  y  medias  annatas  á  su  per- 
sona y  á  las  de  sus  hijos  y  legítimos  sucesores;  el  cual 
casó  en  la  espresada  ciudad  el  año  de  1730  con  la  Ilus- 
tre Señora  doña  Isabel  Hernández  de  Velasco  Cabrera 
Hernández  de  Rivera  y  Alguacil ,  hija  legilima  del  Capi- 
tán D.  Juan  Francisco  Hernández  de  Velasco  Hernández 
de  Rivera,  natural  de  la  ciudad  de  Barcelona,  y  de  doña 
Juana  de  Cabrera  y  Alguacil,  natural  de  Guaura  en  el 
Reino  del  Perú,  nieta  paterna  de  D.  Francisco  Hernán- 
dez de  Velasco  y  de  doña  Margarita  Hernández  de  Rive- 
ra, nieta  materna  de  D.  Luis  de  Cabrera,  natural  de  la 
ciudad  de  Granda,  y  de  doña  Isabel  Alguacil  de  Paredes 
y  Padilla,  natural  del  asiento  de  Caillona  en  Indias,  biz- 
nieta materna  de  D.  Juan  de  Cabrera  y  de  doña  Clara 
Espin  del  Arroyo,  naturales  ambos  del  Principado  de 
Cataluña ,  y  de  D.  Francisco  Alguacil  de  Paredes,  fami- 
liar del  Santo  Oficio,  natural  de  Don  Benito  en  Estrema- 
dura,  y  de  doña  Juana  Padilla,  natural  de  Caillona  en 
el  Perú,  prima  del  Marqués  de  Salinas,  que  residía  en 
el  Perú.  Los  primeros  Condes  de  Quinta  Alegre  tuvieron 
por  sus  hijos  legítimos  á 

D.  Juan  Ignacio ,  D.  José  Antonio  y  doña  Maria- 
na Rosa  Alcalde ,  que  casó  con  D.  José  Antonio  Le- 
caroz  en  Santiago  de  Chile.  El  D.  Juan  Ignacio  y  don 
José  Antonio  Alcalde  Hernández  de  Velasco  Gutiérrez 
Cabrera  Muñoz  Hernández  de  Rivera  Marchante  y  Al- 


—  467  — 
guacil,  que  el  primero  nació  en  la  espresada  ciudad 
de  Santiago  de  Chile  el  año  1732,  y  el  segundo  en  el 
de  1739  ,  obtuvieron  real  despacho  en  Noviembre  d« 
1767  confirmatorio  las  referidas  armas. 

Como  queda  dicho,  de  esta  casa  troncal  proceden 
todos  los  caballeros  de  este  linaje,  y  entre  ellos  con 
particularidad  D.  Nicolás  Alcalde  y  Lastres,  Maeslran- 
te  de  la  Real  de  Granada ;  D.  Juan  Francisco  Alcalde, 
Magistrado  de  la  sala  primera  de  la  Audiencia  de  Bur- 
gos, y  D.  Higinio  Alcalde  y  Uriel,  Teniente  coronel 
graduado ,  primer  Comandante  del  segundo  batallón 
del  regimiento  de  reserva  de  Toledo. 


TOMO  I.  30 


ALDARET 


iLDilITC.  ALDRITS  O  ILDEIKTK. 


1  iBKEN  SU  primitiva  casa  solar  cimentada  en  ios  montes 
de  Aslorias,  cerca  de  Ofiedo,  y  fué  su  fundador  él 
Conde  D.  Aldredo,  llamado  de  León ,  por  haberse  halla- 
do en  la  conquista  de  aquella  ciudad  en  el  año  719.  Este 
Conde  como  tronco  de  la  estirpe  de  Alderete,  fué  cabe- 
za de  linaje  en  Burgos ;  fué  Godo  y  no  Francés ,  como 
suponen  algunos  por  haber  contraido  matrimonio  en 
aquel  Reino  con  Princesa  de  su  Real  sangre;  sus  des- 
cendientes fueron  estableciéndose  por  diferentes  parles 
de  estos  Reinos,  según  se  fueron  conquistando,  como 
en  la  ciudad  de  Tordesillas,  de  Castilla  la  Vieja;  en  Ara- 
gón, Valladolid,  Salamanca  y  Galicia,  donde  tienen  casa 
solariega,  que  lo  era  también  de  la  de  Silva,  entre  el 
Duero  y  Miño,  de  que  fué  Señor  D.  Gutierre  Aldaret ,  y 
de  ella  vienen  los  Silvas,  Duques  de  Pastrana,  Grandes 
de  España  y  los  Condes  de  Cifuentes.  Dicho  D.  Gutier- 
re Aldaret  fué  Rico-hombre  de  D.  Alonso  el  VI,  y  le 
sirvió  en  la  conquista  de  Toledo  el  año  1075:  D.  Diego 
de  Alderete,  caballero  de  la  orden  de  Alcántara,  en  1524 
se  halló  en  la  memorable  batalla  de  Pavía,  en  el  estado 
de  Milán  cuando  se  hizo  prisionero  al  Rey  de  Francia 
Francisco  I,  y  fué  hijo  de  D.  Miguel  Alderete  de  Ribera, 
Oidor  de  Granada ,  y  de  doña  Elvira  Romero ,  y  nieto  de 
D.  Pedro  de  Alderete  y  de  doña  Marta  Collado,  natural 
de  Andalucía;  D.  Gaspar  Alderete,  fué  del  orden  de 
Santiago  y  del  Supremo  Consejo  del  Rey  D.  Felipe  IV 


—  469  — 

El  usar  por  Armas  el  brazo  armado  que  tiene  esta 
linea  por  timbire  sobre  la  celada  con  espada  desnuda 
en  la  mano,  es  pofque  un  caballero  de  ella  nunca  quiso 
armarse  el  brazo  derecho  para  entrar  eh  las  batallas  j 
en  la  última  eh  qué  ^é  halló  ganó  el  estandarte  real  del 
Rey  de  Bohemia ,  el  cual  sé  pliso  luego  éh  la  Iglesia  de 
San  Llórente. 

D.  Manuel  de  los  hios  Gdíupó ,  vecido  de  la  tilla  de 
Tordesillas  y  sú  Regidor,  tuvo  de  doña  Juana  Rodríguez 
de  Aldfete,  stt  mujer,  puf  hijos  á  D,  Nicolás  Ahtonio  de 
los  Ríos  Aldrete  ■,  D.  Pedro  Ródfiguez  Aldfete,  dófia  Isa- 
bel y  doña  Juána;  D.  Nicolás  litigó  sU  nobleza  en  Valla- 
dolid  y  sacó  ejecutoria  én  posesión  de  los  Alcaldes  de 
Hijos^dalgo  y  Notario  del  Reino  de  Castilla  en  6  de  Se- 
tiembre del  año  15b0,  firmada  del  licenciado  Juan  Ma- 
nuel, Doctor  Arbizo  y  Doctor  Espinosa,  refrendada  de 
Esteban  de  Gorostiza ,  escribano  mayor  de  Hijos-dalgo, 
condenando  al  Concejo  de  Carrion  y  otros  y  al  Fiscal 
Real ,  y  declarando  á  aquel  en  posesión  de  Hijos-dalgo 
según  las  sentencias  de  los  Alcaldes  de  vista  y  revista  de 
la  Chancilleria ,  la  cual  se  presentó  y  obedeció  por  el 
cabildo  de  la  villa  de  Carrion  en  20  del  mismo  mes 
V  año. 

En  Jerez  de  la  Frontera  hay  rama  de  esta  familia,  de 
que  fué  D.  Juan  Manuel  Pérez  Alderete,  Alcalde  de  aque* 
lia  ciudad  en  1781  pof  el  estado  de  Hijos-dalgo,  padre 
de  doña  Rafaela  Pérez  Alderete,  que  casó  con  D.  Manuel 
del  Calvario  Ponce  de  León  y  Padilla,  único  descendien- 
te por  linea  de  vafon  délos  Excmos.  Señores  Duques  del 
Afeo,  Marqueses  de  Zahará,  Señores  de  Yillagarcia,  cuyos 
Mayorazgos  y  grandeza  de  primera  clase  poseia  en  1839 
la  Eicma.  Señora  Duquesa  Condesa  de  Benavente,  Du- 
quesa de  Bejar  y  Gandía  por  descender  con  rigurosa  a]^- 


...  470  — 

nación  del  quinto  Duque  de  Arcos  D.  Rodrigo  Ponce  de 
León ,  noveno  abuelo  del  espresado  D.  Manuel  del  Cal- 
vario Ponce  de  León ,  cuya  hija  y  de  la  nominada  Se- 
ñora doña  Rafaela  fué  doña  Maria  de  la  Consolación 
Ponce  de  León  y  Pérez  Alderele ,  que  casó  con  el  Señor 
D.  Gabriel  José  Pérez  Alderele. 

De  la  referida  nobilísima  casa  de  Alderele  provino 
legilimamenle  D.  Diego  Pérez  de  Alderele,  natural  de  la 
ciudad  de  Velez  Maga ,  el  cual  casó  con  doña  Ana  Alde- 
rele y  Manrique 9  hija  deD.  Diego  Alderele  y  de  doña 
Ana  Manrique,  los  cuales  vinieron  á  esta  Corte  y  i 
Valdemoro ,  donde  gozaron  de  su  acrisolada  nobleza  y 
fueron  cuartos  abuelos  paternos  de  primer  orden  de  don 
José  Gabriel  Pérez  Alderele  y  hubieron  por  hijo  legítimo 
á  D.  Gabriel  Pérez  Alderele,  primer  Marqués  de  Casinas, 
Regidor  perpetuo  de  la  ciudad  de  Cádiz ,  el  cual  desde 
sus  primeros  años  abandonó  la  quietud  y  reposo  de  su 
casa  y  se  dedicó  al  servicio  de  la  Real  Armada  y  sin  in- 
termisión de  tiempo  sirvió  en  la  plaza  de  Ceuta  y  su  sitio, 
luego  en  la  de  Oran  ,  Gibraltar  y  otras  partes,  con  apro- 
bación de  sus  Generales,  habiéndole  colocado  sus  glo- 
riosos hechos  de  Capitán  de  infantería  Española  y  des- 
pués en  la  misma  clase  de  mar  y  guerra  del  Navio  llama- 
do la  Perla ^  con  el  que  se  halló  en  la  conquista  de  la 
Isla  de  Ccrdeña  y  toma  de  las  plazas  de  Palermo  y  Mes- 
stna;  y  Bnalmente  fué  jefe  de  escuadra,  según  todo  cons- 
ta de  relación  de  sus  servicios  que  presentó  con  los  docu- 
mentos que  lo  comprueban  en  la  Secretaria  de  la  Guerra 
el  dia  20  Mayo  de  1713;  casó  este  caballero  con  doña  Ge- 
rónima  de  Castilla  y  Camas,  de  cuya  legitima  unión  tuvo 
por  hijo  á  D.  Juan  Manuel  Pérez  Alderele  y  Castilla, 
Marqués  del  mismo  titulo  de  Casinas,  caballero  del  or- 
den de  Santiago ,  natural  de  Cádiz ,  Regidor  perpetuo 


—  47!  - 

como  sus  padres  dt  la  misma  ciudad ,  y  Brigadier  de 
la  Real  Armada  ,  que  casó  en  la  ciudad  de  Arcos  y  fué 
velado  en  la  de  Cádiz  con  doña  Francisca  Morales  y  Mal- 
donado,  natural  de  la  ciudad  do  Jerez  de  la  Frontera, 
hija  de  D.  Diego  Ignacio  Morales ,  24  de  esla  ciudad ,  y 
de  dona  María  del  Puerto;  de  cuya  unión  resultó  por  hijo 
legitimo  D.  Gabriel  "Pérez  Aldereie  y  Morales ,  abuelo 
paterno  de  primer  orden  de  D.  José  Gabriel  Pérez  Alde- 
rete,  Capitán  de  fragata,  bautizado  en  Cádiz  á  30  de 
Marzo  de  1733,  empadronado  como  Flijo-dalgo  notorio 
en  el  Becerro  formado  en  virtud  de  real  provisión  de  la 
Chancilleria  de  Granada  en  la  referida  ciudad  de  Jerez 
de  la  Frontera  en  21  de  Febrero  de  1782,  en  virtud  de 
dos  testimonios  de  nobleza  de  linea  paterna  y  materna, 
el  uno  practicado  ante  el  Corregidor  de  la  ciudad  de 
Jerez  de  la  Frontera  á  instancia  de  la  Señora  doña  Ra*- 
faela  Pérez  Alderete,  Marquesa  de  Casinas,  dado  en  ella 
á  21  de  Mayo  de  1829  por  dos  escribanos  públicos  y 
de  cabildo,  comprobado  de  otros  tres  en  22  de  los  mis- 
mos, y  el  otro  dado  por  D.  Ramón  Lorenzo  Calvo,  dei 
Consejo  de  S.  M.,  su  Secretario  de  Cámara  en  el  Real 
y  Supremo  de  Guerra,  del  Real  cuerpo  de  Guardias  de 
la  Persona  del  Rey  y  de  fos  demás  de  la  Guardia  Real 
y  su  juzgado  privilegiado,  notario  do  los  Reinos  é  indi- 
viduo del  Ilustre  Colegio  de  esta  Corte  con  fecha  3t 
de  Marzo  de  aquel  ano;  y  asimismo  aparece  de  la  di- 
cha información  de  nobleza  que  en  otro  cabildo  cele- 
brado por  la  justicia  y  regimiento  de  la  propia  ciudad  el 
dia  31  de  Mavo  de  1776  se  vio  v  levó  una  real  cédu- 
la  titulo  24,  espedido  á  fa?or  del  mismo  D.  Gabriel  Pé- 
rez Alderete,  á  quien  competentemente  obedecido  le  fué 
dada  la  posesión  de  tal  24,  previo  el  correspondiente 
pleito  homenaje  que  hizo  como  caballero  Híjo-dalgo  d^ 


-473- 

uao  7  hiero  de  Espafia:  pa$ó  k  la  ciudad  de  la  Hah^iiaa 
donde  casó  á  33  de  Novieoil)re  de  Í7S8  co^  d<^  Loreí^ 
za  Feraaodez  Pacheco ,  baQtiza4a  en  aquella  parroquia 
de  San  Grislóbal  á  19  de  Jqlio  de  1733.  I^tpi  benaano 
de  D.  Juan  Manuel  Ferez  Alderele,  padre  de  la  referida 
Señora  Marquesa  de  Gasinas  y  Alcaide  de  U  Sanl^  Her- 
mandad, que  fué  por  el  estado  de  ^ballero6  Vijoa^algo 
ootoriQs  en  la  referida  cioidad  de  ier?%  de  la  Frontera 
el  ano  1783.  D.  Gabriel  y  dona  Loreíaa  fneron,  padres  de 
D.  Gabriel  Pérez  Aldecete ,  Maestréate  de  la  Real  de 
Ronda,  bautizado  en  la  villa  de  la  Isla  de  l^eoB  á  9  de 
Agosto  de  1771  y  casado  con  do^a  Rosalía  Gop^alez  del 
Gorral  en  la  ciudad  de  la  Habana  y  parroquia  mayor  de 
San  Cristóbal  á  36  de  Febrero  de  1788,  con  dispensa  de 
S.  S.  por  ser  parientes  de  consanguinidad  en  segundo 
grado  igual,  pues  sus  madres  eran  hermanas;  bautizada 
en  la  misma  á  5  de  Enero  de  1775:  fueron  padres  de 
D.  José  Gabriel  Pérez  Alderete  y  González  del  Corral, 
natural  y  vecino  de  la  ciudad  de  la  Habana,  bautizado 
en  ella  á  19  de  Diciembre  de  1796. 

D.  Gaspar  de  Alderete  pasó  con  dona  Juana  de  Soto- 
mayor  y  Anaya ,  y  entre  otros  hijos  tuvo  este  matrimonio 
á  doña  Gregoria  de  Alderete,  esposa  de  D.  Luis  Vázquez, 
caballero  de  Santiago,  Gobernador  de  Araojuez^  Señor 
de  este  Mayorazgo  en  Tordesillas,  y  patrón  del  hospital 
de  Mater  Dei  y  de  los  Cartujos,  padres  de  doña  Juana, 
que  casó  con  D.  Gómez  de  Busto,  caballejo  dja  Alcántara, 
patrón  del  Colegio  de  la  compañía  de  Ojcaña,  padres  de 
doña  Antonia  de  Busto  y  Alderete,  q«e  del  matrimonio 
que  contrajo  con  D.  Francisco  de  Aguilera,  cabaUeüo  de 
Calatrava,  Comendador  de  Tula  en  Indias,  Señor  del 
Congosto,  tuvo  por  hijo  al  Conde  de  Mora. 

El  Doctor  Benavente  casó  con  doña  Dionisia  de  Al- 


—  475  — 

dereU »  j  fueron  padres  de  doña  Isabel  de  Alderete, 
mujer  de  D.  FraDcisco  de  Castilla,  asistente  de  Serilla  y 
del  Consejo  Real;  padres  de  doña  Dionisia,  que  casó 
coa  D.  Pedro  Zapata ,  Comendador  de  los  Barrios  y  Pa- 
lomas en  Santiago,  Gentil-hombre  déla  Cámara  de  don 
Juan  de  Austria,  y  su  Mayordomo,  Corregidor  de  Mála- 
ga y  Córdoba ;  padres  do  D.  Pedro  Zapata ,  caballero  de 
Santiago,  Veedor  general  de  Sicilia,  y  del  Consejo  de 
Guerra;  marido  de  doña  Catalina  Zapata,  Condesa  de 
Osorno;  padres  de  la  Marquesa  de  la  Torre  doña  Maria 
Zapata. 

La  rama  establecida  en  Olmedo ,  obispado  de  Avila, 
produjo  á  D.  Pedro  de  Alderete,  Bachiller  legista,  que 
fué  Juez  Metropolitano  del  colegio  viejo  de  San  Barto- 
lomé, de  donde  salió  para  Oidor  de  Valladolid.  Diéron- 
le  una  canongia  en  la  iglesia  de  Sevilla  el  año  15S6,  y 
en  el  57  S.  M.  le  hizo  Regente  de  aquella  Audiencia, 
sucediendo  en  ella  al  Doctor  D.  Fernando  Pérez  de  la 
Fuente ,  y  murió  el  59. 

De  la  línea  establecida  en  esta  corte  fué  D.  Juan  de 
Alderete  y  Quevedo,  hijo  de  D.  Juan  de  Alderete  y  San 
Pablo,  caballero  de  la  orden  de  Santiago,  Gentil-hom- 
bre de  boca  del  Archiduque  Alberto,  Caballerizo  de  la 
Reina  v  Familiar  del  Santo  Oficio,  natural  de  San  Mar- 
tin  de  Valdciglesias ,  y  de  doña  Margarita  de  Quevedo  y 
Villegas,  natural  de  Madrid,  hermana  del  insigne  don 
Francisco  de  Quevedo ;  en  31  de  Agosto  de  1624  le  hizo 
S.  M.  merced  de  hábito  en  la  orden  de  Santiago,  en 
atención  á  los  méritos  de  su  padre,  tios  y  demás  deudos; 
Y  el  Real  Consejo  de  las  órdenes  le  mandó  dar  título  en 
27  de  Setiembre  de  1626.  Sobresalió  ventajosamente  en 
prendas  de  entendimiento  y  valor:  siguió  la  carrera  mi- 
litar, y  se  halló  en  el  ejército  contra  Portugal  con  el 


—  474  — 

puesto  de  Capitán  de  caballos  corazas  espaooles,  en  que 
se  portó  con  bizarría. 

Traen  por  ARMAS  los  de  este  linaje ,  escudo  campo 
gules  con  uua  craz  de  Galatraya,  de  oro,  y  orla  azur 
con  ocho  flores  de  lis  de  oro.  Y  por  timbre  sobre  la  ce- 
lada un  brazo  armado  con  espada  desnuda  en  la  mano. 
Y  aunque  hay  quien  pone  siete  flores  de  lis,  y  otros  el 
campo  de  plata  y  la  cruz  gules,  las  primitivas  y  ciertas 
son  estas. 

De  esta  casa  son  los  Señores  D.  Victor  Alderete, 
Ayudante  de  término  de  obras  públicas,  Ausiliar  de  la 
Comisión  de  la  carta  geográfica  del  Reino ;  D.  Guiller- 
mo Alderete,  Ausiliar  supernumerario  de  obras  públi- 
cas. Vocal  de  la  Comisión  de  la  carta  geográfica  del  Rei- 
no. La  Illma.  Señora  doña  Rafaela  Pérez  de  Alderete, 
Marquesa  de  Casinas,  titulo  creado  en  1735. 


FIN  DRI.  TOMO  PRIMERO. 


índice 


DE    LAS    MATERIAS    CONTENIDAS    EN    EL    TOMO    PRIMERO    DEL 
DICCIONARIO    HISTÓRICO,  GENEALÓGICO  Y   HERÁLDICO    DE  LAS 
FAÜIILIAS  DE  LA  MONARQUÍA  ESPAÑOLA. 


Págioas. 

Reyes  de  Armas 40 

PRÓLOGO, 

QUE  TRATA  DE  LAS  MATERIAS  SIGUIENTES. 

De  la  Nobleza  y  sus  clases H 

De  las  dienidades  Civiles  y  Militares ti 

Del  hombre  en  sus  diferentes  posiciones  so- 
ciales   38 

Del  matrimonio 30 

De  los  hijos  y  sus  clases 35 

De  las  dignidades  eclesiásticas 43 

Del  orden  de  procedencia  genealógica  hasta  los 

cuartos  abuelos 44 

Demostración  de  los  apellidos  distintos  que  ca- 
ben hasta  los  cuartos  abuelos,  y  procreación 

del  género  humano 42 

Caballería  de  la  Espuela  Dorada 55 

ídem  del  Arminio 91 

Ídem  de  la  Ginela  ó  del  Yero 94 

ídem  de  la  Banda 94 

ídem  de  la  Tabla  Redonda 4  03 

ídem  de  la  Luna  ó  del  Creciente 104 

Ídem  de  la  Estrella 404 

Tratado  del  Blasón 56 

Diccionario  de  Atributos 59 

Forma  y  Campo  de  los  Escudos 83 

Proporción,  puntos  y  partes  principales  del  Es- 
cudo   84 

Metales ,  colores  y  forros 88 

Figuras  de  Armería 9i 

Atributos  de  las  piezas  honorables 97 

Ornamentos  esteriores  del  Escudo 41-; 

Diferencias  en  las  Armerías 429 

Brisuras 432 

Leyes  heráldicas  y  sus  esccpciones 433 


ÓRDÜNES  CREADAS 

POR  LOS  seFIores  reyes  de  u  casa  de  borbon. 

Págioas. 

Cofradía  de  la  Espuela  de  Santiago  en  Galicia, 

ú  Orden  Militar  de  Santiago 479,  «08  y  «74 

Orden  Militar  de  AlcáuUra 233  y  274 

ídem  id.  de  Atís 200 

Ídem  id.  de  Calatrava 236  y  274 

ídem  real  y  distinguida  de  Carlos  IH 326 

ídem  Militar  de  Cristo 207 

ídem  id.  de  San  Genaro. « 322 

ídem  real  Americana  de  habel  fa  Católica 340 

Ídem  Militar  de  San  Juan 231 

DICCIONARIO 

DE    LOS    LINAJES   O    APELLIDOS. 


Abad,  su  origen,  entronque,  ramas,  genealogías 

y  Armerías 343 

Abalos  id.  id.  id 354 

Abella 374 

Abellaneda 364 

Abellü 374 

Abendaño 386 

Abreu 396 

Acebedo 405 

Acevedo 405 

Alcalde 453 

Aldaret 468 

Aldarele 468 

Alderele 468 

Aldrete 568 

Avalos 354 

Avella 374 

Avellaneda 364 

Avello 374 

A vendaíio 386 

Avreu 395 

Borbon 439 

Dábalos 354 

Dávalos 354 

Ebreu 395 

Evreu 395 

Evreux 395 


LISTA 


DE   LOS    SEtORES   ^UáCRlTORES  AL  DICCIOIARIO    HISTÓRICO, 

6EHEAL061C0  T  HERÁLDICO. 


S.  M.  LA  REINA, 
Que  en  21  de  Mayo  próximo  pasado  se  digaó  declararse  pro- 
tectora y  primera  suscritora. 

S.  M.  EL  BEY. 

S.  A.  EL  Sermo.  Señor  Príncipe  de  Asturias. 
S.  A.  LA  Serma.  Señora  Infanta. 
E\cmo.  Señor  Conde  de  Puñonrostro. 
Excmo.  Señor  Duque  de  Regla. 
Excmo.  Señor  Ministro  de  Estado. 

Excmo.  é  III mo.  Señor  Arzobispo  de  Santiago  de  Cuba,  con- 
fesor de  S.  M. 
Excmo.  Marqués  de  Bellisca« 
Excmo.  Señor  Marqués  de  San  Saturnino, 
lllmo.  Señor  Conde  del  Valle. 
Illmo.  Señor  D.  Ramón  de  Campoamor. 
lllmo.  Señor  Juan  Manuel  Vasco. 
Illmo.  Señor  D.  Salvador  de  Brocd  de  Bofarull. 
Illmo.  Señor  Conde  de  Premio  Real. 
Illmo.  Señor  D.  Pedro  Mendoza. 
Iltre.  Señor  D.  Lauriano  Pascual  deBallester. 
Iltre.  Señor  D.  Joaquien  Pascual  y  Jimeno. 
Iltre.  Señor  D.  Domingo  Morelló. 
Señor  D.  Francisco  Ferrer  y  Valles^ 
Señor  D.  José  María  Bordalonga. 
Señor  D.  Miguel  María  Puche. 
Señor  D.  Francisco  Lorenzo  Pérez. 
Señor  D.  Bartolomé  Fanés. 
Señor  D.  Juan  Antonio  Jiménez. 
Señor  D.  José  Ibañez  y  Martinez. 
lllmo.  Señor  D.  Manuel  Moreno  y  Redondo. 


Señor  Ü.  Alonso  París  Moreno. 

SeQor  D.  José  Spuche  Ibaíiez. 

SeQor  D.  Angosto  de  Comas  y  Arques. 

Señor  D.  Antonio  Ramos  de  Menoscs. 

Señor  1).  Eufi^enio  Diaz  Cendrera. 

Súñur  i).  Bartolomé  Ríquer. 

Señor  I).  Mariano  Bardaxí. 

Señor  D.  Felipe  Mico  y  Dolí. 

Señor  D.  Manuel  Suarez. 

Señor  I).  Uamon  Santos  Tovar. 

Señor  D.  Juan  Chomon  y  Marquina. 

Señor  I).  Blas  Manuel  Posada. 

Señor  1).  Gabriel  de  Aguiar. 

Señor  D.  Manuel  de  Cal. 

StM'ior  1).  Uamon  de  Cal. 

Señor  D.  Juan  Arólas. 

Señor  I).  José  Baños. 

Iltre.  Señor  D.  Carlos  Calderón  y  Molina. 

Señor  I).  Germán  Piferrer. 

Señor  D.  José  María  Ortiz  de  Pinedo. 

Señor  1).  Francisco  Gasó  y  Liñana. 

Señor  D.  Manuel  Alhambra. 

Señor  D.  Serapio  Artigues. 

Señor  D.  José  Plá. 

Señor  D.  Jos»»  de  lllescas  y  Cárdenas. 

Señor  D.  Ramón  Piñeyro. 

Señor  D,  Juan  María  Varona. 

Señor  D.  Leoncio  González  Perejon. 

Señor  D.  Justo  Pelayo  Cuesta. 

Señor  D.  José  María  Guillen. 

Señor  D.  Joa(|uin  María  Bover. 

Señor  D.  Francisco  de  Herenas. 

Señor  D.  Isidoro  Gómez  de  Aróztegui. 

Señor  I).  Santiago  Knrique  de  Luna  y  Bonis 

Señor  I).  Antonio  Ridaura. 

Señor  D.  Enrique  Tudela. 


Señor  D.  José  Miranda. 

Señor  D.  Matías  Casaus. 

Señor  D.  José  Rodríguez. 

Señor  D.  Blas  Cintora. 

Señor  D.  Francisco  Auge. 

Señor  D.  Manuel  Marsiila. 

Señor  D.  José  Gumersindo  Hernández  de  León. 

Señor  D.  Juan  Nogués. 

Señor  D.  Ángel  Rodrigalvarez. 

Señor  D.  Gabriel  de  Unzuela  y  Morgado. 

Señor  D.  Tomás  Bermudez  Alonso. 

Señor  D.  Manuel  de  Priego  Cubero. 

Señor  D.  José  de  Zayas. 

Señor  D.  Francisco  Morelló  y  Segura. 

Señor  D.  Luis  Pérez  Hervás. 

Señor  D.  Juan  Ramos. 

Señor  D.  Ensebio  de  Guevara. 

Señor  D.  Juan  Ladrón  de  Guevara. 

Biblioteca  de  Instituto  Agrícola  Catalán  de  San  Isidro. 

Biblioteca  de  Instituto  de  Orense. 

Biblioteca  del  Instituto  de  2."  enseñanza  de  Almería. 

Señor  D.  José  de  Pan  y  Agua  y  Pérez. 

Señor  D.  Diego  del  Valle  y  Chaves. 

Señor  D.  Miguel  do  Aquino  y  Giménez. 

Señor  D.  Fernando  Solísy  Arias  de  Saavedra. 

Señor  D.  Cándido  Soldevila. 

Señor  D.  Pablo  La-Vergne  y  Durú ,  colaborador. 

(Si  continuará,) 


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ADVERTENCIA. 


Los  retratos  de  S.  M.  la  Reina  y  del  antor,  deberán 
colocarse  á  continuación  de  la  portada  del  Diccionario. 

Las  14-  láminas  de  ejemplos  de  los  Escudos  de  Arme- 
ría ,  por  su  nnmeracion  correlativa,  deberán  colocarse 
al  final  del  tratado  de  Armería,  entre  las  páginas  136 
y  137. 


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